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HARVARD COLLEGE
LIBRARY
latín AMERICAN COLLECTION
FROM THE FUND
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ARCHIBALD CARY COOLIDGE, '87
AND
CLARENCE LEONARD HAY, *08
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geografía general i
FÍSICA y POLÍTICA
' I
DE LOS
ESTADOS UHIDOS „DE COLOMBIA
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geografía particular
DE LA CIUDAD DE BOGOTÁ
POR
FELIPE PÉREZ,
MIEMBRO DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA DE PARÍS.
TOMO PRIMERO.
BOGOTÁ.
IMPRENTA DE ECHEVERRÍA HERMANOS.
18 8 3.
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Harvard Coltdga Library
Clft of
Arohibald Cdrv Coolidg#
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Ciaranoa Laonard Hay
April 7, 1909.
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PRÓLOGO.
•«♦r-
. Bogotá, Febrero de 1883.
Aunque el Congreso de la Nueva Granada había
ordenado desde el ano de 1839 que se hiciese levantar
la carta geográfica de la República, multitud de circuns-
tancias lo habian impedido. La primera Administración
del General Mosquera se ocupó de este asunto, pero no
\ fué sino hasta 1849 (primer año de la Administración
del General López) que se dio principio á levantar
dicha carta, *
Gonfiósele este trabajo al Coronel de ingenieros
señor Agustin Codazzi, Lispector del Colegio militar de
Bogotá, sugeto conocido en el mundo científico por su
carta general y atlas de Venezuela. Codazzi debía reco-
rrer el territorio de la República durante seis años y
levantar la carta general de ésta y la particular de cada
una de sus provincias. El Gobierno, que no quiso aho-
rrar gastos ni diligencia en la realización de una obra
tan importante, ademas de Codazzi — que figuraba como
Jefe de la Comisión Corográfica — encargó al señor Ma-
nuel Ancízar de complementarla con la redacción de un
texto que diese á conocer la geografía física y política
del pala El Gobierno obró en esto acertadamente, pues
Ancízar aunque duró poco tiempo en la Comisión con-
tribuyó mucho al buen éxito de ella. La " Peregrinación
de Alpha/' libro de gráficas descripciones del suelo y
de las costumbres colombianas, es uno de nuestros
monumentos literarios.
Posteriormente fueron agregados á la Comisión el
señor José Gerónimo Triana en calidad de botánico y
el señor Carmelo Fernández en la de dibujante. La falta
* li&j Si de 29 de Mayo de 1849.
TT
de Ancízar la suplió el señor Santiago Pérez, y luego
reemplazaron á Fernández sucesivamente los señores
Enrique Price y Manuel María Paz.
Los seis años calculados pai'a la realización de los
trabajos fueron insuficientes, ya por lo numeroso de las
provincias, ya por lo dilatado y desierto de muchas de
ellas. Codazzi empleó diez, y á pesar de eso la obra
quedó truncada pues éste murió en el Espíritu-Santo
al empezar los trabajos relativos á los Estados del Mag-
dalena y de Bolívar. Mas no solo por eso fué sentida la
muerte del Jefe de la Comisión Corográfica : lo fué tam-
bién porque si era fácil encontrar otro hombre tan enten-
dido como él en materias geográficas, no era hallarlo
tan laborioso, tan infatigable, tan sereno en los peligros
del desierto, tan habituado á vivir en las selvas y en los
bosques, ni tan amigo de esa naturaleza primitiva é in-
grata que acabó al fin con su organización de hierro.
Después de la muerte de Codazzi el Grobiemo quiso
utilizar los trabajos de éste y celebró para ello un con-
trato en 1859 con los señores Manuel Ponce y Manuel
María Paz, y hasta quiso completarlos mandando á las
costas atlánticas de Colombia al matemático señor
Indalecio Liévano. Obstáculos inesperados hicieron,
empero, aplazar la ejecución de este propósito.
En 1861 el General Mosquera perfeccionó el con-
trato iniciado con los señores Ponce y Paz y me encargó
á mí de la redacción del texto de la geografía de la Re-
pública.
Tal es en compendio la historia de la Comisión Co-
rográfica, la más importante y la más útil de cuantas ha
organizado la Nación con algún objeto científico.
Antes de que se organizara en el país la Comisión
Corográfica la geografía nacional estaba muy atrasada.
Su punto de partida hablan sido las noticias equivoca-
das y exageradas de los descubridores y cronistas espa-
ñoles, los artículos de periódico de Caldas y de Zea, los
trabajos especiales de Kestrepo y los muy generales de
Humboldt. Los geólogos Acosta y Boussingault agre-
garon también algo al bosquejo común, y el primero de
vn
«llós publicó un mapa de la Nueva Granada en 1847, el
cual dedicó al barón de Humboldt "por cuanto á él se
debian los primeros conocimientos geográficos y geoló-
gicos positivos de nuestro territorio.
El ma^a de que hablamos tiene la nota siguiente :
^* La discusión de los elementos que han servido para
la construcción de este mapa serian un tratado del
estado actual de la Geografía de la Nueva Granada,
materia que no puede reducirse á una nota. Bastará
pues indicar que me he aprovechado de los trabajos de
M. Humboldt, de los hidrográficos españoles para las
costas y sobre todo de los materiales inéditos que M.
Boussingault con su benevolencia y liberalidad acos-
tumbradas ha puesto á mi disposición y que consisten
en muchas posiciones calculadas por medio de observa-
ciones astronómicas, en un extenso nivelamiento baro-
métrico y en algunas direcciones tomadas con la brújula.
He trazado el curso del Meta por el itinerario, las
observaciones astronómicas y las direcciones de la brú-
jula tomadas durante el viaje de los señores Roulin y
Ribero desde Jiramena hasta el Orinoco. De este im-
portante trabajo que existe todavía inédito, me ha
permitido bondadosamente tomar una copia M. Roulin.
" La parte alta del Magdalena la he sacado del
mapa original de Caldas.
" La provincia de Cartagena de la carta original
de Anguiano, firmada de su mano, que existe en el de-
pósito de cartas de la Biblioteca Real de Paris.
" Para Antioquia me he valido de los trabajos del
señor J. M. Restrepo.
" Para una parte de la provincia de Mariquita de
la excelente carta levantada por M. Roulin.
" Para el istmo de Panamá de las cartas más re-
cientes,
" Los itinerarios militares que poseo y mis frecuen-
tes viajes en la mayor parte de las provincias de la
Nueva Granada, me han suministrado datos y detalles
de que hasta aquí no se ha hecho uso.
" Para trazar los límites con las repúblicas vecinas,
VIH
á falta de tratados definitivos, he debido recurrir al
principio hoy explícitamente admitido y he adoptado
por tanto los que tenia el Yireinato en 1810, época de
nuestra revolución.'^ *
Pedro Murillo Velarde, de la Compañía de Jesus^,
escribió una " Geografía histórica de la América y de
las idas adyacentes, y de las tierras árticas y antarticas
é islas de los mares del Norte y del Sur," la cual fué
Eublicada en Madrid por Agustín de Gordejuela y
ierra el año 1752. Esta obra contiene algunos datos
interesantes relativos al Nuevo Reino de Granada,
A fines del siglo pasado don Antonio de Alcedo,
Capitán de las reales guardias españolas y miembro de
la Real Academia de Historia, publicó un " Diccionario
geográfico-histórico de las Indias Occidentales," el cual
contiene muchos datos, aunque equivocados algunos^ de
la geografía del Nuevo Reino de Granada, hoy Colombia.
El erudito Velasco, jesuíta, natural del Ecuador,
publicó también en la misma época su " Historia del
Reino de Quito." En esa obra hay bastantes datos de
la geografía del Estado del Cauca.
En 1820 fué publicado en Madrid el "Derrotero
de las islas Antillas, de las costas de Tierra Firme, &c,"
obra de gran mérito que contiene datos de suma impor-
tancia respecto de las costas colombianas.
En 1834 el venezolano Montenegro publicó en Ca-
racas una obra, poco difundida pero de mucho mérito,
titulada " Geografía general," en la cual da á conocer
la historia y la geografía de la mayor parte de las repú-
blicas americanas. La parte de esta obra que trata de
la antigua Nueva Granada es^ en mi concepto, uno de
los mejores compendios de los de su clase.
En 1839 el señor Juan José Nieto, natural de Car-
tagena, publicó la geografía particular de esa provincia.
Esta obra es muy importante, pues contiene todos los
datos geográficos, históricos y estadísticos que era posi-
* El mapa de Acosta contiene un plano de Bogotá levantado por el
Coronel Lans, otro del puerto de Cartagena y otro del puerto de Sabitmlla
levantado en 1843, por el Capitán de Kavío Jayme Brun.
IX
bleTeunir en aquella época. De ella me he servido para
loB apuntamien^tos que ne hecho respecto del Estado de
Bolívar, Estado que solo visitó en parte la Comisión
Corográfica.
En 1852 el General Mosquera publicó su " Memoria
sobre la geografía física y política de la Nueva Grana-
da," junto con una carta general del país. * También en
ese mismo año vio la luz pública el " Resumen de la
geografía histórica, política, estadística y descriptiva d^
la Nueva Granada " del señor A. B. Cuervo, que es un
extracto de los manuscritos de su padre sobre la materia.
El señor José M. Royo en las muchas ediciones que
ha hecho de su " Nueva geografía universal" ha consa-
grado siempre su atención á la parte que trata de la
Union Colombiana. Finalmente, en 1857 el señor José
M. Samper publicó un " Ensayo aproximado sobre la
geografía política y estadística de los ocho Estados que
componen la Confederación Granadina." ** Empero, ni
estos ensayos, ni las cartas españolas de Fidalgo, de Ta-
lledo y de Churruca, ni las cartas modernas de Hum-
boldt, de Mosquera y de Acosta satisfacían las necesida-
des del pueblo y del Gobierno de Colombia en materia
tan importante, que requería para ser tratada m extenso
de más consagración, de más tiempo y de más gastos de
los que podia ofrecerle la simple acción individual.
Ponce y Paz formaron la carta general de la Union
y las cartas particulares de los Estados con los mapas
y los datos de la Comisión Corográfica, y yo escribí el
texto con los mismos elementos ; y aunque todos hicimos
lo que pudimos para que tan laborioso cuan delicado
trabajo fuera completo, no lo logramos ; tampoco era
posible lograrlo. Creo, sí, que ese trabajo es mejor y
más minucioso que todos los anteriores, puesto que tuvo
»
* La carta de Mosquera tiene edta nota : <*Ejsta carta ha sido trabajada
sobre la de Colombia publicada por el Coronel Codazzi en el atlas de Vene-
saela ; pero corregida en cuanto á Nueva Granada en sus límites, dirección
de cordilleras, curso de muchos ríos, costa del Pacífico y varias posiciones
geográficas. En cuanto al territorio de Venezuela nada se ha variado como
que es el trabajo más completo que se conoce."
** El señor Samper también publicó el ma^^ del Coronel J. Aoosta
arreglado á la división federal que tenia la Bepública en 1858.
por basé la ^exploración del territorio nacional hecha
científicamente ; pero le falta todavía mucho para ser
completo. — No hago mención especial de los muchos é
importantes trabajos geográficos que han salido á luz
después de publicados los de la Comisión Corográfica,
porque en lo general deben á éstos su origen.
En el mundo científico todo marcha lentamente, y
no hay razón para exigir que nosotros, país de ayer
con todos los inconvenientes de la ignorancia, seamos
una excepción de la regla común. Las cartas generales
y particulares de las naciones europeas no han sido la
obra de seis ó diez años, ni tampoco de tm hombre sólo.
Allá han trabajado en ellas diferentes sabios y se han
empleado unas veces cincuenta, otras sesenta y otras
ochenta años ; allá se han tenido á la mano toda clase
de recursos y se ha trabajado en regiones conocidas
y pobladas desde el tiempo de César. JPor el contrario
acá : acá la obra fué confiada á un hombre sólo, quien
tuvo que trabajar en un territorio vastísimo y desierto,
malsano, cruzado de rios y de montañas y sin vias de
comunicación. El gran paso está empero dado ; y no de-
bemos fijarnos principalmente en lo que falta de la obra-
en la cual mucho falta sin duda y en la cual mucho está
equivocado - sino en lo que hay en ella de bueno, de
útil, de exacto. Juzgándola con la imparcialidad que dan
las luces y el talento, Mr. C. Cushing, antiguo Ministro y
Procurador General de los Estados Unidos de América,
me escribió desde Cartagena en 1869 lo siguiente : "En
la bajada del rio Magdalena he tenido la satisfacción de
completar la lectura de su obra titulada ^ Geografía
física y política de los Estados Unidos de Colombia.'
En Inglaterra y en los Estados Unidos tenemos algu-
nas relaciones bastante completas de <íiertos condados,
ciudades y estados ; pero no conozco ninguna obra ge-
neral sobre cualquiera de los dos países tan extensa y
al mismo tiempo tan compendiosa como la de usted.
Si tengo la fortuna de poder hacerlo, me propoBgo con
la ayuda del libro de usted y de otros que recogí en
Bogotá hacer que en los Estados Unidos conozcan
xr
■ \
mejor de lo que la conocen hoy la República de Colom-
bia y sus grandes recursos." No puede hacerse un
elogio más completo de los trabajos de la Comisión
Corográfica y de los esfuerzos del Gobierno.
En lo que toca conmigo, no estará fuera de lugar ad-
vertir que mi tarea hoy como en 1862 ha sido la de un sim-
ple compilador. He mejorado sí el sistema, he ampliado
unas veces los datos, los he corregido otras y otras les he
dado la forma adecuada á la división territorial presente,
que no es la de los tiempos de la Comisión Corográfica.
He agregado ademas á lá obra la descripción de la ruta
de los conquistadores de nuestro suelo, el examen del
espíritu de la colonización española, los rasgos principales
de nuestra historia administrativa, la exacta delimitación
de nuestras fronteras y de nuestros Estados, el creci-
miento periódico de nuestra población, la clasificación
de ésta por razas, la estructura de nuestro Gobierno, el
estado de nuestra industria, de nuestras rentas, de nues-
tros gastos y de nuestro crédito, la estadística de nuestro
comercio y de nuestra educación pública, y una sumaria
relación de nuestros tratados de paz y de amistad con
las naciones de Europa y de América. En una palabra,
he consignado en las páginas que siguen del modo más
claro y pertinente que me ha sido dado, todo lo que se
relaciona por cualquier causa con la geografía de la Re-
pública. En esa ímproba labor creo haber hecho lo que
era humanamente posible y lo que no hubieran hecho
otros arredrados, quizá, con la dificultad de hacerse de
datos en un país sin estadística y hasta pudiera decir
sin ninguna concatenación admiistrativ¿^ Los vacioa
que dejo - que sin duda son muchos - podrán ser llena-
dos luego por los que tengan el cuidado y el patriotismo
de hacerlo. Lo mismo digo de los errores : éstos podrán
ser corregidos con el tiempo, y muchos de ellos deberán
serlo sobre el terreno mismo, ya que no es dado á nin-
gún hombre rectificar operaciones astronómicas y geo-
désicas ni hacer observaciones geológicas desde el recmto
de su escritorio. Esta segunda edición de la Geografía
de .Colombia es sin duda mejor que la primera, pero es
XIT
también imperfecta ; y los que la lean y consulten de-
ben tener presente que más cuadra á los libros científi-
cos que á los literarios la célebre advertencia de Marcial.
El Autob.
índice.
PABTB PEIMERA.
Páginas.
I BUTA DE LOS CONQUISTADORES i, .i é 1
Bastida y Ojeda * 1
Colon ,.* , 2
Balboa 3
Bizarro y Almagro , 4
Alñnger. « , 4
Heredia 5
César, Vadillo y Bobledo 6
Espira y Pederman 7
Belalcázar y Ampudia... • 8
Quesada 9
II Colonización 11
III Historia general *... 25
Cosmogonía chibcha 26
Gobierno civil * 28
Sistema penal 29.
Agricultura, industria y comercio 29
Baza 29
Idioma 30
Los zipas 30
Los conquistadores 35
Los Presidentes 37
Los Vireyes 42
La Independencia 48
Colombia 54
Nueva Granada 69
Confederación granadina 65
Estados Unidos de Colombia 68
Lista cronológica de los individuos que han gobernado el
país desde 1470 hasta 1882 106
PARTE SEGUNDA.
I Situación astronómica 110
II División territorial 110
Cuadro de la división territorial política de Nueva Granada
y del cuerpo electoral de la misma según el censo de 1843. 111
Id. de las provincias y de los territorios en 1848 según su
situación geográfica respectiva 124
III LÍMITES 126
Extensión antigua 128
Extensión moderna 129
Limites generales 131
Superficie de Colombia 134
Perímetro de id 134
Naturaleza de su suelo 134
Parte baldía y parte poblada. 136
Límites particulares 136
Con Costarica 136
Con el Ecuador 142
Con el Brasil 145
Con Venezuela 151
IV Población 155
Censos de 1825 á 1870 162
Población de los Estados 165
XIV
Proporción entre la población y el territorio 167
Baza : 168
Americana 168
Europea 170
Africana é intermedias 170
V GOBIBENO 173
VI Bkligion ; 180
Serie de Arzobispos que han gobernado la iglesia colom-
biana desde 1563 hasta 1882 189
VII BeNTAS T GASTOS 192
Naturaleza de los Presupuestos de rentas y de gastos desde
1832 basta 1882 195
Cuadro comparativo de las rentas y de los gastos de los
Estados 200
Aduanas y salinas 207
Producto de la renta de aduanas desde el tiempo de la
Colonia hasta 1882 207
Costo anual de cada una de las aduanas de ]a Eepública... . 208
Movimiento de Ja renta de salinas 209
Datos sobre las alteraciones del precio de la sal 210
Cuadro de la venta de sal por especies en los últimos 23 años 211
VIII Monedas 213
De oro 215
De plata 217
De cobre 219
IX Deuda intebiob y exterior 221
Ldpez-Méndez 221
Zea 221
Kevenga 224
Hurtado 225
Partición de la deuda 226
Pagos 227
Convenio Ordóñez (1845) 228
Id. Gutiérrez Vergara (1861) 229
Id. Pérez-0*Leary (1873) 233
X Pesas t medidas 235
XI Organización militar 235
XII Armas 239
XIII Belaciones exteriores 240
Tratados celebrados por la antigua Colombia 240
Id. por la Nueva Granada 241
Id. por los Estados Unidos de Colombia 242
XIV Industria en general 243
Cuadro de las exportaciones por especies y valores desde
1866 hasta 1881 254
Id. general de las importaciones y exportaciones de la
República durante la última media centuria (1832 A 1882) 257
Movimiento compai-ativo de las aduanas eu el cuatrienio
de 1877 á 1881 258
Cuadro de las rentas de la Eepública antes de la descentra-
lización fiscal 260
Rentas cedidas alas provincias 265
Producto y pormenor de los bienes desamortizados 266
Puertos y ciudades del mundo en donde Colombia mantiene
agentes co^nsulares 268
XV Instrucción publica 269
Universidades y seminarios antiguos 278
Colegios pi'ovinciales y escuelas públicas 279
Escuelas privadas antig-uas 280
Rentas antiguas de escuelas 281
XV
Cuadro del movimiento de la instmc^eio» primaria de 1873
á 1874 284
Gastos en la instrucción póblica en los últimos 20 años 285
Movimiento de escolares de 1832 á 1880.... 286
Id. de alumnos de la Universidad nacional de 1868^ 1882..» 288
Escuelas normales 294
Escuelas militares 296
Concurrencia de lectores á la Biblioteca nacional 296
Movimiento de las escuelas de la República en 1882 297
XVI COBBEOS Y TELÉGRAFOS 298
Besúmen de los productos y de los gastos del ramo de
correos desde 1870 hasta 1880 , 303
Id. de la correspondencia é impresos que circularon en las
Administraciones del ramo en el mismo tiempo 304
Id. de los artículos despachados por las mismas oñcinas en
el mismo tiempo.: 306
Telégrafos , 305
Líneas telegráficas y su enlace 307
Movimiento de despachos telegráficos desda 1869 hasta 1881 308
XVn PERROCAERrLES 308
Productos y gastos del ferrocarril de Bolívar 30^
Exportaciones hechas por el mismo, 310
Importaciones id. id 811
Movimiento del ferrocarril de Cúcuta 311
Id. del de Panamá 311
Id. del de la Buenaventura. 311
Id. del de La Dorada 312
Datos respecto del Dique de Cartagena 813
XVIII Bancos 314
XIX Territorios 316
Territorios antiguos 316
Juicio de los Secretarios de Estado sobre lo» Territorios 323
Cantidades gastadas en los TerritorioSi 325
Territorios modernos 327
San Mwrfin 327
Pueblos de este Territorio 333
San Andrés y San Luis de Providencia 335
Pueblos de este Territorio 339
Casana/re 339
Pueblos de este Territorio 346
Ooajira 347
Movimiento del comercio goajiro 349
Pueblos de este Territorio 352
Nevada y Motüanes 353
Pueblos de este Territorio... 357
PARTE TERCERA.
I MONTANÍAS „ 360
Cordillera Occidental 6 delChocd 361
Cordillera Central <5 del Quindio , 362
Cordillera Oriental ó deSumapaz 362
Sierranevada de Santamarta 362
Montes déla región oriental 363
Volcanes ..;. 363
Nevados 364
Mesas 364
n BlOS 364
Hoya Occidental 365
Hoya Central de la izquierda 6 del Cauca.. , 366
XVI
Hoya Central de la derecha 6 del Magdalena. ...» .^ . . S68
Hoya Oriental ,.., 369
Hoyas mejores 371
tlí Lagunas t ciénagas 373
IV ISLAS^ PENÍNSULAS, ÚABOS S tSTMOS .* 377
Islas 377
Penínsulas ..> 378
Cabos 378
Istmos 379
T Mabes, golfos, bahías t puertos 379
Mares 379
Golfos V. 379
Bahías 380
Puertos 380
VI Clima testaciones 382
VII Aspecto del país 383
VIII Minerales, vegetales t animales 384
Minerales 384
Vegetales 384
Animales 387
IX Noticia geolcJgica 389
X Particularidades , 391
OEOGRAFIA ESPECIAL DE BOGOTÁ.
I Situación astronómica 393
n Id, topográfica 393
III Clima y estaciones. .• .^ 395
IV Fundación 397
V Población 400
VI Gobierno 401
Vn Bentas 402
VlII Movimiento industrial 402
IX Edificios, monumentos, &o * 404
Cuadro de las calles de la ciudad 416
Id. de la altura de algunos puntos de las inmediaciones
de Bogotá 421
Tabla de las principales alturas de algunos puntos de los
caminos que parten de Bogotá y que atraviesan las cor^
dilleras Oriental y Central 421
Cuadro general, por Estados y Territorios, de la situación astronói-
mica de las poblaciones de la República con expresión de su
«iltura, de la temperatura media y de sus habitantes en 1870 423
Nota de Codazzi sobre el viaje de Francisco Eequena relativa á los
límites entre Colombia y el Brasil ."..... 444
Id. sobre cierta parte del mapa de la América meridional publicado
en 1775 por el geógrafo Juan de la Cruz Cano y Olmedilla 446
Censo general de la población de la Nueva Granada en 1825 447
Id. de la misma en 1835 y cantones de que se componían las pro-
vinciasen aquel mismo año 448
Censo general de la población de la Nueva Granada en 1851 y can-
tones de que se componían las provincias en aquel mismo año... 450
Aldeas que había en la Nueva Granada en 1835 452
Provincias, cantones y pueblos de que se formd cada uno de los
Estados de la Union 452
Censo general de la población de los Estados Unidos de Colombia
en 1870 y división territorial de los mismos 453
Cuadro comparativo de la población de Colombia según los censos
de 1843, 1851 y 1870 .,., 455
geografía general
DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA.
♦ ♦•
PARTE PRIMERA.
RUTA DE LOS CONQUISTADORES. *
Eli imperio azteca fué conquistado brevemente por Hernán
Cortés en 1521 y el imperio de los incas lo fué por Francisco
Pizarro, con extraordinaria facilidad, en 1524. ^o sucedió lo
mismo con la nación chibcha y las otras que forman hoy los
Estados Unidos colombianos, pues desde los primeros descu-
brimientos de Bastida y de Ojeda en 1499 hasta la fundación
de Santafé de Bogotá, hecha por el General Gonzalo Jiménez
de Quesada en 1538, trascurrieron cerca de cuarenta años, casi
todos de exploraciones difíciles y reñidos combates.
Fueron dieziseis ' los exploradores de nuestro país, á saber :
Bastida y Ojeda, Colon, Balboa, Pizarro y Almagro, Alfinger,
Heredia, César, Vadillo y Kobledo, Espira y Federman, Belal-
cazar y Ampudia, y Quesada.
BASTIDA Y OJEDA*
En 1499, esto es, tres años antes de que Cristóbal Colon en
su cuarto y último viaje descubriese parte de las costas occi-
dentales de Colombia, Alonso de Ojeda, acompañado del piloto
Juan de la Cosa y de Américo Yespucci - florentino que venía
* Véase el mapa del General J. Acosta en donde está trazada la ruta de
los descubridores. Comjpendio histórico del descitbrimiento y colonizacioi\ de la
Nueva Qromada.
1
— 2 —
por la primera vez al Nuevo Mundo j á quien le tocó darle su
nombre - visitó las costas de Venezuela hasta el golfo de Paria
y las bocas del Orinoco, para lo cual se aprovechó de las cartas
y del diario de navegación del tercer viaje de Colon, Desde las
bocas del Oriuoco se adelantó Ojeda hasta doblar el cabo de
La Vela (en la Goagira), llamado así porque desdo lejos se le
ve blanquear como una vela desplegada. Ojeda fué pues el
descubridor de la parte más oriental de las costas colombianas
sobre el Atlántico. Empero, como su viaje no tenía por objeto
hacer descubrimientos ni fundar poblaciones sino traficar con
los indios, volvióse á Santodomingo y de allí á España en
Junio de 1500, con bastante oro, iberias y palo brasil.
El 5 de Junio del año citado, se dio licencia á Eodrigo
Bastida (natural de Sevilla y de oficio escribano) para hacer
descubrimientos á sxi costa en el lí^uevo Mundo. Bastida, que
se embarcó en Octubre siguiente en Cádiz acompañado de
Juan de la Cosa, recorrió la misma línea de Ojeda y dobló el
cabo de La Yela, límite del viaje de aquél. En seguida visitó
las costas de Kiohacha, la ensenada de Gaira, y remontó en
Marzo de 1501 hasta la desembocadura del rio Magdalenaj al
cual dio ese nombre por haberlo descubierto el dia de esta
santa. Pasó luego á Galera Zamba í donde fué fundada des-
pués Cartagena), á las islas de Baru y de San Bernardo, á la
Fuerte y á la Tortuguilla ; penetró en la bahía de Zíspata y en
el rio Sinií, que desagua en el golfo de Urabá ; dobló el cabo
Tiburón, y terminó su \niaje én los mismos puntos del istmo de
Panamá á donde, por el lado opuesto y un año después^ llegó
Colon.
COLON.
Aunque Colon hizo cuatro viajes al Nuevo Mundo en $u
intento de buscar las Indias Orientales, no fué sino hasta el
último de ellos que vino á echar sus anclas en tierra colombiana.
En su tercer -viajo solo habia descubierto Colon parte de la
costa del golfo de Paria en Venezuela y la isla de Trinidad ;
I)ero el 14 do Setiembre de 1502 descubrió en territorio de Cen-
tro América el cabo Gracias d DioSy llamado así porque al do-
blarlo tuvieron sus naves viento propicio después de muchos
dias de haberlo tenido contrario. El nombre de este cabo es
' uno de los pocos que se conservan de los puestos por Colon á
las tierras descubiertas en América; parece que la fortuna
fué adversa hasta en eso al célebre navegante.
Después, y navegando hacia el Oriente, Uegó Colon á las
costas que se conocieron con el nombre de terrüorio de Mos-
quitos, de las cuales se ai)artó el o de Octubre del mismo año,
l)ara entrar en el Archipiélago de las Bocas del Toro, ó bahía
del Almirante. Esta parte del continente recibió primero el
nombre de Costa de los Contrastes, por haber tenido algunos en
ella V los conquistadores ; después el de Veragua^ por haber
— 3 —
>
dicho los naturales que de un lugar llamado así, situado al
Poniente, era de donde extraian eÚos oro ; y. últimamente, el
de Gostarica, El 2 de Noviembre descubrió Colon á Portoleíoy
al que llamó así por la comodidad de su puerto y por estar sus
casas construidas en anfiteatro, y el 23 del mismo el puerto del
Retrete^ al que puso este nombre por su pequenez, pues apenas
cabían en él, mal abrigadas, las carabelas de su expedición.
Cansado entonces de buscar el estrecho que debia darle paso
hacia las Indias Orientales, resolvió Colon volver hacia atrás,
y navegando al Occidente enderezó la proa hacia Veragua.
El Eetrete debe ser pues considerado como el término de los
descubrimientos de Colon en las costas colombianas. Colon re-
conoció ademas á Chágres y á la bahía de Limones, ó de la
Marina, y fundó á Santiago en territorio de Veragua (Estado
dé Panamá) según lo dicen algunos escritores.
Ojeda, Bastida y Colon fueron pues los descubridores de
las costas de Colombia sobre el Atlántico. Estos descubridores
hicieron tres viajes (uno cada uno) desde 1499 hasta 1502.
BALBOA.
Ocupados los primeros descubridores de Colombia en hacer
establecimientos en las costas del Atlántico, dejaron durante
nueve ó diez años de hacer exploraciones hacia el interior ;
pero Vasco Kúñez de Balboa, en Marzo de 1511, salió de la
Aritigua del Darien y entró en el territorio del quibio ó caci-
que Poncha con ánimo de no pararse sino después de haber
alcanzado un éxito notable. Condiijole la fortuna al caserío
de Comagre, donde supo que á pocas leguas de él se encon-
traba un mar más grande que el del Norte, en cuyas costas
habitaban pueblos numerosos y ricos, que se servían de velas
para navegar. Alegróse Balboa con esta noticia, y pensando
que ese mar seria el de las Indias regresó á la Antigua en
busca de recursos para emi^render una exploración en grande.
Mientras podia efectuar ésta, asociado de Colmenares, penetró
hasta el rio Atrato y llegó hasta la altura de la Vigía de Cur-
bardó, ó hasta las inmeáaciones de Murindó, según Acosta.
Descubrió Balboa en este viaje la isla de Gañafistola (la que
nombró así por la gran cantidad de este fruto que encontró en
ella) y el Bionegro (hoy Kiosucio), al que dióese nombre á causa
d0l color de sus agnas.
El 1? de Noviembre de 1513, teniendo yá Balboa reunido
lo que necesitaba para emprender su viaje de descubrimiento
del mar del Sur, piisose en marcha, y el 25 de Setiembre del
mismo año lo descubrió en efecto desde la cumbre de las serra-
nías de Panamá. Adelantóse sólo para tener la gloria de ser el
primero en verlo. Dióse después á este mar el nombre de Océa-
no Pacifico por la tranquilidad de sus aguas comj^aradas con
las del Atlántico.
V
_ 4 —
Sobre el punto de la montaña desde donde había sido des-
cubierto el mar del Sur, construj^eron los espaiíoles una pirá-
mide de césped y de piedras, en memoria del suceso, y grabaron
eu los árboles vecinos el nombre afamado de Castilla. Pequeño
en verdad fué el monumento de tanta gloria, y deleznable
también, como la pasajera dominación de los que, ni supieron
lo que hablan descubierto y conquistado, ni comprendieron lo
que hablan perdido tres siglos después. Carlos V sabia que el
sol no ocultaba sus rayos para sus subditos ; pero no supo qué
regiones alumbraba en América, ni qué sentimientos eran los
de los hombres que la paseian.
Después de descubierto el océano Pacífico, los españoles se
precipitaron hacia sus riberas con un entusiasmo sin iguaL
Fué Alonso Martin el i)rimero que llegó á ellas, Francisco Pi-
zarro el segundo y Balboa el tercero. Este último se metió
dentro del agua armado con espada y rodela, y tomó posesión
solemne del nuevo mar en nombre de los reyes de Castilla y de
León, retando á combate singular á todo el que osara con-
tradecirle.
Balboa empleó un mes en su expedición, durante el cual
vino desde la ensenada de Careta (cerca del cabo Tiburón en
el A.tlántico), hasta el golfo de San Miguel en el Pacífico, y
venció al cacique Tumaco, quien le regaló 240 perlas, las que
se pescaban con abundancia en una de las islas vecinas-
Balboa regresó á la Antigua á fines de 1513.
PIZARRO Y ALMAaRO*
En 1522 Pascual Andagoya, regidor de Panamá, obtuvo
licencia del Gobernador Pedro Arias Bávila para hacer descu-
brimientos en las costas del sur del Pacífico, y vino hasta el
rio San Juan, que desagua abajo de la punta Charambirá en
el Chocó (Estado del Cauca). Este viaje i^reparó el de Pizarro
y Almagro, conquistadores luego del Perú. El derrotero de
éstos fué el siguiente : Panamá, archipiélago . de las Perlas,
golfo de San Miguel, puerto de Pinas, Puertoquemado, rio
Melón, rio San Juan, isla Gorgona, isla del Gallo, Tumaco &c.
Se emplearon pues cerca de veintitrés años en descubrir
todo el litoral colombiano en ambos mares, y en atravesar el
istmo de Panamá.
Pasamos á hablar de los descubrimientos en el interior
del país.
ALFINOER*
En el año de 1530 salió de Maracaibo el Gobernadol* Alfin-
ger, alemán, con el objeto de hacer descubrimiéntoá aunque
fuese en tierras de agena jurisdicción, á causa de la esterilidad
de Coro. Caminando hacia el Occidente, llegó Alfinger á las
lagunas que forma el rio Cesar en su confluencia con el Mag-
— 5 —
dalena^ donde le habia precedido la fama de sus crueldades.
Siguió luego por las márgenes de este rio y se acercó á la
cordillera en busca de climas más sanos, después de haber su-
frido mucho. Créese que fué por la cima de los montes de Oca-
ña por donde Alfinger remontó los Andes colombianos. De allí
paso á Girón, y no atreviéndose á penetrar en el valle del rio
Suárez por lo pequeño del número de sus soldados, siguió por
los páramos hasta las fragosas y elevadas cumbres del de Ca-
diirí y Uegó á Silos, en donde se rehizo. De Silos pasó al valle
de Eavicha, y de éste al de Chinácota, en donde murió de una
herida en el cuello. Muerto Alfinger, sucedióle en el mando
Juan de San Martin, descubridor del valle de Girón, quien
volvió á Coro por la vía de Cuenta con los restos de los expe-
dicionarios, después de tres años de ausencia y de penalidades
infinitas.
HEREDIA.
El 14 de Enero de 1533 entró Pedro de Heredia en el puerto
de Cartagena, al cual habia venido con ánimo de hacer descu-
brimientos desde las bocas del Magdalena hasta el Darien, que
era la parte del país cuyo gobierno estaba vacante por enton-
ces. Los derechos de conquista de Heredia se extendian hasta
la línea equinoxial según la voluntad de la corona. Esto es,
comprendían el Estado de Antioquia y gran parte de los Es-
tados del Cauca y de Cundinamarca, pues no eran menos pró-
digos que Alejandro YI los reyes de España cuando se tra-
taba de conceder tierras en un mundo que les era completa-
mente desconocido.
El 21 de Enero del mismo año fundó Heredia a Cartagena,
cayo nombre primitivo fué Calamar. Esta ciudad fué la tercera
de las fundadas en los Estados colombianos, pues la primera
ftié Panamá y la segunda Santamarta. TJna vez fundada la
ciudad, se ocupó Heredia de la conquista y sometimiento de
las tribus vecinas. En Enero de 1534 hizo una exploración
hacía el Sur en busca de un país, que producía oro, que los
indígenas llamaban Zenufanaj que es el mismo en que están las
ciudades de Zaragoza y de Kemedios, y que bañan el Nechí y
sus afluentes. Penetró luego en la hoya del rio Sinú y pasó la
sierra hasta dar con el rio San Jorge. A fines del mismo año de
1534, Francisco César, Teniente de Heredia, avanzó hasta la
cos;ta del ÍTorte y descubrió á Tolú, nombrada entonces provin-
cia de Balsillm por las balsas que construían sus moradores.
En 1535 se hizo otra exploración, en la cual fué descubierta
la ribera izquierda del Cauca ; este hecho y la fundación de
Santiago de Tolxi sobre las orillas del rio Catarrapa, pusieron
.término á los descubrimientos de Heredia en este lado de su
extenso Gobierno.
— 6 —
CBSAIt, VADILLO Y BOBLEDO.
En 1537 el Capitán Francisco César, descubridor de Tolú,
emprendió nna nueva expedición desde la colonia de San Se-
bastian. Marchó César en la costa hasta el rio Verde, luego
torció á la izquierda y remontó las dmas de Abibe, barrera
inexpugnable que, durante veinte años, habia detenido á todos
los conquistadores j entró en el valle de Guaca. Este valle,
cubierto de árboles frutales y de lindas palmas, era entonces
una de las porciones más pobladas del Estado de Antioquia.
Sus moradores se vestían de telas de algodón y eran ricos
y laboriosos, y sus jeques se hacian conduoir en hombros de
sus subditos en andas doradas. Desde Guaca volvió César á
San Sebastian de Urabá en busca de los recursos necesarios
para emprender la conquista de Antioquia.
A fines de 1537 6 principios de 1538 (no hay en esto acuer-
do entre los autores), huyendo de la justicia de su patria, salió
el Oidor Pedro Vadilio de San Sebastian á la cabeza de una
lucida expedición de españoles, franceses y portugueses, y
teniendo por segundo suyo á Francisco César, descubridor del
famoso valle de Guaca y de Tolú. Después de visitar á Guaca
entraron los descubridores en el valle de Norí, poblado de in-
dios corpulentos y aguerridos, y luego en la provincia de Buri-
tica, de la que se decia ser rica de oro, y Uegaron hasta las
márgenes del Cauca. No pudiendo vadear este rio, volvieron
hacia el Occidente y entrando en las selvas llegaron á Iraca,
cuyos habitantes comerciaban con la sal que fabricaban con
agna de ciertos pozos.
En Cori, más hacia el Sur, murió el valiente Capitán César,
suceso que consternó el campo español. De Cori pasó la expe-
dición á Caramanta, y de ahí á Umbía, en terrenos más lim-
pios. Dióse á este pueblo el nombre de Anserma^ de anser, que
quiere decir sal. De Anserma pasaron los exploradores á Quin-
chía, hoy Anserma-viejo, en donde hallaron una fortaleza de
guaduas coronada de cráneos humanos. Habiendo avanzado
un poco más, encontraron rastros de gentes europeas, lo que
les afligió mucho, pues aquellos infatigables buscadores de oro
lo querian todo para sí. Estos rastros los habian dejado lo»
soldados de Belalcázar, que habian llegado hasta esos sitíos
viniendo desde Lili ó Cali. En este lugar entró Yadillo después
de haber andado cerca de 50 ndriámetros por tierras firagosísi-
mas, y de haber pdieado de continuo con los indígenas.
Dio esta expedición por resultado, ademas de poner á Po-
payan en relación con Cartagena, el descubrimiento de parte
dei Estado de Antioquia y el del curso del rio Cauca, *
* Ignórase quién fué el primero en llamar este rio así y por qué. Cieza
de León lo llamó de Santamarta, y el padre Simón atribuye su nombre al de
algan cacique de sus riberas.
)i.
Jorge Eobledo, de acuerdo con Lorenzo de Aldana, uno de
los jefes que haoian venido de Quito, salió poco después de
Cali con el objeto dje hacer fandaoiones en el valle del Cauca,
La primera quie fundó fué la villa do Santa Ana de los Caba^
Ueroa, en Umbra, á 5 kilómetroa deJ Cauca ; y la segunda
Axma^ donde sostuvo combate con una legión de indios que
peleaban en escaadcon^ que tenían banderas bordadas de es^
trellas de oro, y que lasaban diademas, petos y brazaletes de
ese mismo metal. Becorrió luego Eobledo los pueblos Blanco^ .
Sal, Zenufana y Mugía, con lo que quedó explorado todo
el rio Cauca, cuyo desagüe en el Magdalena conocían yá los.
españoles.
A principios de 1540 y en sitio escogido i)or Suez de líava,
fundó Eobledo una ciudad cerca de mías fuentes saladas, á la
que llamó Carfo^o, no en memoria de la rival de Boma, sino
por ser sus fundadores procedentes de Cartagena en la mayor
parte.
En aquel mismo ano, 1540, Pascual Andagoya, descubridor
del iio San Juan en el Pacíñco, descubrió la bahía de la Cruz
é de Buenaventura, donde derrama el Dagua, en cuya hoya
p^ietró para venir á la ciudad de Cali.
Poco después fué descubierto el valle Arbi (hoy Hervé).
Seducido por las relaciones que el Capitán Jerónimo Luis Te>
jelo haicía de él, pasó Bobledo con su gente al valle de Aburra»
(hoy de Medellin), al que llamó de San Bar^lomé^ por haber
llegado á él el 24 de Agosto de 1541. El Capitán Frade descu>
brió después el rápido rio P<Hrce ; y á ñnes de aquel ano fundó
Bobledo en el valle de Hebégico una ciudad, á la que llamó
AnUoquiaj en memoria de la Antioquía siria>, sobre el Oronte.
ESPmA Y FEBEBMAN.
Jorge Espira, Gobernador de Venezuela, en el año de 1535
é en el principio dd de 1536, saUó de Coro ai frente de una
eitpedicion con ánimo de hacer descubrimientos hacia el oriente
de la gran cadena de los Andes. Atravesó ésta por las cabece-
ras del rio Tocuyo, cuya hoya había seguido, y bajó hasta loa
Llanos, donde caminó siempre hada el Sur hasta las barrancas
del rio Opia. El 15 de Agosto de 1536 hizo alto en el pueblo
de Marvachare, al que llamó de la Asunción de Nuestra Señora^
por haber entrado en él el dia de esa fiesta. Cerca de Marvai-
chare se encuentra el pueblo de 8a/n Juan de los Llanos^ llama-
do así por el Capitaa Juan de Avellaneda.
Descubrió hiégo Espira los rios Ariari, Canicamare y Papa-
mene, y penetró en tierras de la tribu de los chocóos, indios
feroces, sucios y antropófagos, cuyas armas eran de huesos
humanos afilados. Fué éste el límite de sus descubrimientos,
pues tuvo que regresar á Coro el 11 de Mayo de 1538.
Por este mismo tiempo, el alemán Nicolás de Federman
— 8 —
Í despachado desde Veoezuela en auxilio del Gobernador
aspira y que se habia entretenido pescando perlas en el cabo
de La Yela) al tener noticia de la retirada de aquél, evitó su
encuentro y atravesando las ciénagas de Arechona y Caocao
avanzó hasta encontrar el Pauto, rio que corre por entre pajo-
nales inmensos. Probablemente son éstos los sitios en que está
hoy Moreno, capital del territorio de Gasanare íEstado de Bo-
yacá). De allí, yendo siempre hada el Sur, pasó Federman ai
alto Meta y después á Asunción de Nuestra Señora, de que
yá hemos hablado. De Asunción, vino á la sabana de Bogotá
X)or las ásperas cimas de Pascóte, Sumapaz y Pasca, y alU se
encontró con Belalcázar y Quesada.
BBLAIX3ÁZAB Y AMPUDIA.
Después de que Sebastian de Belalcázar, teniente de Piza-
rro, hubo conquistado el reino de Quito (hoy república del
Ecuador ) tuvo noticia de que caminando muchos miriáme-
tros hacia el Norte se encontraban pueblos muy ricos, regidos
por un cacique que todos los años se oubria el cuerpo con pol-
vos de oro antes de bañarse en un lago sagrado. Esta noticia,
origen probable de la fábula del Dorada^ bastó al aventurero
para emprender en el instante mismo la conquista de tales
pueblos.
El primero que salió como explorador de ellos de orden de
Belalcázar, ñié el Capitán Pedro de Añasco, á quien se juntó
en 1535 Juan de Ampudia. Juntos yá, entraron en el paÍB de
los quillasingas, descubrieron la provincia de los Pastos, avan-
zaron hasta el rio Patía y penetraron en el territorio de Popa-
yan. Descubrieron luego el rio Jamundí y el de la Yi€ja^ al cual
llamaron así por haber encontrado en ans márgenes una india
anciana que tenia puestos unos adornos de oro de valor de 800
pesos. Algún tiempo después alcanzó Belalcázar á sus capita-
nes. Sobre el rio de la Vieja fué fundada la ciudad de Cartago.
Miguel Muñoz fundó la ciudad de Cali el 25 de Julio de
1536, á la cual llegaron en sus descubrimientos respectivos,
como yá lo hemos visto, Vadillo, Robledo y Andagoya.
Algún tiempo después Belalcázar, en territorio del cacique
Payan y en el mismo sitio ocupado por los indígenas, fundó en
Diciembre de 1536 la ciudad de Popayan. Volvió luego á Quito
en busca de recursos, y en 1538 pasó la Cordillera Central, en
lo que gastó cuatro meses, y Tino al ardiente v^alle de Neiva,
llamado Valle de la Tristura por los asoldados de Hernán Pérez
en su primera exploración. Belalcázar recorrió todo este valle
siguiendo la orilla izquierda del alto Magdalena ; descubrió el
rio Saldaña^ al que llamó así por haberse ahogado en él un
criado suyo de ese nombre \ descubrió el rio Sabandija, y siguió
hasta la sabana de Bogotá á verse con Quesada y Federman*
— 9 —
QXnSSABA.
E&te fué el más famoso 4e todos los conquistadores de Co^
lombia.
El 6 de Agosto de 1536 salió de Santamarta con 700 infán*
tes y 80 caballos el Justicia mayor Licenciado y General Gon-
zalo Jiménez de Quesada. Acompañálmnlo los capitanes Juan
del Junco (quien debia sucederle en caso de muerte), Gonzalo
Suárez Eondon, Juan de Céspedes, Juan de Sau Martin, Va-
lenzuela, Antonio Lebrija y Lázaro Fonte, por tierra 5 y por el
rio Magdalena arriba, en cinco botes, Oórdova, Manjarrés, Cha-
morro y Ortun Yelásquez, con 200 hombres, entre soldados y
marineros, que comandaba el Capitán XJrbina'. El punto de
reunión de estas dos porciones de la expedición debia ser la
entrada del rio Cesar en el Magdalena, en el territorio del caci-
que Tamalameqne, hecho que no tuvo lugar porque la flotilla
foé dispersada por la violencia de las ondas del rio. *
Hizo Quesada ima circunvalación en la Ciénaga y penetró
en las montanas de los Chimilas. Pasó de allí á Chiriguaná y
á Tamalameque y llegó hasta el rio Serrano^ llamado así
del nombre de un español á quien devoró un tigre después de
haberlo sacado hasta por segunda vez de su hamaca. Vino
luego á Barranca Bermeja y entrando en el rio Opon se inter-
nó en busca de la sierra de Atún ; descubrió el valle de la Orita
(llamado así por los gritos que le dieron en él los indios á una
partida de españoles mandada por el alférez Olaya) y no paró
hasta la última cuesta de la gran sierra del Opon, cuya altura
es de más de 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Habian sido tantas las penalidades de la marcha de Quesa-
da, tanta el hambre y tanta la aspereza del camino, que en
Enero de 1537 se detuvo, para lehacerse, en la parte alta de la
antigua provincia de Vólez (Estado de Santander), ó sea en el
cacicazgo de Chipata. Eehecho, bajó hasta el rio Sarabita, al
que puso el nombre de Suárez^ que conserva aún, por haber
estado á punto de ahogarse en él el caballo del capitán Gon-
zalo Suárez Eondon. Del Sarabita pasó al valle de Ubasá^
y de éste alas tierras de Sorocotá y á Furca, al que llamo
Pueblo-hondo por hallarse situado en un terreno bajo. Visitó
luego á Moniquirá, á Susa y á Tinjacá, y llegó el 12 de Marzo
de 1537 <á Guachetá, pueblo que llamó San Oregorio por haber
entrado en él el día de ese santo. En Guachetá habia más de
mil casas bien edificadas y rodeadas de vastas sementeras. De
allí pasó á Lenguazaque, á Suesca, á Kemocon y á Cajicá.
El país reeorrido así por Quesada era el de los chibchas, el
má& civilizado que habian encontrado los españoles hasta en-
* El Yerdadero ejcplorador del rio Magdalena fué el portugués Jerónimo
de Helo, quien en los años de 1538 y 1539 subid hasta Malambo, después d^
tres meses de viaje.
— 10 —
tónces. Visto el aspecto que presentaban sus verdes semente-
ras oiiadas de flores, sus poblaciones exparcidas acá y allá (en
medio de las cuales se levantaban en lugar distinguido las
casas de los caciques), la fecundidad de los campos^ la abun-
dancia de las aguas y la belleza del clima y de las aves, Quesada
lo apellidó Val^ de los Alcázares^ nombre que no conserva* yá
'sino la tradición poética.
De Gajicá vinieron los españoles á Obla, y de ésta, vadean-
do el Funza, á Mequetá, * capital del imperio muisca<, que á pe*
sar de ser el tercero en categoría de los del Nuevo Mundo, fué
vencido iM>t ciento sesenta españoles, resto déla brillante expe-
dición de ^ntamarta.
Pronto fueron sometidos TJsaquen, Guasca, Guatavita y
Ohocontáj límite este último pueblo del territorio del zipa de
Bogotá y principio del del zaque de Tunja. Vencido éste, pene-
traron los españoles hasta Iza en busca de un camino á los
Llanos, descubierto yá por Federman, y emprendieron la explo-
ración de todo el país desde Keiva hasta Tundama. En estas
correrías tuvo lugar el singular encuentro de los tres con-
quistadores.
Tales fueron las rutas seguidas por los primeros conquista-
dores de la Union Colombiana, rutas penosas, largas, desespe-
rantes, las que siguieron sin brújula, contrariados y combatidos.
El tigre, el caimán, el clima — unas veces ardiente, otras
fno — el mosquito, el hambre, Las víboras, el indio, todo pa-
recía haberse puesto de acuerdo para detenerlos ; pero en vano,
porque ellos marcharon siempre adelante, siempte con la
misma idea en la mente y puestos en el mismo punto los ojos.
Esa idea, ese punto, no era el. cristianismo, no e^ra la civiliza-
ción : era el oro. En tiempos remotamente antiguos, hubo otra
raza de héroes que acometió empresas increíbles ; pero esos
héroes eran semi-dioses, que al través de la niebla de sus afa-
nes alcanzaban á ver la cítara de Homero. Los conquistadores
de la América meridional, más grandes que los héroes de aquel
cantor, no han alcanzado de la posteridad sino la fama de sus
crueldades y la del menosprecio con que miraron las letras y
las antigüedades de los países que destruyeron. Justo es,
empero, que á esa fama haga compañía el sentimiento de una
solemne admiración, tributada á su constancia y á su valor.
El encuentro de los tres conquistadores, que desde tan re-
motos puntos venían, produjo en el ánimo de todos la más
grande impresión. Habían venido por líneas opuestas pero que
convergían á un mismo punto, y cada cual recelaba de los ot^os
dos, temiendo que usasen de la lógica de Breno. Afortunada-
mente no fué así. Hecho singular I cada grupo conquistador
contaba en sus ñlas ciento sesenta hombres, un clérigo y un
fraile. Con todo, su situación respectiva no era la misma ; lo^
* Algunos escriben Meuqwta y otros Baeatd.
— 11 —
peruleros (llaman así á los procedentes del Perú) traían magní^
fieos trajes de seda y de grana, penachos y ricas armas ; los de
Venezuela, después de tres años de expedición y de ciento cin"
cuenta miriámetros de camino por montañas tan agrias que no
hall vuelto á ser holladas por el hombre, estaban mal cubiertos
con pieles de oso, de tigi*e y de gamo : su aspecto era salvaje y
extremo el decaimiento de su ánimo. A su vez, los de Santa-
marta no estaban mejor aviados que éstos. En cuanto á sus jefes,
Qnesada tenia el derecho en su favor 5 Federman era de genial
dnlce y Belalcázar, aunque hijo de un leñador de Extr^nadu-
ra, era superior á los otros dos como político y no les iba en
zaga como guerrero. Aviniéronse fácilmente: Federman en
pago de 10,000 pesos que le dio Qnesada y Belalcázar, que re-
husó aceptar la suma que se le ofrecía, imponiendo condicione»
honrosas. Fué esta quizá la única vez que tres jefes indepen-
dientes, con iguales fuerzas y con igual brío, en el seno remoto
de un país bárbaro, sin más testigo que Dios, de quien poco se
acuerda el aventurero y sin otra ley que su larga conciencia»
se ajustaron sobre bases tan simples. La simultaneidad del
encuentro y su número los salvó. Si hubieran sido dos y no
tres, acaso se hubiera derramado sangre europea en el suelo
de nuestra Bepública, como sucedió en el Perú entre los Piza-
rro y los Almagro y algunas veces después en nuestro litoral
del Atlántico.
Los tres jefes se embarcaron en Guataquí con destino á Es-
paña en Mayo de 1539, y en la misma mal construida nave fue-
ron hasta el mar de las Antillas.
Quesada, descubridor y conquistador de los chibchas^
Heredia^ gobernador de Cartagena, Yasco Núfiez de Balboa,
descubridor del Océano Pacífico, Sebastian de Belalcázar,
conquistador del Estado del Cauca, Suárez Eondon, fundador
de la dudad de Tunja, el mariscal Jorge Eobledo, conquistador
del Estado de Antioquia^ y el capitán Alonso de Olaya Herrera
ftieron los hombres más notables que vinieron á Colombia en
los primeros días de la conquista de ésta.
n
COLONIZACIÓN.
Una vez descubierto y explorado el país llamado hoy los Es-
tados Unidos de Colombia, los españoles que desde Méjico
hasta la Tierra del Fuego andaban en busca de fortuna, se lan-
zaron en él como un enjambre de aventureros. Soldados y gen-
tes ignora«ites en su mayor parte y no colonos industriosos,
bascar oro para volverse á España á gozar de una vida mcgor,
esclavizar indígenas y conseguir empleos era su principal ocu-
pación, y en servicio de ella no solo desolaron los pueblos sino
se mataron unos á otros y escandalizaron la historia.
^u —
Las naves empresarías recogían en los puertos de la Penín-
Bnla á los desheredados de todas las piases sociales que eran
bastante iuti'ópidos para desafiar los peligros de un mar in-
menso y desconocido, que poseían un x>eda20 de hierro acerar
do con que trazarse en el Nuevo Mundo un surco de gloria mi-
litar, ó con que pillar la« poblaciones inermes. Kingun español
vino á los Estados colombianos, como tampoco á punto alguno
de la América latina, con los « sentimientos de filantropía y de
progreso que trajo Guillermo Pen á lííueva Inglaterra. Ninguno,
porque todos vinieron como soldados de pilh^e y no como i)e-
regrinos, y porque el afán de todos era destruir y no conservar.
La historia nos refiere que quemaban y saqueaban los pue-
blos 'j que faltaban á la fe jurada á los indígenas, y que se bur-
laban hasta del poder de los soberanos de Castilla. Empezando
por creer que los americanos no eran hombres, acabaron por
darles im trato de bestias, é hicieron sn suerte más infeliz que
la de los ilotas, pues no solo les hacían labrar la tierra sino
que los despojaban de sus hijas y de sus esposas y los emplea-
ban como acémilas. Proceder semejante no tardó en dar sus
amargos frutos, y en pocos años los diez míUones de indígenas
que Mbia al tiempo de la conquista en nuestro país, diezmados
por la guerra, el maltrato y las enfermedades importadas de
Europa, quedaron reducidos á menos de doscientos mil ; lo que
no hubiera sucedido si nuestros progenitores se hubieran pre-
sentado en los pueblos colombianos con palabras de paz y de
ciencia en los labios y no con espadas y teas de devastación
en las manos ; con el amor que debemos á nuestros semejantes,
y no con la insaciable codicia del que todo lo sacrifica al vü
interés. Si así hubiera sido, se habrian. juntado y amalgamado
las tribus y habrian formado cuerpos de naciones respetables ;
se habría salvado la rassa americana y conservado íntegra la
memoría de sus conocimientos, de sus costumbres, de su reli-
gión y todos los rasgos característicos de gentes tan raras y
fecundas como objeto de estudio.
Pero no, la guerra que se hizo á los americanos fué guerra
á muerte. De ahí la despoblación rapidísima de los países
descubiertos, de ahí la ruina de sus monumentos, altares y
tumbas, pues ni el polvo de sus huesos respetó el aventurero
en su deseo incesante de buscar oro y más oro. De ahí también,
lógicamente, el odio y el espíritu de venganza que se despertó
en los naturales, ultrajados y heridos de todos modos, y que
produjo el valor con que resistieron á sus enemigos, prefiriendo
la muerte y el abandono de sus hogares á la esclavitud y al
pillaje. Eufugiáronse en lo más hondo de las selvas y en lo más
áspero de los montes, donde fueron á compartir con las fieras
una vida intranquila y precaria, antes que soportar la presencia
de los mensajeros de la civilización, que, con la cruz y la espada
en alto y el sacerdote al lado, sembraban el terror y la muerte
din cansancio y sin excepción. Guatimocin, Atahuallpa, Sájipa,
— 13 --
Tupac Amartí y cien príncipes má% son la prneba de esta ab*
«urda crueldad. Y de ahí, finalmente, la degeneración de lo9
pocos salvajes que escaparon del desastre general, lo receloso
y desconfiado de Su carácter j hasta la relajación de todo vín*
culo natural y sagrado, que es el rasgo saliente de la historia
de América en aquellas eras desgraciadas.
jCómo podía ser de otra suerte, si nunca las funestas
senuUas del conquistador han producido otros frutos en
ningún país del mundo 1 Un pueblo que se re aherreojado sin
motivo, que ve sus hijas y sus esposas violadas, ultrajados sus
sacerdotes, quemadas sus casas y sus templos, robados sus in-
tereses y devastadas sus cosecha*, tiene necesariamente que
volverse feroz. Por eso murió Pedro Yaldivia como mnrió ; por
eso los remanentes de la raza indígena tien^i aún en muchos
pontos de la América impreso en el rostro el sello de la estolidez
y del terror.
Los españoles que vinieron á nuestro país no recogieron
parala historia ni para la ciencia "una tradición, un recuerdo,
ni salvaron de él un monumento siquiera, y en donde debieront
levantar la cátedra cristiana ó la escuela, levantaron la horca
y el cuchillo. Jamas pues sistema alguno de conquista, si tal
desgreño y tales abusos pueden llamarse sistema^ fué más cruel
y más inepto, ni i>rodujo cx)nsecuencias más desastrosas para la
madre patria misma el día en que los nietos de tanta víctima
vislumbraron sus derechos de miembros de la gran familia hu-
mana, é hicieron á sus opresores esa guerra de jigantes sin
paralelo en la historia del mundo, que. les dio la libertad y la
civilización de que estaban privados.
Si los peninsulares hubieran entrado en nuestro país como
políticos o filósofos, y no como aventureros sin ley y sin princi-
pios, y en lugar de destruir hubieran salvado y aprovechado
los grandes gérmenes de vida, de riqueza, de población y de
buenos instintos de las innumerables familias que lo jioblaban,
qué resultados tan diferentes hubiera dado el descubrimiento de
la quinta parte de la tierra ! tJn siglo no más hubiera bastado
Ipara hacer de la América un continente civilizado, y no habrían
desaparecido de su seno los cincuenta millones de hombres,
acaso má«, que tanto en las Antillas como en la Tierra Firme^
destruyeron los arcabuces, los perros de presa y la conducta de
los encomenderos, * y esos cincuenta millones, elevadas á dos-
cientos 6 trescientos en el curso de tres siglos, harían hoy la
íiqu^a y la felicidad de este hemisferio.
Cierto es, dice Baralt, " que la conquista de América se
bizo en nombre de lá religión 5 por móvil tuvo la codicia 5 por
instrumentos la ignorancia y la violencia ; no es pues aifícil
♦ Eíte decrecimiento fué tan rápido, que la isla de Santodomingo, que
eJ dia de au descubrimiento tenia un millón de habitantes según el testimo-
nio de los cronistas, en 1508, esto es, dieziáeis afíos después, no tenia yá sino
60,000» Seis años después solo alcanzaba á 14,000. quintan a.
/
— 14 —
colegir que el resultado debía ser el esterminio." Mas agrega
el autor citado que de ahí no se debe deducir ningún cargo
<3ontra el carácter español, ni contra el Gobierno de España,
ífosotros nos apartamos un tanto de esta opinión. Si medio
siglo de conquistas en todo un mundo y tres siglos de perenne
dominación, no son dató para juzgar del carácter de un pueblo
y de la índole de su Gobierno, ¿cuál lo será ante los ojos
imparciales de la historia f i Quiénes, por medio del hierro, de
la hoguera y del látigo, acabaron con las poblaciones ameri-
canas ? ¿ Quiénes acuchillaron sin piedad á sus príncipes I
¿ Quiénes saquearon é incendiaron sus ciudades H j Quiénes
profanaron los santuarios opulentos de su credulidad nativa y
violaron sua vírgenes sagradas? Los conquistadores; solo ellos.
I Quién nombró los empleados para las colonias 1f ¿ Quién
dictó para éstas los reglamentos de administración ? i Qníén
hizo, en fin, del continente una grande y sola presa para repar-
tírsela al oro, á la intriga, á la adulación ó al capricho ? El
Gobierno español, solo él.
iío son pues los nobles ejemplos de grandeza de algunos hijos
de España, dados en otras épocas y en países tenidos y respeta-
dos como iguales á España, los que pueden citarae en atetiuacion
de la conducta de los conquistadores de América. Esos gran-
des hechos de hidalguía, de valor, de humanidad y de abnega-
ción, no son sino casos particulares : lo que caracteriza á todo
un pueblo son sus masas obrando sin mas ley que sus instintos,
sin otro móvil (jue sus intereses. Cuando esto sucede es cuando
aparece el verdadero genial del hombre en toda su ftierza. El
buen juicio y la filantropía de la reina esposa del suspicaz y
avaro Fernando, lo mismo que el espíritu ciertamente evangé-
lico del renombrado Obispo de Ohiapa, no son entonces mas
que las excepciones llamadas desgraciadamente á continuar la
regla general.
Igual observación hacemos respecto de los gobernantes es-
pañoles en América. Fresco está aún el recuerdo de sus atro-
cidades y de sus abusos, como frescas están las disposiciones
gubernativas de la corona, que repartían los indios á los con-
quistadores como si fuesen animales 5 y fre^^^cas las que los some-
tían al tributo y las que hacían de ellos un objeto de tráfico
legal.
Estos hechos no pueden ser más elocuentes.
Pero se dice: culpad á la época y no á los hombres. No, deci-
mos nosotros, culpad á los hombres y no á la época. La época
no es nada, no es sino un espacio de tiempo desde el cual se
empieza á contar un suceso; y ella no forma á los pueblos, ni
los inspira, ni los rige. Son los hombres los que imprimen ca-
rácter á las cosas y á los hechos de su tiempo, según su propia
índole, ó sus miras.
Bebemos pues ser fieles á la verdad, y decir que, así como
el descubrimiento del Nuevo Mundo se debió más al acaso que
— 15-
Á la cieBcia, puesto que Colon mismo marió sin conocer ia
importancia de su obra, la conquista y colonización de él no
faé un asunto de fraternidad sino de lucro. En efecto, no fué
la ciencia, la religión, el comercio, el amor, ni el interés por
Ja humanidad idólatra y salvaje, lo que cubrió de quillas espa-
liólas el océano de Alcídes, antes vedado á la navegación ;
tampoco fué nada de eso lo que trajo a los conquistadores á
nuestras costas insalubres y fragosas, y los hizo arrostrar
valientemente en ellas toda clase de peligros y de necesidades.
líOy el europeo había ido en otros tiempos hasta las orientales
regiones de la Palestina y desañado allí la aridez del desierto y
el yatagán de los árabes, arrastrado por la grandeza de una idea,
animado por la pureza de un sentimiento ; pero á la América
no lo trajo nada que realzara su empresa: él no vino á ella sino
por oro; el oro fué su grande y único estímulo. Queríanlo tanto
el vasaÚo como el señor, tanto el arca de la corona, como el
bolsillo del mendigo. Cortés, Quesada, Pizarro, Almagro, Val-
divia, &c, nada tuvieron de piadosos varones y sí mucho de
argonautas.
Los sabios europeos de los siglos XY y XVI sometieron á
duda por mucho tiempo la racionalidad de los americanos,
apoyados ya en tradiciones religiosas, ya en sistemas particu-
lares ó absolutos. ♦ ¿ Qué importaba entretanto que entra los
salvaje» dej. Nuevo Mundo hubiera habido legisladores como
entre los pueblos de la China, de Grecia y de lioma, ni que
sus descubridores los hubiesen hallado organizados en cuerpo
de nación, conociendo las artes indispensables á la vida colec-
tiva, con creencias religiosas, con costumbres morales, con
conocimiento de la navegación velera, cultivando la tierra, tra-
Í ajando las minas, hablando idiomas ricos y armoniosos, y
abitando ciudades como Cuzco, Méjico, Quito, Meuquetá y
Tunja ? ¿ Hoy mismo, no son un misterio importante para hom-
bres más ilustrados que aquéllos las ruinas de los monumentos
• Un conciiio proviBcial reunido en Lima declaró á los indios excluidos
del «acramento de Ja eucaristía. Excluyéronse también á los mestizos del
presbiterado y de las órdenes religiosas en todas las colonias. Bobertson
sostuvo que la sublimidad del cristianlsrao era superior á la limitada inteli-
gencia del indio !
**Era entonces opinión recibida entre los buenos católicos que las gentes
bárbaras y paganas, • por el mero hecho de su infidelidad, estaban privadas
de todos los derechos así espirituales como civiles; que sus almas se hallaban
condenadas á Ja perdición eterna, y que sus cuerpos eran propiedad de la
nación cristiana que llegaba á ocupar su territorio. " La quojUté de cathólique
roTMvm (dice el filósofo Villers en su Éssay sur la Réformation, pág. 58, edición
de 1820 ) avait tcmt dnfaát remplacé eelle d'homme et méme de ckréUen. Qui n'etois
pcbs cathólique romaÁn, n'etait pas homme : etait moins qu'homme; ei eút ü été
un souverain, c'etaÁt une bonne aetion que de luí óter la xie." Tales eran, en
breves palabras, las creencias y la práctica de los europeos más ilusti^ados
del siglo XV j tales fueron los deplorables principios porque los navegantes
españoles y portugueses se siguieron en su trato y comunicación con los
pueblos salvajes del mundo occidental."— Pbescott.
-16-
de los primitivos habitantes de América t 4^0 son problemas
aún en pié, sú origen, sus fines sociales, la pureza de sus cos-
tumbres, su raza y los secretos de su destinol
Solo desde el punto de vista de la ignorancia no tiene nada
de extraño lo que hicieron los conquistadores 5 nada: ni la In-
quisición con lo tremendo de sus horrores, ni la esclavitud
erigida en ley, ni el despotismo y el privilegio puestos en planta
como doctrina política.
Disculpable es, si se quiere, que en el primer momento de
la conquista la mala situa<5Íon de los americanos se achaque
á los servidores de la terrible empresa. Pero no se podrá
negar ( ni disculpar tampoco ) que filé la corona de España
la que les reconoció los títulos que ellos sé dieron y la que les
repartió el gobierno de la nueva tierra; que fué la misma
reina Isabel, equivocada en sus nobles instintos, quien permi-
tió la traslación de esclavos africanos á América; que fué
Carlos T, quien decretó la esclavitud de los indios que hiciesen
resistencia al yugo peninsular, abriendo así una ancha puerta
al abuso de sus siibditos ultramarinos, y que fué él mismo,
también, quien concedió como feudo hereditario todo un pais, á
ta?ueque de dinero, á una compañía extranjera y especuladora. *
Agregúese á esto que, por buscar oro, los españoles descui-
daban tc^as las otras industrias, y que en donde la tierra no
lo producía, cogían á los indios y los vendían como esclavos
á piratas desalmados y á logreros infames. Estos i)rocederes y
el desprecio conque miraban aquellos hombres, orgullosos con
el ejercicio de las armas, la modesta ocupación de la agricultu-
ra, dio por resultado inmediato el aniquilamiento del país y el
ensanche de la raza negra y esclava, cuyos individuos eran traí-
dos en gran cantidad para aumentar el trabajo de las minas
y el cultivo délos frutos. Eecuérdese de qué clase ha sido la in-
fluencia que dicha raza ha ejercido después en algunas de las
grandes Antillas y en alguna parte del litoral del continente del
Sur.
Poco á poco las necesidades de la vida ordinaria fueron
siendo más apremiadoras que la sed de oro, y como los desas-
tres y desengaños causados por la inútil busca del Dorado,
hicieron más juiciosos y menos andariegos á los aventureros,
se pensó yá en el cultivo de la tierra y en la fundación de
poblados. Escogido el sitio— prefiriendo 8iemi>re los que
tenían fama de auríferos-^se hacían construir unas cuantas
* Para el tercer viaje de Colon al Nuevo Mundo había yá tan poca»
gentes que quisiesen seguir su bandera por lo poco Jucrativo de lo» dos viajes
anteriores^ que hubo que apelar al recurso de tripular las nave» con los reos
rematados, medida funesta que no solo desmoralizó las colonias, sino que
causó á Colon, autor de ella, los mayores males de su vida. Aquellas gente»
arrancadas del patíbulo llevaron la sedición y el pillaje á todas partes, y
fueron las primeras en hacerse repartir la tierra descubierta y sus habitan-
tes, á quienes vendieron en seguida como esclavos.
— 17 —
barracas y se agiomeraban en ellas los negros y los indios^
quienes debían trabajar mi^tras los españoles holgaban. Esta-
blecíase luego cierta especie de gobierno local y repartíase
la tierra vecina junto con sus habitantes á los conquistadores
según su rango*
Bióse á estos repartos el nombre de encomiendas^ y de ahí
dependió que se llamasen, encomendados los subditos y enco-
mendero el amo, el cual debia recibir un tributo anual pagado
por aquella nueva especie de vasallos en oro, en frutos 6 en
labores de tierras y minas.* Al principio, el derecho de las en-
<M)miendas era privativo de las personas que residían en las
provincias conquistadas ; pero luego se extendió á las personas
llamadas de mérito^ por lo que los infelices indios pasaron á ser
la presa de los cortesanos y favoritos, quienes se enriquecían
vendiendo sus derechos á cómitres avaros, ó tiranizando á
43US encomendados desde sus palacios de Madrid.
Y no fueron bastantes á ponerle remedio á estos males las
disposiciones correctoras que se dictaron después. El mal
estaba en la esencia y no en la forma de la cosa; y hasta los
monarcas mismos de España dieron ejemplo de la violación
de las leyes, entre ellos Carlos Y en el conocido caso de los
"Welzer.
, Agregúese á esto que la corona no tenia en las colonias
americanas otros agentes que los mismos conquistadores, inte-
resados, los primeros, en contrariar sus mandatos j la lejanía de
la metrópoli, lo incierto y tardío de la navegación velera; y los
muchos cuidados de un reino tan vasto como era entonces el
Teino español. Mas como el mal es algunas veces el germen
del bien, el espíritu de arbitrariedad de los conquistadores
produjo el establecimiento de cabildos en las poblaciones nota-
bles. En tiempo de la conquista esta institución, legada por
los romanos al mundo republicano y establecida en Europa
como un dique contra el poder feudal, era conocida en la Pe-
nínsula, respetada de los reyes y querida del pueblo, aunque
habia perdido sus prerogativas políticas y quedádose solo con
las económicas. *♦ En América no sucedió así, y más de una
vez esas corporaciones hicieron un gran papel en los negocios
públicos de lag colonias, aunque por espíritu de libertad y no
en representación de los fueros de la monarquía.
* Llamábase encomienda e] amparo 6 patrocinio que se encargaba á
alguno por merced real sobre una porción de indios, para enseñarles la
doctrina cristiana y para defender sus personas y bienes.
•» Como poder económico, tenian los cabildos el cuidado de la abundan-
cia y buena calidad de los mantenimientos ; la inspección de las pesas y
medidas para cerciorarse de su legitimidad, con podet de enmendarlas y de
castigar á los falsificadores ; la policía de sanidad y limpieza; el cuidado de
los pósitos; la administración de los bienes del común y los arbitrios; la
distribución y exacción de las contribuciones y rentas públicas ; y final-
mente el gobierno económico del pueblo, con absoluta independencia de las
autoridades superiores, salvo los casos de apelación ó agravio.
2
— 18 —
Téngase ademas presente que eí Consejo de Indias, director
general de las colonias, decidía siempre de los negocios más
graves de éstas según los informes de los interesados en ellos,
ó según el querer ómnimo de los Yisitadores, A su vez, las
Audiencias tenían un poder inmenso, que comprendía los
asuntos políticos, eclesiásticos, militares, económicos, guberna-
tivos y judiciales, y como los Oidores solian ser rivales de los
otros empleados, el desgreño administrativo de las colonias era
sumo. Con justicia puede decirse pues que en ellas nó imperaba
nna doctrina fija ni un sistema político, y que en lo general
la pasión ó el ínteres era el móvil del gobierno.
Entretanto las ciencias, las artes, la literatura, la historia,
el comercio, las lenguas y la perfección en las industrias eran
cosas desconocidas de los americanos ; la luz intelectual no
tenía por donde penetrar en nuestro país ni en ninguno otro
del continente ; y como muy bien lo dice el geógrafo ecuato-
riano Villavícencío "si se examina la sociedad de aquellos
tiempos la hallaremos tranquila, pasiva, patriarcal si se quiere;
pero reducida á sí misma, sin conocimientos, sin comunicacio-
nes, sin vida. No conocía la mayor parte de las ciencias, ni los
hechos, ni los hombres de los otros i)aíses ; y aun ignoraba
quizá que hubiera otros hombres, otras ciencias y otros hechos
(pie conocer. Su religión consistía en las i)rácticas exteriores y
en el conocimiento incompleto de las bulas pontificias; su
mpral, en el ascetismo y en el amor á su rey; su filosofía, en el
ergotismo aristotélico ; su historia, en la historia de la madre
patria ; su geografía en los mapas de la América española y de
la España; su imprenta, en la que servia para las cartas ¿e
pago; su comercio, en el del simple cabotaje; su orgullo y sus
más nobles esperanzas, en los títulos de caballería ; sus goces,
en las corridas de toros. La llegada de un correo era novedad
que causaba asombro, y se recibia con repiques de campana el
eajon de España que traía el interesante anuncio de la salud de
los soberanos.'' *
Si comparamos esta situación moral y material de nuestro
país — consecuencia del régimen á que estaba sometido —
con la situación próspera de las colonias inglesas^ tendremos
que deducir de esa (comparación consecuencias muy desfavora-
bles para nueí^tra metrópoli, sin que haya nada que la disculpe
ó justifique. El sistema de Inglaterra, diametralmente opuesto
al de España, no hacia de las colonias de ultramar otras
tantas agrupaciones de parias, sin derechos, sin ai>oyo, sin
estímulos y abrumadas de cargas, sino centros de gobierno pro-
X)io, con vida, con prerogativas, con esperanzas y buenas condi-
ciones x)olíticas y mercantiles. El juicio i)or jurados tanto en lo
* Hasta 1801 no se permitió á los extranjeros pisar el suelo americano,
y eso pagando nn derecho por persona. Este derecho era muy crecido para
Jos que debian quedarse en el país, y se doblaba pam los que se naturaliza*
ban en él.
— 19 —
civil como en lo criminal, el rescripto de habeas corpus y la
libertad de imprenta, no eran los más raros de sus privilegios.
» " Gozaban pues de tanta libertad civil y política, di^je t)upon-
'ceau, como podia tocar en suerte á Estados dependientes, que
tenian el precioso derecho de no separarse de su dinero sino
mediante su voluntad, y que no teniau por qué temer el azote
de los encomenderos, de los Visitadores, de los Jueces de resi-
dencia y demás escamotadores de la Península.''
Hé ahí la razón de las profundas, diferencias que hay entre
la América del Korte y la América del Sur; diferencia*;
que explican por qué el uno de los continentes ha alcanzado
en pocos anos á los pueblos más adelantados de Euroj)a, y el
otro, ó permanece en el mismo atraso en que lo dejaron los
reyes españoles, ó ha comj^rado, en algunas i)artes, al precio
de su sangre la extirpación de ceuteiuires de absurdos, el
triunfo de la libertad civil y la independencia del esi)íritu. .
Es por eso jVor lo que los pueblos del mediodía de la América
Lan luchado y lucharán aún; y los que ven el humo de sus
combates y no las causas poderosas é ineludibles que los pro-
ducen, los acusan de ser unos bárbaros batalladores , sin más
ley que la lauza ni más móvil que la destrucción. Error ridículo!
Toda esa sangre de hermanos vertida en los campos de ba-
talla, toda esa riqueza destruida y toda esa civilización piso-
teada que mancha nuestra historia de cincuenta anos acá, no
son sino el resultado de la. política colonial de los Felipes y de los
Fernandos de Espaüa. Si los peninsulares nos hubieran tendido
al tiempo del descubrimiento una mano amiga, si nos hubieran
gobernado como hermanos é iguales su^^os, y nos hubieran edu-
i5ado verdaderamente en el cristianismo y en la libertad, ha-
"brian sido grandes ellos y nosotros habríamos sido felices.
Pero uo hicieron sino saquear la tierra, aniquilar la raza
hallada en ella, y arraigar profundamente en nuestro suelo
todos los vicios de la tiranía dt3 su gobierno, .todos los errores
del fanatismo y toda la indolencia de las gentes habituadas á
la servidumbre industrial y oficial.
Cierto es que después de tres siglos de dependencia arroja-
uios de nuestro suelo á los conquistadores, pero nos quedaron
íjus amaños administrativos, su índole y sus tendencias á do-
minar los iiueblos. Y cuando hacemos todo lo posible i>or
independizarnos de este legado fatal, se nos llama iw^ofterna-
Nes y se nos acusa, sin acordarse de que España fué madrastra
y no mentor de sus colonias.
Se dice empeix) que los americanos debemos á los españoles
la religión cristiana, el idioma, la raza, las costumbres, la ma-
yor i)arte de nuestra legislación civil y penal, y la introducción
en nuestras tierras de los cereales y de los animales domésticos
europeos. Esto es verdad; ma«, ¿habriau podido privarnos
de estos bienes, como sí nos privaron de otros de que podían
disponer á su voluntad ? Eso mismo da todo pueblo conquista-
— 20 —
dor al pueblo poí él conquistado. Y en euanto á la religión
cristiana, quizá se hizo más por las formas exteriores del culto
que por la difusión y el arraigo del verdadero espíritu evangé-
lico en nuestra socíedad-
Bmpero, no acusamos por esto á la madre patria; ella, fuera
de ciertos abusos^ no es responsable de nuestras desgracias
sino hasta cierto punto. íTos engendró estando enferma, j he-
redamos sus males^ Lo que dejamos escrito no es pues una
queja sino la expresión de un heclio, ya que la España de hoy
es casi la misma España de Carlos V, á pesar de todos los
recursos que Dios le ha concedido para que sea grande y podie-
rosa sobre la tierra.
Casi todos los pueblos de los indígenas colombianos fueron
reedificados por los conquistadores, conservándoles sus nom-
bres. Quizá no llegan á ciento los fundados directamente por
ellos, de los cuales pasamos á dar una noticia cronológica. Si
en la lista de fundaciones se echan de menos algunos lugares,
débese esto á que en muchos casos no hubo verdadera funda*
cion de poblado sino simplemente título de parroquia, de villa
ó de ciudad concedido á algún vecindario, como también á qtíe
hay pueblos cuya fecha de fundación se ignora por haber
sido simples encomiendas en su origen, por contarse éste desde
el día en que se dijo la primera misa, ó en que se le dieron
autoridades, se trazo su área &c, todo lo cual produce una gran
confusión en el asunto. *
1503. La primera ciudad española fundada en el territorio
de los Estados Unidos de Colombia, la fundaron Colon y su
hermano Bartolomé en este año, en las orillas del rio Belén, á
poca distancia del mar (Estado de Panamá) ; pero tuvo un fin
desgraciado á causa de una violencia ejecutada por Bartolomé
Colon, quien aprehendió al quibio de aquella tribu y á cincuen-
ta personas más de su familia para mandarlos á España eü
rehenes de los que debían quedarse colonizando en Veragua*
El quibio se fugó, y los miembros de su familia se ahorcaroli á
bordo, lo que causó el levantamiento de los indios y la destruc-
ción de la ciudad.
1510. El año de 1508 Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y
Diego Nicuesa solicitaron y obtuvieron de la corona de Esiiato
permiso para hacer fundaciones en la costa atlántica de Co-
lombia. Dióse á Ojeda la Gobernación del litoral comprendi-
do entre el cabo de La Vela y el golfo de Urabá, con el nombíe
de Nueva Andalucía. Juan de la Cosa, como Lugarteniente de
Ojeda y Alguacil mayor, debia construir cuatro fortalezas y
* otra de las causas que influye mucho en la confusión que reina entre
los autores sobre la fundación de poblados, es la manía, bastante general, de
cambiar los nombres primitivos, costumbre perniciosa que solo sirve para
hacer un caos de la geografía. Para corregir en lo posible estos males, el
Congreso de Colombia expidió la ley 3.» de 1869.
— 21 —
pagar al rey el quinto de lo que ganare en las tierras conquista-
das. A su vez, se concedió á Diego Kicuesa la Gobernación de
Castillo del Oro^ nombre que se dio á todo el territorio com-
prendido entre el golfo de TJrabá y el cabo Gracias á Dios. El
rio Darien era la línea que partía los dos Gobiernos.
Después de algunos combates con los indígenas, en que mu-
rió el piloto Juan de la Cosa y perdió Ojeda mucha gente, logró
éste fundar á San Sebastian de Urábá en la costa oriental,
junto á unos cerros, con treinta casas de paja y una fuerte es-
tacada. Esta fundación no tuvo buen suceso ; y es hecho nota-
ble que las tribus de cunas y caimanes, que poblaban las orillas
del golfo de TJrabá^ hayan "sido de las pocas que han conserva-
do su independencia y viven aún con la libertad propia del
«alvaje.
Después de San Sebastian, ftindó el bachiller Enciso á Somata
Maria la Antigua del Darien^ á la que dio ese nombre á causa
de un voto. Estaba situada ésta cerca del rio Darien, frente de
San Sebastian, y era el pueblo del cacique Gemaco, quien se
habia dejado, vencer fácilmente. De Santa María no quedan ni
vestigios no obstante haber sido por muchos aSos la residencia
de los primeros conquistadores, quienes se vieron obligados á
íibandonarla por la insalubridad de su clima.
Bntret;anto Mcuesa, juguete de las olas y de la fottuna, no
k^bia hallado lugar á propósito en el país de su Gobierno en
donde sentar el pié, por lo que tuvo que establecerse en Nombre
de Diosj después célebre punto de escala de los exploradores
d^l océano Pacífico.
Estas fundaciones costaron á los españoles cerca de mil
hombres.
1519. Pedro Arias Dávila, segundo Gobernador de Castilla
del Oro, recibió orden de la Corte para trasladar á Panamá la
sede eclesiástica y la población de la Antigua, lo que verificó en
1519. En 1521 se le dio á Panamá el título de ciudad y un es-
^do con un yugo y un haz de flechas en campo dorado en la
parte superior, y en la inferior con dos carabelas navegando y
una estrella con orla de castillos y leones. Parte de estos símbo-
los han figurado luego en el escudo de armas de la Eepública.
1525. Seis años después fundó Eodrigo Bastida á Santa-
marta^ la que llamó así por haber llegado su expedición el 29
de Julio á la bahía sobre la cual está esa ciudad. Condujese
muy bien este Capitán con los indígenas y ajustó paces con los
gairas, los tagangas y los dorsinos, tribus comarcanas, lo que
disgustó á sus compañeros, quienes conspiraron contra él y lo
mataron á puñaladas.
Después de la muerte de Bastida, se hizo Santamarta el
centro de un gran comercio de esclavos, pues todos los indios
iQue los españoles hallaban á las manos, acusándolos de antro-
péfsbgos, los vendían á los colonos de Santodomingo.
1533ii El 21 de Enero de este año fundó don Pedro de Here-
— 22 —
día la ciudad de Oartdígenaj cuyo primitivo nombre fué Calamar.
La hermosura de la bahía y la abundancia de peces que habi»
en ella habian traído á Calamar muchas tribus de indios, la»
cuales vivian en paz é inteligencia. Carex, jefe de Codego, te-
nia su porincipal población en Bocachica. En el lado opuesto B&
encontraban Matarapa, Cocón, Cospique y Bahaif e, pueblo»
que fueron prontamente sometidos, ya por la persuasión, ya
por las armas.
Desde el puntx> de viéta del botín, ningún conquistador fué
más afortunado que Heredia, quien después de sus correrías-
pudo dar á cada uno de sus soldados 6,000 ducados, esto e^
una suma mucho mayor de la que tocó á los conquistadores di&
Méjico y del Per(L Heredia encontró un puerco-^spín de oro
macizo de 50 kilogramos de peso. *
La fama de estas riquezas corrió en breve por todo el lito-
ral de Tierra Firme y mar de las Antillas, y pronto fué Carta-
geina la colonia más floreciente de Colombia. Contribuyó tam-
biea á su prosperidad la explotación de los sepulcros del Sinú.
Los otros pueblos de Colombia fueron fundados en el órdeti
que sigue :
1535 María la Baja*
— Tolú.
1536 Cali.
1537 Timaná.
1538 Bogotá.
— Mompos.
— La Plata.
-^ Popayan.
1539 Ansermanuevo.
— Tunja.
— Pasto.
— Vélez.
— Barrancaviéja.
1540 Cartago.
— Málaga.
1541 Antioquia.
1542 Arma.
1543 Caloto.
— Quilichao.
1544 Tamalameque-
— Tocaima.
1545 Eionegro.
— Eiohacha»
1549 Pamplona^
1550 Ibagué. '
— Mariquita..
1550 Nelva.
— Valledupar.
1551 Almaguer.
— Villeta.
1553 Caguán.
— Salazar de las Palmas.
1559 Muzo.
1560 Palma de Honda,
— Remedios.
— San Cristóbal.
1570 Buga.
1572 Leiva.
— Ocaña.
1576 Cáceres.
1581 Zaragoza.
1583 Guayabal.
1584 San Martin.
1586 Chiquinquirá.
1600 Barbacoas.
— Iscuandé.
— Eoldanillo.
1620 Sangil.
1629 Barranquilla,-
1631 Jirón.
1640 Soledad.
1654 Quibdó.
* En ]a Española también encontraron los conquistadoreErim pedazo ám
oro de 3,200 castellanos, el cual podía contener un cochinillo asado.
— 23 —
1664 Puriñeacioñ, 1773 Stabaolioque.
1670 Medina. 1774 Concepción de Servitá.
1674 Medellin. — San Onofre.
1681 Socorro. 1775 San Garlos de Colosiuáw
1689 Chire. 1777 Santa Eosa (Toliina),
1690 Lérida^ 1778 Atta-co.
1606 Paime. -^ Goyaima»
1702 Concepción. — Natagaima.
1709 líóvita. — Mesa de Juan Bíaz. .
1730 Palmito, 1780 Santa Libradla.
1743 • Coello. 1783 Espinal.
1756 Fortalecillas* -*— Santa Eoa^a de Osos,
1757 Payandé. 1786 Ambalema.
1770 Chaguan!, 1789 San Lnis. *
1771 Alpiyarra.
Fueron fundadas ademas : la ciudad de Tudela en tierra de
los mazos (Boyacá) por el Capitán Ursúa, la qqe fué abaiMÍ«>-
nada en 1552, pues habiendo degollado este conquistador á los
indios principales durante una feria^ dio esto lugar á uñar gue-
rra encarnizada y los españoles tuvieron que huir del territorio
y no Yohieron á él sino después de cinco años ; la ciudad de
Ij08 Beyes en el Valledupar, junto á Guapatori ó Eiofrío j la de
Salamanca en la misma parte. Llamóse después ésta Eamada^
y se hizo célebre por haberse dicho que sus vecinos eran tan
ricos en. perlas que las vendian por fanegas ; León en tierra de
los guanes, fundada en 1552 y reedificada después por el Capi-
tán Benito Franco ; San Vicmite de Páez y los Angeles^ fundadas
por el Capitán Domingo Lozano en 1563 y destruidas por los
pijaos nueve ó diez anos después ; San Juan de Rodas en 1570,
á un miriámetro del rio Cauca y cerca de Antioquia; Ecija en
1571 por Francisco Castro y San Angél en el Estado del Mag-
<la»lena^ la de Tlheda en Antioquia en 1574, por Andrés Valdi-
via ; Santa Águeda en el Tolima, por Quesáda, á 3J miriámetros
^de Mariquita 5 Fedraza de Campos por Francisco Maldonado y
Saavedra 5 OnUveros por Pedro Astorga, y Falencia por el G e-
neral Juan de San Martin.
Mencionaremos ademas la villa de Cuntras, fundada por
Aldana y Robledo en 1542 en las cabeceras del rio Anserma ;
«1 villorrio de 3forga-Ampudiaj uno de los primeramente funda-
dos, y Agreda ó Málaganueva en tierra de Pasto y de las
* Para lo que se reiaoione con la categoría de estos pueblos, debemos
advertir quepa/rroqvia significaba en tiempo de la colonia dos cosas distin-
tas : territorio servido eclesiásticamente por un párroco (éste era el signifi-
cado común de la palabra), y curato de feligreses blancos en contraposición
6l de feligreses indios, llamado vulgarmente ptiehlo. Así, un territorio des-
pués de haber sido durante 200 6 más años curato de indios ó piíehloy solía
pasar á ser carato de blancos ó parroquia,. Hoy» esas distinciones han desBpa-
í'ecido,
— 24 —
tríbas jíichilimbies y cailes. La mayor parte de estas fanda-
ciones lio tuvo bnen éxito, unas veces por lo insalubre del
clima y otras por la tenacidad de los indios en destruirlas, ó en
hacer la guerra á los avecindados en ellas.
El objeto de los españoles al hacer estas fundaciones
no fué el bien del país, cuyos iiitereaes no conocian. No^
ellos servían solo á un interés pasajero, y por eso no pobla-
ban sino los lugares auríferos. A las veces no querían sino in-
mortalizar su nombre. Fundaban caseríos en las grandes vías
que conducían hacia el mar ó en los mismos asientos de los
indios, sin detenerse á examinar lo ventajoso ó desfavorable
del sitio, ora muy apartado, ora trepado sobre las cordilleras,
ora en las orillas pestilenciales de un rio, ora en el fondo de un
valle malsano 5 y de ahí la ñdta de acierto de la elección de los
parajes en donde echaron los cimientos de los pueblos, pues los
intereses de una tribu bárbara no podían ser los de una ciudad
destinada á vivir del comercio y de las relaciones de todo
género.
No habiendo seguido los conquistadores otro camino que el
de las crestas de los montes para el mejor ojeo del país, funda-
ron las ciudades sobre sus propias huellas. Es esta la razón
por qué se encuentran los mejores pueblos de la América sobre
las cumbres de los Andes, en su pié ó en algunos de sus rama-
les, como sucede con Bogotá, Quito, Popayan, Pasto, Tunja,
Antioquia, Socorro, Eiobamba, Cuenca &c ; y esta circunstan-
cia ha retardado mucho la civilización de la América española.
Las «ciudades de las costas del mar y de los terrenos llanos,
tienen sobre las de montaña una ventaja inmensa. Los mares
son hoy los conductores de las luces y de las riquezas ; las lla-
nuras y los terrenos poco accidentados pueden ser recorridos
en carros ó en ferrocarriles. Mejor seria pues para Colombia
tener veinte ciudades en las costas que ciento entre los farallo-
nes de sus cerros. Venezuela está más en contacto con los paí-
ses civilizados y hace un comercio más pingüe que el nuestro,
por la mejor situación de sus ciudades.
Con otro sistema que el seguido por los españoles en Co-
lombia, la gran laguna de Chiriquí rivalizaria hoy en impor-
tancia al seno mejicano, y habríamos mantenido nuestros límites
costaneros sin detrimento alguno hasta el cabo Gracias á Dios,
y hasta la mitad ó hasta el fin del golfo de Maracaibo.
Sorprendidos los indios colombianos como los del Perú y
' los de Méjico con la aparición de unos hombres superiores á
ellos en recursos de guerra, dejáronse vencer fácilmente; y
cosa rara en verdad ! cuanto más civilizadas eran las tribus
indígenas, tanto menos resistieron á los conquistadores. Por
eso los españoles con quienes más tuvieron que lidiar fué con
los indios del Estado de Panamá, que i)articipaban de la raza
caribe, con los macanas y los camapotes de Bolívar, con los
muzos de Boyacá, con los paeces y los pijaos del Tolima, con
— 25 —
los panchos de Gandiuamarca y con otros más, que peleaban
por Mbito de gaerrear y no por espíritu de independencia. *
ni
HISTORIA GENERAL.
El territorio que tiene hoy el nombre de Estados Unidos
de Colombia no formaba antes ni al tiempo del descubrimiento
un solo país, esto es, una región sometida á un mismo gobier-
no. Habia en él tantos países como tribus indígenas, y tantos
pueblos como tribus, las cuales vivían aisladas ó mantenían muy
ligeras relaciones de paz y de comercio.
Cada tribu sembraba lo necesario para vivir (por lo común
n^aíz, papas, yucas &c.) ; algunas tejian el algodón para ves-
tirse ; y otras vivían desnudas, se pintaban el cuerpo con colo-
res brillantes y se adornaban con brazaletes y cintillos de oro.
Ko conocían el uso del hierro ; sus casas eran de bahareque y
á veces vivían, como los monos, en las copas de los árboles.
Sus jefes eran absolutos y tenian sacerdotes, que eran al
mismo tiempo médicos y adivinos. Adoraban los astros y
tenian ídolos, que hacian de oro, de madera ó de piedra. Se
embriagaban con un licor que hacian del maíz, y enterrábanlos
muertos con parte de sus riquezas y con algunas provisiones,
lo que prueba que tenian una idea aunque grosera de la
inmortalidad, l^o tenian ningún animal doméstico, salvo el
perro mudo, y sus armas eran de hueso y macanas ; manejaban
la honda y la flecha con primor. En una palabra, si se excep-
tdan los chibchas, no eran mas que salvajes en camino de una
civlliza<}ion tedavía muy remota.
La nación chibcha ocupaba el centro de la Union Colombia-
na. Hacia el Sur estaban los sutagaos 6 fusagasugaes y los
panches, dueños de los pueblos de Guaduas, de la Mesa y de
Tocaima. Seguían los pijaos, los coyaimas, los yalconas, los
gnanacas y los paeces, formidables poseedores del pié de la
Cordillera Central. Del otro lado de ésta estaban los tributarios
del régulo ó cacique Payan. En Pasto, los quíUasingas ; y más
allá del río Guáitara los ipiales, los maUamas, los yascuales &c,
menos belicosos que sus vecinos, los cuales fueron reducidos casi
todos por Sebastian de Belalcázar en el tiempo en que éste
descubrió y conquistó á Popayan.
Al norte del imperio chibcha estaban los agataes, los gua-
nea numerosos (antiguos socórranos), los citareros, los chiná-
eotas, los motilones y otras tribus menos importantes, que se
ext^o^dian hasta Venezuela.
* Quinientofi españoles, incluyendo los que vinieron con Gerónimo Lebrón
y Alonso Luis de Lugo, fundaron todas las ciudades importantes del Tolima,
de Gnndinamarca, de Boyacá y de Santander y domaron las tribus que ocu-
paban este vasto territorio.
— 26 —
Al nordeste Quedaban los coliinas y los muzos.
Hácdael Oriente, trasmontando la cordillera, se encontraban
los tiricos, los girares, los betoyes, los guahibos y las demás
tribus que viven aún en las hoyas del Meta y de sus afluentes.
Ademas de éstas, en el Estado de Panamá se encontraban,
entre las más notables, las tribus darien y veragua. En el de
Bolívar, las de los noánamas y canapotes, que hicieron mucha
resistencia é los españoles en la otHiquista de la antigua pro-
vincia de Cartagena ^ en el del Magdalena, las de los tagangas,
gairas, taironas y hondas, en territorio de la antigua provincia
de Santamarta ; y en la antigua de Biohacha, la de los no ven-
cidos goagiros, tribu bárbara y hermosa que comercia con los
pueblos civilizados. En el Cauca, ademas dé las tribus de la
Miiea. general del Sur, habia las de los noanamaes, citaraes y
chocóos, báeiael Pacífico. Finalmente, en el Estado de Antio-
quia habia multitud de tribus de hombres robustos, bien for-
mados, que cultivaban la tierra y trabajaban las minas, y eran
regidos por jefes intrépidos. De éstas, la tribu más célebre era
la de los armas.
Pueden calcularse en unas mil las tribus indígenas que
había en Colombia al tiempo del descubrimiento de ella. La
sola región de Popayan contaba 9á.
COSMOaONÍA»
GMminigagua^ según los cbibchas, era el gran creador del
universo, y en su seno estaba la luz* De este primer ser salieron
unas aves negras como cuervos, que volando por todo el mundo,
iban lanzando por el pico prolongadas centellas de lumbre. De
eete modo se iluminó la tierra y fué el primer día de los
chibehas.
Después de ese primer ser creador é iluminador^ seguían en
categoríael sol, padrey fecundador de la naturaleza,^ al cual
debían la claridad, el calor y la vegetación; y la luna, su comr
panera, el astro predilecto, coronado de estrellas, hermoso y
consolador*
Los chibchas, pues, como todo pueblo que empieza á vis-
lumbrar los albores de una civilización moral, eran sabeistas:
adoraban á Dios en los astros, que son la más grandiosa y
bella de sus obras.
El mundo fué poblado según los chibchas del mismo modo
que refieren la mayor parte de las cosmogonías antiguas: por
un primer hombre y una primera mujer. Luego que fué el
primer día, salió de la laguna de Iguaque, situada á dos miriá-.
metros al norte de la ciudad de Tunja, una mujer extraordina-
riamente hermosa, que conducía á un niño por la mano. Caminó
la sagrada pareja hasta que encontró lugares bellos y descam-
pados, donde se estableció, y cuando la edad hizo hombre al
niño, este se casó con su guia. Una fábula semejante se referia
J
— 27 —
de los peruanos, los primeros padres de los cuales fueron Manco
Oapac y Mama Óello, liyos del sol, quienes salieron del lago
de Titicaca para fundar y civilizar el imperio de los incas
Los chibcbas, como los fecundos inventores de la mitología^
admitían un infierno, lugar que estaba en el centro de la tierra^
á donde iban las almas de ios muertos. Como en el averno de
los griegos, antes de llegar á él babia que atravesar un Aque-
ronte, lo que se hacia en balsas fabricadas con telas de araua^
Era BoeMca su dios bienhechor, y era Chibcha<mm el dios
de los agricultores, mercaderes y píateos. Bajo la figura die un
oso cubierto con una rica manta de colores, representaban á
Fo ó zorra, dios de los pintores de tejidos, de los tejedores, de
los borrachos y de los cortadores de madera* Adoraban tam-
bién á Choquen^ dios de los linderos de las labranzas, á quien
presentaban las plumas y las diademas de ora con que se ador-
naban para los combates ; i)ero su culto más espiritual era el
de la diosa Baiiche (la mujer salida de la laguna de Iguaque),
madre del género humano y celadora de los plantíos de legum-
bres. En su altar solo era permitido quemar moque y selectaa
resinas.
Adoraban el arco iris baj^ el nombre de Cttehavira^ y le
ofrendaban esmeraldas, lentejuelas de oro, y pellas.
Los chibchas lo mismo que algunos otros pueblos hablan
tenido un diluvio universal en castigo de sus muchos i)ecados.
Causaron este diluvio las avenidas de los rios Sopó y Tibitó,
tributarios del Punza, que fueron tan abundantes que no quedó
á loB moradores de la planicie de Bogotá, para guarecerse, sino
las cimas de los cerros. Esta grande inundación la había orde-
nado Chibchacum, dios subalterno, y los chibchas volvieron su3
ojos á Bochica, deidad protectora. Este se les apareció una
tarde al ponerse el sol, sobre un arco iris y con luia vara de oro
en las manos, con la cual dio un golpe en la roca, la que partida
en dos dio paso á las aguas detenidas de la Sabana, quedando
ésta más fértil que á^tes con el hmo acumulado en su fieno.
Tal fué el divino origen del Salto de Tequendama. Disgustado,
ademas Bochica con Chibchacum por lo que habia hecho, lo
condenó á cargar la tierra. Es desde entonces que ésta sufre
los sacudimientos llamados t&mblorea, que son producidos por
el traslado qqe hace de ella Chibchacum del hombro izquierdo
al derecho, ó viceversa, cuando el cansancio lo obliga á ello.
Grandiosos los chibchas en sus concepciones respecto de la
divinidad, tenían de templos las grutas, las cascadas, los lagos
ó las agrias cumbres de los montes, como si prefiriesen la&
obras de la naturaleza á la» obras de sus manos, ó quizá i)orque
en esos parajes habia cierta poesía religiosa muy compatible con
la solemnidad de su culto. Colocaban en esos luga¡res los vaso»
sagrados en que debían depositarse las ofrendas, que no podían
hacerse sino después de muchos días de ayuno y abstinencia.
Sin embargo, tenían también templos hermosos revestidos de.
láminas de oro.
— 28 —
Sobresalían entre éstos el de Bacatá y el de Guatavita j
pero era el más espléndido el de Suamoz ó Sogamoso, vasto
edificio adornado con hileras de momias cubiertas de oro i
plomas. Fné incendiado este templo por la rapacidad de dOB
soldados españoles, aunque involuntariamente. Asegúrase que
era tanta la madera empleada en su construcción, que duró
ardiendo mucho tiempo. Los adoratorios de dhia, de Ubaque,
de Tota y de Fúquene eran notables.
Tenían, ademas de los templos, seminarios (ct¿ca), en donde
encerraban desde muy niSos á los que debian consagrarse á la
orden sacerdotal. Cuidaban los sacerdotes de las ceremonias
del culto y del cómputo del tiempo^ el cual dividian así:
semana^ espacio de tres dias; meSj diez semanas; ano dvilj
veinte meses ó lunas ; año sagrado, treinta y siete meses ; siglo^
veinte años. *
Era el sol la única divinidad á que los chibchas ofrecían
víctimas humanas, pues inmolaban los piisioneros jóvenes
para teñir con su sangre las piedras del altar de aquel astro que
recibían los primeros rayos del dia. Celebraban ademas una
ceremonia cada quince años en que sacrificaban una víctima
humana, arrancándole el corazón en medio de una pompa solem-
ne y lúgubre. Esta víctima se llamaba gttesa, esto es, sin casa,
IK)rque la traían de los llanos de Oriente, de determinada tribu.
Teníanla encerrada hasta la edad de diez años, y al cumplir
éstos la sacaban para i>asearla en los campos. Luego la volvían
á encerrar hasta que cumplía quince años, época en que tenia
lugar el acto fatal. Esta víctima era siempre del sexo mas-
culino.
El sumo sacerdote de los chibehas, que residía en el valle
sagrado de Iraca (Sogamoso), era electivo. Nombrábanlo los
caciques de Gámeza, de Busbanzá, de Pezca y de Toca. En
caso de discordia, decidía el cacique de Tundama. El gran sa-
cerdote debia ser nativo de Tobazá ó de Firavitoba.
GOBIEENO CIVIL.
i
El gobierno de los chibchas era despótico. El zipa daba las
leyes y administraba la justicia ; mandaba los ejércitos en per-
sona, y ninguno de sus subditos podia mirarlo de frente, ni
presentársele sin alguna ofrenda. Ademas de la mujer propia,
tenia gran número de concubiuas, á quienes llamaban thigv/yes,
Eesidia de ordinario en Meuquetá ; pero tenia casas de recreo
en Tabio, en medio de hermosos jardines y de baños termales ;
en Tenasucá, para gozar de las delicias del clima templado j y
en Theusaquillo, á donde se retiraba después de las ceremonias
* Véase la explicación 6 interpretación del calendario chibcha en el
tratado de Duquesne (obras de Acosta), cura del pueblo de Gachancipá,
quien la dedicó al sabio Múti^,
— 29 —
con qne se daba principio á las cosechas^ ó cuando los campos
estaban mustios por eUverano» *
El heredero del reino era el hijo mayor de la hermana del
zipa, y se le encerraba desde la edad de diez años en una casa
ó monasterio de Chia, donde se le educaba y se le hacia ayu-
nar. Eecibia luego la investidura real de manos del zipa^ y era
el jeque de Chia hasta la muerte de éste. La ceremonia de 1»
investidura se efectuaba sentándolo en una silla de oro incrus*-
tada de esmeraldas y poniéndole en la cabeza una especie de
mitra. En seguida se le ofrendaban aves y flores.
Cuando faltaba el sobrino, entraba á gobernar el hermano
del zipa. El pregonero, qne hacia conocer la voluntad del zipa,
era el primer personaje del imperio-
SISTEMA PENAL,
Los chibchas castigaban el homicidio, el rapto, el incesto y
el adulterio con pena de mnerte ; al sodomita con empala-
miento y al ladrón con azotes. Al que no pagaba las contribu-
ciones públicas ó sus deudas privadas, le daban su ca<sa por
cárcel, y le ponían en la puerta, como centinela, un mensajero
con un tigre pequeSo ú otro animal semejante, á los cuales
tenia qne darles de comer hasta que pagaba. Al cobarde en la
gnerra se le obligaba á vestirse de mujer y á ocuparse en
oficios domésticos por cierto tiempo.
AGBIOULTTJBA, INDUSTRIA Y COMERCIO*
Cultivaban el maíz, la patata, la quinua, la yuca y la arra-
cacha. Parece que no conocían el plátano, pues no lo había al
tiempo de la conquista sino en el Chocó, Estado del Cauca.
El dulce lo sacaban de los panales y de la caña del maíz.
Comerciaban en esmeraldas, sal de Zipaquirá, tejidos de
algodón y manufacturas de oro, tales como brazaletes, figuras
de animales y engastes para caracoles y conchas marinas, las
que les servían de copas en los banquetes. En estos trabajos
eran muy hábiles los indios de Guatavita. Tenían monedas de
oro fabricadas en forma de disco, y sus medidas de longitud
eran el palmo y el paso.
BAZA.
Cara redonda, más ancha qne larga, y poco conveja j frente
aplanaday estrecha; cráneo poco prominente; nariz pequeña
"y aplanada, ojos chicos, negros y de mirar astuto y desconfiado ;
pómulos prominentes ; labios gruesos y descoloridos; ausencia
completa de barba ; estatura mediana y foniida ; hermosos
dientes y color cobrizo.
— 30 —
IDIOMA.
A punto fijo no se conoce bien ni la estructura ni la riqueza
del idioma de los chibchas, que algunos llamaron rico, claro y
preciso, pues los conquistadores hicieron de él el mismo caso
que de todo lo demás. Mas sean cuales fueren sus imperfec-
ciones, el cliibcha era el idioma más completo que se hablaba en
América después del quichua y del azteca. Tenían los chibchas
algunas nociones de escritum, según se colige del epitafio
puesto en el sei)ulcro de Sugamuxi, que nos ha trasmitido la
historia, y de las inscripciones de otros monumentos.
En 1619 el padre Bernardo de Lugo publicó en Madrid una
gramática chibcha, que aunque defectuosa da á conocer bas-
tantemente ese idioma. Parece que hay algunas otras, aunque
son poco conocidas. *
Tenían los chibchas nociones del arte de la numeración
y contaban por veintenas, sirviéndoles de base los dedos de las
manos y de los pies. **
LOS ZIPAS.
( De 1470 á 1538 ).
Según la tradición más uniforme, el imperio chibcha contaba
cuando se empezó la conquista de él catorce siglos de existen-
cia; es decir que su origen se remontaba al siglo II de la én»
vulgar.
En 1470 empezó á gobernar el imperio chibcha Saguanma-
ehica, quien lo recibió en un estado floreciente, con muchas
riquezas y con un ejército aguerrido. Saguanmachica conquis-
tó muchos pueblos, hizo tributario suyo al cacique de Fusa^a-
sugá y libró batalla á Michuá, uzaque de Tunja, al frente de
sesenta mil hombres. Ambos jefes perdieron la vida en este
encuentro, ]>ero la victoria favoreció á los chibchas.
En 1490 á Saguanmachica sucedió el zipa Kemequene,
quien movió guena á los sutagaos y á los panches y venció á
los ca<}iques de Zipaquirá, de Ubaté, de Gtiatavita (qlie era
uno de los máá poderosos), de TJba^iue, de Susa y de Simijaca
y avanzó hasta Muzo, después de lo cual, al freate de cien mil
hombres, atacó al uzaque de Tunja en el arroyo de las Vueltas,
cerca de Ohocontá. Los soldados del uzaque, que eran también
€íeu mil, obtuvieron el triunfo y Nemequene pagó su arrojo con
la vida, después de un reinado glorioso de veinte y cuatro años.
* El idioma cliibcba carecía de la { y de la d j u^ba mucho de las síla-
bas cha, che, chi, cho, chu. La sílaba cha unida á ia palabra muisca servia para
expresar el masculino. Las palabras zipa y zaque eran muy usadas.
** Ata significaba uno, hozha dos, mica tres, mhuyca cuatro, hizca cinco, ta
seis, cuhupqua siete, zuhuzá ocho, acá nueve, vhchihicá diez. Después de diez
agregaban la palabra qiUhicha, que significaba pié, y contaban así : pié uno»
pié dos, pié tres &c.
— ai —
En 1514 le sucedió Tisquesuáha, quien continuó la guerra
emprendida 5 pero habiendo mediado el jefe sagrado de Soga-
moso se pactó una tregua de dos años. Al entrar los españoles
en Cundinamarca con 160 hombres, Tisquesushá, que tenia un
ejército de 70,000, se escondió; empero, fué descubierto en Fa-
catativá y allí le diq muerte un soldado de Quesada, después
ele veinte y cuatro años de reinadp.
En 1538 Zaquesacipa usurpó la corona á Chiazaque,, hizo
paces con Quesada y lo acompañó á la conquista de los par-
ches. Esto no impidió que Quesada le mandase formar un. pro-
ceso por ocultador de tesoros i)úblicos ni que le hiciese dar
tormento. Zaquesacipa murió en él, y fue el último rey de los
chibchas.
Descubierto el Nuevo Mundo, los Keyes Católicos acogieron
con la mayor deferencia todas las indicaciones de Colon y le
suministraron en abundancia cuanto podia contribuir al mante-
nimiento y futura prosperidad de sus nacientes colonias 5 así
fué como la isla Española llegó á poseer bien pronto cuantos
ganados, animales domésticos, granos y frutos conocía el anti-
guo continente, nuchos de los cuales llegaron á ser objeto de
un comercio más lucrativo y más estable que el del oro, con
tanta ansia buscado entíónces. ♦
La inmigración á los países nuevamente descubiertos fué
fomentada liberalmente por las reales órdenes. Se concedió á
los que fueran á establecerse en la Española el pasaje libre de
todo gasto, la exención de impuestos, la propiedad plena y ab-
soluta de todos los terrenos que se comprometieran á cultivar
en el espacio de cuatro años; se les proveyó ademas gratuita-
mente y con abundancia de semillas y de fondos ; y se. declara-
ron libres de derechos todos los géneros que se importasen, ó
exportasen, lo cual forma un contraste muy extraño con la
mezquina política que sobre este mismo particular se adoptó
más adelante. Enviáronse también á la colonia quinientas per-
sonas, entre las cuales había hombres científicos y artesanos
de todas clases, pagados x>or el Gobierno 5 y á fin de establecei*
la tranquilidad y de dar seguridad en la isla, se mandaron
crear municipios y se invitó á los casados a que íuesen á
radicarse en ella. Desgraciadamente junto con estas pruden-
tes medidas se adoptaron otras de egoísmo y antiliberales,
como la que prohibía á los judíos, á los moros y á todos los que
no fueran castellanos, habitar y hasta recorrer el Nuevo Mun-
do ; y la que daba al Gobierno la exclusiva posesión de todos
los minerales, palos de tinte y piedras preciosas que pudieran
* Es prueba de esto la larga enumeración de los artículos sujetos al pago
del diezmo, que hace una cédula de 5 de Octubre de 1501,, pues por ella se ve
con cuánta dureza se impuso esta pesada carga desde el principio á los más
importantes productos de la industria americana.
--32 —
descubrirse, y aunque se pennitió á los particulares que busca-
sen oro, filé sujetándolos al pago del enorme tributo de dos ter-
cios del que recogiesen. Este tributo se redujo luego á solo una
quinta parte. *
La medida que contribuyó más al progreso de los descubri-
mientos y de la colonización del Kuevo Mundo, fué la licencia
general que se concedió en 1495, tres anos después de descu-
bierto éste, para que los particulares pudieran hacer viajes por
su cuenta con ciertas condiciones. Sin embargo, nadie quiso
hacerlos hasta 1499 por lo poco lucrativos que ellos resultaron
al principio, y porque fué hasta entonces que llegaron á Espa-
ña las preciosas muestras de perlas recogidas por Colon en la
costa de Paria. ** Las naves destinadas á hacer descubrimien-
tos en virtud de la licencia general de que hablamos, debian
reservar la décima parte de su capacidad para la corona, y dar
á ésta las dos terceras partes del oro que recogiesen, y el diez
por ciento de los demás productos. Muchos de los ricos merca-
deres de Sevilla, de Cádiz y de Palos, antiguo teatro de las
empresas marítimas, armaron flotillas de tres y de cuatro na-
ves, las que confiaron á los compañeros de Colon en sus prime-
ros viales. Para atender mejor á estas empresas, por cédula
real fechada en Alcalá el 20 de Enero de 1503, se mandó crear
una oficina compuesta de un tesorero, un administrador y un
contador, la que debia funcionar diariamente en el alcázar de
Sevilla. Debe tenerse presente que el Consejo encargado de los
negocios de Indias - compuesto de un director y de dos subal-
ternos -habia sido establecido inmediatamente después del
primer viaje de Colon. La oficina dicha entendía en todo lo que
tenia relación con las colonias, y tenia facultad de dar licencia
para equipar flotas, para fijarles su destino y para darles ins-
trucciones sobre su navegación. Todas las mercancías de expor-
tación debian depositarse en el alcázar, donde se recibían tam-
bién los cargamentos de retorno y se celebraban los contratos de
venta. Igual autoridad tenia la oficina sobre el comercio de la
costa de Berbería y sobre el de las Canarias, y su vigilancia se
extendía á todos los buques que zarpaban de Cádiz y de Sevi-
lla^ También tenia amplias funciones judiciales, las que desem-
peñaba consultando con abogados asalariados por el Gobierno.
Be sus fallos solo podia apelarse ante el Consejo de Indias.
Tal era la famosa casa de Sevilla llamada de la Contratación.
El comercio, empero, no pudo ser al principio muy variado,
al menos en lo que tocaba á los productos americanos, tales
* La exclusión de los extranjeros, al menos de los que no fuesen católicos,
se encuentra muy particularmente recomendada por Colon en su primera
nota á la corona.
** Antes de eso, en 1497, los dos Cabot, al servicio del rey de Inglaterra,
Enrique VII, hablan recorrido toda la costa 4e la América del Noi*te, desde
líewfoundland hasta algunos grados adentro de JLa Florida, é invadido el
territorio yá descubierto por los españoles*
^ 33 -.
tíomó el cacao, el añil, la cochinilla, el tabaco, el cancho, &e*
^Recientemente descubiertas las Indias se llevó á España una
<50rta cantidad de algodón, pero se ignoraba si compensaría el
trabajo de cultivarlo. La caña de azúcar habla sido sembrada
«n el fértil suelo de la Española, pero habia que esperar algún
tiempo para saber cuáles serian sus productos. Ko sucedió lo
mismo con el palo brasil, que ñié desde el primer momento uno
de los más pingües monopolios de la corona. El oro bajó bas-
tante desde que empezaron á hacerse remesas de él, y esto al*
tero el precio regular de los artículos. El valor de la plata no
sufrió alteración notable hasta que fueron descubiertas las
grandes minas del Potosí y de Zacatecas.
Por una bula del papa Alejandro VI, de fecíha 16 de No-
^nembre de 1501, fueron facultados los monarcas españoles
para cobrar diezmos en todos sus dominios coloniales. Por otra
bula de 2S de Julio de 1508, el Papa Julio II concedió también
á estos monarcas el derecho de conferir los beneficios eclesiás-
ticos de las colonias, de cualquiera clase que íuesen, quedando
las concesiones sometidas á la simple aprobación de la Santa
Sede. Fué por eso por lo que la corona de España estuvo siem-
pre ala cabeza de la Iglesia en sus dominios ultramarinos y
dispuso á su agrado de las rentas y dignidades de ésta en esos
dominios.
La de Nueva Granada fué la primera Presidencia creada en
América por eA Gobierno español. *
El Consejo de Indias era una junta que fundaron en España
los Reyes Católicos. Componíanla individuos que habían des-
empeñado en América funciones importantes, y tenia carácter
administrativo y judicial.
Las Eeales Audiencias eran tribunales supremos, compues-
tos de jueces togados llamados Oidores, de las sentencias de
los cuales solo se podia apelar ante el Consejo de Itidias, y eso
en las causas civiles cuando la cuantía del litigio excedía
de seis mil pesos. En los asuntos de policía, de que conocían los
Vireyes y los Capitanes generales, las Audiencias fallaban en
* Bl Virey de Santafó era independiente y se entendía directamente
con ]os Ministros del reí de España.
Del Vireinato de Nueva Granada hacían parte las provincias de Batafé,
de Cartagena, de Santamarta, de Eiohacha, de Panamá, de Veraguas, de Po-
payan, de Antioquia y del Chocó, y los corregimientos de Tunja, del Soco-
rro, de Pamplona, de Casanare, de líariquit^ y de Neiva.
Los jefes de las provincias se llamaban Gobernadores y en algunas de ellas
tenían el cargo de Comandantes generales. Cuando no tenían mando mili-
tar se llamaban Corregidores, Justicias Mayores. Las autoridades civiles depen-
dientes de los Grobernadores eran : el Teniente-G-obemador, letrado, y los
Tenientes-Justicias de los j)ueblos, los Corregidores de los indios, los Capi-
tanes de guerra, los Cabildos, los Alcaldes ordinarios y los Alcaldes pedáneos
ó de partido. No habia Cabildos ó Ayuntamientos sino en las ciudades y
vDlas. Los Cabildos nombraban el 1.» de Enero de cada año los Alcaldes.
Los Corregidores cobraban los tributos y los Gobernadores administraban
«n primera instancia la justicia civil y criminal.
3
— Sí —
apelación. La& Audiencias eran presididas por el mandatario^
del respectivo territorio -Virey, Capitán general ó Presidente —
quien no tenia en eUas voto consultivo ni deliberativo. ♦
Ademas de las Audiencias^ los Alcaldes parroquiales teniair
atribuciones judiciales importantes. Habia también tribunales^
eclesiásticos dependientes de los Obispos, pero sujetos á la ju-
risdicción de las Audiencias y de los tribunales militares.
Los tribunales de comercio tenian el nombre de Consulados j.
y sus miembros eran elegidos periódicamente por los comer-
dantes. Aparte de sus ñinciones ordinarias, los Consulados^
tenian la de proponer á la corona las medidas convenientes
para el desarrollo del comercio y de la agricultura. **
La autoridad militar la ejercían los Vireyes y los Capitane»^
generales, quienes ademas de proveer muchos empleos de im-
portancia desempeñaban el vicepatronato en asuntos eclesiás-
ticos. Empero, los jefes de las expediciones, los Gobernadores,
los empleados judiciales y los ministros del culto eran nombra-
dos y removidos ix)r el rey.
Éste no nombraba agentes inmediatos suyos en las colonias
á los americanos, porque según las leyes españolas los Vireyes
y los Capitanes generales no debian tener vínculo ninguno con
los gol)erua<los, ni otra propiedad visible tque cuatro esclavos, lo
que no impedia que tuviesen guardias de á pió y de á caballo
y que viviesen con mucho boato, aunque no siempre de su pro-
pio i)eculio. Los altos empleados civiles y militares no podian
casarse en las colonias.
Por punto general, la administra^íion pública de éstas era
mala, ya |K)r lo absoluto de las autoridades, ya por la ignoran-
cia de los colonos y los muchos medios de que disponían aqué-
llas, dada la distancia á España, para burlarse de las quejas á
que podian dar lugar sus abiwos.
• La Real Audiencia de ISantafe no tenia jurisdicción sobre la ciudad
de Popayan ni sobre una gran parte del territorio de esta provincia. Compo-
níase de un Regente, de cinco Oidores, de dos fiscales y de varios subalternos^
Su» sentencias de muerte no tenian apelación, y en los juicios posesorios no
le concedía ésta sino cuando la cuantía se estimaba en más de $ 12,000. Los
juicios duraban comunmente dos y tres años. Los Oidores no podian casarse
con mujeres nacidas en América, ni tener fincas raíces, ni recibir dinero en
préstamo, ni aceptar regalos. Todo fallo dado en común tenia el nombre de
Real Acuerdo. Cuando por muerte, enfermedad ú otra causa faltaba el Presi-
denta ó el Virey, podia encargarse interinamente del gobierno el Oidor más-
antiguo.
** Todos los pleitos sobre negocios mercantiles eran decididos por Ios-
tribunales y jue( es de comercio. El tribunal de Cartagena fué creado por
cédula real de 1794. Se componía de un Prior y de dos Cónsules y tenia juris-
dicción sobre todo el Vireinato. En las ciudades principales había diputado»
escogidos por el Consulado, que conocían en primera instancia de las causas
de comercio (^ue podian ser decididas breve y sumariamente, verdad sabida
y buena fé guardada. Las apelaciones iban al tribunal de Alzadas, que se for-
maba ocasionalmente para cada pleito. Los Consulados disponían de cuantio-
sas rentas para mejorar la navegación de los rios y para abrir canales y
caminos. El de Cartagena hizo muy poco en esto.
— 35 —
lilamábanse juieíos de residencia los que se seguían á los
delegados regios antes ó después de que terminaba su adminis-
tración. Empero, los empleados peninsulares evadían general-
mente esta responsabilidad cuando eran ricos y tenian amigos
^u la Corte.
Habia Cabildos en las villas y ciudades y los componían la
autoridad política de las mismas, que los presidia, y cierto nú-
mero de Eegidores, que compraban el cargo en almoneda pú-
blica. Este era vitalicio y i)odia ser hereditario.
La legislación de todas las colonias españolas en América
era la misma y estaba reunida en un código llamado Becopüc^
<su>n de las leyes de Indias.
Creemos de justicia hacer aquí la rectificación de un hecho
-que, como algunos otros, ha sido aceptado por la historia sin
fundamento ninguno. Kos referimos á que se le ha atribuido á
lias Casas la responsabilidad de la introducción de esclavos en
América. Las Casas hizo su primer viaje al !N^uevo Mundo en
1498 ó 1502, y no consta que hubiese tomado parte en denunciar
las violencias de los españoles en él hasta 1510, época en la cual
unió sus quejáis á las de otros santos misioneros. De regreso á
España en 1515 sostuvo la causa de los indios delante del trono
^30n el calor que lo ha hecho inmortal. Fué la reina Isabel
misma, movida por el interés que desplegó siempre ])or los lia-
bitantes de la América, laque i)ermitió en 1501 la introducción
de esclavos negros en las colonias, por habérsele manifestado
que la constitución física del africano se acomodaba más que la
Aéí indio al trabajo en los nuevos climas-
IXXS CONQUISTADORES.
(De 1538 á 1564)
Cuando Gonzalo Jiménez de Quesada en compañía de
Belalcázar y Federman se marchó para España, quedó encar-
Sido Hernán Pérez, su hermano, del gobierno de la colonia,
eman Pérez hizo dar muerte á Akimin, último zaque de
Tunja, y emprendió en 1541 una larga y penosa exxiedicion en
busca del Dorado^ expedición que terminó en Pasto y duró
diez y seis meses. Los españoles dieron el nombre del Dorado
á un país imaginario, donde decían que abundaba el oro. '
Durante el gobierno de Hernán Pérez vino á Santafé el
Gobernador de Santamaría, Lebrón ; pero tuvo que volverse á
6U gobierno porque el Cabildo no quiso reconocer su autoridad.
En 1542 Luis Alonso de Lugo, aventurero prófugo que dis-
putó á Quesada sus derechos á la conquista del Nuevo Eelno,
fué nombrado Adelantado de él, y durante su gobierno fundó á
Mompos y á Tocaima, conquistó el valle de Ibagué y varió la
ruta del Opon por la del Carare. En cambio revocó los actos
ísiviles de los Quesadas, removió á los encomenderos, encausó
— 36 —
á González Suárez Eondon, lo aprisionó y le confiscó sus
bienes, encarceló á Hernán Pérez, atropello á los empleados
que se negaron á entregarle el quinto real é hizo dar muerte á
un escribano público.
En 1544 gobernó la colonia como Teniente de don Luis don
Lope Montalvo de Lugo, quien no hizo nada notable.
En 1545 llegó á Santafé nombrado Teniente por don Miguel
Diez de Armendáriz — primer Visitador y Juez de residencia —
Pedro de TJrsúa, gallardo capitán, uno de los hombres más
humanos que vinieron á América, lo que no fué bastante pan^
impedir que pusiese preso á Montalvo. al Capitán Lancheros
y á otros. Ursúa fundó á Pamplona y a Tudela, esta última en
tierra de los muzos.
Armendáriz debia oir y decidir todas las apelaciones, depo-
ner y enviar presos á España á los Gobernadores culpaoos,
impedir que se cobrase á los indios mayores tributos que los
fijados por las ordenanzas, intervenir en el fomento de las
X)arroquias y misiones y de la enseñanza de la doctrina cristiana,
invigilar la conducta del clero secular y la del regular, y arre-
glar las" diferencias sobre límites de gobernaciones. Armendáriz
entró en Santafé el 17 de Enero de 1547, y consiguió que la
Corte mandase fundar la Audiencia de esta ciudad, la que
debia instalarse con seis Oidores y dos fiscales, pero que se
instaló solo con dos Oidores el 7 de Abril de 1550. Armendáriz
fundó á Villeta para servicio de la via de Honda é hizo muchas
tropelías.
La Corte nombró al licenciado Juan Montano para que resi-
denciase á Armendáriz * y á los Oidores Galarza y Góngora,
que habían sido los que habían instalado la Audiencia de San-
tafé, y expidió leyes, de las cuales mencionamos las que siguen :
la que mandaba que las Audiencias se impusiesen de los asun-
tos de los indígenas, la que prohibía á los frailes conocer en
apuntos matrimoniales, la que prohibía á los Corregidores nom-
brar Tenientes á sus deudos y á los indios, la que prohibía á los
factores, á los oficíales reales y á sus dependientes ser licíta-
dores en las almonedas, lá que mandaba pagar sus salarios á
los indios jornaleros, la que mandaba que los Visitadores cum-
pliesen su encargo personalmente y no por medio de comisio-
nados, la que mandaba construir en cada poblado un edificio
para Cabildo y dos para hospitales, la que prohibía á la»
Audiencias entrometerse en los negocios de los Cabildos, la que
l)rohibia á los encomenderos ser Corregidores en los pueblos de
sus encomiendas ; y en fin, la que creaba un fiscal defensor de
los indios, relevaba á éstos de todo otro dercísho curial y i)ro-
hítáa que en las ejecuciones se les pudiese privar de sus armas.
* Montano persiguió tanto á Armendáriz y lo redujo á tal pobreza, que
Jlegó el caso de que un alguacil le quitase la capa para pagarse de su»
honorarios
— 37 —
aperos y caballerías. Esta excepción comprendía á todos los
vecinos de cualquier lugar.
Montano llegó á Santafé en Junio de 1553, y empezó sus
funciones suspendiendo sin fórmula alguna á los Oidores y
haciendo construir dos grandes cadenas de hierro, á las que se
les dio el nombre de cadenas de Montano. Como nadie acusaba
á los Oidores, el nuevo Visitador hizo aprehender á varios
vecinos y hasta hizo ejecutar á algunos. A un conquistador
que declinó de jurisdicción lo hizo azotar públicamente. Que-
8ada — que habia regresado yá de España con el título de
Mariscal y una pensión de dos mil ducados — improbó estos
procedimientos y se hizo cargo de defender á los acusados.
Montano hacía tocar generala á deshoras de la noche por solo
alarmar á las gentes, y hacia levas continuamente con el pre-
texto de que se quería desconocer su autoridad. El Oidor
JBriceno, que debía haber sido su compañero en el gobierno de
la colonia, de carácter apocado, dejó al Visitador tiranizar á
su gusto. Por este tiempo llegó á Santafé (1554) fray Juan de
los Barrios, nombrado Arzobispo, con todo el personal de un
cabildo eclesiástico. Montano repartió los emx)leos públicos
entre las personas de su familia, depredó á los indios, privó de
6US rentas al Arzobispo y á los canónigos, multó y mandó
presos á España á los Oidores, é hizo dar muerte á Pedro
Salcedo porque no se prestó á sus inicuas sugestiones. Tam-
bién hizo dar muerte al Capitán Crúzate, dio la encomienda
<le éste á uno de sus pajes y desterró al Mariscal Qiiesada de
Santafé. Tantas violencias dieron por resultado que Montano
fuese depuesto violentamente de su cargo, sujetado con una de.
las cadenas que habia hecho fabricar y remitido á España, en
donde, juzgado por el Consejo de Indias, fué sentenciado á
muerte y ejecutado en la cárcel de corte de Valladolid. En
tiempo de Montano tuvo lugar el alzamiento del sevillano
Alvaro de Hoyon.
Durante esos sucesos, la Corte habia nombrado Gobernador
del Kuevo Eeino al licenciado Briviesca, quien se excusó. Para
reemplazarlo fué nombrado Arbizo, que habia sido Oidor de la
Audiencia de ííavarra. Arbizo pereció en un naufragio cuando
venia á servir su empleo.
LA PRESIDENCIA.
( De 1564 á 1740).
Erigido en Presidencia el Nuevo Eeino de Granada, * y
creada así nuestra nación, que hasta entonces habia hecho parte
del Perú, fué nombrado Presidente de ella don Andrés Díaz Ve-
* Gronzalo Jiménez de Quesada áió el nombre de Nuevo Reino de Granada
á loa países descubiertos por él, en recuerdo de Granada de España, su patria.
~ 38 —
neto de Leiva, quien tomó posesión del mando en 1564, con facul-
tades tan amplias como las que tenian los vireyes de Limai,
Leiva obligó á los indios á que viviesen en poblaciones fijas*
estableció para ellos escuelas de idioma castellano, les uombrtV
defensores y prohibió que se les emplease como acémilas^
mandó construir cuatrocientas cárceles y cuatrocientas iglesias^
fomentó el trabajo de las minas de plata de Santa Aua y el de
las minas de esmeraldas de Muzo, puso la primera piedra de
los cimientos de la catedral de Bogotá (12 de Marzo de 1572)^
erigió los estudios de gramática, artes y teología, protegió la»
misiones, regularizó la hacienda, hizo transitable la vía de
Santafé á Honda, estableció champanes en el rio Magdalena,
fundó á Ocafia y á Leiva en 1572, á Toro en 1573 y otros lugares,
y mantuvo á raya á los conquistadores. En su tiem])0 hizo explo-
sión la Sierra Nevada de Santamarta (1565) y la viruela diezmó
la provincia de Tunja.
Leiva gobernó hasta fines de 1574 y fué reemplazado por
Jedeon de Hinojosa, quien renunció y fué sustituido con el
Oidor Briceño. Briceuo murió en Diciembre de 1575 y el go-
bierno vino á las manos de los Oidores Francisco de Anuncibay
y Andrés Cortés de Meza. En tiempo de Venero de Leiva,
Quesada organizó una expedición de trescientos españoles,
dos mil indios y mil doscientos caballos (en la cual gastó de sn
peculio doscientos cincuenta mil ducados ) y partió en busca
del Dorado, Tres años duró el Mariscal en esta loca idea, y
cuando regresó á Santafé sólo traia veinte y cuatro hombre»
y treinta y dos caballos.
Meza y Anuncibay, jóvenes de ardientes pasiones, come-
tieron muchos abusos, los que pagó el primero de ellos con la
vida, pues fué ajusticiado en la plaza mayor de Santafé.
Por un asunto de amor, Anuncibay hizo construir el came-
llón y las alcantarillas que hay del puente de Aranda al cerrit»
del Santuario, espacio intransitable entonces en invierno á
causa de las inundaciones. En Agosto de 1578 entró en Santafá
don Lope Diez Aux de Armendáriz, y el 16 do Febrero del año
siguiente murió de lepra, casi á los ochenta años de edad y en
la última pobreza, en Mariquita, el Mariscal Quesada. Al año
y medio del gobierno de Armendáriz llegó á Santafé el Visi-
tador Juan Bautista Monzón, Oidor de la Audiencia de Lim£k
quien suspendió y puso preso á aquél. Armendáriz falleció
de pesar en la cárcel. La Audiencia de Santafé suspendió á
Monzón y lo puso preso. En 1582 el Visitador Juan Prieto úb
Orellana mandó dar libertad á Monzón y poner presos y remi-
tir á España á los Oidores. El rey improbó estos procedi-
mientos y mandó que remitiesen á Orellana preso á Españai.
Allí murió éste en la cárcel.
En 1585, por causa de vacante, gobernó el país don Fran^
dsco Guillen Chaparra, Oidor decano. Fueron fundadas en su
tiempo las ciudades de La Palma, la de Medina y la de Sai^
— 39 —
Martin ; el Arzobispo Zapata erigió el colegio seminario de
San Luis, llamado después Seminario Menor, para que se ense-
ñasen en él latin, música, artes j teología. En aquella época
volvió á aparecer la viruela y se rebelaron los indios pijaos.
En 1590 tomó posesión de la Presidencia don Antonio Gon-
zález, quien establexíió la alcabala, ' á pesar del disgusto que
ésta causó entre los colonos y de la protesta de muchos Cabil-
dos, * También puso eu vigencia (1597) las nuevas ordenanzas
eai favor de los indígenas, redactadas por el Oidor Miguel Iba-
rra. González prohibió la circulación de la moneda sin acuñar,
llamada tejuehs^ suprimió las fundiciones en las cajas reales y
puso en venta las tierras, con lo que dio origen á los títulos de
propiedad raiz en Colombia. González fundó la villa de Honda
para que sirviese de puerto al comercio del interior, y miuque
fué rasidenciado como sus antecesores, volvió rico á España,
en donde fué honrado con el empleo de fiscal del Consejo de
Indias. El 23 de Julio de 1597 llegaron á Santafé los restos
mortales de Quesada y fueron depositados, con la solemnidad
debida, en la iglesia catedral.
En Agosto de 1597 don Francisco Sande entró á ejercer la
Presidencia, que liabia estado desempeñando en interinidad
el Oidor Sambrano. Andrés Saliema fué nombrado para resi-
denciar á Sande. En esta época vino á Santafé el Arzobispo
Bartolomé Lobo Guerrero, quien fundó el colegio de San Bar-
tolomé.
En 1605 desempeñaba la Presidencia don Juan de Borja,
quien fomentó las fundaciones piadosas, erigió colegios para
los hijos y descendientes de los caciques y patrocinó el estable-
cimiento del tribunal de la Inquisición. ** Borja sostuvo guerra
por muchos años con los pijaos, á quienes venció. Las cabezas
de algunos de los jefes de estos valientes indios fueron expues-
tas en la capital enjaulas de hierro. Borja fundó ív Coyaima y
á ]^atagaima, é hizo que don Diego Ospina trasladase la ciudad
de Neiva al sitio que hoy ocupa. Borja hizo escribir una gra-
mática y un diccionario del idioma chibcha, y murió el 12 de
Febrero de 1628 después de haber gobernado la colonia veinte
y dos años. En ese tiempo, Gaspar ííüñez fundó, gastando
en él cien mil i>esos de su peculio, el colegio de dominicanos de
Santafé.
• Se daba el nombre de alcabala á un tanto por ciento del precio de la
oosa vendida que pagaba el vendedor al fisco.
** El tribunal de la Inquisición que residia en Cartagena se componía
de dos Inquisidores y de un fiscal. Su jurisdicción se extendia no solo á todo
el Vireinato de Santafé sino á las Capitanías generales de Venezuela, de
Caba y de Puertorico. Este tribunal tenia jueces delegados ó comisarios en
todas las ciudades principales, y sus miembros gozaban de cuantiosas rentas,
rentas que provenían de una canonjía suprimida en cada una de las sedes
episcopales de los países que les estaban sujetos. La infamia era una sobrepena
que se aplicaba siempre á los que procesaba este terrible tribunal, cuyas fa-
¿oltades le permitían quemar vivas las personas y confiscarles sus bienes.
— 40 —
En Febrero de 1630 tomó posesión de la Presidencia do»
Sancho Jirón, marqués de Sofraga, cuyo carácter susceptibl©^
y exigente lo indispuso con el Arzobispo Almanza, á quien
desterró. Durante su gobierno no ocurrió otro hecho notable
sino la iniciación de la construcción de las fortificaciones de la
plaza de Cartagena, debida en parte á los constantes y terri-
bles ataques de los piratas á nuestras ciudades del litoral
atlántico. El licenciado don Bemardino del Prado fué nonbrado
Visitador en 1638 y suspendió al marqués, lo remitió preso á
España y lo multó en ochenta mil pesos. En esta época (1633)
fué fundado el hospital de San Juan de Dios de Santafé en la
casa del Arzobispo Barrios, donada por éste, y empezaron á
adquirir fama las minas de Antioquia.
Don Martin de Saavedra y Guzman, que reemplazó á So-
fraga, fomentó las instituciones piadosas, entre ellas la del
amparo de expósitos. En su tiempo ocurrieron las célebres dis-
putas entre dominicanos y jesuítas, sobre privilegios universi-
tarios, que arregló Saavedra opinando en favor de ambos esta-
blecimientos, y fué fundado el monasterio de Santa Inés.
Sucedióle don Juan Fernández de Córdova y Coalla, quien
fundó á Cravo en Casanare, fomentó la ciudad de Honda,
apaciguó los indios de Pamplona, fundó á San Faustino de los
Ríos ó hizo trasladar á Jirón al lugar que hoy ocupa. En 1646
se presentó en Santafé el primer caso de elefantiasis, y en 1653
fundó el colegio de Nuestra Señora del Eosario, con sus propias
rentas, el Arzobispo fray Cristóbal de Torres. El Cabildo de
Santafé ofreció al rey un fuerte donativo si no aceptaba la
renuncia de la Presidencia que hizo Córdova.
En 1654 entró á gobernar la colonia don Dionisio Pérez
Manrique, marqués de Santiago. El Visitador Jnan Cornejo
suspendió á este Presidente en Junio de 1659. En 1660 Pérez
Manrique se apoderó de los papeles del Visitador, los depositó
en una arca triclave y continuó ejerciendo sus funciones. La
Corte improbó este procedimiento y mandó que lo remitiesen
preso á España, lo que no tuvo lugar, y el marqués se quedó
en Nueva Granada con los honores de Presidente y gomando
dé una pensión vitalicia.
En Febrero de 1Q62 entró á gobernar don Diego Egües y
Beaumont, quien protegió las misiones, hizo construir los puen-
tes de San Francisco y de San Agustín en la ciudad de Santafé
y el llamado " Puente Grande^' sobre el Funza, reglamentó el
ramo de abastos, é hizo construir un local para el expendio de
carnes bajo la inspección de la policía. Esgües murió en Santafé
en Diciembre de 1664.
En 1666 entró á gobernar don Diego del Corro y Carrasciil.
Inquisidor de Cartagena. Su período fué de un año y no d^o
ningún recuerdo. Sucedióle en 1667 don Diego de Villalba.y
Toledo, General de artillería y gentil hombre de cámara de don
Juan de Austria, quien gobernó cuatro años oscuramente y fué
— 41 —
residenciado por el Obispo de Popayan, don Melchor Liñan j
Cisnéros. En 1671 se encargó éste del Gobierno, en el cual duró
hasta 1674 y no hizo otra cosa que apaciguar á los indios ya-
veguíes, que se habian alzado. Por este tiempo aparecieron en
nuestras costas los célebres bucanaros, y se hizo conocer don
Ltjcas Fernández de Piedrahita, natural de Santafé, Obispo de
Santamarta y de Panamá, y ** autor de la más culta y elegante
de nuestras historias nacionales.'' Liñan fué promovido al arzo-
bispado de Charcas y la Audiencia gobernó durante la vacante.
En 1679 se encargó del Gobierno don Francisco del Casti-
llo y Concha, hombre íntegTo y apegado á los fueros reales.
Concha alivió la suerte de los indios tasando el tributo de las
encomiendas. Juzgó al Gobernador de Popayan y lo depuso, y
sostuvo á la Audiencia de Panamá en sus procedimientos con-
tra el Gobernador de aquella ciudad, que era el Conde del
Palmar. Sostuvo ademas los fueros de la autoridad civil contra
las pretensiones del Arzobispo de Santafé, á quien desterró y
cuyas temporalidades mandó ocupar. Concha pasó sobre este
asunto un informe á la Corte y en él escribió este concepto :
" En la Nueva Granada hay mucha iglesia y poco rey,^^ La
Corte aprobó la conducta del Presidente.
En 1686 tomó posesión del mando don Gil de Cabrera y
Davales, quien gobernó desde ese año hasta 1703, y no hizo
nada. En la vacante que se siguió y que duró hasta 1708 go-
bernó la Audiencia, y luego tomó posesión del mando don
Diego Córdova Lasso de la Vega, quien no hizo nada notable.
Huyendo de una revolución que temia en Santafé, se trasladó
Lasso de la Vega á Cartagena. Durante su ausencia gobernó
el Arzobispo don fray Francisco Coció y Otero.
Don Francisco Menéses de Saravia y Bravo fué nombrado
Presidente en 1713. Era de genio díscolo, y habiendo entrado
en lucha con los Oidores, éstos le pusieron preso y lo remitie-
ron á España en 1715. Desde este año hasta el de 1718 gober-
nó interinamente el país, por orden del rey, el Arzobispo don
fray Francisco Eincon, quien informó á la Corte contra la Au-
diencia de Panamá, centro de disturbios, é hizo decretar su
clausura.
Por este tiempo resolvió la Corte erigir en Vireinato la
Presidencia del ITuevo Eeino y comisionó para ello á don An-
tonio de la Pedroza, quien en 1718 comunicó las órdenes del
caso. En 27 de Noviembre de 1719 inauguró el Vireinato el Te-
niente general don Jorge Villalonga, conde de la Cueva. Este
nuevo magistrado informó al rey en contra de la creación del
Vireinato y se volvió á la Corte en 1724. El 17 de Mayo de este
año fué vuelta á establecer la Presidencia y se encargó de ella
el Mariscal de campo don Antonio Manso, quien la desempeñó
desde 1725 hasta 1731. Sucedióle don Eafael Eslaba, quien
gobernó desde 1736 hasta Abril de 1737. Los hermanos don
Antonio y don Francisco González Manrique gobernaron suce-
— 42 —
eivamente desde 1738 hasta 1740. En esta época, los jesuítas
introdujeron la imprenta en Santafé, pero solo imprimieron
novenas y sermones.
LOS VIREYES.
(De 1740 ¿ 1810).
Yuelto á establecer el Vireinato, tomó posesión de él don
Sebastian Eslaba en Abril de 1740. * Durante el gobierno de éste
tuvo lugar la expedición francesa, de los académicos Bouguer y
La Condamine, encargados de medir un arco del meridiano
terrestre, y la de los marinos españoles Jorge Juan y Antonio
Ulloa. En 1749, después de haber defendido la jdaza de Car-
tagena de la escuadra que mandaba el Almirante Vernon, se
separó del mando Eslaba y lo reemplazó don Alfonso Pizarro,
quien contribuyó eficazmente á la formación de un colegio en
Panamá, á la supresión de la Audiencia de esa ciudad, fuente
de eternas disputas é inquietudes, y á la regularizacion del mo-
nopolio de los aguardientes, para lo cual habia venido de comi-
sionado regio don José Antonio de Plaza. Pizarro renunció en
1753 y lo sucedió don José Solis Folch de Cardona, joven, hijo
de los duques de Montellano, quien hizo abrir un camino desde
Santafé hasta San Martin, é hizo componer el del Opon al rio
Magdalena. Solis contrató la reducción de algunas tribus,
nombró una comisión para que recogiese los primeros datos
estadísticos del vireinato, se ocupó de arreglar los límites de la
colonia con las posesiones portuguesas del Brasil, construyó
los acueductos de la capital y el puente de Boza, y sostuvo con
energía los fueros de la autoridad civil. El 24 de Febrero de
1761, Solis profesó de fraile en el convento de San Francisco
* El Presidente de Quito y la Audiencia de esta ciudad, el Gobernador y
la Audiencia de Panamá, el Gobernador de Popayan, la Audiencia y el Pre-
sidente de Santafé, eran poderes qae se disputaban la primacía. Agregúese
á esto lo excéntrico de Lima, capital de vireinato general, y lo muy distante
que quedaba esa de algunas otras de las ciudades del territorio, y se conven-
dráien lo urgente que era la creación del vireinato granadino. Los Visitado-
res y los Jueces de residencia, en lugar de ser un elemento de orden, no eran
á las veces sino causa de mayores trastornos y de mayor confusión. Por lo
común, su tiranía era más insufrible que la que venian á castigar.
El primer país de América erigido en Vireinato fué Méjico (1535), el
segundo el Perú (1542), el tercero Nueva Granada (1719 y 1740) y el cuarto
Buenosaires (1768). La primera Presidencia fué la de Quito (1563) y la se-
gunda la de Nueva Granada (1564). La primera Capitanía general creada
fué la de Santodomingo, de la cual dependían los gobernadores de Cuba, de
Puertorico y las posesiones de la Florida y de Luisiana ; la segunda fué la de
Venezuela (1731) y la tercera la de Chile, la cual fué erigida á mediados del
siglo próximo pasado. Antes de eso, Chile dependía del Vireinato del Perú.
Quito, antes de ser erigido en Presidencia, dependía del Perú; luego paaó
á depender del Vireinato de Nueva Granada.
Del Vireinato del Pera dependieron al principio todas las posesiones espa-
ñolas de la América del Sur.
— 43 —
de Santafé, después de haber regalado treinta mil pesos al
hospital y dado el resto desús bienes á los pobres.
En aquel mismo año se encargó del gobierno don Pedro
Messia de la Cerda, y en su tiempo no ocurrió otro hecho nota-
ble sino la expulsión de los jesuitas.* La renta de tabacos, que
yá producía cien mil pesos, fué regularizada por él y lo mismo
el ramo de correos. La Corte desechó la indicación que Messia le
hizo para establecer en la colonia algunos puertos francos. Don
Manuel Guirior, que entró á gobernar en 1773, propuso medi-
das para contener las muchas demasías del clero, para
codificar la legislación, para reorganizar la hacienda y para
fomentar las misiones; y como hubiese liberalizado los estudioSi,
la Corte improbó su conducta. ♦* Informó ademas á ésta sobre
la necesidad de poner en circulación los bienes de manos
muertas adscritos á las fundaciones piadosas, trabajó con buen
éxito en la colonización do la Goajira y del Darien, ayudó
mucho al comisionado regio, don Juan A. Eacínes, en el plan-
teamiento del monopolio del tabaco, estableció una biblioteca
pública, instó porque se diese libre la navegación del Atrato
y fomentó cuanto pudo las emx)resa« materiales. En 1775 Gui-
rior fué promovido al Vireinato del Perú^
El Teniente general don Manuel Antonio Flórez entró á
gobernar la colonia en 1775. Flórez se ocupó de la apertura
y composición de algunos caminos y de mejorar la agricultura,
para lo cual emprendió via.ie desde Cartagena hasta Santafé
por la via del Opon y de Vélez, que era la que servia entonces
para llevar harinas del interior del país á la Costa. También
fomentó las milicias, mejoró la real hacienda, poniendo en
administraicion las rfentas, que estaban en arrendamiento; forti-
ficó la ciudad de Cartagena é hizo explorar la costa de Mos-
• «Uno de los acontecimientos que causó más sensación en el Nuevo Beino
de Granada y en el resto de las colonias españolas (Julio 30 de 1767) fué la
expulsión de los jesuitas. Esta orden poderosa de regulares tenia un grande
influjo sobre los granadinos, adquirido con sus servicios eclesiásticos 4 los
pueblos, que los veneraban, con sus riquezas y con la educación de la juven-
tud, que estaba á su cargo. Fueron expelidos de todos sus colegios en una
misma noche y dirigidos hacia Cartagena á fin de embarcarlos para Europa,
El rey ocupó sus cuantiosas temporalidades, y sintióse por algún tiempo su
falta para la educación ; pero bien pronto los reemplazaron maestros que no
pretendian hacer monjes de todos los jóvenes; los pueblos salieron también
de la dependencia monástica "en que yacian, y multitud de propiedades, que
se vendieron, de las que les correspondían dejaron de pertenecer á manos
muertas. Esto mejoró la agricultura." — Eestrepo. Historia de la revolución
de la República de Colombia,
** Guirior comisionó á don Francisco Moreno y Escandon, fiscal de Ja
Audiencia de Santafé, para que redactase un plan de estudios adecuado á las
necesidades de la época y del país, y Escandon desempeñó el encargo con
lucimiento. La Corte improbó esta medida y mandó que se volviese al anti«
guo régimen ; pero como se pasó algún tiempo antes «le recibir la improba-
ción, el nuevo plan hizo algunos bienes en todos los colegios, pues cuando
Alé suspendido, yá sus semillas habían germinado y propagádose cuanto era
posible. Escandon no era español sino natural de Mariquita.
— u —
quitos. * Flórez hizo que la metrópoli segregase las provincias
de Guayana, de Cumaná y de Maracaibo y las islas de Trinidad
y Margarita del vireinató de Nueva Granada, y las agregase á la
Capitanía general de Venezuela, á la cual pertenecían yá en el
ramo de hacienda, por no ser posible gobernar esta vasta exten-
sión de territorio desde Santafé. Esta medida, que quitó á
Nueva Granada el lago y puerto de Maracaibo, tan necesarios
para sus provincias setentrionales, fué promulgada en cédula
real de 8 de Setiembre de 1 777, expedida en San Ildefonso.
El comercio del Vireinató estaba reducido entonces al poco
que se hacia cada año con los galeones y escuadra que
venían de España á Portobelo y á Cartagena. Los reglamentos
de Carlos III quitaron en parte los obstáculos que entrababan
las importaciones y exportaciones, aunque estaban muy lejos
de merecer el nombre de reglamentos de comer cío libre como se
les llamó. Su influjo fué ademas tardío porque los ingleses
declararon la guerra á España, lo . que entorpeció el progreso
de la colonia no obstante la actividad y. buenos deseos de
Flórez, y porque sirvieron de pretexto para imponer á los colo-
nos nuevas contribuciones.
En tiempo del gobierno de Flórez vino al Vireinató el Visi-
tador don Juan Francisco Gutiérrez de Piñéres, con misión
fiscal, lo que disgustó á los pueblos y dio origen á la célebre
alzada de los Comuneros, que empezó el 16 de Marzo de 1781
en algunos pueblos del Estado de Santander y fué secundada
por los corregimientos de Tunja, Pamplona y Casanare, y en la
cual el gobierno español faltó á su palabra, asesinando jurídi-
camente á algunos colombianos, confiscándoles sus bienes, arra-
sándoles sus casas y condenando á infamia eterna á sus descen-
dientes. **
* Una colonia de escoceses se estableció á mano armada en 1699 en el
territorio, de Mosquitos, y el asunto se hizo de Estado. La Francia apoy<5 á la
España y la Inglaterra se vio obligada á desconocer y ái desamparar la colonia.
** Lo estipulado con los Comuneros fué lo siguiente : expulsión del Vi-
sitador Piñéres y abolición de su empleo; extinción perpetua del derecho
de Barlovento ; supresión de los estancos .dé tabaco y de naipes; fijación de
dos reales como precio de cada pliego de papel sellado : abolición de la alca-
bala de los efectos de consumo doméstico y pago solo de un dos por ciento
por los otros artículos; abolición de guías y de torna- guías, rebaja de
medias anatas, de derechos curiales, de tributos de indios, de' limosna de la
bula de Cruzada y del precio de la sal ; abolición de los derechos de peaje, de
camellón y de pontazgo ; extinción de la capitación que con el nombre de
donativo exigía la Corte, que era de dos pesos por cabeza; retiro de la real
orden que obligaba á redimir los censos en las cajas reales ; supresión de los
Jueces de residencia; prohibición á los curas de exigir á los indios la
celebración y costo de fiestas religiosas ; provisión de los empleos en los hijos
del país y exclusión, en esto, de los españoles; confirmación de los nombra-
mientos de Capitanes generales hechos por el pueblo ; y permiso á éstos para
instruir la milicia popular; completa amnistía por todos los sucesos pasados,
y jura sobre los Evangelios del cumplimiento de los tratados.
El Virey Flórez improbó estas capitulaciones fundado en que ellas hablan
sido hechas por la fuerza, y mandó á Santafé una columna de 500 hombres
de las tropas del rey.
— 45 —
En 1782 se encargó del Vireinato don Juan de Torrezal Díaz
Pimienta, Gobernador de Cartagena, quien murió cuatro días
después de su llegada á la capital. Abierto el pliego de futura
del mando apareció que el nombrado para sustituirle era el
Arzobispo don Antonio Caballero y Góngora. Como era natu-
ral, el Arzobispo-Virey comenzó su gobierno dando la prefe-
rencia á los negocios eclesiásticos } sin embargo, protegió la
instrucción pública y el progreso ae la expedición botánica, al
frente de la cual se encontraba don José Celestino Mutis, sabio
y modesto sacerdote, y la formación de la Comisión de minera-
logistas. Todos los esñierzos que hizo Góngora en la coloniza-
ción del Darien fueron perdidos, pero no sucedió así con los
que hizo por la libre navegación del Atrato. *
El 8 de Enero de 1789, por renuncia de Góngora, se encargó
del mando el jefe de escuadra» don Francisco GiJ y Lémos,
quien entregó el puesto el 31 de Julio del mismo año al Maris-
cal de campo don José Ezpeleta, por haber sido él promovido
al vireinato del Perú. Lémos rebajó algunos sueldos, suspendió
el pago de algunas gratificaciones y licenció algunas tropas.
También cerró las fábricas de rapé y de pólvora, suspendió
las remesas de quinas y creó las juntas de la real hacienda,
encargadas de decidir los puntos dudosos de ella.
Ezpeleta, hombre de gobierno, avezado yá en la goberna-
ción de la isla de Cuba, hizo florecer las misiones, que en su
tiempo llegaron á contar hasta veinte mil indios reducidos j
fomentó el hospicio de Bogotá, lo organizó y desenredó sus
rentas; hizo enlosar las principales calles de la capital, abrió
el paseo llamado A,lameda y creó un cueri)o de policía urbana ;
fundó la oficina de anotación y registro de hipotecas; auxilió
á don Tomas Ramírez en la construcción del único teatro que
tiene Bogotá, ijidió á Europa médicos para el servicio del hos-
pital é instó para que se fundaran cátedras de medicina; esta-
bleció escuelas parroquiales en la capital con las rentas que,
de las suyas, les había señalado íi éstas el Arzobispo Martínez
Compañón; fomentó el colegio de niñas de la Enseñanza; hizo
que el ingeniero Esquiaqui construyese el puente del Gomun^
llamado así porque fué costeado con $ 100,000 de las rentas del
Cabildo de Santafé. A fuerza de economías y de orden, amor-
tizó la. deuda pública, que era de $ 2.140,000, y aumentó las
rentas en $ 358,000 ; mantuvo un ejército de 7,500 hombres y
terminó la costosa obra de la bahía de Boca-Grande, la mura-
lla norte de Cartagena y los baluartes. Ezpeleta trajo entre las
personas de su comitiva al habanero don Manuel del Socorro
Kodríguez, quien fundó '* El Periódico de Santafé de Bogotá,"
* El Virey Gr<5ngora hizo erigir el obispado de Valencia, al que se le dio
por límite el Táchira, rio que después fué aceptado como línea divisoria de
las repúblicas de Nueva Granada y de Venezuela. También trabajó Góngora
porque ^e estableciesen misiones en los Andaquíes, con el objeto de invigilar
los límiteá del Vireinato con las colonias portuguesas.
— 46 —
que fué el primero no oñcial que se publicó en la colonia. Era
semanal y duró cinco años. ♦ En tiempo de Ezpeleta publicó
Kariño los Derechos del hombre^ primer albor de la revolución
del 20 de Julio de 1810.
El 2 de Enero de 1797, después de ocho años, terminó el
período de este célebre Virey, quien regresó á España, doilde
fué muy bien acogido por la Corte^ ascendido á Capitán gene-
ral y nombrado Virey de ííavarra con el título de conde de
Ezpeleta de Yeire.
Sucedió en el mando á Ezpeleta don Pedro Mendinueta y
Muzquiz, Teniente general, quien dedicó su atención al arreglo
de los asuntos eclesiásticos relacionados con el x)oder civil y (%
la colonización por medio de misiones. En su tiempo se cons-
truyó el acueducto que conduce las aguas del rio del Arzobispo
á la plazuela de San Victorino, con fondos que dio el doctor
Manuel Andrade ; se estableció una cátedra de medicina en el
colegio del Rosario, se empezó la construcción del Observa-
torio astronómico de Bogotá, y se continuaron las obras defen-
sivas de Cartagena y de Santamarta. Mendinueta sostuvo un
pié de fuerza de 3,600 hombres, y recibió debidamente al barón
de Humboldl, quien llegó á Cartagena en 1801. El período de
este Virey terminó el 17 de Diciembre de 1803, y retirado á
España con la estimación de los granadinos, fué llamado á
presidir el Consejo Supremo de Guerra como Capitán general y
decano de los ejércitos del rey.
En tiempo de Mendinueta se levantó el primer censo de la
población del vireinato, que dio dos millones de habitantes.
En 1802 se importó por Cartagena un millón de i)esos
en mercancías y se exportaron tres millones y medio de pesos,
dos de propiedad de particulares y el resto remesa que
hacia el Gobierno á las arcas de España. La exportación de
frutos del país alcanzó en aquel año á $ 635,000.
Don Antonio Amar y Borbon, Teniente general, cerró la
lista de los Vireyes españoles de Kueva Granada. Fué éste un
hombre débil y de cortos alcances, y por lo mismo inferior á
las difíciles circunstancias en que se vio colocado con motivo
de los sucesos políticos de la metrópoli y de la revolución de
1810, en parte consecuencia directa de aquellos sucesos. El
estado intelectual de la colonia granadina en el comienzo del
siglo presente, puede estimarse por lo que dicen las líneas que
siguen : '^ Cálelas ** reconocía el curso, caudal y nivel de ocho
rios importantes del Sur y levantaba la carta del rio Magdalena
desde su origen hasta su confluencia con el rio Bogotá ; explo-
raba las montañas de Guanácas, de Mora, del Huila, de Barra-
• La "Gaceta de Santafé " fué empezada á publicar en 1789. El impreso
más antiguo que se conoce es uno de 1740, hecho por los jesuitas.
»* Caldas, nacido en Popayan, se habia formado por sí mismo, habia hecho
algunos viajes científicos en el interior del país é inventado el modo de
medir las alturas por medio del agua hirviendo.
— 4:7 —
gan y de Quindío, buscando una depresión de la cordillera para
trazar el camino que debia comunicar el interior del reino con
el Sur, la que fijó entre el 1^ y el 8^ de latitud ; y examinaba
el rio Cauca desde su nacimiento hasta Cali. Eestrepo, á su
vez, continuaba este examen desde las angosturas de Cara-
manta hasta la confluencia del Cauca con el Magdalena, y
publicaba su luminoso ensayo geográfico de la provincia de
Antioquia. Lozano escribía su célebre Memoria zoológica, una
liiemoria médica de los contravenenos y la excelente obra titu-
lada '^ Fauna cundinamarquesa, ó tratado del reiíío animal en
la Nueva Granada." Frutos Gutiérrez publicaba sus opiniones
católicas con referencia á la elección de Obispos en el Vireinato,
Joaquín Camacho revelaba las riquezas y situación de la pro-
vincia de Pamplona. José María Salazar describia el país de
Santafé de Bogotá. Crisanto Yalenzuela producía varias
memorias científicas. Zea, director del jardín botánico de Ma-
drid, comunicaba á sus compatriotas el movimiento de las
ciencias en Europa. Matiz descubría en Mariquita las propie-
dades del gtiaeo, y en la misma ciudad Mutis, rodeado de su»
discípulos, oyendo los entusiastas elogios que en Europa hacían
de él, hacía de la ciudad de Quesada una corte científica. Ma-
drid, Salazar y García Tejada hacían oír sus liras. Jorge
Lozano y Luis Azola daban á luz " El Correo Curioso.'' El
bibliotecario don Manuel del Socorro Eodríguez publicaba
"El Eedactor Americano.'' Caldas y Lozano escribían el
inmortal '* Semanario de la Kueva Granada." La expedición
de la vacuna, que cantó Quintana, zarpaba de Cádiz y llegaba
á Cartagena trayendo la salud en el precioso fliíido. A la som-
bra del desarrollo científico, los hombres de la época nutrían
ideas liberales y se comunicaban sus pensamientos. Nariño^
retirado en su quinta de Fiicha, enriquecía la Sabana con el
pasto llamado carretón^ con el procedimiento para minorar los
trigos y con otros secretos agrícolas." Solo el vireyAmar y la
masa general del pueblo vegetaban en la indolencia.
