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Full text of "Historia de los gobernadores de las provincias argentinas desde 1810 hasta la fecha : precedida de la cronología de los adelantados, gobernadores y vireyes del Rio de La Plata, desde 1535 hasta 1810"

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V*    **jt    : 


SA  ^O 


'HARVARD  COLLEGE  LIBRARY 


SOUTH   AMERICAN  COLLECTION 


THE  CIFT  OF  ARCHIBALD  CARY  COOLIDGE,  '8/ 
AND  CLARENCE  LEONARD  HAY,  *o8 

IN   REMEMBRANCE  OP  THE  PAN-AMERICAN  SCIENTIPIC  CONGRESS 
SANTIAGO  DE  CHILE  DECEMBER  MDCCCCVIII 


r 


i 


'^ 


*f- 


\ 
DE  LAS 


PR0Í1NC14S 


[jMh. 


DESDE  1810  HASTA  LA  FECHA 


j  < 


PRECEDIDA    DE   LA    CRONOLOGÍA    DE  LOS  ADELANTADOS,    GOBERNADORES   Y 

YIRKYES     DEL  RIO   DE   LA    PLATA 

I 

DESDE  1535  HASTA  1810 


POR 


ANTONIO    ZINNY 


TOMO    I 


PROVINCIAS  LITORALES 


BUENOS    AIRES 

Imprenta  y  Librería  de  Mayo,  de  C.  Casavalle,  Editor,  Perú  115 


187,9 


vS  A  r*/  /  r.  1 


es  ^0  éü.  ^ 


Harvard  CoHege  Llbmrv 

Cíft  of 
Archibald  Cary  Coolldge 

and 

Clarence  Leonard  Hay 

Aprll  7,  190d. 


/ 


.i 


INTRODUCCIÓN 


Al  emprender  e)  presentie  ü'ahajo  nos  ha  animado,  máá 
qne  todo,  el  deseo  de  facilitar  el  camino  al  futuro  historia-* 
dor  de  la  República  Argentina.  Lo  que  hasta. ahora 
existe  con  el  titulo  de  Historia  Argentina  no  eís  otea  cosa 
que.  la  de  Buenos  Aires.  . Debemos,  eijapei'o  hacer  algu- 
nas honrosas  excepciones,  como  se  va  á  v^v. 

3mví — Esta  eft Ja  primera  de  las  provincias,,  que,  a«flLT 
que  con  el  modesto  título  de  Apunten  de  la  Hísfária  civü 
¿¿  Jujuí,  por  el  doctor  Joaquín  Carrillo,  puedsí  vanagla^ 
:(iarsede  poseer  suverda4era  hi^tOiTiai  oonsignániio^eeil 
ellos  cuanto  tiene  .relación  cpn  aquella  l^ana  provinCÁa, 
Ep^  Qpmo  muy  acertadamente  se  .dijo  acerqa  de  dicho  libra 
f  bien  hec}io,  biei^  escrito  y  bien  pensado,  :qu6  quedará, 
como  documento  y  vivirá  como  obra  literaria*  >  (1)  i 

TjJCüMAN— Con  motivo  delaEsposicion  dp  ^óji:dQ\\eLy 
con  el  objeto  de  hacer  conoce^  aquella  provincia  en  todaa 
sus  faces  paca  el  inn^igrante;  b¡ajo  el  títi^lo  de  Froniwu^ 
de  Tucuman  por  Arsenio  GramlLq,  el  gobernador  d^^ 
Federico  He^guera  mandó  publicar  en  1872  u|ia  Siéiúe  de 
artículos  descriptivos  y  noticiosos.  Es  un  libro  de  ma^ 
de  270  páginas  qi^e  contiene  el  desci^brimieiito  y  fundan 
cion  de  Tucuman,  ^tijmolc^ía  de  estQ  nombre,  la .íisonomíft 


(1)  Articulo  biblipi^ráfíco  de  La  Nación  de  21  d^  junip  AQ,1877,j)pr  )don 
Bartolomé  Mitre.  ^ 


IV  INTRODUCCIOK 

física  de  la  provincia,  meteorología,  límites,  historia, 
división  territorial,  su  organización  política  y  administra- 
tiva, en  una  palabra  la  obra  es  de  sumo  interés  para  el 
inmigrante,  objeto  principal  de  su  publicación,  como  lo 
declara  su  autor  el  doctor  Granillo.  Sinembargo,  sobre 
historia,  deja  mucho  que  desear. 

Catamarüa— Bajo  el  título  de  La  Provincia  de  Cata- 
marca  por  el  doctor  Fed&ico  JEspeche,  precedida  de  nna 
introducción  por  el  doctor  donJoaquin  Carrillo  (autor  de 
la  precedente  Historia)  tenemos  también  la  historia  de 
Catamarca,  que,  ala  innegable  importancia  de  .la  obra, 
contiene  seis  capítulos  de  reflexiones  trazados  por  la  bri- 
llaaíe  pluma  de  oro  del  compañero  del  autor — el  dootor 
Carrillo — que  honrarían  las  páginas  de  cualquier  libro. 

Salta— lina  serie  de  artículos  que,  bajo  el  rubro  «  Lí- 
mites con  Bolivia  >  y  « Jurisdicción  histórica  de  Salta 
sobre  Tarija»  publicaron  en  el  periódico  de  aquella  ciUr 
dad,  La  Democracia,  los  señores  don  Juan  Martin  Legui- 
zamon  y  don  Casiano  J.  Goytia,  como  también  la  reim- 
presión de  los  « Apuntes  históricos  de  la  provincia  de 
Salta^en  la  época  del  Coloniage,  >  aumentados  por  su 
autor  don  Mariano  Zorreguieta  y  cedidas  al  gobierno 
ambas  publicaciones,  fueron  éstas  reproducidas  en  un  vo- 
lumen de  116—131 — XXXIX  páginas  en  4^,  mandado  im- 
primir. Qn  número  de  500  ejemplares,  en  1872,  por  el  gober^ 
nador  don  Moisés  Oliva. 

No  es  una  historia  propiamente  dicho,  pero  la  obra 
contiene  curiosos  é  importantes  datos  que  pueden  apro- 
vecharse con  grande  utilidad  para  la  historia  verdadera 
ampliándola  hasta  nuestros  dias. 

Santa  Pe— El  señor  don  Urbano  de  Iriondo  publicó, 
en  e\  folletín  del  periódico  de  aquella  ciudad  El  Pueblo 
de  enera  de  1 870,  sus  Apuntes  para  la  Historia  de  Santa 
Fe,  de  que  se  hizo  un  folleto  entonces  y  una  2*  edición  en 
1876. 

Este  es  un  importante  trabajo  histórico  que  también. 


liNTEODÚCClOÑ  V 

¿uede  aprovecharse,  como  nosotros  lo  hemos  aprovecha- 
do, con  ventaja. 

Corrientes — De  esta  provincia  solo  tenemos  el  opúscu- 
lo que,  bajo  el  título  de  La  Provincia  de  Corrientes,  dio 
á  luz,  eii  1857,  el  doctor  Vicente  G.  Quesada,  el  cual;  ade- 
más de  ser  los  importantes  recuerdos  de  su  residencia  en 
aquella  provincia,  contiene  copia  de  datos  y  conocimien- 
tos históricos  que  nos  han  sido  de  suma  utilidad  y  que  el 
historiador  debe  aprovechar. 

No  es  menos  interesante  la  «  Colección  de  datos  y  do- 
cumentos refereuias  á  Misiones  como  parte  integrante  del 
territono  de  lá  provincia  de  Corrientes,  hecha  por  una 
Comisión  nombrada  por  el  gobierno  de  ella— Primera 
parte— Corrientes:  1877.» 

La  comisión  á  que  aquí  se  hace  referencia  la  coínpo* 
nían  los  doctores  Ramón  Contreras,  Lisandro  Segovia  y 
Juan  Valenzuelay  el  archivero  don  José  Alsiná,  la  cual 
fué  nombrada  por  el  gobierno  del  doctor  Madariaga,  du- 
rante el  ministerio  del  doctor  Manuel  Derqui,  con  el  ob- 
jeto de  presentar  ante  el  gobierno  de  la  Nación  los  docu- 
mentos existentes  en  el  archivo  y  otros,  en  sosten  de  los 
derechos  de  la  provincia  de  Corrientes  al  territorio  d6 
las  Misiones. 

Como  complemento  á  la  precedente  colección,  damos  á 
luz  el  documento  que  á  continuación  se  va  á  leer,  y  á  qué 
Bo  se  hace  referencia  en  aquella,  probablemente  por  no 
haberlo  tenido  ala  vista. 

El  Rey  Felipe  M,  ordena  al  gobernador  de  Buenos  Ai- 
res (ZabalaJ  sobre  que  los  cuatro  PueUos  de  indios  de  la 
compañía  de  Jesús,  7nas  inmediata  á  la  ciudad  de  la 
Asíincionlestén  sujetos  en  adelante  al  gobierno  del  Para- 
guay.   - 

Gobernador  y  capitán  general  de  la  ciudad  de  la  Trini- 
dad y  Puerto  de  Buenos  |Aires,  en  las  Provincias  del  Rio 


TI  iiírT^qDuccio^ 

de  la  Plata:  En  carta  de  30  de.  noviembre  4^1  a&o  de 
1729  participasteis  haber  recibido  el  real  despacho  de  6 
de  noviembre  del  de  26,  en  que  se  os  ordenó  que  en  el 
ínterin  que  no  se  mandase  otra  cosa,  estuviesen  debajo 
del  mando  y  jurisdicción  de  ese  gobierno  las  30  reduccio-^ 
nes  de  indios  del  car^o  de  los  Padres  de  la  Compañía,  ni 
el  distrito,  d^  la  provincia  del  Paraguay,  con  plena  y  ab- 
soluta inhibición  de  aquel  gobierno  y  justicia,  y  en  su  cum- 
plimiento espresasteis  que  luego  que  recibisteis  dicha 
]feal  orden,  remitisteis  testimonio  de  ella  al  gobernador 
del  Paraguay,  para  que  la  observase,  y  que  en  su  vista, 
os  previno  dicho  gobernador  haberlo  ejecutado  así,  por 
otro  real  despacho  de  la  misma  fecha  que  había  tenido^ 
espresándoos  los  inconvenientes  q^ue  causaría  al  comer- 
cio de  aquella  provincia  'el  que  los  cuatro  Pueblos  mas 
inmediatos  á  la  ciudad  de  la  Asunción  de  los  del  cargo 
de  los  referidos  Padres  de  la  Compañía  no  estuviesen 
sujetos  á  aquel  gobierno  y  que  por  evitar  el  que  no  hubie-j 
se  con  los  éomerci antes  ni  vecinos  del  Paraguay  nuevos 
motivos  de  inquietudes  protestando  sus  atrasos  y  la  gran 
distancia  al  recurso,  os  pareció  conveniente  proveer  auto, 
como  lo  hicisteis,  declarando  en  él  que  los  referidos  cua-* 
tro  Pueblos  no  saliesen  de  la  jurisdicción  del  gobierno  de\ 
Paraguay,  á  escepcion  de  los  demás  que  se  espresan  en  el 
dicho  real  despacho,  y  que  esto  fuese  solo  en  ínterin  que 
me  dabais  cuenta,  para  qu§  resolviese  lo  que  fuese  dé  mi 
real  agrado;  visto  en  mi  Consejo  de  las  Indias,  con  lo  que 
dijo  mi  fiscal  de  él,  y  consultándome  en  ello,  he  resuelto 
aprobaros  como  os  apruebo,  lo  que  en  esto  habéis  efec- 
tuado, y  en  su  consecuencia  y  para  evitar  los  inconvenien- 
tes que  exponéis  he  resuelto  asi  mismo  que  en  adelante  es- 
tén ios  mencionados  cuatro  pueblos  bajo  del  mando  del 
Gobernador  del  Paraguay,  y  asi  lo  tendréis  entendido  pa- 
ra su  cumplimiento;  como  también  que  por  despacho  de 
este  dia,.  se  previene  de  lo  expresado  al  Gobernador  de 
aquella  provincia,  y  d.e  quedar  en  esta  inteligencia  me 


íKtEODtréciom  vii 

daréis  enénta  en  \m  primeras  ocadioties  qne  se  ofrezcan. 
P.  de  San  Ildefonso  á  5  de  setiembre  de  1733. 

Yo  BL  Rbt^  etCi 

Por  mandado  del  Rey  nuestro  señor. 

Dr,  Migxiel  de  VillanuevfL. 

Cirro— San  Juan,  S^n  Luis,  Mendoza-— Lo  único,  que 
sobr^  las  provincias  conocidas  por  de  Cuyo  existe  publi* 
eado  á  nuestro  conocimiento,  es  io  que  sigue: 

1**  Memoria  sobre  los  acontecimientos  mas  notables  en 
la  'provincia  Ae  Mendom  en  1829  y  1830;  nn  volumen  de 
204  páginas  en  8**  publicado^  en  1830  por  la  Imprenta  Lan- 
casteriana  de  Mendoza,  redactado  por  don  JoséL.  Calle 
y  la  parte  militar  reformada  por  el  hoy  general  don  Qe* 
rónimo  Espejo. 

2°  Apuntes  cronológicos  para  servir  á  la  historia  de  la 
antigua  provincia  de  Cuyo,  por  Damián  Sudson,  voM* 
men  de  100  póg.  en  16^,  dado  á  luz  en  1852,  en  Mendoza. 

3**  Recuerdos  históricos  sobre  la  provincia  de  Cuyo,  por 
el  mismo  (don  Damián  Hudson)^  publicados  en  La  Re- 
vista de  Buenos  Aires. 

4*  $an  Juan,  sus  hombres  y  sus  actos  en  la  regenera^ 
don  argentina — Narración  cíe  los  acontecimientos  que 
han  tenido  lugar  en  aquella  provincia  antes  y  después  de 
la  caida  de  Rosas— Restablecimiento  de  Benavides,  y  con- 
ducta de  sus  habitantes  en  masa  con  el  caudillo  restaurado 
— Tomada  de  fuentes  auténticas  y  apoyada  en  documentos 
ptóWíCOs;— Santiago  día  Chile— octubre  de  1852.  Por  don 
Domingo  F.  Sarmiento. 

5°  Cuadros  descriptivos  y  estadísticos  de  las  tres^provin- 
das  de  Cuyo  por  Juan  Llerena.  Buenos  Aires:  1867. 
Fueron  publicados  en  La  Revista  de  Buenos  Aires  y  por 
separado  en  un  volumen  de  183  páginas. 

Por  último,  sabemos  que  él  doctor  Nicanor  Larraiu 


ti^ne  esíqrita  la  H^istoria  de  Cuyo,  desde  la  ^jonqui^ta, 
abrazando  todos  los  cojQOcinaientos  que  en  c^alquie^  aen-r 
tido  tienen  conexión  con  aquellas  provincias. 

Entrb  Riós — No  conocemos  se  haya  publicado  sobre 
esta  provincia  sino  los  Apuntes  para  servir  á  la  historia 
del  origen  y  fundación' de  los  pueblos  de  Entre-Éios'es- 
tractados  de  documentos  auténticos,  por  el  doctor  Benja- 
min  Victorica,  en  la  Revista  del  Paraná.  (1) 

Riqueza  JEntre-Riana  por  Pedro  Serrano,  folleto  de 
54  paginas  en  8°,  publicado  en  la  Concepción  del  Ura- 
guay  en  setiembre  de  1851  y  dedicado  al  dootor  Diógenea 
José  de  ürquiza,  entonces  encargado  de  negocios  de  los 
Estados  de  Entre^Rios  y  Corrientes  en  la  República 
Oriental  del  Uruguay.  (2) 

He  ahi  cuanto  en  materia  de  historiase  publicara  sobre 
las  provincias,  ^ay  sinembargo  muchas  otras  obras,  co': 
mo  las  Memorias  del  general  Paz;  Observaciones  del  gene- 
ral La  Madrid,  impugnaciones  á  aquellas  por  el  general 
Iriarte  y  coronel  Lugones  etc.  etc.  todas  muy  ritas  en  da* 
tos  y  conocimientos  históricos,  pero*^  ninguna  de  ésas  ni 
otras  qlie  pueda  llamarse  historia  de  tal  6  cual  provincia. 

Córdoba,  la  segunda  provincia  en  importancia,  pose- 
yendo numerosas  lumbreras  de  su  propio  suelo  que  ha- 
brían ilustrado  su  historia— la  Rioja  y  Santiago  del  Este- 
ro no  tienen  aun  la  suya  particular;  si  se  esceptúa  la 
obra  de  Moussy,  que  consigna  unas  cuantas  páginas  so- 


(1)  La  Revista  del  Paraná  registra,  sobre  historia  argeotine,  documentos 
sóbrela  fundación  de  Corrientes  por  el  doctor  Vicente  G.  Quesada,  docu- 
mentos históricos  sobre  la  fundación  de  Salta,  de  Ju jai,  apuntes  históricos 
del  coronel  Melinn;  descripción  física  y  política  déla  provincia  de  Catamar- 
ca  por  Beaedicto  Ruzo,  etc. 

(2)  El  doctor  Serrano,  autor  de  este  interesante  folleto  falleció  en  el  Dia- 
mante el  11  de  noviembre  dó  1878  y  no  como  se  nos  había  hecho  decir  en  ¿a 
página  70  de  nuestra  obra  titulada  Efemeridografía  Argireparquiótica  ó  sea 
de  las  Provincias  Argentinas  publicada  en  1868  y  que  dio  Jiisto  motivo  á 
reotiñcacion  en  La  Tribuna  de  abril  ó  mayo  de  1869. 


bre  cadO'  una  de  ellas,  como  de  las  demás  de  la  Confede- 
racioiu 

Todas  las  obras  arriba  citadas,  si  bien  han  llenado  el 
principal  objeto  que  sus  autores  se  propusieran  y  que  nos 
han  sido  de  dumautiiidad^para  la  confección  de  la  presen- 
te, nd.han  satisfecho  sino  en  parte  la  pública  necesid.a4* 

La  Repúblicat  Argentina,  fecunda ;enhon^bres  insignes» 
copiosa  7  varia  en  aconteoimientos,  memorable  poi*  sus 
discordias  y  por  la  sangrienta  pertinacia  con  que  se 
mantuvieron  principios  é  intereses  tan  encontrados  y  (a^ 
mal  comprendidos^  mei'ece  en  verdad  la  atención  de  cuan*» 
tos  se  dedican  á  los  estudios  históricos. 

Mas^  con  ser  aquellas  y  otras  obras  tantas  en  x^úmero  y 
por  su  autoridad,  tan  estimables,  la  mayor  parte  de,  ellas 
no  son  la  fiel  interpretación  de  los  hechos,  de  la  razón  y 
de  Injusticia.  Con  las  alabanzas  de  los  propios,  ^Iternaif 
ias  acres  censuras  de  los  estraños.  Tiempo  es  ya  de  que 
la  historia  dirima  esta  competencia,  dando  en  rostro  con 
sus  calumnias  á  los  adversarios,  ó  con  sus  lisonjas  á  los 
panegiristas.  Dígase  de  parte  de  quien  estuvo  la  agresión 
y,  hasta  que  punto  fu^  inevitable  y  justa  la  resistencia. 
Sobrepóngase  el  historiador  á  consideraciones  vulgares  y 
mezquinos  intereses  de  los  partidos. 

Nosotros  no  pretendemos,  ni  es  de  nuestra  índole,  hacer 
libros  cuyo  estilo  encante,  ó  cuya  palabra  electrice,  lo 
que  no  produciría,  como  no  produce  por  lo  general,  sino 
sensaciones  del  momento.  Pretendemos  sí  que  nuestras 
elucubraciones,  presentabas  en  la  forma  que  nuestro  sa- 
ber y  entender  permite,  como  fruto  de  profundas  investi- 
gaciones que  sin  descanso  y  con  infatigable  diligencia 
hacemos,  para  que  otros,  mas  afortunados,  adornados  de 
dotes  de  que  nosotros  carecemos,  y  aprovechando  nues- 
tros materiales  y  datos,  halaguen  al  público  de  gusto  deli- 
cado con  libros  redactados  en  lenguage  galano.  Basta 
eso  á  nuestro  propósito. 

Advertencia-^Como  es  posible  que  algunos  datos  y  he- 


t  nrTEODfrC€ioir 

chos,  que  pii  la  presente  Historia  se  consignan,  pro* 
muevan  rectificaciones,  nos  hacemos  un  deber  en  declarar 
que  nosotros  las  aceptaremos  con  gusto  prometiendo  dar- 
las al  público  en  Suplemento. 

Con  tanta  mas  razón  nos  imponemos  este  deber  cuanto 
que,  contando  con  las  promesas  que  algunos  caballeros 
del  interior  nos  han  hecho,  esperamos  datos  que  comple- 
mentarán ó  rectificarán  errores  en  que  por  ignorancia  ha- 
yamos podido  incurrir,  en  la  parte  relativa  á  las  demás 
provincias,  cuyos  originales  se  hallan  en  prensa  y  que 
formarán  el  tomo  II  de  nuestra  Historia  de  los  Goberna- 
dores. 

La  Historia  de  cada  provincia  va  precedida  del  acta  de 
fundación  de  la  capital  respectiva,  así  como  del  origen  de 
las  provincias  primitivas  y  de  sus  subdivisiones  posteriores 
hasta  la  fecha. 

Fundación  de  Buenos  Aikbs 


<L 


«JüAN  DE  Garay,  Teniente  Gobernador  y  Capitán  Ge* 
neral  en  todas  estas  provincias  del  Rio  de  la  Plata,  por 
el  muy  Ilustre  Señor  adelantado  Juan  Torre^í  de  Veía 
Adelantado,  Gobernador  y  Capitán  General,  Justicia 
Mayor  y  Alguacil  Mayor  de  todas  estas  Provincias  Con- 
forme á  las  capitulaciones  que  el  muy  ilustre  Señor 
Adelantado  Juan  Ortiz  óe  Zarate  (que  haya  gloria)  hi- 
zo con  la  Magestad  Real  del  Rey  T).  Felipe  (fué  el  II  de 
este  nombre)  Nuestro  Señor,  y  á  mí,  por  virtud  de  sus 
poderes  reales,  y  el  dicho  Adelantado  Juan  Torres  de 
Vera  me  tiene  dados  para  que  en  nombre  suyo  y  de  S. 
M.  yo  gobierne  estas  provincias  y  haga  en  ellas  las  po- 
blaciones que  me  pareciere  ser  conveniente  para  ensal- 
zamiento de  nuestra  U  católica  y  para  aumento  de  la 
Real  Corona  de  Castilla  y  de  León;  y  así  como  tal  Te- 
niente y  Capitán  General  y  Justicia  Mayor,  he  sido  re- 
cibido en  todas  las  ciudades  que  están  pobladas  en  esta 


ISliMWQfiím 


xi 


I 


díeh^'gobera^aeáon,  adí  por  mí  {H^reona  como  por  sais 
pod'eres^ he BÍáo  recibido  en  ellas,  y  pueetas  las  justieias 
de  mi  manoi  y  recibido  y  usajlo  los  dichos  poderes^  de- 
bajo de  los  cuales  en  todo  este  tieaipp,  después  que  fui 
recibido,  he  hecho  todo  lo  que|me  ha  parecido  s-er  con- 
veniente y  necesario  para  el  bien  de  esta  gobeinacion, 
asi  en  pacificar  los  patural^s  alterados,  Ctomo  eo  oteas 
cosas  que  se  han  ofrecido;  y  así,  por  virtud  de  los  di- 
chos poderes,  y  en  nombre  de  S.  M.,  yo  levantó  estan- 
darte ref^l  en  la  ciiidad  de  la  Asumpcion,  y  publiqué  y 
.  mandé  publicar  la  población  de  este  puerto  de  Santa 
María  de  Buenos  Aires,  tan  necesaria  y  oonvenieote 
para  el  bien  de  toda  ésta  gobernación  y  de  Tucuman 
y  para  que  se  entienda  y  se  predique  Nuestra  Santa  Fé 
Católica  entre  todos  los  indios  naturales  que  hay  enas- 
tas Provinciasyy  asi,  con  celo  de  servir  á  Dios  Nuestro 
Señor,  se  asentaron  en  la  ciudad  de  la  ÁsumpcioQ 
SESENTA  SOLDADOS,  y  f^Q  metieron  debajo  del  estandarte 
real,  y  vinieron  y  están  conmigo  suster^tando  esta  dicha 
población,  habiendo  hecho  muchos  gastos  de  sus  hacien- 
das, y  pasado  muchos  trabajos  en  cosas  que  se  hau 
ofrecido.  Y  así  usando  de  los  poderes  reales  que  S.  M. 
el  Jley  don  Felipe,  Nuestro  señor,  dio  al  muy  ilustre  ' 
Señor  Adelantado  Juan  Ortizi  de  Zarate  (que  hay:a  glo- 
ria) para  él  y  para  su  sucesor  y  sus  capitanes,  yo  en 
nombre  de  S,.  M.  he  empezado  á  repartir,  y  les  reparto  á 
los  dichos  pobladores  y  conquistadores,  tierras  y  caha- 
llei'ía  y  solares  y  cuadras  en  qtie  puedan  tener  sus  labo- 
res y  crianmsde.  todos  ganados:  las  cuales  dichas  tier- 
ra^ y  estancias  y  huertas  y  cuadras,  las  doy  y  hago  mer- 
ced en  nombre  de  S.  M,  y  del  dicho  Gobernador,  para 
que  como  cosa  suya  propia  puedan  en  ella  edificar,  asi 
casas  como  corrales  y  poner  cualquier  ganados,  y  hacer 
cualesquier  labranzas  que  quisieren  y  por  bien  tuvieren, 
y  pouer  cualesquiera  plantas  y  árboles  que  quisieren  y 
por  bien  tuvieren,  sin  que  nadie  sé  lo  pueda  perturbar, 


1[1I 


ñrfBOüvcoiOii 


corno  si  lo  hubiese  heredado  de  su  propio  patrini'onio;  y 
como  tal  puedan  dar  y  vender  enagenar  y  hacer  lo  qué 
por  bien  tuviesen,  con  tal  qne  sean  obligados  á  sustentar 
la  dicha  vecindad  y  población  cinco  años,  como  S.  M. 
lo  manda  por  su  real  cédula,  sin  faltar  de  ella  sino  fue- 
re con  licencia  del  Gobernador  ó  Capitán  que  estuviese 
en  la  dicha  población,  enviándoles  á  cosas  que  con- 
vengan y  que  sean  obligados  á  acudir,  conforme  rezare 
la  tal  licencia.  Donde  lo  sustentaren  en  esta  ó  pueda 
el  Capitán  ó  Gobernador  repartirlo  ó  encomendarlo  de 
nuevo  en  las  personas  que  sustentaren  la  dicha  pobla- 
ción y  sii'viera  en  ella  á  S.  M.  Y  porque  conviene,  por 
el  riesgo  que  al  presente  hay  de  los  naturales  alterados, 
qiiepara  ha^er  siis  labores  mas  seguros  y  con ' menos 
riesgos  de  sus  personas  y  de  sus  sementeras,  que  cada 
vecino  y  poblador  de  esta  ciudad  de  la  Trinidad  y  puer- 
to de  Buenos  Aires,  tengan  un  pedazo  de  tierra,  donde 
con  facilidad  lo  puedan  librar  y  visitar  cadadia:  asi, 
en  nombre  dé  S,  M.  y  de  la  manera  y  forma  que  dicho 
tengo,  les  señalo  y  hago  merced,  en  nombre  de  8.  M,  y 
en  la  forma  que  dicho  tengo,  sus  pedazos  de  tierras  por 
la  vera  del  gran  Paraná  arriba,  en  la  forma  siguiente:* 

Sigue  el  repartimiento  de  la  traza  de  Buenos  Aires  hecho 

por  él  general  Juan  de  Gara) . 


8EÍÍOBB8   ALCALDES    Y    REGIDORES    DEL    PRIMER    CABILDO 
-NOMBRADOS   POR    DON   JUAN    DE    GARAY 


^ZcaZdes— Don  Juan  Pabon,  alcalde  de  1.''"  voto— Don 
Tomás  de  Castro,  alcalde  de  2°  voto. 

Regidores— Don  Francisco  López  Rincón,  don  Antonio 
Ayala,  don  Fernando  de  Molina,  don  Juan  de  Orue,  don 
Gaspar  do  Quevedo,  don  Jjuís  de  Hoces,  don  Antonio  de 
Monte  Herrera,  don  Tomás  Armenteros,  don  Juau  de 
Santa  Cruz,  alguacil  mayor,  y  don  Rodrigo  Villalobos, 
procurador. 


INT.RDDUpCIplí;  Xin 

» 

XíffTiicpNip-rf  Yo  Blateo  ^aac^ez  escribaao  píiblipq  y 
de  Cfi^biJ.do  de  esta  ciudad  de  la.Santísima.Tfrinidad,  pueyrt 
to  de  Santa  Maria  de  Buenos  Aires,  doy  fé  y  yerdadero 
testlmojiio  á.  Iqs  que  la  preseute  vieren,  como  por  el  libro 
y  autos  de  la  fundación  de  esta  ciud^^d,,  que  s^  pobló  jf 
fundó  en  el  ano  de  inil  quinientos  ochenta  años,  y  á  once 
dias  del  mes  de  junio,  de  dicho  año,  se  hizo  esta  primerea 
eleccio^.de  alcaldes  y  regidores  por  el  general  Juan  de 
Garay:  todo  lo  cual  consta  ppr  los  dichos  autos  de  la  fuQ.-'' 
dacioii  de  dicho  año,  4  que  me  refiero,  y  de  pedimento  del 
Tesorero  Pedro  de.  Montalvo  di  es,te,  fu-mado  en  mi 
nombre,  en  la  dicha  ciudad  de  la  S^^ntísima  Trinidad  ¿ 
once  dias  de]  m.es  de  Agosto  de  mil  quinientos  noventa 
y  cuatro,  y  fijé  mi  firma  que  es  tal  en  testimonio  de  ver-, 
dad — Matero  Sánchez,  escribano  de  Cabildo.  > 


:   PRELIMINAR 

CBOKOLOGLa.   DB  los  ADBLAllTADOS  T  QOBBRNADOBBS   DBL 

BIO   DB.LA   PLATA    (!) 

Don  Pburo'de  Mbndoza,  adelantado  del  Rio  de  la  Plata 
porelTey  de  España  (el  .emperador  Carlos  V)  fundó  á 
Buenos  Aires  en  1535,  y  se  restituyó  á'España  lleno  de 
trabajos  y  con  el  sentimiento  de  deja^r  muerto  por  los  in 
dios  querandís  á  su  hermano  don  Diego  de  Mendoza,  coh 
otros  caballeros  ilustres  que  había  traido  de  España,  á 
donde  tampoco  logró  volver  por  haber  muerto  en  el  mar. 

(1)  La  diferencia  que  el  lector  encontrará  indudablemente  entre  la  pre- 
sente Qronolqgia  j  las  publicadas  hasta  la  fecha  proviene  de  qne  los  cronistas 
hau  confundido  muchas  veces  las  fechas  de  los  nquibramieotos  con,  las  de 
las  propuestas  hechas  por  los  vireyes,  conArmacion  delrey,y  toma  de  pose' 
sion  del  cargo.  Por  otra  parte,  los  capitanes  generales  tenían  por  lo  comuí^ 
sus  tenientes,  que  ejercían  el  mando  sobre  la  ciudad  y  jurisdicción  de  su 
residencia,  mientras  ^ue  aíjuellos  lo  ejeróíau  simultánaamente  sobre  todo 
el  distvitO:  de  Itk  gdiernacion.  ' 


Don  JoAF  DE  Oyólas  ó  AyolAs,  gobernador  d'el  Río-  de 
la  Plata,  nombrado  en  1531,  por  Mendoza,  en  virtud  de 
Sus  facultades. 

Don  Domingo  Martínez  itb  Irala,  por  muerte  de  Oyó- 
las, en  1537,  entró  de  gobernador. 

Doil  Alvar  NuSbz  Cabeza  db  Vaca,  adelantado,  desde 
1541  hasta  1545,  en  que  Buenos  Aires  quedó  despoblado. 

Don  Domingo  Martínez  dbIrala,. gobernador,  por  nom- 
bramiento de  los  oficiales  reales  y  conquistadores,  desde 
1645' hasta  1657,  por  haber  muerto  Di^o  Centeno,  en  1548, 
que  había  sido  nombrado  gobernador  por  el  licenciado 
don  Pedro  de*  la  Qazca,  Tirey  del  Perú. 
'  En  1554,  se  trasportó  de  Bspa&a  á  estos  territorios  el 
PRIMER  ganado  vacuno,  y  en  1580,  año  de  la  segunda'  fun^. 
dación  de  la  ciudad,  fueron  conducidas  desde  Charcas  á 
estosi  campos  mas  cabezas  de  ganado,  cuya  prodigiosa 
multiplicación  atrajo  á  este  país  á  muchos  hombres.  El 
primer  ramo  lucroso  de  comercio  fuá  la  matanza  y  faena 
de  corambres. 

Don  Gonzalo  de  JMendoza,'  nombrado  gobernador,  en 
1557,  por  Domingo  Martínez  de  Irala,  hasta  1558 

El  capitán  Francisco  Ortiz  ps  VEi^aARA,  gobernador 
por  ^ombramiento  de  los  conquistadores  y  confirmación, 
del  obispo  don  fray  Pedro  de  Latorre,  en  virtud  de  real 
comisión,  aüo  de  1558.  Fué  capitulado  y  depuej^to  por  la 
real  audiencia  de  Charcas  en  1565. 

Don  Juan  Ortiz  de  Zarate,  adelantado  nombrado,  ea 
1565,  por  el  licenciado  don  López  García  de  Castro^.yijey 
del  Perú,  en  los  mismos  ténninos  en  que  lo  habían  sido 
sus  antecesores,  hasta  1566. 

Don  Felipe  de  Cázbrbs,  oficial  real  interino,  desde 
1566  hasta  1569,  en  ausencia  de  Ortiz  de  Zarate,  que  ha- 
bía recurrido  personalmente  á  España  por  la  confirmación 
de  su  nombramiento. 

Don  Juan  OR;riz  de  Zarate,  adelantado,  en  virtud  del 
despacho  del  referido  virey  del  Peni  y  real  eoafírmacion 


mTROPVCClON  XV 

desu  nombramiento,  deede  1569  que  entró  á  desempeñar  r 
lo,  hasta  1575  en  que  muriera. 

Don  JüAK  Torres  de  Vera  y  Aragón,  (yerno  del  prece- 
dente) oidor  de  la  real  audiencia  de  las  Charcas,  quien  no 
vino  á  estas  Provincias  en  mucho  tiempo,  gobernándolas 
por  sus  tenientes  generales  hasta  el  ano  de  1587  que  se 
retiró  á  esta  gobernación.  En  1591  renunció  el  adelan.- 
tazgo,  restituyéndose  á  su  patrin  Estepa  en  Andalucía. 

Don  Juan  de  GaraT;  lugar  teniente,  quien  partió  de  Is^ 
Asunción  con  poderes  del  adelantado  Juan  Torres  de 
Vera,  y  fundóla  Ciudad  de  la  Santísima  Trinidad  Piter- 
to  de  Santa  María  de  Buenos  Aires  el  dia  miércoles  11  de 
junio  de  1580,  el  24  de  octubre  del  mismo  a&o  hizo  el  reí- 
partimiento  de  tierras  fuera  de  la  ciudad. 

A  los  dos  años  de  la  fundación  de  Buenos  Aires  por  Ga«- 
ray,  empezaron  ya  las  tentativas  de  apoderarse  de  estas 
regiones.  En  1582,  un  corsario  inglés— Eduardo  Foun* 
tain — ^intentó  un  desembarco  en  Martin  García,  y  fué 
contenido  por  la  disposición  manifestada  en  Buenos- Airea 
abatirlo.  * 

Garay  gobernó  hasta  el  aüo  de  1583  que  £aJleció  en 
Punta  Gorda  jurisdicción  de  Santa  Fe.  (1) 

Por  el  sistema  de  administración  que  regia  este  pais 
desde  la  fundación  de  Buenos  Aires,  los  gobernadores  que 
sucedieron  al  adelantado  Torres  de  Vera,  incluso  este 
mismo,  compartían  la  carga  con  el  teniente  general  que 
nombraban,  para  que  mandase  en  todo  el  pais  por  ausenr* 
cía  del  adelantado  ó  gobernador;  y  estando  éstos  presen-^ 
tes,  para  ocurrir  á  cualquier  punto  en  que  fuese  necesario 
6  conveniente  su  presencia.  La  jurisdicción  de  los  ter 
nientes  de  gobernador  no  se  estendía  fuera  del  distrito  de 
la  ciudad  para  que  eran  nombrados,  comprensivo  de  la 
campaña  poblada  á  su  alrededor;  y  cada  ciudad  de  la 
gobernación   tenía  uno   de  esos  tenientes.     Tanto  los 

(1)  No  está  aua.  00  claro  el  afio  ea  que  aqaidci6  la.  muerte  de  Qaray. 


XVI  INTRODTJCCIOK 

gobernadores  como  sus  tenientes  ejereian  las  funciones 
de  justicia  mayor,  y  los  segundos  eran  los  gefes  inmedia- 
tos de  las  armas  desu  distrito,  cediendo  álos  primeros  las 
espresadas  atribuciones,  cuando  se  encontraban  en  un 
miémo  punto,  y  en  igual  caso  á  los  gobernadores  arabos. 
No  tenían  tiempo  determinado  para  ejercer  sus  cargos: 
así  el  capitán  Rodrigo  Ortiz  de  Zarate  fué  teniente  de 
gobernador  en  Buenos  Aires,  desde  mu^ho  antes  de  la 
muerte  de  Garay  hasta  el  año  de  1586. 

Los  Cabildos,  por  su  parte,  administraban  justicia  en 
primera  instancia,  por  medio  de  sus  alcaldes  ordinarios,  y 
desempeñaban  las  atribuciones  municipales  propias  de 
la  institución,  en  el  distrito  de  cada  ciudad. 

Los  oficiales  reales  eran  los  ministros  de  hacienda  y 
jtteces  en  lo  relativo  al  ramo.  Estaba  á  su  cargo  la  real 
Caja,  y,  sin  su  acuerdo,  no  podía  disponerse  de  los  cauda- 
les públicos  que  recaudaban  y  custodiaban.  Solo  ren- 
dían cuenta  al  gobernador  cuando  éste  tenía  encargo 
especial  del  rey  para  el  efecto,  que,  en  tal  caso,  desempe^ 
naba  la  misiAn  de  visitador. 

Los  alcaldes  de  hermandad  estaban  encargados  de  la 
policía  de  campaña;  y  había  en  la  ciudad  otros  emplea- 
dos subalternos  indispensables  para  servicio  público.  A 
esto  poco  mas  ó  menos  estaba  reducido  entonces  el  sísteh 
ma  administrativo  del  país.  (1) 

Don  Rodrigo  Obtiz  de  Zábatb,  teniente  de  gobernador 
delegado  de  Garay,  en  1583,  en  que  éste  salió  para  visitar 
la  provincia,  cuando,  una  noche  mientras  dormía,  fué 
muerto  con  toda  su  comitiva  por  el  cacique  traidor  Manúa. 
Después  de  celebrar  la  muerte  de  Garay, los  indios,  enva- 
lentonados con  su  sangriento  triunfo,  con  su  gefe  el  caci- 
que guaraní  Guayuzalo,  electo  por  ellos  capitán  general, 
resolvieron  atacar,  como  atacai-on  la  ciudad  de  Buenos 

i 

(1)  Véase  La  Revista  de  Buenos  Aires^  tomo  1®,  pág.  11  y  Registro  Es- 
tadistico  de  1S59  y  1860  y  Revista  de  la  Biblioteca  por  don  Manuel  R.  Tre^ 
lies,  de  donde  hemos  tomado  la  mayor  parte  de  eetos  datos." 


níTEODUCCION  XVII 

Aires,  la  que  fué  bizarramente  defendida  por  el  teniente 
Zarate  con  la  completa  derrota  de  los  infieles  j  con  la 
muerte  de  su  general  Guayuzalo. 

De  las  CINCO  yeguas  y  de  los  siete  caballos,  abandona- 
dos en  1537  por  los  primeros  conquistadores,  Garay  encon- 
tró sus  descendientes,  en  1580,  ya  multiplicados,  habien- 
do sido  sus  soldados  los  primeros  domadores  de  aquellos 
potros  feroces  que  se  vieron  en  América;  y  las  primeras 
ovejas  y  las  primeras  cabras,  que  se  hubiesen  conocido 
eu  el  Rio  de  la  Plata,  fueron  traídas  desde  Charcas  en 
1550  por  el  capitán  Nuflo  de  Chaves,  después  de  haber 
éste  atravesado  toda  [la  América  hasta  Lima  y  de  regre- 
so al  Paraguay,  de  donde  habia  salido. 

El  origen  de  la  oveja  pampa  en  Buenos  Aires  se  debió 
al  licenciado  Vera  f  Aragón,  en  cuyo  nombre  había 
gobernado  Garay,  habiendo  introducido  de  Charcas 
400  animales  vacunos,  4000  ovejas,  500  cabras  y  500 
yeguas  y  caballos,  que,  diseminados  en  Santa  Fe  y 
Corrientes,  fueron  la  base  de  la  prosperidad  pastoril, 
agrícola  y  comercial  del  Rio  de  la  Plata.  En  cuanto 
al  origen  de  los  carneros  merinos,  solo  fueron  conoci- 
dos en  1813,  cuando  Mr.  Halley  introdujo  desde  Lis- 
boa el  PRIMER  rebaño  que  se  hxibiera  conocido  en  todo 
el  Rio  de  la  Plata.  Sinembargo,  el  fin  de  este  rebaüo 
faé  trágico,  pues  pereció  casi  todo,  devorado  por  las 
llamas. 

En  1824  llegaron  á  Buenos  Aires  los  primeros  100  car- 
neros de  la  raza  pura  leonesa^  y  poco  después  30  carncr 
ros  de  Inglaterra  de  la  cria  South  Down,  etc. 

Don  JuAK  DE  Torres  Navarrete,  teniente  de  goberna- 
dor desde  el  año  1585  hasta  el  de  1587. 

En  este  año  un  inglésíllamado  Tomás  Candish  empien- 
dio  la  toma  de  esta  ciudad,  la  que  se  puso  en  e^^tado  de 
defensa  internándose  las  familias:  en  i  vista  de  esto,  Can- 
dish  renuncia  á  su  empresa  retirándose. 

2 


XVIII  INTRODUCCIÓN 

Don  Alonso  de  Vera  y  Aragón,  llamado  por  su  mal 
gesto,  cara  de  perro,  desde  1587  hasta  1591. 

Don  Hernando  Arias  de  Saavedra,  paraguayo,  desde 
1591  hasta  1594. 

Don  Fernando  de  Zarate,  nombrado  por  el  virej  de 
Lima,  don  Andrés  Hurlado  de  Mendoza,  marqués  de  Ca- 
ñete, fue  quien  confirmó  la  fundación  de  la  ciudad  de 
Buenos  Aires  el  16  de  febrero  de  1594  y  el  primero  que 
principió  á  fortificar  este  puerto,  de  resultas  de  haber  des- 
pachado la  reina  Ana  de  Inglaterra  tres  nao??  vnn  el  fiu 
de  tomar  esta  ciudad,  las  que  dieron  al  través  de  la  Isla 
de  Santa  Catalina.  Falleció,  á  los  dos  años  de«u  man- 
do, en  1595. 

Don  Juan  Ramírez  de  Vblazco,  marqués  de  Saliuíis, 
ex-virey  de  Méjico  y  del  Perú,  presidente  del  supremo 
Consejo  de  Indias,  ex-gobernador  del  Tucumany  almi- 
rante de  la  Mar  del  Sur.  Solo  gobernó  dos  años,  desde 
1595  hasta  1597  retirándose  al  Tucuman,  donde  estaba 
casado  y  murió  allí  en  1608  dejando  una  larga  desceo- 
cia. 

Don  Hernando  Arias  de  Saavedra,  interino,  desdé 
1597  hasta  él  4  de  enero  de  1598  que  se  recibió,  por  nom- 
bramiento del  virey  don  Andrés  Hurtado  de  Mendoza, 
marqués  de  Cañete,  cesando  en  5  de  enero  de  1599,  en 
que  llegó  el  gobernador  eu  propiedad,  Rodríguez  de  Va !• 
des,  nombrado  por  el  rey. 

El  comercio  de  Buenos  Aires  esperimentó  una  revolu- 
ción desde  principios  de  1597,  en  que  empezaron  á  eepor- 
tarse  los  frutos  del  país,  cuya  estraccion  había  estado 
prohibida ^en  los  once  años  precedentes;  y  aunque  el  rey 
Felipe  III,  en  20  de  agosto  de  lü02,  despachó  la  cédula 
que  lo  permitía,  ya  estaba  eu  práctica  ese  comercio  hacía 
6  años.  I 

Don  Diego  Rodríguez  Valdés  y  de  la  Banda,  destinado 
al  gobierno  del  Rio  de  la  Plata  por  título  espedido  ea  To- 
ledo á  20  de  junio  de  1596,  llegó  á    esta  ciudad  el  29 


de  enero  de  1599.  Permaneció  un  poco  de  tiempo  en  Bue* 
nos  Aires  7  pasó  luego  á  la  Asunción,  donde  se  recibió 
del  mando  el  dia  8  de  julio  de  1599.  Cuando  se  hallaba 
visitando  su  provincia,  como  era  de  práctica,  hizo  su 
testamento  en  Santa^Fe  el  30  de  octubre  de  1600,  habien- 
do gobernado  hasta  que  falleciera  en  1602. 

Como  una  muestra  de  la  competencia  que  á  la  sazón 
existía  entre  el  poder  temporal  y  la  autoridad  eclesiástica 
y  de  la  influencia  que  en  aquellos  tiempos  egercía  ésta 
sobre  aquél,  véase  como  vino  á  terminar  el  conflicto,  aun- 
que solo  en  apariencia. 

A  la  prohibición  del  gobernador  Valdés  para  que  el 
obispo  doctor  Tomás  Vázquez  de  Liaño  no  fuese  recibido, 
ni  entrase  con  palio  llevando  las  varas  de  él  los  regidores, 
él  rey  aprobó  el  auto  déla  Audiencia  de  Chnrcas,  resi- 
dente en  la  ciudad  de  la  Plata,  de  fecha  9  de  diciembre 
de  1599,  mandando  ádicho  gobernador  no  lo  impidiese  la 
primera  vez  que  el  obispo  entrara  en  cada  ciudad.  Or- 
denábase asimismo  al  gobernador  no  impidiese  que  el 
obispo  hiciera  notificar  sus  pioveimienlos  por  medio  de 
notario,  á  lo  que  Valdés  se  había  opuesto  haciendo  poner 
eia  la  cárcel  con  prisiones  al  enviado  del  obispo;  que  no 
impidiera  la  concurrencia  de  cualquier  soldado  ó  criado 
deü  mismo  goberurador  al  llamado  del  obispo;  que  se  abs- 
tuviera de  tomar  y  abrir  las  curtas  misivas  que  se  envia- 
ban al  obispo,  y  otras  muchas  disposiciones  y  prohibicio- 
nes exasperantes, 

Dqs  hechos  que  deben  consignarse  en  la  vida  de  Buenos 
Aires  tuvieron  lugar  en  el  año  de  1601:  la  aparición  del 
PBIMBK  médico  que  tuviera  su  vecindario  y  la  de  su  PRiJoma 
maestro  de  escuela.  Don  Manuel  Alvarez  se  presenta  al 
Cabildo  ofreciendo  exhibircartade  examen  para  acredi- 
tar que  era  hotnére  de  ciencia  en  el  arte  de  la  cirujía  y 
conocimiento  de  algunas  enfermedades,  pidiendo  se  le 
sefialase  uii  salario  para  asistir  á  los  vecinos,  quedando 
éak>3  obligados  á pagarle  el  valor  délas  medecinas^ingüen- 


XX  IKTRODrCOIOlir 

tes  y  demás  cosas  que  precisare  para  las  tales  enfermeda- 
des y  heridas;  y  don  Francisco  Victoria  se  presenta  tam- 
bién al  Cabildo,  solicitando  se  le  señalase  casa  para  esta- 
blecer una  escuela  de  que,  desde  su  fundación,  carecía  la 
ciudad,  para  enseñar  la  doctrina,  leer,  escribir  y  contar, 
debiendo  los  vecinos  acudirle  con  un  peso  mensual  por 
cada  niño,  los  de  leer, y  los  de  escribir  y  contará  dos 
pesos. 

Otro  heclio  no  menos  notable  es  el  de  un  constructor — 
don  Bartolomé  Ramón — del  primbb  molino  de  viento  que 
tuvo  Buenos  Aires  en  el  mismo  año  de  1601, 

General  Francés  de  Beaumont  y  Navarra,  teniente 
general  y  justicia  mayor,  delegado  de  Valdés,  y  por 
muerte  de  éste,  quedó  á  su  cargo  el  gobierno,  desde  1599 
hasta  1601,  que  fué  residenciado,  como  era  de  práctica, 
por  su  sucesor.  Sinembargo,  continuó  en  el  cargo  de 
regidor  hasta  el  21  de  julio  de  1607  que  se  despide  de  sus 
compañeros  del  Cabildo  ofreciéndoles  sus  servicios  en  su 
nuevo  empleo  de  corr^jgidor  de  Paita. 

Capitán  Francisco  db  Barrasa,  provisto  por  el  rey  Fe- 
lipe III,  en  1602,  de  acuerdo  con  el  virey  del  Perú  don 
Luis  de  Velazco,  marquez  de  las  Salinas,  y  no  pudiendo 
acudir  al  uso  del  cargo  de  gobernador  y  capitán  general 
de  las  Provincias  del  Paraguay  y  Rio  de  la  Plata,  fué 
nombrado  en  su'  lugar  el  general  Hernandarias  de  Saa* 
vedra. 

Don  Hernando  Arias  db  Saavbdra,  desde  el  1^  de  agos- 
to de  1602,  en  que  se  recibió,  en  virtud  de  orden  del  virey 
del  Perú  don  Luis  de  Velazco,  marqués  de  las  Salinas, 
nombrando  por  su  lugar  teniente  general  á  don  Pedfo 
Luis  de  Cabrera,  hasta  el  22  de  diciembre  de  1609.  El 
gobernador  Saavedra  se  ausentó  de  la  ciudad  la  primera 
vez  con  destino  á  la  Asunción  á  poner  alguna  orden  en  la 
mucha  desorden  de  los  dias  pasados ^  y  otra  vez  al  Estre- 
cho de  Magallanes,  donde  descubrió  mas  de  200  leguas 
pobladas  de  indios,  por  quienes  fué  atacado  y  cautivado 


IHTKODirCOIOK  XXI 

con  todos  los  españoles  que  le  acompañaban.  A  los  po- 
cos días  tuvo  la  fortuna  de  escaparse  del  cautiverio,  vol- 
viendo con  mayores  fuerzas  á  libertar  á  sus  soldados, 
consiguiéndolo  con  escarmiento  de  los  bárbaros.  Em- 
prendió el  descubrimiento  del  Chaco,  etc. 

Comprendiendo  la  importancia  del  Archivo,  el  Cabildo, 
comisionó  (5  de  febrero  de  1607)  al  Contador  Cristóval  Pé- 
rez de  Aró&tegui,  alcalde  ordinario,  para  que  hiciese  el 
inventario 7 mandase  hacer  dos  llaves  que  faltaban  ala 
caja  que  servía  de  archivo  y  que  tenía  tres  cerraduras  y 
una  sola  11  ave;  disponiéndose  que  una  de  las  llaves  estu- 
viese en  poder  del  teniente  general  y  justicia  mayor,  la 
otra  en  el  del  regidor  de  primer  voto  (don  Juan  Braca- 
monte)  y  la  tercera  en  el  del  escribano  del  Cabildo. 

En  22  de  octubre  de  1607  se  señalaron  por  el  Cabildo 
precedido  por  el  capitán  Simón  de  Valdés,  teniente  gene- 
ral de  gobernador  y  justicia  mayor,  cuatrocientos  pesos 
de  salario  alano  á  Gerónimo  de  Miranda  á  contar  desde 
el  día  de  San  Francisco  (4  de  octubre)  pagándose  por 
mitad  de  seis  en  seis  meses,  para  que,  en  su  oficio  de  bar- 
berO;  acuda  á  las  personas,  como  toda  su  casa  y  familia,  á 
sangrar,  afeitar,  echar  ventosas  y  sacar  muelas,  debiendo 
acudirá  los  conventos  sin  ningún  salario. 

La  falta  de  papel  era  tal  á  la  sazón  que,  necesitándolo 
para  la  visita  y, cuentas  de  los  oficiales  reales  y  no  habién- 
dolo á  comprar  en  la  tierra,  elgobernador  Saavedra  tomó 
(21  de  enero  de  1608)  diez  manos  que  estaban  en  el  libio 
del  Cabildo,  para  volverlo  cuando  lo  hubiera. 

El  14  de  abril  de  1608,  el  gobernador  Saavedra  nom- 
bró un  sobrestante  de  la  obra  del  Cabildo  en  el  vecino 
Juan  Méndez,  con  30  pesos  de  salario,  el  cual  había  de 
existir  en  las  tapias  hasta  la  conclusión  del  edificio. 

No  habiendo  maestro  para  enseñar  á  los  niños  en  esta 
ciudad,  el  28  de  julio  de  1608,  el  Cabildo  mandó  llamar  el 
mancebo  estudiante  Felipe  Arias  de  Mansilla,  quien  se 
comprometió  ante  el  escribano  á  desempeñar  el  cargo 


XXII  lKtftODU€€10lf 

dándosele  cuatro  pesos  y  medio  al  año  á  los  que  enseñare 
áleer,  y  los  que  escriben  nueve  pesos;  todo,  pagado  por 
tercias  partes  y  en  plata: 

El  1°  de  seíiembre  de  1608,  el  gobernador  Saavedra 
propuso  y  el  Cabildo  resolvió  el  establecimiento  de  un 
pueblo  en  la  jurisdicción  de  la  ciudad  de  Buenos  Aii^s 
mas  arriba  del  puerto  llamado  las  «Dos  Hermanas», 
entre  esta  ciudad  y  la  de  Córdoba. 

El  17  de  noviembre  de  1608  el  Cabildo  concedió  licen* 
cia  á  Fernando  Alvarez  para  hacer  horno  y  ramada  cou 
destino  á  hacer  tejas,  <  en  el  rinconcito  que  está  atajado 
con  el  camino  que  va  al  Riachuelo  y  una  bari:anquera 
que  está  robada  de  las  aguas  que  estául  cabo  de  los  sola- 
res de  esta  ciudad.  > 

La  mensura  del  ejido  de  Buenos  Aires  fué  practicada 
por  Francisco  Bernal  y  Martin  de  Rodrigo,  el  16  de  di- 
ciembre de  1608  con  asistencia  del  gobernador  Saavedra 
ei.  persona,  y  del  capitán  Victor  Casco  de  Mendoza,  Juan 
Nieto  de  Humanes  y  Bartolomé  López,  en  representación 
del  Cabildo. 

El  13  de  abril  de  1609  se  concedió  licencia  á  Juan  Cor- 
dero Margales,  primer  herrador  y  albeitár,  para  curar 
lamparones  y  llagas  viejas. 

Don  Pedro  Luis  de  Cabrera,  los  tres  meses  primeros 
de  1603,  durante  la  estadía  de  Saavedra  en  la  Asunción. 

Los  tenientes  (generales  Francisco  Muñoz,  Manuel  de 
Frías,  Sancho  de  Nebrija  y  Solis,  el  resto  del  año  1603 
y  principios  de  1604;  el  general  Tomás  de  Garay,  des- 
de mediados  de  1604  hasta  enero  de  1605  y  el  capitán 
Pedro  Martinez  de  Zavala,  desde  enero  hasta  el  27  de 
junio  de  este  último  año,  en  que  se  recibió  de  teniente  de 
gobernador  el  capitán  Victor  Casco  de  Mendoza, 

General  Simón  de  Valdbs,  teniente  de  gobernador  y 
capitán  general  de  las  Provincias  del  Rio  de  la  Plata, 
desde  el  10  de  junio  de  1 606. 

Capitán  Manuel  de  Frías,  alcalde  ordinario,  teniente 


INTEODÜCCIOÍÍ  XXIII 

general  de  lagobernacíon,  en  ausencia  del  capitán  gene- 
ral Hernandarias  de  Saavedra,  desde  el  8  de  julio  de 
1608. 

Don  J}lBGO  Marín  Nbgron,  nombrado  por  el  rey  el  16 
de  agosto  de  1608  y  recibido  de  la  gobernación  el  22  de 
diciembre  de  1609,  en  cuya  fecha  se  recibió  igualmente, 
de  lugarteniente  de  gobernador  de  la  ciudad,  don  Juan 
Gil  de  Zambrana.  Su  recepción  fué  celebrada  con  jue- 
gos de  cañas,  sortija,  toros  y  máscaras.  Zambrana  de- 
sempeñóla lugartenencia  hasta  el  17  de  junio  de  1610 
que  fué  suspendido  por  Negron  y  sustituido,  el  21,  por  ^1 
capitán  Manuel  de  Frias. 

En  1«  de  febrero  de  1610  se  notificó  por  el  capitán  Ma- 
nuel de  Frias  ,8ecretar¡o  del  santo  oficio,  haber,  el  licen- 
ciado Francisco  de  Trejo,  comisario  general  de  dicho 
santo  oficio,  hecho  nombramiento  de  familiares  suyos  en 
el  gobernador  Marín  Nogron,  en  el  teniente  de  gobernador 
capitán  Juan  Gil  de  Zambrana,  Mateo  de  Grado,  alguacil 
mayor  de  la  gobernación,  Felipe  de  Castro,  secretario  de 
idem-y  capitán  Víctor  Casco  de  Mendoza,  etc.  Y  el  8  de 
octubre  del  mismo  aíxo  el  cabildo  resolvió  que  al  comisario 
del  santo  oficio,  como  huésped,  en  las  iglesias  y  actos  pú- 
blicos donde  se  hallare,  se  le  diese  asiento  entre  el  gober- 
nador y  su  teniente  y  antes  de  los  alcaldes. 

El  rey  había  prohibido  terminantemente  la  admisión 
de  inmigrantes  sin  su  espreso  permiso,  y  como  llegara  á 
conocimiento  del  gobernador  Negron  que  se  infringía  ese 
real  mandato  por  algunos  navios  que  entraban  en  el  puer- 
to de  Buenos  Aires  con  pasageros  que,  ó  los  ochaban  en 
tierra,  en  la  costa,  de  donde  iban  á  esconderse  en  las 
chacras  y  estancias,  ó  lo  hacían  desde  los  mismos  navios 
antes  de  ser  visitados,  ocultándose  en  la  ciudad,  en  las 
casas,  etc.  y  aun  proporcionándoseles  caballos  y  matalo- 
tage,  espidió  bando  (25  de  marzo  de  1610)  imponiendo 
pena  de  muerte  á  los  ocultadores  ó  favorecedores  de  pa- 
sageros introducidos  sin  la  vta\  licencia;  y  otro  (28  de 


ZZIY  IHTBODUCCIOV 

diciembre  de  1611)  prohibiendo  el  dar  alojamiento  á  nin- 
guna persona  que  viniera  á  esta  ciudad,  sin  que  presen- 
tase licencia  del  gobernador. 

El  10  de  mayo  (1610)  se  concedió  licencia  á  Alejandro 
Taurin  para  poner  escuela  en  esta  ciudad,  con  una  sub- 
vención de  12  pesos  al  año  por  cada  niño,  acordada  por 
el  Cabildo,  por  enseñará  escribir,  leer  y  contar,  concer- 
tándose con  los  padres  en  cuanto  á  los  demás  ramos;  obli- 
gándose el  maestro  á  no  faltar  y  á  enseñar  con  cuidado 
y  puntualidad.  La  paga  se  le  había  de  hacor  en  harinas, 
eneros,  sebos,  trigo  y  ganados,  que  son  frutos  de  la  tierra, 
de  cuatro  en  cuatro  meses. 

Envista  deque  los  sastres,  zapateros  y  herreros  cobra- 
ban mucho  por  las  obras  de  suindustriat  el  Cabildo  presi- 
dido por  Frias,  acordó  el  30  de  agosto  (1610),  fijarles 
arancel  con  la  obligación  de  recibir  la  mitad  del  precio 
de  las  hechuras  y  obras  que  hicieran  en  frutos  de  la  tierra, 
como  es  harina,  trigo,  sebos,  maiz,  candelas,  pan,  vino  y 
tocino,  y  la  otra  mitad  en  plata.     He  aquí  el  arancel: 

Para  los  sastres—Vn  vestido  entero  de  hombre,  llano, 
de  paño  raja  ó  rajeta,  que  se  entiende  calzón,  ropilla  y 
capa,  aunque  lleve  faja  ó  pasamano,  10  pesos. 

Un  jubón,  3  pesos. 

Un  capotillo  de  dos  faldas,  aforrado,  3  pesos. 

Unas  mangas  de  hombres,  sin  ojales,  1  peso,  y  de  seda, 
peso  y  medio. 

Un  gabán  llano,  4  pesos;  y  con  ribete,  8  pesos. 
Un  vestido  de  muchacho  de  8  á  10  años,  llano,  con 
capa,  6  pesos. 

Una  ropa  de  muger,  llana,  de  raja  ó  rajeta,  con  su  ribe- 
te ó  pasamano,  6  pesos. 

Una  basquina  Ilana^  3  pesos. 

Un  jubón  de  muger,  llano  ó  con  molinillo,  4  pesos. 

Un  faldellin  con  solo  una  [faja,  2  pesos,  y  siendo  á  la 
francesa,  3  pesos. 

De  lo  cual  no  escedan,  pena  de  4  pesos  por  tercias  par- 


IKTBODÜCCIOir  XXV 

tes,  cámara,  juez  y  denunciador,  por  la  primera  vez,  y 
por  la  segundadla  pena  doblada;  y  que  los  frutos  que  se 
les  diese  sea  á  los  precios  que  corrieren  con  la  plata  en  la  ' 
mano. 

Para  los  árapaferos— Zapatos  de  hechura,  1  peso. 

Botas  llanas:  2  pesos. 

Id.  de  camino,  aforradas,  con  ribete,  3  pesos. 

Zapatones  abrochados,  1  peso. 

Pantuflos  con  corcho,  peso  y  medio. 

Chinelas  de  muger,  peso  y  medio. 

Zapatillas  de  muger,  con  solo  plantilla,  6  reales. 

Botinas,  1  peso. 

Lo  que  se  entiende  de  solas  las  hechuras,  dándoles  cor- 
dobán, y  pagado  en  la  forma  referida  y  con  las  penas  de- 
claradas. 

A  fines  de  1611  fué  reformado  el  precedente  arancel, 
estableciéndose  además  otro  para  los  carpinteros  y  herre- 
ros. 

El  23  de  noviembre  (1610)  el  gobernador  Negron  prove- 
yó el  puesto  de  primer  mayor  de  esta  ciudad  en  la  perso- 
na de  Sebastian  de  Horduña. 

Al  fundarse  esta  ciudad,  don  Juan  de  Garay  había  seña- 
lado para  hospital  y  una  hermita  de  San  Martin,  una  cua- 
dra mas  arriba  del  monasterio  de  la  Merced,  el  gobernador 
Negron  el  7  de  febrero  de  1611,  de  acuerdo  con  el  Cabildo, 
dispuso  la  construcción  de  dicho  hospital,  con  una  iglesia 
bajo  la  advocación  de  San  Martin,  patrón  dé  esta  ciudad, 
nombrándose  por  mayordomo  al  capitán  Manuel  de 
Frías,  teniente  de  gobernador.  Sinembargo,  en  vista  de 
que  el  sitio  señalado  por  Garay  no  era  el  mas  adecuado, 
el  7  de  marzo  (1611)  se  resolvió  sería  |^mas  útil  y  conve- 
niente hacerlo  en  el  camino  que  va  al  Riachuelo,  que  es 
donde  actualmente  (1879)  se  halla,  cuyo  terreno  fué  dona- 
do por  don  Antonio  Fernandez  Barrios. 

Al  regreso  del  gobernador  Negron  de  su  visita  al  Para- 
guay, ^n  enero  de  1612,  cuando  hizo  su  entrada  en  esta 


XXTi  IKTROpUpClON. 

ciudad,  se  celebraron  grandes  ñestas,  cuyo  costo  ascendió 
á  116  pesos  que  costeó  el  Cabildo. 

£i  gobernador  Negrou  falleció  en  la  ciudad  de  Buenos 
Aires  el  26  de  julio  de  1613,  entrando  á  ejercer  la  gober- 
nación y  justicia  mayor  el  capitán  Mateo  Leal  de  Ayala, 
que  era  á  la  sazón  su  lugarteniente. 

Capitán  Matbo  Lbaíi  db  Átala,  lugarteniente  de  Ne- 
gron,  por  cuya  muerte  acaecicja  el  26  de  julio  de  1613, 
quedó  en  la  gobernación  de  justicia  mayor,  hasta  nueva 
resolución  del  real  Consejo  de  Indias,  virey  y  real  Au- 
diencia de  la  Plata. 

Capitán  Manuel  de  Frías,  delegado  de  Negron,  des- 
de el  17  de  junio  de  1610  hasta  el. 11  de  julio  de  1611, 
la  primera  vez,  y  la  segunda,  desde  esta  última  fecha  en 
que  se  recibió  nuevamente,  hasta  el  16  de  julio  de  1612, 
que  fué  nombrado,  por  Negron  y,  el  Cabildo  de  Buenos 
Air^s,  procurador  general  de  estas  Provincias  cerca  de  la 
Corte  de  España. 

Su  misión  produjo  la  división  de  la  gobernación  de  estas 
Provincias  en  dos  gobiernos,  para  uno  de  los  cuales— el 
de  Guaira  en  1618 — fué  nombrado  por  el  rey  el  misniu 
Frías,  tomando  .posesión  de  aquel  cargo  en  11  de  octubre 
de  1€21. 

General  Feancisco  González  na'"  Santa  Cruz,  desde 
1613  hasta  febrero  de  1615.. 

.  Don  Feancjés  na  Bsaumont  y  Nav^vrra,  interino,  desde 
el  8  de  febrero  de  1615,  que  tornó  en  Santa  Fe  posesión 
del  gobierno,  hasta  el  3  de  mayo  del  mismo  año. 

Hkrnahdarias  DB  Saa\edra,  3*  vez,  desde  el  3  de  mayo 
de  1615  hasta  1618  que,  coutinuaudo  la  conquista  del  Pa- 
raná, .iniciada  por  el  ex-gobernador  Santa  Cruz,  cuya 
empresa  fuera  po^-  éste  encomendada  á  su  hermano  fray 
Roque  González  de  Santa  Cruz,  pasó  al  Paraguay,  y  di- 
vidió las  dos  provincias  del  Paraguay  y  Buenos  AireSv 
Muri^  al  fin  j^n,  Santa  Fe  en  1634. 

La  provincia  del  Rio  de  la  Plata,  por  real  cédula  de  16 


de  noviembre  de  1617,  había  de  comprender  las  ciurdades 
de  Buenos  Aires,  Santa  Fe,  Garrientes  y.|Conc^pe¡on  del 
Bei-mejo;la  otra  provincia  de  Guaira,  teniendo  por  capital 
la  Asunción  y  comprendiendo  á  Guaira  ó  Ciudad  Real/ 
Villa  Rica  y  Santiaga  de  Jerex<  Apegar  del  nombre  de 
Guaira,  nunca  se  le  dio  otro,  cesde  1618,  que  el  primitivo 
de  Paraguay,  cuyo  primer  gobernador  fué  don  Manuel 
de^Frias. 

Don  DiKQo  DE  GdKeoRA.  Fué  el  primer  gobernador  de 
la  provincia  |de  Buenos  Aires,  independiente  del  Para* 
guay,  desde  el  17  de  noviembre  de  1618  hasta  octubre  de. 
1623  que  falleció. 

Don  Alokso  Psa^ai^B  Salazár,  natural  de  Santa  Fe 
de  Bogotá,  que,  de  oidor  de  la  real  Audiencia  de  Charcas 
pasó  por  real  comisión,  á  establecer  las  aduanas/del  Tu- 
cuman  y  Rio  de  la  Plata,  cuando  sucedió  la  muerte  del 
gobernador  Góngora,  encargándosele  el  mando  de  esta 
provincia  interinamente  por  el  virey  de  Lima^  don  Diego 
Fernandez  de  Córdoba,  mar(]ués  de  Guadalcazar.  Solo 
gobernó  un  año,  regresando  al  Perú.  Entonces  fué  nom- 
brado presidente  de  las  Audiencias  de  Quito  y  Chuquisaca. 
Tuvo  el  mando  desde  octubre  de  1625  hbista  el  mism.o  mes 
del  siguiente  ano. 

Don  FravcIisoo  db  Oés^ross,  desde  el '18  deíoctubce  de 
1624hasta  fines  de  1631.  Durante  su  gobierno  se  funda-i 
ron  varias  iglesias^  y  entre  ellas  la  da  Santo  Domingo 
SoriaBo,  en  la  Banda  Oriental  del  Uruguay. 

Don  P^DHo  EsTjívAN  DXviLA,  hei*fqano  del  marqués  de 
las  N*avas,  desde  el  06  de  diciemíbre  de  16|31  hasta  noviem- 
bre de  1637.  En  el  primer  año  de  su  gobierno  (1631)  fué 
tomada  y  destruida  por  los  indios  abipones  la  opulenta 
ciudad  de  la  Concepícion  del  Rio  Bermqjo,  fundada  en 
1685  por  Juan- de  Torres  Navarrete. 

Don  Mjbndo  db  la  Oubvá  y  B«ka vides,  desde  el  ?9  de 
noviembre  1687  heísfta  1640,  que  partió  para  Corregidor  de 
Oruro.    Después  d^  dejar  libre  de  las  ínv^i^iones  de  los 


XXVm  IKTftODUOCIOK 

indios  en  los  drstritos  de  Corrientes,  construyó  el  fuerte 
de  Santa  Teresa,  para  defensa  de  Santa  Fe. 

Don  JüA.v  Bernardo  de  la  Curva  y  Bbnavidbz,  hermano 
de  don  Mendo,  su  delegado,  durante  estuvo  ocupado  en 
hacer  la  guerra  á  los  indios  del  Chaco,  desde  mayo  has- 
ta noviembre  de  1640. 

Don  Ventura  Mujica^  interino;  solo  gobernó  siete  íne- 
ses  desde  el  16  de  noviembre  de  1640  hasta  febrero  de 
1641,  por  haberle  sorprendido  la  muerte. 

Don  Francisco  Avbnda^o  y  Valdivia,  interino,  hasta  el 
16dejuliodel641. 

Pedro  de  Rojas  }  Acbved  j,  interino,  por  muerte  de 
Mujiea  desde  febrero  de  1641  hasta  resolución  de  la  Kcal 
Audiencia  de  Charcas. 

Don  Andrés  de  Sandoval,  desde  el  16  de  julio  hasta 
octubre  de  1641. 

Don  Gerónibco  Luis  de  Cabrera,  sobrino  de  Hernanda* 
rias  de  Saavedra,  natural  de  Córdoba  del  Tucuman  y 
nieto  de  su  desgraciado  fundador  desde  el  19  de  octubre 
de  1641  hasta  junio  de  1646  que  murió  en  la  provincia  del 
Tucuman,  de  que  era  comandante  general. 

Don  Jacinto  de  Laris,  desde  el  9  de  junio  de  1646  hasta 
febrero  de  i  653. 

Maestre  de  campo  don  Pedro  db  Baioorri  Rurz,  desde  el 
19  de  febrero  de  1653  hasta  1660.  Defendió  el  puerto  de 
Buenos  Aires  de  laiuvasion  de  los  franceses  que,  en  1658, 
pretendieron  sorprenderle  con  tres  navios  al  mando  de 
Mr.  de  la  Fontaine,  Timoteo  de  Osmat,  por  orden  de  Luis 
XIV,  rey  de  Francia,  habiendo  perdido  la  capitana  y  el 
general. 

Don  Alonso  de  Mercado  y  Villacorta;  por  cédula  de 
13  abril  de  1661  ^pasó  del  gobierno  del  Tucuman  al  de  la 
provincia  de  Buenos  Aires.  Fortaleció  este  puerto;  me- 
joró la  situación  de  la  ciudad  de  Santa  Fe  y,  después  de 
tres  años  de  gobierno;  pasó  otra  vez  al  del  Tucuman,  don- 
de aseguró  la  paz  con  los  infieles  de  aquella  provincia, 


IUTRODÜCOIOH  XXIX 

ascendiendo  de  allí  á  la  Presidencia  de  Panamá,  donde 
murió  en  1681,  con  el  títaio  de  marqués  de  Villacorta. 

Don  Jos]É> Martínez  de  Salazab,  desde  el  28  de  julio 
de  1663  hasta  1674.  En  su  gobierno,  se  establecido  en  es- 
ta ciudad  la  primera  real  Audiencia,  que  duró  bcista  el 
año  de  1673,  en  que  fué  estinguida,  en  virtud  de  real  cé- 
dula  espedida  el  año  anterior.  Se  levantó  igualmente  el 
censo  de  la  población,  que  rectifica  loa  datos  que  da  As- 
carate  du  Biscaj  (1). 

Don  Andbbs  de  Robles,  desde  el  24  de  marzo  de  1674 
hasta  julio  de  1678. 

Don  Jos^  dbGabbo,  d^sde  el  25  de  julio  de  1678  hasta 
junio  de  1682. 

Fundada  la  Colonia  del  Sacramento,  en  1680,  por  los 
portugueses,  enviados  por  el  gobernador  del  Rio  Janeiro, 
don  Manuel  Lobo^  con  una  porción  de  emb arenaciones  con 
tropa,  artillería,  a^rtíñces  j  trabajadores  al  sosten  j  efectp 
de  la  obra,  fué  Lobo  reconvenido  por  el  gobernador  Gar- 
ro. Lobo  contestó  que  los  portugueses  moradores  del 
Brasil  tenían  permiso  de  su  soberano  para  plantificar 
nuevas  poblaciones  en  las  tierras  vacías;  y  que  habiendo 
salido  con,  acuerdo  del  Ayuntamiento  del  Janeiro  á  bus- 
car puerto  donde  establecerse,  ninguno  les  había  parecido 

(1)  Segan  Aicarate  du  Biscay,  Bnenos  Air^s  leaia,  cu  1668; -400  casas 
de  barro,  techadas  de  ca&a  y  paja,  erao  de  un  solq  piso,  muy  espaciosas,  con 
huertas  de  naraujos,  Umpneros,  higueras  y  otros  árboles  frutales  jr  escelen - 
tes  legumbres.  Las  casas  de  los  habitantes  acomodados  estaban  adornadas 
con  colgaduras  y  cuadros;  sus  vajillas  eran  de  plata  y  tenían  muchos  sirvien- 
tes negros,  mulatos,  mestizóse  indios,  todos  esclavos.  £i  número  de  hon>- 
bres  de  armas  llevar  era  de  600,  y  el  de  los  escliivos  triple  de  ente  número, 
pero  que  no  se  tenían  en  cuenta  para  la  defensa,  pprque  no  se  les  pernfitla 
cargar  armas. 

La  ciudad  tenía  por  defensa  un  pequeño  Fuerte  de  tieira  ^obre  el  rio,  ar- 
mado de  10  cafiones  de  hierro,  situado  donde  se  halla  actualmente  la  Gasa 
Rosada  (del  gobierno  nacional).  Allí'  residía  el  gobernador,  con  una  guar- 
nición á  sus  órdenes,  compuesta  de  150  hombres  y '  un  peqnefto  cuerpo  át 
milíciM  de  recinosl    (Véase  B^uifta  deBuen9$  «átr^i'tomolS,  pág.  6.)    . 


Éias  á  propósito  que  aquel.»  Garro  áió  en  eegoida  orden 
al  coinai>dan<te  Antoinio  de  Vera  Muxioa,  pará'qt»e  la  to- 
mase  par  asalto  7  la  deemanteiase..  Las  tropas  de  Bue-* 
nos  Aires  tomaron  la  plaza  el  7  de  agosto  de  1680. 

Al  ai^o  siguiente  (1681)  fué  devuelta  la  plaza,  mediante 
el  tratado  provincia)  ajustado  el  7  de  mayo  eu  el  segundo 
congreso  de  Badajoz  y  Yelves. 

Don  JosB  na  Hberrra  SoTOMAvoft,  desde  el  11  de  junio 
de  1682,  hasta  1691. 

Don  AousTtK  t^B  R0BLB8,  desde  marzo  de  1691  hasta 
1698. 

Don  Juan  db  Vblazco  y  Tbjáda,  interino,  desde  1698 
hasta  febrero  de  1700. 

En  1^98,  un  aventurero,  Mr.  de  Pointis,  emprendió  sa- 
quear á  Buenos-Aii'es,  y  tuvo  que  abandonar  la  empresa 
en  vista  de  la  dísposiciou  á  resistir  que  manife9tai)a  el 
Tecindario,  Al  aüo  siguiente  (1699)  los  dinamarqueses 
tratamn  de  apoderarse  de  la  ciudad,  retirándose  en  se- 
guida ai  ver  1-a  disposición  de  los  bonaerense?. 
'  Don  MA^tJiiL  Du  Prado  Maldonado^  desde  el  6  de  febre*- 
ro  de  1700  hasta  julio  de  1702. 

En  julio  de  1701,  el  rey  Felipe  V,  de  España,  cedió  á 
Portugal  la  <3olonia  del  Sacramento,  de  acuerdo  con  el 
artículo  b"^  del  Tratado  de  alianza. 

Maestre  de  campo  don  Alonso  Juan  db  Vai^dbs  Imclan, 
desde  el  3  de  julio  de  1702  hasta  1708. 

En  1503  se  habían  introducido  los  primeros  negros  en 
América,  y  en  1511  Fernando  el  Católico  permitió  su  in- 
troducción en  mayor  escala.  En  las  Provincias  del  Rio 
déla  Plata,  el  gran  mercado  de  ellos  empezó  durante  el 
gobierno  de  Valdés  Inclan,  en  1702. 

Durante  la  guerra  de  sucesión,  de  España  en  que  se 
permitió  álos  franceses  el  privilegio  de  una  compañía  que 
se  llamó  Asiento,  pagaba  33  pesos  y  un  tercio  por  cada 
negro  introducido;  debía  traer  38,000  ea  la  guerra  y  40^000 
á  la  paz:  el  privilegio  era  por  diez  años.    En  el  tratado 


nrTRODtrccíov  xxxi 

de  UtrecH  4713,  en  qué  áe  concluyó  la  paz  entre  la  Fran- 
cia, España,  Inglaterra  y  Holanda  poniendo  fin  á  la  guer- 
ra de  sucesión,  la  Francia  cedió  ll  la  Inglaterra  él  Asiento 
que  los  ingleses  administraron  en  el  Retiro^  actualmente 
Plaza  General  San  Martin,  *     ' 

El  mismo  gobernador  consiguió,  en  1705,  arrojar  á  los 
portugueses  de  la  Colonia  del  Sacramento. 

General  Manuel  db  Velazco  y  Tejada,  dasdé  1708 
hasta  una  noche  del  mes  de  marzo  de  1712,  que,  con  noti- 
cias de  escesos  que  se  le  imputaron,  fuié  sorprendido  por 
el  juez  don  José  Mutiloa  y  Ahduesa.,  preso  y  remitido  á 
España,  donde  se  le  dio  el  correspondier/te  castigo. '  1*0- 
dos  sus  bienes  fueron  secuestrados. 

Don  José  Mutiloa  y  Anduesa,  juez  p^esqnisidor,  envia- 
do por  la  Audiencia  de  Sevilla,  con  el  objeto  dé  sorpren- 
der, como  sorprendió,  en  una  noche  de  marzo  de  1712,  al 
gobernador  Velazco,  asumiendo  en  el  acto  el  mando  y 
nombrando  gefe  de  las  armas  al  capitán  Manuel  Barran- 
cos. Terminada  su  misión,  puso  en  posesión  del  mandó 
al  qne  con  él  había  venido  provisto  gobernador,  el  corohel 
Aroe,  en  mayx>de  1714.        • 

Coronel  .Alonso  de  Akcs'  y  Soiiía,>  desde'el  19  de 
mayo  hasta  ^eá>bredel714:  solo  gobernó  seis  meses' pot 
haberle  sorprendido  la  muerte. 

En  este  año  (1714)  loe  portdgueses  iufeD^taron  apoderar» 
sede  Montevideo  para  poblarlo  por  su  cuenta,  pero  fueron 
desalojados  poi*  la/S  tropas  de  Buenos  Aires^  fundándose 
entonces  la  dudad  de  San  Felipe  y  Santiago.  Por  este 
hecho  como  por  muchos  otros,  el  rey  Felipe  V'  declaró  á 
Buenos  Aires,  el  5  de  octubre  de  1716  con  los  títulos  d*e 
muy  noble  y  muy  leal. 

