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Full text of "Geografía general física y política de los Estados Unidos de Colombia y geografá particular de ..."

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HARVARD COLLEGE 
LIBRARY 



latín AMERICAN COLLECTION 




FROM THE FUND 



GIVBN BT 



ARCHIBALD CARY COOLIDGE, '87 

AND 
CLARENCE LEONARD HAY, *08 



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.,L_ Si^riB^^^^'r^rTm^^F^ 



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geografía general i 

FÍSICA y POLÍTICA 



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DE LOS 



ESTADOS UHIDOS „DE COLOMBIA 



• , •» 



^ / '.- .V,!- I Y- 



geografía particular 



DE LA CIUDAD DE BOGOTÁ 



POR 



FELIPE PÉREZ, 



MIEMBRO DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA DE PARÍS. 



TOMO PRIMERO. 



BOGOTÁ. 

IMPRENTA DE ECHEVERRÍA HERMANOS. 
18 8 3. 



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SiKn\n^. i 3.3 



Harvard Coltdga Library 

Clft of 
Arohibald Cdrv Coolidg# 

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Ciaranoa Laonard Hay 

April 7, 1909. 



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PRÓLOGO. 



•«♦r- 



. Bogotá, Febrero de 1883. 

Aunque el Congreso de la Nueva Granada había 
ordenado desde el ano de 1839 que se hiciese levantar 
la carta geográfica de la República, multitud de circuns- 
tancias lo habian impedido. La primera Administración 
del General Mosquera se ocupó de este asunto, pero no 
\ fué sino hasta 1849 (primer año de la Administración 

del General López) que se dio principio á levantar 
dicha carta, * 

Gonfiósele este trabajo al Coronel de ingenieros 
señor Agustin Codazzi, Lispector del Colegio militar de 
Bogotá, sugeto conocido en el mundo científico por su 
carta general y atlas de Venezuela. Codazzi debía reco- 
rrer el territorio de la República durante seis años y 
levantar la carta general de ésta y la particular de cada 
una de sus provincias. El Gobierno, que no quiso aho- 
rrar gastos ni diligencia en la realización de una obra 
tan importante, ademas de Codazzi — que figuraba como 
Jefe de la Comisión Corográfica — encargó al señor Ma- 
nuel Ancízar de complementarla con la redacción de un 
texto que diese á conocer la geografía física y política 
del pala El Gobierno obró en esto acertadamente, pues 
Ancízar aunque duró poco tiempo en la Comisión con- 
tribuyó mucho al buen éxito de ella. La " Peregrinación 
de Alpha/' libro de gráficas descripciones del suelo y 
de las costumbres colombianas, es uno de nuestros 
monumentos literarios. 

Posteriormente fueron agregados á la Comisión el 
señor José Gerónimo Triana en calidad de botánico y 
el señor Carmelo Fernández en la de dibujante. La falta 

* li&j Si de 29 de Mayo de 1849. 



TT 



de Ancízar la suplió el señor Santiago Pérez, y luego 
reemplazaron á Fernández sucesivamente los señores 
Enrique Price y Manuel María Paz. 

Los seis años calculados pai'a la realización de los 
trabajos fueron insuficientes, ya por lo numeroso de las 
provincias, ya por lo dilatado y desierto de muchas de 
ellas. Codazzi empleó diez, y á pesar de eso la obra 
quedó truncada pues éste murió en el Espíritu-Santo 
al empezar los trabajos relativos á los Estados del Mag- 
dalena y de Bolívar. Mas no solo por eso fué sentida la 
muerte del Jefe de la Comisión Corográfica : lo fué tam- 
bién porque si era fácil encontrar otro hombre tan enten- 
dido como él en materias geográficas, no era hallarlo 
tan laborioso, tan infatigable, tan sereno en los peligros 
del desierto, tan habituado á vivir en las selvas y en los 
bosques, ni tan amigo de esa naturaleza primitiva é in- 
grata que acabó al fin con su organización de hierro. 

Después de la muerte de Codazzi el Grobiemo quiso 
utilizar los trabajos de éste y celebró para ello un con- 
trato en 1859 con los señores Manuel Ponce y Manuel 
María Paz, y hasta quiso completarlos mandando á las 
costas atlánticas de Colombia al matemático señor 
Indalecio Liévano. Obstáculos inesperados hicieron, 
empero, aplazar la ejecución de este propósito. 

En 1861 el General Mosquera perfeccionó el con- 
trato iniciado con los señores Ponce y Paz y me encargó 
á mí de la redacción del texto de la geografía de la Re- 
pública. 

Tal es en compendio la historia de la Comisión Co- 
rográfica, la más importante y la más útil de cuantas ha 
organizado la Nación con algún objeto científico. 

Antes de que se organizara en el país la Comisión 
Corográfica la geografía nacional estaba muy atrasada. 
Su punto de partida hablan sido las noticias equivoca- 
das y exageradas de los descubridores y cronistas espa- 
ñoles, los artículos de periódico de Caldas y de Zea, los 
trabajos especiales de Kestrepo y los muy generales de 
Humboldt. Los geólogos Acosta y Boussingault agre- 
garon también algo al bosquejo común, y el primero de 



vn 



«llós publicó un mapa de la Nueva Granada en 1847, el 
cual dedicó al barón de Humboldt "por cuanto á él se 
debian los primeros conocimientos geográficos y geoló- 
gicos positivos de nuestro territorio. 

El ma^a de que hablamos tiene la nota siguiente : 
^* La discusión de los elementos que han servido para 
la construcción de este mapa serian un tratado del 
estado actual de la Geografía de la Nueva Granada, 
materia que no puede reducirse á una nota. Bastará 
pues indicar que me he aprovechado de los trabajos de 
M. Humboldt, de los hidrográficos españoles para las 
costas y sobre todo de los materiales inéditos que M. 
Boussingault con su benevolencia y liberalidad acos- 
tumbradas ha puesto á mi disposición y que consisten 
en muchas posiciones calculadas por medio de observa- 
ciones astronómicas, en un extenso nivelamiento baro- 
métrico y en algunas direcciones tomadas con la brújula. 
He trazado el curso del Meta por el itinerario, las 
observaciones astronómicas y las direcciones de la brú- 
jula tomadas durante el viaje de los señores Roulin y 
Ribero desde Jiramena hasta el Orinoco. De este im- 
portante trabajo que existe todavía inédito, me ha 
permitido bondadosamente tomar una copia M. Roulin. 

" La parte alta del Magdalena la he sacado del 
mapa original de Caldas. 

" La provincia de Cartagena de la carta original 
de Anguiano, firmada de su mano, que existe en el de- 
pósito de cartas de la Biblioteca Real de Paris. 

" Para Antioquia me he valido de los trabajos del 
señor J. M. Restrepo. 

" Para una parte de la provincia de Mariquita de 
la excelente carta levantada por M. Roulin. 

" Para el istmo de Panamá de las cartas más re- 
cientes, 

" Los itinerarios militares que poseo y mis frecuen- 
tes viajes en la mayor parte de las provincias de la 
Nueva Granada, me han suministrado datos y detalles 
de que hasta aquí no se ha hecho uso. 

" Para trazar los límites con las repúblicas vecinas, 



VIH 

á falta de tratados definitivos, he debido recurrir al 
principio hoy explícitamente admitido y he adoptado 
por tanto los que tenia el Yireinato en 1810, época de 
nuestra revolución.'^ * 

Pedro Murillo Velarde, de la Compañía de Jesus^, 
escribió una " Geografía histórica de la América y de 
las idas adyacentes, y de las tierras árticas y antarticas 
é islas de los mares del Norte y del Sur," la cual fué 

Eublicada en Madrid por Agustín de Gordejuela y 
ierra el año 1752. Esta obra contiene algunos datos 
interesantes relativos al Nuevo Reino de Granada, 

A fines del siglo pasado don Antonio de Alcedo, 
Capitán de las reales guardias españolas y miembro de 
la Real Academia de Historia, publicó un " Diccionario 
geográfico-histórico de las Indias Occidentales," el cual 
contiene muchos datos, aunque equivocados algunos^ de 
la geografía del Nuevo Reino de Granada, hoy Colombia. 

El erudito Velasco, jesuíta, natural del Ecuador, 
publicó también en la misma época su " Historia del 
Reino de Quito." En esa obra hay bastantes datos de 
la geografía del Estado del Cauca. 

En 1820 fué publicado en Madrid el "Derrotero 
de las islas Antillas, de las costas de Tierra Firme, &c," 
obra de gran mérito que contiene datos de suma impor- 
tancia respecto de las costas colombianas. 

En 1834 el venezolano Montenegro publicó en Ca- 
racas una obra, poco difundida pero de mucho mérito, 
titulada " Geografía general," en la cual da á conocer 
la historia y la geografía de la mayor parte de las repú- 
blicas americanas. La parte de esta obra que trata de 
la antigua Nueva Granada es^ en mi concepto, uno de 
los mejores compendios de los de su clase. 

En 1839 el señor Juan José Nieto, natural de Car- 
tagena, publicó la geografía particular de esa provincia. 
Esta obra es muy importante, pues contiene todos los 
datos geográficos, históricos y estadísticos que era posi- 

* El mapa de Acosta contiene un plano de Bogotá levantado por el 
Coronel Lans, otro del puerto de Cartagena y otro del puerto de Sabitmlla 
levantado en 1843, por el Capitán de Kavío Jayme Brun. 



IX 



bleTeunir en aquella época. De ella me he servido para 
loB apuntamien^tos que ne hecho respecto del Estado de 
Bolívar, Estado que solo visitó en parte la Comisión 
Corográfica. 

En 1852 el General Mosquera publicó su " Memoria 
sobre la geografía física y política de la Nueva Grana- 
da," junto con una carta general del país. * También en 
ese mismo año vio la luz pública el " Resumen de la 
geografía histórica, política, estadística y descriptiva d^ 
la Nueva Granada " del señor A. B. Cuervo, que es un 
extracto de los manuscritos de su padre sobre la materia. 

El señor José M. Royo en las muchas ediciones que 
ha hecho de su " Nueva geografía universal" ha consa- 
grado siempre su atención á la parte que trata de la 
Union Colombiana. Finalmente, en 1857 el señor José 
M. Samper publicó un " Ensayo aproximado sobre la 
geografía política y estadística de los ocho Estados que 
componen la Confederación Granadina." ** Empero, ni 
estos ensayos, ni las cartas españolas de Fidalgo, de Ta- 
lledo y de Churruca, ni las cartas modernas de Hum- 
boldt, de Mosquera y de Acosta satisfacían las necesida- 
des del pueblo y del Gobierno de Colombia en materia 
tan importante, que requería para ser tratada m extenso 
de más consagración, de más tiempo y de más gastos de 
los que podia ofrecerle la simple acción individual. 

Ponce y Paz formaron la carta general de la Union 
y las cartas particulares de los Estados con los mapas 
y los datos de la Comisión Corográfica, y yo escribí el 
texto con los mismos elementos ; y aunque todos hicimos 
lo que pudimos para que tan laborioso cuan delicado 
trabajo fuera completo, no lo logramos ; tampoco era 
posible lograrlo. Creo, sí, que ese trabajo es mejor y 
más minucioso que todos los anteriores, puesto que tuvo 

» 

* La carta de Mosquera tiene edta nota : <*Ejsta carta ha sido trabajada 
sobre la de Colombia publicada por el Coronel Codazzi en el atlas de Vene- 
saela ; pero corregida en cuanto á Nueva Granada en sus límites, dirección 
de cordilleras, curso de muchos ríos, costa del Pacífico y varias posiciones 
geográficas. En cuanto al territorio de Venezuela nada se ha variado como 
que es el trabajo más completo que se conoce." 

** El señor Samper también publicó el ma^^ del Coronel J. Aoosta 
arreglado á la división federal que tenia la Bepública en 1858. 



por basé la ^exploración del territorio nacional hecha 
científicamente ; pero le falta todavía mucho para ser 
completo. — No hago mención especial de los muchos é 
importantes trabajos geográficos que han salido á luz 
después de publicados los de la Comisión Corográfica, 
porque en lo general deben á éstos su origen. 

En el mundo científico todo marcha lentamente, y 
no hay razón para exigir que nosotros, país de ayer 
con todos los inconvenientes de la ignorancia, seamos 
una excepción de la regla común. Las cartas generales 
y particulares de las naciones europeas no han sido la 
obra de seis ó diez años, ni tampoco de tm hombre sólo. 
Allá han trabajado en ellas diferentes sabios y se han 
empleado unas veces cincuenta, otras sesenta y otras 
ochenta años ; allá se han tenido á la mano toda clase 
de recursos y se ha trabajado en regiones conocidas 
y pobladas desde el tiempo de César. JPor el contrario 
acá : acá la obra fué confiada á un hombre sólo, quien 
tuvo que trabajar en un territorio vastísimo y desierto, 
malsano, cruzado de rios y de montañas y sin vias de 
comunicación. El gran paso está empero dado ; y no de- 
bemos fijarnos principalmente en lo que falta de la obra- 
en la cual mucho falta sin duda y en la cual mucho está 
equivocado - sino en lo que hay en ella de bueno, de 
útil, de exacto. Juzgándola con la imparcialidad que dan 
las luces y el talento, Mr. C. Cushing, antiguo Ministro y 
Procurador General de los Estados Unidos de América, 
me escribió desde Cartagena en 1869 lo siguiente : "En 
la bajada del rio Magdalena he tenido la satisfacción de 
completar la lectura de su obra titulada ^ Geografía 
física y política de los Estados Unidos de Colombia.' 
En Inglaterra y en los Estados Unidos tenemos algu- 
nas relaciones bastante completas de <íiertos condados, 
ciudades y estados ; pero no conozco ninguna obra ge- 
neral sobre cualquiera de los dos países tan extensa y 
al mismo tiempo tan compendiosa como la de usted. 
Si tengo la fortuna de poder hacerlo, me propoBgo con 
la ayuda del libro de usted y de otros que recogí en 
Bogotá hacer que en los Estados Unidos conozcan 



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■ \ 



mejor de lo que la conocen hoy la República de Colom- 
bia y sus grandes recursos." No puede hacerse un 
elogio más completo de los trabajos de la Comisión 
Corográfica y de los esfuerzos del Gobierno. 

En lo que toca conmigo, no estará fuera de lugar ad- 
vertir que mi tarea hoy como en 1862 ha sido la de un sim- 
ple compilador. He mejorado sí el sistema, he ampliado 
unas veces los datos, los he corregido otras y otras les he 
dado la forma adecuada á la división territorial presente, 
que no es la de los tiempos de la Comisión Corográfica. 
He agregado ademas á lá obra la descripción de la ruta 
de los conquistadores de nuestro suelo, el examen del 
espíritu de la colonización española, los rasgos principales 
de nuestra historia administrativa, la exacta delimitación 
de nuestras fronteras y de nuestros Estados, el creci- 
miento periódico de nuestra población, la clasificación 
de ésta por razas, la estructura de nuestro Gobierno, el 
estado de nuestra industria, de nuestras rentas, de nues- 
tros gastos y de nuestro crédito, la estadística de nuestro 
comercio y de nuestra educación pública, y una sumaria 
relación de nuestros tratados de paz y de amistad con 
las naciones de Europa y de América. En una palabra, 
he consignado en las páginas que siguen del modo más 
claro y pertinente que me ha sido dado, todo lo que se 
relaciona por cualquier causa con la geografía de la Re- 
pública. En esa ímproba labor creo haber hecho lo que 
era humanamente posible y lo que no hubieran hecho 
otros arredrados, quizá, con la dificultad de hacerse de 
datos en un país sin estadística y hasta pudiera decir 
sin ninguna concatenación admiistrativ¿^ Los vacioa 
que dejo - que sin duda son muchos - podrán ser llena- 
dos luego por los que tengan el cuidado y el patriotismo 
de hacerlo. Lo mismo digo de los errores : éstos podrán 
ser corregidos con el tiempo, y muchos de ellos deberán 
serlo sobre el terreno mismo, ya que no es dado á nin- 
gún hombre rectificar operaciones astronómicas y geo- 
désicas ni hacer observaciones geológicas desde el recmto 
de su escritorio. Esta segunda edición de la Geografía 
de .Colombia es sin duda mejor que la primera, pero es 



XIT 



también imperfecta ; y los que la lean y consulten de- 
ben tener presente que más cuadra á los libros científi- 
cos que á los literarios la célebre advertencia de Marcial. 

El Autob. 



índice. 



PABTB PEIMERA. 

Páginas. 
I BUTA DE LOS CONQUISTADORES i, .i é 1 

Bastida y Ojeda * 1 

Colon ,.* , 2 

Balboa 3 

Bizarro y Almagro , 4 

Alñnger. « , 4 

Heredia 5 

César, Vadillo y Bobledo 6 

Espira y Pederman 7 

Belalcázar y Ampudia... • 8 

Quesada 9 

II Colonización 11 

III Historia general *... 25 

Cosmogonía chibcha 26 

Gobierno civil * 28 

Sistema penal 29. 

Agricultura, industria y comercio 29 

Baza 29 

Idioma 30 

Los zipas 30 

Los conquistadores 35 

Los Presidentes 37 

Los Vireyes 42 

La Independencia 48 

Colombia 54 

Nueva Granada 69 

Confederación granadina 65 

Estados Unidos de Colombia 68 

Lista cronológica de los individuos que han gobernado el 

país desde 1470 hasta 1882 106 

PARTE SEGUNDA. 

I Situación astronómica 110 

II División territorial 110 

Cuadro de la división territorial política de Nueva Granada 

y del cuerpo electoral de la misma según el censo de 1843. 111 
Id. de las provincias y de los territorios en 1848 según su 

situación geográfica respectiva 124 

III LÍMITES 126 

Extensión antigua 128 

Extensión moderna 129 

Limites generales 131 

Superficie de Colombia 134 

Perímetro de id 134 

Naturaleza de su suelo 134 

Parte baldía y parte poblada. 136 

Límites particulares 136 

Con Costarica 136 

Con el Ecuador 142 

Con el Brasil 145 

Con Venezuela 151 

IV Población 155 

Censos de 1825 á 1870 162 

Población de los Estados 165 



XIV 

Proporción entre la población y el territorio 167 

Baza : 168 

Americana 168 

Europea 170 

Africana é intermedias 170 

V GOBIBENO 173 

VI Bkligion ; 180 

Serie de Arzobispos que han gobernado la iglesia colom- 
biana desde 1563 hasta 1882 189 

VII BeNTAS T GASTOS 192 

Naturaleza de los Presupuestos de rentas y de gastos desde 

1832 basta 1882 195 

Cuadro comparativo de las rentas y de los gastos de los 

Estados 200 

Aduanas y salinas 207 

Producto de la renta de aduanas desde el tiempo de la 

Colonia hasta 1882 207 

Costo anual de cada una de las aduanas de ]a Eepública... . 208 

Movimiento de Ja renta de salinas 209 

Datos sobre las alteraciones del precio de la sal 210 

Cuadro de la venta de sal por especies en los últimos 23 años 211 

VIII Monedas 213 

De oro 215 

De plata 217 

De cobre 219 

IX Deuda intebiob y exterior 221 

Ldpez-Méndez 221 

Zea 221 

Kevenga 224 

Hurtado 225 

Partición de la deuda 226 

Pagos 227 

Convenio Ordóñez (1845) 228 

Id. Gutiérrez Vergara (1861) 229 

Id. Pérez-0*Leary (1873) 233 

X Pesas t medidas 235 

XI Organización militar 235 

XII Armas 239 

XIII Belaciones exteriores 240 

Tratados celebrados por la antigua Colombia 240 

Id. por la Nueva Granada 241 

Id. por los Estados Unidos de Colombia 242 

XIV Industria en general 243 

Cuadro de las exportaciones por especies y valores desde 

1866 hasta 1881 254 

Id. general de las importaciones y exportaciones de la 

República durante la última media centuria (1832 A 1882) 257 
Movimiento compai-ativo de las aduanas eu el cuatrienio 

de 1877 á 1881 258 

Cuadro de las rentas de la Eepública antes de la descentra- 
lización fiscal 260 

Rentas cedidas alas provincias 265 

Producto y pormenor de los bienes desamortizados 266 

Puertos y ciudades del mundo en donde Colombia mantiene 

agentes co^nsulares 268 

XV Instrucción publica 269 

Universidades y seminarios antiguos 278 

Colegios pi'ovinciales y escuelas públicas 279 

Escuelas privadas antig-uas 280 

Rentas antiguas de escuelas 281 



XV 

Cuadro del movimiento de la instmc^eio» primaria de 1873 

á 1874 284 

Gastos en la instrucción póblica en los últimos 20 años 285 

Movimiento de escolares de 1832 á 1880.... 286 

Id. de alumnos de la Universidad nacional de 1868^ 1882..» 288 

Escuelas normales 294 

Escuelas militares 296 

Concurrencia de lectores á la Biblioteca nacional 296 

Movimiento de las escuelas de la República en 1882 297 

XVI COBBEOS Y TELÉGRAFOS 298 

Besúmen de los productos y de los gastos del ramo de 

correos desde 1870 hasta 1880 , 303 

Id. de la correspondencia é impresos que circularon en las 

Administraciones del ramo en el mismo tiempo 304 

Id. de los artículos despachados por las mismas oñcinas en 

el mismo tiempo.: 306 

Telégrafos , 305 

Líneas telegráficas y su enlace 307 

Movimiento de despachos telegráficos desda 1869 hasta 1881 308 

XVn PERROCAERrLES 308 

Productos y gastos del ferrocarril de Bolívar 30^ 

Exportaciones hechas por el mismo, 310 

Importaciones id. id 811 

Movimiento del ferrocarril de Cúcuta 311 

Id. del de Panamá 311 

Id. del de la Buenaventura. 311 

Id. del de La Dorada 312 

Datos respecto del Dique de Cartagena 813 

XVIII Bancos 314 

XIX Territorios 316 

Territorios antiguos 316 

Juicio de los Secretarios de Estado sobre lo» Territorios 323 

Cantidades gastadas en los TerritorioSi 325 

Territorios modernos 327 

San Mwrfin 327 

Pueblos de este Territorio 333 

San Andrés y San Luis de Providencia 335 

Pueblos de este Territorio 339 

Casana/re 339 

Pueblos de este Territorio 346 

Ooajira 347 

Movimiento del comercio goajiro 349 

Pueblos de este Territorio 352 

Nevada y Motüanes 353 

Pueblos de este Territorio... 357 

PARTE TERCERA. 

I MONTANÍAS „ 360 

Cordillera Occidental 6 delChocd 361 

Cordillera Central <5 del Quindio , 362 

Cordillera Oriental ó deSumapaz 362 

Sierranevada de Santamarta 362 

Montes déla región oriental 363 

Volcanes ..;. 363 

Nevados 364 

Mesas 364 

n BlOS 364 

Hoya Occidental 365 

Hoya Central de la izquierda 6 del Cauca.. , 366 



XVI 

Hoya Central de la derecha 6 del Magdalena. ...» .^ . . S68 

Hoya Oriental ,.., 369 

Hoyas mejores 371 

tlí Lagunas t ciénagas 373 

IV ISLAS^ PENÍNSULAS, ÚABOS S tSTMOS .* 377 

Islas 377 

Penínsulas ..> 378 

Cabos 378 

Istmos 379 

T Mabes, golfos, bahías t puertos 379 

Mares 379 

Golfos V. 379 

Bahías 380 

Puertos 380 

VI Clima testaciones 382 

VII Aspecto del país 383 

VIII Minerales, vegetales t animales 384 

Minerales 384 

Vegetales 384 

Animales 387 

IX Noticia geolcJgica 389 

X Particularidades , 391 

OEOGRAFIA ESPECIAL DE BOGOTÁ. 

I Situación astronómica 393 

n Id, topográfica 393 

III Clima y estaciones. .• .^ 395 

IV Fundación 397 

V Población 400 

VI Gobierno 401 

Vn Bentas 402 

VlII Movimiento industrial 402 

IX Edificios, monumentos, &o * 404 

Cuadro de las calles de la ciudad 416 

Id. de la altura de algunos puntos de las inmediaciones 

de Bogotá 421 

Tabla de las principales alturas de algunos puntos de los 
caminos que parten de Bogotá y que atraviesan las cor^ 
dilleras Oriental y Central 421 



Cuadro general, por Estados y Territorios, de la situación astronói- 
mica de las poblaciones de la República con expresión de su 
«iltura, de la temperatura media y de sus habitantes en 1870 423 

Nota de Codazzi sobre el viaje de Francisco Eequena relativa á los 
límites entre Colombia y el Brasil ."..... 444 

Id. sobre cierta parte del mapa de la América meridional publicado 
en 1775 por el geógrafo Juan de la Cruz Cano y Olmedilla 446 

Censo general de la población de la Nueva Granada en 1825 447 

Id. de la misma en 1835 y cantones de que se componían las pro- 
vinciasen aquel mismo año 448 

Censo general de la población de la Nueva Granada en 1851 y can- 
tones de que se componían las provincias en aquel mismo año... 450 

Aldeas que había en la Nueva Granada en 1835 452 

Provincias, cantones y pueblos de que se formd cada uno de los 
Estados de la Union 452 

Censo general de la población de los Estados Unidos de Colombia 
en 1870 y división territorial de los mismos 453 

Cuadro comparativo de la población de Colombia según los censos 
de 1843, 1851 y 1870 .,., 455 



geografía general 



DE LOS 



ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA. 



♦ ♦• 



PARTE PRIMERA. 



RUTA DE LOS CONQUISTADORES. * 

Eli imperio azteca fué conquistado brevemente por Hernán 
Cortés en 1521 y el imperio de los incas lo fué por Francisco 
Pizarro, con extraordinaria facilidad, en 1524. ^o sucedió lo 
mismo con la nación chibcha y las otras que forman hoy los 
Estados Unidos colombianos, pues desde los primeros descu- 
brimientos de Bastida y de Ojeda en 1499 hasta la fundación 
de Santafé de Bogotá, hecha por el General Gonzalo Jiménez 
de Quesada en 1538, trascurrieron cerca de cuarenta años, casi 
todos de exploraciones difíciles y reñidos combates. 

Fueron dieziseis ' los exploradores de nuestro país, á saber : 
Bastida y Ojeda, Colon, Balboa, Pizarro y Almagro, Alfinger, 
Heredia, César, Vadillo y Kobledo, Espira y Federman, Belal- 
cazar y Ampudia, y Quesada. 

BASTIDA Y OJEDA* 

En 1499, esto es, tres años antes de que Cristóbal Colon en 
su cuarto y último viaje descubriese parte de las costas occi- 
dentales de Colombia, Alonso de Ojeda, acompañado del piloto 
Juan de la Cosa y de Américo Yespucci - florentino que venía 

* Véase el mapa del General J. Acosta en donde está trazada la ruta de 
los descubridores. Comjpendio histórico del descitbrimiento y colonizacioi\ de la 
Nueva Qromada. 

1 



— 2 — 

por la primera vez al Nuevo Mundo j á quien le tocó darle su 
nombre - visitó las costas de Venezuela hasta el golfo de Paria 
y las bocas del Orinoco, para lo cual se aprovechó de las cartas 
y del diario de navegación del tercer viaje de Colon, Desde las 
bocas del Oriuoco se adelantó Ojeda hasta doblar el cabo de 
La Vela (en la Goagira), llamado así porque desdo lejos se le 
ve blanquear como una vela desplegada. Ojeda fué pues el 
descubridor de la parte más oriental de las costas colombianas 
sobre el Atlántico. Empero, como su viaje no tenía por objeto 
hacer descubrimientos ni fundar poblaciones sino traficar con 
los indios, volvióse á Santodomingo y de allí á España en 
Junio de 1500, con bastante oro, iberias y palo brasil. 

El 5 de Junio del año citado, se dio licencia á Eodrigo 
Bastida (natural de Sevilla y de oficio escribano) para hacer 
descubrimientos á sxi costa en el lí^uevo Mundo. Bastida, que 
se embarcó en Octubre siguiente en Cádiz acompañado de 
Juan de la Cosa, recorrió la misma línea de Ojeda y dobló el 
cabo de La Yela, límite del viaje de aquél. En seguida visitó 
las costas de Kiohacha, la ensenada de Gaira, y remontó en 
Marzo de 1501 hasta la desembocadura del rio Magdalenaj al 
cual dio ese nombre por haberlo descubierto el dia de esta 
santa. Pasó luego á Galera Zamba í donde fué fundada des- 
pués Cartagena), á las islas de Baru y de San Bernardo, á la 
Fuerte y á la Tortuguilla ; penetró en la bahía de Zíspata y en 
el rio Sinií, que desagua en el golfo de Urabá ; dobló el cabo 
Tiburón, y terminó su \niaje én los mismos puntos del istmo de 
Panamá á donde, por el lado opuesto y un año después^ llegó 
Colon. 

COLON. 

Aunque Colon hizo cuatro viajes al Nuevo Mundo en $u 
intento de buscar las Indias Orientales, no fué sino hasta el 
último de ellos que vino á echar sus anclas en tierra colombiana. 
En su tercer -viajo solo habia descubierto Colon parte de la 
costa del golfo de Paria en Venezuela y la isla de Trinidad ; 
I)ero el 14 do Setiembre de 1502 descubrió en territorio de Cen- 
tro América el cabo Gracias d DioSy llamado así porque al do- 
blarlo tuvieron sus naves viento propicio después de muchos 
dias de haberlo tenido contrario. El nombre de este cabo es 
' uno de los pocos que se conservan de los puestos por Colon á 
las tierras descubiertas en América; parece que la fortuna 
fué adversa hasta en eso al célebre navegante. 

Después, y navegando hacia el Oriente, Uegó Colon á las 
costas que se conocieron con el nombre de terrüorio de Mos- 
quitos, de las cuales se ai)artó el o de Octubre del mismo año, 
l)ara entrar en el Archipiélago de las Bocas del Toro, ó bahía 
del Almirante. Esta parte del continente recibió primero el 
nombre de Costa de los Contrastes, por haber tenido algunos en 
ella V los conquistadores ; después el de Veragua^ por haber 



— 3 — 

> 

dicho los naturales que de un lugar llamado así, situado al 
Poniente, era de donde extraian eÚos oro ; y. últimamente, el 
de Gostarica, El 2 de Noviembre descubrió Colon á Portoleíoy 
al que llamó así por la comodidad de su puerto y por estar sus 
casas construidas en anfiteatro, y el 23 del mismo el puerto del 
Retrete^ al que puso este nombre por su pequenez, pues apenas 
cabían en él, mal abrigadas, las carabelas de su expedición. 

Cansado entonces de buscar el estrecho que debia darle paso 
hacia las Indias Orientales, resolvió Colon volver hacia atrás, 
y navegando al Occidente enderezó la proa hacia Veragua. 
El Eetrete debe ser pues considerado como el término de los 
descubrimientos de Colon en las costas colombianas. Colon re- 
conoció ademas á Chágres y á la bahía de Limones, ó de la 
Marina, y fundó á Santiago en territorio de Veragua (Estado 
dé Panamá) según lo dicen algunos escritores. 

Ojeda, Bastida y Colon fueron pues los descubridores de 
las costas de Colombia sobre el Atlántico. Estos descubridores 
hicieron tres viajes (uno cada uno) desde 1499 hasta 1502. 

BALBOA. 

Ocupados los primeros descubridores de Colombia en hacer 
establecimientos en las costas del Atlántico, dejaron durante 
nueve ó diez años de hacer exploraciones hacia el interior ; 
pero Vasco Kúñez de Balboa, en Marzo de 1511, salió de la 
Aritigua del Darien y entró en el territorio del quibio ó caci- 
que Poncha con ánimo de no pararse sino después de haber 
alcanzado un éxito notable. Condiijole la fortuna al caserío 
de Comagre, donde supo que á pocas leguas de él se encon- 
traba un mar más grande que el del Norte, en cuyas costas 
habitaban pueblos numerosos y ricos, que se servían de velas 
para navegar. Alegróse Balboa con esta noticia, y pensando 
que ese mar seria el de las Indias regresó á la Antigua en 
busca de recursos para emi^render una exploración en grande. 
Mientras podia efectuar ésta, asociado de Colmenares, penetró 
hasta el rio Atrato y llegó hasta la altura de la Vigía de Cur- 
bardó, ó hasta las inmeáaciones de Murindó, según Acosta. 
Descubrió Balboa en este viaje la isla de Gañafistola (la que 
nombró así por la gran cantidad de este fruto que encontró en 
ella) y el Bionegro (hoy Kiosucio), al que dióese nombre á causa 
d0l color de sus agnas. 

El 1? de Noviembre de 1513, teniendo yá Balboa reunido 
lo que necesitaba para emprender su viaje de descubrimiento 
del mar del Sur, piisose en marcha, y el 25 de Setiembre del 
mismo año lo descubrió en efecto desde la cumbre de las serra- 
nías de Panamá. Adelantóse sólo para tener la gloria de ser el 
primero en verlo. Dióse después á este mar el nombre de Océa- 
no Pacifico por la tranquilidad de sus aguas comj^aradas con 

las del Atlántico. 

V 



_ 4 — 

Sobre el punto de la montaña desde donde había sido des- 
cubierto el mar del Sur, construj^eron los espaiíoles una pirá- 
mide de césped y de piedras, en memoria del suceso, y grabaron 
eu los árboles vecinos el nombre afamado de Castilla. Pequeño 
en verdad fué el monumento de tanta gloria, y deleznable 
también, como la pasajera dominación de los que, ni supieron 
lo que hablan descubierto y conquistado, ni comprendieron lo 
que hablan perdido tres siglos después. Carlos V sabia que el 
sol no ocultaba sus rayos para sus subditos ; pero no supo qué 
regiones alumbraba en América, ni qué sentimientos eran los 
de los hombres que la paseian. 

Después de descubierto el océano Pacífico, los españoles se 
precipitaron hacia sus riberas con un entusiasmo sin iguaL 
Fué Alonso Martin el i)rimero que llegó á ellas, Francisco Pi- 
zarro el segundo y Balboa el tercero. Este último se metió 
dentro del agua armado con espada y rodela, y tomó posesión 
solemne del nuevo mar en nombre de los reyes de Castilla y de 
León, retando á combate singular á todo el que osara con- 
tradecirle. 

Balboa empleó un mes en su expedición, durante el cual 
vino desde la ensenada de Careta (cerca del cabo Tiburón en 
el A.tlántico), hasta el golfo de San Miguel en el Pacífico, y 
venció al cacique Tumaco, quien le regaló 240 perlas, las que 
se pescaban con abundancia en una de las islas vecinas- 

Balboa regresó á la Antigua á fines de 1513. 

PIZARRO Y ALMAaRO* 

En 1522 Pascual Andagoya, regidor de Panamá, obtuvo 
licencia del Gobernador Pedro Arias Bávila para hacer descu- 
brimientos en las costas del sur del Pacífico, y vino hasta el 
rio San Juan, que desagua abajo de la punta Charambirá en 
el Chocó (Estado del Cauca). Este viaje i^reparó el de Pizarro 
y Almagro, conquistadores luego del Perú. El derrotero de 
éstos fué el siguiente : Panamá, archipiélago . de las Perlas, 
golfo de San Miguel, puerto de Pinas, Puertoquemado, rio 
Melón, rio San Juan, isla Gorgona, isla del Gallo, Tumaco &c. 

Se emplearon pues cerca de veintitrés años en descubrir 
todo el litoral colombiano en ambos mares, y en atravesar el 
istmo de Panamá. 

Pasamos á hablar de los descubrimientos en el interior 
del país. 

ALFINOER* 

En el año de 1530 salió de Maracaibo el Gobernadol* Alfin- 
ger, alemán, con el objeto de hacer descubrimiéntoá aunque 
fuese en tierras de agena jurisdicción, á causa de la esterilidad 
de Coro. Caminando hacia el Occidente, llegó Alfinger á las 
lagunas que forma el rio Cesar en su confluencia con el Mag- 



— 5 — 

dalena^ donde le habia precedido la fama de sus crueldades. 
Siguió luego por las márgenes de este rio y se acercó á la 
cordillera en busca de climas más sanos, después de haber su- 
frido mucho. Créese que fué por la cima de los montes de Oca- 
ña por donde Alfinger remontó los Andes colombianos. De allí 
paso á Girón, y no atreviéndose á penetrar en el valle del rio 
Suárez por lo pequeño del número de sus soldados, siguió por 
los páramos hasta las fragosas y elevadas cumbres del de Ca- 
diirí y Uegó á Silos, en donde se rehizo. De Silos pasó al valle 
de Eavicha, y de éste al de Chinácota, en donde murió de una 
herida en el cuello. Muerto Alfinger, sucedióle en el mando 
Juan de San Martin, descubridor del valle de Girón, quien 
volvió á Coro por la vía de Cuenta con los restos de los expe- 
dicionarios, después de tres años de ausencia y de penalidades 
infinitas. 

HEREDIA. 

El 14 de Enero de 1533 entró Pedro de Heredia en el puerto 
de Cartagena, al cual habia venido con ánimo de hacer descu- 
brimientos desde las bocas del Magdalena hasta el Darien, que 
era la parte del país cuyo gobierno estaba vacante por enton- 
ces. Los derechos de conquista de Heredia se extendian hasta 
la línea equinoxial según la voluntad de la corona. Esto es, 
comprendían el Estado de Antioquia y gran parte de los Es- 
tados del Cauca y de Cundinamarca, pues no eran menos pró- 
digos que Alejandro YI los reyes de España cuando se tra- 
taba de conceder tierras en un mundo que les era completa- 
mente desconocido. 

El 21 de Enero del mismo año fundó Heredia a Cartagena, 
cayo nombre primitivo fué Calamar. Esta ciudad fué la tercera 
de las fundadas en los Estados colombianos, pues la primera 
ftié Panamá y la segunda Santamarta. TJna vez fundada la 
ciudad, se ocupó Heredia de la conquista y sometimiento de 
las tribus vecinas. En Enero de 1534 hizo una exploración 
hacía el Sur en busca de un país, que producía oro, que los 
indígenas llamaban Zenufanaj que es el mismo en que están las 
ciudades de Zaragoza y de Kemedios, y que bañan el Nechí y 
sus afluentes. Penetró luego en la hoya del rio Sinú y pasó la 
sierra hasta dar con el rio San Jorge. A fines del mismo año de 
1534, Francisco César, Teniente de Heredia, avanzó hasta la 
cos;ta del ÍTorte y descubrió á Tolú, nombrada entonces provin- 
cia de Balsillm por las balsas que construían sus moradores. 

En 1535 se hizo otra exploración, en la cual fué descubierta 
la ribera izquierda del Cauca ; este hecho y la fundación de 
Santiago de Tolxi sobre las orillas del rio Catarrapa, pusieron 
.término á los descubrimientos de Heredia en este lado de su 
extenso Gobierno. 



— 6 — 

CBSAIt, VADILLO Y BOBLEDO. 

En 1537 el Capitán Francisco César, descubridor de Tolú, 
emprendió nna nueva expedición desde la colonia de San Se- 
bastian. Marchó César en la costa hasta el rio Verde, luego 
torció á la izquierda y remontó las dmas de Abibe, barrera 
inexpugnable que, durante veinte años, habia detenido á todos 
los conquistadores j entró en el valle de Guaca. Este valle, 
cubierto de árboles frutales y de lindas palmas, era entonces 
una de las porciones más pobladas del Estado de Antioquia. 
Sus moradores se vestían de telas de algodón y eran ricos 
y laboriosos, y sus jeques se hacian conduoir en hombros de 
sus subditos en andas doradas. Desde Guaca volvió César á 
San Sebastian de Urabá en busca de los recursos necesarios 
para emprender la conquista de Antioquia. 

A fines de 1537 6 principios de 1538 (no hay en esto acuer- 
do entre los autores), huyendo de la justicia de su patria, salió 
el Oidor Pedro Vadilio de San Sebastian á la cabeza de una 
lucida expedición de españoles, franceses y portugueses, y 
teniendo por segundo suyo á Francisco César, descubridor del 
famoso valle de Guaca y de Tolú. Después de visitar á Guaca 
entraron los descubridores en el valle de Norí, poblado de in- 
dios corpulentos y aguerridos, y luego en la provincia de Buri- 
tica, de la que se decia ser rica de oro, y Uegaron hasta las 
márgenes del Cauca. No pudiendo vadear este rio, volvieron 
hacia el Occidente y entrando en las selvas llegaron á Iraca, 
cuyos habitantes comerciaban con la sal que fabricaban con 
agna de ciertos pozos. 

En Cori, más hacia el Sur, murió el valiente Capitán César, 
suceso que consternó el campo español. De Cori pasó la expe- 
dición á Caramanta, y de ahí á Umbía, en terrenos más lim- 
pios. Dióse á este pueblo el nombre de Anserma^ de anser, que 
quiere decir sal. De Anserma pasaron los exploradores á Quin- 
chía, hoy Anserma-viejo, en donde hallaron una fortaleza de 
guaduas coronada de cráneos humanos. Habiendo avanzado 
un poco más, encontraron rastros de gentes europeas, lo que 
les afligió mucho, pues aquellos infatigables buscadores de oro 
lo querian todo para sí. Estos rastros los habian dejado lo» 
soldados de Belalcázar, que habian llegado hasta esos sitíos 
viniendo desde Lili ó Cali. En este lugar entró Yadillo después 
de haber andado cerca de 50 ndriámetros por tierras firagosísi- 
mas, y de haber pdieado de continuo con los indígenas. 

Dio esta expedición por resultado, ademas de poner á Po- 
payan en relación con Cartagena, el descubrimiento de parte 
dei Estado de Antioquia y el del curso del rio Cauca, * 



* Ignórase quién fué el primero en llamar este rio así y por qué. Cieza 
de León lo llamó de Santamarta, y el padre Simón atribuye su nombre al de 
algan cacique de sus riberas. 



)i. 



Jorge Eobledo, de acuerdo con Lorenzo de Aldana, uno de 
los jefes que haoian venido de Quito, salió poco después de 
Cali con el objeto dje hacer fandaoiones en el valle del Cauca, 
La primera quie fundó fué la villa do Santa Ana de los Caba^ 
Ueroa, en Umbra, á 5 kilómetroa deJ Cauca ; y la segunda 
Axma^ donde sostuvo combate con una legión de indios que 
peleaban en escaadcon^ que tenían banderas bordadas de es^ 
trellas de oro, y que lasaban diademas, petos y brazaletes de 
ese mismo metal. Becorrió luego Eobledo los pueblos Blanco^ . 
Sal, Zenufana y Mugía, con lo que quedó explorado todo 
el rio Cauca, cuyo desagüe en el Magdalena conocían yá los. 
españoles. 

A principios de 1540 y en sitio escogido i)or Suez de líava, 
fundó Eobledo una ciudad cerca de mías fuentes saladas, á la 
que llamó Carfo^o, no en memoria de la rival de Boma, sino 
por ser sus fundadores procedentes de Cartagena en la mayor 
parte. 

En aquel mismo ano, 1540, Pascual Andagoya, descubridor 
del iio San Juan en el Pacíñco, descubrió la bahía de la Cruz 
é de Buenaventura, donde derrama el Dagua, en cuya hoya 
p^ietró para venir á la ciudad de Cali. 

Poco después fué descubierto el valle Arbi (hoy Hervé). 
Seducido por las relaciones que el Capitán Jerónimo Luis Te> 
jelo haicía de él, pasó Bobledo con su gente al valle de Aburra» 
(hoy de Medellin), al que llamó de San Bar^lomé^ por haber 
llegado á él el 24 de Agosto de 1541. El Capitán Frade descu> 
brió después el rápido rio P<Hrce ; y á ñnes de aquel ano fundó 
Bobledo en el valle de Hebégico una ciudad, á la que llamó 
AnUoquiaj en memoria de la Antioquía siria>, sobre el Oronte. 

ESPmA Y FEBEBMAN. 

Jorge Espira, Gobernador de Venezuela, en el año de 1535 
é en el principio dd de 1536, saUó de Coro ai frente de una 
eitpedicion con ánimo de hacer descubrimientos hacia el oriente 
de la gran cadena de los Andes. Atravesó ésta por las cabece- 
ras del rio Tocuyo, cuya hoya había seguido, y bajó hasta loa 
Llanos, donde caminó siempre hada el Sur hasta las barrancas 
del rio Opia. El 15 de Agosto de 1536 hizo alto en el pueblo 
de Marvachare, al que llamó de la Asunción de Nuestra Señora^ 
por haber entrado en él el dia de esa fiesta. Cerca de Marvai- 
chare se encuentra el pueblo de 8a/n Juan de los Llanos^ llama- 
do así por el Capitaa Juan de Avellaneda. 

Descubrió hiégo Espira los rios Ariari, Canicamare y Papa- 
mene, y penetró en tierras de la tribu de los chocóos, indios 
feroces, sucios y antropófagos, cuyas armas eran de huesos 
humanos afilados. Fué éste el límite de sus descubrimientos, 
pues tuvo que regresar á Coro el 11 de Mayo de 1538. 

Por este mismo tiempo, el alemán Nicolás de Federman 



— 8 — 

Í despachado desde Veoezuela en auxilio del Gobernador 
aspira y que se habia entretenido pescando perlas en el cabo 
de La Yela) al tener noticia de la retirada de aquél, evitó su 
encuentro y atravesando las ciénagas de Arechona y Caocao 
avanzó hasta encontrar el Pauto, rio que corre por entre pajo- 
nales inmensos. Probablemente son éstos los sitios en que está 
hoy Moreno, capital del territorio de Gasanare íEstado de Bo- 
yacá). De allí, yendo siempre hada el Sur, pasó Federman ai 
alto Meta y después á Asunción de Nuestra Señora, de que 
yá hemos hablado. De Asunción, vino á la sabana de Bogotá 
X)or las ásperas cimas de Pascóte, Sumapaz y Pasca, y alU se 
encontró con Belalcázar y Quesada. 

BBLAIX3ÁZAB Y AMPUDIA. 

Después de que Sebastian de Belalcázar, teniente de Piza- 
rro, hubo conquistado el reino de Quito (hoy república del 
Ecuador ) tuvo noticia de que caminando muchos miriáme- 
tros hacia el Norte se encontraban pueblos muy ricos, regidos 
por un cacique que todos los años se oubria el cuerpo con pol- 
vos de oro antes de bañarse en un lago sagrado. Esta noticia, 
origen probable de la fábula del Dorada^ bastó al aventurero 
para emprender en el instante mismo la conquista de tales 
pueblos. 

El primero que salió como explorador de ellos de orden de 
Belalcázar, ñié el Capitán Pedro de Añasco, á quien se juntó 
en 1535 Juan de Ampudia. Juntos yá, entraron en el paÍB de 
los quillasingas, descubrieron la provincia de los Pastos, avan- 
zaron hasta el rio Patía y penetraron en el territorio de Popa- 
yan. Descubrieron luego el rio Jamundí y el de la Yi€ja^ al cual 
llamaron así por haber encontrado en ans márgenes una india 
anciana que tenia puestos unos adornos de oro de valor de 800 
pesos. Algún tiempo después alcanzó Belalcázar á sus capita- 
nes. Sobre el rio de la Vieja fué fundada la ciudad de Cartago. 

Miguel Muñoz fundó la ciudad de Cali el 25 de Julio de 
1536, á la cual llegaron en sus descubrimientos respectivos, 
como yá lo hemos visto, Vadillo, Robledo y Andagoya. 

Algún tiempo después Belalcázar, en territorio del cacique 
Payan y en el mismo sitio ocupado por los indígenas, fundó en 
Diciembre de 1536 la ciudad de Popayan. Volvió luego á Quito 
en busca de recursos, y en 1538 pasó la Cordillera Central, en 
lo que gastó cuatro meses, y Tino al ardiente v^alle de Neiva, 
llamado Valle de la Tristura por los asoldados de Hernán Pérez 
en su primera exploración. Belalcázar recorrió todo este valle 
siguiendo la orilla izquierda del alto Magdalena ; descubrió el 
rio Saldaña^ al que llamó así por haberse ahogado en él un 
criado suyo de ese nombre \ descubrió el rio Sabandija, y siguió 
hasta la sabana de Bogotá á verse con Quesada y Federman* 



— 9 — 

QXnSSABA. 

E&te fué el más famoso 4e todos los conquistadores de Co^ 
lombia. 

El 6 de Agosto de 1536 salió de Santamarta con 700 infán* 
tes y 80 caballos el Justicia mayor Licenciado y General Gon- 
zalo Jiménez de Quesada. Acompañálmnlo los capitanes Juan 
del Junco (quien debia sucederle en caso de muerte), Gonzalo 
Suárez Eondon, Juan de Céspedes, Juan de Sau Martin, Va- 
lenzuela, Antonio Lebrija y Lázaro Fonte, por tierra 5 y por el 
rio Magdalena arriba, en cinco botes, Oórdova, Manjarrés, Cha- 
morro y Ortun Yelásquez, con 200 hombres, entre soldados y 
marineros, que comandaba el Capitán XJrbina'. El punto de 
reunión de estas dos porciones de la expedición debia ser la 
entrada del rio Cesar en el Magdalena, en el territorio del caci- 
que Tamalameqne, hecho que no tuvo lugar porque la flotilla 
foé dispersada por la violencia de las ondas del rio. * 

Hizo Quesada ima circunvalación en la Ciénaga y penetró 
en las montanas de los Chimilas. Pasó de allí á Chiriguaná y 
á Tamalameque y llegó hasta el rio Serrano^ llamado así 
del nombre de un español á quien devoró un tigre después de 
haberlo sacado hasta por segunda vez de su hamaca. Vino 
luego á Barranca Bermeja y entrando en el rio Opon se inter- 
nó en busca de la sierra de Atún ; descubrió el valle de la Orita 
(llamado así por los gritos que le dieron en él los indios á una 
partida de españoles mandada por el alférez Olaya) y no paró 
hasta la última cuesta de la gran sierra del Opon, cuya altura 
es de más de 2,000 metros sobre el nivel del mar. 

Habian sido tantas las penalidades de la marcha de Quesa- 
da, tanta el hambre y tanta la aspereza del camino, que en 
Enero de 1537 se detuvo, para lehacerse, en la parte alta de la 
antigua provincia de Vólez (Estado de Santander), ó sea en el 
cacicazgo de Chipata. Eehecho, bajó hasta el rio Sarabita, al 
que puso el nombre de Suárez^ que conserva aún, por haber 
estado á punto de ahogarse en él el caballo del capitán Gon- 
zalo Suárez Eondon. Del Sarabita pasó al valle de Ubasá^ 
y de éste alas tierras de Sorocotá y á Furca, al que llamo 
Pueblo-hondo por hallarse situado en un terreno bajo. Visitó 
luego á Moniquirá, á Susa y á Tinjacá, y llegó el 12 de Marzo 
de 1537 <á Guachetá, pueblo que llamó San Oregorio por haber 
entrado en él el día de ese santo. En Guachetá habia más de 
mil casas bien edificadas y rodeadas de vastas sementeras. De 
allí pasó á Lenguazaque, á Suesca, á Kemocon y á Cajicá. 

El país reeorrido así por Quesada era el de los chibchas, el 
má& civilizado que habian encontrado los españoles hasta en- 

* El Yerdadero ejcplorador del rio Magdalena fué el portugués Jerónimo 
de Helo, quien en los años de 1538 y 1539 subid hasta Malambo, después d^ 
tres meses de viaje. 



— 10 — 

tónces. Visto el aspecto que presentaban sus verdes semente- 
ras oiiadas de flores, sus poblaciones exparcidas acá y allá (en 
medio de las cuales se levantaban en lugar distinguido las 
casas de los caciques), la fecundidad de los campos^ la abun- 
dancia de las aguas y la belleza del clima y de las aves, Quesada 
lo apellidó Val^ de los Alcázares^ nombre que no conserva* yá 
'sino la tradición poética. 

De Gajicá vinieron los españoles á Obla, y de ésta, vadean- 
do el Funza, á Mequetá, * capital del imperio muisca<, que á pe* 
sar de ser el tercero en categoría de los del Nuevo Mundo, fué 
vencido iM>t ciento sesenta españoles, resto déla brillante expe- 
dición de ^ntamarta. 

Pronto fueron sometidos TJsaquen, Guasca, Guatavita y 
Ohocontáj límite este último pueblo del territorio del zipa de 
Bogotá y principio del del zaque de Tunja. Vencido éste, pene- 
traron los españoles hasta Iza en busca de un camino á los 
Llanos, descubierto yá por Federman, y emprendieron la explo- 
ración de todo el país desde Keiva hasta Tundama. En estas 
correrías tuvo lugar el singular encuentro de los tres con- 
quistadores. 

Tales fueron las rutas seguidas por los primeros conquista- 
dores de la Union Colombiana, rutas penosas, largas, desespe- 
rantes, las que siguieron sin brújula, contrariados y combatidos. 
El tigre, el caimán, el clima — unas veces ardiente, otras 
fno — el mosquito, el hambre, Las víboras, el indio, todo pa- 
recía haberse puesto de acuerdo para detenerlos ; pero en vano, 
porque ellos marcharon siempre adelante, siempte con la 
misma idea en la mente y puestos en el mismo punto los ojos. 
Esa idea, ese punto, no era el. cristianismo, no e^ra la civiliza- 
ción : era el oro. En tiempos remotamente antiguos, hubo otra 
raza de héroes que acometió empresas increíbles ; pero esos 
héroes eran semi-dioses, que al través de la niebla de sus afa- 
nes alcanzaban á ver la cítara de Homero. Los conquistadores 
de la América meridional, más grandes que los héroes de aquel 
cantor, no han alcanzado de la posteridad sino la fama de sus 
crueldades y la del menosprecio con que miraron las letras y 
las antigüedades de los países que destruyeron. Justo es, 
empero, que á esa fama haga compañía el sentimiento de una 
solemne admiración, tributada á su constancia y á su valor. 

El encuentro de los tres conquistadores, que desde tan re- 
motos puntos venían, produjo en el ánimo de todos la más 
grande impresión. Habían venido por líneas opuestas pero que 
convergían á un mismo punto, y cada cual recelaba de los ot^os 
dos, temiendo que usasen de la lógica de Breno. Afortunada- 
mente no fué así. Hecho singular I cada grupo conquistador 
contaba en sus ñlas ciento sesenta hombres, un clérigo y un 
fraile. Con todo, su situación respectiva no era la misma ; lo^ 

* Algunos escriben Meuqwta y otros Baeatd. 



— 11 — 

peruleros (llaman así á los procedentes del Perú) traían magní^ 
fieos trajes de seda y de grana, penachos y ricas armas ; los de 
Venezuela, después de tres años de expedición y de ciento cin" 
cuenta miriámetros de camino por montañas tan agrias que no 
hall vuelto á ser holladas por el hombre, estaban mal cubiertos 
con pieles de oso, de tigi*e y de gamo : su aspecto era salvaje y 
extremo el decaimiento de su ánimo. A su vez, los de Santa- 
marta no estaban mejor aviados que éstos. En cuanto á sus jefes, 
Qnesada tenia el derecho en su favor 5 Federman era de genial 
dnlce y Belalcázar, aunque hijo de un leñador de Extr^nadu- 
ra, era superior á los otros dos como político y no les iba en 
zaga como guerrero. Aviniéronse fácilmente: Federman en 
pago de 10,000 pesos que le dio Qnesada y Belalcázar, que re- 
husó aceptar la suma que se le ofrecía, imponiendo condicione» 
honrosas. Fué esta quizá la única vez que tres jefes indepen- 
dientes, con iguales fuerzas y con igual brío, en el seno remoto 
de un país bárbaro, sin más testigo que Dios, de quien poco se 
acuerda el aventurero y sin otra ley que su larga conciencia» 
se ajustaron sobre bases tan simples. La simultaneidad del 
encuentro y su número los salvó. Si hubieran sido dos y no 
tres, acaso se hubiera derramado sangre europea en el suelo 
de nuestra Bepública, como sucedió en el Perú entre los Piza- 
rro y los Almagro y algunas veces después en nuestro litoral 
del Atlántico. 

Los tres jefes se embarcaron en Guataquí con destino á Es- 
paña en Mayo de 1539, y en la misma mal construida nave fue- 
ron hasta el mar de las Antillas. 

Quesada, descubridor y conquistador de los chibchas^ 
Heredia^ gobernador de Cartagena, Yasco Núfiez de Balboa, 
descubridor del Océano Pacífico, Sebastian de Belalcázar, 
conquistador del Estado del Cauca, Suárez Eondon, fundador 
de la dudad de Tunja, el mariscal Jorge Eobledo, conquistador 
del Estado de Antioquia^ y el capitán Alonso de Olaya Herrera 
ftieron los hombres más notables que vinieron á Colombia en 
los primeros días de la conquista de ésta. 

n 

COLONIZACIÓN. 

Una vez descubierto y explorado el país llamado hoy los Es- 
tados Unidos de Colombia, los españoles que desde Méjico 
hasta la Tierra del Fuego andaban en busca de fortuna, se lan- 
zaron en él como un enjambre de aventureros. Soldados y gen- 
tes ignora«ites en su mayor parte y no colonos industriosos, 
bascar oro para volverse á España á gozar de una vida mcgor, 
esclavizar indígenas y conseguir empleos era su principal ocu- 
pación, y en servicio de ella no solo desolaron los pueblos sino 
se mataron unos á otros y escandalizaron la historia. 



^u — 

Las naves empresarías recogían en los puertos de la Penín- 
Bnla á los desheredados de todas las piases sociales que eran 
bastante iuti'ópidos para desafiar los peligros de un mar in- 
menso y desconocido, que poseían un x>eda20 de hierro acerar 
do con que trazarse en el Nuevo Mundo un surco de gloria mi- 
litar, ó con que pillar la« poblaciones inermes. Kingun español 
vino á los Estados colombianos, como tampoco á punto alguno 
de la América latina, con los « sentimientos de filantropía y de 
progreso que trajo Guillermo Pen á lííueva Inglaterra. Ninguno, 
porque todos vinieron como soldados de pilh^e y no como i)e- 
regrinos, y porque el afán de todos era destruir y no conservar. 

La historia nos refiere que quemaban y saqueaban los pue- 
blos 'j que faltaban á la fe jurada á los indígenas, y que se bur- 
laban hasta del poder de los soberanos de Castilla. Empezando 
por creer que los americanos no eran hombres, acabaron por 
darles im trato de bestias, é hicieron sn suerte más infeliz que 
la de los ilotas, pues no solo les hacían labrar la tierra sino 
que los despojaban de sus hijas y de sus esposas y los emplea- 
ban como acémilas. Proceder semejante no tardó en dar sus 
amargos frutos, y en pocos años los diez míUones de indígenas 
que Mbia al tiempo de la conquista en nuestro país, diezmados 
por la guerra, el maltrato y las enfermedades importadas de 
Europa, quedaron reducidos á menos de doscientos mil ; lo que 
no hubiera sucedido si nuestros progenitores se hubieran pre- 
sentado en los pueblos colombianos con palabras de paz y de 
ciencia en los labios y no con espadas y teas de devastación 
en las manos ; con el amor que debemos á nuestros semejantes, 
y no con la insaciable codicia del que todo lo sacrifica al vü 
interés. Si así hubiera sido, se habrian. juntado y amalgamado 
las tribus y habrian formado cuerpos de naciones respetables ; 
se habría salvado la rassa americana y conservado íntegra la 
memoría de sus conocimientos, de sus costumbres, de su reli- 
gión y todos los rasgos característicos de gentes tan raras y 
fecundas como objeto de estudio. 

Pero no, la guerra que se hizo á los americanos fué guerra 
á muerte. De ahí la despoblación rapidísima de los países 
descubiertos, de ahí la ruina de sus monumentos, altares y 
tumbas, pues ni el polvo de sus huesos respetó el aventurero 
en su deseo incesante de buscar oro y más oro. De ahí también, 
lógicamente, el odio y el espíritu de venganza que se despertó 
en los naturales, ultrajados y heridos de todos modos, y que 
produjo el valor con que resistieron á sus enemigos, prefiriendo 
la muerte y el abandono de sus hogares á la esclavitud y al 
pillaje. Eufugiáronse en lo más hondo de las selvas y en lo más 
áspero de los montes, donde fueron á compartir con las fieras 
una vida intranquila y precaria, antes que soportar la presencia 
de los mensajeros de la civilización, que, con la cruz y la espada 
en alto y el sacerdote al lado, sembraban el terror y la muerte 
din cansancio y sin excepción. Guatimocin, Atahuallpa, Sájipa, 



— 13 -- 

Tupac Amartí y cien príncipes má% son la prneba de esta ab* 
«urda crueldad. Y de ahí, finalmente, la degeneración de lo9 
pocos salvajes que escaparon del desastre general, lo receloso 
y desconfiado de Su carácter j hasta la relajación de todo vín* 
culo natural y sagrado, que es el rasgo saliente de la historia 
de América en aquellas eras desgraciadas. 

jCómo podía ser de otra suerte, si nunca las funestas 
senuUas del conquistador han producido otros frutos en 
ningún país del mundo 1 Un pueblo que se re aherreojado sin 
motivo, que ve sus hijas y sus esposas violadas, ultrajados sus 
sacerdotes, quemadas sus casas y sus templos, robados sus in- 
tereses y devastadas sus cosecha*, tiene necesariamente que 
volverse feroz. Por eso murió Pedro Yaldivia como mnrió ; por 
eso los remanentes de la raza indígena tien^i aún en muchos 
pontos de la América impreso en el rostro el sello de la estolidez 
y del terror. 

Los españoles que vinieron á nuestro país no recogieron 
parala historia ni para la ciencia "una tradición, un recuerdo, 
ni salvaron de él un monumento siquiera, y en donde debieront 
levantar la cátedra cristiana ó la escuela, levantaron la horca 
y el cuchillo. Jamas pues sistema alguno de conquista, si tal 
desgreño y tales abusos pueden llamarse sistema^ fué más cruel 
y más inepto, ni i>rodujo cx)nsecuencias más desastrosas para la 
madre patria misma el día en que los nietos de tanta víctima 
vislumbraron sus derechos de miembros de la gran familia hu- 
mana, é hicieron á sus opresores esa guerra de jigantes sin 
paralelo en la historia del mundo, que. les dio la libertad y la 
civilización de que estaban privados. 

Si los peninsulares hubieran entrado en nuestro país como 
políticos o filósofos, y no como aventureros sin ley y sin princi- 
pios, y en lugar de destruir hubieran salvado y aprovechado 
los grandes gérmenes de vida, de riqueza, de población y de 
buenos instintos de las innumerables familias que lo jioblaban, 
qué resultados tan diferentes hubiera dado el descubrimiento de 
la quinta parte de la tierra ! tJn siglo no más hubiera bastado 
Ipara hacer de la América un continente civilizado, y no habrían 
desaparecido de su seno los cincuenta millones de hombres, 
acaso má«, que tanto en las Antillas como en la Tierra Firme^ 
destruyeron los arcabuces, los perros de presa y la conducta de 
los encomenderos, * y esos cincuenta millones, elevadas á dos- 
cientos 6 trescientos en el curso de tres siglos, harían hoy la 
íiqu^a y la felicidad de este hemisferio. 

Cierto es, dice Baralt, " que la conquista de América se 
bizo en nombre de lá religión 5 por móvil tuvo la codicia 5 por 
instrumentos la ignorancia y la violencia ; no es pues aifícil 

♦ Eíte decrecimiento fué tan rápido, que la isla de Santodomingo, que 
eJ dia de au descubrimiento tenia un millón de habitantes según el testimo- 
nio de los cronistas, en 1508, esto es, dieziáeis afíos después, no tenia yá sino 
60,000» Seis años después solo alcanzaba á 14,000. quintan a. 



/ 



— 14 — 

colegir que el resultado debía ser el esterminio." Mas agrega 
el autor citado que de ahí no se debe deducir ningún cargo 
<3ontra el carácter español, ni contra el Gobierno de España, 
ífosotros nos apartamos un tanto de esta opinión. Si medio 
siglo de conquistas en todo un mundo y tres siglos de perenne 
dominación, no son dató para juzgar del carácter de un pueblo 
y de la índole de su Gobierno, ¿cuál lo será ante los ojos 
imparciales de la historia f i Quiénes, por medio del hierro, de 
la hoguera y del látigo, acabaron con las poblaciones ameri- 
canas ? ¿ Quiénes acuchillaron sin piedad á sus príncipes I 
¿ Quiénes saquearon é incendiaron sus ciudades H j Quiénes 
profanaron los santuarios opulentos de su credulidad nativa y 
violaron sua vírgenes sagradas? Los conquistadores; solo ellos. 

I Quién nombró los empleados para las colonias 1f ¿ Quién 
dictó para éstas los reglamentos de administración ? i Qníén 
hizo, en fin, del continente una grande y sola presa para repar- 
tírsela al oro, á la intriga, á la adulación ó al capricho ? El 
Gobierno español, solo él. 

iío son pues los nobles ejemplos de grandeza de algunos hijos 
de España, dados en otras épocas y en países tenidos y respeta- 
dos como iguales á España, los que pueden citarae en atetiuacion 
de la conducta de los conquistadores de América. Esos gran- 
des hechos de hidalguía, de valor, de humanidad y de abnega- 
ción, no son sino casos particulares : lo que caracteriza á todo 
un pueblo son sus masas obrando sin mas ley que sus instintos, 
sin otro móvil (jue sus intereses. Cuando esto sucede es cuando 
aparece el verdadero genial del hombre en toda su ftierza. El 
buen juicio y la filantropía de la reina esposa del suspicaz y 
avaro Fernando, lo mismo que el espíritu ciertamente evangé- 
lico del renombrado Obispo de Ohiapa, no son entonces mas 
que las excepciones llamadas desgraciadamente á continuar la 
regla general. 

Igual observación hacemos respecto de los gobernantes es- 
pañoles en América. Fresco está aún el recuerdo de sus atro- 
cidades y de sus abusos, como frescas están las disposiciones 
gubernativas de la corona, que repartían los indios á los con- 
quistadores como si fuesen animales 5 y fre^^^cas las que los some- 
tían al tributo y las que hacían de ellos un objeto de tráfico 
legal. 

Estos hechos no pueden ser más elocuentes. 

Pero se dice: culpad á la época y no á los hombres. No, deci- 
mos nosotros, culpad á los hombres y no á la época. La época 
no es nada, no es sino un espacio de tiempo desde el cual se 
empieza á contar un suceso; y ella no forma á los pueblos, ni 
los inspira, ni los rige. Son los hombres los que imprimen ca- 
rácter á las cosas y á los hechos de su tiempo, según su propia 
índole, ó sus miras. 

Bebemos pues ser fieles á la verdad, y decir que, así como 
el descubrimiento del Nuevo Mundo se debió más al acaso que 



— 15- 

Á la cieBcia, puesto que Colon mismo marió sin conocer ia 
importancia de su obra, la conquista y colonización de él no 
faé un asunto de fraternidad sino de lucro. En efecto, no fué 
la ciencia, la religión, el comercio, el amor, ni el interés por 
Ja humanidad idólatra y salvaje, lo que cubrió de quillas espa- 
liólas el océano de Alcídes, antes vedado á la navegación ; 
tampoco fué nada de eso lo que trajo a los conquistadores á 
nuestras costas insalubres y fragosas, y los hizo arrostrar 
valientemente en ellas toda clase de peligros y de necesidades. 
líOy el europeo había ido en otros tiempos hasta las orientales 
regiones de la Palestina y desañado allí la aridez del desierto y 
el yatagán de los árabes, arrastrado por la grandeza de una idea, 
animado por la pureza de un sentimiento ; pero á la América 
no lo trajo nada que realzara su empresa: él no vino á ella sino 
por oro; el oro fué su grande y único estímulo. Queríanlo tanto 
el vasaÚo como el señor, tanto el arca de la corona, como el 
bolsillo del mendigo. Cortés, Quesada, Pizarro, Almagro, Val- 
divia, &c, nada tuvieron de piadosos varones y sí mucho de 
argonautas. 

Los sabios europeos de los siglos XY y XVI sometieron á 
duda por mucho tiempo la racionalidad de los americanos, 
apoyados ya en tradiciones religiosas, ya en sistemas particu- 
lares ó absolutos. ♦ ¿ Qué importaba entretanto que entra los 
salvaje» dej. Nuevo Mundo hubiera habido legisladores como 
entre los pueblos de la China, de Grecia y de lioma, ni que 
sus descubridores los hubiesen hallado organizados en cuerpo 
de nación, conociendo las artes indispensables á la vida colec- 
tiva, con creencias religiosas, con costumbres morales, con 
conocimiento de la navegación velera, cultivando la tierra, tra- 

Í ajando las minas, hablando idiomas ricos y armoniosos, y 
abitando ciudades como Cuzco, Méjico, Quito, Meuquetá y 
Tunja ? ¿ Hoy mismo, no son un misterio importante para hom- 
bres más ilustrados que aquéllos las ruinas de los monumentos 

• Un conciiio proviBcial reunido en Lima declaró á los indios excluidos 
del «acramento de Ja eucaristía. Excluyéronse también á los mestizos del 
presbiterado y de las órdenes religiosas en todas las colonias. Bobertson 
sostuvo que la sublimidad del cristianlsrao era superior á la limitada inteli- 
gencia del indio ! 

**Era entonces opinión recibida entre los buenos católicos que las gentes 
bárbaras y paganas, • por el mero hecho de su infidelidad, estaban privadas 
de todos los derechos así espirituales como civiles; que sus almas se hallaban 
condenadas á Ja perdición eterna, y que sus cuerpos eran propiedad de la 
nación cristiana que llegaba á ocupar su territorio. " La quojUté de cathólique 
roTMvm (dice el filósofo Villers en su Éssay sur la Réformation, pág. 58, edición 
de 1820 ) avait tcmt dnfaát remplacé eelle d'homme et méme de ckréUen. Qui n'etois 
pcbs cathólique romaÁn, n'etait pas homme : etait moins qu'homme; ei eút ü été 
un souverain, c'etaÁt une bonne aetion que de luí óter la xie." Tales eran, en 
breves palabras, las creencias y la práctica de los europeos más ilusti^ados 
del siglo XV j tales fueron los deplorables principios porque los navegantes 
españoles y portugueses se siguieron en su trato y comunicación con los 
pueblos salvajes del mundo occidental."— Pbescott. 



-16- 

de los primitivos habitantes de América t 4^0 son problemas 
aún en pié, sú origen, sus fines sociales, la pureza de sus cos- 
tumbres, su raza y los secretos de su destinol 

Solo desde el punto de vista de la ignorancia no tiene nada 
de extraño lo que hicieron los conquistadores 5 nada: ni la In- 
quisición con lo tremendo de sus horrores, ni la esclavitud 
erigida en ley, ni el despotismo y el privilegio puestos en planta 
como doctrina política. 

Disculpable es, si se quiere, que en el primer momento de 
la conquista la mala situa<5Íon de los americanos se achaque 
á los servidores de la terrible empresa. Pero no se podrá 
negar ( ni disculpar tampoco ) que filé la corona de España 
la que les reconoció los títulos que ellos sé dieron y la que les 
repartió el gobierno de la nueva tierra; que fué la misma 
reina Isabel, equivocada en sus nobles instintos, quien permi- 
tió la traslación de esclavos africanos á América; que fué 
Carlos T, quien decretó la esclavitud de los indios que hiciesen 
resistencia al yugo peninsular, abriendo así una ancha puerta 
al abuso de sus siibditos ultramarinos, y que fué él mismo, 
también, quien concedió como feudo hereditario todo un pais, á 
ta?ueque de dinero, á una compañía extranjera y especuladora. * 

Agregúese á esto que, por buscar oro, los españoles descui- 
daban tc^as las otras industrias, y que en donde la tierra no 
lo producía, cogían á los indios y los vendían como esclavos 
á piratas desalmados y á logreros infames. Estos i)rocederes y 
el desprecio conque miraban aquellos hombres, orgullosos con 
el ejercicio de las armas, la modesta ocupación de la agricultu- 
ra, dio por resultado inmediato el aniquilamiento del país y el 
ensanche de la raza negra y esclava, cuyos individuos eran traí- 
dos en gran cantidad para aumentar el trabajo de las minas 
y el cultivo délos frutos. Eecuérdese de qué clase ha sido la in- 
fluencia que dicha raza ha ejercido después en algunas de las 
grandes Antillas y en alguna parte del litoral del continente del 
Sur. 

Poco á poco las necesidades de la vida ordinaria fueron 
siendo más apremiadoras que la sed de oro, y como los desas- 
tres y desengaños causados por la inútil busca del Dorado, 
hicieron más juiciosos y menos andariegos á los aventureros, 
se pensó yá en el cultivo de la tierra y en la fundación de 
poblados. Escogido el sitio— prefiriendo 8iemi>re los que 
tenían fama de auríferos-^se hacían construir unas cuantas 



* Para el tercer viaje de Colon al Nuevo Mundo había yá tan poca» 
gentes que quisiesen seguir su bandera por lo poco Jucrativo de lo» dos viajes 
anteriores^ que hubo que apelar al recurso de tripular las nave» con los reos 
rematados, medida funesta que no solo desmoralizó las colonias, sino que 
causó á Colon, autor de ella, los mayores males de su vida. Aquellas gente» 
arrancadas del patíbulo llevaron la sedición y el pillaje á todas partes, y 
fueron las primeras en hacerse repartir la tierra descubierta y sus habitan- 
tes, á quienes vendieron en seguida como esclavos. 



— 17 — 

barracas y se agiomeraban en ellas los negros y los indios^ 
quienes debían trabajar mi^tras los españoles holgaban. Esta- 
blecíase luego cierta especie de gobierno local y repartíase 
la tierra vecina junto con sus habitantes á los conquistadores 
según su rango* 

Bióse á estos repartos el nombre de encomiendas^ y de ahí 
dependió que se llamasen, encomendados los subditos y enco- 
mendero el amo, el cual debia recibir un tributo anual pagado 
por aquella nueva especie de vasallos en oro, en frutos 6 en 
labores de tierras y minas.* Al principio, el derecho de las en- 
<M)miendas era privativo de las personas que residían en las 
provincias conquistadas ; pero luego se extendió á las personas 
llamadas de mérito^ por lo que los infelices indios pasaron á ser 
la presa de los cortesanos y favoritos, quienes se enriquecían 
vendiendo sus derechos á cómitres avaros, ó tiranizando á 
43US encomendados desde sus palacios de Madrid. 

Y no fueron bastantes á ponerle remedio á estos males las 
disposiciones correctoras que se dictaron después. El mal 
estaba en la esencia y no en la forma de la cosa; y hasta los 
monarcas mismos de España dieron ejemplo de la violación 
de las leyes, entre ellos Carlos Y en el conocido caso de los 
"Welzer. 

, Agregúese á esto que la corona no tenia en las colonias 
americanas otros agentes que los mismos conquistadores, inte- 
resados, los primeros, en contrariar sus mandatos j la lejanía de 
la metrópoli, lo incierto y tardío de la navegación velera; y los 
muchos cuidados de un reino tan vasto como era entonces el 
Teino español. Mas como el mal es algunas veces el germen 
del bien, el espíritu de arbitrariedad de los conquistadores 
produjo el establecimiento de cabildos en las poblaciones nota- 
bles. En tiempo de la conquista esta institución, legada por 
los romanos al mundo republicano y establecida en Europa 
como un dique contra el poder feudal, era conocida en la Pe- 
nínsula, respetada de los reyes y querida del pueblo, aunque 
habia perdido sus prerogativas políticas y quedádose solo con 
las económicas. *♦ En América no sucedió así, y más de una 
vez esas corporaciones hicieron un gran papel en los negocios 
públicos de lag colonias, aunque por espíritu de libertad y no 
en representación de los fueros de la monarquía. 

* Llamábase encomienda e] amparo 6 patrocinio que se encargaba á 
alguno por merced real sobre una porción de indios, para enseñarles la 
doctrina cristiana y para defender sus personas y bienes. 

•» Como poder económico, tenian los cabildos el cuidado de la abundan- 
cia y buena calidad de los mantenimientos ; la inspección de las pesas y 
medidas para cerciorarse de su legitimidad, con podet de enmendarlas y de 
castigar á los falsificadores ; la policía de sanidad y limpieza; el cuidado de 
los pósitos; la administración de los bienes del común y los arbitrios; la 
distribución y exacción de las contribuciones y rentas públicas ; y final- 
mente el gobierno económico del pueblo, con absoluta independencia de las 
autoridades superiores, salvo los casos de apelación ó agravio. 

2 



— 18 — 

Téngase ademas presente que eí Consejo de Indias, director 
general de las colonias, decidía siempre de los negocios más 
graves de éstas según los informes de los interesados en ellos, 
ó según el querer ómnimo de los Yisitadores, A su vez, las 
Audiencias tenían un poder inmenso, que comprendía los 
asuntos políticos, eclesiásticos, militares, económicos, guberna- 
tivos y judiciales, y como los Oidores solian ser rivales de los 
otros empleados, el desgreño administrativo de las colonias era 
sumo. Con justicia puede decirse pues que en ellas nó imperaba 
nna doctrina fija ni un sistema político, y que en lo general 
la pasión ó el ínteres era el móvil del gobierno. 

Entretanto las ciencias, las artes, la literatura, la historia, 
el comercio, las lenguas y la perfección en las industrias eran 
cosas desconocidas de los americanos ; la luz intelectual no 
tenía por donde penetrar en nuestro país ni en ninguno otro 
del continente ; y como muy bien lo dice el geógrafo ecuato- 
riano Villavícencío "si se examina la sociedad de aquellos 
tiempos la hallaremos tranquila, pasiva, patriarcal si se quiere; 
pero reducida á sí misma, sin conocimientos, sin comunicacio- 
nes, sin vida. No conocía la mayor parte de las ciencias, ni los 
hechos, ni los hombres de los otros i)aíses ; y aun ignoraba 
quizá que hubiera otros hombres, otras ciencias y otros hechos 
(pie conocer. Su religión consistía en las i)rácticas exteriores y 
en el conocimiento incompleto de las bulas pontificias; su 
mpral, en el ascetismo y en el amor á su rey; su filosofía, en el 
ergotismo aristotélico ; su historia, en la historia de la madre 
patria ; su geografía en los mapas de la América española y de 
la España; su imprenta, en la que servia para las cartas ¿e 
pago; su comercio, en el del simple cabotaje; su orgullo y sus 
más nobles esperanzas, en los títulos de caballería ; sus goces, 
en las corridas de toros. La llegada de un correo era novedad 
que causaba asombro, y se recibia con repiques de campana el 
eajon de España que traía el interesante anuncio de la salud de 
los soberanos.'' * 

Si comparamos esta situación moral y material de nuestro 
país — consecuencia del régimen á que estaba sometido — 
con la situación próspera de las colonias inglesas^ tendremos 
que deducir de esa (comparación consecuencias muy desfavora- 
bles para nueí^tra metrópoli, sin que haya nada que la disculpe 
ó justifique. El sistema de Inglaterra, diametralmente opuesto 
al de España, no hacia de las colonias de ultramar otras 
tantas agrupaciones de parias, sin derechos, sin ai>oyo, sin 
estímulos y abrumadas de cargas, sino centros de gobierno pro- 
X)io, con vida, con prerogativas, con esperanzas y buenas condi- 
ciones x)olíticas y mercantiles. El juicio i)or jurados tanto en lo 

* Hasta 1801 no se permitió á los extranjeros pisar el suelo americano, 
y eso pagando nn derecho por persona. Este derecho era muy crecido para 
Jos que debian quedarse en el país, y se doblaba pam los que se naturaliza* 
ban en él. 



— 19 — 

civil como en lo criminal, el rescripto de habeas corpus y la 
libertad de imprenta, no eran los más raros de sus privilegios. 
» " Gozaban pues de tanta libertad civil y política, di^je t)upon- 
'ceau, como podia tocar en suerte á Estados dependientes, que 
tenian el precioso derecho de no separarse de su dinero sino 
mediante su voluntad, y que no teniau por qué temer el azote 
de los encomenderos, de los Visitadores, de los Jueces de resi- 
dencia y demás escamotadores de la Península.'' 

Hé ahí la razón de las profundas, diferencias que hay entre 
la América del Korte y la América del Sur; diferencia*; 
que explican por qué el uno de los continentes ha alcanzado 
en pocos anos á los pueblos más adelantados de Euroj)a, y el 
otro, ó permanece en el mismo atraso en que lo dejaron los 
reyes españoles, ó ha comj^rado, en algunas i)artes, al precio 
de su sangre la extirpación de ceuteiuires de absurdos, el 
triunfo de la libertad civil y la independencia del esi)íritu. . 

Es por eso jVor lo que los pueblos del mediodía de la América 
Lan luchado y lucharán aún; y los que ven el humo de sus 
combates y no las causas poderosas é ineludibles que los pro- 
ducen, los acusan de ser unos bárbaros batalladores , sin más 
ley que la lauza ni más móvil que la destrucción. Error ridículo! 

Toda esa sangre de hermanos vertida en los campos de ba- 
talla, toda esa riqueza destruida y toda esa civilización piso- 
teada que mancha nuestra historia de cincuenta anos acá, no 
son sino el resultado de la. política colonial de los Felipes y de los 
Fernandos de Espaüa. Si los peninsulares nos hubieran tendido 
al tiempo del descubrimiento una mano amiga, si nos hubieran 
gobernado como hermanos é iguales su^^os, y nos hubieran edu- 
i5ado verdaderamente en el cristianismo y en la libertad, ha- 
"brian sido grandes ellos y nosotros habríamos sido felices. 
Pero uo hicieron sino saquear la tierra, aniquilar la raza 
hallada en ella, y arraigar profundamente en nuestro suelo 
todos los vicios de la tiranía dt3 su gobierno, .todos los errores 
del fanatismo y toda la indolencia de las gentes habituadas á 
la servidumbre industrial y oficial. 

Cierto es que después de tres siglos de dependencia arroja- 
uios de nuestro suelo á los conquistadores, pero nos quedaron 
íjus amaños administrativos, su índole y sus tendencias á do- 
minar los iiueblos. Y cuando hacemos todo lo posible i>or 
independizarnos de este legado fatal, se nos llama iw^ofterna- 
Nes y se nos acusa, sin acordarse de que España fué madrastra 
y no mentor de sus colonias. 

Se dice empeix) que los americanos debemos á los españoles 
la religión cristiana, el idioma, la raza, las costumbres, la ma- 
yor i)arte de nuestra legislación civil y penal, y la introducción 
en nuestras tierras de los cereales y de los animales domésticos 
europeos. Esto es verdad; ma«, ¿habriau podido privarnos 
de estos bienes, como sí nos privaron de otros de que podían 
disponer á su voluntad ? Eso mismo da todo pueblo conquista- 



— 20 — 

dor al pueblo poí él conquistado. Y en euanto á la religión 
cristiana, quizá se hizo más por las formas exteriores del culto 
que por la difusión y el arraigo del verdadero espíritu evangé- 
lico en nuestra socíedad- 

Bmpero, no acusamos por esto á la madre patria; ella, fuera 
de ciertos abusos^ no es responsable de nuestras desgracias 
sino hasta cierto punto. íTos engendró estando enferma, j he- 
redamos sus males^ Lo que dejamos escrito no es pues una 
queja sino la expresión de un heclio, ya que la España de hoy 
es casi la misma España de Carlos V, á pesar de todos los 
recursos que Dios le ha concedido para que sea grande y podie- 
rosa sobre la tierra. 



Casi todos los pueblos de los indígenas colombianos fueron 
reedificados por los conquistadores, conservándoles sus nom- 
bres. Quizá no llegan á ciento los fundados directamente por 
ellos, de los cuales pasamos á dar una noticia cronológica. Si 
en la lista de fundaciones se echan de menos algunos lugares, 
débese esto á que en muchos casos no hubo verdadera funda* 
cion de poblado sino simplemente título de parroquia, de villa 
ó de ciudad concedido á algún vecindario, como también á qtíe 
hay pueblos cuya fecha de fundación se ignora por haber 
sido simples encomiendas en su origen, por contarse éste desde 
el día en que se dijo la primera misa, ó en que se le dieron 
autoridades, se trazo su área &c, todo lo cual produce una gran 
confusión en el asunto. * 

1503. La primera ciudad española fundada en el territorio 
de los Estados Unidos de Colombia, la fundaron Colon y su 
hermano Bartolomé en este año, en las orillas del rio Belén, á 
poca distancia del mar (Estado de Panamá) ; pero tuvo un fin 
desgraciado á causa de una violencia ejecutada por Bartolomé 
Colon, quien aprehendió al quibio de aquella tribu y á cincuen- 
ta personas más de su familia para mandarlos á España eü 
rehenes de los que debían quedarse colonizando en Veragua* 
El quibio se fugó, y los miembros de su familia se ahorcaroli á 
bordo, lo que causó el levantamiento de los indios y la destruc- 
ción de la ciudad. 

1510. El año de 1508 Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y 
Diego Nicuesa solicitaron y obtuvieron de la corona de Esiiato 
permiso para hacer fundaciones en la costa atlántica de Co- 
lombia. Dióse á Ojeda la Gobernación del litoral comprendi- 
do entre el cabo de La Vela y el golfo de Urabá, con el nombíe 
de Nueva Andalucía. Juan de la Cosa, como Lugarteniente de 
Ojeda y Alguacil mayor, debia construir cuatro fortalezas y 

* otra de las causas que influye mucho en la confusión que reina entre 
los autores sobre la fundación de poblados, es la manía, bastante general, de 
cambiar los nombres primitivos, costumbre perniciosa que solo sirve para 
hacer un caos de la geografía. Para corregir en lo posible estos males, el 
Congreso de Colombia expidió la ley 3.» de 1869. 



— 21 — 

pagar al rey el quinto de lo que ganare en las tierras conquista- 
das. A su vez, se concedió á Diego Kicuesa la Gobernación de 
Castillo del Oro^ nombre que se dio á todo el territorio com- 
prendido entre el golfo de TJrabá y el cabo Gracias á Dios. El 
rio Darien era la línea que partía los dos Gobiernos. 

Después de algunos combates con los indígenas, en que mu- 
rió el piloto Juan de la Cosa y perdió Ojeda mucha gente, logró 
éste fundar á San Sebastian de Urábá en la costa oriental, 
junto á unos cerros, con treinta casas de paja y una fuerte es- 
tacada. Esta fundación no tuvo buen suceso ; y es hecho nota- 
ble que las tribus de cunas y caimanes, que poblaban las orillas 
del golfo de TJrabá^ hayan "sido de las pocas que han conserva- 
do su independencia y viven aún con la libertad propia del 
«alvaje. 

Después de San Sebastian, ftindó el bachiller Enciso á Somata 
Maria la Antigua del Darien^ á la que dio ese nombre á causa 
de un voto. Estaba situada ésta cerca del rio Darien, frente de 
San Sebastian, y era el pueblo del cacique Gemaco, quien se 
habia dejado, vencer fácilmente. De Santa María no quedan ni 
vestigios no obstante haber sido por muchos aSos la residencia 
de los primeros conquistadores, quienes se vieron obligados á 
íibandonarla por la insalubridad de su clima. 

Bntret;anto Mcuesa, juguete de las olas y de la fottuna, no 
k^bia hallado lugar á propósito en el país de su Gobierno en 
donde sentar el pié, por lo que tuvo que establecerse en Nombre 
de Diosj después célebre punto de escala de los exploradores 
d^l océano Pacífico. 

Estas fundaciones costaron á los españoles cerca de mil 
hombres. 

1519. Pedro Arias Dávila, segundo Gobernador de Castilla 
del Oro, recibió orden de la Corte para trasladar á Panamá la 
sede eclesiástica y la población de la Antigua, lo que verificó en 
1519. En 1521 se le dio á Panamá el título de ciudad y un es- 
^do con un yugo y un haz de flechas en campo dorado en la 
parte superior, y en la inferior con dos carabelas navegando y 
una estrella con orla de castillos y leones. Parte de estos símbo- 
los han figurado luego en el escudo de armas de la Eepública. 

1525. Seis años después fundó Eodrigo Bastida á Santa- 
marta^ la que llamó así por haber llegado su expedición el 29 
de Julio á la bahía sobre la cual está esa ciudad. Condujese 
muy bien este Capitán con los indígenas y ajustó paces con los 
gairas, los tagangas y los dorsinos, tribus comarcanas, lo que 
disgustó á sus compañeros, quienes conspiraron contra él y lo 
mataron á puñaladas. 

Después de la muerte de Bastida, se hizo Santamarta el 
centro de un gran comercio de esclavos, pues todos los indios 
iQue los españoles hallaban á las manos, acusándolos de antro- 
péfsbgos, los vendían á los colonos de Santodomingo. 

1533ii El 21 de Enero de este año fundó don Pedro de Here- 



— 22 — 



día la ciudad de Oartdígenaj cuyo primitivo nombre fué Calamar. 
La hermosura de la bahía y la abundancia de peces que habi» 
en ella habian traído á Calamar muchas tribus de indios, la» 
cuales vivian en paz é inteligencia. Carex, jefe de Codego, te- 
nia su porincipal población en Bocachica. En el lado opuesto B& 
encontraban Matarapa, Cocón, Cospique y Bahaif e, pueblo» 
que fueron prontamente sometidos, ya por la persuasión, ya 
por las armas. 

Desde el puntx> de viéta del botín, ningún conquistador fué 
más afortunado que Heredia, quien después de sus correrías- 
pudo dar á cada uno de sus soldados 6,000 ducados, esto e^ 
una suma mucho mayor de la que tocó á los conquistadores di& 
Méjico y del Per(L Heredia encontró un puerco-^spín de oro 
macizo de 50 kilogramos de peso. * 

La fama de estas riquezas corrió en breve por todo el lito- 
ral de Tierra Firme y mar de las Antillas, y pronto fué Carta- 
geina la colonia más floreciente de Colombia. Contribuyó tam- 
biea á su prosperidad la explotación de los sepulcros del Sinú. 

Los otros pueblos de Colombia fueron fundados en el órdeti 
que sigue : 



1535 María la Baja* 

— Tolú. 

1536 Cali. 

1537 Timaná. 

1538 Bogotá. 

— Mompos. 

— La Plata. 
-^ Popayan. 

1539 Ansermanuevo. 

— Tunja. 

— Pasto. 

— Vélez. 

— Barrancaviéja. 

1540 Cartago. 

— Málaga. 

1541 Antioquia. 

1542 Arma. 

1543 Caloto. 

— Quilichao. 

1544 Tamalameque- 

— Tocaima. 

1545 Eionegro. 

— Eiohacha» 

1549 Pamplona^ 

1550 Ibagué. ' 

— Mariquita.. 



1550 Nelva. 

— Valledupar. 

1551 Almaguer. 

— Villeta. 
1553 Caguán. 

— Salazar de las Palmas. 

1559 Muzo. 

1560 Palma de Honda, 

— Remedios. 

— San Cristóbal. 
1570 Buga. 

1572 Leiva. 

— Ocaña. 
1576 Cáceres. 
1581 Zaragoza. 

1583 Guayabal. 

1584 San Martin. 
1586 Chiquinquirá. 
1600 Barbacoas. 

— Iscuandé. 

— Eoldanillo. 
1620 Sangil. 
1629 Barranquilla,- 
1631 Jirón. 

1640 Soledad. 
1654 Quibdó. 



* En ]a Española también encontraron los conquistadoreErim pedazo ám 
oro de 3,200 castellanos, el cual podía contener un cochinillo asado. 



— 23 — 

1664 Puriñeacioñ, 1773 Stabaolioque. 

1670 Medina. 1774 Concepción de Servitá. 

1674 Medellin. — San Onofre. 

1681 Socorro. 1775 San Garlos de Colosiuáw 

1689 Chire. 1777 Santa Eosa (Toliina), 

1690 Lérida^ 1778 Atta-co. 
1606 Paime. -^ Goyaima» 
1702 Concepción. — Natagaima. 

1709 líóvita. — Mesa de Juan Bíaz. . 

1730 Palmito, 1780 Santa Libradla. 

1743 • Coello. 1783 Espinal. 

1756 Fortalecillas* -*— Santa Eoa^a de Osos, 

1757 Payandé. 1786 Ambalema. 

1770 Chaguan!, 1789 San Lnis. * 

1771 Alpiyarra. 

Fueron fundadas ademas : la ciudad de Tudela en tierra de 
los mazos (Boyacá) por el Capitán Ursúa, la qqe fué abaiMÍ«>- 
nada en 1552, pues habiendo degollado este conquistador á los 
indios principales durante una feria^ dio esto lugar á uñar gue- 
rra encarnizada y los españoles tuvieron que huir del territorio 
y no Yohieron á él sino después de cinco años ; la ciudad de 
Ij08 Beyes en el Valledupar, junto á Guapatori ó Eiofrío j la de 
Salamanca en la misma parte. Llamóse después ésta Eamada^ 
y se hizo célebre por haberse dicho que sus vecinos eran tan 
ricos en. perlas que las vendian por fanegas ; León en tierra de 
los guanes, fundada en 1552 y reedificada después por el Capi- 
tán Benito Franco ; San Vicmite de Páez y los Angeles^ fundadas 
por el Capitán Domingo Lozano en 1563 y destruidas por los 
pijaos nueve ó diez anos después ; San Juan de Rodas en 1570, 
á un miriámetro del rio Cauca y cerca de Antioquia; Ecija en 
1571 por Francisco Castro y San Angél en el Estado del Mag- 
<la»lena^ la de Tlheda en Antioquia en 1574, por Andrés Valdi- 
via ; Santa Águeda en el Tolima, por Quesáda, á 3J miriámetros 
^de Mariquita 5 Fedraza de Campos por Francisco Maldonado y 
Saavedra 5 OnUveros por Pedro Astorga, y Falencia por el G e- 
neral Juan de San Martin. 

Mencionaremos ademas la villa de Cuntras, fundada por 
Aldana y Robledo en 1542 en las cabeceras del rio Anserma ; 
«1 villorrio de 3forga-Ampudiaj uno de los primeramente funda- 
dos, y Agreda ó Málaganueva en tierra de Pasto y de las 

* Para lo que se reiaoione con la categoría de estos pueblos, debemos 
advertir quepa/rroqvia significaba en tiempo de la colonia dos cosas distin- 
tas : territorio servido eclesiásticamente por un párroco (éste era el signifi- 
cado común de la palabra), y curato de feligreses blancos en contraposición 
6l de feligreses indios, llamado vulgarmente ptiehlo. Así, un territorio des- 
pués de haber sido durante 200 6 más años curato de indios ó piíehloy solía 
pasar á ser carato de blancos ó parroquia,. Hoy» esas distinciones han desBpa- 
í'ecido, 



— 24 — 

tríbas jíichilimbies y cailes. La mayor parte de estas fanda- 
ciones lio tuvo bnen éxito, unas veces por lo insalubre del 
clima y otras por la tenacidad de los indios en destruirlas, ó en 
hacer la guerra á los avecindados en ellas. 

El objeto de los españoles al hacer estas fundaciones 
no fué el bien del país, cuyos iiitereaes no conocian. No^ 
ellos servían solo á un interés pasajero, y por eso no pobla- 
ban sino los lugares auríferos. A las veces no querían sino in- 
mortalizar su nombre. Fundaban caseríos en las grandes vías 
que conducían hacia el mar ó en los mismos asientos de los 
indios, sin detenerse á examinar lo ventajoso ó desfavorable 
del sitio, ora muy apartado, ora trepado sobre las cordilleras, 
ora en las orillas pestilenciales de un rio, ora en el fondo de un 
valle malsano 5 y de ahí la ñdta de acierto de la elección de los 
parajes en donde echaron los cimientos de los pueblos, pues los 
intereses de una tribu bárbara no podían ser los de una ciudad 
destinada á vivir del comercio y de las relaciones de todo 
género. 

No habiendo seguido los conquistadores otro camino que el 
de las crestas de los montes para el mejor ojeo del país, funda- 
ron las ciudades sobre sus propias huellas. Es esta la razón 
por qué se encuentran los mejores pueblos de la América sobre 
las cumbres de los Andes, en su pié ó en algunos de sus rama- 
les, como sucede con Bogotá, Quito, Popayan, Pasto, Tunja, 
Antioquia, Socorro, Eiobamba, Cuenca &c ; y esta circunstan- 
cia ha retardado mucho la civilización de la América española. 
Las «ciudades de las costas del mar y de los terrenos llanos, 
tienen sobre las de montaña una ventaja inmensa. Los mares 
son hoy los conductores de las luces y de las riquezas ; las lla- 
nuras y los terrenos poco accidentados pueden ser recorridos 
en carros ó en ferrocarriles. Mejor seria pues para Colombia 
tener veinte ciudades en las costas que ciento entre los farallo- 
nes de sus cerros. Venezuela está más en contacto con los paí- 
ses civilizados y hace un comercio más pingüe que el nuestro, 
por la mejor situación de sus ciudades. 

Con otro sistema que el seguido por los españoles en Co- 
lombia, la gran laguna de Chiriquí rivalizaria hoy en impor- 
tancia al seno mejicano, y habríamos mantenido nuestros límites 
costaneros sin detrimento alguno hasta el cabo Gracias á Dios, 
y hasta la mitad ó hasta el fin del golfo de Maracaibo. 

Sorprendidos los indios colombianos como los del Perú y 
' los de Méjico con la aparición de unos hombres superiores á 
ellos en recursos de guerra, dejáronse vencer fácilmente; y 
cosa rara en verdad ! cuanto más civilizadas eran las tribus 
indígenas, tanto menos resistieron á los conquistadores. Por 
eso los españoles con quienes más tuvieron que lidiar fué con 
los indios del Estado de Panamá, que i)articipaban de la raza 
caribe, con los macanas y los camapotes de Bolívar, con los 
muzos de Boyacá, con los paeces y los pijaos del Tolima, con 



— 25 — 

los panchos de Gandiuamarca y con otros más, que peleaban 
por Mbito de gaerrear y no por espíritu de independencia. * 

ni 

HISTORIA GENERAL. 

El territorio que tiene hoy el nombre de Estados Unidos 
de Colombia no formaba antes ni al tiempo del descubrimiento 
un solo país, esto es, una región sometida á un mismo gobier- 
no. Habia en él tantos países como tribus indígenas, y tantos 
pueblos como tribus, las cuales vivían aisladas ó mantenían muy 
ligeras relaciones de paz y de comercio. 

Cada tribu sembraba lo necesario para vivir (por lo común 
n^aíz, papas, yucas &c.) ; algunas tejian el algodón para ves- 
tirse ; y otras vivían desnudas, se pintaban el cuerpo con colo- 
res brillantes y se adornaban con brazaletes y cintillos de oro. 
Ko conocían el uso del hierro ; sus casas eran de bahareque y 
á veces vivían, como los monos, en las copas de los árboles. 
Sus jefes eran absolutos y tenian sacerdotes, que eran al 
mismo tiempo médicos y adivinos. Adoraban los astros y 
tenian ídolos, que hacian de oro, de madera ó de piedra. Se 
embriagaban con un licor que hacian del maíz, y enterrábanlos 
muertos con parte de sus riquezas y con algunas provisiones, 
lo que prueba que tenian una idea aunque grosera de la 
inmortalidad, l^o tenian ningún animal doméstico, salvo el 
perro mudo, y sus armas eran de hueso y macanas ; manejaban 
la honda y la flecha con primor. En una palabra, si se excep- 
tdan los chibchas, no eran mas que salvajes en camino de una 
civlliza<}ion tedavía muy remota. 

La nación chibcha ocupaba el centro de la Union Colombia- 
na. Hacia el Sur estaban los sutagaos 6 fusagasugaes y los 
panches, dueños de los pueblos de Guaduas, de la Mesa y de 
Tocaima. Seguían los pijaos, los coyaimas, los yalconas, los 
gnanacas y los paeces, formidables poseedores del pié de la 
Cordillera Central. Del otro lado de ésta estaban los tributarios 
del régulo ó cacique Payan. En Pasto, los quíUasingas ; y más 
allá del río Guáitara los ipiales, los maUamas, los yascuales &c, 
menos belicosos que sus vecinos, los cuales fueron reducidos casi 
todos por Sebastian de Belalcázar en el tiempo en que éste 
descubrió y conquistó á Popayan. 

Al norte del imperio chibcha estaban los agataes, los gua- 
nea numerosos (antiguos socórranos), los citareros, los chiná- 
eotas, los motilones y otras tribus menos importantes, que se 
ext^o^dian hasta Venezuela. 

* Quinientofi españoles, incluyendo los que vinieron con Gerónimo Lebrón 
y Alonso Luis de Lugo, fundaron todas las ciudades importantes del Tolima, 
de Gnndinamarca, de Boyacá y de Santander y domaron las tribus que ocu- 
paban este vasto territorio. 



— 26 — 

Al nordeste Quedaban los coliinas y los muzos. 

Hácdael Oriente, trasmontando la cordillera, se encontraban 
los tiricos, los girares, los betoyes, los guahibos y las demás 
tribus que viven aún en las hoyas del Meta y de sus afluentes. 

Ademas de éstas, en el Estado de Panamá se encontraban, 
entre las más notables, las tribus darien y veragua. En el de 
Bolívar, las de los noánamas y canapotes, que hicieron mucha 
resistencia é los españoles en la otHiquista de la antigua pro- 
vincia de Cartagena ^ en el del Magdalena, las de los tagangas, 
gairas, taironas y hondas, en territorio de la antigua provincia 
de Santamarta ; y en la antigua de Biohacha, la de los no ven- 
cidos goagiros, tribu bárbara y hermosa que comercia con los 
pueblos civilizados. En el Cauca, ademas dé las tribus de la 
Miiea. general del Sur, habia las de los noanamaes, citaraes y 
chocóos, báeiael Pacífico. Finalmente, en el Estado de Antio- 
quia habia multitud de tribus de hombres robustos, bien for- 
mados, que cultivaban la tierra y trabajaban las minas, y eran 
regidos por jefes intrépidos. De éstas, la tribu más célebre era 
la de los armas. 

Pueden calcularse en unas mil las tribus indígenas que 
había en Colombia al tiempo del descubrimiento de ella. La 
sola región de Popayan contaba 9á. 

COSMOaONÍA» 

GMminigagua^ según los cbibchas, era el gran creador del 
universo, y en su seno estaba la luz* De este primer ser salieron 
unas aves negras como cuervos, que volando por todo el mundo, 
iban lanzando por el pico prolongadas centellas de lumbre. De 
eete modo se iluminó la tierra y fué el primer día de los 
chibehas. 

Después de ese primer ser creador é iluminador^ seguían en 
categoríael sol, padrey fecundador de la naturaleza,^ al cual 
debían la claridad, el calor y la vegetación; y la luna, su comr 
panera, el astro predilecto, coronado de estrellas, hermoso y 
consolador* 

Los chibchas, pues, como todo pueblo que empieza á vis- 
lumbrar los albores de una civilización moral, eran sabeistas: 
adoraban á Dios en los astros, que son la más grandiosa y 
bella de sus obras. 

El mundo fué poblado según los chibchas del mismo modo 
que refieren la mayor parte de las cosmogonías antiguas: por 
un primer hombre y una primera mujer. Luego que fué el 
primer día, salió de la laguna de Iguaque, situada á dos miriá-. 
metros al norte de la ciudad de Tunja, una mujer extraordina- 
riamente hermosa, que conducía á un niño por la mano. Caminó 
la sagrada pareja hasta que encontró lugares bellos y descam- 
pados, donde se estableció, y cuando la edad hizo hombre al 
niño, este se casó con su guia. Una fábula semejante se referia 



J 



— 27 — 

de los peruanos, los primeros padres de los cuales fueron Manco 
Oapac y Mama Óello, liyos del sol, quienes salieron del lago 
de Titicaca para fundar y civilizar el imperio de los incas 

Los chibcbas, como los fecundos inventores de la mitología^ 
admitían un infierno, lugar que estaba en el centro de la tierra^ 
á donde iban las almas de ios muertos. Como en el averno de 
los griegos, antes de llegar á él babia que atravesar un Aque- 
ronte, lo que se hacia en balsas fabricadas con telas de araua^ 

Era BoeMca su dios bienhechor, y era Chibcha<mm el dios 
de los agricultores, mercaderes y píateos. Bajo la figura die un 
oso cubierto con una rica manta de colores, representaban á 
Fo ó zorra, dios de los pintores de tejidos, de los tejedores, de 
los borrachos y de los cortadores de madera* Adoraban tam- 
bién á Choquen^ dios de los linderos de las labranzas, á quien 
presentaban las plumas y las diademas de ora con que se ador- 
naban para los combates ; i)ero su culto más espiritual era el 
de la diosa Baiiche (la mujer salida de la laguna de Iguaque), 
madre del género humano y celadora de los plantíos de legum- 
bres. En su altar solo era permitido quemar moque y selectaa 
resinas. 

Adoraban el arco iris baj^ el nombre de Cttehavira^ y le 
ofrendaban esmeraldas, lentejuelas de oro, y pellas. 

Los chibchas lo mismo que algunos otros pueblos hablan 
tenido un diluvio universal en castigo de sus muchos i)ecados. 
Causaron este diluvio las avenidas de los rios Sopó y Tibitó, 
tributarios del Punza, que fueron tan abundantes que no quedó 
á loB moradores de la planicie de Bogotá, para guarecerse, sino 
las cimas de los cerros. Esta grande inundación la había orde- 
nado Chibchacum, dios subalterno, y los chibchas volvieron su3 
ojos á Bochica, deidad protectora. Este se les apareció una 
tarde al ponerse el sol, sobre un arco iris y con luia vara de oro 
en las manos, con la cual dio un golpe en la roca, la que partida 
en dos dio paso á las aguas detenidas de la Sabana, quedando 
ésta más fértil que á^tes con el hmo acumulado en su fieno. 
Tal fué el divino origen del Salto de Tequendama. Disgustado, 
ademas Bochica con Chibchacum por lo que habia hecho, lo 
condenó á cargar la tierra. Es desde entonces que ésta sufre 
los sacudimientos llamados t&mblorea, que son producidos por 
el traslado qqe hace de ella Chibchacum del hombro izquierdo 
al derecho, ó viceversa, cuando el cansancio lo obliga á ello. 

Grandiosos los chibchas en sus concepciones respecto de la 
divinidad, tenían de templos las grutas, las cascadas, los lagos 
ó las agrias cumbres de los montes, como si prefiriesen la& 
obras de la naturaleza á la» obras de sus manos, ó quizá i)orque 
en esos parajes habia cierta poesía religiosa muy compatible con 
la solemnidad de su culto. Colocaban en esos luga¡res los vaso» 
sagrados en que debían depositarse las ofrendas, que no podían 
hacerse sino después de muchos días de ayuno y abstinencia. 
Sin embargo, tenían también templos hermosos revestidos de. 
láminas de oro. 



— 28 — 

Sobresalían entre éstos el de Bacatá y el de Guatavita j 
pero era el más espléndido el de Suamoz ó Sogamoso, vasto 
edificio adornado con hileras de momias cubiertas de oro i 
plomas. Fné incendiado este templo por la rapacidad de dOB 
soldados españoles, aunque involuntariamente. Asegúrase que 
era tanta la madera empleada en su construcción, que duró 
ardiendo mucho tiempo. Los adoratorios de dhia, de Ubaque, 
de Tota y de Fúquene eran notables. 

Tenían, ademas de los templos, seminarios (ct¿ca), en donde 
encerraban desde muy niSos á los que debian consagrarse á la 
orden sacerdotal. Cuidaban los sacerdotes de las ceremonias 
del culto y del cómputo del tiempo^ el cual dividian así: 
semana^ espacio de tres dias; meSj diez semanas; ano dvilj 
veinte meses ó lunas ; año sagrado, treinta y siete meses ; siglo^ 
veinte años. * 

Era el sol la única divinidad á que los chibchas ofrecían 
víctimas humanas, pues inmolaban los piisioneros jóvenes 
para teñir con su sangre las piedras del altar de aquel astro que 
recibían los primeros rayos del dia. Celebraban ademas una 
ceremonia cada quince años en que sacrificaban una víctima 
humana, arrancándole el corazón en medio de una pompa solem- 
ne y lúgubre. Esta víctima se llamaba gttesa, esto es, sin casa, 
IK)rque la traían de los llanos de Oriente, de determinada tribu. 
Teníanla encerrada hasta la edad de diez años, y al cumplir 
éstos la sacaban para i>asearla en los campos. Luego la volvían 
á encerrar hasta que cumplía quince años, época en que tenia 
lugar el acto fatal. Esta víctima era siempre del sexo mas- 
culino. 

El sumo sacerdote de los chibehas, que residía en el valle 
sagrado de Iraca (Sogamoso), era electivo. Nombrábanlo los 
caciques de Gámeza, de Busbanzá, de Pezca y de Toca. En 
caso de discordia, decidía el cacique de Tundama. El gran sa- 
cerdote debia ser nativo de Tobazá ó de Firavitoba. 

GOBIEENO CIVIL. 

i 

El gobierno de los chibchas era despótico. El zipa daba las 
leyes y administraba la justicia ; mandaba los ejércitos en per- 
sona, y ninguno de sus subditos podia mirarlo de frente, ni 
presentársele sin alguna ofrenda. Ademas de la mujer propia, 
tenia gran número de concubiuas, á quienes llamaban thigv/yes, 
Eesidia de ordinario en Meuquetá ; pero tenia casas de recreo 
en Tabio, en medio de hermosos jardines y de baños termales ; 
en Tenasucá, para gozar de las delicias del clima templado j y 
en Theusaquillo, á donde se retiraba después de las ceremonias 

* Véase la explicación 6 interpretación del calendario chibcha en el 
tratado de Duquesne (obras de Acosta), cura del pueblo de Gachancipá, 
quien la dedicó al sabio Múti^, 



— 29 — 

con qne se daba principio á las cosechas^ ó cuando los campos 
estaban mustios por eUverano» * 

El heredero del reino era el hijo mayor de la hermana del 
zipa, y se le encerraba desde la edad de diez años en una casa 
ó monasterio de Chia, donde se le educaba y se le hacia ayu- 
nar. Eecibia luego la investidura real de manos del zipa^ y era 
el jeque de Chia hasta la muerte de éste. La ceremonia de 1» 
investidura se efectuaba sentándolo en una silla de oro incrus*- 
tada de esmeraldas y poniéndole en la cabeza una especie de 
mitra. En seguida se le ofrendaban aves y flores. 

Cuando faltaba el sobrino, entraba á gobernar el hermano 
del zipa. El pregonero, qne hacia conocer la voluntad del zipa, 
era el primer personaje del imperio- 

SISTEMA PENAL, 

Los chibchas castigaban el homicidio, el rapto, el incesto y 
el adulterio con pena de mnerte ; al sodomita con empala- 
miento y al ladrón con azotes. Al que no pagaba las contribu- 
ciones públicas ó sus deudas privadas, le daban su ca<sa por 
cárcel, y le ponían en la puerta, como centinela, un mensajero 
con un tigre pequeSo ú otro animal semejante, á los cuales 
tenia qne darles de comer hasta que pagaba. Al cobarde en la 
gnerra se le obligaba á vestirse de mujer y á ocuparse en 
oficios domésticos por cierto tiempo. 

AGBIOULTTJBA, INDUSTRIA Y COMERCIO* 

Cultivaban el maíz, la patata, la quinua, la yuca y la arra- 
cacha. Parece que no conocían el plátano, pues no lo había al 
tiempo de la conquista sino en el Chocó, Estado del Cauca. 
El dulce lo sacaban de los panales y de la caña del maíz. 

Comerciaban en esmeraldas, sal de Zipaquirá, tejidos de 
algodón y manufacturas de oro, tales como brazaletes, figuras 
de animales y engastes para caracoles y conchas marinas, las 
que les servían de copas en los banquetes. En estos trabajos 
eran muy hábiles los indios de Guatavita. Tenían monedas de 
oro fabricadas en forma de disco, y sus medidas de longitud 
eran el palmo y el paso. 

BAZA. 

Cara redonda, más ancha qne larga, y poco conveja j frente 
aplanaday estrecha; cráneo poco prominente; nariz pequeña 
"y aplanada, ojos chicos, negros y de mirar astuto y desconfiado ; 
pómulos prominentes ; labios gruesos y descoloridos; ausencia 
completa de barba ; estatura mediana y foniida ; hermosos 
dientes y color cobrizo. 



— 30 — 

IDIOMA. 

A punto fijo no se conoce bien ni la estructura ni la riqueza 
del idioma de los chibchas, que algunos llamaron rico, claro y 
preciso, pues los conquistadores hicieron de él el mismo caso 
que de todo lo demás. Mas sean cuales fueren sus imperfec- 
ciones, el cliibcha era el idioma más completo que se hablaba en 
América después del quichua y del azteca. Tenían los chibchas 
algunas nociones de escritum, según se colige del epitafio 
puesto en el sei)ulcro de Sugamuxi, que nos ha trasmitido la 
historia, y de las inscripciones de otros monumentos. 

En 1619 el padre Bernardo de Lugo publicó en Madrid una 
gramática chibcha, que aunque defectuosa da á conocer bas- 
tantemente ese idioma. Parece que hay algunas otras, aunque 
son poco conocidas. * 

Tenían los chibchas nociones del arte de la numeración 
y contaban por veintenas, sirviéndoles de base los dedos de las 
manos y de los pies. ** 

LOS ZIPAS. 

( De 1470 á 1538 ). 

Según la tradición más uniforme, el imperio chibcha contaba 
cuando se empezó la conquista de él catorce siglos de existen- 
cia; es decir que su origen se remontaba al siglo II de la én» 
vulgar. 

En 1470 empezó á gobernar el imperio chibcha Saguanma- 
ehica, quien lo recibió en un estado floreciente, con muchas 
riquezas y con un ejército aguerrido. Saguanmachica conquis- 
tó muchos pueblos, hizo tributario suyo al cacique de Fusa^a- 
sugá y libró batalla á Michuá, uzaque de Tunja, al frente de 
sesenta mil hombres. Ambos jefes perdieron la vida en este 
encuentro, ]>ero la victoria favoreció á los chibchas. 

En 1490 á Saguanmachica sucedió el zipa Kemequene, 
quien movió guena á los sutagaos y á los panches y venció á 
los ca<}iques de Zipaquirá, de Ubaté, de Gtiatavita (qlie era 
uno de los máá poderosos), de TJba^iue, de Susa y de Simijaca 
y avanzó hasta Muzo, después de lo cual, al freate de cien mil 
hombres, atacó al uzaque de Tunja en el arroyo de las Vueltas, 
cerca de Ohocontá. Los soldados del uzaque, que eran también 
€íeu mil, obtuvieron el triunfo y Nemequene pagó su arrojo con 
la vida, después de un reinado glorioso de veinte y cuatro años. 

* El idioma cliibcba carecía de la { y de la d j u^ba mucho de las síla- 
bas cha, che, chi, cho, chu. La sílaba cha unida á ia palabra muisca servia para 
expresar el masculino. Las palabras zipa y zaque eran muy usadas. 

** Ata significaba uno, hozha dos, mica tres, mhuyca cuatro, hizca cinco, ta 
seis, cuhupqua siete, zuhuzá ocho, acá nueve, vhchihicá diez. Después de diez 
agregaban la palabra qiUhicha, que significaba pié, y contaban así : pié uno» 
pié dos, pié tres &c. 



— ai — 

En 1514 le sucedió Tisquesuáha, quien continuó la guerra 
emprendida 5 pero habiendo mediado el jefe sagrado de Soga- 
moso se pactó una tregua de dos años. Al entrar los españoles 
en Cundinamarca con 160 hombres, Tisquesushá, que tenia un 
ejército de 70,000, se escondió; empero, fué descubierto en Fa- 
catativá y allí le diq muerte un soldado de Quesada, después 
ele veinte y cuatro años de reinadp. 

En 1538 Zaquesacipa usurpó la corona á Chiazaque,, hizo 
paces con Quesada y lo acompañó á la conquista de los par- 
ches. Esto no impidió que Quesada le mandase formar un. pro- 
ceso por ocultador de tesoros i)úblicos ni que le hiciese dar 
tormento. Zaquesacipa murió en él, y fue el último rey de los 
chibchas. 



Descubierto el Nuevo Mundo, los Keyes Católicos acogieron 
con la mayor deferencia todas las indicaciones de Colon y le 
suministraron en abundancia cuanto podia contribuir al mante- 
nimiento y futura prosperidad de sus nacientes colonias 5 así 
fué como la isla Española llegó á poseer bien pronto cuantos 
ganados, animales domésticos, granos y frutos conocía el anti- 
guo continente, nuchos de los cuales llegaron á ser objeto de 
un comercio más lucrativo y más estable que el del oro, con 
tanta ansia buscado entíónces. ♦ 

La inmigración á los países nuevamente descubiertos fué 
fomentada liberalmente por las reales órdenes. Se concedió á 
los que fueran á establecerse en la Española el pasaje libre de 
todo gasto, la exención de impuestos, la propiedad plena y ab- 
soluta de todos los terrenos que se comprometieran á cultivar 
en el espacio de cuatro años; se les proveyó ademas gratuita- 
mente y con abundancia de semillas y de fondos ; y se. declara- 
ron libres de derechos todos los géneros que se importasen, ó 
exportasen, lo cual forma un contraste muy extraño con la 
mezquina política que sobre este mismo particular se adoptó 
más adelante. Enviáronse también á la colonia quinientas per- 
sonas, entre las cuales había hombres científicos y artesanos 
de todas clases, pagados x>or el Gobierno 5 y á fin de establecei* 
la tranquilidad y de dar seguridad en la isla, se mandaron 
crear municipios y se invitó á los casados a que íuesen á 
radicarse en ella. Desgraciadamente junto con estas pruden- 
tes medidas se adoptaron otras de egoísmo y antiliberales, 
como la que prohibía á los judíos, á los moros y á todos los que 
no fueran castellanos, habitar y hasta recorrer el Nuevo Mun- 
do ; y la que daba al Gobierno la exclusiva posesión de todos 
los minerales, palos de tinte y piedras preciosas que pudieran 

* Es prueba de esto la larga enumeración de los artículos sujetos al pago 
del diezmo, que hace una cédula de 5 de Octubre de 1501,, pues por ella se ve 
con cuánta dureza se impuso esta pesada carga desde el principio á los más 
importantes productos de la industria americana. 



--32 — 

descubrirse, y aunque se pennitió á los particulares que busca- 
sen oro, filé sujetándolos al pago del enorme tributo de dos ter- 
cios del que recogiesen. Este tributo se redujo luego á solo una 
quinta parte. * 

La medida que contribuyó más al progreso de los descubri- 
mientos y de la colonización del Kuevo Mundo, fué la licencia 
general que se concedió en 1495, tres anos después de descu- 
bierto éste, para que los particulares pudieran hacer viajes por 
su cuenta con ciertas condiciones. Sin embargo, nadie quiso 
hacerlos hasta 1499 por lo poco lucrativos que ellos resultaron 
al principio, y porque fué hasta entonces que llegaron á Espa- 
ña las preciosas muestras de perlas recogidas por Colon en la 
costa de Paria. ** Las naves destinadas á hacer descubrimien- 
tos en virtud de la licencia general de que hablamos, debian 
reservar la décima parte de su capacidad para la corona, y dar 
á ésta las dos terceras partes del oro que recogiesen, y el diez 
por ciento de los demás productos. Muchos de los ricos merca- 
deres de Sevilla, de Cádiz y de Palos, antiguo teatro de las 
empresas marítimas, armaron flotillas de tres y de cuatro na- 
ves, las que confiaron á los compañeros de Colon en sus prime- 
ros viales. Para atender mejor á estas empresas, por cédula 
real fechada en Alcalá el 20 de Enero de 1503, se mandó crear 
una oficina compuesta de un tesorero, un administrador y un 
contador, la que debia funcionar diariamente en el alcázar de 
Sevilla. Debe tenerse presente que el Consejo encargado de los 
negocios de Indias - compuesto de un director y de dos subal- 
ternos -habia sido establecido inmediatamente después del 
primer viaje de Colon. La oficina dicha entendía en todo lo que 
tenia relación con las colonias, y tenia facultad de dar licencia 
para equipar flotas, para fijarles su destino y para darles ins- 
trucciones sobre su navegación. Todas las mercancías de expor- 
tación debian depositarse en el alcázar, donde se recibían tam- 
bién los cargamentos de retorno y se celebraban los contratos de 
venta. Igual autoridad tenia la oficina sobre el comercio de la 
costa de Berbería y sobre el de las Canarias, y su vigilancia se 
extendía á todos los buques que zarpaban de Cádiz y de Sevi- 
lla^ También tenia amplias funciones judiciales, las que desem- 
peñaba consultando con abogados asalariados por el Gobierno. 
Be sus fallos solo podia apelarse ante el Consejo de Indias. 
Tal era la famosa casa de Sevilla llamada de la Contratación. 

El comercio, empero, no pudo ser al principio muy variado, 
al menos en lo que tocaba á los productos americanos, tales 

* La exclusión de los extranjeros, al menos de los que no fuesen católicos, 
se encuentra muy particularmente recomendada por Colon en su primera 
nota á la corona. 

** Antes de eso, en 1497, los dos Cabot, al servicio del rey de Inglaterra, 
Enrique VII, hablan recorrido toda la costa 4e la América del Noi*te, desde 
líewfoundland hasta algunos grados adentro de JLa Florida, é invadido el 
territorio yá descubierto por los españoles* 



^ 33 -. 

tíomó el cacao, el añil, la cochinilla, el tabaco, el cancho, &e* 
^Recientemente descubiertas las Indias se llevó á España una 
<50rta cantidad de algodón, pero se ignoraba si compensaría el 
trabajo de cultivarlo. La caña de azúcar habla sido sembrada 
«n el fértil suelo de la Española, pero habia que esperar algún 
tiempo para saber cuáles serian sus productos. Ko sucedió lo 
mismo con el palo brasil, que ñié desde el primer momento uno 
de los más pingües monopolios de la corona. El oro bajó bas- 
tante desde que empezaron á hacerse remesas de él, y esto al* 
tero el precio regular de los artículos. El valor de la plata no 
sufrió alteración notable hasta que fueron descubiertas las 
grandes minas del Potosí y de Zacatecas. 

Por una bula del papa Alejandro VI, de fecíha 16 de No- 
^nembre de 1501, fueron facultados los monarcas españoles 
para cobrar diezmos en todos sus dominios coloniales. Por otra 
bula de 2S de Julio de 1508, el Papa Julio II concedió también 
á estos monarcas el derecho de conferir los beneficios eclesiás- 
ticos de las colonias, de cualquiera clase que íuesen, quedando 
las concesiones sometidas á la simple aprobación de la Santa 
Sede. Fué por eso por lo que la corona de España estuvo siem- 
pre ala cabeza de la Iglesia en sus dominios ultramarinos y 
dispuso á su agrado de las rentas y dignidades de ésta en esos 
dominios. 

La de Nueva Granada fué la primera Presidencia creada en 
América por eA Gobierno español. * 

El Consejo de Indias era una junta que fundaron en España 
los Reyes Católicos. Componíanla individuos que habían des- 
empeñado en América funciones importantes, y tenia carácter 
administrativo y judicial. 

Las Eeales Audiencias eran tribunales supremos, compues- 
tos de jueces togados llamados Oidores, de las sentencias de 
los cuales solo se podia apelar ante el Consejo de Itidias, y eso 
en las causas civiles cuando la cuantía del litigio excedía 
de seis mil pesos. En los asuntos de policía, de que conocían los 
Vireyes y los Capitanes generales, las Audiencias fallaban en 

* Bl Virey de Santafó era independiente y se entendía directamente 
con ]os Ministros del reí de España. 

Del Vireinato de Nueva Granada hacían parte las provincias de Batafé, 
de Cartagena, de Santamarta, de Eiohacha, de Panamá, de Veraguas, de Po- 
payan, de Antioquia y del Chocó, y los corregimientos de Tunja, del Soco- 
rro, de Pamplona, de Casanare, de líariquit^ y de Neiva. 

Los jefes de las provincias se llamaban Gobernadores y en algunas de ellas 
tenían el cargo de Comandantes generales. Cuando no tenían mando mili- 
tar se llamaban Corregidores, Justicias Mayores. Las autoridades civiles depen- 
dientes de los Grobernadores eran : el Teniente-G-obemador, letrado, y los 
Tenientes-Justicias de los j)ueblos, los Corregidores de los indios, los Capi- 
tanes de guerra, los Cabildos, los Alcaldes ordinarios y los Alcaldes pedáneos 
ó de partido. No habia Cabildos ó Ayuntamientos sino en las ciudades y 
vDlas. Los Cabildos nombraban el 1.» de Enero de cada año los Alcaldes. 
Los Corregidores cobraban los tributos y los Gobernadores administraban 
«n primera instancia la justicia civil y criminal. 

3 



— Sí — 

apelación. La& Audiencias eran presididas por el mandatario^ 
del respectivo territorio -Virey, Capitán general ó Presidente — 
quien no tenia en eUas voto consultivo ni deliberativo. ♦ 

Ademas de las Audiencias^ los Alcaldes parroquiales teniair 
atribuciones judiciales importantes. Habia también tribunales^ 
eclesiásticos dependientes de los Obispos, pero sujetos á la ju- 
risdicción de las Audiencias y de los tribunales militares. 

Los tribunales de comercio tenian el nombre de Consulados j. 
y sus miembros eran elegidos periódicamente por los comer- 
dantes. Aparte de sus ñinciones ordinarias, los Consulados^ 
tenian la de proponer á la corona las medidas convenientes 
para el desarrollo del comercio y de la agricultura. ** 

La autoridad militar la ejercían los Vireyes y los Capitane»^ 
generales, quienes ademas de proveer muchos empleos de im- 
portancia desempeñaban el vicepatronato en asuntos eclesiás- 
ticos. Empero, los jefes de las expediciones, los Gobernadores, 
los empleados judiciales y los ministros del culto eran nombra- 
dos y removidos ix)r el rey. 

Éste no nombraba agentes inmediatos suyos en las colonias 
á los americanos, porque según las leyes españolas los Vireyes 
y los Capitanes generales no debian tener vínculo ninguno con 
los gol)erua<los, ni otra propiedad visible tque cuatro esclavos, lo 
que no impedia que tuviesen guardias de á pió y de á caballo 
y que viviesen con mucho boato, aunque no siempre de su pro- 
pio i)eculio. Los altos empleados civiles y militares no podian 
casarse en las colonias. 

Por punto general, la administra^íion pública de éstas era 
mala, ya |K)r lo absoluto de las autoridades, ya por la ignoran- 
cia de los colonos y los muchos medios de que disponían aqué- 
llas, dada la distancia á España, para burlarse de las quejas á 
que podian dar lugar sus abiwos. 

• La Real Audiencia de ISantafe no tenia jurisdicción sobre la ciudad 
de Popayan ni sobre una gran parte del territorio de esta provincia. Compo- 
níase de un Regente, de cinco Oidores, de dos fiscales y de varios subalternos^ 
Su» sentencias de muerte no tenian apelación, y en los juicios posesorios no 
le concedía ésta sino cuando la cuantía se estimaba en más de $ 12,000. Los 
juicios duraban comunmente dos y tres años. Los Oidores no podian casarse 
con mujeres nacidas en América, ni tener fincas raíces, ni recibir dinero en 
préstamo, ni aceptar regalos. Todo fallo dado en común tenia el nombre de 
Real Acuerdo. Cuando por muerte, enfermedad ú otra causa faltaba el Presi- 
denta ó el Virey, podia encargarse interinamente del gobierno el Oidor más- 
antiguo. 

** Todos los pleitos sobre negocios mercantiles eran decididos por Ios- 
tribunales y jue( es de comercio. El tribunal de Cartagena fué creado por 
cédula real de 1794. Se componía de un Prior y de dos Cónsules y tenia juris- 
dicción sobre todo el Vireinato. En las ciudades principales había diputado» 
escogidos por el Consulado, que conocían en primera instancia de las causas 
de comercio (^ue podian ser decididas breve y sumariamente, verdad sabida 
y buena fé guardada. Las apelaciones iban al tribunal de Alzadas, que se for- 
maba ocasionalmente para cada pleito. Los Consulados disponían de cuantio- 
sas rentas para mejorar la navegación de los rios y para abrir canales y 
caminos. El de Cartagena hizo muy poco en esto. 



— 35 — 

lilamábanse juieíos de residencia los que se seguían á los 
delegados regios antes ó después de que terminaba su adminis- 
tración. Empero, los empleados peninsulares evadían general- 
mente esta responsabilidad cuando eran ricos y tenian amigos 
^u la Corte. 

Habia Cabildos en las villas y ciudades y los componían la 
autoridad política de las mismas, que los presidia, y cierto nú- 
mero de Eegidores, que compraban el cargo en almoneda pú- 
blica. Este era vitalicio y i)odia ser hereditario. 

La legislación de todas las colonias españolas en América 
era la misma y estaba reunida en un código llamado Becopüc^ 
<su>n de las leyes de Indias. 

Creemos de justicia hacer aquí la rectificación de un hecho 
-que, como algunos otros, ha sido aceptado por la historia sin 
fundamento ninguno. Kos referimos á que se le ha atribuido á 
lias Casas la responsabilidad de la introducción de esclavos en 
América. Las Casas hizo su primer viaje al !N^uevo Mundo en 
1498 ó 1502, y no consta que hubiese tomado parte en denunciar 
las violencias de los españoles en él hasta 1510, época en la cual 
unió sus quejáis á las de otros santos misioneros. De regreso á 
España en 1515 sostuvo la causa de los indios delante del trono 
^30n el calor que lo ha hecho inmortal. Fué la reina Isabel 
misma, movida por el interés que desplegó siempre ])or los lia- 
bitantes de la América, laque i)ermitió en 1501 la introducción 
de esclavos negros en las colonias, por habérsele manifestado 
que la constitución física del africano se acomodaba más que la 
Aéí indio al trabajo en los nuevos climas- 

IXXS CONQUISTADORES. 

(De 1538 á 1564) 

Cuando Gonzalo Jiménez de Quesada en compañía de 
Belalcázar y Federman se marchó para España, quedó encar- 

Sido Hernán Pérez, su hermano, del gobierno de la colonia, 
eman Pérez hizo dar muerte á Akimin, último zaque de 
Tunja, y emprendió en 1541 una larga y penosa exxiedicion en 
busca del Dorado^ expedición que terminó en Pasto y duró 
diez y seis meses. Los españoles dieron el nombre del Dorado 
á un país imaginario, donde decían que abundaba el oro. ' 

Durante el gobierno de Hernán Pérez vino á Santafé el 
Gobernador de Santamaría, Lebrón ; pero tuvo que volverse á 
6U gobierno porque el Cabildo no quiso reconocer su autoridad. 

En 1542 Luis Alonso de Lugo, aventurero prófugo que dis- 
putó á Quesada sus derechos á la conquista del Nuevo Eelno, 
fué nombrado Adelantado de él, y durante su gobierno fundó á 
Mompos y á Tocaima, conquistó el valle de Ibagué y varió la 
ruta del Opon por la del Carare. En cambio revocó los actos 
ísiviles de los Quesadas, removió á los encomenderos, encausó 



— 36 — 

á González Suárez Eondon, lo aprisionó y le confiscó sus 
bienes, encarceló á Hernán Pérez, atropello á los empleados 
que se negaron á entregarle el quinto real é hizo dar muerte á 
un escribano público. 

En 1544 gobernó la colonia como Teniente de don Luis don 
Lope Montalvo de Lugo, quien no hizo nada notable. 

En 1545 llegó á Santafé nombrado Teniente por don Miguel 
Diez de Armendáriz — primer Visitador y Juez de residencia — 
Pedro de TJrsúa, gallardo capitán, uno de los hombres más 
humanos que vinieron á América, lo que no fué bastante pan^ 
impedir que pusiese preso á Montalvo. al Capitán Lancheros 
y á otros. Ursúa fundó á Pamplona y a Tudela, esta última en 
tierra de los muzos. 

Armendáriz debia oir y decidir todas las apelaciones, depo- 
ner y enviar presos á España á los Gobernadores culpaoos, 
impedir que se cobrase á los indios mayores tributos que los 
fijados por las ordenanzas, intervenir en el fomento de las 
X)arroquias y misiones y de la enseñanza de la doctrina cristiana, 
invigilar la conducta del clero secular y la del regular, y arre- 
glar las" diferencias sobre límites de gobernaciones. Armendáriz 
entró en Santafé el 17 de Enero de 1547, y consiguió que la 
Corte mandase fundar la Audiencia de esta ciudad, la que 
debia instalarse con seis Oidores y dos fiscales, pero que se 
instaló solo con dos Oidores el 7 de Abril de 1550. Armendáriz 
fundó á Villeta para servicio de la via de Honda é hizo muchas 
tropelías. 

La Corte nombró al licenciado Juan Montano para que resi- 
denciase á Armendáriz * y á los Oidores Galarza y Góngora, 
que habían sido los que habían instalado la Audiencia de San- 
tafé, y expidió leyes, de las cuales mencionamos las que siguen : 
la que mandaba que las Audiencias se impusiesen de los asun- 
tos de los indígenas, la que prohibía á los frailes conocer en 
apuntos matrimoniales, la que prohibía á los Corregidores nom- 
brar Tenientes á sus deudos y á los indios, la que prohibía á los 
factores, á los oficíales reales y á sus dependientes ser licíta- 
dores en las almonedas, lá que mandaba pagar sus salarios á 
los indios jornaleros, la que mandaba que los Visitadores cum- 
pliesen su encargo personalmente y no por medio de comisio- 
nados, la que mandaba construir en cada poblado un edificio 
para Cabildo y dos para hospitales, la que prohibía á la» 
Audiencias entrometerse en los negocios de los Cabildos, la que 
l)rohibia á los encomenderos ser Corregidores en los pueblos de 
sus encomiendas ; y en fin, la que creaba un fiscal defensor de 
los indios, relevaba á éstos de todo otro dercísho curial y i)ro- 
hítáa que en las ejecuciones se les pudiese privar de sus armas. 



* Montano persiguió tanto á Armendáriz y lo redujo á tal pobreza, que 
Jlegó el caso de que un alguacil le quitase la capa para pagarse de su» 
honorarios 



— 37 — 

aperos y caballerías. Esta excepción comprendía á todos los 
vecinos de cualquier lugar. 

Montano llegó á Santafé en Junio de 1553, y empezó sus 
funciones suspendiendo sin fórmula alguna á los Oidores y 
haciendo construir dos grandes cadenas de hierro, á las que se 
les dio el nombre de cadenas de Montano. Como nadie acusaba 
á los Oidores, el nuevo Visitador hizo aprehender á varios 
vecinos y hasta hizo ejecutar á algunos. A un conquistador 
que declinó de jurisdicción lo hizo azotar públicamente. Que- 
8ada — que habia regresado yá de España con el título de 
Mariscal y una pensión de dos mil ducados — improbó estos 
procedimientos y se hizo cargo de defender á los acusados. 
Montano hacía tocar generala á deshoras de la noche por solo 
alarmar á las gentes, y hacia levas continuamente con el pre- 
texto de que se quería desconocer su autoridad. El Oidor 
JBriceno, que debía haber sido su compañero en el gobierno de 
la colonia, de carácter apocado, dejó al Visitador tiranizar á 
su gusto. Por este tiempo llegó á Santafé (1554) fray Juan de 
los Barrios, nombrado Arzobispo, con todo el personal de un 
cabildo eclesiástico. Montano repartió los emx)leos públicos 
entre las personas de su familia, depredó á los indios, privó de 
6US rentas al Arzobispo y á los canónigos, multó y mandó 
presos á España á los Oidores, é hizo dar muerte á Pedro 
Salcedo porque no se prestó á sus inicuas sugestiones. Tam- 
bién hizo dar muerte al Capitán Crúzate, dio la encomienda 
<le éste á uno de sus pajes y desterró al Mariscal Qiiesada de 
Santafé. Tantas violencias dieron por resultado que Montano 
fuese depuesto violentamente de su cargo, sujetado con una de. 
las cadenas que habia hecho fabricar y remitido á España, en 
donde, juzgado por el Consejo de Indias, fué sentenciado á 
muerte y ejecutado en la cárcel de corte de Valladolid. En 
tiempo de Montano tuvo lugar el alzamiento del sevillano 
Alvaro de Hoyon. 

Durante esos sucesos, la Corte habia nombrado Gobernador 
del Kuevo Eeino al licenciado Briviesca, quien se excusó. Para 
reemplazarlo fué nombrado Arbizo, que habia sido Oidor de la 
Audiencia de ííavarra. Arbizo pereció en un naufragio cuando 
venia á servir su empleo. 

LA PRESIDENCIA. 

( De 1564 á 1740). 

Erigido en Presidencia el Nuevo Eeino de Granada, * y 
creada así nuestra nación, que hasta entonces habia hecho parte 
del Perú, fué nombrado Presidente de ella don Andrés Díaz Ve- 

* Gronzalo Jiménez de Quesada áió el nombre de Nuevo Reino de Granada 
á loa países descubiertos por él, en recuerdo de Granada de España, su patria. 



~ 38 — 

neto de Leiva, quien tomó posesión del mando en 1564, con facul- 
tades tan amplias como las que tenian los vireyes de Limai, 
Leiva obligó á los indios á que viviesen en poblaciones fijas* 
estableció para ellos escuelas de idioma castellano, les uombrtV 
defensores y prohibió que se les emplease como acémilas^ 
mandó construir cuatrocientas cárceles y cuatrocientas iglesias^ 
fomentó el trabajo de las minas de plata de Santa Aua y el de 
las minas de esmeraldas de Muzo, puso la primera piedra de 
los cimientos de la catedral de Bogotá (12 de Marzo de 1572)^ 
erigió los estudios de gramática, artes y teología, protegió la» 
misiones, regularizó la hacienda, hizo transitable la vía de 
Santafé á Honda, estableció champanes en el rio Magdalena, 
fundó á Ocafia y á Leiva en 1572, á Toro en 1573 y otros lugares, 
y mantuvo á raya á los conquistadores. En su tiem])0 hizo explo- 
sión la Sierra Nevada de Santamarta (1565) y la viruela diezmó 
la provincia de Tunja. 

Leiva gobernó hasta fines de 1574 y fué reemplazado por 
Jedeon de Hinojosa, quien renunció y fué sustituido con el 
Oidor Briceño. Briceuo murió en Diciembre de 1575 y el go- 
bierno vino á las manos de los Oidores Francisco de Anuncibay 
y Andrés Cortés de Meza. En tiempo de Venero de Leiva, 
Quesada organizó una expedición de trescientos españoles, 
dos mil indios y mil doscientos caballos (en la cual gastó de sn 
peculio doscientos cincuenta mil ducados ) y partió en busca 
del Dorado, Tres años duró el Mariscal en esta loca idea, y 
cuando regresó á Santafé sólo traia veinte y cuatro hombre» 
y treinta y dos caballos. 

Meza y Anuncibay, jóvenes de ardientes pasiones, come- 
tieron muchos abusos, los que pagó el primero de ellos con la 
vida, pues fué ajusticiado en la plaza mayor de Santafé. 

Por un asunto de amor, Anuncibay hizo construir el came- 
llón y las alcantarillas que hay del puente de Aranda al cerrit» 
del Santuario, espacio intransitable entonces en invierno á 
causa de las inundaciones. En Agosto de 1578 entró en Santafá 
don Lope Diez Aux de Armendáriz, y el 16 do Febrero del año 
siguiente murió de lepra, casi á los ochenta años de edad y en 
la última pobreza, en Mariquita, el Mariscal Quesada. Al año 
y medio del gobierno de Armendáriz llegó á Santafé el Visi- 
tador Juan Bautista Monzón, Oidor de la Audiencia de Lim£k 
quien suspendió y puso preso á aquél. Armendáriz falleció 
de pesar en la cárcel. La Audiencia de Santafé suspendió á 
Monzón y lo puso preso. En 1582 el Visitador Juan Prieto úb 
Orellana mandó dar libertad á Monzón y poner presos y remi- 
tir á España á los Oidores. El rey improbó estos procedi- 
mientos y mandó que remitiesen á Orellana preso á Españai. 
Allí murió éste en la cárcel. 

En 1585, por causa de vacante, gobernó el país don Fran^ 
dsco Guillen Chaparra, Oidor decano. Fueron fundadas en su 
tiempo las ciudades de La Palma, la de Medina y la de Sai^ 



— 39 — 

Martin ; el Arzobispo Zapata erigió el colegio seminario de 
San Luis, llamado después Seminario Menor, para que se ense- 
ñasen en él latin, música, artes j teología. En aquella época 
volvió á aparecer la viruela y se rebelaron los indios pijaos. 

En 1590 tomó posesión de la Presidencia don Antonio Gon- 
zález, quien establexíió la alcabala, ' á pesar del disgusto que 
ésta causó entre los colonos y de la protesta de muchos Cabil- 
dos, * También puso eu vigencia (1597) las nuevas ordenanzas 
eai favor de los indígenas, redactadas por el Oidor Miguel Iba- 
rra. González prohibió la circulación de la moneda sin acuñar, 
llamada tejuehs^ suprimió las fundiciones en las cajas reales y 
puso en venta las tierras, con lo que dio origen á los títulos de 
propiedad raiz en Colombia. González fundó la villa de Honda 
para que sirviese de puerto al comercio del interior, y miuque 
fué rasidenciado como sus antecesores, volvió rico á España, 
en donde fué honrado con el empleo de fiscal del Consejo de 
Indias. El 23 de Julio de 1597 llegaron á Santafé los restos 
mortales de Quesada y fueron depositados, con la solemnidad 
debida, en la iglesia catedral. 

En Agosto de 1597 don Francisco Sande entró á ejercer la 
Presidencia, que liabia estado desempeñando en interinidad 
el Oidor Sambrano. Andrés Saliema fué nombrado para resi- 
denciar á Sande. En esta época vino á Santafé el Arzobispo 
Bartolomé Lobo Guerrero, quien fundó el colegio de San Bar- 
tolomé. 

En 1605 desempeñaba la Presidencia don Juan de Borja, 
quien fomentó las fundaciones piadosas, erigió colegios para 
los hijos y descendientes de los caciques y patrocinó el estable- 
cimiento del tribunal de la Inquisición. ** Borja sostuvo guerra 
por muchos años con los pijaos, á quienes venció. Las cabezas 
de algunos de los jefes de estos valientes indios fueron expues- 
tas en la capital enjaulas de hierro. Borja fundó ív Coyaima y 
á ]^atagaima, é hizo que don Diego Ospina trasladase la ciudad 
de Neiva al sitio que hoy ocupa. Borja hizo escribir una gra- 
mática y un diccionario del idioma chibcha, y murió el 12 de 
Febrero de 1628 después de haber gobernado la colonia veinte 
y dos años. En ese tiempo, Gaspar ííüñez fundó, gastando 
en él cien mil i>esos de su peculio, el colegio de dominicanos de 
Santafé. 

• Se daba el nombre de alcabala á un tanto por ciento del precio de la 
oosa vendida que pagaba el vendedor al fisco. 

** El tribunal de la Inquisición que residia en Cartagena se componía 
de dos Inquisidores y de un fiscal. Su jurisdicción se extendia no solo á todo 
el Vireinato de Santafé sino á las Capitanías generales de Venezuela, de 
Caba y de Puertorico. Este tribunal tenia jueces delegados ó comisarios en 
todas las ciudades principales, y sus miembros gozaban de cuantiosas rentas, 
rentas que provenían de una canonjía suprimida en cada una de las sedes 
episcopales de los países que les estaban sujetos. La infamia era una sobrepena 
que se aplicaba siempre á los que procesaba este terrible tribunal, cuyas fa- 
¿oltades le permitían quemar vivas las personas y confiscarles sus bienes. 



— 40 — 

En Febrero de 1630 tomó posesión de la Presidencia do» 
Sancho Jirón, marqués de Sofraga, cuyo carácter susceptibl©^ 
y exigente lo indispuso con el Arzobispo Almanza, á quien 
desterró. Durante su gobierno no ocurrió otro hecho notable 
sino la iniciación de la construcción de las fortificaciones de la 
plaza de Cartagena, debida en parte á los constantes y terri- 
bles ataques de los piratas á nuestras ciudades del litoral 
atlántico. El licenciado don Bemardino del Prado fué nonbrado 
Visitador en 1638 y suspendió al marqués, lo remitió preso á 
España y lo multó en ochenta mil pesos. En esta época (1633) 
fué fundado el hospital de San Juan de Dios de Santafé en la 
casa del Arzobispo Barrios, donada por éste, y empezaron á 
adquirir fama las minas de Antioquia. 

Don Martin de Saavedra y Guzman, que reemplazó á So- 
fraga, fomentó las instituciones piadosas, entre ellas la del 
amparo de expósitos. En su tiempo ocurrieron las célebres dis- 
putas entre dominicanos y jesuítas, sobre privilegios universi- 
tarios, que arregló Saavedra opinando en favor de ambos esta- 
blecimientos, y fué fundado el monasterio de Santa Inés. 
Sucedióle don Juan Fernández de Córdova y Coalla, quien 
fundó á Cravo en Casanare, fomentó la ciudad de Honda, 
apaciguó los indios de Pamplona, fundó á San Faustino de los 
Ríos ó hizo trasladar á Jirón al lugar que hoy ocupa. En 1646 
se presentó en Santafé el primer caso de elefantiasis, y en 1653 
fundó el colegio de Nuestra Señora del Eosario, con sus propias 
rentas, el Arzobispo fray Cristóbal de Torres. El Cabildo de 
Santafé ofreció al rey un fuerte donativo si no aceptaba la 
renuncia de la Presidencia que hizo Córdova. 

En 1654 entró á gobernar la colonia don Dionisio Pérez 
Manrique, marqués de Santiago. El Visitador Jnan Cornejo 
suspendió á este Presidente en Junio de 1659. En 1660 Pérez 
Manrique se apoderó de los papeles del Visitador, los depositó 
en una arca triclave y continuó ejerciendo sus funciones. La 
Corte improbó este procedimiento y mandó que lo remitiesen 
preso á España, lo que no tuvo lugar, y el marqués se quedó 
en Nueva Granada con los honores de Presidente y gomando 
dé una pensión vitalicia. 

En Febrero de 1Q62 entró á gobernar don Diego Egües y 
Beaumont, quien protegió las misiones, hizo construir los puen- 
tes de San Francisco y de San Agustín en la ciudad de Santafé 
y el llamado " Puente Grande^' sobre el Funza, reglamentó el 
ramo de abastos, é hizo construir un local para el expendio de 
carnes bajo la inspección de la policía. Esgües murió en Santafé 
en Diciembre de 1664. 

En 1666 entró á gobernar don Diego del Corro y Carrasciil. 
Inquisidor de Cartagena. Su período fué de un año y no d^o 
ningún recuerdo. Sucedióle en 1667 don Diego de Villalba.y 
Toledo, General de artillería y gentil hombre de cámara de don 
Juan de Austria, quien gobernó cuatro años oscuramente y fué 



— 41 — 

residenciado por el Obispo de Popayan, don Melchor Liñan j 
Cisnéros. En 1671 se encargó éste del Gobierno, en el cual duró 
hasta 1674 y no hizo otra cosa que apaciguar á los indios ya- 
veguíes, que se habian alzado. Por este tiempo aparecieron en 
nuestras costas los célebres bucanaros, y se hizo conocer don 
Ltjcas Fernández de Piedrahita, natural de Santafé, Obispo de 
Santamarta y de Panamá, y ** autor de la más culta y elegante 
de nuestras historias nacionales.'' Liñan fué promovido al arzo- 
bispado de Charcas y la Audiencia gobernó durante la vacante. 

En 1679 se encargó del Gobierno don Francisco del Casti- 
llo y Concha, hombre íntegTo y apegado á los fueros reales. 
Concha alivió la suerte de los indios tasando el tributo de las 
encomiendas. Juzgó al Gobernador de Popayan y lo depuso, y 
sostuvo á la Audiencia de Panamá en sus procedimientos con- 
tra el Gobernador de aquella ciudad, que era el Conde del 
Palmar. Sostuvo ademas los fueros de la autoridad civil contra 
las pretensiones del Arzobispo de Santafé, á quien desterró y 
cuyas temporalidades mandó ocupar. Concha pasó sobre este 
asunto un informe á la Corte y en él escribió este concepto : 
" En la Nueva Granada hay mucha iglesia y poco rey,^^ La 
Corte aprobó la conducta del Presidente. 

En 1686 tomó posesión del mando don Gil de Cabrera y 
Davales, quien gobernó desde ese año hasta 1703, y no hizo 
nada. En la vacante que se siguió y que duró hasta 1708 go- 
bernó la Audiencia, y luego tomó posesión del mando don 
Diego Córdova Lasso de la Vega, quien no hizo nada notable. 
Huyendo de una revolución que temia en Santafé, se trasladó 
Lasso de la Vega á Cartagena. Durante su ausencia gobernó 
el Arzobispo don fray Francisco Coció y Otero. 

Don Francisco Menéses de Saravia y Bravo fué nombrado 
Presidente en 1713. Era de genio díscolo, y habiendo entrado 
en lucha con los Oidores, éstos le pusieron preso y lo remitie- 
ron á España en 1715. Desde este año hasta el de 1718 gober- 
nó interinamente el país, por orden del rey, el Arzobispo don 
fray Francisco Eincon, quien informó á la Corte contra la Au- 
diencia de Panamá, centro de disturbios, é hizo decretar su 
clausura. 

Por este tiempo resolvió la Corte erigir en Vireinato la 
Presidencia del ITuevo Eeino y comisionó para ello á don An- 
tonio de la Pedroza, quien en 1718 comunicó las órdenes del 
caso. En 27 de Noviembre de 1719 inauguró el Vireinato el Te- 
niente general don Jorge Villalonga, conde de la Cueva. Este 
nuevo magistrado informó al rey en contra de la creación del 
Vireinato y se volvió á la Corte en 1724. El 17 de Mayo de este 
año fué vuelta á establecer la Presidencia y se encargó de ella 
el Mariscal de campo don Antonio Manso, quien la desempeñó 
desde 1725 hasta 1731. Sucedióle don Eafael Eslaba, quien 
gobernó desde 1736 hasta Abril de 1737. Los hermanos don 
Antonio y don Francisco González Manrique gobernaron suce- 



— 42 — 

eivamente desde 1738 hasta 1740. En esta época, los jesuítas 
introdujeron la imprenta en Santafé, pero solo imprimieron 
novenas y sermones. 

LOS VIREYES. 

(De 1740 ¿ 1810). 

Yuelto á establecer el Vireinato, tomó posesión de él don 
Sebastian Eslaba en Abril de 1740. * Durante el gobierno de éste 
tuvo lugar la expedición francesa, de los académicos Bouguer y 
La Condamine, encargados de medir un arco del meridiano 
terrestre, y la de los marinos españoles Jorge Juan y Antonio 
Ulloa. En 1749, después de haber defendido la jdaza de Car- 
tagena de la escuadra que mandaba el Almirante Vernon, se 
separó del mando Eslaba y lo reemplazó don Alfonso Pizarro, 
quien contribuyó eficazmente á la formación de un colegio en 
Panamá, á la supresión de la Audiencia de esa ciudad, fuente 
de eternas disputas é inquietudes, y á la regularizacion del mo- 
nopolio de los aguardientes, para lo cual habia venido de comi- 
sionado regio don José Antonio de Plaza. Pizarro renunció en 
1753 y lo sucedió don José Solis Folch de Cardona, joven, hijo 
de los duques de Montellano, quien hizo abrir un camino desde 
Santafé hasta San Martin, é hizo componer el del Opon al rio 
Magdalena. Solis contrató la reducción de algunas tribus, 
nombró una comisión para que recogiese los primeros datos 
estadísticos del vireinato, se ocupó de arreglar los límites de la 
colonia con las posesiones portuguesas del Brasil, construyó 
los acueductos de la capital y el puente de Boza, y sostuvo con 
energía los fueros de la autoridad civil. El 24 de Febrero de 
1761, Solis profesó de fraile en el convento de San Francisco 

* El Presidente de Quito y la Audiencia de esta ciudad, el Gobernador y 
la Audiencia de Panamá, el Gobernador de Popayan, la Audiencia y el Pre- 
sidente de Santafé, eran poderes qae se disputaban la primacía. Agregúese 
á esto lo excéntrico de Lima, capital de vireinato general, y lo muy distante 
que quedaba esa de algunas otras de las ciudades del territorio, y se conven- 
dráien lo urgente que era la creación del vireinato granadino. Los Visitado- 
res y los Jueces de residencia, en lugar de ser un elemento de orden, no eran 
á las veces sino causa de mayores trastornos y de mayor confusión. Por lo 
común, su tiranía era más insufrible que la que venian á castigar. 

El primer país de América erigido en Vireinato fué Méjico (1535), el 
segundo el Perú (1542), el tercero Nueva Granada (1719 y 1740) y el cuarto 
Buenosaires (1768). La primera Presidencia fué la de Quito (1563) y la se- 
gunda la de Nueva Granada (1564). La primera Capitanía general creada 
fué la de Santodomingo, de la cual dependían los gobernadores de Cuba, de 
Puertorico y las posesiones de la Florida y de Luisiana ; la segunda fué la de 
Venezuela (1731) y la tercera la de Chile, la cual fué erigida á mediados del 
siglo próximo pasado. Antes de eso, Chile dependía del Vireinato del Perú. 

Quito, antes de ser erigido en Presidencia, dependía del Perú; luego paaó 
á depender del Vireinato de Nueva Granada. 

Del Vireinato del Pera dependieron al principio todas las posesiones espa- 
ñolas de la América del Sur. 



— 43 — 

de Santafé, después de haber regalado treinta mil pesos al 
hospital y dado el resto desús bienes á los pobres. 

En aquel mismo año se encargó del gobierno don Pedro 
Messia de la Cerda, y en su tiempo no ocurrió otro hecho nota- 
ble sino la expulsión de los jesuitas.* La renta de tabacos, que 
yá producía cien mil pesos, fué regularizada por él y lo mismo 
el ramo de correos. La Corte desechó la indicación que Messia le 
hizo para establecer en la colonia algunos puertos francos. Don 
Manuel Guirior, que entró á gobernar en 1773, propuso medi- 
das para contener las muchas demasías del clero, para 
codificar la legislación, para reorganizar la hacienda y para 
fomentar las misiones; y como hubiese liberalizado los estudioSi, 
la Corte improbó su conducta. ♦* Informó ademas á ésta sobre 
la necesidad de poner en circulación los bienes de manos 
muertas adscritos á las fundaciones piadosas, trabajó con buen 
éxito en la colonización do la Goajira y del Darien, ayudó 
mucho al comisionado regio, don Juan A. Eacínes, en el plan- 
teamiento del monopolio del tabaco, estableció una biblioteca 
pública, instó porque se diese libre la navegación del Atrato 
y fomentó cuanto pudo las emx)resa« materiales. En 1775 Gui- 
rior fué promovido al Vireinato del Perú^ 

El Teniente general don Manuel Antonio Flórez entró á 
gobernar la colonia en 1775. Flórez se ocupó de la apertura 
y composición de algunos caminos y de mejorar la agricultura, 
para lo cual emprendió via.ie desde Cartagena hasta Santafé 
por la via del Opon y de Vélez, que era la que servia entonces 
para llevar harinas del interior del país á la Costa. También 
fomentó las milicias, mejoró la real hacienda, poniendo en 
administraicion las rfentas, que estaban en arrendamiento; forti- 
ficó la ciudad de Cartagena é hizo explorar la costa de Mos- 

• «Uno de los acontecimientos que causó más sensación en el Nuevo Beino 
de Granada y en el resto de las colonias españolas (Julio 30 de 1767) fué la 
expulsión de los jesuitas. Esta orden poderosa de regulares tenia un grande 
influjo sobre los granadinos, adquirido con sus servicios eclesiásticos 4 los 
pueblos, que los veneraban, con sus riquezas y con la educación de la juven- 
tud, que estaba á su cargo. Fueron expelidos de todos sus colegios en una 
misma noche y dirigidos hacia Cartagena á fin de embarcarlos para Europa, 
El rey ocupó sus cuantiosas temporalidades, y sintióse por algún tiempo su 
falta para la educación ; pero bien pronto los reemplazaron maestros que no 
pretendian hacer monjes de todos los jóvenes; los pueblos salieron también 
de la dependencia monástica "en que yacian, y multitud de propiedades, que 
se vendieron, de las que les correspondían dejaron de pertenecer á manos 
muertas. Esto mejoró la agricultura." — Eestrepo. Historia de la revolución 
de la República de Colombia, 

** Guirior comisionó á don Francisco Moreno y Escandon, fiscal de Ja 
Audiencia de Santafé, para que redactase un plan de estudios adecuado á las 
necesidades de la época y del país, y Escandon desempeñó el encargo con 
lucimiento. La Corte improbó esta medida y mandó que se volviese al anti« 
guo régimen ; pero como se pasó algún tiempo antes «le recibir la improba- 
ción, el nuevo plan hizo algunos bienes en todos los colegios, pues cuando 
Alé suspendido, yá sus semillas habían germinado y propagádose cuanto era 
posible. Escandon no era español sino natural de Mariquita. 



— u — 

quitos. * Flórez hizo que la metrópoli segregase las provincias 
de Guayana, de Cumaná y de Maracaibo y las islas de Trinidad 
y Margarita del vireinató de Nueva Granada, y las agregase á la 
Capitanía general de Venezuela, á la cual pertenecían yá en el 
ramo de hacienda, por no ser posible gobernar esta vasta exten- 
sión de territorio desde Santafé. Esta medida, que quitó á 
Nueva Granada el lago y puerto de Maracaibo, tan necesarios 
para sus provincias setentrionales, fué promulgada en cédula 
real de 8 de Setiembre de 1 777, expedida en San Ildefonso. 

El comercio del Vireinató estaba reducido entonces al poco 
que se hacia cada año con los galeones y escuadra que 
venían de España á Portobelo y á Cartagena. Los reglamentos 
de Carlos III quitaron en parte los obstáculos que entrababan 
las importaciones y exportaciones, aunque estaban muy lejos 
de merecer el nombre de reglamentos de comer cío libre como se 
les llamó. Su influjo fué ademas tardío porque los ingleses 
declararon la guerra á España, lo . que entorpeció el progreso 
de la colonia no obstante la actividad y. buenos deseos de 
Flórez, y porque sirvieron de pretexto para imponer á los colo- 
nos nuevas contribuciones. 

En tiempo del gobierno de Flórez vino al Vireinató el Visi- 
tador don Juan Francisco Gutiérrez de Piñéres, con misión 
fiscal, lo que disgustó á los pueblos y dio origen á la célebre 
alzada de los Comuneros, que empezó el 16 de Marzo de 1781 
en algunos pueblos del Estado de Santander y fué secundada 
por los corregimientos de Tunja, Pamplona y Casanare, y en la 
cual el gobierno español faltó á su palabra, asesinando jurídi- 
camente á algunos colombianos, confiscándoles sus bienes, arra- 
sándoles sus casas y condenando á infamia eterna á sus descen- 
dientes. ** 

* Una colonia de escoceses se estableció á mano armada en 1699 en el 
territorio, de Mosquitos, y el asunto se hizo de Estado. La Francia apoy<5 á la 
España y la Inglaterra se vio obligada á desconocer y ái desamparar la colonia. 

** Lo estipulado con los Comuneros fué lo siguiente : expulsión del Vi- 
sitador Piñéres y abolición de su empleo; extinción perpetua del derecho 
de Barlovento ; supresión de los estancos .dé tabaco y de naipes; fijación de 
dos reales como precio de cada pliego de papel sellado : abolición de la alca- 
bala de los efectos de consumo doméstico y pago solo de un dos por ciento 
por los otros artículos; abolición de guías y de torna- guías, rebaja de 
medias anatas, de derechos curiales, de tributos de indios, de' limosna de la 
bula de Cruzada y del precio de la sal ; abolición de los derechos de peaje, de 
camellón y de pontazgo ; extinción de la capitación que con el nombre de 
donativo exigía la Corte, que era de dos pesos por cabeza; retiro de la real 
orden que obligaba á redimir los censos en las cajas reales ; supresión de los 
Jueces de residencia; prohibición á los curas de exigir á los indios la 
celebración y costo de fiestas religiosas ; provisión de los empleos en los hijos 
del país y exclusión, en esto, de los españoles; confirmación de los nombra- 
mientos de Capitanes generales hechos por el pueblo ; y permiso á éstos para 
instruir la milicia popular; completa amnistía por todos los sucesos pasados, 
y jura sobre los Evangelios del cumplimiento de los tratados. 

El Virey Flórez improbó estas capitulaciones fundado en que ellas hablan 
sido hechas por la fuerza, y mandó á Santafé una columna de 500 hombres 
de las tropas del rey. 



— 45 — 

En 1782 se encargó del Vireinato don Juan de Torrezal Díaz 
Pimienta, Gobernador de Cartagena, quien murió cuatro días 
después de su llegada á la capital. Abierto el pliego de futura 
del mando apareció que el nombrado para sustituirle era el 
Arzobispo don Antonio Caballero y Góngora. Como era natu- 
ral, el Arzobispo-Virey comenzó su gobierno dando la prefe- 
rencia á los negocios eclesiásticos } sin embargo, protegió la 
instrucción pública y el progreso ae la expedición botánica, al 
frente de la cual se encontraba don José Celestino Mutis, sabio 
y modesto sacerdote, y la formación de la Comisión de minera- 
logistas. Todos los esñierzos que hizo Góngora en la coloniza- 
ción del Darien fueron perdidos, pero no sucedió así con los 
que hizo por la libre navegación del Atrato. * 

El 8 de Enero de 1789, por renuncia de Góngora, se encargó 
del mando el jefe de escuadra» don Francisco GiJ y Lémos, 
quien entregó el puesto el 31 de Julio del mismo año al Maris- 
cal de campo don José Ezpeleta, por haber sido él promovido 
al vireinato del Perú. Lémos rebajó algunos sueldos, suspendió 
el pago de algunas gratificaciones y licenció algunas tropas. 
También cerró las fábricas de rapé y de pólvora, suspendió 
las remesas de quinas y creó las juntas de la real hacienda, 
encargadas de decidir los puntos dudosos de ella. 

Ezpeleta, hombre de gobierno, avezado yá en la goberna- 
ción de la isla de Cuba, hizo florecer las misiones, que en su 
tiempo llegaron á contar hasta veinte mil indios reducidos j 
fomentó el hospicio de Bogotá, lo organizó y desenredó sus 
rentas; hizo enlosar las principales calles de la capital, abrió 
el paseo llamado A,lameda y creó un cueri)o de policía urbana ; 
fundó la oficina de anotación y registro de hipotecas; auxilió 
á don Tomas Ramírez en la construcción del único teatro que 
tiene Bogotá, ijidió á Europa médicos para el servicio del hos- 
pital é instó para que se fundaran cátedras de medicina; esta- 
bleció escuelas parroquiales en la capital con las rentas que, 
de las suyas, les había señalado íi éstas el Arzobispo Martínez 
Compañón; fomentó el colegio de niñas de la Enseñanza; hizo 
que el ingeniero Esquiaqui construyese el puente del Gomun^ 
llamado así porque fué costeado con $ 100,000 de las rentas del 
Cabildo de Santafé. A fuerza de economías y de orden, amor- 
tizó la. deuda pública, que era de $ 2.140,000, y aumentó las 
rentas en $ 358,000 ; mantuvo un ejército de 7,500 hombres y 
terminó la costosa obra de la bahía de Boca-Grande, la mura- 
lla norte de Cartagena y los baluartes. Ezpeleta trajo entre las 
personas de su comitiva al habanero don Manuel del Socorro 
Kodríguez, quien fundó '* El Periódico de Santafé de Bogotá," 

* El Virey Gr<5ngora hizo erigir el obispado de Valencia, al que se le dio 
por límite el Táchira, rio que después fué aceptado como línea divisoria de 
las repúblicas de Nueva Granada y de Venezuela. También trabajó Góngora 
porque ^e estableciesen misiones en los Andaquíes, con el objeto de invigilar 
los límiteá del Vireinato con las colonias portuguesas. 



— 46 — 

que fué el primero no oñcial que se publicó en la colonia. Era 
semanal y duró cinco años. ♦ En tiempo de Ezpeleta publicó 
Kariño los Derechos del hombre^ primer albor de la revolución 
del 20 de Julio de 1810. 

El 2 de Enero de 1797, después de ocho años, terminó el 
período de este célebre Virey, quien regresó á España, doilde 
fué muy bien acogido por la Corte^ ascendido á Capitán gene- 
ral y nombrado Virey de ííavarra con el título de conde de 
Ezpeleta de Yeire. 

Sucedió en el mando á Ezpeleta don Pedro Mendinueta y 
Muzquiz, Teniente general, quien dedicó su atención al arreglo 
de los asuntos eclesiásticos relacionados con el x)oder civil y (% 
la colonización por medio de misiones. En su tiempo se cons- 
truyó el acueducto que conduce las aguas del rio del Arzobispo 
á la plazuela de San Victorino, con fondos que dio el doctor 
Manuel Andrade ; se estableció una cátedra de medicina en el 
colegio del Rosario, se empezó la construcción del Observa- 
torio astronómico de Bogotá, y se continuaron las obras defen- 
sivas de Cartagena y de Santamarta. Mendinueta sostuvo un 
pié de fuerza de 3,600 hombres, y recibió debidamente al barón 
de Humboldl, quien llegó á Cartagena en 1801. El período de 
este Virey terminó el 17 de Diciembre de 1803, y retirado á 
España con la estimación de los granadinos, fué llamado á 
presidir el Consejo Supremo de Guerra como Capitán general y 
decano de los ejércitos del rey. 

En tiempo de Mendinueta se levantó el primer censo de la 
población del vireinato, que dio dos millones de habitantes. 

En 1802 se importó por Cartagena un millón de i)esos 
en mercancías y se exportaron tres millones y medio de pesos, 
dos de propiedad de particulares y el resto remesa que 
hacia el Gobierno á las arcas de España. La exportación de 
frutos del país alcanzó en aquel año á $ 635,000. 

Don Antonio Amar y Borbon, Teniente general, cerró la 
lista de los Vireyes españoles de Kueva Granada. Fué éste un 
hombre débil y de cortos alcances, y por lo mismo inferior á 
las difíciles circunstancias en que se vio colocado con motivo 
de los sucesos políticos de la metrópoli y de la revolución de 
1810, en parte consecuencia directa de aquellos sucesos. El 
estado intelectual de la colonia granadina en el comienzo del 
siglo presente, puede estimarse por lo que dicen las líneas que 
siguen : '^ Cálelas ** reconocía el curso, caudal y nivel de ocho 
rios importantes del Sur y levantaba la carta del rio Magdalena 
desde su origen hasta su confluencia con el rio Bogotá ; explo- 
raba las montañas de Guanácas, de Mora, del Huila, de Barra- 

• La "Gaceta de Santafé " fué empezada á publicar en 1789. El impreso 
más antiguo que se conoce es uno de 1740, hecho por los jesuitas. 

»* Caldas, nacido en Popayan, se habia formado por sí mismo, habia hecho 
algunos viajes científicos en el interior del país é inventado el modo de 
medir las alturas por medio del agua hirviendo. 



— 4:7 — 

gan y de Quindío, buscando una depresión de la cordillera para 
trazar el camino que debia comunicar el interior del reino con 
el Sur, la que fijó entre el 1^ y el 8^ de latitud ; y examinaba 
el rio Cauca desde su nacimiento hasta Cali. Eestrepo, á su 
vez, continuaba este examen desde las angosturas de Cara- 
manta hasta la confluencia del Cauca con el Magdalena, y 
publicaba su luminoso ensayo geográfico de la provincia de 
Antioquia. Lozano escribía su célebre Memoria zoológica, una 
liiemoria médica de los contravenenos y la excelente obra titu- 
lada '^ Fauna cundinamarquesa, ó tratado del reiíío animal en 
la Nueva Granada." Frutos Gutiérrez publicaba sus opiniones 
católicas con referencia á la elección de Obispos en el Vireinato, 
Joaquín Camacho revelaba las riquezas y situación de la pro- 
vincia de Pamplona. José María Salazar describia el país de 
Santafé de Bogotá. Crisanto Yalenzuela producía varias 
memorias científicas. Zea, director del jardín botánico de Ma- 
drid, comunicaba á sus compatriotas el movimiento de las 
ciencias en Europa. Matiz descubría en Mariquita las propie- 
dades del gtiaeo, y en la misma ciudad Mutis, rodeado de su» 
discípulos, oyendo los entusiastas elogios que en Europa hacían 
de él, hacía de la ciudad de Quesada una corte científica. Ma- 
drid, Salazar y García Tejada hacían oír sus liras. Jorge 
Lozano y Luis Azola daban á luz " El Correo Curioso.'' El 
bibliotecario don Manuel del Socorro Eodríguez publicaba 
"El Eedactor Americano.'' Caldas y Lozano escribían el 
inmortal '* Semanario de la Kueva Granada." La expedición 
de la vacuna, que cantó Quintana, zarpaba de Cádiz y llegaba 
á Cartagena trayendo la salud en el precioso fliíido. A la som- 
bra del desarrollo científico, los hombres de la época nutrían 
ideas liberales y se comunicaban sus pensamientos. Nariño^ 
retirado en su quinta de Fiicha, enriquecía la Sabana con el 
pasto llamado carretón^ con el procedimiento para minorar los 
trigos y con otros secretos agrícolas." Solo el vireyAmar y la 
masa general del pueblo vegetaban en la indolencia. 

En 1806 llegó á Venezuela la expedición libertadora de 
Miranda. 

Después de la batalla de Bailen, la Junta de Sevilla envió 
de comisionado á Kueva Granada á don José Sanllorente, para 
que informase al Virey de aquel triunfo, de la huida de José 
Eonaparte, de la alianza de España é Inglaterra, y para que 
pidiese dinero a la colonia para sostener la guerra contra Na- 
poleón. Sanllorente llegó á Santafé el 4 de Setiembre de 1808, 
y el 5 del mismo mes Amar hizo una junta de personas nota- 
bles, á la que fueron invitados algunos colombianos. La junta 
acordó lo siguiente, aunque nó con el voto de éstos : 1? recono- 
cer la Junta de Sevilla como Eegente de la monarquía españo- 
la ; 2? entregar á Sanllorente lo que hubiera en las cajas de la 
real hacienda y lo que se recogiese de siiscríciones voluntarias ; 
y 3? reconocer y jurar al príncipe de Asturias como único njo- 
Darca legítimo de España y de América. 



— 48 — 

El 11 del mismo mes fué reconocido solemnemente el rey 
Femando YII. Sanllorente salió pocos dias después para la 
Península llevando medio millón de pesos en metálico; fué 
despachado un agente á Popayan y á Quito con la misma co- 
misión que aquél habia traído á Santafé, y fueron removidos 
los pocos colombianos que había empleados y reemplazados 
con españoles adictos á Amar. 