En 1806 llegó á Venezuela la expedición libertadora de
Miranda.
Después de la batalla de Bailen, la Junta de Sevilla envió
de comisionado á Kueva Granada á don José Sanllorente, para
que informase al Virey de aquel triunfo, de la huida de José
Eonaparte, de la alianza de España é Inglaterra, y para que
pidiese dinero a la colonia para sostener la guerra contra Na-
poleón. Sanllorente llegó á Santafé el 4 de Setiembre de 1808,
y el 5 del mismo mes Amar hizo una junta de personas nota-
bles, á la que fueron invitados algunos colombianos. La junta
acordó lo siguiente, aunque nó con el voto de éstos : 1? recono-
cer la Junta de Sevilla como Eegente de la monarquía españo-
la ; 2? entregar á Sanllorente lo que hubiera en las cajas de la
real hacienda y lo que se recogiese de siiscríciones voluntarias ;
y 3? reconocer y jurar al príncipe de Asturias como único njo-
Darca legítimo de España y de América.
— 48 —
El 11 del mismo mes fué reconocido solemnemente el rey
Femando YII. Sanllorente salió pocos dias después para la
Península llevando medio millón de pesos en metálico; fué
despachado un agente á Popayan y á Quito con la misma co-
misión que aquél habia traído á Santafé, y fueron removidos
los pocos colombianos que había empleados y reemplazados
con españoles adictos á Amar.
Al saber éste la revolución patriota acaecida en Quito el 10
de Agosto de 1800, hizo otra junta de notables (4 de Setiembre),
én Ja que tuvieron parte los proceres José Gregorio Gutiérrez.
Camilo Torres, José María Castillo, Fnitos Gutiérrez y José
Acevedo. El O de Setiembre se reunió el Cabildo de Santafé y
acordó presentar al Consejo de Eegencia de España el famoso
manifiesto de Camilo Torres, sobre la causa americana. Amar
hizo enjuiciar á los individuos que en la junta del 4 de Setiem-
bre habían opinado por la creación de una jauta como la esta-
blecida en Quito, y provocó delaciones políticas garantizando el
secreto á los delatores. Hizo más : aumentó arbitrariamente el
Cabildo de Santafé con seis Eegidores de su entera confianza.
Entretanto el rey José habia vuelto á entrar en Madrid, y la
Junta de Sevilla, reducida á una peligrosa extremidad, había
declarado en 22 de Enero de 1800 : " que los dominios españo-
les en las Indias no eran colonias ó factorías sino partes inte-
grantes de la monarquía española ; ^ y que, por lo tanto, debian
ser representados en su Gobierno " i)or medio de sus dii)utados."
Tocóle á Nueva Granada un representante, el cual debia llevar
instrucciones de todos los Cabildos del Vireinato. También hizo
el Consejo de regencia las confesiones que siguen, que más que
un tributo á la razón y á la justicia fueron una concesión á las
circunstancias, como lo probaron los tiempos : " Desde este mo-
mento, españoles-americanos, os veis elevados á la dignidad
de hombres libres. Ko sois los mismos que antes, encorvados
bajo un yugo tanto más duro cuanto más distantes estabais del
centro del poder: os miraban con indiferencia, vejados por la
codicia y destruidos por la ignorancia. Tened presente que al
pronunciar ó al escribir el nombre del que ha de venir á repre-
sentaros en el Congreso nacional, vuestros destinos yá no de-
penden ni de los Imnistros, ni de los Yireyes, ni de los Gober-
nadores : están en vuestras manos.^' A pesar de esto, al tiempo
mismo que se le daban á España treinta y seis diputados, solo
se le daban nueve á América, que tenia catorce millones de
habitantes.
LA rNDEPENDENCIA.
(De 1810 á 1819).
Los Oidores de Santafé trataron de deponer á Aínar, á qtden
acusaban de débil, y éste cometió algunos abusos é ingratitu-
des para probar que no lo era. El 22 de Mayo de 1810 Cartagena
J
-^ Í9 —
•erigid VLhSb Junta Suprema, y el 14 de Junio rednío á tñision al
'Gobernador Montes y lo remitió á la Habana. Hubo pronun-
táamientos en Gasanare, Pamplona y el Socorro, y el 20 de Julio
'el pueblo de Santafé, congregado en la plaza mayor, pidió á
gritos la reunión de un Cabildo abierto^ el cual se instaló á las
seis de la tarde y duró reunido hasta las tres de la mañana del
dia siguiente. En la sesión de aquella célebre noche ftié esta-
blecida una Junta Suprema^ compuesta de hombres notables,
que declaró la independencia del país. La Junta de Santafé
•expulsó al Yirey y á los Oidotes, y distribuyó sus 37 Vocales
^n seis secciones, así : de negocios diplomáticos interiores y
exteriores, de negocios eclesiásticos, de gracia, justicia y go-
bierno, de guetra, de hacienda y de policía ; y el 29 de Julio
pasó una nota circular á las provincias para que enviaran sus
•íliputados para formar un Gobierno provisional. Cada una de
las 22 provincias que componían entonces la nación debía
mandar un diputado^ *
Las pretensiones de algunas localidades y la ninguna prác-
tica que se tenia entonces en el ejercicio del gobierno propio,
mantuvieron por algún tiempo turbados los ánimos de los pa-
triotas y desorganizado el Gobierno ; pero al fin se reunió en
Santafé (22 de Diciembre) el primer Congreso de las Provincias
Unidas con los diputados de ésta y los de las provincias de
Mariquita, Keiva, Socorro, Pamplona y Nóvita. En 1811 San-
tafé aceptó la form^ federal y se erigió en Estado soberano,
•compuesto de los pueblos adyacentes, con el título de Bepú-
blica de Cundinamarca, Su Constitución fué promulgada el 4
de Abril de aquel año, y aunque reconocía á Femando VII,
^ra pai^a el caso que viniese á reinar en Santafé.
Don Jorge Lozano Vargas fué elegido primer Presidente
de Cundinamarca y don José María Domínguez primer Vice-
presidente. Lozano, tachado de débil, dejó el puesto por renun-
cia y fué nombrado en su lugar don Antonio Nariuo, quien
prestó importantes servicios al país, ya como político, ya como
militar.
En 1812 fué nombrado Presidente don Camilo Torres, y
empezaron las hostilidades entre el Congreso y el Jefe de Cun-
dinamarca, con perjuicio y deshonra de la causa común. ♦* En
* El CJongreso de las Provincias Unidas de llueva Grmnada al tiempo de
instalarse se compon ia de once diputados, que representaban respectiva-
mente las provincias de Antioquia, de Casanare, de Cartagena, de Cundina-
marca, de Pamplona, de Popayan y de Tunja. Cada provincia tenia derecho
de enviar al Congreso dos diputados, pero las del Socorro, de Keiva y del Choc<5
no habían hefcho aún sus elecciones.
*» «En el año de 1812 se dieron Constituciones republicanas la mayor
))arte de las provincias de Nueva Granada. A principios de ese año reforma
la suya Cundinamarca, que era un tanto mon&rquica, y adoptd la forma rv-
pablicana rigurosa. Tunja, Socorro, Pamplona y Cartagena proclamaron los
mismos principios bajo la forma de un gobierno federativo; pero la falta de
luííes, de población y de recursos hacia de algunas provincias otros tantos
_ 50 r-r
Mayo de 1813 salió de la villa de San Cristóbal la jm^entuá
granadina que componia la expedición libertadora de Vene-
zuela. El Congreso de Tunja, que.habia presentido el genio de
Bolívar, le habia dado por compañeros á Girardot^ á D'Eluyar^
á Ricaurte, á Yélez, á Ortega y cien héroes más. La guerra
contra los españoles ardia yá por todas partes : en la Costa, en
Antioquia y en el Cauca. El Congreso se avino con Nariño y
éste marchó al Sur, pero no antes de que el Colegio revisor de
Cundinamarca declarase (16 de Julio de 1813) la independencia
absoluta de la República y el desconocimiento de Fernanda
YII. Durante la ausencia de Nariño quedó encargado del mando
don Manuel Bernardo Alvarez.
Nariño batió á los españoles en Palacé y en Calivío y forzá
el paso formidable del rio Juanambú ; pero sus triunfos se des-
hicieron como el humo mediante una traición ó un momento do
pánico que tuvo lugar en los ejidos de Pasto. Por este tiempo
falleció en Antioquia el célebre Dictador Corral, quien asocia-
do al doctor Félix Restrepo dio el primer golpe á la esclavitud,
y fué fundado en Popayan el periódico " La Aurora " y en An-
tioquia '^ La Gaceta municipal de Medellin." El Congreso de la
República envió al doctor José María del Real para que defen-
diese los derechos de los nuevos Estados Americanos en el
Congreso de Chatilloii, y encargó el Gobierno el 23 de Setiem-
bre de 1814 á tres individuos, quienes debian desempeñarlo
por turno. Fueron éstos : Manuel Rodríguez Toríces, Goberna-
dor de Cartagena, Custodio García Rovira, Gobernador del
Socorro, y José Manuel Restrepo, Secretario del Gobernador
de Antioquia. Estando ausentes todos los nombrados, los reem-
I)lazaron interinamente don José María del Castillo, Joaquín
Camacho y José Fernández Madrid. Empezr-ron éstos á ejer-
cer sus funciones el 5 de Octubre de 1814 y fueron obedecidos
l>or el ejército y por los Gobiernos de las provincias. El 10 de
Diciembre atacó Bolívar, al frente de las fuerzas del Congreso,
á Santafé, defendido por patriotas y hermanos que no hablan
querido aceptar la forma federal. Triste escena, más de una vez
repetida durante las contiendas civiles que tanto perjudicaron
la causa de nuestra independencia en aquellos aciagos dias I
En 1815 ejercieron el Gobierno Custodio García Rovira,
Toríces y José Miguel Pey, y el Congreso de Tunja se trasladó
á Santafé, en donde continuó sus sesiones el 23 de aquel mismo
año. Persuadido yá de los inconvenientes que tenia un Poder
Ejecutivo plural en todo tiempo y más en aquel, en que la
lucha con los españoles se encarnizaba en todas partes, el Con-
miembros muertos para la Union. Las rentas de las del Chocó, de Neiva y
de Casanare apenas bastaban para los sueldos de sus empleados. Con gran
diñcultad se encontraban individuos que desempeñasen los empleos públicos»^
y para los reemplazos periódicos habia que ocurrir á los mismos individuos,
ó que poner la cosa pública en manos de campesinos, de mercaderes y da^
mineros." — Bkstrkpo.
-51-
\greso eligió Dictador por seis meses, con el título de Presidente
de las Provincias Unidas, á Camilo Torres, y le dio un Consejo
de Estado. ¡ Medida tardía,- porque la llepíiblica estaba en esos
momentos espirante y desacreditada por sus rencillas y por
sus guerras, y porque el feroz Morillo, con el falso nombre
de Pacificador^ Labia desembarcado en nuestros puertos del
Atlántico al frente de diez rail soldados !
En 1816 se encargó de la Presidencia don José Fernández
Madrid (14 de Marzo) y lo hizo manifestando que no respondía
de lo que pudiera suceder. Madrid hizo lo que pudo, que fué
bien poco, como sucede siempre en momentos de insubordina-
ción y desaliento. Ademas, los patriotas estaban cercados
por siete, ejércitos españoles. Una junta reunida en Popayan
declaró que el Preí^idente Madrid habia cesado en sus funcio-
nes por haber renunciado y haberse retirado á Cali.
En 181C la misma junta nombró Presidente-dictador al
General Custodio García Eovira, y Vicepresidente á Liborio
Mejía, quienes fueron los últimos magistrados de la República
en aquella éi)oca. Solo habían quedado á los fundadores de la
patria tres columnas de ejército en Casanare, y eso mal aveni-
das entre sí. El 16 de Julio hizo Yaldés una junta de jefes con
el objeto de nombrar á uno para que mandara sólo y pusiera
término á la anarquía. La junta nombró magistrado civil al
doctor Fernando Serrano y jefe militar al Coronel Francisco
de P. Santander. De ese resto precioso salió luego la libertad
de toda la América del Sur.
" JVIorillo llegó á Santamarta y allí organizó su futura cam-
paña de destrucción,'' dice un escritor colombiano. "En Carta-
gena se presentó el 18 de Agosto de 1815 con el Capitán gene-
ral Montalvo, dos Inquisidores y diez mil soldados. En la
ciudad había; tres mil seiscientos de éstos. ISTada hay igual al
patriotismo de los cartageneros sino el horror del sitio que se
eiguió. El célebre García Toledo quemó sus haciendas para que
no sirviesen a los enemigos de su patria. Los moradores de la
ciudad regalaron cuanto poseían para que se diesen raciones
á las tropas : las mujeres ofrendaron sus joyas y las comunida-
des religiosas la plata de las iglesias. Todos los campos de
Cartagena quedaron desiertos, fueron quemados y sus habitan-
tes entraron en la ciudad. Morillo colocó sus buques en derre
dor de la península y sus soldados en derredor de la ciudad, la
ijue cerró sus puertas y cargó sus sesenta cañones. Duró aquel
sitio portentoso — en que cada pormenor fué un combate —
hasta el 5 de Diciembre, dia en que los sitiados determinaron
evacuar la plaza y buscar su salvación en las lanchas, mientras
que las mujeres, los ancianos y los niños (que eran las familia»
de los que se alejaban) iban á buscarla en los bosques. Murie-
ron en el sitioj en los combates, en los hospitales y en el mar
la mayor parte de los x^atriotas, fuera de los que murieron de
íiambre y de peste, número que no, se pudo calcular. Los ali-
— 52 —
meatos se habían agotado completamente en los dos primeros
meses del sitio y hubo que vivir dos meses más comiendo rato-
nes, cueros, cartucheras, estiércol de palomo j otras cosas por
el estilo. El mismo din en que evacuaron la plaza los sitiados
llegaron de los Estados Unidos del ííorte dos bergantines con
los víveres que habían sido pedidos á allí al empezar el sitio.
Engañados estos buques porque la bandera tricolor flotaba aún
en las almenas, cayeron en poder de los enemigos* Al ver los
bergantines, los patriotas que huían en las lanchas quisieron
volver á la ciudad y continuar resistiendo, pero un traidor les
cerró las puertas. Morillo entró en la abandonada Cartagena el
6 de Diciembre y en ella tomó un parque capaz de haber servi-
do para exterminar dos eiércitos de expedicionarios, echó un
donativo de $ 100,í)00 y fusiló á su gusto. * Los emigrados en
número de cnatro mil fueron destruidos por los naufragio», los
corsarios, el hambre y las enfermedades ; algunos cayeron en
l^oder de los españoles. Solo alcanzaron á salvarse cuatrocien-
tas personas, entre las cuales estaban tres jóvenes desconoci-
dos : Lino de Pombo, quien llegó á ser un sabio matemático y
un hombre de Estado } Francisco de P. Vélez, después Generajl
y uno de los héroes de la Casa-fuerte, compañero de liicaurte
y de Girardot ; y Antonio José de Sucre, el vencedor en Aya-
cucho."
Antes de salir de Cartagena Morillo distribuyó sus jefes y
su ejército así : al Coronel Latorre lo mandó á unirse con Cal-
zada en el Norte ; á Bayer lo mandó á conquistar el Chocó ; á
Warleta lo mandó á Antioquia j á Montalvo lo dejó en Carta-
gena con más de 2,600 hombres, y él marchó hacia el interior
con el resto de sus tropas.
En la noche del 26 de Mayo de 1816 entró don Pablo Mori-
llo en Santafé, y desde ese momento estableció el terror en todo
el país con las medidas que pasamos á enumerar : 1" para juz-
gar á los patriotas, estableció un Consto jpermanente de gíierra^
que sentenciaba sumariamente y sin otro recurso que el de un
defensor español; 2° llenó de presos políticos las dos cárceles de
la ciudad, el colegio del Rosario y el edificio de la Tercera ; 3*
creó un tribunal militar llamado Consejo de purificación, para
juzgar á los reos que no merecían pena capital, pero que debían
ser destinados á servir de soldados rasos 6 dar fuertes canti-
des ; 4^ estableció la Junta de secuestros^ que embargólos bienes
de todos los patriotas que estaban presos ó ausentes j 5* ordenó
* Morillo fusild en Cartagena á los señores Manuel Castillo, Mannel An*
gniano, Martin Amador, PantaJeon G. Ribon, Antonio José Ayos, José Mar-
tin García Toledo, Miguel Granados, José María Portocarrero y á Santia-
go Stuard. También fusiló en Ocaña á Miguel Carabaño, y habiendo muerto
Femando Carabnño antes de llegar á Mompos, hizo que fusilaran su cadá-
ver ! Calzada hizo fusilaren Jirón al señor Pedro Arévalo y en Leiva al doc-
tor Joaquín Omaña.
El año de 1813 fusiló don Toribio Montes al doctor Joaquín Caycedo,
á Alejandro Macuiay y á dieziseís individuos más.
— 5S —
la inmediata apertura de trece caminos en ásperas y enfermizas
montañas, y envió á ellos, como trabajadores, una multitud (le
colombianos, quienes debian vivir á su costa; 0*^ mandó reclntar
á todos los jóvenes capaces de llevar armas ; 7* desterró á las
señoras de Santafé á diferentes i)aeblos y las puso bajo la vigi-
lancia de los Alcaldes, como herejes y jjersonm de malas cos-
tumbres ; y 8* organizó un i>residio en la capital, al que destinó
á todos los que no fueron fusilados ni destinados al ejército.
El 8 de Junio continuó los fusilamientos empezando por el
Coronel Antonio Yillavicencio. Estos fusilamientos acabaron
con todos los hombres grandes que tenia la Eepública, tales
como Camilo Torres, Joaquin Camacbo, Francisco José de
Caldas, José Gregorio Grutiérrez, Crisanto Yalenzuela, Mi-
guel Pombo, Jorge Lozano, Francisco Antonio Ulloa, Manuel
Toríces, José María Dávila, José María Cabal, Antonio Bara-
ya, Custodio García llovira, Liborio Mejía, el Conde de Casa-
Valencia, &c. Así trató el Pacificador á los que el Consejo de
Regencia había declarado hermanos de los españoles y hom-
bres libres de América ! *
A su vez, los Gobernadores de las provincias fusilaban,
azotaban, robaban y oprobiaban á los patriotas. Seis meses
duró este régimen de sangre y de brutalidad, hasta que llegó
una orden real revocando los poderes extraordinarios de Mori-
llo y mandando que los reos fuesen juzgados por sus jueces
naturales y con arreglo á las leyes del Vireinato. ¡ Piedad des-
mentida luego con hechos igualmente crueles á los anteriores !
Morillo salió de Santaté jíara Yenezuela por la vía del
ííorte el 6 de Diciembre, y don Francisco Montalvo quedó go-
bernando en Santamarta como Virey y Capitán general de
]ííueva Granada ; sin embargo, el verdadero Jefe del interior
del país en e^a época fué el Brigadier don Juan Sámano, quien
quedó de Gobernador militar de Santafé al frente de tres mil
hombres. Montalvo mandó suspender la apertura de los cami-
nos, verdaderos i)re8Ídios, en donde morían los patriotas por
centenares, y dispuso que la Real Audiencia se trasladara á
Cartagena. También expidió un indulto general, pero Sámano
lo resistió apoyado en la autoridad de Morillo, y siguió aprisio-
nando y fusilando á los colombianos. Cuéntase entre sus vícti-
mas á la heroína Policarpa Salabarrieta. **
* El Pacificador fusil <5 129 patriotas, • todos por la espalda como á trai-
dores, y les confiscó sus bienes.
** « En los dos años y ocho meses que Sámano estuvo encargado del
mando hizo fusilar en Bogotá á treinta y un patriotas. Esto es nada en com-
paración de las muertes que ordenaron los Gobernadores de las provincias,
especialmente los Comandantes que entraban con fuerza armada en los llanos
de Gasanare. El Sárjente Mayor don Juan Tolrá se vanagloriaba de haber
liecho matar él s<51o á ciento veinticinco americanos de los pueblos de Pore,
T^ara, Morcóte, Paya, Marroquin y Labranzagrande. También pasaron
por las armas á muchos patriotas los españoles Guas, Ban*ada, Figueros^ y
Xiúcas González."— Bestsepo.
— 54 —
El 9 de Marzo de 1818 tomó Sámano posesión del gobíemir
del Vireinato en reemplazo de Montalvo, y siguió esparciendo
el terror por todas partes, aconsejado por don Carlos Tolrá, así
como Morillo lo habia sido por el feroz Enrile. * Entretanto Bo-
lívar habia fundado "El Correo del Orinoco" (periódico que puso
al cuidado de Zea, que acababa de regresar á su patria después
de 24 años de ansencia y después de haber figurado en España
como sabio y como político), enviado agentes á las naciones
extranjeras y convocado para Angostura (1.» de Octubre de
1818) el primer Congreso de la nación. A mediados de 1819 el
ejército libertador que venia de los Llanos tramontó la Cordille-
ra Oriental de los Andes, sin vestidos, sin víveres y desafiando
el frió intenso de los páramos, y llegó á las risueñas campiña»
de Tundama, en donde venció al General español Barreiro en
repetidos y brillantes encuentros. Al saber Sámano el desastro
de Boyacá (7 de Agosto) se puso en fuga por la via de Honda^
y Calzada se retiró hacia el Sur con solo mil hombres.
COLOMBIA.
(De 1819 á 1832).
Bolívar entró en Santafé á las cinco de la tarde del 10 do
Agosto, y un mes después estaba yá libre todo el Vireinato.
El 4 de Setiembre se encargó el General Santander del mando
de llueva Granada, con el título de Vicepresidente. Bolívar,
jefe de la Eepública, dio á cada una de las provincias nn Gober-
nador militar y otro civil, conservó el gobierno municipal y el
sistema colonial de rentas, y proveyó todos los empleos en per-
sonas i>atriotas. Un Tribunal de Apelaciones y una Corte
Suprema, con residencia en Santafé, debian ejercer el poder
juíücial en segunda y en tercera instancia. En primera, co-
nocían los Alcaldes ordinarios. Bolívar volvió luego á Angos-
tura y trabajó con el Congreso para que Venezuela y Nueva
Granada formasen una sola nación. La ley de la materia fué
• Para que se conozca á fondo el modo cdmo los españoles hacían la
guerra, copiamos un artículo de las instrucciones que el Coronel Tolrá did al
Teniente Coronel don Simón Sicilia al dejarle el mando que él tenia r
« Art. l.« No habiendo yá quedado bandidos reunidos en este país, resta solo
averiguar los parajes en donde se han ocultado, diligencia que practicará
usted fusilando á cuantos aprehenda. Igualmente fusilará usted á los Alcal*
des que hayan colectado gente psiva los bandidos, haciendo lo mismo con lot
demás vecinos que hubiesen contribuido á estos auxilios ó á otros con el
mismo objeto. — Tibirita, Noviembre 26 de 1817." En los archivos del Vi-
reinato existe una nota ñrmada por Barreiro aprobando la conducta del
Sarjento Mayor Juan Figueroa, quien habia ido hasta el rio Upía destru-
yendo los trapiches, los cañaverales y demás sementeras y aprisionando
Jas personas sin' distinción de edad ni de sexos. Esta nota es de 30 de No-
viembre de 1818, época en la cual la guerra estaba bastante calmada «bl ^
centro de Colombia.
— 55 —
'Sancionada el 27 de Diciembre de 1819, y segnn lo anunció Zea
la República de Colombia quedó constituida.
Bolívar fué elegido primer Presidente de Colombia y Zea
primer Vicepresideute. El General Santander fué elegido Vice-
presidente de Nueva Granada y Eoscio lo fué de Venezuela.
Bogotá fué designada para servir de capital de Colombia, *
y se dio á todo el territorio del Vireinato granadino el nombre
de Üundinamarca. Fueron ilesignados las armas y el pabellón
de la República ; se aceptaron como una sola todas las deudas
causadas por la guerra, y se convocó un Congreso, que debia
reunirse en Cuenta en 1821. Este Congreso fué instalado por
Nariño como Vicepresidente de Colombia el 6 de Mayo. El
12 de Julio siguiente fué promulgada la ley fundamental de la
República de Colombia, que era poco má^ ó menos la misma
de Angostura ; el 19 se declararon libres los partos de laa
esclavas, por moción del doctor Félix Restrepo, y el 30 de
Agosto fué firmada la primera Constitución. También expidió
el Congreso de Cúcuta una ley de estudios y otra sobre amparo
á los indios, mejoró la hacienda y garantizó la libertad de
imprenta. Bolívar organizó el Gobierno, nombró Secretarios de
Estado y envió Ministros Plenipotenciarios á Méjico, al Perú, á
Chile y á Buenos Aires, con el objeto de ajustar tratados de
comercio con esos países y de celebrar con ellos una alianza
general, ofensiva y defensiva.
El 19 dé Abril de 1823 se reunió el Congreso y á él le presen-
taron los Secretarios de Estado las primeras Memorias sobre el
servicio público de la época republicana. El Congreso permitió
al Libertador que marchara al Perú á continuar la guerra
contra los españoles, concedió privilegios para la navegación
de los ríos Magdalena y Orinoco y para la pesca de jjerlas ;
creó un museo y una escuela de matemáticas y de minas, y
aprobó los tratados con Chile y el Peni. Por aquel tiempo la
Inglaterra declaró que protegeria la independencia de las
repúblicas suramericanas, y el 8 de Marzo de 1824 «e presen-
taron en Bogotá sus primeros Ministros. El 5 de Agosto ganó
el Libertador la batalla de Junin y «I 9 de Diciembre Sucre la
de Ayacucho. Con estos triunfos y la toma de Puerto Cabello
por Páez quedó terminada la guerra de la independencia
americana.
En 1825 fué adoptada como texto para enseñar legislación
en los colegios públicos la obra de Jeremías Bentham sobre
esa ciencia. El censo de población hecho en aquella época dio
1.223,598 habitantes. El 23 de Enero de 1826 se rindió el puerto
del Callao, Los colombianos hablan cumplido pues la promesa
hecha por su Jefe, "de llevar la bandera de la libertad desde
» La ley fandamental de Colombia (17 de Diciembre de 1819) mandó
que la capital de la Ilepública no se llamase Santafé de Bogotá sino simple-
■aente Bogetá.
— m —
las márgenes del Orinoco hasta las heladas cimas del Potosí.'''
La Eepública de Bolivia había sido creada por ellos, y el
Ecuador y el Perú les debían su libertad.
En 1826 fueron elegidos otra vez Bolívar Presidente de la
Eepública y Santander Vicepresidente. El 30 de Abril de 1826^
se pronunció el General Páez contra el Gobierno de Colombia á
causa de una acusación del Congreso contra él, y el 22 se reunió
en Panamá un congreso americano convocado por Bolívar, con
los representantes de Colombia, de Centro- América, del Peni y
de Méjico, y aprobó cuatro tratados* Por aquel tiempo ftié
traído á Bogotá el célebre proyecto del Libertador sobre orga-
nización política del país, llamado la Constititcian boliviana^
cuyas bases eran : un Presidente vitalicio y un Vicepresidente
nombrado por aquél, con derecho de sucederle; un cuerpo legis-
lativo anual, dividido en tres Cámaras: una de tribunos, otra
de censores y otra de senadores. Cada una de estas Cámaras
debía expedir leyes sobre determinadas materias. Aunque este
X)lan de gobierno fué acompañado de una brillante exposición
de motivos, obra del mismo Bolívar, sustentados en la historia
de las naciones antiguas, los colombianos se dieron á descon-
fiar del padre de la Patria, y más desde que algunos pueblos
empezaron á hacer actas proclamándolo dictador. Venezuela
alzó audazmente entonces la bandera de la íederacion.
En Octubre promulgó el Poder Ejecutivo el plan de estudios.
El 14 de Noviembre entró Bolívar en Bogotá después de 5
años y 11 meses de ausencia. El 23 se declaró en ejercicio de sus
facultades extraordinarias, y el 25 emprendió viaje para Vene-
zuela. La amistad de Santander y Bolívar quedó rota, y Azuero,
Soto y otros ciudadanos eminentes empezaron ácreer que no ha-
bía mas medio de poner término á las dificultades de todo
orden que cercaban á Colombia, sino su inmediata desmembra-
ción. En este tiempo fué reconocida la República por la Sede
romana, y fueron i)reconizados varios Obispos. El Congreso
acordó la convocatoria de una Convención, la cual debía reu-
nirse en Ocaña el 2 de Marzo de 1828. El 16 de Noviembre tuvo»
lugar en Bogotá y comarcas vecinas un terremoto espantoso^
igual al de 1785, ocurrido en tiempo del Virey Góngora, quien
cedió sus rentas de un año ($ 62,000) para socorrer á las víc-
timas.
La Convención de Ocana no pudo continuar sus sesiones
porque se retiraron de ella 21 dixmtados. Al saberse esto en la
capital, el Intendente de Cundinamarca convocó una junta de
padres de familia, quienes firmaron una acta {13 de Junio) en
la que se acordó desconocer la Convención de Ocaña, revocar
las credenciales de los diputados de Bogotá á aquella Conven-
ción y llamar á Bolívar é investirlo de facultades dictatoriales..
Bolívar acogió todo esto y entró en Bogotá, pero no hizo uso
del poder absoluto hasta que llegó á sus manos una gran canti-
dad de actas de los pueblos^ Una de sus primeras pvovidencia&
J
— 57 —
fkié declarar que el Vicepresidente Santauder habia cesado en
f 1 ejercicio de su empleo.
El 25 de Setiembre de 1828 estalló una conspiración contra
la vida del Libertador, que no tuvo buen éxito y que ftié casti-
gada con patíbulos y con empréstitos. Un tribunal compuesto de
(Hiatro jefes militares y de cuatro abogados mandó fusilar á
cinco de los conspiradores el 30 de Setiembre ; el 2 de Octubre
fueron fusilados otros dos y el 14 seis más, personas todas ellas
distinguidas, salvo cuatro soldados. El Congreso condenó á
muerte al General Santander, que ninguna parte liabia tenido
en la conspiración, y á otros ciudadanos notables, ^evo Bolívar
les conmutó la pena.
Por aquel tiempo derrotó el General Sucre en Tarqui las
fuerzas del Peni, que habia declarado la guerra á Colombia, y
se dieron algunos pasos para dar á ésta un gobierno monárqui-
co. El 20 de Enero de 1830 se reunió el Congreso constituyente,
el cual mandó una comisión á Venezuela á fin de impedir la
desmembración de Colombia. Esa comisión no tuvo buen éxito.
El 30 de Abril Bolívar hizo presente al Congreso su determi-
nación de abandonar el seno de la patria. El 3 de Mayo fué
firmada la nueva Constitución. El Congreso expidió un decreto
haciendo vitalicia la pensión del General Bolívar ($ 30,000 por
año) ; varios vecinos del Ecuador lo llamaron ])ara qué pasase
el resto de sus dias en aquel país, y Venezuela decreró su ostra-
cismo perpetuo. El 8 de Mayo salió el Libertador de Bogotá y
su vida páblica, herida en la raíz desde el 25 de Setiembre^
quedó terminada.
En 1830 fué elegido Presidente de la Repilblica el doctor
Joaquín Mosquera y Vicepresidente el General Domingo Cay-
cedo, quien se encargó del mando mientras Mosquera venia á
la capital. El General Juan José Flórez,' venezolano que figu-
raba en el Ecuador, proclamó la separación de esta sección de
Colombia, acrecida con la provincia de Pasto. * El Gobierno
mandó ocupar militarmente la provincia amenazada, y envió en
comisión cerca del General Flórez al Gran Mariscal de Ayacu-
cho. El 4 de Junio, de paso para el Ecuador, Sucre fué asesi-
» VeuezueJa se separd de hecho de la antigua Colombia en Noviembre
de 1829 y el Ecuador en Mayo de 1830. La Nueva Granada, que hizo oficial-
mente todo lo que pudo para impedir la desmembración de la gran Bepú-
blica, después de veriñcada ésta ha seguido trabajando, también oficialmente,
por su reintegración. En una ley de 19 de Mayo de 1856^ entre otras, se fija-
ron bases para la reorganización de las tres Bepúblicas hermanas en una
sola bajo la forma federal. Esta ley no ha tenido ningún resultado. La actual
Constitución de Colombia dice (Art. 90) : "El Poder Ejecutivo iniciará ne-
gociaciones con los Gobiernos de Venezuela y del Ecuador para la unión
▼oluDtaria de las tres naciones de la antigua Colombia en una nacionalidad»
bajo una forma republicana, democrática y federal, establecida llegado el
caso por una Convención general constituyente." A pesar de esto, los incon-^
▼ementes que presenta la reintegración de Colombia son cada dia mayores^
j machos de ellos casi insuperables.
— 58 —
nado en la montaña de Berruecos. Don Joaquín Mosqaera sé
posesionó del mando el 13 del mismo mes ; el 11 de Agosto se
pronunció contra él el batallón " Callao/' y el 12 derrotó las
fuerzas del Gobierno. El 27 perdió éste el combate del Santua-
rio, y el 28 capituló con los sublevados. El partido vencedor —
que era el llamado boliviano — hizo una junta el 2 de Setiem-
bre en la capital y en ella acordó llamar al Libertador para
que se hiciera cargo del Gobierno, y mientras venia éste reco-
noció como jefe al General Rafael Urdaneta, venezolano. El
4 de Setiembre el Presidente Mosquera y el Vicepresidente
Caycedo declararon que habiau cesado en sus fimciones.
Después que Urdaneta se encargó del mando, fué enviada una
comisión á Cartagena en busca de Bolívar para que viniese á
la capital á encargarse del Gobierno ; también se empezaron á
levantar actas en los pueblos en el mismo sentido. Bolívar no
quiso aceptar el mando y se retiró á la hacienda de San Pedro
Alejandrino, cerca de Santamarta, en donde murió el 17 de
Diciembre de 1830, á los cuarenta y siete años de edad. El 10
de Febrero de 1831 derrotó el General Obando en Palmira las
fuerzas de Urdaneta y el 14 de Abril el General Salvador Cór-
dova las del General Casteli en Abejorral. Neiva se habia pro-
nunciado desde el 17 de Marzo en favor del Gobierno legítimo.
Toda la Costa estaba en armas en servicio de esa misma causa
y en Cundinamarca mismo, asiento principal de los dictatoria-
les, hubo pueblos que desconocieron el poder de Urdaneta.
Algunos cuerpos de tropa se pasaron á las filas del Gobierno,
y la situación llegó á ser tan apurada para el Dictador que éste
envió una comisión de paz al jefe de las fuerzas del Sur. El
Ministro de Relaciones Exteriores dirigió al Vicepresidente
Caycedo una nota en que le reconocía su carácter oficial y le
pedia una entrevista. Caycedo se habia declarado en ejercicio
del Poder Ejecutivo en Purificación desde el 14 de Abril. La
entrevista solicitada tuvo lugar en las Juntas de Apulo, y allí
se ajustaron los tratados que llevan este nombre, el 28 de Abril
de 1831. El 26 del mismo el General Moreno, que habia venido
de Casanare al frente de mil hombres en contra de los dictato-
riales, ganó la batalla de Cerinza. Así terminó el mando de
Urdaneta.
El Vicepresidente Caycedo entró en Bogotá el 2 de Mayo
por la noche, y el 7 convocó una Convención nacional para el
7 de Octubre siguiente, la que se instaló el 20. Esta aprobó el
10 de Noviembre, con 31 votos contra 30, lo siguiente : " Las
provincias del centro de Colombia forman un Estado con el
nombre de Nueva Grarmclu, que será constituido y organizado
por la i>re8ente Convención." Este Estado debía tener los mis-
mos límites que habia tenido el Vireinato por el Oriente, por el
Korte y por el Occidente ; por el Sur debia comprendei la pro-
vincia de Pasto, que junto con la de Barbacoas y una porción de
la de Buenaventura habían sido usurpadas por el Ecuador. El
— 69^ —
21 de Noviembre de 1831 se separó el General Oaycedo del
mando, por renuncia, y lo reemplazó el General Obando, quien
fué elegido Vicepresidente. El Congreso, que habia mandado
que provisionalmente rigiese la Constitución de 1830, expidió
el 29 de Febrero de 1832 la que debia regir el país definitiva-
mente.
NUEVA aBANADA.
(De 1832 á 1857).
En 1832 entró á gobernar la Eepública, yá constituida, el
doctor José Ignacio de Márquez, con el cargo de Vicepresiden-
te, mientras el pueblo hacía la elección de sus primeros magis-
trados. El General Santander, que se hallaba entonces en
Europa, habia sido nombrado Presidente interino. El 7 de Oc-
tubre de 1832 se encargó del mando el General Santander^
quien fué elegido luego popularmente para servir el primer
I)eríodo constitucional. Santander fué el fundador de la admi-
nistración i)ública de Colombia. A él se debe la regularizacion
de lá enseñanza primaria y la introducción en las escuelas del
método de Lancáster, las cuales llegaron á tener entonces hasta
veinte mil alumnos. A él, la creación de las tres Universidades :
la del Centro, la del Cauca y la del Magdalena ; á él, la creación
del colegio de La Merced de Bogotá, para niñas, y algunos de
los de las provincias. A cargo de las Cámaras legislativas de
éstas se puso la educación primaria, y fueron aplicados los
bienes de los conventos menores para atender á la enseñanza.
En a<]uella época el territorio de la Kepáblica estaba divi-
dido en quince provincias, que eran las siguientes : Antioquia,
Barbacoas, Bogotá, Cartagena, Cauca, Magdalena, Neiva, Pa-
namá^ Pasto, Píímplona, Popayan, Socorro, Tunja, Yélez y
Veraguas. Desde 1831 se habia ordenado que se estableciese
eu cada una de estas provincias un periódico oficial. El 8 de
Diciembre de 1832 se firmó un tratado con el Ecuador, y ésto
evacuó el territorio que tenia usurpado. La Administración del
Greneral Santander trabajó mucho en organizar y en moralizar
las rentas públicas, que eran aún las mismas que habia esta>
blecido el Gobierno esj)añol y que estaban entonces centraliza-
das, lo mismo que los gastos. La renta de tabaco produjo en
1832 $ 211,210, y todas las rentas juntas produjeron $ 2.327,310
en aquel mismo año.
El 23 de Diciembre de 1834 se firmó en Bogotá el arreglo
de división de la deuda pública por los comisionados de las
tres repúblicas que habían formado la Eepública de Colombia.
El Congreso de Venezuela aprobó este arreglo en 1835 y los
Congresos del Ecuador y Nueva Granada en 1837. En aquel
tiempo — quizá porque durante el largo período de la guerra
de independencia no habia habido otro régimen que el militar —
se tenia el ejército permanente como el principal elemento do
— co-
la admimstraciou pública, y eso haoia que la República, á
pesar de no tener sino millón y medio de habitantes, mantuviese
un pié de paz de 21,000 hombres y una marina inútil y costosa.
El General Santander redujo ese pié de fuerza á menos de la
mitad, incluyendo en él las milicias organizadas. En 1836 fué
levantado el censo de la población y resultaron 1.686.038 habi«
tantes. El General Santander mantuvo el orden publico con
medidas enérgicas é hizo fusilar á varios de los trastornadores
de él. ♦
El doctor José I. de Márquez fué elegido Presidente de la
Eepública i)ara el período que debia empezar en 1837, y en ese
año entró á gobernarla no obstante que su elección habia sido
tachada de inconstitucional. En 1837 ñié promulgado como ley
del país el Código Penal, severa recopilación de procedimien-
tos y de castigos, capaz de dar fisonomía á toda una época. En
1839 se reunió en Bogotá la comisión encargada de liquidar la
deuda de la antigua Colombia. La deuda exterior de esta vasta
Eepública alcanzó, por capital é intereses, hasta 31 de Diciem-
bre de 1829, á $ 63.065,450 ; y la interior, también por capital
é intereses y hasta la misma fecha, á $ 14.557,268-68. Lo que
hizo un total de $ 102.943,737-66. De esta enorme suma le tocó
pagar á íí^ueva Granada 50 unidades ó sea la mitad, 28J uni-
dades á Venezuela, y 21 J al Ecuador. Semejante arreglo no
l^areció equitativo.
EL Congreso habia expedido una ley suprimiendo los con-
ventos menores y Pasto dio i3or esto el grito de insurrección.
Con este motivo (junto con el de la nulidad de la elección del
doctor Márquez, por cuanto al tiempo de tener lugar ésta esta-
ba él ejerciendo la Yicepresidencia) la rebelión se extendió por
todas las provincias con tal celeridad que Márquez tuvo que
salir clandestinamente de la capital, pedir al Ecuador un auxi-
lio de dos mil hombres, y declarar oficialmente (7 de Octubre
de 1840) que carecía de los recursos necesarios para dominar-
la. El General Pedro Alcántara Herran fué elegido Presidente
en medio de la guerra civil y se encargó del mando en 1841.
Esta siguió con mucho vigor : se peleaba en todas partes, y en
todas partes se levantaban i)atíbulos. Al fin triunfó el Gobier-
no por los muchos caudillos que tuvo la revolución y por la
falta de acuerdo entre ellos.
El Arzobispo Manuel J. Mosquera reconstituyó en esa
época el colegio eclesiástico llamado Seminario Conciliar} y el
Gobierno inició una exposición anual de productos de artes y
de oficios, que se repitió dura;nte los años de 1841 á 1844. El 21
de Noviembre de 1842 fueron entregadas solemnemente á una
^ En 1819, estando encargado de la Tice presidencia, liizo fusilar tam-
bién al General Barreiro, Jefe del ejército vencido en Boyacá, y á treinta y
ocho españoles más. Por todas estas muertes fué acremente censurado y tuTo
que explicar su conducta, h) que hizo con mucha elocuencia y lógica.
— 61 —
eomision del Gobierno de Venezuela las cenizas de Bolívar,
El Congreso de 1843 reformó la Constitución en un sentido
restrictivo, y mandó recopilar las leyes vigetites. El censo de
población dio ese ano 1.931^684 babitantes. También fué obra
de la Administración Herran el plan de estudios que rigió
iiasta 1850, y la apertura del camino del Quindío. En 1844 vi-
nieron al país los padres de la Compañía de Jesús, llamados
por el Gobierno después de setenta y siete años de haber sido
expulsados por Carlos III, para fundar casas de misiones. El
primer asiento de esta Compañía en Kueva Granada había
durado ciento scseata y un años. Al tiempo de su primera ex-
pulsión los jesuítas eran dueños de ciento tres predios y regen-
taban trece colegios. Como fueron expuls«idos el 30 de Julio
(1767) y ese dia era el de la fiesta de su patrono, se encontraron
adornando el altar de éste $ 80,000 en plata labrada. En la
Administi ación que siguió a la del General Herran, que fué la
primera del General Mos<]|uera, solo tres jesuitas entraron en el
territorio de los Andaquíes.
En 1845 entró á gobernar la Eepiibliea el General Mosque-
ra, lo que iiizo con ánimo levantado y verdadero espíritu de
progreso. Mosquera estableció la navegación ])or Vapor en el
rio Magdalena é inició la construcción del ferrocarril interoceá-
nico de Pananui ; centralizó las cuentas del Tesoro é introdujo
en ellas el sistema llamado de ])arti(la doble, arregló el ramo
de con eos y popularizó el sistema decimal francés de monedas,
pesas y medidas. Kcdujo mucho el pió de fuerza, dio al ejército
la misma organización que éste tiene en Euro])a, creó un cole-
gio militar para la pojiularizacion del estudio de las matemáti-
cas y de la ingeniería, y suprimió la marina de guerra. Empezó
la construcción del CaY)itolio de Bogotá, introdujo la enseñanza
de muchas materias útiles, estimuló la imprenta y la litografía,
liizo arrasar el malísimo palacio de los Vireyes y colocar
la estatua del General Bolívar en la i)laza mayor de Bogotá,
estatua que habia regalado el ciudadano José I. París al Con-
greso de la República. El Congreso de 1841 habia expedido una
ley llamada de medidas ¿le sefjiiridad^ que contenia las siguien-
tes disposiciones : I*? Que eí Poder Ejecutivo ])odia solicitar y
admitir troi)as de naciones amigas en calidad de auxiliares, en
caso de una conmoción interior. — 2* Que los Gobernadores de
las provincias i>odian separar del terruorio de su mando ó
arrestar á los individuos de quienes temiesen que tramasen
contra el orden piiblico. — 3° Que los individuos que hubieran
salido voluntariamente del territorio de la República por causa
<le política, no pudiesen volver á él sin licencia del Congreso,
salvo que se sometiesen a ser juzgados como cómplices de rebe-
lión, de conformidad con el Código Penal. — 4* Que los funcio-
narios públicos que no usasen, en su caso, de las facultades de.
que se les investía serian depuestos de sus empleos, declarados
inhábiles para obtener otros de confianza y condenados á pagar
^ — 62 —
al fisco $ 500. — 5" Que los Gobernadores en las capitales de
provincia, los Jefes políticos en las cabeceras de cantón, los
Alcaldes en loa distritos parroquiales y la autoridad judicial
que conociese de la causa de los reos procesados por delitos
contra el orden público, y que no mantuviesen á éstos, cada
uno en su caso, con las correspondientes seguridades, incurri-
rían en la multa de $ 20 hasta $ 200. En caso de fuga del
reo la multa era de $ 500 y se perdia el empleo. No hay para
qué decir que esa ley fué aplicada por los vencedores á los
vencidos con todo el rigor de sus palabras. Ya al concluir su
período, el General Mosquera abrió por medio de un decreto
generoso las puertas de la Patria á un gran número de colom-
bianos, entre ellos al General José María Obando, quien fué
elegido Presidente de la Kepública cuatro anos después. Tam-
bién trabajó mucho el General Mosquera por establecer la tole-
rancia oficial de cultos.
El 7 de Marzo de 1849, no habiendo favorecido á niuguno
de los candidatos la elección popular, fué elegido por el Con-
greso Presidente de Nueva Granada el General José Hilario
López, procer de la independencia y uno de los restauradores
del Gobierno legítimo en 1830. Esta elección fué muy reñida y
aun se la tachó de violenta, porque los dos partidos políticos
que Ajenian generándose desde 1810 habían llegado entonces á
su plenitud respectiva, y aunque ambos aceptaban la indepen-
dencia y la república como base del gobierno nacional, dife-
rian mucho en el modo de entender y de practicar la libertad.
Los llamados liberales querían que los derechos del hombre,
enumerados y reconocidos sin limitación alguna, fueran la base
de las leyes ; querian la forma federal como la más adecuada
á la grande extensión de nuestro territorio y al libre ejercicio
del gobierno propio 5 y querian en fin el sufragio directo como
único medio racional de establecer la democracia pura. No
tenemos para qué decir que cada uno de estos tres grandes
principios entraña una multitud de cuestiones de política, de
filosofía, de administración y de hacienda de la mayor trascen-
dencia, las cuales repugnan al espíritu del partido contrario,
llamado conservador.
La Administración del General López inició la reforma de la
Constitución centralista de 1843, con el objeto de establecer el
reconocimiento legal de las garantías individuales, de rebajar
un tanto el poder omnímodo de los Presidentes y de ensanchar y
fortificar el poder de las secciones territoriales ; abolió la pena
de muerte por delitos políticos ; ratificó la abolición del estanco
del tabaco y suprimió los derechos que se cobraban por la
siembra y exportación de esta planta ; suprimió las aduanas
del istmo de Panamá, y cedió á las provincias las rentas de
aguardientes, de quintos de oro, de hipotecas y de registros,
de peajes y otras, con el objeto de que éstas pudiesen atender
directa y libremente á sus gastos de administración, de justi-
j
— 63 —
cia, de culto, de empleados jiiimicipales, de caminos, &c.f ♦
mandó levantar la carta eorográfica de la Eepublica y escribir
la geografía de la misma; destinó 14| de la renta de aduanas
al pago de los dividendos atrasados de la deuda exterior 5 con-
trató definitivamente la construcción del ferrocarril interoceá-
nico ; rebajó muy considerablemente la contribución de papel
sellado ; abolió las cuarentenas ; declaró libre la exportación
del oro ; expulsó á los padres de la Compapía de Jesús; mandó
cesar la intervención del Gobierno en el cobro de las primicias
y de los derechos de estola ; dio completa libertad á los escla-
vos ; declaró absolutamente libre el uso de la imprenta ; esta-
bleció el juicio por jurados en asuntos criminales; rebajó un
20 por 100 á la tarifa de aduanas; autorizó la redención de
censos en el Tesoro ; estableció oficinas de comercio en Bogotá,
en Medellin, en Cali y en Jirón para verificar el reconoci-
miento y aforo de las mercancías extranjeras ; fijó en cincuenta
centavos el precio de la arroba de sal ; contrató la coaistruccion
de la carretera de Occidente en la Sabana de Bogotá ; permitió
que los buques extranjeros hiciesen el comercio de cabotaje ;
abolió el fuero eclesiástico y el asilo de las iglesias ; suprimió
el diezmo ; dio renta fija al clero, y á los Cabildos les dio facul-
tad para nombrar los curas parroquiales ; gestionó el cobro de
lo que el Perú debia á Colombia ; concedió la libre navegación
de los rios de la Eepublica á los buques mercantes de vapor, y
expulsó del país al Arzobispo de Santafé y á los Obispos de
Cartagena y de Pamplona x>orque resistieron el cumplimiento
de las leyes que se rozaban con los negocios eclesiásticos; Este
choque entre el poder civil y el poder clerical, frecuente en
todos los países del globo, ha sido llamado en Colombia por el
espíritu de partido cuestión religiosa^ no obstante que ninguno
de los inintos sobre que versaba entonces la disputa ni sobre
los que ha versado después tenia ni ha tenido nada que ver
con el dogma.** Ademas, no era en los países que acababan do
* Como esta cesión implicaba la facultíid de conservar ó de sustituir
por otras las rentas cedidas, en niucLas partes las Cámaras provinciales su-
primieron los diezmos, las rentas de aguardientes y de peajes y establecieron
el impuesto directo.
** Coruña, Obispo de Popayan, fué puesto preso y vejado por el Gober-
nador Sancho García de Espinar solo porque le dirigió una solicitud cristia-
na en favor de los indios de su diócesis ; y nadie dio á estos atropellos el
nombre de cuestión religiosa. Sancho Jirón sostuvo fuertes disputas con el
Arzobispo Almanza, á quien quiso desterrar y á quien dio orden de demoler
el convento de religiosas del Carmen que éste estaba haciendo construir en
Leiva. Castillo y Concha mandó extrañar al Arzobispo Sáenz de Lozano y
ocupar sus temporalidades porque resistió el cumplimiento de un exhorto de
la Audiencia de Quito. Guirior envió preso á España al Provincial del con-
vento de San Agustín porque le habia. faltado al*. respeto. Morillo remitió
presos á España 95 sacerdotes, muchos de los cuales perecieron en el camino
por el mal trato que se les dio, y no hizo caso de los reclamos del Arzobispo
Sacristán. -Bámano quiso ahorcar en Popayan al Provisor Andrés Ordóñez,
■ hombre de ejemplar virtud, á' quien acusaba de hereje. Estos y otros hechos
-á^que estaban acostumbrada» las colonias, no producían en ellas el escándalo
que han producido después al favor del espíritu de partido.
_ 64 —
«er colonias de España en donde podían alegarse con más
razón las i)rerogativas del clero católico, pues la política habi-*
taalde la metrópoli, hasta en el tiempo mismo de ios Beyes Ga-
tólicos, faé la de no consentir que nn falso celo religioso dañase
la natural independencia y soberanía de la corona. Sin embar-
go, para poner término á estas colisiones, que por su natura-
leza afectaban á la sociedad en general, fneron expedidas la
ley de 15 de Junio de 1853, que estableció la separación abso^
luta de la Iglesia y del Estado, y la de 20 de Junio del mismo,
que estableció el matrimonio civil y dio á los Cabildos la pro-
piedad de los cementerios.
Esas fueron las obras de la Administración del General
López, complemento de la obra magna de la independencia,
porque fundaron la libertad de la República sobre la base de
los derechos del hombre, denunciados por el General Nariño
desde 1794, y sobre la base de la forma federal, preconizada
por el doctor Camilo Torres y otros proceres desde 1810. De
entonces acá nada se ha hecho en política y en administración
pública que no haya tenido su punto de partida en tan colo-
sales y osadas reformas. El poder gubernativo quedó desde
entonces radicado en las secciones, que es en donde debe estar,
y la descentralización de las rentas y de los gastos dio al pue-
blo la intervención que éste debe tener en el manejo de lo que
es suyo, porque las rentas públicas no son otra cosa que la
parte que él cede de su pan de cada dia para hacer el pan del
Gobierno. El x>oder central se desprendió de la renta de taba-
cos, cuyo producto bruto anual alcanzaba yá á $ 900,000 ; de
las aduanas del Istmo, que producían $ 42,000 ; de los diezmos,
que producían $ 237,000 ; de los aguardientes, que pro<lucían
$ 170,000 5 del quinto del oro, que producía $ 76,000 ; de los
peajes, de los derechos de hipotecas y de registros y de otros
ingresos, que podían estimarse en unos $ 55,000* Estas canti-
díides snmabali cada año cerca de millón y medio de pesos, y
el déficit que causaron fué en parte subsanado con lo que pro-
dujo la redención de censos en el Tesoro y con otros arbitrios.
Las redenciones de que hablamos produjeron de 1850 á 1851
$ 37,176 ) de 1851 á 1852 $ 305,579, y de 1852 á 1853 $ 235,754-
Total $ 578,900.
Como era natural, el movimiento tipográfico llegó en aque-
lla época á una altura desconocida en Colombia, pues se pu-
blicaron entonces más de cincuenta periódicos políticos é infi-
nidad de hojas volantes y de folletos. Casi no había población
notable de ía República que no tuviera organizado un club
político de carácter permanente, ya de un color, ya de otro, y
el pueblo, que concurría á ellos, se adestraba en las prácticas
del gobierno propio y de sus propios derechos. El partido ven-
cido, que desde un principio había estado haciendo una oposi-
ción violenta al General López y á su Ministerio, mortificado
por la den'ota, y poco hecho aún á los altibajos de la vida
I
— 66 — i
republicana^ acabó por rebelarse, y buscó en los campos de
batalla el favor que le habían retirado la opinión pública y las
urnaSk En Mayo de 1851 estalló en Pasto una.revolucion, que
en Julio siguiente estuvo yá propagada por las provincias de
Medellin, de Antioquia, de Córdova, del Cauca, de Bogotá, de
Mariquita, deTunja y de Pamplona. Todo hacia temer una con-
flagración general, más larga y más terrible que la de ISáO. Sin
embargo, no fué así. Los alzados de Pasto fueron debelados en
Buesaco el 10 de Julio ; los de Bogotá lo fueron en Pajarito el
20 de Julio ; los de Antioquia — que parecían los más fuertes
pues llegaron á reunir unos 2,000 hombres — lo faeron por los
voluntarios del Cauca el. 10 de Setiembre en Eionegro, y los de
Neiva lo fueron en Garrapata. Los trastornos de las provin-
cias del Cauca, de Tunja y de Pamplona no tuvieron importan-
cia. El Gobierno del Ecuador, que habia suministrado dinero,
armas y municiones á los revolucionarios de Pasto, cayó en los
momentos mismos en que la República iba á pedirle cuenta de
su mal$b voluntad y de su intrusión en nuestros asuntos. La
época de que hablamos es la época política más grande de Co-
lombia.
El 1? de Abril de 1853 el General José María Obando, ele-
gido popularmente, tomó posesión del mando de la República.
Pocos dias después el Congreso reformó la Constitución cen-
tralista y autoritativa de 1843, y en la reforma confirmó la se-
paración de la Iglesia y del Estado, estableció el sufragio uni-
versal, directo y secreto, y quitó al Poder Ejecutivo el nombra-
miento de los Gobernadores de las provincias. También redujo
el Congreso de aquel año el pié de fuerza y el arancel. El Ge-
neral Obando era opuesto á todos estos cambios. El 17 de Abril
de 1854 estalló en la capital una revolución encabeeada por la
guarnición militar y por una parte d^ los artesanos. El General
Obando fué puesto preso y el General Meló, que era el Coman-
dante general, asumió el ejercicio de la dictadura. Todos los
ciudadanos, sin distinción de colores políticos, corrieron á las
armas, y Meló fué vencido el 4 de Diciembre del mismo año.
El Congreso juzgó al General Obando y lo depuso.
Durante esta revolución ejercieron el Poder Ejecutivo el
General Tomas Herrera, como primer Designado, y el señor
José de Obaldía, como Yicepresidente que era-. El partido que
estaba entonces en el poder hubiera podido conservarse en él,
si se hubiera resuelto á sacrificar su dignidad y sus principios ;
pero prefirió, como debia ser, su honra y la del país, al mando.
L,A CONFEDERACIÓN GRANADINA.
(De 1857 Á 1863).
En 1865 entró á ejercer el Poder Ejecutivo el doctor Manuel
María Mallarino, elegido sin lucha y sin competidor durante
5
— 66 —
la revolución que acababa de terminar. Mallarino redujo el pié
de fuerza á solo 300 hombres, aprovechando las circunstancias
políticas del país -^ desangrado y extenuado por la revolu-
ción — y las especiales de su gobierno, que no tuvo oposición
ni podia correr peligro ninguno por estar compuesto de hombres
de ambos i)artidos. También hizo muchas reducciones en los
gastos públicos, pues el Tesoro habia quedado en una situa-
ción lamentable. En esa época las rentas nacionales no alcan-
zaban al año á dos millones de pesos. Por este tiempo empezó
á ser establecida la forma federal, y se empezó á discutir la
Constitución que adoptó esa forma definitivamente en 1558.
El 1? de Abril de 1857 entró á gobernar la República el
doctor Mariano Ospina, elegido en competencia con el doctor
Manuel Murillo y con el General Tomas O. de Mosquera. En
ese tiempo el sufragio era universal. El doctor Ospina tuvo
96,000 votos, 82,000 el doctor Murillo y 32,000 el General Mos-
quera. Como el régimen central habia sido abolido y como una
ley de 1855 y otra de 1856 hablan creado respectivamente ^los
Estados federales de Panamá y de Santander, y como ademas
el Congreso de 1857 se habia clausurado sin haber expedido la
ley fundamental, el país estuvo un año entero sin Constitución,
y parte de él sometido al régimen central y parte al federal. En
1858 fué expedida la primera Constitución federal, por la cual
fueron creados definitivamente todos los Estados que hoy exis-
ten, menos el del Tolima. El Congreso de 1859 expidió algunas
leyes de carácter grave, tales como la de pié de fuerza y la que
ponia las elecciones de los Estados en manos del Poder Ejecu-
tivo federal. En Febrero de ese mismo año estalló en el Estado
de Santander una revolución conservadora, y pocos dias des-
pués fué asesinado el Presidente de ese Estado. En Julio esta-
lló en Bolívar una revolución liberal, que triunfó inmediata-
mente. El 28 de Enero se pronunciaron en el Cauca los conser-
vadores contra el General Mosquera, que era el Gobernador
del Estado ; éste los venció, y el 8 de Mayo separó el Cauca del
resto de la República. El Presidente Ospina en persona invadió
al frente de las fuerzas nacionales el Estado de Santander,
atacó á los defensores de aquel Estado é hizo prisioneros á
los miembros de su Gobierno en la sangrienta batalla del
Oratorio. Mosquera, después de muchos combates y después
de que el Presidente Ospina no quiso aceptar la exponsion cele-
brada en Manizáles, forzó el paso de la Cordillera Central
dando y ganando la batalla de Segovia, y entró en Keiva,
donde se le juntó el General José'H. López. El Congreso de
1801 no pudo reunirse por falta de quoruui, y porque el Presi-
dente Ospina tenia presos á algunos de sus miembros. Los
federalistas pasaron el rio Magdalena y amenazaron la capital;
pero después del combate de La Barrigona celebraron una
exponsion con el Gobernador de Cundinamarca, que era uno
de los Jefes divisionarios de Ospina, exponsion que éste no
I V
— 67 —
quiso aprobar. Los federalistas ocuparon entonces la Sabana
de Bogotá por medio de hábiles maniobras, y la batalla de
Hormezaque, ganada, por ellos, les dio el Estado de Boyacá.
Ospina terminó sn período sin que se hubiese concluido la re-
olucion que él mismo habia fomentado y dejando á la República
y á su partido al borde*de un abismo. Por reacionar coDtra las
instituciones, habia levantado contra él á todos los Estados y á
tres de sus antecesores : Mosquera, López y Obando. Durante
su gobierno solo hizo de notable un arreglo con los acreedores
extranjeros, por el cual ahorraba el país millón y medio de
pesos i)or ano durante un siglo. En medio de tanta desgracia y
de tanto desacierto político, hay algo que honra á este ma-
gistrado : el no haber querido vender el derecho de la República
llamado las reservas del ferrocarril de Panamá, á pesar de la
urgente necesidad que tuvo de dinero y del poder discrecional
de que estaba investido.
En 1861, por no haber habido elecciones populares ni Con-
greso que verificara los escrutinios de éstas, entró á gobernar
la República el señor Bartolomé Calvo en su calidad de Pro-
curador general. El 1? de Abril se empezó en Tuuja tiiia reñida
batalla que duró hasta el 7 del nnsmo y que ganaron los federa-
lista» mandados por el General Santos Gutiérrez. El 25 de
Abril ganaron los federalistas la sangrienta batalla de Santa
Bárbara de Subachoque, y el 3 de Mayo se reunieron loa ejér-
citos del Sur y del Norte. El 12 y el 13 de Junio tuvieron lugar
dos sangrientos combates en TJsaquen, y el 18 de Julio los
federalistas atacaron y tomaron á Bogotá. Esta victoria fué
manchada con tres {patíbulos, obra del Supremo Director de
la guerra, y con la prisión del ex-Presidente Ospina, la de su
hermano y la de otíras personas en el castillo de Bocachica, sin
juicio y sin fórmula.
Después de la toma de Bogotá hubo que vencer las resis-
tencias que opusieron los Estados de Antioquia, de Santander
y de Panamá, y la guerra se prolongó por algún tiempo más ;
pero los triunfos de La Manga, de San Agustín, de Checua y
de Santabárbara de Cartago le dieron término después de tres
años. ííunca había visto Colombia una revolución más larga
ni más sangrienta, ni nunca, tampoco, habia habido menos
motivo para que el país se pusiese en armas. Ko hay duda
de que éste se equivocó al escoger el hombre que debia plan-
tear la federación y reemplazar al doctor Mallarino.
Durante la lucha, los federalistas habían reconocido como
autoridad suprema política y militar al General Mosquera, con
el título de Fresidenté provisorio de los listados Unidos de N^ueva
Granada^ Supremo Director de la guerra. Los principales actos
del Gobierno provisorio fueron los siguientes : el que convocó
un Congreso de Plenipotenciarios de los Estados, el que esta-
bleció el derecho de tuición, el que erigió á Bogotá en distrito
federal, el que erigió en Estado una parte del territorio de
-^68 —
Cundinamarca con el nombre de Estado del Tolima^ el que
expnlsó de lá Eepública á los padres de la Compañía de Jesús,
el que creó un Consejo de Gobierno, el que mandó emitir bille-
tes de Tesorería, el que desamortizó los bienes llamados de
manos muertas, el que dio á la nación el nombre de Colombia.
el que extinguió las comunidades monásticas, el que manda
reducir á prisión al Arzobispo de Bogotá y el que convocó una
Convención nacional.
El Congreso de Plenipotenciarios se reunió en Bogotá y firmó
el Pacto de Union de los Estados (20 de Setiembre de 1861),
documento de un grande alcance político, notable por la armo-
nía de sus partes y por su espíritu en general.
ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA.
(De 1863 á 1882).
En 1863 (4 de Febrero) se reunió en Bionegro la Conven-
ción nacional y aceptó la renuncia del mando que hizo el
General Mosquera. En seguida organizó un Poder Ejecutivo
plural, compuesto de cinco Ministros, cada uno de los cuales
debia gobernar con absoluta independencia de los otros los
ramos que se le designaron. *
El 19 de Mayo se puso en receso la Convención después de
haber expedido la Constitución nacional (8 de Mayo), la cual
estableció la soberanía de los Estados, y después de haber
elegido Presidente de la República al General Mosquera, quien
debia gobernar mientras se hacia popularmente la elección de
primer Magistrado. La Convención de Bionegro dio á la Bepú-
blica el nombre de Estados Unidos de Colombia^ que era el
mismo que le habia dado á ésta el Pacto de Union de los
Estados. **
Durante la Presidencia del General Mosquera, Colombia
hizo la guerra al Ecuador por la parte indebida que esta repú-
* Estos Ministros fueron : del Interior, el General Santos Gutiérrez j cte
Belaciones Exteriores, el General José H. López ; de Hacienda, el General
Eustorgio Salgar ; de Guerra, el General Tomas C. de Mosquera ; y del Te-
soro y Crédito nacional, el doctor Froilaii Largacha.
•* Se ha atribuido sin fundamento á Américo Vespucio la pretensión de
pasar por el descubridor de la América del Sur. Irving en su « Vida de
Colon " trata este punto con la debida justicia y claridad, á pesar de lo que
dijeron de él Herrera y Las Casas. Parece que lo único que reclamó Yespiicio
fué el titulo de descubridor de Paria. Las afirmaciones de Irving han sido
confirmadas por Humboldc en su "Geografía del Nuevo Continente," publi-
cada en 1839. El tercer tomo de la «Colección de Viajes y descubrimientos "
de Navarrete contiene las cartas que refieren los viajes de Vespucio á Amé-
rica, llenas de las investigaciones de su infatigable autor; y ellas, más que
cualesquiera otros documentos, confirman á Colon su título de descubridor
de la América del Sur y de algunas de las islas del hemisferio occidental.
Nuestro país ha corregido en parte la injusticia cometida con Colon toman-
do su nombre para formar de él el de la Bepública. ^
— 69 —
blica había tomado en la guerra civil qne acababa de pasar.
Eu Cuaspud fueron derrotados los ecuatorianos^ á quienes
comandaba el antiguo General colombiano Juan José Flórez.
El 30 de Diciembre de 1863 el General Mosquera ajustó en
Finsaquí un tratado muy honroso para Colombia, y regresó al
país. * En este año fué contratado en Londres un empréstito de
un millón de pesos, con aplicación á la apertura del camino de
ruedas de la Buenaventura (Cauca). Mientras que el Gene-
ral Mosquera estuvo atendiendo á la guerra con el Ecuador,
gobernó el país el doctor Juan Agustín Uricoechea como Pro-
curador general encargado del Pwier Ejecutivo.
El 10 de Abril de 1864 empezó á gobernar la Eepública el
doctor Manuel Murillo, elegido popularmente. La situación de
ésta no era buena, pues los ánimos estaban aún conmovidos
por el estado de los negocios eclesiásticos, negocios á los cuales
el General Mosquera habia dado mucha importancia. El doctor
Murillo quitó áesa cuestión su calor con un poco de prudencia.
Durante el período constitucional del General Mosquera y
mientras que éste hacia la guerra al Ecuador, habia estallado
una revolución en Antioquia. El doctor Murillo reconoció el
gobierno conservador que surgió de esa revolución. Posterior-
mente — yá en el período de su mando — hubo otras revolu-
ciones en los Estados de Bolívar, del Magdalena y de Panamá
<todas de liberales contra liberales), y esas revoluciones triun-
faron. El doctor Murillo reconoció los gobiernos surgidos de
ellas, fundado en el mismo principio y en la misma política que
le habían hecho reconocer el Gobierno de Antioquia : el respeto
á los hechos consumados*
Hubo entonces también una invasión conservadora de an-
tioqueños al Cauca, la cual fué vencida en la batalla de la Po-
lonia ; una revolución del mismo carácter en Gundinamarca,
que fué escarmentada en Zipaquirá ; y otra en el Tolima, que
terminó con los tratados del Alodial, en que los pronunciados
se comprometieron á pagar los gastos de la guerra. Durante
estas revoluciones, y siendo ellas la cauáa, tuvieron lugar dos
hechos que honran los talentos políticos del doctor Murillo :
fué el primero, el castigo impuesto al batallón " Tiradores,'^ <le
la Guardia Colombiana, por su intervención en la revolución de
Panamá ; y el segundo, el decreto en que declaró turbado el
orden pú])Uco en Cundinamarca, pues en lugar de suspender el
ejercicio de las garantías individuales como se habia practicado
siempre en esos casos y de entregar el país á las violencias del
estado de guerra, <^laró que las garantías de los asociados
serian preferentemente atendidas por el Gobierno, por lo mis-
mo que ella^ iban á quedar en muchas partes á merced de los
revolucionarios.
* Oolombia vencedora no impuso al Ecuador ninguna condición ni le
hizo ningún ultraje.
— 70 —
El doctor Murillo fundó el Diario Oficialj órgano del Go-
bierno, y mandó publicar diariamente el movimiento de la caja
del Tesoro (como se practica todavía), hizo litografiar en Euro-
pa las cartas de los Estados y la general de la Kepública, esta-
Í3leció el telégrafo eléctrico, é improbó un tratado de liga ame-
ricana que el Ministro de Colombia en Lima liabia ajustado con
motivo de la guerra entre España y el Peni. El doctor Murillo
no aceptaba la intervención oficial de la Kepública en los nego-
cios extranjeros.
Durante la Administración del doctor Murillo expidió el
Congreso las siguientes importantes leyes : la que auxiliaba á
cada uno de los Estados con $ 10,000 para la construcción de
casas penitenciarias ; * la que mandaba levantar el censo de la
población 5 la que autorizaba al Poder Ejecutivo para contratar
el establecimiento de un banco nacional 5 la que reformaba la
de inspección de cultos ; la que organizaba las casas de mone-
da ; la que daba libre la navegación de los rios de la República
que bañan más de un Estado, de acuerdo con el inciso 3, ar-
tículo 8? de la Constitución ; la que fomentaba varias mejoras
materiales ; la orgánica de las aduanas 5 la que dispone que la
aprobación que dé el Gobierno General á las alteraeiones de
límites de los Estados, la dé por medio de una ley expedida y
sancionada conforme á lo disj)uesto en los artículos 54 y 61 de
la Constitución 5 la que fijaba en solo mil hombres el pié de paz
del ejército ; la que devolvió al colegio del Rosario de Bogotá
la independencia que le había reconocido la ley de 10 de Marzo
de 1853, y le dio al Gobierno del Estado de Cundinauíarca la
administración del colegio de San Bartolomé ; ** la que permi-
tía á los particulares la explotación de bosques nacionales con
ciertas condiciones ; la que definía la condición de extranjero,
sus derechos y obligaciones; la que organizó el Ministerio
público ; la que permitía la capitalización de las pensiones ; la
que destinó el convento de Santo Domingo para asiento de las
oficinas nacionales, el de San Agustín para cuartel de la guar-
nición de Bogotá, el de la Candelaria para colegio militar, el
del Carmen para una escuela de artes y de oficios y el de San
Diego para un jardín botánico ; la orgánica de los correos na-
cionales ; la que mandó reconocer á cargo del Tesoro de la
TJnioü todos los créditos procedentes de suministros, emprésti-
tos y expropiaciones hechos por los partidos beligerantes du-
rante la guerra de 1860 á 1863 ; la que mandó honrar la memoria
del señor Benito Juárez, Presidente de Méjico ; la que autorizó
al Poder Ejecutivo i>ara pasar la aduana de Cafifí á la emboca-
dura del Casanare en el rio Meta ; la que hizo algunas conce-
siones para la construcción de un camino carretero entre Ciicu-
* Esta ley era complementaria de otra de 1863, que habia cedido á los
Estados ciertos edificios públicos con el mismo objeto.
*'* La independencia del colegio del Bosario le habia sido quitada por
un decreto dictatorial del General Mosquera, de 24 de Agosto de 1861.
— Ti-
ta y el rio Zulia ; la que mandó dar al Estado de Panamá
230,000 hectaraB de tierras baldías, al de Boyacá 169,000, al
del Cauca 140,000, al de Santander 120,000, al de Gundina-
marca 80,000, al del Magdalena 67,000, á los de Antioquia y
\le Bolívar 60,000 y al del Tolima 40,000 ; y la que mejoró las
condiciones de pago de los réditos de los capitales pertenecien-
tes á los establecimientos de instrucción pública. En el bienio
de la administración del doctor Murillo los Presupuestos fue-
ron computados así: los de rentas, en $ 4.245,000 y los de
gastos eñ $ 5.261,120. Ko están comprendidas en estos últi-
mos algunas erogaciones adicionales.
Por ausencia del Greneral Mosquera, que habia sido elegido
Presidente, entró el 1? de Abril de 1866 á desempeñar el Poder
Ejecutivo el doctor José M^ Rojas Garrido, con el carácter de
primer Designado. En los pocos dias que Rojas estuvo encar-
gado del mando sancionó, entre otras, las siguientes leyes: la
que amnistiaba á los colombianos que habían tomado parte en
la guerra del Ecuador contra Colombia, y autorizaba al Poder
Ejecutivo para solicitar del Gobierno del Ecuador que adop-
tase una medida igual con sus nacionales, comprometidos por esa
causa en favor de la nuestra ; la que organizaba el impuesto y
la renta de salinas 5 la orgánica del servicio diplomático y con-
sular ; la que disponía que se adoptasen ciertas medidas para
mejorar la navegación del rio Magdalena; la que honró la
vida pública del General José H. López y le concedió una
espada de honor ; la que reformaba la ley orgánica del poder
judicial de la IJnion, y la que devolvía á los distritos y aldeas
los bienes desamortizados que no hubieran sido rematados.
En 1866 entró el General Mosquera por cuarta vez á ejercer
la Presidencia de la Repiiblica, y tanto porque su carácter era
autorítativo cuanto porque estaba acostumbrado á mandar, dio
desde el principio pocas muestras de respeto á la ley. Acababa
de desempeñar la legación de Colombia en Europa, y allí habia
entrado en negociaciones de empréstitos y en compra de
buques para crear una marina nacional de guerra, sin autori-
zaciones del Gobierno de la República. * Sus primeras medidas
administrativas fueron reaccionarias ; quiso que se revisasen
los remates de bienes desamortizados, y volvió á dar intensi-
dad á la yá un tanto debilitada cuestión clerical. El General
Mosquera no tenía mayoría en las cámaras legislativas 5 sin
embargo, en el primer año de su administración la cosa pública
marchó como de ordinario, y aquéllas expidieron, entre otras,
las siguientes leyes : la de procedimiento en los negocios civiles
* Míis de veinte años hacia que el mismo General Mosquera, como
Presidente de la Bepública, habla suprimido la marina de guerra por inútil
(decreto de 25 de Noviembre de 1845). Los dos vapores comprados por el
General Mosquera costaron $ 373,335, y los gastos posteriores á su adquisi-
ción pasaron de $ 100,000. Parece que de esa suma no reembolsó la Eepáblica
por la venta de esos buques ni una décima parte.
— 72 —
que corresponden á los tribunales de la TTnion; * la que cedía
á los Estados los créditos correspondientes á la extinguida
renta de manumisión que se hubieran causado á deber hasta
Diciembre de 1861 ; la que autorizaba al Poder Ejecutivo para
ceder á los Estados los elementos de guerra de propiedaid
nacional que hubiese en ellos ; la que reformaba la que deñnia
la condición de extranjero y asignaba á esta condición derechos
y obligaciones ; ** la que daba bases para la concesión de un
privilegio para la apertura de un canal interoceánico (el de
Panamá) ; la que aceptó la estatua de Cristóbal Colon que la
Emperatriz de los franceses obsequió á la Eepública, y mandó
que fuera colocada en la ciudad de Colon, según la ley de 12
(le Mayo de 1855, ley que honra la memoria del descubridor de
la América ; la que mandaba emitir, sin limitación, billetes de
Tesorería y vender los edificios de propiedad nacional que, á
juicio del Poder Ejecutivo, no se necesitasen para el servicio
público ; la que organiza la hacienda nacional ; la que man-
daba establecer un banco nacional ; la que disponía que se
hiciera el deslinde y formara el catastro de las tierras baldías ;
la que aprobaba el contrato hecho en Londres para la publica-
ción de la Flora Colombiana } la que reformaba la orgánica de
aduanas, y la que disponía la canalización y navegación por
vapor del dique de Cartagena»
En el aiío de 1867 se acentuaron un poco más las pretwisio-
nes liberticidas del General Mosquera, quien creía tener poder
para todo, inclusive para violar la Constitución y las leyes,
fundado en que habia sido elegido Presidente de la Eepúbüca
por siete de los nueve votos que dan los Estados. El partido
liberal-radical hacia al General Mosquera en " El Mensajero ^
una oposición cuotidiana, fundada ; la mayoría de las Cáma-
ras, que le era contraria, rechazaba sus ideas y sus planes ; la
opinión llegó á serle adversa en la capital de la Eepública y
en las ciudades principales; y aunque el Congreso de 1866
habia aprobado los contratos hechos por él en Europa sobre
empréstitos y sobre compra de buques, esos contratos eran re-
probados por toda la nación. La conducta del General Mos-
quera en las cuestiones entre el Perú y la España, en lo relativo
al vapor de guerra peruano " El Eayo," que zarpó de los puer-
tos de los Estados Unidos de América con bandera y papeles
colombianos, colmó la medida de la pública irritación. El 12
de Marzo el Congreso expidió una ley reconociendo á los Esta-
dos la facultad constitucional de tener fuerza armada en tiem-
po de i)az ; el 16 de Abril expidió otra ley sobre orden público,
* Segan la Coustitucion nacional la legislación civil y penal es de cargo
de los Estados.
** El artículo l.« de esta ley dijo : « Los extranjeros transeúntes <5 do-
mioiliados en Colombia gozarán de las garantías de que trata el articulo 15
de la Constitución (derechos del hombre), sin más limitaciones que las. reco-
nocidas por el Derecho Internacional en caso de guerra exteriora'
j
— 13 —
que deda : ^^ Guando en algún Estado se levante una poroioii
cualquiera de ciudadanos con el objeto de derrocar el Gobierno
existente en él y de organizar otro, el Gobierno de la Union
deberá observar la más estricta neutralidad entre los bandos
beligerantes. — ^Mientras dore la guerra civil en un Estado, el
Gobierno de la Union mantendrá sus relaciones con el Gobierno
constitucional hasta que, de hecho, haya sido desconocida la
autoridad de éste en todo el territorio; y reconocerá al nuevo
Gobierno y entrará en relaciones oficiales con él luego que se
haya organizado conforme al inciso l.o, artículo 8.0 de la Cons-
titución." * El 18 de Abril expidió el Congreso otra ley levan-
tando el destierro á los obispos y á los ministros del culto,
destierro decretado por el General Mosquera en época anterior.
Todas estas leyes fueron miradas por el Presidente como ata-
ques violentos á su escuela política y á su autoridad. Objetó la
ley de orden público como anárquica, y no la sancionó sino
obligado á ello de acuerdo con el artículo 67 de la Constitución.
El General Mosquera tenia sobre orden público ideas entera-
mente contrarias á las de la ley de 16 de Abril, las que habían
sido consignadas en su célebre nota-circular á los Gobiernos de
los Estados (Junio de 1866). Ésta decia : " De orden del Gran
General Presidente de la Union se declara: que cuando en
algún Estado se levante alguna fracción armada con el objeto
de volcar el Gobierno, deponiendo á las autoridades legítima-
mente constituidas de dicho Estado para darle nueva organi-
zación^ el Gobierno de la Eepública considerará alterado el
orden general, y será llegado el caso de la atribución que le
confiere el número 19, artículo 66 de la Constitución, de velar
por la conservación del orden general." El Poder Ejecutivo se
daba también el derecho de intervenir cuando el Gobierno del
Estado revolucionado no tuviese las fuerzas suficientes para
restablecer el orden y para asegurar á los particulares el uso
de sus derechos individuales. Como se ve, la citada circular y
la ley de orden público sentaban doctrinas totalmente contra-
rias: la circular hacia alianza con los Gobiernos de los Estados^
la ley con los pueblos. Esto dependía de que la Constitución
nacional es tan defectuosa en esta parte que se presta á que sea
adoptado cualquiera de esos dos opuestos caminos en materia
tan grave.
El General Mosquera declaró rotas sus relaciones oficiales
con el Congreso, y luego ( 29 de Abril de 1867 ) se declaró en
qjercicio del poder absoluto, é hizo aprehender á varios escrito-
res públicos y á algunos de los miembros de las (Jamaras. En-
tonces una porción de ciudadanos distinguidos y la guarnición
de Bogotá lo depusieron en nombre de la ley (hecho que tuvo
lugar el 23 de Mayo, esto es, veintiséis días después de su
* Esto es, después de que haya establecido un gobierno popular, electivo»
representativo, alternativo y responsable.
— 74 — -
atentado) y lo entregaron á la autoridad competente para qne
fuera juzgado y castigado. El Congreso lo juzgó y lo destituyó
del mando. El 23 de Mayo de 1867, lejos de intentarse contra
la vida del General Mosquera, los conjurados se obligaron
entre sí á tomarlo ileso y á respetarle la vida, aunque resistiese
su prisión con actx>s de faerza.
En el primer año de la administración del General Mos-
quera el Presupuesto de rentas fué estimado en $ 2.350,000
y el de gastos en $ 3.066,993.
Depuesto el General Mosquera, el General Acosta, que era
el Comandante general del ejército y que habia sido nombrado
por el Congreso segundo Designado para ejercer el Poder Eje-
cutivo, se encargó del mando. El primer Designado, que era el.
General Santos Gutiérrez, no estaba en el país. El Congreso,
que habia tenido que suspender sus sesiones por el golpe de
Estado del 29 de Abril, volvió á reunirse después de algún
tiempo y expidió, entre otras, las siguientes leyes : la que
adicionaba la orgánica de la Oficina general de Cuentas ; la
que derogaba en absoluto la ley de inspección de cultos, y man-
daba que los hechos punibles ejecutados por los ministros del
culto contra el orden piiblico y la soberanía nacional, quedasen
sometidos á la jurisdicción de los tribunales ordinarios 5 la que
derogó la de deslinde y formación del catastro de las tierras
baldías de la Nación; la que autorizaba al Poder Ejecutivo
para hacer la guerra á los Estados que no reconociesen el orden
de cosas creado el 23 de Mayo, pero no antes de haber agotado
todos los medios pacíficos posibles; la que autorizaba al Poder
Ejecutivo para permitir la comunicación telegráfica del terri-
torio de la Eepiiblica con otras naciones ; la que auxiliaba el
establecimiento de un hospital en Zipaquirá; la que fijó el tiem-
po que se supone emplean los Senadores y Eepresentantes en
venir á las sesiones del Congreso y en volver á sus domicilios,
para los efectos de la inmunidad de que gozan estos emplea-
dos ; * la que mandó crear y organizó la " Universidad nacio-
nal de los Estados Unidos de Colombia"; la de monedas
nacionales y circulación de las extranjeras ; la que concedió
indulto á todos los individuos condenados por el Senado ó com-
plicados en los delitos de traición contra la Eepública ó de
rebelión, á todos aquellos á quienes pudiera habérseles exigido
responsabilidad por la celebración, (;anje ó cumplimiento del
convenio secreto de 28 de Agosto de 1866, ajustado entre el
* Esta ley fijó ocho dias para los residentes en el Estado de Cundina-
marca, quince para los residentes en el del Tolima, veinte para los residentes
en los Estados de Antioquia, de Boyacá y de Santander, treinta para los resi-
dentes en los Estados de Bolívar y del Magdalena y cuarenta para los resi-
dentes en el de Panamá. Estos dias son los inmediatamente anteriores al de
la reunión del Congreso y los inmediatamente posteriores al de la clausura
del mismo. En caso de licencia para separarse de las Cámaras, el cómputo,
debe hacerse desde el dia siguiente á aquel en que deba ésta empezar á tener
lugar.
— 76-^
General Mosquera, como Presidente de la Union, y el Ministra
Pleniíwtenciario y Enviado Extraordinario del Peni ; * la que
daba permiso, á los que quisiesen solicitarlo, para el estableci-
miento, cria y explotación de bancos artificiales de madre-perla
en las costas del Atlántico; la que mandó pagar las pensiones de
los militares de la Independencia en los mismos términos que
los sueldos de actividad del ejército; la que eliminó la marina
de guerra de la Union y mandó vender los buques que la compo-
nian ; ia que mandó pagar á los Estados lo que éstos hubiesen
gastado de sus propios fondos en el sostenimiento de fuerzas al
servicio de las instituciones nacionales; la que mandó dar del
Tesoro público una subvención de $ 25,000 por ano al Estado^
del Magdalena; y la que cedió por diez años al Estado de
Boyacá el cinco i)or ciento del producto líquido de la renta de
sales de las salinas que existen en su territorio.
La administración del General Acosta pidió al Congreso
$ 5.963,937 para los gastos del servicio público en el año eco-
nómico respectivo, y el Congreso le votó $ 4.068,779; pero luego
( en 23 de Octubre) le abrió un crédito adicional de $ 470,562,
y el 18 de noviembre dijo en la ley 82 de ese mismo año : " Se
tendrán como incluidos en el Presupuesto de rentas el millón
de pesos que se adquirió y la anualidad que corresponde á la
República por el contrato de venta de las reservas del ferroca-
rril de Panamá y el producto de la venta de los buques nacio-
nales." El Presupuesto de gastos en este año fiscal montó pues
á cerca de seis millones y medio de pesos. ** El General Acosta
contrató con el señor George M. Totten, agente general y apo-
derado de la Compañía del ferrocarril de Panamá, y el Congreso
aprobó, unas modificaciones al contrato de 15 de Abril de 1850
sobre construcción de aquel ferrocarril, f Para estimar esas
* Esta ley decía: ««Comprenderá este indulto al General Tomas C. de
Mosquera, siempre que éste lo acepte con la condición de salir del territorio
de la República y de permanecer fuera de él por el término de tres años."
El Greneral Mosquera aceptó la condición.
** En la ley de Presupuestos de 1867 se dispuso que en ningún caso
podría un mismo individuo acumular dos ó más pensiones 6 rentas, dos ó
más sueldos, un sueldo y una pensión cuando el monto total de estos créditos
excediese de $ 1,200 al año. Posteriormente estas acumulaciones han llegado
á ser exorbitantes.
t De esas modificaciones tomamos las siguientes: 1.* ««El Gobierno
de los Estados Unidos de Colombia concede á la Compañía del ferrocarril de
Panamá el uso y posesión, por noventa y nueve años, del ferrocarril cons-
truido por ella que actualmente existe entre las ciudades de Colon y de
Panamá. Esta concesión comprende no solo el camino sino también los edi-
ficios, almacenes, muelles, astilleros, telégrafos entre Colon y Panamá depen- .
dientes del camino, y en general todas las- dependencias y demás obras de
que hoy está en posesión dicha Compañía, necesarías para el servicio y des-
arrollo de la empresa y las que en lo sucesivo establezca con el mismo objeto."
2.* <«El Gobierno de la República se compromete durante el tiempo que
pennanezca vigente el privilegio exclusivo que se concede á la Compañía
para la explotación del ferrocarril, á no construir por ^í ni á conceder á
persona ni á compañía alguna, por cualquier título que sea, la facultad de
N
— 76 —
modífícaciones hay que teuer en cuenta que, de acuerdo con el
tenor del artículo 2.«> del contrato primitivo, el privilegio que se
concedió á la Compañía para la explotación del ferrocarril debía
durar 49 años, contados desde el dia en que éste fuera puesto
en servicio. Al fin de esos 49 años, es decir, en 1900 ó 1901, el
ferrocarril pasaba á ser propiedad de la Eepública sin que ésta
tuviese que dar nada por él. El ferrocarril podia pasar también
á ser propiedad de la nación si en el año de 1870 daba ésta á sus
dueños $ 5.000,000, en X880 si les daba $ 4.000,000, y en 1890 si
les daba $ 2.000,000. Guando se hizo el contrato de que habla-
mos faltaban tres años para el primer caso de la redención del
ferrocarril. ¿ Valia el ferrocarril de Panamá cinco millones de
pesos en 1867 f ¿ Habría podido la Eepública conseguir esa
suma vendiendo ó hipotecando el ferrocarril í Parece que sí,
cuando la Compañía ^e avino á dar un millón de pesos de con-
tsidOj y á garantizar sobre él una renta anual de $ 250,000,
pagadera por trimestres en oro americano, en cambio de que
Colombia renunciase al derecho que tenia de rescatarlo, y en
cambio de que él quedase en poder de la Compañía hasta el
año de 1966.
Antes de 1867 la nación no tenia eu el ferrocarril de Panamá
sino derecho al 3 por 100 del producto líquido de las utilidades
de la empresa. Esto le producía unos $ 14,000 por año.
El 1? de Abril de 1868 tomó posesión de la presidencia de
la Eepública el General Santos Gutiérrez, elegido popular-
mente. En su período expidió el Congreso, entre oteas, las
leyes de que pasamos á dar cuenta: la que ñjó en mil quinientos
hombres el pié de fuerza en tiempo de paz; la que, para los
efectos del sueldo y de los honores que le correspondiesen,
establecer ningún otro camino de carriles de hierro en el istmo de Panamá,
y se estipula igualmente que mientras subsista el mencionado privilegio, el
Gobierno no podrá emprender por sí mismo ni permitir que persona alguna
emprenda sin acuerdo ó Ciusentimiento de dicha Compañía, la apertura ó
explotación de ningún canal marítimo que comuniq^ie los dos océanos al
través del expresado istmo de Panamá al oeste de la línea del cabo Tiburón
en el Atlántico y de la Punta G-arachinó en el Pacífico." — 3.* « En compen-
sación y como precio de estas concesiones, la Comi>añía del ferrocarril se
obliga á pagar al Gobierno de los Estados Unidos de O jlombia un millón de
pesos en oro americano el dia en que este contrato sea axu'ohado i)or el Con-
greso; y á pagar desde ahora y hasta la espiración del presente privilegio,
una renta anual de $ 250,000 en oro americanas pagadera por trimestres.
De la renta que la República adquiere por este contratv > ae separarán anual-
mente, durante veinte años, $ 25,000, que la Comx>aií ía entregará al Gobierno
del Estado de Panamá." — 4.» "Al espirar el términf» del privilegio y por él
solo hecho de la espiración, queda sustituida» el Gobierno de la Union Colom-
biana en todos los derechos de la C(.impañía y entrará inmediatamente en el
goce de la via de comunicación, de todos sus enseres, de todas sus dependen-
cias y de todos sus productos." — 5.^ " Las cuestiones que se suelten entre el
Gobierno de la Bépública y la Compañía del ferrocarril, acerca de la inteli-
gencia 6 del cumplimiento de este contrato, serán decididas por los juzgados
y tribunales de la Union Colombiana, con arreglo á la Constituoion y leyes
de la Eepública."
— 77 —
mandó tener como General de la BepúbMca al General de la
Independencia José Antonio Páez, ex-Presidente de .Vene-
zuela ; la que dividió las pensiones en alimenticias y de recom-
pensas, estableció reglas para su pago y les fijó su duración ;
la que declaró constitucional el que el Presidente del Estado
del Magdalena se hubiera, en cierta época, declarado en ejer-
cicio del Poder Ejecutivo nacional ;' la que mejoró la Biblioteca
nacional; la que mandó que la instoiccion pública fuese
dirigida por el Poder Ejecutivo nacional y la reglamentó en
parte 5 la orgánica del crédito nacional, la cual, por atender
al buen servicio de los acreedores públicos, causó la banca-
rota del Tesoro : la que autorizó al Poder Ejecutivo para que,
con anuencia del Procurador general, arreglase las cuestiones'
pendientes sobre remates de bienes nacionales; la que aceptó
la cesión de los territorios de San Martin y de San Andrés y San
Luis de Providencia, que los Estados de Cundinamarca y de
Bolívar, respectivamente, hicieron á la nación, y los orga-
nizó; * la que provee á la civilización de ciertos indígenas;
la que cedió ál Estado de Santander las minas de Alba, Baja
y Vetas ; la que dio auxilios á los lazaretos de Cundinamarca
y de Santander ; la que fijó la nomenclatura oficial de los
lugares de la Union; •• la que daba un auxilio de $ 4,000 al
señor Bicardo de la Parra para que fílese á la India á estudiar
el método que empleaba el médico Bhau Dajis en la curación
de la elefantiasis ; la que honró la memoria del procer de la
Independencia General Joaquín París ; la que aceptó la cesión
del territorio de Casanare que hizo á la Eepública el Estado
de Boyacá ; la que prohibió absolutamente al Poder Ejecutivo
hipotecar la renta del ferrocarril de Panamá y girar contra
ella por trimestres que no estuvieran comprendidos en el
respectivo año fiscal; la que mandó levantar el censo ge-
neral de la población de la Eepública ; la que declaró vigente
la ley de 1851 sobre sueldos de la legión británica irlan-
desa; t la que mandó pagar como sueldos civiles las pen-
siones por servicios prestados antes del 5 de Mayo de 1821 ;
la que autorizó al Poder Ejecutivo para vender en pública
* El artículo 78 de la Constitución dice : " Berán regidos por una ley
especial Jos Territorios poco poblados que el Estado ó Estados á que perte-
nezcan consientan en ceder al Gobierno General con el objeto de fomentar
colonizaciones y realizar mejoras materiales.**
** Esta ley dice: "Adóptase oficialmente para los asuntos nacionales
la nomenclatura que tienen en la actualidad las ciudades, Tillas, distritos,
aldeas, caseríos y demás lugares de la Bepública. Las poblaciones que sean
fundadas en lo sucesivo se designarán con el nombre que por primera Tez se
les dé en el acto constitutivo de la fundación. — ÍjI Poder Ejecutivo hará
publicar un cuadro de las Taríaciones que con posterioridad á 1852 haya
^ulrido la nomenclatura de las poblaciones y lugares de la Bepública. — El
Poder Ejecutivo se dirigirá á las Asambleas de los Estados solicitando que
^opten las disposiciones de esta ley en los negocios de su competencia.*'
t Esta legión perteneció al ejército que di<5 independencia á Colombia.
^ 78 ^
almoneda las vertientea de agua salada de propiedad naeional
que hay en Antioquia ; la que aprueba la convención sobre
extradición de reos entre Colombia y Venezuela; ♦ la que
honra la memoria del General Eafael Mendoza la que protege
la navegación por vapor del dique de Cartagena ; la que declara
puerto de depósito el de Buenaventura en el Estado del Cauca 5
la que reconoció á los patriotas cubanos los derechos de beli-
gerantes ; la que declara libre, en absoluto, la explotación de
bosques nacionales; y la que permitía al Estado del Magdalena
construir una penitenciaría en El Morro de Santamarta. liOS
Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 6.913,600, y
los de gastos $ 7.619,602.
Dos hechos importantes tuvieron lugar durante la presi-
dencia del General Gutiérrez: el contrato ajustado con el
Gobierno de los Estados Unidos de América para la exca-
vación de un canal interoceánico por el istmo de Panamá, que
no tuvo efecto ; y el desconocimiento y prisión del Gobernador
de Cundinamarca. Respecto de lo primero dijo el mensaje
presidencial al Congreso de 1869: '^Una de las principales
dificultades para contratar la excavación de un canal consiste
en que la parte de nuestro territorio señalada naturalmente
para unir por ella los dos océanos, fué gravada desde 1850 con
un privilegio que se recargó en mucho én favor de la Compañía
del ferrocarril de Panamá por virtud del contrato celebrado
con ella vendiéndole las reservas que la nación se habia ase-
gurado en dicho ferrocarril. Por el artículo. 2.° del decreto
legislativo aprobatorio del mencionado contrato, mientras
subsista el privilegio á que el se ijsfiere, no puede el Gobierno
emprender por sí ni permitir que persona alguna emi)renda,
sin acuerdo ó consentimiento de dicha Compañía, la apertura
ó explotación de ningún canal marítimo que comunique los dos
océanos al través del istmo de Panamá, al oeste de la línea del
cabo Tiburón en el Atlántico y la punta Garachiné en el Pací-
fico. Si las exploraciones decisivas dan i)or resultado que por
el oeste de esa línea es por donde ha de excavarse el canal, se
llegará á conocer la verdadera, cuantía del gravamen á que
se ha hecho referencia. ** Si existe en el territorio que nos
* Los crímenes y los delitos por los cuales se acordó la entrega, recí-
procamente, de las personas á quienes se les imputen son: asesinato, enve-
nenamiento, parricidio, infanticidio, homicidio, incendio y otros estragos
causados por medio de sumersión ó varamiento dé nave, por inundación 6
por explosión de una mina o de una máquina de vapor ; robo con violencia,
intimidación ó entrada violenta en una casa habitada ; piratería, peculado,
falsificación, fabricación de moneda falsa, fraude á las rentas públicas, rapto,
estupro violento y (luiebra fraudulenta. .
** La previsión, de la Compañía del ferrocarril de Panamá está compro-
bada con el contrato Totten, pues hoy se está abriendo el canal por la misma
zona del ferrocarril, y á eso tendían indudablemente las modificaciones
introducidas en el contrato de 1850. Hacer obligatoria hasta cierto punto la
via de la apertura del canal y ser dueño de esa vía, era un negocio que no
podia escaparse á la penetración industrial de los uorteamericanos.
— 79 —
pertenece el punto de unión de todas las aguas y consiguien-
temente de todas las tierras, y si en ese punto con el concurso
unánime de las potencias maritima^^ logramos nosotros hacer
imponer el principio de la neutralidad perpetuu y do la igualdad
para todos los pabellones en la indeniíiizacion del servicio
común que en él se preste, entonces nuestro escudo nacional
será en lo sucesivo no solo el símbolo de nuestra fortuna sino
el sello indicado por la naturaleza y puesto por nuestro espí-
ritu dec justicia, á la providencial unificación del linaje humano.^
Pasamos á hablar del otro hecho.
El Gobernador de Cundinamarca, que habia allegado tropas
de varios puntos, dio un decreto declarándose en ejercicio de
facultades omnímodas, decreto que conculcaba la Constitución
nacional y la del Estado, y que hacia de la capital de la Eepvi-
blica, asiento de los poderes federales y del cuerpo diplomático
y consular, el teatro de un gobierno de hecho. El Presidente
desconoció y depuso á aquel funcionario; y al dar cuenta
al Congreso de lo ocurrido dijo: '^ Si vuestra resolución fuere
adversa, en vez de renegar de mi obra, aceptaré con tranqui-
lidad de conciencia el sacrificio que por ella se me imponga. Pero
en todo caso tendré y aprovecharé la oportunidad de honrar á
la Eepública y de honrarme á mi mismo, inclinando la altura
oficial que debo á los sufragios del pueblo cuanto sea necesario
para que sobre ella caiga la suprema decisión de sus apode-
rados legítimos.'' El Congreso halló política y legal la conducta
observada por el Presidente Gutiérrez el 10 de Octubre, y el
suceso pasó á ser propiedad de la historia.
El 1? de Abril de 1870 se encargó de la Presidencia de la
Eepública el General Eustorgio Salgar, elegido popularmente.
Durante su administración el Congreso expidió las siguientes
notables leyes : la que declaró completamente libre la explo-
tación de los bosques nacionales; la que dio libre la exportación
de la plata en pasta y en aleaciones naturales; la que honró la
memoria del General Antonio Obando ; la que dio derecho de
cobrar pensión del Tesoro á los reinscritos en la lista militar ;
la que fijó en mil hombres el pié de paz del ejército ; la que
dispuso que los réditos de las capellanías que la legislación
civil de los Estados declarase como de jure devoluto y desti-
nase á la educación pública, fuesen reconocidos y mandados
pagar á dichos Estados ; la que cedió á la ciudad de Bogotá
el convento de San Diego para casa de asilo de inválidos y
pobres desamparados ; la que honró la memoria del General
Valerio Francisco Barriga ; la que abolió el monopolio fiscal
de las minas de esmeraldas ; la que declaró francos por veinte
años los puertos de Buenaventura y de Tumaco ; la que ordenó
la reducción de los indios salvajes y derogó la ley de 1868 so-
bre civilización de indígenas ; la que reglamentó la aduana de
Cuenta^ la que dispuso la canalización y mejpra de los cafios
y ciénagas de SaBíamarta ; la que auxilió la navegación i)or
— 80 —
vapor en el rio Carare ; la que cedió á los Estados el uso de
ciertos edificios de la nación^ la que mandó levantar un
monumento fúnebre en la ciudad de Eionegro al procer
José María Córdova ; la que honró al pueblo del Paraguay y
lamentó la muerte del Mariscal Francisco Solano López, Pre-
sidente de aquella República; la que estableció un Jurado
de aduanas ) la de colonización de territorios nacionales ; 1»
que autorizó al Poder Ejecutivo para organizar la instruc-
ción pública primaria, independientemente de la universitaria ;
la que cedió al Estado de Boyacá el convento de la Concep-
ción; la que mandó dar hasta cincuenta bectaras de tierras
baldías á cada uno de los individuos que se estableciesen en la
antigua ciudad de La Plata ; la que aprobó el tratado para la
excavación y arreglo de un canal interoceánico, celebrado en
Bogotá con el Ministro de los Estados Unidos de América ; la
que estableció una Escuela de artes y de oficios en la ciudad
de Bogotá ; la que cedió á la Municipalidad de Cali el convento
de San Francisco ; la que mandó t^ambiar por fusiles Reming^
ton los antiguos fusiles de la República : la que concedió nue-
vos auxilios para el establecimiento de lazaretos ; la que votó
$ 10,000 para la apertura de un camino de Bogotá al Meta ; la
que mandó fomentar la aldea de San Faustino ; la de policía
délas fronteras; la que cedió al Estado de Panamá cierta
zona de terreno marítimo ; la de explotación de las guaneras
y de los cocales del Territorio de San Andrés y Providencia ;
la que trata de exploraciones científicas del territorio nacional^
la que abolió los empleos militares ; * la que cedió al distrito
* Las principales disposiciones de esa célebre ley eran las «iguientes :
« 1.^ Ko hay más empleos militares que los indispensables para el servicio de
la fuerza pública organizada. — 2.» Para la designación de los ocho (Generales
de que habla la C!onstitucion y de entre los cuales debe escogerse el General
en Jefe del ejército, se considerarán como Generales de la Bepública todos
los colombianos mayores de veinte y un años. — 3.* Los Generales, Coroneles,
Tenientes-Coroneles y Sargentos mayores que se empleen en el servicio de la
fuerza pública organizada, serán nombrados por el Poder Ejecutivo con
la aprobación del Senado. — 4.» En lo sucesivo, ni el Congreso ni el Poder
Ejecutivo federal podrán conferir honores, distinciones, ascensos, títulos,
grados ni empleos militares. §. Esta prohibición no comprende los títulos
y grados científicos que las Universidades, casas de educación y colegios
públicos ó privados confieran, según sus reglamentos, á los que se dediquen
al estudio de las ciencias militares ; pero dichos títulos y grados no produ-
cen efectos legales de ninguna clase. — 5.* Los empleos militares de la fuerza
pública organizada se desempeñan en comisión como los destinos civiles; y
Jos individuos encargados de dichos empleos tienen, mientras los ejercen, el
título que á cada uno de ellos corresponde. — 6.' Los militares, los huérfanos,
las viudas y los inválidos que gozan de pensión, continuarán recibiendo la
que les corresponde según las disposiciones vigentes, en calidad de pensiones
civiles. — 7.* Quedan abrogados todos los títulos, grados y empleos militares
que han sido conferíaos. En lo sucesivo la lista militar 6 escalafón de la
Guardia Colombiana se formará solo de los Generales, Jefes y Oficiales em-
Í)leados en Ja" fuerza pública que se hallen en servicio.— 8.* Se derogan todas
as disposiciones contrarias á la presente ley."
— 81 —
de Leiva el convento del Cánnen ; la que cedió á la ciudad de
Popayan el edificio denominado el " Cuartel viejo ; ^' la que
aprobó el censo de población de algunos Estados; la que
aclaró la de libre explotación de bosques nacionales diciendo :
^^Para la explotación de las tierras baldías no se necesita
licencia de autoridad alguna, ni puede cobrarse con tal motivo
ningun derecho. Las medidas que dicte el Poder Ejecutivo
para la conservación y reproducción de los bosques serán solo
de policía;'' la que mandó colocar la estatua de Cristóbal
Colon en la entrada del canal de Panamá, del lado del Atlán-
tico ; la que reglamentó ciertos artículos de la Constitución
nacional ; * la que dio protección á los inmigrantes extranje-
ros ; la de policía de puertos marítimos y fluviales ; la que
mandó vender las vertientes saladas del Estado del Cauca; la
que votó $ 12,000 para la continuación de la Exposición nacio-
nal de 1871 ; y la de excarcelación en materia criminal. Duran-
te esta Administración fué sancionado el Código de Comercio.
Los Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 7.941,000
y los de gastos $ 8.780,580, fuera de un presupuesto especial
de crédito público de $ 3.220,000, consecuencia en parte de la
ley de 1868 sobre la materia.
En tiempo del Presidente Salgar se continuó la obra del
Capitolio, suspendida hacia más de veinte afíos ; se organizó,
patrocinado por el Gobierno, el Banco de Bogotá, que fué el
primero propiamente dicho que se fandó en el país ; hubo dos
Exposiciones nacionales de algún mérito y se empezó á esta-
blecer la instrucción pública primaria sobre las bases que tiene
actualmente. También tuvo lugar en tiempo de esta Adminis-
tración una revolución en Boyacá, la cual, aunque no triunfó,
costó al Estado mucha sangre, muchos sacriñcios y dinero, y
ftié causada por el retiro del batallón " Eifles," de la Guardia
colombiana, que estaba de guarnición en Tunja. El batallón
fué sacado de esta ciudad súbitamente y mandado á Cúcuta,
en donde no permaneció.
En Abril de 1872, habiendo sido elegido popularmente, en-
tró el doctor Murillo á ejercer por segunda vez la presidencia
de Colombia. El Congreso expidió en este bienio las importan-
tes leyes que siguen : la que mandó recopilar las leyes nacio-
* Esta ley dispone que los actos en que se declaren elegidas para
puestos públicos de la Union personas inhábiles, se tengan como violatorios
de la Constitución y de las leyes ; que corresponde á la Corte Suprema decla-
rar quiénes han perdido el carácter de ciudadanos de Colombia; que el per-
miso que se conceda á los colombianos para admitir empleos, ventas, títulos
ó condecoraciones de Gobiernos extranjeros, se otorgue por medio de sim-
ples proposiciones aprobadas por las Cámaras ynó por medio de lej'^esj y
que los colombianos que hayan perdido el carácter de tales, puedan volverlo
á obtener cuando fijen su residencia en el territorio de la República y decla-
ren ante el Secretario de Kelaciones Exteriores 6 ante el Gobernador del
Sstado respectivo que quieren volver á ser colombianos.
L
— 82 —
nales ; * la que mandó pagar á los Estados de Gandinamarca^
(le Boyacá, de Santander, del Toüma y del Cauca lo que se les
<lebia por su participación en la renta de salinas ; la que decla-
ró cancelado el saldo de setenta y dos mil cien libras esterli-
nas ($ 360,500), importe de los vales de deuda exterior de las
emisiones de 1845 y 1861, que existían en poder del Agente
liscal de la Eepública en Londres y que no fueron convertidos
en vales antiguos de los empréstitos colombianos en el largo
trascurso de veinticinco años ; la que cedió unos terrenos al
Estado del Cauca piara auxilio de la apertura de un camino de
Túquerres á Barbacoas ; la de conversión de la deuda exterior ;
la que mandó vender varios edificios nacionales importantes,
ubicados en la capital de la Eepública, y aplicar el producto
de su venta á la continuación de la obra del Capitolio ; la que
j)ermitió á los empleados de la Universidad nacional acumular
dos ó más sueldos de la misma Universidad, ó los de ésta con
los de otros empleos nacionales hasta la concurrencia de $ 120
en cada mes ; la que cedió al distrito de Pesó (Estado de Pa-
namá) una casa de propiedad nacional para servicio de la
instrucción pública ; la de fomento de la inmigración extran-
jera ; la que hizo ciertas prescripciones al Poder Ejecutivo res-
pecto del ferrocarril de Panamá ; lav que concedió un auxilio
j)ara montar una fábrica de extracción de lanas vegetales j la
que mandó elaborar por cuenta de la República ciertas tierras
metálicas 5 la que mandó establecer un telégrafo eléctrico en-
tre Zipaquirá, Tunja y Bucaramanga ; la que facilitó al Poder
Ejecutivo para aceptar cierta proposición de los acreedores
extranjeros ; la que prohibió la pesca con máquinas de la con-
cha de madre-perla en las aguas de la comarca de Balboa (Es-
tado de Panamá) y ordenó al Poder Ejecutivo que reglamen-
tase la pesca de conchas y de otros moluscos ; la que determinó
(íuáles eran los lugares de detención y castigo de los individuos
responsables de iiifracciones de la Constitución y de las leyes
de la República ; la que autorizó al Poder Ejecutivo para pro-
mover la construcción de líneas telegráficas que comunicasen
lii capital de la Union con el puerto Villaraizar sobre el Zulia,
<?on el puerto de Buenaventura en el Pacífico, con los puertos
de Colon, de Cartagena, de Sabanilla y de Santamarta sobre
* La primera recopilación de las leyes del país contiene todas las le-
yes de Nueva Granada, y fué hecha en cumplimiento de la ley de 4 de
ÍMEayo de 1843. Esa recopilación contiene toda la legislación nacional vigente
hasta el año de 1844 incliisive. La segunda tiene el nombre de «Apéndice á
la Recopilación de leyes de Nueva Grranada," fué hecha en 1850 de orden del
Poder Ejecutivo, y contiene toda la legislación nacional vigente desde 1845-
hasta 1849 inclusive. La tercera tiene el título de "Constitución y leyes de
los Estados Unidos de Colombia expedidas en los anos de 1863 é. 1875." Los
Códigos de Comercio, Judicial, Penal, Fiscal, Civil y Militar están publicados
en ediciones separadas. Está pues sin recopilar ]a legislación nacional de
1850 á 1862 y la de 1876 á 1882, aunque sí corren una y otra impresas en las
ediciones de las leyes de los años respectivos.
— 83 —
^1 Atlántico, y con las capitales dé los Estados y los centros
^íaerciales del país ; la que aprobó nn contrato para el esta-
j^lecüniento de una fábrica de ácido sulfúrico ; la que concedió
?J1 premio de honor á los ciudadanos Vicente de la Boche y
^Ruel Atuesta, como los promovedores en Colombia de la
y^^cultura y de la apicultura ; la que mandó fomentar la na-
^^acion por vapor del alto Magdalena y destruir las piedras
^ l^^fíones que tiene este rio en Flándes, Gallinazo, Las Mamas
ti¿^?lombaima ; la que autorizó al Poder Ejecutivo para cons-
ÍlB.1 ^P^^^^^^s que representasen la nación ante los tribu-
. ^<es extranjeros 5 la que ordenó la amortización de la deuda
^teriov ] la que hom-ó la memoria del General Pedro Alcántara
fierran ; la que cedió al Estado de Antioquia doscientas mil
liectáras de tierras baldías para el fomento de la inmigración ;
la que aprobó las bases de un contrato para la construcción de
^Mi ferrocaml entre la bahía de Buenaventura y ^ rio Cauca ;
^a que autorizó al Poder Ejecutivo para rebajai* el precio de la
^1;, la que dispuso la enumeración y cita de las leyes ; * la
<iue autorizó al Poder Ejecutivo para distribuir entre las bi-
Motecas de los Estados los duplicados de los libros que hubie-
se en la Biblioteca nacional ; la que prorogó por cinco años
la subvención anual de $ 25,000 al Estado del Magdalena ; la
que tributó un homenaje al distinguido poeta colombiano
Gregorio Gutiérrez González 5 la que fijó en mil doscientos
hombres el pió de fuerza ; la que mandó dar á la ciudad de
Bogotá $ 10,000 para la construcción de los dos i)uentes que
destmyó la avenida del rio de San Francisco el 6 de ííoviembre
de 1872 ; la que cedió al Estado de Cundinamarca cuatro hec-
taras de terreno en el alto de San Diego para construir una
Penitenciaria y la que cedió doce mil hectaras de tierras baldías
á cada una de las huevas poblaciones de Murillo, de Santo Uo-
mingo y de Soledad del Estado del Tolima; la que eximió de res-
ponsabilidad al Secretario de Eelaciones Exteriores por haber
ordenado un gasto de $ 2,000 para la celebración del 20 de
Juüo de 1872 ; ** la que prohibe destinar los salones del Ca-
pitolio á usos que no sean de carácter oficial ; la que votó
I 8,000 para la composición del camino de Ibague á Cartago
por la montaña del Quindío 5 la ' que suprimió los derechos de
internación de sal ; la que dispuso que las comisiones de cré-
dito público de las Cámaras incinerasen los documentos cance-
lados, después de hecho el cotejo de las respectivas relaciones ;
la que manda aumentar hasta el cinco por ciento el interés de
la deuda exterior cuando las aduanas nacionales diesen un
* Esta ley dice : " Todo acto de carácter legislativo llevará el nombre
de Ley. — Las leyes que el Congreso expida en cada año serán numeradas de
modo que las de cada uno formen una serie ordinal que comience con el
número l.«* — Las leyes serán citadas así : * Ley número tal, de tal aüo."
** Esta fiesta ha sido la más notable de cuantas ha habido en la capital
de la República.
— Sí-
rendimiento líquido anual de tres millones de pesos ; la que
manda que con fondos públicos se eduquen en las escuelas
normales de los Estados, hasta tres jóvenes de cada uno de los
Territorios nacionales y del Territorio del Caquétá ; la que
mandó distribuir $ 50,000 entre las familias pobres de Cuba
que hubiesen abandonado su patria por causa de la guerra
civil ; la que honró la memoria del señor Manuel AbeUo ; la
que honró al seüor Gregorio Obregon por los servicios que
prestó en el arreglo de la Exposición nacional de 1872 ; la que
mandó dar al hospital de Barranquilla dos mil pesos por año
durante cinco años ; la que donó al Asilo de indigentes de Bo-
gotá los terrenos del alto de San Diego, los de Egipto y el área
del Molino del Cubo ; la que mandó pagar veinte y seis mil
libras esterlinas, remanentes de créditos de los contratos de
los empréstitos de 1868 ; la que permitió á los militares de
la Independencia descapitajlizar sus pensiones (las que hablan
capitalizado por leyes anteriores); la que dio al distrito de
Samacá los terrenos del páramo de Gacal como auxilio á la
instrucción primaria del mismo ; la que honró la memoria de
los ciudadanos Lorenzo M. Lleras, Simón de Lavalle y Antonio
Benedetti ; la que creó un juzgado y una agencia fiscal en el
Territorio de Casanare ; la que declaró dia festivo, como aniver-
sario de la proclamación de la Independencia nacional, el 20
de Julio y votó una cantidad fija para su celebración ; la que
mandó dar una pensión del Tesoro á dos parientas de Policarpa
Salabarrieta ; la que suspendió la adjudicación de tierras bal-
días en la zona de las líneas de los ferrocarriles en proyecto ;
la que autorizó al Poder Ejecutivo para adscribir el Departa-
mento de correos á una de las Secretarías de Estado, suprimir
el Director del ramo, separar la oficina de correos de Panamá
de la Administración de Hacienda nacional y permitió, con
ciertas condiciones, el establecimiento de agencias postales
extranjeras en el país para el servicio de la correspondencia
de tránsito : la que honró la memoria del ciudadano Santos
Gutiérrez ; la que prohibió al Poder Ejecutivo nombrar para el
desempeño de empleos con sueldo del Tesoro á los Senadores,
Representantes y Comisarios de los Territorios que hubiesen
tomado asiento en las Cámaras, ya con el carácter de princi-
pales, ya con el de suplentes, • y prohibió que los Prefectos
de los Territorios nacionales fuesen elegidos Representantes y
Comisarios durante el período de su nombramiento ; la que
honró la memoria del ciudadano Juan José Reyes Patria ; la
que mandó construir en el punto dé Nisperal (bahía de Saba-
nilla) un edificio para almacén y oficinas de la aduana de aque-
lla ciudad ; la que decretó un auxilio para la apertura de un
* Se exceptuaban de esta dispQsicion los empleos de Secretarios de
Estado, Agentes diplomáticos y Jefes militares en tiempo de guerra, de
acuerdo con el artículo 46 de la Constitución.
— 85 —
camino entre el pueblo de Vlllavicencio y el puerto Barrancas
del rio Guatiquía ; la que facultó al Poder Ejecutivo para con-
tratar el ferrocarril del N^orte ; la que aprobó la Convención
consular entre Colombia y Chile de 10 de Junio de 1872 ; la
que manda recibir en la Universidad nacional hasta 72 alum-
nos internos, á razón de ocho por cada Estado, para que sean
educados con fondos del Tesoro ; la que prohibe á los militares
de la Guardia colombiana aceptar los destinos de Senador, de
Representante y de Comisario cuando sean nombrados por los
Estados ó Territorios en donde estén de guarnición, salvo
que sean elegidos seis meses después de haber dejado vacante
el puesto en que servian; la que mandó crear en la capital de
la República la Academia Vásquez ; * la que aprobó las
estipulaciones sobre caiye de producciones literarias y científi-
cas contenidas en el protocolo de una conferencia celebrada en
Santiago de Chile el 10 de Junio de 1872, entre el Cónsul gene-
ral de Colombia y el Ministro de Relaciones Exteriores de
aquella República ; la que aprobó la Convención postal entre
Colombia y Chile de 10 de Junio de 1872 ; la que aprobó la
Convención postal de 30 de Enero de 1873 entre Colombia y el
Perú 5 la que permite al Banco de Bogotá y á los demás bancos
que se funden en la Union establecer sucursales con ciertas
condiciones ; y la que mandó levantar el plano topográfico del
distrito de San Faustino. Durante la Administración del doc-
tor Murillo fueron sancionados los Códigos Judicial, Civil,
Fiscal y Penal de la Union. En este bienio los Presupuestos
de rentas alcanzaron á $ 7.485,000 y los de gastos á $ 9.743,098,
incluyendo en estos últimos $ 649,105 de erogaciones adicioDa-
les y de créditos que hubo que someter á la regularizacion le-
gislativa.
La Administración del doctor Murillo se consagró desde los
primeros dias, de preferencia, á la reorganización y al resta-
blecimiento del Tesoro, aniquilado por un déficit que crecia de
ajtto en año por los perniciosos efectos de la ley de 1868 sobre
crédito público. El sistema puesto en planta para la reivindi-
cación de las rentas, que estaban todas en manos de los acree-
dores públicos,^ recibió el nombre de la verdad en la deuda.
El arreglo hecho en 1861 — que fué calificado de muy
bueno — liquidó y reconoció, por capital é intereses, á favor
de los acreedores extranjeros la cantidad de $ 33.144,000. En el
que hizo la Administración del doctor Murillo se obtuvo una re-
baja de veintitrés ndUones ciento cuarenta y cuatro mil pesos,
pues se logró que aquella exorbitante suma fuera reducida á solo
I 10.000,000. Por el arreglo de 1861 el servicio anual de la
deuda exterior costaba al Tesoro $ 750,000 ; por el de 1873 el
costo era solo de $ 450,000. Hay pocos casos de una negocia-
<^on tan feliz así en la historia financiera del mundo.
* Esa academia debía ser erigida en honor del célebre pintor bogota-
no Gregorio Vásquez GebaUos, quien murió en Diciembre de 1711.
— 86 —
Ya hemos hecho notar que la ley de 3 de Junio de 1868
sobre crédito público, hizo tanto en favor de lo» acreedores'
internos de la República que arruinó en poco tiempo el Tesoro
de ésta. Esa ley no solo reconoció el valor líquido de todos los
créditos pasivos interiores sino que los mandó pagar con el
monto de los derechos de importación, deducida la parte aplica-
da á la deuda exterior. Hizo más: mandó (inciso 3,? artículo 9)
que de 1870 en adelante acrecieran al pago de la deuda inte-
rior las unidades de la renta de aduanas que fuesen quedando
libres por cualquier motivo ; y el artículo 22 dijo : " El Poder
Ejecutivo no x)odrá en ningún caso ni por ningún pretexto dar
una aplicación distinta á los fondos de amortización destinado»
por las leyes vigentes á los documentos de deuda interior.^
Aquella fué la edad de oro de los acreedores públicos, pues
tenían para ser pagados toda la parte libre de la renta de
aduanas, base y esperanza del Tesoro de la nación. La situa-
ción creada por esta peregrina ley llegó á ser tan grave, que
al empezar la segunda Administración del doctor Murillo solo
tenia el Poder Ejecutivo $ 275,000 por año para hacer firente á
todos los gastos públicos. *
Una de las primeras medidas del Presidente fué denunciar
al país y al Congreso esta insostenible situación, lo que hizo
por medio de mensajes oficiales netos, y pedir que se llevase
la 'ceráad á la deuda ; esto es^^que se sacase el Tesoro del sofis-
ma de crédito en que se le mantenía aprisionado y que no se
pagase sino lo que realmente se debía. Siguióse á esto una
lucha recia y mortificante, como lo son todas las que afectan
el bolsillo de las personas, y más cuando estas personas son
pudientes ; pero triunfaron la razón y la conveniencia pú-
blicas representadas por el Gobierno. La ley de 1868 fué re-
formada, y pocos meses después, ubre yá el Tesoro, la« rentas
y las contribuciones del país dejaron de ser la herencia de
unos pocos y volvieron á ser el sustento de todos los ramos del
piiblico servicio.
El Secretario Contó dijo en la Memoria de 1872 al termi-
nar la Administración Salgar : ^^ Todavía estos males pueden
considerarse como insignificantes con relación á otro más grave,
que es el origen de los mayores embarazos en la administración
pasiva de la hacienda : el constante desnivel entre las necesidades
del Gobierno y los recursos de que puede disponer. ^^ El Secretario
V
* '* La situación fiscal de Colombia llegd á ser la signiente-: la renta
de salinas en su parte libre (85 por 100) se invertía en la fuerza permanente,,
en las pensiones de los militares de la Independencia y en las de las monjas
exclaustradas. La renta de aduanas se dividía así : 60 unidades para los
acreedores internos ; 37^ para los acreedores extemos y 2| para los gastos dj6
recaudación. No quedaban pues para los gastos ordinarios de la administra»
cion pública en los otros ramos cardinales del Ghobierno y en el ramo diplo-
mático y consular, sino los $ 225,000 libres del ferrocarril de Panamá y al-
gunos resagos, que á lo sumo alcanzarían á $ 50,000. Total $ 275,000."-— F.
PÉREZ. Memoria del Secretario del Tesoro y Crédito nacional, 1873.
— 87 —
I*érez decia en la Memoria de 1874 : " Afortunada más que
ninguna ot¡ra en Colombia la Administración que va á termi-
nar^ no solo no ha carecido de recursos sino que le ka sido dado
verificar, operaciones importantes en punto á crédito y tesoro.
La^deuda iaterior no es yá un cáncer sino una cifra en cons-
tante y notable diminución, y la exterior ha perdido dos tantos
de su int^isidad. En las cajas públicas no se siente ningún
apuro, pues los gastos del servicio se hacen con la regularidad
de los de un banco. Mi voz como Secretario del Tesoro, en esta
feliz ocasión, no se dejará oir para anunciar al país lástimas y
pedirle remedios costosos. No : se dejará oir pura y simplemente
para decirle que sus recursos comunes le bastan y sobran para
sus necesidades comunes. ISo pido arbitrios, no aconsejo em-
préstitos, no preveo humillaciones ni demando facultades ex-
traordinarias. Toda esa labor depresiva, consecuencia de nues-
tras desgracias e^ el pasado, pertenece á los tiempos que no
han de volver. Hoy el lenguaje fiscal es un lenguaje de ventura
porque es de ereditOj de solvencia y de esperanzas en todos
sentidos.'^
Sin aumentar las contribuciones, por el contrario, habiendo
rebajado el precio de la sal, la Administración Murillo pagó
$1-811,487 de deudas antiguas, amortizó $ 1.129,032 de deuda
interior y dejó un superávit de $ 1.003,728. Así : rentas efecti-
vas! 4.003,728 j gastos efectivos $ 3.003,728. Tal fué la segun-
da presidencia del úoctor MultíUo, libertadora del Tesoro y
fundadora del crédito nacional.
En este período administrativo hubo algunos disturbios
locales en el Estado de Panamá, pero el orden general de la
Eepública se mantuvo inalterable.
En Abril de 1874 entró á desempeñar la presidencia de la
Eepública el doctor Santiago Pérez, elegido popularmente. Las
leyes más notable» expedidas por el Congreso durante esta Ad-
ministración fueron las siguientes: la que autorizó al Poder Eje-
cutivo para comprar la biblioteca y los manuscritos que habían
pertenecido al señor José María Vergara y Vergaraj la especial
sobre fomento y colonización de los Territorios de Oasanare y
de San Martín } la que restableció los correos de encomiendas,
que habían sido suprimidos por el Código Fiscal j * la que
mandó que fuese prolongado el cable submarino desde Colon
hasta Santamarta, tocando en Cartagena y en Sabanilla, y que
se le enlazase con las líneas telegráficas que comunican con
Bogotá 5 la que mandó que se practícase por ingenieros hi-
* El Código Fiscal había mandado suprimir los correos de encomien-
das, pero se hizo necesario restablecerlos para el seguro trasporte de los
caudales privados. La sola oficina de encomiendas de la capital despachó
para el exterior durante los tres años de 1873, 1874 y 1875 $ 1.115,320 en oro
amonedado ; esto es, $ 701,901 más que en los tres años anteriores. La misma
oficina recibió para exportar en solo el año de 1875 $ 206,516 en moneda de
plata, cuando en los cinco años anteriores á aquél solo habían sido exporta-
dos $ 35,490.
— 88 —
dráulicos iin examen del brazo del río Magdalena llamado
Brazo de Mompos; la que mandó dar $ 100,000 anuales por el
término de diez años é hizo otras concesiones importantes al
Estado de Antioquia, para auxiliar la construcción del ferro-
carril de Puerto-Berrío ; la que reglamentó la elección de los-
Diputados y Comisarios de los Territorios al Congreso nacio-
nal 'y la que mandó dar un auxilio anual de $ 50,000 al Estado
de Santander para la apertura de un camino que pusiese en
comunicación el valle de Cuenta con el rio Magdalena 5 la que
dio $ 20,000 de auxilio para la apertura de un camino que
comunicase á Ansermanuevo con Nóvita pasando por la mon-
taña de Juntas de Tamaña ; la que cedió al Estado del Cauca
un lote del edificio del monasterio de la Encamación para
establecer en él un colegio de niñas ; la que concedió al colegio
de Santa Librada de Neiva un auxiMo de $ 4,000 anuales pa¿ra
que fundase clases de química, de física, de minería, de meta-
lurgia y de agricultura 5 la que bonró la memoria de Camilo
Torres ; la que bonró la memoria del General Emigdio Brice-
ño ; la que ampbó las autorizaciones dadas al Poder Ejecutivo
para la construcción del ferrocarril del Norte ; la que aprobó
la transacción que aseguró los derecbos de la Nación en las
minas de azufre de Gacbalá ; la que protegió el envío de pro-
ductos colombianos á la Exposición de Cbüe de 1875 ; la que
señaló funciones al Interventor del ferrocarril de Bolívar ; la
<iue adicionó el decreto legislativo de 17 de Mayo de 1850 en
bonor de la memoria de José Acevedo Gómez ; la que dio al
Estado de Boyacá un derecbo en las minas de esmeraldas de
Muzo ; la que autorizó al Poder Ejecutivo para contratar la
constiTiccion del ferrocarril de Paturía^ la que autorizó al
Poder Ejecutivo para fomentar la colonización del Territorio
del Caquetá y la navegación de los rios Putumayo y Ñapo ; la
que mandó crear una biblioteca para el servicio del Congreso ;
la que autorizó al Poder Ejecutivo para establecer una ferrería
en grande escala; la que estimuló la importación en el país de
monedas de plata y la acuñación de la que se produce en él ;
la que amplió la que fomenta la navegación del alto Magda-
lena ; la que, para atender á la reducción y civilización de
indígenas, dividió el territorio de la Eepública en seis Corre-
gimiehtos, estableció Juntas en las capitales de éstos y votó
$ 30,000 anuales para gastos ; * la que aprobó un contrato
de compra de mil colecciones de mapas de los Estados y de la
* Estos Corregimientos eran : el de Bogotá (compuesto de los Estados
de Cnndinamarca y del Tolima y delTerritorio nacional de San Martin),
capital Bogotá j el de Boyacá (compuesto del Estado de este nombre y del
Territorio nacional de Casanare), capital Tunja; el del Jfa^daldna (compuesto
del Estado del mismo nombre), capital Santamarta; el de Panamá (com>
puesto del Estado del mismo nombre), capital Panamá ; el del Cauca (com-
puesto del Estado del mismo nombre), capital Popayan ; y el de Samia/nd&r
(compuesto del Estado del mismo nombre), capital Socorro.
— 89 ^
Union ; la que concedió á la aldea de Soledad (Tolima) dc^ce
mil hectaras de tierras baldías } la que compró un edificio para
la aduanado Tumaco; laque concedió un auxilio anual de
$ 3^600, por cuatro años^ á la navegación por vapor entre
Quibdó y Cartagena ; la que cedió un edificio nacional á Car-
tagena para el servicio de un hospital ; la que fljó el pié de fuerza
ordinario en 1,220 hombres ; la que prorogó por diez años el
auxilio del Tesoro ($2,400 anuales) al hospital de Zipaquirá; la
que mandó hacer una exploración científica de las Bocas de Ce-
niza (rio Magdalena)^ la que estableció un juzgado na-cional de
primera instancia en el Territorio de ]!ííevada y Motüones; la que
mandó levantar una estatua en el patio principal del Capitolio
en honor del General Antonio íií^ariño j la que mandó dar dos-
cientos nú! pesos del Tesoro al Estado de Santander para auxi-
liar las poblaciones que sufrieron con el terremoto del valle de
Cuenta en 1875 j la que manda que cada cuatro años se haga
una compilación de las disposiciones vigentes del Poder Eje-
cutivo; la que autoriza al Poder Ejecutivo para conceder,
hasta por el término de diez años, una subvención anual de
$ 20,000 á la persona ó compañía que coloque y mantenga un
cable submarino entre Colon y Cartagena, y otra de $ 10,000
por el mismo tiempo á la persona ó compañía .que coloque y
mantenga otro cable entre Panamá, Buenaventura y un puerto
cualquiera del Ecuador, del Perú, de Bolivia ó de Chile ; la
que aprobó un contrato hecho con el Estado de Santander sobre
el establecimiento de un lazareto hacia el oriente del rio Chica-
mocha ; la que honró la memoria de los ciudadanos Manuel y
Antonio Eodriguez Toríces 5 la que aprobó el tratado sobre
protección á la propiedad literaria, de 8 de Agosto de 1873,
hecho entre Colombia y Costarica 5 laque aprobó la Conven-
ción consular entre Colombia y Costarica, de 28 de Febrero
de 1873 ; la que autoriza al Poder Ejecutivo para conceder un
privilegio por veinte y cinco años á la persona ó compañía que
construya un muelle de madera en el puerto de Tumaco ; la que
amplió las leyes de auxilio á la navegación del alto Ma-gdalena
y mandó invertir hasta $ 150,000 en mejorar la navegación entre
Honda y Neiva ; la que dio auxilios á los Estados de Cundi-
namarca y de Santander para la construcción de unos puentes ;
la que mandó dar á los pobladores de la aldea de Marulanda
(Tolima) doce mil hectaras de tierras baldías, y otras doce
mil á cada una de las fracciones de Aquitania, dependientes del
distrito de Cocorná y del de San Luis ( Antioquia) ; y la que
aprobó el convenio postal de 11 de Setiembre de 1876 entre
Colombia y el Beino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda,
Los Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 8.244,728
y los de gastos $ 10.837,449, incluyendo en esta cifra f 954,819
de créditos adicionales y de créditos regularizados.
Durante la Administración Pérez tomó mucho incremento
ia instrucción pública, pues la Universidad nacional fué prefe-
— 90 —
reutemente atendida y á las escuelas oficiales, qne Herrón á
ser dosmü, concurrieron 48,722 alumnos y 21,594 alumnas.
El gasto anual de este ramo, comprendiendo las erogaciones de
los Estados y de los distritos, fué de $ 800,000. Las líneas tele-
gráficas, que median yá 1,735 kilómetros, fueron aumentadas
con 500 má«, y los despachos telegráficos-— que en 1873 habían
sido 47,127 — subieron hasta 98,603. El superávit, que se sos-
tuvo firme, alcanzó á $ 1.177,600. Se dio cumplimiento á las
leyes sobre fomento material, y ñié contratada la construcción
del ferrocarril del Korte con una compañía nacional organizada
al efecto.
Al dar cuenta de esto último dijo el mensaje del 1? de
Febrero al Congreso de 1875: "Por este medio se ha dejado
campo para las reformas que lleguen á ser necesarias. Se han
evitado las contrataciones por mayor, en las que la deficiencia
de datos podría haber determinado, por parte de los construc-
tores, exigencias exorbitantes. Se ha puesto la dirección de la
empresa al abrígo de toda complicación oficial y de toda posi-
ble impericia administrativa. Al mismo tiempo se ha reservado
al Gobierno la suficiente participación en la empresa para que
ésta no pueda convertirse en centro ú origen de perniciosas
influencias, ó en industría privilegiada de hecho para allegar,
con onerosas tarifas, desproporcionadas ganancias. Por último,
se ha independizado la obra, una vez por todas, de los vaivenes
políticos y de los cambios de miras ó de personal en el Go-
biemo.^'
También ftieron restablecidas entonces las relaciones amis-
tosas con Venezuela, y se ilustró cuanto fué posible el debate
sobre nuestros límites territoriales con aquella república. Ade-
mas de esto, fueron comprados en $ 600,000 el ferrocarril y el
telégrafo de Bolívar, sin que el gravamen que pesaba sobre la
nación por el contrato primitivo relacionado con ese ferrocarril,
gKivase á ésta ni con un centavo más. Según datos oficiales,
resultó que los contratistas de salinas, á contar de 1827 para
acá. habían obtenido una ganancia que no bajaba de $ 2.166,264
(mas de $ 45,000 por año) ; y como lo que estos contratistas
ganaban en nada mejoraba el artículo y era un recargo adicio-
nal sobre el precio de él, la Administración Pérez, al terminar
el contrato de arrendamiento de la salina de Zipaquirá, mandó
que la elaboración se hiciese por cuenta del Gobierno. El
resultado obtenido en los primeros meses dio motivo para creer
que el Tesoro obtendria por este medio una utilidad de $ 40,000
al ano, que era casi la misma que habían obtenido los antiguos
cx>ntratistas. Desgraciadamente la Administración que siguió
á la del doctor Pérez no continuó este sistema.
Durante la Administración de que hablamos tuvieron lugar
el terremoto que destruyó la importante ciudad de Oácuta y una
revolución en los Estados de la costa atlántica. El doctor Pérez
tuvo que separar de sus destinos al Secretario de Guerra y al Oo-
— 91 —
9
mandante general del ejército, hecho sin ejemplo en el pais, *
y esto, aunado con el calor eleccionario que yáhabiaemx)ezado,
precipitó los acontecimientos. El Gobierno del Estado de Pana-
má, apoyado en la guarnición nacional, habia suspendido allí
de hecho las garantías individuales, alzado los tributos y des-
carado á la guarnición misma contra el Gobierno General^
^amicion que, conforme á la resolución ejecutiva de 15 de
Diciembre de 1873, debia mantener el orden en toda la zona
del ferrocarril. El Presidente Pérez, en vista de esos hechos,
Wen graves por cierto, se ümitó á mandar un Comandante
militar al Atlántico, quien marchó sólo á su destino, llevando
la instrucción de reducir amigablemente la guarnición que se
liabia apartado de sus deberes. Este comandante fué puesto
pireso por el Gobernador de Panamá, con la misma fuerza que
debió haberse puesto á sus órdenes. Pérez, que quería man-
tener la paz á todo trance, á pesar de semejantes procedí-
mieutos no envió ñierza armada ^ Panamá sino una comisión,
la que fué compuesta del Secretario de Hacienda de la Union
y del Gobernador de Cundinamarca.
En el Estado del Magdalena, el individuo que estaba hecho
oai^o del Gobierno encarceló á varios ciudadanos y desterró á
otros, impuso fuertes contribuciones, violó la correspondencia
oñcial y la privada^ destituyó á los empleados nacionales y
puso agentes suyos en las aduanas y en las encinas de la
nación. Hizo más aún : notificó al Poder Ejecutivo federal que
no solo miraria como acto de hostilidad lo que se hiciese en
contra de sus providencias sino que no obedecería al Coman-
dante general del Atlántico. Á su vez, fuerzas del Estado de
Bolívar atacaron en plenas aguas libres, como lo son las del
rio Magdalena, un batallón del Gobierno, se apoderaron de un
vapor guarda-costas y aprisionaron en él al Secretario de
Hacienda de la Union, todo lo cual dio lugar á algunos comba-
tes en los cuales triunfaron los defensores del Gobierno. Poste-
riormente el General en jefe del ejército nacional, obrando en
campaña y bajo su propia responsabilidad, pues para ello no
tenia instrucciones, depuso al Gobernador de Panamá. Pérez
improbó este procedimiento y mandó pasar al Ministerio públi-
co, para lo de su cargo, todos los documentos del caso. La re-
volución de que hablamos no alcanzó á durar cuatro meses.
En las elecciones que tuvieron lugar en 1875 ninguno de los
candidatos— que lo fueron Aquileo Parra y Eafael Núnez —
obtuvo la elección popular, y el Congreso eügió al primero de
éstos Presidente de la Eepública de acuerdo con lo que dispone
la Constitución. Durante este nuevo período administrativo
fueron expedidas por el Congreso las leyes importantes que
* El Congreso de 1831 expidió un decreto borrando de la lista nailitar
y desterrando del país & los militares que hablan sostenido la dictadura de
1830. El General Obando sancionó ese decreto y borró luego de la lista mi-
litar 318 jefes y ofícialesj de los cuales expatrió 230.
— 92 —
indica la siguiente relación : la que devolvió al General Mos-
quera el goce de la pensión dé $ 12,000 anuales que le habla
decretado la Convención de Eionegro 5 la que autorizó al Poder
Ejecutivo para conceder licencia de levantar edificios sobre la
bajamar de todos los puntos de las costas colombianas ; la que
autorizó al Poder Ejecutivo para dar un auxilio de $ 4,000
para construir un puente sobre el rio Páez ; la que mandó
pagar viáticos á ciertos individuos que no fueron admitidos
como Senadores y Representantes del Estado de Panamá ; la
que fijó el pié de fuerza en 2,585, siempre que ese número fuera
indispensable para la conservación del orden legal ; la que
mandó comprar un edificio de hierro y un muelle para la aduana
de Buenaventura (Cauca) ; la que mandó colocar la estatua del
General Santander en la plaza de Bogotá del mismo nombre ;
la que reorganizó la Universidad nacional 5 la que mandó
pagar $ 100,000 al Estado de Antioquia como crédito rema-
nente de lo que este Estado habia gastado en servicio de la
nación por causa del 23 de Mayo de 1867 5 la que honró la
memoria del General Marcelo Buitrago y la del Coronel José
Concha; la que autorizó al Poder Ejecutivo para negociar la
apertura de un canal interoceánico ; la que mandó auxiliar con
$ 20,000 la construcción del Panóptico que el Estado de Cun-
dinamarca está edificando en Bogotá ; la que cedió al distrito
de Sutamarchan unos terrenos como auxilio á la instrucción pri-
maria del mismo 5 la que mandó comprar una biblioteca parti-
cular para enriquecer la nacional ; la que mandó pagar $ 100,000
del Tesoro por los daños causados á ciertos vapores de que se
sirvió el Estado de Bolívar en la revolución de 1875, hacien-
do la salvedad que ese pago no establecia regla obligatoria
páralos casos semejantes que ocurriesen en lo, futuro; la
que honró la memoria del General Juan María Gómez, pro-
cer de la Independencia 5 la que mandó establecer escuelas
normales de institutores en cada una de las capitales de los
municipios del Atrato, de Barbacoas y de San Juan del Estado
del Cauca ; en cada una de las cabeceras de los departamentos
de Coclé, de Los Santos y de Veraguas del Estado de Panamá ;;
y en cada uno de los distritos de Eemolino, de Aguachica y
de San Juan de Cesar del Estado del Magdalena ; la que cedió
al Estado del Cauca ciertos edificios de la ciudad de Pasto
como auxilio á la instrucción pública ; la que mandó dar á la
ciudad de Cicuta $ 8,000 para provisión de agua ; la que dio
al Poder Ejecutivo ciertos recursos fiscales : la que derogó la
ley de orden público de 1867 sin decir cuál aebia ser la con-
ducta del Poder Ejecutivo en materia tan delicada, no obstante
que éste significó alas Cámaras por conducto del Secretario
de Gobierno que, si no se le daba regla, él intervendría en las
revoluciones que acaeciesen en los Estados, según su leal saber
y entender ; la que mandó hacer el trazado de un camino y
fomentar la industria minera en el municipio de San Juan
— 93 —
•(Cauca) ; la que mandó dar $ 100,000 para la terminacíou del
camino entre Túquerres y Barbacoas ; la que mandó fomentar
la construcción del ferrocarril entre Cuenta y el puerto Villa-
mizar ; la que decretó una recompensa de $ 90,000 á la persona
ó compañía que limpiase y perfeccionase el canal del Dique de
Cartagena^ que pone en comunicación esta (5iudad con el rio
Magdalena 5 la que cedió á los Estados del Cauca y del Mag-
dalena ciertos edificios de propiedad nacional ; la que concedió
una amnistía por todos los hechos ejecutados contra la Consti-
tución y las leyes hasta 31 de Diciembre de 1875, exceptuando
solo la responsabilidad civil por resarcimiento de danos é
indemnización de perjuicios al Tesoro nacional y á individuos
particulares ; la que honró la memoria del Teniente-coronel
Liborio Mejía, procer de la Independencia 5 la que reglamentó
el Acto de 31 de Mayo de 1876, reformatorio de la Cons-
titución, acto que dispone que la votación para elegir Pre-
sidente de la nación y la declaratoria del voto se hagan en
todos los Estados, respectivamente, en unos mismos dias ; * la
que mandó prolongar las líneas telegráficas de Popayañ hacia
Aímaguer, Pasto, Túquerres, Ipiales y Barbacoas, la de Honda
á Manizáles, la de Santamarta á Eiohacha y á Yalledupar, la
del Puertonacional á Magaügué, la del Socorro á Charalá, la de
Piedecuesta, á la Concepción, la del Peñol á ISTare, la de Santa
Rosa á Yarumal, la de Panamá á Coclé y la de Chocontá á
Guateque ; la fundamental de la fuerza pública, que «lerogó la
célebre ley de 1871 sobre abolición de los empleos militares y
dio al ejército la organización que éste tiene en todos los países
civilizados ; la que prorogó indefinidamente el término para el
reconocimiento de capitales provenientes de patronatos y cape-
llanías que hayan sido ó sean rematados ó redimidos por causa
de la desamortización, y mandó que los intereses causados
durante las vacantes se reconozcan á los nuevos capellanes ;
la qtie mandó establecer en las Cámaras legislativas el servicio
taquigráfico 5 la que concede al Territorio nacional de Casanare
el derecho de mandar cuatro alumnos á la Universidad nacional
y dos á cada uno de los otros Territorios, siempre que los desig-
nados sean naturales de ellos ó hayan vivido en ellos siet^
años por lo menos 5 la que honra la memoria del dictador-pro-
cer Juan del CoiTal ; la que dio $ 1,000 al distrito de Calamar
de auxilio para la construcción de una cárcel ; la que dispuso
el fomento, la colonizaeion y la civilización de los indígenas de
la hoya del Sarare ; la que mandó que la carga y descarga de
los buques en la bahía de Sabanilla se haga por cuenta del
Oobiemo general ; la que honra la memoria del Coronel Manuel
Vinagre Neira, " muerto por la libertad del país en la gloriosa
batalla de los Chancos en el momento en que decidía la victo-
* Las votaciones tienen lugar el primer domingo del mes de Betieinbre,
cada dos años, y los escrutinios el 20 de Octubre siguiente.
— 94 ■-.
ria con el cuerpo de su mando ; " la que honra la memoria del
Coronel José María Echeverría ; la que mandó establecer un
cuartel de Inválidos ; la que honra la memoria del General
Antonio Dusan ; la que declaró cancelada la renta nominal
perteneciente á iglesias, cofradías, archícofradías, patronatos «y
impelíanlas, y en general la perteneciente á todas las entidades
religiosas de cualesquiera clase y denominación ; la que autorizó
al Poder Ejecutivo para emitir hasta dos millones y medio de
pesos en documentos de crédito, para elevar hasta un cuarenta
por ciento los derechos de importación, para íyar el precio de
la sal, para negociar las anualidades de la renta del ferrocarril
de Panamá y para vender cualesquiera bienes, derechos y
a>cciones de la Kepública, menos las salinas y el derecho que
ésta tiene al dominio de dicho ferrocarril pasado cierto tiempo ;
la que aprobó la Convención postal entre Colombia y Costa-
rica de 28 de Febrero de 1863 ; la que aprobó otra de igual
clase ajustada entre Colombia y el Ecuador el 28 de Marzo de
1876 ; la que aprobó el tratado sobre extradición de reos entre
Colombia y Costa-Eica de 28 de Febrero de 1873 ; la que cedió-
ciertos bienes de propiedad nacional á algunos Estados ; la
que honró la memoria de los colombianos que murieron en la
guerra civil de 1876 y concedió pensión á sus familias ; la qu?e
honra la memoria del Greneral Secundino Álvarez M ; la que
honra la memoria del Sargento mayor José Trinidad Forera f
la que honra al General Daniel Delgado 5 la de inspección eivií
en materia de cultos ; la que estableció un juzgado de primera
instancia en el Territorio nacional de la Goajira ; la que declaró
privados á perpetuidad del derecho de ejercer funciones^ epis-
copales á los Obispos de Popayan, de Pasto, de Antioquia y
<le Medellin, y los extrañó por diez años del territorio de la
Kepiiblica ; la que destinó $ 40,000 para mejorar la navegación
del alto Magdalena; 'la que lijó en tres mil hombres el pié de
paz del ejército ; la que mandó promover la liquidaron de la
compañía nacional del ferrocarril del Norte, á fin de que se
pudieran hacer nuevos contratos para la construcción de una
via férrea hacia el rio Magdalena ; la que dio libre la navega-
ción de las Bocas de Ceniza ; la que mandó anular las cartas
de naturaleza expedidas á favor de los extranjeros que hablan
tomado i)arte en la guerra civil de 1876, y retirar el exeqtiatur
á los cónsules y agentes consulares desafectos al Gobierno ; la
que honra la memoria del General Vicente Gutiérrez de Piñé-
res, procer de la Independencia ; la que cedió irnos principales-
al Colegio Mayor de Pox)ayan y ciertos bienes raices al muni-
cipio de San Juan del Estado del Cauca ; la que honra la
memoria del General Joaquín Eiáscos ; la que decretó honores-
á la Universidad nacional y á los colegios de San Bartolomé y
del Eosaño de Bogotá, ^^ por cuanto sus alumnos volaron i>re-
Rurosos á empuñar las armas para combatir la rebelión que el
fanatismo religioso levantó contraías instituciones nacionalesj'^
-J
— os-
la gue reconoció los servicios de algunos militares de la Inde-
pendencia ; * la qne reorganizó las casas de moneda ; la de
alnnistía á los comprometidos en la guerra civil de 1876 5 la
que honró á los ciudadanos armados del ejército del Sur; la
que creó una Escuela de Ingeniería civil y militar indepen-
diente de la Universidad nacional; la que relevó álos'Estados
de Bolívar y del Magdalena de la obligación de reembolsar
las sumas del Tesoro público de que dispusieron indebida-
mente durante la rebelión de 1875; la que destinó $ 25,000
para ayudar á destruir la langosta en el Cauca ; la que mandó
dar $ 8,000 para la composición de un camino entre el Tolima
y el Cauca ; y la que destinó $ 12,000 por año para auxiliar los
establecimientos de beneficencia de Bogotá.
Los Presupuestos de rentas en este bienio sumaron $ 8.666,600
y los de gastos $ 18.080,456, prueba elocuente, entre otras, de
lo funestas que son las guerras civiles !
Durante la Administración Parra tuvo lugar una revo-
lución encabezada por los Estados de Antioquia y del Tolima,
cuyos Gobiernos eran adversos al partido que gobernaba la
nación. El Congreso de 1877 no pudo reunirse basta el 9
debiendo haberse reunido el 1? de Febrero, y á él le dijo el Pre-
sidente al hablar de la guerra civil que ardia aún: "Cuando
cerrasteis vuestras últimas sesiones la paz reinaba en la Eepíi-
blica. La agitación producida por los proyectos de ley de orden
público y de inspección de cultos habia cesado completamente ;
y solo dos cuestiones de importancia muy secundaria se deba-
tían aún por la prensa oposicionista : la autorización concedida
al Poder Ejecutivo para elevar el pié de fuerza á tres mil hom-
bres en tiempo de paz, y la prohibición á los directores de las
* El texto de esta ley es el siguiente r •« La Eepública reconoce los
servicios prestados á la causa de la Independencia nacionaJ desde el año de
1818 por los niilitai'es ingleses que pertenecieron á la «Legión Británica,'* al
batalion «* Albion " y á la « Legión Irlandesa," y que se mantuvieron en
todo tiempo leales á la causa y fieles y sumisos á Jas leyes.— El Congreso da
un vuto de gratitud á estos sufridos y abnegados extranjeros, que hicieron
la campaña desde Angostura hasta Boyacá; que con sus brillantes cargas y
heroicas resistencias destrozaron en esa memorable batalla el centro del
f'jército español ; que en Carabobo inmortalizaron su bravura y su disciplina,
lo mismo que más tarde en las campanas del sur de Colombia, del Ecuador y
del Perú; y que bajo el nombre de "Albion" continuaron prestando sus
servicios en aquellas rudas y grandes batallas, cubriéndose de gloria, espe-
cialmente en Pichincha al destrozar con heroísmo eminente los cuerpos de
Aragón. — El Congreso presenta á los ciudadanos de la Eepúblicala memoria
de esos heroicos soldados como un ejemplo digno de imiiíirse en los conflic-
tos de la Patria. — 'La Hepública renueva las promesas hechas por sus repre-
sentantes, Greneral D'Evereus y López Méndez y por el General Bolívar,
y las cumplirá en la esfera de sus í^cultades. — A la muerte de los que aún
vivan y hayan pertenecido á los cuerpos de las legiones británica, irlandesa
ó Albion, sus viudas y huérfanos gozarán de la mitad de la pensión ^e que
hoy disfrittan sus esposos y padres, con el derecho de acrecer entre ellos. —
Un ejemplar de la presente ley será presentado á los jefes ingleses que aún
viven,"
— 96 —
escuelas públicas de dar en ellas enseñanza religiosa. Atmque
ningona de estas disx)osiciones podía considerarse cansa justa
para subvertir el orden, creí de mí deber disipar hasta el
menor motivo de inquietud á ese respecto. Por eso mandé
reducir á mil doscientos hombres el pié de fuerza, y autoricé á
los directores de las escuelas públicas para dar lecciones de
religión católica á los niños cuyos padres lo solicitasen. En los
tr^ meses que contaba yá mi Administración no se habia
ejecutado ningún acto violatorio de la Constitución 6 de la ley,
ninguno de provocación directa ni indirecta á la guerra 5 y
todos los partidos parecían acordes en reconocer la rectitud de
mis procedimientos como primer magistrado de la Union, y la
lealtad cod que estaba observando el programa de conciliación
expuesto en mí discurso del 1? de Abril.
^^ Bajo tales auspicios comenzaba á restablecerse la con-
ñanza en la paz ; el comercio exterior, paralizado por la revo-
lución de 1875, iba recobrando su fecundante actividad ; se
pagaba puntualmente la deuda pública; bajaban los bancos
la rata de sus descuentos, y se trabajaba con laudable celo y
éxito feliz en la labor de mejorar y diftindir la enseñanza
primaria : todo en ñn parecía anunciar una época de paz á la
República cuando llegó á esta ciudad la noticia de la insu-
rrección que tuvo lugar en Palmíra el 11 de Julio
"Las noticias que entre tanto Uegabande Antioquia eran cada
vez más alarmaiífces: publicaciones subversivas, prédicas incen-
diarias, traslación de armas de Medellin á la frontera del Sur,
fabricación de grandes cantidades de municiones, y por último
envío al Cauca de centenares de hombres armados. Juntamente
con estas noticias se recibieron algunos despachos en que el
Gobierno de Antioquia hacía al de la Union las más solemnes
promesas de guardar neutralidad y hacerla guardar á sus
ciudadanos en la contienda del Cauca, y en que aseguraba que
ese era el fin con que estaba haciendo trasladar armamento á
Manizáles. Pero la sinceridad de estas promesas era yá dema-
siado dudosa para que pudiera confiar en ellas el Gobierno
general ; y como al mismo tiempo el del Tolima, so pretexto
de mantener el orden interior, que nadie amenazaba, hacía
preparativos bélicos con extraordinaria actividad y faltaba al
deber constitucional de impedir que sus ciudadanos auxiliasen
á los rebelados del Cauca, ine vi en la necesidad de enviar dos
batallones de la Guardia colombiana al Tolima, á que hiciesen
efectiva la neutralidad que el Gobierno de ese Estado no que-
ría ó no podía hacer guardar.
" Mientras hacía sus últimos preparativos para la invasión
al Cauca, acreditó el Gobierno de Antioquia cerca del de la
Union un comisionado de paz, al cual se asoció otro del Gobier-
no del Tolima» Antes de que trascurriera el tiempo preciso
para que el señor Viana informara del resultado de su misión
al Gobierno de Antioquia, yá había declarado éste la guerra
_ 9Í -.
al de la tJnioii (decreto de 8 de Agosto último) ; y la salida
del comisionado antioqueño de la capital coincidió con el
levantamiento de las primeras guerrillas de Cundinamarca.
" El motivo que tuvo el Gobierno de Antloquia para decla-
rar la guerra al de la Union fué, según sus propias palabras^
* haber recibido aviso de que ftierzas nacionales se dirigian
por la Via de Honda á la frontera del Sur con el fin de atacar
á los Estados de Antioquia y del Tolima, y de intervenir en la
lucha doméstica que se ventilaba en el Cauca.' El Gobierno
de Antioquia habia llamado diez mil hombres á las armas, y
el del Tolima tenia sobre ellas cerca de tres mil : los soldados
de la nación que iban á atacar á esos dos Estados y á interve-
nir en la lucha del Cauca, eran setecientos I
" En el ejercicio del derecho de la guerra me he limitado
por punto general á los actos de represión que he creido abso-
lutamente indispensables : ninguno de violencia ni de perse-
cución innecesaria se ha ejecutado de orden del Gobierno."
Á los pronunciamientos de Antioquia y del Tolima siguió
la organización de guerrillas en los Estados de Cundinamarca,
de Boyacá y de Santander, las cuales sostuvieron la guerra en
esos mismos Estados. Pocos dias bastaron al Gobierno gene-
ral para poner 25,000 hombres sobre las armas, y Antioquia no
pudo dar un paso más allá de los Chancos, en donde fué ven-
cida la invasión destinada al Cauca, ni de Garrapata, en donde .
faé vencida la que, teniendo 14,000 hombres bajo banderas, se
adelantaba hacia la capital. Los revolucionarios del centro fue-
ron vencidos en La Donjuana, luego que perdieron el carácter
de beligerantes de partidas y se concentraron para obrar en
masa organizada.
Yá se ha visto que el Gobierno General se apresuró áperdonar
á los vencidos. Á mayor abundamiento el Secretario del Inte-
rior dijo en nota circular de 26 de Junio de 1877 : "Lomas
sagrado ahora es la tolerancia en la paz para con los con*
trarios ; el perdón después de la guerra para con los ven-
cidos. Hay que evitan eficazmente toda persecución contra
los del bando enemigo y contra los que regresan de los cam-
pamentos revolucionarios al seno de sus familias. Hay que
proteger á éstos ampliamente en el goce de sus garantías como
á los demás ciudadanos ; hacerles plena justicia en sus reclamos
y solicitudes ; suspender respecto de ellos las exacciones extra-
ordinarias de guerra ó de mera hostilidad que no sean urgentes^
ó que no estén autorizadas por leyes nacionales ; é inspif'arles
confianza para que todos los colombianos, sea cual faere su
color político, vuelvan á sus antiguas ocupaciones sin ser
perturbados por las autoridades locales so pretexto de recien-
tes compromisos.'^ Se ve pues que lejos de amenazar á los
Gobernadores de los Estados con inhabilitaciones y multas, se
les suplicó que secundasen los propósitos ó miras del Go-
7
— 98 —
bienio, para que el país entrase en el peraoda de calma y
eonvalencia á que aspiraba el i)atriotismo. ¿adudablemente
los tíempos habían cambiado mucho: yá no se necesitaba
de leyes de medidas de seguridad, y en lugar de largoB
años, como sucedió en la revolución de 1840, bastaron solo
unos pocos meses para reconocer que en las guerras civiles
lo único que puede hacer fecunda la victoria es el olvido
inmediato de eUas.
Insistiendo sobre lo infundado de los motivos de la revolu-
ción de 1876, la más formidable que ha azotado la Bepública,
dijo Parra al Congreso de 1878 : *' En estas circunstancia»
el Arzobispo de Bogotá, comprendiendo sin duda que la
ciega oposición del clero á la instrucción pública tenia' que
causar gran daño al catolicismo, solicitó del Gobierno la
expedición de medidas conducentes á alejar toda oposi-
ción al plan de enseñanza por motivos religiosos. La soli-
citud del Prelado era justa en el fondo, y en aquellos
momentos era ademas altamente patriótica ; x>o^<lu^ tendia á
disminuir la fuerza de uno de los pretextos más peligrosos de
que se servia la reacción para subvertir el orden. El Gobierno^
sin vacilación alguna, dictó inmediatamente las disposiciones
de que el Seeretsüio de lo Interior dio cuenta al último Con-
greso, disposiciones que importa conservar por interés de la
instrucción. El pueblo que se trata de educar es eatóliex), y si
él pide que á sus hijos se les dé instrucción religiosa, no hay
razón para no respetar ese sentimiento público, así como no la
habría para dar esa instrucción á quien rehusase recibirla. Las
escuelas no se han creado pov vana ostentación, ni para mul-
tiplicar el número de los empleos : su objeto es educar al pue-
blo, y los que sacrifican el buen éxito de este movimiento civi-
lizador á cambio de mantener la simetría de las disposiciones
escritas, demuestran más frivolidad que convicción.
" El Gobierno de Antioquia era acatado é influente en la
Union. Sin dificultades interiores ; libre de cuestiones con el
Gobierno federal y con los de los otros Estados ; bien obedecido
y con medios propios y auxilios nacionales para llevar á cabo
empresas materiales de grande importancia, ningún Gobierno
en Sur- América se encontraba en situación más ventajosa qiie
el de Antíoquia para consagrarse á trabajar en beneficio de su
pueblo. Allí no había controversias sobre instrucción pública,
puesto que el Gobierno local tenia la dirección exclusiva de
sus escuelas ; ni la influencia del Gobierno federal se hacia
sentir en el interior del Estado, que prácticamente estaba
exento hasta del contingente militar. Los intereses del pueblo
antioqueño eran tan manifiestamente contrarios á la guerra,
que ni el Gobierno federal ni los Gobiernos de los Estados se
habían opuesto á que Antíoquia fuese aumentando constante-
mente sus parques, no obstante que esa medida podía ser
— 99 —
Jastamente considerada como una amenaza para la seguridad
íutura de la Ilmon. El establecimiento de un pai*que en Antio-
quia, con el solo objeto de mantener el orden interior del
Estado, podria haber sido una medida prudente y xma garantía
de paz ; pero acopiar gran cantidad de elementos de guerra,
•(^n el fin de ponerse á la mira de los acontecimientos, y hacer-
se, llegado el caso, el campeón de un movimiento reaccionario
en toda la Eepública, era un proyecto ambicioso que no podía
menos de acarrear al Estado los males que le sobrevienen al
que compromete sus verdaderos intereses para entrar en aven-
turadas empresa^.''
El Congreso de 1877 quiso recompensar con un decreto de
honores los servicios del Presidente Parra á la causa del
* orden, pero él, republicano sencillo y sincero, no lo permitió.
El General Sergio Camargo, como primer Designado, estuvo
encargado del Poder Ejecutivo en esta éi)oca unos tres meses,
por enfermedad del Presidente, é hizo cuanto pudo por dar
garantías á los vencidos.