Acefalía,  desde  aquella  fecha  haáta  mayo  dé  1716^  á 
consecuencia  de  la  PRuaúBA  guerra  civil  qué  entonces  9t 
iñiciarapor  la  posesión  del  gobierno:  Esté  era  disputado 
po^r  el  ingeiiieró  don  José  &ermudefc,  riombrádo  interino 
por  el  jaez  Mutiloa,  por  t\  Cabildo  que  'pretendía'  no  per* 


XXXII  IUTRODÜOCIOK 

teneoer  á  Badie  el  gobierno  político  en  aquella  circunstan- 
cia, sino  al  alcalde  de  primer  voto,  y  por  el  capitán  Bar- 
rancos, qae  manifestó  la  misma  pretensión,  en  cuanto  á 
lo  militar.  Esta  cuestión  de  competencia  tuvo  que  deci- 
dirse por  las  armas.  Bermudes^  se  encerró  con  25  artille- 
ros en  la  Fortaleza,  y  Barrancos  le  sitió  con  la  caballería 
hasta  que  el  primero  se  vio  en  la  necesidad  de  capitular. 
Para  evitar  la  repetición  de  estas  cuestiones,  el  rey  creó 
en  1716,  la  plaza  de  teniente  de  rey,  para  suplir  la  falta  ó 
ausencia  de  los  gobernadores. 

Por  cédula  de  5  de  octubre  del  mismo  año  de  1716,  el 
rey  concedió  el  título  de  muy  noble  y  muy  leal  á  la  ciudad 
de  Buenos  Aires,  según  queda  ya  referido. 

Coronel  Baltasar  García  Ros,  nombrado  por  el  vi- 
rey  del  Perú  don  Diego  Guevara,  obispo  de  Quito,  des- 
de el  23  de  mayo  de  1715,  que  tomó  posesión  del  mando, 
hasta  julio  de  1717. 

El  marqués  de  Salinas,  fué  nombrado,  pero  no  llegó  á 
tomar  posesión  del  gobierno. 

Brigadier  don  Bruno  Mauricio  de  Z abala,  desde  el  11 
de  julio  de  1717.  Fundó  la  ciudad  de  Montevideo  con  el 
nombre  de  San  Felipe  y  Santiago,  en  obsequio  del  Rey 
Felipe  y  entonces  reinante,  dando  principio  en  1726,  con 
20  familias  venidas  de¡  Canarias,  á  las  que  se  agregaron 
algunas  otras  de  Buenos-Aires,  construyendo  el  fuerte 
con  los  indios  guaraníes,  con  los  mismos  que  perfeccionó 
el  de  la  plaza  de  Buenos-Aires.  En  1730  instaló  el  cabil- 
do de  Montevideo,  delineándose  por  ingenieros  la  traza 
de  la  ciudad,  repartiéndose  solares  de  50  varas  en  cuadro 
para  casas  á  cada  vecino,  81  suertes  de  Chacras  y  19  es- 
tancias, distribuyéndose  1600  ovejas;  se  repartió  ropa  y 
utensilios  á  los  mas  necesitados;  se  fundó  la  Estancia  del 
^ey  con  4500  cabezas  de  ganado  vacuno  y  2,080  caballos. 
Se  nombró  cura  párroco  y  se  abrieron  los  cimientod  para 
la  iglesia  parroquial.  En  el  mismo  añq,  1730,  recorrió 
las  costas  de  Maldonado.    Zabala  gobernó  hasta  el  año 


INTBODUCCION  XXXIII 

de  1734  y  iDurió  en  Santa  Fe,  poco  después  de  su  regreso 
del  Paraná,  en  1736 y  según  Funes  en  1635. 

En  el  gobierno  del  brigadier  Zabala,  el  capitán  francés 
Estévan  Moreau,  después  de  amenazar  á  Montevideo 
con  dos  navios,  se  desembarcó  en  Castillos,  de  donde  fué 
echado  por  las  tropas  de  Buenos  Aires,  quedando  Moreau 
muerto. 

Brigadier  don  Miguel  de  Salcedo,  por  ausencia  de  Za- 
bala, desde  el  23  de  marzo  de  1734  hasta  junio  de  1742. 
En  el  mismo  año,  1734,  comenzaron  las  hostilidades  con 
los  portugueses,  poniendo  sitio  á  la  Colonia  del  Sacramen- 
to, cuyo  gobernador  portugués,  don  Pedro  Vasconcelos, 
fué  al  siguiente  año,  1735,  batido  y  hecho  prisionero  por  el 
alférez  don  Estévan  del  Castillo,  al  m^indo  de  un  desta- 
camento de  dragones. 

Mariscal  de  campo  don  Domingo  Ortiz  de  Rosas,  desde 
el  21  de  junio  de  1742  hasta  1745,  que  pasó  á  Presidente 
de  Chile,  en  donde,  continuando  sus  servicios,  se  le  dio  el 
título  de  Conde  de  Poblaciones. 

Teniente  general  don  José  de  Andonaegui,  desde  1745 
hasta  1756. 

En  vista  de  los  presupuestos  de  gastos  de  forlificacion, 
formados  de  orden  del  gobernador  Andonaegui  por  el  in- 
geniero Cardóse,  relativos  á  la  de  Montevideo  y  puerto 
de  Maldonado,  que  ascendían  á  la  suma  de  200,055  pesos 
anuales,  propuso  (1747)  al  rey  Fernando  VI  el  arbitrio 
de  que  cada  dos  años  viniese  una  embarcación  de  150 
toneladas,  con  27,000  libras  de  tabaco  en  polvo,  labrado 
en  Sevilla  y  en  la  Habana,  propio  para  la  afición  de  los 
habitantes  de  estas  Provincias,  cuyo  consumo  se  gradua- 
ba ascendería,  en  la  de  Buenos  Aires  á  15,000  libras,  en  la 
de  Tiwuman  á  11,500  y  en  la  del  Paraguay  á  500;  á  que, 
agregados  otros  muchos  artículos,  que  pudieran  venir  de 
las  reales  fábricas  para  darles  internación  al  Perú,  mien- 
tras se  hallaba  prohibida  esta  vía  á  los  particulares,  pu- 
diera producir  una  buena  renta,  no  solo  para  proveer  á 


zxziY  nrTROBtrcdiOH 

los  espresados  gastos,  sino  también  para  atenciones  del 
Estado. 

La  antecedente  propuesta  produjo  al  año  siguiente 
(1748)  ei  estanco  del  tabaco  polvillo  en  estas  Provincias. 
El  mismo  año  se  renovó  por  bando  público  la  espulsion 
de  residentes  estrangeros  con  arreglo  á  las  leyes. 

Hasta  el  año  1751,  el  ramo  de  la  Política,  en  Montevi- 
deo, estaba  confíado  á  su  Cabildo  j  el  de  lo  militar  á  co- 
mandantes de  armas  veteranos.  El  rey  la  declaró  en- 
tonces Plaza  de  armas  y  gobierno  político  militar,  confi- 
riendo dicho  empleo  iil  Cüionel  José  Joaquin  de  Viana.  (1) 

En  1752  vino  de  España  el  marqués  de  Valdelirios  con 
los  comisarios  competentes  para  el  establecimiento  de  la 
línea  divisoria  con  la  corona  de  Portugal,  en  virtud  del 
tratado  de  límites  celebrado  el  año  de  1750,  de  cuyas  ope- 
raciones resultó  haberse  rebelado  siete  pueblos  guaraníes 
de  la  parte  Oriental  del  Rio  Uruguay,  por  lo  cual  fué  ne- 
cesario pasase  á  contenerlos  el  gobernador  Andonaegui, 
en  el  de  1755,  con  un  ejército  de  1500  hombres,  ausilia- 
do  de  otro  portugués  de  1000,  al  mando  del  virey  del  Janei- 
ro, conde  de  Bobadella.  Los  rebeldes  fueron  atacados  y 
derrotados  en  las  Lomas  de  Üaibaté,  con  pérdida  de  2500 
hombres,  con  cuyo  triunfo  se  allanó  el  paso  hasta  los 
espresados  pueblos,  acuartelándose  las  tropas  portugue- 
sas en  el  de  Santo  Ángel,  y  las  españolas  en  el  de  San 
Juan,  en  donde  permaneció  Andonaegui  hasta  que  fuá 
relevado. 

Teniente  general  don  Pbdbo  Antonio  db  Cbballos, 
desde  el  4  de  noviembre  de  1756  hasta  agosto  de  1766. 

(1)  Por  muerte  de  don  Domíugo  Santos  de  Uriarte,  que  hacia  de  coman- 
dante de  la  plaza  de  Montevideo,  el  gobernador  Andonaegui  puso  ea  el  man- 
do de  ella  interinamente  al  capitán  Francisco  Oorriti  y  al  dar  cuenta  de  ello, 
en  16  de  setiembre  de  1749,  representaba  al  rey  lo  conveniente  quesería  se 
le  nombrase  gobernador  político  y  militar.  El  rey,  con  fecha  18  de  abril  de 
1761,  resolvió  como  proponía  Andonaegui  respecto  de  gobernador  en  Mon- 
tevideo, pero  no  condescendía  en  que  recayese  el  empleo  en  Gorriti,  sino  en 
el  coronel  Viana. 


«jfTftoweeioN  xxzv 

Se  distinguió  en  su  espedicion  de  Misiones^  toma  de  la 
Colonia  del  Sacramento,  Rio  Grande  de  San  Pedro,  Fuer- 
te de  Santa  Teresa,  Santa  Tecla  y  San  Miguel;  y  final- 
mente en  la  premeditada  sorpresa  por  el  capitán  inglés 
Macn amara,  que,  con  un  navio  y  dos  fragatas,  pretendió, 
el  dia6  de  enero  de  1763,  recuperar  la  espresada  plaza  de 
la  Colonia,  y  quien,  después  de  dos  horas  y  media  de  un 
vivo  y  continuado  fuego,  pagó  su  temerario  arrojo,  incen- 
diándose el  navio  nombrado  el  L&rd  Clive. 

Teniente  general  don  Frakcisco  de  Paula  BüCarbli  y 
Ursüa,  desde  el  15  de  agosto  de  1766  hasta  agosto  de 
1770. 

'  En  su  tiempo  tuvo  lugar  la  espulsion  de  los  jesuítas 
de  la  América  Meridional  española.  Embarcáronse 
eülá  Ensenada  de  Barragan,  en  la  fragata  de  guerra 
La  Vénm,  comandante  el  capitán  de  fragata  don  Gabriel 
de  Guerra,  y  en  los  buques  particulares,  ív^gMa,  San  Es- 
tévan  y  bergantín  Pájaro^  en  número  de  397  de  todos  los 
Colegios  y  Residencias  del  Rio  de  la  Plata,  inclusas  las 
Misiones  de  Guaraníes  y  las  de  Mojos  y  Chiquitos. 

En  1767  se  sublevaron  las.ti*opas  españolas  que  guar^ 
Becían  el  Rio  Grande  de  San  Pedro  en  ambas  bandas, 
nombradas  sur  y  norte,  disgustadas  de  que  elgobern<T,dpr 
Bucareli  no  les  enviaba  pagamentos,  y  aunque  la  sedición 
fué  sofocada  por  el  comandante  principal  don  José  de 
Molina,  en  la  banda  del  sur,  costó  la  pérdida  de  la  del 
norte,  que  fué  necesario  abandonai ,  por  haber  deserta- 
do la  mayor  parte  de  su  guarnición. 

Brigadier  don  Juan  Josa  dk  Vebtiz  y  Salcedo,  iíltimo 
GOBERNADOR  déla  época  colonial,  desde  el  25  de  agosto  de 
1770,  hasta  la  creación  del  vireinato  por  real  cédula  de  8 
de  agosto  de  1776. 

En  vista  de  que  los  portugueses  estondían  sus  estable- 
cimientos de  estancia  hasta  el  Rio  Icabacua,  practicando 
correríad  mucho  mas  al  sur,  el  gobernador  Yertiz  se  tras- 
ladó á  Montevideo  para  recorrer  los  territorios  españoles 


XXXVI  IHTEODÜCCIOir 

de  las  fronteras  portuguesas,  con  una  espedicion  de  1004 
hombres,  y  consiguió  por  el  momento  desalojarlos  sin  no- 
table oposición. 


CBONOLOGÍA. 

De  los  vireyes  que  gobernaron  las  Provincias  del  Rio  de  la 
Flata,  desde  que  fueron  constituidas  en  vireinato,  en 
1777,  hasta  su  regeneración  ^política  el  26  de  mayo 
de  1810. 

1°  El  15  de  octuü/3  Je  17  í  7  se  recibió  de  virej,  goberna- 
dor y  capitán  general  de  las  Provincias  del  Rio  de  la  Pla- 
ta y  supremo  presidente  de  la  real  ^Audiencia  de  la  Pla- 
ta, el  señor  don  Pbdro  db  Ceballos  y  C  jbtbs,  caballero  de 
la  real  orden  de  San  Genaro,  comendador  de  Sagra  y  Se- 
net  en  la  de  Santiago,  gentil  hombre  de  Cámara  de  S.  M. 
con  entrada,  capitán  general  de  sus  reales  ejércitos,  co- 
mandante general  de  Madrid  y  su  distrito,  consejero  y 
subdecano  del  supremo  consejo  de  guerra. 

Una  espedicion  española,  al  mando  del  general  en  gefe 
de  mar  y  tierra  don  Pedro  Antonio  de  Ceballos,  peimeb 
virey  de  la  Provincia  del  Rio  de  la  Plata,  zarpó  de  Cádiz 
el  12  de  octubre  de  1776  y  llegó  al  puerto  de  Montevideo 
el  21  de  abril  de  1777.  La  referida  ¡espedicion  cojiBtaba 
de  6  navios  de  línea,  5«fragatas,  6  buques  mas  de  guerra  y 
llGtrasporteS;  en  que  vinieron,  á  mas  de  sus  tripulaciones 
y  guarniciones,  9316  hombres  de  desembarco,  á  que  se 
agregaron  las  tropas  veteranas  y  de  milicias  existentes 
en  el  país,  {habiendo  conducido  desde  España,  para  sus 
gastos,  dos  millones  de  pesos  fuertes  en  numerario. 

Reforzado  y  servido  el  ejército  por  las  milicias  del  país, 
puestas  á  las  inmediatas  órdenes  del  coronel  de  dragones 
don  Ventura  Caro,  Ceballos  marchó  por  tierra  contraía 
plaza  de  la  Colonia  del  Sacramento,  la  cual,  en  pocos  dias 
de  trincheras,  fué  rendida  á  discreción.  Movía  en  seguida 
sus  reales  contra  el  Rio  Grande  de  San  Pedro,  cuando 
en  la  mitad  del  camino  le  alcanzó  la  noticia  de  la  paz, 


BCTROmrOCION  XXXVIt 

por  lo  cna]  regresó  á  tomar  en  Buenos  Aires  la  posesión 
de  sn  vireinato. 

Porrea!  cédula  de  2  de  febrero  de  1778,  se  concedió  el 
comercio  libre  á  estos  puertos  desde  los  habilitados  en  la 
Península  y  la  internación  de  efectos  al  Perú,  creándose 
las  aduanas  de  Buenos  Aires  y  de  Montevideo.' 

2**  El  12  de  junio  de  1778,  entró  don  Juan  José  Vbrtiz 
Y  Salcbdo  (americano),  caballero  connendador  de  Puerto 
Llanó,|de  la  orden  de  Calatrava  y  teniente  general  de  los 
reales  ejércitos. 

Coh  el  designio  de  formar  varios  establecimientos  en  la 
Costa  Patagónica  y  proporcionar  la  pesca  de  la  ballena, 
en  aquellos  mares,  al  año  siguiente  del  gobierno  de  Ver- 
tiz  (1779),  fué  comisionado  por  la  Corte  de  Madrid  don 
Juan  de  la  Piedra,  con  el  carácter  de  Intendente,  para 
conducir  una  gran  porción  de  familias  españolas  pobla- 
doras, que  se  repartieron  en  los  puiltos  de  San  Julián, 
Puerto  Deseado,  San  José  y  Rio  Negro. 

Esta  empresa  fué  desgraciada  respecto  de  los  dos  pri- 
meros destinos,  por  las  epidemias  y  mortandades. 

Por  el  artículo  43  de  la  Ordenanza  dej Intendentes,  se 
mandaba  á  éstos,  por  medio  de  ingenieros  competentes, 
la  formación  de  mapas  topográficos  de  sus  provincias, 
señalando  y  distinguiendo  los  términos  dé  ellas,  sus  mon- 
tañas, bosques,  rios  y  lagunas;  en  el  siguiente  54,  por  me- 
dio de  los  mismo8  ingenieros  y  dé  sus  relaciones  indivi- 
duales, se  informasen  particular  y  separadamente  del 
temperamento  y  calidades  de  las  tierras  que  comprendía 
cada  provincia,  de  sus  producciones  naturales  en  los  tres 
reinos,  mineral,  vegetal  y  animal,  de  la  industria  y  comer- 
cio; y  en  el  55,  que,  con  todo  cuidado'y  esmero,  solicitasen 
saberlas  inclinaciones,  vida  y  costumbres  délos  vecinos  y 
moradores  de  su  gobierno.  En  cumplimiento  de  los  cita- 
dos artículos,  el  virey  Vertiz  tuvo  que  mendigar  en  gene- 
ral todas  aquellas  referidas  noticias  recomendando  á 
su  sucesor  quedase  iijado  en  la  secretaría  el  mapa  geo- 


xzxTin  imftOivooiOH 

gráfteo  de  la  América  Meridional  y  el  partioular  instrui* 
do  de  esta  provincia,  incluyendo  al  mismo  tiempo  los  indi- 
viduales informes  suministrados  por  el  intendente  gene- 
ral, que  había  recorrido  todas  las  provincias  del  vireinato. 
Este  contenía  seis  iglesias  catedrales,  la  de  Buenos  Aires^ 
la  metropolitana  de  Charcas,  la  de  la  Paz,  la  de  Santa 
Cruz  de  la  Sierra,  la  del  Tucuman  y  la  del  Paraguay. 

Tuvo  el  virey  Vertiz  fuertes  y  acaloradas  conti'over- 
sias  con  el  obispo  don  fray  Sebastian  Malvar  y  Pinto, 
(ascendido  en  1783  al  arzobispado  de  Santiago  de  Galicia) 
que  continuamente  suscitaba  disputas  y  tropiezos,  toman- 
do irregulares  á  imprudentes  partidos,  entre  otros,  el  de 
no  cumplimentar  al  virey,  como  era  de  práctica,  en  el  dia 
del  augusto  nombre  del  soberano;  retirar  públicamente 
sus  vestiduras  pontificales  de  la  iglesia  por  la  precisa 
asistencia  del  virey  á  ella  y  negarse  á  toda  contestación 
de  los  oficios  de  éste;  aun  en  distintas  materias,  con  otras 
demostraciones  que  solo  servían  de  un  general  escándalo. 
Y  á  pesar  de  todo  eso,  el  virey  Vertiz  accedió  á  la  erec- 
ción de  nuevas  parroquias,  á  la  sola  indicación  del  prela- 
do, sin  pedirle  las  prescritas  precedentes  averiguaciones 
y  diligencias  que  comprobasen  la  necesidad  de  ellas. 

Estableció  una  casado  corrección,  para  el  recogimiento 
délas  mugeres  de  mal  vivir;  la  iluminación  de  esta  capi- 
tal (Buenos  Aires],  costeándose  con  la  contribución  de 
dos  reales  al  mes  sobre  cada  puerta  de  calle;  la  Cuna  á 
Hospital  de  Niños  Espósitos,  erigida  en  14  de  noviembre 
de  1779,  á  pedimento  del  síndico  del  Cabildo  don  Miguel 
de  Riglos;  la  imprenta,  siendo  la  misma  que  estuvo  aban- 
donada muchos  años  en  el  real  Colegio  de  Monserrat,  en 
Córdoba.  (1) 

(1)  El  doctor  Martin  de  Monstj  (finado  enBonrglaRerae,  Francia,  el  28 
de  marzo  de  1879,  á  la  edad  do  59  a&os)  sufrió  oquiyocacion  al  atribuir 
la  fundación 'del  Colegio  de  Mouberrat  al  doctor  Ignacio  Duarte  j  Quirós, 
fijándole  la  fecha  de  1685,  como  se  podrá  juzgar  por  la  relación  siguientei-^ 
Entrando  por  el  primer  corredor  de  la  Universidad  de  San  Carlos,   Cór^ 


UrTBOD^GCIOK 

En  la  época  de  la  sublevación  del  Perú  (1780),  encabe- 
zada por  don  José  Gabriel  Coiidorcanqui,  Tupac-Ama- 
ru,  cacique  de  Tungasuca,  concurrió  con  sus  acertadas 
providencias  á  la  pacificación  de  aquel  reino.  Por  las 
atenciones  de  la  guerra  con  los  ingleses^  pasó  á  Montevi- 
deo,, donde  se  mantuvo  hasta  la  paz,  y  entregando,  en 
1784,  el  mando  de  virey  á  su  sucesor  el  marqués  deLore- 
to,  se  restituyó  á  España,  donde  falleció  en  lt99. 

Fundó  el  real  Colegio  de  San  Carlos  en  3  de  noviembre 
de  1783,  un  Hospicio  para  Pobres  Mendigos,  de  que  se 
hallaba  infestada  esta  ciudad,  encargando  de  su  recolec- 
ción al  capitán  de  milicias  don  Saturnino  Alvarez. 

Además  de  la  reducción  del  Gran  Chaco,  sometió  con 
sagacidad,  blandura  y  buen  modo  mas  de  6000  indios  de 
las  naciones  mataguayas,  chunupíes,  málvalas  y  signipes. 
En  las  fronteras  de  Charcas  y  Tarija,  fundó  algunas 
reducciones  de  indios  chiriguanos  y  chunumatas;  en  la 
testera  del  Chaco  y  fronteras  de  Tucuman  había  8  reduc* 
ciones  de  mataguayos,  vilelas,  lules,  tobas,  abipones  é 
isistines,  en  número  como  de  5000  indios:  en  las  fronteras 
de  Santa  Fe,  otras  5,  una  en  San  Javier,  otra  en  San  Pe- 
dro, de  indios  mocovíes,  otra  de  charrúas  en  Cayastá, 

doba,  se  llega  á  un  espacioso  galón  de  lectura.  A  su  estremo  superior, 
se  halla  una  cóaaoda  silla  poltrona  antij^na,  colocada  sobre  madera  labra* 
da  de  realce  ó  sea  plataforma,  como  de  un  pié  de  alto,  y  sobre  ella  des- 
cansa el  retrato  de  un  eclesiástico  de  benévolo  aspecto;  en  uno  de  sus 
ángulos  se  lee  la  inscripción  siguiente:  El  Illmo,  doctor  don  Fray  Fer» 
fiando  Tr^o  y  8anc¿bria^  de  la  arden  Seráfica^  naiural  del  ParagxMíy^  fué 
consagrado  en  Quito  por  él  señor  Solis;  fué  Provincial  en  el  Perú;  tomó 
posesión  en  el  año  de  1595  y  murió  en  1614\  celebró  él  único  Sínodo  y  for- 
mó el  Arancel  con  la  aprobación  del  Tribunal  de  Justicia;  fundó  la  üni" 
tersidad  mayor  de  San  Carlos  y  Monserrat  en  1613,  destinando  á  tan  im- 
portante obra  todos  sus  bienes  terrenales  después  de  su  muerte^  pero  dando 
antes  40,000  pesos  á  los  Jesuitas  para  ayudar  á  levantar  las  escuelas  de 
Latinólas  Artes  y  Teología.  Esta  disposición  fué  aprobada  en  1622  por 
los  Papas  Gregorio  XV  y  Urbano  VIH,  y  por  los  Reyes  Felipe  III  y 
Felipe  IV.  ^  (Véase  The  Standard  áe  Buenos  Aires,  de  29  de  junio  de 
1870,  bajo  el  epígrafe  «Córdoba  and  its  Sierras,»  by  F.  R.  G.  S«) 


XL  IUTBODÜCCIOH 

otra  en  San  Gerónimo,  de  indios  abipones,  en  número  co- 
mo de  2000:  y  las  del  Paraguay,  una  de  indios  mocovíes 
también  en  los  Remolinos,  con  otros  de  indios  bayas  y 
guaicurúes. 

Se  mandó  colocar  un  puente  sobre  el  Desaguadero,  para 
la  unión  de  éste  al  Rio  Tunuyan.  Se  formaron  estable- 
cimientos en  la  Costa  Patagónica,  en  cumplimiento  de 
real  resolución,  dejando  en  los  puertos  de  San  José,  San 
Julián  y  Deseado,  pilastras  que  acreditasen  la  pertenen- 
cia del  rey  de  España. 

Cuando  el  Virey  Ceballos  se  retiró  para  España,  dejó 
formada  la  junta  superior  provincial  de  esta  capital  y  las 
municipales,  mandadas  crear  en  las  demás  ciudades,  se 
establecieron  después  del  ingreso  de  Vertiz.  A  dicha 
Junta  estaban  subordinadas  las  erijidas  en  las  cuatro 
Provincias  del  Rio  de  la  Plata,  Tucuman,  Paraguay  y 
Cuyo;  en  la  1*  se  hallaban  establecidas  las  municipalida- 
des de  esta  ciudad,  la  de  Corrientes  (con  Entre  Rios) 
Santa  Fe  y  Montevideo;  en  la  2^  la  de  Córdoba,  Santiago 
del  Estero,  San  Miguel  del  Tucuman,  Catamarca,  Rioja, 
Jujuí  y  Salta;  en  la  3\  la  de  la  misma  Asunción  del  Pa- 
raguay, y  en  la  4**  y  última,  la  de  Mendoza,  San  Juan  y 
San  Luis,  todas  las  cuales  se  entendían  en  sus  dudas» 
consultas  y  aprobaciones  con  la  Junta  superior  provincial. 

3°  El  7  de  marzo  de  1784  entró  de  virey  don  Nicolás 
DEL  Campo,  marqués  de  Loreto,  mariscal  de  campo  de 
los  reales  ejércitos  y  gentil  hombre  de  cámara  de  S.  M. 
con  entrada,  siendo  el  primer  Presidente  de  la  real  Au- 
diencia pretorial  que  se  fundó  en  esta  ciudad. 

En  vista  de  que  la  distancia  de  la  provincia  de  Buenos 
Aires  á  la  real  Audiencia  de  la  ciudad  de  la  Plata  difi- 
cultaba los  recursos  y  causaba  á  sus  habitantes  el  des* 
consuelo  de  no  podérseles  administrar  justicia  en  sus 
causas,  con  la  brevedad  que  deseaban,  por  real  decreto 
de  25  de  julio  de  1782,  el  rey  dispuso  la  creación  de  una 
nueva  Audiencia  Pretorial  y  Chancillería  real  en  la  ca- 


fNTBODVOCIOK  XLI 

pital  de  Buenos- Aires,  señaiilándola  por  distrito,  la  pro- 
vincia de  su  nombre,  la  del  Paraguay,  Tucuman  y  Cuyo. 

Comunicada  esta  resolución  por  real  cédula  de  14  de 
abril  de  1783,  y  la  remisión  del  sello  de  las  armas  reales 
que  debía  servir  para  esta  Audiencia  por  la  de  16  de  no- 
viembre  de  1784,  se  verificó  su  establecimiento,  con  la  for- 
mal apertura  que  se  ejecutó  á  las  diez  de  la  mañana  del 
lánes  8  de  agosto  de '1785,  habiendo  tenido  la  entrada 
pública  del  real  sello  el  martes  9  por  la  tarde.  El  virey 
marqués  de  Loreto,  así  lo  dispuso,  acordando  con  los  se- 
ñores regente  y  oidores  que  se  solemnizase  el  acto  con 
misa  de  gracias  en  la  catedral  con  asistencia  del  Tribunal 
de  real  Audiencia,  del  de  Cuentas  y  del  Cabildo  secular, 
7,  en  manifestación  de  júbilo,  se  pusieron  luminarias  en 
esta  ciudad  3  dias,  comenzando  el  domingo  por  la  noche. 

4**  El  4  de  diciembre  de  1789,  se  recibió  de  virey  el  te- 
niente general  de  los  reales  ejércitos  don  Nicolás  de  Aa- 

&BD0KD0. 

En  el  mismo  año  de  89  (20  de  setiembre)  llegó  al  puerto 
de  Montevideo,  procedente  de  Cádiz,  la  espedicion  cien- 
tífica al  mando  y  dirección  del  brigadier  Alegaudro  Ma- 
laspina,  con  destino  á  dar  la  vuelta  del  mundo  y  hacer 
varias  investigaciones  astronómicas,  geográficas  y  de  his- 
toria natural,  para  cuyo  efecto,  en  las  corbetas  de  S.  M. 
C.  la  Descubierta  y  Iti  Atrevida,  vinieron  oficiales  es- 
pertes y  facultativos  de  todas  clases,  que  practicaron  tra- 
bajos útiles  sobre  las  costas  del  Rio  de  la  Plata  y  Patago- 
nes. El  célebre  naturalista  botánico,  don  Tadeo  Haenke, 
alcanzó  la  espedicion,  de  que  formó  parte  en  Santiago  de 
Chile,  el  10  de  abril  de  1790.  (1) 

(1)  Haenke  lavo  la  mortiñcacion  de  llegar  á  la  Isla  de  Leou  dos  horns  des- 
pués que  las  corbetas  habían  salido  de  la  hüila  de  Cádiz.  A  ese  contras- 
te, se  le  agregó  otro.  Habiéndose  embarcado  pnra  Montevideo  en  un 
buque  del  comercio,  en  la  que,  próximo  ya  al  puerto,  tuvo  la  desgracia 
de  naufragar  hacia  Punta  de  Carretas.  Ocho  dias  hacia  que  las  corbetas 
habían  dejado  aquel  puerto:  asi  le  fué  necesario  presentarse  al  yirey,  pidien- 


XíÁi  nrTBODVQCfOir 

b"*  El  17  de  marzo  de  1795  entró  de  virey  don  Pbdao 
de  Portugal  y  Villbna,  caballero  del  orden  de  Santiago, 
gentil  hombre  de  cámara  de  S.  M.,  con  ejercicio,  primer 
caballero  de  la  reina  y  teniente  general  de  los  reales 
ejércitos. 

Con  motivo  de  la  guerra  con  los  ingleses,  el  virej  Meló 
pasó  á  Montevideo,  donde  contrajo  una  enfermedad  de  la 
que  murió  el  sábado  santo  15  de  abril  de  1797.  Su 
cuerpo  fué  conducido  á  Buenos- Aires  y  depositado  en  el 
Monasterio  de  las  Monjas  Gapu chimas,  del  que  había  sido 
constante  protector. 

6°  El  2  de  mayo  de  1797  se  recibió  de  virey  interino, 
por  muerte  del  precedente,  el  sub  inspector  general  de  las 
tropas  de  este  vireinato,  ex-gobernador  (cuarto)  de  Monte^ 
videO;  don  Antonio  Olagubb  Fbliü,  caballero  de  la  real 
orden  de  Carlos  III  y  mariscal  de  campo  de  los  reales 
ejércitos.  Sucedióle  en  el  gobierno  de  Montevideo  ol 
brigadier  don  José  de  Bustamante  y  Guerra,  comandante 
de  marina,  como  5^  gobernador  de  aquella  plaza. 

7®  El  14  de  marzo  de  1799  se  recibió  de  virey  en  propie- 
dad don  Gabbibl  db  Avilbs  y  db  Fjbrro,  marqués  de  Avi* 
les  y  teniente  general  de  los  reales  ejércitos. 

£ste  virey  dio  libertad  á  los  indios  de  los  Pueblos  de 
Misiones,  adjudicándoles  tierras  y  ganados  y  confirién- 
doles el  decreto  de  poseer  propio  peculio  (1). 

S""  El  20  de  mayo  de  1801  se  recibió  el  mariscal  de 
eampo  don  Joaquín  del  Pino. 

El  señor  del  Pino  había  sido  (2'*)  gobernador  de  la  pl#* 
za  de  Montevideo  en  1773,  en  que  sucedió  áViana. 

do  las  órdenes  j  ausilioa  del  caso  para  continaar  sa  derrota  en  basca  de  la 
espedicion,  empleiiudose  eu  el  camino  en  su  ramo  de  naturalista  botánico, 
¿  qne  estaba  comisionado  en  el  servicio  de  S.  M.  C. 

(1)  Damos  mas  adelante  la  Memoria  del  marqués  de  Aviles,  inédita,  hasta 
alio ra,  pasada,  como  era  de  práctica,  á  su  sucesor,  por  la  cual  se  tendrá  un 
perfecto  conocimiento  del  estado  de  estas  Provincias  hasta  el  año  de  1801. 
Es  también  el  último  virey  que  haya  tenido  ocasión  de  pasar  un  documento 
de  esa  clase,  cosa  que  no  pudieron  hacer  sos  sucesores. 


IHiranta  8a  gobierno,  el  mas  pacífico  que  tuviera  la  épo« 
ca  del  vireÍDato,  se  fundó,  en  1801,  el  primbr  peri<Sdico 
titulado  TeUgraifo  Mercantil,  etc.,  y  al  año  siguiente  1802, 
el  segundo,  con  el  título  de  Semanario  de  Agricultura;  una 
cátedra  de  anatomía,  dirigida  por  el  doctor  Febre,  las  de 
medicina  y  química,  por  el  doctor  Argerich,  y  una  escuela 
particular  de  pintura,  por  don  José  Salas,  y  otra  de  idioma 
francés. 

Estas  concesiones,  no  acordadas  por  ninguno  desús 
antecesores,  prepararon  el  camino  que  necesariamente 
debía  conducir  á  la  libertad  de  estas  Provinoias,  á  que 
concurrieron  los  sucesos  posteriores. 

El  virey  del  Pino  falleció  en  Buenos  Aires  el  11  deab;ril 
de  1804. 

9**  El  28  de  abril  de  1804,  por  fallecimiento  del  prece- 
dente, se  recibió  interinamente  el  sub-inspector  de  las 
tropas,  ex-gobernador  intendente  de  la  provincia  del  Tu- 
cuman  don  Rafael  db  Sobrbmonte,  marqués  de  Sobre* 
monte  y  brigadier  de  infantería,  hasta  el  22  de  enero  de 
1805,  que  quedó  de  virey  en  propiedad. 

En  este  último  año  citado  (1805)  arribó  al  puerto  de 
Montevideo  el  portugués  Antonio  Machado,  dueño  de  la 
fragata  nombrada  c  Rosa  del  Rio, »  trayendo  la  vacuna, 
que  al  punto  fué  propagada  allí,  pasándola  después  dicho 
Machado  á  Buenos  Aires  en  una  negra  recientemente 
vacunada. 

El  nombre  de  Machado  merece  se  perpetúe  en  los  ana- 
les de  estas  Provincias,  para  eterno  reconocimiento  délas 
generaciones  futuras. 

El  8  de  junio  de  1806  se  presentó  en  el  Rio  de  la  Plata 
una  escuadra  inglesa  al  mando  del  comodoro  Sir  Home 
Popham,  con  los  navios  Narciao,  Encuentro,  Diade^nOi, 
Razonable  y  Diomedes  y  varios  trasportes;  y  á  las  ocho 
de  la  noche  del  24  del  mismo  mes,  estando  el  virey  Sobre- 
monte  en-  el  teatro,  recibió  la  noticia  de  que  los  ingleses, 
al  maado  del  general  jCruillermo  Garr  Beresford^  se  desem- 


XLIV  IUTBODUGCIOV 

barcaban  en  los  Quilines,  después  de  haber  sido  rechaza- 
dos en  la  Ensenada  de  Barragan.  Al  dia  siguiente,  25, 
operaron  en  efecto  su  desembarco,  en  número  de  1560 
hombres  en  el  referido  punto  de  los  Quilmes. 

Apoderados  los  ingleses  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires, 
el  27  de  junio  de  1806,  el  virey  Sobremonte  no  adoptó  mas 
.  medida  que  la  de  ponerse  en  camino  para  Córdoba,  adon- 
de anunciaba  trasladar  la  capital  del  vireinato  y  ordena- 
ba que  las  autoridades  le  siguiesen.  No  fué  obedecido,  y 
sí  destituido  por  su  incapacidad  y  cobardia. 

Una  fuerza  organizada  con  la  mayor  rapidez,  en  Mon- 
tevideo, par.a  proceder  á  la  reconquista  de  la  capital,  á 
cuyo  frente  se-puso  el  capitán  de  navio  don  Santiago  Li- 
niers,  consiguió,  con  el  ausilio  de  las  fuerzas  de  Buenos 
Aires,  hacer  rendir  á  discreción  al  general  Beresfprd,  el 
12  de  agosto  de  1806,  con  pérdida  de  417  hombres  entre 
muertos  y  heridos,  1600  fusiles.  26  cañones,  4  obuses  y  4 
banderas. 

Estas  se  exhiben  en  la  catedral  de  Buenos  Aires  en  los 
dias  de  gran  solemnidad  nacional,  tales  como  el  25  de 
Mayo  y  el  9  de  Julio. 

10.  El  27  de  junio  de  1806,  el  mayor  general  don  Gui- 
llermo Carr  Bbrbspord,  (después  lord  vizconde  y  grande 
de  España);  se  apoderó  de  esta  capital,  á  nombre  del  rey 
de  la  Gran  Bretaña,  con  una  fuerza  de  1560  hombres,  que 
entraron  sin  oposición,  habiendo  el  señor  de  Sobremonte 
brillado  por  su  ausencia,  y  saboreándolos  laureles  de  la 
victoria  en  las  provincias  del  interior  (Córdoba). 

11.  El  12  de  agosto  de  1806,  el  capUan  de  navio  don 
Santiago  Linibrs  y  Bremont  se  puso  al  frente  de  las  tro- 
pas del  rey  de  España,  y  después  de  un  vivo  ataque  y  de 
una  heroica  resistencia  de  parte  de  las  fuerzas  británicas, 
logró  rendirlas  á  discreción,  apoderándose  de  la  persona 
del  general  Beresford  como  prisionero.  El  14  del  mismo 
mes,  el  Cabildo,  á  petición  del  pueblo,  lo  nombró  interina- 
mente gobernador  político  y  militar,  hasta  que  determi- 


r 


nase  el  rej-de  Espaiia,  y  depusQ  formalmente  del  mando 
al  cobarde  y  desleal  Sobremonte. 

El  29  de  junio  do  1807,  llegaron  pliegos  de  España, 
nombrando  de  virey  interino  al  gobernador  de  Montevideo 
don  Pascual  Ruiz  Huidobro.  Los  ingleses  qne  se  habían 
apoderada  de  aquella  plaza  lo  habían  hecho  prisionero, 
por  lo  que  recayó  el  mando  como  también  el  nombra*^ 
miento,  por  la  corte  de  Espa'ña,  de  virey  y  capitán  general 
interino  en  Liniers,  que  también  acababa  de  recibir  el 
grado  de  brigadier  déla  real  armada,  por  ser  el  único 
oficial  de  mayor  graduación  que  no  había  sido  juramen- 
tado, recibiéndose  interinamente  de  gobernador  y  capitán 
generol  del  vlreinato  y  presidente  de  la  i:eal  Audiencia 
pretorial,  según  estaba  dispuesto  por  real  orden. 

Don  Martín  db  Alzaqa,  alcalde  de  primer  voto,  por  la 
ausencia  del  general  Liniers  que  fué  derrotado  por  la  di- 
visión del  general  inglés  Craufurd,  el  2  de  julio  de  1807, 
en  Miserere,  con  pérdida  de  60  hombres  muertos,  70  pri- 
sioneros y  9  piezas  de  artillería,  se  hizo  cargo  de  la  defen- 
sa, con  toda  la  energía  de  que  solo  él  era  capaz  en  aquel 
terrible  lance. 

Derrotados  los  ingleses,  en  todas  direcciones,  el  dia  6 
de  julio  les  fué  concedida  por  el  general  Liniers,  una  capi- 
tulación que  ratificó  Whitelocke,  efectuando  el  embarque 
de  su  ejército  por  el  Retiro,  del  8  al  13,  y  dando  la  vela 
para  Montevideo,  cuya  ciudad  quedó  completamente  eva- 
cuada dos  meses  después. 

La  ciudad  de  Buenos  Aires  tuvo  él  tratamiento  de  esce- 
leticia,  concedido  por  la  corte,  el  general  Liniers  el  grado 
de  mariscal  y  la  confirmación  del  mando. que  investía  por 
elección  popular,  y  á  las  felicitaciones  de  todos  los  pue- 
blos del  vireinato,  la  ciudad  de  Oruro  se  señaló  haciendo 
á  la  ciudad  vencedora  el  obsequio  de  una  lámina  de  plata, 
con  una  iuscripcion  en  oro  macizo,  que  fué  solemnemente 
presentada  al  Cabildo  de  Buenos  Aires  el  24  de  diciembre 


de  1807,  j  06  coüeerva  en  el  salan  que  hoy  occrpa  el  Tri^ 
bunal  de  Justicia. 

El  16  de  mayo  de  1808,  en  virtud  de  real  despacha,  se 
recibió  de  virey  interino  don  S.  Liniers  y  Breraont,  caba- 
llero de  la  orden  de  San  Juan,  comendador  de  Ares  en 
la  de  Montera,  regidor  perpetuo  de  esta  ciudad, %on  asien- 
to, voz  y  voto,  agraciado  con  títulos  de  Castilla,  libre  de 
lanzas  y  medias  annatas  y  almirante  de  la  real  armada^ 

12.  El  19  de  julio  de  1809  se  recibió  de  virey  doiji  Bal- 
tasar Hidalgo  db  Cishbbos  t  Latobbb,  pensionado  de 
la  real  distinguida  orden  de  Carlos  III  y  teniente  general 
de  la  real  armada  en  la  plaza  de  la  Colonia  del  Sacra* 
mentó,  adonde  los  oidores  de  la  real  Audiencia,  del  Ca* 
bildo  y  demás  autoridades  mandaron  una  diputación;  por- 
que^ teniendo  dicho  virey  que  evacuar  asuntos  del  real 
servicio,  había  hecho  escala  en  aquella  plaza.  Por  cuyo 
motLvo,nombró  al  regente  de  la  real  Audieucia  don  Lucas 
Muiífoz  CrBBBO,  para  que  ocupase  el  gobierno  político  y 
la  superitendencia  de  la  real  Hacienda,  y  al  mariscal  de 
campo  don  Yicbntb  Nibto,  para  comandante  de  armas, 
cuyo  destino  entró  á  desempeñar  el  20  de  julio  de  aquel 
año  (1809),  en  que  cesó  Liniers. 

El  29  del  mismo  mes  llegó  á  Buenos  Aires  el  señor  Cis- 
neros,  que  gobernó  hasta  el  25  de  mayo  de  1810,  en  que  se 
instaló  la  Junta  superior  gubernativa  de  las  Provincias 
del  Rio  de  la  Plata,  terminando  con  él,  en  esta  parte  de  la 
América,  la  dominación  española,  para  dar  lugar  á  la 

ITACIONALIDAD  ARGBNTINA. 

El  señor  Cisneros  permaneció  en  Buenos  Aires  hasta  el 
22  de  junio,  en  cuya  noche,  á  las  sietey  media^  fué  sacado 
de  su  casa,  llevado  al  Fuerte  y  de  allí  embarcado  con  des- 
tino á  Europa.  Con  la  misma  fecha  de  su  salida  de  esta 
ciudad,  pasó  al  rey  de  España  su  informe  sobre  los  suce- 
sos de  estas  Provincias  hasta  el  25  de  mayo  de  1810,  que 
la  esposa  del  virev  remitió  á  su  destino  y  cuya  copia  puede 
verse  en  la  Historia  de  Belgrano  por  B.  Mitre,  2'  edición. 


nmoDüCCioir  nvn 

r 

Don  Frahoisoo  Jayibs  Elio,  mariscal  de  campo,  que 
había  llegado  á  Montevideo,  el  12  de  enero  de  1811,  en  la 
iragata  de  guerra  Iphigenia,  procedente  de  Cádiz,  pro- 
visto de  vi  rey  de  estas  Provincias,  requirió  desde  luego  á 
la  Junta  de  Buenos  Aires,  para  que  reconociese  las  cortes 
generales,  enviando  el  17  (enero)  al  oidor  de  Chile,  don 
José  de  Acevedo,  con  varias  proposiciones.  Este  regresó 
el  24  con  la  respuesta  de  que  la  Junta  se  negaba  á  recono- 
cer las  Cortes,  hasta  que  se  tratase  este  asunto  en  el  Con- 
greso general  de  las  Provincias,  que  debía  formarse  muy 
pronto,  según  se  le  advirtiera.  El  virey  Eüo,  en  esta  vir- 
tud, declaró,  el  12  de  febrero,  que  la  Junta  era  rebelde. 

£1  desgraciado  general  Elio  tuvo  uu  6n  verdaderamen- 
te lamentable.  En  consecuencia  de  la  sublevación  de 
l<»s  artilleros  que  ocupaban  la  fortaleza  de  Valencia,  el  30 
de  mayo  de  1822,  de  que  aquél  era  capitán  general,  fué 
juzgado  por  el  tribunal  militar  ordinario,  que  presidió  el 
general  Vil lacainpo,  el  2dé  junio,  y  sentenciado  el  27  de 
agosto  á  la  pena  mas  ignominiosa  que  conocen  las  leyes 
españolas,  la  del  garrote.  Pasada  la  sentencia  al  audi- 
tor de  guerra,  no  solo  la  confirmó^  sino  que  pidió  se  ejecu- 
tase inmediatamente  conforme  á  la  ley  marcial  del  17  de 
abril  de  1821.  Después  de  haber  sido  despojado  de  sus 
honores,  sufrió  la  pena  de  muerte  el  4  de  setiembre  de 
1S22  alas  once  de  la  mañana,  por  medio  del  garrote.  El 
pueblo  acompañó  al  reo  aclamando  t  ¡  Muera  Llio  I — su 
sangre  cimentará  el  edificio  de  la  constitución  I*  (1) 


MEMORIA  DEL  VIREY  AVII^ÉS 

Exmo.  señor  Virey  don  Joaquin  del  Pino. 

Exmo.  señor : 

Este  es  el  segundo  mando  que  tengo  la  satisfacción  de 
entregar  áV.  E.,  cuya  notoria  ciencia  gubernativa  y  polí- 

(1).  Estracto  de  carta  escrita  par  un  liberal  de  Valencia  publicado  en  The 
M  ^ming  Uhronicls  de  Londres  de  aqaella  época. 


XLVni  IlffTttODITGCrON 

tica  irá  corrigiendo  los  errores  que  paeda  haber  cometi- 
do en  los  dos  años  y  dos  meses  que  he  gobernado  este 
vireinato.  Me  abstuviera  de  formar  esta  relación  de 
gobierno,  porque  no  me  parece  necesaria  para  el  claro 
talento  de  V.  E.  y  sus  vastos  conocimientos  y  práctica 
de  estos  países;  pero  estando  mandado  asi  .por  S.  M.  no 
puedo  eximirme  de  cumplir  sus  reales  mandatos  debiendo 
contraerme  á  esponer  que  no  tengo  la  satisfacción  de  ha- 
cer á  Y.  E.  la  relación  de  un  gobierno  arreglado  en  todos 
sus  ramos,  como  lo  estaba  el  de  Chile,  que  fué  el  primero 
en  que  tuve  tan  digno  sucesor. 

Este  vireinato  de  las  Provincias  del  Rio  de  la  Plata 
está  tan  en  embrión  que,  para  ponerlo  en  un  regular  giro, 
se  necesita  bien  el  talento  de  V.  E.  y  mucho  tiempo  de 
gobierno  para  que  tome  un  curso  ordenado  en  todos  los 
ramos,  y  así  solo  por  mayor  hablaré  algo  de  cada  uno  de 
ellos,  que  será  mas  que  suficiente  para  que,  conociendo 
V.  E.  los  males  de  mas  gravedad,  pueda  dedicar  sus  co- 
natos á  corregir  los  de  mayor  necesidad  y  urgencia;  y 
me  contraeré  á  dar  á  V.  E.  una  idea  de  los  principales 
objetos  qne,  en  el  corto  tiempo  de  mi  mando  han  merecido 
con  preferencia  mi  instrucción  y  disposiciones.  Tales 
han  sido  los  pobladores  que  vinieron  de  España  para  la 
Costa  Patagónica.  Las  poblaciones  de  ésta,  de  Chasco- 
miis  y  del  Rosario;  las  reducciones  del  Chaco:  los  infelices 
treinta  pueblos  de  Misiones  Guaraníes:  el  comercio  marí- 
timo, los  estrangeros  que  han  arribado  á  nuestros  puertos: 
la  policía  necesarísima  de  esta  capital:  el  decadente  esta- 
do de  la  Real  Hacienda  en  las  Tesorerías  de  la  Paz, 
Oruro,  Salta,  Paraguay,  etc.:  La  Minería  y  banco  de 
rescates  de  Potosí:  la  real  renta  de  Tabaco:  el  real  ramo 
de  Temporalidades  y  la  perteneciente  al  de  Guerra. 

POBIíACION 

En  el  año  de  1778  dispuso  nuestra  Corte  que  se  poblase 
la  Costa  Patagónica,  y  á  este  ñn  de  cuenta  de  S.  M.  se 


IKTEO)>UCCÍ<nT  XLIZ 

enyiat*on  desde  España  machas  familias  que,  por  provi- 
dehcia  interii.a,  se  depositaron  en  la  jurisdicción  de  Mon- 
tevideo, Maldonado  y  Colonia  del  Sacramento,  y  algunas 
en  las  Guardias  de  esla  frontera,  y  como  el  único  parage 
de  la  Costa  Patagónica,  donde  se  pudo  hacer  Restableci- 
miento fué  sobre  el  Rio  Negro,  donde  apenas  se  colocaron 
muy  pocos  pobladores  y  tai^  provisionalmente,  que,  aun 
en  el  dia  se  les  están  construyendo  casas.  Quedó  por 
consiguiente  un  grande  número  de  estas  familia^  sin  uti* 
lidad  del  Estado  y  con  gravamen  del  real  Erario  que  les 
ha  estado  suministrando  á  real  por  las  cabezas  de  fami- 
lias y  á  medio  real  por  cada  individuo  de  los  hijos  de 
ellas,  y  á  algunos  se  les  abonaba  alquiler  de  casa,  lo  que 
ha  causado  unos  gastos  tan  enormes  como  inútiles  al  Es- 
tado, que,  no  solamente  no  aprovechó  en  la  población  y 
agricultura  de  estos  campos  este  número  de  vasallos^ 
sino  que  por  el  contrario  perdió  machos  de  ellos,  cuyos 
brazos  en  tantos  años  de  inacción  se  han  hecho  inertes 
para  el  trabajo. 

No  han  sido  estos  solos  los  daños  que  resultaron  de  la 
retardación  en  colocarlos,  sino  que  por  las  providencias 
medias  de  situarlos  interinamente  no  dándoles  posesión 
formal  de  terrenos,  ni  cerrando  con  claridad  algunas  con- 
ti*atas,  han  rebultado  un  sinnúmero  de  pleitos  sobre  al-', 
canees  contra  la  real  Haciendia  y  recursos  á  la  corte,  por 
los  intereéados. 

Antes  de  llegar  á  este  mando  tenía  yo  alguna  noticia; 
en  confuso  de  la  inacción  en  que  estaba  el  asunto  de  po-^ 
bladores,  y  comprendiendo  lo  necesario  que  era  su  con- 
clusión luego  que  pasó  aquel  tiempo  que  necesita  todo 
gobernador  que  entra  en  un  mando  nuevo  y  que  otros 
asuntos  de  urgencia  me  permitieron  dedicarme  á  este 
objeto,  determiné  (juzgándolo  por  mas  útil  al  Rey  y  á  los 
interesados)  íratar  de  transaciones  ó  convenios  con  los 
interesados  y  dar  establecimiento  en  las  fronteras  del 
Brasil  á  los  que  no  admitiesen  partidos  racionales. 

4 


h  ]lf7RQ]>I7C01O9 

.  Apesa>T  de  estos  buenos  deseos  que,  de  contado,  se  diri* 
gían  á  libertar  al  Rey  del  desembolso  de  cerca  de  50,000 
pesos  que  anualmente  se  suministraban,  por  razón  de  las 
dichas  asignaciones,  nada  podrá  adelantar  sino  me  prO' 
porcionaba  Dios  un  sujeto  que  tuviese  disposición  para 
un  encargo  mas  prolijo  y  molesto  de  lo  que  parecerá  á 
quien  no  se  haga  caríjfo  de  la  clase  de  gentes  con  quienes 
se  había  de  contratar,  y  que  habiendo  calculado  á  su  fa*> 
Yor  grandes  alcances  contra  el  Erario  por  las  asignacio* 
nes  que  no  se  habían  satisfecho  en  los  afios  anteriores, 
acompañados  de  la  rudeza  propia  de  su  clase,  sería  indiS'» 
pensable  mucha  paciencia  y  talento  á  parte  para  persua^ 
dirlos.  Pero  la  divina  Providencia  que,  por  sus  inescra*» 
tables  juicios,  tan  benéfica  se  muestra  conmigo,  solo  por 
su  infinita  misericordia,  me  proporcionó  al  señor  don  Fé* 
lix  de  Azara,  capitán  de  navio  de  la  real  armada,  primer 
comisario  de  la  partida  de  demarcación  de  la  frontera  del 
Paraguay,  quien  se  hallaba  en  esta  ciudad,  sujeto  en  quien 
había  advertido  un  modo  de  pensar  muy  puro  y  cristiano, 
acompañado  de  un  verdadero  amor  patrio,  de  cuyos  estí- 
mulos animado,  tomó  gustosamente  esta  comisión,  sin  ma^ 
interés  que  el  de  manifestar  su  fidelidad  al  Rey  y  dedica- 
ción al  bien  común,  como  buen  patricio,  incomodándose 
y  haciendo  los  gastos  de  viage  y  de  su  mantención  y  su- 
balternos por  países  despoblados. 

A  poco  de  haber  pasado  á  la  otra  Banda  y  publicádose 
mi  superior  resolución  de  establecer  por  último  á  dichos 
pobladores  en  Batoví^  hicieron  presente  algunas  familias 
sus  achaques,  otras  sus  edades  avanzadas  y  otras  varia^ 
ciones  de  motivos  que  tenían  para  no  ir  á  su  destino;  pro- 
poniendo al  mismo  tiempo  que  si  les  daban  de  contado  los 
alimentos  correspondientes  á  un  ano  estendiéndose  desde 
1""  de  setiembre  último,  fuera  del  alquiler  de  la  casa,  con 
libertad  de  establecerse  donde  les  acomodase,  con  las 
prerogotivas  de  pobladores,  y  su  derecho  á  salvo  contra 
la  real  Hacienda  por  sus  créditos  anteriores,  darían  por 


eampHda  su  (x>ntrata  eon  el  Bej,  en  lo  qua  coiivi^p  el 
señor  comieioDado  Az^ara,  añadiendo  en  favor  de  lP3  vei^ 
daderamente  impedidos  por  sus  enfermedades,  etc.  algún 
ausilio  mas.  Y  con  7416* pesos  7  reales  quedó  esta  tran-; 
sacion  hecha  respecto  de  156  personas  de  dichas  familias 
que  recibieron  el  dinero  que  á  cada  uno  le  correspondía; 
las  demás  siguieron  al  establecimiento. 

Para  los  pobladores  dependientes  de  Maldonado,  se 
comisionó  á  su  oficial  real  don  Rafael  Pérez  del  Puerto, 
quien  hasta  ahora  solóme  ha  avisado  haber  concluido 
esta  materia  con  18  familias  poblsidoras.  Verdad  es  que^ 
como  allí  se  había  dado  en  tiempo  anterior  á  cada  kpq 
u&a  casa  formal,  haya  mas  dificultad  ^  un  convenio  ra^ 
cional  y  prudente,  y  si  á  este  puro  é  íntegro  paiflistríO  dci 
hacienda  le  acompañara  mas  resolución  estaría  ya  con-- 
cluido  este  apunto  que  inútilmente  ha  importado  millones; 
teoiendo  por  último  comprometido  al  real  Erario  por  cer- 
ca de  los  dichos  50,000  pesos  anuales,  de  cuyo  desembolso 
puedo  asegurar  que  está  libre. 

Cuando  había  principiado  su  comisión  el  señor  Azara^ 
recibí  la  real  orden  de  18  de  enero  de  1800,  en  que  S.  M,. 
rae  manda  y  autoriza  para  establecer  á  las  menoiouadas 
familias  pobladoras  en  donde  me  pareciese  convenienteii 
aunque  no  sea  en  1-a  Costa  Patagónica,  que  había  sido  su 
primer  destino. 

Luego  que  se  concluyó  el  convenio  final  coii  los  encar* 
gados  al  señor  Azara,  se  dirigió  éste  á  la  frontera  á  prin* 
cipiar  unas  poblaciones  tan  interesantes,  como  que  ellas: 
serán  el  único  medio  de  contener  á  los  portugueses,  que, 
á  pesar  de  los  convenios  de  arabas  naciones,  procuran 
irse  introduciendo  en  nuestros  dominios,  y  si  se  continúan 
por  nosotros  estos  establecimientos,  se  atajarán  las  estrac-. 
cionesque  hacen  de  ganados  los  de  aquella  nación  con 
utilidad  suya  y  perjuicio  nuestro,  y  se  impedirán  al  pro- 
pio tiempo  otros  contrabandos  que  se  introducen.  En  el 
dia  Be  han  establecido  80  individuos  en  San  Gabriel  de 


Lu  nrTBOBüoCKm 

Batóví,  enlas  inmediaciones  del  Rio  Ibicuí,  estando  ya 
concluida  la  iglesia  y  nombrado  capellán.  Va  también 
á  hacerse  otra  población  en  el  Monte  Grande,  la  que  en 
el  dia  se  halla  emprendida  con  el  establecimiento  de  va- 
rios pobladores,  fuera  de  los  indios  libres  que  pagaron  á 
agregarse  teniendo  todos  sus  correspondientes  suertes  de 
tierra,  cuya  situación  esál'x  otra  Banda  del  Rio  Santa 
María,  y  se  denominará  la  Esperanza^  bajo  la  protección 
de  San  Félix.  Es  de  advertir  que,  siendo  nuestros  pobla? 
dores  ca»i  bárbaros  y  muy  mal  habituados, ha  tenido  por 
conveniente  el  señor  Azara  admitir  entre  ellos  algunas 
familias  portuguesas  honradas,  laboriosas  y  de  mejores 
costumbres,  para  que  aso  ejemplo,  ó  por  emulación,  $e 
hagan  de  mejor  conducta. 

Es  tan  conveniente  la  continuación  de  estas  poblacio- 
nes, no  solo  en  toda  la  frontera,  sino  también  en  el  espa- 
cio que  se  comprende  entre  ésta,  el  Uruguay  y  el  Rio  Ne- 
gro, que  si  se  concluye  esta  operación  repartiendo  entre 
muchos  moderadas  porciones  se  conseguirán  dos  benefi- 
cios, el  uno  estinguir  los  vagos  que  infestan  aquellos  cam- 
pos robando  ganados  y  mugeres,  y  cometiendo  varios 
homicidios,  y  el  otro  precisar  á  los  gentiles,  charrúas  y 
minuanes  á  desamparar  aquellos  terrenos  ó  reducirse,  á. 
poblaciones,  libertando  aquellas  estancias  de  sus  incur- 
siones en  cualquiera  de  estos  casos,  pero  deben  tener  la 
precaución  que  antes  dije  de  repartirse  entre  muchos, 
así  por  que  es  mas  útil  al  Estado,  que  un  terreno  man- 
tenga muchos  vasallos,  que  no  pocos,  como  también  por- 
que, siendo  mucho  el  vecindario  de  aquellos  campos,  ten- 
drán menos  proporción  de  abrigarse  en  ellos  los  foragidos, 
y  en  caso  de  invasión  de  infieles  se  hallará  mas  gente 
próxima  para  reunirse  y  rechazarlos. 

Con  estas  ideas,  antes  de  haber  resuelto  el  establecí-, 
miento  de  las  familias  que  vinieron  de  España,  había 
pensado  cubrir  las  costas  del  Rio  Negro  en  defensa  de 
los  hacendados  de  la  otra  Banda,  que  se  quejaban  de  las 


nmtODücciov  •  liu 

invasiones  de  los  gentiles  fundando  dos  poblaciones  en  las 
cabeceras  de  los  Rios  Yapeyú  y  del  Queguay,  á  cuyo  fin 
comisioné,  con  un  destacamento  de  tropa,  al  capitán  de 
Blandengues  don  Jorge  Pacheco,  encargado  de  rechazar 
y  contener  á  los  infieles. 

Luego  que  recibió  mis  órdenes,  contestó  con  pronta  re- 
signación en  lo  que  pertenecía  á  operaciones  militares, 
pero  poniendo  muchos  obstáculos  para  eximirse  de  for- 
mar poblaciones  suponiéndose,  sin  las  luces  suficientes,  y 
lo  principal  y  mas  sólido  de  sus  representaciones  que 
siendo  aquellos  j)arages  tan  distantes  de  aquellas  pobla- 
ciones no  hallaría  colonos  por  temor  de  quedar* espuestos 
al  furor  de  los  indios,  sin  fuerzas  bastantes  para  resis- 
tirlos. 

Para  evitar  estos  daños  y  dar  algún  principio  á  mis 
ideas,  se  le  contestó  que  no  se  pensaba  hacer  unas  pobla- 
ciones tales  que  necesitasen  algún  facultativo  que  las 
organizase  con  grande  exactitud,  y  que  para  trazar  las 
calles,  según  los  cuatro  puntos  cardinales  poca  ciencia 
se  necesitaba,  y  que  bastaría  que  el  parage  donde  esta- 
bleciese su  real,  para  desde  él  batir  la  campana,  fuese 
principio  de  una  población.  Entre  estas  contestaciones  y 
la  remisión  de  algunos  iltiles  que  perdió,  se  iba  conclu- 
yendo el  verano,  pero  por  fin,  resuelto  que  todo  lo  que  era 
antes  dificultad  por  parte  de  Pacheco  se  allanó  tanto 
que  prometió  que,  si  se  le  acudía  con  los  ausilios,  formaría 
cuatro  pueblos  en  breve.  Esta  repentina  mutación  me 
hizo  advertir,  aunque  tarde,  que  yo  no  había  penetrado 
bastante  lo  que  podía  resultar  dfel  sistema  principiado,  y 
habiéndose  mandado  que,  dejándose  de  poblaciones,  aten- 
diese solo  á  ahuyentar  los  enemigos,  me  hallé  con  una 
carta  suya,  en  que  rae  esponía  que  ya  era  preciso  hacer 
una  población  en  las  inmediaciones  de  uno  de  los  arro- 
yos que  entran  en  el  Uruguay,  porque  tenía  mas  de  50 
pobladores,  que,  con  muchos  ganados,  se  habían  puesto 
en  movimiento:  que  de  despedirlos  sé  le  seguirían  nota- 


falV  DTTKOinTGCIOir 

bles  perjuicios  y  que  á  su  espedicion  se  le  imposibilitaría 
el  éxito  feliz,  no  teniendo  aquel  parage  donde  asegurar  su 
caballada.  Además  de  que  otros  antecedentes  siu  la 
variación  total  de  su  modo  de  pensar,  me  habían  hecho 
entrar  en  desconfianza;  y  el  no  especificar  el  parage  pre- 
ciso en  que  pensaba  fijarle  me  acabó  de  hacer  conocer 
que  tiene  mas  valor  para  acometer  á  los  indios,  que  para 
resistir  otras  sujestiones;  como  así  se  lo  contesté  con  cla- 
ridad, mandándole  que  solo  hiciese  ese  pueblo  y  no  aten- 
diese mas  que  á  ahuyentar  los  enemigos;  y  el  teniente 
gobernador  de  Yapeyú  (á  quien  había  mandado  yo  que 
por  su  parte  hiciese  un  establecimiento  de  sus  indios  á  la 
parte  oriental  del  Uruguay)  me  representó  oponiéndose 
aloque  había  yo  dispuesto'  (deque  por  la  parte  oriental 
de  aquel  Rio  no  se  incluyesen  los  terrenos  reservados, 
según  tenía  mandado  para  que  los  poblasen  los  guara- 
nís,  á  quienes  en  justicia  pertenecen),  pero  Je  respondí  lo 
contestado  á  Pacheco  sobre  que  solo  se  formase  un  pue- 
blo. 

El  alma  de  todos  estos  manejos  no  es  otra  que  querer 
algunos  hacendados  dilatar  sus  posesiones  á  lo  infinito 
apoderándose  con  usurpación  de  aquellas  pingües  tierras 
que  verdaderamente  son  de  los  indios. 

El  modo  que  concibo  ahora  con  mayores  luces  para 
lograr  que  tos  gentiles  no  incomoden  las  tierras  de  la  ju- 
risdicción de  Montevideo,  6  que  las  desamparen  totalmea- 
te,  ó  que  se  reduzcan  á  poblaciones,  es  que  algunos  desta- 
camentos se  sitúen  paralelos  al  Rio  Negro,  y  á  proporción 
de  qué  se  vayan  poblando  las  tierras  que  cubran  se  ade- 
lante también  dichos  destacamentos:  que  los  que  va  ha- 
ciendo el  señor  Azara  se  ausilien  con  parte  del  destaca- 
mento de  Pacheco;  y  que  pasando  el  Uruguay  las  fami- 
lias guaranis  que  sea  posible,  según  lo  que  éste  se  ade- 
lante, se  vayan  también  estableciendo  sin  peligro  .de  los 
bárbaros:  lo  cual,  verificándose,  llegará  el  caso  de  que  en 
dos  ó  tres  anos  se  logre  el  pensamiento;  al  cual  he  dedi- 


cadó  mis  conatos  en  el  poco  tiempo  que  me  ha  quedado 
de  mando. 

Si  y.  E.  gusta  continuar  esta  idea  tan  útil  puede  seguir 
con  preferencia  al  de  cualesquiera  otros  el  dictamen  del 
señor  Azara. 


CHASCOMIÍS 

En  el  territorio  de  Chascomús,  frontera  al  sur  de  esta 
ciudad,  se  hallan  establecidas  muchas  familias  pobres  por 
providencias  generales  en  tiempo  del  Exmo.  señor  Vertiz, 
pero  sin  que  se  les  hubiese  puesto  en  posesión  formal,  ó 
medidoles  las  tierras,  ni  habérseles  dado  título  en  parti- 
cular, pero  radicados  allí  unos  de  grado,  y  otros  precisa- 
dos han  vivido  conformes  esperimentaudo  el  sobresalto 
y  frecuentes  insultos  funestos  de  los  indios  pampas.  No 
obstante  la  justicia  que  los  recomienda  y  la  conveniencia 
pública  que  resulta  de  que  las  fronteras  se  hallen  abun- 
dantemente pobladas  procuran  espelerlos  loi^  poderosos 
de  allí,  señaladamente  don  Antonio  Obligado,  quien  les 
ha  puesto  pleito  sin  otro  margen  que  el  de  denunciar  por 
realengas  aquellas  tierras,  contando  por  otra  parte  con 
la  falta  de  valimiento  de  los  infieles.  Me  parece  que  de- 
be preferirse  el  establecimiento  de  muchos  en  la  frontera 
al  de  pocos,  y  que  se  deben  abrir  las  puertas  á  todos  los 
que  quieran  poblar  avanzando  terreno  con  la  seguridad 
de  la  tropa  destinada,  }a  cual  debe  subsistir  de  modo  que 
se  halle  espedita  para  ir  adelantando  al  sur  sin  permitirse 
á  sus  individuos  se  radiquen  con  algún  interés  (1). 

(()  LoB  patriotas  don  Rí^mok  Lara  y  don  Jváv  Sosa,  reedificaron  el  pue- 
blo de  Dolores,  destruido  por.  los  indios  en  el  año  de  1821. 

En  1818,  estando  ¿  la  cabeza, 'del  gobierno  don  Juan  Martin  de  Pneyrre- 

don,  se  determinó  la  creación  de  un  pueblo  al  sur  del  Salado.     El  juez  poli- 

tico  y  militar,  don  Pedro  Antonio  Paz,  tuvo  órdenes  para  ello  y  reunió  los 

primeros  elementos.     El  capellán  don  Francisco  Bobles  fué  nombrado  para 

desempefiar  «1  curato,  y  con  los  ausilios  del  gobierno  y  los  que  les  prestó 


hJl  IXTEODÜOCION 

De  este  modo  seguro,  aunque  lento,  se  logrará  al  cabo 
el  fm  que  se  propone  el  precipitado  proyecto  de  trasladar 
de  una  vez  la  frontera  á  la  orilla  del  Rio  Negro  en  la 
Costa  Patagónica. 

RIO  NEGRO  DB  LA  COSTA  PATAGÓNICA 

Én  el  Rio  Negro  se  establecieron  algunas  familias  de 
las  que  vinieron  de  España  para  la  Costa  Patagónica. 
Desde  que  llegaron  á  su  destino  han  vivido  en  cuevas 

el  comandante  de  milicias,  en  aquel  tiempo,  don  Bamon  Lara,  construyó 
una  capilla  en  un  terreno  que  don  Julián  Carmona  cedió  en  donación. 

Lo  hermoso  de  la  llanura,  la  fecuhdidad  de  la  tierra,  la  cercanía  ú.  los 
ii>ontes  y  la  proporción  de  hacerse  de  buena  cal  trayendo  los  materiales  de 
la  costa  del  mar;  todas  estas  conveniencias  facilitaron  los  medios  ¿  muchas 
familias  para  ediñcar  sus  ranchos  en  muy  pocos  meses.  El  cura  se  esmera- 
ba mucho,  y  el  pueblo  habría  progrepado;  pero  una  incursión  repentina  de  los 
indios  mató  y  cautivó  todos  sus  habitantes  y  arrasó  con  el  fuego  sus  casas, 
y  cuánto  habían  trabajado". 

Largo  tiempo  estuvo  asolada  la  llannra,  por  que  nna  serie  de  inTasiones, 
casi  no  interrumpida,  dejó  poco  menos  que  desierta  la  campa&a;  yisoloun 
pequeño  reducto  en  las  márgenes  de  la  Laguna  de  Raquel,  comandado  por  el 
mencionado  Lara,  era  toda  la  esperanza  de  los  hacendados  y  el  refugio  de 
tina  que  otra  familia,  que  aun  conservó  valor  para  quedarse,  en  la  fuga  des- 
pavorida que  todos  hacían  hasta  la  capital.  De  todos  estos  penosos  desastres 
participó  el  comandante  Lara;  y  en  la  despoblación  de  Dolores  le  cautivaron 
toda  su  numerosa  familia,  y  le  saquearon  su  estancia  de  los  ganados  que  teui^. 

^.pesar  de  todos  estos  acontecimientos  desgraciados,  sostuvo  con  firmeza 
el  proyecto  de  reedificar  el  Pueblo;  y  no  pudiendo  por  su  vejez,  después  de 
largos  servicios,  continuar  mas  en  la  carrera  de  las  armas,  pidió  su  retiro 
absoluto  y  se  le  concedió  sin  pensión  alguna.  A  continuación  recabó  del  go- 
bierno una  autorización  para  reunir  nuevos  elementos. 

Las  circuustanci.as  no  eran  las  mas  aparentes  para  semejante  empresa, 
porque  las  incursiones  se  hacían  mas  frecuentes,  y  todos  los  habitantes  se 
trasportaron  huyendo  con  sus  ganados  al  otro  lado  del  Samborombon,  Por 
este  lado  todo  se  le  hacia  mas  difícil;  pero  él,  constante  siempre  en  su  pro- 
pósito, insumió  una  parte  de  los  intereses,  que  salvó  de  la  invasión,  en  los 
preparativos  de  la  obra. 

En  el  año  1825  principió  otra  vez  &.  poblar  Dolores  con  tres  familias,  entre 
las  que  se  señaló  don  Antonio  González,  construyendo  una  especie  de  forti- 


IUTBODÜCCIOH  LYll 

subterráneas  formadas  con  sus  propias  manos;  pero  obser- 
vando que  faltaba  su  firmeza  natural  y  no  pudiendo  su- 
frir su  incomodidad  representaron  se  les  construyese  las 
casas  estipuladas  en  su  contrata;  debiendo  ser  estas  38, 
según  representó  aquel  comandante:  informó  también  de 
acuerdo  con  el  ministro  de  real  Hacienda  del  propio  esta- 
blecimiento puntualizando  cuanto  era  menester  para  la 
formación  de  dichas  38  casas,  y  resultó  de  presupuesto 
como  preciso  gasto,  el  importe  de  179,312  pesos. 

Sabedor  de  esto  don  José  de  la  Peña,  primenpiloto  de 
la  real  armada,  conocedor  de  aquellos  territorios,  propuso 
construirlas  dentro  de  cuatro  años  con  el  costo  de  lé,435 
pesos,  esto  es  por  160,877  pesos  menos,  cuya  ventajosísima 
propuesta  se  le  admitió,  y  se  halla  en  la  obra;  bien  que  pos- 
t^iormente  se  le  han  franqueado  algunos  ausilios  mas  de 
los  se  que  encuentran  pertenecientes  al  Rey-  en  aquel  esta*' 
blecimiento,  pero  no  serán  de  tanta  consideración  que 
rebaje  el  concepto  primero  de  su  singular  propuesta;  y  de 
estas  casas  hay  ya  construidas  diez. 

El  comandante  de  Patagón  es  tiene  un  segundo  en  San 
José  ó  en  la  Babia: de  los  Camarones,  que  prese^ifa  el  me- 
jor puerto  en  aquellas  costas.  Mas  al  sur,  en  el  puerto 
que  llaman  Deseado,  se  encuentra  otro  establecimiento 

fícacion,  que  sirvió  después  de  refugio  á  todas  las  demás  que  se  poblaron,  y 
que  el  administrador  recogia  de  diversas  partes  de  la  campaña. 

El  año  1826  ya  tettíá  algunas  j>oblaeiones,  y  ftuuquelas  incursiones  con- 
tÍDuaban  Apunto  de  derrotar  y  dispersar  las  fuerzas  veteranas  al  mando  de 
Morel,  con  una  matanza  horrible,  no  por  esto  desmayó  Laraen  sus  trabajos. 
El  Pueblo  se  fué  agrandando  cada  vez  mas,  y  ayudado  por  el  teniente  de 
línea  reformado  don  Juan  Sojsa  y  los  esfuerzos  del  vecino  don  Antonio  G(m- 
zalez. 

Protegidas  las  marchas  de  Lara  por  la  espedicion  y  demás  trabajos  de  Ro- 
sas en  campaña,  en  l^'d4,  Dolores  contaba  en  el  liliro  de  asiento  6Y0  familias 
creddfis  todas  de  qne  se  componía  la  población;  muóhas  casas  de  negocio 
con  ,bneno8  capitales,,  entre  las  qne  había  algunas  que  pasaban  de  100,000 
pesos;  ,un  número  considerable  de  tropas  de  carretas  que  viajaban  de  continuo 
para  la  capital,  llevando  y.  trayendo  efectos. 

(Véase  Gaceta  Mercantil  de  16  de  mayo  de  1934.) 


de  la  CompaHia  Marítima  en  estado  muy  decadente,  oomo 
abandonado  al  desorden.  La  tropa  allí  destacada  con 
su  comandante  y  capellán,  lo  pasan  muy' mal,  no  sufrieii- 
do  otro  tanto  los  individuos  que  tiene  allí  mismo  la  Gom:* 
pañía. 

Son  adyacentes  á  aquella  parte  del  continente  las  Islas 
Malvinas,  de  las  cuales  no  sacamos  provecho  alguno,  y 
únicamente  por  motivos  de  Estado  mantenemos  su  pose- 
sión mediante  un  comandante,  que  loes  el  de  Armadilla 
6  buque  de  giierm  que  guarda  su  principal  puerto;  y -aun- 
que podía  poblarse,  su  misma  distancia  ha  favorecido  el 
desorden,  cuyaesperiraental  consideración  obligó  á  aban- 
donar la  disposición  de  que  fuese  gobierno;  y  aunque  st 
logró  la  cría  de  porción  de  ganados  considerables,  desa* 
parecieron  furtivamente  y  se  proveen  sus  habitantes  de 
víveres,  que  se  conducen  de  esta  capital,  así  como  á  los 
otros  mencionados  establecimiento  de  Patagonefií. 

A  pesar  de  que  estas  remesas  de  víveres  se  preparan  y 
verifican  con  las  formalidades  de  estilo,  no  se  debe  conflal* 
en  el  proceder  de  los  proveedores,  cuya  codicia  es  horro- 
rosa, según  lo  he  observado  durante  mi  gobierno,  después 
de  varios  clamores  de  los  que  los  han  de  consumir.  Por 
esta  vigilancia  sorprendí  últimamente  unas  cuantiosas 
porciones  de  harina,  que  con  todas  formalidades  se  tenían 
preparadas  para  embarcar,  las  cuales  fueron  desechadas 
con  entereza  y  apercibimiento  para  que  ni.  aquí  se  consu- 
miesen, como  era  regular. 


VILLA  DEL   ROSARIO 

En  el  tránsito  déla  Colonia  del  Sacramento  á  Monte- 
video se  hallan  algunos  pobladores  de  la  villa  que  llaman 
del  Rosario,  que  aun  no  está  formalizado,  á  causa  de  un 
pleito  inveterado  que  el  hospital  Bethlemítico  les  suscitó 
como  dueño  de  la  Estancia  que  se  denomina  del  Colla, 


pretendiendo  desbaratarla  por  de^ir  que  las  de  su  situa- 
ción se  hallan  comprendidas  dentro  de  sus  linderos.  En 
este  estado  litigioso,  compró  dicha  Estancia  el  finado  don 
Manuel  Medina,  que  consiguió  de  esta  superintendencia 
una  merced  subsidiaria  del  terreno  que  se  pleiteaba  en  el 
caso  de  declararse  realengo.  No  obstante  el  derecho  de 
dichos  pobladores  se  protestó  que  era  conveniente  la  pro- 
tección de  Medina  como  á  proyectista  de  salazón  de  car- 
nes. Últimamente,  debiendo  rematarse  la  testamentaría 
por  reales  delitos,  he  dictado  varias  providencias  para 
«ostener  el  establecimiento  de  dicha  Villa,  no  solo  por  la 
justicia  que  la  asiste,  mas  también  porque  conviene  fo- 
mentar las  poblaciones,  y  no  dejar  en  poder  de  un  parti- 
cular aquella  parte  de  ribera  de  este  Rio  que  tiene  dos 
puertos  ó  calas  perlas  cuales  impunemente  se  puede  ha- 
cer el  contrabando. 


CHACO 

Desde  el  año  1774  claman  por  su  reducción  varias  na- 
ciones de  indios  que  llevan  su  vida  errante  en  el  territo- 
rio del  Chaco,  comprendido  entre  el  Rio  Fas  ages  ó  Salado 
y  el  Rio  Bermejo.  Nuestra  frontera  se  halla  sobre  aquel 
hasta  su  desembocadura  en  la  ciudad  de  Santa  Fe.  Las 
espediciones  mas  notables  fueron  las  d.el  coronel  don 
Francisco  Gavino  de  Arias,  asociado  del^obispo  del  Pa- 
raguay don  Lorenzo  Suarez  de  Cantillana,  quienes  en  el 
año  de  1781  formaron  dos  reducciones  sobre  el  Rio  Ber- 
mejo; las  cuales  ya  no  existen  por  falta  de  cuidado,  siendo 
así  que  los  ausilios  asignados  para  el  fomento  de  las  re- 
ducciones del  Chaco  han  sido  abundantes;  «ntre  ellos,  el 
déla  Estancia  que  llaman  de  Luna,  la  cual  es  una  penín- 
sula en  la  Laguna  Ibera,  jurisdicción  de  Corrientes.  Por 
su  singular  situación  y  feracidad  se  reputa  la  mas  sobre- 
saliente: era  de  los  regulares  jesuítas  e&patriados,  y  ha* 


Lt  IBTftOBirCCIOir 

biéttdose  aplicado  para  aquel  destino  hau  desaparecido 
sus  muchos  ganados,  y  está  pendiente  la  cuenta  y  razón 
que  debe  darse  de  ella  como  de  lo  demás  que  se  ha  inver- 
tido en  aquellas  operaciones  del  Chaco. 

Últimamente,  don  Manuel  Victoriano  de  León  ha  pre- 
sentado un  proyecto  de  establecer  30  fuertes,  cada  uno 
con  25  hombres  casados,  y  una  villa  con  100  familias 
sobre  la  orilla  meridional  del  Rio  Bermejo,  obligándose 
á  construirlos  de  su  cuenta  y  mantener  á  dichos  poblado- 
res y  tropa  por  el  término  de  10  años,  cediéndosele  el  pro- 
ducto del  ramo  que  llaman  Sisa  de  Salta,  que,  cuando 
mas,  produce  el  mantenimiento  anual  de  350  hombres. 
Pide  en  recompensa,  fuera  de  algunas  preeminencias  el 
privilegio  de  poder  introducir  2000  negros  sin  pagar  nin- 
gún derecho,  real  ó  municipal,  y  el  poder  estraer  del  mis- 
mo modo  su  producto  en  cueros  á  la  península  y  de  ellas 
también  libres  de  derechos  á  los  puertos  estrangeros. 
Noticioso  S.  M.  de  esta  proposición,  y  teniendo  presente 
otras  cuatro  representaciones,  dos  del  mencionado  obispo, 
una  del  intendente  y  otra  del  Cabildo  del  Paraguay, 
relativas  al  Chaco,  espidió  su  real  cédula  en  22  de  agosto 
de  1798,  mandando  llevar  á  debido  efecto  otras  reales 
cédulas  á  que  se  refiere,  y  que  sobre  las  indicadas  repre- 
sentaciones se  pidiesen  informes  á  los  capitanes  de  navio 
don  Diego  de  Alvear  y  don  Félix  Azara.  Los  que  ha 
dado  éste  son  muy  exactos,  bien  calculados  y  juiciosos. 
Demuestra  que  el  proyecto  de  León  es  un  sofisma  mer- 
cantil, con  que  pretende  alucinar  para  adquirir  riquezas 
consiguiendo  se  le  autorice  un  monopolio  de  cueros  con- 
tra el  bien  general  de  los  demás  comerciantes  y  hacen- 
dados  de  esta  provincia,  viniendo  á  parar  la  cuenta  que 
saca,  en  que  León  se  ofrece  á  gastar  uno  para  que  se  le 
recompense  con  diez.  Al  mismo  tiempo,  demuéstralos  in- 
convenientes que  sé  seguirían  de  semejante  propuesta  ca- 
vilosa. Se  comprende  claramente  que  León  es  un  testa  de 
fierro  y  que  otros  conierciantes  son  los  interesados  en  él 


IKTBOBüCeíOír  LX| 

negocio.  El  mismo,  solicitando  él  informe  consecuente 
á  la  real  cédula,  me  mapifestó  que  desde  Cádiz  le  apura* 
ban  para  que  agitase  este  asunto. 