Al saber éste la revolución patriota acaecida en Quito el 10 
de Agosto de 1800, hizo otra junta de notables (4 de Setiembre), 
én Ja que tuvieron parte los proceres José Gregorio Gutiérrez. 
Camilo Torres, José María Castillo, Fnitos Gutiérrez y José 
Acevedo. El O de Setiembre se reunió el Cabildo de Santafé y 
acordó presentar al Consejo de Eegencia de España el famoso 
manifiesto de Camilo Torres, sobre la causa americana. Amar 
hizo enjuiciar á los individuos que en la junta del 4 de Setiem- 
bre habían opinado por la creación de una jauta como la esta- 
blecida en Quito, y provocó delaciones políticas garantizando el 
secreto á los delatores. Hizo más : aumentó arbitrariamente el 
Cabildo de Santafé con seis Eegidores de su entera confianza. 
Entretanto el rey José habia vuelto á entrar en Madrid, y la 
Junta de Sevilla, reducida á una peligrosa extremidad, había 
declarado en 22 de Enero de 1800 : " que los dominios españo- 
les en las Indias no eran colonias ó factorías sino partes inte- 
grantes de la monarquía española ; ^ y que, por lo tanto, debian 
ser representados en su Gobierno " i)or medio de sus dii)utados." 
Tocóle á Nueva Granada un representante, el cual debia llevar 
instrucciones de todos los Cabildos del Vireinato. También hizo 
el Consejo de regencia las confesiones que siguen, que más que 
un tributo á la razón y á la justicia fueron una concesión á las 
circunstancias, como lo probaron los tiempos : " Desde este mo- 
mento, españoles-americanos, os veis elevados á la dignidad 
de hombres libres. Ko sois los mismos que antes, encorvados 
bajo un yugo tanto más duro cuanto más distantes estabais del 
centro del poder: os miraban con indiferencia, vejados por la 
codicia y destruidos por la ignorancia. Tened presente que al 
pronunciar ó al escribir el nombre del que ha de venir á repre- 
sentaros en el Congreso nacional, vuestros destinos yá no de- 
penden ni de los Imnistros, ni de los Yireyes, ni de los Gober- 
nadores : están en vuestras manos.^' A pesar de esto, al tiempo 
mismo que se le daban á España treinta y seis diputados, solo 
se le daban nueve á América, que tenia catorce millones de 
habitantes. 

LA rNDEPENDENCIA. 

(De 1810 á 1819). 

Los Oidores de Santafé trataron de deponer á Aínar, á qtden 
acusaban de débil, y éste cometió algunos abusos é ingratitu- 
des para probar que no lo era. El 22 de Mayo de 1810 Cartagena 



J 



-^ Í9 — 

•erigid VLhSb Junta Suprema, y el 14 de Junio rednío á tñision al 
'Gobernador Montes y lo remitió á la Habana. Hubo pronun- 
táamientos en Gasanare, Pamplona y el Socorro, y el 20 de Julio 
'el pueblo de Santafé, congregado en la plaza mayor, pidió á 
gritos la reunión de un Cabildo abierto^ el cual se instaló á las 
seis de la tarde y duró reunido hasta las tres de la mañana del 
dia siguiente. En la sesión de aquella célebre noche ftié esta- 
blecida una Junta Suprema^ compuesta de hombres notables, 
que declaró la independencia del país. La Junta de Santafé 
•expulsó al Yirey y á los Oidotes, y distribuyó sus 37 Vocales 
^n seis secciones, así : de negocios diplomáticos interiores y 
exteriores, de negocios eclesiásticos, de gracia, justicia y go- 
bierno, de guetra, de hacienda y de policía ; y el 29 de Julio 
pasó una nota circular á las provincias para que enviaran sus 
•íliputados para formar un Gobierno provisional. Cada una de 
las 22 provincias que componían entonces la nación debía 
mandar un diputado^ * 

Las pretensiones de algunas localidades y la ninguna prác- 
tica que se tenia entonces en el ejercicio del gobierno propio, 
mantuvieron por algún tiempo turbados los ánimos de los pa- 
triotas y desorganizado el Gobierno ; pero al fin se reunió en 
Santafé (22 de Diciembre) el primer Congreso de las Provincias 
Unidas con los diputados de ésta y los de las provincias de 
Mariquita, Keiva, Socorro, Pamplona y Nóvita. En 1811 San- 
tafé aceptó la form^ federal y se erigió en Estado soberano, 
•compuesto de los pueblos adyacentes, con el título de Bepú- 
blica de Cundinamarca, Su Constitución fué promulgada el 4 
de Abril de aquel año, y aunque reconocía á Femando VII, 
^ra pai^a el caso que viniese á reinar en Santafé. 

Don Jorge Lozano Vargas fué elegido primer Presidente 
de Cundinamarca y don José María Domínguez primer Vice- 
presidente. Lozano, tachado de débil, dejó el puesto por renun- 
cia y fué nombrado en su lugar don Antonio Nariuo, quien 
prestó importantes servicios al país, ya como político, ya como 
militar. 

En 1812 fué nombrado Presidente don Camilo Torres, y 
empezaron las hostilidades entre el Congreso y el Jefe de Cun- 
dinamarca, con perjuicio y deshonra de la causa común. ♦* En 

* El CJongreso de las Provincias Unidas de llueva Grmnada al tiempo de 
instalarse se compon ia de once diputados, que representaban respectiva- 
mente las provincias de Antioquia, de Casanare, de Cartagena, de Cundina- 
marca, de Pamplona, de Popayan y de Tunja. Cada provincia tenia derecho 
de enviar al Congreso dos diputados, pero las del Socorro, de Keiva y del Choc<5 
no habían hefcho aún sus elecciones. 

*» «En el año de 1812 se dieron Constituciones republicanas la mayor 
))arte de las provincias de Nueva Granada. A principios de ese año reforma 
la suya Cundinamarca, que era un tanto mon&rquica, y adoptd la forma rv- 
pablicana rigurosa. Tunja, Socorro, Pamplona y Cartagena proclamaron los 
mismos principios bajo la forma de un gobierno federativo; pero la falta de 
luííes, de población y de recursos hacia de algunas provincias otros tantos 



_ 50 r-r 

Mayo de 1813 salió de la villa de San Cristóbal la jm^entuá 
granadina que componia la expedición libertadora de Vene- 
zuela. El Congreso de Tunja, que.habia presentido el genio de 
Bolívar, le habia dado por compañeros á Girardot^ á D'Eluyar^ 
á Ricaurte, á Yélez, á Ortega y cien héroes más. La guerra 
contra los españoles ardia yá por todas partes : en la Costa, en 
Antioquia y en el Cauca. El Congreso se avino con Nariño y 
éste marchó al Sur, pero no antes de que el Colegio revisor de 
Cundinamarca declarase (16 de Julio de 1813) la independencia 
absoluta de la República y el desconocimiento de Fernanda 
YII. Durante la ausencia de Nariño quedó encargado del mando 
don Manuel Bernardo Alvarez. 

Nariño batió á los españoles en Palacé y en Calivío y forzá 
el paso formidable del rio Juanambú ; pero sus triunfos se des- 
hicieron como el humo mediante una traición ó un momento do 
pánico que tuvo lugar en los ejidos de Pasto. Por este tiempo 
falleció en Antioquia el célebre Dictador Corral, quien asocia- 
do al doctor Félix Restrepo dio el primer golpe á la esclavitud, 
y fué fundado en Popayan el periódico " La Aurora " y en An- 
tioquia '^ La Gaceta municipal de Medellin." El Congreso de la 
República envió al doctor José María del Real para que defen- 
diese los derechos de los nuevos Estados Americanos en el 
Congreso de Chatilloii, y encargó el Gobierno el 23 de Setiem- 
bre de 1814 á tres individuos, quienes debian desempeñarlo 
por turno. Fueron éstos : Manuel Rodríguez Toríces, Goberna- 
dor de Cartagena, Custodio García Rovira, Gobernador del 
Socorro, y José Manuel Restrepo, Secretario del Gobernador 
de Antioquia. Estando ausentes todos los nombrados, los reem- 
I)lazaron interinamente don José María del Castillo, Joaquín 
Camacho y José Fernández Madrid. Empezr-ron éstos á ejer- 
cer sus funciones el 5 de Octubre de 1814 y fueron obedecidos 
l>or el ejército y por los Gobiernos de las provincias. El 10 de 
Diciembre atacó Bolívar, al frente de las fuerzas del Congreso, 
á Santafé, defendido por patriotas y hermanos que no hablan 
querido aceptar la forma federal. Triste escena, más de una vez 
repetida durante las contiendas civiles que tanto perjudicaron 
la causa de nuestra independencia en aquellos aciagos dias I 

En 1815 ejercieron el Gobierno Custodio García Rovira, 
Toríces y José Miguel Pey, y el Congreso de Tunja se trasladó 
á Santafé, en donde continuó sus sesiones el 23 de aquel mismo 
año. Persuadido yá de los inconvenientes que tenia un Poder 
Ejecutivo plural en todo tiempo y más en aquel, en que la 
lucha con los españoles se encarnizaba en todas partes, el Con- 

miembros muertos para la Union. Las rentas de las del Chocó, de Neiva y 
de Casanare apenas bastaban para los sueldos de sus empleados. Con gran 
diñcultad se encontraban individuos que desempeñasen los empleos públicos»^ 
y para los reemplazos periódicos habia que ocurrir á los mismos individuos, 
ó que poner la cosa pública en manos de campesinos, de mercaderes y da^ 
mineros." — Bkstrkpo. 



-51- 

\greso eligió Dictador por seis meses, con el título de Presidente 
de las Provincias Unidas, á Camilo Torres, y le dio un Consejo 
de Estado. ¡ Medida tardía,- porque la llepíiblica estaba en esos 
momentos espirante y desacreditada por sus rencillas y por 
sus guerras, y porque el feroz Morillo, con el falso nombre 
de Pacificador^ Labia desembarcado en nuestros puertos del 
Atlántico al frente de diez rail soldados ! 

En 1816 se encargó de la Presidencia don José Fernández 
Madrid (14 de Marzo) y lo hizo manifestando que no respondía 
de lo que pudiera suceder. Madrid hizo lo que pudo, que fué 
bien poco, como sucede siempre en momentos de insubordina- 
ción y desaliento. Ademas, los patriotas estaban cercados 
por siete, ejércitos españoles. Una junta reunida en Popayan 
declaró que el Preí^idente Madrid habia cesado en sus funcio- 
nes por haber renunciado y haberse retirado á Cali. 

En 181C la misma junta nombró Presidente-dictador al 
General Custodio García Eovira, y Vicepresidente á Liborio 
Mejía, quienes fueron los últimos magistrados de la República 
en aquella éi)oca. Solo habían quedado á los fundadores de la 
patria tres columnas de ejército en Casanare, y eso mal aveni- 
das entre sí. El 16 de Julio hizo Yaldés una junta de jefes con 
el objeto de nombrar á uno para que mandara sólo y pusiera 
término á la anarquía. La junta nombró magistrado civil al 
doctor Fernando Serrano y jefe militar al Coronel Francisco 
de P. Santander. De ese resto precioso salió luego la libertad 
de toda la América del Sur. 

" JVIorillo llegó á Santamarta y allí organizó su futura cam- 
paña de destrucción,'' dice un escritor colombiano. "En Carta- 
gena se presentó el 18 de Agosto de 1815 con el Capitán gene- 
ral Montalvo, dos Inquisidores y diez mil soldados. En la 
ciudad había; tres mil seiscientos de éstos. ISTada hay igual al 
patriotismo de los cartageneros sino el horror del sitio que se 
eiguió. El célebre García Toledo quemó sus haciendas para que 
no sirviesen a los enemigos de su patria. Los moradores de la 
ciudad regalaron cuanto poseían para que se diesen raciones 
á las tropas : las mujeres ofrendaron sus joyas y las comunida- 
des religiosas la plata de las iglesias. Todos los campos de 
Cartagena quedaron desiertos, fueron quemados y sus habitan- 
tes entraron en la ciudad. Morillo colocó sus buques en derre 
dor de la península y sus soldados en derredor de la ciudad, la 
ijue cerró sus puertas y cargó sus sesenta cañones. Duró aquel 
sitio portentoso — en que cada pormenor fué un combate — 
hasta el 5 de Diciembre, dia en que los sitiados determinaron 
evacuar la plaza y buscar su salvación en las lanchas, mientras 
que las mujeres, los ancianos y los niños (que eran las familia» 
de los que se alejaban) iban á buscarla en los bosques. Murie- 
ron en el sitioj en los combates, en los hospitales y en el mar 
la mayor parte de los x^atriotas, fuera de los que murieron de 
íiambre y de peste, número que no, se pudo calcular. Los ali- 



— 52 — 

meatos se habían agotado completamente en los dos primeros 
meses del sitio y hubo que vivir dos meses más comiendo rato- 
nes, cueros, cartucheras, estiércol de palomo j otras cosas por 
el estilo. El mismo din en que evacuaron la plaza los sitiados 
llegaron de los Estados Unidos del ííorte dos bergantines con 
los víveres que habían sido pedidos á allí al empezar el sitio. 
Engañados estos buques porque la bandera tricolor flotaba aún 
en las almenas, cayeron en poder de los enemigos* Al ver los 
bergantines, los patriotas que huían en las lanchas quisieron 
volver á la ciudad y continuar resistiendo, pero un traidor les 
cerró las puertas. Morillo entró en la abandonada Cartagena el 
6 de Diciembre y en ella tomó un parque capaz de haber servi- 
do para exterminar dos eiércitos de expedicionarios, echó un 
donativo de $ 100,í)00 y fusiló á su gusto. * Los emigrados en 
número de cnatro mil fueron destruidos por los naufragio», los 
corsarios, el hambre y las enfermedades ; algunos cayeron en 
l^oder de los españoles. Solo alcanzaron á salvarse cuatrocien- 
tas personas, entre las cuales estaban tres jóvenes desconoci- 
dos : Lino de Pombo, quien llegó á ser un sabio matemático y 
un hombre de Estado } Francisco de P. Vélez, después Generajl 
y uno de los héroes de la Casa-fuerte, compañero de liicaurte 
y de Girardot ; y Antonio José de Sucre, el vencedor en Aya- 
cucho." 

Antes de salir de Cartagena Morillo distribuyó sus jefes y 
su ejército así : al Coronel Latorre lo mandó á unirse con Cal- 
zada en el Norte ; á Bayer lo mandó á conquistar el Chocó ; á 
Warleta lo mandó á Antioquia j á Montalvo lo dejó en Carta- 
gena con más de 2,600 hombres, y él marchó hacia el interior 
con el resto de sus tropas. 

En la noche del 26 de Mayo de 1816 entró don Pablo Mori- 
llo en Santafé, y desde ese momento estableció el terror en todo 
el país con las medidas que pasamos á enumerar : 1" para juz- 
gar á los patriotas, estableció un Consto jpermanente de gíierra^ 
que sentenciaba sumariamente y sin otro recurso que el de un 
defensor español; 2° llenó de presos políticos las dos cárceles de 
la ciudad, el colegio del Rosario y el edificio de la Tercera ; 3* 
creó un tribunal militar llamado Consejo de purificación, para 
juzgar á los reos que no merecían pena capital, pero que debían 
ser destinados á servir de soldados rasos 6 dar fuertes canti- 
des ; 4^ estableció la Junta de secuestros^ que embargólos bienes 
de todos los patriotas que estaban presos ó ausentes j 5* ordenó 

* Morillo fusild en Cartagena á los señores Manuel Castillo, Mannel An* 
gniano, Martin Amador, PantaJeon G. Ribon, Antonio José Ayos, José Mar- 
tin García Toledo, Miguel Granados, José María Portocarrero y á Santia- 
go Stuard. También fusiló en Ocaña á Miguel Carabaño, y habiendo muerto 
Femando Carabnño antes de llegar á Mompos, hizo que fusilaran su cadá- 
ver ! Calzada hizo fusilaren Jirón al señor Pedro Arévalo y en Leiva al doc- 
tor Joaquín Omaña. 

El año de 1813 fusiló don Toribio Montes al doctor Joaquín Caycedo, 
á Alejandro Macuiay y á dieziseís individuos más. 



— 5S — 

la inmediata apertura de trece caminos en ásperas y enfermizas 
montañas, y envió á ellos, como trabajadores, una multitud (le 
colombianos, quienes debian vivir á su costa; 0*^ mandó reclntar 
á todos los jóvenes capaces de llevar armas ; 7* desterró á las 
señoras de Santafé á diferentes i)aeblos y las puso bajo la vigi- 
lancia de los Alcaldes, como herejes y jjersonm de malas cos- 
tumbres ; y 8* organizó un i>residio en la capital, al que destinó 
á todos los que no fueron fusilados ni destinados al ejército. 
El 8 de Junio continuó los fusilamientos empezando por el 
Coronel Antonio Yillavicencio. Estos fusilamientos acabaron 
con todos los hombres grandes que tenia la Eepública, tales 
como Camilo Torres, Joaquin Camacbo, Francisco José de 
Caldas, José Gregorio Grutiérrez, Crisanto Yalenzuela, Mi- 
guel Pombo, Jorge Lozano, Francisco Antonio Ulloa, Manuel 
Toríces, José María Dávila, José María Cabal, Antonio Bara- 
ya, Custodio García llovira, Liborio Mejía, el Conde de Casa- 
Valencia, &c. Así trató el Pacificador á los que el Consejo de 
Regencia había declarado hermanos de los españoles y hom- 
bres libres de América ! * 

A su vez, los Gobernadores de las provincias fusilaban, 
azotaban, robaban y oprobiaban á los patriotas. Seis meses 
duró este régimen de sangre y de brutalidad, hasta que llegó 
una orden real revocando los poderes extraordinarios de Mori- 
llo y mandando que los reos fuesen juzgados por sus jueces 
naturales y con arreglo á las leyes del Vireinato. ¡ Piedad des- 
mentida luego con hechos igualmente crueles á los anteriores ! 

Morillo salió de Santaté jíara Yenezuela por la vía del 
ííorte el 6 de Diciembre, y don Francisco Montalvo quedó go- 
bernando en Santamarta como Virey y Capitán general de 
]ííueva Granada ; sin embargo, el verdadero Jefe del interior 
del país en e^a época fué el Brigadier don Juan Sámano, quien 
quedó de Gobernador militar de Santafé al frente de tres mil 
hombres. Montalvo mandó suspender la apertura de los cami- 
nos, verdaderos i)re8Ídios, en donde morían los patriotas por 
centenares, y dispuso que la Real Audiencia se trasladara á 
Cartagena. También expidió un indulto general, pero Sámano 
lo resistió apoyado en la autoridad de Morillo, y siguió aprisio- 
nando y fusilando á los colombianos. Cuéntase entre sus vícti- 
mas á la heroína Policarpa Salabarrieta. ** 

* El Pacificador fusil <5 129 patriotas, • todos por la espalda como á trai- 
dores, y les confiscó sus bienes. 

** « En los dos años y ocho meses que Sámano estuvo encargado del 
mando hizo fusilar en Bogotá á treinta y un patriotas. Esto es nada en com- 
paración de las muertes que ordenaron los Gobernadores de las provincias, 
especialmente los Comandantes que entraban con fuerza armada en los llanos 
de Gasanare. El Sárjente Mayor don Juan Tolrá se vanagloriaba de haber 
liecho matar él s<51o á ciento veinticinco americanos de los pueblos de Pore, 
T^ara, Morcóte, Paya, Marroquin y Labranzagrande. También pasaron 
por las armas á muchos patriotas los españoles Guas, Ban*ada, Figueros^ y 
Xiúcas González."— Bestsepo. 



— 54 — 

El 9 de Marzo de 1818 tomó Sámano posesión del gobíemir 
del Vireinato en reemplazo de Montalvo, y siguió esparciendo 
el terror por todas partes, aconsejado por don Carlos Tolrá, así 
como Morillo lo habia sido por el feroz Enrile. * Entretanto Bo- 
lívar habia fundado "El Correo del Orinoco" (periódico que puso 
al cuidado de Zea, que acababa de regresar á su patria después 
de 24 años de ansencia y después de haber figurado en España 
como sabio y como político), enviado agentes á las naciones 
extranjeras y convocado para Angostura (1.» de Octubre de 
1818) el primer Congreso de la nación. A mediados de 1819 el 
ejército libertador que venia de los Llanos tramontó la Cordille- 
ra Oriental de los Andes, sin vestidos, sin víveres y desafiando 
el frió intenso de los páramos, y llegó á las risueñas campiña» 
de Tundama, en donde venció al General español Barreiro en 
repetidos y brillantes encuentros. Al saber Sámano el desastro 
de Boyacá (7 de Agosto) se puso en fuga por la via de Honda^ 
y Calzada se retiró hacia el Sur con solo mil hombres. 

COLOMBIA. 
(De 1819 á 1832). 

Bolívar entró en Santafé á las cinco de la tarde del 10 do 
Agosto, y un mes después estaba yá libre todo el Vireinato. 
El 4 de Setiembre se encargó el General Santander del mando 
de llueva Granada, con el título de Vicepresidente. Bolívar, 
jefe de la Eepública, dio á cada una de las provincias nn Gober- 
nador militar y otro civil, conservó el gobierno municipal y el 
sistema colonial de rentas, y proveyó todos los empleos en per- 
sonas i>atriotas. Un Tribunal de Apelaciones y una Corte 
Suprema, con residencia en Santafé, debian ejercer el poder 
juíücial en segunda y en tercera instancia. En primera, co- 
nocían los Alcaldes ordinarios. Bolívar volvió luego á Angos- 
tura y trabajó con el Congreso para que Venezuela y Nueva 
Granada formasen una sola nación. La ley de la materia fué 

• Para que se conozca á fondo el modo cdmo los españoles hacían la 
guerra, copiamos un artículo de las instrucciones que el Coronel Tolrá did al 
Teniente Coronel don Simón Sicilia al dejarle el mando que él tenia r 
« Art. l.« No habiendo yá quedado bandidos reunidos en este país, resta solo 
averiguar los parajes en donde se han ocultado, diligencia que practicará 
usted fusilando á cuantos aprehenda. Igualmente fusilará usted á los Alcal* 
des que hayan colectado gente psiva los bandidos, haciendo lo mismo con lot 
demás vecinos que hubiesen contribuido á estos auxilios ó á otros con el 
mismo objeto. — Tibirita, Noviembre 26 de 1817." En los archivos del Vi- 
reinato existe una nota ñrmada por Barreiro aprobando la conducta del 
Sarjento Mayor Juan Figueroa, quien habia ido hasta el rio Upía destru- 
yendo los trapiches, los cañaverales y demás sementeras y aprisionando 
Jas personas sin' distinción de edad ni de sexos. Esta nota es de 30 de No- 
viembre de 1818, época en la cual la guerra estaba bastante calmada «bl ^ 
centro de Colombia. 



— 55 — 

'Sancionada el 27 de Diciembre de 1819, y segnn lo anunció Zea 
la República de Colombia quedó constituida. 

Bolívar fué elegido primer Presidente de Colombia y Zea 
primer Vicepresideute. El General Santander fué elegido Vice- 
presidente de Nueva Granada y Eoscio lo fué de Venezuela. 
Bogotá fué designada para servir de capital de Colombia, * 
y se dio á todo el territorio del Vireinato granadino el nombre 
de Üundinamarca. Fueron ilesignados las armas y el pabellón 
de la República ; se aceptaron como una sola todas las deudas 
causadas por la guerra, y se convocó un Congreso, que debia 
reunirse en Cuenta en 1821. Este Congreso fué instalado por 
Nariño como Vicepresidente de Colombia el 6 de Mayo. El 
12 de Julio siguiente fué promulgada la ley fundamental de la 
República de Colombia, que era poco má^ ó menos la misma 
de Angostura ; el 19 se declararon libres los partos de laa 
esclavas, por moción del doctor Félix Restrepo, y el 30 de 
Agosto fué firmada la primera Constitución. También expidió 
el Congreso de Cúcuta una ley de estudios y otra sobre amparo 
á los indios, mejoró la hacienda y garantizó la libertad de 
imprenta. Bolívar organizó el Gobierno, nombró Secretarios de 
Estado y envió Ministros Plenipotenciarios á Méjico, al Perú, á 
Chile y á Buenos Aires, con el objeto de ajustar tratados de 
comercio con esos países y de celebrar con ellos una alianza 
general, ofensiva y defensiva. 

El 19 dé Abril de 1823 se reunió el Congreso y á él le presen- 
taron los Secretarios de Estado las primeras Memorias sobre el 
servicio público de la época republicana. El Congreso permitió 
al Libertador que marchara al Perú á continuar la guerra 
contra los españoles, concedió privilegios para la navegación 
de los ríos Magdalena y Orinoco y para la pesca de jjerlas ; 
creó un museo y una escuela de matemáticas y de minas, y 
aprobó los tratados con Chile y el Peni. Por aquel tiempo la 
Inglaterra declaró que protegeria la independencia de las 
repúblicas suramericanas, y el 8 de Marzo de 1824 «e presen- 
taron en Bogotá sus primeros Ministros. El 5 de Agosto ganó 
el Libertador la batalla de Junin y «I 9 de Diciembre Sucre la 
de Ayacucho. Con estos triunfos y la toma de Puerto Cabello 
por Páez quedó terminada la guerra de la independencia 
americana. 

En 1825 fué adoptada como texto para enseñar legislación 
en los colegios públicos la obra de Jeremías Bentham sobre 
esa ciencia. El censo de población hecho en aquella época dio 
1.223,598 habitantes. El 23 de Enero de 1826 se rindió el puerto 
del Callao, Los colombianos hablan cumplido pues la promesa 
hecha por su Jefe, "de llevar la bandera de la libertad desde 

» La ley fandamental de Colombia (17 de Diciembre de 1819) mandó 
que la capital de la Ilepública no se llamase Santafé de Bogotá sino simple- 
■aente Bogetá. 



— m — 

las márgenes del Orinoco hasta las heladas cimas del Potosí.''' 
La Eepública de Bolivia había sido creada por ellos, y el 
Ecuador y el Perú les debían su libertad. 

En 1826 fueron elegidos otra vez Bolívar Presidente de la 
Eepública y Santander Vicepresidente. El 30 de Abril de 1826^ 
se pronunció el General Páez contra el Gobierno de Colombia á 
causa de una acusación del Congreso contra él, y el 22 se reunió 
en Panamá un congreso americano convocado por Bolívar, con 
los representantes de Colombia, de Centro- América, del Peni y 
de Méjico, y aprobó cuatro tratados* Por aquel tiempo ftié 
traído á Bogotá el célebre proyecto del Libertador sobre orga- 
nización política del país, llamado la Constititcian boliviana^ 
cuyas bases eran : un Presidente vitalicio y un Vicepresidente 
nombrado por aquél, con derecho de sucederle; un cuerpo legis- 
lativo anual, dividido en tres Cámaras: una de tribunos, otra 
de censores y otra de senadores. Cada una de estas Cámaras 
debía expedir leyes sobre determinadas materias. Aunque este 
X)lan de gobierno fué acompañado de una brillante exposición 
de motivos, obra del mismo Bolívar, sustentados en la historia 
de las naciones antiguas, los colombianos se dieron á descon- 
fiar del padre de la Patria, y más desde que algunos pueblos 
empezaron á hacer actas proclamándolo dictador. Venezuela 
alzó audazmente entonces la bandera de la íederacion. 

En Octubre promulgó el Poder Ejecutivo el plan de estudios. 
El 14 de Noviembre entró Bolívar en Bogotá después de 5 
años y 11 meses de ausencia. El 23 se declaró en ejercicio de sus 
facultades extraordinarias, y el 25 emprendió viaje para Vene- 
zuela. La amistad de Santander y Bolívar quedó rota, y Azuero, 
Soto y otros ciudadanos eminentes empezaron ácreer que no ha- 
bía mas medio de poner término á las dificultades de todo 
orden que cercaban á Colombia, sino su inmediata desmembra- 
ción. En este tiempo fué reconocida la República por la Sede 
romana, y fueron i)reconizados varios Obispos. El Congreso 
acordó la convocatoria de una Convención, la cual debía reu- 
nirse en Ocaña el 2 de Marzo de 1828. El 16 de Noviembre tuvo» 
lugar en Bogotá y comarcas vecinas un terremoto espantoso^ 
igual al de 1785, ocurrido en tiempo del Virey Góngora, quien 
cedió sus rentas de un año ($ 62,000) para socorrer á las víc- 
timas. 

La Convención de Ocana no pudo continuar sus sesiones 
porque se retiraron de ella 21 dixmtados. Al saberse esto en la 
capital, el Intendente de Cundinamarca convocó una junta de 
padres de familia, quienes firmaron una acta {13 de Junio) en 
la que se acordó desconocer la Convención de Ocaña, revocar 
las credenciales de los diputados de Bogotá á aquella Conven- 
ción y llamar á Bolívar é investirlo de facultades dictatoriales.. 
Bolívar acogió todo esto y entró en Bogotá, pero no hizo uso 
del poder absoluto hasta que llegó á sus manos una gran canti- 
dad de actas de los pueblos^ Una de sus primeras pvovidencia& 



J 



— 57 — 

fkié declarar que el Vicepresidente Santauder habia cesado en 
f 1 ejercicio de su empleo. 

El 25 de Setiembre de 1828 estalló una conspiración contra 
la vida del Libertador, que no tuvo buen éxito y que ftié casti- 
gada con patíbulos y con empréstitos. Un tribunal compuesto de 
(Hiatro jefes militares y de cuatro abogados mandó fusilar á 
cinco de los conspiradores el 30 de Setiembre ; el 2 de Octubre 
fueron fusilados otros dos y el 14 seis más, personas todas ellas 
distinguidas, salvo cuatro soldados. El Congreso condenó á 
muerte al General Santander, que ninguna parte liabia tenido 
en la conspiración, y á otros ciudadanos notables, ^evo Bolívar 
les conmutó la pena. 

Por aquel tiempo derrotó el General Sucre en Tarqui las 
fuerzas del Peni, que habia declarado la guerra á Colombia, y 
se dieron algunos pasos para dar á ésta un gobierno monárqui- 
co. El 20 de Enero de 1830 se reunió el Congreso constituyente, 
el cual mandó una comisión á Venezuela á fin de impedir la 
desmembración de Colombia. Esa comisión no tuvo buen éxito. 
El 30 de Abril Bolívar hizo presente al Congreso su determi- 
nación de abandonar el seno de la patria. El 3 de Mayo fué 
firmada la nueva Constitución. El Congreso expidió un decreto 
haciendo vitalicia la pensión del General Bolívar ($ 30,000 por 
año) ; varios vecinos del Ecuador lo llamaron ])ara qué pasase 
el resto de sus dias en aquel país, y Venezuela decreró su ostra- 
cismo perpetuo. El 8 de Mayo salió el Libertador de Bogotá y 
su vida páblica, herida en la raíz desde el 25 de Setiembre^ 
quedó terminada. 

En 1830 fué elegido Presidente de la Repilblica el doctor 
Joaquín Mosquera y Vicepresidente el General Domingo Cay- 
cedo, quien se encargó del mando mientras Mosquera venia á 
la capital. El General Juan José Flórez,' venezolano que figu- 
raba en el Ecuador, proclamó la separación de esta sección de 
Colombia, acrecida con la provincia de Pasto. * El Gobierno 
mandó ocupar militarmente la provincia amenazada, y envió en 
comisión cerca del General Flórez al Gran Mariscal de Ayacu- 
cho. El 4 de Junio, de paso para el Ecuador, Sucre fué asesi- 

» VeuezueJa se separd de hecho de la antigua Colombia en Noviembre 
de 1829 y el Ecuador en Mayo de 1830. La Nueva Granada, que hizo oficial- 
mente todo lo que pudo para impedir la desmembración de la gran Bepú- 
blica, después de veriñcada ésta ha seguido trabajando, también oficialmente, 
por su reintegración. En una ley de 19 de Mayo de 1856^ entre otras, se fija- 
ron bases para la reorganización de las tres Bepúblicas hermanas en una 
sola bajo la forma federal. Esta ley no ha tenido ningún resultado. La actual 
Constitución de Colombia dice (Art. 90) : "El Poder Ejecutivo iniciará ne- 
gociaciones con los Gobiernos de Venezuela y del Ecuador para la unión 
▼oluDtaria de las tres naciones de la antigua Colombia en una nacionalidad» 
bajo una forma republicana, democrática y federal, establecida llegado el 
caso por una Convención general constituyente." A pesar de esto, los incon-^ 
▼ementes que presenta la reintegración de Colombia son cada dia mayores^ 
j machos de ellos casi insuperables. 



— 58 — 

nado en la montaña de Berruecos. Don Joaquín Mosqaera sé 
posesionó del mando el 13 del mismo mes ; el 11 de Agosto se 
pronunció contra él el batallón " Callao/' y el 12 derrotó las 
fuerzas del Gobierno. El 27 perdió éste el combate del Santua- 
rio, y el 28 capituló con los sublevados. El partido vencedor — 
que era el llamado boliviano — hizo una junta el 2 de Setiem- 
bre en la capital y en ella acordó llamar al Libertador para 
que se hiciera cargo del Gobierno, y mientras venia éste reco- 
noció como jefe al General Rafael Urdaneta, venezolano. El 
4 de Setiembre el Presidente Mosquera y el Vicepresidente 
Caycedo declararon que habiau cesado en sus fimciones. 

Después que Urdaneta se encargó del mando, fué enviada una 
comisión á Cartagena en busca de Bolívar para que viniese á 
la capital á encargarse del Gobierno ; también se empezaron á 
levantar actas en los pueblos en el mismo sentido. Bolívar no 
quiso aceptar el mando y se retiró á la hacienda de San Pedro 
Alejandrino, cerca de Santamarta, en donde murió el 17 de 
Diciembre de 1830, á los cuarenta y siete años de edad. El 10 
de Febrero de 1831 derrotó el General Obando en Palmira las 
fuerzas de Urdaneta y el 14 de Abril el General Salvador Cór- 
dova las del General Casteli en Abejorral. Neiva se habia pro- 
nunciado desde el 17 de Marzo en favor del Gobierno legítimo. 
Toda la Costa estaba en armas en servicio de esa misma causa 
y en Cundinamarca mismo, asiento principal de los dictatoria- 
les, hubo pueblos que desconocieron el poder de Urdaneta. 
Algunos cuerpos de tropa se pasaron á las filas del Gobierno, 
y la situación llegó á ser tan apurada para el Dictador que éste 
envió una comisión de paz al jefe de las fuerzas del Sur. El 
Ministro de Relaciones Exteriores dirigió al Vicepresidente 
Caycedo una nota en que le reconocía su carácter oficial y le 
pedia una entrevista. Caycedo se habia declarado en ejercicio 
del Poder Ejecutivo en Purificación desde el 14 de Abril. La 
entrevista solicitada tuvo lugar en las Juntas de Apulo, y allí 
se ajustaron los tratados que llevan este nombre, el 28 de Abril 
de 1831. El 26 del mismo el General Moreno, que habia venido 
de Casanare al frente de mil hombres en contra de los dictato- 
riales, ganó la batalla de Cerinza. Así terminó el mando de 
Urdaneta. 

El Vicepresidente Caycedo entró en Bogotá el 2 de Mayo 
por la noche, y el 7 convocó una Convención nacional para el 
7 de Octubre siguiente, la que se instaló el 20. Esta aprobó el 
10 de Noviembre, con 31 votos contra 30, lo siguiente : " Las 
provincias del centro de Colombia forman un Estado con el 
nombre de Nueva Grarmclu, que será constituido y organizado 
por la i>re8ente Convención." Este Estado debía tener los mis- 
mos límites que habia tenido el Vireinato por el Oriente, por el 
Korte y por el Occidente ; por el Sur debia comprendei la pro- 
vincia de Pasto, que junto con la de Barbacoas y una porción de 
la de Buenaventura habían sido usurpadas por el Ecuador. El 



— 69^ — 

21 de Noviembre de 1831 se separó el General Oaycedo del 
mando, por renuncia, y lo reemplazó el General Obando, quien 
fué elegido Vicepresidente. El Congreso, que habia mandado 
que provisionalmente rigiese la Constitución de 1830, expidió 
el 29 de Febrero de 1832 la que debia regir el país definitiva- 
mente. 

NUEVA aBANADA. 
(De 1832 á 1857). 

En 1832 entró á gobernar la Eepública, yá constituida, el 
doctor José Ignacio de Márquez, con el cargo de Vicepresiden- 
te, mientras el pueblo hacía la elección de sus primeros magis- 
trados. El General Santander, que se hallaba entonces en 
Europa, habia sido nombrado Presidente interino. El 7 de Oc- 
tubre de 1832 se encargó del mando el General Santander^ 
quien fué elegido luego popularmente para servir el primer 
I)eríodo constitucional. Santander fué el fundador de la admi- 
nistración i)ública de Colombia. A él se debe la regularizacion 
de lá enseñanza primaria y la introducción en las escuelas del 
método de Lancáster, las cuales llegaron á tener entonces hasta 
veinte mil alumnos. A él, la creación de las tres Universidades : 
la del Centro, la del Cauca y la del Magdalena ; á él, la creación 
del colegio de La Merced de Bogotá, para niñas, y algunos de 
los de las provincias. A cargo de las Cámaras legislativas de 
éstas se puso la educación primaria, y fueron aplicados los 
bienes de los conventos menores para atender á la enseñanza. 

En a<]uella época el territorio de la Kepáblica estaba divi- 
dido en quince provincias, que eran las siguientes : Antioquia, 
Barbacoas, Bogotá, Cartagena, Cauca, Magdalena, Neiva, Pa- 
namá^ Pasto, Píímplona, Popayan, Socorro, Tunja, Yélez y 
Veraguas. Desde 1831 se habia ordenado que se estableciese 
eu cada una de estas provincias un periódico oficial. El 8 de 
Diciembre de 1832 se firmó un tratado con el Ecuador, y ésto 
evacuó el territorio que tenia usurpado. La Administración del 
Greneral Santander trabajó mucho en organizar y en moralizar 
las rentas públicas, que eran aún las mismas que habia esta> 
blecido el Gobierno esj)añol y que estaban entonces centraliza- 
das, lo mismo que los gastos. La renta de tabaco produjo en 
1832 $ 211,210, y todas las rentas juntas produjeron $ 2.327,310 
en aquel mismo año. 

El 23 de Diciembre de 1834 se firmó en Bogotá el arreglo 
de división de la deuda pública por los comisionados de las 
tres repúblicas que habían formado la Eepública de Colombia. 
El Congreso de Venezuela aprobó este arreglo en 1835 y los 
Congresos del Ecuador y Nueva Granada en 1837. En aquel 
tiempo — quizá porque durante el largo período de la guerra 
de independencia no habia habido otro régimen que el militar — 
se tenia el ejército permanente como el principal elemento do 



— co- 
la admimstraciou pública, y eso haoia que la República, á 
pesar de no tener sino millón y medio de habitantes, mantuviese 
un pié de paz de 21,000 hombres y una marina inútil y costosa. 
El General Santander redujo ese pié de fuerza á menos de la 
mitad, incluyendo en él las milicias organizadas. En 1836 fué 
levantado el censo de la población y resultaron 1.686.038 habi« 
tantes. El General Santander mantuvo el orden publico con 
medidas enérgicas é hizo fusilar á varios de los trastornadores 
de él. ♦ 

El doctor José I. de Márquez fué elegido Presidente de la 
Eepública i)ara el período que debia empezar en 1837, y en ese 
año entró á gobernarla no obstante que su elección habia sido 
tachada de inconstitucional. En 1837 ñié promulgado como ley 
del país el Código Penal, severa recopilación de procedimien- 
tos y de castigos, capaz de dar fisonomía á toda una época. En 
1839 se reunió en Bogotá la comisión encargada de liquidar la 
deuda de la antigua Colombia. La deuda exterior de esta vasta 
Eepública alcanzó, por capital é intereses, hasta 31 de Diciem- 
bre de 1829, á $ 63.065,450 ; y la interior, también por capital 
é intereses y hasta la misma fecha, á $ 14.557,268-68. Lo que 
hizo un total de $ 102.943,737-66. De esta enorme suma le tocó 
pagar á íí^ueva Granada 50 unidades ó sea la mitad, 28J uni- 
dades á Venezuela, y 21 J al Ecuador. Semejante arreglo no 
l^areció equitativo. 

EL Congreso habia expedido una ley suprimiendo los con- 
ventos menores y Pasto dio i3or esto el grito de insurrección. 
Con este motivo (junto con el de la nulidad de la elección del 
doctor Márquez, por cuanto al tiempo de tener lugar ésta esta- 
ba él ejerciendo la Yicepresidencia) la rebelión se extendió por 
todas las provincias con tal celeridad que Márquez tuvo que 
salir clandestinamente de la capital, pedir al Ecuador un auxi- 
lio de dos mil hombres, y declarar oficialmente (7 de Octubre 
de 1840) que carecía de los recursos necesarios para dominar- 
la. El General Pedro Alcántara Herran fué elegido Presidente 
en medio de la guerra civil y se encargó del mando en 1841. 
Esta siguió con mucho vigor : se peleaba en todas partes, y en 
todas partes se levantaban i)atíbulos. Al fin triunfó el Gobier- 
no por los muchos caudillos que tuvo la revolución y por la 
falta de acuerdo entre ellos. 

El Arzobispo Manuel J. Mosquera reconstituyó en esa 
época el colegio eclesiástico llamado Seminario Conciliar} y el 
Gobierno inició una exposición anual de productos de artes y 
de oficios, que se repitió dura;nte los años de 1841 á 1844. El 21 
de Noviembre de 1842 fueron entregadas solemnemente á una 



^ En 1819, estando encargado de la Tice presidencia, liizo fusilar tam- 
bién al General Barreiro, Jefe del ejército vencido en Boyacá, y á treinta y 
ocho españoles más. Por todas estas muertes fué acremente censurado y tuTo 
que explicar su conducta, h) que hizo con mucha elocuencia y lógica. 



— 61 — 

eomision del Gobierno de Venezuela las cenizas de Bolívar, 
El Congreso de 1843 reformó la Constitución en un sentido 
restrictivo, y mandó recopilar las leyes vigetites. El censo de 
población dio ese ano 1.931^684 babitantes. También fué obra 
de la Administración Herran el plan de estudios que rigió 
iiasta 1850, y la apertura del camino del Quindío. En 1844 vi- 
nieron al país los padres de la Compañía de Jesús, llamados 
por el Gobierno después de setenta y siete años de haber sido 
expulsados por Carlos III, para fundar casas de misiones. El 
primer asiento de esta Compañía en Kueva Granada había 
durado ciento scseata y un años. Al tiempo de su primera ex- 
pulsión los jesuítas eran dueños de ciento tres predios y regen- 
taban trece colegios. Como fueron expuls«idos el 30 de Julio 
(1767) y ese dia era el de la fiesta de su patrono, se encontraron 
adornando el altar de éste $ 80,000 en plata labrada. En la 
Administi ación que siguió a la del General Herran, que fué la 
primera del General Mos<]|uera, solo tres jesuitas entraron en el 
territorio de los Andaquíes. 

En 1845 entró á gobernar la Eepiibliea el General Mosque- 
ra, lo que iiizo con ánimo levantado y verdadero espíritu de 
progreso. Mosquera estableció la navegación ])or Vapor en el 
rio Magdalena é inició la construcción del ferrocarril interoceá- 
nico de Pananui ; centralizó las cuentas del Tesoro é introdujo 
en ellas el sistema llamado de ])arti(la doble, arregló el ramo 
de con eos y popularizó el sistema decimal francés de monedas, 
pesas y medidas. Kcdujo mucho el pió de fuerza, dio al ejército 
la misma organización que éste tiene en Euro])a, creó un cole- 
gio militar para la pojiularizacion del estudio de las matemáti- 
cas y de la ingeniería, y suprimió la marina de guerra. Empezó 
la construcción del CaY)itolio de Bogotá, introdujo la enseñanza 
de muchas materias útiles, estimuló la imprenta y la litografía, 
liizo arrasar el malísimo palacio de los Vireyes y colocar 
la estatua del General Bolívar en la i)laza mayor de Bogotá, 
estatua que habia regalado el ciudadano José I. París al Con- 
greso de la República. El Congreso de 1841 habia expedido una 
ley llamada de medidas ¿le sefjiiridad^ que contenia las siguien- 
tes disposiciones : I*? Que eí Poder Ejecutivo ])odia solicitar y 
admitir troi)as de naciones amigas en calidad de auxiliares, en 
caso de una conmoción interior. — 2* Que los Gobernadores de 
las provincias i>odian separar del terruorio de su mando ó 
arrestar á los individuos de quienes temiesen que tramasen 
contra el orden piiblico. — 3° Que los individuos que hubieran 
salido voluntariamente del territorio de la República por causa 
<le política, no pudiesen volver á él sin licencia del Congreso, 
salvo que se sometiesen a ser juzgados como cómplices de rebe- 
lión, de conformidad con el Código Penal. — 4* Que los funcio- 
narios públicos que no usasen, en su caso, de las facultades de. 
que se les investía serian depuestos de sus empleos, declarados 
inhábiles para obtener otros de confianza y condenados á pagar 



^ — 62 — 

al fisco $ 500. — 5" Que los Gobernadores en las capitales de 
provincia, los Jefes políticos en las cabeceras de cantón, los 
Alcaldes en loa distritos parroquiales y la autoridad judicial 
que conociese de la causa de los reos procesados por delitos 
contra el orden público, y que no mantuviesen á éstos, cada 
uno en su caso, con las correspondientes seguridades, incurri- 
rían en la multa de $ 20 hasta $ 200. En caso de fuga del 
reo la multa era de $ 500 y se perdia el empleo. No hay para 
qué decir que esa ley fué aplicada por los vencedores á los 
vencidos con todo el rigor de sus palabras. Ya al concluir su 
período, el General Mosquera abrió por medio de un decreto 
generoso las puertas de la Patria á un gran número de colom- 
bianos, entre ellos al General José María Obando, quien fué 
elegido Presidente de la Kepública cuatro anos después. Tam- 
bién trabajó mucho el General Mosquera por establecer la tole- 
rancia oficial de cultos. 

El 7 de Marzo de 1849, no habiendo favorecido á niuguno 
de los candidatos la elección popular, fué elegido por el Con- 
greso Presidente de Nueva Granada el General José Hilario 
López, procer de la independencia y uno de los restauradores 
del Gobierno legítimo en 1830. Esta elección fué muy reñida y 
aun se la tachó de violenta, porque los dos partidos políticos 
que Ajenian generándose desde 1810 habían llegado entonces á 
su plenitud respectiva, y aunque ambos aceptaban la indepen- 
dencia y la república como base del gobierno nacional, dife- 
rian mucho en el modo de entender y de practicar la libertad. 
Los llamados liberales querían que los derechos del hombre, 
enumerados y reconocidos sin limitación alguna, fueran la base 
de las leyes ; querian la forma federal como la más adecuada 
á la grande extensión de nuestro territorio y al libre ejercicio 
del gobierno propio 5 y querian en fin el sufragio directo como 
único medio racional de establecer la democracia pura. No 
tenemos para qué decir que cada uno de estos tres grandes 
principios entraña una multitud de cuestiones de política, de 
filosofía, de administración y de hacienda de la mayor trascen- 
dencia, las cuales repugnan al espíritu del partido contrario, 
llamado conservador. 

La Administración del General López inició la reforma de la 
Constitución centralista de 1843, con el objeto de establecer el 
reconocimiento legal de las garantías individuales, de rebajar 
un tanto el poder omnímodo de los Presidentes y de ensanchar y 
fortificar el poder de las secciones territoriales ; abolió la pena 
de muerte por delitos políticos ; ratificó la abolición del estanco 
del tabaco y suprimió los derechos que se cobraban por la 
siembra y exportación de esta planta ; suprimió las aduanas 
del istmo de Panamá, y cedió á las provincias las rentas de 
aguardientes, de quintos de oro, de hipotecas y de registros, 
de peajes y otras, con el objeto de que éstas pudiesen atender 
directa y libremente á sus gastos de administración, de justi- 



j 



— 63 — 

cia, de culto, de empleados jiiimicipales, de caminos, &c.f ♦ 
mandó levantar la carta eorográfica de la Eepublica y escribir 
la geografía de la misma; destinó 14| de la renta de aduanas 
al pago de los dividendos atrasados de la deuda exterior 5 con- 
trató definitivamente la construcción del ferrocarril interoceá- 
nico ; rebajó muy considerablemente la contribución de papel 
sellado ; abolió las cuarentenas ; declaró libre la exportación 
del oro ; expulsó á los padres de la Compapía de Jesús; mandó 
cesar la intervención del Gobierno en el cobro de las primicias 
y de los derechos de estola ; dio completa libertad á los escla- 
vos ; declaró absolutamente libre el uso de la imprenta ; esta- 
bleció el juicio por jurados en asuntos criminales; rebajó un 
20 por 100 á la tarifa de aduanas; autorizó la redención de 
censos en el Tesoro ; estableció oficinas de comercio en Bogotá, 
en Medellin, en Cali y en Jirón para verificar el reconoci- 
miento y aforo de las mercancías extranjeras ; fijó en cincuenta 
centavos el precio de la arroba de sal ; contrató la coaistruccion 
de la carretera de Occidente en la Sabana de Bogotá ; permitió 
que los buques extranjeros hiciesen el comercio de cabotaje ; 
abolió el fuero eclesiástico y el asilo de las iglesias ; suprimió 
el diezmo ; dio renta fija al clero, y á los Cabildos les dio facul- 
tad para nombrar los curas parroquiales ; gestionó el cobro de 
lo que el Perú debia á Colombia ; concedió la libre navegación 
de los rios de la Eepublica á los buques mercantes de vapor, y 
expulsó del país al Arzobispo de Santafé y á los Obispos de 
Cartagena y de Pamplona x>orque resistieron el cumplimiento 
de las leyes que se rozaban con los negocios eclesiásticos; Este 
choque entre el poder civil y el poder clerical, frecuente en 
todos los países del globo, ha sido llamado en Colombia por el 
espíritu de partido cuestión religiosa^ no obstante que ninguno 
de los inintos sobre que versaba entonces la disputa ni sobre 
los que ha versado después tenia ni ha tenido nada que ver 
con el dogma.** Ademas, no era en los países que acababan do 

* Como esta cesión implicaba la facultíid de conservar ó de sustituir 
por otras las rentas cedidas, en niucLas partes las Cámaras provinciales su- 
primieron los diezmos, las rentas de aguardientes y de peajes y establecieron 
el impuesto directo. 

** Coruña, Obispo de Popayan, fué puesto preso y vejado por el Gober- 
nador Sancho García de Espinar solo porque le dirigió una solicitud cristia- 
na en favor de los indios de su diócesis ; y nadie dio á estos atropellos el 
nombre de cuestión religiosa. Sancho Jirón sostuvo fuertes disputas con el 
Arzobispo Almanza, á quien quiso desterrar y á quien dio orden de demoler 
el convento de religiosas del Carmen que éste estaba haciendo construir en 
Leiva. Castillo y Concha mandó extrañar al Arzobispo Sáenz de Lozano y 
ocupar sus temporalidades porque resistió el cumplimiento de un exhorto de 
la Audiencia de Quito. Guirior envió preso á España al Provincial del con- 
vento de San Agustín porque le habia. faltado al*. respeto. Morillo remitió 
presos á España 95 sacerdotes, muchos de los cuales perecieron en el camino 
por el mal trato que se les dio, y no hizo caso de los reclamos del Arzobispo 
Sacristán. -Bámano quiso ahorcar en Popayan al Provisor Andrés Ordóñez, 
■ hombre de ejemplar virtud, á' quien acusaba de hereje. Estos y otros hechos 
-á^que estaban acostumbrada» las colonias, no producían en ellas el escándalo 
que han producido después al favor del espíritu de partido. 



_ 64 — 

«er colonias de España en donde podían alegarse con más 
razón las i)rerogativas del clero católico, pues la política habi-* 
taalde la metrópoli, hasta en el tiempo mismo de ios Beyes Ga- 
tólicos, faé la de no consentir que nn falso celo religioso dañase 
la natural independencia y soberanía de la corona. Sin embar- 
go, para poner término á estas colisiones, que por su natura- 
leza afectaban á la sociedad en general, fneron expedidas la 
ley de 15 de Junio de 1853, que estableció la separación abso^ 
luta de la Iglesia y del Estado, y la de 20 de Junio del mismo, 
que estableció el matrimonio civil y dio á los Cabildos la pro- 
piedad de los cementerios. 

Esas fueron las obras de la Administración del General 
López, complemento de la obra magna de la independencia, 
porque fundaron la libertad de la República sobre la base de 
los derechos del hombre, denunciados por el General Nariño 
desde 1794, y sobre la base de la forma federal, preconizada 
por el doctor Camilo Torres y otros proceres desde 1810. De 
entonces acá nada se ha hecho en política y en administración 
pública que no haya tenido su punto de partida en tan colo- 
sales y osadas reformas. El poder gubernativo quedó desde 
entonces radicado en las secciones, que es en donde debe estar, 
y la descentralización de las rentas y de los gastos dio al pue- 
blo la intervención que éste debe tener en el manejo de lo que 
es suyo, porque las rentas públicas no son otra cosa que la 
parte que él cede de su pan de cada dia para hacer el pan del 
Gobierno. El x>oder central se desprendió de la renta de taba- 
cos, cuyo producto bruto anual alcanzaba yá á $ 900,000 ; de 
las aduanas del Istmo, que producían $ 42,000 ; de los diezmos, 
que producían $ 237,000 ; de los aguardientes, que pro<lucían 
$ 170,000 5 del quinto del oro, que producía $ 76,000 ; de los 
peajes, de los derechos de hipotecas y de registros y de otros 
ingresos, que podían estimarse en unos $ 55,000* Estas canti- 
díides snmabali cada año cerca de millón y medio de pesos, y 
el déficit que causaron fué en parte subsanado con lo que pro- 
dujo la redención de censos en el Tesoro y con otros arbitrios. 
Las redenciones de que hablamos produjeron de 1850 á 1851 
$ 37,176 ) de 1851 á 1852 $ 305,579, y de 1852 á 1853 $ 235,754- 
Total $ 578,900. 

Como era natural, el movimiento tipográfico llegó en aque- 
lla época á una altura desconocida en Colombia, pues se pu- 
blicaron entonces más de cincuenta periódicos políticos é infi- 
nidad de hojas volantes y de folletos. Casi no había población 
notable de ía República que no tuviera organizado un club 
político de carácter permanente, ya de un color, ya de otro, y 
el pueblo, que concurría á ellos, se adestraba en las prácticas 
del gobierno propio y de sus propios derechos. El partido ven- 
cido, que desde un principio había estado haciendo una oposi- 
ción violenta al General López y á su Ministerio, mortificado 
por la den'ota, y poco hecho aún á los altibajos de la vida 



I 



— 66 — i 

republicana^ acabó por rebelarse, y buscó en los campos de 
batalla el favor que le habían retirado la opinión pública y las 
urnaSk En Mayo de 1851 estalló en Pasto una.revolucion, que 
en Julio siguiente estuvo yá propagada por las provincias de 
Medellin, de Antioquia, de Córdova, del Cauca, de Bogotá, de 
Mariquita, deTunja y de Pamplona. Todo hacia temer una con- 
flagración general, más larga y más terrible que la de ISáO. Sin 
embargo, no fué así. Los alzados de Pasto fueron debelados en 
Buesaco el 10 de Julio ; los de Bogotá lo fueron en Pajarito el 
20 de Julio ; los de Antioquia — que parecían los más fuertes 
pues llegaron á reunir unos 2,000 hombres — lo faeron por los 
voluntarios del Cauca el. 10 de Setiembre en Eionegro, y los de 
Neiva lo fueron en Garrapata. Los trastornos de las provin- 
cias del Cauca, de Tunja y de Pamplona no tuvieron importan- 
cia. El Gobierno del Ecuador, que habia suministrado dinero, 
armas y municiones á los revolucionarios de Pasto, cayó en los 
momentos mismos en que la República iba á pedirle cuenta de 
su mal$b voluntad y de su intrusión en nuestros asuntos. La 
época de que hablamos es la época política más grande de Co- 
lombia. 

El 1? de Abril de 1853 el General José María Obando, ele- 
gido popularmente, tomó posesión del mando de la República. 
Pocos dias después el Congreso reformó la Constitución cen- 
tralista y autoritativa de 1843, y en la reforma confirmó la se- 
paración de la Iglesia y del Estado, estableció el sufragio uni- 
versal, directo y secreto, y quitó al Poder Ejecutivo el nombra- 
miento de los Gobernadores de las provincias. También redujo 
el Congreso de aquel año el pié de fuerza y el arancel. El Ge- 
neral Obando era opuesto á todos estos cambios. El 17 de Abril 
de 1854 estalló en la capital una revolución encabeeada por la 
guarnición militar y por una parte d^ los artesanos. El General 
Obando fué puesto preso y el General Meló, que era el Coman- 
dante general, asumió el ejercicio de la dictadura. Todos los 
ciudadanos, sin distinción de colores políticos, corrieron á las 
armas, y Meló fué vencido el 4 de Diciembre del mismo año. 
El Congreso juzgó al General Obando y lo depuso. 

Durante esta revolución ejercieron el Poder Ejecutivo el 
General Tomas Herrera, como primer Designado, y el señor 
José de Obaldía, como Yicepresidente que era-. El partido que 
estaba entonces en el poder hubiera podido conservarse en él, 
si se hubiera resuelto á sacrificar su dignidad y sus principios ; 
pero prefirió, como debia ser, su honra y la del país, al mando. 

L,A CONFEDERACIÓN GRANADINA. 

(De 1857 Á 1863). 

En 1865 entró á ejercer el Poder Ejecutivo el doctor Manuel 
María Mallarino, elegido sin lucha y sin competidor durante 

5 



— 66 — 



la revolución que acababa de terminar. Mallarino redujo el pié 
de fuerza á solo 300 hombres, aprovechando las circunstancias 
políticas del país -^ desangrado y extenuado por la revolu- 
ción — y las especiales de su gobierno, que no tuvo oposición 
ni podia correr peligro ninguno por estar compuesto de hombres 
de ambos i)artidos. También hizo muchas reducciones en los 
gastos públicos, pues el Tesoro habia quedado en una situa- 
ción lamentable. En esa época las rentas nacionales no alcan- 
zaban al año á dos millones de pesos. Por este tiempo empezó 
á ser establecida la forma federal, y se empezó á discutir la 
Constitución que adoptó esa forma definitivamente en 1558. 

El 1? de Abril de 1857 entró á gobernar la República el 
doctor Mariano Ospina, elegido en competencia con el doctor 
Manuel Murillo y con el General Tomas O. de Mosquera. En 
ese tiempo el sufragio era universal. El doctor Ospina tuvo 
96,000 votos, 82,000 el doctor Murillo y 32,000 el General Mos- 
quera. Como el régimen central habia sido abolido y como una 
ley de 1855 y otra de 1856 hablan creado respectivamente ^los 
Estados federales de Panamá y de Santander, y como ademas 
el Congreso de 1857 se habia clausurado sin haber expedido la 
ley fundamental, el país estuvo un año entero sin Constitución, 
y parte de él sometido al régimen central y parte al federal. En 
1858 fué expedida la primera Constitución federal, por la cual 
fueron creados definitivamente todos los Estados que hoy exis- 
ten, menos el del Tolima. El Congreso de 1859 expidió algunas 
leyes de carácter grave, tales como la de pié de fuerza y la que 
ponia las elecciones de los Estados en manos del Poder Ejecu- 
tivo federal. En Febrero de ese mismo año estalló en el Estado 
de Santander una revolución conservadora, y pocos dias des- 
pués fué asesinado el Presidente de ese Estado. En Julio esta- 
lló en Bolívar una revolución liberal, que triunfó inmediata- 
mente. El 28 de Enero se pronunciaron en el Cauca los conser- 
vadores contra el General Mosquera, que era el Gobernador 
del Estado ; éste los venció, y el 8 de Mayo separó el Cauca del 
resto de la República. El Presidente Ospina en persona invadió 
al frente de las fuerzas nacionales el Estado de Santander, 
atacó á los defensores de aquel Estado é hizo prisioneros á 
los miembros de su Gobierno en la sangrienta batalla del 
Oratorio. Mosquera, después de muchos combates y después 
de que el Presidente Ospina no quiso aceptar la exponsion cele- 
brada en Manizáles, forzó el paso de la Cordillera Central 
dando y ganando la batalla de Segovia, y entró en Keiva, 
donde se le juntó el General José'H. López. El Congreso de 
1801 no pudo reunirse por falta de quoruui, y porque el Presi- 
dente Ospina tenia presos á algunos de sus miembros. Los 
federalistas pasaron el rio Magdalena y amenazaron la capital; 
pero después del combate de La Barrigona celebraron una 
exponsion con el Gobernador de Cundinamarca, que era uno 
de los Jefes divisionarios de Ospina, exponsion que éste no 



I V 



— 67 — 

quiso aprobar. Los federalistas ocuparon entonces la Sabana 
de Bogotá por medio de hábiles maniobras, y la batalla de 
Hormezaque, ganada, por ellos, les dio el Estado de Boyacá. 
Ospina terminó sn período sin que se hubiese concluido la re- 
olucion que él mismo habia fomentado y dejando á la República 
y á su partido al borde*de un abismo. Por reacionar coDtra las 
instituciones, habia levantado contra él á todos los Estados y á 
tres de sus antecesores : Mosquera, López y Obando. Durante 
su gobierno solo hizo de notable un arreglo con los acreedores 
extranjeros, por el cual ahorraba el país millón y medio de 
pesos i)or ano durante un siglo. En medio de tanta desgracia y 
de tanto desacierto político, hay algo que honra á este ma- 
gistrado : el no haber querido vender el derecho de la República 
llamado las reservas del ferrocarril de Panamá, á pesar de la 
urgente necesidad que tuvo de dinero y del poder discrecional 
de que estaba investido. 

En 1861, por no haber habido elecciones populares ni Con- 
greso que verificara los escrutinios de éstas, entró á gobernar 
la República el señor Bartolomé Calvo en su calidad de Pro- 
curador general. El 1? de Abril se empezó en Tuuja tiiia reñida 
batalla que duró hasta el 7 del nnsmo y que ganaron los federa- 
lista» mandados por el General Santos Gutiérrez. El 25 de 
Abril ganaron los federalistas la sangrienta batalla de Santa 
Bárbara de Subachoque, y el 3 de Mayo se reunieron loa ejér- 
citos del Sur y del Norte. El 12 y el 13 de Junio tuvieron lugar 
dos sangrientos combates en TJsaquen, y el 18 de Julio los 
federalistas atacaron y tomaron á Bogotá. Esta victoria fué 
manchada con tres {patíbulos, obra del Supremo Director de 
la guerra, y con la prisión del ex-Presidente Ospina, la de su 
hermano y la de otíras personas en el castillo de Bocachica, sin 
juicio y sin fórmula. 

Después de la toma de Bogotá hubo que vencer las resis- 
tencias que opusieron los Estados de Antioquia, de Santander 
y de Panamá, y la guerra se prolongó por algún tiempo más ; 
pero los triunfos de La Manga, de San Agustín, de Checua y 
de Santabárbara de Cartago le dieron término después de tres 
años. ííunca había visto Colombia una revolución más larga 
ni más sangrienta, ni nunca, tampoco, habia habido menos 
motivo para que el país se pusiese en armas. Ko hay duda 
de que éste se equivocó al escoger el hombre que debia plan- 
tear la federación y reemplazar al doctor Mallarino. 

Durante la lucha, los federalistas habían reconocido como 
autoridad suprema política y militar al General Mosquera, con 
el título de Fresidenté provisorio de los listados Unidos de N^ueva 
Granada^ Supremo Director de la guerra. Los principales actos 
del Gobierno provisorio fueron los siguientes : el que convocó 
un Congreso de Plenipotenciarios de los Estados, el que esta- 
bleció el derecho de tuición, el que erigió á Bogotá en distrito 
federal, el que erigió en Estado una parte del territorio de 



-^68 — 

Cundinamarca con el nombre de Estado del Tolima^ el que 
expnlsó de lá Eepública á los padres de la Compañía de Jesús, 
el que creó un Consejo de Gobierno, el que mandó emitir bille- 
tes de Tesorería, el que desamortizó los bienes llamados de 
manos muertas, el que dio á la nación el nombre de Colombia. 
el que extinguió las comunidades monásticas, el que manda 
reducir á prisión al Arzobispo de Bogotá y el que convocó una 
Convención nacional. 

El Congreso de Plenipotenciarios se reunió en Bogotá y firmó 
el Pacto de Union de los Estados (20 de Setiembre de 1861), 
documento de un grande alcance político, notable por la armo- 
nía de sus partes y por su espíritu en general. 

ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA. 

(De 1863 á 1882). 

En 1863 (4 de Febrero) se reunió en Bionegro la Conven- 
ción nacional y aceptó la renuncia del mando que hizo el 
General Mosquera. En seguida organizó un Poder Ejecutivo 
plural, compuesto de cinco Ministros, cada uno de los cuales 
debia gobernar con absoluta independencia de los otros los 
ramos que se le designaron. * 

El 19 de Mayo se puso en receso la Convención después de 
haber expedido la Constitución nacional (8 de Mayo), la cual 
estableció la soberanía de los Estados, y después de haber 
elegido Presidente de la República al General Mosquera, quien 
debia gobernar mientras se hacia popularmente la elección de 
primer Magistrado. La Convención de Bionegro dio á la Bepú- 
blica el nombre de Estados Unidos de Colombia^ que era el 
mismo que le habia dado á ésta el Pacto de Union de los 
Estados. ** 

Durante la Presidencia del General Mosquera, Colombia 
hizo la guerra al Ecuador por la parte indebida que esta repú- 

* Estos Ministros fueron : del Interior, el General Santos Gutiérrez j cte 
Belaciones Exteriores, el General José H. López ; de Hacienda, el General 
Eustorgio Salgar ; de Guerra, el General Tomas C. de Mosquera ; y del Te- 
soro y Crédito nacional, el doctor Froilaii Largacha. 

•* Se ha atribuido sin fundamento á Américo Vespucio la pretensión de 
pasar por el descubridor de la América del Sur. Irving en su « Vida de 
Colon " trata este punto con la debida justicia y claridad, á pesar de lo que 
dijeron de él Herrera y Las Casas. Parece que lo único que reclamó Yespiicio 
fué el titulo de descubridor de Paria. Las afirmaciones de Irving han sido 
confirmadas por Humboldc en su "Geografía del Nuevo Continente," publi- 
cada en 1839. El tercer tomo de la «Colección de Viajes y descubrimientos " 
de Navarrete contiene las cartas que refieren los viajes de Vespucio á Amé- 
rica, llenas de las investigaciones de su infatigable autor; y ellas, más que 
cualesquiera otros documentos, confirman á Colon su título de descubridor 
de la América del Sur y de algunas de las islas del hemisferio occidental. 
Nuestro país ha corregido en parte la injusticia cometida con Colon toman- 
do su nombre para formar de él el de la Bepública. ^ 



— 69 — 

blica había tomado en la guerra civil qne acababa de pasar. 
Eu Cuaspud fueron derrotados los ecuatorianos^ á quienes 
comandaba el antiguo General colombiano Juan José Flórez. 
El 30 de Diciembre de 1863 el General Mosquera ajustó en 
Finsaquí un tratado muy honroso para Colombia, y regresó al 
país. * En este año fué contratado en Londres un empréstito de 
un millón de pesos, con aplicación á la apertura del camino de 
ruedas de la Buenaventura (Cauca). Mientras que el Gene- 
ral Mosquera estuvo atendiendo á la guerra con el Ecuador, 
gobernó el país el doctor Juan Agustín Uricoechea como Pro- 
curador general encargado del Pwier Ejecutivo. 

El 10 de Abril de 1864 empezó á gobernar la Eepública el 
doctor Manuel Murillo, elegido popularmente. La situación de 
ésta no era buena, pues los ánimos estaban aún conmovidos 
por el estado de los negocios eclesiásticos, negocios á los cuales 
el General Mosquera habia dado mucha importancia. El doctor 
Murillo quitó áesa cuestión su calor con un poco de prudencia. 

Durante el período constitucional del General Mosquera y 
mientras que éste hacia la guerra al Ecuador, habia estallado 
una revolución en Antioquia. El doctor Murillo reconoció el 
gobierno conservador que surgió de esa revolución. Posterior- 
mente — yá en el período de su mando — hubo otras revolu- 
ciones en los Estados de Bolívar, del Magdalena y de Panamá 
<todas de liberales contra liberales), y esas revoluciones triun- 
faron. El doctor Murillo reconoció los gobiernos surgidos de 
ellas, fundado en el mismo principio y en la misma política que 
le habían hecho reconocer el Gobierno de Antioquia : el respeto 
á los hechos consumados* 

Hubo entonces también una invasión conservadora de an- 
tioqueños al Cauca, la cual fué vencida en la batalla de la Po- 
lonia ; una revolución del mismo carácter en Gundinamarca, 
que fué escarmentada en Zipaquirá ; y otra en el Tolima, que 
terminó con los tratados del Alodial, en que los pronunciados 
se comprometieron á pagar los gastos de la guerra. Durante 
estas revoluciones, y siendo ellas la cauáa, tuvieron lugar dos 
hechos que honran los talentos políticos del doctor Murillo : 
fué el primero, el castigo impuesto al batallón " Tiradores,'^ <le 
la Guardia Colombiana, por su intervención en la revolución de 
Panamá ; y el segundo, el decreto en que declaró turbado el 
orden pú])Uco en Cundinamarca, pues en lugar de suspender el 
ejercicio de las garantías individuales como se habia practicado 
siempre en esos casos y de entregar el país á las violencias del 
estado de guerra, <^laró que las garantías de los asociados 
serian preferentemente atendidas por el Gobierno, por lo mis- 
mo que ella^ iban á quedar en muchas partes á merced de los 
revolucionarios. 

* Oolombia vencedora no impuso al Ecuador ninguna condición ni le 
hizo ningún ultraje. 



— 70 — 

El doctor Murillo fundó el Diario Oficialj órgano del Go- 
bierno, y mandó publicar diariamente el movimiento de la caja 
del Tesoro (como se practica todavía), hizo litografiar en Euro- 
pa las cartas de los Estados y la general de la Kepública, esta- 
Í3leció el telégrafo eléctrico, é improbó un tratado de liga ame- 
ricana que el Ministro de Colombia en Lima liabia ajustado con 
motivo de la guerra entre España y el Peni. El doctor Murillo 
no aceptaba la intervención oficial de la Kepública en los nego- 
cios extranjeros. 

Durante la Administración del doctor Murillo expidió el 
Congreso las siguientes importantes leyes : la que auxiliaba á 
cada uno de los Estados con $ 10,000 para la construcción de 
casas penitenciarias ; * la que mandaba levantar el censo de la 
población 5 la que autorizaba al Poder Ejecutivo para contratar 
el establecimiento de un banco nacional 5 la que reformaba la 
de inspección de cultos ; la que organizaba las casas de mone- 
da ; la que daba libre la navegación de los rios de la República 
que bañan más de un Estado, de acuerdo con el inciso 3, ar- 
tículo 8? de la Constitución ; la que fomentaba varias mejoras 
materiales ; la orgánica de las aduanas 5 la que dispone que la 
aprobación que dé el Gobierno General á las alteraeiones de 
límites de los Estados, la dé por medio de una ley expedida y 
sancionada conforme á lo disj)uesto en los artículos 54 y 61 de 
la Constitución 5 la que fijaba en solo mil hombres el pié de paz 
del ejército ; la que devolvió al colegio del Rosario de Bogotá 
la independencia que le había reconocido la ley de 10 de Marzo 
de 1853, y le dio al Gobierno del Estado de Cundinauíarca la 
administración del colegio de San Bartolomé ; ** la que permi- 
tía á los particulares la explotación de bosques nacionales con 
ciertas condiciones ; la que definía la condición de extranjero, 
sus derechos y obligaciones; la que organizó el Ministerio 
público ; la que permitía la capitalización de las pensiones ; la 
que destinó el convento de Santo Domingo para asiento de las 
oficinas nacionales, el de San Agustín para cuartel de la guar- 
nición de Bogotá, el de la Candelaria para colegio militar, el 
del Carmen para una escuela de artes y de oficios y el de San 
Diego para un jardín botánico ; la orgánica de los correos na- 
cionales ; la que mandó reconocer á cargo del Tesoro de la 
TJnioü todos los créditos procedentes de suministros, emprésti- 
tos y expropiaciones hechos por los partidos beligerantes du- 
rante la guerra de 1860 á 1863 ; la que mandó honrar la memoria 
del señor Benito Juárez, Presidente de Méjico ; la que autorizó 
al Poder Ejecutivo i>ara pasar la aduana de Cafifí á la emboca- 
dura del Casanare en el rio Meta ; la que hizo algunas conce- 
siones para la construcción de un camino carretero entre Ciicu- 

* Esta ley era complementaria de otra de 1863, que habia cedido á los 
Estados ciertos edificios públicos con el mismo objeto. 

*'* La independencia del colegio del Bosario le habia sido quitada por 
un decreto dictatorial del General Mosquera, de 24 de Agosto de 1861. 



— Ti- 
ta y el rio Zulia ; la que mandó dar al Estado de Panamá 
230,000 hectaraB de tierras baldías, al de Boyacá 169,000, al 
del Cauca 140,000, al de Santander 120,000, al de Gundina- 
marca 80,000, al del Magdalena 67,000, á los de Antioquia y 
\le Bolívar 60,000 y al del Tolima 40,000 ; y la que mejoró las 
condiciones de pago de los réditos de los capitales pertenecien- 
tes á los establecimientos de instrucción pública. En el bienio 
de la administración del doctor Murillo los Presupuestos fue- 
ron computados así: los de rentas, en $ 4.245,000 y los de 
gastos eñ $ 5.261,120. Ko están comprendidas en estos últi- 
mos algunas erogaciones adicionales. 

Por ausencia del Greneral Mosquera, que habia sido elegido 
Presidente, entró el 1? de Abril de 1866 á desempeñar el Poder 
Ejecutivo el doctor José M^ Rojas Garrido, con el carácter de 
primer Designado. En los pocos dias que Rojas estuvo encar- 
gado del mando sancionó, entre otras, las siguientes leyes: la 
que amnistiaba á los colombianos que habían tomado parte en 
la guerra del Ecuador contra Colombia, y autorizaba al Poder 
Ejecutivo para solicitar del Gobierno del Ecuador que adop- 
tase una medida igual con sus nacionales, comprometidos por esa 
causa en favor de la nuestra ; la que organizaba el impuesto y 
la renta de salinas 5 la orgánica del servicio diplomático y con- 
sular ; la que disponía que se adoptasen ciertas medidas para 
mejorar la navegación del rio Magdalena; la que honró la 
vida pública del General José H. López y le concedió una 
espada de honor ; la que reformaba la ley orgánica del poder 
judicial de la IJnion, y la que devolvía á los distritos y aldeas 
los bienes desamortizados que no hubieran sido rematados. 

En 1866 entró el General Mosquera por cuarta vez á ejercer 
la Presidencia de la Repiiblica, y tanto porque su carácter era 
autorítativo cuanto porque estaba acostumbrado á mandar, dio 
desde el principio pocas muestras de respeto á la ley. Acababa 
de desempeñar la legación de Colombia en Europa, y allí habia 
entrado en negociaciones de empréstitos y en compra de 
buques para crear una marina nacional de guerra, sin autori- 
zaciones del Gobierno de la República. * Sus primeras medidas 
administrativas fueron reaccionarias ; quiso que se revisasen 
los remates de bienes desamortizados, y volvió á dar intensi- 
dad á la yá un tanto debilitada cuestión clerical. El General 
Mosquera no tenía mayoría en las cámaras legislativas 5 sin 
embargo, en el primer año de su administración la cosa pública 
marchó como de ordinario, y aquéllas expidieron, entre otras, 
las siguientes leyes : la de procedimiento en los negocios civiles 

* Míis de veinte años hacia que el mismo General Mosquera, como 
Presidente de la Bepública, habla suprimido la marina de guerra por inútil 
(decreto de 25 de Noviembre de 1845). Los dos vapores comprados por el 
General Mosquera costaron $ 373,335, y los gastos posteriores á su adquisi- 
ción pasaron de $ 100,000. Parece que de esa suma no reembolsó la Eepáblica 
por la venta de esos buques ni una décima parte. 



— 72 — 

que corresponden á los tribunales de la TTnion; * la que cedía 
á los Estados los créditos correspondientes á la extinguida 
renta de manumisión que se hubieran causado á deber hasta 
Diciembre de 1861 ; la que autorizaba al Poder Ejecutivo para 
ceder á los Estados los elementos de guerra de propiedaid 
nacional que hubiese en ellos ; la que reformaba la que deñnia 
la condición de extranjero y asignaba á esta condición derechos 
y obligaciones ; ** la que daba bases para la concesión de un 
privilegio para la apertura de un canal interoceánico (el de 
Panamá) ; la que aceptó la estatua de Cristóbal Colon que la 
Emperatriz de los franceses obsequió á la Eepública, y mandó 
que fuera colocada en la ciudad de Colon, según la ley de 12 
(le Mayo de 1855, ley que honra la memoria del descubridor de 
la América ; la que mandaba emitir, sin limitación, billetes de 
Tesorería y vender los edificios de propiedad nacional que, á 
juicio del Poder Ejecutivo, no se necesitasen para el servicio 
público ; la que organiza la hacienda nacional ; la que man- 
daba establecer un banco nacional ; la que disponía que se 
hiciera el deslinde y formara el catastro de las tierras baldías ; 
la que aprobaba el contrato hecho en Londres para la publica- 
ción de la Flora Colombiana } la que reformaba la orgánica de 
aduanas, y la que disponía la canalización y navegación por 
vapor del dique de Cartagena» 

En el aiío de 1867 se acentuaron un poco más las pretwisio- 
nes liberticidas del General Mosquera, quien creía tener poder 
para todo, inclusive para violar la Constitución y las leyes, 
fundado en que habia sido elegido Presidente de la Eepúbüca 
por siete de los nueve votos que dan los Estados. El partido 
liberal-radical hacia al General Mosquera en " El Mensajero ^ 
una oposición cuotidiana, fundada ; la mayoría de las Cáma- 
ras, que le era contraria, rechazaba sus ideas y sus planes ; la 
opinión llegó á serle adversa en la capital de la Eepública y 
en las ciudades principales; y aunque el Congreso de 1866 
habia aprobado los contratos hechos por él en Europa sobre 
empréstitos y sobre compra de buques, esos contratos eran re- 
probados por toda la nación. La conducta del General Mos- 
quera en las cuestiones entre el Perú y la España, en lo relativo 
al vapor de guerra peruano " El Eayo," que zarpó de los puer- 
tos de los Estados Unidos de América con bandera y papeles 
colombianos, colmó la medida de la pública irritación. El 12 
de Marzo el Congreso expidió una ley reconociendo á los Esta- 
dos la facultad constitucional de tener fuerza armada en tiem- 
po de i)az ; el 16 de Abril expidió otra ley sobre orden público, 

* Segan la Coustitucion nacional la legislación civil y penal es de cargo 
de los Estados. 

** El artículo l.« de esta ley dijo : « Los extranjeros transeúntes <5 do- 
mioiliados en Colombia gozarán de las garantías de que trata el articulo 15 
de la Constitución (derechos del hombre), sin más limitaciones que las. reco- 
nocidas por el Derecho Internacional en caso de guerra exteriora' 



j 



— 13 — 

que deda : ^^ Guando en algún Estado se levante una poroioii 
cualquiera de ciudadanos con el objeto de derrocar el Gobierno 
existente en él y de organizar otro, el Gobierno de la Union 
deberá observar la más estricta neutralidad entre los bandos 
beligerantes. — ^Mientras dore la guerra civil en un Estado, el 
Gobierno de la Union mantendrá sus relaciones con el Gobierno 
constitucional hasta que, de hecho, haya sido desconocida la 
autoridad de éste en todo el territorio; y reconocerá al nuevo 
Gobierno y entrará en relaciones oficiales con él luego que se 
haya organizado conforme al inciso l.o, artículo 8.0 de la Cons- 
titución." * El 18 de Abril expidió el Congreso otra ley levan- 
tando el destierro á los obispos y á los ministros del culto, 
destierro decretado por el General Mosquera en época anterior. 
Todas estas leyes fueron miradas por el Presidente como ata- 
ques violentos á su escuela política y á su autoridad. Objetó la 
ley de orden público como anárquica, y no la sancionó sino 
obligado á ello de acuerdo con el artículo 67 de la Constitución. 
El General Mosquera tenia sobre orden público ideas entera- 
mente contrarias á las de la ley de 16 de Abril, las que habían 
sido consignadas en su célebre nota-circular á los Gobiernos de 
los Estados (Junio de 1866). Ésta decia : " De orden del Gran 
General Presidente de la Union se declara: que cuando en 
algún Estado se levante alguna fracción armada con el objeto 
de volcar el Gobierno, deponiendo á las autoridades legítima- 
mente constituidas de dicho Estado para darle nueva organi- 
zación^ el Gobierno de la Eepública considerará alterado el 
orden general, y será llegado el caso de la atribución que le 
confiere el número 19, artículo 66 de la Constitución, de velar 
por la conservación del orden general." El Poder Ejecutivo se 
daba también el derecho de intervenir cuando el Gobierno del 
Estado revolucionado no tuviese las fuerzas suficientes para 
restablecer el orden y para asegurar á los particulares el uso 
de sus derechos individuales. Como se ve, la citada circular y 
la ley de orden público sentaban doctrinas totalmente contra- 
rias: la circular hacia alianza con los Gobiernos de los Estados^ 
la ley con los pueblos. Esto dependía de que la Constitución 
nacional es tan defectuosa en esta parte que se presta á que sea 
adoptado cualquiera de esos dos opuestos caminos en materia 
tan grave. 

El General Mosquera declaró rotas sus relaciones oficiales 
con el Congreso, y luego ( 29 de Abril de 1867 ) se declaró en 
qjercicio del poder absoluto, é hizo aprehender á varios escrito- 
res públicos y á algunos de los miembros de las (Jamaras. En- 
tonces una porción de ciudadanos distinguidos y la guarnición 
de Bogotá lo depusieron en nombre de la ley (hecho que tuvo 
lugar el 23 de Mayo, esto es, veintiséis días después de su 

* Esto es, después de que haya establecido un gobierno popular, electivo» 
representativo, alternativo y responsable. 



— 74 — - 

atentado) y lo entregaron á la autoridad competente para qne 
fuera juzgado y castigado. El Congreso lo juzgó y lo destituyó 
del mando. El 23 de Mayo de 1867, lejos de intentarse contra 
la vida del General Mosquera, los conjurados se obligaron 
entre sí á tomarlo ileso y á respetarle la vida, aunque resistiese 
su prisión con actx>s de faerza. 

En el primer año de la administración del General Mos- 
quera el Presupuesto de rentas fué estimado en $ 2.350,000 
y el de gastos en $ 3.066,993. 

Depuesto el General Mosquera, el General Acosta, que era 
el Comandante general del ejército y que habia sido nombrado 
por el Congreso segundo Designado para ejercer el Poder Eje- 
cutivo, se encargó del mando. El primer Designado, que era el. 
General Santos Gutiérrez, no estaba en el país. El Congreso, 
que habia tenido que suspender sus sesiones por el golpe de 
Estado del 29 de Abril, volvió á reunirse después de algún 
tiempo y expidió, entre otras, las siguientes leyes : la que 
adicionaba la orgánica de la Oficina general de Cuentas ; la 
que derogaba en absoluto la ley de inspección de cultos, y man- 
daba que los hechos punibles ejecutados por los ministros del 
culto contra el orden piiblico y la soberanía nacional, quedasen 
sometidos á la jurisdicción de los tribunales ordinarios 5 la que 
derogó la de deslinde y formación del catastro de las tierras 
baldías de la Nación; la que autorizaba al Poder Ejecutivo 
para hacer la guerra á los Estados que no reconociesen el orden 
de cosas creado el 23 de Mayo, pero no antes de haber agotado 
todos los medios pacíficos posibles; la que autorizaba al Poder 
Ejecutivo para permitir la comunicación telegráfica del terri- 
torio de la Eepiiblica con otras naciones ; la que auxiliaba el 
establecimiento de un hospital en Zipaquirá; la que fijó el tiem- 
po que se supone emplean los Senadores y Eepresentantes en 
venir á las sesiones del Congreso y en volver á sus domicilios, 
para los efectos de la inmunidad de que gozan estos emplea- 
dos ; * la que mandó crear y organizó la " Universidad nacio- 
nal de los Estados Unidos de Colombia"; la de monedas 
nacionales y circulación de las extranjeras ; la que concedió 
indulto á todos los individuos condenados por el Senado ó com- 
plicados en los delitos de traición contra la Eepública ó de 
rebelión, á todos aquellos á quienes pudiera habérseles exigido 
responsabilidad por la celebración, (;anje ó cumplimiento del 
convenio secreto de 28 de Agosto de 1866, ajustado entre el 

* Esta ley fijó ocho dias para los residentes en el Estado de Cundina- 
marca, quince para los residentes en el del Tolima, veinte para los residentes 
en los Estados de Antioquia, de Boyacá y de Santander, treinta para los resi- 
dentes en los Estados de Bolívar y del Magdalena y cuarenta para los resi- 
dentes en el de Panamá. Estos dias son los inmediatamente anteriores al de 
la reunión del Congreso y los inmediatamente posteriores al de la clausura 
del mismo. En caso de licencia para separarse de las Cámaras, el cómputo, 
debe hacerse desde el dia siguiente á aquel en que deba ésta empezar á tener 
lugar. 



— 76-^ 

General Mosquera, como Presidente de la Union, y el Ministra 
Pleniíwtenciario y Enviado Extraordinario del Peni ; * la que 
daba permiso, á los que quisiesen solicitarlo, para el estableci- 
miento, cria y explotación de bancos artificiales de madre-perla 
en las costas del Atlántico; la que mandó pagar las pensiones de 
los militares de la Independencia en los mismos términos que 
los sueldos de actividad del ejército; la que eliminó la marina 
de guerra de la Union y mandó vender los buques que la compo- 
nian ; ia que mandó pagar á los Estados lo que éstos hubiesen 
gastado de sus propios fondos en el sostenimiento de fuerzas al 
servicio de las instituciones nacionales; la que mandó dar del 
Tesoro público una subvención de $ 25,000 por ano al Estado^ 
del Magdalena; y la que cedió por diez años al Estado de 
Boyacá el cinco i)or ciento del producto líquido de la renta de 
sales de las salinas que existen en su territorio. 

La administración del General Acosta pidió al Congreso 
$ 5.963,937 para los gastos del servicio público en el año eco- 
nómico respectivo, y el Congreso le votó $ 4.068,779; pero luego 
( en 23 de Octubre) le abrió un crédito adicional de $ 470,562, 
y el 18 de noviembre dijo en la ley 82 de ese mismo año : " Se 
tendrán como incluidos en el Presupuesto de rentas el millón 
de pesos que se adquirió y la anualidad que corresponde á la 
República por el contrato de venta de las reservas del ferroca- 
rril de Panamá y el producto de la venta de los buques nacio- 
nales." El Presupuesto de gastos en este año fiscal montó pues 
á cerca de seis millones y medio de pesos. ** El General Acosta 
contrató con el señor George M. Totten, agente general y apo- 
derado de la Compañía del ferrocarril de Panamá, y el Congreso 
aprobó, unas modificaciones al contrato de 15 de Abril de 1850 
sobre construcción de aquel ferrocarril, f Para estimar esas 

* Esta ley decía: ««Comprenderá este indulto al General Tomas C. de 
Mosquera, siempre que éste lo acepte con la condición de salir del territorio 
de la República y de permanecer fuera de él por el término de tres años." 
El Greneral Mosquera aceptó la condición. 

** En la ley de Presupuestos de 1867 se dispuso que en ningún caso 
podría un mismo individuo acumular dos ó más pensiones 6 rentas, dos ó 
más sueldos, un sueldo y una pensión cuando el monto total de estos créditos 
excediese de $ 1,200 al año. Posteriormente estas acumulaciones han llegado 
á ser exorbitantes. 

t De esas modificaciones tomamos las siguientes: 1.* ««El Gobierno 
de los Estados Unidos de Colombia concede á la Compañía del ferrocarril de 
Panamá el uso y posesión, por noventa y nueve años, del ferrocarril cons- 
truido por ella que actualmente existe entre las ciudades de Colon y de 
Panamá. Esta concesión comprende no solo el camino sino también los edi- 
ficios, almacenes, muelles, astilleros, telégrafos entre Colon y Panamá depen- . 
dientes del camino, y en general todas las- dependencias y demás obras de 
que hoy está en posesión dicha Compañía, necesarías para el servicio y des- 
arrollo de la empresa y las que en lo sucesivo establezca con el mismo objeto." 
2.* <«El Gobierno de la República se compromete durante el tiempo que 
pennanezca vigente el privilegio exclusivo que se concede á la Compañía 
para la explotación del ferrocarril, á no construir por ^í ni á conceder á 
persona ni á compañía alguna, por cualquier título que sea, la facultad de 



N 



— 76 — 

modífícaciones hay que teuer en cuenta que, de acuerdo con el 
tenor del artículo 2.«> del contrato primitivo, el privilegio que se 
concedió á la Compañía para la explotación del ferrocarril debía 
durar 49 años, contados desde el dia en que éste fuera puesto 
en servicio. Al fin de esos 49 años, es decir, en 1900 ó 1901, el 
ferrocarril pasaba á ser propiedad de la Eepública sin que ésta 
tuviese que dar nada por él. El ferrocarril podia pasar también 
á ser propiedad de la nación si en el año de 1870 daba ésta á sus 
dueños $ 5.000,000, en X880 si les daba $ 4.000,000, y en 1890 si 
les daba $ 2.000,000. Guando se hizo el contrato de que habla- 
mos faltaban tres años para el primer caso de la redención del 
ferrocarril. ¿ Valia el ferrocarril de Panamá cinco millones de 
pesos en 1867 f ¿ Habría podido la Eepública conseguir esa 
suma vendiendo ó hipotecando el ferrocarril í Parece que sí, 
cuando la Compañía ^e avino á dar un millón de pesos de con- 
tsidOj y á garantizar sobre él una renta anual de $ 250,000, 
pagadera por trimestres en oro americano, en cambio de que 
Colombia renunciase al derecho que tenia de rescatarlo, y en 
cambio de que él quedase en poder de la Compañía hasta el 
año de 1966. 

Antes de 1867 la nación no tenia eu el ferrocarril de Panamá 
sino derecho al 3 por 100 del producto líquido de las utilidades 
de la empresa. Esto le producía unos $ 14,000 por año. 

El 1? de Abril de 1868 tomó posesión de la presidencia de 
la Eepública el General Santos Gutiérrez, elegido popular- 
mente. En su período expidió el Congreso, entre oteas, las 
leyes de que pasamos á dar cuenta: la que ñjó en mil quinientos 
hombres el pié de fuerza en tiempo de paz; la que, para los 
efectos del sueldo y de los honores que le correspondiesen, 



establecer ningún otro camino de carriles de hierro en el istmo de Panamá, 
y se estipula igualmente que mientras subsista el mencionado privilegio, el 
Gobierno no podrá emprender por sí mismo ni permitir que persona alguna 
emprenda sin acuerdo ó Ciusentimiento de dicha Compañía, la apertura ó 
explotación de ningún canal marítimo que comuniq^ie los dos océanos al 
través del expresado istmo de Panamá al oeste de la línea del cabo Tiburón 
en el Atlántico y de la Punta G-arachinó en el Pacífico." — 3.* « En compen- 
sación y como precio de estas concesiones, la Comi>añía del ferrocarril se 
obliga á pagar al Gobierno de los Estados Unidos de O jlombia un millón de 
pesos en oro americano el dia en que este contrato sea axu'ohado i)or el Con- 
greso; y á pagar desde ahora y hasta la espiración del presente privilegio, 
una renta anual de $ 250,000 en oro americanas pagadera por trimestres. 
De la renta que la República adquiere por este contratv > ae separarán anual- 
mente, durante veinte años, $ 25,000, que la Comx>aií ía entregará al Gobierno 
del Estado de Panamá." — 4.» "Al espirar el términf» del privilegio y por él 
solo hecho de la espiración, queda sustituida» el Gobierno de la Union Colom- 
biana en todos los derechos de la C(.impañía y entrará inmediatamente en el 
goce de la via de comunicación, de todos sus enseres, de todas sus dependen- 
cias y de todos sus productos." — 5.^ " Las cuestiones que se suelten entre el 
Gobierno de la Bépública y la Compañía del ferrocarril, acerca de la inteli- 
gencia 6 del cumplimiento de este contrato, serán decididas por los juzgados 
y tribunales de la Union Colombiana, con arreglo á la Constituoion y leyes 
de la Eepública." 



— 77 — 

mandó tener como General de la BepúbMca al General de la 
Independencia José Antonio Páez, ex-Presidente de .Vene- 
zuela ; la que dividió las pensiones en alimenticias y de recom- 
pensas, estableció reglas para su pago y les fijó su duración ; 
la que declaró constitucional el que el Presidente del Estado 
del Magdalena se hubiera, en cierta época, declarado en ejer- 
cicio del Poder Ejecutivo nacional ;' la que mejoró la Biblioteca 
nacional; la que mandó que la instoiccion pública fuese 
dirigida por el Poder Ejecutivo nacional y la reglamentó en 
parte 5 la orgánica del crédito nacional, la cual, por atender 
al buen servicio de los acreedores públicos, causó la banca- 
rota del Tesoro : la que autorizó al Poder Ejecutivo para que, 
con anuencia del Procurador general, arreglase las cuestiones' 
pendientes sobre remates de bienes nacionales; la que aceptó 
la cesión de los territorios de San Martin y de San Andrés y San 
Luis de Providencia, que los Estados de Cundinamarca y de 
Bolívar, respectivamente, hicieron á la nación, y los orga- 
nizó; * la que provee á la civilización de ciertos indígenas; 
la que cedió ál Estado de Santander las minas de Alba, Baja 
y Vetas ; la que dio auxilios á los lazaretos de Cundinamarca 
y de Santander ; la que fijó la nomenclatura oficial de los 
lugares de la Union; •• la que daba un auxilio de $ 4,000 al 
señor Bicardo de la Parra para que fílese á la India á estudiar 
el método que empleaba el médico Bhau Dajis en la curación 
de la elefantiasis ; la que honró la memoria del procer de la 
Independencia General Joaquín París ; la que aceptó la cesión 
del territorio de Casanare que hizo á la Eepública el Estado 
de Boyacá ; la que prohibió absolutamente al Poder Ejecutivo 
hipotecar la renta del ferrocarril de Panamá y girar contra 
ella por trimestres que no estuvieran comprendidos en el 
respectivo año fiscal; la que mandó levantar el censo ge- 
neral de la población de la Eepública ; la que declaró vigente 
la ley de 1851 sobre sueldos de la legión británica irlan- 
desa; t la que mandó pagar como sueldos civiles las pen- 
siones por servicios prestados antes del 5 de Mayo de 1821 ; 
la que autorizó al Poder Ejecutivo para vender en pública 

* El artículo 78 de la Constitución dice : " Berán regidos por una ley 
especial Jos Territorios poco poblados que el Estado ó Estados á que perte- 
nezcan consientan en ceder al Gobierno General con el objeto de fomentar 
colonizaciones y realizar mejoras materiales.** 

** Esta ley dice: "Adóptase oficialmente para los asuntos nacionales 
la nomenclatura que tienen en la actualidad las ciudades, Tillas, distritos, 
aldeas, caseríos y demás lugares de la Bepública. Las poblaciones que sean 
fundadas en lo sucesivo se designarán con el nombre que por primera Tez se 
les dé en el acto constitutivo de la fundación. — ÍjI Poder Ejecutivo hará 
publicar un cuadro de las Taríaciones que con posterioridad á 1852 haya 
^ulrido la nomenclatura de las poblaciones y lugares de la Bepública. — El 
Poder Ejecutivo se dirigirá á las Asambleas de los Estados solicitando que 
^opten las disposiciones de esta ley en los negocios de su competencia.*' 

t Esta legión perteneció al ejército que di<5 independencia á Colombia. 



^ 78 ^ 

almoneda las vertientea de agua salada de propiedad naeional 
que hay en Antioquia ; la que aprueba la convención sobre 
extradición de reos entre Colombia y Venezuela; ♦ la que 
honra la memoria del General Eafael Mendoza la que protege 
la navegación por vapor del dique de Cartagena ; la que declara 
puerto de depósito el de Buenaventura en el Estado del Cauca 5 
la que reconoció á los patriotas cubanos los derechos de beli- 
gerantes ; la que declara libre, en absoluto, la explotación de 
bosques nacionales; y la que permitía al Estado del Magdalena 
construir una penitenciaría en El Morro de Santamarta. liOS 
Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 6.913,600, y 
los de gastos $ 7.619,602. 

Dos hechos importantes tuvieron lugar durante la presi- 
dencia del General Gutiérrez: el contrato ajustado con el 
Gobierno de los Estados Unidos de América para la exca- 
vación de un canal interoceánico por el istmo de Panamá, que 
no tuvo efecto ; y el desconocimiento y prisión del Gobernador 
de Cundinamarca. Respecto de lo primero dijo el mensaje 
presidencial al Congreso de 1869: '^Una de las principales 
dificultades para contratar la excavación de un canal consiste 
en que la parte de nuestro territorio señalada naturalmente 
para unir por ella los dos océanos, fué gravada desde 1850 con 
un privilegio que se recargó en mucho én favor de la Compañía 
del ferrocarril de Panamá por virtud del contrato celebrado 
con ella vendiéndole las reservas que la nación se habia ase- 
gurado en dicho ferrocarril. Por el artículo. 2.° del decreto 
legislativo aprobatorio del mencionado contrato, mientras 
subsista el privilegio á que el se ijsfiere, no puede el Gobierno 
emprender por sí ni permitir que persona alguna emi)renda, 
sin acuerdo ó consentimiento de dicha Compañía, la apertura 
ó explotación de ningún canal marítimo que comunique los dos 
océanos al través del istmo de Panamá, al oeste de la línea del 
cabo Tiburón en el Atlántico y la punta Garachiné en el Pací- 
fico. Si las exploraciones decisivas dan i)or resultado que por 
el oeste de esa línea es por donde ha de excavarse el canal, se 
llegará á conocer la verdadera, cuantía del gravamen á que 
se ha hecho referencia. ** Si existe en el territorio que nos 

* Los crímenes y los delitos por los cuales se acordó la entrega, recí- 
procamente, de las personas á quienes se les imputen son: asesinato, enve- 
nenamiento, parricidio, infanticidio, homicidio, incendio y otros estragos 
causados por medio de sumersión ó varamiento dé nave, por inundación 6 
por explosión de una mina o de una máquina de vapor ; robo con violencia, 
intimidación ó entrada violenta en una casa habitada ; piratería, peculado, 
falsificación, fabricación de moneda falsa, fraude á las rentas públicas, rapto, 
estupro violento y (luiebra fraudulenta. . 

** La previsión, de la Compañía del ferrocarril de Panamá está compro- 
bada con el contrato Totten, pues hoy se está abriendo el canal por la misma 
zona del ferrocarril, y á eso tendían indudablemente las modificaciones 
introducidas en el contrato de 1850. Hacer obligatoria hasta cierto punto la 
via de la apertura del canal y ser dueño de esa vía, era un negocio que no 
podia escaparse á la penetración industrial de los uorteamericanos. 



— 79 — 

pertenece el punto de unión de todas las aguas y consiguien- 
temente de todas las tierras, y si en ese punto con el concurso 
unánime de las potencias maritima^^ logramos nosotros hacer 
imponer el principio de la neutralidad perpetuu y do la igualdad 
para todos los pabellones en la indeniíiizacion del servicio 
común que en él se preste, entonces nuestro escudo nacional 
será en lo sucesivo no solo el símbolo de nuestra fortuna sino 
el sello indicado por la naturaleza y puesto por nuestro espí- 
ritu dec justicia, á la providencial unificación del linaje humano.^ 
Pasamos á hablar del otro hecho. 

El Gobernador de Cundinamarca, que habia allegado tropas 
de varios puntos, dio un decreto declarándose en ejercicio de 
facultades omnímodas, decreto que conculcaba la Constitución 
nacional y la del Estado, y que hacia de la capital de la Eepvi- 
blica, asiento de los poderes federales y del cuerpo diplomático 
y consular, el teatro de un gobierno de hecho. El Presidente 
desconoció y depuso á aquel funcionario; y al dar cuenta 
al Congreso de lo ocurrido dijo: '^ Si vuestra resolución fuere 
adversa, en vez de renegar de mi obra, aceptaré con tranqui- 
lidad de conciencia el sacrificio que por ella se me imponga. Pero 
en todo caso tendré y aprovecharé la oportunidad de honrar á 
la Eepública y de honrarme á mi mismo, inclinando la altura 
oficial que debo á los sufragios del pueblo cuanto sea necesario 
para que sobre ella caiga la suprema decisión de sus apode- 
rados legítimos.'' El Congreso halló política y legal la conducta 
observada por el Presidente Gutiérrez el 10 de Octubre, y el 
suceso pasó á ser propiedad de la historia. 

El 1? de Abril de 1870 se encargó de la Presidencia de la 
Eepública el General Eustorgio Salgar, elegido popularmente. 
Durante su administración el Congreso expidió las siguientes 
notables leyes : la que declaró completamente libre la explo- 
tación de los bosques nacionales; la que dio libre la exportación 
de la plata en pasta y en aleaciones naturales; la que honró la 
memoria del General Antonio Obando ; la que dio derecho de 
cobrar pensión del Tesoro á los reinscritos en la lista militar ; 
la que fijó en mil hombres el pié de paz del ejército ; la que 
dispuso que los réditos de las capellanías que la legislación 
civil de los Estados declarase como de jure devoluto y desti- 
nase á la educación pública, fuesen reconocidos y mandados 
pagar á dichos Estados ; la que cedió á la ciudad de Bogotá 
el convento de San Diego para casa de asilo de inválidos y 
pobres desamparados ; la que honró la memoria del General 
Valerio Francisco Barriga ; la que abolió el monopolio fiscal 
de las minas de esmeraldas ; la que declaró francos por veinte 
años los puertos de Buenaventura y de Tumaco ; la que ordenó 
la reducción de los indios salvajes y derogó la ley de 1868 so- 
bre civilización de indígenas ; la que reglamentó la aduana de 
Cuenta^ la que dispuso la canalización y mejpra de los cafios 
y ciénagas de SaBíamarta ; la que auxilió la navegación i)or 






— 80 — 

vapor en el rio Carare ; la que cedió á los Estados el uso de 
ciertos edificios de la nación^ la que mandó levantar un 
monumento fúnebre en la ciudad de Eionegro al procer 
José María Córdova ; la que honró al pueblo del Paraguay y 
lamentó la muerte del Mariscal Francisco Solano López, Pre- 
sidente de aquella República; la que estableció un Jurado 
de aduanas ) la de colonización de territorios nacionales ; 1» 
que autorizó al Poder Ejecutivo para organizar la instruc- 
ción pública primaria, independientemente de la universitaria ; 
la que cedió al Estado de Boyacá el convento de la Concep- 
ción; la que mandó dar hasta cincuenta bectaras de tierras 
baldías á cada uno de los individuos que se estableciesen en la 
antigua ciudad de La Plata ; la que aprobó el tratado para la 
excavación y arreglo de un canal interoceánico, celebrado en 
Bogotá con el Ministro de los Estados Unidos de América ; la 
que estableció una Escuela de artes y de oficios en la ciudad 
de Bogotá ; la que cedió á la Municipalidad de Cali el convento 
de San Francisco ; la que mandó t^ambiar por fusiles Reming^ 
ton los antiguos fusiles de la República : la que concedió nue- 
vos auxilios para el establecimiento de lazaretos ; la que votó 
$ 10,000 para la apertura de un camino de Bogotá al Meta ; la 
que mandó fomentar la aldea de San Faustino ; la de policía 
délas fronteras; la que cedió al Estado de Panamá cierta 
zona de terreno marítimo ; la de explotación de las guaneras 
y de los cocales del Territorio de San Andrés y Providencia ; 
la que trata de exploraciones científicas del territorio nacional^ 
la que abolió los empleos militares ; * la que cedió al distrito 

* Las principales disposiciones de esa célebre ley eran las «iguientes : 
« 1.^ Ko hay más empleos militares que los indispensables para el servicio de 
la fuerza pública organizada. — 2.» Para la designación de los ocho (Generales 
de que habla la C!onstitucion y de entre los cuales debe escogerse el General 
en Jefe del ejército, se considerarán como Generales de la Bepública todos 
los colombianos mayores de veinte y un años. — 3.* Los Generales, Coroneles, 
Tenientes-Coroneles y Sargentos mayores que se empleen en el servicio de la 
fuerza pública organizada, serán nombrados por el Poder Ejecutivo con 
la aprobación del Senado. — 4.» En lo sucesivo, ni el Congreso ni el Poder 
Ejecutivo federal podrán conferir honores, distinciones, ascensos, títulos, 
grados ni empleos militares. §. Esta prohibición no comprende los títulos 
y grados científicos que las Universidades, casas de educación y colegios 
públicos ó privados confieran, según sus reglamentos, á los que se dediquen 
al estudio de las ciencias militares ; pero dichos títulos y grados no produ- 
cen efectos legales de ninguna clase. — 5.* Los empleos militares de la fuerza 
pública organizada se desempeñan en comisión como los destinos civiles; y 
Jos individuos encargados de dichos empleos tienen, mientras los ejercen, el 
título que á cada uno de ellos corresponde. — 6.' Los militares, los huérfanos, 
las viudas y los inválidos que gozan de pensión, continuarán recibiendo la 
que les corresponde según las disposiciones vigentes, en calidad de pensiones 
civiles. — 7.* Quedan abrogados todos los títulos, grados y empleos militares 
que han sido conferíaos. En lo sucesivo la lista militar 6 escalafón de la 
Guardia Colombiana se formará solo de los Generales, Jefes y Oficiales em- 

Í)leados en Ja" fuerza pública que se hallen en servicio.— 8.* Se derogan todas 
as disposiciones contrarias á la presente ley." 



— 81 — 

de Leiva el convento del Cánnen ; la que cedió á la ciudad de 
Popayan el edificio denominado el " Cuartel viejo ; ^' la que 
aprobó el censo de población de algunos Estados; la que 
aclaró la de libre explotación de bosques nacionales diciendo : 
^^Para la explotación de las tierras baldías no se necesita 
licencia de autoridad alguna, ni puede cobrarse con tal motivo 
ningun derecho. Las medidas que dicte el Poder Ejecutivo 
para la conservación y reproducción de los bosques serán solo 
de policía;'' la que mandó colocar la estatua de Cristóbal 
Colon en la entrada del canal de Panamá, del lado del Atlán- 
tico ; la que reglamentó ciertos artículos de la Constitución 
nacional ; * la que dio protección á los inmigrantes extranje- 
ros ; la de policía de puertos marítimos y fluviales ; la que 
mandó vender las vertientes saladas del Estado del Cauca; la 
que votó $ 12,000 para la continuación de la Exposición nacio- 
nal de 1871 ; y la de excarcelación en materia criminal. Duran- 
te esta Administración fué sancionado el Código de Comercio. 
Los Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 7.941,000 
y los de gastos $ 8.780,580, fuera de un presupuesto especial 
de crédito público de $ 3.220,000, consecuencia en parte de la 
ley de 1868 sobre la materia. 

En tiempo del Presidente Salgar se continuó la obra del 
Capitolio, suspendida hacia más de veinte afíos ; se organizó, 
patrocinado por el Gobierno, el Banco de Bogotá, que fué el 
primero propiamente dicho que se fandó en el país ; hubo dos 
Exposiciones nacionales de algún mérito y se empezó á esta- 
blecer la instrucción pública primaria sobre las bases que tiene 
actualmente. También tuvo lugar en tiempo de esta Adminis- 
tración una revolución en Boyacá, la cual, aunque no triunfó, 
costó al Estado mucha sangre, muchos sacriñcios y dinero, y 
ftié causada por el retiro del batallón " Eifles," de la Guardia 
colombiana, que estaba de guarnición en Tunja. El batallón 
fué sacado de esta ciudad súbitamente y mandado á Cúcuta, 
en donde no permaneció. 

En Abril de 1872, habiendo sido elegido popularmente, en- 
tró el doctor Murillo á ejercer por segunda vez la presidencia 
de Colombia. El Congreso expidió en este bienio las importan- 
tes leyes que siguen : la que mandó recopilar las leyes nacio- 



* Esta ley dispone que los actos en que se declaren elegidas para 
puestos públicos de la Union personas inhábiles, se tengan como violatorios 
de la Constitución y de las leyes ; que corresponde á la Corte Suprema decla- 
rar quiénes han perdido el carácter de ciudadanos de Colombia; que el per- 
miso que se conceda á los colombianos para admitir empleos, ventas, títulos 
ó condecoraciones de Gobiernos extranjeros, se otorgue por medio de sim- 
ples proposiciones aprobadas por las Cámaras ynó por medio de lej'^esj y 
que los colombianos que hayan perdido el carácter de tales, puedan volverlo 
á obtener cuando fijen su residencia en el territorio de la República y decla- 
ren ante el Secretario de Kelaciones Exteriores 6 ante el Gobernador del 
Sstado respectivo que quieren volver á ser colombianos. 



L 



— 82 — 

nales ; * la que mandó pagar á los Estados de Gandinamarca^ 
(le Boyacá, de Santander, del Toüma y del Cauca lo que se les 
<lebia por su participación en la renta de salinas ; la que decla- 
ró cancelado el saldo de setenta y dos mil cien libras esterli- 
nas ($ 360,500), importe de los vales de deuda exterior de las 
emisiones de 1845 y 1861, que existían en poder del Agente 
liscal de la Eepública en Londres y que no fueron convertidos 
en vales antiguos de los empréstitos colombianos en el largo 
trascurso de veinticinco años ; la que cedió unos terrenos al 
Estado del Cauca piara auxilio de la apertura de un camino de 
Túquerres á Barbacoas ; la de conversión de la deuda exterior ; 
la que mandó vender varios edificios nacionales importantes, 
ubicados en la capital de la Eepública, y aplicar el producto 
de su venta á la continuación de la obra del Capitolio ; la que 
j)ermitió á los empleados de la Universidad nacional acumular 
dos ó más sueldos de la misma Universidad, ó los de ésta con 
los de otros empleos nacionales hasta la concurrencia de $ 120 
en cada mes ; la que cedió al distrito de Pesó (Estado de Pa- 
namá) una casa de propiedad nacional para servicio de la 
instrucción pública ; la de fomento de la inmigración extran- 
jera ; la que hizo ciertas prescripciones al Poder Ejecutivo res- 
pecto del ferrocarril de Panamá ; lav que concedió un auxilio 
j)ara montar una fábrica de extracción de lanas vegetales j la 
que mandó elaborar por cuenta de la República ciertas tierras 
metálicas 5 la que mandó establecer un telégrafo eléctrico en- 
tre Zipaquirá, Tunja y Bucaramanga ; la que facilitó al Poder 
Ejecutivo para aceptar cierta proposición de los acreedores 
extranjeros ; la que prohibió la pesca con máquinas de la con- 
cha de madre-perla en las aguas de la comarca de Balboa (Es- 
tado de Panamá) y ordenó al Poder Ejecutivo que reglamen- 
tase la pesca de conchas y de otros moluscos ; la que determinó 
(íuáles eran los lugares de detención y castigo de los individuos 
responsables de iiifracciones de la Constitución y de las leyes 
de la República ; la que autorizó al Poder Ejecutivo para pro- 
mover la construcción de líneas telegráficas que comunicasen 
lii capital de la Union con el puerto Villaraizar sobre el Zulia, 
<?on el puerto de Buenaventura en el Pacífico, con los puertos 
de Colon, de Cartagena, de Sabanilla y de Santamarta sobre 

* La primera recopilación de las leyes del país contiene todas las le- 
yes de Nueva Granada, y fué hecha en cumplimiento de la ley de 4 de 
ÍMEayo de 1843. Esa recopilación contiene toda la legislación nacional vigente 
hasta el año de 1844 incliisive. La segunda tiene el nombre de «Apéndice á 
la Recopilación de leyes de Nueva Grranada," fué hecha en 1850 de orden del 
Poder Ejecutivo, y contiene toda la legislación nacional vigente desde 1845- 
hasta 1849 inclusive. La tercera tiene el título de "Constitución y leyes de 
los Estados Unidos de Colombia expedidas en los anos de 1863 é. 1875." Los 
Códigos de Comercio, Judicial, Penal, Fiscal, Civil y Militar están publicados 
en ediciones separadas. Está pues sin recopilar ]a legislación nacional de 
1850 á 1862 y la de 1876 á 1882, aunque sí corren una y otra impresas en las 
ediciones de las leyes de los años respectivos. 



— 83 — 

^1 Atlántico, y con las capitales dé los Estados y los centros 
^íaerciales del país ; la que aprobó nn contrato para el esta- 
j^lecüniento de una fábrica de ácido sulfúrico ; la que concedió 
?J1 premio de honor á los ciudadanos Vicente de la Boche y 
^Ruel Atuesta, como los promovedores en Colombia de la 
y^^cultura y de la apicultura ; la que mandó fomentar la na- 
^^acion por vapor del alto Magdalena y destruir las piedras 
^ l^^fíones que tiene este rio en Flándes, Gallinazo, Las Mamas 
ti¿^?lombaima ; la que autorizó al Poder Ejecutivo para cons- 
ÍlB.1 ^P^^^^^^s que representasen la nación ante los tribu- 
. ^<es extranjeros 5 la que ordenó la amortización de la deuda 
^teriov ] la que hom-ó la memoria del General Pedro Alcántara 
fierran ; la que cedió al Estado de Antioquia doscientas mil 
liectáras de tierras baldías para el fomento de la inmigración ; 
la que aprobó las bases de un contrato para la construcción de 
^Mi ferrocaml entre la bahía de Buenaventura y ^ rio Cauca ; 
^a que autorizó al Poder Ejecutivo para rebajai* el precio de la 
^1;, la que dispuso la enumeración y cita de las leyes ; * la 
<iue autorizó al Poder Ejecutivo para distribuir entre las bi- 
Motecas de los Estados los duplicados de los libros que hubie- 
se en la Biblioteca nacional ; la que prorogó por cinco años 
la subvención anual de $ 25,000 al Estado del Magdalena ; la 
que tributó un homenaje al distinguido poeta colombiano 
Gregorio Gutiérrez González 5 la que fijó en mil doscientos 
hombres el pió de fuerza ; la que mandó dar á la ciudad de 
Bogotá $ 10,000 para la construcción de los dos i)uentes que 
destmyó la avenida del rio de San Francisco el 6 de ííoviembre 
de 1872 ; la que cedió al Estado de Cundinamarca cuatro hec- 
taras de terreno en el alto de San Diego para construir una 
Penitenciaria y la que cedió doce mil hectaras de tierras baldías 
á cada una de las huevas poblaciones de Murillo, de Santo Uo- 
mingo y de Soledad del Estado del Tolima; la que eximió de res- 
ponsabilidad al Secretario de Eelaciones Exteriores por haber 
ordenado un gasto de $ 2,000 para la celebración del 20 de 
Juüo de 1872 ; ** la que prohibe destinar los salones del Ca- 
pitolio á usos que no sean de carácter oficial ; la que votó 
I 8,000 para la composición del camino de Ibague á Cartago 
por la montaña del Quindío 5 la ' que suprimió los derechos de 
internación de sal ; la que dispuso que las comisiones de cré- 
dito público de las Cámaras incinerasen los documentos cance- 
lados, después de hecho el cotejo de las respectivas relaciones ; 
la que manda aumentar hasta el cinco por ciento el interés de 
la deuda exterior cuando las aduanas nacionales diesen un 

* Esta ley dice : " Todo acto de carácter legislativo llevará el nombre 
de Ley. — Las leyes que el Congreso expida en cada año serán numeradas de 
modo que las de cada uno formen una serie ordinal que comience con el 
número l.«* — Las leyes serán citadas así : * Ley número tal, de tal aüo." 

** Esta fiesta ha sido la más notable de cuantas ha habido en la capital 
de la República. 



— Sí- 
rendimiento líquido anual de tres millones de pesos ; la que 
manda que con fondos públicos se eduquen en las escuelas 
normales de los Estados, hasta tres jóvenes de cada uno de los 
Territorios nacionales y del Territorio del Caquétá ; la que 
mandó distribuir $ 50,000 entre las familias pobres de Cuba 
que hubiesen abandonado su patria por causa de la guerra 
civil ; la que honró la memoria del señor Manuel AbeUo ; la 
que honró al seüor Gregorio Obregon por los servicios que 
prestó en el arreglo de la Exposición nacional de 1872 ; la que 
mandó dar al hospital de Barranquilla dos mil pesos por año 
durante cinco años ; la que donó al Asilo de indigentes de Bo- 
gotá los terrenos del alto de San Diego, los de Egipto y el área 
del Molino del Cubo ; la que mandó pagar veinte y seis mil 
libras esterlinas, remanentes de créditos de los contratos de 
los empréstitos de 1868 ; la que permitió á los militares de 
la Independencia descapitajlizar sus pensiones (las que hablan 
capitalizado por leyes anteriores); la que dio al distrito de 
Samacá los terrenos del páramo de Gacal como auxilio á la 
instrucción primaria del mismo ; la que honró la memoria de 
los ciudadanos Lorenzo M. Lleras, Simón de Lavalle y Antonio 
Benedetti ; la que creó un juzgado y una agencia fiscal en el 
Territorio de Casanare ; la que declaró dia festivo, como aniver- 
sario de la proclamación de la Independencia nacional, el 20 
de Julio y votó una cantidad fija para su celebración ; la que 
mandó dar una pensión del Tesoro á dos parientas de Policarpa 
Salabarrieta ; la que suspendió la adjudicación de tierras bal- 
días en la zona de las líneas de los ferrocarriles en proyecto ; 
la que autorizó al Poder Ejecutivo para adscribir el Departa- 
mento de correos á una de las Secretarías de Estado, suprimir 
el Director del ramo, separar la oficina de correos de Panamá 
de la Administración de Hacienda nacional y permitió, con 
ciertas condiciones, el establecimiento de agencias postales 
extranjeras en el país para el servicio de la correspondencia 
de tránsito : la que honró la memoria del ciudadano Santos 
Gutiérrez ; la que prohibió al Poder Ejecutivo nombrar para el 
desempeño de empleos con sueldo del Tesoro á los Senadores, 
Representantes y Comisarios de los Territorios que hubiesen 
tomado asiento en las Cámaras, ya con el carácter de princi- 
pales, ya con el de suplentes, • y prohibió que los Prefectos 
de los Territorios nacionales fuesen elegidos Representantes y 
Comisarios durante el período de su nombramiento ; la que 
honró la memoria del ciudadano Juan José Reyes Patria ; la 
que mandó construir en el punto dé Nisperal (bahía de Saba- 
nilla) un edificio para almacén y oficinas de la aduana de aque- 
lla ciudad ; la que decretó un auxilio para la apertura de un 



* Se exceptuaban de esta dispQsicion los empleos de Secretarios de 
Estado, Agentes diplomáticos y Jefes militares en tiempo de guerra, de 
acuerdo con el artículo 46 de la Constitución. 



— 85 — 

camino entre el pueblo de Vlllavicencio y el puerto Barrancas 
del rio Guatiquía ; la que facultó al Poder Ejecutivo para con- 
tratar el ferrocarril del N^orte ; la que aprobó la Convención 
consular entre Colombia y Chile de 10 de Junio de 1872 ; la 
que manda recibir en la Universidad nacional hasta 72 alum- 
nos internos, á razón de ocho por cada Estado, para que sean 
educados con fondos del Tesoro ; la que prohibe á los militares 
de la Guardia colombiana aceptar los destinos de Senador, de 
Representante y de Comisario cuando sean nombrados por los 
Estados ó Territorios en donde estén de guarnición, salvo 
que sean elegidos seis meses después de haber dejado vacante 
el puesto en que servian; la que mandó crear en la capital de 
la República la Academia Vásquez ; * la que aprobó las 
estipulaciones sobre caiye de producciones literarias y científi- 
cas contenidas en el protocolo de una conferencia celebrada en 
Santiago de Chile el 10 de Junio de 1872, entre el Cónsul gene- 
ral de Colombia y el Ministro de Relaciones Exteriores de 
aquella República ; la que aprobó la Convención postal entre 
Colombia y Chile de 10 de Junio de 1872 ; la que aprobó la 
Convención postal de 30 de Enero de 1873 entre Colombia y el 
Perú 5 la que permite al Banco de Bogotá y á los demás bancos 
que se funden en la Union establecer sucursales con ciertas 
condiciones ; y la que mandó levantar el plano topográfico del 
distrito de San Faustino. Durante la Administración del doc- 
tor Murillo fueron sancionados los Códigos Judicial, Civil, 
Fiscal y Penal de la Union. En este bienio los Presupuestos 
de rentas alcanzaron á $ 7.485,000 y los de gastos á $ 9.743,098, 
incluyendo en estos últimos $ 649,105 de erogaciones adicioDa- 
les y de créditos que hubo que someter á la regularizacion le- 
gislativa. 

La Administración del doctor Murillo se consagró desde los 
primeros dias, de preferencia, á la reorganización y al resta- 
blecimiento del Tesoro, aniquilado por un déficit que crecia de 
ajtto en año por los perniciosos efectos de la ley de 1868 sobre 
crédito público. El sistema puesto en planta para la reivindi- 
cación de las rentas, que estaban todas en manos de los acree- 
dores públicos,^ recibió el nombre de la verdad en la deuda. 

El arreglo hecho en 1861 — que fué calificado de muy 
bueno — liquidó y reconoció, por capital é intereses, á favor 
de los acreedores extranjeros la cantidad de $ 33.144,000. En el 
que hizo la Administración del doctor Murillo se obtuvo una re- 
baja de veintitrés ndUones ciento cuarenta y cuatro mil pesos, 
pues se logró que aquella exorbitante suma fuera reducida á solo 
I 10.000,000. Por el arreglo de 1861 el servicio anual de la 
deuda exterior costaba al Tesoro $ 750,000 ; por el de 1873 el 
costo era solo de $ 450,000. Hay pocos casos de una negocia- 
<^on tan feliz así en la historia financiera del mundo. 

* Esa academia debía ser erigida en honor del célebre pintor bogota- 
no Gregorio Vásquez GebaUos, quien murió en Diciembre de 1711. 



— 86 — 

Ya hemos hecho notar que la ley de 3 de Junio de 1868 
sobre crédito público, hizo tanto en favor de lo» acreedores' 
internos de la República que arruinó en poco tiempo el Tesoro 
de ésta. Esa ley no solo reconoció el valor líquido de todos los 
créditos pasivos interiores sino que los mandó pagar con el 
monto de los derechos de importación, deducida la parte aplica- 
da á la deuda exterior. Hizo más: mandó (inciso 3,? artículo 9) 
que de 1870 en adelante acrecieran al pago de la deuda inte- 
rior las unidades de la renta de aduanas que fuesen quedando 
libres por cualquier motivo ; y el artículo 22 dijo : " El Poder 
Ejecutivo no x)odrá en ningún caso ni por ningún pretexto dar 
una aplicación distinta á los fondos de amortización destinado» 
por las leyes vigentes á los documentos de deuda interior.^ 
Aquella fué la edad de oro de los acreedores públicos, pues 
tenían para ser pagados toda la parte libre de la renta de 
aduanas, base y esperanza del Tesoro de la nación. La situa- 
ción creada por esta peregrina ley llegó á ser tan grave, que 
al empezar la segunda Administración del doctor Murillo solo 
tenia el Poder Ejecutivo $ 275,000 por año para hacer firente á 
todos los gastos públicos. * 

Una de las primeras medidas del Presidente fué denunciar 
al país y al Congreso esta insostenible situación, lo que hizo 
por medio de mensajes oficiales netos, y pedir que se llevase 
la 'ceráad á la deuda ; esto es^^que se sacase el Tesoro del sofis- 
ma de crédito en que se le mantenía aprisionado y que no se 
pagase sino lo que realmente se debía. Siguióse á esto una 
lucha recia y mortificante, como lo son todas las que afectan 
el bolsillo de las personas, y más cuando estas personas son 
pudientes ; pero triunfaron la razón y la conveniencia pú- 
blicas representadas por el Gobierno. La ley de 1868 fué re- 
formada, y pocos meses después, ubre yá el Tesoro, la« rentas 
y las contribuciones del país dejaron de ser la herencia de 
unos pocos y volvieron á ser el sustento de todos los ramos del 
piiblico servicio. 

El Secretario Contó dijo en la Memoria de 1872 al termi- 
nar la Administración Salgar : ^^ Todavía estos males pueden 
considerarse como insignificantes con relación á otro más grave, 
que es el origen de los mayores embarazos en la administración 
pasiva de la hacienda : el constante desnivel entre las necesidades 
del Gobierno y los recursos de que puede disponer. ^^ El Secretario 

V 

* '* La situación fiscal de Colombia llegd á ser la signiente-: la renta 
de salinas en su parte libre (85 por 100) se invertía en la fuerza permanente,, 
en las pensiones de los militares de la Independencia y en las de las monjas 
exclaustradas. La renta de aduanas se dividía así : 60 unidades para los 
acreedores internos ; 37^ para los acreedores extemos y 2| para los gastos dj6 
recaudación. No quedaban pues para los gastos ordinarios de la administra» 
cion pública en los otros ramos cardinales del Ghobierno y en el ramo diplo- 
mático y consular, sino los $ 225,000 libres del ferrocarril de Panamá y al- 
gunos resagos, que á lo sumo alcanzarían á $ 50,000. Total $ 275,000."-— F. 
PÉREZ. Memoria del Secretario del Tesoro y Crédito nacional, 1873. 



— 87 — 

I*érez decia en la Memoria de 1874 : " Afortunada más que 
ninguna ot¡ra en Colombia la Administración que va á termi- 
nar^ no solo no ha carecido de recursos sino que le ka sido dado 
verificar, operaciones importantes en punto á crédito y tesoro. 
La^deuda iaterior no es yá un cáncer sino una cifra en cons- 
tante y notable diminución, y la exterior ha perdido dos tantos 
de su int^isidad. En las cajas públicas no se siente ningún 
apuro, pues los gastos del servicio se hacen con la regularidad 
de los de un banco. Mi voz como Secretario del Tesoro, en esta 
feliz ocasión, no se dejará oir para anunciar al país lástimas y 
pedirle remedios costosos. No : se dejará oir pura y simplemente 
para decirle que sus recursos comunes le bastan y sobran para 
sus necesidades comunes. ISo pido arbitrios, no aconsejo em- 
préstitos, no preveo humillaciones ni demando facultades ex- 
traordinarias. Toda esa labor depresiva, consecuencia de nues- 
tras desgracias e^ el pasado, pertenece á los tiempos que no 
han de volver. Hoy el lenguaje fiscal es un lenguaje de ventura 
porque es de ereditOj de solvencia y de esperanzas en todos 
sentidos.'^ 

Sin aumentar las contribuciones, por el contrario, habiendo 
rebajado el precio de la sal, la Administración Murillo pagó 
$1-811,487 de deudas antiguas, amortizó $ 1.129,032 de deuda 
interior y dejó un superávit de $ 1.003,728. Así : rentas efecti- 
vas! 4.003,728 j gastos efectivos $ 3.003,728. Tal fué la segun- 
da presidencia del úoctor MultíUo, libertadora del Tesoro y 
fundadora del crédito nacional. 

En este período administrativo hubo algunos disturbios 
locales en el Estado de Panamá, pero el orden general de la 
Eepública se mantuvo inalterable. 

En Abril de 1874 entró á desempeñar la presidencia de la 
Eepública el doctor Santiago Pérez, elegido popularmente. Las 
leyes más notable» expedidas por el Congreso durante esta Ad- 
ministración fueron las siguientes: la que autorizó al Poder Eje- 
cutivo para comprar la biblioteca y los manuscritos que habían 
pertenecido al señor José María Vergara y Vergaraj la especial 
sobre fomento y colonización de los Territorios de Oasanare y 
de San Martín } la que restableció los correos de encomiendas, 
que habían sido suprimidos por el Código Fiscal j * la que 
mandó que fuese prolongado el cable submarino desde Colon 
hasta Santamarta, tocando en Cartagena y en Sabanilla, y que 
se le enlazase con las líneas telegráficas que comunican con 
Bogotá 5 la que mandó que se practícase por ingenieros hi- 

* El Código Fiscal había mandado suprimir los correos de encomien- 
das, pero se hizo necesario restablecerlos para el seguro trasporte de los 
caudales privados. La sola oficina de encomiendas de la capital despachó 
para el exterior durante los tres años de 1873, 1874 y 1875 $ 1.115,320 en oro 
amonedado ; esto es, $ 701,901 más que en los tres años anteriores. La misma 
oficina recibió para exportar en solo el año de 1875 $ 206,516 en moneda de 
plata, cuando en los cinco años anteriores á aquél solo habían sido exporta- 
dos $ 35,490. 



— 88 — 

dráulicos iin examen del brazo del río Magdalena llamado 
Brazo de Mompos; la que mandó dar $ 100,000 anuales por el 
término de diez años é hizo otras concesiones importantes al 
Estado de Antioquia, para auxiliar la construcción del ferro- 
carril de Puerto-Berrío ; la que reglamentó la elección de los- 
Diputados y Comisarios de los Territorios al Congreso nacio- 
nal 'y la que mandó dar un auxilio anual de $ 50,000 al Estado 
de Santander para la apertura de un camino que pusiese en 
comunicación el valle de Cuenta con el rio Magdalena 5 la que 
dio $ 20,000 de auxilio para la apertura de un camino que 
comunicase á Ansermanuevo con Nóvita pasando por la mon- 
taña de Juntas de Tamaña ; la que cedió al Estado del Cauca 
un lote del edificio del monasterio de la Encamación para 
establecer en él un colegio de niñas ; la que concedió al colegio 
de Santa Librada de Neiva un auxiMo de $ 4,000 anuales pa¿ra 
que fundase clases de química, de física, de minería, de meta- 
lurgia y de agricultura 5 la que bonró la memoria de Camilo 
Torres ; la que bonró la memoria del General Emigdio Brice- 
ño ; la que ampbó las autorizaciones dadas al Poder Ejecutivo 
para la construcción del ferrocarril del Norte ; la que aprobó 
la transacción que aseguró los derecbos de la Nación en las 
minas de azufre de Gacbalá ; la que protegió el envío de pro- 
ductos colombianos á la Exposición de Cbüe de 1875 ; la que 
señaló funciones al Interventor del ferrocarril de Bolívar ; la 
<iue adicionó el decreto legislativo de 17 de Mayo de 1850 en 
bonor de la memoria de José Acevedo Gómez ; la que dio al 
Estado de Boyacá un derecbo en las minas de esmeraldas de 
Muzo ; la que autorizó al Poder Ejecutivo para contratar la 
constiTiccion del ferrocarril de Paturía^ la que autorizó al 
Poder Ejecutivo para fomentar la colonización del Territorio 
del Caquetá y la navegación de los rios Putumayo y Ñapo ; la 
que mandó crear una biblioteca para el servicio del Congreso ; 
la que autorizó al Poder Ejecutivo para establecer una ferrería 
en grande escala; la que estimuló la importación en el país de 
monedas de plata y la acuñación de la que se produce en él ; 
la que amplió la que fomenta la navegación del alto Magda- 
lena ; la que, para atender á la reducción y civilización de 
indígenas, dividió el territorio de la Eepública en seis Corre- 
gimiehtos, estableció Juntas en las capitales de éstos y votó 
$ 30,000 anuales para gastos ; * la que aprobó un contrato 
de compra de mil colecciones de mapas de los Estados y de la 

* Estos Corregimientos eran : el de Bogotá (compuesto de los Estados 
de Cnndinamarca y del Tolima y delTerritorio nacional de San Martin), 
capital Bogotá j el de Boyacá (compuesto del Estado de este nombre y del 
Territorio nacional de Casanare), capital Tunja; el del Jfa^daldna (compuesto 
del Estado del mismo nombre), capital Santamarta; el de Panamá (com> 
puesto del Estado del mismo nombre), capital Panamá ; el del Cauca (com- 
puesto del Estado del mismo nombre), capital Popayan ; y el de Samia/nd&r 
(compuesto del Estado del mismo nombre), capital Socorro. 



— 89 ^ 

Union ; la que concedió á la aldea de Soledad (Tolima) dc^ce 
mil hectaras de tierras baldías } la que compró un edificio para 
la aduanado Tumaco; laque concedió un auxilio anual de 
$ 3^600, por cuatro años^ á la navegación por vapor entre 
Quibdó y Cartagena ; la que cedió un edificio nacional á Car- 
tagena para el servicio de un hospital ; la que fljó el pié de fuerza 
ordinario en 1,220 hombres ; la que prorogó por diez años el 
auxilio del Tesoro ($2,400 anuales) al hospital de Zipaquirá; la 
que mandó hacer una exploración científica de las Bocas de Ce- 
niza (rio Magdalena)^ la que estableció un juzgado na-cional de 
primera instancia en el Territorio de ]!ííevada y Motüones; la que 
mandó levantar una estatua en el patio principal del Capitolio 
en honor del General Antonio íií^ariño j la que mandó dar dos- 
cientos nú! pesos del Tesoro al Estado de Santander para auxi- 
liar las poblaciones que sufrieron con el terremoto del valle de 
Cuenta en 1875 j la que manda que cada cuatro años se haga 
una compilación de las disposiciones vigentes del Poder Eje- 
cutivo; la que autoriza al Poder Ejecutivo para conceder, 
hasta por el término de diez años, una subvención anual de 
$ 20,000 á la persona ó compañía que coloque y mantenga un 
cable submarino entre Colon y Cartagena, y otra de $ 10,000 
por el mismo tiempo á la persona ó compañía .que coloque y 
mantenga otro cable entre Panamá, Buenaventura y un puerto 
cualquiera del Ecuador, del Perú, de Bolivia ó de Chile ; la 
que aprobó un contrato hecho con el Estado de Santander sobre 
el establecimiento de un lazareto hacia el oriente del rio Chica- 
mocha ; la que honró la memoria de los ciudadanos Manuel y 
Antonio Eodriguez Toríces 5 la que aprobó el tratado sobre 
protección á la propiedad literaria, de 8 de Agosto de 1873, 
hecho entre Colombia y Costarica 5 laque aprobó la Conven- 
ción consular entre Colombia y Costarica, de 28 de Febrero 
de 1873 ; la que autoriza al Poder Ejecutivo para conceder un 
privilegio por veinte y cinco años á la persona ó compañía que 
construya un muelle de madera en el puerto de Tumaco ; la que 
amplió las leyes de auxilio á la navegación del alto Ma-gdalena 
y mandó invertir hasta $ 150,000 en mejorar la navegación entre 
Honda y Neiva ; la que dio auxilios á los Estados de Cundi- 
namarca y de Santander para la construcción de unos puentes ; 
la que mandó dar á los pobladores de la aldea de Marulanda 
(Tolima) doce mil hectaras de tierras baldías, y otras doce 
mil á cada una de las fracciones de Aquitania, dependientes del 
distrito de Cocorná y del de San Luis ( Antioquia) ; y la que 
aprobó el convenio postal de 11 de Setiembre de 1876 entre 
Colombia y el Beino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda, 

Los Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 8.244,728 
y los de gastos $ 10.837,449, incluyendo en esta cifra f 954,819 
de créditos adicionales y de créditos regularizados. 

Durante la Administración Pérez tomó mucho incremento 
ia instrucción pública, pues la Universidad nacional fué prefe- 



— 90 — 

reutemente atendida y á las escuelas oficiales, qne Herrón á 
ser dosmü, concurrieron 48,722 alumnos y 21,594 alumnas. 
El gasto anual de este ramo, comprendiendo las erogaciones de 
los Estados y de los distritos, fué de $ 800,000. Las líneas tele- 
gráficas, que median yá 1,735 kilómetros, fueron aumentadas 
con 500 má«, y los despachos telegráficos-— que en 1873 habían 
sido 47,127 — subieron hasta 98,603. El superávit, que se sos- 
tuvo firme, alcanzó á $ 1.177,600. Se dio cumplimiento á las 
leyes sobre fomento material, y ñié contratada la construcción 
del ferrocarril del Korte con una compañía nacional organizada 
al efecto. 

Al dar cuenta de esto último dijo el mensaje del 1? de 
Febrero al Congreso de 1875: "Por este medio se ha dejado 
campo para las reformas que lleguen á ser necesarias. Se han 
evitado las contrataciones por mayor, en las que la deficiencia 
de datos podría haber determinado, por parte de los construc- 
tores, exigencias exorbitantes. Se ha puesto la dirección de la 
empresa al abrígo de toda complicación oficial y de toda posi- 
ble impericia administrativa. Al mismo tiempo se ha reservado 
al Gobierno la suficiente participación en la empresa para que 
ésta no pueda convertirse en centro ú origen de perniciosas 
influencias, ó en industría privilegiada de hecho para allegar, 
con onerosas tarifas, desproporcionadas ganancias. Por último, 
se ha independizado la obra, una vez por todas, de los vaivenes 
políticos y de los cambios de miras ó de personal en el Go- 
biemo.^' 

También ftieron restablecidas entonces las relaciones amis- 
tosas con Venezuela, y se ilustró cuanto fué posible el debate 
sobre nuestros límites territoriales con aquella república. Ade- 
mas de esto, fueron comprados en $ 600,000 el ferrocarril y el 
telégrafo de Bolívar, sin que el gravamen que pesaba sobre la 
nación por el contrato primitivo relacionado con ese ferrocarril, 
gKivase á ésta ni con un centavo más. Según datos oficiales, 
resultó que los contratistas de salinas, á contar de 1827 para 
acá. habían obtenido una ganancia que no bajaba de $ 2.166,264 
(mas de $ 45,000 por año) ; y como lo que estos contratistas 
ganaban en nada mejoraba el artículo y era un recargo adicio- 
nal sobre el precio de él, la Administración Pérez, al terminar 
el contrato de arrendamiento de la salina de Zipaquirá, mandó 
que la elaboración se hiciese por cuenta del Gobierno. El 
resultado obtenido en los primeros meses dio motivo para creer 
que el Tesoro obtendria por este medio una utilidad de $ 40,000 
al ano, que era casi la misma que habían obtenido los antiguos 
cx>ntratistas. Desgraciadamente la Administración que siguió 
á la del doctor Pérez no continuó este sistema. 

Durante la Administración de que hablamos tuvieron lugar 
el terremoto que destruyó la importante ciudad de Oácuta y una 
revolución en los Estados de la costa atlántica. El doctor Pérez 
tuvo que separar de sus destinos al Secretario de Guerra y al Oo- 



— 91 — 

9 

mandante general del ejército, hecho sin ejemplo en el pais, * 
y esto, aunado con el calor eleccionario que yáhabiaemx)ezado, 
precipitó los acontecimientos. El Gobierno del Estado de Pana- 
má, apoyado en la guarnición nacional, habia suspendido allí 
de hecho las garantías individuales, alzado los tributos y des- 
carado á la guarnición misma contra el Gobierno General^ 
^amicion que, conforme á la resolución ejecutiva de 15 de 
Diciembre de 1873, debia mantener el orden en toda la zona 
del ferrocarril. El Presidente Pérez, en vista de esos hechos, 
Wen graves por cierto, se ümitó á mandar un Comandante 
militar al Atlántico, quien marchó sólo á su destino, llevando 
la instrucción de reducir amigablemente la guarnición que se 
liabia apartado de sus deberes. Este comandante fué puesto 
pireso por el Gobernador de Panamá, con la misma fuerza que 
debió haberse puesto á sus órdenes. Pérez, que quería man- 
tener la paz á todo trance, á pesar de semejantes procedí- 
mieutos no envió ñierza armada ^ Panamá sino una comisión, 
la que fué compuesta del Secretario de Hacienda de la Union 
y del Gobernador de Cundinamarca. 

En el Estado del Magdalena, el individuo que estaba hecho 
oai^o del Gobierno encarceló á varios ciudadanos y desterró á 
otros, impuso fuertes contribuciones, violó la correspondencia 
oñcial y la privada^ destituyó á los empleados nacionales y 
puso agentes suyos en las aduanas y en las encinas de la 
nación. Hizo más aún : notificó al Poder Ejecutivo federal que 
no solo miraria como acto de hostilidad lo que se hiciese en 
contra de sus providencias sino que no obedecería al Coman- 
dante general del Atlántico. Á su vez, fuerzas del Estado de 
Bolívar atacaron en plenas aguas libres, como lo son las del 
rio Magdalena, un batallón del Gobierno, se apoderaron de un 
vapor guarda-costas y aprisionaron en él al Secretario de 
Hacienda de la Union, todo lo cual dio lugar á algunos comba- 
tes en los cuales triunfaron los defensores del Gobierno. Poste- 
riormente el General en jefe del ejército nacional, obrando en 
campaña y bajo su propia responsabilidad, pues para ello no 
tenia instrucciones, depuso al Gobernador de Panamá. Pérez 
improbó este procedimiento y mandó pasar al Ministerio públi- 
co, para lo de su cargo, todos los documentos del caso. La re- 
volución de que hablamos no alcanzó á durar cuatro meses. 

En las elecciones que tuvieron lugar en 1875 ninguno de los 
candidatos— que lo fueron Aquileo Parra y Eafael Núnez — 
obtuvo la elección popular, y el Congreso eügió al primero de 
éstos Presidente de la Eepública de acuerdo con lo que dispone 
la Constitución. Durante este nuevo período administrativo 
fueron expedidas por el Congreso las leyes importantes que 

* El Congreso de 1831 expidió un decreto borrando de la lista nailitar 
y desterrando del país & los militares que hablan sostenido la dictadura de 
1830. El General Obando sancionó ese decreto y borró luego de la lista mi- 
litar 318 jefes y ofícialesj de los cuales expatrió 230. 



— 92 — 

indica la siguiente relación : la que devolvió al General Mos- 
quera el goce de la pensión dé $ 12,000 anuales que le habla 
decretado la Convención de Eionegro 5 la que autorizó al Poder 
Ejecutivo para conceder licencia de levantar edificios sobre la 
bajamar de todos los puntos de las costas colombianas ; la que 
autorizó al Poder Ejecutivo para dar un auxilio de $ 4,000 
para construir un puente sobre el rio Páez ; la que mandó 
pagar viáticos á ciertos individuos que no fueron admitidos 
como Senadores y Representantes del Estado de Panamá ; la 
que fijó el pié de fuerza en 2,585, siempre que ese número fuera 
indispensable para la conservación del orden legal ; la que 
mandó comprar un edificio de hierro y un muelle para la aduana 
de Buenaventura (Cauca) ; la que mandó colocar la estatua del 
General Santander en la plaza de Bogotá del mismo nombre ; 
la que reorganizó la Universidad nacional 5 la que mandó 
pagar $ 100,000 al Estado de Antioquia como crédito rema- 
nente de lo que este Estado habia gastado en servicio de la 
nación por causa del 23 de Mayo de 1867 5 la que honró la 
memoria del General Marcelo Buitrago y la del Coronel José 
Concha; la que autorizó al Poder Ejecutivo para negociar la 
apertura de un canal interoceánico ; la que mandó auxiliar con 
$ 20,000 la construcción del Panóptico que el Estado de Cun- 
dinamarca está edificando en Bogotá ; la que cedió al distrito 
de Sutamarchan unos terrenos como auxilio á la instrucción pri- 
maria del mismo 5 la que mandó comprar una biblioteca parti- 
cular para enriquecer la nacional ; la que mandó pagar $ 100,000 
del Tesoro por los daños causados á ciertos vapores de que se 
sirvió el Estado de Bolívar en la revolución de 1875, hacien- 
do la salvedad que ese pago no establecia regla obligatoria 
páralos casos semejantes que ocurriesen en lo, futuro; la 
que honró la memoria del General Juan María Gómez, pro- 
cer de la Independencia 5 la que mandó establecer escuelas 
normales de institutores en cada una de las capitales de los 
municipios del Atrato, de Barbacoas y de San Juan del Estado 
del Cauca ; en cada una de las cabeceras de los departamentos 
de Coclé, de Los Santos y de Veraguas del Estado de Panamá ;; 
y en cada uno de los distritos de Eemolino, de Aguachica y 
de San Juan de Cesar del Estado del Magdalena ; la que cedió 
al Estado del Cauca ciertos edificios de la ciudad de Pasto 
como auxilio á la instrucción pública ; la que mandó dar á la 
ciudad de Cicuta $ 8,000 para provisión de agua ; la que dio 
al Poder Ejecutivo ciertos recursos fiscales : la que derogó la 
ley de orden público de 1867 sin decir cuál aebia ser la con- 
ducta del Poder Ejecutivo en materia tan delicada, no obstante 
que éste significó alas Cámaras por conducto del Secretario 
de Gobierno que, si no se le daba regla, él intervendría en las 
revoluciones que acaeciesen en los Estados, según su leal saber 
y entender ; la que mandó hacer el trazado de un camino y 
fomentar la industria minera en el municipio de San Juan 



— 93 — 

•(Cauca) ; la que mandó dar $ 100,000 para la terminacíou del 
camino entre Túquerres y Barbacoas ; la que mandó fomentar 
la construcción del ferrocarril entre Cuenta y el puerto Villa- 
mizar ; la que decretó una recompensa de $ 90,000 á la persona 
ó compañía que limpiase y perfeccionase el canal del Dique de 
Cartagena^ que pone en comunicación esta (5iudad con el rio 
Magdalena 5 la que cedió á los Estados del Cauca y del Mag- 
dalena ciertos edificios de propiedad nacional ; la que concedió 
una amnistía por todos los hechos ejecutados contra la Consti- 
tución y las leyes hasta 31 de Diciembre de 1875, exceptuando 
solo la responsabilidad civil por resarcimiento de danos é 
indemnización de perjuicios al Tesoro nacional y á individuos 
particulares ; la que honró la memoria del Teniente-coronel 
Liborio Mejía, procer de la Independencia 5 la que reglamentó 
el Acto de 31 de Mayo de 1876, reformatorio de la Cons- 
titución, acto que dispone que la votación para elegir Pre- 
sidente de la nación y la declaratoria del voto se hagan en 
todos los Estados, respectivamente, en unos mismos dias ; * la 
que mandó prolongar las líneas telegráficas de Popayañ hacia 
Aímaguer, Pasto, Túquerres, Ipiales y Barbacoas, la de Honda 
á Manizáles, la de Santamarta á Eiohacha y á Yalledupar, la 
del Puertonacional á Magaügué, la del Socorro á Charalá, la de 
Piedecuesta, á la Concepción, la del Peñol á ISTare, la de Santa 
Rosa á Yarumal, la de Panamá á Coclé y la de Chocontá á 
Guateque ; la fundamental de la fuerza pública, que «lerogó la 
célebre ley de 1871 sobre abolición de los empleos militares y 
dio al ejército la organización que éste tiene en todos los países 
civilizados ; la que prorogó indefinidamente el término para el 
reconocimiento de capitales provenientes de patronatos y cape- 
llanías que hayan sido ó sean rematados ó redimidos por causa 
de la desamortización, y mandó que los intereses causados 
durante las vacantes se reconozcan á los nuevos capellanes ; 
la qtie mandó establecer en las Cámaras legislativas el servicio 
taquigráfico 5 la que concede al Territorio nacional de Casanare 
el derecho de mandar cuatro alumnos á la Universidad nacional 
y dos á cada uno de los otros Territorios, siempre que los desig- 
nados sean naturales de ellos ó hayan vivido en ellos siet^ 
años por lo menos 5 la que honra la memoria del dictador-pro- 
cer Juan del CoiTal ; la que dio $ 1,000 al distrito de Calamar 
de auxilio para la construcción de una cárcel ; la que dispuso 
el fomento, la colonizaeion y la civilización de los indígenas de 
la hoya del Sarare ; la que mandó que la carga y descarga de 
los buques en la bahía de Sabanilla se haga por cuenta del 
Oobiemo general ; la que honra la memoria del Coronel Manuel 
Vinagre Neira, " muerto por la libertad del país en la gloriosa 
batalla de los Chancos en el momento en que decidía la victo- 

* Las votaciones tienen lugar el primer domingo del mes de Betieinbre, 
cada dos años, y los escrutinios el 20 de Octubre siguiente. 



— 94 ■-. 

ria con el cuerpo de su mando ; " la que honra la memoria del 
Coronel José María Echeverría ; la que mandó establecer un 
cuartel de Inválidos ; la que honra la memoria del General 
Antonio Dusan ; la que declaró cancelada la renta nominal 
perteneciente á iglesias, cofradías, archícofradías, patronatos «y 
impelíanlas, y en general la perteneciente á todas las entidades 
religiosas de cualesquiera clase y denominación ; la que autorizó 
al Poder Ejecutivo para emitir hasta dos millones y medio de 
pesos en documentos de crédito, para elevar hasta un cuarenta 
por ciento los derechos de importación, para íyar el precio de 
la sal, para negociar las anualidades de la renta del ferrocarril 
de Panamá y para vender cualesquiera bienes, derechos y 
a>cciones de la Kepública, menos las salinas y el derecho que 
ésta tiene al dominio de dicho ferrocarril pasado cierto tiempo ; 
la que aprobó la Convención postal entre Colombia y Costa- 
rica de 28 de Febrero de 1863 ; la que aprobó otra de igual 
clase ajustada entre Colombia y el Ecuador el 28 de Marzo de 
1876 ; la que aprobó el tratado sobre extradición de reos entre 
Colombia y Costa-Eica de 28 de Febrero de 1873 ; la que cedió- 
ciertos bienes de propiedad nacional á algunos Estados ; la 
que honró la memoria de los colombianos que murieron en la 
guerra civil de 1876 y concedió pensión á sus familias ; la qu?e 
honra la memoria del Greneral Secundino Álvarez M ; la que 
honra la memoria del Sargento mayor José Trinidad Forera f 
la que honra al General Daniel Delgado 5 la de inspección eivií 
en materia de cultos ; la que estableció un juzgado de primera 
instancia en el Territorio nacional de la Goajira ; la que declaró 
privados á perpetuidad del derecho de ejercer funciones^ epis- 
copales á los Obispos de Popayan, de Pasto, de Antioquia y 
<le Medellin, y los extrañó por diez años del territorio de la 
Kepiiblica ; la que destinó $ 40,000 para mejorar la navegación 
del alto Magdalena; 'la que lijó en tres mil hombres el pié de 
paz del ejército ; la que mandó promover la liquidaron de la 
compañía nacional del ferrocarril del Norte, á fin de que se 
pudieran hacer nuevos contratos para la construcción de una 
via férrea hacia el rio Magdalena ; la que dio libre la navega- 
ción de las Bocas de Ceniza ; la que mandó anular las cartas 
de naturaleza expedidas á favor de los extranjeros que hablan 
tomado i)arte en la guerra civil de 1876, y retirar el exeqtiatur 
á los cónsules y agentes consulares desafectos al Gobierno ; la 
que honra la memoria del General Vicente Gutiérrez de Piñé- 
res, procer de la Independencia ; la que cedió irnos principales- 
al Colegio Mayor de Pox)ayan y ciertos bienes raices al muni- 
cipio de San Juan del Estado del Cauca ; la que honra la 
memoria del General Joaquín Eiáscos ; la que decretó honores- 
á la Universidad nacional y á los colegios de San Bartolomé y 
del Eosaño de Bogotá, ^^ por cuanto sus alumnos volaron i>re- 
Rurosos á empuñar las armas para combatir la rebelión que el 
fanatismo religioso levantó contraías instituciones nacionalesj'^ 



-J 



— os- 
la gue reconoció los servicios de algunos militares de la Inde- 
pendencia ; * la qne reorganizó las casas de moneda ; la de 
alnnistía á los comprometidos en la guerra civil de 1876 5 la 
que honró á los ciudadanos armados del ejército del Sur; la 
que creó una Escuela de Ingeniería civil y militar indepen- 
diente de la Universidad nacional; la que relevó álos'Estados 
de Bolívar y del Magdalena de la obligación de reembolsar 
las sumas del Tesoro público de que dispusieron indebida- 
mente durante la rebelión de 1875; la que destinó $ 25,000 
para ayudar á destruir la langosta en el Cauca ; la que mandó 
dar $ 8,000 para la composición de un camino entre el Tolima 
y el Cauca ; y la que destinó $ 12,000 por año para auxiliar los 
establecimientos de beneficencia de Bogotá. 

Los Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 8.666,600 
y los de gastos $ 18.080,456, prueba elocuente, entre otras, de 
lo funestas que son las guerras civiles ! 

Durante la Administración Parra tuvo lugar una revo- 
lución encabezada por los Estados de Antioquia y del Tolima, 
cuyos Gobiernos eran adversos al partido que gobernaba la 
nación. El Congreso de 1877 no pudo reunirse basta el 9 
debiendo haberse reunido el 1? de Febrero, y á él le dijo el Pre- 
sidente al hablar de la guerra civil que ardia aún: "Cuando 
cerrasteis vuestras últimas sesiones la paz reinaba en la Eepíi- 
blica. La agitación producida por los proyectos de ley de orden 
público y de inspección de cultos habia cesado completamente ; 
y solo dos cuestiones de importancia muy secundaria se deba- 
tían aún por la prensa oposicionista : la autorización concedida 
al Poder Ejecutivo para elevar el pié de fuerza á tres mil hom- 
bres en tiempo de paz, y la prohibición á los directores de las 

* El texto de esta ley es el siguiente r •« La Eepública reconoce los 
servicios prestados á la causa de la Independencia nacionaJ desde el año de 
1818 por los niilitai'es ingleses que pertenecieron á la «Legión Británica,'* al 
batalion «* Albion " y á la « Legión Irlandesa," y que se mantuvieron en 
todo tiempo leales á la causa y fieles y sumisos á Jas leyes.— El Congreso da 
un vuto de gratitud á estos sufridos y abnegados extranjeros, que hicieron 
la campaña desde Angostura hasta Boyacá; que con sus brillantes cargas y 
heroicas resistencias destrozaron en esa memorable batalla el centro del 
f'jército español ; que en Carabobo inmortalizaron su bravura y su disciplina, 
lo mismo que más tarde en las campanas del sur de Colombia, del Ecuador y 
del Perú; y que bajo el nombre de "Albion" continuaron prestando sus 
servicios en aquellas rudas y grandes batallas, cubriéndose de gloria, espe- 
cialmente en Pichincha al destrozar con heroísmo eminente los cuerpos de 
Aragón. — El Congreso presenta á los ciudadanos de la Eepúblicala memoria 
de esos heroicos soldados como un ejemplo digno de imiiíirse en los conflic- 
tos de la Patria. — 'La Hepública renueva las promesas hechas por sus repre- 
sentantes, Greneral D'Evereus y López Méndez y por el General Bolívar, 
y las cumplirá en la esfera de sus í^cultades. — A la muerte de los que aún 
vivan y hayan pertenecido á los cuerpos de las legiones británica, irlandesa 
ó Albion, sus viudas y huérfanos gozarán de la mitad de la pensión ^e que 
hoy disfrittan sus esposos y padres, con el derecho de acrecer entre ellos. — 
Un ejemplar de la presente ley será presentado á los jefes ingleses que aún 
viven," 



— 96 — 

escuelas públicas de dar en ellas enseñanza religiosa. Atmque 
ningona de estas disx)osiciones podía considerarse cansa justa 
para subvertir el orden, creí de mí deber disipar hasta el 
menor motivo de inquietud á ese respecto. Por eso mandé 
reducir á mil doscientos hombres el pié de fuerza, y autoricé á 
los directores de las escuelas públicas para dar lecciones de 
religión católica á los niños cuyos padres lo solicitasen. En los 
tr^ meses que contaba yá mi Administración no se habia 
ejecutado ningún acto violatorio de la Constitución 6 de la ley, 
ninguno de provocación directa ni indirecta á la guerra 5 y 
todos los partidos parecían acordes en reconocer la rectitud de 
mis procedimientos como primer magistrado de la Union, y la 
lealtad cod que estaba observando el programa de conciliación 
expuesto en mí discurso del 1? de Abril. 

^^ Bajo tales auspicios comenzaba á restablecerse la con- 
ñanza en la paz ; el comercio exterior, paralizado por la revo- 
lución de 1875, iba recobrando su fecundante actividad ; se 
pagaba puntualmente la deuda pública; bajaban los bancos 
la rata de sus descuentos, y se trabajaba con laudable celo y 
éxito feliz en la labor de mejorar y diftindir la enseñanza 
primaria : todo en ñn parecía anunciar una época de paz á la 
República cuando llegó á esta ciudad la noticia de la insu- 
rrección que tuvo lugar en Palmíra el 11 de Julio 

"Las noticias que entre tanto Uegabande Antioquia eran cada 
vez más alarmaiífces: publicaciones subversivas, prédicas incen- 
diarias, traslación de armas de Medellin á la frontera del Sur, 
fabricación de grandes cantidades de municiones, y por último 
envío al Cauca de centenares de hombres armados. Juntamente 
con estas noticias se recibieron algunos despachos en que el 
Gobierno de Antioquia hacía al de la Union las más solemnes 
promesas de guardar neutralidad y hacerla guardar á sus 
ciudadanos en la contienda del Cauca, y en que aseguraba que 
ese era el fin con que estaba haciendo trasladar armamento á 
Manizáles. Pero la sinceridad de estas promesas era yá dema- 
siado dudosa para que pudiera confiar en ellas el Gobierno 
general ; y como al mismo tiempo el del Tolima, so pretexto 
de mantener el orden interior, que nadie amenazaba, hacía 
preparativos bélicos con extraordinaria actividad y faltaba al 
deber constitucional de impedir que sus ciudadanos auxiliasen 
á los rebelados del Cauca, ine vi en la necesidad de enviar dos 
batallones de la Guardia colombiana al Tolima, á que hiciesen 
efectiva la neutralidad que el Gobierno de ese Estado no que- 
ría ó no podía hacer guardar. 

" Mientras hacía sus últimos preparativos para la invasión 
al Cauca, acreditó el Gobierno de Antioquia cerca del de la 
Union un comisionado de paz, al cual se asoció otro del Gobier- 
no del Tolima» Antes de que trascurriera el tiempo preciso 
para que el señor Viana informara del resultado de su misión 
al Gobierno de Antioquia, yá había declarado éste la guerra 



_ 9Í -. 

al de la tJnioii (decreto de 8 de Agosto último) ; y la salida 
del comisionado antioqueño de la capital coincidió con el 
levantamiento de las primeras guerrillas de Cundinamarca. 

" El motivo que tuvo el Gobierno de Antloquia para decla- 
rar la guerra al de la Union fué, según sus propias palabras^ 
* haber recibido aviso de que ftierzas nacionales se dirigian 
por la Via de Honda á la frontera del Sur con el fin de atacar 
á los Estados de Antioquia y del Tolima, y de intervenir en la 
lucha doméstica que se ventilaba en el Cauca.' El Gobierno 
de Antioquia habia llamado diez mil hombres á las armas, y 
el del Tolima tenia sobre ellas cerca de tres mil : los soldados 
de la nación que iban á atacar á esos dos Estados y á interve- 
nir en la lucha del Cauca, eran setecientos I 

" En el ejercicio del derecho de la guerra me he limitado 
por punto general á los actos de represión que he creido abso- 
lutamente indispensables : ninguno de violencia ni de perse- 
cución innecesaria se ha ejecutado de orden del Gobierno." 

Á los pronunciamientos de Antioquia y del Tolima siguió 
la organización de guerrillas en los Estados de Cundinamarca, 
de Boyacá y de Santander, las cuales sostuvieron la guerra en 
esos mismos Estados. Pocos dias bastaron al Gobierno gene- 
ral para poner 25,000 hombres sobre las armas, y Antioquia no 
pudo dar un paso más allá de los Chancos, en donde fué ven- 
cida la invasión destinada al Cauca, ni de Garrapata, en donde . 
faé vencida la que, teniendo 14,000 hombres bajo banderas, se 
adelantaba hacia la capital. Los revolucionarios del centro fue- 
ron vencidos en La Donjuana, luego que perdieron el carácter 
de beligerantes de partidas y se concentraron para obrar en 
masa organizada. 

Yá se ha visto que el Gobierno General se apresuró áperdonar 
á los vencidos. Á mayor abundamiento el Secretario del Inte- 
rior dijo en nota circular de 26 de Junio de 1877 : "Lomas 
sagrado ahora es la tolerancia en la paz para con los con* 
trarios ; el perdón después de la guerra para con los ven- 
cidos. Hay que evitan eficazmente toda persecución contra 
los del bando enemigo y contra los que regresan de los cam- 
pamentos revolucionarios al seno de sus familias. Hay que 
proteger á éstos ampliamente en el goce de sus garantías como 
á los demás ciudadanos ; hacerles plena justicia en sus reclamos 
y solicitudes ; suspender respecto de ellos las exacciones extra- 
ordinarias de guerra ó de mera hostilidad que no sean urgentes^ 
ó que no estén autorizadas por leyes nacionales ; é inspif'arles 
confianza para que todos los colombianos, sea cual faere su 
color político, vuelvan á sus antiguas ocupaciones sin ser 
perturbados por las autoridades locales so pretexto de recien- 
tes compromisos.'^ Se ve pues que lejos de amenazar á los 
Gobernadores de los Estados con inhabilitaciones y multas, se 
les suplicó que secundasen los propósitos ó miras del Go- 

7 



— 98 — 

bienio, para que el país entrase en el peraoda de calma y 
eonvalencia á que aspiraba el i)atriotismo. ¿adudablemente 
los tíempos habían cambiado mucho: yá no se necesitaba 
de leyes de medidas de seguridad, y en lugar de largoB 
años, como sucedió en la revolución de 1840, bastaron solo 
unos pocos meses para reconocer que en las guerras civiles 
lo único que puede hacer fecunda la victoria es el olvido 
inmediato de eUas. 

Insistiendo sobre lo infundado de los motivos de la revolu- 
ción de 1876, la más formidable que ha azotado la Bepública, 
dijo Parra al Congreso de 1878 : *' En estas circunstancia» 
el Arzobispo de Bogotá, comprendiendo sin duda que la 
ciega oposición del clero á la instrucción pública tenia' que 
causar gran daño al catolicismo, solicitó del Gobierno la 
expedición de medidas conducentes á alejar toda oposi- 
ción al plan de enseñanza por motivos religiosos. La soli- 
citud del Prelado era justa en el fondo, y en aquellos 
momentos era ademas altamente patriótica ; x>o^<lu^ tendia á 
disminuir la fuerza de uno de los pretextos más peligrosos de 
que se servia la reacción para subvertir el orden. El Gobierno^ 
sin vacilación alguna, dictó inmediatamente las disposiciones 
de que el Seeretsüio de lo Interior dio cuenta al último Con- 
greso, disposiciones que importa conservar por interés de la 
instrucción. El pueblo que se trata de educar es eatóliex), y si 
él pide que á sus hijos se les dé instrucción religiosa, no hay 
razón para no respetar ese sentimiento público, así como no la 
habría para dar esa instrucción á quien rehusase recibirla. Las 
escuelas no se han creado pov vana ostentación, ni para mul- 
tiplicar el número de los empleos : su objeto es educar al pue- 
blo, y los que sacrifican el buen éxito de este movimiento civi- 
lizador á cambio de mantener la simetría de las disposiciones 
escritas, demuestran más frivolidad que convicción. 

" El Gobierno de Antioquia era acatado é influente en la 
Union. Sin dificultades interiores ; libre de cuestiones con el 
Gobierno federal y con los de los otros Estados ; bien obedecido 
y con medios propios y auxilios nacionales para llevar á cabo 
empresas materiales de grande importancia, ningún Gobierno 
en Sur- América se encontraba en situación más ventajosa qiie 
el de Antíoquia para consagrarse á trabajar en beneficio de su 
pueblo. Allí no había controversias sobre instrucción pública, 
puesto que el Gobierno local tenia la dirección exclusiva de 
sus escuelas ; ni la influencia del Gobierno federal se hacia 
sentir en el interior del Estado, que prácticamente estaba 
exento hasta del contingente militar. Los intereses del pueblo 
antioqueño eran tan manifiestamente contrarios á la guerra, 
que ni el Gobierno federal ni los Gobiernos de los Estados se 
habían opuesto á que Antíoquia fuese aumentando constante- 
mente sus parques, no obstante que esa medida podía ser 



— 99 — 

Jastamente considerada como una amenaza para la seguridad 
íutura de la Ilmon. El establecimiento de un pai*que en Antio- 
quia, con el solo objeto de mantener el orden interior del 
Estado, podria haber sido una medida prudente y xma garantía 
de paz ; pero acopiar gran cantidad de elementos de guerra, 
•(^n el fin de ponerse á la mira de los acontecimientos, y hacer- 
se, llegado el caso, el campeón de un movimiento reaccionario 
en toda la Eepública, era un proyecto ambicioso que no podía 
menos de acarrear al Estado los males que le sobrevienen al 
que compromete sus verdaderos intereses para entrar en aven- 
turadas empresa^.'' 

El Congreso de 1877 quiso recompensar con un decreto de 
honores los servicios del Presidente Parra á la causa del 
* orden, pero él, republicano sencillo y sincero, no lo permitió. 
El General Sergio Camargo, como primer Designado, estuvo 
encargado del Poder Ejecutivo en esta éi)oca unos tres meses, 
por enfermedad del Presidente, é hizo cuanto pudo por dar 
garantías á los vencidos. 

El 1? de Abril de 1878 entró á desempeñar la Presidencia 
de la Eepública el General Julián Trujillo, el cual habia sido 
elegido popularmente y sin ninguna contradicción. Gomo He- 
rran en 1840 y como Mallarino en 1854, su elección fué hija de 
la victoria. Durante este período administrativo el Congreso 
expidió, entre otras, las leyes que siguen : la que permite 
entrar por las Bocas de Ceniza á los buques que hacen el co- 
mercio costanero y de cabotaje entre los puertos colombianos ; 
la que mandó establecer en la ciudad de Eiohacha, costeadas 
con fondos del Tesoro nacional, dos escuelas superiores, una 
para hombres y otra para mujeres ; la que mandó entregar al 
Gobierno del Estado de Bolívar los $ 90,000 que se habían 
destinado para la persona ó compañía que limpiase y perfec- 
cionase el canal del Dique ; la que concedió una i)ension del 
Tesoro al literato colombiano Manuel M* Madiedo ; la que 
' aprobó un contrato celebrado por la Administración anterior 
para poner un puente colgante de hierro sobre el rio Magdale- 
na en el punto de Girardot ó Paso de Flándes ; la que aprobó 
tm contrato para la construcción de un ferrocarril entre la 
bahía de Buenaventura y la ribera occidental del, rio Cauca ; 
' la que fijó en tres mil hombres el pié de paz del ejército ; la 
que cedió al Estado de Boyacá los f 10,000 que la nación se 
habia reservado en las minas de esmeraldas de Muzo ; la que 
aprobó el contrato, celebrado por la Administración anterior, 
^ sobre la apertura del canal interoceánico que se está abriendo 
actualmente en Panamá 5 la que mandó distribuir $ 25,000 
entre las personas desvalidas que sufrieron pérdidas en el in- 
cendio que tuvo lugar en Panamá el 6 de Marzo de 1878 7 la 
que mandó ensanchar las comunicaciones telegráficas ; la que 
mndó que los $ 25,000 que le corresponden al Estado de Pa- 
namá por el contrato Totten se le den por todo el tiempo de la 



— 100 — 

vigencia de dicho contrato ; la que mandó dar al hospital de 
Barranquilla un auxilio anual de $ 3,(K)0 ; la que mandó esta- 
blecer una escuela normal de institutores en Barranquilla ; la 
que mandó que las reclíwnaciones por empréstitos, suminisüt)s^ 
expropiaciones ó daños causados durante la guerra de 1876 á 
los extranjeros que no hubiesen perdido su carácter de neutra- 
les,^ fuesen decididas administratiramente, y que ftiesen paga- 
dos los créditos provenientes de esas reclamaciones en ^nero 
ó en documentos á juicio del Poder Ejecutivo y de los respec- 
tivos interesados ; ♦ la que creó una Junta compuesta del 
Secretario de Hacienda y de cuatro individuos nombrados del 
modo siguiente : uno por la Cámara de Representantes y uno 
por cada una de las juntas comerciales de Bogotá, de Barran- 
quilla y de Medellin, para atender á la limpia y perfecciona- 
miento del cauce del rio Magdalena ; la que mandó dar grandes 
auxilios á los Estados para sus mejoras materiales ; la que auto- 
rizó al Poder Ejecutivo para contratar el establecimiento de 
barcas en los pasos de los rios que bañan el territorio de más de 
un Estado ; la que mandó auxiliar primero con $ 6,000 y despue» 
con $ 1,200 por año á la '' Sociedad protectora de niños desam^ 
parados " y al hospital de caridad de Santamarta; la que de»- 
tinó $ 2,000 para el fomento de talleres en la Casa de Refugio^ 
de Bogotá ; la que destinó $ 10,000 para levantar en la ciudad 
de Tunja un monumento para guardar los restos del General 
Santos Gutiérrez; la que autorizó al Poder Ejecutivo para 
celebrar con el Gobierno del Perú un convenio por el cual a& 
eximiese á los colombianos residentes en ese país de ciertos com- 
l)romisos industriales, previa indemnización á los empresarios} 
la que creó un Tribunal de primera instancia en el Territorio de 
San Andrés y San Luis de Providencia, y mandó que la Corte 
Suprema federal hiciese el nombramiento del Juez que debiera 
servirlo ; la que prorogó por diez años la subvención de 
$ 25,000 por año concedida al Estado del Magdalena ; la qtíe 
dio $ 8,000 para auxiliar la construcción de un camino hacia 
el Meta (Boyacá) ; la que mandó construir ciertas obras en el 
puerto de Barranquilla y destinó para ellas $ 100,000 ; la qu« 
mandó levantar una estatua en el centro del cuerpo principal 
del Capitolio al General Tomas C. de Mosquera; *♦ la que 
mandó abrir un camino que del antiguo temtorio de Bolívar 
(Estado de Santander) lleve al cerro de Guayabito sobre el rio 

* Esta ley, ademas de ser inconstitucional porqme pugna contra la 
igualdad, que consiste en no hacer mejor la condición legal de unos indivi- 
duos respecto de otros, ha causado al Tesoro enormes gravámenes. El Presi- 
dente Trujillo señaló primero para el pago de estos créditos seis unidades de 
aduanas y después ocho ; esto es, como $ 240,000 por año. A los nacionales 
no se les pagó lo que se les debía por la misma causa sino á virtud de sen^ 
tencias de los tribunales ordinarios, y en vales de una muy dudosa y tardía 
amortización. 