El 1? de Abril de 1878 entró á desempeñar la Presidencia
de la Eepública el General Julián Trujillo, el cual habia sido
elegido popularmente y sin ninguna contradicción. Gomo He-
rran en 1840 y como Mallarino en 1854, su elección fué hija de
la victoria. Durante este período administrativo el Congreso
expidió, entre otras, las leyes que siguen : la que permite
entrar por las Bocas de Ceniza á los buques que hacen el co-
mercio costanero y de cabotaje entre los puertos colombianos ;
la que mandó establecer en la ciudad de Eiohacha, costeadas
con fondos del Tesoro nacional, dos escuelas superiores, una
para hombres y otra para mujeres ; la que mandó entregar al
Gobierno del Estado de Bolívar los $ 90,000 que se habían
destinado para la persona ó compañía que limpiase y perfec-
cionase el canal del Dique ; la que concedió una i)ension del
Tesoro al literato colombiano Manuel M* Madiedo ; la que
' aprobó un contrato celebrado por la Administración anterior
para poner un puente colgante de hierro sobre el rio Magdale-
na en el punto de Girardot ó Paso de Flándes ; la que aprobó
tm contrato para la construcción de un ferrocarril entre la
bahía de Buenaventura y la ribera occidental del, rio Cauca ;
' la que fijó en tres mil hombres el pié de paz del ejército ; la
que cedió al Estado de Boyacá los f 10,000 que la nación se
habia reservado en las minas de esmeraldas de Muzo ; la que
aprobó el contrato, celebrado por la Administración anterior,
^ sobre la apertura del canal interoceánico que se está abriendo
actualmente en Panamá 5 la que mandó distribuir $ 25,000
entre las personas desvalidas que sufrieron pérdidas en el in-
cendio que tuvo lugar en Panamá el 6 de Marzo de 1878 7 la
que mandó ensanchar las comunicaciones telegráficas ; la que
mndó que los $ 25,000 que le corresponden al Estado de Pa-
namá por el contrato Totten se le den por todo el tiempo de la
— 100 —
vigencia de dicho contrato ; la que mandó dar al hospital de
Barranquilla un auxilio anual de $ 3,(K)0 ; la que mandó esta-
blecer una escuela normal de institutores en Barranquilla ; la
que mandó que las reclíwnaciones por empréstitos, suminisüt)s^
expropiaciones ó daños causados durante la guerra de 1876 á
los extranjeros que no hubiesen perdido su carácter de neutra-
les,^ fuesen decididas administratiramente, y que ftiesen paga-
dos los créditos provenientes de esas reclamaciones en ^nero
ó en documentos á juicio del Poder Ejecutivo y de los respec-
tivos interesados ; ♦ la que creó una Junta compuesta del
Secretario de Hacienda y de cuatro individuos nombrados del
modo siguiente : uno por la Cámara de Representantes y uno
por cada una de las juntas comerciales de Bogotá, de Barran-
quilla y de Medellin, para atender á la limpia y perfecciona-
miento del cauce del rio Magdalena ; la que mandó dar grandes
auxilios á los Estados para sus mejoras materiales ; la que auto-
rizó al Poder Ejecutivo para contratar el establecimiento de
barcas en los pasos de los rios que bañan el territorio de más de
un Estado ; la que mandó auxiliar primero con $ 6,000 y despue»
con $ 1,200 por año á la '' Sociedad protectora de niños desam^
parados " y al hospital de caridad de Santamarta; la que de»-
tinó $ 2,000 para el fomento de talleres en la Casa de Refugio^
de Bogotá ; la que destinó $ 10,000 para levantar en la ciudad
de Tunja un monumento para guardar los restos del General
Santos Gutiérrez; la que autorizó al Poder Ejecutivo para
celebrar con el Gobierno del Perú un convenio por el cual a&
eximiese á los colombianos residentes en ese país de ciertos com-
l)romisos industriales, previa indemnización á los empresarios}
la que creó un Tribunal de primera instancia en el Territorio de
San Andrés y San Luis de Providencia, y mandó que la Corte
Suprema federal hiciese el nombramiento del Juez que debiera
servirlo ; la que prorogó por diez años la subvención de
$ 25,000 por año concedida al Estado del Magdalena ; la qtíe
dio $ 8,000 para auxiliar la construcción de un camino hacia
el Meta (Boyacá) ; la que mandó construir ciertas obras en el
puerto de Barranquilla y destinó para ellas $ 100,000 ; la qu«
mandó levantar una estatua en el centro del cuerpo principal
del Capitolio al General Tomas C. de Mosquera; *♦ la que
mandó abrir un camino que del antiguo temtorio de Bolívar
(Estado de Santander) lleve al cerro de Guayabito sobre el rio
* Esta ley, ademas de ser inconstitucional porqme pugna contra la
igualdad, que consiste en no hacer mejor la condición legal de unos indivi-
duos respecto de otros, ha causado al Tesoro enormes gravámenes. El Presi-
dente Trujillo señaló primero para el pago de estos créditos seis unidades de
aduanas y después ocho ; esto es, como $ 240,000 por año. A los nacionales
no se les pagó lo que se les debía por la misma causa sino á virtud de sen^
tencias de los tribunales ordinarios, y en vales de una muy dudosa y tardía
amortización.
** Cosa igual se ha dispuesto respecto de la estatua del General Antonia
Kariño^
— 101 —
Carare y destíiió para eso $ 50,000 5 la que auxilió al Estado
de Boyacá con $ 100,000 para el establecimiento de una ferre-
ría y con $ 40,000 á la ferrería de Subachoque (Cundinamar-
ca)^ y destinó $ 25,000 para auxiliar á los obreros extranjeros
qué viniesen á trabajar en dichas ferrerías, y dio al Estado del
Magdalena cien mil hectaras de íierra ; la que mandó estable-
cer algunas líneas de correos y de telégrafos 5 la que autorizó
al Poder Ejecutivo para comprar veinte mil matas de café de
Liberia para distribuírselas á los Estados ; la que mandó cous
truir un puente de hierro sobre el rio Magdalena entre el puerto
de Bogotá y los ejidos de Honda ; la que dio $ 20,000 más á la
calidad de Oúcuta para que pudiera proveerse de agua ; la que
aum^itó el número de alumnos oficiales de los Territorios en
las escuelas normales ; la que promueve ciertos intereses mate-
nales en el Departamento de Chiriquí ; la que dio $ 6,000 al
distrito de La Plata para la construcción de un puente y $ 5,000
fd de Suáita para la construcción de otro, y $ 3,000 al Territorio
de San Martm con el mismo objeto ; la que destinó $ 10,000 más
paira la continuación del camino del Meta 5 la que honra la me-
moria del doctor Andrés Cerón ; la que mandó trasladar la adua-
na terrestre de Carlosama á la ciudad de Ipiales 5 la que destinó
$ 115,000 para preservar la ciudad de Cartagena de las invasio-
nes del mar y para hacer ciertos reparos á la de Magangué 5 la
que creó una escuela superior de varones en el Carmen (Bolí-
var) 5 la que mandó establecer siete Secretarías de Estado para
^ despacho de los negocios que corresponden al Poder Ejecuti^ o
(estas Secretarías son : la de Gobierno, la de Relaciones Exte-
riores, la de Guerra y Marina, la de Instrucción pública, la del
Tesoro, la de Hacienda y la de Fomento) ; la que prorogó por
eí término de quince años el auxilio anual de $ 60,000 conce-
dido al Estado del Magdalena ; y la que honró la memoria de
Erancisco José de Caldas, sabio y procer de la Eepública, Los
Presupuestos de rentas en este bienio alcanzaron á $ 9.848,800
y los de gastos á $ 18.895,164.
Durante la Administración del General Trujillo se mejoró
algo la palote material de Bogotá, pero tuvieron lugar los gra-
vímmos hechos que pasamos á enumerar : 1? fué apedreado y
vilipendiado el Congreso nacional; 2? fueron derrocados á
mano armada los Gobiernos del Cauca y del Magdalena sin
motivo ni pretexto para ello y con intervención de la Guardia
colombiana ; 3? se introdujo la arbitrariedad en el arreglo y ma-
nejo del crédiro público, negociado que corresponde exclusiva-
mente al Poder Legislativo, y se suspendió el pago de la deuda
exterior ; 4? se empezó á establecer la práctica de la prolonga-
ron del período de los Gobernadores de los Estados y la del
poco respeto á las instituciones 5 y 5? se dividió profunda y
sistemáticamente al partido que con una sola voluntad y un
solo esfuerzo habia exaltado á aquel General al primer puesto
de la nación*
— 102 —
. También tuvieron lugar en esa época algunos trastorno»,
del orden eñ Antioquia, pero fueron de gravedad pasajera.
El 8 de Abril de 1880 el doctor Eafael Náñez, elegido
popularmente^ se encargó de la Presidencia de Colombia, El
Congreso expidió en este bienio las leyes que siguen : la que
declaró propiedad de los Estados respectivos las salinas marí-
timas de propiedad nacional, y la de orden público. Esta ley
dice : " El Gobierno nacional asegura á cada uno de los Esta-
dos de la Union la forma de gobierno republicano en los tér-
minos establecidos en la Constitución nacional, é impedirá
toda tentativa de invasión contra cualquiera de ellos, así como
también toda violencia doméstica contra el Gobierno de cual-
quier Estado, siempre que en este último caso la intervención
del Gobierno nacional sea solicitada por la Legislatura del
Estado ó por el Poder Ejecutivo en receso de ésta.'^ Cuatra
años hacia que habia sido derogada la ley de orden pública
que mandaba que el Poder Ejecutivo federal guardase estricta
neutralidad en las revoluciones seccionales^ y trece años que
había sido expedida la circular del Presidente Mosquera. La
ley de que nos ocupamos es como un nexo de aquella ley y de
aquella circular, y consigna el mismo principio que contiene la'
Constitución de los Estados Unidos de América en lo que toca
al orden general. La ley que prorogó por tres años el auxilia
para el Panóptico de Bogotá ; la que declaró via pública el
camino del Quindío y mandó que se le compusiese, para la
cual votó $ 20,000 para el primer año y $ 1,200 para cada una
de los años siguientes j la que aprobó un contrato adicional
sobre navegación por vapor y limpia del cauce del alto Mag-
dalena ; la que honró la memoria del doctor Manuel Mallarino ;
la que prohibió el comercio con la costa goajira y mandó cons-
truir un puente sobre el rio Calancala, que ponga en comuni-
cacion la ciudad de Eiohacha con el territorio goajho ; la que
permitió al Presidente de la Eepública salir de la capital de
ésta, contra lo que dispone la Constitución, en ejercicio del
Poder Ejecutivo, y estableció, también contra la Constitución,
la pluralidad de este poder; la que levantó el destierro de los
obispos de Popayan, de Pasto, de Antioquia, de Medellin y de
Pamplona y les permitió seguir ejerciendo sus funciones ; la
que mandó dar al Estado de Boyacá $ 150,000 para establecer
una ferrería en Samacá, tomando dicha suma, por mensuali-
dades, de la mitad del producto bruto de las salinas de aquel
Estado ; la que mandó pagar $ 5,000 á la municipalidad de
Cali por los daños que sufrió su casa consistorial en la guerra de
1876 y 1877 ; la que elevó el pié de paz del ejército hasta cinco mil
hombres, hecho sin precedente en la administración pública ;
la que autorizó al Poder Ejecutivo para establecer un banxía
nacional en la capital de la Bepública ; * la que mandó hacer
* La idea de establecer un banco nacional había encontrado siempre
- 103 —
T®a exploración científica en el rio Cauca en la parte compren -
-dida entre el paso de La Balsa y los saltos del municipio del
Quindío; la que estableció una nueva contribución con el
nombre de timbre nacional; la que permite que los ministros
diplomáticos puedan tener hasta dos adjuntos, y un secretario
TsoÁa y otro adjunto más ad Jionorem. aumentó el sueldo de los
cónsules generales y autorizó al Poder Ejecutivo, contra lo que .
expresamente manda la Constitución nacional, para crear cuan-
tos consulados tenga á bien y les señaló $ 2,400 de sueldo
anual ; la que auxifió con $ 2.000 la publicación de un diccio- '
nario y de un mapa etnológico de Colombia; la que aprobó él
contrato para la compilación de las disposiciones ejecutivas
vigentes ; la que aprobó el contrato para la redacción de una
obra titulada " Límites de los Estados Unidos de Colombia ^
y votó $ 5,000 para comprar las obras siguientes : " Colección
de documentos inéditos sobre el descubrimiento, conquista y
colonización de las posesiones españolas de ultramar, sacados
del real archivo de Indias ; " " Documentos para la historia de
la vida pública del Libertador i'' y " Biografías de hombres
ilustres de Hispano-América ; ^ la que aprobó el contrato de
elaboración de sales de Zipaquirá (este contrato es por diez
aiños) y compró unas carboneras ; la que mandó dar $ 5,000 al
Oobierno del Estado de Bolívar en cambio de ciertas franqui-
cias del llamado canal del Dique ; la que mandó organizar la
marin^ nacional de guerra; la que mandó dar $ 3,800 al doc-
tor F. C. Aguilar como escritor-viajero ; la que mandó dar al
Cauca $ 40,000 por causa de las avenidas de ciertos ríos, $ 8,000
á los vecinos de Ana (Antioquia) y $ 2,000 á los de San Ja-
cinto ^Bolívar) ; la que creó los Procuradores de distrito y
asigno sueldos á los Conjueces de la Corte Suprema federal ; la
que reconoció la utilidad pública de la obra del desagüe de la
laguna de Fúquene y de los pantanos adyacentes, y autorizó
aj Poder Ejecutivo para tomar acciones en esa empresa ; la que
mandó dar $ 5,000 al Establecüniento de niños desampara-
dos de Bogotá y lo reconoció como persona jurídica j la que
facultó al Poder Ejecutivo para entrar en negociaciones con la
compañía del ferrocarril de Panamá á fin de eximirla de la obli-
f ación que tenia de prolongar dicho ferrocarril, por el lado del
'acíñco, hasta las islas de I^aos, de Culebra, de Perico y de
Flamenco, siempre que la compañía diese al Gobierno una
&Yor entre los legisladores colombianos. La Ck)n8titucion de Cuenta (1821)
di<5 al Congreso ese negociado como de exclusiva competencia saya. Al*
^n tiempo después esa misma ocultad les fué concedida á las Cámaras
de provincia. En ;L847j en tiempo dé la primera Administración del General
ICos^LUerai fué expedida una ley poco más 6 menos sobre las mismas bases
gae la de 1880, si se exceptúa la introducción en el país de la moneda de
TeUon en grandes cantidades, la violación de lo estipulado respecto del eré>
dito exterior y la consecución de un empréstito, esfuerzos todos innecesarios
una vez que la industria bancaria estaba de años atrás establecida en el país
jr inarchaba satisfactoriamente.
-w. 104 -^
suma suficiente en compensación ; * para prolongar el ferro-
carril de Bolívar hasta la bahía de PuertobeliUo, y para hacer
construir el ferrocarril de Girardot. Eespecto de esta ley hay
que observar que su artículo 6.0 dijo : " Los contratos que el
Poder Ejecutivo celebre á virtud de las facultades que por la
presente ley se le confieren, se llevarán á cabo sin necesidad de
la aprobación del Congreso,'' artículo contrario al texto literal
de la Constitución, la cual dice al determinar las atribuciones
del Presidente de la Eepública: *^4* Celebrar cualesquiera
convenios 6 contratos relativos á los negocios que son de la
competencia del Gobierno de la Union, sometiéndolos á la
aprobación del Congreso para llevarlos á efecto, salvo que las
estipulaciones en ellos contenidas se hayan prefijado en una
ley." En el caso de que hablamos no se habian prefijado las
estipulaciones, y ademas se trataba de contratos que impor-
taban muchos millones de pesos.
La ley sobre nacionalización de buques, que es la misma
que manda que el comercio con la costa de la Goajira se per-
mita solamente á los buques nacionales despachados por la
aduana de Riohacha, y que se reputen como de contrabando,
sujetos á las penas consiguientes, así los efectos como las em-
barcaciones que los conduzcan cuando no sean despachados por
dicha aduana ; la que volvió á reconocer á cargo del Tesoro la
renta nominal que habia extinguido la ley de 19 de Marzo de
1877 perteneciente á iglesias, cofradías, patronatos y capellar
nías 5 la que votó $ 32,000 para auxiliar la apertura y mejora
de varios caminos ; la que anexó á Colombia á la unión postal
universal ; la que mandó pagar los valores que fueron tomados
por autoridades legítimas durante la guerra de 1876 á las casaa
de comercio que tenían en aquella época el carácter de consiga
natarias ; la que auxilió con $ 13,000 á algunos distritos del
Estado de Bolívar ; la que prorogó el plazo para el cobro de
empréstitos y de suministros referentes á la guerra de 1876 ;
la que declaró camino nacional el llamado de Chontáles, entre
los Estados de Boyacá y de Santander, y auxilió con $ 10,000
su composición, y votó $ 6,000 para la apertura de otro entre
Honda y Medellin, que comunique á Victoria, Pensilvania,
Sonson y La Union ; la que organizó la instrucción pública
nacional; laque dio al distrito de Aguachica (Estado del
Magdalena) mil hectaras de tierra para ejidos del misino ; la
que aprobó el contrato de navegación por vapor y limpia del
rio Lebrija ; la que aprobó el convenio sobre concesiones al
ferrocarril de Antioquia ; la que honró la memoria del doctor
Manuel Murillo ; la que reconoce á los Estados la facultad
* Algunas personas estimaban esa compensación en un millón de
pesos 6 en cerca de un millón de pesos. El Poder Ejecutivo, por contrato de
22 de Octubre de 1880, convino en que se suspendiera por treinta años el
cumplimiento de esa obligación en cambio de que se le diesen $ 300,000j^
pagaderos en esos mismos treinta años á razón de $ 10,000 por a¿o.
— 105 ~
constitucional de comprar, introducir y poseer elementos de
guerra^ * la que aprobó el tratado de paz y amistad entre
los Estados Unidos de Colombia y S. M. el rey de España; la
que aprobó un contrato para establecer una casa de moneda en
Antioquia; la que aprobó una convención <id referendum entre la
Union Colombiana y el Salvador ; la que mandó dar $ 30,000 por
año á la ciudad de Bogotá para construcción de acueductos y
$ 2,000, durante cuatro años, para el alumbrado de la misma por
medio de gas ; la que mandé dar permanentemente $ 6,000 por
año al hospital de Panamá ; la que aprobó la convención entre
Colombiay Chile sobre paz éntrelas dos naciones ; la que aprobó
laconvencion entre Colombia y Costarica sobre arbitramente en
materia de límites ; la que concedió un privilegio para cons-
truir un puente colgante sobre el rio Cauca en el paso de Las
Piedras ; la que reformó la ley sobre conducción de correoíf
fluviales ; la que elevó á cincuenta centavos el impuesto para
la limpia y canalización del rio Magdalena; la que votó
9 100,000 para ciertas obras relacionadas con un ferrocarril al
rio Magdalena ; la que mandó formar el Museo nacional ; la
que cedió al distrito de Plato las islas de Bote y de Cascajal,
que fotma el rio Magdalena frente á ese distrito, para que
sean pobladas y cultivadas ; la que concede una prima de
9 12,000 al que navegue por vapor el rio Meta ; la que honra
la memoria del General Luis Eduardo Azuola ; la que habilita
el puerto de Coveñas en el Estado de Bolívar para la exportar
cáon ; la que fija preoio á la sal y autoriza al Poder Ejecutivo
para rebajarlo ; la que autoriza al Poder Ejecutivo para restar
blecer las cuarentenas en los puertos de la República y orga-
niza el servicio de sanidad de los mismos ; la que mandó auxi-
liar al Estado de Boyacá con $ 50,000 para la apertura de un
camino de Chiquinquirá al rio Magdalena ; la que mandó con-
tratar la construcción del ferrocarril de Honda á la Dorada;
la que mandó dar $ 30,000 para la conclusión del camino de
herradura entre Túquerres y Barbacoas; la que aprobó 'el
contrato para la construcción de un ferrocarril entre Santa-
marta y la ciénaga del Cerro de San Antonio ; la que mandó
prolongar el ferrocarril de Bolívar y construir un muelle en
Cartagena, obras que deberán contratarse en licitación públi-
ca ; la que mandó distribuir $ 50,000 entre las personas que
emMeron en el incendio que tuvo lugar en Buenaventura
(Cauca) el 12 de Abril de 1881, y $ 50,000 más entre las per-
sonas que hubieran sufrido daño de la langosta en los
Sstados de Bolívar y del Magdalena ; la que fijó el pié de paz
del ejército en cuatro mü hombres ; la que mandó construir el
* Motivó esta ley una resolución del Presidente Núñez que prohibía A
los Estados tener armas y municiones, resolución que, aunque fué derogada
por 61 mismo, hizo necesaria una aclaración que evitase cualquiera duda
sobre el particular.
— 106 —
ferrocarril entre Bogotá y Girardot; la que creó una Comisión
científica ; la que dio franco por diez años el rio Putumayo y
mandó establecer una aduana en Mocoa ; la que derogó la ley
que habia creado los Procuradores de distrito nacional ; la que
aprobó la convención entre Colombia y los Estados Unidos de
América sobre extradición de reos ; la que mandó comprar la
quinta de San Pedro Alejandrino, cerca de Santamarta, en
donde murió Bolívar, para que, sea conservada y embellecida
por la Eepública ; la que honra la memoria del Coronel Anselmo
Pineda 5 la que mandó levantar una estatua al General José
Padilla ; la que manda fomentar la navegación por vapor del
rio Sinú ; la que reincorpora en el Estado de Santander el
que filé Territorio nacional de Bolívar ; la que reconoció á
favor del Estado de Cundinamarca y á cargo del Tesoro cier-
tos capitales destinados á sostener, educar y moralizar los
presos y detenidos, y á costear el culto en las cárceles ; la que
manda celebrar el centenario de Bolívar ; la que manda cons-
truir nuevas líneas telegráficas ; la que manda pagar lo que la
nación debe al Estado de Panamá por suplementos que éste
ha hecho al Tesoro nacional desde 1856: y la que aprueba el
tratado sobre arbitramento Jwrí« celebrado entre Colombia y
Venezuela el 14 de Setiembre de 1881. El Código Militar, que
de años atrás habia sido sometido á la sanción legislativa, fué
aprobado por el Congreso en esta Administración.
Los Presupuestos de rentas en este bienio alcanzaron á
$ 11.774,000 y los de gastos á $ 30.314,691. Estos últimos
compuestos así: presupuesto especial de crédito público,
$ 10.414,736; gastos comunes $ 19.899,955. Durante esta
Administración no se turbó la paz pública, no se pagó nada á
los acreedores extranjeros por el convenio de 1873, y fué
enajenada la renta del ferrocarril de Panamá por 27 años, 7
meses y 12 dias, esto es, hasta 1908. Con parte del producto
de esta enajenación se amortizó el remanente del empréstito
de 1863 y se fundó un banco nacional.
El 1? de Abril del presente año de 1882 tomó posesión de la
Presidencia de la Eepública el doctor Francisco Javier Zaldúa,
elegido popularmente. Nada decimos de esta Administración
j>or estar apenas en su principio.
LISTA CBONOLÓaiOÁ DE LOS INDIVIDUOS QTJE HAN aOBEBNADO
LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA DESDE 1470 HASTA 1882 :
Zipas.
1470. Saguanmachica.
1490. Nemequene.
1515. Tisquesusha.
1538. Zaquesazipa.
— 107 —
Conquistadores.
1538, Gonzalo Jiménez de Qaesada.
1539. Hernán Pérez de Qnesada.
1542. Luis Alonso de Lugo.
1544. Lope Montalvo de Lugo.
1545. Pedro de TJrsúa.
1546. Miguel Diez de Armendáriz.
1551. Juan de Montano.
Presidentes (1* época),
1564. Andrés Díaz Yenero de Leiva.
1575. Francisco Briceño.
1578. Lope Diez Aux de Armendáriz.
1580. Juan Bautista Monzón.
1 582. Juan Prieto de Orellana.
1585. Francisco Guillen Chaparro.
1590. Antonio González.
1597. Francisco de Sande.
1605. Juan de Borja.
1630. Sancho Jirón.
1638. Martin Saayedra y Guzman.
1645. Juan Fernández Oórdova y Coalla.
1654. Dionisio Pérez Manrique.
1662. Diego Egües y Beaumont.
1666. Diego del Corro y Carrascal.
1667, Diego de Vülalba y Toledo.
1671. Melchor Liñan y Cisnéros.
1679. Francisco del Castillo y Concha.
1686. Gil de Cabrera y Dávalos.
1708. Diego Córdoba Lasso de la Vega.
1713. Francisco Meneses de Saravia y Bravo.
1715. Fray Francisco Eincon.
1718. Antonio de la Pedroza y Guerrero.
Vireyes (1^ época).
1719. Jorge Villalonga.
Presidentes (2* época).
1725. Antonio Manso Maldonado.
1733. Eafael de Eslaba.
1738. Antonio González Manrique.
1739. Francisco González Manrique.
Vireyes (2* época).
1740. Sebastian Eslaba.
1749. José Alfonso Pizarro.
1753. José Solis Folch de Cardona.
1761. Pedro Messia de la Cerda.
f.
— 108 —
1773. Manuel Guirior,
1776. Manuel Antonio Fiórez.
1782. Juan de Torrezal Díaz Pimienta.
1782. Antonio Caballero y Góngora.
1789. Francisco Gil y Lémos.
1789. José de Ezpeleta.
1797. Pedro Mendinueta y Muzquiz.
1803. Antonio Amar y Borbon.
IndependeTwia (1* ^oca).
1810. Junta Suprema.
1811. Jorge Lozano Vargas.
1811. Antonio Kariño.
1812. Camüo Torres.
1814. José María del Castillo, Joaquín Camacho y José
Fernández Madrid.
1815. Custodio García Eovira, Manuel Rodríguez Toríces
y José Miguel Pey.
1815. Pey, Toríces y Antonio Villavicencio.
1815. Camilo Torres.
1816. José Fernández Madrid.
1816. Custodio García Rovira y Liborio Mejía.
M Terror.
1816. Pablo Morillo.
1816. Francisco Montalvo.
1818. Juan Sámano.
La Independencia (2* época).
1819. Simón Bolívar.
1821. Francisco de Paula Santander.
1826. Francisco de Paula Santander.
1826. Simón BoKvar.
La IHctadura (1 * época).
1828. Simón Bolívar.
La República (1* época).
1830. Domingo Caicedo.
1830. Joaquín Mosquera.
La Dictadura (2* época).
1830. Eaíael Urdaneta.
— 109 —
La República (2* €po€a)é
1831. Domingo Caicedo.
1831. José María Obando.
Nueva Oranada.
1832. José Ignacio de Márquez.
1832. Francisco de P. Santander.
1837. José Ignacio de Márquez.
1841. Pedro Alcántara Herran.
1845. Tomas Cipriano de Mosquera.
1849. José Hilario López.
1853. José María Obando.
1854. Tomas Herrera.
1854. José de Obaldía
1855. Manuel María Mallarino.
Confederación Granaditta.
1857. Mariano Ospina.
1861. Bartolomé Calvo.
Oohierno Provisorio.
1861. Tomas C. de Mosquera.
Estados Unidos de Colombia.
1863. La Convención nacional y el Poder Ejecutivo plural
compuesto de cinco Ministros, que fueron : Tomas
Cipriano de Mosquera, Santos Gutiérrez, José Hi-
lario López, Eustorgio Salgar y Froilan Largaclia<
1863. Tomas C. de Mosquera.
1864. Juan A. Uricoechea.
1864. Manuel Murillo Toro.
1866. José María Eójas Garrido.
1866. Tomas Cipriano de Mosquera*
1867. Santos Acosta.
1868. Santos Gutiérrez.
1870. Eustorgio Salgar.
1872. Manuel Murillo Toro.
1874. Santiago Pérez.
1876. Aquileo Parra.
1877. Sergio Camargo.
1877. Aquileo Parra.
1878. Julián TriyiUo.
1880. Eafael Kúñez.
1882. Francisco Javier Zaldúa*
PARTE SEGUNDA.
SITUACIÓN ASTRONÓMICA.
Los Estados Unidos de Colombia están situados en la parte
meridional del líuevo Mundo, entre los trópicos ; y se extien-
den desde los 5° 8' de latitud austral hasta los 12° 25' de lati-
tud boreal ; y desde los 8° 4' de longitud oriental del meridiano
de Bogotá hasta los 9o 11' de longitud occidental del mismo
meridiano. ♦ Una parte del territorio del Oaquetá queda debajo
de la línea equinoccial.
Geográficamente, la Union Colombiana está situada entre
los océanos Atlántico y Pacífico, que son los más gTandes del
globo, y entre la América del Norte y la del Sur, al comienzo
de ésta.
II
DIVISIÓN TERRITORIAL
Los Estados Unidos de Colombia formaron desde 1695 has-
t^ 1740, bajo el gobierno colonial de España, un solo cuerpo
de nación con el nombre de Presidencia.
La Presidencia fué después erigida en Vireinato con el
nombre de " Nueva Granada.'' el cual duró hasta 1810.
En esta época, lanzado ya el país en la guerra de su inde-
pendencia, filé parte integrante de la gran república de
Colombia, compuesta del Ecuador, de Venezuela y de Nueva
Granada, y á ella perteneció hasta 1831.
Después de la desmembración de la gran Colombia, acae-
cida en ese año, y de la organización de su territorio en tres
repúblicas distintas, la Nueva Granada dividió el suyo en
departamentos, éstos en provincias, las provincias en cantones,
y los cantones en distritos parroquiales. Los departamentos
eran : el de Cundinamarca, capital Bogotá (compuesto de las
provincias de Bogotá, de Antioquia, de Mariquita y de Neiva);
el de Boyacdj capital Tunja (compuesto de las provincias de
Tunja, del Socorro, de Pamplona y de Casanare) ; el del Mag-
dalena, capital Cartagena (compuesto de las provincias de
Cartagena, de Santamarta, de Mompos y de Biohacha)^ el del
* No está comprendida en esta extensión sino ana parte de la costa d«
Mosquitos.
— 111 —
Caucaj capital Popayan (compuesto de las provincias de Popa-
yaü^ de Bueuaventura, de Pasto y del Chocó) 5 y el del Istmo^
capital Panamá (compuesto de las provincias de Panamá y d^e
Veraguas).
Posteriormente fueron abolidos los departamentos y queda-
ron solo las provincias. Esta división duró más de veinte años.
En 1810 habia solo quince provincias ; luego fueron crea-
das la de Mompos, la de Buenaventura y la de Pasto.
Posteriormente el número de provincias llegó hasta treinta
y cinco, el de los cantones hasta ciento treinta y uno, el de los
distritos parroquiales hasta ochocientos dieziseis y el de las
aldeas hasta setenta. Los Territorios en esa época eran solo
dos : el del Vaqnetd y el de la Ooajira. El primero de éstos
tenia cinco poblaciones.
Las treinta y cinco provincias eran : Antioquia, Azuero,
Barbacoas, Bogotá, Buenaventura, Cartagena, Casanare, Cau-
ca, Cipaquirá, Córdo^'^, Cundinamarca, Chiriquí, Choco, Ma-
riquita, Medellin, Mompos, ííeiva, Ocaiia, Pamplona, Panamá,
Pasto, Popayan, Eiohacha, Sabanilla, Santamarta, Santander,
Socorro, Soto, Tequendama, Tundama, Tunja, Túquerres, Va-
Uedupar, Vélez y Veraguas.
CUADEO DE LA DIVISIÓN TERRITORIAL POLÍTICA DE LA
NUEVA GRANADA Y DEL CUERPO ELECTORAL DE LA
MISMA SEGÚN EL CENSO DE 1843,
PROVINOIA DE ANTIOQUIA.
Población 189,534.— Electores 164.
Cantón de Medellin.
Población 53,108.— Electores 46.
Medellin, capital 9,118
Amaga 4,864
Ana 1,899
Barbosa 2,274
Belén.. 3,402
Gopacabana 3,015
Bliconia 1,775
Envigado 4,312
Estrella 2,618
Fredonia 4,719
Hatoviejo , . . . 1,814
Itagüi 4,718
Girardota 2,365
Nueva Oaramanta 690
San Cristóbal 1,004
Titiribí 4,521
Cantón de Antioquia.
Población 35,336.— Electores 30.
Antioquia, cabecera . - . . 7,862
Anzá 3,209
Buriticá 2,151
Cañasgordas 2,143
Córdova 2,461
Evégico 1,724
Liborina 1,006
Quebradaseca 1,165
Sabanalarga 1,325
Sacaojal 1,912
San Andrés 1,164
San Gerónimo 3,125
Sopetran 3,974
Urrao 2,115
Cantón de Marinilla.
Población 15,308.— Electores 19.
Marinilla, cabecera 2,809
Canoas 412
112 ^
Cárníé¿ ,.:............ 2,725
Coconiá 1,303
Qnatapé : 896
Ftóol 1,450
Sttn Carlos Sí©
Santuario 2,224
Vahos - L 2,687
Cctntoh del Nordeste,
' Población 5,767.— Electores 7.
Bemedios, cabecera 1,051
Amalfi 2,009
Keehí 641
Son Bartolomé 236
Yolombó 1,110
Zaragoza • ... 820
' Oanton de Bionegro*
Poblacioa 28,534.— Electores 26,
fiioBegro, cabecera 8,004
Ceja del Tambo. . . , 3,763
Concepción . . . /. 1,465
Guarne . .' 2,025
Eetiro 3,303
Sabaletas 987
Santa Bárbara 1,530
SmiX) Domingo 1,824
San Vicente. 5,633
Cantón de Salamina.
Población 25,390. — Electores 22.
Sonson, cabecera 7,716
Abejorral 5,529
Aguadas 4,293
Keira 1,211
Pacora 2,874
Salamina 3,767
Cantón de Santa Rosa.
Población 26,021.— Electores 21.
Santa Eosa, cabecera. . . 4,163
Angostura 1,998
Anorí 2,615
Belmira 1,363
Cáoeres 501
Campamento 1,742
Carolina 3,873
Don Matías 2,394
Éntrenos 1,065
San Pedro 3,503
Yarumal 2,874
PROVINCIA DE BOGOtI* -
Población 279,032. — Electores 249.
Cantón de Bogotá.
Población. 52,061.— Electores 4?.
^- C Catedrali 18,456
■% J Las Nieves* 9,333
|í 1 Sta. Bárbara. 6,543
PQ ) S. Victorino. 5,755
40,086
Bosa 1,118
Calera 1,525
Engativá 589
Fontibon 1,664
San Antonio 1,522
Soacha 2,644
Suba 950
ITsaquen 895
TJsme 1,068
Cantón de Cáqueza.
Población 26,728.-*- Electores 24.
Cáqueza, cabecera 6,573
Chipaque 3,442
ChoacM 4,118
Fómeque. 6,317
Fosca 1,164
Quetame 1,208
Ubaque 2,869
Une.. 2,047
Cantón de Zipaquirá.
Población 82,481.— Electores 26.
Zipaquirá, cabecera 6,336
Cajicá 2,666
Cogua.... 3,629
Cota 1,440
Chia 3,972
Gachancipá 1,548
Kemocon 2,556
Pacho ..- 2,639
Sopó 2,187
Suesca 2,650
Tabio 2,310
Tocancipá 1,650
Cantón de Chocontá,
Población 20,319. — Electores 19.
Chocontá, cabecera 7,079
Macheta 5,120
Manta 4,662
Tiribita .....^.. 3,458
113
Cantón de í^unza.
Población 16,494.— Electores 1¿.
íhinza, cabecera * . 3,954
Bojacá 1,967
Oipacon.. 1,600
Facatativá 2,239
Serrezuela 1,111
^ubachoque 2,354
Tenjo 3,269
Cantón de Fusagasugá*
Población 8,248. — Electores 7.
Fusagasugá, cabecera.. 2,893
Cundai 2,525
Pandi 1,907
Pasca 488
Tibacui V. 435
Cantón de Ouadiias.
Población 28,524. — Electores 24.
•Guaduas, cabecera 7,342
Chaguaní 1,475
La Vega 3,464
ÍTimaima 801
ííocaima 2,143
Quebradanegra 2,855
San Juan de Eioseco. . . 2,710
Sasaima 1,276
Yergara 1,747
Villeta 4,711
Cantón de GuatavitO;^
Población 22,208. — Electores 20.
Ouatavita, cabecera 4,527
Chipazaque - 5,229
Gachalá 1,665
Gacheta 5,041
Guasca 3,034
Sesquilé 2,712
Cantón de La Mesa.
Población 20,504.— Electores^ 16.
La Mesa, cabecera 4,485
Anapoima 1,537
Anolaima 4,968
Bituima 3,965
Colegio 1,067
IJuipile 1,760
Síquima 1,331
Tena 1,391
Cantón de San Martin,
Población 18'77. — Electores 8.
San Martin, cabecera. . . 647
Cabuyaro 63
Concepción de Arama. . &^
Giramena 270
Medina 619
San Antonio de Iraca. . 79
San Juan 63
Santo Tomas .^ 148
Cantón de Tocaima.
Población 17,638.— Electores 14.
Tocaima, cabecera . w . . . 4,809
Carmen 3,038
Guataquí 1,032
Melgar 1,870
Nariño 1,362
m\o 1,758
Pulí 1,865
Santa Eosa 1,422
Viotá 482
Cantón de Ubaté^
Población 81,950. — Electores 30.
Ubaté, cabecera -.w 6,188
Cucunubá 4,216
Fúquene 2,126
Guachetá.. 4,324
La Mesa 2,002
Lenguazaque 3,265
Siraijaca 3,264
Susa 3,008
Suta 2,167
Tausa 1,390
PROVINCIA DE BUENA-
VENTURA.
l'oblacion 87,104. — Electores 8o.
Cantón de Cali.
Población 17,299— Electores 16.
Cali, capital 10,376
Jamundí 2,147
Salado J,143
Yotoco 2,094
Yumbo 1,539
8
— , 114 —
Cantón de Iscnandé.
^jy. .Poblaelóri 3,709.— Éleotorés 3.
Iscüandé J. . . . JlV! i.... 3^709
;.: iG^mt^n de Miem^
Guapí, joabecera* : .^ : A . . 2,250
Mieai . , - ; , f. , . 2,032
^^Tiinbiquí , ,h 2^236
^ :. Cantón del Raposo*
V^\.K Publílcion 3,059.— Ele<jtoj-es 4. -
BuenaYeatiira^ cabecera. 1,004
Caüiiia 4^. -...•.,.. ,4.... 374
j?!aiK)so , , ,..._,.. 1,129
^Turmanguí ........ ,; , . . 552
o ; Cantón de Eoldanülo.
Pob]an><xtt <},619.>~^£Jeetore8 6.
EoldaBiUo, jcabecera.- . 5,046
■jP^scador , , 1,473
K' <
t
n*
r^..
Í^ROVINCIA BE CARTAGETÍA..
•?<^oblajCÍan U2,8&a.-^EIecliores 140.
Cantón de .Cartagena,
Poblaclotí 20,267.— Eíect orea 2S.
t\*
^1 Catedral .... 4,307
•^VSto. Toribio. 3,343
-S Trinidad . - . . 2>495
ü 3 10,145
AjToy o-grande 347
;|jarú.. _,....... 395
Bocacbica ^22>
Oafioloro 314
l^asacabalTos ^ . 389
l^ié de la Popa . . . ; 508
Eocba , 553
Santa Ana '. 412
Santa Catalina 830
Santa Bosa. . 1 1,355
pernera 71
Turbaco......... 1,846
Tnrbaná . . . ........ . . . 912
Villanueva 1,678
^ , Cantan de Barran^uilla^ v
Población 11,510. — Electoras ft.
BaTranquilla, eabeceira. 5,651
Baranoa, ,,...... lyOOO-
Jalapa ..:.,_ 1,433
Juan de Acosta , . - 58^
Tubará 1,851
Cantón deV Corozal.
Póblnuiotí 26,895.—- Eleetoi «8 30.
Corozal, cabecera , 5,422^
Buenavista 312
Caracol 315
Carmen : , . 2,973
Cascajal : . . 453
Cinceiejo 4,67a
Colosó ,... 370
Guamo 646-
Morroa . • ^. . . 765
Neivití 144
Ovívjas.,. :.... 1,040
Saiubrano , 467
San Agustín . 133
San Jacinto........... 1,962
^n Juan Jí epomuoeho . 1,625
Sincé ..... 4,066
Tacaloa . , 351
Tacamocbo -... 685
Tetón.... ^ 593
^ » -;•
Cwntt^n de CMnú,
Población 31,287.— EJeáJtoi^é 38.
Cbinú, cabecera. 4,629^
Ayapel .:.... 1660
Caimito . 1,*758
Jegaa 707
Sabagun 2,679
Sampuez. 2,796>
San '■ Andrés 5,418
San Benito abad- ;. 1,178
Santiago . - - •- • - 462
Cantón de Loriea* .
Poblucion 25,786.— ÉlpQtwes 24 ?!
Lorica^ c^beceía . ^ .y,, . .^ 3,849
Cereté .......,, 1,573
Ciénaga de oro . 1 . 1 4,012
Cbimá..... :.'?.. '■::..;:• 1^782
Momil ..:... ... 852
— 115 —
Sabaüagrand^ - ,
Santo Tomas . . .
Motitetía. :\ . . :.:.:;. . . i,386
Palmito.....:. 894
'Purísifitta :-....* 1,136
v3abaneta * * . .. ... . . . ^ 488
iiSán Antero . . . ^ . . ^ . . . 1 . i,400
* San Bernardo. 395
JBaa Carlos de Golosina. 1,123
San Nicolás de Barí. - . . 473 ^^ -^ ^^«;^«i
fai.Onofre.... 2,205 ^^^l^^^'^'
^SauPelayo....... 1,016
éan Sebastian ......... 500
Tólú ..::.;-.... 1,462
Toluviejo ..-...:.... . . . 1,190
Cantón de Mahates. ,
« _ „ -. » -
; Población 12,38.8,— Electorea 14.
.Maliates, cabecera..-.. 1,278
íArjona 2,512
(Arroyo bondo 290
jBárrancanueva ........ 1,513
íBarrancavieja ....... ^ . 393
'Mamenco .. . . . . 503
Jíaría la baja. 773
!&? Basilio, de Palenque .' 342
_^ 1,758
. . ^^. . 2,773
^ . . a • . •
IBaii Benífeo 1,166
«San Cayetano . . . * . 37Ó
Sati Estanislao ... 2,773
aEiücal . 475
^' ' Cantón de Sabanalarga.
PoblaisJQn 1*3,647. — Electores 11.
Satoialarga, cabecera. 4,727
ÍJampo de la Cruz 1,980
Candelaria 995
&natí... ....:: 856
Palínar de Candelaria. . 1,101
í^iójó......... ......... 499
Ppuedéra 1 .. I ... 1 .... , 640
|iacurí . :.::.. . ... — 1,849
t:.'.'!:
Cantón de Sa/n Andrés,
PoWíTc i o II 1,025.— Ele éteres 2.
San Andrés, cabecera . . 731
Previdencia ....;. 294
(U ^ ; Cari/ton de Soledad,
^^_ • 'Í^oblftcií)n -ILl^S:— Eleclores 9.
Soledad, cabecera. . . , . . 4,947
Jíajámbo ..:::......... 1,185
r^tíeblóúuevo. .V........ 472
PROVINCIA 3>Bv CAÍ9ÁTÍ ABE-
Pobitf«lon A 8,4l9;-^E<'éittWf feí ©2.
Cantón :deFore^ \ ; i i ' >
Poblftcto-u 4,490. — Elwítoreá 4; -
:;.... . ."'1565
Támara 7 -V 'C ! ! ! ' \ 2^828
Trinidad .... - .*.... ^ J ^/í 157
Cfmton de'^ Armucoi v-'.M
Poblflelon-1,951.— Etectapés'8. '^
Arauca, cabecera. . . . : .; 1,Í3¿L
Arauquita .....::.. . . . .' 544
Cuiloto ..... u ... - . . i. . ^^
Cüniondé Ohire,
Población ^í^SO-.—Eieetores H • -
Chite, cabecera. . . ..... 27^6
Betoyes........ -. 212
Macaguane 357
Manare r- . - • - ^ - • <--«.-* r^P5
Muneque 358
Tame....^.^ ..^..^739
Ten 206
Cantón dé Macuco.
Pobl.U' ioH .1 ,lá^25r^)Slv.<rtÉO»;«í3 ■f.
Cafifí, cabecera 324
Guayabal 518
Maquivtír. . . ; - . . . . : 138
Suriména.. . ^- ... :. 172
Cantón de Hftmcltiái ■. -
Pobiacion 6,612.-— Electores 8. J
Paya, cabecera. 947
Labranza grande. ..... . 2,486
Marroquin ..:..... 652
Morcóte. 580
Kunchía :..;.. .-. 355
Pisba ..:.;;..:...:.. .. 492
Cantón de'Táguaña,
Poblaeiou 2,031— Electores 6, ' ,'
Tagixana, cabecera. .... 216
Barroblanco. .... . . 413
OlLámesa . . . ". ^^^
San Pedro . . ". . - . . ;. - .... 122
Santiago .... . - - • - ^ - - -. - 201
Zapatosa . . . ....... 427
— 116 —
FEOVINCIA DEL CAUCA.
Población 60,860. — Electorea 58.
Cantón de Buga.
PoblAcion 13,864.— Electores 18.
Büga, capital 6,19o
Oerrito. 3,168
Guacari . • . . 2,482
San Pedro. 2,019
Cantón de Gartago.
Población 14,288.— Electores 12.
Cartago, cabecera . , , , 5,106
Ansermanuevo. . • . . . 1,315
Ansermaviejo 1,347
naranjo 3,192
Zaragoza 1,536
Zarzal 1,782
Cantón de Palmira*
Población 12,859.— Electores 12.
Paliüira, cabecera .... 7,375
Candelaria ..*..... 3,380
Florida. 2,104
Cantón de Bupía.
Pobl'iio'íon 6,48^ ^Electores 6.
Supía, cabecera, 2,200
Montaña. . .^ ..•.*.. . 1,04S
Quiebralomo ....... 2,183
San Juan . 1,057
Cantón de Toro.
Población 6,653. — Electores 5.
Toro, cabecera ...... 3,854
Hato de Lémos 2,799
Cantón de Tuluá.
Población 6,714. — Electores 5.
Tuluá, cabecera 3,873
Buga la grande 1,637
Elofrio. 1,204
PROVINCIA DEL CHOCÓ.
Población 27,360.— Electores 23,
Cantón de San Juan.
Población lií,96L — Electores 12.
Nóvita, capital ...... 4,326
" . V 1,510
ííoanama .......*. 2,166
Sipí ...••• 1,517
Tadó • . . . 4,432
Cantón del Atrato,
Población 18,409.— Electores 11.
Quibdó, cabecera 5,709
Arrayanal , 1,034
Bebará 2,316
Lloró 2,351
Murrí 1,999
Baudó
• W' *
PROVINCIA BE MARIQUITA,
Población 89,460, — Electores 79,
Cantón de Sonda,
Población 14,484. — Electores 13.
Honda, capital 2,651
Ambalema. 7,707
Calamoima ó Tapias. . . 2,325
Méndez 1,002
Nare . 799
Cantón de Cantrolarma.
Población 10,887.— Electores 10.
Chaparral, cabecera . . . 5,391
Ortega 5,496
Cantón del EspinaL
Población 17,867. — Electores 16.
Guamo, cabecera. . . . , 8,862
Espinal 5,781
San Luis 3,224
Cantón de llagué.
Población 20,633.— Electores 19.
Ibagué, cabecera. . • . . 6,685
Coello 3^16
Miraflores* .,.,.,...
Piedras 4,44S
Valdesina. ........
Yálle de San Juan. ...
Venadillo . 2,609
Cantón de ^íariquitot.
Población 9,888.— Electorea ¿,
Mariquita, cabecera.; /. 1,629
Guayabal ....»..*. 3,741
Peladeros . . . * * ^ . . . 3,265
Santa Ana. v *%**..,' ^ 1^5^
— 117 —
Cantón de la Palma,
Población IS^VOl. — Electores 13.
Palma, cabecera. ....
Oaparrapí. ,••*.... 4,499
Peña • 3,219
Peñón 1,487
Topaipí
Yacopí
PROVINCIA DE MOMPOS.
Población 48,828. — Eiector<>8 56.
Cantón de Mompos,
Población 13,690>-E1ectQré8 18.
Moinpos, capital 7,919
Barranco 1,034
Hatillo de Loba 646
Loba 1,123
Margarita 1,637
Sau Fernando. 697
Talaigua 634
Cantón de Ma^angué.
Población 6,462. — Electores 8.
Magangué, cabecera. . . 3,465
Guazo 502
Eetiro 747
San Sebastian 598
Tacasalama ...;.... 522
Yatí 628
Cantan d^ Majagual.
Población 4, 774. — E'lectores 6.
Hajagual, cabecera . . , 2,503
Achí. . 809
Algarrobo 519
iPalmarito 812
?!Rquicio. . 131
Cantón de OcaMa,
Población 19,764.— Electores 23.
Ocaña, cabecera ..... 4,121
Aguacbica- 550
Anjele« 143
Aspásica. 999
Brotaré 328
'fiaenavista. . ^ 691
«armen 1,926
Convención •,..,.(.. 1,515
Corredor. .,.,., u • *. 378
La Cruz. . • • • » .^, .. •
Palma ...........
Pueblonuevo . . . .....
Puertonaeional.
Eio de oro; ........
San Antonio. ........
San Bernardo. ......
San Juan Orisóstomo . •
Simaña
Teorama. ...,....,
Cantón de SimitL
Población 44l8$.-~<E)ectoie8
Simití, cabecera .... .
Morales ,
!Norosí . . ,
EíioTiejo
San Pablo "
VadiUo
2,717
1,120
147
463
1,340
288
276
551
6®
1,779
& ••.
1,775
771
445
619
373
155
PROVINCIA PE líBIYA.
Población 98,688. — Electores 81.
Cantón de 2fewa.
Población 22,294. — Eleotoi'es 20.
Neiva, capital 6,705
Aipe. ........... 3,032
Caguán . . . • 1,064
Campoalegre ..,..,. 2,797
Hobo , . 1,560
Órganos. 418
San Antonio . 644
Union 2,590
ViUarieja 3,494
Cantón de Gtiagua.
Poblocion 11,821. — Electores 10.
Yaguará, cabecera, . . . 3,209
Carnicerías 2,047
Guagua 2,436
Iquira 1,626
Katagá 396
Eetiro 1,607
Cantón de la Plata.
Población 10,198#-^Electores 9.
Plata, cabecera 2,947
Inzá 6,261
Paicol 990
118 —
Purificación, catecera. . 8^75
Alptljiárra, 3^316
Aiácd . .^ • ^ « ^ ^ • ^ • . 1,133
Coyaima. . . , - 4,844
Dolores ... 2,790
Katagaim^u^. , . • > *,* • 3,227
Prado,, . .... .... . , 2^76
j- . Cantón ie Timaná
«jíobl|ic¡on 24,115.— EUctorf» 19.
Gifcrzoii, cabecera.— .. . .2,397
Agrado^. .... . ^ • ^ • 4' 2,755
Ceja ^ , . . . , 397
Guadalupe * # . ..1...: . . 1,681
Jigante. . .. ... ^. .,<, ., ,.;. 2,751
Limas . . . . ^ ^. . . . . 2,227
PitaL . . : . '. . . . . . . 2,285
Pitalito.. . . v¿ . . . . . 1,482
San Antonio.. ....;.' 2,422
Santa Librada ¿ . . . ; . 1,546
Timariá .- . . ; 2,830
PROVINCIA PE PAMPLONA*
FoblAicioa. 1 1 2,640. <--El«etare8 97.
" Cantón de Pamplona.
Población 21, 1 81. -^Electo res lY.
Pamplona, capital 5,279
Arboledas V . : . 1,503
Bochaleína 1,077
Gácota de Yelasco 1^50
Gneutílla....... 858
Chinácota 1,833
Chitagá 1,115
Chopo 1,551
Labateca, . . , , * , , L382
Mntíscua - , , , ., - , , 1,570
Süos ...vv ., 2JL20
Toledo...:.'.....,..... 1^737
Cantón de Bucaramanga^
fí^oblftcion 14,619. — Kleciorea 1&
Bucaramanga,. cabecera 6,851
Baja. , 602
Mábanza . , 2,945
Eionegro ^. . . 2,165
Suratá. ....:: IjfflLT
Tona 994
Vetas ." 545
Cantón de, Cmcepeion.
Püblncion 17,942.— Electores 16.
Concepción, cabecera . . 3,173
Capitanejo .: :2,246
Careaeí .- 2,666
Cerrito 1.750,
Enciso 2,34S .
.Macarabita 2^36 ;
San Miguel 2,517
Servitá 1 606.
. Cantón de Girón. T
Población 10,4&3>— EUotores 10. '
GÍTon, cabecera 7,705 ^
Floridablanca ...... . . . 2,581 -
Pedral 167
Cantón de Málaga^
Población 18,61».— Electores 15.
Málaga, cabecera 3,93ft;.
Guaca.. 2,770^];
Malagabita . 3,942 >
San Andrés 5,579 'j
Tequia.........; 2,391 *
Cantón de Piedecnesta.
Población 14,265. — Electores 13.
Piedecnesta, cabecera.. 9,02^'
Los Santos 1 1,56S;Í
Sepitá..... 3,67»^
Cantón del Roaario
PoblacioQ d,715.^-Eleetore8 8< • - J
Eosario, cabecera. 2,847
Cúcuta , .,. 86S
Cantón de. iSix^oaaré . i
Población 6,284. — EJectoces.&t , /.L
Salazar, cabecera ,. .... 3,255^
San Cayetano , . . .. . i)^l2¡^^^
Santiago.^ *^..-. 1,206
Canten de JSaú José,
Pobiacioo ^,963;-^^¿ct'ores 6.
•- -.1
San José, cabecera ^ . - ^ ^ . 4,59(X.>
Limoncito ,.....,.,,.** 335 t
San Páustiuo , , , , . ,,^. .> . 63$a
-" TeSOnsCLA. DE PANAMÁ'
l'oblacton IS.lit.— Electores 13.
Gantmtde Panamá.
.FohUaion 1!,435.— Electores 12.
g )San Felipe... 3,168
g ^ santa Ana... 2,729 4,89'
Chepo
Chiman . ; :
Gorgona ,.:....
isla^ <lel 'Istmo .
Pacora
. 1,091
, 1,818
276
«17
, 1,941
. 659
. 165
971
Cantón de la Chorrera,
PobiHcion 7, 60fl.— Electores 6.
Chorrera, cabecera 2,937
Arraijan . . .. . ; 851
Capira 1,461
Cí|ame. ..:....... 1,329
Sin CárioB 981
Cfiñton del Darien.
Poblftcion l,2f>T.— Electo r« ti.
TaTÍsa; cabecera .,..,, 332
Chapígana : . 296
Molinica 78
FiÍHogaiia 142
Santa María. 204
Tacutí..... 155
Cantón de' los 8antm.
'Foblucion Hi689.— Eieotorea It
LoB Santos, «abécera... 6,051
Pedaaí,.: u.. ...... 701
PWrir. 2,299
T^ías... 6,488
-'^- -I Cantón de N'atá. ■
PoblnejoifJa^lJ).— El^ijtflreí.lB.
Hatá^,C4]í^pi!a ■ - . - - - .
Antón
<M.A ,1..^:..,
Benonomó 8,598
SaataMaría v.... 3,195
PubUaruH lfi,Lle.->-Bl«etorai
Farita, calieceilk.
MauaracaH
Miaaa
Ocd
Pesé
Cantón de Portobelo.
Poblíioion ■3.257 — Electoreí 4.
Portobelo, cabecera 1,
Cbágres 1,
Minas
Palenque -
PEOTINCIA DE PA^TÓ.
Poblütion 'í6,151.^E!eetorM «
CanUm de Pasto.
Foblncion 28,676.— t:i «uto reg 21
Pasto, capital í
Buesaeo , , - . . . ]
Consacá í
Fáues ]
Matitui .... ....
Mocoa
Tablón :,....... i.
Tambo ,..„.... 1,
Taminaugo. ■.;.,--- %
Sebomloí ~-.. 1.
Yaíiuanquer , , . , - 2,
Cantón de Barbacoas.
Poblnt'ioii 8,»H.— l<:le<:torei>e.
Barbacoas, cabecera ... 4,
San Joaé 3,
SanPablo.. -..,,. ...... 1.
Cantón de Ttimaeo.
Poblnoion .3,667,— Electores B.
Tumaco, cabecera ...... 2,
3^58'i
3^8Q6A
1,88SA
3,02K')
■'/i.
,018
,97e
, 5^604
.1,749
464
Conton de Tiiqícerres.
Poblnoion 8S,T24.— Elíct«r«
Túquerres, cabecera <
Ancnya 3,
Cárlosama.. ,..,:. 2.
Cambal 2.
Guacbucal 2;
GuaitariUa 3,
,580
,269
,328 í;
,90T í
i-A
— 120
Ijpiales 5,867
Mallama 1,126
Mayasquer 179
Pupiales 4,01á
Sapuyes 2,835
Yascual 1,933
PROVINCIA DE POPAYAN.
Población 67,182. — Electores 54.
Cantón de Fopayaru
Población 8 1,4 10.*— Electores 25.
Popayan, oapital i . 6,724
Cajibío 1,793
Jimena 1,191
Julumito 1,257
LaSierra 2,263
- Paniquitá 2 050
Patía 1,904
Puracé 1,980
Süvia 2,904
Tambo 2,895
Timbío 4,021
Tunía 2,428
Cantón de Almaguer.
Población 19,356. — Electores 16.
Almaguer, cabecera 4,861
La Cruz 3,504
Mercaderes 1,443
Pancitará 2,802
Eosal 3,570
Trapriche 3,176
Cantón de Caloto.
Población 16,366. — Electores 18.
Caloto, cabecera 3,719
BueBosaires 2,732
CaldoBO 1,435
Celandia 1,838
Jámbalo 1,472
Quilichao 4,061
Toribio 1,109
PROVINCIA DE RIOHACHA.
Población 16,734.— Electores 20.
Cantón de Riohaeka.
Población 10.680 -r- Electores 12.
Eiohacha, capital. . ^ . - 2,791
Barrancas 1^63^
Camarones 946^
Dibulla 377
Fonseca 2,375^
Moreno . • . . 837
San Antonio 282
San Miguel 193
Soldado 249
Tomarazon 894
Cantón de Cesar.
PoblAcíon 6,164. — Electoras 8.
Cesar, cabecera 2,225
Marocaso 184
Molino 1,129
Eosario. 197
Tablazo. . . .' 1,004
Urumita 458
Villanueva 957
PROVINCIA DE SANTAMARTA.
Población 45,677. — Electores 66.
Cantón de Santamaría.
Población 11,893.— Electores 18.
ce >
I I
a l Catedral . . . 3,035
B I San Miguel.. 1,376
% MU
Bonda 326
Gaira 571
Guáiraaro 1,339
Mamatoco. ........ 480
Masinga 70
Remolino. . 1,830
Salamina. .«.**«,.. 247
Sitionuevo. . 1,932
Taganga 187
Cantqn de Chiriguaná
Población 4.906.— Elector€$ 8.
Chiriguaná, cabecera. . . 2,088
Becerril 364
Cliimichagua 600
Jagua 455
Paso . 7a
Saloa. 201
Tamalameque. ., . ^. . . . 43T
_ 121 —
" Cantón de la Ciénaga*
Pablucion 7,684 — Electores 8.
La Ciénaga/ cabecera . . 4,136
Fmidacion. ........ 343
Hedialana 418
Pivijai; 1,646
Pnebloviejo 1,141
Cantón de Plato.
Población 6,883.— Electores 9.
Plato, cabecera 1,560
Banco 1,052
Belén 137
Guamal 1,234
Pinto 402
SanZenon 492
San Fernando 392
San Sebastian 782
Santa Ana. 782
Cantón de Tenerife.
Población 8,191. — Electores 8.
Cerro, cabecera 3,032
Meredia. 1,267
Pedraza. 374
Piñón 1,510
Tenerife 2,008
Cahton del Valledupan
Poblftcion 6,670.— Electores 10.
Valledupar, cabecera . . 2,401
Atánques 365
^Espíritu Santo 599
Jobo 275
Paz ,....•., 600
San Sebastian 357
Tupes. . . . . , 391
Vadillo , . • . . 1,096
Valencia -. 586
PROVINCIA DEL SOCOBEO.
Poblocíon 138,937.— Electores 124.
Cantón del Socorro»
Población d4;9]5. — Electores 31.
Socorro, capital 7,218
Confines - . . . . 3^034
OMma. • V 2,755
Chiqninquirá ¿ 3,439
Guapotá. . 3,118
JüLaXO. .........é. x,OJLo
Jíueva Socorro. 92
Palmar. • ..,....* 1^810
Palmas. . • 2,709
Páramo 2,615
Simacota. . . ^ . . . . ; #,607
Cantón de Bariehwra.
Poblncíon 28,09& —Electores 22.
Barichara, cabecera . . 10,070
Cabrera. 4,504
Guane 3,378
Eobada 5,143
Cantón de Charola.
Población 19,299. — Electores 16.
Charalá, cabecera. . . . 7,439
Cincelada. ........ 2,984
Coromoro. . . '. .\ . .'. 1,865
Encino 2,060
Ocamonte 2,841
Eiachuelo 2,110
Cantón de Oiba,
Población 18,935,. — Elector^es 17.
Giba, cabecera. ♦ . . . . 5,805
Cnnacua 2,176
Gámbita. ......... 2,446
Guadalui)e 5,277
Suáita . 3,233.
Cantón de San Gil.
Población 36,399. — Electores 31.
San Gil, cabecera 8,888
Aratoca. .......... 4,418
Cuntí. . . ..... 3,475
Mogotes 6,092
Onzaga. 4,654
Petaquero . 1,450
Pinchóte 2,854
Valle 3,568
Cantón de Zapatoca.
Pobloeion 7,294. — Electores 7.
Zapatoca, cabecera.
Betulia.
L
— 122 —
' TEOVmeíA BE TUNJA.
Población aVl.Vt 8. — Electore8 2S3.
Cantm de Tv/njcL^
Pol>laí-ion 84,7_62.— Elfictorea 29.
749
'•■■>•. ♦
,e^ Y Nieves.
« -? Sta. Bárbara 1,994; .
B ( Santiago . . '. 1,654
4,397
Boyará 3,15§
Cómbita 3,136
Cucáita, • . 846
Chivata. ..;..,... 2,651
Mota^ita* . . .- ¿ í, . 875
Oicatá. > ; , , . ..... 1,777
Saimwiá..,. .,....-,. 3,203
Siaehoque. ........ 2,794
Sora. . : . : . . . .... 1,503
Soracá. .......... 471
Sotaquirá ; . . . . ; . . . 4,858
Toca. ......:... .2,163
Tuta. ........... 2,920
Cantón del Cocui,
Población 25.836.— Eleotojea 21.
Ootíui, cabecera. ..... 4,909
Capilla 2,928
Cbiscas. .**♦*..... 4,514
Chita 6,297
Espino. 1,586
Guacamayas.;, ...... 1,763
Güican. .......... 1^849
Panqueba. . . , 958
Salina. . 1,032
Cantón de Garagoa*
Población 16,028.— EJectorea 14.
Garrgoa, cabecera. . . . 6,167
Campoberinoso 1,487 *
Chinavita. ..*..,,. 952
Macana!. .•.....,. 2,939
Miraflores .3,624
Zetaquirá. ........ 1,159
Cantón de Leiva.
Población 20,011.— Electores 17.
Lei va, cabecera. . ... .29,588
Chíquisa.. . * 1,021
Gachantivá . .... . . . 3,073
Guatoque 2,700
Ráfluira , . 4:yG/t'
Sáchica 5&2 -
Sutattiarchan. . . . ^ . . 2,667 -
Tinjacá . ^ 2,593 ^
Cantón de Ramirigni. '\
Población 36.942.— EUctore» »3.
Ramiriquí, cabecera. . .5,166
Ciénaga 1,571
Chiriví 2,695
Hatovi^Q 4,041
Jenesano. .......... 4,086
Tibaná 5,485
Turniequé , 5,581 ,
Umbita .......... 3,162 j
Yentaqueniada 3,239
Viracachá. ......... 1,916
Cantón de Santa Rosa»
Población 34,647.^Electore8 28.
Santa Rosa, cabecera. . 4,253
Belén 5,081
Betéitiva . 1,882
Corrales. .......... 1,885
Duitama . 4,939^
Floresta. ......... 3,578
La Paz. 2,337 í
Nobsa 2,570 .
Paipa 5,582 \
Serinza . 2,540 '
Cantón de Soatá. ; -:■
Población 28,6«9.— Eléétofes 35. '/
Soatá, cabecera. . . . . . 8,582
Boavita . . 4,838 ;
Covarachía 1,544-^
Jericó 3,200-^
Sátivanorte. . .....,* 2,983
Sátivasur. ....... ^ . * 830
Snsacon 2,243^ |
Uvita. . ...... . , . .3,369^
Cantón de Sogamoso.* :■ j
Población 43.553.— «Electores 38.
Sogamoso, cabecera. . . 5,64© 1
Cultiva .......... l,18á^
Firavitoba . . . . . . . . 3,547 '^
Gámeza 2,147
Isa. . . • .\ . : V * ¿ . . 1,257
Mongua ; «.^ . . -i >. . * . . 2^158 ^
% * •
MoBgni. •
Ptsca • .
Puebloviejo. ....... 2,308
Súootá. .......... 4,585
Socha 2,645
Tasco. . .......... 2,505
Tibasosa. . . . . . . . . . 2,878
Tópaga 1,250
Tota.. . a,294
. Cantón de Tenza.
PoblAcion?L415.— BieotorM 28.
Guateque, cabecera. . . 5,202
Capilla. .......... 3,746
Guayátá. ......... 4,367
Pachavita 3,309
Sbmondoco ........ 4,578
Sutatenza 4,623
Tenza . . . • . . ... .. 5,690
PROVINCIA DE VÉLEZ.
Pobiftcion y 6»303, —Electores 90.
Cantón de Yélezí
Pobíacion -64,678— Eleetore« 51.
Vélez,^ capital. . . é . . . 8,142
Aguada ......;... 2,374
Bolívar.
Chipátá . . . . . . .... 6,061
Flotea . . . ........ 1,995
Gúavatá . 5,250
Güepsa. .. . . ♦ .> 3,114
Jesús-María. . .... . .10,076
Paz . ........ ^ .. «. 2,461
Puentenacional . .... 9,506
SauBeuito . . . . . . • • 2,245
Site. . • 3,454
Centón de Chiquinquird.
Población 22,412.— Electores 21.
Ctóquinquirá, cabecera . 7,004
Btaeuavista 1,500
Caldas: .......... 3,422
Coper VI w i . é . . . * . . 1^081
Itoco¿> ...«,...*... 956
Marípí.;., .. .. ...... 1,035
Miizo. . . .. .. ., .. . .. . , * 847
940 í Paime . ,vv. í >,-.,■« . ^ : S96
7,205 Pauna. ........... 2,576
Saboyá. .. . . ..;... 3,095
Cantón de Moniqíidrá.
Población 1^,Í1B.— Électoréá í$.
Moniquirá, cabecera. . . 6,69^-
Chitaraque ........ 3,039
Pare. ........... 4,166^
Santa Ana. 2^257.
Togüí 3,053'^
PROVINCIA DE VEBAaUASr ; ;
Población 45,876, -rElectorés 41,
Cantón de Santiago. ■
Población 80.265 —Electores 27'. !
Santiago, capital. ..'.'. 5,974 .
Atalaya .... : .... . 1,084:
Calobre .••..:.... 1,923
Cañazas. .....;;.. 3,924;
Mesa. ...',.•..'.. . 3,534-
Mineral .........' . 301
Montijo ..... . ; . . . 2,281
Palmas • . * . . . . . v .2,345
Posinga . , . . ^ . . • . • 363^/
Rio^ Jesús .,.*...,. 1,183 «
San Francisca • .5,358;
Soná. ..••««..«.*. 1,343^
Tole 652
Cantón de Alanje.
Población 15,111.— Electores 14. '
David, cabecera ..... 4,321
Alanje 2,998
Boquerón ......;.. 629
Bugabo .......... 361
Dolega. .......... 1,58S>
Gnajaca * . 1,019
Remedios ..%...... 1,235
San Félix ,.,,..... 451
San Lorenzo ....... 1,781
San Pablo . 733
Territorio de las Boms
del Toro,
Población 596^ — Electores v B
. Población total 1.931,684. Electores 1,682. iJsto daba im
CMtáa¿aw porreada 1,148 habitantes.
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¡
— 126 —
La división territorial de la Eepfiblica por distritos y cir-
cuitos judiciales eu 1845 era la siguiente :
Distritos judiciales. Provincias que los formaban. Residencia del
Tribunal. . '
Antioquia Antioquia - Medellin.
. Boyacá Oasanare, Tunja y Yélez Tuuja.
: Oauca ¡ «"¿Xf p^^J^: .^^«^ } Popayan.
. Oundinamarca. Bogotá, Mariquita y Keiva Bogotá.
Guanentá Pamplona y Socoíto Bucaramanga,
!btmo Panamá y Veraguas Panamá.
Magdalena. . . ¡ ^f Sia^T^'. .^"^"^' } «a^^ena. :
Los circuitos eran 79, y estaban distribuidos así : Antio-
quia 7, Barbacoas 2, Bogotá 5, Buenayentura 3, Cartagena 5,
Casanare 4, Cauca 4, Chocó 2, Mariqíiita 6, Mompos 3, Neiva 3,
Pamplona 5, Panamá 3, Pasto 1, Popayan 3, Riohacha 1,
Santamarta 5, Socorro 4, Tunja 7, Túquerres 1, Yélez 3 y Ye-
t raguas 2. En los Territorios, el Prefecto respectivo €¿ercia las
funciones del juez de circuito.
Las provincias de la Eepública hasta 1843 eran las siguien- ;
tes: Antioquia, Bogotá, Buenaventura, Cartagena, Casan are^'
^ Cauca, Chocó, Mariquita, Mompos, líeiva. Pamplona, Pasto,
Popayan, Riohacha, Santamarta, Socorro, Tunja, Yélez y Ye-
ráguas; total 20. De 1843 á 1848 fueron creadas 2: Barbacoas y ,
! Tilquerres; total 22. De 1848 á 1856 fueron creadas 13: Azuero,
, Zipaquirá, Córdova, Cundinamarca, Chiriquí, Medellija, Ocaña, '
Sabanilla, Santander, Soto, Tequendama, Tundama y Yalle-
< dupar ; total 35.
En 1853 fueron abolidos los cantones.
Por acto legislativo de 27 de Febrero de 1856, adicional á
la Constitucioii, fué creado el Estado federal de Panamá, y la&
demás provincias continuaron en su condición anterior. El 11
; de Mayo del mismo año fué creado el Estado federal de Antio-
^. quia, y un año más tarde el Estado federal de Santander. !
, Finalmente ñié erigido en Estados federales todo el resto del
;: territorio, por disposición legislativa de 10 de Febrero de 1858. [
" Estos Estados, que fueron ocho en su principio, se unieron á
¿ perpetuidad con el nombre de " Confederación Granadina.''
: Posteriormente, el 12 de Abril de 1861, fué creado el Estado
del Tolima, para lo cual fué desmembrado el de Cundinamarca;
K y el 23 de Julio del mismo año la ciudad de Bogotá fué erigida
en Distrito Federal, para residencia del supremo gobierno.
El Congreso de Plenipotenciarios de los Estados, reunido
; eíi Bogiotá en Setiembre de 1861, cambió el nombre do Estados
Unidos de Nueva Granada por el de Estados Unidos de Colom-
hiaj y rjeconoció lo hecho en materia de división territorial por
— 126 —
él Jefe de la revolución de ese año. La Convención de Rionegra
confirmó la creación del Estado del Tolima, pero ño la del
"Bistrí to federal.
- Hoy la nación se compone de nueve Estado^ soberanos,
léüyós nombt-es son : Autioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Oun-
dinamarca, Magdalena, Panamá, Santander y Tolima.
^ Los Estados Unidos de Colombia tenían en I8C4 sesenta
Hudades, ochenta y dos villas y setecientos cinco entre i)ue-
blos y aldeas, distribuidos como se ve en el cuadro siguiente :
ESTADOS.
Autioquia
Bolívar
Boyacá. .... J..
Cauca..
Cundjnamaíca. .
Magdalena
Panamá...
Santander.'
Tolima
CAPITALES.
Medellin.. .
Cartagena .
Tunja
Popayan. . .
Bogotá
Santamarta
Panamá
Socorro
Keiva *
Total general
i?*
6
7
4
13
• 4
11
13
11
6
13
3
7
7
■ 7
10
8
7
5
60
82
«so
63
106
112
104
90
59
46
85
40
"u/
^
76
123
127
128
109f
69
60
103
52f
847
-t.^
t.
LIMITES.
La demarcación de límites territoriales entre países ve-
oinos lia sido siempre y en todas partes uno de los asuntos más
difíciles, y á las veces ha hecho que de las palabras se pasé
á las manos, que es lo que se llama guerra entre las nacip^
nes. En la América española ese asunto ha llegado á ser má«
grave aún, ora por el modo como fueron llevados á cabo el des-
cubrimiento y la conquista de las diferentes partes que la coril-
ponen ; ora por la manera — ^ya absurda, ya yaga — como delimi-
taron esa« partes las metrópolis que las gobernaron ] ora por lo$
cambios que luego hicieron en esas delimitaciones; y ora, fináli-
mente, por las disputas que desde un principio sostuvieron eñr-^
tre sí sobre sus respectivos dominios y derechos. '
* Han sido indistintamente capitales del Estado del ^oHma las ciuda-
des de Ibagaé, de Ueiva, de Natagaima y del Guamo. lEste último Ingar es
el designado para capital por una ley de 1877, pero por leyes posteriores se
ha permitido que resida el Gobierno en Neiva hasta ^o la . As-amblea legis*
látiva disponga otra cosa.
— Í?7 —
,^_ Esfca reuniou.de circunstauci^^s, fortaleoidas m ^ebiHta-
das en el ciirso de más de tres centurias, y el ínteres propio,
'siempre acucioso, que ha venido naturalmente . á Hacerse más
vivo con la independencia y la soberanía de las antiguas colo-
iiias, han traído á la cuestión limites internacionales de.é^tas
cuanta confusión era dable, y alejado más y más cada día
el definitivo y ansiado deslinde. Sin embargo, como era nece-
sario aceptar un principio que sirviese de imnto departid^
general y que al mismo tiempo se apoyase en la lógica y en /la
historia, se ha convenido en que ese principio sea lo que se ha
llamado el tó ^omcZeít^ de 1810. Mas, i qué se debe entender
por iUi possidetis tratándose de naciones ? TJti possidetis entik
los romanos era eí nombre de un interdicto que daba derecho
¡á poseer transitoriamente un inmueble. Es pues claro que al
■QXi&ptsbV el iiti possidetis l2í^ naciones sur-americanas han con-
venido en que cada una de ellas conserve la. posesión -tran-
sitoria del territorio que, de hecho^ tenía en .1810 ~ que fué
icuando emi>ezó en este continente el gran movimiento revolu-
itíonario que les dio independencia y libertad — hasta que m
decida sobre la posesión definitiva 6 de iderecho, ó sea hasta que
Ise decida la litis que tienen pendiente sobre sus ¡respectivos
límites, en vistp^ de sus respectivos títulos. En. este casólas
ipalabras uti possidetis {como poseéis) están bien aplicadas^
iaunque entre las naciones no haya otro t^bunal que las juzgue
y seoteucie sino su propio acuerdo, y aunque. esa locución haya
¿ido desconocida en la jurisprudencia internacional.
' Ahora, como, el uti possidetis de 1810 se rjeflere á la posesión
4e hecho y no al título que se tuviese para poseer, ese principio
tiene por objeto, entre otros, interrumpir la prescripción, que
es común á individuos y á naciones.
^'Los escritores de Derecho natural han controvertido, dice
Wheaton, hasta dónde es justamente aplicable á las naciones
^tre sí esa especie de. presunción que se funda en el trascurso
¿el tiempo y que se l\2kmQ, prescripción. Pero la práctica cons-
tante y aprobada de las nacionesi enseña que, cualquiera que
sea el nombre con que se le llame, la posesión no interrumpida
de territorio ó de otra cosa apropiable durante cierto espacio
4é tiempo por un Estado, excluye la reclamación de todos los
otros.^^ La Corte SHprema de los Estados Unidos de América
al fallai: la causa sobre límites entre Massachussetts y Ehode
{slaud dijo: *'Ko hay controversia en que este gran principio
(Ja pres(?ripcion,) pueda invocarse con mayor justicia y pix)pie-
q4d igjiie en un caso de límites disputados.'^ En efecto, la pose-^
fiíon o el dominio np interrumpido ni, disputado de territorios
adéspotaj ó casi adéspota, es un título de propiedad semejante
al de la ocupación primitiva. ,
c Pues biep, q1 ^tipossidetis de 1810 aceptado por las naciones
sar-^.americanas como título provisional de propiedad mientras
86' deslfndittü definitivamente entre sí, tiende 'entre otras cosas»
— Í28 —
á suspender los efectos de la prescripción; pues en puridad de
verdad no hay abandono de los países disputados sino censen*
timiento de que ellos sean poseídos por los que los tieneu hasta
tanto que se decida quién es su legítimo y verdadero dueño.
Por lo demá«, deberá tenerse presente que había varias cía*
ees de límites, ó mejor dicho, que éstos no eran los mismos en
1810 en los diferentes ramos de la administración pública de
las colonias. Como casi toda la América del Sur y una parte
de la del JSTorte pertenecieron á una sola nación, ésta introdujo
en el gobierno de los países á que se extendía su dominio divi-
siones políticas, militares, fiscales y religiosas que no solo no
concordaban entre sí, sino que en ocasiones se avanzaban de-
masiado dentro de los témdnos ó marcas correspondientes á
otras jurisdicciones. En 1810 había pues países cuyo uti possi-
detis en unos ramos era distinto del de otros. Empero, es claro
que no puede primar sino el uti possidetis político, yá porque el
militar, el fiscal y el eclesiástico no tienen el mismo carácter
ni la misma fuerza, ya por lo que son estas materias en sí mis-
mas, ya porque en muchos casos emanaron de disposiciones
simplemente transitorias. El uti possidetis aceptado es pues el
que se refiere á lo que eran políticamente en 1810 los Vireina-
tos, las Presidencias, las Capitanías generales y las colonias
suatas, si las había, y no á los límites que tuvieran en esta ó
en aquella ocasión los departamentos subalternos de la admi-
nistración pública.
Sentadas estas ba^es, pasamos á ocupamos de los límites
de la República.
EXTENSIÓN ANTIGUA.
Por razón de descubrimiento, la Kueva Granada ( hoy Es -
tados Unidos de Colombia) se extendía desde el cabo Gracias
á Dios hasta la antigua Cumaná, sobre el Atlántico; y sobre el
Pacífico, desde el golfo de Panamá hasta el rio San Juan, lí-
mite de los descubrimientos de Andagoya, abajo de la punta
Charambirá en el Estado del Cauca; de manera que le corres-
pondían parte de la América Central, y las provincias venezo-
lanas de Maracaibo, de Mérida, de Guayana, de Cumaná y de
Garácas, * y le dejaba de corresponder la parte de costa com-
prendida entre el rio San Juan y el Ancón de Sardinas.
Hacia el Sur su territorio no se extendía sino hasta un poco
más acá de Keiva, límite de los primeros descubrimientos délos
Quesadas, pues de ese punto hacia allá empezaba el gobierno
de Popayan, región conquistada por el Adelantado Sebastian
* « Estos diversos distritos <5 gobiernos pertenecieron algún tiempo al
Vireihato de la Nueva Granada. A é\ fueron agregados Mamcaibo por me-
dio de su unión con Mérida en 1678 j Guayana, Cumaná y sus dependencias
en 1591 y Caracas en 1718; m:fs, erigida en 1731 la Capitanía general de Ve-
nezuela, quedaron separados todos ellos, excepto el primero, que no se le in-
corporó deñnitivamente sino en 1777." Ba/folL
— 129^
lie Beláleázar, qtte se eoix^o&ia de las tenencias de Antioquia^
^e Toío, de Arma, de Anserma, de Cartago, de Caloto, de Galiy
^áel Eaposo, de Neiva, de La Plata, de Timaná, de Pópayan, 46
Almagner y de Pasto. * Quiere decir esto q^e por ese lado
y el occidental, le faltaban entonces á lo que es hoy la Union
€k)lonibiana los Estados del Oauca y de Antioquia y parte del
Estado del Tolima.
" La denominación de Nueva Granada no es antigua, dice
Bestrepo, pues apenas comenzó á usarse con bastante genera^
lidad ár principios de este siglo. Componíase en el XVIII de
^os Presidencias ó partes principales : la de Quito y la del
líuevoEíeino de Granada, vastos países que se extendían desde
el saco de Maracaibo— corriendo hacia el Occidente — abasta el
rio Culebras ** en las costas del Atlántico. Desde allí, atrave-
sando el istmo de Panamá hasta el Golfoduloe, comprendía
Nueva Granada las costas orientales del Pacífico hasta la em*
bocadura del rio Tumbes, y cortando el páramo de Sabanilla t
iba á buscar el caudaloso Amazonas; desde donde, por linde-
ros no bien conocidos, se dirigían sus límites, por el Eionegro,
á buscar el Orinoco y sus numerosos ríos tributarios, com-
prendiendo las inmensas provincias de la Giiayana española y
la de Cumaná, y las islas de Trinidad y de Margarita.
"Las Presidencias de Quito y de Nueva Granada fueron
regidas durante el espacio de más de dos siglos por magis-
trados independientes, denominados Presidentes, que lo eran
también de las respectivas Audiencias. Besidia el uno en
la ciudad de Quito y el otro en la de Santa Fe de Bogotá. La
jmisdiccion de este último se extendía por un capricho que aho-
ra parece extravagante, ó por una crasa ignorancia de la geo-
grafía, á las provincias de Guayana, de Cumaná y de Maracai-
bo, y a las islas de Trinidad y de Margarita. Ambas Presiden-
cías eran dependientes del Vireinato del Pera en muchas y
muy graves materias, así del gobierno civil como del müitar.
En consecuencia aquel Jefe ejercía autoridad en casi toda la
América del Sur, y es fácil comprender que no podían gober-
narse bien países tan distantes de liima, capital del Perú, atra-
vesados por caminos tan difícües de transitar. Esto hizo que
foera erigido el Vireinato de Nueva Granada, compuesto de
esta Presidencia y de la de Quito."
EXTENSIÓN MODBBNA.
La ley fundamental de Colombia (Angostura, 17 de Diciem-
• La ereoeion ée este gobierno la hizo francisco Pizarro en 1538, dee-
tnembrando del reino del Perú el territorio que debia formar] o, para dárselo
4 Belalcázar/ Oátlos V confirmó esa erección por cédula real de 1541.
** Más adelant^e se verá por qué Bestrepo no extendió los límites de Co-
lombia más allá del rio Culebras.
f Entre las provincias de Piara (peruana) y la de Loja (ecuatoriana).
9
— 130 —
bx^ de 1819 ) creó el I>epartamenfo de Cundinaniarcaj le dio
por límites los mismos del antiguo Yireinato de Nueva Grana-
da, y agregó : "Este Departamento comprenderá las provincias
de la Kueva Granada, nombre que queda desde lioy suprimido.^
\ La Constitución de la Eepública de Colombia (6 de Octubre
de 1821) dijo que el territorio de la nación se compondría del
antiguo Yireinato d^ Nueva Granada y de la Capitanía general
de Venezuela.
La ley fundamental de la Eepública de Nueva Granada (21
de Noviembre de 1831) dijo: "Las provincias del centro de Co-
Ipmbia forman un Estado con el nombre de Nueva Granada»
Los límites de este Estado son los mismos que en 181Q dividían
4l territorio de la Nueva Granada de las Capitanías generales
de Venezuela y de Guatemala y de las posesiones i)ortuguesas
(leí Brasil. Por la parte meridional sus límites serán definiti-
¡vamente señalados al sur de la provincia de Pasto luego que
se haya determinado lo conveniente respecto de los Departa-
mentos del Ecuador." Esto mismo se dijo en la Constitución
de 1.0 de Mayo de 1832. (Artículo 2.o)
En la Constitución de 1843 se dijo: " Art. 7? Los límites del
territorio de la Eepública son los mismos que en el año de 1810
5tividian el territorio del Víreinato de la Nueva Granada del
(le las Capitanías generales de Venezuela y de Guatemala, j
del de las posesiones portuguesas del Brasil 5 y los que por el
tratado aprobado por el Congreso de la Nueva Granada en 30
de Mayo de 1833, lo dividían de la repiiblica del Ecuador. Es-
tos límites solo podrán variarse por medio de tratados públicos,
aprobados y ratificados conforme álos parágrafos 7?^ del artícu-
lo G7 y 2? del artículo 102 de esta Constitución, y debidamente
canjeados. ♦
La Constitución de 1853 dijo en su artículo 1.^: "El antiguo
Víreinato de la Nueva Granada, que hizo parte de la antigua
bepública de Colombia y posteriormente ha formado la Eepú-
blica de la Nueva Granada, se constituye en una república
democrática &V' La Constitución de 1858 dijo: "Los límites del
territorio de la Confederación Granadina son los mismos que en
él año de 1810 dividían el tenitorio del Víreinato de la Nueva
Granada del de las Capitanías generales de Venezuela y de
Guatemala y del de las posesiones portuguesas del Brasil. Ppr
la parte meridional son, provisionalmente, los designados en él
tratado celebrado cojí el G obierno del Ecuador el 9 de Julio d0
1856 y los demás que lo separan hoy de aquella república.'' .
La Constitución federal ( 8 de Mayo de 1863 ) vigente hóy^
que fué la que creó los Estados Unidos de Colombia, dice: *'Los
límites del territorio de los Estados Unidos de Colombia soíx
los mismos que en el año de 1810 dividían el témtorrio del Vi-
* En estos parágrafos se mandaba CLue los tratados, piíhllcos, ñiesen apivo»-
Vados por el Congreso, • . i
— 131 —
íeiiialo de H*ueva Granada de las Capitanías generales de. Ve-
nezuela y de Guatemala y de las posesiones portuguesas deí
Brasil. Por la parte meridional son, provisionalmente, los de-
signados en el tratado celebrado con el Gobierno del Ecuador
en 9 de Julio de 1855, j los demás que la separan hoy de aque-
lla república y de la del Perú.'' ' ^
"Es de notarse que en esta vez, dice Quijano Otero, los le-
gisladores quisieron ser más expresos en la determinación de l¿
que constituía la Eepública y agregaron, al señalar en general
sus límites, los )^ue la separan hoy del Perú. Sin duda que ésto$
estaban comprendidos en la demarcación del Yireinato á qué
en el artículo citado se hace referencia, pero acaso los legisla-
dores pudieron temer que más tarde se quisiese sacar argu-
mento del hecho de guardar silencio respecto de esa parte de
nuestra frontera ; ó tal vez quisieron renovar una protesta
contra la cesión hecha por el Perú al Imperio de una parte del
territorio colombiano.^^ El Gobierno del Perú expidió el 10 dé
Marzo de 1853 un decreto erigiendo un gobierno político y
militar en Loreto y demás territorios y misiones pertenecientes
al Perú, y el Encargado de negocios de Colombia dirigió ^,
dicho Gobierno, el 21 del mismo mes y del mismo año, la pro-
testa del caso contra aquel decreto, que vulneraba los derechoá
territoriales de nuestra nación, '
También dice la Constitución: *'Los límites de los Estados
no podrán alterarse ni variarse sino de acuerdo y por consenti-
miento de los Estados interesados en ello, y con la» aprobación
del Gobierno General." ^^ Los Estados no podrán enajenar á
ninguna potencia» extranjera parte alguna de su territorio." ;
LÍ3IITES GENERALES.
1? Sobre el Atlántico corren las costas colombianas desde la
mitad de la ensenada de Calabozo (Venezuela) hasta el cabo
Gracias á Dios.
Nuestras costas sobre el Atlántico miden 285 miriámetros
en línea recta, y comprenden parte de los Estados de Panamá,
<le Bolívar y del Magdalena.
No incluimos eñ este litoral el distrito de Siuamaica ni las
islas de Trinidad y de Margarita, porque ese distrito fué separ
rado de la provincia de Kiohacha y agregado á Venezuela en
tiempo del Gobierno espaííol 5 y porque esas isla^ fueron sepa-
radas del Vireinato granadino por real cédula de 8 de Setiem-
1t>re de 1 777 y agreg^as á la Capitanía general de Caracas, lo
'^smo que lo fueron las provincias deGuayana, de Cumaná,&*.5
pero sí incluimos la parte de costa comprendida entre el rio Do-
rados y el cabo Gracias á Dios, porque á ella tiene derecho Co
lombia según la real cédula de 30 de Noviembre de 1803, aun-
€[UB la república de Guatemala primero y después la de Costa-
rica hayan rechazado este título con el expedido por Felipe H
— 132f —
en 1574 á favor de don Diego Artíeda y Chirinos, Gobernador
y Capitán general que fué de la provincia de Oostariea, en el
caal se le señaló como de jurisdicción suya la zona comprendida
*' entre la boca del rio San Juan ( hoy Greytown ) y la isla lla-
mada Escudo de Veragua ; y entre los confines de Nicaragua^
por la parte del Sur, y los valles de Chiriquí." Empero,
este documento anterior al otro en más de doscientos anos no
tiene fuerza alguna. " En virtud de la real disposición citada^
dice Oalancha, el Gobernador costaricense de 1601 procedió 4
la conquista, por la parte del ííorte, de una de las tribus perte-
necientes ó componentes del vasto cacicazgo de Talara anca, due-
ño su perfi ciarlo de la faja de tierra que existe entre el Blanco
Peak, punto el más culminante de la cordillera en esa i>arte, y
el mencionado Escudo de Yeragua; es decir, de la mayor parte
del territorio que se disputan ambos países, cuya extensión^
aproximadamente, puede calcularse como de dos grados geo-
gráficos, y fundó la ciudad de la Concepción en una de las már-
genes del rio de la Estrella, que desemboca en el fondo de la
bahía de las Bocas del Toro. Esta colonia fué de poca duración
á consecuencia del levantamiento y destrucción de la ciudad,
que en IGll efectuaron los aborígenes.
'' En 16G0 el Gobernador de aquel país, don Eodrigo Arias
Maldonado, acometió la empresa de conquistar todo Talaman-
ca, y después de mil combates y fatigas logró fundar varios
establecimientos, los que desaparecieron por causas distintas.
" Desde entonces, poco después de 16G0, hasta hoy solo dos
poblaciones indígenas han podido conservar nuestros hermanos
costaricenses, abandonando completamente y para siempre to-
do el resto del territorio que recíi)rocamente se reclaman los
dos Gobiernos. Estas poblaciones son Torraba y Buruca, pue-
blos que viven en la miseria y barbarie más esi)antosa, situa-
dos en el corazón de un inmenso desierto montañoso, cual es '
el que separa las dos naciones; desierto apeonas hollado por la
planta humana y que pertenece, desde la destrucción del in-
feliz cacicazgo hasta la actualidad, á una entidad respetable,
que, tanto por el derecho de posesión de que ha sabido usar,
cuanto por el de la ocui)acion constante y el de la prescripción^
es dueño y señora de tales terrenos : esta entidad es la raza
felina !
'' A su vez el Gobierno granadino exhibe en la polémica la
también real orden, expedida, si nuestra memoria no nos falta^
por el rey Carlos lY, que dispuso: *que todo el litoral del
Síorte hasta el cabo Gracias á Dios se segregase de la Ca-
pitanía general de Guatemala para venir en lo sucesivo á for-
mar parte integrante del Yireinato granadino.' Es decir que
se agregó á nuestro país, poco más ó menos, un millón de acres
de tierra, ó sean 120 leguas, mensuradas en su parte longitu-
dinal ; territorio habitado solamente por los indios mosquitos^
y que á nadie pertenece con más razón que á la ÍTueva Grana-
X
— 133 —
<la, si es que el derecho en que nos apoyamos del)e prevalecer
<5omo hasta hoy ha prevalecido.
''Pero es sabido que desde nuestra independencia no solo
no se ha pretendido hacer valer tal derecho sino que Nicíira-
gua lo vulneró fuerífemente, sin que nos fijásemos siquiera en el
acontecimiento, tomando posesión del puerto de San Juan del
Norte, situado en la expresada costa. Este á su vez ha sido arro-»
liado por el Gobierno británico, para formar de él una especie de
distrito anseático, ó más bien inglés. También ha liecho éste de
los indios mosquitos una entidad nacional, gobernada en lo
ostensible por un rey que si es mosco de nacimiento también es
verdad que, á consecuencia de la educación que los ingleses le
proporcionaron en Jamaica, es más británico de corazón que
otra cosa. Este reino, concepción inglesa y parto indígena, se halla
en la actualidad protegido por el Gabinete de San James, ape-
sar de lo estipulado en el artículo 1? del célebre tratado de
Cleyton-Bulwer, ajustado en 1850, cuyo tenor, en una parte
de él, es como sigue : ' Comme á prendre ou a exercer aucuu
pouvoir sur les États de Nicaragua, de Costarica sur la cote
des Mosquitos, ou sur aucune partie de PAmérique Centra-
le; &^
"¿Le asiste á Costarica razón legal para reclamar que la
línea divisoria debe nacer por la parte del Norte -en el Escudo
de Veraguas, cuando existe una disposición expedida en 1803,
emanada de la misma fuente y del mismo poder, que marca el
cabo de Gracias á Dios por la parte del Norte?''
2? Sobre el Pacífico corren miestrm costas desde la boca del
Riogolfito en el Golfodulce (Costarica) liaet'a la boca de la quebraba
JfatajCj frente al Ancón de Sardinas en el Ecuador.
La extensión directa de estas costas es de 239 miriámetros,
y comprende parte de los Estados de Panamá j del Cauca.
Hacia la parte interior, el límite de la antigua Nueva Gra-
nada creció hasta el Carchi al tiempo mismo que decreció
hasta el Táchii^a, con motivo de la erección del Yireinato gra-
nadino.
3? Hacia el Sur^ Colombia limita con el Ecuador desde la
^quebrada Mataje hasta la entrada del rio Yavari en él Amazonas,
j con el Brasil desde esta boca hasta la boca del brazo Avatipa-
rana en el rio Gaquetá 6 Tnpurá.
4? Hada el Oriente, Colombia limita con el Brasil otra vez
desde la boca del Avatiparana hasta el cerro Cupi; y con Vene-
zuela desde este cerro hasta la boca Paijana, punto de partida
<le e^ta inmensa línea.
— 13á —
La superficie de la Ui^on mide 13^1(y-25r miriámetros cua-
drados* ♦ De los cuales
10^354^12 son baldíos y
2,956-13 habitados.
- Éstos equivalen á 1.331,000 kilómetros cuadrados, exteusion
que solo tieueu pocos países del globo, si se exceptúan laEusia,
la China, el Brasil, &? Reducido á hectaras el territorio de l£^
RepúbUca da 133,100,000, así : 103*540,000 baldías y 29.560^000
ocupadas. **
El perímetro de la Union mide 1,051-50 miriámetros, sin
contaa* las inflexiones de las costas, de los rios y de las monta-
naS; así:
Sobre el Atlántico 285 25
Sobre Costarica 15 . .
]: Sobre el Pacífico 259 50
Sobre el Ecuador r 155 75
Sobre el Brasil 110 ..
Sobre Venezuela 226 .,
1,051 50
La parte más larga del país, que es la comprendida entre la
boca del Riogolfito en el Golfoáulce (Estado de Panamá) y la
boca del brazo Avatiparana en el Caquetá ó Yupurá ( Estado
del Cauca), tiene 200 miriámetros ; y la más ancha, que es la
comprendida entre la punta Gallinas (Estado del Magdalena)
y la margen izquierda del Amazonas, frente á Pm^uate y Oamu-
cheros ( Estado del Cauca ), tiene 180.
El terreno de Colombia puede ser clasificado así:
Miriámetros cuadrados-
De llano. 8,056 40
Be mesas 327 . .
Decerros 4,088 75
De páramos , 246 . .
De anegadizos . . . : 429 35
De ciénagas y de lagunas 97 50
De islas 65 25
13,310 25
" El ingeniero Moreno ha calculado el área de Colombia del
* No está compreEdido en este cómputo el territorio encerrado entre el
rio Dorados y el cabo Gracias á Dios, por no saberse cuál es el ancho de ese
territorio.
** Las hectaras de tierras baldías adjudicadasr por la nación á Iob parti:^
culares desde 1827 hasta 1882 sutnan 1.301,122. ' . .
— 135 —
uiodo q^oe sigue, considerando los grados de latitud iguales á
una extensión lineal de 60 millas geográficas sobre los láerii^
<iianos, y los grados de longitud arreglados á sus correspon-
dientes paralelos :
««Latitudes. Longitud en millas. Latitudes. Longitud en millas.
Oo...... < 60,00 7C> 59,56 ^¡
; lo.. 59,99 8o 59,42 'I
2o 59,96 90 59,26
30 59,92 100 59,09 ''
40 59,85 lio 58 89
50. 59,77 120 58,69
60...... 59,67 130 58,46
" Aunque en las inmediaciones del Ecuador es en donde
menos error contienen los cuadriláteros del planisferio, por la
tabla que precede, que es de M. Lacroix, se ve que hay nece-
sidad, para calcular el área, de tener en cuenta la diminución
que sufren los grados de longitud por razón de ser curva la
superficie terrestre; pues solo el primer grado de latitud al IsTorte
de la Equinoxial y el primer grado de latitud al Sur, pueden
constituir una zona de dos grados de latitud y extensión desa-
rrollable en un prolongado rectángulo, según la longitud que se
n^ce8ite^ cuyos cuadriláteros sean exactamente iguales, tenien-
do cada uno de ellos 3,600 millas geográficas cuadradas de^
área. Fuera de éstos, á medida que crece la latitud, los cua-,
dríláteros varían con relación á su distancia del Ecuador. Si-^
guiendo este cálculo, las zonas geográficas del territorio dan
las siguientes superficies : . :^
Latitud Norte. Superficie en millas cuadradas. ';
"De los 130 á los 120 1,359^0
— 120 — lio 4,389-95
— lio _ 100.. 9,262-40
_ 100 _ 90........ 14,159-90
-. 90 _ 80 27,226-06
_ 80 _ 70 21,335-10
_ 70 — 60 26,083-68
_ 60 _ 50 33,138-96
_ 50 _ 40 32,é39-56
_ 40 _ 30 _.... 37,338-50
_ 30 _ 20 42,199-10
— 20 _ 10 41,076-88
_ 10 — 00 40,346-50
i i
^' Millas cuadradas al Norte 330,756-09
^^ Terrenos al Sur de la Equinoxial .124,917-40
^ -^^Area total de la EepúbUca .455,673-49 ^ *
* CrAiiNDo. ««Anuario Estadístico de Colombia,** JB75.
— 136^
Sí moltíplicamos los 13,310 miriámetros cuadrados €a qae^
ha sido calculada la superñcie territorial de Colombia, por las-
36 millas cuadradas que tiene cada miriámetro cuadrado, ten-^
dremos un total de 469,160 miUas cuadradas. Este resultado^
que no es el rigurosamente matemático, no difiere del de More-
no sino en 13,497 millas. Esta diferencia, dados ios métodos
que la producen, justifica ambos cómputos.
El territorio por Estados está disóibuido así :
Miriámetros cuadrados. Poblado. Baldío.
Antioquia 330 260-25
Boyacá 305-38 55S-37
Bolívar 300 400
Cauca 358 1,038
Oundinamarca 231 1,833
Magdalena 250 448
Panamá 361-75 465
Santander 185 237
Tolima 363 114-60
Territorio del Caquetá .... 272 5,000
1 _
2,956-13 10,354-12
Colombia puede pues mantener en su seno, en la misma
X)roporcion que los países más poblados del mundo, 100 millo-
nes de habitantes, población que no tiene ninguno de los países
de Europa^ de América ni de ÁMca, y que solo tienen, en Asia^
el Indostan y la China.
LÍMITES PARTICULARES.
< Con Costa Rica).
La línea divisoria de Colombia con esta Eepública, según
Codazzi, empieza, en el Atlántico, al Oriente de la Funta Ga-
rretaj junto á la desembocadura del rio Culebras. Sigue luego
este rio hacia su origen, que está en la cordillera principal en
dirección sur. Busca después la línea las cumbres de un ra-
mal de la cordillera que se dirige hacia el Golfodulce (también
en dirección sux), ramal que llaman Cordillera de las Cruces,
por cuyo centro pasa la trocha que va del pueblo de Bugabo á
la población indígena de Bumca. De Las Cruces hacia adelan-
te la línea divisoria de las dos Eepúbücas no está aún de-
terminada y debe ser trazada á virtud de un tratado. Co-
dazzi indica que esa línea debe ser la siguiente : de Las Cruces
á la Punta Burica en el Pacífico por un terreno desigual que
hay allí, que se compone de cerritos y de colinas diversamente
ramificados y de selvas solitarias, hasta llegar al cordón de
cerros que forman la mencionada punta. También se podría
continuar la línea por la misma Cordillera de Las Cruces^
— 137 —
combres vertientes, hasta encontrar las cabeceras del Riogolfito^
cayo curso debería seguirse luego hasta la embocadura de éste
en el Golfodulce.
Las costas de Comayagaa — ^llamadas primero de Taguzgal-
pa y de Tologalpa y después de Mosquitos — no pasaban de la
laguna de Las Perlas, formada por dos pequeñas penínsulas
que están frente de las islas de San Andrés y de Providencia^
pero luego, con miras de cierto carácter, se hizo extensivo ese
último nombre (Mosquitos) hasta Punta-Gorda ; luego hasta
el puerto del rio San Juan, y por último, sin reparo ninguno,
se dio el nombre de Costa de Mosquitos^ al Norte y al Sur, á
todo el litoral atlántico de ÍTicaragua y de Costarica y á una
porción del de Colombia. Las miras á que aludimos son las
pretensiones que sobre el dominio de dicha costa han tenido
así la Inglaterra como las naciones de la América Central.
Hoy se da indistintamente el nombre de Costa de Mosquitos
á todo el litoral comprendido entre Omoa al Korte y el rio San
Juan al Sur.
-De este litoral corresponde á Colombia la mitad, ó sea la
parte comprendida entre dicho rio y el cabo Gracias á Dios, y
sus derechos se fundan en los siguient^es hechos y documentos:
1.0 Los descubrimientos de Colon en su cuarto y último viaje
(1502), que comprendieron desde el cabo Gracias á Dios hasta
el puerto del Eetrete. 2.o El título de Gobernador de Castilla
del Oro, dado en 1508 á Diego Mcuesa por el rey de España.
La gobernación de Diego Kicuesa comprendía toda la costa co-
lombiana que se extiende desde el golfo de Urabá hasta el cabo
Gracias á Dios. 3.o La costa de Mosquitos dependió algún
tiempo de la Capitanía general de Cuba, pero después fué agre-
gada á la de la JSTueva Granada, de la cual la separó el rey por
solicitud de los Yireyes Plórez y Góngora (1776—1782). En
1803 fué vuelta á agregar al Vireinato por lo que diremos más
adelante. 4.o Cristóbal Colon no solo tomó posesión formal de
todas las costas de Honduras, de Mosquitos, de Nicaragua, de
Costarica y de Veraguas hasta Portobelo, sino que las dos pro-
vincias de Taguzgalpa y Tologalpa — con las que fué después
formada la provincia de Comayagua — fueron conquistadas y
pobladas hasta el punto de llegar á tener 60,000 habitantes,
distribuidos entre los 25 curatos y los 94 pueblos que fueron
fundados en ella. También se levantaron allí algunas fortifica-
ciones, y filé creada en Gracias á Dios una Eeal Audiencia.
5.0 En 1699 una colonia de escoceses se estableció á mano ar-
mada en la costa de Mosquitos, y la España, aj^udada de la
Francia, obligó á la Liglaterra á desconocerla, á desamparar-
la y á acatar el dominio español en aquellas regiones. Poste-
riormente el Gobierno inglés, que en los asuntos de Mosquitos
se dejaba influenciar por las autoridades de Jamaica, así en
«1 tratado de 1763 como en los de 1748 y 1786, no solo volvió á
reconocer la soberanía de España en aquellas costas, sino que
-^ 138 -^
lii2o que los ingleses que las ocupaban las evacuasen y demo*
liesen las fortificaciones que habiau levantado en ellas. 6é<> Bu
30 de Setiembre de 1803, en nota de Madrid, decia la Junta de
Fortificaciones y defensa de Indias, entre otras cosas: '^La
defensa pues é incremento de la isla de San Andrés es no poeo
importante porque hallándose situada á los 12° 30' de lati-
tud Norte, distante poco más de cien leguas de Cartagena y
tinas cuarenta de la costa del reino de Guatemala y emboca-
dura del rio San Juan de Mcaragua, ofrece Una excelente
escala y da punto de apoyo para sostener y atender á los útiles
establecimientos de la desierta costa de Mosquitos. Pero parft/
que esto tenga mejor y más pronto efecto conviene que esto»
establecimientos, hasta el cabo Gracias á Dios inclusive, depen-
dan del Yireinato de Santafé, de cuyo Yirey deben depender
también en todos sus ramos (como lo costaban antes) las islas
de San Andrés. Aun cuando las razones expresadas y relacio-
nes mercantiles que los vecinos de San Andrés tienen con los
dé Cartagena no fuesen suficientes i)ara que aquellas islas sean
dependientes del Yireinato de Santafé, su situación local las
imposibilita para que dependan de la Gobernación de Guate-
mala, de donde no pueden en ningún caso ni circunstanciáis
recibir socorro alguno, por ser mucha la distancia á que se.
hallan y la mayor parte de ella tenerse que andar por caminos
difíciles de transitar. Para la correspondencia incierta y poco
segura de San Andrés con Guatemala se necesitan de seis á
siete meses, cuando todas las semanas pueden tenerla con Car--
tagena. Estas mismas razones militan con corta diferencia por*
lo que respecta á los insinuados establecimientos de la costa dé
Mosquitos, y así no es fáeil que progresen no estando unidos y
dependientes del Yireinato de Santafé.'' 7.o El 21 de Octubre
del mismo afio volvió á instar sobre lo mismo la Junta de For*-
tificaciones, y el rey accedió mandando expedir la real órdén-
(30 de Noviembre de 1803) que agregó las islas de San Andrés'
y la parte de la costa de Mosquitos, desde el cabo Gracias á
Dios inclusive hasta el rio Chágres, al Yireinato de Sántafó.^
8.0 En 1815 el Pacificador don Pablo Morillo expidió un decreto
declarando bloqueadas todas las costas del Yireinato de Satí-I
tafé hasta el cabo Gracias á Dios. -
Esto por lo que respecta al Gobierno español. Por lo
que hace á la República tenemos: 1.^ La antigua Colombifí^^
entre otros, expidió los decretos de 19 de Abril y de 22 de ÍFó-'
viembre de 1822 y el de 5 de Julio de 1824, que tenían pbi*'
objeto mantener la soberanía de la costa de Mosquitos, regular/
rizar su comercio y fomentar su colonización, para lo cual sé ^
establecieron buques guarda-costas. 2.o La Eepública de
Kueva Granada dijo en la ley de 2 de Junio de 1843, ai crear el
Territorio de las Bocas del Toro: "Las islas del Escudo d^I
Yeragua, de la bahía del Almirante y laguna de Chiriquí, y 1»<
parte del continente comprendida entre estos límites : al Korteí^
— 139 —
el Atlántico^ al Oriente el rio Cañaveral, al Sur la cresta de
la cordillera de Chiriquí, al !N'oroeste la línea fronteriza que
por aquella parte divide la Eepíiblica de la ííneva Granada de
la de Centro-América, y ademas la parte de la costa de Mos*
quitos hasta el cabo Gracias á Dios (como fué agregada por la
real órdeu de 30 de !No viembre de 1803 al Yireinato de Santafé)^
formarán un Territorio, que será regido de una manera espe-
cial ¿asta que su población permita erigirlo en cantón ó pro-^
vjncia, segregándose de este Territorio el distrito parroquial
denominado " El Mineral,'^ que se agregará al cantón de Saur
tiago.'' — " Para conservar ó restablecer el señorío de la STuevat
Granada en todo el Territorio de las Bocas del Toro, y para la
reducción y sujeción de los indígenas, podrá el Poder Ejecu-
tivo levantar fortificaciones en los puntos que tenga por más
convenientes, dictando todas las medidas necesarias para la
consecución de aquellos objetos,'' *
El encargado del Poder Ejecutivo en su mensaje al Congre
so de 1825 dijo: ^^Esta es una ocasión muy favorable para
entendemos en puntos de grande interés: la fijación de límites,
entre Colombia y Guatemala es de una necesidad imperiosa en
circunstancias, que algunos extranjeros pretenden especular
sobre la costa de Mosquitos y que la línea interior está abso-
lutamente incierta. El Ejecutivo, ligado á la ley fundamen-
tal de 12 de Jidio de 1821, ha declarado perteneciente á la
^^epública la parte litoral del Atlántico comprendida entre el
cabo Gracias á Dios y el rio de Chágres, dando por nula toda
colonización que no sea hecha con permiso del Gobierno y en
virtud de las leyes de Colombia,"
. En 1848 el Gobierno de nicaragua comunicó al de Colombia^
qpe f anoionarios y subditos británicos habían ejecutado actos
de usurpación en la costa de Mosquitos, que los dos Gobierno»
tenían pro indiviso^ y solicitó la ayuda de Colombia como parte
interesada, para poner término á aquella usurpación.
^ El 13 de Julio de 1880 declaró solemnemente el Senado de
la Eepública, que " Colombia tiene títulos que acreditan su.
derecho, emante del rey de España, al litoral atlántico com-
prendido desde la. boca del rio Culebras hasta el cabo Gracias
á Dios."
, El derecho que tiene Colombia al pedazo de costa en dispu-
ta, es pues el mismo que tiene á las islas de San Andrés y de
Providencia. Ademas, ese derecho emana, no solo de la misma
aptQridad sino del mismo acto real. Si Costarica (ó cualquiera
o^ nación de Centro- América) desconoce la autenticidad ó la
ficíerza de la cédula de San Lorenzo y reclama para sí la costa
♦ Todp cuanto Ia Bepública pudiera alegar ea su favor respecto de la
c^ítade Hosqaitos, se halla consignado en un folleto muy interesante que
pttblicd en Nueva York, en 1855, en inglés y en castellano, el Encargado de
Negocios de Nueva Granada cerca del Gobierno norte-americano, Victoria-
néjete B. J?ín^4^.. . . ,. :
— 140 —
de Mosquitos, debe reclamar también las islas mencionadas,
yá que una y otras le pertenecieron alguna vez accidental-
mente. Pero no se comprende que sea aceptada como válida la
una mitad de la cédula y la otra mitad nó. *
En ííoviembre de 1880 ajustó Colombia con el Gobierno de
Costarica un tratado por el cual se defiere al juicio de un arbi-
tro de común elección, la decisión definitiva de la querella de
límites entre las dos naciones. Mientras tanto seguirá rigiendo
para ambos Gobiernos lo que algunos llaman el uti possidetis
de jure con relación á 1810.
Por lo demás, lo que ba habido con respecto á la costa de
Mosquitos es cierta tolerancia ó abandono de parte de Colom-
bia. En efecto, liestrepo dijo en su Historia : " Conforme á
esta disposición" ( la de la cédula de San Lorenzo ), " que aún
se hallaba vigente en 1810 cuando principió la revolución que
nos dio independencia, el Gobierno de Colombia y después el
de la Nueva Granada, tenian derecho de ejercer jurisdicción
civil y militar desde el cabo Gracias á Dios hasta el rio Cule-
bras ó Punta-Carreta, límite anterior del Yireinato de Santafé
según el mapa de Humboldt publicado en 1823. Emx^ero, esta
jurisdicción indefinida en cuanto á la anchura, y que solo corre
por la línea de la costa de Mosquitos, de nada sirve á la Nueva
Granada, á no ser para suscitarle cuestiones desagradables con
las repúblicas de Centro- América y con las naciones extran-
jeras que codician aquel territorio. Por tan i)oderosos motivos
los granadinos no deben continuar sosteniendo la mencionada
jurisdicción marítima más allá ó al norte del rio Culebras.
Entendenios que nuestro Gobierno piensa del mismo modo
(1848), y que muy pronto hará un tratado con el Gobierno de
Costarica arreglando conforme á estas indicaciones los límites
respectivos al través del istmo de Panamá." Joaquín Acosta
dio en su mapa el rio Dorados ó Culebras como línea divisoria
de las repúblicas de IsTueva Granada y de Costarica ; y trató
de justificar esta línea, así como las otras de demarcación que
trazó en él, con la siguiente nota : "Para trazar los límites con
las repúblicas vecinas he debido recurrir al principio hoy explí-
citamente admitido, y he adoptado por tanto los que tenia el
Vireinato en 1810, época d6 nuestra revolución." Mas, como
en 1810 hacia yá siete años que la costa de Mosquitos perte-
necía al Yireinato de iíí^ueva Granada, es claro que Acosta,
cuando hizo su mapa, no conocía ó no recordó la cédula de 3 de
Noviembre de 1803, pues ella hace parte de los títulos territo-
riales de Colombia con relación al uti possidetis de 1810.
En el mapa de la provincia de Veraguas, hecho por Codazzí,
hay una nota que dice : "La línea amarilla sale de los puntos
* Por el tratado de 28 de Enero de 1860. la Inglaterra reconoció á
Nicaragua el derecho que ésta dice tener en la costa de Mosquitos, mediante
ciertas condiciones.
— 141 —
detenoinados en las costas de ambos mares y va á bascar un
tercer punto, que de Bugabo conduce al pueblo de Buraca.
Ese camino, que es una mala vereda, pasa por la cumbre de la
serranía de Las Cruces, que siempre han reconocido los indios
de Buraca y los vecinos de Bugabo como la línea divisoria de
ambas provincias, y aun en el dia la reconocen y respetan,
aunque en los potreros de Canasgordas han tenido ganado los
vecinos de Bugabo, distrito de la provincia 4e Chiriquí, y en
los potreros del Limón los indios de Buruca, del Estado de
Costarica. Ademas, se nota que casi hay igual distancia, por
terrenos despoblados, desde las cumbres de la cordillera de
Las Cruces hasta ios dos lugares habitados: Bugabo de criollos
granadinos y Buruca de indios de Costarica.
" Desde la cordillera de Las Cruces hasta buscar la cima de
los Andes y luego las cabeceras y curso del rio Dorados y Cule-
bras, es una líne;^, muy natural y permanente : pero no sucede
así de la cordillera de Las Cruces á buscar la punta Burica,
porque es difícil tener demarcada una línea permanente en una
montana de una configuración casi xilana, con diversas eleva-
ciones y terromonteros, hasta encontrar el cordón de cerros
que termina en punta Burica. Se deberá pues buscar un límite
más natural y fácil de reconocerse en todo tiempo para evitar
cuestiones ulteriores, que haiian suscitar los vecinos que fuesen
á habitar lo que hoy está desierto. Por tanto, propondría la
línea marcada de rosado, que sale del Golfito por el rio de este
nombre hasta su origen, que está en la cordillera de Las Cruces.
Tieue esta línea la ventaja de no necesitar ingenieros para
reconocerla."
Ancízar en su *^ Apéndice al texto universitario de Derecho
Internacional" dio como límite entre Colombia y Costarica,
hacia el Atlántico, el mismo rio Culebras.
Ponce y Paz, que compilaron los mapas de Codazzi adap-
tándolos al sistema federal, tomaron la demarcación territo-
rial de primer orden que éste dio á la Eepública; y lo mismo han
hecho todos los que han trabajado mapas ó geografías de
Colombia después de que fueron dadas á luz las obras de la
Comisión Corográfica, organizada desde 1849. Sin embargo, nar
da de esto puede servir de argumento en contra de los derechos
territoriales de la Eepública; ni tampoco el que ésta misma, al
crear la provincia de Veraguas, la hubiese compuesto de solo
los cantones de Santiago, de La Mesa, de Alanje y de .Gaimí,
pues aunque el Congreso tenia por la Constitución vigente
entonces (1821) la facultad de fijar los límites de los departa-
mentos, de las provincias y de las divisiones del territorio que
fnerau necesarias para la mejor administración de Colombia,
no podía ceder ni abandona? porción alguna de ella á ninguna
nación extranjera. Adema»; esa misma Constitución había
declarado que el territorio de la Eepública era el mismo del
extinguido Vireinato, así como habia declarado que continua-
— 142 —
rían en su: fuerza y vigor todas las leyes antiguas en todas laé
materias y puntos que directa ó indirectamente no se opusiesen
á esa misma Constitución, ni á los decretos y leyes del Congre-
so. La cédula de 3 de iíoviembre de 1803 en nada se opuso á
lo que mandó el Congreso de Cuenta, ni se ha opuesto después
á lo que haya mandado el Cuerpo legislativo de Colombia. Esa
cédula está vigente hoy como estuvo el dia en que fué expe-
dida, y en ella se fundó la ley de 2 de Junio de 1843 que creó
el Territorio de las Bocas del Toro, de que hemos hablado yá.
Los libros y los mapas, tengan ó no carácter oficial, las
opiniones de los sabios y viajeros, las instrucciones dadas a los
diplomáticos, los protocolos, los proyectos de tratados, las
promesas, las leyes equivocadas, las demarcaciones internas de
límites, nada de esto tiene valor ni efecto decisivo en materia
de límites internacionales. Estos no los fijan y aceptan las
naciones por simples incidentes, sino en vista de sus respectivos
títulos y bajo la forma de convenios públicos solemnes. Colom-
bia tendrá pues derecho á las costas del Atlántico comprendí-
das entre el rio Culebras y el cabo Gracias á Dios, hasta que
el soberano, que es la nación misma, no renuncie públicamente
y por acto expreso ese derecho, ó hasta que Costarica no le pre-
sente una cédula que diga lo contrario de lo que dice la de 30
de Noviembre de 1803, ó que revoque ésta, con referencia á un
tiempo/en que eso pudo ser hecho por el Gobierno español. En
cuanto á la prescripción, yá hemos dicho que ella está inter-
rumpida por el principio del uti possidetis.
(Con el Ecuador).
Parte la línea desde la boca de la quebrada ó riachon Mafajé
y sigue, aguas arriba, hasta la cabecera de éste, que está en la
cumbre de un gran ramal de los Andes que separa las aguas
que van al Santiago de las que van al Mira. Sigue de ahí por
todas estas cumbres en dirección S-E primero y luego en
dirección K-E, por corto trecho, hasta la boca del rio Saii Jttan
en el rio Mira. Pasada esta boca busca la línea las cumbreé
de la cordillera que separa l^s aguas que bajan al Mira de laj^
que Imjan al San Juan, y por ellas va hasta el origen de la que-
brada Plata, que entra en el Mallasquer (el mismo San Juan)}
coge luego este rio, aguas arriba, hasta la quebrada Agualie-
dionda j y ésta hasta su origen en las faldas del volcan de
Chiles. Sigue por las cumbres de éste, y después por todo ej
rio Garclii, aguas abajo, hasta el rio Bumichaca. Coge ahí el
Eumichaca, curso abajo, hasta la quebrada Tejes; ésta, agua^
arriba, hasta el cerro de la Quinta; este cerro hasta el de Tror
yay y luego por su cumbre hasta el gran llano de Los Ricos^
Entra en seguida en la quebrada Fun, la que sigue hasta su
desagüe en el Chunquer; busca luego la cumbre de la cordillera
de los Andes, pasando por los cerros Mirador de Guaca y
— US —
PiedreiSj y va hasta la cima del nevado de Cayaníbe, que está
debajo de la línea equinoxial. Toma en seguida el Coca desde
sus primeras aguas hasta su desembocadura en el Kapo, y des-
pués el J^apoj aguas ab^jo, hasta su entrada en el Amazóncbs.
Finalmente, sigue por este rio hasta la entrada del Yavari^
frente á Tabatinga.
" Para trazar esta línea hemos tenido en cuenta, no las pre-
tensiones ecuatorianas, sino los documentos del caso, que se har
lian en la Secretaría de Relaciones Exteriores ; y ademas, que,
tanto el Prefecto del Caquetá como el Corregidor de Aguarico,
opinan lo mismo que nosotros, puesto que dependen de su auto-
ridad los pequeños pueblos de San Baíael de la Coca (distante
2 miriámetros del Aguarico) y el de San Antonio, que está en
la embocadura de este río en el Ñapo, cuyos habitantes se han
considerado como pertenecientes á la Union Colombiana, sin
que nadie haya disputado á las autoridades de ésta su juris-
dicción. Por el contrario, ha sido siempre acatada por las
autoridades del cantón del Kapo de la república del Ecuador,
limítrofe del Corregimiento de Aguarico, Tampoco hay cons-
tancia alguna de que en tiempos de la antigua Colombia ni
después, el Ecuador haya tenido pueblos sobre el rio Coca
dependientes de sus autoridades del Ñapo, ó de otras." *
Es este el lugar de consignar una observaciojí respecto de
Tabatinga, fortaleza de los portugueses sobre territorio colom-
biano. Vése por el diario de Requena, encargado de la comi-
sión de límites, que éste convino con los Comisarios de Portu-
gal en que el marco que indicase el punto divisorio del domi-
nio de ambas coronas se jmsiese, como se puso, en la boca del
rio Yavarí. Debían ademas los portugueses entregar al Comi-
sario español la orilla izquierda ó setentrional del Amazonas,
hasta la boca más occidental del Yupurá, que es la llamada
Avatiparana ; pero no lo hicieron con el pretexto de que que-
daba Tabatinga en rehenes hasta que se resolviese sobre su
reclamo de San Carlos y de San Felipe, que aseguraban perte-
necer al Portugal. Esto no era cierto, puesto que estos dos fuer-
tes fueron fundados por los españoles, y tenían existencia
desde antes de 1762, en tiempo de la expedición de Iturriaga y
de Solano. En la copia del mapa que el Yirey Abascal trajo
del Pqiií figura San Carlos, pero no San José de Maravitanos,
que no existia' cuando Solano visitó el Rionegro y pacificó
las tribus que vivían en él hasta el raudal de Corocubí. De
atí se infiere que la fundación del fuerte de San José por los
portugueses fué posterior.
La expedición de Solano fué en^iada á consecuencia del
tratado de 1750, para deslindar xírácticamente los confines ame-
ricanos pertenecientes á las dos monarquías. Sin embargo, los
miembros de la expedición que debía demarcar las fronteras de
* Codazzi,
la antigua Küeva Granada no llegaron á reunirse, y los Comi-
sarios españoles, después de haber recorrido el alto Orinoco y
parte del Atabapo, se separaron en 1762 por haber sido disuelt»
la comisión y haberse encargado Iturriaga de la gobernación
de Guayana.
En el añapa de Eequena, de 1788, aparece San Felipe casi
frente á San Carlos sobre el Eionegro, con el nombre, ambos,
de fortalezas españolas j y más abajo de la piedra de Cocuy San
José de Maravitanos como fortaleza de los portugueses. Ésta
debió ser construida indudablemente después de 1762, época en
que se retiró Solano.
Tabatinga es pues un lunar que está en nuestro territorio,
y debe pertenecemos según los tratados y según las demar-
caciones hechas en las bocas de los rios Ya varí y Avatiparana,
y las hechas en las márgenes del Marañon ó Amazonas por
los Comisarios de ambos reinos en 1781, sin que hubiera para
esto ninguna vacilación ni disputa; pues fueron colocados al
efecto muro» piramidales, que indicaban ser común á ambas
coronas la navegación del Amazonas desde el Yavarí, que le
entra por la derecha, hasta el Yupurá, que le entra por la
izquierda.
Estando pues el mojón de término en Yavarí, ¿cómo podia
ser Tabatinga de los portugueses, si queda en la orilla opues-
ta? Ademas, nunca se verificó ía entrega de esta fortaleza
según lo demostraron la relación de Eequena de 16 de Enero
de 1783, hecha á don Luis de Unsaga y Anusaga, Capitán gene-
ral de Caracas, y la carta de éste dirigida al dicho Eequena el
12 de Junio de 1782.
Por lo demás, los límites de Colombia con la Eepública del
Ecuador no están sujetos á ninguna disputa, pues ñieron fija-
dos por un tratado público entre las dos naciones : el de 8 de
Diciembre de 1832. El artículo 3."" de ese tratado dijo á la letra'
lo siguiente: ^'Los límites entre los Estados de Kueva Grana-
da y el Ecuador serán los que conforme á la ley de Colombia
de 25 de Junio de 1824, separaban las provincias del antiguo
Departamento del Cauca del del Ecuador, quedando por consi-
guiente incorporadas á la Kueva Granada las provincias de
Pasto y de Buenaventura, y al Ecuador los pueblos que están
al Sur del rio Carchi, línea fijada por el artículo 22 de la expre-
sada ley entre las provincias de Pasto y de Imbabura." La ley
de 25 de Junio dijo : "Artículo 9? El Departamento del Cauca
comprende las provincias de FopayaUy su capital Popayan; la
del C^ocd, su capital Quibdó; la de Pasto^ su capital Pasto ; y la
de Buenaventura^ su capital, por ahora, Iscuandé. § 1? Los can-
tones de la provincia de Popayan y sus cabeceras son: Popayan,
Almaguer, Calote, Cali, Eoldani'llo, Buga, Palmira, Cartago,
Tuluá, Toro y Supía. § 2? Los de las provincias del Chocó son:
Atrato, cabecera Quibdó, y San Juan, cabecera Nóvita. § 3^
Los de la provincia de Pasto y sus cabeceras son: PastOy
-- 145 —
Táqtierres é It)iáles. § 4? Los de la i)roviiicia de Buenaventnra*
8on: Iscuandé, Barbacoas, Tamaco, Micay, su cabecera Guapí,
y Raposo, su cabecera La Cruz."
^^ Artículo 20. Al Departamento del Ecuador corresponden
en lo interior los límites que lo dividen del de Azuay y del
de Guayaquil : y en la parte del litoral desde el puerto de Ata-
camas — cerca de la embocadura del rio Esmeraldas — hasta la
boca del Ancón, limite m^idional de la provincia de Bxievtatenr
tura en la costa del mar del Sur.
"Artículo 22» El Departamento del Cauca se divide del del
Ecuador por los límites que han separado á la provincia de
Popayan en el rio Carchi^ que sirve de términos á la provincia
de Pasto."
Veinticuatro anos después, en el tratado de 9 de Julio de
1856, fué estipulado lo que sigue: ^'Artículo 26. Mientras que
por una convención especial se arregla, de la manera que mejor
parezca; la demarcación de límites territoriales entre las dos
Eepúblicas, ellas continúan reconociéndose mutuamente los
mismos que conforme á la ley colombiana de 25 de Junio de
1824 separaban los antiguos Departamentos del Cauca y del
Ecuador. Quedan igualmente comprometidas á prestarse coo-
peración mutua para conservar la integridad del territorio de
la antigua república de Colombia que á cada una de ellas per-
tenece.'^
(Con el Brasil).
Empieza la línea en el Amazonas, el cual sigue aguas aba-
jo desde la boca del Ya?;an, frente á Tabatinga, hasta el arran-
que meridional del brazo Avatiparana, Toma luego este brazo
hasta su entrada en el rio C aqueta. Ahí toma por el Caquetá
arriba hasta la boca de la laguna Cumapi j^ó si se quiere i)or la
de Marakí, que está más atíás), la que sigue hacia el Korte
para buscar el Bionegro en la boca del Cahahuriy írente á
Laureto. Allí entra en el rio Cababurí, el cual sigue hasta el
cerro Cupí^ principio de los montes que median entre el Orinoco
y el Amazonas..
Por el artículo 9.o del tratado de 1750 entre España y Por-
tugal, se estipuló "que continuase la frontera por el medio del
Tupurá y por los demás rios que se le junten y se acerquen
más al rumbó del iíorte, hasta encontrar lo último de la cordi-
llera de montes que median entre el rio Orinoco y el Marañen ó
délas Amazonas, y que siguiese luego por las cumbres de estos
lüontes al Este hasta donde se extendía el dominio de una y otra
monarquía." Después siguió el artículo previniendo que se
cubriesen los establecimientos de una y otra nación, especial-
mente los que tuviesen los portugueses en las orillas del Yupurá
y del Eionegro, como también la comunicación ó canal de que
éstos se servían entre esos dos rios^ y que luego se enderezase
el límite cuanto se pudiese hacia el Norte. En las instruccio-
10
— 146 —
lies reservadas para la dirección de la Junta de Estado, que fue-
ron presentadas á Carlos III por uno de los signatarios del tra-
tado (el Conde de Floridablanca) y que corren impresas (páginas
213 á 218), se ve que al hacer el tratado de l.o de Octubre de
1777, observó el plenipotenciario español: "que era dudosa la
existencia de la cordillera de montes que se decia existia entre
el Orinoco y el Maraüon, pues no constaba quién la hubiese
Reconocido, ni se hallaba en los mapas. Ademas, como era incier-
ta la distancia que hubiese hasta ella, adoptar un punto tan
indeterminado podia perjudicar á cualquiera de las partes, ó á
ambas." Esto hizo fuerza al plenipotenciario portugués, y en
consecuencia se omitió el artículo 9? del tratado de 1750 en el
de 1777, y se pactó en su lugar (artículo 12) : "que continuase la
frontera subiendo, aguas arriba, la boca más occidental del
Yupnrá, y por en medio de este rio hasta el punto" (yá no hay
cordillera ñi se trata de encontrarla) "en que puedan quedar
cubiertos los establecimientos portugueses de las orillas de
tlicho rio Yupurá j del Negro; como también la comunicación
de que se servían los mismos portugueses entre estos dos rios
al tiemi)0 de celebrarse el tratado de 13 de Enero de 1750, con-
forme al sentido literal de él y de su artículo 9?" Esta referen-
cia al artículo 9? y al sentido literal del tratado, es claro que
tendía d cubrir, los establecimientos portugueses y la comunica-
ción ó canal de que éstm se servian entre ambos rios^ y así lo
éxi)resan las instrucciones reservadas antes citadas.
Sentado esto, haremos algunas reflexiones.
1^ Subiendo el Yupurá y el rio de Los Engaños no es posi-
ble encontrar lo alto de la cordillera de montes que median
entre el Orinoco y el Marañou ; y si se hubiese subido hasta
las cabeceras del Yupurá y de Los Engaños, se habrían encon-
trado las cumbres que se])aran las aguas que van al^Marañon
de las que viei'ten al Magdalena, y nó las que vierten al
Orinoco.
/ 2* Los evStablecimientos ¡)ortugueses en 1750 no alcanzaban
á Lauveto, cerca de la boca del Cababurí en el Eionegro, como
lo demuestra el mapa que trajo el Yirey Abascal, en el cual
está delineado el viaje de don José Solano, quien pacificó las
tribus del llionegro hasta el raudal ó catarata de Corocubí,
aiTÍba de la boca del Cababurí.
3* La comunicación que tenían entonces los portugueses
la determina el mismo mapa, pues por el Yui>urá entraban en la
laguna de Cumapí y pasaban por ella al rio Yurubasi, que cae
al Negro mucho más abajo del Cababurí.
Esto es ])ues lo que se ha tenido presente para trazar la
línea indicada. Con ella queda libre la comunicación que los
portugueses tenían entre el Yupurá y el Negro. También que-
darían cubiertos sus establecimientos si se tomase la línea de
rios que vienen del Norte, y quedarian encontrados los montes
que medían entre el Orinoco y el Amazonas, cuyas cumbres
debía buscar la línea divisoria hacia el Oriente.
— 147 —
Al entrar Colombia en la vida de nación independiente here-
dó de la España, junto con otras nuiclias cosas, las disputas y
<]uerellas seculares que este reino habia tenido con el de Poi;-
tugal á propósito de posesiones territoriales y de límites de
"éstas en el Nuevo Mundo. Sabido es que los portugueses, que
viven por decirlo así sobre las orillas del océano Atlántico,
estuvieron por mucho tiempo poseídos del espíritu de viajar y
de descubrir, y que si los españoles habían venido desde 1393
hasta las islas Ganarías (las Afortunadas de los antiguos), ellos
habían avanzado hasta las islas de Cabo Verde desde la mitad
del siglo XV y doblado el cabo de Buena-Esperanza seis años
antes de que Colon descubriese la Américíi. Eran pues dos
])ueblos rivales y atrevidos que se hacían viva comi)etencia eu
la exploración del globo terrestre.
Para regularizar en i)arte esta comi)etencia, nó para diri-
mirla, se estipuló en el tiatado de 1479 (jue el derecho de trafi-
car y de descubrir en la costa occidental del África quedaría
exclusivamente reservado u los portugueses. Estos, en cambio,
renunciaron á todas sus i)retensiones sobre las Canarias, islas
que quedaron desde entonces sujetas á la corona de Castilla.
Fué este tratado el que abrió á los españoles de par en par las
l)uertas del Occidente.
• Muy poco tiempo después del primer viaje de Colon á Amé-
rica, acudieron los Eeyes Católicos á la Corte de Eoma para
ijue les confirmase la posesión de los descubrimientos hechos
en él, y para que los invistiese de una jurisdicciou absoluta,
igual á la que les había concedido á los portugueses en las
regiones orieníales. * "Era entonces opinión admitida, dice
Prescott, cuyo origen se remontaba quizá hasta las Cruzadas,
que el Papa, como Vicario de Jesucristo, tenia autoridad i)ara
disponer de todos los países habitados por gentiles en favor de
los príncipes cristianos.'' Alejandro VI atendió esta solicitud,
y el dia 3 de Mayo de 1493 publicó una bula en que — tanto por
* *' Gil Yáñez babia conseguido doblar el terrible cabo Boyador. Las cara*
betas portuguesas avanzaban notablemente, expedicionando sobre las costas
ofricauas, y volvían cargadas de oro y de esclavos. La codicia empezó á germi-
nar en aquellos que no habian visto en aquellas expediciones sino una serie de
aventuras dirigidas por un visionario. Para po.ier á raya la ambición de los
émulos, apeló el Infante á la Santa Sede, que era la reconocida dispensadora de
los imperios. Desde los tiempos de las Cruzadas habia sido adoptada por los
principes cristianos la doctrina que consagraba el derecho de invadir, saquear
y conquistar el territorio de los infieles; y cubriendo así la ambición de la
conquista con la cnpa del celo religioso, Su Santidad confirmaba lo que la fuer-
za habia obtenido, y la bula dictada se consideraba como titulo perfecto de
dominio. Dominab.^i á la sazón la cristiandad el Papa Martin V quien, aten-
diendo á la solicitud del Infante don Enrique, dictó en su favor la bula de 8 de
Enero de 1454, en la cual declaraba como propiedad de los portugueses todo lo
que descubrieran desde el cabo Boyadur hasta la India Oriental inclusive; cuya
gracia fué confirmada por los Pontífices Calixto III y Sixto lY < n las bulas que
lespectivamente dictaron en 15 de Marzo de 1456 y en 21 de Junio de 1481."
QcuANo Otebo. "Límites déla República &.*"
los emmentes servicios prestados por los monarcas españoles á
la santa causa de la Iglesia (y especialmente el de haber des-
truido en España el imperio mahometano), cuanto porque
quería darles más ancho campo para la prosecución de sus pia-
ídosos trabajos, "por su propia delibera<iioii, de ciencia cierta, y
por la plenitud de su poder apostólico" — ^los confirmó en la
posesión de todos los países que descubriesen en adelante en el
í)céano occidental, con tan amplios derechos jurisdiccionales
eomo los enantes concedidos á los reyes portugueses respecto
<de los descubrimientos hechos por ellos en otras partes. Ade-
mas de esto, para evitar dudas y disputas entre ambas monar-
íquías, al día siguiente de la promulgación de la bula de que ha-
blamos, el Papa promulgó otra por la que adjudicaba á los Reyes
/Católicos todas las tierras que éstos descubriesen al Occidente
y al Sur de una línea imaginaria tirada de polo á polo, á la
distancia de cien leguas al Oeste de las islas Azores y de las
islas de Cabo Verde. Prescindiendo del error cometido al
hablar de i)nntos geográficos situados al sur de los meridianos,
'<* parece que el Papa no creyó que los españoles, avanzando en
,sus descubrimientos hacia el Occidente, pudiesen llegar con el
tiempo á los límites orientales de los países concedidos yá álos
portugueses. Al menos así aparece del conttmido de una terce-
ra bula publicada el 25 de Setiembre del mismo año, por 1»
cual se investía á los reyes de España del más pleno derecho
Jurisdiccional sobre todos los países que descubriesen, ya fuese
:en el Oriente, ya dentro de los límites de la India, sin que obs-
tase á ello cualesquiera concesiones previas en contrario.'^
Estas decisiones de la Corte pontificia relacionadas con el des-
cubrimiento del Brasil, que tuvo lugar siete ú ocho años des-
pués, fueron la base de los alegatos entre España y Portu-
gal sobre sus posesiones respectivas en la América del Sur,
alegatos que han sido continuados por las repúblicas meridio-
nales que parien límites con aquel imperio hacia la hoya del
; Amazonas y hacia las hoyas de los caudalosos tributarios de
éste.
Las disputas á que nos referimos fueron en parte cortadas
ten tiempo de los Reyes Católicos por el tratado de Tordesillas
(de 7 de Junio de 1494), eñ el cual se aseguró a los españoles
. el derecho exchisivo de navegar el Océano occidental y de
hacer descubrimientos en él, en cambio de que la línea ponti-
ficia no se considerase tirada á cien leguas sino á trescientas
setenta leguas al Occidentje de las islas de Cabo Verde. Fué
este arreglo el que dio á los portugueses la posesión del Brasil,
y no el supuesto descubrimiento de Cabral, pues mucho antes
de que éste llegase á aquel país, dos navegantes castellanos
habían llegado á él y tomado posesión dé él en nombre de los
Reyes Católicos. Hay más: la Corte portuguesa misma no
, tuvo al principio ideas claras sobre el Brasil ni sobre la verda-
idera posición geográfica de este país, porque el rey Manuel en
— 149--
mna carta que dirigió á los monarcas españoles participando^
el viaje de Oabral, les habló de la región nuevamente descií-
bierta como <ie un país no solo útil sino necesario para la nave-
galdón de las Indias Orientales. Los mapas antiguos (sea por ,
ignorancia, sea con malicia) colocaron el Bra^sil 22^ más ál
Oriente de su verdadera longitud, á fin de que ese vasto impq-
rio quedase en la parte portuguesa según el tratado de Torde-
sillas ; y en lugar de medir con la legua española, fueron medidas
las trescientas setenta leguas al Occidente de la línea pontificia
con la legua portuguesa, que por ser de diez y siete al grado dio
al Portugal lo que no se le hubiera dado en el caso contrario.
Adoptada la legua esi3afíola, solo habría tocado á aquel país el
borde del promontorio del Nordeste del Brasil. ♦ \ Tal es lá
historia y tales son los títulos originarios de este imperio á lá
posesión del territorio que mantiene en litigio con algunos de
los países sur-americanos !
Para mayor claridad, á lo dicho agregamos lo que sigue:
en el tratado de San Ildefonso (artículos 11 y 12 ) la línea qufe
Colombia heredó de España y á la que tiene derecho quedó
trazada así : " Bajará la línea por las aguas de estos dos ríos,
€hMporé y Mamoréj yá unidos con el nombre de Madera,
hasta el paraje situado á igual distancia del rio Marañen ó
Amazonas y de la boca del Mamoré ; l^^y desde aquel paraje
continuará por una línea este-oeste hasta encontrarse con la
ribera oriental del rio Yavarí^ que entra en el Marañen por su
ribera austral ; y bajando por las aguas del mismo Yavarí
hasta donde éste desemboca en el Marañen ó Amazonas, segui-
rá aguas abajo de este rio (Amazonas) — que los españoles sue-
len llamar Orellana y los indios Guinea — hasta la boca más
occidental del Ynpuráj que desagua en él i)or la parte setentrio-
nal.... Continuará la frontera subiendo aguas arriba de dicha
boca jnás occidental del Yupurá y por en medio de este rio,
hasta aquel punto en donde puedan quedar cubiertos los esta-
blecimientos portugueses de las orillas de dicho rio Yavari y del
N^egrOj como también la comunicación ó canal de que se servían
los mismos portugueses entre estos dos rios al tiempo de cele-
bra-rse el tratado de límites de 13 de Enero de 1750, conforme al
sentido literal de él y de su artículo 9?, I^lo que enteramente
se ejecutará según el estado que entonces tenian las cosas,^^
«in perjudicar tampoco las posesiones españolas ni sus respecti-
vas pertenencias y comunicaciones con ellas y con el rio Orino-
co'' " á cuyo fin las personas que se nombren para la eje-
cución de este tratado señalarán aquellos límites, buscando las
lagunas y ríos en donde se junten al Yupurá y Negro y se acer-
quen más al rumbo del Norte.''
Para trazar pormenorizadamente esta gran línea se la
• Hay que tener presente que Mariana, por un error ó por cualquier
otro motiyo, hizo pasar la línea de demarcación cien leguas más hacia el
Occidente del punto que los mismos portugueses pretendían.
— 150 —
dividió en secciones, y la sección que importaba á Colombia faé
encargada al Gobernador de la Provincia de Maynas, don
Francisco Eequena, ingeniero. Requena no pudo obtener nin-
gún resultado, porque los portugueses perseveraron en la mis-
ma política que habian venido observando hacia siglos, y para
todo presentaron obstáculos y dilaciones, no siendo los menores
de ellos el dar á cada artículo del tratado de San Ildefonso dis-
tintas interpretaciones, y liacer que de ellas fuese extendida una
diligencia en debida forma para consultar á los Gobiernos de
Lisboa y de Madrid desde el seno de las regiones amazónicas.
Empero, los once años que Requena empleó en este penoso
trabajo no fueron i^erdidos, porque así sus Memorias como
sus notas y su mapa dejaron resuelta la cuestión límites en
muchos de los puntos cardinales. " No habian bastado jmes
veinte anos,'' dice Quijano Otero en su importante obra sobre
los límites de los Estados Unidos de Colombia, * '^para trazarla
línea de división entre las colonias españolas y lusitanas ; nin-
guna de las dos partes había logrado convencer á la otra ; las
dos Cortes no habian logrado ponerse de acuerdo, ó habian
tenido que diferir las disputas que se les consultaban en aten-
ción a graves acontecimientos en que se hallaban comprome-
tidas. En 1801 la cuestión estaba en el mismo pié que en 1780:
habla un pacto solemne que trazaba una línea fronteriza entre
los dos países, y ese pacto se reconocía como base única é inva-
riable para el deslinde, solo que el Portugal habia comprobado
hasta no dejar duda su sistema de usurpación y de alegar el
hecho de poseer^ cumi)lido no importa cómo, contra el derecha
sancionado y reconocido por él mismo " " j, Cuáles erint
pues los resultados del tratado de San Ildefonso ? ¿ El deslinde
de las dos colonias estaba más adelantado que en 1761, cuando
se ajastó el del Pardo, ó en el memorable de 1494, cuando se
celebró el de Tordesillas ? , No : la disputa estaba en el mismo
pió que tres siglos antes. Portugal habia ganado los inmensos
territorios usurpados durante aquellos años, y España los cedia
á trueque de fijar una línea que circunscribiera sus dominios y
que sirviera de valla á la amenazadora expansión de su vecino."
"En conclusión, los trabajos de los Comisarios no
dieron otro fruto que el de hacer conocer aquellos territorios
casi ignorados, pero ningiino para los efectos del deslinde. La
nación española habia perdido el tiempo y el dinero, pero que-
daba de pié la fix>ntera de derecho descrita en el tratado de
1777; frontera que más tarde ó más temprano lia;brá de hacerse
efectiva, porque jamas el simple reconocimiento que podría
decirse geogTáfico de un territorio se ha considerado como con-
quista, ni la violación de un tratado como acto de posesión legí-
tima, ni la usurpación como derecho.''
Al principio de este siglo las guerras napoleónicas no per-
* Sevilla. 1881.
— 151 —
mitieron á España ni á Portugal ocuparse de límites, teuleiido,
como tenían, un negocio más grave entre sus manos, cual
era el de su propia independencia y libertad ; y yá '^ al finali-
zar el ano de 1821,'^ continúa Quijano Otero, 'Mas antiguas-
colonias formaban dos nacionalidades que heredaban de las
respectivas metrópolis todas las obligaciones y todos los dere- ;
chos que áiquéllas tenian. La demarcación de los territorios »
coloniales pendiente entre España y Portugal, debia ser resuel-
ta en la parte á que se refiere este escrito, entre Colombia y el!
Brasil. jSTo habian cambiado sino los nombres, pero el derecho
era el mismo : la frontera descrita y pactada en el tratado de
San Ildefonso separaba las dos nacionalidades, y no tenian que !
hacer sino fijarla prácticamente.''
La ley 3 de 2 de Mayo de 1845 decía : " Los Territorios co-
nocidos con los nombres del Andaqmy de Mocoa serán goberna-
dos de una manera especial conforme al artículo 167 de la Cons-
titución, con el nombre de Territorio del Caqtietá. Los límites
de este Territorio serán : al Occidente la cumbre de la rama ,
oriental de los Andes, desde el páramo de Sumapaz hasta los
límites con el Ecuador ; al Norte la línea que separa las ver-
tientes que corren del Sur hacia el Guaviáre 5 y al Oriente y el
Sur los linderos con los países vecinos segtm los tratados cele-
brados entre los Gobiernos de España y Portugal.
(Con Venezuela).
Empieza la línea en el cerro Cuj^i y va rectamente á cortar '
el caño Maturaca. De este cano se dirige, rectamente también,
hacia la Piedra de Cocuy en el Eionegro. Sigue luego este rio,
aguas arriba, hasta la boca del brazo CasiquiarCj y luego éste
hasta su entrada en el Orinoco, el cual sigue, agua^ abajo,
hasta la boca del Meta. Toma luego este rio hasta frente al •
antiguo Apostadero, que se halla en el meridiano del paso del
Viento sobre el rio Arauca. * Desde allí la línea sigue rectamen-
te al Norte orillando la laguna del Término por su parte occi-
dental hasta dar con el rio Arauca. Toma luego este rio, aguas
arriba, hasta la parte occidental de la gran laguna ó Desparra-
madero del Sarare. Allí, siguiendo hacia el Norte franco va á '
buscar el J^ula, el cual sigue hasta sus cabeceras. Sigue después
por las cumbres vertientes de la serranía que, desde el Nula y el
Oirá, divide las aguas del Norte de las del Sur y sigue corriendo
en la dirección general del Noroeste hasta el Páramo de Tama, '
De ahí va directamente al Norte por las aguas del Táchira abajo
hasta la unión de éste con el Pamplonita; luego sigue las aguas
de estos dos rios reunidos hasta frente de la quebrada Don Pe-
dro, la cual sigue hacia el Oriente hasta sus orígenes. En éstos,
toma la línea hacia el Norte por las cumbres y va en busca de
* Este meridiano es el 5.o hacia el Oriente de Bogotá.
— 152 —
las cabeceras de la quebrada Chmaj cajo cnrso sigue hasta su
desembocadura en el rio OuarumitOj por el cual, aguas abajo,
continúa hasta el rio de La Grita; luégb va por éste hasta el
Zulla. De ahí en adelante, casi al Noroeste sigue la línea por
desiertos desconocidos hasta la confluencia de los ríos Tarra ó
Tibú y Sardinata; va luego por entre una selva solitaria hasta
encontrar el punto de reunión del Catatumbo j del Oro, cuyas
aguas (las del Oro) sigue hasta sus cabeceras más occidentales,
siu ^ar lugar á incertidumbre alguna. Sigue después la línea
por las crestas de las sierras de Motilones y de Perijd hasta
frente á las cabeceras de los ríos Socuy y TotoU; luego toma el
curso del primero hasta su unión con el Guayare, los cuales,
unidos, toman el nombre de rio Limón» Sigue luego este hasta su
. desembocadura en la laguna de Sinamaica (que pertenece á
Venezuela), por cuyos bordes busca el grande .E7?ieaZ ( laguna
que pertenece íntegramente á la Union colombiana). De ahí
pasa á la boca del caño Paijana en la ensenada de Calabozo.
La creación del Yireinato de Kueva Granada no introdujo
por lo pronto ningún cambio en los límites del territorio que
debia componerlo, pero setenta y siete años después mandó el
Gobierno español separar de él las provincias de Guayana, de
Cumaná y de Maracaibo, y las islas de Trinidad y de Marga-
rita, y agregarlas á la Capitanía general de Venezuela. Es de
advertir que de tiempo atrás las provincias é islas de que
hablamos pertenecían en el ramo de hacienda á la Intendencia
de Caracas.
Cinco años después de veriñcada esta segregación, el Virey
Góngora hizo erigir el Obispado de Mérida y le hizo dar el
Táchira como línea de división hacia el Sur. La real cédula
que erigió á Barinas en 1786 complementó luego la demarca-
ción territorial entre Colombia y Venezuela por este lado.
El señorío de los Estados Unidos de Colombia sobre la Goa-
jira hasta los términos de Sinamaica, está fundado en una
cédula real de 1792, que trata del asunto.
En la Biblioteca de Bogotá se conserva un mapa que en uno
de sus ángulos tiene un letrero que dice: "Carta plana de la
provincia de La Hacha, situada entre las de Santamarta y
Maracaibo. Su autor el geógrafo don Juan López, pensionista
por S. M. C. de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla
y de la Sociedad de Asturias. Año de 1786.'' Según este mapa,
los límites de la provincia de Riohacha corren desde la embo-
cadura del caño Camarones hasta el cabo de La Vela y desde
allí hasta el cabo Chichibacoa. Desde este cabo siguen por toda
la costa hasta Punta-Espada, desde donde van hasta el rincón
más occidental del saco de Maracaibo, para buscar luego la
boca del caño Paijana. Desde allí siguen, yá en tierra firme,
por el sur de las lagunas de Aliles y de Sinamaica sobre las
provincias de Maracaibo y de Santamarta. Pues bien, si de este
mapa se quita la parte del distrito de Sinamaica, que porte-
.— 153 —
nece á Venezuela, toda la península de la Goajira corresponde
á Oolombia. *
La real cédula de que hemos hablado atrás dice: "Ente-
rado el rey de lo que Y. E. expone en carta de 19 de Febrero
último, número 156, de los inconvenientes que pueden resultar
de que el establecimiento de Sinamaica, fronterizo á los indios
goajiros — que están situados en la provincia de Eiohacha —
haya de recibir los caudales y socorros que necesita para su
subsistencia de la ciudad de Eiohacha (los cuales se evitarían
pasando esta atención á la de Maracaibo, que se halla mucho
más inmediata), se ha dignado S. M. aprobar la incorporación
que propone Y. E. del referido establecimiento á esa última
. provincia, separándola de la primera, y que á este fin se seña-
len los límites fijos de dicha agregación, de todo dando cuenta
á S. M.'' Si no fué separado de la provincia de Eiohacha
sino el distrito de Sinamaica para agregarlo á la provincia de
Maracaibo, es claro que el resto de eUa continuó siendo parte
integrante del Yireinato de Santafé.
La ley 16 de 19 de Mayo de 1846 dijo: "La parte de la
profánela de Eiohacha que está al nordeste de la línea que
forma el rio Calancala desde su embocadura basta el punto en
que se tocan sobre su margen los limites de los distritos parro-
quiales de Soldado y de Barrancas, y una línea que partiendo
de este punto con dirección al Sur vaya á tocar en los términos
de la provincia, será gobernada de una manera especial con
* arreglo al artículo 167 de la Constitución y llevará el nombre
de Territorio de la Goajira."
. En los manuscritos de Codazzi, que tenemos á la vista, hay
un pasaje que dice textualmente así : "En el mapa de Yene-
zuela formado por mí, no hallando documento para determinar
bien los límites de esta república con la ííueva Granada, habia
prolongado la línea del meridiano del paso del Yiento hasta
los confines del Brasil, por lo que no habria tocado nada del
Orinoco á la !N"ueva Granada; pero de los documentos de este
, Gobierno sobre la antigua extensión del Yireinato, resulta que
los límites son desde el Meta, Orinoco arriba, hasta el brazo
de Casiquiare ; éste hasta el Eionegro ; y por último, la orilla
^ derecha de este rio hasta los límites con el Brasil.''
Codazzi tenia razón, pues los Estados Unidos de Colombia,
apoyados en la real cédula de 1768, que señaló límites á la
provincia de' Guayana y la separó de la Kueva Andalucía,
. pueden reclamar por límites orientales en esta parte, el thalweg
del Orinoco, desde la embocadura del Meta hacia el Suí y Sud-
» Rio de la Hacha. — - Gobierno de Ja América meridional en el nuevo
Reino de Granada. Está limitado al Setentrion por el mar del Norte, (^1
Oriente por un gran golfo que lo separa del Grobierno de Venezuela, al
Mediodía por la Audiencia de Santa Fe, y al Occidente por el Gobierno de
fiantamarta. Su capital es Rio del Hacha. ( Delisle, atlas Lamartiniere, Dic-
cionario geográfico). — ^Marebi — Gran diccionario — 1753.
— 154 —
este hasta la bifurcación del Casiquiare; este canal (brazo)
hasta el Eionegro, y el Rionegro hacia el Sur hasta la piedra
de Cocuy. Y no seria argumento aceptable para sostener lo
contrario lo que se estipuló en el proyecto dé tratado de 1833,
pues en esa época no era conocida x>or el Gobierno de ííueva
Granada y quiz«i, tampoco por el de Venezuela, la real cédula
de que hablamos, la cual fué hecha valer por primera vez eii
las negociaciones de 1844 ; esto es, once años más tarde. La
rectificación de Codazzi vale para Colombia grado y medio de
longitud y cinco y medio de latitud. *
Por lo que respecta á San Faustino haremos notar que el
derecho de Colombia á él, se apoya en la real cédula que erigió
á Barínas, yá citada. San Faustino es una porción de terri-
torio de'unas ocho leguas de largo y de tres de ancho, que
queda sobre la margen oriental del rio Táchira, abajo del punto
en que éste recibe el Pami)lonita. En ese territorio fué fun-
dado en 1562 el pueblo del mismo nombre, por Antonio Jimé-
nez de los Kios, por capitulación con el Presidente de la Au-
diencia de Santafé. El Plenipotenciario de Venezuela (Fermin
Toro) en sesión del 25 de Mayo de 1844, con^dno en que '^efec-
tivamente no podiau tacharse los títulos y documentos presen-
tados por el Plenipotenciario de Kueva Granada, y que por lo
mismo no era yá dudoso que el territorio del antiguo gobierno
de San Faustino correspondía á la ííueva Granada por el uti
possidetis de 1810." **
La ley 20 de Abril de 1871 dijo: " Cédense en propiedad á
cada una de las personas mayores de edad que vayan á esta-
blecerse con casa y labranza en el territorio de la aldea de San
* El artículo 6.» del tratado entre Venezuela y el Brasil de fecha 5 d«
Mayo de 1859 dice : " Su Magestad el Emperador del Brasil declara que al
tratar con la i'epública de Venezuela relativamente al territorio situado al
Poniente del Eionegro y baiíado por las aguas del Tomo y del Aquino, del
cual alega posesión la república de Venezuela pero que yá ha sido recia- ,
mado por la Nueva Granada, no es su intención perjudicar cualesquiera
derechos que esta última república pueda probar á dicho territorio." "
** «' No hay por qué disimularse que la importancia de esta cuestión San :*
Eaustino es puramente mercantil : de otro modo no se comprenderla cómo
pudiera disputarse sobre un territorio escueto, de veinte y cuatro leguas ,
cuadradas. Todas las poblaciones ribereñas del ÍTcícTiira (y así llamaré Jas"
aguas que corren hasta unirse al Zulia y al La Gritaj hacen su come^rcio
exterior por la banda occidental de este rio, camino de Cncuta á San Buena-
ventura. El Estado venezolano que ha sido hasta ahora Táchira, lo mismo
que una buena parte del colombiano de Santander, toma aquella ruta para
salir á Maracaibo por el Zulia y el Catatumbo : por allí importa y exporta.
Su comercio, que va creciendo, halla oneroso transitar por otra nación, pues
aunque hoy no se halla sujeto á ningún gravájTien odioso, lo ha estado y
puede volver á estarlo ; y en fin quisiera ser puramente nacional. Así lo
habría sido poseyendo á San Faustino, valle comparativamente llano, por
donde podría abrii'se un camino sobre la derecha del Táchii*a y hasta La
Grita, probablemente más corto que el de la opuesta ribera, y con un puerto
poco más 6 menos como el actual." J. Aros eme na. " Estudio crítico sobre
límites entre Colombia y Venezuela."
— 155 —
Faustino, del Estado de Santander, 25 hectaras de tierras
baldías. — Los extranjeros que quieran gozar de», la concesión
que se hace por esta ley, deberán obtener previamente, con-
forme á la Constitución, carta de naturaleza.''
Por lo demás, debe tenerse presente que el Gobierno de
Venezuela, que no quiso aprobar jel tratado de límites de 1833,
hecho por parte de Colombia sin tener á la vista todos los
documentos que sustentaban sus derechos, cuarenta y dos anos
después (decreto de Abril de 1875) dispuso que se respetase la
posesión de hecho de Colombia sobre los territorios disputa-
dos, mientras volvían á anudarse las negociaciones de límites,
entonces interrumpidas. Estas negociaciones han sido muy
ilustradas iiltimamente por los señores Murillo, Arosemena y
Galludo.
El artículo 1? del tratado entre Colombia y Yei^ezuela de 14
(le Setiembre de 1881 dice así : ''Dichas Altas Partes contra-
tantes someten al juicio y sentencia del Gobierno de Su Majes-
tad el Rey de España, en calidad de arbitro, juez de derecho j
los puntos de diferencia en la expresada cuestión de límites, á
fin de obtener un fallo definitivo é inapelable, según el cujil
todo el territorio que pertenecía á la jurisdicción de la antigua
Capitanía general de Caracas por actos regios del antiguo sobe-
rano hasta 1810, quede siendo territorio jurisdiccional de la
Repiiblica de Venezuela, y todo lo que por actos semejantes
y en esa fecha perteneció á la jurisdicción del Vireinato de
S(^nta Fe, quede siendo territorio de la actual República llama-
da Estados Unidos de Colombia.''
IV
POBLACIOK.
Acosta dice que la población del país que forma hoy los Esta-
dos unidos de Colombia alcanzaba á ocho millones de habitan-
tes. Otros escritores han dado diez millones solo á los pueblos
que componían la nación chibcha. Quesada en su '' Compendio
historial " dijo : " El pueblo y jurisdicción de Turmequé tenia
dos millones de indios." Este testimonio parece iriecusable.
Sin embargo, hay poca conformidad en la estadística de los
primeros cronistas y de los primeros historiadores, pues unos
y otros carecían de datos. El primer censo de feogotá no ftió
mandado levantar hasta 1773, en tiempo del Virey Guirior,
esto es, casi dos siglos y medio después defundada esta ciudad.
El historiador Plaza dijo que la población del Vireinato era
en 1770 de 806,641 almas, en 1782 de 1.046,641 y en 1803 de
2.000,000. En este supuesto la población habría aumentado en
240,150 individuos en doce años, y en 1.193,359 en treinta y
tres años, lo que es casi imposible que suceda en una colonia
regida por encomenderos que trataban á los naturales como
L
— 156 —
bestia de carga, y en donde la elefantiasis y la viraela habían
hecho, como sucedió á fines del siglo próximo pasado y piiii*
cipios del presente, grandes estragos. La última de estas epi*
demias destruyó más de siete mil personas en 1782.
Lo mismo decimos de la miseria pública, que llegó á ser
tan grande en algunas épocas que el Virey Caballero propuso
á la Corte se impusiese una contribución sobre las reutas de
los Obispos, de los Canónigos y del clero, que, acrecida con
algunos donativos de los particulares, sirviese para socorrer á
los menesterosos. Es también digna de no ser olvidada la cir-
eunstancia de que en 1782 yá hablan sido separadas las pro-
vincias de Guayana, de Cumaná y de Maracaibo y las islas de
Trinidad y de Margarita del Vireinato granadino.
En esa proporción la población habría tenido que elevarse
á 3.193,359 en 1836, y á 4.286,718 en 1869. Esto es inadmisible-
La política española en América no era para producir estos
resultados, pues como observa el mismo Plaza, " excasado es
decir que la mendicidad progresaba en medio de la naturaleza
más rica y más beneficente. Bajo el sistema de restricciones,
la industria estaba paralizada y la mano ávida del recaudador
se entremetía en todas las especulaciones agrícolas, para arre-
batar con varios pretextos tributarios la mayor parte del sudor
del labrador."
En 1808 tenia el Vireinato dos millones de habitantes^
pero incluyendo en esta cantidad los 600,000 que correspondiaa
á la Presidencia de Quito. Al empezar la revolución de 1810 la
población de la Nueva Granada alcanzaba, según EestrejK), á
1.400,000 almas, las cuales, dice, estaban distribuidas así :
Provincias. Habitantes. Provincias. Habitantes.