Yo  creo  que  si  no  se  hubiere  dejado  apagar  el  calor  con 
que  se  protejían  las  reducciones  del  Chaco  el  año  de  1781 
se  hallaría  hoy  avanzada  nuestra  frontera  sobre  el  rio 
Bermejo,  cuyo  beneficio  hubiera  sido  el  fruto  de  la  activi- 
dad, de  la  mejora  dé  los  medios  quo'  se  habían  tomado  y 
sobre  todo  del  buen  trato  que  mandan  las  leyes  'dar  á  los 
indios  que  se  nos  subordinan.  La  cual  conducta  ha  sido 
la  menos  seguida  en  perjuicio  de  la  religión  y  |del  Estado 
como  se  manifíesta  en  payte  con  la  que  han  sufrido  los  30 
pueblos  de  Misiones  Guaranís. 


MISIONES   GUARAKIS 


A  los  indios  de  estas  Misiones  cuando  la  espulsion  de 
los  Jesuítas,  á  cuyo  cargo  habían  estado,  se  creyó  conve- 
niente ponerlos  eu  una  especie  de  tutela  que  no  difiriese 
de  la  que  antes  habían  >  ejercí-do  los  padres  espulsos,  y 
á  este  fin  se  hiao  un  reglamento  por  el  Exmo.  seior  don 
Francisco  Bucareli,  que  aprobó  S-  M.,  nombrando  ad- 
ministrador para  los  pueblos,  con  el  justo  fin  de  preca- 
ver el  desorden  que  se  seguiría,  si  se  les  hubiese  dejado 
en  plena  libertad  saliendo  repentinamente  de  la  clase  de 
menores  en  que  habían  vivido,  sin  usar  jamás  de  su  vo- 
luntad, dependientes  únicamente  de  la  del  padre  misio- 
nero y  sin  participar  otra  cosa  del  fruto  de  su  trabajo  que 
el  preciso  alimento  por  lo  que  se  les  conceptuaba  igno- 
rantes, para  los  contratos  de  compra  y  venta  para  la  di- 
rección de  su  agricultura  y  demás  manejos  que  jamás 
habían  tenido.  Se  espresa  en  dicho  reglamento  que,  lue- 
go que  estén  capaces  de  gobernarse  por  sí,  se  les  deje 
libres  con.el  dominio  y  uso  de  sus  territoirios,  Al  prin- 
cipio se  nombraron  administradores  sin  ;mucha  atención 


txii  npTitoDuccKni 

á  la  comisión  importante  que  se  les  fíaba  y  después  cuaja* 
do  se  advi{*ti()  la  utilidad  que  dejaba  á  estos  adininistira* 
dores  el  tiránico  é  inhumano  gobierno  abusivo  que  les 
sujirió  la  codicia,  se  han  solicitado  estos  empleos  con 
mucho 'anheló  sin  que  se  haya  conseguido  ver  formales 
cuentas  de  su  inversión,  de  los  productos  de  las  cosechas 
de  aquella  feraz  provincia,  á  cuyos  pueblos  se  les  hacea 
cargos  crecidísimos  que  los  tienen  en  una  deuda  que  no 
puede  comprenderse  su  legítimo  origen.  Realmente  es 
inconcebible  que  la  hayan  causado  unos  hpmbres  y  mu-r 
geres  y  aun  niños  que  trabajan  por  constitución,  pars( 
la  que  se  llama  comunidad,  cinco  dias  de  la  semana,  á, 
quienes  no  se  les  da' vestuario  regular,  y  solo  una  es- 
casa ración  de  alimentos  en  los  dias  que  trabajan,  con 
la  cual  el  padre  de  familias  ha  de  mantener  á  toda  ella 
los  siete  dias  déla  semana;  ¿deque,  pues,  provendrá  esa 
deuda? 

Los  administradores  generales,  residentes  en  esta  ciu- 
dad que,  como  apoderados  geierales  deben  remitir  á  los 
particulares  las  herramientas  y  giíneros  que  necesiten, 
espendiendo  los  frutos  y  efectos  que  trabajan  aquellos  in- 
dios, se  descuidaron  en  los  tiempos  anteriores  de  la  regu- 
laridad de  las  cuentas  que  debían  presentar,  y  algunos 
murieron  con  considerables  descubiertos. 

Los  tenientes  de  gobernador  que  se  establecieron  en 
cinco  departamentos  con  el  fln  de  que  administrasen  jus^- 
ticia,  muchos  de  ellos  se  metieron  en  el  mismo  reprobado 
comercio  de  los  administradores,  cuidando  casi  todos  los 
de  ambas  clases  solamente  de  enriquecerse  con  la  sangre 
de  estos  infelices,  muy  dignos  déla  atención  del  gobierno. 
♦  Muy  merecedora  de  compasión  es  tan  lamentable  cons- 
titución, contraria  á  la  religión,  á  la  humanidad  y  al  Es- 
tado, al  cualse  le  ha  disminuido  por  estas  estorsiones  un 
considerable  número  de  vasallos,  como  se  convence  de 
que,  constando  por  padrones  del  año  de  1766  que  el  núme- 
ro de  sus  almas  era  el  de  96,381,  la  existencia  actual  es  de* 


42,883^  ves^ltando  de  este  cotejo  la  consideraUe  diminu-: 
oiosde  53,496,  qae,  añadiendo  una  regalar  propagación, 
se  viene  en  conocimiento  de  la  notable  decadencia  de  sa 
población,  lo  que^  si  ño  se  ataja,  reducirá  á  un  desierto  el 
terreno  que  ocupan  33  poblaciones,  que  produciendo  in-^ 
gentes  caudales  á  los  jesuítas,  tenían  pueblos  hermosos  ó 
iglesias  magníficas,  y  hoy  se  puede  decir  que  ni  uno,  ni 
otro  se  encuentra,  llegando  á  tal  estado  la  decadencia 
que  en  el  pueblo  deYapeyú,  cabecera  de  departamento, 
há  sido.préciso  abandonar  la  iglesia  por  su  estado  ruino* 
80  y  coletear  á  laD.  M.  en  la  casa  de  Cabildo,  que,  aun-? 
que  por  el  nombre  suena  algo  en  la  realidad,  será  una 
coceubien  indecente* 

Teniendo  mi  corazón  bien  aflijido  por  las  exactas  noti- 
ciasl  qufe  tenía  del  deplorable  estado  de  estas  Misiones,  en 
que  estaba  bien  insti-uidb  desde  el  Reino  de  Chile,  traté 
del  remedio'de  estos  males,  así  porque  me  lo  prescribe  la 
religión,  como  porque  espresamente  lo  mandan  las  leyes, 
y  en  particular  las  reales  cédulas  que  con  los  despachos 
se  espiden  á  los  vireyes,  nos  hacen  particularísimo  encar- 
go dé  atender  á  los  indios. 

Todas  éstas  consideraciones  me  estimularon  á  propen- 
der al  alivio  de  estos  miserables;  mas,  considerando  que 
el  medio  de  conseguirlo  era  ponerlos  en  su  natural  liber- 
tad y  que  de  verificarlo  absolutamente  con  todos  á  un 
mismo  tiempo,  podría  por  esta  repentina  mutación  resul- 
tar algún  trastorno,  á  que  podían  ocultamente  contribuir 
algunos  que  se  interesan  en  la  continuación  del  opresivo 
método  actual;  y  que  también^  hallándose  los  pueblos  con 
crecidos  empeños  no  debía  desatenderse  la  satisfacción 
de  ellos,  dejando  al  juicio  divino  el  discernimiento  de  la 
legítíína  é  injusta  causa  de  que  provienen,  tomé  el  medio 
que  juzgué  prudente  para  ir  logrando  el  intentado  benefi- 
cio de  estos  pobres  indios,  y  fué  adquirir  noticias  de  los 
indios  de  cada  pueblo  que  se  reputaban  capaces  de  gober- 
narse por  &i,  á  pesar  del  método  da  embrutecerlos  que  se 


Lxnr  xKTftomrcciov 

había  seguido  con  ellos  hasta  ahora.  A  consecnenrcia  de 
estas  noticias,  espedi  órdenes  á  los  respectivos  tenientes 
gobernadores,  mandándoles  que  á  los  indios  que  compren- 
día  la  religión  que  les  acompañaba,  los  pusiesen  libres  de 
la  comunidad,  y  á  sus  hijos  y  parientes  que  dependiesen 
de  aquella  cabeza  de  familias,  dándoles  en  propiedad  á 
cada  una  de  ellas  una  suerte  de  tierras,  que  se  conside- 
rase competente  á  la  manutención  de  su  familia,  compren- 
diéndose  chacra  y  una  proporcionada  estancia  para  8u^ 
ganados:  encargando  á  los  curas  que  eeítén  á  la  mira  del 
exacto  cumplimiento;  y  que  de  estas  tierras  repartidas  se 
formase  libro  en  que  se  asentasen  individualizándolos 
linderos  de  lo  que  á  cada  uno  se  distribuyese,  firmaado 
esa  diligencia  el  cura:  y  para  que  no  hubiese  diminución 
en  los  tributos,  dispuse  igualmente  que  cada  libertado  que, 
por  su  edad  y  circunstancias,  deba  contriUuirJo^  pague  un 
peso  anual,  que  es  el  de  la  tasa;  y  como  estos  pueblos  en 
equivalente.de  diezmos  satisface  C{,ida  uno  anualmente 
cien  pesos  con  título  de  mayor  servicio  (cuyas  cantidades 
se  invierten  en  sínodos  de  curas  y  sueldos  de. sus  tenientes) 
mandé  que  los  libertados  pagasen  aquella  cuota  que  les 
correspondiese,  para  que  de  niogun  modo  se  perjudicíise 
álos  que. quedaban  aun  en  comunidad,  si  s-e  les.recarga- 
b£^la  parte  perteneciente  á  los  libres. 

Y  aunque  esta  providencia  fué  de  mucha  complacencia 
para  los  indios  beneficiados,  como  me  lo  manifestaron  sqs 
cabildos  y  los  párrocos;  pero,  como  en  toda  providencia 
general  no  puede  dejar  de  ofrecerse  algún  tropiezo,  resul- 
tó que,  ó  por  mala  inteligencia,  por  esceso  de  compasión 
ó  por  algún  otro  motivo,  tal  vez  dirigido  ocultamente  á 
que  resultasen  algunos  efectos  contrarios  á  mis  ideas,  hu- 
bo pueblo  eu  que,  reconociendo  el  libro  bautismal  cuantos 
resultaban  parientes  del  agraciado,  fueron  puestos  eu 
libertad,  aunque  procuré  corregir  este  abuso,  no  sé  si  ha- 
bré podido  remediarlo. 

Hasta  ahora,  solo  don  Feliciano  del  Corte,  teniente  go- 


bernadof  éé  Concepoioíi,  i»^ li^  ertvtedo  la  relación  dé  la 
dístribucia'ff  dfe  tierras  con  los  nombres  de  los  individuos, 
á  quienes  se  le&ha  adjudicada.  Otros  tenientes,  aunque 
contestaion  el  obedecimiento;  si  acaso  han  puesto  enpráe- 
tica  mis  órdenes,  no  han  ^omuni'Cado'en  los  términos  que 
debían  y  ejecutó  Corte* 

El  teniente  gobernador  de  Yapejú  significó  no  tener 
tierras'  que  distribuirles  por  las  instrucciones  de  algunos 
españoles  que,  con  ocasión  de  ser  arrendatarios^  ó  solo 
por  serpodeitysos,  se  han  posesionado  usurpando  aquellos 
terrenos^  sin  otro  título  que  el  de  la  pi:6pote!ncia  y  la  ifide- 
feñshn  de  Ids  pobres  indias,  á  quieiie^  todps  se  creen  con 
derecho  deopifimjr,  llegando  á.tal  estado  qu^,  como  teogp 
antwéi4ho,  la  parte  orientaJl  -del,  Uruguay,  que  es  indi^- 
patablesüeatesuya,  han  ido  .apod^v^udose-de  ella;  pj9rqne 
en/ lOB' españoles  solo  reina  el  espíritu  de.codicia.  ^  , 

La  ciudad  de  Comentes  pretende  esteuder  i^u  jurisdic- 
ción; con  pei^aicio  deí  departamento  de  Yapey^,. sobre 
que  seagueplelto,  y  paipai  cortar  en  i  parte  los  perjuicios 
determiné  piar  providencia  interina  fuesen  limites  de  am- 
bas jurisdicciones  las  cabe.Cjera$^.  y  pputas  délos  arroyOjS 
que  desaguan  en  el  Riodef  Corrí^nt^ihácia  1^  parte  d^l 
Miriflayi.!  y  Ja  .del  pueblpde  Yapeyú,  d^sde  dichas  cabeeei- 
•ras  de.arnoychs,  enque  se  jncluyen  loa  quj^  desaguan,  en  «1 
RíO/MiriftájT),  y  ba^ta  las  cabeceras  ^lel  Arroyo  Gu al eguí^y 
Grande,  que  enfrentan  oon  el  Saltp.  Qhico,  ^igui^udo  ha- 
cia/olnói^deate  hasta  I  tap^á  Gua^ú« 

Aunque  parexca  intempestivo,  nofptJLedo  dejar  de  decir 
áV.EJqué'he  visto  enálgun. papel  de  lasque  se  versan 
en  materia;  de, indios  pretender  que  éstos  manifiesten  dor 
cumentos  de  propiedad  de  i9us:  terrenos,  cuando  ellos  tie- 
nen á  su;  £ayor  una  posesión  tan  antigua  como  lo  es  la 
población  de  €Stos  reinos.  Y  quienes  en  competencia  de 
esto€iiHitiirales.  debe  manifestar  legítimo  título  de  dominio 
con  los  españoles  que  .litigan>cox]i  ellos,  pues  no  trsgeron 
de  Espa&aljas  tierras  que  acupan^*  ó  pretenden. 

5 


Gevca  de  Saato  Da WQgiP  Sopitmo,  en  al.  p^vj^ígi^  ^a^l^do 
P'aisandd,  hayun  ^tabletcimiento»  de  i^d^oa,  (^^p^j^di^t^a 
<de  Yapayú  que. en  el  dia  ti^x^  21  naturales,  ooa^.^^lgunQS 
ganados, y síq rallos,  comj>.  oteoa  100  iadipsjfp^^.;  .Áxit^s 
itu,YÍeKoiL  su  adiaÍBÍ84ra4Qjí?, . f$oaio  los  demas.pu^blq^.  ^  $6 
les  quitó,  según  sospcclio,  no  por  haeerio^.Uhrea,  ^prna^es 
•deju&ticia.  sino  á  ñn  >c|e  que;  w  habieado  .i)^d|e  .que  los 
cuide,  poder  ir  ahuyenüándolos  lo¡seQpaf|Lolp8¡  qu^^estfia 
en  aquellas  inmediactoaes,;.pue$  ei  misecable  ia(iio  op.iv 
mido  no  tiene  como  haoer*oir.  sus.  lamentos.    :  .  •;  .  .       . ; 

Uno  de  los  depravadle  medios,  de  que  sehati  valido  lo& 
españoles  para  invadir  las  tierras  propias,  de  lO^s  i^dioi^, 
ha  sidO'  denuiiciarlas'  como  realengas^  y.aD;teaide>  jaatii^L- 
caria  Verdad  -sin  pro  viden^ci'a  alguna,  solo,  por.:  haberi  he- 
cho el  denunció,  se  han  posesionado  de  ellas  «de;  propia 
autoridad,  y  después  se  han  hecho  fuurtes,  iradi^eamdo.  ca- 
isas^é  introduciendo  grandes  tropas  de  gaixados:  i  £sto  ha 
sucedida  eñ  la  Banda  Oriental  del  Uruguay,  y.  también 
por  la  parte  deCerrientes y  d«l  Paraguay.  UltimaiQeiitr9, 
un  emigrado  francé.s,  Mr.  Perichon,  encargadp  delminii- 
tro  contador  de  esta  Tesorería  general,  don  Antonio,  Cajr- 
rásco,  para  el  establecimiento  de  ingenios  de  azúcary  4e 
añil,  ocurrió  al  gobernador  de  Misiones,  para  qu€|  .le  per- 
ihitiese  posesionarse  áobre  el  Rio  Paraná,  enf.  tíéi^raüs  <}ne 
decía  valdías,  en  la  jurisdicción  de  aquel  gobieraoi,'  cuya 
pretensión  la  remitió  á  mi,*  por  reconocer  que  no  teiuk 
facultad  para  semejantes  pernftisos.  Yo  npróbélái^coii^- 
ducta  del  gobernador,  y  con  e»^  ocasión,  uBando  de  mis 
facultades  ordin'ariasy  estraordinarias,  reablvi^/ declarar 
isoleitinement^  que  hacía  merced  ó  loaSO  pyiebGloftlde:]Míá'■ 
sione&  de  cuantas  tierras  padiesen  encontrarle^  baldías  ó 
realengas  dentro  de  sus:  respectivos  distritos^  oompirendi- 
dos  en  la  jurisdicción  de  aquel  gobierno;  así  poiique  las 
leyes  mandan  que  los  indios  tengan  tierras  con  sobcA-,  y 
poi'qne,  debiéndose  repartir  aquellas  entre  los  que,:reon- 
perando  su  libertad  y  demás  derechos^'  ae^  eaperfiüi>G^  segUr 


tilTlK^DiKMmy  liana 

famwte  un  coUídi4^paibl0  aatfta^to^d^^u  pobteeijon,'  00019 
porque  de  este, pifada,  wn venía  aUyur;  eu.  sú :  principio»  la 
invasión  de  los  españoles,  .hai9to.lqs  i^iinlMrialies  miamos  Áé 
las  reducidas  c^pzas.de  los  ipfeíices  iivdjios, .  á ;  gujenes 
dejarían  sin  , un  paireo  de  tierras,,  si  se  tpler^Si^n  sjeinya^f- 
tes  denun.ci,as  en.pl,  íaterior  de  aquel  gqbierna.'  ¡Jiifti^rr 
píente  d^cj^ré  gue  l03.referid.Qs  iadjíps  de^n/ten^  ,t¡% 
j^en  prefei?en.ci3..  sobre  Ida  espaí^aíes,  paví^laa  con^pc^ii^^Rr 
nea  ó  mercedes,  de.JLí^s  tierras,  que  Jeat  disputan  .é^t^x^  «coii 
las  mencionadas  .nijalicipsas.  d^nifúcis^s  .ent;^bla(^s,  .si 
realmeni^re;snlta>sen  baldías  6  realengas  la^.qu^iK^ii^ur^u 
jcercenarles  ájas^orillfis  espre^ad^is^  deí.gplíi^rnQ  de  jVlirr 
filones,  esto  es  por  la  parte  del.  Par  aguaje,.  QQxjiidi^e$.y 
Banda  pri?D,^l  del  IJrugiiay.  El  ^íjominf^do  niini;§trp  4^ 
r^al  HacJLen^a;tieoe.en.íablad?t  de  sn  cuei^ta  j.r^^sgp, xuR 
ítijijuenciade S^  M»  nnaiftena de  parte  de  noadería^g  de  consr 
tvuccion  n^ya)  y.ipar^  ^^  artillería,  .en .el puerto, de. Sí^^i 
José,  sobre  el. propio  Rioi  ^ar^ijá,,  y  como  el  Rey  le  l^ieu^ 
recomendada,  pcurriú.pidieiicl),  entre  Qti;Qs  a.uj^ili9í> ;(j.Uj€j 
1^  tyngo  jpQandados  dar,  que  se  le  faciliten  indios  de.aquíj-j 
ílos  pu^bloi^.. para,  peones.  .  Su  iutento,  era  que  yo  íjispu-, 
siese  de  ellos  cprno,  §in.  escrúpulo  se.  ha., acps.tup¡ij^ra4p 
íiacer,  cuando: a¡e.haJi.neaesi.5adob.L;fi¿^^  para  ^Igvnos,tr^T 
bajosya^regularesj.ya  dui'ísinios^^n  iníir  ó  en.  tierra^  esto, 
^.s  mandar  arrea.r  indios  coniQ^  si  fue|i,*an.,aja^m£^les  silve% 
tres,  destinadQs,paí:a.el  seryÍ9Ío;/de  lq&íiQi,U'bx-^3,,  uq  pp^-j 
siderando siquiera  que  Ipson,  nin^^diioi^.e^^o^ique  elBiey, 
los  recomienda  en  descargo  de  su  concienciía,  habiéndolos 
declarado  mas  privilegiados  que  a  los  españoles.  ,As^ 
pues,  resolví  que  er comisionado  de- dicho  mimstro  pudier 
se  únicamente  pasar  á  los,  .pu^bfos  á  coiicert^ir  á  los 
indios  que  libremente  quisiesen  irá  servir  de  pécmes  n 
la  espresada  faejíia,  si  les  hiciese  buena  ci/enta;  y  que. 
para  concertarse  con  ag^úel  comisionado,  fí  con  cuales-, 
quier  otros,  interviniese  el  respectivo  cura,,  hacié.ndol.eSj 
enteAder  quelpqVie  mas  lés  importa  es'írabajarpojr  si-j^ 


M¥m  IFFMDOWIOir 

parasí  mismos  ea  la  agricHttnrd,  iñdtDdtria  y  tráño^,  j 
que  el  arbitrio  mas  infeliz  ó  miserable,  ^1  mas  espuesto  á 
lá  tiranía  es  el  de  peón  jornalero. 

To  dejaré  este  gobierno  con  un  gran  sentimiento  por  no 
haber  confseguidÓ  ver  lograda  lá  übertíiá  dé  estos  reco- 
m'endablés  vasallos  del  liíiy,  caro  amor  hacia  ellos  tieiié 
encargado  en  la  actiilalrdad  el  Rey  al  supremo  consejo 
provea  el  remedio  de  tantos  malefe  ,dé  4^é  estáS.  M.ian 
informado  cOrao  aflijido  sa  piadoso  corazón,  y  en 'conse- 
cuencia, me  tiene  maiidádo  por  real  orden  de  30  de  no- 
viembre de  1798,  qiie  por  tía  de  ililerín  y  pronto  remedió 
espida  yo  (y  en-adelante  V.  E.)  las  providencias  que  me 
parezcan  oportunas,  para'  contener  los  desórdenes  y  abu- 
sos que  haya  en  el  gobierno  y  administración  de  los  pue- 
blos, y  sin  perjuicio  de  las  que  adopte  S.  M.  par'a  el  suce- 
sivo gobierno.  Repito  que,  al  'dejar  éstém'andó,  llevara 
mi  corazón  muy  afligido,  si  nó  tiiviera  lar  fbliz  suerte  de 
entregárselo  á  V.  E.,  cuyo  piadoso  óórazon  y  rectos  pro- 
cedimientos no  necesitan  para  dedicarse  á  estirpat  los 
males  de  lais  Proviüciás  que  el  Rey  le  ha  confiado,  ma,s 
que  ponérselos  de  manifiesto,  como  he  procutááó  hacerlo 
sin  mas  elociiencia  que  su  sencilla  i^élacion,  y  si  cabe^i 
ruBgo  á  V.  E.,  con  el  mayor  encarecimiento,' que  atienda 
á  estos  pobreci tos,  con  lo  que  (hablando  á  ló  cristiano,  y 
iko  seguñ  la  elocuencia  y  fundamentos  de  los  que  hoy  se 
llaman  filósofos)"  conseguirá  V.  E.  que  Dios  bendiga  sa 
gobierno  y  le  llene  de  prosperidades.    * 

.  Por  último,  debo  prevenir  á  V.  E.  que  en  la  Intendencia 
del  Paraguay  se  hallan  ott*os  fres  pueblos  cóia  2000  almas: 
San  Estanislao,  Sau  Joaquin  y  Belén  de  las  Misiones  Je- 
suítiéás,  fuera  de  los  30  del  Paraná  y  Uruguay,  los  cuales 
viven  én  la  propia  esclavitud  y  con  peor  desorden,  pues 
no  consta  ée  haya  enterado  en  arcas  reales  el  tributo  que 
les  corresponde  pagar,  corriendo  eu  el  publicó  que  nó  son 
mas  que  30  los  pueblos  jesuíticos  siendo  .en  la  realidad 
33.    También  existen  en  aquella  provincia  otros  11  pue- 


BITAOOVOCnOtt  LXU 

blo$ eon  maa  4e 8,0Q&  alsuás  que^  no  solo e&tánsujetos^ á 
la  inhumana  comunidad,  8Íno  que,  jnntamedite  ¿e  hallan 
repartidos  en»enc(xmien<Jas,  con  la  obligación  de  servir  é 
ans  encomenderos  dos  mesres  al  año;  lo  que  ejecutan  su* 
friendo  m^cha  ©presión,  á  pesar  de  las.  repetidas  reales 
cédulas,  por  las  cuales  debe  extinguirse  toda  encomienda, 
quedando  jinQo?rpora<J as  ala  real  Corona.  El  corto  tiem- 
po de  mi  mando  no  me  ha  permitido  remediaptaíi  sen^i^ 
blej  y  perjudicial  abuso,  que  V.  E.  sabía isterminar. 

•  COIÍBRCIO  MARÍTIMO 

.  •  •       I       ■       «  ,  • 

■  •  .  •  I  ■  ■      , , 

Este  Rio  de  la  Plata,  para  eña:lquiera  buen  gobernador 
que  no  tenga  mas  interés  que  el  cabal  desempeño  de  -su 
cargo^  es,  especialmente  en  el  tiempo  actual  de  guerra^  el 
Rio  de  las  congojasy  desabrimientos..  Por  mayor  refe- 
riré á  y.  E,  algunos  acaecimientos  ^obre:el  comercio  y 
concarreincia  deestrangeros.  > 

Deseoso  el  Rey  dé  atender  á  las' necesidades  dé  esté 
Reino,  así  en  la  introducción  dé  efectos  necesaria  para 
su  consumo,  coiiao  en  la  estraccion  de  frutos  del  país,  y 
para  fomento  de  su  agricultura,  permitió  que  pudiesen 
loa  españoles  introducir  los  éfdetos  de  lícito  comerció  en 
jembarcadones  neutrales,  •  desde  países  estrangerps,  COtí 
preciso  retorno  á  España,»  permitiendo  al  mismo  tiempo 
el  comercio  de  frutos  diQ-coloniaa  amigas,  encaiübio  de 
otros  que  se  sacasen  de  nuestras  producciones maturales. 

De  lo  primero  r<^uUé  tanto  abuso  como  que,  en  primer 
logar,  prestaban  loa  españoles  sus  non^bre&:á  los  estran- 
geros,  y  ningún  retorno  se  hizo  >á  España  del  producto  dé 
las  introducciones  ée  aquí,  proitestanda  la;  imposibilidad 
de  entraren  puet4o:de  la  Península  por  los  muchos  «ene- 
migos que  lo  impedían.,  y. < armando  articulos  sobre  que 
aquella  condícioilL  solodebe ser  veriflcable , conseguida  la 
paz.  E^  fm,  fué  tal  el  desorden  en  todas  partes.  que.S.  M. 
mandó  en  real  orden  de  20  de  abril  de  1799!qUe  cesase 


absolutamente  el  permiso,  y  «inembargó  eonti&a<5  por  baeh 
taríte  tiempo  ^eoii  pretestos  de  haberse  hecho  las  espedicio* 
nes  en-  tiempo  hábil  y  ótros'  efojios  bastantes  para  apa* 
rentar  jirstíoia,  auaquenopara  convencer  á  quien  conoce 
los  ardides' de  los  comerciantes  que  se  emplean  en  estos 
giros. 

El  dé  frutos  por  frutos  no  se  ha  prohibido  aun,  y  es  orí- 
gen  de'iiifmitoscontrabandoS  que,  además  de  perjudicar 
al  Estado,  i*esuUa  también  contra  los  comerciantes  jui- 
ciosos, que  no  usan  de  medios  ilícitos. 

Aunque  ya  el  comoi^P-  de  negros  ha  cesado,  queda 
aun  el  permitido  en  embarcaciones  españolas  directa- 
mente desde  yacosta  de  África.  Estos  giros;  siné'mbargo 
de  las  limitaciones  rigurosas  de  sus  condiciones,  han 
causado  mucha  estraccion  de  dinero^  además  del  contra • 
bando,  pues  permitiéndose  sacar  en  moneda  el  valor  de 
Ifos negaros  cuantos  han  venido  en  barcos  nación alos  j 
estrangeros,  después  de  haberlo  astraido  ocultamente, 
hau  pedido*  licencia  par^L  ^acar  su.  importe,  según  los 
asientos  d^  laaduaaai  con  cuyo  arbitrio^  ha  salido  del 
Estado  por  lo  menos,  duplicada  c.antldad  de  lo  que  cor- 
r^spPAdia. 

El  permiso  de  cambios  de  frutos,  y  él  comercio  {ya  pro- 
hibido) en  barcos  neutrales  ha  ccasionado  al  Estado  ua 
perjnicio-que  hoy  no  se  siente  con  el  dolor  con  que  algua 
día  se  llorará.  Del  mismo  amor  paternal  del  Rey  hacia 
suis  vasallos  han  hecho  algunos  de  ellos  tal  abuso  que  los 
destruyen,  y  así  mismo  á  los  comerciii^tttes  de  probidad,  y 
lo  mas  sensible  es  ique  cuanto  dinero  se  estrae,  ó  con  apa* 
rienda  de  legitimidad,  ó  con  el  contrabando  escandaloso, 
es  para  fomentar  á  los'  enemigos  dé  la  nación,  que  no 
hubieran  podido  sostener  tanto*  tieinpo  la  guerra,  si  no 
hubieran  absorbido  tan  enormes  cantidades  los  iqgleses, 
y  si  no  se  logra  testablecer  las  leyes  de  Indias  qtie  trataa 
de  estrangeros  podrán  resultar  los  maléS'  que  ni  aua 
t}tiisiera  imaginarlos.     .     :     ' 


TatáBien  merece  lamentarse  el  abuso  due  se  ha  hecho^ 
del  muy  Bfenéfíco  real  permiso*  para'  coiiiJ3rar  embarcacio- 
nes esír anderas  en  lastre^  con  el  tlesigtiio  interesante  al 
Estado  y  á  ios  parliculai-és,  cual  eS  el  de  aumentar  la 
marina  mei'canti}.  Es  grande  el' núttíeTódé  los  perinisoa 
y  patentes  qtie  se  han  dado/  y  qué  solo'hai^  servido  para 
negocios  (|tfe  han  hecho  los  agraciados  éon  los  estrangeros 
véndléiítiolea  sus  nombres  y  patentes,  y  Cuando  debían 
hallarse  estos  puertos  con  un  crecido  número  de  embar-^ 
caciones'  así  compradas,  solo  sé  esperimenta  su  mü/ 
notable  y  escandalosa  faifa,  y  sí  áé  han  presentado  algu- 
nas, han  venido' á  dar 'que  hacefá  este  gotíerno  con  los 
cargamentos  que  indebidamente  han  conducido,  volvién-' 
dose  á  ir  pa^á  nO'  parecer  mas  ó  para  repetir  sus  molestias 
y  perjudiciates  arribadas.  Por  tan  escandalosa  espe*' 
riencia,  he  procurado  esbusaír  -el  cumplimiento  del  citado 
real  permiso,  que,  aunque  en  sí  es  muy  benéfico  é  impor- 
tante, imnca se  dejará  de  abusar  deél»  por  loque  creo 
conveniente  se 'suspenda  su  ejecución  h^asta  que  informa* 
do  S.  M.  ile  lo  funestamente  acaecido,  lo>  modifique  ó  re : 
suelva  ótm  CcíéAque  sea  de  su  soberano  agrado. 

•    .     ■     .  •  »    . 

ESTRAKOEROS 

Una  fragata  inglesa  nombrada  la  Dixor,  que  conducía 
colonos  á  las  íslas  de  OtahitL  fué  introducida  en  Monte- 
video  por  nnos  franceses  y  otros  individuos  de,  la  tripula- 
ción, que  se  amotinaron  y  apoderaron  de  ella. 

También  ¡tuvieron  estos  aprésadores  la  pretensión  de 
vender  lá  presa:  lo  consiguieron  por  real  decreto. 
.  Las  níucnas  inglesas  que  iban  de  pobladoras  se  han 
depositado  en  la  casa  que  llaman  la  Residencia,  de  las 
cuales  álgíinas  se  han  casado  en  el  país. 

El  corsa,rio  fraíicés  Mr.  Loboset  llegó  á  Montevideo  á 
principios  del  ano  de  1799  con  algunas. presas  portugue- 
sas pretendiendo  venderlas.    Sustanciada  esta  solicitud, 


después  de  inuchaj8  reyertas  y  llevado. ávotp  consultivo 
el  16  de  febrero  del  mismo  aúo,  se  declaró  que  debía  salir 
de  estos  puertos  coa  sus  presas,  y  que  la  condescendencia 
qjde  alegaba  haberse  tenido  coa  el  mismo  e^  sem^^jante 
caso  había  sido  un  mero  efecto  de  beneficen,cia  de  mi  an- 
tecesor, y  por  haber  hecho  creer  que  su  embarcación  cor- 
saria era  de  la  República,  despreciándose  también  el 
ejemplar  que  alegaba  de  iguq.1  condescendencia.  CQn  Mr. 
Carbonell;  y.hallajido,yoá  mi  llegada  en. este  (jstado. estos, 
asuntos,  llevé  adelante  lo  resuelto  con  el  dictamen  del 
acuerdo.y  continuando  aun  algunos  artículos  a  que  resistí, 
se  despidió  á  Loboset  en  abril  de  1799,  y  en  el  me^  siguien- 
te salió  Carbonell. 

Como  esta  materia  había  sido  tan  controvertjida,  di  da 
todo  cuenta  áS.  M.  en  5  de  junio  del  propio  afio,  y  entre 
las  pocas  contestaciones  que  se  han  tqnidudela  Corte, 
logré  la  que  contenía  su  real  aprobación. 

En  el  año  último  pasado  llegó  á  Montevideo  unp.  divi- 
sión francesa  compuesta  de  tres  fragatas  de  guerra^  que 
habían  hecho  el  oorso  en  las  ftostas  de  África;  Entraron 
en  Montevideo,  á  proveerse  de  víveres  y  componer  uno  de 
los  tres  buques.  No  me  es  muy  grata  su  llegada,  porque 
siendo  una  nación  gobernada  por  unos  principias  tan 
opuestos  á  los  nuestros,  así  en  materias  de  religión  como 
en  lo  político  y  civil,  debía  recelarse  algún  contagio  que, 
sin  duda,  hubiera  resultado,  á  no  ser  .tan  leíales  estos 
habitantes.  Me  fueron  incómodos  por  la^  solicitudes  de 
querer  vender  sus  efectos,.que  les  negué  por  no  hábér  que- 
rido admitir  resguardos  á  su  bordo  y  por  los  muchos  gas- 
tos que  fué  preciso  sufrir  por  el  suplemento  de  seis  meses 
de  víveres  y  los  demás  que  se  emplearon  en  el  reparo  de 
los  buques.  Permaneció  en  el  puerto  algunos  meses.  A 
poco  tiempo  de  la  salida  de  éstos,  llegó  otra  de  la  misma 
nación,  compuesta  de  una  corbeta  y  otros  dos  buques 
menores,  armados  también  en  corso,  mandados  por  el 
ciudadano  Burdióhon,  de  carácter  moderado,  y  por  con- 


síguiente/^tl  tt^pul ación  ináe  ^nbórdinadayisiaaquel  or- 
gallo  de  los  dé  la.division  que  le  había  precedido..  Fué: 
preciso  también  suplirle  cantklad  de  pesos  para  su  habili* 
tacion,*pevo  antes  que  se  hiciese  á  la  mar  entríS  un  navio 
portugués,  protestando  escasea  de  vívejresS,  que  solicita  sa- 
lir en  el  propio  dia'queBuTdichon;  pretensión:  raay  estrar. 
flay  contraria  á  la  pífácticá  de  los  puertos' neutral  fes,  por 
lo  que  aquel  gobernador  no  se  lo  permitió,  i .  i 

La  entrada  de  este  navio  portugués  ocasionó  un  nota- 
ble disgusto,  pues,  introduciéndose  hacia  el  puerto,  sin 
anticipar  aviso  con  alguriá,' de  sus  embarcaciones  meno- 
res, did  cuidado,  y  como  pocp  tiempo  antes  había  dado 
fondo  aja  vista  del, puerto  un  inglés,  ,que  cfnvió  un  bote, 
con  protesto  de  cange  de  pnsióner6s,.se  alboroto  la  ciudad 
y  con  la  confiision.de  la  voz  de  que  ea-án  .enemigos^  un 
oficial  de  artillería,  llamado  don  Manuel  Arce,  ocurrió 
lleno  de  entusiasmo  militar,  á  una  batería  que  no  tenía 
oficial  que  la  mandase,  y  recelando,  según  dijo,  fuese  ene- 
migo que  venía  á  reconocer,  aquellas  baterías,  les"  disparó 
tres  cañonazos,  con  losqu^  se  dijo  íiaber  muerto  un  hom- 
bre y  causado  algún  pequeño  daño  en  sus' jarcias;  lo  que 
visto  por  e}  portugués-  arrió  las  velas  y  dio  fondo,  y  luego 
que  hubo  enírfjtdo/eri  el  puerto,  produjo  muy  ágiuas  quejas 
del  insulto  á  su  pabellón,  áunqiié  por  elgqtlernádbr  sfe  le 
hicieron  lo^  cargos  de'bídos  por  su  impericia  militar  en  el 
modo  de  introducirse  en  uti  puerto  neutral,  sin  el  regular 
anticipado  aviso;.omíá|Í9in  mucho  mas  culpabré  por  las  dos 
graves  circunstancias  de  ser  en  tiempo  de  guerra,  y  ha- 
liarse  ei^la  boc^  del  rio  algunos  navios  erien^igos.  Sien- 
do este  asuntó  delicado  por  robarse  el  respeto  de  las  dos 
naciones,  tuve  por  conveíiieute  mandar'fórníarle  procesó 
al  oficial,  y  que,  juzgado  .éste  ea  consejo  de.  guerra  de  ge- 
nerales, si  tuviese  culpa,  sufriese  su  detida  pena,  y  en  ca- 
80  que  resultara  absuelto,  remitido  al.  proceso  á  nuestra 
corte,  pudiese  satisfacer  á  la  de  Lisboia. 

La  real  orden  de  23.. de  octubre  de  I799,.jque.permit® 


N 


YéugatL  áe&trBei^  ea  cueitMS  ^l  iproducto  ¿a  ^f^Watur^.^ 
laé  émbaré^cioBies  neutrales  estraíBger^a;  hahetho  coa- 
Currír  éii  édto«  puertos  muohas  de  ellas  proporcionando  de 
ésfe'  modo'in'evitableiaente  el  contrabando,,  y  Jas  rvarias 
pféteñsidíies'de  müroducir  efectos  europeos  de  lícito  co- 
mercio; de'las  cuales,:  unas  han;:áido  maa,  jr  otras  menos 
fundadófS;  por' lo  (Jue  he  providenciado  propetr^ioaalraente 
y  por  que  convenía  evitar  sus  .introducciones  clandesti- 

poucU  ... 

'  '  •  •      -  '  •  I        •      .      .  ;  ■     '  '       .  • 

J  •         ; 

La  constitución  material  del  terreno  que  ocupa  esta 
ciudad  y  su  clima  lluvioso,  juntó  con  la  carencia  total  de 

Í)iedra  en  sus  inmediaciones*  hacía  intransitable  pus  ca- 
les,  lo  que  ol)lig()  á  construid'  al  frente  de  las  casas  una 

calzada  de  ladrillo,  que  facilitase  el  tránsito  al  rededor  de 

*  .    '        •?•■•<  •'-.■. 

cada  isla,  de  ellas,  poniéndose  á  su  orilla  unos  pilares  dé 
madera,  á. fin  deque  los  carrüagés  no  pudiesen  maltra- 

tarla.     Este  arbitrio  no  impedía  que  en  tiempo  de  lluvia 

,'        "  •■     .■*/•(,♦  •        *•      ••, 

se  convirtiesen  en  pantanos  todas  las  caljes,  dincultando 
atravesarlas.  . 

En  tiempo  que  élExnip  señor  dpn,Nicolá,s  de  Arredondo, 
con  motivo  de  unas  fiestas  reales  háljíá exhibido  la  lealtad 
de  este  Consulado  uíia  cantidad  (Repesos  para  invertirlos 
en  demostraeíones  de  regocijo,  juzgo  prudentemente  dicho 
señor  que  s^  emplearían  con  mas  utilidad  del  público  en 
dar  principio  ái  empedrar  las  caniles.  Así  se  hizo,  pere 
solo  alcanzó  para  construirla  calzada  (|ue,  saliendo  de 
la  puerta  del  Fuerte,  abierta  en  dos.ramos,  acaba  la  una 

'i  •  L''  'í  '  "''I.'** 

en  la  catedral  y  la  otra  al  principio  déla  callé  de  San 
Francisco. 

No  se  hizo  de  esta  obra  él  debido  áprecm  qiie  merece,  no 
solo  pov  lá  cdmodidad  interesante  dérpúblico,  mas  tam- 
bien  porque  en  ella  se  con^serva  mejor  la  salud  de  los 
habitantes  que  han  padecido  las  enfermedades  que  ca'u- 
saií  los  pantano^  y  charcos,  espeóíalúierite 'dentro  de  las 


mvBOwrooioír  tasm 

poblacíiones  j}of*  las  ooéaa  corruptibles  que  de  earrojáa  en, 
ellas,  haciéndose  insufrible  el  mal  olor  pestilencial.  ¿Des- 
pees de  mi  ilegadBs' deseoso  que  el  empedrado  progresaíse, 
dediqué  miatencion  á  buscar  medios  de  vérifioarlo.  'En?^ 
tre  tasto,  maudé  cegar  y  llenar  de  Baaterjales  aparentes 
los  graneles  pantano»  del  camino  de  Barracas  á  esta  ciu-i 
dad,  el  cuales  el  mas  interesante  al  comercio,' que  logna 
tenerlo  ya  bien  consolidado.  Para  cuya  obra,  comisioné 
al  espitan  -dé  milicias  don  Manuel  Uriarte;  «que  supo  dei 
sempeñaria  muy:bien  y  con  presteza,  knereciendo  el  aplau- 
so genera);  •  .  ^  ;   i 

Se  hallaba;  este  sujeto  en  su  comisión,  cuando  sotioitabds 
yo  otro*  que,  siendo  también  de  actividad  y  zelo,  fuese  ál 
mismo  tiempo  mas  condecorado,  llevase  adelante  la^ím-» 
porfanteobm  del  empedrado,  aliviando  cíe 'esté  cuidado 
al  gobierno,  bastante  recargado  con  los  milchoÉi  otros 
ramos  qué  tiene  sobre  sí;  y  con  el  titulo  de  Intendente  dé 
Policía  y  Di^rfeCtot'  del  empedrado  y  autorizarle  corf  todas 
lasfácultkdfes  pi*ópiás  y^  necesarias  pitra  su  mejor  deseín- 
peño,  reservando  eápedirse  á  su  tiempo  la'  instrucción-  á 
que  debería  arreglai-se.  Fui  feliz  en  la  elección,  pues 
poniendo  los  ojos  en  el  señor  don  Martin  Boneo,  capitaü 
de  navio  de  la  real-  atmada,  quien,  luego  que'se  lo  pi-opuse 
admitid  gíistoso  el  encargó  en  31  dé  agósio  dé  1798,  sin 
otrtt  utilidad  que  la  de  contribuir  á  la  del  pilb1ió6  y  com- 
placerme en  aceptarla;  debiendo  y  O  asegurar  que  no  he 
teUÍdo  motivo  de  arrepentirrae  de  su  eIeceÍN)n«. 

Esta  obra  del  ertipedrado,  hasta  la  référídét  éboda'rfe 
mi'Uegada,  se  había  sostenido  con  los  cortón  productos  dé 
la  Plaza  dé  toros,  los  donativos  voluntaHos  del  vecinda- 
rio, lo  que  éste  habiá  cbiitribuidp  pol'  'razón  de  los  dos 
reales  asignados  por'vara  dé  frente  á  los' propietarios  de 
los  dos  i-eale3  asignados  por  vara  de  frente  á  los  propie- 
tarios dé*  los  edificios  de'  las  calles  empedradas,*  Id  qiie 
pagaba  él  asentista  de  las  canchas  de  bolos,  que  debiendo 
ser  dos  mil  pesos  al  añé  desdé  el  17  de  ábrildé  Í78Í7,  qú^ 


hxxrt  nrTaoMTOOioii 

se  dio  principio  á  su  contrata,  solo  ha  satisfecho  5284  pesos 
6  reales  y  3  daartillos  hasta  11  de  juniode  1800,  én  que 
se  le  mandó  cerrar  las  canchas  y  las  multas  <)ue  se  apli- 
caban al  empedrado.  Asi,  pues,  para  acelerar  esta  obra 
y  remover  todos  los  obstáculos  y  embarazos  que  dificulta- 
ban su  adelantamiento^  gradué  indispeneahle  proporcio- 
nar otros  arbitnoa  con  que  subvenir  á  los  crecidos  gastos 
que  necesariamente  se  habían  de  originar.  En  conse- 
cuencia; dispuse  pensionar  todas  las  carretillas  del  trajin, 
así  de  bueyes  como  de  caballos,  en  dos  reales  cada  una 
por  mes;  disponiendo  asi  mismo  pagasen  cuatro  pesos  al 
año  todos  los  coches,  calesas  y  carretones  que  ruedanen 
esta  capital;  de  cuya  determinación  avisé  á  la  real  au^ 
die^ncia,  indicando  á  los  señores  oidores,  que  esperaba 
que,  no  solo  aplaudirían  el  pensamiento,  sino  que  tam- 
bién darían  ejemplo  por  lo  que  pertenecía  á  sus  respecti- 
vos carruages.  Así  me  lo  contestaron,  sujetándome  yo 
mismo  á  pagar  lo  correspondiente  á  los  dos  coches  dequQ 
he  usado  ordinariamente.  Es t£^  contribución^  en  el  pri* 
mer  año  de  su  establecimiento,  pro^lujo  1860  pesos.  Así 
mismo  resolví  gravar  los  cafes,  mesas  de  billar,  canchas 
de  bochas  y  bolos,  posadas  y  fondas,  según  su  crédito  y 
concurrencia,  habiendo  llegado  á  prpducir  este  arbitrio 
218  pesos  mensualrpente;  siendo  las  canchas  de  bolos  las 
mas  recargadas,  pues  los  cafés,  mesas  de  billar  y  demás 
casas  de  juegos  permitidos  pagan  desde  6  pesos  lajs  de 
mayor  concurrencia,  hasta  4  reales  las  de  menos  crédito. 
También  acordé,  ajitar  la  cobranza  de  lo  que  adeudaban 
los  vecinos  de  18  cuadras,  que,  habiéndose  empedrado 
tiempo  ha,  aún  no  habían  satisfecho  los  dos  reales  que  á 
cada  uno  corre^spondía  por  vara  de  frente,  ,áe  cuyo  débito 
jse  llevan  recaudados  1072  pesos  4  reales. 

La  contribución  de  carretas,  reducida  á  un  real  por 
onda  una  de  las  que  entran  en  esta  capital  con  abastos  y 
otros  frutos  de  estas  inmediaciones,  y  cuatro,  lasque  vie- 
.ueii  de  Santa  Fe,  Córbobay  Mendoza,  pagando  lo  mismo 


«viiomrocioír  LXXYík 

eadalO 'úlulas  de  las  é/rreas  de  San  3aaüiy!  Mendoza^ 
la  cual  80  •enteraba  ea  la  real  aduana  como  ramo  mú» 
nicipal  de  '  ^uevra  establecido  tel  año  de  1745,  para  de<- 
fensa  de  la  frontera,  se  agregó  al  del  empedrado  por  der 
ci-eto  mío  de  20  de  julio  de  1799,  después  de  sustanciado 
espediente  ^promovido  por  el  ilustre  Cabildo,. en  que  filé 
oido  el  señor  fiscal  de  lo  civil.  Este  impuesto  se  cobraba 
por  medio  de  dos  guardas  que  corrían  todavía  ciudad,. y 
habiéndose  notado  cuan  susceptible  era  de  mayores  retit- 
dimientos,  se  varió  su  forma  de  administración  á  propuesi- 
^to  del  Intendente  de  Policia,  resultando  de.  aquí  haber 
rendido  enel  primer  año  de  su  nuevo  establecimiento 
5468  pesos  7  y  1/4  reales;  siendo  de  adviertic  que  en  :6l 
quinquenio  corrido  desde  1794  hasta  1798;  solo  rindió  estp 
ramo  1298  ppsos  4  y  1/2  reales  al  ano  común.    . 

Como  los  arrendatarios  de  la  Plaza  de  toros  ya  habiaB 
cumplido  el  tiempo  de  su  contrata,  y  por  ig)tra  parte  «no 
enteraban 'anualmente  la  cantidad  estipulada,  con  nota- 
ble petjuicio  de  los  intereses  del  ramo  del  empedrado,  re- 
solví poneren  admiaistracioii  la  referida  Plaza  por  cuenta 
del  mismo  ramo,  nombrando  para  que  coniesen  con  elln, 
en  calidad  de  diputados,  á  los  rejidoi^s  de  este  ilustre  Ctí- 
bildo  don  Antonio  de  las  Cajigas,  don  Joséf  Hernandeifiy 
don  Juan  Antonio  de  Santa  Coloma,  á  cuyo  zelo,.  notoria 
eficacia  y  conocido  amor  al  bien  público  debió  el  ramo  dcJ 
empedrado  que,  en  las  corridas  que  se  dieron  desde. eli4 
de  noviembrede  1799,  hasta  después  de  Pascua  de.Espín- 
tu  Santo  del  año  siguiente  le  hubiese  producido  estadlir 
versión  pública  6637  pesos  4  y  1/2  reales:deducidos  todos 
los  gastos.  Es  bien  manifiesta  la  diferencia  de  lo  que 
producía  el  arriendo  de  dicha  Plaza  á  lo  que  rindió  su  ad. 
ministracioii.  Aquel  solo  prodaj  o  en  6  años  y  tres  meses 
7296  pesos,  y  ésta,  en  uno  solo,  se  acerca  á  esta  suma. 

Desde  el  establecimiento  de  la  lateñdenci a ^e* Policíaca 
esta  parte  se  han  empedrado  14  cuadras  y  88  varas  de 
otra;  habiendo  relevado  al  gremio  de  lancheros  del  grará;- 


lUmiI  INTROMÍOOieír 

men'de  Acarrear,  la  piedra  de  Ma.rtin  Gdrcia,  ain  eBUj^eur 
<Uo.  alguoo,^  Bbgnvk  jse  dispuso  al  tiempo  de:  empeziarse  el 
empedrado,  obligando  á  cada  lancha  á  hacer  un  viage 
^mual,  cuya  provideucia  motivaba  repetidas  yembara^x^- 
<db6  recursos  á  esta  superioridad,  no  sieudo  meuost  fuuda:- 
'das  la^  reitera;das  representaciones  de  loa  cavreteiros,  á 
quiciies^eauaáiiidohles  las  mayores  es»torsioues  y  perjuioi<xs 
tatnbien  se  les  precisaba  á  conducir  la.piedra  á.las  ca^e^ 
sin  la  menoor  remaneraciou.  Estos  dos  obatáculos^erap 
los^  que  mas  dificultaban-  el  adelantamiento  de  la  obra, 
habiendo  sido  necesario,  para  removerlos  y  aliviar  al* 
piiblico  de  una  carga  tan  pesada^  comprar  un  barco  y 
tcareuar  el  atiiiguo  del  empedrado,  al  cual  un  reeio  tem^ 
¿peral  había  hecho  encallar  en  Martin  García;  construyén- 
dose asimismo  12  carros  para  conducir  la  piedra  á  las 
.maltes,  servidor  d,^  presidarios  de  corto  delito  d  que  estén 
para  cumplir,  Á  quienes  se  ha  abollado  dos  pesos  de  grati- 
ficación á  cada  uno  al  mes.  E^tos  carros^  además  del 
servicio  iudieado^  sacan  escombros  y  la  tierra  sobrante 
4ue  resulta  ^ucasi  todaslas  calles  que  se  han  empedrado, 
por  Quyo  mediq  se  proporciona  al  ramo  su  coj|;iservaciou, 
•  terraplén áudqse  al  mismo  tieppo  muchos  pantanos  sin  el 
WUor  gravá.iT^en  del  vecindario. 

'  'Las  reitei^adas  y  encarecidas  instancias  de.loa  vecinos 
•del  barrio  de  Mousei'i-at,  para  que  se  quítase  de  aquella 
'^lazá  el  circo  que  se  había  construido  en  ella  para  la  lid 
¿e  toldos,  me  movieron  á  decretar  su  demolicion^que  tuvo 
tfíeéto  en  principios  de  junio  último;  habiendo  dispuesto^ 
en  consecuencia  la  construcción-  d^  otro  en  parage  mas 
adaptable  y  conveniente;  ordenando  al  Intendente  de  Po-* 
líeía  me  presentase  el  consiguiente  plano  y  presupue^ito 
^e  e>sta  obia,  lo  que,  verificado  por  aquél, y  habiendo  sido 
aprobado  uno  y  otro,  con  fecha  de  20  de  mayo,  autoricé 
.al: mismo  .Intendente,  para  que,  con  los  fondos  del  empe- 
drado, emprendiese  la  construcción  del  nuevo  circo  y 
pudiese  variar.:  lo. que  conceptuase  conducente,  á,  cuyo 


nvmwíí 

'e^ñtiú  ^eiió  pri^'óipio  >«A  fines  < del  mjsitioinéiSj Ül^y ando- 
Be  gastados  ^n''él,"n»8ta' e'«ta  focha!/ S6,105  J)e80s  2  y  3/8 
realas,  en  ótíye  costa  iió'*Í3é*(k)Mprenden 'ios  laoaiireoB  áe 
'muchos  migilerrale^  eoBáuCídos*  *  por  ílofi'eátrodi  nilos  300 
pesoéqüe'peteültaiiotí  á&  ventaja  etí'uitViaje^ dé  cp»bparíaJA 
pi*ó|yiA  pla»af;l(íiie'hteo' el  'íéhAmpan,-^hRbj6ndo^  producido 
410p^os  líquídoe  afavor  del  ramo,«una8|14dícárretadu6 
^é  leña;  qtie  toé  dpár  barrcos^acaban  de»  traer  ¿él.ürugttay; 
•tetiieado  tídemús  p^OTOida»  fettperabaadaáíémezitejdeipieí- 
dra  eeta  riberas,  pues  háj?'  la  sttfíoientefara/'enipeduaF 
cuatro  cuadras^  sin'qae  cesen  los  enuimeiados  bíareos  sa 
trajín.      '•  '  "    *  '',  '•  >''Jm^     -,},'>.  ¡  <  >   •  -,   .-.,•   ..  .      .  .•> 

.j  .  ■'.  . 

•  .         RKAi   HAOJBNDA  ,     ..  ....... 

,      .  •  r 

• '  ■         •  '■  t"  •     .  '      •  ■'       .  •  •     ■  »       .  '  •  »  I  .     '        I  •  .  ,  '  , 

.  .  Este  íapí^p  taja úpite^resaiml;^  ^.lEsjta/ia jjCuyo^Wíjanejo^r 
r^au^acion  Qxig^q .  ^lari^dad ^  exactj ^ud^  y  gr^n  pureza  j&u 
lo§  que  Iptienein  ásu,cargp,  esenéj  (^a^poiSd.^gig^'aíia  ^€^1 

JE6ta¡4o  7.parapoiigoja.4fi^  Jos  super^^t^jic^wfps,  uug.,  pa- 
,d€iia  tan  enr.ed^d^,  que  3i  se  pret^nfje.desem-edi^f'la  tonjaiji- 
do  al.pri^icipiq  (Je  &\\  IjíIq,  -pp  creo,  q^xe^  Ío  .cpn^segpir^^  .1^ 
viday  í^pliQiacipA  del  yirey  ffias  contiii.yad9..e^^el,  ip^^q. 
Lallave  principal  d^lma^^i^jp  (ie,J&ef^l  JS^ci^njda,  ,com- 
.pren.doque  es  €iltribun;aí,(íe  cupptas-, p,ueS)§i.^j;e,  es  vigi- 
lante y.cprrectQ  en.que.íip  6eppsterg^e^la  .aj>;:qbacio.a^,de 
Jas.de  Jas,. cajas  (¡leí  Jlei^^b,  precedidos  l9si-eí;Q^i9QÍmientjQp 
.de<eUas  y  pra^cti^fada^jfta  4¡lig^u,cias  (^tji,^^  qopvespond.ep 
para  no.  46jar .  (jl:ejidaS)?LÍF^p{í.d,as,  no  res^ltagáp.  qi^iebfas 
íeadministraqion^  ni4/B'^ía?i,ucQÍ3irabJl.9^V^/ic.  .,,^..  ,  ,  .. 
,  Por  desgracia,  de  la,.Re.^l  Ha^ciendf^  de  ^3te  vij^einatc^, 
.desd^jqMesee^tq.bleci()  aquí,  c^l  Tribuus^l.d^  (^uentas..  con 
separítcipu  del.de  Limarse  haca^doenjua  atra,so  tají  coi^- 
sidevabli^  j(]ue  habiéndose  .da4o  ci^ent^.^  á  Ic^  Cqv^te^  se  au- 
, mentaron  mqpha^,  pla?ia?  qtie  pi^lió.^eí.Tribufial,  ofrecién- 
dose con  esteausilip  ¿i  (i^.i\^Qi*ífent^s,tjod^s4^?,9,9,eAta^^ 
el  términP:de  íre^  aip^., ,  ,Sp  y^f^ific^  e.l  jaiuneiit|() .^e  subal- 
ternos, pero  son  muchísimas  las  cuentas  que  están  reza- 


géidas;  y  habiendo  padido^l  nii^pio  trijÍHLital  xuievo  y  ma- 
yor plazx).  ^e  Qstá siguiaadpel Q$pedieate p^ra su  arreglo 
respecto.á  queS.  M.,ea  r^l  orden  de  11  de  mayo.de  1799, 
resolvió,  que  et  «uperiuteudeute  geaei^al,  lom^^i^do  motiqia 
eliiúu^ejrpdeQUeataa  ati^a^adaa  la§  ,d,i@tribuyese  entre  los 
contadarea  majrdres  propietarios,  y  agregaba»  determi- 
nando.  el  tiampo:  en  que  debían  darlas  concluidas,  sin 
atraso  de! las  corrientes.  Como  el  espediente  no  se  lia 
terminado,  solo  ke.Jbecho  algunas  inoí^ativaQ  al  Tribiua^l 
para  el 'breiv«  despacho  y  yo  creo  que  sisie  hubiera  omir 
tido  suslaiuciacLones,  y  el  virey  hubiera  pne^tp  en  ejecu- 
ción el  literal  sentido  de  la  real¡órden,  ya  tal  vez  esitfifríar 
mos  con  el  dia. 

Inmediatamente  que  me  recibí  del  maudo  quise  saber 
el  estado  en  que  se  encontraba  la  Real  Hacienda  en  este 
Vii'eiiíatb,  cuánta^  y  cuáles  eran  sué' entradas  y  sfus  de- 
sembolsos ordinarios  y  •  estraorklínarios  eu  cada  áfto, 
cuánto  caudal  existía  en  arcas  y  cuárito  debía'haber,  é 
fin  de  quekl  cartclifif  mi'gobierno -pudiese  demostmr  los 
ádelantáirilfeiitos  que  debía  anhelar  y  qiíe  he  procurado 
de  todos  modos;  pero  el  Tribunal  de  Cuentas  á  quien  pedí, 
como  correspondía,  el  referido  estado^  níe  manifestó  qtié 
ilb  jíodía'  Toiinarlopor  carecer  do  los  pi-ecisos  datos,  de 
tal  suerte' qiíe.'deáde  el  año  del780,  en  que  fué  exigido,  no 
podía  calentar  por  ningún  quinquenio,  ni  por  un  aíio  has- 
ta la  actualidad;  y  se  contentó*  con  demostrarme  que  las 
Tesorerías' y  administraciones  interpoladamente  habían 
faltado  ál  envfo  de  sus  respectivos  estados  particulares 
y  generales,  áácendietído  á  mas  de  6000  los  qne  se  echa- 
ban de'  'mellos  entre  unos  y  otros.  Di  cuenta  ál  Rey  de 
este  abandono  cón'que  se  había  mirado  la  observancia  de 
los  artículos 2ÍG6,'207 y  208  déla Ordeuanza'de Intendentes 
y  por  réál  (írdén  de  3  d¡ciembi*e  de  1799  declarando  reos 
de  las  referidas  omisiones  al  Tribunal  de  Cuentas,  á  todos 
los  Intendentes  y  aun'  á  mis  antecesores,  se  dignó  S.  M. 
contestarihis  tomase  las  más  estrechas  providencias  cotí- 


tra  los  morosos  hasta  suspenderles  el  sueldo  y  aun  de  ofi- 
cio. No  hQ  cesado  de  procurar  el  cumplimiento  de  la  real 
intención,  asi  en  lo  dependiente  del  Tribunal  de  Cuentas 
(cuyas  atenciones  he  estrechado)  se  contraigan  á  lo  sus- 
tancial, cortando  y  despreciando  varios  incidentes  de  su 
resorte,  ya  de  menos  consideración,  ya  impertinentes, 
como  también  incesantemente  he  reconvenido  á  los  Inten- 
dentes por  aquel  cumplimiento  de  su  principal  obligación 
de  ser  zelosos  del  real  haber  en  sus  respectivas  Cajas. 

PAZ 

Solo  por  mayor  diré  á  V.  E.  que  las  Cajas  de. la  Paz 
tienen  un  descubierto  tan  grande  y  enorme  que  no  distará 
mucho  de  un  millón  de  pesos.  He  estimulado  á  aquel  go- 
bernador Intendente  con  varias  incitativas  para  que  agite 
las  cobranzas  de  las  deudas,  y  cuando  se  perseguía  á  don 
Fernando  Biderio,  subdelegado  deOmasuyos,  por  el  gran 
descubierto  de  tributos  en  que  se  halla,  ha  pretendido 
culpar  á  su  Intendente,  por  lo  que  di  comisión  al  señor 
presidente  de  Charcas,  para  que,  si  afianzase  la  calumnia 
como  había  ofrecido,  comisionase  algún  ministro  de  aque- 
lla Audiencia  para  la  averiguación,  pudiendo  ser  tal  vea 
la  calumnia  dirigida  á  demorar  las  diligencias  con  que 
se  le  obliga  al  pago» 

OBUBO 

Las  Cajas  de  Or uro  están  en  tan  miserable  estado  de 
confusión  y  desorden  que  c|ida  dia  se  enreda  mas;  y 
mientras  no  se  halle  una  persona  de  perfecta  inteligencia 
en  estos  manejos,  que  sea  de  una  pureza  incorruptible,  y 
que  no  sea  fácil  de  seducir  por  otros  atractivos,  y  á  éste 
se  remita  con  toda  la  autoridad  de'separar  á  los  que  estor- 
ben,, no  se  conseguirá  otra  cosa  que  la  continuación  del 
robo  que. está  sufriendo,  la  Real  Hacienda  y  disensiones, 
qué  de  las  parcialidades  se  han  originado. 

6 


LtXXn  IHTBODÜOOIOH 


POTOSÍ 

No  es  menos  laberinto  el  de  la  Real  Hacienda  de  esta 
.  Villa,  donde,  además  de  lo  coman,  hay  el  Banco  del  Res- 
cate, de  que  V.  E.  está  bien  enterado  por  haber  servido 
la  Presidencia  de  Charcüs,  y  solo  diré,  por  ser  Sucesivos 
acaecidos  en  mi  tiempo,  que  aunque  se  ha  deseado  por 
parte  de  este  gobierno  que  se  observe  su  Ordenanza  pe- 
culiar, todo  ha  sido  representaciones  y  paralogismos,  que, 
aunque  no  han  persuadido  lo  que  se  pretendía  probar, 
arrancaron  de  la  Junta  de  Real  Hacienda  decretos  permi- 
tiendo que  se  hagan  suplementos  de  á  mil  pesos  á  cada 
cabeza  de  ingenio  de  los  antiguos. 

También  después  de  mucho  escribir  y  ponderar  perjuir 
cio6,  si  por  haberse  acabado  el  azogue  no  se  trabajase:^ 
Jas  minas,  pidiendo  para  esto,  que  se  designasen  suplp^ 
PQ^ntog,  á  fin  de  que  no  cesase  del  todo  el  laboreo  y  par^ 
mantener  los  mitayos.  Sobre  esto  se  escribió,  y  recibie- 
foa  representaciones  poco  moderadas,  que  merecían  otrg, 
determinación  que  la  que  se  tomó  benigna  de  permitir  qu^ 
se  puedan  gastar  200,000  pesos  en  conservación  de  I09 
mitayos  y  labor  de  las  minas  Ínterin  llegase  azogue  de 
España. 

Para  socorrer  de  este  ingrediente  se  practicaron  vanas 
diligencias  con  el  Exmo.  señor  virey  del  Perú,  á  fin  de 
que  socorriese  áPofosí  con  algunos'  quintales  lo  que  veri- 
ficó en  cuanto  pudo;  pero  como  posteriormente  á  la  sali- 
da de  las  dos  fragatas  que  lo  conducían  á  este  Rio  fueron 
apresados  por  los  enemigos,  no  se  ha  recibi  do  alguno;  ni 
aun  noticiado  que  se  piense  remitir.,  Sospecho  que  pue-^ 
'  d^  llegar  el  caso  de  que  cese  la  estcaccion  de  aquelloiS 
metales. 

No  aseguro  pueda  haber  sucedido  en  Potosí  lo  qu»  se 
afirma  por  algunos  haya  venido  á  tanta  escasez  el  azogue 
por  el  negocio  que  dicen  ha  hecho  con  ellos  algún  minero 
de  aquel  asiento,  á  quien  se  supone  se  le  .franqueaban 


muclias  e&ntidftdes  mas  de  las  ^ae  necesitaba  para  su6 
sainas,  j  dicen  vendía  á  otros  minerales  con«  notable  uti- 
lidad^ lo  que  habiendo  sido  frecuente  se  acabó  con  min- 
cha anticipación  el  que  debía  existir  en  Potosí. 


PABAGUAY 

En  esta  provincia,  como  tan  estraviada,  se  ha  estado 
exigiendo  desde  muchísimos  tiempos  un  derecho  deno- 
minado de  guerra;  del  cual  ningún  conocimiento  se  tiene 
én  esta  superintendencia  ni  tribunales  de  hacienda.  Ha 
sido  éste  un  secreto  de  que  han  sido  muy  exactos  observa- 
dores sus  Intendentes,  y  según  tengo  entendido  es  bieh 
abusivo  y  tiránico;  pero  como  no  todos  los  asuntos  debe 
promoverlos  á  un  mismo  tiempo  el  superior  prudente,  sino 
con  progresiva  sucesión,  no  pude  tomar  conocimiento 
necesario  para  cortar  el  abuso  que  es  preciao  reine  en  un- 
manejó  de  intereses  que  se  ha  procurado  ignoren  las  legí 
timas  autoridades, 

Para  aparentar  la  inversión  de  este  ramo,  se  hacen 
algunas  incursiones  en  el  país  del  Chaco  tan  inútiles  co- 
mo perjudiciales,  así  á  los  indios  gentiles,  á  quienes  hosti- 
gan y  obligan  á  ser  enemigos  nuestros  por  los  continuos 
males  que  se  les  causan  y  originan,  y  que,  en  despique, 
hagan  'ataques  á  las^  haciendas  fronterizas  sin  desquite, 
pues  no  pueden  ser  castigados  los  agresores,  porque  sien- 
do unas  gentes  vagantes  es  imposible  hallarlos  dispersos 
por  los  bosques*  Si  se  les  procurase  atraer  con  agrado 
disimulándoles  algo  y  proporcionándoles  reducciones  qué 
tantas  veces  han  pedido  se  hubiera  ya  logrado  su  total 
reducción;  pero  esto  no  conviene  á  los  intereses  de 
aquellos  Intendentes  que  en  queriendo  incomodar  á  aque- 
llos habitantes  ó  exigirles  una  contribución  general,  fo-^ 
mentan  una  espedicion  contra  los  gentiles  del  Chaco, 
sin  contar  con  la  anuencia  de  esta  capitanía  general,  y 
kamudo  una' convocación  de  todas  las  gentes,  aquel  que 


liZXXIT  nrTRODIHSOTON 

Ó  no  quiere  salir  ó  se  halla  incomodado  por  vejez  'ó  falta 
de  salud,  ha  de  redimirse  de  la  vejación  pagando  <^ierta 
contribución,  con  pretesto  de  que  sirva  para  otro  que 
vaya  en  su  lugar. 

El  Cabildo  déla  Asunción  del  Paraguay  elevó  su  queja 
al  Rey  eu  29  de  mayo  de  1703,  puntualizando  las  entradas 
de  este  ramo  de  guerra,  su  incierta  inversión,  que  el  go- 
bernador era  el  arbitro  absoluto,  y. pidiendo  que  se  digna- 
se S.  M.  estinguir  el  irregular  método  con  que  procedían 
los  gobernadores  en  la  distribución  y  manejo  de  dicho 
ramo,  dictando  sus  nuevas  reglas,  y  aunque  el  rey  espidió 
su  real  cédula  de  18  de  setiembre  de  1778,  para  que  éste 
vírey  le  informase  sobre  el  particular,  no  consta  se  hayia 
verificado  este  informe;  ni  yo  he  podido  hacerlo,  como 
deseaba,  por  no  haberme  hallado  aun  con  todos  los  cono- 
cimientos ciertos  que  he  procurado:  bien  sé  que  de  los  qu0 
tengo  adquiridos  deduzco  que  aquella  provincia  se  halla 
en  un  estado  de  esclavitud  por  el  abuso  de  estas  exaccior 
nes. 

Los  ramos  de  Real  Hacienda  en  el  Paraguay,  aunque 
son  de  menos  importancia  que  los  de  las  otras  Cajas  rea- 
les, no  por  eso  se  hallan  con  el  orden  regular  de  su  cuenta 
y  razón,  siendo  una  prueba  funesta  de  tan  perjudicial 
omisión  la  de  que  por  ella  pudo  atreverse  un  dependiente 
de  esta  Tesorería  general,  Félix  Gallardo,  á  falsificar 
libranzas  de  aquellos  ministros  de  Real  Hacienda  muchas 
y  repetidas  veces,  acaecidas  en  varios  años,  ascendía  á 
mas  de  90,000  pesos  el  caudal  que  robó  por  tan  grande 
descuido. 

SALTA 

•  Con  solo  haber  manifestado  al  principio  el  grande  reza^ 
go  de  las  cuentas  pendientes  en  el  Tribunal,  y  que  éste  se 
halla  sin  poder  presentar,  hasta  el  dia  de  hoy  un  estado 
general  de  la  Real  Hacienda,  no  digo  efectivo,  pero  m^aoii; 


iKTJfODITOOIOK  hXXXY 

pop  estimación  regulada  por  algunos  quinquenios  que  han 
corrido  desde  su  establecimieuto,  con  solo  este  antece- 
dente bastaba-  para  venir  en  conocimiento  de  las  malas 
versaciones,  descuidos  y  desórdeaes  de  las  Reales  Cajas 
foráneas;  y  así  concluyó,  notando  solamente  en  cuanto  á 
la  de  Salta,  que  en  aquella  Intendencia  hay  un  ramo 
público  que  llaman  de  La  Sisa  de  Salta,  cuya  importan- 
cia se  regula  en  60,000  pesos  anuales,  pero  su  manejo  ó 
inversión  necesitan  de  arreglo,  el  .cual  no  se  ha  entabla- 
do por  falta  de  tiempo. 

.     RBAL  BENTiV  DE  TABACOS 

Esta  real  Renta  desde  su  establecimiento,  se  ha  pro- 
veído de  los  tabacos  que  se  cultivan  en  los  Valles  de  Co- 
chabamba,  en  Salta  y  en  el  Paraguay.  Según  la  inme- 
diación de  las  administraciones,  se  han  surtido  de  los 
respectivos  tres  parages,  pero  la  provincia  de  la  Paz,  así 
como  otras  sus  colindantes  del  vireinato  de  Lima,  han 
usado  clandestinamente  de  los  tabacos  de  Yungas  y  Apo- 
lobamba:  reconociéndose  que  realmente  son  de  superior 
calidad, y  que  era  difícil  reprimir  el  contrabando,  se  pro- 
movi<5  espediente  sobre  habilitar  aquel  surtidero,  estable- 
ciendo una  factoría  que  matriculase  á  los  cultivadores, 
conviniendo  ellos  en  los  contrastes  regulares.  Aunque 
se  comisionó  á  don  Francisco  Aramburú,  para  que,  con 
los  precisos  conocimientos  territoriales,  propusiese  el  plan 
conveniente,  sobrevinieron  algunos  incidentes  contra  la 
persona  del  referido  comisionado  que  entorpecieron  esta 
importante  diligencia.  Con  todo,  posteriormente,  se  veri- 
ficaron algunos  asientos  con  hacendados  de  Yungas;  pero 
como  no  fueron  bien  premeditados,  no  han  tenido  mejor 
éxito  y  se  halla  este  asunto  sin  el  arreglo  correspondiente. 

Esta  Renta  tan  productiva  al  Estado,  por  su  desorden 
ha  padecido  en  este  vireinato  tantas  decadencias  que,  en 
estol?  últimos*  tiempos,  llegó  la  administración  principal 


de  esta  capital  y  lasque  se  proveen  d^.ella  á  estar  sin  tos 
correspondientes  surtimientos,  siendo  ésta  una  concausa 
del  fomento  del  contrabando.  Dejando  ai  silencio  otra$ 
no  inferiores,  pero  bien  perjudiciales  ai  E&tftdo,  y  contrs^ 
yéndorae  á  lo  que  interesa  su  remedio,  referiré  la  últimai 
providencia  que  tomé  paia  su  establecimiento,  y  consiste 
en  haber  resuelto  que  se  hiciesen  en  el  Paraguay  las  con^ 
tratas  necesarias  para  el  completo  surtimiento  de  todas 
las  administraciones;  y  conviniendo  al  mismo  tiempo  ha- 
cer una  visita  principalmente  de  la  factoría  del  Paraguay, 
comisioné  para  ella  al  señor  director  de  la  Renta  don 
Francisco  Barron,  quien  va  desempeñando  el  encargo, 
aunque  con  algunos  tropiezos  por  parte  de  aquel  Inten- 
dente, quien,  no  obstante  que  permitió,  como  debía,  la 
publicación  del  bando,  en  que  se  convocaba  á  los  que 
quisiesen  hacer  contratas  ofreciéndoles  las  exenciones  que 
tiene  el  Rey  concedidas  á  los  cosecheros  y  sus  empleadosj, 
puso  dificultades  en  eximirlos  del  servicio  militar,  aunque 
por  el  propio  bando  se  concedía  que  fuesen  exentos  del 
alistamiento  de  milicias,  el  cual  distinguía  el  Intendente 
de  lo  que  es  servicio  militar,  sutileza  que  no  hubiese  ocur-: 
ridoáotro. 

La  introducción  de  tabaco  del  Brasil,  por  especiosa  que 
se  aparente,  siempre  es  perjudicial  al  Estado^  así  porque^ 
se  estrae  de  él  el  dinero,  como  porque  proporciona  muchos 
contrabandos  y  otros  negocios  igualmente  perjudiciales, 
que  por  no  haberse  estorbado  algunos  de  estos  en  los  tiem*- 
pos  anteriores,  se  han  seguido  bastantes  atrasos  á  la 
Renta.  Debe  mirarse  con  mucha  descontíanza  cuanto 
se  proponga  separándose  del  método  de  las  contratas  con 
nuestros  cultivadores  en  la  jurisdicción  del  vireinato.  En 
mi  concepto,  se  ha  hecho  notable  mal  con  haber,  hecho 
gustar  del  tabaco  del  Brasil  á  los  vasallos  de  S.  M.  eñ 
estas  Provincias,  y  no  debe  sufrirse  el  que  haya  quien 
insista  en  preocupar  con  su  uso  el  apetito  general  de  los 
consumidores;  con  lo  cual  conseguirían  desacreditar  lo9 


tabacos^  qiie  producen  nuestras  provincias  pava  ^nríquer 
ce(r  al'  ésfrángero,  y  dar  ocasión  tk  otros  contrabandos*. 
£}n  cierto  modo  se  quiso  autorizarla  pi-eocupftcion  á  favor 
del  tabaco  del  Brasil,  cuando  en  tiempo  anterior  se  dispu-í 
so  traer  poirtugueses  inteligentos  para  que  beneficiasen. 
el  tabaco  del  Paraguay  como  el  de  su  país.    Por  el  prin- 
cipio de  su  amor  patriótico  no  se  debía  contar  con.la  bue- 
na fe  de  estos  beneficiadores,  y  lo  cierto  es  qufe  el  proyecto 
no  tuvo  efecto^  y  se  gastaron  caudales  de  la  Renta,  la» 
cuál  los  mantiene  hasta  el  dia  ociosamente,  siendo,  éste^ 

r 

uno  de  los  capítulos  de  reforma  que  encargue  al  referido 
señor  director  que  actúa  la  visita  en  el  Paraguay,  y  la 
proseguirá  en  Santa  Fe  y  Corrientes. 

Me  había  prdrpüesto  el  plan  de  qué  continuase  esta  visi- 
ta sucesivamente  de  las  demás  administraciones,  factorías 
y  resg[uardo8,  hasta  la  provincia  de  la  Paz;  pues  todas  se. 
bailan  muy  mal  manejadas. y  en  peor  desorden;  depen-. 
diéndo  estos  males  del  desarreglo  de  la  dirección  general, 
á  semejanza  délos  que  se  originan  del  mal  estedo  del 
Tribunal  de  Cuentas*  Aunque  S.  M.  comisionó  al  señor 
oidor  don  José  Cabeza  Enriquez,  para  que  visitase  esta 
dirección  y  administración  general,  estando  en  ella  volvió 
S.  M.  á  ordenar  que  esta  importante  diligencia  quedase 
como  correspondía,  encomendada  al  ?ielo  del  virey  que  io 
era  entonces  el  Exmo.  señor  Meló  de  Portugal;  pero  nada 
sbadelantó  hasta  que  rae  recibí  del  mai)do;  ni  podía  yo 
sin  los  previos  conocimientos  ¿eguir  ó  nó  el  plan  que  em-  . 
peí5Ó  á  ejecutar  aquel  señor  oidor.  Mq  pareció  que  se 
coiisulta  con  maa  solidez  él  interés  de  las  reales  Rentas 
de  Tabacos  y  la  verdadera  constancia  que  había  de 
resultar  de  la  premeditada  visita  veriíicándotte  previamen- 
te la  referida  que  tengo  encargada  y  desempeña  el  actual 
señor  director. 

REAL  RAMO  DE    TEMPORALIDADES 

Las  Teinporalidades  ocupadas  en  las  Provincias  de 
estevireinato  álos  ex-jesuitas  fueron  miradas  en  los  pri- 


LXXXYlII  IKTBODVOOIOK 

meros  tiempos  como  bienes  de  ninguno,'  pues  á  pesaír  de 
las  reales  disposicionee  directivas  de  su  administración, 
con  el  descuido  y  abandono,  se  dio  lugar  á  la  confusión 
dé  los  derechos  del  ramo  á  muchos  estravíos  y  usurpa- 
ciones. Debieron  posteriormente  reunir  sus  intereses 
bajo  de  nueva  forma  en  una  principal  administración, 
residente  en  esta  capital,  con  las  subalternas  precisas  en 
los  pueblos  del  vireinato,  según  real  orden  de  7  de  febre- 
ro de  1796,  con  cuya  fecha  se  espidió  la  real  instrucción, 
conforme  á  la  real  cédula  de  18  de  enero  de  1789,  y  los 
despachos  para  formalizar  la  nueva  oficina,  con  designa- 
ción de  los  empleados,  sus  facultades,  obligaciones,  suel- 
dos y  reglas  de  económica  administración  y  gobierno. 
Al  ingreso  de  mi  mando  hallé  que  no  se  habían  cumplido 
estas  nuevas  reales  disposiciones;  se  me  presentó  luego  el 
actual  administrador  principal  don  Pedro  Viguéra,  que  lo 
era  del  Reino  de  Chile;  can  cuyo  motivo,  combinando 
los  estrechos  encargos  de  S.  M.  para  el  establecimiento 
de  dicha  administración,  bajo  la  nueva  forma  prescrita 
y  reencargada  en  real  orden  posterior,  febrero  de  1797, 
con  el  real  decreto  y  orden  de  incorporación  de  los  restos 
de  Temporalidades  á  la  Real  Hacienda,  espedido  todo 
en  19  de  setiembre  de  1798,  para  el  fin  de  subvenir  ala 
estincion  de  la  deuda  nacional,  bien  que  sin  deberse  inno- 
var en  la  administración  del  espresado  ramo  y  de  sus  re- 
glas hasta  otra  resolución  de  S.  M.,  proveí  desde  luego  el 
establecimiento  detenido:  y  consiguientemente  he  espedi- 
do las  providencias  conducentes  al  logro  en  lo  posible  de 
las  intenciones  de  S.  M.,  ya  en  corformidad  de  sus  realds 
órdenes  que  se  recibieron  posteriormente,  ya  en  áusilio 
y  protección  de  las  representaciones  del  actual  adminis- 
trador principal  de  esta  capital,  á  cuyo  zelo,  diligencia  y 
actividad  se  debe  el  adelantamiento  que  se  ha  dado  á  este 
I  amo,  que  al  cabo  de  tantos  años  parecía  que  nada  tenía 
que  fuese  capaz  de  esclarecer  ni  realizarse,  mas  el  suceso 
ha  acreditado  lo  contrario:  pero  sin  internar  demasiado 


en  los  ádúlitos  mas  antiguos  ni  ottos  complicados  de  espe* 
cial'es  circunstanciad  en  que  es  preciso  saber  la  sobei^ana 
voluntad  coíno  son  cierta  clase  de  esplicaciones  á  causas 
propias  7  de  pública  utilidad,  que  no  tienen  la  debida 
autorización  j  perfección;  pero  que,  á  pesar  de  eso,  con- 
Tiene  no  innovar  hasta  la  resolución  de  S.  M.  á  quien  6e 
ha  instruido  conforn^e  los  casos  se  han  presentado. 