** Cosa igual se ha dispuesto respecto de la estatua del General Antonia 
Kariño^ 



— 101 — 

Carare y destíiió para eso $ 50,000 5 la que auxilió al Estado 
de Boyacá con $ 100,000 para el establecimiento de una ferre- 
ría y con $ 40,000 á la ferrería de Subachoque (Cundinamar- 
ca)^ y destinó $ 25,000 para auxiliar á los obreros extranjeros 
qué viniesen á trabajar en dichas ferrerías, y dio al Estado del 
Magdalena cien mil hectaras de íierra ; la que mandó estable- 
cer algunas líneas de correos y de telégrafos 5 la que autorizó 
al Poder Ejecutivo para comprar veinte mil matas de café de 
Liberia para distribuírselas á los Estados ; la que mandó cous 
truir un puente de hierro sobre el rio Magdalena entre el puerto 
de Bogotá y los ejidos de Honda ; la que dio $ 20,000 más á la 
calidad de Oúcuta para que pudiera proveerse de agua ; la que 
aum^itó el número de alumnos oficiales de los Territorios en 
las escuelas normales ; la que promueve ciertos intereses mate- 
nales en el Departamento de Chiriquí ; la que dio $ 6,000 al 
distrito de La Plata para la construcción de un puente y $ 5,000 
fd de Suáita para la construcción de otro, y $ 3,000 al Territorio 
de San Martm con el mismo objeto ; la que destinó $ 10,000 más 
paira la continuación del camino del Meta 5 la que honra la me- 
moria del doctor Andrés Cerón ; la que mandó trasladar la adua- 
na terrestre de Carlosama á la ciudad de Ipiales 5 la que destinó 
$ 115,000 para preservar la ciudad de Cartagena de las invasio- 
nes del mar y para hacer ciertos reparos á la de Magangué 5 la 
que creó una escuela superior de varones en el Carmen (Bolí- 
var) 5 la que mandó establecer siete Secretarías de Estado para 
^ despacho de los negocios que corresponden al Poder Ejecuti^ o 
(estas Secretarías son : la de Gobierno, la de Relaciones Exte- 
riores, la de Guerra y Marina, la de Instrucción pública, la del 
Tesoro, la de Hacienda y la de Fomento) ; la que prorogó por 
eí término de quince años el auxilio anual de $ 60,000 conce- 
dido al Estado del Magdalena ; y la que honró la memoria de 
Erancisco José de Caldas, sabio y procer de la Eepública, Los 
Presupuestos de rentas en este bienio alcanzaron á $ 9.848,800 
y los de gastos á $ 18.895,164. 

Durante la Administración del General Trujillo se mejoró 
algo la palote material de Bogotá, pero tuvieron lugar los gra- 
vímmos hechos que pasamos á enumerar : 1? fué apedreado y 
vilipendiado el Congreso nacional; 2? fueron derrocados á 
mano armada los Gobiernos del Cauca y del Magdalena sin 
motivo ni pretexto para ello y con intervención de la Guardia 
colombiana ; 3? se introdujo la arbitrariedad en el arreglo y ma- 
nejo del crédiro público, negociado que corresponde exclusiva- 
mente al Poder Legislativo, y se suspendió el pago de la deuda 
exterior ; 4? se empezó á establecer la práctica de la prolonga- 
ron del período de los Gobernadores de los Estados y la del 
poco respeto á las instituciones 5 y 5? se dividió profunda y 
sistemáticamente al partido que con una sola voluntad y un 
solo esfuerzo habia exaltado á aquel General al primer puesto 
de la nación* 



— 102 — 

. También tuvieron lugar en esa época algunos trastorno», 
del orden eñ Antioquia, pero fueron de gravedad pasajera. 

El 8 de Abril de 1880 el doctor Eafael Náñez, elegido 
popularmente^ se encargó de la Presidencia de Colombia, El 
Congreso expidió en este bienio las leyes que siguen : la que 
declaró propiedad de los Estados respectivos las salinas marí- 
timas de propiedad nacional, y la de orden público. Esta ley 
dice : " El Gobierno nacional asegura á cada uno de los Esta- 
dos de la Union la forma de gobierno republicano en los tér- 
minos establecidos en la Constitución nacional, é impedirá 
toda tentativa de invasión contra cualquiera de ellos, así como 
también toda violencia doméstica contra el Gobierno de cual- 
quier Estado, siempre que en este último caso la intervención 
del Gobierno nacional sea solicitada por la Legislatura del 
Estado ó por el Poder Ejecutivo en receso de ésta.'^ Cuatra 
años hacia que habia sido derogada la ley de orden pública 
que mandaba que el Poder Ejecutivo federal guardase estricta 
neutralidad en las revoluciones seccionales^ y trece años que 
había sido expedida la circular del Presidente Mosquera. La 
ley de que nos ocupamos es como un nexo de aquella ley y de 
aquella circular, y consigna el mismo principio que contiene la' 
Constitución de los Estados Unidos de América en lo que toca 
al orden general. La ley que prorogó por tres años el auxilia 
para el Panóptico de Bogotá ; la que declaró via pública el 
camino del Quindío y mandó que se le compusiese, para la 
cual votó $ 20,000 para el primer año y $ 1,200 para cada una 
de los años siguientes j la que aprobó un contrato adicional 
sobre navegación por vapor y limpia del cauce del alto Mag- 
dalena ; la que honró la memoria del doctor Manuel Mallarino ; 
la que prohibió el comercio con la costa goajira y mandó cons- 
truir un puente sobre el rio Calancala, que ponga en comuni- 
cacion la ciudad de Eiohacha con el territorio goajho ; la que 
permitió al Presidente de la Eepública salir de la capital de 
ésta, contra lo que dispone la Constitución, en ejercicio del 
Poder Ejecutivo, y estableció, también contra la Constitución, 
la pluralidad de este poder; la que levantó el destierro de los 
obispos de Popayan, de Pasto, de Antioquia, de Medellin y de 
Pamplona y les permitió seguir ejerciendo sus funciones ; la 
que mandó dar al Estado de Boyacá $ 150,000 para establecer 
una ferrería en Samacá, tomando dicha suma, por mensuali- 
dades, de la mitad del producto bruto de las salinas de aquel 
Estado ; la que mandó pagar $ 5,000 á la municipalidad de 
Cali por los daños que sufrió su casa consistorial en la guerra de 
1876 y 1877 ; la que elevó el pié de paz del ejército hasta cinco mil 
hombres, hecho sin precedente en la administración pública ; 
la que autorizó al Poder Ejecutivo para establecer un banxía 
nacional en la capital de la Bepública ; * la que mandó hacer 

* La idea de establecer un banco nacional había encontrado siempre 



- 103 — 

T®a exploración científica en el rio Cauca en la parte compren - 
-dida entre el paso de La Balsa y los saltos del municipio del 
Quindío; la que estableció una nueva contribución con el 
nombre de timbre nacional; la que permite que los ministros 
diplomáticos puedan tener hasta dos adjuntos, y un secretario 
TsoÁa y otro adjunto más ad Jionorem. aumentó el sueldo de los 
cónsules generales y autorizó al Poder Ejecutivo, contra lo que . 
expresamente manda la Constitución nacional, para crear cuan- 
tos consulados tenga á bien y les señaló $ 2,400 de sueldo 
anual ; la que auxifió con $ 2.000 la publicación de un diccio- ' 
nario y de un mapa etnológico de Colombia; la que aprobó él 
contrato para la compilación de las disposiciones ejecutivas 
vigentes ; la que aprobó el contrato para la redacción de una 
obra titulada " Límites de los Estados Unidos de Colombia ^ 
y votó $ 5,000 para comprar las obras siguientes : " Colección 
de documentos inéditos sobre el descubrimiento, conquista y 
colonización de las posesiones españolas de ultramar, sacados 
del real archivo de Indias ; " " Documentos para la historia de 
la vida pública del Libertador i'' y " Biografías de hombres 
ilustres de Hispano-América ; ^ la que aprobó el contrato de 
elaboración de sales de Zipaquirá (este contrato es por diez 
aiños) y compró unas carboneras ; la que mandó dar $ 5,000 al 
Oobierno del Estado de Bolívar en cambio de ciertas franqui- 
cias del llamado canal del Dique ; la que mandó organizar la 
marin^ nacional de guerra; la que mandó dar $ 3,800 al doc- 
tor F. C. Aguilar como escritor-viajero ; la que mandó dar al 
Cauca $ 40,000 por causa de las avenidas de ciertos ríos, $ 8,000 
á los vecinos de Ana (Antioquia) y $ 2,000 á los de San Ja- 
cinto ^Bolívar) ; la que creó los Procuradores de distrito y 
asigno sueldos á los Conjueces de la Corte Suprema federal ; la 
que reconoció la utilidad pública de la obra del desagüe de la 
laguna de Fúquene y de los pantanos adyacentes, y autorizó 
aj Poder Ejecutivo para tomar acciones en esa empresa ; la que 
mandó dar $ 5,000 al Establecüniento de niños desampara- 
dos de Bogotá y lo reconoció como persona jurídica j la que 
facultó al Poder Ejecutivo para entrar en negociaciones con la 
compañía del ferrocarril de Panamá á fin de eximirla de la obli- 

f ación que tenia de prolongar dicho ferrocarril, por el lado del 
'acíñco, hasta las islas de I^aos, de Culebra, de Perico y de 
Flamenco, siempre que la compañía diese al Gobierno una 

&Yor entre los legisladores colombianos. La Ck)n8titucion de Cuenta (1821) 
di<5 al Congreso ese negociado como de exclusiva competencia saya. Al* 
^n tiempo después esa misma ocultad les fué concedida á las Cámaras 
de provincia. En ;L847j en tiempo dé la primera Administración del General 
ICos^LUerai fué expedida una ley poco más 6 menos sobre las mismas bases 
gae la de 1880, si se exceptúa la introducción en el país de la moneda de 
TeUon en grandes cantidades, la violación de lo estipulado respecto del eré> 
dito exterior y la consecución de un empréstito, esfuerzos todos innecesarios 
una vez que la industria bancaria estaba de años atrás establecida en el país 
jr inarchaba satisfactoriamente. 



-w. 104 -^ 

suma suficiente en compensación ; * para prolongar el ferro- 
carril de Bolívar hasta la bahía de PuertobeliUo, y para hacer 
construir el ferrocarril de Girardot. Eespecto de esta ley hay 
que observar que su artículo 6.0 dijo : " Los contratos que el 
Poder Ejecutivo celebre á virtud de las facultades que por la 
presente ley se le confieren, se llevarán á cabo sin necesidad de 
la aprobación del Congreso,'' artículo contrario al texto literal 
de la Constitución, la cual dice al determinar las atribuciones 
del Presidente de la Eepública: *^4* Celebrar cualesquiera 
convenios 6 contratos relativos á los negocios que son de la 
competencia del Gobierno de la Union, sometiéndolos á la 
aprobación del Congreso para llevarlos á efecto, salvo que las 
estipulaciones en ellos contenidas se hayan prefijado en una 
ley." En el caso de que hablamos no se habian prefijado las 
estipulaciones, y ademas se trataba de contratos que impor- 
taban muchos millones de pesos. 

La ley sobre nacionalización de buques, que es la misma 
que manda que el comercio con la costa de la Goajira se per- 
mita solamente á los buques nacionales despachados por la 
aduana de Riohacha, y que se reputen como de contrabando, 
sujetos á las penas consiguientes, así los efectos como las em- 
barcaciones que los conduzcan cuando no sean despachados por 
dicha aduana ; la que volvió á reconocer á cargo del Tesoro la 
renta nominal que habia extinguido la ley de 19 de Marzo de 
1877 perteneciente á iglesias, cofradías, patronatos y capellar 
nías 5 la que votó $ 32,000 para auxiliar la apertura y mejora 
de varios caminos ; la que anexó á Colombia á la unión postal 
universal ; la que mandó pagar los valores que fueron tomados 
por autoridades legítimas durante la guerra de 1876 á las casaa 
de comercio que tenían en aquella época el carácter de consiga 
natarias ; la que auxilió con $ 13,000 á algunos distritos del 
Estado de Bolívar ; la que prorogó el plazo para el cobro de 
empréstitos y de suministros referentes á la guerra de 1876 ; 
la que declaró camino nacional el llamado de Chontáles, entre 
los Estados de Boyacá y de Santander, y auxilió con $ 10,000 
su composición, y votó $ 6,000 para la apertura de otro entre 
Honda y Medellin, que comunique á Victoria, Pensilvania, 
Sonson y La Union ; la que organizó la instrucción pública 
nacional; laque dio al distrito de Aguachica (Estado del 
Magdalena) mil hectaras de tierra para ejidos del misino ; la 
que aprobó el contrato de navegación por vapor y limpia del 
rio Lebrija ; la que aprobó el convenio sobre concesiones al 
ferrocarril de Antioquia ; la que honró la memoria del doctor 
Manuel Murillo ; la que reconoce á los Estados la facultad 

* Algunas personas estimaban esa compensación en un millón de 
pesos 6 en cerca de un millón de pesos. El Poder Ejecutivo, por contrato de 
22 de Octubre de 1880, convino en que se suspendiera por treinta años el 
cumplimiento de esa obligación en cambio de que se le diesen $ 300,000j^ 
pagaderos en esos mismos treinta años á razón de $ 10,000 por a¿o. 



— 105 ~ 

constitucional de comprar, introducir y poseer elementos de 
guerra^ * la que aprobó el tratado de paz y amistad entre 
los Estados Unidos de Colombia y S. M. el rey de España; la 
que aprobó un contrato para establecer una casa de moneda en 
Antioquia; la que aprobó una convención <id referendum entre la 
Union Colombiana y el Salvador ; la que mandó dar $ 30,000 por 
año á la ciudad de Bogotá para construcción de acueductos y 
$ 2,000, durante cuatro años, para el alumbrado de la misma por 
medio de gas ; la que mandé dar permanentemente $ 6,000 por 
año al hospital de Panamá ; la que aprobó la convención entre 
Colombiay Chile sobre paz éntrelas dos naciones ; la que aprobó 
laconvencion entre Colombia y Costarica sobre arbitramente en 
materia de límites ; la que concedió un privilegio para cons- 
truir un puente colgante sobre el rio Cauca en el paso de Las 
Piedras ; la que reformó la ley sobre conducción de correoíf 
fluviales ; la que elevó á cincuenta centavos el impuesto para 
la limpia y canalización del rio Magdalena; la que votó 
9 100,000 para ciertas obras relacionadas con un ferrocarril al 
rio Magdalena ; la que mandó formar el Museo nacional ; la 
que cedió al distrito de Plato las islas de Bote y de Cascajal, 
que fotma el rio Magdalena frente á ese distrito, para que 
sean pobladas y cultivadas ; la que concede una prima de 
9 12,000 al que navegue por vapor el rio Meta ; la que honra 
la memoria del General Luis Eduardo Azuola ; la que habilita 
el puerto de Coveñas en el Estado de Bolívar para la exportar 
cáon ; la que fija preoio á la sal y autoriza al Poder Ejecutivo 
para rebajarlo ; la que autoriza al Poder Ejecutivo para restar 
blecer las cuarentenas en los puertos de la República y orga- 
niza el servicio de sanidad de los mismos ; la que mandó auxi- 
liar al Estado de Boyacá con $ 50,000 para la apertura de un 
camino de Chiquinquirá al rio Magdalena ; la que mandó con- 
tratar la construcción del ferrocarril de Honda á la Dorada; 
la que mandó dar $ 30,000 para la conclusión del camino de 
herradura entre Túquerres y Barbacoas; la que aprobó 'el 
contrato para la construcción de un ferrocarril entre Santa- 
marta y la ciénaga del Cerro de San Antonio ; la que mandó 
prolongar el ferrocarril de Bolívar y construir un muelle en 
Cartagena, obras que deberán contratarse en licitación públi- 
ca ; la que mandó distribuir $ 50,000 entre las personas que 
emMeron en el incendio que tuvo lugar en Buenaventura 
(Cauca) el 12 de Abril de 1881, y $ 50,000 más entre las per- 
sonas que hubieran sufrido daño de la langosta en los 
Sstados de Bolívar y del Magdalena ; la que fijó el pié de paz 
del ejército en cuatro mü hombres ; la que mandó construir el 

* Motivó esta ley una resolución del Presidente Núñez que prohibía A 
los Estados tener armas y municiones, resolución que, aunque fué derogada 
por 61 mismo, hizo necesaria una aclaración que evitase cualquiera duda 
sobre el particular. 



— 106 — 

ferrocarril entre Bogotá y Girardot; la que creó una Comisión 
científica ; la que dio franco por diez años el rio Putumayo y 
mandó establecer una aduana en Mocoa ; la que derogó la ley 
que habia creado los Procuradores de distrito nacional ; la que 
aprobó la convención entre Colombia y los Estados Unidos de 
América sobre extradición de reos ; la que mandó comprar la 
quinta de San Pedro Alejandrino, cerca de Santamarta, en 
donde murió Bolívar, para que, sea conservada y embellecida 
por la Eepública ; la que honra la memoria del Coronel Anselmo 
Pineda 5 la que mandó levantar una estatua al General José 
Padilla ; la que manda fomentar la navegación por vapor del 
rio Sinú ; la que reincorpora en el Estado de Santander el 
que filé Territorio nacional de Bolívar ; la que reconoció á 
favor del Estado de Cundinamarca y á cargo del Tesoro cier- 
tos capitales destinados á sostener, educar y moralizar los 
presos y detenidos, y á costear el culto en las cárceles ; la que 
manda celebrar el centenario de Bolívar ; la que manda cons- 
truir nuevas líneas telegráficas ; la que manda pagar lo que la 
nación debe al Estado de Panamá por suplementos que éste 
ha hecho al Tesoro nacional desde 1856: y la que aprueba el 
tratado sobre arbitramento Jwrí« celebrado entre Colombia y 
Venezuela el 14 de Setiembre de 1881. El Código Militar, que 
de años atrás habia sido sometido á la sanción legislativa, fué 
aprobado por el Congreso en esta Administración. 

Los Presupuestos de rentas en este bienio alcanzaron á 
$ 11.774,000 y los de gastos á $ 30.314,691. Estos últimos 
compuestos así: presupuesto especial de crédito público, 
$ 10.414,736; gastos comunes $ 19.899,955. Durante esta 
Administración no se turbó la paz pública, no se pagó nada á 
los acreedores extranjeros por el convenio de 1873, y fué 
enajenada la renta del ferrocarril de Panamá por 27 años, 7 
meses y 12 dias, esto es, hasta 1908. Con parte del producto 
de esta enajenación se amortizó el remanente del empréstito 
de 1863 y se fundó un banco nacional. 

El 1? de Abril del presente año de 1882 tomó posesión de la 
Presidencia de la Eepública el doctor Francisco Javier Zaldúa, 
elegido popularmente. Nada decimos de esta Administración 
j>or estar apenas en su principio. 



LISTA CBONOLÓaiOÁ DE LOS INDIVIDUOS QTJE HAN aOBEBNADO 
LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA DESDE 1470 HASTA 1882 : 



Zipas. 



1470. Saguanmachica. 
1490. Nemequene. 
1515. Tisquesusha. 
1538. Zaquesazipa. 



— 107 — 

Conquistadores. 

1538, Gonzalo Jiménez de Qaesada. 

1539. Hernán Pérez de Qnesada. 
1542. Luis Alonso de Lugo. 

1544. Lope Montalvo de Lugo. 

1545. Pedro de TJrsúa. 

1546. Miguel Diez de Armendáriz. 
1551. Juan de Montano. 

Presidentes (1* época), 

1564. Andrés Díaz Yenero de Leiva. 

1575. Francisco Briceño. 

1578. Lope Diez Aux de Armendáriz. 

1580. Juan Bautista Monzón. 

1 582. Juan Prieto de Orellana. 

1585. Francisco Guillen Chaparro. 

1590. Antonio González. 

1597. Francisco de Sande. 

1605. Juan de Borja. 

1630. Sancho Jirón. 

1638. Martin Saayedra y Guzman. 

1645. Juan Fernández Oórdova y Coalla. 

1654. Dionisio Pérez Manrique. 

1662. Diego Egües y Beaumont. 

1666. Diego del Corro y Carrascal. 

1667, Diego de Vülalba y Toledo. 
1671. Melchor Liñan y Cisnéros. 
1679. Francisco del Castillo y Concha. 
1686. Gil de Cabrera y Dávalos. 

1708. Diego Córdoba Lasso de la Vega. 
1713. Francisco Meneses de Saravia y Bravo. 
1715. Fray Francisco Eincon. 

1718. Antonio de la Pedroza y Guerrero. 

Vireyes (1^ época). 

1719. Jorge Villalonga. 

Presidentes (2* época). 

1725. Antonio Manso Maldonado. 
1733. Eafael de Eslaba. 

1738. Antonio González Manrique. 

1739. Francisco González Manrique. 

Vireyes (2* época). 

1740. Sebastian Eslaba. 
1749. José Alfonso Pizarro. 

1753. José Solis Folch de Cardona. 
1761. Pedro Messia de la Cerda. 



f. 



— 108 — 

1773. Manuel Guirior, 

1776. Manuel Antonio Fiórez. 

1782. Juan de Torrezal Díaz Pimienta. 

1782. Antonio Caballero y Góngora. 

1789. Francisco Gil y Lémos. 

1789. José de Ezpeleta. 

1797. Pedro Mendinueta y Muzquiz. 

1803. Antonio Amar y Borbon. 

IndependeTwia (1* ^oca). 

1810. Junta Suprema. 

1811. Jorge Lozano Vargas. 

1811. Antonio Kariño. 

1812. Camüo Torres. 

1814. José María del Castillo, Joaquín Camacho y José 

Fernández Madrid. 

1815. Custodio García Eovira, Manuel Rodríguez Toríces 

y José Miguel Pey. 
1815. Pey, Toríces y Antonio Villavicencio. 

1815. Camilo Torres. 

1816. José Fernández Madrid. 

1816. Custodio García Rovira y Liborio Mejía. 

M Terror. 

1816. Pablo Morillo. 
1816. Francisco Montalvo. 

1818. Juan Sámano. 

La Independencia (2* época). 

1819. Simón Bolívar. 

1821. Francisco de Paula Santander. 
1826. Francisco de Paula Santander. 
1826. Simón BoKvar. 

La IHctadura (1 * época). 
1828. Simón Bolívar. 

La República (1* época). 

1830. Domingo Caicedo. 
1830. Joaquín Mosquera. 

La Dictadura (2* época). 
1830. Eaíael Urdaneta. 



— 109 — 
La República (2* €po€a)é 

1831. Domingo Caicedo. 

1831. José María Obando. 

Nueva Oranada. 

1832. José Ignacio de Márquez. 
1832. Francisco de P. Santander. 
1837. José Ignacio de Márquez. 
1841. Pedro Alcántara Herran. 
1845. Tomas Cipriano de Mosquera. 
1849. José Hilario López. 

1853. José María Obando. 

1854. Tomas Herrera. 

1854. José de Obaldía 

1855. Manuel María Mallarino. 

Confederación Granaditta. 

1857. Mariano Ospina. 
1861. Bartolomé Calvo. 

Oohierno Provisorio. 

1861. Tomas C. de Mosquera. 

Estados Unidos de Colombia. 

1863. La Convención nacional y el Poder Ejecutivo plural 
compuesto de cinco Ministros, que fueron : Tomas 
Cipriano de Mosquera, Santos Gutiérrez, José Hi- 
lario López, Eustorgio Salgar y Froilan Largaclia< 

1863. Tomas C. de Mosquera. 

1864. Juan A. Uricoechea. 
1864. Manuel Murillo Toro. 
1866. José María Eójas Garrido. 

1866. Tomas Cipriano de Mosquera* 

1867. Santos Acosta. 

1868. Santos Gutiérrez. 
1870. Eustorgio Salgar. 
1872. Manuel Murillo Toro. 
1874. Santiago Pérez. 

1876. Aquileo Parra. 

1877. Sergio Camargo. 

1877. Aquileo Parra. 

1878. Julián TriyiUo. 
1880. Eafael Kúñez. 

1882. Francisco Javier Zaldúa* 



PARTE SEGUNDA. 



SITUACIÓN ASTRONÓMICA. 

Los Estados Unidos de Colombia están situados en la parte 
meridional del líuevo Mundo, entre los trópicos ; y se extien- 
den desde los 5° 8' de latitud austral hasta los 12° 25' de lati- 
tud boreal ; y desde los 8° 4' de longitud oriental del meridiano 
de Bogotá hasta los 9o 11' de longitud occidental del mismo 
meridiano. ♦ Una parte del territorio del Oaquetá queda debajo 
de la línea equinoccial. 

Geográficamente, la Union Colombiana está situada entre 
los océanos Atlántico y Pacífico, que son los más gTandes del 
globo, y entre la América del Norte y la del Sur, al comienzo 
de ésta. 

II 

DIVISIÓN TERRITORIAL 

Los Estados Unidos de Colombia formaron desde 1695 has- 
t^ 1740, bajo el gobierno colonial de España, un solo cuerpo 
de nación con el nombre de Presidencia. 

La Presidencia fué después erigida en Vireinato con el 
nombre de " Nueva Granada.'' el cual duró hasta 1810. 

En esta época, lanzado ya el país en la guerra de su inde- 
pendencia, filé parte integrante de la gran república de 
Colombia, compuesta del Ecuador, de Venezuela y de Nueva 
Granada, y á ella perteneció hasta 1831. 

Después de la desmembración de la gran Colombia, acae- 
cida en ese año, y de la organización de su territorio en tres 
repúblicas distintas, la Nueva Granada dividió el suyo en 
departamentos, éstos en provincias, las provincias en cantones, 
y los cantones en distritos parroquiales. Los departamentos 
eran : el de Cundinamarca, capital Bogotá (compuesto de las 
provincias de Bogotá, de Antioquia, de Mariquita y de Neiva); 
el de Boyacdj capital Tunja (compuesto de las provincias de 
Tunja, del Socorro, de Pamplona y de Casanare) ; el del Mag- 
dalena, capital Cartagena (compuesto de las provincias de 
Cartagena, de Santamarta, de Mompos y de Biohacha)^ el del 

* No está comprendida en esta extensión sino ana parte de la costa d« 
Mosquitos. 



— 111 — 

Caucaj capital Popayan (compuesto de las provincias de Popa- 
yaü^ de Bueuaventura, de Pasto y del Chocó) 5 y el del Istmo^ 
capital Panamá (compuesto de las provincias de Panamá y d^e 
Veraguas). 

Posteriormente fueron abolidos los departamentos y queda- 
ron solo las provincias. Esta división duró más de veinte años. 

En 1810 habia solo quince provincias ; luego fueron crea- 
das la de Mompos, la de Buenaventura y la de Pasto. 

Posteriormente el número de provincias llegó hasta treinta 
y cinco, el de los cantones hasta ciento treinta y uno, el de los 
distritos parroquiales hasta ochocientos dieziseis y el de las 
aldeas hasta setenta. Los Territorios en esa época eran solo 
dos : el del Vaqnetd y el de la Ooajira. El primero de éstos 
tenia cinco poblaciones. 

Las treinta y cinco provincias eran : Antioquia, Azuero, 
Barbacoas, Bogotá, Buenaventura, Cartagena, Casanare, Cau- 
ca, Cipaquirá, Córdo^'^, Cundinamarca, Chiriquí, Choco, Ma- 
riquita, Medellin, Mompos, ííeiva, Ocaiia, Pamplona, Panamá, 
Pasto, Popayan, Eiohacha, Sabanilla, Santamarta, Santander, 
Socorro, Soto, Tequendama, Tundama, Tunja, Túquerres, Va- 
Uedupar, Vélez y Veraguas. 



CUADEO DE LA DIVISIÓN TERRITORIAL POLÍTICA DE LA 

NUEVA GRANADA Y DEL CUERPO ELECTORAL DE LA 

MISMA SEGÚN EL CENSO DE 1843, 



PROVINOIA DE ANTIOQUIA. 

Población 189,534.— Electores 164. 

Cantón de Medellin. 

Población 53,108.— Electores 46. 

Medellin, capital 9,118 

Amaga 4,864 

Ana 1,899 

Barbosa 2,274 

Belén.. 3,402 

Gopacabana 3,015 

Bliconia 1,775 

Envigado 4,312 

Estrella 2,618 

Fredonia 4,719 

Hatoviejo , . . . 1,814 

Itagüi 4,718 

Girardota 2,365 

Nueva Oaramanta 690 

San Cristóbal 1,004 

Titiribí 4,521 



Cantón de Antioquia. 

Población 35,336.— Electores 30. 

Antioquia, cabecera . - . . 7,862 

Anzá 3,209 

Buriticá 2,151 

Cañasgordas 2,143 

Córdova 2,461 

Evégico 1,724 

Liborina 1,006 

Quebradaseca 1,165 

Sabanalarga 1,325 

Sacaojal 1,912 

San Andrés 1,164 

San Gerónimo 3,125 

Sopetran 3,974 

Urrao 2,115 

Cantón de Marinilla. 

Población 15,308.— Electores 19. 

Marinilla, cabecera 2,809 

Canoas 412 



112 ^ 



Cárníé¿ ,.:............ 2,725 

Coconiá 1,303 

Qnatapé : 896 

Ftóol 1,450 

Sttn Carlos Sí© 

Santuario 2,224 

Vahos - L 2,687 

Cctntoh del Nordeste, 

' Población 5,767.— Electores 7. 

Bemedios, cabecera 1,051 

Amalfi 2,009 

Keehí 641 

Son Bartolomé 236 

Yolombó 1,110 

Zaragoza • ... 820 

' Oanton de Bionegro* 

Poblacioa 28,534.— Electores 26, 

fiioBegro, cabecera 8,004 

Ceja del Tambo. . . , 3,763 

Concepción . . . /. 1,465 

Guarne . .' 2,025 

Eetiro 3,303 

Sabaletas 987 

Santa Bárbara 1,530 

SmiX) Domingo 1,824 

San Vicente. 5,633 

Cantón de Salamina. 

Población 25,390. — Electores 22. 

Sonson, cabecera 7,716 

Abejorral 5,529 

Aguadas 4,293 

Keira 1,211 

Pacora 2,874 

Salamina 3,767 

Cantón de Santa Rosa. 

Población 26,021.— Electores 21. 

Santa Eosa, cabecera. . . 4,163 

Angostura 1,998 

Anorí 2,615 

Belmira 1,363 

Cáoeres 501 

Campamento 1,742 

Carolina 3,873 

Don Matías 2,394 

Éntrenos 1,065 

San Pedro 3,503 

Yarumal 2,874 



PROVINCIA DE BOGOtI* - 

Población 279,032. — Electores 249. 

Cantón de Bogotá. 

Población. 52,061.— Electores 4?. 

^- C Catedrali 18,456 
■% J Las Nieves* 9,333 
|í 1 Sta. Bárbara. 6,543 
PQ ) S. Victorino. 5,755 

40,086 

Bosa 1,118 

Calera 1,525 

Engativá 589 

Fontibon 1,664 

San Antonio 1,522 

Soacha 2,644 

Suba 950 

ITsaquen 895 

TJsme 1,068 

Cantón de Cáqueza. 

Población 26,728.-*- Electores 24. 

Cáqueza, cabecera 6,573 

Chipaque 3,442 

ChoacM 4,118 

Fómeque. 6,317 

Fosca 1,164 

Quetame 1,208 

Ubaque 2,869 

Une.. 2,047 

Cantón de Zipaquirá. 

Población 82,481.— Electores 26. 

Zipaquirá, cabecera 6,336 

Cajicá 2,666 

Cogua.... 3,629 

Cota 1,440 

Chia 3,972 

Gachancipá 1,548 

Kemocon 2,556 

Pacho ..- 2,639 

Sopó 2,187 

Suesca 2,650 

Tabio 2,310 

Tocancipá 1,650 

Cantón de Chocontá, 

Población 20,319. — Electores 19. 

Chocontá, cabecera 7,079 

Macheta 5,120 

Manta 4,662 

Tiribita .....^.. 3,458 



113 



Cantón de í^unza. 

Población 16,494.— Electores 1¿. 

íhinza, cabecera * . 3,954 

Bojacá 1,967 

Oipacon.. 1,600 

Facatativá 2,239 

Serrezuela 1,111 

^ubachoque 2,354 

Tenjo 3,269 

Cantón de Fusagasugá* 

Población 8,248. — Electores 7. 

Fusagasugá, cabecera.. 2,893 

Cundai 2,525 

Pandi 1,907 

Pasca 488 

Tibacui V. 435 

Cantón de Ouadiias. 

Población 28,524. — Electores 24. 

•Guaduas, cabecera 7,342 

Chaguaní 1,475 

La Vega 3,464 

ÍTimaima 801 

ííocaima 2,143 

Quebradanegra 2,855 

San Juan de Eioseco. . . 2,710 

Sasaima 1,276 

Yergara 1,747 

Villeta 4,711 

Cantón de GuatavitO;^ 

Población 22,208. — Electores 20. 

Ouatavita, cabecera 4,527 

Chipazaque - 5,229 

Gachalá 1,665 

Gacheta 5,041 

Guasca 3,034 

Sesquilé 2,712 

Cantón de La Mesa. 

Población 20,504.— Electores^ 16. 

La Mesa, cabecera 4,485 

Anapoima 1,537 

Anolaima 4,968 

Bituima 3,965 

Colegio 1,067 

IJuipile 1,760 

Síquima 1,331 

Tena 1,391 



Cantón de San Martin, 

Población 18'77. — Electores 8. 

San Martin, cabecera. . . 647 

Cabuyaro 63 

Concepción de Arama. . &^ 

Giramena 270 

Medina 619 

San Antonio de Iraca. . 79 

San Juan 63 

Santo Tomas .^ 148 

Cantón de Tocaima. 

Población 17,638.— Electores 14. 

Tocaima, cabecera . w . . . 4,809 

Carmen 3,038 

Guataquí 1,032 

Melgar 1,870 

Nariño 1,362 

m\o 1,758 

Pulí 1,865 

Santa Eosa 1,422 

Viotá 482 

Cantón de Ubaté^ 

Población 81,950. — Electores 30. 

Ubaté, cabecera -.w 6,188 

Cucunubá 4,216 

Fúquene 2,126 

Guachetá.. 4,324 

La Mesa 2,002 

Lenguazaque 3,265 

Siraijaca 3,264 

Susa 3,008 

Suta 2,167 

Tausa 1,390 



PROVINCIA DE BUENA- 
VENTURA. 

l'oblacion 87,104. — Electores 8o. 

Cantón de Cali. 

Población 17,299— Electores 16. 

Cali, capital 10,376 

Jamundí 2,147 

Salado J,143 

Yotoco 2,094 

Yumbo 1,539 

8 



— , 114 — 






Cantón de Iscnandé. 

^jy. .Poblaelóri 3,709.— Éleotorés 3. 

Iscüandé J. . . . JlV! i.... 3^709 
;.: iG^mt^n de Miem^ 

Guapí, joabecera* : .^ : A . . 2,250 

Mieai . , - ; , f. , . 2,032 

^^Tiinbiquí , ,h 2^236 

^ :. Cantón del Raposo* 

V^\.K Publílcion 3,059.— Ele<jtoj-es 4. - 

BuenaYeatiira^ cabecera. 1,004 
Caüiiia 4^. -...•.,.. ,4.... 374 

j?!aiK)so , , ,..._,.. 1,129 

^Turmanguí ........ ,; , . . 552 

o ; Cantón de Eoldanülo. 

Pob]an><xtt <},619.>~^£Jeetore8 6. 

EoldaBiUo, jcabecera.- . 5,046 
■jP^scador , , 1,473 



K' < 



t 



n* 



r^.. 



Í^ROVINCIA BE CARTAGETÍA.. 



•?<^oblajCÍan U2,8&a.-^EIecliores 140. 

Cantón de .Cartagena, 

Poblaclotí 20,267.— Eíect orea 2S. 



t\* 



^1 Catedral .... 4,307 
•^VSto. Toribio. 3,343 
-S Trinidad . - . . 2>495 

ü 3 10,145 

AjToy o-grande 347 

;|jarú.. _,....... 395 

Bocacbica ^22> 

Oafioloro 314 

l^asacabalTos ^ . 389 

l^ié de la Popa . . . ; 508 

Eocba , 553 

Santa Ana '. 412 

Santa Catalina 830 

Santa Bosa. . 1 1,355 

pernera 71 

Turbaco......... 1,846 

Tnrbaná . . . ........ . . . 912 

Villanueva 1,678 



^ , Cantan de Barran^uilla^ v 

Población 11,510. — Electoras ft. 

BaTranquilla, eabeceira. 5,651 

Baranoa, ,,...... lyOOO- 

Jalapa ..:.,_ 1,433 

Juan de Acosta , . - 58^ 

Tubará 1,851 

Cantón deV Corozal. 

Póblnuiotí 26,895.—- Eleetoi «8 30. 

Corozal, cabecera , 5,422^ 

Buenavista 312 

Caracol 315 

Carmen : , . 2,973 

Cascajal : . . 453 

Cinceiejo 4,67a 

Colosó ,... 370 

Guamo 646- 

Morroa . • ^. . . 765 

Neivití 144 

Ovívjas.,. :.... 1,040 

Saiubrano , 467 

San Agustín . 133 

San Jacinto........... 1,962 

^n Juan Jí epomuoeho . 1,625 

Sincé ..... 4,066 

Tacaloa . , 351 

Tacamocbo -... 685 

Tetón.... ^ 593 



^ » -;• 



Cwntt^n de CMnú, 

Población 31,287.— EJeáJtoi^é 38. 

Cbinú, cabecera. 4,629^ 

Ayapel .:.... 1660 

Caimito . 1,*758 

Jegaa 707 

Sabagun 2,679 

Sampuez. 2,796> 

San '■ Andrés 5,418 

San Benito abad- ;. 1,178 

Santiago . - - •- • - 462 

Cantón de Loriea* . 

Poblucion 25,786.— ÉlpQtwes 24 ?! 

Lorica^ c^beceía . ^ .y,, . .^ 3,849 

Cereté .......,, 1,573 

Ciénaga de oro . 1 . 1 4,012 

Cbimá..... :.'?.. '■::..;:• 1^782 
Momil ..:... ... 852 



— 115 — 



Sabaüagrand^ - , 
Santo Tomas . . . 



Motitetía. :\ . . :.:.:;. . . i,386 

Palmito.....:. 894 

'Purísifitta :-....* 1,136 

v3abaneta * * . .. ... . . . ^ 488 

iiSán Antero . . . ^ . . ^ . . . 1 . i,400 

* San Bernardo. 395 

JBaa Carlos de Golosina. 1,123 

San Nicolás de Barí. - . . 473 ^^ -^ ^^«;^«i 

fai.Onofre.... 2,205 ^^^l^^^'^' 

^SauPelayo....... 1,016 

éan Sebastian ......... 500 

Tólú ..::.;-.... 1,462 

Toluviejo ..-...:.... . . . 1,190 

Cantón de Mahates. , 

« _ „ -. » - 

; Población 12,38.8,— Electorea 14. 

.Maliates, cabecera..-.. 1,278 

íArjona 2,512 

(Arroyo bondo 290 

jBárrancanueva ........ 1,513 

íBarrancavieja ....... ^ . 393 

'Mamenco .. . . . . 503 

Jíaría la baja. 773 

!&? Basilio, de Palenque .' 342 



_^ 1,758 
. . ^^. . 2,773 



^ . . a • . • 



IBaii Benífeo 1,166 

«San Cayetano . . . * . 37Ó 

Sati Estanislao ... 2,773 

aEiücal . 475 

^' ' Cantón de Sabanalarga. 

PoblaisJQn 1*3,647. — Electores 11. 

Satoialarga, cabecera. 4,727 

ÍJampo de la Cruz 1,980 

Candelaria 995 

&natí... ....:: 856 

Palínar de Candelaria. . 1,101 
í^iójó......... ......... 499 

Ppuedéra 1 .. I ... 1 .... , 640 

|iacurí . :.::.. . ... — 1,849 






t:.'.'!: 



Cantón de Sa/n Andrés, 

PoWíTc i o II 1,025.— Ele éteres 2. 

San Andrés, cabecera . . 731 
Previdencia ....;. 294 

(U ^ ; Cari/ton de Soledad, 

^^_ • 'Í^oblftcií)n -ILl^S:— Eleclores 9. 

Soledad, cabecera. . . , . . 4,947 
Jíajámbo ..:::......... 1,185 

r^tíeblóúuevo. .V........ 472 



PROVINCIA 3>Bv CAÍ9ÁTÍ ABE- 

Pobitf«lon A 8,4l9;-^E<'éittWf feí ©2. 

Cantón :deFore^ \ ; i i ' > 

Poblftcto-u 4,490. — Elwítoreá 4; - 
:;.... . ."'1565 

Támara 7 -V 'C ! ! ! ' \ 2^828 

Trinidad .... - .*.... ^ J ^/í 157 

Cfmton de'^ Armucoi v-'.M 

Poblflelon-1,951.— Etectapés'8. '^ 

Arauca, cabecera. . . . : .; 1,Í3¿L 

Arauquita .....::.. . . . .' 544 

Cuiloto ..... u ... - . . i. . ^^ 

Cüniondé Ohire, 

Población ^í^SO-.—Eieetores H • - 

Chite, cabecera. . . ..... 27^6 

Betoyes........ -. 212 

Macaguane 357 

Manare r- . - • - ^ - • <--«.-* r^P5 

Muneque 358 

Tame....^.^ ..^..^739 

Ten 206 

Cantón dé Macuco. 

Pobl.U' ioH .1 ,lá^25r^)Slv.<rtÉO»;«í3 ■f. 

Cafifí, cabecera 324 

Guayabal 518 

Maquivtír. . . ; - . . . . : 138 

Suriména.. . ^- ... :. 172 

Cantón de Hftmcltiái ■. - 

Pobiacion 6,612.-— Electores 8. J 

Paya, cabecera. 947 

Labranza grande. ..... . 2,486 

Marroquin ..:..... 652 

Morcóte. 580 

Kunchía :..;.. .-. 355 

Pisba ..:.;;..:...:.. .. 492 

Cantón de'Táguaña, 

Poblaeiou 2,031— Electores 6, ' ,' 

Tagixana, cabecera. .... 216 

Barroblanco. .... . . 413 

OlLámesa . . . ". ^^^ 

San Pedro . . ". . - . . ;. - .... 122 

Santiago .... . - - • - ^ - - -. - 201 

Zapatosa . . . ....... 427 



— 116 — 



FEOVINCIA DEL CAUCA. 

Población 60,860. — Electorea 58. 

Cantón de Buga. 

PoblAcion 13,864.— Electores 18. 

Büga, capital 6,19o 

Oerrito. 3,168 

Guacari . • . . 2,482 

San Pedro. 2,019 

Cantón de Gartago. 

Población 14,288.— Electores 12. 

Cartago, cabecera . , , , 5,106 
Ansermanuevo. . • . . . 1,315 

Ansermaviejo 1,347 

naranjo 3,192 

Zaragoza 1,536 

Zarzal 1,782 

Cantón de Palmira* 

Población 12,859.— Electores 12. 

Paliüira, cabecera .... 7,375 
Candelaria ..*..... 3,380 
Florida. 2,104 

Cantón de Bupía. 

Pobl'iio'íon 6,48^ ^Electores 6. 

Supía, cabecera, 2,200 

Montaña. . .^ ..•.*.. . 1,04S 
Quiebralomo ....... 2,183 

San Juan . 1,057 

Cantón de Toro. 

Población 6,653. — Electores 5. 

Toro, cabecera ...... 3,854 

Hato de Lémos 2,799 

Cantón de Tuluá. 

Población 6,714. — Electores 5. 

Tuluá, cabecera 3,873 

Buga la grande 1,637 

Elofrio. 1,204 



PROVINCIA DEL CHOCÓ. 

Población 27,360.— Electores 23, 

Cantón de San Juan. 

Población lií,96L — Electores 12. 

Nóvita, capital ...... 4,326 

" . V 1,510 



ííoanama .......*. 2,166 

Sipí ...••• 1,517 

Tadó • . . . 4,432 

Cantón del Atrato, 

Población 18,409.— Electores 11. 

Quibdó, cabecera 5,709 

Arrayanal , 1,034 

Bebará 2,316 

Lloró 2,351 

Murrí 1,999 



Baudó 



• W' * 



PROVINCIA BE MARIQUITA, 

Población 89,460, — Electores 79, 

Cantón de Sonda, 

Población 14,484. — Electores 13. 

Honda, capital 2,651 

Ambalema. 7,707 

Calamoima ó Tapias. . . 2,325 

Méndez 1,002 

Nare . 799 

Cantón de Cantrolarma. 

Población 10,887.— Electores 10. 

Chaparral, cabecera . . . 5,391 
Ortega 5,496 

Cantón del EspinaL 

Población 17,867. — Electores 16. 

Guamo, cabecera. . . . , 8,862 

Espinal 5,781 

San Luis 3,224 

Cantón de llagué. 

Población 20,633.— Electores 19. 

Ibagué, cabecera. . • . . 6,685 

Coello 3^16 

Miraflores* .,.,.,... 

Piedras 4,44S 

Valdesina. ........ 

Yálle de San Juan. ... 

Venadillo . 2,609 

Cantón de ^íariquitot. 

Población 9,888.— Electorea ¿, 

Mariquita, cabecera.; /. 1,629 
Guayabal ....»..*. 3,741 
Peladeros . . . * * ^ . . . 3,265 
Santa Ana. v *%**..,' ^ 1^5^ 



— 117 — 



Cantón de la Palma, 

Población IS^VOl. — Electores 13. 

Palma, cabecera. .... 
Oaparrapí. ,••*.... 4,499 

Peña • 3,219 

Peñón 1,487 

Topaipí 

Yacopí 



PROVINCIA DE MOMPOS. 

Población 48,828. — Eiector<>8 56. 

Cantón de Mompos, 

Población 13,690>-E1ectQré8 18. 

Moinpos, capital 7,919 

Barranco 1,034 

Hatillo de Loba 646 

Loba 1,123 

Margarita 1,637 

Sau Fernando. 697 

Talaigua 634 

Cantón de Ma^angué. 

Población 6,462. — Electores 8. 

Magangué, cabecera. . . 3,465 

Guazo 502 

Eetiro 747 

San Sebastian 598 

Tacasalama ...;.... 522 
Yatí 628 

Cantan d^ Majagual. 

Población 4, 774. — E'lectores 6. 

Hajagual, cabecera . . , 2,503 

Achí. . 809 

Algarrobo 519 

iPalmarito 812 

?!Rquicio. . 131 

Cantón de OcaMa, 

Población 19,764.— Electores 23. 

Ocaña, cabecera ..... 4,121 

Aguacbica- 550 

Anjele« 143 

Aspásica. 999 

Brotaré 328 

'fiaenavista. . ^ 691 

«armen 1,926 

Convención •,..,.(.. 1,515 
Corredor. .,.,., u • *. 378 



La Cruz. . • • • » .^, .. • 
Palma ........... 

Pueblonuevo . . . ..... 

Puertonaeional. 

Eio de oro; ........ 

San Antonio. ........ 

San Bernardo. ...... 

San Juan Orisóstomo . • 

Simaña 

Teorama. ...,...., 

Cantón de SimitL 

Población 44l8$.-~<E)ectoie8 

Simití, cabecera .... . 

Morales , 

!Norosí . . , 

EíioTiejo 

San Pablo " 

VadiUo 



2,717 

1,120 
147 
463 

1,340 
288 
276 
551 
6® 

1,779 

& ••. 

1,775 
771 
445 
619 
373 
155 



PROVINCIA PE líBIYA. 
Población 98,688. — Electores 81. 

Cantón de 2fewa. 

Población 22,294. — Eleotoi'es 20. 

Neiva, capital 6,705 

Aipe. ........... 3,032 

Caguán . . . • 1,064 

Campoalegre ..,..,. 2,797 

Hobo , . 1,560 

Órganos. 418 

San Antonio . 644 

Union 2,590 

ViUarieja 3,494 

Cantón de Gtiagua. 

Poblocion 11,821. — Electores 10. 

Yaguará, cabecera, . . . 3,209 

Carnicerías 2,047 

Guagua 2,436 

Iquira 1,626 

Katagá 396 

Eetiro 1,607 

Cantón de la Plata. 

Población 10,198#-^Electores 9. 

Plata, cabecera 2,947 

Inzá 6,261 

Paicol 990 



118 — 



Purificación, catecera. . 8^75 

Alptljiárra, 3^316 

Aiácd . .^ • ^ « ^ ^ • ^ • . 1,133 

Coyaima. . . , - 4,844 

Dolores ... 2,790 

Katagaim^u^. , . • > *,* • 3,227 
Prado,, . .... .... . , 2^76 

j- . Cantón ie Timaná 

«jíobl|ic¡on 24,115.— EUctorf» 19. 

Gifcrzoii, cabecera.— .. . .2,397 

Agrado^. .... . ^ • ^ • 4' 2,755 

Ceja ^ , . . . , 397 

Guadalupe * # . ..1...: . . 1,681 

Jigante. . .. ... ^. .,<, ., ,.;. 2,751 

Limas . . . . ^ ^. . . . . 2,227 

PitaL . . : . '. . . . . . . 2,285 

Pitalito.. . . v¿ . . . . . 1,482 

San Antonio.. ....;.' 2,422 

Santa Librada ¿ . . . ; . 1,546 
Timariá .- . . ; 2,830 



PROVINCIA PE PAMPLONA* 

FoblAicioa. 1 1 2,640. <--El«etare8 97. 

" Cantón de Pamplona. 

Población 21, 1 81. -^Electo res lY. 

Pamplona, capital 5,279 

Arboledas V . : . 1,503 

Bochaleína 1,077 

Gácota de Yelasco 1^50 

Gneutílla....... 858 

Chinácota 1,833 

Chitagá 1,115 

Chopo 1,551 

Labateca, . . , , * , , L382 

Mntíscua - , , , ., - , , 1,570 

Süos ...vv ., 2JL20 

Toledo...:.'.....,..... 1^737 

Cantón de Bucaramanga^ 

fí^oblftcion 14,619. — Kleciorea 1& 

Bucaramanga,. cabecera 6,851 

Baja. , 602 

Mábanza . , 2,945 

Eionegro ^. . . 2,165 



Suratá. ....:: IjfflLT 

Tona 994 

Vetas ." 545 

Cantón de, Cmcepeion. 

Püblncion 17,942.— Electores 16. 

Concepción, cabecera . . 3,173 

Capitanejo .: :2,246 

Careaeí .- 2,666 

Cerrito 1.750, 

Enciso 2,34S . 

.Macarabita 2^36 ; 

San Miguel 2,517 

Servitá 1 606. 

. Cantón de Girón. T 

Población 10,4&3>— EUotores 10. ' 

GÍTon, cabecera 7,705 ^ 

Floridablanca ...... . . . 2,581 - 

Pedral 167 

Cantón de Málaga^ 

Población 18,61».— Electores 15. 

Málaga, cabecera 3,93ft;. 

Guaca.. 2,770^]; 

Malagabita . 3,942 > 

San Andrés 5,579 'j 

Tequia.........; 2,391 * 

Cantón de Piedecnesta. 

Población 14,265. — Electores 13. 

Piedecnesta, cabecera.. 9,02^' 

Los Santos 1 1,56S;Í 

Sepitá..... 3,67»^ 

Cantón del Roaario 

PoblacioQ d,715.^-Eleetore8 8< • - J 

Eosario, cabecera. 2,847 

Cúcuta , .,. 86S 

Cantón de. iSix^oaaré . i 

Población 6,284. — EJectoces.&t , /.L 

Salazar, cabecera ,. .... 3,255^ 

San Cayetano , . . .. . i)^l2¡^^^ 

Santiago.^ *^..-. 1,206 



Canten de JSaú José, 

Pobiacioo ^,963;-^^¿ct'ores 6. 



•- -.1 



San José, cabecera ^ . - ^ ^ . 4,59(X.> 
Limoncito ,.....,.,,.** 335 t 
San Páustiuo , , , , . ,,^. .> . 63$a 



-" TeSOnsCLA. DE PANAMÁ' 

l'oblacton IS.lit.— Electores 13. 

Gantmtde Panamá. 

.FohUaion 1!,435.— Electores 12. 

g )San Felipe... 3,168 

g ^ santa Ana... 2,729 4,89' 



Chepo 

Chiman . ; : 

Gorgona ,.:.... 
isla^ <lel 'Istmo . 
Pacora 



. 1,091 

, 1,818 

276 

«17 

, 1,941 

. 659 

. 165 

971 



Cantón de la Chorrera, 

PobiHcion 7, 60fl.— Electores 6. 

Chorrera, cabecera 2,937 

Arraijan . . .. . ; 851 

Capira 1,461 

Cí|ame. ..:....... 1,329 

Sin CárioB 981 

Cfiñton del Darien. 

Poblftcion l,2f>T.— Electo r« ti. 

TaTÍsa; cabecera .,..,, 332 

Chapígana : . 296 

Molinica 78 

FiÍHogaiia 142 

Santa María. 204 

Tacutí..... 155 

Cantón de' los 8antm. 

'Foblucion Hi689.— Eieotorea It 

LoB Santos, «abécera... 6,051 

Pedaaí,.: u.. ...... 701 

PWrir. 2,299 

T^ías... 6,488 

-'^- -I Cantón de N'atá. ■ 

PoblnejoifJa^lJ).— El^ijtflreí.lB. 

Hatá^,C4]í^pi!a ■ - . - - - . 

Antón 

<M.A ,1..^:.., 

Benonomó 8,598 

SaataMaría v.... 3,195 



PubUaruH lfi,Lle.->-Bl«etorai 

Farita, calieceilk. 

MauaracaH 

Miaaa 

Ocd 

Pesé 

Cantón de Portobelo. 
Poblíioion ■3.257 — Electoreí 4. 

Portobelo, cabecera 1, 

Cbágres 1, 

Minas 

Palenque - 

PEOTINCIA DE PA^TÓ. 

Poblütion 'í6,151.^E!eetorM « 

CanUm de Pasto. 

Foblncion 28,676.— t:i «uto reg 21 

Pasto, capital í 

Buesaeo , , - . . . ] 

Consacá í 

Fáues ] 

Matitui .... .... 

Mocoa 

Tablón :,....... i. 

Tambo ,..„.... 1, 

Taminaugo. ■.;.,--- % 

Sebomloí ~-.. 1. 

Yaíiuanquer , , . , - 2, 

Cantón de Barbacoas. 

Poblnt'ioii 8,»H.— l<:le<:torei>e. 

Barbacoas, cabecera ... 4, 

San Joaé 3, 

SanPablo.. -..,,. ...... 1. 

Cantón de Ttimaeo. 

Poblnoion .3,667,— Electores B. 
Tumaco, cabecera ...... 2, 



3^58'i 
3^8Q6A 
1,88SA 

3,02K') 

■'/i. 



,018 

,97e 



, 5^604 

.1,749 

464 



Conton de Tiiqícerres. 
Poblnoion 8S,T24.— Elíct«r« 

Túquerres, cabecera < 

Ancnya 3, 

Cárlosama.. ,..,:. 2. 

Cambal 2. 

Guacbucal 2; 

GuaitariUa 3, 



,580 
,269 
,328 í; 
,90T í 

i-A 



— 120 



Ijpiales 5,867 

Mallama 1,126 

Mayasquer 179 

Pupiales 4,01á 

Sapuyes 2,835 

Yascual 1,933 



PROVINCIA DE POPAYAN. 
Población 67,182. — Electores 54. 

Cantón de Fopayaru 

Población 8 1,4 10.*— Electores 25. 

Popayan, oapital i . 6,724 

Cajibío 1,793 

Jimena 1,191 

Julumito 1,257 

LaSierra 2,263 

- Paniquitá 2 050 

Patía 1,904 

Puracé 1,980 

Süvia 2,904 

Tambo 2,895 

Timbío 4,021 

Tunía 2,428 

Cantón de Almaguer. 

Población 19,356. — Electores 16. 

Almaguer, cabecera 4,861 

La Cruz 3,504 

Mercaderes 1,443 

Pancitará 2,802 

Eosal 3,570 

Trapriche 3,176 

Cantón de Caloto. 

Población 16,366. — Electores 18. 

Caloto, cabecera 3,719 

BueBosaires 2,732 

CaldoBO 1,435 

Celandia 1,838 

Jámbalo 1,472 

Quilichao 4,061 

Toribio 1,109 



PROVINCIA DE RIOHACHA. 

Población 16,734.— Electores 20. 

Cantón de Riohaeka. 

Población 10.680 -r- Electores 12. 

Eiohacha, capital. . ^ . - 2,791 



Barrancas 1^63^ 

Camarones 946^ 

Dibulla 377 

Fonseca 2,375^ 

Moreno . • . . 837 

San Antonio 282 

San Miguel 193 

Soldado 249 

Tomarazon 894 

Cantón de Cesar. 

PoblAcíon 6,164. — Electoras 8. 

Cesar, cabecera 2,225 

Marocaso 184 

Molino 1,129 

Eosario. 197 

Tablazo. . . .' 1,004 

Urumita 458 

Villanueva 957 



PROVINCIA DE SANTAMARTA. 

Población 45,677. — Electores 66. 

Cantón de Santamaría. 

Población 11,893.— Electores 18. 

ce > 

I I 

a l Catedral . . . 3,035 

B I San Miguel.. 1,376 

% MU 

Bonda 326 

Gaira 571 

Guáiraaro 1,339 

Mamatoco. ........ 480 

Masinga 70 

Remolino. . 1,830 

Salamina. .«.**«,.. 247 

Sitionuevo. . 1,932 

Taganga 187 

Cantqn de Chiriguaná 

Población 4.906.— Elector€$ 8. 

Chiriguaná, cabecera. . . 2,088 

Becerril 364 

Cliimichagua 600 

Jagua 455 

Paso . 7a 

Saloa. 201 

Tamalameque. ., . ^. . . . 43T 




_ 121 — 



" Cantón de la Ciénaga* 

Pablucion 7,684 — Electores 8. 

La Ciénaga/ cabecera . . 4,136 
Fmidacion. ........ 343 

Hedialana 418 

Pivijai; 1,646 

Pnebloviejo 1,141 

Cantón de Plato. 

Población 6,883.— Electores 9. 

Plato, cabecera 1,560 

Banco 1,052 

Belén 137 

Guamal 1,234 

Pinto 402 

SanZenon 492 

San Fernando 392 

San Sebastian 782 

Santa Ana. 782 

Cantón de Tenerife. 

Población 8,191. — Electores 8. 

Cerro, cabecera 3,032 

Meredia. 1,267 

Pedraza. 374 

Piñón 1,510 

Tenerife 2,008 

Cahton del Valledupan 

Poblftcion 6,670.— Electores 10. 

Valledupar, cabecera . . 2,401 

Atánques 365 

^Espíritu Santo 599 

Jobo 275 

Paz ,....•., 600 

San Sebastian 357 

Tupes. . . . . , 391 

Vadillo , . • . . 1,096 

Valencia -. 586 



PROVINCIA DEL SOCOBEO. 

Poblocíon 138,937.— Electores 124. 

Cantón del Socorro» 

Población d4;9]5. — Electores 31. 

Socorro, capital 7,218 

Confines - . . . . 3^034 



OMma. • V 2,755 

Chiqninquirá ¿ 3,439 

Guapotá. . 3,118 

JüLaXO. .........é. x,OJLo 

Jíueva Socorro. 92 

Palmar. • ..,....* 1^810 

Palmas. . • 2,709 

Páramo 2,615 

Simacota. . . ^ . . . . ; #,607 

Cantón de Bariehwra. 

Poblncíon 28,09& —Electores 22. 

Barichara, cabecera . . 10,070 

Cabrera. 4,504 

Guane 3,378 

Eobada 5,143 

Cantón de Charola. 

Población 19,299. — Electores 16. 

Charalá, cabecera. . . . 7,439 

Cincelada. ........ 2,984 

Coromoro. . . '. .\ . .'. 1,865 

Encino 2,060 

Ocamonte 2,841 

Eiachuelo 2,110 

Cantón de Oiba, 

Población 18,935,. — Elector^es 17. 

Giba, cabecera. ♦ . . . . 5,805 

Cnnacua 2,176 

Gámbita. ......... 2,446 

Guadalui)e 5,277 

Suáita . 3,233. 

Cantón de San Gil. 

Población 36,399. — Electores 31. 

San Gil, cabecera 8,888 

Aratoca. .......... 4,418 

Cuntí. . . ..... 3,475 

Mogotes 6,092 

Onzaga. 4,654 

Petaquero . 1,450 

Pinchóte 2,854 

Valle 3,568 

Cantón de Zapatoca. 

Pobloeion 7,294. — Electores 7. 

Zapatoca, cabecera. 
Betulia. 



L 



— 122 — 



' TEOVmeíA BE TUNJA. 

Población aVl.Vt 8. — Electore8 2S3. 

Cantm de Tv/njcL^ 

Pol>laí-ion 84,7_62.— Elfictorea 29. 

749 



'•■■>•. ♦ 



,e^ Y Nieves. 

« -? Sta. Bárbara 1,994; . 

B ( Santiago . . '. 1,654 

4,397 

Boyará 3,15§ 

Cómbita 3,136 

Cucáita, • . 846 

Chivata. ..;..,... 2,651 

Mota^ita* . . .- ¿ í, . 875 

Oicatá. > ; , , . ..... 1,777 

Saimwiá..,. .,....-,. 3,203 

Siaehoque. ........ 2,794 

Sora. . : . : . . . .... 1,503 

Soracá. .......... 471 

Sotaquirá ; . . . . ; . . . 4,858 

Toca. ......:... .2,163 

Tuta. ........... 2,920 

Cantón del Cocui, 

Población 25.836.— Eleotojea 21. 

Ootíui, cabecera. ..... 4,909 

Capilla 2,928 

Cbiscas. .**♦*..... 4,514 

Chita 6,297 

Espino. 1,586 

Guacamayas.;, ...... 1,763 

Güican. .......... 1^849 

Panqueba. . . , 958 

Salina. . 1,032 

Cantón de Garagoa* 

Población 16,028.— EJectorea 14. 

Garrgoa, cabecera. . . . 6,167 

Campoberinoso 1,487 * 

Chinavita. ..*..,,. 952 
Macana!. .•.....,. 2,939 

Miraflores .3,624 

Zetaquirá. ........ 1,159 

Cantón de Leiva. 

Población 20,011.— Electores 17. 

Lei va, cabecera. . ... .29,588 

Chíquisa.. . * 1,021 

Gachantivá . .... . . . 3,073 

Guatoque 2,700 



Ráfluira , . 4:yG/t' 

Sáchica 5&2 - 

Sutattiarchan. . . . ^ . . 2,667 - 
Tinjacá . ^ 2,593 ^ 

Cantón de Ramirigni. '\ 

Población 36.942.— EUctore» »3. 

Ramiriquí, cabecera. . .5,166 

Ciénaga 1,571 

Chiriví 2,695 

Hatovi^Q 4,041 

Jenesano. .......... 4,086 

Tibaná 5,485 

Turniequé , 5,581 , 

Umbita .......... 3,162 j 

Yentaqueniada 3,239 

Viracachá. ......... 1,916 

Cantón de Santa Rosa» 

Población 34,647.^Electore8 28. 

Santa Rosa, cabecera. . 4,253 

Belén 5,081 

Betéitiva . 1,882 

Corrales. .......... 1,885 

Duitama . 4,939^ 

Floresta. ......... 3,578 

La Paz. 2,337 í 

Nobsa 2,570 . 

Paipa 5,582 \ 

Serinza . 2,540 ' 

Cantón de Soatá. ; -:■ 

Población 28,6«9.— Eléétofes 35. '/ 

Soatá, cabecera. . . . . . 8,582 

Boavita . . 4,838 ; 

Covarachía 1,544-^ 

Jericó 3,200-^ 

Sátivanorte. . .....,* 2,983 

Sátivasur. ....... ^ . * 830 

Snsacon 2,243^ | 

Uvita. . ...... . , . .3,369^ 

Cantón de Sogamoso.* :■ j 



Población 43.553.— «Electores 38. 






Sogamoso, cabecera. . . 5,64© 1 
Cultiva .......... l,18á^ 

Firavitoba . . . . . . . . 3,547 '^ 

Gámeza 2,147 

Isa. . . • .\ . : V * ¿ . . 1,257 
Mongua ; «.^ . . -i >. . * . . 2^158 ^ 






% * • 



MoBgni. • 
Ptsca • . 
Puebloviejo. ....... 2,308 

Súootá. .......... 4,585 

Socha 2,645 

Tasco. . .......... 2,505 

Tibasosa. . . . . . . . . . 2,878 

Tópaga 1,250 

Tota.. . a,294 

. Cantón de Tenza. 

PoblAcion?L415.— BieotorM 28. 

Guateque, cabecera. . . 5,202 
Capilla. .......... 3,746 

Guayátá. ......... 4,367 

Pachavita 3,309 

Sbmondoco ........ 4,578 

Sutatenza 4,623 

Tenza . . . • . . ... .. 5,690 

PROVINCIA DE VÉLEZ. 

Pobiftcion y 6»303, —Electores 90. 

Cantón de Yélezí 

Pobíacion -64,678— Eleetore« 51. 

Vélez,^ capital. . . é . . . 8,142 
Aguada ......;... 2,374 

Bolívar. 

Chipátá . . . . . . .... 6,061 

Flotea . . . ........ 1,995 

Gúavatá . 5,250 

Güepsa. .. . . ♦ .> 3,114 

Jesús-María. . .... . .10,076 

Paz . ........ ^ .. «. 2,461 

Puentenacional . .... 9,506 

SauBeuito . . . . . . • • 2,245 

Site. . • 3,454 

Centón de Chiquinquird. 

Población 22,412.— Electores 21. 

Ctóquinquirá, cabecera . 7,004 

Btaeuavista 1,500 

Caldas: .......... 3,422 

Coper VI w i . é . . . * . . 1^081 
Itoco¿> ...«,...*... 956 
Marípí.;., .. .. ...... 1,035 

Miizo. . . .. .. ., .. . .. . , * 847 



940 í Paime . ,vv. í >,-.,■« . ^ : S96 
7,205 Pauna. ........... 2,576 

Saboyá. .. . . ..;... 3,095 

Cantón de Moniqíidrá. 

Población 1^,Í1B.— Électoréá í$. 

Moniquirá, cabecera. . . 6,69^- 
Chitaraque ........ 3,039 

Pare. ........... 4,166^ 

Santa Ana. 2^257. 

Togüí 3,053'^ 






PROVINCIA DE VEBAaUASr ; ; 

Población 45,876, -rElectorés 41, 

Cantón de Santiago. ■ 

Población 80.265 —Electores 27'. ! 

Santiago, capital. ..'.'. 5,974 . 
Atalaya .... : .... . 1,084: 

Calobre .••..:.... 1,923 

Cañazas. .....;;.. 3,924; 

Mesa. ...',.•..'.. . 3,534- 

Mineral .........' . 301 

Montijo ..... . ; . . . 2,281 

Palmas • . * . . . . . v .2,345 

Posinga . , . . ^ . . • . • 363^/ 
Rio^ Jesús .,.*...,. 1,183 « 

San Francisca • .5,358; 

Soná. ..••««..«.*. 1,343^ 
Tole 652 

Cantón de Alanje. 

Población 15,111.— Electores 14. ' 

David, cabecera ..... 4,321 

Alanje 2,998 

Boquerón ......;.. 629 

Bugabo .......... 361 

Dolega. .......... 1,58S> 

Gnajaca * . 1,019 

Remedios ..%...... 1,235 

San Félix ,.,,..... 451 

San Lorenzo ....... 1,781 

San Pablo . 733 

Territorio de las Boms 
del Toro, 

Población 596^ — Electores v B 



. Población total 1.931,684. Electores 1,682. iJsto daba im 
CMtáa¿aw porreada 1,148 habitantes. 



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— 126 — 

La división territorial de la Eepfiblica por distritos y cir- 
cuitos judiciales eu 1845 era la siguiente : 

Distritos judiciales. Provincias que los formaban. Residencia del 

Tribunal. . ' 

Antioquia Antioquia - Medellin. 

. Boyacá Oasanare, Tunja y Yélez Tuuja. 

: Oauca ¡ «"¿Xf p^^J^: .^^«^ } Popayan. 

. Oundinamarca. Bogotá, Mariquita y Keiva Bogotá. 

Guanentá Pamplona y Socoíto Bucaramanga, 

!btmo Panamá y Veraguas Panamá. 

Magdalena. . . ¡ ^f Sia^T^'. .^"^"^' } «a^^ena. : 

Los circuitos eran 79, y estaban distribuidos así : Antio- 
quia 7, Barbacoas 2, Bogotá 5, Buenayentura 3, Cartagena 5, 
Casanare 4, Cauca 4, Chocó 2, Mariqíiita 6, Mompos 3, Neiva 3, 
Pamplona 5, Panamá 3, Pasto 1, Popayan 3, Riohacha 1, 
Santamarta 5, Socorro 4, Tunja 7, Túquerres 1, Yélez 3 y Ye- 
t raguas 2. En los Territorios, el Prefecto respectivo €¿ercia las 
funciones del juez de circuito. 



Las provincias de la Eepública hasta 1843 eran las siguien- ; 

tes: Antioquia, Bogotá, Buenaventura, Cartagena, Casan are^' 
^ Cauca, Chocó, Mariquita, Mompos, líeiva. Pamplona, Pasto, 

Popayan, Riohacha, Santamarta, Socorro, Tunja, Yélez y Ye- 

ráguas; total 20. De 1843 á 1848 fueron creadas 2: Barbacoas y , 
! Tilquerres; total 22. De 1848 á 1856 fueron creadas 13: Azuero, 
, Zipaquirá, Córdova, Cundinamarca, Chiriquí, Medellija, Ocaña, ' 

Sabanilla, Santander, Soto, Tequendama, Tundama y Yalle- 
< dupar ; total 35. 

En 1853 fueron abolidos los cantones. 

Por acto legislativo de 27 de Febrero de 1856, adicional á 

la Constitucioii, fué creado el Estado federal de Panamá, y la& 

demás provincias continuaron en su condición anterior. El 11 
; de Mayo del mismo año fué creado el Estado federal de Antio- 
^. quia, y un año más tarde el Estado federal de Santander. ! 
, Finalmente ñié erigido en Estados federales todo el resto del 
;: territorio, por disposición legislativa de 10 de Febrero de 1858. [ 
" Estos Estados, que fueron ocho en su principio, se unieron á 
¿ perpetuidad con el nombre de " Confederación Granadina.'' 
: Posteriormente, el 12 de Abril de 1861, fué creado el Estado 

del Tolima, para lo cual fué desmembrado el de Cundinamarca; 
K y el 23 de Julio del mismo año la ciudad de Bogotá fué erigida 

en Distrito Federal, para residencia del supremo gobierno. 
El Congreso de Plenipotenciarios de los Estados, reunido 
; eíi Bogiotá en Setiembre de 1861, cambió el nombre do Estados 

Unidos de Nueva Granada por el de Estados Unidos de Colom- 

hiaj y rjeconoció lo hecho en materia de división territorial por 



— 126 — 

él Jefe de la revolución de ese año. La Convención de Rionegra 
confirmó la creación del Estado del Tolima, pero ño la del 
"Bistrí to federal. 

- Hoy la nación se compone de nueve Estado^ soberanos, 
léüyós nombt-es son : Autioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Oun- 
dinamarca, Magdalena, Panamá, Santander y Tolima. 
^ Los Estados Unidos de Colombia tenían en I8C4 sesenta 
Hudades, ochenta y dos villas y setecientos cinco entre i)ue- 
blos y aldeas, distribuidos como se ve en el cuadro siguiente : 



ESTADOS. 



Autioquia 

Bolívar 

Boyacá. .... J.. 

Cauca.. 

Cundjnamaíca. . 

Magdalena 

Panamá... 

Santander.' 

Tolima 



CAPITALES. 



Medellin.. . 
Cartagena . 

Tunja 

Popayan. . . 

Bogotá 

Santamarta 

Panamá 

Socorro 

Keiva * 



Total general 



i?* 




6 


7 


4 


13 


• 4 


11 


13 


11 


6 


13 


3 


7 


7 


■ 7 


10 


8 


7 


5 


60 


82 



«so 






63 

106 

112 

104 

90 

59 

46 

85 

40 



"u/ 
^ 



76 
123 
127 
128 
109f 

69 

60 
103 

52f 



847 



-t.^ 



t. 



LIMITES. 



La demarcación de límites territoriales entre países ve- 
oinos lia sido siempre y en todas partes uno de los asuntos más 
difíciles, y á las veces ha hecho que de las palabras se pasé 
á las manos, que es lo que se llama guerra entre las nacip^ 
nes. En la América española ese asunto ha llegado á ser má« 
grave aún, ora por el modo como fueron llevados á cabo el des- 
cubrimiento y la conquista de las diferentes partes que la coril- 
ponen ; ora por la manera — ^ya absurda, ya yaga — como delimi- 
taron esa« partes las metrópolis que las gobernaron ] ora por lo$ 
cambios que luego hicieron en esas delimitaciones; y ora, fináli- 
mente, por las disputas que desde un principio sostuvieron eñr-^ 
tre sí sobre sus respectivos dominios y derechos. ' 



* Han sido indistintamente capitales del Estado del ^oHma las ciuda- 
des de Ibagaé, de Ueiva, de Natagaima y del Guamo. lEste último Ingar es 
el designado para capital por una ley de 1877, pero por leyes posteriores se 
ha permitido que resida el Gobierno en Neiva hasta ^o la . As-amblea legis* 
látiva disponga otra cosa. 



— Í?7 — 

,^_ Esfca reuniou.de circunstauci^^s, fortaleoidas m ^ebiHta- 
das en el ciirso de más de tres centurias, y el ínteres propio, 
'siempre acucioso, que ha venido naturalmente . á Hacerse más 
vivo con la independencia y la soberanía de las antiguas colo- 
iiias, han traído á la cuestión limites internacionales de.é^tas 
cuanta confusión era dable, y alejado más y más cada día 
el definitivo y ansiado deslinde. Sin embargo, como era nece- 
sario aceptar un principio que sirviese de imnto departid^ 
general y que al mismo tiempo se apoyase en la lógica y en /la 
historia, se ha convenido en que ese principio sea lo que se ha 
llamado el tó ^omcZeít^ de 1810. Mas, i qué se debe entender 
por iUi possidetis tratándose de naciones ? TJti possidetis entik 
los romanos era eí nombre de un interdicto que daba derecho 
¡á poseer transitoriamente un inmueble. Es pues claro que al 
■QXi&ptsbV el iiti possidetis l2í^ naciones sur-americanas han con- 
venido en que cada una de ellas conserve la. posesión -tran- 
sitoria del territorio que, de hecho^ tenía en .1810 ~ que fué 
icuando emi>ezó en este continente el gran movimiento revolu- 
itíonario que les dio independencia y libertad — hasta que m 
decida sobre la posesión definitiva 6 de iderecho, ó sea hasta que 
Ise decida la litis que tienen pendiente sobre sus ¡respectivos 
límites, en vistp^ de sus respectivos títulos. En. este casólas 
ipalabras uti possidetis {como poseéis) están bien aplicadas^ 
iaunque entre las naciones no haya otro t^bunal que las juzgue 
y seoteucie sino su propio acuerdo, y aunque. esa locución haya 
¿ido desconocida en la jurisprudencia internacional. 
' Ahora, como, el uti possidetis de 1810 se rjeflere á la posesión 
4e hecho y no al título que se tuviese para poseer, ese principio 
tiene por objeto, entre otros, interrumpir la prescripción, que 
es común á individuos y á naciones. 

^'Los escritores de Derecho natural han controvertido, dice 
Wheaton, hasta dónde es justamente aplicable á las naciones 
^tre sí esa especie de. presunción que se funda en el trascurso 
¿el tiempo y que se l\2kmQ, prescripción. Pero la práctica cons- 
tante y aprobada de las nacionesi enseña que, cualquiera que 
sea el nombre con que se le llame, la posesión no interrumpida 
de territorio ó de otra cosa apropiable durante cierto espacio 
4é tiempo por un Estado, excluye la reclamación de todos los 
otros.^^ La Corte SHprema de los Estados Unidos de América 
al fallai: la causa sobre límites entre Massachussetts y Ehode 
{slaud dijo: *'Ko hay controversia en que este gran principio 
(Ja pres(?ripcion,) pueda invocarse con mayor justicia y pix)pie- 
q4d igjiie en un caso de límites disputados.'^ En efecto, la pose-^ 
fiíon o el dominio np interrumpido ni, disputado de territorios 
adéspotaj ó casi adéspota, es un título de propiedad semejante 
al de la ocupación primitiva. , 

c Pues biep, q1 ^tipossidetis de 1810 aceptado por las naciones 
sar-^.americanas como título provisional de propiedad mientras 
86' deslfndittü definitivamente entre sí, tiende 'entre otras cosas» 



— Í28 — 

á suspender los efectos de la prescripción; pues en puridad de 
verdad no hay abandono de los países disputados sino censen* 
timiento de que ellos sean poseídos por los que los tieneu hasta 
tanto que se decida quién es su legítimo y verdadero dueño. 

Por lo demá«, deberá tenerse presente que había varias cía* 
ees de límites, ó mejor dicho, que éstos no eran los mismos en 
1810 en los diferentes ramos de la administración pública de 
las colonias. Como casi toda la América del Sur y una parte 
de la del JSTorte pertenecieron á una sola nación, ésta introdujo 
en el gobierno de los países á que se extendía su dominio divi- 
siones políticas, militares, fiscales y religiosas que no solo no 
concordaban entre sí, sino que en ocasiones se avanzaban de- 
masiado dentro de los témdnos ó marcas correspondientes á 
otras jurisdicciones. En 1810 había pues países cuyo uti possi- 
detis en unos ramos era distinto del de otros. Empero, es claro 
que no puede primar sino el uti possidetis político, yá porque el 
militar, el fiscal y el eclesiástico no tienen el mismo carácter 
ni la misma fuerza, ya por lo que son estas materias en sí mis- 
mas, ya porque en muchos casos emanaron de disposiciones 
simplemente transitorias. El uti possidetis aceptado es pues el 
que se refiere á lo que eran políticamente en 1810 los Vireina- 
tos, las Presidencias, las Capitanías generales y las colonias 
suatas, si las había, y no á los límites que tuvieran en esta ó 
en aquella ocasión los departamentos subalternos de la admi- 
nistración pública. 

Sentadas estas ba^es, pasamos á ocupamos de los límites 
de la República. 

EXTENSIÓN ANTIGUA. 

Por razón de descubrimiento, la Kueva Granada ( hoy Es - 
tados Unidos de Colombia) se extendía desde el cabo Gracias 
á Dios hasta la antigua Cumaná, sobre el Atlántico; y sobre el 
Pacífico, desde el golfo de Panamá hasta el rio San Juan, lí- 
mite de los descubrimientos de Andagoya, abajo de la punta 
Charambirá en el Estado del Cauca; de manera que le corres- 
pondían parte de la América Central, y las provincias venezo- 
lanas de Maracaibo, de Mérida, de Guayana, de Cumaná y de 
Garácas, * y le dejaba de corresponder la parte de costa com- 
prendida entre el rio San Juan y el Ancón de Sardinas. 

Hacia el Sur su territorio no se extendía sino hasta un poco 
más acá de Keiva, límite de los primeros descubrimientos délos 
Quesadas, pues de ese punto hacia allá empezaba el gobierno 
de Popayan, región conquistada por el Adelantado Sebastian 

* « Estos diversos distritos <5 gobiernos pertenecieron algún tiempo al 
Vireihato de la Nueva Granada. A é\ fueron agregados Mamcaibo por me- 
dio de su unión con Mérida en 1678 j Guayana, Cumaná y sus dependencias 
en 1591 y Caracas en 1718; m:fs, erigida en 1731 la Capitanía general de Ve- 
nezuela, quedaron separados todos ellos, excepto el primero, que no se le in- 
corporó deñnitivamente sino en 1777." Ba/folL 



— 129^ 

lie Beláleázar, qtte se eoix^o&ia de las tenencias de Antioquia^ 
^e Toío, de Arma, de Anserma, de Cartago, de Caloto, de Galiy 
^áel Eaposo, de Neiva, de La Plata, de Timaná, de Pópayan, 46 
Almagner y de Pasto. * Quiere decir esto q^e por ese lado 
y el occidental, le faltaban entonces á lo que es hoy la Union 
€k)lonibiana los Estados del Oauca y de Antioquia y parte del 
Estado del Tolima. 

" La denominación de Nueva Granada no es antigua, dice 
Bestrepo, pues apenas comenzó á usarse con bastante genera^ 
lidad ár principios de este siglo. Componíase en el XVIII de 
^os Presidencias ó partes principales : la de Quito y la del 
líuevoEíeino de Granada, vastos países que se extendían desde 
el saco de Maracaibo— corriendo hacia el Occidente — abasta el 
rio Culebras ** en las costas del Atlántico. Desde allí, atrave- 
sando el istmo de Panamá hasta el Golfoduloe, comprendía 
Nueva Granada las costas orientales del Pacífico hasta la em* 
bocadura del rio Tumbes, y cortando el páramo de Sabanilla t 
iba á buscar el caudaloso Amazonas; desde donde, por linde- 
ros no bien conocidos, se dirigían sus límites, por el Eionegro, 
á buscar el Orinoco y sus numerosos ríos tributarios, com- 
prendiendo las inmensas provincias de la Giiayana española y 
la de Cumaná, y las islas de Trinidad y de Margarita. 

"Las Presidencias de Quito y de Nueva Granada fueron 
regidas durante el espacio de más de dos siglos por magis- 
trados independientes, denominados Presidentes, que lo eran 
también de las respectivas Audiencias. Besidia el uno en 
la ciudad de Quito y el otro en la de Santa Fe de Bogotá. La 
jmisdiccion de este último se extendía por un capricho que aho- 
ra parece extravagante, ó por una crasa ignorancia de la geo- 
grafía, á las provincias de Guayana, de Cumaná y de Maracai- 
bo, y a las islas de Trinidad y de Margarita. Ambas Presiden- 
cías eran dependientes del Vireinato del Pera en muchas y 
muy graves materias, así del gobierno civil como del müitar. 
En consecuencia aquel Jefe ejercía autoridad en casi toda la 
América del Sur, y es fácil comprender que no podían gober- 
narse bien países tan distantes de liima, capital del Perú, atra- 
vesados por caminos tan difícües de transitar. Esto hizo que 
foera erigido el Vireinato de Nueva Granada, compuesto de 
esta Presidencia y de la de Quito." 

EXTENSIÓN MODBBNA. 

La ley fundamental de Colombia (Angostura, 17 de Diciem- 

• La ereoeion ée este gobierno la hizo francisco Pizarro en 1538, dee- 
tnembrando del reino del Perú el territorio que debia formar] o, para dárselo 
4 Belalcázar/ Oátlos V confirmó esa erección por cédula real de 1541. 

** Más adelant^e se verá por qué Bestrepo no extendió los límites de Co- 
lombia más allá del rio Culebras. 

f Entre las provincias de Piara (peruana) y la de Loja (ecuatoriana). 

9 



— 130 — 

bx^ de 1819 ) creó el I>epartamenfo de Cundinaniarcaj le dio 
por límites los mismos del antiguo Yireinato de Nueva Grana- 
da, y agregó : "Este Departamento comprenderá las provincias 
de la Kueva Granada, nombre que queda desde lioy suprimido.^ 
\ La Constitución de la Eepública de Colombia (6 de Octubre 
de 1821) dijo que el territorio de la nación se compondría del 
antiguo Yireinato d^ Nueva Granada y de la Capitanía general 
de Venezuela. 

La ley fundamental de la Eepública de Nueva Granada (21 
de Noviembre de 1831) dijo: "Las provincias del centro de Co- 
Ipmbia forman un Estado con el nombre de Nueva Granada» 
Los límites de este Estado son los mismos que en 181Q dividían 
4l territorio de la Nueva Granada de las Capitanías generales 
de Venezuela y de Guatemala y de las posesiones i)ortuguesas 
(leí Brasil. Por la parte meridional sus límites serán definiti- 
¡vamente señalados al sur de la provincia de Pasto luego que 
se haya determinado lo conveniente respecto de los Departa- 
mentos del Ecuador." Esto mismo se dijo en la Constitución 
de 1.0 de Mayo de 1832. (Artículo 2.o) 

En la Constitución de 1843 se dijo: " Art. 7? Los límites del 
territorio de la Eepública son los mismos que en el año de 1810 
5tividian el territorio del Víreinato de la Nueva Granada del 
(le las Capitanías generales de Venezuela y de Guatemala, j 
del de las posesiones portuguesas del Brasil 5 y los que por el 
tratado aprobado por el Congreso de la Nueva Granada en 30 
de Mayo de 1833, lo dividían de la repiiblica del Ecuador. Es- 
tos límites solo podrán variarse por medio de tratados públicos, 
aprobados y ratificados conforme álos parágrafos 7?^ del artícu- 
lo G7 y 2? del artículo 102 de esta Constitución, y debidamente 
canjeados. ♦ 

La Constitución de 1853 dijo en su artículo 1.^: "El antiguo 
Víreinato de la Nueva Granada, que hizo parte de la antigua 
bepública de Colombia y posteriormente ha formado la Eepú- 
blica de la Nueva Granada, se constituye en una república 
democrática &V' La Constitución de 1858 dijo: "Los límites del 
territorio de la Confederación Granadina son los mismos que en 
él año de 1810 dividían el tenitorio del Víreinato de la Nueva 
Granada del de las Capitanías generales de Venezuela y de 
Guatemala y del de las posesiones portuguesas del Brasil. Ppr 
la parte meridional son, provisionalmente, los designados en él 
tratado celebrado cojí el G obierno del Ecuador el 9 de Julio d0 
1856 y los demás que lo separan hoy de aquella república.'' . 

La Constitución federal ( 8 de Mayo de 1863 ) vigente hóy^ 
que fué la que creó los Estados Unidos de Colombia, dice: *'Los 
límites del territorio de los Estados Unidos de Colombia soíx 
los mismos que en el año de 1810 dividían el témtorrio del Vi- 

* En estos parágrafos se mandaba CLue los tratados, piíhllcos, ñiesen apivo»- 
Vados por el Congreso, • . i 



— 131 — 

íeiiialo de H*ueva Granada de las Capitanías generales de. Ve- 
nezuela y de Guatemala y de las posesiones portuguesas deí 
Brasil. Por la parte meridional son, provisionalmente, los de- 
signados en el tratado celebrado con el Gobierno del Ecuador 
en 9 de Julio de 1855, j los demás que la separan hoy de aque- 
lla república y de la del Perú.'' ' ^ 

"Es de notarse que en esta vez, dice Quijano Otero, los le- 
gisladores quisieron ser más expresos en la determinación de l¿ 
que constituía la Eepública y agregaron, al señalar en general 
sus límites, los )^ue la separan hoy del Perú. Sin duda que ésto$ 
estaban comprendidos en la demarcación del Yireinato á qué 
en el artículo citado se hace referencia, pero acaso los legisla- 
dores pudieron temer que más tarde se quisiese sacar argu- 
mento del hecho de guardar silencio respecto de esa parte de 
nuestra frontera ; ó tal vez quisieron renovar una protesta 
contra la cesión hecha por el Perú al Imperio de una parte del 
territorio colombiano.^^ El Gobierno del Perú expidió el 10 dé 
Marzo de 1853 un decreto erigiendo un gobierno político y 
militar en Loreto y demás territorios y misiones pertenecientes 
al Perú, y el Encargado de negocios de Colombia dirigió ^, 
dicho Gobierno, el 21 del mismo mes y del mismo año, la pro- 
testa del caso contra aquel decreto, que vulneraba los derechoá 
territoriales de nuestra nación, ' 

También dice la Constitución: *'Los límites de los Estados 
no podrán alterarse ni variarse sino de acuerdo y por consenti- 
miento de los Estados interesados en ello, y con la» aprobación 
del Gobierno General." ^^ Los Estados no podrán enajenar á 
ninguna potencia» extranjera parte alguna de su territorio." ; 

LÍ3IITES GENERALES. 

1? Sobre el Atlántico corren las costas colombianas desde la 
mitad de la ensenada de Calabozo (Venezuela) hasta el cabo 
Gracias á Dios. 

Nuestras costas sobre el Atlántico miden 285 miriámetros 
en línea recta, y comprenden parte de los Estados de Panamá, 
<le Bolívar y del Magdalena. 

No incluimos eñ este litoral el distrito de Siuamaica ni las 
islas de Trinidad y de Margarita, porque ese distrito fué separ 
rado de la provincia de Kiohacha y agregado á Venezuela en 
tiempo del Gobierno espaííol 5 y porque esas isla^ fueron sepa- 
radas del Vireinato granadino por real cédula de 8 de Setiem- 
1t>re de 1 777 y agreg^as á la Capitanía general de Caracas, lo 
'^smo que lo fueron las provincias deGuayana, de Cumaná,&*.5 
pero sí incluimos la parte de costa comprendida entre el rio Do- 
rados y el cabo Gracias á Dios, porque á ella tiene derecho Co 
lombia según la real cédula de 30 de Noviembre de 1803, aun- 
€[UB la república de Guatemala primero y después la de Costa- 
rica hayan rechazado este título con el expedido por Felipe H 



— 132f — 

en 1574 á favor de don Diego Artíeda y Chirinos, Gobernador 
y Capitán general que fué de la provincia de Oostariea, en el 
caal se le señaló como de jurisdicción suya la zona comprendida 
*' entre la boca del rio San Juan ( hoy Greytown ) y la isla lla- 
mada Escudo de Veragua ; y entre los confines de Nicaragua^ 
por la parte del Sur, y los valles de Chiriquí." Empero, 
este documento anterior al otro en más de doscientos anos no 
tiene fuerza alguna. " En virtud de la real disposición citada^ 
dice Oalancha, el Gobernador costaricense de 1601 procedió 4 
la conquista, por la parte del ííorte, de una de las tribus perte- 
necientes ó componentes del vasto cacicazgo de Talara anca, due- 
ño su perfi ciarlo de la faja de tierra que existe entre el Blanco 
Peak, punto el más culminante de la cordillera en esa i>arte, y 
el mencionado Escudo de Yeragua; es decir, de la mayor parte 
del territorio que se disputan ambos países, cuya extensión^ 
aproximadamente, puede calcularse como de dos grados geo- 
gráficos, y fundó la ciudad de la Concepción en una de las már- 
genes del rio de la Estrella, que desemboca en el fondo de la 
bahía de las Bocas del Toro. Esta colonia fué de poca duración 
á consecuencia del levantamiento y destrucción de la ciudad, 
que en IGll efectuaron los aborígenes. 

'' En 16G0 el Gobernador de aquel país, don Eodrigo Arias 
Maldonado, acometió la empresa de conquistar todo Talaman- 
ca, y después de mil combates y fatigas logró fundar varios 
establecimientos, los que desaparecieron por causas distintas. 

" Desde entonces, poco después de 16G0, hasta hoy solo dos 
poblaciones indígenas han podido conservar nuestros hermanos 
costaricenses, abandonando completamente y para siempre to- 
do el resto del territorio que recíi)rocamente se reclaman los 
dos Gobiernos. Estas poblaciones son Torraba y Buruca, pue- 
blos que viven en la miseria y barbarie más esi)antosa, situa- 
dos en el corazón de un inmenso desierto montañoso, cual es ' 
el que separa las dos naciones; desierto apeonas hollado por la 
planta humana y que pertenece, desde la destrucción del in- 
feliz cacicazgo hasta la actualidad, á una entidad respetable, 
que, tanto por el derecho de posesión de que ha sabido usar, 
cuanto por el de la ocui)acion constante y el de la prescripción^ 
es dueño y señora de tales terrenos : esta entidad es la raza 
felina ! 

'' A su vez el Gobierno granadino exhibe en la polémica la 
también real orden, expedida, si nuestra memoria no nos falta^ 
por el rey Carlos lY, que dispuso: *que todo el litoral del 
Síorte hasta el cabo Gracias á Dios se segregase de la Ca- 
pitanía general de Guatemala para venir en lo sucesivo á for- 
mar parte integrante del Yireinato granadino.' Es decir que 
se agregó á nuestro país, poco más ó menos, un millón de acres 
de tierra, ó sean 120 leguas, mensuradas en su parte longitu- 
dinal ; territorio habitado solamente por los indios mosquitos^ 
y que á nadie pertenece con más razón que á la ÍTueva Grana- 



X 



— 133 — 

<la, si es que el derecho en que nos apoyamos del)e prevalecer 
<5omo hasta hoy ha prevalecido. 

''Pero es sabido que desde nuestra independencia no solo 
no se ha pretendido hacer valer tal derecho sino que Nicíira- 
gua lo vulneró fuerífemente, sin que nos fijásemos siquiera en el 
acontecimiento, tomando posesión del puerto de San Juan del 
Norte, situado en la expresada costa. Este á su vez ha sido arro-» 
liado por el Gobierno británico, para formar de él una especie de 
distrito anseático, ó más bien inglés. También ha liecho éste de 
los indios mosquitos una entidad nacional, gobernada en lo 
ostensible por un rey que si es mosco de nacimiento también es 
verdad que, á consecuencia de la educación que los ingleses le 
proporcionaron en Jamaica, es más británico de corazón que 
otra cosa. Este reino, concepción inglesa y parto indígena, se halla 
en la actualidad protegido por el Gabinete de San James, ape- 
sar de lo estipulado en el artículo 1? del célebre tratado de 
Cleyton-Bulwer, ajustado en 1850, cuyo tenor, en una parte 
de él, es como sigue : ' Comme á prendre ou a exercer aucuu 
pouvoir sur les États de Nicaragua, de Costarica sur la cote 
des Mosquitos, ou sur aucune partie de PAmérique Centra- 
le; &^ 

"¿Le asiste á Costarica razón legal para reclamar que la 
línea divisoria debe nacer por la parte del Norte -en el Escudo 
de Veraguas, cuando existe una disposición expedida en 1803, 
emanada de la misma fuente y del mismo poder, que marca el 
cabo de Gracias á Dios por la parte del Norte?'' 



2? Sobre el Pacífico corren miestrm costas desde la boca del 
Riogolfito en el Golfodulce (Costarica) liaet'a la boca de la quebraba 
JfatajCj frente al Ancón de Sardinas en el Ecuador. 

La extensión directa de estas costas es de 239 miriámetros, 
y comprende parte de los Estados de Panamá j del Cauca. 

Hacia la parte interior, el límite de la antigua Nueva Gra- 
nada creció hasta el Carchi al tiempo mismo que decreció 
hasta el Táchii^a, con motivo de la erección del Yireinato gra- 
nadino. 



3? Hacia el Sur^ Colombia limita con el Ecuador desde la 
^quebrada Mataje hasta la entrada del rio Yavari en él Amazonas, 
j con el Brasil desde esta boca hasta la boca del brazo Avatipa- 
rana en el rio Gaquetá 6 Tnpurá. 



4? Hada el Oriente, Colombia limita con el Brasil otra vez 
desde la boca del Avatiparana hasta el cerro Cupi; y con Vene- 
zuela desde este cerro hasta la boca Paijana, punto de partida 
<le e^ta inmensa línea. 



— 13á — 

La superficie de la Ui^on mide 13^1(y-25r miriámetros cua- 
drados* ♦ De los cuales 

10^354^12 son baldíos y 
2,956-13 habitados. 
- Éstos equivalen á 1.331,000 kilómetros cuadrados, exteusion 
que solo tieueu pocos países del globo, si se exceptúan laEusia, 
la China, el Brasil, &? Reducido á hectaras el territorio de l£^ 
RepúbUca da 133,100,000, así : 103*540,000 baldías y 29.560^000 
ocupadas. ** 



El perímetro de la Union mide 1,051-50 miriámetros, sin 
contaa* las inflexiones de las costas, de los rios y de las monta- 
naS; así: 

Sobre el Atlántico 285 25 

Sobre Costarica 15 . . 

]: Sobre el Pacífico 259 50 

Sobre el Ecuador r 155 75 

Sobre el Brasil 110 .. 

Sobre Venezuela 226 ., 

1,051 50 
La parte más larga del país, que es la comprendida entre la 
boca del Riogolfito en el Golfoáulce (Estado de Panamá) y la 
boca del brazo Avatiparana en el Caquetá ó Yupurá ( Estado 
del Cauca), tiene 200 miriámetros ; y la más ancha, que es la 
comprendida entre la punta Gallinas (Estado del Magdalena) 
y la margen izquierda del Amazonas, frente á Pm^uate y Oamu- 
cheros ( Estado del Cauca ), tiene 180. 



El terreno de Colombia puede ser clasificado así: 

Miriámetros cuadrados- 
De llano. 8,056 40 

Be mesas 327 . . 

Decerros 4,088 75 

De páramos , 246 . . 

De anegadizos . . . : 429 35 

De ciénagas y de lagunas 97 50 

De islas 65 25 

13,310 25 
" El ingeniero Moreno ha calculado el área de Colombia del 

* No está compreEdido en este cómputo el territorio encerrado entre el 
rio Dorados y el cabo Gracias á Dios, por no saberse cuál es el ancho de ese 
territorio. 

** Las hectaras de tierras baldías adjudicadasr por la nación á Iob parti:^ 
culares desde 1827 hasta 1882 sutnan 1.301,122. ' . . 



— 135 — 

uiodo q^oe sigue, considerando los grados de latitud iguales á 
una extensión lineal de 60 millas geográficas sobre los láerii^ 
<iianos, y los grados de longitud arreglados á sus correspon- 
dientes paralelos : 

««Latitudes. Longitud en millas. Latitudes. Longitud en millas. 

Oo...... < 60,00 7C> 59,56 ^¡ 

; lo.. 59,99 8o 59,42 'I 

2o 59,96 90 59,26 

30 59,92 100 59,09 '' 

40 59,85 lio 58 89 

50. 59,77 120 58,69 

60...... 59,67 130 58,46 

" Aunque en las inmediaciones del Ecuador es en donde 
menos error contienen los cuadriláteros del planisferio, por la 
tabla que precede, que es de M. Lacroix, se ve que hay nece- 
sidad, para calcular el área, de tener en cuenta la diminución 
que sufren los grados de longitud por razón de ser curva la 
superficie terrestre; pues solo el primer grado de latitud al IsTorte 
de la Equinoxial y el primer grado de latitud al Sur, pueden 
constituir una zona de dos grados de latitud y extensión desa- 
rrollable en un prolongado rectángulo, según la longitud que se 
n^ce8ite^ cuyos cuadriláteros sean exactamente iguales, tenien- 
do cada uno de ellos 3,600 millas geográficas cuadradas de^ 
área. Fuera de éstos, á medida que crece la latitud, los cua-, 
dríláteros varían con relación á su distancia del Ecuador. Si-^ 
guiendo este cálculo, las zonas geográficas del territorio dan 
las siguientes superficies : . :^ 

Latitud Norte. Superficie en millas cuadradas. '; 

"De los 130 á los 120 1,359^0 

— 120 — lio 4,389-95 

— lio _ 100.. 9,262-40 

_ 100 _ 90........ 14,159-90 

-. 90 _ 80 27,226-06 

_ 80 _ 70 21,335-10 

_ 70 — 60 26,083-68 

_ 60 _ 50 33,138-96 

_ 50 _ 40 32,é39-56 

_ 40 _ 30 _.... 37,338-50 

_ 30 _ 20 42,199-10 

— 20 _ 10 41,076-88 

_ 10 — 00 40,346-50 



i i 



^' Millas cuadradas al Norte 330,756-09 

^^ Terrenos al Sur de la Equinoxial .124,917-40 

^ -^^Area total de la EepúbUca .455,673-49 ^ * 

* CrAiiNDo. ««Anuario Estadístico de Colombia,** JB75. 



— 136^ 

Sí moltíplicamos los 13,310 miriámetros cuadrados €a qae^ 
ha sido calculada la superñcie territorial de Colombia, por las- 
36 millas cuadradas que tiene cada miriámetro cuadrado, ten-^ 
dremos un total de 469,160 miUas cuadradas. Este resultado^ 
que no es el rigurosamente matemático, no difiere del de More- 
no sino en 13,497 millas. Esta diferencia, dados ios métodos 
que la producen, justifica ambos cómputos. 

El territorio por Estados está disóibuido así : 

Miriámetros cuadrados. Poblado. Baldío. 

Antioquia 330 260-25 

Boyacá 305-38 55S-37 

Bolívar 300 400 

Cauca 358 1,038 

Oundinamarca 231 1,833 

Magdalena 250 448 

Panamá 361-75 465 

Santander 185 237 

Tolima 363 114-60 

Territorio del Caquetá .... 272 5,000 

1 _ 

2,956-13 10,354-12 
Colombia puede pues mantener en su seno, en la misma 
X)roporcion que los países más poblados del mundo, 100 millo- 
nes de habitantes, población que no tiene ninguno de los países 
de Europa^ de América ni de ÁMca, y que solo tienen, en Asia^ 
el Indostan y la China. 

LÍMITES PARTICULARES. 



< Con Costa Rica). 

La línea divisoria de Colombia con esta Eepública, según 
Codazzi, empieza, en el Atlántico, al Oriente de la Funta Ga- 
rretaj junto á la desembocadura del rio Culebras. Sigue luego 
este rio hacia su origen, que está en la cordillera principal en 
dirección sur. Busca después la línea las cumbres de un ra- 
mal de la cordillera que se dirige hacia el Golfodulce (también 
en dirección sux), ramal que llaman Cordillera de las Cruces, 
por cuyo centro pasa la trocha que va del pueblo de Bugabo á 
la población indígena de Bumca. De Las Cruces hacia adelan- 
te la línea divisoria de las dos Eepúbücas no está aún de- 
terminada y debe ser trazada á virtud de un tratado. Co- 
dazzi indica que esa línea debe ser la siguiente : de Las Cruces 
á la Punta Burica en el Pacífico por un terreno desigual que 
hay allí, que se compone de cerritos y de colinas diversamente 
ramificados y de selvas solitarias, hasta llegar al cordón de 
cerros que forman la mencionada punta. También se podría 
continuar la línea por la misma Cordillera de Las Cruces^ 



— 137 — 

combres vertientes, hasta encontrar las cabeceras del Riogolfito^ 
cayo curso debería seguirse luego hasta la embocadura de éste 
en el Golfodulce. 

Las costas de Comayagaa — ^llamadas primero de Taguzgal- 
pa y de Tologalpa y después de Mosquitos — no pasaban de la 
laguna de Las Perlas, formada por dos pequeñas penínsulas 
que están frente de las islas de San Andrés y de Providencia^ 
pero luego, con miras de cierto carácter, se hizo extensivo ese 
último nombre (Mosquitos) hasta Punta-Gorda ; luego hasta 
el puerto del rio San Juan, y por último, sin reparo ninguno, 
se dio el nombre de Costa de Mosquitos^ al Norte y al Sur, á 
todo el litoral atlántico de ÍTicaragua y de Costarica y á una 
porción del de Colombia. Las miras á que aludimos son las 
pretensiones que sobre el dominio de dicha costa han tenido 
así la Inglaterra como las naciones de la América Central. 
Hoy se da indistintamente el nombre de Costa de Mosquitos 
á todo el litoral comprendido entre Omoa al Korte y el rio San 
Juan al Sur. 

-De este litoral corresponde á Colombia la mitad, ó sea la 
parte comprendida entre dicho rio y el cabo Gracias á Dios, y 
sus derechos se fundan en los siguient^es hechos y documentos: 
1.0 Los descubrimientos de Colon en su cuarto y último viaje 
(1502), que comprendieron desde el cabo Gracias á Dios hasta 
el puerto del Eetrete. 2.o El título de Gobernador de Castilla 
del Oro, dado en 1508 á Diego Mcuesa por el rey de España. 
La gobernación de Diego Kicuesa comprendía toda la costa co- 
lombiana que se extiende desde el golfo de Urabá hasta el cabo 
Gracias á Dios. 3.o La costa de Mosquitos dependió algún 
tiempo de la Capitanía general de Cuba, pero después fué agre- 
gada á la de la JSTueva Granada, de la cual la separó el rey por 
solicitud de los Yireyes Plórez y Góngora (1776—1782). En 
1803 fué vuelta á agregar al Vireinato por lo que diremos más 
adelante. 4.o Cristóbal Colon no solo tomó posesión formal de 
todas las costas de Honduras, de Mosquitos, de Nicaragua, de 
Costarica y de Veraguas hasta Portobelo, sino que las dos pro- 
vincias de Taguzgalpa y Tologalpa — con las que fué después 
formada la provincia de Comayagua — fueron conquistadas y 
pobladas hasta el punto de llegar á tener 60,000 habitantes, 
distribuidos entre los 25 curatos y los 94 pueblos que fueron 
fundados en ella. También se levantaron allí algunas fortifica- 
ciones, y filé creada en Gracias á Dios una Eeal Audiencia. 
5.0 En 1699 una colonia de escoceses se estableció á mano ar- 
mada en la costa de Mosquitos, y la España, aj^udada de la 
Francia, obligó á la Liglaterra á desconocerla, á desamparar- 
la y á acatar el dominio español en aquellas regiones. Poste- 
riormente el Gobierno inglés, que en los asuntos de Mosquitos 
se dejaba influenciar por las autoridades de Jamaica, así en 
«1 tratado de 1763 como en los de 1748 y 1786, no solo volvió á 
reconocer la soberanía de España en aquellas costas, sino que 



-^ 138 -^ 

lii2o que los ingleses que las ocupaban las evacuasen y demo* 
liesen las fortificaciones que habiau levantado en ellas. 6é<> Bu 
30 de Setiembre de 1803, en nota de Madrid, decia la Junta de 
Fortificaciones y defensa de Indias, entre otras cosas: '^La 
defensa pues é incremento de la isla de San Andrés es no poeo 
importante porque hallándose situada á los 12° 30' de lati- 
tud Norte, distante poco más de cien leguas de Cartagena y 
tinas cuarenta de la costa del reino de Guatemala y emboca- 
dura del rio San Juan de Mcaragua, ofrece Una excelente 
escala y da punto de apoyo para sostener y atender á los útiles 
establecimientos de la desierta costa de Mosquitos. Pero parft/ 
que esto tenga mejor y más pronto efecto conviene que esto» 
establecimientos, hasta el cabo Gracias á Dios inclusive, depen- 
dan del Yireinato de Santafé, de cuyo Yirey deben depender 
también en todos sus ramos (como lo costaban antes) las islas 
de San Andrés. Aun cuando las razones expresadas y relacio- 
nes mercantiles que los vecinos de San Andrés tienen con los 
dé Cartagena no fuesen suficientes i)ara que aquellas islas sean 
dependientes del Yireinato de Santafé, su situación local las 
imposibilita para que dependan de la Gobernación de Guate- 
mala, de donde no pueden en ningún caso ni circunstanciáis 
recibir socorro alguno, por ser mucha la distancia á que se. 
hallan y la mayor parte de ella tenerse que andar por caminos 
difíciles de transitar. Para la correspondencia incierta y poco 
segura de San Andrés con Guatemala se necesitan de seis á 
siete meses, cuando todas las semanas pueden tenerla con Car-- 
tagena. Estas mismas razones militan con corta diferencia por* 
lo que respecta á los insinuados establecimientos de la costa dé 
Mosquitos, y así no es fáeil que progresen no estando unidos y 
dependientes del Yireinato de Santafé.'' 7.o El 21 de Octubre 
del mismo afio volvió á instar sobre lo mismo la Junta de For*- 
tificaciones, y el rey accedió mandando expedir la real órdén- 
(30 de Noviembre de 1803) que agregó las islas de San Andrés' 
y la parte de la costa de Mosquitos, desde el cabo Gracias á 
Dios inclusive hasta el rio Chágres, al Yireinato de Sántafó.^ 
8.0 En 1815 el Pacificador don Pablo Morillo expidió un decreto 
declarando bloqueadas todas las costas del Yireinato de Satí-I 
tafé hasta el cabo Gracias á Dios. - 

Esto por lo que respecta al Gobierno español. Por lo 
que hace á la República tenemos: 1.^ La antigua Colombifí^^ 
entre otros, expidió los decretos de 19 de Abril y de 22 de ÍFó-' 
viembre de 1822 y el de 5 de Julio de 1824, que tenían pbi*' 
objeto mantener la soberanía de la costa de Mosquitos, regular/ 
rizar su comercio y fomentar su colonización, para lo cual sé ^ 
establecieron buques guarda-costas. 2.o La Eepública de 
Kueva Granada dijo en la ley de 2 de Junio de 1843, ai crear el 
Territorio de las Bocas del Toro: "Las islas del Escudo d^I 
Yeragua, de la bahía del Almirante y laguna de Chiriquí, y 1»< 
parte del continente comprendida entre estos límites : al Korteí^ 



— 139 — 

el Atlántico^ al Oriente el rio Cañaveral, al Sur la cresta de 
la cordillera de Chiriquí, al !N'oroeste la línea fronteriza que 
por aquella parte divide la Eepíiblica de la ííneva Granada de 
la de Centro-América, y ademas la parte de la costa de Mos* 
quitos hasta el cabo Gracias á Dios (como fué agregada por la 
real órdeu de 30 de !No viembre de 1803 al Yireinato de Santafé)^ 
formarán un Territorio, que será regido de una manera espe- 
cial ¿asta que su población permita erigirlo en cantón ó pro-^ 
vjncia, segregándose de este Territorio el distrito parroquial 
denominado " El Mineral,'^ que se agregará al cantón de Saur 
tiago.'' — " Para conservar ó restablecer el señorío de la STuevat 
Granada en todo el Territorio de las Bocas del Toro, y para la 
reducción y sujeción de los indígenas, podrá el Poder Ejecu- 
tivo levantar fortificaciones en los puntos que tenga por más 
convenientes, dictando todas las medidas necesarias para la 
consecución de aquellos objetos,'' * 

El encargado del Poder Ejecutivo en su mensaje al Congre 
so de 1825 dijo: ^^Esta es una ocasión muy favorable para 
entendemos en puntos de grande interés: la fijación de límites, 
entre Colombia y Guatemala es de una necesidad imperiosa en 
circunstancias, que algunos extranjeros pretenden especular 
sobre la costa de Mosquitos y que la línea interior está abso- 
lutamente incierta. El Ejecutivo, ligado á la ley fundamen- 
tal de 12 de Jidio de 1821, ha declarado perteneciente á la 
^^epública la parte litoral del Atlántico comprendida entre el 
cabo Gracias á Dios y el rio de Chágres, dando por nula toda 
colonización que no sea hecha con permiso del Gobierno y en 
virtud de las leyes de Colombia," 

. En 1848 el Gobierno de nicaragua comunicó al de Colombia^ 
qpe f anoionarios y subditos británicos habían ejecutado actos 
de usurpación en la costa de Mosquitos, que los dos Gobierno» 
tenían pro indiviso^ y solicitó la ayuda de Colombia como parte 
interesada, para poner término á aquella usurpación. 

^ El 13 de Julio de 1880 declaró solemnemente el Senado de 
la Eepública, que " Colombia tiene títulos que acreditan su. 
derecho, emante del rey de España, al litoral atlántico com- 
prendido desde la. boca del rio Culebras hasta el cabo Gracias 
á Dios." 

, El derecho que tiene Colombia al pedazo de costa en dispu- 
ta, es pues el mismo que tiene á las islas de San Andrés y de 
Providencia. Ademas, ese derecho emana, no solo de la misma 
aptQridad sino del mismo acto real. Si Costarica (ó cualquiera 
o^ nación de Centro- América) desconoce la autenticidad ó la 
ficíerza de la cédula de San Lorenzo y reclama para sí la costa 

♦ Todp cuanto Ia Bepública pudiera alegar ea su favor respecto de la 
c^ítade Hosqaitos, se halla consignado en un folleto muy interesante que 
pttblicd en Nueva York, en 1855, en inglés y en castellano, el Encargado de 
Negocios de Nueva Granada cerca del Gobierno norte-americano, Victoria- 
néjete B. J?ín^4^.. . . ,. : 




— 140 — 

de Mosquitos, debe reclamar también las islas mencionadas, 
yá que una y otras le pertenecieron alguna vez accidental- 
mente. Pero no se comprende que sea aceptada como válida la 
una mitad de la cédula y la otra mitad nó. * 

En ííoviembre de 1880 ajustó Colombia con el Gobierno de 
Costarica un tratado por el cual se defiere al juicio de un arbi- 
tro de común elección, la decisión definitiva de la querella de 
límites entre las dos naciones. Mientras tanto seguirá rigiendo 
para ambos Gobiernos lo que algunos llaman el uti possidetis 
de jure con relación á 1810. 



Por lo demás, lo que ba habido con respecto á la costa de 
Mosquitos es cierta tolerancia ó abandono de parte de Colom- 
bia. En efecto, liestrepo dijo en su Historia : " Conforme á 
esta disposición" ( la de la cédula de San Lorenzo ), " que aún 
se hallaba vigente en 1810 cuando principió la revolución que 
nos dio independencia, el Gobierno de Colombia y después el 
de la Nueva Granada, tenian derecho de ejercer jurisdicción 
civil y militar desde el cabo Gracias á Dios hasta el rio Cule- 
bras ó Punta-Carreta, límite anterior del Yireinato de Santafé 
según el mapa de Humboldt publicado en 1823. Emx^ero, esta 
jurisdicción indefinida en cuanto á la anchura, y que solo corre 
por la línea de la costa de Mosquitos, de nada sirve á la Nueva 
Granada, á no ser para suscitarle cuestiones desagradables con 
las repúblicas de Centro- América y con las naciones extran- 
jeras que codician aquel territorio. Por tan i)oderosos motivos 
los granadinos no deben continuar sosteniendo la mencionada 
jurisdicción marítima más allá ó al norte del rio Culebras. 
Entendenios que nuestro Gobierno piensa del mismo modo 
(1848), y que muy pronto hará un tratado con el Gobierno de 
Costarica arreglando conforme á estas indicaciones los límites 
respectivos al través del istmo de Panamá." Joaquín Acosta 
dio en su mapa el rio Dorados ó Culebras como línea divisoria 
de las repúblicas de IsTueva Granada y de Costarica ; y trató 
de justificar esta línea, así como las otras de demarcación que 
trazó en él, con la siguiente nota : "Para trazar los límites con 
las repúblicas vecinas he debido recurrir al principio hoy explí- 
citamente admitido, y he adoptado por tanto los que tenia el 
Vireinato en 1810, época d6 nuestra revolución." Mas, como 
en 1810 hacia yá siete años que la costa de Mosquitos perte- 
necía al Yireinato de iíí^ueva Granada, es claro que Acosta, 
cuando hizo su mapa, no conocía ó no recordó la cédula de 3 de 
Noviembre de 1803, pues ella hace parte de los títulos territo- 
riales de Colombia con relación al uti possidetis de 1810. 

En el mapa de la provincia de Veraguas, hecho por Codazzí, 
hay una nota que dice : "La línea amarilla sale de los puntos 

* Por el tratado de 28 de Enero de 1860. la Inglaterra reconoció á 
Nicaragua el derecho que ésta dice tener en la costa de Mosquitos, mediante 
ciertas condiciones. 



— 141 — 

detenoinados en las costas de ambos mares y va á bascar un 
tercer punto, que de Bugabo conduce al pueblo de Buraca. 
Ese camino, que es una mala vereda, pasa por la cumbre de la 
serranía de Las Cruces, que siempre han reconocido los indios 
de Buraca y los vecinos de Bugabo como la línea divisoria de 
ambas provincias, y aun en el dia la reconocen y respetan, 
aunque en los potreros de Canasgordas han tenido ganado los 
vecinos de Bugabo, distrito de la provincia 4e Chiriquí, y en 
los potreros del Limón los indios de Buruca, del Estado de 
Costarica. Ademas, se nota que casi hay igual distancia, por 
terrenos despoblados, desde las cumbres de la cordillera de 
Las Cruces hasta ios dos lugares habitados: Bugabo de criollos 
granadinos y Buruca de indios de Costarica. 

" Desde la cordillera de Las Cruces hasta buscar la cima de 
los Andes y luego las cabeceras y curso del rio Dorados y Cule- 
bras, es una líne;^, muy natural y permanente : pero no sucede 
así de la cordillera de Las Cruces á buscar la punta Burica, 
porque es difícil tener demarcada una línea permanente en una 
montana de una configuración casi xilana, con diversas eleva- 
ciones y terromonteros, hasta encontrar el cordón de cerros 
que termina en punta Burica. Se deberá pues buscar un límite 
más natural y fácil de reconocerse en todo tiempo para evitar 
cuestiones ulteriores, que haiian suscitar los vecinos que fuesen 
á habitar lo que hoy está desierto. Por tanto, propondría la 
línea marcada de rosado, que sale del Golfito por el rio de este 
nombre hasta su origen, que está en la cordillera de Las Cruces. 
Tieue esta línea la ventaja de no necesitar ingenieros para 
reconocerla." 

Ancízar en su *^ Apéndice al texto universitario de Derecho 
Internacional" dio como límite entre Colombia y Costarica, 
hacia el Atlántico, el mismo rio Culebras. 

Ponce y Paz, que compilaron los mapas de Codazzi adap- 
tándolos al sistema federal, tomaron la demarcación territo- 
rial de primer orden que éste dio á la Eepública; y lo mismo han 
hecho todos los que han trabajado mapas ó geografías de 
Colombia después de que fueron dadas á luz las obras de la 
Comisión Corográfica, organizada desde 1849. Sin embargo, nar 
da de esto puede servir de argumento en contra de los derechos 
territoriales de la Eepública; ni tampoco el que ésta misma, al 
crear la provincia de Veraguas, la hubiese compuesto de solo 
los cantones de Santiago, de La Mesa, de Alanje y de .Gaimí, 
pues aunque el Congreso tenia por la Constitución vigente 
entonces (1821) la facultad de fijar los límites de los departa- 
mentos, de las provincias y de las divisiones del territorio que 
fnerau necesarias para la mejor administración de Colombia, 
no podía ceder ni abandona? porción alguna de ella á ninguna 
nación extranjera. Adema»; esa misma Constitución había 
declarado que el territorio de la Eepública era el mismo del 
extinguido Vireinato, así como habia declarado que continua- 



— 142 — 

rían en su: fuerza y vigor todas las leyes antiguas en todas laé 
materias y puntos que directa ó indirectamente no se opusiesen 
á esa misma Constitución, ni á los decretos y leyes del Congre- 
so. La cédula de 3 de iíoviembre de 1803 en nada se opuso á 
lo que mandó el Congreso de Cuenta, ni se ha opuesto después 
á lo que haya mandado el Cuerpo legislativo de Colombia. Esa 
cédula está vigente hoy como estuvo el dia en que fué expe- 
dida, y en ella se fundó la ley de 2 de Junio de 1843 que creó 
el Territorio de las Bocas del Toro, de que hemos hablado yá. 
Los libros y los mapas, tengan ó no carácter oficial, las 
opiniones de los sabios y viajeros, las instrucciones dadas a los 
diplomáticos, los protocolos, los proyectos de tratados, las 
promesas, las leyes equivocadas, las demarcaciones internas de 
límites, nada de esto tiene valor ni efecto decisivo en materia 
de límites internacionales. Estos no los fijan y aceptan las 
naciones por simples incidentes, sino en vista de sus respectivos 
títulos y bajo la forma de convenios públicos solemnes. Colom- 
bia tendrá pues derecho á las costas del Atlántico comprendí- 
das entre el rio Culebras y el cabo Gracias á Dios, hasta que 
el soberano, que es la nación misma, no renuncie públicamente 
y por acto expreso ese derecho, ó hasta que Costarica no le pre- 
sente una cédula que diga lo contrario de lo que dice la de 30 
de Noviembre de 1803, ó que revoque ésta, con referencia á un 
tiempo/en que eso pudo ser hecho por el Gobierno español. En 
cuanto á la prescripción, yá hemos dicho que ella está inter- 
rumpida por el principio del uti possidetis. 

(Con el Ecuador). 

Parte la línea desde la boca de la quebrada ó riachon Mafajé 
y sigue, aguas arriba, hasta la cabecera de éste, que está en la 
cumbre de un gran ramal de los Andes que separa las aguas 
que van al Santiago de las que van al Mira. Sigue de ahí por 
todas estas cumbres en dirección S-E primero y luego en 
dirección K-E, por corto trecho, hasta la boca del rio Saii Jttan 
en el rio Mira. Pasada esta boca busca la línea las cumbreé 
de la cordillera que separa l^s aguas que bajan al Mira de laj^ 
que Imjan al San Juan, y por ellas va hasta el origen de la que- 
brada Plata, que entra en el Mallasquer (el mismo San Juan)} 
coge luego este rio, aguas arriba, hasta la quebrada Agualie- 
dionda j y ésta hasta su origen en las faldas del volcan de 
Chiles. Sigue por las cumbres de éste, y después por todo ej 
rio Garclii, aguas abajo, hasta el rio Bumichaca. Coge ahí el 
Eumichaca, curso abajo, hasta la quebrada Tejes; ésta, agua^ 
arriba, hasta el cerro de la Quinta; este cerro hasta el de Tror 
yay y luego por su cumbre hasta el gran llano de Los Ricos^ 
Entra en seguida en la quebrada Fun, la que sigue hasta su 
desagüe en el Chunquer; busca luego la cumbre de la cordillera 
de los Andes, pasando por los cerros Mirador de Guaca y 



— US — 

PiedreiSj y va hasta la cima del nevado de Cayaníbe, que está 
debajo de la línea equinoxial. Toma en seguida el Coca desde 
sus primeras aguas hasta su desembocadura en el Kapo, y des- 
pués el J^apoj aguas ab^jo, hasta su entrada en el Amazóncbs. 
Finalmente, sigue por este rio hasta la entrada del Yavari^ 
frente á Tabatinga. 

" Para trazar esta línea hemos tenido en cuenta, no las pre- 
tensiones ecuatorianas, sino los documentos del caso, que se har 
lian en la Secretaría de Relaciones Exteriores ; y ademas, que, 
tanto el Prefecto del Caquetá como el Corregidor de Aguarico, 
opinan lo mismo que nosotros, puesto que dependen de su auto- 
ridad los pequeños pueblos de San Baíael de la Coca (distante 
2 miriámetros del Aguarico) y el de San Antonio, que está en 
la embocadura de este río en el Ñapo, cuyos habitantes se han 
considerado como pertenecientes á la Union Colombiana, sin 
que nadie haya disputado á las autoridades de ésta su juris- 
dicción. Por el contrario, ha sido siempre acatada por las 
autoridades del cantón del Kapo de la república del Ecuador, 
limítrofe del Corregimiento de Aguarico, Tampoco hay cons- 
tancia alguna de que en tiempos de la antigua Colombia ni 
después, el Ecuador haya tenido pueblos sobre el rio Coca 
dependientes de sus autoridades del Ñapo, ó de otras." * 

Es este el lugar de consignar una observaciojí respecto de 
Tabatinga, fortaleza de los portugueses sobre territorio colom- 
biano. Vése por el diario de Requena, encargado de la comi- 
sión de límites, que éste convino con los Comisarios de Portu- 
gal en que el marco que indicase el punto divisorio del domi- 
nio de ambas coronas se jmsiese, como se puso, en la boca del 
rio Yavarí. Debían ademas los portugueses entregar al Comi- 
sario español la orilla izquierda ó setentrional del Amazonas, 
hasta la boca más occidental del Yupurá, que es la llamada 
Avatiparana ; pero no lo hicieron con el pretexto de que que- 
daba Tabatinga en rehenes hasta que se resolviese sobre su 
reclamo de San Carlos y de San Felipe, que aseguraban perte- 
necer al Portugal. Esto no era cierto, puesto que estos dos fuer- 
tes fueron fundados por los españoles, y tenían existencia 
desde antes de 1762, en tiempo de la expedición de Iturriaga y 
de Solano. En la copia del mapa que el Yirey Abascal trajo 
del Pqiií figura San Carlos, pero no San José de Maravitanos, 
que no existia' cuando Solano visitó el Rionegro y pacificó 
las tribus que vivían en él hasta el raudal de Corocubí. De 
atí se infiere que la fundación del fuerte de San José por los 
portugueses fué posterior. 

La expedición de Solano fué en^iada á consecuencia del 
tratado de 1750, para deslindar xírácticamente los confines ame- 
ricanos pertenecientes á las dos monarquías. Sin embargo, los 
miembros de la expedición que debía demarcar las fronteras de 

* Codazzi, 



la antigua Küeva Granada no llegaron á reunirse, y los Comi- 
sarios españoles, después de haber recorrido el alto Orinoco y 
parte del Atabapo, se separaron en 1762 por haber sido disuelt» 
la comisión y haberse encargado Iturriaga de la gobernación 
de Guayana. 

En el añapa de Eequena, de 1788, aparece San Felipe casi 
frente á San Carlos sobre el Eionegro, con el nombre, ambos, 
de fortalezas españolas j y más abajo de la piedra de Cocuy San 
José de Maravitanos como fortaleza de los portugueses. Ésta 
debió ser construida indudablemente después de 1762, época en 
que se retiró Solano. 

Tabatinga es pues un lunar que está en nuestro territorio, 
y debe pertenecemos según los tratados y según las demar- 
caciones hechas en las bocas de los rios Ya varí y Avatiparana, 
y las hechas en las márgenes del Marañon ó Amazonas por 
los Comisarios de ambos reinos en 1781, sin que hubiera para 
esto ninguna vacilación ni disputa; pues fueron colocados al 
efecto muro» piramidales, que indicaban ser común á ambas 
coronas la navegación del Amazonas desde el Yavarí, que le 
entra por la derecha, hasta el Yupurá, que le entra por la 
izquierda. 

Estando pues el mojón de término en Yavarí, ¿cómo podia 
ser Tabatinga de los portugueses, si queda en la orilla opues- 
ta? Ademas, nunca se verificó ía entrega de esta fortaleza 
según lo demostraron la relación de Eequena de 16 de Enero 
de 1783, hecha á don Luis de Unsaga y Anusaga, Capitán gene- 
ral de Caracas, y la carta de éste dirigida al dicho Eequena el 
12 de Junio de 1782. 

Por lo demás, los límites de Colombia con la Eepública del 
Ecuador no están sujetos á ninguna disputa, pues ñieron fija- 
dos por un tratado público entre las dos naciones : el de 8 de 
Diciembre de 1832. El artículo 3."" de ese tratado dijo á la letra' 
lo siguiente: ^'Los límites entre los Estados de Kueva Grana- 
da y el Ecuador serán los que conforme á la ley de Colombia 
de 25 de Junio de 1824, separaban las provincias del antiguo 
Departamento del Cauca del del Ecuador, quedando por consi- 
guiente incorporadas á la Kueva Granada las provincias de 
Pasto y de Buenaventura, y al Ecuador los pueblos que están 
al Sur del rio Carchi, línea fijada por el artículo 22 de la expre- 
sada ley entre las provincias de Pasto y de Imbabura." La ley 
de 25 de Junio dijo : "Artículo 9? El Departamento del Cauca 
comprende las provincias de FopayaUy su capital Popayan; la 
del C^ocd, su capital Quibdó; la de Pasto^ su capital Pasto ; y la 
de Buenaventura^ su capital, por ahora, Iscuandé. § 1? Los can- 
tones de la provincia de Popayan y sus cabeceras son: Popayan, 
Almaguer, Calote, Cali, Eoldani'llo, Buga, Palmira, Cartago, 
Tuluá, Toro y Supía. § 2? Los de las provincias del Chocó son: 
Atrato, cabecera Quibdó, y San Juan, cabecera Nóvita. § 3^ 
Los de la provincia de Pasto y sus cabeceras son: PastOy 



-- 145 — 

Táqtierres é It)iáles. § 4? Los de la i)roviiicia de Buenaventnra* 
8on: Iscuandé, Barbacoas, Tamaco, Micay, su cabecera Guapí, 
y Raposo, su cabecera La Cruz." 

^^ Artículo 20. Al Departamento del Ecuador corresponden 
en lo interior los límites que lo dividen del de Azuay y del 
de Guayaquil : y en la parte del litoral desde el puerto de Ata- 
camas — cerca de la embocadura del rio Esmeraldas — hasta la 
boca del Ancón, limite m^idional de la provincia de Bxievtatenr 
tura en la costa del mar del Sur. 

"Artículo 22» El Departamento del Cauca se divide del del 
Ecuador por los límites que han separado á la provincia de 
Popayan en el rio Carchi^ que sirve de términos á la provincia 
de Pasto." 

Veinticuatro anos después, en el tratado de 9 de Julio de 
1856, fué estipulado lo que sigue: ^'Artículo 26. Mientras que 
por una convención especial se arregla, de la manera que mejor 
parezca; la demarcación de límites territoriales entre las dos 
Eepúblicas, ellas continúan reconociéndose mutuamente los 
mismos que conforme á la ley colombiana de 25 de Junio de 
1824 separaban los antiguos Departamentos del Cauca y del 
Ecuador. Quedan igualmente comprometidas á prestarse coo- 
peración mutua para conservar la integridad del territorio de 
la antigua república de Colombia que á cada una de ellas per- 
tenece.'^ 

(Con el Brasil). 

Empieza la línea en el Amazonas, el cual sigue aguas aba- 
jo desde la boca del Ya?;an, frente á Tabatinga, hasta el arran- 
que meridional del brazo Avatiparana, Toma luego este brazo 
hasta su entrada en el rio C aqueta. Ahí toma por el Caquetá 
arriba hasta la boca de la laguna Cumapi j^ó si se quiere i)or la 
de Marakí, que está más atíás), la que sigue hacia el Korte 
para buscar el Bionegro en la boca del Cahahuriy írente á 
Laureto. Allí entra en el rio Cababurí, el cual sigue hasta el 
cerro Cupí^ principio de los montes que median entre el Orinoco 
y el Amazonas.. 

Por el artículo 9.o del tratado de 1750 entre España y Por- 
tugal, se estipuló "que continuase la frontera por el medio del 
Tupurá y por los demás rios que se le junten y se acerquen 
más al rumbó del iíorte, hasta encontrar lo último de la cordi- 
llera de montes que median entre el rio Orinoco y el Marañen ó 
délas Amazonas, y que siguiese luego por las cumbres de estos 
lüontes al Este hasta donde se extendía el dominio de una y otra 
monarquía." Después siguió el artículo previniendo que se 
cubriesen los establecimientos de una y otra nación, especial- 
mente los que tuviesen los portugueses en las orillas del Yupurá 
y del Eionegro, como también la comunicación ó canal de que 
éstos se servían entre esos dos rios^ y que luego se enderezase 
el límite cuanto se pudiese hacia el Norte. En las instruccio- 

10 



— 146 — 



lies reservadas para la dirección de la Junta de Estado, que fue- 
ron presentadas á Carlos III por uno de los signatarios del tra- 
tado (el Conde de Floridablanca) y que corren impresas (páginas 
213 á 218), se ve que al hacer el tratado de l.o de Octubre de 
1777, observó el plenipotenciario español: "que era dudosa la 
existencia de la cordillera de montes que se decia existia entre 
el Orinoco y el Maraüon, pues no constaba quién la hubiese 
Reconocido, ni se hallaba en los mapas. Ademas, como era incier- 
ta la distancia que hubiese hasta ella, adoptar un punto tan 
indeterminado podia perjudicar á cualquiera de las partes, ó á 
ambas." Esto hizo fuerza al plenipotenciario portugués, y en 
consecuencia se omitió el artículo 9? del tratado de 1750 en el 
de 1777, y se pactó en su lugar (artículo 12) : "que continuase la 
frontera subiendo, aguas arriba, la boca más occidental del 
Yupnrá, y por en medio de este rio hasta el punto" (yá no hay 
cordillera ñi se trata de encontrarla) "en que puedan quedar 
cubiertos los establecimientos portugueses de las orillas de 
tlicho rio Yupurá j del Negro; como también la comunicación 
de que se servían los mismos portugueses entre estos dos rios 
al tiemi)0 de celebrarse el tratado de 13 de Enero de 1750, con- 
forme al sentido literal de él y de su artículo 9?" Esta referen- 
cia al artículo 9? y al sentido literal del tratado, es claro que 
tendía d cubrir, los establecimientos portugueses y la comunica- 
ción ó canal de que éstm se servian entre ambos rios^ y así lo 
éxi)resan las instrucciones reservadas antes citadas. 
Sentado esto, haremos algunas reflexiones. 
1^ Subiendo el Yupurá y el rio de Los Engaños no es posi- 
ble encontrar lo alto de la cordillera de montes que median 
entre el Orinoco y el Marañou ; y si se hubiese subido hasta 
las cabeceras del Yupurá y de Los Engaños, se habrían encon- 
trado las cumbres que se])aran las aguas que van al^Marañon 
de las que viei'ten al Magdalena, y nó las que vierten al 
Orinoco. 

/ 2* Los evStablecimientos ¡)ortugueses en 1750 no alcanzaban 
á Lauveto, cerca de la boca del Cababurí en el Eionegro, como 
lo demuestra el mapa que trajo el Yirey Abascal, en el cual 
está delineado el viaje de don José Solano, quien pacificó las 
tribus del llionegro hasta el raudal ó catarata de Corocubí, 
aiTÍba de la boca del Cababurí. 

3* La comunicación que tenían entonces los portugueses 
la determina el mismo mapa, pues por el Yui>urá entraban en la 
laguna de Cumapí y pasaban por ella al rio Yurubasi, que cae 
al Negro mucho más abajo del Cababurí. 

Esto es ])ues lo que se ha tenido presente para trazar la 
línea indicada. Con ella queda libre la comunicación que los 
portugueses tenían entre el Yupurá y el Negro. También que- 
darían cubiertos sus establecimientos si se tomase la línea de 
rios que vienen del Norte, y quedarian encontrados los montes 
que medían entre el Orinoco y el Amazonas, cuyas cumbres 
debía buscar la línea divisoria hacia el Oriente. 



— 147 — 

Al entrar Colombia en la vida de nación independiente here- 
dó de la España, junto con otras nuiclias cosas, las disputas y 
<]uerellas seculares que este reino habia tenido con el de Poi;- 
tugal á propósito de posesiones territoriales y de límites de 
"éstas en el Nuevo Mundo. Sabido es que los portugueses, que 
viven por decirlo así sobre las orillas del océano Atlántico, 
estuvieron por mucho tiempo poseídos del espíritu de viajar y 
de descubrir, y que si los españoles habían venido desde 1393 
hasta las islas Ganarías (las Afortunadas de los antiguos), ellos 
habían avanzado hasta las islas de Cabo Verde desde la mitad 
del siglo XV y doblado el cabo de Buena-Esperanza seis años 
antes de que Colon descubriese la Américíi. Eran pues dos 
])ueblos rivales y atrevidos que se hacían viva comi)etencia eu 
la exploración del globo terrestre. 

Para regularizar en i)arte esta comi)etencia, nó para diri- 
mirla, se estipuló en el tiatado de 1479 (jue el derecho de trafi- 
car y de descubrir en la costa occidental del África quedaría 
exclusivamente reservado u los portugueses. Estos, en cambio, 
renunciaron á todas sus i)retensiones sobre las Canarias, islas 
que quedaron desde entonces sujetas á la corona de Castilla. 
Fué este tratado el que abrió á los españoles de par en par las 
l)uertas del Occidente. 

• Muy poco tiempo después del primer viaje de Colon á Amé- 
rica, acudieron los Eeyes Católicos á la Corte de Eoma para 
ijue les confirmase la posesión de los descubrimientos hechos 
en él, y para que los invistiese de una jurisdicciou absoluta, 
igual á la que les había concedido á los portugueses en las 
regiones orieníales. * "Era entonces opinión admitida, dice 
Prescott, cuyo origen se remontaba quizá hasta las Cruzadas, 
que el Papa, como Vicario de Jesucristo, tenia autoridad i)ara 
disponer de todos los países habitados por gentiles en favor de 
los príncipes cristianos.'' Alejandro VI atendió esta solicitud, 
y el dia 3 de Mayo de 1493 publicó una bula en que — tanto por 

* *' Gil Yáñez babia conseguido doblar el terrible cabo Boyador. Las cara* 
betas portuguesas avanzaban notablemente, expedicionando sobre las costas 
ofricauas, y volvían cargadas de oro y de esclavos. La codicia empezó á germi- 
nar en aquellos que no habian visto en aquellas expediciones sino una serie de 
aventuras dirigidas por un visionario. Para po.ier á raya la ambición de los 
émulos, apeló el Infante á la Santa Sede, que era la reconocida dispensadora de 
los imperios. Desde los tiempos de las Cruzadas habia sido adoptada por los 
principes cristianos la doctrina que consagraba el derecho de invadir, saquear 
y conquistar el territorio de los infieles; y cubriendo así la ambición de la 
conquista con la cnpa del celo religioso, Su Santidad confirmaba lo que la fuer- 
za habia obtenido, y la bula dictada se consideraba como titulo perfecto de 
dominio. Dominab.^i á la sazón la cristiandad el Papa Martin V quien, aten- 
diendo á la solicitud del Infante don Enrique, dictó en su favor la bula de 8 de 
Enero de 1454, en la cual declaraba como propiedad de los portugueses todo lo 
que descubrieran desde el cabo Boyadur hasta la India Oriental inclusive; cuya 
gracia fué confirmada por los Pontífices Calixto III y Sixto lY < n las bulas que 
lespectivamente dictaron en 15 de Marzo de 1456 y en 21 de Junio de 1481." 
QcuANo Otebo. "Límites déla República &.*" 



los emmentes servicios prestados por los monarcas españoles á 
la santa causa de la Iglesia (y especialmente el de haber des- 
truido en España el imperio mahometano), cuanto porque 
quería darles más ancho campo para la prosecución de sus pia- 
ídosos trabajos, "por su propia delibera<iioii, de ciencia cierta, y 
por la plenitud de su poder apostólico" — ^los confirmó en la 
posesión de todos los países que descubriesen en adelante en el 
í)céano occidental, con tan amplios derechos jurisdiccionales 
eomo los enantes concedidos á los reyes portugueses respecto 
<de los descubrimientos hechos por ellos en otras partes. Ade- 
mas de esto, para evitar dudas y disputas entre ambas monar- 
íquías, al día siguiente de la promulgación de la bula de que ha- 
blamos, el Papa promulgó otra por la que adjudicaba á los Reyes 
/Católicos todas las tierras que éstos descubriesen al Occidente 
y al Sur de una línea imaginaria tirada de polo á polo, á la 
distancia de cien leguas al Oeste de las islas Azores y de las 
islas de Cabo Verde. Prescindiendo del error cometido al 
hablar de i)nntos geográficos situados al sur de los meridianos, 
'<* parece que el Papa no creyó que los españoles, avanzando en 
,sus descubrimientos hacia el Occidente, pudiesen llegar con el 
tiempo á los límites orientales de los países concedidos yá álos 
portugueses. Al menos así aparece del conttmido de una terce- 
ra bula publicada el 25 de Setiembre del mismo año, por 1» 
cual se investía á los reyes de España del más pleno derecho 
Jurisdiccional sobre todos los países que descubriesen, ya fuese 
:en el Oriente, ya dentro de los límites de la India, sin que obs- 
tase á ello cualesquiera concesiones previas en contrario.'^ 
Estas decisiones de la Corte pontificia relacionadas con el des- 
cubrimiento del Brasil, que tuvo lugar siete ú ocho años des- 
pués, fueron la base de los alegatos entre España y Portu- 
gal sobre sus posesiones respectivas en la América del Sur, 
alegatos que han sido continuados por las repúblicas meridio- 
nales que parien límites con aquel imperio hacia la hoya del 
; Amazonas y hacia las hoyas de los caudalosos tributarios de 
éste. 

Las disputas á que nos referimos fueron en parte cortadas 
ten tiempo de los Reyes Católicos por el tratado de Tordesillas 
(de 7 de Junio de 1494), eñ el cual se aseguró a los españoles 
. el derecho exchisivo de navegar el Océano occidental y de 
hacer descubrimientos en él, en cambio de que la línea ponti- 
ficia no se considerase tirada á cien leguas sino á trescientas 
setenta leguas al Occidentje de las islas de Cabo Verde. Fué 
este arreglo el que dio á los portugueses la posesión del Brasil, 
y no el supuesto descubrimiento de Cabral, pues mucho antes 
de que éste llegase á aquel país, dos navegantes castellanos 
habían llegado á él y tomado posesión dé él en nombre de los 
Reyes Católicos. Hay más: la Corte portuguesa misma no 
, tuvo al principio ideas claras sobre el Brasil ni sobre la verda- 
idera posición geográfica de este país, porque el rey Manuel en 



— 149-- 

mna carta que dirigió á los monarcas españoles participando^ 
el viaje de Oabral, les habló de la región nuevamente descií- 
bierta como <ie un país no solo útil sino necesario para la nave- 
galdón de las Indias Orientales. Los mapas antiguos (sea por , 
ignorancia, sea con malicia) colocaron el Bra^sil 22^ más ál 
Oriente de su verdadera longitud, á fin de que ese vasto impq- 
rio quedase en la parte portuguesa según el tratado de Torde- 
sillas ; y en lugar de medir con la legua española, fueron medidas 
las trescientas setenta leguas al Occidente de la línea pontificia 
con la legua portuguesa, que por ser de diez y siete al grado dio 
al Portugal lo que no se le hubiera dado en el caso contrario. 
Adoptada la legua esi3afíola, solo habría tocado á aquel país el 
borde del promontorio del Nordeste del Brasil. ♦ \ Tal es lá 
historia y tales son los títulos originarios de este imperio á lá 
posesión del territorio que mantiene en litigio con algunos de 
los países sur-americanos ! 

Para mayor claridad, á lo dicho agregamos lo que sigue: 
en el tratado de San Ildefonso (artículos 11 y 12 ) la línea qufe 
Colombia heredó de España y á la que tiene derecho quedó 
trazada así : " Bajará la línea por las aguas de estos dos ríos, 
€hMporé y Mamoréj yá unidos con el nombre de Madera, 
hasta el paraje situado á igual distancia del rio Marañen ó 
Amazonas y de la boca del Mamoré ; l^^y desde aquel paraje 
continuará por una línea este-oeste hasta encontrarse con la 
ribera oriental del rio Yavarí^ que entra en el Marañen por su 
ribera austral ; y bajando por las aguas del mismo Yavarí 
hasta donde éste desemboca en el Marañen ó Amazonas, segui- 
rá aguas abajo de este rio (Amazonas) — que los españoles sue- 
len llamar Orellana y los indios Guinea — hasta la boca más 
occidental del Ynpuráj que desagua en él i)or la parte setentrio- 
nal.... Continuará la frontera subiendo aguas arriba de dicha 
boca jnás occidental del Yupurá y por en medio de este rio, 
hasta aquel punto en donde puedan quedar cubiertos los esta- 
blecimientos portugueses de las orillas de dicho rio Yavari y del 
N^egrOj como también la comunicación ó canal de que se servían 
los mismos portugueses entre estos dos rios al tiempo de cele- 
bra-rse el tratado de límites de 13 de Enero de 1750, conforme al 
sentido literal de él y de su artículo 9?, I^lo que enteramente 
se ejecutará según el estado que entonces tenian las cosas,^^ 
«in perjudicar tampoco las posesiones españolas ni sus respecti- 
vas pertenencias y comunicaciones con ellas y con el rio Orino- 
co'' " á cuyo fin las personas que se nombren para la eje- 
cución de este tratado señalarán aquellos límites, buscando las 
lagunas y ríos en donde se junten al Yupurá y Negro y se acer- 
quen más al rumbo del Norte.'' 

Para trazar pormenorizadamente esta gran línea se la 

• Hay que tener presente que Mariana, por un error ó por cualquier 
otro motiyo, hizo pasar la línea de demarcación cien leguas más hacia el 
Occidente del punto que los mismos portugueses pretendían. 



— 150 — 

dividió en secciones, y la sección que importaba á Colombia faé 
encargada al Gobernador de la Provincia de Maynas, don 
Francisco Eequena, ingeniero. Requena no pudo obtener nin- 
gún resultado, porque los portugueses perseveraron en la mis- 
ma política que habian venido observando hacia siglos, y para 
todo presentaron obstáculos y dilaciones, no siendo los menores 
de ellos el dar á cada artículo del tratado de San Ildefonso dis- 
tintas interpretaciones, y liacer que de ellas fuese extendida una 
diligencia en debida forma para consultar á los Gobiernos de 
Lisboa y de Madrid desde el seno de las regiones amazónicas. 
Empero, los once años que Requena empleó en este penoso 
trabajo no fueron i^erdidos, porque así sus Memorias como 
sus notas y su mapa dejaron resuelta la cuestión límites en 
muchos de los puntos cardinales. " No habian bastado jmes 
veinte anos,'' dice Quijano Otero en su importante obra sobre 
los límites de los Estados Unidos de Colombia, * '^para trazarla 
línea de división entre las colonias españolas y lusitanas ; nin- 
guna de las dos partes había logrado convencer á la otra ; las 
dos Cortes no habian logrado ponerse de acuerdo, ó habian 
tenido que diferir las disputas que se les consultaban en aten- 
ción a graves acontecimientos en que se hallaban comprome- 
tidas. En 1801 la cuestión estaba en el mismo pié que en 1780: 
habla un pacto solemne que trazaba una línea fronteriza entre 
los dos países, y ese pacto se reconocía como base única é inva- 
riable para el deslinde, solo que el Portugal habia comprobado 
hasta no dejar duda su sistema de usurpación y de alegar el 
hecho de poseer^ cumi)lido no importa cómo, contra el derecha 

sancionado y reconocido por él mismo " " j, Cuáles erint 

pues los resultados del tratado de San Ildefonso ? ¿ El deslinde 
de las dos colonias estaba más adelantado que en 1761, cuando 
se ajastó el del Pardo, ó en el memorable de 1494, cuando se 
celebró el de Tordesillas ? , No : la disputa estaba en el mismo 
pió que tres siglos antes. Portugal habia ganado los inmensos 
territorios usurpados durante aquellos años, y España los cedia 
á trueque de fijar una línea que circunscribiera sus dominios y 
que sirviera de valla á la amenazadora expansión de su vecino." 

"En conclusión, los trabajos de los Comisarios no 

dieron otro fruto que el de hacer conocer aquellos territorios 
casi ignorados, pero ningiino para los efectos del deslinde. La 
nación española habia perdido el tiempo y el dinero, pero que- 
daba de pié la fix>ntera de derecho descrita en el tratado de 
1777; frontera que más tarde ó más temprano lia;brá de hacerse 
efectiva, porque jamas el simple reconocimiento que podría 
decirse geogTáfico de un territorio se ha considerado como con- 
quista, ni la violación de un tratado como acto de posesión legí- 
tima, ni la usurpación como derecho.'' 

Al principio de este siglo las guerras napoleónicas no per- 

* Sevilla. 1881. 



— 151 — 

mitieron á España ni á Portugal ocuparse de límites, teuleiido, 
como tenían, un negocio más grave entre sus manos, cual 
era el de su propia independencia y libertad ; y yá '^ al finali- 
zar el ano de 1821,'^ continúa Quijano Otero, 'Mas antiguas- 
colonias formaban dos nacionalidades que heredaban de las 
respectivas metrópolis todas las obligaciones y todos los dere- ; 
chos que áiquéllas tenian. La demarcación de los territorios » 
coloniales pendiente entre España y Portugal, debia ser resuel- 
ta en la parte á que se refiere este escrito, entre Colombia y el! 
Brasil. jSTo habian cambiado sino los nombres, pero el derecho 
era el mismo : la frontera descrita y pactada en el tratado de 
San Ildefonso separaba las dos nacionalidades, y no tenian que ! 
hacer sino fijarla prácticamente.'' 

La ley 3 de 2 de Mayo de 1845 decía : " Los Territorios co- 
nocidos con los nombres del Andaqmy de Mocoa serán goberna- 
dos de una manera especial conforme al artículo 167 de la Cons- 
titución, con el nombre de Territorio del Caqtietá. Los límites 
de este Territorio serán : al Occidente la cumbre de la rama , 
oriental de los Andes, desde el páramo de Sumapaz hasta los 
límites con el Ecuador ; al Norte la línea que separa las ver- 
tientes que corren del Sur hacia el Guaviáre 5 y al Oriente y el 
Sur los linderos con los países vecinos segtm los tratados cele- 
brados entre los Gobiernos de España y Portugal. 

(Con Venezuela). 

Empieza la línea en el cerro Cuj^i y va rectamente á cortar ' 
el caño Maturaca. De este cano se dirige, rectamente también, 
hacia la Piedra de Cocuy en el Eionegro. Sigue luego este rio, 
aguas arriba, hasta la boca del brazo CasiquiarCj y luego éste 
hasta su entrada en el Orinoco, el cual sigue, agua^ abajo, 
hasta la boca del Meta. Toma luego este rio hasta frente al • 
antiguo Apostadero, que se halla en el meridiano del paso del 
Viento sobre el rio Arauca. * Desde allí la línea sigue rectamen- 
te al Norte orillando la laguna del Término por su parte occi- 
dental hasta dar con el rio Arauca. Toma luego este rio, aguas 
arriba, hasta la parte occidental de la gran laguna ó Desparra- 
madero del Sarare. Allí, siguiendo hacia el Norte franco va á ' 
buscar el J^ula, el cual sigue hasta sus cabeceras. Sigue después 
por las cumbres vertientes de la serranía que, desde el Nula y el 
Oirá, divide las aguas del Norte de las del Sur y sigue corriendo 
en la dirección general del Noroeste hasta el Páramo de Tama, ' 
De ahí va directamente al Norte por las aguas del Táchira abajo 
hasta la unión de éste con el Pamplonita; luego sigue las aguas 
de estos dos rios reunidos hasta frente de la quebrada Don Pe- 
dro, la cual sigue hacia el Oriente hasta sus orígenes. En éstos, 
toma la línea hacia el Norte por las cumbres y va en busca de 

* Este meridiano es el 5.o hacia el Oriente de Bogotá. 



— 152 — 

las cabeceras de la quebrada Chmaj cajo cnrso sigue hasta su 
desembocadura en el rio OuarumitOj por el cual, aguas abajo, 
continúa hasta el rio de La Grita; luégb va por éste hasta el 
Zulla. De ahí en adelante, casi al Noroeste sigue la línea por 
desiertos desconocidos hasta la confluencia de los ríos Tarra ó 
Tibú y Sardinata; va luego por entre una selva solitaria hasta 
encontrar el punto de reunión del Catatumbo j del Oro, cuyas 
aguas (las del Oro) sigue hasta sus cabeceras más occidentales, 
siu ^ar lugar á incertidumbre alguna. Sigue después la línea 
por las crestas de las sierras de Motilones y de Perijd hasta 
frente á las cabeceras de los ríos Socuy y TotoU; luego toma el 
curso del primero hasta su unión con el Guayare, los cuales, 
unidos, toman el nombre de rio Limón» Sigue luego este hasta su 
. desembocadura en la laguna de Sinamaica (que pertenece á 
Venezuela), por cuyos bordes busca el grande .E7?ieaZ ( laguna 
que pertenece íntegramente á la Union colombiana). De ahí 
pasa á la boca del caño Paijana en la ensenada de Calabozo. 

La creación del Yireinato de Kueva Granada no introdujo 
por lo pronto ningún cambio en los límites del territorio que 
debia componerlo, pero setenta y siete años después mandó el 
Gobierno español separar de él las provincias de Guayana, de 
Cumaná y de Maracaibo, y las islas de Trinidad y de Marga- 
rita, y agregarlas á la Capitanía general de Venezuela. Es de 
advertir que de tiempo atrás las provincias é islas de que 
hablamos pertenecían en el ramo de hacienda á la Intendencia 
de Caracas. 

Cinco años después de veriñcada esta segregación, el Virey 
Góngora hizo erigir el Obispado de Mérida y le hizo dar el 
Táchira como línea de división hacia el Sur. La real cédula 
que erigió á Barinas en 1786 complementó luego la demarca- 
ción territorial entre Colombia y Venezuela por este lado. 

El señorío de los Estados Unidos de Colombia sobre la Goa- 
jira hasta los términos de Sinamaica, está fundado en una 
cédula real de 1792, que trata del asunto. 

En la Biblioteca de Bogotá se conserva un mapa que en uno 
de sus ángulos tiene un letrero que dice: "Carta plana de la 
provincia de La Hacha, situada entre las de Santamarta y 
Maracaibo. Su autor el geógrafo don Juan López, pensionista 
por S. M. C. de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla 
y de la Sociedad de Asturias. Año de 1786.'' Según este mapa, 
los límites de la provincia de Riohacha corren desde la embo- 
cadura del caño Camarones hasta el cabo de La Vela y desde 
allí hasta el cabo Chichibacoa. Desde este cabo siguen por toda 
la costa hasta Punta-Espada, desde donde van hasta el rincón 
más occidental del saco de Maracaibo, para buscar luego la 
boca del caño Paijana. Desde allí siguen, yá en tierra firme, 
por el sur de las lagunas de Aliles y de Sinamaica sobre las 
provincias de Maracaibo y de Santamarta. Pues bien, si de este 
mapa se quita la parte del distrito de Sinamaica, que porte- 



.— 153 — 

nece á Venezuela, toda la península de la Goajira corresponde 
á Oolombia. * 

La real cédula de que hemos hablado atrás dice: "Ente- 
rado el rey de lo que Y. E. expone en carta de 19 de Febrero 
último, número 156, de los inconvenientes que pueden resultar 
de que el establecimiento de Sinamaica, fronterizo á los indios 
goajiros — que están situados en la provincia de Eiohacha — 
haya de recibir los caudales y socorros que necesita para su 
subsistencia de la ciudad de Eiohacha (los cuales se evitarían 
pasando esta atención á la de Maracaibo, que se halla mucho 
más inmediata), se ha dignado S. M. aprobar la incorporación 
que propone Y. E. del referido establecimiento á esa última 
. provincia, separándola de la primera, y que á este fin se seña- 
len los límites fijos de dicha agregación, de todo dando cuenta 
á S. M.'' Si no fué separado de la provincia de Eiohacha 
sino el distrito de Sinamaica para agregarlo á la provincia de 
Maracaibo, es claro que el resto de eUa continuó siendo parte 
integrante del Yireinato de Santafé. 

La ley 16 de 19 de Mayo de 1846 dijo: "La parte de la 
profánela de Eiohacha que está al nordeste de la línea que 
forma el rio Calancala desde su embocadura basta el punto en 
que se tocan sobre su margen los limites de los distritos parro- 
quiales de Soldado y de Barrancas, y una línea que partiendo 
de este punto con dirección al Sur vaya á tocar en los términos 
de la provincia, será gobernada de una manera especial con 
* arreglo al artículo 167 de la Constitución y llevará el nombre 

de Territorio de la Goajira." 

. En los manuscritos de Codazzi, que tenemos á la vista, hay 

un pasaje que dice textualmente así : "En el mapa de Yene- 

zuela formado por mí, no hallando documento para determinar 

bien los límites de esta república con la ííueva Granada, habia 

prolongado la línea del meridiano del paso del Yiento hasta 

los confines del Brasil, por lo que no habria tocado nada del 

Orinoco á la !N"ueva Granada; pero de los documentos de este 

, Gobierno sobre la antigua extensión del Yireinato, resulta que 

los límites son desde el Meta, Orinoco arriba, hasta el brazo 

de Casiquiare ; éste hasta el Eionegro ; y por último, la orilla 

^ derecha de este rio hasta los límites con el Brasil.'' 

Codazzi tenia razón, pues los Estados Unidos de Colombia, 

apoyados en la real cédula de 1768, que señaló límites á la 

provincia de' Guayana y la separó de la Kueva Andalucía, 

. pueden reclamar por límites orientales en esta parte, el thalweg 

del Orinoco, desde la embocadura del Meta hacia el Suí y Sud- 

» Rio de la Hacha. — - Gobierno de Ja América meridional en el nuevo 
Reino de Granada. Está limitado al Setentrion por el mar del Norte, (^1 
Oriente por un gran golfo que lo separa del Grobierno de Venezuela, al 
Mediodía por la Audiencia de Santa Fe, y al Occidente por el Gobierno de 
fiantamarta. Su capital es Rio del Hacha. ( Delisle, atlas Lamartiniere, Dic- 
cionario geográfico). — ^Marebi — Gran diccionario — 1753. 



— 154 — 

este hasta la bifurcación del Casiquiare; este canal (brazo) 
hasta el Eionegro, y el Rionegro hacia el Sur hasta la piedra 
de Cocuy. Y no seria argumento aceptable para sostener lo 
contrario lo que se estipuló en el proyecto dé tratado de 1833, 
pues en esa época no era conocida x>or el Gobierno de ííueva 
Granada y quiz«i, tampoco por el de Venezuela, la real cédula 
de que hablamos, la cual fué hecha valer por primera vez eii 
las negociaciones de 1844 ; esto es, once años más tarde. La 
rectificación de Codazzi vale para Colombia grado y medio de 
longitud y cinco y medio de latitud. * 

Por lo que respecta á San Faustino haremos notar que el 
derecho de Colombia á él, se apoya en la real cédula que erigió 
á Barínas, yá citada. San Faustino es una porción de terri- 
torio de'unas ocho leguas de largo y de tres de ancho, que 
queda sobre la margen oriental del rio Táchira, abajo del punto 
en que éste recibe el Pami)lonita. En ese territorio fué fun- 
dado en 1562 el pueblo del mismo nombre, por Antonio Jimé- 
nez de los Kios, por capitulación con el Presidente de la Au- 
diencia de Santafé. El Plenipotenciario de Venezuela (Fermin 
Toro) en sesión del 25 de Mayo de 1844, con^dno en que '^efec- 
tivamente no podiau tacharse los títulos y documentos presen- 
tados por el Plenipotenciario de Kueva Granada, y que por lo 
mismo no era yá dudoso que el territorio del antiguo gobierno 
de San Faustino correspondía á la ííueva Granada por el uti 
possidetis de 1810." ** 

La ley 20 de Abril de 1871 dijo: " Cédense en propiedad á 
cada una de las personas mayores de edad que vayan á esta- 
blecerse con casa y labranza en el territorio de la aldea de San 

* El artículo 6.» del tratado entre Venezuela y el Brasil de fecha 5 d« 
Mayo de 1859 dice : " Su Magestad el Emperador del Brasil declara que al 
tratar con la i'epública de Venezuela relativamente al territorio situado al 
Poniente del Eionegro y baiíado por las aguas del Tomo y del Aquino, del 
cual alega posesión la república de Venezuela pero que yá ha sido recia- , 
mado por la Nueva Granada, no es su intención perjudicar cualesquiera 
derechos que esta última república pueda probar á dicho territorio." " 

** «' No hay por qué disimularse que la importancia de esta cuestión San :* 
Eaustino es puramente mercantil : de otro modo no se comprenderla cómo 
pudiera disputarse sobre un territorio escueto, de veinte y cuatro leguas , 
cuadradas. Todas las poblaciones ribereñas del ÍTcícTiira (y así llamaré Jas" 
aguas que corren hasta unirse al Zulia y al La Gritaj hacen su come^rcio 
exterior por la banda occidental de este rio, camino de Cncuta á San Buena- 
ventura. El Estado venezolano que ha sido hasta ahora Táchira, lo mismo 
que una buena parte del colombiano de Santander, toma aquella ruta para 
salir á Maracaibo por el Zulia y el Catatumbo : por allí importa y exporta. 
Su comercio, que va creciendo, halla oneroso transitar por otra nación, pues 
aunque hoy no se halla sujeto á ningún gravájTien odioso, lo ha estado y 
puede volver á estarlo ; y en fin quisiera ser puramente nacional. Así lo 
habría sido poseyendo á San Faustino, valle comparativamente llano, por 
donde podría abrii'se un camino sobre la derecha del Táchii*a y hasta La 
Grita, probablemente más corto que el de la opuesta ribera, y con un puerto 
poco más 6 menos como el actual." J. Aros eme na. " Estudio crítico sobre 
límites entre Colombia y Venezuela." 



— 155 — 

Faustino, del Estado de Santander, 25 hectaras de tierras 
baldías. — Los extranjeros que quieran gozar de», la concesión 
que se hace por esta ley, deberán obtener previamente, con- 
forme á la Constitución, carta de naturaleza.'' 

Por lo demás, debe tenerse presente que el Gobierno de 
Venezuela, que no quiso aprobar jel tratado de límites de 1833, 
hecho por parte de Colombia sin tener á la vista todos los 
documentos que sustentaban sus derechos, cuarenta y dos anos 
después (decreto de Abril de 1875) dispuso que se respetase la 
posesión de hecho de Colombia sobre los territorios disputa- 
dos, mientras volvían á anudarse las negociaciones de límites, 
entonces interrumpidas. Estas negociaciones han sido muy 
ilustradas iiltimamente por los señores Murillo, Arosemena y 
Galludo. 

El artículo 1? del tratado entre Colombia y Yei^ezuela de 14 
(le Setiembre de 1881 dice así : ''Dichas Altas Partes contra- 
tantes someten al juicio y sentencia del Gobierno de Su Majes- 
tad el Rey de España, en calidad de arbitro, juez de derecho j 
los puntos de diferencia en la expresada cuestión de límites, á 
fin de obtener un fallo definitivo é inapelable, según el cujil 
todo el territorio que pertenecía á la jurisdicción de la antigua 
Capitanía general de Caracas por actos regios del antiguo sobe- 
rano hasta 1810, quede siendo territorio jurisdiccional de la 
Repiiblica de Venezuela, y todo lo que por actos semejantes 
y en esa fecha perteneció á la jurisdicción del Vireinato de 
S(^nta Fe, quede siendo territorio de la actual República llama- 
da Estados Unidos de Colombia.'' 

IV 

POBLACIOK. 

Acosta dice que la población del país que forma hoy los Esta- 
dos unidos de Colombia alcanzaba á ocho millones de habitan- 
tes. Otros escritores han dado diez millones solo á los pueblos 
que componían la nación chibcha. Quesada en su '' Compendio 
historial " dijo : " El pueblo y jurisdicción de Turmequé tenia 
dos millones de indios." Este testimonio parece iriecusable. 

Sin embargo, hay poca conformidad en la estadística de los 
primeros cronistas y de los primeros historiadores, pues unos 
y otros carecían de datos. El primer censo de feogotá no ftió 
mandado levantar hasta 1773, en tiempo del Virey Guirior, 
esto es, casi dos siglos y medio después defundada esta ciudad. 

El historiador Plaza dijo que la población del Vireinato era 
en 1770 de 806,641 almas, en 1782 de 1.046,641 y en 1803 de 
2.000,000. En este supuesto la población habría aumentado en 
240,150 individuos en doce años, y en 1.193,359 en treinta y 
tres años, lo que es casi imposible que suceda en una colonia 
regida por encomenderos que trataban á los naturales como 



L 



— 156 — 

bestia de carga, y en donde la elefantiasis y la viraela habían 
hecho, como sucedió á fines del siglo próximo pasado y piiii* 
cipios del presente, grandes estragos. La última de estas epi* 
demias destruyó más de siete mil personas en 1782. 

Lo mismo decimos de la miseria pública, que llegó á ser 
tan grande en algunas épocas que el Virey Caballero propuso 
á la Corte se impusiese una contribución sobre las reutas de 
los Obispos, de los Canónigos y del clero, que, acrecida con 
algunos donativos de los particulares, sirviese para socorrer á 
los menesterosos. Es también digna de no ser olvidada la cir- 
eunstancia de que en 1782 yá hablan sido separadas las pro- 
vincias de Guayana, de Cumaná y de Maracaibo y las islas de 
Trinidad y de Margarita del Vireinato granadino. 

En esa proporción la población habría tenido que elevarse 
á 3.193,359 en 1836, y á 4.286,718 en 1869. Esto es inadmisible- 

La política española en América no era para producir estos 
resultados, pues como observa el mismo Plaza, " excasado es 
decir que la mendicidad progresaba en medio de la naturaleza 
más rica y más beneficente. Bajo el sistema de restricciones, 
la industria estaba paralizada y la mano ávida del recaudador 
se entremetía en todas las especulaciones agrícolas, para arre- 
batar con varios pretextos tributarios la mayor parte del sudor 
del labrador." 

En 1808 tenia el Vireinato dos millones de habitantes^ 
pero incluyendo en esta cantidad los 600,000 que correspondiaa 
á la Presidencia de Quito. Al empezar la revolución de 1810 la 
población de la Nueva Granada alcanzaba, según EestrejK), á 
1.400,000 almas, las cuales, dice, estaban distribuidas así : 

Provincias. Habitantes. Provincias. Habitantes. 

Santafé 189,000 Popayan 175,000 

Cartagena 170,000 Neiva 50,000 

Santamarta. . . . 62,000 Mariquita 50,000 

Riohacha 9,000 Tanja 209,000 

Panamá 57,000 Socorro 162,000 ' 

Veraguas 34,000 Pamplona 75,000 

Chocó 25,000 Casanare 22,000 



Antioqiiia 111,000 



Mosquera en su '^ Memoria sobre la Geografía de la Nuevti 
Granada ^ dijo que ésta solo tenia 800,000 habitantes en 1810. 

En 1825 tenia Colombia 1.223,598 habitantes. En 1835 tenia 
1.686,038. En 1843 tenia 1.931,684. En 1851 tenia 2.243,054 y en 
1871 tenia 2.951,291. El cómputo generalmente aceptado en este 
último ano era el de tres millones, descompuestos así : Estados, 
2.897,825 ,• Territorios 53,466, é indios salvajes 48,709. Estas 
cifras son las de los censos oficiales. 

Ahora, si en 1810 tenia Colombia 1.400,000 habitante^, 
I cómo podia ser que, quince años después, tuviera solo 1.223,198^ 



^157 — 

esto es, qae bu población en lugar de aumentar se hubiem 
disminuido en 176,802 almas ? Esto no es aceptable, pues aun- 
que esos quinen años fueron los de nuestra guerra de indepen- 
dencia, ésta no fué sangrienta en nuestro territorio. Por otra 
parte, si aceptamos el cálculo de Moi?quera, tendremos que ra- 
ciocinar así : si en 1810 tenia Colombia 800,000 habitantes y en 
1825 tenia 1«400,000, su población se habría aumentado en 
600,000 almas en quince años, ó lo que es lo mismo, se habría 
casi duplicado en muy corto tiemi>o. Esto tampoco es aceptable. 

El tiempo máximo que un pueblo gasta en duplicar su po- 
blación sou 130 años y el mínimo 25. En Europa por regla ge- 
neral este hecho se cumple cada cincuenta anos. ¿ En cuánto 
tiempo se duplicará la población de la Union Colombiana f 

Para que la población de un pueblo invierta 130 años en 
duplicarse, es necesarío que su desarrollo esté contrariado por 
muchas causas, como sucede en la Groenlandia, en la Lapo- 
nia, en la América Ensa y en algunos x^^i^tos de las costas de 
África, y en dondequiera que la rigidez del clima, el aleja- 
miento de todo trato social y lo desolado del país hacen de la 
vida una carga pesada y no un placer. Allá en donde la natu- 
raleza,- estéril por las nieves ó estéril por la arena, no abriga 
en su seno sino osos blancos y tortugas ; allá en donde, si se 
atreve á presentarse el hombre y á vivir, es solo para probar 
que no hay para él región inhabitable en el mundo. Pero su- 
poner que acontezca lo mismo en Colombia, cuyo fértil suelo 
permite eludir la pena de ganar la vida con el sudor del 
rostro, es infundado y no hay para qué contradecirlo. Climas 
variados y sanos, i^osicion geográfica excelente, raza vigorosa, 
instituciones libres, religión pura., costumbi^es morales, todo 
lo tienen los Estados Unidos de Colombia para que puedan 
ser comprendidos en apreciaciones que no i)ueden abrazar 
sino á los parias y á los samoyedos. Por el contrario, si como 
lo afirmó Malthus, la pobla<;ion crece y se mejora en razón 
directa de la abundancia y de la bondad de los alimentos, 
Colombia, que posee éstos con las exigidas cualidades, podrá 
ver su poDlacion duplicada en pocos años y por muchas series 
de generaciones. Esta no es una vana suposición si se tiene 
presente que el hecho está yá comprobado, puesto que al 
tiempo del descubrimiento no solo nuestro país sino la Amé- 
rica toda y las islas cercanas á ella, abundaban en habitan- 
tes. 6í esos habitantes fueron aniquilados en muy pocos años, 
j)rimero por los conquistadores y después por los colonizado- 
res, el daño que éstos hicieron á las razas aborígenas no alcan- 
zó, porque alcanzar no podia, á los gérmenes ingentes de pros- 
peridad y de vida que encierra el Nuevo Mundo. 

Empero, en todo lo que se diga contra los reyes de España 
y contra sus tenientes x>or su mala conducta con los ameri- 
canos, debe sobreentenderse hecha una excepción respecto de la 
leina Isabel, verdadera amiga y servidora de los indios, y acá- 



— 158 — 

so la única persona que acogió con calor los planes de descu- 
brimiento de Colon. Cuando todavía se dudaba de este nave- 
gante y se disputaba sobre la posibilidad de la existencia de 
nuevas tierras hacia el Occidente, doña Isabel dijo con ánimo 
varonil : " Yo tomaré la empresa á cargo de mi corona de Cas- 
tilla ; y si los fondos del erario no son suñcientes para sufra- 
;gar los gastos de ella, pronta estoy á empeñar mis propias 
joyas,'' lo que no tuvo lugar porque Luis de Santángel, conta- 
dor de Aragón, adelantó las sumas necesarias tomándolas de 
las rentas de este reino. Estas sumas fueron seis cuentos de 
maravedises, ó sean diez y seis mil ducados. * En las instruc- 
ciones dadas á Colon se le dijo : " que se abstuviera de toda 
medida \'iolenta y tratara bien y con dulzura á los naturales, 
manteniendo con ellos un tra(o familiar, haciéndoles cuantos 
servicios pudiera, y distñbuyéndoles regalos de las mercaderías 
y demás cosas que SS. AA. habían mandado poner á bordo de 
los buques con este objeto, y que castigara de una manera 
ejemplar á los que hiciesen á los naturales la más pequeña ve- 
jación." Cuando supo la reina Isabel que habían llegado á Es- 
paña dos naves de Indias trayendo trescientos esclavos que 
Colon había dado á ciertos amotinados, exclamó : " ¿, Con 
qué autoridad se atreve el Almirante á disponer de esta mane- 
ra de. mis subditos ? " y sin dilación mandó publicar en las pro- 
vincias del mediodía una orden para que todos los que tuviesen 
esclavos indios los remitiesen libres á su país. En tiempo del 
gobierno de Obando en la Española la reina Isabel hizo abolir 
los repartimientos y declaró á los indios libres como sus 
•demás subditos. Finalmente, por cláusula especial de su testa- 
mento (12 de Octubre de 1504) recomendó á sus sucesores con 
las más vivas instancias " que prosigTiiesen la buena obra de 
conversión y civilización de los pobres indios ; que los tratasen 
con la mayor dulzura, y que los indemnizasen de cualesquiera 
daños que en sus personas ó haciendas se les hubieran cau- 
sado." Las Casas en su relato de la destrucción de las Indias 
dijo : '' Los más grandes horrores de estas guerras y de esta^ 
carnicerías tuvieron lugar inmediatamente que se supo que 
había muerto la reina Isabel. Hasta entonces no eran muchos 
los crímenes que se habían cometido en la Española, y los que 
se cometían, gran cuidado se tenía de ocultárselos á esta prin- 
cesa, quien no cesó nunca de recomendar que tratasen con dul- 
zura á los indios y que no se descuidase nada de lo que pudiese 
hacerlos felices. Yo he visto, lo mismo que otros muchos espa- 
ñoles, las cartas que ella escribía y también las órdenes que 
enviaba sobre esto." Por una ironía de la suerte, el feroz Mori- 
llo fué condecorado tres siglos después con la gran cruz de 
Isabel la Católica, orden instituida x>or Fernando YII x>ara 
premiar á los destructores de los americanos ! 