Santafé 189,000 Popayan 175,000
Cartagena 170,000 Neiva 50,000
Santamarta. . . . 62,000 Mariquita 50,000
Riohacha 9,000 Tanja 209,000
Panamá 57,000 Socorro 162,000 '
Veraguas 34,000 Pamplona 75,000
Chocó 25,000 Casanare 22,000
Antioqiiia 111,000
Mosquera en su '^ Memoria sobre la Geografía de la Nuevti
Granada ^ dijo que ésta solo tenia 800,000 habitantes en 1810.
En 1825 tenia Colombia 1.223,598 habitantes. En 1835 tenia
1.686,038. En 1843 tenia 1.931,684. En 1851 tenia 2.243,054 y en
1871 tenia 2.951,291. El cómputo generalmente aceptado en este
último ano era el de tres millones, descompuestos así : Estados,
2.897,825 ,• Territorios 53,466, é indios salvajes 48,709. Estas
cifras son las de los censos oficiales.
Ahora, si en 1810 tenia Colombia 1.400,000 habitante^,
I cómo podia ser que, quince años después, tuviera solo 1.223,198^
^157 —
esto es, qae bu población en lugar de aumentar se hubiem
disminuido en 176,802 almas ? Esto no es aceptable, pues aun-
que esos quinen años fueron los de nuestra guerra de indepen-
dencia, ésta no fué sangrienta en nuestro territorio. Por otra
parte, si aceptamos el cálculo de Moi?quera, tendremos que ra-
ciocinar así : si en 1810 tenia Colombia 800,000 habitantes y en
1825 tenia 1«400,000, su población se habría aumentado en
600,000 almas en quince años, ó lo que es lo mismo, se habría
casi duplicado en muy corto tiemi>o. Esto tampoco es aceptable.
El tiempo máximo que un pueblo gasta en duplicar su po-
blación sou 130 años y el mínimo 25. En Europa por regla ge-
neral este hecho se cumple cada cincuenta anos. ¿ En cuánto
tiempo se duplicará la población de la Union Colombiana f
Para que la población de un pueblo invierta 130 años en
duplicarse, es necesarío que su desarrollo esté contrariado por
muchas causas, como sucede en la Groenlandia, en la Lapo-
nia, en la América Ensa y en algunos x^^i^tos de las costas de
África, y en dondequiera que la rigidez del clima, el aleja-
miento de todo trato social y lo desolado del país hacen de la
vida una carga pesada y no un placer. Allá en donde la natu-
raleza,- estéril por las nieves ó estéril por la arena, no abriga
en su seno sino osos blancos y tortugas ; allá en donde, si se
atreve á presentarse el hombre y á vivir, es solo para probar
que no hay para él región inhabitable en el mundo. Pero su-
poner que acontezca lo mismo en Colombia, cuyo fértil suelo
permite eludir la pena de ganar la vida con el sudor del
rostro, es infundado y no hay para qué contradecirlo. Climas
variados y sanos, i^osicion geográfica excelente, raza vigorosa,
instituciones libres, religión pura., costumbi^es morales, todo
lo tienen los Estados Unidos de Colombia para que puedan
ser comprendidos en apreciaciones que no i)ueden abrazar
sino á los parias y á los samoyedos. Por el contrario, si como
lo afirmó Malthus, la pobla<;ion crece y se mejora en razón
directa de la abundancia y de la bondad de los alimentos,
Colombia, que posee éstos con las exigidas cualidades, podrá
ver su poDlacion duplicada en pocos años y por muchas series
de generaciones. Esta no es una vana suposición si se tiene
presente que el hecho está yá comprobado, puesto que al
tiempo del descubrimiento no solo nuestro país sino la Amé-
rica toda y las islas cercanas á ella, abundaban en habitan-
tes. 6í esos habitantes fueron aniquilados en muy pocos años,
j)rimero por los conquistadores y después por los colonizado-
res, el daño que éstos hicieron á las razas aborígenas no alcan-
zó, porque alcanzar no podia, á los gérmenes ingentes de pros-
peridad y de vida que encierra el Nuevo Mundo.
Empero, en todo lo que se diga contra los reyes de España
y contra sus tenientes x>or su mala conducta con los ameri-
canos, debe sobreentenderse hecha una excepción respecto de la
leina Isabel, verdadera amiga y servidora de los indios, y acá-
— 158 —
so la única persona que acogió con calor los planes de descu-
brimiento de Colon. Cuando todavía se dudaba de este nave-
gante y se disputaba sobre la posibilidad de la existencia de
nuevas tierras hacia el Occidente, doña Isabel dijo con ánimo
varonil : " Yo tomaré la empresa á cargo de mi corona de Cas-
tilla ; y si los fondos del erario no son suñcientes para sufra-
;gar los gastos de ella, pronta estoy á empeñar mis propias
joyas,'' lo que no tuvo lugar porque Luis de Santángel, conta-
dor de Aragón, adelantó las sumas necesarias tomándolas de
las rentas de este reino. Estas sumas fueron seis cuentos de
maravedises, ó sean diez y seis mil ducados. * En las instruc-
ciones dadas á Colon se le dijo : " que se abstuviera de toda
medida \'iolenta y tratara bien y con dulzura á los naturales,
manteniendo con ellos un tra(o familiar, haciéndoles cuantos
servicios pudiera, y distñbuyéndoles regalos de las mercaderías
y demás cosas que SS. AA. habían mandado poner á bordo de
los buques con este objeto, y que castigara de una manera
ejemplar á los que hiciesen á los naturales la más pequeña ve-
jación." Cuando supo la reina Isabel que habían llegado á Es-
paña dos naves de Indias trayendo trescientos esclavos que
Colon había dado á ciertos amotinados, exclamó : " ¿, Con
qué autoridad se atreve el Almirante á disponer de esta mane-
ra de. mis subditos ? " y sin dilación mandó publicar en las pro-
vincias del mediodía una orden para que todos los que tuviesen
esclavos indios los remitiesen libres á su país. En tiempo del
gobierno de Obando en la Española la reina Isabel hizo abolir
los repartimientos y declaró á los indios libres como sus
•demás subditos. Finalmente, por cláusula especial de su testa-
mento (12 de Octubre de 1504) recomendó á sus sucesores con
las más vivas instancias " que prosigTiiesen la buena obra de
conversión y civilización de los pobres indios ; que los tratasen
con la mayor dulzura, y que los indemnizasen de cualesquiera
daños que en sus personas ó haciendas se les hubieran cau-
sado." Las Casas en su relato de la destrucción de las Indias
dijo : '' Los más grandes horrores de estas guerras y de esta^
carnicerías tuvieron lugar inmediatamente que se supo que
había muerto la reina Isabel. Hasta entonces no eran muchos
los crímenes que se habían cometido en la Española, y los que
se cometían, gran cuidado se tenía de ocultárselos á esta prin-
cesa, quien no cesó nunca de recomendar que tratasen con dul-
zura á los indios y que no se descuidase nada de lo que pudiese
hacerlos felices. Yo he visto, lo mismo que otros muchos espa-
ñoles, las cartas que ella escribía y también las órdenes que
enviaba sobre esto." Por una ironía de la suerte, el feroz Mori-
llo fué condecorado tres siglos después con la gran cruz de
Isabel la Católica, orden instituida x>or Fernando YII x>ara
premiar á los destructores de los americanos !
* Garcilavso de la Vega, « Comentarios Eeales del Perú."
— 159 —
El tiempo mínimo que una población tarda en duplicarse
son 25 anos. Sin embargo, examinemos esto tomando como base
la república de los Estados Unidos del íí^orte.
En la época en que se independizaron de su metrópoli, te-
nían los Estados Unidos 8 millones de habitantes. Hoy tienen
40; j como hace cien años que son libres, resulta, cuenta
redonda, que su población sí se duplica cada 25 años. Pero esto
es á primera vista, porque de esa duplicación hay que rebajar,
como causas extrañas, la gran cantidad de la inmigración, cal-
culada en diez millones ; * y la población de la Luisiana, que
compró á la Francia en 1803; la de la Florida, que quitó á la
España, y la de Tejas, la de California y la de Nuevo Méjico
que quitó últimamente á la nación mejicana.
Pero prescindiendo de eso, siempre habrá en favor de los
Estados Unidos de América circunstancias favorables, que nó
nos son comunes con ellos, tales como su i)osicion entre Asia y
Eurppa, i^untos de constante emigración ; la facilidad de sus
comunicaciones ; la libertad y la seguridad efectivas, de que se
disfruta en ese país, y hasta el clima, igual al europeo por su
situación en el trópico. ,
Todas estas circunstancias concurren en contra respecto
de Colombia : queda ésta á un lado de la línea de emigración ;
sus relaciones comerciales con la Europa son en escala muy
reducida, y con Asia no existen ; y sus instituciones, buenas
hasta para alejar toda rivalidad, no se conocen fuera del conti-
nente latino, y carecen en muchos casos del sello de la: práctica.
Ademas, lo deletéreo de sus costas, principalmente en tiempos
pasados, ha dejado Ingratos recuerdos que solo el tiempo
podrá borrar, pues es un hecho averiguado yá que, j)ot ejem-
plo, son mucho más sanas las costas del istmo de Panamá que
las posesiones francesas de Argel.
Si apenas es posible probar que los Estados Unidos del
íTorte duplican su jioblacion cada 25 años, y si este es eljiaís
en donde el aumento de la población se manifiesta más, lógico
,08 concluir que la población entre nosotros no puede duplicarse
en ese tiempo, ni se ha duplicado, como lo pretenden algunos
escritores, guiados más por el deseo de ver crecer su patria
que apoyados en frías deducciones.
Por regla general el aumento de la población está en razón
directa de los alimentos, del clima, de la moralidad de las cos-
tumbres y del vigor de la raza.
• Según un notable estadista de Boston (M. Josse Chikering) la inmigra-
<5Í0Q en los Estados Unidos representaba en el censo total de 1850 un 35 por
300, pues venia en esta proporción: un 7 por 100 en 1800, un 18 por 100 en
1820, y un 27 por 100 en 1840, sobre la base de 2.0ál,457 de inmigi-antes que
entraron en los Estados Unidos de 1820 á 1846. Esto da un 35 por 100, esto es,
más de la cuarta parte de la población; y como ésta la hemos supuesto de 40
millones, no hay exageración en hacer ñgurar la inmigración por diez mi-
llones, cuando menos.
-^ 160 —
Los alimentos en la Union Colombiana no pueden ser de
mejor calidad ni más abundantes de lo que son, poseyendo
ésta como posee regiones feraces y variadas. " La extensión
del cultivo del plátano en América/' después de su descubri-
miento, dijo Acosta, " es un hecho de la mayor importancia
para la conservación y propagación de la especie humana en nues-
tro continente, y uno de los mayores beneficios de la Providen-
cia, digan lo que quieran los que (sin mostrar ellos mismo»
mucha actividad, como lo observa el barón de Humboldt), pre-
tenden que la abundancia de este alimento fomenta el hábito
de la ociosidad en el pueblo. Se ha calculado que el mismo
espacio de tierra que produce trigo para mantener un solo
hombrCj daría plátanos con que sustentar veinticinco,^
Por su parte dyo Mosquera : " En el valle del Cauca dura
la cana de azúcar sobre un mismo terreno sin necesidad de
beneficio ochenta años, y el maiz produce 300 por 1 de sem-
bradura. El plátano es tan abundante que una área de 10,000
metros cuadrados da un producto de 62,800 kilogramos, con lo
cual se pueden mantener cincuenta y siete i)ersonas en un año.
El café de Popayan es tan rico como el de Moca, y las quinas
de Pitayó son de las mejores conocidas en e^ comercio. El cacao
del Cauca y del Patía es de calidad superior al de Guaya-
quil ''¿Cuánto significa esto en un país de un litoral
tan largo y de valles tan grandes y tan multiplicados como es
el nuestro ?
En las tierras altas abundan las papas y el trigo; el maiz
se produce en todos los climas ; la cebada da tres cosechas al
año; los mares y los ríos están llenos de peces deliciosos}
en los bosques abundan las frutas, las resinas y las maderas ;
basta en algunos puntos escarbar la tierra para encontrar
metales ; los rios arrastran oro como el Pactólo y el Tajo ; el
bihao da sombra y vestido ; la pitahaya calzado y cuerdas ;
vino las palmas ; el coco leche ; las abejas miel, i Qué habrá
pues que objetar á los alimentos de la Union Colombiana T
¿ Cuál será ía influencia de éstos en el desarrollo de la pobla-
ción ? La tierra en lugar de estar cansada y de necesitar de
abonos como en Europa, es fértil hasta el asombro y se man-
tiene todo el año revestida con la pompa y las galas de una
primavera eterna. Las liebres, los venados y las aves brindan
por dondequiera una caza abundante. Alimentarse 6 nó entre
nosotros, no es pues una cuestión de expatriación como en
Irlanda, ni de suicidio como en Francia, ni de pauperismo como
en Eoma, ni de esclavitud como en Eusia, sino asunto fácil,
natural, de pura selección ; es cosa gratuita. Basta para ello á
veces levantar la mano y despojar el árbol del sazonado ftnto*
La XJnion Colombiana á este respecto vive verdaderamente en
plena edad de oro.
El clima en ella es tan variado que muy bien puede decirse
que posee todos los del globo, pues su territorio tiene todas la»
^161 —
«cleTaGiones posibles desde el nivel del mar hasta la cima frígi*
da de las nevadas sierras, que culminan hasta 8,000 metros*
Las largas cadenas de montañas, los ríos caudalosos, los
valles profundos, las elevadas planicies, causas son todos que
-dan á su clima la más completa variedad y lo hacen apto
para todas las razas, desde la africana, que necesita de una
tenii)eratura ardiente como la del Senegal, hasta la sueca, que
mora junto al polo entre nieves eternas. El clima de Golombia
no puede contrariar sino favorecer el desaiTollo de la población*
La moralidad de las costumbres entre los colombianos es
casi iMX)verbial. La índole dulce de ellos, el infliyo déla religión
'Cristiana, la influencia de las instituciones democráticas, cuya
^>ccion cotidiana vigila la vida pública y privada de los ciuda*
danos, y el carácter honrado de éstos, todo contribuye á hacer
de la Union un pueblo ejemplar. Las costumbres pues tampoco
están en pugna en Colombia con el aumento de su población.
La raza, i)arte española y parte indígena, é indígena de la
<sla«e mejor puesto que es de la que resistió el azote de la con,-
quista^ la raza, decimos, es vigorosa y en su mayoría es inteli-
:gente, sobria y trabajadora. La fecundidad de sus mujeres es
tal, que no es extraño que algunas tengan hasta veinte hijos. ,
De todo lo expuesto, y de otras consideraciones más que
<>mitimos, se puede deducir lógicamente que la Union Co-
lombiana renne condiciones especiales para la multiplicación
rápida de sus habitantes ; y que, por lo inismo, el término medio
en la duplicación de su población no es una base aventurada.
Las tres restricciones que impiden el aumento de la población
«egun Malthus — la de la miseria, la de la inmoralidad y la
de la ociosidad — influyen casi nada ó muy poco en contra de
Colombia, dadas las ventajosas excepciones que la favorecen.
Y téngase en cuenta que valen más á los ojos de la esta-
dística las consideraciones expuestas, que las cifras mentirosas
que arrojan los censos. Estos son siempre imperfectos porque>
á causa del atraso de los pueblos, todos huyen de decir la ver-
dad ; y huyen, porque temen que al empadronamiento sigan la
conscripción ó los pechos. El censo de la capital de la Re-
pública, centro de la civilización del país, dio en 1851 solo
20,000 almas. Rechazado este resultado, que desmentían los
sentidos y la historia, el crecimiento material de la ciudad, la
actividad del comercio, el alza de un 50 por 100 del precio de
las cosas, el mayor número de talleres, de escuelas y de cole-
gios ; rechazado este resultado, decimos, se hizo repetir la for-
mación del censo y dio, poco más, poco menos, el mismo re-
sultado. ¿ Qué pensar pues de la exactitud de los censos en
nuestro país, si esto sucedió en la misma Bogotá?
Esto es más extraño si se recuerda que en 1801 don José
Tadeo Lozano y el sacerdote don Luis Azuela, que redactaban
"El Correo Curioso,^' semanario de Santafé, publicaron el censo
de la ciudad, el cual alcanzó á 21,394 habitantes, clasiflcados
11
— 162 —
así: hombres 8,191, mujeres 11,890, religiosos profesos y fegos^
354, y sir\neiites y seglares qué vivían en los conventos 479..
lUistrépo aseguró que este censo era inexacto, y dijo que Bo-
gotá no tenia en 1800 menos de 28,000 habitantes. ¿ Si en 180D
^nia Bogotá 28,000- habitantes, cómo podia tener medio siglo
después solo 20,000 f Según el censo de 1843, Bogotá tenia en
ese ano 40,086 habitantes, distribuidos así : barrio de la Cate-
dral 18.455, id. de las Nieves 9,333, id. de Santa Bárbara 6^543^,
id. de San Yictoríno 5,755.
' Obra también otra circunstancia, aunque de carácter con-
trario, en contra de >a exactitud de los censos, y es la de qujD
•la Constitución nacional manda que se envíe á la Cámara de
Represeiítantes un liepresentante por cada 50,000 almas, y estO:
liace que los Estados de poca población aumenten sus censos,
á las veces, para aumentar el niímero de sus diputados.
El "Anuario Estadístico de 1875" dice: "Nótese en el
euadro comparativo de los censos de 1843, 1851 y 1871 la exa-
gerada proporción en que ha crecido la población de los ÍEsta-
4os de Panamá y del Magdalena, sin que pueda asignarse la
«ausa de tan extraordinario desarrollo. Mientras que la pobla-
ción del Estado de Santander, uno de los más prósperos de la
ünion, no ha pasado de un aumento de 15.75 por 100 en el
período de 51 á 71 5 mientras que Oundinamarca, el más rico
d© todos, no'há pasado del 29.97 i)or 100; y el del Tolima, eL
taás favorecido de to<ios por su situación topográfica — aqu'el
en donde la industria ha tenido un desarrollo más vivo y que
recibe, junto con el Cauca, la corriente de emigración de Án-
tloquia y de los trabajadores de Cundinamarcia y de Boyacá^ —
no ha pasado del 23.29 por 100, es singular que la población de
los Estados de Panamá y del Magdalena, que han permanecido
estacionarios cuando no hayan seguido un movimiento retró-
grado en su condición económica, aparezca aumentándose en.
la proporción de 73.80 y 60 por 100."
Si i)rescíndimos de los censos que llamaremos MstSricos pam
ocuparnos únicamente de los legales, á partir de 1825 para:
acá, tendremos que la i>oblaeion de Colombia era
En 1825 de • . . . 1.223,598 alma«.
En 1835 de . » . . 1.686,038 id. ,
En 1843 de 1.931,684 id..
En 1851 de . • , . 2.243,054 id.
En 1871 de . . • . 3.000,000 id..
Estos datos dan los aumentos siguientes :
De 1825 á 1835 (diez años) 442,440^
De 1835 á 1843 (ocho años) 245,646
De 1843 é. 1851 (ocho años) 311,370
De 1851 á 1871 (veinte años) .......... 756,946
Aumeuto en 46: años (de 1825 á 1871). 1.776,402:
i
I»
— 163 —
Estos cómputos dan la demostración numérica de que ]ft
población de Colombia no solo se ha duplicado en menos de
cáncuentaaños, sino que la duplicación ha sido excedida en qui-
nientos cincuenta y dos mil ochocientos cincuenta y cuatro
individuos. En esta misma proporción, en este ano (1882), Co-
lombia debe tener 3.888,213, así : .
Por el censo de 1871. 8*000,000
Por la parte de duplicación en doce años (de 1870
á. 1882) 750,000
Por la parte del exceso de lá ^duplicación en los
inismos doce años .«,.....••«. .i.^. ..«««» 138^228
^ ■ I ■ ■ I I í »
Total • . . . . , ^.^;^,21Z
i ii
El " Anuario Estadístico^^ de Colombia de 1876 calculó los
iadios salvajes en 80,000 individuos, y al bablar del censo total
de 1871 dijo : '^ Estos habitantes se hallan distribuidos en^KH
poblaciones, que han sido erigidas en entidades políticas y co-
rresponden á los Estados y Territorios en esta forma : á Autior
Quia 80, á Bolívar 06, á Boy acá 111, al Cauca 161, á Cuüdinar
'marca 103, al Magxialena 44, á Panamá 84^ á Santander 103,
al Tolima ^^ ; y al Territorio de Bolívar 4, al de Casanáre 23;,
al de la Goajira 3, al de I^Tevada y Motilones . O, al de Bah
Andrés y San Luis de Providencia 12 y al de San Martin 0. ♦
Haremos otras observaciones.
Según Mosquera, tenia la JS^ueva Granada 800,000 habitajir
tes en 1810.
\ Según el censo de 1S35 ascendían éstos á « . . . • 1«685,038
■ 1 1 ■ I II I
Aumento en 25 años. « • • ^ . . . • « 885,038
^ - - Esto prueba que en ese período no solo se duplicó la pobla-
ción sino que hubo un excedente de 85,038 individuos.
En 1843 el censo dio 1.931,684, cantidad que, comparada
con la anterior, da un aumento de población de 246,640 en solo
ocho años. Este resultado fija la duplicación de la población
en cuarenta y ocho ó qincuenta años. Si comparamos el censo
de 1843 con el de 1851, tendremos 1843 1.931,684
185L • 2.243,054
• Aumento en 8 anos * * 311,370
*"
. Cantidad que confirma el anterior supuesto de los cuarenta
y ocho ó cincuenta, años; y supuesto que se corrobora al buscar
el término medio de los diferentes períodos que tarda en dupli-
carse la población de cada uno de los nueve Estados en que
está dividida la nación. *
.*•■". - .-••■-■- ■ ,
* lloclla Gutiérrez.
'■■3
*K
— 164 —
También manifiesta este resultado, qne si el número de doc^
millones de habitaítites dado por Plaza á la Kueva Granad»
al principio del siglo actual era exítgerado, el del General
Mosquera (ochocientos mil) era muy reducido, como yá lo hemos
dicho. Proviene de ahí indudablemente el resultado hala-
güeño del censo de 1835, que hizo suponer que la población se
duplicaba en Colombia cada 35 años, y aun en menos tiempo.
Aceptado el censo de Eestrepo (1.400,000 almas en 1800), el
aumento en veintisiete años habría sido de solo 285,000 indi-
viduos, lo que equivaldría á un retardo en la duplicación de
ciento sesenta y tantos años.
Según el censo de 1851 la población por sexos estaba divi-
dida así :
Mujeres 1.160,074
Hombres 1.082,980
Exceso de mujeres 77,094
T según el censo de 1871 así :
Mujeres 1.495,88^
Hombres , 1.420,817
Exceso de mujeres 75,069
Esta diferencia en el número de los dos sexos, es una causa
contraría al aumeiito de la población. Setenta y cinco mil mu-
jeres que no se casan porque no tienen con quién, son un ele-
mento estéril en la cuestión, pues no atribuyendo á cada una de
éstas sino cinco hijos (base baja en América), en el curso de una
generación se pierden 375,000 habitantes, ó sean 1.500,000 por
siglo. El exceso de mujeres en los países que permiten la poli-
gamia, es un elemento infalible de aumento de la población.
La distribución por edades y condiciones en el censo de 1851
«rala siguiente:
Eclesiásticos ■. . r 1,665
Eeligiosas. 398
Soasados 631,508
SSy-pWuios::::: iS;^
Libertos. . 15,426
De este pormenor resulta : 1? que los ministros del culto
católico excedian al número de poblaciones del país en 819
individuos, ó en menos si se atiende á que en las ciudades y
villas hay hasta tres ó cuatro parroquias ; 2? que el número de
religiosas no era considerable (en varios Estados no hubo
nunca conventos de ellas) ; y 3? que el número de esclavo»
que t^nia la Eepública antes de la extinción de , la esclavitud
no alcanzaba á diez y seis mil, de los cuales más de diez mil
pertenecían al Estado del Cauca.
r
— 165 —
La población total estaba en los Estados y en sus respecti-
vas capitales distribuida del modo siguiente en 1871 :
Estados. Población.
Antioquia 365,974
Bolívar 241,704
Boyacá 482,874
Cauca. 435,078
Gundinamarca. ...*... 409,590
Magdalena 85,255
Panamá, . • 221,052
Santander 425,427
ToHma 230,891
Territorios.
Bolívar 7,751
Casanare- • 26,066
Goajira , . . 8,390
Nevada y Motilones. .... 3,673
San Martin 4,056
San Andrés y Providencia. 3,530
La población de los Estados lia aumentado de 1843 á 1871
en la proporción que se pasa á expresar :
De 1843 á 1851. Be 1851 á 1871.
Capitales.
Población,
Medellin . , .
29,766
Cartagena . .
Tunja
Popayan . . .
Bogotá . . . .
Santamarta. .
8,603
5,471
8,485
40,883
5,472
Panamá. . . .
18,378
Socorro ....
16,043
Guamo . . • •
9,193
Landázuri. . •
414
Tanie. . . . • .
633
Soldado. . . .
118
Espíri tusante.
Villavicencio .
6¿'5
San Luis . . .
316
Antioquia 18.75 por 100 62.59 por 100
Bolívar „ 45.87
Bovacá 13.27 32.61
Caíica 13.43 42.78
Oundinamarca . . • 14.06 29.97
Magdalena „ „ 60.
Panamá 7.68 73.80
Santander 22.19 15.75
ToUma 2.24 23.29 •
El pormenor del estado civil de las personas según el censo
de 1871 dio el siguiente resultado :
Solteros 2,106,380
Casados 663,707 J> 2,916,703
Viudos . . • 146,616
El pormenor por edades y por
Hombres de 1 á 7 anos 363,665
Id. de 7 á 21
Id. de 21 á 50
Id. de 50 á 70
Id. de 70 á 100
Id. mayores de 100
477,903
479,775
82,088
17,084
302
sexos fué el siguiente :
Mujeres de 1 á 7 356,956
Id. de 7 á 21 479,075
Id. de 21 á 50 542,357
Id. de 50 á 70 95,068
Id. de 70 á 100 22,053
Id. mayores de 100 377
* Galindo.
/
. •■
/ »1
— 166 —
El pormenor ségim la condición social de las personas dí6
los siguientes resultados ;
A^rricultores 796,482
líiños sin oficio. . . . 779,946
Admon. doméstica. . 522,308
Artesanos 319,858
Sirvientes. .>*..,* 224,308
Estudiantes 60,155
Mineros 39,863
Comerciantes. . * . ^ 26,668
Yíigos 20,896
Ganaderos 16,812
Fabricantes 15,424
Artistas 14,390
Propietarios . ., . . 14,373
Arrieros *. . . 9j791
Pescadores ...... 9,703
Empleados 5,562
Marineros 4,155
Militares 2,025
Institutores. • . * . . 1,728
Sacerdotes ...... 1,403
Heos rematados. . . . 1,129
Legistas. .' 1,037
Frailes 170
Monjas* 767
Médicos 727
Ingenieros 275
Literatos 82
El pormenor por Estados y Territorios fué el siguiente :
ESTADOS.
Atitioqaia
Boyacá
Bülívar
Cauca
CuTidinamarca
Magdalena
PaBamá...,
Santander
Tolima
TERBITOKtOS.
Casanare
Bolívar **
B. Andrés y S. Luis
de Providencia...
San Martin
Nevada y Motilo-
nes
Goajira f
SOLTEROS.
Hombres.
1 1 7,950
156,391
96,607
152,949
143,665
34,510
85,223
149,968
88,491
8,658
2,890
1,021
1,419
1,465
1.041,207
Mujeres.
135,021
148,059
100,959
155,497
150,094
36,291
76,450
155,299
91,292
9,520
2,844
1,176
1,156
1,517
1.065,175
CASADOS.
Hombres.
4«,654
72:679
16,571
51,264
47,943
5,173
15,836
48,522
19,970
3,219
827
504
586
269
332,019
Mujeres.
48,224
73,265
16,633
50,890
47,158
5,194
16,430
48,560
19,878
3,225
826
552
564
. 259
VIUDOS,
331,6^58
Hombres.
3,448
4,633
3,037
7,151
5,043
997
4,007]
5,556
2,330
388
81
132
84
32
36,919
Mujeres.
12,677
17,450
7,897
17,327
15,699
3,088|
. 7,275
17.522
8,930
1,026
283
145
247
131
10S(,697
En caso de guerra interior ó exterior Colombia puede poner
sobre las armas el número de soldados que se pasa á expresar :
sobre la base de un 5 por ciento, 190,000 5 sobre la de un 3 por
* Entre los médicos figuraban 52 mujeres y entre los literatos 5.
*» El Territorio de Bolívar fué| devuelto al Estado de Santander por la
ley de 2 de Julio de 1881,
f No fué aceptado el censo de este Territorio por la deficiencia de sua
datos. .^ ' . --
'eiéíitoi, 116,000 y sobre la de an2 por ciento, 78^000. E»4» íigvo-
lücion de 1876 los dos partidos beligerantes llegaron á t^ierl
cerca da cincuenta mil combatientes, no obstante que la guerra
se concentró solo en tres ó cuatro Estados»
Sóbrala base de 4.000,000 de habitantes, la población de
Colombia está en la proporción que sigue con su masa territo-
rial ^(afiroxiraacion) :
300 individuos por miriámetro cuadrado ;
3 id. . por kilómetro cuadrado j y
1 id. por cada 33 hectaras. . . '
Respecto del territorio habitado la:proporcion es ésta (apaío-
ximaeion) : . •
1,362 individuos por miriámetro cuadradlo ^ .
* 13 id. por kilómetro cuadrado; y ■'[
1 id. por cada 7 hectaras.
Colombia es pues siete veces y media más despoblada que
Bélgica y dos vfeces má« poblada que Eusía.
Como yá se ha visto, en 1825 fué levantado el primer censo; |
djB la Eepública y en 1835 fué levantado el segundo. Este úl-i
timo lo fué porque la ley de 2 de Junio de 1834 mandó que,
cada ocho anos, empezados á contar desde el de 1835, fuese !
tevantado el censo general de la población. En 1843 fué levan-jl
tado el tei:cer censo. En 1858 fué reformada la ley de 1834, yj
fceron adoptadas en materia de empadronamiento las disposi-!
^ones que están vigentes aún, las cuales fueron inandadasj
ébservar expresamente por la ley 21 de 1864. La ley 17 de 18691
Jifermitió al Gobierno General aprobar los censos que le hubieran
$ido presentados y que hubieran sido examinados, sin esperar
íj que estuviesen concluidos todos ; y la ley 49 dé 1871 aprobó
l¿s censos de los Estados (menos el de Bolívar) y el del Terri-
tí)rio de Casanare, y mandó levantar el de los otros Territorios, j
Bl resumen de la población hecho en ese año por la Secretaría \
éb Eelaciones Exteriores fué el que sigue : I
£st)»dos y Territorios. Población. Representantes que xsorresponden ;
& cada Estado. ' '
; Antioquia.... 365,974. 7 ;|
Boyácá .^...•..^. 482,974 10 ;
:^ Bolívar *............. 241,704..*.. ........ 5
Cauca. : . 435,602 9 ji
Cundinamarca 409,602 8 |
"Magdalena**.:...... 85,255 :.. 2
>: Panamá... 220,542 .:.. 5
^: Santander............ 426,427 . 9
V'Tolima ........... 230,891 5
Casanare 25,994 - 1
* No está apro'bado.
^. •* La ley 17 de 1874 mandó levan jbar ni^evamen te el censo del Estado del
magdalena j mas no aparece que sé le diese cumpliiniento á esa ley« \.
'!\
A>
X
— 168 —
La Constitución da á cada Estado el derecho de mandar at
Congreso na<3Íonal tres Senadores Plenipotenciarios. También
les da á todos el derecho de enviar un Reiweaentante por cada
cincuenta mil almas y uno más por cada residuo que no baje de
veinte mil.
El Congreso de este año (1882) aprobó el censo del Estado
de Bolívar, levantado por orden del Presidente Núñez, dada en
Cartagena el 13 de Octubre de 1880; pero el Presidente Zaldúa
objetó el proyecto de aprobación. * Según este censo Bobvar
tiene hoy 323,097 habitantes y puede mandar siet^ Represen-
tantes al Congreso nacional.
Según el censo de 1871 tenia Bolívar 241,704 habitantes, y
como en el de 1881 aparece con 323,097, su población en diez
años ha tenido un aumento de 81,393 in<livi(luos. Esto mani-
fiesta que la población de este Estado se duplica cada treinta
años, en el supuesto de qiie no se haya cometido error en el
censo de 1881.
La formación del censo general de la República es uno de
los negociados delegados por los Estados al Gobierno General,
Según la ley de 1? de Abril de 1858 el censo general del país
debe ser formado cada ocho años.
KAZA.
La Union Colombiana se encuentra, en cuanto á razas^
mejor que algunas de sus hermanas las reimblicas de América»
En Venezuela no predomina la casta europea, y en el Ecuador,
en el Perú y en Bolivia la raza indígena reí)resenta casi dos
tercios de la población. Esto hace que la lengua y las costum-
bres en general sean todavía más las del pueblo conquistado que
las del pueblo conquistador. No sucede eso en nuestro país. Si
exceptuamos las tribus salvajes y algunos de los pueblos de los
Estados de Cundinamarca y de Boyacá, asiento del viejo im-
perio chibcha, y uno que otro pueblo del sur del Estado del
Cauca, que fueron tributarios de los Síiyris ó señores de Quito,,
la raza americana no tiene muchos representantes en la Union*
Ademas, estos pueblos se destruyen con la simple acción del
tiempo, ó están siendo absorbidos por una raza más vigorosa
que la suya. Clasificaremos la población de la República del
modo siguiente :
(Baza americana). '
Esta raza tiene muchos puntos de contacto con la amarilla
ó mongólica, no obstante que en unas cosas es inferior a ella y en
otras es superior. Con todo, aunque el tipo americano es el quo
sobresale entre los habitantes de Colombia descendientes d©
* Diario Ofimal número 5,482^
J
— 169 —
indios, éstos son tan distintos entre sL qxie bien pudiera decir-
se que cada tribu ó pueblo pertenece a una rama separada. El
color de su piel, la clase de sus cabellos, lo más ó menos irre-
ffalar de sus faccioires, sus ojos, lo grande ó lo pequeño de su
estatura, &c., todo se presta á las más incongruentes clasifica-
ciones. Comprendiéndolos á todos, empero, bajo la raza ameri-
cana, diremos que su número no alcanza en la República, entre
semi-civilizados y bárbaros, á doscientos mil. Entre los últimos,
los más notables son los siguientes :. los tunebos, los betoyes,
los yaruros, los otomacos, los guahibos, los cUiricoas, los cuilo-
tos, los achaguas y los eles en el Estado de Boyacá ; Tos darie-
nes, los citaráes, los noánamas, los cíiocoes, los guaipunabis,
los maquiritares, los azanenis, los macuenis, los guarípenes,
los manidas, los airicos, los nitúas, los choroyes, los guaiguas,
los vaupeses. los enaguas, los yocunas, los mucos, los cabuines,
los guajes, los correguajes, los tamas, los andaquíes, los ma-
caguajes, los amaguajes, los güitotos, los cofanes, los macos,
los orelludos, los calmeabas, los cajuanas, los morequenis, los
morúas, los agustinillos, los orejones, los mayatíes, los manatos,
los yaríes, los picunos y los paeses en el Estado del Cauca;
los guahibos, los salivas, los cabres, los achaguas, los chucu-
nas, los enaguas, los amanzanes, los amorúas, los airicos, los
tamas, los mitúas, los guaipunabis, los maquiritares, los choro-
yes y los guaiguas en el Estado de Cundinamarca ; los goaji-
ros, los tupes y otros en el del Magdalena; los terevises,
los napas, los guaimíes, los mandingas, los anachunas, los
cunas, los tules, los chucunaques, los darienes y los paparros
en el de Panamá; y los patajamenos (antiguos motilones) en el
de Santander. De estas tribus se habla, respectivamente, en la
geografía especial de los Estados. *
Muchas de estos pueblos, aunque reducidos á la vida social,
conservan su idioma primitivo, tales son los noánamas, los
coconucos, los paeses y los antiguos pijaos en el Estado del
Cauca, y los sebondoyes y los moceas en el de Cundinamarca,
Algunos ge()grafos han pretendido que se hagan de la raza
ttmericana varias subdivisiones, tales como raza azteca^ raza
ando-peruviana y ra^a caribe ; pero esas clasificaciones carecen
de fundamento. Eaza^ hasta cierto punto, quiere decir origen ;
mas, ó los americanos son todos de un mismo origen, y entonces
son todos de una misma raza ; ó (íada pueblo y cada tribu tiene
un origen distinto. Esto último conduciria á admitir un núme-
ro interminable de razas. Eesx)ecto de que los chibclias descien-
dan de los, pueblos llamados ando-peruvianos, hay que tener
presente que las conquistas de los incas no pasaron del antiguo
país de Quito, y que esas conquistas no tuvieron lugar sino
pocos años antes del descubrimiento del Perú.
* No incluimos las tribus modernas del Sinú y del San Jorge ni los indios
de Mompos, del Estado de Bolívar, por ser desconocida su nomenclatura.
— 170 —
- En cuanto á los puntos de contacto de las razas chibclia y
azteca, éstos pueden ser exx)licados por los rasgos generales do
la raza americana, pues es notorio que los muiscas no tuvieron
relaciones directas ni indirectas con los habitantes de Méjico*
Por lo que ha»iLie á la raza caribe^ basta observar que las
costumbres por sí solas no forman razas separadas ; y la cix-
constancia de que los caribes devorasen á sus enemigos, no
prueba sino brutalidad. Asimismo, la costumbre que tenian los
panches de alargarles el cráneo á sus hijos, i)rueba barbarie j
pero ni lo uno ni lo otro es razón para hallar eu esos dos pue-
blos dos razas distintas.
Otra de las razones que se ha querido alegar para probar la
diversidad de las razas de América, ha sido la del valor de
unos pueblos y la pusilinamidad de otros. Por ejemplo, los
araucanos y los c.hibchas ; pero no se trae a cuento que la cobar-
día de estos líltimos más era sobrecogimiento que miedo. El
espanto, la admiración, la desigualdad entre el fusil, que trüe- ;
na y da la muerte como el rayo, y la débil flecha ; el poder de
los caballos en la guerra ; laferocidad de los perros de presa ;
los maj^ores conocimientos militares de los. españoles, &c. cir-
cunstancias fueron todas éstas que hicieron de la lucha una
lucha desigual, como lo son las que se traban entre la barba-
rie y la civilización. Y si no, cuántos prodigios de valor hizo
esa misma raza siglos después cuando la suerte, yá menos
adversa para ella, igualó las condiciones de la lucha dándole
arma^ de fuego y jefes expertos !
(Haza europea).
Esta raza está bien generalizada en el país, y su origen es
la rama latina venida á América con los conquistadores. Su3
elementos componentes son sangre ibera, romana, mora y goda.
Habita esta raza las principales ciudades de la Eepública, tales .
como Bogotá, Popayan, Tunja, Antioquia, Socorro, &c. y en
general los pueblos que sirvieron de asiento á los conquistado-
res y aquellos en donde la acción. poderosa del clima no la ha
ido modificando para convertirla en otra suya propia.
Sus condiciones físicas y morales son todas las de la raza ^
blanca, y se acrece con los europeos y norteamericanos domici- ♦
liados en la Union.
(Baza africana y razas intermedias). ,
La raza africana de Colombia tuvo origen en los negros
traídos de España y de África para el laboreo de las minas y ;
los trabajos de ingenios.
Siguen á estas razas los tipos intermedios, á saber: el mestizo^
hijo de blanco y de india ; el mulato^ hijo de blanco y de negra j
el zambo^ hijo de indio y de negra j y el tercerón^ el cuurterón &c.
liaitíádos así segnn domina en ellos lá stógré aMcaiia. Estas
diferencias nada significan empero en el país para los efectos
civiles y políticos, pues hay la más completa igualdad ante la
ley, y los cargos y los honores públicos están al alcance de *
todos, no por el coloi de su piel, ni poí la forma de su cráneo,
sino por su talento, su ciencia, su virtud 6 stt valor.
La raza blanca está representada en Colombia jior un 5(>^
por 100, la negra por un 35 y la americana 6 indígena por un 15, [
Según el " Eesúraen geográfico " de Cuervo, r':sfímen publi- :
cado en 1852, " la proporción entre los que nacen *y mueren en'
un año, tomando un término medio, es de 21 á 12. De los 21^
nacidos, 11 son varones y 10 son hembras. Entre los muertos '
es inayor la diferencia proporcional; es decir, mueren más
varones que hembras. Asi, i)or cada 100 varones hay en la
Nueva Granada 106 hembras. Esta diferencia en contra del ^
eéxú masculino depende, ya del trabajo más fuerte á que está ]
sujeto el hombre, ya de las guerras, en que éste sacrifica su vida, :
^ ^* Be bada loo individuos de ambos sexos mayores de 16:
atfos, son casados 44 y solteros 56. Esta proporción la hemos
formado sobre el total de la población de la República, pues
en algunas provincias del Sur y del interior es mayor el nitme- ;
ro de los casados que el de los solteros, aunque sucede lo con- -
trario en los litorales y en la« demás de clima ardiente.
"El desarrollo y la longevidad del hombre varían según el cli- ^
ma y el terreno que habita. Los habitantes de nuestros ardorosos
valles se desarrollan con precocidad ; pero en lo general care-
cen de vigor y de lozanía, y no llegan á una edad avanzada^
especialnente si el clima es húmedo, como sucede en la provin,-
ciía» de Casanare y en el cantón de San Martín,' en el valle del
Patía y en la hoya del Magdalena, de Honda hacia abajo, lu* ■
gares en donde solamente medra y vive contento el individuo •
de raza africana. En las tierras altas, por el contrario, el hom-
bre es fuerte y vigoroso, y aunque su desarrollo es lento, goza
de salud y vive largos años."
Por lo demás, los colombianos son valientes, y la prueba de
ello está nó solo en sus grandes hechos durante la guerra de la
Independencia, sino también en nnestras multiplicadas con-
tiendas eiviles 5 empero, el valor colombiano participa más del
valor reflexivo de los chilenos que del valor impetuoso de los
venezolanos. Los colombianos son ademas sobrios, industriosos^
amantes del trabajo, hospitalarios y sufridos. Dada la masa
total de la poblacíion civilizada de Colombia, quizá no hay otro
pueblo eh el mundo en donde el talento sea tan común y el
aiñor al estudio tan general. En menos de un cuarto de siglo,
después de la Independencia, se levantaron poetas, oradores,,
políticos, estadistas, sabios, militares y teólogos insignes, Al-
ziida la exclusa colonial que detenia el empuje poderoso de tan
bellas aguas, éstas se^ esparcieron por la ancha sux)erfieie dja
— 172 —
la Bepública y la nutrieron toda á su paso, cual en el bajo
Egipto las ondas del rio sagrado.
En cuanto á buenas costumbres, moral y deseos de mejora,
Íocos, por no decir ningunos, son los pueblos que exceden ala
Fnion Colombiana. En ella es desconocido el sibarita opulento
y el holgazán asqxieroso. La familia es el orgullo de todas las
clases de la sociedad, y el hogar doméstico es casi un templo.
El Presidente de la Union, lo mismo que el Alcalde de la últi-
ma aldea, gobierna sin más apoyo que la ley, sin otro prestigio
que el de la autoridad. Los caudales públicos y los de los par-
ticulares van de un punto á otro casi sin guardia, y en los
caminos del país no se han organizado nunca cuadrillas da
malvados.
" El habitante de las provincias montañosas de Pasto, del
Socorro y de la antigua Antioquia,^' dice Cuervo, " es robusto,
vigoroso, activo y emprendedor, y se ]>arece bien poco á su apá-
tico y macilento compatriota que habita en los valles del Mag-
dalena, del Cauca y del Meta ; y el ágil y verboso hijo de nues-
tras costas, se diferencia más del hombre lento y taciturno qae
nace en la alta ])lanicie de Tunja y de Tundama, que un fi*an-
ces de un castellano.
" La mujer, que tanta influencia ejerce en el bienestar y átin
«n la gloria de las naciones civilizadas, es en Nueva Granada
el primero de sus ornamentos. Ojos y pelo negros, facciones her-
mosas, fisonomía dulce y animada, cuerpo elegante, pié peque-
ño, imaginación viva, corazón sensible, amabilidad en el trato,
decoro en las maneras : tales son, en lo general, las cualidades
de la granadina de raza española con su tinte de árabe, modi-
ficada poderosamente por el clima intertropical.'^
Desde el año de 1832 fueron expedidas en la República las
primeras leyes sobre inmigración de extranjeros. Éstas disponen
que se dé á los inmigrantes cierta porción de tierras baldías^
se les exima del pago de algunas contribuciones y se les exo-
nere de varios cargos concejiles.
Todo inmigrante que se establezca en el país en calidad de
colono, queda naturalizado de hecho y goza de los derechos de
ciudadano.
Respecto de naturalización de extranjeros rigen las dispo-
siciones siguientes : 1* el Poder Ejecutivo de la Union expide
carta de naturaleza a todo extranjero que así lo solicita ; 2* en
cabeza del esposo quedan naturalizados la esposa y los hijos
menores de 21 años ; 3* la carta de naturaleza anula por com-
pleto el carácter y la condición de extranjero, y obliga al que
la obtiene á sostener y á cumplir la Constitución y las leyes.
La Constitución dice ademas : " Son colombianos 3o los
extranjeros que hayan obtenido carta de naturaleza; 4? los na-
cidos en cualquiera de las repúblicas hispano-americanas,
siempre que fijen su residencia en el temtorio de la Union y
— 173 —
declaren ante la autoridad competente que quieren ser colom-
bianos/' — ",Son elegibles para los puestos públicos del Gobier-
no General los colombianos varones mayores de 21 años ó que
sean ó hayan sido casados, con excepción de los ministros de
cualquiera religión.^' — Hallándose en el territorio de cualquier
Estado, los colombianos tienen en él los mismos deberes y
derechos de los domiciliados.
GOBIERNO.
El Gobierno de Colombia es republicano, federal y demo-
crático.
La primera Constitución política fué expedida en 1832,
La segunda lo fué en 1843, pero sin inteoducir en el siste-
ma reformas sustanciales.
La tercera Constitución fué sancionada en 1851, bajo un
plan enteramente liberal, que dio á la libertad civil una ampli-
tud de que hay pocos ejemplos en las naciones de la América
del Sur y del mundo.
La cuarta Constitución fué promulgada en 1858. Establecía
ésta el régimen federal, aspiración del país desde 1810.
En 1861, los Plenipotenciarios de los Estados reunidos en
Bogotá á causa de la revolución que estaba conmoviendo la Ee-
pública, firmaron el Pacto de unión, liga y confederación de
dichos Estados, que duró vigente hasta el 8 de mayo de 1803,
día en que la Convención nacional, reunida en Rionegro, san-
cionó ía Constitución vigente.
Los Estados colombianos son hoy libres y soberanos en los
términos señalados por esa Constitución ; pero hay ademas un
Gobierno General, dividido para su ejercicio en tres poderes,
que son : el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Son de cargo del Gobierno General, por delegación de los
Estados, los asuntos siguientes : 1? las relaciones exteriores, la
defensa exterior, el derecho de declarar y de dirigir la guerra,
y el de hacer la paz ; 2? la organización y el sostenimiento de
la fuerza pública al servicio de la nación ; 3? el establecimien-
to, la organización y la administración del crédito público y de
las rentas nacionales 5 4? la fijación del pié de fuerza en paz y
€pQ guerra, y la determinación de los gastos públicos á cargo
del Tesoro de la TJnion ; 5? el régimen y la administración del
comercio exterior, del de cabotaje y del costanero ; el régimen de
las fortalezas, délos puertos marítimos, de los fluviales y de los
secos en las fronteras, y el de los arsenales, diques y demás
establecimientos públicos y bienes de la Union ; 6? el arreglo
de las vías interoceánicas que existen ó que se abran en el
territorio de la Union, y la navegación de los rios que bañan
el territorio de más de un Estado, ó que pasan al de una nación
— 174 —
Ihoítrofe; 7? la formación del censo general ; 8? el deslinde y la
^demarcación territorial de primer orden con las naciones limí-
? troles 5 O? la determinación del pabellón y escudo de armas
^jiacionales ; 10? todo lo concerniente á la naturalización ele
í extranjeros 5 11? el derecho de decidir, con audiencia de los inte-
resados^ las cuestiones y diferencias que ocurran entre los Es-
jj^dos y 12? la acuñación de moneda y la determinación de su
nley, peso, tipo, forma y denominación ; 13? el arreglo de los
rpesos, pesas y medidas oficiales 5 14? la legislación y el procd-
¿imiento judicial en los casos de presas, represas, inratérías "6
4)tros crímenes, y en gcBeral de los hechos que ocnrran en alta
-mar, y de los cuales deba conocer la nación conforme al Dere-
sCho Internacional ; 15? la legislación judicial y la i)enal én los
-casos de violación del Derecho Internacional ; y 16? la facultad,
•de expedir leyes, decretos y resoluciones civiles y penales res-
ipecto de los negocios ó materias que, conforme á la Constiüa-
«ion nacional, son de la comijetencia del Gobierno General.
El Gobierno General y los Gobiernos de los Estados tienen
^n común el fomento de la instrucción pública, el servicio de
.correos, la estadística, las cartas geográficas de los Estados y
territorios, y la civilización de los indígenas.
La Constitución garantiza á los nacionales y á los extran-
jeros : 1? la inviolabilidad de la vida, la cual no puede ser
4iuitada á nadie por pena en ningún caso 5 2? el lio ser conde-
nados apena corporal por más de diez años 5 3? la libertad indi-
^dual, que no tiene más límites que la libertad de otro indivi-
duo; 4? la seguridad personal en todas sus manifestaciones
legales ; 5? la propiedad ; 6? la libertad absoluta de imprenta y
de circulación de los impresos así nacionales como extranje-
ros ; 7? la libertad de expresar sus pensamientos de palabra 6
por escrito sin limitación alguna; 8? la libertad de viajar;
,9? la libertad de industria ; 10? la igualdad ante la ley ; 11? la
instrucción libre ; 12? el dereeho de obtener pronto despacho
en los negocios de interés público ó privado; 13? la inviolabili-
dad del domicilio y de los escritos privados ; 14? la libertad de
asociarse sin armas ; y 15? la profesión libre, pública 6 privada
4e cualquiera religión, con tal que no ejecuten hechos inconj-
patibles con la soberanía nacional, ó que tengan x>or objeto
turbar la paz pública»
Los Estados están obligados : I.» á no permitir que las co-
munidades, corporaciones, asociaciones y entidades religiosas
puedan poseer bienes raíces, y á que éstos tengan otro carác*
ter que el de enagenables, divisibles y trasm'isibles á voluntad
de sus dueños ; 2.° á no permitir fundaciones, mandas, legados,
fideicomisos y establecimientos de cualquiera clase con que se
puedan sacar las fincas raices de la libre circulación, y á que
sean impuestos censos á perpetuidad fuera del Tesoro público :
3.^ á mantenerse organizados confonne á los i)rincipios del
•«I
— 175 —
gobierno popular, electivo, representatíTO, alternativo y reíí-
I)oiisable^ 4.o á no enajenar á potencias extranjeras parte
alguna de su territorio •, 5.o á no restringir con impuestos, ni de
otro modo, la navegación d^ los rios y demás aguas navegables
fiino cuando hayan exigido canalización artificial ; 6.p á no
gravar con impuestos antes de haber sido ofrecidos al consu-
mo, los productos que sean materia de impuestos nacionales,
ni los productos destinados á la exportación ; 7.® á no impone
-Contribuciones sobre los productos de tránsito, ó que no estén
^^estinadas al consumo del respectivo Estado 5 8.0 ano imponer
.beberes á los empleados nacionales sino en su calidad de miem^
,bro8 del Estado, y siempre que esos deberes no sean rucom-
'Patibles con el servicio público nacional ; 9.o á no gravar con
impuestos los productos ni las > propiedades de la Union :
40.° á deferir y someterse á las decisiones del Gobierno €k?neraí
jen todas las controversias que se susciten 'entre dos ó más de
ellos cuando no puedan avenirse pacíficamente, sin que en
ningún caso ni por ningún motivo, pueda un Estado declarar
ni hacer la guerra á otro Estado ; y ll.» á guardar estricta
neutralidad en las contiendas que lleguen á suscitarse entre
los habitantes y el Gobierno de otro Estado*
Los Estados están obligados, ademas, á auxiliarse y á de-
fenderse mutuamente contra toda violencia que dañe su propia
soberanía ó la de la Union, y á no alterar sus límites territo-
riales sin la aprobación del Gobierno General.
Las autoridades de cada Estado tienen el deber de cumplir
^ de hacer que se cumplan y ejecuten la Constitución y las
leyes de la Union, los decretos y órdenes del Presidente de
ella y los mandamientos de lois t;ribunales y juzgados naciona^
les. En cada Estado se da entera fe y crédito á los registros,
actos, sentencias y procedimientos judiciales de los otros Es-
.tados ; y todas las autoridades de los miamos están obligadas
á entregar los delicuentes comunes que se les reclamen y contra
los cuales se haya librado orden de prisión no violatoria de los
derechos individuales,
.^ . Los Gobienios de los Estados en cuyo territorio se asilen
individuos responsables de hechos punibles ejecutados contra
íbI Gobierno de algún Estado limítrofe, tienen, si éste lo solici-
ta, el deber de internarlos y de mantenerlos á una distancia de
la frontera que no les impida continuar hostilizándolo.
ningún Estado puede permitir que se hagan en él engan-
ches ó levas que tengan por objeto atacar la libertad, la
indei>endencia ó perturbar el orden público de otro Estado, 6
de otra nación. Finalmente, á efecto de que por ningún motivo
y en ningún caso pueda ser perturbad.a la armonía que debe
existir siempre entre los poderes generales y federales, los
actos legislativos de las Asambleas de los Estados que salgan
de su esfera de acción constitucional, estén sujetos á ser sus-
pendidos por la Oorte Suprema de la nación y definitivamente
— 176 —
annlados por el Senado, á solicitud del Procurador- general ó
de cualquier ciudadano.
, A su vez, el Gobierno General no puede declarar ni hacer
lá guerra á los Estados sin expresa autorización del Congreso
y sin haber agotado antes todos los medios de conciliación que
exijan la paz nacional y la conveniencia pública. Ademas,
todos los actos del Congreso y del Poder Ejecutivo nacional
que violen los derechos individuales 6 ataqueu la soberanía de
los Estados son anulables por el voto de éstos, expresado por
la maj oría de sus respectivas Legislaturas.
El Poder Legislativo nacional es ejercido por dos salas, lla-
mada Cámara de Eepresentantes la una y la otra Senado de
Plenipotenciarios. La sala de Eepresentantes representa al
pueblo colombiano, y se compone de los Eepresentantes que
corresponden á cada Estado á razón de uno por cada cincuenta
mil almas y uno más por cada residuo que no baje de veinte
mil. El Senado representa á los Estados como entidades políti-
cas de la Union, y se compone de tres Senadores, nombrados
por cada uno de dichos Estados. Todos éstos empleados gozan
de inmunidad en sus personas y eu sus propiedades durante
las sesiones y mientras vienen á ellas y vuelven á sus easa4^«
La renovación total de los miembros del Congreso se hace cada
dos anos, pero éstos pueden ser reelegidos indeünidamente*
Tanto los Senadores como los Eepresentantes son irresponsa-
bles por los votos y por las opiniones que emitan. El Congreso
se reúne todos los años en la capital de la Union, y sus sesione»
ordinarias pueden durar hasta noventa días y ser prorogadaé
por el tiempo que ambas Cámaras acuerden. También se reúne
extraordinariamente cuando para ello es convocado por sí
mismo ó por el Poder Ejecutivo.
Toda ley- necesita de seis debates (tres en cada Cámara) eñ
dias distintos, y de la sanción del Presidente de la Eepúblicsu
Las leyes no obligan sino desde que son publicadas, y ninguna
de ellas puede tener efecto retroactivo en la Nación ni en los
Estados sino en el caso de imponer penas menores que la«
establecidas. Ko x^^eden ser miembros del Congreso el PreiS*
dente de la Eeptlblica, los Secretarios de Estado, el Procura-
dor general y los Magistrados de la Corte Suprema,
El Poder Ejecutivo de la Union lo ejerce un empleado pít
blico llamado Presidente, el cual es elegido por dos años y por
mayoría de votos. En esta elección cada uno de los nueve Es-
tados tiene un voto, que da el pueblo y que recoge y escruta la-
Asamblea respectiva. El Presidente de la Eepública no puede
ser reelecto para el período inmediato, y despacha por medioi
de los Secretarios de Estado. "■'-'
La falta del Presidente la suple uno de los tres Designados^
que, para este efecto, nombra anualmente el Congreso.
El poder judicial de los Estados es independiente. Las caip*
V
— ni —
-«as iniciadas en ellos conforme á su legislación especial y eü
asuntos de su exclusiva competencia, terminan en los mismos
lEiStados, sin sujeción al examen de ninguna otra autoridad. El
poder judicial de la Union lo ejerce una Corte Suprema federal,
compuesta de cinco Magistrados elegidos cada cuatro años por
las Legislaturas de los Estados 5 y no puede haber en ella á un
mismo tiempo dos ni más Magistrados que sean ciudadanos,
naturales ó vecinos de un mismo Estado.
Los Magistrados de la Corte Suprema federal y los Jueces
nacionales no pueden ser suspendidos de su empleo sino por
acusación legalmente intentada y admitida, ni depuestos sino
á virtud de sentencia judicial ajustada á las leyes.
El ministerio público lo desempeña un funcionario elegido
cada dos años por la Cámara de Representantes. Este funcio-
nario tiene el nombre de Procurador general de la nación.
Las leyes federales pueden decretar la creación de nuevos
^Estados desmembrando la población y el territorio de los exis-
tentes, cuando esto sea solicitado por la Legislatura del Estado
respectivo. Empero, estos iiuevos Estados deben tener cien niil
habitantes por lo menos. Los territorios poco poblados ú ocu-
pados por tribus indígenas son regidos por leyes especiales,
cuando los Estados á que pertenecen los ceden al Gobierno
Greueral con el objeto de fomentar colonizaciones y mejoras
materiales. Desde que un territorio tiene una población civili-
zada que pasa de tres mil habitantes, manda á la Cámara de
Bepresentantes un Comisario, el cual tiene voz pero no tiene
voto en la discusión de las leyes de interés general* El territo-
rio cuya población llega á veinte y cinco mil habitantes civiliza-
dos, manda á la Cámara dicha un Comisario, quien tiene voz
y voto en ella.
Se hacen notar las disposiciones constitucionales siguientes:
1^ la que manda que cesen de hecho en el desempeño de sus
destinos los empleados de libre nombramiento del Presidente
de la Eepública cuando . admiten el cargo de Senadores ó de
Bepresentantes 5 2°' la que manda que cesen igualmente en el
desempeño de sus destinos todos los empleados públicos de
libre nombramiento del Presidente, dos meses después de ha-
berse posesionado éste de su empleo 5 3* la que no permite que
ninguna renta, contribución ó impuesto sea exigido cuando no
ha sido incluido especial y nominalmente en el Presupuesto ; 4*
la que no permite hacer del Tesoro nacional ningún gasto sino
cuando él ha sido ordenado expresamente por el Congreso, ni
en mayor cantidad que la votada por éste 5 5* la que prohibe á
todo funcionario y coií>oracion pública el ejercicio de funciones
que no le corresponden ; 6* la que manda que el Derecho de
Oenteshaga parte de la legislación nacional y que sus dispo-
siciones rijan en casos de guerra civil, no solo para que los
12
— 178 —
beligerantes intestinos respeten las prácticas de Jas nacione»
cristianas, sino para que pueda ponerse término á aquélla pco"
medio de tratados.
El poder electoral corresponde á la legislación de los Es-
tados, los cuales siguen en esto sistemas diferentes. La Consti-
tución de 1843 disponia que fueran sufragantes parroquiales 6
de distrito todos los vecinos que se hallasen en ejercicio de
los dereclios de ciudadano. Estos sufragantes parroquiales
votaban cada cuatro años por los electores de cantón, quienes
eran elegidos á razón de uno por cada mil almas. Para ser
elector de cantón se necesitaba ser ciudadano, tener 25 años de
edad, saber leer y escribir y ser vecino del cantón en (Jonde se
le nombraba. Los electores de cantón elegian el Presidente y
el VicepresidepLte de la República, los Senadores, los Represen-
tantes y los Diputados de las Cámaras de provincia. Las elec-
ciones eran x)úblicas y nadie podía concurrir á ellas con armas, f
Yá hemos dicho que en ese entonces el cuerpo electoral se
coínponia de 1682 sufragantes, á razón de uno por cada l,ltó
habitantes. Los Senadores, los Representantes y los Diputaídoi^
de las Cámaras de provincia que correspondían á cada provin-^
cia eran los que signen :
Provincias. Senadores. Representantes. Diputados. »
Antioquia 2 6 17
Barbacoas 1 1 .-. 7
Bogotá.. 3 9 17
Buenaventura 1 1 7
Cartagena . . ! 2 4 17
CaiSanare X 1 7
Cauca 1 2 12
Chocó 1 1 7
Mariquita -, 1 2 12 -
Mompos 1 1 7
Neiva 1 4 12
Pami)lona 1 3 17
Panamá 1 2 12
Pasto 1 1 12
Popayan 1 2 12
Riohacha 1 1 7
Santamarta. 1 1 7
Socorro 8 4 17
Tunja 1 9 17
Túquerres 1 1 7
Yélez...., 1 3 12
Veraguas 1 1 7
28 60 24a
* Para ser ciudadano s^guu la Constitución de 1843 se neoesitiiba ser gra-
— 179 —
Segnn la Constitución de 1843 cada provincia podia nom-
brar tantos Senadores cuantos le correspondiesen á razón de
uno por cada 70,000 almas. Las provincias que no alcanzaban á
tener esta población, siempre tenían derreclio dé elegir un Se-
nador. Pai-a ser Senador se requería ser colombiano de naci-
miento y ciudadano en ejercicio, tener 35 anos de adad, ser
natural ó vecino de la provincia que lo elegia, y tener una
renta anual de $ 800, proveniente del ejercicio de alguna indus-
"tria ó profesión, ó solo de $ 500, si ésta provenia de finca raíz,
lia falta de renta la supliá una propiedad raíz de valor de $ 4,000.
Los Eepresentantes eran nombrados á razón de uüo por
<íada 30,000 almas 5 pero las provincias cuya población no al-
canzaba á ese número, siempre tenían dereclio de elegir un
Hepresentante. Para poder optar este cargo se necesitaba tener
25 anos cumplidos, ser ciudadano, vecino, propietario ó arren-
tado. Para ser Diputado se exigían las mismas condicionen que
para ser Kepresentante, menos la de la renta ó propiedad.
La reunión de las Cámaras de provincia era anual y cada
<janton debia elegir un Diputado á ellas, por lo menos, iíinguna
de estas Cámaras podia reunirse con menos de cinco Diputados.
Para ser Presidente de la Eepiiblica solo se exigía ser co-
lombiano de nacimiento, ciudadano en ejercicio y ten^r 35 anos
de edad.
La Constitución de 1853 decia : " Son ciudadanos los varo-
nes granadinos que sean ó hayan sido casados, ó que sean ma-
yores de veintiún anos.'' — " Todo ciudadano granadino tiene
derecho de votar directamente, con voto secreto y en ios respec-
tivos i^eríodos : 1** para elegir el Presidente y el Vicepresidente
de la Bepública ; 2? i^ara elegir los magistrados de la Suprema
Corte de Justicia y el Procurador general de la^nacion ; 3? para
^egirel Gobernador de la resi)ecti va provincia; y 4? para elegir
ei Sena<lor ó Senadores y el Eepresentante ó Eepresentantes
de la respectiva provincia. Todas estas elecciones se harán por
mayoría relativa .de votos.''
La Constitución de 1858, que fué la que estableció en el
país la forma federal, dijo : '' Para ser Presidente de la Confe-
deración no se necesita sino ser granadino de nacimiento en
ejercicio de los derechos de ciudadano " (tener 21 años cumpli-
dos). El destino de Yicepresidente fué suprimido. Se mandó
que los magistrados de la Corte Sujirema fueran elegidos por
el CongTeso de entre las temas que presentaran las Legislatu-
ras de los Estados, y que el Procurador fuera elegido por la
Cámara de Eepresentantes.
nadino^ tener 21 afios de edad por lo menos, ser dueño de bienes raíces situados
-en el país que valiesen por lo ménos'$ 800 libres ó tener una renta de $ 150 al
afio, saber leer y escribir y pagar ál fisco la contribución directa respectiva. La
Constitución de 1821 no exigía sino una propiedad de $ 100 ó tener algún ofi-
<iiOf profesión ó industria útil con casa ó tall«i^ abierto* salvo ios jornaleros y
sirvientes. La Conatitucion de 1882 exigia solamente tener la subsistencia ase-
parada sin sujeción á otro individuo y no ser vago declarado.
— 18© —
• \ . . ' . VI.
RELIGIÓN.
A&í en tiempo de la eoloniai eomo en el de la Eepública haats^
1§53 la religión católica, apostólica^ romana fdé la única p^^'
luitida á los colombianoB y la que el Gobierno amparó. Sin em-
bdttgo, el amparo del Gobierno colonial iba basta la Inqnidi-'
cion yeldel gobierno propio solo á hacer del catolicismo lar
religión del Estado. ^' El tribunal de la Inquisición," dice Be»-
trepo^ "era otro de los superiores que existían en el antíguu^
territorio de Colombia, y ejercía su imperio despótico sobo»
todo el Vireinato de Santafé, lo mismo que sóbrelas Oa^pitanías
generales de Venezuela, de Cuba y de Puertorico ; él residid
en la ciudad de Cartagena de Indias. Se componía de dos In-
quisidores y de un fiscal, que por lo común eran españole»
europeos. En las principales ciudades del extenso territorio á&
su dependencia, la Inquisición de Cartagena tenia jueces dele-
gados ó comisarios para instruir los procesos correspondiente»
á sü odioso ministerio, los que hacian temblar aun á los honv-
bres más virtuosos." Como yá hemos dicho, los Inquisidores
gozaban de cuantiosas rentas, que se les satísfacian. con los
productos de una canon gía suprimida en cada una de las. sillas
episcopales que tabia dentro del territorio sometido á su juris-
dicción.
'' Se ha escrito tanto," continúa Restrepo, ^' en estos último»
tiempos sobre el formidable tribunal de la Inquisición de Es-
paña y sobre su bárbaro y cruel modo de proceder, que Juzgar
mos inútil repetirlo : basta saber que en sus juicios presidia el
más profundo secreto é incomunicación de los reos 5 que no
habia apelación ni recurso alguno pora la inocencia oprimida ;
en fin, que las infelices víctimas eran condenadas al fixego. Sin
embargo, el rigor de la Inquisición habia cedido mucho á la»
luces del siglo, y hacia más de sesenta años que en estos países
no se quemaban brujas ni hereges. Las penas inquisitoriales
se reducían á penitencia, prisiones, multas y á la infamia, que
siempre acompañaba al que habia tenido la desgracia de ser
procesado por la Inquisición.
c *< Otro de los males harto grave que causaba este tribunaá
era impedir el progreso de las luces con la prohibición de
aquellos libros capaces de ilustrar á los pueblos, disipando lá
ignorancia y el fanatismo. Esta prohibición excitaba las dejiuih
olas, las visitas domiciliarlas á lasHbrerías de los particulares,,
y espantaba las conciencias con las excomuniones fulminadas
contra los poseedores de libros prohibidos, quienes de un iuB-^
tante á otro se veían procesados por la InquiíÍLcion."
' L!a iglesia colombiana se componía en tiempo del Gobierncf:
español del arzobispado de Santafé y de los obispados de San-'
tamarta, de Cíirtagena, de í^opayan y de Panamá. Este último
— 181 —
I
era sufragáneo del arzobispo de Lima. Al arzobispado y á los
obispados seguian en el orden gerárqnico los capítulos ecle-
siásticos, los vicarios foráneos, los curas y los sacristanes de
las parroquias. El clero regular dependía de los vicarios gene-
táím de Madrid. ' El cleiro secular y el tolto, ai)arte de sus
rentas propias y de ciertos dereclios, ^ran sostenidos con el
Iirodnoto de los diezmos que el Papa Alejandro VI concedió á
Im Reyes Católicos desde los primeros dias del destóubrimientd
de la América. 'De estos diezmos correSpondiati á la real ha-
cienda tres novenas partes y el resto era distribuido entré el
€iero, las iglesias y los hospitales. La renta de diezmos era
administrada por un poder mixto, civil y eclesiástico. -Cada
añade la^ órdenes regulares poseía varios Jbienes raíces y
viu»ios capitales impuestos á censo.
Hacia la época de la revolución de la Independencia, el
producto de la renta de diezmos era, poco más 6 menos, como
fiúgne:
Santafé, arzobispado. $ 28(5,000
í Cartagena, obispado. . . * . . .- 32,000
Santamarta, id s ..24,000
Panamá, id :...... 25,000
? Popayan, id...... €6,000
. • ' ■ , ,• > ,
Total $433,000*
Un esa n^sma época el personal del clero era el siguiente :
Cl«ro sécaldr. Clero regular. > Total.
• Santafé......... 535 532 1,067
^ Cartagena.... 184 45 229
-Santamarta 79. 2 81
' Panamá 89 j : 25 114
Popayan 290 64 354
Totales.;.... 1,177 668 1,845**
* Los diezmos de la América, que al priocipio produciau muy póoo, s»
i II vertían en construir iglesfas y pagar los ministros del cuVto. Posteriormente
(S de Febrero de, 1541} dispuso Carlos Y que su producto fuera dividido en
cyatro partes, asi : una para los obispos y otra para, los cabildos eclesiásticos ;
de ítm otras dos partes debian deducirse dos novenos para Id real hacienda;
ttee novenos para la fábrica de las iglesias y para los hospitales, y los cuatro
restantes para los curas y los sacristanes. Esta disposición fué obedecida hasta
pi:¡ncipio8 de| presente siglo, en que el Papa mandó que se tomase un novena
fxiás de la masa total de los diezmos y se le diese al fisco.
** Carecemos de datos exactos respecto de las monjas; pero Bestrepo diae
el liabUr conjuntamente de los países de la antigua Colombia : '*Las monjas
|>rof68as eran aproximadamente 800, y había en los conventos - entre novicias,
edocandas y sirvientas- 1,889. El total de las mujeres aue vivían en la clausura
áé 21 óonventos de monjas áe diferentes órdenes asoenaia á 2,189."
f
^ 182 —
** Los reyes de España,^ continúa diciendo Eestrei)0, " ejer-
cían un derecho precioso sobre todas las iglesias de América :
tal era el de patronato, que Fernando el Católico tuvo la sabia
previsión de asegurar para sí y para sus sucesores cuando aún
no se conocia toda la importancia de los nuevos descubrimien-
tos del célebre Colon. Como patronos de la iglesia de América,
los reyes de España nombraban todos los arzobispos y obi»^
pos, y el Papa les expedía inmediatamente las bulas ; elegían
también para las dignidades, prebendas, oanongías y dema»
plazas eclesiásticas, y con solo su nombramiento los cabildo»
daban la institución canónica á los electos. Los beneficios cura-
dos y otros menores se i)roveián por los Vireyes, los Capitanes
generales y los Gobernadores, los cuales ejercian el vicepatto-
nátó real.
" Los monarcas españoles tenían dos grandes móviles para
manejar el clero en América : el ínteres y el temor. Pendiendo
de la autoridad real la provisión de las dignidades y de los
beneficios eclesiásticos, los miembros del clero vivían sujetos
al soberano, de quien todo lo esperaban. Como éste podía tam-
bién expelerlos de sus dominios y privarlos de sus temporali-
dades sin contar pai^ nada con la potestad eclesiástica, temían
justamente incurrir en su indignación. Así es que en los tres-
cientos años de la dominación española en América, hubo
pocos ó ningunos ejemplares de que el clero hubiese turbado
la tranquilidad pública con disjmtas ni competencias ruidosas ;
siempre manifestó la más sumisa obediencia.... La religión
del pueblo era la católica, apostólica, romana, única y exclusiva.
El clero secular y regular tenia mucho influjo sobre los habi-
tantes, á quienes dominaba por medio de sus conciencias. Estje
influjo era grande en la Cajútanía general de Venezuela, mayor
en Santafé y en las provincias de la Nueva Granada propia-
mente dichas, y excesivo en las que componían la Presidencia
de Quito. Parece que se aumentaba cuando eran menores las
comunicaciones de los pueblos con los extranjeros. Confesarse
y comulgar anualmente, oír misa y rezar el rosario todos los
dias, hacer novenas y peregrinaciones y visitar las imágenes
que se veneraban en algunos santuarios célebres : hé ahí las
obras del culto externo que los pueblos creian más agradables
al Ser Supremo. De lo dicho se infiere que la religión del prn^
blo se dirigía casi enteramente á las prácticas exteriores, algu-
nas de ellas supersticiosas. Tenia en lo general bastante fana-
tismo é intolerancia. Los cristianos de otras comuniones se
juzgaban por la masa de nuestros pueblos como hereges é
impíos detestables, que no podían tener virtudes y con quienes
debíamos evitar todo trato y comunicación. Esta era opinión
recibida aun por el mayor número de nuestros teólogos y cano-
nistas, quienes la sostenían acaloradamente. Tales opiniones
eran en extremo favorables al clero secular, al regular y á las
monjas. Una gran parte de las propiedades y riquezas de los
_ 183 _
ciudadanos haWan pasado al clero y á los concentos, bajo losí
títulos de ñindaciones piadosas, capellanías, donaciones y dotes
para monjas. No se tenia por buen cristiano el que, muriendo,
uo dejaba algo á los conventos é iglesias, ó fundaba capellanías
para que se dijera cierto número anual de misas por su alma,
á fin de que no penara en el Purgatorio. El mismo juicio se
formaba del que no habia comprado la bula de Cruzada.'^ *
La ley fundamental de la Eepública de Colombia, expedida
por el Congreso de Angostura el 17 de Diciembre de 1819, no
estableció nada sobre la religión del Estado y de los ciudada-
nos. En ella apenas se dijo : '' En el nombre y bajo los aus-
picios del Ser Supremo se ha decretado y decreta la siguiente
ley fundamental &c.^^ La Constitución de 1821, expedida
por el Congreso general de Cuenta tampoco dispuso nada res-
pecto de ese punto 5 pero en la alocución dirigida á los colom
bianos por ese Congreso y suscrita por el Presidente de él,
doctor Miguel Peña, por el Vicepresidente, el Obispo de Mérida
y de Maracaibo, y por los tres diputados secretarios, Francisco
Soto, Miguel Santamaría y Antonio José Caro, se dijo : " Tal
hfb sido el plano sobre que se ha levantado la Constitución de
Colombia. Vuestros Representantes solo han puesto una con-
fianza ilimitada en las leyes, porque ellas son las que aseguran
la equidad entre todos y cada uno ; y son también el apoyo de
la dignidad de Colombia, la fuente de la libertad, el alma y el
consejo de la República. Pero lo que vuestros Representantes
han tenido siemi)re á la vista y lo que ha sido el objeto de sus
más serias meditaciones, es que esas misnaas leyes fuesen ente-
ramente conformes con las máximas y dogmas de la religión
católica, apostólica, romana, que todos profesamos y nos glo-
riamos de profesar. Ella ha sido la religión de nuestros padres,
y^es y será la religión del Estado : sus ministros son los únicos
que están en el libre ejercicio de sus funciones, y el Gobierno
autoriza las disposiciones necesarias para el culto sagrado.'^
.< Según la ley de patronato de 1824 el Gobierno creaba los
araobispados y obispados y les señalaba los límites de sus res-
pectivas jurisdicciones ; permitía ó indicaba la necesidad de la
odebracioB de los concilios 5 permitía ó nó la fundación de mo-
n^iSterips y podía, suprimir los existentes y disponer de sus ren-
tas 5 formaba el arancel de los derechos eclesiásticos ; interve-
nía en el manejo de la renta de diezmos y tomaba para sí una
parte d,e los productos de éUa 5 concedía ó rehusaba el pase á las
Was y á los breves pontificios; expedía leyes sobre disciplina
eclesiástica ; presentaba los candidatos para ocupar las sillas
episcopales y provecía directamente las canongías ; nombraba
4
■-' . * I
.* Era Ilapiacia así la bula apostólica en que los pontífices romanos concedían
diferentes indulgencias á los que iban á la conquista de la l'ierra Santa. Des-
loes fué extendida esta gracia á los diferentes reinos de España j á los fiele»
de ellos que oontribuian coa la limosna fijada para hacer los gastos de 1»
guerra; contra los. infieles y para la defensa de la religión católica.
A.J
— 184r —
()«|eB ,1q iTe^iresentaae e:^ los síooddB ; luwabrato ^09 Gnras pa-
rroquiales; aprobaba ó nó los nombramientos de Provinciales
é intervenía en los asuntos de fábrica. En una palabra, era el
soberano administrador de la Iglesia. ^^ La Bepúbliea/' decia
la ley, " debe continuar en el ejercicio de estos dereclws, y es
un deoer de su Gobierno sostenerlos y reclamarlos de la Silla
apostólica para que nada se varíe ni innove." En efecto, nada
fué variado ni innovado y la Iglesia colombiana continuó sujeta
al Gobierno republicano como habia e^ado á los reyes de
España.
jBl Poder Ejecutivo podia hacer recoger las bulas, y ios
breves <yie no hubieran obtenido el pase del Congreso, o que
de alguna manera se opusiesen á la soberanía y á las pr^oga-
tivas de la nación ; y por medio de los Intendentes cukLaba de
que los eclesiásticos no usurpasen la jurisdicción civil y no elu-
diesen ni contrariasen las leyes, las órdenes y las disposiciones
del poder civil. Correspondía á la Alta Corte de Justicia cono-
cer de las causas de inñdelidad á la EepúWica de los Arzobis-
1M)S y Obispos, y de las de usurpación de los mismos de las
prerogativas y de la soberanía pública. También le era permi-
tido á aquel tribunal extrañarlos del suelo de la patria y
mandar que fuesen ocupadas sus temporalidades.
Jil Congreso cuidaba de las rentas de fábrica y exigia de los
prelados y cabildos eclesiásticos la cuenta anual de ellas. Los
Intendentes primero y después los Gobernadores nombraban
los mayordomos de fábrica. *
La ley á* de 10 de Mayo de 1848 dispuso que las cuentas de
la renta de fábrica de las iglesias catedrales fueran examina-
das y fenecidas por la Corte nacional de Cuentas.
La ley fundíimental de la Eepública de Nueva Granada no
estableció nada sobre reügion (Noviembre de 1831). En la
Constitución de 1832 se dijo : " Es im deber del Gobierno pro-
teger á los granadinos en el ejercicio de la religión catóUca,
apostólica, romana." .
En esta vez, como en 1821, el Presidente de la Convención
nacional, que lo era el Obispo de Santamarta, dirigió tina alo-
cución á los granadinos, autorizada por el Secretario de la
Convención, Florentino González, en la cual dijo : — ^* Se ha
establecido el rigoroso deber que tiene la Nueva Granada^ de
X)roteger la santa religión católica, apostólica, romana. Esta
religión divina, la única verdadera, precioso origen del bien
que heredaron los granadinos de sus padres, que recibieron del
cielo en el bautismo y que por la misericordia del Dios que ado-
ramos conservaremos todos intacta^ pura y sin mancha.'^
El Código Penal, que fué expedido en 1837, disponía ^ue el
eclesiástico — secular ó regular — que en el 'Cjercieio de su
* Se da el nombre de r^nfa de fábrica i lo qne se Qohr& é. los £el66 para
reparar las iglesias j para hacer los gastos del culto.
— 185 —
mioisterio^ en diseorso ó isemón sA {^ftlilicó, (^dftá-^pái^toral,
edicto ú otro escrito religioso, tratara de persaadir dé que no
se guardase en todo ó en parte la Oonstitneion de la Eepúbliea^
debia snMr la privación de los derechos políticos y de los óiri-
les y de cnatro á ocho años de prisión» Terminada ésta, debia
ser confinado por dos ó coatro años en un lugar distante de
aquel eil donde habia cometido el deUto. El cura 6 el prelado
de la iglesia que hubiese presidido el acto en que se. hubiese
predicado tal sermón y no lo hubiese impedido, y el Secretario
que hubiese autorizado la carta-pastoral ó el edicto, pagaban
ana multa hasta de $ 300.
El eclesiástico — secular ó regular — que en el' ejercicio de
su ministerio, de palabra 6 por escrito, propagaba cualesquiera
máximas ó doctrinas que tendiesen directamente á destruir
ó á Jrastomar la Oonstitneion con hechos, ó que con sermón,
carta-^pastoral 6 edicto causaba alguna sedición, algún motin
é alboroto popular ; ó que en sitio público ó en concurso
daba voces sediciosas contra la observancia de la Constitución,
suMa la. pena de dos hasta seis años de prisión. Xas sátiras,
.burlas é invectivas de los sacerdotes contra las leyes eían cas-
tigadas con multas hasta de $ 400.
La Constitución de 1843 dijo : " La religión catóUca^ apos-
ti^ica, romana es la única cuyo culto sostiene y mantiene la
República-'^ "Es también un deber del Gobierno proteger á
los granadinos en d. ejercicio de la religión católica, apostólica,
romana.'*
En 1850 se mandó cesar la intervención del Gobierno en el
cobro de las primicias y de los derechos de estola. * En 1851
fueron abolidos los diezmos y se le señaló renta al clero. Tam-
bién fué abolido en ese mismo año el fuero eclesiástico y el asilo
en las iglesias. En 1852 se les dio á la« municipalidades la facul-
tad de nombrar los curas parroquiales. Finalmente, la ley de
16 de Junio de 1853 separó la Iglesia del Estado y mandó
cesar toda intervención de las autoridades civiles, nacionales
y municipales^ en la elección y presentación de candidatos para
la provisión de beneñcios eclesiásticos, y en todos los asuntos
relativos al ejercicio del culto católico. Mandó esa ley además
que no se estableciesen contribuciones forzosas para el soste-
nimiento de los cultos 'y que los prelados^ ministros y funciona-
rios de éstos, fuesen de la clase ó condición que fuesen, queda-
ren sometidos á las leyes y á las autoridades civiles del país ;
que ninguna corporación religiosa tuviera carácter público, y
que los ampios católicos con sus rentas y propiedades perte-
neciesen á las respectivas parroquias.
La misma ley de que hablamos derogó todas las de la Ee-
oopilacíon Castellana y todas las de la Eecopilácion de Indias
* Dase est6 nombre á los emolumentos que se pagetn á los -earas .párroco»
por las fanoiones qiie se hacen en sa iglesia apnque np asistan ellos á ta)ea
fuocioneot
5
i
I
— 186 —
que trataban de asuntos eclesiásticos, y las que estuviesen en
relación con ellas ó que en alguna forma y manera restringie-
sen ó prohibiesen el ejercicio de los actos civiles á los individuo»
eclesiásticos, seculares ó regulares, á fin de que tales individuo»
jmdiesen adquirir, contratar, heredar, testar y hacer uso de
todos los derechos que tenian los colombianos. A igual anu-
lación fueron sometidos todos los actos administrativos que
se rozaban con la antigua intervención del poder temporal en
los negocios de la Iglesia.
La Constitución de 1853 dijo : " La Eepública garantiza á
todos los granadinos 5? la profesión libre, pública ó priva-
da de la religión que á bien tengan, con tal que no turben la
paz pública, no ofendan la sana moral, ni impidan á los otro»
el ejercicio de su culto." La Constitución de. 1858 dijo : " La
Confederación reconoce á todos los habitantes y transeúntes . . . -
10? '^ La profesión libre, pública ó privada de cualquiera reli-
gion; pero no será permitido el ejercicio de actos que turben
la paz pública, ó que sean calificados de punibles por leyes
preexistentes.
El dictador Mosquera expidió en 1861 varios decretos sobre
tuición, extinción de las comunidades religiosas y desamortiza-
ción de los bienes llamados de manos muertas. El primero de
éstos disponía : 1? que el Poder Ejecutivo ejerciese en adelante
el derecho de tuición respecto de todos los cultos 5 2? que nin-
gún ministro siiperior del culto pudiera ejercer sus funciones
sin el pase ó autorización del Presidente de la Eepública y de
los Gobernadores de los Estados,. en su caso ; y 3? que fueran
extrañados del territorio de Colombia los contraventores á este
supremo mandato. " Las Reales Audiencias ejercían en Amé-
rica,'' dice Eestíepo, "el derecho precioso de tuición, quei co-
rresponde a la suprema potestad civil para favorecer á sus
subditos cuando no se hace justicia á éstos por los prelados
eclesiásticos. Estos recursos, llamados de fuerza, componen uno
de los eslabones que ligan la potestad independiente de la
Iglesia en los países católico-romanos, é impiden que los jueces
eclesiásticos abusen de la autoridad oprimiendo á los que liti-
gan en sus tribunales. Solamente contra el de la Inquisición no-
se podia instaurar recurso alguno de fuerza.''
El decreto sobre desamortización decia : " Tod^s las pro-
piedades rústicas y urbanas, derechos y acciones, capitales de
censos, usufructos, servidumbres ú otros bienes que tienen 6
administran como propietarios 6 que pertenecen á las corpora-
ciones civiles ó eclesiásticas y á los establecimientos de educa-
ción, de beneficencia 6 caridad en el territorio de los Estados
Unidos de Nueva Granada, se adjudican en propiedad á la na-
ción por el valor correspondiente á la renta neta que en la actua-
lidad producen 6 pagan, calculada como rédito al 6 i)or ciento
anual, el cual será reconocido sobre el Tesoro al mismo canon." —
" Bajo el nombre de corpordciones se comprenden todas las
— 187 —
iMornuBidades religiosas de uno y otro sexo, cofradías y archí-
cofradías^ patronatos, capellanías, congregaciones, hermanda-
des, parroquias, cabildos, municipalidades, hospitales j en
general todo establecimiento y fundación que tenga el carácter
de duración perpetua é indefinida.'' — ** Se exceptúan de esta
adjudicación los edificios destinados inmediata y directamente
al servicio ú objeto del culto ó del instituto, como los templos^
casas de reunión episcopal, casas municipales, colegios, hospi-
tales, hospicios, mercados, cárceles, penitenciarias, casas de
corrección y de habitación de los religiosos ó de las monjas ;
y por razón de oficio,- las que sirvan al objeto de la institución,
como las casas de los párrocos, de los magistrados y los locales
de las oficinas públicas. Se exceptúan también las propiedades
pertenecientes á las Municipalidades, los edificios, ejidos y te-
rrenos destinados exclusivamente al servicio público de las
poblaciones á que pertenezcan." La Convención nacional de
iüonegro ratificó expresamente este decreto y prohibió á los
n^nistros de los cultos ejercer las funciones de su ministerio
antes de prestar, ante la primera autoridad política respectiva,
juramento de obedecer la Constitución, las leyes y las autorida-
des de la Eepública y de los Estados.
El decreto sobre extinción de las comuuidades religiosas
dispuso que los respectivos capellanes recibiesen por inventa-
rio los vasos sagrados, las alhajas, los ornamentos y demás
objetos pertenecientes al culto. Los archivos, cuadros de pintu-
ras, bibliotecas y objetos de ciencias y de artes se mandaron
pasar á la Biblioteca nacional. Más tarde se asignó para su
subsistencia, en calidad de renta viajera, una i)ension del Teso-
ro á los frailes y á tas monjas profesas.
La Constitución nacional vigente dice : " Es base esencial
é invariable de unión entre los Estados el reconocimiento y la
garantía por parte del Gobierno General y de los Gobiernos
de todos y de cada uno de los Estados, de los derechos indivi-
duales que pertenecen á los habitantes y transeúntes en los
Estados Unidos de Colombia, á saber : " 16. La profesión libre,
pública ó privada de cualquiera religión, con tal que no se
ejecuten hechos incompatibles con la soberanía nacional ó que
tengan por objeto turbar la paz pública."
" Para sostener la soberanía nacional y para mantener la
seguridad y la tranquilidad públicas, el Gobierno nacional y
los de los Estados en su caso ejercerán el derecho de suprema
ii^peecion sobre los cultos religiosos según lo determine la ley."
^' Para los gastos de los cultos establecidos ó que se establezcan
en los Estados Unidos, no podrán imponerse contribuciones.
Todo culto se sostendrá con lo que los respectivos religionarios
suministren voluntariamente."-*-" Los ministros de I03 cultos
n& son elegibles para el desempeño de los puestos públicos."
La religión dominante en el país es la católica, apostólica^
romana. Los salvajes son 'idólatras.
I
— 188 —
La^ ley de 30 de Euero dé 1832 al señalar los límitéd de la
diócesis ^ Bogotá y de Popayan dijo: ^<Las iglesias parro-
quiales de Pamplona, de San José de Cúcuta, de Limoncito Jr
de San Faustino de los Eios, que están comprendidas dentro
de los límites de Pamplona y de la Nueva Granada y <Je loé
del arzobispado de Bogotá, f quedan adscritas con sus respec-
tivas feligresías al referido arzobispado de Bogotá,"*— ^^Las
iglesias parroquiales de Tumaco, de Barbacoas, de Isouandé,
de Guapi (á orillas del rio de este nombre), del Trapiche, á
orillas del de Micay, que están comprendidas dentro de los
límites de la provincia de Buenaventura y de la Nueva Grana-
da, quedan adscritas con sus respectivas feligresías al obispado
de Popayan.
En Febrero de 1832 fué designada la ciudad de Antioquia
para sede episcopal de esta diócesis.
En Mayo de 1834 fué erigido el obispado de Pamplona,
compuesto de la provincia del mismo nombre } y en Mayo de
1835 fué creado en Pasto un^obispado auxiliar del de Popayan,
En 1844 se dio á la diócesis de Panamá un Obispo auxiliar.
, En 184T fné creado elobispado de Pasto con las provindas
de Barba(?oaSj de Pasto y de Tuquerres y con el Territorio d^
Caquetá.
El Arzobispo de Bogotá tenia $ 8,000 de sueldo anual y
$ 1,500 su auxiliaa:, al cual se le daba el nombre de Obispo de
Galidofláa. Los Obispos de Cartagena, de Pamplona, de Pana^
má y de Santamarta gozaban de una renta anual de $ 4,000-
La ley de 27 de Mayo de 1847 mandó que las fiestas de los
santos patronos de los lugares no pasasen de tres en el aiio, y
prohibió que se obligase á los vecinos á costear fiestas reüágio*
sas ó á contribuir para ellaa.
El obispado de Boyacá, que fué el último que creó el Cto^
bierno de la Eepública, fué erigido el 4 de Abril de 1850, y
debió componerle de las provincias de Yólez, de Tunja, de
Túndama, del Socorro y de Casanare. La catedral debia seria
iglesia de Santiago de la ciudad de Tui\ja. Por diferentes cau-
sas, este obispado no se estableció hasta 1880 ; esto es, 30 años
después.
Según esta organización, el único Estado de la EepúbMca"
en donde no hay obispado es el del Tolima.
Los gastos del culto cuando éstos se hadan con fondos del
Tesoro eran de $ 150,000 al año, ó poco menos. Hoy la renta
nominal común del 3 por ciento (iglesias, cofradías, patronatos
y capellanías) es de $ 96,637, y el monto de las pensiones de
las monjas exclaustradas de $ 41,700. Total $ 138,337.
El Arzobispo Cristóbal de Torres fiíndó el Colegio de
^ Esta ley es otra de l«s pruebas del doiüitúo de Colombia sobre el territorio
de San Faustino. . . '
\
— 189 —
Niiestr^ SeSóra del Bosalio eñ 1635. El Arzobispo Ldis Zapata
erigió el Seminario Menor en 1685, y el Arzobispo Lobo Gue-
rrero el Seminario de San Bartolomé en 1599. Otros distingui-
dos eclesiásticos hicieron importantes servicios á la causa de
las luces y casi todos los hicieron muy notables á la de la
Independencia nacional. El primer Arzobispo de la KepúbK-
ca, Oaycedo y Flórez, fué uno de los sacerdotes deportados
por Morillo.
SERIE BE LOS OBISPOS DE SANTÁMAJtTA QUE OOBERNARON
BN ESA DIÓCESIS Y DE LOS ARZOBISPOS QUE HA TENIDO LA
IGLESIA METROPOLITANA DE BOGOTÁ DESDE SU ERECCIÓN -
fLECHA POR BULA DEL SUMO PONTÍFICE PIÓ IV, EXPEDIDA EN
BOMA EL día 17 DE ABRIL DE 1663 - HASTA EL A^O DE 1882.
(La colonia. De 1587 á 1804).
OBISPOS.
1? Juan Fernández de Ángulo. Hechos el descubrimient
to y conquista del país de Cundinamarca por Gonzalo Ji-
ménez de Quesada, el Obispo Ángulo mandó en calidad de
Provisor y para arreglar todo lo concerniente á lo eclesiás-
tico al Canónigo Pedro García Matamoros, quien gobernó
por alguiíos años. El señor Ángulo llegó á Santamaría en el
año de 1537 y murió en el de 1642.
2? Fray Martin de Calatayud. Vino á Santamaría en él año
d^ 1545, y de viaje para Lima con el fin de consagrarse pasó
por Santafé, en donde se le presentaron algunas dificultades
para que lo reconocieran como Obispo, pues no estaba con-
sagrado. Eeconocido al fin, gobernó algún tiempo y siguió su
viaje. Murió en Santamaría el año de 1549.
3? Fray Juan de los Barrios y Toledo. Tomó posesión en
Santamarta en el año de 1552, y como tenia órdenes, así del
Papa como del rey de España, de trasladarse al interior, lo
hí^o así. Erigida entonces la iglesia metropolitana, fué nom-
brado Arzobispo } pero como se llamaba Juan y en la bula se
le llamaba Martin, no sé atrevió á hacer la erección, ni á tomar
él título de Arzobispo. Consultó al Papa 5 y aunque se le con-
testó por Pío V que de él Ita de quien había hablado su ante-
cesor Fio rVj estja contestación llegó cuando yá había muerto*
No se puede pues tenerlo como primer Arzobispo, pues no fué
investido del palio, que es lo que da facultades á esa dignidad
eclesiástica. Murió en Bogotá el 12 de Febrero de 1559.
AEZOBISPO».
1? Fray Luis Zapata de Cárdenas, de la orden de San Fran-
ciseo. Tomó posesión en 1578 y murió en Bogotá el 24 de
Enero de 1590,
— 190 —
2? Alonso López Dávila. Fué nombrado el 12 de Enero de
1591 y murió en 31 de Diciembre del mismo año en la isla de
Santodomingo, de donde era Arzobispo.
3? Bartolomé Martínez Mesa. Fué nombrado en 12 de Ene-
ro de 1593 y murió en Cartagena el 5 de Agosto de 1594 sin
haber venido á Bogotá.
4? Andrés Caro. Electo, no vino : se quedó en España.
6? Bartolomé Lobo Guerrero. Tomó posesión en el año de
1599. ííombrado luego Arzobispo de Lima siguió hacia ella
el año de 1608. Estableció antes el Colegio Seminario de la
Arquidiócesis, que entregó á la dirección de los jesuitas que al
efecto habia traido de España.
6? Juan de Castro. Electo en el año de 1608, murió en
Madrid el 1.^ de Ago3to de 1612 antes de haber emi>rendido
viaje.
7? Fray Pedro Ordóñez Flórez. Tomó i)osesion en Febrero
de 1613 y murió el 11 de Julio de 1614.
8? Fernando Arias de ligarte, natural de Bogotá, fonda*-
dor del convento de Santa Clara. Tomó x>osesion el 7 de Enero
de 1618 y fué promovido al arzobispado de Charcas en 1619. '
9® Julián de Cortázar. Tomó posesión el 4 de Julio de 1620,
y murió en Bogotá el 25 de Octubre de 1627.
10? Bernardino de Almanza, natural de Lima. Tomó pose-
sión en 1627 y murió en la Villa de Leiva el 27 de Setiembre
de 1633.
11? Fray Cristóbal de Torres, de la orden de Santo Domin-
go, fundador del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
de Bogotá. Tomó posesión el 8 de Setiembre de 1635 y murió el
8 de Julio de 1655.
12? Diego del Castillo Arteaga. Fué nombrado el 10 de
Junio del año 1657 y se quedó en España.
13? Fray Juan de Arguindo, de la orden de Santo Domingo.
Tomó posesión el 17 de Julio de 1661 y murió en Bogotá el dia
5 de Octubre de 1678.
14? Antonio Sanz Lozano..Tomó posesión en el año de 1681
y murió en Tunja en 1687.
15? Fray Ignacio de Urbina, de la orden de mínimos de San'
Francisco de Paula. Tomó posesión el 25 de Setiembre de 1690,
fué Presidente de la Eeal Audiencia v gobernó el arzobispado
hasta el año de 1696, en que murió. •
16? Francisco Cosió Otero. Tomó posesión en el año de 1706
y gobernó hasta 1714, en que parece fué trasladado aunque no
se sabe á que iglesia.
17? Francisco Eincon. Tomó posesión en el año de 1716,
fué Presidente de la Eeal Audiencia y murió en el año de 1722.
18? Antonio Claudio Alvarez de Quiñones. Tomó posesioíi
en el año de 1724 y murió en el de 1736.
19? Juan Galavis, monje premostratense. Tomó posesión en
el año de 1737 y murió en el de 1739.
ü
— 191 —
20? Diego Fe^min de Yergara, religiosa (Je la orden de San
Agustin. Tomó posesión en el ano de 1740 y murió en 1744.
21? Pedro Felipe de Azua Tiirgoyen, natui*al de Chile.
Tomó posesión en el año de 1745 y muiió en el de 1753.
22? Francisco Javier Araus, natural de Quito. Tomó pose-
sión en el año de 1754 y murió en 1764.
23? Manuel de Lora y Vetancour. Fué nombrado Arzobispo
en el ano de 1765, hallándose en Cartagena. No llegó á tomar
posesión.
24? Antonio de la Eiva y . Mazo. Tomó posesión en Abril
del año de 1768 y murió en Diciembre del mismo.
25? Fray Lúeas Eamírez Galán, religioso de la orden de San
Francisco. Fué nombrado Arzobispo en el año de 1770, pero
se quedó en España. »
26? Fray Agustin Manuel Camacbo y Kójas, religioso de la
orden de Santo Domingo, natural de Tunja. Tomó posesión
en el año de 1770 y murió en Abril de 1774.
27? Agustin Al varado y Castillo. Tomó posesión en el año
de 1775 y gobernó hasta el de 1778 en que fué trasladado al
obispado de Ciudad-Eodrigo (España).
28? Antonio Caballero y Góngora, caballero y gran cruz de
la orden de Carlos III, Obispo de Córdova en España, Virey
del. Nuevo Eeino, y Cardenal. Siendo Obispo de Yucatán, se le
nombró Arzobispo de esta metrópoli y tomó posesión en el
año de 1778. Murió fuera del país.
29? Baltasar Jaime Martínez Compañón. Siendo Obispo
de Trujillo en el Perú, fué promovido á este arzobispado y tomó
posesión el 12 de Marzo de 1791. Murió el 17 de Agosto de 1797.
30? Fernando del Portillo y Torres, Arzobispo de la isla de
Santodomingo, fué promovido al arzobispado de Santafé de
Bogotá en el año de 1798. Murió en 1804.
31? Juan Bautista Sacristán. Fué nombrado en Junio de
1804 ; no vino al país basta 1810, y sin baber regido su iglesia
á causa de la revolución de la Independencia murió en Bogotá
en 1817.
32? Isidro Domínguez. Kombrado Arzobispo, fué consagra-
do en Madrid 5 mas el país, libre y á, no lo quiso recibir.
(La FtepúbUca. De lSO-1 á 18S2).
33? Fernando Caycedoi^^ Flórez, granadino, natural de Yélez.
Fué nombrado en 1827 y murió en 1833.
34? Manuel José IMosquera. Fué nombrado en el año de 1834
con arreglo á las disposiciones de la ley de patronato eclesiás-
tico dada por el Congreso de Colombia. Se consagró en Popa-
yan, de cuyo Cabildo Labia sido Canónigo doctoral. Murió en
Marsella el ano de 1854.
35? Antonio Horran. Fué nombrado en 1854 y murió en 1868.
36? Vicente Arbeláez, es el actual jefe de la Iglesia cató-
lica. Fué nombrado el 7 de Febrero de 1868. „
'«' -> '■■»*
— 192 —
vn
EENTAS Y GASTOS.
En tiempo de la colonia las rentas públicas y su piodaoi'
do anuales eran los siguientes :
Tabacos $470,000 Salinas 65,000
Aguardientes .» . 296,000 Diezmos y Tacantes. .... 100,000
Naipes • 12)000 Mesadas y medias anatas
Pólvora 12,000 eclesiásticas* 22,000
Adnanas... 190,000 Anualidades 28,000
Alcabalas.... 185,000 Bulas de cruzada 80,000
Quintos de metales 78,000 Correos S6,000
Gasas de moneda 150,000 Confiscaciones y cocnisoe. 25,000
Papel sellado » . . » . 58,000 Patios de gallos 700
Venta de tierras baldías. . . . 4,000 Pasos de ríos y peajes. . . 6,000
Tributos de indios 47,000 Berechoa de bodega S,500
Pulperías 6,000 * Réditos de bienes de tem-
Médias anatas 15,000 poralidades 48,000
Oficios vendibles 10,000 Rentas generales **... .* 570,000
Total $ 2.456,200 f
Yá dijimos que después del triunfo obtenido en Boyacá tí
7 de Agosto de 1819, Bolívar dio uu decreto en el cual dispuso
que siguiera cobrando la Eepública las mismas rentas que
habia cobrado el Gobierno español y en los mismos ténni-
nos. La ley de 24 de Setiembre de 1827 estableció como rentas
nacioaales fijas las siguientes : 1* los derechos que se pagaban
en las aduanas por importación, exportación y toneladas ; 2^
los de depósito y de tránsito } 3» el producto del tabaco de oon-
* La ley de 24 de Marzo de 1825 mandó que' dejaran de cobrarse la media
anata y la mesada eelesiástica con que estaban gravados los sueldos de ios em*
picados y las reutas de los eclesiásticos.
** Se daba este nombre á todos los ingresos de la real hacienda qoe no
tenían una denominación especial.
f Puede formarse idea del modo cómo eran Ueyadas las ouentas públicas
en tiempo del Gobierno español por el presupuesto qoe signe:
Pedimento del ramo de ingenieros $ Adjlll'^
Dicho de «rtílleria 60.^98 I j 590,116 Oartagen»
Presidio de Cartagena 7,666 í "^ » »
Marina l'76,84'7j
Gastos de la 3.^ división 2.209,069
Totol .$ 2.699,186
Liquido sobrante de la real hacienda, pagados los em-
pleados civiles 1.1S1,987
Déficit t 1.467,246
— 193 —
«nmo y de exportatíon ; 4* ía parte de diezmos que corresptm-
>dian al Gobierno ; 5* los derechos de registros y de hipotecas 5
6* el producto de la veutadel papel sellado ; 7* el de los portes
de cartas y el de las encomiendas ; 8* el producto de quintos,
^e ftindicion y de amonedación de los metales preciosos ; 9* el
producto de los derechos de destilación y venta de aguardien-
te ; 10* el producto de vacantes eclesiásticas, mayores y meno-
res 5 11* el derecho sobre las ventas públicas ; 12* los productos
de las salinas ; y 13* los de la^ bodegas de la nación. Las ren-
táis eventuales eran las siguientes : las inultas^ las dé tierras
baldías, los arrendamientos de fincas públicas, los bienes se-
cuestrados, las temporalidades, los bienes mostrencos, y los
^bintestatos en ciertos casos.
Posteriormente la Kueva Granada estableció otras yentas,
tales como los expolies episcopales, los derechos de nacionali-
zación de buques, de sello de títulos, de internación de sal,
<ie internación de efectos extranjeros por los ríos Magdalena
y Cauca, de licencia para la exportación dé minerales concen-
trados, de comisos, &c. , .
Ademas de las nacionales, habla las rentas provinciales, las
municipales y las comunales.
Eran rentas provinciales : los productos de los censos, de
los establecimientos, de las fincas y de los bienes de la respec-
tiva provincia j los derechos de peaje, de pontazgo y de pasaje
-en los caminos provinciales ; y la renta que producían las tie»
rras baldías adjudicadas á cada provincia.
Eran rentaos municipales : la tercera parte del producto
total líquido de las rent-as comunales, exceptuados los derechos
de pe^e, de pontazgo y de pasaje que se cobraban en cier-
tas vías, y las rentas de censos, de establecimientos, de fincas
y de bienes del respectivo cantón.
Eran rentas comunales : las de las fincas, las de los bienes, las
délos censos, &c. de propiedad 4© la ciudad, de la villa ó del
distrito respectivo ; los productos de los peajes, de los pontaz-
gos, de los pasajes, de los muelles, &t. del distrito ; lo que se
cobraba por la venta de ganados mayores y menores, de las
carnes y de los víveres que se consumían en cada población ;
lo que se cobraba á los almacenes, á las tiendas, á las pulpe-
rías, á las boticas, á las fondas», á las bodegas y á todos los
establecimientos semejantes á esos ; lo que se cobraba á los tru-
cos, á los billares y á otros juegos permitidos por la ley 5 lo
que se cobraba por las aguas que se tomaban de los acueductos
públicos para el servicio privado ; lo que se cobraba á los
teatros y demás lugares de espectáculos públicos 5 lo que se
cobraba por las mercaderías, los frutos y los víveres destinados
al consumo 5 lo que se cobraba á los molinos de trigo 5 el pro-
ducto (20 centavos) de lo que se exigia por cada marea que se
ponía á las pesas y medidas, y el de los cuartillos y medio»
a-eales que se cobraban por el aquiler de esas pesas y medidas,
13
i.
— 194 —
•
de propiedad de los Cabildos ; el quinto de la renta de aguar^
diente y el producto de la venta de las áreas de población. *
Ko era permitido en aquel entonces cobrar peaje por la&
bestias y los ganados de tránsito. Se daba el nombre de paja
de agua á la cantidad de ésta que podia pasar por un tubo de
un diámetro de diez líneas. Cada paja valia desde $ á hasta
$ 200, cantidades que eran pagadas de una vez ó que se reco-
nocian sobre las rentas del común al 5 por ciento de interés
al año.
De las rentas municipalesdebian costearse la fiesta del
Corpus y la del santo patrono de la cabecera del caí} ton.
Las rentas de los caminos eran empleadas en la mejora y
reparación de éstos, menos una quinta parte, que podia ingre-
sar á las rentas municipales.
Los gastos que ocasionaba la conducción de reos eran de
cargo del cantón que los remitia al lugar en donde debian ser
juzgados ó castigados.
De las rentas comunales se liacian los gastos de las escue-
las de primeras letras.
Llamábase trabajo personal subsidiario el que se exigía á
todos los habitantes de las ciudades, de las villas y de los dis-
tritos parroquiales para la reparación de los caminos, de las
calzadas, de los puertos, de los tambos y de las posadas, para
limpieza de los ríos y de los canos navegables dentro de su
respectivo territorio ; pero no se podia obligar á ningún vecino
á prestar el servicio más allá de un miríámetro de distancia de
su domicilio. El trabajo personal era de cinco dias en cada
año, y el que debia. prestarlo po<lia poner sustituto ó pagar á
las rentas el jornal respectivo.
Los ga8tx)s nacionales los fijaba el Congreso, los proráicia-
les las Cámaras de provincia, los municipales los Concejos
respectivos y los comunales los Cabildos.
Todas las rentas y todos los gastos pfiblicos estuvieron
centralizados hasta 1850, año en el cual fueron descentraliza-
dos por la Administración del General José H. López. La ley
del caso declaró rentas nacionales las siguientes : la de adua-
nas^ que comprendía toda clase de impuestos sobre buques,
efectos y mercaderías procedentes del extranjero ; la de correos;
la de amonedación de metales ; la de papel sellado; la de salinas;
la de descuentos^ que provenia de lo que se les descontaba á
los empleados que eran pagados del Tesoro nacional (menos el
montepío militar) y á los pensionados civiles, y de lo que pro-
ducían los sellos, el derecho de título, &c. ; la de multas é indem-
nizü'CioneSj intereses de demora, premios y aprovechamientos ;
el producto de la venta, del arrendamiento ó de la admini^tra-
* La alcabala interior fué abolida en 1885. En 1844 fué déroigoda uim ley
de 1841 que permitia In imposición de una oontribuoion comunal directa» que
no llegó á ser establecida.
— 195
%ion de las tierras haldias, de las fincas, de las minas y demás
bienes de propiedad nacional, y los productos de las t?to wa-
eionales de comunicación. Los derechos de exportación fueron
suprimidos en ese mismo ano.
Las otras rentas y contribuciones fueron cedidas á las
provincias — á cada cual las que eran cobradas en ella — con
el derecho de administrarlas libremente ; ^sto es, con la facul-
tad de suprimirlas, variarlas, aumentarlas ó disminuirlas, pero
6in poder, en ningún caso, suprimir la oficina de hipotecas y de
registros. Tampoco les fué x)ermitido á las Cámaras de provin-
cia gravar con impuestos las rentas, los efectos y las i)ropieda-
des nacionales, ni los efectos de tránsito (salvo peajes, pontaz-
gos y pasajes), ni impedir la libre circulación de los objetos de
comercio, ni gravar las industrias y productos gravados direc-
tamente por el Gobierno nacional, ni imponer derechos á los
• artículos de expoHacion.
Las provincias y los territorios del istmo de Pftüamá quedaron
comprendidos en las disposiciones de la ley de que hablamos,
pero con las restricciones siguientes : 1* que en ningún punto
del Istmo podian ser establecidas aduanas dé ninguna especie 5
2* que las Cámaras de las i)rovincias del Istmo no podian im-
poner contribuciones sobre los efectos, los equipajes y las i)er-
sonas que pasasen de un océano á otro, salvo $ 2-40, cantidad
que sí pedia ser cobrada á cada varón mayor de quince años, á
«u embarque ó desembarque en alguno de los puertos paname-
ños 5 3* que las mercaderías extranjeras procedentes del Istmo
{ pagasen en los otros puertos de la Kepública los derechos esta-
' bleoidos, excepto los de toneladas ; y 4* que lo que producía
<enántes al Tesoro nacional la renta de las aduanas del Istmo,
le fuese pagado á dicho Tesoro directamente por las provincias
' de aquél. Los Territorios del «Darien y de las Bocas del Toro fue-
ron agregados en aquel año á las provincias istmeñas más
' inmediatas, y se ordenó que la mitad de lo que produjera la
contribución sobre las personas de tránsito fuera aplicada para
él establecimiento de hospitales de caridad, los cuales serian
destinados principalmente para los extranjeros.
En el primer año de la fnnílacion de la Eepública de lí'ueva
"/Granada (1832) el Presut>uesto de rentas fué de $ 2.327,310 y
[ el de gastos de $ 2.517,700.
Diez y ocho año"^ después los Presupuestos de rentas y de
gastos para el servicio del afio fiscal de 1850 á 1851, fueron
los que siguen :
' " Kentas. Reales.
Correos :..:.. 819,000
Salinas 4.790,000
Papel sellado 608,000
Pasan , 6.217,000
'' -A-,
— 196 —
Vienen 6.217,000
Monedas 300,000
Bienes nacionales ^ 15,000
Arrendamientos de minas 159,000
Venta de tabaco 1.000,000
Suma 7.691,000
Impuestos.
Censos, alquileres, premios. - 181,000
Pensiones civiles 89,000
Quintos de oro ...:... 850,000
Diezmos 2.500,000
Aguardientes 1.464,700
Aduanas 7.000,000
Internación de mercancías 37,000
Exportación de mineral concentrado 20,000
^Exportación de tabaco 320,000
Caminos 526,700
Hipotecas y registros 170,000
Manumisión 80,000
Sellos y derechos de título , , 40,000
Multas 4,000
Impuestos varios 65,600
Siembras de tabaco 390,000
Reemplazo de rentas suprimidas en el Istmo 460,000
Suma (reales) 21.889,000
O sean $ 2.188,900, ___^
Los gastos de los Departamentos administrativo» fueron en
aquel año los siguientes :
Deuda nacional - . . . . 4.397 398
Gobierno 2.130^804
Belaciones Exteriores 451,808
Interior .' 18,624
Justicia 919,080
Giierra 5.043,205
Marina ; 77 OOO
Obras públicas - 2.844^108
Instrucción pública , , 327^,370
Culto ^ 1.407,365
Beneficencia y Eecompensas ,. 2.060,554
Gastos de Hacienda y del Tesoro - 6.651,930
Suma (reales) 26.329,246
O sean $ 2.632,924-60.
En 1832 habia pues un déficit en el Tesoro de $ 190,390 y
en 1850 uno de $ 443,524-60,
— 197 —
Diez anos más tarde, de 1859 á 1860, los Presupuestos de
xentas y de gastos fueron los que siguen :
Rentas.
Adu anas $ 925,000
lExportaeion de quina y de tabaco , 76,000
Salinas 600,000
Dereclio de timbre w 6,000
Correos 65,000
Amonedación 31,000
Bienes nacionales - 40,000
empresa del ferrocarril de Panamá 20,000
Aprovechamientos 6,000
Total $ 1.766,000
Gmstofl de los Departamentos.
Deuda nacional $ 931,087
«obierno 120,771
delaciones Exteriores 94,224
Justicia ; 34,972
Ouerra y Marina 259,480
Obras pxiblicas 32,054
Beneñcencia y Eecompensas 151,130
Oastos de Hacienda y del Tesoro 559,448
Total $ 2.183,166
•.■.^"•.■^•""^■■^^
En la década de 1850 á 1860 las rentas nacionales hablan
disminuido $ 449,758 y el déficit habia bajado á $ 417,166.
Diez años después, de 1869 á 1870, los Presupuestos de ren-
tas y de gastos fueron los que siguen :
Aduanas $ L248,714
Amonedación • 14,000
Correos 60,000
Bienes nacionales 38,000
Ferrocarril de Panamá 250,000
Telégrafo eléctrico
SaUnas 600,000
lutemacion de sales 6,000
BieDes desatportizadod.
Eentas $ 32,000 > ^ «oo aaa
Tentas $ 1.300,000/ -^-^^^^0
Ingresos varios 25,000
Total $ 3.573,714
198 —
/
Gastos de los Departamentos.
Deuda nacional $ 1.646,817
Tesoro 142,480
Bienes desamortizados - 27,700
Obras públicas 44,000
Interior 186,719
Justicia , 25,060
Eelaciones Exteriores 36,354
Instrucción pública -...., 200,108
Beneficencia y Eecom^ensas 74,000
Gastos de Hacienda y del Tesoro - . - 500,756
Fomento 124,700
Correos 104,710
Guerra y Marina 366,374
Total.....: .....$ 3.469,778
En la década de 1860 á 1870 las rentas nacionales aumen-
taron en $ 1.807,714 y hubo un superávit de $ 103,936. *
Los Presupuestos de 1879 á 1880 fueron los siguientes :
Eentas.
Aduanas $ 2.800,000
Salinas 1.300,000
Bienes nacionales 10,000
Ferrocarril de Panamá. 250,000
Id. deBolívar 150,000
Bienes desamortizados 12,000
Amonedación 4 12,000
Correos 76,.000
Telégrafos. , , 30,000
Peaje en el rio Magdalena 40,000
Ingresos varios 10,000
Internación de sales. 40,000
Pasaje de ríos navegables 9,000
Total $ 4.739,000
* La AclministracioD del Greneral Santander presentó en 1886 un superávit
de $ 1.118,869, el cual estaba compuesto asi: tabaco en especie $ 8V4,562,
pagarés de tabaco $ 24,626, id. de aduana $ 274,225, en la tesorería del Cbocó
$ 31|102, en cartas sobrantes $ 2,808, en dinero $ 834,970 y en otros TAlores
$ 76,671. Al terminar la segunda Administración del doctor Murillo en 1874
hubo también un superávit en dinero sonante y documentos en cartera de más
de un millón de pesos.
— 199 —
. Gastos.
Interior $ 271,739
Relaciones Exteriores 244,620 '
Justicia 31,992
Instrucción pública 372,151
Beneficencia y Recompensas 177,610
Guerra 980,682
Correos 611,430
Gastos de Hacienda 1.390,943
Fomento 4.311,700
Tesoro 97,520
Deuda nacional 2.138,061
Bienes desamortizados , 15,371 ;
Obras públicas 235,500
Agricultura nacional - 100,000
Total $ 10.979,319
En esta década aumentaron las rentas en $ 1.164,686 y
apareció un déficit de $ 6.240,319.
Los tres últimos Presupuestos dieron los siguientes resul-
tados:
Rentas. Gastos. . Déficit.
Del880ál881 $ 5.991,000 $ 17.909,44'7 $ n.918,44T
Del«81ál882 6.1SS,X)00 16.06'7,918 10.284,918
De 18824 1883 5.947,000 16.86'7,920 10.920,920
Hoy en dia cada Estado tiene sus rentas propias. Estas ren>
tas, junto con las de los distritos y con las nacionales, pueden
ser estimadas en unos doce millones de pesos.
Según el Anuario Estadístico de 1875 las rentas de los
Estados en aquel año eran las que en seguida se expresan :
Antioquia.. $ 396,563
Bolívar 201,800
Boyacá 122,100
Cauca 158,400
Oundinamarca .- 440,626
Magdalena 78,801
Panamá 318,000
Santander 235,957
Tolima 151,000
Total. $ 2.103,247
Cuadro comparativo de las rentas y de los gastos de los
Estados de la Union en 1882 según las liquidaciones de sus
respectivos Presupuestos :
— 200 —
1
ANrriOQTTiA.
Naturálésía de Icis rentas.
Telégrafos $ 2,40^
Correos 800
Casa de Moneda 17,500
Imprentas ' 2,000
Censos y alquileres .'. 650
Venta de bienes del Estado 2,650
Licores destilados 435,000
Derecho de degüello 160,000
Id. de consumo 130,000
Id. de tabaco 25,000
Id. de minas 15,000
Id. de registro 15,000
Id. de papel timbrado 18,000
Aprovechamientos 34,000
Total de rentas $ 858,000
Total de gastos $ 753,087.
Gravamen por habitante $ 2-34.
BOLÍVAR.
Naturaleza de las rentas.
Consumo de carnes de ganado vacuno y de cerda. .$ 105,000
Id. de harina, de azúcar, de tabaco, de café y
de cacao 27,000
Id. de mercaderías extranjeras 100,000
Destilación, rectificación é introducción de aguar^
dientes - 24,000
Derecho de registro y de anotación de hJi)otecas 7,300
Dique y sus pasos. .........* 40
Correos 2,300
Venta de ediciones oficiales ' 160
Aprovechamientos 1,000
Salinas • 23,000
Papel sellado 12,100
Derechos de minas 32
Eentas incorporadas 3,900
Subvención del ferrocarril de Bolívar 6,000
Diez por ciento adicional 12,900
Venduta s 2,050
Bienes del Estado 1,100
Impuesto que grava la industria del comisionista ... 10
Subvención nacional para el Dique 30,000
Total de rentas .$ 357,892
Total dé gastos $ 437,290.
Gravamen por habitante $ 1-80,
— 201 —
I
BOYAOl.
Naturaleza de las ventas.
Aguardientes $ 34,087
Papel sellado 22,000
Otorgamiento de instrumentos públicos 5,000
Degüello , 24,000
Derecho sobre las mortuorias 4,000
Impuesto directo 69,723
Productos de la Penitenciaria 2,000
Derecho sobre la renta de salinas * * 16,000
Auxilio á la carretera del Sur 25,000
Id. á la ferrería de Samacá 75,000
Ingresos varios 2,000
Total de rentas , $ 278,810
Total de gastos $ 404,859.
Gravamen por habitante $ 0-57^.
CAUCA.
Naturaleza de las rentas.
Derecho de degüello $ 85,000
Id. de papel sellado. 55,000
Id. de hipotecas y de registros 15,000
Correos - 700
Derecho de consumo 330,000
Aguardientes 80,000
Derecho de extracción , 40,000
. Id. de pontazgo y de pasaje 16,000
Id. de barcas 10,000
Id. de mortuorias. 16,000
Contribución directa , •. 50,000
Unidades que corresponden al Cauca como consumi-
dor de sal nacional 6,000
Impuestos varios 48,000
Total de rentas , $ 751,700.
Total de gastos $ 1.059,358.
Gravamen por habitante $ 2-41.
CUia>XNAMAECA.
t
Naturaleza de las rentas.
Impuesto directo sobre la riqueza raiz, á razón del
tres por mil en todo el Estado, menos en el distrito
\ .1
I
— 202 —
de Bogotá, del cual no le corresponde al Estado
sino el dos por mil $ 109,767
Derecho de degüello del ganado vacuno, á razón de
$ 2 por cabeza 81,000
Impuesto de consumo sobre las mercancías extranje-
ras, á razón de $ 1 por cada carga 20,000
Impuesto sobre el papel sellado 27,500
Id. de registro y de anotación 15,000
Id. sobre la miel, la panela y el azúcar 30,000
Id. sobre los licores extranjeros, á razón de $ 4
por cada carga 10,000
Auxilio del Gobierno nacional para la construcción
del Panóplico , 5,000
Intereses de demora 2,000
Aprovechamientos , 1,133
Peaje de caminos , 180,000
Depósito para el ferrocarril de Occidente 69,000
Por las cuatro quintas partes de lo que el Gobierno
nacional adeuda al del Estado por suministros en
la guerra civil de 1876 y 1877 160,000
Dteuda del Gobierno nacional al del Estado por la
participación de éste en la renta de salinas 53,000
Participación del Estado en la renta de salinas 20,000
Créditos del Estado eu la ex-compañíadel ferrocarril
del Norte 30,888
Beneficencia , 118,000
Instrucción pública :
Impuesto de consumo sobre las mercancías extranje-
ras á razón de $ 3 por carga. , 60,000
Id. sobre la riqueza raiz del (üstrito de Bogotá, á
razón de $ 1 por mil 14,716
Valor de la quinta parte d^ la deuda del Gobierno
nacional al del Estado por suministros en 1876
y 1877 40,000
Auxüio del Gobierno nacional^ los gastos del ramo. 11,000
Renta nominal nacional ..,..,,,, , 6,960
Intereses vencidos de ésta. , . , 6,122
Producto de ciertos capitales • • • 2,400
Créditos varios. . . , ,..*... * 14,870
Créditos adicionales ....,., k 207,112
Total de rentas *. $ 1.295,468
Total de gastos $ 1.279,340.
Gravamen por habitante $ 2. •
* Este cálculo ha sido hecho solo sobre eU total de las rentas eomnnes.
— 203 —
MAGDALENA.
Naturaleza de las rentas.
Subvención nacional $ 50,000
Derecho de producción de aguardientes 30,000
Degüello de reses 42,828
Impuesto sobre la pesca 2,000
Registro de iustrumentos públicos 2,000
Explotación é interüacion de sales 80,000
Papel sellado. 4,000
Consumo de harina y de mercancías extraojeras 40,000
Consumo de tabaco 4,000
Venta y consumo de animales. 2,000
Intereses de renta nominal 1,672
Ingresos varios 400
Pontazgo del rio Manzanares 100
Derecho de herencias, .* 1,000
Id. de bodegas 1,600 •
Id. de introducción de aguardientes 4,000
Total de rentas $ 280,000
Total de gastos $ 357,052.
Gravamen por habitante $ 3-28.
PANAMÁ.
Naturaleza de las rentan.
Contribución comercial $ 86,420
Id. pecuaria - 31,256
Id. urbana ' 9,000
, Id. de degüello 64,600
Id. incorporadas 2,000
Papel sellado 8,300
Registros , 3,750
Subvención del ferrocarril 25,000
Aprovechamientos 6,550
Agencia de vapores. - 6,000
Vendutas y buhoneros .•-..-... 2,000
Ventas en los buques 500
Almacenaje de pólvora : 1,000
Correos 3,600
Bienes del Estado 10,000
Total de rentas $ 259,976
Total de gastos $ 258,823.
Gravamen por habitante 1-15.
.^
.Y
— 204 —
SAI7TANDEB.
Ifatwraleza de las rentas.
Aguardientes
Degüello
Impuesto directo • • • .
Miütas de instrucción ..••••..
Ingresos varios • • • . •
Benta nominal •
linpuesto sobre las mercancías extranjeras.
Papel sellado • . • •
180,000
144,000
56,000
400
3,000
4,068
31,000
40,000
Total de rentas $ 458,468
ié»
Total de gastos $ 789,748.
Gravamen por habitante $ 1-08.
TOLIMA.
Naturaleza de las rentas.
Impuesto directo . • • •
Licores. •......•..«,..
Degüello de ganado mayor. • ^ « . . .
Papel sellado .^ . . . .
Hipotecas y registros
Mortuorias
Correos.
Vendutas ,
Pasaje de los ríos del Estado
Impuesto dé minas
Ingresos varios.
30,000
50,000
76,000
17,000
6,500
4,500
750
50O
400
150
3,000
Total de rentas $ 187,800
Total de gastos $ 229,721.
Gravamen por habitante $ 0-80.
Estados.
Antioquia •
Bolívar • .
Boyacá • .
Cauca . . •
Cundiuamarca
Magdalena .
Panamá . •
Santander .
Tolima. • •
BecapituUtcion.
Bentas. G-astos. Gravamen por habitante.
858,000
357,892
278,810
751,700
1.295,468
280,000
259,976
458,468
187,800
753,087
437,290
404,859
1.059,358
1.279^,342
357,052
258,823
789,748
229,721
2-34
1-80
0-57Í
2-41
2-00
3-28
1-15
1-08
0-80
$ 4.728,114 $ 5.569,280
••>.. «J
iíá
>
— 20S —
ISo están comprendidas en estas cantidades las rentas espe^
cíales de los distritos, las cuales no 'computamos por falta de
datos. *
Los datos que dejamos consignados dan lugar para liacer
las observaciones siguientes :
1* Que en medio siglo (de 1832 á 1882 ) las rentas del país
han aumentado en $ 3.619,690 sobre los $ 2.329,690 á que mon-
taron dichas rentas en el primer año de la existencia de la
Nueva Granada como república independiente.
2» Qué el déficit (que en 1832 fué de solo $ 190,390) es hoy
de $ 10.920,920.
3^ Que los gastos del Departamento de la Deuda nacional
(que en 1850 fueron de $ 439,739, en 1860 de $ 931,087 y en 1870
de $ 1.646,817) son hoy ( 1882 ) de más de nueve millones de
pesos.
4* Que los gastos del Departamento de Gobierno (que en .
1850 fueron de $ 213,080, en 1860 de $ 120,771 y en 1870 de
$ 211,779) son hoy de é 277,309.
5" Que los gastos del Departamento de Eelaciones Exte-
riores (que en 1850 fueron de $ 45,180, en 1860 de $ 94,224 y en
1370 de $ 36,354) son hoy de $ 203,873.
6* Que los gastos del Departamento de Guerra y Marina
(que 1832 absorbían casi el total de las rentas nacionales y que
>
* El Gobierno nacional da para los gastos de "beneflcencia y recom-
pensas de los'Estados Jas cantidades que se pasa á expresar (1882):
Al Estado de Antioquia $ 8,000
d,e Bolívar 7,000
deBoyacá , 7,000
del Cauca 62,000
de Cundinamarca 41,300
del Magdalena ^ 2,000
de Panamá ,... 21,000
de Santander * 4,500
del Tolima 2,000
Al
id.
Al
id.
Al
id.
Al
id.
Al
id.
Al
id.
Al
id.
Al
id.
Total $ 154,800
£1 CJongreso de este año (1882) auxilid las mejoras materiales de los
JSstados con las cantidades siguientes:
Antioquia $ 36,000
Bolívar : ,.... 90,500
Boyacá - 234,000
Cauca 425,134
Cundinamarca. 349,000
Magdalena. , 60,000
Panamá
Santander '. 530,800
Tolima 337,000
Total $ 2.062,434
■ftM»
/
— 206 -*
en 1850 fueron de $ 512,020, en 1860 de $ 259,000 y en 1870 de
$ 356,376) son hoy de $ 1.369,948. *
7* Que los gastos del Departamento de Obras públicas (que
: en 1850 fueron de $ 284,410, en 1860 de $ 32,064 y en 1870 de
$ 44,000) son hoy de $ 176,000.
8* Que los gastos del Departamento de Instrucción pública
, (que en 1850 fueron de $ 32,737, en 1860 de cero y en 1870 de
$ 200,000) son hoy de $ 579,928.
9^ Que los gastos directos del Departamento del CaUo (que
en 1850 fueron de $ 140,736 ) desde ese año para acá han sido
suprimidos á causa de la separación de la Iglesia y del Estado.
Hoy no hace el Tesoro á este respecto otra erogación que la de
$ 96,637 que paga por la renta del 3 por ciento.
10* Que los gastos del Departamento de Beneficencia y Ee-
compensas (que en 1850 fueron de $ 206,055, en 1860 de $ 151,130
y en 1870 de $ 74,000) son hoy de $ 354,140.
11^ Que los gastos del Departamento de Gastos de Hacienda
y del Tesoro (que en 1850 fueron de 665,193, ea 1860 de $ 559,448
y en 1870 de $ 500,756) son hoy de $ 1.819,756.
12* Que han sido creados nuevamente lois Departamentos
siguientes: el de jPomewío, para los gastos del cual fúCToa vota-
dos en 1879 $ 4.311,700, en 1880 $ 4.122,012, en 1881 $ 3.026,172
y en 1882 $ 2.398,564 ; y el de Agricultura^ para los gastos del
cual fueron votados en 1879 $ 100,000, en 1880 $ 120,300, en
1881 $ 53,360 y en 1882 $ 44,600. Al antiguo Departamento de
Correos ha sido anexado el ramo de Telégrafos desde 1879. Para
los. gastos de este Departamento fueron votados en 1880
$ 796,278, en 1881 $ 639,874 y en 1882 $ 912,415.
El estudio de estas cantidades y su comparación respectiva
serán de mucha utilidad cuando se trate de determinar cuál es
el rumbo que sigue actualmente el progreso de Colombia, y de
qué modo la revolución iniciada en 1810 y consumada en, 1819
ha cumplido sus grandes destinos. Lo que hoy en día gasta la
Eepública en instrucción, en telégrafos y en caminos es el décu-
plo de lo que la Metrópoli le quitaba al pueblo en capitaciones
y en tributos*
La renta de Aduanas (que en 1810 fué de $ 191,000, en 1850
de $ 700,000, en 1860 de f 925,000 y en 1870 de $ 1.248,714) es
hoy de $ 4.330,000.
La de Salinas (que en 1810 fué de $ 65,000, en 1850 de
$ 479,000, en 1860 de $ 600,000 y en 1870 de $ 600,000) es hoy
de $ 1.070,000. *»
La de Correos (que en 1810 fué de $ 85,000, en 1850 de
* Be 1879 á 1880, en plena pae, fueron de $ 930,682. De 1880 á 1881 fue-
ron de $ 2.758,313 y de 1881 á 1882 de $ 1.777,632. Estos dos afios faeron tam-
bién de paz completa.
** En esta cantidad están comprendidos los productos cíe la internación de
sal y los del consumo de sal marina.
í-*^
— 207 —
f 81,900, en 1860 der $ 65,000 y en 1870 de $ 60,000) es hoy de
$ 100,000.
La de Amonedación (qae en 1810 fué de $ 150,000, en 1850
de $ 30,000, en 1860 de $ 31,000 y en 1870 de $ 14,000) es hoy de
$ 25,000, cantidad que no alcanza para los gastos qne ella exige.
El poco ó nÍDgun anmento de algunas de estas rentas, tiene
su explicación en hechos de carácter económico y administrativo
que deben llamar la atención de la sociedad y del Gobierno de
un modo muy especial.
ADUANAS Y SALINAS.
Las aduanas de la Bepública son las seguientes : sobre el
Atlántico, la de Biohacha, la de San tamarta y la de Cartagena ;
sobre el Pacífico, la de Buenaventura y la de Tumaco 5 sobre
el rio Magdalena, la de Barranquilla ; sobre la frontera de Ve-
nezuela, la de Cuenta y sobre la frontera del Ecuador la de
Ipiales. En el Territorio del Caquetá ha sido establecida últi-
mamente la aduana ó recaudación de Mocoa.
En tiempo de la colonia la renta de aduanas producía al
aüo unos $ 190,000.
De 1810 á 1830 las aduanas produjeron por término medio
anual $ 150,000.
De 1830 á 1831 $ 684:.531
De 1831 á 1832 616^694
De 1832 á 1833 : . . . . 538.117
De 1833 á 1834 342,540
De 1834 á 1835 500,988
De 1835 á 1836 725,689
Dé 1836 á 1837 538,774
De 1837 á 1838 625,687
De 1838 á 1839 604.530
De 1839 á 1840 597^661
De 1840 á 1841 " M.750
De 1841 á 1842 : 773;075
Del842ál84S 907,285
De 1843 á 1844 899,476
De 1844 á 1845 680,932
De 1845 á 1847
De 1847 á 1848 562,474
De 1848 á 1849 555,367
De 1849 á 1850 670,207
De 1850 á 1851 721,342
De 1851 á 1852 749,114
Del852ál853 1.081,034
De 1853 á 1854 947,674
De 1854 á 1855 697,057
Del855ál856 1.104,321
Del856ál857 1.102,927
De 1857 á 1858 934,518
-^2tó —
I)el858ál859 942,672
De 1859 á 1860 513,503
De 1860 á 1861
De 1861 á 1862 765,662
De 1862 á 1863 229,606
De 1863 á 1864 636,960
Del864ál865 1.337,946
De 1865 á 1866 1.372,331
De 1866 41867 1.148,668
Del867ál868 1.544,586
Del868ál869 2.089,065
Del869ál870 1.575,904
Del870ál871 1.561,082
De 1871 á 1872 2.039,450
Del872ál873 2.775,450
De 1873 á 1874 2.811,158
De 1874 á 1875 2.574,273
De 1875 á 1876 2.367,816
Del876ál877 2.160,104
Del877ál878 4.025,112
Del878ál879 .,.3.992,424
De 1879 á 1880 3.488,218
De 1880 á 1881 4.292,835
De 1881 á 1882 4.330,000
Los anteriores datos son en parte inexactos, pues cuando
fueron recogidos no se obtuvieron los de algunas aduanas y
otros se refieren á años en que estuvo turbado el orden público.
El gasto anual de cada una de las ocho aduanas de la Be*
pública, calculado aproximadamente, es como sigue :
Aduanas. Personal.
Barranquilla $ 75,000
Cartagena. 75,000
Buenaventura 41 ,000
Cúcuta 32,000
Biohacha 42,000
Santamarta 28,000
Tumaco .,„. 16,000
Ipiales» i 13,000
Mocoa***»i 5,540
Material.
Total.
Productos.
i 1,000
$ 76,000
$ 3.200,000
1,000 -
76,000
340,000
3,000
44,000
280,000
2,000
34,000
240,000
800
42,800
112,000
500
28,500
100,000
600
16,600
50,000
300
13,300
8,0Q0
120-
5,660
9,320
336,860
4.330,000
' $ 327,540
Como se ve, hay uü desequilibrio notable entre los gastoi^
y los productos respectivos de estas aduanas. Ademas, la admi-
nistración total de la renta cuesta un 12^ por eiento.
En los primeros años que se siguieron á la fundación de la
república de la Nueva Granada los gastos de admiuistraeion
de la renta de aduanas no pasaron de $ 100,000 al año. Poste-
riormente, en la época en que existia la tarifa de derechos
* El asiento de esta aduana estaba ¿ntes en Carlosama.
** Esta aduana 6 recaudación ha sido organizada en este año, 1882.
~ 209 -^
^Bspeciñcos, dichos gastos, por término medio, no eran sino de
^ 40,000 por aOo. Con el sistema del peso bruto esos mismos
gastos (que en 1861 fueron de 54,000 por año) en 1880 subieron
á $ 238,000. Hoy en dia esos gastos pasan de $ 331,200.
Desde 1861 fué introducida la práctica de los sobresueldos á
los empleados de las aduanas, así: 1 por ciento á los de Barran-
quilla, 2 por ciento á los de Santamarta, ái por ciento á los de
Cartagena, 5 por ciento á los de Eiobaclia, Buenaventura y
Cúcuta, 8 por ciento á los de Tumaco y 15 por ciento á los de
Ipiales y Mocoa. Estos, sobresueldos valen al año $ 95,000.
Las salinas que explota actualmente la Eepiiblica son la«
siguientes: la de Zipaquirá, la de Nemocon, la de Tausa, la
de Sesquilé y la de Gacheta en el Estado de Cundinamarca j y
las de Chita y Muneque y las de Chámeza y Pajarito en el
Estado de Boyacá.
De 1877 á 1881 el producto respectivo de estas salinas fué
el siguiente :
1877 á 1878. 1878 á 1879. 1879 á 1880. 1880 á 1881.
Zipaquirá $ 881,273
Nemocon 83,159
Tausa 95,548
Sesquilé 142,215
Gacheta 6,595
Chita y Muneque 149,220
Chámeza 20,444
Pajarito 7,295
Almacén da Santa Eosa
Id. de Cumaral y Upin ».
Id. deVélez 9,908 710
Cumaral y üpin 12,740 » 7,923
Almacén de 1 bagué . 915
Id. de Sogamoso 53,0^5
798,287
905,375
514,791
128,818
163,471
- 89,774
77,017
68,939
63.512
124,032
117,901
104,548
6,585
5,445
4,594
138,880
179,316
141,543
14,919
13,745
17,400
215
62,355
35,619
4,571
7,924
10,908
Totales....' $ 1.451,524 1.349,032 1.500,627 950,281
En tiempo de la colonia la renta de salinas solo producía en
el ano $ 65,000.
El gasto annal de la administración de la renta de salinas
es el siguiente (aproximación) :
Elaboración.
Zipaquirá $ 88,000
Nemocon 10,000
Tausa 8,000
Sesquilé 21,000
Gacheta 150
Chita y Muneque 62,000
Chámeza 8,000
Cumaral y üpin 1,900
Almacén de Santa Bosa...»
Id. deVélez
Id.de Ibagué
$ 199,050
Administración.
Resguardo.
Total.
10,000
20,000
118,000
3,500
3,000
16,500
2,000
1,400
11,400
2,500
3,000
27,500
1,000
1,300
2,450
4,300
6,000
71,300
2,000
3,000
13,000
1,200
800
3,900
1,300
2,400
3,700
470
470
300
30O
28,570
39,900
268,52o
u
— 210 —
Comparadas las salidas con las entradas, el producto líqui-
do de esta renta puede ser estimado en unos setecientos mil
pesos. La administración^ pues, de la renta de salinas le cuesta
al Gobierno el doble de lo que le cuesta la administración de
la renta de aduanas^ 6 sea un 25 por ciento. Esto depende de
los gastos de elaboración.
Debe tenerse en cuenta que el producto anual de la renta ^
aduanas y el de la de salinas no están en Colombia en relación
directa con los consumos económicos, esto es, con él desarrollo
natural de la población y de las diferentes necesidades socíá-
.les, sino en relación con el graváanen empírico y variable qu?e
el Gobierno impone bajo la forma de contribudones á estas
dos rentas. La tarifa de aduanas se alza ó se baja y el pretíp
de la sal se altei'a según las necesidades del dia y sin consultar
otrojnteres que el interés inmediato del fisco. Del curso d3&
estas dos importantes reutas nada se puede deducir pues que
se toque con los principios nniversale^í de la ciencia económica»
De 1865 á 1882 el i>recio de la sal ha sido alterado cuarenta
y ocho veces, así : /
J)é 1865 4.1866....... 2 veces De 1874 á 1875.. .:... 4 idv
De 1866 á 1867. 4 id. De 1875 á 1876. ...... 4 id.':
De 1867 á 1868.. ..... 2 id. De 1876 á 1877 5 idi-
De 1868 á 1869 3 id. De 1877 á 1878: 2 id¿
De 3.869 á 1870....... 2 id. De 1878 á 1879....... 2 idi
De 1870 á 1871 2 id. De 1879 á 1880....... 2 idj
Del871ál872....... 2 id. De 1880 á 1881....... 4 idJ
De 1872 á 1873. ...... 2 id. De 1881 á 18^2 4 id.
De 1873 á 1874 2 id. ■'*''■
En 1800, todavía en tiempo de la colonia, la artoba de sal
se vendía á 40 centavos. En tiempo de 1^ Eepública de Colom-
bia dijo la ley de 28 de Julio de 1824 : ^*Todas las salinas de
la Eepública que no estén enajenadas le pertenecen á éjla y
se tendrán como parte de las rentas nacionales.^' — " El Pdder
Ejecutivo fijará el precio máximo á que i>uede venderse la sal/^
Medio siglo después el precio máximo de la «al fué de 65 cen-
tavos por arroba y el mínimo 50. En 1876 el precio de la arro-
ba de sal compactada llegó á ser de $ 2, el de la sal de caldero
$ 1^0 y el de la vijúa $ 1-20. Esta ha sido una de las época^j
eu que el Gobierno ha vendido más caro este artículo. ■
* La ley 46 de 18 de Agosta de J882 flj<5 el i)recio de las sales así : compae^
toda (12^ kilogramos) $ 1-10 ; grano de caldero (id.) 80 ceotavos; vyita de 1:*
(id.) 55 centavos; vijúa de 2.* (id.) 50 centavos ; vijúa de 3.* (id.) 40; y vijúa
de (iumaral y üpin (id.) 40 centavos. En los almacenes oficiales que lia3'a
fuera de los territorios de Cundinamarca y de Boyacá puede el Poder Ejecu-
*tivo hacer una rebaja en los precios si élU no eXcede de tin 30 por ciento. El
precio del agua salada lo fija prudencialmente el Poder Ejecutivo. En caso de
guerra exterior el Poder Ejecutivo puede elevar en un ciento por ciento el
precio ti tí la sal, y en caso de perturbación interna del orden en un cin-
"cuenta por ciento. - - t
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— 212 —
" De la sal que se elabora sin otro agente qne el calor del
«ol en las riberas del mar, se producen enormes cantidades en
varios puntos de nuestro extenso litoral atlántico, especial:-
mente en los criaderos de la península de la Goajira y en la&
salir: as de Zamba en el Estado de Bolívar.
^' Hace algunos años que se notó la necesidad de establecer
algún gravamen sobre la sal marina con el doble objeto de ge-
neralizar el imx)uesto sobre la sal é impedir que aquella ivrveL-
diese los radios en que se consumía la de las salinas del Go-
bierno, y se dispuso cobrarle derechos de internación. Bl
impuesto de interuacion era en un principio demasiado módico^
y notándose que no era eficaz para evitar la competencia indica-
da, se fué elevando paulatinamente liasta que el 8 de Mayo de
1877 se fijó á razón de $ 1 por cada 12.J kilogramos, el cual
está vigente y lo cobran los Estados de Bolívar y del Magda-
lena por cesión que de él les hizo el Gobierno nacional.
*'Los derechos de imi)ortacion é internación sobre la sal son
respectivamente de $ 1-80 centavos por cada 12J kilogramos.
La sal de mar apenas será igual en calidad á la gema de Zipa-
quirá, y así tiene menos de un 12 por ciento de sustancia sati-
na que la compactada al fuego. El precio oficial de ésta es de
$ 1 la arroba y el de la vijúa es de 80 centavos. Sin embargo,
siendo superior en 20 centavos por arroba el derecho de inter-
nación sobre el valor de la gema é inferior solo en 20 centavos
sobre el de la compactada, se observa que la sal marina excluye
las del Gobierno de los mercados del Tolima y de muchos del
norte de Santander. Esta competencia procede sin duda de
que se hacen fuertes internacioL.es de sal marina sin pagar los
derechos.'' *
Be 1867 á 1878 fueron introducidos por las aduanas de la
República 1.511,301 kilogramos de sal, cantidad que produjo
por derechos $ 80,620, A consecuencia de los tratados celebra-
dos con el Perú, la importación de sal no causa derechos en las
aduanas del Pacífico.
Últimamente ha sido puesto en planta el sistema de libre
compactacion de la sal de las salinas terrestres.
Comparado el crecimiento de la renta de aduanas con el de
la renta de salinas en lo que va coi-rido del presenta siglo,
resulta una muy notable desigualdad. En ochenta años la
renta de aduanas se ha duplicado 22J veces y la de salinas solo
unas 15 veces. Desde el punto de vista de los números, la reiita
de aduanas exige al ano $ 1 de cada colombiano y la de sali-
nas 25 centavos j pero eso no es así. Estas rentas no son pro-
porcionales ó mejor dicho no gravan por igual á todos los
asociados. El impuesto sobre la sal no lo pagan sino los Esta-
dos del interior, lo que de hecho eleva el gravamen á 50 centa-
vos j y respecto de los derechos de importación, dado el pto-
» Rico, Memoria de Hacienda — 1879.
— 213 —
^ncto especial de cada aduana y su natural radio de consumo,
la carga es muy desigual. Hay Estados que no pagan nada al
«rario por aduanas y sales, y hay otros que le pagan muy
poco por aduanas y nada por sales.
La renta de salinas grava á los Estados en la proporción
TQue pasamos á expresar : á Boyacá con 3o por ciento, á Ciindi-
namarca con 30 por ciento, á Santander con 20 por ciento, al
Tolima con 10 por ciento, al Cauca con 3 por ciento y á los
Estados de Antioquia, de Bolívar, del Magdalena y de Panamá
13on nada.
Comparado lo que pagan los colombianos por aduanas con
lo que pagan los chilenos, los argentinos y los venezolanos
resulta lo siguiente : el chileno paga $ 6, el argentino $ 5, el
í venezolano $ 2-50 y el colombiano $ 1.
En la misma proporción que las de Chile, las aduanas de
Colombia debian producir $ 24.000,000 ; en la misma que las de
:.la Argentina $ 20.000,000 y en la misma que las de Venezuela
,-$ 10.000,000. Mas, como esto no es así, hay algo que exige una
corrección sustancial en la organización sustantiva y pasiva de
esta renta.
Los otros ramos de ingresos del Tesoro son de suyo insig-
nificantes, y más que rentas son servicios que el Gobierno está
ven. la necesidad de regir por sí mismo. Estos servicios se cos-
.,tean á las veces y á l¿s veces nó, y son los correos, los telé-
j: gratos, la amonedación y los ferrocarriles. El derecho de
^ timbre, que fué calculado en $ 600,000, no pasará en mucho
.j:tíei»po de $ 40,000.
Sux)nesta una equitaáva distribución de las rentas, cada
..colombiano paga al G(^ierno General $ 1-50 de contribuciones
alano y otro tanto á los Estados y á los Distritos.
YIII
. MONEDAS.
; Solo había antes dos casas de amonedación en la Repúbli-
ca : la de Bogotá y la de Popayan. Concedióse i)or la corona
.prinlegio para, establecer la ])rímera á don José Prieto de
igaiazar en 1718, y por real cédula de 27 de Jnnio de 1729 se
ái.autoiízó al Ayuntamiento de Popayan para establecer en
i aquella ciudad la segunda. Últimamente ha sido establecida
<;Otra en MedelJin por disposición legal de 20 de Diciembre
kAQ 1862.
íitr ^^ El oro era el principal artículo de exportación de la ISTue-
¿1^a Granada. Las minas de este metal que se trabajaban con
-uflctividad comienzan en la embocadura del rio Mira en el Pací-
fico y corren hacia el líorte por todas las costas del Chocó y
del istmo de Panamá hasta los confines de Veraguas. El terre-
— 214 —
no aurífero de la Kneva Granada áe extiende desde aquí Msfa
el rio Magdalena, tomándolo desde su nacimiento y en su eurso f
entero, territorio que se halla por todas partes cubierto d€^
minas de oro, unas en los valles profundos 6 ardientes, otras
en las cimas elevadas de la cordillera. Son muy raras las mina»
que existen al oriente del rio Magdalena. La mayor parte de
nuestras minas consisten en lavaderos de oro corrido y poca»
son de vetaste filones.
'^ Las casas de moneda de la Nueva Granada acuñaban lo
siguiente :
Casas. . Años. Harcos de oro. Pesos.
Lá de Santafé 1806 10,6ia 1.443,378;
Id 1807 10,964 ...... 1.491,112
LadePopayan 1806 8,258 1.123,130
Id... 1807 7,233 883,771
i ' S .1 II ■ ■ ■
37,068 4.941,391
" Hay en la E^ueva Qranada pocas minas de plata en las
provincias de Popayan, de Mariquita y de Pamplona. La pla-
tina es de producción exclusiva del Chocó." ♦
Según el Pliego de entrega que el Virey Góngora dio
en Cartagena á su sucesor, el oro acunado en la Kueva Gra-
nada (entonces no eran trabajadas las minas de plata) fué r
Años. Gasas. Marcos. Pesos.
1778 Santafé .../.. 6,098 693,436
1787 Id 7,128 981,655
1778 Popayan. 5,829 ...:.. 792,823
1787 Idl 7,301 992,615
25,356 8.460,629
En la quebrada de Condoto, de la antigua provincia del
Chocó, fué bailado un grano de platina que pesaba una libra^
nueve onzas y una ochava. Este precioso grano fué pedido por
MoriUo á su dueño, para llevarlo á España. **
En la visita que hizo á la provincia de Antioquia el Oidor
Antonio Mon y Yelar^e, mandó que circulase allí la m<meda
acuñada, pues no usaban los particulares sino del oro en polvo
(1.0 de Enero de 1789).
Según la ley de 29 de Abril de 1844 no podian ser exporta-
dos el oro y la plata en alhajas, en barras ó en polvo, ni en
» ' *
* Eestrepo.
** El feroz Enrile, principal instigador de Morillo para que no dejase vivo
en Colombia ningún hombre de luces, se llevd para España los herbarios,
dibujos y las descripciones de plantas de Mutis, los mapas y los manuscritos
de C&ldas y la hermosa custodia de las monjas de Santa Clara de Pamplona,
que sé dice está hoy en la capilla real de Madrid.
t
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I
.í
— 215 —
üiinguna otra forma, aunque fuese la natural y aun cuando eatu-
Tiesen esos metales mezclados con sustancias extrañas. Estaban
exceptuadas de esta prohibición las provincias de Panamá y
^e Veraguas. Ademas, el Poder Ejecutivo podía permitir en
ciertos casos la exportación de minerales concentrados, pero
los interesados debían pagar al fisco el 7 por ciento del valor
"del mineral respectivo.
La ley de 10 de Junio de 1844 fijó en 3 por ciento los
derechos de quintos del oro y ^ la plata, y mandó que el caste
llano de oro fuera valuado en dos pesos para el cobro de este de»
recho. Desde el 13 de Junio de 1833 la ley había mandado que el
oro, la plata y las piedras preciosas que se encontrasen en las
sepulturas, en los templos, en los adoratorios, en las guacas
de los indios y en todos los depósitos conocidos con el nombre
de tesoros, correspondiesen íntegramente á sus descubridores,
quienes solo debían pagar por ellos los d^echos de quintos y
fiíndicion. Por derechos de fundición se exigían 40 centavos
por cada cien castellanos ó dos marcos de oro fundido, y IJ
por ciento por la plata, valuada en un duro cada onza de este
metal.
La ley de 30 de Mayo de 18á8 prohibió la introducción en
el país de la moneda española llamada de vellón y de la colom-
biana llamada caraqueña. Se daba el nombre de moneda Tiiacu-
quina á cierta clase de monedas de forma irregular, fabricadas
en Méjico y en Lima é introducida en la íí'ueva Granada por
los situados ó remesas de fondos que hacían los tesoreros reales
de un lugar á otro de las colonias españolas. Adolecía esta
moneda de graves defectos, y aunque el Gobierno de la Penín-
sula la mandó recoger por cédula de 1771 y el Gobierno de
Colombia hizo también esfuerzos en el mismo sentido, no se
consiguió esto hasta la primera Administración del General
Mosquera, y eso en parte. La macuquma se componía de pesos,
pesetas, reales y medios reales, y era conocida en el vulgo con
d nombre de j^lata de cruz, por ser una cruz su marca principal.
La ley colombiana de 14 de Marzo de 1826 autorizó al Poder
tljecutivo para hacer amortizar todas las monedas que no fue»
ran circulares y de cordoncillo, como las de cruz, la mejicana y
la de cabo de barra ó macuquina ; y la ley de 6 de Noviembre de
1828 mandó que esta última fuese de obligatorio recibo en las
oficinas públicas y en las transacciones de los particulares. En
1850 fué declarada libre la exportación del oro y filé cedido
á las provincias el derecho de quinto de este metal.
El Código Penal castiga con penas severas la falsificación
de la moneda y la circulación maliciosa de la falsa.
MONEDAS DE ORO.
£1 tipo de las primeras monedas de oro acuñad^ en el
JSTuevo Eeino de Granada, tenia en el anverso el busto del rey,
— 216 —
■
y eii el reverso el escudo de armas de los monarcas españoles^
Eran todas redondas y su ley era de 22 quilates. ♦
Las cédulas y reales ordenanzas españolas dictadas sóbre-
la amonedación del oro continaaron vig:entes en Colombia
hasta 1826, según la ley de 29 de Setiembre de 1821, dada por el
Congreso de dienta. Pero el 14 de Mayo del mismo año de
1826 dio el Congreso de Colombia su segunda ley sobre mone-
das, en la cual dispuso que las de oro tuvieran en el anverso
el busto de la Libertad, en traje romano y ceñida la cabeza
con una ínfula én que estuviera grabada, en bueco, la palabra
libertad y en la circunferencia las palabras ^^ República de
Colombia, ano de 5 ?' y en el reverso las armas nacionales,
la expresión del valor respectivo de cada moneda, el lugar de
su acuñación y las letras iniciales del apellido de los ensaya-
dores.
El Congreso granadino expidió el 2 de Junio de 1846 una
ley sobre monedas nacionales. Las de oro debían ser la onza^
de ocho escudos, la media onza ó cóndor j el doblón^ de á do&
escudos, y el escudo ú octavo de onza.
Por la misma ley citada (2 de Junio de 1846) dejó de ser la
nnidad monetaria el peso llamado después sencillo ó de ochenta
centavos, y pasó á serlo el real^ con lo que se echó por tierra
una práctica que había sido observada por trescientos años.
Desde entqnces la contabilidad pública fué llevada por reales
y décimos de real.
Ko obstante la libertad del comercio del oro concedida á
todas las provincias granadinas en 18f)0 poco más ó menos, se
dio una nueva ley el 30 de Mayo de 1853, en la cual se dispuso
que las monedas de oro fueran en lo sucesivo: el cóndor^ que
pesaría 16 gTanios, 400 miligramos ; el medio cóndor y el quin-
to de cóndor ó escudo^ con peso proporcional, que valdrían,
respectivamente, 10, 5 y 2 pesos fuertes.
^o prevaleció esta ley porque se tocaron varios inconve-
nientes en el peso dado al cóndor, y porque se qneria que las
monedas de oro de la Nueva Granada fueran, en sn peso y 1^,
iguales á las francesas, así como yá lo eran las de plata. Expi-
dióse en consecnencia la ley de 30 de Junio de 1857, en la cual
se dispuso que hubiera las monedas siguientes y que tuviesen
los gramos y el valor que se pasa á expresar :
* La ordenanza real de 13 de Diciembre de 1751 dispuso que el oro que
fuese amonedado en e. Nuevo Keino de Granada tuviera la ley de 22 quila-
tes (0,916J) de fino. De cada marco de oro, que pesaba 230 gramos, debia»
sacarse 68 escudos de á $ 2, <5 $ 136. El duro español de 8 reales era un poco
mayor que el peso fuerte de nuestros d las, pues pesaba 542 granos y 2 diézi-
siete íivos de grano (26^7 ciframos) á la ley de 10 dineros, 20 granos (0,902 y
2 tercios). La onza española pesaba 27r58 miligranros^ la media onza
13-529 ; jsl doblón de dos escudos 6-764, y el escudo 3-382. La real cédula d©
18 de Marzo de 1771 mandó que las monedas de oro fueran solo de 21 qui*
lates. . . ^ .:
— 217 —
Monedas. Grvnos. Yalozei.
El peso de oro Ó décimo de cóndor 1,612 $ 1
El escado ú octavo de cóndor 3,225 „ 2
El doblón ó medio cóndor 8,004 „ 6
El cóndor 16,129 „ 10
El doble cóndor ú onza 32,258 ,, 20
Por lo cual las monedas de oro pagaron ú, ser iguales á las
fi^ncesas, y fueron recibidas en las oficinas públicas por &u
Talor nominal.
La ley de 27 de Abril de 1847 mandó que los derecbos de
quinto y de fundición del oro se redujesen al 3 por ciento, el
cual debia ser pagado en especie en las oficinas respectivas,! y
los de amonedación al 2J por ciento.
La ley 50 de 14 de Mayo de 1872 mandó que la unidad mo-
netaria de la Eepíiblica fuese el peso de oro, dividido en cien
centavos, equivalente al décimo de cóndor, del peso de un gramo
seiscientos milígi^araos y de 900 milésimos de ley.
Las otras monedas de oro son : el doble cóndor ($ 20), el
cóndor ($ 10), el medio cóndor ($ 5) y el quinto de cóndor ($ 2).
Un kilograimo de oro á la ley de 835 milésimos es i^ual,
legabneñte, á $ 620.
MOlSnEDAS DE PLATA,
La plata no ha sido muy abundante en la Union, porque ni an-
tes ni ahora se han trabajado otras minas de este metal que las de
Santa Ana (Estado del Tolinia) de la antigua provincia de Mari-
qnita. Al principio no se acunaba mas i)lata que la que se
" extraía del oro cuando éste era afinado, ó la de las alhajas y ya-
ijillas de los particulares. Acunábanse por lo común pesetas^
realesy medios y cuartillos. Las tres primeras tallas con el busto
del rey de Espaijía, y el cuartillo con nn leou-por uno de sus
lados y nn castillo por el otro.
En Jimio de 1813 la provincia de Cund i nam arca mandó
' acuñar moneda provincial. Su ley era de 7 dineros ( 0,583 J).
Tenia ésta en el anverso una india coronada de plumas y estes
palabras : "Libertad americana^'' y en el reverso una granada
abierta, rodeada por nn letrero que decia : ^'Nueva-Granada,
Cundinamarca." Alcanzaron á ser acuñados en esta moneda
$ 72,675 hasta el 6 de Mayo de 1816, dia en que los españoles
entraron victoriosos en Bogotá.
Despnes de esto hubo una gran anarquía en la acuñación de
: la moneda de plata, hasta que el Con gi*eso de Colombia expi-
^ dio la ley de 14 de Marzo de 1826, orgánica de monedas. Las
de plata debían ser acuñadas en tallas de un peso, medio peso, un
\ cuarto, nn octavo y un dieziseis avos de peso. Las armas eran
las de Colombia ; las cornucopias rectas, y hacia el centro debia
haber un carcax con flechas y la ínfula de la libertad. Esta
palabra debia ser grabada en hueco. En los campos sobrantes
— 218 —
de la circtmfeTencia debía liaber dos ramos de olivo enlazados
por la base, &*
En 1833 fderon acuñados los primeros pesos de ley arreglados
á las OTdenanzas españolas ; pero esto no duró sino hasta 1839.
En 1846 mandó el Gobierno que todas las monedas de plata
tuvieran la ley de 900 milésimos y solo un décimo de liga.
Las monedas fueron : el peso, el medio peso, el cuarto de peso ó
peseta, el octavo de peso o real, y el dieziseis avo de peso ó
medio real.
Según la ley de que hablamos, la unidad monetaria de la
Fueva Granada era el real de plataj el cual tenia el peso de 1
adarme, 11 granos y i de grano de la libra granadina.
La ley de 27 de Abril de 1847 mandó acuñar una moneda
de plata del valor de diez reales, denominada granadino. Estas
monedas debian tener el peso de 12 adarmes y 32 gramos
(ó 25 gramos del peso francés ), la ley de 900 milésimos y un
diámetro de 18¿ líneas ó de 37 milímetros. El feble de estas
monedas no debia exceder de gV ^^ grano. También mandó
esta ley que se pagase el 8 por ciento por derechos de quinto,
fundición y amonedación de la plata. *
Ampliando las disposiciones de la ley de 7 de Abril de 1847,
dijo la ley de 20 de Marzo de 1848 : "Ademas de las monedas de
plata de los reinos de Francia, de Bélgica y de Cerdeña podrán
circular libremente en el país todas las monedas extranjeras de
plata que sean iguales á las granadinas en peso y en ley, ó que
tengan diez dineros, veinte gramos, á la ley de 0,892 y excedan
del peso de trece adarmes."
En fin, la ley de 30 de Mayo de 1853 mandó que la unidad mo-
netaria fuese el peso, moneda de 25 gramos (antiguo granadino)^
con lo cual quedó abolida la unidad monetaria real y echadas las
bases al sistema decimal, que es el que existe todavía. El peso
de ocho reales debia llamarse pieza de ocho décimos, las pesetas
piezas de dos décimos y los reales décimos. El nuevo peso debia
tener cien centavos.
También mandó dicha ley que en los contratos en que no se
hubiera estipulado otra cosa, se recibieran las monedas de oro
y de plata de todas las naciones por su valor proporcional con
las granadinas.