Entre  tanito  no  tenga  la  raf^on  total  de  los  fondos^  dere* 
chos  7  acciones  en  pro  7  en  contra  de  las  Temporalidades 
del  vireinato,  no  es  posible'  formar  un  plan  ó  estado  seguco 
de  la  existencia  7  valor  á  que  ascienden;  es  preciso  con-^. 
frontal  7  discernir  las  cargas,  gravámenes  7  pensiones 
de  este  ramo  7  deducir  el  liquido  de  sus  rendimientos 
páralos  destinos  é.  que  S.  M.  tenga  ábien  aplicarlos  & 
beneficio  del  Estado.  Me  esconstante  que  no:se  ha. podi- 
do practicar  el  plan  por  mas  que  lohe  deseado  7  el  admi- 
nistrador ha  tentado  la  formación*  Muchos  son  los  tro^* 
piezos.  Y  todo  ello  prueba  el  desorden  7  confusión  con» 
que  han  caminado  los  negocios  de  las  Temporatidadesr 
en  lo  pasado.  Con  todo  de  haberse  pagado  algunas  deu- 
das cuantiosas  que  tenía  el  ramo  atrasadas  en  su  contra, 
7  no  haber  sido  posible  establecer  en  tan  breve  tiempo  el 
orden  de  todo  el  vireinato,  ha7  atesorados  por  esta  admi^ 
ñistracioú  principal  7  puestos  en  reales  Cajas  para  remi- 
tir á  España  169,008  pesos  pertenecientes  á  Temporalidad 
des.  Esto  es  aun  mu7  corto  ingreso  respecto  del'que  por 
encima  se  descubre,  que  debe  aumentarse,  no  deca7endOv 
de  su  zelo  7  esmero  el  administrador  principal,  sus  subal- 
ternos 7  ausiliares,  como  espero,  que  no  decaerán»  Con- 
forme alas  primitivas  reales  instrucciones,  nombré  para 
este  ramo  un  defensor  que  es  letrado,  á  CU70  cargo  está 
á  promover  judicialmente  los  legítimos  derechos  dejas 
Temporalidades;  7  por  este  modo  se  facilita  mejor  el  des-^ 
pacho,  sin  cayo  trabajo  ausiliar  el  administrador  princi- 
pal no  podría  espedirse  en  los  ma§  casos,  ni  el  sef)or  fis- 
cal, cuya  intervención  en  todos  es  necesaria  hallairía 


20  ^  /  BTTAOiSHKUJI^. 

camifio  á  líi  brevedad  estando  sobrenotauera  recateado 
su  ouíidado  de  tanto»  rjamoe  y  objetos  da  especial  atención 


GUBRBA 

El  estado  miHtái*  de  estas  Provincias,  en  cnántd  á  troM 
pas  veteranas,  consta  de  un  regimiento  de  infantería, 
cvtyú  pitá  ftié  de  fe  batallones,  pero  su  efectiva  fuerza  ape- 
Aá'8  será  de  dos.  Ei  regimiento  de  Diragomes  qn^,  en  sü 
farttiaciow  fué  de  cuatro  escuádroiies,  hoy  se  halla  bieil 
diminuto.  Se  fordaron  también  8  compañías  que  debed 
constar  de  800  Blandengues^  los  que  tampoco  se  hallan 
completos;  sinembargo  de  haberse  admitido  en  ellas  algu- 
nos que  nd  son  correspondientes  á  la  clase  de  que  eé  han 
compiíeisto  las  dé  las  fronteras  de  esta  Banda. 

Toda  esta  tropa,  ésctepto  la  compañia  de  Granaderos 
d«l  8.*"^  Hatallon,  y  un  diminuto  destacamento  del  ínismó 
dUérpO;  B^e  hallan  en  la  otra  Banda,  empleados  eú  la  guar* 
ütcitynde  Montevideo  y  demás  puestos  de  aquella  cosía  del 
Rio  y  frbnteriís  del  Brasil. 

. '  Bxiéten  en  esta  Bandtt,  para  el  resguardo  de  la  frontera 
don  los  indios,  el  cuerpo  de  Blandengues,  distribuidos  en* 
los  tftriós  fuertes  de  ella. 

La  frontera  que  corresponde  á  la  jurisdicción  de  Sailtá; 
Fe  8é  gu^rneée  con  Blandengues. 

La  que  sé  sigue  de  Córdoba  provee  la  guarnición  de  sus 
Alertes  éon  tropa  de  las  coínpañíás  de  partidarios  dei  su 
jnríediccion. 

Mendoza  tiene  avanzado  hacia  los  indios  infieles  el 
ftiette  denominado  de  San  Carlos,  guarnecido  con  milt- 
éianosy  UL  comandante  particular  que  manda  el  de^tá* 
eaiíiento  y  depende  inmediatamente  del  (Comandante  dé 
Metidoza. 

De  resultas  de  la  pasada  rebelión,  quedaron  destacados 
en  la  Plata,  Potosí  y  Oruro  una  compañía  en  bada  unat 
de  ^stíis  poblaciones  que  se  han  iáó  dl^srminuyead^  en  en 


fuerza  p6r  íbi»  balArs  iiat»Fale$>  é  jakái^esaaiblreis,  ea'él  tifa$i^ 
eurso  de  tantos  añ^6.  .!    •       • 

Laa  partidas  de  demareacíon  dei  Jimites  con  el  Brasil 
tieneu  también  unas  pequeñas  partidas  de  tropas  parfir isu 
au6iUo« 

Aunque  tenemos  .varios  fuertes  eii.la, frontera  del  Bra- 
sil, para  conservar  ilesos  nuestros. teicritorios,  sinembargo,! 
no  se  descuidan  los  portugueses,  isn  irse  introduciendo  y 
particularní>ente  por  los  paragea  inas. distantes  del  mar^, 
donde  no  los  hay,  por.  cuya  dolosa  máxiota.  han  puesto 
siempre  obstáculos  á  1^  conclusión  de  deoiarcar  los  ,limi-. 
tes  aparentando  siempre  motivos  de  demora^y  resultan* 
donos  el  grave  per^^uicio  de  los  mu<^hos  gastos  que  hace 
naestro  Erario  ^  mantener  tantos  año^^  :á  las  partidas 
empleadas  en  este  p^bjeto.    .         .    .        i 

•  .    .      '       ■  ■  r  .     ,         ■     •   . 

MlIilO.ljlS 

Estos  cuerpos  de  que  con  tanta  propiedad  denominan 
ausiliares  los  portugueses  no  se  hallan  eti  el  dfebidd  ésta-, 
do  que  conviene  para  poder  cumi^hV  6u  iiistifuto  de*  a*!!- 
mentar  las  fuerzas  tóilitares  con  su  incorporación  á  Idtf'' 
ejércitos,  ó  destacamehtos  que  necesiten  de  este  ausilio. 

Por  el  actual  señor  sub-inspétíttír  ^eneí'ál  y  en  Virtud* 
de  la  real  órdeh  de  6  de  abril  í "7 95,  para  qué,  examinado 
el  reglamento  de  laá  Milicias  del  nuevo  íleino  dé  Gratiá- 
da,  se  consultase  si  era  adaptable  a  esté  Reinó,  6  se  pfO: 
pusiesen  las  modificaciones  ó  Variáéíónes  que  se  creyesen 
conducentes,  eu  cuya  virtud  hizo  el  reglamento  que  le 
pareció  y  dirigí  á  lá  Corte,  cuyas  resultas  no  han  llegado 
por  la  larga  interrupción  de  nuestra  tíomuriícacioíi  con  ía 
Península. 

Cualquiera  clase  de  Milicias  provinciales  6  urbanas 
que  no  tengan  planas  mayores  vetei*anafe  con  sargentos 
y  cabos  de  escuadraj  que  cuiden  dé  su  disciplina,  serán, 
inútiles,' püdiendo  únicamente  éabef  alguna  ecoiíoiiía  éW 
eí'númiero de  éstas  plazas,  éonforitiü  láá*  cif cúñstaücias 


lofi  nrvftoiMiooioír 

de  las  Provincias;  pero*  las  que  sean  de  frontera  deben  po* 
nerse  con  mayor  consideración  y  esmero^  porque  puede 
llegar  machas  veces  el  oaso  de  tener  que  juntarlas  para 
operar. 

Hallando  la  práctica  en  las  que  hacen  servicio  actual- 
mente en  esta  ciudad,  de  que  en  lugétr  de  servir  cuando 
les  corresponde,  nomb'ran  unos  que  los  sostituyan,  disi- 
mulé por  haberlo  sabido  en  los  últimos  tiempos  de  mi 
mando  y  por  evitar  los  recursos  que  se  originarían,  por- 
que pretenderían  rescindir  los  contratos  pecuniarios  que 
habían  precedido,  y  porque,  esperando  la  paz  próxima  y 
debiéndose  retirar  estas  milicias  á  sus  casas  por  sí  mismo 
cesaría  este  ábiiso,  pero  si  eu  lo  i^ucesivo  se  han  de  poner 
al  sueldo  milicianos,  no  se  debe  permitir,  porque  se  ori- 
gina de  esto  que  la  gente  que  el  Rey  mantiene  como  útil 
para  el  servicio  militar  son.  verdaderamente  inútiles  por 
ser  en  lo  general  unos  pohres  indios  tapes,  sin  valor  y  de 
una  indolencia, que  se  aproximad  la  estupidez. 

ÍjU  la  Provincia  del  Paraguay  hay  un  abuso  que,  por 
inveterado  y  por  otra^  razones  no  convenientes  al  Estado 
S€¡  pretende  hacer  subsistir  como  ley  inviolable,  y  es  el 
siguiente,  con  el  aparentado  pretesto  de  ser  provincia 
frontera  del  Brasil  y  del  Chaco  se  hian  reputado  á  todos 
los  hombres  establecidos  en  el  Paraguay  por  soldados,  j 
cuando  los  gobernadores  han  querido,  con  necesidad  6 
sin  ella,  hacer  entradas,  en  aquellos  países^  gentiles,  ó 
figurar  espedí cion  contra  ellos,  han  convocado  el  núnicio 
de  gentes  que  les  ha  siijerido  el  fin  que  se  proponían,  con 
el  estraño  é  irregular  procedimiento  de  obligar  al  que  no 
podía  que  pusiese  en  su  lugar  quien  le  sostituyese  ó  diese 
en  dinero  cierta  cantidad;  Este  manejo  tiene  contra  sí 
lo  primero  que  aquel  gobernador  particular  no  está  auto- 
rizado para  invadir  el  Chaco  ni  otra  provincia  confinante 
sin,  y  espreso  permiso  de  esta  capitanía  general,  que  es 
la  que  debe  graduarla  actualidad  ó. necesidad  de  tales 
hostilidades.    Lo  s^undo  es  contrario  al  método  pres- 


xancBooMrocuov  x/cm 

críto  por  nuestras  leyes  en  cuanto  al  método  de  estender 
los  dominios  deí  Rey  en  las  Atoérióas,  por  la*  persuasión 
suave  y  trato  dulce  con  los  gentiles,  estimulándolos  por 
estos  tan  razonables  medios  á  que  formen  reducciones  en 
que  poblados  reciban  mas  fácilmente  la  luz  del  Evange- 
lio, objeto  principal  de  nuestios  reyes  en  la  ocupación  de 
las  Américas,  y  que  tan  repetidamente  tiene  mandado, 
después  que  la  esperienciaha  acreditado  que  de  una  hos- 
tilidad en  que  solo  se  logra  el  inhuttí ano  triunfo  de  matar 
20  630  miserables  gentiles,  resulta  perpetuar  el  odio  con- 
tra los  españoles,  y  de  consecuencia  alejarlos  de  la  incor- 
poración á  la  iglesia  católica.  El  tercero  peijüicio  es 
que,  recibiéndose  las  contribuciones  indebidas  de  los  legí- 
timamente impedidos  de  salir  á  la  fierra,  sin  mas  cuenta 
ni  formalidad,  se  da  lugar  á  las  sospechas  de  su  mala  in- 
versión, y  quejas  que  han  llegado  á  los  oídos  del  soberano, 
según  referí,  lo  que,  si  hubieran  reflexionado  aquellos  go- 
bernadores hubieran  abolido  está  práctica,  áuhqiie  solo 
fuera  para  evitar  sospechas  que  pudiesen  poner  sombras 
á  sa  pundonor  en  una  materia  tan  delicada  como  la  de 
intereses. 

Es  increíble  lo  que  se  empeña  el  actual  Intendente  del 
Paraguay  en  aparentar  la  necesidad  que  quiere  tenga 
aquella  provincia  de  una  incesante  defensa  y  la  precisión 
de  que  ningún  hombre  pueda  disíraer^se  del  servicio  mi- 
litar, haciendo  decir  á  los  comandantes  en  lo  que  pue- 
de con  apariencia  fundar  sus  informes!  'Hay  de  esto 
un  ejemplo  en  él  espediente  sobré  la  referida  visita  qué 
actúa  el  señor  director  de  Tabacos,'  á  cuyas  disposicio- 
nes sobré  contratas  con  aquellók'  cultivadores,  se  há 
opuesto,  por  resultar  de  ellas  exonerados  del' servido  mi- 
litar como  unos  1500  hombres;  siendo  así  que  cuenta  la 
provincia  del  Paraguay  como  80,000  almas,  cuyo  número 
intenta  sofísticamente  reducirlo' á  nada.  -    ' 


1MIV  IKtCaOWMOlOll 


^^01SiT^KA  pB   ESTA  3AKDA 


La  primera  esteiisiojí  de  la  campaña  de  esta  Banda  es 
inc^ipaz  ds  poblarse  de  gentes  y  no  siendo  tampoco  dema- 
^adamente  numerosos  los  vecindarios  de  los  pueblos  in- 
mediatos.  Tanapoco  puede  conseguirse  de  estas  Pampas 
los  frutos  qye  dan  otriii?  tierras  con  el  ausilio  de  la  agri- 
cultura, por  lo  que  t.Q4o8  los  que  se  hallan  con  facultades 
se  dedican  á  establecer  en  .^llas  est^npias  de  ganados. 
Para  libertarlas  de  los.  insultos  deg^ntileg  (jue  las  roben  y 
también  pí^rg.  asegurar  las  personas  de  los  moradores  de 
la  frontera  d^  las  irrupciones  de  aquellos,  se  estableció 
¡uii  cordón  de  fuertes,  aunque  muy  separados  entre  sí,  y 
no  sieníjp  bastante  el  recintp  que  abrigan  para  saciar  los 
deseos  de. los  ganaderos  se  propuso  adelantar  las  Guar- 
dias á{  fin  de  aumentar  el  terreno  para  que,  defendido  por 
ellas,  se  estendiesen  mas  y  multiplicasen  dichas  estancias. 
í]I  prí?Ji  ecto  está  formado,  pero  suspenso,  porque  sus  eos* 
tQj3  d^ben  salir  del  ramo  div  guerra,  y  hoy  nó  tiene  casi 
entrada  alguna  por  lairiterriipción  del  comercio  marítimo. 
Pste  rapio  se  cpmpone  de  los  dos  reales  que  se  pagan  por 
cada. cuero  de  los  que  se  estraen.  Pjasa  de  80,6'0Ó  peso^ 
la  cantidad  que  anp^lmente  se  recoge  en  tiempo  de  paz, 
y  llegó  á  tener  de  fondo  700,000  pesos  en  el  vireinato  del 
Síiuor  inarqués  de  Loreto. 

Si  ll^géitU  á  adelantarse  dichas  Guardias  tendrá  alguna 
x(\^s  seglaridad  pl  caiftino.  que  comunica  con  Chile,  porque 
t9p4^'íai^  que  inti^rpar  i^ji^ha  d^ljis  líneas. de  las  Giiar- 
(Jias.los  i^idips  jnY^,.sor^s,  y,  en  mi  con(?epto,  deben  poner- 
se b^jBtapte  inp[iediata|s  ^nti'e  sí  las  Guardias,  para  que 
las  patrullas  que  de  uR^I-s  á  otras  bataif  la  campaña,  pue- 
dc|.íi.,9pn  mas  facilicl^.d  impedirles  las  hostilidades 6  corlar- 
les lá  retirada,  si,  ^  pesar  de  su  vigilancia  hubiesen  lo- 
grado introducirse  furtivameiíte  y  apoderarse  de  ganados 
ó  de  cautivos. 


nrrrtsoDTOOiOH  •  é:«? 


r^BPSKSA  Pffl»  j^m^9 


Cuando  se  deiqlaró  la  guerra,  se  formó  una  Junta  qi^ 
que  íie  determinó  el  plan  de  defensa,  que  apro;bó  la  Corte., 
y  existe  en  ja  sec,rpjtaría.  Impup^to  V.  E.  de  él,  advertirá 
$u  .qotitria  pericia  militar  si  es  susceptible  de  algunas  adi- 
•ü'^né^^  6  vaviaciQjjes,  pues  teniendo  V.  ]^.  tantf^  esper^eu- 
súfí  y  coipLoc¡mi|Bnto  de  estos  países,  me  escuso  de  hftcer 

reflexiones  sobre  lo  deteiminado  en  esta  materia. 

» 

Sobre  lo  que  lleyp  fefierido,  solo  me  resta  hacer  l€^a  si- 
guientes prevenciones. 

1*  Que,  según  el  estado  de  las  reales  cajas  y  adminis- 
traciones de  Aduana,  Tabaco  y  Temporalidades  de  esta 
capital,  formado  en  fin  de  abril  inmediato,  se  hallan  exis-^ 
lentes  en  ellas  tres  millones,  ciento  sesenta  y  siete  mil, 
cincuenta  y  un  pesos,  dos  y  medio  reales  (3.167,051. 
2  1/2  rs.) 

2*  ftw^  babiea<Jp  retóqvido  yo  rqpipntejoaente»^!?  ajimi- 
niatrados  pj^Fticulja^ee'  de  los  pueblos  guaraní^,  Haaad.0  do 
xpis  or(}iQai:ias  f^icultades  y  de  las  estra¡Qrdipariaj$  q.a^ 

paereeí  dpi  Rey  por  la;  re^i^  orden  dp  9,0  de  .noviepibire,4/9 
1798»he  lleg^^dq  á.eatender  qjue.  varios  coiperqi^ntefS  d^ 
esía  capital  sQlipitaré'U  l^  reposición. ^^  dichp9  adminifS: 
tradores  pjor  el  iíiteréa  que.  upos  y  ofiro^  tienen  4©  c^AÍÍt 
nuar  $us  reprobivdps  tráficos  en  perJKÍpio4<^losÍQt|8^e§es 
de  aquelÍpsdfisdiííhadQsq^turftles.  , 

S*"^  Que  teu^p  dada  quenta^  S,  M,  d^l  i^e^uardp  nay$||^ 
que  he, creado  eu)  este  íiiq  (}e. la; Plata,  iíidepepfji>epj;ei^de 
l9..QQmandancÍ9'.genejrQ^  y  pplp  pon  sujeción  inn;edif)»t%.^ 
esíe  gobierai.0  y  Buperitendencia  sub^el^f^fja,  pprsua<Jii^(9 
y.coBV/eneida  en  la  experiencia  de  que  no  copyi^^e.qHí 
todos  los  resguardos  dependan  de  un  solo  comandante, 
pues  de  aquella  .otra  forma  se  difi^^ulta;»  mejor  las  diso- 
ciaciones seer^as  d^  los  eontrabandistas  y  se  fomenta 
la  emulación  entré  unos  y  otros  empleados,  sacándose  el 
mejor  partido  dcr  Sus  celos  recíprocoíi:    Y  como  don  Airto-^' 


nio  Rute,  á  quien  tengo  destinado  para  la  Comandancia 
del  referido  Resguardo  naval  se  ha  hecho  notable  por  su 
buen  desempeño  aprehendiendo  proporcionahnente  mu- 
chos tnas  contrabandos  que  la  comandancia  general;  así 
los  empleados  en  ésta  como  los  contrabandistas  á  quienes 
ha  decomisado  Rute,  procurarán  sorprender  el  ánimo  de 
T.  E.,  á  fin  de  qué  se  quite  el  espresado  resguardo  naval  ó 
qué  se  remueva  de  él  á  dicho  Rute,  de  cuyo  nombramien- 
to hé  dado  también  ps^rte  á  S.  M.  para  su  total  aproba- 
ción. 
Nuestro  Señor  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 

Buenos  Aires,  21  de  mayo  de  1801. 

El  Marqués  db  Avilas. 


El  vireinato  de  Buenos-Aires  fué  por  real  ordenanza  de 
28  de  enero  de  1782,  dividido  en  8  Intendencias,  y  el  ter- 
ritorio ó  demarcación  de  cada  Intendencia  con  el  nom- 
bre dé  la  ciudad  ó  villa  que  hubiese  de  ser  su  capital, 
residencia  del  Intendente,  quedando  las  que  entón^^es  se 
titulaban  Provincias,  con  la  denominación  de  Partidos  y 
conservando  éstas  el  nombre  que  teníaü  aquellas. 

Una  de  dichas  Intendencias  habia  de  ser  la  General  de 

Ejército  .y  Provincia  establecida  ya  en  la  capital  de  Bue-^ 

'nos  Aires,  y  su  distrito  privativo  todo  el  de  aquel  obispado. 

Las  siete  restantes,  qtie  habían  de  crearle,  habían  de 
sef"  sólo  dé  {Provincia,  estableciéndose  una  en  [la  ciudad 
déla  Asunción  del  Paraguay,  comprendiendo  todo  el  te- 
xtorio de  aquel  obispado  (1)  otra  en  la  ciudaá  de  San  Mi* 

(4)  El  obispado  del  Paraguay,'  erigido  ea  1647,  y  etiyo  prinier  prelado 
fué  doniííay  Pedro  de  la  Torre,  desde  1552,  compreadía  3  caratos  en  lacip-» 
di^d: S^rario,  NaestrU  ^eflor»  déla  Aj^unciacion  y  $an  Blas,  y  las  Vicarias 
siffqijei^ea;  .  yUla  Bica,  Caru^ati,  Ñeembacú,  Sajf^dq,  ¡Piribebují,  Capiata, 


IKSBODÜOCIU»!  W^ff 

gue]  del  Taeaman,  dabieiudó  §er  stí  distrito  toiojA  Q\^ifip9c 
do  de  eate  nombre;  (2)  otra  ei^  la  ciudAd  de  Sa^ta  jQrpz  ,^$ 
la  Sierra,  que  comprendería  el  lerritorio  de  isu  obispado  (3) 
y  otra  en  la  ciudad  de  la  Paz,  que  había  de  tenet  todo  e¿ 
del  obispado  del  míemo  nombre)  (4)  y  además  las  PrOyin- 
eias  de  Lampa,  Carábayay  A  zangare;  oti;a.eii  la  ciudad 
ée  MendiOza  que  había  de  comprender  todo  el  ;tei:ritono 
de  su  corregimiento,  incluyéndose  la  Provincia  de  Cuyo; 
— por  el  art.  4^  de  la  cédula  declaratoria,  ae  varió  el  es- 
tablecimiento de  Intendencia  en  Mendoza;  otra  ep  l^ 
eindad  de  Ja  Plívta,  cuyo  distrito  había  de  ser.ed  dej  ar^^p-' 
bispado  de  Charcas,  (5)  escepto  la  VjUa  d^  Potosí  co^^9^^ 
el  territorio  de  la  Provincia  de  Porco,  en4ue  eatá  situada, 
y  los  de  las  de  Xyhayanta  ó  Charcas,  Atacama;  láft^s, 
Ohichas  y  T arija,  pues  estas  5  'provincias  ¿ukbian  tde  .com- 
ponerle del  distrito  privativo  de  la  reatiante  IpteadeaQÍd', 
que  había  de  situarse  ^n  ia  espresada  ;V¿Ua. 
£¡4  distrito  ;dejla  jurisdicoion  del  vireinato  d9  ^wno? 

Carapeagua,  Villa  Real,    Cordillera,  X^g^Arop,  ^AOtiago  j  Ci^i^elai^yi,  y 
ad«9á8p<)9.conyei)t08  d9.8ai^to.;Dqn9Íngo,  ;8^n  Francisco,  R^po)ec.cÍ9ii  del 

{2)  fi\  obispado  del  Tacuman,  ^ri|;l4o  en  14  dje  mayp  de  1670  y  establecido 
primeraiaenté  ^d  la  ciudad  de  Santiago  del' Estero,  en  la  que  existió ^Jiáéta 
1699,  que  se  trasladó  á  la  ciudad  de  Córdoba,'  y  cuyo  primer  prelado  fué  don 
fray  Franqisco  de  la  Victoria,  comprendía  los  curatoa  re^tq^le^  f|e  {a  q^f^f^» 
1q«  conyeatos  d^  IJiintp  Pomii^ó,  S^n  Francisco  ^  la  Merc,ed^  li^  yicí^riffi 
Úg^i^^tefk:  0{Ufti<lgp  4?1  ^sjLero,  Tucqman  (Córdoba,  San  Miguel  d^l  1*11011- 
manjCu^o),  Catamarca,  ftiDJa,  ^alta.yjújuí. 

(8j  £1  obisj>adoáe  llanta  €ru¿  de  la  Sierra,  erigido  el  5  dejuUo  de  1^5, 
coyó  primer  prelado  fondón  Antonio.  Calderón,  comprendía  además,  4^  Iqs 
«itratos  de  la  oiudad,  .los  .aígoíentes:  Fpropgp,  Buena  Vista,  ,S^nt^  Ao?!^| 
8fMÍ  .Colirios»  J^us  del  Valle  Grande,  Mojos  y  Chiq.uit08. 

W,M  obispado  de  la  Paz  comprendía  las  vicarias  que  siguen:  Calamarca, 
P^cages,  Om'asuyos,  Larecaja,  Itabaya,  Mocomoco,  relechucp,  Challana, 
Songo,  Yungas.  CAucmtb,  Puno  yMoxo. 

(6)  Él  arzobispado  de  Charcas,  erigido  en  20  de  julio  de  1609,  comprea- 
dialasTÍcarias  8Ígnientea:.Yan9paraes,  Tomina,  P|lai)fa,.0j9r<>.  iPftria,  Si^a* 
tica,  Potosí,  Porco,  Chichas,  Chayanta,  Lipes,  Cochabamba,  Tarija  y  Ca* 

nmgas. 

7 


Aireí»  comprendía  la  Plata,  Paraguay,  Coebabaiuba,  la 
Paz,  Potosíy  Oruró,  Santa  Fe,  Corrientes,.  Córdobíi,  Salta, 
Tucumian,  Santiago,  Jujuí,  üatamarca,  Meadozía,  San 
Juan  y  Montevideo. .  ■     *  .         ' 

Ejercía  la  Intendencia  de  Buenos  Aires  el  mismo  yirey, 
y  las  ciudades  ó  villas  eran  gobernadas  por  subdeilegados, 
escepto  los  30  Pueblos  de  Misiones  Guaraníes,  que  ^ran 
regidas  por  un  adminiétrador  general  primero  y  goberna- 
dor después,  habiendo  desempeñada  eáte.  cargo  el  capitán 
de  navio  don  Santiago  Liniers,  posteriormente  virey  de 
Buenos  Aires.  Tenía  8  subdelegacionea,  en  San  JügueJ, 
Yapeyú  y  Concepción. 

Por  real  cédula  de  26  de  febrero  de  Í58S,  le&  est^ba^ 
prohibido  *á  los  gobernadores,  corregidores  y  alpaldes 
mayores  el  casarse  durante  dichos  oai^oa  en  su  jdiMrito. 
Tenia  esto  por  objeto  el  evitar  recusaciones,  de  JdQs  jueces 
que  sehabríau  de  abstener  de  los  pleitos  y  negocias  qM^ 
se'Ofrécieran,  aeí  como  por  el  impedimento  que  lo3dei|Ldos 
y  parientes  podrían  ser  parala  libre  y  recta  administra- 
ción y  ejecución  de  la  justicia. 

Del  gobernador  intendente  de  Buenos  Aires,  que  lo  era 
al  mismo  tiempo  el  virey,  dependían  Montevideo,  Santa 
Fe  y  Corrientes  (con  Entre  Rios),  con  un  gobernador  la 
primera  de  estas  ciudades  y  con  subdelegados  las  dos 
últimas,  hasta  el  año  de  1814,  que  éstas  fueron  separadas 
formando  dos  provincias  independientes,  con  un  goberna- 
dor intendente  y  con  residencia  en  la  ciudad  de  Corrien- 
tes; la  intendencia  de  Córdoba  del  Tucuman  con  los  Par- 
tidos, después  Pi^vinctas,  de  Mendoza,  San  Juan,  San. 
Luis  y  Rioja,  Salta,  Tucuman,  Santiago  y  Catamarca^ 
hasta  el  año  de  1785,  que  se  dividió  en  dos:  la  de  Córdoba' 
comprendiendo  los  distritos  de  Córdoba,  Rioja  y  Cuyo,  y 
la  de  Salta,  que  comprendía  los  distritos  de  Tucuman; 
Santiago  del  Estero,  Catamarca,  Jujuí,  Nueva  Oran  y 
Puna,  connn  subdelegado  en  cada  uno. 


|IITAOBUO€|<;)^]Í  XOIX 


•     •  f  I  • 


OBISPADO  DS  BUENOS  AIRES 

*  \ 

*  Lás  dos  i^Vesiás  de  Buenos  Ait'es  y  Paraguay,  <Jué  for^ 
máWn  do^  oí)^spados,  átítes  de  lá  erección  del  ai-zobíspa- 
do  de  lá' primera,  fuéí-óíi  uno  solo  ¿li  su  erección;  pero  el 
considéiable  aumento  de  las  poblaciones  de  ésta  Provih- 
cía  y  lá  larga  distancia*  de  aquélla,  para  áclidir  á  laá 
urgencias  espirituales,  llamaronlaatencíon  del  rey  Felipe 
ÍII  "á  solicitar  del  f  apa Tabló  V,  quíeii  espidió  la  Bula*  de 
fundación  de  este' Obispado,  concedida  en  1620;  t/a  éi*ec- 
ción  se  verificó  én  12  de  mayo  dé'  Í6S2,'  por  su  pHiner 
obispo  don  fray  Pedro  Carranza,  natural  de  Sevilla,  quien 
fálléció;enl6á2.      '  '        ••      «  •        ■    >-      •     .; 

LoS  (Általos  que  existían  én  ¡esta  ¿ludad  (Buenos  Aires) 
áolo  éi^án'  G,á  saber:  Sagi'ario-^Caüedral,  cuya  primera 
ftfnáafeíon  tíWá  (tei  año  1668  y  la  6egqnda  delude;  S758 
dividida  en  1830,  en  dos  parroquias,  Catedral  al  nortei— ^ 
la  MiEll'^ed,  (1)  fundalda  en  16S8^yt;  Catedral-  al  Sut— 
San  Ignacio  (el  Colegio)— San  Nicolás,  Conceípción^  Moll^ 
'Béri'lat— cnyo  cufató  fné^  iPandado^eíi  :1769— Piedad  y  So- 
corro; (2)  Montevrde<y,'  S^n  Fernando  d^  Maldoíñádo  fuA - 
(lado'Wn  1780),'  fea^i  Carlos  dérMáldóiíadoftn  1680),  Co- 
lonia del  Sacramento  (en  1679),  Espinillo  (eh  1680)y  Vávd* 
í-tiá'léu  1680),  Santo  Doming-o  Soriano  (en  1650X  Canelo- 


l    ■! 


'     ^1)  Nibesl^'a  Señoril 'déla  Merced,  ^e  erigió;  cou  e]  títulodeBaniá  Bárbara 
.y-sn/wpjíadpt'^fué.fi'iiy  Peflrc^,  liopoí  Yí\ler9,   v   .  .  .•         .,....;. 

(?),  JEsta  iglesj^  (ué  fjind^  Ja,,  como  capilla,  en  1717^  ppr.  don  Alejandro  del 
Valle,  pava  su  familia,  bajo  la  advocación  del  Buen  Socorro^, en  \tf  cual  per- 
mitía entrar  el  vecindario  en  los  dias  que  se  celebraba  ef  culto;  y  habiéndose 
aumentado  la  población  por  esa  parte  de  la  ciudod  fnó*  necesaria  erigir  la 
refbi^^a  ccipUla  etí  jUinrocpiia^ .  lo:que  se  •veriii¿¿  en*  1774  por  el  obiti()o  Látor- 
tcL  Ki^'1798j;^l.obisiiv)  ti^e  y  Ejiega  liizo  trasJf^daf  la,  efigie;  del  Señor  de  Ig^ 
Milagros,  qa^eA  1a  ^azop  se  hallaba. en  una  casa,  particuliir^  mandando  «irigir 
un  altar,  para  6u  colocación  y  para  que  sirviese  de  sagrario  al  mismo  tiem- 
po.  Lrí  el  año  de  1809,  el  nnaoo  don  José  Martínez  de  Hoz  emprendió  la 
obra  de  agrandar  la  iglesia  construyendo  una  nueva  sacristía,- basta  qti^  »8d- 
breñiikndo  Iti  révolnOíoA  áe  1810,  tnToqurabatidoBarfltii  empresa. 


S  fSifiíHtftfiHíKfít 

nes  (en  1778),  Laa  Piedras  (en  1780),  San  Isidro  (en  1706), 
Las  Conchas,  Cañada  dé  Morón,  Sáh  Vicente,  Lujan,  Pi- 
l^r,  Quilmos,  Magdalena,  Cañada  de  la  Cruz,  Areco,  Re- 
colección de  San  Pedro  y  Baradero  (en  475Óf),  Arrecifes. 
Pergamino,  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  Rosario  de  los 
Arroyos,  Coronda,  Paraná,  Santa  Fe,  Corrientes, Uí-uguay, 
Qualeguay  (en  1783),  Gualeguaichú  (en  1783)  San  José, 
San  Roque  y  .Caacaty. 

La  Provincia  de  Santo  Domingo  de  Buehos  Aires  se 
erigid  el  año  dé  1725  con  el  título  de  San  Agustin,  sepa- 
rándose de  la  de  Chile.  El  convento  se  fundó  por  el  año 
de  1603. 

La  de  San  Francisco  de  Buenos  Aires  fué  erigida  en 
1612,  con  el  título  de  Nuestra  Señora  de  la  Asunción,  reu- 
niéndose para  formarla  las  dos  custodias  del  Paraguay 
y  Tucuman,  dependientes  entonces  de  la  Provincia  de 
Charcas; 

El  CbnVento  Grande  dé  San  Pedro  Tiblmo  Se  fundó  ei 
año  de  1614. 

El  dé  las  Once  mil  Vírgenes  el  añb  de  1600  ó  poco  antes 
{V.  Régistrb  Estadístico  de  1859,  tomo  2^) 

La  Recolección  de  Níiestfa  Señora  del  Pilar  fué  funda- 
da él  año  de  1722. 

Existíaii  igualmente  otros  dos  conventos,  el  grande  de 
S.  Ramón  y  los  Bethlemitas^  fundado  el  año  de  1748. 

El  Colegió  Apostólico  de  San  Carlos  de  Misioneros 
Franciscanos  de  Propaganda  Fide  se  fundó  él  año  de  1786 
por  el  padre  visitador  general  y  comisario  fray  Francis- 
co de  Altoláguirre^  en  virtud  de  real  cédula  de  14  de  di- 
ciembre de  1775. 

El  Monasterio  de  Monjas  Catalinas  de  Buenos- Aires, 
el  año  de  1744;  las  Dominicas  y  las  Capuchinas  en  1749. 

El  Colegio  de  S.  Miguel  para  educación  de  niñas  huér- 
fanas se  fundó  el  año  de  1755  pot  don  Fi'ancisco  Alvarez 
Campana. 

El  real  Colegio  de  S.  Carlos  fué  fundado  en  3  de  no* 


^éiáWé  ñé  1Í83  por  él  n^^éy  dátí  JWaii'  hsGé4ú  Yottizi^  en 
Virtud  aévéiÁ  drd«Ü  (!«  31  de  üifeiemtíi^  d«.lT79;  Estaba 
á  cÁTgód^i  clero  kéttílATifm  tóñó  deperidrieiitfc  ée  lo»  vi- 
íéyés.  KüUh  éii  él  4  bécáQ  dé  giAbin  pái'a^  kíjos  die  pcír- 
bres  honrado^,  y  dos  (;(yn  destino  para  hijobd'4i'deffeeíÍdieh- 
téáf  de  iíiiUt£tt'«á¿  Aiitériormentef  en  el  afto  de  177?«  el 
éspréSádó  viréy  é&ítáblecid,  eb  viiflúd  de  reales  éédalao^ 
ddscátédrttd' de  Lengua  latlnia;  nhade  Poética  y  pvojÁedad 
latina  y  otra  de  Sintaxis  y  Rádimehtds.  Bn  el  de  1773, 
dos  óátedrás  ¿é  Filos^í^;  en  el  de  17^6,  tree  cátedi^as  de 
Teología,  dos  de  Escolástico-Dogniatida  jr  nda  de  Mbmk 
Lacaba  de  Bjéréiciés  foé  fundada  por  ddña/  Maria  An- 
tonia de  lá  Páz^  natural  de  Sfetntia^  del  Bstóro. 

» 

FÜKBACadN  DB  ClUDÁbBd  ' 

1^  Buenos  Aires  fué  fundada  la  1*  vez  por  don  redro 
de  Mendoza  el  2  de  febrero  de  1535;  ía  2*  vez  por  Alvar 
Ñuñez  Cabeza  de  Vaca,  eii  Í5Í2,  y  íá  3^,  défidítivaméiite, 
por  el  general  don  Juán  de  Garky,  éri  1580. 

^  Santiago  dfel  Esteró,  funáádk  por  el  géWértil  Juan 
Nuñez  del  Prado,  por  él  año  de  l549,  y  defliiitívatíieñte 
por  don  francisco  de  Aguirré  en  diciembre  de  155^. 

8^  Catamarca,  fundada  en  1558  por  el  general  Juaá 
Pérez  de  Zurítói,  en  él  Vallé  de  Couando,  coii  él  liotíabre 
de  Londres,  de  doiide,  por  los  conünüos  átáqUés  de  lo's 
indios,  en  1663,  sé  mudó  al  Vallé  dé  iPófnáh  póV  dofa  Ge- 
rónimo íiüis  dé  Cabrera,  con  él  hombre  dé  Sari  Jüán  dé 
lá  Rivera,  y  én  1683  se  trasladó  íiueváménté,  preVfo  per- 
miso del  rey/  á  lajá  80  legiiá^  al  Sudeste,  con  el  hOhlbl*é 
de  San  iTernando  del  Vallé  de  Catamarcá. 

4*  Mendoza,  fundada  por  el  año  de  lb60  por  dóri  í^tídrb 
del  Castillo. 

5*  San  Juan  de  la  Frontera,  fundadaen  el  Jjropio  añb 
que  la  precedente  y  por  el  inisnxo,  dándosele  éisé  nombi*^ 
por  ser  él  dia  dé  Bah  Juan  (24  de  junio)  j^de  lá  J^tóHt&ta, 
por  sértb  del  trica. 


orí  wnmwoffov 

i  '6*  San'  SíalV«4or4ei,JíujUvfui>4a4a;por:eífiuod9t.íí?í¡^ 
fué  ad-iiin  ada  «á  !¿oa ' •Qea$iQi]e3  pojr.  Ipa;  iadjoa  hppi^lma^ 
caa.jn  i)eedifioada.enil5a3.dft  í5vd^u*del.g^íSr^Víí'ran,cw^^^ 

Aiigañarás:  y  Margúía,- aiiertdo.gobeirnfidpí:  de}a  Provincia 
del  TuiMinaaa.  do¡u  Jttan:Ramirí8zi-de  V/^la^eo,  .,  .  . 
I  7*  SanMictul  p«Ií;  Tiüouman,  futtíladaien  4^§5,.ppi;..^ 
general  DiegordeVillarre^Ji-.y  trasladadla  ai; Jugar  eaqiuLe 
actualmente;  se  hallajien  1685»  pov  ^l  gpbe|rh|*dpi:  dopFer- 
nañdo  Mendoza  Mate* d-elt^iUB-, :  !     -.  ...  ;, 

8»  CÓRDOBA^  fiiadad a 'po-v  .dpn  G^daiipo  I^ujs  ¡de  Cabrei- 
j>aeL6  de  julio  deí:l573».       :<    .    .  .        ,  .  ^  I 

9* •  Santal*  Fb  d«  la 'Yera  Ciniz,  fundada,  porielgeaqral 
don  Juan  dé  Garáy^<i5:d6  nclviémbneid^i5í73.'  ■>;   »..•... 

10.  Salta,  fundada  por  don  Gonzalo  de  Abreu  y  Figue- 
roa,  en  el  Valle  de^Siancaa,  y.  traslíulada  al  lugar  en  don- 
de hoy  s^  halla,  el  17  de  abril  de  1582,  por  el  licenciado 
Hernando  de  í^éViila.^  ''  '    '"    ^  ,  '      ...       ;     - 

11.  Qo;^Ri«ií.TKS,.iunda|l^flor  el  gobernador  licenciado 
don  Juan  Torr^$  (je  V6ra  y  Aragón,  él  3  de  aBril  de  1588. 

12.  XpD.ps. Santos  Dfl  la  KüevaRipJa,  fundada  en  150l 
por  el  gobjBF^iador  don  Juan  Eamirez  de  Velazco. 

13.  San  Luis  Di:  Loxol a,  fundada  en  1596  por  Üon  Mar- 
tin  García  .Oñez  djB  Loyola.  . 

14.  CoNCBPcioN '  DEL  URUGUAY,  fuudadá  CU  1783  por  el 
comandante  don  Tomás  de  Rocamora,  . 

Por  conclusión,  debemoá  declarar  que  nue3tra'préscin- 
dencia  acerca  de  T arija,  Paraguay  y  Montevideo  está  f  ni- 
dada  en  que  la  historia  déla  primera  se  halla  confundida 
con  la  de  Sal ^a^  iJe  qué  era  tenencia  de  gobierno,  hasta  su 
violenta  separación  de  la^  Provincias. Unid  as  del  Rio  de  la 
Plata,  como  es  igualmente  tenencia  de  gobierno  la  ciudad 
de  Oran,  de  cuyos  empleos  ño  nos  hemos  ocupado  en  el 
presente  t)f abajo,  sino  ele  los  gobernadores  de  proviiiciá. 
Respecto  del  Pavagufiy,  diremos  que^  si  bien  ha  formado 
parte  de  la  Provincia  del  Río  de  la  í*lata  has.ta  1810,  con 
los  mismos  gobernadores  que  tenían  jurisdicción  sobré 

.•'       '1.         <■'  ''  y  f 


INTRODUCCIÓN  OIU 

aquél  país,  hasta  el  año  de  1660,  en  que  fué  separado  uno 
de  otro,  viniendo  á  formar  dos  provincias  con  sus  respec- 
tivos gobiernos  independientes,  desde  aquella  fecha  quedó 
de  hecho  segregado  como  Estado,  y  por  consiguiente,  fue- 
ra de  la  comunidad  argentina.  Por  otra  parte,  tenemos 
confeccionado  ya  sobre  el  Paraguay  un  trabajo  especial 
bibliográfico,  que  oportunamente  verá  la  luz.  Y  por  lo 
que  toca  á  Montevideo,  ó  sea  Provincia  Oriental,  tam- 
poco entra  en  la  presente  Historia,  porque,  si  bien  fué  una 
de  las  Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata  hasta  el  año 
de  1828,  merece,  como  Estado  independiente,  un  trabajo 
especial  para  el  que  no  estamos  preparados. 


PROVINCIA  DE  BUENOS  AIRES 


1810-1878 


<  •    « 


LA  JUNTA 


tdt4--j|jlvTA  cmiMBIiiVATiTA,  compuesta  de  6  vocales^ 
2  vocales  secretarios  y  un  Presidente,  que  lo  fué  el  en- 
tonces CoMí^NDANTE  CoRNKLio  Saavküra,  desde  el  25 
de  mayó — Vocales,  coronel  Miguel  Azcuénaga— Doc- 
tor Manuel  Alberti,  hasta  enero' de  1811  que  fue  reem 
plazada  por  don  Nicolás  R.  Peña — Juan  Larrea,  (es- 
panol)— Doctor  Juan  José  Castelii,  hasta  agosto  que 
salió  para  el  Perú,  en  representación  de  la  Junta — 
don  Domingo  Matheu,  (español) — Licenciado  Manuel 
Belgranr»,  hasta  el  2o  de  setiembre  que  salió  de  general 
mandando  la  eispedicion  al  Paraguay — Vocal  secreta- 
rio, doctor  Juan  José  Passo— Mariano  Moreno,  hasta 

f  el  24  de  diciembre  que  fué  nombrado  ministro  plenipo- 
tenciario cerca  del  Brasil  y  la  Gran  Bretaña,  y  reem- 
plazado en  la^  misma  fecha  por  don  Hipólito  Viei- 
tes.  ' 

El  18  de  diciembre  la  Junta  fué  aumentada  con  los 

« 

12  vocales  que  siguen :— Doctor  Gregorio  Funes — Ma- 
nuel Felipe  de  Molina— Doctor  J.  García  de  Cossio — 
Doctor  Manuel  Ignacio  Molina— don  José  Antonio 
Olmos — Juan  Ignacio  Gorriti — Francisco  deGiu'uchaga 
— Juan  Francisco  Tarragona — Doctor  José  Julián  Pé- 
rez—Marcelino Poblet— Francisco  Ortíz  de  Ocampo. 

Una  de  las  primeras  disposiciones  (28  de  mayo  de 
18Í0)  de  la  Junta,  fué  discernirse  los  mismos  honores 


PROVIHCIA 

y  tratamiento  que  á  l^os  vireyes,  recibiéndolos  en  su 
persona  el  Presidente  de  ella,  y  por  disposición  de  10 
de  dicieníibre  quedaron  estos  suprimidas. 

La  Junta  confió  (15  de  junio)  al  coronel  Pedro  An- 
drés García  la  inspección  de  todos  los  fuertes  de  la 
frontera  é  informar  sobre  su  estado,  medios  de  su  me- 
jora, etc.: — habilitó  el  rio  JSÍegro  cog^o  ptierto  menor  (21 
de  julio: — acordó  (3  de  agosto)  la  delincación  de  las  ca- 
lles de  San  José  de  Flores : — la  reglamentación  y  propa- 
gación de  la  vacuna,  (4  de  ag:)sto) : — el  levantamiento 
de  un  censo  de  todos  los  habitantes  de  la  ciudad,  dando 
á  los  alcaldes  de  barrio  I^s  instruciones  qu<e  hal^ian  4^  - 
obseí-var  (7  de  agosto):— dictó  disposiciones  policiales 
(9  de  agosta^)  sobre  veredas,  calles,  matanza  de  perros, 
etc. : '  la  fundación  (19  de  agosto)  de  una  escuela  de  ma- 
temáticas, bajo  la  dircv^cion  del  teniente  coronel  Ftjiipe 
Sentenach : — la  creación  (13  de  setiembre),  de  la  Biblio- 
teca Pública  de  Buenos  Aires,  nombrando  por  Biblio- 
tecarios al  doctor  Saturnino  Seguróla  y  á  fray  Cayeta- 
no José  Rodiigiíez,  y  por  Protector  Je  ella  al  secretario 
de  gobiei'iio,  doctor  M.iriano  Moreno: — dispuso  (10  dq 
octubre)  que  lodos  ¡os  empleailos   tiablan  de  formar 
parte  d<*l  Montepío   dál  Ministerio  :^h.ibil:itóse  (|5  de 
octubi-e)  el  puert)  de  la  E  isenadade  Barragiin,  dispo- 
niendo m  g  )ras  en  el  pueblo: — tratóse  (23  de  octubre) 
de  la  catializaoion  del  Rio  Tercero:— dictóse  (2  de  qo- 
viembre)  una  disposición  sobre  testos  y  casas  adecua- 
das para  Escuelas  gratuitas:— ordenó  (17  de  noviembre) 
la  formación  de  bosques  en  los  alrededores  de  la  capi- 
tal y  de  todas  las  poblaciones  de  la  jurisdicción  ;— re- 
solvió (22  de  noviembre)  aprobar  lo  propuesto  por  el 
Cabildo,  para  mejorar  las  Escuelas  de  primeras  letras, 
que  estaban  á  cargo  d*i  los  padres  provinciffles  de  órde- 
nes  rt*lig¡i)sas,  estableciendo  !as  jubilaciones  de   los 
maestros,  con  el  mismo  tiempo  y.  con  los  mismos  hono- 
res y  privilegios  que  disfrutaban  los  maestros  de  fácula 
ades  mayores. 


DB   BUKJIOS  AIRB8  5 

Aprobóse  (24  de  enero  de  1811)  la  canalización  del 
Riachuelo  y  se  dictó  (20  de  abril)  un  reglamento  sobre 
Jibertad  de  imprenta; 

El  coronel  Saavedra  presidió  la  Junta  hasta  el  26  de 
agosto  de  1841,  en  qué  se  dirijió  á  las  provincias  del 
interior,  quedando  de  Presidente  de  la  misma  su  vo- 
cal don  Domingo  Malheu. 

Saavedra  creyó  de  buena  fe  que  su  presencia  en  el 
Alto  Perú  podna  reparar  los  quebrantos  de  la  jornada 
del  Desaguadero,  que  tuvo  lugar  el  20  de  junio  do.  1811. 
Con  esta  idea  no  trepidó  un  momento  en  realizar  su 
s?aHda.  •  ^ 

Los  gefes  de][las  tropas;  no  pocos  de  los  vecinos  de 
Buenos  Aires  y  hasta  el  mismo  Cabildo  le  pidieron  de- 
sistiese de  esa  idea,  pues  era  esponer  á  un  vuelqo  al 
gobierno  de  la  capital.  Mi^s  él,,  firme  en  su  propósito, 
emprendió  su  marcha,  sin  prever  que  se  trataba  nada 
menos  que  de  su  separación  y  de  su  destierro. 

En  efecto^  á  los  ocho  dias  del  arribo  de  Saavedra  á 
Salta,  se  le  hizo  saber  su  separación  del  gobierno  y  de 
la  presidencia  de  la  Junta;  ordenándosele  entregara  el 
mando  de  las  tropas  que  pudiese  haber  reunido,  del 
Desaguadero,  al  general  Juan  Martin  Pueyrredon, 
quien  acababa  de  llagar  de  Potosí,  conduciendo  los 
caudales  que  había  salvado  de  los  enemigos  de  aque- 
lla Villa,  y  se  Conservase  en  Salta  á  ausiliar  á  dicho 
general. 

Como  éste  era  un  mero  pretesto  para  su  detención, 
y  en  nada  menos  pensaba  Saavedra  que  en  regresará 
Buenos  Aires^  pidió  y  obtuvo  permiso  para  trasladarse 
áTucuman  ó  Mendoza,  con  el  retiro  de  45  pesos  anua- 
les, que  se  le  asignaron. 

Desde  entonces  era  un  crimen  manifestarse  amigo 
de  Saavedra:  eran  mal  vistos  por  el  gobierno  cuantos 
individuos   tenían  empleos  de  los   que  "se  suponían 


6  PBoymoiA 

ser  partidarios  de  Saavedra,  y  fueron  despojados  de 
ellos. 

Saavedra  había  caido  realmente  en  desgracia,  con 
razón  ó  sin  ella:  no  habla  suceso,  ni  accidente  alguno 
desgraciado  que  no  se  le  atribuyese,  como  autor  de  la 
revolución  de5  y  6  de  abril  de  1811,  y  en  comprobación 
de  ello,  el  doctor  Montengudo  dijo  en  la  Gaceta  de  ene* 
ro  de  1812  que  Mr.  Flemming,  comandante  del  navio 
de  guerra  de  S.  M.  B.,  que  acababa  de  llegar  de  Lima, 
aseguraba  haber  visto  y  tenido  en  sus  oíanos  las  comu- 
nicaciones de  Saavedra  con  la  princesa  Carlota,  hecho 
que  fué  desmentido  por  el  embajador  inglés,  en  el  Ja- 
neiro, lord  Strangford,  cuyo  oficio  fué  publicado  á  su 
pedido  en  la  Gaceta  de  22  de  enero  de  1813. 

Según  el  general  Saavedra,  los  que  mantuvieron  co- 
municaciones con  la  princesa  Carlota  Joaquina  de  Bor- 
bon,  infanta  de  Espafia  y  mujer  de  don  Juan  V.,  rey 
de  Portual,  y  que  la  llamaron  en  1808  y  1809,  fueron 
don  Hipólito  Vieites,  don  Manuel  Belgrano,  don  Nico- 
lás Rodriguez  Peña,  don  Juan  José  Castelli  y  otros. 

El  general  Saavedra,  natural  de  Potosí,  murió  re- 
pentinamente en  Buenos  Aires  el  20  de  marzo  de  1829, 
^  á  los  68  años  de  edad. 

1911— B.  BOVIMCMI  MATHEIJ,  Presidente  de  la  Junta, 
en  ausencia  del  coronel  Saavedra,  aparentemente  co- 
misionado al  mando  de  las  tropas  del  Alto  Perú,  y,  en 
realidad,  separado  del  gobierno  y  de  la  presidencia, 
desde  el  26  de  agosto  hasta  el  23  de  setiembre^que  se 
operó  otro  movimiento  en  la  ciudad,  variando  la  forma 
de  gobierno  establecida  el  25  de  mayo  de  1810. 

Los  diputados  de  los  pueblos^  que  formaban  parte 
de  la  Junta,  fueron  mandados  salir  de  la  capital,  des^ 
pues  del  motin  de  patricios  del  7  de  diciembre. 

Lo  único  que  se  dispuso  durante  la  Presidencia  de 
l\íatheu  fué  suprimir  (1°  de  setiembre)  el  tribpto  que 
pagábao  los  indios  á  la  corona  de  España,  quedando 


DB   iuXKOa  AttBS  7    ^ 

^^tingnidOi  para. siempre; y  la  ¿reaeion-  del  f>rii^er 
tjríunvirato,  el  23  del  mísiaxp  mes.  - 

Matheu  entró  á  formar  parte  de  la  Junta  Gubei^nati*^ 
va,  CQmo  único  ^lemeiito  que  inspirabau>vDnñan^a  á  ios 
esp9ü[}o]es  liberales  que  tomaron  pnrtieipacion  en  la 
revolución  de  1810.  La  espedicion  ausiüar,  compues- 
ta 4e¿K)0  hombres  qu.e  de  Buenos  Aires  salió  con  desti- 
no al  Perúi  fué  costeada  de  su  propio  peculio.  Fué 
J^atheuquieu  equipó  la»  flotíila,  que,  burlando  á  los  e^ 
pafipl^s  qUQ  bloqueaban  esta  ciudad,  pasó  á  la  Banda 
Oriental  y  consiguió  prestar  impojttantes  servicios  é 
los|[j[^f6nsQre3  4ela«i|}dependeneia.  El  habia  presidia 
do,  como  primer  director,  la  construcción  de  la  fábrica 
die  (tilles,  ^n  lo  que  actual n^ente  se  oooocecon  el  pcMín- 
briede  Parque  dtn  Artillería.  Eq  aquellos  difíciles 
/momentos,  fpuando  la  Jjunla  s»  hallaba  apurada,  por 
finita  de  reoiirsQs  y  qon  nn  crédito d^doso^  la  sóía^^'Ftna 
de.Ma^heu  bastaba.para  quese  le  diese  cuanto  se  pi*^ 
4ief;^»  sin  limitaQijCH»  alguna.  Servicios  eran  ástoaque 
J^ilath^^u  pr^3tfijba  con  el  tínico  in tenes  de .propender^áia 
libjSirtad  (é  ^odepen^c^m  de  la  patria  de  sus  hijos^  y  dé 
la  suya  adoptiva,  y  sin  ostentación^  ^  aum  ^^jáh^o^e 
arrebatar  méritos,  en  servicio  de  ésta,  suyos  esclusiva- 
toente,  por  individuos  mas  audaces  y  menos  escrupu- 
losos. Y  sin  embargo,  su  modo  de  vivir  y  el  de  su 
familia,  entonces  y  después,  fué  sienipre  un^i^p^eJode 
modestia,  digno  dé  imitación.        '    '  .  '1 

1911— COROWEL   IBr.  FELICIAIVO  A.  CHICLA^A,  |L 
lfA!%*tJKIi    nía     S^ABRATEA     Y    Dr.    JprA^    Wtfil'' 

PASMI,  Triunvirato  Ejecutivo,  y  Secretarios  síh  votó 
doctor  José  Fabián  Pérez,  de  gobierno,  (hasta  el  l6'dé 
Bovieámfcre  que  renunció,  reemplazándole  don  Beroar- 
dino  Hlvftdavía,  de  guerra,  doctor  Vicente'  López,  de 
-hacienda,  (hastíi  el  Í8  de  Novietnbre  que  renünqióVcoñ 
sirjeekm  á  H>  que^  dispusiera  |^a  Junta  ConserVadbráj 
y  responsables  deí»ü¿^6tos  atete? etla.     '' '  *     ''' 


£1  doctor  Nicolás  Herrera  entró  á  desempeflar  las 
funciones  de  secretario  de  guerra  y  hacienda  el  1^  de 
diciembre. 

.  Este  triunvirato  entró  en  sus  funetones  ejecutivas  el 
23  de  setiembre,  dictando  (4  de  octubre)  penas  para  los 
robos. 

Espidió  un  decreto  (26  de  octubre)  sobre  la  libertad 
de  imprenta,  disponiendo  al  mismo  tiempo  la  creación 
de  una  Junta  de  9  individuos  con  el  titulo  de  Protecích 
ra  de  la  libertad  de  la  Imprenta;  y  otro  (23  de  noviem- 
bre) sobra  seguridad  individual,  tal  cual  se  baila  con- 
signada en  las  actuales  constituciones  nacional  y 
provincial. 

A  propuesta  del  Cabildo,  el  triunvirato  creó  (13  de 
enero  de  1812)  un  gobernador  intendente  con  conoci- 
miento en  las  cuatm  causas — PoMcía,  Hacienda,  Jus- 
^ciay.  Guerra^  en  que  antes  entendíaj)  los  vireyes,  con 
Ui  estension  y  la  forma  que  designan  las  leyes  y  orde- 
nanzas de  intendentes;  y,  para  servir  tan  importante 
cargo,  fué  nombrado  e)  coronel  Miguel  Azcuénaga,  con 
dos  asesores  de  su  gobierno,  doctores  Miguel  Garba- 
lio  y  Gregorio  Tagle. 


GOBEBNADORES  INTENTES  DE  BUEM  AIRES 

gobernador  intendente,  propuesto  por  el  Cabildo,  en 
vista  de  lo  peligroso  de  la  situación  y  de  la  necesidad 
de  crear  un  gobierno  territorial,  y  constituido  por  el. 
gobierno  nacional  en  la  persona  de  dicho  coronas],  con 
IOS  asesores  doctoras  don  Miguel  Carballoy  don  Gre- 
gorio Tagle  y  con  conocimiento  de  las  cuatj^o  c^i^a^-^ 
policía,  guerra,  justicia  y  hacienda* 


/DÉ  BXmMñ  AlEBS  9 

.  El  13.de  enero  fué  recibido  y  puesto  en  posesión  del 
cargo  pi'o\isorianiente  por  el  Cabildo,  con  todas  las 
formalidades  del  caso,  ejerciéndolo  hasta  el  10  de  fe- 
brero de  1813  en  que  le  sucedió  el  brigadier  Balcarce. 

Apesar de  corresponder  al  gobernador  intendente  el 
conocimiento  de  las  cuatro  causas,  las  atribuciones  de 
éste  eran  absorvidas  pQr  el  gobierno  de  las  Provincial 
Unidas  ó .  por  el  Cabildo,  según  ¿e  verá  por  lo  que 
sigue. 

'  El  gobierno  superior  dispuso  (31  de  enero  de  1812) 
4ue  ningún  libramiento  de  la  Intendencia  se  llevase  á 
efecto^  sin  previa  aprobación  de  aquél. 

El  mismo  suprimió  (idem)  lacontadurlade  la  provin- 
cia, ordenando  al  gobernador  intendente  circulase  esa 
resolución:  -  dictó  (11  de  marxo)  un  reglamento  policial, 
que,  por  la  naturaleza  de  sus  disppsiciones   y  efectos 
incumj)ía  directamente  á   la  policía  dé  la  ciudacjl:— 
aeclarp(14  de  agosto)  al  pueblo  de  los  Quilmes  libro  á 
toáá  clase  de  persQuas:  su  territorio  por  de  propiedad 
del  Estado,  derogándose  y  suprimiéndose  todos Jqs  de- 
rechos y  privilegios  que  gozaban  los  pocos,  indios  que 
existían  en  dicha  población,  disponiei-ido  S3  comunica- 
se esta  resolución  al  gobernador  intendente,   para  que. 
la  hiciera  cumplir:— aprobó  (20  de  agosto)  el  estableci- 
miento de  dos  escuelas  de  primeras  letras,  á  solicitud 
del  Cabildo,  que  lag  costeaba,  á  mas  de  las.  cinco  que 
éste  pagaba,  una  en   el  barrio  de   la  Residencia  y  la 
otra  en  el'de  los  Corrales  del  Miserere:  — dispuso  que  el 
gobernador  hUei^dente  (Azcuén^ga)  comuntcasd  á^  la 
jCámarade  Apelaciones,  uim  resolución  (P  de  ¿fetiem- 
bre)  sobre  ordenanzas  de  los  alcaldes  de  barrio,  susti- 
tuyéndolos por  paisanos;  y,  de  acuerdo  con  el  Cabildo, 
detejí'njiíió  (22  de  setiembre)  levantar  el  plano  topográ- 
fico delterntorio  de  esta  provincia: — dictó  un  Regla- 
mento praaisionctl  do  PolicCay  crearido  un  intendente 
geneijalde  alta  Policía  de  la  inmediata  dependencia 


10  PMviy<aA 

del  gobierno  ^superior  y  suspendiendo  la  referida  bkiksa 
que  había  ejercido  el  gobernador  intendente  de  la  ca^ 
pital. 

Se  circuló  por  orden  del  gobierno  (13  de  enero  d^ 
1813)  una  In&truccion  para  Jos  alpaldes  debarpio. 

Los  secretario^  del  gobierno  intendencia  fueron  su^ 
cesivamente  don  Francisco  de  Paula  Saiividet  (hasta 
el. 31  de  Qctubre.de  1812)  y  doctor  Bernardo  Velez,  qué 
continuó  con  Balcarce. 

^1  brigadier  general  Azcuénaga  falleció  ^i  Bu^os 
Aires  el  19  de  diciembre  de  1833,  á  los  79  años  de  ^dftd- 

tSia— BBICADIEB  AMTOHíIO  COMZAIíEZ  BALCAR- 
CE, (en  lugar  de  Azcuénaga,  ascendido  á  consejero  de 
Estado)  desde  el  14  de  febrero  de  1813  hasta  el  16  de 
abril  de  1815,  que  el  Cabildo  asumió  la  autoridad,  titu- 
lándose gobernador  interino. 

Al  gobierno  intendencia  cupo  el  deber' de  mandar 
publicar  y  circular  el /;?/m/20  Nacional  (cuyo  autor  fué 
el  doctor  Vicente  López  y  Planes),  decretado  por  la 
Asamblea. 

El  22  de  octubre  de  1818  fué  creada  la  Parroquia  dé 
San  Pedro  Telmo^  sirviendo  al  efecto  la  iglesia  de  la 
Residencia^  para  el  desempeño  de  las  funciones  parro- 
quiales. 

El  brigadier  general  A.  G.  Balcarce  falleció  eú  Bue- 
nos Aires  el  5  de  agosto  de  1819,  á  los  45  años  de 
edad. 

t$f  5.EI,  CABliíiM^  presidido  por  don  Francisco  An- 
tonio de  Esoaladá,  desde  el  16  de  abril,  que  asumió  el 
.mando,  titulándose  gobernador  interino,  con  la  es^ 
tensión  de  facultades  inherentes  á  este  cargo,  á  es-^ 
cepcion  de  la  comandancia  de  armas,  que  quedó  enco- 
mendada al  brigadier  Miguel  Estanislao  Soler. 

Este  cajmbio  fué  operado  á  consecuencia  de  la  revo- 
lución de  Fontez^uelas,  que  tuvo  lugar  en  esa  fecha,  so  - 


BB  BüSKOS  AIBB8  11 

bre  que  el  Cabildo  di6  un  manifiesto,  felSO  del  mismo* 
mes,  justificando  aquel  movimiento  y  cqnsiguiénte 
derrocamiento  del  Directorio  de  Alvear. 

Aunque  el  Cabildo  aparecía  como  gobernador  interi- 
no, el  que  obtenía  el  gobierno  intendencia  de  la  provin- 
cia era  el  brigadier  Soler,  por  el  hecho  de  ser  el  co- 
mandante general  de  armas.  El  director  . Alvarea^ 
previa  consultada  la  Junta  de  Observación,  ordenó 
la  subrogación  de  Soler,  mandando  bacer  la  eleccioiji 
popularmente,  en  la  misma  forma  que  para  el  nombra- 
miento de  director  del  Estado  y  fijando  el  día  17  de 
mayo  para  la  celebración  de  aquel  acto, 

fl8flft-D.  iiAfViJEii  liriSBfi  OLIBEM,  el ecto  goberna- 
dor intendente  de  la  provincia,  delegado  de  Correos, 
etc.  en  19  de  mayo,  por  el  período  de  tres  años,  termi- 
nando en  8  de  junio  de  1818.  ^ 

EJ  30  de  agosto  de  1815  el  gobierno  intendencia  cir- 
culó á  los  alcaldes  de  hermandad  de  la  campaña  un 
bando  sobre  policía:— prohibió  (20  de  marzo  de  1816)  la 
matanza  de  vacas  en  todo  el  territorio  de  lo  provincia, 
y; — (23  de  julio)  la  venta  de  bebidas  al  menudeo  en  los 
almacenes  de  comestibles  :-^nombró  (28  de  agosto)  al 
maestro  mayor  de  plateros  don  Geróliimo  Martínez, 
para  trabajar  y  labrar  escl lesivamente  las  medallas, 
bajo  pena  pecunaria  por  cada  medalla  labrada,  sin  or- 
den del  gobierno  intendencia.  Esta  disposición  fué 
(19  de  setiembre)  derogadapor  el  director  Pueyrredon. 
El  señor  Olíden  cesó  en  junio  de  1818,  sucediéndole  el 
brigadier  general  Rondeau,  y  vencidos  los  4  meses 
para  poder  abrir  juicio  de  residencia  contra  el  ex-go- 
bemador  intendente  Oliden,  el  gobierno,  á  solicitud  de 
éste,  declaró  no  haber  motivo  para  tal  juicio  y  haber 
sido  buenos  sus  servicios  durante  el  tiempo  que  tuvo  4 
su  cargo  aquel  empleo,  y  confiriéndole  los  honores  de 
gobernador  intendente  honorario  de  provincia  (12  d^ 
junio  de  1818). 


12  rBOYlUCJA 

fl8^9--B.  VABCKliO  MAS  DE  IíA  pkíIa,  gobernador 
intendente  honorario  de  provincia,  nombrado  el  2  de 
junio,  en  mérito  de  los  servicios  que  habla  prestado  á 
la  patria. 

1818— BBIGABIEB  JOSÉ  BO!VBBAlJ,  desde  el  8  de 
junio  hasta  el  30  de  julio,  que  le  sucedió  el  géneralJ. 
R.  Balcarce. 

La  única  disposición  dictada  por  el  brigadier  Ron- 
deau,  comogobernador  intendente  de  la  provincia,  fué 
(julio)  un  bando  sobre  policia,  mandando  cumplir  Io§ 
artículos  contenidos  en  la  Instrucción  circular  de  13 
de  enero  de  1813  y  prometiendo  aplicar  irremisible- 
mente las  penas  que  en  ella  se  espresan,  en  vista  del 
total  descuido  y  abandono  en  su  observancia. 

El  pueblo  estaba  acostumbrado  á  mirar  con  la  mayor 
indiferencia  las  disposiciones  que  dictaba  la  autoridad, 
sin  cuidarse,  en  lo  mas  mínimo  de  cumplirlas,  sino 
citando  se  empleaban  medidas  coercitivas.     Si  los  en* 
cargados  de  llevar  á  las  vias  de  ejecución^  aquellas  dis« 
posiones  eran  severos,  ó  poco  condescendientes  con 
los  infractores,  entonces  el  gobernatite  era  caliHcado 
de  déspota  y  tirano.    No  esuba  el  pueblo  habituado 
á  obedecer  y  á  respetar  la  autoridad,  sino  cuando  ésta 
se  hacia  sentir  Qon  mas  ó  menos  rigor,  y  lo  que  en  un 
empleado,  de  cualquiera  categoría,  era  el  cumplimien- 
to de  un  deber,  en  desempeño  de  sus  funciones,  se  atri- 
buía  á  arbitrariedad  por  los  que  quaiian  hacer  su  vo- 
luntad. 

fl8t8-GE]lEBAIi  JVAM  BAMOM   BAIiCABCB  gober* 

nador  intendente  y  comandante  geiieral  de  campaña, 
desde  el  30  de  julio  hasta  noviembre,  que  tuvo  que 
ausentarse  á  aquella,  sustituyéndole  interinamente  el 
coronel  P.  Ibañez. 

En  cumplimiento  de  orden  del  director  Pueyrredon, 
el  gobernador  Balcarce  mandó  publicar  por  b^ndo  lo 


DE   BÚKNOft  AlABS  13 

dispuesto  por  aquél,  en  virtud  de  autorización  del  con* 
greso,  sobre  concesión  de  tierras  en  ia  nueva  Uñea  de 
frontera,  hasta  la  laguna  de  Kaquelhnincul,  donde  de- 
bía construirse  el  Fuerte  de  San  Martin,  para  garan-^ 
tir  la  seguridad  de  la  ca«i paña  por  ese  lado. 

Fué  igualmente  €OX»¡sianadb  por  el  referido  Director, 
para  levantar  ua empréstito^  y,  usando  de  todo  él  llenó 
de  sus  facultades  y  procediendo  con  la  actividad  y  zelo 
que  demandaba  la  gravedad  de  la  urgencia,  espedir  las 
órdenes  convenientes,  parai  queio&i  prestamistas  entt}-^ 
rasen,  en  la  Tesorería,  del  Tri|[^unal  del  Consulado,  la 
cantidad  que  éste  les  había  designado. 

tMi9— COBOIVEL  P£BBO  IBAf  EZ,  gobernador  inte- 
rino, por  ausencia  del  propietario  Balcarce,  durante  los 
primeros  ^ias  de  noviembre,  hasta  el  14  del  propio 
mes,  en  que,  agravándose  la  enfermedad  de  que  adole- 
cía, fué  sustituido  por  el  general  Díaz  Veiez,  en  la  mis- 
ma caiidad  de  interino. 


fl8i9--€}fiJVEB/ÍLii  EIISTOQCIO  BlAz  VCiiEZ,  gober- 
nador inteiinOj  desde  el  14  de  noviembre,  poí* enferme- 
dad del  coronel  Ibnñez  y  en  ausencia  del  propietario 
Balcarce,  hasta  el  9  de  febrero  de  1820  que  renunció  el 
caigr),  sucediéndole  don  M.  de  Irigoyeh,  en  el  gobier- 
no de  la  provincia  é  intendencia  de  policía,  de  que  Dia£ 
Velez  fué  exonerado,  desde  el  ÍO  de  marao  de  1819,  en 
que  el  congreso  nacional  resolvió  separar  la  Intenden- 
cia de  Policía  del  gobierno  de  la  provincia,  nombrán- 
dose provisionalmente  en  la  capital  un  Juez  de  la 
misma.  ^  , 

Afines.de  1819,  laxonstitucion  fué  solemnemente 
jurada  y  puesta  en  planta,  en  las  provincias  que  ha- 
bían concurrido  al  congreso  general.  Ella  habría 
subsistido,  por  algún  tiempo,  si  las  dos  provincias  de 
Santa  Fe  y  Entre  Rios,  en  las  que  el  general  Artigas 
había  hecho  sentir  su  maléfica  influenic^ia,  apoyada  en 


14  PIOVIMOIA 

SUS  recurso^,  y^  á  mas,  en  los  de  las  ardiei>tés  combina- 
ciones, talentos  notorios,  carácter  emfjresario,  pasio- 
nes fogosas  y  demás  cualidades  estraordinarias^  que 
reunía  un  estrangero  ilustre  y  desgraciado,  no  hubie- 
sen apelado  á  las  vias  de  hecho,  invadido  á  las  de  Bue- 
nos Aires.,  disuelto  el  gobierno  general  y  dejado  el  Es- 
Itadoen  acefalia,  como  el  medio  mas  oportuno  para 
llevar  á  ejecución  sus  planes  ulteriores,  que  no  eran 
por  cierto  los  de  la  tan  decantada  federación^  por  mas 
que  se  vociférese  lo  contrarío. 

El  desventurado  don  José  Miguel  Carrera,  que  es  á 
quien  nos  referimos,  fué  el  que  tuvo  la  principal  parte 
y  toda  la  dirección  en  aquella  empresa.  No  pudiendo 
sacar  partido  en  favor  de  sus  designios,  de  la  univer- 
sal suspicacia  de  Arligas,  quien,  en  todo  hombre  de 
talento,  creía  ver — y  con  razón — un  enemigo  mortal  de 
sus  torpezas  y  política  anti  social,  Carreras  tuvo  la 
singular  habilidad,  después  de  haber  estudiado >el  ca- 
rácter del  caudillo  Ramírez,  de  inspirarle  sentimientos 
de  elevación,  y  hacer  que  se  sublevase  contiti  el  pseu- 
do-protector,  de  quien  era  favorecido.  El  éxito  no 
pudo  ser  mas  feliz  para  él,  como  todos  saben.  Arti- 
gas fué  derrotado  por  una  de  sus  tsreaturas,  y  desde 
entonces  toda  la  influencia,  de  que  él  habla  gozado, 
pasó  á  su  vencedor. 

Carreras  nev6  adelante  sus  planes,  apoyado  en  la 
fuerza  moral  y  física,  con  que,  de  sus  resultas,  contó 
desde  luego  el  supremo  de  Entre  Ríos. 

Estos  elementos,  y  los  de  Santa  Fe,  que  obraron  en^ 
combinación,  echaron  por  tierra  el  gobierno' directo- 
rial  y  prodiijeron  la  disolución  del  Estado.  ^Ninguna 
de  las  demás  provincias — que  estaban  sometidas  de 
hecho  y  de  derecho  á  la  autoridad  del  poder  central 
establecido  en  Buenos  Aires— hizo  valer  pretensio-  ' 
nes'  algunas.  En  aquellos  terribles  monjentos,  el 
Cabildo  gobernador  de  Buenos^Aíres  emancipó  oficio- 


•sámente  á  tos  pueblod^ándiGáadolesqa^dibail^  en  toda 
libertad,  para  Gonsuttap  por  si  mismos  asa  seguridad 
-yá  la  defensa  y  conservacto'n  de  sus  derechos. 

]£l  general  Díaz  Velez  falleció  en  Buenos  Aires  el 
4*^  de  abril  de  18a6. 

•   •'  ■       •  .      • 

•WMí,'  gobernador  de  laprovineia-é  intendente  d^  poli- 
oía,  desde  d  9  baste  el  11  de  febrero,  que  ^)  GabHdó 
asumió  el  mando,      mo       . 

No  tuvo,  pues,  ocasión  de  dictar  disposición  algu- 
na, en  su  corto  gobierno  de  dos  dias. 

.i 

fl9««— Eli  CABlliBO,  presidido  por  don  Estévan  Rome- 
ro, titulado  gobernador  de  la  provincia  de  Buenos  Ai- 
res, UR  día,  el  11  de  febrero,  en  que  declaró  ha- 
ber asumido  el  mando  ^universal  de  la  ciudad  y 
provincia;  que  cuidaría  d^  mantener  el  orden  en  todos 
los  ramos  de  la  administración,  espidiendo,  al  efecto 
todas  las  órdenes,  que,  según  las  delicadas  circunstan- 
cias dé  entonces^  condujesen  al  mayor  bien,  felicidad 
y  tranquilidad  de  la  provinciíi,  Ínterin  que,  en  nníón 
con  las  demás,  se  estábeciesen  las  mejores  bases  de 
a&Ociffcion,  conforníe  á  su  decidida  y  manifestada  in-\ 
tencioft-^la/erferacíon.  ' 

flMI«--l!BJVIBIVTE  COIÉOmBIi   IIÍC^UEIí   BB   IBIGO- 

YBit,  gobernador  político,  en  comisión,  y  el  brigadier 
general  Mk^ukl  Bstanisi^o  Soler,  nombrados  por  el 
Cabildo,  dando  al  primero  por  asesor  al  doctor  Juan 
José  Passo,  con  facultad  de  nombrar  á  su  arbitrio  el 
secretario  que  le  pareciese,  espidiéndose  por  medijO  de 
éate^iel  de&paetho  de  los  respeótivos  departamentos 
desgobierno  y  hacienda  da  la  provincia,  y  al  segundo 
el  cargo  de  comandante  general  de  las  fuerzejs  de  mar 
y  tiei^xa  de  la  provincia,  cou  el  departameoto  de  guerra, 
y>^evitades  de  proponed  todas  las  reformas,'  que  ore- 


16  PBOVIIICIA 

y  era  convenientes,  al  Ayuntamiento^  del  mismo  modo 
que  ios  oñciales  generales  y  oabos  subalternos;  reser- 
vándose empero  la  Municipalidad  reglamentar  et  sis.- 
tema  de  la  administración  publica  de  la  provincia^  y 
acordando  al  mismo  tiempo  la  elección  de  doce  electo*  . 
res,  para  el  nombramiento  de  gobernador  propietario. 

fl99«-rD»  JUAN  PEDRO  AGVIRBB,  alcalde  de  pi^nva^ 
vo^to^  gobernador  interii^o,  entré  tanto  se  posesionaba 
del  gobierno  el  electo  gobernador  provisorio  don  Ma- 
nuel, de  Sarratea. 

Desempeñó  el  cargo  desde  el  16  hasta  el  18  defebre* 
ro,'  es  decir,  8  días. 


GOBERNADORES  DE  PROYINCIA 

tflit^— B.  MAivvEiii  Bi: :  liABBATiSA,  PRIMER  gober- 
nador y  capitán  general  de  la  provincia,  nombrado  por 
la  Junta  Electoral  el  16  de  febrero  con  calidad  de  provi- 
sorio y  hasta  que  pudiera  reunirse  el  voto  de  la  cam- 
paña, y  puesto  en  posesión  del  cargo. el  18,  por.h^ll:ars€> 
ausente  de  la  ciudad,  cuando  tuvo  lugar  su  elección. 

£1  2S^da  febrero,  el  gobernador  Sarratea  saii6  ái-la 
campaña,  con  el  objeto  de  conferenciar  con  los  getes 
del  ejército  federal^  y  quedó  desempeñando-  interirta- 
mente  sus  funciones,  por  elección  de  la  Junta  de  Re- 
presentantes, el  gefe  interino  del  Estado  Mayor,  gene^ 
ral  Quintana. 

Bl  objeto  de  la  salida  del  gobernador  Sarratea  ftié  et 
concluir,  como  en  efecto  concluyó  el  23  del  mismo  mes, 
en  el  Pilar,  una  convención  entre  él,  como  gobernador 
de  Buenos  Aires,  don  Estanislao  López,  gobernador 
de  la  provincia  de  Santa  Fe,  y  don  Fraooisco  Ramírez/ 


DB   BUBNOS   AÍKBS  17 

de  la  úe  Entre  Rios,  con  el  fin  de  poner  término  á  la 
guerra  suscitada  entre  dichas  provificias,  proveer  á  la 
seguridad  de  ellafe  y  concentrar  sus  fuerzas  y  recursos 
en  un  gobierno  federal. 

fl8t«— CKIVfiBAIi  HlIiABlOIV  D£  LA  fllUNTAIVA,  ge- 
fe  interino  del  Estado  Mayor,  gobernador  interino,  elec- 
to por  la  Junta  de  Representantes  el  22  de  febrero, 
durante  la  ausencia  del  provisorio  Sarratea,  que  salió 
á  campaña,  para  conferenciar  con  los  gefes  federales, 
López  y  Ramirez,  con  quienes  concluyó  el  célebre  tra- 
tado del  Pilar,  el  23  del  miámo  mes. 