* Garcilavso de la Vega, « Comentarios Eeales del Perú." 



— 159 — 

El tiempo mínimo que una población tarda en duplicarse 
son 25 anos. Sin embargo, examinemos esto tomando como base 
la república de los Estados Unidos del íí^orte. 

En la época en que se independizaron de su metrópoli, te- 
nían los Estados Unidos 8 millones de habitantes. Hoy tienen 
40; j como hace cien años que son libres, resulta, cuenta 
redonda, que su población sí se duplica cada 25 años. Pero esto 
es á primera vista, porque de esa duplicación hay que rebajar, 
como causas extrañas, la gran cantidad de la inmigración, cal- 
culada en diez millones ; * y la población de la Luisiana, que 
compró á la Francia en 1803; la de la Florida, que quitó á la 
España, y la de Tejas, la de California y la de Nuevo Méjico 
que quitó últimamente á la nación mejicana. 

Pero prescindiendo de eso, siempre habrá en favor de los 
Estados Unidos de América circunstancias favorables, que nó 
nos son comunes con ellos, tales como su i)osicion entre Asia y 
Eurppa, i^untos de constante emigración ; la facilidad de sus 
comunicaciones ; la libertad y la seguridad efectivas, de que se 
disfruta en ese país, y hasta el clima, igual al europeo por su 
situación en el trópico. , 

Todas estas circunstancias concurren en contra respecto 
de Colombia : queda ésta á un lado de la línea de emigración ; 
sus relaciones comerciales con la Europa son en escala muy 
reducida, y con Asia no existen ; y sus instituciones, buenas 
hasta para alejar toda rivalidad, no se conocen fuera del conti- 
nente latino, y carecen en muchos casos del sello de la: práctica. 
Ademas, lo deletéreo de sus costas, principalmente en tiempos 
pasados, ha dejado Ingratos recuerdos que solo el tiempo 
podrá borrar, pues es un hecho averiguado yá que, j)ot ejem- 
plo, son mucho más sanas las costas del istmo de Panamá que 
las posesiones francesas de Argel. 

Si apenas es posible probar que los Estados Unidos del 
íTorte duplican su jioblacion cada 25 años, y si este es eljiaís 
en donde el aumento de la población se manifiesta más, lógico 
,08 concluir que la población entre nosotros no puede duplicarse 
en ese tiempo, ni se ha duplicado, como lo pretenden algunos 
escritores, guiados más por el deseo de ver crecer su patria 
que apoyados en frías deducciones. 

Por regla general el aumento de la población está en razón 
directa de los alimentos, del clima, de la moralidad de las cos- 
tumbres y del vigor de la raza. 

• Según un notable estadista de Boston (M. Josse Chikering) la inmigra- 
<5Í0Q en los Estados Unidos representaba en el censo total de 1850 un 35 por 
300, pues venia en esta proporción: un 7 por 100 en 1800, un 18 por 100 en 
1820, y un 27 por 100 en 1840, sobre la base de 2.0ál,457 de inmigi-antes que 
entraron en los Estados Unidos de 1820 á 1846. Esto da un 35 por 100, esto es, 
más de la cuarta parte de la población; y como ésta la hemos supuesto de 40 
millones, no hay exageración en hacer ñgurar la inmigración por diez mi- 
llones, cuando menos. 



-^ 160 — 

Los alimentos en la Union Colombiana no pueden ser de 
mejor calidad ni más abundantes de lo que son, poseyendo 
ésta como posee regiones feraces y variadas. " La extensión 
del cultivo del plátano en América/' después de su descubri- 
miento, dijo Acosta, " es un hecho de la mayor importancia 
para la conservación y propagación de la especie humana en nues- 
tro continente, y uno de los mayores beneficios de la Providen- 
cia, digan lo que quieran los que (sin mostrar ellos mismo» 
mucha actividad, como lo observa el barón de Humboldt), pre- 
tenden que la abundancia de este alimento fomenta el hábito 
de la ociosidad en el pueblo. Se ha calculado que el mismo 
espacio de tierra que produce trigo para mantener un solo 
hombrCj daría plátanos con que sustentar veinticinco,^ 

Por su parte dyo Mosquera : " En el valle del Cauca dura 
la cana de azúcar sobre un mismo terreno sin necesidad de 
beneficio ochenta años, y el maiz produce 300 por 1 de sem- 
bradura. El plátano es tan abundante que una área de 10,000 
metros cuadrados da un producto de 62,800 kilogramos, con lo 
cual se pueden mantener cincuenta y siete i)ersonas en un año. 
El café de Popayan es tan rico como el de Moca, y las quinas 
de Pitayó son de las mejores conocidas en e^ comercio. El cacao 
del Cauca y del Patía es de calidad superior al de Guaya- 
quil ''¿Cuánto significa esto en un país de un litoral 

tan largo y de valles tan grandes y tan multiplicados como es 
el nuestro ? 

En las tierras altas abundan las papas y el trigo; el maiz 
se produce en todos los climas ; la cebada da tres cosechas al 
año; los mares y los ríos están llenos de peces deliciosos} 
en los bosques abundan las frutas, las resinas y las maderas ; 
basta en algunos puntos escarbar la tierra para encontrar 
metales ; los rios arrastran oro como el Pactólo y el Tajo ; el 
bihao da sombra y vestido ; la pitahaya calzado y cuerdas ; 
vino las palmas ; el coco leche ; las abejas miel, i Qué habrá 
pues que objetar á los alimentos de la Union Colombiana T 
¿ Cuál será ía influencia de éstos en el desarrollo de la pobla- 
ción ? La tierra en lugar de estar cansada y de necesitar de 
abonos como en Europa, es fértil hasta el asombro y se man- 
tiene todo el año revestida con la pompa y las galas de una 
primavera eterna. Las liebres, los venados y las aves brindan 
por dondequiera una caza abundante. Alimentarse 6 nó entre 
nosotros, no es pues una cuestión de expatriación como en 
Irlanda, ni de suicidio como en Francia, ni de pauperismo como 
en Eoma, ni de esclavitud como en Eusia, sino asunto fácil, 
natural, de pura selección ; es cosa gratuita. Basta para ello á 
veces levantar la mano y despojar el árbol del sazonado ftnto* 
La XJnion Colombiana á este respecto vive verdaderamente en 
plena edad de oro. 

El clima en ella es tan variado que muy bien puede decirse 
que posee todos los del globo, pues su territorio tiene todas la» 



^161 — 

«cleTaGiones posibles desde el nivel del mar hasta la cima frígi* 
da de las nevadas sierras, que culminan hasta 8,000 metros* 

Las largas cadenas de montañas, los ríos caudalosos, los 
valles profundos, las elevadas planicies, causas son todos que 
-dan á su clima la más completa variedad y lo hacen apto 
para todas las razas, desde la africana, que necesita de una 
tenii)eratura ardiente como la del Senegal, hasta la sueca, que 
mora junto al polo entre nieves eternas. El clima de Golombia 
no puede contrariar sino favorecer el desaiTollo de la población* 

La moralidad de las costumbres entre los colombianos es 
casi iMX)verbial. La índole dulce de ellos, el infliyo déla religión 
'Cristiana, la influencia de las instituciones democráticas, cuya 
^>ccion cotidiana vigila la vida pública y privada de los ciuda* 
danos, y el carácter honrado de éstos, todo contribuye á hacer 
de la Union un pueblo ejemplar. Las costumbres pues tampoco 
están en pugna en Colombia con el aumento de su población. 

La raza, i)arte española y parte indígena, é indígena de la 
<sla«e mejor puesto que es de la que resistió el azote de la con,- 
quista^ la raza, decimos, es vigorosa y en su mayoría es inteli- 
:gente, sobria y trabajadora. La fecundidad de sus mujeres es 
tal, que no es extraño que algunas tengan hasta veinte hijos. , 

De todo lo expuesto, y de otras consideraciones más que 
<>mitimos, se puede deducir lógicamente que la Union Co- 
lombiana renne condiciones especiales para la multiplicación 
rápida de sus habitantes ; y que, por lo inismo, el término medio 
en la duplicación de su población no es una base aventurada. 
Las tres restricciones que impiden el aumento de la población 
«egun Malthus — la de la miseria, la de la inmoralidad y la 
de la ociosidad — influyen casi nada ó muy poco en contra de 
Colombia, dadas las ventajosas excepciones que la favorecen. 

Y téngase en cuenta que valen más á los ojos de la esta- 
dística las consideraciones expuestas, que las cifras mentirosas 
que arrojan los censos. Estos son siempre imperfectos porque> 
á causa del atraso de los pueblos, todos huyen de decir la ver- 
dad ; y huyen, porque temen que al empadronamiento sigan la 
conscripción ó los pechos. El censo de la capital de la Re- 
pública, centro de la civilización del país, dio en 1851 solo 
20,000 almas. Rechazado este resultado, que desmentían los 
sentidos y la historia, el crecimiento material de la ciudad, la 
actividad del comercio, el alza de un 50 por 100 del precio de 
las cosas, el mayor número de talleres, de escuelas y de cole- 
gios ; rechazado este resultado, decimos, se hizo repetir la for- 
mación del censo y dio, poco más, poco menos, el mismo re- 
sultado. ¿ Qué pensar pues de la exactitud de los censos en 
nuestro país, si esto sucedió en la misma Bogotá? 

Esto es más extraño si se recuerda que en 1801 don José 
Tadeo Lozano y el sacerdote don Luis Azuela, que redactaban 
"El Correo Curioso,^' semanario de Santafé, publicaron el censo 
de la ciudad, el cual alcanzó á 21,394 habitantes, clasiflcados 

11 



— 162 — 

así: hombres 8,191, mujeres 11,890, religiosos profesos y fegos^ 
354, y sir\neiites y seglares qué vivían en los conventos 479.. 
lUistrépo aseguró que este censo era inexacto, y dijo que Bo- 
gotá no tenia en 1800 menos de 28,000 habitantes. ¿ Si en 180D 
^nia Bogotá 28,000- habitantes, cómo podia tener medio siglo 
después solo 20,000 f Según el censo de 1843, Bogotá tenia en 
ese ano 40,086 habitantes, distribuidos así : barrio de la Cate- 
dral 18.455, id. de las Nieves 9,333, id. de Santa Bárbara 6^543^, 
id. de San Yictoríno 5,755. 

' Obra también otra circunstancia, aunque de carácter con- 
trario, en contra de >a exactitud de los censos, y es la de qujD 
•la Constitución nacional manda que se envíe á la Cámara de 
Represeiítantes un liepresentante por cada 50,000 almas, y estO: 
liace que los Estados de poca población aumenten sus censos, 
á las veces, para aumentar el niímero de sus diputados. 

El "Anuario Estadístico de 1875" dice: "Nótese en el 
euadro comparativo de los censos de 1843, 1851 y 1871 la exa- 
gerada proporción en que ha crecido la población de los ÍEsta- 
4os de Panamá y del Magdalena, sin que pueda asignarse la 
«ausa de tan extraordinario desarrollo. Mientras que la pobla- 
ción del Estado de Santander, uno de los más prósperos de la 
ünion, no ha pasado de un aumento de 15.75 por 100 en el 
período de 51 á 71 5 mientras que Oundinamarca, el más rico 
d© todos, no'há pasado del 29.97 i)or 100; y el del Tolima, eL 
taás favorecido de to<ios por su situación topográfica — aqu'el 
en donde la industria ha tenido un desarrollo más vivo y que 
recibe, junto con el Cauca, la corriente de emigración de Án- 
tloquia y de los trabajadores de Cundinamarcia y de Boyacá^ — 
no ha pasado del 23.29 por 100, es singular que la población de 
los Estados de Panamá y del Magdalena, que han permanecido 
estacionarios cuando no hayan seguido un movimiento retró- 
grado en su condición económica, aparezca aumentándose en. 
la proporción de 73.80 y 60 por 100." 

Si i)rescíndimos de los censos que llamaremos MstSricos pam 
ocuparnos únicamente de los legales, á partir de 1825 para: 
acá, tendremos que la i>oblaeion de Colombia era 

En 1825 de • . . . 1.223,598 alma«. 
En 1835 de . » . . 1.686,038 id. , 

En 1843 de 1.931,684 id.. 

En 1851 de . • , . 2.243,054 id. 
En 1871 de . . • . 3.000,000 id.. 

Estos datos dan los aumentos siguientes : 

De 1825 á 1835 (diez años) 442,440^ 

De 1835 á 1843 (ocho años) 245,646 

De 1843 é. 1851 (ocho años) 311,370 

De 1851 á 1871 (veinte años) .......... 756,946 

Aumeuto en 46: años (de 1825 á 1871). 1.776,402: 



i 



I» 



— 163 — 

Estos cómputos dan la demostración numérica de que ]ft 
población de Colombia no solo se ha duplicado en menos de 
cáncuentaaños, sino que la duplicación ha sido excedida en qui- 
nientos cincuenta y dos mil ochocientos cincuenta y cuatro 
individuos. En esta misma proporción, en este ano (1882), Co- 
lombia debe tener 3.888,213, así : . 

Por el censo de 1871. 8*000,000 

Por la parte de duplicación en doce años (de 1870 
á. 1882) 750,000 

Por la parte del exceso de lá ^duplicación en los 
inismos doce años .«,.....••«. .i.^. ..«««» 138^228 



^ ■ I ■ ■ I I í » 



Total • . . . . , ^.^;^,21Z 

i ii 

El " Anuario Estadístico^^ de Colombia de 1876 calculó los 
iadios salvajes en 80,000 individuos, y al bablar del censo total 
de 1871 dijo : '^ Estos habitantes se hallan distribuidos en^KH 
poblaciones, que han sido erigidas en entidades políticas y co- 
rresponden á los Estados y Territorios en esta forma : á Autior 
Quia 80, á Bolívar 06, á Boy acá 111, al Cauca 161, á Cuüdinar 
'marca 103, al Magxialena 44, á Panamá 84^ á Santander 103, 
al Tolima ^^ ; y al Territorio de Bolívar 4, al de Casanáre 23;, 
al de la Goajira 3, al de I^Tevada y Motilones . O, al de Bah 
Andrés y San Luis de Providencia 12 y al de San Martin 0. ♦ 

Haremos otras observaciones. 

Según Mosquera, tenia la JS^ueva Granada 800,000 habitajir 
tes en 1810. 

\ Según el censo de 1S35 ascendían éstos á « . . . • 1«685,038 

■ 1 1 ■ I II I 

Aumento en 25 años. « • • ^ . . . • « 885,038 

^ - - Esto prueba que en ese período no solo se duplicó la pobla- 
ción sino que hubo un excedente de 85,038 individuos. 



En 1843 el censo dio 1.931,684, cantidad que, comparada 
con la anterior, da un aumento de población de 246,640 en solo 
ocho años. Este resultado fija la duplicación de la población 
en cuarenta y ocho ó qincuenta años. Si comparamos el censo 

de 1843 con el de 1851, tendremos 1843 1.931,684 

185L • 2.243,054 

• Aumento en 8 anos * * 311,370 



*" 



. Cantidad que confirma el anterior supuesto de los cuarenta 
y ocho ó cincuenta, años; y supuesto que se corrobora al buscar 
el término medio de los diferentes períodos que tarda en dupli- 
carse la población de cada uno de los nueve Estados en que 

está dividida la nación. * 

.*•■". - .-••■-■- ■ , 

* lloclla Gutiérrez. 



'■■3 



*K 



— 164 — 

También manifiesta este resultado, qne si el número de doc^ 
millones de habitaítites dado por Plaza á la Kueva Granad» 
al principio del siglo actual era exítgerado, el del General 
Mosquera (ochocientos mil) era muy reducido, como yá lo hemos 
dicho. Proviene de ahí indudablemente el resultado hala- 
güeño del censo de 1835, que hizo suponer que la población se 
duplicaba en Colombia cada 35 años, y aun en menos tiempo. 
Aceptado el censo de Eestrepo (1.400,000 almas en 1800), el 
aumento en veintisiete años habría sido de solo 285,000 indi- 
viduos, lo que equivaldría á un retardo en la duplicación de 
ciento sesenta y tantos años. 

Según el censo de 1851 la población por sexos estaba divi- 
dida así : 

Mujeres 1.160,074 

Hombres 1.082,980 

Exceso de mujeres 77,094 

T según el censo de 1871 así : 

Mujeres 1.495,88^ 

Hombres , 1.420,817 

Exceso de mujeres 75,069 

Esta diferencia en el número de los dos sexos, es una causa 
contraría al aumeiito de la población. Setenta y cinco mil mu- 
jeres que no se casan porque no tienen con quién, son un ele- 
mento estéril en la cuestión, pues no atribuyendo á cada una de 
éstas sino cinco hijos (base baja en América), en el curso de una 
generación se pierden 375,000 habitantes, ó sean 1.500,000 por 
siglo. El exceso de mujeres en los países que permiten la poli- 
gamia, es un elemento infalible de aumento de la población. 

La distribución por edades y condiciones en el censo de 1851 
«rala siguiente: 

Eclesiásticos ■. . r 1,665 

Eeligiosas. 398 

Soasados 631,508 
SSy-pWuios::::: iS;^ 
Libertos. . 15,426 

De este pormenor resulta : 1? que los ministros del culto 
católico excedian al número de poblaciones del país en 819 
individuos, ó en menos si se atiende á que en las ciudades y 
villas hay hasta tres ó cuatro parroquias ; 2? que el número de 
religiosas no era considerable (en varios Estados no hubo 
nunca conventos de ellas) ; y 3? que el número de esclavo» 
que t^nia la Eepública antes de la extinción de , la esclavitud 
no alcanzaba á diez y seis mil, de los cuales más de diez mil 
pertenecían al Estado del Cauca. 



r 



— 165 — 

La población total estaba en los Estados y en sus respecti- 
vas capitales distribuida del modo siguiente en 1871 : 

Estados. Población. 

Antioquia 365,974 

Bolívar 241,704 

Boyacá 482,874 

Cauca. 435,078 

Gundinamarca. ...*... 409,590 

Magdalena 85,255 

Panamá, . • 221,052 

Santander 425,427 

ToHma 230,891 

Territorios. 

Bolívar 7,751 

Casanare- • 26,066 

Goajira , . . 8,390 

Nevada y Motilones. .... 3,673 

San Martin 4,056 

San Andrés y Providencia. 3,530 

La población de los Estados lia aumentado de 1843 á 1871 
en la proporción que se pasa á expresar : 

De 1843 á 1851. Be 1851 á 1871. 



Capitales. 


Población, 


Medellin . , . 


29,766 


Cartagena . . 

Tunja 

Popayan . . . 
Bogotá . . . . 
Santamarta. . 


8,603 
5,471 

8,485 
40,883 

5,472 


Panamá. . . . 


18,378 


Socorro .... 


16,043 


Guamo . . • • 


9,193 


Landázuri. . • 


414 


Tanie. . . . • . 


633 


Soldado. . . . 


118 


Espíri tusante. 
Villavicencio . 


6¿'5 


San Luis . . . 


316 



Antioquia 18.75 por 100 62.59 por 100 

Bolívar „ 45.87 

Bovacá 13.27 32.61 

Caíica 13.43 42.78 

Oundinamarca . . • 14.06 29.97 

Magdalena „ „ 60. 

Panamá 7.68 73.80 

Santander 22.19 15.75 

ToUma 2.24 23.29 • 

El pormenor del estado civil de las personas según el censo 
de 1871 dio el siguiente resultado : 

Solteros 2,106,380 

Casados 663,707 J> 2,916,703 

Viudos . . • 146,616 



El pormenor por edades y por 
Hombres de 1 á 7 anos 363,665 
Id. de 7 á 21 
Id. de 21 á 50 
Id. de 50 á 70 
Id. de 70 á 100 
Id. mayores de 100 



477,903 
479,775 

82,088 

17,084 

302 



sexos fué el siguiente : 
Mujeres de 1 á 7 356,956 
Id. de 7 á 21 479,075 
Id. de 21 á 50 542,357 
Id. de 50 á 70 95,068 
Id. de 70 á 100 22,053 
Id. mayores de 100 377 



* Galindo. 



/ 



. •■ 



/ »1 



— 166 — 

El pormenor ségim la condición social de las personas dí6 
los siguientes resultados ; 



A^rricultores 796,482 

líiños sin oficio. . . . 779,946 
Admon. doméstica. . 522,308 

Artesanos 319,858 

Sirvientes. .>*..,* 224,308 

Estudiantes 60,155 

Mineros 39,863 

Comerciantes. . * . ^ 26,668 

Yíigos 20,896 

Ganaderos 16,812 

Fabricantes 15,424 

Artistas 14,390 

Propietarios . ., . . 14,373 
Arrieros *. . . 9j791 



Pescadores ...... 9,703 

Empleados 5,562 

Marineros 4,155 

Militares 2,025 

Institutores. • . * . . 1,728 
Sacerdotes ...... 1,403 

Heos rematados. . . . 1,129 

Legistas. .' 1,037 

Frailes 170 

Monjas* 767 

Médicos 727 

Ingenieros 275 

Literatos 82 



El pormenor por Estados y Territorios fué el siguiente : 



ESTADOS. 



Atitioqaia 

Boyacá 

Bülívar 

Cauca 

CuTidinamarca 

Magdalena 

PaBamá..., 

Santander 

Tolima 



TERBITOKtOS. 



Casanare 

Bolívar ** 

B. Andrés y S. Luis 
de Providencia... 

San Martin 

Nevada y Motilo- 
nes 

Goajira f 



SOLTEROS. 



Hombres. 

1 1 7,950 
156,391 

96,607 
152,949 
143,665 

34,510 

85,223 
149,968 

88,491 



8,658 
2,890 

1,021 
1,419 

1,465 



1.041,207 



Mujeres. 

135,021 

148,059 

100,959 

155,497 

150,094 

36,291 

76,450 

155,299 

91,292 



9,520 
2,844 

1,176 

1,156 

1,517 



1.065,175 



CASADOS. 



Hombres. 

4«,654 
72:679 
16,571 
51,264 
47,943 
5,173 
15,836 
48,522 
19,970 



3,219 

827 

504 
586 

269 



332,019 



Mujeres. 

48,224 
73,265 
16,633 
50,890 
47,158 
5,194 
16,430 
48,560 
19,878 



3,225 

826 

552 
564 

. 259 



VIUDOS, 



331,6^58 



Hombres. 

3,448 
4,633 
3,037 
7,151 
5,043 
997 
4,007] 
5,556 
2,330 



388 
81 

132 

84 

32 



36,919 



Mujeres. 

12,677 
17,450 

7,897 
17,327 
15,699 

3,088| 
. 7,275 
17.522 

8,930 



1,026 
283 

145 
247 

131 



10S(,697 






En caso de guerra interior ó exterior Colombia puede poner 
sobre las armas el número de soldados que se pasa á expresar : 
sobre la base de un 5 por ciento, 190,000 5 sobre la de un 3 por 

* Entre los médicos figuraban 52 mujeres y entre los literatos 5. 

*» El Territorio de Bolívar fué| devuelto al Estado de Santander por la 
ley de 2 de Julio de 1881, 

f No fué aceptado el censo de este Territorio por la deficiencia de sua 
datos. .^ ' . -- 



'eiéíitoi, 116,000 y sobre la de an2 por ciento, 78^000. E»4» íigvo- 
lücion de 1876 los dos partidos beligerantes llegaron á t^ierl 
cerca da cincuenta mil combatientes, no obstante que la guerra 
se concentró solo en tres ó cuatro Estados» 



Sóbrala base de 4.000,000 de habitantes, la población de 
Colombia está en la proporción que sigue con su masa territo- 
rial ^(afiroxiraacion) : 

300 individuos por miriámetro cuadrado ; 
3 id. . por kilómetro cuadrado j y 
1 id. por cada 33 hectaras. . . ' 

Respecto del territorio habitado la:proporcion es ésta (apaío- 
ximaeion) : . • 

1,362 individuos por miriámetro cuadradlo ^ . 
* 13 id. por kilómetro cuadrado; y ■'[ 

1 id. por cada 7 hectaras. 
Colombia es pues siete veces y media más despoblada que 
Bélgica y dos vfeces má« poblada que Eusía. 



Como yá se ha visto, en 1825 fué levantado el primer censo; | 
djB la Eepública y en 1835 fué levantado el segundo. Este úl-i 
timo lo fué porque la ley de 2 de Junio de 1834 mandó que, 
cada ocho anos, empezados á contar desde el de 1835, fuese ! 
tevantado el censo general de la población. En 1843 fué levan-jl 
tado el tei:cer censo. En 1858 fué reformada la ley de 1834, yj 
fceron adoptadas en materia de empadronamiento las disposi-! 
^ones que están vigentes aún, las cuales fueron inandadasj 
ébservar expresamente por la ley 21 de 1864. La ley 17 de 18691 
Jifermitió al Gobierno General aprobar los censos que le hubieran 
$ido presentados y que hubieran sido examinados, sin esperar 
íj que estuviesen concluidos todos ; y la ley 49 dé 1871 aprobó 
l¿s censos de los Estados (menos el de Bolívar) y el del Terri- 
tí)rio de Casanare, y mandó levantar el de los otros Territorios, j 
Bl resumen de la población hecho en ese año por la Secretaría \ 
éb Eelaciones Exteriores fué el que sigue : I 

£st)»dos y Territorios. Población. Representantes que xsorresponden ; 

& cada Estado. ' ' 

; Antioquia.... 365,974. 7 ;| 

Boyácá .^...•..^. 482,974 10 ; 

:^ Bolívar *............. 241,704..*.. ........ 5 

Cauca. : . 435,602 9 ji 

Cundinamarca 409,602 8 | 

"Magdalena**.:...... 85,255 :.. 2 

>: Panamá... 220,542 .:.. 5 

^: Santander............ 426,427 . 9 

V'Tolima ........... 230,891 5 

Casanare 25,994 - 1 

* No está apro'bado. 
^. •* La ley 17 de 1874 mandó levan jbar ni^evamen te el censo del Estado del 
magdalena j mas no aparece que sé le diese cumpliiniento á esa ley« \. 



'!\ 



A> 



X 



— 168 — 

La Constitución da á cada Estado el derecho de mandar at 
Congreso na<3Íonal tres Senadores Plenipotenciarios. También 
les da á todos el derecho de enviar un Reiweaentante por cada 
cincuenta mil almas y uno más por cada residuo que no baje de 
veinte mil. 

El Congreso de este año (1882) aprobó el censo del Estado 
de Bolívar, levantado por orden del Presidente Núñez, dada en 
Cartagena el 13 de Octubre de 1880; pero el Presidente Zaldúa 
objetó el proyecto de aprobación. * Según este censo Bobvar 
tiene hoy 323,097 habitantes y puede mandar siet^ Represen- 
tantes al Congreso nacional. 

Según el censo de 1871 tenia Bolívar 241,704 habitantes, y 
como en el de 1881 aparece con 323,097, su población en diez 
años ha tenido un aumento de 81,393 in<livi(luos. Esto mani- 
fiesta que la población de este Estado se duplica cada treinta 
años, en el supuesto de qiie no se haya cometido error en el 
censo de 1881. 

La formación del censo general de la República es uno de 
los negociados delegados por los Estados al Gobierno General, 
Según la ley de 1? de Abril de 1858 el censo general del país 
debe ser formado cada ocho años. 

KAZA. 

La Union Colombiana se encuentra, en cuanto á razas^ 
mejor que algunas de sus hermanas las reimblicas de América» 
En Venezuela no predomina la casta europea, y en el Ecuador, 
en el Perú y en Bolivia la raza indígena reí)resenta casi dos 
tercios de la población. Esto hace que la lengua y las costum- 
bres en general sean todavía más las del pueblo conquistado que 
las del pueblo conquistador. No sucede eso en nuestro país. Si 
exceptuamos las tribus salvajes y algunos de los pueblos de los 
Estados de Cundinamarca y de Boyacá, asiento del viejo im- 
perio chibcha, y uno que otro pueblo del sur del Estado del 
Cauca, que fueron tributarios de los Síiyris ó señores de Quito,, 
la raza americana no tiene muchos representantes en la Union* 
Ademas, estos pueblos se destruyen con la simple acción del 
tiempo, ó están siendo absorbidos por una raza más vigorosa 
que la suya. Clasificaremos la población de la República del 
modo siguiente : 

(Baza americana). ' 

Esta raza tiene muchos puntos de contacto con la amarilla 
ó mongólica, no obstante que en unas cosas es inferior a ella y en 
otras es superior. Con todo, aunque el tipo americano es el quo 
sobresale entre los habitantes de Colombia descendientes d© 

* Diario Ofimal número 5,482^ 



J 



— 169 — 

indios, éstos son tan distintos entre sL qxie bien pudiera decir- 
se que cada tribu ó pueblo pertenece a una rama separada. El 
color de su piel, la clase de sus cabellos, lo más ó menos irre- 
ffalar de sus faccioires, sus ojos, lo grande ó lo pequeño de su 
estatura, &c., todo se presta á las más incongruentes clasifica- 
ciones. Comprendiéndolos á todos, empero, bajo la raza ameri- 
cana, diremos que su número no alcanza en la República, entre 
semi-civilizados y bárbaros, á doscientos mil. Entre los últimos, 
los más notables son los siguientes :. los tunebos, los betoyes, 
los yaruros, los otomacos, los guahibos, los cUiricoas, los cuilo- 
tos, los achaguas y los eles en el Estado de Boyacá ; Tos darie- 
nes, los citaráes, los noánamas, los cíiocoes, los guaipunabis, 
los maquiritares, los azanenis, los macuenis, los guarípenes, 
los manidas, los airicos, los nitúas, los choroyes, los guaiguas, 
los vaupeses. los enaguas, los yocunas, los mucos, los cabuines, 
los guajes, los correguajes, los tamas, los andaquíes, los ma- 
caguajes, los amaguajes, los güitotos, los cofanes, los macos, 
los orelludos, los calmeabas, los cajuanas, los morequenis, los 
morúas, los agustinillos, los orejones, los mayatíes, los manatos, 
los yaríes, los picunos y los paeses en el Estado del Cauca; 
los guahibos, los salivas, los cabres, los achaguas, los chucu- 
nas, los enaguas, los amanzanes, los amorúas, los airicos, los 
tamas, los mitúas, los guaipunabis, los maquiritares, los choro- 
yes y los guaiguas en el Estado de Cundinamarca ; los goaji- 
ros, los tupes y otros en el del Magdalena; los terevises, 
los napas, los guaimíes, los mandingas, los anachunas, los 
cunas, los tules, los chucunaques, los darienes y los paparros 
en el de Panamá; y los patajamenos (antiguos motilones) en el 
de Santander. De estas tribus se habla, respectivamente, en la 
geografía especial de los Estados. * 

Muchas de estos pueblos, aunque reducidos á la vida social, 
conservan su idioma primitivo, tales son los noánamas, los 
coconucos, los paeses y los antiguos pijaos en el Estado del 
Cauca, y los sebondoyes y los moceas en el de Cundinamarca, 

Algunos ge()grafos han pretendido que se hagan de la raza 
ttmericana varias subdivisiones, tales como raza azteca^ raza 
ando-peruviana y ra^a caribe ; pero esas clasificaciones carecen 
de fundamento. Eaza^ hasta cierto punto, quiere decir origen ; 
mas, ó los americanos son todos de un mismo origen, y entonces 
son todos de una misma raza ; ó (íada pueblo y cada tribu tiene 
un origen distinto. Esto último conduciria á admitir un núme- 
ro interminable de razas. Eesx)ecto de que los chibclias descien- 
dan de los, pueblos llamados ando-peruvianos, hay que tener 
presente que las conquistas de los incas no pasaron del antiguo 
país de Quito, y que esas conquistas no tuvieron lugar sino 
pocos años antes del descubrimiento del Perú. 

* No incluimos las tribus modernas del Sinú y del San Jorge ni los indios 
de Mompos, del Estado de Bolívar, por ser desconocida su nomenclatura. 




— 170 — 

- En cuanto á los puntos de contacto de las razas chibclia y 
azteca, éstos pueden ser exx)licados por los rasgos generales do 
la raza americana, pues es notorio que los muiscas no tuvieron 
relaciones directas ni indirectas con los habitantes de Méjico* 
Por lo que ha»iLie á la raza caribe^ basta observar que las 
costumbres por sí solas no forman razas separadas ; y la cix- 
constancia de que los caribes devorasen á sus enemigos, no 
prueba sino brutalidad. Asimismo, la costumbre que tenian los 
panches de alargarles el cráneo á sus hijos, i)rueba barbarie j 
pero ni lo uno ni lo otro es razón para hallar eu esos dos pue- 
blos dos razas distintas. 

Otra de las razones que se ha querido alegar para probar la 
diversidad de las razas de América, ha sido la del valor de 
unos pueblos y la pusilinamidad de otros. Por ejemplo, los 
araucanos y los c.hibchas ; pero no se trae a cuento que la cobar- 
día de estos líltimos más era sobrecogimiento que miedo. El 
espanto, la admiración, la desigualdad entre el fusil, que trüe- ; 
na y da la muerte como el rayo, y la débil flecha ; el poder de 
los caballos en la guerra ; laferocidad de los perros de presa ; 
los maj^ores conocimientos militares de los. españoles, &c. cir- 
cunstancias fueron todas éstas que hicieron de la lucha una 
lucha desigual, como lo son las que se traban entre la barba- 
rie y la civilización. Y si no, cuántos prodigios de valor hizo 
esa misma raza siglos después cuando la suerte, yá menos 
adversa para ella, igualó las condiciones de la lucha dándole 
arma^ de fuego y jefes expertos ! 

(Haza europea). 

Esta raza está bien generalizada en el país, y su origen es 
la rama latina venida á América con los conquistadores. Su3 
elementos componentes son sangre ibera, romana, mora y goda. 
Habita esta raza las principales ciudades de la Eepública, tales . 
como Bogotá, Popayan, Tunja, Antioquia, Socorro, &c. y en 
general los pueblos que sirvieron de asiento á los conquistado- 
res y aquellos en donde la acción. poderosa del clima no la ha 
ido modificando para convertirla en otra suya propia. 

Sus condiciones físicas y morales son todas las de la raza ^ 
blanca, y se acrece con los europeos y norteamericanos domici- ♦ 
liados en la Union. 

(Baza africana y razas intermedias). , 

La raza africana de Colombia tuvo origen en los negros 
traídos de España y de África para el laboreo de las minas y ; 
los trabajos de ingenios. 

Siguen á estas razas los tipos intermedios, á saber: el mestizo^ 
hijo de blanco y de india ; el mulato^ hijo de blanco y de negra j 
el zambo^ hijo de indio y de negra j y el tercerón^ el cuurterón &c. 



liaitíádos así segnn domina en ellos lá stógré aMcaiia. Estas 
diferencias nada significan empero en el país para los efectos 
civiles y políticos, pues hay la más completa igualdad ante la 
ley, y los cargos y los honores públicos están al alcance de * 
todos, no por el coloi de su piel, ni poí la forma de su cráneo, 
sino por su talento, su ciencia, su virtud 6 stt valor. 



La raza blanca está representada en Colombia jior un 5(>^ 
por 100, la negra por un 35 y la americana 6 indígena por un 15, [ 
Según el " Eesúraen geográfico " de Cuervo, r':sfímen publi- : 
cado en 1852, " la proporción entre los que nacen *y mueren en' 
un año, tomando un término medio, es de 21 á 12. De los 21^ 
nacidos, 11 son varones y 10 son hembras. Entre los muertos ' 
es inayor la diferencia proporcional; es decir, mueren más 
varones que hembras. Asi, i)or cada 100 varones hay en la 
Nueva Granada 106 hembras. Esta diferencia en contra del ^ 
eéxú masculino depende, ya del trabajo más fuerte á que está ] 
sujeto el hombre, ya de las guerras, en que éste sacrifica su vida, : 
^ ^* Be bada loo individuos de ambos sexos mayores de 16: 
atfos, son casados 44 y solteros 56. Esta proporción la hemos 
formado sobre el total de la población de la República, pues 
en algunas provincias del Sur y del interior es mayor el nitme- ; 
ro de los casados que el de los solteros, aunque sucede lo con- - 
trario en los litorales y en la« demás de clima ardiente. 

"El desarrollo y la longevidad del hombre varían según el cli- ^ 
ma y el terreno que habita. Los habitantes de nuestros ardorosos 
valles se desarrollan con precocidad ; pero en lo general care- 
cen de vigor y de lozanía, y no llegan á una edad avanzada^ 
especialnente si el clima es húmedo, como sucede en la provin,- 
ciía» de Casanare y en el cantón de San Martín,' en el valle del 
Patía y en la hoya del Magdalena, de Honda hacia abajo, lu* ■ 
gares en donde solamente medra y vive contento el individuo • 
de raza africana. En las tierras altas, por el contrario, el hom- 
bre es fuerte y vigoroso, y aunque su desarrollo es lento, goza 
de salud y vive largos años." 

Por lo demás, los colombianos son valientes, y la prueba de 
ello está nó solo en sus grandes hechos durante la guerra de la 
Independencia, sino también en nnestras multiplicadas con- 
tiendas eiviles 5 empero, el valor colombiano participa más del 
valor reflexivo de los chilenos que del valor impetuoso de los 
venezolanos. Los colombianos son ademas sobrios, industriosos^ 
amantes del trabajo, hospitalarios y sufridos. Dada la masa 
total de la poblacíion civilizada de Colombia, quizá no hay otro 
pueblo eh el mundo en donde el talento sea tan común y el 
aiñor al estudio tan general. En menos de un cuarto de siglo, 
después de la Independencia, se levantaron poetas, oradores,, 
políticos, estadistas, sabios, militares y teólogos insignes, Al- 
ziida la exclusa colonial que detenia el empuje poderoso de tan 
bellas aguas, éstas se^ esparcieron por la ancha sux)erfieie dja 



— 172 — 

la Bepública y la nutrieron toda á su paso, cual en el bajo 
Egipto las ondas del rio sagrado. 

En cuanto á buenas costumbres, moral y deseos de mejora, 

Íocos, por no decir ningunos, son los pueblos que exceden ala 
Fnion Colombiana. En ella es desconocido el sibarita opulento 
y el holgazán asqxieroso. La familia es el orgullo de todas las 
clases de la sociedad, y el hogar doméstico es casi un templo. 
El Presidente de la Union, lo mismo que el Alcalde de la últi- 
ma aldea, gobierna sin más apoyo que la ley, sin otro prestigio 
que el de la autoridad. Los caudales públicos y los de los par- 
ticulares van de un punto á otro casi sin guardia, y en los 
caminos del país no se han organizado nunca cuadrillas da 
malvados. 

" El habitante de las provincias montañosas de Pasto, del 
Socorro y de la antigua Antioquia,^' dice Cuervo, " es robusto, 
vigoroso, activo y emprendedor, y se ]>arece bien poco á su apá- 
tico y macilento compatriota que habita en los valles del Mag- 
dalena, del Cauca y del Meta ; y el ágil y verboso hijo de nues- 
tras costas, se diferencia más del hombre lento y taciturno qae 
nace en la alta ])lanicie de Tunja y de Tundama, que un fi*an- 
ces de un castellano. 

" La mujer, que tanta influencia ejerce en el bienestar y átin 
«n la gloria de las naciones civilizadas, es en Nueva Granada 
el primero de sus ornamentos. Ojos y pelo negros, facciones her- 
mosas, fisonomía dulce y animada, cuerpo elegante, pié peque- 
ño, imaginación viva, corazón sensible, amabilidad en el trato, 
decoro en las maneras : tales son, en lo general, las cualidades 
de la granadina de raza española con su tinte de árabe, modi- 
ficada poderosamente por el clima intertropical.'^ 



Desde el año de 1832 fueron expedidas en la República las 
primeras leyes sobre inmigración de extranjeros. Éstas disponen 
que se dé á los inmigrantes cierta porción de tierras baldías^ 
se les exima del pago de algunas contribuciones y se les exo- 
nere de varios cargos concejiles. 

Todo inmigrante que se establezca en el país en calidad de 
colono, queda naturalizado de hecho y goza de los derechos de 
ciudadano. 

Respecto de naturalización de extranjeros rigen las dispo- 
siciones siguientes : 1* el Poder Ejecutivo de la Union expide 
carta de naturaleza a todo extranjero que así lo solicita ; 2* en 
cabeza del esposo quedan naturalizados la esposa y los hijos 
menores de 21 años ; 3* la carta de naturaleza anula por com- 
pleto el carácter y la condición de extranjero, y obliga al que 
la obtiene á sostener y á cumplir la Constitución y las leyes. 

La Constitución dice ademas : " Son colombianos 3o los 

extranjeros que hayan obtenido carta de naturaleza; 4? los na- 
cidos en cualquiera de las repúblicas hispano-americanas, 
siempre que fijen su residencia en el temtorio de la Union y 



— 173 — 

declaren ante la autoridad competente que quieren ser colom- 
bianos/' — ",Son elegibles para los puestos públicos del Gobier- 
no General los colombianos varones mayores de 21 años ó que 
sean ó hayan sido casados, con excepción de los ministros de 
cualquiera religión.^' — Hallándose en el territorio de cualquier 
Estado, los colombianos tienen en él los mismos deberes y 
derechos de los domiciliados. 



GOBIERNO. 

El Gobierno de Colombia es republicano, federal y demo- 
crático. 

La primera Constitución política fué expedida en 1832, 

La segunda lo fué en 1843, pero sin inteoducir en el siste- 
ma reformas sustanciales. 

La tercera Constitución fué sancionada en 1851, bajo un 
plan enteramente liberal, que dio á la libertad civil una ampli- 
tud de que hay pocos ejemplos en las naciones de la América 
del Sur y del mundo. 

La cuarta Constitución fué promulgada en 1858. Establecía 
ésta el régimen federal, aspiración del país desde 1810. 

En 1861, los Plenipotenciarios de los Estados reunidos en 
Bogotá á causa de la revolución que estaba conmoviendo la Ee- 
pública, firmaron el Pacto de unión, liga y confederación de 
dichos Estados, que duró vigente hasta el 8 de mayo de 1803, 
día en que la Convención nacional, reunida en Rionegro, san- 
cionó ía Constitución vigente. 

Los Estados colombianos son hoy libres y soberanos en los 
términos señalados por esa Constitución ; pero hay ademas un 
Gobierno General, dividido para su ejercicio en tres poderes, 
que son : el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. 

Son de cargo del Gobierno General, por delegación de los 
Estados, los asuntos siguientes : 1? las relaciones exteriores, la 
defensa exterior, el derecho de declarar y de dirigir la guerra, 
y el de hacer la paz ; 2? la organización y el sostenimiento de 
la fuerza pública al servicio de la nación ; 3? el establecimien- 
to, la organización y la administración del crédito público y de 
las rentas nacionales 5 4? la fijación del pié de fuerza en paz y 
€pQ guerra, y la determinación de los gastos públicos á cargo 
del Tesoro de la TJnion ; 5? el régimen y la administración del 
comercio exterior, del de cabotaje y del costanero ; el régimen de 
las fortalezas, délos puertos marítimos, de los fluviales y de los 
secos en las fronteras, y el de los arsenales, diques y demás 
establecimientos públicos y bienes de la Union ; 6? el arreglo 
de las vías interoceánicas que existen ó que se abran en el 
territorio de la Union, y la navegación de los rios que bañan 
el territorio de más de un Estado, ó que pasan al de una nación 



— 174 — 

Ihoítrofe; 7? la formación del censo general ; 8? el deslinde y la 
^demarcación territorial de primer orden con las naciones limí- 
? troles 5 O? la determinación del pabellón y escudo de armas 
^jiacionales ; 10? todo lo concerniente á la naturalización ele 
í extranjeros 5 11? el derecho de decidir, con audiencia de los inte- 
resados^ las cuestiones y diferencias que ocurran entre los Es- 
jj^dos y 12? la acuñación de moneda y la determinación de su 
nley, peso, tipo, forma y denominación ; 13? el arreglo de los 
rpesos, pesas y medidas oficiales 5 14? la legislación y el procd- 
¿imiento judicial en los casos de presas, represas, inratérías "6 
4)tros crímenes, y en gcBeral de los hechos que ocnrran en alta 
-mar, y de los cuales deba conocer la nación conforme al Dere- 
sCho Internacional ; 15? la legislación judicial y la i)enal én los 
-casos de violación del Derecho Internacional ; y 16? la facultad, 
•de expedir leyes, decretos y resoluciones civiles y penales res- 
ipecto de los negocios ó materias que, conforme á la Constiüa- 
«ion nacional, son de la comijetencia del Gobierno General. 

El Gobierno General y los Gobiernos de los Estados tienen 
^n común el fomento de la instrucción pública, el servicio de 
.correos, la estadística, las cartas geográficas de los Estados y 
territorios, y la civilización de los indígenas. 

La Constitución garantiza á los nacionales y á los extran- 
jeros : 1? la inviolabilidad de la vida, la cual no puede ser 
4iuitada á nadie por pena en ningún caso 5 2? el lio ser conde- 
nados apena corporal por más de diez años 5 3? la libertad indi- 
^dual, que no tiene más límites que la libertad de otro indivi- 
duo; 4? la seguridad personal en todas sus manifestaciones 
legales ; 5? la propiedad ; 6? la libertad absoluta de imprenta y 
de circulación de los impresos así nacionales como extranje- 
ros ; 7? la libertad de expresar sus pensamientos de palabra 6 
por escrito sin limitación alguna; 8? la libertad de viajar; 
,9? la libertad de industria ; 10? la igualdad ante la ley ; 11? la 
instrucción libre ; 12? el dereeho de obtener pronto despacho 
en los negocios de interés público ó privado; 13? la inviolabili- 
dad del domicilio y de los escritos privados ; 14? la libertad de 
asociarse sin armas ; y 15? la profesión libre, pública 6 privada 
4e cualquiera religión, con tal que no ejecuten hechos inconj- 
patibles con la soberanía nacional, ó que tengan x>or objeto 
turbar la paz pública» 



Los Estados están obligados : I.» á no permitir que las co- 
munidades, corporaciones, asociaciones y entidades religiosas 
puedan poseer bienes raíces, y á que éstos tengan otro carác* 
ter que el de enagenables, divisibles y trasm'isibles á voluntad 
de sus dueños ; 2.° á no permitir fundaciones, mandas, legados, 
fideicomisos y establecimientos de cualquiera clase con que se 
puedan sacar las fincas raices de la libre circulación, y á que 
sean impuestos censos á perpetuidad fuera del Tesoro público : 
3.^ á mantenerse organizados confonne á los i)rincipios del 



•«I 



— 175 — 

gobierno popular, electivo, representatíTO, alternativo y reíí- 
I)oiisable^ 4.o á no enajenar á potencias extranjeras parte 
alguna de su territorio •, 5.o á no restringir con impuestos, ni de 
otro modo, la navegación d^ los rios y demás aguas navegables 
fiino cuando hayan exigido canalización artificial ; 6.p á no 
gravar con impuestos antes de haber sido ofrecidos al consu- 
mo, los productos que sean materia de impuestos nacionales, 
ni los productos destinados á la exportación ; 7.® á no impone 
-Contribuciones sobre los productos de tránsito, ó que no estén 
^^estinadas al consumo del respectivo Estado 5 8.0 ano imponer 
.beberes á los empleados nacionales sino en su calidad de miem^ 
,bro8 del Estado, y siempre que esos deberes no sean rucom- 
'Patibles con el servicio público nacional ; 9.o á no gravar con 
impuestos los productos ni las > propiedades de la Union : 
40.° á deferir y someterse á las decisiones del Gobierno €k?neraí 
jen todas las controversias que se susciten 'entre dos ó más de 
ellos cuando no puedan avenirse pacíficamente, sin que en 
ningún caso ni por ningún motivo, pueda un Estado declarar 
ni hacer la guerra á otro Estado ; y ll.» á guardar estricta 
neutralidad en las contiendas que lleguen á suscitarse entre 
los habitantes y el Gobierno de otro Estado* 

Los Estados están obligados, ademas, á auxiliarse y á de- 
fenderse mutuamente contra toda violencia que dañe su propia 
soberanía ó la de la Union, y á no alterar sus límites territo- 
riales sin la aprobación del Gobierno General. 

Las autoridades de cada Estado tienen el deber de cumplir 
^ de hacer que se cumplan y ejecuten la Constitución y las 
leyes de la Union, los decretos y órdenes del Presidente de 
ella y los mandamientos de lois t;ribunales y juzgados naciona^ 
les. En cada Estado se da entera fe y crédito á los registros, 
actos, sentencias y procedimientos judiciales de los otros Es- 
.tados ; y todas las autoridades de los miamos están obligadas 
á entregar los delicuentes comunes que se les reclamen y contra 
los cuales se haya librado orden de prisión no violatoria de los 
derechos individuales, 

.^ . Los Gobienios de los Estados en cuyo territorio se asilen 
individuos responsables de hechos punibles ejecutados contra 
íbI Gobierno de algún Estado limítrofe, tienen, si éste lo solici- 
ta, el deber de internarlos y de mantenerlos á una distancia de 
la frontera que no les impida continuar hostilizándolo. 

ningún Estado puede permitir que se hagan en él engan- 
ches ó levas que tengan por objeto atacar la libertad, la 
indei>endencia ó perturbar el orden público de otro Estado, 6 
de otra nación. Finalmente, á efecto de que por ningún motivo 
y en ningún caso pueda ser perturbad.a la armonía que debe 
existir siempre entre los poderes generales y federales, los 
actos legislativos de las Asambleas de los Estados que salgan 
de su esfera de acción constitucional, estén sujetos á ser sus- 
pendidos por la Oorte Suprema de la nación y definitivamente 



— 176 — 

annlados por el Senado, á solicitud del Procurador- general ó 
de cualquier ciudadano. 

, A su vez, el Gobierno General no puede declarar ni hacer 
lá guerra á los Estados sin expresa autorización del Congreso 
y sin haber agotado antes todos los medios de conciliación que 
exijan la paz nacional y la conveniencia pública. Ademas, 
todos los actos del Congreso y del Poder Ejecutivo nacional 
que violen los derechos individuales 6 ataqueu la soberanía de 
los Estados son anulables por el voto de éstos, expresado por 
la maj oría de sus respectivas Legislaturas. 

El Poder Legislativo nacional es ejercido por dos salas, lla- 
mada Cámara de Eepresentantes la una y la otra Senado de 
Plenipotenciarios. La sala de Eepresentantes representa al 
pueblo colombiano, y se compone de los Eepresentantes que 
corresponden á cada Estado á razón de uno por cada cincuenta 
mil almas y uno más por cada residuo que no baje de veinte 
mil. El Senado representa á los Estados como entidades políti- 
cas de la Union, y se compone de tres Senadores, nombrados 
por cada uno de dichos Estados. Todos éstos empleados gozan 
de inmunidad en sus personas y eu sus propiedades durante 
las sesiones y mientras vienen á ellas y vuelven á sus easa4^« 
La renovación total de los miembros del Congreso se hace cada 
dos anos, pero éstos pueden ser reelegidos indeünidamente* 
Tanto los Senadores como los Eepresentantes son irresponsa- 
bles por los votos y por las opiniones que emitan. El Congreso 
se reúne todos los años en la capital de la Union, y sus sesione» 
ordinarias pueden durar hasta noventa días y ser prorogadaé 
por el tiempo que ambas Cámaras acuerden. También se reúne 
extraordinariamente cuando para ello es convocado por sí 
mismo ó por el Poder Ejecutivo. 

Toda ley- necesita de seis debates (tres en cada Cámara) eñ 
dias distintos, y de la sanción del Presidente de la Eepúblicsu 
Las leyes no obligan sino desde que son publicadas, y ninguna 
de ellas puede tener efecto retroactivo en la Nación ni en los 
Estados sino en el caso de imponer penas menores que la« 
establecidas. Ko x^^eden ser miembros del Congreso el PreiS* 
dente de la Eeptlblica, los Secretarios de Estado, el Procura- 
dor general y los Magistrados de la Corte Suprema, 

El Poder Ejecutivo de la Union lo ejerce un empleado pít 
blico llamado Presidente, el cual es elegido por dos años y por 
mayoría de votos. En esta elección cada uno de los nueve Es- 
tados tiene un voto, que da el pueblo y que recoge y escruta la- 
Asamblea respectiva. El Presidente de la Eepública no puede 
ser reelecto para el período inmediato, y despacha por medioi 
de los Secretarios de Estado. "■'-' 

La falta del Presidente la suple uno de los tres Designados^ 
que, para este efecto, nombra anualmente el Congreso. 

El poder judicial de los Estados es independiente. Las caip* 



V 



— ni — 

-«as iniciadas en ellos conforme á su legislación especial y eü 
asuntos de su exclusiva competencia, terminan en los mismos 
lEiStados, sin sujeción al examen de ninguna otra autoridad. El 
poder judicial de la Union lo ejerce una Corte Suprema federal, 
compuesta de cinco Magistrados elegidos cada cuatro años por 
las Legislaturas de los Estados 5 y no puede haber en ella á un 
mismo tiempo dos ni más Magistrados que sean ciudadanos, 
naturales ó vecinos de un mismo Estado. 

Los Magistrados de la Corte Suprema federal y los Jueces 
nacionales no pueden ser suspendidos de su empleo sino por 
acusación legalmente intentada y admitida, ni depuestos sino 
á virtud de sentencia judicial ajustada á las leyes. 

El ministerio público lo desempeña un funcionario elegido 
cada dos años por la Cámara de Representantes. Este funcio- 
nario tiene el nombre de Procurador general de la nación. 

Las leyes federales pueden decretar la creación de nuevos 
^Estados desmembrando la población y el territorio de los exis- 
tentes, cuando esto sea solicitado por la Legislatura del Estado 
respectivo. Empero, estos iiuevos Estados deben tener cien niil 
habitantes por lo menos. Los territorios poco poblados ú ocu- 
pados por tribus indígenas son regidos por leyes especiales, 
cuando los Estados á que pertenecen los ceden al Gobierno 
Greueral con el objeto de fomentar colonizaciones y mejoras 
materiales. Desde que un territorio tiene una población civili- 
zada que pasa de tres mil habitantes, manda á la Cámara de 
Bepresentantes un Comisario, el cual tiene voz pero no tiene 
voto en la discusión de las leyes de interés general* El territo- 
rio cuya población llega á veinte y cinco mil habitantes civiliza- 
dos, manda á la Cámara dicha un Comisario, quien tiene voz 
y voto en ella. 



Se hacen notar las disposiciones constitucionales siguientes: 
1^ la que manda que cesen de hecho en el desempeño de sus 
destinos los empleados de libre nombramiento del Presidente 
de la Eepública cuando . admiten el cargo de Senadores ó de 
Bepresentantes 5 2°' la que manda que cesen igualmente en el 
desempeño de sus destinos todos los empleados públicos de 
libre nombramiento del Presidente, dos meses después de ha- 
berse posesionado éste de su empleo 5 3* la que no permite que 
ninguna renta, contribución ó impuesto sea exigido cuando no 
ha sido incluido especial y nominalmente en el Presupuesto ; 4* 
la que no permite hacer del Tesoro nacional ningún gasto sino 
cuando él ha sido ordenado expresamente por el Congreso, ni 
en mayor cantidad que la votada por éste 5 5* la que prohibe á 
todo funcionario y coií>oracion pública el ejercicio de funciones 
que no le corresponden ; 6* la que manda que el Derecho de 
Oenteshaga parte de la legislación nacional y que sus dispo- 
siciones rijan en casos de guerra civil, no solo para que los 

12 



— 178 — 

beligerantes intestinos respeten las prácticas de Jas nacione» 
cristianas, sino para que pueda ponerse término á aquélla pco" 
medio de tratados. 



El poder electoral corresponde á la legislación de los Es- 
tados, los cuales siguen en esto sistemas diferentes. La Consti- 
tución de 1843 disponia que fueran sufragantes parroquiales 6 
de distrito todos los vecinos que se hallasen en ejercicio de 
los dereclios de ciudadano. Estos sufragantes parroquiales 
votaban cada cuatro años por los electores de cantón, quienes 
eran elegidos á razón de uno por cada mil almas. Para ser 
elector de cantón se necesitaba ser ciudadano, tener 25 años de 
edad, saber leer y escribir y ser vecino del cantón en (Jonde se 
le nombraba. Los electores de cantón elegian el Presidente y 
el VicepresidepLte de la República, los Senadores, los Represen- 
tantes y los Diputados de las Cámaras de provincia. Las elec- 
ciones eran x)úblicas y nadie podía concurrir á ellas con armas, f 
Yá hemos dicho que en ese entonces el cuerpo electoral se 
coínponia de 1682 sufragantes, á razón de uno por cada l,ltó 
habitantes. Los Senadores, los Representantes y los Diputaídoi^ 
de las Cámaras de provincia que correspondían á cada provin-^ 
cia eran los que signen : 

Provincias. Senadores. Representantes. Diputados. » 

Antioquia 2 6 17 

Barbacoas 1 1 .-. 7 

Bogotá.. 3 9 17 

Buenaventura 1 1 7 

Cartagena . . ! 2 4 17 

CaiSanare X 1 7 

Cauca 1 2 12 

Chocó 1 1 7 

Mariquita -, 1 2 12 - 

Mompos 1 1 7 

Neiva 1 4 12 

Pami)lona 1 3 17 

Panamá 1 2 12 

Pasto 1 1 12 

Popayan 1 2 12 

Riohacha 1 1 7 

Santamarta. 1 1 7 

Socorro 8 4 17 

Tunja 1 9 17 



Túquerres 1 1 7 

Yélez...., 1 3 12 

Veraguas 1 1 7 



28 60 24a 

* Para ser ciudadano s^guu la Constitución de 1843 se neoesitiiba ser gra- 



— 179 — 

Segnn la Constitución de 1843 cada provincia podia nom- 
brar tantos Senadores cuantos le correspondiesen á razón de 
uno por cada 70,000 almas. Las provincias que no alcanzaban á 
tener esta población, siempre tenían derreclio dé elegir un Se- 
nador. Pai-a ser Senador se requería ser colombiano de naci- 
miento y ciudadano en ejercicio, tener 35 anos de adad, ser 
natural ó vecino de la provincia que lo elegia, y tener una 
renta anual de $ 800, proveniente del ejercicio de alguna indus- 
"tria ó profesión, ó solo de $ 500, si ésta provenia de finca raíz, 
lia falta de renta la supliá una propiedad raíz de valor de $ 4,000. 

Los Eepresentantes eran nombrados á razón de uüo por 
<íada 30,000 almas 5 pero las provincias cuya población no al- 
canzaba á ese número, siempre tenían dereclio de elegir un 
Hepresentante. Para poder optar este cargo se necesitaba tener 
25 anos cumplidos, ser ciudadano, vecino, propietario ó arren- 
tado. Para ser Diputado se exigían las mismas condicionen que 
para ser Kepresentante, menos la de la renta ó propiedad. 

La reunión de las Cámaras de provincia era anual y cada 
<janton debia elegir un Diputado á ellas, por lo menos, iíinguna 
de estas Cámaras podia reunirse con menos de cinco Diputados. 

Para ser Presidente de la Eepiiblica solo se exigía ser co- 
lombiano de nacimiento, ciudadano en ejercicio y ten^r 35 anos 
de edad. 

La Constitución de 1853 decia : " Son ciudadanos los varo- 
nes granadinos que sean ó hayan sido casados, ó que sean ma- 
yores de veintiún anos.'' — " Todo ciudadano granadino tiene 
derecho de votar directamente, con voto secreto y en ios respec- 
tivos i^eríodos : 1** para elegir el Presidente y el Vicepresidente 
de la Bepública ; 2? i^ara elegir los magistrados de la Suprema 
Corte de Justicia y el Procurador general de la^nacion ; 3? para 
^egirel Gobernador de la resi)ecti va provincia; y 4? para elegir 
ei Sena<lor ó Senadores y el Eepresentante ó Eepresentantes 
de la respectiva provincia. Todas estas elecciones se harán por 
mayoría relativa .de votos.'' 

La Constitución de 1858, que fué la que estableció en el 
país la forma federal, dijo : '' Para ser Presidente de la Confe- 
deración no se necesita sino ser granadino de nacimiento en 
ejercicio de los derechos de ciudadano " (tener 21 años cumpli- 
dos). El destino de Yicepresidente fué suprimido. Se mandó 
que los magistrados de la Corte Sujirema fueran elegidos por 
el CongTeso de entre las temas que presentaran las Legislatu- 
ras de los Estados, y que el Procurador fuera elegido por la 
Cámara de Eepresentantes. 

nadino^ tener 21 afios de edad por lo menos, ser dueño de bienes raíces situados 
-en el país que valiesen por lo ménos'$ 800 libres ó tener una renta de $ 150 al 
afio, saber leer y escribir y pagar ál fisco la contribución directa respectiva. La 
Constitución de 1821 no exigía sino una propiedad de $ 100 ó tener algún ofi- 
<iiOf profesión ó industria útil con casa ó tall«i^ abierto* salvo ios jornaleros y 
sirvientes. La Conatitucion de 1882 exigia solamente tener la subsistencia ase- 
parada sin sujeción á otro individuo y no ser vago declarado. 



— 18© — 

• \ . . ' . VI. 

RELIGIÓN. 

A&í en tiempo de la eoloniai eomo en el de la Eepública haats^ 
1§53 la religión católica, apostólica^ romana fdé la única p^^' 
luitida á los colombianoB y la que el Gobierno amparó. Sin em- 
bdttgo, el amparo del Gobierno colonial iba basta la Inqnidi-' 
cion yeldel gobierno propio solo á hacer del catolicismo lar 
religión del Estado. ^' El tribunal de la Inquisición," dice Be»- 
trepo^ "era otro de los superiores que existían en el antíguu^ 
territorio de Colombia, y ejercía su imperio despótico sobo» 
todo el Vireinato de Santafé, lo mismo que sóbrelas Oa^pitanías 
generales de Venezuela, de Cuba y de Puertorico ; él residid 
en la ciudad de Cartagena de Indias. Se componía de dos In- 
quisidores y de un fiscal, que por lo común eran españole» 
europeos. En las principales ciudades del extenso territorio á& 
su dependencia, la Inquisición de Cartagena tenia jueces dele- 
gados ó comisarios para instruir los procesos correspondiente» 
á sü odioso ministerio, los que hacian temblar aun á los honv- 
bres más virtuosos." Como yá hemos dicho, los Inquisidores 
gozaban de cuantiosas rentas, que se les satísfacian. con los 
productos de una canon gía suprimida en cada una de las. sillas 
episcopales que tabia dentro del territorio sometido á su juris- 
dicción. 

'' Se ha escrito tanto," continúa Restrepo, ^' en estos último» 
tiempos sobre el formidable tribunal de la Inquisición de Es- 
paña y sobre su bárbaro y cruel modo de proceder, que Juzgar 
mos inútil repetirlo : basta saber que en sus juicios presidia el 
más profundo secreto é incomunicación de los reos 5 que no 
habia apelación ni recurso alguno pora la inocencia oprimida ; 
en fin, que las infelices víctimas eran condenadas al fixego. Sin 
embargo, el rigor de la Inquisición habia cedido mucho á la» 
luces del siglo, y hacia más de sesenta años que en estos países 
no se quemaban brujas ni hereges. Las penas inquisitoriales 
se reducían á penitencia, prisiones, multas y á la infamia, que 
siempre acompañaba al que habia tenido la desgracia de ser 
procesado por la Inquisición. 

c *< Otro de los males harto grave que causaba este tribunaá 
era impedir el progreso de las luces con la prohibición de 
aquellos libros capaces de ilustrar á los pueblos, disipando lá 
ignorancia y el fanatismo. Esta prohibición excitaba las dejiuih 
olas, las visitas domiciliarlas á lasHbrerías de los particulares,, 
y espantaba las conciencias con las excomuniones fulminadas 
contra los poseedores de libros prohibidos, quienes de un iuB-^ 
tante á otro se veían procesados por la InquiíÍLcion." 
' L!a iglesia colombiana se componía en tiempo del Gobierncf: 
español del arzobispado de Santafé y de los obispados de San-' 
tamarta, de Cíirtagena, de í^opayan y de Panamá. Este último 



— 181 — 

I 

era sufragáneo del arzobispo de Lima. Al arzobispado y á los 
obispados seguian en el orden gerárqnico los capítulos ecle- 
siásticos, los vicarios foráneos, los curas y los sacristanes de 
las parroquias. El clero regular dependía de los vicarios gene- 
táím de Madrid. ' El cleiro secular y el tolto, ai)arte de sus 
rentas propias y de ciertos dereclios, ^ran sostenidos con el 
Iirodnoto de los diezmos que el Papa Alejandro VI concedió á 
Im Reyes Católicos desde los primeros dias del destóubrimientd 
de la América. 'De estos diezmos correSpondiati á la real ha- 
cienda tres novenas partes y el resto era distribuido entré el 
€iero, las iglesias y los hospitales. La renta de diezmos era 
administrada por un poder mixto, civil y eclesiástico. -Cada 
añade la^ órdenes regulares poseía varios Jbienes raíces y 
viu»ios capitales impuestos á censo. 

Hacia la época de la revolución de la Independencia, el 
producto de la renta de diezmos era, poco más 6 menos, como 
fiúgne: 

Santafé, arzobispado. $ 28(5,000 

í Cartagena, obispado. . . * . . .- 32,000 

Santamarta, id s ..24,000 

Panamá, id :...... 25,000 

? Popayan, id...... €6,000 

. • ' ■ , ,• > , 

Total $433,000* 

Un esa n^sma época el personal del clero era el siguiente : 

Cl«ro sécaldr. Clero regular. > Total. 

• Santafé......... 535 532 1,067 

^ Cartagena.... 184 45 229 

-Santamarta 79. 2 81 

' Panamá 89 j : 25 114 

Popayan 290 64 354 






Totales.;.... 1,177 668 1,845** 



* Los diezmos de la América, que al priocipio produciau muy póoo, s» 
i II vertían en construir iglesfas y pagar los ministros del cuVto. Posteriormente 
(S de Febrero de, 1541} dispuso Carlos Y que su producto fuera dividido en 
cyatro partes, asi : una para los obispos y otra para, los cabildos eclesiásticos ; 
de ítm otras dos partes debian deducirse dos novenos para Id real hacienda; 
ttee novenos para la fábrica de las iglesias y para los hospitales, y los cuatro 
restantes para los curas y los sacristanes. Esta disposición fué obedecida hasta 
pi:¡ncipio8 de| presente siglo, en que el Papa mandó que se tomase un novena 
fxiás de la masa total de los diezmos y se le diese al fisco. 

** Carecemos de datos exactos respecto de las monjas; pero Bestrepo diae 
el liabUr conjuntamente de los países de la antigua Colombia : '*Las monjas 
|>rof68as eran aproximadamente 800, y había en los conventos - entre novicias, 
edocandas y sirvientas- 1,889. El total de las mujeres aue vivían en la clausura 
áé 21 óonventos de monjas áe diferentes órdenes asoenaia á 2,189." 



f 



^ 182 — 

** Los reyes de España,^ continúa diciendo Eestrei)0, " ejer- 
cían un derecho precioso sobre todas las iglesias de América : 
tal era el de patronato, que Fernando el Católico tuvo la sabia 
previsión de asegurar para sí y para sus sucesores cuando aún 
no se conocia toda la importancia de los nuevos descubrimien- 
tos del célebre Colon. Como patronos de la iglesia de América, 
los reyes de España nombraban todos los arzobispos y obi»^ 
pos, y el Papa les expedía inmediatamente las bulas ; elegían 
también para las dignidades, prebendas, oanongías y dema» 
plazas eclesiásticas, y con solo su nombramiento los cabildo» 
daban la institución canónica á los electos. Los beneficios cura- 
dos y otros menores se i)roveián por los Vireyes, los Capitanes 
generales y los Gobernadores, los cuales ejercian el vicepatto- 
nátó real. 

" Los monarcas españoles tenían dos grandes móviles para 
manejar el clero en América : el ínteres y el temor. Pendiendo 
de la autoridad real la provisión de las dignidades y de los 
beneficios eclesiásticos, los miembros del clero vivían sujetos 
al soberano, de quien todo lo esperaban. Como éste podía tam- 
bién expelerlos de sus dominios y privarlos de sus temporali- 
dades sin contar pai^ nada con la potestad eclesiástica, temían 
justamente incurrir en su indignación. Así es que en los tres- 
cientos años de la dominación española en América, hubo 
pocos ó ningunos ejemplares de que el clero hubiese turbado 
la tranquilidad pública con disjmtas ni competencias ruidosas ; 
siempre manifestó la más sumisa obediencia.... La religión 
del pueblo era la católica, apostólica, romana, única y exclusiva. 
El clero secular y regular tenia mucho influjo sobre los habi- 
tantes, á quienes dominaba por medio de sus conciencias. Estje 
influjo era grande en la Cajútanía general de Venezuela, mayor 
en Santafé y en las provincias de la Nueva Granada propia- 
mente dichas, y excesivo en las que componían la Presidencia 
de Quito. Parece que se aumentaba cuando eran menores las 
comunicaciones de los pueblos con los extranjeros. Confesarse 
y comulgar anualmente, oír misa y rezar el rosario todos los 
dias, hacer novenas y peregrinaciones y visitar las imágenes 
que se veneraban en algunos santuarios célebres : hé ahí las 
obras del culto externo que los pueblos creian más agradables 
al Ser Supremo. De lo dicho se infiere que la religión del prn^ 
blo se dirigía casi enteramente á las prácticas exteriores, algu- 
nas de ellas supersticiosas. Tenia en lo general bastante fana- 
tismo é intolerancia. Los cristianos de otras comuniones se 
juzgaban por la masa de nuestros pueblos como hereges é 
impíos detestables, que no podían tener virtudes y con quienes 
debíamos evitar todo trato y comunicación. Esta era opinión 
recibida aun por el mayor número de nuestros teólogos y cano- 
nistas, quienes la sostenían acaloradamente. Tales opiniones 
eran en extremo favorables al clero secular, al regular y á las 
monjas. Una gran parte de las propiedades y riquezas de los 



_ 183 _ 

ciudadanos haWan pasado al clero y á los concentos, bajo losí 
títulos de ñindaciones piadosas, capellanías, donaciones y dotes 
para monjas. No se tenia por buen cristiano el que, muriendo, 
uo dejaba algo á los conventos é iglesias, ó fundaba capellanías 
para que se dijera cierto número anual de misas por su alma, 
á fin de que no penara en el Purgatorio. El mismo juicio se 
formaba del que no habia comprado la bula de Cruzada.'^ * 

La ley fundamental de la Eepública de Colombia, expedida 
por el Congreso de Angostura el 17 de Diciembre de 1819, no 
estableció nada sobre la religión del Estado y de los ciudada- 
nos. En ella apenas se dijo : '' En el nombre y bajo los aus- 
picios del Ser Supremo se ha decretado y decreta la siguiente 

ley fundamental &c.^^ La Constitución de 1821, expedida 

por el Congreso general de Cuenta tampoco dispuso nada res- 
pecto de ese punto 5 pero en la alocución dirigida á los colom 
bianos por ese Congreso y suscrita por el Presidente de él, 
doctor Miguel Peña, por el Vicepresidente, el Obispo de Mérida 
y de Maracaibo, y por los tres diputados secretarios, Francisco 
Soto, Miguel Santamaría y Antonio José Caro, se dijo : " Tal 
hfb sido el plano sobre que se ha levantado la Constitución de 
Colombia. Vuestros Representantes solo han puesto una con- 
fianza ilimitada en las leyes, porque ellas son las que aseguran 
la equidad entre todos y cada uno ; y son también el apoyo de 
la dignidad de Colombia, la fuente de la libertad, el alma y el 
consejo de la República. Pero lo que vuestros Representantes 
han tenido siemi)re á la vista y lo que ha sido el objeto de sus 
más serias meditaciones, es que esas misnaas leyes fuesen ente- 
ramente conformes con las máximas y dogmas de la religión 
católica, apostólica, romana, que todos profesamos y nos glo- 
riamos de profesar. Ella ha sido la religión de nuestros padres, 
y^es y será la religión del Estado : sus ministros son los únicos 
que están en el libre ejercicio de sus funciones, y el Gobierno 
autoriza las disposiciones necesarias para el culto sagrado.'^ 
.< Según la ley de patronato de 1824 el Gobierno creaba los 
araobispados y obispados y les señalaba los límites de sus res- 
pectivas jurisdicciones ; permitía ó indicaba la necesidad de la 
odebracioB de los concilios 5 permitía ó nó la fundación de mo- 
n^iSterips y podía, suprimir los existentes y disponer de sus ren- 
tas 5 formaba el arancel de los derechos eclesiásticos ; interve- 
nía en el manejo de la renta de diezmos y tomaba para sí una 
parte d,e los productos de éUa 5 concedía ó rehusaba el pase á las 
Was y á los breves pontificios; expedía leyes sobre disciplina 
eclesiástica ; presentaba los candidatos para ocupar las sillas 
episcopales y provecía directamente las canongías ; nombraba 

4 

■-' . * I 

.* Era Ilapiacia así la bula apostólica en que los pontífices romanos concedían 
diferentes indulgencias á los que iban á la conquista de la l'ierra Santa. Des- 
loes fué extendida esta gracia á los diferentes reinos de España j á los fiele» 
de ellos que oontribuian coa la limosna fijada para hacer los gastos de 1» 
guerra; contra los. infieles y para la defensa de la religión católica. 



A.J 



— 184r — 

()«|eB ,1q iTe^iresentaae e:^ los síooddB ; luwabrato ^09 Gnras pa- 
rroquiales; aprobaba ó nó los nombramientos de Provinciales 
é intervenía en los asuntos de fábrica. En una palabra, era el 
soberano administrador de la Iglesia. ^^ La Bepúbliea/' decia 
la ley, " debe continuar en el ejercicio de estos dereclws, y es 
un deoer de su Gobierno sostenerlos y reclamarlos de la Silla 
apostólica para que nada se varíe ni innove." En efecto, nada 
fué variado ni innovado y la Iglesia colombiana continuó sujeta 
al Gobierno republicano como habia e^ado á los reyes de 
España. 

jBl Poder Ejecutivo podia hacer recoger las bulas, y ios 
breves <yie no hubieran obtenido el pase del Congreso, o que 
de alguna manera se opusiesen á la soberanía y á las pr^oga- 
tivas de la nación ; y por medio de los Intendentes cukLaba de 
que los eclesiásticos no usurpasen la jurisdicción civil y no elu- 
diesen ni contrariasen las leyes, las órdenes y las disposiciones 
del poder civil. Correspondía á la Alta Corte de Justicia cono- 
cer de las causas de inñdelidad á la EepúWica de los Arzobis- 
1M)S y Obispos, y de las de usurpación de los mismos de las 
prerogativas y de la soberanía pública. También le era permi- 
tido á aquel tribunal extrañarlos del suelo de la patria y 
mandar que fuesen ocupadas sus temporalidades. 

Jil Congreso cuidaba de las rentas de fábrica y exigia de los 
prelados y cabildos eclesiásticos la cuenta anual de ellas. Los 
Intendentes primero y después los Gobernadores nombraban 
los mayordomos de fábrica. * 

La ley á* de 10 de Mayo de 1848 dispuso que las cuentas de 
la renta de fábrica de las iglesias catedrales fueran examina- 
das y fenecidas por la Corte nacional de Cuentas. 

La ley fundíimental de la Eepública de Nueva Granada no 
estableció nada sobre reügion (Noviembre de 1831). En la 
Constitución de 1832 se dijo : " Es im deber del Gobierno pro- 
teger á los granadinos en el ejercicio de la religión catóUca, 
apostólica, romana." . 

En esta vez, como en 1821, el Presidente de la Convención 
nacional, que lo era el Obispo de Santamarta, dirigió tina alo- 
cución á los granadinos, autorizada por el Secretario de la 
Convención, Florentino González, en la cual dijo : — ^* Se ha 
establecido el rigoroso deber que tiene la Nueva Granada^ de 
X)roteger la santa religión católica, apostólica, romana. Esta 
religión divina, la única verdadera, precioso origen del bien 
que heredaron los granadinos de sus padres, que recibieron del 
cielo en el bautismo y que por la misericordia del Dios que ado- 
ramos conservaremos todos intacta^ pura y sin mancha.'^ 

El Código Penal, que fué expedido en 1837, disponía ^ue el 
eclesiástico — secular ó regular — que en el 'Cjercieio de su 

* Se da el nombre de r^nfa de fábrica i lo qne se Qohr& é. los £el66 para 
reparar las iglesias j para hacer los gastos del culto. 



— 185 — 

mioisterio^ en diseorso ó isemón sA {^ftlilicó, (^dftá-^pái^toral, 
edicto ú otro escrito religioso, tratara de persaadir dé que no 
se guardase en todo ó en parte la Oonstitneion de la Eepúbliea^ 
debia snMr la privación de los derechos políticos y de los óiri- 
les y de cnatro á ocho años de prisión» Terminada ésta, debia 
ser confinado por dos ó coatro años en un lugar distante de 
aquel eil donde habia cometido el deUto. El cura 6 el prelado 
de la iglesia que hubiese presidido el acto en que se. hubiese 
predicado tal sermón y no lo hubiese impedido, y el Secretario 
que hubiese autorizado la carta-pastoral ó el edicto, pagaban 
ana multa hasta de $ 300. 

El eclesiástico — secular ó regular — que en el' ejercicio de 
su ministerio, de palabra 6 por escrito, propagaba cualesquiera 
máximas ó doctrinas que tendiesen directamente á destruir 
ó á Jrastomar la Oonstitneion con hechos, ó que con sermón, 
carta-^pastoral 6 edicto causaba alguna sedición, algún motin 
é alboroto popular ; ó que en sitio público ó en concurso 
daba voces sediciosas contra la observancia de la Constitución, 
suMa la. pena de dos hasta seis años de prisión. Xas sátiras, 
.burlas é invectivas de los sacerdotes contra las leyes eían cas- 
tigadas con multas hasta de $ 400. 

La Constitución de 1843 dijo : " La religión catóUca^ apos- 
ti^ica, romana es la única cuyo culto sostiene y mantiene la 
República-'^ "Es también un deber del Gobierno proteger á 
los granadinos en d. ejercicio de la religión católica, apostólica, 
romana.'* 

En 1850 se mandó cesar la intervención del Gobierno en el 
cobro de las primicias y de los derechos de estola. * En 1851 
fueron abolidos los diezmos y se le señaló renta al clero. Tam- 
bién fué abolido en ese mismo año el fuero eclesiástico y el asilo 
en las iglesias. En 1852 se les dio á la« municipalidades la facul- 
tad de nombrar los curas parroquiales. Finalmente, la ley de 
16 de Junio de 1853 separó la Iglesia del Estado y mandó 
cesar toda intervención de las autoridades civiles, nacionales 
y municipales^ en la elección y presentación de candidatos para 
la provisión de beneñcios eclesiásticos, y en todos los asuntos 
relativos al ejercicio del culto católico. Mandó esa ley además 
que no se estableciesen contribuciones forzosas para el soste- 
nimiento de los cultos 'y que los prelados^ ministros y funciona- 
rios de éstos, fuesen de la clase ó condición que fuesen, queda- 
ren sometidos á las leyes y á las autoridades civiles del país ; 
que ninguna corporación religiosa tuviera carácter público, y 
que los ampios católicos con sus rentas y propiedades perte- 
neciesen á las respectivas parroquias. 

La misma ley de que hablamos derogó todas las de la Ee- 
oopilacíon Castellana y todas las de la Eecopilácion de Indias 

* Dase est6 nombre á los emolumentos que se pagetn á los -earas .párroco» 
por las fanoiones qiie se hacen en sa iglesia apnque np asistan ellos á ta)ea 
fuocioneot 



5 

i 

I 



— 186 — 

que trataban de asuntos eclesiásticos, y las que estuviesen en 
relación con ellas ó que en alguna forma y manera restringie- 
sen ó prohibiesen el ejercicio de los actos civiles á los individuo» 
eclesiásticos, seculares ó regulares, á fin de que tales individuo» 
jmdiesen adquirir, contratar, heredar, testar y hacer uso de 
todos los derechos que tenian los colombianos. A igual anu- 
lación fueron sometidos todos los actos administrativos que 
se rozaban con la antigua intervención del poder temporal en 
los negocios de la Iglesia. 

La Constitución de 1853 dijo : " La Eepública garantiza á 
todos los granadinos 5? la profesión libre, pública ó priva- 
da de la religión que á bien tengan, con tal que no turben la 
paz pública, no ofendan la sana moral, ni impidan á los otro» 
el ejercicio de su culto." La Constitución de. 1858 dijo : " La 
Confederación reconoce á todos los habitantes y transeúntes . . . - 
10? '^ La profesión libre, pública ó privada de cualquiera reli- 
gion; pero no será permitido el ejercicio de actos que turben 
la paz pública, ó que sean calificados de punibles por leyes 
preexistentes. 

El dictador Mosquera expidió en 1861 varios decretos sobre 
tuición, extinción de las comunidades religiosas y desamortiza- 
ción de los bienes llamados de manos muertas. El primero de 
éstos disponía : 1? que el Poder Ejecutivo ejerciese en adelante 
el derecho de tuición respecto de todos los cultos 5 2? que nin- 
gún ministro siiperior del culto pudiera ejercer sus funciones 
sin el pase ó autorización del Presidente de la Eepública y de 
los Gobernadores de los Estados,. en su caso ; y 3? que fueran 
extrañados del territorio de Colombia los contraventores á este 
supremo mandato. " Las Reales Audiencias ejercían en Amé- 
rica,'' dice Eestíepo, "el derecho precioso de tuición, quei co- 
rresponde a la suprema potestad civil para favorecer á sus 
subditos cuando no se hace justicia á éstos por los prelados 
eclesiásticos. Estos recursos, llamados de fuerza, componen uno 
de los eslabones que ligan la potestad independiente de la 
Iglesia en los países católico-romanos, é impiden que los jueces 
eclesiásticos abusen de la autoridad oprimiendo á los que liti- 
gan en sus tribunales. Solamente contra el de la Inquisición no- 
se podia instaurar recurso alguno de fuerza.'' 

El decreto sobre desamortización decia : " Tod^s las pro- 
piedades rústicas y urbanas, derechos y acciones, capitales de 
censos, usufructos, servidumbres ú otros bienes que tienen 6 
administran como propietarios 6 que pertenecen á las corpora- 
ciones civiles ó eclesiásticas y á los establecimientos de educa- 
ción, de beneficencia 6 caridad en el territorio de los Estados 
Unidos de Nueva Granada, se adjudican en propiedad á la na- 
ción por el valor correspondiente á la renta neta que en la actua- 
lidad producen 6 pagan, calculada como rédito al 6 i)or ciento 
anual, el cual será reconocido sobre el Tesoro al mismo canon." — 
" Bajo el nombre de corpordciones se comprenden todas las 



— 187 — 

iMornuBidades religiosas de uno y otro sexo, cofradías y archí- 
cofradías^ patronatos, capellanías, congregaciones, hermanda- 
des, parroquias, cabildos, municipalidades, hospitales j en 
general todo establecimiento y fundación que tenga el carácter 
de duración perpetua é indefinida.'' — ** Se exceptúan de esta 
adjudicación los edificios destinados inmediata y directamente 
al servicio ú objeto del culto ó del instituto, como los templos^ 
casas de reunión episcopal, casas municipales, colegios, hospi- 
tales, hospicios, mercados, cárceles, penitenciarias, casas de 
corrección y de habitación de los religiosos ó de las monjas ; 
y por razón de oficio,- las que sirvan al objeto de la institución, 
como las casas de los párrocos, de los magistrados y los locales 
de las oficinas públicas. Se exceptúan también las propiedades 
pertenecientes á las Municipalidades, los edificios, ejidos y te- 
rrenos destinados exclusivamente al servicio público de las 
poblaciones á que pertenezcan." La Convención nacional de 
iüonegro ratificó expresamente este decreto y prohibió á los 
n^nistros de los cultos ejercer las funciones de su ministerio 
antes de prestar, ante la primera autoridad política respectiva, 
juramento de obedecer la Constitución, las leyes y las autorida- 
des de la Eepública y de los Estados. 

El decreto sobre extinción de las comuuidades religiosas 
dispuso que los respectivos capellanes recibiesen por inventa- 
rio los vasos sagrados, las alhajas, los ornamentos y demás 
objetos pertenecientes al culto. Los archivos, cuadros de pintu- 
ras, bibliotecas y objetos de ciencias y de artes se mandaron 
pasar á la Biblioteca nacional. Más tarde se asignó para su 
subsistencia, en calidad de renta viajera, una i)ension del Teso- 
ro á los frailes y á tas monjas profesas. 

La Constitución nacional vigente dice : " Es base esencial 
é invariable de unión entre los Estados el reconocimiento y la 
garantía por parte del Gobierno General y de los Gobiernos 
de todos y de cada uno de los Estados, de los derechos indivi- 
duales que pertenecen á los habitantes y transeúntes en los 
Estados Unidos de Colombia, á saber : " 16. La profesión libre, 
pública ó privada de cualquiera religión, con tal que no se 
ejecuten hechos incompatibles con la soberanía nacional ó que 
tengan por objeto turbar la paz pública." 

" Para sostener la soberanía nacional y para mantener la 
seguridad y la tranquilidad públicas, el Gobierno nacional y 
los de los Estados en su caso ejercerán el derecho de suprema 
ii^peecion sobre los cultos religiosos según lo determine la ley." 
^' Para los gastos de los cultos establecidos ó que se establezcan 
en los Estados Unidos, no podrán imponerse contribuciones. 
Todo culto se sostendrá con lo que los respectivos religionarios 
suministren voluntariamente."-*-" Los ministros de I03 cultos 
n& son elegibles para el desempeño de los puestos públicos." 

La religión dominante en el país es la católica, apostólica^ 
romana. Los salvajes son 'idólatras. 



I 



— 188 — 

La^ ley de 30 de Euero dé 1832 al señalar los límitéd de la 
diócesis ^ Bogotá y de Popayan dijo: ^<Las iglesias parro- 
quiales de Pamplona, de San José de Cúcuta, de Limoncito Jr 
de San Faustino de los Eios, que están comprendidas dentro 
de los límites de Pamplona y de la Nueva Granada y <Je loé 
del arzobispado de Bogotá, f quedan adscritas con sus respec- 
tivas feligresías al referido arzobispado de Bogotá,"*— ^^Las 
iglesias parroquiales de Tumaco, de Barbacoas, de Isouandé, 
de Guapi (á orillas del rio de este nombre), del Trapiche, á 
orillas del de Micay, que están comprendidas dentro de los 
límites de la provincia de Buenaventura y de la Nueva Grana- 
da, quedan adscritas con sus respectivas feligresías al obispado 
de Popayan. 

En Febrero de 1832 fué designada la ciudad de Antioquia 
para sede episcopal de esta diócesis. 

En Mayo de 1834 fué erigido el obispado de Pamplona, 
compuesto de la provincia del mismo nombre } y en Mayo de 
1835 fué creado en Pasto un^obispado auxiliar del de Popayan, 

En 1844 se dio á la diócesis de Panamá un Obispo auxiliar. 
, En 184T fné creado elobispado de Pasto con las provindas 
de Barba(?oaSj de Pasto y de Tuquerres y con el Territorio d^ 
Caquetá. 

El Arzobispo de Bogotá tenia $ 8,000 de sueldo anual y 
$ 1,500 su auxiliaa:, al cual se le daba el nombre de Obispo de 
Galidofláa. Los Obispos de Cartagena, de Pamplona, de Pana^ 
má y de Santamarta gozaban de una renta anual de $ 4,000- 

La ley de 27 de Mayo de 1847 mandó que las fiestas de los 
santos patronos de los lugares no pasasen de tres en el aiio, y 
prohibió que se obligase á los vecinos á costear fiestas reüágio* 
sas ó á contribuir para ellaa. 

El obispado de Boyacá, que fué el último que creó el Cto^ 
bierno de la Eepública, fué erigido el 4 de Abril de 1850, y 
debió componerle de las provincias de Yólez, de Tunja, de 
Túndama, del Socorro y de Casanare. La catedral debia seria 
iglesia de Santiago de la ciudad de Tui\ja. Por diferentes cau- 
sas, este obispado no se estableció hasta 1880 ; esto es, 30 años 
después. 

Según esta organización, el único Estado de la EepúbMca" 
en donde no hay obispado es el del Tolima. 

Los gastos del culto cuando éstos se hadan con fondos del 
Tesoro eran de $ 150,000 al año, ó poco menos. Hoy la renta 
nominal común del 3 por ciento (iglesias, cofradías, patronatos 
y capellanías) es de $ 96,637, y el monto de las pensiones de 
las monjas exclaustradas de $ 41,700. Total $ 138,337. 

El Arzobispo Cristóbal de Torres fiíndó el Colegio de 

^ Esta ley es otra de l«s pruebas del doiüitúo de Colombia sobre el territorio 
de San Faustino. . . ' 



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— 189 — 

Niiestr^ SeSóra del Bosalio eñ 1635. El Arzobispo Ldis Zapata 
erigió el Seminario Menor en 1685, y el Arzobispo Lobo Gue- 
rrero el Seminario de San Bartolomé en 1599. Otros distingui- 
dos eclesiásticos hicieron importantes servicios á la causa de 
las luces y casi todos los hicieron muy notables á la de la 
Independencia nacional. El primer Arzobispo de la KepúbK- 
ca, Oaycedo y Flórez, fué uno de los sacerdotes deportados 
por Morillo. 



SERIE BE LOS OBISPOS DE SANTÁMAJtTA QUE OOBERNARON 
BN ESA DIÓCESIS Y DE LOS ARZOBISPOS QUE HA TENIDO LA 
IGLESIA METROPOLITANA DE BOGOTÁ DESDE SU ERECCIÓN - 
fLECHA POR BULA DEL SUMO PONTÍFICE PIÓ IV, EXPEDIDA EN 
BOMA EL día 17 DE ABRIL DE 1663 - HASTA EL A^O DE 1882. 

(La colonia. De 1587 á 1804). 
OBISPOS. 

1? Juan Fernández de Ángulo. Hechos el descubrimient 
to y conquista del país de Cundinamarca por Gonzalo Ji- 
ménez de Quesada, el Obispo Ángulo mandó en calidad de 
Provisor y para arreglar todo lo concerniente á lo eclesiás- 
tico al Canónigo Pedro García Matamoros, quien gobernó 
por alguiíos años. El señor Ángulo llegó á Santamaría en el 
año de 1537 y murió en el de 1642. 

2? Fray Martin de Calatayud. Vino á Santamaría en él año 
d^ 1545, y de viaje para Lima con el fin de consagrarse pasó 
por Santafé, en donde se le presentaron algunas dificultades 
para que lo reconocieran como Obispo, pues no estaba con- 
sagrado. Eeconocido al fin, gobernó algún tiempo y siguió su 
viaje. Murió en Santamaría el año de 1549. 

3? Fray Juan de los Barrios y Toledo. Tomó posesión en 
Santamarta en el año de 1552, y como tenia órdenes, así del 
Papa como del rey de España, de trasladarse al interior, lo 
hí^o así. Erigida entonces la iglesia metropolitana, fué nom- 
brado Arzobispo } pero como se llamaba Juan y en la bula se 
le llamaba Martin, no sé atrevió á hacer la erección, ni á tomar 
él título de Arzobispo. Consultó al Papa 5 y aunque se le con- 
testó por Pío V que de él Ita de quien había hablado su ante- 
cesor Fio rVj estja contestación llegó cuando yá había muerto* 
No se puede pues tenerlo como primer Arzobispo, pues no fué 
investido del palio, que es lo que da facultades á esa dignidad 
eclesiástica. Murió en Bogotá el 12 de Febrero de 1559. 

AEZOBISPO». 

1? Fray Luis Zapata de Cárdenas, de la orden de San Fran- 
ciseo. Tomó posesión en 1578 y murió en Bogotá el 24 de 
Enero de 1590, 



— 190 — 

2? Alonso López Dávila. Fué nombrado el 12 de Enero de 
1591 y murió en 31 de Diciembre del mismo año en la isla de 
Santodomingo, de donde era Arzobispo. 

3? Bartolomé Martínez Mesa. Fué nombrado en 12 de Ene- 
ro de 1593 y murió en Cartagena el 5 de Agosto de 1594 sin 
haber venido á Bogotá. 

4? Andrés Caro. Electo, no vino : se quedó en España. 

6? Bartolomé Lobo Guerrero. Tomó posesión en el año de 
1599. ííombrado luego Arzobispo de Lima siguió hacia ella 
el año de 1608. Estableció antes el Colegio Seminario de la 
Arquidiócesis, que entregó á la dirección de los jesuitas que al 
efecto habia traido de España. 

6? Juan de Castro. Electo en el año de 1608, murió en 
Madrid el 1.^ de Ago3to de 1612 antes de haber emi>rendido 
viaje. 

7? Fray Pedro Ordóñez Flórez. Tomó i)osesion en Febrero 
de 1613 y murió el 11 de Julio de 1614. 

8? Fernando Arias de ligarte, natural de Bogotá, fonda*- 
dor del convento de Santa Clara. Tomó x>osesion el 7 de Enero 
de 1618 y fué promovido al arzobispado de Charcas en 1619. ' 

9® Julián de Cortázar. Tomó posesión el 4 de Julio de 1620, 
y murió en Bogotá el 25 de Octubre de 1627. 

10? Bernardino de Almanza, natural de Lima. Tomó pose- 
sión en 1627 y murió en la Villa de Leiva el 27 de Setiembre 
de 1633. 

11? Fray Cristóbal de Torres, de la orden de Santo Domin- 
go, fundador del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario 
de Bogotá. Tomó posesión el 8 de Setiembre de 1635 y murió el 
8 de Julio de 1655. 

12? Diego del Castillo Arteaga. Fué nombrado el 10 de 
Junio del año 1657 y se quedó en España. 

13? Fray Juan de Arguindo, de la orden de Santo Domingo. 
Tomó posesión el 17 de Julio de 1661 y murió en Bogotá el dia 
5 de Octubre de 1678. 

14? Antonio Sanz Lozano..Tomó posesión en el año de 1681 
y murió en Tunja en 1687. 

15? Fray Ignacio de Urbina, de la orden de mínimos de San' 
Francisco de Paula. Tomó posesión el 25 de Setiembre de 1690, 
fué Presidente de la Eeal Audiencia v gobernó el arzobispado 
hasta el año de 1696, en que murió. • 

16? Francisco Cosió Otero. Tomó posesión en el año de 1706 
y gobernó hasta 1714, en que parece fué trasladado aunque no 
se sabe á que iglesia. 

17? Francisco Eincon. Tomó posesión en el año de 1716, 
fué Presidente de la Eeal Audiencia y murió en el año de 1722. 

18? Antonio Claudio Alvarez de Quiñones. Tomó posesioíi 
en el año de 1724 y murió en el de 1736. 

19? Juan Galavis, monje premostratense. Tomó posesión en 
el año de 1737 y murió en el de 1739. 



ü 



— 191 — 

20? Diego Fe^min de Yergara, religiosa (Je la orden de San 
Agustin. Tomó posesión en el ano de 1740 y murió en 1744. 

21? Pedro Felipe de Azua Tiirgoyen, natui*al de Chile. 
Tomó posesión en el año de 1745 y muiió en el de 1753. 

22? Francisco Javier Araus, natural de Quito. Tomó pose- 
sión en el año de 1754 y murió en 1764. 

23? Manuel de Lora y Vetancour. Fué nombrado Arzobispo 
en el ano de 1765, hallándose en Cartagena. No llegó á tomar 
posesión. 

24? Antonio de la Eiva y . Mazo. Tomó posesión en Abril 
del año de 1768 y murió en Diciembre del mismo. 

25? Fray Lúeas Eamírez Galán, religioso de la orden de San 
Francisco. Fué nombrado Arzobispo en el año de 1770, pero 
se quedó en España. » 

26? Fray Agustin Manuel Camacbo y Kójas, religioso de la 
orden de Santo Domingo, natural de Tunja. Tomó posesión 
en el año de 1770 y murió en Abril de 1774. 

27? Agustin Al varado y Castillo. Tomó posesión en el año 
de 1775 y gobernó hasta el de 1778 en que fué trasladado al 
obispado de Ciudad-Eodrigo (España). 

28? Antonio Caballero y Góngora, caballero y gran cruz de 
la orden de Carlos III, Obispo de Córdova en España, Virey 
del. Nuevo Eeino, y Cardenal. Siendo Obispo de Yucatán, se le 
nombró Arzobispo de esta metrópoli y tomó posesión en el 
año de 1778. Murió fuera del país. 

29? Baltasar Jaime Martínez Compañón. Siendo Obispo 
de Trujillo en el Perú, fué promovido á este arzobispado y tomó 
posesión el 12 de Marzo de 1791. Murió el 17 de Agosto de 1797. 

30? Fernando del Portillo y Torres, Arzobispo de la isla de 
Santodomingo, fué promovido al arzobispado de Santafé de 
Bogotá en el año de 1798. Murió en 1804. 

31? Juan Bautista Sacristán. Fué nombrado en Junio de 
1804 ; no vino al país basta 1810, y sin baber regido su iglesia 
á causa de la revolución de la Independencia murió en Bogotá 
en 1817. 

32? Isidro Domínguez. Kombrado Arzobispo, fué consagra- 
do en Madrid 5 mas el país, libre y á, no lo quiso recibir. 

(La FtepúbUca. De lSO-1 á 18S2). 

33? Fernando Caycedoi^^ Flórez, granadino, natural de Yélez. 
Fué nombrado en 1827 y murió en 1833. 

34? Manuel José IMosquera. Fué nombrado en el año de 1834 
con arreglo á las disposiciones de la ley de patronato eclesiás- 
tico dada por el Congreso de Colombia. Se consagró en Popa- 
yan, de cuyo Cabildo Labia sido Canónigo doctoral. Murió en 
Marsella el ano de 1854. 

35? Antonio Horran. Fué nombrado en 1854 y murió en 1868. 

36? Vicente Arbeláez, es el actual jefe de la Iglesia cató- 
lica. Fué nombrado el 7 de Febrero de 1868. „ 



'«' -> '■■»* 



— 192 — 

vn 

EENTAS Y GASTOS. 

En tiempo de la colonia las rentas públicas y su piodaoi' 
do anuales eran los siguientes : 

Tabacos $470,000 Salinas 65,000 

Aguardientes .» . 296,000 Diezmos y Tacantes. .... 100,000 

Naipes • 12)000 Mesadas y medias anatas 

Pólvora 12,000 eclesiásticas* 22,000 

Adnanas... 190,000 Anualidades 28,000 

Alcabalas.... 185,000 Bulas de cruzada 80,000 

Quintos de metales 78,000 Correos S6,000 

Gasas de moneda 150,000 Confiscaciones y cocnisoe. 25,000 

Papel sellado » . . » . 58,000 Patios de gallos 700 

Venta de tierras baldías. . . . 4,000 Pasos de ríos y peajes. . . 6,000 

Tributos de indios 47,000 Berechoa de bodega S,500 

Pulperías 6,000 * Réditos de bienes de tem- 

Médias anatas 15,000 poralidades 48,000 

Oficios vendibles 10,000 Rentas generales **... .* 570,000 

Total $ 2.456,200 f 



Yá dijimos que después del triunfo obtenido en Boyacá tí 
7 de Agosto de 1819, Bolívar dio uu decreto en el cual dispuso 
que siguiera cobrando la Eepública las mismas rentas que 
habia cobrado el Gobierno español y en los mismos ténni- 
nos. La ley de 24 de Setiembre de 1827 estableció como rentas 
nacioaales fijas las siguientes : 1* los derechos que se pagaban 
en las aduanas por importación, exportación y toneladas ; 2^ 
los de depósito y de tránsito } 3» el producto del tabaco de oon- 

* La ley de 24 de Marzo de 1825 mandó que' dejaran de cobrarse la media 
anata y la mesada eelesiástica con que estaban gravados los sueldos de ios em* 
picados y las reutas de los eclesiásticos. 

** Se daba este nombre á todos los ingresos de la real hacienda qoe no 
tenían una denominación especial. 

f Puede formarse idea del modo cómo eran Ueyadas las ouentas públicas 
en tiempo del Gobierno español por el presupuesto qoe signe: 

Pedimento del ramo de ingenieros $ Adjlll'^ 

Dicho de «rtílleria 60.^98 I j 590,116 Oartagen» 

Presidio de Cartagena 7,666 í "^ » » 

Marina l'76,84'7j 

Gastos de la 3.^ división 2.209,069 

Totol .$ 2.699,186 

Liquido sobrante de la real hacienda, pagados los em- 
pleados civiles 1.1S1,987 

Déficit t 1.467,246 



— 193 — 

«nmo y de exportatíon ; 4* ía parte de diezmos que corresptm- 
>dian al Gobierno ; 5* los derechos de registros y de hipotecas 5 
6* el producto de la veutadel papel sellado ; 7* el de los portes 
de cartas y el de las encomiendas ; 8* el producto de quintos, 
^e ftindicion y de amonedación de los metales preciosos ; 9* el 
producto de los derechos de destilación y venta de aguardien- 
te ; 10* el producto de vacantes eclesiásticas, mayores y meno- 
res 5 11* el derecho sobre las ventas públicas ; 12* los productos 
de las salinas ; y 13* los de la^ bodegas de la nación. Las ren- 
táis eventuales eran las siguientes : las inultas^ las dé tierras 
baldías, los arrendamientos de fincas públicas, los bienes se- 
cuestrados, las temporalidades, los bienes mostrencos, y los 
^bintestatos en ciertos casos. 

Posteriormente la Kueva Granada estableció otras yentas, 
tales como los expolies episcopales, los derechos de nacionali- 
zación de buques, de sello de títulos, de internación de sal, 
<ie internación de efectos extranjeros por los ríos Magdalena 
y Cauca, de licencia para la exportación dé minerales concen- 
trados, de comisos, &c. , . 

Ademas de las nacionales, habla las rentas provinciales, las 
municipales y las comunales. 

Eran rentas provinciales : los productos de los censos, de 
los establecimientos, de las fincas y de los bienes de la respec- 
tiva provincia j los derechos de peaje, de pontazgo y de pasaje 
-en los caminos provinciales ; y la renta que producían las tie» 
rras baldías adjudicadas á cada provincia. 

Eran rentaos municipales : la tercera parte del producto 
total líquido de las rent-as comunales, exceptuados los derechos 
de pe^e, de pontazgo y de pasaje que se cobraban en cier- 
tas vías, y las rentas de censos, de establecimientos, de fincas 
y de bienes del respectivo cantón. 

Eran rentas comunales : las de las fincas, las de los bienes, las 
délos censos, &c. de propiedad 4© la ciudad, de la villa ó del 
distrito respectivo ; los productos de los peajes, de los pontaz- 
gos, de los pasajes, de los muelles, &t. del distrito ; lo que se 
cobraba por la venta de ganados mayores y menores, de las 
carnes y de los víveres que se consumían en cada población ; 
lo que se cobraba á los almacenes, á las tiendas, á las pulpe- 
rías, á las boticas, á las fondas», á las bodegas y á todos los 
establecimientos semejantes á esos ; lo que se cobraba á los tru- 
cos, á los billares y á otros juegos permitidos por la ley 5 lo 
que se cobraba por las aguas que se tomaban de los acueductos 
públicos para el servicio privado ; lo que se cobraba á los 
teatros y demás lugares de espectáculos públicos 5 lo que se 
cobraba por las mercaderías, los frutos y los víveres destinados 
al consumo 5 lo que se cobraba á los molinos de trigo 5 el pro- 
ducto (20 centavos) de lo que se exigia por cada marea que se 
ponía á las pesas y medidas, y el de los cuartillos y medio» 
a-eales que se cobraban por el aquiler de esas pesas y medidas, 

13 



i. 



— 194 — 

• 

de propiedad de los Cabildos ; el quinto de la renta de aguar^ 
diente y el producto de la venta de las áreas de población. * 

Ko era permitido en aquel entonces cobrar peaje por la& 
bestias y los ganados de tránsito. Se daba el nombre de paja 
de agua á la cantidad de ésta que podia pasar por un tubo de 
un diámetro de diez líneas. Cada paja valia desde $ á hasta 
$ 200, cantidades que eran pagadas de una vez ó que se reco- 
nocian sobre las rentas del común al 5 por ciento de interés 
al año. 

De las rentas municipalesdebian costearse la fiesta del 
Corpus y la del santo patrono de la cabecera del caí} ton. 

Las rentas de los caminos eran empleadas en la mejora y 
reparación de éstos, menos una quinta parte, que podia ingre- 
sar á las rentas municipales. 

Los gastos que ocasionaba la conducción de reos eran de 
cargo del cantón que los remitia al lugar en donde debian ser 
juzgados ó castigados. 

De las rentas comunales se liacian los gastos de las escue- 
las de primeras letras. 

Llamábase trabajo personal subsidiario el que se exigía á 
todos los habitantes de las ciudades, de las villas y de los dis- 
tritos parroquiales para la reparación de los caminos, de las 
calzadas, de los puertos, de los tambos y de las posadas, para 
limpieza de los ríos y de los canos navegables dentro de su 
respectivo territorio ; pero no se podia obligar á ningún vecino 
á prestar el servicio más allá de un miríámetro de distancia de 
su domicilio. El trabajo personal era de cinco dias en cada 
año, y el que debia. prestarlo po<lia poner sustituto ó pagar á 
las rentas el jornal respectivo. 

Los ga8tx)s nacionales los fijaba el Congreso, los proráicia- 
les las Cámaras de provincia, los municipales los Concejos 
respectivos y los comunales los Cabildos. 

Todas las rentas y todos los gastos pfiblicos estuvieron 
centralizados hasta 1850, año en el cual fueron descentraliza- 
dos por la Administración del General José H. López. La ley 
del caso declaró rentas nacionales las siguientes : la de adua- 
nas^ que comprendía toda clase de impuestos sobre buques, 
efectos y mercaderías procedentes del extranjero ; la de correos; 
la de amonedación de metales ; la de papel sellado; la de salinas; 
la de descuentos^ que provenia de lo que se les descontaba á 
los empleados que eran pagados del Tesoro nacional (menos el 
montepío militar) y á los pensionados civiles, y de lo que pro- 
ducían los sellos, el derecho de título, &c. ; la de multas é indem- 
nizü'CioneSj intereses de demora, premios y aprovechamientos ; 
el producto de la venta, del arrendamiento ó de la admini^tra- 

* La alcabala interior fué abolida en 1885. En 1844 fué déroigoda uim ley 
de 1841 que permitia In imposición de una oontribuoion comunal directa» que 
no llegó á ser establecida. 



— 195 

%ion de las tierras haldias, de las fincas, de las minas y demás 
bienes de propiedad nacional, y los productos de las t?to wa- 
eionales de comunicación. Los derechos de exportación fueron 
suprimidos en ese mismo ano. 

Las otras rentas y contribuciones fueron cedidas á las 
provincias — á cada cual las que eran cobradas en ella — con 
el derecho de administrarlas libremente ; ^sto es, con la facul- 
tad de suprimirlas, variarlas, aumentarlas ó disminuirlas, pero 
6in poder, en ningún caso, suprimir la oficina de hipotecas y de 
registros. Tampoco les fué x)ermitido á las Cámaras de provin- 
cia gravar con impuestos las rentas, los efectos y las i)ropieda- 
des nacionales, ni los efectos de tránsito (salvo peajes, pontaz- 
gos y pasajes), ni impedir la libre circulación de los objetos de 
comercio, ni gravar las industrias y productos gravados direc- 
tamente por el Gobierno nacional, ni imponer derechos á los 

• artículos de expoHacion. 

Las provincias y los territorios del istmo de Pftüamá quedaron 
comprendidos en las disposiciones de la ley de que hablamos, 
pero con las restricciones siguientes : 1* que en ningún punto 
del Istmo podian ser establecidas aduanas dé ninguna especie 5 
2* que las Cámaras de las i)rovincias del Istmo no podian im- 
poner contribuciones sobre los efectos, los equipajes y las i)er- 
sonas que pasasen de un océano á otro, salvo $ 2-40, cantidad 
que sí pedia ser cobrada á cada varón mayor de quince años, á 
«u embarque ó desembarque en alguno de los puertos paname- 
ños 5 3* que las mercaderías extranjeras procedentes del Istmo 

{ pagasen en los otros puertos de la Kepública los derechos esta- 

' bleoidos, excepto los de toneladas ; y 4* que lo que producía 
<enántes al Tesoro nacional la renta de las aduanas del Istmo, 
le fuese pagado á dicho Tesoro directamente por las provincias 

' de aquél. Los Territorios del «Darien y de las Bocas del Toro fue- 
ron agregados en aquel año á las provincias istmeñas más 

' inmediatas, y se ordenó que la mitad de lo que produjera la 
contribución sobre las personas de tránsito fuera aplicada para 
él establecimiento de hospitales de caridad, los cuales serian 
destinados principalmente para los extranjeros. 

En el primer año de la fnnílacion de la Eepública de lí'ueva 
"/Granada (1832) el Presut>uesto de rentas fué de $ 2.327,310 y 
[ el de gastos de $ 2.517,700. 

Diez y ocho año"^ después los Presupuestos de rentas y de 
gastos para el servicio del afio fiscal de 1850 á 1851, fueron 
los que siguen : 

' " Kentas. Reales. 

Correos :..:.. 819,000 

Salinas 4.790,000 

Papel sellado 608,000 



Pasan , 6.217,000 



'' -A-, 



— 196 — 

Vienen 6.217,000 

Monedas 300,000 

Bienes nacionales ^ 15,000 

Arrendamientos de minas 159,000 

Venta de tabaco 1.000,000 

Suma 7.691,000 

Impuestos. 

Censos, alquileres, premios. - 181,000 

Pensiones civiles 89,000 

Quintos de oro ...:... 850,000 

Diezmos 2.500,000 

Aguardientes 1.464,700 

Aduanas 7.000,000 

Internación de mercancías 37,000 

Exportación de mineral concentrado 20,000 

^Exportación de tabaco 320,000 

Caminos 526,700 

Hipotecas y registros 170,000 

Manumisión 80,000 

Sellos y derechos de título , , 40,000 

Multas 4,000 

Impuestos varios 65,600 

Siembras de tabaco 390,000 

Reemplazo de rentas suprimidas en el Istmo 460,000 

Suma (reales) 21.889,000 

O sean $ 2.188,900, ___^ 

Los gastos de los Departamentos administrativo» fueron en 
aquel año los siguientes : 

Deuda nacional - . . . . 4.397 398 

Gobierno 2.130^804 

Belaciones Exteriores 451,808 

Interior .' 18,624 

Justicia 919,080 

Giierra 5.043,205 

Marina ; 77 OOO 

Obras públicas - 2.844^108 

Instrucción pública , , 327^,370 

Culto ^ 1.407,365 

Beneficencia y Eecompensas ,. 2.060,554 

Gastos de Hacienda y del Tesoro - 6.651,930 

Suma (reales) 26.329,246 

O sean $ 2.632,924-60. 

En 1832 habia pues un déficit en el Tesoro de $ 190,390 y 
en 1850 uno de $ 443,524-60, 



— 197 — 

Diez anos más tarde, de 1859 á 1860, los Presupuestos de 
xentas y de gastos fueron los que siguen : 

Rentas. 

Adu anas $ 925,000 

lExportaeion de quina y de tabaco , 76,000 

Salinas 600,000 

Dereclio de timbre w 6,000 

Correos 65,000 

Amonedación 31,000 

Bienes nacionales - 40,000 

empresa del ferrocarril de Panamá 20,000 

Aprovechamientos 6,000 

Total $ 1.766,000 

Gmstofl de los Departamentos. 

Deuda nacional $ 931,087 

«obierno 120,771 

delaciones Exteriores 94,224 

Justicia ; 34,972 

Ouerra y Marina 259,480 

Obras pxiblicas 32,054 

Beneñcencia y Eecompensas 151,130 

Oastos de Hacienda y del Tesoro 559,448 

Total $ 2.183,166 

•.■.^"•.■^•""^■■^^ 

En la década de 1850 á 1860 las rentas nacionales hablan 
disminuido $ 449,758 y el déficit habia bajado á $ 417,166. 

Diez años después, de 1869 á 1870, los Presupuestos de ren- 
tas y de gastos fueron los que siguen : 

Aduanas $ L248,714 

Amonedación • 14,000 

Correos 60,000 

Bienes nacionales 38,000 

Ferrocarril de Panamá 250,000 

Telégrafo eléctrico 

SaUnas 600,000 

lutemacion de sales 6,000 

BieDes desatportizadod. 

Eentas $ 32,000 > ^ «oo aaa 

Tentas $ 1.300,000/ -^-^^^^0 

Ingresos varios 25,000 

Total $ 3.573,714 



198 — 



/ 



Gastos de los Departamentos. 

Deuda nacional $ 1.646,817 

Tesoro 142,480 

Bienes desamortizados - 27,700 

Obras públicas 44,000 

Interior 186,719 

Justicia , 25,060 

Eelaciones Exteriores 36,354 

Instrucción pública -...., 200,108 

Beneficencia y Eecom^ensas 74,000 

Gastos de Hacienda y del Tesoro - . - 500,756 

Fomento 124,700 

Correos 104,710 

Guerra y Marina 366,374 

Total.....: .....$ 3.469,778 



En la década de 1860 á 1870 las rentas nacionales aumen- 
taron en $ 1.807,714 y hubo un superávit de $ 103,936. * 



Los Presupuestos de 1879 á 1880 fueron los siguientes : 

Eentas. 

Aduanas $ 2.800,000 

Salinas 1.300,000 

Bienes nacionales 10,000 

Ferrocarril de Panamá. 250,000 

Id. deBolívar 150,000 

Bienes desamortizados 12,000 

Amonedación 4 12,000 

Correos 76,.000 

Telégrafos. , , 30,000 

Peaje en el rio Magdalena 40,000 

Ingresos varios 10,000 

Internación de sales. 40,000 

Pasaje de ríos navegables 9,000 

Total $ 4.739,000 

* La AclministracioD del Greneral Santander presentó en 1886 un superávit 
de $ 1.118,869, el cual estaba compuesto asi: tabaco en especie $ 8V4,562, 
pagarés de tabaco $ 24,626, id. de aduana $ 274,225, en la tesorería del Cbocó 
$ 31|102, en cartas sobrantes $ 2,808, en dinero $ 834,970 y en otros TAlores 
$ 76,671. Al terminar la segunda Administración del doctor Murillo en 1874 
hubo también un superávit en dinero sonante y documentos en cartera de más 
de un millón de pesos. 



— 199 — 

. Gastos. 

Interior $ 271,739 

Relaciones Exteriores 244,620 ' 

Justicia 31,992 

Instrucción pública 372,151 

Beneficencia y Recompensas 177,610 

Guerra 980,682 

Correos 611,430 

Gastos de Hacienda 1.390,943 

Fomento 4.311,700 

Tesoro 97,520 

Deuda nacional 2.138,061 

Bienes desamortizados , 15,371 ; 

Obras públicas 235,500 

Agricultura nacional - 100,000 

Total $ 10.979,319 

En esta década aumentaron las rentas en $ 1.164,686 y 
apareció un déficit de $ 6.240,319. 

Los tres últimos Presupuestos dieron los siguientes resul- 
tados: 

Rentas. Gastos. . Déficit. 

Del880ál881 $ 5.991,000 $ 17.909,44'7 $ n.918,44T 

Del«81ál882 6.1SS,X)00 16.06'7,918 10.284,918 

De 18824 1883 5.947,000 16.86'7,920 10.920,920 

Hoy en dia cada Estado tiene sus rentas propias. Estas ren> 
tas, junto con las de los distritos y con las nacionales, pueden 
ser estimadas en unos doce millones de pesos. 

Según el Anuario Estadístico de 1875 las rentas de los 
Estados en aquel año eran las que en seguida se expresan : 

Antioquia.. $ 396,563 

Bolívar 201,800 

Boyacá 122,100 

Cauca 158,400 

Oundinamarca .- 440,626 

Magdalena 78,801 

Panamá 318,000 

Santander 235,957 

Tolima 151,000 

Total. $ 2.103,247 



Cuadro comparativo de las rentas y de los gastos de los 
Estados de la Union en 1882 según las liquidaciones de sus 
respectivos Presupuestos : 



— 200 — 

1 

ANrriOQTTiA. 

Naturálésía de Icis rentas. 

Telégrafos $ 2,40^ 

Correos 800 

Casa de Moneda 17,500 

Imprentas ' 2,000 

Censos y alquileres .'. 650 

Venta de bienes del Estado 2,650 

Licores destilados 435,000 

Derecho de degüello 160,000 

Id. de consumo 130,000 

Id. de tabaco 25,000 

Id. de minas 15,000 

Id. de registro 15,000 

Id. de papel timbrado 18,000 

Aprovechamientos 34,000 

Total de rentas $ 858,000 

Total de gastos $ 753,087. 
Gravamen por habitante $ 2-34. 

BOLÍVAR. 

Naturaleza de las rentas. 

Consumo de carnes de ganado vacuno y de cerda. .$ 105,000 
Id. de harina, de azúcar, de tabaco, de café y 

de cacao 27,000 

Id. de mercaderías extranjeras 100,000 

Destilación, rectificación é introducción de aguar^ 

dientes - 24,000 

Derecho de registro y de anotación de hJi)otecas 7,300 

Dique y sus pasos. .........* 40 

Correos 2,300 

Venta de ediciones oficiales ' 160 

Aprovechamientos 1,000 

Salinas • 23,000 

Papel sellado 12,100 

Derechos de minas 32 

Eentas incorporadas 3,900 

Subvención del ferrocarril de Bolívar 6,000 

Diez por ciento adicional 12,900 

Venduta s 2,050 

Bienes del Estado 1,100 

Impuesto que grava la industria del comisionista ... 10 

Subvención nacional para el Dique 30,000 

Total de rentas .$ 357,892 

Total dé gastos $ 437,290. 
Gravamen por habitante $ 1-80, 



— 201 — 

I 

BOYAOl. 

Naturaleza de las ventas. 

Aguardientes $ 34,087 

Papel sellado 22,000 

Otorgamiento de instrumentos públicos 5,000 

Degüello , 24,000 

Derecho sobre las mortuorias 4,000 

Impuesto directo 69,723 

Productos de la Penitenciaria 2,000 

Derecho sobre la renta de salinas * * 16,000 

Auxilio á la carretera del Sur 25,000 

Id. á la ferrería de Samacá 75,000 

Ingresos varios 2,000 

Total de rentas , $ 278,810 

Total de gastos $ 404,859. 
Gravamen por habitante $ 0-57^. 

CAUCA. 

Naturaleza de las rentas. 

Derecho de degüello $ 85,000 

Id. de papel sellado. 55,000 

Id. de hipotecas y de registros 15,000 

Correos - 700 

Derecho de consumo 330,000 

Aguardientes 80,000 

Derecho de extracción , 40,000 

. Id. de pontazgo y de pasaje 16,000 

Id. de barcas 10,000 

Id. de mortuorias. 16,000 

Contribución directa , •. 50,000 

Unidades que corresponden al Cauca como consumi- 
dor de sal nacional 6,000 

Impuestos varios 48,000 

Total de rentas , $ 751,700. 

Total de gastos $ 1.059,358. 
Gravamen por habitante $ 2-41. 

CUia>XNAMAECA. 

t 

Naturaleza de las rentas. 

Impuesto directo sobre la riqueza raiz, á razón del 
tres por mil en todo el Estado, menos en el distrito 



\ .1 



I 



— 202 — 

de Bogotá, del cual no le corresponde al Estado 

sino el dos por mil $ 109,767 

Derecho de degüello del ganado vacuno, á razón de 

$ 2 por cabeza 81,000 

Impuesto de consumo sobre las mercancías extranje- 
ras, á razón de $ 1 por cada carga 20,000 

Impuesto sobre el papel sellado 27,500 

Id. de registro y de anotación 15,000 

Id. sobre la miel, la panela y el azúcar 30,000 

Id. sobre los licores extranjeros, á razón de $ 4 

por cada carga 10,000 

Auxilio del Gobierno nacional para la construcción 

del Panóplico , 5,000 

Intereses de demora 2,000 

Aprovechamientos , 1,133 

Peaje de caminos , 180,000 

Depósito para el ferrocarril de Occidente 69,000 

Por las cuatro quintas partes de lo que el Gobierno 
nacional adeuda al del Estado por suministros en 

la guerra civil de 1876 y 1877 160,000 

Dteuda del Gobierno nacional al del Estado por la 

participación de éste en la renta de salinas 53,000 

Participación del Estado en la renta de salinas 20,000 

Créditos del Estado eu la ex-compañíadel ferrocarril 

del Norte 30,888 

Beneficencia , 118,000 

Instrucción pública : 
Impuesto de consumo sobre las mercancías extranje- 
ras á razón de $ 3 por carga. , 60,000 

Id. sobre la riqueza raiz del (üstrito de Bogotá, á 

razón de $ 1 por mil 14,716 

Valor de la quinta parte d^ la deuda del Gobierno 
nacional al del Estado por suministros en 1876 

y 1877 40,000 

Auxüio del Gobierno nacional^ los gastos del ramo. 11,000 

Renta nominal nacional ..,..,,,, , 6,960 

Intereses vencidos de ésta. , . , 6,122 

Producto de ciertos capitales • • • 2,400 

Créditos varios. . . , ,..*... * 14,870 

Créditos adicionales ....,., k 207,112 

Total de rentas *. $ 1.295,468 



Total de gastos $ 1.279,340. 
Gravamen por habitante $ 2. • 



* Este cálculo ha sido hecho solo sobre eU total de las rentas eomnnes. 



— 203 — 

MAGDALENA. 

Naturaleza de las rentas. 

Subvención nacional $ 50,000 

Derecho de producción de aguardientes 30,000 

Degüello de reses 42,828 

Impuesto sobre la pesca 2,000 

Registro de iustrumentos públicos 2,000 

Explotación é interüacion de sales 80,000 

Papel sellado. 4,000 

Consumo de harina y de mercancías extraojeras 40,000 

Consumo de tabaco 4,000 

Venta y consumo de animales. 2,000 

Intereses de renta nominal 1,672 

Ingresos varios 400 

Pontazgo del rio Manzanares 100 

Derecho de herencias, .* 1,000 

Id. de bodegas 1,600 • 

Id. de introducción de aguardientes 4,000 

Total de rentas $ 280,000 

Total de gastos $ 357,052. 
Gravamen por habitante $ 3-28. 

PANAMÁ. 

Naturaleza de las rentan. 

Contribución comercial $ 86,420 

Id. pecuaria - 31,256 

Id. urbana ' 9,000 

, Id. de degüello 64,600 

Id. incorporadas 2,000 

Papel sellado 8,300 

Registros , 3,750 

Subvención del ferrocarril 25,000 

Aprovechamientos 6,550 

Agencia de vapores. - 6,000 

Vendutas y buhoneros .•-..-... 2,000 

Ventas en los buques 500 

Almacenaje de pólvora : 1,000 

Correos 3,600 

Bienes del Estado 10,000 

Total de rentas $ 259,976 



Total de gastos $ 258,823. 
Gravamen por habitante 1-15. 



.^ 



.Y 



— 204 — 

SAI7TANDEB. 

Ifatwraleza de las rentas. 

Aguardientes 

Degüello 

Impuesto directo • • • . 

Miütas de instrucción ..••••.. 

Ingresos varios • • • . • 

Benta nominal • 

linpuesto sobre las mercancías extranjeras. 
Papel sellado • . • • 



180,000 

144,000 

56,000 

400 

3,000 

4,068 

31,000 

40,000 



Total de rentas $ 458,468 



ié» 



Total de gastos $ 789,748. 
Gravamen por habitante $ 1-08. 

TOLIMA. 

Naturaleza de las rentas. 

Impuesto directo . • • • 

Licores. •......•..«,.. 

Degüello de ganado mayor. • ^ « . . . 

Papel sellado .^ . . . . 

Hipotecas y registros 

Mortuorias 

Correos. 

Vendutas , 

Pasaje de los ríos del Estado 

Impuesto dé minas 

Ingresos varios. 



30,000 

50,000 

76,000 

17,000 

6,500 

4,500 

750 

50O 

400 

150 

3,000 



Total de rentas $ 187,800 

Total de gastos $ 229,721. 
Gravamen por habitante $ 0-80. 



Estados. 

Antioquia • 
Bolívar • . 
Boyacá • . 
Cauca . . • 
Cundiuamarca 
Magdalena . 
Panamá . • 
Santander . 
Tolima. • • 



BecapituUtcion. 

Bentas. G-astos. Gravamen por habitante. 



858,000 
357,892 
278,810 
751,700 
1.295,468 
280,000 
259,976 
458,468 
187,800 



753,087 
437,290 
404,859 
1.059,358 
1.279^,342 
357,052 
258,823 
789,748 
229,721 



2-34 

1-80 

0-57Í 

2-41 

2-00 

3-28 

1-15 

1-08 

0-80 



$ 4.728,114 $ 5.569,280 



••>.. «J 



iíá 



> 



— 20S — 

ISo están comprendidas en estas cantidades las rentas espe^ 
cíales de los distritos, las cuales no 'computamos por falta de 
datos. * 



Los datos que dejamos consignados dan lugar para liacer 
las observaciones siguientes : 

1* Que en medio siglo (de 1832 á 1882 ) las rentas del país 
han aumentado en $ 3.619,690 sobre los $ 2.329,690 á que mon- 
taron dichas rentas en el primer año de la existencia de la 
Nueva Granada como república independiente. 

2» Qué el déficit (que en 1832 fué de solo $ 190,390) es hoy 
de $ 10.920,920. 

3^ Que los gastos del Departamento de la Deuda nacional 
(que en 1850 fueron de $ 439,739, en 1860 de $ 931,087 y en 1870 
de $ 1.646,817) son hoy ( 1882 ) de más de nueve millones de 
pesos. 

4* Que los gastos del Departamento de Gobierno (que en . 
1850 fueron de $ 213,080, en 1860 de $ 120,771 y en 1870 de 
$ 211,779) son hoy de é 277,309. 

5" Que los gastos del Departamento de Eelaciones Exte- 
riores (que en 1850 fueron de $ 45,180, en 1860 de $ 94,224 y en 
1370 de $ 36,354) son hoy de $ 203,873. 

6* Que los gastos del Departamento de Guerra y Marina 
(que 1832 absorbían casi el total de las rentas nacionales y que 

> 

* El Gobierno nacional da para los gastos de "beneflcencia y recom- 
pensas de los'Estados Jas cantidades que se pasa á expresar (1882): 

Al Estado de Antioquia $ 8,000 

d,e Bolívar 7,000 

deBoyacá , 7,000 

del Cauca 62,000 

de Cundinamarca 41,300 

del Magdalena ^ 2,000 

de Panamá ,... 21,000 

de Santander * 4,500 

del Tolima 2,000 



Al 


id. 


Al 


id. 


Al 


id. 


Al 


id. 


Al 


id. 


Al 


id. 


Al 


id. 


Al 


id. 



Total $ 154,800 

£1 CJongreso de este año (1882) auxilid las mejoras materiales de los 
JSstados con las cantidades siguientes: 

Antioquia $ 36,000 

Bolívar : ,.... 90,500 

Boyacá - 234,000 

Cauca 425,134 

Cundinamarca. 349,000 

Magdalena. , 60,000 

Panamá 

Santander '. 530,800 

Tolima 337,000 



Total $ 2.062,434 



■ftM» 



/ 



— 206 -* 

en 1850 fueron de $ 512,020, en 1860 de $ 259,000 y en 1870 de 
$ 356,376) son hoy de $ 1.369,948. * 

7* Que los gastos del Departamento de Obras públicas (que 
: en 1850 fueron de $ 284,410, en 1860 de $ 32,064 y en 1870 de 
$ 44,000) son hoy de $ 176,000. 

8* Que los gastos del Departamento de Instrucción pública 
, (que en 1850 fueron de $ 32,737, en 1860 de cero y en 1870 de 
$ 200,000) son hoy de $ 579,928. 

9^ Que los gastos directos del Departamento del CaUo (que 
en 1850 fueron de $ 140,736 ) desde ese año para acá han sido 
suprimidos á causa de la separación de la Iglesia y del Estado. 
Hoy no hace el Tesoro á este respecto otra erogación que la de 
$ 96,637 que paga por la renta del 3 por ciento. 

10* Que los gastos del Departamento de Beneficencia y Ee- 
compensas (que en 1850 fueron de $ 206,055, en 1860 de $ 151,130 
y en 1870 de $ 74,000) son hoy de $ 354,140. 

11^ Que los gastos del Departamento de Gastos de Hacienda 
y del Tesoro (que en 1850 fueron de 665,193, ea 1860 de $ 559,448 
y en 1870 de $ 500,756) son hoy de $ 1.819,756. 

12* Que han sido creados nuevamente lois Departamentos 
siguientes: el de jPomewío, para los gastos del cual fúCToa vota- 
dos en 1879 $ 4.311,700, en 1880 $ 4.122,012, en 1881 $ 3.026,172 
y en 1882 $ 2.398,564 ; y el de Agricultura^ para los gastos del 
cual fueron votados en 1879 $ 100,000, en 1880 $ 120,300, en 
1881 $ 53,360 y en 1882 $ 44,600. Al antiguo Departamento de 
Correos ha sido anexado el ramo de Telégrafos desde 1879. Para 
los. gastos de este Departamento fueron votados en 1880 
$ 796,278, en 1881 $ 639,874 y en 1882 $ 912,415. 

El estudio de estas cantidades y su comparación respectiva 
serán de mucha utilidad cuando se trate de determinar cuál es 
el rumbo que sigue actualmente el progreso de Colombia, y de 
qué modo la revolución iniciada en 1810 y consumada en, 1819 
ha cumplido sus grandes destinos. Lo que hoy en día gasta la 
Eepública en instrucción, en telégrafos y en caminos es el décu- 
plo de lo que la Metrópoli le quitaba al pueblo en capitaciones 
y en tributos* 

La renta de Aduanas (que en 1810 fué de $ 191,000, en 1850 
de $ 700,000, en 1860 de f 925,000 y en 1870 de $ 1.248,714) es 
hoy de $ 4.330,000. 

La de Salinas (que en 1810 fué de $ 65,000, en 1850 de 
$ 479,000, en 1860 de $ 600,000 y en 1870 de $ 600,000) es hoy 
de $ 1.070,000. *» 

La de Correos (que en 1810 fué de $ 85,000, en 1850 de 

* Be 1879 á 1880, en plena pae, fueron de $ 930,682. De 1880 á 1881 fue- 
ron de $ 2.758,313 y de 1881 á 1882 de $ 1.777,632. Estos dos afios faeron tam- 
bién de paz completa. 

** En esta cantidad están comprendidos los productos cíe la internación de 
sal y los del consumo de sal marina. 



í-*^ 



— 207 — 

f 81,900, en 1860 der $ 65,000 y en 1870 de $ 60,000) es hoy de 
$ 100,000. 

La de Amonedación (qae en 1810 fué de $ 150,000, en 1850 
de $ 30,000, en 1860 de $ 31,000 y en 1870 de $ 14,000) es hoy de 
$ 25,000, cantidad que no alcanza para los gastos qne ella exige. 

El poco ó nÍDgun anmento de algunas de estas rentas, tiene 
su explicación en hechos de carácter económico y administrativo 
que deben llamar la atención de la sociedad y del Gobierno de 
un modo muy especial. 

ADUANAS Y SALINAS. 

Las aduanas de la Bepública son las seguientes : sobre el 
Atlántico, la de Biohacha, la de San tamarta y la de Cartagena ; 
sobre el Pacífico, la de Buenaventura y la de Tumaco 5 sobre 
el rio Magdalena, la de Barranquilla ; sobre la frontera de Ve- 
nezuela, la de Cuenta y sobre la frontera del Ecuador la de 
Ipiales. En el Territorio del Caquetá ha sido establecida últi- 
mamente la aduana ó recaudación de Mocoa. 

En tiempo de la colonia la renta de aduanas producía al 
aüo unos $ 190,000. 

De 1810 á 1830 las aduanas produjeron por término medio 
anual $ 150,000. 

De 1830 á 1831 $ 684:.531 

De 1831 á 1832 616^694 

De 1832 á 1833 : . . . . 538.117 

De 1833 á 1834 342,540 

De 1834 á 1835 500,988 

De 1835 á 1836 725,689 

Dé 1836 á 1837 538,774 

De 1837 á 1838 625,687 

De 1838 á 1839 604.530 

De 1839 á 1840 597^661 

De 1840 á 1841 " M.750 

De 1841 á 1842 : 773;075 

Del842ál84S 907,285 

De 1843 á 1844 899,476 

De 1844 á 1845 680,932 

De 1845 á 1847 

De 1847 á 1848 562,474 

De 1848 á 1849 555,367 

De 1849 á 1850 670,207 

De 1850 á 1851 721,342 

De 1851 á 1852 749,114 

Del852ál853 1.081,034 

De 1853 á 1854 947,674 

De 1854 á 1855 697,057 

Del855ál856 1.104,321 

Del856ál857 1.102,927 

De 1857 á 1858 934,518 



-^2tó — 



I)el858ál859 942,672 

De 1859 á 1860 513,503 

De 1860 á 1861 

De 1861 á 1862 765,662 

De 1862 á 1863 229,606 

De 1863 á 1864 636,960 

Del864ál865 1.337,946 

De 1865 á 1866 1.372,331 

De 1866 41867 1.148,668 

Del867ál868 1.544,586 

Del868ál869 2.089,065 

Del869ál870 1.575,904 

Del870ál871 1.561,082 

De 1871 á 1872 2.039,450 

Del872ál873 2.775,450 

De 1873 á 1874 2.811,158 

De 1874 á 1875 2.574,273 

De 1875 á 1876 2.367,816 

Del876ál877 2.160,104 

Del877ál878 4.025,112 

Del878ál879 .,.3.992,424 

De 1879 á 1880 3.488,218 

De 1880 á 1881 4.292,835 

De 1881 á 1882 4.330,000 

Los anteriores datos son en parte inexactos, pues cuando 

fueron recogidos no se obtuvieron los de algunas aduanas y 

otros se refieren á años en que estuvo turbado el orden público. 

El gasto anual de cada una de las ocho aduanas de la Be* 

pública, calculado aproximadamente, es como sigue : 

Aduanas. Personal. 

Barranquilla $ 75,000 

Cartagena. 75,000 

Buenaventura 41 ,000 

Cúcuta 32,000 

Biohacha 42,000 

Santamarta 28,000 

Tumaco .,„. 16,000 

Ipiales» i 13,000 

Mocoa***»i 5,540 



Material. 


Total. 


Productos. 


i 1,000 


$ 76,000 


$ 3.200,000 


1,000 - 


76,000 


340,000 


3,000 


44,000 


280,000 


2,000 


34,000 


240,000 


800 


42,800 


112,000 


500 


28,500 


100,000 


600 


16,600 


50,000 


300 


13,300 


8,0Q0 


120- 


5,660 








9,320 


336,860 


4.330,000 



' $ 327,540 

Como se ve, hay uü desequilibrio notable entre los gastoi^ 
y los productos respectivos de estas aduanas. Ademas, la admi- 
nistración total de la renta cuesta un 12^ por eiento. 

En los primeros años que se siguieron á la fundación de la 
república de la Nueva Granada los gastos de admiuistraeion 
de la renta de aduanas no pasaron de $ 100,000 al año. Poste- 
riormente, en la época en que existia la tarifa de derechos 

* El asiento de esta aduana estaba ¿ntes en Carlosama. 

** Esta aduana 6 recaudación ha sido organizada en este año, 1882. 



~ 209 -^ 

^Bspeciñcos, dichos gastos, por término medio, no eran sino de 
^ 40,000 por aOo. Con el sistema del peso bruto esos mismos 
gastos (que en 1861 fueron de 54,000 por año) en 1880 subieron 
á $ 238,000. Hoy en dia esos gastos pasan de $ 331,200. 

Desde 1861 fué introducida la práctica de los sobresueldos á 
los empleados de las aduanas, así: 1 por ciento á los de Barran- 
quilla, 2 por ciento á los de Santamarta, ái por ciento á los de 
Cartagena, 5 por ciento á los de Eiobaclia, Buenaventura y 
Cúcuta, 8 por ciento á los de Tumaco y 15 por ciento á los de 
Ipiales y Mocoa. Estos, sobresueldos valen al año $ 95,000. 

Las salinas que explota actualmente la Eepiiblica son la« 
siguientes: la de Zipaquirá, la de Nemocon, la de Tausa, la 
de Sesquilé y la de Gacheta en el Estado de Cundinamarca j y 
las de Chita y Muneque y las de Chámeza y Pajarito en el 
Estado de Boyacá. 

De 1877 á 1881 el producto respectivo de estas salinas fué 
el siguiente : 

1877 á 1878. 1878 á 1879. 1879 á 1880. 1880 á 1881. 

Zipaquirá $ 881,273 

Nemocon 83,159 

Tausa 95,548 

Sesquilé 142,215 

Gacheta 6,595 

Chita y Muneque 149,220 

Chámeza 20,444 

Pajarito 7,295 

Almacén da Santa Eosa 

Id. de Cumaral y Upin ». 

Id. deVélez 9,908 710 

Cumaral y üpin 12,740 » 7,923 

Almacén de 1 bagué . 915 

Id. de Sogamoso 53,0^5 



798,287 


905,375 


514,791 


128,818 


163,471 


- 89,774 


77,017 


68,939 


63.512 


124,032 


117,901 


104,548 


6,585 


5,445 


4,594 


138,880 


179,316 


141,543 


14,919 


13,745 


17,400 


215 






62,355 


35,619 


4,571 


7,924 


10,908 





Totales....' $ 1.451,524 1.349,032 1.500,627 950,281 



En tiempo de la colonia la renta de salinas solo producía en 
el ano $ 65,000. 

El gasto annal de la administración de la renta de salinas 
es el siguiente (aproximación) : 

Elaboración. 

Zipaquirá $ 88,000 

Nemocon 10,000 

Tausa 8,000 

Sesquilé 21,000 

Gacheta 150 

Chita y Muneque 62,000 

Chámeza 8,000 

Cumaral y üpin 1,900 

Almacén de Santa Bosa...» 

Id. deVélez 

Id.de Ibagué 



$ 199,050 



Administración. 


Resguardo. 


Total. 


10,000 


20,000 


118,000 


3,500 


3,000 


16,500 


2,000 


1,400 


11,400 


2,500 


3,000 


27,500 


1,000 


1,300 


2,450 


4,300 


6,000 


71,300 


2,000 


3,000 


13,000 


1,200 


800 


3,900 


1,300 


2,400 


3,700 


470 




470 


300 




30O 








28,570 


39,900 


268,52o 



u 



— 210 — 

Comparadas las salidas con las entradas, el producto líqui- 
do de esta renta puede ser estimado en unos setecientos mil 
pesos. La administración^ pues, de la renta de salinas le cuesta 
al Gobierno el doble de lo que le cuesta la administración de 
la renta de aduanas^ 6 sea un 25 por ciento. Esto depende de 
los gastos de elaboración. 

Debe tenerse en cuenta que el producto anual de la renta ^ 
aduanas y el de la de salinas no están en Colombia en relación 
directa con los consumos económicos, esto es, con él desarrollo 
natural de la población y de las diferentes necesidades socíá- 
.les, sino en relación con el graváanen empírico y variable qu?e 
el Gobierno impone bajo la forma de contribudones á estas 
dos rentas. La tarifa de aduanas se alza ó se baja y el pretíp 
de la sal se altei'a según las necesidades del dia y sin consultar 
otrojnteres que el interés inmediato del fisco. Del curso d3& 
estas dos importantes reutas nada se puede deducir pues que 
se toque con los principios nniversale^í de la ciencia económica» 
De 1865 á 1882 el i>recio de la sal ha sido alterado cuarenta 
y ocho veces, así : / 

J)é 1865 4.1866....... 2 veces De 1874 á 1875.. .:... 4 idv 

De 1866 á 1867. 4 id. De 1875 á 1876. ...... 4 id.': 

De 1867 á 1868.. ..... 2 id. De 1876 á 1877 5 idi- 

De 1868 á 1869 3 id. De 1877 á 1878: 2 id¿ 

De 3.869 á 1870....... 2 id. De 1878 á 1879....... 2 idi 

De 1870 á 1871 2 id. De 1879 á 1880....... 2 idj 

Del871ál872....... 2 id. De 1880 á 1881....... 4 idJ 

De 1872 á 1873. ...... 2 id. De 1881 á 18^2 4 id. 

De 1873 á 1874 2 id. ■'*''■ 

En 1800, todavía en tiempo de la colonia, la artoba de sal 
se vendía á 40 centavos. En tiempo de 1^ Eepública de Colom- 
bia dijo la ley de 28 de Julio de 1824 : ^*Todas las salinas de 
la Eepública que no estén enajenadas le pertenecen á éjla y 
se tendrán como parte de las rentas nacionales.^' — " El Pdder 
Ejecutivo fijará el precio máximo á que i>uede venderse la sal/^ 
Medio siglo después el precio máximo de la «al fué de 65 cen- 
tavos por arroba y el mínimo 50. En 1876 el precio de la arro- 
ba de sal compactada llegó á ser de $ 2, el de la sal de caldero 
$ 1^0 y el de la vijúa $ 1-20. Esta ha sido una de las época^j 
eu que el Gobierno ha vendido más caro este artículo. ■ 

* La ley 46 de 18 de Agosta de J882 flj<5 el i)recio de las sales así : compae^ 
toda (12^ kilogramos) $ 1-10 ; grano de caldero (id.) 80 ceotavos; vyita de 1:* 
(id.) 55 centavos; vijúa de 2.* (id.) 50 centavos ; vijúa de 3.* (id.) 40; y vijúa 
de (iumaral y üpin (id.) 40 centavos. En los almacenes oficiales que lia3'a 
fuera de los territorios de Cundinamarca y de Boyacá puede el Poder Ejecu- 

*tivo hacer una rebaja en los precios si élU no eXcede de tin 30 por ciento. El 
precio del agua salada lo fija prudencialmente el Poder Ejecutivo. En caso de 
guerra exterior el Poder Ejecutivo puede elevar en un ciento por ciento el 
precio ti tí la sal, y en caso de perturbación interna del orden en un cin- 

"cuenta por ciento. - - t 



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— 212 — 

" De la sal que se elabora sin otro agente qne el calor del 
«ol en las riberas del mar, se producen enormes cantidades en 
varios puntos de nuestro extenso litoral atlántico, especial:- 
mente en los criaderos de la península de la Goajira y en la& 
salir: as de Zamba en el Estado de Bolívar. 

^' Hace algunos años que se notó la necesidad de establecer 
algún gravamen sobre la sal marina con el doble objeto de ge- 
neralizar el imx)uesto sobre la sal é impedir que aquella ivrveL- 
diese los radios en que se consumía la de las salinas del Go- 
bierno, y se dispuso cobrarle derechos de internación. Bl 
impuesto de interuacion era en un principio demasiado módico^ 
y notándose que no era eficaz para evitar la competencia indica- 
da, se fué elevando paulatinamente liasta que el 8 de Mayo de 
1877 se fijó á razón de $ 1 por cada 12.J kilogramos, el cual 
está vigente y lo cobran los Estados de Bolívar y del Magda- 
lena por cesión que de él les hizo el Gobierno nacional. 

*'Los derechos de imi)ortacion é internación sobre la sal son 
respectivamente de $ 1-80 centavos por cada 12J kilogramos. 
La sal de mar apenas será igual en calidad á la gema de Zipa- 
quirá, y así tiene menos de un 12 por ciento de sustancia sati- 
na que la compactada al fuego. El precio oficial de ésta es de 
$ 1 la arroba y el de la vijúa es de 80 centavos. Sin embargo, 
siendo superior en 20 centavos por arroba el derecho de inter- 
nación sobre el valor de la gema é inferior solo en 20 centavos 
sobre el de la compactada, se observa que la sal marina excluye 
las del Gobierno de los mercados del Tolima y de muchos del 
norte de Santander. Esta competencia procede sin duda de 
que se hacen fuertes internacioL.es de sal marina sin pagar los 
derechos.'' * 

Be 1867 á 1878 fueron introducidos por las aduanas de la 
República 1.511,301 kilogramos de sal, cantidad que produjo 
por derechos $ 80,620, A consecuencia de los tratados celebra- 
dos con el Perú, la importación de sal no causa derechos en las 
aduanas del Pacífico. 

Últimamente ha sido puesto en planta el sistema de libre 
compactacion de la sal de las salinas terrestres. 

Comparado el crecimiento de la renta de aduanas con el de 
la renta de salinas en lo que va coi-rido del presenta siglo, 
resulta una muy notable desigualdad. En ochenta años la 
renta de aduanas se ha duplicado 22J veces y la de salinas solo 
unas 15 veces. Desde el punto de vista de los números, la reiita 
de aduanas exige al ano $ 1 de cada colombiano y la de sali- 
nas 25 centavos j pero eso no es así. Estas rentas no son pro- 
porcionales ó mejor dicho no gravan por igual á todos los 
asociados. El impuesto sobre la sal no lo pagan sino los Esta- 
dos del interior, lo que de hecho eleva el gravamen á 50 centa- 
vos j y respecto de los derechos de importación, dado el pto- 

» Rico, Memoria de Hacienda — 1879. 



— 213 — 

^ncto especial de cada aduana y su natural radio de consumo, 
la carga es muy desigual. Hay Estados que no pagan nada al 
«rario por aduanas y sales, y hay otros que le pagan muy 
poco por aduanas y nada por sales. 

La renta de salinas grava á los Estados en la proporción 

TQue pasamos á expresar : á Boyacá con 3o por ciento, á Ciindi- 
namarca con 30 por ciento, á Santander con 20 por ciento, al 
Tolima con 10 por ciento, al Cauca con 3 por ciento y á los 
Estados de Antioquia, de Bolívar, del Magdalena y de Panamá 
13on nada. 

Comparado lo que pagan los colombianos por aduanas con 
lo que pagan los chilenos, los argentinos y los venezolanos 
resulta lo siguiente : el chileno paga $ 6, el argentino $ 5, el 

í venezolano $ 2-50 y el colombiano $ 1. 

En la misma proporción que las de Chile, las aduanas de 
Colombia debian producir $ 24.000,000 ; en la misma que las de 

:.la Argentina $ 20.000,000 y en la misma que las de Venezuela 

,-$ 10.000,000. Mas, como esto no es así, hay algo que exige una 
corrección sustancial en la organización sustantiva y pasiva de 
esta renta. 



Los otros ramos de ingresos del Tesoro son de suyo insig- 
nificantes, y más que rentas son servicios que el Gobierno está 
ven. la necesidad de regir por sí mismo. Estos servicios se cos- 
.,tean á las veces y á l¿s veces nó, y son los correos, los telé- 
j: gratos, la amonedación y los ferrocarriles. El derecho de 
^ timbre, que fué calculado en $ 600,000, no pasará en mucho 
.j:tíei»po de $ 40,000. 

Sux)nesta una equitaáva distribución de las rentas, cada 
..colombiano paga al G(^ierno General $ 1-50 de contribuciones 
alano y otro tanto á los Estados y á los Distritos. 

YIII 

. MONEDAS. 

; Solo había antes dos casas de amonedación en la Repúbli- 
ca : la de Bogotá y la de Popayan. Concedióse i)or la corona 
.prinlegio para, establecer la ])rímera á don José Prieto de 
igaiazar en 1718, y por real cédula de 27 de Jnnio de 1729 se 
ái.autoiízó al Ayuntamiento de Popayan para establecer en 
i aquella ciudad la segunda. Últimamente ha sido establecida 
<;Otra en MedelJin por disposición legal de 20 de Diciembre 
kAQ 1862. 

íitr ^^ El oro era el principal artículo de exportación de la ISTue- 
¿1^a Granada. Las minas de este metal que se trabajaban con 
-uflctividad comienzan en la embocadura del rio Mira en el Pací- 
fico y corren hacia el líorte por todas las costas del Chocó y 
del istmo de Panamá hasta los confines de Veraguas. El terre- 



— 214 — 

no aurífero de la Kneva Granada áe extiende desde aquí Msfa 
el rio Magdalena, tomándolo desde su nacimiento y en su eurso f 
entero, territorio que se halla por todas partes cubierto d€^ 
minas de oro, unas en los valles profundos 6 ardientes, otras 
en las cimas elevadas de la cordillera. Son muy raras las mina» 
que existen al oriente del rio Magdalena. La mayor parte de 
nuestras minas consisten en lavaderos de oro corrido y poca» 
son de vetaste filones. 

'^ Las casas de moneda de la Nueva Granada acuñaban lo 
siguiente : 

Casas. . Años. Harcos de oro. Pesos. 

Lá de Santafé 1806 10,6ia 1.443,378; 

Id 1807 10,964 ...... 1.491,112 

LadePopayan 1806 8,258 1.123,130 

Id... 1807 7,233 883,771 

i ' S .1 II ■ ■ ■ 

37,068 4.941,391 

" Hay en la E^ueva Qranada pocas minas de plata en las 
provincias de Popayan, de Mariquita y de Pamplona. La pla- 
tina es de producción exclusiva del Chocó." ♦ 

Según el Pliego de entrega que el Virey Góngora dio 
en Cartagena á su sucesor, el oro acunado en la Kueva Gra- 
nada (entonces no eran trabajadas las minas de plata) fué r 

Años. Gasas. Marcos. Pesos. 

1778 Santafé .../.. 6,098 693,436 

1787 Id 7,128 981,655 

1778 Popayan. 5,829 ...:.. 792,823 

1787 Idl 7,301 992,615 

25,356 8.460,629 

En la quebrada de Condoto, de la antigua provincia del 
Chocó, fué bailado un grano de platina que pesaba una libra^ 
nueve onzas y una ochava. Este precioso grano fué pedido por 
MoriUo á su dueño, para llevarlo á España. ** 

En la visita que hizo á la provincia de Antioquia el Oidor 
Antonio Mon y Yelar^e, mandó que circulase allí la m<meda 
acuñada, pues no usaban los particulares sino del oro en polvo 
(1.0 de Enero de 1789). 

Según la ley de 29 de Abril de 1844 no podian ser exporta- 
dos el oro y la plata en alhajas, en barras ó en polvo, ni en 

» ' * 

* Eestrepo. 
** El feroz Enrile, principal instigador de Morillo para que no dejase vivo 
en Colombia ningún hombre de luces, se llevd para España los herbarios, 
dibujos y las descripciones de plantas de Mutis, los mapas y los manuscritos 
de C&ldas y la hermosa custodia de las monjas de Santa Clara de Pamplona, 
que sé dice está hoy en la capilla real de Madrid. 



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.í 



— 215 — 

üiinguna otra forma, aunque fuese la natural y aun cuando eatu- 
Tiesen esos metales mezclados con sustancias extrañas. Estaban 
exceptuadas de esta prohibición las provincias de Panamá y 
^e Veraguas. Ademas, el Poder Ejecutivo podía permitir en 
ciertos casos la exportación de minerales concentrados, pero 
los interesados debían pagar al fisco el 7 por ciento del valor 
"del mineral respectivo. 

La ley de 10 de Junio de 1844 fijó en 3 por ciento los 
derechos de quintos del oro y ^ la plata, y mandó que el caste 
llano de oro fuera valuado en dos pesos para el cobro de este de» 
recho. Desde el 13 de Junio de 1833 la ley había mandado que el 
oro, la plata y las piedras preciosas que se encontrasen en las 
sepulturas, en los templos, en los adoratorios, en las guacas 
de los indios y en todos los depósitos conocidos con el nombre 
de tesoros, correspondiesen íntegramente á sus descubridores, 
quienes solo debían pagar por ellos los d^echos de quintos y 
fiíndicion. Por derechos de fundición se exigían 40 centavos 
por cada cien castellanos ó dos marcos de oro fundido, y IJ 
por ciento por la plata, valuada en un duro cada onza de este 
metal. 

La ley de 30 de Mayo de 18á8 prohibió la introducción en 
el país de la moneda española llamada de vellón y de la colom- 
biana llamada caraqueña. Se daba el nombre de moneda Tiiacu- 
quina á cierta clase de monedas de forma irregular, fabricadas 
en Méjico y en Lima é introducida en la íí'ueva Granada por 
los situados ó remesas de fondos que hacían los tesoreros reales 
de un lugar á otro de las colonias españolas. Adolecía esta 
moneda de graves defectos, y aunque el Gobierno de la Penín- 
sula la mandó recoger por cédula de 1771 y el Gobierno de 
Colombia hizo también esfuerzos en el mismo sentido, no se 
consiguió esto hasta la primera Administración del General 
Mosquera, y eso en parte. La macuquma se componía de pesos, 
pesetas, reales y medios reales, y era conocida en el vulgo con 
d nombre de j^lata de cruz, por ser una cruz su marca principal. 

La ley colombiana de 14 de Marzo de 1826 autorizó al Poder 
tljecutivo para hacer amortizar todas las monedas que no fue» 
ran circulares y de cordoncillo, como las de cruz, la mejicana y 
la de cabo de barra ó macuquina ; y la ley de 6 de Noviembre de 
1828 mandó que esta última fuese de obligatorio recibo en las 
oficinas públicas y en las transacciones de los particulares. En 
1850 fué declarada libre la exportación del oro y filé cedido 
á las provincias el derecho de quinto de este metal. 

El Código Penal castiga con penas severas la falsificación 
de la moneda y la circulación maliciosa de la falsa. 

MONEDAS DE ORO. 

£1 tipo de las primeras monedas de oro acuñad^ en el 
JSTuevo Eeino de Granada, tenia en el anverso el busto del rey, 



— 216 — 

■ 

y eii el reverso el escudo de armas de los monarcas españoles^ 
Eran todas redondas y su ley era de 22 quilates. ♦ 

Las cédulas y reales ordenanzas españolas dictadas sóbre- 
la amonedación del oro continaaron vig:entes en Colombia 
hasta 1826, según la ley de 29 de Setiembre de 1821, dada por el 
Congreso de dienta. Pero el 14 de Mayo del mismo año de 
1826 dio el Congreso de Colombia su segunda ley sobre mone- 
das, en la cual dispuso que las de oro tuvieran en el anverso 
el busto de la Libertad, en traje romano y ceñida la cabeza 
con una ínfula én que estuviera grabada, en bueco, la palabra 
libertad y en la circunferencia las palabras ^^ República de 

Colombia, ano de 5 ?' y en el reverso las armas nacionales, 

la expresión del valor respectivo de cada moneda, el lugar de 
su acuñación y las letras iniciales del apellido de los ensaya- 
dores. 

El Congreso granadino expidió el 2 de Junio de 1846 una 
ley sobre monedas nacionales. Las de oro debían ser la onza^ 
de ocho escudos, la media onza ó cóndor j el doblón^ de á do& 
escudos, y el escudo ú octavo de onza. 

Por la misma ley citada (2 de Junio de 1846) dejó de ser la 
nnidad monetaria el peso llamado después sencillo ó de ochenta 
centavos, y pasó á serlo el real^ con lo que se echó por tierra 
una práctica que había sido observada por trescientos años. 
Desde entqnces la contabilidad pública fué llevada por reales 
y décimos de real. 

Ko obstante la libertad del comercio del oro concedida á 
todas las provincias granadinas en 18f)0 poco más ó menos, se 
dio una nueva ley el 30 de Mayo de 1853, en la cual se dispuso 
que las monedas de oro fueran en lo sucesivo: el cóndor^ que 
pesaría 16 gTanios, 400 miligramos ; el medio cóndor y el quin- 
to de cóndor ó escudo^ con peso proporcional, que valdrían, 
respectivamente, 10, 5 y 2 pesos fuertes. 

^o prevaleció esta ley porque se tocaron varios inconve- 
nientes en el peso dado al cóndor, y porque se qneria que las 
monedas de oro de la Nueva Granada fueran, en sn peso y 1^, 
iguales á las francesas, así como yá lo eran las de plata. Expi- 
dióse en consecnencia la ley de 30 de Junio de 1857, en la cual 
se dispuso que hubiera las monedas siguientes y que tuviesen 
los gramos y el valor que se pasa á expresar : 



* La ordenanza real de 13 de Diciembre de 1751 dispuso que el oro que 
fuese amonedado en e. Nuevo Keino de Granada tuviera la ley de 22 quila- 
tes (0,916J) de fino. De cada marco de oro, que pesaba 230 gramos, debia» 
sacarse 68 escudos de á $ 2, <5 $ 136. El duro español de 8 reales era un poco 
mayor que el peso fuerte de nuestros d las, pues pesaba 542 granos y 2 diézi- 
siete íivos de grano (26^7 ciframos) á la ley de 10 dineros, 20 granos (0,902 y 
2 tercios). La onza española pesaba 27r58 miligranros^ la media onza 
13-529 ; jsl doblón de dos escudos 6-764, y el escudo 3-382. La real cédula d© 
18 de Marzo de 1771 mandó que las monedas de oro fueran solo de 21 qui* 
lates. . . ^ .: 



— 217 — 

Monedas. Grvnos. Yalozei. 

El peso de oro Ó décimo de cóndor 1,612 $ 1 

El escado ú octavo de cóndor 3,225 „ 2 

El doblón ó medio cóndor 8,004 „ 6 

El cóndor 16,129 „ 10 

El doble cóndor ú onza 32,258 ,, 20 

Por lo cual las monedas de oro pagaron ú, ser iguales á las 
fi^ncesas, y fueron recibidas en las oficinas públicas por &u 
Talor nominal. 

La ley de 27 de Abril de 1847 mandó que los derecbos de 
quinto y de fundición del oro se redujesen al 3 por ciento, el 
cual debia ser pagado en especie en las oficinas respectivas,! y 
los de amonedación al 2J por ciento. 

La ley 50 de 14 de Mayo de 1872 mandó que la unidad mo- 
netaria de la Eepíiblica fuese el peso de oro, dividido en cien 
centavos, equivalente al décimo de cóndor, del peso de un gramo 
seiscientos milígi^araos y de 900 milésimos de ley. 

Las otras monedas de oro son : el doble cóndor ($ 20), el 
cóndor ($ 10), el medio cóndor ($ 5) y el quinto de cóndor ($ 2). 
Un kilograimo de oro á la ley de 835 milésimos es i^ual, 
legabneñte, á $ 620. 

MOlSnEDAS DE PLATA, 

La plata no ha sido muy abundante en la Union, porque ni an- 
tes ni ahora se han trabajado otras minas de este metal que las de 
Santa Ana (Estado del Tolinia) de la antigua provincia de Mari- 
qnita. Al principio no se acunaba mas i)lata que la que se 

" extraía del oro cuando éste era afinado, ó la de las alhajas y ya- 
ijillas de los particulares. Acunábanse por lo común pesetas^ 
realesy medios y cuartillos. Las tres primeras tallas con el busto 
del rey de Espaijía, y el cuartillo con nn leou-por uno de sus 
lados y nn castillo por el otro. 

En Jimio de 1813 la provincia de Cund i nam arca mandó 

' acuñar moneda provincial. Su ley era de 7 dineros ( 0,583 J). 
Tenia ésta en el anverso una india coronada de plumas y estes 
palabras : "Libertad americana^'' y en el reverso una granada 
abierta, rodeada por nn letrero que decia : ^'Nueva-Granada, 
Cundinamarca." Alcanzaron á ser acuñados en esta moneda 
$ 72,675 hasta el 6 de Mayo de 1816, dia en que los españoles 
entraron victoriosos en Bogotá. 

Despnes de esto hubo una gran anarquía en la acuñación de 

: la moneda de plata, hasta que el Con gi*eso de Colombia expi- 

^ dio la ley de 14 de Marzo de 1826, orgánica de monedas. Las 
de plata debían ser acuñadas en tallas de un peso, medio peso, un 

\ cuarto, nn octavo y un dieziseis avos de peso. Las armas eran 
las de Colombia ; las cornucopias rectas, y hacia el centro debia 
haber un carcax con flechas y la ínfula de la libertad. Esta 
palabra debia ser grabada en hueco. En los campos sobrantes 



— 218 — 

de la circtmfeTencia debía liaber dos ramos de olivo enlazados 
por la base, &* 

En 1833 fderon acuñados los primeros pesos de ley arreglados 
á las OTdenanzas españolas ; pero esto no duró sino hasta 1839. 

En 1846 mandó el Gobierno que todas las monedas de plata 
tuvieran la ley de 900 milésimos y solo un décimo de liga. 
Las monedas fueron : el peso, el medio peso, el cuarto de peso ó 
peseta, el octavo de peso o real, y el dieziseis avo de peso ó 
medio real. 

Según la ley de que hablamos, la unidad monetaria de la 
Fueva Granada era el real de plataj el cual tenia el peso de 1 
adarme, 11 granos y i de grano de la libra granadina. 

La ley de 27 de Abril de 1847 mandó acuñar una moneda 
de plata del valor de diez reales, denominada granadino. Estas 
monedas debian tener el peso de 12 adarmes y 32 gramos 
(ó 25 gramos del peso francés ), la ley de 900 milésimos y un 
diámetro de 18¿ líneas ó de 37 milímetros. El feble de estas 
monedas no debia exceder de gV ^^ grano. También mandó 
esta ley que se pagase el 8 por ciento por derechos de quinto, 
fundición y amonedación de la plata. * 

Ampliando las disposiciones de la ley de 7 de Abril de 1847, 
dijo la ley de 20 de Marzo de 1848 : "Ademas de las monedas de 
plata de los reinos de Francia, de Bélgica y de Cerdeña podrán 
circular libremente en el país todas las monedas extranjeras de 
plata que sean iguales á las granadinas en peso y en ley, ó que 
tengan diez dineros, veinte gramos, á la ley de 0,892 y excedan 
del peso de trece adarmes." 

En fin, la ley de 30 de Mayo de 1853 mandó que la unidad mo- 
netaria fuese el peso, moneda de 25 gramos (antiguo granadino)^ 
con lo cual quedó abolida la unidad monetaria real y echadas las 
bases al sistema decimal, que es el que existe todavía. El peso 
de ocho reales debia llamarse pieza de ocho décimos, las pesetas 
piezas de dos décimos y los reales décimos. El nuevo peso debia 
tener cien centavos. 

También mandó dicha ley que en los contratos en que no se 
hubiera estipulado otra cosa, se recibieran las monedas de oro 
y de plata de todas las naciones por su valor proporcional con 
las granadinas. 

El cuartillo 6 cuarto de décimo debia tener 813 miligramos 
y 0,666 de ley. El cuartillo tenia en el anverso la granada del 
escudo nacional y el año de la acuñación al pió, y en el reverso 
la firaccion que expresaba su valor y el nombre del lugar en 
donde había sido acuñado. 

En este tiempo estaba prohibido exportar la plata en pasta 
ó pina. Las cuentas de las oficinas publicas eran llevadas en 
pesos y centavos de peso, y se mandó que el Poder Ejecutivo 

* La plata importada en pinas y la de alhajas no pagaban sino el 5 poi^ 
éiento. 



— 219 — 

hiciera formar y circular de tiempo en tiempo cuadros que die- 
sen á conocer el valor relativo de las monedas de la Eepública 
V el de las monedas extranjeras. La ley 73 de 1867 mandó co- 
orar el 8 p¿r ciento por los gastos de amonedación de la plata en 
pina® y el 5 por ciento por los de la plata en alhajas. También 
mantuvo esta ley la prohibición de exporta^ la plata en pasta 
y la de importar monedas de {data, de menos de 835 milésimos. 

La ley 12 de 7 de Abril de 1870 dio libre la exportación de 
la plata en pinas y en aleaciones naturales. 

La ley 60 de 24 de Julio de 1874 suprimió los derechos de 
importación que pagaba la plata en barras y la acuñada de 900 
milésimos, y prohibió lá importación de la que faera inferior de 
esta ley. En ese ano fué autorizado el Poder Ejecutivo para 
hacer acuñar fdera del país moneda nacional hasta cierta can- 
tidad. El derecho de amonedación de la plata de 900 milési- 
mos se rebajó al 1 por ciento y á 2 J por ciento el de la de 835 
milésimos. 

Las monedas de plata son hoy: él^eso^ el medio peso^ lo» 
dos décimos, el décimo, el medio décimo y el cuarto de décima. El 
peso tiene 25 gramos de plata y el cuarto de décimo 625 mili- 
gramos. La ley del peso es la de 900 milésimos y la del cuarta 
de décimo es la de 666 milésimos. Todas las otras monedas de 
plata tienen la ley de 835 milésimos. 

El kilogramo de plata equivale á cuarenta pesos. 



En tiempo de la antigua Colombia mandó el Gobierno acu- 
ñar moneda de platina. Estas monedas debian tener en el anver- 
so grabadas las armas de la 'Eepública y en el reverso doce estre- 
llas colocadas en círculo. En el centro de este círculo debia po- 
nerse un letrero que dijese : Platina. Seispesos.l^l Gobierno podia 
comprar la platina en su estado nativo á $ 16 la libra y ven- 
derla purificada en barras ó acuñada á $ 6 la onza. 

MONEDAS DE COBRE. 

Así los Congresos colombianop de 1821 y de 1826 como los 
Congresos granadinos de diferentes años mandaron fabricar y 
poner en circulación monedas de cobre. Esta medida no pudo 
ser llevada á efecto, empero, porque no faé posible acuñar el 
cobre en las casas de moneda de la Eepública. 

En 1847 se trajeron de Europa 500,000 décimos y 500,000 
medios décimos de real y fueron puestos en circulación, pero 
no fué posible acostumbrar al pueblo á recibirlos. Estas mone- 
das eran de cobre puro. El décimo de real pesaba cinco adar^- 
mes^ cuatro granos y cuatro quintos de grano de la libra gra- 
nadina. El medio décimo equivalía á la mitad del décimo. ÍTin- 
gona p^sona podia ser obligada á recibir más de dos reales en 
monedas, de cobre, pero en las oficinas públicas sí se redbia 



— 220 — 

cualquiera cantidad de ellas y se debia cambiar por oro ó por 
plata todas las que les fuesen presentadas. 

La ley 73 de 24 de Octubre de 1871 mandó inrertir $ 10,000 
en fabricación de moneda de cobre puro ó mezcla&o con níkel. 
Esa moneda debia ser solo del valor de un centavo é igual á la 
úe los Estados Unidos de América. Los particulares estaban 
obligados á recibirla basta en la cantidad de 50 centavos. La 
ley 50 de 14 de Mayo de 1872 mandó empleax basta $ 30,000 ea 
monedas de cobre de uno y de cuatro centavos, y el Poder Eje- 
cutivo debia determinar la aleación, diámetro y peso de dicha 
moneda. También permitía esa ley la introducción libre de 
monedas de cobre de los Estados Unidos del Norte. 

La repugnancia del pueblo á servirse de la moneda de cobre 
en los tiempos pasados no dependió del metal de que estaba 
becha esta moneda, sino de haber sido adaptada al sistema 
decimal francés, que el pueblo no entendía por estar acostum- 
brado hacia más de trescientos años á seguir el sistema español 
de medios, cuartillos, mitades y cuartos. 

La ley 30 de 1880 sobre establecimiento de un banco nacio- 
nal autorizó al Poder EjecutivQ para emitir hasta $ 100,000 en 
monedas de níkel, fabricada ó nó en el país. La Administra- 
ción Núñez mandó acoñar $ 350,000 de esta moneda, la cual 
es admitida en el 25 por ciento de los deretihos de importación, 
en el 50 por ciento de la renta de salinas y en el ciento por cien- 
to en las oficinas de correos y de telégrafos. 

La ley 9 de 7 de Abril de 1864 mandó admitir en todas las 
oficinas públicas, excepto en las del Estado de Panamá/, todas 
las monedas de menos de 900 milésimos emitidas por los Go- 
biernos de Colombia y de Nueva Granada. La ley 41 de 26 de 
Mayo de 1866 autorizó al Poder Ejecutivo para alterar él peso 
y la ley de las monedas nacionales cuando se supiera que sus 
equivalentes habian sido alteradas por los Gobiernos extran- 
jeros. 

La ley 79 de 9 de Junio de 1871 mandó que el Poder Ejecu- 
tivo negociase la accesión de Colombia á la convención moneta- 
ria celebrada el 23 de Diciembre de 1865 entre Francia, Italia^ 
Bélgica y Suiza. 

La ley 2 de 22 de Febrero de 1875 autorizó al Poder Ejecu- 
tivo para clausurar temporalmente las casas de moneda de la 
Eepública, cuando éstas no pudieran sostenerse ; y es verdad 
que algunas de ellas no subvienen á sus gastos y que ninguna 
acuña la moneda nacional con la perfección debida. 



El oro amonedado en las casas de Bogotá, de Popayan y de 
Medellin desde su creación hasta 1881, suma$ 168.754,041-180. 
La plata suma $ 13.317,221-369. Esto hace un total de 
$182.071,262-549. . 



— 221 -^ 
IX 

DEUDA EXTERIOR E INTERIOR. 

López—Méndez. 

Don Luis López-Méndez, agente de Venezuela en Londres 
desde los primeros tiempos de la Eepública y enviado allá con 
el objeto de buscar recursos para sostener la guerra de la Indcv 
pendencia, desplegó una actividad y una constancia sumas par» 
el logro de su cometido. Fué por eso por lo que en 1817 zarpar 
ron de los puertos de Inglaterra con destino á los de Yenezuela 
720 hombres en diferentes expediciones, contratadas con los 
Coroneles Ikeerie, Wilson, Hippisley, Campbell, Gilmore y Mac- 
Donald ; y en 1818 hasta 4,368 individuos más, despachados ea 
ocho grupos por arreglos con los Coroneles Elsom, English, 
Meceroni y Gore y con los Generales Mac-Gregor y D'Evereux. 
Total 5,088 individuos. 

De estos auxiliares naufragaron en las costas de Francia el 
coronel Ikeene y 300 hombres, y en las de Barbada 187. A los 
puertos de ííueva Granada directamente solo vinieron 600 
hombres con el General Mac-Gregor y 300 con el Coronel Mece- 
jponi : total 900. Empero, los restos de los soldados europeos 
venidos á Yenezuela en 1817 y parte de los contratados ppr el 
Coronel Blsom, combatieron en la jornada de Boyacá bajo el 
nombre de ^'legión británica," y no solo formaron el batallón 
*^Albion,'' sino que suministraron cuadros excelentes para la 
formación de los batallones "Eifles" y ^'Carabobo,'' célebres 
njás tarde. 

Casi todos los contratos hechos por Méndez con Hippisley, 
Mac-Donald, Ikeene^ Wilson y otros para enganche de tropas, 
se hicieron sobre las siguientes bases : 1* igual paga á los 
oficiales y soldados que la que daba el Gobierno inglés ( el 
sueldo empezaba a correr para los oficiales el dia de su embar- 
que y para los soldados el dia de su llegada á la isla de Mar- 
garita ó á Costafirme ) 5 y 2* entrega á su llegada á Caracas 
( por compensación de gastos ) de $ 200 á los oficiales que 
tuvieran despachos y de $ 80 á los que no los tuvieran y á los 
soldados. * 

Zea. 