El cuartillo 6 cuarto de décimo debia tener 813 miligramos
y 0,666 de ley. El cuartillo tenia en el anverso la granada del
escudo nacional y el año de la acuñación al pió, y en el reverso
la firaccion que expresaba su valor y el nombre del lugar en
donde había sido acuñado.
En este tiempo estaba prohibido exportar la plata en pasta
ó pina. Las cuentas de las oficinas publicas eran llevadas en
pesos y centavos de peso, y se mandó que el Poder Ejecutivo
* La plata importada en pinas y la de alhajas no pagaban sino el 5 poi^
éiento.
— 219 —
hiciera formar y circular de tiempo en tiempo cuadros que die-
sen á conocer el valor relativo de las monedas de la Eepública
V el de las monedas extranjeras. La ley 73 de 1867 mandó co-
orar el 8 p¿r ciento por los gastos de amonedación de la plata en
pina® y el 5 por ciento por los de la plata en alhajas. También
mantuvo esta ley la prohibición de exporta^ la plata en pasta
y la de importar monedas de {data, de menos de 835 milésimos.
La ley 12 de 7 de Abril de 1870 dio libre la exportación de
la plata en pinas y en aleaciones naturales.
La ley 60 de 24 de Julio de 1874 suprimió los derechos de
importación que pagaba la plata en barras y la acuñada de 900
milésimos, y prohibió lá importación de la que faera inferior de
esta ley. En ese ano fué autorizado el Poder Ejecutivo para
hacer acuñar fdera del país moneda nacional hasta cierta can-
tidad. El derecho de amonedación de la plata de 900 milési-
mos se rebajó al 1 por ciento y á 2 J por ciento el de la de 835
milésimos.
Las monedas de plata son hoy: él^eso^ el medio peso^ lo»
dos décimos, el décimo, el medio décimo y el cuarto de décima. El
peso tiene 25 gramos de plata y el cuarto de décimo 625 mili-
gramos. La ley del peso es la de 900 milésimos y la del cuarta
de décimo es la de 666 milésimos. Todas las otras monedas de
plata tienen la ley de 835 milésimos.
El kilogramo de plata equivale á cuarenta pesos.
En tiempo de la antigua Colombia mandó el Gobierno acu-
ñar moneda de platina. Estas monedas debian tener en el anver-
so grabadas las armas de la 'Eepública y en el reverso doce estre-
llas colocadas en círculo. En el centro de este círculo debia po-
nerse un letrero que dijese : Platina. Seispesos.l^l Gobierno podia
comprar la platina en su estado nativo á $ 16 la libra y ven-
derla purificada en barras ó acuñada á $ 6 la onza.
MONEDAS DE COBRE.
Así los Congresos colombianop de 1821 y de 1826 como los
Congresos granadinos de diferentes años mandaron fabricar y
poner en circulación monedas de cobre. Esta medida no pudo
ser llevada á efecto, empero, porque no faé posible acuñar el
cobre en las casas de moneda de la Eepública.
En 1847 se trajeron de Europa 500,000 décimos y 500,000
medios décimos de real y fueron puestos en circulación, pero
no fué posible acostumbrar al pueblo á recibirlos. Estas mone-
das eran de cobre puro. El décimo de real pesaba cinco adar^-
mes^ cuatro granos y cuatro quintos de grano de la libra gra-
nadina. El medio décimo equivalía á la mitad del décimo. ÍTin-
gona p^sona podia ser obligada á recibir más de dos reales en
monedas, de cobre, pero en las oficinas públicas sí se redbia
— 220 —
cualquiera cantidad de ellas y se debia cambiar por oro ó por
plata todas las que les fuesen presentadas.
La ley 73 de 24 de Octubre de 1871 mandó inrertir $ 10,000
en fabricación de moneda de cobre puro ó mezcla&o con níkel.
Esa moneda debia ser solo del valor de un centavo é igual á la
úe los Estados Unidos de América. Los particulares estaban
obligados á recibirla basta en la cantidad de 50 centavos. La
ley 50 de 14 de Mayo de 1872 mandó empleax basta $ 30,000 ea
monedas de cobre de uno y de cuatro centavos, y el Poder Eje-
cutivo debia determinar la aleación, diámetro y peso de dicha
moneda. También permitía esa ley la introducción libre de
monedas de cobre de los Estados Unidos del Norte.
La repugnancia del pueblo á servirse de la moneda de cobre
en los tiempos pasados no dependió del metal de que estaba
becha esta moneda, sino de haber sido adaptada al sistema
decimal francés, que el pueblo no entendía por estar acostum-
brado hacia más de trescientos años á seguir el sistema español
de medios, cuartillos, mitades y cuartos.
La ley 30 de 1880 sobre establecimiento de un banco nacio-
nal autorizó al Poder EjecutivQ para emitir hasta $ 100,000 en
monedas de níkel, fabricada ó nó en el país. La Administra-
ción Núñez mandó acoñar $ 350,000 de esta moneda, la cual
es admitida en el 25 por ciento de los deretihos de importación,
en el 50 por ciento de la renta de salinas y en el ciento por cien-
to en las oficinas de correos y de telégrafos.
La ley 9 de 7 de Abril de 1864 mandó admitir en todas las
oficinas públicas, excepto en las del Estado de Panamá/, todas
las monedas de menos de 900 milésimos emitidas por los Go-
biernos de Colombia y de Nueva Granada. La ley 41 de 26 de
Mayo de 1866 autorizó al Poder Ejecutivo para alterar él peso
y la ley de las monedas nacionales cuando se supiera que sus
equivalentes habian sido alteradas por los Gobiernos extran-
jeros.
La ley 79 de 9 de Junio de 1871 mandó que el Poder Ejecu-
tivo negociase la accesión de Colombia á la convención moneta-
ria celebrada el 23 de Diciembre de 1865 entre Francia, Italia^
Bélgica y Suiza.
La ley 2 de 22 de Febrero de 1875 autorizó al Poder Ejecu-
tivo para clausurar temporalmente las casas de moneda de la
Eepública, cuando éstas no pudieran sostenerse ; y es verdad
que algunas de ellas no subvienen á sus gastos y que ninguna
acuña la moneda nacional con la perfección debida.
El oro amonedado en las casas de Bogotá, de Popayan y de
Medellin desde su creación hasta 1881, suma$ 168.754,041-180.
La plata suma $ 13.317,221-369. Esto hace un total de
$182.071,262-549. .
— 221 -^
IX
DEUDA EXTERIOR E INTERIOR.
López—Méndez.
Don Luis López-Méndez, agente de Venezuela en Londres
desde los primeros tiempos de la Eepública y enviado allá con
el objeto de buscar recursos para sostener la guerra de la Indcv
pendencia, desplegó una actividad y una constancia sumas par»
el logro de su cometido. Fué por eso por lo que en 1817 zarpar
ron de los puertos de Inglaterra con destino á los de Yenezuela
720 hombres en diferentes expediciones, contratadas con los
Coroneles Ikeerie, Wilson, Hippisley, Campbell, Gilmore y Mac-
Donald ; y en 1818 hasta 4,368 individuos más, despachados ea
ocho grupos por arreglos con los Coroneles Elsom, English,
Meceroni y Gore y con los Generales Mac-Gregor y D'Evereux.
Total 5,088 individuos.
De estos auxiliares naufragaron en las costas de Francia el
coronel Ikeene y 300 hombres, y en las de Barbada 187. A los
puertos de ííueva Granada directamente solo vinieron 600
hombres con el General Mac-Gregor y 300 con el Coronel Mece-
jponi : total 900. Empero, los restos de los soldados europeos
venidos á Yenezuela en 1817 y parte de los contratados ppr el
Coronel Blsom, combatieron en la jornada de Boyacá bajo el
nombre de ^'legión británica," y no solo formaron el batallón
*^Albion,'' sino que suministraron cuadros excelentes para la
formación de los batallones "Eifles" y ^'Carabobo,'' célebres
njás tarde.
Casi todos los contratos hechos por Méndez con Hippisley,
Mac-Donald, Ikeene^ Wilson y otros para enganche de tropas,
se hicieron sobre las siguientes bases : 1* igual paga á los
oficiales y soldados que la que daba el Gobierno inglés ( el
sueldo empezaba a correr para los oficiales el dia de su embar-
que y para los soldados el dia de su llegada á la isla de Mar-
garita ó á Costafirme ) 5 y 2* entrega á su llegada á Caracas
( por compensación de gastos ) de $ 200 á los oficiales que
tuvieran despachos y de $ 80 á los que no los tuvieran y á los
soldados. *
Zea.
Zea, Vicepresidente de la antigua Colombia, fué nombrado
por Bolívar comisionado en Europa así para negociar con
* "Varias veces oímos decir á BolÍTar al hablar de esta época, que el ver-
dadero libertador de Colombia era Lópei-Méndez. Aseguraba que él nada hu-
biera podido hacer en la célebre campnfia de 1819 sin los oportuno» y eficaces
auxilios de todas clases que aqnél U proporcionó en Londres, empeñandosn pro-
pia responsabilidad y la del nacitsnte )r aún mal afirmado Gobierno de Vene-
zuela. Comprometimiento peligroso, que sujetó á López-Méndez á ser llevado á
la cárcel, en donde estuvo largo tiempo por no haber podido cumplir la» obli-
gaciones contraidas en nombre de su Gobierno/' — Restrepo,
J
I \
— 222 —
las naciones del Viejo Mundo el reconocimiento de nuestra in-
dependencia como para conseguir un empréstito. A la llegada .
de Zea á Londres nuestra deuda no pasaba de $ 2.500^000 ; mas^
tleseando vivamente nuestro agente fiíndar, á su modo, el cré-
dito de la Eepública, reunió en aquella ciudad á los acreedores
=de Colombia, representados por Herring, Graham y Powles y
celebró con ellos el 'memorable convenio de l.^ de Agosto dé
1820, én que les reconoció $ 3^658,810. Más tarde se Mzo otra
liquidación á favor de los acreedores extranjeros por $ 919,890.
Total $ 4.578,700. Diferencia en contra déla nación $ 2.078,70O,
Zea dio á los acreedores vales ó pagarés llamados deventures^
con el 10 por ciento de interés anual jsi se pagaban en Ingla-
terra y con el 12 por ciento si se pagaban en Colombia. Para el
pago de estos documentos hipotecó la renta de tabaco y la de
quintos de oro y de plata. Lo» intereses debian ser pagados por
cuaüias partes cada tres meses por una comisión liquidadora
establecida en Colombia. Para expedii* deventures Zea no exigió
comprobante ninguno;* casi bastaba pedirlos para obtenerlos,
y así lo confesó él mismo en una nota dirigida al Gobierno el
9 de Enero de 1821. Los dsventures debian ser admitidos en su
totalidad en las siete octavas partes de» los derechos de aduana
y de otras "sumas que, por cualquier motivo, se debiesen á la
Eepúblicia.
A pesar de qtie Zea era nuestro único agente en el e^rtran-
jéró, López-Méndez celebró después de la llegada de éste é,
Europa un contrato (27 de Febrero de 1821) por vestuaiíos,
equipo y armamento para diez mil hombres con el sillero Jaime
Mackintosh, dándole $ 75 por fusil y vestido para cada sol-
dado, y estipulando un interés de, diez por ciento anual. López
Méndez expidió también deventures ó pagarés iguales á los de
Zea pqr la suma de $ 750,000, con lo que ocasionó alpaísiin
gravamen que ha pesado sobre él por espacio de sesenta años.
Por la mitad de esta suma ( $ 375,000) pagó la Eepública
$ 1.655,350. La otra mitad corrió á cargo de las repúblicas del
Ecuador y de Yenezuela.
No habiendo podido ser pagados los intereses de las deudas
contraídas por Méndez y Zea y deseando este último allegarse
nuevos recursos, negoció{1822)con los señores Herriríg. Graham
y Powles $ 700,000 en obligaciones colombianas iguales en uii
todo á las que se hallaban en circulación. Vendió dichas obli-
gaciones al 65 por ciento ó sea por $ 458,560; esto es, perdiendo
$ 241,440, y pagó con ellos los intereses vencidos. Como era
natural, esta operación, aunque ruinosa éh el fondo, levantó
artificialmente y por algunos momentos el crédito de Colombia,
y Zea se aprovechó de ello para contratar el grande empréstito
que tenia imaginado hacia largo tiempo.
Las instrucciones llevadas por Zea á Europa le hablan sido
dadas en 1819 por el Gobierno de Angostura, y para el 13 de
Marzo de 1822, dia en que se firmó en Paris el contrato del
— 223-r
Huevo empréstito, habian caduéado por completo, pae& en ^sab
fecha yá Oolombia se había constituido defínitivamente y solo
le era permitido al Congreso contraer deudas sobre el crédito
de la nación/ Esto mismo había dicho á Zea el Secretario dé
astado Gual el 15 de Octubre de 1821 ; mas, prescindiendo Zea
de todo celebró en la fecha expresada con los mismos Garlos
Herring, Guillermo Graham y Juan Diston Powles un emprés-
tito de $ 10.000.000. Las bases faeron las siguientes : se con-
trató al 80 por ciento ; es decir, que de hecho quedó reducido á
$ 8.000,000. El objeto principal de este empréstiibo era.amprtizaT
las obligaciones de la T^e^^úbliQSk (deventuresj y amortizarlas á
la par por capital é intereses. Fijóse el de las nuevas obligacio^-
iies en un 6 por ciento, el cual debia ser pagado en lióndrespér
semestres vencidos, y concedióse á los prestamistas un 2 por
Qiento de comisión sobre el monto del empréstito ( $ 200,000 ),
2j por total de los intereses y 1 por ciento más por la amortizar
^ion de la vigésima parte del capital, la cual debia hacerse por
años, empezando en 1830. Como garantía del préstamo dio Zea
los derechos de importación y de exportación, las rentas de
minas ( oro, plata y salinas ) y la de tabacos.
Los prestamistas recibieron el encargo de enviar fornituras
y toda clase de artículos militares para el servicio de la Bepú-
blica. Cobraron por esto una nueva comisión adicional, y cu:
brieron parte del empréstito con el valor de esQS artículos.
Más tarde contrató Zea otro empréstito por $ 100,000 para
hacer un viaje á España, y dio por dicha cantidad (capi-
tal é intereses ) $ 333,330. Para verificar estas operaciones
Zea hacia uso de las firmas en blanco dadas por Bolívar el
24 de Diciembre de 1819, refrendadas por el Secretario BeveU;
ga. Semejantes actos, ruinosos á todas luces aunque acaso dis-
culpables bajo el aspecto político, produjeron desde entonces
los gérmenes de ruina que hace más de medio siglo entorpecen
la marcha del país.
Zea no comunicó á Colombia oficial ni privadamente estas
graves operaciones : mas, habiéndose ellas divulgado por varios
conductos, no solo las improbó el Gobierno en su corresponden-
cia con aquel empleado suyo, sino que publicó en la " Gacet^i
OficiaF é hizo publicar en los periódicos extranjeros un decreto
en qne decia "que ninguna persona, cuidadano de Colombia ni
extranjero, se hallaba autorizada en Europa para celebrar contra-
tos, contraer empeños, ni obligar en manera alguna al Gobierno
de la liepública al cumplimiento de ningún pacto, convenio ú
obligación, fuese la que ftiese ; y que por lo tanto ningún contrato,
convenio u obligación que se hiciera ó se hubiese hecho seria
obligatorio i)ara Colombia sino cuando precediera ó hubiera
precedido la autorización expresa de ésta al efecto.'' Posterior-
mente fué designado el señor Bafael Bevenga para que pasase
á Europa á dirigir los negocios fiscales de la Eepública en sus-
titución de Zea.
— 224 —
Revenga naufragó en el AÍaje, perdió «us papeles y tuvo
que regresar á Bogotá.
Al saberse tx)do esto en Londres se produjo el pánico
que era natural se produjera, y los prestamistas enviaron
á Colombia al francés Juan Bautista d'Esmenard y al inglés
W. O. Jones para negociar con el Gobierno la aprobación del
contrato Zea, de 13 de Marzo de 1822. En aquella sazón fué
improbado también por el Poder Ejecutivo el contrato Méndez-
Mackiutosb, y á la verdad habia para ello muy buenos funda-
mentos.
Antes de saberse en Inglaterra estas justas improbaciones,
empezaron á llegar á Cartagena los efectos contratados, y
aunque ellos eran de muy mala calidad y aunque su precio era
exorbitante, se tuvo la imprevisión de mandarlos depositar en
los almacenes públicos. De este hecho se aprovecharon luego los
prestamistas para exigir el cumplimiento de los contratos,
aunque la aprobación de éstos no pudo obtenerse por entonces
ni del Ejecutivo ni del Congreso. Entre los efectos enviados
por Zea llegaron á la Guaira la corbeta " Zafii:o'' de 28 caño-,
nes, para el servicio de la República, y $ 150,000 en numerario.
Posteriormente llegó el bergantín ^'Mosquito,'' de 20 cañones.
Zea murió en Europa sin que hubiese dado cuenta de sus
operaciones fiscales, lo que produjo más dudas y más embrollo»
respecto de dichas operaciones.
Revenga.
Don José Eafael Eevenga logró llegar á Londres el 1.^ de
Enero de 1823, y allí fué rodeado é importunado por los pres-
tamistas y por los tenedores de bonos colombianos, bonos que
se cotizaban del 45 al 50 por ciento. Ko pudiendo este nuevo
agente decir nada satisfactorio a estos acreedores ni á Méndez,
quien lo urgia para que reconociera el contrato Mackintosh, fué
víctima de intrigas oprobiosas y puesto en la cárcel el 20 de
Mayo siguiente. En ella permaneció tres meses.
El primer Congreso constitucional de Colombia, reunido en
Bogotá el 19 de Abril de 1823, después de largos de bates, impro-
bó el 7 de Junio las operaciones fiscales de Zea. Igualmente
fué improbado el contrato Mackintosh ; sin enibargo, se auto-
rizó al Ejecutivo para que reconociera y pagara las cantidades
que efectivamente hubiera recibido el Gobierno, y jxara que
emitiera nuevas obligaciones por ellas. En caso de desavenen-
cia podian ser nombrados arbitros.
Por una ley especial se facultó al Gobierno para contratar
un nuevo empréstito de $ 30.000,000; y por un decreto se facul-
tó igualmente al mismo Gobierno para solicitar en préstamo
$5^,000 á fin de atender á los gastos más urgentes. Para el
logro de esto nombró el Gobierno al Senador Manuel José
Hurtado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario
--. 22$ —
^e Colombia cerca del Gobierno de la Gran Bre'tafía y le tetiíó
lofi poderes conferidos á Eev^iga.
Htirtado.
: Autorizado plenamente este agente de la Bepóblicsá por el
Poder Ejecutivo en virtud del decreto legislativo de 1? de Junio
de 1823, celebró el 1.® de Abril de 1824 un contrato con los
antiguos prestamistas, V por el cual no solo ax)robó lo hecho por
Zea sino (Jue se comprometió á entregar á los acreedores ex-
tranjeros $ 272,750 en bonos por igual cantidad de éstos que
Zea habia dejado sin firmar. Los prestamistas debian dar
♦ 875,000, saldo que confesaron debian á Colombia de los
é 10.000,000 contratados con Zea. ♦ Hecho esto, dióse principio
é> la negociación del nuevo empréstito de $ 20.000,000 más por
los comerciantes Francisco Montoya y Manuel Antonio Arru-
bla3, bajo la dirección del Ministro Hurtado* Fué negociado este
empréstito al 85 por 100 ; esto es, con 15 por Í00 de pérdida, y
al 6 por 100 de interés. ♦* Dióse en hipoteca especial la renta
de taba<;o, sin perjuicio de quedar obligadas también las otras
rentas del país. El contrato se celebró con B, A. Goldschmidt
y Compañía de Londres el 22 de Abril de 1824 ; pero las obli-
gaciones fueron firmadas una en Calais y otra en Hamburgo á
causa de que las leyes inglesas prohibían estipular un interés
mayor del 5 por 100 al año.
El empréstito se elevó á la suma de 6.750,000 libras esterli-
nas, y se estimó cada peso en cuatro chelines y seis peniques*
Los comisionados recibieron por gastos de viaje y agencia
el 1 por 100 de la cantidad efectiva de la negociación, ó sean
47,500 libras esterlinas. Se abonó por gastos de corretaje, &c.
el 2 por 100 (95,000 ). Total £ 142,500 ó sean $ 712,500.
Oon las primeras sumas quese recibieron de este empréstito^
se envió al Perú, por cuenta de Colombia, una expedición de
cuatro mil hombres*
En 1826 quebró la casa de Goldschmidt, á causa de la baja>
de los bonos colombianos, y perdió á su jefe, quien se suicidó
de pesar. Esta quiebra desfalcó á Colombia en $ 2.010,905-75^
cantidad que habia sido dejada én poder del prestamista^
Á las sumas de los empréstitos de que hemos venido hablan-
do hay que agregar $ 157,500 del suplemento dado, sin interés,
por Méjico á la Eepilblica de Colombia en 1826, hechas las de-
ducciones que debian hacerse de conformidad c(wa el convenio de
23 de Diciembre de 1834.
l'al fué el curso de los empréstitos colombianos^ oríg^ de
nuestra deuda exterior actual.
* Este (Ioenm«nto pnedd ser consultado en el oúinero 171 de la "Gaceta de
Colombia/' correspondiente al 23 Enero de 1825.
** Chile negoció en aqnella misma época un empréstito al 69 de descuento
yal 6 de ioterefl, y Méjico otro al 60 de descuento y al 5 por ciento de intereft^
15
— 226 —
Partloiozx de la deuda.
Dísuelta desgraciadamente la antigua Colombia se hizo
urgente arreglar el negociado de la deuda pública de ésta^ y al
efecto se dieron los pasos conducentes. El 23 de Diciembre de
1834 los comisionados de Venezuela y de Nueva Granada, cansa-
dos de esperar al del Ecuador, firmaron un convenio en Bogotá
sobre partición de la deuda colombiana, tomando por base
la población de las tres repúblicas conforme al censo de 1825.
Tocaron según esto al Ecuador 21 J unidades, á Venezuela 28J
y á líueva Granada 50. Igual distribución se Mzo respecto de
los crSditos activos.
El 28 de Abril del año siguiente (1835) Venezuela aprobó el
convenio de partición de la deuda. Empero, no sucedió lo mismo
en el Ecuador ni en Nueva Granada : la primera de estas repú-
blicas no lo hizo sino hasta el 13 de Abnl de 1837 y la segun-
da hasta Mayo del mismo año. Debióse esto, de parte de noso-
tros, á la fuerte oposición que tuvo en las Cámaras dicho con-
venio, pues se le juzgó sumamente gravoso para el país.
El cuerpa de CGinisionados, que lo compusieron Francisco
Marcos por el Ecuador, Santos Michelena por Venezuela y Rufi-
no Cuervo por Nueva Granada, se instaló el 25 de Abril de 1838
para dar principio á sus trabajos, los cuales terminaron el 16
de Mayo de 1839.
Como la deuda exterior de Colombia habia subido á
$ 34.065,000 por capital jáfp 29.450^000 por intereses ( total
$ 63,515,000 )y tocaron á Nueva Granada por sus 60 unidades
$ 31.757,500o Hablan bastado solo dieziocho años, pues, para
que la suma de los empréstitos de Zea, de Méndez y de Hurtado
se duplicara. No sucedió lo mismo respecto del empréstito
mejicano hecho á la B-epública en 1826, porque éste no ganaba
interés.
Hé ahí la caíisa por que Nueva Granada empezó su vida
debiendo al extraiyero :
Por capital $ 17.032,500 ..
Por intereses 14.725,000 . . 31.757,500 . ,
Y á los acreedores internos :
Por capital $ 12.663,009-84
Por intereses 7.278,634-35 19.941,644-1^
Total general » 77 $ 51.699,144^
* El monto total de la deuda de la antigua Colombia al tiempo de la
disolacion de ésta era de $ 102.948,787-66. Así:
Capital de la deuda exterior. $ 34.065,00(M)0
Intereses del mismo hasta 81 de Diciembre de 1829 29.000,450-00
Total $ 68.066,450-00
Capital de la deuda interior 25.826,018^98
Intereses del mismo hasta el 81 de Diciembre de 1^29^ ..... 14.557,268-68
$ 89,888,287-66
— 227 —
Esta suma enorme, que en vano rechazó el sentimiento pú-
blico por algunos años, así en las Cámaras como fuera de ellas,
es la causa del mievo coloniaje que, bajo la forma fiscal, ha ator-
mentado al país por cerca de cuarenta años. TJh país que tenia
tina deuda igual á 25 veces el monto de sus rentas, no era posi-
ble que se perteneciese á sí mismo : pertenecía á sus acreedores.
'Oircunstancia que se hace más triste al considerar los términos
onerosísimos en que se contrajo la mayor parte de dicha
deuda y el poco ó ningún provecho que le produjo.
Pagos.
La ley de 20 de Abril de 1838 orgánica del crédito nacional
(primera de las de su clase) destinó para el pago de los intereses
de la deuda exterior la octava parte de los derechos de importa-
ción, la mitad de los sobrantes de la Tesorería al fin de cada año
fiscal, el producto líquido del tabaco que se vendiese en nume-
rario para la exportación y la octava parte de los derechos de
importación, que se pagaban entonces en deuda flotante ra-
dicada.
Para la amortización de la deuda exterior aplicó la misma
ley el sobrante de lo destinado para el pago de intereses, salvo
que eáte sobrante se aplicase para el pago de los intereses del
año siguiente ; el producto líquido de las tierras baldías que
fueran vendidas ó arrendadas ; el sobrante de las cantidades
destinadas al pago de los intereses . de la deuda interior ; las
sumas que cobrase la Repiiblica de las acreencias peruana y
boüviána } y la parte que correspondiese á ésta en el cobro de
las acciones de Colombia contra los contratistas del empréstito
de Calais y de Hamburgo.
Bien examinados estos fondos, todos, menos dos, eran iluso-
rios ; empero, la Eepública daba lo que creía que podia dar en
esos momentos : 16 unidades de su renta de aduanas y dos ter-
ceras partes de su renta de tabaeos. El pago del capital era
meramente nominal. A pesar de esto, al año siguiente yá se re-
cogieron velas á este respecto, pues se expidió ( 11 de Abril de
1839 ) una ley "autorizando ampliamente al Poder Ejecutivo
para el arreglo de la deuda nacional exterior, y apropiando á
favor de ésta dos millones de fanegadas de tierras baldías.''
Esa ley decía : l.o " No obstante el haberse aplicado fondos
eventuales para el pago de los intereses de la deuda nacional
exterior, el Poder Ejecutivo en los arreglos que ha de celebrar
con los acreedores extranjeros podrá estipular definitivamente
la aplicación de cantidades determinadas para el pago de los in-
tttíeses de la expresada deuda que se causen en lo sucesivo en
cumplimiento de dichos arreglos j" y 2.° "en caso de verificarse
dichos arreglos sobre la base precedente, los fondos eventuales
entrarán en la masa común de la Hacienda y el Congreso vo-
iara anualmente las cantidades convenidas entre el Poder Eje-
cativo y los acreedores extranjeros para el pago de éstos.''
~ 228 ~
Esta fué la primera alteración que hizo N'ueva Granada en
sus compromisos, no i)or el gusto de hacerla sino por la conve-
niencia del acreedor y del deudor, pues quitó al pago toda in-
certidumbre é hizo fija su cuantía. lüTada más natural: el país
necesitaba saber ent^Jnces, como en todo tiempo, cuál era la
exacta i^edida de sus recursos deducida la exacta medida dé
sus gravámenes, sin ser comanditario de ningún acreedor'
suyo, privilegiado al efecto. Era preciso dejar á las renta»
públicas algún progreso en beneficio de los asociados (que son
los que las producen) y no comprometer el rendimiento actual
y el rendimiento futuro de ellas en, beneficio iinico del pasado
y sin ventaja ninguna para el presente ni para lo por venir^
como sucedió alguna vez ( ley de 3 de Junio de 1868^).
La cantidad /ja para el pago de una deuda tiene la ventaja
sobré la cantidad ^progresivas que deja al deudor algún alivio y
alguna fuente de mejora ; la otra lo priva de todo recurso y
hasta del interés del adelanto de sus haberes, pues este pro-
greso no es para él. Comprendiéronlo así los legisladores de
1839 y corrigieron la obligapioo jiacional del año anterior ctt
términos soportables por la Reptiblica. '
I
Hasta el año de 1845 el país solo había tratado de paga£
su deuda por medio de leyes : desde esa época para acá entr^
éste en la via de los convenios directos con sus acreedores. 3>^
esos convenios pasamos á hacer una breve reseña. - ■
• 4
' r
Convenio Ordóñezs — 1845.
!Ni las estipulaciones de la ley de 20 de Abril de 1838, ni líká
de la ley de 4 de mismo de 1839 pudieron tener un completcí^
efecto por diferentes causas, y el negociado de la deuda pública^
e:^terior quedó, por decirlo así, en stafu quo hasta el 14 d0f.
Junio de 1845, en que fué aprobado y ratificado por el Gobiei**
no eí convenio de Bogotá, celebrado el 15 de Enero de aquel
mismo año entre Juan Clímaco Ordóñez, por parte de la Bepú-
blica, y Powles, íllingworth, Wilson y Compañía i)or parto de
los tenedores de vales colombianos. .j
En ese convenio fué destinado i)ára la amortización de 1^
deuda exterior el producto de las propiedades nacionales qu^
se aplicasen por las leyes para tal efecto j y para el pago de io¿
intereses el producto líquido de la renta de tabaco y el 50 poi>
ciento (cincuenta unidades) de la renta dé aduanas. Al hablai^.
de este convenio dijo el Presidente Herran al Congreso el 1%
de Marzo de 1845 : " el Gobierno se ha extendido hasta donde
es verosímil que la nación pueda cumplir."
Según la liquidación hecha al tiempo del convenio de quie^
nos ocupamos la deuda exterior ascendía: ^ i
— 229 —
Por capital $ 16.564,876 ..
Por itttereses 18.883,957-50 35.448,832-60 *
Mas, habiendo convenido los negociadores en igualar estas
dos cantidades obtuvo la República en la suma de los inte-
reses una rebaja de $ 2.319,082-50. Oon esta operación el
capital y los, intereses de nuestra deuda exterior hasta 1845
quedaron igualados así :
Por capital $ 16.565,000 . .
Por intereses- 16.565,000 . . 33.130,000 . .
A nuestra deuda por capital se le dio el nombre de deuda
aetivaj y á nuestra deuda x)or intereses se le dio el nombre
de deuda diferida,^ Llamóse deuda activa la primera porque
entró á deven,2:ar intereses desde la fecha del convenio, en
la proporción siguiente : 1 por ciento durante los cuatro pri-
meros años, y i por ciento más cada año hasta llegar al 6 por
ciento. Llamóse deuda diferida la segunda porque, no ganó
intereses durante ios primeros diez y seis años posteriores al
convenio, esto es, hasta 1861, De esa fecha en adelante entró
á ganar el 1 por ciento, rata que debia ser aumentada en ^ por
ciento al año hasta llegar al 3 por ciento.
En virtud de este convenio la República pagó en ocho años
y medio (del 1.° de Junio de 1845 al l.o de Junio de 1853) 17
dividendos semestrales, ó sea $ 1.706,031-24 por intereses
de la deuda activa ^ pero no con los fondos asignados por el
convenio sino en gran parte con los bonos de la deuda del
Pera á Colombia ( $ 839,531-25 ), pues las circunstancias del
Tesoro no lo permitieron una vez que la renta de tabaco fué
abolida en 1849 y que de la renta de aduanas se dispuso para
hacer frente á los gastos del servicio ordinario. Habiéndose
«aspendido los pagos á los acreedores extranjeros desde 1853
«a adelante, de hecho quedó desvirtuado el convenio Ordóñez
J se pensó en hacer otro, para el cual dio al Poder Ejecutivo
Uü voto absoluto de confianza la ley de 25 de Junio de 1856.
Convenio Grixtiéproz Vergara — 1861.
Debe tenerse presente que cuando se inició el convenio de
que vamos á ocuparnos, los acreedores extranjeros no hablan
recibido ni un centavo por amortización de capital, ni tampoco
todas las sumas á que tenian derecho por intereses de la deuda
«ctiva. La situación, pues, no eríj, favorable para ellos, como
tampoco lo era para el crédito de la Eepública, lo que acaso
obró bastante en el ánimo del negociador granadino para las
' ccmcesiones que se vio en la necesidad de hacerles, pues es de
* El capital de esta deuda gnnnba el 6 por ciento al afio conforme á los
contratos primitivos; y cada $ 500 habiau devengado, por iutereees, $ 570
hasta 1844.
— 230 —
suponerse que él tratase de levantar dicho crédito y que ellód^^
fuesen más exigentes que con Ordóñez, á fin de no correr '
detras de nuevas ilusiones. *
Las principales estipulaciones del convenio Gutiérrez fueron
las siguientes :
1* Se asignó para pago de los intereses y amortización del '
capital, 25 por ciento de los derechos de importación (25 unida- '
des) desde el 1.° de Diciembre de 1860 hasta el l.o de Diciembre
de 1866 ; y desde el 1.^ de Diciembre de 1866 en adelante 6 sea
hasta la completa amortización de la deuda, 37^ por ciento
(37J unidades); y
2* Se dieron como prima de dicho convenio 75 acres de tie- •
rras baldías ( 30 hectaras) por cada vale de $ 600 de la deuda
activa y 40 acres ( 16 hectaras ) i)or cada vale de $ 500 de la
deuda diferida.
Según este convetiio el fondo de pago no era fijo sino even-
tuály pues dependía su aumento del aumento de la renta de
aduanas. Mas en caso de que de 1860 á 1866 no alcanzaran
las 25 unidades á la cantidad de $ 200,000 por año, la Eepública
debía completar ésta con cualquiera de sus otras rentas, hecha
que tuvo lugar; y si de 1866 en adelante las 37 J unidades no
alcanzaban a $ 300,00 por año, debia hacerse lo mismo. El'
objeto, pues, de los acreedores era no recibir jamas menos de
una suma determinada en cada año y asegurarse en la pros-'
peridad de la renta de aduanas un aumento proporcional, que
á la larga tenia que ser de mucha monta, pues podia pasar de
$ 1.125,000 con solo que aquella renta llegase á producir
$ 3.000,000. í
Por la concesión de tierras baldías recibieron los acreedores^
en bonos territoriales 1.757,200 hectaras de tierras, que á trein-.
ta centavos la hectara valían $ 527,160.
Las liquidaciones á que dio lugar este convenio dieron loó*
siguientes resultados :
Por deuda activa $ 16.256,500 • -:
Por intereses de esta deuda (intereses que '^
dejaron de pagarse según el convenio Ordóñez y
que se capitalLsaron por Gutiérrez á la rata del
3 por ciento con el nombre de rnieva deuda
activa) 3.887,000
Por deuda diferida í capitalización de inte-
reses hecha por Ordóñez ) 16.045^500 **í
•*
Total de la deuda exterior en 1861 $ 36.189,000
Entre las estipulaciones del convenio Gutiérrez se hace no-
tar la contenida en el artículo 6?, en virtud de la cuál la Eepú^
* En esta cantidad no están inolnidos $ 807,850 amortiaados hasta 1861.
** En esta cantidad no están incluidos ( 519,500 amortizados hasta 1861. ^
_231— ,
blica quedó obligada á entregar los provechos que tuviese en
el ferrocarril de Panamá. Empero, nunca se dio cumplimiento 4
dicho artículo.
Comparado el convenio Gutiérrez con el convenio Ordóñez
casi pueda decirce que, en el fondo, ellos impusieron iguales
gravámenes á la Eepública : Ordónez dio el 60 por ciento de
las aduanas y la renta de tabacos ^ Gutiérrez hasta el 37¿ de
la misma renta de aduanas, la del ferrocarril de Panamá y dos
millones de hectaras de tierras baldías.
Ordóñez obtuvo en la capitalización de intereses una rebaja
de $ 2.319,082-50; Gutiérrez no obtuvo ninguna y capita-
lizó intereses por $ 3.887,000, con lo cual dio origen á la nueva
deuda aditiva del 3 por ciento.
En cuanto al pago, así el uno como el otro estipularon can-
tidades eventuales (unidades de aduanas) y no fijas, sistema
bneno con relación al pago de la deuda, pero malo con relación
ár nuestros recursos, pues nos arrebataba una gran parte de los
progresos futuros de la principal renta del país. Ordóñez no
estipuló nada expresamente para la amortización del capital ;
Gutiérrez destinó fondos para la amortización gradual de éste.
Hacemos esta comparación únicamente para estimar bien
la situación creada por cada uno de esos dos contratos.
Gutiérrez estimó la diferencia entre los dos convenios en la
cantidad de $ 69.904,131, diferencia favorable á Colombia.
Veamos ahora lo que Colombia había pagado en numerario
por su deuda exterior hasta el momento del arreglo del 1? de
Enero de 1873.
Por él contrato Méndez-MoiMntosh. — ^Valor de este contrato
$ 750,000. Suma que correspondió á Colombia en la partición
de la deuda exterior, $ 375,000.
Por esta suma se le reconocieron al interesado, según el
convenio de 8 de Junio de 1858, por capital é
intereses capitalizados .$ 560,280 . .
. Y por intereses (según el mismo convenio)... 8*73,087 ..
Total $ 1.433,367 ..
Como los billetes con que se acabó de hacer
este pago ganaban el 6 por ciento anual desde 1851,
hay que agregar, por término medio, la cantidad
de $ 222,983 . .
Total de lo pagado $ 1.656,350
Acreencia primitiva 375,000
Diferencia entre lo pagado y la acreencia pri-
mitiva $ 1.281,350
— 232--
T(yr la íeuñÁk m^icana. — ^Valor líquido de esta <
deuda $ U8,906 , ^
Intereses • 294,299 . .
Total i $ 443,205 ..
Esta cantidad ñré pagada en 1862 en l>ono8 flotantes del 3^
por ciento por convenio con el representante de los acreedores
mejicanos, el cual manifestó: *^que aceptaba en nombre de sus
comitentes de la manera más explícita y solemne el reconoci-
miento así como también la forma establecida para el pago de
la deuda, que es la emisión de bonos flotantes del 3 por ciento
anual, amortizables del mismo modo que toda la deuda flotan-
te de la Union y que, por consiguiente, declaraba definitiva-
mente arreglado el asunto." ♦•
Por los empréstitos Zea y Hurtad-o. — Estos contratos se cele-
braron, como yá se ha dicbo, de 1822 á 1824, pero no se han
encontrado en las Secretarías de Estado antecedentes por los
cuales se venga en conocimiento exacto de lo que la EepúbUca
hubiese pagado hasta 1846, época del convenio Ordóñez»
Por el eonvenio Ordóñez ( de 1845 á 1853 ) por intereses,
pues no se amortizó durante este tiempo cantidad alguna del
capital, se pagaron $ 1.706,031-24
De 1853 á 1861 no se pagó nada por capital ni
por intereses.
Por el convenio Gutiérrez (de 1861 á Abril de
1872 ).
Por capital $ 373,294 t
Por intereses 3.295,515 •«
A esto hay que agregar lo retenido de las 37¿
unidades á causa de la suspensión de los pagos
de la empresa del ferrocarril de Panamá, que fué
pagado en 1873 323,343-50
y las sumas corresx)ondiente8 á los meses de Mayo
á Diciembre de 1872 ...^ 204,000 ..
■*-hIm*«.
Total $ 6.902,183-74 1
Tal es la cantidad que ha desembolsado en numerario la Be-
' pública, á la cual si se agregan $ 527,250, valor de las tierras
* Esta deuda no ganaba intereses» pero como do se reembolsó á Méjico en
1829, se le asignó después el 6 por. ciento anual.
** Actos oficiales, tomo !,« página 632.
f Con (>sta cantidad en numerario se amortizaroq bonos granadinos por
yalor de | 8.045,000, de 1861 á 1872.
t Por decreto de 28 de Julio de 1824 el Congreso autoriza a! Poder
Ejecutivo para que reconociera y pagara lo que la Bepüblica de Colombia
debiese á la casa de Sureau y Compañía de Haití, por los suplementos hedxoa
al General Mac-Gregor en 1819.
— 233 —
baldías dadas por el contrato Gutiérrez y $ 1.065^350 que le
fiíerou pagados á Mackintosh, se tendrán $ 8.084,783-74»
Convenio Pérez-O'Leary,
El 1? de Enero de 1873 fué ajustado en Bogotá el convenio
de la misma fecba entre el Secretario del Tesoro y Crédito nacio-
nal, Felipe Pérez, y Carlos O'Leary, Ministro de S. M. Britá-
nica y Agente del Comité de tenedores de bonos extranjeros.
Comparada la situación creada por el Convenio de 1861 con la
creada por este último convenio resulta :
Capital de la deuda en 1861 $ 33.144,000
Id. de la deuda en 1873 10.000,000
Diferencia á favor de Colombia $ 23.144,000
Cantidad que se pagaba al año según
el convenio de 1861 $ 750,000
Id. según el de 1873 450,000
Diferencia anual á favor de Colombia $ 300,000
Esta diferencia valió en los primeros cinco
anos $ 1.500,000
I del 6? año en adelante, á razón de $ 150,000,
en los 29 años que se calcularon parala amortiza-
ción total de la deuda debia valer 4.350,000
Total de las utilidades . . . .$ 28.994,000
Ademas se obtuvieron las siguientes ventajas para el país:
1? el pago mensual del capital y de los intereses de la deuda fué
radicado en Bogotá ( antes estaba radicado en Londres) y con
la simple entrega de las sumas hedía al Agente de los acreedores
cesaba todavía responsabilidad del Gobierno en I09 pag:os; 2*
los gastos de conversión y de servicio de la deuda los hicieron
- los acreedores y no el Gobierno, que era quien los habia hecho
I hasta entonces ; 3* se retiró á los acreedores extranjeros la
— facultad de nombrar agentes fiscalizadores de la renta de adua-
-c ñas ; 4* fué estipulada la admisión en la Tesorería general de
. los cupones vencidos, con el fin de traer al país como capital
circulante el valor de dichos cupones ; y 5* fueron libertadas
" la renta de salinas y la del feíTocarrií de Panamá, y en lugar
de gravar las aduanas en absoluto ó una porción de sus unida-
des para el pago, se hipotecó solo de esta renta la cantidad
" anual fija de $ 460,000.
El Convenio Pérez-O'Leary fué religiosamente cumplido
^^ hasta el mes ^le Marzo de 1879, año en el cual la Administra-
€wCÍon del General Trujillo suspendió en plena paz el pago de los
dividendos mensuales. En ese lapso de tiempo recibieron I0&
• _ 234 —
acreedores 9 2.812,500 por intereses y fueron amortizados
$ 432,500 del capital. Hoy se deben :
De capital $ 9.567,500
Y de intereses, desde Marzo de 1879 hasta Agos-
to de 1882 1.590,590
$ 11.158,090
Besúmen general de lo pagado :
Pagado hasta 1872 $ 8.084,783-74
Id. hasta 1879 3.245,000 ..
Total $ 11.329,783-74
X III ■ ■
DEUDA INTBBIOB.
Saldo el 31 de Agosto de 1882 de las signientes cuentas :
Deiida consolidada.
Benta sobre el Tesoro nominal :
Privilegiada al 6 por 100. $ 1.874,690 ..
Común al 3 por 100 3.221,255 . . $ 5.095,945 . .
Intereses anuales de la pri-
mera $ 112,480 . .
Id. id. de la segunda 96,637 . . $ 209,117 . .
Deuda flotcmte.
Benta sobre el Tesoro al portador 167,230 . .
Bonos flotantes del 3 por 100.
Emisión $ 15.463,427 ..
Amortización 14.150,177 .. $ 1.313,250 .
Bonos del ferrocarril de Antioquia 458,000 .
Id. de Girardot 120,500 .
BiUetes de Tesorería 26,367 .
Vales al portador sin i V: clase $ 285,530 ) ^«^ ^^^
interés \2^ clase $ 295,180 ] oou,íj.u .
Yales por indemnización de extranjeros. . . 253,450 .
Pagarés del Tesoro 1.668,010 .
Libranzas contra las aduanas y salinas. . . 5,374 .
Id. contra las aduanas 2^. emisión 1.099,555 .
Id. contra las id. de la costa Atlántica. . . . 60,120 .
Total $ 11.057,628
Total de la deuda de Colombia en 31 de
Agosto de 1882 $ 22.215,718
Elementos de esta deuda :
Deuda exterior $ 11.158,090
Id. interna 11.057,628
— 235 —
PESAS Y MEDIDAS.
Desde la desmembración de la antigua Colombia hasta 1836
rigió en ííueva Granada el sistema métrico adoptado por la
gran Eepública, el cual estableció las medidas siguientes : uni-
dad de longitud, la vara ; unidad itineraria, la doble legua ó
miriámetro ; unidad de superficie, \2b fanegada ; unidad de capa-
cidad para los líquidos, el moyo ; unidad de cai>ácidad páralos
áridos, el cahiz ; y unidad para el peso, el quintal.
Este sistema se siguió hasta 1854 en que se mandó observar
para los usos oficiales el sistema métrico francés (ley de 8 de
Junio de 1853). El nuevo sistema tiene por base el metro ó sea
la diez millonésima parte del arco del meridiano terrestre com-
prendido entre el ecuador y el polo, arco medido por. Delambre
y Méchain según encargo de la Academia de ciencias de Paris,
encargo confirmado por Luis XIY.
Estas medidas son : »
El metroj medida de longitud, igual á la diez millonésima
parte del arco del meridiano terrestre.
El aray medía de superficie, igual á un cuadrado de diez
metros por lado.
El esterioj medida p^ara las maderas, igual á un metro
cúbico.
El Utroj medida para los líquidos y las materias secas, igual
á un cubo de la décima parte del metro.
El gramo^ equivalente al peso absoluto de un volumen de
agua pura, igual al cubo de la centésima parte del metro, á la
temperatura de la nieve fundente.
XI
ORGANIZACIÓN MILITAR.
Los colombianos, ya lo sean por nacimiento ya por natura-
lización, tienen el deber de servir al país conforme lo dispongan
las leyes, y están obligados á hacer el sacrificio de su vida
cuando esto sea necesario para la defensa de la independen-
cia nacional. La fuerza pública de los Estados Unidos de Co-
lombia se divide en naval y terrestre y de éUa hacen parte las
milicias que organicen los Estados según sus leyes.
La fiíerza pública de la Union se forma con individuos vo-
luntarios ó con el contingente que da cada Estado según su
pobl¿^cion. Este, empero, no se le pide en tiempo de paz sino al
r-r 236 —
I
Estado de Boyacá, por la excelencia de sus hijos para el servi-
cio de las armas. *
',. El Gobierno General no puede variar los Jefes de los cuer-
pos de la fuerza armada que suministran los Estados sino en
los casos y con las formalidades que la ley determina.
Las Ordenanzas militares dicen : '^ El objeto de la fuerza
armada es defender la independencia de los Estados Unidos de
Colombia, mantener el orden público y sostenerla Constitución
y las leyes nacionales.''
La fuerza armada comete delito de alta traición cuando se
emplea en algunos de los casos siguientes : 1? en trastornar
las bases 6 en destruir al Gobierno establecido por la Constitu-
ción de los Estados Unidos ; 2? en impedir el libre ejercicio
del sufragio en los Estados en las elecciones constitucionales y
legales ; y 3? en violentar ó en coartar la libertad de los Senado-
res y Eepreseutantes en sus deliberaciones legislativas y en las
demás funciones que atribuye la Constitución á las Cámaras.
El militar que obedece á su superior y usa de la fuerza
armada en cualquiera de estos casos se hace responsable per-
sonalmente. La fuerza armada es esencialmente pasiva y iu>
puede deliberar.
Los cuerpos de la fuerza armada y los destacamentos de la
misma tienen ^1 deber de bacer los servicios de policía y el de
custodiar las armas, los efectos de la nación, los caudales y las
personas cuando se lo ordena a^í la autoridad civil ó militar
de quien dependen. También deben ejecutar los mandatos judi-
ciales y sentencias militares con arreglo á las Ordenanzas del
cgército, hacer las guardias de las oficinas nacionales, de los pre-
sidios y de las cárceles nacionales y las de las cárceles y presi-
dios de los Estados, y las de honor al Presidente de la Repúbli-
ca, á los Generales en jefe, á los Generales de división, &c.
Los individuos del ejército no pueden emplearse en el ser-
vicio personal de nadie.
Todos los asuntos del servicio militar son despachados por
conducto de la Secretaría de Guerra y Marina y regidos por un
Código militar.
\. En tiempo de paz no hay fuero militar, y los individuos del
cpército son juzgados por los jueces y por los tribunales civiles
de la Union. **
• *^La8 fuerzas que el Virei de Santafé tenia á sus órdenes para
defensa del Vireinato eran insignificantes : constaban de 3,800 hombres
de tropa de línea de todas armas y 9,000 de milicias. Estas fuerzas aa
apoyaban en Nueva Granada en las fortificaciones de Guayaquil y de Pana-
má sobre el Pacífico ; en el castillo de Ohágres, en las plazas de Portobello^
de Cartagena yde Sant.'tmarta y en algunas baterías de las costas del Atlsn*
tico. La marina era mala: unas pocas lanchas cañoneras, que hacian la cus-
todia de los rios y de los puertos, y algunos bongos armados en guerra.""
Bestrepo.
** *« Uno de los fueros privilegiados era el militar, .y los juicios de esta
díase se decidían por las Ordenanzas del ejército español. Auditores de guerra
t. . ^
-- 237 —
La íéy nacional de 22 de Mayo de 1876 itiandó crear tmá
Üscuela de Ingenieros anexa á la Universidad nacional, para
tjue fueran educados en ella tres jóvenes por cada Estado. En
dicha escueda estudian los individuos que deben servir de ofi-¿
cíales científicos de los Estados Maj^ores de la artillería, de la in*
íantería y de la caballería, y de ingenieros militares. En 1877 la
Escuela de ingeniería civil y militar pasó á formar un instituto
separado bajo la inmediata dirección del Poder Ejecutivo ná-;
cional. Hoy hay en el Instituto militar 240 alumnos. * .
Los militares de la guardia colombiana no pueden ser nom^
brados Senadores ni Eepresentañtes por los Estados en donde
se hallan en ser\icio activo.
La marina de guerra de la Eepúblicafué suprimida en 1845^
El Congreso en sus sesiones de cada año escoge ocho dé
entre los Generales de la nación, y uno de éstos, escocido á su
vez por el Presidente déla Eepública, es el General en jefe del
ejército, el cual no puede ser removido de su empleo sino por
la Cámara de Eepresentañtes.
El pié de paz del ejército lo fija anualn^ente el Congreso por
«na ley especial. Mil hombres son suficientes para el servicio
administrativo ordinario. '
La Eepiíblica recompensa los servicios militares de sus bue-
nos hijos. Las pensiones de los militares de la Independencia
cuestan al año $ 34,197, las de los inválidos $ 78,309 y las
de las viudas y laíi de los huérfanos $63,171. Total $ 175,674»**
La ley de 19 de Junio 1843 estableció un montepío militar
compuesto de los fondos siguientes: 1? del descuento de i de
real por peso que se hacia á los sueldos y pensiones de los Ge-'
nerales, jefes ^" oficiales del ejército ; 2? de la diferencia del
sueldo en el mes en que el jefeú oficial era ascendido; 3? de'
los bienes de los militares que morían sin dejar herederos; 4.<>
de las donaciones voluntarias, fundaciones ó capitales puestos,
á censo en favor del montepío militar ; y 5.» del descuento dé
J de real por cada peso del sueldo de los militares que serviají^
destinos civiles. Posteriormente estos fondos faeron aumenta v
dos con la quinta piarte del sueldo mensual de los militares con
licencia y gocé de sueldo íntrego, con la quinta parte del valor
de las presas marítimas, la quinta parte del contrabando marí-
administraban la justicia civil á los militares y en los delitosNeran juzgado»
por un consejo de guerra, compuesto de siete ó cinco oficiales. Si el Capitán -
general confíiinaba la sentencia, ésta se ejecutíiba : en caso contrario habia^
que aguardar la decisión del Supremo Consejo de la Guerra, que despachaba .
enifiladríd." — Restrepo,
■j
• Estos. alumnos están distribuidos así : 30 designados por los Estados,'^
13& por los batallones de la Guardia, 30 ordenanzas-alumnos^ 15 particulares^
9 supernumerarios y 10 extemos. ' '
•* La ley de 1.» de Junio de 1844 mandd dar hasta 2,500 fanegadas de
tierras baldías á cada uno de los militares inhábiles por causa del servicÍQ
público.
— 238 —
^moy con el primer sueldo del jefe ó del oficial de guardia
nacional que obtenía su pase al ejército.
Con el fondo del montepío j^Ldaban pensiones vitalicias á
las viudas, á los hyos legítimos y á las madres de los militares*
;Esta institución fué abolida por la ley de 30 de Abril de 1855.
En 184:7 los fondos libres del montepío militar alcanzabitfi
á$ 53,730.
En 1847 tenia la República 18 Generales efectivos y 2
graduados, 16 Coroneles efectivos y 14 graduados, 39 Tenientes
coroneles efectivos y 26 graduados, 47 Sargentos mayoíres
efectivos y 22 graduados, 107 Capitanes efectivos y 7 gradua-
dos, 64 Tenientes primeros efectivos y 1 graduado, 59 Tenientes
segundos efectivos y 5 graduados, 77 Alféreces primeros efec-
tivos y 8 graduados y 112 Alféreces segundos. Total 624. El
pié de paz fué en aquel año de 3,400.
La Guardia nacional auxiliar organizada en la Eepública
en aquel mismo año era la siguiente :
Provincias. Fuerza
organizada.
Antioquia 7,747
Barbacoas , . 1,221
Bogotá 5,829
Buenaventura 1,685
Cartagena 9,455
Cauca 4,804
Casañare 1,185
Chocó 721
Mariquita , . 481
Mompos 3,605
ÍTeiva 1,080
Provincias. Fuerza
organizada.
Pamplona 4,218
Panamá 3,666
Pasto 1,903
Popayan. 4,860
Eiohacha 1,501
Socorro 5,880
Túquerres 2,042
TuDJa 5,272
Yélez 2,282
Veraguas 2,000
Total 71,436
Cuadro del pié de fuerza de la Eepública de 1863 á 1882.
Años. Individuos
de tropa.
1863 á 1864 1,716
1864ál865 2,072
1865 á 1866 1,000
1866 á 1867 2,500
1867 á 1868 1,600
1868 á 1869 1,000
1869 á 1870 2,000
1870 á 1871 1,500
1871 á 1872. 1,420
1872 á 1873 1,000
Años, Individuos
de tropa.
1873 á 1874 1,500
1874 á 1875 1,200
1875ál876... 1,225
1876ál877 1,226
1877 á 1878 . •. 2,585
1878 á 1879 3,000
1879 á 1880 3,000
1880ál881 5,000
1881 á 1882 4,000
1882ál883 4,000
— 239 —
El actual escalafón de la Bepública se compone del siguiente
número de jefes y oficiales :
Grenerales en jefe
Id. de división
Id. de brigada.
Id. graduados .
Capitanes de navio. . .
Coroneles efectivos. . .
Id. graduados .
T.t««-coroneles efectivos
Id. Id. graduados
7 Sargentos M^ea efectivo» - 201
17 Id. id. graduados 90
75 Tenientes de navio 3
14 Capitanes efectivos 492
2 Tenientes de fragata 2
130 Capitanes graduados. .. 7
37 Tenientes efectivos 437
95 Sub-tenientes id 606
29
Total 2,144
XII
ARMAS.
Las armas de la EepúbILca son un escudo dividido en tres
fajas horizontales, que Ueva, en la superior (sobre campo
azul) una granada de oro, con tallos y hojas del mismo metal,
abierta y graneada de rojo. A cada uno de los lados de ésta
hay una cornucopia de oro, inclinada, que vierte, hacia el centro,
monedas la del lado derecho y frutos de la zona tórrida la de la
izquierda.
La granada se refiere al nombre que llevaba áptes la Eepú-
blica ( Nueva Granada ) y las cornucopias á la riqueza de sus
minas y á la feracidad de su suelo.
En la faja del medio, sobre campo color de platina, hay un
gorro rojo enastado en una lanza. Es símbolo de la libertad el
último y es muestra de an precioso metal, propio de este país,
el primero.
En la faja inferior tiene el escudo pintado el istmo de Pana-
má, de azul, con los dos mares ondeados de plata y un navio de
negro á vel,as desplegadas en cada uno de ellos ; lo que indica
la importancia- de esta preciosa garganta, parte integrante de
la República. El escudo está sostenido en la ])arte superior por
una corona de laurel, de verde, y ésta pende del pico de un
cóndor, eLcual tiene las alas abiertas. En una cinta ondeante,
asida del escudo y entrelazada con la corona, se hallan escritas
sobre oro y con letras negras las palabras "Libertad y Orden.^
El escudo descansa sobre un campo verde adornado con
algunas plantas menudas.
Los colores nacionales son el rojo, el azul y el amarillo^
imitando los del arco-iris, y están distribuidos en el pabellón
nacional en divisiones horizontales.
En tomo del escudo hay nueve estrellas, que representan
los nueve Estados que componen la Union.
La elección del pabellón y del escudo de armas de la Bepú-
blica corresponde al Gobierno General.
—240 —
xm.
RELACIONES EXTERIORES. V
La primera comisión diplomática que envió Colombia fué l3b
destinada á Madrid. Dicha comisión no fué recibida, como
tampoco lo fué Zea, nombrado Ministro cerca de varias Cortes
de Europa.
Bolívar, antes de marchar hacia el Sur de la América á con*
tinuar la guerra con los Españoles (1821) envió un Ministro á
Méjico y otro cerca de los Gobiernos del Perú, de Chile y de
Buenos-Aires con el objeto de que esos países hicieran una
liga ofensiva y defensiva con Colombia é hiciesen también con
la misma tratados de amistad y de comercio.
El 8 de Marzo de 1824 se presentaron en Bogotá los prime-
ros comisionados oficiales de Inglaterra cerca del " Gobierno de
la provincia de Colombia." En ese mismo año (3 de Octubre) la
América del Norte hizo con ésta un tratado de paz, amistad,
comercio y navegación.
El primer ministro de Colombia en los Estados Unidos del
Norte fué enviado á allí en 1825. ^
En 1^27 fué reconocida la República de Colombia por la
Corte romana.
El 22 de Junio de 1826 se reunió en Panamá una Asamblea
americana, á la cual concurrieron los diputados de Colombia, .
de Centro América, del Perú y de Méjico, y sin carácter oficial,
los comisionados de Inglaterra y de los Países Bajos. * Los Es-
tados Unidos del Norte enviaron también sus Plenipotenciarios,
pero éstos no llegaron oportunamente á Panamá.
El Congreso de que hablamos ajustó cuatro tratados : el
1? sobre unión, liga y confederación de los países que estaban
representados en el Congreso ; el 2? sobro la traslación del
Congreso á la villa de Tacubaya, distante cinco kilómetros de
Méjico ; el 3.© sobre ciertos coatingentes militares ; y el 4.° {que
fué secreto ) sobre cómo serian enviados y emjileados esos
contingentes.
, TRATADOS CELEBRADOS POR LA ANTIGUA COLOMBLl.
Tratado de 6 de Julio de 1822 de unión, liga y confedera-
ción perpetua entre Colombia y el Perú.
Id. de 6 de Julio de 1822 entre Colombia y el Perú, adicio-
nal al precedente.
Id. de 21 de Octubre de 1822 de unión, liga y confederación^
entre Colombia y Chile.
• Se di<5 este nombre á la nación formada por la Bdlgica y la Holanda
en 1814 y disaelta en 1830.
— 241 —
Tratado de 8 de Marzo de 1823 de amistad y alianza entí?e
Colombia y Buenos-Aires.
Id. de 3 de Octubre de 1823 de amistad, unión, liga y confe-
lieracion entre Colombia y Méjico.
Id. de 3 de Octubre de 1824 de paz, amistad, comercio y
navegación entre Colombia y los Estados Unidos ue América.
Id. de 15 de Marzo de 1825 de unión, liga y confederación
perpetua entre Colombia y Centro América.
Id. de 18 de Abril de 1825 de amistad, comercio y navega-
'Cion entre Colombia é Inglaterra.
Id. de 15 de Julio de 1826 de alianza entre las naciones
Suramericanas.
Id. de 1.0 de Mayo de 1829 de amistad, navegación y co-
mercio entre Colombia y los Países-Bajos.
Id. de 22 de Setiembre de 1829 de paz entre el Perú y Co-
lombia.
OELESRADOS POR LA NUÉYA GUANABA.
Convención provisoria de amistad, comercio y navegación
de 14 de ÍToviembre de 1832 entre Nueva Granada y Francia.
Tratado de 8 de Diciembre de 1832 de paz, amistad y alian-
za entre llueva Granada y el Ecuador.
Id. de 8 de Diciembre de 1832 entre Kueva Granada y el
Ecuador, adicional al precedente.
Convención de 23 de Diciembre de 1834 entre Küeva Grana-
da y Yenezuela, aceptada por el Ecuador, sobre reconocimiento
y división de los créditos activos y pasivos de Colombia.
Tratado de 16 de Noviembre de 1838 entre Nueva Granada,
Yenezuela y el Ecuador sobre liquidación y cobro de las
acreencias colombianas.
Id. de 24 de Noviembre de 1838 de correos entre Nueva
Oranada, el Ecuador y Venezuela.
Convención provisoria de comercio y de navegación de 18
de Abril de 1840 entre Nueva Granada y Francia.
Tratado de 23 de Julio de 1842 de amistad, comercio y na~
vegacion entre Nueva Granada y Venezuela
Id. especial de alianza entre Nueva Granada y Venezuela •
de 23 de Julio de 1842.
Convención postal de 31 de Enero de 1844 entre Nueva
Granada y Francia.
Tratado de 16 de Febrero de 1844 de amistad, comercio y
navegación entre Nueva Granada y Chile.
Convención postal de O de Marzo de 1844 entre Nueva
Granada y los Estados Unidos de América.
Tratado de 8 de Octubre de 1844 adicional al de amistad,
comercio y navegaciotí entre Nueva Granada y Chile.
Id. de 28 de Octubre de 1844 de amistad, comercio y nave-
gación entre Nueva Granada y S. M. el Bey de los franceses*
16
— 242 —
Tratado general de 12 de Diciembre de 1846 de paz^ amis-
tad, navegación y comercio entre Nneva Granada y los Estado»
Unidos de América.
Convenio especial de 13 de Febrero de 1847 entre íTueva
Granada y el Ecuador sobre auxilios militares.
Convención de correos de 24. de Mayo de 1847 entre Nueva
Granada y el Eeino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda.
Tratado de 18 de Agosto de 1847 de amistad, comercio y
navegación entre Nueva Granada y S. M. Sarda.
Convención de 9 de Abril de 1850 sobre recíproca extradi-
ción de reos entre Nueva Granada y la Eepública Francesa.
Id. consular de 4 de Mayo de 1850 entre Nueva Granada y
los Estados Unidos de América.
Tratado sobre la extinción del tráfico de esclavos de 2 de
Abril de 1851 entre Nueva Granada é Inglaterra.
Convf ncion sobre arreglo de la deuda del Perú á Colombia
entre Nueva Granada y el Perú de 25 de Judío de 1853.
Id, consular entre Nueva Granada y Chile de 30 de Agosto
de 1853.
Tratado de 3 de Junio de 1854 de amistad, comercio y na-
vegación entre Nueva Granada y las ciudades de Lubeck, Bré-
men j Hamburgo.
Convención consular del 1? de Agosto de 1854 entre Nueva
(Granada y el Ecuador.
Tratado de 15 de Mayo de 1856 de amistad, comercio y
navegación entre Nueva Granada y S. M. el Emperador de lo»'
franceses.
Id. de 9 de Julio de 1856 de amistad, comercio y navega-
ción entre Nueva Granada y el Ecuador.
Acto de 27 de Enero de 1857 adicional at tratado de amis-
tad, comercio 5^navegacion entre Nueva Granada y Su Majes-
tad el Emperador de los franceses, de 15 de Mayo de 1856.
Convención .de 10 de Setiembre de 1857 entre Nueva Gra-
nada y los Estados Unidos de América, sobre pago de las recla-
maciones provenientes de los sucesos del 15 de Abril de 1856
en Panamá.
Tratado de 8 de Marzo de 1858 de amistad, comercio y na-
vegación entre Nueva Granada y el Perú.
Acto de 8 de Febrero de 1859, adicional al tratado anterior.
CELEBRADOS POR LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOJtí.BIA.
Convención de 10 de Febrero de 1864 entre Colombia y los
Estados Unidos de América, adicional á la de 10 de Setiem-
bre de 1857.
Tratado de 16 de Febrero de 1866 de amistad, comercio y
navegación entre los Estados Unidos de Colombia y el Eeino
Unido de la Gran Bretaña é Irlanda.
Tratado de amistad, comercio y navegación entre Nueva
— 243 —
Granada y Portugal de 9 de Abril de 1857, canjeado el 24 de
Agosto de 1865.
Convenio consular de 20 de Enero de 1870 entre los Estados
Unidos de Colombia y el Perú,
Tratado de amistad, comercio y navegación entre los Está-
dos Unidos de Colombia y el Perú de 10 de Febrero de 1870.
Convención sobre extradición de reos entre Colombia y e^l
Perú de 10 de Febrero de 1870.
Id. postal entre los Estados Unidos de Colombia y Chile
delOde Junio de 1872.
Id. de arbitraje entre los Estados Unidos de Colombia f
Oostarica de 25 de Diciembre de 1880.
Tratado de 30 de Enero de 1881 de paz y amistad entre los
Estados Unidos de Colombia y Esx>aña.
Tratado de 14 de Setiembre de 1881 sobre arbitramento ^'¿¿m
entre los Estados Unidos de Colombia y los Estados Unidos
de Venezuela.
Basta echar una mirada sobre estos tratados para dividir
la vida de la República en dos épocas diplomáticíis distintas,
lia primera abraza desde 1822 hasta 1829 { casi todo el período
colombiano), en la cual solo se celebraron tratados de aliaza, de
}>az y de confederación con las rei^úblicas americanas, amenaza-
das todas ellas del mismo peligro: el triunfo dé España. La
fierra era entonces la gran necesidad del momento ; por eso
lio se pensó en más, y Colombia buscó en el Peni, en Buenos-
Aires, en Chile, en Centro-América y eii Méjico sus aliados y
confederados naturales. La política que dictó esos tratados
tuvo por objeto significar á- la madre-patria que la reconquista
lio podia intentarse en alguna de sus colonias del Nuevo Mundd
sin intentarla en todas.
La segunda época, que es la compi'endida de 1834 para acáj
marca necesidades de otro orden. La independencia estaba ase-
gurada por la victoria y por el curso del tiemi)o, y por lo mismo
no se pensó yá sino en el comercio, en la navegación, en el servicio
pófetal, en el castigo de los delincuentes y en todo lo que importa
á la marcha de la civilización y á la armonía que debe reinar
entre piieblos ligados por los vínculos generales de la industria.
El ííltimo pueblo europeo con el cual Colombia ha entrado
en relaciones de paz y amistad por medio de tratados públicos,
ba sido España.
XIY
INDUSTRIA EN GENERAL
I
El verdadero punto de partida para estudiar la industria de
un x>aís es el examen del sistema fiscal del mismo. Sin este
estudio y sin el auxilio de la estadística no pueden ser bien
apreciados los hechos económicos.
— 244 —
En 1760 ó antes — más de áos siglos después de fandadal
fiogotá — el célebre Virey SoU^ qiüso saber cuál seria la esta-
dística de la colonia y nombró en comisión para averiguarlo al
Eegerite de la Audiencia, Francisco de Yergara, y á Juan Martín
dé Zarratea. Esta comisión recogió' los datos que pudo, peio
esos datos no han llegado hasta nosotros.
Solo sabemos de ese entonces que la aduana de Cartagenai,
que era la principal en aquel tiempo, produjo en 1783 $ 270,242^
producto que en 1788 subió á | 296,374. En el decenio de
1784 á 1794 fueron introducidos en aquel puerto en géneros, en ^
firútos y en efectos de España $■ 19.556,526, esto es, menos d^ '
dos millones al ano por término medio. Las. exportaciones en
estos mismos diez años alcanzaron á $ 21.053,261. Excedieron
pues á aquéllas en $ 1.496,735.
En el primer semestre de 1802 entearon en Cartagena 10
buques con mercancías, cuyo valor fué estimado en $ 500,000
y salieron del mismo puerto 25 buques cón $ 2^000,000 en barra»
de oro y en monedas y $ 634,823 en frutos del país. Los Yireye»
se quejaban del extenso y sostenido contrabando que se hacia
entonces en nuestras costas.
El Yirey Góngora comprendió la necesidad que tenia el
país de unir las altiplanicies de Cundinamarca con el rio Mag-
dalena por el Carare ó por otra vía hacía el Norte. También
quiso secularizar la instrucción secundaria, apartarla de la
teología y de la peripatética y crear una Universidad para el
estudio de las ciencias naturales. Al hablar de esto decia á la
Corte : " Todo el objeto del plan se dirige á sustituir con las
útiles ciencias exactas las meramente especulativas, en las
cuales se ha perdido el tiempo hasta ahora lastimosamente^
porque un reino lleno de preciosas producciones que utilizar^
de montes que allanar, de caminos y minas que abrir, de pan-
tanos que desecar, de aguas que dirigir y de metales que depu^
rar necesita más personas que sepan conocer y observar la
naturaleza y manejar el cálculo, el compás y el nivel que de
sugetos que crean y entiendan el ente de razón, la primera ma-
teria y la forma sustancial.'' Góngora organizó la expedición
botánica que tuvo por jefe al sabio Mutis, y debido á reiteradas
instancias suyas la Corte envió á Colombia al mineralogista
Juan José D'Eluyar.
Al hablar de la vía del Carare dijo en su Memoria el Yirey
Ezpeleta : " Es tan importante este camino, que por él se evitan
los riesgos del rio Magdalena desde el estrecho de Carare hasta
Honda, se abrevia la conducción de los cargamentos de Europa
á lo interior del reino y se facilita la exportación de las harinas
de Leiva, de los azúcares y dulces de Yélez y de los algodones
y manufacturas del Socorro y de San Gil, que son los lugares
tíiás poblados y más abundantes de frutos de estas provincias.''
Por lo demás, poco podia ser nuestro comercio y más poca
nuestra industria según las siguientes palabras del historiador
— 246 —
destrepo aJ hablar de Nueva Granada momentos antes de em-»
pezar la revolución de 1810 : " Los usos de los habitantes var*^
liaban conforme á su posición en los climas fríos, templados v
ardientes. Acaso ninguno era tan general como el andar desr
calza la mayor parte del pueblo. El calzado solamente se usaba
por algunos artesanos y por las personas de comodidades. El ves-
tido variaba también según el clima. El que vivia en nuestros^
valles ardientes tenia ropas muy ligeras cuando el morador dé'
las frías alturas de las cordilleras iba cubierto de lana. Los hom-|'
bres del pueblo, esi)ecialtnente en la ÍTueva Granada, llevabaíi
sobre el vestido interior, en lugar déla capa española, laraana,,
pedazo de tela cuadrilongo con una abertura para introducir^
la cabeza, que reposa sobre los hombros. De esta manera se
defendían de las lluvias, del trio y demás inclemencias del
' tiemi30» Las mujeres de las clases superiores por lo común ves-
tían de negro para salir á la calle y concurrir á los templos ;!
las de las clases inferiores usaban vestido azul de lana ó algo-i
don. Si exceptuamos á Caracas, La Guaira, Cumaná, Angostu-.
ra, Santafé, Cartagena, Panamá, Guaj^aquil y Quito en el resto
de los pueblos no habia gusto en el adorno y menaje de las
casas y aun en estos lugares no eran muchas las excepciones..
Tampoco existian edifleios construidos según las reglas de la
arquitectura. Los habitantes de las provincias costaoeras de
Venezuela hablan hecho progresos en la agricultura, especial-
mente en el cultivo del tabaco, del cacao, del café y del añil,;
fi'utos que hacían su principal riqueza ; pero en las provincia*'
internas de la misma Venezuela y en todas las de la Nueva,
Granada estaba muy imperfecta la agiicultura y eran descono-
cidos los buenos instrumentos y los abonos. En manufactiu^as
la proAancia de Quito habia adelantado más que las otras y le.
seguía la del Socorro. En los demás lugares los tejidos que se,
fabricaban eran escasos y con muy poca pericia. Los caminos .
se hallaban en mal estado y el trasporte do mercaderías y de
frutos sé ejecutaba i)or medio de caballerías. En el territorío
de Colombia, apenas se conocían los carruajes en tres ó cuatro
puntos, pues sus cordilleras y montañas, sus difíciles caminos
y el abandono en que les dejaba el Gobierno español no per-
mitía el uso de las ruedas. En los rios se hacia la navegación
por medio de canoas, de champanes, de botes, de lanchas y de
bongos. Estas embarcaciones subian contra la corriente, una»
á fuerza de remos y otras por las orillas de los rios, impelidas ?
por palancas que se apoyaban en los árboles y en las márgenes, :
Con el mismo trabajo navegaban los indios al tiempo de la
conquista, y en cerca de tres siglos los españoles no habianl .
mejorado aquél método para subir nuestros rios."
Al hablar Galindo * de los elementos primordiales de la
producción, coloca entre ellos la propiedad del suelo, la actívi-
• Historia económica y estadística de la Hacienda nacional— 1874.
— 246 —
dad industrial del hombre y la libertad de los cambios. Lnégo
dice : '* Repartióse la tierra entre los conquistadores por enco-
miendas j caballerías y j/eon xas. Las encomiendas, de que tan
prolijamente trata el título 8.0, libro 6.0 de la Recopilación de
ludias, era un verdadero feudo. La Ordenanza de 10 de Octu-
bre de 1618 prohibió que se di\idieran ó partieran las enco-
miendas con el objeto de que no hubiera encomenderos pobres*
La mayor renta de un encobenderíi eran $ 2,000. Sobre el
resto de los tributos de las encomieiulas grandes se cargaban
pensiones á favor de personas beneméritas y pobres, hijos ó
nietos de descubridores. El tercio del producto bruto de las
encomiendas se enteraba en la real hacienda. La encomienda
era una vinculación que pasaba, por mayorazgo, á la tercera
vida. De esta manera quedó el suelo de las colonias -españolas
apropiado para mantener una raza de holgazanes, que sin apti-
tudes ni estímulo para mejorarlo, devoraba los escasos frutos
que, en horas hurtadas á la fatiga, podia arrancarle la mano
esclava del indio tributario. Pero no era esto solo : los nuevos
proi)ietarios no se contentaban con vivir en la tierra sin traba-
jarla sino que empleaban los ahorros del trabajo ageno en ago-
biarla con nuevas cargas. Educados en la más grosera supers-
tición y creyendo que el imico medio de afeegurar la salvación
eterna era comprándola con dinero de manos de la Iglesia^
medio siglo después de la conquista ya no quedaba en América
un palmo de terreno que no estuviera gravado con el censo en
favor de las innumerables fiestas religiosas, sufragios de almas
y advocaciones del calendario romano.
'^ Imbuida la Espaíía en la codiciosa idea de que en Amé-
rica no debia buscarse sino oro, toda su atención económica la
ocupó el descubrimiento de minas. En el voluminoso eueri)o
de leyes de Indias — que lo mandaban todo y lo reglamenta-
ban todo — no se encuentra ni una sola providencia encamina-
da á dotar estos países con nuevas fuentes de industria : las
colonias españolas no pasaron de la categoría de pueblos pas-
tores y mineros. . . . Sin embargo, la constitución de la propie-
dad territorial y la condición económica del trabajo aplicado á
la tierra, inmobilizada bajo el triple i)eso de la ignorancia, del
feudalismo y de la religión, eran modelos de sabiduría y de
libertad comparado!^ con los principios que gobernaban la polí-
tica comercial de las colonias. ííadie comprendía entonces,
como no lo comprenden hoy muchos espíritus elevados, de qué
manera es que el comercio concurre al incremento material de
la producción en los mismos términos que la agxicultura, la
minería y la industria manufacturera. No comprendiéndose que
el comercio es á un tiempo causa y efecto de la separación de
ocupaciones ; que en virtud de él es que cada hombre y cada
país puede contraerse exclusivamente á trabajar con los ele-
mentos con que la naturaleza lo ha dotado, lo que equivale
necesariamente á un incremento material de la producdon;
I
tjreyendo que el comercio era una industria aleatoria, en la cual
lo que uno ganaba era lo que otro perdia, los Gobiernos y los
pueblos llegaron fácilmente á la conclusión de que el colmo de
la sabiduría eu lo relativo al comercio exterior estaba reducido
ái que cada uno tratara de vender por dinero sus productos, sin
comprar los del extranjero, y á procurarse grandes colonias
para imponerles, por medio del monopolio, la obligación de
comprar caro y de vender barato. Detras del viaje de los pri-
meros descubridores, la España cerró el comercio de sus colo-
nias de América á todos los pueblos de la tierra, inclusive á la
generalidad de sus propios puertos, reservándoselo como mono-
polio exclusivo primero á Se\úlla y después á Cádiz. *
"Tan estrecha era la prohibición de comerciar con el
ej^tranjero que la real cédula de 3 de Octubre de 1G14 decia
así : ^ Ordenamos y mandamos que en ningún puerto ni parte
de nuestras Indias Occidentales, islas y tierrafirine de los
mares del lií^orte y del Sur se admita ningún género de trato
con extranjeros, aunque sea por via de rescate ó cualquiera
otro comercio, perm ds la vidq, y perdimiento de todos sus bienes
ú los que contravinieren a esta nuestra ley, de cualquier estado
y condición que sean.^ El ex-Miiiistro Ustariz decia en 1740 :
' Es necesario emplear con rigor todos los medios que puedan
conducii^nos á venderles á los extranjeros mayor cantidad de
nuestros productos que la que ellos nos vendan de los suyos, :
i^ste es todo el secreto y la única utilidad del comercio."
« Más tarde, cuando yá regían las ordenanzas de Carlos III,
decia el Arzobispo- Virey Góngora á don Francisco Gil y
liemos: "Lo que más sensiblemente prueba los efectos del
comercio libre es la extracción de frutos, pues de los informes
de la aduana de Santamarta consta que de $ 30,791 que salie-
ron el año de 1784 han ido subiendo gradualmente hasta
$ 247,039 á que llegaron en 1788."
En una Memoria escrita en 1772, que corre anónima, se
halla el pasaje que sigue : " Mngun comercio activo disfruta
eiSte reino. Como se ha dicho, depende su subsistencia del oro
que saca de sus minas, sin giro, expendio ni salida de sus fru-
tos. Su provisión de mercaderías y géneros de Castilla /iepende
de uno que otro registro remitido por el comercio de Cádiz á
la plaza de Cartagena, desde donde se trasladan estos efectos
al interior del reino causando tales costos su conducción y de-
rechos que son muy raros los que disfrutan de alguna utilidad."
De 1821 á 1830, yá en la época republicana, solo a(]optarx)u
tres grandes medidas nuestros legisladores : la libertad de los
partos, la manumisión y la abolición del tráfico de esclavos ; la
supresión de los conventos menores y la aplicación de sus bienes
á» la enseñanza pública, y la extinción de los mayorazgos y de
* Ija casa de Contratación de SeviUa faé establecida por la reina Isabel
en 1503, y la de Cádiz por la reina Juana en 1509.
-. 248 —
. las vincala<2Í0Qes y sustitaciones. A pesar de esto, los tiempos no
.. eran aún buenos para la industria. La ley de 29 de Setiembre de
^ 1821 mandó conservar el estanco del tabaco y la de 7 de Julio
de 1823 el de la pólvora. En 1826 Bolívar suspendió las leyes
sobre contribución directa y supresión de la alcabala y matóó
cobrar ésta sobre la base de 5 por ciento. En 1828 este mismo
funcionario reestableció el tributo de indios suprimido desde
1821. * El estanco de aguardientes, abolido en 1821, fué reesta-
blecido por Bolívar en 1828. También restableció éste en el
mismo año la contribución de medias anatas, anualidades y
mesadas eclesiásticas* Por esto y por lo qué se verá luego los
hombres que nos dieron ind^endencia no fueron los mismos
que nos dieran libertad y bienestar.
Los esfuerzos hechos en favor de la industria libre por los
Congresos de 1821 y 1825 y lo que Castillo dijo en su Memoria
en 1826 al hablar del diezmo y de los bienes del clero, prueban
bien cuáles eran los sentimientos fiscales que animaban á nues-
tros repúblicos de los primeros tiempos. Desgraciadameate
^faltaban aún muchos años para que el país entrara en el ver-
. dadero camino del progreso económico. **
Castillo, en el año citado, dijp al Congreso : " El diezmo ecle-
siástico es el primer obstáculo que impide el progreso de Ja
agricultura. El diezmo es una contribución directa sobre sus
productos brutos, que no baja de un 30 por ciento y que en
-.muchas partes de la República excede de un 4^ por ciento.
Debe pues abolirse para siempre tan injusto tributo ; tributo
que no se conoció en el mundo cristiano hasta el siglo IV, ni
en Europa, de donde nos vino, hasta el XII 5 que se extendió
y propagó á la sombra de la barbarie, en razón de los progre-
sos del despotismo y de la opinión que atribula/ á los pontífices
y á los reyes la facultad de disponer de los bienes y haciendas
de los particulares como de una propiedad suya 5 tributo que
ni los Papas pudieron imponer ni los monarcas confirmar ; tri-
buto, en fin, que choca directamente con los progresos de la
agricultura y que es el que más ha influido en la miseria del
labrador.
" La amortización eclesiástica es otro obstáculo perjudicial
á la agricultura. Yá, pues, que habéis dado el primer golpe á
la amortización civil, completad la obra dándolo también á la
eclpsiástica. Disponed que se enajenen precisamente y sin ad-
mitir pretextos todos los bienes raíces amortizados, pertenez-
* El tribato de indios variaba en cada circunscripción. La ley española
■mandaba que la tasa fuera hecha después de que los tasadores asistiesen á
una misa solemne al Espíritu Santo para que alumbrase sus entendimien-
tos y « dejando á los indios con qué poder pasar, dotar y alimentar sus hijos,
resei'va para curarse en sus enfermedades y suplir otras necesidades comu-
nes. SoIq pagaban tributo los varones desde 18 hasta 50 anos. La cuota por
' individuo vanaba de $ 3 á $ 6."
** Castillo sostuvo con mucho calor en 1823 el establecimiento del im-
puesto directo.
— 249 —
'45aii á conventos, monasterios, capellanías, cofradías, obras pías,
' memorias de misas, casas de misericordia y colegios ó á las
ciudades y Tillas, por manera que no haya uno que no vuelva
si comercio de los hombres y que no pueda entrar en el domi-
' ni© particular, prohibiendo que esas comunidades 6 cuerpos
^ puedan adquirirlos nuevamente por ningún título. Las leyes
que diereis sobre esto darán vida y movimiento á una gran
riqueza que está muerta para la nación y estimularán el interés
individual fomentando el cultivo y haciendo amar la propie-
\ dad.'' Sin embargo, poco tiempo después era yá otra la corriente
de las ideas, corriente que se sostuvo hasta 1861.
La ley de 10 de Julio de 1824 prohibió la introducción de
sales extranjeras en todos los puertos de la Eepública ; y la
ley de 13 de Marzo de 1826, al tiempo mismo que mandó que
no fuese cobrado ningún derecho por la exportación de efectos
manufacturados en el país ni por la exportación del café, de la
quina, del algodón, del arroz, del n}aíz y de los metales amo-
nedados, gravó la exportación del cacao y de los cueros con el
10 por ciento, la del añil y la de las maderas de tinte con el 5
por ciento, y la de las maderas preciosas y de construcción con
el 4 por ciento sobre los precios de plaza. También fiíé gravada
' la exportación de animales así : cada muía con $ 20, cada caba-
llo con $ 16, cada vaca ó toro con $ 12 J y cada burro con $ 6.
En la Memoria de Hacienda presentada á la Convención de
' 1831 decia José I. Márquez : " Las artes están bien atrasadas
entre nosotros por una consecuencia del bárbaro régimen colo-
nial. Este mal proviene principalmente de la extensión ilimita-
da que se ha dado al comercio extranjero. Esta libertad ha
puesto ademas las grandes especulaciones en manos de los
extranjeros y los nacionales, que no pueden contar con tan
crecidos fondos, se ven casi arruinados. Si se quiere pues vivi-
ficar el comercio interior y beneficiar á los colombianos, preciso
es que se pongan trabas al comercio extranjero, prohibiendo
absolutament.e la introducción de varios géneros, finitos y efec-
tos que se producen en nuestro país, y de todo cuanto puedan
proporcionamos nuestras nacientes artes, y recargando de de-
rechos á los que, no siendo de necesidad, sirven solo para exten-
' der el lujo y crear necesidades facticias. Seria para esto muy
benéfico el restablecimiento de la ley de consignaciones.^' *
Francisco Soto decia en la Memoria dirigida al Congreso de
1833 : " El arancel ó tarifa y el decreto de 8 de Mayo de 1829,
que aprecia el valor de las mercaderías para fijar los derechos
de importación, exigen imperiosamente su examen y rectifica-
ción. Necesario es que aquellos efectos extranjeros que son
^análogos á los de la producción interior, paguen un impuesto
* La ley que pedia Kárqnez faera restablecida era la que mandaba que
los comerciantes extranjeros consignasen forzosamente sus mercancías á los
^merciántes colombianos, y les prohibía, por lo mismo, abrir almacenes yysk-
ra la venta por mayor ó por menor de todo artíoulo merca»til.
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r
— 250 —
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mucho más crecido que aquellos que no tienen su equivalente
entre nosotros. De otro modo habrá de resultar, como alguna
vez ha sucedido, que nuestros artefactos nacientes no puedan
concurrir con los del extranjero y caigan por lo mismo en el
estado de languidez que insensiblemente los conduzca á su ani-
quilamiento. El Poder Ejecutivo detesta las prohibiciones ab-
solutas, en general ; pero sí creé que la libertad del comercio
eiterior no debe envolver la ruina de las manufacturas interio-
res j y si está persuadido de que la industria fabril no es el
objeto á que por ahora debe contraerse la Kueva Granada,
cuando tiene tantos objetos agrícolas á que consagrar su aten-
ción, no desconoce por eso que aquellas provincias en donde
los tejidos de algodón han venido á ser el empleo de algunos
capitales y la ocupación de multitud de personas, necesitan la
. conservación de estos medios de existir, y que esta' conserva-
ción presupone que no venga la concurrencia de productos
extranjeros análogos, más baratos, á destruir la salida de los
nuestros.^'
El Secretario de Hacienda señor Mariano Calvo decia
en su Memoria de 1841 : " Considero como perniciosa al co-
mercio, á la industria y á la moral misma la ley de 26 de
Mayo de 1835 que autorizó el libre interés del dinero. Los re-
sultados que ella ha traido, lejos de ser ventajosos á esta socie-
dad naciente, han sido funestos porque han debilitado en algu-
nos el estimulo para el trabajo, han causado en otros pérdidas
y bancarrotas, han hecho abandonar muchas profesiones útiles,
y pocos se han aprovechado de esta medida con la prudencia y
el cálculo que ella demanda. Los legisladores de 1835 al dictar
aquella ley incurrieron en el extreíno contrario de lo que pre-
venía la española que derogaron ; y casi al mismo tiempo que
en Francia, después de muchos siglos de experiencia y de ilus-
tración, una considerable mayoría de diputados negaba la
libertad del ínteres del dinero, en la Kueva Granada se permi-
tía sin restricción alguna." Estas ideas eran hermanas de la de
fomentar la fabricación de telas de algodón en el país para com-
petir con las europeas.
En 1845, época de la primera Administración Mosquera, que
fué impulsada por el atrevido y hábil financista González, el
Gobierno empezó á sacudir el yugo fiscal de la colonia con la
solución que dio á las tres cuestiones siguientes, todas ellas de
vital importancia : 1* modificación de la tarifa, 2* arreglo del
sistema monetario, y 3^ supresión del monopolio del tabaco.
El' comercio exterior estaba gravado con los derechos de
almojarifazgo, de alcabala, de toneladas, de avetía, &c. El
almojarifazgo (de origen árabe) eran '' los derechos de la tierra
d:ebidos al rey por razón de portazgo." Estos derechos en
tiempo del Gobierno español eran los siguientes : 5J por ciento
de exportación, en Sevilla sobre el valor total de los cargamen-
tos despachados para las Indias y 10^ por ciento de importa-
f >
— 251 —
iáon ea los puertos de éstas (total 16 por ciento) ; 2^ por ciento
de exportación de los frutos de las eolouias con destino á Espa-
ña y 5 por ciento de los destinados á los puertos de las mismas.
Ijos esclavos, que eran mercancías, pagaban el derecho corres-
pondiente.
Hasta 1629 fueron cobrados los derechos ad valorem. Desde
este año en adelante se cobró un derecho uniforme sobre el peso
bruto de las mercaderías. Este derecho fae estimado por unos
en 20 por ciento y por otros en 30 y hasta en 40 por ciento.
En 1672 se mandó : <^ que las avaluaciones se hiciesen por
losi registros y sobordos, sin desempacar ni abrir los fardos,
defiriendo al juramento en forma que los dueños ó consignata-
rios de las mercancías hicieran de ser las mismas ¿ontenidas
en los registros.'^ En 1707 se mandó cobrar un solo derecho : el
de 5^ reales de plata antigua por cada palmo cúbico. Poste-
riormente se mandaron cobrar los derechos por arancel.
El derecho de avería fué redncido en 1644: al 12 por ciento.
Se aplicaba este derecho para los gastos de las flotas ó arma-
das que protegían á los buques mercantes.
La ley de 5 de Junio de 1845 concentró en un solo derecho
todos los conocidos con los nombres de importación, alcabala,
caminos, sueldos militares y derecho de San Lázaro, y estable-
ció en un arancel completo los derechos de todos los artículos-
'^ Esta ley,'' dice Galindo, " libertó al comercio de la arbitrarie-
dad del sistema de avalúo por peritos, heredado de la colonia ;
pero fundó el régimen no menos arbitrario de los aranceles,
con el complicado y vejatorio reconocimiento de los artículos
unos por peso, otros por número de objetos y otros por medida
lineal La ley de que hablamos, aferrada á la teoría de los
derechos diferenciales, mandó que la liquidación de las merca-
derías importadas en baques extranjeros se hiciera recargando
con 20 por ciento la suma total de los derechos que éstas de-
bieran pagar. Los derechos, sobre los tejidos ordinarios de
algodón y sobre los artefactos análogos de la industria nacio-
nal eran exorbitantes, como que tenían en mira proteger las
fábricas de lienzos y mantas de las provincias del iíorte y los
talleres de la capital."
La ley de 14 de Julio de 1847 estableció en parte la libertad
comercial del país, pues dijo : " Sobre las mercaderías ó pro-
ductos extranjeros que se importen en la Nueva Granada por
los puertos habilitados para el comercio de importación, cuaL
quiera que sea su procedencia ó el buque en que se importen^
se cobrará un solo impuesto ó contribución, que se denominara
derecho de importaoion.^^ *
* Según esta reforma, el algodón manufacturado en lugar de pagar 38Jr
centavos por libra, pag<5 11, y la lana manufacturada, en lugar de pagar
^ 12-52^ centavos por levita, pag(5 75 centavos por libra. La docena de som-
breros de pelo pagó $ 9-60 en lugar de $ 19-44, y una silla de montar $ 4
eu lugar de $ 12.
. —253 —
La ley de 1846 sobre libertad de comercio de los metale»
preciosos fué un complemento de las medidas aduaneras. A
esta libertad se siguió la de siembra y exportación del tabaco^
combatida como ruinosa para el fisco. .
Producto del tabaco de 1836 á 1872. -
1836 á 1850 Kilogramos 26.000,000
1851 á 1852 id 1.840,850
• 1854 á 1855 id 1.720,049
1855 á 1856 id 2.688,710
1856 á 1857 id 5.106,023 ^
1857 á 1858 id 2.800,932
1858 á 1859 id 2.860,435
1864 a 1865 id 3.913,612
1865 á 1866 id 4.936,183
1866 á 1867 id . 5.692,800
1867 á 1868 id 5.251,193
1868 á 1869 id 6.714,457
1869 á 1870 id 5.373,993
1870 á 1871 id 4.825,020
1871 á 1872 id 4.474,530
Total k.8 83.198,787
^-
Según estos . datos, el tabaco en catorce años dé esclavitud
(de 1836 ál850) produjo solo 26.000,000 kilogramos, y en veitíte^^
de libertad (de 1851 á 1872) 57.198,787. Esto da en el primer
caso, por término medio, 1.857,142 kilogramos por año, y en er
segundo 2.859,439. " La producción del tabaco ha alcanzado
después de la libertad un término medio de 400,000 arrobas^
por año, lo cual representa un movimiento de $ 1.200,000 á
$ 1.500,000 al año, que se han hecho sentir provechosamente
en el alza de los jornales, en el buen precio de los productos
agrícolas de la sabana de Bogotá, en el activo comercio de
ganados, en la cria y ceba de los mismos y en el incremento de
muchas otras industrias alimentadas ep aquel Tasto tráfico.
Yá en 1856 la libertad habia triplicado la producción y devuelto
a.1 fisco, en la forma de derechos de importación, lo que habia^.,
perdido con el monopolio. "
" El comercio de exportación del tabaco resolvió de una ^
manera estable el problema de la navegación del rio Magdale-
na, cubierto hoy de buques de vapor traídos por el movimientQ !
que él produjo, y ha dejado como mejora permanente del suela!
un capital de muchos millones de pesos en esas inmensas pra-
deras artificiales que hoy se extienden en las comarcas en ;
donde antes se asentaban los bosques seculares de la tierra ca-
liente.'' *
. /
Galindo.
253 —
Animales . .
914
Cueros 184,495
Plantas . . .
At)ís
50
Caucho 1,811
Quina. -•. . .
Afíil
154
Maíz 869
Sombreros.
Arroz
832
Mineral ... 6,917
Pieles. --..
Azúcar
343
numerario. 212
Suela . . . . .
Bálsamo. . .
915
Pájaros di-
Tagua
Café ....'..
58,449
secados .. ' 38
Zarza ......
Cigarros ...
319
Panela 5,834
Yarios ....
En el año de 1881 hubo en el río Magdalena 23 buques de
VBpor, los cuales pertenecían á 7 compañías. Estos buque»
trasportaron durante el año 232,654 cargas, así : de bajada
121,962, de subida 110,692. Pasajeros hubo 4,329 • de éstos,
bajaron el rio 2,633 y lo subieron 1,696.
El número de bultos trasportados fué 408,166, así :
1,972
117,096
137
855
216
1,Í65
32
12,582
Ahora sesenta años fué expedida por Colombia ( 3 de Julio
de 1823) la ley que concedió á Juan Bernardo Elbers ^^privile-
gio exclusivo para establecer buques de vapor en el rio Mag-
dalena y sus ramificaciones.'' El 2.o considerando de esta le^
decia: "2? Que estableciéndose la navegación en buques de
vapor en el rio Magdalena se harán más cortas y fáciles las
comunicaciones de las provincias de los Departamentos de
Oundinamarca y de Boyacá con las marítimas del Magdalena,'
y con esta facilidad las producciones del interior podrán lle-
varse á menos costo y por consiguiente con mayor ganancia
ár los pueblos de la Costa, sucediendo lo mismo respecto de los
frutos y efectos extranjeros que se inti*oduzcan para el inte-
rior,'' &c.
La capacidad de todos estos buques reunidos en cargas de
10 pies cúbicos 6 de 140 kilogramos de peso, alcanza á 26,835 <
Los buques de mayor capacidad trasportan 2,300 cargas y los
de menor 148. Estos buques hacen entre todos en el año cerca
de 300 viajes. Sus puntos de escala son los siguientes :
CaracolL
Nare.
Mitas.
Puerto-BerríOé
San Bartolomé.
Carare.
Zaragoza.
Barranca-bermej a.
Cáceres.
Bohórquez.
Sogamoso.
Montecrísto.
Puerto-Wilches.
Paturia.
Badillo.
Bodega-Soto.
Bodega-Central.
Puerto-nacionah
La Gloria.
Tamalameque.
Banco.
Piuillos.
Santana.
Mompos.
Magangué.
Heredia.
Zambrano*
Jesús del Eio.
Tenerife.
Buenavista.
Calamar.
Piñón.
Barranquilla.
Pueblo-vieja
Santamarta.
Oaríiagena.
La Constitución manda que se mantengan libres las aguas
de los ríos que bañan más de un Estado. El rio Magdalena
baña el territorio de seis de los nueve Estados colombianos.
— 254 —
Cuadro de las exportaciones por especies y valores desde
1866 hasta, 1878.
Hereaderf as. 1 866 á 1 S67. 1 867 á 1 868.
Algodón 566,139-290 354,210-48
Añil 5,381 ... 31,291-08
Azúcar 4,135 ... 2,427-20
Bálsamos 12,633 ... 10,987-40
Café ^ 609,989 ... 693,623-87^
' Caucho 287,817-245 269,628-14^
Cocos 1,595-600 1,811-40
Cueros 39,370-380 86,602
Dinero 576,997-400 2.189.291-10
Dividivi 19,511-500 30,555-56
Minerales 6,610-600 63,700
Oro y plata 243,975
Palo-mora 29,869-345 40,694-75
Panela 51 ... 1,462
Quiua 202,514-620 227,319
Semillas (algodón) 1,000 ... 1,964
Sombreros 137,519 ... 258,730-70
Tabaco 2.816,945-210 2.695,899-40
Taguas 22,290-800 9,664
Varios 133,889-480 163,160-40
Totales $ 5.494,259-470 7.376,997-49
BlerfMderias. 1869 á 1870. 1870 á 1871,
Algodón 509,723-37 290,275-19
Añil 141,954-60 528,575-50
Azúcar 3,294-80 7,370 . .
Bálsamos 4,010 7,282-10
Café - . . 1.163,854-70 974,015-35
Caucho 175,042-18 130,94^-72^
Cocos 502 9,144-60
Cueros 239,349-50 268,461-95
Dinero 232,483 210,901-20
Dividivi 39,713-97 60,260-61
Minerales 73,809-35 80,128 ..
Oro y plata 1.934,980-40 1.886,301-55
Palo-mora 43,372-15 17,565 ..
Panela 180 .. 5,138-30
Quina 425.614-71 900,273-90
Semillas (algodón) 14;359-90 14,119-25
Sombreros 351,538-15 519,424 ..
Tabaco 2.370,712-70 1.498,752-80
Taguas 22,143-88 37,024-90
Varios 330,454-53 801,919-22^
Totales .....$ 8.077,153-89 8.247,817-15
1868 á 1869.
302,250-23
44,203
1,586
12^546
607,721-60 •
168,276-73
4,08Í-7O
181,373-95
236,944-43
36,723
83,662
2.449,584-281
58,107-11
350
438,041-93}
7,315-20
304,240-15
3.019,931-50
27,856-85
152,204-84i
8.137,000-52
1871 ál872.
253,858 ..
492,302-50
25,282-76
16,465 ..
1.264.122-80
395,842-38 '
14.381 ..
394^657-94
6,775-95!
122,250-20
71,095 ..
1.690,105-26
78,224-50
36,334-62
1.297,786-46
25,346-80
296,375-40
1.521,685-50 ,
67,570-50
183,344-30
N
8.253,806-86
w^-
— 255 —
Mercaderiafi. 1872 á 1873. 1873 á 18T4.
Algodón 262,534-04 249,048 ..
-AJüL... 390,120-25 186,923 ..
Azúcar 18,044 .. 58,556 ..
Bálsamos 4,484-80 6,464 ..
Café. 1.930,730-70 957,353-20
Caucho 159,096-70^ 241,106-05
Cocos 733 .. 3,678-70
Cueros ; . . 497,236-15 479,418-04
Dinero 23,785-30 324,451-45
Dhidivi 82,292 .. 74,354 ..
Minerales 165,532 .. 124,925 ..
Oro y plata 2.636,740-63 2.771,431-10
Palo-mora 57,368-73 53,414-35
Panela 9,027 . . 4,801 . .
Quina 1.752,619-16 L794,259-42
Semillas (algodón) 16,370-60
Sombreros 260,943 .. 142,148 ..
Tabaco 2.044,225-93 2.360,883-20
Taguas 76,084-30 114,483 ,.
Varios 95,663-21^ 639,585-^1
Totales .... $ 10.477,631-51 10.587,282-52
1874 á 1875.
141,589-40
64,485-20
54,954-60
10,732 ..
732,295-10
149,988-78
7,682-^0
464,392-48
1.117,465-80
125,842-20
124,241 ..
2.042,719-80
54,051-65
1,076-70
1.511,730-38
13,519-65
188,613 ..
2.727,522-20
170,021-95
281,895-90
9.984.836-39
Mere Adedas. 1 87 5 á 1 87 6.
Algodón 201,115 ..
Añil 62,992 ..
Azúcar 3,659 . .
Bálsamos. 17,791 ..
Café 1.168,828 ..
Caucho 174,579 ..
Cocos 4,040 ..
Cueros 622,039 . .
Dinero 1.991,872 ..
Dividivi 97,619 ..
Minerales 410,500 ..
Oro y plata 1.303 226 . .
Palo-mora 18,431 ..
Panela 2,104 . .
Quina 2.038,003 ..
Semillas (algodón) 19,888 . .
Sombreros 180,830 . .
Tabaco 2.129,945 . .
Taguas 304,116 ..
Varios 3.726,320-01
Totales .....$ 14.477,897-01
1876 á 1877.
120,532 ..
18.750 ..
29,337-45
21,721 ..
752,873-75
262,203-60
3,454 ..
305,308-50
1.147,331-30
60,064-90
30,416 ..
648,433-85
16.751 ..
11,328 ..
847,745-24
17,812 ..
129,626-40
1.373,825-52
212,044-50
4.039,512-09
1877 á 1878.
139,133-50
36,080 ..
25,340 ..
39,486 ..
1.504,074-68
175,259-38
5,071 ..
810,118-95
366,402-20
117,607-05
127,939 .*
3.321,844-25
11,911-10
6,236-50
2.470.245-83
16,068-40
149,439-05
504,097-48
483,553-80
741,287-85
10.049,071-10 11.111,196-62
— 266 —
£!n ese mismo lapso de tiempo el movimiento del comercio
exterior de la Eepúblioa dio los siguientes resaltados :
Embarcaciones entradas en nuestros puertos :
De vela 8,838 ) ^o m
De vapor 3,273 / ^'^^"^
Kúmero de bultos importados * . . 11.454,359 ( qa toa o-i a
Id. id. exportados 9.325,851 f ^-^^^y^^^
Diferencia 2.128,508
Valor aproximado de los artículos exportados. . .$ 124.089,210
Id. de los importados 106.924,673
Diferencia - 17.164,637
Los datos recogidos respectó del trienio de 1878 á 1881 son
los siguientes :
1878 á 1879-
Impofiacioíu Enuportadon, EmbiMreaeiones, Animales.
Bultos. Bultos. Vivos. SÜilog.*
Eiohacha 48,444 52,354 125 1,585
Sántamarta* . . 10,918 . 9,116 44 31,750
Barranquilla.. 340,066 442,747 91 19,344
Cartagena.... 93,036 378,020 56 1,549
Buenaventura. 509,416 16,850 70 339,128
Tumaco 828,032 49,268 77
Cuenta....... 51,638 106,148 370* 51,007
Totales.-.. 1.861,550 1.064,503 833 22,478 421,885
>i I ■
1879 á 1880.
Eiohacha 123,585 63,574 218 2,633
Santamarta... 49,031 3,858 61 21,21(5
Barranquüla. . 348,515 460,948 132 8,287
Cartagena.... 231,144 200,346 56 6,636
Buenaventura. 1.458,612 43,799 82 240,949
Tumaco 329,638 26,746 61
Cuenta 84,849 121,586 356 100,662
Totales.... 2.626,374 920,955 1,056 ;16,556 362,827
* De temo. Las de los otros puertos faeroü de vapor y de reía.
cw?.-
--267 —
f
1880 á 1881.
tmporiacion. Exportación, Emhareaeiones, AnimaHes.
£ioliacha.....
Santamaría. . .
Barranquilla..
Cartagena.-..
Buenaventura.
Tomaco
Cúcuta
Bultos.
201,341
18,641
465,181
262,944
36,790
907,264
92,741
Bultos. *
;07,421
15,856
476,436
209,280
48,449
31,900
153,327
Víyos. Kilog.»
326 5,223
55 50,958
221 13,289
47 10,530 ......
41 219,062
52 1,842
412 136,297
Totales.... 1.984,902 1.042,669 1,154 29,042 408,159
Besúmen.
De 1878 á 1881.
Bultos importados 7.472,826 ) ^^ ^^^ Qp.„
Id. exportados 3.028,127 f ^^'^^i^^
Diferencia 4.444,699
-
Animales vivos 68,076
Id. al peso 1.192,861
Movimiento de, embarcaciones 3,043
Cuadro general de las importaciones y exportaciones de la
Kepública durante la última media centuria (de 1832 á 1882) : ♦
Importaciones.
Años.
Cantidades.
Exportaciones.
Años,
De 1832 á
De 1834 á
De 1835 á
De 1836 á
De 1837 á
De 1838á
De 1839 á
De 1840 á
Be 1842 á
De 1843 á
1833....$ 1.454,142
1835 2.634,100
1836 3.313,968
1837 2.173,607
1838 2.536,744
1839 2.538,989
1840 2.728,636
1841 436,289
1843 3.423,288
1844 3.282^067
De 1854 á 1855 2.391,262
Be 1855 á 1856 4.168,468
Be 1856 á 1857 3.255,842
1832
1834
1835
1836
1837
1838
1839
1840
1842
1843
1844
1851
1854
1855
ál833...
ál835...
á 1836 . .
á 1837 . .
á 1838 . .
á 1839 . .
á 1840 . .
á 1841 . .
á 1843 . .
á 1844 . .
á 1845 . .
á 1852 . .
á 1855 . .
á 1856 • .
Cantidades.
1.236,850
2.052,967
2.262,035
2.050,086
1.722,857
2.456,766
1.917,434
227,732
2.386,967
2.100,060
1.870,080
1.179,432
3.393,251
5.296,323
* Los datos que faltan en este cuadro se refieren, unos, & épocas en que
ha, estado trastoniado el drden público, y otros á la deficiencia de los de las
oficinas públicas.
17
— 258 —
Importaciones.
Años.
De 1857 á 1858.
De 1858 á 1859.
Cantidades.
1.987,732
2.446,446
Exportaciones.
Años.
De 1864 á
De 1865 á
De 1866 á
De 1867 á
De 1868 á
De 1869 á
De 1870 á
De 1871 á
De 1872 á
De 1873 á
De 1874 á
De 1875 é
De 1876 á
De 1877 á
De 1878 á
De 1879 á
De 1880 á
1865 6.723,593
1866 7.897,206
1867 5.526,773
1868 6.392,866
1869 7.255,092
1870 5.843,451
1871 5.862,711
1872 8.045,982
1873 12.515,639
1874 11.165,491
1875 ..... 6.849,028
1876 7.328,928
1877 6.709,109
1878 8.708,797
1879 13.712,199
1880 10.387,00á
1881 12.071,480
1856
1857
1858
1864
1865
1866
1867
1868
1869
1870
1871
1872
1873
1874
1875
1876
1877
1878
1879
1880
á 1857 .
á 1858 .
ál859 .
ál865 .
á 1866 .
á 1867 .
ál868.
á 1869 .
á 1870 .
á 1871 .
á 1872 .
á 1873 .
á 1874 .
á 1875 .
á 1876 .
á 1877 .
á 1878 .
á 1879 .
ál880*
á 1881 .
Totales $ 181.806.928
Cantidades.
$ 7.064,584
. 5.513,164
. 3.326,488
• 6.042,691
. 6.772,017
. 5.494,259
. 7.376,997
. 8.137,000
. 8.077,153
. 8.247,817
. 8.253,806
. 10.477,631
. 10.587,282
. 9.984,386
. 14.477,897
. 10.049,071
, 11.111,196
. 10.787,671
.13.804,981
. 15.836,943
$ 211.594,884
Este cuadro dice por sí solo cuál ha sido el progreso del
comercio exterior de Colombia en la época expresada, líuestras
importaciones, que en 1830 no pasaban de millón y medio de
pesos, han llegado después, en algún año, á catorce millones,
nuestras exportaciones, que en el mismo año de 1830 ño alcan-
zaron sino á algo más de un millón, han llegado después á
cerca de dieziseis millones de pesos.
Cuadro comparativo del movimiento especial de las aduanas
de la Bepública en el último cuatrienio.
DE 1877 1 1878.
Importaciones.
Barranquilla $ 6.778,652
Cartagena , 635,307
Buenaventura 616,772
Eiohacha 185,684
Santamarta 173,562
Tumaco 154,114
Carlosama 112,353
Cuenta *
Exportaciones
$ 9.542,478
655,979
383,063
302,655
25,323
206,465
47,583
• Palta el dato. Solo se sabe que en aquel ano fueron introducidos en la
aduana de Cúcuta 91,957 bultos.
\
269
BE 1878 A 1879.
Importaciones.
Barranquilla $ 8.296,420
Cúcuta 831,212
Cartagena 753,428
Buenaventura 422,811
Tumaco - . . . 221,595
Eiolxaclia 144,550
Santamaría 117,628
Carlosama
DE 1879 1 1880.
Importaciones.
Barranquilla . $ 7.390,611
Oúcuta 772,009
Cartagena 773,611
Buenaventura 846,241
Riobacha 251,352
Tumaco 227,825
Santamarta 165,352
Carlosama
DE 1880 Á 1881.
, Importaciones.
Barranquilla $ 8.496,806
Cúcuta 937,367
Cartagena 974,767
Buenaventura 859,612
Riohacha 324,364
Tumaco 210,063
Santamarta 268,499
Ipiales
Exportaciones.
$ 9.944,500
1.984,549
701,830
542,121
233,258
261,085
44,166
Exportaciones.
9.955,202
1.696,193
1.116,915
455,838
384,501
181,116
15,216
Exportaciones^r
11.261,992
1.917,660
1.100,128
822,000
502,051
203,206
29,905
Como se ve por los datos de que queda hecha mención, la
aduana de Barranquilla — que por estar sobre el rio Magda-
lena tiene el carácter de fluvial y por estar comunicada con
el océano por el ferrocarril llamado de Bolívar tiene el de
fmrüima — es la primera aduana de la República. Su impor-
tancia se la dan su posición y el hecho de ser la única de que
se sirven para sus importaciones y exportaciones los Estados
de Antioquia, del Tolima, de Boyacá, de Cundinamarca y una
parte del de Santander. Esa aduana representa la actividad
industrial de más de dos millones de habitantes y la riqueza
de un suelo mayor que la tercera parte de la área nacional. El
progreso de esta aduana será pues cada dia más lisonjero.
I '
1
La importancia ac£aal de Barranqñilla la tuvo prím6t#
Cartagena y después Santamarta, pero estas plazas han Tenid<#
á quedar exeéntricas respecto del movimiento industrial mo»
denio. '
Las catítidades que qtíedan compüls^adas son la ttístoria d4
mofim^íento industrial del país. Basta compararlas tinas c^
otras para ver lo que era Colombia en 1810, lo que era en 18jto
y lo qtíe es íioy bajo el régimen de la libertad econóttíica. ¿
A las gtándes medidas liberales de la primera Administra^
cion Mosquera relacionadas con la industria nacional, hay ^ue
agregar las más grandes aún de la Administración Lópei, (¿tre
ellas la de la descentralización de las rentas y de lo» gestos
públicos. Esta reforma Cambió ^of ccnnpleto la faz admimstra.-
tiva de la nación» ' /
p- y^ . . i« ■
Cuadro de las rentssi^ de la Eepública en 1848 i
I>R,OVlNCXAB.
Antioquia
Barbacoas. . . .
Bogotá
Buenaventura
Cartagena» . . .
Casanare
Cauca
Provinciales.
611
Muiüieipales. Comüñaletf.
4
I
Vinoco. •••••«««••*••
Mariquita
Mompos. ...*/..*...
Neiva *
Pamplona
Panamá
Pasto -
Popayan * .
Eiohacha
Santamarta ........
Socorro . i . . i * . . . * . .
Tunja
Túquerres* * ... *
Vélez
Veraguas .-
340
3,328
' ióó
1,186
"m
35
43
1,082
1,497
181
452
1,813
20
87
t 43^215
1,460
7,201
1,094
6,420
$ 11,757
m m m m m mT
1,14*
3,3312
19,584
fotalei.
^ % 57,59T
2,071
8,348
4,76&
29,332
i í ^ i i m
120
443
1,877
'552
4,442
2,430
1,574
6,806
4,300
973
1,971
3,129
5,571
3,943
6,699
1,517
676
3,532
1^91
2,5§0
4,245
3,588
7,113
2,94&
163
3,366
1,959
12,694
7,553
12,297
7,282
915
6,50»
3,329
7,032
7,335
5,197
13,962
8,32?
2,633
5,518
5,540
20,078
11,516
6,786
12,297
8,919
2,034
Totales $ 14,623 105,850 107,673 228 146
^^^^^S^^»^ ^B^B^a^i^m_a^^ ^^^^^m^mm-^m^^ -
Ai proponer Murillo al Congreso de 1850 la descentraliza-
ción de las rentas y de los gastos dijo : ^'He hecho tina íápidá
reseña del estado que presentan los diversos ramos (Jtie foi-ftiatk
nuestro sistema rentístico, y por la contraposición délos íresu-
X
vy
— 261 ~
imestos de rentas y gastos para el próximo año económico, pres-
cindiendo de los saldos por pagar que nos dejaron las cuentas de
los últimos anos, queda sentado el hecho grave y trascendental
de que si nuestros negocios fiscales hubieran de continuar como
liasta aquí, correríamos evidentemente á la bancarrota y á las
desgracias inevitables de una mala situación financiera. Ha
llegado, pues, el momento de estudiar detenidamente el reme-
dio radical que deba aplicarse á este estado de cosas.
*^Iia primera idea que naturalmente se ocurre es la de redu-
cir los gastos ó la de imponer una nueva contribución 5 pero se
<5omprende bien que estas dos cosas, que fácilmente se pnun-
dan, ofrecen dificultades casi insuperables para llevarlas acabo.
Bajo uua administración central y en una sociedad regida por
instituciones democráticas ó populares, la economía no es cosa
sencillamente hacedera. Los pueblos se habitúan á esperarlo
todo del gobierno central ; á él ocurren por sueldo para sus fun-
cionarios y por todo género de auxilios para sus menesteres,
para sus iglesias, casas de escuela, &c. &c., y los intereses de
partido, las intrigas de localidad y mil otras causas que vo-
sotros debéis comprender fácilmente por la experiencia diaria
de los negocios, hacen que, por extravagantes ó injustificables
que sean muchas veces esas solicitudes y á despecho de las más
.¿aras demostraciones del déficit de las arcas del Estado, triuii-
fen en las Cámaras.
"Ko son menores las dificultades que se palpan para el es-
tablecimiento de nuevas contribuciones. Eeconozcamos primero
que el país está pobre y la industria incipiente, y que esta situa-
ron es obra del mismo sistema fiscal que ha regido desde el
Oobierno colonial, que los hombres que han gobernado el país
posteriormente no se han atrevido á tocar. En un pueblo po-
bre^ sin industria, que caréele de todos los elementos necesarios
para el desenvolvimiento de la riqueza, como vias de comuni-
cación, conocimientos y capitales, imponer nuevas contribucio-
nes soore las defectuosísimas que existen seria agravar su con-
dición y llenar de mayores embarazos el porvenir; y no es
improbable que por las mismas causas que he apuntado antes
-esta nueva imposición, causando un desagrado general y desa-
lentando más la industria, fuese también de insignificantes pro-
ductos.
"La contribución directa es la única que, gravados como
están todos los consumos y casi todos los ramos de producción,
podría decretarse ; pero no puede desconocerse que para que
ella sea productiva al mismo tiempo que justa ó igual, es pre-
ciso poder contar con el celo inteligente de los funcionarios y
<2orporaciones locales á quienes incumbiría repartirla y recau-
.darla, pues que ni aun posible es entre nosotros, por las varias
^icondiciones de la constitución de la propiedad, de la iusdustria
jr del comercio de nuestras poblaciones fijar las bases ó reglas
.Ó que el repartimiento debía sujetarse. Será, pues, indispepsa-
— 262 —
ble interesar en ello á las localidades de una manera directa, y
«fl ese el plan que la Administración se ha trazado.
"La necesidad de entrar resueltamente en esta nueva vía,
que e« un paso avanzado hacia el sistema del gobierno propio^
dando vida á las localidades, nuevo alimento y distinto campo
de acción á los partidos, libertad á la industria y efectivos gol-
pes á los monopolios que han empobrecido el país y servido solo
Sbl egoísmo de unos pocos, es un convencimiento que nace de la
historia de nuestras rentas, de la impopularidad que las persi-
gue, del progreso de los conocimientos económicos y del poder
que adquieren los pueblos á proporción que avanzan en la prác-
tica del sistema representativo.
"El último día de nuestro sistema tributario se acerca visi-
blemente, sin que nada pueda sostenerlo contra los emba-
tes poderosos de la ciencia y de la democracia ; y es precisa-
mente por esta previsión que importa adelantarnos á prevenir
los funestos efectos que en el Tesoro debe producir este suceso-
"Las democracias ejercitan mucho sus fuerzas y sus arran-
ques voluntariosos en la demolición de los obstáculos que las de-
tienen 6 embarazan ; pero es preciso convenir en que se prestan
poco á la sustitución de lo demolido y que solo á fuerza de ha-
bilidad, de tesón, y estrechándolas con premiosas necesidades
fie les obliga á ello. Os ruego, ciudadanos Legisladores, fijéis
mucho vuestra atención en «sto, porque es de la mayor imi)or-
tancia para la solución de la grave dificultad que nos ocupa.
"¿ Cuál es la marcha que ha llevado la democracia entre no-
sotros con relación á las rentas públicas •? Veámoslo.
"Las primeras víctimas fueron los derechos de sisa y expor-
tación interior ; los que se cobraban á los lavadores de oro,
conocidos con el nombre de mazamorreros ; la reducción en los
conocidos con el nombre de alcabala ; y la extinción de los tribu-
tos de indígenas, con algunas muy debidas exenciones de otros
impuestos decretados por el nunca bien elojiado Congreso cons-
tituyente de Cuenta en favor de algunas producciones 6 artí-
culos. La desaparición de estas rentas fué inmediatamente un
hecho cumplido; pero la contribución directa con que se les
quiso reemplazar encalló en sus primeros ensayos. Bajo la pri-
mera Administración constitucional, y á despecho suyo, cuando
yá las Cámaras adquirieron mayor poder é infligo, se suprimió
del todo la renta de alcabala ; la de aguardientes ha sufrido
desde entonces y con posterioridad repetidos embates ; la de
quintos de oro se ha reducido considerablemente, y yá la Cá-
mara provincial de Antioquia, apoyada por una fuerte opinión,
pide encarecidamente la abolición completa, que no pu&e du-
darse obtendrá al fin. La pingüe y tal vez la menos defectuosa
de todas, procedente del monopolio en la producción y venta
del tabaco, hacaido delante del enérgico querer de los pueblos,
sin que pudieran sostenerla ni la seguridad del déficit en el Te-
soro nacional, ni los graves y solenines compromisos áque
— 263 —
d.ebia hacer frente.* Los intereses de la agricultura^ secundados
eficazmente por los preceptos de la ciencia, preparan igual suer-
te á la de los diezmos, contra la cual se alza vigorosa la voz de
muchas Cámaras provinciales. La de salinas está amenazada
en su crecimiento por la concesión hecha á las provincias que
lio se proveen exclusivamente de sal elaborada por cuenta de
la República, por los artículos 20 y 21 de la ley de 26 de Mayo
de 1847, orgánica de esta renta ^ y no tardará mucho el dia en
que su repugnante desigualdad, que hace pesar sobre unas po-
cas provincias solamente su enorme gravamen y la circunstancia
de recaer sobre un artículo de primera necesidad, excite contra
éUa un pronunciamiento general.
^^La renta procedente de las aduanas es para nosotros el más
seguro y progresivo recurso fiscal, y si vosotros prestáis deci-
do apoyo al plan de severa persecución del contrabando que la
Administración se ha propueso, no dudo progresará mucho;
con la procedente de papel sellado y la quinta parte del pro-
ducto bruto 'de las municipales, adoptando el pensamiento de
descentralizar las demás rentas, y el que contiene el proyecto
de ley de crédito nacional que os propongo, estad seguros, ciu-
dadanos Legisladores, que dentro de muy poco tiempo la Repú-
blica proveerá holgadamente á sus necesidades, la industria
estará menos gravada y nuestro crédito nacional se habrá
levantado de la postración en que yace.
"En vez del establecimiento de una contribución directa,
que decretada por el Congreso y llevada á efecto por el Ejecu-
tivo no podría pesar con igualdad y justicia en las diferentes
provincias de la República, de tan diversas condiciones indus-
triales, cometamos esta tarea á las Cámaras de provincia, que
conociendo mejor las circunstancias del pequeño territorio que
administran, pueden con toda exatitud determinar el medio de
hacer más productivas las contribuciones, eliminando, si lo creen
conveniente, la renta de diezmos, la de aguardientes 6 cual-
quiera otra, según lo exijan las circunstancias particulares de
su situación ; siendo cierto que gravándolas con la quinta par-
te del producto bruto de las rentas, é imponiéndoles la obliga-
ción de hacer sus gastos, se les apremia á mejorar su sistema
rentístico y habrá muchas que no vacilen en sustituir las
actuales rentas con las contribuciones directas.
"La única objeción que, acaso, puede presentarse á esta idea
fecunda y perfectamente congruente con la manera como está
distribuida la población en el vasto y singularmente varia*'**^
territorio de la República, será la desconfianza de que la^^^
maras provinciales y los funcionarios que deben ayudare J^®^
* "La Cámara de provincia del Socorro, imbuida de an-- ^ít* a4x a
ral y progresista y con aquel sentido práctico que siemnos ^^.^ cráflco de
los pueblos de aquella adelantada sección de la Reii^Uufl'a'i ^Stiuo á los
que se reemplazara el monopolio del tabaco con tj^ Ci¿to y ^ COmercio de
sobre cada millar de matas." QnUndo. ^
I
— 264 —
den las bastantes garantías del nso cnerdo y atinado qne ha^an
del poder que va á conferírseles ; mas, semejante objeción ape-
nas podrá enunciarse hoy que tanto se ba propagado la educa-
ción política, y cuando vemos que casi todos los miembros de
las Cámaras legislativas figuran entre los de las Cámaras pro-
vinciales. Por otra parte, el modo de acelerar la educación ad-
ministrativa de los pueblos es dándole la práctica de los nego-
cios: es posible que al principio cometan notables desaciertos*
de que no han estado exentas las Cámaras legislativas ni el
Poder Ejecutivo, pero es seguro que muy pronto se corrigirán y
la experiencia traza luego el camino del acierto. Habiendo la
última Legislatura adoptado respecto del istmo dé Panamá
gran parte de éste pensamiento no puede yá hacerse semejante
argumento.
"Ademas, este proyecto de descentralización no es solamente
un sesgo dado á la situación económica e'n que nos encontra-
mos : es también un pensamiento político de suma trascenden-
cia. Se trata de connaturalizar el espíritu de libertad por
medio del impulso que se da al de locali(te*d ó concejil j desemba-
razar al Gobierno de tantas menudencias, que sirviendo de
alimento á los partidos y ocupando el tiempo de los altos fun-
cionarios, ni son bien dirigidas por la autoridad central, ni
sirven para otra cosa sino para acarrear mayores odiosidades
á los gobernantes y exponerlos á las más groseras y degradan-
tes calumnias. 'Un poder central, ha dicho un profiíndo escritor
contemporáneo, por más culto y docto que se le suponga, no
puede abarcar por sí solo todos los pormenores de la vida de
un pueblo grande, y no lo puede porque semejante tarea sobre-
puja las fuerzas humanas. Cuando quiere con su sólo esfuerzo
formar y hacer andar tantas ruedas diversas, no obtiene sino
un resultado muy incompleto y echa el resto en inútiles afanes.'
Descentralizadas las rentas y cometido á las Cámaras provin-
ciales el encargo de proveer á todos los gastos que demanda
el servicio especial de las localidades, estas corporaciones
adquieren una inmensa importancia, y los partidos, teniendo
teatros diferentes, no se agrupan yá solo al rededor del Gobier-
no nacional, haciéndolo el centro demiserables intrigas y emba-
razándolo en sus más importantes deberes. Y no solamente se
separa un poco el Gobierno de la acción de los partidos, sí que
también de la tutela de los capitalistas que expeculan sobre las
rentas nacionales. La política interior cambia completamente,
ula organización misma de los partidos en que hoy está divi-
quLel país se modifica profundamente, al mismo tiempo que
marain público y las instituciones democráticas echarán rai-
pide encaofundas. Meditad bien, ciudadanos Diputados, en
darse obtenlide esta idea, y os convencereis de sus incuestio-
de todas, proce^Bn la discusión podré presentaros datos segu-
, del tabaco, ha caiaov^énos diezisiete provincias pueden hacer
sin que pudieran sostenue se les imponen con 30I0 las rentas
soro nacional, ni los grj*
' /
— 266 —
que se les ceden. De las demás provincias, tres de ella<s corres-
pcmden al istmo de Panamá, que en virtud de la ley especial
de franquicias no pueden ser comprendidas en los mismos cal-
culos.''
A pesar de la fuerte oposición que tuvo el proyecto de
descentralización de las rentas y de los gastos, el Congreso lo
fiancionó el 20 de Abril de 1850. Según la ley de esa fecha
solo quedaron á cargo del Gobierno central los gastos de los
Departamentos siguientes: Gobierno, Justicia, Guerra y Mari-
na^ Eelaciones Exteriores, Obras públicas. Beneficencia y
^Recompensas y Gastos de Hacienda y del Tesoro. De entonces
acá esos Departamentos han sido aumentados según las exi-
gencias de las necesidades públicas y lo serán más y más cada
dia. Hoy son yá quince, pues han sido creados los Departa-
mentos de Territorios nacionales, de Instrucción pública, de
Bienes desamortizados, de Fomento, de Obras públicas, de
Telégrafos y de Agricultura. *
Según un cómputo hecho por la .Contabilidad general en
tiempo de la Administración Ospina, (1859) las rentas cedidas
é las provincias en 1850 fueron las siguientes :
Diezmos $ 236,427
Aguardientes 170,141
Quintos de oro 74,920
Peajes 22,367
Hipotecas y registros 18,868
Impuestos varios 10,000 $ 532,723
I los gastos descentralizados estos :
Gobernaciones , $ 93,155
Tribunales 57,083
Fiscales 17,043
Juzgados . . . ; 94,653
Culto 69,221
Lazaretos, hospitales y colegios (apro-
ximación) 25,000 $ 356,155
Diferencia á favor de las provincias y en con-
tra de la nación. , $ 176,568
Hoy, después de treinta años, más que entonces, se ve á la
luz de los hechos cumplidos toda la fuerza que encerraban lo*^
razonamientos del Secretario de Hacienda de la Administra'"**^^
López. Los $ 228,000 mal contados que forman el totaly'^ ^^
rentas de las provincias en 1848, se han elevado en ^ Estados
canco ó seis millones de pesos que suman las ^ , _^ _
Estados. ^ ^n «1 tráfico de
* Según Ja ley 21 de 13 de Marzo de 1848, adex^-^ ^^^ destino á lOS
que quedan enumerados habia estos otros : el i't^OCO en el COmerciO ae
facturas y ComereiOf el de Instrucción pública
dad general.
— 266 —
Otra de las grandes medidas políticas y fiscales que ha
inñuido poderosamente en el desarrollo de la riqueza pública
y en la despreocupación de las masas, fué la desamortiza-
ción de los bienes del clero, llamados de manos mv^rtas. La
naturaleza de estos bienes, las dificultades que durante cerca de
veinte años ha presentado su venta, el papel de crédito porque
fueron vendidos y la circunstancia de habérselos apropiado el
Gobierno más como medida de guerra que como combinación
fiscal, causas fueron todas que no permitieron que la desamor-
tización fuera un recurso fecundo para el Tesoro. En cambio
sí lo ha sido, y mucho, para la sociedad, la que se ha apode-
rado de ese inmenso caudal y lo vivifica con su industria.
Pormenor de los bienes desamortizados :
Censos redimidos hasta 1871 $ 3.677,021
Deudas á plazo, pagadas 377,671
Bienes raíces rematados . . 7.478,574
Id. muebles y semovientes vendidos .... 106,098
Bienes ocultos 491,936
Eecaudado de 1871 á 1881 2.231,129
Producto en dinero 1.000,000
Existencias sin rematar 641,701
Total. $ 15.904,130
Ko están comprendidos en este cómputo los valores de las
muchas fincas que el Gobierno toinó para sí ni las que ha cedi-
do á los Estados y á los establecimientos de instrucción pública
y beneficencia. Con estos valores y el de varias fincas y capi-
tales perdidos, el total de los bienes desamortizados puede ser
estimado en $ 20.000,000.
Los bienes raíces rematados fueron valuados en $ 4.092,117
y la licitación los hizo subir á $ 7.478,574, esto es, casi ciento
por'ciento.
La industria colombiana no está aún, á pesar de estos es-
fuerzos y de estos resultados, en proporción con los recursos de
todo género que posee el país. Falto éste de brazos, falto de
vias comerciales y falto de espíritu de empresa, su marcha es
lenta y poco desembarazada. Han influido también en su atraso
el poco tiempo que cuenta de gobierno científico y la mala
^^uacion de sus ciudades. De éstas, las de alguna actividad
^^''\ntil están lejos de las costas ó lejos del Magdalena, único
mará i?olombia que ha sido mirado con interés. Bogotá misma,
pide ©nca>: o. ijna sabana sin rival en el mundo por su clima, por
darse oDtenu.;^ p^j. ^^ riqueza, está casi proscrita del mundo
de todas, proceu^n^g^ f^^^^^g j^^^i^^ ^^^^^ ^^ ^^ camino que
deltabaco,ñacaiQor- 1 Magdalena es malo, lo que hace que
sm que pudieran sostex.,,^ extranjeras haya que trasportarlas
soro nacional, m los gru ■' •^ ^ ^
— 267 —
'en espaldas de hombres con gran costo, gran riesgo y grandes
dilaciones.
Nuestras costas del mar Pacífico permanecen incultas y
solas en su mayor parte. No se han hecho exploraciones en
los extensos y fértiles países que poseemos del otro lado de la
Cordillera Oriental, ni en los grandes ríos tributarios del Ama-
zonas y del Orinoco, que deben damos salida hacia el Atlánti-
co por en medio de Venezuela y del Brasil. Las tribus salvajes
que nos rodean permanecen en el mismo estado de barbarie en
que las dejaron los conquistadores. Muchos de nuestros pue-
blos se arruinan y en pocos de ellos se levantan asociaciones
que presten mano fuerte al trabajo, á los bancos, á la construc-
ción de ferrocarriles, de canales, de muelles, &* Es por eso i)or
lo que el Gobierno ha hecho del fomento de las empresas mate-
riales uno de los ramos de la administración pública y por lo
que ha consagrado á él gran parte de los recursos del Tesoro.
Posee Colombia los tSiicos criaderos de platina que se cono-
cen en América, ricas minas de oro, algunas de platai y una de
las dos minas de esmeraldas que se explotan en el mundo. Sus
climas son variadísimos, pues basta subir un collado ó bajar
hacia una hondonada para pasar del extremo del calor al del
firio. Su Gobierno es de los más liberales de la tierra. Ha dado
libre la industria ; ha permitido la navegación de los rios sea
cual fuere la bandera de los buques que usen sus aguas ; ha abo-
lido las cuarentenas; no ha establecido derechos diferenciales 6
proteccionistas y ha concedido, en algunas épocas, ventabas es-
peciales á algunos lugares, como la franquicia otorgada á los
puertos de Buenaventura y de Tumaco (con aduanas interiores),
como la franquicia comercial concedida al istmo de Panamá
sin excepción alguna, como la concedida á la antigua provincia
del Chocó (con luanas interiores en Nóvita y en Quibdó) y co-
mo la concedida á las regiones del Caquetá y de San Martin
(con aduanas en Labranzagrande y en Medina) y como el puerto
libre de Cartagena. También ha recabado de Venezuela la
libre navegación del bajo Orinoco y del bajo Zulia, y que
nuestro comercio no pague en esos rios sino el 1 por ciento por
único impuesto.
En cuanto á la marina mercante se ha establecido que á
las embarcaciones mayores que quieran tener los derechos y las
obligaciones que por leyes y tratados correspondan á los buques
nacionales mercantes, les baste: 1? ser registradas en uno de
los puertos de la Eepública habilitado al efecto ; 2? tener una
patente ó documento que compruebe su nacionalidad 5 y 3? usar
la bandera colombiana. Los buques mercantes de los Estados
no necesitan de patente.
Ningún buque nacional puede ser empleado en el tráfico de
esclavos, en expediciones de filibusterismo con destino á los
puertos de Hispano-América, ni tampoco en el comercio de
vContrabando^
— 268 —
Las leyes de policía que deben ser observadas á bordo de
los buques son las del Estado litoral en cuya43 aguas se encuen-
tre el buque. En alta mar deben ser observadas las de policía
del puerto en que el buque se^ nacionalizó.
La Eepública ha tenido y tiene agentes diplomáticos y con-
sulares en los puertos y en las ciudades que siguen :
Acapulco
Amapala
Ambares
Amsterdan
Argel
Bahía
Baltimore
Barcelona
Birmingham
Bone
Brunswick
Bruselas
Burdeos
Cádiz
Callao
Caracas
Christianía
Coquimbo
Curazao
Dover
Dresde
Prankfort so-
bre el Mein
Gaad
Genova
Gibraltar
Gotemburgo
Gr-Grimsby
Guayaquil
Hamburgo
Havre
Kingston
La Guaira
La Serena
Lambayeque
Lie ja
Lima
Lyon
Liorna
Liverpool
Londres
Madrid
Manabí
Managua
Málaga
Manchester
Manzanillo
Maracaibo
Marsella
Martinica
Méjico
Miian
Motaganen
Moyobamba
Nántes
Ñapóles
ííiza
Nueva Orleans
Nueva York
Oran
Ostende
Paita
Paris
Philipeville
Pto-Oabello
Puerto-España
Pto-Príncipe
Puntarenas
Quito
Eívas
Eomá
Salvador
San Francisco
Saint-Nazaire
Santander
San Thomas
Sidney
Southampton
Stattin
Sucre
Táchira
Tampico
Toumay
Trieste
Turin
Tusa
Valparaíso
Veracruz
Viena
Washington
Hay agentes diplomáticos y consulares de Europa y de
América en los siguientes lugares de la Union :
Buenaventura David
Honda
Medellin
Panamá
Portobelo
Eiohacha
Sabanilla
San Andrés
Santamarta
Tumaco
Aguadulce
Arauca Cali
Barranquilla Cartagena
Bocas del Toro Colon
Bogotá Cúcuta
Bucaramanga
Las principales manufacturas de Colombia son : paños, loza,
objetos de hierro, vaquetas, sillas de montar, muebles, ruanas,
mantas, lienzos, frazadas, alpargatas, utensilios de madera,
barnices, hamacas, sombreros, &c.
Colombia comercia con la Francia, la Inglaterra, la Ale-
mania y los Estados Unidos, y algo, aunque poco, con España
é Italia. También comercia con las ciudades libres de Ham-
burgo, de Brémen y de Lubec.
Algunos regulan el comercio de Colombia con Venezuela en
más de un millón de pesos al año, y con el Ecuador en medio
..>
tnillon. El comercio con Eiiíopa y América no puede bajar lioy
en dia de doce millones de pesos al año.
Las esmeraldas exportadas en 1859 alcanzaron á 201,474
quilates.
El comercio colombiano está gravado tan solo en sti ímpor-
.tacion. Comprende ésta los deíechos sobre las mercaderías
que se introducen y sobre las toneladas, prácticos, depósito,
nacionalización de buques, comisos y multas ; la exportación,
que lo estaba con un impuesto sobre la quina y el tabaco, es
absolutamente libre. *
El sistema de aduanas está basado en el peso bruto^ divi-
didos los efectos en cuatro clases.
Hubo en otro tiempo oficinas de comercio 6 aduanas interio*
tes en Bogotá, en Honda, en Medellin y en Cali.
Ko obstante que la situación industral del país no es lison-
jera, su progreso en todos sentidos desde la época de la Inde-
pendencia para acá forma contraste con la babarie y la miseria
del tiempo de la colonia» De 1819 á 1830 poco más aA^anzó la Ee-
pública por haber estado casi siempre sujeta á un régimen ina-
decuado á la índole civil de los colombianos. De 1830 á 1850,
yá no hubo régimen militar; pero la administración pública se
resistía aún á abandonar las i)reocupaciones coloniales en ma-
terias políticas, civiles, religiosas é industriales y unos partidos
servían bien á la libertad y otros le tenían miedo á ésta porque
la confundían con la licencia. La instrucción pública, mal com-»
prendida, estaba pésimamente organizada, y nuestros Presi*
dentes no se diferenciaban de los Yireyes : se gobernaba mucho
iy se hacía poco. Fué solo de 1850 en adelante que el Gobierno
se resolvió, de firme, á completar la obra de nuestros proceres
y volvió á pensar en la libertad y en la federación. Treinta años
han bastado para que yá no se pueda volver atrás en la obra
de 1810.
Hoy el Pueblo y el Gobierno no tienen otra cosa que hacer
sino llevar el sistema federal con valor y con doctrina hasta
sus últimos desarrollos. Ese sistema dará al país todo lo que
él necesita, y se lo dará en poco tiempo. La vida pública ha
pasado á las secciones, y hay que poner á éstas en posesión de
todos sus derechos y de todos sus gérmenes. La felicidad dé
Colombia está hoy en los Estados y la de éstos en las mejoras
materiales.
XV -
ÍÍÍSTRÜCCION PUBLICA,
"La masa general de los granadinos,'' dice Eestrepór, "estu-
co sumida en la más profunda ignorancia cerca de tres siglos^
ó en todo el tiempo que los españoles dominaron estos países-
* Exceptuamos el peaje ñuvial del rio Magdalena, el producto del cual
está aplicado á la inejoni del dicho rio.
— 270 —
Los indios, los esclavos, los labradores y los artesanos, etír
decir, los cuatro quintos de la población no aprendian á leer
porque eran muy raras las escuelas primarías, que solo se encon-
traban en algunas villas y ciudades populosas. Estas escuelas
no fueron dotadas por el Gobierno español sino por los Cabildo»
ó los particulares. No sabiendo leer ni escribir la masa de la
población, sus conocimientos religiosos se reducían á un breve
catecismo, que los padres ensebaban á sus bijos ó los curas á
sus feligreses, y á las prácticas del culto exterior que veian
desde niños. La moral estaba reducida á las máximas que oían
predicar á sus curas en los sermones parroquiales.
"Los hijos de los propietarios más acomodados, de los merca-
deres, de los comerciantes y empleados en el Gobierno y adminis-
tración de las rentas recibían mejor educación ; pero estos mis-
mos en lo general solo aprendian á leer, escribir y contar. Algu-
nos seguian también sus estudios en los colegios para adoptar
una de dos carreras : se hacían clérigos ó abogados.
"En la Nueva Granada había dos colegios en Santafé, do»
en Quito y seminarios conciliares en Cuenca, Popaj^an, Pana-
má, Cartagena y Santamarta, y dos Universidades: una en San-
tafé y otra en Quito. Los colegios de Santafé y el seminario de
Popayan eran frecuentados. Sin embargo, los estudios estuvie-
ron siempre en mal estado. Algunos principios de gramática
latina, sin conocer antes los de la lengua castellana; la filosofía
peilpatética estudiada en latín; en jurisprudencia el derecho
civil de los romanos, el canónico ó las decretales de los Papaa
aplicados por rancios comentadores ; en teología moral y dogmá-
tica, üiútiles cuestiones introducidas por los peripatéticos, que
servian muy poco para conocer la religión cristiana y la moral :
hé ahí á lo que se reducían los estudios clásicos. En los últi-
mos años antes de la revolución se estudió la medicina en Ca-
racas y en Santafé, donde se formaron algunos médicos.
"La química era desconocida absolutamente y lo mismo
sucedía con la mecánica, la hidráulica y con casi todas las cíen-
cías físicas y matemáticas, que tanto sirven para aumentar las
riquezas y perfeccionar las artes. Aun era prohibido en la Nue-
va Granada enseñarlas en los colegios ; y poco antes de la re-
volución hemos Aásto con escándalo de los granadinos que no
se permitió tener un acto de conclusiones públicas de aritméti-
ca y geometría. Los españoles que dirigían los estudios obser-
vaban la máxima de que los criollos no debían aprender otra
cosa que la doctrina cristiana, para que permaneciesen sumisos.
"En los estudios privados se formaban algunos literatos^
pues tanto en Venezuela como en la Nueva Granada había una
pasión bastante decidida por las bellas letras. De las lenguas
únicamente se estudiaban el latín, el italiano y el francés, de tal
suerte que la literatura francesa era la más conocida y la que
se tenía por modelo. El estudio del derecho público y de la po-
lítica estaba prohibido severamente por el Gobierno espanoL
— 271 —
Solo en el silencio de sus gabinetes y con gran riesgo de sirfriír
las visitas inquisitoriales podian algunas personas tomar lige-
ros conocimientos en estos ramos tan ne^cesarios para el régi-
men y la felicidad de las naciones. La ilustración de la Nueva
Granada se hallaba circunscrita á las ciudades de Santafé, de
Popayan y de Cartagena y la mayoría creia como artículo de
fe que la autoridad de los reyes les venia del cielo, según se lo
oian predicar á su cura todos los domingos y tenían al rey de
España Como á un semidiós, á quien debían obedecer so i)ena
de pecado mortal él más grave.''
La Constitución de 1821, para destruir semejante barbarie
social proclamó los siguientes principios :
*^ La soberanía reside esencialmente en la nación. Los ma-
gistrados y oficiales del Gobierno investidos de cualquiera es-
pecie de autoridad, son sus agentes ó comisarios y responden á
ella de su conducta pública."
"Es un deber de la naciom proteger cotí leyes sabias y equi-
tativas la libertad, la seguridad, la propiedad, y la igualdad de
todos los colombianos."
"Todos los colombianos tienen el derecho de escribir, de im-
primir y de publicar libremente sus pensamientos y opiniones
sin necesidad de examen, remisión ó censura alguna anterior á
la publicación."
" Ningún género de trabajo, de cultura, de industria ó de
comercio será prohibido á los colombianos^ excepto aquellos
que ahora son necesarios para la subsistencia de la República,
que se libertarán por el Congreso cuando éste lo juzgue opor-
tuno y conveniente."
" Todos los extranjeros, de cualquiera nación, serán admiti-
dos en Colombia y gozarán en sus personas y propiedades de
la misma seguridad que los demás ciudadanos, siempre que
respeten las leyes de la República." *
Entre las atribuciones exclusivas del Congreso estaba la que
sigue: " Promover con leyes la educación pública y el progreso
de las ciencias, de las artes y de los establecimientos útiles, y
conceder por tiempo limitado derechos exclusivos para su esti-
mulo y fomento." De acuerdo con esa atribución fué expedida
la ley de 10 de Marzo de 1826 sobre organización y arreglo de
la instrucción pública. A pesar de tener esa ley más de medio
siglo hoy han vuelto á ser puestas en uso muchas de sus más
importantes disposiciones. Hacemos en seguida un extrato de
ellas.
La instrucción general se debía dar en escuelas de enseñan-
za primaria y elemental en las parroquias y en las cabeceras de
cantón, y la de las ciencias generales y especiales en las univer-
* Esta misma Constitución prohibió las fundaciones de mayorazgos y toda
clase de vinculaciones, y extinguió los títulos de honor concedidos por el Oo-
'biemo español.
^ 272 —
fiidatles departamelatales y centrales. (TJn Departametíto en
1826 era quizá más jsn'ande que un Estado de hoy).
La enseñanza pública debía ser gratuita, común y uniforme
en todo el país.
Debia haber en la capital de la Eepóblica una Djreceíon
general de instrucción pública bajo la inmediata autoridad del
Grobierno, y correspondía á esta Dirección : 1? dirigir todo» losP
establecimientos de ensenanza pública y velar sobre ellos } 2?
promover la simplificación y mejora de la enseñanza; 3.o man-"
tener correspondencia con los empleados del ratno; 4.o formar
los reglamentos para el arreglo literario y el gobierno económi-
co de las escuelas, colegios y universidades, reglamentos que
aprobaba el Congreso seglin el informe del Poder Ejecutivo ; 5.^
promover la redacción, la traducción é impresión de las obras
clásicas y elementales que debían ser estudiadas en las escuelas
y universidades y cuidar de la conservación y aumento de las
bibliotecas públicas ; G.o visitar los establecimientos púbhcos y
7.0 promover por medio de los periódicos el celo de los maestros
por la mejor educación de la juventud ; 8.o promover todo la
que sirviese de fomento de la educación moral y política de los
colombianos, x>éira lo cual debían recoger los actos de virtud^
de humanidad, de beneficencia, de generosidad y los sacrificio»
notables por la Patria, para recomendarlos á la estimación pú-
blica y al reconocimiento nacional ; 9.o exigir del Gobierno la^
suspensión de los maestros y superiores que faltasen al cum-
plimiento de sus deberes ; y lO.o dar un informe anual al Con-
greso por conducto del Poder Ejecutivo sobre el estado de la
enseñanza y pedir las reformas necesarias.
En las capitales de los Departamentos en donde habia co-
legios habia también sub-direcciones de Instrucción pública.r
Se mandó crear una Academia literaria en la capital de la
Bepública, con el objeto de establecer, de fomentar y de propa-
gar en el país el conocimiento y perfección de las artes, de las
letras, de las ciencias naturales y exactas^ de la moral y de la
política.
En las capitales de los Departamentos debían establecerse
sociedades de amigos del país con el objeto de promover la»
artes útiles, la agricultura, el comercio y la industria. Dicha»
sociedades debían publicar un Anuario departamental que con-
tuviese nociones claras y exactas para diíVindir los buenos co-
nocimientos, "por ser estos los que destruyen las preocupacio-
nes perjudiciales y corrigen los vicios déla primera educación.''^
El Anuario debía dar noticia de los tribunales y juzgados y de
las Municipalidades de los Departamentos, de los maestros que
se distinguiesen en la enseñanza pública y de los discípulos
que sobresaliesen por su aprovechamiento y buena conducta, y
todo lo que contribuyese al progreso de la moral pública, del
patriotismo y de la beneficencia. También debia contener los
descubrimientos útiles de la agricultura y de las artes f el esta*^
^273 —
do de tina y de otra y del comercio, con expresión del valor
de los frutos y géneros, las observaciones meteorológicas, y las
producciones minerales y vegetales más importante del sudo
respectivo.
En todas las parroquias de cada cantón debia haber una
escuela de niños por lo menos y una de niñas en las que esto
fuera posible. En esta^ escuelas primarias se enseñaban los fun-
damentos principales de la religión, los primeros principios de
motal y de urbanidad, á leer y á escribir, las primeras reglas de
la aritmética, la gramática y la ortografía castellanas (compen-
diadas) y el catecismo político-constitucional, No se pedia ser
maestro sin haber suMdo un examen público y una rigurosa
censura.
En los pueblos cabeceras de cantan debia haber una casa dé
enseñanza para instruir á los niños extensamente en ciertas
materias. En la capital de cada Departamento debia ser esta-
blecida una universidad para la enseñanza de las lenguas
francesa, inglesa y griega, de la gramática latina combinada con
la castellana, de la elocuencia y de la poesía, de las matemáticas,
de la física, de la geografía, de la cronología, de la lógica, de la
idiología, de la moral y del derecho natural, de la historia natu-
ral, de la química y de la física experknental. También debían
darse en esos institutos enseñanzas de jurisprudencia y de
teología, de legislación universal, de instituciones y de historia,
de derecho civil romano, de derecho patrio, de derecho público
y político, de derecho constitucional, de economía política, de
derecho público eclesiástico, de instituciones canónicas, de his-
toria eclesiástica, de fíindamentos de religión y lugares teoló-
gicos, de instituciones teológicas y morales, de sagrada escri-
tura y de estudl^os apologéticos del catolicismo. En cada uni-
versidad debía haber una biblioteca pública, un gabioete de
historia natural, un laboratorio químico, un jardín botánico y
una imprenta.
Los seminarios conciliares debían estar á cargo de los prela-.
dos eclesiásticos, pero sus reglamentos debían ser aprobados
por el Congreso. Los seminaristas podían optar grados acadé-
micos.
Debía haber universidades centrales en las capitales de Cun-
dinamarca, de Yenezuela y del Ecuador. Estas universidades
comprendían las escuelas de medicina. "No se podía estudiar
jurisprudencia ni teología sino después de haber estudiado cas-
tellano, latin, matemáticas, física, lógica, metafísica, moral y
derecho natural.
En los pueblos en donde habia Cortes Superiores de justicia,
debían establecerse academias ó escuelas de abogados, para la
práctica de las leyes, de la elocuencia del foro, de las fórmulas
y de los procedimientos judiciales. En los puertos debían
crearse escuelas especiales de astronomía y de navegación, de
construcción naval, de artillería, de ingeniería geográfica, de
18
I
— 274 —
é
eosmografifa, efe hidrografía^ de minas, de comercio, de agrícnl;
tara experimental y de belJas artes» En los pueblos pose^dores^
de minas de oro y de plata ó de otros metales debian estable-
cerse escuelas de niños para la enseñanza de la geometría
práctica subterránea, de la física y de la mecánica aplicada.
Al museo fundado en la capital de la Eepública por decreto
de 28 de Julio de 1823 debia dársele la extensión necesaria
para fundar en él una escuela general de las enseñanzas d^
aplicación.
Las cátedras debiau ser provistas por oposición, para lo
cual habla un cuerpo de examinadores compuesto de cinco doc-
tores de la facultad respectiva, nombrados cada año por la Dír
reccion general. Los servidores de la instrucción pública te^
nian derecho de jubilación, y los alumnos que sobresalían potr
su conducta y aplicación eran enviados á Europa á perfeccio-
narse en sus estudios, pero quedando obligados á servir en el
ramo de la instrucción pública á su regreso al país.
Las rentas de las universidades eran las que en seguida se
expresan: 1? las propias de dichos establecimientos;; 2? la^
dotaciones especiales de cátedras ; 3? los principales donad<^
á la instrucción pública \ 4? los principales de temporalidades
de los jesuita«; 5? las rentas de los conventos suprimidos ; 6? las
rentas de las canongías aplicadas antes á la Inquisición ; 7? dos
mil pesos de las vacantes mayores y menores de cada obispar
do ; y 8? las fundaciones de capellanías y de patronatos de lego^
qu^ debian proveer los juzgadX)s de bienes de difuntos en favó^
de los hijos de los Oidores de las antiguas Audiencias^ Los lo-
cales de los conventos suprimidos correspondían también á las
universidades y colegios.
Para optar grados en las universidades y para recibirse de
abogado de la I^pública no era impedimento ser hijo ilegítimo.
La ley 15 de 6 de Agosto de 1821 mandó establecer escuelas
de niñas en los Conventos de religiosas de acuerdo con el breve
de su Santidad inserto en la cédula española de 8 de Julio de
1816. y dijo : "los respectivos prelados eclesiásticos harán enten-
der a las religiosas, el importante servicio que van á hacer á^
Dios y á la Patria dedicándose con gusto y con la actividad
que es de esperarse de su amor á la virtud y al bien público, á
dar una completa educación á las niñas y á las jóvenes.'?
La ley 1* de 28 de Junio de 1823 mandó establecer en Bo^
gota un colegio de Ordenandos. Fueron cedidos á este colegio
el convento de los padres capuchinos, sus alhajas, paramento»
y biblioteca, y los réditos de algunas capellanías eclesiástl-^ .
cas de jt*rd devoluto fincadas en la provincia de Bogotá y una,
por ciento de las cofradías de la diócesis del mismo nombre.^
La ley 16 de 31 de Marzo de 1832 mandó dar del tesoro
$ 600 por año al monasterio de Santa Gertrudis para auxilio d%
la enseñanza. » ;
La ley 2* de 21 de Mayo de 1833 mandó dar al colegio acad'é-!
LÍ »'
— 275 —
\
*~ _ --■ * • , - - -.»
inioo dé Medéllin $ 2,000 por año de la parte que correspondía
6 la cliócesis de Antioquia de la renta decimal.
La ley 4* de 17 Marzo de 1834 mandó dar $ 2,000 por año al
<M)legio seminario de Santamarta, los cuales debian ser tomados
clel ramo de vacantes ó del tesoro público.
La ley 3* de 21 de Mayo de 1835 suprimió las cuatro becas
íque habia en el colegio de MedeUin y aplicó sus fondos á la
dotación de una clase de química y metalurgia.
La ley 1* de 29 de Abril de 1836 mandó que en cada una de
las Universidades de la Eepública se diesen enseñanzas mili-
tares, compuestas de náutica, de matemáticas puras, de arti-
llería, de fortificaciones y de práctica militar y ciencia de la
^erra, y que fuesen educados en ellas por cuenta del Tesoro
liasta 40 jóvenes. En la clase de náutica se enseñaba geometría,
astronomía, geografía, trigonometría, cosmografía, navegación,
pilotaje, dibiyo, inglés, francés, maniobras y faenas de buque;
En la clase de artillería y fortificaciones se enseñaba á describir
y analizar los diferentes sistemas de líneas fortificadas, á cons-
truir baterías y reductos, á calcular el trabajo, el tiempo y los
materiales necesarios para la construcción de las diferentes
obras de campaña, puentes militares, paso y defensa de los
.üos, fortificaciones permanentes, conocimiento y uso de las
í>íezas de artillería, parques, &c. En la clase de ciencia de la
fierra se enseñaban la táctica de infantería y de caballería,
«esde la instrucción del recluta basta las maniobras de línea,
los deberes del militar en campaña y en guarnición, la organi-
^iacíon del ejército, las marchas, el orden de batalla, la eslíate-
gÍQ,^ la castrametación, los reconocimientos militares, el servicio
de Estado Mayor y el dibujo topográfico.
' Los cursos de los alumnos militares eran de 4 años para la
marina, la artillería, la ingeniería y el Estado Mayor, y de 3
para la infantería y la caballería.
La ley 5* de 17 de Mayo de 1836 declaró colegio público
ía casa de enseñanza de la villa de Chinquinquirá.
La ley 11 de 1838 mandó refundir el colegio de Ordenandos
^11 el Seminario de San Bartolomé y dio el edificio del conven-
to de Capuchinos, sus huertas y solares al colegio de niñas do
la Merced de Bogotá.
La ley 12 de 6 de Agosto de 1838 mandó establecer un cole-
gio de niñas en la ciudad de Cartagena y le dio fondos.
La ley 9 de 28 de Abril de 1840 separó el Seminario Conci-
Mar de la ,arquidiócesis de Bogotá del colegio nacional de San
Bartolomé y permitió al Arzobispo hacer los estatutos del Se-
minario, los cuales empero no podían regir sino después de ser
aprobados por el Poder Ejecutivo. También era necesario el
pase de éste para nombrar el Rector del Seminario. Por esa
misma ley le fueron asignados al Seminario Conciliar el
3 por ciento de las rentas eclesiásticas, de acuerdo con lo que
manda el concilio de Trento, el capital de $ 5,600 que dio el
V
— 276 —
Arzobispo Claudio Álvarez Quiñones para la ftindacion dé
(juata^o becas en dicho Seifninario, y las rentas, los bienes- y laa
alhajas que pertenecían al colegio de Ordenandos establecida
en el convento de Capuchinos.
La ley 4* de 16 de Mayo de 1840 dispuso lo siguiente : "Lo»
colegios que existen en las provincias y los que en adelante se
establezcan en ellas costeados del tesoro quedan bajo la direc-
ción de las Cámaras de las provincias, á las cuales correspon-
de diotar ordenanzas y resoluciones sobre recaudación, admi-
nistracidn y contabilidad, de sus rentas y fondos ; sobre crea-
ción, supresión, dotación y provisión de cátedras y sobre todo
lo demás relativo á la enseñanza, prefiriendo aquellos ramos de
las ciencias matemáticas, físicas y naturales de una utilidad
más positiva según las circunstancias de cada provincia, y los
idiomas vivos, la geografía y la historia. Podrán destinarse de
las rentas la parte necesaria para hacer traer de países extran-
jeros profesores, máquinas é instrumentos, aparatos, libros y
todo lo demás que se requiera para establecer la enseñanza
práctica de aquellas ciencias experimentales y ramos industria-
les que prometan más para la prosperidad de las respectivas
provincias* Se exceptúan de la disposición anterior los colegios
seminarios, en los cuales serán estudiadas las ciencias eclesiás-
ticas bajo la dirección de los respectivos prelados, y las funda-
ciones particulares que haya en los colegios hechas para dar
enseñanzas determinadas,, las cuales no podrán ser distraídas
de su objeto. Las universidades quedarán bajo la dirección del
Poder Ejecutivo, y en ellas se enseñarán de preferencia la
jurisprudencia y la medicina."
La ley S'í de 15 de Mayo de 1841 amplió las facultades con-
cedidas á las Cámaras de las provincias y dispuso que los cursos
de jurisprudencia y de medicina que habilitaban para recibir
grados de estas facultades debian ser ganados en las universi-
" dades. Sin embargo, no se prohibía dar las enseñanzas á^
dichos cursos en los seminarios, colegios provinciales y demás
casas de educación después de enseñadas las materias preli-
minares.
Lajs universidades de la Eepública daban grados de bachi-
ller, de licenciado y de doctor en derecho canónico para los
efectos eclesiásticos.
La ley 2* de 7 de Junio dé 1841 mandó establecer en la
Eepública escuelas especiales del arma de artillería.
La ley 6 de 10 de Abril de 1842 declaró que las cátedra» de
jurisprudencia y de medicina de los colegios de San Bartolomé
y del Eosario pertenecían á la Universidad Central.
- La ley 7 de 21 de Mayo de 1842 ordenó que la Universidad
Central, el colegio de San Bartolomé, el Museo y la Biblioteca
nacional quedasen bajo la dirección de un solo empleado, al cual
se le llamó '^^Eector de la Universidad y del colegio de San
Bartolomé.'' El Poder Ejecutivo regia está Uiiiversidad pOr
— 277 —
medio de este empleado, á quien nombraba y removía libremen-
te. La Junta de inspección y gobierno dejó de ser compuesta de
doctores y fué organizada con los catedráticos y superiores de
los respectivos establecimientos. Esta disposición se hizo exten-
siva á todas las universidades de la Eepública.
La ley 20 de 26 de Junio de 1842 mandó establecer en cada
capital de provincia una escuela normal de educación primaria.
Estas escuelas estaban bajo la inmediata inspección de los Go-
bernadores. El sueldo anual de los directores de estas escuelas
no podía exceder de $ 1,200 ni bajar de $ 500. Los directores
eran nombrados y removidos libremente por los Gobernadores,
pero necesitaban para entrar á desempeñar su empleo presen-
tar un examen público y ser aprobados por cinco examinadores.
En los lugares en donde las rentas no alcanzaban para
pagar la escuela duraba ésta cerrada mientras se acopiaban
fondos para abrirla nuevamente. Los padres y los guardadores
de los niños debían mandar á éstos á las escuelas así : el que
tenia dos 6 tres niños mandaba por lo menos uno, y el que
tenia cuatro mandaba dos. Los que habitaban á mas de media
legua de distancia de la escuela no estaban obligados á con-
.corrir á éUa.
La ley 21 de 2 de Mayo de 1843 derogó íntegramente el
.plan general de estudios de 1826.
La ley 8? de 6 de Abril de 1844 auxilió las Universidades
con las rentas que se pasa á expresar : I.» hasta con $ 6,000
de los sobrantes de las cuartas episcopales ; 2.o lo que de las
cuartas episcopales se deducía en otro tiempo para el seminario
de nobles de^ Madrid según una real orden de Carlos III ; 3?
los sobrantes de los fondos de reclusión de las provincias ; y .4?
. lo que produjera el papel sellado en que se expídían los títulos
de doctor.
Los tesoreros de las 'universidades y los síndicos de los
. colegios tenían en el cobro de las rentas y capitales de estos
establecimientos la facultad coactiva de , los tesoreros de la
hacienda nacional.
Los exámenes y certámenes presentados en los colegios
provinciales conforme al plan de instrucción pública eran
reputados como si se hubieran hecho en las universidades.
Esta misma disposición regia respecto de los seminarios.
En 1844 se mandó establecer un colegio de niñas en la
ciudad de Panamá y se le dieron couio auxilios las alcabalas
de reedificación de casas incendiadas.