Aprobado  y  ratificado,  á  las  dos  de  la  tarde  del  24  de 
febrero,  el  referido  tratado,  por  la  Junta  de  Represen^ 
tantes  electores,  senore^T.  M.  de  Anchorena,  Antonio 
José  de  Escalada,  Manuel  Luis  de  Oliden,  J.  J.  C.  de 
AnchoKena,  Vicente  López,  VictorioGarciadeZúñiga, 
Sebastian  de  Lezica  y  Manuel  Obligado,  el  goberna- 
dor Quintana,  el  mismo  día,  lo  mandó  publicar  por 
bando,  con  toda  solemnidad  y  dispuso  que  se  ilumina- 
sen las  calles  de  la  ciudad,  por  tres  noches  sucesivas 
de  los  dias  2¿,  25  y  26  de  febrero,  cantándose  en  acción 
de  gracias  al  Todopoderoso  un  solemne  Te-Deum  el 
domingo  27,  en  la  catedral,  con  asistencia  de  las  corpo- 
raciones de  la  nrovincia. 

El  25  de  febrero  entraron  los  generales  del  ejército 
federal,  López  y  Ramirez,  con  el  gobernador  Sarratea, 
y  el  26  entró  el  ejército  esterior  hasta  la  plaza  de  la  Vic- 
toria, donde  fué  recibido  por  el  espresado  gobernador, 
quien,  después  de  mandar  retirar  el  citado  ejército^ 
que  fué  proclamado  de  un  modo  enérgico  y  militar  por 
su  gefe,  el  general  Soler,  marchando  en  seguida  á 
sus  cuarteles,  pasó  acompañado  de  éste,  á  la  sala  ca- 
pitular, en  donde  eran  esperados  por  el  alcalde  de  2" 
voto,  presidente  del  Cabildo. 

La  paz  fué  celebrada  con  salvas,  3  noches  de  ilumi^ 

2 


Í8  PROVINCIA 

nación  y  músicas.  Por  enfermedad  del  gobernador  é 
imposibilidad  de  concurrir  en  muchos  de  los  capitula- 
res, la  misa  de  gracias  no  se  verificó  el  dia  designado 
por  el  gobernador  Quintana,  sino  eí  2  de  marco. 

Los  amigos  de  la  pseudo— federación  acogieron  á 
los  signatarios  del  tratado  del  Pilar,  como  'á  héroesi 
modelo  de  los  hombres  libres,  v  los  contrarios  clama- 
ban  y  lloraban  el  vilipendio  de  la  provincia. 

Apesarde  hallarse  de  regreso  en  la  capital  el  gober- 
nador Sarratea,  desde  el  25  de  febrero,  no  tomó  pose- 
sión del  cargo  sino  el  I'' de  marzo,  en  cuyo  dia  cesó 
Quintana. 


t^to— ».  illA!líV£L  DE  ^ARRATKA,  provisorio,  des- 
pués, de  haber  celebrado  la  paz  con  los  gefes  federa- 
les, concluyendo  un  tratado  en  la  Capilla  del  Pilar. 

El  6  de  marzo,  el  pueblo  reunido  en  Cabildo  abierto^ 
en  la  plaza  de  la  Victoria,  manifestó  no  ser  el  goberna- 
dor Sarratea  de  su  confianza,  porque>  fuera  de  otras 
causas,  acababa  de  entregar  armamento  y  vestuarios 
al  ejército  federal,  siendo  su  administración  proviso- 
ria y  sin  autoridad  para  negocio  de  tanta  importancia. 
En  consecuencia,  pedía  su  cese  en  eí  momento,  nom- 
brándose sujeto  de  toda  confianza  pública;,  que  lleva- 
se la  administración  con  el  pulso  que  las  circunstan- 
cias requerían. 

Justificado  el  hecho  de  haber  el  gobernador  Sarra- 
tea mandado  entregar  armamento  y  municiones  al 
ejército  federal,  el  Cabildo  y  todos  los  ciudadanos  pre- 
sentes resolvieron  unánimemente  la  separación  de  Sar- 
ratea y  proceder,  acto  continuo,  á  elegir  en  su  lugar 
otro  gobernador  y  capitán  general,  no  por  la  Junta  de 
Representantes,  que  se  hallaba  incompleta,  sino  por 
votos  individuales  de  todos  los  ciudadanos.  Efectua- 
do estOj  á  las  cuatro  de  la  tarde,  se  dio  por  terminada 
la  votación,  resultando  electo  por  gran  mayoría  de  vo- 


DE   6TJEK08   AIR'BS  19 

/  tos  el  general  J.  R.  Balcarce,  gobernador  y  capitán  ge- 
neral de  la  provincia.  ' 

La  única  disposición  que  le  fuera  dado  dictar  á  Sarra- 
tea,  durante  este  corto  tiempo  de  sa  administración, 
fué  la  orgahizacion  del  ministerio  provincial,  adaptada 
á  la  nueva  forma  de  gobierno,  introduciendo n una  eco- 
nomía compatible  con  las  rentas  de  la  provincia. ' 

El  despacho  de  los  departamentos  de  gobierno  y  ha- 
cienda quedó^  desde  el  1°  de  marzo,  á  cargo  de  un  solo 
secretario  con  4  oficiales,  para  el  de  gobierno  y  con  3, 
para  el  de  hacienda,  declarando  cesantes  todos  los  de- 
más oficiales  que  servían  en  dichos  departamentos. 

fg^tO— GS::«KRAfii  JÜA^  RíÍlIMO.^  UAfiiCABCli:,  Electo, 
en  Cabildo  abierto'^el  6  de  marzo,  hasta  el  11  del 
mismo  mes,  que  fué  derrocado  á  su  vez  y  repuesto 
Sarratea. 

A  los  pocos  minutos  de  tomar  posesión  del  cargo, 
anunció  á  los  gobernadores  de  Santa  Fe  y  Entre-Rios, 
López  y  Ramirez,  hallarse  completamente  autorizado, 
para  hacer  cumplir  y  guardar  el  tenor  literal  del  trata- 
do de  paz  firmado  por  los  3  gobernado^'es  de  Buenos 
Aires,  Santa-Fe  y  Entre-Rios. 

Ramirez  calificó  el  movimiento  de  tumultuario  y  par- 
to de  la  facción  de  los  tiranos,  é  impartió  órdenes  á 
gefes  de  la  dependencia  del  gobierno,  para  que  se 
reuniesen  ásu  ejército,  con  el  fin  de  spfocár  el  acto 
que  el  pueblo  de  Buenos-Aires  acababa  de  practi- 
car, con  la  mayor  dignidad. 

En  consecuencia,  el  gobernador  Balcarce  ofició  á 
Ramirez  intimándole  suspendiese  todo  procedimiento 
hostil  y  haciéndole  responsable,  ante  la  patria,  en  caso 
contrario,  de  cuantos  desastres  siguiesen. 

El  ejército  federal,  desatendiendo  la  intimación,  avan^ 
zó.  sóbrela  ciudad  y  se  situó  frepte  ala  Chacarita  de 
los  Colegiales,  donde  se  le  reunieron  muchas  partidas 


20  PROVINCIA 

délos  fugados  de  la  capital,  haciendo  sus  correrías, 
por  medio  de  piquetes  destacados  de  aquél,  hasta  el 
interior  de  las  calles  principales. 

En  vista  de  esto,  el  gobernador  Balcarce  determinó 
salir  al  frente  del  cuerpo  de  Aguerridos^  á  cumplir  su 
palabra  empeñada,  é  invitó  al  pueblo  á  reunírsele  el 
dia  10,  en  la  plaza  de  la  Victoria,  donde  iba  á  formar 
las  tropas,  para  partir.  Durante  su  ausencia,  dejó 
encargado,  para  la  defensa  interior,  al  general  Ma- 
tías Irigoyen  y,  para  el  gobierno  político,  al  teniente 
coronel  Miguel  Irigoyen,  como  delegado,  erijiendo  al 
mismo  tiempo  un  tribunal  de  vigilancia,  para  toda  clase 
de  personas,  sin  escepcion  de  fueros,  compuesto  délos 
señores  coronel  Juan  Ramón  Rojas,  doctor  Vicente 
López,  don  Manuel  Bonifacio  Gallardo  y,  asesor  sin 
voto,  el  doctor  Miguel  Villegas. 

Esta  disposición,  dictada  por  Balcarce,  no  llegó  á 
ponerse  en  ejecución^  pues,  á  pesar  de  todas  las  me- 
didas que  adoptara,  las  tropas  del  ejército  federal^  lle- 
vando divisa  con  el  lema  de  /  Vioa  la  patria  y  lafede-- 
ración!  y  las  del  general  Soler  que  se  habían 
incorporado  á  las  de  López  y  Ramírez,  entraron  en  la 
plaza  de  la  Victoria  el  dia  11.  El  general  Alvear,  que 
también  se  hallaba  allí,  estuvo  á  riesgo  de  perder  la  vi- 
da, á  no  haberse  interpuesto  algunos  amigos  del  orden 
que  consiguieron  salvarle,  no  sin  dificultad  y  aun  con 
peligro. 

Ese  fué  un  momento  de  confusión  v  desorden.  Los 
partidarios  de  Balcarce  y  de  Pueyrredon  corrían  mu- 
cho riesgo,  pues  los  contrarios  gritaban  en  la  plaza: 
ahora  va  á  correr  sangre^  ahora  la  van  á  pagar  todos 
los  picaros  partidarios  de  Pueyrredon,  todos ^  todos ^ 
si,  todos.  Felizmente  no  pasó  de  amenazas,  al  menos 
en  el  recinto  de  la  plaza;  no  así  en  otros  puntos  de  la 
ciudad,  no  distante  de  alHy  dof*de  hubo  algunas  vícti- 


DB   BUENOS   AIBBS  21 

mas  sacrificadas  al  furor  de  la  malhadada  y  cara/e- 
aeración . 

Las  tiendas  y  casas  de  trato  y  las  de  familia  perma- 
necieron cerradas,  desde  la  mañana  del  11,  y  á  pe- 
sar de  haberse  dictado  órdenes  rigurosas,  para  que, 
á  la  señal  de  3  cañonazos  de  la  Fortaleza,  se  presen- 
tasen, en  la  plaza  dS  la  Victoria  y  calles  circunvecinas, 
todos  los  ciudadanos  capaces  de  tomar'armas,  á  caba- 
llo ó  ápié,  ninguno  se  presentó,  sino  cuando  entró  el 
ejército  JederaL 

gobernador  político,  delegado  de  Balcarce,  nombrado 
para  el  caso  que  éste  hubiese  salido  á  campaña  contra 
el  ejército  federal,  pero,  como  éste  no  diese  lugar  á  la 
proyectada  salida  del  gobernador  Balcarce,  por  haber 
aquél  estendido  sus  |)artidas  en  todas  direcciones^  el 
nombramiento  de  Irigoyen,  hecho  el  9de  marzo,  que- 
dó sin  efecto.  Y  en  vez  de  obrar  en  la  ofensiva,  Bal- 
carce no  tuvo  tiempo  de  hacerlo  ni  en  la  defensiva. 


• 

■^ 

I 


48t«— B.  MAMlJEIi  BE  SABBATEA,    repuesto     á    las 

tres  y  media  de  la  mañana  del  11  al  18  de  marzo,  hasta 
el  2drtmayo,  que  la  Junta  de  ReprBsentantes  acordó 
su  cese, — tanto  á  virtud  de  sus  repetidas  renuncias, 
fundadas  en  el  quebrantamiento  de  su  salud,  cuanto  por 
otras  consideraciones  de  conveniencia  pública, — y 
el  nombramiento  de  gobernador  interino  en  la  perso- 
na de  don  Ildefonso  Ramos  Mejía,  como  Presidente  de 
la  Junta  de  Representantes. 

He  aquí  una  relación  de  los  sucesos  ocurridos  desde 
el  6  hasta  el  18  de  marzo. 

Estando  reunidos  los  miembros  del  Cabildo  en  su 
sala  capitular  (6  de  marzo),  se  recibió  una  representa- 
ción en  3  distintos  pliegos,  fechados  en  la  plaza  de  la 
Victoria  á  6  de  marzo  y  suscritos  por  165  individuos, 
manifestando  que  el  señor  Sarratea  no  era  de  su  con- 


22  PROVINCIA 

fianza,  y  además  acababa  de  entregar  armamento  y 
vestuario  al  ejército  federal  y  pidiendo  su  cese  inme- 
diatamente. 

El  pueblo  se  agrupó,  en  seguida,  en  la  sala  capitular; 
dióse  lectura  de  la  representación,  y  después  de  algu- 
nas lijeras  discusiones,  el  general  Soler,  que  allí  se  ha- 
llaba, con  el  gefede  Estado  Mavor,  Quintana,  pidiendo 
la  palabra,  exhibió  2  órdenes  libradas  por  Sarratea,  con 
fecha  4  de  febrero,  una,  dirigida  al  comandante  de  la 
sala  de  armas,  para  entregará  don  Francisco  Martínez 
800  fusiles  de  buena  calidad  y  servicio  y  800  sables  de 
las  mismas  condiciones,  y  la  otra,  para  el  comandante 
del  Parque,  para  entregar  también,  al  referido  Martí- 
nez, 25  quintales  de  pólvora  de  fusil  y  85  quintales  de 
plomo  en  balas,  con  calidad  de  dar  Martínez  en  opor- 
tunidad directamente  cuenta  de  su  inversión;  esponien- 
do que,  aunque,  por  su  parte,  había  contradicho  y  re- 
sistido el  cumplimionto  de  estas  órdenes,  no  lo  había 
podidp  lograr  y  se  habían,  verificado  las  entregas,  loque 
hacía  presente  al  Ayuntamiento  y  al  pueblo,  allí  reuni- 
dos, para  evitar  toda  responsabilidad  en  esta  materict, 
que  la  consideraba  de  suma  gravedad. 

Justificado  así  el  hecho  y  por  hallarse  incompleta  la 
Junta,  se  resolvió  unánimemente  la  separación  de  Sar- 
ratea, yseelijió  por  votos  individuales  de  todos  los 
ciudadanos,  que  debían  prestarlos  por  su  propia  voz, 
ante  el  Ayuntamiento,  al  general  Juan  Ramón  Balear- 
ce,  quien  se  recibió  el  mismo  dia  6,  publicándose  por 
bando  y  circulándose. 

En  este  estado,  el  Ayuntamiento,  no  dejando  prever 
el  término  fatal  que  llegaría  á  tener  el  movimiento  po- 
pular del5y  6  de  marzo,  consideró  conveniente  mante- 
nerse reunidos  en  la  sala  capitular,  con  el  fin  de  reme- 
diar algunos  males  consiguientes  á  tal  situación.  Con 
este  motivo,  se  observó  que,  como  á  las  diez  de  la  no- 
che, se  rompió  un  fuego  no  interrumpido  de  fusilería 


DK  J^^KirOa  AIRES  $SB 

.  en  la  Fortaleza  y  plaza  déla  Victoria.  Serenado,  al- 
gún tanto  el  movimiento  y  tomádose  conocimiento.de 
la  ocurrencia,  resultó  que  .  la  tropa  de  Agu^rridoSj 
Casadores,  Argentinos  y  de  otvos  cuerpos,  que  guar- 
necían la  Fortaleza,  se  habían  sublevadp,  marchando 
para  afuera  de  la  ciudad.  El  Cabildo  deterniinó  enton- 
ces hacer  compai'ecer  al  mayor  de  plaza,  quiejí  instru- 
yó haber  quedado  la  Fortaleza  pon  parte  de  la  guardia 
ordinaria  cívica,  el  primer  tercio  .y  ixlgutios  Argentí- 
nosy  htibiéndose  evadido  el  general  Juan  Ramón  Bal- 
caree,  con  los  de  su  comitiva  por  el  fo$o  del^ur.  Su- 
cesivamente, se  tuvo  avisos  de  haber  partido  el 
cuerpo  de  Aguerridos,  que  se  hallaban  en  su  cuartel^ 
los  dragones  de  la  piaza^  que  lo  estaban  en  el  suyo, 
abandonando  la  custodia  de  los  presos,  que  en  él  había, 
y  haber  hecho  lo  mismo  los  del  piquete, 

El  Cabildo  entóncee  acordó  haber  llegado  el  caso  de 
tomar  por  sí  las  providencias  conducentes  á  conservar 
algún  orden  y  precaver  la  perpetración  de  espesos, 
consiguientes  á  la  falta  de  autoridad  superior.  En 
consecuencia,  hizo  compareqer  al  coronel,  comandante 
del  primer  tercio  cívico  de  infantería,  don  Luciano 
Montes  de  Oca,  por  conducto  del  sargento  mayor  don 
Estovan  Bonorino,  é  impuesto,  por  dicho  coronel,  que 
se  hallaban  bajo  ?u  mando  como^  200  hombres  de  su 
cuerpo,  se  le  impartieron  órdenes^  para  que  pusiese 
la  tropa  necesaria  á  disposición  del  Ayuntaipiento,  con 
el  fin  de  cubrir  los  puntos  abandonados  masí  precisos, 
encargándole  estrechamente  evitara  todo  rompimiento 
de  fuego,  disimulando  cualquiera  salida  de  tropa  que 
se  notara,  para  impedir  choques  que  causasen  ,  desas- 
tres.  .  >     ^ 

.  Dispuso  también  pasase  á  la  Fortaleza  el  rejidor  don 
Ramón  Villanueva,  acompañado  del  mayor  de  pla,za  y  , 
el  ayudante  de  ella,  Monterola,  con  el  fin  de  arreglar 
Ja  guardia  de  la  Fortaleza  y  jecojer  las  llavcts  ..de  las 


24  PBOTWCIA 

habitaciones,  que  se  encontraron  abiertas,  determinán- 
dose el  que,  sobre  todo,  se  diese  parte  al  gobernador 
Sarratea,  haciéndole  presente^  al  mismo  tiempo,  que 
el  Ayuntamiento  no  tenia  en  aquellos  momentos  mas 
tropas  para  la  conservación  del  orden  público  que  el 
corto  número  de  infantería  cívica  ya  espresado;  y  que, 
sin  embargo,  tomaba  todas  las  medidas  posibles,  para 
no  abandonar  la  suerte  del  pueblo  á  sus  propias  ma- 
nos, mientras  que  Sarratea,  como  gobernador  de  la 
provincia,  informado  de  tan  inesperada  ocurrencia, 
viniera  rápidamente  á  tomar  el  mando,  á  lo  que,  por  su 
parte,  lo  interesaba  el  Ayuntamiento  anticipara,  si  le 
pareciera  conveniente,  alguna  tropa  para  cubrir  las 
primeras  atenciones  de  la  guarnición,  etc.,  hasta  que 
el  referido  gobernador  se  presentara  en  esta  ciudad  á 
ejercer  su  mando  y  prestar  los  servicios  que  el  público 
y  su  empleo  le  demandaban;  c^iyo  parte  se  le  dirigía  á 
las  tres  y  media  de  la  mañana  del  dia  12. 

Al  amanecer  de  este  dia,  se  recibió  un  oficio  del  gene- 
ral Francisco  Ramírez,  que  avisaba  al  Ayuntamiento 
haberse  presentado  varios  cuerpos  de  tropas,  sustrai- 
dos  á  la  obediencia  del  general  Balcarce,  y  que  se  ha- 
llaba á  las  orillas  de  la  ciudad,  esperando  solamente, 
para  entrar,  que  el  Ayuntamiento  le  instruyese  lo  con- 
veniente del  estado  del  pueblo  y  de  sus  determinacio- 
nes en  el  caso.  Y  teniendo  en  consideración  que  por 
el  parte  dirijido,  horas  antes,  al  gobernador  Sarratea, 
ya  quedaría  informado  dicho  general  Ramírez  de  todo, 
el  Cabildo  ordenó  se  archivara  el  oficio,  y  de  palabra 
se  contestase  al  conductor  don  Lucio  Mansilla,  con  lo 
cual  y  con  la  entrada  de  las  tropas  en  la  plaza,  conclu- 
yó el  acuerdo  del  Cabildo, 

El  14,  el  general  Ramírez  dirijió  al  gobernador  de  la 
provincia  un  oficio,  que  fué  comunicado  orijinal  al  Ca- 
bildo, en  que  aquél  pedía  los  ausilios  de  armas,  ves- 
tuarios y  municiones  convenidos  en  el  célebre  tratado 


I 

DB   BÜEÜOS   AIRBS  2& 

I 

del  Pilar  y  que  se  duplicase  su  número  por  el  nuevo 
servicio  del  ejército  federal^  á  saber:  500  fusiles,  500 
sables,  25  quintales  de  pólvora  etc.,  y  que  se  repetiría 
según  las  necesidades  de  aquel  ejército,  por  el  interés 
de  esta  ciudad  y  de  las  dennás  provincias  de  la  Federa- 
don.  Pedía  además  un  vestuario  y  una  corta  gratifi- 
cación para  la  tropa,  al  arbitrio  del  gobernador. 

Sobre  este  asunto  de  tanta  gravedad  y  tan  humillan- 
te para  la  provincia  de  Buenos  Aires,  se  convocó  á  la 
Junta  de  Representantes  y  al  gobernador,  juntamente 
con  el  Cabildo,  y  así  reunidos,  acordaron  que,  para 
que  evacuase  la  provincia  cuanto  antes,  se  diese  á  Ra- 
mirez  inmediatamente  los  vestuarios  y  ausiliós  de  di- 
nero que  pedia,  dejando  á  la  prudencia  del  gobernador 
el  determinarla  cantidad,  en  vista  del  notorio  decaden- 
te estado  del  erario  público;  y  en  cuanto  á  las  armas  y 
municiones,  que  se  leeirtragasen  en  Santa-Fe  ó  Para- 
ná, después  de  haber  evacuado  dicho  ejército  el  terri- 
torio de  la  provincia  remitiéndolo  por  este  gobierno  á 
flote  ó  por  tierra. 

Como  el  cuartel  general  de  Ramírez  era  un  asilo  pa- 
ra los  desertores,  desde  soldado  hasta  general  inclusi- 
ve, se  resolvió  pedirá  Ramírez  no  continuase  abrigán- 
dolos, en  obsequio  de  la  armonía  que  debía  existir 
entre  los  federales . 

El  18  de  marzo,  el  gobernador  Sarratea  dirigió  cir- 
culares á  los  Cabildos  de  las  provincias,  trascritas  á 
los  gobernadores  intendentes  de  las  mismas  yásus 
tenientes,  parala  reorganización  de  las  autoridades 
nacionales,  que  quedaron  disueltus,  desde  el  11  de  fe- 
brero, en  que  el  Cabildo  asumió  el  mando  de  la  provin- 
cia de  Buenos  Aires. 

Sarratea  revocó  (20  de  marzo)  la  donación  de  tierras, 
en  el  Rincón*  del  Toro,  hecha  al  general  Eustoquio 
Diaz  Velez,  con  perjuicio  de  un  considerable  número 
de  familias  que,  de  tiempo  anterior,  se  hallaban  pobla- 


26  .PROViMCIA    ' 

.  das  en  el  expresado  Rincón: — dictó (22  de  marzo)  los 
trámites  requeridos  para  la  concesión  de  pasaportes; — 
espidió  (l°.de  abril)  un  bando  sobre  policía  municipal, 
con  arreglo  á  las  difíciles  y  peligrosas  circunstancias 
<}e  la  época : — suspendió  (18  de  abril)  e\  cobro  de  diez- 
mos en  los  campos  de  Marihuencul,  hasta  la  resolución 
de  la  Legislatura  de  la  provincial:— suprimió  (20  de 
abril)  las  comandancias  militares  de  la  Ensenada,  San 
Fernando,  San  P/üdro,  Baradero,  San  Nicolás  de  los 
Arroyos,  Pilar,  Arrecifes  y  Canadá  de  la  Cruz,  que 
quedaron  ,á  cargo  de  sus  inmediatos  jueces  territo- 
riales. • 

Et  1^  de  mayo  se  reunió  la  Junta  de  Representantes, 
para  acordar  los  graves  negocios  indicados  en  los  tra— 
tados  de  paz,  celebrados  por  la  administración  Sarra- 
tea,  con  los  gobernadores  de  Santa  Fe  y  Entre--Rios, 
El  primer  paso  dado  por  dicha  corporación  fué  admitir 
el  cese  en  la  administración  del  gobernador  Sarratea, 
confiriendo  el  mando  de  la  provincia  interinamente,  el 
2  de  mayo,  en  la  persona  de  don  I.  Ramos  Mejía. 

Don  Manuel  de  Sarratea  falleció  en,  Liraoges,  Fran- 
cia, el  21  de  setiembre  de  1849,  siendo  ministro  argen- 
tino cerca  de  aquella  corte. 

Sarratea  cursó  sus  estudios  con  mucho  provecho 
en  el  colegio  de  Vergara,  en  España.     Después  de 
una  larga    residencia,  en  Madrid,  regresó  á  so  pa- 
tria,  Buenos    Aires,  á  cuya    emancipación    política 
contiibuyó    poderosamente.     Fué    nombrado    suce— 
,    siva^iente  miembro  del  P.  E.  en  1811;   comandante 
.    con  el  título  degenera!,  en  representación  del  gobier— 
..   no,  del  ejército  sitiador  de  Montevideo,   ocupada  por 
los  españoles;  comisionado  del.  gobierno  en  181,4;  go- 
bernador de  Buenos  Aires  en  1820,  ministro  plenipo- 
.    tenciario  pn  Inglaterra  en  1825,  enviado  estraordina- 
.    rio  en  Rio  Janeiro  en  1838;  enviado  estraordinario   y 
.    ministro  plenipotenciario  del  gobierno  de  Buenos  Ai- 


DE    BUBK08   AIBBS  27 

res  cerca  del  de  Francia,  desde  1841,  hasta  su  falleci- 
miento  en  Limoges,  á  su  regreso  de  un  viage  á  los  Pi- 
rineos. 

Sus  restos  fueron  conducidos  á  París  por  su  secre- 
tario y  amigo,  actualmen^  ministro  plenipotenciario 
en  aquella  corte,  don  Mariano  Balcarce,  y  depositados 
en  la  bóveda  de  la  Iglesia  de  St.  Philippe — du-f^Roule, 
hasta  el  12  de  julio  de  1850  que  llegaron  al  puerto  de 
Buenos  Aires,  donde  se  de.sembarcaron  el  16  enunbo- 
te  de  guerra  nacional,  acompañados  del  coronel  José 
María  Pinedo,  y  del  teniente  (hoy  coronel)  AWaró  Al- 
zogaray.  En  tierra,  fueron  recibidos  por  el  doctor  Mi- 
guel García,  presidente  de  la  Junta  de  Representantes 
y  de  los  edecanes,  de  todo  uniforme,  general  Felipe* 
Heredia,  coroneles  Antonio  Toli  y  Ramón  Rodríguez, 
mayor  Victoriano  Aguilar  y  capitán  del  puerto  Pedro 
Xiraeno  y  los  parientes  del  finado.  El  ataúd  que  los 
conducía  fué  colocado  en  un  coche  fúnebre  y  couduci-  - 
do  á  la  Recoleta,  seguido  de  dos  carruages. 

fl8«0— 9.  ILBKFO^VI^O  RAiiOiS  MEjf.^,  Pi^esidente  de 
la  Junta  de  Representantes,  en  ejercicio  del  P.  E.,  por 
deposición  de  Sarratea,  desde  el  2  de  mayo  hasta  el  7 
de  juniOj  que  fué  nombrado  gobernador  y  capitán  ge- 
neral  en  propiedad,  por  ocho  meses,. 

Para  obviar  embarazos  á  la  penosa  administración 
del  gobernador,  la  Junta  nombró  un  consejo  cerca  de 
su  persona,  con  voto  consultivo,  en  los  casos  que  qui- 
siera oir  su  dictamen,  cuando  lo  creyese  conve- 
nientes, y  resolutivo  en  los  que  mas  adelante  .se  indi- 
can. Componíase  el  espresado  Consejo  de  los  señores 
doctores  Juan  José  Passo,  Tomas  Manuel'  Anchorena 
y  Mariano  Andrade,  con  dos  suplente?,  para  los  casos 
de  enfermedad,  ausencia  íi  otro  impedimento.  legal,  que 
lo  eran  el  brigadier  Miguel  Azcuénagay  don  Manuel 
Hermenegildo  Aguirre  Lojarrota. 
El  gobernador  Ramos  Mejía  no  había  de  entromefer- 


28  PROVINCIA 

se  en  ejercer  jurisdicción  alguna  civil  ó  criminal  de  / 
oficio,  ni  á  petición  de  parte,  ni  alterar  el  sistenia  de 
administración  dejusticia,  según  las  leyes;  pero  si  po- 
día capturaré  mantener  detenido,  con  la  seguridad  com- 
petente, en  cualquier  punto  déla  provincia,  á  toda  per- 
sona que  de  otro  modo  la  considerase  sospechosa  al 
orden  y  tranquilidad  del  país. 

No  podía  imponer*  pechos,  ni  contribuciones  ni  au- 
mentos de  derechos  de  ninguaa  clase,  directa  ni  indi- 
rectamente; pero  sí  empréstitos  que  nunca  pasasen  de 
200,000  pesos. 

aNo  podía  crear  mas  papel  que  el  que  se  le  había 
asignado,  ni  nuevos  empleos,  ni  proveer  grados  de  co- 
ronel mayor,  brigadier,  ni  menos  prebendas  eclesiásti- 
cas, ni  aumentar  sueldos;  pero  sí  podía  reformar  los 
empleos^ 

No  podía  celebrar  tratados  de  paz,  ni  de  alianza,  ni 
"  entablar  negociaciones  al  intento  con  ningún  gobierno, 
ni  declarar  la  guerra,  etc.,  etc. 

Con  todas  esas  restricciones  y  otras  que  omitimos, 
el  gobernador  Ramos  Mojla  inició  sus  tareas  adminis- 
trativas consultando  á  la  Junta  de  Representantes,  si 
se  podría  permitir  á  los  individuos  del  estinguido  Con- 
greso continuar  su  arresto  (que,  para  complacer  á  Ló- 
pez y  Ramírez,  había  sido  ordenado  por  Sarratea)  en 
sus  casas,  ó  en  la  ciudad,  hasta  la  conclusión  de  la 
causa.  LaJunla  resolvió  fuesen  puestos  en  libertad, 
fiin  el  menor  gravamen,  los  de  las  provincias  libres,  y 
guardasen  arraigo  dentro  de  la  provincia,  los  de  Bue- 
nos-Aires. 

Ordenó  (5  de  mayo)  la  presentación  de  los  créditos 
reconocidos  contra  el  Estado: — promulgó  (13  de  mayo) 
la  ley  suspendiendo  el  pago  de  algunos  créditos  contra 
el  Estado. 

Fué  nombrado  (18  de  mayo)  por  la  Junta  de  Repre- 
sentantes el  doctor  Matías  Patrón»  diputado  á  San  Lo- 


DE   BVfiKOS   AlBES  39 

renzo,  en  representación  de  Buenos  Aires,  en  cumpli- 
miento del  pacto  celebrado  con  las  provincias  de  Santa- 
Te  y  Entre-Rios,  el  23  de  febrero  en  la  Capilla  del  Pilar. 
Mandó  tomar  razón  en  la  contaduría  de  los  créditos 
contra  la  provincia  (23  de  mayo). 

^e  suprimió  (27  de  mayo)^el  derecho  de  alcabala  en 
laventay  reventa  de  esclavos. 

Arbitráronse  (27  de  mayo)  recursos  para  el  pago  de 
deudas,  contraídas  á  nombre  de  todas  las  provincias, 
en  las  anteriores  administraciones. 

El  gpbernador  Ramos  Mejía  no  llegó  á  terminar  el 
período,  por  que  hab'^a  sido  nombrado,  pues  el  20  de 
junio  presentó  su  dimisión,  la  que  fué  aceptada  por  la 
Junta  de  Representantes,  debiendo  depositare!  bastón 
en  el  Cabildo. 

Los  gefes  y  oficiales  de  milicias  de  campaña  desde  el 
campamento  del  ejército  liberal  al  frente  del  Lujan^ 
á  16  de  junio,  habían  dirigido,  al  Cabildo  de  aquella  Vi- 
lla, una  representación,  en  que  declaraban  que  la  vo- 
luntad general  de  la  campana  era  que  se  repusiese  al 
general  Soler  en  el  mando  de  capitán  general  de  las  ar- 
mas, de  qué  había  sido  despojado  por  el  gobierno,  y  se 
tuviese  y  reconociese  á  dicho  Soler  por  gobernador  de 
la  provincia.  Agregaban  que  na  reconocerían  por  gefes 
de  los  departamentos  de  campaña,  sino  á  los  que  el  brij 
gadier  Soler  nombrase;  que  no  obedecerían  mas  órde- 
nes que  las  de  éste,  jurando  y  protestando  salvar  el  país 
de  los  riesgos  que  les  amenazaba  la  fuerza  armada  que 
en  los  bandos  del  gobierno  se  les  anunciaba,  mantener 
la  alianza  con  las  provincias  vecinas,  todo  con  el  sacri- 
ficio de  sus  vidas,  si  fuera  necesario,  y  siempre  á  la  ca- 
beza de  ellos  á  su  gobernador  y  capitán  general  Soler. 

En  vista  de  esta  representación,  el  Cabildo  de  Lujan 
mandó  reconocer  ^1  brigadier  Soler  por  gobernador  y 
capitán  general  de  la  provincia  y  lo  comunicó  á  éste, 
para  su  conocimiento  y  efectos  consiguientes.     Soler 


30  PROVINCIA 

contestó  que,  hallándose  existente  en  su$  funciones  la 
Junta  de  Representantes,  deseaba  obtener  la  resolución 
de  ésta  sobre  el  reconocimiento  de  gobernador,  decre- 
tado en  su  persona. 

Entonces  Soler  rennitió  copia  de  la  referida  repre- 
sentación al  Cabildo  de  Buenos  Aires,  mandando  al 
mismo  tiempo  una  diputación  cerca  de  la  Junta  de  Re- 
presentantes, compuesta  del  auditor  de  su  ejército, 
doctor  Bernardo  Pereda  Saravia  y  del  regidor  de  la 
Villa  de  Lujan,  don  Santos  Quevedo. 

El  general  Soler  creyó  conveniente  dirigir  el  oficio, 
á  que  se  acaba  de  hacer  referencia,  al  Cabildo  de  B\ie- 
nos  Aires,  áfin  de  que  éste  coadyuvase  ala  transacción 
del  asunto  que  motivaba  el  envío  de  la  comisión.  El 
Cabildo  le  contestó  haber  acordado  con  la  Junta  de 
Representantes  franquearle  la  entrada  en  la  ciudad, 
pre\ia  separación  del  gobernador  Ramos  Mejfa  y  diso- 
lución de  la  referida  Junta,  con  el  fin  de  evitar  los  ma- 
les y  desórdenes  que  amenazaban  al  pueblo. 

En  efecto,  el  mismo  dia  20,  el  Cabildo  Brigadier, 
etc.  aceptó,  como  se  habia  acordado,  la  renuncia  de 
Ramos  Mejía^  quedando,  acto  continuo,  disuelta  la  Jun- 
ta de  Representantes,  lo  que  el  referido  Cabildo  mandó 
publicar  por  bando.* 

t890— F.L  CABILDO  RRIC^AmER  S>r.  t.Ol4  TS:il€IOS 

Cívicos,  gobernador  y  capitán  general  interino  de  la 
provincia,  presidido  por  don  Juan  Norberto  Dolz,  al- 
calde de  prim,er  voto,  desde  el. 20  de  junio  que  el  ex-go- 
bernador  Ramos  Mejía  depositó  el  bastón  en  manos 
de  aquél,  hasta  el  23  del  mismo  mes,  qué  el  general 
Soler^  nombrado,  por  el  Cabildo  de  Lujan,  gobernador 
de  la  provincia^  y  aceptado  por  la  Junta  de  Represen- 
tantes, entró  en  la  ciudad  y  tomó  posesión  del  cargo, 
prestando  juramento,  ante  el  Cabildo. 


DE   BUBK09  AIRES  31 

liAO  ISOLER,  puesto  en  posesión  del  mando  guberha- 

-  tivo  de  la  provincia  el  23  de  junio,  prestando  juramen- 
to ante  el  Cabildo,  por  haber  cfwedado  disuelta^ desde  el 
20,  la  Junta  de  Representantes. 

AI.  dia  siguiente  de  su  recibimieato  el  goberna- 
dor Soler  nombró  al  coronel  Dorrego,  comandante 
militar  interino  de  la  ciudad  y  regresó  con  todos  los 
empleados  de  la  administración  ó  Luj,an,  adonde  trasla- 
dó el  asiento  de  gobierno;  )>revin¡endo  al  referido  Dor- 

-  regó  le  dirigiese  diariamente  un  posta, -por  cuyo  con- 
ducto se  le  habían  de  remitirlas  solicítUides  particulares 
que  exigiesen  feu  resolución,  devolviéndolas  despacíia- 
das. 

Invadida  la  provincia  por  las  tropas  de. Santa-Fe,  al 
mando  de  su  gobernador  López,  en  unión  con  las  de 
los  generales  AJvear  y  Carrera,  so  preiesto  d.e  la  resti- 
tución del  partido  de  Pueyrredon  al  gobiern.o,  lo  que 

-  era  incierto,  el  coronel  Borrego,  en  ejercicio  de  las 
facultades  de  que  había  sido  investido  por  el  goberna- 
dor de  la  provincia,  dictó  medidas  de  defensa, ordenan- 
do la  asistencia  de  todos  los  ciudadanos  de  la  ciudad  á 
ejercicios*  doctrinales  durante  dos  horas  diarias^  de- 
biendo conservarse  cerradas  todas  las  casas  de  la  ca- 
pital y  suburbios,  cuya  apertura  se  había  de  anunciar 
por  un  tiro  de  caüon  déla  Fortaleza,  actual  casa  de  go- 
bierno nacional. 

Derrotado  el  general  Soler  en  la  Cañada  de  la  Cruz, 
marchó  el'29  de  junio  en  retirada,  con  lo^  restos  de  ca- 
ballería que  se  pudo  reunir  y  con  la  infantería,  artille- 
ría y  parque,  al  Puente  de  Márquez,  como  punto  mas 
•  cercano  á  los  áusilios  que  podría  proporcionarle  \á 
ciudad. 

Desde  el  Puente  de  Márquez,  el  gobernador  Soler 
presentó  su  dimisión  del  mando,  la  cual  fué  admitida 
el  30  de  junio,  reasumiendo  el  Óabiido  el  mando  pólíti- 


32  PROVISfCiA 

co  y  nombrando  comandante  militar  al  general  Marcos 
Balcarce. 

La  única  disposición  de  la  administración  del  gene- 
ral Soler  fué  una  (24  de  junio,)  sobre  confinación  de  los 
diputados  del  disuelto  congreso,  debiendo  presentarse 
éstos  en  el  cuartel  general  de  Lujan,  en  el  término  de 
48  horas,  con  apercibimiento  que,  de  no  hacerlo,  se 
procedería  contra  sus  personas  y  bienes,  aplicándose- 
les las  penas  correspondientes  á  su  inobediencia.  Al 
mismo  tiempo  y  con  la  propia  fecha,  mandó  suspender 
el  pago  de  los  diezmos  de  la  campaña,  correspondien- 
tes al  año  de  1819;  y  proceder  al  castigo  de  los  que 
perturbaban  el  orden,  procurando  por  todos  los  medios 
hacer  odiosa  la  administración  de  su  gobierno  y  sem- 
brando la  discordia, 

El  brigadier  general  Soler  nació  el  7  de  mayo  de  1783 
en  Buenos  Aires^  en  donde  falleció  el  23  de  setiembre 
de  1849.  Fué  gobernador  intendente  de  la  provincia 
de  Montevideo,  en  1814;  general  en  gefe  de  las  fuerzas 
de  Buenos  Aires,  en  1814;  mayor  general  del  ejército 
de  los  Andes,  en  1816, 1817  y  1818;  gobernador  y  capi- 
tán general  de  la  provincia  de  Buenos  Aires  en  1820; 
comisionado  especial  cerca  de  los  generales  de  las 

^fuerzas  portuguesas  y  brasileras  en  1823;  inspector  y 
comandante  general  de  armas  en  1824,  gefe  de  estado 
mayor  del  ejército  republicano  que  combatió  con  el 
imperio  del  Brasil  en  1825,  1826  y  1827  y  ministro  ple- 

.  nipotenciario  cerca  del  gobierno  de  Bolivia  en,  1828. 
Esta  misión  no  tuvo  efecto,  á  consecuencia  de  la  revo- 
lución de  1°  de  diciembre. 

t9»o— CORO.iíEli  MAMUEL  DORREGO,  comandante  mi« 
litar  interino  de  la  ciudad,  nombrado  el  24  de  junio  por 
el  gobernador  Soler  que  estableció  su  despacho  en  Lu- 
jan, en  donde  estaba  acampKdo  el  ejército. 

En  ejercicio  de  las  facultades  con  que  se  hallaba  iu- 


DE   BÜBMOS   A1BB8  33 

vestido  por  el  gobernador  de  la  provincia,  y  en  vista  de 
los  difíciles  circunstancias  de  la  ciudad,  á  consecuen* 
cia  de  una  invasión  do  tropas  de  Santa  Fe,  en  unión 
con  las  de  los  generales  Al  vear,  Carreras  y  Ramírez^ 
el  coronel  Dorrego  dictó  medidas  de  defensa,  el  26  de 
junio,  ordenando  la  asistencia  de  todos  los  ciudadanos 
á  ejercicios  doctrinales  durante  dos  horas  diarias,  de- 
biendo mantenerse  cerradas  todas  las  casas  de  abasto 
de  la  ciudad  y  suburbios,  cuya  apertura  había  de  anun- 
ciarse por  un  tiro  deoañon  de  la  Fortaleza. 

El  coronel  Dorrego,  á  mas  del  cargo  de  la  coman- 
dancia de  las  armas,  revestía  facultades  para  despa- 
char asuntos  urgentes'que  no  fueran  de  la  mayor  gra- 
vedad ó  de  alto  gobierno.  Estos,  así  como  los  de 
hacienda,  quedaban  reservados  al  gobernador  Soler, 
para  cuya  espedicion  se  estableció,  como  queda  referi- 
do, un  posta  diario  hasta  el  cuartel  general* 

m9»o— EL  CABILDO  Brigadier  de  los  Tercios  Cívicos, 
por  renuncia  del  general  Soler,  reasumió  la  autoridad 
gubernativa,  nombrando  al  general  Marcos  Balcarce 
comandante  militar,  el  30  de  junio,  para  no  dejar  el 
pueblo  acéfalo  y  precaver  los  desórdenes  y  tristes  re- 
sultados que  sufriría  en  aquellas  criticas  circunstan- 
cias. 

El  Cabildo  en  vano  invitaba  al  pueblo,  hasta  por 
tercera  y  cuarta  vez,  á  tomar  las  armas  para  su  defen^ 
sa  contra  los  invasores  de  Santa  Fe,  pues  pocos  ciuda- 
danos acudían  á  su  llamado. 

4990— «KNEBAii  mAbcoíí  balcabce,  comandante 
militar,  nombrado  el  30  de  junio  por  el  Cabildo,  á  con- 
secuencia de  la  renuncia  del  general  Soler,  hasta  el  4 
de  julio  que  fué  nombrado  el  coronel  Dorrego  gober- 
nador y  comandante  general  de  armas. 


34  .  PROVINCIA 


ti^»o^&KifCRiix  cÁBiiOS  üE  alvkAr^    eleoto,   el 

•  1*^  de  julio,  gobernador  y  capitán  geoeral  de  la  provin- 
cia, por  los  repicasen  tan  tes  de  la  campaña,  reunidos 

'  en  la  Villa  de  Lujan^  poMos  partidos  flel  Pergami- 
no, San  Nieolásj  Arrecifes,  Baradero,  Areco  (San 
Antonio  y  Fortin),  Ekaltajcion  de  la  Cruz,  Lujaíi  y  Sal- 
to, á  virtud  de  convocatoria  hecha  pop  el  general  del 
ejército  federal  áoü  E.*  López,  bajo  cuya  protefccion  se 
hallaban  aquellos  pueblos.  £1  gobierno  de  Alvear 
además  de  haber  sido  efímero,  no  fué  reconocido  por 
la  capital. 

El  general  Alvear,  por  su  parte,  desconoció  la  auto- 
ridad y  derecho  del  Cabildo  de  Buenos  Aires,  para  de- 
saprobar su  nombramiento  de  gobernador  por  los  re-  ^ 
presen  tan  tes  de  la  campaña,  cuyo  proteol9r.se  declara- 
ba ser.  .         . 

El  general  Alvear  falieoíó  en  Nueva  York,  siendo 
ministro  argentino  enjos  Estados  Unidos,  el  2  de  no- 

•  viembre de  1852,  á  la  edad  de  50  años,-  <  . 

... 

ts^e-coRO.VKL  MA!\iJEL  BORB^eo,  nombrado  por 

•  la  Junta  deRepresentaiUes,  el  4  de  julio,  gobernador 
y  comandante  general  interino  de  armas. 

A  los  dos  días  de  estaren  posesión  del  mando  de  la 
provincia  (6  de  julio)  dirigió  al  gobernador  de  Santa 
:   Fe,  doh  Estanislao  López  Foiiseca,  una  protesta  con- 
-  ¡traías  desórdenes  que  sus  oiríuasas  trapas  federales 
bometlan^  como  lo  habían  hecho, matando  y  saqueando 
por  los  pueblos  de  Moron>  San  Isidro,  San  Fernando, 
y  Conchas,  y  responsabilizándolo  (á  López)  de  las  ulte- 
•iirioridades..  -      •/. .      /       .•    .  | 

EntrB  las  medidas  dictadas  por  el  gobernador  Dor- 
.    regó,  para  repeler  la  agresión  del  enemigo,;  nonabró  al 
- '  brigadier  Martin  Rodriguez,«general  de  las  fuerzas'  de 
la  campana;  y^  en  vista  de  la  indiferencia  de  los  ciuda- 
danos en  tomar  las  armas,  ordenó^que  todo  ciudadano 


DB   BÜB^OS  AIRES  S5 

se  había  de  presentar  eíi  la  Fortaleza,  en  el  término 
de  24  horas,  al  teniente  coronel  don  Miguel  Marín, 
bajo  peaa  de  multas  pecuniarias  ó  arbitrarias^  según 
los  casos. 

Dirijió  un  oficio  circular  á  los  Cabildos  y  gobiernos 
de  las  provincias  del  interior,  instruyéndolas  íq  jos 
acontecimientos  ocurridos  con  el  gobernador  Lopes;  de 
Santa  Fe,  arralado  y  dirigido  por  sus  af^ociados  los 
generales  Alveiar  y  Carrera,  é  invitándolos  ;á  promover 
la  pronta  y  libre  elección  de  representantes,  para  el  con- 
greso general.  Entre  tanto^  el  país  se  hallaba  sinvun 
centro  de  upiop;  presentaba  el  cuadro  ínas  melancóli- 
co, é  inutilizaba  las  sanas  intenciones  de  los  .verdade- 
ros amantes  de  la  libertad  y  el  orden. 

Animado  de  los  mismos  sentimientos  generosos  que 
movieron  al  Cabildo  á  levantar  la  proscripción  de  los 
oficiales  que  siguieron  al  general  Alvear,  que  y^  antes 
lo  había  representado  el  ex-gobernador  Ramos  Mejía, 
Dorregp  mandó  sobreseer  en  aquella  causa,  quedando 
en  libertad  todos  los  espresadqs  oficiales,  y  ordenando 
se  presentasen  ó  incorporarse  en  las  filas  delo^  defen- 
sores de  la  ciudad. 

Habiendo  salido  á  campaña  el  gobernador  Dorre^o, 
el  18  de  julio,  la  Junta  electoral  dispuso  que,  en  su  au- 
sencia, le  sustituyera  el  general  Marcos  Balcarce. 

Entre  tanto,  el  gobernador  Borrego,  una  vez  ei)  cam- 
paña obtuvo  sobre  el  enemigo  invasor,  el  2  de  setiem- 
bre, un  triunfo  en  el  Arroyo  de  Pavón.  La  noticia  de 
este  triunfo  fué  comunicada  de  oficio,  desde  Areco,  por* 
el  entonces  coronel  don  Blas  José  Pico. 

Este  hecho  de  armas  de  la  destrucción  del  ejército 
federal^  en  la  provincia  de  Buertos  Aires,  coincidió 
con  la  derrota  de  Carrera  eh  JocoH;  y  de  Corro  á  in- 
mediaciones de  Mendoza. 

m«9a— ciei«KRii<ii  mAbcoí»  BAiijCABCE,     nombrado 
sustituto  por  la  Junta  electoral,  en  ausencia  de  Dorrego^ 


36  PROVINCIA 

que  salió  á  campaña,  el  18  de  julio,  contra  el  ejército 
iovasor  de  López,  Alvear  y  Carreras. 

El  gobernador  sustituto,  Balcarce,  dictó  medidas  de 
rigor  que  las  críticas  circunstancias  autorizaban  para 
la  defensa  de  la  patria  aflijida;  entre  otras,  la  de  orde- 
nar á  los  inválidos  presentarse  en  el  cuartel  de  marina, 
detras  de  San  Francisco,  para  tomar  las  armas  en  el 
servicio  de  la  guarnición,  á  los  que  fuesen  hábiles  para 
ello,  so  pena  de  suspendérseles  su  sueldo. 

Durante  el  corto  período  de  la  administración  de 
Balcarce,  no  solo  cooperó  eficazmente  á  la  defensa  de 
la  provincia,  sino  que  preparó  el  camino  para  el  nuevo 
orden  regular  de  cosas. 

Las  elecciones  para  representantes  por  la  ciudad  de 
Buenos  Aires,  tuvieron  lugar  el  31  de  agosto,  y  su  ins- 
talación el  8  de  setiembre,  en  número  legalmente  sufi- 
ciente de  las  dos  terceras  partes  de  representantes  de 
la  ciudad  y  campaña.  En  su  consecuencia,  se  pasó  al 
gobernador  interino  en  campaña,  Dorrego,  el  aviso 
correspondiente,  para  que,  en  su  virtud,  prestase  el 
juramento  de  la  ley,  según  la  fórmula  que  se  le  aconn- 
pañó,  ante  el  juez  territorial,  tomándolo  al  ejército  de 
su  cargo  en  la  forma  acostumbrada. 

El  gobernador  sustituto  Balcarce  fué  invitado  para 
prestar  igualmente  juramento,  el  dia  18  apersonándose 
en  la  sala  de  sesiones,  en  unión  con  las  corporaciones 
civiles  y  eclesiásticas;  debiendo  prestarlo,  como  lo  hi- 
cieron^  ante  dicho  gobernador,  en  la  fortaleza^  los  ge- 
fes  militares  y  políticos  de  la  provincia. 

La  misma  Junta  procedió  en  seguida,  (26  de  setiem- 
bre) á  la  elección  de  gobernador  interino,  la  que  recayó 
en  la  persona  del  general  Martin  Rodríguez;  y  para 
que  su  autoridad  fuese  acatada  y  sus  mandatos  obede- 
cidos, ella  decretó  severos  castigos  contra  los  pertur- 
badores del  orden,  promotores  de  la  insurrección,  etc. 


.  DE    BUENOS    AIBKS  37 

i 

tS»o— BBIGADIBB  MABTiiv  BOBBIG VEZ,  el écto  go- 
bernador interino  por  la  Junta  de  Representantes,  y 
puesto  en  posesión  del  cargo  el  28  de  setiembre,  hasta 
la  noche  del  1°  al  2  de  octubre,  que  fué  derrocado  por 
una  revolución,  que  le  obligó  á  abandonar  la  ciudad, 
saliendo  á  la  campaña  en  busca  de  apoyo,  para  soste- 
ner la  autoridad,  á  que  cooperó  el  comandante  del  5® 
Tejimiento  de  campaña,  coronel  don  Juan  Manuel  de 
Rosas. 

t890— Kl4  CABliiBO  BBIGABIEB,  ete.  reasumió  el  go* 
bierno  de  la  provincia,  el  2  de  octubre,  revocando  el 
nombramiento  del  general  M.  Rodriguez,  á  petición  del 
,  pueblo  y  con  reconocimiento  del  mismo  Cabildo,  con- 
siderándosele prófugo  y  titulándosele  ex-gobernador. 

En  la  noche  del  1°  al  2  de  octubre,  se  sublevó  una 
parte  del  pueblo  acaudillado  por  el  capitán  Genaro 
González  Salomón  y  el  tambor  mayor  licenciado  Feli- 
pe Gutiérrez,  ausiliados  con  'la  fuerza  cívica  de  la 
guarnición,  y  permaneció  toda  esa  noche  y  hasta  la 
mañana  del  2,  reunida  en  la  plaza  de  la  Victoria,  recla- 
mando contra  la  elección  de  Rodriguez,  por  pertene- 
cer '  éste '  notoriamente  á  la  facción  del  Congreso  y  Di- 
rectorio, y  pidiendo  en  su  consecuencia  que  el  Cabildo 
reasumiese  el.  mando  provisoriamente,  hasta  el  nom- 
bramiento de  un  nuevo  gobernador. 

Encontrando  justo  el  reclamo,  el  Cabildo  reasumió 
el  gobierno  de  la  provincia  y  convocó  á  todos  los  veci- 
nos de  la  ciudad  á  cabildo  abierto,  en  la  iglesia  de  San 
Ignacio,  para  las  nueve  de  la  mañana  del  3. 

Con  el  fin  de  mantener  el  orden  público  y  la  ciudad 
en  estado  de  defensa,  contra  cualquier  ataque,  el  Ca- 
bildo nombró,  para  comandante  de  armas  y  del  cuerpo 
de  cazadores,  al  general  Hilarión  de  la  Quintana,  para 
gefedela  brigada  cívica,  al  coronel  Manuel  Pagóla  y 
otros  comandantes^  todo  á  petición  del  mismo  pueblo 
reunido  en  la  plaza  de  la  Victoria. 


38'  FROYINGIA 

Ordenó  igualmente  el  Cabildo  que  los  recinos  ilumí^ 
liasen  la  ciudad  por  dos  noches  consecutivas,  para  la 
conservación  del  orden. 

Entretanto,  el  general  Rodríguez,  gobernador  legal 
de  la  provincia,  desde  el  Puente  de  Barracas,  á  4  de  oc- 
tubre, se  dirijió  á  ia  Junta  de  Representantes,  recor- 
dando la  promesa  hecha  por  él,  al  tomar  posesión  del 
mando  gubernativo,  y  declarando  hallarse  en  el  caso  de 
protejer  álos  que,  por  los  acontecimientos  tumultuarios 
de  la  noche  del  1°  de  octubre,  habían  sido  puestos  en 
seguridad,  desde  que  las  leyes  no  los  condenaban,  ni 
eran  sus  infractores,  y  por  consiguiente  no  debían  ser 
privados  de  la  libertad.  Declaró  igualmente  que  él  no 
era  prófugo,  ni  ex-gobernador,  sino  que  había  salido 
para  evitar  las  consecuencias  de  un  tumulto,  sin  dejar, 
por  eso,  de  ser  gobernador  y  concluyó  protestando  á 
la  Junta  estar  dispuesto  á  contener  toda  innovación,  y 
reforma  que  emanaran  de  conductos  que  él  no  reco- 
nocía, bajo  las  mas  serias  responsabilidades  que  ias- 
tantáneamente  le  hacía. 

En  la  misma  noche  del  4  fueron  citados  por  el  Cabil- 
do los  siete  representantes,  únicos  que  se  pudo  hallar 
en  sus  casas,  á  saber,  los  señores  don  Manuel  Pinto, 
don  Francisco  Antonio  de  Escalada,  don  Félix  Alzaga, 
don  Severo  Pinero,  don  Ildefonso  Ramos  Mejía,  don 
Santiago  Rivadavia  y  don  Viclorio  García  de   Zúñiga. 

Puesta  de  manifiesto  la  crítica  situación  en  que  se 
hallábala  ciudad,  por  cuyas  calles  se  estaban  batiendo 
en  guerrillas  unos  cuerpos  con  otros  de  la  guarnición, 
el  Cabildo,  por  conducto  del  alcalde  de  primer  voto, 
hizo  presente  la  conveniencia  de  que  la  Junta  interpu- 
,siese  su  autoridad  y  mediación  entre  el  general  Ro3ri- 
guez,  que,  con  algunas  divisiones,  se  hallaba  al  sur  de 
la  ciudad,  y  los  gefes  en  oposición  que  ocupaban  la 
plaza  de  la  Victoria. 

Allanadas  todas  las  dificultades  entre  los  siete  miem- 


DE  Bcravos  jiiuBS  3Q 

'bros de  la  J'uidtaiy  elbomandaínt^ de ármas;  dpp .  Hila- 
rión de  la  Quintana,  el  coronel  Manuel  Pagóla  y.  dwnás 
gefesque  habi^üii 3)do>  llaniiadpsá.la.sala.  capitula^,  se 
oonvino  q4íi:e  Id  Junta,  didl-ase  Quantas-  pi?ovideíícias 
juzgara  cbnvénienles' al  Ilestabl^cimiá^to  d^  la  ^pa?.  y 
tranquilidad.  Para  ese  fin,  la  Junta  se  retiiró  á  laguna 
de  la  noche  del  4  al  convento  de  raonjas  capuchinas 
(San  Juan),  euyQ  loQi^ofi^iaia  qijielild  ¿^.^Á))«i^ac^%y^ 
las  estraondinanias  eircunstanciáá  requerían^  y  des- 
puesd^  un  maduro  axómed,  quadaron  acoi^dada^iájas 
siete  de  la  mañana  del  5,  las  respluciones  sigüien^ies: 

1°  ílat¡fiGaci<p^n  del}  nombramiento  hecho  anterior- 
mente  en.  la  perdona  del  general  Rodirigü^z,  debiéndo- 
sele obedecer  y  r.éconocQr  como  tal.  , 

2°  Amqís.tfa  general  sobre  todo3  los.  sucesos  pcurri- 
dos,  desde  la  noche  del  1°  de  octubre,  hast,^,  el  dia  de 

la  fecha.       ... 

•  3""  Kl  sai' puesto, en  libertad  inmediatament^e  el  coro- 
nel Gregorio  A.  de  L^  Madrid  y  demás  oficiales. y  ciu- 
dadanos presos,  ya  sea  por  orden  del  comandante  de 
armas,  Quintana^  ó  ya  por  la  del  general  Rodríguez. 

Y  obtenida  la.  contestación  de  éste^  el  coronel  Quin- 
tana había  de  disponer  se  retirasen  de  la  plaza,  azoteas 
y  puntos  avan»zados  todas  las  tropas,  á  sus  respectivos 
cuarteles.         ...  *     . 

El  general  Rodríguez  entró  en  la  ciudad  el  dia.5,  y 
al  dia  siguiente  dró  un  bando  sobre  los  autores  de  la 
conspiración,  indultando  de  la  úUinia  pena  á  los  in- 
dividuos del  2^  tercio  ,  cívico^  por  haber  procedido  de 
un  efecto  de  su  natural  sencillez  é  irreflexión;  pero 
mandó  perseguir  á  Pagóla,  don  José  Bareá,  N.  Ro- 
dríguez, dan  Juan  Balagué,  capitán  Genaro  Gon- 
zález Salomón  y  el  tambor,  mayor  Felipeí  Gutiérrez. 
E$tos  dos  último^  continuaron  en  el  tumulto  hasta 
la  tarde  del  5,  los  cuales  fueron  tomados,  juzgados 
sumariamente  y  ejecutados  en  la  plaza  del  25deMa- 


40  PROVIKCIA 

yo,  á  las  diez  de  la  mafiana  del  14  del  mismo  mes 
(octubre). 

El  entonces  coronel  don  Juan  Manuel  de  Rosas  coo- 
peró al  restablecimiento  de  la  autoridad  legal,  retirán- 
dose en  seguida  á  su  estancia  y  licenciando  la  fuerza 
que  traia. 

ft9»0-BRieABIC:B   MARTIN  BODRICMJEX,  repuesto 

el  5  de  octubre,  debido  á  la  gran  energía  que  supo  des- 
plegar, aconsejado  por  el  entonces  coronel  Juan  Ma- 
nuel Rosas. 

La  autoridad  de  Rodríguez  fué  inmediatamente  re- 
conocida por  las  de  los  pueblos  de  la  campaf^a. 

Habiendo  manifestado  á  la  Junta  de  Representantes 
su  deseo  de  que  se  crease  un  consejo,  á  quien  debiera 
consultar  las  disposiciones  que  adoptase,  compuesto 
de  tres  personas,  aquella  corporación  acordó  acceder, 
nombrándose  en  consecuencia  á  los  doctores  don  Ma- 
nuel Antonio  de  Castro,  don  José  Miguel  Diaz  Velez  y 
general  don  Marcos  Balcarce,  y  quedando  establecido 
dicho  consejo  desde  el  19  de  octubre. 

Al  día  siguiente  de  quedar  instalado  el  consejo  de 
gobierno,  Rodríguez  anunció  su  salida  á  campiaña,  con 
el  objeto  de  organizar  el  ejército  que  debía  escarmen- 
tar á  los  partidarios  de  la  anarquía  y  tomar  otras  va- 
rias medidas  concernientes  al  mejor  servicio,  dejando 
por  esta  ausencia,  de  sustituto,  para  el  despacho  públi- 
co, al  general  don  Marcos  Balcarce,  con  todo  el  lleno 
de  las  facultades  ordinarias  que  competían  á  Rodrí- 
guez y  reservándose  las  particulares  y  estraordinarias 
que  la  Junta  le  había  concedido. 

El  día  21  marchó  á  campaña  con  el  acuerdo  de  la 
Junta,  en  quien  encontró  la  mas  decidida  cooperación, 
para  el  logro  de  sus  loables  intenciones,  en  bien  de  la 
tranquilidad  y  orden  en  aquellas  críticas  circunstan- 
cias. 


DE    BUBN08   A1RE6  41 

««••^G«iiEliil.ii  ii4b<)Oí»  BAiiCABCE,  gobernador 
sustituto,  durante  la  ausencia  de  Rodríguez,  desde  el 
21  de  oc.tul;)re  de  1820  hasta  el  31  de  enero  de  1821. 

El  gobernador  Balcarce,  apenas  instalado  en  su 
puesfo,  dictó  importantes  disposiciones  arregladas  á 
las  circunstancias,  entre  otras,  la  organización  de  las 
fuerzas  delinea,  que  fué  encomendada  al  coronel  don 
Blas  José  Pico, 

El  rejimiento  Fijo  quedó  borrado  de  la  li$ta  del  ejér- 
cito, reconociéndose  en  lo  sucesivo  con  la  denomina- 
ción de  í^  de  infantería  de  linea;  y  los  tres  tercios  cí- 
vicos con  la  de  Legión  Patricia. 

El  pago  de  diezmos  q^e  habic^  sido  abolido  por  el.  go- 
bierno de  Soler,  quedó  arreglado  de  un  modo  conve- 
niente y  equitativo. 

En  suma,  el  gobernador  Balcarce  fué,  en  la  capital, 

.  el  mas  entusiasta,  patriótico  y  progresista  cooperador 

de  la  administración  de  Rodríguez,  quien,  á  su  vez, 

cosechaba  beneficios  para  l'a  paz  y  futura  tranquilidad 

de  la  provincia. 

El  general  M.  Balcarce  falleció  en  Buenos  Aires  el 
4  de  diciembre  de  1832.  ^ 

fl891-BBIC}itBIEB  MABXIIV  BOBBICIJfiflS,    recibido, 

el  31  de  enero,  después  de  su  regreso  de  la  campaña, 
desde  el  21  de  octubre  del  año  anterior,  durante  cuyo 
tiempo  empleó  su  zelo,  sus  esfuerzos  y* trabajos  por  el 
bien  y  seguidad  de  la  provincia. 

El  gobernador  Rodríguez,  durante  su  ausencia  de  la 
capital,  estableció  su  cuartel  general  en  el  Arroyo  de 
Ramallo,  desde  donde  entabló  amistosa  corresponden- 
cia con  el  gobernador  López,  de  Santa  Fe,  celebrando 
un  tratado  de  paz,  el  24  de  noviembre,  en  la  estancia" 
de  don  Tíburcio  Bénegas,  á  las  márgenes  del  Arroyo 
del  Medio,  el  cual  fué  mandado  publicar,  con  toda  so- 
lemnidad por  el  gobernador  sustituto  Balcarce,  el  27 
del  mismo  mes. 


42  PkortiííciA 

El  31  de  márzó,  Ro(Jfrig«fe2  fft»  rtcflubrado 'porr  kir 

Junta  de  Representantes,  gobernador  y  capitán  gene- 
ral en  propiedad  y  recibido  en  tal  carácter  el  3  de  abril, 
'   por  el  término  de  tres  años. 

La  ceremonia  del  reci'bimiento  del  gobernador  Ro- 
dríguez fué  muy  tocftntc^  porque  después  del  borras- 
coso aflo  20^  había  vuelto  la  calma  y  serenidíad  y  auglii 
raba  mas  felices  dias.  Por  eso,  tambiefi,  el  acto  fué 
muy  solemne,  al  cuat  concurrieron,  dcompañando  al 
gobernador  electo  en  propiedad,  todas  las  corporacio- 
nes, magistrados  y  gefes  militares  é  la  sala  de  sesio- 
nes de  la  Junta,  donde  prestó  ante  s\i  {iresidente,  don 
Manuel  Pinto,  el  juramento  de  estilo. 

La  nueva  invasión,  ala  provincia  por  Ramírez.,  puso 
al  gobernador  Rodríguez  en  el  forzoso,  caso  de  salir  á 
campaña,  dejando  de  sustituto  al  general  Viamonte, 
efectuándolo  ell6  de  mayo,  es  decir,  dos  dias  después 
de  quedar  Viamonte  en  posesión  del  mando  igubérna- 
tivo. 

í99i^c;emc:baIí  svam  40Sé  viaho!vte,   sustituto 

de  Rodríguez,  durante  la  ausencia  de  éste  en  campaña 
contra  Ramírez,  desde  el  14  de  mayo,  hasta  que,  con  la 
casi  seguridad  de  la  próxima  destrucción  del  caudillo 
eritreriano,  que  era  perseguido  por  todas  partes,  cesó 
'   la  sustitución  el  6  de  j unió. 

t8)»I— BBIGADIEB  MABTIW  BOBBIGVEZ,  propieta- 
rio, desdeel  6 de  junio  que,  después  de  su  campaña 
contra  Ramírez,  reasumió  el  mando  gubernativo,  has- 
ta el  14de  ago3to  que  salió  nuevamente  de  la  capital  á 

.  objetos  de  mejor  servicio,  delegando  el  P.  E.  en  sus 
ministros  Rivadavia  y  García. 

El  gobierno  de  Rodríguez  derogó  (3  de  agosto)  el .  d^e- 
cretO'de  17  de  aibril  del8i7  que  pi'ohibía  el  enlace  de 
los  españoles  europeos  con  las  hijas  del  país; 
Estableció  (7  de  agosto),  bajo  la  presidencia  del  mi-y 


DB    ÉÜBKOd   AtRBS  43 

nistbo  (Rívadavia)  de  ^bférno,  una  junta  ctímptiesta 
de  6  hacendados  y  6  comerciantes,  cuyas  atribuciones 
eran  pr'omover  y  elevar  al  conocimiento  del  gobierno 
cuanto  pudiera  contribuir  al  progreso  del  comercio  é 
industria  y  á  la  mejora  de  la  agricultura: 

Decretó  (9  de  agosto)  la  erección  de  la  Universidad 
de  Buenos  Aires:  \ 

Ordenó  (24  de  agosto)  la  publicación  del  Registro 
Oficial  para  la  inserción  de  todas  las  leyes,  decretos, 
órdenes  de  un  efecto  general,  ó  que  demandasen  una 
comunicación  circular,  teniéndose  '  por  oficialmente 
publicado  y  comunicado  todo  lo  inserto  en  el  Registro 
y  quedando  suprimida,  desde  esta  fecha,  (24  de  agosto) 
las  publicaciones  de  bandos  y  circulai;es: 

Autorizó  (16  de  agosto)  la  apertura  de  la  Bolsa  mer* 
caníí7  en  la  misma  casa  que  ocupaba  y  aun  ocupa  el 
Tribunal  del  Consulado. 

Acordó  (28  de  agosto)  el  eslableoinaiento  de  un  Ar- 
chivo Generaly  en  el  que  se  habían  de  reunir  todos  los 
distintos  archivos  de  la  capital,  incluso  el  del  Cabikb»^ 
y  habiade  situarse  en  parte  del  edificio  que  obupaba 
el  lYibunal  de  Cuentas,  que  es  donde  actualmente  se 
halla.  El  establecimiento  y  aíreglo  de  dicho  Archivo 
quedaba  encargado  á  una  comisión  compuesta  de  don 
Francisco  Sauvídet,  don  Gerónimo  Lasala  y  don  Ma- 
riano Vega.  , 

Organizó  (28  de  agosto)  la  Administración  de  Cor- 
reos y  servida  provisión  eLlménte  por  Una  comisión  pre- 
sidida por  don  Manuel  Joaquín  de  Albarracín,  con  las 
funciones  de  Administrador: — acordó  (31  de  agosto) 
fuesen  admitidos  á  mérito,  en  las  oficinas  de  contadu- 
ría, tesoreríay  recaudacionJóvenesdeSlañosdeedad 
cumplidos: — prohibió  (11  de  setiembre)  el  embargo  de 
carretillas  para  la  policía,  como  antes  se  practicaba. 

El  tribunal  militar,  creado  en  2  de  octubre  de  1817, 
quedó  abolido  (13  de  setieníbre). 


44  PROVINCIA 

Dispuso  (21  de  setiombre)  que,  ademárs  de  las  horas 
de  costumbre,  la  Biblioteca  Pública  había  cte  estar 
abierta  desde  las  seis  de  la  tarde  hasta  las  nueve  de  la 
noche;  decidiendo  al  mismo  tiempo  que  el  retrato  del 
benemérito  dignidad  doctor  Luis  José  Chorroarin  fue- 
\  se  colocado  en  la  primera  sala  de  la  misma: — ofreció 
(23  de  setiembre)  dar  en  merced  los  terrenos  que  se 
solicitasen  y  ausiliar  á  todos  los  pobladores  con  los 
útiles  necesarios  en  el  territorio  de  Patagones,  prove- 
yéndolo'de  un  ingeniero,  para  dirigirla  reedificación 
de  la  fortaleza  y  demás  obras  que  fueran  necesarias; 
el  envió  de  un  buque  de  guerra  sobre  aquella  costa,  á 
disposición  del  comandante  político  y  militar. 

i8)»i— B.    BEBMABBiivo  BIVABAVIA^    ministro   de 
gobierno,  y  don  Manuel  José  García,  de  hacienda,  de- 
legados del  gobernador  Rodríguez,  durante  la  ausencia 
de  éste  de  la  capital  á  objeto  de  mejor  servicio,  desde 
^el  14  hasta  el  21  de  agosto. 

i991-i-BBieABI£B  MABTIM  BOBBIGIJEZ,  propieta- 
rio, desde  el  21  de  agosto,  que,  después  de  una  ausen- 
cia de  siete  dias,  reasumió  el  mando  hasta  el  18  de 
marzo  de  1822,  que,  de  acuerdo  con  sus  tres  ministros, 
determinó  salir  á  inspeccionar  personalmente  los  re- 
gimientos de  campaña,  recorrer  las  fronteras  y  proveer 
á  todos  los  medios  de^  su  seguridad^  como  también  á 
observar  el  estado  de  la  policía  fuera  deía  capital,  de- 
legando el  P.  E.  provisionalmente  en  sus  ministros, 
Rivadaviu,  Cruz  y  García. 

Durante  ese  tiempo  de  su  administración,  Rodríguez 
decretó  (10  de  noviembre)  la  terminación  del  templo 
Catedral  de  Buenos  Aires^  conforme  al  plan  presenta- 
do por  el  departamento  de  ingenieros  y  aprobado  por 
el  gobierno,  nombrando  para  administrar  la  obra  á 
don  Francisco  Enrique  Peña: — aprobó  (6  de  noviembre) 
la  conducta  del  comandante  de  la  fragata  Heroína,  co- 


DB   BUENOS  AIRES  45 

ronel  David  Jewit,  con  motivo  del  levantamiento  y 
conjuración  en  dicha  fragata  y  presa  Carlota:^ 
propuso  (27  de  setiembre)  y  ^fué  sancionado  (13  de  no- 
viembre) un  proyecto  de  ley  de  olvido  pbr  opiniones 
políticas,  debiendo  tomarse  nuevanjente  en  considera- 
ción al  cumplirse  4  meses.  Solo  'se  difería  la  facultad 
de  regresar  al  territorio  de  la  provincia,  h^sta  la  san- 
ción definitiva  de  dicha  ley  de  olvido,  á  las  9  personas 
siguientes:  generales  Alvear  y  Soler,  coronel  Dorre- 
go,  M.  Sarratea,  Agrelo,  Pagóla,  Bares,  Manuel  Ro- 
driguez  y  Juan'Balagué. 

Comisionó  (16  de  noviembre)  al  coronel  Eduardo 
Holmberg,  para  el  reconocimiento  y  examen  de  \os  for- 
tines del  Salto,  Rojas  y  Pergamino,  procediendo  inme- 
diatamente á  su  construcción:— suprimióse  (19  de  no- 
viembre) la  caja  nacional  de  fondos  de  Sud  A  méríca^ 
establecida  por  decreto  de  12  de  noviembre  de  1818:— 
declaró  (22  dé  noviembre)  que  la  calle  en  que  estaba 
situada  la  casa  del  finado  general  Antonio  G.  Balear- 
ce  llevase  el  nombre  déoste  gefe,  como  lo  había  solici- 
tado su  esposa  dofta  Dominga  Buchardo,  quien  pre- 
sentó una  memoria  y  un  plan  de  defensa  de  la  ciudad 
de  Buenos  Aires,  formado  por  el  espresado  general  en 
el  año  de  1815,  de  su  propio  puño  y  letra,  que  fueron  pa- 
sados al  director  de  la  Biblioteca  Pública  para  ser  de- 
positados en  la  óoleccion  autógrafa  mandada  estable- 
cer, y  que  se  sigue  hasta  la  fecha. 

Prohibió  (28  de  noviembre  el  ingreso  á  la  provincia 
de  ningún  eclesiástico  seglar  ó  regular,  sin  previa  auto- 
rización del  gobierno:— dispuso  (1**  de  diciembre)  que 
el  cabildo  de  la  capital  habia  de  poner  á  disposición 
del  ministro  de  hacienda  la  recaudación  de  todas  sus 
rentas,  sin  escepcion  alguna,  desde  el  1**  de  enero  de 
1882: — rechazó  (2  de  diciembre)  del  país  4  lo3  indivi- 
duos que  en  la  península  española  se  hubiesen  distin- 
guido contra  los  derechos  de  sus  pueblos,  entre  ellos  á 


46  PROVINCIA 

I 

,  dou^José  Maria,  Ballesteros^que  fué  uno  de  Jos  acto- 
res que,ma3  se  distioguieron  en  la  criminal  escena  de 
Cádiz,  en  marzo  del  año  del820:— estableció  la  salida 
y  entrada  de  un  carreo  mensoal  desda  la  capital  á  todas 
las  jurisdicciones  de  catnpa&a:-tdecretó  (13  de  diciem- 

'  bre)  e^e[Stalbleci^miento4e  dos  cemey2^/Vo8  públicos  al 
oeste  de  la  ciudad,  dastinándose,  para  uno,  el  sitio  y 
edificio  que  Stervía  antes  de  hospicio  de  niisioneros 
franciscanos,  y  el  otro  habla  de  ser  comprado  en  el  si- 
tio que  el  ministro  de  gobáerno  hi^bta  de  elegir  y  que 
había  de  llamarse  de  M/ser^r^:— ordena  (13  de  diciem- 
bre), la  publicación  del  periódico  denominado  Registro 
EütadísíicOf  desde  el  mes  de  enero  de  1822,  nombrán- 
dose para  su,  redacción  al  doctor  Vicente  López  y  Pla- 
nes:—dio  un  decreto  (14  de  diciembre)  sobre  los  ediñ- 
cios  y  calles  de  las  ciudades  y  pueblos,  disponiendo 
quelas  esquinas  de  las  cuadras  sean  ochavadas  por  el 
porte  de  un  triángulo  isósceles: — dictó  (19  de  diciem- 
bre) el  reglamento  que  debería  observar  el  capellán  del 
Cementerio  de  Miserere  (Recoleta): — promulgó  (id.)  la 
ley  por  la  que  quedaba  abolida  toda  especie  de  alcaba- 
la en  la  provincia  de  Buenos  Aires  :>^promulgó  (23  de 
diciembre)  la  ley,  por  la  que  quedaban  suprimidos  los 
Cabildos^  hasta  el  establecimiento  de  las  municipali- 
dades, administrándose  la  justicia  ordinaria  por  5  jue- 
ces de  1*  Instancia,  2  en  la  capital  y  3  en  la  campaña, 

■  y  en  cada  parroquia  un  juez  de  paz;  y  quedando  la  po- 
licía á  cargo  de  un  gefe  (habiendo  sido  él  primero  don 
Joaquín  de  Achaval),  en  lugar  de  un  juez  regidor,  y 
de  6  comisarios  para  la  capital  y  8  para  la  campaña. 
Las  parroquias  de  la  capital  eran  entonces  7,  á  saber : 
Catedral,  Socorro,  San  Nicolás,  Piedad,  Monserrat, 
Concepción  j  San  Telrao. 

#  *  «  • 

La  Dirección  de  los  establecimientos  de  educación 
primaria  que  había  estado  á  cargo  del  Cabildo,  ya  $u- 
priípidp,  quedó.al  de  up  Inspector  de  educación  que^  lo 


DE   BUBH08   AIRES  47 

.  fué  él  primero  el  doctor  Saturnino  Seguroha.  28  de  di- 
ciembre) é   ■.'  :      ./ 

La  campaña  fué  dividida  en  tres  departanaentos.  El 
V  era  d^de  el  rio  de"^MatÉinzfe  aJ  sur  y  comprendía 
Quümfes,  Ensenada^  Magdalena, .  San  Vicente,  Cfifiue- 

J  as.  Monte,  Ranchos,  y -Gbascomúa.  El;8^;  entregos 
rios  de  Maíaxiza  y  Areao,-y  compreodía  Moron^  Lobps, 
Pilar,  Villaje  Lujao,¡  Navarro,  GuatfdiadeLuian  (hoy 
MerQedes),:CapiUa  del  Señorv  San  Antonio  de  Axeoo  y 

.  el  Fortín  de  este  nombrev  El  3°  desde  ej  rio  de  Areco 
basta. el  Arroyo  del  Medio,  y  comprendía  San  Pedro, 
Baradero,  Arrecifes,  Salto^  Pergamino^  Rojas  y  San 
Nicolás,  flores,  San  IsidrO;,  San  Ferna(ido  y  Coocbas 
fueroíi  agregadopv^  ^  ciudad. 

Los  juzgados  de  1^  Instancia  en  la  ciudad  compren- 
dían el  1"*  las  parroquias  déla  Catedral,  San  Nicolás, 
Socorro,  y  las  agregadas  de  San  Isidro,  San  Fernando 
y  Conchas;  y  el  2*^,  Jas  de  San  Télmo,  Concepción, 
Monserrat,  Piedad  y  la  agregada  de  San  José  de  Plo- 
res'. Eri  la  campaña,  el  punto  de  résidenciadel  primer 
departamento  era  el' partido  de  San  Vicente,  el  del  2** 
la  Villa  de  Lujan  y  el  del  3**  San  Nicolás  de  los  Arro- 
yos (28  de  diciembre). 

Por  la  supresión  de  los  cabildos,  se  creó  el  empleo 
de  defensor  general  d«  pobres  y  menores  y  procura- 
dor general  de  la  provincia,  (id.)  e^uyo'  primer  funcio- 
nario fué  el  doctor  Jofté  Cayetano  Pico. 

Por  decreto  de  4  de  enero  de  1822,  quedó  prohibido 
en  todo  el  territorio  de  laproviri<Ma  hsLoev^corricla  ^de 
íoroSy  sin  permiso  especial  del  gefe  de  policía,  con  ab- 
soluta^ prohibición-  de  hacerlafe,  sin  xjíUe  lositoros  fue- 
sen previamente  díiscornados.      '     . 

En  la  misma  fecha  se  prohibió  la  inhumación  de  ca- 
dáveres eni  el  Ceni^nierio  de  la  Catedral.        . 
.     La  cámara  de  justicia  fuá  ¡trasladada  (&  de  enano)  á 
las  oasas  copsístoriates,  donde  actuailíúeátefiei  halla. 