Zea, Vicepresidente de la antigua Colombia, fué nombrado 
por Bolívar comisionado en Europa así para negociar con 

* "Varias veces oímos decir á BolÍTar al hablar de esta época, que el ver- 
dadero libertador de Colombia era Lópei-Méndez. Aseguraba que él nada hu- 
biera podido hacer en la célebre campnfia de 1819 sin los oportuno» y eficaces 
auxilios de todas clases que aqnél U proporcionó en Londres, empeñandosn pro- 
pia responsabilidad y la del nacitsnte )r aún mal afirmado Gobierno de Vene- 
zuela. Comprometimiento peligroso, que sujetó á López-Méndez á ser llevado á 
la cárcel, en donde estuvo largo tiempo por no haber podido cumplir la» obli- 
gaciones contraidas en nombre de su Gobierno/' — Restrepo, 



J 



I \ 



— 222 — 

las naciones del Viejo Mundo el reconocimiento de nuestra in- 
dependencia como para conseguir un empréstito. A la llegada . 
de Zea á Londres nuestra deuda no pasaba de $ 2.500^000 ; mas^ 
tleseando vivamente nuestro agente fiíndar, á su modo, el cré- 
dito de la Eepública, reunió en aquella ciudad á los acreedores 
=de Colombia, representados por Herring, Graham y Powles y 
celebró con ellos el 'memorable convenio de l.^ de Agosto dé 
1820, én que les reconoció $ 3^658,810. Más tarde se Mzo otra 
liquidación á favor de los acreedores extranjeros por $ 919,890. 
Total $ 4.578,700. Diferencia en contra déla nación $ 2.078,70O, 

Zea dio á los acreedores vales ó pagarés llamados deventures^ 
con el 10 por ciento de interés anual jsi se pagaban en Ingla- 
terra y con el 12 por ciento si se pagaban en Colombia. Para el 
pago de estos documentos hipotecó la renta de tabaco y la de 
quintos de oro y de plata. Lo» intereses debian ser pagados por 
cuaüias partes cada tres meses por una comisión liquidadora 
establecida en Colombia. Para expedii* deventures Zea no exigió 
comprobante ninguno;* casi bastaba pedirlos para obtenerlos, 
y así lo confesó él mismo en una nota dirigida al Gobierno el 
9 de Enero de 1821. Los dsventures debian ser admitidos en su 
totalidad en las siete octavas partes de» los derechos de aduana 
y de otras "sumas que, por cualquier motivo, se debiesen á la 
Eepúblicia. 

A pesar de qtie Zea era nuestro único agente en el e^rtran- 
jéró, López-Méndez celebró después de la llegada de éste é, 
Europa un contrato (27 de Febrero de 1821) por vestuaiíos, 
equipo y armamento para diez mil hombres con el sillero Jaime 
Mackintosh, dándole $ 75 por fusil y vestido para cada sol- 
dado, y estipulando un interés de, diez por ciento anual. López 
Méndez expidió también deventures ó pagarés iguales á los de 
Zea pqr la suma de $ 750,000, con lo que ocasionó alpaísiin 
gravamen que ha pesado sobre él por espacio de sesenta años. 
Por la mitad de esta suma ( $ 375,000) pagó la Eepública 
$ 1.655,350. La otra mitad corrió á cargo de las repúblicas del 
Ecuador y de Yenezuela. 

No habiendo podido ser pagados los intereses de las deudas 
contraídas por Méndez y Zea y deseando este último allegarse 
nuevos recursos, negoció{1822)con los señores Herriríg. Graham 
y Powles $ 700,000 en obligaciones colombianas iguales en uii 
todo á las que se hallaban en circulación. Vendió dichas obli- 
gaciones al 65 por ciento ó sea por $ 458,560; esto es, perdiendo 
$ 241,440, y pagó con ellos los intereses vencidos. Como era 
natural, esta operación, aunque ruinosa éh el fondo, levantó 
artificialmente y por algunos momentos el crédito de Colombia, 
y Zea se aprovechó de ello para contratar el grande empréstito 
que tenia imaginado hacia largo tiempo. 

Las instrucciones llevadas por Zea á Europa le hablan sido 
dadas en 1819 por el Gobierno de Angostura, y para el 13 de 
Marzo de 1822, dia en que se firmó en Paris el contrato del 



— 223-r 

Huevo empréstito, habian caduéado por completo, pae& en ^sab 
fecha yá Oolombia se había constituido defínitivamente y solo 
le era permitido al Congreso contraer deudas sobre el crédito 
de la nación/ Esto mismo había dicho á Zea el Secretario dé 
astado Gual el 15 de Octubre de 1821 ; mas, prescindiendo Zea 
de todo celebró en la fecha expresada con los mismos Garlos 
Herring, Guillermo Graham y Juan Diston Powles un emprés- 
tito de $ 10.000.000. Las bases faeron las siguientes : se con- 
trató al 80 por ciento ; es decir, que de hecho quedó reducido á 
$ 8.000,000. El objeto principal de este empréstiibo era.amprtizaT 
las obligaciones de la T^e^^úbliQSk (deventuresj y amortizarlas á 
la par por capital é intereses. Fijóse el de las nuevas obligacio^- 
iies en un 6 por ciento, el cual debia ser pagado en lióndrespér 
semestres vencidos, y concedióse á los prestamistas un 2 por 
Qiento de comisión sobre el monto del empréstito ( $ 200,000 ), 
2j por total de los intereses y 1 por ciento más por la amortizar 
^ion de la vigésima parte del capital, la cual debia hacerse por 
años, empezando en 1830. Como garantía del préstamo dio Zea 
los derechos de importación y de exportación, las rentas de 
minas ( oro, plata y salinas ) y la de tabacos. 

Los prestamistas recibieron el encargo de enviar fornituras 
y toda clase de artículos militares para el servicio de la Bepú- 
blica. Cobraron por esto una nueva comisión adicional, y cu: 
brieron parte del empréstito con el valor de esQS artículos. 

Más tarde contrató Zea otro empréstito por $ 100,000 para 
hacer un viaje á España, y dio por dicha cantidad (capi- 
tal é intereses ) $ 333,330. Para verificar estas operaciones 
Zea hacia uso de las firmas en blanco dadas por Bolívar el 
24 de Diciembre de 1819, refrendadas por el Secretario BeveU; 
ga. Semejantes actos, ruinosos á todas luces aunque acaso dis- 
culpables bajo el aspecto político, produjeron desde entonces 
los gérmenes de ruina que hace más de medio siglo entorpecen 
la marcha del país. 

Zea no comunicó á Colombia oficial ni privadamente estas 
graves operaciones : mas, habiéndose ellas divulgado por varios 
conductos, no solo las improbó el Gobierno en su corresponden- 
cia con aquel empleado suyo, sino que publicó en la " Gacet^i 
OficiaF é hizo publicar en los periódicos extranjeros un decreto 
en qne decia "que ninguna persona, cuidadano de Colombia ni 
extranjero, se hallaba autorizada en Europa para celebrar contra- 
tos, contraer empeños, ni obligar en manera alguna al Gobierno 
de la liepública al cumplimiento de ningún pacto, convenio ú 
obligación, fuese la que ftiese ; y que por lo tanto ningún contrato, 
convenio u obligación que se hiciera ó se hubiese hecho seria 
obligatorio i)ara Colombia sino cuando precediera ó hubiera 
precedido la autorización expresa de ésta al efecto.'' Posterior- 
mente fué designado el señor Bafael Bevenga para que pasase 
á Europa á dirigir los negocios fiscales de la Eepública en sus- 
titución de Zea. 



— 224 — 

Revenga naufragó en el AÍaje, perdió «us papeles y tuvo 
que regresar á Bogotá. 

Al saberse tx)do esto en Londres se produjo el pánico 
que era natural se produjera, y los prestamistas enviaron 
á Colombia al francés Juan Bautista d'Esmenard y al inglés 
W. O. Jones para negociar con el Gobierno la aprobación del 
contrato Zea, de 13 de Marzo de 1822. En aquella sazón fué 
improbado también por el Poder Ejecutivo el contrato Méndez- 
Mackiutosb, y á la verdad habia para ello muy buenos funda- 
mentos. 

Antes de saberse en Inglaterra estas justas improbaciones, 
empezaron á llegar á Cartagena los efectos contratados, y 
aunque ellos eran de muy mala calidad y aunque su precio era 
exorbitante, se tuvo la imprevisión de mandarlos depositar en 
los almacenes públicos. De este hecho se aprovecharon luego los 
prestamistas para exigir el cumplimiento de los contratos, 
aunque la aprobación de éstos no pudo obtenerse por entonces 
ni del Ejecutivo ni del Congreso. Entre los efectos enviados 
por Zea llegaron á la Guaira la corbeta " Zafii:o'' de 28 caño-, 
nes, para el servicio de la República, y $ 150,000 en numerario. 
Posteriormente llegó el bergantín ^'Mosquito,'' de 20 cañones. 

Zea murió en Europa sin que hubiese dado cuenta de sus 
operaciones fiscales, lo que produjo más dudas y más embrollo» 
respecto de dichas operaciones. 

Revenga. 

Don José Eafael Eevenga logró llegar á Londres el 1.^ de 
Enero de 1823, y allí fué rodeado é importunado por los pres- 
tamistas y por los tenedores de bonos colombianos, bonos que 
se cotizaban del 45 al 50 por ciento. Ko pudiendo este nuevo 
agente decir nada satisfactorio a estos acreedores ni á Méndez, 
quien lo urgia para que reconociera el contrato Mackintosh, fué 
víctima de intrigas oprobiosas y puesto en la cárcel el 20 de 
Mayo siguiente. En ella permaneció tres meses. 

El primer Congreso constitucional de Colombia, reunido en 
Bogotá el 19 de Abril de 1823, después de largos de bates, impro- 
bó el 7 de Junio las operaciones fiscales de Zea. Igualmente 
fué improbado el contrato Mackintosh ; sin enibargo, se auto- 
rizó al Ejecutivo para que reconociera y pagara las cantidades 
que efectivamente hubiera recibido el Gobierno, y jxara que 
emitiera nuevas obligaciones por ellas. En caso de desavenen- 
cia podian ser nombrados arbitros. 

Por una ley especial se facultó al Gobierno para contratar 
un nuevo empréstito de $ 30.000,000; y por un decreto se facul- 
tó igualmente al mismo Gobierno para solicitar en préstamo 
$5^,000 á fin de atender á los gastos más urgentes. Para el 
logro de esto nombró el Gobierno al Senador Manuel José 
Hurtado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario 



--. 22$ — 

^e Colombia cerca del Gobierno de la Gran Bre'tafía y le tetiíó 
lofi poderes conferidos á Eev^iga. 

Htirtado. 

: Autorizado plenamente este agente de la Bepóblicsá por el 
Poder Ejecutivo en virtud del decreto legislativo de 1? de Junio 
de 1823, celebró el 1.® de Abril de 1824 un contrato con los 
antiguos prestamistas, V por el cual no solo ax)robó lo hecho por 
Zea sino (Jue se comprometió á entregar á los acreedores ex- 
tranjeros $ 272,750 en bonos por igual cantidad de éstos que 
Zea habia dejado sin firmar. Los prestamistas debian dar 
♦ 875,000, saldo que confesaron debian á Colombia de los 
é 10.000,000 contratados con Zea. ♦ Hecho esto, dióse principio 
é> la negociación del nuevo empréstito de $ 20.000,000 más por 
los comerciantes Francisco Montoya y Manuel Antonio Arru- 
bla3, bajo la dirección del Ministro Hurtado* Fué negociado este 
empréstito al 85 por 100 ; esto es, con 15 por Í00 de pérdida, y 
al 6 por 100 de interés. ♦* Dióse en hipoteca especial la renta 
de taba<;o, sin perjuicio de quedar obligadas también las otras 
rentas del país. El contrato se celebró con B, A. Goldschmidt 
y Compañía de Londres el 22 de Abril de 1824 ; pero las obli- 
gaciones fueron firmadas una en Calais y otra en Hamburgo á 
causa de que las leyes inglesas prohibían estipular un interés 
mayor del 5 por 100 al año. 

El empréstito se elevó á la suma de 6.750,000 libras esterli- 
nas, y se estimó cada peso en cuatro chelines y seis peniques* 

Los comisionados recibieron por gastos de viaje y agencia 
el 1 por 100 de la cantidad efectiva de la negociación, ó sean 
47,500 libras esterlinas. Se abonó por gastos de corretaje, &c. 
el 2 por 100 (95,000 ). Total £ 142,500 ó sean $ 712,500. 

Oon las primeras sumas quese recibieron de este empréstito^ 
se envió al Perú, por cuenta de Colombia, una expedición de 
cuatro mil hombres* 

En 1826 quebró la casa de Goldschmidt, á causa de la baja> 
de los bonos colombianos, y perdió á su jefe, quien se suicidó 
de pesar. Esta quiebra desfalcó á Colombia en $ 2.010,905-75^ 
cantidad que habia sido dejada én poder del prestamista^ 

Á las sumas de los empréstitos de que hemos venido hablan- 
do hay que agregar $ 157,500 del suplemento dado, sin interés, 
por Méjico á la Eepilblica de Colombia en 1826, hechas las de- 
ducciones que debian hacerse de conformidad c(wa el convenio de 
23 de Diciembre de 1834. 

l'al fué el curso de los empréstitos colombianos^ oríg^ de 
nuestra deuda exterior actual. 

* Este (Ioenm«nto pnedd ser consultado en el oúinero 171 de la "Gaceta de 
Colombia/' correspondiente al 23 Enero de 1825. 

** Chile negoció en aqnella misma época un empréstito al 69 de descuento 
yal 6 de ioterefl, y Méjico otro al 60 de descuento y al 5 por ciento de intereft^ 

15 



— 226 — 

Partloiozx de la deuda. 

Dísuelta desgraciadamente la antigua Colombia se hizo 
urgente arreglar el negociado de la deuda pública de ésta^ y al 
efecto se dieron los pasos conducentes. El 23 de Diciembre de 
1834 los comisionados de Venezuela y de Nueva Granada, cansa- 
dos de esperar al del Ecuador, firmaron un convenio en Bogotá 
sobre partición de la deuda colombiana, tomando por base 
la población de las tres repúblicas conforme al censo de 1825. 
Tocaron según esto al Ecuador 21 J unidades, á Venezuela 28J 
y á líueva Granada 50. Igual distribución se Mzo respecto de 
los crSditos activos. 

El 28 de Abril del año siguiente (1835) Venezuela aprobó el 
convenio de partición de la deuda. Empero, no sucedió lo mismo 
en el Ecuador ni en Nueva Granada : la primera de estas repú- 
blicas no lo hizo sino hasta el 13 de Abnl de 1837 y la segun- 
da hasta Mayo del mismo año. Debióse esto, de parte de noso- 
tros, á la fuerte oposición que tuvo en las Cámaras dicho con- 
venio, pues se le juzgó sumamente gravoso para el país. 

El cuerpa de CGinisionados, que lo compusieron Francisco 
Marcos por el Ecuador, Santos Michelena por Venezuela y Rufi- 
no Cuervo por Nueva Granada, se instaló el 25 de Abril de 1838 
para dar principio á sus trabajos, los cuales terminaron el 16 
de Mayo de 1839. 

Como la deuda exterior de Colombia habia subido á 
$ 34.065,000 por capital jáfp 29.450^000 por intereses ( total 
$ 63,515,000 )y tocaron á Nueva Granada por sus 60 unidades 
$ 31.757,500o Hablan bastado solo dieziocho años, pues, para 
que la suma de los empréstitos de Zea, de Méndez y de Hurtado 
se duplicara. No sucedió lo mismo respecto del empréstito 
mejicano hecho á la B-epública en 1826, porque éste no ganaba 
interés. 

Hé ahí la caíisa por que Nueva Granada empezó su vida 
debiendo al extraiyero : 

Por capital $ 17.032,500 .. 

Por intereses 14.725,000 . . 31.757,500 . , 

Y á los acreedores internos : 

Por capital $ 12.663,009-84 

Por intereses 7.278,634-35 19.941,644-1^ 

Total general » 77 $ 51.699,144^ 

* El monto total de la deuda de la antigua Colombia al tiempo de la 
disolacion de ésta era de $ 102.948,787-66. Así: 

Capital de la deuda exterior. $ 34.065,00(M)0 

Intereses del mismo hasta 81 de Diciembre de 1829 29.000,450-00 

Total $ 68.066,450-00 

Capital de la deuda interior 25.826,018^98 

Intereses del mismo hasta el 81 de Diciembre de 1^29^ ..... 14.557,268-68 



$ 89,888,287-66 



— 227 — 

Esta suma enorme, que en vano rechazó el sentimiento pú- 
blico por algunos años, así en las Cámaras como fuera de ellas, 
es la causa del mievo coloniaje que, bajo la forma fiscal, ha ator- 
mentado al país por cerca de cuarenta años. TJh país que tenia 
tina deuda igual á 25 veces el monto de sus rentas, no era posi- 
ble que se perteneciese á sí mismo : pertenecía á sus acreedores. 
'Oircunstancia que se hace más triste al considerar los términos 
onerosísimos en que se contrajo la mayor parte de dicha 
deuda y el poco ó ningún provecho que le produjo. 

Pagos. 

La ley de 20 de Abril de 1838 orgánica del crédito nacional 
(primera de las de su clase) destinó para el pago de los intereses 
de la deuda exterior la octava parte de los derechos de importa- 
ción, la mitad de los sobrantes de la Tesorería al fin de cada año 
fiscal, el producto líquido del tabaco que se vendiese en nume- 
rario para la exportación y la octava parte de los derechos de 
importación, que se pagaban entonces en deuda flotante ra- 
dicada. 

Para la amortización de la deuda exterior aplicó la misma 
ley el sobrante de lo destinado para el pago de intereses, salvo 
que eáte sobrante se aplicase para el pago de los intereses del 
año siguiente ; el producto líquido de las tierras baldías que 
fueran vendidas ó arrendadas ; el sobrante de las cantidades 
destinadas al pago de los intereses . de la deuda interior ; las 
sumas que cobrase la Repiiblica de las acreencias peruana y 
boüviána } y la parte que correspondiese á ésta en el cobro de 
las acciones de Colombia contra los contratistas del empréstito 
de Calais y de Hamburgo. 

Bien examinados estos fondos, todos, menos dos, eran iluso- 
rios ; empero, la Eepública daba lo que creía que podia dar en 
esos momentos : 16 unidades de su renta de aduanas y dos ter- 
ceras partes de su renta de tabaeos. El pago del capital era 
meramente nominal. A pesar de esto, al año siguiente yá se re- 
cogieron velas á este respecto, pues se expidió ( 11 de Abril de 
1839 ) una ley "autorizando ampliamente al Poder Ejecutivo 
para el arreglo de la deuda nacional exterior, y apropiando á 
favor de ésta dos millones de fanegadas de tierras baldías.'' 
Esa ley decía : l.o " No obstante el haberse aplicado fondos 
eventuales para el pago de los intereses de la deuda nacional 
exterior, el Poder Ejecutivo en los arreglos que ha de celebrar 
con los acreedores extranjeros podrá estipular definitivamente 
la aplicación de cantidades determinadas para el pago de los in- 
tttíeses de la expresada deuda que se causen en lo sucesivo en 
cumplimiento de dichos arreglos j" y 2.° "en caso de verificarse 
dichos arreglos sobre la base precedente, los fondos eventuales 
entrarán en la masa común de la Hacienda y el Congreso vo- 
iara anualmente las cantidades convenidas entre el Poder Eje- 
cativo y los acreedores extranjeros para el pago de éstos.'' 



~ 228 ~ 

Esta fué la primera alteración que hizo N'ueva Granada en 
sus compromisos, no i)or el gusto de hacerla sino por la conve- 
niencia del acreedor y del deudor, pues quitó al pago toda in- 
certidumbre é hizo fija su cuantía. lüTada más natural: el país 
necesitaba saber ent^Jnces, como en todo tiempo, cuál era la 
exacta i^edida de sus recursos deducida la exacta medida dé 
sus gravámenes, sin ser comanditario de ningún acreedor' 
suyo, privilegiado al efecto. Era preciso dejar á las renta» 
públicas algún progreso en beneficio de los asociados (que son 
los que las producen) y no comprometer el rendimiento actual 
y el rendimiento futuro de ellas en, beneficio iinico del pasado 
y sin ventaja ninguna para el presente ni para lo por venir^ 
como sucedió alguna vez ( ley de 3 de Junio de 1868^). 

La cantidad /ja para el pago de una deuda tiene la ventaja 
sobré la cantidad ^progresivas que deja al deudor algún alivio y 
alguna fuente de mejora ; la otra lo priva de todo recurso y 
hasta del interés del adelanto de sus haberes, pues este pro- 
greso no es para él. Comprendiéronlo así los legisladores de 
1839 y corrigieron la obligapioo jiacional del año anterior ctt 
términos soportables por la Reptiblica. ' 



I 

Hasta el año de 1845 el país solo había tratado de paga£ 
su deuda por medio de leyes : desde esa época para acá entr^ 
éste en la via de los convenios directos con sus acreedores. 3>^ 
esos convenios pasamos á hacer una breve reseña. - ■ 

• 4 

' r 

Convenio Ordóñezs — 1845. 

!Ni las estipulaciones de la ley de 20 de Abril de 1838, ni líká 
de la ley de 4 de mismo de 1839 pudieron tener un completcí^ 
efecto por diferentes causas, y el negociado de la deuda pública^ 
e:^terior quedó, por decirlo así, en stafu quo hasta el 14 d0f. 
Junio de 1845, en que fué aprobado y ratificado por el Gobiei** 
no eí convenio de Bogotá, celebrado el 15 de Enero de aquel 
mismo año entre Juan Clímaco Ordóñez, por parte de la Bepú- 
blica, y Powles, íllingworth, Wilson y Compañía i)or parto de 
los tenedores de vales colombianos. .j 

En ese convenio fué destinado i)ára la amortización de 1^ 
deuda exterior el producto de las propiedades nacionales qu^ 
se aplicasen por las leyes para tal efecto j y para el pago de io¿ 
intereses el producto líquido de la renta de tabaco y el 50 poi> 
ciento (cincuenta unidades) de la renta dé aduanas. Al hablai^. 
de este convenio dijo el Presidente Herran al Congreso el 1% 
de Marzo de 1845 : " el Gobierno se ha extendido hasta donde 
es verosímil que la nación pueda cumplir." 

Según la liquidación hecha al tiempo del convenio de quie^ 
nos ocupamos la deuda exterior ascendía: ^ i 



— 229 — 

Por capital $ 16.564,876 .. 

Por itttereses 18.883,957-50 35.448,832-60 * 

Mas, habiendo convenido los negociadores en igualar estas 
dos cantidades obtuvo la República en la suma de los inte- 
reses una rebaja de $ 2.319,082-50. Oon esta operación el 
capital y los, intereses de nuestra deuda exterior hasta 1845 
quedaron igualados así : 

Por capital $ 16.565,000 . . 

Por intereses- 16.565,000 . . 33.130,000 . . 

A nuestra deuda por capital se le dio el nombre de deuda 
aetivaj y á nuestra deuda x)or intereses se le dio el nombre 
de deuda diferida,^ Llamóse deuda activa la primera porque 
entró á deven,2:ar intereses desde la fecha del convenio, en 
la proporción siguiente : 1 por ciento durante los cuatro pri- 
meros años, y i por ciento más cada año hasta llegar al 6 por 
ciento. Llamóse deuda diferida la segunda porque, no ganó 
intereses durante ios primeros diez y seis años posteriores al 
convenio, esto es, hasta 1861, De esa fecha en adelante entró 
á ganar el 1 por ciento, rata que debia ser aumentada en ^ por 
ciento al año hasta llegar al 3 por ciento. 

En virtud de este convenio la República pagó en ocho años 
y medio (del 1.° de Junio de 1845 al l.o de Junio de 1853) 17 
dividendos semestrales, ó sea $ 1.706,031-24 por intereses 
de la deuda activa ^ pero no con los fondos asignados por el 
convenio sino en gran parte con los bonos de la deuda del 
Pera á Colombia ( $ 839,531-25 ), pues las circunstancias del 
Tesoro no lo permitieron una vez que la renta de tabaco fué 
abolida en 1849 y que de la renta de aduanas se dispuso para 
hacer frente á los gastos del servicio ordinario. Habiéndose 
«aspendido los pagos á los acreedores extranjeros desde 1853 
«a adelante, de hecho quedó desvirtuado el convenio Ordóñez 
J se pensó en hacer otro, para el cual dio al Poder Ejecutivo 
Uü voto absoluto de confianza la ley de 25 de Junio de 1856. 

Convenio Grixtiéproz Vergara — 1861. 

Debe tenerse presente que cuando se inició el convenio de 
que vamos á ocuparnos, los acreedores extranjeros no hablan 
recibido ni un centavo por amortización de capital, ni tampoco 
todas las sumas á que tenian derecho por intereses de la deuda 
«ctiva. La situación, pues, no eríj, favorable para ellos, como 
tampoco lo era para el crédito de la Eepública, lo que acaso 
obró bastante en el ánimo del negociador granadino para las 
' ccmcesiones que se vio en la necesidad de hacerles, pues es de 

* El capital de esta deuda gnnnba el 6 por ciento al afio conforme á los 
contratos primitivos; y cada $ 500 habiau devengado, por iutereees, $ 570 
hasta 1844. 



— 230 — 

suponerse que él tratase de levantar dicho crédito y que ellód^^ 
fuesen más exigentes que con Ordóñez, á fin de no correr ' 
detras de nuevas ilusiones. * 

Las principales estipulaciones del convenio Gutiérrez fueron 
las siguientes : 

1* Se asignó para pago de los intereses y amortización del ' 
capital, 25 por ciento de los derechos de importación (25 unida- ' 
des) desde el 1.° de Diciembre de 1860 hasta el l.o de Diciembre 
de 1866 ; y desde el 1.^ de Diciembre de 1866 en adelante 6 sea 
hasta la completa amortización de la deuda, 37^ por ciento 
(37J unidades); y 

2* Se dieron como prima de dicho convenio 75 acres de tie- • 
rras baldías ( 30 hectaras) por cada vale de $ 600 de la deuda 
activa y 40 acres ( 16 hectaras ) i)or cada vale de $ 500 de la 
deuda diferida. 

Según este convetiio el fondo de pago no era fijo sino even- 
tuály pues dependía su aumento del aumento de la renta de 
aduanas. Mas en caso de que de 1860 á 1866 no alcanzaran 
las 25 unidades á la cantidad de $ 200,000 por año, la Eepública 
debía completar ésta con cualquiera de sus otras rentas, hecha 
que tuvo lugar; y si de 1866 en adelante las 37 J unidades no 
alcanzaban a $ 300,00 por año, debia hacerse lo mismo. El' 
objeto, pues, de los acreedores era no recibir jamas menos de 
una suma determinada en cada año y asegurarse en la pros-' 
peridad de la renta de aduanas un aumento proporcional, que 
á la larga tenia que ser de mucha monta, pues podia pasar de 
$ 1.125,000 con solo que aquella renta llegase á producir 
$ 3.000,000. í 

Por la concesión de tierras baldías recibieron los acreedores^ 
en bonos territoriales 1.757,200 hectaras de tierras, que á trein-. 
ta centavos la hectara valían $ 527,160. 

Las liquidaciones á que dio lugar este convenio dieron loó* 
siguientes resultados : 

Por deuda activa $ 16.256,500 • -: 

Por intereses de esta deuda (intereses que '^ 

dejaron de pagarse según el convenio Ordóñez y 
que se capitalLsaron por Gutiérrez á la rata del 
3 por ciento con el nombre de rnieva deuda 
activa) 3.887,000 

Por deuda diferida í capitalización de inte- 
reses hecha por Ordóñez ) 16.045^500 **í 



•* 



Total de la deuda exterior en 1861 $ 36.189,000 



Entre las estipulaciones del convenio Gutiérrez se hace no- 
tar la contenida en el artículo 6?, en virtud de la cuál la Eepú^ 

* En esta cantidad no están inolnidos $ 807,850 amortiaados hasta 1861. 
** En esta cantidad no están incluidos ( 519,500 amortizados hasta 1861. ^ 



_231— , 

blica quedó obligada á entregar los provechos que tuviese en 
el ferrocarril de Panamá. Empero, nunca se dio cumplimiento 4 
dicho artículo. 

Comparado el convenio Gutiérrez con el convenio Ordóñez 
casi pueda decirce que, en el fondo, ellos impusieron iguales 
gravámenes á la Eepública : Ordónez dio el 60 por ciento de 
las aduanas y la renta de tabacos ^ Gutiérrez hasta el 37¿ de 
la misma renta de aduanas, la del ferrocarril de Panamá y dos 
millones de hectaras de tierras baldías. 

Ordóñez obtuvo en la capitalización de intereses una rebaja 
de $ 2.319,082-50; Gutiérrez no obtuvo ninguna y capita- 
lizó intereses por $ 3.887,000, con lo cual dio origen á la nueva 
deuda aditiva del 3 por ciento. 

En cuanto al pago, así el uno como el otro estipularon can- 
tidades eventuales (unidades de aduanas) y no fijas, sistema 
bneno con relación al pago de la deuda, pero malo con relación 
ár nuestros recursos, pues nos arrebataba una gran parte de los 
progresos futuros de la principal renta del país. Ordóñez no 
estipuló nada expresamente para la amortización del capital ; 
Gutiérrez destinó fondos para la amortización gradual de éste. 

Hacemos esta comparación únicamente para estimar bien 
la situación creada por cada uno de esos dos contratos. 

Gutiérrez estimó la diferencia entre los dos convenios en la 
cantidad de $ 69.904,131, diferencia favorable á Colombia. 



Veamos ahora lo que Colombia había pagado en numerario 
por su deuda exterior hasta el momento del arreglo del 1? de 
Enero de 1873. 

Por él contrato Méndez-MoiMntosh. — ^Valor de este contrato 
$ 750,000. Suma que correspondió á Colombia en la partición 
de la deuda exterior, $ 375,000. 

Por esta suma se le reconocieron al interesado, según el 
convenio de 8 de Junio de 1858, por capital é 

intereses capitalizados .$ 560,280 . . 

. Y por intereses (según el mismo convenio)... 8*73,087 .. 

Total $ 1.433,367 .. 

Como los billetes con que se acabó de hacer 
este pago ganaban el 6 por ciento anual desde 1851, 
hay que agregar, por término medio, la cantidad 
de $ 222,983 . . 



Total de lo pagado $ 1.656,350 

Acreencia primitiva 375,000 



Diferencia entre lo pagado y la acreencia pri- 
mitiva $ 1.281,350 



— 232-- 

T(yr la íeuñÁk m^icana. — ^Valor líquido de esta < 

deuda $ U8,906 , ^ 

Intereses • 294,299 . . 

Total i $ 443,205 .. 

Esta cantidad ñré pagada en 1862 en l>ono8 flotantes del 3^ 
por ciento por convenio con el representante de los acreedores 
mejicanos, el cual manifestó: *^que aceptaba en nombre de sus 
comitentes de la manera más explícita y solemne el reconoci- 
miento así como también la forma establecida para el pago de 
la deuda, que es la emisión de bonos flotantes del 3 por ciento 
anual, amortizables del mismo modo que toda la deuda flotan- 
te de la Union y que, por consiguiente, declaraba definitiva- 
mente arreglado el asunto." ♦• 

Por los empréstitos Zea y Hurtad-o. — Estos contratos se cele- 
braron, como yá se ha dicbo, de 1822 á 1824, pero no se han 
encontrado en las Secretarías de Estado antecedentes por los 
cuales se venga en conocimiento exacto de lo que la EepúbUca 
hubiese pagado hasta 1846, época del convenio Ordóñez» 

Por el eonvenio Ordóñez ( de 1845 á 1853 ) por intereses, 
pues no se amortizó durante este tiempo cantidad alguna del 
capital, se pagaron $ 1.706,031-24 

De 1853 á 1861 no se pagó nada por capital ni 
por intereses. 

Por el convenio Gutiérrez (de 1861 á Abril de 
1872 ). 

Por capital $ 373,294 t 

Por intereses 3.295,515 •« 

A esto hay que agregar lo retenido de las 37¿ 
unidades á causa de la suspensión de los pagos 
de la empresa del ferrocarril de Panamá, que fué 

pagado en 1873 323,343-50 

y las sumas corresx)ondiente8 á los meses de Mayo 

á Diciembre de 1872 ...^ 204,000 .. 



■*-hIm*«. 



Total $ 6.902,183-74 1 

Tal es la cantidad que ha desembolsado en numerario la Be- 
' pública, á la cual si se agregan $ 527,250, valor de las tierras 

* Esta deuda no ganaba intereses» pero como do se reembolsó á Méjico en 
1829, se le asignó después el 6 por. ciento anual. 

** Actos oficiales, tomo !,« página 632. 

f Con (>sta cantidad en numerario se amortizaroq bonos granadinos por 
yalor de | 8.045,000, de 1861 á 1872. 

t Por decreto de 28 de Julio de 1824 el Congreso autoriza a! Poder 
Ejecutivo para que reconociera y pagara lo que la Bepüblica de Colombia 
debiese á la casa de Sureau y Compañía de Haití, por los suplementos hedxoa 
al General Mac-Gregor en 1819. 



— 233 — 

baldías dadas por el contrato Gutiérrez y $ 1.065^350 que le 
fiíerou pagados á Mackintosh, se tendrán $ 8.084,783-74» 

Convenio Pérez-O'Leary, 

El 1? de Enero de 1873 fué ajustado en Bogotá el convenio 
de la misma fecba entre el Secretario del Tesoro y Crédito nacio- 
nal, Felipe Pérez, y Carlos O'Leary, Ministro de S. M. Britá- 
nica y Agente del Comité de tenedores de bonos extranjeros. 
Comparada la situación creada por el Convenio de 1861 con la 
creada por este último convenio resulta : 

Capital de la deuda en 1861 $ 33.144,000 

Id. de la deuda en 1873 10.000,000 

Diferencia á favor de Colombia $ 23.144,000 

Cantidad que se pagaba al año según 

el convenio de 1861 $ 750,000 

Id. según el de 1873 450,000 

Diferencia anual á favor de Colombia $ 300,000 

Esta diferencia valió en los primeros cinco 
anos $ 1.500,000 

I del 6? año en adelante, á razón de $ 150,000, 
en los 29 años que se calcularon parala amortiza- 
ción total de la deuda debia valer 4.350,000 

Total de las utilidades . . . .$ 28.994,000 



Ademas se obtuvieron las siguientes ventajas para el país: 
1? el pago mensual del capital y de los intereses de la deuda fué 
radicado en Bogotá ( antes estaba radicado en Londres) y con 
la simple entrega de las sumas hedía al Agente de los acreedores 
cesaba todavía responsabilidad del Gobierno en I09 pag:os; 2* 
los gastos de conversión y de servicio de la deuda los hicieron 
- los acreedores y no el Gobierno, que era quien los habia hecho 
I hasta entonces ; 3* se retiró á los acreedores extranjeros la 
— facultad de nombrar agentes fiscalizadores de la renta de adua- 
-c ñas ; 4* fué estipulada la admisión en la Tesorería general de 
. los cupones vencidos, con el fin de traer al país como capital 
circulante el valor de dichos cupones ; y 5* fueron libertadas 
" la renta de salinas y la del feíTocarrií de Panamá, y en lugar 
de gravar las aduanas en absoluto ó una porción de sus unida- 
des para el pago, se hipotecó solo de esta renta la cantidad 
" anual fija de $ 460,000. 

El Convenio Pérez-O'Leary fué religiosamente cumplido 

^^ hasta el mes ^le Marzo de 1879, año en el cual la Administra- 

€wCÍon del General Trujillo suspendió en plena paz el pago de los 

dividendos mensuales. En ese lapso de tiempo recibieron I0& 



• _ 234 — 

acreedores 9 2.812,500 por intereses y fueron amortizados 
$ 432,500 del capital. Hoy se deben : 

De capital $ 9.567,500 

Y de intereses, desde Marzo de 1879 hasta Agos- 
to de 1882 1.590,590 

$ 11.158,090 

Besúmen general de lo pagado : 

Pagado hasta 1872 $ 8.084,783-74 

Id. hasta 1879 3.245,000 .. 

Total $ 11.329,783-74 

X III ■ ■ 

DEUDA INTBBIOB. 

Saldo el 31 de Agosto de 1882 de las signientes cuentas : 

Deiida consolidada. 

Benta sobre el Tesoro nominal : 

Privilegiada al 6 por 100. $ 1.874,690 .. 

Común al 3 por 100 3.221,255 . . $ 5.095,945 . . 



Intereses anuales de la pri- 
mera $ 112,480 . . 

Id. id. de la segunda 96,637 . . $ 209,117 . . 

Deuda flotcmte. 

Benta sobre el Tesoro al portador 167,230 . . 

Bonos flotantes del 3 por 100. 

Emisión $ 15.463,427 .. 

Amortización 14.150,177 .. $ 1.313,250 . 

Bonos del ferrocarril de Antioquia 458,000 . 

Id. de Girardot 120,500 . 

BiUetes de Tesorería 26,367 . 

Vales al portador sin i V: clase $ 285,530 ) ^«^ ^^^ 

interés \2^ clase $ 295,180 ] oou,íj.u . 

Yales por indemnización de extranjeros. . . 253,450 . 

Pagarés del Tesoro 1.668,010 . 

Libranzas contra las aduanas y salinas. . . 5,374 . 

Id. contra las aduanas 2^. emisión 1.099,555 . 

Id. contra las id. de la costa Atlántica. . . . 60,120 . 



Total $ 11.057,628 



Total de la deuda de Colombia en 31 de 

Agosto de 1882 $ 22.215,718 

Elementos de esta deuda : 

Deuda exterior $ 11.158,090 

Id. interna 11.057,628 



— 235 — 



PESAS Y MEDIDAS. 



Desde la desmembración de la antigua Colombia hasta 1836 
rigió en ííueva Granada el sistema métrico adoptado por la 
gran Eepública, el cual estableció las medidas siguientes : uni- 
dad de longitud, la vara ; unidad itineraria, la doble legua ó 
miriámetro ; unidad de superficie, \2b fanegada ; unidad de capa- 
cidad para los líquidos, el moyo ; unidad de cai>ácidad páralos 
áridos, el cahiz ; y unidad para el peso, el quintal. 

Este sistema se siguió hasta 1854 en que se mandó observar 
para los usos oficiales el sistema métrico francés (ley de 8 de 
Junio de 1853). El nuevo sistema tiene por base el metro ó sea 
la diez millonésima parte del arco del meridiano terrestre com- 
prendido entre el ecuador y el polo, arco medido por. Delambre 
y Méchain según encargo de la Academia de ciencias de Paris, 
encargo confirmado por Luis XIY. 

Estas medidas son : » 

El metroj medida de longitud, igual á la diez millonésima 
parte del arco del meridiano terrestre. 

El aray medía de superficie, igual á un cuadrado de diez 
metros por lado. 

El esterioj medida p^ara las maderas, igual á un metro 
cúbico. 

El Utroj medida para los líquidos y las materias secas, igual 
á un cubo de la décima parte del metro. 

El gramo^ equivalente al peso absoluto de un volumen de 
agua pura, igual al cubo de la centésima parte del metro, á la 
temperatura de la nieve fundente. 



XI 

ORGANIZACIÓN MILITAR. 

Los colombianos, ya lo sean por nacimiento ya por natura- 
lización, tienen el deber de servir al país conforme lo dispongan 
las leyes, y están obligados á hacer el sacrificio de su vida 
cuando esto sea necesario para la defensa de la independen- 
cia nacional. La fuerza pública de los Estados Unidos de Co- 
lombia se divide en naval y terrestre y de éUa hacen parte las 
milicias que organicen los Estados según sus leyes. 

La fiíerza pública de la Union se forma con individuos vo- 
luntarios ó con el contingente que da cada Estado según su 
pobl¿^cion. Este, empero, no se le pide en tiempo de paz sino al 



r-r 236 — 

I 

Estado de Boyacá, por la excelencia de sus hijos para el servi- 
cio de las armas. * 

',. El Gobierno General no puede variar los Jefes de los cuer- 
pos de la fuerza armada que suministran los Estados sino en 
los casos y con las formalidades que la ley determina. 

Las Ordenanzas militares dicen : '^ El objeto de la fuerza 
armada es defender la independencia de los Estados Unidos de 
Colombia, mantener el orden público y sostenerla Constitución 
y las leyes nacionales.'' 

La fuerza armada comete delito de alta traición cuando se 
emplea en algunos de los casos siguientes : 1? en trastornar 
las bases 6 en destruir al Gobierno establecido por la Constitu- 
ción de los Estados Unidos ; 2? en impedir el libre ejercicio 
del sufragio en los Estados en las elecciones constitucionales y 
legales ; y 3? en violentar ó en coartar la libertad de los Senado- 
res y Eepreseutantes en sus deliberaciones legislativas y en las 
demás funciones que atribuye la Constitución á las Cámaras. 

El militar que obedece á su superior y usa de la fuerza 
armada en cualquiera de estos casos se hace responsable per- 
sonalmente. La fuerza armada es esencialmente pasiva y iu> 
puede deliberar. 

Los cuerpos de la fuerza armada y los destacamentos de la 
misma tienen ^1 deber de bacer los servicios de policía y el de 
custodiar las armas, los efectos de la nación, los caudales y las 
personas cuando se lo ordena a^í la autoridad civil ó militar 
de quien dependen. También deben ejecutar los mandatos judi- 
ciales y sentencias militares con arreglo á las Ordenanzas del 
cgército, hacer las guardias de las oficinas nacionales, de los pre- 
sidios y de las cárceles nacionales y las de las cárceles y presi- 
dios de los Estados, y las de honor al Presidente de la Repúbli- 
ca, á los Generales en jefe, á los Generales de división, &c. 

Los individuos del ejército no pueden emplearse en el ser- 
vicio personal de nadie. 

Todos los asuntos del servicio militar son despachados por 
conducto de la Secretaría de Guerra y Marina y regidos por un 
Código militar. 

\. En tiempo de paz no hay fuero militar, y los individuos del 
cpército son juzgados por los jueces y por los tribunales civiles 
de la Union. ** 



• *^La8 fuerzas que el Virei de Santafé tenia á sus órdenes para 
defensa del Vireinato eran insignificantes : constaban de 3,800 hombres 
de tropa de línea de todas armas y 9,000 de milicias. Estas fuerzas aa 
apoyaban en Nueva Granada en las fortificaciones de Guayaquil y de Pana- 
má sobre el Pacífico ; en el castillo de Ohágres, en las plazas de Portobello^ 
de Cartagena yde Sant.'tmarta y en algunas baterías de las costas del Atlsn* 
tico. La marina era mala: unas pocas lanchas cañoneras, que hacian la cus- 
todia de los rios y de los puertos, y algunos bongos armados en guerra."" 
Bestrepo. 

** *« Uno de los fueros privilegiados era el militar, .y los juicios de esta 
díase se decidían por las Ordenanzas del ejército español. Auditores de guerra 



t. . ^ 



-- 237 — 

La íéy nacional de 22 de Mayo de 1876 itiandó crear tmá 
Üscuela de Ingenieros anexa á la Universidad nacional, para 
tjue fueran educados en ella tres jóvenes por cada Estado. En 
dicha escueda estudian los individuos que deben servir de ofi-¿ 
cíales científicos de los Estados Maj^ores de la artillería, de la in* 
íantería y de la caballería, y de ingenieros militares. En 1877 la 
Escuela de ingeniería civil y militar pasó á formar un instituto 
separado bajo la inmediata dirección del Poder Ejecutivo ná-; 
cional. Hoy hay en el Instituto militar 240 alumnos. * . 

Los militares de la guardia colombiana no pueden ser nom^ 
brados Senadores ni Eepresentañtes por los Estados en donde 
se hallan en ser\icio activo. 

La marina de guerra de la Eepúblicafué suprimida en 1845^ 

El Congreso en sus sesiones de cada año escoge ocho dé 
entre los Generales de la nación, y uno de éstos, escocido á su 
vez por el Presidente déla Eepública, es el General en jefe del 
ejército, el cual no puede ser removido de su empleo sino por 
la Cámara de Eepresentañtes. 

El pié de paz del ejército lo fija anualn^ente el Congreso por 
«na ley especial. Mil hombres son suficientes para el servicio 
administrativo ordinario. ' 

La Eepiíblica recompensa los servicios militares de sus bue- 
nos hijos. Las pensiones de los militares de la Independencia 
cuestan al año $ 34,197, las de los inválidos $ 78,309 y las 
de las viudas y laíi de los huérfanos $63,171. Total $ 175,674»** 

La ley de 19 de Junio 1843 estableció un montepío militar 
compuesto de los fondos siguientes: 1? del descuento de i de 
real por peso que se hacia á los sueldos y pensiones de los Ge-' 
nerales, jefes ^" oficiales del ejército ; 2? de la diferencia del 
sueldo en el mes en que el jefeú oficial era ascendido; 3? de' 
los bienes de los militares que morían sin dejar herederos; 4.<> 
de las donaciones voluntarias, fundaciones ó capitales puestos, 
á censo en favor del montepío militar ; y 5.» del descuento dé 
J de real por cada peso del sueldo de los militares que serviají^ 
destinos civiles. Posteriormente estos fondos faeron aumenta v 
dos con la quinta piarte del sueldo mensual de los militares con 
licencia y gocé de sueldo íntrego, con la quinta parte del valor 
de las presas marítimas, la quinta parte del contrabando marí- 

administraban la justicia civil á los militares y en los delitosNeran juzgado» 
por un consejo de guerra, compuesto de siete ó cinco oficiales. Si el Capitán - 
general confíiinaba la sentencia, ésta se ejecutíiba : en caso contrario habia^ 
que aguardar la decisión del Supremo Consejo de la Guerra, que despachaba . 
enifiladríd." — Restrepo, 

■j 

• Estos. alumnos están distribuidos así : 30 designados por los Estados,'^ 
13& por los batallones de la Guardia, 30 ordenanzas-alumnos^ 15 particulares^ 
9 supernumerarios y 10 extemos. ' ' 

•* La ley de 1.» de Junio de 1844 mandd dar hasta 2,500 fanegadas de 
tierras baldías á cada uno de los militares inhábiles por causa del servicÍQ 
público. 



— 238 — 

^moy con el primer sueldo del jefe ó del oficial de guardia 
nacional que obtenía su pase al ejército. 

Con el fondo del montepío j^Ldaban pensiones vitalicias á 
las viudas, á los hyos legítimos y á las madres de los militares* 
;Esta institución fué abolida por la ley de 30 de Abril de 1855. 

En 184:7 los fondos libres del montepío militar alcanzabitfi 
á$ 53,730. 



En 1847 tenia la República 18 Generales efectivos y 2 
graduados, 16 Coroneles efectivos y 14 graduados, 39 Tenientes 
coroneles efectivos y 26 graduados, 47 Sargentos mayoíres 
efectivos y 22 graduados, 107 Capitanes efectivos y 7 gradua- 
dos, 64 Tenientes primeros efectivos y 1 graduado, 59 Tenientes 
segundos efectivos y 5 graduados, 77 Alféreces primeros efec- 
tivos y 8 graduados y 112 Alféreces segundos. Total 624. El 
pié de paz fué en aquel año de 3,400. 

La Guardia nacional auxiliar organizada en la Eepública 
en aquel mismo año era la siguiente : 



Provincias. Fuerza 

organizada. 

Antioquia 7,747 

Barbacoas , . 1,221 

Bogotá 5,829 

Buenaventura 1,685 

Cartagena 9,455 

Cauca 4,804 

Casañare 1,185 

Chocó 721 

Mariquita , . 481 

Mompos 3,605 

ÍTeiva 1,080 



Provincias. Fuerza 

organizada. 

Pamplona 4,218 

Panamá 3,666 

Pasto 1,903 

Popayan. 4,860 

Eiohacha 1,501 

Socorro 5,880 

Túquerres 2,042 

TuDJa 5,272 

Yélez 2,282 

Veraguas 2,000 

Total 71,436 



Cuadro del pié de fuerza de la Eepública de 1863 á 1882. 



Años. Individuos 

de tropa. 

1863 á 1864 1,716 

1864ál865 2,072 

1865 á 1866 1,000 

1866 á 1867 2,500 

1867 á 1868 1,600 

1868 á 1869 1,000 

1869 á 1870 2,000 

1870 á 1871 1,500 

1871 á 1872. 1,420 

1872 á 1873 1,000 



Años, Individuos 

de tropa. 

1873 á 1874 1,500 

1874 á 1875 1,200 

1875ál876... 1,225 

1876ál877 1,226 

1877 á 1878 . •. 2,585 

1878 á 1879 3,000 

1879 á 1880 3,000 

1880ál881 5,000 

1881 á 1882 4,000 

1882ál883 4,000 



— 239 — 



El actual escalafón de la Bepública se compone del siguiente 
número de jefes y oficiales : 



Grenerales en jefe 

Id. de división 

Id. de brigada. 

Id. graduados . 
Capitanes de navio. . . 
Coroneles efectivos. . . 

Id. graduados . 
T.t««-coroneles efectivos 
Id. Id. graduados 



7 Sargentos M^ea efectivo» - 201 

17 Id. id. graduados 90 

75 Tenientes de navio 3 

14 Capitanes efectivos 492 

2 Tenientes de fragata 2 

130 Capitanes graduados. .. 7 

37 Tenientes efectivos 437 

95 Sub-tenientes id 606 

29 



Total 2,144 



XII 

ARMAS. 



Las armas de la EepúbILca son un escudo dividido en tres 
fajas horizontales, que Ueva, en la superior (sobre campo 
azul) una granada de oro, con tallos y hojas del mismo metal, 
abierta y graneada de rojo. A cada uno de los lados de ésta 
hay una cornucopia de oro, inclinada, que vierte, hacia el centro, 
monedas la del lado derecho y frutos de la zona tórrida la de la 
izquierda. 

La granada se refiere al nombre que llevaba áptes la Eepú- 
blica ( Nueva Granada ) y las cornucopias á la riqueza de sus 
minas y á la feracidad de su suelo. 

En la faja del medio, sobre campo color de platina, hay un 
gorro rojo enastado en una lanza. Es símbolo de la libertad el 
último y es muestra de an precioso metal, propio de este país, 
el primero. 

En la faja inferior tiene el escudo pintado el istmo de Pana- 
má, de azul, con los dos mares ondeados de plata y un navio de 
negro á vel,as desplegadas en cada uno de ellos ; lo que indica 
la importancia- de esta preciosa garganta, parte integrante de 
la República. El escudo está sostenido en la ])arte superior por 
una corona de laurel, de verde, y ésta pende del pico de un 
cóndor, eLcual tiene las alas abiertas. En una cinta ondeante, 
asida del escudo y entrelazada con la corona, se hallan escritas 
sobre oro y con letras negras las palabras "Libertad y Orden.^ 

El escudo descansa sobre un campo verde adornado con 
algunas plantas menudas. 

Los colores nacionales son el rojo, el azul y el amarillo^ 
imitando los del arco-iris, y están distribuidos en el pabellón 
nacional en divisiones horizontales. 

En tomo del escudo hay nueve estrellas, que representan 
los nueve Estados que componen la Union. 

La elección del pabellón y del escudo de armas de la Bepú- 
blica corresponde al Gobierno General. 






—240 — 

xm. 

RELACIONES EXTERIORES. V 

La primera comisión diplomática que envió Colombia fué l3b 
destinada á Madrid. Dicha comisión no fué recibida, como 
tampoco lo fué Zea, nombrado Ministro cerca de varias Cortes 
de Europa. 

Bolívar, antes de marchar hacia el Sur de la América á con* 
tinuar la guerra con los Españoles (1821) envió un Ministro á 
Méjico y otro cerca de los Gobiernos del Perú, de Chile y de 
Buenos-Aires con el objeto de que esos países hicieran una 
liga ofensiva y defensiva con Colombia é hiciesen también con 
la misma tratados de amistad y de comercio. 

El 8 de Marzo de 1824 se presentaron en Bogotá los prime- 
ros comisionados oficiales de Inglaterra cerca del " Gobierno de 
la provincia de Colombia." En ese mismo año (3 de Octubre) la 
América del Norte hizo con ésta un tratado de paz, amistad, 
comercio y navegación. 

El primer ministro de Colombia en los Estados Unidos del 
Norte fué enviado á allí en 1825. ^ 

En 1^27 fué reconocida la República de Colombia por la 
Corte romana. 

El 22 de Junio de 1826 se reunió en Panamá una Asamblea 
americana, á la cual concurrieron los diputados de Colombia, . 
de Centro América, del Perú y de Méjico, y sin carácter oficial, 
los comisionados de Inglaterra y de los Países Bajos. * Los Es- 
tados Unidos del Norte enviaron también sus Plenipotenciarios, 
pero éstos no llegaron oportunamente á Panamá. 

El Congreso de que hablamos ajustó cuatro tratados : el 
1? sobre unión, liga y confederación de los países que estaban 
representados en el Congreso ; el 2? sobro la traslación del 
Congreso á la villa de Tacubaya, distante cinco kilómetros de 
Méjico ; el 3.© sobre ciertos coatingentes militares ; y el 4.° {que 
fué secreto ) sobre cómo serian enviados y emjileados esos 
contingentes. 

, TRATADOS CELEBRADOS POR LA ANTIGUA COLOMBLl. 

Tratado de 6 de Julio de 1822 de unión, liga y confedera- 
ción perpetua entre Colombia y el Perú. 

Id. de 6 de Julio de 1822 entre Colombia y el Perú, adicio- 
nal al precedente. 

Id. de 21 de Octubre de 1822 de unión, liga y confederación^ 
entre Colombia y Chile. 

• Se di<5 este nombre á la nación formada por la Bdlgica y la Holanda 
en 1814 y disaelta en 1830. 



— 241 — 

Tratado de 8 de Marzo de 1823 de amistad y alianza entí?e 
Colombia y Buenos-Aires. 

Id. de 3 de Octubre de 1823 de amistad, unión, liga y confe- 
lieracion entre Colombia y Méjico. 

Id. de 3 de Octubre de 1824 de paz, amistad, comercio y 
navegación entre Colombia y los Estados Unidos ue América. 

Id. de 15 de Marzo de 1825 de unión, liga y confederación 
perpetua entre Colombia y Centro América. 

Id. de 18 de Abril de 1825 de amistad, comercio y navega- 
'Cion entre Colombia é Inglaterra. 

Id. de 15 de Julio de 1826 de alianza entre las naciones 
Suramericanas. 

Id. de 1.0 de Mayo de 1829 de amistad, navegación y co- 
mercio entre Colombia y los Países-Bajos. 

Id. de 22 de Setiembre de 1829 de paz entre el Perú y Co- 
lombia. 

OELESRADOS POR LA NUÉYA GUANABA. 

Convención provisoria de amistad, comercio y navegación 
de 14 de ÍToviembre de 1832 entre Nueva Granada y Francia. 

Tratado de 8 de Diciembre de 1832 de paz, amistad y alian- 
za entre llueva Granada y el Ecuador. 

Id. de 8 de Diciembre de 1832 entre Kueva Granada y el 
Ecuador, adicional al precedente. 

Convención de 23 de Diciembre de 1834 entre Küeva Grana- 
da y Yenezuela, aceptada por el Ecuador, sobre reconocimiento 
y división de los créditos activos y pasivos de Colombia. 

Tratado de 16 de Noviembre de 1838 entre Nueva Granada, 
Yenezuela y el Ecuador sobre liquidación y cobro de las 
acreencias colombianas. 

Id. de 24 de Noviembre de 1838 de correos entre Nueva 
Oranada, el Ecuador y Venezuela. 

Convención provisoria de comercio y de navegación de 18 
de Abril de 1840 entre Nueva Granada y Francia. 

Tratado de 23 de Julio de 1842 de amistad, comercio y na~ 
vegacion entre Nueva Granada y Venezuela 

Id. especial de alianza entre Nueva Granada y Venezuela • 
de 23 de Julio de 1842. 

Convención postal de 31 de Enero de 1844 entre Nueva 
Granada y Francia. 

Tratado de 16 de Febrero de 1844 de amistad, comercio y 
navegación entre Nueva Granada y Chile. 

Convención postal de O de Marzo de 1844 entre Nueva 
Granada y los Estados Unidos de América. 

Tratado de 8 de Octubre de 1844 adicional al de amistad, 
comercio y navegaciotí entre Nueva Granada y Chile. 

Id. de 28 de Octubre de 1844 de amistad, comercio y nave- 
gación entre Nueva Granada y S. M. el Bey de los franceses* 

16 



— 242 — 

Tratado general de 12 de Diciembre de 1846 de paz^ amis- 
tad, navegación y comercio entre Nneva Granada y los Estado» 
Unidos de América. 

Convenio especial de 13 de Febrero de 1847 entre íTueva 
Granada y el Ecuador sobre auxilios militares. 

Convención de correos de 24. de Mayo de 1847 entre Nueva 
Granada y el Eeino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda. 

Tratado de 18 de Agosto de 1847 de amistad, comercio y 
navegación entre Nueva Granada y S. M. Sarda. 

Convención de 9 de Abril de 1850 sobre recíproca extradi- 
ción de reos entre Nueva Granada y la Eepública Francesa. 

Id. consular de 4 de Mayo de 1850 entre Nueva Granada y 
los Estados Unidos de América. 

Tratado sobre la extinción del tráfico de esclavos de 2 de 
Abril de 1851 entre Nueva Granada é Inglaterra. 

Convf ncion sobre arreglo de la deuda del Perú á Colombia 
entre Nueva Granada y el Perú de 25 de Judío de 1853. 

Id, consular entre Nueva Granada y Chile de 30 de Agosto 
de 1853. 

Tratado de 3 de Junio de 1854 de amistad, comercio y na- 
vegación entre Nueva Granada y las ciudades de Lubeck, Bré- 
men j Hamburgo. 

Convención consular del 1? de Agosto de 1854 entre Nueva 
(Granada y el Ecuador. 

Tratado de 15 de Mayo de 1856 de amistad, comercio y 
navegación entre Nueva Granada y S. M. el Emperador de lo»' 
franceses. 

Id. de 9 de Julio de 1856 de amistad, comercio y navega- 
ción entre Nueva Granada y el Ecuador. 

Acto de 27 de Enero de 1857 adicional at tratado de amis- 
tad, comercio 5^navegacion entre Nueva Granada y Su Majes- 
tad el Emperador de los franceses, de 15 de Mayo de 1856. 

Convención .de 10 de Setiembre de 1857 entre Nueva Gra- 
nada y los Estados Unidos de América, sobre pago de las recla- 
maciones provenientes de los sucesos del 15 de Abril de 1856 
en Panamá. 

Tratado de 8 de Marzo de 1858 de amistad, comercio y na- 
vegación entre Nueva Granada y el Perú. 

Acto de 8 de Febrero de 1859, adicional al tratado anterior. 

CELEBRADOS POR LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOJtí.BIA. 

Convención de 10 de Febrero de 1864 entre Colombia y los 
Estados Unidos de América, adicional á la de 10 de Setiem- 
bre de 1857. 

Tratado de 16 de Febrero de 1866 de amistad, comercio y 
navegación entre los Estados Unidos de Colombia y el Eeino 
Unido de la Gran Bretaña é Irlanda. 

Tratado de amistad, comercio y navegación entre Nueva 



— 243 — 

Granada y Portugal de 9 de Abril de 1857, canjeado el 24 de 
Agosto de 1865. 

Convenio consular de 20 de Enero de 1870 entre los Estados 
Unidos de Colombia y el Perú, 

Tratado de amistad, comercio y navegación entre los Está- 
dos Unidos de Colombia y el Perú de 10 de Febrero de 1870. 

Convención sobre extradición de reos entre Colombia y e^l 
Perú de 10 de Febrero de 1870. 

Id. postal entre los Estados Unidos de Colombia y Chile 
delOde Junio de 1872. 

Id. de arbitraje entre los Estados Unidos de Colombia f 
Oostarica de 25 de Diciembre de 1880. 

Tratado de 30 de Enero de 1881 de paz y amistad entre los 
Estados Unidos de Colombia y Esx>aña. 

Tratado de 14 de Setiembre de 1881 sobre arbitramento ^'¿¿m 
entre los Estados Unidos de Colombia y los Estados Unidos 
de Venezuela. 

Basta echar una mirada sobre estos tratados para dividir 
la vida de la República en dos épocas diplomáticíis distintas, 
lia primera abraza desde 1822 hasta 1829 { casi todo el período 
colombiano), en la cual solo se celebraron tratados de aliaza, de 
}>az y de confederación con las rei^úblicas americanas, amenaza- 
das todas ellas del mismo peligro: el triunfo dé España. La 
fierra era entonces la gran necesidad del momento ; por eso 
lio se pensó en más, y Colombia buscó en el Peni, en Buenos- 
Aires, en Chile, en Centro-América y eii Méjico sus aliados y 
confederados naturales. La política que dictó esos tratados 
tuvo por objeto significar á- la madre-patria que la reconquista 
lio podia intentarse en alguna de sus colonias del Nuevo Mundd 
sin intentarla en todas. 

La segunda época, que es la compi'endida de 1834 para acáj 
marca necesidades de otro orden. La independencia estaba ase- 
gurada por la victoria y por el curso del tiemi)o, y por lo mismo 
no se pensó yá sino en el comercio, en la navegación, en el servicio 
pófetal, en el castigo de los delincuentes y en todo lo que importa 
á la marcha de la civilización y á la armonía que debe reinar 
entre piieblos ligados por los vínculos generales de la industria. 

El ííltimo pueblo europeo con el cual Colombia ha entrado 
en relaciones de paz y amistad por medio de tratados públicos, 
ba sido España. 

XIY 

INDUSTRIA EN GENERAL 

I 

El verdadero punto de partida para estudiar la industria de 
un x>aís es el examen del sistema fiscal del mismo. Sin este 
estudio y sin el auxilio de la estadística no pueden ser bien 
apreciados los hechos económicos. 



— 244 — 

En 1760 ó antes — más de áos siglos después de fandadal 
fiogotá — el célebre Virey SoU^ qiüso saber cuál seria la esta- 
dística de la colonia y nombró en comisión para averiguarlo al 
Eegerite de la Audiencia, Francisco de Yergara, y á Juan Martín 
dé Zarratea. Esta comisión recogió' los datos que pudo, peio 
esos datos no han llegado hasta nosotros. 

Solo sabemos de ese entonces que la aduana de Cartagenai, 
que era la principal en aquel tiempo, produjo en 1783 $ 270,242^ 
producto que en 1788 subió á | 296,374. En el decenio de 
1784 á 1794 fueron introducidos en aquel puerto en géneros, en ^ 
firútos y en efectos de España $■ 19.556,526, esto es, menos d^ ' 
dos millones al ano por término medio. Las. exportaciones en 
estos mismos diez años alcanzaron á $ 21.053,261. Excedieron 
pues á aquéllas en $ 1.496,735. 

En el primer semestre de 1802 entearon en Cartagena 10 
buques con mercancías, cuyo valor fué estimado en $ 500,000 
y salieron del mismo puerto 25 buques cón $ 2^000,000 en barra» 
de oro y en monedas y $ 634,823 en frutos del país. Los Yireye» 
se quejaban del extenso y sostenido contrabando que se hacia 
entonces en nuestras costas. 

El Yirey Góngora comprendió la necesidad que tenia el 
país de unir las altiplanicies de Cundinamarca con el rio Mag- 
dalena por el Carare ó por otra vía hacía el Norte. También 
quiso secularizar la instrucción secundaria, apartarla de la 
teología y de la peripatética y crear una Universidad para el 
estudio de las ciencias naturales. Al hablar de esto decia á la 
Corte : " Todo el objeto del plan se dirige á sustituir con las 
útiles ciencias exactas las meramente especulativas, en las 
cuales se ha perdido el tiempo hasta ahora lastimosamente^ 
porque un reino lleno de preciosas producciones que utilizar^ 
de montes que allanar, de caminos y minas que abrir, de pan- 
tanos que desecar, de aguas que dirigir y de metales que depu^ 
rar necesita más personas que sepan conocer y observar la 
naturaleza y manejar el cálculo, el compás y el nivel que de 
sugetos que crean y entiendan el ente de razón, la primera ma- 
teria y la forma sustancial.'' Góngora organizó la expedición 
botánica que tuvo por jefe al sabio Mutis, y debido á reiteradas 
instancias suyas la Corte envió á Colombia al mineralogista 
Juan José D'Eluyar. 

Al hablar de la vía del Carare dijo en su Memoria el Yirey 
Ezpeleta : " Es tan importante este camino, que por él se evitan 
los riesgos del rio Magdalena desde el estrecho de Carare hasta 
Honda, se abrevia la conducción de los cargamentos de Europa 
á lo interior del reino y se facilita la exportación de las harinas 
de Leiva, de los azúcares y dulces de Yélez y de los algodones 
y manufacturas del Socorro y de San Gil, que son los lugares 
tíiás poblados y más abundantes de frutos de estas provincias.'' 

Por lo demás, poco podia ser nuestro comercio y más poca 
nuestra industria según las siguientes palabras del historiador 



— 246 — 

destrepo aJ hablar de Nueva Granada momentos antes de em-» 
pezar la revolución de 1810 : " Los usos de los habitantes var*^ 
liaban conforme á su posición en los climas fríos, templados v 
ardientes. Acaso ninguno era tan general como el andar desr 
calza la mayor parte del pueblo. El calzado solamente se usaba 
por algunos artesanos y por las personas de comodidades. El ves- 
tido variaba también según el clima. El que vivia en nuestros^ 
valles ardientes tenia ropas muy ligeras cuando el morador dé' 
las frías alturas de las cordilleras iba cubierto de lana. Los hom-|' 
bres del pueblo, esi)ecialtnente en la ÍTueva Granada, llevabaíi 
sobre el vestido interior, en lugar déla capa española, laraana,, 
pedazo de tela cuadrilongo con una abertura para introducir^ 
la cabeza, que reposa sobre los hombros. De esta manera se 
defendían de las lluvias, del trio y demás inclemencias del 
' tiemi30» Las mujeres de las clases superiores por lo común ves- 
tían de negro para salir á la calle y concurrir á los templos ;! 
las de las clases inferiores usaban vestido azul de lana ó algo-i 
don. Si exceptuamos á Caracas, La Guaira, Cumaná, Angostu-. 
ra, Santafé, Cartagena, Panamá, Guaj^aquil y Quito en el resto 
de los pueblos no habia gusto en el adorno y menaje de las 
casas y aun en estos lugares no eran muchas las excepciones.. 
Tampoco existian edifleios construidos según las reglas de la 
arquitectura. Los habitantes de las provincias costaoeras de 
Venezuela hablan hecho progresos en la agricultura, especial- 
mente en el cultivo del tabaco, del cacao, del café y del añil,; 
fi'utos que hacían su principal riqueza ; pero en las provincia*' 
internas de la misma Venezuela y en todas las de la Nueva, 
Granada estaba muy imperfecta la agiicultura y eran descono- 
cidos los buenos instrumentos y los abonos. En manufactiu^as 
la proAancia de Quito habia adelantado más que las otras y le. 
seguía la del Socorro. En los demás lugares los tejidos que se, 
fabricaban eran escasos y con muy poca pericia. Los caminos . 
se hallaban en mal estado y el trasporte do mercaderías y de 
frutos sé ejecutaba i)or medio de caballerías. En el territorío 
de Colombia, apenas se conocían los carruajes en tres ó cuatro 
puntos, pues sus cordilleras y montañas, sus difíciles caminos 
y el abandono en que les dejaba el Gobierno español no per- 
mitía el uso de las ruedas. En los rios se hacia la navegación 
por medio de canoas, de champanes, de botes, de lanchas y de 
bongos. Estas embarcaciones subian contra la corriente, una» 
á fuerza de remos y otras por las orillas de los rios, impelidas ? 
por palancas que se apoyaban en los árboles y en las márgenes, : 
Con el mismo trabajo navegaban los indios al tiempo de la 
conquista, y en cerca de tres siglos los españoles no habianl . 
mejorado aquél método para subir nuestros rios." 

Al hablar Galindo * de los elementos primordiales de la 
producción, coloca entre ellos la propiedad del suelo, la actívi- 

• Historia económica y estadística de la Hacienda nacional— 1874. 



— 246 — 

dad industrial del hombre y la libertad de los cambios. Lnégo 
dice : '* Repartióse la tierra entre los conquistadores por enco- 
miendas j caballerías y j/eon xas. Las encomiendas, de que tan 
prolijamente trata el título 8.0, libro 6.0 de la Recopilación de 
ludias, era un verdadero feudo. La Ordenanza de 10 de Octu- 
bre de 1618 prohibió que se di\idieran ó partieran las enco- 
miendas con el objeto de que no hubiera encomenderos pobres* 
La mayor renta de un encobenderíi eran $ 2,000. Sobre el 
resto de los tributos de las encomieiulas grandes se cargaban 
pensiones á favor de personas beneméritas y pobres, hijos ó 
nietos de descubridores. El tercio del producto bruto de las 
encomiendas se enteraba en la real hacienda. La encomienda 
era una vinculación que pasaba, por mayorazgo, á la tercera 
vida. De esta manera quedó el suelo de las colonias -españolas 
apropiado para mantener una raza de holgazanes, que sin apti- 
tudes ni estímulo para mejorarlo, devoraba los escasos frutos 
que, en horas hurtadas á la fatiga, podia arrancarle la mano 
esclava del indio tributario. Pero no era esto solo : los nuevos 
proi)ietarios no se contentaban con vivir en la tierra sin traba- 
jarla sino que empleaban los ahorros del trabajo ageno en ago- 
biarla con nuevas cargas. Educados en la más grosera supers- 
tición y creyendo que el imico medio de afeegurar la salvación 
eterna era comprándola con dinero de manos de la Iglesia^ 
medio siglo después de la conquista ya no quedaba en América 
un palmo de terreno que no estuviera gravado con el censo en 
favor de las innumerables fiestas religiosas, sufragios de almas 
y advocaciones del calendario romano. 

'^ Imbuida la Espaíía en la codiciosa idea de que en Amé- 
rica no debia buscarse sino oro, toda su atención económica la 
ocupó el descubrimiento de minas. En el voluminoso eueri)o 
de leyes de Indias — que lo mandaban todo y lo reglamenta- 
ban todo — no se encuentra ni una sola providencia encamina- 
da á dotar estos países con nuevas fuentes de industria : las 
colonias españolas no pasaron de la categoría de pueblos pas- 
tores y mineros. . . . Sin embargo, la constitución de la propie- 
dad territorial y la condición económica del trabajo aplicado á 
la tierra, inmobilizada bajo el triple i)eso de la ignorancia, del 
feudalismo y de la religión, eran modelos de sabiduría y de 
libertad comparado!^ con los principios que gobernaban la polí- 
tica comercial de las colonias. ííadie comprendía entonces, 
como no lo comprenden hoy muchos espíritus elevados, de qué 
manera es que el comercio concurre al incremento material de 
la producción en los mismos términos que la agxicultura, la 
minería y la industria manufacturera. No comprendiéndose que 
el comercio es á un tiempo causa y efecto de la separación de 
ocupaciones ; que en virtud de él es que cada hombre y cada 
país puede contraerse exclusivamente á trabajar con los ele- 
mentos con que la naturaleza lo ha dotado, lo que equivale 
necesariamente á un incremento material de la producdon; 



I 

tjreyendo que el comercio era una industria aleatoria, en la cual 
lo que uno ganaba era lo que otro perdia, los Gobiernos y los 
pueblos llegaron fácilmente á la conclusión de que el colmo de 
la sabiduría eu lo relativo al comercio exterior estaba reducido 
ái que cada uno tratara de vender por dinero sus productos, sin 
comprar los del extranjero, y á procurarse grandes colonias 
para imponerles, por medio del monopolio, la obligación de 
comprar caro y de vender barato. Detras del viaje de los pri- 
meros descubridores, la España cerró el comercio de sus colo- 
nias de América á todos los pueblos de la tierra, inclusive á la 
generalidad de sus propios puertos, reservándoselo como mono- 
polio exclusivo primero á Se\úlla y después á Cádiz. * 

"Tan estrecha era la prohibición de comerciar con el 
ej^tranjero que la real cédula de 3 de Octubre de 1G14 decia 
así : ^ Ordenamos y mandamos que en ningún puerto ni parte 
de nuestras Indias Occidentales, islas y tierrafirine de los 
mares del lií^orte y del Sur se admita ningún género de trato 
con extranjeros, aunque sea por via de rescate ó cualquiera 
otro comercio, perm ds la vidq, y perdimiento de todos sus bienes 
ú los que contravinieren a esta nuestra ley, de cualquier estado 
y condición que sean.^ El ex-Miiiistro Ustariz decia en 1740 : 
' Es necesario emplear con rigor todos los medios que puedan 
conducii^nos á venderles á los extranjeros mayor cantidad de 
nuestros productos que la que ellos nos vendan de los suyos, : 
i^ste es todo el secreto y la única utilidad del comercio." 
« Más tarde, cuando yá regían las ordenanzas de Carlos III, 
decia el Arzobispo- Virey Góngora á don Francisco Gil y 
liemos: "Lo que más sensiblemente prueba los efectos del 
comercio libre es la extracción de frutos, pues de los informes 
de la aduana de Santamarta consta que de $ 30,791 que salie- 
ron el año de 1784 han ido subiendo gradualmente hasta 
$ 247,039 á que llegaron en 1788." 

En una Memoria escrita en 1772, que corre anónima, se 
halla el pasaje que sigue : " Mngun comercio activo disfruta 
eiSte reino. Como se ha dicho, depende su subsistencia del oro 
que saca de sus minas, sin giro, expendio ni salida de sus fru- 
tos. Su provisión de mercaderías y géneros de Castilla /iepende 
de uno que otro registro remitido por el comercio de Cádiz á 
la plaza de Cartagena, desde donde se trasladan estos efectos 
al interior del reino causando tales costos su conducción y de- 
rechos que son muy raros los que disfrutan de alguna utilidad." 

De 1821 á 1830, yá en la época republicana, solo a(]optarx)u 
tres grandes medidas nuestros legisladores : la libertad de los 
partos, la manumisión y la abolición del tráfico de esclavos ; la 
supresión de los conventos menores y la aplicación de sus bienes 
á» la enseñanza pública, y la extinción de los mayorazgos y de 



* Ija casa de Contratación de SeviUa faé establecida por la reina Isabel 
en 1503, y la de Cádiz por la reina Juana en 1509. 



-. 248 — 

. las vincala<2Í0Qes y sustitaciones. A pesar de esto, los tiempos no 
.. eran aún buenos para la industria. La ley de 29 de Setiembre de 
^ 1821 mandó conservar el estanco del tabaco y la de 7 de Julio 
de 1823 el de la pólvora. En 1826 Bolívar suspendió las leyes 
sobre contribución directa y supresión de la alcabala y matóó 
cobrar ésta sobre la base de 5 por ciento. En 1828 este mismo 
funcionario reestableció el tributo de indios suprimido desde 
1821. * El estanco de aguardientes, abolido en 1821, fué reesta- 
blecido por Bolívar en 1828. También restableció éste en el 
mismo año la contribución de medias anatas, anualidades y 
mesadas eclesiásticas* Por esto y por lo qué se verá luego los 
hombres que nos dieron ind^endencia no fueron los mismos 
que nos dieran libertad y bienestar. 

Los esfuerzos hechos en favor de la industria libre por los 
Congresos de 1821 y 1825 y lo que Castillo dijo en su Memoria 
en 1826 al hablar del diezmo y de los bienes del clero, prueban 
bien cuáles eran los sentimientos fiscales que animaban á nues- 
tros repúblicos de los primeros tiempos. Desgraciadameate 
^faltaban aún muchos años para que el país entrara en el ver- 
. dadero camino del progreso económico. ** 

Castillo, en el año citado, dijp al Congreso : " El diezmo ecle- 
siástico es el primer obstáculo que impide el progreso de Ja 
agricultura. El diezmo es una contribución directa sobre sus 
productos brutos, que no baja de un 30 por ciento y que en 
-.muchas partes de la República excede de un 4^ por ciento. 
Debe pues abolirse para siempre tan injusto tributo ; tributo 
que no se conoció en el mundo cristiano hasta el siglo IV, ni 
en Europa, de donde nos vino, hasta el XII 5 que se extendió 
y propagó á la sombra de la barbarie, en razón de los progre- 
sos del despotismo y de la opinión que atribula/ á los pontífices 
y á los reyes la facultad de disponer de los bienes y haciendas 
de los particulares como de una propiedad suya 5 tributo que 
ni los Papas pudieron imponer ni los monarcas confirmar ; tri- 
buto, en fin, que choca directamente con los progresos de la 
agricultura y que es el que más ha influido en la miseria del 
labrador. 

" La amortización eclesiástica es otro obstáculo perjudicial 
á la agricultura. Yá, pues, que habéis dado el primer golpe á 
la amortización civil, completad la obra dándolo también á la 
eclpsiástica. Disponed que se enajenen precisamente y sin ad- 
mitir pretextos todos los bienes raíces amortizados, pertenez- 

* El tribato de indios variaba en cada circunscripción. La ley española 
■mandaba que la tasa fuera hecha después de que los tasadores asistiesen á 
una misa solemne al Espíritu Santo para que alumbrase sus entendimien- 
tos y « dejando á los indios con qué poder pasar, dotar y alimentar sus hijos, 
resei'va para curarse en sus enfermedades y suplir otras necesidades comu- 
nes. SoIq pagaban tributo los varones desde 18 hasta 50 anos. La cuota por 
' individuo vanaba de $ 3 á $ 6." 

** Castillo sostuvo con mucho calor en 1823 el establecimiento del im- 
puesto directo. 



— 249 — 

'45aii á conventos, monasterios, capellanías, cofradías, obras pías, 

' memorias de misas, casas de misericordia y colegios ó á las 
ciudades y Tillas, por manera que no haya uno que no vuelva 
si comercio de los hombres y que no pueda entrar en el domi- 

' ni© particular, prohibiendo que esas comunidades 6 cuerpos 

^ puedan adquirirlos nuevamente por ningún título. Las leyes 
que diereis sobre esto darán vida y movimiento á una gran 
riqueza que está muerta para la nación y estimularán el interés 
individual fomentando el cultivo y haciendo amar la propie- 

\ dad.'' Sin embargo, poco tiempo después era yá otra la corriente 
de las ideas, corriente que se sostuvo hasta 1861. 

La ley de 10 de Julio de 1824 prohibió la introducción de 
sales extranjeras en todos los puertos de la Eepública ; y la 
ley de 13 de Marzo de 1826, al tiempo mismo que mandó que 
no fuese cobrado ningún derecho por la exportación de efectos 
manufacturados en el país ni por la exportación del café, de la 
quina, del algodón, del arroz, del n}aíz y de los metales amo- 
nedados, gravó la exportación del cacao y de los cueros con el 
10 por ciento, la del añil y la de las maderas de tinte con el 5 
por ciento, y la de las maderas preciosas y de construcción con 
el 4 por ciento sobre los precios de plaza. También fiíé gravada 

' la exportación de animales así : cada muía con $ 20, cada caba- 
llo con $ 16, cada vaca ó toro con $ 12 J y cada burro con $ 6. 
En la Memoria de Hacienda presentada á la Convención de 

' 1831 decia José I. Márquez : " Las artes están bien atrasadas 
entre nosotros por una consecuencia del bárbaro régimen colo- 
nial. Este mal proviene principalmente de la extensión ilimita- 
da que se ha dado al comercio extranjero. Esta libertad ha 
puesto ademas las grandes especulaciones en manos de los 
extranjeros y los nacionales, que no pueden contar con tan 
crecidos fondos, se ven casi arruinados. Si se quiere pues vivi- 
ficar el comercio interior y beneficiar á los colombianos, preciso 
es que se pongan trabas al comercio extranjero, prohibiendo 
absolutament.e la introducción de varios géneros, finitos y efec- 
tos que se producen en nuestro país, y de todo cuanto puedan 
proporcionamos nuestras nacientes artes, y recargando de de- 
rechos á los que, no siendo de necesidad, sirven solo para exten- 

' der el lujo y crear necesidades facticias. Seria para esto muy 
benéfico el restablecimiento de la ley de consignaciones.^' * 

Francisco Soto decia en la Memoria dirigida al Congreso de 
1833 : " El arancel ó tarifa y el decreto de 8 de Mayo de 1829, 
que aprecia el valor de las mercaderías para fijar los derechos 
de importación, exigen imperiosamente su examen y rectifica- 
ción. Necesario es que aquellos efectos extranjeros que son 
^análogos á los de la producción interior, paguen un impuesto 

* La ley que pedia Kárqnez faera restablecida era la que mandaba que 
los comerciantes extranjeros consignasen forzosamente sus mercancías á los 
^merciántes colombianos, y les prohibía, por lo mismo, abrir almacenes yysk- 
ra la venta por mayor ó por menor de todo artíoulo merca»til. 



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— 250 — 

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mucho más crecido que aquellos que no tienen su equivalente 
entre nosotros. De otro modo habrá de resultar, como alguna 
vez ha sucedido, que nuestros artefactos nacientes no puedan 
concurrir con los del extranjero y caigan por lo mismo en el 
estado de languidez que insensiblemente los conduzca á su ani- 
quilamiento. El Poder Ejecutivo detesta las prohibiciones ab- 
solutas, en general ; pero sí creé que la libertad del comercio 
eiterior no debe envolver la ruina de las manufacturas interio- 
res j y si está persuadido de que la industria fabril no es el 
objeto á que por ahora debe contraerse la Kueva Granada, 
cuando tiene tantos objetos agrícolas á que consagrar su aten- 
ción, no desconoce por eso que aquellas provincias en donde 
los tejidos de algodón han venido á ser el empleo de algunos 
capitales y la ocupación de multitud de personas, necesitan la 
. conservación de estos medios de existir, y que esta' conserva- 
ción presupone que no venga la concurrencia de productos 
extranjeros análogos, más baratos, á destruir la salida de los 
nuestros.^' 

El Secretario de Hacienda señor Mariano Calvo decia 
en su Memoria de 1841 : " Considero como perniciosa al co- 
mercio, á la industria y á la moral misma la ley de 26 de 
Mayo de 1835 que autorizó el libre interés del dinero. Los re- 
sultados que ella ha traido, lejos de ser ventajosos á esta socie- 
dad naciente, han sido funestos porque han debilitado en algu- 
nos el estimulo para el trabajo, han causado en otros pérdidas 
y bancarrotas, han hecho abandonar muchas profesiones útiles, 
y pocos se han aprovechado de esta medida con la prudencia y 
el cálculo que ella demanda. Los legisladores de 1835 al dictar 
aquella ley incurrieron en el extreíno contrario de lo que pre- 
venía la española que derogaron ; y casi al mismo tiempo que 
en Francia, después de muchos siglos de experiencia y de ilus- 
tración, una considerable mayoría de diputados negaba la 
libertad del ínteres del dinero, en la Kueva Granada se permi- 
tía sin restricción alguna." Estas ideas eran hermanas de la de 
fomentar la fabricación de telas de algodón en el país para com- 
petir con las europeas. 

En 1845, época de la primera Administración Mosquera, que 
fué impulsada por el atrevido y hábil financista González, el 
Gobierno empezó á sacudir el yugo fiscal de la colonia con la 
solución que dio á las tres cuestiones siguientes, todas ellas de 
vital importancia : 1* modificación de la tarifa, 2* arreglo del 
sistema monetario, y 3^ supresión del monopolio del tabaco. 

El' comercio exterior estaba gravado con los derechos de 
almojarifazgo, de alcabala, de toneladas, de avetía, &c. El 
almojarifazgo (de origen árabe) eran '' los derechos de la tierra 
d:ebidos al rey por razón de portazgo." Estos derechos en 
tiempo del Gobierno español eran los siguientes : 5J por ciento 
de exportación, en Sevilla sobre el valor total de los cargamen- 
tos despachados para las Indias y 10^ por ciento de importa- 



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— 251 — 

iáon ea los puertos de éstas (total 16 por ciento) ; 2^ por ciento 
de exportación de los frutos de las eolouias con destino á Espa- 
ña y 5 por ciento de los destinados á los puertos de las mismas. 
Ijos esclavos, que eran mercancías, pagaban el derecho corres- 
pondiente. 

Hasta 1629 fueron cobrados los derechos ad valorem. Desde 
este año en adelante se cobró un derecho uniforme sobre el peso 
bruto de las mercaderías. Este derecho fae estimado por unos 
en 20 por ciento y por otros en 30 y hasta en 40 por ciento. 
En 1672 se mandó : <^ que las avaluaciones se hiciesen por 
losi registros y sobordos, sin desempacar ni abrir los fardos, 
defiriendo al juramento en forma que los dueños ó consignata- 
rios de las mercancías hicieran de ser las mismas ¿ontenidas 
en los registros.'^ En 1707 se mandó cobrar un solo derecho : el 
de 5^ reales de plata antigua por cada palmo cúbico. Poste- 
riormente se mandaron cobrar los derechos por arancel. 

El derecho de avería fué redncido en 1644: al 12 por ciento. 
Se aplicaba este derecho para los gastos de las flotas ó arma- 
das que protegían á los buques mercantes. 

La ley de 5 de Junio de 1845 concentró en un solo derecho 
todos los conocidos con los nombres de importación, alcabala, 
caminos, sueldos militares y derecho de San Lázaro, y estable- 
ció en un arancel completo los derechos de todos los artículos- 
'^ Esta ley,'' dice Galindo, " libertó al comercio de la arbitrarie- 
dad del sistema de avalúo por peritos, heredado de la colonia ; 
pero fundó el régimen no menos arbitrario de los aranceles, 
con el complicado y vejatorio reconocimiento de los artículos 
unos por peso, otros por número de objetos y otros por medida 

lineal La ley de que hablamos, aferrada á la teoría de los 

derechos diferenciales, mandó que la liquidación de las merca- 
derías importadas en baques extranjeros se hiciera recargando 
con 20 por ciento la suma total de los derechos que éstas de- 
bieran pagar. Los derechos, sobre los tejidos ordinarios de 
algodón y sobre los artefactos análogos de la industria nacio- 
nal eran exorbitantes, como que tenían en mira proteger las 
fábricas de lienzos y mantas de las provincias del iíorte y los 
talleres de la capital." 

La ley de 14 de Julio de 1847 estableció en parte la libertad 
comercial del país, pues dijo : " Sobre las mercaderías ó pro- 
ductos extranjeros que se importen en la Nueva Granada por 
los puertos habilitados para el comercio de importación, cuaL 
quiera que sea su procedencia ó el buque en que se importen^ 
se cobrará un solo impuesto ó contribución, que se denominara 
derecho de importaoion.^^ * 

* Según esta reforma, el algodón manufacturado en lugar de pagar 38Jr 
centavos por libra, pag<5 11, y la lana manufacturada, en lugar de pagar 
^ 12-52^ centavos por levita, pag(5 75 centavos por libra. La docena de som- 
breros de pelo pagó $ 9-60 en lugar de $ 19-44, y una silla de montar $ 4 
eu lugar de $ 12. 



. —253 — 

La ley de 1846 sobre libertad de comercio de los metale» 
preciosos fué un complemento de las medidas aduaneras. A 
esta libertad se siguió la de siembra y exportación del tabaco^ 
combatida como ruinosa para el fisco. . 

Producto del tabaco de 1836 á 1872. - 

1836 á 1850 Kilogramos 26.000,000 

1851 á 1852 id 1.840,850 

• 1854 á 1855 id 1.720,049 

1855 á 1856 id 2.688,710 

1856 á 1857 id 5.106,023 ^ 

1857 á 1858 id 2.800,932 

1858 á 1859 id 2.860,435 

1864 a 1865 id 3.913,612 

1865 á 1866 id 4.936,183 

1866 á 1867 id . 5.692,800 

1867 á 1868 id 5.251,193 

1868 á 1869 id 6.714,457 

1869 á 1870 id 5.373,993 

1870 á 1871 id 4.825,020 

1871 á 1872 id 4.474,530 

Total k.8 83.198,787 



^- 



Según estos . datos, el tabaco en catorce años dé esclavitud 
(de 1836 ál850) produjo solo 26.000,000 kilogramos, y en veitíte^^ 
de libertad (de 1851 á 1872) 57.198,787. Esto da en el primer 
caso, por término medio, 1.857,142 kilogramos por año, y en er 
segundo 2.859,439. " La producción del tabaco ha alcanzado 
después de la libertad un término medio de 400,000 arrobas^ 
por año, lo cual representa un movimiento de $ 1.200,000 á 
$ 1.500,000 al año, que se han hecho sentir provechosamente 
en el alza de los jornales, en el buen precio de los productos 
agrícolas de la sabana de Bogotá, en el activo comercio de 
ganados, en la cria y ceba de los mismos y en el incremento de 
muchas otras industrias alimentadas ep aquel Tasto tráfico. 
Yá en 1856 la libertad habia triplicado la producción y devuelto 
a.1 fisco, en la forma de derechos de importación, lo que habia^., 
perdido con el monopolio. " 

" El comercio de exportación del tabaco resolvió de una ^ 
manera estable el problema de la navegación del rio Magdale- 
na, cubierto hoy de buques de vapor traídos por el movimientQ ! 
que él produjo, y ha dejado como mejora permanente del suela! 
un capital de muchos millones de pesos en esas inmensas pra- 
deras artificiales que hoy se extienden en las comarcas en ; 
donde antes se asentaban los bosques seculares de la tierra ca- 
liente.'' * 



. / 



Galindo. 



253 — 



Animales . . 


914 


Cueros 184,495 


Plantas . . . 


At)ís 


50 


Caucho 1,811 


Quina. -•. . . 


Afíil 


154 


Maíz 869 


Sombreros. 


Arroz 


832 


Mineral ... 6,917 


Pieles. --.. 


Azúcar 


343 


numerario. 212 


Suela . . . . . 


Bálsamo. . . 


915 


Pájaros di- 


Tagua 


Café ....'.. 


58,449 


secados .. ' 38 


Zarza ...... 


Cigarros ... 


319 


Panela 5,834 


Yarios .... 



En el año de 1881 hubo en el río Magdalena 23 buques de 
VBpor, los cuales pertenecían á 7 compañías. Estos buque» 
trasportaron durante el año 232,654 cargas, así : de bajada 
121,962, de subida 110,692. Pasajeros hubo 4,329 • de éstos, 
bajaron el rio 2,633 y lo subieron 1,696. 

El número de bultos trasportados fué 408,166, así : 

1,972 

117,096 

137 

855 

216 

1,Í65 

32 

12,582 

Ahora sesenta años fué expedida por Colombia ( 3 de Julio 
de 1823) la ley que concedió á Juan Bernardo Elbers ^^privile- 
gio exclusivo para establecer buques de vapor en el rio Mag- 
dalena y sus ramificaciones.'' El 2.o considerando de esta le^ 
decia: "2? Que estableciéndose la navegación en buques de 
vapor en el rio Magdalena se harán más cortas y fáciles las 
comunicaciones de las provincias de los Departamentos de 
Oundinamarca y de Boyacá con las marítimas del Magdalena,' 
y con esta facilidad las producciones del interior podrán lle- 
varse á menos costo y por consiguiente con mayor ganancia 
ár los pueblos de la Costa, sucediendo lo mismo respecto de los 
frutos y efectos extranjeros que se inti*oduzcan para el inte- 
rior,'' &c. 

La capacidad de todos estos buques reunidos en cargas de 
10 pies cúbicos 6 de 140 kilogramos de peso, alcanza á 26,835 < 
Los buques de mayor capacidad trasportan 2,300 cargas y los 
de menor 148. Estos buques hacen entre todos en el año cerca 
de 300 viajes. Sus puntos de escala son los siguientes : 



CaracolL 

Nare. 

Mitas. 

Puerto-BerríOé 

San Bartolomé. 

Carare. 

Zaragoza. 

Barranca-bermej a. 

Cáceres. 

Bohórquez. 

Sogamoso. 

Montecrísto. 



Puerto-Wilches. 

Paturia. 

Badillo. 

Bodega-Soto. 

Bodega-Central. 

Puerto-nacionah 

La Gloria. 

Tamalameque. 

Banco. 

Piuillos. 

Santana. 

Mompos. 



Magangué. 

Heredia. 

Zambrano* 

Jesús del Eio. 

Tenerife. 

Buenavista. 

Calamar. 

Piñón. 

Barranquilla. 

Pueblo-vieja 

Santamarta. 

Oaríiagena. 



La Constitución manda que se mantengan libres las aguas 
de los ríos que bañan más de un Estado. El rio Magdalena 
baña el territorio de seis de los nueve Estados colombianos. 



— 254 — 



Cuadro de las exportaciones por especies y valores desde 
1866 hasta, 1878. 

Hereaderf as. 1 866 á 1 S67. 1 867 á 1 868. 

Algodón 566,139-290 354,210-48 

Añil 5,381 ... 31,291-08 

Azúcar 4,135 ... 2,427-20 

Bálsamos 12,633 ... 10,987-40 

Café ^ 609,989 ... 693,623-87^ 

' Caucho 287,817-245 269,628-14^ 

Cocos 1,595-600 1,811-40 

Cueros 39,370-380 86,602 

Dinero 576,997-400 2.189.291-10 

Dividivi 19,511-500 30,555-56 

Minerales 6,610-600 63,700 

Oro y plata 243,975 

Palo-mora 29,869-345 40,694-75 

Panela 51 ... 1,462 

Quiua 202,514-620 227,319 

Semillas (algodón) 1,000 ... 1,964 

Sombreros 137,519 ... 258,730-70 

Tabaco 2.816,945-210 2.695,899-40 

Taguas 22,290-800 9,664 

Varios 133,889-480 163,160-40 

Totales $ 5.494,259-470 7.376,997-49 

BlerfMderias. 1869 á 1870. 1870 á 1871, 

Algodón 509,723-37 290,275-19 

Añil 141,954-60 528,575-50 

Azúcar 3,294-80 7,370 . . 

Bálsamos 4,010 7,282-10 

Café - . . 1.163,854-70 974,015-35 

Caucho 175,042-18 130,94^-72^ 

Cocos 502 9,144-60 

Cueros 239,349-50 268,461-95 

Dinero 232,483 210,901-20 

Dividivi 39,713-97 60,260-61 

Minerales 73,809-35 80,128 .. 

Oro y plata 1.934,980-40 1.886,301-55 

Palo-mora 43,372-15 17,565 .. 

Panela 180 .. 5,138-30 

Quina 425.614-71 900,273-90 

Semillas (algodón) 14;359-90 14,119-25 

Sombreros 351,538-15 519,424 .. 

Tabaco 2.370,712-70 1.498,752-80 

Taguas 22,143-88 37,024-90 

Varios 330,454-53 801,919-22^ 

Totales .....$ 8.077,153-89 8.247,817-15 



1868 á 1869. 

302,250-23 
44,203 
1,586 
12^546 
607,721-60 • 
168,276-73 
4,08Í-7O 
181,373-95 
236,944-43 
36,723 
83,662 
2.449,584-281 
58,107-11 
350 
438,041-93} 
7,315-20 
304,240-15 
3.019,931-50 
27,856-85 
152,204-84i 

8.137,000-52 

1871 ál872. 

253,858 .. 

492,302-50 

25,282-76 

16,465 .. 

1.264.122-80 

395,842-38 ' 

14.381 .. 

394^657-94 

6,775-95! 

122,250-20 

71,095 .. 

1.690,105-26 

78,224-50 

36,334-62 

1.297,786-46 

25,346-80 

296,375-40 

1.521,685-50 , 

67,570-50 

183,344-30 



N 



8.253,806-86 



w^- 



— 255 — 

Mercaderiafi. 1872 á 1873. 1873 á 18T4. 

Algodón 262,534-04 249,048 .. 

-AJüL... 390,120-25 186,923 .. 

Azúcar 18,044 .. 58,556 .. 

Bálsamos 4,484-80 6,464 .. 

Café. 1.930,730-70 957,353-20 

Caucho 159,096-70^ 241,106-05 

Cocos 733 .. 3,678-70 

Cueros ; . . 497,236-15 479,418-04 

Dinero 23,785-30 324,451-45 

Dhidivi 82,292 .. 74,354 .. 

Minerales 165,532 .. 124,925 .. 

Oro y plata 2.636,740-63 2.771,431-10 

Palo-mora 57,368-73 53,414-35 

Panela 9,027 . . 4,801 . . 

Quina 1.752,619-16 L794,259-42 

Semillas (algodón) 16,370-60 

Sombreros 260,943 .. 142,148 .. 

Tabaco 2.044,225-93 2.360,883-20 

Taguas 76,084-30 114,483 ,. 

Varios 95,663-21^ 639,585-^1 

Totales .... $ 10.477,631-51 10.587,282-52 



1874 á 1875. 

141,589-40 

64,485-20 

54,954-60 

10,732 .. 

732,295-10 

149,988-78 

7,682-^0 

464,392-48 

1.117,465-80 

125,842-20 

124,241 .. 

2.042,719-80 

54,051-65 

1,076-70 

1.511,730-38 

13,519-65 

188,613 .. 

2.727,522-20 

170,021-95 

281,895-90 

9.984.836-39 



Mere Adedas. 1 87 5 á 1 87 6. 

Algodón 201,115 .. 

Añil 62,992 .. 

Azúcar 3,659 . . 

Bálsamos. 17,791 .. 

Café 1.168,828 .. 

Caucho 174,579 .. 

Cocos 4,040 .. 

Cueros 622,039 . . 

Dinero 1.991,872 .. 

Dividivi 97,619 .. 

Minerales 410,500 .. 

Oro y plata 1.303 226 . . 

Palo-mora 18,431 .. 

Panela 2,104 . . 

Quina 2.038,003 .. 

Semillas (algodón) 19,888 . . 

Sombreros 180,830 . . 

Tabaco 2.129,945 . . 

Taguas 304,116 .. 

Varios 3.726,320-01 

Totales .....$ 14.477,897-01 



1876 á 1877. 

120,532 .. 

18.750 .. 
29,337-45 
21,721 .. 

752,873-75 

262,203-60 

3,454 .. 

305,308-50 

1.147,331-30 

60,064-90 

30,416 .. 

648,433-85 

16.751 .. 
11,328 .. 

847,745-24 
17,812 .. 

129,626-40 
1.373,825-52 

212,044-50 
4.039,512-09 



1877 á 1878. 

139,133-50 

36,080 .. 

25,340 .. 

39,486 .. 

1.504,074-68 

175,259-38 

5,071 .. 

810,118-95 

366,402-20 

117,607-05 

127,939 .* 

3.321,844-25 

11,911-10 

6,236-50 

2.470.245-83 

16,068-40 

149,439-05 

504,097-48 

483,553-80 

741,287-85 



10.049,071-10 11.111,196-62 



— 266 — 

£!n ese mismo lapso de tiempo el movimiento del comercio 
exterior de la Eepúblioa dio los siguientes resaltados : 
Embarcaciones entradas en nuestros puertos : 

De vela 8,838 ) ^o m 

De vapor 3,273 / ^'^^"^ 

Kúmero de bultos importados * . . 11.454,359 ( qa toa o-i a 

Id. id. exportados 9.325,851 f ^-^^^y^^^ 

Diferencia 2.128,508 

Valor aproximado de los artículos exportados. . .$ 124.089,210 
Id. de los importados 106.924,673 

Diferencia - 17.164,637 

Los datos recogidos respectó del trienio de 1878 á 1881 son 
los siguientes : 

1878 á 1879- 

Impofiacioíu Enuportadon, EmbiMreaeiones, Animales. 
Bultos. Bultos. Vivos. SÜilog.* 

Eiohacha 48,444 52,354 125 1,585 

Sántamarta* . . 10,918 . 9,116 44 31,750 

Barranquilla.. 340,066 442,747 91 19,344 

Cartagena.... 93,036 378,020 56 1,549 

Buenaventura. 509,416 16,850 70 339,128 

Tumaco 828,032 49,268 77 

Cuenta....... 51,638 106,148 370* 51,007 

Totales.-.. 1.861,550 1.064,503 833 22,478 421,885 



>i I ■ 



1879 á 1880. 

Eiohacha 123,585 63,574 218 2,633 

Santamarta... 49,031 3,858 61 21,21(5 

Barranquüla. . 348,515 460,948 132 8,287 

Cartagena.... 231,144 200,346 56 6,636 

Buenaventura. 1.458,612 43,799 82 240,949 

Tumaco 329,638 26,746 61 

Cuenta 84,849 121,586 356 100,662 

Totales.... 2.626,374 920,955 1,056 ;16,556 362,827 



* De temo. Las de los otros puertos faeroü de vapor y de reía. 



cw?.- 



--267 — 

f 

1880 á 1881. 

tmporiacion. Exportación, Emhareaeiones, AnimaHes. 



£ioliacha..... 
Santamaría. . . 
Barranquilla.. 
Cartagena.-.. 
Buenaventura. 

Tomaco 

Cúcuta 



Bultos. 

201,341 
18,641 

465,181 

262,944 
36,790 

907,264 
92,741 



Bultos. * 

;07,421 
15,856 

476,436 

209,280 
48,449 
31,900 

153,327 



Víyos. Kilog.» 

326 5,223 

55 50,958 

221 13,289 

47 10,530 ...... 

41 219,062 

52 1,842 

412 136,297 



Totales.... 1.984,902 1.042,669 1,154 29,042 408,159 



Besúmen. 

De 1878 á 1881. 

Bultos importados 7.472,826 ) ^^ ^^^ Qp.„ 

Id. exportados 3.028,127 f ^^'^^i^^ 

Diferencia 4.444,699 

- 

Animales vivos 68,076 

Id. al peso 1.192,861 

Movimiento de, embarcaciones 3,043 



Cuadro general de las importaciones y exportaciones de la 
Kepública durante la última media centuria (de 1832 á 1882) : ♦ 



Importaciones. 
Años. 



Cantidades. 



Exportaciones. 
Años, 



De 1832 á 
De 1834 á 
De 1835 á 
De 1836 á 
De 1837 á 
De 1838á 
De 1839 á 
De 1840 á 
Be 1842 á 
De 1843 á 



1833....$ 1.454,142 

1835 2.634,100 

1836 3.313,968 

1837 2.173,607 

1838 2.536,744 

1839 2.538,989 

1840 2.728,636 

1841 436,289 

1843 3.423,288 

1844 3.282^067 



De 1854 á 1855 2.391,262 

Be 1855 á 1856 4.168,468 

Be 1856 á 1857 3.255,842 



1832 
1834 
1835 
1836 
1837 
1838 
1839 
1840 
1842 
1843 
1844 
1851 
1854 
1855 



ál833... 
ál835... 
á 1836 . . 
á 1837 . . 
á 1838 . . 
á 1839 . . 
á 1840 . . 
á 1841 . . 
á 1843 . . 
á 1844 . . 
á 1845 . . 
á 1852 . . 
á 1855 . . 
á 1856 • . 



Cantidades. 

1.236,850 
2.052,967 
2.262,035 
2.050,086 
1.722,857 
2.456,766 
1.917,434 
227,732 
2.386,967 
2.100,060 
1.870,080 
1.179,432 
3.393,251 
5.296,323 



* Los datos que faltan en este cuadro se refieren, unos, & épocas en que 
ha, estado trastoniado el drden público, y otros á la deficiencia de los de las 
oficinas públicas. 

17 



— 258 — 



Importaciones. 
Años. 

De 1857 á 1858. 
De 1858 á 1859. 



Cantidades. 

1.987,732 
2.446,446 



Exportaciones. 
Años. 



De 1864 á 
De 1865 á 
De 1866 á 
De 1867 á 
De 1868 á 
De 1869 á 
De 1870 á 
De 1871 á 
De 1872 á 
De 1873 á 
De 1874 á 
De 1875 é 
De 1876 á 
De 1877 á 
De 1878 á 
De 1879 á 
De 1880 á 



1865 6.723,593 

1866 7.897,206 

1867 5.526,773 

1868 6.392,866 

1869 7.255,092 

1870 5.843,451 

1871 5.862,711 

1872 8.045,982 

1873 12.515,639 

1874 11.165,491 

1875 ..... 6.849,028 

1876 7.328,928 

1877 6.709,109 

1878 8.708,797 

1879 13.712,199 

1880 10.387,00á 

1881 12.071,480 



1856 
1857 
1858 
1864 
1865 
1866 
1867 
1868 
1869 
1870 
1871 
1872 
1873 
1874 
1875 
1876 
1877 
1878 
1879 
1880 



á 1857 . 
á 1858 . 
ál859 . 
ál865 . 
á 1866 . 
á 1867 . 
ál868. 
á 1869 . 
á 1870 . 
á 1871 . 
á 1872 . 
á 1873 . 
á 1874 . 
á 1875 . 
á 1876 . 
á 1877 . 
á 1878 . 
á 1879 . 
ál880* 
á 1881 . 



Totales $ 181.806.928 



Cantidades. 

$ 7.064,584 
. 5.513,164 
. 3.326,488 
• 6.042,691 
. 6.772,017 
. 5.494,259 
. 7.376,997 
. 8.137,000 
. 8.077,153 
. 8.247,817 
. 8.253,806 
. 10.477,631 
. 10.587,282 
. 9.984,386 
. 14.477,897 
. 10.049,071 
, 11.111,196 
. 10.787,671 
.13.804,981 
. 15.836,943 



$ 211.594,884 



Este cuadro dice por sí solo cuál ha sido el progreso del 
comercio exterior de Colombia en la época expresada, líuestras 
importaciones, que en 1830 no pasaban de millón y medio de 
pesos, han llegado después, en algún año, á catorce millones, 
nuestras exportaciones, que en el mismo año de 1830 ño alcan- 
zaron sino á algo más de un millón, han llegado después á 
cerca de dieziseis millones de pesos. 



Cuadro comparativo del movimiento especial de las aduanas 
de la Bepública en el último cuatrienio. 

DE 1877 1 1878. 



Importaciones. 

Barranquilla $ 6.778,652 

Cartagena , 635,307 

Buenaventura 616,772 

Eiohacha 185,684 

Santamarta 173,562 

Tumaco 154,114 

Carlosama 112,353 

Cuenta * 



Exportaciones 

$ 9.542,478 
655,979 
383,063 
302,655 

25,323 
206,465 

47,583 



• Palta el dato. Solo se sabe que en aquel ano fueron introducidos en la 
aduana de Cúcuta 91,957 bultos. 



\ 



269 



BE 1878 A 1879. 

Importaciones. 

Barranquilla $ 8.296,420 

Cúcuta 831,212 

Cartagena 753,428 

Buenaventura 422,811 

Tumaco - . . . 221,595 

Eiolxaclia 144,550 

Santamaría 117,628 

Carlosama 

DE 1879 1 1880. 

Importaciones. 

Barranquilla . $ 7.390,611 

Oúcuta 772,009 

Cartagena 773,611 

Buenaventura 846,241 

Riobacha 251,352 

Tumaco 227,825 

Santamarta 165,352 

Carlosama 

DE 1880 Á 1881. 

, Importaciones. 

Barranquilla $ 8.496,806 

Cúcuta 937,367 

Cartagena 974,767 

Buenaventura 859,612 

Riohacha 324,364 

Tumaco 210,063 

Santamarta 268,499 

Ipiales 



Exportaciones. 

$ 9.944,500 
1.984,549 
701,830 
542,121 
233,258 
261,085 
44,166 



Exportaciones. 

9.955,202 

1.696,193 

1.116,915 

455,838 

384,501 

181,116 

15,216 



Exportaciones^r 

11.261,992 

1.917,660 

1.100,128 

822,000 

502,051 

203,206 

29,905 



Como se ve por los datos de que queda hecha mención, la 
aduana de Barranquilla — que por estar sobre el rio Magda- 
lena tiene el carácter de fluvial y por estar comunicada con 
el océano por el ferrocarril llamado de Bolívar tiene el de 
fmrüima — es la primera aduana de la República. Su impor- 
tancia se la dan su posición y el hecho de ser la única de que 
se sirven para sus importaciones y exportaciones los Estados 
de Antioquia, del Tolima, de Boyacá, de Cundinamarca y una 
parte del de Santander. Esa aduana representa la actividad 
industrial de más de dos millones de habitantes y la riqueza 
de un suelo mayor que la tercera parte de la área nacional. El 
progreso de esta aduana será pues cada dia más lisonjero. 



I ' 



1 



La importancia ac£aal de Barranqñilla la tuvo prím6t# 
Cartagena y después Santamarta, pero estas plazas han Tenid<# 
á quedar exeéntricas respecto del movimiento industrial mo» 
denio. ' 

Las catítidades que qtíedan compüls^adas son la ttístoria d4 
mofim^íento industrial del país. Basta compararlas tinas c^ 
otras para ver lo que era Colombia en 1810, lo que era en 18jto 
y lo qtíe es íioy bajo el régimen de la libertad econóttíica. ¿ 

A las gtándes medidas liberales de la primera Administra^ 
cion Mosquera relacionadas con la industria nacional, hay ^ue 
agregar las más grandes aún de la Administración Lópei, (¿tre 
ellas la de la descentralización de las rentas y de lo» gestos 
públicos. Esta reforma Cambió ^of ccnnpleto la faz admimstra.- 
tiva de la nación» ' / 



p- y^ . . i« ■ 



Cuadro de las rentssi^ de la Eepública en 1848 i 



I>R,OVlNCXAB. 



Antioquia 

Barbacoas. . . . 

Bogotá 

Buenaventura 
Cartagena» . . . 

Casanare 

Cauca 



Provinciales. 

611 



Muiüieipales. Comüñaletf. 



4 

I 



Vinoco. •••••«««••*•• 

Mariquita 

Mompos. ...*/..*... 

Neiva * 

Pamplona 

Panamá 

Pasto - 

Popayan * . 

Eiohacha 

Santamarta ........ 

Socorro . i . . i * . . . * . . 

Tunja 

Túquerres* * ... * 

Vélez 

Veraguas .- 



340 
3,328 

' ióó 

1,186 

"m 

35 

43 

1,082 

1,497 

181 

452 

1,813 

20 

87 



t 43^215 
1,460 
7,201 
1,094 
6,420 



$ 11,757 

m m m m m mT 

1,14* 

3,3312 

19,584 



fotalei. 

^ % 57,59T 

2,071 

8,348 

4,76& 

29,332 



i í ^ i i m 



120 
443 



1,877 
'552 
4,442 
2,430 
1,574 
6,806 
4,300 
973 
1,971 
3,129 
5,571 
3,943 
6,699 

1,517 
676 



3,532 
1^91 
2,5§0 
4,245 
3,588 
7,113 
2,94& 
163 
3,366 
1,959 
12,694 
7,553 

12,297 

7,282 

915 



6,50» 
3,329 
7,032 
7,335 
5,197 

13,962 
8,32? 
2,633 
5,518 
5,540 

20,078 

11,516 
6,786 

12,297 
8,919 
2,034 



Totales $ 14,623 105,850 107,673 228 146 

^^^^^S^^»^ ^B^B^a^i^m_a^^ ^^^^^m^mm-^m^^ - 

Ai proponer Murillo al Congreso de 1850 la descentraliza- 
ción de las rentas y de los gastos dijo : ^'He hecho tina íápidá 
reseña del estado que presentan los diversos ramos (Jtie foi-ftiatk 
nuestro sistema rentístico, y por la contraposición délos íresu- 



X 



vy 



— 261 ~ 

imestos de rentas y gastos para el próximo año económico, pres- 
cindiendo de los saldos por pagar que nos dejaron las cuentas de 
los últimos anos, queda sentado el hecho grave y trascendental 
de que si nuestros negocios fiscales hubieran de continuar como 
liasta aquí, correríamos evidentemente á la bancarrota y á las 
desgracias inevitables de una mala situación financiera. Ha 
llegado, pues, el momento de estudiar detenidamente el reme- 
dio radical que deba aplicarse á este estado de cosas. 

*^Iia primera idea que naturalmente se ocurre es la de redu- 
cir los gastos ó la de imponer una nueva contribución 5 pero se 
<5omprende bien que estas dos cosas, que fácilmente se pnun- 
dan, ofrecen dificultades casi insuperables para llevarlas acabo. 
Bajo uua administración central y en una sociedad regida por 
instituciones democráticas ó populares, la economía no es cosa 
sencillamente hacedera. Los pueblos se habitúan á esperarlo 
todo del gobierno central ; á él ocurren por sueldo para sus fun- 
cionarios y por todo género de auxilios para sus menesteres, 
para sus iglesias, casas de escuela, &c. &c., y los intereses de 
partido, las intrigas de localidad y mil otras causas que vo- 
sotros debéis comprender fácilmente por la experiencia diaria 
de los negocios, hacen que, por extravagantes ó injustificables 
que sean muchas veces esas solicitudes y á despecho de las más 
.¿aras demostraciones del déficit de las arcas del Estado, triuii- 
fen en las Cámaras. 

"Ko son menores las dificultades que se palpan para el es- 
tablecimiento de nuevas contribuciones. Eeconozcamos primero 
que el país está pobre y la industria incipiente, y que esta situa- 
ron es obra del mismo sistema fiscal que ha regido desde el 
Oobierno colonial, que los hombres que han gobernado el país 
posteriormente no se han atrevido á tocar. En un pueblo po- 
bre^ sin industria, que caréele de todos los elementos necesarios 
para el desenvolvimiento de la riqueza, como vias de comuni- 
cación, conocimientos y capitales, imponer nuevas contribucio- 
nes soore las defectuosísimas que existen seria agravar su con- 
dición y llenar de mayores embarazos el porvenir; y no es 
improbable que por las mismas causas que he apuntado antes 
-esta nueva imposición, causando un desagrado general y desa- 
lentando más la industria, fuese también de insignificantes pro- 
ductos. 

"La contribución directa es la única que, gravados como 
están todos los consumos y casi todos los ramos de producción, 
podría decretarse ; pero no puede desconocerse que para que 
ella sea productiva al mismo tiempo que justa ó igual, es pre- 
ciso poder contar con el celo inteligente de los funcionarios y 
<2orporaciones locales á quienes incumbiría repartirla y recau- 
.darla, pues que ni aun posible es entre nosotros, por las varias 
^icondiciones de la constitución de la propiedad, de la iusdustria 
jr del comercio de nuestras poblaciones fijar las bases ó reglas 
.Ó que el repartimiento debía sujetarse. Será, pues, indispepsa- 



— 262 — 

ble interesar en ello á las localidades de una manera directa, y 
«fl ese el plan que la Administración se ha trazado. 

"La necesidad de entrar resueltamente en esta nueva vía, 
que e« un paso avanzado hacia el sistema del gobierno propio^ 
dando vida á las localidades, nuevo alimento y distinto campo 
de acción á los partidos, libertad á la industria y efectivos gol- 
pes á los monopolios que han empobrecido el país y servido solo 
Sbl egoísmo de unos pocos, es un convencimiento que nace de la 
historia de nuestras rentas, de la impopularidad que las persi- 
gue, del progreso de los conocimientos económicos y del poder 
que adquieren los pueblos á proporción que avanzan en la prác- 
tica del sistema representativo. 

"El último día de nuestro sistema tributario se acerca visi- 
blemente, sin que nada pueda sostenerlo contra los emba- 
tes poderosos de la ciencia y de la democracia ; y es precisa- 
mente por esta previsión que importa adelantarnos á prevenir 
los funestos efectos que en el Tesoro debe producir este suceso- 

"Las democracias ejercitan mucho sus fuerzas y sus arran- 
ques voluntariosos en la demolición de los obstáculos que las de- 
tienen 6 embarazan ; pero es preciso convenir en que se prestan 
poco á la sustitución de lo demolido y que solo á fuerza de ha- 
bilidad, de tesón, y estrechándolas con premiosas necesidades 
fie les obliga á ello. Os ruego, ciudadanos Legisladores, fijéis 
mucho vuestra atención en «sto, porque es de la mayor imi)or- 
tancia para la solución de la grave dificultad que nos ocupa. 

"¿ Cuál es la marcha que ha llevado la democracia entre no- 
sotros con relación á las rentas públicas •? Veámoslo. 

"Las primeras víctimas fueron los derechos de sisa y expor- 
tación interior ; los que se cobraban á los lavadores de oro, 
conocidos con el nombre de mazamorreros ; la reducción en los 
conocidos con el nombre de alcabala ; y la extinción de los tribu- 
tos de indígenas, con algunas muy debidas exenciones de otros 
impuestos decretados por el nunca bien elojiado Congreso cons- 
tituyente de Cuenta en favor de algunas producciones 6 artí- 
culos. La desaparición de estas rentas fué inmediatamente un 
hecho cumplido; pero la contribución directa con que se les 
quiso reemplazar encalló en sus primeros ensayos. Bajo la pri- 
mera Administración constitucional, y á despecho suyo, cuando 
yá las Cámaras adquirieron mayor poder é infligo, se suprimió 
del todo la renta de alcabala ; la de aguardientes ha sufrido 
desde entonces y con posterioridad repetidos embates ; la de 
quintos de oro se ha reducido considerablemente, y yá la Cá- 
mara provincial de Antioquia, apoyada por una fuerte opinión, 
pide encarecidamente la abolición completa, que no pu&e du- 
darse obtendrá al fin. La pingüe y tal vez la menos defectuosa 
de todas, procedente del monopolio en la producción y venta 
del tabaco, hacaido delante del enérgico querer de los pueblos, 
sin que pudieran sostenerla ni la seguridad del déficit en el Te- 
soro nacional, ni los graves y solenines compromisos áque 




— 263 — 

d.ebia hacer frente.* Los intereses de la agricultura^ secundados 
eficazmente por los preceptos de la ciencia, preparan igual suer- 
te á la de los diezmos, contra la cual se alza vigorosa la voz de 
muchas Cámaras provinciales. La de salinas está amenazada 
en su crecimiento por la concesión hecha á las provincias que 
lio se proveen exclusivamente de sal elaborada por cuenta de 
la República, por los artículos 20 y 21 de la ley de 26 de Mayo 
de 1847, orgánica de esta renta ^ y no tardará mucho el dia en 
que su repugnante desigualdad, que hace pesar sobre unas po- 
cas provincias solamente su enorme gravamen y la circunstancia 
de recaer sobre un artículo de primera necesidad, excite contra 
éUa un pronunciamiento general. 

^^La renta procedente de las aduanas es para nosotros el más 
seguro y progresivo recurso fiscal, y si vosotros prestáis deci- 
do apoyo al plan de severa persecución del contrabando que la 
Administración se ha propueso, no dudo progresará mucho; 
con la procedente de papel sellado y la quinta parte del pro- 
ducto bruto 'de las municipales, adoptando el pensamiento de 
descentralizar las demás rentas, y el que contiene el proyecto 
de ley de crédito nacional que os propongo, estad seguros, ciu- 
dadanos Legisladores, que dentro de muy poco tiempo la Repú- 
blica proveerá holgadamente á sus necesidades, la industria 
estará menos gravada y nuestro crédito nacional se habrá 
levantado de la postración en que yace. 

"En vez del establecimiento de una contribución directa, 
que decretada por el Congreso y llevada á efecto por el Ejecu- 
tivo no podría pesar con igualdad y justicia en las diferentes 
provincias de la República, de tan diversas condiciones indus- 
triales, cometamos esta tarea á las Cámaras de provincia, que 
conociendo mejor las circunstancias del pequeño territorio que 
administran, pueden con toda exatitud determinar el medio de 
hacer más productivas las contribuciones, eliminando, si lo creen 
conveniente, la renta de diezmos, la de aguardientes 6 cual- 
quiera otra, según lo exijan las circunstancias particulares de 
su situación ; siendo cierto que gravándolas con la quinta par- 
te del producto bruto de las rentas, é imponiéndoles la obliga- 
ción de hacer sus gastos, se les apremia á mejorar su sistema 
rentístico y habrá muchas que no vacilen en sustituir las 
actuales rentas con las contribuciones directas. 

"La única objeción que, acaso, puede presentarse á esta idea 
fecunda y perfectamente congruente con la manera como está 
distribuida la población en el vasto y singularmente varia*'**^ 
territorio de la República, será la desconfianza de que la^^^ 
maras provinciales y los funcionarios que deben ayudare J^®^ 

* "La Cámara de provincia del Socorro, imbuida de an-- ^ít* a4x a 
ral y progresista y con aquel sentido práctico que siemnos ^^.^ cráflco de 
los pueblos de aquella adelantada sección de la Reii^Uufl'a'i ^Stiuo á los 
que se reemplazara el monopolio del tabaco con tj^ Ci¿to y ^ COmercio de 
sobre cada millar de matas." QnUndo. ^ 



I 



— 264 — 

den las bastantes garantías del nso cnerdo y atinado qne ha^an 
del poder que va á conferírseles ; mas, semejante objeción ape- 
nas podrá enunciarse hoy que tanto se ba propagado la educa- 
ción política, y cuando vemos que casi todos los miembros de 
las Cámaras legislativas figuran entre los de las Cámaras pro- 
vinciales. Por otra parte, el modo de acelerar la educación ad- 
ministrativa de los pueblos es dándole la práctica de los nego- 
cios: es posible que al principio cometan notables desaciertos* 
de que no han estado exentas las Cámaras legislativas ni el 
Poder Ejecutivo, pero es seguro que muy pronto se corrigirán y 
la experiencia traza luego el camino del acierto. Habiendo la 
última Legislatura adoptado respecto del istmo dé Panamá 
gran parte de éste pensamiento no puede yá hacerse semejante 
argumento. 

"Ademas, este proyecto de descentralización no es solamente 
un sesgo dado á la situación económica e'n que nos encontra- 
mos : es también un pensamiento político de suma trascenden- 
cia. Se trata de connaturalizar el espíritu de libertad por 
medio del impulso que se da al de locali(te*d ó concejil j desemba- 
razar al Gobierno de tantas menudencias, que sirviendo de 
alimento á los partidos y ocupando el tiempo de los altos fun- 
cionarios, ni son bien dirigidas por la autoridad central, ni 
sirven para otra cosa sino para acarrear mayores odiosidades 
á los gobernantes y exponerlos á las más groseras y degradan- 
tes calumnias. 'Un poder central, ha dicho un profiíndo escritor 
contemporáneo, por más culto y docto que se le suponga, no 
puede abarcar por sí solo todos los pormenores de la vida de 
un pueblo grande, y no lo puede porque semejante tarea sobre- 
puja las fuerzas humanas. Cuando quiere con su sólo esfuerzo 
formar y hacer andar tantas ruedas diversas, no obtiene sino 
un resultado muy incompleto y echa el resto en inútiles afanes.' 
Descentralizadas las rentas y cometido á las Cámaras provin- 
ciales el encargo de proveer á todos los gastos que demanda 
el servicio especial de las localidades, estas corporaciones 
adquieren una inmensa importancia, y los partidos, teniendo 
teatros diferentes, no se agrupan yá solo al rededor del Gobier- 
no nacional, haciéndolo el centro demiserables intrigas y emba- 
razándolo en sus más importantes deberes. Y no solamente se 
separa un poco el Gobierno de la acción de los partidos, sí que 
también de la tutela de los capitalistas que expeculan sobre las 
rentas nacionales. La política interior cambia completamente, 
ula organización misma de los partidos en que hoy está divi- 
quLel país se modifica profundamente, al mismo tiempo que 
marain público y las instituciones democráticas echarán rai- 
pide encaofundas. Meditad bien, ciudadanos Diputados, en 
darse obtenlide esta idea, y os convencereis de sus incuestio- 
de todas, proce^Bn la discusión podré presentaros datos segu- 
, del tabaco, ha caiaov^énos diezisiete provincias pueden hacer 
sin que pudieran sostenue se les imponen con 30I0 las rentas 
soro nacional, ni los grj* 



' / 




— 266 — 

que se les ceden. De las demás provincias, tres de ella<s corres- 
pcmden al istmo de Panamá, que en virtud de la ley especial 
de franquicias no pueden ser comprendidas en los mismos cal- 
culos.'' 

A pesar de la fuerte oposición que tuvo el proyecto de 
descentralización de las rentas y de los gastos, el Congreso lo 
fiancionó el 20 de Abril de 1850. Según la ley de esa fecha 
solo quedaron á cargo del Gobierno central los gastos de los 
Departamentos siguientes: Gobierno, Justicia, Guerra y Mari- 
na^ Eelaciones Exteriores, Obras públicas. Beneficencia y 
^Recompensas y Gastos de Hacienda y del Tesoro. De entonces 
acá esos Departamentos han sido aumentados según las exi- 
gencias de las necesidades públicas y lo serán más y más cada 
dia. Hoy son yá quince, pues han sido creados los Departa- 
mentos de Territorios nacionales, de Instrucción pública, de 
Bienes desamortizados, de Fomento, de Obras públicas, de 
Telégrafos y de Agricultura. * 

Según un cómputo hecho por la .Contabilidad general en 
tiempo de la Administración Ospina, (1859) las rentas cedidas 
é las provincias en 1850 fueron las siguientes : 

Diezmos $ 236,427 

Aguardientes 170,141 

Quintos de oro 74,920 

Peajes 22,367 

Hipotecas y registros 18,868 

Impuestos varios 10,000 $ 532,723 

I los gastos descentralizados estos : 

Gobernaciones , $ 93,155 

Tribunales 57,083 

Fiscales 17,043 

Juzgados . . . ; 94,653 

Culto 69,221 

Lazaretos, hospitales y colegios (apro- 
ximación) 25,000 $ 356,155 

Diferencia á favor de las provincias y en con- 
tra de la nación. , $ 176,568 

Hoy, después de treinta años, más que entonces, se ve á la 
luz de los hechos cumplidos toda la fuerza que encerraban lo*^ 
razonamientos del Secretario de Hacienda de la Administra'"**^^ 
López. Los $ 228,000 mal contados que forman el totaly'^ ^^ 
rentas de las provincias en 1848, se han elevado en ^ Estados 
canco ó seis millones de pesos que suman las ^ , _^ _ 
Estados. ^ ^n «1 tráfico de 

* Según Ja ley 21 de 13 de Marzo de 1848, adex^-^ ^^^ destino á lOS 
que quedan enumerados habia estos otros : el i't^OCO en el COmerciO ae 
facturas y ComereiOf el de Instrucción pública 
dad general. 



— 266 — 

Otra de las grandes medidas políticas y fiscales que ha 
inñuido poderosamente en el desarrollo de la riqueza pública 
y en la despreocupación de las masas, fué la desamortiza- 
ción de los bienes del clero, llamados de manos mv^rtas. La 
naturaleza de estos bienes, las dificultades que durante cerca de 
veinte años ha presentado su venta, el papel de crédito porque 
fueron vendidos y la circunstancia de habérselos apropiado el 
Gobierno más como medida de guerra que como combinación 
fiscal, causas fueron todas que no permitieron que la desamor- 
tización fuera un recurso fecundo para el Tesoro. En cambio 
sí lo ha sido, y mucho, para la sociedad, la que se ha apode- 
rado de ese inmenso caudal y lo vivifica con su industria. 

Pormenor de los bienes desamortizados : 

Censos redimidos hasta 1871 $ 3.677,021 

Deudas á plazo, pagadas 377,671 

Bienes raíces rematados . . 7.478,574 

Id. muebles y semovientes vendidos .... 106,098 

Bienes ocultos 491,936 

Eecaudado de 1871 á 1881 2.231,129 

Producto en dinero 1.000,000 

Existencias sin rematar 641,701 

Total. $ 15.904,130 

Ko están comprendidos en este cómputo los valores de las 
muchas fincas que el Gobierno toinó para sí ni las que ha cedi- 
do á los Estados y á los establecimientos de instrucción pública 
y beneficencia. Con estos valores y el de varias fincas y capi- 
tales perdidos, el total de los bienes desamortizados puede ser 
estimado en $ 20.000,000. 

Los bienes raíces rematados fueron valuados en $ 4.092,117 
y la licitación los hizo subir á $ 7.478,574, esto es, casi ciento 
por'ciento. 

La industria colombiana no está aún, á pesar de estos es- 
fuerzos y de estos resultados, en proporción con los recursos de 
todo género que posee el país. Falto éste de brazos, falto de 
vias comerciales y falto de espíritu de empresa, su marcha es 
lenta y poco desembarazada. Han influido también en su atraso 
el poco tiempo que cuenta de gobierno científico y la mala 
^^uacion de sus ciudades. De éstas, las de alguna actividad 
^^''\ntil están lejos de las costas ó lejos del Magdalena, único 
mará i?olombia que ha sido mirado con interés. Bogotá misma, 
pide ©nca>: o. ijna sabana sin rival en el mundo por su clima, por 
darse oDtenu.;^ p^j. ^^ riqueza, está casi proscrita del mundo 
de todas, proceu^n^g^ f^^^^^g j^^^i^^ ^^^^^ ^^ ^^ camino que 
deltabaco,ñacaiQor- 1 Magdalena es malo, lo que hace que 
sm que pudieran sostex.,,^ extranjeras haya que trasportarlas 
soro nacional, m los gru ■' •^ ^ ^ 






— 267 — 

'en espaldas de hombres con gran costo, gran riesgo y grandes 
dilaciones. 

Nuestras costas del mar Pacífico permanecen incultas y 
solas en su mayor parte. No se han hecho exploraciones en 
los extensos y fértiles países que poseemos del otro lado de la 
Cordillera Oriental, ni en los grandes ríos tributarios del Ama- 
zonas y del Orinoco, que deben damos salida hacia el Atlánti- 
co por en medio de Venezuela y del Brasil. Las tribus salvajes 
que nos rodean permanecen en el mismo estado de barbarie en 
que las dejaron los conquistadores. Muchos de nuestros pue- 
blos se arruinan y en pocos de ellos se levantan asociaciones 
que presten mano fuerte al trabajo, á los bancos, á la construc- 
ción de ferrocarriles, de canales, de muelles, &* Es por eso i)or 
lo que el Gobierno ha hecho del fomento de las empresas mate- 
riales uno de los ramos de la administración pública y por lo 
que ha consagrado á él gran parte de los recursos del Tesoro. 

Posee Colombia los tSiicos criaderos de platina que se cono- 
cen en América, ricas minas de oro, algunas de platai y una de 
las dos minas de esmeraldas que se explotan en el mundo. Sus 
climas son variadísimos, pues basta subir un collado ó bajar 
hacia una hondonada para pasar del extremo del calor al del 
firio. Su Gobierno es de los más liberales de la tierra. Ha dado 
libre la industria ; ha permitido la navegación de los rios sea 
cual fuere la bandera de los buques que usen sus aguas ; ha abo- 
lido las cuarentenas; no ha establecido derechos diferenciales 6 
proteccionistas y ha concedido, en algunas épocas, ventabas es- 
peciales á algunos lugares, como la franquicia otorgada á los 
puertos de Buenaventura y de Tumaco (con aduanas interiores), 
como la franquicia comercial concedida al istmo de Panamá 
sin excepción alguna, como la concedida á la antigua provincia 
del Chocó (con luanas interiores en Nóvita y en Quibdó) y co- 
mo la concedida á las regiones del Caquetá y de San Martin 
(con aduanas en Labranzagrande y en Medina) y como el puerto 
libre de Cartagena. También ha recabado de Venezuela la 
libre navegación del bajo Orinoco y del bajo Zulia, y que 
nuestro comercio no pague en esos rios sino el 1 por ciento por 
único impuesto. 

En cuanto á la marina mercante se ha establecido que á 
las embarcaciones mayores que quieran tener los derechos y las 
obligaciones que por leyes y tratados correspondan á los buques 
nacionales mercantes, les baste: 1? ser registradas en uno de 
los puertos de la Eepública habilitado al efecto ; 2? tener una 
patente ó documento que compruebe su nacionalidad 5 y 3? usar 
la bandera colombiana. Los buques mercantes de los Estados 
no necesitan de patente. 

Ningún buque nacional puede ser empleado en el tráfico de 
esclavos, en expediciones de filibusterismo con destino á los 
puertos de Hispano-América, ni tampoco en el comercio de 
vContrabando^ 



— 268 — 

Las leyes de policía que deben ser observadas á bordo de 
los buques son las del Estado litoral en cuya43 aguas se encuen- 
tre el buque. En alta mar deben ser observadas las de policía 
del puerto en que el buque se^ nacionalizó. 

La Eepública ha tenido y tiene agentes diplomáticos y con- 
sulares en los puertos y en las ciudades que siguen : 



Acapulco 
Amapala 
Ambares 
Amsterdan 
Argel 
Bahía 
Baltimore 
Barcelona 
Birmingham 
Bone 

Brunswick 
Bruselas 
Burdeos 
Cádiz 
Callao 
Caracas 
Christianía 
Coquimbo 
Curazao 
Dover 
Dresde 
Prankfort so- 
bre el Mein 



Gaad 

Genova 

Gibraltar 

Gotemburgo 

Gr-Grimsby 

Guayaquil 

Hamburgo 

Havre 

Kingston 

La Guaira 

La Serena 

Lambayeque 

Lie ja 

Lima 

Lyon 

Liorna 

Liverpool 

Londres 

Madrid 

Manabí 

Managua 

Málaga 

Manchester 



Manzanillo 

Maracaibo 

Marsella 

Martinica 

Méjico 

Miian 

Motaganen 

Moyobamba 

Nántes 

Ñapóles 

ííiza 

Nueva Orleans 

Nueva York 

Oran 

Ostende 

Paita 

Paris 

Philipeville 

Pto-Oabello 

Puerto-España 

Pto-Príncipe 

Puntarenas 



Quito 

Eívas 

Eomá 

Salvador 

San Francisco 

Saint-Nazaire 

Santander 

San Thomas 

Sidney 

Southampton 

Stattin 

Sucre 

Táchira 

Tampico 

Toumay 

Trieste 

Turin 

Tusa 

Valparaíso 

Veracruz 

Viena 

Washington 



Hay agentes diplomáticos y consulares de Europa y de 
América en los siguientes lugares de la Union : 



Buenaventura David 

Honda 



Medellin 

Panamá 

Portobelo 



Eiohacha 
Sabanilla 
San Andrés 
Santamarta 
Tumaco 



Aguadulce 
Arauca Cali 

Barranquilla Cartagena 
Bocas del Toro Colon 
Bogotá Cúcuta 

Bucaramanga 

Las principales manufacturas de Colombia son : paños, loza, 
objetos de hierro, vaquetas, sillas de montar, muebles, ruanas, 
mantas, lienzos, frazadas, alpargatas, utensilios de madera, 
barnices, hamacas, sombreros, &c. 

Colombia comercia con la Francia, la Inglaterra, la Ale- 
mania y los Estados Unidos, y algo, aunque poco, con España 
é Italia. También comercia con las ciudades libres de Ham- 
burgo, de Brémen y de Lubec. 

Algunos regulan el comercio de Colombia con Venezuela en 
más de un millón de pesos al año, y con el Ecuador en medio 



..> 



tnillon. El comercio con Eiiíopa y América no puede bajar lioy 
en dia de doce millones de pesos al año. 

Las esmeraldas exportadas en 1859 alcanzaron á 201,474 
quilates. 

El comercio colombiano está gravado tan solo en sti ímpor- 
.tacion. Comprende ésta los deíechos sobre las mercaderías 
que se introducen y sobre las toneladas, prácticos, depósito, 
nacionalización de buques, comisos y multas ; la exportación, 
que lo estaba con un impuesto sobre la quina y el tabaco, es 
absolutamente libre. * 

El sistema de aduanas está basado en el peso bruto^ divi- 
didos los efectos en cuatro clases. 

Hubo en otro tiempo oficinas de comercio 6 aduanas interio* 
tes en Bogotá, en Honda, en Medellin y en Cali. 

Ko obstante que la situación industral del país no es lison- 
jera, su progreso en todos sentidos desde la época de la Inde- 
pendencia para acá forma contraste con la babarie y la miseria 
del tiempo de la colonia» De 1819 á 1830 poco más aA^anzó la Ee- 
pública por haber estado casi siempre sujeta á un régimen ina- 
decuado á la índole civil de los colombianos. De 1830 á 1850, 
yá no hubo régimen militar; pero la administración pública se 
resistía aún á abandonar las i)reocupaciones coloniales en ma- 
terias políticas, civiles, religiosas é industriales y unos partidos 
servían bien á la libertad y otros le tenían miedo á ésta porque 
la confundían con la licencia. La instrucción pública, mal com-» 
prendida, estaba pésimamente organizada, y nuestros Presi* 
dentes no se diferenciaban de los Yireyes : se gobernaba mucho 
iy se hacía poco. Fué solo de 1850 en adelante que el Gobierno 
se resolvió, de firme, á completar la obra de nuestros proceres 
y volvió á pensar en la libertad y en la federación. Treinta años 
han bastado para que yá no se pueda volver atrás en la obra 
de 1810. 

Hoy el Pueblo y el Gobierno no tienen otra cosa que hacer 
sino llevar el sistema federal con valor y con doctrina hasta 
sus últimos desarrollos. Ese sistema dará al país todo lo que 
él necesita, y se lo dará en poco tiempo. La vida pública ha 
pasado á las secciones, y hay que poner á éstas en posesión de 
todos sus derechos y de todos sus gérmenes. La felicidad dé 
Colombia está hoy en los Estados y la de éstos en las mejoras 
materiales. 

XV - 

ÍÍÍSTRÜCCION PUBLICA, 

"La masa general de los granadinos,'' dice Eestrepór, "estu- 
co sumida en la más profunda ignorancia cerca de tres siglos^ 
ó en todo el tiempo que los españoles dominaron estos países- 

* Exceptuamos el peaje ñuvial del rio Magdalena, el producto del cual 
está aplicado á la inejoni del dicho rio. 



— 270 — 

Los indios, los esclavos, los labradores y los artesanos, etír 
decir, los cuatro quintos de la población no aprendian á leer 
porque eran muy raras las escuelas primarías, que solo se encon- 
traban en algunas villas y ciudades populosas. Estas escuelas 
no fueron dotadas por el Gobierno español sino por los Cabildo» 
ó los particulares. No sabiendo leer ni escribir la masa de la 
población, sus conocimientos religiosos se reducían á un breve 
catecismo, que los padres ensebaban á sus bijos ó los curas á 
sus feligreses, y á las prácticas del culto exterior que veian 
desde niños. La moral estaba reducida á las máximas que oían 
predicar á sus curas en los sermones parroquiales. 

"Los hijos de los propietarios más acomodados, de los merca- 
deres, de los comerciantes y empleados en el Gobierno y adminis- 
tración de las rentas recibían mejor educación ; pero estos mis- 
mos en lo general solo aprendian á leer, escribir y contar. Algu- 
nos seguian también sus estudios en los colegios para adoptar 
una de dos carreras : se hacían clérigos ó abogados. 

"En la Nueva Granada había dos colegios en Santafé, do» 
en Quito y seminarios conciliares en Cuenca, Popaj^an, Pana- 
má, Cartagena y Santamarta, y dos Universidades: una en San- 
tafé y otra en Quito. Los colegios de Santafé y el seminario de 
Popayan eran frecuentados. Sin embargo, los estudios estuvie- 
ron siempre en mal estado. Algunos principios de gramática 
latina, sin conocer antes los de la lengua castellana; la filosofía 
peilpatética estudiada en latín; en jurisprudencia el derecho 
civil de los romanos, el canónico ó las decretales de los Papaa 
aplicados por rancios comentadores ; en teología moral y dogmá- 
tica, üiútiles cuestiones introducidas por los peripatéticos, que 
servian muy poco para conocer la religión cristiana y la moral : 
hé ahí á lo que se reducían los estudios clásicos. En los últi- 
mos años antes de la revolución se estudió la medicina en Ca- 
racas y en Santafé, donde se formaron algunos médicos. 

"La química era desconocida absolutamente y lo mismo 
sucedía con la mecánica, la hidráulica y con casi todas las cíen- 
cías físicas y matemáticas, que tanto sirven para aumentar las 
riquezas y perfeccionar las artes. Aun era prohibido en la Nue- 
va Granada enseñarlas en los colegios ; y poco antes de la re- 
volución hemos Aásto con escándalo de los granadinos que no 
se permitió tener un acto de conclusiones públicas de aritméti- 
ca y geometría. Los españoles que dirigían los estudios obser- 
vaban la máxima de que los criollos no debían aprender otra 
cosa que la doctrina cristiana, para que permaneciesen sumisos. 

"En los estudios privados se formaban algunos literatos^ 
pues tanto en Venezuela como en la Nueva Granada había una 
pasión bastante decidida por las bellas letras. De las lenguas 
únicamente se estudiaban el latín, el italiano y el francés, de tal 
suerte que la literatura francesa era la más conocida y la que 
se tenía por modelo. El estudio del derecho público y de la po- 
lítica estaba prohibido severamente por el Gobierno espanoL 



— 271 — 

Solo en el silencio de sus gabinetes y con gran riesgo de sirfriír 
las visitas inquisitoriales podian algunas personas tomar lige- 
ros conocimientos en estos ramos tan ne^cesarios para el régi- 
men y la felicidad de las naciones. La ilustración de la Nueva 
Granada se hallaba circunscrita á las ciudades de Santafé, de 
Popayan y de Cartagena y la mayoría creia como artículo de 
fe que la autoridad de los reyes les venia del cielo, según se lo 
oian predicar á su cura todos los domingos y tenían al rey de 
España Como á un semidiós, á quien debían obedecer so i)ena 
de pecado mortal él más grave.'' 

La Constitución de 1821, para destruir semejante barbarie 
social proclamó los siguientes principios : 

*^ La soberanía reside esencialmente en la nación. Los ma- 
gistrados y oficiales del Gobierno investidos de cualquiera es- 
pecie de autoridad, son sus agentes ó comisarios y responden á 
ella de su conducta pública." 

"Es un deber de la naciom proteger cotí leyes sabias y equi- 
tativas la libertad, la seguridad, la propiedad, y la igualdad de 
todos los colombianos." 

"Todos los colombianos tienen el derecho de escribir, de im- 
primir y de publicar libremente sus pensamientos y opiniones 
sin necesidad de examen, remisión ó censura alguna anterior á 
la publicación." 

" Ningún género de trabajo, de cultura, de industria ó de 
comercio será prohibido á los colombianos^ excepto aquellos 
que ahora son necesarios para la subsistencia de la República, 
que se libertarán por el Congreso cuando éste lo juzgue opor- 
tuno y conveniente." 

" Todos los extranjeros, de cualquiera nación, serán admiti- 
dos en Colombia y gozarán en sus personas y propiedades de 
la misma seguridad que los demás ciudadanos, siempre que 
respeten las leyes de la República." * 

Entre las atribuciones exclusivas del Congreso estaba la que 
sigue: " Promover con leyes la educación pública y el progreso 
de las ciencias, de las artes y de los establecimientos útiles, y 
conceder por tiempo limitado derechos exclusivos para su esti- 
mulo y fomento." De acuerdo con esa atribución fué expedida 
la ley de 10 de Marzo de 1826 sobre organización y arreglo de 
la instrucción pública. A pesar de tener esa ley más de medio 
siglo hoy han vuelto á ser puestas en uso muchas de sus más 
importantes disposiciones. Hacemos en seguida un extrato de 
ellas. 

La instrucción general se debía dar en escuelas de enseñan- 
za primaria y elemental en las parroquias y en las cabeceras de 
cantón, y la de las ciencias generales y especiales en las univer- 

* Esta misma Constitución prohibió las fundaciones de mayorazgos y toda 
clase de vinculaciones, y extinguió los títulos de honor concedidos por el Oo- 
'biemo español. 



^ 272 — 

fiidatles departamelatales y centrales. (TJn Departametíto en 
1826 era quizá más jsn'ande que un Estado de hoy). 

La enseñanza pública debía ser gratuita, común y uniforme 
en todo el país. 

Debia haber en la capital de la Eepóblica una Djreceíon 
general de instrucción pública bajo la inmediata autoridad del 
Grobierno, y correspondía á esta Dirección : 1? dirigir todo» losP 
establecimientos de ensenanza pública y velar sobre ellos } 2? 
promover la simplificación y mejora de la enseñanza; 3.o man-" 
tener correspondencia con los empleados del ratno; 4.o formar 
los reglamentos para el arreglo literario y el gobierno económi- 
co de las escuelas, colegios y universidades, reglamentos que 
aprobaba el Congreso seglin el informe del Poder Ejecutivo ; 5.^ 
promover la redacción, la traducción é impresión de las obras 
clásicas y elementales que debían ser estudiadas en las escuelas 
y universidades y cuidar de la conservación y aumento de las 
bibliotecas públicas ; G.o visitar los establecimientos púbhcos y 
7.0 promover por medio de los periódicos el celo de los maestros 
por la mejor educación de la juventud ; 8.o promover todo la 
que sirviese de fomento de la educación moral y política de los 
colombianos, x>éira lo cual debían recoger los actos de virtud^ 
de humanidad, de beneficencia, de generosidad y los sacrificio» 
notables por la Patria, para recomendarlos á la estimación pú- 
blica y al reconocimiento nacional ; 9.o exigir del Gobierno la^ 
suspensión de los maestros y superiores que faltasen al cum- 
plimiento de sus deberes ; y lO.o dar un informe anual al Con- 
greso por conducto del Poder Ejecutivo sobre el estado de la 
enseñanza y pedir las reformas necesarias. 

En las capitales de los Departamentos en donde habia co- 
legios habia también sub-direcciones de Instrucción pública.r 

Se mandó crear una Academia literaria en la capital de la 
Bepública, con el objeto de establecer, de fomentar y de propa- 
gar en el país el conocimiento y perfección de las artes, de las 
letras, de las ciencias naturales y exactas^ de la moral y de la 
política. 

En las capitales de los Departamentos debían establecerse 
sociedades de amigos del país con el objeto de promover la» 
artes útiles, la agricultura, el comercio y la industria. Dicha» 
sociedades debían publicar un Anuario departamental que con- 
tuviese nociones claras y exactas para diíVindir los buenos co- 
nocimientos, "por ser estos los que destruyen las preocupacio- 
nes perjudiciales y corrigen los vicios déla primera educación.''^ 
El Anuario debía dar noticia de los tribunales y juzgados y de 
las Municipalidades de los Departamentos, de los maestros que 
se distinguiesen en la enseñanza pública y de los discípulos 
que sobresaliesen por su aprovechamiento y buena conducta, y 
todo lo que contribuyese al progreso de la moral pública, del 
patriotismo y de la beneficencia. También debia contener los 
descubrimientos útiles de la agricultura y de las artes f el esta*^ 



^273 — 

do de tina y de otra y del comercio, con expresión del valor 
de los frutos y géneros, las observaciones meteorológicas, y las 
producciones minerales y vegetales más importante del sudo 
respectivo. 

En todas las parroquias de cada cantón debia haber una 
escuela de niños por lo menos y una de niñas en las que esto 
fuera posible. En esta^ escuelas primarias se enseñaban los fun- 
damentos principales de la religión, los primeros principios de 
motal y de urbanidad, á leer y á escribir, las primeras reglas de 
la aritmética, la gramática y la ortografía castellanas (compen- 
diadas) y el catecismo político-constitucional, No se pedia ser 
maestro sin haber suMdo un examen público y una rigurosa 
censura. 

En los pueblos cabeceras de cantan debia haber una casa dé 
enseñanza para instruir á los niños extensamente en ciertas 
materias. En la capital de cada Departamento debia ser esta- 
blecida una universidad para la enseñanza de las lenguas 
francesa, inglesa y griega, de la gramática latina combinada con 
la castellana, de la elocuencia y de la poesía, de las matemáticas, 
de la física, de la geografía, de la cronología, de la lógica, de la 
idiología, de la moral y del derecho natural, de la historia natu- 
ral, de la química y de la física experknental. También debían 
darse en esos institutos enseñanzas de jurisprudencia y de 
teología, de legislación universal, de instituciones y de historia, 
de derecho civil romano, de derecho patrio, de derecho público 
y político, de derecho constitucional, de economía política, de 
derecho público eclesiástico, de instituciones canónicas, de his- 
toria eclesiástica, de fíindamentos de religión y lugares teoló- 
gicos, de instituciones teológicas y morales, de sagrada escri- 
tura y de estudl^os apologéticos del catolicismo. En cada uni- 
versidad debía haber una biblioteca pública, un gabioete de 
historia natural, un laboratorio químico, un jardín botánico y 
una imprenta. 

Los seminarios conciliares debían estar á cargo de los prela-. 
dos eclesiásticos, pero sus reglamentos debían ser aprobados 
por el Congreso. Los seminaristas podían optar grados acadé- 
micos. 

Debía haber universidades centrales en las capitales de Cun- 
dinamarca, de Yenezuela y del Ecuador. Estas universidades 
comprendían las escuelas de medicina. "No se podía estudiar 
jurisprudencia ni teología sino después de haber estudiado cas- 
tellano, latin, matemáticas, física, lógica, metafísica, moral y 
derecho natural. 

En los pueblos en donde habia Cortes Superiores de justicia, 
debían establecerse academias ó escuelas de abogados, para la 
práctica de las leyes, de la elocuencia del foro, de las fórmulas 
y de los procedimientos judiciales. En los puertos debían 
crearse escuelas especiales de astronomía y de navegación, de 
construcción naval, de artillería, de ingeniería geográfica, de 

18 



I 



— 274 — 

é 

eosmografifa, efe hidrografía^ de minas, de comercio, de agrícnl; 
tara experimental y de belJas artes» En los pueblos pose^dores^ 
de minas de oro y de plata ó de otros metales debian estable- 
cerse escuelas de niños para la enseñanza de la geometría 
práctica subterránea, de la física y de la mecánica aplicada. 

Al museo fundado en la capital de la Eepública por decreto 
de 28 de Julio de 1823 debia dársele la extensión necesaria 
para fundar en él una escuela general de las enseñanzas d^ 
aplicación. 

Las cátedras debiau ser provistas por oposición, para lo 
cual habla un cuerpo de examinadores compuesto de cinco doc- 
tores de la facultad respectiva, nombrados cada año por la Dír 
reccion general. Los servidores de la instrucción pública te^ 
nian derecho de jubilación, y los alumnos que sobresalían potr 
su conducta y aplicación eran enviados á Europa á perfeccio- 
narse en sus estudios, pero quedando obligados á servir en el 
ramo de la instrucción pública á su regreso al país. 

Las rentas de las universidades eran las que en seguida se 
expresan: 1? las propias de dichos establecimientos;; 2? la^ 
dotaciones especiales de cátedras ; 3? los principales donad<^ 
á la instrucción pública \ 4? los principales de temporalidades 
de los jesuita«; 5? las rentas de los conventos suprimidos ; 6? las 
rentas de las canongías aplicadas antes á la Inquisición ; 7? dos 
mil pesos de las vacantes mayores y menores de cada obispar 
do ; y 8? las fundaciones de capellanías y de patronatos de lego^ 
qu^ debian proveer los juzgadX)s de bienes de difuntos en favó^ 
de los hijos de los Oidores de las antiguas Audiencias^ Los lo- 
cales de los conventos suprimidos correspondían también á las 
universidades y colegios. 

Para optar grados en las universidades y para recibirse de 
abogado de la I^pública no era impedimento ser hijo ilegítimo. 

La ley 15 de 6 de Agosto de 1821 mandó establecer escuelas 
de niñas en los Conventos de religiosas de acuerdo con el breve 
de su Santidad inserto en la cédula española de 8 de Julio de 
1816. y dijo : "los respectivos prelados eclesiásticos harán enten- 
der a las religiosas, el importante servicio que van á hacer á^ 
Dios y á la Patria dedicándose con gusto y con la actividad 
que es de esperarse de su amor á la virtud y al bien público, á 
dar una completa educación á las niñas y á las jóvenes.'? 

La ley 1* de 28 de Junio de 1823 mandó establecer en Bo^ 
gota un colegio de Ordenandos. Fueron cedidos á este colegio 
el convento de los padres capuchinos, sus alhajas, paramento» 
y biblioteca, y los réditos de algunas capellanías eclesiástl-^ . 
cas de jt*rd devoluto fincadas en la provincia de Bogotá y una, 
por ciento de las cofradías de la diócesis del mismo nombre.^ 

La ley 16 de 31 de Marzo de 1832 mandó dar del tesoro 

$ 600 por año al monasterio de Santa Gertrudis para auxilio d% 

la enseñanza. » ; 

La ley 2* de 21 de Mayo de 1833 mandó dar al colegio acad'é-! 



LÍ »' 



— 275 — 

\ 
*~ _ --■ * • , - - -.» 

inioo dé Medéllin $ 2,000 por año de la parte que correspondía 
6 la cliócesis de Antioquia de la renta decimal. 

La ley 4* de 17 Marzo de 1834 mandó dar $ 2,000 por año al 
<M)legio seminario de Santamarta, los cuales debian ser tomados 
clel ramo de vacantes ó del tesoro público. 

La ley 3* de 21 de Mayo de 1835 suprimió las cuatro becas 
íque habia en el colegio de MedeUin y aplicó sus fondos á la 
dotación de una clase de química y metalurgia. 

La ley 1* de 29 de Abril de 1836 mandó que en cada una de 
las Universidades de la Eepública se diesen enseñanzas mili- 
tares, compuestas de náutica, de matemáticas puras, de arti- 
llería, de fortificaciones y de práctica militar y ciencia de la 
^erra, y que fuesen educados en ellas por cuenta del Tesoro 
liasta 40 jóvenes. En la clase de náutica se enseñaba geometría, 
astronomía, geografía, trigonometría, cosmografía, navegación, 
pilotaje, dibiyo, inglés, francés, maniobras y faenas de buque; 
En la clase de artillería y fortificaciones se enseñaba á describir 
y analizar los diferentes sistemas de líneas fortificadas, á cons- 
truir baterías y reductos, á calcular el trabajo, el tiempo y los 
materiales necesarios para la construcción de las diferentes 
obras de campaña, puentes militares, paso y defensa de los 
.üos, fortificaciones permanentes, conocimiento y uso de las 
í>íezas de artillería, parques, &c. En la clase de ciencia de la 
fierra se enseñaban la táctica de infantería y de caballería, 
«esde la instrucción del recluta basta las maniobras de línea, 
los deberes del militar en campaña y en guarnición, la organi- 
^iacíon del ejército, las marchas, el orden de batalla, la eslíate- 
gÍQ,^ la castrametación, los reconocimientos militares, el servicio 
de Estado Mayor y el dibujo topográfico. 
' Los cursos de los alumnos militares eran de 4 años para la 
marina, la artillería, la ingeniería y el Estado Mayor, y de 3 
para la infantería y la caballería. 

La ley 5* de 17 de Mayo de 1836 declaró colegio público 
ía casa de enseñanza de la villa de Chinquinquirá. 

La ley 11 de 1838 mandó refundir el colegio de Ordenandos 
^11 el Seminario de San Bartolomé y dio el edificio del conven- 
to de Capuchinos, sus huertas y solares al colegio de niñas do 
la Merced de Bogotá. 

La ley 12 de 6 de Agosto de 1838 mandó establecer un cole- 
gio de niñas en la ciudad de Cartagena y le dio fondos. 

La ley 9 de 28 de Abril de 1840 separó el Seminario Conci- 
Mar de la ,arquidiócesis de Bogotá del colegio nacional de San 
Bartolomé y permitió al Arzobispo hacer los estatutos del Se- 
minario, los cuales empero no podían regir sino después de ser 
aprobados por el Poder Ejecutivo. También era necesario el 
pase de éste para nombrar el Rector del Seminario. Por esa 
misma ley le fueron asignados al Seminario Conciliar el 
3 por ciento de las rentas eclesiásticas, de acuerdo con lo que 
manda el concilio de Trento, el capital de $ 5,600 que dio el 



V 



— 276 — 

Arzobispo Claudio Álvarez Quiñones para la ftindacion dé 
(juata^o becas en dicho Seifninario, y las rentas, los bienes- y laa 
alhajas que pertenecían al colegio de Ordenandos establecida 
en el convento de Capuchinos. 

La ley 4* de 16 de Mayo de 1840 dispuso lo siguiente : "Lo» 
colegios que existen en las provincias y los que en adelante se 
establezcan en ellas costeados del tesoro quedan bajo la direc- 
ción de las Cámaras de las provincias, á las cuales correspon- 
de diotar ordenanzas y resoluciones sobre recaudación, admi- 
nistracidn y contabilidad, de sus rentas y fondos ; sobre crea- 
ción, supresión, dotación y provisión de cátedras y sobre todo 
lo demás relativo á la enseñanza, prefiriendo aquellos ramos de 
las ciencias matemáticas, físicas y naturales de una utilidad 
más positiva según las circunstancias de cada provincia, y los 
idiomas vivos, la geografía y la historia. Podrán destinarse de 
las rentas la parte necesaria para hacer traer de países extran- 
jeros profesores, máquinas é instrumentos, aparatos, libros y 
todo lo demás que se requiera para establecer la enseñanza 
práctica de aquellas ciencias experimentales y ramos industria- 
les que prometan más para la prosperidad de las respectivas 
provincias* Se exceptúan de la disposición anterior los colegios 
seminarios, en los cuales serán estudiadas las ciencias eclesiás- 
ticas bajo la dirección de los respectivos prelados, y las funda- 
ciones particulares que haya en los colegios hechas para dar 
enseñanzas determinadas,, las cuales no podrán ser distraídas 
de su objeto. Las universidades quedarán bajo la dirección del 
Poder Ejecutivo, y en ellas se enseñarán de preferencia la 
jurisprudencia y la medicina." 

La ley S'í de 15 de Mayo de 1841 amplió las facultades con- 
cedidas á las Cámaras de las provincias y dispuso que los cursos 
de jurisprudencia y de medicina que habilitaban para recibir 
grados de estas facultades debian ser ganados en las universi- 
" dades. Sin embargo, no se prohibía dar las enseñanzas á^ 
dichos cursos en los seminarios, colegios provinciales y demás 
casas de educación después de enseñadas las materias preli- 
minares. 

Lajs universidades de la Eepública daban grados de bachi- 
ller, de licenciado y de doctor en derecho canónico para los 
efectos eclesiásticos. 

La ley 2* de 7 de Junio dé 1841 mandó establecer en la 
Eepública escuelas especiales del arma de artillería. 

La ley 6 de 10 de Abril de 1842 declaró que las cátedra» de 
jurisprudencia y de medicina de los colegios de San Bartolomé 
y del Eosario pertenecían á la Universidad Central. 

- La ley 7 de 21 de Mayo de 1842 ordenó que la Universidad 
Central, el colegio de San Bartolomé, el Museo y la Biblioteca 
nacional quedasen bajo la dirección de un solo empleado, al cual 
se le llamó '^^Eector de la Universidad y del colegio de San 
Bartolomé.'' El Poder Ejecutivo regia está Uiiiversidad pOr 



— 277 — 

medio de este empleado, á quien nombraba y removía libremen- 
te. La Junta de inspección y gobierno dejó de ser compuesta de 
doctores y fué organizada con los catedráticos y superiores de 
los respectivos establecimientos. Esta disposición se hizo exten- 
siva á todas las universidades de la Eepública. 

La ley 20 de 26 de Junio de 1842 mandó establecer en cada 
capital de provincia una escuela normal de educación primaria. 
Estas escuelas estaban bajo la inmediata inspección de los Go- 
bernadores. El sueldo anual de los directores de estas escuelas 
no podía exceder de $ 1,200 ni bajar de $ 500. Los directores 
eran nombrados y removidos libremente por los Gobernadores, 
pero necesitaban para entrar á desempeñar su empleo presen- 
tar un examen público y ser aprobados por cinco examinadores. 

En los lugares en donde las rentas no alcanzaban para 
pagar la escuela duraba ésta cerrada mientras se acopiaban 
fondos para abrirla nuevamente. Los padres y los guardadores 
de los niños debían mandar á éstos á las escuelas así : el que 
tenia dos 6 tres niños mandaba por lo menos uno, y el que 
tenia cuatro mandaba dos. Los que habitaban á mas de media 
legua de distancia de la escuela no estaban obligados á con- 
.corrir á éUa. 

La ley 21 de 2 de Mayo de 1843 derogó íntegramente el 
.plan general de estudios de 1826. 

La ley 8? de 6 de Abril de 1844 auxilió las Universidades 
con las rentas que se pasa á expresar : I.» hasta con $ 6,000 
de los sobrantes de las cuartas episcopales ; 2.o lo que de las 
cuartas episcopales se deducía en otro tiempo para el seminario 
de nobles de^ Madrid según una real orden de Carlos III ; 3? 
los sobrantes de los fondos de reclusión de las provincias ; y .4? 
. lo que produjera el papel sellado en que se expídían los títulos 
de doctor. 

Los tesoreros de las 'universidades y los síndicos de los 
. colegios tenían en el cobro de las rentas y capitales de estos 
establecimientos la facultad coactiva de , los tesoreros de la 
hacienda nacional. 

Los exámenes y certámenes presentados en los colegios 
provinciales conforme al plan de instrucción pública eran 
reputados como si se hubieran hecho en las universidades. 
Esta misma disposición regia respecto de los seminarios. 

En 1844 se mandó establecer un colegio de niñas en la 
ciudad de Panamá y se le dieron couio auxilios las alcabalas 
de reedificación de casas incendiadas. 

El Presidente Santander hizo en todos tiempos grandes es- 
fuerzos por establecer sobre bases sólidas la enseñanza pública 
en el país, y á él se debió que en su administración fuera intro- 
ducido en las escuelas el sistema de Lancaster, así como el que 
éstas llegasen á tener cerca de 20,000 alumnos, pocos para una 
nación de más de dos millones de habitantes, pero muchos para 
su época. Desde 1832 la Bepública. había sido dividida en tres 



— 278 — 

tiniversidades ó distritos xiniversitarios, á saber : el del Ceií- 
tro, el del Cauca y el del Magdalena. El 15 de ííoviembre del 
mismo año fué creada una Academia nacional^ qae^ como 
alguien lo observó, por estar compuesta de notabilidades polí- 
ticas no tuvo raíces ni dio frutos. 



Cuadro del personal y de las cátedras d^ las tres Universi- 
dades de la república en 1847 : 









¿ 




It 


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V 








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■o 


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• 

Universidad del pri- 


Facultad 
literatura 
de fllosofl 


n 


Facultad 
jurisprud 


Facultad 
teología. 


11 


1 














mer distrito 


242 


32 


88 


41 


40324 [ 


Id. del segundo 


132 


17 


29 


3 


189 


18 


Id. del tercero 


138 


• • * • 


17 


• • * • 


155 


13 


512 


49 


134 


44 


747 


55 



Las rentas de estas Universidades eran las siguientes: 

Universidad del primer distrito $ 31,469 

Id. del segundo id. 21,984 

Id. del tercer id ,18,769 $ 72,222 



Cuadro del personal y de las rentas de los seminarÍQS y 
colegios de la Eepública en 1847. 



SEMINARIOS. 

Provincias. Alumnos. Cátedraa 

Antioquia 82 4 

Bogotá 36a 9 

Cartagena. ^. 

Pamplona 14 2 

Panamá . . , 49 3 

Popayan 

Santamarta 66 

571 18 



Rentaa 

3,126 
18,717 
10,389 

588r 

2,004 
1,347 
5,542 



9 41,712 



1 

J 



— 279 — 

«GOLEaiOS FSOYINCIALES. 

Lugares. Alamnos. Cátedras. RentitSk 

Medellin Sá 4 * 7,817 

La Merced (Bogotá) 33 4 12,331 

Santa Librada (Buenaventura). . . 204 6 4,676 

Cali (de niñas) .... 4,264 

Baga 62 3 1,931 

Cartago 61 3 2,734 

San Simón (Ibagué) . 

San Pedro (Mompos). 3,161 

líeiva .... 655 

Pamplona 30 2 1,565 

Moridablanca (Pamplona) 9,799 

í'anamá 86 3 6,401 

San Agustin (Pasto) 78 3 3,406 

Socorro 1,062 

SanGil : 2,674 

Boyacá (Turna) 141 14 10,566 

Yélez 22 3 854 

OWquinquirá 70 3 925 

San José (Antioquia) 93 3 

Totales 954 50 $74,711 

Pormenor de las escuelas de niños y de niñas que tenia la 
Bepública en 1847 : 

ESCUELAS PÚBLICAS. 

Provincias. Escuelas. Kifios. Escuelas. Nifias. 

Antioquia 

Bogotá 

Barbacoas. 

Buenaventura 

Cartagena 

Gasanare 

Cauca 

Chocó 

Mariquita 

Mompos 

Weiva 

Pamplona 

Panamá 

Pasto 

Popayan. 

Biohacha 



52 


2,685 


1 


53 


51 


3,016 


5 


288 


5 


140 


• « • • 




5 


471 


• • • • 




29 


1,478 


1 


72 


• . " • 

12 


"939 


• • • » 

• • • • 




4 


184 


« • • « 




18 


713 


1 


22 


29 


1,047 


• • • • 




10 


910 


1 


64 


14 


757 


1 


42 


18 


608 


• • • • 




4 


244 


1 


28 


22 


890 


2 


161 


10 


552 


• • • • 





Pasan 283 14,633 13 720 



— 280 — 

ProTineías. Eseaelaa. 

Vienen 283 

Santamarta. 34 

Socorro 27 

Tunja 71 

Túquerres 

Yólez 26 

Veraguas 11 

462 



mfiM. 


EmosIm. 


KíBw. 


14,633 


13 


720 


1,296 


2 


95 


1,223 


1 


66 


2,303 


4 


166 



674 
229 



132 



20,358 22 1,159 



ESOTTBLAS PSIYADAS. 



ProYÍnoíafi. 

Antioqnia 

Bogotá 

Barbacoas 

Bnenaventora . 
Cartagena. ... . 

Gasanare 

Cauca 

Chocó 

' Mariquita 

Mompos 

Neiva. c. 

Pamplona 

Panamá. > 

Pasto 

Popayan 

Biohacha 

Santamarta. . . . 

Socorro 

Tunja 

Túquerres 

Vélez 

Veraguas 



Escuelas. 


Nifios. 


Ensa.lM. 


NifiM. 


38 


698 


47 


661 


29 


663 


31 


^2 


5 


29 


2 


9 


16 


266 


22 


246 


30 


337 


46 


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19 


4 


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6 


84 


28 


167 


42 


294 


7 


46 


12 


90 


10 


109 


9 


64 


34 


232 


37 


310 


16 


307 


. . . • 




33 


534 


6 


63 


1 


19 


9 


145 


6 


90 


23 


304 


3 


26 


7 


89 


9 


175 


9 


. 66 


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2 


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3 


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2 


15 


8 


39 


294 


3,899 


365 


3,712 



BESÚMEN. 

Escuelas públicas de niños 452 

Id. privadas de id 294 

Total... 746 



Alumnos 20,368 

id 3,899 

id. 24,257 



— 281 — 

Biscnelas públicas de niñas 22 

Id. privadas de id 365 

Total 387 



Alumnos.^ 
id 



1,169 
3,712 



id 4,871 



Total de escuelas 1,133. 
Id. de educandos 29,118. 



Cuadro de las rentas p;royinciales, municipales y comunales 
de la educación popular en el año económico de 1846 á 1847 : 



l'roFÍneias. 

Antioquia 

Barbacoas. . . . 

Bogotá. 

Buenaventura. 
Cartagena. . . , 

Casanare 

Cauca 

Chocó .... 

Mariquita. 

Mompos 

Kéiva 

Pamplona .... 

Panamá 

Pasto 

Popay an 

Biohacha 

Santamarta... 

Socorro 

Tunja 

Túquerres 

Vélez 

Veraguas 



Provinciales. 

696 



Municipalee. 



$ 



976 

106 



228 
1,292 

228 
1,691 

40 

11,035 

74 

4,604 

7,027 



1,672 
568 



342 



158 



Comunales. 

10,087 

128 

320 

3,712 

4,192 



2,839 
395 
4,223 
1,706 
5,253 
939 
2,102 

2,879 

406 



1,561 
214 



Totales. 

10,783 

128 

320 

4,688 

4,640 

' 3,067 
1,687 
4,223 
1,934 
6,944 
939 
2,300 

11,035 
2,953 
4,604 
7,433 



10,351 10,351 



3,133 

782 



Totales..... $ 30,137 $ 500 $ 51,307 $ 81,944 



La legislación nacional continuó ocupándose todos los años 
del importante asunto de la instrucción pública, pero siempre 
de un modo secundario, pues se creia entonces. quizá que este 
primordial objeto social no debia ser asistido de firme por el 
Gobierno sino solo con reglamentos y auxilios insignificantes, 
tales como el cobro de un impuesto sobre la extracción de cada 
librado platino, el de otro sobre el degüello de ciertos ganados, 
la cesión de tierras baldías, el gravamen sobre las tiendas de 
licores, el de los bailes (de uno á cuatro reales por noche), el 



— 282 — 

tmbajo personal y la renta de los hospitales elaosorados. Como 
un estímulo muy grande decía la ley 4^ de 9 Mayo de 1846 : 
^^ Estarán exentos de empleos concejiles y de servir en el ejér- 
cito x>ermanente los directores de escuelas privadas de prime- 
ras letras, siempre que éstas tengan un número de alumnos que 
no baje de dieziseis, que den lecciones diarias y que los dis- 
cípulos presenten dos exámenes en el año según los reglamentos 
del caso.^ 

La ley 4^ de 8 de Mayo de 1848 dio libre la enseñanza en 
todos sus ramos. Los particulares pudieron establecer entonces 
casas de educación y enseñar en ellas lo que tuvieron á bieuL 
pero respetando las leyes y las buenas costumbres y dando el 
aviso del caso á la respectiva autoridad política del lugar. Esta 
misma ley dio á los prelados diocesanos la facultad de dirigir 
los seminarios conciliares según su voluntad, y dispuso que los 
jefes de los establecimientos literarios, así públicos como priva- 
dos, pasasen á la Dirección general de instrucción pública en el 
mes de Diciembre un cuadro del número de alumnos que tuvie- 
sen á su cargo, con expresión de la edad, materias que hubie- 
ran estudiado, capacidad, aplicación y conducta, á ñn de que 
ese cuadro sirviese para la formación del general que debia ser 
pasado anualmente al Congreso. 

La ley 7? de 21 de Mayo de 1849 autorizó á los colegios 
provinciales y de particulares, sujetos ó pó al régimen univer- 
sitario, para conferir grados académicos en todas las faculta- 
des. Fueron exceptuados de esta disposición los grados de 
teología y cánones, los cuales solo podían ser conferidos por 
las universidades y los seminarios conciliares. El grado de 
bachiller en las facultades de literatura y de filosofía fué eli- 
minado. 

Finalmente, la ley de 15 de Mayo de 1850 dijo : " Es libre 
en la Eepública la enseñanza de todos los ramos de las ciencias, 
de las letras y de las artes.'' ^^ El grado ó título científico no 
será necesario para ejercer profesiones científicas, pero pueden 
obtenerlo las personas que lo quieran. Exceptúanse los farma- 
ceutas, quienes deben tener su título correspondiente." ^^Supri- 
mense las universidades. Ld)^ edificios, bienes y rentas de que 
hoy disfi*utan éstas se aplicarán al establecimiento de los cole- 
gios nacionales. Entiéndese por estos colegios los que ñieren 
establecidos y sostenidos con los bienes y fondos de las uni- 
versidades." ^' Para expedir títulos habrá en cada colegio pú- 
blico ó privado un consejo de profesores compuesto de cuatro 
individuos." 