El Presidente Santander hizo en todos tiempos grandes es-
fuerzos por establecer sobre bases sólidas la enseñanza pública
en el país, y á él se debió que en su administración fuera intro-
ducido en las escuelas el sistema de Lancaster, así como el que
éstas llegasen á tener cerca de 20,000 alumnos, pocos para una
nación de más de dos millones de habitantes, pero muchos para
su época. Desde 1832 la Bepública. había sido dividida en tres
— 278 —
tiniversidades ó distritos xiniversitarios, á saber : el del Ceií-
tro, el del Cauca y el del Magdalena. El 15 de ííoviembre del
mismo año fué creada una Academia nacional^ qae^ como
alguien lo observó, por estar compuesta de notabilidades polí-
ticas no tuvo raíces ni dio frutos.
Cuadro del personal y de las cátedras d^ las tres Universi-
dades de la república en 1847 :
¿
It
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Universidad del pri-
Facultad
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Facultad
jurisprud
Facultad
teología.
11
1
mer distrito
242
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Id. del segundo
132
17
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Id. del tercero
138
• • * •
17
• • * •
155
13
512
49
134
44
747
55
Las rentas de estas Universidades eran las siguientes:
Universidad del primer distrito $ 31,469
Id. del segundo id. 21,984
Id. del tercer id ,18,769 $ 72,222
Cuadro del personal y de las rentas de los seminarÍQS y
colegios de la Eepública en 1847.
SEMINARIOS.
Provincias. Alumnos. Cátedraa
Antioquia 82 4
Bogotá 36a 9
Cartagena. ^.
Pamplona 14 2
Panamá . . , 49 3
Popayan
Santamarta 66
571 18
Rentaa
3,126
18,717
10,389
588r
2,004
1,347
5,542
9 41,712
1
J
— 279 —
«GOLEaiOS FSOYINCIALES.
Lugares. Alamnos. Cátedras. RentitSk
Medellin Sá 4 * 7,817
La Merced (Bogotá) 33 4 12,331
Santa Librada (Buenaventura). . . 204 6 4,676
Cali (de niñas) .... 4,264
Baga 62 3 1,931
Cartago 61 3 2,734
San Simón (Ibagué) .
San Pedro (Mompos). 3,161
líeiva .... 655
Pamplona 30 2 1,565
Moridablanca (Pamplona) 9,799
í'anamá 86 3 6,401
San Agustin (Pasto) 78 3 3,406
Socorro 1,062
SanGil : 2,674
Boyacá (Turna) 141 14 10,566
Yélez 22 3 854
OWquinquirá 70 3 925
San José (Antioquia) 93 3
Totales 954 50 $74,711
Pormenor de las escuelas de niños y de niñas que tenia la
Bepública en 1847 :
ESCUELAS PÚBLICAS.
Provincias. Escuelas. Kifios. Escuelas. Nifias.
Antioquia
Bogotá
Barbacoas.
Buenaventura
Cartagena
Gasanare
Cauca
Chocó
Mariquita
Mompos
Weiva
Pamplona
Panamá
Pasto
Popayan.
Biohacha
52
2,685
1
53
51
3,016
5
288
5
140
• « • •
5
471
• • • •
29
1,478
1
72
• . " •
12
"939
• • • »
• • • •
4
184
« • • «
18
713
1
22
29
1,047
• • • •
10
910
1
64
14
757
1
42
18
608
• • • •
4
244
1
28
22
890
2
161
10
552
• • • •
Pasan 283 14,633 13 720
— 280 —
ProTineías. Eseaelaa.
Vienen 283
Santamarta. 34
Socorro 27
Tunja 71
Túquerres
Yólez 26
Veraguas 11
462
mfiM.
EmosIm.
KíBw.
14,633
13
720
1,296
2
95
1,223
1
66
2,303
4
166
674
229
132
20,358 22 1,159
ESOTTBLAS PSIYADAS.
ProYÍnoíafi.
Antioqnia
Bogotá
Barbacoas
Bnenaventora .
Cartagena. ... .
Gasanare
Cauca
Chocó
' Mariquita
Mompos
Neiva. c.
Pamplona
Panamá. >
Pasto
Popayan
Biohacha
Santamarta. . . .
Socorro
Tunja
Túquerres
Vélez
Veraguas
Escuelas.
Nifios.
Ensa.lM.
NifiM.
38
698
47
661
29
663
31
^2
5
29
2
9
16
266
22
246
30
337
46
41»
• • • •
20
* ' ¿ii
m m m m
41
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6
5
19
4
42
6
84
28
167
42
294
7
46
12
90
10
109
9
64
34
232
37
310
16
307
. . . •
33
534
6
63
1
19
9
145
6
90
23
304
3
26
7
89
9
175
9
. 66
• • • *
2
" ' "28
• • . .
3
""i¿
2
15
8
39
294
3,899
365
3,712
BESÚMEN.
Escuelas públicas de niños 452
Id. privadas de id 294
Total... 746
Alumnos 20,368
id 3,899
id. 24,257
— 281 —
Biscnelas públicas de niñas 22
Id. privadas de id 365
Total 387
Alumnos.^
id
1,169
3,712
id 4,871
Total de escuelas 1,133.
Id. de educandos 29,118.
Cuadro de las rentas p;royinciales, municipales y comunales
de la educación popular en el año económico de 1846 á 1847 :
l'roFÍneias.
Antioquia
Barbacoas. . . .
Bogotá.
Buenaventura.
Cartagena. . . ,
Casanare
Cauca
Chocó ....
Mariquita.
Mompos
Kéiva
Pamplona ....
Panamá
Pasto
Popay an
Biohacha
Santamarta...
Socorro
Tunja
Túquerres
Vélez
Veraguas
Provinciales.
696
Municipalee.
$
976
106
228
1,292
228
1,691
40
11,035
74
4,604
7,027
1,672
568
342
158
Comunales.
10,087
128
320
3,712
4,192
2,839
395
4,223
1,706
5,253
939
2,102
2,879
406
1,561
214
Totales.
10,783
128
320
4,688
4,640
' 3,067
1,687
4,223
1,934
6,944
939
2,300
11,035
2,953
4,604
7,433
10,351 10,351
3,133
782
Totales..... $ 30,137 $ 500 $ 51,307 $ 81,944
La legislación nacional continuó ocupándose todos los años
del importante asunto de la instrucción pública, pero siempre
de un modo secundario, pues se creia entonces. quizá que este
primordial objeto social no debia ser asistido de firme por el
Gobierno sino solo con reglamentos y auxilios insignificantes,
tales como el cobro de un impuesto sobre la extracción de cada
librado platino, el de otro sobre el degüello de ciertos ganados,
la cesión de tierras baldías, el gravamen sobre las tiendas de
licores, el de los bailes (de uno á cuatro reales por noche), el
— 282 —
tmbajo personal y la renta de los hospitales elaosorados. Como
un estímulo muy grande decía la ley 4^ de 9 Mayo de 1846 :
^^ Estarán exentos de empleos concejiles y de servir en el ejér-
cito x>ermanente los directores de escuelas privadas de prime-
ras letras, siempre que éstas tengan un número de alumnos que
no baje de dieziseis, que den lecciones diarias y que los dis-
cípulos presenten dos exámenes en el año según los reglamentos
del caso.^
La ley 4^ de 8 de Mayo de 1848 dio libre la enseñanza en
todos sus ramos. Los particulares pudieron establecer entonces
casas de educación y enseñar en ellas lo que tuvieron á bieuL
pero respetando las leyes y las buenas costumbres y dando el
aviso del caso á la respectiva autoridad política del lugar. Esta
misma ley dio á los prelados diocesanos la facultad de dirigir
los seminarios conciliares según su voluntad, y dispuso que los
jefes de los establecimientos literarios, así públicos como priva-
dos, pasasen á la Dirección general de instrucción pública en el
mes de Diciembre un cuadro del número de alumnos que tuvie-
sen á su cargo, con expresión de la edad, materias que hubie-
ran estudiado, capacidad, aplicación y conducta, á ñn de que
ese cuadro sirviese para la formación del general que debia ser
pasado anualmente al Congreso.
La ley 7? de 21 de Mayo de 1849 autorizó á los colegios
provinciales y de particulares, sujetos ó pó al régimen univer-
sitario, para conferir grados académicos en todas las faculta-
des. Fueron exceptuados de esta disposición los grados de
teología y cánones, los cuales solo podían ser conferidos por
las universidades y los seminarios conciliares. El grado de
bachiller en las facultades de literatura y de filosofía fué eli-
minado.
Finalmente, la ley de 15 de Mayo de 1850 dijo : " Es libre
en la Eepública la enseñanza de todos los ramos de las ciencias,
de las letras y de las artes.'' ^^ El grado ó título científico no
será necesario para ejercer profesiones científicas, pero pueden
obtenerlo las personas que lo quieran. Exceptúanse los farma-
ceutas, quienes deben tener su título correspondiente." ^^Supri-
mense las universidades. Ld)^ edificios, bienes y rentas de que
hoy disfi*utan éstas se aplicarán al establecimiento de los cole-
gios nacionales. Entiéndese por estos colegios los que ñieren
establecidos y sostenidos con los bienes y fondos de las uni-
versidades." ^' Para expedir títulos habrá en cada colegio pú-
blico ó privado un consejo de profesores compuesto de cuatro
individuos."
Á pesar de la ley de que hablamos, el Congreso siguió ocu-
pándose del fomento de la instrucción pública, pero siempre
desde puntos de vista muy secundarios. En 1861 fué mandado
organizar un colegio militar. En 1863 la Constitución nacional
dispuso que el fomento de la instrucción pública quedase á
cargo del Gobierno General y de los Gobiernos de los Estados,
— 283-^
y en 1865 fué creado el Institato nacional de Artes y de*
Oficios.
La situación prodncida por la ley de 21 de Mayo de 1849'
duró diezisiete años. El 22 de Diciembre de 1867 fué expedida
la ley 66j la cual autorizó plenamente al Ppder Bjecutivo para
entrar en arreglos con el Gobierno de Oundinamarca y con la
Municipalidad de Bogotá con el objeto de organizar una uni*
versidad en la capital de la XJnion con el nombre de " Univer-
sidad nacional de loi^ Estados Unidos de Colombia.'' Dicha
Universidad debía constar de seis Escuelas ó Institutos espe-
ciales, así : de Derecho, de Medicina, de Ciencias naturales, de
Ingenieros, de Artes y de Oficios y de Literatura y Filosofía ;
y tener anexos á esas Escuelas la Biblioteca nacional, el Obser-
vatorio astronómico, el Museo nacional y los hospitales. Los
reglamentos de la Universidad debian ser dictados por el
Presidente de la Eepública y debia ser gratuita la enseñanza
de ella para todos los que se presentasen á recibirla. Debia
haber hasta setenta y dos alumnos (ocho por cada Estado)
pensionados por el Tesoro.
La ley 27 de 30 de Mayo de 1868 modificó la de 22 de Setiem-
bre de 1867 diciendo : "La ingerencia del Gobierno General en
el ramo de instrucción pública tiene por objeto: 1? el sosteni-
miento de la Universidad nacional ; 2.o el sostenimiento de
escuelas normales de niños y de niñas para la formación de
institutores y de institutoras ; 3.o el establecimiento de escue-
las públicas de instrucción primaria que sirvan de modelo para
la creación de escuelas de la misma clase j 4.® el estableci-
miento de escuelas rurales para la enseñanza de la agricultura
y de la ganadería; y 5? la formación, publicación y difusión de
textos de enseñanza y la introducción de útiles para las escue»'
las.'' Esta ley dio funciones importantes al Director de instruc-
ción pública, como se las habia dado la de 1826.
La ley 81 de 2 de Junio de 1870 dijo : " La instrucción pri-
Biaria es absolutamente independiente de la universitaria!.
Autorízase al Poder Ejecutivo para organizar de la manera
que lo crea más conveniente la instrucción pública primaria á
cargo del Gobierno de la Union."
La ley 10 de 23 de Marzo de 1880 creó una Secretaría de
Instrucción pública y dio al Secretario que la sirve las funcio-^
nes de Eector de la Universidad nacional y de Director general
de la instrucción pública de todo el país. !^1 gasto anual de
este Departamento alcanza á $ 580,000.
El' siguiente cuadro manifiesta el movimiento de la instruc-
ción primaría pública y privada de los Estados en 1873 y 1874/
Sí
B
t
^
Bolívar (18
Boyacá (18
Cauca (187
Candil) ama
Magdalena
Panamá (1
Santander
Tolima (18
SS
s
Ss^í^SSs
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Z'
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f
8,782
3,065
6,071
6,624
9,266
2,306
865
5,661
2,297
Ilni».
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1
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4,í8i
1,400
1,774
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3,323
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1,281
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s
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1
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_1
Hmn
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Lft ley 26 de 22 de Mayo de 1876 reorganizó la TTnivej
nacional.
La ley 10 de 25 de Mayo de 1880 creó una Secretar
Instrucción pública, y la ley 106 de 28 de Agosto de 188(
mió así el plan del Gobierno en lo relativo á la instn
pública : " Corresponde al Poder Ejecutivo la organiaac
dirección de la enseñanza pliblica-oflcial cu todos sns rs
*' La instrucción pfiblica que costea la nación se divide <
maria, secundaria y profesional." " La primaria compre:
que 86 da en la República en las escuelas normales y prii
de todos los grados." " La secundaria ó media comprenc
ramos de lileratura y de ciencias aplicadas que constitu
cuadro de estudios de la Escuela de Literatura y de Filosi
la Universidad nacional. Esta enseñanza tiene por objel
parar á los educandos con estudios completos para las ca
profesionales." "La instrucción profesional comprende la
ñanza de ciencias naturales, de ingeniería civil y milití
agricultura, de artes y de oficios, de ciencias política
derecho, de medicina y de náutica." " La enseñanza i
dada y la profesioual contlauarán centralizadas en la c
de la República."
También dispuso esta ley que "fuese incorporado en li
versldad nacional el archivo de la nación correspondient
época colonial, y que los emplexw en el ramo de instci
pública fuesen considerados como encargos ó comisiones
les compatibles con el desempeño de todas las ftinciones
cas y de cualquier destino nacional, y que las asigna
remuneratorias de dichos empleos no fuesen computadas
sueldos del Tesoro para el efecto déla elección, ni para
minar el mayor sueldo de que se pueda gozar, ni para
-alguno que tendiese á disminuirlos." Disposición peí
siempre, porque abre la puerta á toda clase de aspirac
El ministerio de la enseñanza' debiera concentrarse un
más y mantenerse alqjado por completo de la corriente a;
de la política.
Antes de que fuera expedida la ley de libertad de esi
y la supresión de las universidades, el gasto anual ord
que hacia el Gobierno en la instrucción pública no pasa1
$ 32,737, así : universidades $ 24,655-40, colegios $ 5,2(
escuelas primarias $ 2,600, y gastos varios del ramo $ 18<
En los últimos veinte años el curso de la instrucción pi
■ puede ser estimado en vista de lo que el Tesoro invirl
ellos re^ectivamente. Hé aqní los datos :
1863
t
1868
t
1864
1869
1865
1870
1866
1871
1867
23.000 1872
— 286 —
1873 .......$ 141,800 1878 $ 258,916
1874..: 164,800 1879 257,992
1875 282,200 1880 434,307
1876 278,928 1881 641,447
1877 250,000 1882 679,928
Total en dieziseis años $ 3.796,652
Colombia gasta pues actualmente en el precioso ramo de la
instrucción pública la décima parte del producto bruto d^
sus rentas, Á pesar de esto, creemos que tan generosos esfuer-
zos están aún lejos de tener la organización y la dirección que
el país desea y necesita. Quizá, en parte, se ba confundido
la noción de hacer lo bueno con la simple noción de gastar.
La educación pública es la llave de la grandeza de las nacio-
nes; pero es necesario estudiar bien qué es lo que se deba
enseñar en cada localidad y qué extensión debe dársele al
radio de esa enseñanza.
Á las cantidades que dejamos compulsadas hay que agre-
gar medio millón de pesos, y acaso más, que los Estados y
los Distritos inyierten de sus propias rentas todos los años en
el ramo de la instrucción púbÜca. Á pesar de esto, Dinamarca
tiene 3,300 escuelas más que Colombia y apenas la mitad de la
población de ésta. La Grecia con solo millón y medio de habi-
tantes tiene en eíercicio más de 500 maestros y educa al año
70,000 niños y 8,0()0 niñas.
El Mensaje del Presidente al Congreso de 1881 decia muy
romeramente: "Los datos centralizados en el departamento
de Instrucción pública respecto del censo de la enseñanza
costeada por el Tesoro nacional, ofrecen con relación al último
año escolar los siguientes datos :
Escuelas normales 18 512 alumnos*
Id. superiores 23 880 id.
Id. anexas 24 1,849 id.
Id. primarias 1,306 67,269 id.
Colegio del Rosario 190 id.
Universidad .... 472 id.
^ Totales 1,371 71,172 id.
i Según este dato, en 1874 (cuando solo gastaba el Gobierno
en instrucción pública $ 164,800) se educaban en la nación
83,626 personas y en 1881, que es el año en que más se ha
gastado en ese lamo ($ 641,447), solo se educaron 71,172 ; esto
es, 12,454 personas menos.
Movimiento de alumnos en el último medio siglo.
Años. Alumnos.
1832 20,000
1847 29,122
1874 83,626
1880 71,172
JETWV"-
^ 287 —
Situación aproximada de la instrucción pública en 1879*
Estados.
Antioquia
Bolívar
Boyacá
Gauca 1
Gnndinamarca
Magdalena. . . .
Panamá
Santander. ...
Tolima
Escuelas normales.
3
2
2
2
2
2
2
2
3
Territorios.
San Martin
Gasanare
S. Luis y S. Andrés. . .
líevada y Motilones.
Goajira
Id. primarias.
271
75
232
143
228
59
54
243
84
6
7
3
5
2
Alumnos.
10,000
5,241
11,916
9,000
13,829
2,382
2,765
12,306
3,783
279
389
302
20
1,412
72,192
Datos referentes á 1880.
ESTADOS.
Antioquia
Bolívar
Boyacá
Cauca
Oundinamarca
Magdalena . . .
Panamá
Santander * . .
Tolima
Totales .
Escuelas pnbli
cas y privadas
284
108
208
280
211
74
97
1,262
Niños qne con-
curren a
8,0C2
3,759
4,453
9,046
7,900
1,772
3,791
qne asis-
ten a ellas.
8,235
2,529
1,408
10,988
6,108
1,075
2,004
38,723 32,347
Total general.
16,237
6,288
5,861
20,034
14,008
2,847
5,795
71,070
De 1868 á 1878 concurrieron á la Universidad nacional
6,562 alumnos, así: de Antioquia 427, de Bolívar 575, de
Boyacá 739, del Cauca 529, de Cundinamarca 2,795, del Mag-
dalena 313, de Panamá 193, de Santander 576 y del Toli-
ma 415.
* Palta el dato. En 1882 hubo en el Estado de Santander en ejercicio
214 maestros 7 10,202 escolares.
— 288— ''^
Los estudiantes de los Estados concnrten á la ünivertsidad^
nacional en la proporción sigoiente: Condinamarca 46 por 100,-
Boyacá 11 id., Santander 9 id., Cauca 8 id., Anüoquia 7 id., ;
Bolívar 6 id., Tolima 6 id. Magdalena 5 id.^ Panamá 3 id.
líúmero de alumnos que han concurrido á la Universidad
nacional desde su creación en 1868 hasta 1882 :
1868 338 1873 660 1878 732
1869 356 1874 868 1879 566
1870 373 1876 943 1880 000
1871 369 1876 691 1881 616 * .
1872 566 1877 655 1882, ..... 000
En general las matrículas expedidas en cada año se distri-.
huyen así : Escuela de Literatura y Filosofía 1,100, de Juris-
prudencia 100, de Ingeniería 80, de Ciencias naturales 120 y de .
Medicina 120.
Como el negociado de la instrucción púhlica corresponde^
en común al Gobierno general y á los gobiernos délos Estados,
el ramo se rige por convenios escritos entre estas entidades.
Centralización, descentralización, libertad, esclavitud, abanta
dono y reorganización, todos estos sistemas han sido ensayados
por el Gobierno en materia de enseñanza pública en Colombií^;
desde 1821 hasta hoy, y ninguno de ellos ha dado el resultado
que se esperaba. Al menos la instrucción primaria carece
todavía de un norte fijo.
En nuestro concepto, debieran multiplicarse las escuelas
puramente rudimentarias, necesarias para todos y muy especial-,
mente para los pobres. Las escuelas rudinientarias ó j^reparato-
riaSj debían ser seguidas de las secundarias^ á las cuales na
deberían asistir sino los niños y las niñas que pudiesen — ^por su
capacidad intelectual, por sus recursos y por su aplicación — ^reci-
bir una educación más esmerada, siempre que hubieran obte-
nido el pa^e respectivo del cuerpo de examinadores oficiales. Á
las escuelas secundarias deberian seguir las de enseñanzas espe-
eía?c«, según las necesidades de cada circuito instruccionista ; y
á éstas, las escuelas nqrmales, los colegios y las universidades*
Esta organización, que parece ser la más razonable, no privaría
á las clases populares de los brazos de sus hijos, á título de
enseñanza obligatoria, puesto que cuando esos brazos empeza-.
ran á ser útiles paí'a el trabajo yá los niños pobres sabrían „
leer, conocerian las operaciones fundamentales de la aritmética,,
el sistema de nuestras pesas, pesos y medidas y la geografía
general del país. Ademas, no Uegarian á las escuelas superio-
r %
* En 1881 recibieron en Bogotá instrucción secundaria y profesionfti.
2,728 educandos. De éstos, 1,077 pertenecían á los colegios privados, t
— 289 —
i^s Bino únioameiite los niños capaces de recibir, con fruto, las
^enseñanzas serias. Perjudica mucho la marclia próspera de
una escuela la torpeza ó la habitual desaplicación de algunos
de los educandos.
Alguien ha escrito las sabias líneas que trascribimos en se-
guida : " El arte más difícil é importante de la educación de la
juventud es el de descubrir las aptitudes peculiares de los niños
ó el de crearlas cuando éstas no existen. Las mentes de los niños
son como las diferentes tierras : algunas de ellas admiten solo
cierta clase de cultivo ; en otras maduran toda clase de frutos ;
éstas son solo adaptables á productos muy ordinarios 5 y las
másj úesposeidas de todo elemento fructificador, tienen forzó-
sa;mente que permanecer baldías.''
Recordamos haber leido ^1 Saint-Ouen lo que sigue:
** Habiendo notado Carlomagno que los hijos del pueblo (que
ál hacia educar junto con los hijos de los nobles) les llevaban á
éstos una ventaja grande, juró que los obispados y las abadías
serian para ellos. Después, volviéndose hacia los hijos* de los
nobles, les dijo : — * Me parece que contais demasiado con ios
méritos de vuestros mayores ; mas, es preciso que tengáis en
cuenta que esos méritos están yá recompensados, y que el
Estado no debe nada á los que no son ó no se hacen capaces de
servirle y de honrarle con sus talentos.-'
Hay que persuadirse de que la falta de lógica en los siste-
mas instruccionistas hace que no sea todo oro lo que en ellos
brilla. En Inglaterra, país que tiene más de 20,000 escuelas y
que gasta en ellas cerca de $ 20.000,000 al ano, no hay treinta
y cuatro de cada cien matrimonios-agentes mayores de edad —
que puedan firmar la partida de su enlace. En los Estados
Unidos del lí'orte, en donde las escuelas pasan de 150,000 y en
donde se gasta al año en instrucción pública la fabulosa suma
de^ 95.500,000, todavía en 1870 habla cinco millones de perso>
ñas que no sabían leer y seis millones que no sabían escribir.
Hay que coufesar, pues, que se pierden muchos esfuerzos y
mucho dinero por causa de los malos sistemas, y que se trabaja
bastante inútilmente en la misericordiosa labor de enseñar al
que no sabe. Esto por qué? Porque falta lo que nosotros
llamaremos las clasificaciones. En esto de la instrucción pública
comean aquello del reino de los cielos, muchos son los llama-
das y pocos los escogidos, acaso porque se haga más por fati-
gar los espíritus que por iluminarlos j y acaso, también, porque
se quiera forzar las masas, como ha sucedido en la Grecia mo-
derna. * No hay que recargar de niños las escuelas, ni á los
niños de materias de estudio : lo que debe hacerse es dividir y
subdividir convenientemente el trabajo.
• La educación es en*aquel país obligatoria y los niños que conourren
á la escuela pagan cierta multa por cada hora de falta de asistencia. Sin eni-
bargo, las leyes griegas sobre instrucción pública, á causa de ser muy so ve.
raSy se han quedado escritas.
19
/
— 290 —
Entendemos por clasificoLciones los estratos ó capas de q^e
debe componerse ese gran cuerpo ó sistema que se llama la
educación pública. Capas de alumnos y capas de enseñanzas*
¿ Puede aceptarse que cada escuela oficial sea un moderno
lecho de Procusto, esto es, una medida única, inexorable, en la
cual deban medirse y á la cual deban someterse todas las inte-
ligencias, sean cuales fueren sus alcances ! todas las condicio-
nes, ya sean humildes ó elevadas ? todas las edades, tem-
pranas 6 adultas ! todos los recursos, estrechos ú holgados 1
i Podria eso ser llamado estratificación! ¿Por qué ayuntar el
buey con el águila, al hijo de Creso con el de Diógenes ?
Por lo común, el legislador se olvida de la existencia de las
diferentes clases sociales ; y de ahí depende que mande en-
senar al hijo del i)obre, destinado al trabajo rural, las mis-
mas materias que al hijo del rico, destinado al ocio ó á la
carrera de las altas letras. ¿ Qué decir, por qjemplo, de los
estudios á fondo que se les obliga hacer de astronomía, en
texto de más de 400 páginas de tipo denso, á niños que no vol-
verán á ocuparse de los astros durante el resto de sus dias y en
países en donde esta ciencia no puede ser practicada sino por
un número muy pequeño de hombres f Qué del purismo gra-
matical? qué del latin, del jfrances y del inglés! qué déla
historia universal ? qué de las matemáticas superiores ! qué
de la botánica y de la ecología, materias enseñadas á alum-
nos de capacidades limitadas o habitadores perpetuos de co-
marcas mineras !
Pero hay algo todavía más extravagante, y es que se
mande enseñar á los niños menores de quince años, vecinos
de pueblos miserables, en donde por lo común no se halla un
libro, ^n donde no circula jamas un diario y en donde no hay
siquiera gentes con quienes conversar, á redactar " desde la
descripción breve de los objetos más simples, hasta la diserta-
üion abstracta de los diferentes puntos que hayan sido materia
de enseñanza," (Copiamos la ley.)
Lo mismo decimos de los ejercicios de recitación " para
educar el gusto literario de los niños y hacerles adquirir una
elocuencia fácil y correcta.^^ (Copiamos la ley.) ¿Convendrá
esto en todas las escuelas y á todos los educandos !
Se pierden, pues, respecto de muchos escolares un tiemiK)
precioso y muchos esfuerzos, más preciosos aún, pues no hay
por qué suponer que lo que puede hacerse en las grandes ciu-
dades pueda haberse también en los distritos y en las escuelas
de las aldeas. Pero suponiendo que sea así, ¿ qué le importí^
á un campesino^ á un artesano 6 á un simple industarial
saber arengar ó saber distinguir el planeta Marte del planeta.
Júpiter, si ignora lo que son el capital, la Tienta, el salario, el
servicio gratuito y el remunerado, la división del trabajo, el
objeto y la necesidad de las contribuciones públicas, el ahorro,,
la demanda y la oferta ? j íí'o valdria más difundir esas noció-
— 291 —
nes, amplias, sencillas, moralizadoras y fecundas en lugat de
las otras en el cerebro de todos los hombres de trabajo, de
buena voluntad, de familia y de patriotismo t i Es preferible
acaso un erudito á la violetieb en astronomía ó en elocuencia á
an hombre entendido, aunque medianamente, en tan cardinales
rudimentos f
Hace pocos dias decia un distinguido compatriota nuestro :
^'Muchas de las quejas que las clases pobres son incita-
das á emitir por los que desean producir trastornos para
medrar en ellos, no tienen otro fundamento que la ignorancia
de los hechos económicos y la necedad de creer que esos hechoB
se pueden modificar con leyes arbitrarias. La víctima más
expuesta á las funestas consecuencias de la charlatanería polí-
tica es la dase pobre." La economía social y algunas nociones
de lógica harian más provecho á nuestros escolares que la
oratoria y la métrica. Las Musas no hacen la prosperidad de
las naciones y en muchos casos ni aun la de los individuos.
El Director de instrucción pública de Gundinamarca ha
dicho con mucho acierto en uno de sus informes anuales lo
siguiente : ^' En cuanto á mí, creo que la instrucción elemental
tiene dos altos propósitos para el patriotismo : hacer compren-
der á las masas la extensión de sus derechos para que puedan
ejercerlos con discernimiento, y formar hombres útiles para la
sociedad ; es decir, individuos que puedan servir á las necesi-
dades del país. Así — á mi modo de ver — toda enseñanza que
no conduzca á estos dos fines es contraproducente, y én tal
caso es mejor no darla ; porque ¿qué vale dar al pueblo una
saMduria estéril ó conocimientos nada favorables para la vida
práctica f Para llegar al resultado indicado son necesarias dos
condiciones: primera, que al niño de hoy (que va á ser el
ciudadano de mañana) se le enseñe desde su temprana edad á
respetar todo lo que hay respetable en la Sociedad : gobiernos,
funcionarios, instituciones, cultos, &c., i>ara que cuando llegue
á ser entidad deliberante sepa venerar todo aquello á que lo
ata su conciencia y su inteligencia ; y segunda, que la ense-
ñanza sea de tal modo positiva^ que sirva á quien la reciba
para adquirir, por el camino del trabajo, las cosas que necesita
para la satisfó/ccion de sus necesidades.
" Mas si, como lo exigen la cieucia y la justicia, no se desea
solo formar electores aptos sino también tbabajadobbs dignos
y laboriosos que contribuyan á la obra de la producción,, bas-
tándose á sí mismos en la adquisición de los objetos materiales
indispensables á la vida, entonces trabájese en el sentido de
propagar, por cuantos medios sean posibles, la enseñanza indus-
trial^ escogiendo entre los oficios aquellos que por su relación
con los consumos de la población produzcan mejores resulta-
dos. Al lado de la escuela el taller íío hay que perder de
vista que la enseñanza de oficios iltiles favorece especialmente
á la mujer, quien por lo difícil de su posición necesita de
mayor ami)aro."
J
-. 292 —
Otax) de los defectos cardinales de los sistemas de enseñan-
za es que se cultiva más la memoria que el entendimiento de
los niños, como si ftiera mejoí retener y recotdar que pensar y
Raciocinar. Se ha ido tan lejos eti eso, que no faltan textos de
enseñanza basados sobre tan grave error. Sin embargo^ esto
de optar entre la memoria y el entendimiento depende en
mucha parte del maestro ; y hé ahí que, sin pensarlo, hemos
venido á tropezar con la piedra fundamental del ediñciOi^ El
maestro es á la escuela lo que el General en jefe al ejército que
lüanda^ El maestro es, ademas, un apóstol y un filósofo ; pero
debe entenderse que hablamos de los maestros propiamente
tales y no de los maestros simplemente i)atentados.
Hacer buenos maestros es hacer buenas escuelas. Hay
pues que alzar á los maestros á la mayor altura posible. Para
eso hay que dignificarlos en sueldo y en posición social. Con
$ 40 por mes, mal pagados y echando mano de los desheredados
de la fortuna para ponerlos al frente de las escuelas de distrito,
en donde suelen ser el juguete del Cabildo, del Alcalde, del
gamonal y hasta del párroco, no se hace nada de prove-
cho. Hoy dice la ley : " Las escuelas tienen por objeto formar
hombres sanos de cuerpo y de espíritu, digtios y capaces de
ser dudoidanos y magistrados de una sociedad republicana y
libre.'' Muy bien ; parece que estaos líneas hubieran sido escri-
tas por manos espartanas y atenienses entrelazadas, aunque
no hubiera estado de demás agregar : '^ é individuos virtuosos
y útiles á la sociedad*'' No solo para la democracia ha sido
creado el hombre.
4 Serán hoy — salvo las excepciones del caso — ^nuestros maes-
tros de escuela, ellos mismos, hombres sanos de cuerpo y de
espíritu, cai)aces de ser ciudadanos y capaces de ser magistra-
dos de un pueblo libre ? j Ha llegado entre nosotros el honora-
ble magisterio de la enseñanza hasta el punto á que debe
llegar f
Citado Montalembert á un juzgado francés en donde se le
preguntó cuál era su profesión, dijo : " maestro de escuela
y jpar de Francia." Horacio Mann y Bemard rehusaron un
puesto en el Senado de la Union Americana por permanecer
en el de directores de escuela en Massachusetts y en Connec-
ticut, respectivamente.
En los Estados Unidos del Norte, país en donde se hacen
más esfuerzos i)or la instrucción pública que en Alemania
misma, en 1870 el número de maestras de escuela alcanzó á
127,713 ; esto es, 35,000 más que el de maestros. Por qué ?
Porque allá se han persuadido, como tendrán al fin que persua-
dirse todos los pueblos, de que la mujer, por su dulzura, por
su asiduidad, por su organización, por su paciencia, por sus há-
bitos sedentarios, por sus costumbres domésticas y por su
l^rescindencia de la política, es más á propósito que el hombreí
l^ara desempeñar las escuelas, á lo menos las inferiores, j Por
— 293 —
qué no hacer en todas partes lo mismo ? j Por qué no abrir esa.
carrera de honor y de paz á esa preciosa mitad de nuestra
especie, tan infeliz y tan desocupada, principalmente en la
América del Sur I En los Estados Unidos del Korte un profe-'
sor acreditado gana de siete á ocho mil pesos por año. Acá no
alcanzan los maestros de escuela á ganar el escaso pan de
cada dia.
Hoy no hay en muchas escuelas de Colombia maestros
idóneos, porque se está esperando á que los produzcan las
escuelas normales. Y los producirán í
En el Estado de Santander, iniciador puede decirse del
movimiento instrnccionista, de los ciento cincuenta y cuatro
alumnos que, hasta 1879, habian cursado en la escuela de ins-
titutores no habian obtenido diploma de capacidad sino veinti-
cinco; esto es, la sexta parte. Esos veinticinco maestros habiau:
costado al Tesoro $ 71,328, ó sea á $ 2,853 por individuo,
¿Qué son veinticinco maestros, educados en diez ó doce años,
para un Estado que tiene diez ciudades, ocho villas, ochenta
y cinco distritos, varias aldeas y cerca de medio millón de
habitantes f
En el Magdalena, los once maestros graduados que habia
hasta 1879, habian costado $3,029 por individuo. Las únicas
maestras graduadas de ese Estado, cuatro, habian costado
$ 22,000, ó sea $ 5,500 por maestra, i Qué son once maestros
para un Estado que tiene tres ciudades, siete villas y más de.
cincuenta y nueve poblaciones, entre distritos y aldeas, y unos
85,225 habitantes ?
En CundiDamarca — que es el Estado donde progresa más
la instrucción de la juventud — se habian graduado hasta 1879
ciento ochenta y cuatro maestros, con un costo de $ 153,913
6 sea $ 836 por maestro. Oundinamarca tiene ciento ocho
poblaciones, fuera de aldeas, y por lo mismo deberla tener un
maestro graduado al frente de cada escuela ; pero no es así
por varias causas.
La Eepública necesita por lo menos de mil maestros gra- •
duados y de mil maestras graduadas, pues tiene más de ocho-
cientos distritos. La formación de maestros por el sistema
actual es tardía y costosa; acaso debiera centralizarse el
ramo para aprovechar esfuerzos y ahorrar gastop.
Ko hay duda de que la ley puede hacer maestros buenos
si sabe crearlos y sabe pagarlos. \ Qué inconveniente habría en
que ella dijese: ^^Toda persona — ^hombre ó mujer — que se
someta al examen de taZe« y cífa/e« materias (aunque no haya
hecho el estudio de ellas en lugar ni en tiempo determinados)
y que exhiba en ese examen los conocimientos requeridos,
recibirá un diploma (de maestro ó de maestra graduada), una
f [ratificación de tanto y el nombramiento de director ó directora,
PERPETUIDAD, de Una escuela pública ^ f Con esto no solo se
estímularia la competencia sino que se aprovecharían muchost
— 294 —
conocimientos y muchos esfuerzos hoy en día perdidos conr-
pletamente.
Aunque yá ha caido en descrédito el aforismo antiguo
deque "la letra' con sangre entra,'' y lo ha sustituido este
otro, más fecundo y civilizado : " la letra entra con el amor/^
parai complementarlo hay que escoger los maestros de escuela
entre los caracteres más levantados y entre las inteligencias
más distinguidas. Locke aproíwS el proceder de la madre que
castigó ocho veces consecutivas á su hija hasta que logró cwre-
girla, fundado en que si se hubiera detenido en la sétima ve^
la dicha niña se habría perdido ; y el doctor Johnson sostuvo
que no se puede corregir á los niños sino con 'el temor ^ y aña-
dió : " que no siendo posible dar reglas para determinar lo»
grados del castigo escolar, debia emplearse éste sin remisión^
hasta vencer la pertinacia ó domar la perversidad de los edu-
candos, lo mismo que si se tratara de simples soldados.'^ Por
fortuna esos tiempos han pasado para hacer lugar á otras im-
presiones y á procederes más civilizados. Lord Mansfíeld dijo
con gran suceso en el parlamento inglés : " Milores, la severidad
no es el mejor modo de educar á los niños.'^ Tampoco lo es la
inisería en los locales, en los útiles de enseñanza y en el pago
de los maestros.
Antiguamente el maestro estaba armado de la férula y de
las disciplinas. Hoy no; hoy su autoridad tiene mejores títu-
los : hoy representa al padre de familia, al Gobierno y al sabio»
Como padre de familia, imjxera por su dulzura y por su bon-
dad 5 como Gobierno, impera por la autoridad social ; y como
sabio, impera por las decisiones inapelables de la ciencia. Por
desaplicados que sean los niños, cuando se persuaden de que
el maestro no sabe lo que les está enseñando se burlan de él
y lo desprecian. " El maestro lo dijo " debe ser para los edu-
candos la voz de orden y la decisión absoluta, como lo eía
entre los pitagóricos. De nada servirán las escuelas en donde
el maestro sea un dómine insufrible ó un soliveau.
Mas, ¿ en dónde están esos maestros capaces de ser simul-
táneamente los soberanos y las delicias de la escuela! Cada
escuelaesunarepública, y los ciudadanos de ella no son. sino
el trasunto de su jefe, en orden, en moralidad, en maneras é
instrucción. El buen maestro hace el buen discípulo»
Con $ 200,000 al año se podrian dotar en Colombia <ío« mil
maestros verdaderamente tales ; y esos $ 200,000 los daria
fácilmente el Tesoro si se eliminara un batallón del pié de fuerza
ó si se tomaran de lo que se gasta inútilmente en otras cosas^
El buen maestro está en la buena ley.
Personal de las escuelas normales de los Estados y delaB
direcciones de instrucción pública de los mismos :
Direcciones, una en cada Eétado 9
Escribientes de id * 18
escuelas normales de ÍJistÍtuU>re».
Wrectores 9
Subdirectores i . - 9
Celadores 27
Porteros-Sirvientes 9
Superiores 18
Porteros 9
216
Escuelas normales de institutoras.
Tienen el mismo personal de las de institutores.
Hay actualmente escuelas superiores de varones costeadas
por la nación en Barranquilla, Carmen, Barbacoas, Cali, Ipia-
les, Qoibdó, Kiohacha, Remolino y San Juan de Cesar, y de
mujeres en Barranqnilla, Sincelejo, Eiohacha, Cali y La Cié-
naga. En los Territorios las hay (de hombres) en San Martin,
Gasanare, Goajira, ííevaday Motilones y en San Andrés y Pro-
videncia, y de mnjeres en Villavicencio, San Martin y Medina.
Desde 1879, por mandato de la ley, hay en la capital de Ift
Bepública un Instituto nacional de agricultura, en el cual se
educan gratuitamente cierto número de jóvenes de cada Esta-
do. Este número es hoy treinta. Las materias de enseñanza
son : botánica y zoología, fisica experimental y química orgá-
nica, agrología y mecánica agrícola, física agrícola y química
orgánica.
Los esfuerzos de! Gobierno de Colombia por la ilustraciou
del pueblo no son solo de estos últimos tiempos ; nó, ellos se
han estado haciendo sentir desde los primeros días de la Repú-
blica y casi son coetáneos de los que se hicieron por nuestra
libertad. El 21 de Mayo de 1821 Zea celebró en París un con-
trato con José María Lanz para que viniese á regentar una
escuela de ingenieros-geógrafos. En 1822 celebró el mismo otro
con EJveroj Boussinganlt, Koullin, Bourdon y Goudet para él
establecimiento de un Museo y de una Escuela de minería en
la capital de la República, y oteo con Carlos Cazar de Molina
para introducir y extender la litografía en nuestro país.
Todos estos contratos fueron aprobados por e! Congreso,
pues hablan sido celebrados por orden y según las instruccio-
nes áel Gobierno. La ley mandó ademas que se abrieran en el
Miiseo, clases de mineralogía y geología, de química genera y
aplicada á las artes, de anatomía comparada, de zoología, de
antomología, de conchología, de botánica, de agricultura, de
dibujo, de matemáticas, de física y d^ astronomía. '
mandola ley,que,eu la Escuela de minería se ensefí
matemáticas simples y aplicadas á las máquinas, la
— 296 -^
mineralogía y la geología, la explotadon, la química analiSc
y metalúrgica, la geometría descriptiva y el dibujo.
Cada uno de los Departamentos de la Eepública debía
mandar por lo menos un joven á la Escuela de minería, el
cual debia ser enseñado y alimentado gratuitamente. Be le
dieron como rentas especiales á la Escuela de que hablamos
un peso que se mandó cobrar en las casas de moneda por cada
marco de oro reducido á la ley de 22 quilates, y un real par
cada marco de plata reducido á 11 dineros de ley.
El barón de Humboldt escribía en 1802 : "¡Quién había de
creer que la civilización americana estuviese tan adelantada
que en la última tula, Popayan, hemos visto más instrumento»^
y encontrado más conocimientos que en la Habana I En Popa-
yan hay cuadrantes y hay quien observe los satélites de^
Júpiter."
El Presidente Murillo estableció las escuelas primarias en
los cuarteles, y los soldados de la Guardia se haceu ciuda-
danos en ellas. '
Para estimar debidamente los esfuerzos que debe hacer aún
Colombia en servicio de la instrucción pública, basta tener en
cuenta que hoy solo concurre á las escuelas el dos por ciento
de su población ; esto es, 80,000 escolq-res sobre 4.000,000 de
habitautes.
A la Biblioteca nacional de Bogotá concurren al año cerca
de diez mil lectores, que la estadística respectiva distribuye
así : lectores de libros de historia 3,550, id. de libros de litera-
tura 3,000, id. de ciencias físicas y matemáticas 1,200, id. de
periódicos 1,100, id. de política y de jurisprudencia 400, id. de
ciencias naturales 280, id. de medicina y de cirugía 150, id. de
filosofía 130, id. de artes y de oficios 130 é id. de ciencias
eclesiásticas 100.
El cuadro que sigue es el del movimieuto de las escuelas
de la Eepública en 1882. Aunque formado -pov la Secretaría dé
Instrucción pública, no creemos que sea exacto, pues en San-
tander hubo en el año de que' hablamos 10,202 escolares y
nó los que dice el cuadro (8,562). Hoy por hoy, Antioquiíi.
tiene en la instrucción púbüca el puesto que tenia Cundí-
namarca.
Según ese cuadro, en 1882 había en Colombia 74,305 esco-^
lares, repartidos así :
Hombrea.. 43,777
Mujeres.. 30,528
Kúmero de escuelas 1**78.
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I,
— 298 —
XVI.
CORREOS Y TELÉGRAFOS.
OOBBEOS.
El ramo de correos está organizado en el país desde los
primeros tiempos de la Eepública. No sucedia así en la época
de la colonia, pues como yá lo hemos observado la llegada de
un correo era novedad que causaba asombro y se recibía con
repiques de campana el cajón de Uspaña que traia el intere-
sante anuncio de la buena salud de los soberanos.
En el acta de federación de las Provincias Unidas de Kueva
Granada de 27 de Noviembre de 1811 se dijo : " La renta de
correos y sus dependencias ó anexidades, como postas y enco-
miendas, menos por sus rendimientos ó utilidades que por su-
naturaleza (que pide un arreglo uniforme) pertenecen igual-
mente al Congreso y bajo su dirección serán gobernados en
toda la extensión del territorio de las Provincias Unidas por
mar y por tierra, sin que de hoy en adelante se paguen en
ninguno de los puertos gastos, carenas, soldados ni fletamiento
de buques-correos algunos sino los que se enviaren 6 estuvie*
ren bajo las órdenes 6 á disposición del Congreso.'^
La ley colombiana de 3 de Agosto de 1824 suprimió los tres
grandes distritos en que estaba dividida la administración de
correos y estableció una administración general en cada Depar-
tamento. En cada provincia habia ademas una administración
principal de correos, dependiente de la general, y administra-
ciones subalternas o estafetas para " el mejor servicio de las
comunicaciones de los ciudadanos entre sí, de los empleados
con el Gobierno, del tráfico y de la correspondencia.^' La ley
de 18 de Abril de 1826 dijo : "La administración y contaduría
general de correos y de postas de la Eepública tendrá las
facultades necesarias para reunir en un centro común todo lo
que conduzca á dar la mayor actividad y el mejor órd^i á este
ramo.'' Al Contador-interventor y al Oficial mayor de la admi-
nistración general corresponde llevar el cargo y la data de los
caudales, fimar las partidas de los libros y pasar los estados
de la renta á la contaduría departamental. El Contadora
interventor y el oficial mayor custodiarán en área de dos llaves
los caudales de la renta bajo su responsabilidad."
La Constitución de 1832 dijo : " La correspondencia episto-
lar y los demás papeles de los granadinos no serán intercepta-
dos en ningún tiempo ni abiertos sino por la autoridad compe»
tente y en los casos y términos prevenidos por la ley."
La ley granadina de 21 de Marzo de 1832 dijo : " Habrá en
la capital dé la Eepública tina administración general d^
correos, una jpnnoijpal en cada capital de provüicia y una Bvbah
— 299 —
'tema en cada una de la& poblaciones en que lo estime necesario
el Poder Ejecutivo.'' — " La administración general de correos
de la Eepública dependerá inmediatamente del Poder Ejecu-
tivo en cuanto á la dirección de la renta ; de la contaduría
general en cuanto á la rendición de la cuenta, y de la tesorería
general en lo relativo á los enteros." — *^ Las administraciones
principales de correos de las provincias dependen inmediata-
mente de la general, residente en la capital del Estado, y de
días dependerán las administraciones subalternas que se
establezcan en los distritos." — " Los administradores subalter-
nos gozarán de un tanto por ciento de lo que recauden."
La Constitución de 1843 dijo: " La correspondencia y pape-
les de los granadinos no serán interceptados 6 registrados sino
, por la autoridad en los casos y con las formalidades prescritas
por la ley."
La tarifa de portes de correo según la ley de 8 de Junio de
1843 era la que sigue :
Porte sencillo (hasta media onza de peso) un real.
Id. doble (de media onza á tres cuartos de onza) dos reales.
Id. triple (dé tres cuartos de onza hasta una onza) tres id.
Por cada onza de peso cuatro reales.
^ El porte sencillo subia hasta cuatro reales, el doble hasta
seis, el triple hasta ocho y el de cada onza de peso hasta diez
reales, éegun la situación de los lugares á que iba dirigida la
Cíorrespondemcia. Los pliegos que pesaban máis de veinticinco
. onzas pagaban $ 25 por las primeras veinticinco onzas, por las
otras veinticiiico f 12^ y 2^ reales por cada onza más.
Por certificar una carta ó un pliego habia que pagar ocho
reales fuera cual fuese su peso 6 destino.
El derecho de apartado valia, cuatro reales por mes.
Las cartas y pliegos para faera de la Eepública debían ser
franqueados hasta la frontera respectiva.
!N"o ha;bia que portear la correspondencia oficial, la forense
ni la administrativa, ni los impresos, fuera cual fuese su número
y peso. Los folletos circulaban libremente por los correos si no
pesaban más de tíuatro onzas.
Por las encomiendas se cobraba : por cada libra de peso
cuatro reales 5 jmr cada cien pesos en oro cuatro reales y por
eada cien pesos en plata ocho reales. Estos derechos subian
liasta veinticuatro reales según las distancias. Cuando la enco-
mienda pasaba de dieziseis libras pagaba por las dieziseis
siguientes la mitad y por las restantes la cuarta parte.
Por el oro y la plata en polvo, en barras ó en alhajas se
cobraba á razón de lo que resiütara estimando en $ 2 cada
castellano ó en $ 200 la libra. Elprecio de las piedras precio-
sas se fijaba entre el interesado y el respectivo Administrador,
Les encomiendas de yerbas medicinales, de semillas de
árboles y de plantas pagaban por las dos primeras libras la
Bütad de la tanfá respectiva y por cada una de las demás la
— 300 —
coarta parte. Por las encomiendas de menos de $ 3 se cobraba
ea todas las administraciones nn cuarto de real.
Tanta la correspondencia como las encomiendas qne dirí*
gían las provincias del Sur al istmo de Panamá por el Pacíñco,
ó que por esta via les eran dirigidas á ellas, pagaban solo la
mitad de la tarifa fijada para la línea del Atlántico.
Los caudales destinados al montepío militar gozaban de
franquicia y también los impresos destinados á la Biblioteca
nacional. Al hablar de esto decia la ley de 30 de Mayo de
1834 : " Los impresores de fuera de la capital de la Bepública
remitirán al bibliotecario por los inmediatos correos ordinarios
después de la publicación los Ubros, cuadernos y otros escritos
que impriman, y nada exigirán jK>r «líos los administradores
de correos sea cual fuere su peso. Todos Tendrán ademas cer-
táñcados. Los impresores que no cumplan con este deber paga-
rán $ 10 de multa por cada falta. El Poder Ejecutívo dictará
las medidas convenientes para que los impresores y el bibUo^
tecario hagan lo que les corresponde á este respecto.^
El Código Penal antiguo castigaba la violación de la corres-
pondencia pública y privada con x>enas severas. Estas penas
eran: inhabilitación perpetua, reclusión hasta de tres años,
infamia y multas para los empleados públicos, y doce años de
trabajos forzados para los que asaltaban los correos^ postas, &c.
La ley de 12 de Junio de 1839 dijo : " Se autoriza al Poder
Ejecutivo para conceder á los Gobiernos amigos ^q la Nueva
Granada la absoluta ñ^anquicia de la correspondencia de ellos
y de sus agentes diplomáticos y consulares que atraviese por
el istmo de Panamá, bien sea introducida en los puertos de
aquel territorio en buques de las mismas naciones, ó en los de
cualquiera otra de las que hayan de ser comprendidas en esta
concesión. Al otorgar ésta, procurará el Poder Ejecutivo obte-
ner las ventajas posibles en favor de los intereses nacionales."
La ley 22 de 30 de Abril de 1842 autorizó al Poder Ejecu-
tivo para conceder á los buques-correos de vapor de la Real
Ck)mpañía inglesa qne tocasen en los puertos de la República,
la ex^encion del pago de los derechos de tonelada, de anclaje y
de entrada y la facultad de entrar á los puertos y salir de ellos
á horas distintas de las establecidas para los buques mercantes.
También podia el Poder Ejecutivo permitir el establecimiento
libre de almacenes de carbón para el consumo de los expresa-
dos buques. Estas exenciones eran extensivas á los buques-
correos del océano Pacífico que tocasen en los puertos de la
República.
La ley 24 de 25 de Junio de 1844 mandó establecer un *
correo mensual entre Cartagena y el istmo de Panamá y otro
entre dicho istmo y la Buenaventura, servicio que hacian
entonces los buques nacionales de guerra.
Hasta aquella época la República habia celebrado conve-
nios postales con Venezuela, el Ecuador, la Francia y los'
Estados Unidos de América.
— 301 —
La ley 4^ de 29 de Abril de 1846 estableció la aniformidad
en los portes de las cartas é hizo eu ellos rebajas de considera-
clon y lo mismo en los portes de las encomiendas. La corres-
pondenda dirigida á las repúblicas del Ecuador y de Venezuela'
pagaba lo mismo que si estos dos países fuesen dos provincias
granadinas. El derecho de certificaciones de cartas y pliegos
faé reducido á cuatro reales, y fué declarada lícita la conduc-
eion de correspondencia por medio de expresos particulares y
de transeúntes, salvo la que viniese de otros países ó tuviese
carácter oficial. También fué exceptuada del pago del x)orte la
correspondencia que dirigieran ó que les fuera dirigida á los
siguientes empleados : al Presidente y al Vicepresidente de la
Bepública, á los Secretarios de Estado y á los Gobernadores de
las provincias. Dijo, ademas, esta ley : "El Poder Ejecutivo
podrá resolver que se asegure á los particulares el valor de las
encomiendas de dinero ó de metales preciosos previo el pago
de un derecho de aseguro que no exceda del 2 por 100. Por
las cantidades aserradas responderá el tesoro nacional. El
Poder Ejecutivo podrá negociar dentro ó fuera de Nueva Gra-
nada una póüza de seguros que cubra todos los riesgos de los
intereses por que deba resi)onder el tesoro nacional.'^ — " La
correspondencia extranjera que pase de un mar á otro por el
istmo de Panamá causará el mismo porte que si faera dirigida
de un lugar á otro de la misma provincia y toda deberá girar
por las oficinas de correos, salvo lo estipulado en los tratados
públit50S.''
En el año económico de 1846 á 1847 la renta de correos
produjo $ 82,571 y los gastos sumaron $ 85,106. El flete de los
correos marítimos en aquel año . costó $ 7,814.
La ley de 3 de Junio de 1850 autorizó plenamente al
Poder Ejecutivo para organizar el servicio de correos.
La Constitución vigente declaró que el servicio de correos
no era de la competencia exclusiva del Gobierno General ni de
la de los Estados, y la ley 25 de 29 de Abril de 1865 dijo : '^ El
ramo de correos nacionales constituye un Departamento admi-
nistrativo especial del Gobierno de la Union, que tiene por
objeto i movilizar, asegurar y garantizar la correspondencia,
impresos y encomiendas que cursen por las líneas de correos
que mantenga el Gobierno nacional.'' — " El jefe de dicho depar-
tamento es el Director general del ramo, bajo la dependencia
inmediata del Poder Ejecutivo.'' — " Mientras los productos de
los correos no cubran todos los gastos de éstos, este ramo será
considerado como servicio y no como renta." — " El ramo de
correos nacionales no es un monopolio cuyos productos se deri-
ven de este principio sino que el impuesto tiene por base el
servicio, su perfección y excelencia ; de modo que siendo este
negociado, segan la Constitución nacional, de la comi>etencia
del Gobierno de la Union y de la de los Estados, no solo pue-
den éstos sino también los particulares establecer líneas de
— 302 —
correos en toda la Uiiion si á ello no se oponen los Gobiem4)s
seccionales en el territorio que comprendan esas líneas.'' —
*^Los correos nacionales tienen por objetos principales: 1*
poner en comunicación directa é inmediata el Gobierno de la
tTnion con los Gobiernos de los Estados; 2.» con las adnanas^
puertos, salinas, minas ú otros puntos que sean centros princi-
pales de intereses del Gobierno de la Union ; 3? proteger el
comercio y la industria nacional conduciendo coft seguridad y
presteza su correspondencia é intereses por las líneas de correos
de la Union ; y 4? fomentar la civilización nacional."
Esta ley suprimió las cartas d debe.
La ley de que hablamos fué reformada por la orgánica de
correos de 13 de Junio de 1866, y ésta lo fué -por la de 1? de
Mayo de 1871, que modificó los portes y mandó que el Poder
Ejecutivo entrara en arreglos con los Gobiernos de los Estados
á fin de enlazar convenientemente los correos nacionales con
los seccionales, y de qlUe todos los distritos de la Eepública
quedasen comunicados entre sí y con todos los países ^ue fuese
posible. Toda la correspondencia oficial de las autoridades y
corporaciones de la Union, de los Estados y de los Distritos
fué dada libre de porte por esa ley, y se mandó que los correis-
tas y guardas de correo tuvieran derecho auna pensión pública
si se inutilizaban en el servicio. Esta pensión corresponde á
sus familias cuando los correistas y guardas mueren en el
desempeño de sus ftmciones.
Los libros circulan por medio de los correos de encomiendas.
En los lugare» de más de tres mil habitantes debe haber
carteros para la entrega de la correspondencia en el domicilio
de los interesados.'
La ley 72 de 14 de Mayo de 1873 autorizó al Poder Ejecu-
tivo para adscribir la Dirección general de correos á una
Secretaría de Estado, y mandó que fueran codificadas todas
las disposiciones vigentes del ramo.
El Código Fiscal suprimió los correos de encomiendas y la
ley 13 de 28 de Abril de 1874 los volvió á establecer.
La ley 10 de 25 de Marzo de 1880 suprimió la Dirección
general de correos y mandó adscribir el ramo á una de las
Secretarías de Estado ; y la ley 70 de 10 de Julio del mismo
año autorizó al Poder Ejecutivo para despachar cinco correos
en cada mes para el Atlántico y hasta dos de encomiendas
para allí mismo y dos por la línea del Norte hasta Cúcuta.
La franquicia de la correspondencia privada se hizo extensiva
á los Senadores y á los Eepresentantes, á los Magistrados de
la Corte Suprema federal, al Procurador general, á los Diputa-
dos y á los Comisarios de los Territorios.
La ley 47 de 6 de Junio de 1881 dijo : *< Desde el 1? de Julio
próximo regirá la tarifa de la Union postal universal, acordada
en la convención de Paris de l.o de Junio de 1878 para el fran-
queo de las cartas y tarjetas postales, de los impresos (con
i
— 303 —
exí^pcion de los periódicos y de los impreBos de carácter ofi-
cial, aunque sean remitidos por particulares, los cuales conti-
nuarán gozando de franquicia sea cual fuere su número y
peso) y de las muesti:as que deban circular por los correos
nacionales dentro del territorio colombiano.'' Esta misma, ley
elevó á $ 6 por año el derecho de apartado y restringió la
franquicia epistolar de los miembros del Congreso á solo el
tiem,po que dura la inmunidad de éstos.
El presupuesto de la renta de correos en tiempo del Go-
bierno español era de $ 35,000. En 1850 fué de $ 81,900. En
1860 de $ 65,000. En 1870 de $ 60,000 y en 1880 de $ 85,000.
Actualmente es de $ 100,000 y el de gastos de $ 912,500,
inclusive el ramo de telégrafos.
i
i
i
Eesúmen de los productos y de los gastos del ramo de
correos desde 1870 hasta 1880,
Administraciones principales.
Bogotá
Cartagena
Cali
Medellin
Ibagué
Panamá
Popayan
Santamarta :
San José de Cuenta
Socorro
Tunja
Territorio de San Martin.
Territorio de Ca;sanare. . .
Barranquilla
Keiva
San Luis de Providencia.
Landázuri
Oartagb
Totales
Productos.
262,437-79J
17,857-34
38,976-85
124,005-80
43,115-83i
45,739-55
36,822-58
12,679-lli
13,303-89
22,830-13^
11,715 ..
269-37J
168-70Í
47,037-72^
9,320-55J
1,865-55^
Gastos.
345,689-55
58,13a-94
103,687-72^
110,207-65
58,869-13
67,961-82i
69,301-13
50,839-19
51,595-35Í
102,812-51
96,228-^
619-10
1,364-50
41,690-56J
12,051-72^
7,992-35
$ 688,145-80J 9 1.179,047-74i
— 304 —
Eesúmen de la correspondencia é impresos que faéron des»
pachados por las administraciones de correos de la Eepública
desde 1870 hasta 1880.
Administraciones. Correspondencia. Impresos.
Bogotá 1.434,901 1.432,699
Barranqmlla 311,799 309,523
Cartagena- 80,098 89,409
Cali 347,409 111,220
Medellin 338,375 183,835
Ibagué ,. 287,640 39,652
Popayan 379,640 184,585
Panamá 80,909 186,504
Santamaría 85,365 128,207
San José de Oúcuta 88,592 52,586
Socorro 129,224 86,442
Tunja 104,623 65,001
Moreno 2,178 288
Yillavicencio 654 1
ÍTeiva 67,533 27,471
San Luis de Providencia-
Tame
Totales 3.738,940 2.897,423
Término medio anual :
Cartas 373,894 ) ^.^o íioa •
Impresos 289^742 ( ^^^636»
En el año de 1874 el movimiento postal fué como sigue :
cartas porteadas 289,615, registradas 2,522, pliegos oñciales
65,118, autos porteados 999, impresos 357,485, folletos portea-
dos 160, id. sin portear 8,170.
De 1880 á 1881 circularon en el país 513,022 cartas.
* Estos resaltados no son satisfactorios. £n la república de Chile,
país que tiene menos población que Colombia, se cruzaron en 1875 por los
correos 16.107,353 piezas. En ese mismo año tenia Chile 328 oficinas posta-
les y Colombia 141. La renta de correos produjo á Chile en aquel año
$ 178,506 y á Colombia $ 74,017.
'*:.
— 305 —
Besúmen de los artículos despachados por los correos
uacioDales de la Bepública^ desde 1870 hasta 1880.
AOMlNISmCMES.
Bogotá
Cartagena. . . .
Cali
Medellin
Ibagué
Popayan
JPanamá
Santamarta. . .
S. José de Cú
cuta
Socorro,
Tanja
Barranquilla..
Moreno
Yillávicencio .
Landázuri . . . .
ííeiva
S. Luis de Pro
videncia
Tanie
Santander. ...
Totales
Metales:amone(Iado8.
12.201,333
290,616
747,022
609,660
437,073
906,891
115
81,780
236,505
364,134
697,069
2.713,377
8,844
308
Oro y plata sin
amonedar.
kil. 18,915
16,534
$ 19.311,261
2,312
71,282
590
842
132
24,837
Efectos Tarios.
kih
kil. 118,910
69,673
918
841
2,246
1,196
3,351
571
1,128
639
1,078
491
1,578
5
Alhíyasy pie
preciosas
13
17
kil. 83,745
272,423
354
1,534
8,309
9,314
3,459
« • ^ « • ■
9,341
200
39
156,408
$ 461,382
La ley 90 de 1880 autorizó al Poder Ejecutivo para solicitar
la incorporación de Colombia en la Union Postal Universal, á
pesar del derecho que tenia la Compañía del ferrocarril de
Panamá para trasportar la correspondencia al través de aquel
istmo. El Poder Ejecutivo solicitó la incorporación salvo aquel
derecho, y así fué concedida por el Consejo Federal suizo el 12
de Agosto de 1881.
La ley 66 de 1882 autorizó al Poder Ejecutivo nacional para
organiz ar el servicio interior de correos de acuerdo con las dis-
posicio pes ^e la Union Postal Universal.
TELÉORAPOS.
La ley 10 dé 28 de Marzo de 1865 declaró libres del pago
de derechos los materiales que fueran introducidos en la Repú-
blica para la construcción de*telégrafos eléctricos, y prohibié
20
jl
— 306 —
gravar con impuestos naeionales los telégrafos que ftiesen
construidos en el país.
La ley 45 de 25 de Julio de 1867 declaró de utilidad pública
las empresas telegráficas que fueran establecidas en el país, y
autorizó al Poder Ejecutivo para permitir la comunicación
telegráfica del territorio de la Eepública con el de las otras
naciones. La ley 2* de 4 de Marzo de 1870 estableció lo mismo
que aquélla, pero la modificó al respecto de exceptuar las
empresas telegráficas del pago de impuestos seccionales y
nacionales.
La ley 59 de 16 de Junio de 1870 estableció poco más ó menos
lo mismo que la ley de 4 de Marzo de 1870 é insistió en que en
tiempo de guerra exterior y de conmoción interior los telégra-
fos funcionaren bajo la vigilancia de las autoridades públicas.
La ley 65 de 22 de Junio de 1870 mandó que el Poder Eje-
cutivo comprara ciertas acciones en cierta empresa telegráfica
de la Eepública, y que se hiciese prolongar la línea telegráfica
de Cartago hasta Buenaventura para unirla allí con el cable
submarino del Pacífico.
La ley 40 de 6 de Mayo de 1872 aprobó el contrato cele-
brado por el Poder Ejecutivo para construir un telégrafo entre
Zipaquirá y Bucaramanga ; y la ley 15 de 30 de Abril de 1874
mandó contratar la prolongación del cable eléctrico submarino
en la costa atlántica de la Eepiiblica y su enlace con las líneas
telegi'áficas de Bogotá. También mandó esta ley completar la
comunicación telegráfica de algunos Estados de la Union. La
ley 55 de 31 de Mayo de 1875 mandó subvencionar los cables
submarinos del Atlántico y del Pacífico que, respectivamente,
tocasen en Colon y Cartagena, Panamá y Buenaventura. En
1876 mandó el Congreso -al Poder Ejecutivo que hiciese exten-
der las líneas telegráficas. Dicho mandato fué repetido en
1877, 1878, 1879 y 1881. En 1880 se nlandó que las oficinas
telegráficas nacionales despachasen libres de derechos de tras-
misión los telegramas de los empleados de la instrucción ,pii-
blica, de los de las vias de comunicaeion y de los de la benefi-
cencia, cuando esos telegramas tratasen de asuntos de interés
público y no excediesen de veinte palabras.
En 1872 empezaron yá á figurar los telégrafos en nuestro
Presupuesto nacional como renta, pues su producido fué esti-
mado, aunque equivocadamente, en $ 12,000. Hoy, después de
diez años, ese producido se computa en $ 36,000 al año, can-
tidad insignificante si se compara con la que gasta el Gobierno
•en ese mismo tiempo solo en el cuerpo de empleados. Esto
último pasa de $ 172,000.
Hay en Bogotá una oficina central servida por un jefe, un
contador, cuatro telegrafistas primeros y cuatro segundos, cua-
tro escribientes copistas, dos oficiales de recibo y ocho carteros.
El número de inspectores de Jaii líneas, de visitadores acciden-
tales de las mismas y de guardas lo determina el Poder Ejecu-
— 307 ^
tÍTo. Hay también un profesor de telegrafía eléctrica en Bogotá
y un ayudante del profesor. El número de oficinas telegráñcas
nacionales es hoy 99, así: 2 en Antíoqaia, 13 en Bolívar, 11 en
Boyacá, 12 en el Cauca, 21 en Gundinamarca, 25 en Santander
y 12 en el Tolima. •
En 1873 los telégrafos construidos en la Itepública medían
jBolo 1,615 kilómetros ; hoy (1882) miden 3,177^. Las diferentes
líneas que los componen están divididas en 31 secciones y
comunican los siguientes lugares :
LA LÍNEA DE BOGOTÍ. 1 PUEBTONACIONAL
Puente del Común, Zipaquirá, Neraocon, Tausa, TJbaté,
Ohiquinquirá^ Paentenacionul, Vélez, Suáita, Giba, Socorro,
Sangil, Cnriti, Jordán, Piedecuesta, Bucaramanga, Pamplona,
Chinácota, Cúcuta, Salazar, La Cruz y Ocaña.
Esta línea tiene las siguientes líneas trasversales : 1* la que
pasa por Puentenacioual, Moniquirá, Tunja, Paipa, Sogamoso
y Santarosa de Viterbo ; 2* la que pasa por el Socorro, 3angil,
Zapatoca, Barichara y Charalá j 3^ la que pasa por Sangil,
Barichara y Zapatoca ; 4* la que pasa por Piedecuesta, San
Andrés, Concei)cion y Málaga ; 6* la que pasa por Bucara-
manga y Jirón y la de Cúcuta á la frontera de Venezuela (que
<5omunica con Caracas). Estas líneas tienen una extensión de
1,135 kilómetros.
LA LÍNEA DE MAGANGUÉ 1 SANTAMAETA
Sincé, Corozal, Ovejas, Carmen, San Juan ííepomuceno,
Oalamar, Sabanalai^a, Barranquilla, Sitionuevo, Eemolino y
Ciénaga. Esta línea tiene la« siguientes líneas trasversales :
1* la que pasa por Corozal y Sincelejo ; y la que pasa por
Sabanalarga, Villanuéva, Eepelon y Cartagena. Extensión de
todas ellas 750 kilómetros.
LA LÍNEA DE BOGOTÁ Á POPAYAN
Mosquera, Madrid, Facatativá-, San Juan de Rioseco, Am-
balema, Caldas, Ibagué, Salen to, Cartago, Tuluá, Buga,Cerrito,
Palmira y Santander (Quilichao). Esta línea se bifurca en
Palmira para buscar á Buenaventura y pasa por Cali y Cór-
dova. En Buenaventura el telégrafo colombiano se enlaza con
«1 cable submarino del Pacífico. Extensión 787^ kilómetros.
LA LÍNEA DE BOGOTÁ 1 NEIVA
Mosquera, La Mesa, Anapoima, Tocaima, Girardot, Ei-
«aurte, Espinal, Guamo, Purificación, Aipe y Villavieja. Esta
línea tiene una línea trasversal del Espinal á Ibagué. Exten-
sión 345 kilómetros.
* Los telégi*afos anexos á los ferrocarriles de Panamá, de Bolívar y de
Cúcuta y los del Estado de Antioquia, por diferentes causas, están fuera del
régimen nacional.
— 308 —
í)E bogotI á bodegas de BoaoTÁ
Facatativá, Villeta^ Guaduas y Honda. Extensión 115 kilo-
metros.*
Los primeros telegramas que se cruzaron en el interior del
país fueron los del 1? de ííoviembre de 1865 ( de Cuatro-
Esquinas á Bogotá) entre Guillermo Lee Stiles, constructor, y*
el Presidente Murülo, introductor del telégrafo eléctrico ea
Colombia.
Cuadro del movimiento de los despachos telegráficos desde
1869 hasta 1881.
AÑOS.
Be
partienlaits.
Oficialas.
Totales.
Proáttcto».
1869 á 1870
932
5,630
11,301
47,127
75,345
98,375
1 ^1 ,153
241,838
99,518
124,646
298,434
381,719
$ 778**
1^926
4,782
13,169
20,029
33,632
39,459 '
25,258
29,059
29,907
34,971
43,971
1870 á 1871
5,431
209
1871 á 1872
1872 á 1873
1873 á 1874
4 • • 4 • .
4 .... .
1874 á 1875 -...
1875 á 1876.
221,988
92,382
110,113
262,675
372,484
Í9,85Ó
7,136
14,533
35,759
9,285
1876 á 1877.
1877 á 1878
1878 á 1879
1879 á 1880
1880 á 1881
XYII
FERROCARRILES.
Ademas del ferrocarril del istmo de Panamá, que une
el Atlántico con el Pacífico, y del ferrocarril de Bolívar, que
pone en comunicación el rio Magdalena con el primero de
aquellos océanos, hay actualmente en construcción los ferro-
carriles siguientes : el de Buenaventura ( en el Estado del
Cauca), que pondrá en comunicación este puerto con el valle
del Cauca ; el de Girardot^ que comunicará el alto Magdalens^
con la altiplanicie de Bogotá } el de la Sabana de Bogotá,
* De Salamina á Marmato hay una línea especial que tiene 30 kilómetro»
de extensión.
** En aquel dño fué muy alta la tarifa. Modificada ésta después, lo«
telegramas de los meses de Octubre, de Noviembre y de Diciembi*e de 1870
fueron 1,335 y produjeron $ 507-1 3 J.
— 309 —
entre esta ciudad y Pacatatívá ; el de Occidente, que comuni-
eará el bajo Magdalena con dicha Sabana ; el de Antioquia,
que unirá el bajo Magdalena con el interior del Estado de
^¿Jitioquia; el de Soto, que pondrá en comunicación el bajo
Magdalena con el interior del Estado de Santander, y el de
Cúcuta, entre esta ciudad y el rio Zulia.
También se está construyendo actualmente el ferrocarril de
lía Dprada, entre Caracoli y la Ií"oria, que pondrá en comuni-
cación la parte alta con la parte baja del rio Magdalena y
evitará el paso del raudal llamado Salto de Honda. * El ferro-
carril de la Dorada no tiene 5 kilómetros de extensión.
Algunos de estos ferrocarriles son empresas de la Nación,
otros lo son de ios Estados, subvencionados por ésta, y otros
son empresas de compañías particulares.
Los ferrocarriles de Girardot y de la Dorada serán enlaza-
dos con un puente de hierro sobre el rio Magdalena.
La ley 12 de 1880 dispuso que se diera al Estado del Mag-
dalena, por quince anos, un auxilio de $ 60,000 por año para
la construcción de un ferrocarril que ponga en comunicación
la ciudad de Santamarta con el rio Magdalena.
Productos y
gastos del ferrocarril de Bolívar de 1872 á 1881.
-■ ■■ , ■ ■ , . , ■ /
iiios eeonomices.
Proiaeto bruto.
Gastas.
Producto liqviio.
1872 (primer
semestre) . .
$ 37,207-23
$ 34,414-49
$ 2,792^74
1872 á 1873..
118,987-60
78,979-^34
40,008-26
1873 á 1874..
141,591-97
103,046-01
38,545-96
1874 á 1875..
137,019-54
119,636-04
17,383-50
1875 á 1876..
151,618-10
108,079-10
43,539-00
1876 á 1877. .
92,796-90
74,678-10
18,lia-^
1877 á 1878..
134,923-95
97,626-30
37,297-65
1878 á 1879. .
138,237-00
132,231-00
5,006-00
1879 á 1880. .
139,051-20
110,883-95
28,167-25
1880 á 1881..
,1 ^-
162,088-15
141,535-75
20,552-40
$ 1.253,621-64
$ 1.001,110^08
$ 251,411-56
* Los trabajos de canalización del rio Magdalena están á cargo de una
Junta creada por una ley desde 1878. Esta Junta tiene á su servicio un cuer-
po de ingenieros y todos los elementos necesarios para la obra de que está
encargada., Los gastos de canalización se hacen con el producto de un peaje
flavíAl que pagan las cargas que suben 6 bajan el rio. Este peaje produjo
.$ 121,112 de 1879 á 1881.
El Gobierno Greneral subvenciona la canalización del alto Magdalena con
$ 15,000 por año y la navegación por vapor del mismo con $ 18,000. Hay tres
oflcipas de inspección de Ja navegación de este rio : una en Neiva» otra en
Honda 7 otra en Barranquilla.
— 310 —
Causas de los ingresosi Frodnetos.
Fletes de importación $ 71,402-60
Fletes de exportación 64,322-50
Premios y aprovechamientos 13,185-25
Pasajes 11,100-40
Equipajes 1,545-05
Telégrafo 532-35
$ 162,088-15
Los gastos del ano de 1880 á 1881 se dividieron así :
Personal $ 46,303 )
Material 89,732 [ $ 141,535 *
Subvención al Estado 5,600 )
Este ferrocarril y el telégrafo anexo á él fueron comprados
por el Gobierno en 1876 en $ 600,000. Estas dos obras han sido
administradas desde entonces oficialmente.
Puede juzgarse del tráfico que se hace por el ferrocarril dé
Bolívar por los datos que siguen, que se refieren al año econó-
mico de 1877 á 1878.
BXPOETACIONES.
Frutos.
Cueros
Café
Quina^
Tagua
Tabaco
Palo-mora
Semilla de algodón
JVIineral
Algodón
Dividivi.-
Eeses
Almidón
Artículos varios. . .
Bálsamos
Maíz
Plantas
Bultos.
141,507
99,854
47,584
26,224
25,443
12,600
7,259
4,250
2,418
2,111
1,871
1,564
1,600
609
343
242
Pasan 375,479
Frutos.
Vienen
Sombreros
Quesos
Añil
Cigarros
Cacao
Caucho
Azúcar
Cachos
Estera
Madera
Pájaros disecados..
Cueros de chivo
Arroz
Objetos de historia
natural
Bultos.
375,479
215
164
163
73
72
67
46
46
42
39
26
18
15
Total 376,468
Kilogramos 3.568,002 ♦*
* La costosa administración de este ferrocarril exige que el Gobierno
estudie detenidamente los hechos que la producen.
*» Las cargas importadas por este ferrocarril en 1872 fueron 56,853;
en 1873, 90,648 y en 1874, 78,635 ; y las cargas exportadas én los diez prime-
ros meses de este último año 268,705.
>
— 311 —
IMPOBTAGIOKES. .
Número de bultos 262,208
Id. de pies cúbicos ., 52,916
Numerario $ 754,114
El ferrocarril de Cúcuta, que quizá será el primero en ser
t5erminado, no recibe ningún auxüio del Tesoro nacional : sus
empresarios y fomentadores son los coníerciantes de la rica
plaza de aquel nombre. El movimiento industrial de la parte
construida fué en 1881 el siguiente :
SffSS:::::::::::: f S2;?S } ^^^^ "^o^-
Bultos varios 3,744
Pasajeros. 8,257
Producto bruto $ 116,247.
El movimiento del ferrocarril de Panamá en el año de 1880
lo det^minaron los siguientes resultados : pasajeros 26,681 ^
producto bruto de la empresa $ 2.277,674 ; gastos $ 1.175,415 ;
utilidad líquida $ 1.102,159. Los productos colombianos que
pasaron por ese ferrocarril en ese mismo a.ño fueron los qué
siguen :
Caucho, btdtos 144,993
Pieles de venado 277
Madre-perla 1,207
Taguas 6,024
Café. 121
Tabaco 285
Cacao 12
Cocobolo 6,719
Quina 223
Zarzaparrilla 42
Cueros de res 56,581 215,484 bultos.
Actualmente se está construyendo al través del istmo de
Panamá el canal que debe poner en comunicación las aguas
del mar Pacíñco con las del mar Atlántico.
Movimiento del ferrocarril de Buenaventura á Córdova.
Los productos de Octubre de 1882 fueron :
Por ganado y aves $ 28-95
Por mercancías de importación 526-10
Por frutos de exportación 385-50
Por pasajeros de 1* clase 49-25
Por id. de 2* id 68 ..
Por id. de 3^ id 90-75
Por. id. que pasaron en el tren. . . 61 . .
Total $ 1,209-55
— 3iá —
MovímieJato del tren en Noviembre : .
BultoB. ProdacioB^
Importación 2,241 . .$ 654-80
Exportación 2,967 ... 636 . .
Suma 6,198 ..$ 1,290-80
Pilotes grandes 29 ... 145 ..
Ganado mayor (cabezas) 69 ... 118 ..
Caballos 2... 4..
Cerdos 60 ... 26 ..
Pasajeros 622 ... 211-76
^ Producto en el mes $ 1,794^^
Los gastos de explotación en Octubre montaron á $ 4,087-25»
En Setiembre la pérdida fué de $ 3,658-60. El producto del
muelle no bajará de $ 1,000 mensuales. En él podrán deposi-
tarse, bajo cubierta, hasta 3,000 bultos.
Para juzgar de la importancia del ferrocarril de La Dorada
en relación con la navegación del alto Magdalena, insertamos
lo que sigue, que es tomado de la Memoria del Secretario de
Gobierno de 1882 : " En la Inspección de Keira se examinan
cuidadosamente las embarcaciones de remo que surcan desde
aquel puerto hasta el de Caracoli, y debido á ese examen no
han ocurrido desgracias en las personas, ni ídose á. pique las
embarcaciones, ni averiádose la carga.
" Hanse reconocido desde el 22 de Setiembre último, en
que funciona la Inspección, hasta Diciembre ciento veinticua-
tro embarcaciones menores, doce champanes y ciento doce
balsas.
" El artículo de más exportación del puerto de líeiva es la
quina. En el período trascurrido de 1? de lí^oviembre de 1880
á 31 de Diciembre de 1881, se embarcaron en él con destino á
los puertos del bajo Magdalena 11,370 bultos de quina ; y de
cacao, desde Octubre último á Diciembre del mismo año,
640 cargan.
" Calcúlanse en sesenta las balsas que hacen mensualmente el
tráfico de Neiva á otros puertos de la parte baja del rio, las
cuales cuestan $ 60 cada una, y quedan inutilizadas en el
viaje 5 de modo que con el valor de ellas en un año ($ 36,000)
se puede comprar un vapor que soporte 2S5 cargas. En todos
los meses habria carga suficiente para dos vapores, según los
datos estadísticos. Si se considera el precio del flete de bajada
de cada carga en embarcaeion de remo, que es de $ 6, con
el de un buque de vapor, que es de $ 3, tendremos un ahorro
de 50 por 100. Como el aseguro en la embarcación de remo es
de 6 por 100 en carga y en el vapor es de 2 por 100, hay una
»%•
— 313 —
diferencia de 8 por 100. Tomando pues solo la quina exportada
en 1881 se habrían ahorrado en los gastos $ 150,000, no com-
putando otros artículos, ni las embarcaciones que hayan zar-
pado de los otros puertos del alto Magdalena.''
El Gobierno nacional auxilia actualmente la apertura ó
mejora de los caminos que se pasa á expresar : el de Bogotá al
Meta, el de Yillavicencio al rio G'uatiquía y el de* Gacheta y
Junin á XJbalá, todos en la región de los Llanos ; el de Guen-
tiva, entre Boyacá y Santander ; el que lleva de Tunja á las
salinas de Ghámeza, Cocuachó y Gualivito y pasa por Mira-
flores ; el que, por el páramo de Merchan, conduce de Chiquin-
quirá al Granadillo (Estado de Santander) ; el de Chontales,
entre Boyacá y Santander ; el del Quindío y el de Lérida, que
conduce de Lérida (Tolima) á Yillama|?ía (Cauca).
Taníbien auxilia el Gobierno nacional la navegación del
Lebríja desde su entrada en el rio Magdalena hasta el punto
llamado Papayal, y el costo de un puente de hierro sobre el
rio Magdalena en el puerto de Girardot.
Desde los primeros tiempos de la Eepública el Gobierno
nacional ha estado haciendo esfuerzos para mejorar las malas
condiciones de la ciénaga llamada Dique de Cartagena. La
ley de 1? de Mayo de 1843 destinó para esa obra $ 100,000, los
cuales debian ser tomados del fondo de caminos. La ley de 28
de Abril de 1844 destinó al mismo objeto el producto de los
derechos de importación y de alcabala de las harinas extrauje- '
ras que fueran consumidas en la ciudad de Cartagena, y el del
producto de medio rea] (0,5) que se cobraba sobre cada libra
de tabaco de las clases 2* y 3* *
La ley 25 de 29 de Mayo de 1846 mandó apresurar la entre-
ga de los fondos destinados á la obra del Dique, y la ley 12 de
21 de Marzo de 1848 dijo: "El canal llamado Dique de Carta-
gena estará á cargo de la Cámara de aquella provincia, la cual
podrá establecer y exigir los derechos que crea convenientes
sobre las personas y objetos que transiten por él, para atender
á su conservación y servicio, y no podrá darse al producto de
tales derechos otra inversión." Finalmente, después de otros
muchos esfuerzos en el mismo sentido, la ley 21 de 1878 con-
cedió $ 96,000 como auxilio á aquella obra, y la ley 64 de 1880
mandó dar á la misma obra $ 2,500 por mes durante dos anos
($ 60,000) en cambio del libre tránsito por dicho canal de
toda clase de embarcaciones y productos. Esta suma se toma
del producto líquido de la aduana de Cartagena.
• Por decreto de 25 de Abril de 1836 fué autorizado el Conceio muni-
cipal de Cartagena para ceder á una compañía empresaria de la apertura del
Dique todos sus derechos. En 1838 fué declarado el Dique obra provincial,
y en 1839 fué autorizado el Poder Ejecutivo para aplicar ¿ su limpieza el
IKmton y la máquina de vapor que tenia empleados en la mejora del canal d«
Bocachica.
j
%
— 314 —
xvni
BANCOS.
La Bepública empezó á trabajar porque fueran establecidos
en ella algunos bancos desde el memorable Congreso de Cu-
enta — 1821 — y al efecto la Constitución de aquel año se
ocupó de ellos. Más tarde la ley les dio á las Cámaras de pro-
yincia la facultad de promover el establecimiento dé bancos
provinciales, y los artículos 373 y 374 del Código Penal nacio-
nal (1837) dijeron : " Los que falsificaren cualesquiera clase de
cédulas de bancos extranjeros autorizados por los Gobiemoa
respectivos, si dichas cédulas circulan dentro del territorio de
la Eepública ó tienen en él algún valor de cambio — ó cuando
dichas cédulas se pongan en circulación en país extranjero —
serán castigados con la pena de dos á cuatro años de trabajos
forzados.'' — " Los que dentro del territorio de la Bepública
hicieren uso á sabiendas de tales cédulas falsificadas suñirán
la pena de trabajos forzados desde uno hasta tres años.''
A pesar de esto, se pasaron 26 años y nada se pudo obtener.
En 1847, en la primera Administración del General Mosquera,
fué expedida una ley sobre el establecimiento de un banco
nacional, cuya carta de privilegio, que debia extender el Poder
Ejecutivo á los empresarios, contenia más de 20 exenciones y
prerogativas de mucho alcance. Ese banco.no tenia carácter
oficial.
Tampoco tuvo esta ley ningún buen resultado.
A propuesta de varios banqueros ingleses, fechada en Lon-
dres el 8 de Enero de 1864, el Congreso de la ITnion expidió el
13 de Mayo del mismo año un decreto que autorizaba al Poder
Ejecutivo para contratar el establecimiento de un banco nacio-
nal. Este decreto no tuvo buen éxito y un año después fué de-
rogado y sustituido con el de 6 de Mayo de 1865, por el cual
faé autorizado el Poder Ejecutivo para hacer ciertas concesio-
nes á los bancos que fueran establecidos en el país, tales como
la de emitir biUetes al portador admisibles á la par como dinero
en pago de los impuestos y de los derechos nacionales y en ge-
neral en todos los negocios propios del Gobierno ; la de darles
la custodia militar que necesitasen y la de ser considerados como
establecimientos neutrales, á fin. de protegerles sus resi)ectivo8
capitales sin atender á la nacionalidad de los dueños de éstos.
En cambio, los bancos debían obligarse á no dar á la circula-
ción billetes que valiesen más del doble de los fondos que tu-
viesen en caja, á quedar bajo la vigilancia del Podei Ejecutivo
y á someterse á las autoridades nacionales y de los Estados en
toda controversia ó litigio. El Poder Ejecutivo podía ademas^
— 315 —
conforme con lo que dispone esta ley, depositar los fondos
públicos en dichos bancos y hacer con ellos cierta clase de ope-
raciones de tesorería. Independientemente de estas autoriza-
ciones y como estímulo general á la industria bancaria, que
se quería fomentar, dijo también la ley de 1865 : " Los bancos
y sus "Sucursales tendrán, para hacer efectivas sus acciones, los
mismos privilegios que el fisco nacional, pero sin prelacion
«obre éste en los juicios y controversias que hayan de decidirse
conforme á la legislación de la Eepública. Entre estos privile-
gios no se comprende en ningún caso el ejercicio de la juris-
dicción coactiva."
El 4 de Junio de 1866 fué expedido un acto legislativo sobre
el establecimiento de un banco nacional de depósito^ emisión y
descuento. El Gobierno debía ayudar á la formación de este
banco con un millón de pesos. Esta ley se quedó escrita como
las demás, en circunstancias en que el banco denominado de
" Londres, Méjico y Sur- América,'' que había sido el único que
había sido establecido en Bogotá, habia tenido muy mala
suerte.
Por último, el 16 de Noviembre de 1870 fué establecido por
escritura pública el Banco de Bogotá, el cual empezó á funcio-
nar él 2 de Enero de 1871 con $ 47,000 en metálico y con un
capital suscrito de $ 235,000. Después del Banco de Bogotá
han sido establecidos otros. En 1874 dijo yá el Secretario del
Tesoro y Crédito nacional en su Memoria de aquel año : " No
obstante el principio de la absoluta libertad de industria con-
signado en nuestra ley fundamental, las empresas bancarias
no han despertado entre nosotros algún ínteres sino en los
últimos años, no quizá por la prudencia que en este ramo debe
imperar según Sismondí, sino porque'la lógica de las leyes natu-
rales en nada se manifiesta más enérgicamente que en los asun-
tos económicos. Hasta hace poco habían bastado á nuestras ne-
cesidades industriales uno que otro escritorio de préstamos y
algunas ambulancias de usura ; pero una vez que se ha empe-
zado á conocer mejor la importancia de los signos representa-
tivos de la moneda y el fecundo poder del crédito, el estableci-
miento de bancos de circulación no se ha hecho esperar ; y es
cierto que ellos están ejerciendo yá y que seguirán ejerciendo
en adelante influencias muy notables no solo en las condiciones
del cambio sino en las del comercio en general." De 1870 á
1882 la Bepública ha conseguido fácilmente lo que no le fué
dado conseguir de 1821 á 1870.
La ley 39 de 16 de Junio de 1880 autorizó al Poder Ejecu-
tivo para fundar un banco nacional. Este banco funciona desde
1881, sin accionistas particulares y con solo los fondos que le
ha dado el Tesoro.
Hoy en día este género de industria es perfectamente cono-
cido en todo el país y hay bancos en todos los Estados. Los
de Gundinamarca son diez y todos ellos gozan de buena fama.
\
_ 316 _
XIX.
TERRITORIOS.
La (Tonstitucion de 1821 solo dividió el suelo de la Be-
I>ública en Departamentos, los Departamentos en provincias^
éstas en cantones y los cantones en parroquias. El mando
I)olítico de cada Departamento estaba á cargo de un Inten-
dente, que duraba tres años y era nombrado por el Presidente
de la nación, de quien era agente inmediato.
Cada provincia estaba á cargo de un Gobernador subordi-
nado del Litendente del Departamento respectivo. Los Gober-
nadores eran también nombrados por el Presidente de la
Bepública y duraban en su empleo el mismo tiempo que los
Intendentes.
La Constitución granadina de 1832 suprimió los Departa-
mentos y dejó las provincias, los cantones y las parroquias, á
las cuales dio el nombre de distritos parroquiales. La Constitu-
ción de 1843 dispuso que el territorio de Nueva Granada con-
tinuase dividido solo en provincias, cantones y distritos, y
agregó : '^ los lugares que por su aislamiento y distancia de las
demás poblaciones no puedan hacer parte de ningún cantón ó
provincia, y los que por lo escaso de su población no puedau
ser erigidos en cantón ó pro\dncia podrán ser regidos por leyes
especiales, hasta que, pudiendo ser agregados á algún cantón ó
provincia ó ser erigidos en tales, pueda establecerse en ellos el
régimen constitucional." La ley declaraba qué puebloi^ ó regio-
nes eran los que estaban en éste caso de la Constitución. Tal
fué el origen de los Territorios.
Yá en 1826 la ley de 1? de Mayo habia declarado que los
indígenas de la Goajira, del Darien y de Mosquitos debian ser
protegidos por el Gobierno como los demás colombianos, y
habia autorizado el gasto de $ 100,000 al año para la protec-
ción y civilización de esos indígenas.
En Junio de 1843 fué creado el Territorio de las Bocas del.
Tobo, el gobierno del cual fué confiado á un Prefecto con atri-
buciones políticas, administrativas, fiscales, militares y judi-
ciales. Este Prefecto era nombrado y removido libremente
por el Presidente, y tenia un Secretario que nombraba el
Poder Ejecutivo á propuesta suya.
En las poblaciones en donde habia más de treinta indivi-
duos y que distaban un miriámetro de otro caserío, debia ser
establecido un corregimiento, á cargo de un Corregidor ó de
un Alcalde. Se destinaron $ 600 por año para el pago de un
sacerdote, se concedieron algunas franquicias al puerto, se dio
á los habitantes cierto número de fanegadas de tierras baldías
y libre la pesca de la tortuga de carey. También se mandó que
— 317 —
«e cobrasen á cada buque extranjero que viniese á cargar cocos
á las costas del istmo de Panamá seis reales por cada tonelada
que midiese dicho buque, y que el producto de este impuesto
fuese aplicado á la enseñanza primaria y al sostenimiento de
las misiones del Territorio. * Desde 1838 se habia asignado
sobresueldo á los militares que servían en las Bocas del Toro.
El régimen administrativo de este Territorio fué extendido
después á todos los Territorios.
El Territorio de las Bocas del Toro fué suprimido por la
ley de 29 de Abril de 1850 y vuelto á ser erigido en cantón de
la provincia de Fábrega (Chiriquí). Duró, pues, solo siete años.
Antes de eso hizo parte de la provincia de Veraguas. Sus ha-
bitantes entonces eran 595.
Posteriormente fueron creados los Territx)rios que pasamos
á enumerar :
El del CaquetI, el 2 de Mayo de 1845. Componíase éste
de las dos regiones conocidas respectivamente con el nombre
de Andaqui y de Mócoaj y sus límites eran : al Occidente, todas
las cumbres vertientes de la Cordillera Oriental desde Suma-
paz hasta la república del Ecuador ; al Norte, la línea que
separa las aguas que van del Sur hacia el rio Gnaviare ; y al
Oriente y al Sur, las regiones colombianas que delimitan los
tratados entre Portugal y España. El Prefecto del Caquetá
debia fomentar las poblaciones de Sebondoi, Mocoa, San Diego,
San Miguel, Aguarico, Deseancé, Yunguillo y Pacayaco, dar
amparo á los misioneros y esforzarse para obligar á los indios
á vivir en poblaciones fijas. También debia el Prefecto del
Caquetá tomar todas las providencias conducentes para con-
servar el señorío de la Nueva Granada en el territorio de su
mando. Los Corregidores debian saber hablar el idioma de las
tribus dependientes de su corregimiento*
Para la congrua de los misioneros el Tesoro daba $ 3,000
todos los años. Los habitantes del Territorio no pagaban con-
tribuciones, cada fa^giilia tenia derecho á recibir 150 fanegadas
de tierras baldías, y los efectos extranjeros que se importaban
en la República por los rios del territorio tributarios del Ama-
zonas, estaban exentos del pago de derechos.
El de la Goajira, creado por la ley 16 de 19 de Mayo de
1846. Componíase este Temtorio de la parte de la antigua pro-
vincia de Eiohacha que está al Nordeste del rio Ciüancala,
desde la desembocadura de este rio hasta los puntos de sus
márgenes ^ue enfrentan los límites de los distritos de Soldado
y de Barrancas. Desde allí seguía el límite por una línea ima-
ginaria hacia el Sur franco hasta los términos de la dicha
provincia.
*
* La tonelada legal equiralia á 1| metros cúbicos 6 á^O quintales (mil
kilogramos).
V
— 318 —
La ley 21 de 5 dé Abril de 1847 dispuso que la sal que fuera
exportada de las salinas 6 criaderos del Territorio de la Gua-
jira no pagase los ocho reales con que estaba gravada la
exportación de cada diez arrobas de sal de las salinas llamadas
de segundo órden^ que eran las que no se trabajaban por
cuenta de la Repúbüca. Tampoco debian pagar el derecbo de
tonelada los buques en lastre que entrasen en el puerto de Rio-
hacha ó que saliesen de él cargados con productos del Territo-
rio goajiro.
La ley 49 de 15 de Mayo de 1848, adicional de la que creó
el Territorio de la Goajira, prohibió la introducción de armas
en él y de toda clase de elementos de guerra. También dijo
esa ley : " El Gobernador de la provincia de Riohacha i>odrá
impedir, cuando lo tenga por conveniente, que los habitantes
de dicha provincia pasen al Territorio de la Goajira á sus
negocios particulares por otras vías que las que él les señale."
El del Dabibn, creado por la ley 27 de 2 de Junio de 1846.
Este Territorio, al cual fueron agregados los distritos de San
Miguel y de Chiman de la provincia de Panamá, se componia
del cantón del mismo nombre, cuyos pueblos eran Yavisa,
Ohapigana, Molineca, Pinogana, Santa María y Tucutí. Tenia
4,671 habitantes. El Territorio del Darien fué sujmmido en
1850 y vuelto á incorporar en la provincia de Panamá en sn
categoría de cantón y agraciado con 25,000 fanegadas de tierras
baldías, las cuales debian ser distribuidas por la Cámara pro-
vincial entre los distritos que lo componían. Los habitantes de
este cantón no debian pagar sino las contribuciones municipa-
les. También se les mandó dar 16,000 reales para ayuda de la
construcción de una iglesia y de otros edificios públicos, y 60
fanegadas de tierras baldías por familia.
Estas mismas concesiones les fueron hechas á los Territo-
rios de San Andrés y de San Martin al tiempo de ser suprimi-
dos. Ademas decía la ley : " En el Territorio del Darien podrán
ser vendidas libremente las mercancías introducidas en los
puertos de las provincias de Panamá y de Veraguas.
El de San Martin, creado por la ley 27 de 2 de Junio de
1846. Se componia este Territorio de los pueblos de San Martin^
Cabuyaro, Arama, Jiramena, Medina, San Antonio de Iraca,
San Juan y Santo Tomas, del cantón del mismo nombre de la
provincia de Bogotá. Tenia 1877 habitantes. Fué suprimido en
1850 y vuelto á agregar á la provincia de Bogotá.
El de GuANACAs, creado por la ley de 28 de Abril de 1847.
Componían este Territorio las poblaciones llamadas de Tierra-
adentro^ del cantón de La Plata de la provincia de Neiva, y
parte de las pertenecientes á los cantones de Caloto y de Po-
payan, de la provincia de este último nombre. Sus límites
— 319 —
\
I .
fueron: una línea imaginaria tirada desde el volcan^ de Puracé
hasta las vertientes principales del Rionegro de Karváez, línea
que debia pasar por los nevados de Guanácas y del Huila 5
después el curso del Rionegro hasta la entrada de este rio en
el Páez ; esté, aguas arriba, hasta la embocadura del Eionegro,
y luego éste hasta sus cabeceras en el Puracé. Este Territorio
duró solo dos años, pues fué suprimido por la ley de 23 de
Abril de 1849. Los militares que servían en este Territorio y
en la provincia de Riohacha gozaban de sobresueldo.
El del Raposo, creado por la ley 45 de 4 de Mayo de 1848.
Este Territorio, que era el cantón del mismo nombre de la pro-
vincia de Buenaventura, fué extinguido por la ley 67 del 1? de
Junio de 1849 y vuelto á incorporar en aquella con su antiguo
carácter. Se componía de los pueblos siguientes : Buenaventu-
ra, Calima, Raposo y Yurmanguí. Tenia 3,059 habitantes y 4
electores.
La ley que suprimió el Territorio del Raposo creó un em-
pleado de hacienda con el nombre de Celador especial del
Dagna, la residencia del cual era en el Saltito de este rio.
El de San Andh.es, creado por la ley 30 de 28 de Abril de
1847, compuesto de los pueblos del cantón del mismo nombre,
de la provincia de Cartagena. Estos pueblos eran el de San
Andrés y el de Providencia. Tenia 1,025 habitantes y 2 electo-
res. Fué suprimido con el del Daríen y el de San Andrés en 1850.
La ley 11 de 10 de Mayo de 1846 sobre el régimen de los
'Territorios disponía, entre otras cosas, lo que sigue : 1? que
el Poder Ejecutivo auxiliase los gastos de las misiones y
de las escuelas ; 2? que los indígenas que fuesen reducidos á
la vida civil no pagasen durante su vida contribuciones de
ninguna clase ; 3? que en las poblaciones formadas con indíge-
nas re<5ientemente reducidos no se estableciesen otras personas
que los misioneros y los funcionarios públicos 5 y 4? que en
dichas poblaciones los Cabildos fuesen compuestos de indí-
genas.
La ley 30 de 5 de Abril de 1848 reglamentó el comercio de
Las Bocas del Toro, de San Andrés, del Darien y del Caquetá,
y al hacerlo dijo : " Es prohibido el tránsito por el istmo de
Panamá del tabaco en rama y en cigarros, del azúcar, del
cacao, del café y del algodón en rama que no sean de produc-
ción granadina."
La Constitución de 1853 dijo : " El territorio de la Repúbli-
ca continuará dividido en provincias para los efectos de la
administración general de los negocios nacionales, y las pro-
vincias se dividirán en distritos parroquiales,^' quedaron pues
suprimidos los cantones. También dijo la Constitución de 1853 :
^.1
-: 320 —
" Las secciones territoriales de la Goajira, del Caquetá y otta»
que no estén pobladas por habitantes reducidos á la vida-civO
pueden ser organizadas y gobernadas por leyes especiales.'^
La Conétitucion de 1858, que fué la que creó y organizó
definitivamente el régimen federal en Colombia, repartió el
territorio nacional entre los ocho Estados originarios, que lo
fueron Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca,
Magdalena, Panamá y Santander, y no dispuso sobre divi-
sión territorial sino que las demarcaciones de primer orden,
relativas á los límites con los países extranjeros y de los Esta-
dos entre sí — en los casos de duda ó de disputa — correspon-
diesen al Gobierno General. También dijo esa Constitución :
^* En el caso de que el Congreso juzgue conveniente designar
un distrito para asiento de la Confederación serán determina-
dos por una ley los límites de ese distrito.'' lia división terri-
torial subalterna quedó pues á cargo de los Estados y la
Nación se desprendió de la administración de los Territorios.
Cinco años después, la Constitución de 1863 dispuso lo que
sigue : '^ Serán regidos por una ley especial los territorios poco
poblados ú ocupaidos por tribus de indígenas que el Estado $
Estados á que pertenezcan consientan en ceder al Gobierno
General con el objeto de fomentar colonizaciones y realizar
mejoras materiales. — §? Desde que un Territorio tenga una po-
blación civilizada que pase de tres mil habitantes ma^ndará á la
Cámara de Eepresentantes un Comisario, quien tendrá voz y
voto en la discusión de las leyes concernientes á los Territorios,
y voz pero no voto en la de las leyes de interés general. Desde
que la población civilizada llegue á 25,000 habitantes el Terri-
torio mandará en vez de Comisario un Diputado, el que tendrá
voz y voto en toda discusión } y de 50,000 habitantes para
arriba mandará los Diputados que le correspondan conforme
al artículo 38 de la Constitución."
La primera ley que expidió el Congreso sobre administra-
ción de los Territorios fué la 39 de 4 de Junio de 1868, y la
motivaron las cesiones de los Territorios de San Martin y de San
Andrés y San Luis de Providencia que, respectivamente, hicie-
ron al Gobierno General los Estados de Cundinaraarca y de
Bolívar. Esta ley copió en parte y en parte adicionó las anti-
guas disposiciones sobre la materia. También dispuso : 1? que
los límites de los Territorios cedidos fuesen los mismos que les
habían dado las leyes nacionales de 2 de Junio de 18á6 y de
28 de Abril de 1847 ; 2? que la cesión se admitiese por el tér-
mino de 20 años, salvo que los Estados respectivos las retira-
sen antes de este término ; * 3? que los Prefectos nombrasen
libremente sus Secretarios 5 4? que hubiese en cada Territorio
un Notario nombrado por el Poder Ejecutivo á propuesta déla
* Este hecho tuvo lugar respecto del Territorio de Bolívar del Estado
de Bautander.
-^ 321 —
• *
C/orporacion municipal respectirá ; 6? que el Poder Ejecutivo
designase á su voluntad los lugares que debian ser las capita^
les de los Territorios ; 6? que los. indígenas reducidos á la vida
civil quedasen exentóla de la conscripción militar ; 7? que se
diese á cada familia un lote de tierra iguala 10 hectaras:
8? que los distritos 6 poblaciones de indígenas reducidos yá a
la vida social tuviesen un Cabildo de tres miembros para el ré-
gimen económico de la población (estos Cabildos podían estable-
cer rentas y contribuciones para el servicio puramente munici-
pal) ; 9? que en cada Corregimiento hubiese una escuela primaria
gratuita, costeada por el Tesoro federal; 10? que fuesen estable-
cidos los correos necesarios para la comunicación directa del
Territorio con la capital de la Union ; y 11? que rigiesen en los
Territorios las leyes civiles y penales de sus respectivos Esta-
dos y las generales de la Eepública.
La ley 80 de 1? de Julio de ,1870 dispuso que el Poder Eje-
cutivo solicitase del Gobierno del Estadb del Magdalena la
cesión de los territorios de la Goajira y de la Sierra Nevada,
y lo autorizó para aceptar todos los territorios que tuviesen a
bien cederlo los Estados al Gobierno General con el objeto de
fomentar colonizaciones y empresas materiales.
La ley 2 de 21 de Febrero de 1872 conceiiió un sobresueldo
á los militares que sirviesen en los Territorios nacionales. Este
sobresueldo es de una cuarta parte á los jefes y oficiales y de
una tercera á los individuos de tropa de sus respectivas asig-
naciones.
La ley 25 de 9 de Abril de 1873 mandó que fuesen ^ducados
por cuenta de la nación en las escuelas normales de los Esta-
dos costeadas con fondos nacionales, hasta tres niños de
•'cada Territorio. • La ley 35 de 20 de Junio de 1879 extendió
está gracia á tres niñas, también por cada uno de los Terri-
torios, á perpetuidad.
La ley 20 de 9 de Mayo de 1874 dispuso que el período de
los Diputados y Comisarios de la Cámara de Eepresentantes
coincida con el de los otros miembros del Congreso, y que cada
Territorio nombre tres suplentes para los efectos légales. La
ley 24 de 9 de Mayo de 1875 dijo : " Los sueldos, dietas y viá-
ticos que correspondan á los Comisarios de los Territorios na-
cionales serán los mismos de los Senadores y Eepresentantes.''
La ley -89 de 1876 mandó que fuesen admitidos gratuitamente
en la Universidad nacional 4 alumnos internos por el Territo-
rio de Casauare y 2 por cada uno de los otros Territorios. Estos
alumnos, ademas de saber leer y escribir, deben ser natura-
les de los Territorios respectivos ó haber residido en ellos
durante 7 años. **
La ley 102 de 3 de Julio de 1§76 dispuso que las minas que
^ Esta concesión fué ezteddida al Caquetáy^ue no es Territorio nacional.
** La diferencia en favoi^ de Oasanare se explica por bu mayor población.
21
/
\
— 822 —
ae halleh en los Tercitoiíos n^ciojialeai miéutcas éstos estéo
bajo el régimen del Oobiemo JciaeionQ>ly sean adjudicadas por el
Poder Ejecutivo segnn las leyes generales.
Pueden ser consideradas comO: l^yes complementarias de
las que quedan mencionadas las siguientes : las leyes éO, 45 y
66 de 1868, de 1870 y de 1874 respectivamente sobre reducción,
protección y civilización de indígenas ;: la 99 de 3 de Julio de
1876 especial sobre los indígenas del Sarai^, comprendidos en
el territorio que se extiende entre el desparramadero del ríe
del mismo nombre y los afluentes de éste en una y en otra
margen.
La ley 66 de 1874 si se la desarrolla convenientemente será
de grande utilidad para los Territorios. Hé aquí sus principa-
les disposiciones : 1*^ Divídese el suelo colombiano en 6 Corre-
gimientos * ; 2^ en la capital de cada Corregimiento Labra una
Junta general encargada de inspeccionar, dirigir y reglamen^
tar la reducción y civilización de los indígenas del respectivo
Corregimiento ; 3*^ en cada asiento de misiones habrá una
Junta subalterna ; 4* se establecerán piquetes de fuerza públi-
ca en los puntos en donde esto sea necesario ; y 5*^ se harán
imprimir gramáticas y. vocabularios de las lenguas indígenas.
También dispone esta ley que el Poder Ejecutivo obtenga del
Gobierno de Panamá la cesión del antiguo Territorio del Darien
para que sea regido por él.
Las Juntas generales de cada Corregimiento tienen dere-
cho á ciertos auxilios del Tesoro si promueven el estableció
miento de colegios de misiones, de escuelas y de ferias, y si dan
á los indígenas reducidos herramientas de agricultura y gana-
dos. Las tribus entre las cuales deben establecerse misiones
preferentemente son las de San Martin, las de Casanare, las de
la Qoajira, las de la Sierra Nevada y Motilones, las del Darien,
las de cunas del Chocó, las del Caquetá, las del Opon y las del
Carare. Las Juntas generales deben cuidar ademas de que las
poblaciones que sean fandadas en los Territorios lo sean en
las orillas de los rios navegables, cerca de las costas del mar
6 sobre puertos abrigados y cómodos.
Para el cumplimiento cabal de esta ley es indispensable que
la acepten los Estados, ó que éstos le cedan al Gobierno nacio^
nal las partes de territorio á que ella se reñere. Ninguno de
estos hechos ha tenido lugar respecto de ciertos Estados*
La ley 45 de 1870 dispuso : I.*» que el Poder Ejecutivo soü'
citase de las. Legislaturas de los Estados la cesión de los terri<^
torios ocupados por tribus salvajes ^ 2.^ que emplease misioneros
cristianos costeados por la Union } 3.o que estableciese en los
lugares convenientes grupos de poblaciones civilizadas qu0
sirviesen de centro á las misiones y de puntos de comunicaoioü
con los indígenas ; 4.o que emplease parte de la fuerza púbUca
* Yáase la nota de la página 88.
Á
— 323 —
«ai la fandacion de X colonias agrícolas^ 5.<» que solicitase el
aipojo de la iglesia crístíana para la más pronta rednecion de
los indígenas ', 6.0 que aplicase, ademas de los fondos especiales
del ramo, los sobrantes anuales del Departamento de Guerra 5
y 7.0 que estableciese guarniciones militares en los puntos
eonyenientes para dar seguridad, contra los asaltos de los sal-
vajes, al tránsito, al comercio y a los correos.
Al hablar de este negociado decia el Secretario de lo Inte-
rior en la Memoria de 1878 : ^^ La situación de los Territorios
es la misma eu que se hallaban cuando fueron organizados.
Las fuertes sumas que para su administración eroga el Tesoro
federal no han dado frutos verdaderos y de trascendencia en
la obra de la colonización. Al contrario, la gran distancia á
que varios de ellos se enoaentran de la residencia de los pode*
res de la Union, favorece muchos abusos é irregularidades, que
quedan sin correctivo ó lo tienen demasiado tarde. La instabi-
lidad en el personal de sus empleados y las dificultades en las
eomunicaciones postales son otras tantas remoras para la efi-
cacia (le la ley y de la acción del Poder Ejecutivo," Estos con-
ceptos fueron repetidos textualmente en 1870 por el Secretario
del ramo.
Eu la Memoria de 1880 dijo éste :
^ La C/Onsiderable distancia que media entre esas secciones
y la capital de la Bepública ; el [>ésimo estado de sus escasas
vías de comunicación ; la inseguridad y los peligros consiguien-
tes del tránsito en todos sus despoblados ; la falta de conoci-
miento en el Poder Ejecutivo de los individuos á quienes allí
se les confieren cargos públicos, son otras tantas resistencias
que concurren á hacer ineficaces, si no de todo punto nugato-
j*ios, los esfuerzos del Oobierno en el sentido de imprimir un
saludable impulso á las enunciadas regiones.
^^ El atento estudio de esos poderosos obstáculos ha pro-
ducido en mi ánimo^, lo mismo que en el de algunos de mis
antecesores en este Despacho, el convencimiento de que el
propósito de las leyes por las cuales se aceptó la cesión de los
Territorios, está lejos de poderse realizar, sobre todo en lo que
se refiere á su colonización, labor que por su misma magnitud
exige el empleo de medios proporeionÉdes.
" Por tales consideraciones este Despacho juzga que lo
conveniente seria que los Territorios volvieran á formar parte
de los Estados á que anteriormente perteuecian, sin p^juieio
de que el Congreso les otorgara los auxilios necesarios para
reducir las tribus salvajes á la vida civilizada^
^< De lo expuesto no debe deducirse que las secciones de
que me ocux>o no hayan estado, hasta donde e« posible, aten*
didas en la dirección de sus intereses. Por el contrario, en lo
general todos los ramos sometidos á la acción del Gooierno
han marchado en ellas con la regularidad que podia esperarsCí
habida enenta de las precedenteseousideraeiones."
— 324 —
• En 1881 decia el Secretorio respectivo después de oompid-í.
sar los pasajes yá citados de sus dos últimos predecesores:
^^ Estos conceptos^ que no han sido seriamente contradicbcMB en
el seno de las Cámaras coinciden con la opinión generalmente
adversa á la conservación de los Territorios nacionales. Pero
creo deber agregar algunas otras consideraciones, que corro-
boran lo que antes viene dicho : 1* La erección de los Territorios
nacionales en los Estados Unidos de Colombia puede conside*
rarse imitación ciega é inconsulta de la erección de los Terri-
torios en los Estados Unidos de la América del líorte, produ-
ciéndose en esto una verdadera confusión eñ asuntos que son
tan distintos por su origen y por su naturaleza. En aquella
gran nación los Territorios de Arizona, de Dakota, de Utah, &c«
son poblaciones con mayor ó menor riqueza y con mayor ó
menor desarrollo industrial, recibiendo una constante inmigra-
ción y con tendencia á elevarse á la categoría de Estados,
incorporándose á los demás de la Unión, como ha sucedido con
Tejas y con otros Territorios, cuya condición ha mejorado ix)r
el rápido movimiento progresivo de aquel gran país ; mientras
que los Territorios entre nosotros han sido separados de los
Estados de que haoiau parte integrante para colocarlos bajo
la protección del Gobierno General, protección ineficaz por la
distancia á que de ellos se encuentra el centro de acción del
Gobierno y por la relativa escasez de recursos para una opor-
tuna y conveniente protección. 2* Con la erección de los Terri-
torios se ha venido á contradecir uno de los principales funda-
mentos para la adopción del sistema federal, y era que x>odia
atenderse con más facilidad y provecho á los intereses de las
respectivas secciones, por encontrarse dentro de un pequeño
radio de acción que permitieran el conocimiento más perfecto
de estos distintos intereses y una más perfecta adminis-
tración.'^
En la Memoria de 1882 dijo el Secretario respectivo :
^^ Goueretáhdome al ramo que me corresponde tratar en
esta exposición relativo á los Territorios nacionales, debo de^
clarar que considero ruinosa é inútil la administración de
ellos por cuenta del Gobierno nacional. Apoyo esta opinión
en el resultado experimental de catorce años, durante loa
cuales aun en los más importantes no se ha obtenido mejora
alguna sensible que compense el trabajo y los gastos de su
administración. Des<le luego que no atribuyo esto á incuria del
Gobierno, el que ha hecho más de lo que puede, una vez que
ha impendido en ellos sumas considerables."
El pormenor de las cantidades gastadas en el gobierno
político-municipld de los Territorios nacionales es como sigue;
->»
j
~ 326 -^
Bel8e8ál869 $ 18,400
De 186§ á 1870. ...... 19,600
Be 1870 á 1871 26,560
Be 1871 á 1872 35,792
Be 1872 á 1873 67,644
Be 1873 á 1874 47,924
Be 1874 á 1876 61,614
Be 1876 á 1876. , . - . _ 38,648
Dé 1876 á 1877 ....,$ 40,762
De 1877 á 1878 40,752
De 1878 á 1879. ...... 67,092
De 1879 á 1880 41,862
De 1880 á 1881 26,768
De 1881 á 1882 21,347
De 1882 á 1883. 21,626
Total $ 656,601
A estas eantidades hay que agregar las invertidas anual-
mente en los Comisarios y Diputados al Congreso y las inver-
tidas en los juzgados, en las escuelas, en los alumnos-maestros
y en los alumnos de la Universidad nacional ; así :
Dietas de Comisarios i $ 5,000
Viáticos de id 5,202 ♦
Juzgados - 7,674
Alcaides, presos &e , 2,200
Escuelas : 9,458
Alumnos 7,770
Total por año . . 1 $ 37,304
Esta cantidad asciende en 16 años á $ 669,660.
TCotal general de gastos $ 1,115,261.
Al hablar de la instrucción pública de los Territorios decia
el Secretario del ramo en 1882 :
'^ El estado actual de la instrucción en los Territorios na-
cionales es poco menos que desconocido; Las escuelas de esas
secciones figuran en el Presupuesto con un gasto de cerca de
treinta mil pesos anuales, que en efecto salen de las cajas pú-
blicas. Se ignora, sin embargo," su marcha, y los resultados más
ó menos apreciables que producen. Faltaba una vigilancia direc-
ta y que dé garantías al Gobierno nacional. Para establecerla se
creó el empleo de Visitador, y el nombramiento respectivo
recayó en uno de los jóvenes de más luces y de más espíritu
público entre los que se han formado en nuestra Universidad.
El Territorio de San Martin fué el primero que visitó con nota-
ble provecho para la causa de la instrucción. Me refiero al
informe que después de una laboriosa peregrinación de más
de tres meses presentó al Gobierno; una vez de vuelta á esta
ciudad.
* Los Tiáticos de ]os Comisarios de los Territorios computados á razoxi
de ^ 6 por miriámetro desde la capital respectiva hasta la de la Union son
¿Btos : San Martin, 15 miriámetros, $ 180 ; Casanare, 39|, $ 474 ; Nevada y
Motilones, 109, $ 1,308 : GOajira, 109, $ l,ZOB ; j San Andrés y San Luis d9
Providencia, 161, $ 1,932. * ,
I
— 32«~
'^ En él régímea escolar de los Territorios de la €k>a|ira j de
la ÜTevada se introdujo, por decreto de fecha 30 de Marzo, nna^
novedad que considero digna de conservación é impulso. Con-
siste en suprimir algunas de las escuelas de dudoso ó de ningim
buen éxito que la nación paga allí, sustituyéndolas con xmsk
anexa al Seminario eclesiástico de Santamarta.
" Según nota de fecha 16 de Diciembre, que tengo á la vista^
en ella se han principiado á educar seis jóvenes indígenas de
aquellos Territorios, los que reciben, bajo influencia poderosa,
el germen de civilización y sociabilidad que en vano ijretende-
mos llevarles al fondo de sus selvas con instrumento tan débil
y precario como es el de un simple maestro de primeras letras^
sin vigilancia y sin cooperación social inmediata.
" Con este mismo sistema ha preparado y adelantado Chile
la reducción y civilización de la Araucania^ y con él también
los misioneros franceses en la China impulsan en aquel imperio
la doctrina y la influencia del cristianismo.'^
Empero ni las apreciaciones ni los números que dejamos
trascritos son argumentos decisivos en contra de la existencia
dé los Territorios nacionales. Esas regiones no deben dejarse
al cuidado de los Estados porque ellos no pueden civilizarlas.
Tampoco deben ser abandonadas, porque eso equivaldría en
parte á perderlas y en parte á comprometer las líneas^ todavía
en disputa, de nuestras fronteras. Si en el tiempo que los Territo-
rios han estado á cargo del Gobierno General no han dado los
buenos resultados que se prometía el x>atriotismo, eso no ha
dependido sino del estravío que, sin duda, ha sufrido desde el
principio su sistema de administración. En lugar de pensar
solo en el desarrollo físico de esas comarcas y en el escolar y
religioso de sus infelices moradores, se pensó también en su&
intereses políticos, intereses qoe en puridad de verdad no han
existido para ellos ni existirán en mucho tiempo. Hay mucho
que hacer con él antes de convertir un hombre bárbaro en
ciudadano. Se les dijo á los Territorios que mandaran Comisa-
rios al Congreso nacional, cuando su mejor vocero en las Cáma-
ras es el Poder Ejecutivo, y cuando quizá no hay entre ellos per-
sonas adecuadas para el desempeño de ese cargo. A lo menos
los que los han representado hasta ahora han sido individuos,
desconocidos en aquellas regiones. Los Territorios nada tienen
que mandarle al Congreso por ahora : es el Congreso el que
debe enviarles á ellos el misionero, el maestro de escuela, el
ingeniero y el colono. Es ciertamente bien anómalo que hoy
por hoy se gaste más en dietas y en viáticos de unos Comisa-
rios que no pesan ó que pesan muy poco en las deliberaciones
oficiales, que en escuelas de primeras letras y en caminos.
Esto clama por una corrección, y esta corrección es suprimir
esos empleados inútiles dando á la Constitución un sentido
más justo y aplicando lo que en ellos se invierte en locales y en
útiles para escuelas, en puentes y en apertura de caminos, en
— 827 —
numoneroB, en herramientas y en semillafi para las tribus, y en
baoer llegar hasta éstas la sal de que carecen y á la que tienen
dam^ho gratuitamente como ocupantes inmemoriales y dueños
primitivos del suelo de que han sido despojadas.
El Secretario de Belaciones Exteri<M*es decia al Congreso
de 1873 con un juicio muy claro :
^^ La marcha de los Territorios nacionales ha sido por lo
general satisfactoria. La paz ha derramado sus beneficios en
ellos, y, al arrimo de ella y del empeño con que los encargados
de administrarlos propenden á su adelantamiento y prosperi-
dad, sus habitantes se dan á las faenas agrícolas ó manufactu-
reras, no sin que se vean inquietados en algnnos puntos por
irrupciones ó amenazas de los indígenas salvajes.
^' Los Territorios por su posición, por sus riquezas naturales
y por la feracidad de su suelo están llamados á desempeñar
con él tiempo un papel principal en la Eepúbllca, y lo desem-
peñarán, si se adoptan medidas por las cuales sean atraídos á
la civilización cristiana tantos seres infortunados que los pue-
blan y que son otros tantos brazos secuestrados del gran con-
curso del progreso humano ^ empresa hacia la cual se viene de
tiempo atrás llamando la atención, pero á que no se ha dado
preferencia por exigir cuantiosos recursos, de que carecemos, y
por otras dificultades que han parecido insuperables.
^^ Luego que se dé feliz remate á idea tan humanitaria, y
que ella sea fecundada por la inmigración, de seguro alcanzarán
los Territorios un grado incalculable de prosperidad.
^^ Estas secciones se hallan hoy mucho más adelantadas que
lo estaban cuando eran regidas por los Estados de que hacian
parte, y es fiíera de duda que vendrian á menos si volviesen á
eer administradas como anteriormente. Ko hay por qué decir
que son grave carga para la nación, como quiera que no causan
ingentes gastos al erario federal.''
SAN MARTIN,
«
Este Territorio fué cedido por el Estado de Gundinamarca
al Gobierno General el 16 de Setiembre de 1866 y fué aceptado
por éste el 4 de Junio de 1868. La cesión fué por 20 años.
Este Territorio limita hacia el Norte con el Territorio de
Casanare y con parte de Venezuela, hacia el Oriente con Vene-
zuela, hacia el Sur con la región del Caquetá y hacia el Occi-
dente con el Estado de Gundinamarca.
La superficie del Territorio tiene 1,170 miriámetros cua-
drados.
La población civilizada alcanza á 4,056 individuos.
Los gastos de la administración nacional á $ 11,000
Lasrenta<s délos Corregimientos á 5,000
Total $ 16,000
^ 328 —
El suelo de ^te Territorio es perfeetameiite j^aney loe^m-
ponen una serio de sabanas delimitadas entre sí por bos^mes
de árboles y de palmeras y por profundos y. abundantes eaños.
Hacia el Occidente lo separan del resto de la Eepública los
apéndices y el cordón principal de la Cordillera de Sumapaz,
y hacia el Oriente se extiende basta la mitad de las aguas del
Orinoco. Al Norte y al Sur le sirven de linde^ respecti-
vamente^ el Meta y el Guaviare. Gerca de las fuentes del Meta
y del Ariari' y de algunos délos tributarios de estos dos rios
están establecidas varias familias, que cultivan la tierra y
cuidan del aumento del ganado vacuno. El resto del Territorio
está desierto y es recorridcf por las tribus salvajes. Sin embar-
go, los indios que vagan por estas comarcas no son agresivos
como los de las orillas de los rios Casanare, Ele y Lipa, y
suelen acercarse en grupos hasta las poblaciones de San
Martín, de Gabuyaro, de Jiramena,. de San Juan de Ara-
ma y de Sebastopol (Barrancon)^ en los dias de fiestas rdigio-
sas y de diversiones públicas ; y muchos de ellos — quiz^
impulsados por la tradición de las antiguas misiones — buscan
y respetan al sacerdote como á su padre y consolador gene-
ral. *
En su pequeña industria - tejidos, hamacas, cuerdas, &c» -
soü muy hábiles ; hacen esfuerzos por aprender el idioma cas-
tellano y los más ricos andan acompañados de un intérprete.
Los indios de San Martin son corpulentos, altos y de
color bronceada Aunque no usan vestido ninguno, llevan una
manta consigo. Gonocen muy bien las montañas, los valles y
los rios ; calculan el tiempo y las estaciones, desprecian las
fieras, los reptiles y los insectos venenosos, son ágiles en la
carrera y en la natación y tiran la flecha con mueho acierto.
Gustan mucha de los licores, de la sal, de las telas, de las he-
rramientas, de los perros, &c. y comprenden que tienen que
dar algo en cambio de esas cosas ú objetos., No huyen de
las gentes civilizadas,, pues las buscan con interés y humildad.
Habitan estos indios en las márgenes del Meta, del Vichada
y del Guaviare. Últimamente han sido observadas grandes
agrupaciones de ellos hacia el rio Guayabaro, que no ea sino
el alto Guaviare. No son desconfiados ni bravos, seria posi-
ble reducirlos á la vida social con poco esfuerzo y poco gasto.
lios indios salivas son los menos bárbaros de los de esta
región. Hace poco fundaron ellos el pueblo de Orocué, pero se
han retirado de él y viven en una ranchería. Su idioma es difí-
cil de pronunciar y se compone de voces agudas y nasales.
Los guahivos, que habitan entre el Meta y el Ariari, en una
extensión de 200 leguai^ cuadradas, son de mediana estatura,
pero fornidos y de un color más oscuro que el de los salivas..
* La descripción pintoresca de este gran Territorio se Italia exi la part^
eorrespondiente del Estado de Oundinamarca.
r
■^-
Sa idioma es mes claro y más fácil de proaiiDciar, Loa
T08 son ladrones é indómitoe. *
Están situadas en este Territorio las salinas nacioni
Gamaral y Upin, las de Varital y ias de Mámbita. La i
de éstas, que produce ocho ó diez mil pesos al año, es í
qae elabora el Gobierno. La salina de Mámbita ae hal!
centro de la Cordillera en las orillas del Fpía, en un
qae dista de Villa vieencio cerca de 23 miriámetros. Es di
mny buena calidad, que explotan algunos vecinos i
dialá y del caserío de Mámbita y venden en los puel
Ubalá, de Gachalá y de Chipazaqae. Hay puntos del '
lio en donde la arroba de sal vale t i, precio que lio
proporción con el del ganado de aquellas regiones.
El método de explotación de la salina de que habla
tan radimentario que raya en bárbaro. Los bancos de st
son trabajados en los meses de Diciembre, de Ent
Febrero y de Marzo, que es el tiempo que dura allí el
ó estación seca, y como no hay almacenes en donde depo
sal dorante el invierno, las aguas le quitan á ésta la ]
soluble y la hacen inútil.
La principal íía ñuvial del Territorio es el rio Mete
bayaro es su puerto más importante. Medina puede di
puerto inmediato en el rio Humea, afluente del Meta,
navegable aguas arriba. El caño Gamoa, afluente t
del Meta, que parece ser navegable sin dificultad, di
el tiempo á San Martin un puerto cercano, en lugai
Matupa, que dista cinco ó seis leguas de él. Explor
recientes han demostrado que el Eionegro es nai
hasta mucho más arriba de la boca del caño Pachaquiai
es el punto que sirve de puerto á Villavicencio. Se cree
hacer, á poco costo, que las aguas del Eionegro, que se i
antes de entrar en el Humadea, tomen por el cauce dt
de este nombre y dejen los del Guairiba y Chichbni
asf fuere, triplicado el caudal del Kionegro podría ser i
do éste hasta cerca de Villavicencio. Si en lugar de est
se hiciera abrir un camino desde esta población hasta 1
cas, punto desde el cual el Guatiquia, afluente del K
navegable, aparte de otras muchas ventajas, la sal del <
no podria ser llevada hasta Oasanare.
El camino nacional destinado á unir á Bogotá con é
torio de San Martin, en el cual se ha trabajado con i
es el más importante de los de esta región. Falta mu
para qne llegue á Villavicencio, punto en que empiezas
Uanoras. Al hablar de este camino decia el Prefecto dé
torio en 1878 : " La influencia que esta obra, aún inco
ha ^raxiido sobre la prosperidad del Territorio es incale
— 330 —
Quien compara la vida activa que hoy tiene el Territorio en
materia de producción y de trabajo con la vida letárgica é
indolente que llevaba esta misma comarca de ocho años para
atras^ es quien puede juzgar de la influencia trascendental qoe
ha ejercido la construcción de aquella obra. Mil pequeñas
fu^iteS' de comercio, de donde manan los pequeños capitales
base de las grandes fortunas estancadas antes, fluyen hoy co>
piosamente manteniendo una activa circulación, llevando las
comodidades á la humilde choza del labrador y con ellas la
moralidad, compañera inseparable del trabajo productivo. Mer-
ced al comercio activo entre la cordillera y la llanura que ha
creado aquel camino, la tupida selva que aprisionaba y ence-
rraba á Yillaviceneio cae bajo el hacha del colono y cede ^
puesto á abundosos cultivos, que enriquecen á los moradores y
dominan la misma insalubridad de la comarca."
Los vecinos de Medina han hecho esfuerzos por ponerse en
comunicación con el valle de Gacheta por una vía directa
hacia el Meta, lo que ha dado por resultado el banqueo y des-
monte del camino respectivo ; pero se necesita algo más para
que una obra tan importante como ésa sea consumada^ Una
vez concluido este camino, se pondrán en comunicación directa
con Gabuyaro los distritos cundinamarqueses y boyacenses de
Guasca, de Guatavita, de Gacheta, de Junin, de TJbalá^ de
Gachalá, de Guayatá, de Guateque, de Somondoeo, de Garar
goa, de Suta, de Ghinavita, &c. Comunicarse con Gabuyaro
es tener salida hacia Venezuela y hacia las Antillas.
YUlavicencio y San Martin se comunican por un camino
firme y sombreado.
Gabuyaro puede comunicarse con San Martín por medio
del rio Gamoa, el cual tiene un buen puerto en Macupa.
La capital del Territorio está hoy en Yillaviceneio, lugar
que tiene algunos elementos de existencia, pero que queda en^
pié de la cordillera y por lo mismo en un punto excéntrico para
su objeto. El Gobierno debiera pasar la cabecera del Territorio á
Gabuyaro y tomar antes las medidas necesarias para que aquel
lugar sea lo que se necesita. En lo que importa á la i^uccion
de los indios salvajes^ Gabuyaro es el centro indispensable;
Yillaviceneio nó. Gabuyaro, ademas, está llamado á s^ el
punto de escala de un gran comercio, así de este Territorio
como del de Gasanare y del de el Estado venezolano de
Guayana. Hoy en dia suben hasta él muchas embarcaciones
despachadas de Orocué. *
* « Bxisten aún vestigios de un camino bastante recto y de piso firme,
que opone obstáculos de poca significación en el paso de los ríos eñ tiempo
de invierno, por el cual se comunicaban directamente los habitante de
San Martin y los del valle de Cáqueza sin tocar con ningún otro pueblo. Se
emplea en recorrerlo dia y medio desde San Martin basta un punto llama-
do San Miguel, que est& sobre el camino nacional de Oriente en el lugar en
donde desemboca el Bioblanco en el Bionegro. Desde ahí basta Bogot&.bagr
i
i
— 331 —
Hay nn correo nacional entre la capital de la Union y la
del Temt(HÍo. Entre lo8 Corregimientos liay correos mensusúes.
costeados i>or ellos ; pero no funcionan con regularidad
«ino dorante el verano. En invierno, que es muy largo y fuerte^
todo queda incomunicado en los Llanos.
Las grandes distancias que hay entre los diferentes pobla-
dos del Territorio no permiten que los niños puedan asistir á
las escuelas de las cabeceras de los Ck)rregimi^itos, y manos
habiendo, como hay, ríos y caños que interrumpen el tránsito*
Bel Corregimiento del Duda á San Martin hay cuatro jomadas
y de Jiramena á San Martin una bien larga. En este trayecto
se encuentran ademas los raudales del Guamal y del Humadear
Ehi tales condiciones, | qué significa una escuela pública en la
cabecera del Corregimiento ? Eso mismo puede decirse de los
demás pueblos.
Han fancionado en el Territorio desde 6 hasta 8 escuelas,
así : 2 en Villavicencio (de hombres y de mujeres), 2 en San
Martin (id), 2 en Medina (id), una de hombres en Cabuyaro y
otra en Jiramena, privada. El número de escolares no alcanza
en todas estas escuelas á 500. El Gobierno deberla establecer
una escuela por lo menos en cada población.
Las rentas de los Corregimientos son las que signen: Tilla-
vicOTcio $ 1,727, San Martin $ 1,404 y Medina $ 1,482. No se
tienen datos del Corregimiento de Uribe, que es de origen
reciente. Eespecto de la creación de este Corregimiento deda
el Prefecto del Territorio en su Informe de 1878 : " En el Sur
del Territorio, á una gran distancia de San Martin, sobre la
magnífica hoya del Duda, se ha aglomerado una considerable
población laboriosa y emprendedora, venida en su mayor parte
del vecino Estado del Tolima. Alienta allí el progreso y esti-
mula la inmigración la poderosa Compañía de Colcnnbia, la
cnal, ya por sus extensas explotaciones de quina en la Cordi-
llera Oriental, ya por la fundación de extensas praderías arti-
ficiales en las ricas márgenes del Duda, ya por la creación de
numerosos hatos de ganado en los pastos naturales del San
Juan, ha venido á ser el centro de una activa colonización, y
no es aventurado augurar que en el curso de pocos años con-
vertirá aquella Compañía una inmensa región, visitada antes
por las fieras, en una comarca floreciente. En la actualidad la
masa de población que hay allí es suficiente para la fundación
de un Corregimiento, &g.^
En 1879 habia en San Martin 9 Corregimientos. La falta
de recursos fiscales los ha reducido á 4. Ha sido fundada una
nueva población en Barrancon (Sebastopol). Este punto, lo
dos difUB de camino andando al paso reglar de una bestia. Por este camino
la distancia, en tiempo, entre Bogpotá y San Hartin seria de 3^ dias ; es
decir, casi la misma que entre Bogotá y Villavicencio. Esta vía podría yoU
Terse & dar al servicio público con un costo de $ 400." Ififc/rme del Pr^ecto
dñ San KarMn— 1879.
— 332 —
inismo que el de Bolívar, sobre el Ariari, es may á propóíito
para el asiento de nna misión. Sebsístopol comercia con Saa
Femando de Atabapo por el Vichada.
Los baldíos cedidos á los cultivadores y pobladores del Te-
rritorio no les han sido adjudicados por lo difícil que es para
las gentes pobres é ignorantes aparejar los expedientes del
caso. Estas dificaltades desaparecerón en parte con la ley 48
de este año (1882) sobre tierras baldías, ya que esa ley simpli-
fica el asunto.
Al ocuparse de esto decia el Prefecto del Territorio de
Bolívar en 1877 : " El objeto directo del artícelo 78 de ta. Cons-
titución, como él mismo lo expresa, y el propósito de los legis-
ladores de los Estados que han cedido territorios despoblado»
al Gobierno nacional, ha sido fomentar colonizaciones y reali-
zar mejoras materiales ; lo que en otros términos quiere decir,
propender por el engrandecimiento de la Eepública. Evidente-
mente un país como el nuestro, que tiene un gran territo-
rio despoblado no puede, de otro modo, sacar utilidad de las
riquezas que con mano pródiga nos ha obsequiado la natura-*
leza, ni atraer á la vida de la civilización los millares de salva-
jes que vagan errantes por las selvas. Las empresas colosales
no se pueden confiar á la debilidad del interés particular. El
Gobierno que cuenta con la mayor suma de poder, es el único
qtie está llamado á realizar el prodigio* de crear pueblos civili-
zados. En consonancia con estas verdades se ha considerado
que uno de los medios más eficaces para conseguir el objeto
principal, es llevar pobladores al corazón de las selvas vírge-
nes, y á este efecto se han adoptado algunas disposiciones que,
por no haber surtido los efectos deseados, deben ser reforma-
d.as ó adicionadas convenientemente.
" La primera de esas disposiciones es la del artículo 24 de
la ley de 4 de Junio de 1868, que faculta al Poder Ejecutivo
para conceder en propiedad 10 hectaras de tierras baldías á
cada una de las familias que se establezca en los Territorios.
En ejecución de esa ley vino el decreto ejecutivo de 6 de Julio
del mismo año y fijó en sus artículos 34 á 40 el procedimiento
que debe observarse para llevar á cabo la adjudicación. Según
estas disposiciones, las familias que quieran que se les adjudi-
quen las 10 hectaras á que tienen derecho, deben dirigirse al
Prefecto por medio de un memorial acompañado de la prueba
sumaria de la calidad de baldíos de los terrenos que piden.
Gomo las familias que solicitan esta gracia son de ordinario de
las más ignorantes, encuentran ahí las primeras dificultades,
y tienen que comenzar por hacer gastos para crear la docu-
mentación y preparar el memorial. Si á juicio del Prefecto no
se han llenado algunos de los requisitos que se exigen, se de-
vuelve el memorial para que se reponga ; en caso contrario, se
decreta la adjudicación provisional y se da aviso al Poder Eje-
cutivo para que resuelva definitivamente y dicte las providen-
r
das neeeaariaa sobre menanra del terreno y leva
Jdaíio. Esta segnnda pacte de la actaacion es el
se estrella toda esperanza de adquirir alguna
deseado. Las familias qae Iiacen esta clase de t
láeiiipre de las más pobres y no alcanzan á reani
para pagar los derechos del ingeniero, que pide
liasta el duplo de lo que vale el terreno ; y debe
con diploma ó sin, él, el encargado de practicar I
ulteriores, porque solo él tiene los iustrumentos i
medir el terreno y levantar científicamente el pli
resado tiene la fortuna de reunir lo necesario pa:
derechos, se adelautau la«i diligencias, no para p'
aI asaoto sino para entrar en nuevas dificultad
desalientan Á los peticionarios basta que, por ca!
ten de todo y se retiran perdiendo la paciencia j
"Más liberales las disposiciones de la ley 61 1
1874, ' adicional del título 10 del Código flaca!
loa pobladores no yá 10 bectaraa de tierras baldí
cho de propiedad sobre todo el terreno que culi
fuere bu extensión, y otro tanto más si los pobb
ceu dehesas de ganados ó cultivos de cacao, cafi
car ú otras plantaciones permanentes. Ademas,
como propietarios de las porciones cultivadas,
30 bectexas más, los colonos que hayan estah
cion y cultivos permanentes porgas de 5 aQos.
" El decreto dado en ejecución áe esa ley, '
de IToviembre del mismo año, facilita las operac
que yá no bay necesidad de bacer gastos en lev£
planos y suprime otras formalidades que care
Sin embargo, son tantas las trabas y dificultado!
aentan á los pobladores pobres, que en el trascui
que cuenta de existencia este Territorio, no ba ]
de que se fenezca ninguno de loa asuntos de ea
pobladores se hallan como antes de expedirse la
declaran sus derechos."
La ley 39 de i de Junio de 1868 autorizó al F
para gastar basta $ 4,000 anualmente en pagai
curas del Territorio de San Martin en los puel
tuviesen [lor falta de congrua, y para pagar mis
eos destinados á la reducción de las tribus salv^
para organizar como zapadores una parte de 1
lombiana y para destinarla á trabajar ea el cam
al Meta ; y finalmente para acumular en una si
funciones de Prefecto de este Territorio y de Ii
salinas del mismo.
El Territorio tiene estas poblaciones :
Arama (San Juan de). Está situado cerca
Qoa espaciosa sabana, á 380 metros sobre el i
Tiene una temperatura de 22°. Habittintes 112.
/
— 334 ->
Oíáhtyaro. Bu las oriltait del Meta. El Meta es navegable
hasta- Gabnyato en bnqnes de vapor. Cabnyaro será eoa el
tiempo el centro principal de las r^ones orientales de Colom^
bia y de las occidentales de Venezuela. Metros sobre el nivel
del mar 193; temperatora 27^; habitantes 202. Dista de
Bogotá 26 miriámetros.
Cumaral, Está situado en la sabana en el pnnto en donde
son explotadas unas minas de sal gema (muy negra) y sobre el
camino que pone en comanicacion á San Martin, al Meta^y al
Territorio de Gasanare. Metros sobre el nivel del mar 4M ;
temperatura 20^ ; habitantes 178. Dista de Bogotá 18 miriá-
metros.
Jiramena^ pueblo de indios, está situado en una sabana
cerca del Humadea. Metros sobre el mar 219 ; temperatura
25^ ; habitantes 252. Dista de Bqsotá 17 miriámetros.
Medina^ antigua capital del Territorio de San Martín, fué
fundado por ñ*ay Alonso Eonquillo, de la orden de Santo Do-
mingo, en 1670. Era yá curato en 1761. Hay en sus selvas
mucho cacao silvestre y extensos piñales. En los aguacates 6
euros que se producen en sus alrededores se crian unos gusanos
de seda que habitan en común dentro de un gran saco, el cual
tiene un agujero en la parte inferior por donde expelen sus
estiércoles. Se halla sobre el camino que conduce del Meta al
Territorio de Gasanare y á San Martin. Exporta ganados por el
eamino que de Gacheta conduce á Guasca, camino que pasa por
el páramo de La Garbonera. Metros sobre el mar 566 ; tempe-
ratura 20O ; habitantes 1,796. Dista de Bogotá 17^ miriámetros.
Sa/n Martin^ antiguamente ciudad, ííié ñindado xnnr Pedro
Daza en 1585 con el nombre de Medina de las Torres. La
destruyeron los indios y la reedificó Juan de Zarate en 1641,
con el nombre de San Martin del puerto de Ariari. Pros-
peró mucho por el oro que se sacó entonces de este rio, cuyos
criaderos son hoy desconocidos. San Martin es sin duda el
lugar que los conquistadores conducidos por Espira llamaron
Nuestra Señora^ pues se halla antes del rio Ariari. Hay un
sitio más allá del Ariari llamado San Juan, que ñié quizá el
primer asiento de la ciudad de San Juan de los Llanos, funda-
da en 1555 por Juan de Avellaneda. Metros sobre el mar 406 \
temperatura 25^ ^ habitantes 717. Dista de Bogotá 25 miriá-
metros.
' Upía, Está situado en una alta sabana cerca del rio de su
nombre y al pié de la cordillera. Hay en sus inmediaciones
minas de asfalto. Metros sobre el mar 300 ; temperatura 25^ ;
habitantes 300. Dista de Bogotá 22^ miriámetros.
VillavicenciOj pueblo de fundición moderna. En las selvas
vecinas de él hay cacao silvestre; es punto de escala del ganado
que se saca de los Llanos. Según parece, fué i)or Villavicenclo
Sor donde Federman se internó en la Gordillera Oriental orl-
ando el Bionegro. Al llegar este aventureeo á la embocadura
d^ Sioblauco, ^ae viene del PoDiente, loa gváaa lo U
por laa orillas de este rio hasta Pascóte, por donde ai
los peumos de Pasea. Federman uo hubiera podido
hasta aquel lugar si nO hubiera establecido una fingae
pueblo de Yillavicencio para herrar sus caballos. Desde
ees no hau vuelto á pasar caballos por aquellos desierto
es Yillavieencio la capital del Terrítoiio. Metros sobFe
839 ; temperatura 20° ; habitantes 625. Dista de Bogotá
riámetros.
Los otros pueblos del Territorio no merecen una É
cien especial.
SAIf ANDRÉS Y SAN miS BS PEOTIDENCU.
El £stíulo de Bolívar cedió por 20 años este Territo
Bepública el 26 de Setiembre de 1866 y ésta lo acepta
Julio de 1868.
Forman este Territorio las islas de San Audres j
Luis de PrOYÍdencia y los islotes y cayos que hay en su
diacioues. Están estas islas en el océano Atlántico, &ei
costa de Mosquitos y á más de 30 míriámetios del
colombiano. Una de otra dista 9 miriámetros.
Situación astronómica de San Andrés : latitud Ko;
31' 40"; longitud occidental 7° 29* 57" del mmdi
Bogotá.
Id. de Providencia : latitud Norte 13<' 22' 5i" ; l«
occidental 7° 8' 7" del mismo meridiano.
Superficie territorial 2 miriámetros cuadrados.
Población 3,488 individuos.
Glastos de administración nacional, escuelas y ^
alumnos oficiales $ 10,666 • > .,
Beutns do los Corregimieutos 1,663 •• \
Este Territorio, que es sin duda uno de loa que tien
elementos de inmediato beneficio y de los que presenl
^ilidailes para su administración y gobierno, es t
quizá el que se halla en peor estado respecto de loi
Nada tiene en él el Gobierno nacional, salvo una ooqi
los baldíos del sur de San Andrés y otra en Albor-E
20 millas de distancia de la capital, los productos de la
son insignificantes. Anualmente se exportan de estas isl
los Estados Unidos del Norte más de cuatro millones d
* En esta snma estín comprendidos loR gastos que causan 4 I
de escuelA á $ SOO por aSo cnda xxvo, y cuatro alumnoe-maestros
alumBRs-iiiiieiitras que deben ser edurádos en ¡na escnelas noimaleí
▼ar. Este Territorio no hn enviado á la Universidad nacional los S
q«e tiene derecho, y parece que Jo mismo ha sacedido respecto de
tai st^matei.
■* Estas rentas s6 componen asi : ObireKimiento de San Luii {
de San Andrés ) 5^3 ; id. de Provideneik $ 44%
~33« —
y se cree que el Grobiemo podria gravarlos á razOn de $ 2 por
millar. De acuerdo con lo que dispone la ley el Poder Ejeen-
tíyo estableció una aduana, qae él mismo cerró poco después*
Del Informe del Prefecto del Territorio en 1881 tomamos
los pasajes que siguen :
^^Máis de una vez se ha dicho, y se hace necesario no
olvidarlo, que la población de este Territorio es heterogénea,
pues la mayor parte de sus pobladores son ingleses y ameri-
canos ; por tanto, eHdioma que se habla generalmente en €L
es el inglés. Desde hace muchísimos años los americanos se
han apoderado del comercio de estas costas ; y tanto sus eos*
tumbres, como su idioma y como su espíritu público, se han
introducido insensiblemente en las masas, y ha ganado tal
preponderancia su influencia, que hasta hace poco era más
atendida la voz de un capitán de buque americano que la de
la autoridad.
^ Los hijos del Territorio son algo negligentes, sus aspira-
ciones son reducidas y no se interesan por realizarlas. Gomo la
poca riqueza que existe en estas islas está muy repartida se
ignora lo que es miseria : cada familia cuenta con algo para su
subsistencia.
^' Sus costumbres son por lo general las siguientes : del lunes
al jueves se dedican á cultivar el terreno quitando solamente
cuatro horas cada día ^ el viernes cortan leña y se proveen de
víveres para toda la semana ; el sábado lo dedican á la x>esca
y el domingo la generalidad acude á la iglesia, donde canta y
reza bajo la dirección de un miipstro desde por la mañana
hasta las dos de la tarde, hora en que se retira á sus casas á
leer la Biblia ó estarse queda en ella. La religión baptista es
la que piofesan la mayor parte de los habitantes. Hay tres
iglesias : una en el centro de la isla de San Andrés y dos en la
de Providencia.
'^ Si los interesados en propagar las doctrinas católicas esta-
blecieran una ó dos iglesias en estas costas,- acudirian todos á
su itono, pues se nota á primera vista la poca fe que tienen en
su secta, y se observa qué la mayor parte de los naturales
cuando viven algún tiempo en otro lugar de la Eepública, vuel-
ven aceptando nuestras creencias.
^^ Las leyes de Colombia son sgenas del espíritu de conquis-
ta violento, y de ahí resulta que á medida que la autoridad ha
tomado ínteres en propagaríais se han ido sometiendo insen-
siblemente muchos hijos del país que antes se creían y que-
rian ser subditos ingleses, ó ciudadanos americanos. Estos
sentimientos los abrigaban aun las personas más ilustradas del
Territorio. *
* «Los últimos Prefectos qne aqaí ha habido/' decía el Informe de 1877,
«'no han hecho nada en beneftcio de la administración pública en general, ni
en particular por ninguno de sus ramos importantes, como la instrucdon
pública, la seguridad de las propiedades, la organización municipal, la regu*
larizacion de las rentas, &c."
— 337 —
^^ El año de ' 1877 hubo en Providencia nn huracán muy
Ifaerte que destruyó la mayor parte de sus casas y sementeras.
Al señor Bichard T. Kewball, en su carácter de autoridad, se
I3 ocurrió no dar aviso del siniestro al Gobierno de Colombia,
<3omo era natural, sino elevar un memorial al Presidente de los
astados Unidos de Norte América, suscrito por todos los -que
habian sufrido, pidiéndole socorro. Afortunadamente varias
personas de criterio lo convencieron de que esa medida debia
tomarse con el Gobierno de Colombia.
^^ La generalidad de los habitantes, aunque sumidos en la
mayor ignorancia, dan poco que hacer á las autoridades, gra*
<5ias á sus tranquilas costumbres y á su total indiferencia por
los asuntos públicos,
^^ La falta de buen régimen interior en los Corregimientos
<jue no pueden sostener policías y el reducido número de éstos
obligó á esta Prefectura á solicitar del Poder lyecutivo una
pequeña guarnición que sirviera de apoyo á la autoridad y
diera garantías á los ciudadanos. Todo permanece tranquilo
'desde entonces y así seguirá mientras este piquete se conserve
en el servicio del Territorio,
" A la Administración de Hacienda nacional apenas se le
nota movimiento, porque, como no se le oculta al señor Secre*
tario, hace cerca de tres años no se recibe remesa alguna para
el pago de los empleados.
" Todavía no se ha despertado en estas poblaciones grande
ínteres por la instrucción ; ignoran las ventajas que, con ella,
reportan los pueblos y el grado de civilización que adquieren.
Es por eso por lo que se notará con extrañeza que se pasó hasta
un año sin que estuviesen ocupadas todas las becas que el Go-
bierno General sostiene en la Escuela normal del Estado de
Bolívar en beneficio de algunos niños del Territorio.
"En donde hay un poco de más interés por el adelanto
moral es en el Corregimiento de Providencia ; últimamente la
Corporación municipal votó una partida para una nueva casa
de escuela, que hoy se encuentra concluida.
"El número de niños matriculados en las escuelas públicas
«s el siguiente :
" En la del Corregimiento de Providencia 194
"En la de , id. de San Luis - 72
'^Enlade id. deSanAudrea 36
Total 302
" Esta última escuela tiene menos niños á consecuencia de
haber xxxssk privada establecida por un hyo del país y ser aten-
dida eon constancia. En ella casi no se adquieren conocimlen*
toi9, pero sí influye en el hábito de los niños hada el estudio^
f poco á poco en el espíritu de los padres en beneflcio dé la
enseñanza*
22
_'i
\
— 338 —
"El correo no es despachado con puntualidad porque no hay:
ningún dueño de buque que quiera hacer el contrato de coir-
duccion de él por la irregularidad de los pagos. Esto hace que
en muchas ocasiones se pasen hasta dos meses sin comunicamos
con Colon, que es el puerto de Colombia que sirve al Territorio. .
" En cada uno délos Corregimientos hay una cárcel pública.
Son tres pequeñas casas de madera que apenas sirven para
una detención de poco tiempo, pues no son cómodas ni seguras.
Afortunadamente no se cometen crímenes en el Territorio.
Ocurrió hace poco un hondcidio y el reo- fué enviado á cumplir
su condena al Estado de Panamá^ He dicho antes que estas
masas son sanas, y observo al efecto que ni,robos> ni herida»,
ni ningún otro delito grave ocupa nunca á las autoridades.''
El Prefecto dé 1877 pedia al Gobierno que enviase al Terri-
torio una guarnición militar, " porque ella contribuiría á gene-
ralizar el idioma castellano, asunto de suma importancia para
los isleños''; y agregaba: " En este Territorio todo se actúa
en inglés, y aunque algunos de los naturales de la isla entienden,
el español y el inglés^ están muy lejos de hablar bien ninguno
de los dos idiomas, x como es necesario, según el artículo 1,462
del Código Judicial, cuando hay testigos que no sepan hablar
el español nombrarles uno ó dos intérpretes, el Gobierno de-
biera establecer aquí un intérprete oficial." En efecto, el envío
al Territorio de una guarnición respetable seria un grande
apoyo para la adopción de medidas cardinales, tales como I^
creación y organización de las aduanas, la guarda de los bienes
públicos y la completa sumisión de los habitantes á las auto-
ridades colombianas.
La ley 25 de- 24 de Abiil de 1871 dispuso que el Poder Eje-
cutivo arrendara en licitación pública y por un término de 5
años el derecho de extraer huano y de recoger cocos en los
islotes de Alborkeator, Eoncador y Quitasueños de este Terri-
torio. El producto de este arrendamiento debía ser aplicado á
la instrucción pública, á los gastos municipales y á la construc-
ción de un faro en dichos islotes. La ley de que hg-blamos
autorizó ademas al Poder Ejecutivo para mandar cobrkr en el
Territorio un derecho hasta de 5 i^or 100 del valor de los
efectos que se importasen en éL.
Estas islas producen también palo-mora, brasil, cedro, algo-
don y caña de azúcar. En La Serrana^ que está á 14 miriá-
metros de Providencia, hay un banco de huano de mala calidad»,.
En todo el Territorio se hace un comercio activo de cueros, de
miel y de carey ; el ganado vacuno tiene un alto precio en San
Andrés, y así los habitantes de esta Msla como los de Provi-
dencia mantienen tráíioo directo con los Estados Unidos dé
América y con Jamaica. x
Las islas de que hablamos fueron anexadas definitivamente ^
al Vireinato de lí^ueva Granada por una cédula real de 1803.
Tomas O'ÍTeille, mandado por la Corte española en tiempo do
Jk*'*
— 339 --
Femando Vil, fué el priiner Gobeniadbr que Hubo en ellas.
En ISlS'la provincfei de Cartagena mandó á allí, también como.
Gobernador, al Gfeneral colombiano Tomas Aury, y éste hizo
eonstnrií un fueíte sobre un subterráneo en donde se cree que
rbs' piratas del siglo XVI depositaron grandes riquezas.
Las poblaciones de este Territorio son- las siguientes :
lagares. Habitantes Lugares»- Habitantes'^
en 1871. en 1871.
Barker Hill . ....... 397 Sált Crecfc . . . . . 349
eiermont 309 San Andrés 297
Cobo 200 San Luis 310
Harmony Hall . . 348 Santa Catalina 404
Hill WilL. 200^ Shingle HiU 314:
Providencia 211 Southbay X49
Según el censo de 1851 este Territorio na tenia sino 1,915^
habitantesi
Providencia. Isla del mar de las Antillas, situada áSmí-
riámetros y 3 kilómetros hacia el Norte de la isla de San An-
drés 5 es de suelo montañoso y abunda en yeso y piedra de cal.
Tiene valles ricos y en ellos se cria bien el ganado vacuno. Su
largo es de cuatromillas y su ancho máxima de 2^. Tiene un
dima saludable. Hacia el Norte de éMa está la isla de Santa
Catalina, separada por un canal dfe 40 metros de apcho, sobre
el cual hubo un puente en otro tiempo. Las costaá de las dos
islas forman un puerto seguro. Sfe cree que Providencia fué
una de las islas descubiertas por Colon en su primer viaje y
que entonces tenia el nombre de Abacoré Saile le dio después
el nombre que hoy tiene, y en algún tiempo fué asüo de pira-
tas. Suelen azotarla los huracanes. Dista de Bogotá 162
miriámetros.
8an Andrés. Isla del mar délas Antillas, está cubierta dé
vegetación y jMíblada en todas direcciones ; su suelo es que-
brado y pedregoso. Su largo es de 7 millas y su ancha de 2»
Tiene un buen puerto de más de 4 millas. Metros sobre el mar
40 ; temperatura 29°. Dista de Bogotá 161 miriáiüetrosw
San Luis. En la isla de San Andrés. Tiene un buen puerto
de más 5 kilómetros de anclaje.
Santa Oatalino/. Esta isla, que está junta á la de Provi-
dencia, es célebre porque se dice que hay en ella ocultos gran^
des tesoros.
CASANARE.
Este Territorio fué cedido á la XJnion por el Estado de Boyaca
en 1868 y fué aceptado por ésta el :29 de Marzo de 1869. La
cesión fué por veinte años.
Este Territorio limita, hacia el líbrte y hacia el Oriente con
la república de Venezuela, hacia el Sur con el Estado de Cun^
.d
-^ 340 ~
4inamarca y hacia el Occidente con las ramificaciones oecd-
dentales de la parte inferior de la gran Cordillera Oriental;
y está encerrado entre los rios Upía, Meta y Arauca. Laa
aguas de estos dos últimos rios lo bañan hasta el meridia*
no del Paso del Viento, que es el o.® hacia el Oriente del de.
Bogotá.
Superficie : 530 miriámetros cuadrados.
Población civilizada : 26,066 individuos.
Gastos de administración nacional : $ 10,500*
Eentas de los Corregimientos : ( se ignora.)
El suelo de este Territorio es lo mismo queeldelTerrito*
rio de San Martin, pero está más cultivado y es más conocido. *
Casanare fué antiguamente una provincia. En la ley de 23
de Junio de 1824 sobre división de la República de la antigaa
Colombia, figuró Casanare como parte integrante del Departa-
mento de Boyacá. En ese entonces su capital era Pore. Yeinte
años después tenia aún el carácter de provincia y se componía
de los cantones de Pore, Arauca, Chire, Macuco, Kuncliía y Ta«
guana, compuestos respectivamente de los pueblos siguientes :
l.<> Pore, Támara y Trinidad ; 2.o Arauca, Arauquita y Cuiloto;
3.0 Chire, Betoyes, Macaguane^ Manare, Muneque, Tame y;
Ten ; 4® Caflfí, Guayabal, Maquivor y Surimena ; y 5? Payat,
Labranza^grande, Marroquin, Morcóte, Nunchía y Pisba. Te-
nia 18,489 habitantes y 32 electores. ** Cuando fué creado el
Estado de Boyacá (1858) la provincia de Casanare entró como
parte componente de ese Estado.
Casanare ocupó un puesto muy distinguido en la guerra de
nuestra independencia nacional, no sólo por haberse mantenido
siempre libre siuo por haber sido de su seno de donde salió la^
expedición que dio independencia á la líueva Granada en 1819.
Así el poder civil como la autoridad eclesiástica han hechQ
siempre esfuerzos en beneficio de esta rica y hermosa region.í La
ley 4* de 16 de Marzo de 1832, autorizó al Poder Ejecutivo para
repartir en propiedad 500,000 fanegadas de tierras baldías á
los individuos nacionales ó extranjeros que se avecindasen
en eUa.
La ley 13 de 16 de Mayo de 1832, dispuso que los productos
de las hacie^ndas de Guanapalo, Macuco, Surimena y Casimena
fueran aplicados exclusivamente al sostenimiento de los pue-
blos de esos nombres y á la civilización de los indios errantes
de CasanarCé
La ley 14 de 15 de Mayo de 1833 dispuso : l.o que las pro-
vincias de padres agustinos descalzos y de dominicanos que
tenían á su cargo las misioues de Casanare diesen, con prefe-
^ La descripción pintoresca de este Territorio, junto con la de sos tribus
salvajes, se hallan en la parte correspondiente de la Geografía del Estado dé
Boyacl
** Véase la página 115.
— 341 —
renda á todo ota*o servicio los religiosos necesarios, la primeni
para las parroquias de Guanapalo, Macaco, Surbnena, Gasi-
metia y Maqnivor, y la segunda para las parroquias de Tame,
Macaguane^ Betoyes y Cuiloto; 2.» que los productos Hquidos
de las haciendas de las misiones fueran depositados anual-
mente en la tesorería de la provincia para los gastos de los
misioneros ; 3.o que el Poder Ejecutivo dictara los pegamentos
del caso á tin de evitar el fraude y la disipación de los lienzos,
de la sal, de las herramientas y de los demás útiles que así por
las disposiciones legales como por una costumbre inveterada
se distribuían dos veces en cada año á los indígenas ; y 4? que
no se cobrase á ésto durante 20 años contribuciones civiles,
personales ni eclesiásticas de ninguna clase.
Por decreto pontificio de 10 de Diciembre de 1833 fué crea-
do un Obispo auxiliar del metropolitano de Bogotá, con el
carácter de perpetuo, en la provincia de Casanare. Un acto
legislativo de 10 de Junio de 1834 confirmó ese decreto.
, La ley 12 de 12 de Junio de 1838 mandó establecer en Casa-
nare tres circuitos judiciales.
La ley 21 de 18 de Abril de 1844, exceptuó por diez años á
la proAincia de Casanare de dar al Gobierno el oontingente
militar que le correspondía en tiempo de paz.
La ley 1* de 6 de Junio de 1844, que organizó la renta de
tabacos, permitió á la provincia de Casanare la siembra del
tabaco conocido con el nombre de curcLseca^ siempre que él fuera
destinado exclusivamente á la exportación y ésta fuera hecha
por puertos secos ó de rio.
La ley 59 de 1873 creó un Juez del Territorio, con residencia
en Támara, y un Agente fiscal. Nombra al primero la Corte
Suprema de la nación y al segundo el Procurador de la misma.
La Corte conoce en ultima instancia de las sentencias y autos
del Juez del Territorio.