48  PBOYIMOIA 

Dictó  (7  de  enero)  un  reglamento  para  los  changa- 
dores (cargadores)  y  carretillas  del  tráBco  y  para  las 
carretillas  de  abasto:— declaró  (23  de  enero)  estingui- 
do  el  ramo  titulado  de  Mojoriy  que  se  recaudaba  para 
el  cabildo:— ratificó  (8  de  febrero)  un  tratado  de  paz  ce- 
lebrado entre  las  provincias  de  Buenos  Aires,  Santa 
Fe,  Entre  Ríos  y  Corrientes,  representadas  por  el  ge- 
neral ministro  de  la  guerra  don  Francisco  de  la  Cruz; 
el  secretario  de  gobierno  doctor  Juan  Francisco  Se- 
guí; el  presidente  del  congreso  provincial  entreriano 
don  Casiano  Calderón  y  el  cura  de  las  Ensenadas  de 
Corrientes  doctor  Juan  Nepomuc3no  de  Goytía.  Por 
el  artículo  15  de  este  tratado  se  estipuló  que  el  territo* 
rio  de  Misiones  quedaba  libre  para  formarse  su  gobier- 
no y  para  reclamar  la  protección  de  cualquiera  provin- 
cia de  las  contratantes. 

Dictó  (8  de  febrero)  el  arreglo  de  la  Unioersidad  de 
Buenos  Aires,  dividida  en  6  departamentos,  á  saber: 
1**  departamento  da  Primeras  Letras:— 2"*  de  Estudios 
preparatorios: — 3**  de  Ciencias  exactas:— 4^  de  Medi- 
cina:—5^*  de  Jurisprudencia:— y  6°  de  Ciencias  sagra- 
.  das: — prohibió  (9  de  febrero)  la  institución  de  dos  ó 
mas  curas  en  un  curato:— espidió  (28  de  febrero)  un 
decreto  sobre  reforma  en  la  clase  militar  y  espresán- 
dose en  una  lista  nominal  los  generales  y  ofíciales  que 
enlraban  en  ella,  y  cuyo  número  era:  3  Brigadieres, 
8  generales,  8  coroneles,  27  tenientes-coroneles,  28 
mayores,  75  capitanes,  18  ayudantes  mayores,  19  te- 
nientes primeros,  27  tenientes  segundos  y  40  subte- 
nientes. 

El  general  Marcos  Balcarce,  incluido  en  la  reforma, 
espuso  que  su  empleo  correspondía  á  la  Nación,  y  de- 
jaba su  derecho  á  salvo,  hasta  que,  reunida  en  Congre- 
so, desidiese  ella  si  estaba  en  las  facultades  del  gober- 
nador de  la  provincia  incluirlo  entre  los  que  abrazaba 
el  decreto  de  éste.    En  virtud  de  esa  esposicioa  el  go- 


DE  B€fin!(03   AIRBS  49 

« 

beniador  Rodríguez  f  suspendió  el  decreto  de  28  de 
febrero,  con  respecto  al  general  Balcarce  é  igualmente 
los  efectos  de  las  leyes  de  retiro  y  premio,  pasando  el 
asunto  ala  Junta,  para  su  decisión. 

^999-B.  BEB.^AiiBli^O  BIVABAVIA,  ministro  de  go- 
bierno, D.  FiíANCisco  DB  LA  Cftüz,  .mjnistro  de  guerra 
y  D.  Manüiíl  José  Gaucia,  ministro  de  hacienda,  en 
ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  por  delegíipion  del  gober- 
nador Rodrigue?,  que  salió  á  la  campaña  á  objetos  del 
servicio  público,  y  cuya  ausencia  duró  desde  el  28  de 
marzo  hasta  el  8  de  abril,  en  que  reasumió  el  mando. 

Las  disposiciones  gubernativas,  eran  espedidfi^s  por 
cada  uno  de  los  ministros  en.  sus  departamentos  res- 
pectivos. 

El  de  guerra  suprimió  (20  de  marzo)  todas  las  co- 
mandancias militares  en  los  puntos  de  la  campaña, 
esceptuándose  los  de  las  fronteras,  donde  había  de  re- 
sidir un  comandante  militar. 

El  de  gobierno  dispuso  (22  de  marzo)  que  la  oacuna 
fuese  administrada  en  toda  la  campaña  en  los  mese^de 
abril  y  mayo,  en  otpño,  y  de  octubre  y  noviembre  en 
primavera. 

Dispuso  igualmente  el  segundo  (25  de  marzo)  la  adju- 
dicación de  seis  premios^  tres  que  hablan  de  ser  repar- 
tidos el  24  de  mayo  y  los  restantes  e\  8  de  julio,  con- 
sistentes en  igual  número  de  medallas  de  oro  de  valor 
de 203  pesos  cada  una,  distribuidos:  dos  por  la  sala  de 
doctores  de  la  Universidad:  dos  por  la  Academia  de 
Medicina  y  dos  por  la  Sociedad  Literaria  de  Buenos 
Aires. 

El  de  hacienda  dispuso  (^6  de  marzo)  la  formación 
de  una  comisión  de  visita  de  las  casas  hospitalarias 
que  administraban  los  religiosos  betlemitas. 

El  gobierno  delegarfo  autorizó  (28  de  marzo)  al  minis- 
tro de  relaoionea  esteriores  confiriese,  como  confinó, 
al  coronel  Félix  Alzaga,  la  comisión  y  poderes  para 


50  PROVWCIA 

liquidar  y  obtener  el  pago  de  la  deuda  de  los  gobiernos 
de  Chile  y  Perú,  resultante  de  los  suplementos  hechos 
parala  libertadle  anibos  países  .por  el  gobierno  de  las 
Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata. 

Habiendo  el  virey  del  Perú,  don  José  Laserna,  es- 
pedido en  11  de  enero  de  1822,  en  el  Cuzco,  un  decret©, 
eli  que  aprobaba  el  incendio  efectuado  por  ópden  del 
coronel  Carratalá,  en  el  pueblo  de  Cangallo,  ordenando 
al  mismo  tiempo,  que,  para  borrar  hasta  de  la  memo- 
ria de  los  hombres  la  de  aquel  pueblo  infeliz,  nadie  po- 
dría reedificaren  el  lugar  en  que  existió  y  mudándose 
el  nombre  de  todo  el  Partido  á  que  pertenecía,  el  go- 
bierno delegado,  en  oposición  á  esas  bárbaras  ¡deas,  y 
deseando  eternizar  la  memoria  de  todo  un  pueblo,  víc- 
tima de  la  libertad,  acordó  (28  de  marzo)  que  una  de 
las  calles  de  la  capital,  de  las  asignadas  para  llevar 
los  nombres  que  inmortalizan  las  víctimas  del  país,  se 
denominaría  Calle  de  Cangallo.  Esto  dio  tema  al  poe- 
ta don  Juan  Cruz  Várela,  quien  consignó  en  su  «Co- 
lección de  Poesías  Patrióticas»  de  que  se  hablará  mas 
adelante,  una  bella  composición,  con  el  encabezamiento 
siguiente:  «  Al  incendio  del  pueblo  de  Cangallo  por  el 
general  español  Carratalá,  y  aprobado  por  el  vírey  La 
Serna  en  decreto  de  11  de  enero  de  1822.» 

t9t)»— BBIGABIKII  M.iBTLií  BOBBICIJEZ,  propieta- 
rio, desde  el  2  de  abril,  que  reasumió  el  mando  guber- 
nativo, después  de  una  ausencia  de  15  dias,  hasta  el 
14  de  febrero  de  1823,  que  salió  nuevamente  á  campa- 
ña, al  mando  de  la  espedicion  al  sur  de  ella. 

Esta  campaña  del  general  Rodríguez  duró  desde  el 
6  de  marzo  hasta  el  5  de  agosto,  cuyas  operaciones 
fueron  como  sigue: 

El  14  de  febrero  partió  Rodríguez  de  la  capital, 
acompañado  del  inspector  general  Rondeau,  y  el  20 
tenía  reunida,  en  Lobos,  una  parte  principal  de  la  fuer- 
za disponible  • 


»  » 


( 


6e   BUBNCVd   AIRB8  51 

Afínes  del  mismo  mes  se  trasladó  á  la  Guardia  del 
Monte,  foimando  un  campamento  con  todo  él  ejército, 
en  las  riberas  de  sus  lagunas. 

Acampado  alH  el  ejército,  y  habiendo  retíibido  ausilios 
que  aun  faltaban,  se  principió  ¿^metodizar  el  orden  de 
la  marcha  señalándose  los  gefes  de  las  respectivas  di- 
visiones. Publicóse  al  mismo  tiempo  un  edicto,  para 
cortar  ó  impedir  ría  deserción  de  los  tíuéi^pós  dé  mili- 
cias, estableciéndose  la  pena  de  muerte  para  el  deser- 
tor, aprendido  que  fuese;  la  separación  de  cada  soJda* 
do  de  su  división  respectiva,  sin  previo  permiso,  era  un 
crimen.  Cualquier  soldado,  que  se  encontrase  A  cier- 
to número  de  cuadras,  fuera  de  la  línea,  debía  -sufrir 
la  niisma  pena. 

El  6  de  marzo  se  dio  orden,  para  que  se  pusiera  en 
movimiento  cada  división  particularmente,  con  dipec- 
cion  al  rio  Salado,  á  acamp^rseen  su  ribera  austra^l,  á 
fin  de  romper,  desde  allí,  la  campaña.  Fué  nombrado 
general  en  gefe  del  ejército  el  inspector  general,  briga- 
dier don  José  Rondeau,  quien  partió  el  mismo  día,  diri- 
giendo las  columnas  hasta  Ja  ribera^  dpnde  a^campa- 
ron. 

El'S,  el  gobernador  y  el  ministro  de  la  guerra,  gene- 
ral Cruz,  partieron  á  reunirse  con  el  general  del  ^érci- 
to,  acampando  en  la  estancia  de  dop  Juan  Manuel.  Ro- 
sas, sobre  la  costa  boreal  del  mismo  rio, trasladándose, 
el  9,  á  la  cabeza  del  ejército,  en  la  costa  opuesta. 

La  mala  calidad  de  las  aguas  obligó  á,  variar,  de 
pOsSieion  á  algunas  divisiones,  á  la  laguna  nombrada  de 
Salas,  8  millas  al  S.  S.  E. 

La  fuerza  de  que  se  componía  el  ejército  era  como 
sigue:  ^ 

Regimiento  de  húsares  de  Buenos  Aires. . ,  894 

Id.  blandengues  de  la  frontera 830 

Caballería   patricia ^ 220 

Escuadrón  de  coloradlos. ..:.....;....'. .-. .  '  2í6 


r52  •  ?&0YIN01A    • 

Voluntarios  de  capipaña , 168 

,  N?  2  d/e  id 170 

N»  3  de  id. . .  .• 207 

N"  5  de  id • 163 


Total  caballería 1768 

Batallón  de  cazadores — infantería 575 

»  • 

.  Artilleríja  7  piezas.. 30 


Total '2423 

Caballos 8000 

Carretas 259 

La  división  acantonada  en  la  guardia  de  Kaquel- 
huincul,  al  mando  del  teniente  coronel  Cajaraville,  com- 
puesta de  200  blandengues  y  de  150  milicianos  del  N** 
1°  de  campaña^  se  reunió  al  ejército  en  el  Chapaleo- 
fú.     En  este  caso  el  ejército  constaba  de  2773  plazas. 

El  ejército  se  puso  en  movimiento  el  10  de  marzo,  á 
reunirse  con  la  vanguardia  y  mejorar  de  aguada,  y  es- 
tando acampado  sobre  la  costa  occidental  de  Chapaleo- 
fii,  resonó  por  todo  el  campo  la  voz:  revolución  en  la 
capital^  cuya  noticia  se  acababa  de  recibir  por  un  es- 
preso  del  gobierno  delegado.  La  sorpresa  é  indigna- 
ción se  manifestaba  en  todos  los  semblantes;  gefes  y 
oficiales  acudieron,  en  el  acto,  al  cuartel  generala  inda- 
gar los  detalles  de  la  asonada  y  el  riombre  de  los  cons- 
piradores. Al  informarse  de  los  últimos,  se  manifestó 
él  desprecio  con  el  deseo  de  un  escarmiento  imponen- 
te á  sus  autores.  Una  proclama  del  gobernador  Ro- 
driguez  á  todo  el  ejército  anunciando  su  partida  y  la  del 
ministro  Cruza  la  capital,  calmaron  algún  tanto  los  de- 
seos del  escarmiento;  pero  con  el  pesar  de  no  ver  rea- 
lizada la  empresa  con  la  prontitud  y  el  éxito  que  ella 
.^.^gía. 

El  general  en  gefe  quedaba  con  toda  la  plenitud  del 
:Wiando  hasta  el  regreso  del  gobernador  Rodríguez, 


DR   BÜBÍ(OS   AIÜBS  5S 

debiendo  seguir  las  operaciones  ha^ta  la  'sierra. 
Todo  estaba  pronto  para  continuar  la  marcha  al  diasi- 
guiente,  25,  cuando  á  las  ocho  de  la  noche  recibió  el 
general  Rondeau  aviso  vorbal  del  gobernador*  Rodrí- 
guez de  haber  recibido  coniunicaciones  del  gobierno 
delegado;  que  por  ellas  se  prevenía  ser  innecesario  in- 
tegrar el  gobierno  para  cortar'los  resaltados  de  la  revo- 
kicion;  que  ésta  sé  h¿\llaba  disuelta  por  la  parte  activa 
que  el  pueblo  había  tomado  en  defensa  de  sus  dere- 
chos', á  mas  de  la  prisión  que  se  había  hecho  •  de  una 
parte  de  los  conjurados.         '  • 

El  gobernador  y  el  ministro  regresaron  al  campa- 
mento en  la  misma  noche  del  84,  entre  los  cicas  y  mú- 
sicas que  los  oficiales  del  ejército  habían  dispuesto. 

Establecida  y  asegurada  cuanto  era  posible  la  nueva 
frontera,  el  gobernador  Rodríguez  se  puso  en  marcha, 
el 24  de  julio,  por  el  camino  conocido  de  Ghapaleofú 
con  350  cazadores  y  40  artilleros,  arribando,  el  2  de 

r  

agosto,  á  la  Guardia  del  Monte  y,  el  dia  5,  á  la  capital; 
pero  no  tomó  posesión  del  mando  gubernativo  sino  el 
11,  en  cuyo  dia  cesó,  por  consiguiente,  el  gobierno  de- 
legado. 

Durante  la  administración  de  Rodríguez,  desde  el  2 
de  abril  de  1822  hasta  el  14  de  febrero  de  1823,  se  dic- 
taron las  disposiciones  siguientes: 

Arreglo  en  la  medicina  (9  de  abril),  hasta  tanto  que 
el  establecimiento  respectivo  se  hallase  en  estado  cíe 
corresponder  á  los  jfines  de  su  institución,  mediante 
un  código  dictado  por  personas  competentes: 

Creó  (20  de  abril),  de  conformidad  aun  proyecto  de 
ley,  presentado  á  la  Junta  el  1®  de  diciembre  ide  1821, 
por  el  que  solo  debía  tener  la  provincia  dos  rejímientos 
de  caballería,  como  parte  del  ejército  permanente  de 
ella,  uno  de  caballería  con  la  antigua  denominación  de 
blandéhgues  de  la  frontera ^  cuya  residencia  sería 
provisoriamente  en  la  Guardia  del  Monte:— promulgó 


54  PROVINCIA 

(8  de  mayo)  la  leaj ,  de  olvido^  que  disponía  que  « las 
causas  suscitadas  por  opiniones  políticas,  anteriores  á 
.aqualla  fec^a^.  no  embarazaran  á, ningún  individuo  el 
.  pleno  goce  de  la  seguridad  que  la  ley  concede,  en  la  pro- 
vincia de  Buenos  Ai re^,  á  las  personas  y  á  las  propieda- 
des. 1  Esta  ley  de  olvido  fué  (18  de  nnayo)  estendida, 
comprendiéndose  en  ella  á  todos  los  que  hubieran  sido 
juzgados  y  sentenciados  por  delitos  políticos  ó  causas 
.  de  opinión,  sin  escepluar  al  padre  fray  Francísoo  Cas- 
tañeda. El'gobierno,  al  promulgar  esta  estension  de  la 
ley  de  olvido,  acordó  (20  de  mayo)  que. el  citado  reli- 
gioso, hasta  la  sanción  de  la  ley  s^obre  la  libertad  de  la 
prensa,  continuaría  bfijo  ía  prohibición  de  escribir,  á 
que  había  sido  sujetado  por  resolución  legislativa  de  15 
de  setiembre  de  1821.. 

Dict<>  (2J  de  mayo)  el  ceromoaial  que  había  de  obser- 
varse (y  que  se  observa  hasta  la  fecha)  en  Jas  funcio- 
jies  clásticas  del  país,  desde  el  25  de  mayo  de  1822:— es- 
pidió (23.  de  mayo)  un  decreto  disponiendo  la  tiraducciou 
dql  mens^aje  del  presidente  de  los  Estados  Unidos  y  el 
interjBsante  relato  del  secretario  de  Estado  al  Congre- 
so de  la  misma  República,  sobre  el  reconocimiento  de 
Ja  independencia  de  la  nación  argentina  por  los  Esta- 
dos Unidos  de  Norte  América;  disponiendo  al  misnio 
tiempo  que  ambos  documentos  se  publicasen,  como  lo 
fueron,  ppr  pliego  adicional  al  número  16  de\  Registro 
Oficial  de  la  provincia. 

Acordó  (5  de  junio)  que  todo  examen  de  individuos,* 
pertenecientes  á  la  Universidad,  fuese  público. 

Mandó  (1°  de  julio)  se  publicare  el  decreto  del  go- 
bierno,dej  Perú  por  el  cual  se  declaraba  la  bandera  v 
estandarte  de  aquel  Estado,  á  saber:  «La  bandera 
'nacional  del  Perú  se  compondrá  de  una.  faja  blanca 
ti:asversal  entre  dos  encarnadas  de  la  misma  anchura, 
con  un  sol  taml^ien  encarnado. ^obre  la  faja  blanca;  la 
insigpía,  de  pri^^rencia,  será  toda  encarnada,  con  un 


DB    BtBltOS   AIRBS  55 

sol  blanco  en  el  centro;  y  el  estandarte  será  igual  en 
todo  á  la  bandei*a,  con  la  diferencia  de  las  armas  pro- 
visionales del  Estado,  que  llevará  bordadas  sobre  el 
centro  de  la  faja  blanca. 

«La  bandera  de  los  buques  mercantes  será  igual  á 
la  nacional,  con  la  diferencia  de  no  llevaf»  el  sol  encar- 
nado en  la  faja  del  medio.  > 

Instruido  el  gobierno  del  objeto  y  servicio  del  Sa/i- 
tuario  llamado  de  Lujan,  que  no  rendía  servicio  algu- 
na y  que  no  tenia  mas  objeto  que  el  culto  de  tina  imá- 
jen,  dispuso,  (I**  de  julio)  que  todos  los  bienes  perte- 
necientes al  mencionado  Santuario  y  que  no  fuesen 
de  un  servicio  privativo  del  culto  quedaban  bajo  las 
inmediatas  órdenes  del  ministro  de  hacienda^  quien 
había  de  emplear  en  fondos  públicos  el  valor  de  los 
espresados  bienes^  que  -fuera  mas  útilvender  que  ad- 
ministrar. 

Desde  el  1®  de  julio,  el  edificio,  llamado  de  la  Reco* 
leia^  quedó  destinadD  á  Cementerio  público,  ó  Cemen- 
terio del  Norte. 

Sobre  los  escritos  que  se^  presentasen  á  los  funcio- 
narios públicos,  se  acordó  no  proveer  sin  instruirse 
previamente  de  que  el  tenor  no  infamaba,  ni  faltaba  á 
la  consideración  debida  á  la  autoridad  y  á  las  perso- 
nas; debiendo  ser  roto  é  inutilizado  por  mandato  del 
funcionario  público,  á  quien  se  presentase  todo  escrito, 
en  cuyo  tenor  se  advirtiese  uno  de  los  espresados  vi- 
cios. 

Mandó  cesar  (1°  de  julio)  la  Hermandad  llamada  de 
la  Caridad  en  la  administración  de  todos  los  bienes 
que  tuvo  á  su  cargo,  quedando  el  Hospital  de  Mujeres 
y  el  Colegio  de  Huérfanas  bajo  las  inmediatas  órdenes 
del  ministro  de  gobierno,  y  el  templo  de  San  Miguel 
debía  entregarse  al  cargo  y  cuidado  del  cura  de  la  par- 
roquia respectiva. 

El  coronel  Celestino  Vidal  del  batallón  2^  de  Cacado- 


56  PROVIKCIA 

re^  había  sido  (1822)  invitado,  para  una  conjuración  que 
debía  estallar  muy  pronto,  se  adhiriese  ó  no  á  ella:  el 
coronel  avisó  privadamente  y  en  el  seno  de  la  amis- 
tad al  gobernador  Rodríguez,  á  quien,  hasta  entonces 
le  ligaban  antiguos  vínculos  Üe  amistad.  Este  avisa 
á  sus  ministros  lo  que  ocurría,  y  al  dia  siguiente  se  lo 
exige  una  revelación,  por  escrito,  al  gobierno,  obligán- 
dole nombrase  al  ciudadana  qi|e  lo  había  invitado  á  la 
Qonjuracion;  él  se  niega  obstinadamente,  asegurando 
al  gobierno  que  le  era  mas  fácil  subir  el  cadalso^  que 
cometer  la  acción  infame  que  se  le  exigía.  Esta  resis- 
tencia tuvo  por  premio  73  dias  de  prisión  y  la  pérdida 
de  su  carrera.  El  coronel  Vidal,  por  este  proceder 
libró  al  pueblo  de  Buenos  Aires  de  los  horrores  de  la 
anarquía  y  supo  sacrificarse  por  no  comprometer  á  ciu- 
dadano alguno. 

Con  motivo  de  este  suceso,  se  estendió  por^el  gobier- 
no el  acta  siguiente: 

<  Sala  del  despacho  del  gobierno  de  Buenos  Aires, 
á  26  de  agosto  de  1822.--Hab¡éndose  presentado  el  20 
del  que  corre,  ala  una  y  media  del  dia,  el  coronel  co- 
mandante de  cazadores  don  Celestino  Vidad  eu  el 
mismo  despacho  del  gobierno,  donde  se  hallaban  el 
ministro  del  departamento  de  gobierno  y  relaciones  es- 
teriores(Rivadavia)  y  el  de  la  guerra  y  marina  (Cruz), 
y  habiendo  pedido  el  espresado  coronel  Vidal  audien- 
cia separada  á  la  misma  persona  del  gobernador,  am- 
bos salieron  á  la  galería,  de  donde  regresaron  á  los 
pocos  momentos  diciendo,  el  gobernador  á  los  minis- 
tros, que  escuchasen  la  revelación  importante  que  en 
cumplimiento  de  su  deber  y  de  su  honor,  y,  sobre  to- 
do, por  la  salud  de  la  patria,  quería  hacer  al  gobierno  el 
precitado  coronel  Vidal.  Acto  continuo  espuso  dicho 
coronel  que  había  sido  invitado  para  una  revolución^ 
que  trastornase  el  orden  actual  del  país,  y  que  para 
ello  debía  tener  una  conferencia  con  el  principal  direc- 


DE   BüEVOd   AIBBS  57 

tor  de  la  revolución,  pues  aun  ignoraba  el  plan  bajo  él 
cual  estuviese  ooncebída.  Entonces  el  gobierrlo  le 
.manifestó  que  debía  prestarse  á  dicha  conferencia,  pa- 
ra de  ella  deducir  lo  que  era  tan  importante:sáber  para 
aplicarlos  medios  de  contenerla.  En  consecuencia, 
y  según  se  habla  convenido,  fué  llamado  á  la  Fortale- 
za el  espresado  coronel  VioUl,  el  22  del  propio  mes;  y 
habiéndose  apersonado  efectivamente  en  el  despacho 
del  gobierno,  exigió  del  gobernado^'  y  del  ministro  de 
la  guerra  y  marina  la  garantía,  bajopalabra  de  honor, 
de  que  no  se  descubriría  su  nombre,  ni  causaría  pet*- 
juicio  á  particular  alguno  de  la  manifestación  que  iba  á 
hacer,  según  se  le  fué  acordado  del  modo  que  lo  exigió 
en  la  primera  conferencia.  Entonces,  á  presencia  de 
las  mismas  personas,  e.l  gobernodor  y  el  ministro  de 
guerra  y  marina,  espuso  él  es  presado  coronel  Vidal 
que  se  le  habia  invitado  para  Imeer  una  revolución,  la 
cual  estaba  pendiente  de  solo  su  división,  que  ya  se 
habían  anticipado  las  demás  medidas,  tales  como,  el 
disponer  y  convenir  con  varioscapitanes  de  la  legión 
patria,  y  también  con  Ja  caballería  patricia:  que  pre- 
sentando él  la  fuerza  de  su  batallón  no  habia  cosa  al- 
guna que  crúzasela  revplucion,  la  cual  debía  ejecutar* 
se  cuan^  ahtes,  poniendo  de  gobernador  al  brigadier 
reformado  don  Cornelio  Saavedra,  para  contentará  los 
patricios,'Con  quienes  se  decía  que  tenía  partido,  y  de 
ministros,  de  gobierno^  al  doctor  don  Pedro  Medrano, 
y  de  la  guerra,  al  coronel  mayor  don  Juan  Ramón 
Balcarce:  pero  que  no  se  había  dicho,  que  estos  indi»- 
víduoséran,ó  no,  sabedores  del  proyecto;  que  se  con- 
taba con  la  mayor  parte  de  la  tropa  y  oficialeá  del  N**  1° 
por  cuanto  el  ceñuelq  de  los  que  componían  este  cuerpo 
era  de  los  soldados  que  en  el  ^ño  20,  habían  preso  á  su 
coronel;  que  no  querían  hablar  al  coronel  (Antonio) 
Ramírez,  por  que  no  era  hombre  con  quien  se  contaba 
para  batirse;  y  que  el  principal  director  con  quién  ha- 


58  PROVINCIA 

T)fa  tehído  las  conferencias  era  el  doctor  don  Gre^rio 
Tagle;  concluyendo  con  que  uno  de  los  primeros  pa- 
sos, hecha  la  revolución,  era  el  de  restituir  al  cabildo 
estinguido;  y  por  últinno  manifestó  el  mismo  coronel 
Vidal,  que  el  espresado  don  Gregorio  Tagle  le  había 
asegurado  que  en  el  momento  que  le  avisase  estar  lis- 
to su  batallón,  tetidrfa  la  cantidad  de  doce  mil  pesos  á 
su  disposición,  para  gratificar  la  tropa.  .Luego  que  se 
retii^iel  espresado  coronel,  el  gobierno  se  reunió  en 
acuerdo  con  los  tres  ministros;  y,  después  de  varias 
observaciones  sobre  la  gravedad  del  asunto,  resolvió 
que  no  estaba  en  sus  facultades  el  acordar,  ni  menos 
continuarla  garantía  que  había  concedido;  debiendo 
por  lo  tanto  denunciar  á  la  sala  de  Representantes  la 
revelación  que  se  le  había  hecho.  A  este  oficio,  el  dia 
23,  fué  llamado  por  el  gobierno  el  espresado  coronel 
Vidal,  y  hallándose  presentes,  en  la  sala  del  despacho, 
los  ministros  de  los  tres  departamentos,  se  le  hizo  sa- 
ber el  acuerdo  del  gobierno^  y  la  necesidad  de  que 
presentase  un  parte  circun^stanciado  del  relato  que  ha* 
bía  hecho  el  dia  anterior;  mas  escusándose  á  dar  este 
paso,  esponiendo  que  él  no  quería  aparecer  como  un 
denunciante,  bajo  la  promesa  que  le  había  hecho  el  mis- 
mo gobierno;  se  le  hicieron  por  el  gobernador  y  por  los 
ministros,  á  su  vez,  las  reflexiones  mas  claras  sobre  el 
honor  que  resultaba  á  su  persona  y  al  ejército  entero 
de  la  revelación  que  había  ejecutado:  se  apuró  el  con- 
vencimiento para  mostrarle,  que  el  intei*és  del  país  era 
preferible  á  toda  otra  relación  privada^  fuesen  cuales 
fuesen  sus  respetos;  y  en  suma,  que  él  no  podía  ne- 
garse á  ello  sin  traicionar  la  confianza  que  el  gobier- 
no había  depositado  en  sus  manos,  dándole  el  mando 
del  cuerpo  mas  fuerte  de  la  guarnición.  Pero  como  el 
espresado  coronel  insistiese  en  la  negativa  á  dar  el 
parte;  se  le  dijo,  por  último,  que  toda  escusa,  á  mas  de 
hacerle  poco  honor,  sería  infructuosa,  pues  el  gobier-» 


DE   BUBMOa   AIRBS  59 

no  eátaba  decidido  á  manifestarlo  á  la  sala  de  Repre- 
sentantes^ con  cuyo  motivo  él  tendría  que  prestar  su 
declaración .  Habiéndose  verificado  ^sto  mismo,  en  el 
mismo  djjBi,  fué  encargado,  el  24,  el  auditor  general  de 
guerra  de  levantar  el  sumario  informativo  que  corres- 
pondía en  este  caso:  mas  negándose  á  darla^  diciendo 
que  élno  había  dicho  semejante  cosa  al  gobierno,  y  que 
éste  se  había  equivocado  en  la,  relación  que  él  había 
hecho:  con  noticia  tan  estraña,  fueron  citados  los  tres 
ministros  á  las  siete  de  la  noche  del  mismo  dia  á  casa 
del  gobernador,  donde,  hallándose  el  espresado  coro- 
nel Vídad,  se  le  hicieron  los  cargos  mas  fuertes  sobre 
-su  negativa;  y  las  observaciones  convenientes  sobre 
cuanto  perjudicaba  con  élla.á  su  mismo  honor  éintere-»- 
ses;  mas  apurándose  todas  las  reñexiones  para  su 
convencimiento,  aseguró  que  no  declaraba  mas  que 
lo  que  había  dicho,  esdamando  cuan  ignominioso 
le. era  aquel  paso,  á  que  lo  había  comprometido  el  go- 
bierno, por  lo  que  tal  vez  antes  de  ocho  dias.  se  oiría 
decir  que  él  había  aparecido  asesinado  en  las  calles; 
y  últimamente,  esforzándose  mas  y  mas  las  razones, 
pgira  traer  en  el  último  término,  dejando  de  todo  estén- 
did  R  unaacta  en  aquella  misma  hora,  dicho  coronel 
contestó  que  su  cabeza  no  estaba  entonces  para  nada, 
que  se  retiraba  á  pensarlo,  y  que  contestaría.  Todo 
lo  que  ha  dispuesto  el  gobierno  se  redacte  en  ésta,  que 
servirá  de  acta  legalmente  estendida  y  autorizada  en  el 
dia  de  la  fecha — Martin  Rodríguez — Bernardino 
Ricadavia — Francisco  de  la  Cru3 — Manuel  Garda,  % 
El  gobierno  de  Rodríguez  mandó  suprimir  el  Hospi- 
tal, llamado  de  Santa  Catalina^  cuyos  enfermos  debían 
ser  y  fueron  trasladados  al  llamado  militar  ó  de  la  Re- 
sidencia:— Ordenó  el  establecimiento  de  dps  mercados 
para  los  frutos  de  la  campaña,  y  especialmente  las 
pieles,  uno  al  Oeste  y  otro  al  Sur  de  la  ciudad;  y  de 
acuerdo  con  lo  dispuesto  en  el  decreto  de  35  de  marzo. 


60  PROVIWCiA 

dictó  (16  de  abriJ)  el  Reglamento  de  la  Universidad  de 
Buenos  Aires  para  la  adjudichcion  de  premios  el  24  de 
mayo  y  8  de  julio: -encargó  (9  de  julio)  al  ministro  de 
gobierno  la  colección  de  todas  las  producciones  poéti- 
cas, dignas  de  la  luz  pública,  cortipuestas  en  la<!apital 
y  en  todas  las  provincias  argentinas,  desde  el  85  de  ma- 
yo.de  1810  hasta  la  focha  de   esta   disposición,  de  la 
cual  habla  de  hacerse,  como  se  hizo,  una  impresión.  (1) 
Promulgó  (3  de  julio)  la  ley  militar^  que  había  de  ser 
revisada  cada  año: — resolvió  (6  de  diciembre)  que  los 
alumnos  de  toda  clase  de  escuelas,  ó  de  estudios,  que 
se  encontrasen  en  las  horas  destinadas  á  ellos,  por  las 
•calles,  quintas,  cafés  y  demás  lugares  públicos,  fuesen 
conducidos  á  la  cárcel  de  deudores  y  detenidos  en  ella 
por  el  término  dé  24  horas: — promulgó  (24  de  diciem- 
bre) la  ley  sobre  reforma  del  clero^  cuyo  fuero  perso- 
nal quedó  abolido,  como  también  los  diezmos,  las  ca- 
-sas    de    regulares  betlemitas  y  las  menores   de  las 
demás  órdenes  existentes  en  la  provincia.     Fijó  el  nú  - 
mero  de  relijiosos  sacerdotes,  en  las  casas  de  regula- 
res, en  30,  como  máarimtin,  y  en  16,  como  mínimuny 
suprimiendo  aquellas,  cuyo  número  bajase  de  éste,  y 

■ 

(1)  Este  trabcyo  fué  encomeadado  al  distinguido  poeta  don  Juao  Cruz  Vá- 
rela, qnien,  con  el  título  de  «  Colección  de  Poesías  Patrióticas,  *  publicó  na 
libro  de  353  púgiuas  en  los  últimos  días  de  la  presidencia  de  Kivadavia  y  de 
consfgoiente,  muy  poptenor  á  la  batalla  de  Ayacacho,  puesto  qu*  rejistra  va- 
rios cantos  referentes  á  ésta,  que,  cofno  se  sabe,  tuvo  lugar  el'9  de  diciembre 
de  1824/ 

Este  libro,  no  se  puso  en  venta,  porque,  después  de  confeccionado,  no 
agi-adó  á  su  compilador;  por  consiguiente  es  sumameuto  ruro,  á  diferencia 
de  la  Lira  Argentina^  cuya  edición  de  200  ejemplares,  hecha  en  París, 
bajo  la  inspección  inmediata  del  doctor  Francisco  de  Paula  Almeyra  y  d« 
don  Ramón  Díaz,  abunda,  relativamente,  en  el  Rio  de  la  Plata. 

La  «  Golecctioo  ^e  Póevias  Pati;ióticaa  »  carece  de  carátula  y  de  Índice, 
y  fué  hech^  en  Buenos  Airea  en  1827,  y,  según  el  ojo,  por  la  imprenta  del 
diario  El  Tiempo,  y  consigna  composiciones  poéticas,  hasta  enero  de  1826, 
de  los  siguientes:  Vicente  Lope7,  Cayetano  Rodrignez,  Estévan  de  Luca, 
Juan  Ramón  Rojas,  Buenaventura  Hidalgo,  Juan  Crisóstomo  Tjafinur,  Flo- 
rencio Várela  y  del  compilador,  de  quien  hay  machas. 


DB   BUENOS  AIRES  61 

.  disponiendo  ]o  mismo  respecto  del  monasterio  de  San- 
ta C$italina;  y  todas  las  propiedades,  muebles  é  inmue- 
bles, pertenecientes  á  las  casas  suprimidas,  fueron  de* 
claradas  propiedades  del  Estado:— creó  (2  de  enero  de 
1823)  el  establecimiento  de  una  sociedad  de  damas,  ba- 
jo la  denominación  de  Sociedad  de  Beneficencia  y  á 
CAjya  dirección  é  inspección  quedaban  las  escuelas  de 
niñas,  casa  de  Espósitos,  casa  de  partos  públicos  y 
ocultos,  hospital  de  mujeres,  colegio  de  huérfaaas  y 
todo  establecimiento  público  con  tendencia  al  bieu  de 
losindividuos  de  su  sexo:— espidió  (id)  undecreto,  cos- 
teando en  los  colegios  de  Buenos-Aires  la  educación, 
vestuario  y  mantenimiento  de  6  jóvenes  de  cada  pro- 
vincia; dos  de  éstos  con  destino  al  colegio  de  estudios 
eclesiásticos  y  los  demás  á  los  de  las  ciencias  físicas  y 
morales,  y  decretó  (7  de  enero)  la  construcción  áo.  tem- 
píos  en  la  campaña  y  la  erección  de  uno  en  el  nuevo 
pueblo  del  Pilar. 

flS93~B.  BKR.líARBl.líO  RIVABAVIA  Y  B.  MíüVUEIí 

jrOiiÉ  garcía,  ministros,  en  ejercicio  de  las  funcio- 
nes del  P.  E.  por  detegacion  del  propietario  Rodríguez, 
que  marchó  á  la  espedicibn  del  sur,  el  primero  en 
cuanto  á  las  de  gobierno,  relaciones  esteriores  y  guer- 
ra, y  el  segundo  en  cuanto  á  las  de  hacienda,  desde  el 
14  de  febrero  hasta  el  11  de  agosto,  en  que  Rodríguez 
reasumió  el  mando  gubernativo. 

En  la  noche  deH5  de  marzo  se  recibió  en  Buenos- 
Aires  la  primera  noticia  pasada  por  el  comandante  mi- 
litar de  San  Nicolás  de  los  Arroyos  don  Cipriano 'Ce- 
ballos  de  una  conspiración,  dispuesta  en  esta  ciudad, 
paraderrocar  al  gobierno  de  esta  provincia  y  de  la  de 
Santa  Fe,  y  descubierta  por  el  de  la  última.  Al  medio 
diadeH9  se  recibió  una  delación  de  que  se  seducía 
gente  para  conspirar  en  el  mes  de  abril  siguiente.  A 
las  diez  déla  noche  del  19  se  recibió  el  primer  parte 
oficial  del  comandante  militar  dé  Morón  don  José  María 


t . 


62  PROVIKCIA 

Casado,  comunicando  que  en  las  inmediaciones  de  las 
Cañuelas  reunía  gente  don  Hilarión  Castro,  para  efec- 
tuar esa  misma  noche  una  revolución  en  Buenos  Ai- 
res. 

El  gobierno  delegado  se  reunió  en  la  fortaleza  (ac- 
tual casa  de  gobierno  nacional)  á  las  once  de  la  noche, 
junto  con  el  inspector  general  don  Ignacio  Alvarez  y 
Thomás,  haciendo  citar  á  esa  hora  á  los  generales  don 
Juan  José  Viamonteydon  Jtian  Gregorio  de  las  He- 
raR,y  ordenándose  al  batallón  N^  V  de  fusileros  (al 
mando  del  coronel  Benito  Martine2)que,  dejando  solo 
la  guardia  de  prevención  en  su  cuartel  del  Retiro,  se 
trasladase  á  la  Fortaleza.  Todo  el  ejército  de  la  capi- 
tal se  puso  en  movimiento,  situándose  en  puntos  con- 
venientes para  la  defensa.  A  las  tres  de  la  mañana 
penetraron  en  la  plaza  de  la  Victoria,  por  tres  puntos, 
las  reuniones  de  completados,  bajo  una  grita  est rao r- 
dinaria  de  ¡oioa  la  religión  y  la  patria!  y  guindos  por 
los  caudillos  don  Benito  Peralta,  don  Hilarión  Castro, 
don  Rufino  Baui^á,  don  José  María  Guerreros,  don 
Pedro  José  Viera,  don  Antonio  Gonzafez  y  otros.  Su 
primera  diligencia  fué  forzar  la  guardia  de  la  cárcel, 
poner  en  riberlad  á  varios  reos,  principalmente  á  don 
José  María  Urien,  y  apoderarse  de  la  campana  déla 
casa  de  justicia,  para  llamar  al  pueblo. 

Luego  que  se  sintió  la  alarma  on  el  pueblo,  concur- 
rieron á  la  Fortaleza  muchos  gefes  retirados  y  otras 
personas  respetables  á  ofrecer  al  gobierno  sus  ser- 
vicios y  alistarse  en  el  Cuerpo  del  Orden  hasta  los 
mismos  estrangeros.  A  los  ocho  minutos  de  un  tiro- 
teo violento  de  parte  á  parte,  fueron  completamente 
batidos  los  revoltosos,  dejando  varios  muertos,  heridos 
y  prisioneros.  Estos  fueron  sometidos  ajuicio  y  con- 
denados á  destierro  unos,  absueltos  y  puestos  en  liber- 
tad, otros^  y  'pasados  por  las  armas  don  José  María 
Urien,  oficial  retirado,  y  don  Benito  Peralta,  oficial  re- 


DB    BUfi^NOS   AIHES  C3 

formado  del  cuerpo  de  artillería,  el  9  de  abril  de  1823,  en 
la  plaza ^5  cíe  il/ayo*  '  .       \ 

A  la  energía  desplegada  por  el  gobierno,  se  debió  el 
restablecimiento  del  orden  y  de  la  tretnquilidad:  separó  , 
de  la  Cámara  de  Justicia  á  los  doctores  Gazcon  y  Va- 
lle, reraplazándolos  por  los  doctores  Cossio  y  Villegas: 
separó  igualmente  de  sus  puestos  algunos  curas^  t^les 
como  don  Vicente  Arraga  y  don  Francisco  Argerích,  ^ 
mandando  prender  ¿  unos  y  salir  de  la  provincia  á 
otros,  por  su  conducta  subversiva  y  ofneciendo  2000 
pesos  por  la  persona^iel  doctor  Tagfe  y  200  por  cíida 
unade  las  demás  y  con  el  ejemplar  castigo  de  los  prin- 
cipales cabecillas.  Para  mayor  garantía  y  con  el  obje- 
to de  conservar  el. orden,  salió  el  coronel  Borrego  con 
una  fuerza  de  200  hombres  ,de' caballería,  para  situarse 
en  la  campaña. 

Las  señoras  nombradas  (18  de  febrero),  para  la  for- 
mación de  la, primera  Sociedad  de  Beneficencia^  fueron: 
doña  Mercedes  Lasala,  doña  María  Cabrera,  doña  Isa- 
bel Casamayor  de  Luca,  doña  Joaquina  Izquierdo,  do- 
ña Flora  Azcuénaga,  doña  Cipriaiía  Viana.  y  Boneo, 
doña  Manuela  Aguirre,  doña  Josefa  Gabriela  Raiíjos^ 
doña  Isabel  Agüero,  doña  Estanislada  Tartas  de 
Wright,  doña  María  de  los  Santos  Riera  del  Sar,  doña 
María  Sánchez  de  Mandeville;  y  doña  Bernardina  Cha- 
varría  de  Viamonte,  bajo  la  presidencia  de  la  primera. 
Por  renuncia  de  la  5*  y  11*.  y  por  ausencia  de  la  10*, 
fueron  nombradas  doña  María  del  Rosario  Azcuénaga, 
doña  Justa  Foguet  de  Sánchez  y  doña  Estanislada  Cos- 
sio de  Gutiérrez.  Esta  Sociedad  tuvo  como  una  de 
sus  atribuciones  el  adjudicar  y  repartir  4  premios  el 
26  de  mayo  de  todos  los  años,  á  la  moral,  á  la  indus- 
tria y  2  á  la  aplicación.  El  1"*,  de  200  pesos  en  dinero, 
se  había  de  adjudicar  á  la  muger  que  mas  se  hubiese 
distinguido  por  su  moralidad  y  por  la  práctica  de.  las 
virtudes  propias.  d(?l  spxo  y  de  su  estado.    El  2**^;  de ;!  00 


G4  PROVIKCIA 

pesos  en  dinero,  se  habfa  de  adjudicar  á  laque  mas 
se  hubiese  esmerado  en  el  tesón  de  adquií'ir,  con 
honradez  y  por  medio  de  un  trabajo  industrioso,  los 
medios  de  su  subsistencia,  ó  la  de  sus  padres,  ó  hijos. 
Los  otros  dos,  de  50  pesos  cada  uno,  destinados  en  es- 
pecies ó  útiles,  á  elección  de  la  Sociedad  de  Beneficen- 
cia, á  las  dos  niñas  que  mas  se  hubiesen  distinguido 
por  sus  talentos  y  aplicación. 

En  marzo  fué  presentado  por  los  sefiores  Valentín 
Gómez,  José  María  Rojas  y  Francisco  del  Sar,  y  apro- 
bado por  el  gobierno,  el  16  de  abril,  el  Reglamento  para 
la  espresada  Sociedad,  el  mismo  que  siguió  rigiendo 
hasta  la  fecha;  así  como  fué  aprobado  por  el  gobierno 
otro  Reglamento  dictado  por  los  citados  señores,  pai-a 
•la  adjudicación  de  los  premios  decretados  en  1**  de 
marzo,  fijando  el  procedimiento  que  se  había  de  seguir 
y  siguió. hasta  la  fecha  y  aun  las  arengas  que,  al  hacer 
la  entrega  del  premio,  habia  de  pronunciar  la  presi- 
denta. 

Las  casas  del  Hospicio  de  Mercedhríos,  denomina- 
dos de  San  Rumonde  las  Conchas,  y  del  convento  de 
San  Pedro,  fueron  (24  de  febrero)  destinados  á  Hospi- 
cios, para  la  educación  de  los  niños  de  los  pueblos  y 
territorio  de  la  campaña,  en  las.  primeras  letras,  bajo 
la  dirección  de  la  Sociedad  lancasteriana. 

El  5  de  marzo  se  decretó  el  establecimiento  de  una 
Caja  de  Ahorros^  y  el  24  de  abril  quedó  instalada  y 
nombrada  la  Comisión  directiva,  disponiendo  ser  el 
objeto  de  dicha  institución  el  recibir  en  depósito  las 
sumas  desde  dos  reales  para  arriba,  que  economizaran 
los  individuos  industriosos  que  no  tuviesen  modo  de 
adelantar  sus  ahorros  con  seguridad. 

El  gobierno  delegado  (Rivadavia)  encargó  (5  de  abril) 
al  prelado  diocesano  obligase  á  todos  los  iiídivíduos 
del  clero  á  asistir  á  una  conferencia  semanal,  contraí- 
da ó  los  puntos  siguientes:  I"*  Moral   y  Rúbrica;  2"* 


\ 


DB   BUB^Oa  AIBBS  65 

.    Oratoria^  sagrada  práctica;  3°  Historia  eclesiástica  y 

•  disciplina,  y  4^  Derecho  público  eclesiástico.  ,  Y  en  19 
de  abril,  el  provisor  gobernador  del  obispado,  doctor 
Mariano  Zavaleta,  presentó  el  Reglamento  para  las  re- 
feridas conferencias,  el  cual  fué  (24  de  ^ibril)  aprobado 

-  por  el  gobierno  delegado-  Este  presentó,  el  5  de  ma- 
yo, su  Misnsageá  la  Sala  d'e  Representantes,  haciendo 
una  lisonjera  pintura  del  estado  de  progreso  de  la  pro- 
vincia, principalmente  respecto  de  la  multiplicación  de 
los  establecimientos  de  primera  educación,  en  la  ciu- 
dad y  campaña,  á  fin  de  combatir  la  ignorancia,  como 
el  primer  enemigo  de,  los  pueblos,  que  desmoraliza  y 
embrutece. 

Ratificó  (10  de  junio)  un  tratado  de  alianza  defensi- 
va, entre  la  República  de  Colombia  y  el  Estado  de  Bue- 
nos-Aires, en  sosten  de .  ^u-  independencia: — suprimió 
(27  de  junio)  las  postas  militares,  sustituyendo  las 
dependientes  de  la  Administración  de  Correos: — ia- 
dultó  (9  de  julio),  de  la  pena  de  muerte,  á  todos  los  que 
en  rebeldía  habían  sido  condenados  á  ella,  por  autores 
ó  cómplices  de  la  asonada  de  la  noche  del  19  de  mar- 
zo, y  restituidos  á  la  libertad  y  al  pleno  goo^  de  los  djB- 
rechos  de  ciudadanos,  el  25  de  mayo  de  1824  todos  los 
que  fueron  causados  como  cómplices  ó  autores  de  la  ci- 
tada asonada:— ratificó  (23  de  julio)  una  Convención 
preliminar^  acordada  entre  el  gobierno  de  Bufenos- 
Aires  y  los  comisionados  de  S.  M.  C: — fué  autorizado 
(id)  por  la  Legislatura  de  Buenos  Aires  para  negociar 
en  favor  de  la  España,  amenazada  de  una  guerra  por  el 
rey  de  Francia,  Luis  XVIII,  la  suma  de  veinte  millo- 
nes de  pesos,  entre  todos  los  Estados  americanos,  re- 
conocidos independientes.     En  virtud  de  esa  autoriza- 

,  cion  legislativa,  el  gobierno  delegado  (Rivadavia)  nom- 
bró (id)  ministro  plenipotenciario  cerca  de  la  República 
de  Chile,  Perú  y  Colombia  á  don  Félix  Alzaga;  cerca 
del  gefe  de  las  fuerzas  españolas  que  ocupaban  izarte 


66  MOtlKCIA 

del  teri*itórió  del  Perú,  al  general  don  Juan  Greg>6río 
de  las  Heras;  cerca  de  las  provincias  de  la  carrera  del 
Paraguay,  al  doctor  Juan  García  de  Cossio;  para  la  lí- 
nea de  ocupación  por  esta  parte  del  Perú,  con  residen- 
cia en  el  territorid  de  la  provincia  de  Salta^  al  general 
don  Juan  Antonio  Alvarez  de  Arenales,  y  cerca  de  lias 
provincias  interiores^  esencialmente  cerca  de  los  go- 
biernos de  la  carrera  de  Cuyo^  af  doctor  Diego  Estanis- 
lao Zaváíeta. 

Decretó  (7  de  agosto)  el  establecimiento  de  una  Es- 
cuela dé  Agricultura  pt&ctics,  y  un  Jardín  de  Acíima- 
taciofiy  en  Ta  quinta  denominada  de  la  Recoleta;  y  ha- 
biendo regresado  de  la  campaña  el  gobernador 
propietario  Rodríguez,  cesó  el  gobierno  delegado,  el 
11  de  agosto,  diaen  que  aquél  entró  de  nuevo  en  ej-er- 
cicio  de  sus  funciones  gubernativas. 

fd»8-^RRI€}itBÍER    MARTIIV  ROIIRlC;iJ£K,     propie- 
tario, desde  el  11  d^  agosto  de  1823,  que  reasumió  el' 
mando  gubernativo,  después  de  su  espedieion  al  sur 
cowtra  lo©  bárbaros,  con  el  objeto  de  esten^ejf  Ja  fvQn- 
tei*a,  hasta  el  16  de  ¡loviembre^  que,  con  motivo  de  un 
contraste  esperimentado  por  tas  fuerzas  d$I  gobernador 
Lopez^  de  'Santá-Fe,  después  de  haber  sido  atacados  y 
derrotados  aquellos,  en  el  puesto  del  difunto  Gómez, 
el  15 de  noviembre,  volvió  á  salir  Rodríguez,  con  direc- 
ción ¿  Lobos,  acompañado  de  14  artilleros  y  del  cb- 
mandante  de  colorados  (Rosas),  con  60  hombres;  pero 
no  dejó  delegado   por    haber  regresado  al   dia   si- 
guiente. 

Con  el  objeto  de 'fijar  de  un  modo  permanente  la  nue- 
va línea  de  fronteras,  principiada  en  el  año  de  1823,  el 
gobernador  Rodríguez  salió,  el  5  de  enero  del  año  si- 
guiente (1824),  á  la  cabeza  de  la  espedicion,  que  se  di- 
rigió a)  sur  de  la  provincia,  y,  de  acuerdo  con  la  Jun- 
ta de  Representantes,  delegó  el  mando,  gubernativo  tti 
los  lAínistros  Rivadavia  y  (jarcia.  ' 


PB  WñMS  AlBBS  67 

Ert  vista  de  lá  necesfíQad  dé  poner  en  acción  todos  los 
recursos  qtíe  el  país  poisée  y  eti  el  deseo  d^  hacer  vsíler 
'  fo  posible  las  minas  situadas  en  ías  Provincias-Uni- 
das, el  gobernador  Rodríguez  espidió  un  áeoréto  (24 
de  noviembre)  autorizando  al  rtiínisff o  Rívadavia,  para 
que  promoviese  la  fbmiaeioñ  de  una  sociedad  en  Ingla- 
'  térra,  destinada  á  esptotar  las  minas  deoro  y  plata  que 
'  éiistenen  teRepúbíiea.  ■ 

Con  élññ  de  poblaría  ciudad jque^,  con. el  nombí?©  del 
general  Belgrano,  debió  erigirse,  el  gobernatiop  Ro- 
dríg'uei  ab(ori7:6  (24  de  noviembre)  di*  hníiistto  Rifada-- 
via-parék  negociar  200 'fartílias  europeas,  a*í  como  el 
envío  dettíiló  mas  fertiiMa*  morales  ó  íridobtcioeas, 
para  las  nuevas  poblaciones  que  se  proyeolaba  levan- 
tar en  el  t^rritór¡6  de  la  provincia.  '  <  » 

Instruido  de  los  progresos  que  \k  Biblioteca  Pú- 
blica hacía  y  de  la  influencia  reai  que  aquel  ésta- 
blecimiettto  tipnfa  en  ía  ilustración  ¡del país,  el  gober- 
'nador  Rodrigwez  encargó  '{31  -^de  diciembre)  '>al 
BlWioteeario  propusiera  oportunamente  itodas  lü^sf  tne- 
dfdas  ci^|id'üi(^efít6&  i  ace^lemr  él  del  IkfüSEo  piel  pafs, 
especialmente  en  todos  Ids  rianios  d?e  Hislor id  Natural, 
Química,  Artto  y  Oíiéíó&;  encargando  <á  la  Academia 

de  Me^ícin^á  v  Ciencias  exacias  la  fórhiaeion  de  una 

•I 

colección  defnostrativa  de  la  Geología  del  país  yiolra 
de  lasave^  det  mismo.  Y  por  lo  que  iféispiftcta  á  cian- 
chas^e)  ministro  Rivadavia  quedó  'encardado-  de  librar 
]a9 ordénese  insfrticcfones  necesaríais  al'  comandahte 
de  Rata^ones^  para  la  formación  de>  ona  ^colección  de 
las  mipmas.  í.  !      .  i 

El  5  de  enero  de  1834,  el  gob0madk>r  Rodriguez-  die- 
legó  el  mando  gubernativo  en  los  ministros  RiVadavia 
y  García,  durante  su  ausencia  á  la  campana.  % 

#0SÉc;ÁRCÍA,  ministros   de  Rodríguez^  dQlegados, 
'  por  lo  que  respecta  á  los  ramos  de  relaciones  esterió-' 


;.i 


68  ..  :pBOXiKOU 

.'  res;  gobierno^, guerpa  y  marina  el  priaiero,.y  ppr  1<?  que 
:  respecta  á  la  hacienda,  el  segundo,  desde,  el. 5  de  ene- 
ro, que  isl  propietario  salió  á  la  cabeza  de  la  espedicion 
a  lal  sur  de  la  ¡provincia,  para  fijv  .de  un  modo  perma- 
:   nente.lanu^aUQBade  fronteras. 

.  El  general  Rodríguez  llegó  ai  término  que  la  ley.  fijó 

^  la  duración  de  su.  goUierno,  acontecimiento  j;nuy  h9n- 

'  roso  pkra  él,  porque  era  en  su  género,  hasja  entonces, 

.   el- primer  ejemplo  que  la.  historia  debe. rQgÍ3trar,  con 

interés. :        i 

Una  de  la$  primeras .  di^posicionqs  del  gobierno  de- 
legado (Rivadavi  a)*  fué  dividir  (7  d^; enero  de4824)  el 

« 

.  juisgado  de  paz  de  la  parroquia  de  la  qat^dral  en  dos, 
.aur  y  norte  de  l|a  calle  de  la  Plata,  (hoy  Rivaduvia)«  El 
mismo  (Rivadavia)  dictó  (enero)  uu .  Reglamento  para 
Id  Escaela  de  Partos. 

'  Los  ciudadanos  norte*iamericanos  merecieron  tal 
consideración  por  las  relaciones  de  amist^cl  é  identi- 
dad da  principios,  que  el  mismo    delegado   decretó 

-   (a4^de  febrero)  ésufavor^no  necesitar.de  mas  pa^a- 

,  porte,  para  salir  del  territorio,  que  el  de}  plenip<>t^i- 

.  cíario  de  su  nacioii-^Rodney^ 

Mandó  reconocer  (6.de  abril)  al  prímbi^  Có-n^ul  ge« 
neral  de  S.  M.  B.en  el  Estado  de  Buenos-Ai res,  Wood- 

i  bine  Parish^  y  en  correspondencia,  nombró,^  (7  de 

'  abril)  (por  primer  cónsul  'general  del  mismo  justa- 
do, en  el  Reino  Unido  de  la  Gran  Bretaüa  é  Irían- 
daá  donjuán  Hullet,  quedando  éste  autorizado  para 

'  nombrar  vlce-cónsules  en  las  ciudades  de  dicho.  Reino. 
Acordó  (10  de  abril)  al  mismo  tiempo  á  los  comandan- 
tes de  los  paqitefces  ingleses  (que  fueron  los  primeros) 
el  poder  desembarcar  con  la  correspondencia  <jüe  con- 
dujesen^ sin  esperar  las  visitas  de  ordenanza  de 
puerto. 

La  Junta  de  Representante^,  nombró  el  2  de  abril  af' 
'  general  don  Juan  Gregorio  de  las  Iberas  góbernadof  y 


DB  ÉÓB^OS  AIRES  69* 

capftan  general  de  la'provincia,  y  al  díifi* siguiente,  3,  el 
gobierno  delegado,  para  facilitar  la  instrucción  que 
correspondía  al  gobernador  nuevamente  electo,  acordó 
que  cada  gefe  de  oficina  formaría  una  esposicion  com- 
prendieildo  las  bases  bajo  tas  cuales  estaba  organiza- 
'  da  la  misma,  y  el  mélodo  por  menorjque  se  observaba 
en  el  servicio,  etc.,  etc. 

Y  el  9  de- mayo,  eí  gobierno  delegado,  en  ausencia 
del  propietario,  que  se  hallaba  en  campaña^  puso^en 
-posesión  del  mando  dé  la  proviocia  al  electo  Las  He- 
ras. 

El  brigadier  general  Martin  Rodríguez  falleció  en 
•Montevideo  al  5  de  marzo  de  1845.  Hallándose  la  es- 
cuadra argentina,  en  actitud  hostil,  al  frente  de  Monte- 
videc^,  el  benemérito  almirante  Guillermo  Brown,  espo- 
niéndose á  incurrir  en  la  ira  del  Dictador  Rosas,  en  ho- 
menage  de  respeto,  de  dolor  y  de  consideración  por  &u 
antiguo  compañero  de  glorias  y  de  trabajos,  mandó 
poner  á  media  asta  los  pabellones  de  los  buques  de  su 
•mando,  como  tributo  á  la  memoria  de  aqud  insigne 
ciudadano  argentino.  Esta  demostración,  complej^a- 
mente  inusitada  en  aquella  época  para  con  los  denomi- 
nados unitarios,  no  mereció  la  desaprobación  de  Rosas, 
quien  se  hizo  el  desentendido.  ¡El  gobierno  de  la  Repú- 
blica Oriental  del  Uruguay  mandó  se  hiciese  al  ilustre 
patricio  los  honores  debidos  á  su  alto  rango  militar,  con 
formación  de  tropas  en  la  plaza  de  la  Constitución^  lle- 
vando las  banderas  enlutadas,  y  con  asistencia  del 
mismo  gobierno,  y  de  lo  mas  selecto  de  la  clase  civil 
y  militar,  acompañando  el  féretro  que. fué  llevado á 
pulso  por  los  coroneles  José  Garibaldi,  Correa,  Du- 
pont,  Thiebaut  y  Ordoñez  y  el  comandante  Mariano 
Echenagucia,  hasta  la  iglesia  Matriz,  donde  se  hicieren 
sus  exequias  el  dia  o. 


electopor  la  Junta  de  Representantes  el  2  de  abril,  y 


70  pjaov^ii^iHk 

h&Uándoae  ^seíate  de]  la  provincia  en  ^.quc^la  lecha^ 
fué  puesjU)  eo  posesión  del  ma^do  gube^aa^tívo,  por  el 
.  gobierno  delegado^  «de  Rodríguez»  el  9  da  mayo^  por 
tdres  ajk)^. 

El  22  de  diciembre  delegó  el  gobierno  en  sus  dps  mí  - 
nistres  Garda  y  Cruz,  con  el  objeto  de  revistar  las 
fronteras  y  toda  la  campaña,  regresando  el  11  de  ene- 
ro y  reasumiendo  elmaodo  de  la  provia^ia.'el  13  de  di- 
cha mes  del  síguieDte  año. 

Desde  el  33  de  ei^rero  de  1825,  en  que  el  Congreso 
confirió  al  gobierno  de  la  provincia  el  ejercicio  de  Jas 
atrií)UOfonfes  del  Pi'E.  nacional,  desempeñó  Las  He- 
ras  uúas  y  otras  facultades,  hasta  ^1  7  de  marzo  de 
lS2d,  en  que  cesaran  las  autorídades  proviaoLaleay  qiüe- 
daiido  la  provincia  de  Buenos  Aires  bajo  la  jurisdtc- 
oidn  del  Pr^si^ente  de  la  República,  que  .lo  ^a  don 
fiermardino  Rivadavia,  quien  habia  tomado  pos^sioad^ 
la  Presidenoia  el  8  de  febrero  anterior. 
'  Eliminada  la  provincia,  desde  el  7  de  mar^so  de  1826, 
*  la  Junta  de  Representantes  se  reinstaló  el  i"*  de  agosto 
^del  siguiente  año,  abriendo  la  primera  sesión  coa  una 
brillante  alocuoioo  del  presidente  de 'la  corporación, 
y-el  12  del  mismo  mes  se  hizo  la  el'eccioil  de  gob^raa*- 
dorde  la  provincia,  que  recayó  en  la  persona  del  coro- 
nal Borrego. 

La  nómina  de  los  Diputados  al  Congreso  na<j¡onal, 
electos  en  Btienos-Aires  en  el  gobierno  de  Las  Heras, 
erncomosigue:  don  Mariano  Andrade^  Julián  Segim- 
do  de  Agüero,  Valentín  Gómez,  Diego  E.  Zavaieta,  Ma- 
nuel José  Gaixila,  Francisco  Cruífi,  Juan  José  Passo, 
Nioolás  Anchoreiia  y  Manuel  Antonio  CastiH>, 

FRA.icmcOnii:  liACRUZ,  encargados  por  el  gobier- 
no, durante  la  ausencia  del  gobernador  Las  Heras  en 
'   revistarlas  frontwas*  y  toda  la  campaña/  desde  el  2Í 


DB   BU3KQ9  AIRBS  71 

de4icieinbredel824hastÉtel  13deenero  de  1825,  que 
el  protpiietario  rea&umió  el  mando  de  lu  provincia. 

Las  únicas  disposiciones  dictadas  por  el  gobieiino 
-delegado  (García)  fueron  algunos  npnobrarnientps  y  el 
deslinde  de  ia  JLirisdjccion.de  la  Guardia  .de  Luj^n,  á 
que  .mas  adelante  se  hace  referencia. 

El  Brigadier  General  Fraocisco  Fernandez  de  la  Cruz 
falleció  en  Buenos  Aires  el  ^3  de  abril  de  18^5,  á  los 
^4  años  de  edad. 

«99ft— GKIVEIIAL     JVAIV    CBEGORIO  Il£    LAS  HTE- 

BAS,  gobernador  propietario,  desde  el  13  de  enero  de 
1825  que  reasumió  el  mando  déla  provincia,  después 
de  una  corta  ausencia  de  81  dias,  de  la  capital,  en  re- 
vistar las  fronteras  y  toda  la  campaña,  hasta  el  7  de 
marzo  de  1826  que,  federalizada  la  capital,  quedó  bajo 
la  esclusiva  autoridad  del  Presidente  déla  República. 
Al  mes  de  recibirse  del  mando,  el  gobernador  Las 
Heras  decretó  (10  de  junio)  honores  fúnebres  al  señor 
César  Augusto  Rodney,  primer  ministro  plenipotencia- 
rio de  los  Estados  Unidos,  á  cuyo  acto  concurrióla 
plana  mayor  del  ejército,  los  gefes  de  todos  los  depar- 
tamentos y  los  ministros  del  Poder  Ejecutivo: — esta- 
bleció (25  de  setiembre)  una  Comisión  Topográfica  com- 
puesta provisionalmente  del  editor  del' RegistrojEsta- 
dístico,  don  Vicente  López,  del  Prefecto  de  Ciencias 
exactas  y  del  Catedrático  de  Físico-sMatemáticás,  con 
2  oficiales  ausiliares,  la  cual  fué  encargada  de  reunir 
los  datos  para  la  formación  del  plano  topográfico  de  la 
provincia,  así  como  déla  superintendencia  de  todas 
las  mensuras  de  terrenos: — acordó  (6  de  octubre)  invi- 
táralos  gobiernos  de  las  provincias  áque  enviasen, 
de  cada^una,  uno  á  mas  jóvenes  de  veinte  años  cum- 
plidos^ con  destino  á  las  oficinas  públicas  de  la  ciudad 
dé  Buenos  Aires,  los  cuales  habian  de  ser  educados  con 
preferencia  en  las  oficinas  de  contaduría,  tesorería  y 
recaudaición,  y  en  todas  las  secretarias:— nombró  (22 


V2 


TBOVINCIA 


de  setiembre)  en  calidad  Be  ministro  plenipotenciario 
cerca  del  gobierno  de  la  República  de  Colombia  al  ge- 
neral don  Carlos  de  Alvear,  que  se  bailaba  desempe- 
ñando el  mismo  cargo  cerca  de  los  Estados  Unidos, 
y  por  secretario  de  la  legación  al  mayor  de  artillería 
don  Tomás  Iriarte.  *  Igual  nombramiento  hizo  en  la 
persona  del  general  don  Ignacio  Afvarez  y  Thomás  cer- 
ca del  gobierno  del  Perú  (18  de' octubre). 

En  el  deber  de  preparar  una  instrucción  que  colocase 
al  cuerpo  nacional  en  .estado  de  formar  pn  completo 
juicio  de  laa  relaciones  esteriores,  acordó  (88  de  octu- 
bre) la  organización  de  los  documentos  relativos  á  di- 
.cho  ramo,  formando  dos  colecciones,  ó  series,  una  des- 
.  de  el  11  de  febrero  de  1820,  en  que  sucedió  la  disolución 
del  gobierno  general  hasta  el  19  de  setiembre  de  1881, 
en  que  se  invitó  á  las  provincias  á  diferir  la  reinstala- 
ción de  dicho  gobierno:  y  la  otra  desde  la  segunda  épo- 
ca que  fija  el  párrafo  anterior,  hasta  la  fecha  de  este 
decreto,  en  que  el  gobierno  de  Buenos  Aires  dirigió  Jas 
relaciones  esteriores. 

> 

El  21  de  octubre  ordenó  que  por  el  Ministerio  de  re- 
laciones esteriores  se  formase  una  razón  del  voto  da- 
do por  cada  gobierno  de  provincia,  sobre  el  lugardonde 
debía  instalarse  el  Cuerpo  nacional,  cuyo  resultado  faé 
como  sigue: 

Por  Buenos  Aires  12,  á  saber:  Paraná,  San  Juan, 
Mendoza,  Salta,  Rioja,  Buenos  Aire?,. Misiones, Cor- 
rientes, Tucuman,  Santiago,  Catamarca  y  Córdoba, 
:  Por  Tucuman  l,á  saber:  San  Luis. 

Santa  Fé  no  comunicó  su  voto,  sino  posteriormente 
dándolo  por  Buenos  Aires. 

Por  decreto  de  8  de  noviembre,  el  goberi^iador  Las 
Heras  dispuso  que,  en  los  pueblos  de  campaña^  en  que 
hubiese  escuelas  dotadas  por  los  fondos  públicos,  se 
estableciese  una  junia  inspectora  de  la  escuela,  com- 
puesta, del  juez  de  paz  del  distiito  y  dos:Yeciups  res- 


i>B  fitrfilros  Á1RB8  73 

petábles  del  lugar,  hombrados  por  el  gobierno,  y  teuya 
duración  en  el  cargo  debería  ser  la  de  tres  años.    Las 
funci(>nes  de  estas  juntas  eran  las  mismas,  poco  mas  ó 
menos,  que  las  de  los  actuates  consejos  escolares. 
Por  una  ley  de  15*  de  noviembre  sedispustí  que  la 

'    proviricia  dé  Buenos  Arres  se  habfa  de  regir  del  mis 
Tiix) m^odo  y  bajo  las  mismas' formas  que  álét  sazónase 
•  i^egía,  hasta *la  píromü]gá:ciondfe  }a  cbhstituéíón  que  die- 

'  sé  el  congreso' nacional,  resteKándosé  empero  él  dere- 
cho  de  aceptaré  defeécTiar  por  sü  pártela  que  éste  pi^e- 
sentara. 

El  gobierno  de  Las  Héras  dictó  (eneró  del^aSByel 
PorniulcLrio  á  que  deblap  arreglarse  los  jaécdfe  de  paz 
de  la  campaña,  para  entender  las  diligencias,  en  uso 
de  su  jurisdicción :~establéció '(12  de  enero)  los  lími- 
tes de  la  Guardia  de  Lujan,  comprendidos  entre  el 
arroyo  llamado  de  Baltala  Ballena  con  síís  nacientes 

'  hasta  la  laguna  del  Durazno;  y  por  la  parte'de  la  Vííla 
de  Lujan,  siguiendo  por  los  mojones  dfr  Robredo  y 
Rodríguez  y  terrenos  de  Noriega,  hasta  encontráiise 
con  los  de  San  Andrés  de  GHles;  estendiéndose  por  la 
parte  de  Areco  y  la  del  Sur,  hftsta  los  punto»  que  peco- 
nocía  entonces  por  límites  Aatijrales:-*^di<5tó  ^19  de 
enero,  adicionado  el  26  de  julio)  un  Reglamento^  con 
el  fin  de  regularizar  las  operaciones  de  la  comisión  de 
inmigración^  nombrada  por  d^ecr^tode  13  de  abril  de 
1824,  y  con  el  de  fijar  lafe  bases  de  los  contratos  y  las 
condidones  con  que  debían  ser  aitsiíiadas,  así  como 
las  ventajas  á  que  habían  de  tener  derecho  los  colonos, 
queiueran  conducidos  con  el  objeto  de  establecerse  en 
esta  provincia.  ... 

Las t:)péracioties  déla  espre^ada  comisión  ^erart:  1* 
Proporcionar  empleo  6  trabajos  á  los  eifetran^erbs  que 
virtieran  al  país  sin  destino,  ó  que.  se  hallasen  en  él'áin 
cólocacioh.  2*  Hacer  venir  der  Europa  labradores  y 
artesanos  de  toda  clase.    3*  IVitroducir  a^í-ícultótes  ^ 


74  woyuKJí* 

,  por  contratos  de  arrendamiento  con  los  pnppietaríQ^  y 

.  artistas  del  país.    Y  4"  hacer  conocer  á  las  clases  ín* 

. .  dMStriosas  da  Europa  las  ventajas  que  procoete  este 
pai.s  para  los  inmigrantes  y  ofrecerles  los  servidlos  de 
la  comisión  ^  su  llegada  4  Bu^pos  Aires.. 

En  celebridad;4e  la  instalaeiop  d^  congreso  geoeral 
constJtuyei;tte,,que  tuvp  li^gar  <el  16  de  dicie>axbre  de 

.  1824|  hiendo  el  pnqaer  acontecí m/eato  iipporiaqte  que 
señalaba  el  periodo  tan  deseado  de  la  reorganiíi^acipa 
dacional  y  Sfbre  todo  por  elrtriunrCo  decisivo  que  los 
ejércitos  de  la  independencia  hablan  reportado  en  la 

•  ca»paña  4^1  PerM,  el  9  4e  di^jiembre  ,de  í.8?4,  eo  Ja  jor- 
cada de  Ayacvicjjo,  decretó  (7  de  febrero)  un  solemne 

.  Te  Deum  en  la  iglesia  catedral  pon  asistencia  dertodas 
las  corporacipnes  civiles,  militares  y  eolesiásticas;  de- 
clarando dias  de  fiestas  cívicas  el  13,  Í4y  ;15  del  misino 
mes  y  dejando  á  todos  los  ciudadanos  ep  libertad  de 
demostrar^  en  esos  dias,  si^s  ^eptiimiéntos  patrióticos, 
sin  mas)  limites  que  lp%que  establece  la  dignidad  de  pn 
pueblo  civ  i  lÍ2;ado. 

Comisionó  (25  de  febrero)  al  canóniga  ju4)Uado  don 
Bartolooaé  Muñoz  para  (a  reeopjlacion  de  todais  las  le- 
yes y  resoluciones  g^oieralasque  se  hubiesen  espedido, 
desde  el  S5  de  mayo  de  1810  hasta  Ja  época  en  que  se 
estableció  el  RejisUy:}  Oficial^  siendo  la  misma  que  otro 
.publicó  como  suya,  con  omisión  de  todas  las  del  af)o 
de  1810,.  parte  de  las  de  1819,  todo  pl  año  1820  y  parte 
de  1821,  por  disposición  de  Rosas^  ea  cuya  época  se 

,  llevó á cabo  dicha.publicacton,  continuada  l^asta  1*840: — 
aprobó  (27  de  abril)  la  traza»  que^l  ingeniero  de  provin- 
cia propuso,  del  plano  topográfico^  de  la  parte  esterior 
.  de  la  ciu(iad:-r-declarp.  (29  de  abril),  sin  efecto,  la  reso- 
lución de  6  de  febrero  de  1822,  sobre  el  territorio  del 
Partido  de  la.  M  itanza,  quedando  restablecido  bajo  los 
misijaos  límites  que  antes,  tenia:— decretó  (13  de  junio) 
un  mx^cnumeiito .  sepulcral  en  honor  del  ^neral  Doi^in- 


go  F«iach:--i>rojKmI^ó  (12  de  jhüq)  la  ley  ^eí^  provin- 
cia aceptando  lafundamental  sancionada  por  elcongce- 
.8(0  0n  28  4e  eneno  y  autorizapjdo  al  gobierno  para 
■desenofwOar  el  P.  E.  Nacional  iT-Hdapr^etó  (28  de  julio) 
la  erección  de  un  monumento  ai  doctor  Antonio  Saei^z, 
por  los  dÍ3Mnguidos  £¡er.vie|cís  jr^pdidos  á  su  patfi^  en 
]a época  de  la  emancipación  política  y  ppr  el  ¿elo  ip£a- 
tigable^H^  4eap|Legó  oo^^tan^nQqnte  como  Jiiei^r.  de 
la  UoÍM^rsid^|i  de  «Bu^PO^^^ínes,  así  >^2pmo  por  ^r  qno 
.d^  1<^  signatarios  d^I^cttad^  lain4epiend€^ncÍ€^.xle<Ms 
Pjppvjnoias-Uniiiafí  delRíode  la  Plata» 

Dispuso  {16  de  setiembRe)- que  en  todos  los  pueblos 
de  compaña  se  reservase»  dos  solareáooiQ  frente  ala 
plaza  prírTcipal  destinados  á  la  coinbtrucoioD  de  los  edi- 
ficios pü<Ufeos  de  escuiela,  casa  :de  justicia  y  templo, 
disposición  que  se  síguifó  observandchiasta  .él  dia^ — 
^  ppoímalgó  (S9  de  setiembre)  ia  ley  atitopkaodQ  ;al  (gobier- 
no para  proceder  en  el  territorio  de  la  iprovimeia  á.  la 
ejecución  del  tratado  celebrado,  el  2  de  febrero,  entre 
el' gobierno  de  las  PrOAiñciaís-^Unidas  del  Rió  de.  la 
Piata  y  el  de  S.  M.  B.;  é  igualmente  (12  deoctuibore) 
la  ley  sobre  te  libertad  «deaultosen  el  territorio  de  la 
proviocia.  •  , 

Para  el  estaí)l*ec¡ miento  déla  Ifnea  de  frontera,  nom-  * 
feró  (31  octubre)  una  comisión  compuesta  deí  coronel 
de  coraceros  don  Juan  Lavalie,  del  ingenierodon  Péü^DC 
Senillosay  del  hacendado  coronel  don  Juan  Manuel 
llosas,  (no  bajo  la  dirección  dé  éste,  ccmb  dice  Ange- 
lis,  feino  bajo  la  del  primero)  con  el  objeto  de  que  sa- 
liesen áliaóé^  los  reconacimíéntas  nrtas  proííjosdéfos 
puntos  por  donde  había  de  correr  la  línea  déi  fronitera, 
apoyada  em  los* Fuentes-  Federación  (hoy  Jun-ín),  CHliz 
de  «Guerra  á25  de.  Mayo,  Laguna  Blanca  y  de  la  forta- 
leza F  rotee  tora  Argentina,  en  Babia  Blanca." 

Esta  comisión  empezó  sus  trabajos  el  10  de,  ¿[ícienn- 


76  '  i'RovMe^A 


i<l 


Ire  de  1826  y  regresó  á'Bnenos-Airtfe  el  SSdeetíei^o  del 
siguiente  añol 

EI'f>Tftno  J)re«erttado  pdf  lA  comisión  fué  aprobado 
por  el  gobierno  de  la  Presidenoia  de  Rivadavía,  el  27 
de  setiembre  de  1886. 

'  El  gobernador'Las  Heras,  cómo  encargado  del  P.  E. 
tiáfelónaldesde^el  23  de  enero  de  f825,  dictó  varias 
disposiciones  qué  fbi*niart  la  basé  dé' la  organización 

^' nfecíotiál,  tarcúaT  se  siguiera  después  p¿r  str  sucesor 

''RivadáViá;  Y  sí  éste,  ajusto  título  nnfei^ece  Recordarse 
con  veneración  por  haber  sido  el  iniciador  de  la  mayor 
partedelas  instituciones  que  el  pais  ostenta,  seria  una 

>  injusticia  x>o  recordar  con  iigual  veneración  y  respeto 
al  doctor  Manuet  José  García,  ministro  en  la  adminis- 
tración Rodríguez  primero,  y  ministro  y  cónápañero  en 
la  de  Las  Heras,  hasta  que  éste  dejó  de  gobernar, 
por  los»  progresos  y  mejoras  que  introdujera;  y  al  pro-- 
clamará  don  Bernardinó  Rivadavía  Presidente  de  la 
República  de  las  Prooincias- Unidas  del  Río  de  ¡a 
Plata,  el  gobernador  Las  Heras,  encargado  del  P.  E. 
nacional,  declaró  que  el  espresado  Presidente  encon- 

< 'traria  vencidas!  las  primeras  dificultades,  y  preparados 
los  elementos  para  la  organización  y  defensa  deltem- 
tprjo,  debido  á  la  eficaz  cooperación  que  habían  pres* 

,  t^do  los  gobiernos  de  las  provincias  y  idemás  autorida- 

.  des  de  la  República;  que  ej  Presidefote  encontraría 
siempre  las  mismas,  disposiciones  en  todas  las  pro* 

.  vinpias  de  la  República,  y  que  la  de  Buenos-Aires  sería 
sin  duda  la  primera  en  dar  ejemplos  de  obediencia  y  de 
una  coAsagraciop  generosa  á  la  causa  nacional.  . 

Finalmente,  al  gobernado^  Las  Heras  y  ¿  sus  minis- 
tros García  y  Cruz,  cupo  el  honor  de  celebrar  el  primer 
tratado  qus  unía  á  la  América  i  don  la..EspaSa>  »en>  la 
época  de  su  mando  tuvo  lugar  \eiprtmera  reunión  na-^ 
.  cional;  bajo  su  mando  empezó  la  primera  guerra  que 
iba  á  decidir  de  la  existencia  nacional,  en  que  estaban 


* 

.  c<í>rnpP0meti4o3  loB  ÍQiter0se$7  el  honor  de  la  Rc^jú^bdi- 
ca.  Cada  uno  de  estos  hechos  basta  por  sí  solo  á  dig- 
nificar á  un  gobiernp. 

El  gobierno»  dp.  La^  Heras.y  con  él  el  de  \^  provincia, 
cesó  el  7  de  mafzo^de  1826,,  á,  consQQUfin<?ia  de  una,  ley 

.  deí  Congreso  quedeclaró  Ja  ciud^id.  de.  Bu.en,o,SpA¡r»es 
capital  d^l  Estado,  la.  cu^l,,cpn\^l  teraipriq:  pomppfin- 
dido  entre  elpi^ento  de  )as  Q9a(?hajS,  y  el  de  la  ^nse- 
pada,.y  e^tre^l/Rio.  (Je^la.Platay  el  de  las  ponchas 
hasta  el  Puente  da  ]i^arque.z,  y.de[^4^  ésíe  .tirando  una 
Ünea  paralela  al  Rio  de  la,  P.iata  h^s^^i  dar  con  el  de 
Saniiago,  qu/?dó  bajo  la  inmediata  y  escli^siva  direc- 
ción, de  la  lejislalura  nacional  . y 'del  Presiaente  déla 
República.  ,Y  mientras  del  resto  d.^l ,  territorÍQ  se.  qr- 
^an\zaba  por  ley  especial  la  nueva  provinQi^  de.  Bue- 
nos Aires,  ésta  tfimbiep  quedó  b£y,o  la.  dirección  de  |as 
autoridades  nacionale3,.de346  Ja  i^it^da  fpcl^Q^.      , .    . 