Á pesar de la ley de que hablamos, el Congreso siguió ocu- 
pándose del fomento de la instrucción pública, pero siempre 
desde puntos de vista muy secundarios. En 1861 fué mandado 
organizar un colegio militar. En 1863 la Constitución nacional 
dispuso que el fomento de la instrucción pública quedase á 
cargo del Gobierno General y de los Gobiernos de los Estados, 



— 283-^ 

y en 1865 fué creado el Institato nacional de Artes y de* 
Oficios. 

La situación prodncida por la ley de 21 de Mayo de 1849' 
duró diezisiete años. El 22 de Diciembre de 1867 fué expedida 
la ley 66j la cual autorizó plenamente al Ppder Bjecutivo para 
entrar en arreglos con el Gobierno de Oundinamarca y con la 
Municipalidad de Bogotá con el objeto de organizar una uni* 
versidad en la capital de la XJnion con el nombre de " Univer- 
sidad nacional de loi^ Estados Unidos de Colombia.'' Dicha 
Universidad debía constar de seis Escuelas ó Institutos espe- 
ciales, así : de Derecho, de Medicina, de Ciencias naturales, de 
Ingenieros, de Artes y de Oficios y de Literatura y Filosofía ; 
y tener anexos á esas Escuelas la Biblioteca nacional, el Obser- 
vatorio astronómico, el Museo nacional y los hospitales. Los 
reglamentos de la Universidad debian ser dictados por el 
Presidente de la Eepública y debia ser gratuita la enseñanza 
de ella para todos los que se presentasen á recibirla. Debia 
haber hasta setenta y dos alumnos (ocho por cada Estado) 
pensionados por el Tesoro. 

La ley 27 de 30 de Mayo de 1868 modificó la de 22 de Setiem- 
bre de 1867 diciendo : "La ingerencia del Gobierno General en 
el ramo de instrucción pública tiene por objeto: 1? el sosteni- 
miento de la Universidad nacional ; 2.o el sostenimiento de 
escuelas normales de niños y de niñas para la formación de 
institutores y de institutoras ; 3.o el establecimiento de escue- 
las públicas de instrucción primaria que sirvan de modelo para 
la creación de escuelas de la misma clase j 4.® el estableci- 
miento de escuelas rurales para la enseñanza de la agricultura 
y de la ganadería; y 5? la formación, publicación y difusión de 
textos de enseñanza y la introducción de útiles para las escue»' 
las.'' Esta ley dio funciones importantes al Director de instruc- 
ción pública, como se las habia dado la de 1826. 

La ley 81 de 2 de Junio de 1870 dijo : " La instrucción pri- 
Biaria es absolutamente independiente de la universitaria!. 
Autorízase al Poder Ejecutivo para organizar de la manera 
que lo crea más conveniente la instrucción pública primaria á 
cargo del Gobierno de la Union." 

La ley 10 de 23 de Marzo de 1880 creó una Secretaría de 
Instrucción pública y dio al Secretario que la sirve las funcio-^ 
nes de Eector de la Universidad nacional y de Director general 
de la instrucción pública de todo el país. !^1 gasto anual de 
este Departamento alcanza á $ 580,000. 



El' siguiente cuadro manifiesta el movimiento de la instruc- 
ción primaría pública y privada de los Estados en 1873 y 1874/ 



Sí 



B 


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^ 


Bolívar (18 
Boyacá (18 
Cauca (187 
Candil) ama 
Magdalena 
Panamá (1 
Santander 
Tolima (18 








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8,782 
3,065 
6,071 
6,624 
9,266 
2,306 
865 
5,661 
2,297 


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4,í8i 
1,400 
1,774 
1,687 
4,693 


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3,323 
319 
1,281 
1,084 
2,698 
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Lft ley 26 de 22 de Mayo de 1876 reorganizó la TTnivej 
nacional. 

La ley 10 de 25 de Mayo de 1880 creó una Secretar 
Instrucción pública, y la ley 106 de 28 de Agosto de 188( 
mió así el plan del Gobierno en lo relativo á la instn 
pública : " Corresponde al Poder Ejecutivo la organiaac 
dirección de la enseñanza pliblica-oflcial cu todos sns rs 
*' La instrucción pfiblica que costea la nación se divide < 
maria, secundaria y profesional." " La primaria compre: 
que 86 da en la República en las escuelas normales y prii 
de todos los grados." " La secundaria ó media comprenc 
ramos de lileratura y de ciencias aplicadas que constitu 
cuadro de estudios de la Escuela de Literatura y de Filosi 
la Universidad nacional. Esta enseñanza tiene por objel 
parar á los educandos con estudios completos para las ca 
profesionales." "La instrucción profesional comprende la 
ñanza de ciencias naturales, de ingeniería civil y milití 
agricultura, de artes y de oficios, de ciencias política 
derecho, de medicina y de náutica." " La enseñanza i 
dada y la profesioual contlauarán centralizadas en la c 
de la República." 

También dispuso esta ley que "fuese incorporado en li 
versldad nacional el archivo de la nación correspondient 
época colonial, y que los emplexw en el ramo de instci 
pública fuesen considerados como encargos ó comisiones 
les compatibles con el desempeño de todas las ftinciones 
cas y de cualquier destino nacional, y que las asigna 
remuneratorias de dichos empleos no fuesen computadas 
sueldos del Tesoro para el efecto déla elección, ni para 
minar el mayor sueldo de que se pueda gozar, ni para 
-alguno que tendiese á disminuirlos." Disposición peí 
siempre, porque abre la puerta á toda clase de aspirac 
El ministerio de la enseñanza' debiera concentrarse un 
más y mantenerse alqjado por completo de la corriente a; 
de la política. 

Antes de que fuera expedida la ley de libertad de esi 
y la supresión de las universidades, el gasto anual ord 
que hacia el Gobierno en la instrucción pública no pasa1 
$ 32,737, así : universidades $ 24,655-40, colegios $ 5,2( 
escuelas primarias $ 2,600, y gastos varios del ramo $ 18< 

En los últimos veinte años el curso de la instrucción pi 
■ puede ser estimado en vista de lo que el Tesoro invirl 
ellos re^ectivamente. Hé aqní los datos : 



1863 


t 


1868 


t 


1864 




1869 




1865 




1870 




1866 




1871 




1867 




23.000 1872 





— 286 — 

1873 .......$ 141,800 1878 $ 258,916 

1874..: 164,800 1879 257,992 

1875 282,200 1880 434,307 

1876 278,928 1881 641,447 

1877 250,000 1882 679,928 

Total en dieziseis años $ 3.796,652 

Colombia gasta pues actualmente en el precioso ramo de la 
instrucción pública la décima parte del producto bruto d^ 
sus rentas, Á pesar de esto, creemos que tan generosos esfuer- 
zos están aún lejos de tener la organización y la dirección que 
el país desea y necesita. Quizá, en parte, se ba confundido 
la noción de hacer lo bueno con la simple noción de gastar. 
La educación pública es la llave de la grandeza de las nacio- 
nes; pero es necesario estudiar bien qué es lo que se deba 
enseñar en cada localidad y qué extensión debe dársele al 
radio de esa enseñanza. 

Á las cantidades que dejamos compulsadas hay que agre- 
gar medio millón de pesos, y acaso más, que los Estados y 
los Distritos inyierten de sus propias rentas todos los años en 
el ramo de la instrucción púbÜca. Á pesar de esto, Dinamarca 
tiene 3,300 escuelas más que Colombia y apenas la mitad de la 
población de ésta. La Grecia con solo millón y medio de habi- 
tantes tiene en eíercicio más de 500 maestros y educa al año 
70,000 niños y 8,0()0 niñas. 

El Mensaje del Presidente al Congreso de 1881 decia muy 
romeramente: "Los datos centralizados en el departamento 
de Instrucción pública respecto del censo de la enseñanza 
costeada por el Tesoro nacional, ofrecen con relación al último 
año escolar los siguientes datos : 

Escuelas normales 18 512 alumnos* 

Id. superiores 23 880 id. 

Id. anexas 24 1,849 id. 

Id. primarias 1,306 67,269 id. 

Colegio del Rosario 190 id. 

Universidad .... 472 id. 



^ Totales 1,371 71,172 id. 

i Según este dato, en 1874 (cuando solo gastaba el Gobierno 
en instrucción pública $ 164,800) se educaban en la nación 
83,626 personas y en 1881, que es el año en que más se ha 
gastado en ese lamo ($ 641,447), solo se educaron 71,172 ; esto 
es, 12,454 personas menos. 

Movimiento de alumnos en el último medio siglo. 

Años. Alumnos. 

1832 20,000 

1847 29,122 

1874 83,626 

1880 71,172 



JETWV"- 



^ 287 — 
Situación aproximada de la instrucción pública en 1879* 



Estados. 

Antioquia 

Bolívar 

Boyacá 

Gauca 1 

Gnndinamarca 
Magdalena. . . . 

Panamá 

Santander. ... 
Tolima 



Escuelas normales. 
3 



2 
2 
2 
2 

2 
2 
2 
3 



Territorios. 

San Martin 

Gasanare 

S. Luis y S. Andrés. . . 
líevada y Motilones. 
Goajira 



Id. primarias. 

271 

75 
232 
143 
228 

59 

54 
243 

84 



6 

7 
3 
5 
2 



Alumnos. 

10,000 
5,241 

11,916 
9,000 

13,829 
2,382 
2,765 

12,306 
3,783 

279 
389 
302 



20 



1,412 



72,192 



Datos referentes á 1880. 



ESTADOS. 



Antioquia 

Bolívar 

Boyacá 

Cauca 

Oundinamarca 
Magdalena . . . 

Panamá 

Santander * . . 
Tolima 

Totales . 



Escuelas pnbli 
cas y privadas 



284 
108 
208 
280 
211 
74 



97 



1,262 



Niños qne con- 
curren a 



8,0C2 
3,759 
4,453 
9,046 
7,900 
1,772 



3,791 



qne asis- 
ten a ellas. 



8,235 
2,529 
1,408 
10,988 
6,108 
1,075 



2,004 



38,723 32,347 



Total general. 



16,237 

6,288 

5,861 

20,034 

14,008 

2,847 



5,795 



71,070 



De 1868 á 1878 concurrieron á la Universidad nacional 
6,562 alumnos, así: de Antioquia 427, de Bolívar 575, de 
Boyacá 739, del Cauca 529, de Cundinamarca 2,795, del Mag- 
dalena 313, de Panamá 193, de Santander 576 y del Toli- 
ma 415. 



* Palta el dato. En 1882 hubo en el Estado de Santander en ejercicio 
214 maestros 7 10,202 escolares. 



— 288— ''^ 



Los estudiantes de los Estados concnrten á la ünivertsidad^ 
nacional en la proporción sigoiente: Condinamarca 46 por 100,- 
Boyacá 11 id., Santander 9 id., Cauca 8 id., Anüoquia 7 id., ; 
Bolívar 6 id., Tolima 6 id. Magdalena 5 id.^ Panamá 3 id. 

líúmero de alumnos que han concurrido á la Universidad 
nacional desde su creación en 1868 hasta 1882 : 

1868 338 1873 660 1878 732 

1869 356 1874 868 1879 566 

1870 373 1876 943 1880 000 

1871 369 1876 691 1881 616 * . 

1872 566 1877 655 1882, ..... 000 

En general las matrículas expedidas en cada año se distri-. 
huyen así : Escuela de Literatura y Filosofía 1,100, de Juris- 
prudencia 100, de Ingeniería 80, de Ciencias naturales 120 y de . 
Medicina 120. 

Como el negociado de la instrucción púhlica corresponde^ 
en común al Gobierno general y á los gobiernos délos Estados, 
el ramo se rige por convenios escritos entre estas entidades. 



Centralización, descentralización, libertad, esclavitud, abanta 
dono y reorganización, todos estos sistemas han sido ensayados 
por el Gobierno en materia de enseñanza pública en Colombií^; 
desde 1821 hasta hoy, y ninguno de ellos ha dado el resultado 
que se esperaba. Al menos la instrucción primaria carece 
todavía de un norte fijo. 

En nuestro concepto, debieran multiplicarse las escuelas 
puramente rudimentarias, necesarias para todos y muy especial-, 
mente para los pobres. Las escuelas rudinientarias ó j^reparato- 
riaSj debían ser seguidas de las secundarias^ á las cuales na 
deberían asistir sino los niños y las niñas que pudiesen — ^por su 
capacidad intelectual, por sus recursos y por su aplicación — ^reci- 
bir una educación más esmerada, siempre que hubieran obte- 
nido el pa^e respectivo del cuerpo de examinadores oficiales. Á 
las escuelas secundarias deberian seguir las de enseñanzas espe- 
eía?c«, según las necesidades de cada circuito instruccionista ; y 
á éstas, las escuelas nqrmales, los colegios y las universidades* 
Esta organización, que parece ser la más razonable, no privaría 
á las clases populares de los brazos de sus hijos, á título de 
enseñanza obligatoria, puesto que cuando esos brazos empeza-. 
ran á ser útiles paí'a el trabajo yá los niños pobres sabrían „ 
leer, conocerian las operaciones fundamentales de la aritmética,, 
el sistema de nuestras pesas, pesos y medidas y la geografía 
general del país. Ademas, no Uegarian á las escuelas superio- 

r % 

* En 1881 recibieron en Bogotá instrucción secundaria y profesionfti. 
2,728 educandos. De éstos, 1,077 pertenecían á los colegios privados, t 



— 289 — 

i^s Bino únioameiite los niños capaces de recibir, con fruto, las 
^enseñanzas serias. Perjudica mucho la marclia próspera de 
una escuela la torpeza ó la habitual desaplicación de algunos 
de los educandos. 

Alguien ha escrito las sabias líneas que trascribimos en se- 
guida : " El arte más difícil é importante de la educación de la 
juventud es el de descubrir las aptitudes peculiares de los niños 
ó el de crearlas cuando éstas no existen. Las mentes de los niños 
son como las diferentes tierras : algunas de ellas admiten solo 
cierta clase de cultivo ; en otras maduran toda clase de frutos ; 
éstas son solo adaptables á productos muy ordinarios 5 y las 
másj úesposeidas de todo elemento fructificador, tienen forzó- 
sa;mente que permanecer baldías.'' 

Recordamos haber leido ^1 Saint-Ouen lo que sigue: 
** Habiendo notado Carlomagno que los hijos del pueblo (que 
ál hacia educar junto con los hijos de los nobles) les llevaban á 
éstos una ventaja grande, juró que los obispados y las abadías 
serian para ellos. Después, volviéndose hacia los hijos* de los 
nobles, les dijo : — * Me parece que contais demasiado con ios 
méritos de vuestros mayores ; mas, es preciso que tengáis en 
cuenta que esos méritos están yá recompensados, y que el 
Estado no debe nada á los que no son ó no se hacen capaces de 
servirle y de honrarle con sus talentos.-' 

Hay que persuadirse de que la falta de lógica en los siste- 
mas instruccionistas hace que no sea todo oro lo que en ellos 
brilla. En Inglaterra, país que tiene más de 20,000 escuelas y 
que gasta en ellas cerca de $ 20.000,000 al ano, no hay treinta 
y cuatro de cada cien matrimonios-agentes mayores de edad — 
que puedan firmar la partida de su enlace. En los Estados 
Unidos del lí'orte, en donde las escuelas pasan de 150,000 y en 
donde se gasta al año en instrucción pública la fabulosa suma 
de^ 95.500,000, todavía en 1870 habla cinco millones de perso> 
ñas que no sabían leer y seis millones que no sabían escribir. 
Hay que coufesar, pues, que se pierden muchos esfuerzos y 
mucho dinero por causa de los malos sistemas, y que se trabaja 
bastante inútilmente en la misericordiosa labor de enseñar al 
que no sabe. Esto por qué? Porque falta lo que nosotros 
llamaremos las clasificaciones. En esto de la instrucción pública 
comean aquello del reino de los cielos, muchos son los llama- 
das y pocos los escogidos, acaso porque se haga más por fati- 
gar los espíritus que por iluminarlos j y acaso, también, porque 
se quiera forzar las masas, como ha sucedido en la Grecia mo- 
derna. * No hay que recargar de niños las escuelas, ni á los 
niños de materias de estudio : lo que debe hacerse es dividir y 
subdividir convenientemente el trabajo. 

• La educación es en*aquel país obligatoria y los niños que conourren 
á la escuela pagan cierta multa por cada hora de falta de asistencia. Sin eni- 
bargo, las leyes griegas sobre instrucción pública, á causa de ser muy so ve. 
raSy se han quedado escritas. 

19 



/ 




— 290 — 

Entendemos por clasificoLciones los estratos ó capas de q^e 
debe componerse ese gran cuerpo ó sistema que se llama la 
educación pública. Capas de alumnos y capas de enseñanzas* 

¿ Puede aceptarse que cada escuela oficial sea un moderno 
lecho de Procusto, esto es, una medida única, inexorable, en la 
cual deban medirse y á la cual deban someterse todas las inte- 
ligencias, sean cuales fueren sus alcances ! todas las condicio- 
nes, ya sean humildes ó elevadas ? todas las edades, tem- 
pranas 6 adultas ! todos los recursos, estrechos ú holgados 1 
i Podria eso ser llamado estratificación! ¿Por qué ayuntar el 
buey con el águila, al hijo de Creso con el de Diógenes ? 

Por lo común, el legislador se olvida de la existencia de las 
diferentes clases sociales ; y de ahí depende que mande en- 
senar al hijo del i)obre, destinado al trabajo rural, las mis- 
mas materias que al hijo del rico, destinado al ocio ó á la 
carrera de las altas letras. ¿ Qué decir, por qjemplo, de los 
estudios á fondo que se les obliga hacer de astronomía, en 
texto de más de 400 páginas de tipo denso, á niños que no vol- 
verán á ocuparse de los astros durante el resto de sus dias y en 
países en donde esta ciencia no puede ser practicada sino por 
un número muy pequeño de hombres f Qué del purismo gra- 
matical? qué del latin, del jfrances y del inglés! qué déla 
historia universal ? qué de las matemáticas superiores ! qué 
de la botánica y de la ecología, materias enseñadas á alum- 
nos de capacidades limitadas o habitadores perpetuos de co- 
marcas mineras ! 

Pero hay algo todavía más extravagante, y es que se 
mande enseñar á los niños menores de quince años, vecinos 
de pueblos miserables, en donde por lo común no se halla un 
libro, ^n donde no circula jamas un diario y en donde no hay 
siquiera gentes con quienes conversar, á redactar " desde la 
descripción breve de los objetos más simples, hasta la diserta- 
üion abstracta de los diferentes puntos que hayan sido materia 
de enseñanza," (Copiamos la ley.) 

Lo mismo decimos de los ejercicios de recitación " para 
educar el gusto literario de los niños y hacerles adquirir una 
elocuencia fácil y correcta.^^ (Copiamos la ley.) ¿Convendrá 
esto en todas las escuelas y á todos los educandos ! 

Se pierden, pues, respecto de muchos escolares un tiemiK) 
precioso y muchos esfuerzos, más preciosos aún, pues no hay 
por qué suponer que lo que puede hacerse en las grandes ciu- 
dades pueda haberse también en los distritos y en las escuelas 
de las aldeas. Pero suponiendo que sea así, ¿ qué le importí^ 
á un campesino^ á un artesano 6 á un simple industarial 
saber arengar ó saber distinguir el planeta Marte del planeta. 
Júpiter, si ignora lo que son el capital, la Tienta, el salario, el 
servicio gratuito y el remunerado, la división del trabajo, el 
objeto y la necesidad de las contribuciones públicas, el ahorro,, 
la demanda y la oferta ? j íí'o valdria más difundir esas noció- 



— 291 — 

nes, amplias, sencillas, moralizadoras y fecundas en lugat de 
las otras en el cerebro de todos los hombres de trabajo, de 
buena voluntad, de familia y de patriotismo t i Es preferible 
acaso un erudito á la violetieb en astronomía ó en elocuencia á 
an hombre entendido, aunque medianamente, en tan cardinales 
rudimentos f 

Hace pocos dias decia un distinguido compatriota nuestro : 
^'Muchas de las quejas que las clases pobres son incita- 
das á emitir por los que desean producir trastornos para 
medrar en ellos, no tienen otro fundamento que la ignorancia 
de los hechos económicos y la necedad de creer que esos hechoB 
se pueden modificar con leyes arbitrarias. La víctima más 
expuesta á las funestas consecuencias de la charlatanería polí- 
tica es la dase pobre." La economía social y algunas nociones 
de lógica harian más provecho á nuestros escolares que la 
oratoria y la métrica. Las Musas no hacen la prosperidad de 
las naciones y en muchos casos ni aun la de los individuos. 

El Director de instrucción pública de Gundinamarca ha 
dicho con mucho acierto en uno de sus informes anuales lo 
siguiente : ^' En cuanto á mí, creo que la instrucción elemental 
tiene dos altos propósitos para el patriotismo : hacer compren- 
der á las masas la extensión de sus derechos para que puedan 
ejercerlos con discernimiento, y formar hombres útiles para la 
sociedad ; es decir, individuos que puedan servir á las necesi- 
dades del país. Así — á mi modo de ver — toda enseñanza que 
no conduzca á estos dos fines es contraproducente, y én tal 
caso es mejor no darla ; porque ¿qué vale dar al pueblo una 
saMduria estéril ó conocimientos nada favorables para la vida 
práctica f Para llegar al resultado indicado son necesarias dos 
condiciones: primera, que al niño de hoy (que va á ser el 
ciudadano de mañana) se le enseñe desde su temprana edad á 
respetar todo lo que hay respetable en la Sociedad : gobiernos, 
funcionarios, instituciones, cultos, &c., i>ara que cuando llegue 
á ser entidad deliberante sepa venerar todo aquello á que lo 
ata su conciencia y su inteligencia ; y segunda, que la ense- 
ñanza sea de tal modo positiva^ que sirva á quien la reciba 
para adquirir, por el camino del trabajo, las cosas que necesita 
para la satisfó/ccion de sus necesidades. 

" Mas si, como lo exigen la cieucia y la justicia, no se desea 
solo formar electores aptos sino también tbabajadobbs dignos 
y laboriosos que contribuyan á la obra de la producción,, bas- 
tándose á sí mismos en la adquisición de los objetos materiales 
indispensables á la vida, entonces trabájese en el sentido de 
propagar, por cuantos medios sean posibles, la enseñanza indus- 
trial^ escogiendo entre los oficios aquellos que por su relación 
con los consumos de la población produzcan mejores resulta- 
dos. Al lado de la escuela el taller íío hay que perder de 

vista que la enseñanza de oficios iltiles favorece especialmente 
á la mujer, quien por lo difícil de su posición necesita de 
mayor ami)aro." 



J 



-. 292 — 

Otax) de los defectos cardinales de los sistemas de enseñan- 
za es que se cultiva más la memoria que el entendimiento de 
los niños, como si ftiera mejoí retener y recotdar que pensar y 
Raciocinar. Se ha ido tan lejos eti eso, que no faltan textos de 
enseñanza basados sobre tan grave error. Sin embargo^ esto 
de optar entre la memoria y el entendimiento depende en 
mucha parte del maestro ; y hé ahí que, sin pensarlo, hemos 
venido á tropezar con la piedra fundamental del ediñciOi^ El 
maestro es á la escuela lo que el General en jefe al ejército que 
lüanda^ El maestro es, ademas, un apóstol y un filósofo ; pero 
debe entenderse que hablamos de los maestros propiamente 
tales y no de los maestros simplemente i)atentados. 

Hacer buenos maestros es hacer buenas escuelas. Hay 
pues que alzar á los maestros á la mayor altura posible. Para 
eso hay que dignificarlos en sueldo y en posición social. Con 
$ 40 por mes, mal pagados y echando mano de los desheredados 
de la fortuna para ponerlos al frente de las escuelas de distrito, 
en donde suelen ser el juguete del Cabildo, del Alcalde, del 
gamonal y hasta del párroco, no se hace nada de prove- 
cho. Hoy dice la ley : " Las escuelas tienen por objeto formar 
hombres sanos de cuerpo y de espíritu, digtios y capaces de 
ser dudoidanos y magistrados de una sociedad republicana y 
libre.'' Muy bien ; parece que estaos líneas hubieran sido escri- 
tas por manos espartanas y atenienses entrelazadas, aunque 
no hubiera estado de demás agregar : '^ é individuos virtuosos 
y útiles á la sociedad*'' No solo para la democracia ha sido 
creado el hombre. 

4 Serán hoy — salvo las excepciones del caso — ^nuestros maes- 
tros de escuela, ellos mismos, hombres sanos de cuerpo y de 
espíritu, cai)aces de ser ciudadanos y capaces de ser magistra- 
dos de un pueblo libre ? j Ha llegado entre nosotros el honora- 
ble magisterio de la enseñanza hasta el punto á que debe 
llegar f 

Citado Montalembert á un juzgado francés en donde se le 
preguntó cuál era su profesión, dijo : " maestro de escuela 
y jpar de Francia." Horacio Mann y Bemard rehusaron un 
puesto en el Senado de la Union Americana por permanecer 
en el de directores de escuela en Massachusetts y en Connec- 
ticut, respectivamente. 

En los Estados Unidos del Norte, país en donde se hacen 
más esfuerzos i)or la instrucción pública que en Alemania 
misma, en 1870 el número de maestras de escuela alcanzó á 
127,713 ; esto es, 35,000 más que el de maestros. Por qué ? 
Porque allá se han persuadido, como tendrán al fin que persua- 
dirse todos los pueblos, de que la mujer, por su dulzura, por 
su asiduidad, por su organización, por su paciencia, por sus há- 
bitos sedentarios, por sus costumbres domésticas y por su 
l^rescindencia de la política, es más á propósito que el hombreí 
l^ara desempeñar las escuelas, á lo menos las inferiores, j Por 



— 293 — 

qué no hacer en todas partes lo mismo ? j Por qué no abrir esa. 
carrera de honor y de paz á esa preciosa mitad de nuestra 
especie, tan infeliz y tan desocupada, principalmente en la 
América del Sur I En los Estados Unidos del Korte un profe-' 
sor acreditado gana de siete á ocho mil pesos por año. Acá no 
alcanzan los maestros de escuela á ganar el escaso pan de 
cada dia. 

Hoy no hay en muchas escuelas de Colombia maestros 
idóneos, porque se está esperando á que los produzcan las 
escuelas normales. Y los producirán í 

En el Estado de Santander, iniciador puede decirse del 
movimiento instrnccionista, de los ciento cincuenta y cuatro 
alumnos que, hasta 1879, habian cursado en la escuela de ins- 
titutores no habian obtenido diploma de capacidad sino veinti- 
cinco; esto es, la sexta parte. Esos veinticinco maestros habiau: 
costado al Tesoro $ 71,328, ó sea á $ 2,853 por individuo, 
¿Qué son veinticinco maestros, educados en diez ó doce años, 
para un Estado que tiene diez ciudades, ocho villas, ochenta 
y cinco distritos, varias aldeas y cerca de medio millón de 
habitantes f 

En el Magdalena, los once maestros graduados que habia 
hasta 1879, habian costado $3,029 por individuo. Las únicas 
maestras graduadas de ese Estado, cuatro, habian costado 
$ 22,000, ó sea $ 5,500 por maestra, i Qué son once maestros 
para un Estado que tiene tres ciudades, siete villas y más de. 
cincuenta y nueve poblaciones, entre distritos y aldeas, y unos 
85,225 habitantes ? 

En CundiDamarca — que es el Estado donde progresa más 
la instrucción de la juventud — se habian graduado hasta 1879 
ciento ochenta y cuatro maestros, con un costo de $ 153,913 
6 sea $ 836 por maestro. Oundinamarca tiene ciento ocho 
poblaciones, fuera de aldeas, y por lo mismo deberla tener un 
maestro graduado al frente de cada escuela ; pero no es así 
por varias causas. 

La Eepública necesita por lo menos de mil maestros gra- • 
duados y de mil maestras graduadas, pues tiene más de ocho- 
cientos distritos. La formación de maestros por el sistema 
actual es tardía y costosa; acaso debiera centralizarse el 
ramo para aprovechar esfuerzos y ahorrar gastop. 

Ko hay duda de que la ley puede hacer maestros buenos 
si sabe crearlos y sabe pagarlos. \ Qué inconveniente habría en 
que ella dijese: ^^Toda persona — ^hombre ó mujer — que se 
someta al examen de taZe« y cífa/e« materias (aunque no haya 
hecho el estudio de ellas en lugar ni en tiempo determinados) 
y que exhiba en ese examen los conocimientos requeridos, 
recibirá un diploma (de maestro ó de maestra graduada), una 

f [ratificación de tanto y el nombramiento de director ó directora, 
PERPETUIDAD, de Una escuela pública ^ f Con esto no solo se 
estímularia la competencia sino que se aprovecharían muchost 



— 294 — 

conocimientos y muchos esfuerzos hoy en día perdidos conr- 
pletamente. 

Aunque yá ha caido en descrédito el aforismo antiguo 
deque "la letra' con sangre entra,'' y lo ha sustituido este 
otro, más fecundo y civilizado : " la letra entra con el amor/^ 
parai complementarlo hay que escoger los maestros de escuela 
entre los caracteres más levantados y entre las inteligencias 
más distinguidas. Locke aproíwS el proceder de la madre que 
castigó ocho veces consecutivas á su hija hasta que logró cwre- 
girla, fundado en que si se hubiera detenido en la sétima ve^ 
la dicha niña se habría perdido ; y el doctor Johnson sostuvo 
que no se puede corregir á los niños sino con 'el temor ^ y aña- 
dió : " que no siendo posible dar reglas para determinar lo» 
grados del castigo escolar, debia emplearse éste sin remisión^ 
hasta vencer la pertinacia ó domar la perversidad de los edu- 
candos, lo mismo que si se tratara de simples soldados.'^ Por 
fortuna esos tiempos han pasado para hacer lugar á otras im- 
presiones y á procederes más civilizados. Lord Mansfíeld dijo 
con gran suceso en el parlamento inglés : " Milores, la severidad 
no es el mejor modo de educar á los niños.'^ Tampoco lo es la 
inisería en los locales, en los útiles de enseñanza y en el pago 
de los maestros. 

Antiguamente el maestro estaba armado de la férula y de 
las disciplinas. Hoy no; hoy su autoridad tiene mejores títu- 
los : hoy representa al padre de familia, al Gobierno y al sabio» 
Como padre de familia, imjxera por su dulzura y por su bon- 
dad 5 como Gobierno, impera por la autoridad social ; y como 
sabio, impera por las decisiones inapelables de la ciencia. Por 
desaplicados que sean los niños, cuando se persuaden de que 
el maestro no sabe lo que les está enseñando se burlan de él 
y lo desprecian. " El maestro lo dijo " debe ser para los edu- 
candos la voz de orden y la decisión absoluta, como lo eía 
entre los pitagóricos. De nada servirán las escuelas en donde 
el maestro sea un dómine insufrible ó un soliveau. 

Mas, ¿ en dónde están esos maestros capaces de ser simul- 
táneamente los soberanos y las delicias de la escuela! Cada 
escuelaesunarepública, y los ciudadanos de ella no son. sino 
el trasunto de su jefe, en orden, en moralidad, en maneras é 
instrucción. El buen maestro hace el buen discípulo» 

Con $ 200,000 al año se podrian dotar en Colombia <ío« mil 
maestros verdaderamente tales ; y esos $ 200,000 los daria 
fácilmente el Tesoro si se eliminara un batallón del pié de fuerza 
ó si se tomaran de lo que se gasta inútilmente en otras cosas^ 

El buen maestro está en la buena ley. 



Personal de las escuelas normales de los Estados y delaB 
direcciones de instrucción pública de los mismos : 

Direcciones, una en cada Eétado 9 

Escribientes de id * 18 



escuelas normales de ÍJistÍtuU>re». 

Wrectores 9 

Subdirectores i . - 9 

Celadores 27 

Porteros-Sirvientes 9 

Superiores 18 

Porteros 9 



216 
Escuelas normales de institutoras. 

Tienen el mismo personal de las de institutores. 

Hay actualmente escuelas superiores de varones costeadas 
por la nación en Barranquilla, Carmen, Barbacoas, Cali, Ipia- 
les, Qoibdó, Kiohacha, Remolino y San Juan de Cesar, y de 
mujeres en Barranqnilla, Sincelejo, Eiohacha, Cali y La Cié- 
naga. En los Territorios las hay (de hombres) en San Martin, 
Gasanare, Goajira, ííevaday Motilones y en San Andrés y Pro- 
videncia, y de mnjeres en Villavicencio, San Martin y Medina. 

Desde 1879, por mandato de la ley, hay en la capital de Ift 
Bepública un Instituto nacional de agricultura, en el cual se 
educan gratuitamente cierto número de jóvenes de cada Esta- 
do. Este número es hoy treinta. Las materias de enseñanza 
son : botánica y zoología, fisica experimental y química orgá- 
nica, agrología y mecánica agrícola, física agrícola y química 
orgánica. 

Los esfuerzos de! Gobierno de Colombia por la ilustraciou 
del pueblo no son solo de estos últimos tiempos ; nó, ellos se 
han estado haciendo sentir desde los primeros días de la Repú- 
blica y casi son coetáneos de los que se hicieron por nuestra 
libertad. El 21 de Mayo de 1821 Zea celebró en París un con- 
trato con José María Lanz para que viniese á regentar una 
escuela de ingenieros-geógrafos. En 1822 celebró el mismo otro 
con EJveroj Boussinganlt, Koullin, Bourdon y Goudet para él 
establecimiento de un Museo y de una Escuela de minería en 
la capital de la República, y oteo con Carlos Cazar de Molina 
para introducir y extender la litografía en nuestro país. 

Todos estos contratos fueron aprobados por e! Congreso, 
pues hablan sido celebrados por orden y según las instruccio- 
nes áel Gobierno. La ley mandó ademas que se abrieran en el 
Miiseo, clases de mineralogía y geología, de química genera y 
aplicada á las artes, de anatomía comparada, de zoología, de 
antomología, de conchología, de botánica, de agricultura, de 
dibujo, de matemáticas, de física y d^ astronomía. ' 
mandola ley,que,eu la Escuela de minería se ensefí 
matemáticas simples y aplicadas á las máquinas, la 



— 296 -^ 

mineralogía y la geología, la explotadon, la química analiSc 
y metalúrgica, la geometría descriptiva y el dibujo. 

Cada uno de los Departamentos de la Eepública debía 
mandar por lo menos un joven á la Escuela de minería, el 
cual debia ser enseñado y alimentado gratuitamente. Be le 
dieron como rentas especiales á la Escuela de que hablamos 
un peso que se mandó cobrar en las casas de moneda por cada 
marco de oro reducido á la ley de 22 quilates, y un real par 
cada marco de plata reducido á 11 dineros de ley. 

El barón de Humboldt escribía en 1802 : "¡Quién había de 
creer que la civilización americana estuviese tan adelantada 
que en la última tula, Popayan, hemos visto más instrumento»^ 
y encontrado más conocimientos que en la Habana I En Popa- 
yan hay cuadrantes y hay quien observe los satélites de^ 
Júpiter." 

El Presidente Murillo estableció las escuelas primarias en 
los cuarteles, y los soldados de la Guardia se haceu ciuda- 
danos en ellas. ' 

Para estimar debidamente los esfuerzos que debe hacer aún 
Colombia en servicio de la instrucción pública, basta tener en 
cuenta que hoy solo concurre á las escuelas el dos por ciento 
de su población ; esto es, 80,000 escolq-res sobre 4.000,000 de 
habitautes. 



A la Biblioteca nacional de Bogotá concurren al año cerca 
de diez mil lectores, que la estadística respectiva distribuye 
así : lectores de libros de historia 3,550, id. de libros de litera- 
tura 3,000, id. de ciencias físicas y matemáticas 1,200, id. de 
periódicos 1,100, id. de política y de jurisprudencia 400, id. de 
ciencias naturales 280, id. de medicina y de cirugía 150, id. de 
filosofía 130, id. de artes y de oficios 130 é id. de ciencias 
eclesiásticas 100. 



El cuadro que sigue es el del movimieuto de las escuelas 
de la Eepública en 1882. Aunque formado -pov la Secretaría dé 
Instrucción pública, no creemos que sea exacto, pues en San- 
tander hubo en el año de que' hablamos 10,202 escolares y 
nó los que dice el cuadro (8,562). Hoy por hoy, Antioquiíi. 
tiene en la instrucción púbüca el puesto que tenia Cundí- 
namarca. 

Según ese cuadro, en 1882 había en Colombia 74,305 esco-^ 
lares, repartidos así : 

Hombrea.. 43,777 

Mujeres.. 30,528 

Kúmero de escuelas 1**78. 



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I, 



— 298 — 
XVI. 

CORREOS Y TELÉGRAFOS. 

OOBBEOS. 

El ramo de correos está organizado en el país desde los 
primeros tiempos de la Eepública. No sucedia así en la época 
de la colonia, pues como yá lo hemos observado la llegada de 
un correo era novedad que causaba asombro y se recibía con 
repiques de campana el cajón de Uspaña que traia el intere- 
sante anuncio de la buena salud de los soberanos. 

En el acta de federación de las Provincias Unidas de Kueva 
Granada de 27 de Noviembre de 1811 se dijo : " La renta de 
correos y sus dependencias ó anexidades, como postas y enco- 
miendas, menos por sus rendimientos ó utilidades que por su- 
naturaleza (que pide un arreglo uniforme) pertenecen igual- 
mente al Congreso y bajo su dirección serán gobernados en 
toda la extensión del territorio de las Provincias Unidas por 
mar y por tierra, sin que de hoy en adelante se paguen en 
ninguno de los puertos gastos, carenas, soldados ni fletamiento 
de buques-correos algunos sino los que se enviaren 6 estuvie* 
ren bajo las órdenes 6 á disposición del Congreso.'^ 

La ley colombiana de 3 de Agosto de 1824 suprimió los tres 
grandes distritos en que estaba dividida la administración de 
correos y estableció una administración general en cada Depar- 
tamento. En cada provincia habia ademas una administración 
principal de correos, dependiente de la general, y administra- 
ciones subalternas o estafetas para " el mejor servicio de las 
comunicaciones de los ciudadanos entre sí, de los empleados 
con el Gobierno, del tráfico y de la correspondencia.^' La ley 
de 18 de Abril de 1826 dijo : "La administración y contaduría 
general de correos y de postas de la Eepública tendrá las 
facultades necesarias para reunir en un centro común todo lo 
que conduzca á dar la mayor actividad y el mejor órd^i á este 
ramo.'' Al Contador-interventor y al Oficial mayor de la admi- 
nistración general corresponde llevar el cargo y la data de los 
caudales, fimar las partidas de los libros y pasar los estados 
de la renta á la contaduría departamental. El Contadora 
interventor y el oficial mayor custodiarán en área de dos llaves 
los caudales de la renta bajo su responsabilidad." 

La Constitución de 1832 dijo : " La correspondencia episto- 
lar y los demás papeles de los granadinos no serán intercepta- 
dos en ningún tiempo ni abiertos sino por la autoridad compe» 
tente y en los casos y términos prevenidos por la ley." 

La ley granadina de 21 de Marzo de 1832 dijo : " Habrá en 
la capital dé la Eepública tina administración general d^ 
correos, una jpnnoijpal en cada capital de provüicia y una Bvbah 



— 299 — 

'tema en cada una de la& poblaciones en que lo estime necesario 
el Poder Ejecutivo.'' — " La administración general de correos 
de la Eepública dependerá inmediatamente del Poder Ejecu- 
tivo en cuanto á la dirección de la renta ; de la contaduría 
general en cuanto á la rendición de la cuenta, y de la tesorería 
general en lo relativo á los enteros." — *^ Las administraciones 
principales de correos de las provincias dependen inmediata- 
mente de la general, residente en la capital del Estado, y de 
días dependerán las administraciones subalternas que se 
establezcan en los distritos." — " Los administradores subalter- 
nos gozarán de un tanto por ciento de lo que recauden." 

La Constitución de 1843 dijo: " La correspondencia y pape- 
les de los granadinos no serán interceptados 6 registrados sino 
, por la autoridad en los casos y con las formalidades prescritas 
por la ley." 

La tarifa de portes de correo según la ley de 8 de Junio de 
1843 era la que sigue : 

Porte sencillo (hasta media onza de peso) un real. 
Id. doble (de media onza á tres cuartos de onza) dos reales. 
Id. triple (dé tres cuartos de onza hasta una onza) tres id. 
Por cada onza de peso cuatro reales. 
^ El porte sencillo subia hasta cuatro reales, el doble hasta 
seis, el triple hasta ocho y el de cada onza de peso hasta diez 
reales, éegun la situación de los lugares á que iba dirigida la 
Cíorrespondemcia. Los pliegos que pesaban máis de veinticinco 
. onzas pagaban $ 25 por las primeras veinticinco onzas, por las 
otras veinticiiico f 12^ y 2^ reales por cada onza más. 

Por certificar una carta ó un pliego habia que pagar ocho 
reales fuera cual fuese su peso 6 destino. 

El derecho de apartado valia, cuatro reales por mes. 
Las cartas y pliegos para faera de la Eepública debían ser 
franqueados hasta la frontera respectiva. 

!N"o ha;bia que portear la correspondencia oficial, la forense 
ni la administrativa, ni los impresos, fuera cual fuese su número 
y peso. Los folletos circulaban libremente por los correos si no 
pesaban más de tíuatro onzas. 

Por las encomiendas se cobraba : por cada libra de peso 
cuatro reales 5 jmr cada cien pesos en oro cuatro reales y por 
eada cien pesos en plata ocho reales. Estos derechos subian 
liasta veinticuatro reales según las distancias. Cuando la enco- 
mienda pasaba de dieziseis libras pagaba por las dieziseis 
siguientes la mitad y por las restantes la cuarta parte. 

Por el oro y la plata en polvo, en barras ó en alhajas se 
cobraba á razón de lo que resiütara estimando en $ 2 cada 
castellano ó en $ 200 la libra. Elprecio de las piedras precio- 
sas se fijaba entre el interesado y el respectivo Administrador, 
Les encomiendas de yerbas medicinales, de semillas de 
árboles y de plantas pagaban por las dos primeras libras la 
Bütad de la tanfá respectiva y por cada una de las demás la 



— 300 — 

coarta parte. Por las encomiendas de menos de $ 3 se cobraba 
ea todas las administraciones nn cuarto de real. 

Tanta la correspondencia como las encomiendas qne dirí* 
gían las provincias del Sur al istmo de Panamá por el Pacíñco, 
ó que por esta via les eran dirigidas á ellas, pagaban solo la 
mitad de la tarifa fijada para la línea del Atlántico. 

Los caudales destinados al montepío militar gozaban de 
franquicia y también los impresos destinados á la Biblioteca 
nacional. Al hablar de esto decia la ley de 30 de Mayo de 
1834 : " Los impresores de fuera de la capital de la Bepública 
remitirán al bibliotecario por los inmediatos correos ordinarios 
después de la publicación los Ubros, cuadernos y otros escritos 
que impriman, y nada exigirán jK>r «líos los administradores 
de correos sea cual fuere su peso. Todos Tendrán ademas cer- 
táñcados. Los impresores que no cumplan con este deber paga- 
rán $ 10 de multa por cada falta. El Poder Ejecutívo dictará 
las medidas convenientes para que los impresores y el bibUo^ 
tecario hagan lo que les corresponde á este respecto.^ 

El Código Penal antiguo castigaba la violación de la corres- 
pondencia pública y privada con x>enas severas. Estas penas 
eran: inhabilitación perpetua, reclusión hasta de tres años, 
infamia y multas para los empleados públicos, y doce años de 
trabajos forzados para los que asaltaban los correos^ postas, &c. 

La ley de 12 de Junio de 1839 dijo : " Se autoriza al Poder 
Ejecutivo para conceder á los Gobiernos amigos ^q la Nueva 
Granada la absoluta ñ^anquicia de la correspondencia de ellos 
y de sus agentes diplomáticos y consulares que atraviese por 
el istmo de Panamá, bien sea introducida en los puertos de 
aquel territorio en buques de las mismas naciones, ó en los de 
cualquiera otra de las que hayan de ser comprendidas en esta 
concesión. Al otorgar ésta, procurará el Poder Ejecutivo obte- 
ner las ventajas posibles en favor de los intereses nacionales." 

La ley 22 de 30 de Abril de 1842 autorizó al Poder Ejecu- 
tivo para conceder á los buques-correos de vapor de la Real 
Ck)mpañía inglesa qne tocasen en los puertos de la República, 
la ex^encion del pago de los derechos de tonelada, de anclaje y 
de entrada y la facultad de entrar á los puertos y salir de ellos 
á horas distintas de las establecidas para los buques mercantes. 
También podia el Poder Ejecutivo permitir el establecimiento 
libre de almacenes de carbón para el consumo de los expresa- 
dos buques. Estas exenciones eran extensivas á los buques- 
correos del océano Pacífico que tocasen en los puertos de la 
República. 

La ley 24 de 25 de Junio de 1844 mandó establecer un * 
correo mensual entre Cartagena y el istmo de Panamá y otro 
entre dicho istmo y la Buenaventura, servicio que hacian 
entonces los buques nacionales de guerra. 

Hasta aquella época la República habia celebrado conve- 
nios postales con Venezuela, el Ecuador, la Francia y los' 
Estados Unidos de América. 



— 301 — 

La ley 4^ de 29 de Abril de 1846 estableció la aniformidad 
en los portes de las cartas é hizo eu ellos rebajas de considera- 
clon y lo mismo en los portes de las encomiendas. La corres- 
pondenda dirigida á las repúblicas del Ecuador y de Venezuela' 
pagaba lo mismo que si estos dos países fuesen dos provincias 
granadinas. El derecho de certificaciones de cartas y pliegos 
faé reducido á cuatro reales, y fué declarada lícita la conduc- 
eion de correspondencia por medio de expresos particulares y 
de transeúntes, salvo la que viniese de otros países ó tuviese 
carácter oficial. También fué exceptuada del pago del x)orte la 
correspondencia que dirigieran ó que les fuera dirigida á los 
siguientes empleados : al Presidente y al Vicepresidente de la 
Bepública, á los Secretarios de Estado y á los Gobernadores de 
las provincias. Dijo, ademas, esta ley : "El Poder Ejecutivo 
podrá resolver que se asegure á los particulares el valor de las 
encomiendas de dinero ó de metales preciosos previo el pago 
de un derecho de aseguro que no exceda del 2 por 100. Por 
las cantidades aserradas responderá el tesoro nacional. El 
Poder Ejecutivo podrá negociar dentro ó fuera de Nueva Gra- 
nada una póüza de seguros que cubra todos los riesgos de los 
intereses por que deba resi)onder el tesoro nacional.'^ — " La 
correspondencia extranjera que pase de un mar á otro por el 
istmo de Panamá causará el mismo porte que si faera dirigida 
de un lugar á otro de la misma provincia y toda deberá girar 
por las oficinas de correos, salvo lo estipulado en los tratados 
públit50S.'' 

En el año económico de 1846 á 1847 la renta de correos 
produjo $ 82,571 y los gastos sumaron $ 85,106. El flete de los 
correos marítimos en aquel año . costó $ 7,814. 

La ley de 3 de Junio de 1850 autorizó plenamente al 
Poder Ejecutivo para organizar el servicio de correos. 

La Constitución vigente declaró que el servicio de correos 
no era de la competencia exclusiva del Gobierno General ni de 
la de los Estados, y la ley 25 de 29 de Abril de 1865 dijo : '^ El 
ramo de correos nacionales constituye un Departamento admi- 
nistrativo especial del Gobierno de la Union, que tiene por 
objeto i movilizar, asegurar y garantizar la correspondencia, 
impresos y encomiendas que cursen por las líneas de correos 
que mantenga el Gobierno nacional.'' — " El jefe de dicho depar- 
tamento es el Director general del ramo, bajo la dependencia 
inmediata del Poder Ejecutivo.'' — " Mientras los productos de 
los correos no cubran todos los gastos de éstos, este ramo será 
considerado como servicio y no como renta." — " El ramo de 
correos nacionales no es un monopolio cuyos productos se deri- 
ven de este principio sino que el impuesto tiene por base el 
servicio, su perfección y excelencia ; de modo que siendo este 
negociado, segan la Constitución nacional, de la comi>etencia 
del Gobierno de la Union y de la de los Estados, no solo pue- 
den éstos sino también los particulares establecer líneas de 



— 302 — 

correos en toda la Uiiion si á ello no se oponen los Gobiem4)s 
seccionales en el territorio que comprendan esas líneas.'' — 
*^Los correos nacionales tienen por objetos principales: 1* 
poner en comunicación directa é inmediata el Gobierno de la 
tTnion con los Gobiernos de los Estados; 2.» con las adnanas^ 
puertos, salinas, minas ú otros puntos que sean centros princi- 
pales de intereses del Gobierno de la Union ; 3? proteger el 
comercio y la industria nacional conduciendo coft seguridad y 
presteza su correspondencia é intereses por las líneas de correos 
de la Union ; y 4? fomentar la civilización nacional." 

Esta ley suprimió las cartas d debe. 

La ley de que hablamos fué reformada por la orgánica de 
correos de 13 de Junio de 1866, y ésta lo fué -por la de 1? de 
Mayo de 1871, que modificó los portes y mandó que el Poder 
Ejecutivo entrara en arreglos con los Gobiernos de los Estados 
á fin de enlazar convenientemente los correos nacionales con 
los seccionales, y de qlUe todos los distritos de la Eepública 
quedasen comunicados entre sí y con todos los países ^ue fuese 
posible. Toda la correspondencia oficial de las autoridades y 
corporaciones de la Union, de los Estados y de los Distritos 
fué dada libre de porte por esa ley, y se mandó que los correis- 
tas y guardas de correo tuvieran derecho auna pensión pública 
si se inutilizaban en el servicio. Esta pensión corresponde á 
sus familias cuando los correistas y guardas mueren en el 
desempeño de sus ftmciones. 

Los libros circulan por medio de los correos de encomiendas. 

En los lugare» de más de tres mil habitantes debe haber 
carteros para la entrega de la correspondencia en el domicilio 
de los interesados.' 

La ley 72 de 14 de Mayo de 1873 autorizó al Poder Ejecu- 
tivo para adscribir la Dirección general de correos á una 
Secretaría de Estado, y mandó que fueran codificadas todas 
las disposiciones vigentes del ramo. 

El Código Fiscal suprimió los correos de encomiendas y la 
ley 13 de 28 de Abril de 1874 los volvió á establecer. 

La ley 10 de 25 de Marzo de 1880 suprimió la Dirección 
general de correos y mandó adscribir el ramo á una de las 
Secretarías de Estado ; y la ley 70 de 10 de Julio del mismo 
año autorizó al Poder Ejecutivo para despachar cinco correos 
en cada mes para el Atlántico y hasta dos de encomiendas 
para allí mismo y dos por la línea del Norte hasta Cúcuta. 
La franquicia de la correspondencia privada se hizo extensiva 
á los Senadores y á los Eepresentantes, á los Magistrados de 
la Corte Suprema federal, al Procurador general, á los Diputa- 
dos y á los Comisarios de los Territorios. 

La ley 47 de 6 de Junio de 1881 dijo : *< Desde el 1? de Julio 
próximo regirá la tarifa de la Union postal universal, acordada 
en la convención de Paris de l.o de Junio de 1878 para el fran- 
queo de las cartas y tarjetas postales, de los impresos (con 



i 



— 303 — 



exí^pcion de los periódicos y de los impreBos de carácter ofi- 
cial, aunque sean remitidos por particulares, los cuales conti- 
nuarán gozando de franquicia sea cual fuere su número y 
peso) y de las muesti:as que deban circular por los correos 
nacionales dentro del territorio colombiano.'' Esta misma, ley 
elevó á $ 6 por año el derecho de apartado y restringió la 
franquicia epistolar de los miembros del Congreso á solo el 
tiem,po que dura la inmunidad de éstos. 

El presupuesto de la renta de correos en tiempo del Go- 
bierno español era de $ 35,000. En 1850 fué de $ 81,900. En 
1860 de $ 65,000. En 1870 de $ 60,000 y en 1880 de $ 85,000. 
Actualmente es de $ 100,000 y el de gastos de $ 912,500, 
inclusive el ramo de telégrafos. 



i 

i 

i 



Eesúmen de los productos y de los gastos del ramo de 
correos desde 1870 hasta 1880, 



Administraciones principales. 

Bogotá 

Cartagena 

Cali 

Medellin 

Ibagué 

Panamá 

Popayan 

Santamarta : 

San José de Cuenta 

Socorro 

Tunja 

Territorio de San Martin. 
Territorio de Ca;sanare. . . 

Barranquilla 

Keiva 

San Luis de Providencia. 

Landázuri 

Oartagb 

Totales 



Productos. 

262,437-79J 
17,857-34 
38,976-85 

124,005-80 
43,115-83i 
45,739-55 
36,822-58 
12,679-lli 
13,303-89 
22,830-13^ 
11,715 .. 
269-37J 
168-70Í 
47,037-72^ 
9,320-55J 



1,865-55^ 



Gastos. 

345,689-55 
58,13a-94 

103,687-72^ 

110,207-65 
58,869-13 
67,961-82i 
69,301-13 
50,839-19 
51,595-35Í 

102,812-51 

96,228-^ 

619-10 

1,364-50 

41,690-56J 

12,051-72^ 



7,992-35 



$ 688,145-80J 9 1.179,047-74i 



— 304 — 

Eesúmen de la correspondencia é impresos que faéron des» 

pachados por las administraciones de correos de la Eepública 
desde 1870 hasta 1880. 

Administraciones. Correspondencia. Impresos. 

Bogotá 1.434,901 1.432,699 

Barranqmlla 311,799 309,523 

Cartagena- 80,098 89,409 

Cali 347,409 111,220 

Medellin 338,375 183,835 

Ibagué ,. 287,640 39,652 

Popayan 379,640 184,585 

Panamá 80,909 186,504 

Santamaría 85,365 128,207 

San José de Oúcuta 88,592 52,586 

Socorro 129,224 86,442 

Tunja 104,623 65,001 

Moreno 2,178 288 

Yillavicencio 654 1 

ÍTeiva 67,533 27,471 

San Luis de Providencia- 

Tame 

Totales 3.738,940 2.897,423 

Término medio anual : 

Cartas 373,894 ) ^.^o íioa • 

Impresos 289^742 ( ^^^636» 

En el año de 1874 el movimiento postal fué como sigue : 

cartas porteadas 289,615, registradas 2,522, pliegos oñciales 
65,118, autos porteados 999, impresos 357,485, folletos portea- 
dos 160, id. sin portear 8,170. 

De 1880 á 1881 circularon en el país 513,022 cartas. 



* Estos resaltados no son satisfactorios. £n la república de Chile, 
país que tiene menos población que Colombia, se cruzaron en 1875 por los 
correos 16.107,353 piezas. En ese mismo año tenia Chile 328 oficinas posta- 
les y Colombia 141. La renta de correos produjo á Chile en aquel año 
$ 178,506 y á Colombia $ 74,017. 



'*:. 



— 305 — 

Besúmen de los artículos despachados por los correos 
uacioDales de la Bepública^ desde 1870 hasta 1880. 



AOMlNISmCMES. 



Bogotá 

Cartagena. . . . 

Cali 

Medellin 

Ibagué 

Popayan 

JPanamá 

Santamarta. . . 
S. José de Cú 

cuta 

Socorro, 

Tanja 

Barranquilla.. 

Moreno 

Yillávicencio . 
Landázuri . . . . 

ííeiva 

S. Luis de Pro 

videncia 

Tanie 

Santander. ... 

Totales 



Metales:amone(Iado8. 



12.201,333 
290,616 
747,022 
609,660 
437,073 
906,891 
115 
81,780 

236,505 

364,134 

697,069 

2.713,377 

8,844 
308 



Oro y plata sin 
amonedar. 



kil. 18,915 



16,534 



$ 19.311,261 



2,312 

71,282 
590 
842 



132 



24,837 



Efectos Tarios. 



kih 



kil. 118,910 



69,673 

918 

841 

2,246 

1,196 

3,351 

571 

1,128 

639 

1,078 

491 

1,578 
5 



Alhíyasy pie 
preciosas 



13 



17 



kil. 83,745 



272,423 
354 
1,534 
8,309 
9,314 
3,459 

« • ^ « • ■ 

9,341 

200 
39 



156,408 



$ 461,382 



La ley 90 de 1880 autorizó al Poder Ejecutivo para solicitar 
la incorporación de Colombia en la Union Postal Universal, á 
pesar del derecho que tenia la Compañía del ferrocarril de 
Panamá para trasportar la correspondencia al través de aquel 
istmo. El Poder Ejecutivo solicitó la incorporación salvo aquel 
derecho, y así fué concedida por el Consejo Federal suizo el 12 
de Agosto de 1881. 

La ley 66 de 1882 autorizó al Poder Ejecutivo nacional para 
organiz ar el servicio interior de correos de acuerdo con las dis- 
posicio pes ^e la Union Postal Universal. 

TELÉORAPOS. 

La ley 10 dé 28 de Marzo de 1865 declaró libres del pago 
de derechos los materiales que fueran introducidos en la Repú- 
blica para la construcción de*telégrafos eléctricos, y prohibié 

20 



jl 



— 306 — 

gravar con impuestos naeionales los telégrafos que ftiesen 
construidos en el país. 

La ley 45 de 25 de Julio de 1867 declaró de utilidad pública 
las empresas telegráficas que fueran establecidas en el país, y 
autorizó al Poder Ejecutivo para permitir la comunicación 
telegráfica del territorio de la Eepública con el de las otras 
naciones. La ley 2* de 4 de Marzo de 1870 estableció lo mismo 
que aquélla, pero la modificó al respecto de exceptuar las 
empresas telegráficas del pago de impuestos seccionales y 
nacionales. 

La ley 59 de 16 de Junio de 1870 estableció poco más ó menos 
lo mismo que la ley de 4 de Marzo de 1870 é insistió en que en 
tiempo de guerra exterior y de conmoción interior los telégra- 
fos funcionaren bajo la vigilancia de las autoridades públicas. 

La ley 65 de 22 de Junio de 1870 mandó que el Poder Eje- 
cutivo comprara ciertas acciones en cierta empresa telegráfica 
de la Eepública, y que se hiciese prolongar la línea telegráfica 
de Cartago hasta Buenaventura para unirla allí con el cable 
submarino del Pacífico. 

La ley 40 de 6 de Mayo de 1872 aprobó el contrato cele- 
brado por el Poder Ejecutivo para construir un telégrafo entre 
Zipaquirá y Bucaramanga ; y la ley 15 de 30 de Abril de 1874 
mandó contratar la prolongación del cable eléctrico submarino 
en la costa atlántica de la Eepiiblica y su enlace con las líneas 
telegi'áficas de Bogotá. También mandó esta ley completar la 
comunicación telegráfica de algunos Estados de la Union. La 
ley 55 de 31 de Mayo de 1875 mandó subvencionar los cables 
submarinos del Atlántico y del Pacífico que, respectivamente, 
tocasen en Colon y Cartagena, Panamá y Buenaventura. En 
1876 mandó el Congreso -al Poder Ejecutivo que hiciese exten- 
der las líneas telegráficas. Dicho mandato fué repetido en 
1877, 1878, 1879 y 1881. En 1880 se nlandó que las oficinas 
telegráficas nacionales despachasen libres de derechos de tras- 
misión los telegramas de los empleados de la instrucción ,pii- 
blica, de los de las vias de comunicaeion y de los de la benefi- 
cencia, cuando esos telegramas tratasen de asuntos de interés 
público y no excediesen de veinte palabras. 

En 1872 empezaron yá á figurar los telégrafos en nuestro 
Presupuesto nacional como renta, pues su producido fué esti- 
mado, aunque equivocadamente, en $ 12,000. Hoy, después de 
diez años, ese producido se computa en $ 36,000 al año, can- 
tidad insignificante si se compara con la que gasta el Gobierno 
•en ese mismo tiempo solo en el cuerpo de empleados. Esto 
último pasa de $ 172,000. 

Hay en Bogotá una oficina central servida por un jefe, un 
contador, cuatro telegrafistas primeros y cuatro segundos, cua- 
tro escribientes copistas, dos oficiales de recibo y ocho carteros. 
El número de inspectores de Jaii líneas, de visitadores acciden- 
tales de las mismas y de guardas lo determina el Poder Ejecu- 



— 307 ^ 

tÍTo. Hay también un profesor de telegrafía eléctrica en Bogotá 
y un ayudante del profesor. El número de oficinas telegráñcas 
nacionales es hoy 99, así: 2 en Antíoqaia, 13 en Bolívar, 11 en 
Boyacá, 12 en el Cauca, 21 en Gundinamarca, 25 en Santander 
y 12 en el Tolima. • 

En 1873 los telégrafos construidos en la Itepública medían 
jBolo 1,615 kilómetros ; hoy (1882) miden 3,177^. Las diferentes 
líneas que los componen están divididas en 31 secciones y 
comunican los siguientes lugares : 

LA LÍNEA DE BOGOTÍ. 1 PUEBTONACIONAL 

Puente del Común, Zipaquirá, Neraocon, Tausa, TJbaté, 
Ohiquinquirá^ Paentenacionul, Vélez, Suáita, Giba, Socorro, 
Sangil, Cnriti, Jordán, Piedecuesta, Bucaramanga, Pamplona, 
Chinácota, Cúcuta, Salazar, La Cruz y Ocaña. 

Esta línea tiene las siguientes líneas trasversales : 1* la que 
pasa por Puentenacioual, Moniquirá, Tunja, Paipa, Sogamoso 
y Santarosa de Viterbo ; 2* la que pasa por el Socorro, 3angil, 
Zapatoca, Barichara y Charalá j 3^ la que pasa por Sangil, 
Barichara y Zapatoca ; 4* la que pasa por Piedecuesta, San 
Andrés, Concei)cion y Málaga ; 6* la que pasa por Bucara- 
manga y Jirón y la de Cúcuta á la frontera de Venezuela (que 
<5omunica con Caracas). Estas líneas tienen una extensión de 
1,135 kilómetros. 

LA LÍNEA DE MAGANGUÉ 1 SANTAMAETA 

Sincé, Corozal, Ovejas, Carmen, San Juan ííepomuceno, 
Oalamar, Sabanalai^a, Barranquilla, Sitionuevo, Eemolino y 
Ciénaga. Esta línea tiene la« siguientes líneas trasversales : 
1* la que pasa por Corozal y Sincelejo ; y la que pasa por 
Sabanalarga, Villanuéva, Eepelon y Cartagena. Extensión de 
todas ellas 750 kilómetros. 

LA LÍNEA DE BOGOTÁ Á POPAYAN 

Mosquera, Madrid, Facatativá-, San Juan de Rioseco, Am- 
balema, Caldas, Ibagué, Salen to, Cartago, Tuluá, Buga,Cerrito, 
Palmira y Santander (Quilichao). Esta línea se bifurca en 
Palmira para buscar á Buenaventura y pasa por Cali y Cór- 
dova. En Buenaventura el telégrafo colombiano se enlaza con 
«1 cable submarino del Pacífico. Extensión 787^ kilómetros. 

LA LÍNEA DE BOGOTÁ 1 NEIVA 

Mosquera, La Mesa, Anapoima, Tocaima, Girardot, Ei- 
«aurte, Espinal, Guamo, Purificación, Aipe y Villavieja. Esta 
línea tiene una línea trasversal del Espinal á Ibagué. Exten- 
sión 345 kilómetros. 

* Los telégi*afos anexos á los ferrocarriles de Panamá, de Bolívar y de 
Cúcuta y los del Estado de Antioquia, por diferentes causas, están fuera del 
régimen nacional. 



— 308 — 
í)E bogotI á bodegas de BoaoTÁ 

Facatativá, Villeta^ Guaduas y Honda. Extensión 115 kilo- 
metros.* 

Los primeros telegramas que se cruzaron en el interior del 
país fueron los del 1? de ííoviembre de 1865 ( de Cuatro- 
Esquinas á Bogotá) entre Guillermo Lee Stiles, constructor, y* 
el Presidente Murülo, introductor del telégrafo eléctrico ea 
Colombia. 



Cuadro del movimiento de los despachos telegráficos desde 
1869 hasta 1881. 



AÑOS. 


Be 
partienlaits. 


Oficialas. 


Totales. 


Proáttcto». 


1869 á 1870 






932 

5,630 

11,301 

47,127 

75,345 

98,375 

1 ^1 ,153 

241,838 

99,518 

124,646 

298,434 

381,719 


$ 778** 
1^926 
4,782 
13,169 
20,029 
33,632 
39,459 ' 
25,258 
29,059 
29,907 
34,971 
43,971 


1870 á 1871 


5,431 


209 


1871 á 1872 


1872 á 1873 

1873 á 1874 


4 • • 4 • . 


4 .... . 


1874 á 1875 -... 

1875 á 1876. 


221,988 
92,382 
110,113 
262,675 
372,484 


Í9,85Ó 

7,136 

14,533 

35,759 

9,285 


1876 á 1877. 

1877 á 1878 


1878 á 1879 


1879 á 1880 


1880 á 1881 









XYII 

FERROCARRILES. 

Ademas del ferrocarril del istmo de Panamá, que une 
el Atlántico con el Pacífico, y del ferrocarril de Bolívar, que 
pone en comunicación el rio Magdalena con el primero de 
aquellos océanos, hay actualmente en construcción los ferro- 
carriles siguientes : el de Buenaventura ( en el Estado del 
Cauca), que pondrá en comunicación este puerto con el valle 
del Cauca ; el de Girardot^ que comunicará el alto Magdalens^ 
con la altiplanicie de Bogotá } el de la Sabana de Bogotá, 

* De Salamina á Marmato hay una línea especial que tiene 30 kilómetro» 
de extensión. 

** En aquel dño fué muy alta la tarifa. Modificada ésta después, lo« 
telegramas de los meses de Octubre, de Noviembre y de Diciembi*e de 1870 
fueron 1,335 y produjeron $ 507-1 3 J. 



— 309 — 

entre esta ciudad y Pacatatívá ; el de Occidente, que comuni- 
eará el bajo Magdalena con dicha Sabana ; el de Antioquia, 
que unirá el bajo Magdalena con el interior del Estado de 
^¿Jitioquia; el de Soto, que pondrá en comunicación el bajo 
Magdalena con el interior del Estado de Santander, y el de 
Cúcuta, entre esta ciudad y el rio Zulia. 

También se está construyendo actualmente el ferrocarril de 
lía Dprada, entre Caracoli y la Ií"oria, que pondrá en comuni- 
cación la parte alta con la parte baja del rio Magdalena y 
evitará el paso del raudal llamado Salto de Honda. * El ferro- 
carril de la Dorada no tiene 5 kilómetros de extensión. 

Algunos de estos ferrocarriles son empresas de la Nación, 
otros lo son de ios Estados, subvencionados por ésta, y otros 
son empresas de compañías particulares. 

Los ferrocarriles de Girardot y de la Dorada serán enlaza- 
dos con un puente de hierro sobre el rio Magdalena. 

La ley 12 de 1880 dispuso que se diera al Estado del Mag- 
dalena, por quince anos, un auxilio de $ 60,000 por año para 
la construcción de un ferrocarril que ponga en comunicación 
la ciudad de Santamarta con el rio Magdalena. 



Productos y 


gastos del ferrocarril de Bolívar de 1872 á 1881. 

-■ ■■ , ■ ■ , . , ■ / 


iiios eeonomices. 


Proiaeto bruto. 


Gastas. 


Producto liqviio. 


1872 (primer 








semestre) . . 


$ 37,207-23 


$ 34,414-49 


$ 2,792^74 


1872 á 1873.. 


118,987-60 


78,979-^34 


40,008-26 


1873 á 1874.. 


141,591-97 


103,046-01 


38,545-96 


1874 á 1875.. 


137,019-54 


119,636-04 


17,383-50 


1875 á 1876.. 


151,618-10 


108,079-10 


43,539-00 


1876 á 1877. . 


92,796-90 


74,678-10 


18,lia-^ 


1877 á 1878.. 


134,923-95 


97,626-30 


37,297-65 


1878 á 1879. . 


138,237-00 


132,231-00 


5,006-00 


1879 á 1880. . 


139,051-20 


110,883-95 


28,167-25 


1880 á 1881.. 
,1 ^- 


162,088-15 


141,535-75 


20,552-40 


$ 1.253,621-64 


$ 1.001,110^08 


$ 251,411-56 



* Los trabajos de canalización del rio Magdalena están á cargo de una 
Junta creada por una ley desde 1878. Esta Junta tiene á su servicio un cuer- 
po de ingenieros y todos los elementos necesarios para la obra de que está 
encargada., Los gastos de canalización se hacen con el producto de un peaje 
flavíAl que pagan las cargas que suben 6 bajan el rio. Este peaje produjo 
.$ 121,112 de 1879 á 1881. 

El Gobierno Greneral subvenciona la canalización del alto Magdalena con 
$ 15,000 por año y la navegación por vapor del mismo con $ 18,000. Hay tres 
oflcipas de inspección de Ja navegación de este rio : una en Neiva» otra en 
Honda 7 otra en Barranquilla. 



— 310 — 

Causas de los ingresosi Frodnetos. 

Fletes de importación $ 71,402-60 

Fletes de exportación 64,322-50 

Premios y aprovechamientos 13,185-25 

Pasajes 11,100-40 

Equipajes 1,545-05 

Telégrafo 532-35 

$ 162,088-15 

Los gastos del ano de 1880 á 1881 se dividieron así : 

Personal $ 46,303 ) 

Material 89,732 [ $ 141,535 * 

Subvención al Estado 5,600 ) 

Este ferrocarril y el telégrafo anexo á él fueron comprados 
por el Gobierno en 1876 en $ 600,000. Estas dos obras han sido 
administradas desde entonces oficialmente. 

Puede juzgarse del tráfico que se hace por el ferrocarril dé 
Bolívar por los datos que siguen, que se refieren al año econó- 
mico de 1877 á 1878. 

BXPOETACIONES. 



Frutos. 

Cueros 

Café 

Quina^ 

Tagua 

Tabaco 

Palo-mora 

Semilla de algodón 

JVIineral 

Algodón 

Dividivi.- 

Eeses 

Almidón 

Artículos varios. . . 

Bálsamos 

Maíz 

Plantas 



Bultos. 

141,507 

99,854 

47,584 

26,224 

25,443 

12,600 

7,259 

4,250 

2,418 

2,111 

1,871 

1,564 

1,600 

609 

343 

242 



Pasan 375,479 



Frutos. 

Vienen 

Sombreros 

Quesos 

Añil 

Cigarros 

Cacao 

Caucho 

Azúcar 

Cachos 

Estera 

Madera 

Pájaros disecados.. 

Cueros de chivo 

Arroz 

Objetos de historia 
natural 



Bultos. 

375,479 

215 

164 

163 

73 

72 

67 

46 

46 

42 

39 

26 

18 

15 



Total 376,468 



Kilogramos 3.568,002 ♦* 

* La costosa administración de este ferrocarril exige que el Gobierno 
estudie detenidamente los hechos que la producen. 

*» Las cargas importadas por este ferrocarril en 1872 fueron 56,853; 
en 1873, 90,648 y en 1874, 78,635 ; y las cargas exportadas én los diez prime- 
ros meses de este último año 268,705. 



> 



— 311 — 

IMPOBTAGIOKES. . 

Número de bultos 262,208 

Id. de pies cúbicos ., 52,916 

Numerario $ 754,114 

El ferrocarril de Cúcuta, que quizá será el primero en ser 
t5erminado, no recibe ningún auxüio del Tesoro nacional : sus 
empresarios y fomentadores son los coníerciantes de la rica 
plaza de aquel nombre. El movimiento industrial de la parte 
construida fué en 1881 el siguiente : 

SffSS:::::::::::: f S2;?S } ^^^^ "^o^- 

Bultos varios 3,744 

Pasajeros. 8,257 

Producto bruto $ 116,247. 

El movimiento del ferrocarril de Panamá en el año de 1880 
lo det^minaron los siguientes resultados : pasajeros 26,681 ^ 
producto bruto de la empresa $ 2.277,674 ; gastos $ 1.175,415 ; 
utilidad líquida $ 1.102,159. Los productos colombianos que 
pasaron por ese ferrocarril en ese mismo a.ño fueron los qué 
siguen : 

Caucho, btdtos 144,993 

Pieles de venado 277 

Madre-perla 1,207 

Taguas 6,024 

Café. 121 

Tabaco 285 

Cacao 12 

Cocobolo 6,719 

Quina 223 

Zarzaparrilla 42 

Cueros de res 56,581 215,484 bultos. 

Actualmente se está construyendo al través del istmo de 
Panamá el canal que debe poner en comunicación las aguas 
del mar Pacíñco con las del mar Atlántico. 



Movimiento del ferrocarril de Buenaventura á Córdova. 

Los productos de Octubre de 1882 fueron : 

Por ganado y aves $ 28-95 

Por mercancías de importación 526-10 

Por frutos de exportación 385-50 

Por pasajeros de 1* clase 49-25 

Por id. de 2* id 68 .. 

Por id. de 3^ id 90-75 

Por. id. que pasaron en el tren. . . 61 . . 

Total $ 1,209-55 



— 3iá — 

MovímieJato del tren en Noviembre : . 

BultoB. ProdacioB^ 

Importación 2,241 . .$ 654-80 

Exportación 2,967 ... 636 . . 

Suma 6,198 ..$ 1,290-80 

Pilotes grandes 29 ... 145 .. 

Ganado mayor (cabezas) 69 ... 118 .. 

Caballos 2... 4.. 

Cerdos 60 ... 26 .. 

Pasajeros 622 ... 211-76 

^ Producto en el mes $ 1,794^^ 

Los gastos de explotación en Octubre montaron á $ 4,087-25» 
En Setiembre la pérdida fué de $ 3,658-60. El producto del 
muelle no bajará de $ 1,000 mensuales. En él podrán deposi- 
tarse, bajo cubierta, hasta 3,000 bultos. 

Para juzgar de la importancia del ferrocarril de La Dorada 
en relación con la navegación del alto Magdalena, insertamos 
lo que sigue, que es tomado de la Memoria del Secretario de 
Gobierno de 1882 : " En la Inspección de Keira se examinan 
cuidadosamente las embarcaciones de remo que surcan desde 
aquel puerto hasta el de Caracoli, y debido á ese examen no 
han ocurrido desgracias en las personas, ni ídose á. pique las 
embarcaciones, ni averiádose la carga. 

" Hanse reconocido desde el 22 de Setiembre último, en 
que funciona la Inspección, hasta Diciembre ciento veinticua- 
tro embarcaciones menores, doce champanes y ciento doce 
balsas. 

" El artículo de más exportación del puerto de líeiva es la 
quina. En el período trascurrido de 1? de lí^oviembre de 1880 
á 31 de Diciembre de 1881, se embarcaron en él con destino á 
los puertos del bajo Magdalena 11,370 bultos de quina ; y de 
cacao, desde Octubre último á Diciembre del mismo año, 
640 cargan. 

" Calcúlanse en sesenta las balsas que hacen mensualmente el 
tráfico de Neiva á otros puertos de la parte baja del rio, las 
cuales cuestan $ 60 cada una, y quedan inutilizadas en el 
viaje 5 de modo que con el valor de ellas en un año ($ 36,000) 
se puede comprar un vapor que soporte 2S5 cargas. En todos 
los meses habria carga suficiente para dos vapores, según los 
datos estadísticos. Si se considera el precio del flete de bajada 
de cada carga en embarcaeion de remo, que es de $ 6, con 
el de un buque de vapor, que es de $ 3, tendremos un ahorro 
de 50 por 100. Como el aseguro en la embarcación de remo es 
de 6 por 100 en carga y en el vapor es de 2 por 100, hay una 



»%• 



— 313 — 

diferencia de 8 por 100. Tomando pues solo la quina exportada 
en 1881 se habrían ahorrado en los gastos $ 150,000, no com- 
putando otros artículos, ni las embarcaciones que hayan zar- 
pado de los otros puertos del alto Magdalena.'' 

El Gobierno nacional auxilia actualmente la apertura ó 
mejora de los caminos que se pasa á expresar : el de Bogotá al 
Meta, el de Yillavicencio al rio G'uatiquía y el de* Gacheta y 
Junin á XJbalá, todos en la región de los Llanos ; el de Guen- 
tiva, entre Boyacá y Santander ; el que lleva de Tunja á las 
salinas de Ghámeza, Cocuachó y Gualivito y pasa por Mira- 
flores ; el que, por el páramo de Merchan, conduce de Chiquin- 
quirá al Granadillo (Estado de Santander) ; el de Chontales, 
entre Boyacá y Santander ; el del Quindío y el de Lérida, que 
conduce de Lérida (Tolima) á Yillama|?ía (Cauca). 

Taníbien auxilia el Gobierno nacional la navegación del 
Lebríja desde su entrada en el rio Magdalena hasta el punto 
llamado Papayal, y el costo de un puente de hierro sobre el 
rio Magdalena en el puerto de Girardot. 

Desde los primeros tiempos de la Eepública el Gobierno 
nacional ha estado haciendo esfuerzos para mejorar las malas 
condiciones de la ciénaga llamada Dique de Cartagena. La 
ley de 1? de Mayo de 1843 destinó para esa obra $ 100,000, los 
cuales debian ser tomados del fondo de caminos. La ley de 28 
de Abril de 1844 destinó al mismo objeto el producto de los 
derechos de importación y de alcabala de las harinas extrauje- ' 
ras que fueran consumidas en la ciudad de Cartagena, y el del 
producto de medio rea] (0,5) que se cobraba sobre cada libra 
de tabaco de las clases 2* y 3* * 

La ley 25 de 29 de Mayo de 1846 mandó apresurar la entre- 
ga de los fondos destinados á la obra del Dique, y la ley 12 de 
21 de Marzo de 1848 dijo: "El canal llamado Dique de Carta- 
gena estará á cargo de la Cámara de aquella provincia, la cual 
podrá establecer y exigir los derechos que crea convenientes 
sobre las personas y objetos que transiten por él, para atender 
á su conservación y servicio, y no podrá darse al producto de 
tales derechos otra inversión." Finalmente, después de otros 
muchos esfuerzos en el mismo sentido, la ley 21 de 1878 con- 
cedió $ 96,000 como auxilio á aquella obra, y la ley 64 de 1880 
mandó dar á la misma obra $ 2,500 por mes durante dos anos 
($ 60,000) en cambio del libre tránsito por dicho canal de 
toda clase de embarcaciones y productos. Esta suma se toma 
del producto líquido de la aduana de Cartagena. 

• Por decreto de 25 de Abril de 1836 fué autorizado el Conceio muni- 
cipal de Cartagena para ceder á una compañía empresaria de la apertura del 
Dique todos sus derechos. En 1838 fué declarado el Dique obra provincial, 
y en 1839 fué autorizado el Poder Ejecutivo para aplicar ¿ su limpieza el 
IKmton y la máquina de vapor que tenia empleados en la mejora del canal d« 
Bocachica. 




j 



% 



— 314 — 



xvni 



BANCOS. 



La Bepública empezó á trabajar porque fueran establecidos 
en ella algunos bancos desde el memorable Congreso de Cu- 
enta — 1821 — y al efecto la Constitución de aquel año se 
ocupó de ellos. Más tarde la ley les dio á las Cámaras de pro- 
yincia la facultad de promover el establecimiento dé bancos 
provinciales, y los artículos 373 y 374 del Código Penal nacio- 
nal (1837) dijeron : " Los que falsificaren cualesquiera clase de 
cédulas de bancos extranjeros autorizados por los Gobiemoa 
respectivos, si dichas cédulas circulan dentro del territorio de 
la Eepública ó tienen en él algún valor de cambio — ó cuando 
dichas cédulas se pongan en circulación en país extranjero — 
serán castigados con la pena de dos á cuatro años de trabajos 
forzados.'' — " Los que dentro del territorio de la Bepública 
hicieren uso á sabiendas de tales cédulas falsificadas suñirán 
la pena de trabajos forzados desde uno hasta tres años.'' 

A pesar de esto, se pasaron 26 años y nada se pudo obtener. 
En 1847, en la primera Administración del General Mosquera, 
fué expedida una ley sobre el establecimiento de un banco 
nacional, cuya carta de privilegio, que debia extender el Poder 
Ejecutivo á los empresarios, contenia más de 20 exenciones y 
prerogativas de mucho alcance. Ese banco.no tenia carácter 
oficial. 

Tampoco tuvo esta ley ningún buen resultado. 

A propuesta de varios banqueros ingleses, fechada en Lon- 
dres el 8 de Enero de 1864, el Congreso de la ITnion expidió el 
13 de Mayo del mismo año un decreto que autorizaba al Poder 
Ejecutivo para contratar el establecimiento de un banco nacio- 
nal. Este decreto no tuvo buen éxito y un año después fué de- 
rogado y sustituido con el de 6 de Mayo de 1865, por el cual 
faé autorizado el Poder Ejecutivo para hacer ciertas concesio- 
nes á los bancos que fueran establecidos en el país, tales como 
la de emitir biUetes al portador admisibles á la par como dinero 
en pago de los impuestos y de los derechos nacionales y en ge- 
neral en todos los negocios propios del Gobierno ; la de darles 
la custodia militar que necesitasen y la de ser considerados como 
establecimientos neutrales, á fin. de protegerles sus resi)ectivo8 
capitales sin atender á la nacionalidad de los dueños de éstos. 
En cambio, los bancos debían obligarse á no dar á la circula- 
ción billetes que valiesen más del doble de los fondos que tu- 
viesen en caja, á quedar bajo la vigilancia del Podei Ejecutivo 
y á someterse á las autoridades nacionales y de los Estados en 
toda controversia ó litigio. El Poder Ejecutivo podía ademas^ 



— 315 — 

conforme con lo que dispone esta ley, depositar los fondos 
públicos en dichos bancos y hacer con ellos cierta clase de ope- 
raciones de tesorería. Independientemente de estas autoriza- 
ciones y como estímulo general á la industria bancaria, que 
se quería fomentar, dijo también la ley de 1865 : " Los bancos 
y sus "Sucursales tendrán, para hacer efectivas sus acciones, los 
mismos privilegios que el fisco nacional, pero sin prelacion 
«obre éste en los juicios y controversias que hayan de decidirse 
conforme á la legislación de la Eepública. Entre estos privile- 
gios no se comprende en ningún caso el ejercicio de la juris- 
dicción coactiva." 

El 4 de Junio de 1866 fué expedido un acto legislativo sobre 
el establecimiento de un banco nacional de depósito^ emisión y 
descuento. El Gobierno debía ayudar á la formación de este 
banco con un millón de pesos. Esta ley se quedó escrita como 
las demás, en circunstancias en que el banco denominado de 
" Londres, Méjico y Sur- América,'' que había sido el único que 
había sido establecido en Bogotá, habia tenido muy mala 
suerte. 

Por último, el 16 de Noviembre de 1870 fué establecido por 
escritura pública el Banco de Bogotá, el cual empezó á funcio- 
nar él 2 de Enero de 1871 con $ 47,000 en metálico y con un 
capital suscrito de $ 235,000. Después del Banco de Bogotá 
han sido establecidos otros. En 1874 dijo yá el Secretario del 
Tesoro y Crédito nacional en su Memoria de aquel año : " No 
obstante el principio de la absoluta libertad de industria con- 
signado en nuestra ley fundamental, las empresas bancarias 
no han despertado entre nosotros algún ínteres sino en los 
últimos años, no quizá por la prudencia que en este ramo debe 
imperar según Sismondí, sino porque'la lógica de las leyes natu- 
rales en nada se manifiesta más enérgicamente que en los asun- 
tos económicos. Hasta hace poco habían bastado á nuestras ne- 
cesidades industriales uno que otro escritorio de préstamos y 
algunas ambulancias de usura ; pero una vez que se ha empe- 
zado á conocer mejor la importancia de los signos representa- 
tivos de la moneda y el fecundo poder del crédito, el estableci- 
miento de bancos de circulación no se ha hecho esperar ; y es 
cierto que ellos están ejerciendo yá y que seguirán ejerciendo 
en adelante influencias muy notables no solo en las condiciones 
del cambio sino en las del comercio en general." De 1870 á 
1882 la Bepública ha conseguido fácilmente lo que no le fué 
dado conseguir de 1821 á 1870. 

La ley 39 de 16 de Junio de 1880 autorizó al Poder Ejecu- 
tivo para fundar un banco nacional. Este banco funciona desde 
1881, sin accionistas particulares y con solo los fondos que le 
ha dado el Tesoro. 

Hoy en día este género de industria es perfectamente cono- 
cido en todo el país y hay bancos en todos los Estados. Los 
de Gundinamarca son diez y todos ellos gozan de buena fama. 



\ 



_ 316 _ 
XIX. 

TERRITORIOS. 

La (Tonstitucion de 1821 solo dividió el suelo de la Be- 
I>ública en Departamentos, los Departamentos en provincias^ 
éstas en cantones y los cantones en parroquias. El mando 
I)olítico de cada Departamento estaba á cargo de un Inten- 
dente, que duraba tres años y era nombrado por el Presidente 
de la nación, de quien era agente inmediato. 

Cada provincia estaba á cargo de un Gobernador subordi- 
nado del Litendente del Departamento respectivo. Los Gober- 
nadores eran también nombrados por el Presidente de la 
Bepública y duraban en su empleo el mismo tiempo que los 
Intendentes. 

La Constitución granadina de 1832 suprimió los Departa- 
mentos y dejó las provincias, los cantones y las parroquias, á 
las cuales dio el nombre de distritos parroquiales. La Constitu- 
ción de 1843 dispuso que el territorio de Nueva Granada con- 
tinuase dividido solo en provincias, cantones y distritos, y 
agregó : '^ los lugares que por su aislamiento y distancia de las 
demás poblaciones no puedan hacer parte de ningún cantón ó 
provincia, y los que por lo escaso de su población no puedau 
ser erigidos en cantón ó pro\dncia podrán ser regidos por leyes 
especiales, hasta que, pudiendo ser agregados á algún cantón ó 
provincia ó ser erigidos en tales, pueda establecerse en ellos el 
régimen constitucional." La ley declaraba qué puebloi^ ó regio- 
nes eran los que estaban en éste caso de la Constitución. Tal 
fué el origen de los Territorios. 

Yá en 1826 la ley de 1? de Mayo habia declarado que los 
indígenas de la Goajira, del Darien y de Mosquitos debian ser 
protegidos por el Gobierno como los demás colombianos, y 
habia autorizado el gasto de $ 100,000 al año para la protec- 
ción y civilización de esos indígenas. 



En Junio de 1843 fué creado el Territorio de las Bocas del. 
Tobo, el gobierno del cual fué confiado á un Prefecto con atri- 
buciones políticas, administrativas, fiscales, militares y judi- 
ciales. Este Prefecto era nombrado y removido libremente 
por el Presidente, y tenia un Secretario que nombraba el 
Poder Ejecutivo á propuesta suya. 

En las poblaciones en donde habia más de treinta indivi- 
duos y que distaban un miriámetro de otro caserío, debia ser 
establecido un corregimiento, á cargo de un Corregidor ó de 
un Alcalde. Se destinaron $ 600 por año para el pago de un 
sacerdote, se concedieron algunas franquicias al puerto, se dio 
á los habitantes cierto número de fanegadas de tierras baldías 
y libre la pesca de la tortuga de carey. También se mandó que 



— 317 — 

«e cobrasen á cada buque extranjero que viniese á cargar cocos 
á las costas del istmo de Panamá seis reales por cada tonelada 
que midiese dicho buque, y que el producto de este impuesto 
fuese aplicado á la enseñanza primaria y al sostenimiento de 
las misiones del Territorio. * Desde 1838 se habia asignado 
sobresueldo á los militares que servían en las Bocas del Toro. 

El régimen administrativo de este Territorio fué extendido 
después á todos los Territorios. 

El Territorio de las Bocas del Toro fué suprimido por la 
ley de 29 de Abril de 1850 y vuelto á ser erigido en cantón de 
la provincia de Fábrega (Chiriquí). Duró, pues, solo siete años. 
Antes de eso hizo parte de la provincia de Veraguas. Sus ha- 
bitantes entonces eran 595. 

Posteriormente fueron creados los Territx)rios que pasamos 
á enumerar : 

El del CaquetI, el 2 de Mayo de 1845. Componíase éste 
de las dos regiones conocidas respectivamente con el nombre 
de Andaqui y de Mócoaj y sus límites eran : al Occidente, todas 
las cumbres vertientes de la Cordillera Oriental desde Suma- 
paz hasta la república del Ecuador ; al Norte, la línea que 
separa las aguas que van del Sur hacia el rio Gnaviare ; y al 
Oriente y al Sur, las regiones colombianas que delimitan los 
tratados entre Portugal y España. El Prefecto del Caquetá 
debia fomentar las poblaciones de Sebondoi, Mocoa, San Diego, 
San Miguel, Aguarico, Deseancé, Yunguillo y Pacayaco, dar 
amparo á los misioneros y esforzarse para obligar á los indios 
á vivir en poblaciones fijas. También debia el Prefecto del 
Caquetá tomar todas las providencias conducentes para con- 
servar el señorío de la Nueva Granada en el territorio de su 
mando. Los Corregidores debian saber hablar el idioma de las 
tribus dependientes de su corregimiento* 

Para la congrua de los misioneros el Tesoro daba $ 3,000 
todos los años. Los habitantes del Territorio no pagaban con- 
tribuciones, cada fa^giilia tenia derecho á recibir 150 fanegadas 
de tierras baldías, y los efectos extranjeros que se importaban 
en la República por los rios del territorio tributarios del Ama- 
zonas, estaban exentos del pago de derechos. 

El de la Goajira, creado por la ley 16 de 19 de Mayo de 
1846. Componíase este Temtorio de la parte de la antigua pro- 
vincia de Eiohacha que está al Nordeste del rio Ciüancala, 
desde la desembocadura de este rio hasta los puntos de sus 
márgenes ^ue enfrentan los límites de los distritos de Soldado 
y de Barrancas. Desde allí seguía el límite por una línea ima- 
ginaria hacia el Sur franco hasta los términos de la dicha 
provincia. 

* 

* La tonelada legal equiralia á 1| metros cúbicos 6 á^O quintales (mil 
kilogramos). 



V 



— 318 — 

La ley 21 de 5 dé Abril de 1847 dispuso que la sal que fuera 
exportada de las salinas 6 criaderos del Territorio de la Gua- 
jira no pagase los ocho reales con que estaba gravada la 
exportación de cada diez arrobas de sal de las salinas llamadas 
de segundo órden^ que eran las que no se trabajaban por 
cuenta de la Repúbüca. Tampoco debian pagar el derecbo de 
tonelada los buques en lastre que entrasen en el puerto de Rio- 
hacha ó que saliesen de él cargados con productos del Territo- 
rio goajiro. 

La ley 49 de 15 de Mayo de 1848, adicional de la que creó 
el Territorio de la Goajira, prohibió la introducción de armas 
en él y de toda clase de elementos de guerra. También dijo 
esa ley : " El Gobernador de la provincia de Riohacha i>odrá 
impedir, cuando lo tenga por conveniente, que los habitantes 
de dicha provincia pasen al Territorio de la Goajira á sus 
negocios particulares por otras vías que las que él les señale." 



El del Dabibn, creado por la ley 27 de 2 de Junio de 1846. 
Este Territorio, al cual fueron agregados los distritos de San 
Miguel y de Chiman de la provincia de Panamá, se componia 
del cantón del mismo nombre, cuyos pueblos eran Yavisa, 
Ohapigana, Molineca, Pinogana, Santa María y Tucutí. Tenia 
4,671 habitantes. El Territorio del Darien fué sujmmido en 
1850 y vuelto á incorporar en la provincia de Panamá en sn 
categoría de cantón y agraciado con 25,000 fanegadas de tierras 
baldías, las cuales debian ser distribuidas por la Cámara pro- 
vincial entre los distritos que lo componían. Los habitantes de 
este cantón no debian pagar sino las contribuciones municipa- 
les. También se les mandó dar 16,000 reales para ayuda de la 
construcción de una iglesia y de otros edificios públicos, y 60 
fanegadas de tierras baldías por familia. 

Estas mismas concesiones les fueron hechas á los Territo- 
rios de San Andrés y de San Martin al tiempo de ser suprimi- 
dos. Ademas decía la ley : " En el Territorio del Darien podrán 
ser vendidas libremente las mercancías introducidas en los 
puertos de las provincias de Panamá y de Veraguas. 



El de San Martin, creado por la ley 27 de 2 de Junio de 
1846. Se componia este Territorio de los pueblos de San Martin^ 
Cabuyaro, Arama, Jiramena, Medina, San Antonio de Iraca, 
San Juan y Santo Tomas, del cantón del mismo nombre de la 
provincia de Bogotá. Tenia 1877 habitantes. Fué suprimido en 
1850 y vuelto á agregar á la provincia de Bogotá. 

El de GuANACAs, creado por la ley de 28 de Abril de 1847. 
Componían este Territorio las poblaciones llamadas de Tierra- 
adentro^ del cantón de La Plata de la provincia de Neiva, y 
parte de las pertenecientes á los cantones de Caloto y de Po- 
payan, de la provincia de este último nombre. Sus límites 



— 319 — 

\ 
I . 

fueron: una línea imaginaria tirada desde el volcan^ de Puracé 
hasta las vertientes principales del Rionegro de Karváez, línea 
que debia pasar por los nevados de Guanácas y del Huila 5 
después el curso del Rionegro hasta la entrada de este rio en 
el Páez ; esté, aguas arriba, hasta la embocadura del Eionegro, 
y luego éste hasta sus cabeceras en el Puracé. Este Territorio 
duró solo dos años, pues fué suprimido por la ley de 23 de 
Abril de 1849. Los militares que servían en este Territorio y 
en la provincia de Riohacha gozaban de sobresueldo. 



El del Raposo, creado por la ley 45 de 4 de Mayo de 1848. 
Este Territorio, que era el cantón del mismo nombre de la pro- 
vincia de Buenaventura, fué extinguido por la ley 67 del 1? de 
Junio de 1849 y vuelto á incorporar en aquella con su antiguo 
carácter. Se componía de los pueblos siguientes : Buenaventu- 
ra, Calima, Raposo y Yurmanguí. Tenia 3,059 habitantes y 4 
electores. 

La ley que suprimió el Territorio del Raposo creó un em- 
pleado de hacienda con el nombre de Celador especial del 
Dagna, la residencia del cual era en el Saltito de este rio. 

El de San Andh.es, creado por la ley 30 de 28 de Abril de 
1847, compuesto de los pueblos del cantón del mismo nombre, 
de la provincia de Cartagena. Estos pueblos eran el de San 
Andrés y el de Providencia. Tenia 1,025 habitantes y 2 electo- 
res. Fué suprimido con el del Daríen y el de San Andrés en 1850. 



La ley 11 de 10 de Mayo de 1846 sobre el régimen de los 
'Territorios disponía, entre otras cosas, lo que sigue : 1? que 
el Poder Ejecutivo auxiliase los gastos de las misiones y 
de las escuelas ; 2? que los indígenas que fuesen reducidos á 
la vida civil no pagasen durante su vida contribuciones de 
ninguna clase ; 3? que en las poblaciones formadas con indíge- 
nas re<5ientemente reducidos no se estableciesen otras personas 
que los misioneros y los funcionarios públicos 5 y 4? que en 
dichas poblaciones los Cabildos fuesen compuestos de indí- 
genas. 

La ley 30 de 5 de Abril de 1848 reglamentó el comercio de 
Las Bocas del Toro, de San Andrés, del Darien y del Caquetá, 
y al hacerlo dijo : " Es prohibido el tránsito por el istmo de 
Panamá del tabaco en rama y en cigarros, del azúcar, del 
cacao, del café y del algodón en rama que no sean de produc- 
ción granadina." 

La Constitución de 1853 dijo : " El territorio de la Repúbli- 
ca continuará dividido en provincias para los efectos de la 
administración general de los negocios nacionales, y las pro- 
vincias se dividirán en distritos parroquiales,^' quedaron pues 
suprimidos los cantones. También dijo la Constitución de 1853 : 




^.1 



-: 320 — 

" Las secciones territoriales de la Goajira, del Caquetá y otta» 
que no estén pobladas por habitantes reducidos á la vida-civO 
pueden ser organizadas y gobernadas por leyes especiales.'^ 

La Conétitucion de 1858, que fué la que creó y organizó 
definitivamente el régimen federal en Colombia, repartió el 
territorio nacional entre los ocho Estados originarios, que lo 
fueron Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, 
Magdalena, Panamá y Santander, y no dispuso sobre divi- 
sión territorial sino que las demarcaciones de primer orden, 
relativas á los límites con los países extranjeros y de los Esta- 
dos entre sí — en los casos de duda ó de disputa — correspon- 
diesen al Gobierno General. También dijo esa Constitución : 
^* En el caso de que el Congreso juzgue conveniente designar 
un distrito para asiento de la Confederación serán determina- 
dos por una ley los límites de ese distrito.'' lia división terri- 
torial subalterna quedó pues á cargo de los Estados y la 
Nación se desprendió de la administración de los Territorios. 

Cinco años después, la Constitución de 1863 dispuso lo que 
sigue : '^ Serán regidos por una ley especial los territorios poco 
poblados ú ocupaidos por tribus de indígenas que el Estado $ 
Estados á que pertenezcan consientan en ceder al Gobierno 
General con el objeto de fomentar colonizaciones y realizar 
mejoras materiales. — §? Desde que un Territorio tenga una po- 
blación civilizada que pase de tres mil habitantes ma^ndará á la 
Cámara de Eepresentantes un Comisario, quien tendrá voz y 
voto en la discusión de las leyes concernientes á los Territorios, 
y voz pero no voto en la de las leyes de interés general. Desde 
que la población civilizada llegue á 25,000 habitantes el Terri- 
torio mandará en vez de Comisario un Diputado, el que tendrá 
voz y voto en toda discusión } y de 50,000 habitantes para 
arriba mandará los Diputados que le correspondan conforme 
al artículo 38 de la Constitución." 

La primera ley que expidió el Congreso sobre administra- 
ción de los Territorios fué la 39 de 4 de Junio de 1868, y la 
motivaron las cesiones de los Territorios de San Martin y de San 
Andrés y San Luis de Providencia que, respectivamente, hicie- 
ron al Gobierno General los Estados de Cundinaraarca y de 
Bolívar. Esta ley copió en parte y en parte adicionó las anti- 
guas disposiciones sobre la materia. También dispuso : 1? que 
los límites de los Territorios cedidos fuesen los mismos que les 
habían dado las leyes nacionales de 2 de Junio de 18á6 y de 
28 de Abril de 1847 ; 2? que la cesión se admitiese por el tér- 
mino de 20 años, salvo que los Estados respectivos las retira- 
sen antes de este término ; * 3? que los Prefectos nombrasen 
libremente sus Secretarios 5 4? que hubiese en cada Territorio 
un Notario nombrado por el Poder Ejecutivo á propuesta déla 

* Este hecho tuvo lugar respecto del Territorio de Bolívar del Estado 
de Bautander. 



-^ 321 — 

• * 

C/orporacion municipal respectirá ; 6? que el Poder Ejecutivo 
designase á su voluntad los lugares que debian ser las capita^ 
les de los Territorios ; 6? que los. indígenas reducidos á la vida 
civil quedasen exentóla de la conscripción militar ; 7? que se 
diese á cada familia un lote de tierra iguala 10 hectaras: 
8? que los distritos 6 poblaciones de indígenas reducidos yá a 
la vida social tuviesen un Cabildo de tres miembros para el ré- 
gimen económico de la población (estos Cabildos podían estable- 
cer rentas y contribuciones para el servicio puramente munici- 
pal) ; 9? que en cada Corregimiento hubiese una escuela primaria 
gratuita, costeada por el Tesoro federal; 10? que fuesen estable- 
cidos los correos necesarios para la comunicación directa del 
Territorio con la capital de la Union ; y 11? que rigiesen en los 
Territorios las leyes civiles y penales de sus respectivos Esta- 
dos y las generales de la Eepública. 

La ley 80 de 1? de Julio de ,1870 dispuso que el Poder Eje- 
cutivo solicitase del Gobierno del Estadb del Magdalena la 
cesión de los territorios de la Goajira y de la Sierra Nevada, 
y lo autorizó para aceptar todos los territorios que tuviesen a 
bien cederlo los Estados al Gobierno General con el objeto de 
fomentar colonizaciones y empresas materiales. 

La ley 2 de 21 de Febrero de 1872 conceiiió un sobresueldo 
á los militares que sirviesen en los Territorios nacionales. Este 
sobresueldo es de una cuarta parte á los jefes y oficiales y de 
una tercera á los individuos de tropa de sus respectivas asig- 
naciones. 

La ley 25 de 9 de Abril de 1873 mandó que fuesen ^ducados 
por cuenta de la nación en las escuelas normales de los Esta- 
dos costeadas con fondos nacionales, hasta tres niños de 
•'cada Territorio. • La ley 35 de 20 de Junio de 1879 extendió 
está gracia á tres niñas, también por cada uno de los Terri- 
torios, á perpetuidad. 

La ley 20 de 9 de Mayo de 1874 dispuso que el período de 
los Diputados y Comisarios de la Cámara de Eepresentantes 
coincida con el de los otros miembros del Congreso, y que cada 
Territorio nombre tres suplentes para los efectos légales. La 
ley 24 de 9 de Mayo de 1875 dijo : " Los sueldos, dietas y viá- 
ticos que correspondan á los Comisarios de los Territorios na- 
cionales serán los mismos de los Senadores y Eepresentantes.'' 

La ley -89 de 1876 mandó que fuesen admitidos gratuitamente 
en la Universidad nacional 4 alumnos internos por el Territo- 
rio de Casauare y 2 por cada uno de los otros Territorios. Estos 
alumnos, ademas de saber leer y escribir, deben ser natura- 
les de los Territorios respectivos ó haber residido en ellos 
durante 7 años. ** 

La ley 102 de 3 de Julio de 1§76 dispuso que las minas que 

^ Esta concesión fué ezteddida al Caquetáy^ue no es Territorio nacional. 
** La diferencia en favoi^ de Oasanare se explica por bu mayor población. 

21 



/ 

\ 



— 822 — 

ae halleh en los Tercitoiíos n^ciojialeai miéutcas éstos estéo 
bajo el régimen del Oobiemo JciaeionQ>ly sean adjudicadas por el 
Poder Ejecutivo segnn las leyes generales. 

Pueden ser consideradas comO: l^yes complementarias de 
las que quedan mencionadas las siguientes : las leyes éO, 45 y 
66 de 1868, de 1870 y de 1874 respectivamente sobre reducción, 
protección y civilización de indígenas ;: la 99 de 3 de Julio de 
1876 especial sobre los indígenas del Sarai^, comprendidos en 
el territorio que se extiende entre el desparramadero del ríe 
del mismo nombre y los afluentes de éste en una y en otra 
margen. 

La ley 66 de 1874 si se la desarrolla convenientemente será 
de grande utilidad para los Territorios. Hé aquí sus principa- 
les disposiciones : 1*^ Divídese el suelo colombiano en 6 Corre- 
gimientos * ; 2^ en la capital de cada Corregimiento Labra una 
Junta general encargada de inspeccionar, dirigir y reglamen^ 
tar la reducción y civilización de los indígenas del respectivo 
Corregimiento ; 3*^ en cada asiento de misiones habrá una 
Junta subalterna ; 4* se establecerán piquetes de fuerza públi- 
ca en los puntos en donde esto sea necesario ; y 5*^ se harán 
imprimir gramáticas y. vocabularios de las lenguas indígenas. 
También dispone esta ley que el Poder Ejecutivo obtenga del 
Gobierno de Panamá la cesión del antiguo Territorio del Darien 
para que sea regido por él. 

Las Juntas generales de cada Corregimiento tienen dere- 
cho á ciertos auxilios del Tesoro si promueven el estableció 
miento de colegios de misiones, de escuelas y de ferias, y si dan 
á los indígenas reducidos herramientas de agricultura y gana- 
dos. Las tribus entre las cuales deben establecerse misiones 
preferentemente son las de San Martin, las de Casanare, las de 
la Qoajira, las de la Sierra Nevada y Motilones, las del Darien, 
las de cunas del Chocó, las del Caquetá, las del Opon y las del 
Carare. Las Juntas generales deben cuidar ademas de que las 
poblaciones que sean fandadas en los Territorios lo sean en 
las orillas de los rios navegables, cerca de las costas del mar 
6 sobre puertos abrigados y cómodos. 

Para el cumplimiento cabal de esta ley es indispensable que 
la acepten los Estados, ó que éstos le cedan al Gobierno nacio^ 
nal las partes de territorio á que ella se reñere. Ninguno de 
estos hechos ha tenido lugar respecto de ciertos Estados* 

La ley 45 de 1870 dispuso : I.*» que el Poder Ejecutivo soü' 
citase de las. Legislaturas de los Estados la cesión de los terri<^ 
torios ocupados por tribus salvajes ^ 2.^ que emplease misioneros 
cristianos costeados por la Union } 3.o que estableciese en los 
lugares convenientes grupos de poblaciones civilizadas qu0 
sirviesen de centro á las misiones y de puntos de comunicaoioü 
con los indígenas ; 4.o que emplease parte de la fuerza púbUca 

* Yáase la nota de la página 88. 



Á 



— 323 — 

«ai la fandacion de X colonias agrícolas^ 5.<» que solicitase el 
aipojo de la iglesia crístíana para la más pronta rednecion de 
los indígenas ', 6.0 que aplicase, ademas de los fondos especiales 
del ramo, los sobrantes anuales del Departamento de Guerra 5 
y 7.0 que estableciese guarniciones militares en los puntos 
eonyenientes para dar seguridad, contra los asaltos de los sal- 
vajes, al tránsito, al comercio y a los correos. 

Al hablar de este negociado decia el Secretario de lo Inte- 
rior en la Memoria de 1878 : ^^ La situación de los Territorios 
es la misma eu que se hallaban cuando fueron organizados. 
Las fuertes sumas que para su administración eroga el Tesoro 
federal no han dado frutos verdaderos y de trascendencia en 
la obra de la colonización. Al contrario, la gran distancia á 
que varios de ellos se enoaentran de la residencia de los pode* 
res de la Union, favorece muchos abusos é irregularidades, que 
quedan sin correctivo ó lo tienen demasiado tarde. La instabi- 
lidad en el personal de sus empleados y las dificultades en las 
eomunicaciones postales son otras tantas remoras para la efi- 
cacia (le la ley y de la acción del Poder Ejecutivo," Estos con- 
ceptos fueron repetidos textualmente en 1870 por el Secretario 
del ramo. 

Eu la Memoria de 1880 dijo éste : 

^ La C/Onsiderable distancia que media entre esas secciones 
y la capital de la Bepública ; el [>ésimo estado de sus escasas 
vías de comunicación ; la inseguridad y los peligros consiguien- 
tes del tránsito en todos sus despoblados ; la falta de conoci- 
miento en el Poder Ejecutivo de los individuos á quienes allí 
se les confieren cargos públicos, son otras tantas resistencias 
que concurren á hacer ineficaces, si no de todo punto nugato- 
j*ios, los esfuerzos del Oobierno en el sentido de imprimir un 
saludable impulso á las enunciadas regiones. 

^^ El atento estudio de esos poderosos obstáculos ha pro- 
ducido en mi ánimo^, lo mismo que en el de algunos de mis 
antecesores en este Despacho, el convencimiento de que el 
propósito de las leyes por las cuales se aceptó la cesión de los 
Territorios, está lejos de poderse realizar, sobre todo en lo que 
se refiere á su colonización, labor que por su misma magnitud 
exige el empleo de medios proporeionÉdes. 

" Por tales consideraciones este Despacho juzga que lo 
conveniente seria que los Territorios volvieran á formar parte 
de los Estados á que anteriormente perteuecian, sin p^juieio 
de que el Congreso les otorgara los auxilios necesarios para 
reducir las tribus salvajes á la vida civilizada^ 

^< De lo expuesto no debe deducirse que las secciones de 
que me ocux>o no hayan estado, hasta donde e« posible, aten* 
didas en la dirección de sus intereses. Por el contrario, en lo 
general todos los ramos sometidos á la acción del Gooierno 
han marchado en ellas con la regularidad que podia esperarsCí 
habida enenta de las precedenteseousideraeiones." 



— 324 — 

• En 1881 decia el Secretorio respectivo después de oompid-í. 
sar los pasajes yá citados de sus dos últimos predecesores: 
^^ Estos conceptos^ que no han sido seriamente contradicbcMB en 
el seno de las Cámaras coinciden con la opinión generalmente 
adversa á la conservación de los Territorios nacionales. Pero 
creo deber agregar algunas otras consideraciones, que corro- 
boran lo que antes viene dicho : 1* La erección de los Territorios 
nacionales en los Estados Unidos de Colombia puede conside* 
rarse imitación ciega é inconsulta de la erección de los Terri- 
torios en los Estados Unidos de la América del líorte, produ- 
ciéndose en esto una verdadera confusión eñ asuntos que son 
tan distintos por su origen y por su naturaleza. En aquella 
gran nación los Territorios de Arizona, de Dakota, de Utah, &c« 
son poblaciones con mayor ó menor riqueza y con mayor ó 
menor desarrollo industrial, recibiendo una constante inmigra- 
ción y con tendencia á elevarse á la categoría de Estados, 
incorporándose á los demás de la Unión, como ha sucedido con 
Tejas y con otros Territorios, cuya condición ha mejorado ix)r 
el rápido movimiento progresivo de aquel gran país ; mientras 
que los Territorios entre nosotros han sido separados de los 
Estados de que haoiau parte integrante para colocarlos bajo 
la protección del Gobierno General, protección ineficaz por la 
distancia á que de ellos se encuentra el centro de acción del 
Gobierno y por la relativa escasez de recursos para una opor- 
tuna y conveniente protección. 2* Con la erección de los Terri- 
torios se ha venido á contradecir uno de los principales funda- 
mentos para la adopción del sistema federal, y era que x>odia 
atenderse con más facilidad y provecho á los intereses de las 
respectivas secciones, por encontrarse dentro de un pequeño 
radio de acción que permitieran el conocimiento más perfecto 
de estos distintos intereses y una más perfecta adminis- 
tración.'^ 

En la Memoria de 1882 dijo el Secretario respectivo : 
^^ Goueretáhdome al ramo que me corresponde tratar en 
esta exposición relativo á los Territorios nacionales, debo de^ 
clarar que considero ruinosa é inútil la administración de 
ellos por cuenta del Gobierno nacional. Apoyo esta opinión 
en el resultado experimental de catorce años, durante loa 
cuales aun en los más importantes no se ha obtenido mejora 
alguna sensible que compense el trabajo y los gastos de su 
administración. Des<le luego que no atribuyo esto á incuria del 
Gobierno, el que ha hecho más de lo que puede, una vez que 
ha impendido en ellos sumas considerables." 



El pormenor de las cantidades gastadas en el gobierno 
político-municipld de los Territorios nacionales es como sigue; 



->» 



j 



~ 326 -^ 



Bel8e8ál869 $ 18,400 

De 186§ á 1870. ...... 19,600 

Be 1870 á 1871 26,560 

Be 1871 á 1872 35,792 

Be 1872 á 1873 67,644 

Be 1873 á 1874 47,924 

Be 1874 á 1876 61,614 

Be 1876 á 1876. , . - . _ 38,648 



Dé 1876 á 1877 ....,$ 40,762 

De 1877 á 1878 40,752 

De 1878 á 1879. ...... 67,092 

De 1879 á 1880 41,862 

De 1880 á 1881 26,768 

De 1881 á 1882 21,347 

De 1882 á 1883. 21,626 

Total $ 656,601 



A estas eantidades hay que agregar las invertidas anual- 
mente en los Comisarios y Diputados al Congreso y las inver- 
tidas en los juzgados, en las escuelas, en los alumnos-maestros 
y en los alumnos de la Universidad nacional ; así : 

Dietas de Comisarios i $ 5,000 

Viáticos de id 5,202 ♦ 

Juzgados - 7,674 

Alcaides, presos &e , 2,200 

Escuelas : 9,458 

Alumnos 7,770 

Total por año . . 1 $ 37,304 

Esta cantidad asciende en 16 años á $ 669,660. 
TCotal general de gastos $ 1,115,261. 



Al hablar de la instrucción pública de los Territorios decia 
el Secretario del ramo en 1882 : 

'^ El estado actual de la instrucción en los Territorios na- 
cionales es poco menos que desconocido; Las escuelas de esas 
secciones figuran en el Presupuesto con un gasto de cerca de 
treinta mil pesos anuales, que en efecto salen de las cajas pú- 
blicas. Se ignora, sin embargo," su marcha, y los resultados más 
ó menos apreciables que producen. Faltaba una vigilancia direc- 
ta y que dé garantías al Gobierno nacional. Para establecerla se 
creó el empleo de Visitador, y el nombramiento respectivo 
recayó en uno de los jóvenes de más luces y de más espíritu 
público entre los que se han formado en nuestra Universidad. 
El Territorio de San Martin fué el primero que visitó con nota- 
ble provecho para la causa de la instrucción. Me refiero al 
informe que después de una laboriosa peregrinación de más 
de tres meses presentó al Gobierno; una vez de vuelta á esta 
ciudad. 

* Los Tiáticos de ]os Comisarios de los Territorios computados á razoxi 
de ^ 6 por miriámetro desde la capital respectiva hasta la de la Union son 
¿Btos : San Martin, 15 miriámetros, $ 180 ; Casanare, 39|, $ 474 ; Nevada y 
Motilones, 109, $ 1,308 : GOajira, 109, $ l,ZOB ; j San Andrés y San Luis d9 
Providencia, 161, $ 1,932. * , 



I 



— 32«~ 

'^ En él régímea escolar de los Territorios de la €k>a|ira j de 
la ÜTevada se introdujo, por decreto de fecha 30 de Marzo, nna^ 
novedad que considero digna de conservación é impulso. Con- 
siste en suprimir algunas de las escuelas de dudoso ó de ningim 
buen éxito que la nación paga allí, sustituyéndolas con xmsk 
anexa al Seminario eclesiástico de Santamarta. 

" Según nota de fecha 16 de Diciembre, que tengo á la vista^ 
en ella se han principiado á educar seis jóvenes indígenas de 
aquellos Territorios, los que reciben, bajo influencia poderosa, 
el germen de civilización y sociabilidad que en vano ijretende- 
mos llevarles al fondo de sus selvas con instrumento tan débil 
y precario como es el de un simple maestro de primeras letras^ 
sin vigilancia y sin cooperación social inmediata. 

" Con este mismo sistema ha preparado y adelantado Chile 
la reducción y civilización de la Araucania^ y con él también 
los misioneros franceses en la China impulsan en aquel imperio 
la doctrina y la influencia del cristianismo.'^ 

Empero ni las apreciaciones ni los números que dejamos 
trascritos son argumentos decisivos en contra de la existencia 
dé los Territorios nacionales. Esas regiones no deben dejarse 
al cuidado de los Estados porque ellos no pueden civilizarlas. 
Tampoco deben ser abandonadas, porque eso equivaldría en 
parte á perderlas y en parte á comprometer las líneas^ todavía 
en disputa, de nuestras fronteras. Si en el tiempo que los Territo- 
rios han estado á cargo del Gobierno General no han dado los 
buenos resultados que se prometía el x>atriotismo, eso no ha 
dependido sino del estravío que, sin duda, ha sufrido desde el 
principio su sistema de administración. En lugar de pensar 
solo en el desarrollo físico de esas comarcas y en el escolar y 
religioso de sus infelices moradores, se pensó también en su& 
intereses políticos, intereses qoe en puridad de verdad no han 
existido para ellos ni existirán en mucho tiempo. Hay mucho 
que hacer con él antes de convertir un hombre bárbaro en 
ciudadano. Se les dijo á los Territorios que mandaran Comisa- 
rios al Congreso nacional, cuando su mejor vocero en las Cáma- 
ras es el Poder Ejecutivo, y cuando quizá no hay entre ellos per- 
sonas adecuadas para el desempeño de ese cargo. A lo menos 
los que los han representado hasta ahora han sido individuos, 
desconocidos en aquellas regiones. Los Territorios nada tienen 
que mandarle al Congreso por ahora : es el Congreso el que 
debe enviarles á ellos el misionero, el maestro de escuela, el 
ingeniero y el colono. Es ciertamente bien anómalo que hoy 
por hoy se gaste más en dietas y en viáticos de unos Comisa- 
rios que no pesan ó que pesan muy poco en las deliberaciones 
oficiales, que en escuelas de primeras letras y en caminos. 
Esto clama por una corrección, y esta corrección es suprimir 
esos empleados inútiles dando á la Constitución un sentido 
más justo y aplicando lo que en ellos se invierte en locales y en 
útiles para escuelas, en puentes y en apertura de caminos, en 



— 827 — 

numoneroB, en herramientas y en semillafi para las tribus, y en 
baoer llegar hasta éstas la sal de que carecen y á la que tienen 
dam^ho gratuitamente como ocupantes inmemoriales y dueños 
primitivos del suelo de que han sido despojadas. 

El Secretario de Belaciones Exteri<M*es decia al Congreso 
de 1873 con un juicio muy claro : 

^^ La marcha de los Territorios nacionales ha sido por lo 
general satisfactoria. La paz ha derramado sus beneficios en 
ellos, y, al arrimo de ella y del empeño con que los encargados 
de administrarlos propenden á su adelantamiento y prosperi- 
dad, sus habitantes se dan á las faenas agrícolas ó manufactu- 
reras, no sin que se vean inquietados en algnnos puntos por 
irrupciones ó amenazas de los indígenas salvajes. 

^' Los Territorios por su posición, por sus riquezas naturales 
y por la feracidad de su suelo están llamados á desempeñar 
con él tiempo un papel principal en la Eepúbllca, y lo desem- 
peñarán, si se adoptan medidas por las cuales sean atraídos á 
la civilización cristiana tantos seres infortunados que los pue- 
blan y que son otros tantos brazos secuestrados del gran con- 
curso del progreso humano ^ empresa hacia la cual se viene de 
tiempo atrás llamando la atención, pero á que no se ha dado 
preferencia por exigir cuantiosos recursos, de que carecemos, y 
por otras dificultades que han parecido insuperables. 

^^ Luego que se dé feliz remate á idea tan humanitaria, y 
que ella sea fecundada por la inmigración, de seguro alcanzarán 
los Territorios un grado incalculable de prosperidad. 

^^ Estas secciones se hallan hoy mucho más adelantadas que 
lo estaban cuando eran regidas por los Estados de que hacian 
parte, y es fiíera de duda que vendrian á menos si volviesen á 
eer administradas como anteriormente. Ko hay por qué decir 
que son grave carga para la nación, como quiera que no causan 
ingentes gastos al erario federal.'' 

SAN MARTIN, 

« 

Este Territorio fué cedido por el Estado de Gundinamarca 
al Gobierno General el 16 de Setiembre de 1866 y fué aceptado 
por éste el 4 de Junio de 1868. La cesión fué por 20 años. 

Este Territorio limita hacia el Norte con el Territorio de 
Casanare y con parte de Venezuela, hacia el Oriente con Vene- 
zuela, hacia el Sur con la región del Caquetá y hacia el Occi- 
dente con el Estado de Gundinamarca. 

La superficie del Territorio tiene 1,170 miriámetros cua- 
drados. 

La población civilizada alcanza á 4,056 individuos. 

Los gastos de la administración nacional á $ 11,000 

Lasrenta<s délos Corregimientos á 5,000 

Total $ 16,000 



^ 328 — 

El suelo de ^te Territorio es perfeetameiite j^aney loe^m- 
ponen una serio de sabanas delimitadas entre sí por bos^mes 
de árboles y de palmeras y por profundos y. abundantes eaños. 
Hacia el Occidente lo separan del resto de la Eepública los 
apéndices y el cordón principal de la Cordillera de Sumapaz, 
y hacia el Oriente se extiende basta la mitad de las aguas del 
Orinoco. Al Norte y al Sur le sirven de linde^ respecti- 
vamente^ el Meta y el Guaviare. Gerca de las fuentes del Meta 
y del Ariari' y de algunos délos tributarios de estos dos rios 
están establecidas varias familias, que cultivan la tierra y 
cuidan del aumento del ganado vacuno. El resto del Territorio 
está desierto y es recorridcf por las tribus salvajes. Sin embar- 
go, los indios que vagan por estas comarcas no son agresivos 
como los de las orillas de los rios Casanare, Ele y Lipa, y 
suelen acercarse en grupos hasta las poblaciones de San 
Martín, de Gabuyaro, de Jiramena,. de San Juan de Ara- 
ma y de Sebastopol (Barrancon)^ en los dias de fiestas rdigio- 
sas y de diversiones públicas ; y muchos de ellos — quiz^ 
impulsados por la tradición de las antiguas misiones — buscan 
y respetan al sacerdote como á su padre y consolador gene- 
ral. * 

En su pequeña industria - tejidos, hamacas, cuerdas, &c» - 
soü muy hábiles ; hacen esfuerzos por aprender el idioma cas- 
tellano y los más ricos andan acompañados de un intérprete. 

Los indios de San Martin son corpulentos, altos y de 
color bronceada Aunque no usan vestido ninguno, llevan una 
manta consigo. Gonocen muy bien las montañas, los valles y 
los rios ; calculan el tiempo y las estaciones, desprecian las 
fieras, los reptiles y los insectos venenosos, son ágiles en la 
carrera y en la natación y tiran la flecha con mueho acierto. 
Gustan mucha de los licores, de la sal, de las telas, de las he- 
rramientas, de los perros, &c. y comprenden que tienen que 
dar algo en cambio de esas cosas ú objetos., No huyen de 
las gentes civilizadas,, pues las buscan con interés y humildad. 
Habitan estos indios en las márgenes del Meta, del Vichada 
y del Guaviare. Últimamente han sido observadas grandes 
agrupaciones de ellos hacia el rio Guayabaro, que no ea sino 
el alto Guaviare. No son desconfiados ni bravos, seria posi- 
ble reducirlos á la vida social con poco esfuerzo y poco gasto. 

lios indios salivas son los menos bárbaros de los de esta 
región. Hace poco fundaron ellos el pueblo de Orocué, pero se 
han retirado de él y viven en una ranchería. Su idioma es difí- 
cil de pronunciar y se compone de voces agudas y nasales. 

Los guahivos, que habitan entre el Meta y el Ariari, en una 
extensión de 200 leguai^ cuadradas, son de mediana estatura, 
pero fornidos y de un color más oscuro que el de los salivas.. 

* La descripción pintoresca de este gran Territorio se Italia exi la part^ 
eorrespondiente del Estado de Oundinamarca. 



r 



■^- 



Sa idioma es mes claro y más fácil de proaiiDciar, Loa 
T08 son ladrones é indómitoe. * 

Están situadas en este Territorio las salinas nacioni 
Gamaral y Upin, las de Varital y ias de Mámbita. La i 
de éstas, que produce ocho ó diez mil pesos al año, es í 
qae elabora el Gobierno. La salina de Mámbita ae hal! 
centro de la Cordillera en las orillas del Fpía, en un 
qae dista de Villa vieencio cerca de 23 miriámetros. Es di 
mny buena calidad, que explotan algunos vecinos i 
dialá y del caserío de Mámbita y venden en los puel 
Ubalá, de Gachalá y de Chipazaqae. Hay puntos del ' 
lio en donde la arroba de sal vale t i, precio que lio 
proporción con el del ganado de aquellas regiones. 

El método de explotación de la salina de que habla 
tan radimentario que raya en bárbaro. Los bancos de st 
son trabajados en los meses de Diciembre, de Ent 
Febrero y de Marzo, que es el tiempo que dura allí el 
ó estación seca, y como no hay almacenes en donde depo 
sal dorante el invierno, las aguas le quitan á ésta la ] 
soluble y la hacen inútil. 

La principal íía ñuvial del Territorio es el rio Mete 
bayaro es su puerto más importante. Medina puede di 
puerto inmediato en el rio Humea, afluente del Meta, 
navegable aguas arriba. El caño Gamoa, afluente t 
del Meta, que parece ser navegable sin dificultad, di 
el tiempo á San Martin un puerto cercano, en lugai 
Matupa, que dista cinco ó seis leguas de él. Explor 
recientes han demostrado que el Eionegro es nai 
hasta mucho más arriba de la boca del caño Pachaquiai 
es el punto que sirve de puerto á Villavicencio. Se cree 
hacer, á poco costo, que las aguas del Eionegro, que se i 
antes de entrar en el Humadea, tomen por el cauce dt 
de este nombre y dejen los del Guairiba y Chichbni 
asf fuere, triplicado el caudal del Kionegro podría ser i 
do éste hasta cerca de Villavicencio. Si en lugar de est 
se hiciera abrir un camino desde esta población hasta 1 
cas, punto desde el cual el Guatiquia, afluente del K 
navegable, aparte de otras muchas ventajas, la sal del < 
no podria ser llevada hasta Oasanare. 

El camino nacional destinado á unir á Bogotá con é 
torio de San Martin, en el cual se ha trabajado con i 
es el más importante de los de esta región. Falta mu 
para qne llegue á Villavicencio, punto en que empiezas 
Uanoras. Al hablar de este camino decia el Prefecto dé 
torio en 1878 : " La influencia que esta obra, aún inco 
ha ^raxiido sobre la prosperidad del Territorio es incale 



— 330 — 

Quien compara la vida activa que hoy tiene el Territorio en 
materia de producción y de trabajo con la vida letárgica é 
indolente que llevaba esta misma comarca de ocho años para 
atras^ es quien puede juzgar de la influencia trascendental qoe 
ha ejercido la construcción de aquella obra. Mil pequeñas 
fu^iteS' de comercio, de donde manan los pequeños capitales 
base de las grandes fortunas estancadas antes, fluyen hoy co> 
piosamente manteniendo una activa circulación, llevando las 
comodidades á la humilde choza del labrador y con ellas la 
moralidad, compañera inseparable del trabajo productivo. Mer- 
ced al comercio activo entre la cordillera y la llanura que ha 
creado aquel camino, la tupida selva que aprisionaba y ence- 
rraba á Yillaviceneio cae bajo el hacha del colono y cede ^ 
puesto á abundosos cultivos, que enriquecen á los moradores y 
dominan la misma insalubridad de la comarca." 

Los vecinos de Medina han hecho esfuerzos por ponerse en 
comunicación con el valle de Gacheta por una vía directa 
hacia el Meta, lo que ha dado por resultado el banqueo y des- 
monte del camino respectivo ; pero se necesita algo más para 
que una obra tan importante como ésa sea consumada^ Una 
vez concluido este camino, se pondrán en comunicación directa 
con Gabuyaro los distritos cundinamarqueses y boyacenses de 
Guasca, de Guatavita, de Gacheta, de Junin, de TJbalá^ de 
Gachalá, de Guayatá, de Guateque, de Somondoeo, de Garar 
goa, de Suta, de Ghinavita, &c. Comunicarse con Gabuyaro 
es tener salida hacia Venezuela y hacia las Antillas. 

YUlavicencio y San Martin se comunican por un camino 
firme y sombreado. 

Gabuyaro puede comunicarse con San Martín por medio 
del rio Gamoa, el cual tiene un buen puerto en Macupa. 

La capital del Territorio está hoy en Yillaviceneio, lugar 
que tiene algunos elementos de existencia, pero que queda en^ 
pié de la cordillera y por lo mismo en un punto excéntrico para 
su objeto. El Gobierno debiera pasar la cabecera del Territorio á 
Gabuyaro y tomar antes las medidas necesarias para que aquel 
lugar sea lo que se necesita. En lo que importa á la i^uccion 
de los indios salvajes^ Gabuyaro es el centro indispensable; 
Yillaviceneio nó. Gabuyaro, ademas, está llamado á s^ el 
punto de escala de un gran comercio, así de este Territorio 
como del de Gasanare y del de el Estado venezolano de 
Guayana. Hoy en dia suben hasta él muchas embarcaciones 
despachadas de Orocué. * 

* « Bxisten aún vestigios de un camino bastante recto y de piso firme, 
que opone obstáculos de poca significación en el paso de los ríos eñ tiempo 
de invierno, por el cual se comunicaban directamente los habitante de 
San Martin y los del valle de Cáqueza sin tocar con ningún otro pueblo. Se 
emplea en recorrerlo dia y medio desde San Martin basta un punto llama- 
do San Miguel, que est& sobre el camino nacional de Oriente en el lugar en 
donde desemboca el Bioblanco en el Bionegro. Desde ahí basta Bogot&.bagr 



i 



i 



— 331 — 

Hay nn correo nacional entre la capital de la Union y la 
del Temt(HÍo. Entre lo8 Corregimientos liay correos mensusúes. 
costeados i>or ellos ; pero no funcionan con regularidad 
«ino dorante el verano. En invierno, que es muy largo y fuerte^ 
todo queda incomunicado en los Llanos. 

Las grandes distancias que hay entre los diferentes pobla- 
dos del Territorio no permiten que los niños puedan asistir á 
las escuelas de las cabeceras de los Ck)rregimi^itos, y manos 
habiendo, como hay, ríos y caños que interrumpen el tránsito* 
Bel Corregimiento del Duda á San Martin hay cuatro jomadas 
y de Jiramena á San Martin una bien larga. En este trayecto 
se encuentran ademas los raudales del Guamal y del Humadear 
Ehi tales condiciones, | qué significa una escuela pública en la 
cabecera del Corregimiento ? Eso mismo puede decirse de los 
demás pueblos. 

Han fancionado en el Territorio desde 6 hasta 8 escuelas, 
así : 2 en Villavicencio (de hombres y de mujeres), 2 en San 
Martin (id), 2 en Medina (id), una de hombres en Cabuyaro y 
otra en Jiramena, privada. El número de escolares no alcanza 
en todas estas escuelas á 500. El Gobierno deberla establecer 
una escuela por lo menos en cada población. 

Las rentas de los Corregimientos son las que signen: Tilla- 
vicOTcio $ 1,727, San Martin $ 1,404 y Medina $ 1,482. No se 
tienen datos del Corregimiento de Uribe, que es de origen 
reciente. Eespecto de la creación de este Corregimiento deda 
el Prefecto del Territorio en su Informe de 1878 : " En el Sur 
del Territorio, á una gran distancia de San Martin, sobre la 
magnífica hoya del Duda, se ha aglomerado una considerable 
población laboriosa y emprendedora, venida en su mayor parte 
del vecino Estado del Tolima. Alienta allí el progreso y esti- 
mula la inmigración la poderosa Compañía de Colcnnbia, la 
cnal, ya por sus extensas explotaciones de quina en la Cordi- 
llera Oriental, ya por la fundación de extensas praderías arti- 
ficiales en las ricas márgenes del Duda, ya por la creación de 
numerosos hatos de ganado en los pastos naturales del San 
Juan, ha venido á ser el centro de una activa colonización, y 
no es aventurado augurar que en el curso de pocos años con- 
vertirá aquella Compañía una inmensa región, visitada antes 
por las fieras, en una comarca floreciente. En la actualidad la 
masa de población que hay allí es suficiente para la fundación 
de un Corregimiento, &g.^ 

En 1879 habia en San Martin 9 Corregimientos. La falta 
de recursos fiscales los ha reducido á 4. Ha sido fundada una 
nueva población en Barrancon (Sebastopol). Este punto, lo 

dos difUB de camino andando al paso reglar de una bestia. Por este camino 
la distancia, en tiempo, entre Bogpotá y San Hartin seria de 3^ dias ; es 
decir, casi la misma que entre Bogotá y Villavicencio. Esta vía podría yoU 
Terse & dar al servicio público con un costo de $ 400." Ififc/rme del Pr^ecto 
dñ San KarMn— 1879. 



— 332 — 

inismo que el de Bolívar, sobre el Ariari, es may á propóíito 
para el asiento de nna misión. Sebsístopol comercia con Saa 
Femando de Atabapo por el Vichada. 

Los baldíos cedidos á los cultivadores y pobladores del Te- 
rritorio no les han sido adjudicados por lo difícil que es para 
las gentes pobres é ignorantes aparejar los expedientes del 
caso. Estas dificaltades desaparecerón en parte con la ley 48 
de este año (1882) sobre tierras baldías, ya que esa ley simpli- 
fica el asunto. 

Al ocuparse de esto decia el Prefecto del Territorio de 
Bolívar en 1877 : " El objeto directo del artícelo 78 de ta. Cons- 
titución, como él mismo lo expresa, y el propósito de los legis- 
ladores de los Estados que han cedido territorios despoblado» 
al Gobierno nacional, ha sido fomentar colonizaciones y reali- 
zar mejoras materiales ; lo que en otros términos quiere decir, 
propender por el engrandecimiento de la Eepública. Evidente- 
mente un país como el nuestro, que tiene un gran territo- 
rio despoblado no puede, de otro modo, sacar utilidad de las 
riquezas que con mano pródiga nos ha obsequiado la natura-* 
leza, ni atraer á la vida de la civilización los millares de salva- 
jes que vagan errantes por las selvas. Las empresas colosales 
no se pueden confiar á la debilidad del interés particular. El 
Gobierno que cuenta con la mayor suma de poder, es el único 
qtie está llamado á realizar el prodigio* de crear pueblos civili- 
zados. En consonancia con estas verdades se ha considerado 
que uno de los medios más eficaces para conseguir el objeto 
principal, es llevar pobladores al corazón de las selvas vírge- 
nes, y á este efecto se han adoptado algunas disposiciones que, 
por no haber surtido los efectos deseados, deben ser reforma- 
d.as ó adicionadas convenientemente. 

" La primera de esas disposiciones es la del artículo 24 de 
la ley de 4 de Junio de 1868, que faculta al Poder Ejecutivo 
para conceder en propiedad 10 hectaras de tierras baldías á 
cada una de las familias que se establezca en los Territorios. 
En ejecución de esa ley vino el decreto ejecutivo de 6 de Julio 
del mismo año y fijó en sus artículos 34 á 40 el procedimiento 
que debe observarse para llevar á cabo la adjudicación. Según 
estas disposiciones, las familias que quieran que se les adjudi- 
quen las 10 hectaras á que tienen derecho, deben dirigirse al 
Prefecto por medio de un memorial acompañado de la prueba 
sumaria de la calidad de baldíos de los terrenos que piden. 
Gomo las familias que solicitan esta gracia son de ordinario de 
las más ignorantes, encuentran ahí las primeras dificultades, 
y tienen que comenzar por hacer gastos para crear la docu- 
mentación y preparar el memorial. Si á juicio del Prefecto no 
se han llenado algunos de los requisitos que se exigen, se de- 
vuelve el memorial para que se reponga ; en caso contrario, se 
decreta la adjudicación provisional y se da aviso al Poder Eje- 
cutivo para que resuelva definitivamente y dicte las providen- 



r 



das neeeaariaa sobre menanra del terreno y leva 
Jdaíio. Esta segnnda pacte de la actaacion es el 
se estrella toda esperanza de adquirir alguna 
deseado. Las familias qae Iiacen esta clase de t 
láeiiipre de las más pobres y no alcanzan á reani 
para pagar los derechos del ingeniero, que pide 
liasta el duplo de lo que vale el terreno ; y debe 
con diploma ó sin, él, el encargado de practicar I 
ulteriores, porque solo él tiene los iustrumentos i 
medir el terreno y levantar científicamente el pli 
resado tiene la fortuna de reunir lo necesario pa: 
derechos, se adelautau la«i diligencias, no para p' 
aI asaoto sino para entrar en nuevas dificultad 
desalientan Á los peticionarios basta que, por ca! 
ten de todo y se retiran perdiendo la paciencia j 

"Más liberales las disposiciones de la ley 61 1 
1874, ' adicional del título 10 del Código flaca! 
loa pobladores no yá 10 bectaraa de tierras baldí 
cho de propiedad sobre todo el terreno que culi 
fuere bu extensión, y otro tanto más si los pobb 
ceu dehesas de ganados ó cultivos de cacao, cafi 
car ú otras plantaciones permanentes. Ademas, 
como propietarios de las porciones cultivadas, 
30 bectexas más, los colonos que hayan estah 
cion y cultivos permanentes porgas de 5 aQos. 

" El decreto dado en ejecución áe esa ley, ' 
de IToviembre del mismo año, facilita las operac 
que yá no bay necesidad de bacer gastos en lev£ 
planos y suprime otras formalidades que care 
Sin embargo, son tantas las trabas y dificultado! 
aentan á los pobladores pobres, que en el trascui 
que cuenta de existencia este Territorio, no ba ] 
de que se fenezca ninguno de loa asuntos de ea 
pobladores se hallan como antes de expedirse la 
declaran sus derechos." 

La ley 39 de i de Junio de 1868 autorizó al F 
para gastar basta $ 4,000 anualmente en pagai 
curas del Territorio de San Martin en los puel 
tuviesen [lor falta de congrua, y para pagar mis 
eos destinados á la reducción de las tribus salv^ 
para organizar como zapadores una parte de 1 
lombiana y para destinarla á trabajar ea el cam 
al Meta ; y finalmente para acumular en una si 
funciones de Prefecto de este Territorio y de Ii 
salinas del mismo. 

El Territorio tiene estas poblaciones : 
Arama (San Juan de). Está situado cerca 
Qoa espaciosa sabana, á 380 metros sobre el i 
Tiene una temperatura de 22°. Habittintes 112. 



/ 



— 334 -> 

Oíáhtyaro. Bu las oriltait del Meta. El Meta es navegable 
hasta- Gabnyato en bnqnes de vapor. Cabnyaro será eoa el 
tiempo el centro principal de las r^ones orientales de Colom^ 
bia y de las occidentales de Venezuela. Metros sobre el nivel 
del mar 193; temperatora 27^; habitantes 202. Dista de 
Bogotá 26 miriámetros. 

Cumaral, Está situado en la sabana en el pnnto en donde 
son explotadas unas minas de sal gema (muy negra) y sobre el 
camino que pone en comanicacion á San Martin, al Meta^y al 
Territorio de Gasanare. Metros sobre el nivel del mar 4M ; 
temperatura 20^ ; habitantes 178. Dista de Bogotá 18 miriá- 
metros. 

Jiramena^ pueblo de indios, está situado en una sabana 
cerca del Humadea. Metros sobre el mar 219 ; temperatura 
25^ ; habitantes 252. Dista de Bqsotá 17 miriámetros. 

Medina^ antigua capital del Territorio de San Martín, fué 
fundado por ñ*ay Alonso Eonquillo, de la orden de Santo Do- 
mingo, en 1670. Era yá curato en 1761. Hay en sus selvas 
mucho cacao silvestre y extensos piñales. En los aguacates 6 
euros que se producen en sus alrededores se crian unos gusanos 
de seda que habitan en común dentro de un gran saco, el cual 
tiene un agujero en la parte inferior por donde expelen sus 
estiércoles. Se halla sobre el camino que conduce del Meta al 
Territorio de Gasanare y á San Martin. Exporta ganados por el 
eamino que de Gacheta conduce á Guasca, camino que pasa por 
el páramo de La Garbonera. Metros sobre el mar 566 ; tempe- 
ratura 20O ; habitantes 1,796. Dista de Bogotá 17^ miriámetros. 

Sa/n Martin^ antiguamente ciudad, ííié ñindado xnnr Pedro 
Daza en 1585 con el nombre de Medina de las Torres. La 
destruyeron los indios y la reedificó Juan de Zarate en 1641, 
con el nombre de San Martin del puerto de Ariari. Pros- 
peró mucho por el oro que se sacó entonces de este rio, cuyos 
criaderos son hoy desconocidos. San Martin es sin duda el 
lugar que los conquistadores conducidos por Espira llamaron 
Nuestra Señora^ pues se halla antes del rio Ariari. Hay un 
sitio más allá del Ariari llamado San Juan, que ñié quizá el 
primer asiento de la ciudad de San Juan de los Llanos, funda- 
da en 1555 por Juan de Avellaneda. Metros sobre el mar 406 \ 
temperatura 25^ ^ habitantes 717. Dista de Bogotá 25 miriá- 
metros. 

' Upía, Está situado en una alta sabana cerca del rio de su 
nombre y al pié de la cordillera. Hay en sus inmediaciones 
minas de asfalto. Metros sobre el mar 300 ; temperatura 25^ ; 
habitantes 300. Dista de Bogotá 22^ miriámetros. 

VillavicenciOj pueblo de fundición moderna. En las selvas 
vecinas de él hay cacao silvestre; es punto de escala del ganado 
que se saca de los Llanos. Según parece, fué i)or Villavicenclo 

Sor donde Federman se internó en la Gordillera Oriental orl- 
ando el Bionegro. Al llegar este aventureeo á la embocadura 



d^ Sioblauco, ^ae viene del PoDiente, loa gváaa lo U 
por laa orillas de este rio hasta Pascóte, por donde ai 
los peumos de Pasea. Federman uo hubiera podido 
hasta aquel lugar si nO hubiera establecido una fingae 
pueblo de Yillavicencio para herrar sus caballos. Desde 
ees no hau vuelto á pasar caballos por aquellos desierto 
es Yillavieencio la capital del Terrítoiio. Metros sobFe 
839 ; temperatura 20° ; habitantes 625. Dista de Bogotá 
riámetros. 

Los otros pueblos del Territorio no merecen una É 
cien especial. 

SAIf ANDRÉS Y SAN miS BS PEOTIDENCU. 

El £stíulo de Bolívar cedió por 20 años este Territo 
Bepública el 26 de Setiembre de 1866 y ésta lo acepta 
Julio de 1868. 

Forman este Territorio las islas de San Audres j 
Luis de PrOYÍdencia y los islotes y cayos que hay en su 
diacioues. Están estas islas en el océano Atlántico, &ei 
costa de Mosquitos y á más de 30 míriámetios del 
colombiano. Una de otra dista 9 miriámetros. 

Situación astronómica de San Andrés : latitud Ko; 
31' 40"; longitud occidental 7° 29* 57" del mmdi 
Bogotá. 

Id. de Providencia : latitud Norte 13<' 22' 5i" ; l« 
occidental 7° 8' 7" del mismo meridiano. 

Superficie territorial 2 miriámetros cuadrados. 

Población 3,488 individuos. 

Glastos de administración nacional, escuelas y ^ 
alumnos oficiales $ 10,666 • > ., 

Beutns do los Corregimieutos 1,663 •• \ 

Este Territorio, que es sin duda uno de loa que tien 
elementos de inmediato beneficio y de los que presenl 
^ilidailes para su administración y gobierno, es t 
quizá el que se halla en peor estado respecto de loi 
Nada tiene en él el Gobierno nacional, salvo una ooqi 
los baldíos del sur de San Andrés y otra en Albor-E 
20 millas de distancia de la capital, los productos de la 
son insignificantes. Anualmente se exportan de estas isl 
los Estados Unidos del Norte más de cuatro millones d 

* En esta snma estín comprendidos loR gastos que causan 4 I 
de escuelA á $ SOO por aSo cnda xxvo, y cuatro alumnoe-maestros 
alumBRs-iiiiieiitras que deben ser edurádos en ¡na escnelas noimaleí 
▼ar. Este Territorio no hn enviado á la Universidad nacional los S 
q«e tiene derecho, y parece que Jo mismo ha sacedido respecto de 
tai st^matei. 

■* Estas rentas s6 componen asi : ObireKimiento de San Luii { 
de San Andrés ) 5^3 ; id. de Provideneik $ 44% 



~33« — 

y se cree que el Grobiemo podria gravarlos á razOn de $ 2 por 
millar. De acuerdo con lo que dispone la ley el Poder Ejeen- 
tíyo estableció una aduana, qae él mismo cerró poco después* 
Del Informe del Prefecto del Territorio en 1881 tomamos 
los pasajes que siguen : 

^^Máis de una vez se ha dicho, y se hace necesario no 
olvidarlo, que la población de este Territorio es heterogénea, 
pues la mayor parte de sus pobladores son ingleses y ameri- 
canos ; por tanto, eHdioma que se habla generalmente en €L 
es el inglés. Desde hace muchísimos años los americanos se 
han apoderado del comercio de estas costas ; y tanto sus eos* 
tumbres, como su idioma y como su espíritu público, se han 
introducido insensiblemente en las masas, y ha ganado tal 
preponderancia su influencia, que hasta hace poco era más 
atendida la voz de un capitán de buque americano que la de 
la autoridad. 

^ Los hijos del Territorio son algo negligentes, sus aspira- 
ciones son reducidas y no se interesan por realizarlas. Gomo la 
poca riqueza que existe en estas islas está muy repartida se 
ignora lo que es miseria : cada familia cuenta con algo para su 
subsistencia. 

^' Sus costumbres son por lo general las siguientes : del lunes 
al jueves se dedican á cultivar el terreno quitando solamente 
cuatro horas cada día ^ el viernes cortan leña y se proveen de 
víveres para toda la semana ; el sábado lo dedican á la x>esca 
y el domingo la generalidad acude á la iglesia, donde canta y 
reza bajo la dirección de un miipstro desde por la mañana 
hasta las dos de la tarde, hora en que se retira á sus casas á 
leer la Biblia ó estarse queda en ella. La religión baptista es 
la que piofesan la mayor parte de los habitantes. Hay tres 
iglesias : una en el centro de la isla de San Andrés y dos en la 
de Providencia. 

'^ Si los interesados en propagar las doctrinas católicas esta- 
blecieran una ó dos iglesias en estas costas,- acudirian todos á 
su itono, pues se nota á primera vista la poca fe que tienen en 
su secta, y se observa qué la mayor parte de los naturales 
cuando viven algún tiempo en otro lugar de la Eepública, vuel- 
ven aceptando nuestras creencias. 

^^ Las leyes de Colombia son sgenas del espíritu de conquis- 
ta violento, y de ahí resulta que á medida que la autoridad ha 
tomado ínteres en propagaríais se han ido sometiendo insen- 
siblemente muchos hijos del país que antes se creían y que- 
rian ser subditos ingleses, ó ciudadanos americanos. Estos 
sentimientos los abrigaban aun las personas más ilustradas del 
Territorio. * 

* «Los últimos Prefectos qne aqaí ha habido/' decía el Informe de 1877, 
«'no han hecho nada en beneftcio de la administración pública en general, ni 
en particular por ninguno de sus ramos importantes, como la instrucdon 
pública, la seguridad de las propiedades, la organización municipal, la regu* 
larizacion de las rentas, &c." 



— 337 — 

^^ El año de ' 1877 hubo en Providencia nn huracán muy 
Ifaerte que destruyó la mayor parte de sus casas y sementeras. 
Al señor Bichard T. Kewball, en su carácter de autoridad, se 
I3 ocurrió no dar aviso del siniestro al Gobierno de Colombia, 
<3omo era natural, sino elevar un memorial al Presidente de los 
astados Unidos de Norte América, suscrito por todos los -que 
habian sufrido, pidiéndole socorro. Afortunadamente varias 
personas de criterio lo convencieron de que esa medida debia 
tomarse con el Gobierno de Colombia. 

^^ La generalidad de los habitantes, aunque sumidos en la 
mayor ignorancia, dan poco que hacer á las autoridades, gra* 
<5ias á sus tranquilas costumbres y á su total indiferencia por 
los asuntos públicos, 

^^ La falta de buen régimen interior en los Corregimientos 
<jue no pueden sostener policías y el reducido número de éstos 
obligó á esta Prefectura á solicitar del Poder lyecutivo una 
pequeña guarnición que sirviera de apoyo á la autoridad y 
diera garantías á los ciudadanos. Todo permanece tranquilo 
'desde entonces y así seguirá mientras este piquete se conserve 
en el servicio del Territorio, 

" A la Administración de Hacienda nacional apenas se le 
nota movimiento, porque, como no se le oculta al señor Secre* 
tario, hace cerca de tres años no se recibe remesa alguna para 
el pago de los empleados. 

" Todavía no se ha despertado en estas poblaciones grande 
ínteres por la instrucción ; ignoran las ventajas que, con ella, 
reportan los pueblos y el grado de civilización que adquieren. 
Es por eso por lo que se notará con extrañeza que se pasó hasta 
un año sin que estuviesen ocupadas todas las becas que el Go- 
bierno General sostiene en la Escuela normal del Estado de 
Bolívar en beneficio de algunos niños del Territorio. 

"En donde hay un poco de más interés por el adelanto 
moral es en el Corregimiento de Providencia ; últimamente la 
Corporación municipal votó una partida para una nueva casa 
de escuela, que hoy se encuentra concluida. 

"El número de niños matriculados en las escuelas públicas 
«s el siguiente : 

" En la del Corregimiento de Providencia 194 

"En la de , id. de San Luis - 72 

'^Enlade id. deSanAudrea 36 

Total 302 



" Esta última escuela tiene menos niños á consecuencia de 
haber xxxssk privada establecida por un hyo del país y ser aten- 
dida eon constancia. En ella casi no se adquieren conocimlen* 
toi9, pero sí influye en el hábito de los niños hada el estudio^ 
f poco á poco en el espíritu de los padres en beneflcio dé la 
enseñanza* 

22 



_'i 



\ 



— 338 — 



"El correo no es despachado con puntualidad porque no hay: 
ningún dueño de buque que quiera hacer el contrato de coir- 
duccion de él por la irregularidad de los pagos. Esto hace que 
en muchas ocasiones se pasen hasta dos meses sin comunicamos 
con Colon, que es el puerto de Colombia que sirve al Territorio. . 

" En cada uno délos Corregimientos hay una cárcel pública. 
Son tres pequeñas casas de madera que apenas sirven para 
una detención de poco tiempo, pues no son cómodas ni seguras. 
Afortunadamente no se cometen crímenes en el Territorio. 
Ocurrió hace poco un hondcidio y el reo- fué enviado á cumplir 
su condena al Estado de Panamá^ He dicho antes que estas 
masas son sanas, y observo al efecto que ni,robos> ni herida», 
ni ningún otro delito grave ocupa nunca á las autoridades.'' 

El Prefecto dé 1877 pedia al Gobierno que enviase al Terri- 
torio una guarnición militar, " porque ella contribuiría á gene- 
ralizar el idioma castellano, asunto de suma importancia para 
los isleños''; y agregaba: " En este Territorio todo se actúa 
en inglés, y aunque algunos de los naturales de la isla entienden, 
el español y el inglés^ están muy lejos de hablar bien ninguno 
de los dos idiomas, x como es necesario, según el artículo 1,462 
del Código Judicial, cuando hay testigos que no sepan hablar 
el español nombrarles uno ó dos intérpretes, el Gobierno de- 
biera establecer aquí un intérprete oficial." En efecto, el envío 
al Territorio de una guarnición respetable seria un grande 
apoyo para la adopción de medidas cardinales, tales como I^ 
creación y organización de las aduanas, la guarda de los bienes 
públicos y la completa sumisión de los habitantes á las auto- 
ridades colombianas. 

La ley 25 de- 24 de Abiil de 1871 dispuso que el Poder Eje- 
cutivo arrendara en licitación pública y por un término de 5 
años el derecho de extraer huano y de recoger cocos en los 
islotes de Alborkeator, Eoncador y Quitasueños de este Terri- 
torio. El producto de este arrendamiento debía ser aplicado á 
la instrucción pública, á los gastos municipales y á la construc- 
ción de un faro en dichos islotes. La ley de que hg-blamos 
autorizó ademas al Poder Ejecutivo para mandar cobrkr en el 
Territorio un derecho hasta de 5 i^or 100 del valor de los 
efectos que se importasen en éL. 

Estas islas producen también palo-mora, brasil, cedro, algo- 
don y caña de azúcar. En La Serrana^ que está á 14 miriá- 
metros de Providencia, hay un banco de huano de mala calidad»,. 
En todo el Territorio se hace un comercio activo de cueros, de 
miel y de carey ; el ganado vacuno tiene un alto precio en San 
Andrés, y así los habitantes de esta Msla como los de Provi- 
dencia mantienen tráíioo directo con los Estados Unidos dé 
América y con Jamaica. x 

Las islas de que hablamos fueron anexadas definitivamente ^ 
al Vireinato de lí^ueva Granada por una cédula real de 1803. 
Tomas O'ÍTeille, mandado por la Corte española en tiempo do 



Jk*'* 



— 339 -- 

Femando Vil, fué el priiner Gobeniadbr que Hubo en ellas. 
En ISlS'la provincfei de Cartagena mandó á allí, también como. 
Gobernador, al Gfeneral colombiano Tomas Aury, y éste hizo 
eonstnrií un fueíte sobre un subterráneo en donde se cree que 
rbs' piratas del siglo XVI depositaron grandes riquezas. 

Las poblaciones de este Territorio son- las siguientes : 

lagares. Habitantes Lugares»- Habitantes'^ 

en 1871. en 1871. 

Barker Hill . ....... 397 Sált Crecfc . . . . . 349 

eiermont 309 San Andrés 297 

Cobo 200 San Luis 310 

Harmony Hall . . 348 Santa Catalina 404 

Hill WilL. 200^ Shingle HiU 314: 

Providencia 211 Southbay X49 

Según el censo de 1851 este Territorio na tenia sino 1,915^ 
habitantesi 

Providencia. Isla del mar de las Antillas, situada áSmí- 
riámetros y 3 kilómetros hacia el Norte de la isla de San An- 
drés 5 es de suelo montañoso y abunda en yeso y piedra de cal. 
Tiene valles ricos y en ellos se cria bien el ganado vacuno. Su 
largo es de cuatromillas y su ancho máxima de 2^. Tiene un 
dima saludable. Hacia el Norte de éMa está la isla de Santa 
Catalina, separada por un canal dfe 40 metros de apcho, sobre 
el cual hubo un puente en otro tiempo. Las costaá de las dos 
islas forman un puerto seguro. Sfe cree que Providencia fué 
una de las islas descubiertas por Colon en su primer viaje y 
que entonces tenia el nombre de Abacoré Saile le dio después 
el nombre que hoy tiene, y en algún tiempo fué asüo de pira- 
tas. Suelen azotarla los huracanes. Dista de Bogotá 162 
miriámetros. 

8an Andrés. Isla del mar délas Antillas, está cubierta dé 
vegetación y jMíblada en todas direcciones ; su suelo es que- 
brado y pedregoso. Su largo es de 7 millas y su ancha de 2» 
Tiene un buen puerto de más de 4 millas. Metros sobre el mar 
40 ; temperatura 29°. Dista de Bogotá 161 miriáiüetrosw 

San Luis. En la isla de San Andrés. Tiene un buen puerto 
de más 5 kilómetros de anclaje. 

Santa Oatalino/. Esta isla, que está junta á la de Provi- 
dencia, es célebre porque se dice que hay en ella ocultos gran^ 
des tesoros. 

CASANARE. 

Este Territorio fué cedido á la XJnion por el Estado de Boyaca 
en 1868 y fué aceptado por ésta el :29 de Marzo de 1869. La 
cesión fué por veinte años. 

Este Territorio limita, hacia el líbrte y hacia el Oriente con 
la república de Venezuela, hacia el Sur con el Estado de Cun^ 



.d 



-^ 340 ~ 

4inamarca y hacia el Occidente con las ramificaciones oecd- 
dentales de la parte inferior de la gran Cordillera Oriental; 
y está encerrado entre los rios Upía, Meta y Arauca. Laa 
aguas de estos dos últimos rios lo bañan hasta el meridia* 
no del Paso del Viento, que es el o.® hacia el Oriente del de. 
Bogotá. 

Superficie : 530 miriámetros cuadrados. 

Población civilizada : 26,066 individuos. 

Gastos de administración nacional : $ 10,500* 

Eentas de los Corregimientos : ( se ignora.) 

El suelo de este Territorio es lo mismo queeldelTerrito* 
rio de San Martin, pero está más cultivado y es más conocido. * 
Casanare fué antiguamente una provincia. En la ley de 23 
de Junio de 1824 sobre división de la República de la antigaa 
Colombia, figuró Casanare como parte integrante del Departa- 
mento de Boyacá. En ese entonces su capital era Pore. Yeinte 
años después tenia aún el carácter de provincia y se componía 
de los cantones de Pore, Arauca, Chire, Macuco, Kuncliía y Ta« 
guana, compuestos respectivamente de los pueblos siguientes : 
l.<> Pore, Támara y Trinidad ; 2.o Arauca, Arauquita y Cuiloto; 
3.0 Chire, Betoyes, Macaguane^ Manare, Muneque, Tame y; 
Ten ; 4® Caflfí, Guayabal, Maquivor y Surimena ; y 5? Payat, 
Labranza^grande, Marroquin, Morcóte, Nunchía y Pisba. Te- 
nia 18,489 habitantes y 32 electores. ** Cuando fué creado el 
Estado de Boyacá (1858) la provincia de Casanare entró como 
parte componente de ese Estado. 

Casanare ocupó un puesto muy distinguido en la guerra de 
nuestra independencia nacional, no sólo por haberse mantenido 
siempre libre siuo por haber sido de su seno de donde salió la^ 
expedición que dio independencia á la líueva Granada en 1819. 

Así el poder civil como la autoridad eclesiástica han hechQ 
siempre esfuerzos en beneficio de esta rica y hermosa region.í La 
ley 4* de 16 de Marzo de 1832, autorizó al Poder Ejecutivo para 
repartir en propiedad 500,000 fanegadas de tierras baldías á 
los individuos nacionales ó extranjeros que se avecindasen 
en eUa. 

La ley 13 de 16 de Mayo de 1832, dispuso que los productos 
de las hacie^ndas de Guanapalo, Macuco, Surimena y Casimena 
fueran aplicados exclusivamente al sostenimiento de los pue- 
blos de esos nombres y á la civilización de los indios errantes 
de CasanarCé 

La ley 14 de 15 de Mayo de 1833 dispuso : l.o que las pro- 
vincias de padres agustinos descalzos y de dominicanos que 
tenían á su cargo las misioues de Casanare diesen, con prefe- 

^ La descripción pintoresca de este Territorio, junto con la de sos tribus 
salvajes, se hallan en la parte correspondiente de la Geografía del Estado dé 
Boyacl 

** Véase la página 115. 



— 341 — 

renda á todo ota*o servicio los religiosos necesarios, la primeni 
para las parroquias de Guanapalo, Macaco, Surbnena, Gasi- 
metia y Maqnivor, y la segunda para las parroquias de Tame, 
Macaguane^ Betoyes y Cuiloto; 2.» que los productos Hquidos 
de las haciendas de las misiones fueran depositados anual- 
mente en la tesorería de la provincia para los gastos de los 
misioneros ; 3.o que el Poder Ejecutivo dictara los pegamentos 
del caso á tin de evitar el fraude y la disipación de los lienzos, 
de la sal, de las herramientas y de los demás útiles que así por 
las disposiciones legales como por una costumbre inveterada 
se distribuían dos veces en cada año á los indígenas ; y 4? que 
no se cobrase á ésto durante 20 años contribuciones civiles, 
personales ni eclesiásticas de ninguna clase. 

Por decreto pontificio de 10 de Diciembre de 1833 fué crea- 
do un Obispo auxiliar del metropolitano de Bogotá, con el 
carácter de perpetuo, en la provincia de Casanare. Un acto 
legislativo de 10 de Junio de 1834 confirmó ese decreto. 

, La ley 12 de 12 de Junio de 1838 mandó establecer en Casa- 
nare tres circuitos judiciales. 

La ley 21 de 18 de Abril de 1844, exceptuó por diez años á 
la proAincia de Casanare de dar al Gobierno el oontingente 
militar que le correspondía en tiempo de paz. 

La ley 1* de 6 de Junio de 1844, que organizó la renta de 
tabacos, permitió á la provincia de Casanare la siembra del 
tabaco conocido con el nombre de curcLseca^ siempre que él fuera 
destinado exclusivamente á la exportación y ésta fuera hecha 
por puertos secos ó de rio. 

La ley 59 de 1873 creó un Juez del Territorio, con residencia 
en Támara, y un Agente fiscal. Nombra al primero la Corte 
Suprema de la nación y al segundo el Procurador de la misma. 
La Corte conoce en ultima instancia de las sentencias y autos 
del Juez del Territorio. 

Son muy notables las siguientes disposiciones de la ley 11 
de 27 de Abril de 1874 : 

" Art. 10. El Poder Ejecutivo adoptará los medios nece- 
sarios para ponerse en comunicación con los indigaias no 
reducidos que habitan ó frecuentan los dos Territorioii de 
que se ocupa esta ley, á fin de averiguar el número de tribus 
independientes, su población^ estado social y residencia habi- 
tual, y de establecer con ellas relaciones regulares y pacíficas 
que fomenten su civilización y aseguren la tranquilidad de las 
poblaciones civilizadas establecidas en los mismos Territorios. 

" Art. 11. Estas relaciones tendrán por base la» siguientes 
reglas : 

"Primera. Eeconocimiento del derecho de propiedad de 
dichas tribus en el territorio que ocupan con sus trabajos agrí- 
colas, y de caza y de pesca, para lo cual se trazarán, de acuerdo 
con las tribus, los límites generales del que it cada tribu se 
le reconozca. 



— 312 — 

*^Segunda. Beconocimiento del gobierno, autoridades .y 
leyes que las rigen en sus relaciones interiores y prescindencia 
de toda pretensión á someterlos por la fuerza á las l^jfes, auto- 
ridades y religión que rigen y se observan en las ^poblaeion^R 
civilizadas. 

" Tercera. Celebración de tratados para adquirir por compra 
las tierras que ocupan al norte del Guaviare las tribus que 
IM)r su carácter no puedan vivir en paz con las poblaciones 
civilizadas, y traslación de las mismas tribus á las tierras que 
al efecto Be les designarán al sur de dicho tío, cuyos límites no 
podrán traspasar en sus excursiones diobas tribus, ni dentro 
de los cuales podrán introducirse tampoco, sin consentimiento 
de éstas, las poblaciones blancas ni las de las tribus reducidas. 
"•Cuarta. Arreglo de la« relaciones comerciales por medio 
de tratados entre las tribus noTeducidas y la población civili- 
zada, procurando que este comercio se haga .en épocas y luga- 
res determinados, bajo la inspección de las autoridades políti- 
cas del Territorio, con el objeto de prevenir abusos contra el 
interés de los indios y el emiüeo de la fuerza por los traficantes 
mismos, ya sean los indígenas ó los civilizados. 

" Quinta. Prohibición del comercio de licores y bebidas em- 
briagantes y de armas de fuego con las tribus no reducidas. 
"rSexta. Empleo perseverante de la influencia del Gobierno 
y^de los misioneros que se establezcan entre los indios, en el 
sentido de que éstos adopten para su régimen interior costun^- 
bres análogas á las instituciones republicanas, oomo son : el 
nombramiento de sus jefes y caudillos por elección general j la 
reunión periódica de asambleas ó cuerpos representativos para 
discutir los negocios de ínteres común ; el establecimiento de 
jueces imparciales para la decisión de las controversias parti- 
culares, y el reconocimiento de la patria común áq4ie pertene- 
cen y de la autoridad nacional que los protege. 

" Sétima. Mediación constantemente interpuesta entre las 
diversas tribus para evitar ó terminar sus guerras intestinas y 
para decidirlas á adoptar reglas de conducta humanas y bené- 
volas entre sí. 

" Octava. Protección y íbmento de los establecimientos agrí- 
colas de dichas tribus, para acostumbrarlas poco á poco á cam- 
biar la vida errante de la caza y de la i)esca por otra más • 
sedentaria, dependiente del cultivo de la tierra y de la cria de 
rebaños de ganado. 

"Novena. Establecimiento permanente «de misioiies encarga- 
das de predicar la moral ^evaaigélica, de estudiar y reducir á 
caracteres escritos el idioma de las diversas tribus, de enseñar 
á éstas la lengua patria y de inspirarles con el ejemj^o el gusto 
por las labores agrícolas. 

" Décima. El sostenimiento permanente de Comisarios del 
Crobiemo nacional ^oerca de los indios, con tí objeto de celebrar 
ixatados^ trasmitirles los deseos y resolufíuxi^s del Gobierno j 



— 3i3 — 

r:x6C£bir de las tribus la expresión de sus necesidades, quejas .7 
preposiciones. 

*' Art. 12, El PoderJSjecutivo establecerá cerca de las tribus 
indígenas no reducidas de los Territorios de Gasanare y de San 
Martin, dos Comisarios investidos del carácter que expresa él 
número diez del artículo anterior, remunerados con un sueldo 
de seiscientos á novecientos pesos anuales cada uno. 

" Art. 13. Autorízase al Poder Ejecutivo para nombrar y 
mantener, con un sueldo de seiscientos á novecientos pesos 
anuales, hasta dos misioneros ambulantes de la religión cris- 
tiana, que recorran el texritorio ocupado por las tribus de los 
dos Territorios con los objetos que se expresan en la base nona 
del artículo undécimo ; y por ahora, principalmente, con el de 
estudiar las facilidades y puntos adecuados para el estableci- 
miento de misiones permanentes y colonias agrícolas destina- 
da s á la reducción dalos indios á la vida civiUzada. 

" Art. 14. El Poder Ejecutivo mantendrá constantemente 
en el Territorio de Casanare, y en el de San Martin cuando lo 
exijan las circunstancias de incursiones de los indios salvajes 
ú otras, una fuerza orgaiiizada de no menos de cien hombres 
de infantería ó caballería, destinada á 4ar protección á las 
poblaciones civilizadas contra los ataques de los indios, á éstos 
contra los abusos ó persecución de los blancos, y á dar segu- 
ridad á todos. 

'' Art. 15. También establecerá el Poder Ejecutivo luego 
que las circunstancias lo requieran, una pequeña flotilla de dos 
ó tres embarcaciones, á órd^es inmediatas del Comisario res- 
pectivo, para recorrer el Casanare y sus tributarios, y el Meta 

.y sus tributarios, desde Cabuyaro hasta Buenavista, proteger 
el comercio que se hace á Jo largo de estos ríos y entablar rela- 
ciones amistosas con las tribus no reducidas que frecuentan 
estos lugares. 

^^ Art. 16. El Poder Ejecutivo procurará por todos los medios 
l)0sibles que la sal se encuentre en provisión- suñciente y á bajo 
precio en las principales poblaciones de los dos Territorios, y 
al alcance especialmente de las tribus indígenas. Al efecto se 
le autoriza para que .prescinda de toda ventaja fiscal en la ela- 
boración de las fuentes saladas de los dos Territorios, en cam- 
bio de que los contratistas ó arrendatarios se obliguen á vender 
la sal enpuntos y á precios determinados en los contratos res 
pectivos. El precio de la sal gema en las salinas situadas en 
los dos Territorios de que trata esta ley, no excederá durante 
diez años del que, en la actualidad, está fijado para toda la 
nación. 

" Art. 17. El Poder Ejecutivo asignará porciones de tierras 
suficientes para adjudicar en propiedad á las tribus que vayan 
^reduciéndose á la vida civilizada, é razón de hasta cincuenta 

Ibect^ras á cada cabeza de familia que se establezca permanen- 

ífcemente en. los trabajos de cultivo de la tierra. Al efecto se 



— 344 — 

^tínarátt par» eada tribu extensiones de tierra coltívable 
desde mil basta veinticinco mil bectaras, qae formarán para 
cada tribu una reservación especial en favor dé los primero» 
colonos y sus inmediatos sucesores. 

" Art. 18. Autorízase al Poder Ejecutivo para contratar 
con la compañía 6 compañías que narvreguen el Orinoco por 
vapor basta cuatro viajes anuales de los vapores á Cabuyaro 
ó á algún otro punto adecuado del Meta ó de sus tributarioeu 
Uno de estos viajes deberá hacerse por el rio Arauca basta la 
población del mismo nombre. Ábrese, al efecto, al Poder Eje- 
cutivo un crédito basta de seis mil pesos. 

" Art. 19. El Poder Ejecutivo mantendrá constantemente un: 
Cónsul en Ciudad-Bolívar, con la dotación basta de mil ocha- 
cientos pesos anuales, con la obligación de enviar todos loa 
meses á los Prefectos de los Territorios noticias de las regula- 
clones comerciales de aquella plaza, en especial de las que 
afecten el comercio del tránsito, de los precios corrientes de los^ 
artículos de importación y exportación de los Territorios, y de 
todos los demás hecbo» que puedan tener importancia para las. 
poblaciones de dichos Territorios." 

En virtud de la ley 55 de 1? de Julio de 1878 sobre fomento 
del Territorio de Casanare se dio á la estampa el ^* Bosquejo 
estadístico de la región oriental de Colombia y medios econó- 
nucos para su conquista, sometimiento y desarrollo industrial 
y político ^ de Joaquín Díaz Escobar. 

Los rios de esta región, que son muchos, corren todos de 
Occidente á Oriente y son paralelos entre sí. El mayor número 
de ellos, que es el de los que se encuentran entre el Upía y el 
Lipa, tributan sus aguas al Meta y su corriente determina la 
hoya hidrográfica del Sur, igual á las dos terceras partes del 
Territorio; los otros^. que son el Sarare, el Arauca y el Capona- 
paro, tributarios del Orinoco, determinan la hoya menor ó del 
íí"orte, que es la parte restante. El suelo del Territorio es plano; 
sinembargo,^ entre los rios Upía y Tuase encuentran ^gunas 
mesetas y algunos bancos de arena. Entre el Cusiana y el 
Gravo las sabanas están cortadas por multitud de canos y soa 
excelentes para la cria de ganados. Entre el Cravo y el Pauta- 
hubo en otro tiempo grandes criaderos de ganado vacuno. Mag- 
nificas arboledas cubren las orillas del Ouanapalo y soberbios 
grupos de palmeras adornan aquí el paisaje en todas direc- 
ciones. En^e el Pauto y el Casanare habitan de ordinario los 
guahivos y los chiricoas^ y entre el Guachiría y el Ariporo se 
halla el gran bosque de iTojarote. Hacia el Arauca el terreno 
es más &ne y abundáis los hatos. * Los Llanos se inundaa 

* «En Oasanare se ñmda mi hato juntando 200 reses, contratando cuatro 
6 cinco íléones, construyendo un corral con empalizadas de ^adua, haciendo 
una casa y sembrando cerca de ella unas matas de plátano y otras de cana 
de azúcar. Estos hatos tienen algo de parecido á los feudos antiguos, pues lo» 
eultiYadores q«e están inmediatos á ellos quedan, i^sofaeto, sujetos, á cieirtaB. 
Qhli^^ionfiS«'^ Ifíiforme del Pr^edo, 1879. 



si 



dorante la estación de las a^as, porqne en élIa el Orinoco 
repele sus grandes afluentes hasta hacerlos salir de sus cauces» 
En Agosto suben las aguas á su máximo y en Marzo bajan. á 
su mínimo. Encimes de Febrero empieza el verano^ el cuaJ 
es muy fuerte y lo agosta todo. 