Son muy notables las siguientes disposiciones de la ley 11
de 27 de Abril de 1874 :
" Art. 10. El Poder Ejecutivo adoptará los medios nece-
sarios para ponerse en comunicación con los indigaias no
reducidos que habitan ó frecuentan los dos Territorioii de
que se ocupa esta ley, á fin de averiguar el número de tribus
independientes, su población^ estado social y residencia habi-
tual, y de establecer con ellas relaciones regulares y pacíficas
que fomenten su civilización y aseguren la tranquilidad de las
poblaciones civilizadas establecidas en los mismos Territorios.
" Art. 11. Estas relaciones tendrán por base la» siguientes
reglas :
"Primera. Eeconocimiento del derecho de propiedad de
dichas tribus en el territorio que ocupan con sus trabajos agrí-
colas, y de caza y de pesca, para lo cual se trazarán, de acuerdo
con las tribus, los límites generales del que it cada tribu se
le reconozca.
— 312 —
*^Segunda. Beconocimiento del gobierno, autoridades .y
leyes que las rigen en sus relaciones interiores y prescindencia
de toda pretensión á someterlos por la fuerza á las l^jfes, auto-
ridades y religión que rigen y se observan en las ^poblaeion^R
civilizadas.
" Tercera. Celebración de tratados para adquirir por compra
las tierras que ocupan al norte del Guaviare las tribus que
IM)r su carácter no puedan vivir en paz con las poblaciones
civilizadas, y traslación de las mismas tribus á las tierras que
al efecto Be les designarán al sur de dicho tío, cuyos límites no
podrán traspasar en sus excursiones diobas tribus, ni dentro
de los cuales podrán introducirse tampoco, sin consentimiento
de éstas, las poblaciones blancas ni las de las tribus reducidas.
"•Cuarta. Arreglo de la« relaciones comerciales por medio
de tratados entre las tribus noTeducidas y la población civili-
zada, procurando que este comercio se haga .en épocas y luga-
res determinados, bajo la inspección de las autoridades políti-
cas del Territorio, con el objeto de prevenir abusos contra el
interés de los indios y el emiüeo de la fuerza por los traficantes
mismos, ya sean los indígenas ó los civilizados.
" Quinta. Prohibición del comercio de licores y bebidas em-
briagantes y de armas de fuego con las tribus no reducidas.
"rSexta. Empleo perseverante de la influencia del Gobierno
y^de los misioneros que se establezcan entre los indios, en el
sentido de que éstos adopten para su régimen interior costun^-
bres análogas á las instituciones republicanas, oomo son : el
nombramiento de sus jefes y caudillos por elección general j la
reunión periódica de asambleas ó cuerpos representativos para
discutir los negocios de ínteres común ; el establecimiento de
jueces imparciales para la decisión de las controversias parti-
culares, y el reconocimiento de la patria común áq4ie pertene-
cen y de la autoridad nacional que los protege.
" Sétima. Mediación constantemente interpuesta entre las
diversas tribus para evitar ó terminar sus guerras intestinas y
para decidirlas á adoptar reglas de conducta humanas y bené-
volas entre sí.
" Octava. Protección y íbmento de los establecimientos agrí-
colas de dichas tribus, para acostumbrarlas poco á poco á cam-
biar la vida errante de la caza y de la i)esca por otra más •
sedentaria, dependiente del cultivo de la tierra y de la cria de
rebaños de ganado.
"Novena. Establecimiento permanente «de misioiies encarga-
das de predicar la moral ^evaaigélica, de estudiar y reducir á
caracteres escritos el idioma de las diversas tribus, de enseñar
á éstas la lengua patria y de inspirarles con el ejemj^o el gusto
por las labores agrícolas.
" Décima. El sostenimiento permanente de Comisarios del
Crobiemo nacional ^oerca de los indios, con tí objeto de celebrar
ixatados^ trasmitirles los deseos y resolufíuxi^s del Gobierno j
— 3i3 —
r:x6C£bir de las tribus la expresión de sus necesidades, quejas .7
preposiciones.
*' Art. 12, El PoderJSjecutivo establecerá cerca de las tribus
indígenas no reducidas de los Territorios de Gasanare y de San
Martin, dos Comisarios investidos del carácter que expresa él
número diez del artículo anterior, remunerados con un sueldo
de seiscientos á novecientos pesos anuales cada uno.
" Art. 13. Autorízase al Poder Ejecutivo para nombrar y
mantener, con un sueldo de seiscientos á novecientos pesos
anuales, hasta dos misioneros ambulantes de la religión cris-
tiana, que recorran el texritorio ocupado por las tribus de los
dos Territorios con los objetos que se expresan en la base nona
del artículo undécimo ; y por ahora, principalmente, con el de
estudiar las facilidades y puntos adecuados para el estableci-
miento de misiones permanentes y colonias agrícolas destina-
da s á la reducción dalos indios á la vida civiUzada.
" Art. 14. El Poder Ejecutivo mantendrá constantemente
en el Territorio de Casanare, y en el de San Martin cuando lo
exijan las circunstancias de incursiones de los indios salvajes
ú otras, una fuerza orgaiiizada de no menos de cien hombres
de infantería ó caballería, destinada á 4ar protección á las
poblaciones civilizadas contra los ataques de los indios, á éstos
contra los abusos ó persecución de los blancos, y á dar segu-
ridad á todos.
'' Art. 15. También establecerá el Poder Ejecutivo luego
que las circunstancias lo requieran, una pequeña flotilla de dos
ó tres embarcaciones, á órd^es inmediatas del Comisario res-
pectivo, para recorrer el Casanare y sus tributarios, y el Meta
.y sus tributarios, desde Cabuyaro hasta Buenavista, proteger
el comercio que se hace á Jo largo de estos ríos y entablar rela-
ciones amistosas con las tribus no reducidas que frecuentan
estos lugares.
^^ Art. 16. El Poder Ejecutivo procurará por todos los medios
l)0sibles que la sal se encuentre en provisión- suñciente y á bajo
precio en las principales poblaciones de los dos Territorios, y
al alcance especialmente de las tribus indígenas. Al efecto se
le autoriza para que .prescinda de toda ventaja fiscal en la ela-
boración de las fuentes saladas de los dos Territorios, en cam-
bio de que los contratistas ó arrendatarios se obliguen á vender
la sal enpuntos y á precios determinados en los contratos res
pectivos. El precio de la sal gema en las salinas situadas en
los dos Territorios de que trata esta ley, no excederá durante
diez años del que, en la actualidad, está fijado para toda la
nación.
" Art. 17. El Poder Ejecutivo asignará porciones de tierras
suficientes para adjudicar en propiedad á las tribus que vayan
^reduciéndose á la vida civilizada, é razón de hasta cincuenta
Ibect^ras á cada cabeza de familia que se establezca permanen-
ífcemente en. los trabajos de cultivo de la tierra. Al efecto se
— 344 —
^tínarátt par» eada tribu extensiones de tierra coltívable
desde mil basta veinticinco mil bectaras, qae formarán para
cada tribu una reservación especial en favor dé los primero»
colonos y sus inmediatos sucesores.
" Art. 18. Autorízase al Poder Ejecutivo para contratar
con la compañía 6 compañías que narvreguen el Orinoco por
vapor basta cuatro viajes anuales de los vapores á Cabuyaro
ó á algún otro punto adecuado del Meta ó de sus tributarioeu
Uno de estos viajes deberá hacerse por el rio Arauca basta la
población del mismo nombre. Ábrese, al efecto, al Poder Eje-
cutivo un crédito basta de seis mil pesos.
" Art. 19. El Poder Ejecutivo mantendrá constantemente un:
Cónsul en Ciudad-Bolívar, con la dotación basta de mil ocha-
cientos pesos anuales, con la obligación de enviar todos loa
meses á los Prefectos de los Territorios noticias de las regula-
clones comerciales de aquella plaza, en especial de las que
afecten el comercio del tránsito, de los precios corrientes de los^
artículos de importación y exportación de los Territorios, y de
todos los demás hecbo» que puedan tener importancia para las.
poblaciones de dichos Territorios."
En virtud de la ley 55 de 1? de Julio de 1878 sobre fomento
del Territorio de Casanare se dio á la estampa el ^* Bosquejo
estadístico de la región oriental de Colombia y medios econó-
nucos para su conquista, sometimiento y desarrollo industrial
y político ^ de Joaquín Díaz Escobar.
Los rios de esta región, que son muchos, corren todos de
Occidente á Oriente y son paralelos entre sí. El mayor número
de ellos, que es el de los que se encuentran entre el Upía y el
Lipa, tributan sus aguas al Meta y su corriente determina la
hoya hidrográfica del Sur, igual á las dos terceras partes del
Territorio; los otros^. que son el Sarare, el Arauca y el Capona-
paro, tributarios del Orinoco, determinan la hoya menor ó del
íí"orte, que es la parte restante. El suelo del Territorio es plano;
sinembargo,^ entre los rios Upía y Tuase encuentran ^gunas
mesetas y algunos bancos de arena. Entre el Cusiana y el
Gravo las sabanas están cortadas por multitud de canos y soa
excelentes para la cria de ganados. Entre el Cravo y el Pauta-
hubo en otro tiempo grandes criaderos de ganado vacuno. Mag-
nificas arboledas cubren las orillas del Ouanapalo y soberbios
grupos de palmeras adornan aquí el paisaje en todas direc-
ciones. En^e el Pauto y el Casanare habitan de ordinario los
guahivos y los chiricoas^ y entre el Guachiría y el Ariporo se
halla el gran bosque de iTojarote. Hacia el Arauca el terreno
es más &ne y abundáis los hatos. * Los Llanos se inundaa
* «En Oasanare se ñmda mi hato juntando 200 reses, contratando cuatro
6 cinco íléones, construyendo un corral con empalizadas de ^adua, haciendo
una casa y sembrando cerca de ella unas matas de plátano y otras de cana
de azúcar. Estos hatos tienen algo de parecido á los feudos antiguos, pues lo»
eultiYadores q«e están inmediatos á ellos quedan, i^sofaeto, sujetos, á cieirtaB.
Qhli^^ionfiS«'^ Ifíiforme del Pr^edo, 1879.
si
dorante la estación de las a^as, porqne en élIa el Orinoco
repele sus grandes afluentes hasta hacerlos salir de sus cauces»
En Agosto suben las aguas á su máximo y en Marzo bajan. á
su mínimo. Encimes de Febrero empieza el verano^ el cuaJ
es muy fuerte y lo agosta todo.
Las vias de comunicación del Territorio son de fácil trán-
sito i)or la naturaleza del suelo y por ser fluviales muchas de
ellas ; pero necesitan de desmontes frecuentes, principalmente
en las orillas de los rios y de los caños, para evitarlas embosca-
das de los indios salvajes, quienes suelen matar á los viajeros
sin que éstos los vean siquiera. En algunos puntos deben ha-
cerse construir puentes, única cosa que falta á los caminos del
Territorio, trazados y abiertos casi todos por la sola naturaleza.
Estos puentes, que no requieren mucho costo ni grandes obras
de arte, no solo x>ondrian en comunicación muchos de los más^
importantes Corregimientos entre sí sino el Territorio con el
Estado de Boyacá y con el Territorio de San Martin. La parte
más notable de esta región es la comprendida entre el rio Oa-
sanare al Norte y el desierto al Sur, hasta tocar con el Terri-
torio, de San Martin, pues hay en ella nueve Corregimientos
ricos en ganados y estáii en ella los puertos de los rios Tocaría
y Pauto, tributarios del Meta, relacionados con la importante
población de Orocuó. Los pueblos de Támara, de Ten, de Lope
y de Arauqjiita cosechan al año más dé 4,000 quintales de café,,
de los cuales exportan 3,000. También exporta el Territorio
más de mil quintales de cueros y más de 3,000 rases y envia
de éstas cada año al Estado de Boyacá más de 6^000. Última-
mente ha empezado á ser navegado el rio Arauca en buque»
de vapor.
El Gobierno General explota en el Territorio la salina de
Muneque; pero el precio de la sal no consulta los intereses de
la industria pecuaria, que es allí la más rica de todas. Hay
ocasiones en que la sal se vende á cuarenta centavos el kilo-
gramo, ó sea á cinco pesos la arroba, y eso hace que no pueda
dársele álos ganados en absoluto, ó que no se les dé con la fre-
cuencia y en la cantidad que ellos la necesitan. La sal marina^
que pudiera ser introducida en el Territorio en grandes cantt^
dades, no es adecuada para ese objeto.
A las 7 escuelas que habia en el Territorio en 1879, con-
enrrian cerca de 390 niños, así : á la de Kunchía 61, á la de
Támara 98, á la de Moreno 32, á la de Pore 64, á la de Ten 22^
á,la de Arauca 70 y á la de Tame 42. Este número de esco-
lares es muy pequeño comparado con la población del Terri»
torio. Hay también en él algunas escuelas primarias, aunque
mal montadas por falta de útiles de enseñanza y de locales.
, En 1877 el número de escuelas oficiales era 9; hoy hay una
en cada uno de los trece Corregimientos.
Las poblaciones más importantes del Territorio son las
siguientes:
i
— 346 —
Arauca, YiHa, asiento alguna vez de ima aduana nacioiíal.
ISstá sobre la margen derecha del río del mismo nombre, frente
<tlel pueblo yenezolano del Amparo, y dista de Guasdusáito,
pueblo célebre en la guerra de la independencia, 2^ miriáme-
tros. Arauca, que en 1782 era yá parroquia, comercia con los
pueblos del Estado venezolano de Apure. Su clima no es sano.
Metros sobre el mar 179, temperatura media 28^, habitantes
1,584. * Dista de Bogotá 59¿ miriámetros.
Arauquita. Tiene 289 habitantes.
Barrohlanco. Está situado en medio de una sabana que
tiene algunas lomas cerca del rio Chitamene; >«s de clima en-
fermizo. Metros sobre el mar 306^ temperatura 32^^ habitantes
327. Dista de Bogotá 27J miriámetros.
GMre { Santa Eosa de) está«ituado en una llanura malsana
en las orillas del rio del mismo nombre. Tuvo en otro tiempo
la categoría de ciudad. Fundóla el Gobernador Francisco En-
caso según unos y según otros Adriano de Yái:gas en 1689. Su
caserío es muy pequeño y ha cambiado tres veces de asiento.
En sus inmediaciones derrotó el 31 de Octubre de 1815 á Cal-
zada, que mandaba 400 jinetes -españoles, el General p^atriota
Joaquín Ricaurte. Metros sobre el mar 260, temperatura 28^^
habitantes 413. Dista de Bogotá 41^ miriámetros.
Moreno ó La Fragua **, ciudad, antiguamente capital de
la provincia de Casanare. Está situada sobre una meseta pe-
dregosa, sobre el Muese, no lejos del Ariporo. Su clima es
malsano. Ferderman Ja llamó I^ Fragua por haber montado
en ella una forja para herrar sus caballos. La República le dio
el nombre que hoy tiene, en honor del General colombiano Juan
N. Moreno, natural de ella. Carece de agua, aunque puede
hacerla ir hasta ella tomándola déla del rio Ariporo. Metros
sobre el mar 340, temi)eratnra 25% habitantes 1,365. Dista de
Bogotá 39J miriám^ros.
NuTíchia. Está situado en un llano, arriba de la confluen-
cia del rio del mismo nombre y del Tocaría. Su iclima es mal-
sano. Metros sobre el mar 429, temperatura 25°, habitantes
531. Dista de Bogotá 34J miriámetros.
Oroeuéj en la ribera izquierda del Meta. Fué asiento de
una aduana nacional.
Porc (San José de), ciudad fundada por Adriano Vargas
6 por Eneiso ó Ancisb según otros, en un llamo enfermizo cerca
del rio del mismo nombre. Fué antiguamente capital de píO-
vinciaf en su distrito «se produce cacao, maiz, yuca, plátano, &c.
Hi2» en otro tiempo un gran comercio de cordobanes y de ga-
muzas, que fabricaba con x^ieles de venado, animal muy abun-
* El número de los habitantes de los pueblos de este Territorio se lia
tomado del censo de 1851 por deficiencia del censo de 1870.
** Creen alanos que en donde fué fundada la, Fragua faé en donde esti
3ioy Yillayicencio.
— 3« —
<flaiíte en sus inmediaciones. En las ciénagas y lagunas de
Pore se encuentra el pez-pavon ( curbinata), muy eficaz contra
»«I mal de orina. * Metros sobre el nivel del mar 486^ tempera-
tora 250, habitíintes 906. Dista de Bogotá 37 miriámetros.
Támara, sobre un cerro; es sano. Fué en otro tiempo nota-
ble por sus tejidos, por sus dátiles y por ser lugar de residen-
cia de las autoridades españolas en ciertas épocas del año.
Metros sobre el mar 1,400, temperatura 20^, habitantes 1,880.
Dista de Bogotá 35 miriámetros.
Tamej anMguo pueblo de indios ; está situado en una saba-
na alta y malsana. Metros sobre el mar 345, temperatura 2o^y
habitantes 633. Dista de Bogotá 45 miriámetros.
'Tefij^n una pequeña llanura, cerca del Ariporo ; es mal-
sano. 'Hay en sus inmediaciones minas de hulla. Metros sobre
el mar 655, temperatura 200, habitantes 452. Di«ta de Bogotá
36 miriámetros.
Trinidad^ sobre el Pauto ; es malsano y está rodeado de
palmaren. Metros sobre el mar 136, temperatura 29^, habitan-
tes 111. Dista de Bogotá 42 J miriámetros.
También se encuentran en este Territorio las aldeas y po-
blaciones de San Lope, El Viento, Manare, Palmar, Brito,
Furaré, Cafifí, Manare, Guativá, &c, casi todas insignifica¿ntes.
aOAJIRA.
Este Territorio fué cedido á la Union por el Estado del
Magdalena el 25 de Setiembre de 1871 y fué aceptado por ésta
^ 24 de Enero de 1872. La cesión fué por 20 años y no compren-
de las salinas que aquel Estado explota allí por su cuenta. **
Limita este Territorio hacia el Oriente con la ensenada de
Calabozo y el golfo de Venezuela ; hacia el Norte y el Noroeste
con el mar de las Antillas, y hacia el Sur y él Sudeste con el
Estado del Magdalena. JBsta región de Colombia es una her-
mosa península, la más gTande y regular que hay en la Amé-
rica del Sur, de suelo plano, fértil y saludable aunque carece
de aguas
Superficie : 300 miriámetros cuadrados.
Población civilizada: 9,000 individuos, f
* %A cafbinata tiene encima o^ cada ojo una piedra blanca del tamaño
de un hueso de aceituna.
** La ley 80 de l.« de Julio de 1^870 dispuso que el Poder Ejecutivo soli-
•citara del Estado del Magdalena los territorios de la Goajira y de la Sierra
Kevada para organizarlos y administrarlos «egun la Constitución nacional»
Lio autorizó al mismo tiempo para celebrar arreglos con los tenedores de
»no8 de la deuda exterior 6 con otros individuos sobre colonisacion y ex-
plotación de dichos territorios y de los demás de la República.
f La población goajira se calcula por los conocedores del Territorio en
•áOjQOO .almas.
Gai^s de administración nacional : $ 10,000»
Bentas de los Corregimientos: ( se ignora ). *
En Octubre de 1872 fué cedida también por A Estado del
Magdalena la sección de Soldado, y en ella faé establecida
la capital del Territorio. Condo »oldado es inhabitable en
tiempo de Unvias y carece de segnridad y de recursos para
vivir, la capital fué trasladada luego á Marahuyen, y ultimar-
mente lo ha sido al caserío de San Antonio, en las goteras de
Biohacha, piíes en Marahuyen no hay habitaciones ni otra agua
que la del mar. San Antonio mismo es un caserío de veintí.^
cinco ranchos de vara en tierra.
La ley 12 de 6 de Junio de 1843 no permitía á ninguna per-
sopa comerciar en las costas de la Groígira sin permiso del Go-
bernador de la provincia de Eiohacha, permiso que se obtenía
después de dar una fianza de 200 á $500. Este comercio no
se podía hacer sino en buques nacionales. Los derechos de adua-
na se pagaban en Biohacha, donde eran expedidas las guias
correspondientes. Para hacer el tráfico por la parte de tierra
se exigían las mismas formalidades. El comercio de armas y de
municiones de guerra estaba prohibido.
Según esa misma ley, correspondía al Gobernador de Eio-
hacha ó á algniu agente suyo fallar en las demandas y disen-
siones civiles y crimínales en que figuraban los goajiros y
tenían señalada pena de presidio ú otra mayor. La pena
de presidio ó de trabajos forzados se les conmutaba á los indios
I)or la de confinamiento, por tiempo triple, en alguna isla de la
República ó en algún territorio apartado de la península.
La ley 30 de 12 de Mayo de 1877 estableció un juzgado
nacional de primera instancia en la cabecera de este Territorio*
La ley 32 de 7 de Junio de 1880 dispuso : 1? prohibir el
comercio con la costa goajiraj 2? ordenar que navegasen en
lastre los buques que fuesen al Territorio goajiro á cargar
sal de las salinas del Estado; y 3? mandar construir un puente
en el rio Calancala para que sirviera de comunicación entre la
ciudad de Eiohacha y el Territorio. La ley 70 de 28 de Julio
del mismo año, agregó: " El comercio con la costa goajíra solo
les será permitido á los buques nacionales despachados por la
aduana de Eiohacha. Serán pues reputados como de contra-
bando y quedarán sujetos á las penas consiguientes, así loe
efectos como las embarcaciones qiie no llenen este requisito.
Los buques que vayan á cargar sal á la Goajíra podrán ser ó
no ser nacionales.'' Juzgando estas leyes decía la prensa lo
que sigue:
" El punto del Territorio goajiro más apartado del puerto
de Eiohacha dista i)or tierra 51 leguas, y la parte más ancha
de la península— del Cabo de la Vela á Punta-Espada — ^tíene
I
* lias Municipalidades, yista la pobreza de los Corregimientos» no han»
impuesto á éstos más contribución que la que grava el paso del dividivi.
— 849 —
44» De manera que el punto de dioho Territorio más lejano de
alguno otro de sus costas dista 24 leguas; y entre ésta y la
primera dist>ancia apuntada hay una diferencia de 24 leguas.
. ^' La Goajira está habitada por las parcialidades de los
indígenas del mismo nombre, los que se hacen con alguna
frecuencia la guerra y dificultan el tráfico por tierra para
ellos mismos y para las gentes civilissadas. Las principales
industrias de los goajiros son la pecuaria y la extracción y
recolección de perlas, de sal, de dividivi y del palo de tinte co*^
nocido con el nombre de brasilete. Los artículos exportables — ►
á 1q menos el dividivi y el brasilete — se distinguen por un peso
y un volumen relativamente enormes comparados con su valor
en el mercado. Los gastos de trai^porte reducen pues necesa-
riamente las transacciones de estos artículos. El dividivi no se
exjyorta por lo común, y apena ver perderse las cosechas de
este grano precioso por falta de una via que haga soportables
los gastos de trasporte. El brasil suele ser exportado en can-
tid£^es notables cuando su alto precio en los mercados extran-
jeros permite el pago de los fletes; cuando no, se le emplea
como leña de hogar. Entendemos que con el palo-mora sucede
lo que con el grano del dividivi. Si hubiera una via acuática
que pusiese en comunicación el puerto de Riohacha con las
hoyas del Eanchería y del Cesar, circularia por esta arteria la
riqueza estancada hoy en aquellos parajes y se modificarla la
faz económica de estas poblaciones.
"A los goíyiros se les dan en cambio de los artículos que
ellos suministran para la exportación, telas, abalorios^ armas de
todas clases, maiz, plátanos, panela y aguardiente.
" De 1875 á 1880 fueron exportados del Territorio goajiro
por la aduana de Eiohacha los artículos que se pasa á expresar :
Prodttetos. Bultos. Valor.
Cueros de chivo 6,827 $ 478,143
Id. de ganado 41,755 162,152
Caballos 126 4,284
Dividivi 35,619 299,890
Muías 26 1,530
Beses en pié 4,906 106,533
Brasilete 1,000 400
Varios 127 2,427
«ata
Totales 89,385 $ 1.065,369 ♦
* Debe tenerse en cuenta que por un cúmulo de circunstancias excep-
cionales, las coseclias^ de diTidivi de los últimos ci^co anos han sido de
las m^nos abundantes y que algunas^ se perdieron totalmente. J)ebe te*
ipierse presente ademas que nuestro brasilete estuvo excluido de los mercados
extranjeros 7 que ha sido ahora que ha empezado á ser exportado nueva*
mente. Los mil bultos de que aquí hablamos se refieren solo ¿los dod
ú Itimos meses de 1880* Ito común es que se exporten 8,000 toneladas de
b raflilet« en el año»
^350 —
** El costo de trasporte por tierra de una carga de 8 arro-
f>as desde Punta>E«pada hasta la ciudad de Eiohacha) (51 le«
guas ) es de $ 7-60 cs^; de manera que el más alto precio^de una
tonelada de dividivi ó de brasilete no da para su traslación
hasta el lugar mencionado. El costo de trasporte de Bahía-
honda (31 leguas) es de $ 4-80 es. la carga, ó seaá razón de
$ 48 la tonekida, cantidad mayor que él valor intrínseco del
artículo. Eespecto de Manuare (10 leguas ) sucede lo mismo.
Besulta pues que la mayor parte de los x>roductos goajiros que-
darán de hecho abandonados si se les obliga á ser exportadas
por la plaza de Eiohacha.
'' Como el flete de tierra de una tonelada es de $ 2 por legua,
tendremos : trasporte de una tonelada hasta Eiohacha $^ 48^ id.
de la misma hasta el puerto correspondiente del Territorio
$ 26-62J. inclusos los 62 J es. que cobran los buques. Y como
los frutos que se exportan anualmente áéh Territorio pesan
2j037 toneladas, se tendrá :
Costo de exportación por Eiohacha $ 97,776
Id. por la Goajira .- 64,235,
Gravamen impuesto por la ley $ 43,541
'^ A este gravamen hay que agregar las dificultades de mo-
ver por tierra 48,168 cargas. Hay que tener presente ademas
que el Gobierno de Venezuela ha mandado extender la juris-
dicción de la aduana de Maracaibo' hasta el cabo de la Vela, lo
que es también una contrariedad.^' *
Parece que no hay en el Territorio süio dos escuelas, amb^s
desprovistas de los útiles necesarios y poco concurridas, porque
los indios no gustan de mandar sus hijos á ellas ni lo harán
hasta que no cambien de costumbres, lo que no sucederá en
mucho tiempo.
Ko hay cárceles, y los presos hay que enviarlos á Eiohacha
ó á Santa Marta. Las vias de comunicación son simples trochas,
por las cuales es muy difícil trajisitar sin el conocimiento prác-
tico del suelo. La administración de justicia se hace nugatoria,
porque los goajiros no se someten á la acción de las leyes y
eluden éstas con solo alejarse un poco del limitado radio de la
autoridad. Ademas, tienen la costumbre de exigir indemni-
zaciones por ofensas reales ó supuestas, y para hacerlas efec-
tivas se juntan en gnipos de ochenta ó de cien hombres arma-
dos, los que no hay modo de contrarestar. So hay para qué
decir que los indios llaman ofensa el castigo legal que se les
impone, y que los delincuentes quieren proceder con los agentes
del Gobierno como* proceden entre ellos. El Gobierno de Vene-
zuela, que mantiene en la parte de la Goajira que reputa suya
ftiertes piquetes de caballería y que fomenta' con eficacia el^
* Luis A.Kóbles.
— 351 —
tráfico con los indios, ha logrado establecer notables centros'-
de comercio, tales como Las Ouardia>B y otn)s,-eii donde soic
Tcspetadas sus leyes y sus autoridades. AI haolar. del estadO'
social del Territorio decía el informe del Prefecto en 1878;
" Este en nada adelanta, pues desgraeiadainentc la palabra
no ejerce influencia en los goajiros. Su8 malos hábitos y bár-
baras costumbres ao lograrán cambiarse sino imponiéndoles
respeto con la fuerza, la que no será necesario emplear, pues
basta que ee persuada de la existencia de na cuerpo de tropa
con que poder castigarlos, paca conseguir de todos ellos que
sean obedientes y respetuosos.. Vengativos y altaneros á
eansa de su embrutecimiento, poco puede lograrse de ellos
por medio de la razou, pues no reconocen otra que la fuerza, íi
la cual se someten con la misma facilidad con que tsatan de
enseüorearse cuando sojuzgan fuertes; no obstante, sen aceeci-
bles á la civilización, pues no sou brutos por naturaleza sino por
abandono. Son laboriosos y para sus usos domésticos fabri-
can los muebles y útiles indispensables, y curiosidades que,
aunque sin las reglas del arte^ tienen mucho mérito. Como se
inclinan ú las costumbres sociales asi como al lujo en sus
casas y monturas, al dominar su carácter soez y atrevido, pue-
de formarse de ellos hombres útiles á la nación. Son ademas
los primeros jinetes que hay entre nosotros,, y con la introduc-
ción de armas de fuego, conocen perfectamente el manejo
del remiíi^íoít, fusil que prefieren hoy. El. comercio para ellos
no es excusado, pues hacen uso en grande escala de sus pro-
ducciones, de modo que regulariüándose el que hacen eu estos
Corregimientos con las gentes civilizadas por medio de la vigi-
lancia de las autoridades se extenderia mucho más. Eu cuanto
á los poblatlores civilizados, éstos, por su eontinuo contacto con
los goajiros,-es más lo que se inclinan ásus costumbres que á
atraerlos á la vida civil. Se goajirizan pues^ y son peores en
sus procederes que los indios, por lo que easi siempre son
los responsaUes de los malos procedimientos de éstos. Em-
pero, con pocos esfuerzeSt si los ejecutores de las leyes con-
taran con el apoyo material que necesitan para hacerse respe-
tar, bien pronto llegarían los goajiros al conocimiento de sus-
obligaciones y derechos como ciudadanos."
Respecto de Ja población y de las costumbres de los goa-
jiros decía el Prefecto del Territorio en 1881 :
"Relacionado como estoy con nn gran número de los indi-
viduos que figuran como jefes- de parcialidades ó castas, be
podido informarme de que el número de habitantes que pueblan
hoy el Territorio no baja de' 40,000; y esto lo atestigua el modo
como se forma entre ellos la familia. En esta raza, así los
hombres como las mujeres están obligados á contraer matrimo-
nio y éste se efectúa por medio de la compra quo hace el ma-
rido de la mtyer que quiere tener por esposa. Los valores que-
«1 hombre consigna son distribuidos^ entre la familiade la mu-
— 352 ~
Jer ; y el varón de posición y buena fortuna puede contraer
tantos matrimonios cuanto Capital tenga para efectuarlos^ Con
raras excepciones se ve en la península un indígena que tenga
una sola compañera: comunmente se ve entre esos hombres á
un mismo individuo contraer hasta seis ú ocho matrimonios, y
formar con cada uno de ellos una familia numerosa, porque las
mujeres son fecundas. El matrimonio es disoluble, y la diso-
lución se lleva á efecto con la simple vohmtad de uno de los
cónyujes. Cuando la mujer contrae un nuevo enlace, su fami-
lia tiene que devolver al primer marido los valores que aquél
le dio por ella, y se reintegra con lo que le da el nuevo esposo,
"Para el goajiro, la verdadera familia es la materna; el
hijo no es el legítimo heredero del padre: lo es el sobrino ma-
terno, el que viene á ser heredero hast>a del mando ó jefatura
del caporalj según su jnicio ó respetabilidad en la casta. Este
es el jefe de la familia, y al rededor de él se congregan otros
que no pertenecen á ella, pero que están bajo las inmediatas
órdenes de aquel jefe. La raza indígena por hábito y costumbre
no tiene residencia fija. Sus cambios son repentinos y aban-
donan hoy lo que ayer edificaron; por lo regular viven á la
intemperie. Sus habitaciones ó rancbos no son costosos; la vida
no es gravosa para el goajiro en ningún sentido y lo mismo
vive el rico que el pobre. Les basta tener un poco dé maiz y
de leche para estar satisfechos. Esta raza por naturaleza es
hospitalaria, nadie se muere de hambre entre ellos, pues es cos-
tumbre auxiliarse mutuamente. El rico facilita al pobre la ma-
nera de vivir, entregándole una porción de sus bienes para que
leuide de ellos. Solo en la manera de vestir se distingue la una
clase de la otra. El goajiro, á mi modo de ver, tiene un vicio
que es común á toda su raza, la codicia, y toma lo ívi^i^<> ^1^
la voluntad de sii dueño j ademas es vengativo y rencoroso por
organización. Un ' servicio lo ' sabe recompensar, pero un
mal jamás lo olvida. El licor los domina; lo usan con exceso^
y todo lo saerifican por conseguirlo. Es en los momentos de
embriaguez cuando pierden la reflexión, cuando cometen malas
acciones. Todas las cuestiones se arreglan entre ellos por
medio del interés, sea cual fuere la naturaleza de ellas. Sus
enemistades generalmente son de castas y familias ; y cuando
hacen su declaratoria de guerra consideran como enemigo,
aunque no haya tomado parte en la cuestión, á todo aquel que
pertenece á la casta contraria. EUtcen la paz dando ó reci-
biendo grandes valores.''
Por lo demás, los goajiros son ágiles en la carrera, buenos
jinetes, diestros en el manejo de las armas, perspicaces, suM-
dos, valientes y déspotas. Guando se les trata bien son ino-
fensivos. *
El Territorio está dividido en tres Corregimientos^ que son :
Oalábadto, Mancha y Soldado»
Ú¿
— 353 —
Calábacito es notable por sas mercados periódicos, pues son
los más importantes del Territorio.
Marichd. Tiene una escuela de niños.
Soldado. Antigua capital del Territorio. Es el pueblo más
meridional y carece de recursos. Los analtos de los indios lo
hacen inseguro y en tiempo de invierno se inundan sus con-
tomos. Hace poco tiempo fué saqueado é incendiado por los
goajiros.
NEVADA' Y MOTILOlíES.
Este Territorio fué cedido á la TJnion por el Estado del
Magdalena en Marzo de 1871 y fué aceptado por ella en Agosto
del mismo afio. La cesión fué por veinte años.
Se compone este Territorio de dos vastas regiones, que
separa de Koreste á Sudoeste la hoya del rio Cesar. La pri-
mera de estas secciones (Nevada), que es la que está situada
hacia el Norte, comprende el gran nudo de la Sierra Nevada
de Santamarta — cuyo ápice tiene 17,500 pies sobre el nivel del
mar — ^y casi todos sus contrafuertes y apéndices desde Palo-
mino hasta Patíllal y desde Tembladera hasta Puebloviejo.
liimita esta región en todas direcciones con el Estado del
Magdalena. Su extensión aproximadamente es de 300 miriá-
me&os cuadrados.
La segunda sección ( Motilones ) es una porción de terreno
de unos 140 miriámetros cuadrados. Está comprendida entre
el rio Jobo al Norte y el rio Casacará al Sur y entre el rio
Cesar al Occidente y la Sierra de Motilones ó dePerijá (lla-
mada también Sierranegra) al Oriente. Limita esta región
por esta última parte con Venezuela y por las otras con el
3Sstado del Magdalena.
El nombre que hoy tiene la sección de Motilones es el mipmo
de la tribu bárbara que la domina. Se compone esta tribu
de unos 3,500 individuos, que están repartidos en cuatro par-
ciaUdades, á saber: la de los yucumares ó yucures, la de los
sacaraes, la de los socombas y la de los sicarares.
Superficie total del Territorio: 440 miriámetros cuadrados.
Población civilizada: 3,680. ) 7 ^oa
Id. bárbara: 3,500. f ' '^^"•
Gastos de administración nacional : $ 10,000.
Eentas de los Corregimientos : *
En 1737 Machin Barrena le propuso al Virey de Santafé y
éste aceptó organizar una expedición contra los indios moti-
* Las rentas municipales son muy pequeñas. Constitúyenlas el derecho
de degüello de ganados mayores* y menores y el de venta de aguardiente al
pormenor. En los Corregimientos del Bosario, de Marocaso y de San Sebas-
tian de Bábago está ademas gravado el comercio de algunos artículos ma-
niii^turados, como mochilas, chinchorros, lazos, sombreros, &c. El trabajo
personal subsidiario, que es de obligación general, está destinado á las obras
públicas y á la apertura y mejora de los caminos. ,
23
— 354 —
Iones, á fin de exterminarlos ó de reducirlos para dar seguridad
á los habitantes civilizados de; esta parte del Yireinato y de
aprovechar la vainilla, la copaiba, los palos de tinte, el ébano,
los bálsamos, las resinas, el cedro y los muchos artículos
que produce su suelo. La expedición no tuvo buen resul-
tado, pues no fué posible hallar á los indios. Estos, que son
de una índole feroz, vagan en grandes partidas en toda la cor-
dillera y de ella bajan con frecuencia hasta las vías públicas,
y allí dan muerte á todas las personas que encuentran solas
ó inermes. Al hablar de esto decia el Prefecto del Territorio
en el Informe de 1878 : ^* Las poblaciones de esta región en
donde reside la gente civilizada son Espíritu-Santo, Palmira y
Jobo. La situación del Espíiitu-Santo es deplorable por dem&
y merece que el Gobierno la mire con un poco de interés.
" Allí no se puede ir yá con confianza á la acequia que hay
á orillas de la población á tomar el agua para el consumo
diario, porque detras de los árboles que existen en las márge-
nes del arroyuelo están Ips motilones con su largo y grueso saco
de algodón, con su sombrero de paja, alto y de forma cónica y
con el arco en la mano esperando su víctima para sacrificarla.
"El ánimo se sobrecoge al contemplar esos seres humanos
que, olvidados del resto de la República, viven en Palmira y
Jobo expuestos á perder la vida en sus propios hogares. Los
habitantes de este segundo pueblecito, para abastecerse de
agua todos los días de un manantial que á.lo más dista una
milla de la población, tienen que reunirse, mujeres y niños, y
marchar ó cogerla acompañados de una custodia armada. Igual
procedimiento tienen que observar para el lavado de la ropa.''
En el Informe de 1879 decia el mismo empleado:
" Desde el ano de 1846, en que un asesinato cometido en
las personas de algunos indios por individuos civilizados de la
población del Espíritu-Santo, en represalia de otro asesinato
que los indios habían cometido, ro han vuelto éstos á entrar
en transacciones ni comunicación de ninguna clase con los ha-
bitantes de dicho pueblo, ni con los de Jobo, Palmira, Becerril
y Jagua, con los cuales hacían sus negociaciones, llevando á
ellos los productos de su territorio ( arroz, maíz, ñame, caña
de azúcar, papas, arracachas, legumbres, y también hama-
cas^ fajas, sombreros, petaquillas, cestos, tabaqueras y otros
artículos de industria). Los motilones son hoy enemigos acérri-
mos de toda persona civilizada que resida en los pueblos men-
cionados ó que transite por sus vias de comunicación; y
para eiecutar sus dei)redaciones ó actos de barbarie ponen em-
boscadas en los caminos públicos y en cualquier lugar en
donde calculen que pueden transitar personas civilizadas, sin
fijarse en que sean ó no naturales de aquellos pueblos o de
otros más distantes de los de la Eepública, De esta conducta han
surgido en ocasiones ataques entre los indios y los individuos
civilizados del Corregimiento del Espíritu-Santo y del distrito
/
— 356 —
de Becenil, sin que hasta ahora se haya podido hacer la paz
con aquellos hombres enemigos de la civilización. Por más
que todos los sugetos que han cyercido esta Prefectura han cui-
dado mucho de dar sus informes al Poder Ejecutivo federal
sobre la situación del Territorio de Motilones, y sobre la
necesidad que hay de remediar tantos males, no ha podido
lograrse que el Gobierno dicte una medida capaz de hacer
reducir á la vida civil y cristiana á aquellos seres que están
sustraidos de los poderes públicos y de la luz del cristianismo.
En las poblaciones de Jobo, de Palmira y del Espíritu-Santo
los trabajos de cam^x) sé ejecutan por individuos que se veii
obligados á pagar escoltas de cuatro ó cinco hombres armados,
á lo menos, para poder defenderse de los indios que por todas
partes los asaltan, ya sea en las labranzas, en los corrales ó en
los caminos, y en muchas ocasiones tienen que ir á proveerse
de agua á sitios ocupados por ellos. En la población de Pal-
mira es todavía peor, pues todos los dias tiene que marchar
una escolta, á proteger á las mujeres y álos muchachos que van
á proveerse de agua en el manantial llamado "El Ballito," que
efí el punto en donde pueden satisfacer esta necesidad.
" Si se lograra la reducción de los motilones y por consi-
guiente quedasen libres y expeditos los campos y las vías de
comunicación que los indios dominan é interceptan, el Corre-
gimiento del Espíritu-Santo no tardaría en i^rogresar en razón
á que sus habitantes, en lo general, son de índole laboriosa y
honrada y cuentan con ricos bosques, montañas seculares
y llanuras que no solo ofrecen una perspectiva halagadora sino
que sirven para la cria de ganados y para la labranza. Como
el rio Cesar dista poco más de un Iniriámetro, podrían condu-
cirse por él en bongoa ó canoas hasta el Banco los productos
de agricultura y los minerales. Ademas, se encuentran en la
cordillera que ocupan los motilones muchas plantas medici-
nales y aun se asegura que hay allí quina de buena calidad.'^
En el Informe de 1880 decia el mismo empleado ;
" Ko puedo decir otro tanto de los motilones. Las únicas
obras de civilización que allí han aparecido, más de una vez
han sido tronciíadas de raíz con escandalosos atentados come-
tidos por las gentes civilizadas que moran en las cercanías de
la sierra de los Motilones ; atentados que no los registran igua-
les, ñi análogos siquiera, la historia de la colonización española
en- estos países,^'
Por lo que hace á los indios arhuacos ó arhoacos de la'
región de la !N evada, hay que hacer notar que son de índole
mansa, que ax)renden el idioma castellano con facilidad y acep-^
tan nuestras costumbres sin trabajo; "y que la sabiduría
de sus antiguas leyes y la moralidad de sus tradiciones son
dos elementos prodigiosos que presagian dias de prosperi-
dad para esas comarcas ricas y feraces." " Es verdad que los
mamíis 6 doctores de los arhuacos, que son los depositarios de
n
--356 —
sus tradiciones religiosas^ han aconsejado á los padres de fami-
lia que no envíen sus hijos á las escuelas porque se mueren;
empero, no habiéndose camplido dicha ratinaciony se ha ida
debilitando poco á poco este error."
En la dulce región de la Nevada pueden establecerse gen-
tes de cualquiera raza y en su suelo pueden ser cultivados con
abundancia toda clase de frutos. Su cercanía del Atlántico es
también un estímulo para el progreso. Existen en esta pinto-
resca comarca ocho pueblos, que son: San Antonio, San
Miguel, Santa Eosa, San José, Atánques, San Sebastian de
Báibago, Eosario y Marocaso, cuya población sometida á la
vida civil es de 2,300 individuos. Estos pueblos cultivan la
caña de azúcar (con la cual fabrican panela de primera calidad)^
las papas, la arracacha, diversas clases de plátanos, la yucay
el ñame, el cacao, el arroz, los Msoles, la cebolla, &c.
" En el centro de las serranías vagan grandes partidas de
seres humanos según el testimonio de varias personas, los cua-
les, á apesar de la vida errante y salvaje que llevan, son de
índole benigna, porque lejos de atentar contra la vida de los
hombres, de las mujeres y de los niños, que se han encon-
trado con ellos, como lo hubieran hecho los motilones, han
corrido precipitadamente á esconderse en la soledad de los
bosques. Fácil me parece, pues, conseguir su reducción á la
vida civil si el Gobierno auxilia con los medios indisi)ensables
para conseguirlo y si misioneros religiosos, catequistas, visitan
las selvas que ellos habitan." *
í3n 1871 visitaron el Territorio de que nos ocupamos Farrell
y Grow, ingenieros norte-americanos, y descubrieron en él
ricas minas de plata, de cobre y de carbón de piedra. Poste-
riormente han sido confirmados estos descubrimientos por otros
exploradores europeos. F. A. A. Simons acaba de publicar una
noticia muy interesante sobre la Sierra ISTevada. *♦
Las escuelas del Territorio no están montadas como fuera
de desear, pues no tienen los locales y útiles necesarios ni los
maestros que las desempeñan son de los más competentes.
A las escuelas de los Corregimientos debieran anexarse talleres
de carpintería, de herrería, de albañilería y de sastrería, pues
estos oficios, tan necesarios en la vida social, son completa-
mente desconocidos en aquellos parajes. El número de esco-
lares no pasa de 150 al año.
Los Corregimientos se comunican por medio de correos que
funcionan con alguna regularidad.
" Los caminos que conducen á los Corregimientos y que
ponen en comunicación todas las poblaciones de los Territorios
son malos en lo general, y en la época de lluvias son intransi-
* Informe ael Prefeóto. 1877.
»* Puede verse este notable trabajo en la geografía particular del Estada
del Magdalena, en donde lo hemos insertado integramente.
— á57 — •
t
tables. En algunos la mala condición del terreno forma loda-
zales inmensos y en otros las avenidas de los rios que carecen
de puentes y en los que no se pueden colocar embarcaciones
para el paso, detienen á los transeúntes y privan i^4»dos del
pequeño comercio con que satisfacen sus más tirgentes nece-
sidades.
*^ En la via que comunica la capital de los Territorios con el
distrito de Eiohacha y con los Corregimientos de la parte norte
de la Sierra Nevada, el mayor de los inconvenientes del tránsito
lo presenta ^* El Badillo," rio que en todo tiempo tiene aguas
abundantes y que en el invierno se desborda. Sin embargo, la
naturaleza ha querido prestar en él un contingente poderoso
X>ara la construcción de un puente que supere el obstáculo:
«con un pequeño auxilio y el trabajo personal de los pueblos
interesados directamente en la obra, ésta se haría sin dificul-
tad. En una y otra ribera del rio y en un punto en donde se re-
duce su cauce considerablemente, existen frente á frente dos
famosos estribos de granito, de una solidez incontestable y
-capaces de sostener cualquier peso. Las maderas abundan en
las márgenes del rio, de suerte que no se necesita sino un ligero
esfuerzo y un corto auxilio para llevar á cabo una obra que
prestaría importantes servicios al comercio y á la cumplida
íadministracion del Territorio.
"La comunicación entre los pueblos de las alturas de la
■Nevada pudiera mejorarse mucho si los habitantes de ellos
<M)ntasen con herramientas para sus trabajos. A pesar de que
no hacen uso sino de instrumentos de madera, que ellos mismos
fabrican, han conseguido que aquella no se obstruya, merced
al celo que despliegan en su conservación.
^^ El camino que conduce al Espíritu-Santo, único Corregi-
miento que existe en el Territorio de Motilones, presenta la
dificultad de que los indígenas asaltan en él á los ^áajeros y
éstos no pueden transitarlo sino en número de diez por lo me-
mos, con armas y preparados para la defensa. A esto se debe
que dicha via sea conocida con el nombre de " Camino del
riesgo." La comunicación por consiguiente se dificulta con
dicho Corregimiento y las órdenes y providencias que se dictan
tienen que aguardar la ocasión favorable de una expedición ó
caravana para llegar á su destino."
La soledad de los caminos ha obligado al" Gobierno á hacer
construir tambos de trecho en trecho para que los transeúntes
y arrieros no pasen las noches en la intemperie.
Los pueblos más notables del Territorio son los siguientes:
AtánqueSy capital del Territorio, en la sección de la Kevada
y sobre la cabecera más meridional del rio Badillo. Tiene
un templo notable y sus casas tienen alguna comodidad. Su
clima ei^ sano y los campos que lo rodean son buenos para
la agrictdtura y la cria de ganados. Sus habitantes son muy
— 35á —
industriosos y hacen sombreros de jipijapa y de trenza, hama-
cas de algodón y midtítad de obras de fique, principalmente
mochilas, de las cuales fabrican al año las mujeres y los niños
hasta 2,000 docenas. Hay en Atánques una escuela de niños
y otra de ninas. Habitantes 6l8. Atánques dista de Bogotá
91J miriámetios.
" A un miriámetro de Atánques existe el pueblo de San
José, que cuenta poco más ó menos 100 habitantes, el cual fué
fundado el año de. 1874 por arhuacos de los Corregimientos de
San Miguel y del Rosario. Dicho pueblo está situado en el pié
del punto de la cordillera que ^e considera de más elevación
aquí, y por consiguiente su clima es frío. Allí hay un local de
regular capacidad para el servicio público. A inmediaciones
de dicho lugar cosechan sus habitantes papas, arracachas, yu-
cas, plátanos, caña de azúcar, café y frisóles, frutos que ex-
penden en esta capital. La situación topográfica de aquel
lugar, lo agradable de su clima y las ventajas que brinda para
la agricultura, ofrecen mucho para el establecimiento de un»
colonia, pues tiene ademas la ventaja de no tener plaga. A
poca distancia de la llanura en que está situado el pueblo y
subiendo algo en la montaña pueden cosecharse, con bastante
provecho, el trigo, la linaza y muchas de las plantas útiles que
se producen en los climas fiios. Muy satisfactorio y benéfico
seria el establecimiento de una colonia en el referido pueblo de
San José, contando con las facilidades y ventajas que el lugar
ofrece, con la hospitalidad y buenas disposiciones de Jos ha-
bitantes de este Corregimiento y con la decidida protección de
las autoridades públicas."
El Prefecto decia en su Informe de 1877 : " He recomendado
muy especialmente el cultivo del café y el desarrollo de la agri-
cultura. Este ramo importantísimo va tomando tal incre-
mento, que fácil es creer, si se continúa en el mismo camino, que
este artículo tan apreciado entre las sociedades cultas llegue á
ser un producto de exportación dentro de pocos años, con la
ventaja de que será preferido al que hoy se cosecha en el indus-
trioso pueblo de YiUanueva, en el Departamento de Padilla
( Estado del Magdalena ), por ser su grano no solo de más
esquisita aroma y de mejor gusto, sino también más verde y
hermoso. Seria, pues, muy conveniente que el Gobierno les
suministrara á los Corregimientos agrícolas, como medida de
protección á la agricultura, las herramientas indispensables
para ella, así como para mejorar los caminos públicos que
actualmente sirven para sacar por ellos los productos que
obtienen.''
Espíritv^SantOj en la sección de Motilones, sobre el rio del
mismo nombre. "La población del Espíritu-Santo, que es la
cabecera del Corregimiento de este nombre, tiene regulare» edi-
ficios pajizos, entre ellos una cárcel y un local de escuela^ á
pesar del incendio que sufrió en 1873, y cuenta con indivi-
-. 359 —
dúos aptos para desempeñar los destinos públicos. Este Correji-
miento tiene 1,056 habitantes según el censo de 1873, distri-
buidos en las tres secciones de Jobo, Palmira y Espíritu-Santo,
Su riqueza consiste en la cria de ganado vacuno, y tiene
cerca de é,000 reses. Sus transacciones comerciales las hace
con los pueblos de Chiriguaná, del Estado del Magdalena, con el
Carmen y Ocaña, del de Santander. En lo tocante al ramo
de ganados y con relación á manufacturas como hamacas,
enjalmas y olxas comercia con los pueblos del Departamento
de Yalle Dupar, y á veces con el de Padilla, á pesar de lo
oostoso de los viajes por la necesidad en que se hallan los
transeúntes de pagar una escolta que los custodie desde el
Espíritu-Santo hasta San Diego y Buenavista; es decir, en un
trayecto de 5 miriámetros, ya sea que tomen la via de Valle
Dupar, ya la de Becerril.
" En el hato nombrado " Porrilla,'' que apenas dista un
miriámetro del Espíritu-Santo, se encuentran algunas vetas de
minerales. Las más conocidas son las de cobre y de plata, y
se denominan "El ínteres," "La Mina," "Perrilla" y "Las
Palomas." Dichas minas fueron visitadas por el Prefecto de
este Territorio en 1874; también lo han sido por Farrell y
Grow, ingenieros norte-americanos, y por Trouchon y Striffler,
quienes han emitido opiniones favorables á la explotación de
ellas." Espíritu-Santo dista de Bogotá 84 miriámetros. *
MarocasOj en la sección de la S^evada, en las orillas del
Banchería ó Eiohacha. Habitantes 405. Dista de Bogotá 97^
miriámetros.
Rosario^ en la sección de la Nevada y en las cabeceras del
rio Cesar. Tiene una escuela de niños. Habitantes 490.
8<m Antonio^ en la sección de la Kevada y sobre el braao
más meridional del rio Ancho. Tiene una escuela de varones.
Habitantes 314.
8<m Miguel^ en la sección de la Nevada y sobre el brazo
principal del rio Ancho. Tiene una escuela de niños. Habi-
tantes 260.
San Sebastian de Bába^o^ en la sección de la Nevada y en
las cabeceras del rio de La Fundación, Tiene una escuela de
niños. Habitantes 530. *•
* El G-eneral Oodazzi, Jefe de la Comisión Corográfícat murid en el poe
blo del Espíritu-Santo cuando estaba levantando la carta del Estado del
Magdalena.
El número de habitantes de estos pueblos ha sido tomado, á íálta de
otro dato, del censo de 1673} aunque ese censo no ha sido aprobado por el
Gobierno.
— 360 —
PARTE TERCERA.
MONTAÑAS.
/
La gran Cordillera llamada de los Andes * atraviesa de Snr
á Norte la América meridional desde la tierra magallánica
hasta el estrecho de Bering y corre en una línea casi paralela
á las costas del Pacífico. La mayor distancia entre los estribos
de esta cordillera y el mar son 25 miriámetros, pero hay
partes de ellos que casi tocan sus orillas, como sucede en
Bolivia al ÍTorte del desierto de Atacama y en el litoral del
Perú. Al entrar los Andes en la Union Colombiana, lo que
hacen por el Sur del Estado del Cauca, se abren en dois
ramales paralelos entre el volcan de Chiles y el cerro Mirador
de Ghuaca. De éstos, el más próximo al mar sigue su curso hacia
el Korte hasta el Estado de Bolívar, donde termina enfrente del
pueblo del Banco. El nombre de este ramal es Cordillera Occi-
dental. El otro, que sigue en la dirección general del N-E. por
espacio de 21 miriámetros, va á bifurcarse hacia el Este de
Almaguer, enfrente del pueblo de La Yega y entre las cabe-
ceras del rio Magdalena. Esta segunda desmembración del
cordón principal de la cordillera es la que viene á fijar defini-
tivamente el sistema orográfico de Colombia.
De estos dos últimos brazos, el de la izquierda, con el nom-
bre de Cordillera Central^ sigue hacia el Norte y va á terminar
también en el Estado de Bolívar, como la Cordillera Occiden-
tal. El de la derecha, llamado Clordillera Oriental, tuerce más
hacia el N-E. hasta el Estado de Santander, y aUí se abre en
dos grandes masas, que corren, la del Occidente hacia el Estado
del Magdalena, donde termina, y la del Oriente hacia la Eepú-
blica de Venezuela, cuya parte más setentrional atraviesa para
terminar en Cumaná sobre el cabo Paria.
Por lo expuesto se ve que el gran nudo de la cordillera de
los Andes, que Humboldt llamó de los Pastos y que Codazzi
situó en la latitud (P 55', y en la longitud 3°, 36' al O. del me-
ridiano de Bogotá, no es sino la enorme masa de montañas que
se extienden desde Tulcan hasta Timbío, cuya mayor anchura
es de 10 miriámetros. Su largo alcanza á 20.
Comprende este nudo las cumbres de Chiles, de 4,840 me^
tros de elevación; la de Cumbal, de 4,890 ; la de Pasto 6 de La
* Bidsele este nombre de la voz arda, que en idioma peruano antiguo
quiere deoir cobre, metal que ejctraian de aquellas montanas los naturales.
— 361 —
Galera, de 4,100 ; la de Sotará, de 4,600, 1q& picachos de Ma-
Uama, de 4,200, y otros de menor elevación.
Antes del nudo de que hablamos, corresponde á la Union
junto con el Ecuador ( cumbres vertientes ) la parte de la cor-
dillera general de los Andes que está entre el nevado de Ca-
yambe y Tulcan, cuya extensión es de 15 miriámetros,
OOBDILIiEBA OCCIDENTAL Ó DEL CHOCÓ.
Llámase esta cordillera así por estar situada al Occidente
de los otros dos ramales. Su eje principal, que corre entre las
aguas del Cauca y las costas del Pacífico en la dirección gene-
rS del Ñ-E, atraviesa los Estados del Cauca y de Antioquia,
y termina, bifurcada, en el Estado de Bolívar. Esta bifurcación
tiene lugar en las cabeceras de los rios Süiú y San Jorge. Uno
de los brazos va á terminar al pueblo del Carmen, con el nom-
bre de 8err<mla de San Jerónimo^ y el otro, el más corto, en la
ciénaga de Arboletes, con el nombre de Serranía de AMhe. Su
largo, desde su punto de arranque en el volcan de Cbües (Es-
tado del Cauca) hasta el citado pueblo del Carmen (Estado
de Bolívar) es de 90 miriámetros si no se computan sus in-
flecciones.
Hacia el Oriente, los estribos, apéndices y contrafuertes de
esta cordillera se juntan, confunden y enmarañan en toda su
línea con los estribos, contrafuertes y apéndices occidentales
de la Cordillera Central, y entre unos y otros forman la parte
montañosa de los Estados del Cauca y de Antioquia.
Del lado del Pacífico los estribos de la Cordillera Occiden-
tal son midtiplicados pero cortos, forman aglomeraciones capri-
chosas de escasa elevación y dan origen á multitud de rios.
Del puerto de la Buenaventura hacia el Norte los ramales
occidentales de la Cordillera Occidental más próximos al mar
se concentran en un nuevo eje, que se caracteriza más y más á
medida que avanza hacia el N-Q, pero que se abre en forma de
abanico al entrar en el Estado de Panamá. Tiene este ramal
el nombre de Cordillera de Bando ( Codazzi la cree de origen
terciario) y va á rematar, en parte, en la punta Garachiné
sobre el golfo de San Miguel. La otra porción, enderezándose
al N-E. corta, con el nombre de Serranía del Darien^ el istmo
de Panamá y sigue paralelamente á las costas del Atlántico.
Coge después el Occidente franco y va á buscar los montes
guatemaltecos en la América Central. Sus estribos á uno y
otro lado no tienen elevación.
Esta cordillera ó ramal forma con la masa principal de la
Cordillera Occidental, las importantes hoyas de los rios Atrato
y San Juan, que corren en direcciones opuestas y van á des-
cargar el uno en el Atlántico y el otro en el Pacífico. Las aguas
de estos dos ríos pueden servir de medio de comunicación entre
esos dos océanos» liOS puntos culminantes de esta cordillera
— 362 —
son: Cerro Picacho, de 2,150 metros; Cerro Horqueta, de 2,000,
y el volcan de Chiriquí, de 1,975.
COBDILLEBA CENTEAL Ó DEL QUINBÍO.
Llámase así á esta cordillera por su posición entre la cor-
dillera Occidental y la Oriental. Corre en la dirección general
del Korte, separa en parte los Estados del Cauca y del Tolima
y atraviesa el de Antioquia. Su punto de arranque es el pá-
ramo de las Papas (Estado del Cauca) origen singular de los
rios Magdalena, Cauca y Caquetá, y su punto de remate queda
cerca del brazo de Loba, frente al Banco, en el Estado de Bolí-
var. Su largo puede calcularse en 100 miriámetros.
Hasta antes de entrar esta Cordillera en el Estado de An-
tioquia, su macizo es perfecto y hermoso, pero allí decrece y se
desparrama en una serie de nudos que, unidos á los de la Cor-
dillera Occidental, forman la región montañosa de aquel Estado.
CORDILLEEA ORIENTAL Ó DE SXJMAPAZ.
Llámase á esta Cordillera así por estar situada hacia el
Oriente de las otras dos. Su eje y ramales atraviesan los Es-
tados del Tolima, de Cundinamarca, de Boyacá, de Santander
y del Magdalena, y separan la grande hoya del rio Magdalena
de las más grandes aún del Orinoco y del Amazonas. Témanla
algunos geógrafos como la continuación del eje principal de
los Andes ; pero terminando, como termina, en la cercana re-
pública de Venezuela, lo más lógico es dar este carácter á la
Cordillera Occidental, la cual, después de atravesar el istmo
de Panamá, va á formar los montes de la América del Korte y
se mantiene inclinada hacia el Pacífico hasta las bocas del Mac-
kenci en los mares boreales.
Su punto de partida es el páramo de las Papas } hace allí una
grande infleccion hacia el Oriente y toma luego hacia al N-E.
hasta la ciudad de Pamplona, en Santander, en donde se abre
en dos brazos, uno que va rectamente al Norte en busca de la
Goajira y otro que penetra en la vecina república de Yenezuela.
El brazo que toma hacia el Norte en busca del Estado del
Magdalena recibe en su remate el nombre de Serranía del
Valle Bwpar ó de Perijá, y separa allí las aguas que van al rio
Magdalena de las que ñuyen al lago de Maracaibo. Despida
luego algunos ramales de poca consideración hacia los dos la-
dos de su eje y termina en las cabeceras del río Hacha. Sa
largo es de 125 miriámetros.
Quieren algunos que se repute la gran Sierra nevada ás
Sa/ntamarta como el principio ó el final de la Cordillera Orien-
tal; pero ella parece estar constituida separadamente. Su
masa es mayor que la del Ghimborazo, y su centro lo fox^
■J
I*-'
— 363 —
man cinco picos, de los cuales el más elevado mide 7,92() me-
tros. Despréndense de estos picos diferentes estribos en
forma de estrella, origen de abundantes aguas. Su macizo
tiene de Este á Oeste 15 miriámetros y de Korte á Sur 10.
Es digno de observarse que en la Cordillera Occidental no
hay sino los nevados de Chiles y de Cumibal y que en la Cen-
tral estén el mayor número de ellos y los más hermosos, á sa-
ber: Coconucos^ Furdcéj Rnila^ Quindioy Toliina^ BuiZy Mesa de
Herveo y Santa Isabel, Est«js tres últimos tieiien el nombre
general de '^Páraano de Euiz." En la Cordillera Oriental solo
se encuentra la gran Sierra nevada de Chitas pues el Cerro-
nevado de Sumapaz no se cubre de nieve sino en algunos meses
del año. Eso mismo sucede á los volcanes de Pasto y de
Sotará.
i
I
Fuera de estas tres cordilleras y de sus apéndices respec-
tivos, no hay en Colombia otros montes digno^ de mención
sino los insignificantes y aislados de la regi(»n oriental, llama-
dos sierras PacZa'ütíía, Yimbi^ TunaMj Aracuara, Están situa-
dos estos montes entre el Guaviare y el Caquetá.
Los puntos culminantes de los Andes disminuyen de dia en
dia de altura, según lo demuestra la compai-acion de las obser-
vaciones barométricas de Caldas, de Humboldt, de Boussin-
gault y de otros.
Las montañas colombianas ocupan una superficie de 4,335
miriámetros cuadrados, ó sea la tercera parte del territorio
nacional.
VOLCANES.
I
Se encuentran en la Union Colombiana el, de Sotará; el
hermoso de Furoeé^ que en 1849 perdió su copa ó cima y se for-
mó una crátera de 80 á 100 metros de diámetro; el de Pasto^
que reventó por última vez en 1727; el de Chiles^ en la línea
divisoria con el Ecuador, que tiene más de quince bocas hu-
meantes y hace erupciones de poca consideración 5 el de Cum-
halj cerca del anterior; el del Huila, el más elevado de todos,
del cual se han contado últimamente hasta nueve bocas; el del
Azufral y el de Chiriqui, hoy extinguido, llamado antes de
Barú. Este último al perder su copa formó un vasto plano
inclinado de 1,925 metros de altura.
La Sierra nevada de Santamarta hizo su postrera erupción
en 1565, y arrojó lava á más de 20 miriámetros de distancia.
Se dice que sus detonaciones fueron oidas entonces en Bogotá.
También se encuentra el volcan de Bordon^llo 6 Patascoy,
cerca de la Cocha de Pasto. Su altura sobre el nivel del mar
son 3,800 metros.
— 364 —
NBYADOS.
Los ijievados de la Umon son los sígoientes :
Altura en metrofl«
Sierra nevada de Santamarta 7^926
Huüa 6,700
Tolüna 5, 616
Herveo 5,590
Sierra nevada de Chita ó Güican 6,583
Euiz 5,300
Quindío 5,150
Santa Isabel 5,100
Barragan 4,930
Cumbal 4,890
Cráter del volcan cerca de la mesa de Herveo. . 4,885
Chiles 4,840
Cerro nevado de Somapaz 4,810
Coconucos 4,800
Sotará 4,600
Volcan de Pasto 4,100
MESAS.
Éstas ocupan en la Union Colombiana ana extensión de 327
miriámetros cuadrados. Las más notables son las siguientes:
la de HerveOy mesa hermosa, ceñida de hielos eternos. Destár
case de una planicie sinuosa de arena y piedras sin señal algu-
na de vegetación hasta la altura de 5,590 metros. Puede con-
siderarse como el punto de arranque de las montañas centrales
de Antioquia. La dilatada y bella de Jéridas, de 1,728 metros
de altura; Mesarica, de 2,987: Ambita^ de 4,312 y las de Sam,
Pedroy Aratocay Mesallana, ídmasj Juarv-Diaz^ OhágreSj 8an .
Juan. i&€.
n
Ríos.
El sistema orográñco que acabamos de describir forma en
la Union las hoyas hidrográficas siguientes : una occidental,
otra oriental y dos centrales.
La hoya occidental ó del Pacífico contiene entre los rios
dignos de mención el -Mira, el Patia^ el Izcuandé^ el Bagtiay el
San JíMm y el Atrato.
De las hoyas centrales, la de la izquierda recoge las aguas
que vierten en el rio Cauoa^ y la de la derecha las que vierten
en el Magdalena.
La grande hoya oriental, sin rival en el mundo, es por sí
sola mayor que el resto del país y recoge las aguas que van al
^365 —
Amazonas y al Orinoco por medio de los ríos iVopo, PutumayOy
Coqueta 6 Tupura^ Rionegroj Chiaviare^ Meta^ Arauca y Apure.
Las hoyas secundarias, que son formadas por las ramiflca-
ciones de las tres Cordilleras principales, solo contienen los
siguientes rios notables : el Sinúj el Tuira y el Bayano ó Chepo.
HOYA OCCIDENTAL.
Forman esta hoya las vertientes occidentales de la Cordi-
llera Occidental y las costas del Pacífico.
Sus rios son : el Mira^ que nace en el Ecuador y recibe varios
afluentes. A 2¿ miriámetros de distancia antes de su emboca-
dura eA el Pacífico se abre en dos brazos y forma un delta
de 6 mriámetros cuadrados. Sus bocas son seis, y su largo es
de 12 miriámetros en la parte que corresponde á la Eepública.
El Mira es navegable en buques de vapor por 4| minar
metros, otro tanto en embarcaciones comunes y el resto en
canoas. Sus principales afluentes son el 8an Juan y el Oüiza.
El Fatia. Nace «n el volcan de Sotará de una vistosa cas-
cada. Corre de Este á Oeste y atraviesa el valle profundo y
estrecho del mismo nombre eu busca de la Cordillera Occi-
dental, la que rompe y sigue hacia el Pacífico. Su delta es de 5
miriámetros cuadrados, como la del Mira. Tiene 14 bocas.
Lias mareas del Pacífico suben por ellas hasta 6 miriámetros de
distancia. El Patía soporta embarcaciones pequeñas hasta su
unión con el Guachicono y mayores hasta la quebrada Cum-
l3itará; de ahí hacia adelante, estrechado por las cordilleras, se
liace muy difícil navegarlo hasta el Castigo. Entorpécenlo lue-
go el estrecho de Minamá, el paso del Guadual y el Salto. ^ Su
largo es de 40 miriámetros, y sus principales afluentes son: el
Chiachicono^ el Mamaoonde^ el MayOy el Juanambúj el Guditara^
el San Pablo j el Telembij el Patia^vi^o.
El Izcuandé. Kace en el cerro San Juan y le tributan el
IzcuandecitOj el Munchique^La Junta^ elMatambéj el San Luis.
Su curso es de 16^ miriámatros; es navegable y arrastra oro.
El Dagua, Kace en una hoya de la Cordillera Occidental á
2 miriámetros de Cali y es navegable por cerca de 10. Su situa-
ción geográfica lo hizo en otro tiempo importante, pues era
via obligada para comunicar el interior del Estado del Cauca
con el Pacífico.
Desde el punto Uamado Las Juntas se baja el Dagua en
canoas largas y estrechas, que los negros conducen con mucha
destreza por entre las rocas y los remolinos de su cauce ; en el
punto del Salto es necesario pasar las canoas por tierra hasta
las bodegas ; después viene el Saltico, paso no menos peligroso
que el anterior. Corre en seguida el rio con alguna violencia
hasta el pueblo de La Cruz; desde allí su corriente es mansa
liasta la bahía de Buenaventura, en donde desagua. Su largo
es de 15 miriámetros; no tiene afluentes de consideración.
— 366 —
El San Juan. Kace en el cerro de Garamanta; empieza á
ser navegable en canoas desde la boca de la quebrada Pnreto
y puede serlo en vapores hasta 23* miriámetros arriba de sus
boca«, que son 11. Sus orillas son altas. Corre de Norte á Sur
y tiene 40 miriámetros de largo. Sus i)rincipales afluentes
son : el Tamaña^ el San Agtistin y el Calima. El San Juan
pasa por Tadó y Noánama y desagua en el Pacífico.
El Atrato. Nace en los farallones del Citará, corre en di-
rección opuesta al rio San Juan y descarga en el Atlántico.
Abajo de la boca del Bojayá se divide en dos brazos i)or espa-
cio de 10 miriámetros. Uno de esos brazos es el de Murindó,
que se lleva una cuarta parte de sus aguas. Tiene el Atrato
67 miriámetros de largo, de los cuales 8 no son navegables, 4
admiten pequeñas embarcaciones, 7 (de Lloró á Quibdó) pue-
den servir para buques chatos de vapor y 49 para buques un
poco más grandes. La navegación de este rio es mucho más
segura que la del Magdalena, porque no se forman en él bajos,
y porque mantiene siempre bastante fondo por las muchas
lluvias que caen en su territorio.
El Atrato pasa por Lloró, Quibdó y Tebada. Sus princi-
pales afluentes son el Quito y el Truandó,
Desagua el Atrato en el golfo de IJrabá por 15 bocas, de las
cuales 8 son navegables en canoas y botes y 2 en goletas y
balandras. En medio de estas bocas está ía bahía de la Cande-
laria, espaciosa y abrigada pero de orillas cenagosas. A dife-
rencia del Sari Juan, el Atrato corre en una hoya Jlena de
ciénagas y de anegadizos y tiene en una y otra margen mul-
titud de caños; su dirección es diametraltnente opuesta á la
de aquel rio, del cual está separado por una serie de Celi-
nas de más de medio miriámetro de extensión y de 110 metros
de altura. Estas colinas han sido llamadas impropiamente
istmo de San Pablo, Cortado este istmo por un canal se i)odrian
comunicar las aguas de los dos rios y pasar por ellas de iin
océano á otro.
HOYA CENTRAL DE LA IZQUIERDA Ó DEL CAUCA.
I
Forman esta hoya las vertientes orientales de la Cordillera
Occidental, y las vertientes occidentales de la Cordillera
Central.
El Cauca, Káce en el páramo del Buey^ en la Cordillera
Central, á 4,550 metros de altura sobre el mar, en la latitud de
2^ Norte y en la longitud de 2^ 18' O. del meridiano de Bo-
gotá, y empieza á correr hacia el I^orte en las frías regiones
de Paletará, al pi^del nevado de los Coconucos. Su dirección
general es de Sur á Norte y está encajonado entre las Cordille-
ras Central y Occidental. Baña este rio los Estados del Cauca,
al que da su nombre, de Antioquia y de Bolívar, y tributa al
Magdalena, ab^o de Mompos, por la boca Uamada 1
después de un curso de mas de 135 miiiámetros. has
pasau por entre loa principales pueblos de los dos prím»
tados nombrados arriba. Le entran más de 200 rios ¡
Quebrat^.
Sos principales tributarios son : el Hondo, el Palácé, e
damó, el Ovejaa, el Quinamayo, el í'alo, el Amaime, el
el Bugalagrande, la Paito, la Vieja, el Otvn, el Gampoak
Pozo, el Arma, el San Jttan, el Tarasá, el 2iecM y el San
Como . estos dos últimos son de bastante considerado
mos algo de ellos.
El Nechi. llecibe sas primeras agnas del cerro de Sar
cerca de Santa Eosa de Osos, y es navegable desde Za
basta su entrada eu el Canea. Su principal atluente es el
rico eu oro. Porce debiera ser el nombre general del rio
no solo porque aquél lleva á éste mayor volumen de agu:
I»or ser más largo. '
£1 San Jorge. Nace en el Estado de Antioquia, en
ramillo, y va á regar parte del territorio del de Bolíva
dirección es hacia el Ñ-E. y tiene un curso de 14 miriái
parte de ellos (desde Ayapel para abajo) por terrenos
dos. Entra eu el Cauca por cuatro brazos casi paralelos
El Caíiea empieza á ser navegable en pequeñas en
ciones á los 10 miriámetros de su curso ó sea desale la bi
rio Ovejas, donde terminan las serranías. En los va:
Popayan y de Cali presenta mayores facilidades para st
gacion basta el Salto, que fué el punto xH>r donde,
Codaz/.i, en tiempos remotos se abrieron paso las a^
través det territorio montaüoso de Sauta Bnsa de Caira
formar los lugos que se eucoiitrabao ikites en el Estado
tioquia. El Salto queda abajo de la boca del Sopinga.
JSo es navegable el Cauca abi^o de la ciudad de Ant
l)or el fuerte descenso de sus aguas y por las grandes ]
que estorban su cauce. Desde allí hacia adelante, estr
por los empinados estribos de la cordillera, golpea ant
con una impetuosidad aterradora hasta ñ«nt« de 1
del Espíritu-Santo. Antes de Cáceres forma el paso 1
Angostura, en donde se precipita por entre enorme
destrozadas con una rapidez tal que hace imposible
tarlo en las crecientes del invierno. Ab^o de Cáceres h
punto peligroso, llamado impropiamente el Salto, qu
sino un pequeño raudal que impide la subida de grandet
panes durante la época de las aguas b^jas, puea sn
explayamiento hace inútil el uso de la palanca. Em
llegar al brazo Biouuevo se encajona lo bastante par
aer navegado cómodamente hasta Magangné. A cansa
falta de uniformidad, los antioqueQos han abandoi
Canea por el Nare.
— 368 —
HOYA GENTBAL DE LA DEBEOHA Ó DEL MAGDALENA.
Forman esta hoya las vertieiites orientales de la Cordillera
Central y las occidentales de la Oriental.
El Magdalena nace en los confines del Estado del Tolima
y del Cauca, de la lagnna del Buey (que otros llaman de la
Magdalena), en el páramo de las Papas, en la latitud 1^ 58^
Korte y en la longitud 2^ 19' 3C al Occidente del meridiano de
Bogotá, á 3,956 metros de altura; esto es, 594 metros más
abajo que el Cauca.
Al principio de su curso forma el Magdalena una bella cas-
cada entre Peñagrande y Peñachiquita. Sigue después hacia
el Oriente y sale de los páramos para entrar en los desierto»
de Laboyos. En el punto llamado Barandillas se endereza de-
finitivamente al N-E. y se pone paralelo á la Cordillera Orien-
tal, á la cual se inclina hasta el puerto de Girardot. En Girar-
dot tuerce hacia el Oeste en dirección de Coello, y luego vuelve
hacia el Korte para arrimarse á los estribos de la Cordillera
Central, los cuales no abandona hasta el Banco, punto en
donde deja la dirección general del íTorte y toma la del
K-O. hasta su entrada en el Atlántico, la que efectúa por solo
dos bocas. Su delta, llamada isla de los Gómez, no alcanza á
tener 2 miriámetros de extensión.
El curso del Magdalena, prescindiendo de la mayor parte
de sus inflecciones, es de 170 miriámetros. Le tributan por todo
más de 500 rios menores é infinito número de quebradas. Baña
el Magdalena los Estados del Tolima, de Cundinamarca, de
Boyacá, de Santander, de Antioquia, del Magdalena (al que da
su nombre) y de Bolívar, esto es, siete de los nueve en que está
dividida la Ünion. Pasa por sesenta pueblos y cuenta los si-
guientes notables tributarios : el Fáez^ el Frado^ el Saldaría^ el
Bogotá^ BioredOj el Ottalij el de la Miel, el jYiare, el Cañoregla, el
CararCj el Oporij el de la Ooloraday el SogamosOy el Cimitarra^
el Lebrijaj el Simiti y el Cesar.
El Cesar merece una mención especial.
Kace este rio en la Sierra nevada de Santamarta, y tiene
la particularidad de correr en una dirección diametralmente
opuesta á la de todos los demás rios de Colombia que desaguan
en el Atlántico, esto es, hacia el S-O. Su curso es de 30 miriá
metros y puede ser navegado desde frente de la ciudad de
Valledupar. Cerca de su desembocadura en el Magdalena
forma la hermosa ciénaga de Zapatosa, y se bifurca antes y
después de ella. Fluyen hacia él más de 30 rios menores.
El Magdalena empieza á ser navegable desde arriba del
Páez en balsas y canoas ; desde Neiva hasta arriba de Honda
lo es en vapores pequeños y en champanes, y desde Honda
hasta el Atlántico en vapores mayores. Esta circunstancia^
unida á la de atravesar las regiones más pobladas y ricas de
la Union, hace de este rio el primero del país. Su navegación
presenta no obstante algunos inconvenientes.
^•-
— 369 —
Es uno de ellos el Salto llamado Negro ó de Honda, randa!
formado por las rocas y la fuerte inclinación del lecho del rio,
i}ue hace que en una extensión de un kilómetro tiene un des-
nivel de 15 metros. Los buques de vapor que, por este raudal,
no se atreven á subir hasta Honda fondean abajo de ella.
Otro de los obstácidos que estorba la navegación del Mag-
dalena es el paso del Colon^aimaj punto en donde se estrecha
'el álveo del rio por las rocas que oprimen sus oriUas y erizan
•su fondo. En el verauo las aguas faltan para el calado de los
buques en algunos parajes y aa invierno las crecientes arras-
tran grandes palos,
V
HOYA OBIBNTAL.
Forman esta hoya inmensa las vertientes orientales de la
Cordillera Oriental.
El Amazonas. Baña este rio, sin contar sus sinuosidades, el
territorio de la tJnion por más de 100 miriámetros y lo separa
«n parte del Ecuador y en parte del Brasil. Sus afluentes co-
lombianos más notables son : el NapOj el PutumayOy el Tupura
ó Caquetá y él Rionegro, *
Nace el JSÍnpo en el nevado de Cayambe con el nombre de
Ooca y tiene un curso de 120 miriámetros, de los cuales 50 son
navegables. Tiene 20 tributarios y el más notable de ellos es el
Aguarico.
Nace el Putumayo en el páramo de Aponte, en el antiguo
país de los sebondoyes, tiene un curso de 180 miriámetros y es
navegable desde los 15. Su corriente es mansa ; tiene vai*ias
islas y algunas rancherías en sus orillas. Su volumen es una
tercera parte menor que el del Yui>ura ] sus afluentes pasan de
25. Llámasele también lea ó Izaparana, y es el segundo de
•este territorio.
Nace el Ywpur^ ó Caquetá en el páramo de las Papas, como
el Magdalena y el Cauca, de una pequeña laguna llamada de
Santiago, rodeada de peñascos escarpados, á 4,350 metros de
elevación. Es el primero de este territorio, al cual da su nom-
bre ] su curso es de 220 miriámetros, de los cuales son navega-
bles 196 á pesar de tener un salto y un raudal y de lo impetuo-
so de su corriente en algunos puntos. Le tributan cerca de 100
rios y más de 150 quebradas conocidas.
Sus afluentes i)rincipales son: el Orteguasa^ el Caguán, los
Eñgcmos, el Anivá. el Apopóris, el Onoguay y el Forcos.
Aunque más largo que el Magdalena, debe reputarse el
Caquetá como inferior á éste por la menor extensión de su hoya.
* El Amazonas tiene 700 leguas de curso directo, 860 con sus infleccio-
nes y 1,200 computando alguno de sus tributarios. Su anchura mínima es
de media legua y su anchura máxima de 65 leguas. Al entrar en él, rechaza
el Océano hasta una distancia de 30 leguas.
24
S
^370 —
El Bianegro 6 BTijer; Gómpónese este rió del Guainía; que-
nace en la antigna selva del Airico de una pequeña siena Üa:^
mada Padavida, y del brazo llamado CMiquiarej que es un
apéndice del Orinoco. líos- indios lo llaman Úttrarm (que quieiB
decir negro) á causa del color de sus aguas» El afluente princi^
pal del Eionegro es el Vaupes^ que le entra en San Joaquín, y
nace de los estribos de la cordillera que están -al S-O. de Keiva.
El Eionegro pertenece á la Union Colombiana hasta Laureto,
esto es, en una extensión de 72 miriámetros; . luego signe por
tierras del Brasil hasta el Ama^^ónas.
Así el Guainía como el Casíquiare y el Yaupes son ríos na-
vegables y de mucho volumen.
Tales son los rios qjie le envía nuestro territorio al grande -
Amazonas. El ancho de este rio en 1&. parte que le corresponde
á Colombia varía de 5 kilómetros á 10, y tiene en ella 75 islas.
Su curso navegable desde Tomepend¿i hasta el mar es d(& más d^
500 miriámetros. Su hoya tiene 50,000 miriámetros cuadradas.
Su pendiente es de 4 á 6 metrospor miriáme^tro. El primero que
descubrió el Amazonas, llamado por los indios Guiena y por los
portugueses SolimoenSy fué" Vicente Yánez Pinzón en el ano de-
1500. Al principio se le MamoMarañoriy del nombre de un espa-
ñol que recorrió una parte de. él primero que Francisco de Ore-
Jlana, quien le dio el nombre que hoy tiene por haber hallado
en 61, ó creído hallar, mujeres g^ierreras. La Condamine y los
académicos franceses lo bajaron á mediados dM siglo próximo^
pasado, después de haber medido en las llanura* de Tarqui .
el grado del meridiano terrestre contiguo al Ecuador.
El Orinoco (antiguo Fdragua de los indios). Nace este rio,
rival deL Amazonas, en tierras de Venezuela y empieza á per-
tenecer áx Colombia en el punto dé su célebre bifurcación (Ca-
síquiare) después de 38 miriámetros de curso. El ancho del
Orinoco es aUí de 678 metros y el de su brazo de 102. La pro-
fundidad mayor de aquél es de 40 pies y la de éste dé 30. Su
dirección general es hacia el N-E. hasta las bocas del Ventua-
ri, después es hacía el E. hasta el punto en dónde le entra el
Guaviare; luego es hacia el N-0. hasta el Meta. AUí deja de
pertenecer á nuestra Eepública.
El Orinoco recibe las aguas de 3,558 miriámetfos cuadra-
dos (extensión mayor que la de España) de tierras colom-
bianas y venezolanas. Su ancho llega á veces á medio miriá-
metro y su velocidad á 6 pies por segundo. Humboldt quiso
hallar su origen en 1800, pero no pudo por las muchas dificul-
tades que le pusieron los salvajes y la topografía misma del
suelo.
Los principales afluentes del Orinoco son el. Gtiaviare^ el
Vichada^ el Meta y el Arau<í^.
Nace el G^a^Jtare en la Cordillera Oriental ai Este de, la
ciudad de Neiva bajo el nombre de Balsílla, recibe luego el de
— . 371' —
lió Gaayabero y por último el* de rio- GiLaviáre^. nombre que
conserva hasta sa fin,, frente á San Femando da Atabapo.. Su
earso es igual al del Cauca, pues tiene 135 miriámetros. y. al
juntarse con el Orinoco casi no se conoce cuál dé ellos es el
principa^. Es navegable en casi toda su? extensión.
Los afluentes principales^ del Guaviare son el Fapamene ó
Suayabero, el Ariarij el Inírida y el.Atabapo.
El Guaviare i>one término hacia el Norte á la inmenea región
del Cagueta y separa las partes desiertas de los Estados del
Cauca y de Cundinamarca. Su curso general es hacia el Ñi-B.
Face el Vichada en las sabanas que están cerca de la lagu-
na Vua; es navegable y sus aguas son de un verde oscuro.
Tiene un curso de 40 miriámetros* Su afluente principal es el
Mueoj también navegable, y tiene en su boca un pequeño raudal.
Nace el Meta en el páramo de Sumapaz, entre el alto de
Cazuelejas y el Cerronevado, y lo fonnan- cuatro rios que, reu-
nidos, toman el nombre de Huraadea. Su: curso es de 110 miriá-
metros, y recibe más de 100 rios nacidos en las serranías del
Estado de Boyacá y en parte de las de Cundinamarca. Entre
estos rios son dignos de mención el Upia^ el Manacaday el Cu-
tiana, el Gravo, el Faiito, el Ariporo, el AricaporOj el Chire,
el üasanare, el Eie y el lApa.
El Meta i^reseuta algunas dificultades para ser navegado,
ya por sus tortuosidades, ya por las arenas y troncos que arras-
tra, ya, por lias hordas salvajes que lo habitan ; pero en cambio
en sus márgenes puede ser cosechado con mucho provecho el
tabaco, el añil, el algodón, la caña de azúcar, el café y el cacao.
El Meta pasa, por Cabuyaro y Maquivor.
Nace el AroAica, último rio de esta hoya, de los estribos
orientales de la sierra naveda de Chita, y corre en la dirección
general de Este á Oeste por espacio de 80^ miriámetro& Es
navegable en gran parte. De su curso solo 2Q miriámetros
corresi)onden á la ünion^ ó sea hasta el meridiano del Paso
del Viento» Pasa por Araucaj no tiene afluentes de consi-
deración.
HOYAS- MENOEES.
La principal de éstas es la formada por las serranías de San
Jerónimo y de Abibe, cuyas aguas tributan al Siam. Nace este
rio en el Estado de Antioquia en el cerro de los Tresmorros y
entra en. el Estado de Bolívar. Su curso, que se enreda y des-
enreda con frecuencia, es de 46 miriámetros. Tiene algunos
afluentes. Pasa por San Antonio de Cereté, San Pedro, Chima,
San Sebastian de Urabá, Lorica, San. Nicola» de Barí y San
Bernardo del Viento, y descarga en el- golfo de Cispata.
En el istmo de Panamá no hay ninguna hoya notable á
causa de lo estrecho del territorio; empero, hablaremos del
Tuira y del Baya/no por ser los rios más grandes de aquella
parte de la Union.
— 372 —
líace él Tuira en el cerro del mismo nombre. Su curso es de
27 miríámetros, de los cuales solo 17 son navegables. Le tribu-
tan 63 rios y muchas quebradas. El más notable de sus afluen-
tes es el Chucuncique.
Hay en la boca dVil Tuira, en el Pacífico, una isla grande
llamada San Carlos y varios islotes. La isla forma dos bocas,
llamadas Chica y Grande, de las cuales la primera es la mejor
para entrar en el golfo de San Miguel.
Nace el Bayano ó Chepo en la parte opuesta del ramal de
los Andes que da origen al Chucunaque. Descarga en el gran
golfo de Panamá, frente de la isla Ohepillo, y tiene 30 miriá-
metros de curso^ de los cuales 20 son navegables en pequeñas
embarcaciones.
Finalmente, mencionaremos el canal del IHque^ en el Esta-
do de Bolívar, que es un brazo del Magdalena que se des-
prende cerca de Barrancanueva y va á buscar la ciénaga de
La Cruz en el Atlántico, Su largo es de 12 miriámetros.
Como se ve, la mayor parte de los ríos de la Union tienen
sus fuentes ó cabeoeras en la parte oriental de los Andes que
atraviesan los Estados del Cauca, de Cundinamarca y de
Boyacá, y su dirección general es de Este a Oeste con incli-
naciones al Korte y al Sur, ora para buscar el Orinoco, ora
el Amazonas y rendirles el tributo de sus aguas. Indagando la
«ausa de la mayor abundancia de ellas en esta región, fácil es
encontrarla en la mayor corpulencia de la Cordillera Oriental
respecto de las otras dos, y en la vasta extensión de dicha
región, en donde un horizonte se enlaza con otro horizonte
hasta los pequeños montes de Venezuela y del Brasil. Cir-
cunstancia es ésta que no pone obstáculos al curso de los
rios y que les abre cauce ancho y fácil hasta convertirlos en
mares viajeros, como sucede con el Amazonas y el Orinoco.
No sucede así en la región central, la cual está encajonada
entre dos cordilleras apenas suficientes para alimentar los rios
Magdalena y Cauca. Más allá de los montes que se extienden
hasta Guatemala nuestro territorio es estrecho, y no tiene
otros rios notables sino el Atrato y el San Juan, gracias á
correr éstos paralelos á las montañas, el primero hada el
Norte y el segundo hacia el Sur.
Iguales causas producen siempre iguales efectos 5 es por eso
por lo que no se encuentra rio caudaloso alguno en toda la zona
occidental de las repúblicas del Pacífico. El Ecuador tiene el
Ouayas y el Esmeraldas, el Perú, el Eimae y otros; Bolivia nin-
guno y Chile el Maule y el Bío-bío. Bajo este respecto la Union
Colombiana tiene en la región oriental gérmenes poderosos de
vida y de progreso destinados para generaciones más afortuna-
das que la nuestra. Allí está el asiento de un nuevo país, lleno
de riquezas agrestes, lleno del vigor primitivo, con canales abier-
tos para ir del Sur al Norte y del Poniente á la Aurora ; con
f' ••
— 573 —
glandes vias flaviales hasta el Océano, con oro, con hulla, ma-
deras y bálsamos. Talles arcUentes y deliciosas sabanas, aves
hermosas, caza y pesca, todo está allí esperando al hombre
desde el principio de los siglos en el silencio del desierto. Allí
no hay otra armonía sino la de los yientos y la de las agnas, ni
se oye otra voz sino la del tigre. Es pues^ necesario Uevar á allá
el ruido de las> hachas al derribar los bosques. Es pues nece-
sario cambiar allí los despojos que arrastran los rios por los
bajeles que dan al aire el humo de la industria,, y fundar
ciudades y labrarlos campos para dar al hombre los goce»
del trabajo, las satisfacciones de la riqueza y los encantos de
la civilización.
El agua es la señal de la vida. En Sahara muere todo por-
que falta este elemento prodigioso. En donde no hay un manan- .
tial, un rio, un charco siquiera, la tierra se cubre con el ropaje
de arenas y de guijas denlos lugares estériles; no nacen las
flores, no se doran las espigas ni verdean las ^amíneas. Co-
lombia por fortuna tiene todas las aguas que faltan al retostada
«uelo del AMqa: aguas para el cultivo, para las fábricas,
para la navegación y para la salubridad. ¡Feliz de ella si sus'
eolonizadore» hubieran levantado sus primeras ciudades en la
pingüe región oriental !
III
LAGUNAS Y CIÉNAGAS.
Las lagunas y ciénagas de la» Union son las que siguen.
La llamada impropiamente laguna de O/ungwí, la de Jactó
y los anegadizos de Gatibalj de Prnaya y de la AlMna en el
Estado 4^ Pianamá.
En el Estado del Cauca hay las siguientes :
La Gochay llamada por los conquistadores mar dulce 6 gran
laguna de Mocoaj la del B^uey^ origen del rio Magdalena j la de
Santiago^ origen del rio Oaquetá ó Yupura; la Taula; las de
OallincLZOy SachamaU y Bionegro^ formadas por los derrames de
los rios vecinos; las de Jawwnái, Aguablanca j Arroyohondo f
las ciénagas de Vijes^ Carambola^ Espinal^. Begina^ OhimMlacOy
Yegüerizo^ Fesoador^ Ghurimál é Bigiieron^ sobre la banda izquier-
da del Cauca, casi todas periódicas. Las dos llamadas> Chiaeha\
La Tortugáy La Larga^ La Torrej Amaime, Gonchalj Albornoz^
Buga y Sonso ; otra llamada Gonchal y Bugalagramde^ sobre la
banda derecha del mismo rio, periódicas también qpmo las
anteriores. La GMmhusa hacia el Pacifico 5 La Laguna; la del
TruenOy La Bra^oa, las de Tahujo y Tabujito, las de AmaraleSy
Tolaj Sanguianga^ Oua8ca/)nay Barrera y GaballoSj bástalas^
euales suben las mareas par medio de los caños y esteros. La
laguna del Águila^ baja y con seis islotes; la Ohuatota^ 1^
Bamogandiy la Turbo y la Tapé; la ciénaga Manateriay la del
TigreyG&rcB> de la Antigua del Darien; la de Tavena^las dos
t
i
— 374 —
de Suñquilla^ la JSíca, la Carica y lo, Teqttaré; las ciénagas de.
Tumoradograndey Curharadó y las dos de Trttandó ; la Man-
silla^las dos de Sálaqui y las de Curbaradodto j^ 'Gurbarado-
grande; Isi Quij^aradój la ^Clarita y las dos de J>omingodó ; la..
Solprzo^ la Giénagagrande^ la Limon^ la Tadía^ lab Redonditaj la
£awa y la del Gallean; la de Amayá^d^ Servamiaj la de Paeuru-
cundéj la Salado^ las Montano y la Redonda.
En el Estado del Tolima-hay las que signen:
La llamada del Parawto, en la montaña *de Barragan, las
La^unetoHj célebres por sus plantas acuáticas resistentes y la
del Bv£y^ origen del rio Magdalena.
Las del Estado de Cundinamarca son :
La de JP^í^gt^ene, residuo de otra mayor, con dos islotes y dos
islas altas en el centro; tiene patos y peces de los mismos que
se crian en el Funza. La de Suesca^ á 2,810 metros de elevación j
las dos pequeñas de 0«íci¿iií¿&^; la periódica de Palagua; la»
dos lagunas de Fontihon y la de Gatama^ restos de antiguo»
lagos; la de Pedropálo^ de orillas de una vegetación vigorosa^
célebre por las*fábulas á que ha dado lugar. La de Verjon; la
de Qwitavitaj sitio de adoratorio de los indios; está á 3,139 me-
tros de altura y se cree que encierra grandes riquezas «n Su
seno. La de SieeJiaj á 3,455 metros; era también lugar d^ ado-
xatorip de los indios y se ha intentado desaguarla. Las do
Buitra^go^ Fausto^ Negra^ Churuguaco y Ghinga^aj que dan naci-
miento á algunos nos y están en lo alto de los izáramos; las de
GuoÁsamaya^ Ghisacd^ Gonejo^ Fiedraj^intaday Bermejal^ Larga y
Curucat/j notables por su altura y los cerros que las. circundan,
y las de Guaque y Garadezorro,
Las del Estado de Boyacá son :
La laguna Encantada^ llamada así por el vulgo, quien dice
contiene objetos flotantes de oro, que no pueden ser cogidos; las
dos llamadas Lagunas Verdes^ la una á 3,547 metros y la otra á
3^650. Desaguada una de ellas para buscar oro ^dejó en descu-
bierto varios huesos de mastodonte, que fueron llevados al
museo nacional. La laguna Tecuquita^ encerrada en un tazón
de rocas á 3,645 metros; las tres de Ocovij la del Venado; la
de Socha^ que es muy bella, y las pequeñas de Ogontá y Busagá*
La muy límpida de Toí«., con islas cultivadas; \sí Honda, llama-
da así por su profundidad; la Ghupon; la de QuUisoque, célebre
por sus tres chorros llamados las Yentanas de Quitisoque.
Las del Estado de Santander son :
La laguna jVai?aíe«, las de Baúl y Garrapatas, shxniáQiaiéñ
en peces; la ciénaga de San Juan, que contiene una isla etí
forma de medialuna; las de Bioviejo, Mosquitero, San Gregorio^
Babo^j el Glavo y la de Ghucuri, de forma caprichosa y ador-
nada con una isla llena de árboles corpulentos; tiene más de
2 miriámetros de larga. La ciénaga de Opon, abundante en
peces; la de Gorozal, en medií).de unespeso bosque, jüa de
,San Silvestre.
— 375 —
Ija^la^na Pandeazúcarj al pié del cerro del niismo nombre
én el páramo ; de Ghontales: la de Macaregua^ las Lagunita^
cerca de Corití; Isí Encantada^ cerca de la mesa de Juan Eodrí-
gaez, rodeada de fangales.y sumideros ; la del Montej objeto de
mil fábulas absurdas; las de jPoíiíifeon y (7<íooía, la de Uvita^
La Colorada^ las de Tamand^ Gue^sa^rande y Tútara, la Ochóos j
la Bravaj la Cazadero y la ciénaga Floresta^ cerca del puerto
de Los Cachos. Esta última es pestilencial.
«Las del Estado de Antioquia son :
La ciénaga San Lorenzo^ entre Antioquia y Bolívar; la« de
la Poza y la Fura^ las áeA.dentro y Barho/ooa^; la Sardinita^
compuesta de tres, y la. gran ciénaga Flanea,
Las del Estado del Magdalena son :
Las ciénagas de Tocoroma^ Mojan j Dowceíía, que comunican
coñlsbáe Cantagallales; las de Hicacal, Flatanal y Mv^anda ;
la de Doñamavia, y La Falmita; las de LatalitOj Dorada^ Eevés,
Fut^rama j Mum; las de FalanquillOy Morales y FotrerOy las
de Guáimaraj Leñalj grandes, y las pequeñas áe^alera^ Gorral,
Reparo y Gtmma; la de Juan-Garcia^ que comunica con la del
Dorado^ y las de Alfaro y lo, Fistola. La gran ciénaga de
Zapatosa, compuesta de las de Fanjmche y San Juan, de más
de 25 miriámetros de longitud y de 2 de ancho; la atraviesa el
rio Cesar, tiene muchas islas y es navegable. Las de Chilloa,
Lobato^ Fitalf Fijimo, Santana, Santabárbara, Guacamaya,
£albudú, Flato, Sapayan y San Antonio, y la gran ciénaga de
Santamaría, de más de 3 miriáraetros;* tiene varias islas y
comunica con el Atlántico, y con el rio Magdalena. Los pla-
yones de Consto, Ghimila, San Fedro, Apure, Gorraldecaña y
Rubio; las ciénagas de San Agustín y Flora; la Pantano, la
Grande y la de N^avioquebrada, que comunican con el mar; las
Pajaral, Tucaca-s y Gocinetm; el.grande Mneal; la ciénaga ia^w-
na y la laguna^de Sinamaica, qu^ partellmites con Venezuela.
Las del Estado de Bolívar son:
La de Betanci^ de más de 2 miriámetros: la de Timiná; la
áeAyapel ó Luisa, á& 2 miriámetros; la RayOjlsb de Simiti,
que comunica con el Magdalena; las dos de Playones, las ocho
lagunas de la isla de Morales, IsbMarrocoyAsbPajaral, la Oscura,
la Papayal, las de Gruz, Juan-Gómez. Palotal, Larga, Gorco-
bada, Matunilla y otras que quedan hacia el Sur de Cartagena,
las cuales comunican con el mar y contienen un bello archi-
piélago de más de 12 islas; y las de Gallinazo y Fuéblonuevo,
Las partes bajas de .las. hoy as del Sinú, del San Jorge y del
Cauca, ^comprendidas entre las serranías de Abibe y de San
Jerónimo, están llenas de a.negadizos, que crecen con las llu-
vias é inundan toda la comarca.
Las ciénagas y lagunas de la parte desierta de Colombia,
son las siguientes, empezando á mencionarlas por las que se
.encuentran en las hoyas del Orinoco.y del Guaviare.
— 376 —
La Maea'eaeafpe^ particular no solo por contener varias ísK-
tas y morichales, sino por tributar sus aguas al Eionegro y al
Gasiquiare^ las 8aridújMaccb8(igua y Surinaro; la de Bocouj de
aguas neg^as^ abundante en boas; la Caridaj habitada por
indios maquiritares. *
La Oran Laguna, al pié de la sierra de Tnnahí ; la Tmiaimay.
en el país de los indios guaques^ de más de un miriámetro cua^
drado ; las de Bocaóhica. Qüescon^ Oatepinirdj Peneya, Saricue^
ramano, Yarvmano y Cttmcuca en las oriUas del Ortaguasa.
Alguna^ de éstas contienen boas.
Cerca del Caquetá están las lagunas Angelina^ OalUnazo^
Mayoyoque, Teterupij Inurá y Corocagüey abundantes en peces.
y en boas enormes.
La laguna Cuyabeno hacia la frontera del Ecuador, de &
miríámetros de larga y 1 de ancha, tiene tortugas y tere-
cayes y moran en ellas los indios macos, de genial feroz. Las-
lagunas Zancudo j Lagarto j Itayá y Capíici<L y las de Cumapi y
Mard;guij cerca de la frontera del Brasil. La primera de éstas
está en el limite de Colombia y el imperio nombrado.
Arriba del Guaviare, en territorio indisputablemente eoloni'
Hano, se encuentran las lagunas Gduca^guay de casi 1 miriáme-
tro ; la Ahotdj, que comunica con el Orinoco y tiene orillas pro-
pias para el* cultivo 5 la Sesemá^ abundante en peces ; las de Fi-
ra/oine y Mape; la de Tua sobre el Meta, en donde estuvo ánte«
la misión de San Miguel; hoy viven allí algunos indios catarros
y guahibos. La Ftm, de 1 miriámetro de latga; tiene 3 islas-
cerca de sus márgenes y es de las más ricas en peces; las de*
3fanaüaoto,que son tres del mismo tamaño y se comunican entre
sí, tienen muchos peces y son visitadas por los indios. La-
de Mapiripan, entre el Guaviare y loscerritos del mismo nom-
bre ; tiene peces. La de Ariari. La kbguna ó Desparramadero^
del /Stirar^, llamada en tiempo de la conquista ciénaga de Ar-
checandi; es grande pero poco profunda. La Caribes j que debe
su formación á las ñltraciones de las sabanas arenosas de sus
contomos. La del Término^ formada por los derrames del Capa-
naparo ; es notable por estar en el límite de Colombia con Ve-
nezuela. La de Macaguan^ riquísima en peces, y habitada por
indios ; las lagunas de Mu^cueo y Cepülo cerca del Meta.
Por lo expuesto se ve que las ciénagas y lagunas pasan de
300 en los Estados Unidos de Colombia. La extensión terri-
torial que ocupan éstas no baja» de 527 miriámetros cuadrados^
Acaso hemos sido minuciosos en este capítulo, pero estos
lagos, bien sean primitivos, bien sean solo restos de otros mayo-
res de tiempos remotos^ S(Ki un dato importante para la geolo-
gía del país.
* £1 territorio en. donde están estas lagunas &a sida ocupado por Vene-
xuela.
— 3T¡ —
IV
ISLAS, penínsulas, CABOS E ISTMOS.
Islas. Si contamos como islas todos los recortes aislados
que forma el dentellado de nuestras largas costas, los pe-
ñascos, cayos é islotes próximos al continente, y los deltas^
terromontero!» y playones de las bocas de nuestros rios, el nú-
mero de ellas pasaría de cuatro ó cinco mil; do hablaremos
pues sino de las que merecen geográficamente tal nombre.
En el Atlántico las de Providencia y San Andrés, Distan
una de otra 8 miriámetros, y 21^ la más cercana de las costas^
de Panamá; ambas están habitadas y forman el territorio na-
cional del mismo nombre.
Entre la punta de Chiriquí y la punta Tervi se halla un gru-
po que pudiéramos llamar archipiélago de Chiriquí, el cual con-
tiene 23 islas, 97 islitas y 2C4 islotes. Forman unos la laguna
de Chiriquí y la bahía del Almirante, y quedan otras en el seno*
de éstas. Las principales islas son las siguientes: Cayo de
Agua, igual á la del Escudo de Veragua; la Popa, con cerros y
de un miriámetro de extensión; la Provisión ó Bastimentos,
grande y montañosai; la JV^aimcaí/a,> larga y estrecha; está habi-
tada como la anterior por gentes de las Bocas del Toro. La
del DragOj con colinas altas y con una península en donde está
el lugar que sirvió de cabecera al antiguo cantón de Bocas del
Toro; la Carnero, habitada; la de San Cristóbal^ con cerros, y
la de Barrasj habitada por indios.
La isla del Escudo de Veragua, frente de la punta Tiburón^
baja y cubierta de árboles; adórnanla algunos cayos. Su larga
puede ser de 5 kilómetros.
El archipiélago de las Mulatas,: frente de la ensenada de San
Blas, el cual tiene entre islas é islotes 227, sin contar una
sola notable. Está rodeado en su ma^'or parte de bajos y
arrecifes.
La isla de Pinos, con un cerro; la de San Agttstin, com-
puesta de dos islas largas, coa pequeñas alturas. En esta isla
terminan las que están en las costas atlánticas del Estado de
Panamá.
La Tortuguillaj la Fuerte, las islas de San Bernardo, de la»
cuales las principales son la Tintipan, la Palma, la Panda y la
Maravilla. Las del Rosario, de las cuales la más notable es la
Larga, rodeada de cayos. La Sabanilla y la Verde. Todas estas
islas se encuentran en las costas del Estado de Bolívar.
En las del Estado del Magdalena se CDCuentran únicamente
las siguientes: la larga y angosta de Salamanca, notable por
su figura, y las cinco de la ciénaga de Santamarta.
Las isla]^ notables del Pacífico son: en la ensenada del
rio David, la Sevilla, de más de un miriámetro^ la Bocabra/oOfy.
la Parida^ con cerros, y la Venado.
~ 378 —
Las islas Seeasy grupo compuesto de dos mayores y estre^
'€has, una menor, seis pequeñas y 27 islotes. Las Contrera^
que son dos ydistan 2 miríámetros de la isla de Coiba^ cerca
de la primera hay 5 islitas y 30 peñascos aislados, y cerca de
la segunda hay otra isla y seis islotes. La Medidor^ pegada á
Isb Guarida^ la cual itáeiie un cordón de diez peñascos; la del
Canal de Ajuera^ nodeada de 6 islitas y de 13 islotes. La GoibitcL,
habitada, con 11 islotes ea sus costas ; y la de Coiba ó Quibo.
Tiene esta isla algunas ¡cordilleras no muy elevadas, de las
cuales nacen varios rios; su superficie es de 6 miriámetro»
cuadrados. Está habitada y atiene en sus costas 65 islotes.
La Jiearon, de forma triangular; ia Jiearita^ algo estrecha;
la Qobernador^i, habitada.^ la ¿'efeooo, que es la mayor del golfo
de MontiJQ, al cual parece cubrir; la. Leowod^ más pequeña que
la anterior, poblada; y la Verde j larga y baja.
lia Iguana^ la JBoñá^ la Otoque^ la O^améí, con^cuatro islotes;
la Tabogay con una islita junto, habitada, célebre por su pesca
de' perlas; la Tahoguillay coa iares islotes; y la ChepillOy con otr^^
isla cerca, ñ^ente de la boca del Bayano.
Levántase por último en medio del gran golfo de Panamá,
el célebre archipiélago de las Ferias^ compuesto de 39 islas, 63
islitas y 81 islotes. La principal de éstas es la de San Miguel
ó antigua Terareqili de los indios (antes se le Uamó >isla del Be¡f
y después Ooíoweka^. Tiene unos 3 miriá^ietros cuadrados ; en
su centro hay un extenso anegadizo, del cual nacen varias que-
bradas. Hay varios ^puertos en sus costas.
En las costas del Estado del Cauca solo se encuentran las
islas Oorgona y Oorgonilla^ la una con unos cerros que tienen
7 picos, algunas costas y playas bajas, y la otra muy pequeña,
oon una islita junto. Ésta última está sembrada de plátano»
otMno la anterior, los -cuales son cultivados por las gentes que
viven en los arenales de las playas, en donde crecen el coco y
otros árboles frutates.
También se encuentra en estas costas la isla de Tunuioo^
habitada. Es asiento de una aduana nacional.
Las islas todas de Colombia ocupan una extensión de 6%
niiriámetros cuadrados.
Penínsulas. Penínsulas mayores S0lo hay dos en los Es-
tados Unidos de Colombia : la de la Qoajira^ bien considerable,
en» el Atlántico, y la de Azuero en el Pacífico. La primera está
en el Estado déi Magdalena y la segunda en el de Panamá. .
Menores hay, en el Atlántico: la de ToftoZo, que encierra
•portel Noreste la laguna de Chiriquí; la de SanBlas^^en el golfo
4£l mismo nombre; y la Mestizos j en el golfo de MorrosquiUa.
En el Pacífico se encuentran la de SoUmo y la de Ara^L
Cabos. Los más notables son los siguientes : el cabo Tíbu-
aconj en la.entrada del golfo de Utabá; él cabo Ág^a^ frente de
I-
— 379 —
SantBmarta; el cabo San Agíistinj frente de la Sierranevada ; y
el' de la Veln, el Falso y el de Chichibacoa en la Goajira. En el
Pacífico solo se encuentra el cal)o Corrientes^ entre las costas
' de Qaibdó y Lloró.
Puntas conocidas hay más de 200, pero solo enumeraremos
las notables, que son :
En el Atlántico, ijunta Tervij punta Chiriqui^ Draque^ Man-,
zanilloj San Bla^^ Mosquitos^ Arenas del Norte, Arenas del Sur^
Arboletes, Mestizos, Canoas^ Galera Gallinas, Espada y Teta,
En el Pacífico, punta Banco, Btiriea, Brava (de Montijo),
Mariato, Puercos, Guanico, Mala, Lisa, Anton^ Chame, Vatele,
Brava (de San Miguel), Garachiné, Marzo ó Morroquemado,
Nábugá, San Francisco Solano, Arasi, Magdalena y Mangles,
Istmos. Solo hay en Colombia el de Panamá, que pone en
K5omunicacion la América del Norte «on la del Sur. Su largo es
de 68 miriámctros, su ^ncho máxim<i> tiene 19 y su mínimo 5
(del golfo San Blas en el Atlántiea á la desembocadura del
Chepo ó Bayano en el Paeáfixjo). Desde el mismo golfo hasta el
punto en donde el Chex)o em^íieza á ser navegable tiene única-
mente el istmo 2¿ miriámetros, pero ahí está atravesado por
la cordillera.
Hacia el intmor se encuentra el istmo llamado impropia-
mente de San Pablo { Estado del Cauca ), qu«e es una zona de
terreno que separa las cabeceras del Atrato de las del San
Juan. Es notable este istmo porque por él pueden unirse estos
dos ríos para pasar por ellos d.el océano Atlántico al Pacífico.
La importancia del istmo de Panamá no la tiene en el mun-
do sino el istmo de Suez, entre la Arabia y el Egipto ; sin em-
bargo, el istmo de Suez separa solo dos mares de segundo
orden, el Eojo y «1 Mediterráneo, y une dos regiones esclavas.
El istmo de Panamá separa el océano Atlántico del Pacífico y
une dos continentes libres.
MARES, <JOLF0S, BAHÍAS Y PUERTOS.
Mares. El océano Atlántico baña á Colombia hacia el
Norte, desde la boca del caño Paijana en el golfo de Vene-
suela, hasta la parte más .«etentrional de la costa de Mosqui-
tos ; y el océano Pacifico la bajia hacia el Oeste desde la boca
del riachon Mataje hasta la ^entrada del rio Golñto en el
Oolfodulce.
OoLFOS. Se encuentran en el Atlántico, él í^n Blas, en el
archipiélago de las Mulatas ; el de TJrahá 6 del Darien del
•N'orte, el de Morrosquillo y el de Venezuela ó Calabazo ; y en el
Pacífico, .^1 ^Qol/odulcey el de MontijOy el de Parita, el de Sam
— 380 —
Miguel ó del Dañen. del Sar, el Tortugas y el gran golfo de
Panamá^ dentro del cual qnedíin algunos de los mencionados..
Bahías. En el Atlántico hay la del Almirante en la laguna
de Ghiriquí y la Honda en la Goajira^ y las ensenadas de Tiri-
vij Auyama^ Curazao^ Franeesaj Anachuctmaj Tortugon^ Puntar
ca/noasy Rodríguez^ Galera-Zamba^ Playadam^is. Dulcino^ OadrOy
Palmarito y Calabozo, En el Pacífico las bahías Honda, OotOr
vittj Cupica^ Nabugd^ Solano, Coaitá y Buenaventura; y la»
ensenadas de Ballena, Bocagrande (en Ooiba) Coqui, Arasíf
Doeampadó y Tumuco^
Puertos. Según la enumeración de los golfos, de las ba-
hías y de las ensenadas que acabamos de hacer, resulta que
desde la ensenada de Venezuela ó Calabozo, en el límite
oriental de la península Goajira hasta, el cabo Chichibacoa, no
se encuentra puerto alguno notable ; créese ^in embargo que
pudiera establecerse uno en la ensenada de Ocjoro. Sigue des-
pués Bahía-honda, el primer puerto en la costa Noreste de
Colombia; sobre esta baliía fué que intentaron los españoles
fundar una ciudad- con el nombre de Santa María, que hubo
necesidad de abandonar porque carecía de agua. Dicha bahía
es herniosa y está bien resguardada de los vientos. •
Está en seguida la bahía dfel Pórtete, llamada antes 'del
pabo de la Vela. Desde este punto hasta Santamarta la costa
presenta una abra inmení^a, con solo las radas de Riohaeka y
Dibulla. Eiohacha hace algún comercio de exportación, pero
su puerto es incómodo porque no tiene muelle 5 Dibulla tiene
mejores condiciones que Eiohacha.
La de Santamarta es una bahía hermosa y profunda, bien
abrigada de los vientos y en la cual pueden construirse magní-
ficos muelles. En Santamarta la costa cambia repentinamente
de di^^eccion, se avanza hacia el Sur cerca de 20 millas marí-
timas y va á formar la bahía de la Ciénaga, junto con los del-
tas occidentales del Magdalena. Está luego la rada de Saba-
nilla sobre el lado izquierdo del rio Magdalena cerca de la en-
trada de éste en el mar. Sabanilla, debido á su situación^
vendrá á ser con el tiempo el centro del comercio interior de
la Union. Últimamente ha prosperado mucho.
La bahía de Cartagena, una de las mejores del océano Atlán-
tico, es la más hermosa y magnífica de Colombia. Siguen la
rada de Cispata, el golfo de MorrosquillOy el golfo llamado del
Darien, la bahía de Mandinga, la de Portobelo, la de ChágreSy
la de ÍÁmones ó de la Marina y la del Almirante,
En la rada de Cispata queda el puerto del Zapote; y en el
golfo del Dañen están los puertos de Turbo, Guacubá.y la Can-
delaria, propios para barcos de gran calado, y los de Quibdóy
Napipí y Murindó para los de pequeño calado. Ambos están
bien situados sobre el Atrato para di comercio con el inteñor.
L
— 381 —
Desde el delta del Atrato hasta Portobelo hay alonas ense-
nadas notables; pero esta parte de la costa está habitada por
los restos de las tribus Isalvajes del Darien. La bahía de Porto-
belo es muy buena y durante los siglos que se si^eron á la
conquista ñié muy frecuentada; j^cro siendo el camino de tierra
h^ÍQ, Panamá mui difícil, fué perdiendo poco á poco su impor-
tancia. Pasó ésta á Chagres, malísimo puerto, que la perdi^
también porque, habiéndose levantado la ciudad de Colon
sobre la bahía de Limones para que sirviese de punto de par-
tida del ferrocarril de Panamá, quedó abandonado y arruinado.
En la parte más occidental de las costas colombianas no
hay otro puerto notable sino er llamado de las Bocas del Toro^
en la bahía del Almirante ó laguna de Chiriquí.
Los puertos de Alanje y de Montijo en el Pacífico fueron
habilitados antiguamente por el Gobierno para el comercio de
las provincias de Chiriquí y de Veraguas. Hoy goza el Estado
de Panamá de plena franquicia comercial.
En la isla de Coiba, entre la ensenada de Montijo y Bahías
honda del Sur, hay un buen surgidero.
La bahía de Panamá es excelente por su extensión y por los
buenos surgideros que tiene, sobre todo en la isla de Taboga;
pero no pueden construirse en ella muelles por el poco fondo
del mar sino hasta una milla de la costa. Sobre el Chocó que-
dan los puertos de San Francisco Solano^ Palmar y Charam-
Hrá. No hay en ninguno de ellos población. El último solo
ha sido visitado por buques ocupados en el comercio costanero.
Tanto este puerto como el de San Francisco están ventajosa-
mente situados respecto de los rios Kapipí y Atrato y del
Canal interoceánico.
La bahía de la Ma^dálena^ cubierta por la isla de Palmas,
es acaso la mejor de todas las del Pacífico. Se cree que es
fácil ponerla en comunicación con Charambirá y Buenaventura.
También son de notarse las ensenadas de Qttapij Izcuanáé y
Pasamballos.
. Como se ve, la Eepública tiene en ambos mares más de 30
golfos ó bahías, y de ellas puede hacer otros tantos puertos
Los puertos de que acabamos de hablar pertenecen á los
Estados del Magdalena, de Bolívar, del Cauca y de Panamá j
en cambio los cinco Estados restantes - Antioquia, Tolima,
Oundinamarca, Boyacá y Santander -son los dueños de los rios
caudalosos y tienen por ellos salida á esos puertos y al océano.
Los puertos fluviales más notables son : el de Tjos Cachos^
sobre el Zulia, en el Estado de Santander; el de Cahuyaroy sobre
el Meta, en el Estado de Cundinamarca, y el de Ronda^ sobre
el Magdalena, en el Estado del Tolima.
Los puertos secos de mayorámportancia son: Cúcutaj sobre
la frontera venezolana é Ipialesy sobre la ecuatoriana.
— 382 —
YI
CLIMA I ESTACIONES..
El clima de la Union Colombiana es mo^^ variado no obs-
tante su posición entre los trópicos^ pues su* vecindad á dos de
los mares má» grandes del globo^ los muchos y. caudalosos ríos
que la riegan y el gran sistema de las montañas- que ku atra-
viesan lo modifican mucho. Es por eso por lo que se^pnede deoir^
y lo dicen algunos geógrafos, que en la Union Colombiana se
experimentan desde los ardores deLSenegal hasta los fíios de
la Siberia..
En las costas el calor es casi constante,, aunque moderado
por las Ikivias y por las brisas. En el interior hay valles
abrasados^.
- El mayor calor que se experimenta en la Union, término
medio, es de 30^ del Centígrado; y el menor,. en los lugares
habitados de la cordillera, es de 7^ del mismo termómetro.
Antes de que el territorio de Colombia estuviese dividido
en Estados, esto es, en grandes porciones territoriales sujetas,
l)or lo mismo, á muchos accidentes, era fácil precisar el clima
de cada división política; hoy no sucede así. En otro tiempo
se decía: tieDcn clima ardiente las provincias de Azuero,
de Antioquia, de Barbocoas, de Buenaventura, de Cartagena,
de Casanare, del Cauca, del Chocó, de Chiriquí, de Mariquita,
de Mompos, de Neiva, de Panamá, de Eiohacha, de Sabanilla,
de Santander,, de Veraguas y de Yalledupar ; y lo tienen varia-
do y suave las de Bogotá, de Cipaquirá, de Córdova, de Cundi-
namarca, de Medellin, de Ocaña, de Pamplona, de Pasto, de
Popayan, de Soto, del Socorro,. de Tequendama, de Tunja, de
Tundama, de Túquerres y de Vélez. Hoy muchas de las pro-
vincias que tenían enantes (ílimas opuestos, como Santander y
Pamplona, Medellin y Antioquia, forman parte de un mismo
Estado. Ko nos ap'artaremos mucho de la verdad, pues, si de-
cimos que el clima de los Estados es tan variado como el de la
Union misma.
En Colombia^ no hay estaciones propiamente dichas, pero
se dar el nombre de verano al tiempo seco y de invierno al
tiempo lluvioso. Estas mismas estaciones son bastante indeter<
minadas por la posición geográfica de los lugares, su estruc-
tura geológica y su mayor ó menor vegetación. Hé aquilas
observaciones más exactas.
En los valles y en las mesas que se hallan, entre las Cordi^
lleras Oriental y Occidental, ó sea entre las hoyas del Magda-
lena y del Cauca y hacia el centro dei Estado de Antioquia,^^
hay verano y hay invierno. El j)rimero tiene lugar en lo»
solsticios, y dura 90 días : y el segundo en los equinoxios, y
dura lo mismo con poca diferencia. En términos más claros : e»
esta parte de Colombia el invierno y el verano se suceden con
— 383 —
xun» isterrapcion de tres meses. En verano, el clima es más
8ana> por regla general que en invierno, en unas- partes ^ en
otras sucede lo contrario^.
En la región oriental y^ enlaparte baja delaeosta atlán-
tica hay las mismas estaciones, pero dnra seis meses cada nna.
lia estación lluviosa empieza'en el solsticio de Junio y la seca
en el de Diciembre.
Lo mismo sucede en elÍ6tmo de Panamá, pero allí el invier-
no es más largo.
En las costas del Pacífico, en el interior del- Chocó y en el
Sarien, del Sur y del Norte, puede decirse que IlUeve caiá todo
éí ano.
" Es también digno de notarse en las estaciones dé laKueva
Granada, dice Mosquera, que en los países en 5 donde existen
las dos estaciones lluviosas y las dos secas (mesas y valles de
las Cordilleras Oriental y Occidental) no son éstas uniformes
sino en los territorios de cierta altura. Puede fijarse que, desde
260 metros de altura sobre el nivel del mar hasta 3,100, están
divididas las estaciones como dejamos exp\iesto; pero desde
3,100 metros hasta las mayores alturas < conocidas sucede todo
lo contrario. Cuando domina la estación, seca en aquellos luga-
res las grandes alturas están cubiertas dé nubes y hay gran-
des temxK)rales, acom2>añados de granizo. Esa es también la
época en que hay crecientes de los ríos que bajan de las cordi-
lleras y en que se aumentan las nieves perpetuas, do^ los neva-
dos. En los tiempos de la estación pluviosa las cordilleras están^
secas, no hay temporales y el ñio es más moderado.
** El lugar más cábdo que he encontrado en mis viajes en
Nueva Granada es eL puerto de* Ocana, dónde he visto diferen-
tes veces el termómetro á la sombra y al aire libre, á orillas
del Magdalena,. marcaráO^ centígrados (J04de Earhenheit).^
vn
ASPECTO DEL PAIS:
El aspecto físico de Colombia es uno de les más piñtísrescos
del mundo.vLa gran cordillera de los Andes atraviesa el país y
lo corta en diferentes direcciones, y forma en él hoyas capricho-
sas, altas mesas y extensos y ricos valles. Encuéntranse ademas
bosques centenarios é impenetrables, verdes sabanas, florestas
y llanuras fecundas en pastos. Los rios y los arroyos que se
desprenden de unas y de otras cumbres vertientes, se envuel-
ven entre sí como una red de plata de innumerables tejidos.
Los mares que gimen sobre sus dos costas completan el conjun-
to, sobre el cual derrama la naturaleza todas las gracias de
una primavera» perpetua. Las montañas se alzan en atrevido
coíte hasta la helada región de las nieves, y en más de un
punto ondea en el .azul del cielo el penacho de fuego de los
— 384 —
volcanes. Bocas inmensas, escarpadas y solas, donde anida el
<K)iidor y se detiene el águila ; zonas de bosques ruidosos ó me-
lancólicos ^ altos lagos ^ proiondos valles en donde se arras-
tra él crótalo y se sazona el plátano á impulso de los grandes
calores ; costar inmensas llenas de bahías ^ sotos, praderas y
elevados riscos ; horizontes siempre serenos ó siempre preñados
de tempestades, en donde no se conoce otra luz sino la del re-
lámpago, ni otra estación sino la de un invierno perenoe
Hacia el Oliente el desierto con todos sus misterios y toda sus
fuerzas primitivas ; hacia el centro las bifurcaciones y trifurca-
ciones de las cordilleras, caprichosas unas veces como íos ventis-
queros suizos, imponente otras como las crestas del Himalaya 5
aquí cubierta de árboles grandiosos ó de plantan raquíticas,
allí vestida con el -descolorido manto de los páramos. Hada el
mar regiones arenosas, playas ardientes, acantilados enorínes,
médanos ó planicies vestidas de pastos. Grandes rios como el
Cauca, el Magdalena, el Atrato y el San Juan ; cascadas como
«1 salto del Tequendama ; atrevidos cortes de roca como los, de
Pandi y los farallones del Citará ; grietas regulares pobladas de
pájaros y de flores como el Hoyo de Vélez j callejones temibles
<5omo los de Ocaña y lagunas encantadas sirviendo de cendal á
los montes en una palabra, maravillas por todas partes ;
por todas partes la naturaleza didce ó soberbia, pródiga ó ava-
ra, cubierta aún con el manto virgíneo de las edades primeras.
Tal és el aspecto físico de Colombia, lleno de objetos de estu-
dio para el sabio, para. el filósofo y i>ara el jíoeta, cuyos detalles
pueden, verse en la geografía particular de los Estados.
vin
MINERALES, VEGETALES Y AMMALES.
Minerales. Hay en Colombia oro en mucha abundancia,
plata^ hierrOy cobre, piorno^ esmeraldasj amatistas, ruMes, grana-
tes, cornerinas, azabaches y chispas de diamante ', cristal de roca,
mármoles, pórfidos, piedras dejare, de imán, pómez, búcM-
ga y de chispa ; sal común y sal glauber, hulla, cromo, nitro,
azufre^ alumbre, asfalto, talco, cinabrio, mica, ámbar, cal, yeso,
alcaparros, hallosita, cfcc.
VEaETALES. El suelo de Colombia es sumamente rico y
variado. Mencionar i)ues en un solo capítulo todas las plantas
que se cultivan ó que se dan espontáneamente en él, seria tarea
ímproba. Nos referimos á la Flora del país.
En las «partes calientes (costas y valles) se producen en
abundancia el café, el cacao, el x>látano de todas especies, la
cana de azúcar de todas las especies, el añil, el algodón, el
tabaco, la vainilla, el maiz, el arroz, el firiijol, el dividivi y varie-
dad de frutas y de plantas medicinales. En la región media de
los Andes hay muchos campos de labor cubiertos de espigas y
— 385 —
hnettas de hortalizas ; se encuentra también en estas regiones
el lino y las qninas. En lo general abundan en las selvas las
maderas de construcción, de ebanistería y de tinte. Las plantas
traídas de Europa, de Asia y de África no han degenerado.
Entre los frutos son indígenas el maíz, el plátano, que fué
encontrado en ü>lgunos parajes de la antigua provincia del Chocó
(Estado del Cauca) y las papas, no obstante lo que dice el barón
de Hümboldt, pues los soldados de Quesadá hallaron algunas
en 1537 en la antigua provincia de Yélez (Estado de Santan-
der) en un valle alto, al que llamaron de las Turmas por esta
razón. Los chibchas las nombraban yomi^ lo que no hul;)ieran
podido hacer si les hubieran sido desconocidas. El doctor Eloi
Valenzuela las encontró silvestres en la antigua provincia de '
Pamplona (Estado de Santander). El frijol, la yuca y la auyá-
, ma son también indígenas y muchas otras cljases de fintos.
El algodón es también indígena pues los indios fabricaban
con él las telas de que se vestían. Son dignas de notarse entre
las plantas alimenticias indígenas la quinoa, los nabos, lo8
oUocos y las ibias. Eespecto del trigo y de otros cereales im-
portantes no se puede decir lo mismo, pues éste fué traído á
Colombia por el Capitán Gerónimo de Aguayo, quien cogió las
primeras cosechas de él en Tanja. *
Hümboldt decia así al hablar de la vegetación de Colombia :
" En el reino de la Kueva Granada las hambusas y heliconia^s
presentan igualmente fajas uniformes que ningain otro vegetal
interruiñpe ; mas estas asociaciones de plantas de la misma
especie no son ni tan extensas ni tan comunes como en los
climas de la zona templada.
" En las márgenes del Magdalena, entre Honda y la Egip-
ciaca, en un terreno Uano en donde el termómetro se sostiene
casi constantemente de 28^ á 3(P, al pié de los macrocnemum y
de los ochromaj los musgos forman una pelusa tan verde y tan
hermosa como la que presentan en Noruega.
" La fresa de los Estados Unidos y la- del Canadá difieren
de la de Europa. M. Bonpland y yo creímos haber visto de
estas últimas en el paso del Quindío sobre la Cordillera Central
de los Andes, entre el Magdalena y el Cauca. En medio de
estas selvas solitarias compuestas de stirax^ de pasifloras arbó-
reas y de las palmeras que producen la cera no es posible sos-
pechar que la mano del hombre ó las aves hayan podido dise-
minar allí estas plantas ; más, si hubiéramos logrado ver las flo-
res, quizá, habríamos reconocido que eran tan específicamente
diferentes iie Iq> fragaria vesca, como el fragaria elatior difiere
doí fragaria virginiana por caracteres apenas perceptibles. Una
cosa podemos asegurar, y es que en los cinco años que hemos
* La primera muíer que hizo pan en Colombia fué Elvira Gutiérrez,
esposa del Capitán Juan de Montalvo.
25
— 386 —
herborizado en los dos hemisferios no hemos recogido ningana
planta europea espontáneamente producida por la tierra en la
América meridional.
^' El plátano hermosea los valles de I09 Andes ; más arriba
campea el árbol benéfico que nos ofrece en su Goa:teza el febrí-
fugo más pronto y má« eficaz. En esta región templada de las
quinas^ y más arriba en la de las escalonias, crecen las encinas^
los pinos y otros árboles de los géneros berberís^ alnusj rubuaj
muchos otros que son peculiares de los países del Korte. Así,
el habitante de las regiones equinoxiales conoce todas las íbr-
mas vegetales que la naturaleza ha colocado en su favorecido
país, y la tierra ostenta á sus ojos un espectáculo tan variado
como el que le presenta la bóveda azul del cielo, en la cual no
hay constelación que se le oculte."
' Según las observaciones de Caldas, los límites del bosque
en Colombia llegan hasta 3,365 metros. El límite de la vegeta-
ción está á 4,328. Las regiones estériles se extienden desde este
límite hasta el inferior de las nieves eternas, ó sea á 4,741
metros de altura.
Desde las orillas del mar hasta una altura de 2,600 metros
se encuentran palmas soberbias. Los musgos son muy variados
y se hallan no solo en las piedras y en los troncos de los árbo-
les sino mezclados con las gramíneas. En este género es abun-
dante todo el país, y sobresale la bambusa ó guadíía, de la
que se dice que representa el mismo papel entre aquéllas
que el elefante entre los cuadrúpedos. Las encinas son muy
bellas y los liqúenes, alternados con las plantas phaneroga-
mas, llegan casi hasta la región de las nieves. El caucho es de
varias especies. Se encuentran también los sauces y las bigno-
nias. Entre las gomas odoríferas y las resinas hay infinita va-
riedad. Del bálsamo llamado de Tolú se conocen hasta tres
especies distintas.
Hay árboles de cuyo tronco se hacen canoas de bastante
anchura. *
'^ La Kueva Granada no tiene arenales ni cordilleras estéri-
les, dice Mosquei-a j toda ella está cubierta de vegetación, y
apenas se encuentran en la provincia dc) Pamplona el páramo
de Vetas y los de la Baja, donde la vegetación es muy pobre á
causa de su formación geológica, desnuda de tierra vegetal ; y
una parte del valle de Neiva y del rio Cabrera, en donde hay
un terreno arenoso, cubierto de restos de pórfido, que parecen
haber sido traídos por las aguas de la Cordillera. Las hpyas
orientales son tan ricas en vegetación como el Brasily la Gua-
yana, países con los cuales se confunden.''
La familia de las palmas presenta un verdadero mosaico en
la Union. Las más notables son la del vino, lá del aceite, la de
la cera, la de la leche, la de la manteca, la del corozo, la del
coco, la del marfil, la murrapo (palmicha), la del noli, &c.
Todas son de suma utilidad para el hombre.
/»
— 387 —
Maderas de ebanistería se enumeran, entre las más precio-
jcas, la caoba, el taray, el tíbar, el roble, el cedro, el nogal, el *
diomate, el guayacan, el ébano, el naranjo y mnchas especies
de pinos. Se recogen también con bastante abundancia para el
comercio interior y exterior fastete, brasil, palomera, aloe,
quina, estoraque, gaque, caucho, goma de penco, trementina,
goma de laurel, anime, cochinilla, copé (especie de asfalto),
bombasí, pita, majagua, cidron, guaco, zarzaparrilla, vainilla,
canela, cañafistola, sasafrás, marfil vegetal, ipecacuana, &c.
En lo general las selvas y las florestas son muy ricas en éstas
y otras plantas.
Arboles raros se encuentran : el arbol-vaca, cuya corteza,
herid'a, vierte leche 5 el márimo ó manto, que despide cortezas
recticulares fuertes de que se hacen sacos sin costura ; el acúa^
par, el pedrohernandez y el manzanillo, cuyas sombras son
venenosas 5 el árbol del pan, el de la coca, el bejuco agraz ó de
agua, que da vino y vinagre ; el árbol de la cera, que la produ-
ce en el fruto, &c.
Frutas se encuentran casi todas las conocidas, y se forman
de ellas en muchas partes, como en el valle del Patía, huertos
naturales y ricos.
Animales. La fauna colombiana aunque bastante notable
casi se puede decir que es desconocida en la parte silvestre^.
De las especies domésticas se encuentran reses vacunas,
ovejas, cabras, asnos, caballos, mulos, cerdos, &c.
Entre los animales silvestres más notables enumeraremos
los siguientes : tigres (pintado, negro y gallinero) ; jaguares, de
los cuales los más iiotal3les son los del Dañen, tan voraces como
los de Venezuela; cuguardos, jabalíes, chunzos, erizos, leones
(colorado, amarillo y negto), osos (hormiguero, caballuno, car-
nero, meleno, palmero, &e.), tigrillo^i (pintado y negro), zorros de
muchas especies ; conejos de muchas especies ; antas ó tapi-
res ; venados de muchas especies ; puercos espin y de monte ;
zahínos, gatos (de soto y de manglar), armadillos, lobos, ardi-
llas, sacacui es, ratas de muchas especies ; leopardos, pericos^
ligeros, tatabros, ñeques, guatines, cusumbies, perros de monte
é mudos, ulamáes, baquiras, faras, tapeties (de la especie de las
liebres), comadrejas, mapuritis (blanco y negro), curies, linces,
icoteas, marimondas, cuchicuchies (de hermosa piel), &c,
Pueblan y adornan los bosques, los ríos, las lagunas, los
esteros, ios montes y las orillas del mar las siguientes aves, no-
tables por su canto, por su fuerza ó \yov su plumaje; condores,
buitres, águilas, gavilanes, gallinazos, garrapateros, guacama-
yos, pericos, loros, catarnicas, peralonsos, chilacos, pavas,
paujíes, guacharacas, perdices, firlgüelos, tentes, pavos-reales,
gallinas, patos, picos de plata, campanillos, siotes, codornices,
halcones, cercetas, lechuzas, jilgueros, pechilindrines, gallitos,
— 388 —
berreadores, viudas, chayarrías, oripopos, turpiales, canarios,
calandrias, carpinteros, cardenales, palomas, tórtolas, piraguas,
gansos, gallinetas, mochileros, ruiseñores, cncaraclieros, pito-
níes, toches, golondrinas, cuervos, cliicoralíes, coclíes, tres-
pieses, dormilones, tijeretos. azulejos, garzas, paletones, caci-
ques, cotorras, valdivias, affccheros, martimpeñas, flamencos,
troganes, magancés, carracos, mirachures, monjas, titiribíes,
flauteros, grullas, rezadores, urracas, gurullones, alcaravanes,
caicas, gaviotas, paujilitos, garzones, capachos, yátaros, pelí-
canos, vacas de monte, quinchas, chupaflores, guarda caminos,
arrendajos, bobas, tordos, guacos, alciones, guabas, gorriones,
chisgas, bababuyes, chirlobirlos, oroi)éndolas, pirzas, sietecolo-
res, túngaras, pájaros-moscas, colibríes, &c. Es de advertirse
que de muchas de estas aves hay tres, cuatro, diez y hasta
veinte clases.
Hay en Colombia gran variedad de reptiles, pero la especie
más abundante es la de las culebras. Damos los nombres de
las más conocidas : equis, cazadoras, pet^as, toches, corales,
cascabeles, tayas, víboras, sabaneras, verdes, tiros, negras,
dormilonas, rayonas, mapanares, buios, tatacoas, tragavena-
dos, boas, guatas, corocpres, patoquillas, vanis, ararás, bejucos,
raboajíes, reinas, piteras, palomas, veinticuatros, papagayos,
rabbchuchas, cachetonas, labranceras, &c. Los lagartos son
de muchas especies.
Se encuentran también grillos, hormigas, avispas, maripo-
sas, pulgas, zancudos, cientoiñes, piojos, alacranes, arañas,,
garrapatas, niguas, aradores, chinches, nuches, cigarras, jeje-
nes, mosquitos, rodadores, moscas, comejenes (común y, de
tierra), tábanos, tarántulas, saltonesverdes, cocuyos, luciér-
nagas, cucarachas, angoletas, cuchíbanos, escarabajos, abejas,
salamanquesas, gusanos ( de seda y de monte), escori)ione8,
abariñas, bachacos, maivíes, coloraditos, sanguijuelas, abejo- .
nes, tembladeras, camaleones, ladillas, moscardones, &c.
Entre los i)eces y anfibios hay bagres, bocachicos, jetones,
doradas, sardinetas, coraguejas, dentones, mojarras, pejes,
capas, cucharas, mohinos, micuraes, zapoteros, culoches, ne-
gros, coruntos, madres, cajasvacías, chatos, zabaletas, sardi-
nas, cerotes, corroncorros, chojos, cachancas, chornos, curbina-
tas, chumecas, yamús, palolnetas, panches, ronches, chúbanos,
.curritos, alcaldes, aguijones, cuchillos, apuies, güerebes, raya-
dos, barbianchos, caribes, bocasinhuesos, maijuritos, doncellas,
pejesapos, pámpanos, lampreas, voladores, bayuelos, anguilas,
lanchas, arenques, cuchinitos, manamanas, corcobadas, nicola-
sitas, machetones, capitanejos, capitanes, ronquetes, guabinas,
rampuches, ciegos, pilas; tetudos, picudos, ventones, mazorcas,
corvinas, hurellos, corvinatas, ruejos, sábalos, &c.
it.
— 389 —
Tintoreras, guazos, mantas, tiburones, beruzates, meros,
caimanes, bavillas, tortugas, terecayes, manatíes, rayas, nu-
trias, iguanas, lomomachetes, cangrejos, guataquíes, ratones
de agua, almejas, camarones, ostras, langostas, chigüíres,
perros de agua, ranas, sapos, &c.
IX
líOTICIA GEOLÓGICA.
Opinan algunos que la América es un continente salido úl-
timamente del seno del océano, hecho ó teoría que sustentan
con la depresión sucesiva de sus montañas y con los vestigios
submarinos que se encuentran aún en sus mesas más eleva-
das. Otros le dan á este continente la antigüedad del Gé-
nesis. Lo que sí parece probable es que la Sabana de Bo-
gotá, algunas otras altiplanicies y muchos de los valles de
Colombia estuvieron ocupados en tiempos remotos por las
aguas, aguas que en sus derrames geológicos han dejado seña-
les eternas. La memoria de muchos de estos cataclismos fué
conservada por los indios en sus tradiciones cosmogónicas,
como se ve en la explicación que daban los chibchas de la for-
mación del Salto de Tequendama y de sus diluvios particu-
lares.
Mosquera dice:
^'Conocen los geógrafos y los geólogos que la gran cadena
de los Andes ha debido formarse simultáneamente con el
enfriamiento de la tierra en esta parte. En todas las altas
cimas de sus páramos y volcanes se descubren rocas plutónicas
de origen primitivo, dominando el gneis, lo que muestra bien
que estas masas han sido levantadas del fondo de la tierra por
medio de la acción de los volcanes. Han juzgado algunos geó-
logos que el gran movimiento de la tierra al formar la serie de
cordilleras que corren sobre las costas occidentales de las dos
Américas de una parte y que se prolongan de la otra hasta el
imperio de los birmanes, siguiendo la dirección de un gran
selnicírculo de la tierra, ofrecen los caracteres más marcados y
pruebacn el resultado de la más reciente catástrofe sufrida por
nuestro planeta. Debería satisfacerse mi pensamiento con esta
teoría, tanto más cuanto que hombres sabios y profundos la
han establecido; pero al considerar la formación geológica de
la Kueva Granada, encuentro yo que esa gran cadena de cordi-
lleras que va desde Patagonia hasta California no pasa por la
ííueva Granada, indicando que allí está el centro.de donde par-
ten los ramales y montañas subandinas. Considerando los
grupos de montañas que se levantan alNorte de este gran con-
tinente, parece que el movimiento de la tierra se inició levan-
tando la primera cadena de los montes cuyas cimas son las
Antillas y cuyas bases parece están en la cordillera submarina
— 390 —
que sirve de limité al mar Caribe^ cadena que indica bien que
por allí se ha comunicado el movimiento á la gran cordillera
de los Andes, que en mi concepto es la Cadena Oriental. La
Sierra nevada de Santamarta viene en seguida como otro pun-
to culminaote del gran levantamiento de la tierra ; y completa
mi teoría el sacudimiento occidental, que dio origen á los mon-
tes de la Cadena Central y de la Occidental del Chocó. Conti-
nuando este movimiento de la tierra de líorte á Sur, se explica
bien que las corrientes ígneas, combinadas con el enfriamiento
de la tierra, dieron origen á este continente y fueron á termi-
nar en la Patagonia en un estrecho ángulo, en razón de la dimi-
nución de las fuerzas volcánicas, ó sea gaseosas, que produjeron
este fenómeno. De este modo los terrenos primitivos de Nueva
Granada se elevaron simultáneamente con los montes de Pari-
m.a y con los que en la parte setentrional dieron origen á la
formación de la América. Eéstame solo examinar las capas
que cubren esta gran corteza de la tierra y las ventajas que de
ellas puede sac^^r el hombre.
" El gneis, el granito, el pórfido y el basalto son las roca»
principales ó de formación plutónica que se descubren en núes-,
tras grandes alturas, en donde no han podido reposar en el
movimiento de las aguas las otras materias que llaman los geó-
logos terrenos de transición,
" Desde Túquerres, por Aponte y las Papas, hasta Bogotá, la
mismo que en muchos puntos de la Cordillera Central, en Gua-
nácas, en Las Moras y en el Quiudío ^e ven las rocas de gneis,
de esquistos micáceos y de muestras de talesquitas ( ó sea es-
quistos talcosos), lo mismo que las que he observado en las
montañas altas de Antioquia, cerca de Marinilla. En las cordi-
lleras de Pasto y de Popayan lo mismo que en la de Keiva sobre
Villavieja y en el rio Cabrera, se encuentran masas de i)órñdo,
traquitas y basaltos, que están en las faldas de los montes en
donde hay volcanes activos. La disposición de estas piedras de-
muestra que salieron del fondo del volcan y que fueron arroja-
das en una erupción de que no se tiene noticia, iíi hay má»
indicios que los que dejó la catástrofe en la superposición de-
diferentes minerales. Las bases de éstos son traquito-basál-
ticas en Puracé, Pasto, Sotará y Huila. Apenas he podido
descubrir en algunas montañas altas conchas fósiles, que de-
muestran ser de un terreno calcáreo, tal vez de los llamados
devonianos.
"Las mesas altas, como las de Túquerres, Bogotá, Tunja y
Pamplona, abundan en terrenos calcáreos y carboníferos y en
piedra arenosa (saxa arenácea). Sobre estas grandes mesas se
encuentra la sal gema, sobre todo en la de Bogotá, en una zona
muy extensa, desde Zipaquirá hasta Cumaral en las faldas de
la Cordillera Oriental, que da sus aguas al Meta, puede decirse
que en una dirección E. S-E, partiendo de Zipaquirá y pasando
por Kemocon, Boitá y el Salitre á Cáqueza, y de allí á Cumaral,
iu.
_ 391 ~
en San Martin. Estos terrenos han debido ser submarinos
antes que la naturaleza los hubiera levantado á una altura de
1,360 toesas sobre el nivel del mar, A su lado están los terre-
nos carboníferos que demuestran bien la antigüedad del hemis-
ferio colombiano. *
^* Los valles de la Nueva Granada están cubiertos de terre-
nos de aluviones antiguos y modernos, encontrándose al mis-
mo tiempo formaciones terciarias en sus fondos y en el lecho
de sus rio3, que algunas veces se ve que han divi^do las mon-
tañas hasta romper las rocas graníticas para llevar sus aguas
al Grande Océano."
PARTICULARIDADES,
El puente natural de Eumichaca sobre el rio Carchi.
La laguna Yerde en el volcan de Túquerres. Está circunda-
da de altas murallas ti*aquiticas.
La Quiebra del Peligro en el volcan de Pasto. Es una grieta
en la roca, de 300 á 400 metros de ancho* Está liepa de pie-
dra» y exhala vapores volcánicos.
Cerca de Eioblanco (Estado del Cauca) hay una fuente que
petrifica las materias vegetales.
La laguna que da nacimiento á los ríos Chinchiná y Gualí
por sus plantas acuáticas, capaces de resistir el cuerpo de un
hombre.
El depósito calizo que se forma en Supía de la agua salada
que ñltra de una masa de pórfido.
Las cuevas calcáreas de Timaná y de Taluní cerca del Cha-
paaraL
Las piedras pintadas (con inscripciones indígenas) de Aipe,
de Pandi, de Facatativá, de Gámeza y de Saboyá.
La quebrada de las Lajas, en la orilla izquierda del rio Su-
mapaz. Tiene una laja, que le sirve de lecho, de más de media
miriámetro de extensión.
Los templetes y estatuas colosales de piedra de San Agus-
tín (Tolima).
Las Solfataras del Quindío y de Túquerres.
El Salto de Tequendama, á 2,467 metros de altura sobre el
nivel del mar. Es una cascada que forma el rio Bogotá al caer
de una altura de 146 metros.
Fura y Tena, picachos pintorescos y aislados que separan
las aguas del rio Minero.
El Puente de piedras del Saravita.
El Hoyo del Aire, hundimiento circular del suelo, de 118
metros de profundidad y 300 de diámetro.
* Mosquera quiere que sedé este nombre á la América meridional.
— 392 —
La Cueva del Chocó, formada en una colína por las agoas
de ana quebrada.
El Hoyo de los Pájaros, hundimiento circular de 184 metros
de proñmdidad y 24 de diámetro. Está poblado de guácharos.
La Santiguaría, cueva de difícil entrada llena de huesos
humanos.
Las cuevas Milpesos y Mesarica.
El Peñol, peñasco aislado de 105 metros de alto y 640 de
circunferencia.
El puente natural de Icononzo en el río Sumapaz á la
altura de 890 metros, sobre una profiíndat grieta.
Hay en muchos puntos aguas termales, aguas hediondas y
aguas minerales gaseosas.
El Chorro jü^agroso, pequeño manantial que brota en la
cima de Monserrate á una elevación de 3,165 metros. *
r *
* Todas estas particularidades están descritas en la geografía del res-
pectivo Estado.
■>"0^*-
LJ
GEOGKAFIA ESPECIAL
DE LA CIUDAD DE BoaOTÁ, CAPITAI- DE LOS ESTADO»
UNIDOS DE COLOMBIA.
SITUACIÓN ASTRONÓMICA.
Bogotá se halla á los 4P 36' 6" de latitud Norte, y á los 76^
34' 8" de longitud al Occidente del meridiano de París.
Á los 740 13' 59" al Occidente de Greenwich.
Á los 20 46' 28" al Oriente de Washington.
Y á los 670 56' 36" al Occidente de Cádiz.
Estas longitudes, expresadas en diferencia de horas con
relación al meridiano de Bogotá, dan:
Con Paris 5 horas, 6 minutos, 17 segundos 5
Con Greenwich 4 horas, 56 minutos, 55 segundos;
Con Washington O horas, 11 minutos, 6 segundos; y
Con Cádiz 4 horas, 31 minutos, 37 segundos. *
II
SITUACIÓN TOPOaBÁFICA.
Está Bogotá situada en el pié de la Cordillera Oriental de
los Andes hacia el Occidente de los páramos de Choachí y de
Cruz-Yerde, prolongación del páramo de Sumapaz, á una altu-
ra de 3,644 metros sobre el nivel del mar. t Desde ahí domina
la extensa y rica altiplanicie llamada de La Sahwna^ que se
* La latitud de Bogotá, según Codazzi, és4o 35' 48". Esta es también
la que le da Humboldt. Sin embargo, hemos preferido la de Caldas {49 36'
6" ) porque él hizo observaciones repetidas en nuestro Observatorio y porque
es la misma que en 1810halU5 el General de marina Pedro Agar, natural
de esta ciudad, según cálculos hechos en aquel edificio por estrellas si-
tuadas al Sur y al Norte del zenit. La de Caldas es también la latitud
adoptada en el mapa general de la Union trabajado por Ponce y por Paz.
t W. Beiss y Btubel dan á Bogotá una altura de dolo 2,611 metros.
Jk
— 3»4 —
extiende por 4 miriáráetros hacia el IWX en (Erección Jel bo-
querón del Boble, y por 5 — quizá má* — ^hácia el líorte en*
dirección de Zipaquirá. Hacia el Sur su extensión es sc4o de^
2 miriámetros. El rio Bogotá ó Eunzha de losr panclies la bañ&
de íí"orte á Sur antes de formar el Salto de Téquendama, que-
e» una de las primeras cataratas del mundo.
En la hermosa planicie de que hablamos hay muchas po-
blaciones que conservan aún sus nombres primitivos, cuyos-
habitantes viven consagrados á la agricultura y á la cria de
ganados. Las sementeras de papas, de trigo, de cebada, de-
habas, de maiz y de arvejas, las hortalizas, los hatos, la»
dehesas y las casas de campo forman un panorama encantador^-
del cual hacen parte las torres de la ciudad, los tejados de éstai^
todos rojos, el humo de los hogares, los árboles, los riachuelo»^
y los rayos de oro de un sol tendidos casi siempre sobre un.
cielo azul. Hacia el Naciente se levantan adustos j^, como-
teniendo la ciudad entre sus brazos los cerros de Monserrate
y de Guadalupe, eminencias del gran sistema de nuestras
montañas, ambos coronadas con templos católicos. Hacia el
IN'orte y hacia el Mediodía se destacan algunas colinas con arbo--
lados, tupidos sotos y cristalinas ciénagas, rielando como espe-
jos y mostrando en las ramblas de sus orillas innumerables y
preciosas aves; y hacia el S-0. se desatan en eterno plumaje
' las brumas tormentosas del Salto, cuyo vórtice es el tema
obligado de nuestros poetas y viajeros. Los nevados del Toli^
ma, del Quindío, de Santa Isabel, del Euiz y de Herveo, visi-
bles solo en ocasiones, muestran sus cimas diamantinas en el
extremo de un ángulo de más de 80 grados.
Esta vasta planicie, según dicen los sabios, fué en otro
tiempo un tranquilo lago ; y como hoy en dia es un campo de
cereales y de rebaños queda confirmado una vez más el dicho
de Ovidio de que ahora se ara en donde antes se navegaba.
De todos modos, sorprende á la verdad que en una altura da
3,000 metros sobre el nivel del mar y en el corazón de los An-
des se halle un país tan bello, tan fértil y regalado con los favo-
res de una primavera sin término.
El cerro de Monserriate tiene una elevación de 521 metros
sobre el nivel de la ciudad y de 3,165 sobre el del mar, y el de-
Guadalupe de 610 y de 3,255, respectivamente. El ápice do
Oruz-Yerde tiene 3,260. Desde la Aguanueva en las faldas-
de Guadalupe se ve la Cordillera Central (distante cerca de 14
miriámetros), la antigua isla de Suba y la jpewíns^eía de Cota,
la prominencia de las Manas de Cajicá, que cubren lar ciudad
de la sal, y las antiguas ensenadas de XJsme y de Soacha.
Los páramos de Cruz^Verde y de Choachí — cuyas cumbres
vertientes separan las aguas que van al Meta por el valle de
Cáqueza de las que vienen á la Sabana — dan nacimiento á los
rios de Fucha, de San Agustin, de San Francisco y del Arzo-
bispOy que son los que riegan á Bogotá.
kt.
i
r
— 395 —
m
CLIMA Y ESTACIONES.
La altara de Bogotá sobre el nivel del mar le da una tempe-
ratora media de lo^ centígrados. Su máximo de calor son
229 y su mínimo 60j sin embargo, en cada una de las estacio-
nes que tiene este lugar la temperatura media es la siguiente:
I
Lluviosa.
Marzo ^
Abril > Termómetro centígrado 15^. 3
Mayo .......)
Secüé
Junio )
Julio [ Id. 180. 3
Agosto )
Lluviosa.
Setiembre. . . )
Octubre > Id. 14o. 5
Noviembre.. )
Seca.
Diciembre ..
Enero 5> • Id. 15^.
Febrero
El mes en que hace más frío es el de Diciembre, en el cual
la temperatura media es de 14^, y el mes en que hace más
calor, Febrero, en el cual marca el termómetro centígrado 16^
de temperatura media.
Por lo expuesto se ve que, así en Bogotá como en toda la
Sabana, se goza de una primavera constante ; y si la ciudad
estuviera al abrigo de los vientos que vienen del Norte como
lo está de los páramos que vienen del Este, no sufriría lo des-
apacible de aquellos aires. Sin embargo, los vientos reinante»
del Sur, que antiguamente llamaban de Vhaque por venir del
lado de ese pueblo, son saludables aunque muy fríos y sutiles.
Los indios del tiempo de la conquista decían que debían reci-
birse estos vientos con la boca abierta..
Los vieritos del Norte, por el contrario, son destemplados,
húmedos y tempestuosos.
Lo frío del temperamento de la Sabana y la duplicación
intermitente de las estaciones hace que se produzcan siempre
en ella los mismos frutos y que se den dos cosechas en el año^
pues se siembra 'al fin de Febrero para cosechar en Julio y
en Setiembre para cosechar en Enero.
v
.^
— 396 —
La humedad de Bogotá es de 64^. 5 segon el hígrómetro de
Sanssure. La cantídad annal de agua que cae en la ciudad
68 de 110. 7 centímetros.
En 1807, según las observaciones udométricas de Caldas,
fuéde lOO, 3
En 1837 según las' de Ulingrowth- 100, O
En 1838 „ las de Acosta 130, O
En 1839 „ las de id 91, 4
Enl840 „ lasde id 114,3
Bnl841 „ lasde id 121,9
En 1842 „ la3 de id 101, O
De ahí resulta un término medio de 110.7 centímetros por
año, ó sean 1,107 milímetros ; esto es, un poco más del doble
del agua que cae en Paris en un año.
Los vientos del Sur y del Este mantienen en lo general el
cielo sereno y los del Korte y del Oeste nebuloso. Los vientos
más frecuentes son estos últimos. Se puede formar con las 600
corrientes de aire que durante el año soplan con más ó menos
fuerza sobre Bogotá según Codazzi, la proporción siguiente:
Del K. 100 Del N-O. y
Del O. 118 N-E. 62
Del^. 84 Del S-O. y
DelE. 78 S-E. 68
Decimos en otra parte ( Geografía de Oundinamarca) que
"las lloviznas llamadas páramo*, que alas veces no llegan hasta
la mitad de la Sabana, son producidas por las ventoünas que
vienen de Oáqueza cargadas de humedad. Despréndense de
ésta al llegar á las regiones frías y se desatan en lluvias del
lado acá de la serranía, precisamente en los meses de Junio, de
Julio y en los principios de Agosto, que es cuando los aguaceros
caen con más frecuencia en el valle de Cáqueza.'' Agregamos
ahora que los aires calientes de las selvas del Magdalena y de
las tierras despejadas del Socorro y de Vélez levantan vapo-
res acuosos, los cuales se dirigen después sobre Ohiquinquirá y
Muzo. La diferencia de temperatura que se encuentra en los
páramos rompe el equilibrio de las capas atmosféricas y deter-
mina las corrientes de aire que se dirigen de TJbaté y de Pacho
hacia Zipaquirá y Bogotá. Lo propio sucede con las capas
atmosféricas que se levantan en las tierras cálidas del Magda-
lena y en los cerros de la mesa de Juan Díaz y de Guaduas,
las cuales introducen por los boquerones y depresiones de la
cordillera los torbellinos de vapores que causan las lluvias que
caen en Bogotá venidas del Oeste.
Los páramos que demoran al Esjbe de Bogotá son los con-
densadores de las lloviznas que caen frecuentemente en éUa,
porque del lado opuesto la temperatura templada de Fómeque,
de Oáqueza y de IJbaque, aumentada con los aires procedentes
de los Llanos, trastorna el equilibrio de la atmósfera. Oorrien-
t
..1
— 397 —
tes dé vientos húmedos atraviesan á veces las cumbres de los
páramos, y al perder allí parte del calórico dilatador de los
vapores acuosos dan á éstos la pesantez necesaria para que se
precipiten sobre la Sabana en forma de lloviznas. Es á éstas
á las que damos el nombre de páramos.
Es fuera de duda que la tierra recibe una misma cantidad
de calor ; pero distribuida ésta de un modo diferente sobre su
superficie da lugar á diversidad de vientos y de tiempos, según
sea la intensidad de la evaporación producida por el calor. En
vista^deesto se comprende por qué se efectúan mutaciones
repentinas en el estado de la atmósfera de Bogotá, la cual
se presenta ya cargada de nubes en una parte, ya despejada
en otra, ya oscureciendo el cielo aquí, ya dejándolo allí res-
plandeciente. De pronto, las mantas movibles se ponen en
contacto ó se colocan dentro de la esfera de actividad eléctrica,
y se producen descargas de este fluido, al tiempo mismo que
los vapores, resueltos en lluvia, caen en la tierra, despejan el
azul hermoso del cielo y abrillantan los cerros, antes ocultos
detras de las nubes.
IV
FUNDACIÓN.
Después de discutir Gonzalo Jiménez de Quesada las ven-
tajas y los inconvenientes de los diferentes sitios que se le
presentaban para echar los cimientos de la ciudad-capital que
pensaba fundar en la Sabana de Bogotá, y después de mandar
dos Capitanes exploradores, uno hacía el Este y otro hacia el
Oeste, para escoger en la gran llanura el punto más á propó-
sito i>ara la ñindacion, se decidió por el paraje en donde estaba
un pequeño pueblo llamado Teusaquillo, lugar de fiesta y de
recreo de los cipas, dependiente del Jefe de Funza. Quedaba
Teusaquillo á un miriámetro de aquel lugar ( que era entonces
una gran población según los cronistas); pero no se sabe hoy
si su situación era al Sur, del lado de XJsme, ó al Norte, del lado
deXJsaquen.
Escogido el sitio, mandó Quesada á los indios que cons-
truvesen doce cdsasj en honor de los doce Apóstoles, bien dis-
puestas y grandes, y una iglesia, la cual fué levantada en el
mismo sitio que ocupa hoy la catedral.
Estas obras fueron de paja y de madera.
A principios de Agosto del año de 1538 se trasladaron los
españoles de los pueblos de la Sabana á la nueva ciudad, esto
es, á los dos años completos de haber salido de Santamaría
para la conquista del ÍTuevo Eeino de Granada. Al llegar á
ella, el General se apeó del caballo, en el que venia armado de
todas armas, y al arrancar algunas yerbas que crecían en el
suelo dijo que tomaba posesión de aquel sitio y tierra en nom-
— 398 —
bre del Emperador Carlos Y, su señor. Yolvió luego á montar
á caballo, desnadó la espada y encarándoseles á sus compa-
ñeros retó á singular combate á aquel ó á aquellos que le con-
tradijesen» No habiéndolo hecho ninguno envainó su acero y:
ordenó al Escribano de su ejército que diese testimonio de lo
ocurrido. Tal fué el humilde cuanto caballeresco oxígem de
la ciudad capital hoy de los Estados Unidos de Colombia.
Dio Quesada á la nueva ciudad el nombre de Santaféy y el
de Nuevo Bdno de Oranada á todo el territorio descubierto.
El primero en memoria de la ciudad-campamento que cons-
truyeron los reyes católicos, Isabel y Femando,, durante el
asedio de Granada la mora; y el segundo, no tanto en recuerdo
de BU patria cuanto por la semejanza que hay entre los dos
países, pues ^^ aunque el paisaje es acá más extenso y má»
vasta la llanura, el parecido es mucho entre lax)lanicie elevada
que baña el Funza y la vega deliciosa que fecunda el Genil, y
hasta concurre en ambos la circunstancia de haber sido en
tiempos remotos asientos de antiguos lagos. La colina de Suba
para el que mira al Poniente desde la falda de los cerros en
cuyo pié está situada Bogotá ( como lo está Granada en el pié
de sus collados), queda al N-B, como la sierra de Elvira; y la
cristiana ciudad de Santafó en la Yega ocupa exactamente la
X>osicion que el pueblo de Fontibon en nuestra planicie. La
ilusión es pues completa, y el pensamiento ha debido ocurrír-
sele sin diñcultad á Quesada, tan familiarizado con los sitios
en donde había pasado sus primeros años. Hasta las alturas del
lado de Soacha recuerdan, por su aspecto y posición, el famoso
collado que lleva el nombre de Smpiro del mm^o^ por el llanto
de Eoabdil, último rey de Granada, llanto que sugirió á la
heroica Zoraida la hermosa sentencia que nos ha trasmitido lá
historia.'' *
La ley fundamental de la República de Colombia, expedida
el 17 de Diciembre de 1819, quitó el sobrenombre de Santafé á
la ciudad de Bogotá.