El  general  Las  Heras,  á.  los  ocho  días. dé  cesfir  en.el 
ejercicio  díb  su^  fupcipnies  ,(15  de  marzo  de  í^826),  creyó 
de  $u  deber  publicap,  como  publigó^  uiía  hreve.^9^ppsi- 
cipn,  para  dfir  j^  su3  (fonQiudj^pos  satiafaccjpn  soJemne 
de  los  graves. XQoti vos  que. le  impul^arpf?  á.la  moi^t^iA- 
cante  d.eterminac¡Qn  de  ^epnrarft^  ;4e  laprQ.vippj^  de 
su  nacimiento.  Y,  después  del^;»  ipqchas  dificultades 
con  q4je  tuvo  que  juchar  para  $0£(tepen  l^s  instiruQiqnes 
de  la  provincia,  por  cuya  conserv^^cipu  y  la.  de  I03  4^i:e- 

,  cbos  de  sus  compatriotas  reclani(^  por  tpdos  los  pije- 
dios,  legales,,  sin  que  fpeaie  a()endido  y  si.olvídados|  ays 
eí>fuerzos,  se  veía,  obligado  á  retirarle  ^  la  República 
de  Chile,  donde  terminó»  sufe  dias  el  6  .de  febrero  ^e 
1866,  á  la  edad  de  86  ylos. 

«g^o-B.  BEáMARDiivo  rivadjltia,  desde  el  7  de 
marzo,  en  que  cesaron  las  autoridades  provinciales, 
quedando  la  provinciade  Buenos  Airess  bajo  la  juris- 
diccioaderpr¿sidente  de  la  Repúblic^,  hasta  el  7  Üe 
julio  de  1827  qué  le  sucedió  el  doótor  Vicente  Lopbz  én 


78  "HMUnifnk. 

}« itfisma  datégorfá  <i«  Ptesidente  d^  Té  ll«rpfib)i«a  inte- 

El  7  dé  mar^Q.de  1826,  el  Presidente  Rívadavia  de- 
claró cesante  en  el  cjereiclo  de  sus  fundones  al  go- 
bierno dé  Buenos  Aires  7  todas  fas  corporaciones, 
tribunales  y  gefes  de  las  oficinas,  etc.,  fueron  puestera  á 
disf>osicion  de  bs  ministei^ids  á  que  correspondían.  ' 

Encomendada  la  demarcación  de  íáicapitafá  íá  €0- 
WiisioTí  topográfica,  con  arreglo  á  la  ley  de  4  de  marzo, 
el  Presidente  Rívadavia  ordenó  (16  de  marzo)  que  el 
territorio  de  la  ntreva  provincia  fuese  dividido  en  dos 
departamentos,  uno  al  Sur  y  otro  alNortte, 

Nombró  (10  de  abriT),  en  clase  de  Rectoi^de  la  Uni- 
versidad, al  doctor  José  Valentín  Gómez. 

Por  ley  del  Co^igreso  prormulgáda  el  21  de  abril,  «e 
declaró  que  la  nueva  provincia  seria  representada  en 
aquel  cuerpo  por  10  de  los  18  representantes  nombra- 
dos por  la  provincia  de  Buenos  Airte,  y  los  8  res- 
tantes habían  de  representará  fa  capitaf  y  su  ter- 
ritorio:— ordenó  (26  de  abril)  el'  establecimiento  de 
escuetas  de  niñas,  en  todos  los  pueblos  dé  ía  cannfbaíla, 
■  baja  él  misnio  sistema  por -^úe  se  regían  Tas  de  niñas 
erf  ia capital.  Mientras  esto  tenía  lugar;  se  ¿rdeíi^'el 
de  fas  mismas  én  San  Niéólás  de  los  Art^oy^,  Chas- 
comú!3^  y  Sari  José  de  Flores:— dispuso^  (8  de  miayo)*el 
establecimiento  de  uri  nuevo  mercado  de  frutos  decon- 
sumo interior  en  la  Plaza  de  las  Artes,  actual  Mercado 
del  Plata:— Promulgó  (tSf  de  junio)  la  ley  mandando 
efrijir,  en  la  Plaza  de  la  Victoria,  unr  monumento,  qite, 
subrogando  al  qiie  á  la  sazón  existía,  perpetuase,  la 
memoria  del  glorioso  dia2,5(io  mayo  de  1810  y  la  de 
los  ciudadanos  beneméritos,  que,  por  haberlo  prepa- 
rado, debían  considerarse  autores  de  la  revolución 
que  dio  principio  á  la  libertad  ó  independencia  de  las 
Provincias  Unidas  del  Rio  de  la  Plata.  Dioho  monu- 
mento habla  de  consistir  edi  una  magníñca  fuente  de 


DB  Bü«V6fií  AIRB8  99 

bronce,  (jue  represénlase  constantetltfeiite  á  la  posteri- 
dad et  manantial  de  prospefridades  y  de  glorias  que 
nos  abrió  el  denodado  patriotismo  de  aquellos  ciiida- 
danós  ilustres.  En  su  base  se  había  de  grabar  la  ins- 
cripción siguiente :  <LaRepúblitu  Argeniináy  á  tos 
autores  de  lá  f  evolución  en  ei  memoretble  2S  de  muyo 
de  Í6í0.  * 

En  lugar  de  ía  Comisión  topográfica  que  efXistla, 
hasta  la  fecha,  en  la'  capital,  ordenó  (26  die  Junio)  ün 
Departamento  de  Topografía  y  Estadística,  nombrando 
primer  gefe  de  él  af  doctor  don  Vicente  López,  primer 
ingeniero,  á  don  í'elípé  Seíiilloáa,  segando,  ádon  Ave- 
lino  Díaz,  y  secretario  á  dórt  Agüstin  Ibañez:— regló 
(27  de  junio)  la  ejecución  de  la  ley  del  congreso  de  18 
de  mayo  sobFe  tierras  en  enfitéusis,  organizando  el 
jury  establecido  por  dicha  ley  y  (28í^(íe  junio)  la  tasa- 
ción de  tierras  concedidas  .ya  en  enfiíéusiá,  én  la 
provincia  de  Buenos  Aires  y  estableciendo  (30  de 
junio)  el  Gran  Libro  de  propiedad  pública,  á  cargo 
del  Escribano  mayor  de  la  Presidencia  nacional : — or- 
denó (25  de  setiembre)  la  formación  de  un  pueblo  en  la 
Chacarita  de  tos  Colegiarles,  con  la  denominación  de 
Chorroarin. 

Én  el  gobierno  del  generaí  Las  Heras  fue  nombrada 
como  queda  dicho  la  comisión  compuesta  del' coronel 
de  Coraceros  don  Jaan  Lavaltó,  del  ingeníelo  don  Peli* 
pe  Senrllosa  y  del  hacendada  cíoronel  don  Juan  Kanuel 
Rosas,  bajo  la  direcciotí  del  primero  y  no  de  éste  que 
se  la  apropió,  para  el  establecimiento  de  Ib  nueva  linea 
de  frontera,  cuyo  plañó  fué  (27  de  setiembre)  aprobado 
por  el  Presidente  Rivadavia;  en  su  consecuencia,  éste 
ordenó  el  establecimiento  de  3  fuertes  principales:  el  1® 
en  la  Laguna  de  ,CurálafqUetí,el  2*^  en  la  de  la  Cruz  de 
Guerra  y  el  3°  en  la  del  Potrero. 

Dispuso  (23  de  diciembre)  el  establecimiento  de  una 
escuela  de  niñas  en  la  Villa  de  Lujan  y  otra  eú  San 


90  PBOVlKlOIA     . 

. :  Aiüoniprde  Areco  bajo  Ia4epen€Íeacia4d  la  Sociedad  de 

»  . Beneficencia:— órdanó  (3de  ^nero  de  1827)  la  continua- 
cj.911  de  la  obra  del  canal  de  San  Fernando  basta  su 

-  ternj i  nación,  noi»brándos«  administrador  de  dicha  obra 
á  don  Mariano  Díaz:— decretó  (4  de  enero)  se  diese 
mas  .estepsian  ^l  Cennr^nteriQ  d^l  norte  y  Jardin.de 
Aclimatación  en  la  Plazuela  de  la  Recoleta : — prohibió 
(16  df  febrero)  el  internarse  en  el  territorio  de  los  in- 

,,  flios,  sin  permiso  del  gobierno,  bajo  penas  según  el 
caso: — díó  (14  dejnarzo)  nueva  forma  á  la  administra- 
cion  de  la  Caja  de  Ahorros;  acordando  el  gremio  á  los 
qye  dejaron  en  ella  sus  depósitos  por  tres  años  y  nom- 

,  brandase  ios  patrones,  directores  y  secretario  contador 
de  ella;-mandó  (26  de.  marzo)  se  llevase,  por  el  pe- 
partamento  Topográfico  y  Estadístico,'  un  depósito 
histórico  y.  reglamentario  de  los  pueblos  del  territorio 

.  de  la  República,  en  un  libro  separado  que  había  dé  re- 
gistrar; — V  todos  los  datos  auténticos  qué  se  coñser- 
vasen  spbre  el  origen  de  los  pueblos  existentes  én  el 
territorio  de  la  República;  2^  todas  las  actas  de 
erección  de  jos  pueblos  que  se  estableciesen  en  adé- 
lante,  y  3"^  toda^  las  disposiciones  generales  y  espépía- 
les  que  se  hubiesen  espedido,  ó  que  se  espidiesen  en 
adelante,  sobre  la  traza  y  distribución  de  tierras  en 
todos  y  oada  uno  de  dichos, pueblos. 

Promulgó  la  ley  del  Congreso  (19  de  m^rzo)  acordan- 
'  do  á  los  veincedores  de  Ituzaingó  un  escudo  de  bonof, 
llevando  grabada  en  su  circunferencia  1^  inscripción 
siguiente; -^i¿i  República  á  los  vencedores  en  Itazain* 
gó.  En  la  parte  interior— 50  de  febrero  de  1827— y 
en  el  centro  algunos  trofeos  militares:  para  el  general 
en  gefe  brigadier  don  Carlos  de  Alvear  y  demás  oficia- 
J^s  generales,  de  oro  (el  del  primero  orlado. con  una  pal- 
ma y  un  laurel);  los  gefés  y  oficiales,  de  plata,  y  desde 
laclase  de.,§argentos  abajo,  de  laíon.  Y  el  Presidente, 
.Qik  Fdconqciipiepto  del  apreipio  y  gratitud  debido  á  í^qu^- 


DB   AVSVOS  iilBBS  81 

llosvBncedories,  acordó  á  toáoslos. individuos  del  ejér- 
cito de  operaetones  en  el  territorio  del  Brasil,  que.se 
hallaron  ea  la  batalla  de  Ituzáingó,  el  uso  del  distintivo 

.   de  ünc<5rdou  de  honor  pendiente  del  bonábro  izquierdo 
y  enlazado  en  el  ojal  de  la  casaca  del  costado  derecho, 

.   con  las.distincidnes  siguientes: 

EJ  general  engeftíl,  de  oro,  encadenado,  con.borias.  y 
cabetQ^deJ.mispio  .metal. 
.  Losgenefales^^eiipisnao  cordón  y  oab^Us  sin  bpr- 

.    >.:Los  gefesycoi'don  desplata,  con  borlas  y  cabetes  del 

■   Tüismametal.     •  , 

. .  La  ofioialidad'éi  mismo  cordón  y  cabetes  sin  ^borlas. 
Lo8»sargento«'  y  cabos,  cordón  de  seda  blanco,  y  la 
tropa,, cordotí  de  lana  celeste.      . 

Adjei3Qás,  á  todos  loa  individuos  de  tropa^  se  les  ha- 
bía* de  abonar  un  año  del  tiempo  de  su  empeño.    . 

El  icoíonel. Federico  Brandzen  y  el  comaindarite  .  Ma- 
nuel Besares,  que  m^irieron  gloriosameate  en  el  cam- 

.  ppdebjatalla,,  peis>arán.3Íepiprp  revista  de  pr^s^j^te. 
Por  un  deoreto;de  9  de  mayo,,  el  Presidenta  Rlvada- 
via  ordenó  el  establecimiento  da  calles  de  circunvala- 
cion  y  de  sdlido;  la  primera  con  el  ancho  de  3Qvaras^ 
que  había  de  ser  la  calle  ^el  C*^lIao  desde  la  de  la  Pla- 
ta (hoy  i2¿(?arfaí?/a).  hasta,  el  bajo  , de  la  Recoleta,  y  la 

..prolongación  de  la  de  Entre-Ríos^  desde  la  misma  ca- 
lle de  la  Plata  hasta  el  camino  que  conduce  al .  Paso 
Chico,  .pe  ]t^  calle  de  la  Plata  al  norte  se  meando  ^brir  > 
4  calles  d^  8Q  varas  de  ancho  cada  una,  que^  desde  la 
calle  de  circunvalación,  condujeren  á  los  distintos  pun- 
tos de  la  campaña:  la  1*  en  dirección  de  la  calle  de  Cor- 
rientes^ la  2^  en  la  de  Córdoba,  la  3*  en  la  de  Santa  Fe 
y  la  4*  en  la  que  quedaba  á  13  cuadras  de  distancia  de 
la  de  la  Plata^  que,  no  teniendo  aun  nombre,  se  deno- 
minó calle  del  Juncal.  De  la  calle  de  la  PJata  al  Sur, 
y  partiendo  d^  la  misma  calle  de  circunvalación, .  se 

6 


\ 


82  '  ^ROVimiA  -i 

mand^  abrir  otras  6  calles  con  el  mismo  objeto  y 
estension  que  las  espresadas  en  el  párrafo  anterior,  á 
saber:  la  I""  en  dirección  de  la  caiíe  de  Belgrand,  la 
2^  en  la  de  la  Independencia,  la  3^  en  la  de  San  Juan^ 
la  4*  en  la  de  Patagones  y  la  5*  en  la  que  quedaba  á 
19  cuadras  de  distancia  de  la  de  la  P^ata,  tacual,  no 
teniendo  nombre,  se  ie  llamó  calle  de  Itusaingó. 

Convencido  de  que  sus  servicios  tío  podían  ser  de 
utilidad  ítlguná,  según  lo  deólarara,  el  Presidente  Ri- 
vadavia  resignó  el  mando  el  ^27  de  junio  y  aceptada  su 
dimisiODvcon  la  resolución  d,e  que  oontlnuase  basta  la 
elección  de  nuevo  presidente,  ésta  tuvd  lugaF  el  5  de 
julio  recayendo  en  la  persona  ded  doctor  Vicente  Ló- 
pez, con  lacatídad  de  provisorio,  hasta  la  reiinion  de 
una  convención  nacional,  con  cuyatB«stalacion^  oficial- 
iñente  canecida,  había  de  quedar  disuetto  el  congreso. 

Pronriulgada  la  ley  nombrando  Presidente  proviso- 
rio, el  señor  Rivadavia  puso  en  posbsion  del<^argo,  el 
7  de  julio,  al  electo  doctor  López.  ' 

RívádaViá  entró  con  decisión  en  la  nueva  carrera 
quelfe  maiicáfa  el  voto'  público^  y  si  no  le  fué  dado  su- 
perar las  dificultades  inmensas  que  se  le  presentaron 
á  cada  paso,  cúpole  la  satisfacción  de  haber  llenado  su 
deber  con  dignidad.  Cercado^  sin  cesar,  de  obstáculos 
y  de  contradicciones  de  todo  género,'  dló  á  la  patria, 
dias  de  gloria  que  esta  recuerda  con  orgullo,  soste- 
niendo sobre  todo,  hasta  el  último  punto,  la  honra  y 
dignidad  de  la  nación  y  dé  la  provincia.  -No  se  hizo 
entonces  justicia  á  la  nobleza  y  sinceridad  de  sus  sen- 
timientos; se  la  hizo  la  posteridad;  se  la  hace  la  his- 
toria. 

Don  Bernardino  Rivadavia  murió  en  el  Brasil  el  2  de 
setiembre  de  1845. 

tgjév— Vr.  vi€ENT£  LOPElí,  Presidente  de  la  Repú- 
blica, interino,  con  mando  !sobré  la  ex-provincia  de 


DB  pUP^^Q9^  J^IRBS  09 

capital,  desde  el  7  dq  marzo: 4^  1826. .        .  ' 

El  doctor  López  ejerció  el  poder: interinamente  desde 
el  7  de  julio  hasta  el. 12  de  agosto,  qjue  le  sucedió  el  co- 
ropeLDorrego,  como  gobernador  y  capitán, general  de 

.   la  Proyincia  y:  encaUgi^tio  del  P.  E,  Nacional.. .      •    .  ^ 

El.Pre^ií^ente  Iu(Qxpiezi,  lapenaa  eutiió.ieh  ^jereSidia  .de 

sus  funciones,  hizo  algunos cambií)8.ejl  olpersónalde 

laí^dTXíiniptraoiQn;  j^ntre  otros,.  q1.  de,  gfífr  de^  pql  icía  en 

Ja.  persorjad^.dpp  Jpí^n  deliPipO)  ,en  ¡sp^tituciop  .^el 

.  coronel  Hipó.lito  y,ide|a;  relavó  d^l  mai/dod^l  eaiépqito 

de.operí^cione.s  so,bre  el  territorio  del  Bi'A^^ili^l  general 

,Alvear,  sostituy.éiidole  con  leJ  ^gen^ral:  Juan  Antonio 

.  Lavall^a,  y  eiicargondodel.piQndo  d,el  espresndo  ej^r- 
'CÍto  interiiíajopeatebastíi  elapribodel  ¡nqjiibi'ado,  ^l  .ge- 
fe  de.  E.|M.  genenalJosé  María  Pa?-     .      ,      .    : 

Nombró  (14  de  julio)~comandanfce  general  de  las  mi- 
licias de  caballería,  existentes  en  el  territorio  de  :1a 
proviqci^  d©  Bueno&-Air(^,>  alicorpn^l  deimilioia^  don 

,.  |uao  Manii^l.Rosa^.  El  aopfibyamieuíio  de  e^tep<^ríiOina- 

ge^en  a^qu^llnsf  circunstancia?  probó  semoiuy  ¡mpoUtíco, 

.puestOiQue,  descjQ Q^e  ipomento,  la$  de^tinoa  de  Jla  ppo- 

;vincia,  ya^ndci  J^  {iepúbJic8i«  qu^^daroaeolsus  man-ds. 

La  caída  deRivadavia  tenía  un  significado  político 

•  muy  pronm^piado  y  Iqs  bpmbreg  dp*  lue^s  y  d^  eBpe- 
rÍ0q<?¡anO;  ^Mpierpn  ponerse  A  Uí  altura  |d^ila_  ¡sitim- 
'qíoíi,  líftbiendo  cgutíiibuido  tod.os,  ;^f%oaiy  íroy{x,ms 
al  nujevo  érde^de^.  cosa^i  iqüe  traj^  ^  po*.(ie(SÍ,  cotíio 
una  QORS^^eu^íCoift  .lójica  é.inevjtarbJd  la . cadena,  de  ma- 
lestque.el  paif^  d6^graciadanQ[eojt^  e^drirp$.Qtarai«  .  >,  f 
,  El  1?  de  agosto  s^  rdu^-taló  \í^  lejislatura  Cselebrofido 
la.JiHit^  de  Representantes  su  primera  s^e^ion  y  el  djia 
d2  tUYQ  lugar  la  elección  de  gobernador,  r  esquitan  do  con 
31  votos  el  cproneJ  Dorr^go,  quien  f^ié  puesto  en  pose- 
sión del  fcargo^ipor  el  PreBiídente  López,:  i^l, dio.  &i- 
^qient^'  .  •-.»  ■  .'1;  j..  .  ■;    1'-.  '  •  > 


B4  PBOVIKGIÁ 

iii»v^eiMi»!Visii  MAivtffir.  BORUtec^e,  electo  por  la 
Junta  de  RepreseiUantes^  el  12  de  agosto,  y  recibido 
i'del  cargo  al  dia  siguiente, 
y  Durante  el  gobierno  de  Dorrego  fueron  sucesiva- 

•  mente  sus  ministros  secretarlos  de  E5ta4o  los  señores 
don  Manuel  Moreno,  don  Juan  R.  Balcarce,  don  José 

'  Randeau,  don  Tomas  Gaidojdon  íosé  María  Rojas  y 
don  Vicente  López». 

El  18  de  agosto,  dia  en  que  él  Congreso  celébhS  su  tíl- 

•  tima:  sesión,  resolvió  éste  recomendar  á  la  Legislatura 
'de  Buenos-Aires  y  á  so  gobierno,  mientras  pudiera 
obtenerse  una  deliberación^  dé  las  demás  provincias, 
lá  dirección  de  la  guerra  y  de  las  relaciones  estériores; 
la  satisfacción  y  pago  de  la  deuda,  crédito  y  obliga- 
ciones étc;  la  éntregapor  el  presidente  del  Congreso  de 
su  archivo,  por  inventario,  al  de  la  Junta  de  la  provin- 
cia, quedando  disuelto 'el  Congreso  y  gobierno  nacio- 
nal. 

Una  de  las  primeras  disposiciones  gubernativas  de 
-  Dorrego  fué  la  de  encargar  al  coronel  don  Juan  Manuel 

•  Roisas  la  celebración  de  la  pazcón  los  indios  .y  autori- 
zarle áir  preparando  lo  hecesario  á  la  estension  de  las 
fronteras  del  sur  yfomento  del  puerto  de  Bahía  Blan- 

'  cáete,  etc. 
* '  Todris  las  provincias,  inclusa  la  oriental*  delegaron 
•en  el  gobierno  de  Buenos-Aires  las  facultades  relati- 
vas á  kt  dirección  da  la  guerra  y  al  entretenimiento  de 
las  relaciones  estériores  hasta  la  reuntóri  de  la  Con- 
vención^ y  contribuyeron  al  sosten  de  la  guerra  con  el 
Brasil  remitiendo  contingentes  y  aun  reclusos;  algu- 
nas, cosa  que  no  pudo  conseguir  el  gobierno  de  la 
Presidencia  de  la  República,  é  no  ser  promesas  y  muy 

'pocos  hechos.  La  que  con  mas  contribuyera  fué  la  de 
Mendoza,  que  era  la  que  mas  simpatía  tenía  por  la 
persona  de  Dorrego.  Dicha  provincia  remitió,  el  85  de 
octubre  de  1827  en  la  tropa-de  don  Ignacio  Albino  Ga- 


DE   1I?4WM  :A^ftB8  8í5 

tierres,  dosf  oajoaes  de,  fu^ite^v  veinte  ¡Wrriles  d^  pól- 
vora de  cañón  y. ochenta  cuñetes  de  fusU» 

La  priovincia  Oriental^  pqr  (n0dío  de  su  colegio  elec- 
tora), dictó  wdt  ley  garantizando,  en  la  parte  ,qM$  pro- 
porcionalrnente  le  icorrespondía,  con  tadasi  lasn^atas  y 
propiedades  públicas^  ^l  pago  de  capital  é  intecea^s  de 
los  seis  piillones  de  pesos /en  fondos  públicos,  oreados 
porladeBu-eBos-Aires,  en.  17  de  setiembre  de  1827, 
•con.  el  objeto  de  concurrir  á  losgÉ^^tps  de  la  guerra  con 
el  imperio  del  Brasil;  y  aun  eUjíó  di pu ta4oB  á,  la.  Con- 
vención nacional  en  las  personas  <  4^1  doctor  José 
ügartec|ie,  y  dqn  Alejandro  Chucairro. 

Las  denlas  provincias  recQnocieron,  por  medio  de 
sus  Lejjslaturasrespectivair,  la  deuda  contraída,  por  el 
gobierno  de  Buenos-Aires,  í^fiapzando  sus.  terrenos  y 
demás  bienes  de  propiedad  pública* 

En  la  administración  del  corQuel  Dorregq  ^e.  ppoyeo^ 
tóel  establec¡ii)iento,d.6  un£i  línea;  de  telégrafos,  bajo 
los  auspicios  del. gobíeri)o,  desde Buenps-Aires  hasta, 
la  boq^  del  Salado,  pasando  por  la  Ensenaba  de  Bar- 
ragan y  la  Punta  de;!  Indio. 

También  surgió,  durante  la  misma  administración, 
una  pqrcioA  de  periodiquií^ies,  tenflentes  á  aa^rquizar 
la  provincia,  colocando  al  gobierno,  qn  el  ípasp  de.  rje- 
glamentar  la  libertad  de^  imprenta,  por  rpedio  de  wa 
leyj  que  es.  la  qué  ha  regido  y  siguió  rigie^dq.  hasta  la 
actualidad. 

Durante  esta  administración  se  celebró  lo^ConoQ/fLcion 
preliminar  depas  entre  el  gobierno  de  las  P.rpvinQías 
Unidas  del  Rio  de  la  Plata  y  el  emperador  de,!  Brasil 
en  el  Rio  Janeiro  á  27  de  agosto,  ratificado  ea  B^enos 
Aires429de  setie,mbredel828,  y  circulada  inmedia- 
támbente  por  el  gobernador  Dorregpá  todas  las  provin- 
cias, las  cuales  recibieron  la  ppticia  cpn  muestras  de 
alegría^  .  .  ,         .         . 

Hepha  la  paz  GOQ  el  Brasil,  ¿edió  orden  de  q/ueel 


96  'H^&fUMíÁ      • 

-ejército  Sé'  neíirttse,  Miqt?í dándoseles  y  ajusiándoiseles 
de  remate  hasta  fin  del  año  1828.  Ya  hablar>  llegado 
dlgiinas  divisiones,  cuando  á  los  dos  6  tres  días  de  su 
ai^rib^o;  ésfcal'tó,  "el  V-áé  diofembre  del  citadla  año,  una  i^e- 

'  voliicion  eneabé^adaporel  general  don  Juisin  Latalje. 

Las  tropas' tomaron  posesión  de  la  ciudad,  menos  la 

Fortaleza,  estacionando  una  parte  en  la  plaza  -de  la 

Victoriay  la  otra  en  el  Retiro,  cottnocU'erpo  de  reserva. 

El  gobernador  Dorrego  sálró  de!  Fuerte  por  la  maña- 
tiá  muy  Itítnpr&no  de!  mismo'  d'ia,  l*de  diciembre,  de- 
jando encarg'aiio  del  innando  al  rainistt'o  de  jg'obierno, 
general  Guido,  y' tomando  la  dirección  déla  campaña 
'  cort  'ánimo  de  reunir  getite  y  sostener  su  autoridad  Ifegal. 
Pero  no  se  le  di6  tiempo;  pues,  el  general'  L'avalle  salió 
á  caiTipaña  el  día  6  á  la  tarde,  á'  la  cabeza  de  una  Rierza 
como  de  600  hombres,  acompañado  del  brigadier  gene- 
ral Martin  Rodríguez  y  de  los  coronel-es  'Rauch  y  La- 

'  ftíadrldi'con  dirección  á!a  Guardia  disil  Monte,  donde 
•     se  crefa  hallarse  Dórre^o  con  parte  de  su  fuerza.    El  9 

'  de  diciembre  tuvo  lugar  uña  batalla  al  oeste  de  la  La- 
guna de  Navarro,  donde  fueron  derrotadas  las  flierzas, 

'•de  Dórregb  y  dé  Rosas.    Este  emprendió  lafliga  hasta 

■ '  Saibta  Fe,  y  aquel  tuvo  la  desgracia  de  caer  _pHsione- 
ro,  y  el  sábado  13  de  dicieml)re,  como  á  las  tres  de  la 
tarde  fué  pasado  por  las  armas  al  frente  de  las  fuerzas, 
por  orden  del  general  I^avíjlle,  á  corta  distancra  del 
pueblo  de  Navarro. 

Después  q[ue  algunos  individuos  (Rosas  entre  ellos) 
lograron  engaña^y  sorprender  el  corazón  de  Dorrego, 
■  casi  todo3  los  hombres  de  bien  qué  antes  lo  hablau 
ayudado  y  aconsejado,  se  le  retiraron  de  su  lado.    Per- 
sonas bien  intericiortadas   le  aconsejaron  trataseí"  de 
''  conjur&r  la  reacción  qué  se  veía  venir  sobre  su  aámi— 
nistraciori.    La  ley  de  imprenta  de  8  de  niayo  le  hizo 
perder  en  la  opinión  pública.     Dorrego  confesó  á  ua 
*   amigoy  pállente  no  haber  sido  obra  suya  ese  proyecto 


I 


DB  BranOB  iUEBS  67 


de  ley  y^qtre  a  ninguna  d^  óuantaH  niédidasse  le  kábia 
obligadOy  cedió  con  mas  repugnancia.  Se  le  aconsejó 
promoviese  la  corrección  de  la  ley  de  elecciones^  para 
poderse  *poner  de  un  modo  legal  én  el  cepti^ode  todos 
los*  partíáoBi  Dorrego  hizo  ver  los  peligros ^ue  ha- 
bría de  correr;  si.  no  hacia  graidualménte  laresdlucion 
de  sacudir  ée  sil  isubordinacíbxi  á  ciertas  influencias 
individtmles  (Rosas),  por  apoyarse  tahsolo  en  ios  prin- 
cipios y  el  talimiento  de  }ais.;miása3.  Los  iñalcs  con* 
sejdros  yifalsQS  amigos  áú  Dorrego  fueron  la^  causa 
pripGÍpaV  y,  ({mm\  la  (taica  .de  ;£iu  mala  ía^mi})í$tra- 
■eian;  :  .  ■  ••-!•:::•;-  >..■ 

Paéypredon  y  Rivádavia  én  vano  intensaron  querer- 
se poner  en  el 'centro  de  todos  l^s  partidos,  ¡eí  primero 
con  la  política  de  ocupar  á  todos  los  hombres  indi-stin- 
tamente,  y  el  segundo  por  l^t  ley^  de  olvido.  No  era 
éste  el  medio  natural  y  legal  de  verificarlo,  ni  el  de  po- 
ner .álaftfloniásas'eln  posesión  del  derecho  mas  sagrado 
que  les  corresponde.  Ellos  se  reservaron  mezquina- 
inentetoda  la.fune^ta  iníjiueocia  que,  hasta  el  día  de 
hoy,  ejerceel  poder  ejecutivo  euJafflrmaóiooidíirí^iís- 
Ifi^tÍYo;  y  hé  a^i  \^,  causea  principal,  de  verse  edificada 
sobre  cicpientos  de  arena,  tanto  1^  estabilidad  de  los 
gobiernos>.como  la  de  los  principios. 

La  den'ota  del  coronel  Dorrego  en  la  aedon-dé:  la 
Lagünd  de  NavafrOy:(el  9'ded¡ciembre)v  *ra  ítievitafele, 
si  se  tiene  en  cueñt-a  la  fuerziei  á  qvie  aqu'él*  tenJA  ique 
hacer  frente^  maridada  por  gefes  y  óftciaiesespcírimén- 
tados  ydenombradia^  tales  como  el  general  Martin 
Rodriguen,  los  entonces  coroneles  La  Madrid,  Peder- 
nera,  Rojas,  Aii<acleto  Medina,  fiogado,  Joan  Apóstol 
Mértiaez,' A.  iVega,  Olatarríá,  Raach,  Olazábal;  los 
entonces  ooraanda^ntes  Olníos,  'Qa¿3adaypBy4)«£Í!ro;  ios 
entonces  mayores  Méndez;  Smikhj  Correa^  BUa,  Mu- 
fiiz,  Caldei^on;  los  entonces  capitanes  S^a^edra.cEstra- 
^,  Pitredes,  Cosaio,  Córdoba,  NuQez^Qomezy  Men- 


88  BEormciiL 

dez,  Patricio  Maoiel  (el  genio  de  ía  guerra^  según 
La  val  le),  etc. 

El  mismo  día  que  la  Gaceta  publicaba  el  célebre 
parte  del  general  Lavalle  anunciando  lal  gobierno  de- 
legado el  lúgubre  suceso  de  Navarro,  don  Luís  Dorre- 
gd  hacia,  en  el  referido  diario,  la  invitación  siguiente: 

«El  abajo  ñrmado^  hermano  del  finado  don  Manuel 
Dorrego,  suplica  á  sus  amigos  se  dignen  asistir  el  vier- 
nes 19  del  corriente  á  la  iglesia  de  San  Francisco,  de 
ocho  y  media  á  nueve  de  la  mañana,  acompañándolo 
•  á  honrar  la  memoria  de  su  dicho  hermano  y  &  rogar  á 
Dios  por  el  descanso  de  su  alma,  en  los  funerales  que 
le  consagra  á su  efecto;  sirviendo  este  aviso  de  bastante 
invitacifan  á  todos,  pues  á  ninguno  lo  hace  en-  particu- 
,  lar; 

«Buenos  Aires,  diciembre  16  de  1828. 

.  cLüIB  DOftEBGO.  > 

Los  restos  del  coronel  Dorrego  fueron  exhumados, 
el  14  de  diciembre  de  1829,  en  presencia  de  la  comisión 
enviada  por  el  gobierno  al  pueblo  de  San  Lorenzo  de 
Navarro,  y  compuesta  del  camarista  doctor  Miguel  de 
Villegas,  acompañado  del  juez  de  paz  sustituto  don 
Pedro  Trejo,  del  cura  don  Juan  José  Castafler,  de  don 
Indalecio '  Palma  y  don   Manuel  López,  del  cirirjano 

'  doctor  Cosme  Argerichydel  escribano  mayor  de  go- 
bierno don  José  Ramón  de  Basavilbaso.  Se  encontró 
el  cadáver  entero,  á  escepcion  de  la  cabeza,  que  esta- 
ba separada  del  cuerpo  en  parte,  y  dividida  en  varios 
pedazos,  con  un  golpe  de  fusil,  al  parecer  ^1  lado  iz- 
quierdo del  pecho.  Las  ropas  esteriores  consistían 
en  una  saba^nilla  de  algodón  color  oscuro,  corbata  de 
seda  negra,  una  chaqueta  de  lanilla  escocesa,  pantalón 
de  paño  azul,  botas  fuertes  y  un  pañuelo  de  seda  ama* 

<-;  rillo,  con  que  se  lé  cubrieron  los  ojos  para  ser  fusi- 


DB   Bravos  lAIBBS  80 

lado,  El  21  de  diciembr©(  salió  del  Fuerte^  á  -las 
cinco  de  la  tarde,  él  carro  conduciendo  la  urna,  el 
'■  cual  iba  arrastrado  por  ciudadanos  y  seguido  de 
medio  pueblo  de  Bu^nósr  Aires,  que  llenaba  un  espa- 
cio como  de  20  cuadras,  y  la  otra .  mitad  ocupaba  las 
azoteas,  balcones  y  ventaitós.  Todas  las.  tropas  de 
linea  y  milicia  cívica  marchaban  también  enlutadas,  al 
son  de  músicas  fúnebres,  basta, el  cementerio^  donde 
el  gobernador.  Rosas  pronunció  la  sentida  y  oportuna 
alocudou  siguiente: 

«Dorregó^t  víctima  Jluátre  d'e  las  disensiones  civi- 
les: descansa  en  pñz, ...  La  píatrla,  el  honor  y  laTBli*- 
*  gion  han  sido  satisfechas  hoy,  tributando  los  últimos 
honores  al  primer  majistrado  de  kc'  República^  sen- 
tenciado á  morir  en  elsiiencio  dé  las  leyes.  La  man- 
cha mas  negía  en  la  historia  de  los  argentinos  ha  sido 
ya  lavada  con  las  lágrimas  de  un  pueblo  justo^  agrade-* 
cido  y  semsibíe.  Vuestra  tumba,  rodeada  en  este  mo- 
mento de  los  R,  R.  de  la  provincia,  de  la  magistratura, 
de  los  venerables  sacerdotes,  de  i  los  guerreros  lie  la 
Independencia  y  dé  vuestros  üom.patriotaé  dolientes, 
forma  el  monumento  glorioso  que  el  gobierno  de  Bwe- 
uos-Aires  os  ha  consagrado  ante  el  mundo  civiliza- 
do. . .  .monumento  qu^  advertirá  hasta  Jás  últimas  ge- 
neraciones que  el  pueblo  porteño*  no  ha  sida  cómpljce 
en  vuestro  infortunio. .'. .  Allá,  ante  el  Eterno  ¡Arbitro 
del  mundo,  donde  la  justicia  doo^iha,  vuestras  accio- 
nes han  sido  ya  juzgadas;  lo  serán  también  las  de  vues- 
tros gefes;  y  la  inocencia  ye!  crimen  no  serán  confun- 
didos'....  ¡Descanéa.  en  paz.  éutre  los  justos; «.  .1  A 
Dios— A  Dios  para  siempre*:» 

Las  trapas  regresaron  á  Sus  cuarteles  á  Tas  nueve  de 
la  noche.  > 

I  r 

I  '  '  • 

**  r 

4^98— GfiMEVAi.  voMA^íi  «IJIDQ,  ministro,  delegado 
de  Dorrego,  el  1^  de  diciembre,  aiando  tuvo  lug^j;  ¡una 


00  MOTCRaA 

I 

•tevolüclon  encabezada  por  el  ejército  que  regresó  de  la 

■   Banda  OHental  al  mando  del  general  Lavdlle! 

Al  salir  Dorrego  por  la  puerta  del  socorro  de  la  For- 
taleza, á  laj3  cuatix:)  y  media  de  la  mañana  del  1^  de  di- 
ciembre dejó  encargado  dol  mando  al  general  Guido. 
Este  asoció  á  su  colega  J.  R.  Balcarce  en  el  gobierno 
delegado.  Después  dé  algunas  conferencias  ^  entre  el 
general  Enrique  Martínez,  por  parte  del  gobierno  de- 

'  legado,  y  el  general  que  encabezó  la  réYoiucion,  se 
convino  que  aquel  entregarla  el  Fuerte,  Juego  que  fue- 
'  se  elejido  un  gobierno'  provisorio .  En  su  c<>nsecuen- 
ci^y  $e  reunió  una  asamblea  de  ciudadanos  en  el  tem- 
plo de  San  iFrancísco^  (San  Roque)  presidida  por  el 
doctor  Julián* Seguildo'de  Agüero,  la  cual  nombró  al 

-.  geoardl  Lavalle^  gobernador  interino  deja  provincia. 

.  Habiéndo3e  hecho  aaber  eata  r^sqUiot^n.  al  gobierno 
delegado,  desocupó,  el  Fuerte  el  reji  mi  en  toi  del  «coronel 
Mariano  B.  Roion,  los  lainistros  J  gefós.que  se  haHa- 

,    ban  adentro .  ' 

Este  gobierno  delegado  solo  duró  algunas  hor^is. 

f'  A  las  cinco  de  la  tarde  se*  recibió  eO'  la  Fortaleza 
Qn)a  nota  del  genera]  Laválle  acompañando  el  acta  de 

'  la  asamblea  popular  reunida  en  San  Roque  y  firmada 
por  su  presidente  don  Julián  Segundo  de  Agüero.  Se 
propuso  que  los  que  estuviesen  ppr  que  el  general  La- 
vallé  fuese  gobernador  interino  levantasen  el  sombrero 
en  la  mano  derecha,;  y  el  pueblo  todo  lo  levantó  en  el  ac- 
to aclamándolo:  se  propuso  igual  signo  por  el  general 
Alvear  primero  y  por  el  doctor  V.  López  en  seguida,  y 
úose  notó  que  ciudadano  qilgunoJo  hicieria: . pc^ consi- 
guiente fué  electo  unánimemente  ^1  general  Lavalle  f)or 

.  '  tal  gobernador  provisorio  de  Buenos  Aires.    • 

Reunidos  los  coroneles  que  existían  en  la  Portaleña, 

los  ministros  de  Dorrego   les  pusieron  de  manifiesto 

'    aquel  documento  y  conduUaroo  su  ojpiaioo/   La<de 

aquellos  gefes'fué  promineiada  por  él  reconoormiento 


DE  aranas  jiiRBs  91 

del  i>uevo  gobierno  provisdrJo,  y  ácla  continuo  se  pa- 
-  -s6  al  genero!  Lavalle  una  nota  manifestando  que,  ha- 
llándose impuestos  del  acta  déla  asambleíi  de  San  Ro- 
'  que,  celebrada  el  dial^  y  acompañada  en  copia  iegali- 
zadapor  el  espresado-  gen'eraí,  pdr  la  4iye  rfesültaba 
electo  el  mismo  gefe  gobernador  provisorio  de  la  pro- 
vincia; y  que  sin  embargo  de  que  la  autoridad  conferi- 
da alseftoriLavalle^no  emanaba  de  ia  representación 
reconocida  como  legal  por  nuestras  instituciones  pro- 
vinciales, los  ministros  Guido  y  Balcáree,  deseando 
reiíiover  'todo  conflicto  para  el  puebl^o,  retóonocfan  y 
mandaban  reconocer  en  Ja  Fortaleza  al'  réferidé  gefne- 
ral  La\*alJe  por  gobernador  provisorio  dela*prOvincia, 
quedando  aquella  alas  órdenes  del  irispector  general 
desde  ese  momento.  .        /     . 

El  brigadier  g-eírtíertí i  T.  Gruido  falleclió  en  Buenos- 
Aires  el  14  de  setiembre  de Í866,  ár  M.edadde  88 
años.  ' 

t8t»--€av:iirE!BAii  JUAIV  IíAVAIíIíE,  electo  .  popular- 
mente gobernador  interino  el  V  de  di-Ci^nf^brej-,  en  con- 
secuencia de  una  revolución,  que  estalló  en  la  npadru- 
gada  del  mismo  dia,  encabezada  por  el  misn(ib  general, 
la  cual  produjo  no  solo  el  derrocamiento  del  goberna- 
dor Dorrego,  sino  también  el  fusilamiento,  de  éste  á 
corta  distoincia  del  pueblo  dé  Navarro,,  el  día  13  de  di- 
ciembre, despueis  de  una  acción,  e'n'que,  cbmó  era  de 
esperarse,  dado  el.núríiero.  y  condiciones  de  los  com- 
batientes  de  una  y  otra  parte,"  fué  conf^plétariniente  der- 
rotado él  y  su  ^eftí,  principal  Rosas,  quíeti  lo  abandonó 
em'préndiendb  lA  fuga  á'Santa  Fe. 

fíabieiido  huido  el  coronel  Dorrego,  del  Fuerte,  por 
la  puerta  del  socorróy  como  á  las  cuatro  y  media  de  la 
mañana,  con  dilección  á  ía  campaña,  para  tomar  las 
medidas  eonddcéiHes  al  restablecimiento  de  su  autori- 
dadi  el,  general  Liayvalk,  dejando  da  delegado  al.  genera 
Brown,  salió  en  su  perse€ií<>ion;  eldia  ^>  y  aprpren- 


93  PBOYIMOU 

diendo  á  Dorrego*  y  Rosas,  el  9,  consiguió  derrotarlos 
completamente^  ant^s  que  tuvíeseo  tiempo  de  aumen- 
tar su  fuerza,  como  ellos  lo  pretendían. 
Esta  primera  campaña  del  general  Lavalle,  en  la 
:  guerra. civil^  no  pudo  ser  mas  breve;:  cual  otro  Julio 
César,  quiejí,  en  3  dias,  batió  y  destronó  al  rey  de  Pan- 
to, Farnaces,  escribiendo  al  Senado  romano  estas  cé- 
lebres palabras;  üeni^  oidiy  vinci;  así  alquél  también, 
en  3  dias^  batió  y  venció  áDorrego,  pero  el  parte  que 
pasara  al  gobierno  delegado  fué  bien  deferente.  Bas- 
ta saber  que  el  coronel  Borrego  ,fué  fusilado  al  fretite 
del  ejénoito  vencedor  por:  orden  del  general  .La vaUe. 
Dorrego  fué  capturado  por  el  teniente  coronel  de  Hú- 
sares don  Bernardino  Esoríbano,  en  las  inmediaciones 
de  Areco,  y,  por  orden  del  gobierno  delegado,  condu- 
cido al  cuartel  general  d^l  general  Lavalle,  iJoüd^  dos 
horas  después  fué  anunciado  el  fin  que  le  cupiera  en 
los  términos  siguientes: 

Navarro,  Diciembre  13  de  1828. 

c  Señor  Ministro: 

€  Participo  al  gobierno  delegado  que  el  coronel  don 
Manuel  Dorrego  acaba  de  ser  fusilado,  por  mi  orden,  al 
frente  de  los  regimientos  que  componen  esta  división. 

€  La  historia,  sqñor  Ministro,  juzgará  imparcialmen- 
te  si  el  coronel  Dorrego  ha  debido  ó  no  morir;  y  si  al 
sacrificarlo  á  la  tranquilidad  de  un  pueblo  enlutado 
por  él,  puedo  haber  estado  poseido  de  otro  sentimien- 
to que  el  dej  bien  público. 

f  Quiera  persuadirse  el  pueblo  d(?  Buenos-Aires,  que 
la  muerte  del  coronel  Dorrego  es  el  sacrificio  mayor 
qiie  puedo  hacer  en  su  obsequio. 

«  Saludo  al  señor  ministro  con  toda  atención,  , 

JOAliT  LA.VALL9.  I> 

t  Esonio,  señor  Ministro  de  gobierno  doctor  don  José 
Miguel  Dias  Veles. » 


DE  BnHOS  AtBflS  $8 

Este  y.los  que  siguen  fueron  los  rtíínístros  secreta- 
rios del  general  Lavalle  en  su  orden  sucesivo-,  los  ge- 
nerales Carlos  M*  Alvear  y  José  María  Paz  y  el  doctor 
:  Salvadtor  María  del  Carril. 

El  general  E:  López,  gobernador  de  Santa  Fé,  pasó 
(9  de  diciembre)  una  circular  á  los  de  las  demás 'provin- 
cias, haciéndoles  saber  el  movimiento  del  dia  1**,  y 
acompañando  copia  que;  con  fecha  2,  le  había  despacha- 
do el  coronel  Dorrego  desde  Cañuelas.  Los  dé  Santa 
Fe  y  Córdoba  se  pusieron  desde  luego  en  movimiento, 
aquél  para  impedir  el  paso  al  'general  Paz  y  éste  para 
salirje  al  encuentro,  én  caso  burlase,  como,  en  efecto, 
burló  la  vijilan^ia  de  los  santafecinos.  El  de  Entire- 
Rios  contestó  que  se  pondría  inmedi)Ettamente^en  cami- 
no con  fuerza  considerable.  El  general  Quiroga,  invi- 
tado por  López,  á  instigación  de  Rosas,  no  quiso 
quedar  atrás;  dirigióse,  pues,  al  general  Luvallé,  titu- 
-  laudóle  gobernador  intruso  y  declarándole  la  guerra, 
para  vengar  la  muerte  del  coronel  Dorrego. 

Rosas,  entre  tanto,  no  esluVo  un  solo  momento  ocio- 
so,  poniendo  en  movimiento  á  todoife  los  caudillos  á 
nombre  de  la  tftulada  federaotqn,  quetantps  raudales 
de  sangre  costara  á  la  República.  El  comandante  sán- 
tafecino  Echagíie,  con  500  hombres,  y  acompañado  del 
general  Rosas  y  de  los  coroneles  A.  Pinedo  é  Izquierdo, 
se'situó^en  las  inmediaciones  del  Rosario,  intenceptan- 

'  do  con  su  fuerza  la  correspondencia  del  fnteribr  yapo- 

•  derándose  de  los  correos. 

En  un  encuentro  que  el  coronel  Vilelatuvo  con  los 
santafecinos  en  él  Arroyo  del  T-alá,  estos  fueron  der- 
rotados. 

M9S— GKiiífiB  iii  «UiiiiiiBlliio  BBOiViV,  delegado  de 
Lavalle,  durante  el  tiempo  que  éste  permaneció  en  la 
campaña^  contra  el  ex-gobemador  Dorrego,  desde  el 
6  de  diciembre  de  1888,  bastan!  4  áe  mayo  de  1829/ en 


94  t  movimu   . 

que  presentó  aw  .renuaciaj  siacedíéjidole  proivisoriamen- 
te  el  mitiistro  doctor  CarriK 

Habiendo  cesiado  do  hecho  la  corriandaricia  general 
de  milicias  de  campaña  que  desempeñaba  don  Jaan 
Manuel  Rosas,  ei  gobierno  d^le^ado.  dispuso  (19  de 
diciembre)  se  hiciese  sabpr  en  la  Oí:den  del  ejército  .y  á 

;  I03  gefesde  los  cu^erpo^de  milicjas  de  ja.  pro.víncií3t,,  á 
fiu.detqpf  no, diesen  cuipplimiento  A  6rd^n .alguna  que 

.  aquel  impartiese.  i       . 

Elgenearalidon  José  Maria  P^z,  que,  al  ttlando  de 

'  una  división,  de  acuerdo  con  el  general  Lavalle,  habfa 
marchado  al  interior,  oon>  el  objeto  de  secundar  en  tas 
provincias  la  nueva  poJítíca  iniciada  en  Buenos- Aii^s, 
ofrcf*^*4Íái«de  el  Paso  de  Pachi,  en  Santa  Lucía,  á  16  de 
diciembre,, darMk«i.Qiienta  al  goWerno  delegado  haber 

.  4j'asmitíd(>á-Ia  división. d^BP  maDdo  los  boleíineifcque 
detallábanlos  suoe.so3  ocurridos,  dfcspyeís  del  camJ)¡o 
que  tuvo  lugar  el  dia  jL^  de  diciembre^  a^s^urandid  ha- 
ber sido  reujbido  coi%. placer^  y*  aun*  oqu  enítm^smo. 
El  general  Paz  terminaba  ^u  comui^icocior)  <  felicitaHt- 

.  do  al  g9bierpo  y.  é  la  pfo.yincia  de  B,ueui03-Aires  por 
unos  acQntecijnien tos  que,  al  paso  qiie  f(se^uraba,u.su 
tranquilidad  iviterior,  pTOinetían  el  ,.resf4¿lecim¡ento.de 

,  esas  ,Ln$t^tucj,oaes  de  que  dan  ju^ta^nente  ;era  idóla- 
tra,» ,         • 

£¡1  general  Soler  que  se  ha1lat)a  en  Cói^oba,  detrán* 
sito  á  BóHvia,.eh  carácten  de  ministro  plenipK>teoc¡ario 
cerca  del  gobierno  de  aquella.  RepúblÍGa>.recibÍó:6rdBn 

.  del  gobierno 'delegado  de  suspender  su  viaje..  . 

Ep^tre  tanto,  Rosas,  dándose  Ibg  aires  de  amigo  de 
Borrego,  con  cuya  política  aparentaba  simpatizar  co- 
mo horrorizado  del  modo  como  éste  terminó  su  exis- 
tencia, apro.vwbó  las  Qipcunslancia3  quQle  fayarecáw>» 
para  hacepí^esr  desde  entonces.,  el  hombre  ¡indiápensu- 

.  ble.  En  el  sur  de  la  provincia,  Rosas  contaba  con  los 
g§fe^dotí  Maíi^wel  I4e$a  y  dotí  Lui«  Molina,  que  tea- 


níaji^iUe  por  su  ,óroUin,i  de^eonoci^Qdp.  I(i  autorídfid 
del  nuevo  gobierno  y  Uegan^osu  osiadí^ha^ta mandar 
á  los  comisionados  de  éste,  losseñoros  Anchor^na, 
Díaz  Velez  y  Gelly,  se  retirasen,  á  ia  mayor  brevedad, 
al  interior  del  Salado,  bajo  amenazas.  jSsos  gafes 
tuvieron  un.  choque  con  un  piqueteal  mandrO  del  ma- 
yor l4Ím.a,  á  qui^n  derrotaron  obJigándQl^  á  cf^pitu)^r. 
Se  estipal<^  .que  Litna,  con,  todqs  los  que  I9  ^pojpapeuia- 
ban,  tenia  el  (^aso  libreí  para  r^üf'arse.v.  ÍPqco :d^.9puQS^ 
parte  de  ]a  división  del  ooronet.Is^idro.^Suarez  d^*riOitó 
complétamete,  en  las  PalmMos  4;MoUn^,y  Mesa»  ca- 
yendo éste  prisionero,  eltitulado  rniíúsilro  de  ia.  guer- 
ra don  Mannel  Céspedes  y  otros.  Ea  ^st|^  hMbe^-d^-ar* 
mas  se  distinguierou  los^  coir^fteles  Mariano  AQha>.  y 
Mariano  Qaríoía^e^  teniente  corionel  Pringles,  ,ei  .m^yor 
.M^liaq  y  ^  ciudadano  doo  Zenon  VidíJa,,  M^^,  2** 
cw!iandan^e  433. la  partidf^  de  MolJn£b.{^é!.sej.itwciadp  y 
pasado  por  la$  armase) U d;e febi.?ero  de ld29i  ^  ,    ; 

El  gobernadofBrown  suspei^idió  (22  de  diicíembre  de 
18^8)  tos  efectos  de  la  ley  de -30  de  abnil ;  basta  la  reu- 
nión de  lá  nu^va  Legislaturay  declarando  £ln/todosu 
vigor  la  de  5  de  mayo  de  Í826,  en  •  contraposición  de  ¡lo 
dispueisto  por  el  fínado  gobernador  DorregOi 

Constituya  <&2  de  enero  de  18^)  responsables  'de  la 
tranquilidad  pública  á  los' comandantes. de  oaüioias  en 
campaña,  en  sus  respectivos  distritos. 

Dispuso '^ld¡ de  febrero)  quQ  elrF^uerte,  d^nonaiaado 
Federación ^  tomaría  el  non^bre  d^  Juniriy  piara  p,erpe- 
üiarla  memoria  dCi  la  aíccÍQ»4el;  7  d^  febrero^  contra 
ios  anarquistas  de  don  Manuel  Mesa,  que  tuvp'  lugar 
en  ladireccion  de  aquel  FuQrtx3,  ganada  por  la  división 
al  mando  del  coronel  don  Isidro  Suarez,  quien  tuvo 
una  parte  tan  decisiva  en  ia  jornada  de  junin,.qqe.  pre- 
paró la  entera  libertad  del  Perú^  en  el  año  18¡g4. 

El  triunfo  alcanzado  por  el  corotíel  .Si(areZ|  en  las 
Palmitas,  el  7  de  febrero  de>18iS9,  tenia  una'  dobié  im- 


96  teovnfciÁ 

'  poHanoia;  pues  tho  solo  se  derrotaba  á  un  enemigo  que, 

'  con  las  armas  en  la  mano^  eombatf a  contra  la  autorí- 

'  dad,  sino  también  destruía  la  reunión  de  individuos, 

•capitaneados  por  Molina,  loa  cuales,  asociados  á  los 

indios  bárbaros^  desolaban  la  campaña    con    robos, 

•'muertes  y  violencias  de  todo  jénero:  con  las  wmas  en 

la  mano  atacó  y  tomó  el  Fuerte  de  la  Lagu4ia  Blanca, 

robando  cuánto  aUí  habfa,  perlenecieAte  al  Estado.     El 

•  coronel  Suarez  consiguió  apoderarse  de  esos  malhe- 
'  chores,'  los  que,  remitidos  á  la  c&pital,  fueron,  3  de 
^^ellos,  ejecutados  en  la  plaza  de  Marte  (Retiro)  y  los  de- 
más, destinados  á  la  Isla  de  Martin  García- 
Avisado  el  gobi€lrno,  (24  de  febrero)  de  la»  existencia 

^  de  u lía  conspiración,  mandó  prender  4  los  siguientes: 
ciudadanos,  don  Tomás  Anchoi^na,  don  Juan:  José 
Artchorena,  don  Victorio  García  Ziiñiga,  don  Bpitacío 
del  Campo,  don  Manuel  Hermenegildo  Ag»i*r re  Lajar ro- 
ta, don  Francisco  Agustín  y  don  Clemeníté  Wright,  doc- 
tor. Manuel  Vicente  de  Maza,  don  José  Bares  y  don 
.  José  ChavaMa;  militares:  generales  Juan  Ramón  Bal- 

1  cartee  y.  Enrique  Marti  aez,  coi'onel  Tonaásde  Iriartey 
teniente  coronel  Juan  José  Martínez  Fqutes. 
Otras  personas  fuerou  igualmente  presas:  las  rela- 

•  ciones  y  el  carácter  que  algunos  de  esos  presos  retes- 
tian  oau^ó  una  estraordínaria  sensación'  en  Buenos- 
Aires. 

Setttenóiadosá  destierro,  unos  lo  fueron  con  désti- 
-  nó  ái  Montevideo,  otros  á  la  Colonia  del  Sacramento  y 
losdemárS  á  Bahfa  Blanea.  Los  deie^te  último  punto, 
confinados  en  él,  desde  el  15 de  marzo, fueron  puestos  en 
libertad,  en  setiembre  (1829)  por  el  comandante  de  Ba- 
hía Blanca,  don  Narciso  del  Valle,  en  cumplimiento  de 
orden  del  ministro  de  la  guerra,  regresando  á  Buenos- 
Aires,  en  el  bergantia  nacional  Rio  Bamba,  los  espre- 
sados Ma:sa,  Martínez  Fontes,  García  Zúiliga,  los  dos 
•Wright^  Bares  y  Chavarría. 


DB  BmBHOS  AIBB8  ffl 

Los  señores  don  Tomáfe  y  dqn  Juá,a  Joáé  Ancborena 
llegaron  á  fines,  de  abril,  conduoídos  en  el  bergantín 
de  guerra  General  Roiideau^  procedente  de  Patagones, 

•    y  acompañados  del  comandante  de  aquel  estabiepi- 
miento  don  Ramón  Rodríguez. 

'     Derogó  (27  de'febrtero)  el  decreto  de  8  de  agosto  de 
1828,  espedido  por  Borrego,  que  permitió  traficar  por 

-  el  puerto  de  Eenavidez,  cuando  el  gobierno  no  estaba 
autorizado  para  la  habilitacion'de  puerto  alguno,  cuya 
resolución  debía  emanar  del  cuerpo  legislajtiyo  de  la 
provincia:  y  decretó  (12  d6  marzo)  la  formación  de  un 
batallón  de  voluntarios  con  la  denominacion.íde  Bata- 
llon  del  Comercio  EstrangerOj  al  raapdp  dedoaJRamon" 
Larrea,  con  el  objeto  de  guardar  el  ór^en  y  tranquili- 
dad pública.  Ese  nombre  fué  después  variado,  dándo- 
sele elide  Batallón  de  Iqs  Amigos  dql  Orden.  , 

Gon  la  salida  á  ci&mpáñadel  generalJ^sé  .Mairia  P^z, 
gefe  del  ejército,  de  la  capital  y  encargado  provisoria- 
mente del  ministerio  de  la  guerra,  desde  el  '2  de  enero, 
el  gobierho  delegado  nombró  (14  de  marzo)  comandan- 
te general  de  aniftas  de  toda  la^  provincia  al  brigadier 
general  Martín  Rodríguez.  •  ..    ! 

.  El  general  Piaiz  hizo  su  despedida  píiWica  del- pueblo 
de  Buenos  Aires  el  16  de  marzo,  (1829)  dtá  «en  que  partió 
para  el  ejército.  ,    • 

Con  el  fin  de  aumentar  lafuetzá  de  línea,  para  guar- 
dar el  cordón' de  frontera  de  la  provincia,  el  gobierno 
dilegado  decretó  (18  de  marzo)  se  levántase  un  cuerpo 
de  caballeria  dé  línea  con  el  titulo  de  Granaderos  de  la 
Gu'ardia^^i  mando  del  mayor  don  Juan' EsiébanRo- 
driguez. 

Ordenó  (id)  se  depositase  en  la  Biblioteca'  Pública, 
uno  de  los  escritos  autógrafos  del  doctor  Juan  Madero^ 
por  los  importantes  servicios  que  presíó  á  la  patricí  y 
por  el  zeló  infatigable  que  había  rñanífestado  en  la  pro- 


98  l^BOVIHOIA 

pagacian  de  la  Vacuna,  de  cuyo  establecimiento  en 
esta  capital*  fué  el  primer  Administrador  % 

Declaró  (24  de  marzo)  abolidos  los  regimientos  de 
milicia  activa  y  pasiva;  encargando  al  coronel  Manuel 
Rojas  de  la  formación  de  ün  cuerpo  con  la  denomi- 
nación de  Cuerpo  de  la  Guardia  Fatriciay  y  dando  al 
regimiento  d^  mijíicia  pasiva  el  nombre  de  Cuerpo 
de  Reserva  de  la  Guardia  Patricia^  ai  mando  del  ge- 
neral Benito  Martínez. 

Poco  después  de  la  acdion  de  las  Palmitas^  en  que 
fué  completamente  aniquilada  la  montonera,  acaudilla- 
da por  don  Luis  Molina^  y  en  que  se  distinguieron  los 
coroneles  Mariano  Aoha  y  Mariano  Guerra  y  en  pri- 
mera Ifñea  el  coronel  Isidro  Suarez,  que  mandaba  la 
división,  en  el  rincón  de  Santa  Fe,  la  división  de  las  ca- 
ñoneras y  el  bergantín  goleta  Sarand/,  al  mando  del  ca- 
pitán Pedro  Martínez;  sostuvieron  un  fuego  de  m&sque- 
teria  y  artiilerfa  contra  los  santafeeinos,  con  alguna 
pérdida  de  parte  á  parte*  Esto  dio  lagar  á  una  cor- 
réspo>ndenc¡a  oíiciai  entre  el  gobernador  López  y  el 
coronel  Leonardo  Rosales,  gefe  de  la  escuadra  blo- 
queadora.  Aquel  observaba  á  éste  que  Buenos  Aires 
no.  posef a  autoridad  alguna  sobre  la  República;  que,  al 
eooirario,  las  provincias  desaprobaban  los  últimos 
acontecimientos  y  se  preparaban  á  la  venganza;  que.  el 
mismo  Rosales  dq  pertenecía  ni  á  Buenos  Aires,  ni  á 
.  Santa  Fe^  sino  á  ja  nación;  y  que,  por,  consecuencia, 
las  órdenes  de  aquella  provincia  sola  no  pudieron  au- 
torizarlo á  atacar  con  su  división  una  nación  estrange- 
ra^  mucho  menos,  una  provincia  de  la  República.  J^a 
respuesta  de  Rosales  fué  evasiva,  protestando  que  él 
no  iba  para  atacar,  sino  para  proteger  el  comercio  de 
las  provincias  vecinas,  inclusive  Santa  Fe,  y  que  no 
rompería  el  fuego  sin  ser  atacado. 

Después  del  contraste  del  Puente  de  Márquez,  que 
tuvo  lugar.el  26  de  abril,  (cuatro  dias  después  que  la 


de  San  Roque  en  Córdoba,  ganada  por  el  génerat  Paz 
sobre  Qa¡roga)*en  que  el  general  Lavalle  se  tío  priva- 
do de  su  caballada,  astutamente  arrebatado  por  los  in- 
dios que  se  hallaban  bajo  las  órdenes  de  Rosas,  aquel 
repasó  dicho<  Puente  y  se  situó  ^n  los  Tapiales  de 
Altolaguirre;  Rosas  se  retiró  al  Pino,  estancia  de  Pi- 
nero, y  López  á  la  Villa  de  Lujan.  ' 

'  Ef  general  Lí^valle  cometió  una  larga  serie  de  ímpru- 
dencfas,  desde  el  1"^  del  diciembre  de  1828,  que  fué  la 
primera,  y  el  fusilamiento  de  Dorrego,  la  segunda. 

La  tercera  fué  su  esceáiva  confianza  en  presentarse 
casi  solo  en  el  campamento  de  su  mortal  enemigo, 
-  quien  mostró  mas  habilidad  en  atenderle  hasta  conse- 
guir hiacer  la  paz,  como  se  hizo,  el  24  de  junio,  estipu- 
lándose que  los  dos  gefes  contendientes  depondrían  el 
mando  de  sus  tropas  respectivas  en  la  persona  del  ge- 
neral Viamonte^  en  calidad  de  gobernador  provisorio; 
que  el  pueblo  procedería  á  la  elíeccion  de  sus  represen- 
tantes; que,  reunida  y  abierta  la  nueva  Legislatura,  se 
procedería  al  nomblramiento  de  gobernador  propietario; 
quei  habría  olvido  completo  de  todo  lo  pasado,  y  que 
ambos  gefes  apoyarían  con  su  fuerza  y  su  influjo  á  la 
autoridad  que  se  crease. 

Finalmente,  el  getierál  Brown,  coafésanfdo  con  inge- 
.  nuidad  su  insuficiencia  para  dirigir  la  marcha  de  la 
administración,  en  tan  estraordinarias  circunstancias, 
rogó  encarecidamente  se  le  aceptase  la  dimisión  que 
de  gobernador  delegado  hacía,  el  3  de  mayo,  la  que  le 
fué  admitida,  reemplazándole  en  el  mismo  cargo,  al  dia 
siguiente,  el  general  Martin  Rodrigues^ 

JI990— QKmSRAL  JVAM  li A vaIíIíE, ^gobernador  pro- 
visorio, desde  el  4  de  mayo,  que,  en  consecuencia  de 
la  renuncia  del  general  Brown,  reasumió  el  mando  de 
la  provincia,  hasta  el  7  del  mismo  mes,  que,  con.  moti- 
vo de  haber  tenido  q»e  Salir  á  campaña,  tomó  posesión 


100  PBOYntCIA 

I 

del  cargo,  como  delegado^  el  brigadier  general  Martin 
Rodríguez. 

£1  mismo  dia  (4  de  mayo)  el  gobernador  Lavalle  es- 
tableció un  cdnsejo  de  gobierno,  compuesto  de  los  ge- 
nerales luán  Martin  de  Pueyrredon,  Francisco  de  la 
Cruz,  Juan  Jo$é  Viamonte  y  Tomás  Guido,  doctores 
Manuel  Antonio  Castro,  Diego  Et«  Zavaleta,  Manuel 
,  B,  Gallardo  y  Domingo  Guzman,  don  Valentía  San 
Martin,  Félix  Alzaga  y  Bernardo  Ooampo,  bayo  lapre- 
sidiBncia  del  brigadier  Miguel  E.  Soler. 

En  la  misma  fecha  llegó  á  Buenos-Aires  el  tendente 
coronel  Juan  Manuel  Yupes^  en  clase  de  parlamento, 
conduciendo  una  comunicación  del  gobernador  E.  Ló- 
pez, desde  su  cuartel  general  sobt*e  el  Rio  de  >  las  Con- 
chas, proponiendo  entrar  en  negociaciones  de  paz,  ba- 
jo>eI  •carácter  de  gefedel  ejército  de  la  Union ^  como  él 

;  misnoose  titulaba.  El  ministro  Díaz  Velez  contestó, 
.  de  orden  del  gobernador  Lavalle^  que  no  podia^  ni  que- 
ría oir  proposiciones  de  paz,  mientras  el  gobernador  de , 

:  Santa  Fe  pisara  con  fuerza  armada  el  territorio  de  la 
provincia  de  Buenos  Aires,  y  que  desconocía  en  López 
cualquier  carácternacional,  porque  era  éste  un  emba- 
razo para  escuchar  su  proposición.  •     ' 

Desagradadoe  con  la  marcha  del  gobierno  del  gene- 

.   ral  Lavalle^  los  señores  Bernardino  Rivadavia  y*Julían 

Segundo  de  Agüero  prefirieron  desertar  de  $u  país  en 

•  tan  difíciles  circunstancias,  embarcándose,  en  los  pri- 

merosdias  demayo,  con  destino  á  Paris. 

f  * 

i8to-BBiGA9iEB  MABTVV  mOBBiaiJCSK,  goberna- 
dor delegado,  por  renuncia  del  general  Brown  y  en 
ausencia  del  gobernador  Lavalle,  nombrado  por  de- 
creto del  4  de  mayo  del  ministro  de  gobierno  y  relacio- 

.  nes  esteriores,  doctor  Salvador  María  del  Carrjl,  desde 
el  7  de  mayo,  en  que  aquel  tomó  posesión  del  cargo, 
hasta  el  36  de  junio,  en  que,  habiendo  terminado  la 


-I 


DB  BtoBlfOd  AtftBS  lOi 

guerra  y  regresado  el  gobernador  provisorio  Lavalle, 
reasumió  éste  el  mando. 

Entre  las  disposiciones  dictadas  por  el  gobernador 
delegado  Rodríguez,  una  fué  la  de  ordenar  se  cercasen 
con  un  fosólos  cuarteles  mas  poblados  de  la  ciudad. 
Según  el  plan,  la  línea  de  circunvalación,  que  debía  en- 
cerrar  la  ciudad,  habfa  de  pasar  por  la  calle  de  Euro- 
pa, de  una  parte,  y  por  la  del  Paraguay,  de  otra; 
yendo  4  juntarse  con  las  calles  de  Solis  y  Montevideo 
replegándose  sobre  las  de  Taeuarf,  Chile,  Lorea  y  Po- 
tosí (hoyAlsjna)  al  sur;  Cerrito  y  Corrientes  al 
norte.  • 

Las  calles  de  la  Reconquista  (hoy  Defensa)  Florida 
(hoy  Perú)  y  Plata  (hoy  Rivadavia)  habían  de  quedar 
abiertas,  para  servir  de  comunicación  con  el  campo. 

Después  del  combate  del  16  de  mayo  en  el  puente  de 
Barracas,  toda  la  ciadad  se  puso  en  alarma,  declaran- 
dosie  ésta  y  sus  suburbios  en  asamblea,  á  consecuen- 
cia de  losáuces^s  extraordinarios,  qu^  en  esos  dias  te- 
nían lugar.  Contribuyó  á  aumentar  el  conflicto  un 
atentado  cometidoen  la  noche  del  21  del  mismo  mes, 
en  nuestras  vaKza^,  por  tas  fuerzas  navales  francesas. 
Las  fiestas  mayas  quedaron  suspendidas,  siendo  la 
primera  y  linioa  vez  que  tal  cosa  sucediera,  y  no  podía 
ser  de  otro  modo,  desde  que  toda  la  provincia  era  un 
campo  de  batalla  y  muy  principalmente  los  suburbios 
de  la  ciudad,  que  estaba  rodeada  de  cantones  y  en  lu- 
cha diaria  con  los  montoneros.  ' 

Con  motivo  de  haberse  aproximado  al  pueblo  un  gru- 
po de  montoneros  por  el  norte,  después  del  combate 
del  16  de  mayo  en  el  puente  de  Barracas^  se  alarmó 
la  población  cerrándose  todas  las  casas  particulares,  y 
de  negocio  y  permaneciendo  asi,  poco  masóméoos 
desde  el  20  hasta  el  25  de  mayo.  Ei  gobierno,  por  su 
parte,  declaró,  el  dia  22,  en  estado  de  asamblea  la 
población  de  la  ciudad  y  sus  suburbios^  ordenando  la 


íOS  VEOYUfCIA: 

'  cla.Bsura  de  los  tribunales,  tiendas,  talleres,  el  Banoo^ 
etc.  etc.;  solo  las  pulperías  y  almacenes  de  abasto  po- 
dían abrirse  de  ocho  á  diez  deja  mañana  y  de  cinco  á 
seis  de  la  tarde.  Esta  disposición  estuvo  en  vigor 
hasta  el  4  de  junio,  cuando  cesaron  los  motivos  que  ha- 
b{an  impedido  al  gobierno  el  dictarla. 

£1  dia  5  de  junio  por  la  tarde,  el  gobernador  Lavalle, 
que  había  venido  &  la  ciudad,  con  el  objeto  de  dar  sus 
instrucciones  al  ministro  Carril,  regresó  á  su  campa- 
mentó,  en  los  Tapiales,  volviendo  el  ll  con  un  fuerte 
destacamento  del  ejército  y  de  la  fuerza  que  había  sa- 
lido, al  mando  delgefe  de  Estado  mayor,  coronel  Blas 
Pico,  con  una  gran  cantidad  de  ganado.    El  dia  15  vol- 

.  vio  á  salir  al  campo  enemigo,  acompañado  de  los  se- 
ñores Félix  Aizaga,  Mariano  Sarratea  y  Juan  A.  Ge- 

lly. 

Las  cosas  seguían  en  ese  estado  de  completo  desqui* 
ció,  hasta  que,  á  las  seis  de  la  tarde  del  23  de  junio, 
llegó  un  oñcial  con  una  orden  del  general  Lavalle,  pre- 
viniendo al  gobierno  delegado  se  suspendiesen  las  hos- 
tilidades y  se  retirasen  las  tropas  y  los  ciudadanos  de 
los  acantonamientos;  habiendo  practicado*  lo  mismo 
Rosas,  quien  hizo  retirar  la  gente  de  afuera,  que  se  ha- 
llaba á  las  inúiediaciones  de  la  ciudad* 

Al  dia  siguiente  (24  de  junio),  el  general  Lavalle  co- 
municaba de  oficio,  desde  su  cuartel  geiieral  en  la  es- 
.  tancia  de  Miller,  felicitando  al  gobierno  delegado  y  al 
pueblo  de  Buenosr Aires  por  el  plausible  aoóntecimien- 
.   to  de  habersido  firmada  la  paz,  poniendo  término  á  la 
..  desgraciada  guerra  civil  que  había  esperimentado  la 
provincia. 

.  Esta  paz  solo  era  una  tregua:  mientras  uno  de  los 
cóntendientes^el  general  Lavalle — era  [guiado  dej'un 
sentimiento  de  verdadera  paz  y  de  orden, ^el  otro— Ro- 
sas^obraba  con  refinada  astucia,  poniendo  en  juego 
.   toda  la  perspicacia^  de  que  era  capaz,  para  llegar  á  su 


DB   PfJHüOe  A^RBS  108 

objeto^  que  era  preparar  el  camino  para  apoderarse  del 
gobierno,  única  aspiración  queá  la  sazón  le  domÍT 
caba, 

r 

Terminada  asi  ia  guerra,  y  de  regreso  á  la  capital  el 
general  Lavalle,  el  gobernador  delegado  cesó  el  26  de 
junio,  reasumiendo  el  mando  aquél. 

t9)99^0c:iVEBAi4  JVAM  IíAVALLc:,  gobernador  pro- 
visorio, desde  26  de  junio,  que  reasumió  el  mando  gu- 
1>ernati vo,  después  de  haber  hecho  la  paz  con  Rosas, 
hasta  el  26  de  agosto,  que^  en  virtud  de  la  convención 
celebrada  entre  ambos,  fué  nombrado  gobernador  pro- 
visorio el  general  Viamonte. 

La  convención,  á  que  se  hace  referencia,  fué  firmada 
y  ratificada  en  las  Cañuelas,  estancia  de  Miller,  á24  de 
junio,  y  los  artículos  adicionales  á  dicha  convención,  á 
la  márgeri  derecha  ddl  Rio  de  Barracas  é  24  de  agosto, 
entre  el  gobernador  Lavalle  y  el  comandante  general 
de  campaña  don  Juan  Manuel  Rosas. 

Esa  convención  celebrada  entre  los  dos  hombres  ad^ 
mirables — Lavalle' y  Rosas— según  unos,  había  de  pro- 
ducir muchos  bienes,  y  según  otros,  muchos  males. 
El  hecho  ftié  que  Rosas  quedó  triunfante  y  que  el  ge- 
neral Lavalle  se  colocó,  y  colocó  á  su  partido  y  á  todo 
el  país,  en  una  situación  muy  embarazosa.  Para  obte- 
ner un  resultado  semejante,  mas  habría  valido  no  ha- 
ber derrocado  á  Borrego  sacrificándolo  en  seguida. 

Las  primeras  disposiciones  del  gobernador  Lavalle, 
al  reasumir  el  mando,  fueron  mandar  poner  en  libertad 
á  lodos  los  presos  políticos,  y  practicar  elecciones  de 
representantes.  ^ 

No  teniendo  el  general  Lavalle  investidura  nacional, 
mandó  reconocer  un  cónsuf  general  del  imperio  del 
'    Brasil  en  las  Provincias-Unidas  del  Rio  de  la  Plata, 
cuando  ni  gobernador  propietario  era  de  la  que  man- 
daba, 

Entre  tanto,  ¿cómo,  conciliar  el  reconocimiento  de 


104  PROTiirciA 


1 1 


un  cónsul  en  las  'Provincias  Unidas,  en  presencia  de 
un  general  en  gefe  de  las  Provincias  federadas  ó  de  la 
Uniony  como  se  titulaba  el  gobernador  de  Santa  Fe, 
López?  Necesario  69  con  venir  en  qtie  se  incurría  en 
los  mismos  errores  que  se  censuraban  en  los  contra- 
rios, lo  queequivaleá  decir  que  ese,  á  la  par  de  otros, 
eran  mas  bien  errores  de  la  época. 

Por  fin,  en  cumplimiento  délo  estipulado  en'la  cop- 
venQÍon  de  junio  y  artículos  adicionales  de  24  de  agps- 
to,.puso  en  posesión  del  mando  de  la  provincia,  dos 
dias  después  de  esta  última  fecha,  al  general  Juan'José 
Viámonte. 

El  ex-gobernador  Lavalle,  el  que  probó  ser  capaz 
de  todos  los  sacrificios,  cuando  se  trataba  de  la  patria, 
elque.acababa.de  hacer  la  paz  antes  que  pasar  por  el 
dolor  de  ver  devastar  el  suelo  por  sus  propíos  hijos,  so- 
licitó, el  15  de  setiembre,  una  licencia  de  ^n  año,  para 
pasar  á  cualquier  purfto  de  ultramar,  á  fin  de  que  su 
ausencia  dejase  espedito  al  nuevo  gobierno  para  edifi- 
,  car  lo  que. habían  destruido  la  sublevación  en  masa  de 
los  indios  bárbaros  y  de  la  multitud  desenfrenada. 

Al  mismo  tiempo  que^ Lavalle  salía  del  país  para  el 
•esterior,  Rosas  recibía  aumento  de  poder  é  importan- 
cia sobre  el  de  comandante  general  de  campaña,  que 
equivalía  á  gobernador  de  ésta,  con  el  nombrao^iento, 
decretado  á  su  favor,  para  la  dirección  de  la  población 
y  distribución  de  tierras  en  la  nueva  línea  de  fronteras 
en  el  Arroyo  AzuK 

Desde  en tónpe^.,  Rosas  quedój dueño  absoluto  de  la 
situación,  costando  el  trascurso  de  muchos  años  y  rau- 
dales de  sangre  para  podérsela  arrancar. 

^1  general  Lavalle  no  pasó  á  ultramar  sino  ala  Co- 
lonia del  Sacramento,  desde  donde,  en  octubre  delSSO^ 
insurreccionó  la  provincia  de  Entre-Rios,  de  acuerdo 
con  el  general  Ricardo  López  Jordán,  quien  llegó á  ser 
electo  gobernador  de  aquella  provincia  el  S3  de  noviem- 


DB  B9B1I06  AIBB8  106 

bre.  Habiendo  ésta  abortado  por  ana  reacción  llevada 
á  cabo  el  10  de  diciembre  por  el  coronel  Pedro  Espino^ 
y  Barrenechea,  el  general  Lavalle  se  vio  obligado  a 
abandonar  el  territorio  entreriano  regresando  á  la  Ban- 
da Oriental,  (Por  una  rara  coincidencia^  el  después 
general  Justo  José  de  Urquiza,  figuraba  en  est^ empre- 
sa como  secretario  de  López  Jordán,  padre,  en  1830, 
y  un  hijo  de  éste,  con  el  mismo  nombre  y  ¡apellido,  fi- 
guraba, en  1870,  como  general  y  fimigo  del  misino  Ur- 
qüiza,  cuyo  pueáto  de  gobernador  usurpó  privándosiele 
déla  vida.) 

En  enero  de  1831,  el  general  Lavalle  hizo  una  nueva 
tentativa  sobre  la  provincia  de  Entre-Rios,  de  acuerdo 
por  segunda  vez^  cotí'  López  Jordán,  Hereñú,  coronel 
Felipe  Rodríguez  (a)  Felipillo,  Grispin  Velazquez  y 
otros,  en  la  cual  tampoco  fué  feliz.  Vencido  López 
Jordan'en  las  márgenes  del  Cíe,  el  7  de  marzo,  sih  es- 
perarla incorporación  del  general  Lavalle,  que-,  con 
los  coróneles  Aniceto  Vega,  José  Olavarría,  José  Ma- 
ría Vilela,  Thompson,  Méndez,  Mar/iniano  Ghilavert, 
Anacleto  Medina  y  José  María  Píran^  había  atravesado 
el  Uruguay  con  el  objeto  de  ponerse  al  frente  de  las 
fuerzas  de  la  revolución,  volvieron  todos  al  Eistádo 
Oriental . 

En  setiembre  de  1839,  se  lanzó  de  nuevo,  sin  encon- 
trar obstáculos,  sobre  Entre-Rios,  donde,  el  22,  obtuvo 
una  victoria  aloque,  por  conveniencia  política  9ef dio 
el  nombre  de  6¿ríaWa  del  Yeruá,  sobre  el  coronel  Vi- 
cente Zapata,  gobernador  de  aquella  provincia.  Las 
fuerzas  de  ambos  combatientes  no  pasaban  de  1000 
hombres .  Parecía  lo  mas  natural  hacer  un  desembár- 
co  en  la  campaña  del  sur  de  Buenos  Aires,  con  cuyos 
hacendados  se  había  ya  puesto  en  comunicación;  en 
vez  de  ir  á  tentar  fortuna  en  Entre-Rios,  donde  era  muy 
dudoso  obtener  tin  éxito  definitivo  y  donde,  si  Habia-un 
amigOj  había  veinte  que  noloeran^  aun  en  el  coraron 


106  PEOVIUOIA 

de  su  mismo  ejército,  como  el  coronel  Chilavert  y  otros. 

Es  verdad  que  e«  el  Arroyo  de  don  Cristóbal,  con  un 
ejército  como  de  4,900  hombres  y  4  piezas  de  artillería 
obtavo,  el  10  de  abril  de  1840,  en  la  misma  provincia 
un  espléndido  triunfo  (aunque  pues<to  en  duda)  y  recla- 
mado por  el  contrario,  compuesto  de  5. 300. hombres  de 
.  las  tres  armas  y  una  batería  de  campa&a  sobre  el  ene- 
migo, al  mando  de  los  generales  Pascual  Ecbagüe^ 
Lavalleja,  Ramírez,  E.  Garzón  y  Servando  Gómez,  para 
que  éste  ^  su  vez,  eclipsara  aquella  victoria  de  La  valle 
con  otra  de  mayor  trascendencia,  el  16  de  julio  siguien- 
te^ en  la  sangrienta  batalla  del  Sauce  Grande. 