Las vias de comunicación del Territorio son de fácil trán- 
sito i)or la naturaleza del suelo y por ser fluviales muchas de 
ellas ; pero necesitan de desmontes frecuentes, principalmente 
en las orillas de los rios y de los caños, para evitarlas embosca- 
das de los indios salvajes, quienes suelen matar á los viajeros 
sin que éstos los vean siquiera. En algunos puntos deben ha- 
cerse construir puentes, única cosa que falta á los caminos del 
Territorio, trazados y abiertos casi todos por la sola naturaleza. 
Estos puentes, que no requieren mucho costo ni grandes obras 
de arte, no solo x>ondrian en comunicación muchos de los más^ 
importantes Corregimientos entre sí sino el Territorio con el 
Estado de Boyacá y con el Territorio de San Martin. La parte 
más notable de esta región es la comprendida entre el rio Oa- 
sanare al Norte y el desierto al Sur, hasta tocar con el Terri- 
torio, de San Martin, pues hay en ella nueve Corregimientos 
ricos en ganados y estáii en ella los puertos de los rios Tocaría 
y Pauto, tributarios del Meta, relacionados con la importante 
población de Orocuó. Los pueblos de Támara, de Ten, de Lope 
y de Arauqjiita cosechan al año más dé 4,000 quintales de café,, 
de los cuales exportan 3,000. También exporta el Territorio 
más de mil quintales de cueros y más de 3,000 rases y envia 
de éstas cada año al Estado de Boyacá más de 6^000. Última- 
mente ha empezado á ser navegado el rio Arauca en buque» 
de vapor. 

El Gobierno General explota en el Territorio la salina de 
Muneque; pero el precio de la sal no consulta los intereses de 
la industria pecuaria, que es allí la más rica de todas. Hay 
ocasiones en que la sal se vende á cuarenta centavos el kilo- 
gramo, ó sea á cinco pesos la arroba, y eso hace que no pueda 
dársele álos ganados en absoluto, ó que no se les dé con la fre- 
cuencia y en la cantidad que ellos la necesitan. La sal marina^ 
que pudiera ser introducida en el Territorio en grandes cantt^ 
dades, no es adecuada para ese objeto. 

A las 7 escuelas que habia en el Territorio en 1879, con- 
enrrian cerca de 390 niños, así : á la de Kunchía 61, á la de 
Támara 98, á la de Moreno 32, á la de Pore 64, á la de Ten 22^ 
á,la de Arauca 70 y á la de Tame 42. Este número de esco- 
lares es muy pequeño comparado con la población del Terri» 
torio. Hay también en él algunas escuelas primarias, aunque 
mal montadas por falta de útiles de enseñanza y de locales. 

, En 1877 el número de escuelas oficiales era 9; hoy hay una 
en cada uno de los trece Corregimientos. 

Las poblaciones más importantes del Territorio son las 
siguientes: 



i 



— 346 — 

Arauca, YiHa, asiento alguna vez de ima aduana nacioiíal. 
ISstá sobre la margen derecha del río del mismo nombre, frente 
<tlel pueblo yenezolano del Amparo, y dista de Guasdusáito, 
pueblo célebre en la guerra de la independencia, 2^ miriáme- 
tros. Arauca, que en 1782 era yá parroquia, comercia con los 
pueblos del Estado venezolano de Apure. Su clima no es sano. 
Metros sobre el mar 179, temperatura media 28^, habitantes 
1,584. * Dista de Bogotá 59¿ miriámetros. 

Arauquita. Tiene 289 habitantes. 

Barrohlanco. Está situado en medio de una sabana que 
tiene algunas lomas cerca del rio Chitamene; >«s de clima en- 
fermizo. Metros sobre el mar 306^ temperatura 32^^ habitantes 
327. Dista de Bogotá 27J miriámetros. 

GMre { Santa Eosa de) está«ituado en una llanura malsana 
en las orillas del rio del mismo nombre. Tuvo en otro tiempo 
la categoría de ciudad. Fundóla el Gobernador Francisco En- 
caso según unos y según otros Adriano de Yái:gas en 1689. Su 
caserío es muy pequeño y ha cambiado tres veces de asiento. 
En sus inmediaciones derrotó el 31 de Octubre de 1815 á Cal- 
zada, que mandaba 400 jinetes -españoles, el General p^atriota 
Joaquín Ricaurte. Metros sobre el mar 260, temperatura 28^^ 
habitantes 413. Dista de Bogotá 41^ miriámetros. 

Moreno ó La Fragua **, ciudad, antiguamente capital de 
la provincia de Casanare. Está situada sobre una meseta pe- 
dregosa, sobre el Muese, no lejos del Ariporo. Su clima es 
malsano. Ferderman Ja llamó I^ Fragua por haber montado 
en ella una forja para herrar sus caballos. La República le dio 
el nombre que hoy tiene, en honor del General colombiano Juan 
N. Moreno, natural de ella. Carece de agua, aunque puede 
hacerla ir hasta ella tomándola déla del rio Ariporo. Metros 
sobre el mar 340, temi)eratnra 25% habitantes 1,365. Dista de 
Bogotá 39J miriám^ros. 

NuTíchia. Está situado en un llano, arriba de la confluen- 
cia del rio del mismo nombre y del Tocaría. Su iclima es mal- 
sano. Metros sobre el mar 429, temperatura 25°, habitantes 
531. Dista de Bogotá 34J miriámetros. 

Oroeuéj en la ribera izquierda del Meta. Fué asiento de 
una aduana nacional. 

Porc (San José de), ciudad fundada por Adriano Vargas 
6 por Eneiso ó Ancisb según otros, en un llamo enfermizo cerca 
del rio del mismo nombre. Fué antiguamente capital de píO- 
vinciaf en su distrito «se produce cacao, maiz, yuca, plátano, &c. 
Hi2» en otro tiempo un gran comercio de cordobanes y de ga- 
muzas, que fabricaba con x^ieles de venado, animal muy abun- 

* El número de los habitantes de los pueblos de este Territorio se lia 
tomado del censo de 1851 por deficiencia del censo de 1870. 

** Creen alanos que en donde fué fundada la, Fragua faé en donde esti 
3ioy Yillayicencio. 



— 3« — 

<flaiíte en sus inmediaciones. En las ciénagas y lagunas de 
Pore se encuentra el pez-pavon ( curbinata), muy eficaz contra 
»«I mal de orina. * Metros sobre el nivel del mar 486^ tempera- 
tora 250, habitíintes 906. Dista de Bogotá 37 miriámetros. 

Támara, sobre un cerro; es sano. Fué en otro tiempo nota- 
ble por sus tejidos, por sus dátiles y por ser lugar de residen- 
cia de las autoridades españolas en ciertas épocas del año. 
Metros sobre el mar 1,400, temperatura 20^, habitantes 1,880. 
Dista de Bogotá 35 miriámetros. 

Tamej anMguo pueblo de indios ; está situado en una saba- 
na alta y malsana. Metros sobre el mar 345, temperatura 2o^y 
habitantes 633. Dista de Bogotá 45 miriámetros. 

'Tefij^n una pequeña llanura, cerca del Ariporo ; es mal- 
sano. 'Hay en sus inmediaciones minas de hulla. Metros sobre 
el mar 655, temperatura 200, habitantes 452. Di«ta de Bogotá 
36 miriámetros. 

Trinidad^ sobre el Pauto ; es malsano y está rodeado de 
palmaren. Metros sobre el mar 136, temperatura 29^, habitan- 
tes 111. Dista de Bogotá 42 J miriámetros. 

También se encuentran en este Territorio las aldeas y po- 
blaciones de San Lope, El Viento, Manare, Palmar, Brito, 
Furaré, Cafifí, Manare, Guativá, &c, casi todas insignifica¿ntes. 

aOAJIRA. 

Este Territorio fué cedido á la Union por el Estado del 
Magdalena el 25 de Setiembre de 1871 y fué aceptado por ésta 
^ 24 de Enero de 1872. La cesión fué por 20 años y no compren- 
de las salinas que aquel Estado explota allí por su cuenta. ** 

Limita este Territorio hacia el Oriente con la ensenada de 
Calabozo y el golfo de Venezuela ; hacia el Norte y el Noroeste 
con el mar de las Antillas, y hacia el Sur y él Sudeste con el 
Estado del Magdalena. JBsta región de Colombia es una her- 
mosa península, la más gTande y regular que hay en la Amé- 
rica del Sur, de suelo plano, fértil y saludable aunque carece 
de aguas 

Superficie : 300 miriámetros cuadrados. 

Población civilizada: 9,000 individuos, f 

* %A cafbinata tiene encima o^ cada ojo una piedra blanca del tamaño 
de un hueso de aceituna. 

** La ley 80 de l.« de Julio de 1^870 dispuso que el Poder Ejecutivo soli- 
•citara del Estado del Magdalena los territorios de la Goajira y de la Sierra 
Kevada para organizarlos y administrarlos «egun la Constitución nacional» 

Lio autorizó al mismo tiempo para celebrar arreglos con los tenedores de 
»no8 de la deuda exterior 6 con otros individuos sobre colonisacion y ex- 
plotación de dichos territorios y de los demás de la República. 

f La población goajira se calcula por los conocedores del Territorio en 
•áOjQOO .almas. 



Gai^s de administración nacional : $ 10,000» 

Bentas de los Corregimientos: ( se ignora ). * 

En Octubre de 1872 fué cedida también por A Estado del 
Magdalena la sección de Soldado, y en ella faé establecida 
la capital del Territorio. Condo »oldado es inhabitable en 
tiempo de Unvias y carece de segnridad y de recursos para 
vivir, la capital fué trasladada luego á Marahuyen, y ultimar- 
mente lo ha sido al caserío de San Antonio, en las goteras de 
Biohacha, piíes en Marahuyen no hay habitaciones ni otra agua 
que la del mar. San Antonio mismo es un caserío de veintí.^ 
cinco ranchos de vara en tierra. 

La ley 12 de 6 de Junio de 1843 no permitía á ninguna per- 
sopa comerciar en las costas de la Groígira sin permiso del Go- 
bernador de la provincia de Eiohacha, permiso que se obtenía 
después de dar una fianza de 200 á $500. Este comercio no 
se podía hacer sino en buques nacionales. Los derechos de adua- 
na se pagaban en Biohacha, donde eran expedidas las guias 
correspondientes. Para hacer el tráfico por la parte de tierra 
se exigían las mismas formalidades. El comercio de armas y de 
municiones de guerra estaba prohibido. 

Según esa misma ley, correspondía al Gobernador de Eio- 
hacha ó á algniu agente suyo fallar en las demandas y disen- 
siones civiles y crimínales en que figuraban los goajiros y 
tenían señalada pena de presidio ú otra mayor. La pena 
de presidio ó de trabajos forzados se les conmutaba á los indios 
I)or la de confinamiento, por tiempo triple, en alguna isla de la 
República ó en algún territorio apartado de la península. 

La ley 30 de 12 de Mayo de 1877 estableció un juzgado 
nacional de primera instancia en la cabecera de este Territorio* 

La ley 32 de 7 de Junio de 1880 dispuso : 1? prohibir el 
comercio con la costa goajiraj 2? ordenar que navegasen en 
lastre los buques que fuesen al Territorio goajiro á cargar 
sal de las salinas del Estado; y 3? mandar construir un puente 
en el rio Calancala para que sirviera de comunicación entre la 
ciudad de Eiohacha y el Territorio. La ley 70 de 28 de Julio 
del mismo año, agregó: " El comercio con la costa goajíra solo 
les será permitido á los buques nacionales despachados por la 
aduana de Eiohacha. Serán pues reputados como de contra- 
bando y quedarán sujetos á las penas consiguientes, así loe 
efectos como las embarcaciones qiie no llenen este requisito. 
Los buques que vayan á cargar sal á la Goajíra podrán ser ó 
no ser nacionales.'' Juzgando estas leyes decía la prensa lo 
que sigue: 

" El punto del Territorio goajiro más apartado del puerto 
de Eiohacha dista i)or tierra 51 leguas, y la parte más ancha 
de la península— del Cabo de la Vela á Punta-Espada — ^tíene 

I 

* lias Municipalidades, yista la pobreza de los Corregimientos» no han» 
impuesto á éstos más contribución que la que grava el paso del dividivi. 



— 849 — 

44» De manera que el punto de dioho Territorio más lejano de 
alguno otro de sus costas dista 24 leguas; y entre ésta y la 
primera dist>ancia apuntada hay una diferencia de 24 leguas. 
. ^' La Goajira está habitada por las parcialidades de los 
indígenas del mismo nombre, los que se hacen con alguna 
frecuencia la guerra y dificultan el tráfico por tierra para 
ellos mismos y para las gentes civilissadas. Las principales 
industrias de los goajiros son la pecuaria y la extracción y 
recolección de perlas, de sal, de dividivi y del palo de tinte co*^ 
nocido con el nombre de brasilete. Los artículos exportables — ► 
á 1q menos el dividivi y el brasilete — se distinguen por un peso 
y un volumen relativamente enormes comparados con su valor 
en el mercado. Los gastos de trai^porte reducen pues necesa- 
riamente las transacciones de estos artículos. El dividivi no se 
exjyorta por lo común, y apena ver perderse las cosechas de 
este grano precioso por falta de una via que haga soportables 
los gastos de trasporte. El brasil suele ser exportado en can- 
tid£^es notables cuando su alto precio en los mercados extran- 
jeros permite el pago de los fletes; cuando no, se le emplea 
como leña de hogar. Entendemos que con el palo-mora sucede 
lo que con el grano del dividivi. Si hubiera una via acuática 
que pusiese en comunicación el puerto de Riohacha con las 
hoyas del Eanchería y del Cesar, circularia por esta arteria la 
riqueza estancada hoy en aquellos parajes y se modificarla la 
faz económica de estas poblaciones. 

"A los goíyiros se les dan en cambio de los artículos que 
ellos suministran para la exportación, telas, abalorios^ armas de 
todas clases, maiz, plátanos, panela y aguardiente. 

" De 1875 á 1880 fueron exportados del Territorio goajiro 
por la aduana de Eiohacha los artículos que se pasa á expresar : 

Prodttetos. Bultos. Valor. 

Cueros de chivo 6,827 $ 478,143 

Id. de ganado 41,755 162,152 

Caballos 126 4,284 

Dividivi 35,619 299,890 

Muías 26 1,530 

Beses en pié 4,906 106,533 

Brasilete 1,000 400 

Varios 127 2,427 



«ata 



Totales 89,385 $ 1.065,369 ♦ 

* Debe tenerse en cuenta que por un cúmulo de circunstancias excep- 
cionales, las coseclias^ de diTidivi de los últimos ci^co anos han sido de 
las m^nos abundantes y que algunas^ se perdieron totalmente. J)ebe te* 
ipierse presente ademas que nuestro brasilete estuvo excluido de los mercados 
extranjeros 7 que ha sido ahora que ha empezado á ser exportado nueva* 
mente. Los mil bultos de que aquí hablamos se refieren solo ¿los dod 
ú Itimos meses de 1880* Ito común es que se exporten 8,000 toneladas de 
b raflilet« en el año» 



^350 — 

** El costo de trasporte por tierra de una carga de 8 arro- 
f>as desde Punta>E«pada hasta la ciudad de Eiohacha) (51 le« 
guas ) es de $ 7-60 cs^; de manera que el más alto precio^de una 
tonelada de dividivi ó de brasilete no da para su traslación 
hasta el lugar mencionado. El costo de trasporte de Bahía- 
honda (31 leguas) es de $ 4-80 es. la carga, ó seaá razón de 
$ 48 la tonekida, cantidad mayor que él valor intrínseco del 
artículo. Eespecto de Manuare (10 leguas ) sucede lo mismo. 
Besulta pues que la mayor parte de los x>roductos goajiros que- 
darán de hecho abandonados si se les obliga á ser exportadas 
por la plaza de Eiohacha. 

'' Como el flete de tierra de una tonelada es de $ 2 por legua, 
tendremos : trasporte de una tonelada hasta Eiohacha $^ 48^ id. 
de la misma hasta el puerto correspondiente del Territorio 
$ 26-62J. inclusos los 62 J es. que cobran los buques. Y como 
los frutos que se exportan anualmente áéh Territorio pesan 
2j037 toneladas, se tendrá : 

Costo de exportación por Eiohacha $ 97,776 

Id. por la Goajira .- 64,235, 

Gravamen impuesto por la ley $ 43,541 

'^ A este gravamen hay que agregar las dificultades de mo- 
ver por tierra 48,168 cargas. Hay que tener presente ademas 
que el Gobierno de Venezuela ha mandado extender la juris- 
dicción de la aduana de Maracaibo' hasta el cabo de la Vela, lo 
que es también una contrariedad.^' * 

Parece que no hay en el Territorio süio dos escuelas, amb^s 
desprovistas de los útiles necesarios y poco concurridas, porque 
los indios no gustan de mandar sus hijos á ellas ni lo harán 
hasta que no cambien de costumbres, lo que no sucederá en 
mucho tiempo. 

Ko hay cárceles, y los presos hay que enviarlos á Eiohacha 
ó á Santa Marta. Las vias de comunicación son simples trochas, 
por las cuales es muy difícil trajisitar sin el conocimiento prác- 
tico del suelo. La administración de justicia se hace nugatoria, 
porque los goajiros no se someten á la acción de las leyes y 
eluden éstas con solo alejarse un poco del limitado radio de la 
autoridad. Ademas, tienen la costumbre de exigir indemni- 
zaciones por ofensas reales ó supuestas, y para hacerlas efec- 
tivas se juntan en gnipos de ochenta ó de cien hombres arma- 
dos, los que no hay modo de contrarestar. So hay para qué 
decir que los indios llaman ofensa el castigo legal que se les 
impone, y que los delincuentes quieren proceder con los agentes 
del Gobierno como* proceden entre ellos. El Gobierno de Vene- 
zuela, que mantiene en la parte de la Goajira que reputa suya 
ftiertes piquetes de caballería y que fomenta' con eficacia el^ 

* Luis A.Kóbles. 



— 351 — 

tráfico con los indios, ha logrado establecer notables centros'- 
de comercio, tales como Las Ouardia>B y otn)s,-eii donde soic 
Tcspetadas sus leyes y sus autoridades. AI haolar. del estadO' 
social del Territorio decía el informe del Prefecto en 1878; 

" Este en nada adelanta, pues desgraeiadainentc la palabra 
no ejerce influencia en los goajiros. Su8 malos hábitos y bár- 
baras costumbres ao lograrán cambiarse sino imponiéndoles 
respeto con la fuerza, la que no será necesario emplear, pues 
basta que ee persuada de la existencia de na cuerpo de tropa 
con que poder castigarlos, paca conseguir de todos ellos que 
sean obedientes y respetuosos.. Vengativos y altaneros á 
eansa de su embrutecimiento, poco puede lograrse de ellos 
por medio de la razou, pues no reconocen otra que la fuerza, íi 
la cual se someten con la misma facilidad con que tsatan de 
enseüorearse cuando sojuzgan fuertes; no obstante, sen aceeci- 
bles á la civilización, pues no sou brutos por naturaleza sino por 
abandono. Son laboriosos y para sus usos domésticos fabri- 
can los muebles y útiles indispensables, y curiosidades que, 
aunque sin las reglas del arte^ tienen mucho mérito. Como se 
inclinan ú las costumbres sociales asi como al lujo en sus 
casas y monturas, al dominar su carácter soez y atrevido, pue- 
de formarse de ellos hombres útiles á la nación. Son ademas 
los primeros jinetes que hay entre nosotros,, y con la introduc- 
ción de armas de fuego, conocen perfectamente el manejo 
del remiíi^íoít, fusil que prefieren hoy. El. comercio para ellos 
no es excusado, pues hacen uso en grande escala de sus pro- 
ducciones, de modo que regulariüándose el que hacen eu estos 
Corregimientos con las gentes civilizadas por medio de la vigi- 
lancia de las autoridades se extenderia mucho más. Eu cuanto 
á los poblatlores civilizados, éstos, por su eontinuo contacto con 
los goajiros,-es más lo que se inclinan ásus costumbres que á 
atraerlos á la vida civil. Se goajirizan pues^ y son peores en 
sus procederes que los indios, por lo que easi siempre son 
los responsaUes de los malos procedimientos de éstos. Em- 
pero, con pocos esfuerzeSt si los ejecutores de las leyes con- 
taran con el apoyo material que necesitan para hacerse respe- 
tar, bien pronto llegarían los goajiros al conocimiento de sus- 
obligaciones y derechos como ciudadanos." 

Respecto de Ja población y de las costumbres de los goa- 
jiros decía el Prefecto del Territorio en 1881 : 

"Relacionado como estoy con nn gran número de los indi- 
viduos que figuran como jefes- de parcialidades ó castas, be 
podido informarme de que el número de habitantes que pueblan 
hoy el Territorio no baja de' 40,000; y esto lo atestigua el modo 
como se forma entre ellos la familia. En esta raza, así los 
hombres como las mujeres están obligados á contraer matrimo- 
nio y éste se efectúa por medio de la compra quo hace el ma- 
rido de la mtyer que quiere tener por esposa. Los valores que- 
«1 hombre consigna son distribuidos^ entre la familiade la mu- 



— 352 ~ 

Jer ; y el varón de posición y buena fortuna puede contraer 
tantos matrimonios cuanto Capital tenga para efectuarlos^ Con 
raras excepciones se ve en la península un indígena que tenga 
una sola compañera: comunmente se ve entre esos hombres á 
un mismo individuo contraer hasta seis ú ocho matrimonios, y 
formar con cada uno de ellos una familia numerosa, porque las 
mujeres son fecundas. El matrimonio es disoluble, y la diso- 
lución se lleva á efecto con la simple vohmtad de uno de los 
cónyujes. Cuando la mujer contrae un nuevo enlace, su fami- 
lia tiene que devolver al primer marido los valores que aquél 
le dio por ella, y se reintegra con lo que le da el nuevo esposo, 
"Para el goajiro, la verdadera familia es la materna; el 
hijo no es el legítimo heredero del padre: lo es el sobrino ma- 
terno, el que viene á ser heredero hast>a del mando ó jefatura 
del caporalj según su jnicio ó respetabilidad en la casta. Este 
es el jefe de la familia, y al rededor de él se congregan otros 
que no pertenecen á ella, pero que están bajo las inmediatas 
órdenes de aquel jefe. La raza indígena por hábito y costumbre 
no tiene residencia fija. Sus cambios son repentinos y aban- 
donan hoy lo que ayer edificaron; por lo regular viven á la 
intemperie. Sus habitaciones ó rancbos no son costosos; la vida 
no es gravosa para el goajiro en ningún sentido y lo mismo 
vive el rico que el pobre. Les basta tener un poco dé maiz y 
de leche para estar satisfechos. Esta raza por naturaleza es 
hospitalaria, nadie se muere de hambre entre ellos, pues es cos- 
tumbre auxiliarse mutuamente. El rico facilita al pobre la ma- 
nera de vivir, entregándole una porción de sus bienes para que 
leuide de ellos. Solo en la manera de vestir se distingue la una 
clase de la otra. El goajiro, á mi modo de ver, tiene un vicio 
que es común á toda su raza, la codicia, y toma lo ívi^i^<> ^1^ 
la voluntad de sii dueño j ademas es vengativo y rencoroso por 
organización. Un ' servicio lo ' sabe recompensar, pero un 
mal jamás lo olvida. El licor los domina; lo usan con exceso^ 
y todo lo saerifican por conseguirlo. Es en los momentos de 
embriaguez cuando pierden la reflexión, cuando cometen malas 
acciones. Todas las cuestiones se arreglan entre ellos por 
medio del interés, sea cual fuere la naturaleza de ellas. Sus 
enemistades generalmente son de castas y familias ; y cuando 
hacen su declaratoria de guerra consideran como enemigo, 
aunque no haya tomado parte en la cuestión, á todo aquel que 
pertenece á la casta contraria. EUtcen la paz dando ó reci- 
biendo grandes valores.'' 

Por lo demás, los goajiros son ágiles en la carrera, buenos 
jinetes, diestros en el manejo de las armas, perspicaces, suM- 
dos, valientes y déspotas. Guando se les trata bien son ino- 
fensivos. * 

El Territorio está dividido en tres Corregimientos^ que son : 
Oalábadto, Mancha y Soldado» 



Ú¿ 



— 353 — 

Calábacito es notable por sas mercados periódicos, pues son 
los más importantes del Territorio. 

Marichd. Tiene una escuela de niños. 

Soldado. Antigua capital del Territorio. Es el pueblo más 
meridional y carece de recursos. Los analtos de los indios lo 
hacen inseguro y en tiempo de invierno se inundan sus con- 
tomos. Hace poco tiempo fué saqueado é incendiado por los 
goajiros. 

NEVADA' Y MOTILOlíES. 

Este Territorio fué cedido á la TJnion por el Estado del 
Magdalena en Marzo de 1871 y fué aceptado por ella en Agosto 
del mismo afio. La cesión fué por veinte años. 

Se compone este Territorio de dos vastas regiones, que 
separa de Koreste á Sudoeste la hoya del rio Cesar. La pri- 
mera de estas secciones (Nevada), que es la que está situada 
hacia el Norte, comprende el gran nudo de la Sierra Nevada 
de Santamarta — cuyo ápice tiene 17,500 pies sobre el nivel del 
mar — ^y casi todos sus contrafuertes y apéndices desde Palo- 
mino hasta Patíllal y desde Tembladera hasta Puebloviejo. 
liimita esta región en todas direcciones con el Estado del 
Magdalena. Su extensión aproximadamente es de 300 miriá- 
me&os cuadrados. 

La segunda sección ( Motilones ) es una porción de terreno 
de unos 140 miriámetros cuadrados. Está comprendida entre 
el rio Jobo al Norte y el rio Casacará al Sur y entre el rio 
Cesar al Occidente y la Sierra de Motilones ó dePerijá (lla- 
mada también Sierranegra) al Oriente. Limita esta región 
por esta última parte con Venezuela y por las otras con el 
3Sstado del Magdalena. 

El nombre que hoy tiene la sección de Motilones es el mipmo 
de la tribu bárbara que la domina. Se compone esta tribu 
de unos 3,500 individuos, que están repartidos en cuatro par- 
ciaUdades, á saber: la de los yucumares ó yucures, la de los 
sacaraes, la de los socombas y la de los sicarares. 

Superficie total del Territorio: 440 miriámetros cuadrados. 

Población civilizada: 3,680. ) 7 ^oa 
Id. bárbara: 3,500. f ' '^^"• 

Gastos de administración nacional : $ 10,000. 

Eentas de los Corregimientos : * 

En 1737 Machin Barrena le propuso al Virey de Santafé y 
éste aceptó organizar una expedición contra los indios moti- 

* Las rentas municipales son muy pequeñas. Constitúyenlas el derecho 
de degüello de ganados mayores* y menores y el de venta de aguardiente al 
pormenor. En los Corregimientos del Bosario, de Marocaso y de San Sebas- 
tian de Bábago está ademas gravado el comercio de algunos artículos ma- 
niii^turados, como mochilas, chinchorros, lazos, sombreros, &c. El trabajo 
personal subsidiario, que es de obligación general, está destinado á las obras 
públicas y á la apertura y mejora de los caminos. , 

23 



— 354 — 

Iones, á fin de exterminarlos ó de reducirlos para dar seguridad 
á los habitantes civilizados de; esta parte del Yireinato y de 
aprovechar la vainilla, la copaiba, los palos de tinte, el ébano, 
los bálsamos, las resinas, el cedro y los muchos artículos 
que produce su suelo. La expedición no tuvo buen resul- 
tado, pues no fué posible hallar á los indios. Estos, que son 
de una índole feroz, vagan en grandes partidas en toda la cor- 
dillera y de ella bajan con frecuencia hasta las vías públicas, 
y allí dan muerte á todas las personas que encuentran solas 
ó inermes. Al hablar de esto decia el Prefecto del Territorio 
en el Informe de 1878 : ^* Las poblaciones de esta región en 
donde reside la gente civilizada son Espíritu-Santo, Palmira y 
Jobo. La situación del Espíiitu-Santo es deplorable por dem& 
y merece que el Gobierno la mire con un poco de interés. 

" Allí no se puede ir yá con confianza á la acequia que hay 
á orillas de la población á tomar el agua para el consumo 
diario, porque detras de los árboles que existen en las márge- 
nes del arroyuelo están Ips motilones con su largo y grueso saco 
de algodón, con su sombrero de paja, alto y de forma cónica y 
con el arco en la mano esperando su víctima para sacrificarla. 

"El ánimo se sobrecoge al contemplar esos seres humanos 
que, olvidados del resto de la República, viven en Palmira y 
Jobo expuestos á perder la vida en sus propios hogares. Los 
habitantes de este segundo pueblecito, para abastecerse de 
agua todos los días de un manantial que á.lo más dista una 
milla de la población, tienen que reunirse, mujeres y niños, y 
marchar ó cogerla acompañados de una custodia armada. Igual 
procedimiento tienen que observar para el lavado de la ropa.'' 

En el Informe de 1879 decia el mismo empleado: 

" Desde el ano de 1846, en que un asesinato cometido en 
las personas de algunos indios por individuos civilizados de la 
población del Espíritu-Santo, en represalia de otro asesinato 
que los indios habían cometido, ro han vuelto éstos á entrar 
en transacciones ni comunicación de ninguna clase con los ha- 
bitantes de dicho pueblo, ni con los de Jobo, Palmira, Becerril 
y Jagua, con los cuales hacían sus negociaciones, llevando á 
ellos los productos de su territorio ( arroz, maíz, ñame, caña 
de azúcar, papas, arracachas, legumbres, y también hama- 
cas^ fajas, sombreros, petaquillas, cestos, tabaqueras y otros 
artículos de industria). Los motilones son hoy enemigos acérri- 
mos de toda persona civilizada que resida en los pueblos men- 
cionados ó que transite por sus vias de comunicación; y 
para eiecutar sus dei)redaciones ó actos de barbarie ponen em- 
boscadas en los caminos públicos y en cualquier lugar en 
donde calculen que pueden transitar personas civilizadas, sin 
fijarse en que sean ó no naturales de aquellos pueblos o de 
otros más distantes de los de la Eepública, De esta conducta han 
surgido en ocasiones ataques entre los indios y los individuos 
civilizados del Corregimiento del Espíritu-Santo y del distrito 



/ 




— 356 — 

de Becenil, sin que hasta ahora se haya podido hacer la paz 
con aquellos hombres enemigos de la civilización. Por más 
que todos los sugetos que han cyercido esta Prefectura han cui- 
dado mucho de dar sus informes al Poder Ejecutivo federal 
sobre la situación del Territorio de Motilones, y sobre la 
necesidad que hay de remediar tantos males, no ha podido 
lograrse que el Gobierno dicte una medida capaz de hacer 
reducir á la vida civil y cristiana á aquellos seres que están 
sustraidos de los poderes públicos y de la luz del cristianismo. 
En las poblaciones de Jobo, de Palmira y del Espíritu-Santo 
los trabajos de cam^x) sé ejecutan por individuos que se veii 
obligados á pagar escoltas de cuatro ó cinco hombres armados, 
á lo menos, para poder defenderse de los indios que por todas 
partes los asaltan, ya sea en las labranzas, en los corrales ó en 
los caminos, y en muchas ocasiones tienen que ir á proveerse 
de agua á sitios ocupados por ellos. En la población de Pal- 
mira es todavía peor, pues todos los dias tiene que marchar 
una escolta, á proteger á las mujeres y álos muchachos que van 
á proveerse de agua en el manantial llamado "El Ballito," que 
efí el punto en donde pueden satisfacer esta necesidad. 

" Si se lograra la reducción de los motilones y por consi- 
guiente quedasen libres y expeditos los campos y las vías de 
comunicación que los indios dominan é interceptan, el Corre- 
gimiento del Espíritu-Santo no tardaría en i^rogresar en razón 
á que sus habitantes, en lo general, son de índole laboriosa y 
honrada y cuentan con ricos bosques, montañas seculares 
y llanuras que no solo ofrecen una perspectiva halagadora sino 
que sirven para la cria de ganados y para la labranza. Como 
el rio Cesar dista poco más de un Iniriámetro, podrían condu- 
cirse por él en bongoa ó canoas hasta el Banco los productos 
de agricultura y los minerales. Ademas, se encuentran en la 
cordillera que ocupan los motilones muchas plantas medici- 
nales y aun se asegura que hay allí quina de buena calidad.'^ 

En el Informe de 1880 decia el mismo empleado ; 

" Ko puedo decir otro tanto de los motilones. Las únicas 
obras de civilización que allí han aparecido, más de una vez 
han sido tronciíadas de raíz con escandalosos atentados come- 
tidos por las gentes civilizadas que moran en las cercanías de 
la sierra de los Motilones ; atentados que no los registran igua- 
les, ñi análogos siquiera, la historia de la colonización española 
en- estos países,^' 

Por lo que hace á los indios arhuacos ó arhoacos de la' 
región de la !N evada, hay que hacer notar que son de índole 
mansa, que ax)renden el idioma castellano con facilidad y acep-^ 
tan nuestras costumbres sin trabajo; "y que la sabiduría 
de sus antiguas leyes y la moralidad de sus tradiciones son 
dos elementos prodigiosos que presagian dias de prosperi- 
dad para esas comarcas ricas y feraces." " Es verdad que los 
mamíis 6 doctores de los arhuacos, que son los depositarios de 



n 



--356 — 

sus tradiciones religiosas^ han aconsejado á los padres de fami- 
lia que no envíen sus hijos á las escuelas porque se mueren; 
empero, no habiéndose camplido dicha ratinaciony se ha ida 
debilitando poco á poco este error." 

En la dulce región de la Nevada pueden establecerse gen- 
tes de cualquiera raza y en su suelo pueden ser cultivados con 
abundancia toda clase de frutos. Su cercanía del Atlántico es 
también un estímulo para el progreso. Existen en esta pinto- 
resca comarca ocho pueblos, que son: San Antonio, San 
Miguel, Santa Eosa, San José, Atánques, San Sebastian de 
Báibago, Eosario y Marocaso, cuya población sometida á la 
vida civil es de 2,300 individuos. Estos pueblos cultivan la 
caña de azúcar (con la cual fabrican panela de primera calidad)^ 
las papas, la arracacha, diversas clases de plátanos, la yucay 
el ñame, el cacao, el arroz, los Msoles, la cebolla, &c. 

" En el centro de las serranías vagan grandes partidas de 
seres humanos según el testimonio de varias personas, los cua- 
les, á apesar de la vida errante y salvaje que llevan, son de 
índole benigna, porque lejos de atentar contra la vida de los 
hombres, de las mujeres y de los niños, que se han encon- 
trado con ellos, como lo hubieran hecho los motilones, han 
corrido precipitadamente á esconderse en la soledad de los 
bosques. Fácil me parece, pues, conseguir su reducción á la 
vida civil si el Gobierno auxilia con los medios indisi)ensables 
para conseguirlo y si misioneros religiosos, catequistas, visitan 
las selvas que ellos habitan." * 

í3n 1871 visitaron el Territorio de que nos ocupamos Farrell 
y Grow, ingenieros norte-americanos, y descubrieron en él 
ricas minas de plata, de cobre y de carbón de piedra. Poste- 
riormente han sido confirmados estos descubrimientos por otros 
exploradores europeos. F. A. A. Simons acaba de publicar una 
noticia muy interesante sobre la Sierra ISTevada. *♦ 

Las escuelas del Territorio no están montadas como fuera 
de desear, pues no tienen los locales y útiles necesarios ni los 
maestros que las desempeñan son de los más competentes. 
A las escuelas de los Corregimientos debieran anexarse talleres 
de carpintería, de herrería, de albañilería y de sastrería, pues 
estos oficios, tan necesarios en la vida social, son completa- 
mente desconocidos en aquellos parajes. El número de esco- 
lares no pasa de 150 al año. 

Los Corregimientos se comunican por medio de correos que 
funcionan con alguna regularidad. 

" Los caminos que conducen á los Corregimientos y que 
ponen en comunicación todas las poblaciones de los Territorios 
son malos en lo general, y en la época de lluvias son intransi- 

* Informe ael Prefeóto. 1877. 

»* Puede verse este notable trabajo en la geografía particular del Estada 
del Magdalena, en donde lo hemos insertado integramente. 



— á57 — • 

t 

tables. En algunos la mala condición del terreno forma loda- 
zales inmensos y en otros las avenidas de los rios que carecen 
de puentes y en los que no se pueden colocar embarcaciones 
para el paso, detienen á los transeúntes y privan i^4»dos del 
pequeño comercio con que satisfacen sus más tirgentes nece- 
sidades. 

*^ En la via que comunica la capital de los Territorios con el 
distrito de Eiohacha y con los Corregimientos de la parte norte 
de la Sierra Nevada, el mayor de los inconvenientes del tránsito 
lo presenta ^* El Badillo," rio que en todo tiempo tiene aguas 
abundantes y que en el invierno se desborda. Sin embargo, la 
naturaleza ha querido prestar en él un contingente poderoso 
X>ara la construcción de un puente que supere el obstáculo: 
«con un pequeño auxilio y el trabajo personal de los pueblos 
interesados directamente en la obra, ésta se haría sin dificul- 
tad. En una y otra ribera del rio y en un punto en donde se re- 
duce su cauce considerablemente, existen frente á frente dos 
famosos estribos de granito, de una solidez incontestable y 
-capaces de sostener cualquier peso. Las maderas abundan en 
las márgenes del rio, de suerte que no se necesita sino un ligero 
esfuerzo y un corto auxilio para llevar á cabo una obra que 
prestaría importantes servicios al comercio y á la cumplida 
íadministracion del Territorio. 

"La comunicación entre los pueblos de las alturas de la 
■Nevada pudiera mejorarse mucho si los habitantes de ellos 
<M)ntasen con herramientas para sus trabajos. A pesar de que 
no hacen uso sino de instrumentos de madera, que ellos mismos 
fabrican, han conseguido que aquella no se obstruya, merced 
al celo que despliegan en su conservación. 

^^ El camino que conduce al Espíritu-Santo, único Corregi- 
miento que existe en el Territorio de Motilones, presenta la 
dificultad de que los indígenas asaltan en él á los ^áajeros y 
éstos no pueden transitarlo sino en número de diez por lo me- 
mos, con armas y preparados para la defensa. A esto se debe 
que dicha via sea conocida con el nombre de " Camino del 
riesgo." La comunicación por consiguiente se dificulta con 
dicho Corregimiento y las órdenes y providencias que se dictan 
tienen que aguardar la ocasión favorable de una expedición ó 
caravana para llegar á su destino." 

La soledad de los caminos ha obligado al" Gobierno á hacer 
construir tambos de trecho en trecho para que los transeúntes 
y arrieros no pasen las noches en la intemperie. 



Los pueblos más notables del Territorio son los siguientes: 
AtánqueSy capital del Territorio, en la sección de la Kevada 
y sobre la cabecera más meridional del rio Badillo. Tiene 
un templo notable y sus casas tienen alguna comodidad. Su 
clima ei^ sano y los campos que lo rodean son buenos para 
la agrictdtura y la cria de ganados. Sus habitantes son muy 



— 35á — 

industriosos y hacen sombreros de jipijapa y de trenza, hama- 
cas de algodón y midtítad de obras de fique, principalmente 
mochilas, de las cuales fabrican al año las mujeres y los niños 
hasta 2,000 docenas. Hay en Atánques una escuela de niños 
y otra de ninas. Habitantes 6l8. Atánques dista de Bogotá 
91J miriámetios. 

" A un miriámetro de Atánques existe el pueblo de San 
José, que cuenta poco más ó menos 100 habitantes, el cual fué 
fundado el año de. 1874 por arhuacos de los Corregimientos de 
San Miguel y del Rosario. Dicho pueblo está situado en el pié 
del punto de la cordillera que ^e considera de más elevación 
aquí, y por consiguiente su clima es frío. Allí hay un local de 
regular capacidad para el servicio público. A inmediaciones 
de dicho lugar cosechan sus habitantes papas, arracachas, yu- 
cas, plátanos, caña de azúcar, café y frisóles, frutos que ex- 
penden en esta capital. La situación topográfica de aquel 
lugar, lo agradable de su clima y las ventajas que brinda para 
la agricultura, ofrecen mucho para el establecimiento de un» 
colonia, pues tiene ademas la ventaja de no tener plaga. A 
poca distancia de la llanura en que está situado el pueblo y 
subiendo algo en la montaña pueden cosecharse, con bastante 
provecho, el trigo, la linaza y muchas de las plantas útiles que 
se producen en los climas fiios. Muy satisfactorio y benéfico 
seria el establecimiento de una colonia en el referido pueblo de 
San José, contando con las facilidades y ventajas que el lugar 
ofrece, con la hospitalidad y buenas disposiciones de Jos ha- 
bitantes de este Corregimiento y con la decidida protección de 
las autoridades públicas." 

El Prefecto decia en su Informe de 1877 : " He recomendado 
muy especialmente el cultivo del café y el desarrollo de la agri- 
cultura. Este ramo importantísimo va tomando tal incre- 
mento, que fácil es creer, si se continúa en el mismo camino, que 
este artículo tan apreciado entre las sociedades cultas llegue á 
ser un producto de exportación dentro de pocos años, con la 
ventaja de que será preferido al que hoy se cosecha en el indus- 
trioso pueblo de YiUanueva, en el Departamento de Padilla 
( Estado del Magdalena ), por ser su grano no solo de más 
esquisita aroma y de mejor gusto, sino también más verde y 
hermoso. Seria, pues, muy conveniente que el Gobierno les 
suministrara á los Corregimientos agrícolas, como medida de 
protección á la agricultura, las herramientas indispensables 
para ella, así como para mejorar los caminos públicos que 
actualmente sirven para sacar por ellos los productos que 
obtienen.'' 

Espíritv^SantOj en la sección de Motilones, sobre el rio del 
mismo nombre. "La población del Espíritu-Santo, que es la 
cabecera del Corregimiento de este nombre, tiene regulare» edi- 
ficios pajizos, entre ellos una cárcel y un local de escuela^ á 
pesar del incendio que sufrió en 1873, y cuenta con indivi- 



-. 359 — 

dúos aptos para desempeñar los destinos públicos. Este Correji- 
miento tiene 1,056 habitantes según el censo de 1873, distri- 
buidos en las tres secciones de Jobo, Palmira y Espíritu-Santo, 
Su riqueza consiste en la cria de ganado vacuno, y tiene 
cerca de é,000 reses. Sus transacciones comerciales las hace 
con los pueblos de Chiriguaná, del Estado del Magdalena, con el 
Carmen y Ocaña, del de Santander. En lo tocante al ramo 
de ganados y con relación á manufacturas como hamacas, 
enjalmas y olxas comercia con los pueblos del Departamento 
de Yalle Dupar, y á veces con el de Padilla, á pesar de lo 
oostoso de los viajes por la necesidad en que se hallan los 
transeúntes de pagar una escolta que los custodie desde el 
Espíritu-Santo hasta San Diego y Buenavista; es decir, en un 
trayecto de 5 miriámetros, ya sea que tomen la via de Valle 
Dupar, ya la de Becerril. 

" En el hato nombrado " Porrilla,'' que apenas dista un 
miriámetro del Espíritu-Santo, se encuentran algunas vetas de 
minerales. Las más conocidas son las de cobre y de plata, y 
se denominan "El ínteres," "La Mina," "Perrilla" y "Las 
Palomas." Dichas minas fueron visitadas por el Prefecto de 
este Territorio en 1874; también lo han sido por Farrell y 
Grow, ingenieros norte-americanos, y por Trouchon y Striffler, 
quienes han emitido opiniones favorables á la explotación de 
ellas." Espíritu-Santo dista de Bogotá 84 miriámetros. * 

MarocasOj en la sección de la S^evada, en las orillas del 
Banchería ó Eiohacha. Habitantes 405. Dista de Bogotá 97^ 
miriámetros. 

Rosario^ en la sección de la Nevada y en las cabeceras del 
rio Cesar. Tiene una escuela de niños. Habitantes 490. 

8<m Antonio^ en la sección de la Kevada y sobre el braao 
más meridional del rio Ancho. Tiene una escuela de varones. 
Habitantes 314. 

8<m Miguel^ en la sección de la Nevada y sobre el brazo 
principal del rio Ancho. Tiene una escuela de niños. Habi- 
tantes 260. 

San Sebastian de Bába^o^ en la sección de la Nevada y en 
las cabeceras del rio de La Fundación, Tiene una escuela de 
niños. Habitantes 530. *• 



* El G-eneral Oodazzi, Jefe de la Comisión Corográfícat murid en el poe 
blo del Espíritu-Santo cuando estaba levantando la carta del Estado del 
Magdalena. 



El número de habitantes de estos pueblos ha sido tomado, á íálta de 
otro dato, del censo de 1673} aunque ese censo no ha sido aprobado por el 
Gobierno. 



— 360 — 



PARTE TERCERA. 



MONTAÑAS. 

/ 

La gran Cordillera llamada de los Andes * atraviesa de Snr 
á Norte la América meridional desde la tierra magallánica 
hasta el estrecho de Bering y corre en una línea casi paralela 
á las costas del Pacífico. La mayor distancia entre los estribos 
de esta cordillera y el mar son 25 miriámetros, pero hay 
partes de ellos que casi tocan sus orillas, como sucede en 
Bolivia al ÍTorte del desierto de Atacama y en el litoral del 
Perú. Al entrar los Andes en la Union Colombiana, lo que 
hacen por el Sur del Estado del Cauca, se abren en dois 
ramales paralelos entre el volcan de Chiles y el cerro Mirador 
de Ghuaca. De éstos, el más próximo al mar sigue su curso hacia 
el Korte hasta el Estado de Bolívar, donde termina enfrente del 
pueblo del Banco. El nombre de este ramal es Cordillera Occi- 
dental. El otro, que sigue en la dirección general del N-E. por 
espacio de 21 miriámetros, va á bifurcarse hacia el Este de 
Almaguer, enfrente del pueblo de La Yega y entre las cabe- 
ceras del rio Magdalena. Esta segunda desmembración del 
cordón principal de la cordillera es la que viene á fijar defini- 
tivamente el sistema orográfico de Colombia. 

De estos dos últimos brazos, el de la izquierda, con el nom- 
bre de Cordillera Central^ sigue hacia el Norte y va á terminar 
también en el Estado de Bolívar, como la Cordillera Occiden- 
tal. El de la derecha, llamado Clordillera Oriental, tuerce más 
hacia el N-E. hasta el Estado de Santander, y aUí se abre en 
dos grandes masas, que corren, la del Occidente hacia el Estado 
del Magdalena, donde termina, y la del Oriente hacia la Eepú- 
blica de Venezuela, cuya parte más setentrional atraviesa para 
terminar en Cumaná sobre el cabo Paria. 

Por lo expuesto se ve que el gran nudo de la cordillera de 
los Andes, que Humboldt llamó de los Pastos y que Codazzi 
situó en la latitud (P 55', y en la longitud 3°, 36' al O. del me- 
ridiano de Bogotá, no es sino la enorme masa de montañas que 
se extienden desde Tulcan hasta Timbío, cuya mayor anchura 
es de 10 miriámetros. Su largo alcanza á 20. 

Comprende este nudo las cumbres de Chiles, de 4,840 me^ 
tros de elevación; la de Cumbal, de 4,890 ; la de Pasto 6 de La 

* Bidsele este nombre de la voz arda, que en idioma peruano antiguo 
quiere deoir cobre, metal que ejctraian de aquellas montanas los naturales. 




— 361 — 

Galera, de 4,100 ; la de Sotará, de 4,600, 1q& picachos de Ma- 
Uama, de 4,200, y otros de menor elevación. 

Antes del nudo de que hablamos, corresponde á la Union 
junto con el Ecuador ( cumbres vertientes ) la parte de la cor- 
dillera general de los Andes que está entre el nevado de Ca- 
yambe y Tulcan, cuya extensión es de 15 miriámetros, 

OOBDILIiEBA OCCIDENTAL Ó DEL CHOCÓ. 

Llámase esta cordillera así por estar situada al Occidente 
de los otros dos ramales. Su eje principal, que corre entre las 
aguas del Cauca y las costas del Pacífico en la dirección gene- 
rS del Ñ-E, atraviesa los Estados del Cauca y de Antioquia, 
y termina, bifurcada, en el Estado de Bolívar. Esta bifurcación 
tiene lugar en las cabeceras de los rios Süiú y San Jorge. Uno 
de los brazos va á terminar al pueblo del Carmen, con el nom- 
bre de 8err<mla de San Jerónimo^ y el otro, el más corto, en la 
ciénaga de Arboletes, con el nombre de Serranía de AMhe. Su 
largo, desde su punto de arranque en el volcan de Cbües (Es- 
tado del Cauca) hasta el citado pueblo del Carmen (Estado 
de Bolívar) es de 90 miriámetros si no se computan sus in- 
flecciones. 

Hacia el Oriente, los estribos, apéndices y contrafuertes de 
esta cordillera se juntan, confunden y enmarañan en toda su 
línea con los estribos, contrafuertes y apéndices occidentales 
de la Cordillera Central, y entre unos y otros forman la parte 
montañosa de los Estados del Cauca y de Antioquia. 

Del lado del Pacífico los estribos de la Cordillera Occiden- 
tal son midtiplicados pero cortos, forman aglomeraciones capri- 
chosas de escasa elevación y dan origen á multitud de rios. 

Del puerto de la Buenaventura hacia el Norte los ramales 
occidentales de la Cordillera Occidental más próximos al mar 
se concentran en un nuevo eje, que se caracteriza más y más á 
medida que avanza hacia el N-Q, pero que se abre en forma de 
abanico al entrar en el Estado de Panamá. Tiene este ramal 
el nombre de Cordillera de Bando ( Codazzi la cree de origen 
terciario) y va á rematar, en parte, en la punta Garachiné 
sobre el golfo de San Miguel. La otra porción, enderezándose 
al N-E. corta, con el nombre de Serranía del Darien^ el istmo 
de Panamá y sigue paralelamente á las costas del Atlántico. 
Coge después el Occidente franco y va á buscar los montes 
guatemaltecos en la América Central. Sus estribos á uno y 
otro lado no tienen elevación. 

Esta cordillera ó ramal forma con la masa principal de la 
Cordillera Occidental, las importantes hoyas de los rios Atrato 
y San Juan, que corren en direcciones opuestas y van á des- 
cargar el uno en el Atlántico y el otro en el Pacífico. Las aguas 
de estos dos ríos pueden servir de medio de comunicación entre 
esos dos océanos» liOS puntos culminantes de esta cordillera 



— 362 — 

son: Cerro Picacho, de 2,150 metros; Cerro Horqueta, de 2,000, 
y el volcan de Chiriquí, de 1,975. 

COBDILLEBA CENTEAL Ó DEL QUINBÍO. 

Llámase así á esta cordillera por su posición entre la cor- 
dillera Occidental y la Oriental. Corre en la dirección general 
del Korte, separa en parte los Estados del Cauca y del Tolima 
y atraviesa el de Antioquia. Su punto de arranque es el pá- 
ramo de las Papas (Estado del Cauca) origen singular de los 
rios Magdalena, Cauca y Caquetá, y su punto de remate queda 
cerca del brazo de Loba, frente al Banco, en el Estado de Bolí- 
var. Su largo puede calcularse en 100 miriámetros. 

Hasta antes de entrar esta Cordillera en el Estado de An- 
tioquia, su macizo es perfecto y hermoso, pero allí decrece y se 
desparrama en una serie de nudos que, unidos á los de la Cor- 
dillera Occidental, forman la región montañosa de aquel Estado. 

CORDILLEEA ORIENTAL Ó DE SXJMAPAZ. 

Llámase á esta Cordillera así por estar situada hacia el 
Oriente de las otras dos. Su eje y ramales atraviesan los Es- 
tados del Tolima, de Cundinamarca, de Boyacá, de Santander 
y del Magdalena, y separan la grande hoya del rio Magdalena 
de las más grandes aún del Orinoco y del Amazonas. Témanla 
algunos geógrafos como la continuación del eje principal de 
los Andes ; pero terminando, como termina, en la cercana re- 
pública de Venezuela, lo más lógico es dar este carácter á la 
Cordillera Occidental, la cual, después de atravesar el istmo 
de Panamá, va á formar los montes de la América del Korte y 
se mantiene inclinada hacia el Pacífico hasta las bocas del Mac- 
kenci en los mares boreales. 

Su punto de partida es el páramo de las Papas } hace allí una 
grande infleccion hacia el Oriente y toma luego hacia al N-E. 
hasta la ciudad de Pamplona, en Santander, en donde se abre 
en dos brazos, uno que va rectamente al Norte en busca de la 
Goajira y otro que penetra en la vecina república de Yenezuela. 

El brazo que toma hacia el Norte en busca del Estado del 
Magdalena recibe en su remate el nombre de Serranía del 
Valle Bwpar ó de Perijá, y separa allí las aguas que van al rio 
Magdalena de las que ñuyen al lago de Maracaibo. Despida 
luego algunos ramales de poca consideración hacia los dos la- 
dos de su eje y termina en las cabeceras del río Hacha. Sa 
largo es de 125 miriámetros. 



Quieren algunos que se repute la gran Sierra nevada ás 
Sa/ntamarta como el principio ó el final de la Cordillera Orien- 
tal; pero ella parece estar constituida separadamente. Su 
masa es mayor que la del Ghimborazo, y su centro lo fox^ 



■J 



I*-' 



— 363 — 

man cinco picos, de los cuales el más elevado mide 7,92() me- 
tros. Despréndense de estos picos diferentes estribos en 
forma de estrella, origen de abundantes aguas. Su macizo 
tiene de Este á Oeste 15 miriámetros y de Korte á Sur 10. 



Es digno de observarse que en la Cordillera Occidental no 
hay sino los nevados de Chiles y de Cumibal y que en la Cen- 
tral estén el mayor número de ellos y los más hermosos, á sa- 
ber: Coconucos^ Furdcéj Rnila^ Quindioy Toliina^ BuiZy Mesa de 
Herveo y Santa Isabel, Est«js tres últimos tieiien el nombre 
general de '^Páraano de Euiz." En la Cordillera Oriental solo 
se encuentra la gran Sierra nevada de Chitas pues el Cerro- 
nevado de Sumapaz no se cubre de nieve sino en algunos meses 
del año. Eso mismo sucede á los volcanes de Pasto y de 
Sotará. 



i 



I 



Fuera de estas tres cordilleras y de sus apéndices respec- 
tivos, no hay en Colombia otros montes digno^ de mención 
sino los insignificantes y aislados de la regi(»n oriental, llama- 
dos sierras PacZa'ütíía, Yimbi^ TunaMj Aracuara, Están situa- 
dos estos montes entre el Guaviare y el Caquetá. 

Los puntos culminantes de los Andes disminuyen de dia en 
dia de altura, según lo demuestra la compai-acion de las obser- 
vaciones barométricas de Caldas, de Humboldt, de Boussin- 
gault y de otros. 

Las montañas colombianas ocupan una superficie de 4,335 
miriámetros cuadrados, ó sea la tercera parte del territorio 
nacional. 

VOLCANES. 

I 

Se encuentran en la Union Colombiana el, de Sotará; el 
hermoso de Furoeé^ que en 1849 perdió su copa ó cima y se for- 
mó una crátera de 80 á 100 metros de diámetro; el de Pasto^ 
que reventó por última vez en 1727; el de Chiles^ en la línea 
divisoria con el Ecuador, que tiene más de quince bocas hu- 
meantes y hace erupciones de poca consideración 5 el de Cum- 
halj cerca del anterior; el del Huila, el más elevado de todos, 
del cual se han contado últimamente hasta nueve bocas; el del 
Azufral y el de Chiriqui, hoy extinguido, llamado antes de 
Barú. Este último al perder su copa formó un vasto plano 
inclinado de 1,925 metros de altura. 

La Sierra nevada de Santamarta hizo su postrera erupción 
en 1565, y arrojó lava á más de 20 miriámetros de distancia. 
Se dice que sus detonaciones fueron oidas entonces en Bogotá. 

También se encuentra el volcan de Bordon^llo 6 Patascoy, 
cerca de la Cocha de Pasto. Su altura sobre el nivel del mar 
son 3,800 metros. 



— 364 — 

NBYADOS. 

Los ijievados de la Umon son los sígoientes : 

Altura en metrofl« 

Sierra nevada de Santamarta 7^926 

Huüa 6,700 

Tolüna 5, 616 

Herveo 5,590 

Sierra nevada de Chita ó Güican 6,583 

Euiz 5,300 

Quindío 5,150 

Santa Isabel 5,100 

Barragan 4,930 

Cumbal 4,890 

Cráter del volcan cerca de la mesa de Herveo. . 4,885 

Chiles 4,840 

Cerro nevado de Somapaz 4,810 

Coconucos 4,800 

Sotará 4,600 

Volcan de Pasto 4,100 

MESAS. 

Éstas ocupan en la Union Colombiana ana extensión de 327 
miriámetros cuadrados. Las más notables son las siguientes: 
la de HerveOy mesa hermosa, ceñida de hielos eternos. Destár 
case de una planicie sinuosa de arena y piedras sin señal algu- 
na de vegetación hasta la altura de 5,590 metros. Puede con- 
siderarse como el punto de arranque de las montañas centrales 
de Antioquia. La dilatada y bella de Jéridas, de 1,728 metros 
de altura; Mesarica, de 2,987: Ambita^ de 4,312 y las de Sam, 
Pedroy Aratocay Mesallana, ídmasj Juarv-Diaz^ OhágreSj 8an . 
Juan. i&€. 

n 



Ríos. 

El sistema orográñco que acabamos de describir forma en 
la Union las hoyas hidrográficas siguientes : una occidental, 
otra oriental y dos centrales. 

La hoya occidental ó del Pacífico contiene entre los rios 
dignos de mención el -Mira, el Patia^ el Izcuandé^ el Bagtiay el 
San JíMm y el Atrato. 

De las hoyas centrales, la de la izquierda recoge las aguas 
que vierten en el rio Cauoa^ y la de la derecha las que vierten 
en el Magdalena. 

La grande hoya oriental, sin rival en el mundo, es por sí 
sola mayor que el resto del país y recoge las aguas que van al 






^365 — 

Amazonas y al Orinoco por medio de los ríos iVopo, PutumayOy 
Coqueta 6 Tupura^ Rionegroj Chiaviare^ Meta^ Arauca y Apure. 
Las hoyas secundarias, que son formadas por las ramiflca- 
ciones de las tres Cordilleras principales, solo contienen los 
siguientes rios notables : el Sinúj el Tuira y el Bayano ó Chepo. 

HOYA OCCIDENTAL. 

Forman esta hoya las vertientes occidentales de la Cordi- 
llera Occidental y las costas del Pacífico. 

Sus rios son : el Mira^ que nace en el Ecuador y recibe varios 
afluentes. A 2¿ miriámetros de distancia antes de su emboca- 
dura eA el Pacífico se abre en dos brazos y forma un delta 
de 6 mriámetros cuadrados. Sus bocas son seis, y su largo es 
de 12 miriámetros en la parte que corresponde á la Eepública. 

El Mira es navegable en buques de vapor por 4| minar 
metros, otro tanto en embarcaciones comunes y el resto en 
canoas. Sus principales afluentes son el 8an Juan y el Oüiza. 

El Fatia. Nace «n el volcan de Sotará de una vistosa cas- 
cada. Corre de Este á Oeste y atraviesa el valle profundo y 
estrecho del mismo nombre eu busca de la Cordillera Occi- 
dental, la que rompe y sigue hacia el Pacífico. Su delta es de 5 
miriámetros cuadrados, como la del Mira. Tiene 14 bocas. 
Lias mareas del Pacífico suben por ellas hasta 6 miriámetros de 
distancia. El Patía soporta embarcaciones pequeñas hasta su 
unión con el Guachicono y mayores hasta la quebrada Cum- 
l3itará; de ahí hacia adelante, estrechado por las cordilleras, se 
liace muy difícil navegarlo hasta el Castigo. Entorpécenlo lue- 
go el estrecho de Minamá, el paso del Guadual y el Salto. ^ Su 
largo es de 40 miriámetros, y sus principales afluentes son: el 
Chiachicono^ el Mamaoonde^ el MayOy el Juanambúj el Guditara^ 
el San Pablo j el Telembij el Patia^vi^o. 

El Izcuandé. Kace en el cerro San Juan y le tributan el 
IzcuandecitOj el Munchique^La Junta^ elMatambéj el San Luis. 
Su curso es de 16^ miriámatros; es navegable y arrastra oro. 

El Dagua, Kace en una hoya de la Cordillera Occidental á 
2 miriámetros de Cali y es navegable por cerca de 10. Su situa- 
ción geográfica lo hizo en otro tiempo importante, pues era 
via obligada para comunicar el interior del Estado del Cauca 
con el Pacífico. 

Desde el punto Uamado Las Juntas se baja el Dagua en 
canoas largas y estrechas, que los negros conducen con mucha 
destreza por entre las rocas y los remolinos de su cauce ; en el 
punto del Salto es necesario pasar las canoas por tierra hasta 
las bodegas ; después viene el Saltico, paso no menos peligroso 
que el anterior. Corre en seguida el rio con alguna violencia 
hasta el pueblo de La Cruz; desde allí su corriente es mansa 
liasta la bahía de Buenaventura, en donde desagua. Su largo 
es de 15 miriámetros; no tiene afluentes de consideración. 



— 366 — 

El San Juan. Kace en el cerro de Garamanta; empieza á 
ser navegable en canoas desde la boca de la quebrada Pnreto 
y puede serlo en vapores hasta 23* miriámetros arriba de sus 
boca«, que son 11. Sus orillas son altas. Corre de Norte á Sur 
y tiene 40 miriámetros de largo. Sus i)rincipales afluentes 
son : el Tamaña^ el San Agtistin y el Calima. El San Juan 
pasa por Tadó y Noánama y desagua en el Pacífico. 

El Atrato. Nace en los farallones del Citará, corre en di- 
rección opuesta al rio San Juan y descarga en el Atlántico. 
Abajo de la boca del Bojayá se divide en dos brazos i)or espa- 
cio de 10 miriámetros. Uno de esos brazos es el de Murindó, 
que se lleva una cuarta parte de sus aguas. Tiene el Atrato 
67 miriámetros de largo, de los cuales 8 no son navegables, 4 
admiten pequeñas embarcaciones, 7 (de Lloró á Quibdó) pue- 
den servir para buques chatos de vapor y 49 para buques un 
poco más grandes. La navegación de este rio es mucho más 
segura que la del Magdalena, porque no se forman en él bajos, 
y porque mantiene siempre bastante fondo por las muchas 
lluvias que caen en su territorio. 

El Atrato pasa por Lloró, Quibdó y Tebada. Sus princi- 
pales afluentes son el Quito y el Truandó, 

Desagua el Atrato en el golfo de IJrabá por 15 bocas, de las 
cuales 8 son navegables en canoas y botes y 2 en goletas y 
balandras. En medio de estas bocas está ía bahía de la Cande- 
laria, espaciosa y abrigada pero de orillas cenagosas. A dife- 
rencia del Sari Juan, el Atrato corre en una hoya Jlena de 
ciénagas y de anegadizos y tiene en una y otra margen mul- 
titud de caños; su dirección es diametraltnente opuesta á la 
de aquel rio, del cual está separado por una serie de Celi- 
nas de más de medio miriámetro de extensión y de 110 metros 
de altura. Estas colinas han sido llamadas impropiamente 
istmo de San Pablo, Cortado este istmo por un canal se i)odrian 
comunicar las aguas de los dos rios y pasar por ellas de iin 
océano á otro. 

HOYA CENTRAL DE LA IZQUIERDA Ó DEL CAUCA. 

I 

Forman esta hoya las vertientes orientales de la Cordillera 
Occidental, y las vertientes occidentales de la Cordillera 
Central. 

El Cauca, Káce en el páramo del Buey^ en la Cordillera 
Central, á 4,550 metros de altura sobre el mar, en la latitud de 
2^ Norte y en la longitud de 2^ 18' O. del meridiano de Bo- 
gotá, y empieza á correr hacia el I^orte en las frías regiones 
de Paletará, al pi^del nevado de los Coconucos. Su dirección 
general es de Sur á Norte y está encajonado entre las Cordille- 
ras Central y Occidental. Baña este rio los Estados del Cauca, 
al que da su nombre, de Antioquia y de Bolívar, y tributa al 



Magdalena, ab^o de Mompos, por la boca Uamada 1 
después de un curso de mas de 135 miiiámetros. has 
pasau por entre loa principales pueblos de los dos prím» 
tados nombrados arriba. Le entran más de 200 rios ¡ 
Quebrat^. 

Sos principales tributarios son : el Hondo, el Palácé, e 
damó, el Ovejaa, el Quinamayo, el í'alo, el Amaime, el 
el Bugalagrande, la Paito, la Vieja, el Otvn, el Gampoak 
Pozo, el Arma, el San Jttan, el Tarasá, el 2iecM y el San 
Como . estos dos últimos son de bastante considerado 
mos algo de ellos. 

El Nechi. llecibe sas primeras agnas del cerro de Sar 
cerca de Santa Eosa de Osos, y es navegable desde Za 
basta su entrada eu el Canea. Su principal atluente es el 
rico eu oro. Porce debiera ser el nombre general del rio 
no solo porque aquél lleva á éste mayor volumen de agu: 
I»or ser más largo. ' 

£1 San Jorge. Nace en el Estado de Antioquia, en 
ramillo, y va á regar parte del territorio del de Bolíva 
dirección es hacia el Ñ-E. y tiene un curso de 14 miriái 
parte de ellos (desde Ayapel para abajo) por terrenos 
dos. Entra eu el Cauca por cuatro brazos casi paralelos 

El Caíiea empieza á ser navegable en pequeñas en 
ciones á los 10 miriámetros de su curso ó sea desale la bi 
rio Ovejas, donde terminan las serranías. En los va: 
Popayan y de Cali presenta mayores facilidades para st 
gacion basta el Salto, que fué el punto xH>r donde, 
Codaz/.i, en tiempos remotos se abrieron paso las a^ 
través det territorio montaüoso de Sauta Bnsa de Caira 
formar los lugos que se eucoiitrabao ikites en el Estado 
tioquia. El Salto queda abajo de la boca del Sopinga. 

JSo es navegable el Cauca abi^o de la ciudad de Ant 
l)or el fuerte descenso de sus aguas y por las grandes ] 
que estorban su cauce. Desde allí hacia adelante, estr 
por los empinados estribos de la cordillera, golpea ant 
con una impetuosidad aterradora hasta ñ«nt« de 1 
del Espíritu-Santo. Antes de Cáceres forma el paso 1 
Angostura, en donde se precipita por entre enorme 
destrozadas con una rapidez tal que hace imposible 
tarlo en las crecientes del invierno. Ab^o de Cáceres h 
punto peligroso, llamado impropiamente el Salto, qu 
sino un pequeño raudal que impide la subida de grandet 
panes durante la época de las aguas b^jas, puea sn 
explayamiento hace inútil el uso de la palanca. Em 
llegar al brazo Biouuevo se encajona lo bastante par 
aer navegado cómodamente hasta Magangné. A cansa 
falta de uniformidad, los antioqueQos han abandoi 
Canea por el Nare. 



— 368 — 

HOYA GENTBAL DE LA DEBEOHA Ó DEL MAGDALENA. 

Forman esta hoya las vertieiites orientales de la Cordillera 
Central y las occidentales de la Oriental. 

El Magdalena nace en los confines del Estado del Tolima 
y del Cauca, de la lagnna del Buey (que otros llaman de la 
Magdalena), en el páramo de las Papas, en la latitud 1^ 58^ 
Korte y en la longitud 2^ 19' 3C al Occidente del meridiano de 
Bogotá, á 3,956 metros de altura; esto es, 594 metros más 
abajo que el Cauca. 

Al principio de su curso forma el Magdalena una bella cas- 
cada entre Peñagrande y Peñachiquita. Sigue después hacia 
el Oriente y sale de los páramos para entrar en los desierto» 
de Laboyos. En el punto llamado Barandillas se endereza de- 
finitivamente al N-E. y se pone paralelo á la Cordillera Orien- 
tal, á la cual se inclina hasta el puerto de Girardot. En Girar- 
dot tuerce hacia el Oeste en dirección de Coello, y luego vuelve 
hacia el Korte para arrimarse á los estribos de la Cordillera 
Central, los cuales no abandona hasta el Banco, punto en 
donde deja la dirección general del íTorte y toma la del 
K-O. hasta su entrada en el Atlántico, la que efectúa por solo 
dos bocas. Su delta, llamada isla de los Gómez, no alcanza á 
tener 2 miriámetros de extensión. 

El curso del Magdalena, prescindiendo de la mayor parte 
de sus inflecciones, es de 170 miriámetros. Le tributan por todo 
más de 500 rios menores é infinito número de quebradas. Baña 
el Magdalena los Estados del Tolima, de Cundinamarca, de 
Boyacá, de Santander, de Antioquia, del Magdalena (al que da 
su nombre) y de Bolívar, esto es, siete de los nueve en que está 
dividida la Ünion. Pasa por sesenta pueblos y cuenta los si- 
guientes notables tributarios : el Fáez^ el Frado^ el Saldaría^ el 
Bogotá^ BioredOj el Ottalij el de la Miel, el jYiare, el Cañoregla, el 
CararCj el Oporij el de la Ooloraday el SogamosOy el Cimitarra^ 
el Lebrijaj el Simiti y el Cesar. 

El Cesar merece una mención especial. 
Kace este rio en la Sierra nevada de Santamarta, y tiene 
la particularidad de correr en una dirección diametralmente 
opuesta á la de todos los demás rios de Colombia que desaguan 
en el Atlántico, esto es, hacia el S-O. Su curso es de 30 miriá 
metros y puede ser navegado desde frente de la ciudad de 
Valledupar. Cerca de su desembocadura en el Magdalena 
forma la hermosa ciénaga de Zapatosa, y se bifurca antes y 
después de ella. Fluyen hacia él más de 30 rios menores. 

El Magdalena empieza á ser navegable desde arriba del 
Páez en balsas y canoas ; desde Neiva hasta arriba de Honda 
lo es en vapores pequeños y en champanes, y desde Honda 
hasta el Atlántico en vapores mayores. Esta circunstancia^ 
unida á la de atravesar las regiones más pobladas y ricas de 
la Union, hace de este rio el primero del país. Su navegación 
presenta no obstante algunos inconvenientes. 



^•- 






— 369 — 

Es uno de ellos el Salto llamado Negro ó de Honda, randa! 
formado por las rocas y la fuerte inclinación del lecho del rio, 
i}ue hace que en una extensión de un kilómetro tiene un des- 
nivel de 15 metros. Los buques de vapor que, por este raudal, 
no se atreven á subir hasta Honda fondean abajo de ella. 

Otro de los obstácidos que estorba la navegación del Mag- 
dalena es el paso del Colon^aimaj punto en donde se estrecha 
'el álveo del rio por las rocas que oprimen sus oriUas y erizan 
•su fondo. En el verauo las aguas faltan para el calado de los 
buques en algunos parajes y aa invierno las crecientes arras- 
tran grandes palos, 

V 

HOYA OBIBNTAL. 

Forman esta hoya inmensa las vertientes orientales de la 
Cordillera Oriental. 

El Amazonas. Baña este rio, sin contar sus sinuosidades, el 
territorio de la tJnion por más de 100 miriámetros y lo separa 
«n parte del Ecuador y en parte del Brasil. Sus afluentes co- 
lombianos más notables son : el NapOj el PutumayOy el Tupura 
ó Caquetá y él Rionegro, * 

Nace el JSÍnpo en el nevado de Cayambe con el nombre de 
Ooca y tiene un curso de 120 miriámetros, de los cuales 50 son 
navegables. Tiene 20 tributarios y el más notable de ellos es el 
Aguarico. 

Nace el Putumayo en el páramo de Aponte, en el antiguo 
país de los sebondoyes, tiene un curso de 180 miriámetros y es 
navegable desde los 15. Su corriente es mansa ; tiene vai*ias 
islas y algunas rancherías en sus orillas. Su volumen es una 
tercera parte menor que el del Yui>ura ] sus afluentes pasan de 
25. Llámasele también lea ó Izaparana, y es el segundo de 
•este territorio. 

Nace el Ywpur^ ó Caquetá en el páramo de las Papas, como 
el Magdalena y el Cauca, de una pequeña laguna llamada de 
Santiago, rodeada de peñascos escarpados, á 4,350 metros de 
elevación. Es el primero de este territorio, al cual da su nom- 
bre ] su curso es de 220 miriámetros, de los cuales son navega- 
bles 196 á pesar de tener un salto y un raudal y de lo impetuo- 
so de su corriente en algunos puntos. Le tributan cerca de 100 
rios y más de 150 quebradas conocidas. 

Sus afluentes i)rincipales son: el Orteguasa^ el Caguán, los 
Eñgcmos, el Anivá. el Apopóris, el Onoguay y el Forcos. 

Aunque más largo que el Magdalena, debe reputarse el 
Caquetá como inferior á éste por la menor extensión de su hoya. 

* El Amazonas tiene 700 leguas de curso directo, 860 con sus infleccio- 
nes y 1,200 computando alguno de sus tributarios. Su anchura mínima es 
de media legua y su anchura máxima de 65 leguas. Al entrar en él, rechaza 
el Océano hasta una distancia de 30 leguas. 

24 



S 



^370 — 

El Bianegro 6 BTijer; Gómpónese este rió del Guainía; que- 
nace en la antigna selva del Airico de una pequeña siena Üa:^ 
mada Padavida, y del brazo llamado CMiquiarej que es un 
apéndice del Orinoco. líos- indios lo llaman Úttrarm (que quieiB 
decir negro) á causa del color de sus aguas» El afluente princi^ 
pal del Eionegro es el Vaupes^ que le entra en San Joaquín, y 
nace de los estribos de la cordillera que están -al S-O. de Keiva. 
El Eionegro pertenece á la Union Colombiana hasta Laureto, 
esto es, en una extensión de 72 miriámetros; . luego signe por 
tierras del Brasil hasta el Ama^^ónas. 

Así el Guainía como el Casíquiare y el Yaupes son ríos na- 
vegables y de mucho volumen. 

Tales son los rios qjie le envía nuestro territorio al grande - 
Amazonas. El ancho de este rio en 1&. parte que le corresponde 
á Colombia varía de 5 kilómetros á 10, y tiene en ella 75 islas. 
Su curso navegable desde Tomepend¿i hasta el mar es d(& más d^ 
500 miriámetros. Su hoya tiene 50,000 miriámetros cuadradas. 
Su pendiente es de 4 á 6 metrospor miriáme^tro. El primero que 
descubrió el Amazonas, llamado por los indios Guiena y por los 
portugueses SolimoenSy fué" Vicente Yánez Pinzón en el ano de- 
1500. Al principio se le MamoMarañoriy del nombre de un espa- 
ñol que recorrió una parte de. él primero que Francisco de Ore- 
Jlana, quien le dio el nombre que hoy tiene por haber hallado 
en 61, ó creído hallar, mujeres g^ierreras. La Condamine y los 
académicos franceses lo bajaron á mediados dM siglo próximo^ 
pasado, después de haber medido en las llanura* de Tarqui . 
el grado del meridiano terrestre contiguo al Ecuador. 

El Orinoco (antiguo Fdragua de los indios). Nace este rio, 
rival deL Amazonas, en tierras de Venezuela y empieza á per- 
tenecer áx Colombia en el punto dé su célebre bifurcación (Ca- 
síquiare) después de 38 miriámetros de curso. El ancho del 
Orinoco es aUí de 678 metros y el de su brazo de 102. La pro- 
fundidad mayor de aquél es de 40 pies y la de éste dé 30. Su 
dirección general es hacia el N-E. hasta las bocas del Ventua- 
ri, después es hacía el E. hasta el punto en dónde le entra el 
Guaviare; luego es hacia el N-0. hasta el Meta. AUí deja de 
pertenecer á nuestra Eepública. 

El Orinoco recibe las aguas de 3,558 miriámetfos cuadra- 
dos (extensión mayor que la de España) de tierras colom- 
bianas y venezolanas. Su ancho llega á veces á medio miriá- 
metro y su velocidad á 6 pies por segundo. Humboldt quiso 
hallar su origen en 1800, pero no pudo por las muchas dificul- 
tades que le pusieron los salvajes y la topografía misma del 
suelo. 

Los principales afluentes del Orinoco son el. Gtiaviare^ el 
Vichada^ el Meta y el Arau<í^. 

Nace el G^a^Jtare en la Cordillera Oriental ai Este de, la 
ciudad de Neiva bajo el nombre de Balsílla, recibe luego el de 



— . 371' — 

lió Gaayabero y por último el* de rio- GiLaviáre^. nombre que 
conserva hasta sa fin,, frente á San Femando da Atabapo.. Su 
earso es igual al del Cauca, pues tiene 135 miriámetros. y. al 
juntarse con el Orinoco casi no se conoce cuál dé ellos es el 
principa^. Es navegable en casi toda su? extensión. 

Los afluentes principales^ del Guaviare son el Fapamene ó 
Suayabero, el Ariarij el Inírida y el.Atabapo. 

El Guaviare i>one término hacia el Norte á la inmenea región 
del Cagueta y separa las partes desiertas de los Estados del 
Cauca y de Cundinamarca. Su curso general es hacia el Ñi-B. 
Face el Vichada en las sabanas que están cerca de la lagu- 
na Vua; es navegable y sus aguas son de un verde oscuro. 
Tiene un curso de 40 miriámetros* Su afluente principal es el 
Mueoj también navegable, y tiene en su boca un pequeño raudal. 
Nace el Meta en el páramo de Sumapaz, entre el alto de 
Cazuelejas y el Cerronevado, y lo fonnan- cuatro rios que, reu- 
nidos, toman el nombre de Huraadea. Su: curso es de 110 miriá- 
metros, y recibe más de 100 rios nacidos en las serranías del 
Estado de Boyacá y en parte de las de Cundinamarca. Entre 
estos rios son dignos de mención el Upia^ el Manacaday el Cu- 
tiana, el Gravo, el Faiito, el Ariporo, el AricaporOj el Chire, 
el üasanare, el Eie y el lApa. 

El Meta i^reseuta algunas dificultades para ser navegado, 
ya por sus tortuosidades, ya por las arenas y troncos que arras- 
tra, ya, por lias hordas salvajes que lo habitan ; pero en cambio 
en sus márgenes puede ser cosechado con mucho provecho el 
tabaco, el añil, el algodón, la caña de azúcar, el café y el cacao. 
El Meta pasa, por Cabuyaro y Maquivor. 

Nace el AroAica, último rio de esta hoya, de los estribos 
orientales de la sierra naveda de Chita, y corre en la dirección 
general de Este á Oeste por espacio de 80^ miriámetro& Es 
navegable en gran parte. De su curso solo 2Q miriámetros 
corresi)onden á la ünion^ ó sea hasta el meridiano del Paso 
del Viento» Pasa por Araucaj no tiene afluentes de consi- 
deración. 

HOYAS- MENOEES. 

La principal de éstas es la formada por las serranías de San 
Jerónimo y de Abibe, cuyas aguas tributan al Siam. Nace este 
rio en el Estado de Antioquia en el cerro de los Tresmorros y 
entra en. el Estado de Bolívar. Su curso, que se enreda y des- 
enreda con frecuencia, es de 46 miriámetros. Tiene algunos 
afluentes. Pasa por San Antonio de Cereté, San Pedro, Chima, 
San Sebastian de Urabá, Lorica, San. Nicola» de Barí y San 
Bernardo del Viento, y descarga en el- golfo de Cispata. 

En el istmo de Panamá no hay ninguna hoya notable á 
causa de lo estrecho del territorio; empero, hablaremos del 
Tuira y del Baya/no por ser los rios más grandes de aquella 
parte de la Union. 



— 372 — 

líace él Tuira en el cerro del mismo nombre. Su curso es de 
27 miríámetros, de los cuales solo 17 son navegables. Le tribu- 
tan 63 rios y muchas quebradas. El más notable de sus afluen- 
tes es el Chucuncique. 

Hay en la boca dVil Tuira, en el Pacífico, una isla grande 
llamada San Carlos y varios islotes. La isla forma dos bocas, 
llamadas Chica y Grande, de las cuales la primera es la mejor 
para entrar en el golfo de San Miguel. 

Nace el Bayano ó Chepo en la parte opuesta del ramal de 
los Andes que da origen al Chucunaque. Descarga en el gran 
golfo de Panamá, frente de la isla Ohepillo, y tiene 30 miriá- 
metros de curso^ de los cuales 20 son navegables en pequeñas 
embarcaciones. 

Finalmente, mencionaremos el canal del IHque^ en el Esta- 
do de Bolívar, que es un brazo del Magdalena que se des- 
prende cerca de Barrancanueva y va á buscar la ciénaga de 
La Cruz en el Atlántico, Su largo es de 12 miriámetros. 



Como se ve, la mayor parte de los ríos de la Union tienen 
sus fuentes ó cabeoeras en la parte oriental de los Andes que 
atraviesan los Estados del Cauca, de Cundinamarca y de 
Boyacá, y su dirección general es de Este a Oeste con incli- 
naciones al Korte y al Sur, ora para buscar el Orinoco, ora 
el Amazonas y rendirles el tributo de sus aguas. Indagando la 
«ausa de la mayor abundancia de ellas en esta región, fácil es 
encontrarla en la mayor corpulencia de la Cordillera Oriental 
respecto de las otras dos, y en la vasta extensión de dicha 
región, en donde un horizonte se enlaza con otro horizonte 
hasta los pequeños montes de Venezuela y del Brasil. Cir- 
cunstancia es ésta que no pone obstáculos al curso de los 
rios y que les abre cauce ancho y fácil hasta convertirlos en 
mares viajeros, como sucede con el Amazonas y el Orinoco. 

No sucede así en la región central, la cual está encajonada 
entre dos cordilleras apenas suficientes para alimentar los rios 
Magdalena y Cauca. Más allá de los montes que se extienden 
hasta Guatemala nuestro territorio es estrecho, y no tiene 
otros rios notables sino el Atrato y el San Juan, gracias á 
correr éstos paralelos á las montañas, el primero hada el 
Norte y el segundo hacia el Sur. 

Iguales causas producen siempre iguales efectos 5 es por eso 
por lo que no se encuentra rio caudaloso alguno en toda la zona 
occidental de las repúblicas del Pacífico. El Ecuador tiene el 
Ouayas y el Esmeraldas, el Perú, el Eimae y otros; Bolivia nin- 
guno y Chile el Maule y el Bío-bío. Bajo este respecto la Union 
Colombiana tiene en la región oriental gérmenes poderosos de 
vida y de progreso destinados para generaciones más afortuna- 
das que la nuestra. Allí está el asiento de un nuevo país, lleno 
de riquezas agrestes, lleno del vigor primitivo, con canales abier- 
tos para ir del Sur al Norte y del Poniente á la Aurora ; con 




f' •• 



— 573 — 

glandes vias flaviales hasta el Océano, con oro, con hulla, ma- 
deras y bálsamos. Talles arcUentes y deliciosas sabanas, aves 
hermosas, caza y pesca, todo está allí esperando al hombre 
desde el principio de los siglos en el silencio del desierto. Allí 
no hay otra armonía sino la de los yientos y la de las agnas, ni 
se oye otra voz sino la del tigre. Es pues^ necesario Uevar á allá 
el ruido de las> hachas al derribar los bosques. Es pues nece- 
sario cambiar allí los despojos que arrastran los rios por los 
bajeles que dan al aire el humo de la industria,, y fundar 
ciudades y labrarlos campos para dar al hombre los goce» 
del trabajo, las satisfacciones de la riqueza y los encantos de 
la civilización. 

El agua es la señal de la vida. En Sahara muere todo por- 
que falta este elemento prodigioso. En donde no hay un manan- . 
tial, un rio, un charco siquiera, la tierra se cubre con el ropaje 
de arenas y de guijas denlos lugares estériles; no nacen las 
flores, no se doran las espigas ni verdean las ^amíneas. Co- 
lombia por fortuna tiene todas las aguas que faltan al retostada 
«uelo del AMqa: aguas para el cultivo, para las fábricas, 
para la navegación y para la salubridad. ¡Feliz de ella si sus' 
eolonizadore» hubieran levantado sus primeras ciudades en la 
pingüe región oriental ! 

III 

LAGUNAS Y CIÉNAGAS. 

Las lagunas y ciénagas de la» Union son las que siguen. 

La llamada impropiamente laguna de O/ungwí, la de Jactó 
y los anegadizos de Gatibalj de Prnaya y de la AlMna en el 
Estado 4^ Pianamá. 

En el Estado del Cauca hay las siguientes : 

La Gochay llamada por los conquistadores mar dulce 6 gran 
laguna de Mocoaj la del B^uey^ origen del rio Magdalena j la de 
Santiago^ origen del rio Oaquetá ó Yupura; la Taula; las de 
OallincLZOy SachamaU y Bionegro^ formadas por los derrames de 
los rios vecinos; las de Jawwnái, Aguablanca j Arroyohondo f 
las ciénagas de Vijes^ Carambola^ Espinal^. Begina^ OhimMlacOy 
Yegüerizo^ Fesoador^ Ghurimál é Bigiieron^ sobre la banda izquier- 
da del Cauca, casi todas periódicas. Las dos llamadas> Chiaeha\ 
La Tortugáy La Larga^ La Torrej Amaime, Gonchalj Albornoz^ 
Buga y Sonso ; otra llamada Gonchal y Bugalagramde^ sobre la 
banda derecha del mismo rio, periódicas también qpmo las 
anteriores. La GMmhusa hacia el Pacifico 5 La Laguna; la del 
TruenOy La Bra^oa, las de Tahujo y Tabujito, las de AmaraleSy 
Tolaj Sanguianga^ Oua8ca/)nay Barrera y GaballoSj bástalas^ 
euales suben las mareas par medio de los caños y esteros. La 
laguna del Águila^ baja y con seis islotes; la Ohuatota^ 1^ 
Bamogandiy la Turbo y la Tapé; la ciénaga Manateriay la del 
TigreyG&rcB> de la Antigua del Darien; la de Tavena^las dos 



t 



i 



— 374 — 

de Suñquilla^ la JSíca, la Carica y lo, Teqttaré; las ciénagas de. 
Tumoradograndey Curharadó y las dos de Trttandó ; la Man- 
silla^las dos de Sálaqui y las de Curbaradodto j^ 'Gurbarado- 
grande; Isi Quij^aradój la ^Clarita y las dos de J>omingodó ; la.. 
Solprzo^ la Giénagagrande^ la Limon^ la Tadía^ lab Redonditaj la 
£awa y la del Gallean; la de Amayá^d^ Servamiaj la de Paeuru- 
cundéj la Salado^ las Montano y la Redonda. 

En el Estado del Tolima-hay las que signen: 

La llamada del Parawto, en la montaña *de Barragan, las 
La^unetoHj célebres por sus plantas acuáticas resistentes y la 
del Bv£y^ origen del rio Magdalena. 

Las del Estado de Cundinamarca son : 

La de JP^í^gt^ene, residuo de otra mayor, con dos islotes y dos 
islas altas en el centro; tiene patos y peces de los mismos que 
se crian en el Funza. La de Suesca^ á 2,810 metros de elevación j 
las dos pequeñas de 0«íci¿iií¿&^; la periódica de Palagua; la» 
dos lagunas de Fontihon y la de Gatama^ restos de antiguo» 
lagos; la de Pedropálo^ de orillas de una vegetación vigorosa^ 
célebre por las*fábulas á que ha dado lugar. La de Verjon; la 
de Qwitavitaj sitio de adoratorio de los indios; está á 3,139 me- 
tros de altura y se cree que encierra grandes riquezas «n Su 
seno. La de SieeJiaj á 3,455 metros; era también lugar d^ ado- 
xatorip de los indios y se ha intentado desaguarla. Las do 
Buitra^go^ Fausto^ Negra^ Churuguaco y Ghinga^aj que dan naci- 
miento á algunos nos y están en lo alto de los izáramos; las de 
GuoÁsamaya^ Ghisacd^ Gonejo^ Fiedraj^intaday Bermejal^ Larga y 
Curucat/j notables por su altura y los cerros que las. circundan, 
y las de Guaque y Garadezorro, 

Las del Estado de Boyacá son : 

La laguna Encantada^ llamada así por el vulgo, quien dice 
contiene objetos flotantes de oro, que no pueden ser cogidos; las 
dos llamadas Lagunas Verdes^ la una á 3,547 metros y la otra á 
3^650. Desaguada una de ellas para buscar oro ^dejó en descu- 
bierto varios huesos de mastodonte, que fueron llevados al 
museo nacional. La laguna Tecuquita^ encerrada en un tazón 
de rocas á 3,645 metros; las tres de Ocovij la del Venado; la 
de Socha^ que es muy bella, y las pequeñas de Ogontá y Busagá* 
La muy límpida de Toí«., con islas cultivadas; \sí Honda, llama- 
da así por su profundidad; la Ghupon; la de QuUisoque, célebre 
por sus tres chorros llamados las Yentanas de Quitisoque. 

Las del Estado de Santander son : 

La laguna jVai?aíe«, las de Baúl y Garrapatas, shxniáQiaiéñ 
en peces; la ciénaga de San Juan, que contiene una isla etí 
forma de medialuna; las de Bioviejo, Mosquitero, San Gregorio^ 
Babo^j el Glavo y la de Ghucuri, de forma caprichosa y ador- 
nada con una isla llena de árboles corpulentos; tiene más de 
2 miriámetros de larga. La ciénaga de Opon, abundante en 
peces; la de Gorozal, en medií).de unespeso bosque, jüa de 
,San Silvestre. 



— 375 — 

Ija^la^na Pandeazúcarj al pié del cerro del niismo nombre 
én el páramo ; de Ghontales: la de Macaregua^ las Lagunita^ 
cerca de Corití; Isí Encantada^ cerca de la mesa de Juan Eodrí- 
gaez, rodeada de fangales.y sumideros ; la del Montej objeto de 
mil fábulas absurdas; las de jPoíiíifeon y (7<íooía, la de Uvita^ 
La Colorada^ las de Tamand^ Gue^sa^rande y Tútara, la Ochóos j 
la Bravaj la Cazadero y la ciénaga Floresta^ cerca del puerto 
de Los Cachos. Esta última es pestilencial. 

«Las del Estado de Antioquia son : 

La ciénaga San Lorenzo^ entre Antioquia y Bolívar; la« de 
la Poza y la Fura^ las áeA.dentro y Barho/ooa^; la Sardinita^ 
compuesta de tres, y la. gran ciénaga Flanea, 

Las del Estado del Magdalena son : 

Las ciénagas de Tocoroma^ Mojan j Dowceíía, que comunican 
coñlsbáe Cantagallales; las de Hicacal, Flatanal y Mv^anda ; 
la de Doñamavia, y La Falmita; las de LatalitOj Dorada^ Eevés, 
Fut^rama j Mum; las de FalanquillOy Morales y FotrerOy las 
de Guáimaraj Leñalj grandes, y las pequeñas áe^alera^ Gorral, 
Reparo y Gtmma; la de Juan-Garcia^ que comunica con la del 
Dorado^ y las de Alfaro y lo, Fistola. La gran ciénaga de 
Zapatosa, compuesta de las de Fanjmche y San Juan, de más 
de 25 miriámetros de longitud y de 2 de ancho; la atraviesa el 
rio Cesar, tiene muchas islas y es navegable. Las de Chilloa, 
Lobato^ Fitalf Fijimo, Santana, Santabárbara, Guacamaya, 
£albudú, Flato, Sapayan y San Antonio, y la gran ciénaga de 
Santamaría, de más de 3 miriáraetros;* tiene varias islas y 
comunica con el Atlántico, y con el rio Magdalena. Los pla- 
yones de Consto, Ghimila, San Fedro, Apure, Gorraldecaña y 
Rubio; las ciénagas de San Agustín y Flora; la Pantano, la 
Grande y la de N^avioquebrada, que comunican con el mar; las 
Pajaral, Tucaca-s y Gocinetm; el.grande Mneal; la ciénaga ia^w- 
na y la laguna^de Sinamaica, qu^ partellmites con Venezuela. 

Las del Estado de Bolívar son: 

La de Betanci^ de más de 2 miriámetros: la de Timiná; la 
áeAyapel ó Luisa, á& 2 miriámetros; la RayOjlsb de Simiti, 
que comunica con el Magdalena; las dos de Playones, las ocho 
lagunas de la isla de Morales, IsbMarrocoyAsbPajaral, la Oscura, 
la Papayal, las de Gruz, Juan-Gómez. Palotal, Larga, Gorco- 
bada, Matunilla y otras que quedan hacia el Sur de Cartagena, 
las cuales comunican con el mar y contienen un bello archi- 
piélago de más de 12 islas; y las de Gallinazo y Fuéblonuevo, 

Las partes bajas de .las. hoy as del Sinú, del San Jorge y del 
Cauca, ^comprendidas entre las serranías de Abibe y de San 
Jerónimo, están llenas de a.negadizos, que crecen con las llu- 
vias é inundan toda la comarca. 



Las ciénagas y lagunas de la parte desierta de Colombia, 
son las siguientes, empezando á mencionarlas por las que se 
.encuentran en las hoyas del Orinoco.y del Guaviare. 



— 376 — 

La Maea'eaeafpe^ particular no solo por contener varias ísK- 
tas y morichales, sino por tributar sus aguas al Eionegro y al 
Gasiquiare^ las 8aridújMaccb8(igua y Surinaro; la de Bocouj de 
aguas neg^as^ abundante en boas; la Caridaj habitada por 
indios maquiritares. * 

La Oran Laguna, al pié de la sierra de Tnnahí ; la Tmiaimay. 
en el país de los indios guaques^ de más de un miriámetro cua^ 
drado ; las de Bocaóhica. Qüescon^ Oatepinirdj Peneya, Saricue^ 
ramano, Yarvmano y Cttmcuca en las oriUas del Ortaguasa. 
Alguna^ de éstas contienen boas. 

Cerca del Caquetá están las lagunas Angelina^ OalUnazo^ 
Mayoyoque, Teterupij Inurá y Corocagüey abundantes en peces. 
y en boas enormes. 

La laguna Cuyabeno hacia la frontera del Ecuador, de & 
miríámetros de larga y 1 de ancha, tiene tortugas y tere- 
cayes y moran en ellas los indios macos, de genial feroz. Las- 
lagunas Zancudo j Lagarto j Itayá y Capíici<L y las de Cumapi y 
Mard;guij cerca de la frontera del Brasil. La primera de éstas 
está en el limite de Colombia y el imperio nombrado. 

Arriba del Guaviare, en territorio indisputablemente eoloni' 
Hano, se encuentran las lagunas Gduca^guay de casi 1 miriáme- 
tro ; la Ahotdj, que comunica con el Orinoco y tiene orillas pro- 
pias para el* cultivo 5 la Sesemá^ abundante en peces ; las de Fi- 
ra/oine y Mape; la de Tua sobre el Meta, en donde estuvo ánte« 
la misión de San Miguel; hoy viven allí algunos indios catarros 
y guahibos. La Ftm, de 1 miriámetro de latga; tiene 3 islas- 
cerca de sus márgenes y es de las más ricas en peces; las de* 
3fanaüaoto,que son tres del mismo tamaño y se comunican entre 
sí, tienen muchos peces y son visitadas por los indios. La- 
de Mapiripan, entre el Guaviare y loscerritos del mismo nom- 
bre ; tiene peces. La de Ariari. La kbguna ó Desparramadero^ 
del /Stirar^, llamada en tiempo de la conquista ciénaga de Ar- 
checandi; es grande pero poco profunda. La Caribes j que debe 
su formación á las ñltraciones de las sabanas arenosas de sus 
contomos. La del Término^ formada por los derrames del Capa- 
naparo ; es notable por estar en el límite de Colombia con Ve- 
nezuela. La de Macaguan^ riquísima en peces, y habitada por 
indios ; las lagunas de Mu^cueo y Cepülo cerca del Meta. 

Por lo expuesto se ve que las ciénagas y lagunas pasan de 
300 en los Estados Unidos de Colombia. La extensión terri- 
torial que ocupan éstas no baja» de 527 miriámetros cuadrados^ 

Acaso hemos sido minuciosos en este capítulo, pero estos 
lagos, bien sean primitivos, bien sean solo restos de otros mayo- 
res de tiempos remotos^ S(Ki un dato importante para la geolo- 
gía del país. 

* £1 territorio en. donde están estas lagunas &a sida ocupado por Vene- 
xuela. 



— 3T¡ — 
IV 

ISLAS, penínsulas, CABOS E ISTMOS. 

Islas. Si contamos como islas todos los recortes aislados 
que forma el dentellado de nuestras largas costas, los pe- 
ñascos, cayos é islotes próximos al continente, y los deltas^ 
terromontero!» y playones de las bocas de nuestros rios, el nú- 
mero de ellas pasaría de cuatro ó cinco mil; do hablaremos 
pues sino de las que merecen geográficamente tal nombre. 

En el Atlántico las de Providencia y San Andrés, Distan 
una de otra 8 miriámetros, y 21^ la más cercana de las costas^ 
de Panamá; ambas están habitadas y forman el territorio na- 
cional del mismo nombre. 

Entre la punta de Chiriquí y la punta Tervi se halla un gru- 
po que pudiéramos llamar archipiélago de Chiriquí, el cual con- 
tiene 23 islas, 97 islitas y 2C4 islotes. Forman unos la laguna 
de Chiriquí y la bahía del Almirante, y quedan otras en el seno* 
de éstas. Las principales islas son las siguientes: Cayo de 
Agua, igual á la del Escudo de Veragua; la Popa, con cerros y 
de un miriámetro de extensión; la Provisión ó Bastimentos, 
grande y montañosai; la JV^aimcaí/a,> larga y estrecha; está habi- 
tada como la anterior por gentes de las Bocas del Toro. La 
del DragOj con colinas altas y con una península en donde está 
el lugar que sirvió de cabecera al antiguo cantón de Bocas del 
Toro; la Carnero, habitada; la de San Cristóbal^ con cerros, y 
la de Barrasj habitada por indios. 

La isla del Escudo de Veragua, frente de la punta Tiburón^ 
baja y cubierta de árboles; adórnanla algunos cayos. Su larga 
puede ser de 5 kilómetros. 

El archipiélago de las Mulatas,: frente de la ensenada de San 
Blas, el cual tiene entre islas é islotes 227, sin contar una 
sola notable. Está rodeado en su ma^'or parte de bajos y 
arrecifes. 

La isla de Pinos, con un cerro; la de San Agttstin, com- 
puesta de dos islas largas, coa pequeñas alturas. En esta isla 
terminan las que están en las costas atlánticas del Estado de 
Panamá. 

La Tortuguillaj la Fuerte, las islas de San Bernardo, de la» 
cuales las principales son la Tintipan, la Palma, la Panda y la 
Maravilla. Las del Rosario, de las cuales la más notable es la 
Larga, rodeada de cayos. La Sabanilla y la Verde. Todas estas 
islas se encuentran en las costas del Estado de Bolívar. 

En las del Estado del Magdalena se CDCuentran únicamente 
las siguientes: la larga y angosta de Salamanca, notable por 
su figura, y las cinco de la ciénaga de Santamarta. 

Las isla]^ notables del Pacífico son: en la ensenada del 
rio David, la Sevilla, de más de un miriámetro^ la Bocabra/oOfy. 
la Parida^ con cerros, y la Venado. 



~ 378 — 

Las islas Seeasy grupo compuesto de dos mayores y estre^ 
'€has, una menor, seis pequeñas y 27 islotes. Las Contrera^ 
que son dos ydistan 2 miríámetros de la isla de Coiba^ cerca 
de la primera hay 5 islitas y 30 peñascos aislados, y cerca de 
la segunda hay otra isla y seis islotes. La Medidor^ pegada á 
Isb Guarida^ la cual itáeiie un cordón de diez peñascos; la del 
Canal de Ajuera^ nodeada de 6 islitas y de 13 islotes. La GoibitcL, 
habitada, con 11 islotes ea sus costas ; y la de Coiba ó Quibo. 
Tiene esta isla algunas ¡cordilleras no muy elevadas, de las 
cuales nacen varios rios; su superficie es de 6 miriámetro» 
cuadrados. Está habitada y atiene en sus costas 65 islotes. 

La Jiearon, de forma triangular; ia Jiearita^ algo estrecha; 
la Qobernador^i, habitada.^ la ¿'efeooo, que es la mayor del golfo 
de MontiJQ, al cual parece cubrir; la. Leowod^ más pequeña que 
la anterior, poblada; y la Verde j larga y baja. 

lia Iguana^ la JBoñá^ la Otoque^ la O^améí, con^cuatro islotes; 
la Tabogay con una islita junto, habitada, célebre por su pesca 
de' perlas; la Tahoguillay coa iares islotes; y la ChepillOy con otr^^ 
isla cerca, ñ^ente de la boca del Bayano. 

Levántase por último en medio del gran golfo de Panamá, 
el célebre archipiélago de las Ferias^ compuesto de 39 islas, 63 
islitas y 81 islotes. La principal de éstas es la de San Miguel 
ó antigua Terareqili de los indios (antes se le Uamó >isla del Be¡f 
y después Ooíoweka^. Tiene unos 3 miriá^ietros cuadrados ; en 
su centro hay un extenso anegadizo, del cual nacen varias que- 
bradas. Hay varios ^puertos en sus costas. 

En las costas del Estado del Cauca solo se encuentran las 
islas Oorgona y Oorgonilla^ la una con unos cerros que tienen 
7 picos, algunas costas y playas bajas, y la otra muy pequeña, 
oon una islita junto. Ésta última está sembrada de plátano» 
otMno la anterior, los -cuales son cultivados por las gentes que 
viven en los arenales de las playas, en donde crecen el coco y 
otros árboles frutates. 

También se encuentra en estas costas la isla de Tunuioo^ 
habitada. Es asiento de una aduana nacional. 

Las islas todas de Colombia ocupan una extensión de 6% 
niiriámetros cuadrados. 



Penínsulas. Penínsulas mayores S0lo hay dos en los Es- 
tados Unidos de Colombia : la de la Qoajira^ bien considerable, 
en» el Atlántico, y la de Azuero en el Pacífico. La primera está 
en el Estado déi Magdalena y la segunda en el de Panamá. . 

Menores hay, en el Atlántico: la de ToftoZo, que encierra 
•portel Noreste la laguna de Chiriquí; la de SanBlas^^en el golfo 
4£l mismo nombre; y la Mestizos j en el golfo de MorrosquiUa. 

En el Pacífico se encuentran la de SoUmo y la de Ara^L 



Cabos. Los más notables son los siguientes : el cabo Tíbu- 
aconj en la.entrada del golfo de Utabá; él cabo Ág^a^ frente de 



I- 




— 379 — 

SantBmarta; el cabo San Agíistinj frente de la Sierranevada ; y 
el' de la Veln, el Falso y el de Chichibacoa en la Goajira. En el 
Pacífico solo se encuentra el cal)o Corrientes^ entre las costas 
' de Qaibdó y Lloró. 

Puntas conocidas hay más de 200, pero solo enumeraremos 
las notables, que son : 

En el Atlántico, ijunta Tervij punta Chiriqui^ Draque^ Man-, 
zanilloj San Bla^^ Mosquitos^ Arenas del Norte, Arenas del Sur^ 
Arboletes, Mestizos, Canoas^ Galera Gallinas, Espada y Teta, 

En el Pacífico, punta Banco, Btiriea, Brava (de Montijo), 
Mariato, Puercos, Guanico, Mala, Lisa, Anton^ Chame, Vatele, 
Brava (de San Miguel), Garachiné, Marzo ó Morroquemado, 
Nábugá, San Francisco Solano, Arasi, Magdalena y Mangles, 

Istmos. Solo hay en Colombia el de Panamá, que pone en 
K5omunicacion la América del Norte «on la del Sur. Su largo es 
de 68 miriámctros, su ^ncho máxim<i> tiene 19 y su mínimo 5 
(del golfo San Blas en el Atlántiea á la desembocadura del 
Chepo ó Bayano en el Paeáfixjo). Desde el mismo golfo hasta el 
punto en donde el Chex)o em^íieza á ser navegable tiene única- 
mente el istmo 2¿ miriámetros, pero ahí está atravesado por 
la cordillera. 

Hacia el intmor se encuentra el istmo llamado impropia- 
mente de San Pablo { Estado del Cauca ), qu«e es una zona de 
terreno que separa las cabeceras del Atrato de las del San 
Juan. Es notable este istmo porque por él pueden unirse estos 
dos ríos para pasar por ellos d.el océano Atlántico al Pacífico. 

La importancia del istmo de Panamá no la tiene en el mun- 
do sino el istmo de Suez, entre la Arabia y el Egipto ; sin em- 
bargo, el istmo de Suez separa solo dos mares de segundo 
orden, el Eojo y «1 Mediterráneo, y une dos regiones esclavas. 
El istmo de Panamá separa el océano Atlántico del Pacífico y 
une dos continentes libres. 



MARES, <JOLF0S, BAHÍAS Y PUERTOS. 

Mares. El océano Atlántico baña á Colombia hacia el 
Norte, desde la boca del caño Paijana en el golfo de Vene- 
suela, hasta la parte más .«etentrional de la costa de Mosqui- 
tos ; y el océano Pacifico la bajia hacia el Oeste desde la boca 
del riachon Mataje hasta la ^entrada del rio Golñto en el 
Oolfodulce. 



OoLFOS. Se encuentran en el Atlántico, él í^n Blas, en el 
archipiélago de las Mulatas ; el de TJrahá 6 del Darien del 
•N'orte, el de Morrosquillo y el de Venezuela ó Calabazo ; y en el 
Pacífico, .^1 ^Qol/odulcey el de MontijOy el de Parita, el de Sam 



— 380 — 

Miguel ó del Dañen. del Sar, el Tortugas y el gran golfo de 
Panamá^ dentro del cual qnedíin algunos de los mencionados.. 

Bahías. En el Atlántico hay la del Almirante en la laguna 
de Ghiriquí y la Honda en la Goajira^ y las ensenadas de Tiri- 
vij Auyama^ Curazao^ Franeesaj Anachuctmaj Tortugon^ Puntar 
ca/noasy Rodríguez^ Galera-Zamba^ Playadam^is. Dulcino^ OadrOy 
Palmarito y Calabozo, En el Pacífico las bahías Honda, OotOr 
vittj Cupica^ Nabugd^ Solano, Coaitá y Buenaventura; y la» 
ensenadas de Ballena, Bocagrande (en Ooiba) Coqui, Arasíf 
Doeampadó y Tumuco^ 

Puertos. Según la enumeración de los golfos, de las ba- 
hías y de las ensenadas que acabamos de hacer, resulta que 
desde la ensenada de Venezuela ó Calabozo, en el límite 
oriental de la península Goajira hasta, el cabo Chichibacoa, no 
se encuentra puerto alguno notable ; créese ^in embargo que 
pudiera establecerse uno en la ensenada de Ocjoro. Sigue des- 
pués Bahía-honda, el primer puerto en la costa Noreste de 
Colombia; sobre esta baliía fué que intentaron los españoles 
fundar una ciudad- con el nombre de Santa María, que hubo 
necesidad de abandonar porque carecía de agua. Dicha bahía 
es herniosa y está bien resguardada de los vientos. • 

Está en seguida la bahía dfel Pórtete, llamada antes 'del 
pabo de la Vela. Desde este punto hasta Santamarta la costa 
presenta una abra inmení^a, con solo las radas de Riohaeka y 
Dibulla. Eiohacha hace algún comercio de exportación, pero 
su puerto es incómodo porque no tiene muelle 5 Dibulla tiene 
mejores condiciones que Eiohacha. 

La de Santamarta es una bahía hermosa y profunda, bien 
abrigada de los vientos y en la cual pueden construirse magní- 
ficos muelles. En Santamarta la costa cambia repentinamente 
de di^^eccion, se avanza hacia el Sur cerca de 20 millas marí- 
timas y va á formar la bahía de la Ciénaga, junto con los del- 
tas occidentales del Magdalena. Está luego la rada de Saba- 
nilla sobre el lado izquierdo del rio Magdalena cerca de la en- 
trada de éste en el mar. Sabanilla, debido á su situación^ 
vendrá á ser con el tiempo el centro del comercio interior de 
la Union. Últimamente ha prosperado mucho. 

La bahía de Cartagena, una de las mejores del océano Atlán- 
tico, es la más hermosa y magnífica de Colombia. Siguen la 
rada de Cispata, el golfo de MorrosquillOy el golfo llamado del 
Darien, la bahía de Mandinga, la de Portobelo, la de ChágreSy 
la de ÍÁmones ó de la Marina y la del Almirante, 

En la rada de Cispata queda el puerto del Zapote; y en el 
golfo del Dañen están los puertos de Turbo, Guacubá.y la Can- 
delaria, propios para barcos de gran calado, y los de Quibdóy 
Napipí y Murindó para los de pequeño calado. Ambos están 
bien situados sobre el Atrato para di comercio con el inteñor. 



L 



— 381 — 

Desde el delta del Atrato hasta Portobelo hay alonas ense- 
nadas notables; pero esta parte de la costa está habitada por 
los restos de las tribus Isalvajes del Darien. La bahía de Porto- 
belo es muy buena y durante los siglos que se si^eron á la 
conquista ñié muy frecuentada; j^cro siendo el camino de tierra 
h^ÍQ, Panamá mui difícil, fué perdiendo poco á poco su impor- 
tancia. Pasó ésta á Chagres, malísimo puerto, que la perdi^ 
también porque, habiéndose levantado la ciudad de Colon 
sobre la bahía de Limones para que sirviese de punto de par- 
tida del ferrocarril de Panamá, quedó abandonado y arruinado. 

En la parte más occidental de las costas colombianas no 
hay otro puerto notable sino er llamado de las Bocas del Toro^ 
en la bahía del Almirante ó laguna de Chiriquí. 

Los puertos de Alanje y de Montijo en el Pacífico fueron 
habilitados antiguamente por el Gobierno para el comercio de 
las provincias de Chiriquí y de Veraguas. Hoy goza el Estado 
de Panamá de plena franquicia comercial. 

En la isla de Coiba, entre la ensenada de Montijo y Bahías 
honda del Sur, hay un buen surgidero. 

La bahía de Panamá es excelente por su extensión y por los 
buenos surgideros que tiene, sobre todo en la isla de Taboga; 
pero no pueden construirse en ella muelles por el poco fondo 
del mar sino hasta una milla de la costa. Sobre el Chocó que- 
dan los puertos de San Francisco Solano^ Palmar y Charam- 
Hrá. No hay en ninguno de ellos población. El último solo 
ha sido visitado por buques ocupados en el comercio costanero. 
Tanto este puerto como el de San Francisco están ventajosa- 
mente situados respecto de los rios Kapipí y Atrato y del 
Canal interoceánico. 

La bahía de la Ma^dálena^ cubierta por la isla de Palmas, 
es acaso la mejor de todas las del Pacífico. Se cree que es 
fácil ponerla en comunicación con Charambirá y Buenaventura. 
También son de notarse las ensenadas de Qttapij Izcuanáé y 
Pasamballos. 

. Como se ve, la Eepública tiene en ambos mares más de 30 
golfos ó bahías, y de ellas puede hacer otros tantos puertos 
Los puertos de que acabamos de hablar pertenecen á los 
Estados del Magdalena, de Bolívar, del Cauca y de Panamá j 
en cambio los cinco Estados restantes - Antioquia, Tolima, 
Oundinamarca, Boyacá y Santander -son los dueños de los rios 
caudalosos y tienen por ellos salida á esos puertos y al océano. 

Los puertos fluviales más notables son : el de Tjos Cachos^ 
sobre el Zulia, en el Estado de Santander; el de Cahuyaroy sobre 
el Meta, en el Estado de Cundinamarca, y el de Ronda^ sobre 
el Magdalena, en el Estado del Tolima. 

Los puertos secos de mayorámportancia son: Cúcutaj sobre 
la frontera venezolana é Ipialesy sobre la ecuatoriana. 



— 382 — 
YI 

CLIMA I ESTACIONES.. 

El clima de la Union Colombiana es mo^^ variado no obs- 
tante su posición entre los trópicos^ pues su* vecindad á dos de 
los mares má» grandes del globo^ los muchos y. caudalosos ríos 
que la riegan y el gran sistema de las montañas- que ku atra- 
viesan lo modifican mucho. Es por eso por lo que se^pnede deoir^ 
y lo dicen algunos geógrafos, que en la Union Colombiana se 
experimentan desde los ardores deLSenegal hasta los fíios de 
la Siberia.. 

En las costas el calor es casi constante,, aunque moderado 
por las Ikivias y por las brisas. En el interior hay valles 
abrasados^. 

- El mayor calor que se experimenta en la Union, término 
medio, es de 30^ del Centígrado; y el menor,. en los lugares 
habitados de la cordillera, es de 7^ del mismo termómetro. 

Antes de que el territorio de Colombia estuviese dividido 
en Estados, esto es, en grandes porciones territoriales sujetas, 
l)or lo mismo, á muchos accidentes, era fácil precisar el clima 
de cada división política; hoy no sucede así. En otro tiempo 
se decía: tieDcn clima ardiente las provincias de Azuero, 
de Antioquia, de Barbocoas, de Buenaventura, de Cartagena, 
de Casanare, del Cauca, del Chocó, de Chiriquí, de Mariquita, 
de Mompos, de Neiva, de Panamá, de Eiohacha, de Sabanilla, 
de Santander,, de Veraguas y de Yalledupar ; y lo tienen varia- 
do y suave las de Bogotá, de Cipaquirá, de Córdova, de Cundi- 
namarca, de Medellin, de Ocaña, de Pamplona, de Pasto, de 
Popayan, de Soto, del Socorro,. de Tequendama, de Tunja, de 
Tundama, de Túquerres y de Vélez. Hoy muchas de las pro- 
vincias que tenían enantes (ílimas opuestos, como Santander y 
Pamplona, Medellin y Antioquia, forman parte de un mismo 
Estado. Ko nos ap'artaremos mucho de la verdad, pues, si de- 
cimos que el clima de los Estados es tan variado como el de la 
Union misma. 

En Colombia^ no hay estaciones propiamente dichas, pero 
se dar el nombre de verano al tiempo seco y de invierno al 
tiempo lluvioso. Estas mismas estaciones son bastante indeter< 
minadas por la posición geográfica de los lugares, su estruc- 
tura geológica y su mayor ó menor vegetación. Hé aquilas 
observaciones más exactas. 

En los valles y en las mesas que se hallan, entre las Cordi^ 
lleras Oriental y Occidental, ó sea entre las hoyas del Magda- 
lena y del Cauca y hacia el centro dei Estado de Antioquia,^^ 
hay verano y hay invierno. El j)rimero tiene lugar en lo» 
solsticios, y dura 90 días : y el segundo en los equinoxios, y 
dura lo mismo con poca diferencia. En términos más claros : e» 
esta parte de Colombia el invierno y el verano se suceden con 



— 383 — 

xun» isterrapcion de tres meses. En verano, el clima es más 
8ana> por regla general que en invierno, en unas- partes ^ en 
otras sucede lo contrario^. 

En la región oriental y^ enlaparte baja delaeosta atlán- 
tica hay las mismas estaciones, pero dnra seis meses cada nna. 
lia estación lluviosa empieza'en el solsticio de Junio y la seca 
en el de Diciembre. 

Lo mismo sucede en elÍ6tmo de Panamá, pero allí el invier- 
no es más largo. 

En las costas del Pacífico, en el interior del- Chocó y en el 
Sarien, del Sur y del Norte, puede decirse que IlUeve caiá todo 
éí ano. 

" Es también digno de notarse en las estaciones dé laKueva 
Granada, dice Mosquera, que en los países en 5 donde existen 
las dos estaciones lluviosas y las dos secas (mesas y valles de 
las Cordilleras Oriental y Occidental) no son éstas uniformes 
sino en los territorios de cierta altura. Puede fijarse que, desde 
260 metros de altura sobre el nivel del mar hasta 3,100, están 
divididas las estaciones como dejamos exp\iesto; pero desde 
3,100 metros hasta las mayores alturas < conocidas sucede todo 
lo contrario. Cuando domina la estación, seca en aquellos luga- 
res las grandes alturas están cubiertas dé nubes y hay gran- 
des temxK)rales, acom2>añados de granizo. Esa es también la 
época en que hay crecientes de los ríos que bajan de las cordi- 
lleras y en que se aumentan las nieves perpetuas, do^ los neva- 
dos. En los tiempos de la estación pluviosa las cordilleras están^ 
secas, no hay temporales y el ñio es más moderado. 

** El lugar más cábdo que he encontrado en mis viajes en 
Nueva Granada es eL puerto de* Ocana, dónde he visto diferen- 
tes veces el termómetro á la sombra y al aire libre, á orillas 
del Magdalena,. marcaráO^ centígrados (J04de Earhenheit).^ 

vn 

ASPECTO DEL PAIS: 

El aspecto físico de Colombia es uno de les más piñtísrescos 
del mundo.vLa gran cordillera de los Andes atraviesa el país y 
lo corta en diferentes direcciones, y forma en él hoyas capricho- 
sas, altas mesas y extensos y ricos valles. Encuéntranse ademas 
bosques centenarios é impenetrables, verdes sabanas, florestas 
y llanuras fecundas en pastos. Los rios y los arroyos que se 
desprenden de unas y de otras cumbres vertientes, se envuel- 
ven entre sí como una red de plata de innumerables tejidos. 
Los mares que gimen sobre sus dos costas completan el conjun- 
to, sobre el cual derrama la naturaleza todas las gracias de 
una primavera» perpetua. Las montañas se alzan en atrevido 
coíte hasta la helada región de las nieves, y en más de un 
punto ondea en el .azul del cielo el penacho de fuego de los 



— 384 — 

volcanes. Bocas inmensas, escarpadas y solas, donde anida el 
<K)iidor y se detiene el águila ; zonas de bosques ruidosos ó me- 
lancólicos ^ altos lagos ^ proiondos valles en donde se arras- 
tra él crótalo y se sazona el plátano á impulso de los grandes 
calores ; costar inmensas llenas de bahías ^ sotos, praderas y 
elevados riscos ; horizontes siempre serenos ó siempre preñados 
de tempestades, en donde no se conoce otra luz sino la del re- 
lámpago, ni otra estación sino la de un invierno perenoe 

Hacia el Oliente el desierto con todos sus misterios y toda sus 
fuerzas primitivas ; hacia el centro las bifurcaciones y trifurca- 
ciones de las cordilleras, caprichosas unas veces como íos ventis- 
queros suizos, imponente otras como las crestas del Himalaya 5 
aquí cubierta de árboles grandiosos ó de plantan raquíticas, 
allí vestida con el -descolorido manto de los páramos. Hada el 
mar regiones arenosas, playas ardientes, acantilados enorínes, 
médanos ó planicies vestidas de pastos. Grandes rios como el 
Cauca, el Magdalena, el Atrato y el San Juan ; cascadas como 
«1 salto del Tequendama ; atrevidos cortes de roca como los, de 
Pandi y los farallones del Citará ; grietas regulares pobladas de 
pájaros y de flores como el Hoyo de Vélez j callejones temibles 
<5omo los de Ocaña y lagunas encantadas sirviendo de cendal á 

los montes en una palabra, maravillas por todas partes ; 

por todas partes la naturaleza didce ó soberbia, pródiga ó ava- 
ra, cubierta aún con el manto virgíneo de las edades primeras. 
Tal és el aspecto físico de Colombia, lleno de objetos de estu- 
dio para el sabio, para. el filósofo y i>ara el jíoeta, cuyos detalles 
pueden, verse en la geografía particular de los Estados. 

vin 

MINERALES, VEGETALES Y AMMALES. 

Minerales. Hay en Colombia oro en mucha abundancia, 
plata^ hierrOy cobre, piorno^ esmeraldasj amatistas, ruMes, grana- 
tes, cornerinas, azabaches y chispas de diamante ', cristal de roca, 
mármoles, pórfidos, piedras dejare, de imán, pómez, búcM- 
ga y de chispa ; sal común y sal glauber, hulla, cromo, nitro, 
azufre^ alumbre, asfalto, talco, cinabrio, mica, ámbar, cal, yeso, 
alcaparros, hallosita, cfcc. 

VEaETALES. El suelo de Colombia es sumamente rico y 
variado. Mencionar i)ues en un solo capítulo todas las plantas 
que se cultivan ó que se dan espontáneamente en él, seria tarea 
ímproba. Nos referimos á la Flora del país. 

En las «partes calientes (costas y valles) se producen en 
abundancia el café, el cacao, el x>látano de todas especies, la 
cana de azúcar de todas las especies, el añil, el algodón, el 
tabaco, la vainilla, el maiz, el arroz, el firiijol, el dividivi y varie- 
dad de frutas y de plantas medicinales. En la región media de 
los Andes hay muchos campos de labor cubiertos de espigas y 



— 385 — 

hnettas de hortalizas ; se encuentra también en estas regiones 
el lino y las qninas. En lo general abundan en las selvas las 
maderas de construcción, de ebanistería y de tinte. Las plantas 
traídas de Europa, de Asia y de África no han degenerado. 

Entre los frutos son indígenas el maíz, el plátano, que fué 
encontrado en ü>lgunos parajes de la antigua provincia del Chocó 
(Estado del Cauca) y las papas, no obstante lo que dice el barón 
de Hümboldt, pues los soldados de Quesadá hallaron algunas 
en 1537 en la antigua provincia de Yélez (Estado de Santan- 
der) en un valle alto, al que llamaron de las Turmas por esta 
razón. Los chibchas las nombraban yomi^ lo que no hul;)ieran 
podido hacer si les hubieran sido desconocidas. El doctor Eloi 
Valenzuela las encontró silvestres en la antigua provincia de ' 
Pamplona (Estado de Santander). El frijol, la yuca y la auyá- 
, ma son también indígenas y muchas otras cljases de fintos. 

El algodón es también indígena pues los indios fabricaban 
con él las telas de que se vestían. Son dignas de notarse entre 
las plantas alimenticias indígenas la quinoa, los nabos, lo8 
oUocos y las ibias. Eespecto del trigo y de otros cereales im- 
portantes no se puede decir lo mismo, pues éste fué traído á 
Colombia por el Capitán Gerónimo de Aguayo, quien cogió las 
primeras cosechas de él en Tanja. * 

Hümboldt decia así al hablar de la vegetación de Colombia : 

" En el reino de la Kueva Granada las hambusas y heliconia^s 
presentan igualmente fajas uniformes que ningain otro vegetal 
interruiñpe ; mas estas asociaciones de plantas de la misma 
especie no son ni tan extensas ni tan comunes como en los 
climas de la zona templada. 

" En las márgenes del Magdalena, entre Honda y la Egip- 
ciaca, en un terreno Uano en donde el termómetro se sostiene 
casi constantemente de 28^ á 3(P, al pié de los macrocnemum y 
de los ochromaj los musgos forman una pelusa tan verde y tan 
hermosa como la que presentan en Noruega. 

" La fresa de los Estados Unidos y la- del Canadá difieren 
de la de Europa. M. Bonpland y yo creímos haber visto de 
estas últimas en el paso del Quindío sobre la Cordillera Central 
de los Andes, entre el Magdalena y el Cauca. En medio de 
estas selvas solitarias compuestas de stirax^ de pasifloras arbó- 
reas y de las palmeras que producen la cera no es posible sos- 
pechar que la mano del hombre ó las aves hayan podido dise- 
minar allí estas plantas ; más, si hubiéramos logrado ver las flo- 
res, quizá, habríamos reconocido que eran tan específicamente 
diferentes iie Iq> fragaria vesca, como el fragaria elatior difiere 
doí fragaria virginiana por caracteres apenas perceptibles. Una 
cosa podemos asegurar, y es que en los cinco años que hemos 



* La primera muíer que hizo pan en Colombia fué Elvira Gutiérrez, 
esposa del Capitán Juan de Montalvo. 

25 



— 386 — 

herborizado en los dos hemisferios no hemos recogido ningana 
planta europea espontáneamente producida por la tierra en la 
América meridional. 

^' El plátano hermosea los valles de I09 Andes ; más arriba 
campea el árbol benéfico que nos ofrece en su Goa:teza el febrí- 
fugo más pronto y má« eficaz. En esta región templada de las 
quinas^ y más arriba en la de las escalonias, crecen las encinas^ 
los pinos y otros árboles de los géneros berberís^ alnusj rubuaj 
muchos otros que son peculiares de los países del Korte. Así, 
el habitante de las regiones equinoxiales conoce todas las íbr- 
mas vegetales que la naturaleza ha colocado en su favorecido 
país, y la tierra ostenta á sus ojos un espectáculo tan variado 
como el que le presenta la bóveda azul del cielo, en la cual no 
hay constelación que se le oculte." 

' Según las observaciones de Caldas, los límites del bosque 
en Colombia llegan hasta 3,365 metros. El límite de la vegeta- 
ción está á 4,328. Las regiones estériles se extienden desde este 
límite hasta el inferior de las nieves eternas, ó sea á 4,741 
metros de altura. 

Desde las orillas del mar hasta una altura de 2,600 metros 
se encuentran palmas soberbias. Los musgos son muy variados 
y se hallan no solo en las piedras y en los troncos de los árbo- 
les sino mezclados con las gramíneas. En este género es abun- 
dante todo el país, y sobresale la bambusa ó guadíía, de la 
que se dice que representa el mismo papel entre aquéllas 
que el elefante entre los cuadrúpedos. Las encinas son muy 
bellas y los liqúenes, alternados con las plantas phaneroga- 
mas, llegan casi hasta la región de las nieves. El caucho es de 
varias especies. Se encuentran también los sauces y las bigno- 
nias. Entre las gomas odoríferas y las resinas hay infinita va- 
riedad. Del bálsamo llamado de Tolú se conocen hasta tres 
especies distintas. 

Hay árboles de cuyo tronco se hacen canoas de bastante 
anchura. * 

'^ La Kueva Granada no tiene arenales ni cordilleras estéri- 
les, dice Mosquei-a j toda ella está cubierta de vegetación, y 
apenas se encuentran en la provincia dc) Pamplona el páramo 
de Vetas y los de la Baja, donde la vegetación es muy pobre á 
causa de su formación geológica, desnuda de tierra vegetal ; y 
una parte del valle de Neiva y del rio Cabrera, en donde hay 
un terreno arenoso, cubierto de restos de pórfido, que parecen 
haber sido traídos por las aguas de la Cordillera. Las hpyas 
orientales son tan ricas en vegetación como el Brasily la Gua- 
yana, países con los cuales se confunden.'' 

La familia de las palmas presenta un verdadero mosaico en 
la Union. Las más notables son la del vino, lá del aceite, la de 
la cera, la de la leche, la de la manteca, la del corozo, la del 
coco, la del marfil, la murrapo (palmicha), la del noli, &c. 
Todas son de suma utilidad para el hombre. 



/» 



— 387 — 

Maderas de ebanistería se enumeran, entre las más precio- 
jcas, la caoba, el taray, el tíbar, el roble, el cedro, el nogal, el * 
diomate, el guayacan, el ébano, el naranjo y mnchas especies 
de pinos. Se recogen también con bastante abundancia para el 
comercio interior y exterior fastete, brasil, palomera, aloe, 
quina, estoraque, gaque, caucho, goma de penco, trementina, 
goma de laurel, anime, cochinilla, copé (especie de asfalto), 
bombasí, pita, majagua, cidron, guaco, zarzaparrilla, vainilla, 
canela, cañafistola, sasafrás, marfil vegetal, ipecacuana, &c. 
En lo general las selvas y las florestas son muy ricas en éstas 
y otras plantas. 

Arboles raros se encuentran : el arbol-vaca, cuya corteza, 
herid'a, vierte leche 5 el márimo ó manto, que despide cortezas 
recticulares fuertes de que se hacen sacos sin costura ; el acúa^ 
par, el pedrohernandez y el manzanillo, cuyas sombras son 
venenosas 5 el árbol del pan, el de la coca, el bejuco agraz ó de 
agua, que da vino y vinagre ; el árbol de la cera, que la produ- 
ce en el fruto, &c. 

Frutas se encuentran casi todas las conocidas, y se forman 
de ellas en muchas partes, como en el valle del Patía, huertos 
naturales y ricos. 



Animales. La fauna colombiana aunque bastante notable 
casi se puede decir que es desconocida en la parte silvestre^. 

De las especies domésticas se encuentran reses vacunas, 
ovejas, cabras, asnos, caballos, mulos, cerdos, &c. 

Entre los animales silvestres más notables enumeraremos 
los siguientes : tigres (pintado, negro y gallinero) ; jaguares, de 
los cuales los más iiotal3les son los del Dañen, tan voraces como 
los de Venezuela; cuguardos, jabalíes, chunzos, erizos, leones 
(colorado, amarillo y negto), osos (hormiguero, caballuno, car- 
nero, meleno, palmero, &e.), tigrillo^i (pintado y negro), zorros de 
muchas especies ; conejos de muchas especies ; antas ó tapi- 
res ; venados de muchas especies ; puercos espin y de monte ; 
zahínos, gatos (de soto y de manglar), armadillos, lobos, ardi- 
llas, sacacui es, ratas de muchas especies ; leopardos, pericos^ 
ligeros, tatabros, ñeques, guatines, cusumbies, perros de monte 
é mudos, ulamáes, baquiras, faras, tapeties (de la especie de las 
liebres), comadrejas, mapuritis (blanco y negro), curies, linces, 
icoteas, marimondas, cuchicuchies (de hermosa piel), &c, 

Pueblan y adornan los bosques, los ríos, las lagunas, los 
esteros, ios montes y las orillas del mar las siguientes aves, no- 
tables por su canto, por su fuerza ó \yov su plumaje; condores, 
buitres, águilas, gavilanes, gallinazos, garrapateros, guacama- 
yos, pericos, loros, catarnicas, peralonsos, chilacos, pavas, 
paujíes, guacharacas, perdices, firlgüelos, tentes, pavos-reales, 
gallinas, patos, picos de plata, campanillos, siotes, codornices, 
halcones, cercetas, lechuzas, jilgueros, pechilindrines, gallitos, 



— 388 — 

berreadores, viudas, chayarrías, oripopos, turpiales, canarios, 
calandrias, carpinteros, cardenales, palomas, tórtolas, piraguas, 
gansos, gallinetas, mochileros, ruiseñores, cncaraclieros, pito- 
níes, toches, golondrinas, cuervos, cliicoralíes, coclíes, tres- 
pieses, dormilones, tijeretos. azulejos, garzas, paletones, caci- 
ques, cotorras, valdivias, affccheros, martimpeñas, flamencos, 
troganes, magancés, carracos, mirachures, monjas, titiribíes, 
flauteros, grullas, rezadores, urracas, gurullones, alcaravanes, 
caicas, gaviotas, paujilitos, garzones, capachos, yátaros, pelí- 
canos, vacas de monte, quinchas, chupaflores, guarda caminos, 
arrendajos, bobas, tordos, guacos, alciones, guabas, gorriones, 
chisgas, bababuyes, chirlobirlos, oroi)éndolas, pirzas, sietecolo- 
res, túngaras, pájaros-moscas, colibríes, &c. Es de advertirse 
que de muchas de estas aves hay tres, cuatro, diez y hasta 
veinte clases. 

Hay en Colombia gran variedad de reptiles, pero la especie 
más abundante es la de las culebras. Damos los nombres de 
las más conocidas : equis, cazadoras, pet^as, toches, corales, 
cascabeles, tayas, víboras, sabaneras, verdes, tiros, negras, 
dormilonas, rayonas, mapanares, buios, tatacoas, tragavena- 
dos, boas, guatas, corocpres, patoquillas, vanis, ararás, bejucos, 
raboajíes, reinas, piteras, palomas, veinticuatros, papagayos, 
rabbchuchas, cachetonas, labranceras, &c. Los lagartos son 
de muchas especies. 



Se encuentran también grillos, hormigas, avispas, maripo- 
sas, pulgas, zancudos, cientoiñes, piojos, alacranes, arañas,, 
garrapatas, niguas, aradores, chinches, nuches, cigarras, jeje- 
nes, mosquitos, rodadores, moscas, comejenes (común y, de 
tierra), tábanos, tarántulas, saltonesverdes, cocuyos, luciér- 
nagas, cucarachas, angoletas, cuchíbanos, escarabajos, abejas, 
salamanquesas, gusanos ( de seda y de monte), escori)ione8, 
abariñas, bachacos, maivíes, coloraditos, sanguijuelas, abejo- . 
nes, tembladeras, camaleones, ladillas, moscardones, &c. 

Entre los i)eces y anfibios hay bagres, bocachicos, jetones, 
doradas, sardinetas, coraguejas, dentones, mojarras, pejes, 
capas, cucharas, mohinos, micuraes, zapoteros, culoches, ne- 
gros, coruntos, madres, cajasvacías, chatos, zabaletas, sardi- 
nas, cerotes, corroncorros, chojos, cachancas, chornos, curbina- 
tas, chumecas, yamús, palolnetas, panches, ronches, chúbanos, 
.curritos, alcaldes, aguijones, cuchillos, apuies, güerebes, raya- 
dos, barbianchos, caribes, bocasinhuesos, maijuritos, doncellas, 
pejesapos, pámpanos, lampreas, voladores, bayuelos, anguilas, 
lanchas, arenques, cuchinitos, manamanas, corcobadas, nicola- 
sitas, machetones, capitanejos, capitanes, ronquetes, guabinas, 
rampuches, ciegos, pilas; tetudos, picudos, ventones, mazorcas, 
corvinas, hurellos, corvinatas, ruejos, sábalos, &c. 



it. 



— 389 — 

Tintoreras, guazos, mantas, tiburones, beruzates, meros, 
caimanes, bavillas, tortugas, terecayes, manatíes, rayas, nu- 
trias, iguanas, lomomachetes, cangrejos, guataquíes, ratones 
de agua, almejas, camarones, ostras, langostas, chigüíres, 
perros de agua, ranas, sapos, &c. 

IX 

líOTICIA GEOLÓGICA. 

Opinan algunos que la América es un continente salido úl- 
timamente del seno del océano, hecho ó teoría que sustentan 
con la depresión sucesiva de sus montañas y con los vestigios 
submarinos que se encuentran aún en sus mesas más eleva- 
das. Otros le dan á este continente la antigüedad del Gé- 
nesis. Lo que sí parece probable es que la Sabana de Bo- 
gotá, algunas otras altiplanicies y muchos de los valles de 
Colombia estuvieron ocupados en tiempos remotos por las 
aguas, aguas que en sus derrames geológicos han dejado seña- 
les eternas. La memoria de muchos de estos cataclismos fué 
conservada por los indios en sus tradiciones cosmogónicas, 
como se ve en la explicación que daban los chibchas de la for- 
mación del Salto de Tequendama y de sus diluvios particu- 
lares. 

Mosquera dice: 

^'Conocen los geógrafos y los geólogos que la gran cadena 
de los Andes ha debido formarse simultáneamente con el 
enfriamiento de la tierra en esta parte. En todas las altas 
cimas de sus páramos y volcanes se descubren rocas plutónicas 
de origen primitivo, dominando el gneis, lo que muestra bien 
que estas masas han sido levantadas del fondo de la tierra por 
medio de la acción de los volcanes. Han juzgado algunos geó- 
logos que el gran movimiento de la tierra al formar la serie de 
cordilleras que corren sobre las costas occidentales de las dos 
Américas de una parte y que se prolongan de la otra hasta el 
imperio de los birmanes, siguiendo la dirección de un gran 
selnicírculo de la tierra, ofrecen los caracteres más marcados y 
pruebacn el resultado de la más reciente catástrofe sufrida por 
nuestro planeta. Debería satisfacerse mi pensamiento con esta 
teoría, tanto más cuanto que hombres sabios y profundos la 
han establecido; pero al considerar la formación geológica de 
la Kueva Granada, encuentro yo que esa gran cadena de cordi- 
lleras que va desde Patagonia hasta California no pasa por la 
ííueva Granada, indicando que allí está el centro.de donde par- 
ten los ramales y montañas subandinas. Considerando los 
grupos de montañas que se levantan alNorte de este gran con- 
tinente, parece que el movimiento de la tierra se inició levan- 
tando la primera cadena de los montes cuyas cimas son las 
Antillas y cuyas bases parece están en la cordillera submarina 



— 390 — 

que sirve de limité al mar Caribe^ cadena que indica bien que 
por allí se ha comunicado el movimiento á la gran cordillera 
de los Andes, que en mi concepto es la Cadena Oriental. La 
Sierra nevada de Santamarta viene en seguida como otro pun- 
to culminaote del gran levantamiento de la tierra ; y completa 
mi teoría el sacudimiento occidental, que dio origen á los mon- 
tes de la Cadena Central y de la Occidental del Chocó. Conti- 
nuando este movimiento de la tierra de líorte á Sur, se explica 
bien que las corrientes ígneas, combinadas con el enfriamiento 
de la tierra, dieron origen á este continente y fueron á termi- 
nar en la Patagonia en un estrecho ángulo, en razón de la dimi- 
nución de las fuerzas volcánicas, ó sea gaseosas, que produjeron 
este fenómeno. De este modo los terrenos primitivos de Nueva 
Granada se elevaron simultáneamente con los montes de Pari- 
m.a y con los que en la parte setentrional dieron origen á la 
formación de la América. Eéstame solo examinar las capas 
que cubren esta gran corteza de la tierra y las ventajas que de 
ellas puede sac^^r el hombre. 

" El gneis, el granito, el pórfido y el basalto son las roca» 
principales ó de formación plutónica que se descubren en núes-, 
tras grandes alturas, en donde no han podido reposar en el 
movimiento de las aguas las otras materias que llaman los geó- 
logos terrenos de transición, 

" Desde Túquerres, por Aponte y las Papas, hasta Bogotá, la 
mismo que en muchos puntos de la Cordillera Central, en Gua- 
nácas, en Las Moras y en el Quiudío ^e ven las rocas de gneis, 
de esquistos micáceos y de muestras de talesquitas ( ó sea es- 
quistos talcosos), lo mismo que las que he observado en las 
montañas altas de Antioquia, cerca de Marinilla. En las cordi- 
lleras de Pasto y de Popayan lo mismo que en la de Keiva sobre 
Villavieja y en el rio Cabrera, se encuentran masas de i)órñdo, 
traquitas y basaltos, que están en las faldas de los montes en 
donde hay volcanes activos. La disposición de estas piedras de- 
muestra que salieron del fondo del volcan y que fueron arroja- 
das en una erupción de que no se tiene noticia, iíi hay má» 
indicios que los que dejó la catástrofe en la superposición de- 
diferentes minerales. Las bases de éstos son traquito-basál- 
ticas en Puracé, Pasto, Sotará y Huila. Apenas he podido 
descubrir en algunas montañas altas conchas fósiles, que de- 
muestran ser de un terreno calcáreo, tal vez de los llamados 
devonianos. 

"Las mesas altas, como las de Túquerres, Bogotá, Tunja y 
Pamplona, abundan en terrenos calcáreos y carboníferos y en 
piedra arenosa (saxa arenácea). Sobre estas grandes mesas se 
encuentra la sal gema, sobre todo en la de Bogotá, en una zona 
muy extensa, desde Zipaquirá hasta Cumaral en las faldas de 
la Cordillera Oriental, que da sus aguas al Meta, puede decirse 
que en una dirección E. S-E, partiendo de Zipaquirá y pasando 
por Kemocon, Boitá y el Salitre á Cáqueza, y de allí á Cumaral, 



iu. 



_ 391 ~ 

en San Martin. Estos terrenos han debido ser submarinos 
antes que la naturaleza los hubiera levantado á una altura de 
1,360 toesas sobre el nivel del mar, A su lado están los terre- 
nos carboníferos que demuestran bien la antigüedad del hemis- 
ferio colombiano. * 

^* Los valles de la Nueva Granada están cubiertos de terre- 
nos de aluviones antiguos y modernos, encontrándose al mis- 
mo tiempo formaciones terciarias en sus fondos y en el lecho 
de sus rio3, que algunas veces se ve que han divi^do las mon- 
tañas hasta romper las rocas graníticas para llevar sus aguas 
al Grande Océano." 






PARTICULARIDADES, 

El puente natural de Eumichaca sobre el rio Carchi. 

La laguna Yerde en el volcan de Túquerres. Está circunda- 
da de altas murallas ti*aquiticas. 

La Quiebra del Peligro en el volcan de Pasto. Es una grieta 
en la roca, de 300 á 400 metros de ancho* Está liepa de pie- 
dra» y exhala vapores volcánicos. 

Cerca de Eioblanco (Estado del Cauca) hay una fuente que 
petrifica las materias vegetales. 

La laguna que da nacimiento á los ríos Chinchiná y Gualí 
por sus plantas acuáticas, capaces de resistir el cuerpo de un 
hombre. 

El depósito calizo que se forma en Supía de la agua salada 
que ñltra de una masa de pórfido. 

Las cuevas calcáreas de Timaná y de Taluní cerca del Cha- 
paaraL 

Las piedras pintadas (con inscripciones indígenas) de Aipe, 
de Pandi, de Facatativá, de Gámeza y de Saboyá. 

La quebrada de las Lajas, en la orilla izquierda del rio Su- 
mapaz. Tiene una laja, que le sirve de lecho, de más de media 
miriámetro de extensión. 

Los templetes y estatuas colosales de piedra de San Agus- 
tín (Tolima). 

Las Solfataras del Quindío y de Túquerres. 

El Salto de Tequendama, á 2,467 metros de altura sobre el 
nivel del mar. Es una cascada que forma el rio Bogotá al caer 
de una altura de 146 metros. 

Fura y Tena, picachos pintorescos y aislados que separan 
las aguas del rio Minero. 

El Puente de piedras del Saravita. 

El Hoyo del Aire, hundimiento circular del suelo, de 118 
metros de profundidad y 300 de diámetro. 

* Mosquera quiere que sedé este nombre á la América meridional. 



— 392 — 

La Cueva del Chocó, formada en una colína por las agoas 
de ana quebrada. 

El Hoyo de los Pájaros, hundimiento circular de 184 metros 
de proñmdidad y 24 de diámetro. Está poblado de guácharos. 

La Santiguaría, cueva de difícil entrada llena de huesos 
humanos. 

Las cuevas Milpesos y Mesarica. 

El Peñol, peñasco aislado de 105 metros de alto y 640 de 
circunferencia. 

El puente natural de Icononzo en el río Sumapaz á la 
altura de 890 metros, sobre una profiíndat grieta. 

Hay en muchos puntos aguas termales, aguas hediondas y 
aguas minerales gaseosas. 

El Chorro jü^agroso, pequeño manantial que brota en la 
cima de Monserrate á una elevación de 3,165 metros. * 



r * 

* Todas estas particularidades están descritas en la geografía del res- 
pectivo Estado. 



■>"0^*- 



LJ 



GEOGKAFIA ESPECIAL 

DE LA CIUDAD DE BoaOTÁ, CAPITAI- DE LOS ESTADO» 

UNIDOS DE COLOMBIA. 



SITUACIÓN ASTRONÓMICA. 

Bogotá se halla á los 4P 36' 6" de latitud Norte, y á los 76^ 
34' 8" de longitud al Occidente del meridiano de París. 

Á los 740 13' 59" al Occidente de Greenwich. 

Á los 20 46' 28" al Oriente de Washington. 

Y á los 670 56' 36" al Occidente de Cádiz. 

Estas longitudes, expresadas en diferencia de horas con 
relación al meridiano de Bogotá, dan: 

Con Paris 5 horas, 6 minutos, 17 segundos 5 

Con Greenwich 4 horas, 56 minutos, 55 segundos; 

Con Washington O horas, 11 minutos, 6 segundos; y 

Con Cádiz 4 horas, 31 minutos, 37 segundos. * 



II 

SITUACIÓN TOPOaBÁFICA. 

Está Bogotá situada en el pié de la Cordillera Oriental de 
los Andes hacia el Occidente de los páramos de Choachí y de 
Cruz-Yerde, prolongación del páramo de Sumapaz, á una altu- 
ra de 3,644 metros sobre el nivel del mar. t Desde ahí domina 
la extensa y rica altiplanicie llamada de La Sahwna^ que se 

* La latitud de Bogotá, según Codazzi, és4o 35' 48". Esta es también 
la que le da Humboldt. Sin embargo, hemos preferido la de Caldas {49 36' 
6" ) porque él hizo observaciones repetidas en nuestro Observatorio y porque 
es la misma que en 1810halU5 el General de marina Pedro Agar, natural 
de esta ciudad, según cálculos hechos en aquel edificio por estrellas si- 
tuadas al Sur y al Norte del zenit. La de Caldas es también la latitud 
adoptada en el mapa general de la Union trabajado por Ponce y por Paz. 

t W. Beiss y Btubel dan á Bogotá una altura de dolo 2,611 metros. 



Jk 



— 3»4 — 

extiende por 4 miriáráetros hacia el IWX en (Erección Jel bo- 
querón del Boble, y por 5 — quizá má* — ^hácia el líorte en* 
dirección de Zipaquirá. Hacia el Sur su extensión es sc4o de^ 
2 miriámetros. El rio Bogotá ó Eunzha de losr panclies la bañ& 
de íí"orte á Sur antes de formar el Salto de Téquendama, que- 
e» una de las primeras cataratas del mundo. 

En la hermosa planicie de que hablamos hay muchas po- 
blaciones que conservan aún sus nombres primitivos, cuyos- 
habitantes viven consagrados á la agricultura y á la cria de 
ganados. Las sementeras de papas, de trigo, de cebada, de- 
habas, de maiz y de arvejas, las hortalizas, los hatos, la» 
dehesas y las casas de campo forman un panorama encantador^- 
del cual hacen parte las torres de la ciudad, los tejados de éstai^ 
todos rojos, el humo de los hogares, los árboles, los riachuelo»^ 
y los rayos de oro de un sol tendidos casi siempre sobre un. 
cielo azul. Hacia el Naciente se levantan adustos j^, como- 
teniendo la ciudad entre sus brazos los cerros de Monserrate 
y de Guadalupe, eminencias del gran sistema de nuestras 
montañas, ambos coronadas con templos católicos. Hacia el 
IN'orte y hacia el Mediodía se destacan algunas colinas con arbo-- 
lados, tupidos sotos y cristalinas ciénagas, rielando como espe- 
jos y mostrando en las ramblas de sus orillas innumerables y 
preciosas aves; y hacia el S-0. se desatan en eterno plumaje 
' las brumas tormentosas del Salto, cuyo vórtice es el tema 
obligado de nuestros poetas y viajeros. Los nevados del Toli^ 
ma, del Quindío, de Santa Isabel, del Euiz y de Herveo, visi- 
bles solo en ocasiones, muestran sus cimas diamantinas en el 
extremo de un ángulo de más de 80 grados. 

Esta vasta planicie, según dicen los sabios, fué en otro 
tiempo un tranquilo lago ; y como hoy en dia es un campo de 
cereales y de rebaños queda confirmado una vez más el dicho 
de Ovidio de que ahora se ara en donde antes se navegaba. 
De todos modos, sorprende á la verdad que en una altura da 
3,000 metros sobre el nivel del mar y en el corazón de los An- 
des se halle un país tan bello, tan fértil y regalado con los favo- 
res de una primavera sin término. 

El cerro de Monserriate tiene una elevación de 521 metros 
sobre el nivel de la ciudad y de 3,165 sobre el del mar, y el de- 
Guadalupe de 610 y de 3,255, respectivamente. El ápice do 
Oruz-Yerde tiene 3,260. Desde la Aguanueva en las faldas- 
de Guadalupe se ve la Cordillera Central (distante cerca de 14 
miriámetros), la antigua isla de Suba y la jpewíns^eía de Cota, 
la prominencia de las Manas de Cajicá, que cubren lar ciudad 
de la sal, y las antiguas ensenadas de XJsme y de Soacha. 

Los páramos de Cruz^Verde y de Choachí — cuyas cumbres 
vertientes separan las aguas que van al Meta por el valle de 
Cáqueza de las que vienen á la Sabana — dan nacimiento á los 
rios de Fucha, de San Agustin, de San Francisco y del Arzo- 
bispOy que son los que riegan á Bogotá. 



kt. 



i 



r 



— 395 — 

m 

CLIMA Y ESTACIONES. 

La altara de Bogotá sobre el nivel del mar le da una tempe- 
ratora media de lo^ centígrados. Su máximo de calor son 
229 y su mínimo 60j sin embargo, en cada una de las estacio- 
nes que tiene este lugar la temperatura media es la siguiente: 

I 

Lluviosa. 

Marzo ^ 

Abril > Termómetro centígrado 15^. 3 

Mayo .......) 

Secüé 

Junio ) 

Julio [ Id. 180. 3 

Agosto ) 

Lluviosa. 

Setiembre. . . ) 

Octubre > Id. 14o. 5 

Noviembre.. ) 

Seca. 

Diciembre .. 

Enero 5> • Id. 15^. 

Febrero 

El mes en que hace más frío es el de Diciembre, en el cual 
la temperatura media es de 14^, y el mes en que hace más 
calor, Febrero, en el cual marca el termómetro centígrado 16^ 
de temperatura media. 

Por lo expuesto se ve que, así en Bogotá como en toda la 
Sabana, se goza de una primavera constante ; y si la ciudad 
estuviera al abrigo de los vientos que vienen del Norte como 
lo está de los páramos que vienen del Este, no sufriría lo des- 
apacible de aquellos aires. Sin embargo, los vientos reinante» 
del Sur, que antiguamente llamaban de Vhaque por venir del 
lado de ese pueblo, son saludables aunque muy fríos y sutiles. 
Los indios del tiempo de la conquista decían que debían reci- 
birse estos vientos con la boca abierta.. 

Los vieritos del Norte, por el contrario, son destemplados, 
húmedos y tempestuosos. 

Lo frío del temperamento de la Sabana y la duplicación 
intermitente de las estaciones hace que se produzcan siempre 
en ella los mismos frutos y que se den dos cosechas en el año^ 
pues se siembra 'al fin de Febrero para cosechar en Julio y 
en Setiembre para cosechar en Enero. 



v 



.^ 



— 396 — 

La humedad de Bogotá es de 64^. 5 segon el hígrómetro de 
Sanssure. La cantídad annal de agua que cae en la ciudad 
68 de 110. 7 centímetros. 

En 1807, según las observaciones udométricas de Caldas, 

fuéde lOO, 3 

En 1837 según las' de Ulingrowth- 100, O 

En 1838 „ las de Acosta 130, O 

En 1839 „ las de id 91, 4 

Enl840 „ lasde id 114,3 

Bnl841 „ lasde id 121,9 

En 1842 „ la3 de id 101, O 

De ahí resulta un término medio de 110.7 centímetros por 
año, ó sean 1,107 milímetros ; esto es, un poco más del doble 
del agua que cae en Paris en un año. 

Los vientos del Sur y del Este mantienen en lo general el 
cielo sereno y los del Korte y del Oeste nebuloso. Los vientos 
más frecuentes son estos últimos. Se puede formar con las 600 
corrientes de aire que durante el año soplan con más ó menos 
fuerza sobre Bogotá según Codazzi, la proporción siguiente: 

Del K. 100 Del N-O. y 
Del O. 118 N-E. 62 

Del^. 84 Del S-O. y 
DelE. 78 S-E. 68 

Decimos en otra parte ( Geografía de Oundinamarca) que 
"las lloviznas llamadas páramo*, que alas veces no llegan hasta 
la mitad de la Sabana, son producidas por las ventoünas que 
vienen de Oáqueza cargadas de humedad. Despréndense de 
ésta al llegar á las regiones frías y se desatan en lluvias del 
lado acá de la serranía, precisamente en los meses de Junio, de 
Julio y en los principios de Agosto, que es cuando los aguaceros 
caen con más frecuencia en el valle de Cáqueza.'' Agregamos 
ahora que los aires calientes de las selvas del Magdalena y de 
las tierras despejadas del Socorro y de Vélez levantan vapo- 
res acuosos, los cuales se dirigen después sobre Ohiquinquirá y 
Muzo. La diferencia de temperatura que se encuentra en los 
páramos rompe el equilibrio de las capas atmosféricas y deter- 
mina las corrientes de aire que se dirigen de TJbaté y de Pacho 
hacia Zipaquirá y Bogotá. Lo propio sucede con las capas 
atmosféricas que se levantan en las tierras cálidas del Magda- 
lena y en los cerros de la mesa de Juan Díaz y de Guaduas, 
las cuales introducen por los boquerones y depresiones de la 
cordillera los torbellinos de vapores que causan las lluvias que 
caen en Bogotá venidas del Oeste. 

Los páramos que demoran al Esjbe de Bogotá son los con- 
densadores de las lloviznas que caen frecuentemente en éUa, 
porque del lado opuesto la temperatura templada de Fómeque, 
de Oáqueza y de IJbaque, aumentada con los aires procedentes 
de los Llanos, trastorna el equilibrio de la atmósfera. Oorrien- 



t 



..1 



— 397 — 

tes dé vientos húmedos atraviesan á veces las cumbres de los 
páramos, y al perder allí parte del calórico dilatador de los 
vapores acuosos dan á éstos la pesantez necesaria para que se 
precipiten sobre la Sabana en forma de lloviznas. Es á éstas 
á las que damos el nombre de páramos. 

Es fuera de duda que la tierra recibe una misma cantidad 
de calor ; pero distribuida ésta de un modo diferente sobre su 
superficie da lugar á diversidad de vientos y de tiempos, según 
sea la intensidad de la evaporación producida por el calor. En 
vista^deesto se comprende por qué se efectúan mutaciones 
repentinas en el estado de la atmósfera de Bogotá, la cual 
se presenta ya cargada de nubes en una parte, ya despejada 
en otra, ya oscureciendo el cielo aquí, ya dejándolo allí res- 
plandeciente. De pronto, las mantas movibles se ponen en 
contacto ó se colocan dentro de la esfera de actividad eléctrica, 
y se producen descargas de este fluido, al tiempo mismo que 
los vapores, resueltos en lluvia, caen en la tierra, despejan el 
azul hermoso del cielo y abrillantan los cerros, antes ocultos 
detras de las nubes. 

IV 

FUNDACIÓN. 

Después de discutir Gonzalo Jiménez de Quesada las ven- 
tajas y los inconvenientes de los diferentes sitios que se le 
presentaban para echar los cimientos de la ciudad-capital que 
pensaba fundar en la Sabana de Bogotá, y después de mandar 
dos Capitanes exploradores, uno hacía el Este y otro hacia el 
Oeste, para escoger en la gran llanura el punto más á propó- 
sito i>ara la ñindacion, se decidió por el paraje en donde estaba 
un pequeño pueblo llamado Teusaquillo, lugar de fiesta y de 
recreo de los cipas, dependiente del Jefe de Funza. Quedaba 
Teusaquillo á un miriámetro de aquel lugar ( que era entonces 
una gran población según los cronistas); pero no se sabe hoy 
si su situación era al Sur, del lado de XJsme, ó al Norte, del lado 
deXJsaquen. 

Escogido el sitio, mandó Quesada á los indios que cons- 
truvesen doce cdsasj en honor de los doce Apóstoles, bien dis- 
puestas y grandes, y una iglesia, la cual fué levantada en el 
mismo sitio que ocupa hoy la catedral. 

Estas obras fueron de paja y de madera. 

A principios de Agosto del año de 1538 se trasladaron los 
españoles de los pueblos de la Sabana á la nueva ciudad, esto 
es, á los dos años completos de haber salido de Santamaría 
para la conquista del ÍTuevo Eeino de Granada. Al llegar á 
ella, el General se apeó del caballo, en el que venia armado de 
todas armas, y al arrancar algunas yerbas que crecían en el 
suelo dijo que tomaba posesión de aquel sitio y tierra en nom- 



— 398 — 



bre del Emperador Carlos Y, su señor. Yolvió luego á montar 
á caballo, desnadó la espada y encarándoseles á sus compa- 
ñeros retó á singular combate á aquel ó á aquellos que le con- 
tradijesen» No habiéndolo hecho ninguno envainó su acero y: 
ordenó al Escribano de su ejército que diese testimonio de lo 
ocurrido. Tal fué el humilde cuanto caballeresco oxígem de 
la ciudad capital hoy de los Estados Unidos de Colombia. 

Dio Quesada á la nueva ciudad el nombre de Santaféy y el 
de Nuevo Bdno de Oranada á todo el territorio descubierto. 
El primero en memoria de la ciudad-campamento que cons- 
truyeron los reyes católicos, Isabel y Femando,, durante el 
asedio de Granada la mora; y el segundo, no tanto en recuerdo 
de BU patria cuanto por la semejanza que hay entre los dos 
países, pues ^^ aunque el paisaje es acá más extenso y má» 
vasta la llanura, el parecido es mucho entre lax)lanicie elevada 
que baña el Funza y la vega deliciosa que fecunda el Genil, y 
hasta concurre en ambos la circunstancia de haber sido en 
tiempos remotos asientos de antiguos lagos. La colina de Suba 
para el que mira al Poniente desde la falda de los cerros en 
cuyo pié está situada Bogotá ( como lo está Granada en el pié 
de sus collados), queda al N-B, como la sierra de Elvira; y la 
cristiana ciudad de Santafó en la Yega ocupa exactamente la 
X>osicion que el pueblo de Fontibon en nuestra planicie. La 
ilusión es pues completa, y el pensamiento ha debido ocurrír- 
sele sin diñcultad á Quesada, tan familiarizado con los sitios 
en donde había pasado sus primeros años. Hasta las alturas del 
lado de Soacha recuerdan, por su aspecto y posición, el famoso 
collado que lleva el nombre de Smpiro del mm^o^ por el llanto 
de Eoabdil, último rey de Granada, llanto que sugirió á la 
heroica Zoraida la hermosa sentencia que nos ha trasmitido lá 
historia.'' * 

La ley fundamental de la República de Colombia, expedida 
el 17 de Diciembre de 1819, quitó el sobrenombre de Santafé á 
la ciudad de Bogotá. 

Según Alcedo, Bogotá es " pueblo y capital del Corregi- 
miento de este nombre, que también se llamaba de la Sahana, 
situado en un hermoso y agradable llano, en las orillas de un rio 
que tiene la misma denominación, en donde pescan muchísimo y 
especialmente un pez llamado capitán^ muy gustoso y estimado. 
Es de temperamento frió y abundante de semillas y frutos de 

* El nombre de Oranada, se le dio á^la ciudad morisca por -su semejanzst 
con una granada abierta, según unos; j según otros, de las voces gar (cuevas 
y Nata^ nombre de una doncella que vivia encerrada en una caverna, á la 
cual venían á consultar las gentes de la vega del Genil antes de la fundación 
de la ciudad. Según A. Montano, QranadoL significa ciuáxid de peregrinosy por 
haber sido fundada por hebreos expulsados de Boma en tiempo de Yespa- 
siano. Luis de Mármol, asegura que en 1013 había en el sitio en donde está 
hoy Granada un castillo llamado Yz7%a/rroman 6 castillo del granado, por un 
árbol de esta especie que había en él. Granada, según otros, en idioma feni- 
cio, quiere decir /árti^va^^^v^t^anie. 



«Ste<dima. Fa¿ anti^amente población inny grande y 
lentu, como que era la corte de sus reyes ó zipas; boy 
ledncidaá un na iaeraWe pueblo (1787). Su jurisdicción 
preude 7 pueblos y está á 2 leguas al Oestede Santafé." Fi 
Bacatá ó Meuquetá debía ser pues el Bogotá antiguo. 

Según fray Pedro Simón, Quesada al fundar.á Bogo 
«stableció horca, cwcfe-üío, cura ni las demás cosas imporb 
para el gobierno de la ciudad, á fin de qne cootinuaBe el 
men militar, qi» era el que cuadraba á sas propósitos. 

La fundación legal de Bogotá filé el 6 de Agosto de 
día de la Trasflguracion del Seuor, en el cual se dijo mis 
primera vez en ella. Su primer Tenieute-gobemadoi 
Hernán Pérez, hermano de Queaada, y su primer cura 
Domingo de Las Gasas, de la orden de dominicanos. 

El 27 d« Jnlio de 1540, esto es, á loe dos años no mí 
fundada la nueva \illa, fué erigida ésta en ciudad. Car 
le concedió el título de mta/ noble, muy leal y mds antigua 
años después (3 de Diciembre de 1548) y le dio i»or blaf 
armas un escudo con una águila negra en campo de ore 
una granada abierta en cada garra, y orlado de ramos, 
bien de oro, en camXHi azul. Bautlzósele en aquella n 
época con el nombre de Santafé de Bogotá: Santafépot li 
yá se ha dicbo ; Bogotá en memoria de la capital de los mu 

El iiríuier Cabildo de Bogotá se instaló el 29 de Ab 
1539 y los primeros Eegidores fueron Juan de Sanmartín, 
de Céspedes, Antonio Díaz Cardozo, Lázaro Foute, Hi 
Venégas, Pedro de Colmenares y Hernando de'Kójas. E 
mer Alguacil mayor fué Baltasar Maldonado y el primer 1 
baño Juan Rodríguez de Benavides. 

Los primeros Alcaldes fueron Pedi'o de Arévalo y Jerf 
de Laínza. 

"El primer Cura de Bogotá fué el bachiller Juan Vei 
clérigo, y el primer sotacura fray Vicente de Bequejada, 
tino. Ambos habian venido con Federmau. Fray Domiu 
Las Casas vino con Quesada. 

£n 1550 se instaló la Audiencia ó Cancillería Beal, div 
en dos Salas. Los primeros Oidores fueron Juan Lóp 
Galarza y Eeltran de Góngora. 

El primero que hizo teja y ladrillo en Bogotá fué Au 
Martínez, encomendero de Ghilagua en tierra de los par 
Martínez Vino á la colonia con don Alonso Luis de Lugo. 

El primero que hizo casa de tapia en Búgotá fué Aloii 
Olaya, eH el sitio en donde antes estaba la casa de corre 
el primero que hizo casa de teja (en la calle de LaCarren 
Pedix) de Colmenares. 

Los primeros carpinteros y albañiles vinieron á Bogot 
don Alonso Luis de Lugo. 

Cristóbal de Toro, encomendero de Chinga, fiíó el pr 
que montó en Bogotá una tenería y Pedro Brieeño el Tps 
que montó na molino de trigo. 



— 400 — 

La primera imprenta que hubo en Bogotá la trajeron lo9 
Jesuítas en 1738. 

El primer periódico que se publicó en Bogotá fué "La Ga- 
wta de Santafé ^ en 1789. 

Siendo Yirey del Kuevo Eeiho de Granada D. Antonio Amar 
y Borbon estaUó en Bogotá en 1810 la revolución del 20 de 
Julio, que dio independencia y libertad á cinco repúblicas 
de la Amfédca del Sur. 

V 

POBLACIÓN. 

fin 1673 feé levantadq el primer censo de Bogotá y dio 
3,000 vecinos. Bogotá tenia entonces 135 años de ñmdada. 

Según un censo levantado en 1723 Bogotá tenia en ese año 
20,000 habitantes y 1,770 casas. Esto le daba 12 ó 13 indivi- 
duos por casa. 

Según Alcedo Bogotá tenia en 1788 una área de 25 man- 
zanas (fanegadas) de largo y de 12 de ancho (300 manzanas) y 
Tina población de 30,000 almas. ♦ Sin embargo, según un censa 
de 1^00 Bogotá tenia solo 24,464 habitantes. En ese misma 
año los nacidos excedieron á los muertos en 247 individuos. 

Según el padrón general de 1793 Bogotá tenia en ese aña 
17,725 habitantes. 

En 1801 publicó "El Correo Curioso^ un censo de Bogotá 
que le daba á ésta 21,304 habitantes; empero, hay motivos para 
creer que este censo era el mismo de 1723. El pormenor de 
este censo era 

Hombres 8,191) 

Mujeres 11,890 ^ 21,394 

Gentes de iglesia 1,313 ) 

Eestrepo contradijo el censo de " El Correo Curioso^^ y dijo 
que Bogotá no tenia en 1800 menos de 28,000 habitantes. 
El censo de 1825 no ha sido hallado. 
El número de casas de Bogotá en 1832, según Montenegro, 
era 8,252, de las cuales 4,463 eran de teja. 
El censo de 1835 no ha sido hallado. 
El de 1843 le dio á Bogotá 40,086, así : 

Barrio de la Catedral 18,455 

Id. de Las Nieves 9,333 

Id. de Santa Bárbara - 6,543 

Id. de San Victorino 5,755 

En este año la proporción entre los nacidos y los muerto» 
fué la de 10 á8, 

* MamzCMae : conjunto de varias casas aisladas. 



. El censo de 1851 le dio á Bogotá 29,649 habitantes, di 
buidos asi : 

Hombres. Mujeres. 

Casados 2,563 Casadas 2 

Adultos y párvulos.. ,4,835 Adultas y pár^Tilas. 5 

Menores de 50 aíios.. 4,411 Menores de 50 años. 8 

Mayores de id 309 Mayores de id 

Libertos casados. 11 , . Libertas cacadas 2 t 
solteros.» 13 f Id. solteras. 48 ( 



Eclesiásticos secul." 
Id. regulares. ' 



El ceoso de 1870 le dio á Bogotá 40,883 personas, distri 



16,902 Mujeres 23,98 

Exceso de mujeres 7,079 

Ninguno de estos censos merece fe, pues resultan U 
absurdos al compararlos unos con otros. Bogotá tiene 
más de 80,000 habitantes. 

La> Guia de Bogotá para el año de 1881 da á esta ciu 
84,723 habitanies, distribuidos asi : 

Barrio de la Catedral 31,900 

Id. de Las Nieves ' 26,348 

Id. de Santa Bárbara 11,000 

Id. de San Victorino 15,400 

Hombres 39,458 Mujeres 45,3( 

Exceso de mujeres 5,807. 

También fija esta Guia en 12 el término medio entre 
muertos y los nacidos en cada mes. Esta diferencia es en fi 
de los últimos. 

VI 



El Gobierno de la ciudad está á cargo de una Munici] 
dad compuesta de 11 Regidores y de un Alciilde, un Sinc 
un Tesorero, un Director de Obras públioas, tres Jueces 
Concejo administrativo, un Concejo de Instr uccion prinií 
3 Notarios y una Inspección de policía dividitia en 5 seccio 



* En esa época había aún esclaroa en la Sepública. 
** Segan ente dato, las 1,331 peraanag que llevaban vida conventu 
Bogoti eu ISOO estaban reducidas medio siglo después i 3S0. 






i 



— 402 — 
VII 

EENTAS. 

Las rentas de Bogotá, que alcanzan á $ 100,000 al año, las 
constituyen los siguientes ramos: 

Impuesto directo $ 18,600 

Plaza de mercado y otras ñncas 24,000 

Coso, almotacén, degüello de ganado menor 3,000 

Cepienterios 6,000 

Aguas. 3,000 

Matadero público 6,200 

Carros 1,000 

Renta nominal proveniente de ejidos 13,000 

Alumbrado y serenos 12,000 

Eifas, juegos, espectáculos públicos, &c 2,500 

Auxüio del Estado 12,000 

Ingresos varios 6,500 

vni 

MOVIMIENTO INDUSTRIAL. 

Bogotá tiene cuatro barrios, 6 parroquias, 30 carreras de 
Norte á Sur y 26 de Oriente á Occidente, 700 calles, 250 manza- 
ñas, 4 plazas, 8 plazuelas, 3,000 casas, 3,500 almacenes y tien- 
das, 35 quintas, 8 baños, 1 Capitolio, 1 Observatorio, 5 líneas de 
telégrafos, 9 líneas de correos ordinarios, 6 de correos de enco- 
miendas, 29 templos católicos, 1 templo protestante, 32 estable- 
cimientos de instrucción primaria, 26 de instrucción secundaria 
y 14 de instrucción superior ♦, 31 edificios piiblicos, 3 cemente- 
rios católicos y 1 protestante, 1 Panóptico, 17 fuentes públicas^ 
20 puentes de piedra, 5 de madera y 1 de Merro, 7 lugares pro- 
pios para paseos públicos, 5 monumentos, 6 fábricas, 8 Bancos, 
1 Compañía de Seguros, 1 teatro, 1 Museo, 1 Bibliotecq, nacio- 
nal y 1 ambulante, 1 Academia (sucursal de la española), 21 
hoteles, 9 periódicos oficiales, 2 id. científicos, 10 id. políticos, 
S id. literarios y 1 industrial, 1 oficina de mobilizacion, 1 Com- 
pañía de alumbrado de gas, otra de fabricación de vidrio, 1 
Junta general de Beneficencia, de la cual dependen el Hospital 
de San Juan de Dios, el Lazareto, el Asilo de varones y el de 
mujeres, 1 hospital militar, 1 Sociedad de San Vicente de Paul, 
1 de Socorros mutuos, 1 Casa de niños desamparados, 1 Socie- 
dad Filantrópica, 1 Sociedad de Medicina, varias sociedades 
de Agricultura. 20 imprentas, 10 encuademaciones, 60 talleres 
de zapatería, 50 de sastrería, 40 de talabartería, 12 de relojería, 
15 de joyería, 25 de herrería, 20 de hojalatería, 100 de caiT)in- 
tería, 20 de tapicería, 16 peluquerías, 15 dentisterías, 30 botí- 

* La Sociedad de San Vicente de Paul y la del Sagmdo Corazón de Je- 
sús sostienen escuelas gratuitas. La primera costea también una de artes 
y oficiofs. 




í^í-^.. 



— 403 — 

t^as. 12 modisterías, 4 fotografiar, 2 litografías, 10 oficinas de 
jabado, 2 de escultura, 24 de pintura, varios arquitectos e 
infinidad de albañiles, 35 Agencias comerciales y judiciales, 16 
id. de carruajes, 12 id. de trasteo, 2 id. musicales, á id. mor- 
tuorias, 4 id. de remates, 1 id. universal de anuncios y más de 
20 agentes comisionistas. El número de abogados pasa de 150, 
el de médicos de 50 y el de ingenieros de 20. * 

Los cuatro barrios ó cuarteles en que está dividida Bogotá 
son : el de la Catedral,, el de San Victorino^ el de Las Nieves 
y el de Santa Bárbara^ y toman sus nombres de ciertas iglesias 
que hay en cada uno de ellos. Su situación es la siguiente : 
la Catedral en el centro, las Méves al líorte, Santa Bárbara al 
Sur y. San Victorino al Oeste. La iglesia que sirve á este 
último barrio ó parroquia es la de la antigua orden de Capu- 
chinos, pues la de San Victorino se cayó en el terremoto de 1826. 
Ültimamente han sido creadas por el gobierno eclesiástico la« 
parroquias de Egipto y de Las Aguas. 

Bogotá tiene 3 kilómetros desde Las Cruces hasta San Diego, 
que es su largo de Sur áiN^prte, y de aucho más de 2, desde el 
principio del camellón de San Victorino hasta Egipto, en direc- 
ción Este á Oeste. 

Las calles de Bogotá son rectas por lo general, empedradas 
y no muy anchas; peit) casi todas tienen aceras para la como- 
didad del tránsito, y muchas están cortadas con arroyos que 
desembocan en los rios que la atraviesan. 