Según Alcedo, Bogotá es " pueblo y capital del Corregi-
miento de este nombre, que también se llamaba de la Sahana,
situado en un hermoso y agradable llano, en las orillas de un rio
que tiene la misma denominación, en donde pescan muchísimo y
especialmente un pez llamado capitán^ muy gustoso y estimado.
Es de temperamento frió y abundante de semillas y frutos de
* El nombre de Oranada, se le dio á^la ciudad morisca por -su semejanzst
con una granada abierta, según unos; j según otros, de las voces gar (cuevas
y Nata^ nombre de una doncella que vivia encerrada en una caverna, á la
cual venían á consultar las gentes de la vega del Genil antes de la fundación
de la ciudad. Según A. Montano, QranadoL significa ciuáxid de peregrinosy por
haber sido fundada por hebreos expulsados de Boma en tiempo de Yespa-
siano. Luis de Mármol, asegura que en 1013 había en el sitio en donde está
hoy Granada un castillo llamado Yz7%a/rroman 6 castillo del granado, por un
árbol de esta especie que había en él. Granada, según otros, en idioma feni-
cio, quiere decir /árti^va^^^v^t^anie.
«Ste<dima. Fa¿ anti^amente población inny grande y
lentu, como que era la corte de sus reyes ó zipas; boy
ledncidaá un na iaeraWe pueblo (1787). Su jurisdicción
preude 7 pueblos y está á 2 leguas al Oestede Santafé." Fi
Bacatá ó Meuquetá debía ser pues el Bogotá antiguo.
Según fray Pedro Simón, Quesada al fundar.á Bogo
«stableció horca, cwcfe-üío, cura ni las demás cosas imporb
para el gobierno de la ciudad, á fin de qne cootinuaBe el
men militar, qi» era el que cuadraba á sas propósitos.
La fundación legal de Bogotá filé el 6 de Agosto de
día de la Trasflguracion del Seuor, en el cual se dijo mis
primera vez en ella. Su primer Tenieute-gobemadoi
Hernán Pérez, hermano de Queaada, y su primer cura
Domingo de Las Gasas, de la orden de dominicanos.
El 27 d« Jnlio de 1540, esto es, á loe dos años no mí
fundada la nueva \illa, fué erigida ésta en ciudad. Car
le concedió el título de mta/ noble, muy leal y mds antigua
años después (3 de Diciembre de 1548) y le dio i»or blaf
armas un escudo con una águila negra en campo de ore
una granada abierta en cada garra, y orlado de ramos,
bien de oro, en camXHi azul. Bautlzósele en aquella n
época con el nombre de Santafé de Bogotá: Santafépot li
yá se ha dicbo ; Bogotá en memoria de la capital de los mu
El iiríuier Cabildo de Bogotá se instaló el 29 de Ab
1539 y los primeros Eegidores fueron Juan de Sanmartín,
de Céspedes, Antonio Díaz Cardozo, Lázaro Foute, Hi
Venégas, Pedro de Colmenares y Hernando de'Kójas. E
mer Alguacil mayor fué Baltasar Maldonado y el primer 1
baño Juan Rodríguez de Benavides.
Los primeros Alcaldes fueron Pedi'o de Arévalo y Jerf
de Laínza.
"El primer Cura de Bogotá fué el bachiller Juan Vei
clérigo, y el primer sotacura fray Vicente de Bequejada,
tino. Ambos habian venido con Federmau. Fray Domiu
Las Casas vino con Quesada.
£n 1550 se instaló la Audiencia ó Cancillería Beal, div
en dos Salas. Los primeros Oidores fueron Juan Lóp
Galarza y Eeltran de Góngora.
El primero que hizo teja y ladrillo en Bogotá fué Au
Martínez, encomendero de Ghilagua en tierra de los par
Martínez Vino á la colonia con don Alonso Luis de Lugo.
El primero que hizo casa de tapia en Búgotá fué Aloii
Olaya, eH el sitio en donde antes estaba la casa de corre
el primero que hizo casa de teja (en la calle de LaCarren
Pedix) de Colmenares.
Los primeros carpinteros y albañiles vinieron á Bogot
don Alonso Luis de Lugo.
Cristóbal de Toro, encomendero de Chinga, fiíó el pr
que montó en Bogotá una tenería y Pedro Brieeño el Tps
que montó na molino de trigo.
— 400 —
La primera imprenta que hubo en Bogotá la trajeron lo9
Jesuítas en 1738.
El primer periódico que se publicó en Bogotá fué "La Ga-
wta de Santafé ^ en 1789.
Siendo Yirey del Kuevo Eeiho de Granada D. Antonio Amar
y Borbon estaUó en Bogotá en 1810 la revolución del 20 de
Julio, que dio independencia y libertad á cinco repúblicas
de la Amfédca del Sur.
V
POBLACIÓN.
fin 1673 feé levantadq el primer censo de Bogotá y dio
3,000 vecinos. Bogotá tenia entonces 135 años de ñmdada.
Según un censo levantado en 1723 Bogotá tenia en ese año
20,000 habitantes y 1,770 casas. Esto le daba 12 ó 13 indivi-
duos por casa.
Según Alcedo Bogotá tenia en 1788 una área de 25 man-
zanas (fanegadas) de largo y de 12 de ancho (300 manzanas) y
Tina población de 30,000 almas. ♦ Sin embargo, según un censa
de 1^00 Bogotá tenia solo 24,464 habitantes. En ese misma
año los nacidos excedieron á los muertos en 247 individuos.
Según el padrón general de 1793 Bogotá tenia en ese aña
17,725 habitantes.
En 1801 publicó "El Correo Curioso^ un censo de Bogotá
que le daba á ésta 21,304 habitantes; empero, hay motivos para
creer que este censo era el mismo de 1723. El pormenor de
este censo era
Hombres 8,191)
Mujeres 11,890 ^ 21,394
Gentes de iglesia 1,313 )
Eestrepo contradijo el censo de " El Correo Curioso^^ y dijo
que Bogotá no tenia en 1800 menos de 28,000 habitantes.
El censo de 1825 no ha sido hallado.
El número de casas de Bogotá en 1832, según Montenegro,
era 8,252, de las cuales 4,463 eran de teja.
El censo de 1835 no ha sido hallado.
El de 1843 le dio á Bogotá 40,086, así :
Barrio de la Catedral 18,455
Id. de Las Nieves 9,333
Id. de Santa Bárbara - 6,543
Id. de San Victorino 5,755
En este año la proporción entre los nacidos y los muerto»
fué la de 10 á8,
* MamzCMae : conjunto de varias casas aisladas.
. El censo de 1851 le dio á Bogotá 29,649 habitantes, di
buidos asi :
Hombres. Mujeres.
Casados 2,563 Casadas 2
Adultos y párvulos.. ,4,835 Adultas y pár^Tilas. 5
Menores de 50 aíios.. 4,411 Menores de 50 años. 8
Mayores de id 309 Mayores de id
Libertos casados. 11 , . Libertas cacadas 2 t
solteros.» 13 f Id. solteras. 48 (
Eclesiásticos secul."
Id. regulares. '
El ceoso de 1870 le dio á Bogotá 40,883 personas, distri
16,902 Mujeres 23,98
Exceso de mujeres 7,079
Ninguno de estos censos merece fe, pues resultan U
absurdos al compararlos unos con otros. Bogotá tiene
más de 80,000 habitantes.
La> Guia de Bogotá para el año de 1881 da á esta ciu
84,723 habitanies, distribuidos asi :
Barrio de la Catedral 31,900
Id. de Las Nieves ' 26,348
Id. de Santa Bárbara 11,000
Id. de San Victorino 15,400
Hombres 39,458 Mujeres 45,3(
Exceso de mujeres 5,807.
También fija esta Guia en 12 el término medio entre
muertos y los nacidos en cada mes. Esta diferencia es en fi
de los últimos.
VI
El Gobierno de la ciudad está á cargo de una Munici]
dad compuesta de 11 Regidores y de un Alciilde, un Sinc
un Tesorero, un Director de Obras públioas, tres Jueces
Concejo administrativo, un Concejo de Instr uccion prinií
3 Notarios y una Inspección de policía dividitia en 5 seccio
* En esa época había aún esclaroa en la Sepública.
** Segan ente dato, las 1,331 peraanag que llevaban vida conventu
Bogoti eu ISOO estaban reducidas medio siglo después i 3S0.
i
— 402 —
VII
EENTAS.
Las rentas de Bogotá, que alcanzan á $ 100,000 al año, las
constituyen los siguientes ramos:
Impuesto directo $ 18,600
Plaza de mercado y otras ñncas 24,000
Coso, almotacén, degüello de ganado menor 3,000
Cepienterios 6,000
Aguas. 3,000
Matadero público 6,200
Carros 1,000
Renta nominal proveniente de ejidos 13,000
Alumbrado y serenos 12,000
Eifas, juegos, espectáculos públicos, &c 2,500
Auxüio del Estado 12,000
Ingresos varios 6,500
vni
MOVIMIENTO INDUSTRIAL.
Bogotá tiene cuatro barrios, 6 parroquias, 30 carreras de
Norte á Sur y 26 de Oriente á Occidente, 700 calles, 250 manza-
ñas, 4 plazas, 8 plazuelas, 3,000 casas, 3,500 almacenes y tien-
das, 35 quintas, 8 baños, 1 Capitolio, 1 Observatorio, 5 líneas de
telégrafos, 9 líneas de correos ordinarios, 6 de correos de enco-
miendas, 29 templos católicos, 1 templo protestante, 32 estable-
cimientos de instrucción primaria, 26 de instrucción secundaria
y 14 de instrucción superior ♦, 31 edificios piiblicos, 3 cemente-
rios católicos y 1 protestante, 1 Panóptico, 17 fuentes públicas^
20 puentes de piedra, 5 de madera y 1 de Merro, 7 lugares pro-
pios para paseos públicos, 5 monumentos, 6 fábricas, 8 Bancos,
1 Compañía de Seguros, 1 teatro, 1 Museo, 1 Bibliotecq, nacio-
nal y 1 ambulante, 1 Academia (sucursal de la española), 21
hoteles, 9 periódicos oficiales, 2 id. científicos, 10 id. políticos,
S id. literarios y 1 industrial, 1 oficina de mobilizacion, 1 Com-
pañía de alumbrado de gas, otra de fabricación de vidrio, 1
Junta general de Beneficencia, de la cual dependen el Hospital
de San Juan de Dios, el Lazareto, el Asilo de varones y el de
mujeres, 1 hospital militar, 1 Sociedad de San Vicente de Paul,
1 de Socorros mutuos, 1 Casa de niños desamparados, 1 Socie-
dad Filantrópica, 1 Sociedad de Medicina, varias sociedades
de Agricultura. 20 imprentas, 10 encuademaciones, 60 talleres
de zapatería, 50 de sastrería, 40 de talabartería, 12 de relojería,
15 de joyería, 25 de herrería, 20 de hojalatería, 100 de caiT)in-
tería, 20 de tapicería, 16 peluquerías, 15 dentisterías, 30 botí-
* La Sociedad de San Vicente de Paul y la del Sagmdo Corazón de Je-
sús sostienen escuelas gratuitas. La primera costea también una de artes
y oficiofs.
í^í-^..
— 403 —
t^as. 12 modisterías, 4 fotografiar, 2 litografías, 10 oficinas de
jabado, 2 de escultura, 24 de pintura, varios arquitectos e
infinidad de albañiles, 35 Agencias comerciales y judiciales, 16
id. de carruajes, 12 id. de trasteo, 2 id. musicales, á id. mor-
tuorias, 4 id. de remates, 1 id. universal de anuncios y más de
20 agentes comisionistas. El número de abogados pasa de 150,
el de médicos de 50 y el de ingenieros de 20. *
Los cuatro barrios ó cuarteles en que está dividida Bogotá
son : el de la Catedral,, el de San Victorino^ el de Las Nieves
y el de Santa Bárbara^ y toman sus nombres de ciertas iglesias
que hay en cada uno de ellos. Su situación es la siguiente :
la Catedral en el centro, las Méves al líorte, Santa Bárbara al
Sur y. San Victorino al Oeste. La iglesia que sirve á este
último barrio ó parroquia es la de la antigua orden de Capu-
chinos, pues la de San Victorino se cayó en el terremoto de 1826.
Ültimamente han sido creadas por el gobierno eclesiástico la«
parroquias de Egipto y de Las Aguas.
Bogotá tiene 3 kilómetros desde Las Cruces hasta San Diego,
que es su largo de Sur áiN^prte, y de aucho más de 2, desde el
principio del camellón de San Victorino hasta Egipto, en direc-
ción Este á Oeste.
Las calles de Bogotá son rectas por lo general, empedradas
y no muy anchas; peit) casi todas tienen aceras para la como-
didad del tránsito, y muchas están cortadas con arroyos que
desembocan en los rios que la atraviesan.
Bogotá se provee de agua potable de los rios del Arzobispo
y de San Francisco. Sus edificios son en lo general de adobe y
de teja. Hay también algunos de ladrillo con zócalos de piedra,
pero todos son solamente de uno ó de dos pisos. La ciudad me-
jora cada dia, pues se reedifican las antiguas casas, obras de
mal gusto, con elegancia y comodidad.
El mobiliario de las habitaciones ha experimentado un cam-
bio notable. Hay afición por el cultivo de las flores, y es costum-
bre adornar con jardines los patios de; las casas y poner tazas
con ellas en los balcones y ventanas que dan á la calle.
Los víveres se expenden todos los dias, pero con más abun-
dancia y concurrencia de gentes los jueves y los viernes. Anti-
guamente el mercado público tenia lugar en la plaza de la Cons-
titueion (llamada también de Bolívar) ó en la de San Francisco.
Era al descampado ó en toldos y sucias barracas, é incó-
modo por la aglomeración de bestias en sus avenidas y por el
lodo de los dias de lluvia. Hoy en dia hay un mercado cubier-
to y bien distribuido. La i>laza de Bogotá es de las más abun-
dantes del mundo. Se encuentra en ella todo lo que producen
las tierras frías, temx)ladas y cálidas, de las cuales está rodeada
la ciudad. Es por eso por lo que junto de las fresas que fructifi-
can silvestres en los cerros altos, se hallan el plátano guineo y
el plátano har.ton, las cerezas, los duraznos y las manzanas^
las pinas, los mangos, los cocos y los melones. Se encuentran
* Guia de 1881.
1
A
> 4
I
1
^ ^4 —
asimismo pepinos, parchas-badeas, granadas, granadillas, t^e^
sas grajides ó de Chile, moras, curubas, higos, ciruelas, gaayitaa,
tonas, nísperos, mameyes, zapotes, anones, uchuvas, uvas ca-
maronas y de anis, pomarosas, uvas de la parra, papayas^ nae**
ees, arrayanes, mortiños, guanábanas, chirimoyas, naranjas^
cidras, limones, limas, dátiles, guamas, caimitos, aguacates, car-
chipay, higos é higuillos, madroños, tomates arbóreos, maarajca-
yes, guayabas, hicacos, sandías, pitahayas, mamones, tama-
rindos, cidracayote, &c.
En el ramo de hortalizas se encuentran cebollas, ajos, apio^
coliflores, espárragos, repollos, coles, rábanos, navos, pepinos,
ají, tomates, lechugas, zanahorias, remolachas, cardos, guisan-
tes, alcachofas, &c.
Ademas de trigo, maiz y papas, se encuentran arracachas^
patatas, yuca, arroz, arvejas, maní, garbanzos, frísoles, lente*
las, cebada, habas, caña, cacao, cat^, sagú, tabaco, anis, lina-
za, almidón, mantequilla, quesos, huevos, sebo, manteca, cera,
jabón ; y también cuerdas de fique, costales, alpargatas, varie-
dad de plantas medicinales y flores.
Al lado de esto se expenden la delicada carne de Zipaquir^
y de otros puntos, los sabrosos cameros del Korte, volatería
doméstica y salvaje, pescado seco del Magdalena, peces capi-
tanes, únicos que se i)e8can en las altas regiones, liebres y cone-
jos } y también azúcares, panela, sal, loza, surtidos de mantas,
de pañuelos, de zarazas, espejos, abalorio, sombreros, lienzos y
toda clase de telas y de bujería. Esta abundante feria tiene
lugar á una altura casi igual á la del monte de San Bernarda
de los Alpes,
Hay otro mercado en la plazuela de San Victorino, el cual
tiene lugar dos veces por semana. En él se venden maderas de
construcción, tablas, chusqne y miel, de la cual hay un graii
consumo. En esa plazuela están también la mayor paite de
las agencias de ómnibus y de coches, los cuales giran entre
Bogotó, Cuatro-esquinas, Funza, los Manzanos, Chapinero^
Soacha, Puente del Común, Zipaquirá, &c.
Según varios geógrafos, Bogotá está muy bien situada para
su defensa militar.
En Bogotá han visto la primera luz muchos hombres céle-
bres en las ciencias, en la milicia, en la administración pública^
y en las tribunas civil y sagrada, en la literatura y en las^artos^
IX
' EDIFICIOS, MONIíadíJNTOS, &C.
Biblioteca nacional, — En la portada de este edificio hay esta
inscripción:
Sapientia edificavit sibi domum.
La Biblioteca nacional, que fué fundada el 9 de Enero de
1777 por Francisco A. Moreno á solicitud suya y -pov encargo
— 405 —
del G-obiemo español, se halla en el edificio denominado Las
Aulas y ocupa cuatro grandes salones: el de Lectura^ el de
Obras nacionales, el de Obraos hisj»an(h^mericana^ y el de Obras
eartranjeras. El número de volújnenes de la Biblioteca es casi
60,000, sin contar el de las bibliotecas de los extinguidos con-
ventos, que le fueron anexadas.
Mn-seo na^sional, — ^Ocupa una de las piezas bajas del mismo
local, y contiene las banderas cogidas á los españoles en el
campo de batalla, los estandartes de Pizarro, los retratos de
los Vireyes, los de algunos reyes de España, el del pacificador
Pablo Morillo y el de Colon j y varios objetos que recuerdan
ios usos, las costumbres y la civilización de los chibchas.
El manto de Atahualli)a, las llaves del castillo de San Carlos,
la cota de malla y la espuela de Gonzalo Jiménez de Qnesada.
Los herbarios de la Flora Colombiana, varias colecciones de
objetos de mineralogía y de geología, algunas pinturas de
Vásquez, &c.
Observatorio astronómico. — Este edificio, legado hecho á la
«apital del Kuevo Beino por el ilustre español don José Celes-
tino Mútiz, fué comenzado el 24 de Mayo de 1802 y concluido
en el año siguiente, el 21 de Agosto. El arquitecto á quien
confió el señor Mútiz la formación de los planos y la ejecución
•de la obra fué al capuchino fray Domingo Petrez.
La forma de dicho edificio es la de una torre octágona, de
13 pies de rei de lado y 56 de altura. El diámetro, deducido el
espesor de los muros, es de 27 pies. Tiene tres cuerpos, el pri-
mero de los cuales, de 4.5 pies de elevación, se compone de pi-
lastrones toscaiios pareados en los ángulos, sobre un zócalo que
corre por todo el edificio 5 en los columnarios hay ventanas rec-
tangulares, y en el que mira hacia el Occidente está la puerta.
La bóveda sostenida por este cuerpo forma el piso del salón
principal. Éste, de 26.5 pies, es de orden dórico, con pilastras
angulares como el primero. Dentro de ellas están las ventanas,
rasgadas y circulares por arriba y adornadas con recuadros y
guarda-lluvias. La bóveda superior es hemisférica, perforada
en el centro, y sostiene el iiltimo piso al descubierto. Un ático
ñngido corona todo el edificio y le sirve de antepecho. El agu-
jero de la segunda bóveda da paso á un rayo de luz que pinta
la imagen del sol en el pavimento, donde hay trazada una línea
meridiana, y íbrma un gnomon de 37.7 pies de elevación. Em-
pero, por un defecto de construcción esta meridiana no es per-
pendicular á las ventanas, las cuales debiera cortar en ángulos
rectos.
En el lado del octágono que mira hacia S-O. hay una esca-
lera espiral, que conduce hasta la sala principal y hasta la
azotea. La escalera está cubierta por una bóveda que forma el
piso de otra sala á 60.5 inés de elevación, y que tiene una
ranura de lí. á S. Allí estaba el cuadrante astronómico para
alturas meridianas.
— 406 -«
El sabio Caldas, á cuya pinina debemos la única descripción
que tenemos de este edificio (y de 1^ cual hemos tomado los
datos anteriores) registró en ella muchos instrumentos de gran
valor. *
La CatedraL-^Yné erigida por el papa Pió IV á solicitud
del rey de España Felipe II el dia 11 de Abril de 1563, para
lo cual promovió á ella al Obispo y Cabildo eclesiástico de
Santamarta. La mayor parte de los historiadores han incurrido
en la equivocación de decir que la erección se debe á Pió V ;
mas este Papa lo único que hizo fué resolver ciertas dudas que
le ocurrieron al Arzobispo nombrado por Pió IV.
Juan de los Barrios fué el primer Arzobispo de Bogotá, y á,
él se debió la idea de edificar un templo que pudiera servir
de catedral. Él mismo coirstruyó una iglesia con este objeto ;
pero fué tan desgraciado en su empresa que la víspera de ser
consagrada se desplomó y cayó. Muerto Barrios, quedó encar-
gado del gobierno eclesiástico Francisco Adames, quien de
acuerdo con el arquitecto Juan Vergara comenzó de nuevo la
iglesia, cuya primera piedra ftié puesta con gran pompa el dia
12 de Marzo de 1572, segam consta del instrumento público
otorgado ante el Escribano Alonso Euiz Lancheros. La obra
continuó bajo la dirección del citado Vergara, y en ella traba-
jaron como maestros de albauilería Pedro Rodríguez, Antonio
Cid y Antonio Díaz, y como cantero Antonio Moreno Dabujita.
Para activar la construcción se recurrió al sistema de contra-
tos en subasta pública ; pero habiendo quebrado los construc-
tores después de haber recibido $ 160,000 se quedó la obra sin
concluir, y en el espacio de doscientos años no se hizo en ella
sino poner algunas campanas y edificar dos de las capillas que
hoy existen. El año de 1790 Francisco Martínez proyectó una
reforma de la iglesia de acuerdo con el Coronel de ingenieros
don Domingo Esquiaqui. Gastáronse en ella $ 64,000, y al fin
se suspendió todo trabajo hasta el año de 1797, en que el
Arzobispo Baltasar Jaime Martínez Compañón emprendió la
construcción de la sacristía, á la cual se le dio principio el 17
de Agosto. Ese mismo dia. murió el señor Compañón y la obra
se paró de nuevo.
El 29 de Marzo de 1805 expidió el Virey un decreto que
mandaba cerrar la catedral y trasladar el Cabildo á San Carlos^
fundado en que aquel edificio amenazaba ruina según la decla-
ración de los ingenieros Vicente Talledo, Eleuterio Cebollino y
Bernardo Anillo, director de fábrica.
Así quedaron las cosas hasta que el Cabildo eclesiástico
convino en adoptar, sin modificación ninguna, los planos levan-
* El Congreso granadino, por una ley expedida en 1856, autorizó al
Poder Ejecutivo nacional para regalar al Grobiemo del Ecuador la preciosst
lápida monumental del Erances-nrco, con que enriqueció Caldas el Museo da
Bogotá, y que, como dijo muy bien, era un valioso resto del viaje más céle-^
bre de que pudo gloriarse el siglo XYIII.
■ *
~ 407 —
tados por el capuchino fray Domingo Petrez para la edific^a-
don de una nueva catedral, que es la que hoy existe. La demo-
lición de la antigua se comenzó el 11 de Febrero de 1807 y
por muerte del padre Petréz, acaecida el 19 de Diciembre de
1811, la obra quedó á cargo del maestro Nicolás León, quien la
concluyó el 19 de Abril de 1823, gracias á los esfuerzos del Ar-
zobispo republicano Caycedo.
La fachada de este edificio se compone de dos cuerpos de
arquitectura levantados el uno sobre el otro, que descansan en
un hermoso zócalo de sillares, el cual arranca desde el atrio.
El primero de estos cuerpos consta de ocho grandes pilastras
de orden dónco, que forman el revestimeuto de dos de las
puertas de la iglesia. Dos columnas estriadas de orden jónico
adornan la puerta central. Una comisa bastante bien modela-
da recorre toda la fachada hasta dar la vuelta sobre uno de los
ángulos del edificio, y sostiene el segundo cuerpo de ella, que
es del orden jónico y consta de 8 pilastras que guarnecen un
nicho, en el cual hay una estatua de la Virgen. Kemata la fa-
chada un frontón endentado, sostenido por estas 8 pilastras.
La puerta del centro, que tiene 9 metros de alto y 4.5 de ancho,
termina en un arco recto, sobre el cual hay una hermosa lápida
con esta inscripción grabada en letras de oro : *' Bajo el titulo
y patrocinio de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora
Santafé religiosa prosperará.'^^ Más arriba de esta losa, sosteni-
do por la cornisa que descansa en las columnas mencionadas,
está el escudo de armias de la ciudad, algo variado, pues en
lugar de las dos granadas que debia tener el águila, tiene una
cruz de oro de medio relieve, rodeada de una inscripción latina.
Encima de las puertas laterales, que tienen 7 metros de alto
y 3.5 de ancho, existen dos nichos destinados á las estatuas de
San Pedro y de San Pablo. Así éstas como la de la Virgen
son obras del escultor Juan Cabrera, natural de Bogotá. Por
último, en los ángulos de la fachada hay dos torres de 42 me-
tros cada una, formadas por tres cuerpos de arquitectura, con
aberturas para las campanas. *
* Como un dato curioso damos aquí la relación de lo que han costado
las campanas de la Catedral.
Hecha» tajo la dirección del presbítero Pedro Ltigo, por orden del Araohispo Egües :
La campana mayor. Pesa 2,825 kilogramos, á 6 reales., cost<5 $ 3,390
lia segunda 1,610 „ „ „ 1,932
Otra 1,250 „ „ „ 1,500
Otra 800 „ „ „ «60
El Esquilón 600 „ „ „ 720
Hecha $116 de Oetiíbre de 1755.
Otra 410 „ „ „ 492
Id. el 12 de Noviembre de 1705.
Otra 812,5 „ „ „ 975
De manera que todas las campanas han costado $ 9,969
T pesan 8,307-5 kilogramos.
— 408 —
El interior de la iglesia ocupa nn espacio de 6,300 metiros
caadrados y está dividido en tres naves, varias capillas y dos
sacristías. Lo primero que se ofrece á la vista del que entra por
las puertas principales es «1 coro, el cual está formado por
tres muros revestidos de pilastras dóricas que guarnecen pe-
queños, altares, en donde hay colocadas varias pinturas de
mérito. Entre éstas citaremos tres, que son de Yásquez : la que
representa el nacimiento del Salvador, que está enfrente de la
puerta del centro ; la de San Femando, en donde está éste á
caballo en actitud de recibir del rey moro las llaves de Sevilla,
ciudad conquistada i)or él el año de 1248 ; y la que representa
á Josué cuando mandó al sol detener su curso. El interior
del coro está lleno de asientos para los canónigos, capellanes
y demás empleados de la iglesia. Esta obra es de madera de
de nogal con embutidos blancos y su ejecución revela una gran
práctica y un gusto exquisito. Fué ejecutada por el maestro
Luis Márquez Escobar en virtud de un contrato celebrado con
el Arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero. Se pagaron por ella
6,000 castellanos de oro de á 13 quilates, faera del valor de las
maderas y del salario de dos oficiales escogidos. Lobo Guerrero
lo pagó todo de sus propias rentas, lo mismo que la gratifica-
ción que hubo de darle al presbítero Francisco Páramo pnor la
t.ardía y curiosa obra de trabajar á mano los veinte libros
que sirven para la dirección del canto llano en dicho coro, y el
valor de los ambones en donde se cantan la Epístola y el
Evangelio, obra del herrero Francisco Escobar. El interior del
coro está coronado con una galería que sirve para los músicos
y cantores.
La principal de las, naves de la iglesia la forman dos filas
de columnas del orden compuesto, de 13 metros de altura, de
capiteles dorados, cada una de las cuales sostiene cuatro arcos
unidos con otros de que se hablará después, con bóvedas de
aristas que rematan en florones, también dorados. En el fin
de esta naVe se encuentra la media naranja edificada sobre
cuatro grupos de columnas, á una elevación sobre el pavimento
del edificio de 38 metros; Desde la ménsola de las comisas
de los grupos de columnas arrancan cuatro hermosos arcos, en
los ángulos tie los cuales se alzan pechinas que forman un
círculo de cerca de 13 metros de diámetro. Estas pechinas están
coronadas con una comisa que sirve de sosten aun corredor
que tiene un fuerte pasamano. En este punto se levantan 16
pilastras de orden dórico, pareadas, á los lados de ocho gran-
des ventanas que dan luz á todo el edificio. Sobre la comisa
que sostienen estas pilastras se encuentra la gran cúpula, limi-
tada por un farol de 2 metros de diámetro, adornada con ocho
ventanas de tamaño proporcionado.
Al fin de la nave está el presbiterio, que ocupa un espacio
de 108 metros cuadrados, y se halla casi á dos metros de altura
sobre el piso de la iglesia. Está rodeado con una baranda de
— 409 —
I
hierro igual á la de las puertas del coro, y se sube hasta él por
ocho peldaños de piedra. Esta parte del edificio está construi-
da sobre dos bóvedas subterráneas, destinadas antes para dar
sepultura á los arzobispos y canónigos.
Sobre el pavimento del presbiterio se levanta un zócalo Que
sirve de mesa de altar, y sobre él descansa un gran cuerpo de
arquitectura, compuesto de 6 columnas que sostienen una
cúpula, la cual remata en la peaña de una estatua de la Con-
cepción. Las columnas se hallan dispuestas de tal manera que
dejan entre ellas tres espacios para las puertas del sagrario.
En el espacio del centro se ha colocado una peaña de plata
para la custodia, y al rededor de ésta sobre columnitas salo-
mónicas hay un semicírculo de flores de plata primorosamen-
te labradas. Sobre la mesa del altar hay otro pequeño 'ouerpo
de arquitectura formado con 6 columnitas de orden dórico, el
cual forma otro sagrario, en donde se guarda la custodia de
filigrana de oro y de piedras preciosas que se usa en las pro-
oesiones.
Al respaldo del presbiterio y dando el frente á la capilla de
la Virgen del Topo, de que se hablará luego, existe un altar
formado por cuatro pilastras con capiteles dorados, el cual
sirve para guardar una imagen de Cristo, pintada con tosco
pincel sobre una tela de seda. Es ésta la bandera que trajo
Oonzalo Jiménez de Quesada cuando vino á descubrir y con-
quistar este país. Los lados de este altar están adornados con
dos bellísimas pinturas romanas, sobre latón. La una repre-
senta los desposorios de San José y la Virgen, y la otra la visita
de Santa Isabel.
Frente de este altar está la capilla de Nuestra Señora del
Topo, en la cual se entra por la abertura de un arco de 11 me-
tros de diámetro. Sobre él hay un buen cuadro que representa
la resurrección del Salvador. Los pilastrones que sostienen el ,
arco ocultan las escaleras por donde se sube á la galería y al
coro de la capilla. Tiene ésta 28 metros de largo y 14 de ancho,
y hay en ella tres altares y una sacristía pequeña. Esta capilla
por sí sola es más elegante que muchas de las mejores iglesias
de nuestros pueblos. En la Catedral sirve para depositar el
Santísimo Sacramento los jueves santos.
A los lados de esta' capilla y paralelas á ella, hay dos her-
mosas sacristías destinadas, la una para los canónigos y la otra
para los capellanes y dema« empleados de la iglesia. En la
primera sacristía hay, entre otras cosas dignas de ser mencio-
nadas, un altar que según el voto de personas inteligentes es
la obra más perfecta de fray Domingo Petrez.
Las dos naves laterales están formadas por las colujnnas
que Sostienen la nave principal y por las pilastras que reciben
los arcos trasversales que arrancan de dichas columnas. En los
espacios que dejan las pilastras hay seis capillas adyacentes á
las naves, adornadas con altaras de distin^ formas y tama-
f
— 410 —
fios y con cnadros de afamados pintores. Cada una de estas
capillas tíene su historia especial, pero seria largo ocupamos
de esos pormenores.
Las dos naves están unidas entre sí por los espaciosos claus-
tros 6 ánditos que quedan entre las puertas y el coro, y entre
el altar mayor y la capilla de Nuestra Señora del Topo. Estos
claustros tienen 12 metros de ancho.
En una de las capillas que adornan la nave de la derecha
hay entrada al panteón, el cual está edificado en forma circu-
lar y resguardado por pilastras del orden dórico, que sostienen
un entablamento y una comisa sobre los cuales se alza una
cúpula que remata en un farol. Entre los espacios que dejan
las pilastras hay 30 huecos ó bóvedas destinadas para los res-
tos mortales de los arzobispos y de los canónigos. Este edificio
tiene 7.5 metros de diámetro.
En la sacristía mayor hay una entrada hacia un pequeño
patio y piezas adyacentes para el uso de los empleados de la
iglesia, y también hacia un patio grande y hacia los edificios
que lo rodean. En este último se entra asimismo por una de las
capillas de la nave de la derecha, y directamente por la calle
llamada antes de la huerta de San Felipe. El patio es casi cua-
drado, de 25 metros de largo y 21 de ancho, y está rodeado de
un hermoso claustro sostenido con fuertes arcos. Hay en él mu-
chas piezas destinadas para las clases y estudios de los acólitos,
todas ellas bien dispuestas. Por una escalera de tres hermosas
ramas se sube al piso superior, en domle hay otras oficinas y
dependencias, la más notable de las cuales es una sacristía
destinada para guardar los ornamentos lujosos y las joyas que
no tienen uso diario. *
Difícilmente se podria dar una idea cabal de la grandiosi-
dad y magnificencia de este edificio. El golpe de vista que ofíre-
cen sus columnas ; los arcos y bóvedas de aristas entrelazados;
el estuco de sus paredes y el dorado de sus cornisas y capite-
les ; los grupos graciosos y variados que forman sus numerosos
altares ; los cuadros de famosos pintores, colocados en todas
partes ; la luz derramada á torrentes por numerosas ventanas,
y el aseo y arreglo de todo él, recrean la vista y regocijan él
alma, mayormente cuando á todo esto se junta la pompa y
solemnidad de las funciones religiosas.
En este bello templo se haUan la tumba del conquistador
del Kuevo Eeino de Granada, Gonzalo Jiménez de Quesada,
muerto de lepra en Mariquita en 1597, y un hermoso monu-
mento que guarda los huesos del Arzobispo Mosquera.
También debe ser erigido en él algún dia un túmulo de már-
mol para guardar el corazón de BoUvar, legado por éste á la
líueva Granada.
«• Began Malte-Bniíi, una sola de las estatuas de la Virgen de la cate*
dral de BogoU tiene 1,358 diamantes.
— 411 —
Iglesicis. — Santa Bárbara, erigida el 21 de Febrero de 1681.
J&tw NiéveSj el 21 de Febrero de 1581.
San Carlos. Tuvo principio este edificio en 1604 y perte-
neció á la orden de los Jesuítas.
CaptiehiTiosj el 24 de Octubre de 1778.
Monasterioa de religiosas. — La Concepción^ el 29 de Setiem-
bre de 1583.
El Carmen, autorizado por real cédula y bula especial el 10
de Agosto de 1606.
Santa Clara^ el 7 de Enero de 1629.
Santa IneSj el 19 de Julio de 1645.
La Enseñanza^ el 19 de Marzo de 1787.
Conventos de frailes. — Santo Domingo, orden de predica-
dores. Para establecerlo fué comisionado fray José de Bóbles
el 26 de Agosto de 1550.
San Francisco^ fué fundado en el mismo año por fray Fran-
ícisco Victoria.
San Agustin, en 1560.
Recoletos de San Francisco (San Diego) en 1560.
San Juan de Dios, el 21 de Agosto de 1635.
Las Aguas, en 1665.
Recoletos de San Agustin (La Candelaria) en 1691.
Orden Tercera de San Francisco. Fué comenzado este edi-
ficio en Enero de 1761 y fué concluida en Agosto de 1780.
Capillas y ermitas. — La capilla del Sagrario. Fué costead»
por Gabriel Gómez de Sandoval en obsequio de Nuestro Amo
Sacramentado, al exclusivo culto del cual la consagró. Invirtió
en ella toda su riqueza, que no bastó para concluirla. Agustin
de Vergara, nieto del fundador, sacerdote nacido en Bogotá y
avencindado y muerto en Méjico, dejó un legado de $ 20,000
para la conclusión de ella.
Su media naranja se cayó en el terremoto de 1827, pero fué
reedificada en 1832. En esta capilla se reúne la asociación
religiosa llamada Escuela de Cristo.
La capilla consta de un solo cuerpo de 10 metros de ancho.
Debajo de la media naranja estaba el altar octágono y encima
de éste estaba el sagrario, obra magnífica de carey y de marfil,
que fué arruinada cuando se cayó la media naranja. Hoy está
reconstruido. Detras del altar hay una bóveda donde están
enterrados el fundador de la capilla y todos sus descendientes.
Tiene dos piezas para sacristías y 11 cuadros grandes de Yás-
queiz,' seis de los cuales adornan los altares del cuerpo de la
capilla.
La custodia es de plata triple dorada y está adornada con
rubíes y esmeraldas.
— 412 —
La pfla es un ángel de piedra del tamaño natural, que ro-
dea y sostiene con los brazos la gran taza en donde se pone el
agua bendita. El centro de la capilla está enlosado con piedras
de mármol blanpo, negro y azul.
Monserrate. Está en la cumbre del cerro del mismo nom-
bre. Fué fundada en 1620.
Guadalupe. Esta ermita fué consagrada el 8 de Setiembre
de 1656, sobre el cerro inmediato al de Monserrate, que es
de una elevación mayor. Ha sido reedificada dos veces, pues
los fuertes terremotos de 1826 y 1827 la arruinaron del todo.
El 13 de Diciembre de 1861 fueron puestas y consagradas por
el Arzobispo Herrau, en la eminencia del cerro, las primeras
piedras del nuevo templo y de una Cruz monumental.
Egipto, Data del 8 de Setiembre de 1556.
La^ Cruces, Tuvo principio en 1656, pero ftié arruinada
también por los terremotos de 26 y 27., Al reconstruirla, en
1832, se la trasladó al sitio en donde se halla hoy,
Belén, Fundada en 1580.
La Peña. Consagrada en 1717.
Actualmente se está construyendo un templo católico en la
plaza de Los Mártires.
Estatua de Bolívar, — Este famoso monumento, el primero
de su especie en la Union Colombiana, fué erigido en 184(5 en
la plaza principal de Bogotá, en honor del grande hombre
que ideó, dirigió y llevó á cabo la obra gloriosa de la emanci-
pación de casi todo el continente sur-americano.
La estatua es de bronce y está sostenida por un pedestal
de mármol blanco y piedra.
La estatua es del tamaño que en el arte suele llamarse he-
roico. Está adornada con divisas militares y curiosos reca-
mados, y tiene en el pecho una medalla con el busto de Wash-
ington. Tiene la cabeza desnuda y viste una capa larga y
grandes botas. Con la mano derecha empuña una espada des-
nuda y en la izquierda tiene un rollo de papel.
Es obra del escultor Pedro Tenerani y obsequio de José
Ignacio Paris al Congreso de la Nueva Granada.
Puentes, — ^Los puentes principales de Bogotá y sus inme-
diaciones, son :
El de San Agustín^ debido al celo y acreditada ciencia del
Capitán Francisco Caldas Barbosa. Fué trabajado en 1662
sobre el rio de su nombre, el cual tiene actualmente 3 puentes
más de piedra, denominados del Carmen^ de Lésmes y del Gua/rtély
y otro que da paso en la parte baja del rio hacia la antigua
carrera del Cauca.
El de San Francisco^ obra del Capitán Caldas, construido
sobre el rio de San Francisco en el mismo año que el de San
— 413 —
Agustín. Ademas han sido construidos últimamente sobre él
rio San Francisco los siguientes : el de Colon^ el Santander (de
hierro), el de Gutiérrez^ el de Cundmamarca^ elN^uevo, el de
Tunja, el de ZalaharrietUj el de Acevedo Gómez y el de Los
Mártires.
El del Arzobispo^ construido en la época del Yireinato sobre
el rio del mismo nombre. n
El de Aranda^ construido en tiempo del Gobierno español
á fuera de la ciudad.
Hay también algunos puentes pequeños, como el de SOinta
Catalina^ el de San Juanita^ &c.
Tmfro.— -El edificio que se conoce con este nombre fué
comenzado por Tomas Eamírez en el mes de Agosto de 1792.
Ezpeleta, Virey en aquella época, manifestó mucho interés
en la fundación del teatro y fué quien animó más á Eamí-
rez para acometer la empresa; pero el Arzobispo Martínez
Compañón, dominado por el error de que las representaciones
teatrales dañan las buenas costumbres y que creia que la
existencia de los teatros se opone al desarrollo pronto y fecun-
do del sentimiento religioso, contrarió la obra por cuantos
medios pudo. El teatro empezado por Ramírez duró mucho
tiempo sin concluir y en el mismo estado en que se hallaba
cuando la primera función que se dio en él, la cual tuvo lugar
en 1793. Este recuerdo lo conservó por algún tiempo una tabli-
lla fijada en la portada del patio principal, que decia:
" El día 6 de Enero de 93, entoldada apenan la casa^ se dieron
yá unas comedian que llamaron provisionales, las cuales se pro-
longaron Imsta el 11 de Febrero de diclw aíio^ y concluida la obra
principiaron otra^s nuevas funciones el 27 de Octubre del mis-
mo ano,^^ ,
Plaza de la Constitución. — Es ésta un hermoso cuadrilátero
de 80 metros de lado. En su parte oriental están la Catedral y
la capilla del Sagrario, ambas sobre un atrio de 80 metros de
largo con graderías.
En su i3arte occidental hay un grande edificio con portales
para el comercio, donde están las oficinas del Distrito. Es
obra moderna y fué construida, en parte, sobre el área del pala-
cio de los antiguos Vireyes. Dicho palacio fué destruido por
el terremoto de 1826.
En su parte sur está el Capitolio, obra emprendida en tiem-
po de la primera Administración Mosquera y no concluida aún.
En el centro de la plaza hay un jardín y está la estatua del
Libertador en el punto mismo en donde estaba antes una fuen-
te pública, la cual fué trasladada á la plazuela de San Carlos.
Flaaa de los Mártires. — Es ésta un cuadrilátero de 126 metros
de largo y de 106 de ancho. Su nombre lo debe á los patriotas
— 414 —
que sacrificó en ella el Gobierno español. Tiene un jardin y un
monumento. Se compone éste de un circuito formado con 12
pilastras con jarrones de bronce, en medio de las cuales se le-
vanta un obelisco de estilo griego-egipcio de 17 metros de alto.
En los ángulos del pedestal, sobre bases cilindricas, hay cuatro
grandes estatuas que, respectivamente, representaln la Justi-
cia, la Paz, la Libertad y la Gloria, y entre ellas están cuatro
urnas funerales consagradas á Caldas, á Baraya, á Torres y á la
Pola. Los muros del pedestal están revestidos con los nombres
de los mártires de la Indei)endencia escritos en letras de oro.
Plaza de Santander. — ^Es un hermoso cuadrilátero con un
jardin y con anchas calles laterales. En su centro está la esta-
tua del General-estadista que la honra con su nombre. El pe-
destal de la estatua es de mármol y tiene más de 4 metros de
alto. En su frente principal hay un bajo relieve que representa
lia Justicia y en los otros frentes un trofeo militar y los escudos
de la República: el nuevo y el viejo. En los cuatro ángulos hay
cuatro águilas. La estatua es de bronce, de talla heroica, y
tiene en la mano un libro que representa la Ley.
Tiene el i)ede8tal dos letreros; el uno dice:
A Santander j el hombre de la^ leyes.
El otro dice :
Semper honosy nomenque tuum laudesque manebunt.
Tlaza de San Diego. — Actualmente se está adornando ésta
con un parque y un enverjado.
Panóptico, — Fué empezado este edificio en 1874 y es una
imitación del de Filadelfia. En el primer piso, que está above-
dado de calicanto, hay tres grandes salones de 64 varas de
largo y 14 de ancho con 34 rejas de hierro y 4 calabozos para
presos de Estado, un gran salón para la guardia militar, 2 al-
macenes de servicio y 2 habitaciones para oficiales. En los
costados del edificio hay dos casas : una para el Director del
establecimiento y otra para el Contralor. El edificio tiene bas-
tante y buena agua. ^
En el segundo x>iso hay 204 celdas construidas de piedra
con puertas y rejas de hierro; 4 celdas más para presos de
Estado, un salón espacioso para hospital, una pieza para botica,
otra para el médico y un almacén para ropa de enfermos. En
el centro hay una capilla; y convenientemente distribuidos hay
4 patios de 80 varas de largo y de 25 de ancho, una alberca y
12 cloacas de piedra. La muralla que rodea el edificio tiene 432
varas de largo, 9 de alto, 2¿ de grueso y varios torreones de 12
en 12 varas de distancia.
— 415 —
El jefd del Gobierno ocupa un edificio llamado Palaeioy cons*
traído para ese efecto en 1823 por un rico particular sobre una
vieja casa de jesuitas.
La casa de moneda es un vasto edificio de gusto antiguo.
Algunos de los antigaos conventos han sido adaptados para
oficinas públicas y para cuarteles.
El palacio arzobispal es un edificio notable. También lo son
las casas de los Bancos de Colombia y de Bogotá.
Los establecimientos de beneficencia que tiene Bogotá son:
El Hospital de Caridad^ erigido en el convento de San Juan
de Dios en 1556. Está á cargo de las Hermanas de la Caridad,
y asiste al ano de mil á mil trescientos enfermos.
El Hospicio j fundado por el señor don Francisco Antonio
Moreno en 1774. Está también á cargo de las Hermanas de la
Caridad, y asiste cerca de 400 niños.
El Asilo de indigentes, el de locas y el de los niños des-
amparados.
Cementerio» — ^La portada del cementerio está en una plazo-
leta rectangular en cuyo centro hay un sencillo monumento de
piedi'a. A uno y á otro lado de esta portada hay otras dos con
rejas de hierro, que dan entrada en los departamentos adya-
centes del cementerio viejo ó principal, el cual es un círculo de
340 metros con un diámetro de 113. La portada está unida con
la capilla por una hermosa calle de árboles, de flores y de
tumbas.
La portada del cementerio tiene 10 metros de alta y la for-
man dos pilastras verdaderas y dos fingidas del orden toscano,
sobre las cuales reposa el j5?onton. Hay sobre éste un modesto
campanario de cuatro pilastras pequeñas, también del orden
toscano, que remata en una cruz de hierro y dos tazones. De-
bajo del triángulo de la portada en fondo negro y en letras
doradas hay escritas estas palabras :
Us^pectamíis resíirrectioneni mortuorum.
La capilla tiene 128 metros de extensión y un atrio piroular
de 8 metros. La fachada de ésta está adornada con 4 pilastras
del orden dórico con pedestales, sobre las cuales hay una cor-
nisa, que es la base del frontón. En ésta está escrito:
Audim vocem de celo dicentem mihi : '^Beati mortui qui in
Domino moriunturJ^
Así el cementerio como la capilla fueron consagrados en
1S39. Esta capilla se abre solemnemente todos los años el dia
de difuntos. -
El cuerpo principal del cementerio lo compone un claustro
circular de 340 metros sostenido en columnas sencillas. Hay en
este claustro 1,350 bóvedas para adultos y 400 para párvulos.
Últimamente se ha empezado á construir un claustro exterior
— 416 —
por no ser yá soñciente el aúmero de las bóvedas del claustra
interior. También se ha empezado á construir de piedra luis»
especie de panteón al descubierto, con un osario y cuatro filas
de bóvedas. En la parte norte de esta fábrica, que tiene 380
bóvedas, hay una ancha escalera para subir hasta la azotea.
En las inmediaciones de Bogotá hay los siguientes pueblos,
que sirven de lugares de recreo para las familias : Fusdbgmugá^
á distancia de 4^ miriámetros y con una temperatura media de
2OO5 Madrid ( antes Serrezuela), á 3 miriámetros y con una
temperatura de 13^ — este lugar es muy saludable ; ChoacM, á 3J
miriámetros^ con aguas termales y 22^ de calor; Ubetquejá^
miriámetros y con 20^— su rio es saludable; La Union^ á 4 mi-
riámetros, con 220, en la confluencia de los rios Blanco y Ne*
gro ; Chia^ á 3¿ miriámetros, con 13^, en sus inmediaciones hay
vestigios de los chibchas; y Chacinero, á ¿ miriámetro. Este
último lugar es muy concurrido todo el año ; tiene un baño salu-
dable y bonitas casas de campo. Actualmente se está cons-
truyendo en él un hermoso templo católico.
CUADEO de las calles de Bogotá. Esta nomenclatura fué
aprobada por la Municipalidad en el año de 1876. Gabbb-
BAS son las calles que van de Sur á Norte y calles las que
van de Oriente á Occidente. Se numeran 1% 2% 3^ &c, al
Sur, al Korte, al Oriente ó al Occidente á partir de la plaza
de Bolívar.
Primera sección. *
N. de Cuadras*
NOKENCr«ATOSA
ACTUAL.
NOMENGLATtJHA
ANTEXIOB.
1
.23
.§•
«o
-«a
4
11
11
10
NOMBRES ANTIGUOS.
18
Carrera 1.* al Oriente:
— 2.* —
— 5/ —
Norte
De la piaza de Bolívar á la.^
Nieves, desde la !.• Calle
real.
De la esquina occidental de
la Enseiíanza hacia el N.
De ]a esquina de la Moneda
hacia el N. á salir uuacua>
dra arriba del Hospicio.
Tia que va de S. á N. por la
Candelaria y el Molino del
Cubo (al fin de la cAÜe del
Portillo). .
Atraviesa una cuadra arri-
6
Ocaña
13
10
10
Pamplona
Socorro
Caque tá..
V _..-..
ba de ]h Candelaria.
* En esta sección está comprendida la plazueía de San DiegOj el camino
del Norte, el camino de Choachi y el camino de la Águanueva.
— 417 —
H.decoadias.
NOMSNCLATUJiA
NOKENCLATUEA
^
•H
NOMBRES ANTIGCOS.
t3
.*"
ACTUAL.
ANTEBIOR,
Í2
3
m
3
Carrera 1.» al Oriente.
Cuenta
Atraviesa dos cuadras arri-
ba de la Candelaria, por el
•
puente de Quevedo. (Calle
del Embudo),
3
2
— 6.* —
Taguanes
De Las Aguas hacia el Sur.
1
1
— 7.* —
Ciénaga
Paralela con el camino de
la "Aguanueva."
1
1
7.»
La Cuchilla...
Id. id.
2
2
— 7.» —
Horcones
Fábrica de papel.
7
7
Calle l.« alNorte
— 2.» —
Oriente
De la Catedral hacia arriba.
7
Antioquia
De la Bosa Blanca hacia
arriba (antigua calle de
los Plateros),
6
6
— 3.» —
Tundama
De la portería de Sto. Do-
mingo hacia arriba (an-
tigua calle de San José),
5
5
— 4.* —
Casanare. ......
Del Colegio del Bosario
hacia arriba.
3
4
— 5.* —
Chiriquí
Del puente de San Fran-
cisco al Molino del Cubo.
t
2
4
2
— 6.» —
fí a
Chire
Arriba de la plazuela de
4
2
San Francisco.
— " o. — ~*
— 7.» —
Majagual
De la antigua casa de CuaMa
hacia el Oriente, por la an-
tigua calle de Santa Ana.
4
3
— . 7.» —
Yarnmal
Del Hospicio hacia arriba.
(Calle de Guadalupe),
6
6
— 8.» —
Yammal
2
2
— 9.» —
San Mateo
Una cuadra antes de las
Nieves, hacia el Oriente.
2
5
1
5
— 9.* —
lO.»
(Calle TajpadaJ,
Bárbuia.!
De las Nieves hacia arriba.
V
v
"^^ A va
(Calle del Panteón).
4
4
11.» —
Barinas
De Las Véja/res hacia arri-
■&^%^& AAA% V«# tvv'Vv *•■
ba. 2.' calle de El Calvwno.
2
3
12.* —
Margarita
Dos cuadras al Norte de las
M
«#
^
Nieves; toma hacia el
Oriente. Los Tres Puentes.
2
2
13 .• —
Trincheras. ...
La que forma ángulo con
Sé
^-^— A i^«
la carrera de Pamplona,
entre Ma/rgarita y Mátala-
miel.
Plaza de Santander....
Antigua plazuela de San
^
Francisco.
27
/ '
-- 418 ~
Sección segunda.
tí.deffiuaíras.
NOMENCLATURA
NOMENCLATURA
eo*
•■C3
ov
NOMBRES ANTIGUOS.
ACTUAL.
ANTERIOR.
CU
cd
§
s
-«£;
-33
10
Carrera 1.» al Oriente.
SiTr
De la ])iaza de Bolívar hacia
el Sur por Santa Bárbara.
11
9
— 2.» —
Popayan
Ta del puente de Lésmes.
(Calle del Olivo ).
7
7
— 3.* —
Túquerres
Va de N. á S. por elCárm.
6
6
— 4.» —
Barbacoas
De la Candelaria hacia el S.
6
5
— 5.» —
Bocas del Toro
Atraviesa dos cuadras arri-
ba del Coliseo.
2
2
-. 6.* —
Izcuandé
Atraviesa por el extremo
oriental de la calle del
Chorro de Egipto
7
8
Calle 1.» al Norte
Calle 1.* al Sur
Oriente
De la Catedral hacia arriba.
7
Bolivia
De San Bartolomé á los
Chorros de Egipto.
7
7
—.2.» —
Chocó
Sube por la calle del cama-
rín del Carmen.
5
5
— 3.» —
Veraguas
Chorro del Fiscal hacia
arriba.
4
%
— 4.» — .
Mariquita. ...
Puente de San Agustín ha-
cia arriba. (Calvwno).
3
4*
— 5.» —
San Martin....
La calle de Belén.
1
1
/— 5.» —
Calibío
Pitayó
Capilla de San Agustín há*
cia arriba.
A espaldas de San Agustín.
5
4
— . 6.' —
Pichincha
Fábrica de loza de Santa
Bárbara, hacia el Oriente.
(Pitiguay),
2
1
— 7.* —
Samborondon
Antigua fábrica de peine-
tas hacia arriba.
1
1
— 9.» —
Ayacucho
Extremo Sur de la ciudad,
al Oriente de Junin.
2
2
— 10.* —
Bombona
Extremo Sur, continúa al
Oriente del Callao.
Sección tercera.
*#
9
13
10
Carrera l.»al Oriente..
Carrera 1.* al Occid.'«
Norte
Venezuela
Calle Beal hasta las Nieves.
Calle de Florian y espaldas
del Hospicio.
* En esta sección está comprendida la plaza de Bolívar, el alto y la
plazuela de Egipto, el camino de la Laja y el camino de Ubaque.
** Comprende esta sección la plazuela de las Nieves, la de San Diego, la
I)laza de Nariño (San Victorino), la calle de Jenoy (antigua de la Cochera),
la id. del Palo, la id. de Sucre, la id. que queda á la vuelta de la Püa Chi-
'quita 5 la id. de la Aduanilla, la de la Carnicería vieja, los ejidos en las Nie-
ves, el camino del Cementerio, el camino de Occidente, el camino de Enga^
tivá y el camiuo del Norte..
— 419 —
fi, de cuadras.
»T=»
22
1
12
11
6
9
•
1
1
5
6
9
5
1
1
S
2
1
1
4
4
6
8
7
11
10
5
6
8
6
5
6
4
4
5
4
2
1
4
4
1
1
2
k
NOMENCLATUfiA
ACTUAL.
Carrera 2 * al Oocident.
— 3.» —
— 4.« —
— . 5.* — .
— 6.* —
— 7,»
— 9.*
CallQ 1.» al Norte.
— . 2.» —
— 3.» —
— 4.* —
— 5.» —
— 7.a —
— 8.' --
— 9.» —
— 10.a —
— 12.a _
— 18.» —
NOÜENCLATUAA
ANTEBIOR.
Vélez..
Tunja.
Goajira
Gámeza.
Boyacá
GaayanaM . ,
Bonza
Cundinamarca
Paya.
Occidente,
Bogotá
Santa Marta...
araiac6. •«•••■'•.••
Biohacha
Banco
Tenerife
Bocachica. ,...
San Félix......
Tarqui
Maturin..., ...
Mosquitei'O....
NOMBBES ANTIGUOS.
Plazuela de la carnicería
de las Nieves.
La que va de Sur á Norte
desde el atrio de San Juan
fíe Dios.
Única cuadra de la esquina
de Los Mortiños hacia el rio
Calle do Los Ciaras,
PlazuGla de la Capuchina
hacia el Norte.
Cuadra que va de Norte
á S. por el lado N. del co-
legio de La Herced.
Al Norte de Ja Pila Chiquita.
Calle nueva que linda con
el colegio de Lleras.
La del Gasómetro, atrave-
sando el camellón de San
Victorino hacia la HiLerta
de Jaim$i hoy plaza de Los
Mártires.
Empieza en la antigua calle
de San Miguel.
De la Calle Keal hacia el
puente de San Victorino.
Calle de S. Juan de Dios.
De la portería de Santo
Domingo hacia abajo.
Camellón de San Victorino,
hoy camino de Occidente.
Capilla protestante hacia
abajo, extremo Sur de la
plazuela de la Capuchina.
C^lle de los Carneros hacia
abaja
Calle del Arco hacia abajo.
Casa de Cualla hacia abajo.
Calle de Cwazao.
Una cuadra más al Norte
del Hospicio.
Tenería de Cagigas. Calle
Verde. Calle de las Ranas.
Las Nieves hacia abajo. Ca-
lle del Señor-caido.
Continuación de la de Mar-
garita hacia el Occidente,
camellón de por medio.
La que comunica con el ca-
mellón de las Nieves, una
cuadra antes de la pla-
zuela de San Diego.
— 420 —
Cuarta sección. •
N. dfc cuadras
NOVENCLATUEA
nohenclatuka
m
^
^
NOMBSES ANTIQV08.
1
ACTUAL.
AIÍTEKIOB.
<T3
2
-
-=£:
11
Carrera 1.* al Oriente. .
Sur
Plaza de Bolívar al Sur, por
Santa Bárbara.
9
7
Carrera 1.* al Occid.*«. .
Ecuador
De la iglesia de SantA Ciara
á la plazuela de las Cruces
8
9
2.»
Cauca
Atraviesa la esquina occi-
dental de Santa Clara.
10
10
— 3.»
Buenaventura
Be la iglesia de Santa Inés
hacia el Sur.
8
6
4.»
Pasto
Antigua calle de Los Mor-
unos hacia el Sur, por el
•
costado occidental de la
plaza de mercado.
4
4
3
5.»
— 6.*
Darien
Huerta de Jaime, hacia el 8
5
Juanambú
Calle Honda, hacia Ja Huer-
ta de Jaime y la Estanzuela.
Calle de los C^irubos.
4
Calle 1.* al Norte
Occidente
Antigua calle de S. Miguel.
7
4
Calle 1.» al Sur
Perú
Bel Capitolio hacia abajo
por la Concepción.
8
— 2.» —
Cartagena
Por la portería de Santa
Clara
6
6
— 3.* —
Panamá
Del Observatorio hacia el
Occidente. Calle de la Sal
ó de Jas Botellas,
4
5
— 4.* —
Mompos
Del puente de San Agustín
hacia abajo.
3
4
— 5.» -
/
San Andrés...
Calle Tapada de San Agus-
tín hacia abajo. Calle de
los Ciriales.
5
6
— 6.» —
Tacínes.
Santa Bárbara hacia abajo.
2
5
2
7.*
— 8.» —
Cariaco
Fábrica de peinetas id. id.
Al Sur de la ciudad, para-
lela con la de Cariaco.
1
Ibarra
2
1
— 9.» —
Junin
Al costado N-E. de la pla-
zuela de Las Cruces.
1
1
10.*
Callao
Más al S. después de Junin.
* Esta sección comprende el caserío de la plazuela de Guasca, la
plaza de Los Mártires, la de San Agustín, la de Las Cruces, los caminos de
übaque, de Yomasa, de la Laja, de Soacha, el Callejón Ponce y el camino
de Montes.
— 421 —
GÜADBO de la altara de algunos pantos délas inmediaciones
de Bogotá, tomada por W. Eeiss y Stubel. ( De 1868 á
1869).
metros.
Bogotá 2,611
Capilla de Egipto 2,695
La Peña 2,837
Buinas de la antigua capiJlade Guadalupe 3,005
Guadalupe, capilla nueva 3,260
Cúspide al Sur de Guadalupe 3,347 ^ f
Id. la más alta de este cerro 3,528
Capilla de Monserrate 3,118
Cúspide al Norte de Monserrate 3,192
Salto de Tequendama 2,356
DQ
O
/
TABLA de las principales alturas de algunos puntos de los
caminos que parten de Bogotá y que atraviesan las Cordi-
lleras Oriental y Central.
EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A JIBAMENA.
Metros.
Bogotá 2,644
Boquerón de Cbipaque 2,223
Cliipaque ^ 2,408
Cáqueza , 1,762
Quetame 1,532
Mesa-grande , 1,490
San Miguel 1,596
Soconusco 1,063
Servitá 964
Buenavista 700
Villavicencio , 455
Jiramena 242
EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A CARTAGO.
Bogotá 2,644
( Boca del monte 2,680
Tenasucá 1,803
Tena 1,308
La Mesa 1,281
Anapoima 678
Tocaima 431
Guataquí 235
Piedras .v 340
Ibaguó 1,299
Palmilla 2,080
Moral 2,052
Toche 2,010
Gallegos 2,659
Ceja 3,030
Alto del Páramo 3,484
Boquía (hoy Salento ) , 1,800
Alto del Roble 2,080
' Balsa 1,400
Cartago ?79
_ 422 —
£N EL CANSINO DE BQOOtÁ A CABUYASO;
Bogotá i 2,044^
Cerro de La Calera é ; 6,09^
Guasca 2,655
Páramo de La Carbonera 3,320
Gacheta 1,719
Ubalá 1,905
Gachalá 1,74»
Salto del Diablo 2,901
Alto Raizal ^ 2,211
Toquisa 1,03S
Medina 565
Cabuyaro 193
EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A LA VEOA DE 8UPIA.
Bogotá „ 2,644
Alto del Koble 2,767
Aserradero 2,365
Chimbe 1,725
Vületa 839
Alto del Trigo l 1,83S
Alto del Raizal 1,478
Guaduas 1;02S
Alto del Sargento. 1,400
Honda 21?
Mariquita 547
Santa Ana 995
Alto Aguacatal ^ 2,300
SabanaUrga 2,450
Páramo de Herveo 3,17D
Salamina 1,798
Paso del Cauca , 600
Vega de Süpía 2,21$
' EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A GACHALA POR CHOACHI.
Bogotá 2,644
Páramo de Choaohí 8,170
Choachí 1,833
Páramo de Chingasa, Alto del Aire 3,515
Chipazaque. 1,820
Gachalá l,74d
EN EL CAMINO DE BOGOTÁ A ANSERMAYIEJO.
Bogotá 2,644
Alto del Roble 2,767
Aserradero 2,365
Síquima 1,300
Bituima .V. 1,194
Alto Chumbamuy 1,955
San Juan 1,245
Ambalema 230
Lérida 475
Páramo de Herveo, llamado también de Ruiz 3,855
Bhcinillo : •.. 3,028
Enea 2,382
Manizáles 2,140
Paso del Cauca...; 850
Ansermaviejo.... •.,..».. 1,800
423 —
CTJADSO por Estados y Territorios de las ciudades y de los
pueblos de la Union Colombiana, con expresión de su posi-
ción astronómica, de su altura sobre el nivel del mar, de sn
temperatura media y de su población.
Estad» de Antloqnia.
Medellin... .
Abejorral
Aguadas
Amaga
Amalfi
Andes
Angostura....
Anorí
Antioquia
Anzá
Aranzazu
Arma
Barbosa
Belén,
BeJmira
Bolívar ,
Buriticá
Caldas
Campamento.
Cáceres
Canoas ,
Cañasgordas..
Carmen
Carolina
Ceja
Cocomá
Concepción...,
Concordia
Copacabana..,
Cdrdova
Dabeiba
Don Matías...
Eliconia
Entreríos
Envigado... .,
Estrella
Evéjico
Filadelfia
Fredoniai.. ..
Frontino
Giraldo
Girardota
Situación astronómica. *
Latitud
Norte.
60 8*
50 45'
50 35'
50 56'
60 45'
¿ó 45'
e^ 56'
60 24'
6© 8'
6Ó 35'
60 22'
60 7'
60 29'
6Ó 31'
50 58'
60 50'
70 30'
eó'si'
60 1'
60 37'
50 56'
50 59'
60 20'
50 55'
60 13'
60 23'
60 41'
60 22'
60 5'
60 24'
60 3'
60 2'
60 13'
50 50*
60 32'
6Ó 16'
Longitud con
respecto al
meridiano
de Bogotá.
10 34' O.
10 29' O.
10 27' O.
10 40' O.
10 13' O.
10 27' O.
10 17' O.
1° 61' O.
10 50' O.
10 32' O.
10 25' O.
10 36' O.
10 43' O.
10 57' O.
10 38' O.
10 25' O.
10 28' O.
20
10
10
10
10
10
4' O.
27' O.
25' O.
27' O.
10' O.
20' O.
10 51' O.
10 32' O.
49' O.
17' O.
10 29' O.
10 42' O.
33' O.
35' O.
38' O.
10
20
10
10
10
10 46' O.
10 40' O.
20 9' O.
Altura en
metros
sobre el
nivel del
mar.
1,541
2,147
2,210
1,380
1,745
1,637
1,535
572
800
I.42Ó
1,300
1,560
2,400
lV¿60
1;615
1,842
200
1,*49Ó
2,107
1,755
2,200
700
1,906
900
1,400
596
1,350
2,216
1,420
2,12T
1,580
1,730
720
1,845
1,550
Tempera-
tura media
del termó-
metro cen-
tígrado.
10 29' 0.1 1,401
200
17
19
21
22
'úi"
21
27
25
21 *
21
20
16
21"
20
20
29
2Ó"
27
16
18
23
20
22
21
26
22
18
21
17
20
20
23
20
21
21*
Población
según el
censo de
1870. .
Habitantes
29.765
7,814
8,837
6,048
6,817
5,392
4,814
4,124
10,205
3,537
4,487
4,896
1^525
2,225
2,313
2,737
2,921
"ios
2,409
3,839
4,667
5,538
2,004
2,715
5,392
4,331
3,404
4,774
1,925
5,735
3,314
4,057
7,540
3,142
1,323
4,453
* , ^OT 1* estrechea del presente cuadro han sido suprimidos los ssoündos correspondien
tes á las latitudes y longitudes.
— 424 —
Estado de Antioqnlat
Guarne
Guatapé
Higueron ..•
Hatbviejo
Itagüí
Ibuaiigo
Jericó
Liborina *.
Manizáles
Marinilla
Nare
Neohí
Neira
Nueva Caramanta
Pacora
Pensilvania
Peñol
Quebrada-seca
Remedios
Retiro
Rionegro
Sabaleta
Sabanalarga
Sacaojal
Sal amina
San Andrés
San Bartolomé
San Carlos
San Cristóbal
San Jerónimo
San Pedro
San Rafael
San Vicente
Santa Bárbara
Santa Rosa
Santo Domingo
Santuario
Sonson
Sopetran
Sucre
Támesis
Titiribí
Uri'ao
Vabos
Valparaíso
Yarumal
Yolombd
Zaragoza
Zea
Latitud
Norte.
60 9'
6 12'
6- 13'
6 4'
6 59'
6
5
6
6
8
5
5
5
6
6
7
5
6
5
6
6
5
6
6
6
6
6
6
5
6
5
6
31'
6'
5'
10'
11'
28'
30'
10'
18'
58'
3'
51'
41'
28'
23'
52'
6'
10'
18'
19'
12'
49'
30'
6 26'
6 4'
43'
22'
5
56'
6
4'
6
4'
6
49'
6
35'
7
21'
7
7'
Longitud.
lo¡28' O.
6 12' O.
1 34' O.
1 36' O.
1 51' O.
1 50'
1 33'
1 22'
O 27'
38'
1 32'
1 39'
1 27'
1
1
O
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
O.
O.
O.
o.
o.
o.
o.
o.
16' O.
50' O.
49' O.
30' O.
24' O.
35' O.
54' O.
50' O.
26' O.
46' O.
1 1' O.
1 38' O
1 45' O.
1 37' O.
23' O
35' O.
31' O.
14' O.
18' O.
29' O.
47' O.
1 46' O.
2 3' O.
1 14' O.
1 32' O.
1 7' O.
53' O.
1 6' O.
Altura.
Metros.
2j285
1,882
1,440
1,536
1,530
714
2.140
2,043
162
1,94'i
2,107-
1,819
1,928
530
715
2,239
2,150
2,000
500
600
1,812
588
973
1,843
765
2,435
2,123
1,950
2,610
1,778
2,100
2,545
754
600
1,580
1,885
2,082
2,276
1,469
1,469
694
Tempe-
ratura.
170
20
• • *«
21
20
21
23
17
17
27
20
17
20
20
27
23
18
17
17
27
26
20
.26
22
20
25
16
17
20
15
20
17
14
25
26
21
20
17
18
21
21
26
Habi-
tantes.
5,193
1,523
1,505
5,772
1,826
8,191
2,300
10,562
5,518
427
5,884
1,797
4,997
4,129
4,660
5,722
9^155
1,864
7,792
2,357
1,451
3,741
4,788
5,751
5,042
8,130
4,984
3,443
11,841
9,818
2,098
2,003
8,236
3,947
2,082
1,418
8,639
1,124
2,664
2,108
El Estado de Antioquia se halla comprendido entre oo 15' de longitud
oriental y 2© 31' de longitud occidental del meridiano de Bogotá, y entre
50 2' 30" y 80 9' de latitud Norte.
El censo de 1870 di<5 á Antioquia 365,974 habitantes.
_ 425 —
Estado de BoIÍTar.
Gartagení.
Algarrobo «
Arjona
Arroyogrande
Arroyohondo
Ayapel
Baranoa
Barranca-nueva. ,
Barranca- vieja
Barranca de Loba <
Barranquilla
Boeachica
Caimito >
Calamar
Campo de la Cruz......
Candelaria
Cañoloro
Carmen
Cascajal
Cereté
Ciénaga de Oro
Coloso
Corozal ,
ChilJoa ,
Cbimá ..,
Chinú
Coveñas
Cuaso
Doña Juana
Flamenco ,
Galapa ,
Galeras.' ,
Gambo te
Guamal ,
Guayabal ,
Hatillo de Loba
Hatillo de Pajaral
Isabel-López
Juan deAcosta ,
Lorica
Ma^angué
Manates
Majagual
Malambo
Manatí
Margarita
Maria la Baja
Mincbiquego
Momil
Mompos
Montería^
Morales
Molinero
Morroa ^
Nervití «
Norosí ,— ,
Latitud
Norte.
lOo
8
10
10
10
8
10
10
10
8
10
10
8
10
10
10
10
9
9
e
6
9
9
9
9
9
9
9
9
9
10
10
9
8
8
8
9
9
10
8
10
10
9
10
9
9
9
29*
13'
16'
35'
15'
9'
47*
13'
9'
51'
59'
18'
48'
17'
22'
29'
20'
44'
28'
47'
54'
38'
27'
5'
4'
8'
25'
11'
3'
57'
55'
9'
6'
52'
62'
28*
15'
26'
16'
22'
55'
86*
7'
2'
11'
11'
14'
6
10
9
10
8
16'
40»
28'
2'
27'
Longitud.
Altura.
Metros.
lo
20' 0.
22' 0.
1
5' 0.
1
14' 0.
38' 0.
1
3' 0.
42' 0.
35' 0.
35' 0.
2' E.
35' 0.
7
1
22' 0.
51' 0.
34' 0.
82' 0.
32' 0.
1
20' 0.
51' 0.
81' 0.
1
17' 0.
•
M' 0.
1
1' 0.
62' 0.
3' 0.
1
19' 0'
54' O.
1
25' 0'
30' O.
1' 0.
1
14' 0.
'
43' 0.
1
5' 0.
28' 0.
9' 0.
3' E.
12' E.
257
1
35' 0.
80* O.
55
«6* 0.
20' O.
83' O.
85' 0.
r 0.
1
«' 0.
9' 0.
1
19' 0.
14' 0.
40
"iá'E.
T7*
53' 0.
57' 0.
26' 0.
6' E.
Tempe-
ratura.
270
30
33
Habi-
tantes.
8,603
3,037
751
2,209
1,063
1,378
11,595
1,194
2,82»,
1,985
2,401
1,065
6,946
3,220
5,016
6,309
2,571
6,273
1,153
1,136
5,730
3,460
2,639
4,730
1,138
1,129
3,211
668
1,561
7,773
3,161
3,354
390
— 426 —
Estado 4e Bolíyár.
Ovejas
Palmar de la Candelaria...
Palmar de Várela
Palmarito
Palmito
PasacabaUos
Peñón
Pié de la Popa
Pinillos
Piojd
Ponedera
Pueblonuévo
Pueblonuevo
Puebloüuevo
Purísima
Eegidor
Eepelon
Retiro
Eocha..
Rozavieja
Sabanagrande
Sabanalarga
Sabaneta
Sabanilla
Sambrano
Sampues
San Andrés
San Agustín
San Antero
San Antonio
San Basilio
San Benito
San Bernardo del Viento...
San Carlos de Colosiná
San Cayetano
San Cristóbal de Caracol...
San Estanislao
San Fernando
San Jacinto
San Jerónimo
San Juan de Sahagun
San Juan Nepomuceno
San Marcos
San Martin de Loba
San Nicolás de Bari
San Onofre
San Pablo
San Pelayo
San Pedro
S. Sebastian de Buenavista.
San Sebastian de Urabl...
Santa Ana de Barú
Santa Catalina
Santa Cruz
Santa Bosa
Santiago
Latitud
Norte.
90 37»
10 40'
8
9
10
8
10
9
9
9
8
9
9
10
10
10
10
9
38'
20'
16'
61'
25'
10 44'
10 37'
9 12'
10 44'
10 38'
9 16'
8 29'
10 6'
10 47'
10 40'
9
11
23'
2'
9 46'
10'
58'
20'
10 5'
10 28'
9 21'
8 43'
10 3'
9 29'
10 25'
9 10'
9 51'
8 35'
8 58'
9 56'
8 49'
9 15'
9 47'
7 29'
55'
13'
14'
14'
39'
15'
29'
2'
Longitud.
Altura.
Metros.
00 52' 0.
,
57'
0.
'0.
26'
1 5'
0.
1 18'
0.
11'
E.
1 19'
0.
0.
148
54'
25'
0.
1 31*
0.
37'
0.
48'
0.
1 29'
0.
21
E.
•
0.
0.
1 12'
29'
43'
0.
100
1 24'
0.
45'
0.
26'
0.
26
59
0.
29'
0.
1 33'
0.
•
1 2'
56'
0.
1 46'
0.
1 ...
0.
1
58'
0.
1 7'
0.
53'
0.
7'
0.
62'
0.
1 12'
0.
48'
0.
64'
0.
5'
E.
1 40'
0.
1 20'
0.
16'
E.
0.
1 37'
30'
0.
1 33'
0.
1 20'
0.
1 ...
0.
54'
0.
1 10'
0.
36'
0.
^
Tempe-
ratura.
Habi-
tantes.
2,615
. 1,311
1,220
683
960
1,449
2,402
1,334
625
1,320
1,653
665
1,041
1,644
7,025
1,204
4,438
2,07«
1,026
1,688
1,412
3,209
5,210
2,435
702
1,747
839
1,235
863
1,543
— 427 —
Estado de BolÍTar.
Santo Tomas
Simití
Sincerin
Sincé
Sincelejo
Sitionuevo
Soledad
Sucre
Taealoa
Tacamocho 4
Tacasuan
Talaigua
Tegua
Ternera
Tetón
Tolú
Tolú-viejo
Tubará
Turbaco
Turbana
üsiacurí
ViUanueva
Yatí
Yucal
Zapote
Latitud
Norte.
100 38*
7 68*
10 9'
9" "21'
8 56*
10 67*
9 26*
9 31*
8 60*
9 18*
8 53*
10 24'
9 42*
9 30*
9 32*
10 51*
10 18*
10 12*
10 47*
10 28'
10 ""7*
9 23*
Longitud.
Altura.
Tempe-
Metros;
ratura.
00 26* 0.
11* E.
1 3* 0.
56* 0.
17* 0.
(
34* 0.
'
28* 0.
30' 0.
38
33* 0.
20* 0.
26* 0.
1 13* 0.
27* 0.
1 22* 0.
1 14* 0.
43' 0.
233
1 8* 0.
1?8
1 16* 0.
41* 0.
1 6* 0.
107
34* 0.
1 33* 0.
233
V
Habi-
tantes.
2,643
1,884
6,807
4,186
992
1,421
2,514
3,025
919
2,030
107
1,125
1,093*
Se extiende el Estado de Bolívar desde 7© hasta 11» 6* de latitud Norte y
desde O» 26* de longitud oriental hasta 29 14* de longitud occidental del
meridiano de Bogotá. San Andrés y Providencia no están comprendidas en
esta medida. La situación de estas dos islas véase en la página 335.
En 1870 tenia Bolívar 241,704 habitantes.
Estado de Boyaeá.
TüNJA
Arcabuco
Belén
Betéitiva
Boavita
Boyacá
Buenavista
Busbanzá.
Caldas
Gampohermoso
•<--Canipauna
- --iJapilla del Cocuy
^-^ Capilla de Tenza
Cerinza
Ciénaga
•Cocuy
Cdmbita
Latitud.
Norte.
50 32*
5
5
6
5
5
5
5
5
5
6
5
5
5
6
5
62'
48'
8*
27'
26'
47'
29'
.2*
34'
13'
7'
51'
25'
16'
39'
Longitud.
00 29' E,
o'si'E.
55* E
1 6* E.
.0 30' E.
O 2' O.
10 53' E.
O 1' E.
O 48' E.
4' O.
1 34' E.
O 31* E.
O 49' E.
34' E.
1 13' E.
O 30' E.
Altura.
Metros.
2,793
2,'699
2,680
2,113
2,361
1,984
Tempe-
ratura.
2,700
1,236
2,800
1,600
2,675
2,600
2,757
2,730
130
13
13
13
19
15
17
13
17
•20
13
21
13
15
13
13
Habi-
tantes.
5,471
2,517
5,109
3,888
6,463
5,414
2,174
1,568
5,450
3,386
4,237
4,909
3,685
3,469
6,124
2,365
* Este cuadro está incompleto por falta de datos.
_ 428 —
Estado de Boyacá.
Goper ,
Corrales
Oovarachia 6 Bicaurte
-■Cacaita
Cuítiva
Ghámeza
China vita
Chiquinquirá
^^Chíquisa
^Chirivíd Colon
Cliiscas
Clüta
Qiitaraque
^CMvatá
Duitama
Espino
Firavitoba
Floresta
Gámeza
Garagoa
Guacamayas
Guateque
-^Guatoque
Guayatá.
Giiican
aJtoco
iza
Jenesano
Jericd
Labranzagrande
—La Paz
Leiva
Macana!
Maripí
— Marroquin
Miraflores
Mongua
Monguí
Moniquirá
—Morcóte
Motavita
— ^uneque.....
Muzo
Nobsa
-««Oicatá
Pachavita.
Paipa
Pajarito
Panqueva
Pare
Paya
Pesca
Pisva
.-fiPueblo-viejo
Quebradas 6 Gachantivá...
Latitud.
Norte.
50 24'
5 45'
6
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
6
5
**
o
5
5
6
5
5
4
6
5
5
5
6
5
5
5
4
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
6
5
5
5
5
5
5
17'
33'
27'
12'
10'
32'
35'
20'
6 42'
6 7'
54'
34'
47'
19'
34'
47'
44'
7'
17'
2'
39'
59'
18'
26'
29'
23'
6'
22'
54'
34'
59*
27'
20'
14'
40'
39'
47'
29'
37'
59'
25'
41'
37'
8'
47'
17'
17'
54'
30'
26'
36'
24'
41'
Longitud.
00 8' E.
O 55' E.
56' E.
26' E.
50' B.
1' E.
35' E.
56' E.
24' E.
30' E.
10' E.
16' E.
18' E.
32' E.
43' E.
ir E.
47' E.
51' K
58' E.
35' E.
9' E.
26' E.
16' E.
24' E.
16' E.
16' O.
48' E
31' E.
11' E
24' E.
59' E.
20' E.
36' E.
07' O.
36' E.
44' E.
59' E.
55' E.
13' E.
45' E.
29' E.
34' E.
12' O.
49' E.
33' E.
33' E.
38' E.
7' E.
12' E.
15' E.
35' E.
46' E.
29' E.
56' E.
19' E.
O
O
O
1
O
1
O
O
1
1
O
O
o
1
o
o
o
o
1
o
o
o
1
o
o
o
1
1'
o
o
o
o
1
o
o
o
o
1
o
1
o
o
o
o
o
1
1
o
1
o
1
o
o
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
880
340
2,381
15
2,178
19
1,640
15
2,640
14
1,090
22
1,643
21
2,614
17
2,500
14
2,800
13
2i380
15
2,976
11
1,571
22
2,903
12
2,510-
15
1,994
20
2,508
14
2,506
15
2,690
13
1,584
22
2,010
19
1,815
20
2,391
15
1,720
21
2,900
11
2,000
20
2,560
15
2,165
20
3,070
11
1,161
22
2,720
13
1,982
20
1,683
21
800
21
865
24
1,432
22
2,970
11
2,930
11
1,705
21
1,005.
23
2,851
13
1,350
21
824
24
2,388
15
2,500
15
1,704
21
2,459
15
1,100
22
2,258
15
1,6Q0
21
905
24
2,661
15
2,000
14
3,035
11
2,436
15
Habi.
tantes.
3,06«
2,329
1,914
1,522
2,436
1,471
2,394
13,116
1,615
3,701
6,137
7,943
3,783
3,008
7,835
2,821
4,796
5,843
3,315
7,947
3,642
7,032
3,272
6,811
3,722
1,662
2,358
7,692
4,070
5,426
3,478
3,045
5,116
2,089
946
9,422
3,838
2,391
9,597
1,010
1,644.
80
3,706
3,695
2,327
4,673
8,279
1,066
2,354
3,564
1,534
9,516
924
4,400
4,097
s
— 429 —
»áá^^^mMél^0mmmU^t^
Estado de Bofacá.
Bamiriquí
Báquira.
Recetor.
Saboyá....»
Sácama
Sáchica
^^alina de Chita
Samacá
Santa Ana
Santa Eosa de Viterbo..
Sáti va-norte
Sátiva-sur
Siachoque. ., '.
Soatá
Socha
Socotá :
Sogamoso
Somondooo ,
— Sora.
— — Soracá
Sotaquirá
Susacon
Sutamarchan
Sutatenza
Tasco
Tenza
Tíbaná
Tibasosa
Tinjacá
Toca
Togüí
Tópaga
Tota
Turmequé
Tuta
T^utasá.....
Umbita
üvita
Ventaquemada 6 Padua.
Viracachá
Zapatosa
Zetaquira
Latitud
Norte.
5<>
5
5
6
5
5
6
5
5
5
5
6
5
6
5
O
5
4
5
5
5
6
5
5
5
5
5
5
5
5
5
o
5
5
5
5
5
6
5
5
5
5
24'
26'
14'
87'
35'
36'
4'
29'
55'
19'
57'
56'
28'
8'
54'
57'
38'
59'
53'
31'
44'
3'
31'
3'
48'
6'
19'
40'
29'
32'
50'
42'
26'
20'
41'
53'
15'
7'
22'
26'
9'
44'
Longitud.
O» 52' E.
Q 16' E.
1 6' E.
5' E.
1 22' E.
20' E.
1 23' E.
O 25' E.
O 17' E.
47' E.
1 1' E.
1 1' E.
36' E
1 1' E.
1 4' E.
1 8' E.
O 49' E.
O 28' E.
Ó 26' E.
O 30' E.
32' E.
1 1' E.
O 16' E.
O 28' E.
O 58' E.
O 31' E.
O 33' E.
O 46' E.
O 16' E.
O 89' E.
O 15' E.
O 56' E.
O 49' E.
O 27' E.
O 34' E.
O 52' E.
30' E.
1 7' E.
O 25' E.
34' E.
1 18' E.
O 32' E.
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
2,270
15»
2,135
19
2,801
15
1,990
2o""
1,439
21
2,569
15
1,820
20
2,591
14
2,290
15
3,108
12
2,760
13
2,044
20
2,625
15
2,440
14 ,
2,536
15
1,614
21
1,632
20
2,949
13
2,705
13
2,466
15
2,136
19
1,854
20
2,700
13
1,590
21
2,515
21
2,390
15
2,062
19
2,733
13
1,691
20
2,899
11
2,824
14
2,720
14
2,400
15
2,700
13
1,805
20
2,408
15
2,616
15
2,700
14
956
23
1,540
21
Habi-
tantes.
6,485
5,262
607
6,937
524
1,154
1,252
4,850
3,934
5,840
4,165
2,398
3,419
13,676
3,465
6,522
9,553
7,815
2,013
2,751
6,787
3,003
3,915
6,009
3,775
7,428
9,073
3,494
4,374
3,347
3,103
1,829
5,583
8,182
4,273
2,775
5,227
4,146
6,621
2,845
606
2,422
El Estado de Boyacá se extiende desde 4o 24' hasta 7» 4' de latitud Norte,
y desde 5<» de longitud oriental hasta 0° 29' de longitud occidental del meri-
diaño de Bogotá.
Él Estado de Boyacá tenia 482,874 habitantes en 1870.
TEKRI TORIO DE CASANAEE.
Arauca
Arauquita...
Barroblanco.
Longitud.
3» 23' E.
••••••
1 16' E.
Altu ra.
Temp.*
179
306
28»
3*2* '
Habite»
1,684*
289
327
* Véase 1» nota do la página 346,
^
— 430 —
TERBITOSIO DE CASANABE.
Betoyes
Cafifí
Ohire
Guanapalo ,
Guayabal
Macaguane
Manare
Maquivor
Moreno
Nunchía
Orocué
Pore
Purare
Santiago
Támara
Tame
Ten
Trinidad
Estado del Canea.
POPAYAX
Almaguer,..'.
Ancuya
Anchi tiayá
Anserma-nuevo . .
Anserma-viejo . . . .
Arbela
Arrayanal
Barbacoas
Baudó
Bebará ,
Boca*grande
Bolívar ,
Buenaventura
Buenos-aires ,
Buésaco
Buga
Buga-1 a-grande . . .
Cajambre
Cajibio
Cali
Calibío ;
Calima
Caldono
Caloto
Candelaria
Carlosama
Cartago
Cerrito
Coconuco
Consacá
Cuéllar
Cumbal...
Latitud
Norte.
60 15*
5 20*
5
5
4
6
5
4
5
5
4
5
6
5
5
6
**
o
5
1
1
3
4
5
2
5
1
6
6
1
1
3
2
1
3
4
2
3
2
3
2
3
3
52*
12»
54*
19*
48'
44'
43'
28*
56*
36'
4'
5'
39'
25*
46*
3?*
2o 26*
54'
13'
45*
47*
12'
11'
14'
54'
10*
3*
48'
49*
53*
59*
17'
55'
11*
25*
25'
27'
56*
46'
1*
25*
O 50'
4 45'
3
2
1
43'
18'
10*
O 49*
Longitud.
Altura.
Metros.
2o 7»
E.
144
3 13*
E.
123
2 8'
E.
260
3 19*
E.
2 50'
E.
176
2 1*
E.
420
2 ...
E.
2 9'
E.
182
2 8'
E.
340
1 52'
E.
429
3 1'
E.
2 5'
E.
486
1 52'
E.
455
1 38'
E.
334
1 50'
E
1,400
2 ...
E.
345
1 55'
E.
655
2 31*
E.
136
2o 26'
0.
1,776
2 40'
0.
2,266
3 19'
0.
1,373
Tempe-
ratura.
2
1
1
2
1
3
2
2
4
1
2
2
2
2
2
51* O.
56' O.
52* O.
33' O.
58' O.
57* O.
59' O.
35* O.
39' O.
47* O.
50* O.
27* O.
56' O.
7' O.
3' O.
1,045
1,790
1,754
1,900
22
9
40
2
2
2
2
2
2
2
3
1
2
2
3
25' O.
25' O.
24* O.
19' O.
17' O.
15' O.
8' O.
31' O.
52' O.
7' O.
Í6' O.
17' O.
3 13' O.
1,679
8
1,270
2,038
1,001
960
1,851
1,046
1,790
1,920
1,011
960
3,050
979
933
2,360
1,400
3,747
29»
32
28
32
28
• • »
32
25
25
...
25
28
32
20
25
20
29
180
17
20
23
17
18
19
27
30
29
19
27
20
18
24
24
19
22
18
16
23
24
12
24
24
16
20
li*
Habi-
tantes.
269
218
413
"5Ó2
183
239
140
1,365
531
""9Ó6
425
203
1,880
633
452
111
8,485
5,470
2,429
1,665
828
633
1,311
589
5,509
6,281
1,992
1,214
4,95(í
3,991
3,187
'3,887
10,090
2,424
1,247
3,018
12,743
1,781
1,961
1,839
4,013
5,805
3,411
7,696
4,519
1,074
[2,23í
; 2,037
5,213
EiUio áel C»ea.
Latitud
Noite.
Longitud.
Altura.
UetrOB.
Tempe-
Babi-
Florida (M. de Palmira}..
Florida (M. de Pasto)
3° 21'
1 18'
1 2'
3 48-
1 10'
2 ...
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2 35'
2 ir
4 42'
4 30'
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2 25'
43'
2 31'
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2 28'
3 55'
1 34'
2 1'
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3 36'
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2 3' 0,
3'2'r 0.
3 20'
1 24'
3 14' 0.
3 45'
2 12' 0.
2 23' 0.
3 28' 0.
2 34' 0.
2 47' 0.
2 37' 0.
2 48' 0.
a'é*' 0.
3" 23' 0.
3 39' 0.
a 53' 0.
1 32' 0.
2 59' 0.
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1 54'
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3 51'
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2,500
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1,075
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2,283
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12
175
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2,900
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24
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12
27
15
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27
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24
30
26
12
2*""
le" '
12
14
26
2,543
2,012
Horqneta (hoy DoloreH)...
1,43,^
Hato-Lemus 6 Union
1,716
IseuBudS.
miis. :::::::;::::;::::;:;:;:::::
Mercadere
Micay.
Mosquera (M. de Pasto)...
Mosqueía iid. Barbacoas)
3,066
2,032
Naranjo (hoyObando)
1,370
espina
1,711
Peñol
1,598
Pereira
'633
— 433 —
Estado del Ctia.
Pescador
Potosí
Pradera (Bolo)
Pupiales
Puracé ,
Quilcasé
Quilicliao (hoy Santander).
Quinchía. ,
Baposo
Bioblanco
Riofrío ó Higueron
Biosucio ó Polonia.
Boldanillo
Bosal
Bosario <5 Castigo
Salado.d Juntas
Salahonda 6 Morro.
Salento (antes Boquía) ....
Samaniego
San Francisco
San José
San Juan de Marmato. . . .
San Lorenzo
San Pablo (municipio de)
San Pablo (M. de Caldas) .
San Pablo (M. de S. Juan).
San Pedro
San Sebastian
San Vicente • . .
Santa Bosa de Cabal
Sapúyes
Segovia
Sierra.
Silvia
Sipí
Supía
Tablón de los Gómez
Tadó
Tambo (M. de Pasto)
Tambo (M. de Popayan) . .
Tangua • • •
Taminango
Tebada
Timbío
Timbiquí
Toribío
Toro
Totor<5
Tuluá
Tiimaco
Tunía
Túquerres....
Turbo
Union
Veinticuatro • • •
Victoria
Latitud
Norte.
4«16*
O 55'
2 23'
2 17'
•2 58'
5
3
4
5
4
1
1
3
2
4
1
1
5
1
1
1
5
4
1
4
4
O
2
2
4
5
1
5
1
2
1
3
2
2
2
4
2
4
1
2
1
7
1
1
4
15'
38'
11'
19'
23'
52'
34'
45'
4'
40'
17'
38'
23'
45'
10'
38'
10'
1'
50'
9'
53'
59'
36'
5'
56'
23'
23'
11'
23'
26'
32'
31'
22'
41'
53'
35'
31'
4'
49'
39'
2'
59'
33'
39'
29»
Longiti^d.
2* 6' O
3
2
2
2
2
3
2
1
4
2
8
2
4
1
3
4
1
2
3
2
3
2
2
2
1
3
1
2
2
1
2
2
3
2
3
2
2
3
2
2
2
2
4
2
3
2
2
2
1
25' O.
15' O.
32' O.
17' O.
15' O.
51' O.
r o.
42' O.
4' O.
39' O.
21' O.
30' O.
26' O.
30' O.
26' O.
4'
35'
34'
38'
54'
33'
11'
39'
40' O.
36' O.
49' O.
47' O.
50' O.
8' O.
4' O.
34' O.
4' O.
66' O.
28' O.
O.
O.
O.
O.
O.
O.
O.
O.
5' O.
45' O.
31' O.
31'
9' O.
2' O.
12' O.
6' O.
33' O.
21' O,
29' O.
38' O.
54' Oi
54' O.
56' O.
Altura.
Metros.
Tempe-
ratura.
940
24
3,050
120"
2,646
13
1,112
23""
""s
27**"
955
24 **
1,810
19
960
24
1,850
390
18
27
6
27"**
1,800
"Í8
27*
1,560
1,748
1,176
20
1
22
1,689
110
19
1,034
23
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3,027
19*'**
12
2,b2Í
47
14 '"
29
1,220
2,100
96
21
17
27
2,220
16
1,745
18
1,780
24
17 '* /
30
1,800
4
17
27
1,737
989
18
24
1,011
5
24
26
1,785
3,057
17
10
1,636
962
19*"
24
Habi-
tantes.
1,201
2,139
5,433
1,504
1,021
4,429
2,700
1,400
1,005
1,421
5,689
3,324
^,230
907
1,733
562
1,820
2,758
971
2,723
2,811
l,44ü
1,75^
2,478
3,704
2,007
1,667
1,998
3,872
3,005
1,028
6,043
1,938
3,000
2,246
3,035
1,892
4,018
1,646
3,068
2,000
4,478
1,441
2,212
4,302
4,256
2,642
1,984
7,195
4,346
1,454
1,806
— 433 — .
f
Estado del €anea«
Viges
Yotoco....
Yumbo. .
Zarzal...,.
Zelandia.
Latitud
Norte.
30 89'
3 53'
3 31'
4 22'
3 16'
20 ir O.
2 13' O.
2 15' O.
1 57' O.
2 4' O.
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
992
230
978
24
1,005
23
961
24
934
25
Habi-
tantes.
1,106
1,689
1,751
1,807
2,249
CU ABRO estadístico del Territorio del Caquetá, formado por la Comisión
Corográfica en 1852. •
Nombre de los
Corregimientos.
Mocoa.
Sebondoy. í
Nombre
de los pueblos.
Hocoa
Yunguilla....
Üescanse
Posición astronómica.
Latitud
Norte.
Sebondoy. ...
Santiago
Putumayo ...
Solano
r
I
. •• . • ^
i
Putumayo <
Aguarico.. \
Mesaya.
Solano
Yurayaco. ...
Pacayaco. ...
Limón
Itucayaco. ...
San José
San Diego
Uchipayaco .
Montepa
Tapacunti
San Miguel...
Aguarico. ...
Mesaya
Yanacuru....
Tacuneme ..
00 56'
1 15'
1 23'
1 8'
1 10'
1 8'
O 39'
O 47'
O 46'
O 50'
O 40'
O 34' ^
O 36'
O 46'
O 2' S,
O 13' S.
Longitud
delM.deB.
1056' O.
2 4' O.
2 8' O.
2 43' O.
2 48' O.
2 49' O.
O
O
9'
4' S.
38*
1 O'
1 11'
56' O.
ir o.
41' o.
46' O.
30' O.
50' O.
53' O.
56' O.
10' O.
54' O.
2 14' O.
2 24' O.
1 6' E.
O 55' E.
O 50' E.
O
1
1
1
O
1
T
2
1
00
ca p
638
641
901
1,200
1,250
1,000
217
235
281
333
2Ó0
291
312
353
220
200
346
407
200
250
280
<!>
s •
270
27
25
22
22
23
30
30
29
28
30
29
28
28
31
31
30
30
29
29
29
Población
en 1857.
472
120
60
652
837
600
3Ó0
1,737
205
120
100
100
134
659
150
148
40
44
30
263
210
412
473
400
200
200
800
Total 4,733
En los pueblos de Venezuela ** 2,000
Total general f 6,737
* La parte snperior de los ríos Caquetá y Putumayo está dividida en Corregimientos, los
cuales están á cargo de empleados que cuidan de las pequeñas poblaciones indígenas.
** Los pueblos que tiene hoy Venezuela robre el Rionegro ó Guainia, el Atabapo y el
Casiquiare y que deben pertenecer á este territorio son los siguientes : San Femando de Ata-
bapo, Santa Bárbara, Santa Cruz, Tiriquin, San Miguel, Maroa, Pimicliin, Yavita y Baltasar,
cuya población es de 2,000 habitantes. En todos estos pueblos y en los otros de los Corregi-
mientos del Caquetá se cultiva maiz, yuca, plátano, caiüa, arroz, un poco de tabaco en Des-
canse y Aguarico, y papas en Sebondoy.
S Según el censo de 1870 los pueblos que se pasa a indicar tenian en aquel afio la población
siguiente: Aguarico 584, Alto Caquetá 427, Bajo Caquetá 602, Mocoa 044, Putumayo 618, Se-
bondoy 2,237 y Mesaya 792.
28
i
— áU —
El Estado del Canea se extiende desde 5» 20* de latitud Sur hasta 8° 54*^
latitud Norte, y desde ^o de longitud oriental hasta 4o 50' de longitud occi-
dental del meridiano de Bogotá.
El Estado del Cauca tenia 435,078 habitantes en 1870, fuera de los aborí-
genes del Darien, de los de las costas del Pacífico y de los del Caquetá, los
cuales se calculan en más de 30,000 individuos.
ICstado de Caadinamarca«
, Bogotá
Anapoima
'Anolaima
Beltran
Bituima
Bojacá
ji£osa.
Cajicá ^
-^Ca'lamoíma (hoy La Paz)...
Oaparrapí » ,*...
Caqueza
Carupa. (hoy Carmen)
■— Cipacon, ,
Cogua
Colegio. .*
Cota'
Cuounübá
Chaguan í
Chia...:
Chipaque
Ohoachí
Chocontá
-rE n gat i v á
Facatativá
Eomeque
-►Pontibon;
Fosca. %
Punza
Fúquene
Fusagasugá
Gaohalá
Gachancipá
Grachetá . . . »,
Girardot.^
Guaduas
Guaehetá
Guasca
Guataquí;
Guatavita
Guayabal 6 Sí quima
--Hato
— Hatoviejo
Jerusá-len (Casas- Viejas) . . .
Junin (Chipazaque)...
I/a Calera
La Mesa
La Palma
La Peña
La Vega
Latitud
Norte.
40 35'
4
4
4
4
4
4
4
5
5
4
5
4
4
4
4
5
4
4
4
4
5
4
4
4
4
4
4
5
4
4
4
4
4
5
5
4
4
4
4
4
5
4
4
4
4
5
5
4
32'
44'
46'
51'
41'
35'
53'
12'
16'
25'
14'
44'
38'
33'
47'
13'
56'
50'
26'
32'
8'
41'
45'
30'
38'
20'
39'
21'
21'
44'
56'
47'
16'
1'
18'
49'
28'
51'
49'
18'
12'
30'
44'
42'
36'
9'
4'
55'
Longitud.
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
00
2,644
150
23' 0.
678
27
23' 0.
1,416
22
45' 0.
231
29
30' 0.
1,194
24
14' 0.
2,620
13
5' 0.
2,580
13
2,600
13
33' 0.
400
27
26'
1,310
21
7' e:
1,762
20
2,968
12
17' 0.
2,645
13
2' E.
2,670
14
18' 0.
1,210
21
3' 0.
2,622
13
6' E.
2,595
15
34' 0.
1,200
24
2,610
13
2', E.
2,408
16
9' E.
1,883
20
15' E.
2,660
14
4' 0.
2,570
13
15' 0.
2,630
13
11' E.
1,970
19
3' 0.
2,576
13
9' E.
2,113
18
7' 0.
2,578
13
4' E.
2,425
16
15' 0.
1,772
20
35' E.
1,749
21
8' E.
2,624
13
22' E.
1,719
20
45' 0.
330
28
33' 0.
1,026
24
9' E.
2,703
14 ^
9' E.
2,653
13
42' 0.
235
29
11' E.
2,596
13
24' 0.
1,866
19
19' 0.
18' E.
2,668
14
37'
324
21' E.
1,820
20
6' E.
2,853
14
20' 0.
1,281
23
20' 0.
1,447
20
18' 0.
1,240
21
15' 0.
1,164
24
Habi-
tantes.
40,883
2,726
8,970
3,345
3,35a
2,875
1,396
3,160
2,728
6,880
6,710
3,316
1,774
3,950
3,239
1^737
5,078
1,705
4,468
5,352
4,732
8,509
586
6,282
7,001
1,929
2,600
2,850
1,605
7,027
1,898
1,965
6,709
1,817
8,527
5,495
4,407
1,281
5,614
3,447
5,109
2,066
7,270
2,458
8,023
8,138
3¿07O
435
Estado de Cnndinamarca.
Lenguazaque
Macheta
Madrid (Serrezuela)
Manta
Mosqaera(Ouatro-esquínas)
NaYiño .'
Nemocon
Nilo ^...
Nimaima
Nocaima
Pacho
Paime
Pandi
Pasca
*• Pavón
Peñón
** Puerto de Bogotá
Pulí...,
Quebrada- negra
Quetame
Quipile
Eicaurte
San Antonio
San Francisco
San Juan de Hioseco
Sasaima
Sesquilé
Simijaca
Soacha^
Sop6
Suba
Subachoqne ,
Suesca
Susa
Sutatausa
Tabio
Tausa
Tena
Tenjo
Tibacuy
Tibiritii
Toctiima
Tocancipá ,
Topaipí
Ubalá
Ubaque
Ubaté
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Vianí (5 Virginia.
-'Villeta
-'Viotá
Latitud
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50 15'
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13'
19'
58'
7'
13'
39'
3'
23'
46'
1(5'
35'
55'
50'
53'
58'
26'
34'
50'
43'
52'
2'
24'
12'
50'
8'
37'
48'
22'
3'
26'
54'
9'
46'
30'
16'
24'
40'
28'
9'
• • •
52'
56'
27'
Longitud.
00 9' E.
O 17' E.
O 11' O.
O 21' E.
Ó 9' O.
O 43' O.
O 6' E.
O 30' O.
O 18' O.
O 19' O.
O 5' O.
O 13' O.
O 21' O.
O 11' O.
O 41' O.
O 11' O.
O 37' O.
O 37' O.
O 24' O.
O 13' E.
O 26' O
O 39' O.
O 12' O.
O 12' O.
O 36' O.
O 21' O.
O 11' E.
O 3' E.
7' O.
6' E.
2' O.
Altura.
Metros.
O
O
O
O
6' O.
O
o
o
o
o 11' E.
4' E.
O 3' E.
O 4' O.
O' 2' E.
O 16' O.
O 6' O
O 21' O.
O 24' E
O 29' O.
O 5' E.
O 15' O.
O 33' E.
O 8' E.
4' E.
4' E.
1' E.
1' O.
O 25' O.
O 16' O.
O 32' O.
O 24' O.
O 24' O.
2,603
2,094
2,191
1,870
2,570
298
2,680
400
1,114
1,400
1,851
1,000
997
2,134
228
1,390
215
1,321
1,110
1,532
1,310
333
2,400
1,507
1,245
1,368
2,651
2,593
2,570
2,601
2,615
2,687
2,656
2,567
2,620
2,640
2,793
1,303
2,630
1,890
1,907
431
^,62í)
1,325
1,905
1,784
2,580
2,668
2,692
2,690
1,110
1,300
1,300
839
1,300
Tempe-
ratura.
130
18
13
20
13
29
14
27
23
23
20
22
25
18
27
20
28
20
24
21
20
28
15
20
24
23
14
13
13
13
13
13
14
13
14
14
14
20
14
19
20
27
13
22
19
20
15
14
14
14
24
22
20
26
21
flabi-
tantes.
3,611
7,661
6,049
1,647
2,445
4,111
2,155
1,035
1,853
6,015
1,502
2,183
885
2,147
801
2,756
2,986
3,017
3,636
1,929
1,966
4,367
3,434
5,819
4,208
2,845
3,074
1,406
4,543
3,443
3,709
3,313
3,002
2,318
4,195
4,539
4,337
6,021
v,314
1,395
2,001
3,445
7,256
2,837
1,306
1,774
6,883
2,350
2,445
5,934
1,284
\^
-.436 —
Estado de Cnadlnamarea*
Ya(;í)pí.. .,
Zlpaquirá.
TBKSITOBIO DB SAN MARTIN.
Arama
Cabuyaro
Cumaral
Jiramena
Medina
San Martin
Upía
Villa vicencio
latitud.
Norte.
50 13'
4 56'
3
4
4
3
4
3
4
4
.25'
23'
22'
51'
32'
43'
35'
15'
longitudi.
Altara.
Tempe-
Metros.
ratura.
00 18' 0.
1,530
200
1' E.
2,650
14
25' E.
380
22
1 28' E.
lüS
27
40' E.
400
20
45' E.
219
25
48' E.
506
20
21' E.
405
25
1 7' E.
300
25
30' E
839
20
Habí-
tantes.
3,79^
«,313
112
202
178
252
1,796
717
300
625
El Estado de Cundinamaeca se extiende desde 2o 10' hasta 6<^ 20' de lati-
tud Norte, y desde 6° 33' de longitud oriental hasta oo 43' de longitud
occidental del meridiano de Eogotá..
Oundinamarca en 1870 tenia 409,602 habitantes civilizados .y cerca de
25,000 salvajes.
Estado del Magdalcon. *
Santamarta
Aguachica
Angeles
Badillo (Valle Dupar)
Badillo (del rio Magdalena)
Banco
Barrancas
Becerril ó Porvenir»
Belén 6 Guataca
Bonda ^
Bongo
Caimán ,
Camarones ,
Candelaria ,
Cerro de San Antonio
Chimichagua ,
Chengue ,
Chorrera
Ciénaga .> ,
Corredor (Loma de) ,
Cotopris^.
DibuUa
Diegopata
El Paso,
Fonseca
Fun daci on
Longitud.
29' E.
O
O
O .35' E.
O 57' E.
O 16' E.
10' E.
1 23' E.
O 50' E.
O 12' E.
O 6' E.
O 8' O.
25' O.
1 10' E.
O 18' O.
O 31' O.
O 17' E.
28' O.
1 6' E.
O 8' O.
23' E.
1 20' E.
O 55' E.
O 52' E.
25' E.
1 10' E.
O 6' E.
I
Altura.
Tempe-
Metros.
ratui-a.
30O
165
26
151
27
122
30
60
?
45
31
125
' 30
?
?
45
31
20
29
?
5
?
29
?
5
31
45
31
5
31
132
30
30
55
30
130
31 '
31
120
29
53
31
130
31
20
30
Habi-
tantes.
¿>72
926
161
1,098
?
1,965
2,304-
?
?
200
?
2,843
?
4,200
4,598
•
?
7,127
p
?
?
?
1,041
2,488
?
* Muchos de los datos de este cuadro los debemos á la buena volunt,ad del sefior ]l^. A. A
Sinions, autor de un mapa de la Sierra Nevada de Santamarta.
t
— 437 —
Estado del üagdalena.
Latitud
Norte.
»
Longitud.
Altura.
Metros.
Tempe-
ratura.
Habi-
tintes.
Gaira
lio
8
10
10
9
10
10
11
9
10
10
11
10
10
10
9
11
10
10
10
10
9
9
10
9
10
10
8
?
10
10
8
10
11
10
9
8
9
9
10
9
9
8
10
10
11
8
8
9
11
10
10
10
13'
8'
23'
36'
r
52'
6'
1'
24'
13'
19'
15'
35'
35'
23'
10'
12'
50'
34'
13'
26'
17'
27'
25'
47'
52'
59'
14'
1'
42'
3'
57'
33'
29'
1'
30'
14'
17'
41'
20'
45'
27'
47'
41'
16'
41'
58'
55'
7'
12'
30'
11'
oo 1' 0.
42' E.
54' E.
Ó 25' 0.
3' 0.
1 24' E.
28' 0.
3' 0.
49' E
62' E.
25' 0.
3' E.
17' E.
1 9' E.
23' 0.
6' 0.
1 16' E.
1 27' E.
50' E.
33' 0.
29' 0.
14' 0.
26' E.
18' 0.
25' 0.
1 26' E.
2' 0.
25' E.
?
25' 0.
29' 0.
42' E.
120
25
135
9
?
1*20
5
215
5
25
?
130
220
6
""'23
20
15
16
135
50
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12
• 20
46
50
23
23
140
22
17
50
200
60
45
15
150
120
215
90
290 '
? •
31
?
31
31
■ 31
31
'?
29
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27 *
?
31
?
31
31
31
31
31
31
30
31
31
30
30
?
31
30
?
30
31
31
31
30
31
31
29
31
31
30
31
29
31
30
31
31
29
29
26
31
707
González * !
?
Guacoche
200
Guáimaro
?
Guamal
Guayacanal
3,595
150
Heredia
?
Isla del Kosario
?
Ja&rua :
?
lia Paz
9
Malabrisro
?
Maniatoco
?
MefJ ialima.
1,137
Molino ••.
P
Moya
Murillo
?
P
Palmar de María
?
Papayal
300
Patillal
\ 400
Pedraza ,...
?
Peñón
2,377
?
Pijinio
Pinto
?
Piviiav ,
2,800
Plato
1,943
150
Pozo JdLondo
Pueblovieio
1,691
1,362
Puerto Nacional
Punta de Piedra
2,617
Eeal del Obispo
^Remolino
?
2,383
3,323
200
EiodeOro**
Riofrio ,
Hiohacba
1 20' E.
28' 0.
25' E.
28' E.
18' 0.
18' 0.
1 3' E.
19' 0.
25' 0.
27' E.
27' O,
1 10' E.
1' E.
25' E.
5' E.
28' 0.
1 17' E.
50' E.
1 3' E.
37' E.
3,054
1,201
Salamina ó Sitioviejo
Salva
San Bernardo
?
San Zenon
390
San Fernando
1,797
San Juan de Cesar
3,266
1 881
Santa Ana
Santacruz
?
Simaña
1,208
2,783
p
Sitionuevo
Tablazo.
Taeransfa
?
Tamalameque
1,110
300
Tamal amequito
Tenerife
1,733
1,135
?
Tomarazon (Treinta)
Tupes
XJrumita
?
Valencia de Jesús
1,62o
* Antigaamente Loma de Indígenas. Está fuera del límite natural del Estado y figura en
la caita de Santander.
** Está en el mismo caso que Loma de Indígenas.
j
—438 —
Kstado del Magdaleiiu
Valle Dupar.
Venado
VillanueTa
TERRITORIO
DE LA NEVADA T MOTILONES.
Atánques.
Espíritu Santo
Jobo
Marocaso
Palmira
Rosario
San Antonio
San José
San Miguel (con Taquina).
San Sebastian
Santacruz
Santa Rosa
TERRITORIO
DE LA GOAJIRA.
Calabacito.
Soldado ...
Latitud
Norte.
loo
9
10
10
10
11
10
11
11
11
11
21'
45'
32
10 22'
9 53'
10 2'
10 59'
9 69'
10 41'
58'
35'
1'
28'
2'
3'
5'
Longitud.
oo
O
1
O
o
o
o
o
o
o
o
o
o
o
o
1
1
61' E.
24' E.
4' E.
43' E.
53' E.
56' E.
57' E.
66' E
51' E.
45' E.
40* E.
39' E.
29' E.
42' E
45' E.
33' E.
27' E.
Altura.
Metros.
Temi)e-
ratura.
122
60
210
3lo
31
26
800
?
24
600
24
600
1,060
1,370
1,670
2,000
1,160
1,060
f
24
23
21
20
18
22
23
100?
31?
Habi-
tantes.
4,952
?
2,22d
♦ 618
t 1,050
490
490
314^
100
530
720
200
100
í
Se extiende el Estado del Magdalena desde 7° 34' hasta 12© 25' de latitud
Norte, y desde 3o 6' de longitud oriental hasta 0° 42' de longitud occidental
del meridiano de Bogotá.
El Magdalena en 1870 tenia 86,255 habitantes.
Estado de Panaqiá.
Panamá
Aguadulce
Alanje
Antón
Arrayan
Atalaya
Belén
Bocas del Toro
Boquerón
Buenavista
Longitud.
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
50 17' 0.
270
6 10' 0.
18
27
8 19' 0.
38
27
5 59' 0.
38
26
5 26' 0.
118
26
6 27' 0.
100
26
6 29' 0.
27
8 2' 0.
27
8 21' 0.
60
26
8 21' 0.
Habi-
tantes.
18,378
3,704
4,982
2,792
1,319
1,748
1,000
1,145
2,505
402
* Véase la nota segunda de la página 359.
i- En esta cantidad están comprendidas las tres secciones que componen el Corregimiento*
á saber, Espíritu Santo, Jobo y Palmira.
t Soldado en 1851 teaia 210 habitantes. Hoy está arruinado.
/
— 4S9 —
Estado de Panamá.
Bngabo
Calobre.
Gañaza
Gapira
Colon
Cruces
Ohágres
Chame
Chapigana
Chepo
Chorrera
David
Dolega
Donoso
G-atun
Gorgona ,
Gualaca
Las Tablas
lios Pozos
Ijos Santos ;
Macaraca
Mesa (La)
Mina (La) /
Mineral
Montijo
Nata'
Ocú
Ola
Pacora
Palenque ;.
Palmas
Parita
Pedasí
Penonomé
Pesé
Pintada
Pocrí
Ponuga ■
Portobelo.-.i
Bemedios
Bio de Jesús ,
Saboga
San Carlos ,
San Félix
San Francisco ,
Sanl/orenzo... ,
San Miguel.......
Ban Pablo ,
Santa Isabel ,
Santa María ,
Santiago de Veraguas....,
Soná
Taboga
Teló
Yaviza ,
Latitud
Norte.
8o 30'
8 19*
8
8
9
9
9
8
8
9
8
9
9
8
7
7
7
8
7
8
7
8
7
9
8
7
7
8
7
8
7
7
9
8
8
8
8
8
7
14'
44*
22'
9'
19'
34'
18'
10'
52'
8 27'
8 34'
15'
8'
35'
44'
55'
40'
6'
43'
47'
56'
21'
50'
8 26'
9 4'
34'
4'
57'
35^
30'
53'
28'
42'
48'
33'
8 16'
7 56'
8 87'
8 27'
8 19'
8 11'
21'
27'
27'
5'
1'
56'
8 47'
8 18'
8 10'
Longitud.
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
80 24' 0.
6 25' 0.
150
260
6 43' 0:
130
26
5 35' 0.
107
26
5 39' 0.
27
5 25' 0.
78
26
5 45' 0.
27
6 38' 0.
27
26
3 46' 0.
26
4 51' 0.
60
27
5 30' 0.
59
26
8 12' 0.
35
27
8 12' 0.
120
26
5 40' 0.
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26 *
5 28' 0.
76
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35
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27
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6 8' 0.
6 14' 0.
75
26
6 40' 0.
193
26
6 22' 0.
. 334
25
6 37' 0.
240
26
6 35' 0.
75
26
6 10' 0.
27
27
6 25' 0.
108
26
6 17' 0.
90
26
5 1' 0.
50
27
6 8' O.
27
6 58' 0.
267
25
6 14' 0.
75
26
5 49' 0.
18
27
6 4'
84
26
6 18' 0.
76
26
6 10' 0.
95
?6
6 55 O.
15
27
6 41' 0.
. 84
26
5 22' 0.
27
7 33' 0.
65
26
6 42' 0.
28
27
4 49' 0.
27
5 42' 0.
18
27
7 39' 0.
80
26
6 28' 0.
67
26
7 53' 0.
43
27
4 42' O.
27
8 17' 0.
40
"'30
27
27 '
6 18' 0.
6 31' 0.
125
26
6 63' 0.
20
27
5 18' 0.
27
7 17' 0.
292
25
3 84' 0.
10
26
Habi-
tantes.
1,728
3,670
3,824
1,501
494
1,320
1,057
3,318
268
3,157
4,834
7,906
3,407
2,913
580
1,964
2,413
5,547
1,838
4,023
4,199
3,561
2,761
282
1,800
5,888
3,221
3,756
1,244
643
2,691
2,215
1,182
12,667
3,318
5,711
3,302
1,213
1,319
1,538
2,027
579
2,034
1,116
3,471
3,972
1,787
1,664
275
2,264
6,258
^,433
1,568
2,884
,1,119
— 440
El Estado de Panamá se extiende desde 70 12' hasta 90 W de latitud
Noite, y desde 2o 53' hasta 9^ 11' de longitud occidental del meridiano de
Bogotá.
Panamá en 1870 tenia 221,052 habitantes.
Estado de Santander.
Socorro
A¿uada
Aratoca
Arboledas
Aspasica »,..
Barichara
Betulia
Boca-Carare
Bochalema
Bolívar ...■;
Brotaré...
Bucaramanga
Buenavista
Cabrera
Oácota ,....
California*
Cáchira
Capitanejo
Carcasí
Carmen **
Cepita ,
Cerrito
Cincelada
Cite
Concepción
Confines
Contratación
Convención
Coromoro '.
Cuenta
Cucutilia
Cuevas
Cünacua (hoy Olival) ..
Curití
Cliaralá
Chima
Chinácota
Cliipatá
Chitagá
Chopo...;
Encino
Enciso
Flores
Florida
Galindo ,
Gámbita
Ouavatá
Guaca
Latitud.
Norte.
60 16'
6
7
8
6
7
5
8
6
7
6
7
8
6
6
6
5
6
6
29'
27'
4'
24'
6 40'
6 49'
26'
21'
10'
50'
57'
22'
8'
6 18'
6 30'
16'
32'
39'
V
52'
35'
9'
8
6
7
7
5
6
6
6
6
7
5
6
7
6
6
6
6 4'
5* '50'
5 51'
6 44'
12'
7'
38'
21'
57'
23'
7'
9'
23'
4'
56'
15'
2y
Longitud.
00 28' E.
0*24'"e.
1 8' E.
O 55' E.
O 30' E.
O 27' E.
2' E.
1 19' E.
O 2' E.
.0 39' E.
O 37' E.
O 42' E.
28' E.
1 13' E.
1 O' E
1 8' E
O 37' E.
O 43' E.
5' E.
38' E.
11' E.
2' E.
O 29' E.
O 43'"e.
O 41' E
29' E.
8' E.
2' E.
25' E.
38' E.
35' E.
1
1
O
O
O
O
o 22' E.
22' E.
11' E.
10' E.
16' E.
41' E.
1 2' E.
1' E.
39' E.
O
O
O 24' E.
O 8' E.
O 54' E.
Altara.
Metros.
1,255
1,744
1,805
912
1,597
1,319
1,849
124
1,024
1,960
1,438
925
1,617
980
1,172
2,780
718
600
2,479
1,500
1,500
1,958
863
973
1.568
331
1,353
1,459
1,160
1,443
986
1,925
2,085
2,338
1,709
2,010
1,588
1,038
873
1,874
2,100
2,560
Tempe-
ratura.
230
21
20
21
21
22
20
30
22
20
21
22
20
23
17
24
14
24
24
16
21
22
19
24
24
21
25
23
21
22
21
22
20
20
17
20
20
22
23
22
20'
19
15
Habi-
tantes.
16,048
2,986
5,172
2,158
2,321
8,856
.2,993
273
2,348
5,226
692
11,255
1,247
4,447
1,432
1,341
1,139
2,234
4,337
3,264
1,841
2,142
4,602
2,834
4,319
2,453
611
2,765
9,226
3,400
1,634
2,234
4,179
8,026
3,507
4,205
6,615
' 1,634
2,185
1,594
3,947
106
3,216
3,011
3,038
5,566
4,551
* Aldea compuesta de Baja y Vetas.
«* Este pueblo figura por equivocación en •! mapa del Magdalena,
r-441 —
Estado de Santander.
Guadalupe
Guane
Guapotá
Güepsa
Hato
Jesús María
Jirón ,
Labateca
La Cruz
La Paz
Limoncito
Los Santos
Macara vita
Málaga
Matanza
Mogotes
Molagavita.
Mutiscua
Ocamonte
Ocaña
Oiba
Onzaga
Palma ,
Palmar
Palmas ,
Pamplona
Páramo ,
Petaquero
Piedecuesta
Pinchóte
Pueblonuevo
Puente nacional
Biachuelo
Rionegro
Bobada
Eosario de Cúcuta
Salazar de las Palmas
San Andrés
San Antonio
San Benito
San Calixto
San Cayetano ,,
San. Faustino
San Gil
San José de Cúcuta...,
San Miguel
San Pedro
San Vicente
Santiago...
Servitá
SUofl ....
Simacota
Suaita
Suratá..-
Teorama ,
Latitud
Norte.
eo 2*
6 26'
7
7
6
8
5
8
7
7
6
7
6
7
6
7
7*
54'
20'
46'
47'
r
52'
4'
54'
33'
21'
31'
40'
16'
32'
7'
9'
6
5
6
6
6
7
7
6
7
6
6
6
7
6
6
7
6
8
6
6
8
6
6
7
6
6
6
6
8
5 46'
6 8'
6 58'
6 24'
5'
7'
6'
20'
13'
12'
15'
14'
43'
Í4'
34'
33'
39'
8'
59'
11'
38'
51'
20'
38'
26'
40'
6 40'
7 37'
38'
4'
6 14'
5 58'
7
8
7'
10*
Longitud.
O
O
O
O
O
1
1
O
1
1
O
O
1
o
0O20' E.
29' E.
25' B.
13' E.
24» B.
3' E.
35' E.
24' B.
48' E.
10' E.
22' E.
35' E.
4' E
E
O 42' E.
O 42' E.
54' E.
6' E.
35' E
O 43? E.
O 26' E.
50' E
56' E.
O 26' E.
O 27' E.
13' E.
32' E
O 49' E.
O 40* E.
O 33' E.
O 41' E.
O"» 9'-E.
O 38' E.
36' E.
26' E.
31' E
10' E.
52' E.
40' E.
14' E.
51' E.
21' E.
32' E.
35' E.
28' E.
6' E.
56' E.
20' E.
15' E.
5' E.
6' E.
25' E.
19' E.
43' E.
46' E.
O
O
1
1
O
O
o
o
1
1
o
1
1
o
o
1
1
1
o
o
o
o
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
1,640
210
1,008
22
1,000
22
1,511
22
1,300
22
1,927
20
563
24
1,496
22
1,405
21
1,896
20
129
27
1,294
20
2,765
14
2,212
17
1,605
20
1,705
21
2,151
18
2,010
18
1,400
21
1,165
22
1,395
20
1,999
20
9T2
24
875
24
1,100
22
2,303
17
1,353
22
1,980
20
1,009
22
1,238
22
1,611
20
1,608
21
1,510
21
967
22
967
22
348
25
852
22
2,074
18
1,451
21
1,428
22
'200
25"
150
27
1,099
22
294
26
2,680
15
500
24"
542
24
3,530
16
2,588
15
1,004
22
1,730
21
1,710
21
1,053
25
Habi-
tantei.
4,111
8,597
3,018
2,189
2,546
14,548
9,955
4,604
3:467
3,477
368
2,428
3,265
5,805
3,714
7,046
4,872
1,682
2,605
6,104
5,521
8,963
1,400
2,243
2,427
8,261
3,464
2,499
9,015
2,559
286
11,956
2,101
3,894
6,007
4,497
6,019
9,997
596
3,168
1,773
1,805
800
10,038
9,226
3,736
639
88
1,507
853
2,465
6,436
8,017
. 2,012
1,729
.M
— éé2 —
Estado de Santander.
Tequia ,
Toledo.
Tona
Umpalá
Valle de Jesús
Vélez
Zapatoca
Latitud.
Norte,
60
30*
7
r
6
59'
i
• • • •
• •
6 14'
5 54'
6 35'
Longitud.
10
E.
1
26'
E-
• • •
46'
• • •
E.
O
o
o
35' E.
8' E.
27' E.
Altura.
Metros.
Tempe-
ratura.
2,250
1,62«
2,280
1,200
2,190
1,722
« 170
21
18
20"
20
21
Habi-
tantes.
4,008
1.Ó08
1,281
2,080
4,468
11,267
^,016
El Estado de Santander se halla situado entre 5^ '39' y 8° 53' de latitud
Norte, y entre 0° 25' de longitud occidental y 1° 58' de longitud oriental del
meridiano de Bogotá.
Santander en 1870 tenia 425,427 habitantes.
Estado del Tollina.
Neiva
Adrado
Alpe '.
Alpujarra
Altamira
Ambalema
Ataco
Buenavista
Caguán
Caldas
Campoalegre
Carmen
Carnicerías
Ceja ,.
Coello
Colombia .' ,...
Coyaima
Cunday
Chaparral
Dolores
Elias d Naranjal
Espinal
Portalecillas 6 S. Antonio.
Fresno
Garzón
Guadalupe
Guagua
Guamo
Guarumo
Guayabal
Hato ó San Antonio
Hobo
Honda
Ibagué
íquira
Jagua
Jigante
La Plata
Latitud
Norte.
30 6'
2 32'
3
3
2
4
3
5
3
2
4
2
2
4
3
3
4
3
3
2
4
3
5
2
2
3
4
5
5
2
2
5
4
2
2
2
2
22'
33'
22'
45'
43'
43'
4'
57'
9'
46'
8'
16'
36'
54'
5'
51'
40'
21'
10'
12'
12'
80'
20'
8'
2'
34'
1'
25'
52'
ir
27'
56'
28'
40'
35'
Longitud.
Altura.
Tempe-
Metros.
ratura.
10 0.
468
270
1 22' 0.
807
26
1 3' 0.
370
29
49' 0.
935
25
1 24' 0.
1,092
24
46' 0.
230
29
1 13' 0.
466
27
28' 0.
166
27
58' 0.
502
"558
27
27*"
1 0.
39' 0.
371
27
1 24' 0.
890
25
1 28' 0.
1,348
23
48' 0.
332
28
38' 0.
1,610
21
1 2' 0.
387
28
35' 0.
475
27
1 16' 0.
837
25
49' 0.
1,536
21
1 29' 0.
1,529
21
46' 0.
339
28
51' 0.
1,055
24
52' 0.
1 15' 0.
858
26
1 20' 0.
1,000
25
1 8' 0.
596
27
50' 0.
342
28
28' 0.
178
27
49' 0.
282
29
1 27' 0.
896
25
1 8' 0.
632
27
39' 0.
210
29
1 5' 0.
1,299
20
1 19' 0.
1,193
24
1 17' 0.
616
27
1 12' 0.
819
26
1 30' 0.
1,007
24
Habi-
tantes.
8,332
3,336
4,884
2,172
1,027
6,039
1,308
1,541
2,551
5,133
2,170
2,8i>3
4,474
3,070
5,445
2,436
7,266
3,771
1,351
8,625
1,166
1,323
3,934
1,720
3,391
9,193
6,915
4,243
1,465
3,718
10,346
2,068
813
5,427
3,025
44:3 —
Estado dol Tollma.
Lérida
Líbano
Manzanares
Mariquita
Melgar
Méndez
Miraflores T
Naranjal
Nátaga
Katagaima
Órganos
Ortega
Paicol
Payandé 6 Caéllar
Piedras ,
Pital
Pitalito
Prado
Purificación
Betiro
San Agustin...
San Luis
Santa Ana
Santa Librada 6 Suaza. . .
Santa Eosa
Santo Domingo
Timaná
Union
Valle de San Joan...
Venadillo .'
Victoria
Vülavieja
Taguara
■-
Latitud
Norte.
4052
r.o>
6
4
6
4
ir
11'
1*
14'
2
3
3
4
2
4
4
2
2
3
3
3
2
4
5
2
4
48'
42'
20'
2'
42'
15'
29'
32'
10'
50'
55'
1'
4'
7'
7'
18'
4'
2
3
4
4
5
3
2
16'
17'
11'
41'
18'
21'
56'
Longitud.
00 51' O.
1
O
1
1
1
O
O
1
1
O
o
1
1
o
o 49' O.
O 34' Ó.
43' O.
1 5' O
30' O.
59' O.
15' O.
4' O.
25' O.
56' O.
49' O.
24' O.
38' O.
49' O.
49' O.
16' O.
50' O.
57' O.
51' O.
1 24* O.
O 45' O.
1 82' O.
O 58' O
O 59' O.
O 50' O.
45' O.
1 2' O.
1 13' O.
Altura.
Metros.
Tempe-
ratura.
675
270
'*547
27"
400
27
220
29
800
27
1,000
580
25'"*
27
950
25
457
28
820
26
715
26
340
29
1,000
1,354
25
23
359
28
369
28
985
25
1,634
512
21
27
995
25
966
25
343
28
1*,*()86
610 •
24"
27
610
26
300
29
675
26
365
29
609
27
Habi-
tantes.
5,679.
1,382
1,423
2,094
4,497
1,036
1,156
909
6,823
7,655
1,431
994
4,165
3,053
4,807
2,155
8,758
1,852
3,529
2,641
2,951
2,847
866
4,5H
3,072
2,674
4,042
3,804
3,726
El Estado del Tolima se halla situado entre 1© 35* y 5» 44' de latitud
Norte, y entre 0° 12' y 2© 20' de longitud occidental del meridiano de Bogotá.
El Tolima en 1870 tenia 230,891 habitantes.
Nota. — En caso de discordancia entre algunos de los datos
de este cuadro y los que figuran en el texto de la obra, deben
tenerse por más exactos los de este cuadro, el cual ha sido tra-
bajado con todo el cuidado posible.
ji
— 444 —
NOTA rNTEBESAIÍTE
SOBRE EL VIAJE DEL INaBNIEBO FRANCISCO EEQUENA.
"Conforme al artículo 15 del tratado de 1? de Octubre de
1777, celebrado entre España y Portugal, una comisión mixta
de los dos Gobiernos debia fijar los límites sobre el terreno
para deslindar las posesiones de ambas coronas. El comisio-
nado español Francisco Eequena para verificar la demarcación
en lo tocante á las fronteras del Kuevo Eeino de Granada y de
la Capitanía General de Venezuela, se reunió con los comisa-
rios del Portugal y ejecutó con ellos exploraciones sobre, el
Amazonas, y ya x)ara el mes de Setiembre de 1781, habia fijado
un límite y colocado un marco piramidal de demarcación en la
boca del rio Ya varí, que queda frente de Tabatinga. Otro tanto
hicieron en la boca del caño Avatiparana, que es la más occi-
dental de las aguas del Yupura ó Oaquetá. Los comisionados
se, retiraron luego á la ciudad de Egas, situada cerca del Ama-
zonas, á fin de preparar la expedición que debia remontar el
Yupura para determinar hasta dónde debia de ser común á
ambas naciones la navegación de este rio y tomar luego, en
cuanto fuese posible, una línea natural en dirección del ÍTorte
para poner á cubierto los establecimientos portugueses sobre
el Eionegro y la comunicación que tenían éstos entre el Yupura
y el líí'egro.
"Según el diario de Eequena los comisionados reunidos salie-
ron de Egas el 21 de Febrero de 1782, y entrándose por la boca
principal del Yupura, el 2 de Marzo se hallaron enfrente del
lugar en donde se desprende el brazo Avatiparana. De allí
en adelante debia ser pues común á las dos monarquías la
navegación del Yupura hasta el punto que se conviniese. El
7 de Marzo, antes de llegar al pequeño pueblo de San Joaquín
dePerumas, encontraron la boca del cañoPuapuna, que en con-
cepto de los prácticos comunicaba con el Eionegro 5 pero ni
siquiera se pensó en registrarlo. El 16 de Marzo vieron hacia
la proa y en lontananza un cerro del pequeño raudal de Mirí,
cerro que tuvieron en los dias siguientes siempre enfrente. El
21 se hallaban en la boca del rio Apopóris, que viene del Norte.
ívii "í^l comisionado español Eequena sostuvo que hasta allí no
más podía navegarse el Yupura, y que se debía explorar ese
rio y sus afluentes para ver cuál era más cómodo para la de-
marcación hacia el Norte, á fin de poner á cubierto los estable-
cimientos portugueses sobre el Eionegro. La comÍBion portu-
guesa. inst6 para que se explorase ' el Yupura hasta el salto
grande, y se entrase después a examinar el rio de los Engaños.
Eequena sostuvo que seria nulo lo que se hiciese en el rio de
los Engaños ^i en el Apopóris no se ejecutaba igual examen, y
fueron otorgados los correspondientes instrumentos sobre esta
resolución.
— 445 —
"El 25 del mismo mes de Marzo siguieron las dos expedicio-
nes Yupura arriba, y el 26 llegaron al pié del cerro que habían
divisado desde el 16, el cual está enfrente del raudal de Mirí,
que se pasó. El 28 hallaron el raudal grande de Cupatí,' en
don^e gastaron 13 dias en pasar todas las embarcaciones de
tropa y los víveres. El 10 de Abril siguieron navegando ^1 Yu-
pura, y el 12 estuvieron en el nnevo pueblo de Tabocas. Al
otro dia siguieron y encontraron el 20 unos ranchos de indios
omaguas ó guaques. El 27 á medio dia llegaron á la boca del
rio de los Eu ganos distante pocas leguas del randal ó salto,
término en donde la comisión debia dejar el reconocimiento del
Yupura, según la escritura de convenio.
"Apenas estuvieron el 29, á causa de la fuerza déla corrien-
te, al pié del gran salto que los indios llaman Huhiyá. Eequena
dice que ^ aquel paso no es sino un estrecho j)ongo por donde
l>asa el rio con mucha velocidad por un plano bastante inclina-
do, con rocas y peñascos, del ancho de 50 varas y de 2 leguas
de largo y con murallas naturales de 100 varas de altura ; que
á las 6 leguas de distancia hay otro casi igual, y después el rio
es manso.'
" El 30 de Abril entraron en el rio de los Engaños, bajando
en dos horas por el Yupura el trecho que habían gastado dos
dias en subir. El 1? de Mayo navegaban en el rio de los Enga-
ños y el 8 tropezaron con una cascada, que es un paso esta^-
cho de 3 leguas do largo y de un ancho bastante desigual, de
25 á 50 varas, en donde las aguas tieneil mucha velocidad.
El 19 de Mayo les dijeron los indios que el rio de los Engaños
«e llamaba Yarí. El 21 se hallaban en la boca del rio Mesav,
que tiene más corriente que el de los Engaños. Se dejó éste y
se navegó en aquél. Pasaron el 24 tres pequeños raudales. El
26 dejaron en la parte del Forte el rio Yaviyá, que mandaron
explorar por una partida, y el 2S se hallaron en la boca del
rio Cuñaré, que entra en el Mesay por el Norte. El 29 continuó
la exploración por el Cuñaré y eu la tarde encontraron la boca
•de otro rio que viene de la derecha, llamado Amu. El 30 si-
guieron por el Cuñaré. El 31 tenia el rio mucha corriente. (Este
mismo en verano forma raudales que no se pueden pasar). A las
dos de la tarde se hallaron en un salto ó cascada en donde,
cortado el rio por un brazo de piedra en toda su anchura, les
impidió el paso.
" El 6 de Junio se emprendió la retirada hacia el Yupura:
el 8 estaban en el rio de los Engaños y el 13 tomaban por el
Yupura abajo.- El 7 de Junio estaban frente de la boca del rio
Miritiparaua, desde el cual, en un día, se va hasta el Ax)opóris.
" El 22 empezaron á navegar este rio, rumbo al Korte, y el
23 dejaron el rio Tarairaparana, que viene de la derecha, con
ánimo de examinarlo después. Por la ta;rde encontraron la
laguna Motusuari, que les pareció ser un derrame del Apopó-
ris^ se mandó explorar, y se creyó que era un rio que venia del
liTorte. Navegaron dos dias más y llegaron á una ranchería
— 446 —
de los indios curatus. Fué entonces cuando las enfermedades
no solo de los astrónomos portugueses sino de los soldados é
indios conductores de las embarcaciones, les hicieron renunciar
á toda ulterior exploración y regresaron a Egas sin haber fijado
ninguna línea.
"Eequena volvió á Quito en 1783, después de haber instado
inútilmente para que se mandase hacer una nueva exploración^
y no consiguió que se le diesen los mapas ni se le indicase
cuál era el punto de comunicación entre el Tupura y el Negro
de que se servían los portugueses en 1750." — Codazzi.
ÍÍ^OTA
SOBRE LA PARTE DEL MAPA BE LA AjtóRlCA MERIDIONAL.
PUBLICADO EN 1775 POR EL GEÓGRAFO D. JUAN DE LA
CRUZ CANO Y OLMEDILLA.
*^La parte de este mapa se ha puesto en el mapa del Caquetá
para demostrar que en la época en que se publicó creian los
geógrafos españoles que el Caquetáy el Patumayo se comuni-
caban por un brazo llamado Jaaia, y que el mismo Caquetá
comunicaba más abajo con el Kionegro por medio del rio Pada-
vida, cuyo brazo se creia ser el Orinoco.
"Hay un letrero que dice: ''Eio Caquetás que todos los geó-
grafos tomaron j^or el rio Orinoco^ aunque más abajo se llama
Yuinira!^ Hay también en donde se figura la comunicación del
Caquetá con el Eionegro por el Padavida, la nota siguiente:
' Los i)ortugueses del gran Para lu'etenden haber comunicado
con el Orinoco por el Rionegro, año de 1743 ; pero según el
mapa inédito de los señores Solano, Doz y Guerrero no pudie-
ron llegar á él y mucho menos navegando el Caquetá, sin inter
narse en alguno de los rios Padavida, Pimichin, Temi, Atacavi,
caño de Atabapú ó brazo Casiquiare, lo que no es posible.'^
"Hé ahí, á mi modo de ver, i^uesto en claro por qué los comi-
sarios portugueses se empeñaron en subir el Yupura hasta el
gran salto y luego en internarse en el rio de los Engaños y
sus afluentes, creyendo sin duda que encontrarían la comuni-
cación con el Rionegro. Si hubiese existido ésta, como la pone
el mapa de Olmedilla, entonces habrían tomado el Rionegro
abajo y se habrían apoderado de todo él y de los fuertes de San
Carlos y de San Felipe, haciendo creer que aquella era la comu-
nicación ó el canal de que se servían antes de 1750, y de que se
habla en el tratado de aquel año 5 pero viendo que por la direc-
ción del rio de los Engaños y por los raudales insuperables
de éste, así como por la dirección de los rios Mesay y Cuñaré
y de sus muchos raudales, no era posible hallar ia buscada
comunicación, desistieron entonces y pasaron á reconocer^ el
— 447 —
Apopóris, con el mismo fin de encontrar el brazo de comuni-
cación con el Eionegro. Por la dirección del Apopóris y los
grandes raudales que tenia éste también, quedaron persuadi-
dos sin duda de la no existencia de la tal comunicación. Las
enfermedades de que fueron atacados en esta última incur-
sión, los hizo volver á Egas, su cuartel general, sin querer ha-
cer nuevas exploraciones.
"En las descripciones del Oaquetáy del Putumayo se hace
ver el error en qué estaban antiguamente respecto de las pre-
tendidas comunicaciones, que aunque ciertamente las habia
eran por ríos que tenian que dejar para tomar caminos de tierra
y llegar á otros ríos, á fin de ir del Caquetá al Putumayo.
"En cuanto á la comunicación del Caquetá ó Yupura con el
EionegTo, podia efectuarse entre el Apopóris y el Taraira y
pasar por un arrastradero al Tequie, que cae al Yaupes, tribu-
tario del Eionegro^ pero muy lejos de sus establecimientos y
cojí un rodeo de más de 200 leguas. La que ellos usaban en-
tonces era por las lagunas de Maraqiü y Cumapí, que comuni-
can el mismo Eionegro por el Yumbassi, via por la cual llega-
ban más pronto á sus establecimientos; pero siempre muy abajo
de las fortalezas españolas de San Felipe y de San Carlos, que
eran al x)arecer las que apetecían. Por esta razón no entrega-
ron á Tabatinga, y la tuvieron como en rehenes hasta tanto
que se hubiese dilucidado la cuestión de la línea quedebia
llegar á los montes que se hallan entre el Orinoco y el Ama-
zonas.
"ComoenÍ750 no llegaban los establecimientos portugueses
á la boca del Cababurí sino solo á la de Eioblanco, según el
mapa del Yirey Abascal, habría sido un absurdo subir el Yu-
pura más de 100 leguas para buscar un canal á Eionegro,
supuesto que lo tenian á la mano y muy fácil, pues por la lagu-
na precitada de Cumapí y por el Yurubassi (y en las crecientes
por la laguna Maraquí) se pasaba en embarcación al mismo
Yurubassi, como lo ha explicado La Condamine en su viaje
por el Amazonas.'^ — Codazzi.
Censo general de la población de la Kueva Granada en 1825.
Provincias. Habitantes. Provincias. Habitantes.
Antioquia 104,253 Panamá 66,119
Bogotá 188,695 Pasto ^ 27,325
Buenaventura ..... 17,684 Popayan 87,519
Cartagena 120,663 Eiohacha 11,925
Casanare 19,080 Santamarta 44,395
Chocó 17,250 Socorro 135,081
Mariquita 51,339 Tunja 189,682
Néiva 47,157 Veragua 33,962
Pamplona 66,126
Total 1.223,598
— 448--
X
La ley de 18 de Abril de 1826 creó la provincia de MompoB
con cantones de las provincias de Santamarta y de Cartagena.
La ley de 26 de Marzo de 1832 creó la provincia de Vélez con
dos cantones de la del Socorro y uno de la de Tunja.
La ley de 18 de Mayo de 1835 creó la provincia del Cauca
con algunos cantones de la de Popayan y varió los límites de
las de Buenaventura y de Pasto. *
Censo general de la población delaKueva Granada en 1835.
PROVINCIA DE ANTiOQUiA. 158,017 habitantes.
Cantones. — Medellin, Antioquia, Marinilla, Nordeste, Rio-
negro y Santa Bosa.
PROVINCIA DE BOGOTÁ. 255,569 habitantes. '
Cantones. — ^Bogotá, ** Cáqueza, Chocontá, Funza, Fusagasu-
gá, Guaduas, La Mesa, San Martin, Tocaima, XJbaté y Zipaquirá.
PROVINCIA DE BUENAVENTURA. 31,920 habitantes.
Cantonas.' — Cali, Iscuandé, Micay, Eaposo y EoldaniUo.
PROVINCIA DE CARTAGENA. 130,324 habitantes.
Cantones. — Cartagena, Barranquilla, Corozal, Chinú, Lo-
rica, Mahates, Sabanalarga, San Andrés y Soledad.
PROVINCIA DE CASANARE. 15,948 habitantes.
Gantones.-Vorej Arauca, Chire, Macuco, Nunchíay Taguana.
PROVINCIA DEL CAUCA. 50,420 habitantes.
Cantones. — Buga, Anserma, Cartago, Palmira, Supla, Toro
y Tuluá.
PROVINCIA DEL CHOCÓ. 21,194 habitantes.
Cantones. — Atrato y San Juan.
PROVINCIA DE MARIQUITA. 79,721 habitantes.!
Cantones. — Honda, Esi)inal, Ibagué, Mariquita y Palma,
PROVINCIA DE MOMPOS. 47,557 habitantes.
Cantones. — Mompos, Magangué, Majagual, Ocana y Simití.
• Gaceta de la Nueva Granada, número 211, de 11 de Octubre de 1835.
»* El censo de 1835 dio & la ciudad de Bogotá 51,038 habitantes. Un
censo que fué levantado en 1807 y quejno fué aprobado oficialmente di<J á la
misma ciudad 22,870 habitantes.
■
— 449 —
PEOVINCIA DE NEIVA. 77,452 habitantes.
Cimtones. — ^Neiva, Guagua, Plata, Purificación y Timaná.
PROVINCIA DE PAMPLONA. 99,610 habitantes.
Cantones. — ^Pamplona, Bucaramang^, Concepción, JiroUi
Málaga^ Piedecuesta, Eosario, Salazar y San José.
PEOVINCIA DE PANAMÁ. 72,665 habitantes.
Cantones. — ^Panamá, Chorrera, Darien, Los Santos, Nata y
Portobelo.
PEOVINOIA DE PASTO. 58,589 habitantes.
Cantones. — ^Pasto, Barbacoas, Tumaco y Túquerres.
PEOVINOIA DE POPAYAN. 47,506 habitantes.
Cantones. — ^Popayan, Almaguer y Caloto.
PROVINCIA DE BiOHACHA. 14,801 habitantes.
/
Cantones. — ^Biohacha y San Juan.
PEOVINOIA DE SANTAMAETA. 46,587 habitantes.
Cantones. — Santamarta, Ciénaga, Chiriguaná, Plato, Tene^
rife y Valle Dupar*
PEOVINOIA DEL socoEEO. 114,513 habitantes.
Cantones. — Socorro, Barichara, Charalá, Oiba, San Gil y
Zapatoca.
PEOVINOIA DE TTTNJA. 238,784 habituantes.
Cantones. — ^Tunja, Cocuy, Garagoa, Leiva, Santa Bosa, Soa-
tá, Sogamoso y Tenza.
PEOVINCIA DE VÉLEZ. 83,418 habitantes.
Ca/ntones. — Vélez, Chiquinquirá y Moniquirá.
PEOVINCIA DE VBEAGUA. 42,514 habitantes.
Cantones. — Santiago y Alanje.
Provincias 20. Cantones 110. Población 1.687,109.
29
*
— 4B0 —
Censo general de la población de la Nueva Granada en
1851.
PEOVINCIAS.
Antioquia
Aziíero
Barbacoas
Bogotá
Buenaventura.,
Cartagena
Casanare
Cauca
Córdova
Cundinamarca. .
^Chiriquí
Chocó
Mariquita
Medellin
Mompos
ífeiva
Ocaña
Pamplona
Panamá. ..r*,,.,
Popayan. •»,,,,
Biohacha ,,,..,
Sabanilla . . A , ,
Santamarta . • . ,
Santander
Socorro
Soto
Tequendama . . .
Tundama
Tunja
Túquerres
YaUedupar.
Yélez
Veraguas
Zipaquirá
TEBRITORIOS.
Caquetá-,
Goajira . .
Gaitones
HaMüntes.
Electora.
3
75,053
68
2
34,643
31
4
26,519
23
6
139,928
128
3
31,150
23
9
116,593
117
5
18,573
27
7
70,748
75
3
90,841
82
3
91,326
82
2
17,279
16
2
43,649
41
5
84,770
76
3
77,491
64
4
30,207
31
6
103,003
86
1
23,450
26
4
62,990
52
8
52,322
48
1
27,620
25
3
77,105
66
2
17,354
15
3
35,357
33
6
36,485
39
3
21,282
21
7
157,085
147
3
54,767
53
3
54,876
48
6
29,605
27
5
141,483
131
2
43,107
35
2
14,032
18
4
24,663
23
1
33,864
30
3
73,032
65
• •
3,676
w •
« •
« • •
• m
UBICACIÓN.
Estado de Antioquia*
E. de Panamá.
E. del Cauca.
E. de Cundinamarca.
E. del Cauca.
E. de Bolívar.
E. de Boyacáw
E. del Cauca.
E. de Antioquia.
E. de Cundinamarca.
E. de Panamá.
E. del Cauca.
E. del Tolima.
E. de Antioquia.
EE. Bolívar y Magdalena.
E. del Tolima.
Santander y Magdalena.
E. de Santander.
E. de Panamáto
E¿ del Cauca»
Id. id. '
E« del Magdaleno^
E. de Bolívar.
E. del Magdalena^
E. de Santander.
Id.
Id.
E. de Cundinamarca*
E. de Boyacá.
Id.
B. del Cauca.
E. del Magdalena.
Boyacá y Santander.
E. de Panamá.
E. de Cundinamarca.
E. del Cauca.
E. del Magdalena.
Los cantones de la provincia de Antioquia eran : Antio-
quia, Santa Eosa y Sopetran.
Los de la provincia de AzuERó : Los Santos y Pavita.
Los de la de Babbacoás: Barbacoas^ Iscuandéy Micay y
Tumaco,
Los de la de BoaOTÁ : Bogotá^ Cáqueza^ Facatativá^ Funísay
Chiaduas y San Martin,
Los de la de Buenaventura : Galij Raposo y Boldanillo.
Los de la de Cartagena : Cartagena^ Carmen^ Ciénaga de
OrOy Corozaly Ghinúj Lorica^ Máhates^ San Andrés y Sincelejo..
Los de la de Casanare : Pore, Arauca^ Chire^ Kunchia y
Taguana.
Los de la del Cauca : Buga^ Ansermas^ CartagOj Palmira^
Supia, Toro y Tuina.
Los de la de Córdova : Rionegro. Marinilla y Salamina.
Los de la de Cúndinamarca: Ghocontdy Guateque y TTbaté.
Los de la de Chiriquí : Alanje y Bocas del Toro.
Los de la del Chocó : Atrato y San Juan.
Los de la de Mariquita : Ihagué^ Ambalema^ Gastrolarma^
Espinal y Honda.
Los de la de Mbdellin ; Med-elUn, Amaga y Nordeste.
Los de la de Mompos : MompoSj Maganguéy Majagual y
Simití.
Los de la de Neiva : Neiva^ Óigante^ Occidente^ La Plata^
Purificación y Timand.
Los de la de Ocaña : Ocaña.
Los de la de Pamplona : Goncepcionj Fortoul y Mdlaga.
Los de la de Panamá : PoAia^ná, GhágreSj Ghorrera^ Darien^
Natáj PortohelOj Soto y Taboga.
Los de la de Pasto : Pasto.
Los de la de Pop atan : Popayan, Gáldas y Santander.
Los de la de Eiohacha : Riohacha y Gesar.
Los de la de Sabanilla ; Barranquilla^ Sabanalarga y
Soledad.
Los de la de S antamarta : Santamarta^ GiéMtga^ Plato j
Remolino y Tenerife.
Los de la de Santander : San José^ Rosario y Salojzar.
Los de la del Socorro : Socorro^ Barichara^ Gharaldy Jor-
dán^ Oiha, San Gil y Zapatoca.
Los de la de Soto : Piedecuesta y Jirón.
Los de la de Tequendama : La Mesa^ Fusagasmgd y to-
iíaima.
Los de la de Tundama : Santa Rosa de ViterbOj Cocuy ^ Ri-
caurtCy Soatá y Sogamoso.
Los de la de Tunja : Tunja^ Oaragoa, Leiva^ Miraflores y
Ramiriqui.
Los de la de Túquerres : Túquerres é Ipiales-.
Los de la de Yalle Ditpar: Valledupar y Ghiriguuná.
Los de la de Vélez : Yélez,, Ghiquinquird y Moniquird.
Los de la de Veraguas : Santiago.
Los de la de ZlPAQumÁ : Zipaquird, Quatavita y La Palma.
— 452 —
Total de habitantes 2.243,837
Id. de electores 2,037
Id. de provincias * 35
Id. de territorios 2
Id. de cantones 131
»
En ese mismo ano habia en la Eepública 816 distritos y 70
aldeas.
Las aldeas eran : en el Estado de Ántioquia, Carmen, Ca-
noas, Canean, Cocorná, Cruces, Higueron, La Plata, Kechí,
Piedras, San Bartolomé, San Mateo, San Sebastian, Soledad
y Velilla.
En el de Bolívar : Arroyohondo, Arroyo de piedra, Barran-
cavieja, Buenavista, Nervití, Poloniievo, Providencia, San
Agustin, San Basilio, San Cayetano y San Marcos.
En el de Boyacá: Acero, Barroblanco, Cuiloto, Eecetor^
San Pedro y Taguana.
En el Cauca: Cajamarca, Mayasquer, Pavas, Panga, Turbo
y Yurmanguí.
'En el Magdalena: Chorrera, Marocaso, San Antonio de
Cototama, San Miguel, Soldado, Eosario, IJrumita y Venados.
En Panamá: Bocachica, Bolaño, Bugabo, Caldera, Chapi-
gana, Chiman, G.arachiné, Molineca, Pacora, Ponuga, Saboga,
Santafé, Santa María, San Miguel, Tucutí y Tranquillas.
En el de Santander : Barranca-bermeja, Pedral, San Ca-
lixto, San Pe<lro y San Vicente. '
En el del Tolima : Miraflores, Nátaga, órganos y Victoria.
El número de provincias llegó á 36 en 1853, á saber:
Antioquia,. Azuero, Barbacoas, Bogotá, Buenaventura,
Cartagena, Casanare, Cauca, Córdova, Cundinamarca, Chiri-
quí. Chocó, García-Eovira *, Mariquita, Medellin, Mompos,
Keiva, Ocaña, Pamplona, Panamá, Pasto, Popayan, Eiohacha,
Sabanilla, Santamarta, Santander, Socorro, Soto, Tequendama,
Tundama, Tunja, Túquerres, Valledupar, Vélez, Veraguas
y Zipaquirá.
Posteriormente fueron refundidas en la provincia de An-
tioquia las de Medellin y Córdova. Eñ la de Pamplona las de
Santander, García-Eovira y Soto. En la de Pasto las de Tá-
querres y Barbacoas. En la de Bogotá las de Tequendama,
Cundinamarca y Zipaquirá. En la de Mompos la de Ocaña y
en la de Santamarta la del Valledupar.
gina 125
Esta provincia fué omitida en la ennn\eracion que se hizo en la pá-
25.
— 4B3 —
En nn Ajcto adicional á la Constitución de 1853, de 27 de
Febrero de 1856 fué creado el Estado federal de Panamá con
las provincias de Azuero, de Clüriquí, de Panamá y de Ve-
raguas. /
• La ley de 11 de Junio de 1856 erigió en Estado federal la
antigua provincia de Antioquia. v
La ley de 13 de Mayo de 1857 creó el Estado de Santander
con las antiguas provincias de Pamplona y del Socorro, con
el cantón Vélez de la provincia del mismo nombre (Que se
componía de los pueblos siguientes : Vólez, Aguada, Bolívar,
Chipatá, Flores, Guavatá, Güepsa, Jesús-María, Paz, Puerto-
nacional y San Benito ). El cantón Vélez en 1851 tenia 64,024
habitantes. También le fueron dados al Estado de Santander
los pueblos siguientes: Aspasica, Brotaré, Buenavista, Carmen,
Convención, La Cruz, Ocaña, Palma, Pueblonuevo, San Anto-
nio, San Calixto, San Pedro y Teoramadela antigua provincia
de Ocaña.
Finalmente, la ley de 15 de Junio de 1857 dividió el resto
del territorio de la Eepública en cinco Estados más, así :
El del Cauca compuesto de las provincias de Buenaven-
tura, Cauca, Chocó, Pasto y Popayan, del territorio del Caquetá
y délos distritos de Huila, Inzá y Páez de la antigua provincia
de Neiva.
El de Cundinamarca, compuesto de las antiguas provincias
de Bogotá, de Mariquita y de Keiva.
El de Boyo/cá^ compuesto de las de Gasanare, Tundama,
Tunja y Vélez, menos el cantón del mismo nombre de esta
última provincia, el cual habia sido dado á Santander.
El de BoUvar^ compuesto de las provincias de Cartagena'
y de Sabanilla y de la parte occidental de la de Mompos. Esta
parte comprendía los pueblos siguientes de la banda izquierda
del rio Magdalena : Mompos, Barranco, Hatillo, Loba, Marga-
rita, Pinillos, San Femando, Talaigua, Magangué, Guaso. Ee-
tiro, San Sebastian, Sucre, Tacasaluma, Yatí, Majagual, Achí,
Algarrobo, Palmarito, Simití, Morales, Norosí, Eioviejo y San
Pablo.
El del Magdalena^ compuesto de las provincias de Eioha-
cha y de Santamarta, del territorio de la Goajira y de los pue-
blos siguientes de la antigua provincia de Ocaña: Aguachica,
Angeles, Loma de Corredor, Loma de Indígenas, Eio de OrO)
Simaña y Tamalameque.
El Estado del ToUma fué creado por nn decreto dictatorial
de 12 de Abril d^ 1861, para lo cual fué segregado del Estada
de Cundinamarca el territorio que habia form^o eñ otro tiem-
po las provincias de Feiva y de Mariquita.
Censo general de la población de los Estados Unidos de
Colombia en 1870.
— 45á —
DIVISIÓN TERBITOBIAL.
EBTABO DK ANTIOQUIA.
365,974 habitantes.
Departamentos.
Centro 124,634
Oriente 65,886
Occidente 28,702
H^orte 58,735
Sopetran , , 25,403
Sur -.... 62,614
ESTADO DE BOLÍVAB»
241,704 habitantes*
Provincias.
Cartagena 34,303
Barranquilla* 25,993
Carmen. 18,546
Corozal . 16,121
Chinú 24,172
Lorica 28,782
Magangué 16,946
Mompos , 22,499
Babanalarga , 24,654
Sincelejo. 29,688
ESTADO DE BOYACÁ.
472,475 habitantes.
Departamentos.
Centro 104,570
Occidente. 93,156
Oriente 71,978
Tundama 115,073
Korte 85,113
Nordeste 12,984
ESTADO DEL CAUCA,
435,078 habitantes.
Municipios*
Atrato. 14,130
Barbacoas 22,527
Buenaventura 20,920
Buga 20,395
Caldas 28,986
Cali 22,036
Obando 33,85é
Palmira 22,877
Pasto 49,787
Popayan 62,741
Quindío 23,406
Santander 19,751
San Juan 27,213
Toro 22,286
Tuluá 17,732
Túquerres 30,601
Caquetá. , ^ . , . - 6,854
ESTADO DE CUNDINAMABCA^
409,602 habitantes.
Departamentos.
Bogotá 111,043
Facatativá 95,324
Tequendama , 63,631
Ubató , 70,858
Zipaquirá. 78,746
ESTADO DEL MAGDALENA.
85,255 habitantes.
D^artamentos.
Santamarta. , 25,301
Padilla 17,316
Tenerife 16,938
Guatapurí 12,211
Banco 13,489
ESTADO DE PANAMÁ.
220,502 habitantes.
Departamentos.
Coclé \ 36,827
Colon , . 14,656
Chiriquí., ^^,.,..^.. 85,783
Los Santos. .>.... 37,843
Panamá 22,302
Veraguas 36,239
Comarcas.
Balboa 3,220
Bocas del Toro • 6,250
Darien. 9,694
** Esta comarca 86 componía en 1870 délas islas que siguen : Bocas del
Toro,.Boca« del Drago, Cocoquí, Cricanola, Crininquí, Oíd Bank, Fish Creak,
Nancesquí, Bio-Caña, W. River y Blue Field.
— 465 —
Dktritos.
Panamé tl8,868
BSTADO DE SANTANDEB.
425^427 habitantes*
Departamentos,
Cúcuta 84,776
García-Eovira. 55,947
Guanentá 73,781
Ocaña 27,136
Pamplona 25,663
Soto 50,711
Socorro — 87,581
Vélez 69,832
ESTADO DEL TOLIMA.
230,891 habitantes.
Departamentottj,
Primero 27,127
Segundo 47,226
Tercero 54,889
Cuarto 43,878
Quinto 33,476
Sextt)-* 24,295
TEBBITOBIOa
Bolívar.
Oasanare 8,685
San Andrés y Provi-
dencia 3,488
San Martin 4,056
Cuadro comparativo de la población de Colombia según
los censos de 1843, 1851 y 1870.
1843. ^ 1851. Anmenk 187(1 imnetito^
Antíoquia .... 189,534 225,081 35,547 865,974 140,893
Bolívar. 191,708 167,067 241,704 74,637
Boyacá..»*^,- 331,887 375,930 44,043 498,541 122,611
Oauca ....•,.*• 268,607 304,698 " 36,091 435,078 130,380
Cundinamarca. 279,032 318,266 39,234 413,658 95,392
Magdalena.... 62,411 55,542 88,928 33,386
Panamá 119,697 128,897 9,200 224,032 95,135
Santander-.-. 306,255 374,228 67,973 433,178 58,950
Tolima 183,148 187,267 4,119 230,891 43,624
Totales..-. 1.932,279 2.136,976 236,207 2.931,984 795,008
FIN.
f En aquel año había avecindados en la ciadad de Panamá 3;160 ex-
tranjeros.
1
3 2044 056 290 636
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