Bogotá se provee de agua potable de los rios del Arzobispo 
y de San Francisco. Sus edificios son en lo general de adobe y 
de teja. Hay también algunos de ladrillo con zócalos de piedra, 
pero todos son solamente de uno ó de dos pisos. La ciudad me- 
jora cada dia, pues se reedifican las antiguas casas, obras de 
mal gusto, con elegancia y comodidad. 

El mobiliario de las habitaciones ha experimentado un cam- 
bio notable. Hay afición por el cultivo de las flores, y es costum- 
bre adornar con jardines los patios de; las casas y poner tazas 
con ellas en los balcones y ventanas que dan á la calle. 

Los víveres se expenden todos los dias, pero con más abun- 
dancia y concurrencia de gentes los jueves y los viernes. Anti- 
guamente el mercado público tenia lugar en la plaza de la Cons- 
titueion (llamada también de Bolívar) ó en la de San Francisco. 
Era al descampado ó en toldos y sucias barracas, é incó- 
modo por la aglomeración de bestias en sus avenidas y por el 
lodo de los dias de lluvia. Hoy en dia hay un mercado cubier- 
to y bien distribuido. La i>laza de Bogotá es de las más abun- 
dantes del mundo. Se encuentra en ella todo lo que producen 
las tierras frías, temx)ladas y cálidas, de las cuales está rodeada 
la ciudad. Es por eso por lo que junto de las fresas que fructifi- 
can silvestres en los cerros altos, se hallan el plátano guineo y 
el plátano har.ton, las cerezas, los duraznos y las manzanas^ 
las pinas, los mangos, los cocos y los melones. Se encuentran 

* Guia de 1881. 



1 

A 



> 4 

I 
1 



^ ^4 — 

asimismo pepinos, parchas-badeas, granadas, granadillas, t^e^ 
sas grajides ó de Chile, moras, curubas, higos, ciruelas, gaayitaa, 
tonas, nísperos, mameyes, zapotes, anones, uchuvas, uvas ca- 
maronas y de anis, pomarosas, uvas de la parra, papayas^ nae** 
ees, arrayanes, mortiños, guanábanas, chirimoyas, naranjas^ 
cidras, limones, limas, dátiles, guamas, caimitos, aguacates, car- 
chipay, higos é higuillos, madroños, tomates arbóreos, maarajca- 
yes, guayabas, hicacos, sandías, pitahayas, mamones, tama- 
rindos, cidracayote, &c. 

En el ramo de hortalizas se encuentran cebollas, ajos, apio^ 
coliflores, espárragos, repollos, coles, rábanos, navos, pepinos, 
ají, tomates, lechugas, zanahorias, remolachas, cardos, guisan- 
tes, alcachofas, &c. 

Ademas de trigo, maiz y papas, se encuentran arracachas^ 
patatas, yuca, arroz, arvejas, maní, garbanzos, frísoles, lente* 
las, cebada, habas, caña, cacao, cat^, sagú, tabaco, anis, lina- 
za, almidón, mantequilla, quesos, huevos, sebo, manteca, cera, 
jabón ; y también cuerdas de fique, costales, alpargatas, varie- 
dad de plantas medicinales y flores. 

Al lado de esto se expenden la delicada carne de Zipaquir^ 
y de otros puntos, los sabrosos cameros del Korte, volatería 
doméstica y salvaje, pescado seco del Magdalena, peces capi- 
tanes, únicos que se i)e8can en las altas regiones, liebres y cone- 
jos } y también azúcares, panela, sal, loza, surtidos de mantas, 
de pañuelos, de zarazas, espejos, abalorio, sombreros, lienzos y 
toda clase de telas y de bujería. Esta abundante feria tiene 
lugar á una altura casi igual á la del monte de San Bernarda 
de los Alpes, 

Hay otro mercado en la plazuela de San Victorino, el cual 
tiene lugar dos veces por semana. En él se venden maderas de 
construcción, tablas, chusqne y miel, de la cual hay un graii 
consumo. En esa plazuela están también la mayor paite de 
las agencias de ómnibus y de coches, los cuales giran entre 
Bogotó, Cuatro-esquinas, Funza, los Manzanos, Chapinero^ 
Soacha, Puente del Común, Zipaquirá, &c. 

Según varios geógrafos, Bogotá está muy bien situada para 
su defensa militar. 

En Bogotá han visto la primera luz muchos hombres céle- 
bres en las ciencias, en la milicia, en la administración pública^ 
y en las tribunas civil y sagrada, en la literatura y en las^artos^ 

IX 

' EDIFICIOS, MONIíadíJNTOS, &C. 

Biblioteca nacional, — En la portada de este edificio hay esta 
inscripción: 

Sapientia edificavit sibi domum. 

La Biblioteca nacional, que fué fundada el 9 de Enero de 
1777 por Francisco A. Moreno á solicitud suya y -pov encargo 



— 405 — 

del G-obiemo español, se halla en el edificio denominado Las 
Aulas y ocupa cuatro grandes salones: el de Lectura^ el de 
Obras nacionales, el de Obraos hisj»an(h^mericana^ y el de Obras 
eartranjeras. El número de volújnenes de la Biblioteca es casi 
60,000, sin contar el de las bibliotecas de los extinguidos con- 
ventos, que le fueron anexadas. 

Mn-seo na^sional, — ^Ocupa una de las piezas bajas del mismo 
local, y contiene las banderas cogidas á los españoles en el 
campo de batalla, los estandartes de Pizarro, los retratos de 
los Vireyes, los de algunos reyes de España, el del pacificador 
Pablo Morillo y el de Colon j y varios objetos que recuerdan 
ios usos, las costumbres y la civilización de los chibchas. 
El manto de Atahualli)a, las llaves del castillo de San Carlos, 
la cota de malla y la espuela de Gonzalo Jiménez de Qnesada. 
Los herbarios de la Flora Colombiana, varias colecciones de 
objetos de mineralogía y de geología, algunas pinturas de 
Vásquez, &c. 

Observatorio astronómico. — Este edificio, legado hecho á la 
«apital del Kuevo Beino por el ilustre español don José Celes- 
tino Mútiz, fué comenzado el 24 de Mayo de 1802 y concluido 
en el año siguiente, el 21 de Agosto. El arquitecto á quien 
confió el señor Mútiz la formación de los planos y la ejecución 
•de la obra fué al capuchino fray Domingo Petrez. 

La forma de dicho edificio es la de una torre octágona, de 
13 pies de rei de lado y 56 de altura. El diámetro, deducido el 
espesor de los muros, es de 27 pies. Tiene tres cuerpos, el pri- 
mero de los cuales, de 4.5 pies de elevación, se compone de pi- 
lastrones toscaiios pareados en los ángulos, sobre un zócalo que 
corre por todo el edificio 5 en los columnarios hay ventanas rec- 
tangulares, y en el que mira hacia el Occidente está la puerta. 
La bóveda sostenida por este cuerpo forma el piso del salón 
principal. Éste, de 26.5 pies, es de orden dórico, con pilastras 
angulares como el primero. Dentro de ellas están las ventanas, 
rasgadas y circulares por arriba y adornadas con recuadros y 
guarda-lluvias. La bóveda superior es hemisférica, perforada 
en el centro, y sostiene el iiltimo piso al descubierto. Un ático 
ñngido corona todo el edificio y le sirve de antepecho. El agu- 
jero de la segunda bóveda da paso á un rayo de luz que pinta 
la imagen del sol en el pavimento, donde hay trazada una línea 
meridiana, y íbrma un gnomon de 37.7 pies de elevación. Em- 
pero, por un defecto de construcción esta meridiana no es per- 
pendicular á las ventanas, las cuales debiera cortar en ángulos 
rectos. 

En el lado del octágono que mira hacia S-O. hay una esca- 
lera espiral, que conduce hasta la sala principal y hasta la 
azotea. La escalera está cubierta por una bóveda que forma el 
piso de otra sala á 60.5 inés de elevación, y que tiene una 
ranura de lí. á S. Allí estaba el cuadrante astronómico para 
alturas meridianas. 



— 406 -« 

El sabio Caldas, á cuya pinina debemos la única descripción 
que tenemos de este edificio (y de 1^ cual hemos tomado los 
datos anteriores) registró en ella muchos instrumentos de gran 
valor. * 

La CatedraL-^Yné erigida por el papa Pió IV á solicitud 
del rey de España Felipe II el dia 11 de Abril de 1563, para 
lo cual promovió á ella al Obispo y Cabildo eclesiástico de 
Santamarta. La mayor parte de los historiadores han incurrido 
en la equivocación de decir que la erección se debe á Pió V ; 
mas este Papa lo único que hizo fué resolver ciertas dudas que 
le ocurrieron al Arzobispo nombrado por Pió IV. 

Juan de los Barrios fué el primer Arzobispo de Bogotá, y á, 
él se debió la idea de edificar un templo que pudiera servir 
de catedral. Él mismo coirstruyó una iglesia con este objeto ; 
pero fué tan desgraciado en su empresa que la víspera de ser 
consagrada se desplomó y cayó. Muerto Barrios, quedó encar- 
gado del gobierno eclesiástico Francisco Adames, quien de 
acuerdo con el arquitecto Juan Vergara comenzó de nuevo la 
iglesia, cuya primera piedra ftié puesta con gran pompa el dia 
12 de Marzo de 1572, segam consta del instrumento público 
otorgado ante el Escribano Alonso Euiz Lancheros. La obra 
continuó bajo la dirección del citado Vergara, y en ella traba- 
jaron como maestros de albauilería Pedro Rodríguez, Antonio 
Cid y Antonio Díaz, y como cantero Antonio Moreno Dabujita. 
Para activar la construcción se recurrió al sistema de contra- 
tos en subasta pública ; pero habiendo quebrado los construc- 
tores después de haber recibido $ 160,000 se quedó la obra sin 
concluir, y en el espacio de doscientos años no se hizo en ella 
sino poner algunas campanas y edificar dos de las capillas que 
hoy existen. El año de 1790 Francisco Martínez proyectó una 
reforma de la iglesia de acuerdo con el Coronel de ingenieros 
don Domingo Esquiaqui. Gastáronse en ella $ 64,000, y al fin 
se suspendió todo trabajo hasta el año de 1797, en que el 
Arzobispo Baltasar Jaime Martínez Compañón emprendió la 
construcción de la sacristía, á la cual se le dio principio el 17 
de Agosto. Ese mismo dia. murió el señor Compañón y la obra 
se paró de nuevo. 

El 29 de Marzo de 1805 expidió el Virey un decreto que 
mandaba cerrar la catedral y trasladar el Cabildo á San Carlos^ 
fundado en que aquel edificio amenazaba ruina según la decla- 
ración de los ingenieros Vicente Talledo, Eleuterio Cebollino y 
Bernardo Anillo, director de fábrica. 

Así quedaron las cosas hasta que el Cabildo eclesiástico 
convino en adoptar, sin modificación ninguna, los planos levan- 

* El Congreso granadino, por una ley expedida en 1856, autorizó al 
Poder Ejecutivo nacional para regalar al Grobiemo del Ecuador la preciosst 
lápida monumental del Erances-nrco, con que enriqueció Caldas el Museo da 
Bogotá, y que, como dijo muy bien, era un valioso resto del viaje más céle-^ 
bre de que pudo gloriarse el siglo XYIII. 



■ * 



~ 407 — 

tados por el capuchino fray Domingo Petrez para la edific^a- 
don de una nueva catedral, que es la que hoy existe. La demo- 
lición de la antigua se comenzó el 11 de Febrero de 1807 y 
por muerte del padre Petréz, acaecida el 19 de Diciembre de 
1811, la obra quedó á cargo del maestro Nicolás León, quien la 
concluyó el 19 de Abril de 1823, gracias á los esfuerzos del Ar- 
zobispo republicano Caycedo. 

La fachada de este edificio se compone de dos cuerpos de 
arquitectura levantados el uno sobre el otro, que descansan en 
un hermoso zócalo de sillares, el cual arranca desde el atrio. 
El primero de estos cuerpos consta de ocho grandes pilastras 
de orden dónco, que forman el revestimeuto de dos de las 
puertas de la iglesia. Dos columnas estriadas de orden jónico 
adornan la puerta central. Una comisa bastante bien modela- 
da recorre toda la fachada hasta dar la vuelta sobre uno de los 
ángulos del edificio, y sostiene el segundo cuerpo de ella, que 
es del orden jónico y consta de 8 pilastras que guarnecen un 
nicho, en el cual hay una estatua de la Virgen. Kemata la fa- 
chada un frontón endentado, sostenido por estas 8 pilastras. 
La puerta del centro, que tiene 9 metros de alto y 4.5 de ancho, 
termina en un arco recto, sobre el cual hay una hermosa lápida 
con esta inscripción grabada en letras de oro : *' Bajo el titulo 
y patrocinio de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora 
Santafé religiosa prosperará.'^^ Más arriba de esta losa, sosteni- 
do por la cornisa que descansa en las columnas mencionadas, 
está el escudo de armias de la ciudad, algo variado, pues en 
lugar de las dos granadas que debia tener el águila, tiene una 
cruz de oro de medio relieve, rodeada de una inscripción latina. 
Encima de las puertas laterales, que tienen 7 metros de alto 
y 3.5 de ancho, existen dos nichos destinados á las estatuas de 
San Pedro y de San Pablo. Así éstas como la de la Virgen 
son obras del escultor Juan Cabrera, natural de Bogotá. Por 
último, en los ángulos de la fachada hay dos torres de 42 me- 
tros cada una, formadas por tres cuerpos de arquitectura, con 
aberturas para las campanas. * 

* Como un dato curioso damos aquí la relación de lo que han costado 

las campanas de la Catedral. 

Hecha» tajo la dirección del presbítero Pedro Ltigo, por orden del Araohispo Egües : 
La campana mayor. Pesa 2,825 kilogramos, á 6 reales., cost<5 $ 3,390 

lia segunda 1,610 „ „ „ 1,932 

Otra 1,250 „ „ „ 1,500 

Otra 800 „ „ „ «60 

El Esquilón 600 „ „ „ 720 

Hecha $116 de Oetiíbre de 1755. 

Otra 410 „ „ „ 492 

Id. el 12 de Noviembre de 1705. 
Otra 812,5 „ „ „ 975 

De manera que todas las campanas han costado $ 9,969 

T pesan 8,307-5 kilogramos. 






— 408 — 

El interior de la iglesia ocupa nn espacio de 6,300 metiros 
caadrados y está dividido en tres naves, varias capillas y dos 
sacristías. Lo primero que se ofrece á la vista del que entra por 
las puertas principales es «1 coro, el cual está formado por 
tres muros revestidos de pilastras dóricas que guarnecen pe- 
queños, altares, en donde hay colocadas varias pinturas de 
mérito. Entre éstas citaremos tres, que son de Yásquez : la que 
representa el nacimiento del Salvador, que está enfrente de la 
puerta del centro ; la de San Femando, en donde está éste á 
caballo en actitud de recibir del rey moro las llaves de Sevilla, 
ciudad conquistada i)or él el año de 1248 ; y la que representa 
á Josué cuando mandó al sol detener su curso. El interior 
del coro está lleno de asientos para los canónigos, capellanes 
y demás empleados de la iglesia. Esta obra es de madera de 
de nogal con embutidos blancos y su ejecución revela una gran 
práctica y un gusto exquisito. Fué ejecutada por el maestro 
Luis Márquez Escobar en virtud de un contrato celebrado con 
el Arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero. Se pagaron por ella 
6,000 castellanos de oro de á 13 quilates, faera del valor de las 
maderas y del salario de dos oficiales escogidos. Lobo Guerrero 
lo pagó todo de sus propias rentas, lo mismo que la gratifica- 
ción que hubo de darle al presbítero Francisco Páramo pnor la 
t.ardía y curiosa obra de trabajar á mano los veinte libros 
que sirven para la dirección del canto llano en dicho coro, y el 
valor de los ambones en donde se cantan la Epístola y el 
Evangelio, obra del herrero Francisco Escobar. El interior del 
coro está coronado con una galería que sirve para los músicos 
y cantores. 

La principal de las, naves de la iglesia la forman dos filas 
de columnas del orden compuesto, de 13 metros de altura, de 
capiteles dorados, cada una de las cuales sostiene cuatro arcos 
unidos con otros de que se hablará después, con bóvedas de 
aristas que rematan en florones, también dorados. En el fin 
de esta naVe se encuentra la media naranja edificada sobre 
cuatro grupos de columnas, á una elevación sobre el pavimento 
del edificio de 38 metros; Desde la ménsola de las comisas 
de los grupos de columnas arrancan cuatro hermosos arcos, en 
los ángulos tie los cuales se alzan pechinas que forman un 
círculo de cerca de 13 metros de diámetro. Estas pechinas están 
coronadas con una comisa que sirve de sosten aun corredor 
que tiene un fuerte pasamano. En este punto se levantan 16 
pilastras de orden dórico, pareadas, á los lados de ocho gran- 
des ventanas que dan luz á todo el edificio. Sobre la comisa 
que sostienen estas pilastras se encuentra la gran cúpula, limi- 
tada por un farol de 2 metros de diámetro, adornada con ocho 
ventanas de tamaño proporcionado. 

Al fin de la nave está el presbiterio, que ocupa un espacio 
de 108 metros cuadrados, y se halla casi á dos metros de altura 
sobre el piso de la iglesia. Está rodeado con una baranda de 



— 409 — 

I 

hierro igual á la de las puertas del coro, y se sube hasta él por 
ocho peldaños de piedra. Esta parte del edificio está construi- 
da sobre dos bóvedas subterráneas, destinadas antes para dar 
sepultura á los arzobispos y canónigos. 

Sobre el pavimento del presbiterio se levanta un zócalo Que 
sirve de mesa de altar, y sobre él descansa un gran cuerpo de 
arquitectura, compuesto de 6 columnas que sostienen una 
cúpula, la cual remata en la peaña de una estatua de la Con- 
cepción. Las columnas se hallan dispuestas de tal manera que 
dejan entre ellas tres espacios para las puertas del sagrario. 
En el espacio del centro se ha colocado una peaña de plata 
para la custodia, y al rededor de ésta sobre columnitas salo- 
mónicas hay un semicírculo de flores de plata primorosamen- 
te labradas. Sobre la mesa del altar hay otro pequeño 'ouerpo 
de arquitectura formado con 6 columnitas de orden dórico, el 
cual forma otro sagrario, en donde se guarda la custodia de 
filigrana de oro y de piedras preciosas que se usa en las pro- 
oesiones. 

Al respaldo del presbiterio y dando el frente á la capilla de 
la Virgen del Topo, de que se hablará luego, existe un altar 
formado por cuatro pilastras con capiteles dorados, el cual 
sirve para guardar una imagen de Cristo, pintada con tosco 
pincel sobre una tela de seda. Es ésta la bandera que trajo 
Oonzalo Jiménez de Quesada cuando vino á descubrir y con- 
quistar este país. Los lados de este altar están adornados con 
dos bellísimas pinturas romanas, sobre latón. La una repre- 
senta los desposorios de San José y la Virgen, y la otra la visita 
de Santa Isabel. 

Frente de este altar está la capilla de Nuestra Señora del 
Topo, en la cual se entra por la abertura de un arco de 11 me- 
tros de diámetro. Sobre él hay un buen cuadro que representa 
la resurrección del Salvador. Los pilastrones que sostienen el , 
arco ocultan las escaleras por donde se sube á la galería y al 
coro de la capilla. Tiene ésta 28 metros de largo y 14 de ancho, 
y hay en ella tres altares y una sacristía pequeña. Esta capilla 
por sí sola es más elegante que muchas de las mejores iglesias 
de nuestros pueblos. En la Catedral sirve para depositar el 
Santísimo Sacramento los jueves santos. 

A los lados de esta' capilla y paralelas á ella, hay dos her- 
mosas sacristías destinadas, la una para los canónigos y la otra 
para los capellanes y dema« empleados de la iglesia. En la 
primera sacristía hay, entre otras cosas dignas de ser mencio- 
nadas, un altar que según el voto de personas inteligentes es 
la obra más perfecta de fray Domingo Petrez. 

Las dos naves laterales están formadas por las colujnnas 
que Sostienen la nave principal y por las pilastras que reciben 
los arcos trasversales que arrancan de dichas columnas. En los 
espacios que dejan las pilastras hay seis capillas adyacentes á 
las naves, adornadas con altaras de distin^ formas y tama- 



f 



— 410 — 

fios y con cnadros de afamados pintores. Cada una de estas 
capillas tíene su historia especial, pero seria largo ocupamos 
de esos pormenores. 

Las dos naves están unidas entre sí por los espaciosos claus- 
tros 6 ánditos que quedan entre las puertas y el coro, y entre 
el altar mayor y la capilla de Nuestra Señora del Topo. Estos 
claustros tienen 12 metros de ancho. 

En una de las capillas que adornan la nave de la derecha 
hay entrada al panteón, el cual está edificado en forma circu- 
lar y resguardado por pilastras del orden dórico, que sostienen 
un entablamento y una comisa sobre los cuales se alza una 
cúpula que remata en un farol. Entre los espacios que dejan 
las pilastras hay 30 huecos ó bóvedas destinadas para los res- 
tos mortales de los arzobispos y de los canónigos. Este edificio 
tiene 7.5 metros de diámetro. 

En la sacristía mayor hay una entrada hacia un pequeño 
patio y piezas adyacentes para el uso de los empleados de la 
iglesia, y también hacia un patio grande y hacia los edificios 
que lo rodean. En este último se entra asimismo por una de las 
capillas de la nave de la derecha, y directamente por la calle 
llamada antes de la huerta de San Felipe. El patio es casi cua- 
drado, de 25 metros de largo y 21 de ancho, y está rodeado de 
un hermoso claustro sostenido con fuertes arcos. Hay en él mu- 
chas piezas destinadas para las clases y estudios de los acólitos, 
todas ellas bien dispuestas. Por una escalera de tres hermosas 
ramas se sube al piso superior, en domle hay otras oficinas y 
dependencias, la más notable de las cuales es una sacristía 
destinada para guardar los ornamentos lujosos y las joyas que 
no tienen uso diario. * 

Difícilmente se podria dar una idea cabal de la grandiosi- 
dad y magnificencia de este edificio. El golpe de vista que ofíre- 
cen sus columnas ; los arcos y bóvedas de aristas entrelazados; 
el estuco de sus paredes y el dorado de sus cornisas y capite- 
les ; los grupos graciosos y variados que forman sus numerosos 
altares ; los cuadros de famosos pintores, colocados en todas 
partes ; la luz derramada á torrentes por numerosas ventanas, 
y el aseo y arreglo de todo él, recrean la vista y regocijan él 
alma, mayormente cuando á todo esto se junta la pompa y 
solemnidad de las funciones religiosas. 

En este bello templo se haUan la tumba del conquistador 
del Kuevo Eeino de Granada, Gonzalo Jiménez de Quesada, 
muerto de lepra en Mariquita en 1597, y un hermoso monu- 
mento que guarda los huesos del Arzobispo Mosquera. 

También debe ser erigido en él algún dia un túmulo de már- 
mol para guardar el corazón de BoUvar, legado por éste á la 
líueva Granada. 

«• Began Malte-Bniíi, una sola de las estatuas de la Virgen de la cate* 
dral de BogoU tiene 1,358 diamantes. 



— 411 — 

Iglesicis. — Santa Bárbara, erigida el 21 de Febrero de 1681. 
J&tw NiéveSj el 21 de Febrero de 1581. 
San Carlos. Tuvo principio este edificio en 1604 y perte- 
neció á la orden de los Jesuítas. 

CaptiehiTiosj el 24 de Octubre de 1778. 



Monasterioa de religiosas. — La Concepción^ el 29 de Setiem- 
bre de 1583. 

El Carmen, autorizado por real cédula y bula especial el 10 
de Agosto de 1606. 

Santa Clara^ el 7 de Enero de 1629. 

Santa IneSj el 19 de Julio de 1645. 

La Enseñanza^ el 19 de Marzo de 1787. 



Conventos de frailes. — Santo Domingo, orden de predica- 
dores. Para establecerlo fué comisionado fray José de Bóbles 
el 26 de Agosto de 1550. 

San Francisco^ fué fundado en el mismo año por fray Fran- 
ícisco Victoria. 

San Agustin, en 1560. 

Recoletos de San Francisco (San Diego) en 1560. 

San Juan de Dios, el 21 de Agosto de 1635. 

Las Aguas, en 1665. 

Recoletos de San Agustin (La Candelaria) en 1691. 

Orden Tercera de San Francisco. Fué comenzado este edi- 
ficio en Enero de 1761 y fué concluida en Agosto de 1780. 

Capillas y ermitas. — La capilla del Sagrario. Fué costead» 
por Gabriel Gómez de Sandoval en obsequio de Nuestro Amo 
Sacramentado, al exclusivo culto del cual la consagró. Invirtió 
en ella toda su riqueza, que no bastó para concluirla. Agustin 
de Vergara, nieto del fundador, sacerdote nacido en Bogotá y 
avencindado y muerto en Méjico, dejó un legado de $ 20,000 
para la conclusión de ella. 

Su media naranja se cayó en el terremoto de 1827, pero fué 
reedificada en 1832. En esta capilla se reúne la asociación 
religiosa llamada Escuela de Cristo. 

La capilla consta de un solo cuerpo de 10 metros de ancho. 
Debajo de la media naranja estaba el altar octágono y encima 
de éste estaba el sagrario, obra magnífica de carey y de marfil, 
que fué arruinada cuando se cayó la media naranja. Hoy está 
reconstruido. Detras del altar hay una bóveda donde están 
enterrados el fundador de la capilla y todos sus descendientes. 
Tiene dos piezas para sacristías y 11 cuadros grandes de Yás- 
queiz,' seis de los cuales adornan los altares del cuerpo de la 
capilla. 

La custodia es de plata triple dorada y está adornada con 
rubíes y esmeraldas. 



— 412 — 

La pfla es un ángel de piedra del tamaño natural, que ro- 
dea y sostiene con los brazos la gran taza en donde se pone el 
agua bendita. El centro de la capilla está enlosado con piedras 
de mármol blanpo, negro y azul. 

Monserrate. Está en la cumbre del cerro del mismo nom- 
bre. Fué fundada en 1620. 

Guadalupe. Esta ermita fué consagrada el 8 de Setiembre 
de 1656, sobre el cerro inmediato al de Monserrate, que es 
de una elevación mayor. Ha sido reedificada dos veces, pues 
los fuertes terremotos de 1826 y 1827 la arruinaron del todo. 
El 13 de Diciembre de 1861 fueron puestas y consagradas por 
el Arzobispo Herrau, en la eminencia del cerro, las primeras 
piedras del nuevo templo y de una Cruz monumental. 

Egipto, Data del 8 de Setiembre de 1556. 

La^ Cruces, Tuvo principio en 1656, pero ftié arruinada 
también por los terremotos de 26 y 27., Al reconstruirla, en 
1832, se la trasladó al sitio en donde se halla hoy, 

Belén, Fundada en 1580. 

La Peña. Consagrada en 1717. 

Actualmente se está construyendo un templo católico en la 
plaza de Los Mártires. 



Estatua de Bolívar, — Este famoso monumento, el primero 
de su especie en la Union Colombiana, fué erigido en 184(5 en 
la plaza principal de Bogotá, en honor del grande hombre 
que ideó, dirigió y llevó á cabo la obra gloriosa de la emanci- 
pación de casi todo el continente sur-americano. 

La estatua es de bronce y está sostenida por un pedestal 
de mármol blanco y piedra. 

La estatua es del tamaño que en el arte suele llamarse he- 
roico. Está adornada con divisas militares y curiosos reca- 
mados, y tiene en el pecho una medalla con el busto de Wash- 
ington. Tiene la cabeza desnuda y viste una capa larga y 
grandes botas. Con la mano derecha empuña una espada des- 
nuda y en la izquierda tiene un rollo de papel. 

Es obra del escultor Pedro Tenerani y obsequio de José 
Ignacio Paris al Congreso de la Nueva Granada. 



Puentes, — ^Los puentes principales de Bogotá y sus inme- 
diaciones, son : 

El de San Agustín^ debido al celo y acreditada ciencia del 
Capitán Francisco Caldas Barbosa. Fué trabajado en 1662 
sobre el rio de su nombre, el cual tiene actualmente 3 puentes 
más de piedra, denominados del Carmen^ de Lésmes y del Gua/rtély 
y otro que da paso en la parte baja del rio hacia la antigua 
carrera del Cauca. 

El de San Francisco^ obra del Capitán Caldas, construido 
sobre el rio de San Francisco en el mismo año que el de San 



— 413 — 

Agustín. Ademas han sido construidos últimamente sobre él 
rio San Francisco los siguientes : el de Colon^ el Santander (de 
hierro), el de Gutiérrez^ el de Cundmamarca^ elN^uevo, el de 
Tunja, el de ZalaharrietUj el de Acevedo Gómez y el de Los 
Mártires. 

El del Arzobispo^ construido en la época del Yireinato sobre 
el rio del mismo nombre. n 

El de Aranda^ construido en tiempo del Gobierno español 
á fuera de la ciudad. 

Hay también algunos puentes pequeños, como el de SOinta 
Catalina^ el de San Juanita^ &c. 

Tmfro.— -El edificio que se conoce con este nombre fué 
comenzado por Tomas Eamírez en el mes de Agosto de 1792. 
Ezpeleta, Virey en aquella época, manifestó mucho interés 
en la fundación del teatro y fué quien animó más á Eamí- 
rez para acometer la empresa; pero el Arzobispo Martínez 
Compañón, dominado por el error de que las representaciones 
teatrales dañan las buenas costumbres y que creia que la 
existencia de los teatros se opone al desarrollo pronto y fecun- 
do del sentimiento religioso, contrarió la obra por cuantos 
medios pudo. El teatro empezado por Ramírez duró mucho 
tiempo sin concluir y en el mismo estado en que se hallaba 
cuando la primera función que se dio en él, la cual tuvo lugar 
en 1793. Este recuerdo lo conservó por algún tiempo una tabli- 
lla fijada en la portada del patio principal, que decia: 

" El día 6 de Enero de 93, entoldada apenan la casa^ se dieron 
yá unas comedian que llamaron provisionales, las cuales se pro- 
longaron Imsta el 11 de Febrero de diclw aíio^ y concluida la obra 
principiaron otra^s nuevas funciones el 27 de Octubre del mis- 
mo ano,^^ , 



Plaza de la Constitución. — Es ésta un hermoso cuadrilátero 
de 80 metros de lado. En su parte oriental están la Catedral y 
la capilla del Sagrario, ambas sobre un atrio de 80 metros de 
largo con graderías. 

En su i3arte occidental hay un grande edificio con portales 
para el comercio, donde están las oficinas del Distrito. Es 
obra moderna y fué construida, en parte, sobre el área del pala- 
cio de los antiguos Vireyes. Dicho palacio fué destruido por 
el terremoto de 1826. 

En su parte sur está el Capitolio, obra emprendida en tiem- 
po de la primera Administración Mosquera y no concluida aún. 

En el centro de la plaza hay un jardín y está la estatua del 
Libertador en el punto mismo en donde estaba antes una fuen- 
te pública, la cual fué trasladada á la plazuela de San Carlos. 

Flaaa de los Mártires. — Es ésta un cuadrilátero de 126 metros 
de largo y de 106 de ancho. Su nombre lo debe á los patriotas 



— 414 — 

que sacrificó en ella el Gobierno español. Tiene un jardin y un 
monumento. Se compone éste de un circuito formado con 12 
pilastras con jarrones de bronce, en medio de las cuales se le- 
vanta un obelisco de estilo griego-egipcio de 17 metros de alto. 
En los ángulos del pedestal, sobre bases cilindricas, hay cuatro 
grandes estatuas que, respectivamente, representaln la Justi- 
cia, la Paz, la Libertad y la Gloria, y entre ellas están cuatro 
urnas funerales consagradas á Caldas, á Baraya, á Torres y á la 
Pola. Los muros del pedestal están revestidos con los nombres 
de los mártires de la Indei)endencia escritos en letras de oro. 



Plaza de Santander. — ^Es un hermoso cuadrilátero con un 
jardin y con anchas calles laterales. En su centro está la esta- 
tua del General-estadista que la honra con su nombre. El pe- 
destal de la estatua es de mármol y tiene más de 4 metros de 
alto. En su frente principal hay un bajo relieve que representa 
lia Justicia y en los otros frentes un trofeo militar y los escudos 
de la República: el nuevo y el viejo. En los cuatro ángulos hay 
cuatro águilas. La estatua es de bronce, de talla heroica, y 
tiene en la mano un libro que representa la Ley. 

Tiene el i)ede8tal dos letreros; el uno dice: 

A Santander j el hombre de la^ leyes. 
El otro dice : 

Semper honosy nomenque tuum laudesque manebunt. 



Tlaza de San Diego. — Actualmente se está adornando ésta 
con un parque y un enverjado. 



Panóptico, — Fué empezado este edificio en 1874 y es una 
imitación del de Filadelfia. En el primer piso, que está above- 
dado de calicanto, hay tres grandes salones de 64 varas de 
largo y 14 de ancho con 34 rejas de hierro y 4 calabozos para 
presos de Estado, un gran salón para la guardia militar, 2 al- 
macenes de servicio y 2 habitaciones para oficiales. En los 
costados del edificio hay dos casas : una para el Director del 
establecimiento y otra para el Contralor. El edificio tiene bas- 
tante y buena agua. ^ 

En el segundo x>iso hay 204 celdas construidas de piedra 
con puertas y rejas de hierro; 4 celdas más para presos de 
Estado, un salón espacioso para hospital, una pieza para botica, 
otra para el médico y un almacén para ropa de enfermos. En 
el centro hay una capilla; y convenientemente distribuidos hay 
4 patios de 80 varas de largo y de 25 de ancho, una alberca y 
12 cloacas de piedra. La muralla que rodea el edificio tiene 432 
varas de largo, 9 de alto, 2¿ de grueso y varios torreones de 12 
en 12 varas de distancia. 



— 415 — 

El jefd del Gobierno ocupa un edificio llamado Palaeioy cons* 
traído para ese efecto en 1823 por un rico particular sobre una 
vieja casa de jesuitas. 

La casa de moneda es un vasto edificio de gusto antiguo. 

Algunos de los antigaos conventos han sido adaptados para 
oficinas públicas y para cuarteles. 

El palacio arzobispal es un edificio notable. También lo son 
las casas de los Bancos de Colombia y de Bogotá. 



Los establecimientos de beneficencia que tiene Bogotá son: 

El Hospital de Caridad^ erigido en el convento de San Juan 
de Dios en 1556. Está á cargo de las Hermanas de la Caridad, 
y asiste al ano de mil á mil trescientos enfermos. 

El Hospicio j fundado por el señor don Francisco Antonio 
Moreno en 1774. Está también á cargo de las Hermanas de la 
Caridad, y asiste cerca de 400 niños. 

El Asilo de indigentes, el de locas y el de los niños des- 
amparados. 



Cementerio» — ^La portada del cementerio está en una plazo- 
leta rectangular en cuyo centro hay un sencillo monumento de 
piedi'a. A uno y á otro lado de esta portada hay otras dos con 
rejas de hierro, que dan entrada en los departamentos adya- 
centes del cementerio viejo ó principal, el cual es un círculo de 
340 metros con un diámetro de 113. La portada está unida con 
la capilla por una hermosa calle de árboles, de flores y de 
tumbas. 

La portada del cementerio tiene 10 metros de alta y la for- 
man dos pilastras verdaderas y dos fingidas del orden toscano, 
sobre las cuales reposa el j5?onton. Hay sobre éste un modesto 
campanario de cuatro pilastras pequeñas, también del orden 
toscano, que remata en una cruz de hierro y dos tazones. De- 
bajo del triángulo de la portada en fondo negro y en letras 
doradas hay escritas estas palabras : 

Us^pectamíis resíirrectioneni mortuorum. 

La capilla tiene 128 metros de extensión y un atrio piroular 
de 8 metros. La fachada de ésta está adornada con 4 pilastras 
del orden dórico con pedestales, sobre las cuales hay una cor- 
nisa, que es la base del frontón. En ésta está escrito: 

Audim vocem de celo dicentem mihi : '^Beati mortui qui in 

Domino moriunturJ^ 

Así el cementerio como la capilla fueron consagrados en 
1S39. Esta capilla se abre solemnemente todos los años el dia 
de difuntos. - 

El cuerpo principal del cementerio lo compone un claustro 
circular de 340 metros sostenido en columnas sencillas. Hay en 
este claustro 1,350 bóvedas para adultos y 400 para párvulos. 
Últimamente se ha empezado á construir un claustro exterior 



— 416 — 

por no ser yá soñciente el aúmero de las bóvedas del claustra 
interior. También se ha empezado á construir de piedra luis» 
especie de panteón al descubierto, con un osario y cuatro filas 
de bóvedas. En la parte norte de esta fábrica, que tiene 380 
bóvedas, hay una ancha escalera para subir hasta la azotea. 

En las inmediaciones de Bogotá hay los siguientes pueblos, 
que sirven de lugares de recreo para las familias : Fusdbgmugá^ 
á distancia de 4^ miriámetros y con una temperatura media de 
2OO5 Madrid ( antes Serrezuela), á 3 miriámetros y con una 
temperatura de 13^ — este lugar es muy saludable ; ChoacM, á 3J 
miriámetros^ con aguas termales y 22^ de calor; Ubetquejá^ 
miriámetros y con 20^— su rio es saludable; La Union^ á 4 mi- 
riámetros, con 220, en la confluencia de los rios Blanco y Ne* 
gro ; Chia^ á 3¿ miriámetros, con 13^, en sus inmediaciones hay 
vestigios de los chibchas; y Chacinero, á ¿ miriámetro. Este 
último lugar es muy concurrido todo el año ; tiene un baño salu- 
dable y bonitas casas de campo. Actualmente se está cons- 
truyendo en él un hermoso templo católico. 



CUADEO de las calles de Bogotá. Esta nomenclatura fué 
aprobada por la Municipalidad en el año de 1876. Gabbb- 
BAS son las calles que van de Sur á Norte y calles las que 
van de Oriente á Occidente. Se numeran 1% 2% 3^ &c, al 
Sur, al Korte, al Oriente ó al Occidente á partir de la plaza 
de Bolívar. 

Primera sección. * 



N. de Cuadras* 


NOKENCr«ATOSA 
ACTUAL. 


NOMENGLATtJHA 
ANTEXIOB. 


1 




.23 

.§• 

«o 

-«a 

4 
11 

11 
10 


NOMBRES ANTIGUOS. 


18 


Carrera 1.* al Oriente: 

— 2.* — 

— 5/ — 


Norte 


De la piaza de Bolívar á la.^ 
Nieves, desde la !.• Calle 
real. 

De la esquina occidental de 
la Enseiíanza hacia el N. 

De ]a esquina de la Moneda 
hacia el N. á salir uuacua> 
dra arriba del Hospicio. 

Tia que va de S. á N. por la 
Candelaria y el Molino del 
Cubo (al fin de la cAÜe del 
Portillo). . 

Atraviesa una cuadra arri- 


6 


Ocaña 


13 
10 

10 


Pamplona 

Socorro 

Caque tá.. 




V _..-.. 


ba de ]h Candelaria. 



* En esta sección está comprendida la plazueía de San DiegOj el camino 
del Norte, el camino de Choachi y el camino de la Águanueva. 



— 417 — 



H.decoadias. 


NOMSNCLATUJiA 


NOKENCLATUEA 




^ 


•H 


NOMBRES ANTIGCOS. 


t3 


.*" 


ACTUAL. 


ANTEBIOR, 




Í2 


3 




m 




3 


Carrera 1.» al Oriente. 


Cuenta 


Atraviesa dos cuadras arri- 










ba de la Candelaria, por el 






• 




puente de Quevedo. (Calle 
del Embudo), 


3 


2 


— 6.* — 


Taguanes 


De Las Aguas hacia el Sur. 


1 


1 


— 7.* — 


Ciénaga 


Paralela con el camino de 










la "Aguanueva." 


1 


1 


7.» 


La Cuchilla... 


Id. id. 


2 


2 


— 7.» — 


Horcones 


Fábrica de papel. 




7 

7 


Calle l.« alNorte 

— 2.» — 


Oriente 


De la Catedral hacia arriba. 


7 


Antioquia 


De la Bosa Blanca hacia 










arriba (antigua calle de 
los Plateros), 


6 


6 


— 3.» — 


Tundama 


De la portería de Sto. Do- 
mingo hacia arriba (an- 
tigua calle de San José), 


5 


5 


— 4.* — 


Casanare. ...... 


Del Colegio del Bosario 
hacia arriba. 


3 


4 


— 5.* — 


Chiriquí 


Del puente de San Fran- 
cisco al Molino del Cubo. 


t 


2 

4 
2 


— 6.» — 

fí a 


Chire 


Arriba de la plazuela de 


4 
2 




San Francisco. 


— " o. — ~* 

— 7.» — 


Majagual 


De la antigua casa de CuaMa 










hacia el Oriente, por la an- 










tigua calle de Santa Ana. 


4 


3 


— . 7.» — 


Yarnmal 


Del Hospicio hacia arriba. 
(Calle de Guadalupe), 


6 


6 


— 8.» — 


Yammal 




2 


2 


— 9.» — 


San Mateo 


Una cuadra antes de las 
Nieves, hacia el Oriente. 


2 
5 


1 
5 


— 9.* — 

lO.» 




(Calle TajpadaJ, 


Bárbuia.! 


De las Nieves hacia arriba. 


V 


v 


"^^ A va 




(Calle del Panteón). 


4 


4 


11.» — 


Barinas 


De Las Véja/res hacia arri- 


■&^%^& AAA% V«# tvv'Vv *•■ 


ba. 2.' calle de El Calvwno. 


2 


3 


12.* — 


Margarita 


Dos cuadras al Norte de las 


M 


«# 




^ 


Nieves; toma hacia el 
Oriente. Los Tres Puentes. 


2 


2 


13 .• — 


Trincheras. ... 


La que forma ángulo con 


Sé 


^-^— A i^« 




la carrera de Pamplona, 










entre Ma/rgarita y Mátala- 










miel. 






Plaza de Santander.... 




Antigua plazuela de San 


^ 






Francisco. 



27 



/ ' 



-- 418 ~ 



Sección segunda. 



tí.deffiuaíras. 


NOMENCLATURA 


NOMENCLATURA 




eo* 


•■C3 

ov 


NOMBRES ANTIGUOS. 




ACTUAL. 


ANTERIOR. 




CU 


cd 








§ 


s 








-«£; 


-33 

10 










Carrera 1.» al Oriente. 


SiTr 


De la ])iaza de Bolívar hacia 










el Sur por Santa Bárbara. 


11 


9 


— 2.» — 


Popayan 


Ta del puente de Lésmes. 
(Calle del Olivo ). 


7 


7 


— 3.* — 


Túquerres 


Va de N. á S. por elCárm. 


6 


6 


— 4.» — 


Barbacoas 


De la Candelaria hacia el S. 


6 


5 


— 5.» — 


Bocas del Toro 


Atraviesa dos cuadras arri- 
ba del Coliseo. 


2 


2 


-. 6.* — 


Izcuandé 


Atraviesa por el extremo 
oriental de la calle del 
Chorro de Egipto 


7 


8 


Calle 1.» al Norte 

Calle 1.* al Sur 


Oriente 


De la Catedral hacia arriba. 


7 


Bolivia 


De San Bartolomé á los 










Chorros de Egipto. 


7 


7 


—.2.» — 


Chocó 


Sube por la calle del cama- 
rín del Carmen. 






5 


5 


— 3.» — 


Veraguas 


Chorro del Fiscal hacia 
arriba. 


4 


% 


— 4.» — . 


Mariquita. ... 


Puente de San Agustín ha- 
cia arriba. (Calvwno). 


3 


4* 


— 5.» — 


San Martin.... 


La calle de Belén. 


1 


1 


/— 5.» — 


Calibío 

Pitayó 


Capilla de San Agustín há* 
cia arriba. 
A espaldas de San Agustín. 


5 


4 


— . 6.' — 


Pichincha 


Fábrica de loza de Santa 
Bárbara, hacia el Oriente. 
(Pitiguay), 


2 


1 


— 7.* — 


Samborondon 


Antigua fábrica de peine- 
tas hacia arriba. 


1 


1 


— 9.» — 


Ayacucho 


Extremo Sur de la ciudad, 
al Oriente de Junin. 


2 


2 


— 10.* — 


Bombona 


Extremo Sur, continúa al 
Oriente del Callao. 



Sección tercera. 



*# 



9 



13 

10 



Carrera l.»al Oriente.. 
Carrera 1.* al Occid.'« 



Norte 

Venezuela 



Calle Beal hasta las Nieves. 
Calle de Florian y espaldas 
del Hospicio. 



* En esta sección está comprendida la plaza de Bolívar, el alto y la 
plazuela de Egipto, el camino de la Laja y el camino de Ubaque. 

** Comprende esta sección la plazuela de las Nieves, la de San Diego, la 
I)laza de Nariño (San Victorino), la calle de Jenoy (antigua de la Cochera), 
la id. del Palo, la id. de Sucre, la id. que queda á la vuelta de la Püa Chi- 
'quita 5 la id. de la Aduanilla, la de la Carnicería vieja, los ejidos en las Nie- 
ves, el camino del Cementerio, el camino de Occidente, el camino de Enga^ 
tivá y el camiuo del Norte.. 



— 419 — 



fi, de cuadras. 


»T=» 




22 


1 


12 


11 


6 


9 

• 


1 


1 


5 


6 


9 


5 


1 


1 


S 


2 


1 


1 


4 


4 




6 


8 


7 


11 


10 


5 


6 


8 


6 


5 


6 


4 


4 


5 


4 


2 


1 


4 


4 


1 




1 


2 




k 



NOMENCLATUfiA 



ACTUAL. 



Carrera 2 * al Oocident. 
— 3.» — 



— 4.« — 

— . 5.* — . 

— 6.* — 



— 7,» 

— 9.* 



CallQ 1.» al Norte. 



— . 2.» — 



— 3.» — 



— 4.* — 

— 5.» — 

— 7.a — 

— 8.' -- 

— 9.» — 

— 10.a — 

— 12.a _ 

— 18.» — 



NOÜENCLATUAA 



ANTEBIOR. 



Vélez.. 
Tunja. 



Goajira 

Gámeza. 

Boyacá 



GaayanaM . , 



Bonza 

Cundinamarca 



Paya. 



Occidente, 
Bogotá 



Santa Marta... 
araiac6. •«•••■'•.•• 
Biohacha 



Banco 

Tenerife 

Bocachica. ,... 

San Félix...... 

Tarqui 

Maturin..., ... 

Mosquitei'O.... 



NOMBBES ANTIGUOS. 



Plazuela de la carnicería 
de las Nieves. 

La que va de Sur á Norte 
desde el atrio de San Juan 
fíe Dios. 

Única cuadra de la esquina 
de Los Mortiños hacia el rio 

Calle do Los Ciaras, 

PlazuGla de la Capuchina 
hacia el Norte. 

Cuadra que va de Norte 
á S. por el lado N. del co- 
legio de La Herced. 

Al Norte de Ja Pila Chiquita. 

Calle nueva que linda con 
el colegio de Lleras. 

La del Gasómetro, atrave- 
sando el camellón de San 
Victorino hacia la HiLerta 
de Jaim$i hoy plaza de Los 
Mártires. 

Empieza en la antigua calle 
de San Miguel. 

De la Calle Keal hacia el 
puente de San Victorino. 
Calle de S. Juan de Dios. 

De la portería de Santo 
Domingo hacia abajo. 

Camellón de San Victorino, 
hoy camino de Occidente. 

Capilla protestante hacia 
abajo, extremo Sur de la 
plazuela de la Capuchina. 

C^lle de los Carneros hacia 
abaja 

Calle del Arco hacia abajo. 

Casa de Cualla hacia abajo. 
Calle de Cwazao. 

Una cuadra más al Norte 
del Hospicio. 

Tenería de Cagigas. Calle 
Verde. Calle de las Ranas. 

Las Nieves hacia abajo. Ca- 
lle del Señor-caido. 

Continuación de la de Mar- 
garita hacia el Occidente, 
camellón de por medio. 

La que comunica con el ca- 
mellón de las Nieves, una 
cuadra antes de la pla- 
zuela de San Diego. 



— 420 — 

Cuarta sección. • 



N. dfc cuadras 


NOVENCLATUEA 


nohenclatuka 




m 


^ 

^ 


NOMBSES ANTIQV08. 




1 


ACTUAL. 


AIÍTEKIOB. 




<T3 


2 






- 




-=£: 








11 




Carrera 1.* al Oriente. . 


Sur 


Plaza de Bolívar al Sur, por 
Santa Bárbara. 






9 


7 


Carrera 1.* al Occid.*«. . 


Ecuador 


De la iglesia de SantA Ciara 
á la plazuela de las Cruces 


8 


9 


2.» 


Cauca 


Atraviesa la esquina occi- 
dental de Santa Clara. 






10 


10 


— 3.» 


Buenaventura 


Be la iglesia de Santa Inés 
hacia el Sur. 


8 


6 


4.» 


Pasto 


Antigua calle de Los Mor- 
unos hacia el Sur, por el 
















• 


costado occidental de la 
plaza de mercado. 


4 


4 
3 


5.» 

— 6.* 


Darien 


Huerta de Jaime, hacia el 8 


5 


Juanambú 


Calle Honda, hacia Ja Huer- 










ta de Jaime y la Estanzuela. 
Calle de los C^irubos. 




4 


Calle 1.* al Norte 


Occidente 


Antigua calle de S. Miguel. 


7 


4 


Calle 1.» al Sur 


Perú 


Bel Capitolio hacia abajo 
por la Concepción. 













8 


— 2.» — 


Cartagena 


Por la portería de Santa 
Clara 


6 


6 


— 3.* — 


Panamá 


Del Observatorio hacia el 
Occidente. Calle de la Sal 
ó de Jas Botellas, 


4 


5 


— 4.* — 


Mompos 


Del puente de San Agustín 
hacia abajo. 


3 


4 


— 5.» - 

/ 


San Andrés... 


Calle Tapada de San Agus- 
tín hacia abajo. Calle de 
los Ciriales. 


5 


6 


— 6.» — 


Tacínes. 


Santa Bárbara hacia abajo. 


2 


5 

2 


7.* 

— 8.» — 


Cariaco 


Fábrica de peinetas id. id. 
Al Sur de la ciudad, para- 
lela con la de Cariaco. 


1 


Ibarra 






2 


1 


— 9.» — 


Junin 


Al costado N-E. de la pla- 
zuela de Las Cruces. 


1 


1 


10.* 


Callao 


Más al S. después de Junin. 



* Esta sección comprende el caserío de la plazuela de Guasca, la 
plaza de Los Mártires, la de San Agustín, la de Las Cruces, los caminos de 
übaque, de Yomasa, de la Laja, de Soacha, el Callejón Ponce y el camino 
de Montes. 






— 421 — 

GÜADBO de la altara de algunos pantos délas inmediaciones 
de Bogotá, tomada por W. Eeiss y Stubel. ( De 1868 á 
1869). 

metros. 

Bogotá 2,611 

Capilla de Egipto 2,695 

La Peña 2,837 

Buinas de la antigua capiJlade Guadalupe 3,005 

Guadalupe, capilla nueva 3,260 

Cúspide al Sur de Guadalupe 3,347 ^ f 

Id. la más alta de este cerro 3,528 

Capilla de Monserrate 3,118 

Cúspide al Norte de Monserrate 3,192 

Salto de Tequendama 2,356 



DQ 

O 






/ 



TABLA de las principales alturas de algunos puntos de los 
caminos que parten de Bogotá y que atraviesan las Cordi- 
lleras Oriental y Central. 

EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A JIBAMENA. 

Metros. 

Bogotá 2,644 

Boquerón de Cbipaque 2,223 

Cliipaque ^ 2,408 

Cáqueza , 1,762 

Quetame 1,532 

Mesa-grande , 1,490 

San Miguel 1,596 

Soconusco 1,063 

Servitá 964 

Buenavista 700 

Villavicencio , 455 

Jiramena 242 

EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A CARTAGO. 

Bogotá 2,644 

( Boca del monte 2,680 

Tenasucá 1,803 

Tena 1,308 

La Mesa 1,281 

Anapoima 678 

Tocaima 431 

Guataquí 235 

Piedras .v 340 

Ibaguó 1,299 

Palmilla 2,080 

Moral 2,052 

Toche 2,010 

Gallegos 2,659 

Ceja 3,030 

Alto del Páramo 3,484 

Boquía (hoy Salento ) , 1,800 

Alto del Roble 2,080 

' Balsa 1,400 

Cartago ?79 



_ 422 — 

£N EL CANSINO DE BQOOtÁ A CABUYASO; 

Bogotá i 2,044^ 

Cerro de La Calera é ; 6,09^ 

Guasca 2,655 

Páramo de La Carbonera 3,320 

Gacheta 1,719 

Ubalá 1,905 

Gachalá 1,74» 

Salto del Diablo 2,901 

Alto Raizal ^ 2,211 

Toquisa 1,03S 

Medina 565 

Cabuyaro 193 

EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A LA VEOA DE 8UPIA. 

Bogotá „ 2,644 

Alto del Koble 2,767 

Aserradero 2,365 

Chimbe 1,725 

Vületa 839 

Alto del Trigo l 1,83S 

Alto del Raizal 1,478 

Guaduas 1;02S 

Alto del Sargento. 1,400 

Honda 21? 

Mariquita 547 

Santa Ana 995 

Alto Aguacatal ^ 2,300 

SabanaUrga 2,450 

Páramo de Herveo 3,17D 

Salamina 1,798 

Paso del Cauca , 600 

Vega de Süpía 2,21$ 

' EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A GACHALA POR CHOACHI. 

Bogotá 2,644 

Páramo de Choaohí 8,170 

Choachí 1,833 

Páramo de Chingasa, Alto del Aire 3,515 

Chipazaque. 1,820 

Gachalá l,74d 

EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A ANSERMAYIEJO. 

Bogotá 2,644 

Alto del Roble 2,767 

Aserradero 2,365 

Síquima 1,300 

Bituima .V. 1,194 

Alto Chumbamuy 1,955 

San Juan 1,245 

Ambalema 230 

Lérida 475 

Páramo de Herveo, llamado también de Ruiz 3,855 

Bhcinillo : •.. 3,028 

Enea 2,382 

Manizáles 2,140 

Paso del Cauca...; 850 

Ansermaviejo.... •.,..».. 1,800 



423 — 



CTJADSO por Estados y Territorios de las ciudades y de los 
pueblos de la Union Colombiana, con expresión de su posi- 
ción astronómica, de su altura sobre el nivel del mar, de sn 
temperatura media y de su población. 



Estad» de Antloqnia. 



Medellin... . 

Abejorral 

Aguadas 

Amaga 

Amalfi 

Andes 

Angostura.... 

Anorí 

Antioquia 

Anzá 

Aranzazu 

Arma 

Barbosa 

Belén, 

BeJmira 

Bolívar , 

Buriticá 

Caldas 

Campamento. 

Cáceres 

Canoas , 

Cañasgordas.. 

Carmen 

Carolina 

Ceja 

Cocomá 

Concepción..., 

Concordia 

Copacabana.., 

Cdrdova 

Dabeiba 

Don Matías... 

Eliconia 

Entreríos 

Envigado... ., 

Estrella 

Evéjico 

Filadelfia 

Fredoniai.. .. 

Frontino 

Giraldo 

Girardota 



Situación astronómica. * 



Latitud 
Norte. 



60 8* 

50 45' 

50 35' 

50 56' 

60 45' 

¿ó 45' 

e^ 56' 

60 24' 

6© 8' 

6Ó 35' 

60 22' 

60 7' 

60 29' 

6Ó 31' 

50 58' 

60 50' 

70 30' 

eó'si' 

60 1' 

60 37' 

50 56' 

50 59' 

60 20' 

50 55' 

60 13' 

60 23' 

60 41' 

60 22' 

60 5' 

60 24' 

60 3' 

60 2' 

60 13' 

50 50* 

60 32' 

6Ó 16' 



Longitud con 

respecto al 

meridiano 

de Bogotá. 



10 34' O. 

10 29' O. 

10 27' O. 

10 40' O. 

10 13' O. 



10 27' O. 

10 17' O. 

1° 61' O. 

10 50' O. 



10 32' O. 

10 25' O. 

10 36' O. 

10 43' O. 



10 57' O. 

10 38' O. 

10 25' O. 

10 28' O. 



20 
10 
10 

10 
10 
10 



4' O. 

27' O. 

25' O. 

27' O. 

10' O. 

20' O. 
10 51' O. 
10 32' O. 

49' O. 

17' O. 
10 29' O. 
10 42' O. 

33' O. 

35' O. 

38' O. 



10 
20 



10 
10 
10 



10 46' O. 

10 40' O. 
20 9' O. 



Altura en 

metros 

sobre el 

nivel del 

mar. 



1,541 
2,147 
2,210 
1,380 
1,745 

1,637 

1,535 

572 

800 

I.42Ó 
1,300 
1,560 
2,400 

lV¿60 

1;615 

1,842 

200 

1,*49Ó 
2,107 
1,755 
2,200 

700 
1,906 

900 
1,400 

596 
1,350 
2,216 
1,420 
2,12T 
1,580 
1,730 

720 

1,845 
1,550 



Tempera- 
tura media 
del termó- 
metro cen- 
tígrado. 



10 29' 0.1 1,401 



200 

17 

19 

21 

22 

'úi" 

21 
27 
25 

21 * 
21 
20 
16 

21" 
20 
20 
29 

2Ó" 

27 

16 

18 

23 

20 

22 

21 

26 

22 

18 

21 

17 

20 

20 

23 

20 
21 

21* 



Población 

según el 

censo de 

1870. . 



Habitantes 

29.765 
7,814 
8,837 
6,048 
6,817 
5,392 
4,814 
4,124 

10,205 
3,537 
4,487 



4,896 

1^525 
2,225 
2,313 
2,737 
2,921 

"ios 

2,409 
3,839 
4,667 
5,538 
2,004 
2,715 
5,392 
4,331 



3,404 
4,774 
1,925 
5,735 
3,314 
4,057 

7,540 
3,142 
1,323 
4,453 



* , ^OT 1* estrechea del presente cuadro han sido suprimidos los ssoündos correspondien 
tes á las latitudes y longitudes. 



— 424 — 



Estado de Antioqnlat 



Guarne 

Guatapé 

Higueron ..• 

Hatbviejo 

Itagüí 

Ibuaiigo 

Jericó 

Liborina *. 

Manizáles 

Marinilla 

Nare 

Neohí 

Neira 

Nueva Caramanta 

Pacora 

Pensilvania 

Peñol 

Quebrada-seca 

Remedios 

Retiro 

Rionegro 

Sabaleta 

Sabanalarga 

Sacaojal 

Sal amina 

San Andrés 

San Bartolomé 

San Carlos 

San Cristóbal 

San Jerónimo 

San Pedro 

San Rafael 

San Vicente 

Santa Bárbara 

Santa Rosa 

Santo Domingo 

Santuario 

Sonson 

Sopetran 

Sucre 

Támesis 

Titiribí 

Uri'ao 

Vabos 

Valparaíso 

Yarumal 

Yolombd 

Zaragoza 

Zea 



Latitud 
Norte. 



60 9' 

6 12' 

6- 13' 

6 4' 

6 59' 



6 
5 
6 
6 
8 
5 
5 
5 

6 
6 
7 
5 
6 
5 
6 
6 
5 
6 

6 
6 
6 
6 

6 
5 
6 



5 
6 



31' 
6' 
5' 

10' 

11' 

28' 
30' 

10' 
18' 

58' 
3' 
51' 
41' 
28' 
23' 
52' 

6' 
10' 
18' 
19' 

12' 
49' 
30' 



6 26' 
6 4' 



43' 

22' 



5 


56' 


6 


4' 


6 


4' 


6 


49' 


6 


35' 


7 


21' 


7 


7' 



Longitud. 



lo¡28' O. 
6 12' O. 



1 34' O. 
1 36' O. 
1 51' O. 



1 50' 

1 33' 

1 22' 

O 27' 

38' 

1 32' 
1 39' 
1 27' 



1 
1 
O 
1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 



1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 



O. 
O. 
O. 

o. 
o. 
o. 
o. 
o. 



16' O. 
50' O. 
49' O. 
30' O. 
24' O. 
35' O. 
54' O. 
50' O. 
26' O. 
46' O. 



1 1' O. 

1 38' O 

1 45' O. 

1 37' O. 



23' O 

35' O. 

31' O. 

14' O. 

18' O. 

29' O. 

47' O. 



1 46' O. 

2 3' O. 
1 14' O. 



1 32' O. 

1 7' O. 

53' O. 

1 6' O. 



Altura. 
Metros. 



2j285 
1,882 

1,440 
1,536 
1,530 

714 
2.140 
2,043 

162 

1,94'i 

2,107- 

1,819 

1,928 

530 

715 

2,239 

2,150 

2,000 

500 

600 

1,812 

588 

973 
1,843 

765 
2,435 

2,123 
1,950 
2,610 
1,778 
2,100 
2,545 
754 
600 



1,580 
1,885 
2,082 

2,276 

1,469 

1,469 

694 



Tempe- 
ratura. 



170 

20 

• • *« 
21 
20 
21 

23 
17 
17 

27 



20 
17 

20 

20 
27 
23 
18 
17 
17 
27 
26 
20 
.26 

22 
20 
25 
16 

17 
20 
15 
20 
17 
14 
25 
26 



21 

20 
17 



18 
21 
21 
26 



Habi- 
tantes. 



5,193 
1,523 
1,505 



5,772 
1,826 
8,191 
2,300 
10,562 
5,518 
427 



5,884 
1,797 
4,997 

4,129 



4,660 
5,722 
9^155 



1,864 



7,792 
2,357 

1,451 



3,741 
4,788 

5,751 
5,042 
8,130 
4,984 
3,443 
11,841 
9,818 
2,098 
2,003 
8,236 
3,947 
2,082 
1,418 
8,639 
1,124 
2,664 
2,108 



El Estado de Antioquia se halla comprendido entre oo 15' de longitud 
oriental y 2© 31' de longitud occidental del meridiano de Bogotá, y entre 
50 2' 30" y 80 9' de latitud Norte. 

El censo de 1870 di<5 á Antioquia 365,974 habitantes. 



_ 425 — 



Estado de BoIÍTar. 

Gartagení. 

Algarrobo « 

Arjona 

Arroyogrande 

Arroyohondo 

Ayapel 

Baranoa 

Barranca-nueva. , 

Barranca- vieja 

Barranca de Loba < 

Barranquilla 

Boeachica 

Caimito > 

Calamar 

Campo de la Cruz...... 

Candelaria 

Cañoloro 

Carmen 

Cascajal 

Cereté 

Ciénaga de Oro 

Coloso 

Corozal , 

ChilJoa , 

Cbimá .., 

Chinú 

Coveñas 

Cuaso 

Doña Juana 

Flamenco , 

Galapa , 

Galeras.' , 

Gambo te 

Guamal , 

Guayabal , 

Hatillo de Loba 

Hatillo de Pajaral 

Isabel-López 

Juan deAcosta , 

Lorica 

Ma^angué 

Manates 

Majagual 

Malambo 

Manatí 

Margarita 

Maria la Baja 

Mincbiquego 

Momil 

Mompos 

Montería^ 

Morales 

Molinero 

Morroa ^ 

Nervití « 

Norosí ,— , 



Latitud 
Norte. 



lOo 

8 
10 
10 
10 

8 
10 
10 
10 

8 

10 
10 

8 

10 
10 
10 
10 

9 

9 

e 

6 
9 
9 
9 
9 
9 
9 
9 
9 
9 
10 

10 
9 
8 
8 
8 



9 
9 

10 
8 

10 

10 
9 

10 
9 
9 
9 



29* 

13' 

16' 

35' 

15' 

9' 

47* 

13' 

9' 

51' 

59' 

18' 

48' 

17' 

22' 

29' 

20' 

44' 

28' 

47' 

54' 

38' 

27' 

5' 

4' 

8' 

25' 

11' 

3' 

57' 

55' 

9' 

6' 

52' 

62' 

28* 



15' 
26' 
16' 
22' 
55' 
86* 
7' 
2' 
11' 
11' 
14' 



6 
10 

9 
10 

8 



16' 
40» 
28' 
2' 
27' 



Longitud. 


Altura. 






Metros. 


lo 


20' 0. 







22' 0. 




1 


5' 0. 




1 


14' 0. 







38' 0. 




1 


3' 0. 







42' 0. 







35' 0. 







35' 0. 







2' E. 







35' 0. 


7 


1 


22' 0. 







51' 0. 







34' 0. 







82' 0. 







32' 0. 




1 


20' 0. 







51' 0. 







81' 0. 




1 


17' 0. 


• 





M' 0. 




1 


1' 0. 







62' 0. 







3' 0. 




1 


19' 0' 







54' O. 




1 


25' 0' 







30' O. 







1' 0. 




1 


14' 0. 


' 





43' 0. 




1 


5' 0. 







28' 0. 







9' 0. 







3' E. 







12' E. 


257 


1 


35' 0. 





80* O. 


55 





«6* 0. 







20' O. 







83' O. 







85' 0. 







r 0. 




1 


«' 0. 







9' 0. 




1 


19' 0. 







14' 0. 


40 





"iá'E. 


T7* 





53' 0. 







57' 0. 







26' 0. 







6' E. 





Tempe- 
ratura. 



270 



30 
33 



Habi- 
tantes. 

8,603 

3,037 
751 

2,209 

1,063 

1,378 
11,595 
1,194 
2,82», 
1,985 
2,401 
1,065 

6,946 

3,220 
5,016 

6,309 

2,571 
6,273 



1,153 



1,136 
5,730 
3,460 
2,639 
4,730 
1,138 
1,129 
3,211 
668 

1,561 
7,773 
3,161 
3,354 

390 



— 426 — 



Estado 4e Bolíyár. 

Ovejas 

Palmar de la Candelaria... 

Palmar de Várela 

Palmarito 

Palmito 

PasacabaUos 

Peñón 

Pié de la Popa 

Pinillos 

Piojd 

Ponedera 

Pueblonuévo 

Pueblonuevo 

Puebloüuevo 

Purísima 

Eegidor 

Eepelon 

Retiro 

Eocha.. 

Rozavieja 

Sabanagrande 

Sabanalarga 

Sabaneta 

Sabanilla 

Sambrano 

Sampues 

San Andrés 

San Agustín 

San Antero 

San Antonio 

San Basilio 

San Benito 

San Bernardo del Viento... 

San Carlos de Colosiná 

San Cayetano 

San Cristóbal de Caracol... 

San Estanislao 

San Fernando 

San Jacinto 

San Jerónimo 

San Juan de Sahagun 

San Juan Nepomuceno 

San Marcos 

San Martin de Loba 

San Nicolás de Bari 

San Onofre 

San Pablo 

San Pelayo 

San Pedro 

S. Sebastian de Buenavista. 
San Sebastian de Urabl... 

Santa Ana de Barú 

Santa Catalina 

Santa Cruz 

Santa Bosa 

Santiago 



Latitud 
Norte. 



90 37» 
10 40' 



8 
9 

10 
8 

10 



9 
9 
9 



8 

9 

9 

10 

10 

10 

10 

9 



38' 
20' 
16' 
61' 
25' 



10 44' 

10 37' 

9 12' 

10 44' 

10 38' 

9 16' 

8 29' 



10 6' 

10 47' 
10 40' 

9 
11 



23' 
2' 
9 46' 



10' 
58' 
20' 



10 5' 

10 28' 

9 21' 

8 43' 
10 3' 

9 29' 
10 25' 

9 10' 

9 51' 

8 35' 

8 58' 

9 56' 

8 49' 

9 15' 
9 47' 
7 29' 



55' 
13' 
14' 
14' 
39' 
15' 
29' 
2' 



Longitud. 


Altura. 






Metros. 


00 52' 0. 


, 


57' 


0. 
'0. 




26' 


1 5' 


0. 




1 18' 


0. 




11' 


E. 




1 19' 


0. 
0. 


148 


54' 


25' 


0. 




1 31* 


0. 




37' 


0. 




48' 


0. 




1 29' 


0. 




21 


E. 

• 

0. 
0. 




1 12' 


29' 


43' 


0. 


100 


1 24' 


0. 




45' 


0. 




26' 


0. 


26 


59 


0. 




29' 


0. 




1 33' 


0. 

• 






1 2' 


56' 


0. 




1 46' 


0. 




1 ... 


0. 


1 


58' 


0. 




1 7' 


0. 




53' 


0. 




7' 


0. 




62' 


0. 




1 12' 


0. 




48' 


0. 




64' 


0. 




5' 


E. 




1 40' 


0. 




1 20' 


0. 




16' 


E. 
0. 




1 37' 


30' 


0. 




1 33' 


0. 




1 20' 


0. 




1 ... 


0. 




54' 


0. 




1 10' 


0. 




36' 


0. 


^ 



Tempe- 
ratura. 



Habi- 
tantes. 

2,615 
. 1,311 
1,220 
683 

960 

1,449 

2,402 

1,334 

625 



1,320 

1,653 

665 
1,041 
1,644 
7,025 

1,204 
4,438 



2,07« 
1,026 



1,688 

1,412 
3,209 

5,210 
2,435 

702 

1,747 



839 
1,235 

863 
1,543 



— 427 — 



Estado de BolÍTar. 

Santo Tomas 

Simití 

Sincerin 

Sincé 

Sincelejo 

Sitionuevo 

Soledad 

Sucre 

Taealoa 

Tacamocho 4 

Tacasuan 

Talaigua 

Tegua 

Ternera 

Tetón 

Tolú 

Tolú-viejo 

Tubará 

Turbaco 

Turbana 

üsiacurí 

ViUanueva 

Yatí 

Yucal 

Zapote 



Latitud 
Norte. 



100 38* 

7 68* 
10 9' 

9" "21' 

8 56* 
10 67* 

9 26* 
9 31* 

8 60* 

9 18* 

8 53* 
10 24' 

9 42* 
9 30* 
9 32* 

10 51* 

10 18* 

10 12* 

10 47* 

10 28' 

10 ""7* 

9 23* 



Longitud. 


Altura. 


Tempe- 




Metros; 


ratura. 


00 26* 0. 






11* E. 






1 3* 0. 






56* 0. 


17* 0. 


( 




34* 0. 


' 




28* 0. 






30' 0. 


38 




33* 0. 






20* 0. 






26* 0. 






1 13* 0. 






27* 0. 






1 22* 0. 






1 14* 0. 






43' 0. 


233 




1 8* 0. 


1?8 




1 16* 0. 






41* 0. 






1 6* 0. 


107 




34* 0. 


1 33* 0. 


233 




V 







Habi- 
tantes. 

2,643 
1,884 

6,807 
4,186 



992 
1,421 



2,514 
3,025 

919 
2,030 

107 
1,125 

1,093* 



Se extiende el Estado de Bolívar desde 7© hasta 11» 6* de latitud Norte y 
desde O» 26* de longitud oriental hasta 29 14* de longitud occidental del 
meridiano de Bogotá. San Andrés y Providencia no están comprendidas en 
esta medida. La situación de estas dos islas véase en la página 335. 

En 1870 tenia Bolívar 241,704 habitantes. 



Estado de Boyaeá. 

TüNJA 

Arcabuco 

Belén 

Betéitiva 

Boavita 

Boyacá 

Buenavista 

Busbanzá. 

Caldas 

Gampohermoso 

•<--Canipauna 

- --iJapilla del Cocuy 

^-^ Capilla de Tenza 

Cerinza 

Ciénaga 

•Cocuy 

Cdmbita 



Latitud. 
Norte. 

50 32* 



5 
5 
6 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
6 
5 
5 
5 
6 
5 



62' 
48' 

8* 
27' 
26' 
47' 
29' 
.2* 
34' 
13' 

7' 
51' 
25' 
16' 
39' 



Longitud. 



00 29' E, 

o'si'E. 

55* E 

1 6* E. 
.0 30' E. 
O 2' O. 

10 53' E. 

O 1' E. 

O 48' E. 

4' O. 

1 34' E. 
O 31* E. 
O 49' E. 

34' E. 

1 13' E. 
O 30' E. 



Altura. 
Metros. 



2,793 

2,'699 
2,680 
2,113 
2,361 
1,984 



Tempe- 
ratura. 



2,700 

1,236 
2,800 
1,600 
2,675 
2,600 
2,757 
2,730 



130 

13 

13 

13 

19 

15 

17 

13 

17 

•20 
13 
21 
13 
15 
13 
13 



Habi- 
tantes. 



5,471 
2,517 
5,109 
3,888 
6,463 
5,414 
2,174 
1,568 
5,450 

3,386 
4,237 
4,909 
3,685 
3,469 
6,124 
2,365 



* Este cuadro está incompleto por falta de datos. 



_ 428 — 



Estado de Boyacá. 

Goper , 

Corrales 

Oovarachia 6 Bicaurte 

-■Cacaita 

Cuítiva 

Ghámeza 

China vita 

Chiquinquirá 

^^Chíquisa 

^Chirivíd Colon 

Cliiscas 

Clüta 

Qiitaraque 

^CMvatá 

Duitama 

Espino 

Firavitoba 

Floresta 

Gámeza 

Garagoa 

Guacamayas 

Guateque 

-^Guatoque 

Guayatá. 

Giiican 

aJtoco 

iza 

Jenesano 

Jericd 

Labranzagrande 

—La Paz 

Leiva 

Macana! 

Maripí 

— Marroquin 

Miraflores 

Mongua 

Monguí 

Moniquirá 

—Morcóte 

Motavita 

— ^uneque..... 

Muzo 

Nobsa 

-««Oicatá 

Pachavita. 

Paipa 

Pajarito 

Panqueva 

Pare 

Paya 

Pesca 

Pisva 

.-fiPueblo-viejo 

Quebradas 6 Gachantivá... 



Latitud. 
Norte. 



50 24' 
5 45' 



6 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 



5 
5 
5 
6 
5 

** 

o 
5 
5 
6 
5 
5 
4 
6 
5 
5 
5 
6 
5 
5 
5 
4 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
5 
6 
5 
5 
5 
5 
5 
5 



17' 
33' 
27' 
12' 
10' 
32' 
35' 
20' 



6 42' 
6 7' 



54' 
34' 
47' 
19' 
34' 
47' 
44' 

7' 
17' 

2' 
39' 
59' 
18' 
26' 
29' 
23' 

6' 
22' 
54' 
34' 
59* 
27' 
20' 
14' 
40' 
39' 
47' 
29' 
37' 
59' 
25' 
41' 
37' 

8' 
47' 
17' 
17' 
54' 
30' 
26' 
36' 
24' 
41' 



Longitud. 



00 8' E. 
O 55' E. 

56' E. 

26' E. 

50' B. 
1' E. 

35' E. 

56' E. 

24' E. 

30' E. 

10' E. 

16' E. 

18' E. 

32' E. 

43' E. 

ir E. 

47' E. 
51' K 
58' E. 
35' E. 

9' E. 
26' E. 
16' E. 
24' E. 
16' E. 
16' O. 
48' E 
31' E. 
11' E 
24' E. 
59' E. 
20' E. 
36' E. 
07' O. 
36' E. 
44' E. 
59' E. 
55' E. 
13' E. 
45' E. 
29' E. 
34' E. 
12' O. 
49' E. 
33' E. 
33' E. 
38' E. 

7' E. 
12' E. 
15' E. 
35' E. 
46' E. 
29' E. 
56' E. 
19' E. 



O 
O 
O 
1 
O 
1 
O 
O 
1 
1 
O 
O 

o 

1 

o 

o 

o 

o 

1 

o 

o 

o 

1 

o 

o 

o 

1 

1' 

o 

o 

o 

o 

1 

o 

o 

o 

o 

1 

o 

1 

o 

o 

o 

o 

o 

1 

1 

o 

1 

o 

1 

o 

o 



Altura. 


Tempe- 


Metros. 


ratura. 


880 


340 


2,381 


15 


2,178 


19 


1,640 


15 


2,640 


14 


1,090 


22 


1,643 


21 


2,614 


17 


2,500 


14 


2,800 


13 


2i380 


15 


2,976 


11 


1,571 


22 


2,903 


12 


2,510- 


15 


1,994 


20 


2,508 


14 


2,506 


15 


2,690 


13 


1,584 


22 


2,010 


19 


1,815 


20 


2,391 


15 


1,720 


21 


2,900 


11 


2,000 


20 


2,560 


15 


2,165 


20 


3,070 


11 


1,161 


22 


2,720 


13 


1,982 


20 


1,683 


21 


800 


21 


865 


24 


1,432 


22 


2,970 


11 


2,930 


11 


1,705 


21 


1,005. 


23 


2,851 


13 


1,350 


21 


824 


24 


2,388 


15 


2,500 


15 


1,704 


21 


2,459 


15 


1,100 


22 


2,258 


15 


1,6Q0 


21 


905 


24 


2,661 


15 


2,000 


14 


3,035 


11 


2,436 


15 



Habi. 
tantes. 

3,06« 
2,329 
1,914 
1,522 
2,436 
1,471 
2,394 
13,116 
1,615 
3,701 
6,137 
7,943 
3,783 
3,008 
7,835 
2,821 
4,796 
5,843 
3,315 
7,947 
3,642 
7,032 
3,272 
6,811 
3,722 
1,662 
2,358 
7,692 
4,070 
5,426 
3,478 
3,045 
5,116 
2,089 
946 
9,422 
3,838 
2,391 
9,597 
1,010 
1,644. 
80 
3,706 
3,695 
2,327 
4,673 
8,279 
1,066 
2,354 
3,564 
1,534 
9,516 
924 
4,400 
4,097 



s 



— 429 — 



»áá^^^mMél^0mmmU^t^ 



Estado de Bofacá. 



Bamiriquí 

Báquira. 

Recetor. 

Saboyá....» 

Sácama 

Sáchica 

^^alina de Chita 

Samacá 

Santa Ana 

Santa Eosa de Viterbo.. 

Sáti va-norte 

Sátiva-sur 

Siachoque. ., '. 

Soatá 

Socha 

Socotá : 

Sogamoso 

Somondooo , 

— Sora. 

— — Soracá 

Sotaquirá 

Susacon 

Sutamarchan 

Sutatenza 

Tasco 

Tenza 

Tíbaná 

Tibasosa 

Tinjacá 

Toca 

Togüí 

Tópaga 

Tota 

Turmequé 

Tuta 

T^utasá..... 

Umbita 

üvita 

Ventaquemada 6 Padua. 

Viracachá 

Zapatosa 

Zetaquira 



Latitud 
Norte. 



5<> 

5 

5 

6 

5 

5 

6 

5 

5 

5 

5 

6 

5 

6 

5 

O 

5 

4 

5 

5 

5 

6 

5 

5 

5 

5 

5 

5 

5 

5 

5 

o 

5 

5 

5 

5 

5 

6 

5 

5 

5 

5 



24' 

26' 

14' 

87' 

35' 

36' 

4' 
29' 
55' 
19' 
57' 
56' 
28' 

8' 
54' 
57' 
38' 
59' 
53' 
31' 
44' 

3' 
31' 

3' 
48' 

6' 
19' 
40' 
29' 
32' 
50' 
42' 
26' 
20' 
41' 
53' 
15' 

7' 
22' 
26' 

9' 
44' 



Longitud. 



O» 52' E. 

Q 16' E. 

1 6' E. 

5' E. 

1 22' E. 

20' E. 

1 23' E. 
O 25' E. 
O 17' E. 

47' E. 

1 1' E. 
1 1' E. 

36' E 

1 1' E. 
1 4' E. 
1 8' E. 
O 49' E. 
O 28' E. 
Ó 26' E. 
O 30' E. 

32' E. 

1 1' E. 
O 16' E. 
O 28' E. 
O 58' E. 
O 31' E. 
O 33' E. 
O 46' E. 
O 16' E. 
O 89' E. 
O 15' E. 
O 56' E. 
O 49' E. 
O 27' E. 
O 34' E. 
O 52' E. 

30' E. 

1 7' E. 
O 25' E. 

34' E. 

1 18' E. 
O 32' E. 



Altura. 


Tempe- 


Metros. 


ratura. 


2,270 


15» 


2,135 


19 


2,801 


15 


1,990 


2o"" 


1,439 


21 


2,569 


15 


1,820 


20 


2,591 


14 


2,290 


15 


3,108 


12 


2,760 


13 


2,044 


20 


2,625 


15 


2,440 


14 , 


2,536 


15 


1,614 


21 


1,632 


20 


2,949 


13 


2,705 


13 


2,466 


15 


2,136 


19 


1,854 


20 


2,700 


13 


1,590 


21 


2,515 


21 


2,390 


15 


2,062 


19 


2,733 


13 


1,691 


20 


2,899 


11 


2,824 


14 


2,720 


14 


2,400 


15 


2,700 


13 


1,805 


20 


2,408 


15 


2,616 


15 


2,700 


14 


956 


23 


1,540 


21 



Habi- 
tantes. 

6,485 
5,262 

607 
6,937 

524 
1,154 
1,252 
4,850 
3,934 
5,840 
4,165 
2,398 
3,419 
13,676 
3,465 
6,522 
9,553 
7,815 
2,013 
2,751 
6,787 
3,003 
3,915 
6,009 
3,775 
7,428 
9,073 
3,494 
4,374 
3,347 
3,103 
1,829 
5,583 
8,182 
4,273 
2,775 
5,227 
4,146 
6,621 
2,845 

606 
2,422 



El Estado de Boyacá se extiende desde 4o 24' hasta 7» 4' de latitud Norte, 
y desde 5<» de longitud oriental hasta 0° 29' de longitud occidental del meri- 
diaño de Bogotá. 

Él Estado de Boyacá tenia 482,874 habitantes en 1870. 



TEKRI TORIO DE CASANAEE. 



Arauca 

Arauquita... 
Barroblanco. 




Longitud. 

3» 23' E. 

•••••• 

1 16' E. 



Altu ra. 


Temp.* 


179 
306 


28» 
3*2* ' 



Habite» 

1,684* 
289 
327 



* Véase 1» nota do la página 346, 



^ 



— 430 — 



TERBITOSIO DE CASANABE. 

Betoyes 

Cafifí 

Ohire 

Guanapalo , 

Guayabal 

Macaguane 

Manare 

Maquivor 

Moreno 

Nunchía 

Orocué 

Pore 

Purare 

Santiago 

Támara 

Tame 

Ten 

Trinidad 



Estado del Canea. 



POPAYAX 

Almaguer,..'. 

Ancuya 

Anchi tiayá 

Anserma-nuevo . . 
Anserma-viejo . . . . 

Arbela 

Arrayanal 

Barbacoas 

Baudó 

Bebará , 

Boca*grande 

Bolívar , 

Buenaventura 

Buenos-aires , 

Buésaco 

Buga 

Buga-1 a-grande . . . 

Cajambre 

Cajibio 

Cali 

Calibío ; 

Calima 

Caldono 

Caloto 

Candelaria 

Carlosama 

Cartago 

Cerrito 

Coconuco 

Consacá 

Cuéllar 

Cumbal... 



Latitud 
Norte. 



60 15* 
5 20* 



5 
5 
4 
6 
5 
4 
5 
5 
4 
5 
6 
5 
5 
6 

** 

o 
5 



1 

1 

3 

4 

5 

2 

5 

1 

6 

6 

1 

1 

3 

2 

1 

3 

4 



2 
3 
2 
3 
2 
3 
3 



52* 
12» 
54* 
19* 
48' 
44' 
43' 
28* 
56* 
36' 
4' 
5' 
39' 
25* 
46* 
3?* 



2o 26* 



54' 
13' 
45* 
47* 
12' 
11' 
14' 
54' 
10* 
3* 
48' 
49* 
53* 
59* 
17' 
55' 
11* 



25* 
25' 
27' 
56* 
46' 
1* 
25* 



O 50' 
4 45' 



3 
2 
1 



43' 
18' 
10* 



O 49* 



Longitud. 


Altura. 






Metros. 


2o 7» 


E. 


144 


3 13* 


E. 


123 


2 8' 


E. 


260 


3 19* 


E. 




2 50' 


E. 


176 


2 1* 


E. 


420 


2 ... 


E. 




2 9' 


E. 


182 


2 8' 


E. 


340 


1 52' 


E. 


429 


3 1' 


E. 




2 5' 


E. 


486 


1 52' 


E. 


455 


1 38' 


E. 


334 


1 50' 


E 


1,400 


2 ... 


E. 


345 


1 55' 


E. 


655 


2 31* 


E. 


136 


2o 26' 


0. 


1,776 


2 40' 


0. 


2,266 


3 19' 


0. 


1,373 



Tempe- 
ratura. 



2 
1 
1 
2 
1 
3 
2 
2 
4 
1 
2 
2 
2 
2 
2 



51* O. 
56' O. 
52* O. 
33' O. 
58' O. 
57* O. 
59' O. 
35* O. 
39' O. 
47* O. 
50* O. 
27* O. 
56' O. 

7' O. 

3' O. 



1,045 
1,790 
1,754 
1,900 

22 
9 

40 



2 
2 
2 
2 
2 
2 
2 
3 
1 
2 
2 
3 



25' O. 

25' O. 

24* O. 

19' O. 

17' O. 

15' O. 

8' O. 

31' O. 

52' O. 

7' O. 

Í6' O. 

17' O. 



3 13' O. 



1,679 
8 
1,270 
2,038 
1,001 
960 



1,851 
1,046 
1,790 



1,920 

1,011 

960 

3,050 

979 

933 

2,360 

1,400 

3,747 



29» 
32 

28 



32 
28 
• • » 
32 
25 
25 
... 
25 
28 
32 
20 
25 
20 
29 



180 

17 

20 



23 
17 
18 
19 
27 
30 
29 



19 
27 
20 
18 
24 
24 



19 
22 
18 



16 
23 
24 
12 
24 
24 
16 
20 

li* 



Habi- 
tantes. 

269 
218 
413 

"5Ó2 
183 
239 
140 

1,365 
531 

""9Ó6 
425 
203 

1,880 
633 
452 
111 



8,485 
5,470 
2,429 
1,665 
828 
633 
1,311 
589 
5,509 
6,281 
1,992 
1,214 
4,95(í 
3,991 
3,187 
'3,887 
10,090 
2,424 
1,247 
3,018 
12,743 
1,781 
1,961 
1,839 
4,013 
5,805 
3,411 
7,696 
4,519 
1,074 
[2,23í 
; 2,037 
5,213 



EiUio áel C»ea. 


Latitud 
Noite. 


Longitud. 


Altura. 
UetrOB. 


Tempe- 


Babi- 


Florida (M. de Palmira}.. 
Florida (M. de Pasto) 


3° 21' 
1 18' 
1 2' 

3 48- 

1 10' 

2 ... 

S7' 

1 6" 

2 35' 

2 ir 

4 42' 

4 30' 

o" "¿8' 

1 3' 

2 25' 

43' 
2 31' 

2 46' 

3 W 

2 28' 

3 55' 

1 34' 

2 1' 
1 58' 

5" "23' 

o"60' 
1 1' 
1 45- 

5 5' 
J 44' 
8 ., 

2""44' 
7 b'. 

4 33' 

3 15' 

4 43' 
4 -36' 
1 1' 

2""30' 

i' ""13' 

1 5fi' 

i" "'26' 


2' 3' 
3 11' 
3 16' 

2 9' 

3 32' 

3 33' 0' 
3 24' 0. 
3 36' 
2 34' 

1 5T 

2 3' 0, 

3'2'r 0. 

3 20' 

1 24' 
3 14' 0. 
3 45' 

2 12' 0. 

2 23' 0. 

3 28' 0. 
2 34' 0. 
2 47' 0. 
2 37' 0. 

2 48' 0. 

a'é*' 0. 

3" 23' 0. 

3 39' 0. 
a 53' 0. 

1 32' 0. 

2 59' 0. 

3 ao* 

9' 33' 

2 32' 

1 54' 

3 ... 

3 51' 

2 83' 

3 2V 0. 

2""r 

'i'i'r 0. 
'¿""ff 0, 

2 62' 0. 

8 "ir 0. 


i,ooe 

2,772 

1,S50 

980 

2,850 

3;Ó30 
2,693 
5 
1,719 
960 
. 878 

i'óó'é 

2,500 

3,081 
5 
2,382 
1,025 
1,750 

2,'403 
2,187 
1,075 

"¿9 

2,867 
2,283 

"eeó 
'"'22 

970 

12 
175 

3,000 

"¿54 

; 2,224 
2,900 

'737 
l',425 


14 

17 

24 
13 

12 "'" 

16 

27 

19 

24 

24 

12"'" 

12 
27 
15 
23 
19 

15'"" 
16 

2e"" 

13"" 
17 

25*"' 
27 

30"" 
24 

30 
26 
12 

2*"" 

le" ' 
12 

14 
26 


2,543 
2,012 


























Horqneta (hoy DoloreH)... 


1,43,^ 


Hato-Lemus 6 Union 


1,716 


















IseuBudS. 
















































miis. :::::::;::::;::::;:;:;::::: 
















Mercadere 




Micay. 




Mosquera (M. de Pasto)... 
Mosqueía iid. Barbacoas) 


3,066 
2,032 






Naranjo (hoyObando) 


1,370 














espina 


1,711 


































Peñol 


1,598 


Pereira 


'633 



— 433 — 



Estado del Ctia. 

Pescador 

Potosí 

Pradera (Bolo) 

Pupiales 

Puracé , 

Quilcasé 

Quilicliao (hoy Santander). 

Quinchía. , 

Baposo 

Bioblanco 

Riofrío ó Higueron 

Biosucio ó Polonia. 

Boldanillo 

Bosal 

Bosario <5 Castigo 

Salado.d Juntas 

Salahonda 6 Morro. 

Salento (antes Boquía) .... 

Samaniego 

San Francisco 

San José 

San Juan de Marmato. . . . 

San Lorenzo 

San Pablo (municipio de) 
San Pablo (M. de Caldas) . 
San Pablo (M. de S. Juan). 

San Pedro 

San Sebastian 

San Vicente • . . 

Santa Bosa de Cabal 

Sapúyes 

Segovia 

Sierra. 

Silvia 

Sipí 

Supía 

Tablón de los Gómez 

Tadó 

Tambo (M. de Pasto) 

Tambo (M. de Popayan) . . 

Tangua • • • 

Taminango 

Tebada 

Timbío 

Timbiquí 

Toribío 

Toro 

Totor<5 

Tuluá 

Tiimaco 

Tunía 

Túquerres.... 

Turbo 

Union 

Veinticuatro • • • 

Victoria 



Latitud 
Norte. 



4«16* 



O 55' 

2 23' 

2 17' 

•2 58' 



5 
3 



4 
5 
4 
1 
1 
3 
2 
4 
1 



1 
5 
1 
1 
1 
5 
4 
1 
4 
4 
O 

2 
2 
4 
5 
1 
5 
1 
2 



1 
3 
2 
2 
2 
4 
2 
4 
1 
2 
1 
7 
1 
1 
4 



15' 
38' 



11' 
19' 
23' 
52' 
34' 
45' 
4' 
40' 
17' 



38' 
23' 
45' 
10' 
38' 
10' 

1' 
50' 

9' 
53' 
59' 

36' 
5' 
56' 
23' 
23' 
11' 
23' 
26' 



32' 
31' 
22' 
41' 
53' 
35' 
31' 

4' 
49' 
39' 

2' 
59' 
33' 
39' 
29» 



Longiti^d. 



2* 6' O 



3 
2 
2 
2 
2 
3 



2 
1 
4 

2 

8 

2 
4 
1 
3 



4 
1 
2 
3 
2 
3 
2 
2 
2 
1 
3 

1 
2 
2 
1 
2 
2 
3 
2 



3 
2 
2 
3 
2 
2 
2 
2 
4 
2 
3 
2 
2 
2 
1 



25' O. 
15' O. 
32' O. 
17' O. 
15' O. 
51' O. 



r o. 

42' O. 

4' O. 

39' O. 

21' O. 

30' O. 

26' O. 

30' O. 

26' O. 



4' 
35' 
34' 
38' 
54' 
33' 
11' 
39' 



40' O. 
36' O. 
49' O. 
47' O. 
50' O. 

8' O. 

4' O. 
34' O. 

4' O. 
66' O. 
28' O. 



O. 
O. 
O. 
O. 
O. 
O. 
O. 
O. 



5' O. 
45' O. 
31' O. 
31' 

9' O. 

2' O. 
12' O. 

6' O. 
33' O. 
21' O, 
29' O. 
38' O. 
54' Oi 
54' O. 
56' O. 



Altura. 
Metros. 


Tempe- 
ratura. 


940 


24 


3,050 


120" 


2,646 


13 


1,112 


23"" 


""s 


27**" 


955 


24 ** 


1,810 


19 


960 


24 


1,850 
390 


18 
27 


6 


27"** 


1,800 




"Í8 


27* 


1,560 
1,748 
1,176 


20 
1 

22 


1,689 
110 


19 


1,034 


23 


l','697 
3,027 


19*'** 
12 


2,b2Í 
47 


14 '" 
29 


1,220 

2,100 

96 


21 
17 

27 


2,220 


16 


1,745 


18 


1,780 
24 


17 '* / 
30 


1,800 
4 


17 
27 


1,737 
989 


18 
24 


1,011 
5 


24 
26 


1,785 
3,057 


17 
10 


1,636 
962 


19*" 
24 



Habi- 
tantes. 

1,201 

2,139 
5,433 
1,504 
1,021 
4,429 
2,700 
1,400 
1,005 
1,421 
5,689 
3,324 
^,230 

907 
1,733 

562 
1,820 
2,758 

971 
2,723 
2,811 
l,44ü 
1,75^ 
2,478 
3,704 
2,007 
1,667 
1,998 
3,872 
3,005 

1,028 
6,043 
1,938 
3,000 
2,246 
3,035 
1,892 
4,018 
1,646 
3,068 
2,000 
4,478 
1,441 
2,212 
4,302 

4,256 
2,642 
1,984 
7,195 

4,346 
1,454 
1,806 




— 433 — . 



f 



Estado del €anea« 



Viges 

Yotoco.... 
Yumbo. . 
Zarzal...,. 
Zelandia. 



Latitud 
Norte. 



30 89' 

3 53' 

3 31' 

4 22' 
3 16' 






20 ir O. 

2 13' O. 
2 15' O. 

1 57' O. 

2 4' O. 



Altura. 


Tempe- 


Metros. 


ratura. 


992 


230 


978 


24 


1,005 


23 


961 


24 


934 


25 



Habi- 
tantes. 

1,106 
1,689 
1,751 
1,807 
2,249 



CU ABRO estadístico del Territorio del Caquetá, formado por la Comisión 

Corográfica en 1852. • 



Nombre de los 
Corregimientos. 



Mocoa. 






Sebondoy. í 



Nombre 
de los pueblos. 



Hocoa 

Yunguilla.... 
Üescanse 



Posición astronómica. 



Latitud 
Norte. 



Sebondoy. ... 

Santiago 

Putumayo ... 



Solano 



r 
I 



. •• . • ^ 



i 



Putumayo < 



Aguarico.. \ 



Mesaya. 



Solano 

Yurayaco. ... 
Pacayaco. ... 

Limón 

Itucayaco. ... 

San José 

San Diego 

Uchipayaco . 

Montepa 

Tapacunti 

San Miguel... 
Aguarico. ... 



Mesaya 

Yanacuru.... 
Tacuneme .. 



00 56' 

1 15' 
1 23' 

1 8' 

1 10' 
1 8' 

O 39' 

O 47' 

O 46' 

O 50' 

O 40' 

O 34' ^ 

O 36' 

O 46' 
O 2' S, 

O 13' S. 



Longitud 
delM.deB. 



1056' O. 
2 4' O. 
2 8' O. 

2 43' O. 
2 48' O. 
2 49' O. 



O 
O 



9' 
4' S. 



38* 

1 O' 
1 11' 



56' O. 

ir o. 

41' o. 
46' O. 
30' O. 

50' O. 
53' O. 
56' O. 
10' O. 

54' O. 

2 14' O. 
2 24' O. 

1 6' E. 

O 55' E. 
O 50' E. 



O 
1 
1 
1 
O 

1 

T 
2 
1 



00 

ca p 



638 
641 
901 

1,200 
1,250 
1,000 

217 
235 
281 
333 
2Ó0 

291 
312 
353 
220 
200 

346 

407 

200 
250 
280 



<!> 



s • 



270 

27 
25 

22 
22 
23 

30 
30 
29 
28 
30 

29 
28 
28 
31 
31 

30 
30 

29 
29 
29 



Población 
en 1857. 



472 




120 




60 


652 


837 




600 




3Ó0 


1,737 



205 
120 
100 
100 
134 



659 



150 

148 

40 

44 

30 



263 
210 



412 



473 



400 
200 
200 



800 



Total 4,733 

En los pueblos de Venezuela ** 2,000 



Total general f 6,737 

* La parte snperior de los ríos Caquetá y Putumayo está dividida en Corregimientos, los 
cuales están á cargo de empleados que cuidan de las pequeñas poblaciones indígenas. 

** Los pueblos que tiene hoy Venezuela robre el Rionegro ó Guainia, el Atabapo y el 
Casiquiare y que deben pertenecer á este territorio son los siguientes : San Femando de Ata- 
bapo, Santa Bárbara, Santa Cruz, Tiriquin, San Miguel, Maroa, Pimicliin, Yavita y Baltasar, 
cuya población es de 2,000 habitantes. En todos estos pueblos y en los otros de los Corregi- 
mientos del Caquetá se cultiva maiz, yuca, plátano, caiüa, arroz, un poco de tabaco en Des- 
canse y Aguarico, y papas en Sebondoy. 

S Según el censo de 1870 los pueblos que se pasa a indicar tenian en aquel afio la población 
siguiente: Aguarico 584, Alto Caquetá 427, Bajo Caquetá 602, Mocoa 044, Putumayo 618, Se- 
bondoy 2,237 y Mesaya 792. 

28 



i 



— áU — 

El Estado del Canea se extiende desde 5» 20* de latitud Sur hasta 8° 54*^ 
latitud Norte, y desde ^o de longitud oriental hasta 4o 50' de longitud occi- 
dental del meridiano de Bogotá. 

El Estado del Cauca tenia 435,078 habitantes en 1870, fuera de los aborí- 
genes del Darien, de los de las costas del Pacífico y de los del Caquetá, los 
cuales se calculan en más de 30,000 individuos. 



ICstado de Caadinamarca« 

, Bogotá 

Anapoima 

'Anolaima 

Beltran 

Bituima 

Bojacá 

ji£osa. 

Cajicá ^ 

-^Ca'lamoíma (hoy La Paz)... 

Oaparrapí » ,*... 

Caqueza 

Carupa. (hoy Carmen) 

■— Cipacon, , 

Cogua 

Colegio. .* 

Cota' 

Cuounübá 

Chaguan í 

Chia...: 

Chipaque 

Ohoachí 

Chocontá 

-rE n gat i v á 

Facatativá 

Eomeque 

-►Pontibon; 

Fosca. % 

Punza 

Fúquene 

Fusagasugá 

Gaohalá 

Gachancipá 

Grachetá . . . », 

Girardot.^ 

Guaduas 

Guaehetá 

Guasca 

Guataquí; 

Guatavita 

Guayabal 6 Sí quima 

--Hato 

— Hatoviejo 

Jerusá-len (Casas- Viejas) . . . 

Junin (Chipazaque)... 

I/a Calera 

La Mesa 

La Palma 

La Peña 

La Vega 



Latitud 
Norte. 



40 35' 



4 
4 
4 
4 
4 
4 
4 
5 
5 
4 
5 
4 
4 
4 
4 
5 
4 
4 
4 
4 
5 
4 
4 
4 
4 
4 
4 
5 
4 
4 
4 
4 
4 
5 
5 
4 
4 
4 
4 
4 
5 
4 
4 
4 
4 
5 
5 
4 



32' 
44' 
46' 
51' 
41' 
35' 
53' 
12' 

16' 
25' 
14' 
44' 
38' 
33' 
47' 
13' 
56' 
50' 
26' 
32' 

8' 
41' 
45' 
30' 
38' 
20' 
39' 
21' 
21' 
44' 
56' 
47' 
16' 

1' 
18' 
49' 
28' 
51' 
49' 
18' 
12' 
30' 
44' 
42' 
36' 

9' 

4' 
55' 



Longitud. 


Altura. 


Tempe- 




Metros. 


ratura. 


00 


2,644 


150 


23' 0. 


678 


27 


23' 0. 


1,416 


22 


45' 0. 


231 


29 


30' 0. 


1,194 


24 


14' 0. 


2,620 


13 


5' 0. 


2,580 


13 





2,600 


13 


33' 0. 


400 


27 


26' 


1,310 


21 


7' e: 


1,762 


20 





2,968 


12 


17' 0. 


2,645 


13 


2' E. 


2,670 


14 


18' 0. 


1,210 


21 


3' 0. 


2,622 


13 


6' E. 


2,595 


15 


34' 0. 


1,200 


24 





2,610 


13 


2', E. 


2,408 


16 


9' E. 


1,883 


20 


15' E. 


2,660 


14 


4' 0. 


2,570 


13 


15' 0. 


2,630 


13 


11' E. 


1,970 


19 


3' 0. 


2,576 


13 


9' E. 


2,113 


18 


7' 0. 


2,578 


13 


4' E. 


2,425 


16 


15' 0. 


1,772 


20 


35' E. 


1,749 


21 


8' E. 


2,624 


13 


22' E. 


1,719 


20 


45' 0. 


330 


28 


33' 0. 


1,026 


24 


9' E. 


2,703 


14 ^ 


9' E. 


2,653 


13 


42' 0. 


235 


29 


11' E. 


2,596 


13 


24' 0. 


1,866 


19 


19' 0. 






18' E. 


2,668 


14 


37' 


324 




21' E. 


1,820 


20 


6' E. 


2,853 


14 


20' 0. 


1,281 


23 


20' 0. 


1,447 


20 


18' 0. 


1,240 


21 


15' 0. 


1,164 


24 



Habi- 
tantes. 

40,883 
2,726 
8,970 
3,345 
3,35a 
2,875 
1,396 
3,160 
2,728 
6,880 
6,710 
3,316 
1,774 
3,950 
3,239 
1^737 
5,078 
1,705 
4,468 
5,352 
4,732 
8,509 
586 
6,282 
7,001 
1,929 
2,600 
2,850 
1,605 
7,027 
1,898 
1,965 
6,709 
1,817 
8,527 
5,495 
4,407 
1,281 
5,614 
3,447 



5,109 
2,066 
7,270 
2,458 
8,023 
8,138 

3¿07O 



435 



Estado de Cnndinamarca. 



Lenguazaque 

Macheta 

Madrid (Serrezuela) 

Manta 

Mosqaera(Ouatro-esquínas) 

NaYiño .' 

Nemocon 

Nilo ^... 

Nimaima 

Nocaima 

Pacho 

Paime 

Pandi 

Pasca 

*• Pavón 

Peñón 

** Puerto de Bogotá 

Pulí..., 

Quebrada- negra 

Quetame 

Quipile 

Eicaurte 

San Antonio 

San Francisco 

San Juan de Hioseco 

Sasaima 

Sesquilé 

Simijaca 

Soacha^ 

Sop6 

Suba 

Subachoqne , 

Suesca 

Susa 

Sutatausa 

Tabio 

Tausa 

Tena 

Tenjo 

Tibacuy 

Tibiritii 

Toctiima 

Tocancipá , 

Topaipí 

Ubalá 

Ubaque 

Ubaté 

Une 

-s-üsaquen 

^Tsme 

títica 

Vergara 

Vianí (5 Virginia. 

-'Villeta 

-'Viotá 



Latitud 
Norte. 



50 15' 
5 =' 



4 
5 
4 
4 
5 
4 
5 
4 
5 
5 
4 
4 
4 
5 
5 
4 

w 

o 

4 

4" 

4 

4 

4 

4 

4 

4 

o 

4 

4 

4 

4 

o 

5 

5 

4 

5 

4 

4 

4 

o 

4 

4 

5 

4 

4 

5 

4 

4 

4 

■^ 

o 
5 

4 
4 
4 



4r 
r 

ir 
r 

59' 

2' 
17' 
13' 
19' 
58' 

7' 
13' 
39' 

3' 
23' 
46' 
1(5' 
35' 
55' 
50' 
53' 
58' 
26' 
34' 
50' 
43' 
52' 

2' 
24' 
12' 
50' 

8' 
37' 
48' 
22' 

3' 
26' 
54' 

9' 
46' 
30' 
16' 
24' 
40' 
28' 

9' 

• • • 

52' 
56' 
27' 



Longitud. 



00 9' E. 
O 17' E. 
O 11' O. 
O 21' E. 
Ó 9' O. 
O 43' O. 
O 6' E. 
O 30' O. 
O 18' O. 
O 19' O. 
O 5' O. 
O 13' O. 
O 21' O. 
O 11' O. 
O 41' O. 
O 11' O. 
O 37' O. 
O 37' O. 
O 24' O. 
O 13' E. 
O 26' O 
O 39' O. 
O 12' O. 
O 12' O. 
O 36' O. 
O 21' O. 
O 11' E. 
O 3' E. 

7' O. 

6' E. 

2' O. 



Altura. 
Metros. 



O 
O 
O 
O 



6' O. 



O 

o 
o 
o 

o 11' E. 
4' E. 
O 3' E. 
O 4' O. 
O' 2' E. 
O 16' O. 
O 6' O 
O 21' O. 
O 24' E 
O 29' O. 
O 5' E. 
O 15' O. 
O 33' E. 
O 8' E. 

4' E. 

4' E. 

1' E. 

1' O. 
O 25' O. 
O 16' O. 
O 32' O. 
O 24' O. 
O 24' O. 



2,603 
2,094 
2,191 
1,870 
2,570 

298 
2,680 

400 
1,114 
1,400 
1,851 
1,000 

997 
2,134 

228 
1,390 

215 
1,321 
1,110 
1,532 
1,310 

333 
2,400 
1,507 
1,245 
1,368 
2,651 
2,593 
2,570 
2,601 
2,615 
2,687 
2,656 
2,567 
2,620 
2,640 
2,793 
1,303 
2,630 
1,890 
1,907 

431 
^,62í) 
1,325 
1,905 
1,784 
2,580 
2,668 
2,692 
2,690 
1,110 
1,300 
1,300 

839 
1,300 



Tempe- 
ratura. 



130 

18 

13 

20 

13 

29 

14 

27 

23 

23 

20 

22 

25 

18 

27 

20 

28 

20 

24 

21 

20 

28 

15 

20 

24 

23 

14 

13 

13 

13 

13 

13 

14 

13 

14 

14 

14 

20 

14 

19 

20 

27 

13 

22 

19 

20 

15 

14 

14 

14 

24 

22 

20 

26 

21 



flabi- 
tantes. 



3,611 
7,661 

6,049 
1,647 
2,445 
4,111 
2,155 
1,035 
1,853 
6,015 
1,502 
2,183 
885 

2,147 

801 

2,756 

2,986 
3,017 
3,636 
1,929 
1,966 
4,367 
3,434 
5,819 
4,208 
2,845 
3,074 
1,406 
4,543 
3,443 
3,709 
3,313 
3,002 
2,318 
4,195 
4,539 

4,337 
6,021 
v,314 
1,395 
2,001 
3,445 
7,256 
2,837 
1,306 
1,774 
6,883 
2,350 
2,445 
5,934 
1,284 



\^ 



-.436 — 



Estado de Cnadlnamarea* 



Ya(;í)pí.. ., 
Zlpaquirá. 



TBKSITOBIO DB SAN MARTIN. 

Arama 

Cabuyaro 

Cumaral 

Jiramena 

Medina 

San Martin 

Upía 

Villa vicencio 



latitud. 
Norte. 



50 13' 
4 56' 



3 

4 
4 
3 
4 
3 
4 
4 



.25' 
23' 
22' 
51' 
32' 
43' 
35' 
15' 



longitudi. 


Altara. 


Tempe- 




Metros. 


ratura. 


00 18' 0. 


1,530 


200 


1' E. 


2,650 


14 


25' E. 


380 


22 


1 28' E. 


lüS 


27 


40' E. 


400 


20 


45' E. 


219 


25 


48' E. 


506 


20 


21' E. 


405 


25 


1 7' E. 


300 


25 


30' E 


839 


20 



Habí- 

tantes. 

3,79^ 
«,313 



112 
202 
178 
252 
1,796 
717 
300 
625 



El Estado de Cundinamaeca se extiende desde 2o 10' hasta 6<^ 20' de lati- 
tud Norte, y desde 6° 33' de longitud oriental hasta oo 43' de longitud 
occidental del meridiano de Eogotá.. 

Oundinamarca en 1870 tenia 409,602 habitantes civilizados .y cerca de 
25,000 salvajes. 



Estado del Magdalcon. * 

Santamarta 

Aguachica 

Angeles 

Badillo (Valle Dupar) 

Badillo (del rio Magdalena) 

Banco 

Barrancas 

Becerril ó Porvenir» 

Belén 6 Guataca 

Bonda ^ 

Bongo 

Caimán , 

Camarones , 

Candelaria , 

Cerro de San Antonio 

Chimichagua , 

Chengue , 

Chorrera 

Ciénaga .> , 

Corredor (Loma de) , 

Cotopris^. 

DibuUa 

Diegopata 

El Paso, 

Fonseca 

Fun daci on 



Longitud. 



29' E. 



O 

O 

O .35' E. 

O 57' E. 

O 16' E. 

10' E. 

1 23' E. 
O 50' E. 
O 12' E. 
O 6' E. 
O 8' O. 

25' O. 

1 10' E. 
O 18' O. 
O 31' O. 
O 17' E. 

28' O. 

1 6' E. 
O 8' O. 

23' E. 

1 20' E. 
O 55' E. 
O 52' E. 

25' E. 

1 10' E. 
O 6' E. 



I 

Altura. 


Tempe- 


Metros. 


ratui-a. 




30O 


165 


26 


151 


27 


122 


30 


60 


? 


45 


31 


125 


' 30 


? 


? 


45 


31 


20 


29 




? 


5 


? 




29 




? 


5 


31 


45 


31 


5 


31 


132 


30 




30 


55 


30 


130 


31 ' 




31 


120 


29 


53 


31 


130 


31 


20 


30 



Habi- 
tantes. 



¿>72 
926 
161 

1,098 

? 

1,965 
2,304- 

? 

? 
200 

? 

2,843 

? 

4,200 
4,598 

• 

? 

7,127 

p 

? 

? 

? 

1,041 
2,488 
? 



* Muchos de los datos de este cuadro los debemos á la buena volunt,ad del sefior ]l^. A. A 
Sinions, autor de un mapa de la Sierra Nevada de Santamarta. 



t 




— 437 — 








Estado del üagdalena. 


Latitud 
Norte. 


» 

Longitud. 


Altura. 
Metros. 


Tempe- 
ratura. 


Habi- 
tintes. 


Gaira 


lio 

8 
10 
10 

9 
10 
10 
11 

9 
10 
10 
11 
10 
10 
10 

9 
11 
10 
10 
10 
10 

9 

9 
10 

9 

10 
10 

8 

? 
10 
10 

8 
10 
11 
10 

9 

8 

9 

9 
10 

9 

9 

8 
10 
10 
11 

8 

8 

9 
11 
10 
10 
10 


13' 

8' 

23' 

36' 

r 

52' 
6' 
1' 
24' 
13' 
19' 
15' 
35' 
35' 
23' 
10' 
12' 
50' 
34' 
13' 
26' 
17' 
27' 
25' 
47' 
52' 
59' 
14' 

1' 
42' 

3' 
57' 
33' 
29' 

1' 
30' 
14' 
17' 
41' 
20' 
45' 
27' 
47' 
41' 
16' 
41' 
58' 
55' 

7' 
12' 
30' 
11' 


oo 1' 0. 
42' E. 
54' E. 
Ó 25' 0. 

3' 0. 

1 24' E. 
28' 0. 
3' 0. 
49' E 
62' E. 
25' 0. 
3' E. 

17' E. 

1 9' E. 
23' 0. 

6' 0. 

1 16' E. 
1 27' E. 
50' E. 
33' 0. 
29' 0. 
14' 0. 
26' E. 
18' 0. 

25' 0. 

1 26' E. 
2' 0. 
25' E. 

? 
25' 0. 
29' 0. 
42' E. 


120 

25 

135 

9 

? 

1*20 
5 

215 
5 
25 
? 

130 

220 

6 

""'23 

20 

15 

16 

135 

50 

? 

12 

• 20 

46 
50 
23 
23 
140 
22 
17 
50 

200 

60 

45 

15 

150 

120 

215 

90 


290 ' 

? • 
31 

? 
31 
31 
■ 31 
31 
'? 
29 

P 
30 

? 
27 * 

? 
31 

? 
31 
31 
31 
31 
31 
31 
30 
31 
31 
30 
30 

? 
31 
30 

? 
30 
31 
31 
31 
30 
31 
31 
29 
31 
31 
30 
31 
29 
31 
30 
31 
31 
29 
29 
26 
31 


707 


González * ! 


? 


Guacoche 


200 


Guáimaro 


? 


Guamal 

Guayacanal 


3,595 
150 


Heredia 


? 


Isla del Kosario 


? 


Ja&rua : 


? 


lia Paz 


9 


Malabrisro 


? 


Maniatoco 


? 


MefJ ialima. 


1,137 


Molino ••. 


P 


Moya 

Murillo 


? 
P 


Palmar de María 


? 


Papayal 


300 


Patillal 


\ 400 


Pedraza ,... 


? 


Peñón 


2,377 

? 


Pijinio 


Pinto 


? 


Piviiav , 


2,800 


Plato 


1,943 
150 


Pozo JdLondo 


Pueblovieio 


1,691 
1,362 


Puerto Nacional 


Punta de Piedra 


2,617 


Eeal del Obispo 

^Remolino 


? 
2,383 
3,323 
200 


EiodeOro** 


Riofrio , 


Hiohacba 


1 20' E. 
28' 0. 
25' E. 
28' E. 
18' 0. 

18' 0. 

1 3' E. 
19' 0. 
25' 0. 
27' E. 

27' O, 

1 10' E. 
1' E. 
25' E. 
5' E. 

28' 0. 

1 17' E. 

50' E. 

1 3' E. 
37' E. 


3,054 
1,201 


Salamina ó Sitioviejo 

Salva 


San Bernardo 


? 


San Zenon 


390 


San Fernando 


1,797 


San Juan de Cesar 


3,266 
1 881 


Santa Ana 


Santacruz 


? 


Simaña 


1,208 

2,783 
p 


Sitionuevo 


Tablazo. 


Taeransfa 


? 


Tamalameque 


1,110 
300 


Tamal amequito 


Tenerife 


1,733 

1,135 

? 


Tomarazon (Treinta) 

Tupes 


XJrumita 


? 


Valencia de Jesús 


1,62o 





* Antigaamente Loma de Indígenas. Está fuera del límite natural del Estado y figura en 
la caita de Santander. 

** Está en el mismo caso que Loma de Indígenas. 



j 



—438 — 



Kstado del Magdaleiiu 

Valle Dupar. 

Venado 

VillanueTa 



TERRITORIO 
DE LA NEVADA T MOTILONES. 

Atánques. 

Espíritu Santo 

Jobo 

Marocaso 

Palmira 

Rosario 

San Antonio 

San José 

San Miguel (con Taquina). 

San Sebastian 

Santacruz 

Santa Rosa 



TERRITORIO 
DE LA GOAJIRA. 



Calabacito. 
Soldado ... 



Latitud 
Norte. 



loo 
9 
10 



10 
10 
11 
10 
11 
11 



11 
11 



21' 
45' 
32 



10 22' 

9 53' 

10 2' 

10 59' 

9 69' 

10 41' 



58' 

35' 

1' 

28' 

2' 

3' 



5' 



Longitud. 



oo 

O 

1 



O 

o 
o 
o 
o 
o 
o 
o 
o 
o 
o 
o 



1 
1 



61' E. 

24' E. 

4' E. 



43' E. 
53' E. 
56' E. 
57' E. 
66' E 
51' E. 
45' E. 
40* E. 
39' E. 
29' E. 
42' E 
45' E. 



33' E. 
27' E. 



Altura. 
Metros. 


Temi)e- 
ratura. 


122 

60 

210 


3lo 

31 

26 


800 

? 


24 


600 


24 


600 
1,060 
1,370 
1,670 
2,000 
1,160 
1,060 


f 
24 
23 
21 
20 
18 
22 
23 


100? 


31? 



Habi- 
tantes. 

4,952 
? 
2,22d 



♦ 618 
t 1,050 

490 

490 
314^ 
100 
530 
720 
200 
100 



í 



Se extiende el Estado del Magdalena desde 7° 34' hasta 12© 25' de latitud 
Norte, y desde 3o 6' de longitud oriental hasta 0° 42' de longitud occidental 
del meridiano de Bogotá. 

El Magdalena en 1870 tenia 86,255 habitantes. 



Estado de Panaqiá. 

Panamá 

Aguadulce 

Alanje 

Antón 

Arrayan 

Atalaya 

Belén 

Bocas del Toro 

Boquerón 

Buenavista 




Longitud. 


Altura. 


Tempe- 




Metros. 


ratura. 


50 17' 0. 




270 


6 10' 0. 


18 


27 


8 19' 0. 


38 


27 


5 59' 0. 


38 


26 


5 26' 0. 


118 


26 


6 27' 0. 


100 


26 


6 29' 0. 




27 


8 2' 0. 




27 


8 21' 0. 


60 


26 


8 21' 0. 







Habi- 
tantes. 

18,378 
3,704 
4,982 
2,792 
1,319 
1,748 
1,000 
1,145 
2,505 
402 



* Véase la nota segunda de la página 359. 

i- En esta cantidad están comprendidas las tres secciones que componen el Corregimiento* 
á saber, Espíritu Santo, Jobo y Palmira. 

t Soldado en 1851 teaia 210 habitantes. Hoy está arruinado. 



/ 



— 4S9 — 



Estado de Panamá. 

Bngabo 

Calobre. 

Gañaza 

Gapira 

Colon 

Cruces 

Ohágres 

Chame 

Chapigana 

Chepo 

Chorrera 

David 

Dolega 

Donoso 

G-atun 

Gorgona , 

Gualaca 

Las Tablas 

lios Pozos 

Ijos Santos ; 

Macaraca 

Mesa (La) 

Mina (La) / 

Mineral 

Montijo 

Nata' 

Ocú 

Ola 

Pacora 

Palenque ;. 

Palmas 

Parita 

Pedasí 

Penonomé 

Pesé 

Pintada 

Pocrí 

Ponuga ■ 

Portobelo.-.i 

Bemedios 

Bio de Jesús , 

Saboga 

San Carlos , 

San Félix 

San Francisco , 

Sanl/orenzo... , 

San Miguel....... 

Ban Pablo , 

Santa Isabel , 

Santa María , 

Santiago de Veraguas...., 

Soná 

Taboga 

Teló 

Yaviza , 



Latitud 
Norte. 



8o 30' 
8 19* 



8 
8 
9 
9 
9 
8 
8 
9 
8 



9 
9 
8 
7 



7 
7 
8 
7 
8 
7 
8 
7 



9 
8 

7 
7 
8 
7 
8 
7 
7 
9 



8 
8 
8 



8 
8 
7 



14' 
44* 
22' 
9' 
19' 
34' 
18' 
10' 
52' 



8 27' 
8 34' 



15' 

8' 

35' 

44' 



55' 
40' 
6' 
43' 
47' 
56' 
21' 
50' 



8 26' 

9 4' 



34' 
4' 
57' 
35^ 
30' 
53' 
28' 
42' 
48' 
33' 



8 16' 

7 56' 

8 87' 
8 27' 
8 19' 
8 11' 



21' 
27' 
27' 



5' 

1' 

56' 



8 47' 
8 18' 
8 10' 



Longitud. 


Altura. 


Tempe- 




Metros. 


ratura. 


80 24' 0. 






6 25' 0. 


150 


260 


6 43' 0: 


130 


26 


5 35' 0. 


107 


26 


5 39' 0. 




27 


5 25' 0. 


78 


26 


5 45' 0. 




27 


6 38' 0. 


27 


26 


3 46' 0. 




26 


4 51' 0. 


60 


27 


5 30' 0. 


59 


26 


8 12' 0. 


35 


27 


8 12' 0. 


120 


26 


5 40' 0. 


"lÓ 


26 * 


5 28' 0. 


76 


26 


8 5' 


200 


26 


6 2' OJ 


35 
"'24 


27 
27" 


6 8' 0. 


6 14' 0. 


75 


26 


6 40' 0. 


193 


26 


6 22' 0. 


. 334 


25 


6 37' 0. 


240 


26 


6 35' 0. 


75 


26 


6 10' 0. 


27 


27 


6 25' 0. 


108 


26 


6 17' 0. 


90 


26 


5 1' 0. 


50 


27 


6 8' O. 




27 


6 58' 0. 


267 


25 


6 14' 0. 


75 


26 


5 49' 0. 


18 


27 


6 4' 


84 


26 


6 18' 0. 


76 


26 


6 10' 0. 


95 


?6 


6 55 O. 


15 


27 


6 41' 0. 


. 84 


26 


5 22' 0. 




27 


7 33' 0. 


65 


26 


6 42' 0. 


28 


27 


4 49' 0. 




27 


5 42' 0. 


18 


27 


7 39' 0. 


80 


26 


6 28' 0. 


67 


26 


7 53' 0. 


43 


27 


4 42' O. 




27 


8 17' 0. 


40 
"'30 


27 
27 ' 


6 18' 0. 


6 31' 0. 


125 


26 


6 63' 0. 


20 


27 


5 18' 0. 




27 


7 17' 0. 


292 


25 


3 84' 0. 


10 


26 



Habi- 
tantes. 

1,728 
3,670 
3,824 
1,501 

494 
1,320 
1,057 
3,318 

268 
3,157 
4,834 
7,906 
3,407 
2,913 

580 
1,964 
2,413 
5,547 
1,838 
4,023 
4,199 
3,561 
2,761 

282 
1,800 
5,888 
3,221 
3,756 
1,244 
643 
2,691 
2,215 
1,182 
12,667 
3,318 
5,711 
3,302 
1,213 
1,319 
1,538 
2,027 

579 
2,034 
1,116 
3,471 
3,972 
1,787 
1,664 

275 
2,264 
6,258 
^,433 
1,568 
2,884 
,1,119 



— 440 



El Estado de Panamá se extiende desde 70 12' hasta 90 W de latitud 
Noite, y desde 2o 53' hasta 9^ 11' de longitud occidental del meridiano de 
Bogotá. 

Panamá en 1870 tenia 221,052 habitantes. 



Estado de Santander. 

Socorro 

A¿uada 

Aratoca 

Arboledas 

Aspasica »,.. 

Barichara 

Betulia 

Boca-Carare 

Bochalema 

Bolívar ...■; 

Brotaré... 

Bucaramanga 

Buenavista 

Cabrera 

Oácota ,.... 

California* 

Cáchira 

Capitanejo 

Carcasí 

Carmen ** 

Cepita , 

Cerrito 

Cincelada 

Cite 

Concepción 

Confines 

Contratación 

Convención 

Coromoro '. 

Cuenta 

Cucutilia 

Cuevas 

Cünacua (hoy Olival) .. 

Curití 

Cliaralá 

Chima 

Chinácota 

Cliipatá 

Chitagá 

Chopo...; 

Encino 

Enciso 

Flores 

Florida 

Galindo , 

Gámbita 

Ouavatá 

Guaca 



Latitud. 
Norte. 



60 16' 



6 
7 

8 
6 



7 
5 
8 
6 
7 
6 
7 



8 
6 
6 
6 
5 
6 
6 



29' 

27' 

4' 

24' 



6 40' 
6 49' 



26' 
21' 
10' 
50' 
57' 
22' 
8' 



6 18' 
6 30' 



16' 
32' 
39' 

V 
52' 
35' 

9' 



8 
6 
7 
7 
5 
6 
6 
6 
6 
7 
5 
6 
7 
6 
6 
6 
6 4' 

5* '50' 

5 51' 

6 44' 



12' 
7' 
38' 
21' 
57' 

23' 
7' 
9' 

23' 
4' 

56' 

15' 

2y 



Longitud. 



00 28' E. 

0*24'"e. 

1 8' E. 
O 55' E. 
O 30' E. 
O 27' E. 

2' E. 

1 19' E. 
O 2' E. 
.0 39' E. 
O 37' E. 
O 42' E. 

28' E. 

1 13' E. 



1 O' E 
1 8' E 
O 37' E. 
O 43' E. 
5' E. 
38' E. 
11' E. 
2' E. 



O 29' E. 

O 43'"e. 

O 41' E 

29' E. 

8' E. 

2' E. 

25' E. 

38' E. 

35' E. 



1 
1 

O 
O 
O 
O 
o 22' E. 



22' E. 
11' E. 
10' E. 
16' E. 

41' E. 

1 2' E. 
1' E. 

39' E. 



O 
O 



O 24' E. 
O 8' E. 
O 54' E. 



Altara. 
Metros. 



1,255 
1,744 

1,805 

912 
1,597 
1,319 
1,849 

124 
1,024 
1,960 
1,438 

925 
1,617 

980 



1,172 

2,780 

718 

600 

2,479 

1,500 

1,500 

1,958 

863 



973 
1.568 

331 
1,353 



1,459 
1,160 
1,443 

986 
1,925 
2,085 
2,338 
1,709 
2,010 
1,588 
1,038 

873 



1,874 
2,100 
2,560 



Tempe- 
ratura. 



230 
21 

20 
21 
21 
22 
20 
30 
22 
20 
21 
22 
20 
23 
17 



24 
14 
24 
24 
16 
21 
22 
19 
24 

24 
21 
25 
23 

21 
22 
21 
22 
20 
20 
17 
20 
20 
22 
23 
22 

20' 

19 

15 



Habi- 
tantes. 



16,048 
2,986 
5,172 
2,158 
2,321 
8,856 
.2,993 

273 
2,348 
5,226 

692 
11,255 
1,247 
4,447 
1,432 
1,341 
1,139 
2,234 
4,337 
3,264 
1,841 
2,142 
4,602 
2,834 
4,319 
2,453 

611 
2,765 

9,226 
3,400 
1,634 
2,234 
4,179 
8,026 
3,507 
4,205 
6,615 
' 1,634 
2,185 
1,594 
3,947 
106 
3,216 
3,011 
3,038 
5,566 
4,551 



* Aldea compuesta de Baja y Vetas. 

«* Este pueblo figura por equivocación en •! mapa del Magdalena, 




r-441 — 



Estado de Santander. 



Guadalupe 

Guane 

Guapotá 

Güepsa 

Hato 

Jesús María 

Jirón , 

Labateca 

La Cruz 

La Paz 

Limoncito 

Los Santos 

Macara vita 

Málaga 

Matanza 

Mogotes 

Molagavita. 

Mutiscua 

Ocamonte 

Ocaña 

Oiba 

Onzaga 

Palma , 

Palmar 

Palmas , 

Pamplona 

Páramo , 

Petaquero 

Piedecuesta 

Pinchóte 

Pueblonuevo 

Puente nacional 

Biachuelo 

Rionegro 

Bobada 

Eosario de Cúcuta 

Salazar de las Palmas 

San Andrés 

San Antonio 

San Benito 

San Calixto 

San Cayetano ,, 

San. Faustino 

San Gil 

San José de Cúcuta..., 

San Miguel 

San Pedro 

San Vicente 

Santiago... 

Servitá 

SUofl .... 

Simacota 

Suaita 

Suratá..- 

Teorama , 



Latitud 
Norte. 



eo 2* 
6 26' 



7 
7 
6 
8 
5 
8 
7 
7 
6 
7 
6 
7 



6 

7 



7* 
54' 
20' 
46' 
47' 

r 

52' 

4' 

54' 

33' 

21' 

31' 

40' 

16' 

32' 

7' 

9' 



6 
5 
6 
6 
6 
7 
7 
6 
7 
6 
6 
6 
7 
6 
6 
7 
6 
8 
6 
6 
8 
6 
6 
7 
6 
6 
6 
6 
8 

5 46' 

6 8' 
6 58' 
6 24' 



5' 
7' 
6' 
20' 
13' 
12' 
15' 
14' 
43' 
Í4' 



34' 
33' 
39' 
8' 
59' 
11' 
38' 
51' 
20' 
38' 
26' 
40' 



6 40' 

7 37' 



38' 
4' 



6 14' 

5 58' 



7 
8 



7' 
10* 



Longitud. 



O 
O 
O 
O 
O 
1 



1 
O 
1 
1 



O 
O 



1 

o 



0O20' E. 
29' E. 

25' B. 

13' E. 

24» B. 
3' E. 

35' E. 

24' B. 
48' E. 
10' E. 

22' E. 

35' E. 

4' E 

E 

O 42' E. 
O 42' E. 

54' E. 
6' E. 

35' E 
O 43? E. 
O 26' E. 

50' E 

56' E. 
O 26' E. 
O 27' E. 

13' E. 

32' E 
O 49' E. 
O 40* E. 
O 33' E. 
O 41' E. 
O"» 9'-E. 
O 38' E. 

36' E. 

26' E. 

31' E 

10' E. 

52' E. 

40' E. 

14' E. 

51' E. 

21' E. 

32' E. 

35' E. 

28' E. 
6' E. 

56' E. 

20' E. 

15' E. 
5' E. 
6' E. 

25' E. 

19' E. 

43' E. 

46' E. 



O 
O 
1 
1 
O 
O 

o 
o 
1 
1 
o 
1 
1 
o 
o 
1 
1 
1 
o 
o 
o 
o 



Altura. 


Tempe- 


Metros. 


ratura. 


1,640 


210 


1,008 


22 


1,000 


22 


1,511 


22 


1,300 


22 


1,927 


20 


563 


24 


1,496 


22 


1,405 


21 


1,896 


20 


129 


27 


1,294 


20 


2,765 


14 


2,212 


17 


1,605 


20 


1,705 


21 


2,151 


18 


2,010 


18 


1,400 


21 


1,165 


22 


1,395 


20 


1,999 


20 


9T2 


24 


875 


24 


1,100 


22 


2,303 


17 


1,353 


22 


1,980 


20 


1,009 


22 


1,238 


22 


1,611 


20 


1,608 


21 


1,510 


21 


967 


22 


967 


22 


348 


25 


852 


22 


2,074 


18 


1,451 


21 


1,428 


22 


'200 


25" 


150 


27 


1,099 


22 


294 


26 


2,680 


15 


500 


24" 


542 


24 


3,530 


16 


2,588 


15 


1,004 


22 


1,730 


21 


1,710 


21 


1,053 


25 



Habi- 
tantei. 



4,111 
8,597 
3,018 
2,189 
2,546 

14,548 
9,955 
4,604 
3:467 
3,477 
368 
2,428 
3,265 
5,805 
3,714 
7,046 
4,872 
1,682 
2,605 
6,104 
5,521 
8,963 
1,400 
2,243 
2,427 
8,261 
3,464 
2,499 
9,015 
2,559 
286 

11,956 
2,101 
3,894 
6,007 
4,497 
6,019 
9,997 
596 
3,168 
1,773 
1,805 
800 

10,038 

9,226 

3,736 

639 

88 

1,507 

853 

2,465 

6,436 

8,017 

. 2,012 
1,729 



.M 



— éé2 — 



Estado de Santander. 

Tequia , 

Toledo. 

Tona 

Umpalá 

Valle de Jesús 

Vélez 

Zapatoca 



Latitud. 
Norte, 



60 


30* 


7 


r 


6 


59' 


i 

• • • • 


• • 



6 14' 

5 54' 

6 35' 



Longitud. 



10 




E. 


1 


26' 


E- 




• • • 


46' 

• • • 


E. 



O 

o 
o 



35' E. 

8' E. 

27' E. 



Altura. 
Metros. 


Tempe- 
ratura. 


2,250 
1,62« 
2,280 

1,200 
2,190 
1,722 


« 170 
21 
18 

20" 

20 

21 



Habi- 
tantes. 

4,008 
1.Ó08 
1,281 
2,080 
4,468 
11,267 
^,016 



El Estado de Santander se halla situado entre 5^ '39' y 8° 53' de latitud 
Norte, y entre 0° 25' de longitud occidental y 1° 58' de longitud oriental del 
meridiano de Bogotá. 

Santander en 1870 tenia 425,427 habitantes. 



Estado del Tollina. 

Neiva 

Adrado 

Alpe '. 

Alpujarra 

Altamira 

Ambalema 

Ataco 

Buenavista 

Caguán 

Caldas 

Campoalegre 

Carmen 

Carnicerías 

Ceja ,. 

Coello 

Colombia .' ,... 

Coyaima 

Cunday 

Chaparral 

Dolores 

Elias d Naranjal 

Espinal 

Portalecillas 6 S. Antonio. 

Fresno 

Garzón 

Guadalupe 

Guagua 

Guamo 

Guarumo 

Guayabal 

Hato ó San Antonio 

Hobo 

Honda 

Ibagué 

íquira 

Jagua 

Jigante 

La Plata 



Latitud 
Norte. 



30 6' 
2 32' 



3 
3 
2 
4 
3 
5 
3 



2 
4 
2 
2 
4 
3 
3 
4 
3 
3 
2 
4 
3 
5 
2 
2 
3 
4 
5 
5 
2 
2 
5 
4 
2 
2 
2 
2 



22' 
33' 
22' 
45' 
43' 
43' 
4' 



57' 

9' 

46' 

8' 

16' 

36' 

54' 

5' 

51' 

40' 

21' 

10' 

12' 

12' 

80' 

20' 

8' 

2' 

34' 

1' 

25' 

52' 

ir 

27' 
56' 
28' 
40' 
35' 



Longitud. 


Altura. 


Tempe- 




Metros. 


ratura. 


10 0. 


468 


270 


1 22' 0. 


807 


26 


1 3' 0. 


370 


29 


49' 0. 


935 


25 


1 24' 0. 


1,092 


24 


46' 0. 


230 


29 


1 13' 0. 


466 


27 


28' 0. 


166 


27 


58' 0. 


502 
"558 


27 
27*" 


1 0. 


39' 0. 


371 


27 


1 24' 0. 


890 


25 


1 28' 0. 


1,348 


23 


48' 0. 


332 


28 


38' 0. 


1,610 


21 


1 2' 0. 


387 


28 


35' 0. 


475 


27 


1 16' 0. 


837 


25 


49' 0. 


1,536 


21 


1 29' 0. 


1,529 


21 


46' 0. 


339 


28 


51' 0. 


1,055 


24 


52' 0. 






1 15' 0. 


858 


26 


1 20' 0. 


1,000 


25 


1 8' 0. 


596 


27 


50' 0. 


342 


28 


28' 0. 


178 


27 


49' 0. 


282 


29 


1 27' 0. 


896 


25 


1 8' 0. 


632 


27 


39' 0. 


210 


29 


1 5' 0. 


1,299 


20 


1 19' 0. 


1,193 


24 


1 17' 0. 


616 


27 


1 12' 0. 


819 


26 


1 30' 0. 


1,007 


24 



Habi- 
tantes. 

8,332 
3,336 
4,884 
2,172 
1,027 
6,039 
1,308 

1,541 
2,551 
5,133 
2,170 
2,8i>3 

4,474 
3,070 
5,445 
2,436 
7,266 
3,771 
1,351 
8,625 
1,166 
1,323 
3,934 
1,720 
3,391 
9,193 

6,915 
4,243 
1,465 
3,718 
10,346 
2,068 
813 
5,427 
3,025 



44:3 — 



Estado dol Tollma. 



Lérida 

Líbano 

Manzanares 

Mariquita 

Melgar 

Méndez 

Miraflores T 

Naranjal 

Nátaga 

Katagaima 

Órganos 

Ortega 

Paicol 

Payandé 6 Caéllar 

Piedras , 

Pital 

Pitalito 

Prado 

Purificación 

Betiro 

San Agustin... 

San Luis 

Santa Ana 

Santa Librada 6 Suaza. . . 

Santa Eosa 

Santo Domingo 

Timaná 

Union 

Valle de San Joan... 

Venadillo .' 

Victoria 

Vülavieja 

Taguara 

■- 



Latitud 
Norte. 



4052 



r.o> 



6 

4 
6 
4 



ir 

11' 

1* 

14' 



2 
3 
3 
4 
2 
4 
4 
2 
2 
3 
3 
3 
2 
4 
5 
2 
4 



48' 

42' 

20' 

2' 

42' 

15' 

29' 

32' 

10' 

50' 

55' 

1' 

4' 

7' 

7' 

18' 

4' 



2 
3 
4 
4 
5 
3 
2 



16' 
17' 
11' 
41' 
18' 
21' 
56' 



Longitud. 



00 51' O. 



1 
O 
1 
1 
1 
O 
O 
1 
1 
O 

o 
1 
1 
o 



o 49' O. 

O 34' Ó. 

43' O. 

1 5' O 



30' O. 
59' O. 
15' O. 
4' O. 
25' O. 
56' O. 
49' O. 
24' O. 
38' O. 
49' O. 
49' O. 
16' O. 
50' O. 
57' O. 

51' O. 

1 24* O. 
O 45' O. 



1 82' O. 

O 58' O 

O 59' O. 

O 50' O. 

45' O. 

1 2' O. 
1 13' O. 



Altura. 
Metros. 


Tempe- 
ratura. 


675 


270 


'*547 


27" 


400 


27 


220 


29 


800 


27 


1,000 
580 


25'"* 
27 


950 


25 


457 


28 


820 


26 


715 


26 


340 


29 


1,000 
1,354 


25 
23 


359 


28 


369 


28 


985 


25 


1,634 
512 


21 

27 


995 


25 


966 


25 


343 


28 


1*,*()86 
610 • 


24" 
27 


610 


26 


300 


29 


675 


26 


365 


29 


609 


27 



Habi- 
tantes. 



5,679. 
1,382 
1,423 
2,094 
4,497 
1,036 
1,156 
909 

6,823 

7,655 
1,431 
994 
4,165 
3,053 
4,807 
2,155 
8,758 
1,852 

3,529 
2,641 
2,951 
2,847 
866 

4,5H 
3,072 

2,674 

4,042 

3,804 
3,726 



El Estado del Tolima se halla situado entre 1© 35* y 5» 44' de latitud 
Norte, y entre 0° 12' y 2© 20' de longitud occidental del meridiano de Bogotá. 
El Tolima en 1870 tenia 230,891 habitantes. 



Nota. — En caso de discordancia entre algunos de los datos 
de este cuadro y los que figuran en el texto de la obra, deben 
tenerse por más exactos los de este cuadro, el cual ha sido tra- 
bajado con todo el cuidado posible. 



ji 



— 444 — 
NOTA rNTEBESAIÍTE 

SOBRE EL VIAJE DEL INaBNIEBO FRANCISCO EEQUENA. 

"Conforme al artículo 15 del tratado de 1? de Octubre de 
1777, celebrado entre España y Portugal, una comisión mixta 
de los dos Gobiernos debia fijar los límites sobre el terreno 
para deslindar las posesiones de ambas coronas. El comisio- 
nado español Francisco Eequena para verificar la demarcación 
en lo tocante á las fronteras del Kuevo Eeino de Granada y de 
la Capitanía General de Venezuela, se reunió con los comisa- 
rios del Portugal y ejecutó con ellos exploraciones sobre, el 
Amazonas, y ya x)ara el mes de Setiembre de 1781, habia fijado 
un límite y colocado un marco piramidal de demarcación en la 
boca del rio Ya varí, que queda frente de Tabatinga. Otro tanto 
hicieron en la boca del caño Avatiparana, que es la más occi- 
dental de las aguas del Yupura ó Oaquetá. Los comisionados 
se, retiraron luego á la ciudad de Egas, situada cerca del Ama- 
zonas, á fin de preparar la expedición que debia remontar el 
Yupura para determinar hasta dónde debia de ser común á 
ambas naciones la navegación de este rio y tomar luego, en 
cuanto fuese posible, una línea natural en dirección del ÍTorte 
para poner á cubierto los establecimientos portugueses sobre 
el Eionegro y la comunicación que tenían éstos entre el Yupura 
y el líí'egro. 

"Según el diario de Eequena los comisionados reunidos salie- 
ron de Egas el 21 de Febrero de 1782, y entrándose por la boca 
principal del Yupura, el 2 de Marzo se hallaron enfrente del 
lugar en donde se desprende el brazo Avatiparana. De allí 
en adelante debia ser pues común á las dos monarquías la 
navegación del Yupura hasta el punto que se conviniese. El 
7 de Marzo, antes de llegar al pequeño pueblo de San Joaquín 
dePerumas, encontraron la boca del cañoPuapuna, que en con- 
cepto de los prácticos comunicaba con el Eionegro 5 pero ni 
siquiera se pensó en registrarlo. El 16 de Marzo vieron hacia 
la proa y en lontananza un cerro del pequeño raudal de Mirí, 
cerro que tuvieron en los dias siguientes siempre enfrente. El 
21 se hallaban en la boca del rio Apopóris, que viene del Norte. 
ívii "í^l comisionado español Eequena sostuvo que hasta allí no 
más podía navegarse el Yupura, y que se debía explorar ese 
rio y sus afluentes para ver cuál era más cómodo para la de- 
marcación hacia el Norte, á fin de poner á cubierto los estable- 
cimientos portugueses sobre el Eionegro. La comÍBion portu- 
guesa. inst6 para que se explorase ' el Yupura hasta el salto 
grande, y se entrase después a examinar el rio de los Engaños. 
Eequena sostuvo que seria nulo lo que se hiciese en el rio de 
los Engaños ^i en el Apopóris no se ejecutaba igual examen, y 
fueron otorgados los correspondientes instrumentos sobre esta 
resolución. 



— 445 — 

"El 25 del mismo mes de Marzo siguieron las dos expedicio- 
nes Yupura arriba, y el 26 llegaron al pié del cerro que habían 
divisado desde el 16, el cual está enfrente del raudal de Mirí, 
que se pasó. El 28 hallaron el raudal grande de Cupatí,' en 
don^e gastaron 13 dias en pasar todas las embarcaciones de 
tropa y los víveres. El 10 de Abril siguieron navegando ^1 Yu- 
pura, y el 12 estuvieron en el nnevo pueblo de Tabocas. Al 
otro dia siguieron y encontraron el 20 unos ranchos de indios 
omaguas ó guaques. El 27 á medio dia llegaron á la boca del 
rio de los Eu ganos distante pocas leguas del randal ó salto, 
término en donde la comisión debia dejar el reconocimiento del 
Yupura, según la escritura de convenio. 

"Apenas estuvieron el 29, á causa de la fuerza déla corrien- 
te, al pié del gran salto que los indios llaman Huhiyá. Eequena 
dice que ^ aquel paso no es sino un estrecho j)ongo por donde 
l>asa el rio con mucha velocidad por un plano bastante inclina- 
do, con rocas y peñascos, del ancho de 50 varas y de 2 leguas 
de largo y con murallas naturales de 100 varas de altura ; que 
á las 6 leguas de distancia hay otro casi igual, y después el rio 
es manso.' 

" El 30 de Abril entraron en el rio de los Engaños, bajando 
en dos horas por el Yupura el trecho que habían gastado dos 
dias en subir. El 1? de Mayo navegaban en el rio de los Enga- 
ños y el 8 tropezaron con una cascada, que es un paso esta^- 
cho de 3 leguas do largo y de un ancho bastante desigual, de 

25 á 50 varas, en donde las aguas tieneil mucha velocidad. 
El 19 de Mayo les dijeron los indios que el rio de los Engaños 
«e llamaba Yarí. El 21 se hallaban en la boca del rio Mesav, 
que tiene más corriente que el de los Engaños. Se dejó éste y 
se navegó en aquél. Pasaron el 24 tres pequeños raudales. El 

26 dejaron en la parte del Forte el rio Yaviyá, que mandaron 
explorar por una partida, y el 2S se hallaron en la boca del 
rio Cuñaré, que entra en el Mesay por el Norte. El 29 continuó 
la exploración por el Cuñaré y eu la tarde encontraron la boca 
•de otro rio que viene de la derecha, llamado Amu. El 30 si- 
guieron por el Cuñaré. El 31 tenia el rio mucha corriente. (Este 
mismo en verano forma raudales que no se pueden pasar). A las 
dos de la tarde se hallaron en un salto ó cascada en donde, 
cortado el rio por un brazo de piedra en toda su anchura, les 
impidió el paso. 

" El 6 de Junio se emprendió la retirada hacia el Yupura: 
el 8 estaban en el rio de los Engaños y el 13 tomaban por el 
Yupura abajo.- El 7 de Junio estaban frente de la boca del rio 
Miritiparaua, desde el cual, en un día, se va hasta el Ax)opóris. 

" El 22 empezaron á navegar este rio, rumbo al Korte, y el 
23 dejaron el rio Tarairaparana, que viene de la derecha, con 
ánimo de examinarlo después. Por la ta;rde encontraron la 
laguna Motusuari, que les pareció ser un derrame del Apopó- 
ris^ se mandó explorar, y se creyó que era un rio que venia del 
liTorte. Navegaron dos dias más y llegaron á una ranchería 



— 446 — 

de los indios curatus. Fué entonces cuando las enfermedades 
no solo de los astrónomos portugueses sino de los soldados é 
indios conductores de las embarcaciones, les hicieron renunciar 
á toda ulterior exploración y regresaron a Egas sin haber fijado 
ninguna línea. 

"Eequena volvió á Quito en 1783, después de haber instado 
inútilmente para que se mandase hacer una nueva exploración^ 
y no consiguió que se le diesen los mapas ni se le indicase 
cuál era el punto de comunicación entre el Tupura y el Negro 
de que se servían los portugueses en 1750." — Codazzi. 



ÍÍ^OTA 



SOBRE LA PARTE DEL MAPA BE LA AjtóRlCA MERIDIONAL. 
PUBLICADO EN 1775 POR EL GEÓGRAFO D. JUAN DE LA 

CRUZ CANO Y OLMEDILLA. 

*^La parte de este mapa se ha puesto en el mapa del Caquetá 
para demostrar que en la época en que se publicó creian los 
geógrafos españoles que el Caquetáy el Patumayo se comuni- 
caban por un brazo llamado Jaaia, y que el mismo Caquetá 
comunicaba más abajo con el Kionegro por medio del rio Pada- 
vida, cuyo brazo se creia ser el Orinoco. 

"Hay un letrero que dice: ''Eio Caquetás que todos los geó- 
grafos tomaron j^or el rio Orinoco^ aunque más abajo se llama 
Yuinira!^ Hay también en donde se figura la comunicación del 
Caquetá con el Eionegro por el Padavida, la nota siguiente: 
' Los i)ortugueses del gran Para lu'etenden haber comunicado 
con el Orinoco por el Rionegro, año de 1743 ; pero según el 
mapa inédito de los señores Solano, Doz y Guerrero no pudie- 
ron llegar á él y mucho menos navegando el Caquetá, sin inter 
narse en alguno de los rios Padavida, Pimichin, Temi, Atacavi, 
caño de Atabapú ó brazo Casiquiare, lo que no es posible.'^ 

"Hé ahí, á mi modo de ver, i^uesto en claro por qué los comi- 
sarios portugueses se empeñaron en subir el Yupura hasta el 
gran salto y luego en internarse en el rio de los Engaños y 
sus afluentes, creyendo sin duda que encontrarían la comuni- 
cación con el Rionegro. Si hubiese existido ésta, como la pone 
el mapa de Olmedilla, entonces habrían tomado el Rionegro 
abajo y se habrían apoderado de todo él y de los fuertes de San 
Carlos y de San Felipe, haciendo creer que aquella era la comu- 
nicación ó el canal de que se servían antes de 1750, y de que se 
habla en el tratado de aquel año 5 pero viendo que por la direc- 
ción del rio de los Engaños y por los raudales insuperables 
de éste, así como por la dirección de los rios Mesay y Cuñaré 
y de sus muchos raudales, no era posible hallar ia buscada 
comunicación, desistieron entonces y pasaron á reconocer^ el 



— 447 — 

Apopóris, con el mismo fin de encontrar el brazo de comuni- 
cación con el Eionegro. Por la dirección del Apopóris y los 
grandes raudales que tenia éste también, quedaron persuadi- 
dos sin duda de la no existencia de la tal comunicación. Las 
enfermedades de que fueron atacados en esta última incur- 
sión, los hizo volver á Egas, su cuartel general, sin querer ha- 
cer nuevas exploraciones. 

"En las descripciones del Oaquetáy del Putumayo se hace 
ver el error en qué estaban antiguamente respecto de las pre- 
tendidas comunicaciones, que aunque ciertamente las habia 
eran por ríos que tenian que dejar para tomar caminos de tierra 
y llegar á otros ríos, á fin de ir del Caquetá al Putumayo. 

"En cuanto á la comunicación del Caquetá ó Yupura con el 
EionegTo, podia efectuarse entre el Apopóris y el Taraira y 
pasar por un arrastradero al Tequie, que cae al Yaupes, tribu- 
tario del Eionegro^ pero muy lejos de sus establecimientos y 
cojí un rodeo de más de 200 leguas. La que ellos usaban en- 
tonces era por las lagunas de Maraqiü y Cumapí, que comuni- 
can el mismo Eionegro por el Yumbassi, via por la cual llega- 
ban más pronto á sus establecimientos; pero siempre muy abajo 
de las fortalezas españolas de San Felipe y de San Carlos, que 
eran al x)arecer las que apetecían. Por esta razón no entrega- 
ron á Tabatinga, y la tuvieron como en rehenes hasta tanto 
que se hubiese dilucidado la cuestión de la línea quedebia 
llegar á los montes que se hallan entre el Orinoco y el Ama- 
zonas. 

"ComoenÍ750 no llegaban los establecimientos portugueses 
á la boca del Cababurí sino solo á la de Eioblanco, según el 
mapa del Yirey Abascal, habría sido un absurdo subir el Yu- 
pura más de 100 leguas para buscar un canal á Eionegro, 
supuesto que lo tenian á la mano y muy fácil, pues por la lagu- 
na precitada de Cumapí y por el Yurubassi (y en las crecientes 
por la laguna Maraquí) se pasaba en embarcación al mismo 
Yurubassi, como lo ha explicado La Condamine en su viaje 
por el Amazonas.'^ — Codazzi. 



Censo general de la población de la Kueva Granada en 1825. 

Provincias. Habitantes. Provincias. Habitantes. 

Antioquia 104,253 Panamá 66,119 

Bogotá 188,695 Pasto ^ 27,325 

Buenaventura ..... 17,684 Popayan 87,519 

Cartagena 120,663 Eiohacha 11,925 

Casanare 19,080 Santamarta 44,395 

Chocó 17,250 Socorro 135,081 

Mariquita 51,339 Tunja 189,682 

Néiva 47,157 Veragua 33,962 

Pamplona 66,126 

Total 1.223,598 



— 448-- 

X 

La ley de 18 de Abril de 1826 creó la provincia de MompoB 
con cantones de las provincias de Santamarta y de Cartagena. 
La ley de 26 de Marzo de 1832 creó la provincia de Vélez con 
dos cantones de la del Socorro y uno de la de Tunja. 

La ley de 18 de Mayo de 1835 creó la provincia del Cauca 
con algunos cantones de la de Popayan y varió los límites de 
las de Buenaventura y de Pasto. * 



Censo general de la población delaKueva Granada en 1835. 

PROVINCIA DE ANTiOQUiA. 158,017 habitantes. 

Cantones. — Medellin, Antioquia, Marinilla, Nordeste, Rio- 
negro y Santa Bosa. 

PROVINCIA DE BOGOTÁ. 255,569 habitantes. ' 

Cantones. — ^Bogotá, ** Cáqueza, Chocontá, Funza, Fusagasu- 
gá, Guaduas, La Mesa, San Martin, Tocaima, XJbaté y Zipaquirá. 

PROVINCIA DE BUENAVENTURA. 31,920 habitantes. 

Cantonas.' — Cali, Iscuandé, Micay, Eaposo y EoldaniUo. 

PROVINCIA DE CARTAGENA. 130,324 habitantes. 

Cantones. — Cartagena, Barranquilla, Corozal, Chinú, Lo- 
rica, Mahates, Sabanalarga, San Andrés y Soledad. 

PROVINCIA DE CASANARE. 15,948 habitantes. 

Gantones.-Vorej Arauca, Chire, Macuco, Nunchíay Taguana. 

PROVINCIA DEL CAUCA. 50,420 habitantes. 

Cantones. — Buga, Anserma, Cartago, Palmira, Supla, Toro 
y Tuluá. 

PROVINCIA DEL CHOCÓ. 21,194 habitantes. 

Cantones. — Atrato y San Juan. 

PROVINCIA DE MARIQUITA. 79,721 habitantes.! 

Cantones. — Honda, Esi)inal, Ibagué, Mariquita y Palma, 

PROVINCIA DE MOMPOS. 47,557 habitantes. 

Cantones. — Mompos, Magangué, Majagual, Ocana y Simití. 



• Gaceta de la Nueva Granada, número 211, de 11 de Octubre de 1835. 

»* El censo de 1835 dio & la ciudad de Bogotá 51,038 habitantes. Un 
censo que fué levantado en 1807 y quejno fué aprobado oficialmente di<J á la 
misma ciudad 22,870 habitantes. 



■ 



— 449 — 

PEOVINCIA DE NEIVA. 77,452 habitantes. 
Cimtones. — ^Neiva, Guagua, Plata, Purificación y Timaná. 

PROVINCIA DE PAMPLONA. 99,610 habitantes. 

Cantones. — ^Pamplona, Bucaramang^, Concepción, JiroUi 
Málaga^ Piedecuesta, Eosario, Salazar y San José. 

PEOVINCIA DE PANAMÁ. 72,665 habitantes. 

Cantones. — ^Panamá, Chorrera, Darien, Los Santos, Nata y 
Portobelo. 

PEOVINOIA DE PASTO. 58,589 habitantes. 
Cantones. — ^Pasto, Barbacoas, Tumaco y Túquerres. 

PEOVINOIA DE POPAYAN. 47,506 habitantes. 
Cantones. — ^Popayan, Almaguer y Caloto. 

PROVINCIA DE BiOHACHA. 14,801 habitantes. 

/ 

Cantones. — ^Biohacha y San Juan. 

PEOVINOIA DE SANTAMAETA. 46,587 habitantes. 

Cantones. — Santamarta, Ciénaga, Chiriguaná, Plato, Tene^ 
rife y Valle Dupar* 

PEOVINOIA DEL socoEEO. 114,513 habitantes. 

Cantones. — Socorro, Barichara, Charalá, Oiba, San Gil y 
Zapatoca. 

PEOVINOIA DE TTTNJA. 238,784 habituantes. 

Cantones. — ^Tunja, Cocuy, Garagoa, Leiva, Santa Bosa, Soa- 
tá, Sogamoso y Tenza. 

PEOVINCIA DE VÉLEZ. 83,418 habitantes. 

Ca/ntones. — Vélez, Chiquinquirá y Moniquirá. 

PEOVINCIA DE VBEAGUA. 42,514 habitantes. 

Cantones. — Santiago y Alanje. 

Provincias 20. Cantones 110. Población 1.687,109. 

29 



* 



— 4B0 — 



Censo general de la población de la Nueva Granada en 
1851. 



PEOVINCIAS. 

Antioquia 

Aziíero 

Barbacoas 

Bogotá 

Buenaventura., 

Cartagena 

Casanare 

Cauca 

Córdova 

Cundinamarca. . 

^Chiriquí 

Chocó 

Mariquita 

Medellin 

Mompos 

ífeiva 

Ocaña 

Pamplona 

Panamá. ..r*,,., 

Popayan. •»,,,, 
Biohacha ,,,.., 
Sabanilla . . A , , 
Santamarta . • . , 

Santander 

Socorro 

Soto 

Tequendama . . . 

Tundama 

Tunja 

Túquerres 

YaUedupar. 

Yélez 

Veraguas 

Zipaquirá 

TEBRITORIOS. 



Caquetá-, 
Goajira . . 



Gaitones 


HaMüntes. 


Electora. 


3 


75,053 


68 


2 


34,643 


31 


4 


26,519 


23 


6 


139,928 


128 


3 


31,150 


23 


9 


116,593 


117 


5 


18,573 


27 


7 


70,748 


75 


3 


90,841 


82 


3 


91,326 


82 


2 


17,279 


16 


2 


43,649 


41 


5 


84,770 


76 


3 


77,491 


64 


4 


30,207 


31 


6 


103,003 


86 


1 


23,450 


26 


4 


62,990 


52 


8 


52,322 


48 


1 


27,620 


25 


3 


77,105 


66 


2 


17,354 


15 


3 


35,357 


33 


6 


36,485 


39 


3 


21,282 


21 


7 


157,085 


147 


3 


54,767 


53 


3 


54,876 


48 


6 


29,605 


27 


5 


141,483 


131 


2 


43,107 


35 


2 


14,032 


18 


4 


24,663 


23 


1 


33,864 


30 


3 


73,032 


65 


• • 


3,676 


w • 


« • 


« • • 


• m 



UBICACIÓN. 



Estado de Antioquia* 
E. de Panamá. 
E. del Cauca. 
E. de Cundinamarca. 
E. del Cauca. 
E. de Bolívar. 
E. de Boyacáw 
E. del Cauca. 
E. de Antioquia. 
E. de Cundinamarca. 
E. de Panamá. 
E. del Cauca. 
E. del Tolima. 
E. de Antioquia. 
EE. Bolívar y Magdalena. 
E. del Tolima. 
Santander y Magdalena. 
E. de Santander. 
E. de Panamáto 
E¿ del Cauca» 
Id. id. ' 
E« del Magdaleno^ 
E. de Bolívar. 
E. del Magdalena^ 
E. de Santander. 

Id. 

Id. 
E. de Cundinamarca* 
E. de Boyacá. 

Id. 
B. del Cauca. 
E. del Magdalena. 
Boyacá y Santander. 
E. de Panamá. 
E. de Cundinamarca. 



E. del Cauca. 
E. del Magdalena. 

Los cantones de la provincia de Antioquia eran : Antio- 
quia, Santa Eosa y Sopetran. 

Los de la provincia de AzuERó : Los Santos y Pavita. 



Los de la de Babbacoás: Barbacoas^ Iscuandéy Micay y 
Tumaco, 

Los de la de BoaOTÁ : Bogotá^ Cáqueza^ Facatativá^ Funísay 
Chiaduas y San Martin, 

Los de la de Buenaventura : Galij Raposo y Boldanillo. 

Los de la de Cartagena : Cartagena^ Carmen^ Ciénaga de 
OrOy Corozaly Ghinúj Lorica^ Máhates^ San Andrés y Sincelejo.. 

Los de la de Casanare : Pore, Arauca^ Chire^ Kunchia y 
Taguana. 

Los de la del Cauca : Buga^ Ansermas^ CartagOj Palmira^ 
Supia, Toro y Tuina. 

Los de la de Córdova : Rionegro. Marinilla y Salamina. 

Los de la de Cúndinamarca: Ghocontdy Guateque y TTbaté. 

Los de la de Chiriquí : Alanje y Bocas del Toro. 

Los de la del Chocó : Atrato y San Juan. 

Los de la de Mariquita : Ihagué^ Ambalema^ Gastrolarma^ 
Espinal y Honda. 

Los de la de Mbdellin ; Med-elUn, Amaga y Nordeste. 

Los de la de Mompos : MompoSj Maganguéy Majagual y 
Simití. 

Los de la de Neiva : Neiva^ Óigante^ Occidente^ La Plata^ 
Purificación y Timand. 

Los de la de Ocaña : Ocaña. 

Los de la de Pamplona : Goncepcionj Fortoul y Mdlaga. 

Los de la de Panamá : PoAia^ná, GhágreSj Ghorrera^ Darien^ 
Natáj PortohelOj Soto y Taboga. 

Los de la de Pasto : Pasto. 

Los de la de Pop atan : Popayan, Gáldas y Santander. 

Los de la de Eiohacha : Riohacha y Gesar. 

Los de la de Sabanilla ; Barranquilla^ Sabanalarga y 
Soledad. 

Los de la de S antamarta : Santamarta^ GiéMtga^ Plato j 
Remolino y Tenerife. 

Los de la de Santander : San José^ Rosario y Salojzar. 

Los de la del Socorro : Socorro^ Barichara^ Gharaldy Jor- 
dán^ Oiha, San Gil y Zapatoca. 

Los de la de Soto : Piedecuesta y Jirón. 

Los de la de Tequendama : La Mesa^ Fusagasmgd y to- 
iíaima. 

Los de la de Tundama : Santa Rosa de ViterbOj Cocuy ^ Ri- 
caurtCy Soatá y Sogamoso. 

Los de la de Tunja : Tunja^ Oaragoa, Leiva^ Miraflores y 
Ramiriqui. 

Los de la de Túquerres : Túquerres é Ipiales-. 

Los de la de Yalle Ditpar: Valledupar y Ghiriguuná. 

Los de la de Vélez : Yélez,, Ghiquinquird y Moniquird. 

Los de la de Veraguas : Santiago. 

Los de la de ZlPAQumÁ : Zipaquird, Quatavita y La Palma. 



— 452 — 

Total de habitantes 2.243,837 

Id. de electores 2,037 

Id. de provincias * 35 

Id. de territorios 2 

Id. de cantones 131 

» 

En ese mismo ano habia en la Eepública 816 distritos y 70 
aldeas. 

Las aldeas eran : en el Estado de Ántioquia, Carmen, Ca- 
noas, Canean, Cocorná, Cruces, Higueron, La Plata, Kechí, 
Piedras, San Bartolomé, San Mateo, San Sebastian, Soledad 
y Velilla. 

En el de Bolívar : Arroyohondo, Arroyo de piedra, Barran- 
cavieja, Buenavista, Nervití, Poloniievo, Providencia, San 
Agustin, San Basilio, San Cayetano y San Marcos. 

En el de Boyacá: Acero, Barroblanco, Cuiloto, Eecetor^ 
San Pedro y Taguana. 

En el Cauca: Cajamarca, Mayasquer, Pavas, Panga, Turbo 
y Yurmanguí. 

'En el Magdalena: Chorrera, Marocaso, San Antonio de 
Cototama, San Miguel, Soldado, Eosario, IJrumita y Venados. 

En Panamá: Bocachica, Bolaño, Bugabo, Caldera, Chapi- 
gana, Chiman, G.arachiné, Molineca, Pacora, Ponuga, Saboga, 
Santafé, Santa María, San Miguel, Tucutí y Tranquillas. 

En el de Santander : Barranca-bermeja, Pedral, San Ca- 
lixto, San Pe<lro y San Vicente. ' 

En el del Tolima : Miraflores, Nátaga, órganos y Victoria. 



El número de provincias llegó á 36 en 1853, á saber: 
Antioquia,. Azuero, Barbacoas, Bogotá, Buenaventura, 
Cartagena, Casanare, Cauca, Córdova, Cundinamarca, Chiri- 
quí. Chocó, García-Eovira *, Mariquita, Medellin, Mompos, 
Keiva, Ocaña, Pamplona, Panamá, Pasto, Popayan, Eiohacha, 
Sabanilla, Santamarta, Santander, Socorro, Soto, Tequendama, 
Tundama, Tunja, Túquerres, Valledupar, Vélez, Veraguas 
y Zipaquirá. 

Posteriormente fueron refundidas en la provincia de An- 
tioquia las de Medellin y Córdova. Eñ la de Pamplona las de 
Santander, García-Eovira y Soto. En la de Pasto las de Tá- 
querres y Barbacoas. En la de Bogotá las de Tequendama, 
Cundinamarca y Zipaquirá. En la de Mompos la de Ocaña y 
en la de Santamarta la del Valledupar. 



gina 125 



Esta provincia fué omitida en la ennn\eracion que se hizo en la pá- 
25. 



— 4B3 — 

En nn Ajcto adicional á la Constitución de 1853, de 27 de 
Febrero de 1856 fué creado el Estado federal de Panamá con 
las provincias de Azuero, de Clüriquí, de Panamá y de Ve- 
raguas. / 

• La ley de 11 de Junio de 1856 erigió en Estado federal la 
antigua provincia de Antioquia. v 

La ley de 13 de Mayo de 1857 creó el Estado de Santander 
con las antiguas provincias de Pamplona y del Socorro, con 
el cantón Vélez de la provincia del mismo nombre (Que se 
componía de los pueblos siguientes : Vólez, Aguada, Bolívar, 
Chipatá, Flores, Guavatá, Güepsa, Jesús-María, Paz, Puerto- 
nacional y San Benito ). El cantón Vélez en 1851 tenia 64,024 
habitantes. También le fueron dados al Estado de Santander 
los pueblos siguientes: Aspasica, Brotaré, Buenavista, Carmen, 
Convención, La Cruz, Ocaña, Palma, Pueblonuevo, San Anto- 
nio, San Calixto, San Pedro y Teoramadela antigua provincia 
de Ocaña. 

Finalmente, la ley de 15 de Junio de 1857 dividió el resto 
del territorio de la Eepública en cinco Estados más, así : 

El del Cauca compuesto de las provincias de Buenaven- 
tura, Cauca, Chocó, Pasto y Popayan, del territorio del Caquetá 
y délos distritos de Huila, Inzá y Páez de la antigua provincia 
de Neiva. 

El de Cundinamarca, compuesto de las antiguas provincias 
de Bogotá, de Mariquita y de Keiva. 

El de Boyo/cá^ compuesto de las de Gasanare, Tundama, 
Tunja y Vélez, menos el cantón del mismo nombre de esta 
última provincia, el cual habia sido dado á Santander. 

El de BoUvar^ compuesto de las provincias de Cartagena' 
y de Sabanilla y de la parte occidental de la de Mompos. Esta 
parte comprendía los pueblos siguientes de la banda izquierda 
del rio Magdalena : Mompos, Barranco, Hatillo, Loba, Marga- 
rita, Pinillos, San Femando, Talaigua, Magangué, Guaso. Ee- 
tiro, San Sebastian, Sucre, Tacasaluma, Yatí, Majagual, Achí, 
Algarrobo, Palmarito, Simití, Morales, Norosí, Eioviejo y San 
Pablo. 

El del Magdalena^ compuesto de las provincias de Eioha- 
cha y de Santamarta, del territorio de la Goajira y de los pue- 
blos siguientes de la antigua provincia de Ocaña: Aguachica, 
Angeles, Loma de Corredor, Loma de Indígenas, Eio de OrO) 
Simaña y Tamalameque. 

El Estado del ToUma fué creado por nn decreto dictatorial 
de 12 de Abril d^ 1861, para lo cual fué segregado del Estada 
de Cundinamarca el territorio que habia form^o eñ otro tiem- 
po las provincias de Feiva y de Mariquita. 



Censo general de la población de los Estados Unidos de 
Colombia en 1870. 






— 45á — 



DIVISIÓN TERBITOBIAL. 



EBTABO DK ANTIOQUIA. 

365,974 habitantes. 
Departamentos. 

Centro 124,634 

Oriente 65,886 

Occidente 28,702 

H^orte 58,735 

Sopetran , , 25,403 

Sur -.... 62,614 

ESTADO DE BOLÍVAB» 

241,704 habitantes* 
Provincias. 

Cartagena 34,303 

Barranquilla* 25,993 

Carmen. 18,546 

Corozal . 16,121 

Chinú 24,172 

Lorica 28,782 

Magangué 16,946 

Mompos , 22,499 

Babanalarga , 24,654 

Sincelejo. 29,688 

ESTADO DE BOYACÁ. 

472,475 habitantes. 
Departamentos. 

Centro 104,570 

Occidente. 93,156 

Oriente 71,978 

Tundama 115,073 

Korte 85,113 

Nordeste 12,984 

ESTADO DEL CAUCA, 

435,078 habitantes. 
Municipios* 

Atrato. 14,130 

Barbacoas 22,527 

Buenaventura 20,920 

Buga 20,395 

Caldas 28,986 

Cali 22,036 



Obando 33,85é 

Palmira 22,877 

Pasto 49,787 

Popayan 62,741 

Quindío 23,406 

Santander 19,751 

San Juan 27,213 

Toro 22,286 

Tuluá 17,732 

Túquerres 30,601 

Caquetá. , ^ . , . - 6,854 

ESTADO DE CUNDINAMABCA^ 

409,602 habitantes. 
Departamentos. 

Bogotá 111,043 

Facatativá 95,324 

Tequendama , 63,631 

Ubató , 70,858 

Zipaquirá. 78,746 

ESTADO DEL MAGDALENA. 

85,255 habitantes. 

D^artamentos. 

Santamarta. , 25,301 

Padilla 17,316 

Tenerife 16,938 

Guatapurí 12,211 

Banco 13,489 

ESTADO DE PANAMÁ. 

220,502 habitantes. 
Departamentos. 

Coclé \ 36,827 

Colon , . 14,656 

Chiriquí., ^^,.,..^.. 85,783 

Los Santos. .>.... 37,843 

Panamá 22,302 

Veraguas 36,239 

Comarcas. 

Balboa 3,220 

Bocas del Toro • 6,250 

Darien. 9,694 



** Esta comarca 86 componía en 1870 délas islas que siguen : Bocas del 
Toro,.Boca« del Drago, Cocoquí, Cricanola, Crininquí, Oíd Bank, Fish Creak, 
Nancesquí, Bio-Caña, W. River y Blue Field. 



— 465 — 



Dktritos. 
Panamé tl8,868 

BSTADO DE SANTANDEB. 

425^427 habitantes* 
Departamentos, 

Cúcuta 84,776 

García-Eovira. 55,947 

Guanentá 73,781 

Ocaña 27,136 

Pamplona 25,663 

Soto 50,711 

Socorro — 87,581 

Vélez 69,832 



ESTADO DEL TOLIMA. 

230,891 habitantes. 

Departamentottj, 

Primero 27,127 

Segundo 47,226 

Tercero 54,889 

Cuarto 43,878 

Quinto 33,476 

Sextt)-* 24,295 

TEBBITOBIOa 

Bolívar. 

Oasanare 8,685 

San Andrés y Provi- 
dencia 3,488 

San Martin 4,056 



Cuadro comparativo de la población de Colombia según 
los censos de 1843, 1851 y 1870. 

1843. ^ 1851. Anmenk 187(1 imnetito^ 

Antíoquia .... 189,534 225,081 35,547 865,974 140,893 

Bolívar. 191,708 167,067 241,704 74,637 

Boyacá..»*^,- 331,887 375,930 44,043 498,541 122,611 

Oauca ....•,.*• 268,607 304,698 " 36,091 435,078 130,380 

Cundinamarca. 279,032 318,266 39,234 413,658 95,392 

Magdalena.... 62,411 55,542 88,928 33,386 

Panamá 119,697 128,897 9,200 224,032 95,135 

Santander-.-. 306,255 374,228 67,973 433,178 58,950 

Tolima 183,148 187,267 4,119 230,891 43,624 

Totales..-. 1.932,279 2.136,976 236,207 2.931,984 795,008 



FIN. 



f En aquel año había avecindados en la ciadad de Panamá 3;160 ex- 
tranjeros. 



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3 2044 056 290 636 



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