En  esta  acción,  que  dio  por  resultado  la  pérdida  del 
prestigio  del  general  Layalle  en  aquella  provincia,  hu- 
bo 46  muertos  del  ejército  de  éste,  33  prisioneros  y 
43  pasados.  • 

Los  cadáveres  de  ambos  ejércitos  quedaron  insepul- 
tos y  diseminados  en  el  campo  de  batalla,  hasta  que, 
por  decreto  de  26  de  febrero  de  1841,  el  general  Echa- 
güe,  gobernador  de  la  ¡provincia  de  Entre-Rios,  mandó 
fuesen  trasladados  lo^  de  las  tropas  enemigas  al  ce- 
menterio publico  del  Diamante  y  los  de  los  defensores 
de  la  pseudo  Federación  al  del  Paraná,  colocándose 
en  la  fachada  del  norte  de  éste  la  inscripción  sig,utente: 
.  «Monumento  de  gratitud  que  la  provincia,  de  Entre- 
Rios  dedica  á  los  valientes  defensores  del  honor  é  in- 
dependencia nacional,  que  sellaron  con  su  sangre  en 
la  jornada  del  Sauce  Grande  á  16  de  julio  de,1840 — 
Descansen  en  paz». 

El  18  de  mayo  del  mismo  año  (1841)  se  dio  cumpli- 
miento á  esta  disposición,  con  respecto  á  los  áUimos, 
los  cuales  fueron  trasladados  con  gran  ceremonia^  asis- 
tiendo todas  las  autoridades  y  vecinos  del  Paraná. 

Cuando  el  general  Lavalle  comprendió,  aunque  al- 
go tábde,,que  Buenos  Aires  era  donde  su  presencia  po- 
dría y  debía  dar  el  resultado  deseado  y  no  Entre  Rios, 


DB  BOBlffOfl  AIBBS  107 

.  Tadeó  (28  dé  julio )  eí  Paisana  y,  forzando  la  batería  del 
Rosario,  pasó  (24)  bajo  un  sostenido  fuego  de  cañón, 
que  ocasionó  algunas  pérdidas  de  ambas  partes.  El  5 
de  agosto. desembarcó- con  su  ejército  en  San  Pedro, 
sin  el  menor  obstáculo.  Después  de  acuchillar  en  la 
cañada  de  )a  Paja,  una  fuerza  de  Rosas  que  se  componía 
de4inos2000  hombres,  al  mando  del  coronel  Vicente 
González  (a)  Carancjio  del  Monte^  con  solo  la  vanguar- 
dia del  ejército  libertador  bajo  las  órdenes  dd  coronel 
Vega,  elfgeneral  Lavalle  continuó  su  marchai  situán- 
dose,, el  23  de  agosto,  en  Merlo.  Aquí  supo  que  las 
fuerzas  de  Rosas  eran  infinitairfente  superiores  en  nú- 
mero ála&  suyas,  por  lo  que  se  4ecidió  á  emprender  la 
oportuna  retirada,  como  lo  efectuó  en  los  primeros 
dias  del  mes  de  setiembre. 

San  Pedt*o,  que  hábia  quedado  á  cargo  del  coman- 
dante Xuan  Camelino,  fué  heroicamente  defendida  con- 
tra la  fuerza  del  general  Juan  Pablo  López,  con  solo 
acohombres  que  aquel  distribuyó  en  todas  las  casas  de 
azotea,  mandados  por  ciudadanos.  Los  acantonamien- 
tos estaban  respectivamente  bajo  las  órdenes  de  don  Sil- 
vería  Mbraleife,  actual  (1SÍ79)  juez  de  paz  de  la  Exaltación 
de  la  Cruz,  del  entonces  capitán  Juan  Miyeres  (Myérs) 
que  se  había  pasado  de  San  Nicolás  con  8  ó  10  hom- 
bnes  de  la  fuer^  del  coronel  Juan  Antonio  Garreton, 
del  actual'  vecino  del  mismo  pueblo  doctor  Norberto 
Dávila,  etc.  Dehrotedos y  muertos  los  individuos  que 
compo'f^iaín  un  piquete; d«  tropa  enemiga,  que,  al  man- 
do de  su'bapitan  Rodríguez,  tuvo  la  audacia  de  tentar 
su  etitrada  en  la  plaza,  simulando  una  señal  de  rendi- 
ción ó' d^  pasados  por  medió  de  un  pañuelo  blanco 
atado  «M  la  punta  de  su  espada^  óontramarchó  la  fuer- 
za de  López.  Libre  el  pueblo,  el  comandante  Carne- 
lino,  acompañado  del  doctor  Salvador  María  del  Carril 
y  de  los  jóvenes  que  voluntariamente  quisieron  seguir- 
le, recomendó  su  cuidado  al  juez  de  paz  don  Be- 


m 


FftOVlVOIA 


nito  Urraco,  abandonándolo  el  44  de  setiembre  (1840). 

En  efecto,  difícil  le  habría  sido  vencer  las  numerosas 
fuerzas  que  de  todas  partes  se  dirigían  sobre  Lavalle. 
Pacheco,  Vicente  González,  Juan.  Pablo  López,  Echa- 
güe,  Oribe,  etc.,  todos  con  fuerzas,  mas  ó  méoos^  tra* 
tab^n  de  incorparse  unas  &.  otras  para  formar  un  cuer- 
po de  ejército  respetable  con  que  dar  á  Lavalle  un.gofpe 
decisivo. 

Cuando  el  general  Lavalle  efectuó  su  retirada^  tí^u- 
chos,  que  no  quisieron  seguirle,  se  presentaron^  como 
pasados,  al  coronel  Vicente  González  (a)  Carancho  del 
Montey  quien,  no  sabiendo  que  hacer  con  ellos,  con- 
sultó ár  Rosase  al  respecto,  y  este  le  contestó  que  ews 
hombres  se  pasaban  de  buena  /!?,  y  .que  aún  era  con- 
veniente considerarlos  asi,  mientras  se  viera  que  no 
se  volvían  al  ej ¿tácito  enemiffOy  adv^irtiéadose,  que  la 
gente  pobre,  que  por  bienio  á  la  fuerssa  habría  reuni- 
do Lavalle,  se  le  iban  escapando.  %  No  así— agr^g^ 
Rosas  de  su.  puño  y  letra — que  debe  hacerse  respecto 
de  los  ricos  y  de  los  que  se  titulabají  decentes,. porque 
de  esos,  ninguno  e?  bueno,  en  cuya  virtud  pebb{«  sbr 

PASADOS  POR  LAS  ARMAS  ÓDKGOLLADOS  ^NÍ^EDl^T^MEN- 
TE  TODOS  LQS  QUE  APAREZCAN  DE  ESA  CLAS^  DfSSAUVA- 
JES.» 

Sobre  esa  retirada  del  general  Lavalio,  qup  sí  no 
fuera  justificada,  como  lo  eSj  dadas  las  cirounsfoncías 
que  la  motivaron,  vendría  á  aum^eiutar  un -eslabón. mas 
á  la  larga  cadena  de  errores» que  sus  partidario^!  han 
juzgado  conveniente  callar,  pero  de  que. la  historia  te- 
vera  le  acusa  y  á  cuyo  fallo  se  hfibia  ya  sonaetido  el 
infortunado  general,,  el  doctor  Fíonencio  Várela,  cuyo 
patriotismo  jamás  fué  puesto  en  duda^  le  dirigió  la  im- 
portante carta,  que  sigue: 


DB  BITRlfOa  A1RB8  109 


aSeñor  general  dan  Juan  Lavalle.       - 

/  :  KoDtertdeo»  i  4e  Octubre  de  1$4Q. 

«Quisiera  qae  volase  esta  carta,  mi  querido  general: 
¡  ojalá  no  Degve-  demasiado  tarden 

t  Nuestra  causa  se  halla  en  momentos  dema.%iado 
críticos.  Usted^  general,  ha  contribuidQ  mucho  &  0ste 
estado:  usted  solo  debe  reparar  lo  hecho,  con  decÍ3Íon, 
con  una  celeridad  proporcionada  á  la  urgencia  dq  las 
circunstancias.  I 

« Engañarán  á  usted  los  qu^  no  ledigan  abiertamen- 
te que  su  retirad^  de.Buenos- Aires  á  Santa  Fe  ha,  sido 
un  golpe  de  muerte.  p,ara  la  revolución;  no. hay  una 
>^  persof^f^j  una  sola,  general,  inclusos  sus  hermanos  de 
uste^dya^uR  su  seasfkti^ima  señora,  que  no  hayan  con- 
,  ;d^ado;  ^biertameritie  ese  fup^stisimo  ip^ipvímíento;  y  sus 
cartas  de  ust^d;  lejos  de  satisfacer  á  nadie,  le  h^n  per- 
judicado aún  mas*,    Lo  ppor  eS)  general,  que  la  espe. 
.  ü^umde  usted  de  que  el  resultado  le  justifique,  no  ha 
de  realizarse  jamás.  :  ¿Qué  puede  usted  buscar,  ni 
..  hallar  en  3anta  Fe,  que  ju^tifigue  el  abandono  de  Bqe- 
9o$^ALres? 

c  Entre  tanto,  general,  Rosas  ha  tenido  un  triunfo 
señalado  con  su  ausencia  de  usted  de  la  capital;  ios 
píleblíJs  dé  la  campaña'que  se  hablan  pronunciado  por 
ét  ejército  y  que  se  ven  abandonados  antes  de  un  mes\ 
han  alzado  un  clamor  de  maldición  contra  usted,  y  dé 
amarga  desesperación:  los  pueblos  han  quedado  der 
sieilos,  y  Rosas  tala  las  moradas  de  los  que  mostraron 
sittipatías  por  los  libeftadores. 

«No comprendo,  general,  cómo  se  justificará  usted 

Tmora,  ni  nunca: — La  falta  de  pastos,  cuando  Rosas 

tiene  pastos^  cuando  los  tiene  Prudencio  y  todos;  la 

falta  de  simpatías,  cuando  en  un  'mes  había  usted  reu^ 


lio  'l^OVtWtiA    1  ^ 

nido  mas  de  800  hombres,  y  repartido  todas  las  armas 
que  mandamos  (1);  la  aproximación'  de  López,  cuan- 
do bastaba  que  usted  se  interpusiera  entre  él  y  Rosas; 
nada  de  eso,  nada,  general,  puede  justificar  el  abando- 
no de  un  teatro,  que  usted  consideraba,  con  razón,  el 
teatro  de  los.  recursos^  como  el  fooo  déla  ^eyolucíony 
confto  el  único  donde  era  preciso  operar.       »  • 

«  Si  no  podía  usted  mantenerse  delante  de  Rosas 
¿  no  era  preferible,  general,  marchar  «1  sur,  á  esa  cam- 
paña que  ahora  un  año  puso  en  pié  3000  cembtftientes? 
El  buque  que  mandamos  aliSalado,  nostrajalas  mejo- 
res noticias  de  allí,  ¿cómo  vacilar  entre  el  sur  y  San* 
ta  Fe?    ¿cómoídeeidit^e  por  ésta  últi-ma?' 

c  Veo,  general,  que  usted  se  irritará  por  estas  recon- 
venciones: que  tal  vez  sé  burlará  dé  ellas,  porque  'tío 
soy  militar,  sino  doctor  y  palabra  de  escarnio  en  los 
campamentos:  pero,  general,  eso  rto  hará '(jfüe yo  deje 
'  de  cumplir  el  deber  de  hablar  á  usted  la  verdad,  ñi  Va- 
riará la  realidad  de  las  cosas.  Ese  ha  sido,  general, 
el  defecto  capital  de  usted,  no  pedir  consejó^,  ni  oirlo  de 
nadie,  decidir  por  sí  feolo;  y  por  desgracia'  no  si^wrpre 
decide  usted  lo  mejor.  Usted  es  militar,  buten  militar, 
escelente  militar,  bajo  muchísimos  res jíeotoá;  pero 
no  bajo  todos;  y  sobre  todo,  general,  no  es  tü'^d'  tlan 


,  I 


t .  I 


(1)  Dice  et  Ordyi  de  Baeaoa- Aires,  del.qoe  tomamos  e$Q  l^I)o  doca- 
iQento  histórico: — «  Cuando  en  la  efusión  de  la  umistad,  Várela  hablaba 
de  los  errores  que  dieron  por  resultado  la  pérdida  del  ejército  lit»ertador, 
Be  lamentaba  siempre  de  qne  consideraciones  de  lealtad  sellaróil  süs  liibios, 
para  esplicar  los  hechos,  y  hacíer  por  lo  menos  la  defensa  do  U  ComMon 
Argentina  qae,  desde  MoDtendeo  tmpnhiabia  la  renrolmcíon  eontm  )a. Ura- 
nia; Comisión  de  que  él  era  el  alma  y  en  cuya  nombre  escrij&ia  }a  calorosa 
oarta  que  otros,  y  no  él,  han  arrancando  del  sijilo  inviolable  en  que  la 
guardó  toda  su  vida.  Ese  documento  y  machos  otros  justifícarian  anl^el 
país  á  aquellos  hombres  que  consagraron  todos  sus  esfuerzos  al  derroca- 
miento de  la  tiranía  y  sobre  quienes  pesaba  ana  responsabilidad  qne  'acep- 
tad: an,  sin  reserva,  á  pesar  de  que  no^ra  esolnsiyamente  snya. 


DB  BUBSOS  AIBBS  111 

pojftico  como  militar  (1).  Por  desgracia  la  guerra  ac- 
tual es  mas  política,  mas  de  revolución  que  militar  y 
de  éstratejia.  Ite  ahí  la  necesidad  de  que  usted  busca- 
ra y  oyera  consejos.  La  tíltima  evacuación  de  Buenos 
Aires  naes  ciertamente  operación  militar:  su  impor- 
tancia política  es  inmensa,  domina^todo. 

«-Basta,  general,  de  reproches,  hijos  de  mi  amor  á 
mi  patria,  de  mi  lealtad  para  con  usted,  mi  amigo;  va- 
mos álós  objetos  gravísimos  que  nos  cercan. 

cBaudin,  como  usted  sabe,  fué  reemplazado  por  el  vi- 
ce-almirante  Mackau,  que  llegó  hace  ahora  10  días. 
Mackau  pasa  entre  sus  compatriotas,  especialmente 
entre  los  militarés^  por  mas  diplomático  qué  marino; 
ignoro  si  con  razón.  Dos  dias  después  de  su  llegada, 
bajó  á  tierra  y  se  conservó  en  ella,  hasta  ayer.  En  to- 
dos esos  dias  se  ha  ocupado  en  oirlos  informes  de  Du- 
potet,  del  señor  Martigny,  del  gobie^rno,  de  los  argenti- 
nos, de  infinidad  de  personas,  pero,  hasta  antenoche, 
no  había  pronunciado  una  sola  palabra,  no  había  deja- 
do traslucir  anadie,  ni  aún  áMr.  Martigny,  una  sombra 
siquiera  de  sus  intenciones,  ó  designios  en  la  cuestión. 
La  gran  duda — impenetrable  como  gránde-rcra  si  em- 
prendería de  pronto  las  operaciones  militares,  ó  pro- 
pondría simultáneamente  un  arreglo  pacífico.  Esta 
posición  recibió  ayer  una  ^variación.  A  medio  dia 
llegó  un  buque  inglés  de  Buenos-Aires^  con  proposi- 
ciones, ó  al  menos  con  invitaciones  jiara  tratar,  hechas 
al  señor  Mackau.  Las  recibió  á  las  3  de  la  tarde,  y  no 
habló  palabra  de  ellas  en  todo  ese  día,  ni  en  toda  esa 
noche. 

« Nosotros,  eiitre  tanto,  habíamos  dado  todos  los  pa- 


(1)  Lft  copia  del  CoMtihmonal  de  Montevideo  del  4  de  octubre  de  18^6, 
l^rega  aquí:  tiYBoaas  es  bastante  bien  en  ambas  cosas.  Esa  es  una 
agregación  hecha  sin  duda  por  el  mismo  Rosas.  Es  una  infame  mentira.» 
(Redacción  del  Orden,  ya  citada). 


112  '     PROVIKCIA 

SOS imajiaábl'eSy  desde  que  el  almirante. viao  á  tierra, 

.  para  que  dijera  lo  que  podí^amos  escribir  a  usted  y  para 
que  nos  proporcionase  un  buque  que  acompañase  al 
nuestro  hasta  esa.  Le  habíamos  hecho  saber  por  una 
nota  nuestra  al  señor  Martígny  las  últimas  demandas 
de  usted.    Ni  una  palabra  teníamos  de  respuesta.    De- 

":  sesperado  de  esto,  me  .ful  solo  á. verlo  yo  mismo,  antes 
de  ayer,  y,  en  una  larga  conferencia,  le  pinté,  coa,  la 
fuerza  que  pude,  la  situación  de  ese  ejército,  abando- 
nado de  la  escuadra,  sus  necesidades,  los  compromi- 
sos de  la  Francia;  y  le  pedí  que— puesto  que  aún  no  ha- 
bía resuelto  nada,  y  no  podía  por  lo  tanto  combinarse 

.  operación  de  guerra — mandase  al  qpenos  reocupjar  el 
Paraná  por  una  flotilla,  y  nos  diera  prontamente  un 
buque,  para  comunicarnos  con  usted  y  remitirle  algu- 
nos artículos  de  urgeate  necesidad.-  El  hombre  mani- 
festó un  interés  xivísimo—que  no  me  pareció  afectado 
—por  nuestra  causa,  me  protestó  sus  simpatías  por 
ella,  me  prometió  hacer  cuanto  su  deber  le  permitiera, 

,. .  y  darme  respuesta  sobre  mi  petición  del  buque. 

€  Al  dia  siguiente— anteayer— recibió  las  proposi- 
ciones, y  esa  noche,  después  de  haberlas  leído]  me 
)  mandó  avisar  por  medio  del  lealisimo  Mr.  Martigoy, 
que  tendríamos  el  buque  pedido. 

•  Este  es;  general  el  primer  acto,  el  primero  de  to- 
dos, en  que  ha  manifestado  alguna  intención  el  almi- 
rante Mackau  respecto  de  nosotros,  ,  pues,  aunque, 
desdé  su  llegada,  es^á  haciendo  aprestos  militares,  na- 
da había  manifestado  respecto  del  ejército  libertador, 
■  f  Nadie  conoce,  hasta  este  momento,  ni  aun  Mr. 
Martigny,  el  tenor  de  las  proposiciones  recibidas,  ni  su 
sentido;  el  almirante,  ayer  por  la  mañana,  escribió  una 
nota  oficial  al  señor  Martigny,  diciéndole  casi  literal- 
mente: €  Habiendo  recibido  nuevamente  comunica- 
ción de  proposiciones  para  un  arreglo  con  el  gobierno 
de  Buenos-Aires,  que^  creo  de  mi  deber  no  rechazar. 


y  que  pueden  dar  entrada  á  tina  negocíaicion  máa  ó 
menos  próxima,  doy  áLuétedeste  aviso,  para  que  lo 
comunique  aí  gobierno  de  Monteyideo.  >  Al  misnao 
tiempo  encargó  que  nos  avisaran  el  hecho  á  nosotros. 

«Muchos  de  ni;iestros  amijgos  ban  creído  que  la  frase 
subrayada,  que  es  traduppion  literal,  importa  una  indi- 
cación; de  que  el  s^ mirante  cree  adnxisibles  las  propo- 
siqjpnes  de  Ross^.  Yo  no  he  podido  mirarlo  así;  sino 
únicamente  que  cree  no  podei'  rehusar  á  to^larlas  en 
consideración,  á  entrar  en  una  negpqiaeion  que  s¡e.  le 
propone..  .    '  ... 

cHoy  tengo  ya  algunos  motivos  de  creer  mas  y  mas 
esto  mísmo^  y  de  persuadirme  á  que  el  propio- almí- 
rantecree  inverificab'le:,  un  arreglo.  Sé,  de  un  modo 
quecreci  cierto,  que  las  proposioiones  ni  son  deiRoaas 
ni  contienen  cosa  alguna  determinada;  sino  que  son 
únicamente  ofertas  de  Montevideo,  invitando  á  una  ne- 
gociación, y  asegurando  que  tendrá  buen  élxito.  Por 
el  mismo  conducto,  se  me  asegur^i  qué  la  diñcultad 
insuperable^  para  negociar,  vendrá  prepisamcnte  de 
que  Rosas^  no  consentirá  en  las  exigencias  relativas  á 
ese  ejército.  ,  Aunque  tengo,  esto  por  qierto,  no  puedo 
responder  de  que  no  me  engaño,  y  descoque  usted  no 
lo  ton(ie  como  base  fija  de  su  conducta..  Los  heicfios 
son:  que,  después  de  las  proposiciones,  se  nps  ha 
concedíalo  ej  buquej  y  quejlos, aprestos  militares  po  se 
sqspc^nden  hasta  este  mom^pjto.  Nosotros  pensanios 
dar^lgun  paso  en  protección  de  nuestros  derechos  é 
intereses;  aun  no  sé  á  cuál  .nos  decidirejoios. 

«Debo  agregarle  que,,  cuando  el  almirante  liegos 
manifestó  que  la  presencia  de  usted  sobre  Buenos 
Aires  ]e  hacía  gran  impresión :  habló  muchas  veces 
de  lo  ventajoso  de  esa  posición :  pero  dos  dias  después 
recibimos  la  noticia  de  la  retirada  que  causó  un  vuel- 
co oompjeto  en  sus  ideas;— prinaero,  por  Ja  universal 
desaprobación  que  oíbv  y  segundo  pidrque  Dupotet.iavo 

8 


Í14  nevxmuL 

ahi  un  hex^hx^  gravfsrmo  con  que  apoyar  los  ínfóomies 
qae  cdk^ntra  usted  habfa  dado. 

*Otra  cosa,  mucho  mas  grave,  ha  tenido  también,  y 
■  con  ria2on,  una  pésima  inftuencia.  Usted  había  escri- 
to^ 21  al  señói^  Martigny  pidiéndole  la  cooperación 
armada  del  almirante  Baudín:  el  4  despachó-  usted  á 
su  hermano,  cG'/í  ése  solo  objekr¡  y  el  7,  tres'  días  tJes- 
puefe^  abandona  usted  la  provincia,  y  se  Va  á  Santa  Fe, 
sin  agrfardiar  respuesta  duna  misión  tan  grave,  como 
ta  que  traía  Pepe.  Convenga  ""usted,  general,»  kin  irri- 
tarse, en  que  esa  conducta  es  inconcebibleen  un  gefe 
4^maus^ted,  yqae  es  capaz  de  desal&titar  á  sus  mejo- 
res* amigos.  Por  supuesto  que  óstées  uno  de  los  re- 
pifocbes  que  se  nos  hace,  y  á  qoe  no  es  fácil  que  reis- 
ponidamos  satisfaxttoriam^nte,  porq;iie'  también  es  iaií* 
til  r^ponder  cosas  vaclai^  deseolido  y  de  verdad.' 

<  Pero  todo  esto,  gen^éral  tiene  remedio,  siustedgcue- 
^e  remediar  1 0(  yapara  quererloy  es;  necesario  que  usted 
Oáimbíé  muchas  de  sus  ideas. '      • 

'<Lo  primero',  qu«  se  persuada  usted  é  que  necesita 
Consejo,  que  lo  tome  siemphe  de  Tos  gefés  míh^taretí  y 
éiudadanos  notable^  tfe  ése  ejército.  Usted'ha  dicho 
muchas  veces :  t  la  ítESPONSABiUDAD  es  miá  sola:  no 
(iuíERO  GüíAíiiliE  siNó  POR  MÍ,  >  crror  és  éste  que  puede 
perder  la  revolución.  La  responsabilidad  es  de  lodos, 
general,  y,  aún  cuando  fuetea  del  ui&ted  solo,  ^  la 
revolución  se  perdiera  por  nd  seguir  usted  buen  cami- 
no, todos  perderíamos,  como  üsted^  y  cargaríamos  to- 
dos con  las  maldiciones  de  la  patria;  porque  todos**^al 
meíios  los  que  piensan  como  yo — se  dejaráui  cortar  el 
pescue;^o,  antets  que  echar  á  usted,  públicamente)  la 
culpa  de  nada,  mientras  la  lucha  existe,  y  es  menes'ter 
que  lodos  combatan,  y  que  todos  suframos.  Aconsé- 
jese, general,  y-  $iga  los  consejos;  usted  conoce  poco 
ese  país ^  y  sei  forma  ideaiii  exageradas  del  poder  de 
ftóSdi»  y  del  modo  dé  cooibatirle*   ^    - 


t  Lo. segundo^. cuftndp  v$te(íi  baya  adaptojcto  uw  idea, 
UQ  plan,  ejecútelq  y  np  lo  d^^^^íidiar  siguieotje  pqr  qU'o, 
ni  por  accidenies.  TcxdQS^  paro  princip^ljixeate.  los 
marinos  franceses,  q\ie  han  tratado..á  usted  d^  cerca, 
le  ¿cusan  de  no  tener  la  menor  consistencia  en  sus 
ideas:  de  adoptar  hoy  un  plan  y  .olvidarlo  ^^ñana^  Yo 
solo  veo  que  esto  es  cierto  en  much(0^,casos*  pDe^pH^s 
de  ansiar  mese^  enteras  por  pa^^ar  á  Buenoi^/Aires, 
lo  hizo  usted  como. con.  ab^ndOd^odie  Corriente/ .k  al 
cabo  de  r^/^^ /t^/^s  ap$na^,  le  aha^idorfa.qsti^d  ppr.^^ta 
•Fq»  Llega  usted  áljujan:  deterpruí^^  us^d  ufl?^(0|Kepa- 
eion  que  su  c>a^ta.de  x^teá  Ua^in^  qíi^cisipfín  y:Ia,su^p^n- 
de  usted  porque  llega  noticia  de  q^ue  y^^a/  Bau^^n. 
M&nda  ustedá  Pepené  proponer  cpmbin¡aipipi)p^  milita- 
res d^  ií>f][>^Q$a  importancia/  y  3.  dií^^  después ¡f^bifinfio- 
na.  ust^d  la  ppsicioa  que  le  h^oift  fQnrnida]t^|Q^>y.l%ue 
debía  servir  de  base,  á  las  .propuestas  pp^racipa^s. 
Mftnda  a$ted  hombres  al  sm*^  (1)  pid^  un  buqiLte.  con 
aunasen  el  jalado,  y  ^eva.i)st^d<^in  saber 4^. aq^eljps 
hombres,  sin  comunicar  con  ese  buqu^e  quje  alU  i9^tVivo 
pBijdiendo  tiempo  y  ;diaerov  Convenga  ■  u$ted,-en  qjue 
esta  incous^uenci^  debe  dar  funestos respltiaJdQs^tQa- 
da  peor,  que  empegar  lo  que  no  ha,  de  llevajrs^  ft  cabo. 
Después  de  eso»  los  que  han  de  cooperáis  icpn  n^d 
recelan  d^  ^sa  misma  inconseci^epcia. 


!  . 


(1)  Lófl  desgraeíados  coroteles  Vufeiite' Yeldes .  :f  VífeUm  iaerotí  iderro- 
tadoBel  30  d«  setiembre^  ceroii.'^ef  la*  Cal^em  i^el  "BtWj^  par,  If^  Pampfti,  .De 
loa  180  hombres  d^  qne  ae.cQmpQDÍa.)^;.faer^  gue  ^^uellojí  J^fifi^ji^ao^'^tiae- 
daron  muertos  mas  de  80,  incluyendo  los  gefjes  j  7  oficiales  y  74  {)rislone* 
T08,  mncba  caballada  y  nna  gran  cantidad  de  correspondencia  oel  general 
Layalle,  qne  cayó  en  poder  del  cbndándaifte  José  Mai^fa  P1é¿a  (iantifi¿ueño). 
Eftte,  luego  q\ie'6upo  que  \Mép  se  hallaba  en  toe  los  prísioierbi^seí  átiércó 
al  grupo  de  ¿stos  y  pregunii^  «  ¿cmU  de  ustedes  es  Va^es?»»  i  lo  ;()ii6  ^aitej^n- 
teató:  «Yo  soy  el  desgraciado  Vuldez  »  Inmedi^^tament^  fué  maQdfido 
decapitar  por  Plaza,  de  su  propia  orden.  Este  acto  mereció  la  a^robacio^  de 
Rosas.  (Datoc  omunicado  á  nosotros  por  el  mismo  Plaza,  que  ya  i^  existe.) 
(Nota  del  autor.) 


116  novnrciA 

f  Por  último,  general;  el  remedio  que  yo  veo  á  todo, 
es  que  usted  inmediatamente,  con  una  celeridad  de 
aquellas  que  sorprende  y  desconcierta,  de  las  que 
'  tienen  los  militares,  reasuma  la  posición  qute  perdió, 
marche  hasta  encima  de  Buenos  Aires»,  tenga  en  jaque 
'   á  Rosas;,  apoye  al  sur,  le  subleve  y  no  se  aleje  del  tea- 
tro en  qu^  se  puede  combatir.     ' 
«Yo  no  dudo,  por  supuesto,  de  que  en  el  momento 
'   mismo  en  que  el  almirante  vea  que  no  puede  arribar  á 
nada,  como  lo  verá  f^ronto,  ha  de  combinarse  con  «s- 
ted  para  emplear  su  fuerza:  entonces  será  una  inmen- 
sa ventaja  que  esté  usted  cerca  y  pronto  para  enten- 
derse y  para  obrar. 

4  En  fin,  sus  recursos  de  usted,  chicos^  6  grandes,  ha 
de  hallarlos  en  Buenos  Aires  y  aqui;  y  de  ningún  modo 
en  Santa  Fe,  ni  en  Córdoba,  sepulcro  de  nuestros  ejér- 
citos y  donde  el  nombre  porteño  és  detestado. 

€  He' concluido,  general;  sé  que  antes  de  llegar  usted 
aquí,  se  habrá  arrebatado  diez  veces  contra  mi  y  mal- 
tratado mi  nombre  con  insultos:  lo  mismo  es:  no  por 
eso  dejaré  de  querer  su  gloria,  ni  de  hablarle  la  verdad, 
en  nombre  de  la  patria.  Sé  que  nó  me  contestará 
usted  fiada:  no  importa:  eso  no  ha  de  librará  usted  de 
•  mis  cartas:  yo  cumplo  un  deber  hafalándole  á  usted 
asi:  usted  faltará  á  uno  de  los  suvos  imtándose  ó  bur- 
lándose  de  mí. 

:<  Escuso  decirle  sino  que  los  íntimos  y  poquísimos 
amigos  que  usted  conoce,  tendrán  noticia  de  esta  carta. 
En  público,  sus  operaciones  de  usted,  su  carácter,  su 
persona,  no  tienen  defensor  mas  celoso  que  yo. 

c  He  visto  varias  veces  á  su  señora,  está  aflijida,  pero 
se  pondrá  contenta  eldiae^^  que  sepa  que  está  usted 
sobre  Buenos-Aires,  y  que  abandona  el  errado  sistema 
(otro  consejo)  de  no  agarrar  gente  por  fuerza  para  que 
luego  la  agarre  Rosas, 
t  Adiós,  general,  etc. 

f  Florencio  Várela. 


DE  BUmOd  Á1RB8  H7 

La  carta  que  antecede  consigna  cuanto  podría  de- 
cirse tanto  sobre  el  personage  á  quien  vá  dirigida  como 
sobre  el  suceso  que  la  motivara. 

El  6  de  setiembre,  el  general  Lavalle  levantó  su  cam- 
pamento de  las  inmediaciones  de  Morón  y  continuó;su 
marcha  sobre  el  general  Juan  Pablo  Lopez^  gobernador 
de  Santa  Fe,  y,  venciendo  los  obstáculos  que  se  le  pre- 
sentaran, se  situó  á  dos  leguas  de  aquella  ciudad. 
Esta,  después  de  una  reñida  lucha  de  una  y  otra  par- 
te, fué  tomada  el  25de  setiembre  par  el  general  Tomás 
Iriarte,  cayendo  prisionero  el  general  Garzonque  man- 
daba la  guarnición  de  700  infantes  que  la  custodiaban, 
con  todos  sus  gefes  y  oñciales  y  300  soldados. 

La  satisfacción,  que  esta  fácil  victoria  Ocasionai'a  al 
general  Lavalle,  fué  de  coKa  duración;  pues,  al  mismo 
tiempo  que  recibía  Qomunicaci.o'nesdel  general  La, Ma- 
drid participándole  la  noticia  del  pronunciamiento  de  la 
provincia  de  Córdoba^  en  favor  de  la  causa  de  1^  liber- 
tad, recibía  otra  fatal  para  el  ejército  libertador,  cual 
era  la  de  haber  sido  celebrada  una  convención  de  paz 
e^tre  el  gobierno  de  Buenos-Aires  y  el  almirante  Mac- 
kau,  con  cuya  cooperación  contaba  para  el  buen  éxito 
de  la  revolución.  .    . 

La  estrella  del  general  Lavalle,  tan  hrillantdt  durante 
sus  campañas  en  la  guerra  de  la  indep^Qcjlencia^.dejó 
de  acompañnrle  en  la  guerra  civil,  y  .á  pesar. de  los 
contrastes  que,  con  demasiada  frecuencia^  ;ibfin;supe- 
diéndose,  lio  por  eso  se  desanimaba,  sino  que  seguía 
siempre  impertérrito  en  su  gigantesca  en^ppesa»,  ha^ta 
vencer  ó  morir.en  la  demanda. 

En  el  Quebracho  Herrado  ó  Quebrachito^  jurisdic- 
ción de  Córdoba,  el  28  de  líoviembre  (184P),  tuvo  lugar 
una'^batalla,  en  que  el  ejército  libertador  fué  compleja- 
mente batido  por  el  de  \q.  federación  al  mando  del.  .ge- 
neral Oribe. 

£1  ejército  del  general  Lavalle  se  cojooponia  de  41^ 


lié  AOTrtfClA 

hottibi'e^,  segtin  el  estado  preBentado  con  toda  exacti- 
tud por  el  coronel  prisionero  don  Pedro  JoséDiaz.  En 
esta  batalla,  el  general  Lav^lle  perdió  2  coroneles,  2 
■  tétiimites  coroneles,  É  mayores,  6  capitanes,  3  ayudan- 

J  tes,  5  tenientes  1^',  4  ídem  2**%    12  subtenientes,  26  ofi- 

'-  cíales  sin  <2la$e,  y  como  500  hombres  de  tropa,  todos 
los  que  fueron   hechos    prisioneros.    Además^  en  el 

.'  campo  de  batalla  quedaron  como  1500  hombres,  j  en 
poder  de)  enemigo  4  piezas  de  artilleHade  á  ij  2  obués, 

'  22,d00  cartuchos  á  bala,  400  fusiles,  1370  lanzas^  2  ban- 
!  deras,  una  imprenta,  3000  caballos,  sus  cajas  de  guer- 
ra, todos  los  objetos  de  artillería,  parque,  vestuarios, 
provisiones  y  artículos  de  guerra,  toda  su  correspon- 

•  deiK^íaoflctal  y  privada,  las  familias  con  cuanto  conté- 
ttíatt  un  sirt  número  de  carretas. 

Los  prisiortóros,  remitidos  á  Buenos-Aires,  fueron 

'  colocados,  unos  en  Santos  Lugares,  otros  en  el  cuartel 

'  del  Retiro,  y  fli  si  lados  parcialníente  muchos  de  ellos, 

'para  conservar  quilzá  la  moral  federal,  como  decía 

Barreiho,  él  delegado  de  Artigas,  en  Montevideo. 

Los  reatos  disperso^  del  ejército  libertador  entraron 

^  ert  la '^ovinela  de  Córdoba  por  las  fronteras  del  Tio. 

En  los  primeros  días  de  diciembre,  Laválle  liego  á 

•  Córdoba,  sobre  Cuya  ciudad  marchaba  ya  Oribe, 

Cuándo  la  batalla  del 'Quebracho  Herrado,  LaMa- 
'  dríd  se  hallal^a  á  corta  distancia  de  doude  tuvo  lugar  la 
~  abciórr,  dohde  sé  leteímió  Lttvallé,  pero 'al  aproximar- 
se él  ejército  de  Oribe,  se  retiraron  ambos  precipitada- 
mente  en  dilección  á  Córdoba.     El  cuartel  general  de 
Oribe  se  estableció  en  la  villa  de"  los  Rahchos  (8  leguas 
"  dé  CórdbbajjCOtóoigualmente'los  comisionados  argen- 
tino y  francés,  general  Mansilla  y  M.  Haláy.    Eéte  tu- 
vo una  entrevista  con  Lavalle,  quien  pidió  algún  tiem- 
po para  contestar  las  proposiciones  que  se  le  ofrecían. 
Mansilla  y  Halay  regresaron  á  Buenos-Aires  el  26  de 
'  tficídínbíé  {1^$4©J  ^sífi^óbtehéi*  contestación  alguna  de 


DB  MMd0  AIRBS  UO 

I 

LátáHé,  apésárdéhafeói'déttíürado  su  partida  más  días 
de  lo  necesario.  Entre  tanto,  el  ejército  de  Oribe  en- 
tró en  la  capital  de  Córdoba  el  19  del  mismo  mes,  po- 
niéndose desde  luego  ^n  comunicación  con  Aldaoy  ¿on 
el  gobernador  Calderón,  de  San  Luís. 

Las  dos  banderas  tomadas  en  la  batalla  del  Quebra- 
cho Herrado  llegaron  á  Buenos-Aire^  el  20  de  diciem- 
bre (1840),  cómo  también  la  divisa  que  el  general  Lava- 
lie  llevaba  en  el  sombrero.  Una  de  ellas  era  azul  y 
blanca,  hecha  de  lanilla  ordinaria;  la  otra  aaiil-celeste 
y  blanca,  de  seda  fina,  con  un  sol  ricamente  bordado 
de  cada  lado,  siendo  ia  misma  que  en  Montevideo  se 
ccniacía  con  el  nombre  de  Bandera  de  Mayo.  La  di- 
visa era  ancha  y  del  mismo  color  y  material  que  la  úl- 
tima bandera  mencionada,  y  tenía  la  inscripción — 
Ejército  de  Va/t^/ites— bordada  de  oro,  en  el  centro. 

El  carruage  del  general  y  otros  4,'  tomádí^s  ert  la  re- 
ferida batalla^  llegaron  á  la  ciudad  4  días  desp^s^24 
de  diciembre— y  fueron  depositados  eñ  ei  patio  del 
Fuerte. 

Un  nuevo  desastre  vino  á  aumentar  el  catálogo  de 
las  desgracias  que  perseguían  al  general  Lavalle.  En 
Albigasta,  rio  que  divide  las  provincias  de  Tucuman 
y  Santiago,  por  su  limite  sur. con  la  deCátamarca,  tu- 
vo, el  general  Lavalle  la  infausta  noticia  de  la  sorpresa 
de  la. di  visión  Vilela  y  su  completa  derrota  en  San  Ca- 
la (San  Carlos),  el  8  de  enero  de  1841;  por  el  general 
Ángel  Pacheco.  En  ésté^como  en  muchos  otros  con* 
trastes  que  tuvo  el  ejército  libertador,  la  perfidia  y  la 
traición  tuvieron,  la  principal  parte.  Allí  doiíde  no 
conseguía  ventajas  el  enemigo,  se  las  proporcionaba 
la  defección  ó  la  traición,  allanándole  el  camino  para 
asegurárselas. 

En  Machigasta,  una  columna  de  400  hombres  al 
mando  del  general  Mariano  Acha,  que  desde  Tucuman 
iba  buscando  la  inoorporacioii  de  Lavalle,  fué^  en  la 


120  pAOVIHOU 

madrugada  del.20  demc^rzode  1841,  envuelta  en  el  ejér- 
cito del  general  Aldao  y  completamente  deshecha. 
Desde  ese  momento,  la  comunicación  con  el  general 
La  Madrid  quedó  completamente  interceptada,  pues 
la  provincia  de. Catamarca,  intermedia  entre  la  Riojay 
TuCuman,  estaba  ocupada  por  el  enemigo. 

0espues  de  cinco  meses  de  permanencia  en  Famati- 
na,  departamento  de  la  Rioja,  rompió  su  marcha  con 
el  objeto  de  operar  su  incorporación  con  La  Madrid  en 
Tucunjan;  lo  que  no  pudo  conseguir^  por  haber  ya  éste 
ocupado  la  capital  de  Catamarca,  nuevo  desacierto  que 
desbarataba  todo  el  plan  de  campaf^a  que,  en  tan  din- 
ciles  circunstancias,  se  había  trazado  el  general  Lava- 

.    He,  como  único  que  le  quedaba  que  practicar. 

Todo  le  era  adverso  al  pobre  general  Lavalle.  Con- 
tando éste^  comp  era  natural,  con  el  apoyo  y  coopera- 
ción del  refractario  á  la  federación  de  Rosas,  gefé  su- 

•  prerno  de  la  coalición  del  norte,  general  Tomás 
Brizuela,  gobernador  de  la  Rioja,  se  encontró  con  un 
estólido,  quien,  lejos  de  obrar  en  ese  sentido,  contri- 
huyó  á  la  destrucción  del  ejército  libertador,  al  triunfo 
del  ejército  enemigo  y  consiguiente  afianzamiento  de  la 
tiranía,  ala  degollación  de  mil  riojanos  y  á  su  propia 
ruina.  í  Derrotado  éste  en  Tuscun,  provincia'  de  la 
Rioja,  el  11  de  junio  de  1841,  con  la  pérdida  de  más  de 
100  hombres  muertos,  entre  oficiales  y  soldados  de  su 
escolta  y  de  la  del  general  Lavalle,  no  habiendo  esca- 
pado mas  oficial  que  el  capitán  Gregorio  Sándo val ,.  fué> 
herido  en  la  acción  de  Sañogasta  el  20  del  mismo  mes 
y  hecho  prisionero  por  Germán  Villafañe,  asistente 
del  general  Benavides,  muriendo  de  resultas  de  su  he- 
rida, según  unos,  y  ultimado  por  dicho  asistente,  se- 
gún otros. 

,  Por  último,  la  batalla  de  Famaillá  en  el  Monte  Gran  - 
de  ó  campos  del  Rio  Colorado,  en  la  provincia  de  Tu- 
cuman,  á  4  leguas  de  la  capital,  ganada  por^  Oribe,  el 


DB  B00NO8  AIBBS  121 

19  de  setiembre  de  1841,  fué  el  término  de  la  larga 
cuanto  desgraciada  campaña  del  general  Lavallej 

Entre  los  prisioneros  hechos  en  esta  acción  se  ha- 
llaba el  coronel  Facundo  Borda,  que  fué  ejecutado,  en 
el  acto,  juntamente  con  otros  gefes  y  oficiales.  Los 
generales  Layalle  y  Juan  Esteban  Pedernera  y  don  Mar* 
co  M.  Avellaneda  cortsiguieron  salvarse  por  medio  de  la 
fuga.  Durante  ésta,  se  suscitó  una  acalorada  disputa 
entre  los  fugitivos,  hasta  que  una  parte  de  ellos  encabe- 
zados por  el  traidor,  capitán  Gregorio  Sandoval,  domi- 
nando á  los  demás  y  matando  ¿dos  tenientes  coroneles, 
un  mayor  y  16*  soldados,  hizo  prisioneros  al  doctor 
Marco  Avellaneda^  delegado  de  La  Madrid,  en  el  go- 
bierno de  Tucuman,  al  coronel  José"  María  Vílela;  te- 
nientes coroneles, Gabriel  Suarezy  Lucio  Casas;  capita- 
nes Leonardo  Sousa  y  José  Espejo,  etc.,  y,  desde  la 
Posta  de  Alemania  dirigió,  el  26  de  setiembre,  una  nota 
al  general  Oribe,  pidiendo  indulto  y  ofreciendo  entregar 
sus  prisioneros  y  í?ometersé  juntamente  con  sus  com- 
pañeros á  las  órdenes  de  Oribe.  Esos  desgraciados 
fueron  todos  inmediatamente  sacrificados  en  el  modo 
ordinario  de  la  época. 

Desde  su  cuartel  general  á  las  inniediaéiones  de 
Monteros  (provincia  de  Tucuman),  á  8  de  setiembre  de 
1841,  es  decir,  11  dias  antes  de  su  desgraciada  derrota 
en  el  Monté  Grande^  dirigía  al  gobernador  de  Salta 
una  carta  concebida  en  los  términos  siguientes: 

«  Haga  usted  prender  á  todos  los  canallas  pertene- 
cientes al  primer  ejército  libertador,  sean  á  no  ciuda- 
danos, que  han  fugado  cobardemente  para  esa  provin- 
cia, y  para  justificar  su  vileza  han  ido  esparciendo 
noticias  aterrantes.  Esta  es  una  clase  de  canalla  que 
me  ha  sido  funesta  Tnuchas  veces  en  todo  el  curso  de 
esta  guerra.  Trátelos  como  á  bandidos^  haciéndolos 
poner  en  la  cárcel  pública,  cualquiera  que  sea  su  inme- 


recida  categoría.    Encargue  \o  rñismó  al  gobe^nado^ 
de  Jujüí,  por  si  acaso  se  le  ocurren  á  usted  algunos. 
« Muy  suyo 

Juan  La  valle.  > 

El  general  Lavalle,  después  de  su  derrota,  tomó  la 
dirección  de  Salta,  siempre  perseguido  de  cerca  por  el 
coronel  Jacinto  Andrada,  hasta  que  llegó  á  Jujui,  acam- 
pando á  las  nueve  de  la  noche  á  la  orilla  de  la  ciudad. 
Al  momento  Hegó  el  después  coronel  Pedro  La  Casa, 
ayudante  del  general,  en  busca  de  víveres,  á  una  pul- 
pería, cuya  dueña,  al  informarse  de  la  llegada  de  Lava- 
lie  dijo  á  ha  Casa  que  el  doctor  Bedoya  se  había  nnar- 
chado  ese  dia  (8  de  octubre  de  1841)  para  Bolivia, 
dejándole  tas  llaves  de  su  casa^  que  estaba  casi  frente 
por  frente  á  la  pulpería;  que  dijese  al  general  que,  si 
quería  descansar  esa  noche  con  alguna  comodidad, 
ponía  la  casa  á  su  disposición.  Lavalle  aceptó  la  hos- 
pitalidad^ que  debía  pagar  con  la  vida^y  se  trasladó  á 
la  habitación  con  una  escolta  y  los  oficíales,  que  le  se- 
guían, dBjando  en  los  suburbios  como  200  hombres, 
que  era  toda  la  fuerza  que  le  quedaba. 

Una  vez  en  la  casa,  fué  colocada  la  escolta  en  el  cor- 
ralón, acomodándose  los  demás  en  las  piezas  donde 
pí^saron  la  nocho,  A  las  siete  de  la  mañana  del  si- 
guiente dia  9,  venía  entrando  una  partida  de  9  hom- 
bres aUaclos  al  mandp  del  teniente  coronel  Fortunato 
Blanco,  por  la  calle  del  Comercio,  con  el  objeto  de  pren- 
der al  doctor  Bedoya,  ignorando  se  hubiese  éste  mar- 
chado para  Bolivia^  y  viendo  un  hombre  en  la  vereda 
con  pantalón  celeste,  la  partida  atropello  la  pnerta, 
éü  el  momento  que  la  cerraban,  y  los  soldados  descar- 
garon tres  tiros,  de  cuatro  armas  de  fuego,  únicas  que 
llevaban. 

El  que  cerraba  la  puerta  era  el  mismo  generel  La- 


DE  ^ÜSITM  AIRES  123 

valle  que  había  ocurrido  á  )a  ala:rma  dada  por  el:  oficial 
que  estaba  afuera  en  los  momeDtos  en  que  Uegeiba  la 
partida.  Uno  de  los  proyectiles,  pasando  el  tableiro  de 
la  puerta,  fué  directamente  á  herir  al  ge«*eral  en  la 
garganta,  quedando  muerto  en  el  sitio.  La  bala  había 
perforado  el  esófago. 

La  p^tida^  al  sen^tir  el  movimiento  de  gente,  voces, 
ruido  de  armas,  consiguiente  á  un  suceso  semejante, 
S6  retiró  sin  saber  lo  que  había  hecho. 

La  precedente  relación  es  conforme  al  parte^asado 
por  el  coronel  And  rada,  con  fecha  13  d^  octubre.  , .  . 

La  muerte  incidental  del  general  Lavalle  se  pr(?4ujo 
delrtiodo  siguiente:  , 

En  el  ejército  del  general  Oribe  iba  arrestado,  por 
causas  leves^  un  oficial,  natural  de  la  ciudad  de  Jujuí, 
que,  al  acercarse  á*  la  provintóa,  se  oft*eció  á  salirle 
adelante  á  Lavalle,  si  se  le  .permitía  ir  ;á  reunir  gente 
en  Jujjuí.  Concedido  el  permiso,  salió  del  ejército  con 
4  hombreS:,  que  llevaban  dos  t^^pceroJas  y  do^.lapaas. 

Al  llegar  á  las  orillas  del  pueblo,  ^e  encoiitró  con 
otro  oficial  de  la  localidad  también,  pero  que  andaba 
con  Shómbresj  sin  prestar  obediencia á  ninguna  auto- 
ridad. Reuaidos  ambos  oficialas,  cuya  fuerz£^  total  se 
reducía  á  9  hombres,  que  lleval^^n  cuatro  carabinas,  se 
pusieron  de  acuerdo,  el  uno,  para  ir  á  prender  sal  gefe' 
político,  que  ya  iba  en  camino  de  Humahuaca,  y  el 
otro,  para  prender  al  doctor  Bedoya,  que  tambie^n  iba 
camino  de  Solivia,  ,circuQstancia,  que  ambos  oficiales 
.  ignoraban.  .  La  partida  que  debía  prender  á  Bedoya 
fué,  por  consiguiente,  la  que  dio  mi^erte  ál  general  La- 
valle. 

El  comandante  Blanco^  á  que  mas  arriba  se  hace 
referenpia,  con  li^  pretensión  de  dará  ese  desgraciado 
suceso^  puteramente  casual,  la  importancia  de  una 
gr^n  victpiía,  que,  aunque  lo  era,  no  se  debía  á  pericia 
militar  ni  nada  que  se  le  parezca,  pasó  un  parte^  en  el 


124  j»aoyiKQiA   • 

que  ño  tiene  mas  de  verdad  que  el  hecho  de  haber  sido 
un  pardo  porteño,  de  nonabre  José  BaACHp,  cuyo  tiro 
hiriera  de  muerte  al  general  Lavalle. 

En  atención  á  este  servicio  de  José  Braoho,  se  le  de- 
cl^ifó  €  benemérito  de  la  patria  en  grado  heroico,  digno 
del  mas  distingtrido  aprecio  de  todos  los  federales^ 
teniente  de  caballería  de  línea,  desde  la  fecha  en  que 
fué  muerto  <el  general  Lavalle  (9  de  octubre  de  1841), 
con  goce  de  300  pesos  mensuales,  inclusive  la  ayuda  de 
costad  y  acreedora  un  boleto  por  tres  leguas  cuadra- 
das de  terreno,  600  cabezas  de  ganado  vacuno  y  1000 
lanares,  t 

Su  tercerola  fué  remitida  al  encargado  del  Museo' 

■    dándose  orden  al  edecán  don  An tonino  Reyes,   para 

que  se  entregase  al  teniente  don  José  Bracho  un  ves- 

tuarie  completo  de  oficial,  una  medalla  de  plata  y  2000 

pesos  moneda  corriente. 

Al  mesjusto, — el  9  de  noviembre— llegó  á  Buenos- 
•  Aires  la  noticia  de  la  confirmación  de  la  muerte  del  ge- 
neral, traida  por  el  mayor  Pablo  Alemán  (hijo  del  gene- 
ral), la  cual  fué  celebrada  con  una  salva  de  21  cañonazos 
en  el  Fuerte  y  en  cada  uno  de  los  buques  de  la  escuadra 
nacional,  repiques  en  todas  las  iglesias  déla  ciudad, 
cohetes^  bandas  de  música  recorriendo  las  calles^  em- 
banderamiento de  todas  las  casas  del  municipio  é  ilu« 
minacion  por  la  noche. 

Tal  demostración  significa  que  la  importancia  de  la 
persona  del  general  Lavalle  era  muy  grande. 

En  la  contestación  que  Rosas  dio  á  Oribe,  cuando 
éste  le  pasó  (23  de  octubre  de  1841)  los  partes  y  demás 
documentos  relativos  á  los  triunfos  que  se  acababan 
He  obtener  en  el  Monte  Grande  y  Rodeo  del  Medio  y 
tíobre  la  confirmación  dé  la  muerte  del  general  Lavalle, 
pedía  á  Oribe  le  remitiese  una  refacion  nominal  de  (dos 
que  tuvieron  la  gloria  de  matar  al  gener'al  Lavalle  ene-- 


DB  BÜBHOS  AIRBS  l&S 

m 

migo  de  Dit>$  y  dé  tos  hombres^  para  acordarles  los 
valiosos  premios  de  honor,  á  que  eran  acreedores. 

El  cura  del  Beneficio  de  Tumbaya  (Jujüí)  don  José 
Antonio  Duran  de  Rojas,  á  pedido  del  coronel  Domin- 
go Anfinas,  sobre  si  le  constaba  que  el  cadáver  deposi- 
tado en  la  iglesia  de  aquella  vice-parroquia  era  el  del 
general  Lavalle  y  sobre  cuanto  supiese  y  hubiese  oido 
decir  á  los  enemigos^  con  referencia  al  suceso  del  iiia 
9,  á  la  mañana,  en  la  capital  de  Jujuf ,  pas6  un  informe 
certificando  que  habiendo  llegado  los  enemigos  el  dia 
10  de  octubre  á  las  cuatro  de  la  tarde,  en  4a  que,  ha- 
biendo  llegado  á  su  casa  el  general  Pedernera,  le  pidió 
permiso  para  depositar  en  la  iglesia  el  cuerpo  de  un 
compañero;  y  que  preguntó  él  (Rojas)  cuál  era,  Lavalle 
— le  dijeron  los  soldados  que  era  el  muerto.  Pue  in- 
mediatamente corrió  á  la  iglesia  para  cerciorarse  del 
caso  y  lo  encontró  en  la  puerta  de  la  sacristía  atravesa- 
do sobre' un  caballo,  puesto  sobre  unos  cajonea  vacíos^ 
que  sería  sin  duda  para  que  no  se  les  cayese  por  el  ca- 
mino; que  al  instante  trataron  de  sepultarlo  metiéndolo 
en  la  iglesia;  que  estos  infelices  estuvieron  en  ésta,  co- 
mo dos  horas,  y  habiéndoseles  acercado  una  pequeña 
partida,  salieron  precipitadamente  en  fuga,  llevándose 
siempreol  cadáver;  que  eso.  era  lo  que  cerufica,ba  en 
obsequio  de  la  verdad '  y  de  la  justicia  f  y  para  glo^a 
del  señor  Presidente  Rosas  lo  firmaba  el  dia  15  de  oc- 
tubre^de  1841.  > 

Con  la  batalla  del  Monte  Grande,  Famajllá  ó  Rio  Co- 
lorado, á  la  que  se  siguió  otra,  el  24  de  setiembre  en  el 
Rodeo  del  Medio,  en  que  fué  igualmente  derrot¿^do  el 
general  La  Madrid  quedando  triunfante  la  Federación 
Unitaria^  en  toda  su  esencia,  y  cbn  la  muerte  casual 
del  general  Lavalle,  se  restablecióla  comunicación  con 
las  provincias,  interrumpida  desde  el  principip  de  aque- 
lla desgraciada  campaña,  de^de  agpsto  de  1840. 

El  geoeral  Oribe>  que  había  salido^ de<  Bueoosr Aires 


19A  .  ííílOYWOU 

el  30  de  setiemí>re.del839,  con  el  a\?jeto  d^  erapronder 

la  cara-pjaBa  sobre  el  general  La,valle,  llevando  ;^angui- 

narias  instrucciones,  dadajj  por  Rosas,  que  él  cuiíiplió 

al  pié  de  la  letra,  quizá  con  usura^  abandonó  las  pro- 

ivincia*,  después  de  haber  obtenido  innunnerables  lau- 

.  r.ejes,  teñidos  en  raudales  de  generosa  sangre  argenti- 

,   na,  par4  continuar  adquiriendo  otros  nuevos  teñidos 

del  txiisnao  color  ea  el  Arroyo  Grande  (6  de  diciembre 

d^  1842),  ha^ta ir  alentar  sus  reales  freqte  á  la  berói- 

;cai  ciudad  de  Montevideo  por  cerca  d^  9  añoá. 

En  el  gobierno  del  general  Mitre  (en  diciembre  de 
18^0)  los  restos  del  general  Lavalle  fueron  trasladados 
á  la  tierra  de  su  nacimiento^  donde  hoy  yace£.;>enun 
moí^umentQ  mandado  levantar  al  efucto,  inmedjíito  al 
del  desgraciado  corooel  Dorrego,  fusilado  por  su.órden. 

t8i9s— C}Eiiíc:i|it.L  JíUAM  4pisÉÍ  viJLWOMTE,  nombra- 
.  do  provisorio  en  la  convención  celebrada  el  24  de  agos- 
to^ entre  el  general  Lavalle  y  el  comandante  general  de 
campaña  coronel  Juan  Manuel  Rosas,  y  puesto  en  po- 
sesión del  cargo  el  26. 

Este  empezó  á  hacerse  espectable  con  su  primer 
triunfó,  obtenido  sobre  el  general  Lavalle,  y  sin  ser. el 
gobernador  de  la  provincia  ejercía  tal  influencia  que  no 
se  ¿íctaba  disposición  alguna  que  pudiera  contrariarle. 
Lo  inás  original  es  qne  basta  se  prescindía  del"  gober- 
nador Víamonte,  en  asuntos  que  eran  de  su  escluslva 
incumbencia,  como  se  verá  en  lo  que  vamos  á  referir. 
Los  comisionados  derla  provincia  de  Córdoba,  don  Jo- 
sé M.  Bedoya,  don  José  Joaquín  de  la  Torre  y  don  Mar- 
tin García  de  Zúñiga,  sé  dirigieran  de  oficio  al  coman- 
dante general  Rosas  pidiéndole  les  señalase  día  y 
punto,  para  presentar  sus  credenciales  y  manifestarle 
estensamente  los  deseos  de  su  gobierno  por  la  mas  es- 
trecha y  cordial  amistad,  para  con  la  provincia  de  Bue- 
nos-Aires. Rosas  tuvo  el- buen  sentido  de  limitarse  á 
acusar  recibo  y  dejar  los  objeto^  de  la  oomísion  ai  co- 


Docimienbo  del  gobiena-o,  como  iiúnic^  y,  sola  autor i- 
dad  que  kabm  de  presidir  ta  pi^ovincia  de  Buenos- 
Aires  y  dar  dirección  á  sus  negocios ,  remitiéndoles  al 
mismo  tiempo  un  ejemplar  de  la  célebre  convención  de 
24ídejanip. 

Sin  embargo,  Rosas  dio  cumplimiento,  inmediata- 
mente al  decreto  del  gobierno,  prohibiendo  el  uso  de  di- 
visas 6  distintivos  de  partido^  mandándolo,  circular  en 
el  ejército  de  la  campaña. 

Con  el  objeto  de  robustecerla  acoion  de  lél  autoridad, 
el  gobernador  Vianfionte,.  cuyo  ministerio  qued<>  com- 
puesto con  los  señores  general  T,  Guido,  doctor  Ma- 
nuelJ.  García  y  coronel  Manuel  Escalada',,  decretxj- el 
7  de  setiembre,  con  arreglo  á  la  convención  de  24  de  - 
agosto,  la  formapion  de  uu  Senado,  consultivo,  comr 
puesto  de  24  ciudadanos,  enerando  el  presídela  te  de  la 
Cámftra^  el  del  Senado  eclesiástico,  el  gen€tral  mas  4tn- 
tiguo,  el.  gobernador  del  obispado,  el  prior  delcon^ttla- 
do,  ios  generales  Cruz,  Soler,  J.  E.  Balear  ce,  M»  Irigo- 
yen,  los  doctores  V.  López,  J.  J,  Passo^  P-  Media- 
no, F.  Arana,  F.  Aqchorena^  etc,  etc* 

De  acuerdo  conla  referida  (convención,  al  gobernador 
Viamonte  decretó  una  nueva  línqa  de  froo,ter&  eq  el 
^royoAzul  y  campos  fronterÍ2;os  de  la  pertenencia 
del  Estado,  acordando  gracias  á  los  que  se?  poblaran 
enellas^  bajo:c¿ertas  obligaciones  <^ue  se  les  imponía, 
encoiiaendando  al:  comandante  general  de.  campfiDa, 
Ho^as^  á  qqien  correspondía,  la  clasiiílcacion  de  Iq/s  po- 
bladores, la  elección  del  punto  para  ]|as  poblaciones  y 
la  distribución  de  tierras. 

La  comandancia  general  dQ  campaña,  que  era  un 
verdadero  gobierno  sobre  otro  gobierno,  era  la  encar- 
gadade  recibir  las  solicitudes^  registrando  los  nom- 
bres de  los  pobladores,  con  la  sola  obligación  de  pasar 
la  corregpondiente  noticia  al  departamento  de  gobier- 
no, á  ñn  de  estenderse  á  los  pobladores,  el  debido  titu- 
lo en  forma. 


128  PBOYíKCiÁ     :     / 

Al  gobernador  Viamonte  ciapoel  decretar  se  tribu- 
ase  á  las  cenizas  del  desgraciado  gobernador  Dorrego 
los  honores  que  no  le  fueron  dados  en  los  infaustos 
dias  de  su  violenta  nnuerte,  en  la  esperanza  de  que, 
restituida  la  calma  de  los  ciudadanos,  la  pompa  fúne- 

•  bre  no  sería  seguida  de  otros  sentimientos  que  los  de 
la  religión  y  deldolor. 

El  general  Viamon»te,  cuyo  gobierno  había  sido  crea- 
do por  el  convenio  del  24  de  agosto,  resignó  el  mando 
el  1°  de  diciembre,  pero  continuó  ejerciéndolo  hasta  el 
8,  que  le  sucedió  el  coronel  Jnan  Manuel  Rosas,  electo 
por  la  Sala  de  Representantes,  reunida  al  solo  efecto 
de  proceder  al  nombramiento  de  nuevo  gobernador. 

t^i^s^eAftOiVGL'  JiJAiv  MAMiJEii  ftOSAS,  electo  en 
propiedad  el  6  y  puesto  en  posesión  del  cargo  el  8  de 
diciembre-,  con  las  facultades  estraofdinarias  que  j az- 
gase  necesarias,  debiendo  dar  cuenta,  del  uso  que  de 
ei^ta  especial  autorización  hubiese  hecho,   á  la  primera 

^  Legislatura. 

Fueron  sus  ministros  los  señores  general  Guido, 
doctor  M.  J.  García,  J.M.  Rojas,  y  habiendo  renuncia- 
do los  dos  primeros,  á  consecuencia  de  los  sucesos  de 

•  Córdoba,  fueron  reemplazados  por  los  señorea  Ancho- 
renay  Balcarce. 

El  período  del  gobierno  de  Rosas  debía  fenecer  á  los 

•  3  años,  con  arregló  á  la  ley  de  S3  de  diciembre  de  1823. 

A  los  pocos  días  de  su  elevación  al  gobierno^ '  la  Jun- 
ta de  Representantes  dictó '(17  de  diciembre)  una  ley 
declarando  libelos  infamatorios  .y  ofensivos  de  la  ftio- 
raly  de^cencia  pública 'todos  los  papeles  dados  á  luz 
por  las  imprentas  de  la  ciudad  de  Buenos-Aires,  desde 
el  1*^  de  diciembre  de  1828,  hasta  la  convención  de  24  de 
junio  de  1829,  que  contuviesen  espresiones  infamantes 
etc.  á  las  personas  del  finado  gobernador  Dorrego,  del 
comandante  general  decamjpaña,  coronel  Rosas,  délos 


DB    BUBKOS  AIBBS 


129 


.  gobernadores  de  }as  provincias,  etc.  El  decano  de  la 
Cámara  de  justicia,  doctor  Miguel  Villegas,  el  fiscal  del 
Estado,  doctor  Pedro  J.  Agrelo,  el  doctor  Saturnino 
Seguróla  y  tres  ciudadanos  mas  que  el  P.  E.  nombró  en 
las  personas  de  los  generales  Miguel  Azcuénaga  y  Ma- 
nuel Guillermo  Pinto  y  doctor  José  Ugarteche,  habían 
de  formar  la  comisión  encargada  de  clasificar  y  for- 
mar una  colección  de  los  espresados  papeles.  Por 
otra  ley  de  igual  fecha,  se  aprobaba  la  conducta  políti^ 
cade  Rosas,  como  comandante  general  de  campaña, 
desde  el  citado  1^  de  diciembre  hasta  el  dia  (8),  en  que 
tomó  posesión  del  gobierno;  declarábasele  Restaura- 
dor de  las  leyes  é  instituciones  de  la  provincia  de  Bue- 
nos-Aires; conferíasele  el  grado  de  Brigadier  de  la 
misma  provincia,  y  hacía  que  se  le  reconociese  bajo  es- 
te carácter  en  toda  la  República;  condecorábasele  con 
un  sable  de  oro,  adornado  con  los  símbolos  de  la  ley,  la 
justicia  y  el  valor,  y  una  medalla  del  mismo  metal,  en 
figura  oval,  guarnecida  de  brillantes,  y  pendiente  de 
una  guirnalda  entretejida  de  laurel  y  oliva;  que  en  su 
anverso  presentase  el  emblema  de  la  gratitud  con  el 
siguiente  mote:  Buenos- Aires  al  Restaurador  de  sus 
leyes,  y  en  el  reverso,  el  busto  de  Cincí  nato^  con  íos  ins- 
trumentos agrícolas  y  trofeos  de  la  guerra^  y  el  lema 
siguiente:  Cultivó  su  campo  y  defendió  la  patria. 
Declaró  beneméritos  á  todos  los  que  acompañaron  á 
Rosas  en  esta  provincia  como  en  la  de  Santa  Fe,  con 
el  uso  de  una  medalla  de  oro,  los  gefes,  y  de  plata,  los 
demás  oficíales  decapitan  abajo  etc. 

Todo  este  cúmulo  de  distinciones  quedó  en  lanada, 
porque  Rosas  tuvo  el  buen  sentido  de  manifestar  á  la 
Legislatura  se  limitase  á  declarar  si  su  conducta  habla 
ó  no  merecido  la  aprobación  de  los  Representantes, 
dejando  á  un  lado  títulos  y  rangos;  esponiendo  Rosas, 
al  mismo  tiempo,  que  los  servicios  prestados  por  él, 
hasta  entóneos,  no  le  daban  derecho  a  remuneraciones 


t. 


9 


130  PROVINCIA 

qué  no  fuesen  comunes  con'todos  lóá  que  cbnéurrleróh 
al  mismo  resultado;  que  todas  esas  condecofatióneSy 
sí  bien  mostraban  la  liberalidad  de  los  Representan- 
tes,   <  SON   UN  PASO  PELIGROSO  Á  LA  LIBERTAD    DEL  PUE- 

BLo/y  un  motivo  quizá  de  justa  zozobrará  los  que  iro 
descendían  á  sü  conciencia;  porque  nO  es  la  primera 

VJ5Z  EN  LA  HISTORIA,  QUE  LA  PRODIGALlDAt)  DB  LOS'HO- 
NOREiS  HA  EMPUJADO  A  LOS  HOMBRES  PÚBLICOS  HASTA ^EL 
ASIENTO  DÉLOS  TIRa1^»S.  > 

rie  ahí  üná  lección,  dada  por  él  mismo  Rosas,  que 
los  ciudadanos  no  quisieron  aprovechar,  sitio  que  se 
dejaron  llevar  de  su  desmesurado  entusiasmo,  creyen- 
do que  jügában'carnaval,  disfrazados  de  goberhantes  y 
gobernados,  hasta  que,  cuando  juzgaron  qué  ya  era 
oportuno  echar  á  un  lado  el  disfraz  y  asumir  elpapel 
que  á  uno  y  otros  correspondía^  se  apercibió  el  pueblo 
qíie  sé  háliía  ligado  fuertemente  por  sus  propias  manos, 
sih  poderse  desasir. 

Continuó  Rosas  en  el  ejercicio  del  P.  E.  hasta  el  25 
de  niarzó  de  1830,  que,  con  el  objeto  de  proveer  al  me- 
jor arreglo  y  organización  de  la  campaña,  delegó  el 
mando  gubernativo  en  los  ministt*os  durante  sü  au- 
sencia. 

t^ft'O— B.  T01l4(§Í  II.  BE  AIVC«OBC:!Vil,  B.  JUAN  BA- 
MOIV    BAIiCABCfi  Y  B.    MAIVIJEIi    JOí^É    ClABCtA, 

ministros  encargados  del  P.  E.  por  delegación  del  pro- 
pietario Rosas,  desde  el  25  de  marzo,  con  las  atribu- 
ciones ordinarias  de  gobierno  y  relaciones  ^steriores^ 
el  primero;  las  de  guerra  el  segundo  y  las  de  hacien- 
da el  tercero,  y  las  estraordinarias  los  tres  ministros 
reunidos,  reservándose  el  gobernador  propietario 
hacer  uso  de  las  facultades  ordinarias  yj  estraordina- 
rias durante  la  delegación. 

Había,  pues,  dos  gobiernos;  uno  en  la  capital,  ejer- 
cido por  los  ministros  del  P.  E.  con  las  atribuciones 
de  tal  y  el  otro  por  el  gobernador  propietario  en  cam- 


DE   BUENOS   AIRES  131 

paña,  con  su  setretario,  el  doctor  Maza,  y  ambos  dic- 
tando disposiciones  administrativamente;  cuando  lo 
natural  y  legal  era  que  las  funciones  ejecutivas  fueran 
desempeñadas  por  un  solo  gobierno.  Sin  embargo,  las 
facultades  estraordinarias  autorizaban,  hasta  cierto 
punto,  esas  y  muchas  otras  irregularidades, 

'  La  ausencia  de  Rosas  era,  no  solo  de  la  capital,  si- 
no aún  de  la  provincia,  pues  se  dirigió  al  Rosario  con^ 
el  objeto  de  Uevar  á  cabo  su  peusanfiiento  ae  una  alian- 
za ofensiva  y  defensiva  entre  las  provinqias  litorales, 
contra  el  poder  del  general  Paz,  que  acababa  de  ser 
nombrado  gefe supremo  militar  de  las  demás  provin- 
cias. El  plan  de  Rosas  se  postergó,  á  consecuencia 
de  la  revolución  de  Entre-Rios,  encabezada  por  el  co- 
ronel R.  López  Jordán,  y  por  la  amenaza  de  invasión- 
de  la  provincia  de  Santa  Fe  por  el  ejército  de  Córdoba. 
Este  se  deshizo  de  un  modo  triste,  como  se  verá  en  su 
lugar  correspondiente,  debido  á  las  intrigas  hábilmen- 
te manejadas  por  López  y  Rosas.  Apesar  de  todo,  el 
cuadrilátero  político  proyectado  por  Rosas,  al  fin  se 
llevó  á  efecto  el  4  de  enero  de  1831.  Corrientes  se  ne- 
gó á  entrar  en  la  alianza,  pero  se  adhirió  mas  tarde. 
Durante  la  administración  del  gobierno  delegado,  se 
celebró,  entre  ésí^  y  el  de  la  provincia  de  Corrientes," 
representados  por  don  Tomás  Manuel  de  Anchoreha, 
el  primero,  y  por  el  general  P.  Ferré,  el  segundó,  ún 
tratado^  cuyo  objeto  era  fórniar'  una  'liga  ofensiva  y 
defensiva  entre  las  cuatro  provincias  litorales,  invitan- 
do á  las  demás  á  entrar  en  la  liga,  siempre"  que  su  voto 
íiiese  por  e\  sistema  federal,  palabra  fascinaáora  par*a 
las  masas  del  pueblo  ignorante,  que  jamás  llegó  á  ser 
un  hecho. 

El  Fuerte  de  la  Federación^  cuyo  nombro  habíasido 
sostituido,  por  decreto  del  13  de  julio  de  1829,  por  el 
de  Junin,  fué  anulada  esa  disposición  por  el  gobierno 
delegado,  el  9  de  julio  de  1830,  y  restablecido  el  primei» 


■^ry. 


132  PBOVIKCIA         ^ 

nombre  que  se  dio  á  dicho  Fuerte  desde  su  fundación. 
Desde  1854  es  conocido  con  la  denominación  de  Junin 
que  había  sido  dada  por  el  gobierno  del  general  Lava- 
He. 

Habiendo  regresado  de  la  campaña  el  gobernador 
propietario,  cesó  la  delegación  el  10  de  julio  fie  1830. 

tsso-coBiKVEL  JüAM  MAwrKii  BOSAf»,  propietario 
desde  el  10  de  julio,  que  reasumió  el  mando  guberna- 
tivo en  la  capital,  hasta  el  1^  de  setiembre  que  lo  dele- 
gó en  el  general  J,  R.  Balcarce,  por  haber  tenido  que 
salir  á  la  campaña  á  continuah  la  organización  y  arre- 
glo desella.    No  salió  sino  el  18  de  dicho  mes. 

M80^C;£llíKBAIi  JUAM  RAMOil  BALCARCE,  minis- 
tro de  guerra  y  marina,  delegado  de  Rosas,  duran- 
te la  ausencia  de  éste  en  la  campaña,  desde  el  18  de 
setiembre,  que  empezó  á  ejercer  el  Poder  Ejecutivo 
.  (aunque  nombrado  por  decreto  de  1®  de  dicho  mes)  has- 
ta el  15  de  febrero  de  1831,  que,  debiendo  salir  á  cam- 
paña Balcarce,  reasumió  el  mando  de  la  provincia  el 
propietario. 


1881— GEilíERÁL  JUAM  MAMIJEIi  BOSTAS,  propieta- 
rio, desde  el  15  de  febrero  que  cesó  el  delegado  Balcar- 
ce, por  tener  que  salir  á  campana  al  mando  del  ejército 
de  operaciones,  hasta  el  23  de  marzo  que  resolvió  sa- 
lir él  también,  con  sa  secretario  el  doctor  Maza,  para 
que  autorizase  sus  disposiciones,  y  durante  su  au- 
sencia de  la  capital,  el  gobierno  de  la  provincia,  en 
todos  sus  ramos  y  con  toda  la  plenitud  y  estension  de 
facultades  acordadas  por  ley  del  2  de  agosto  de  1830, 
quedó  delegado  en  los  tres  ministros  Anchorena,  M. 
Balcarce  y  García;  pudiendo,  empero,  el  propietario 

hacer  uso  de  las  mismas  facultades. 

* 

MSI  — D.     TOmAS    M.     AMCHOBE.líA,     B.     MABCOS 
BAIiCABCS:    Y  B.    MAMUEIi  JT.  «ABCIA,  ministros 


DB   BUENOS   AIRBS  '  133 

en  ejercicio  del  P.  E.  por  delegación  del  propietario 
con  facultades  ordinarias,  respectaágobierno  y  relacio- 
nes esteriores,  el  primero,  respecto  á  guerra^  el  segun- 
do, y  respecto  á  hacienda,  el  tercero,  y  las  estraordina- 
rias  los  tres  ministros  reunidos,  reservándose  el  go- 
bernador Rosas  hacer  uso  de  las  mismas  facultades, 
desde  el  23  de  marzo  hasta  el  6  de  diciembre,  que  éste, 
de  regreso  de  la  campaña,  reasumió  él  mando. 

tssi— BRIGABIEB  JTVAM  M.  BOlí^Aí»,  propietario,  des" 
de  el  6  de  diciembre,  que,  después  de  una  ausencia  de 
la  capital  de  8  meses  y  13  dias,  reasumió  el  mando  de 
la  provincia,  ejerciéndolo  hasta  el  6  de  febrero  de  1832, 
que,  no  pudiendo  contraerse  al  despacho  de  los  nego- 
cios públicos  por  hallarse  gravemente  enfermo,  delegó 
el  gobierno  en  sus  ministros  J.  R.  Balcarce  y  Garcia, 
con  solo  las  facultades  ordinarias,  reservándose  él  las 
estraordinarias. 

Restablecido  de  la  indisposición  que  le  impulsó 
á  delegar  el  gobierno^  Rosas  lo  reasumió  el  7  marzo 
cesando  en  consecuencia  los  efectos  del  decreto  del  6 
de  febrero^  por  el  que  quedaban  encargados  del  man- 
do sus  ministros. 

El  ejército  de  reserva  al  mando  del  general  Juan  Ra- 
món Balcarce,  que  debía  efectuar  su  entrada  en  Bue- 
nos-Aires, de  regresó  de  su  campaña  del  interior  de  la 
República,  habiendo  salido  de  la  ciudad  de  Córdoba  el 
5 de  agosto,  (1831)  después  de  haber  sido  proclamado 
por  el  general  en  gefe  del  ejército  confederado,  don 
Estanislao  Lope/,  fué  espléndidamente  recibido  el  dia 
20. 

El  inspector  general  de  armas  don  Lucio  Mansilla, 
acompañado  de  los  generales  Tomás  Guido,  Nicolás 
Vedia  y  Guillermo  Brown,  coroneles  Prudencio  Rosas 
Manuel  Olazábal  y  Ángel  Salvadores,  tenientes  coro- 
neles Hernández,  Montes  de  Oca  y  Pinedo  y  otros  ge- 
fes  y  oficiales  de  mar  y  tierra,  á  la  cabeza  de  los  rejí- 


134  PROVINCIA 


« 


míentos,  al  mando  de  los  coroneles  Celestino  Vidal, 
Félix  Alzaga  y  Agustin  Pjnedo,  recibió  al  ejército  con 
los  debidos  honores  militares,  formados  en  batalla  los 
cuerpos  de  la  guarnición  en  la  calle  de  la  Plata  (Ri- 
vadavia),  con  gajos  de  olivo^  pendientes  de  sus  armas. 
El  ejército  de  reserva  se  hallaba  en  Miserere,  for- 
mado en  batalla  y  encabezado  por  el  general  J.  R.  Bal- 
caree  y  su  gefe  de  Estado  mayor  general  Enrique  Mar- 
tínez. 

Las  fuerzas  marcharon  en  el  orden  siguiente: — Ba- 
tallón de  artillería  volante^  coronel  graduado  J.  M. 
Torres;  Batallón  de  Cazadores  del  Rio  de  la  Plaía^ 
coronel  Félix  Olazábal;  Cuerpo  de  patricios,  teniente 
coronel  Joaquín  M.  Ramiro,  Cuerpo  de  defensores  de 
Buenos- Air  es  y  teniente  coronel  Juan  José  Olleros;  Ba- 
tallón Guardia  Argentina^  coronel  Mariano  Benito 
Rolon;  primer  escuadrón  del  rejimientó  N**  2  de  cam- 
paña, coronel  graduado  Antonio  Ramírez. 

Este  ejército  regresaba  á  Buenos  Aires,  después  de 
haber  afianzado  la  paz  en  Córdoba,  asiento  del  supre- 
mo poder  militar  de  las  9  provincias:  Mendoza,  San 
Luis,  San  Juan,  Salta,  Tucuman,  Santiago,  Catamar- 
ca,  Rioja  y  la  misma  Córdoba.  La  mayor  parte  de 
los  generales,  gefes  y  oficiales  que  en  él  militaron,  con- 
tribuyendo al  anonadamiento  desús  pasados  y  futuros 
compañeros  de  gloria  é  infortunios,  habrán  deplorado 
mas  de  una  vez  aquella  victoriosa  compañél  que  los 
uncía  al  carro  de  la  esclavitud,  que  ellos  mismos  ar- 
rastraron y  cuya  carga  pesó  sobre  ellos  á  la  parque 
sobre  los  demás  habitantes  de  ambas  márgenes  del 
Plata. 

El  30  de  setiembre  (1831)  el  gobernador  Rosas  reci- 
bió felicitaciones  en  Pavón,  con  motivo  de  la  recep- 
ción de  los  despachos  de  Brigadier  General^  dp  que 
fué  portador  el  edecán  don  Bernardo  Castañon. 

Por  ley  de  25  de  enero  de  1830,  Rosas  había  sido 


VB  ;9PPNQS .  AIRBS  135 

-  honrado  con  aquella  disiificion  y  se.  había. negado  á 
.  admitirla  antes  bajo  el  fundamento  de  que  «ese  elevado 
rango  ante.cedíaá  los  años, que  contábala  carrera  de 
su  vida;  que  precedía  á  la.  posesión  de,  Jos  conocimien- 
tos de  un  puesto  consagrado  á  los  hombres  felices  y 
eminentes  de  la.  milicia;  que  su  profesión  era  la  4^1 
arado;  la  agricultura  y  pasto^eo  eran  la  suma,  de  su 
poco  saber  práctico.  >  El  12  de  octubre,  desde  Pav®n, 
contestó  al  presidente  de  la  Legislatura  aceptando  los 
referidos  despachos.  Cuatro  dias  después,  (16  de  oc- 
tubre del  1831)  alas  cuatro  de  la  tarde  eran  fusilados^ 
por  su  orden  en  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  los  ge- 
fes  que  habían  pertenecido  al  ejército  del  general  José 
María  Paz^  preso  en  Santa  Fé,  y  cuyos  nombres  son 
los  siguientes:  coronel  Luis  Videla,  gobernador  de  San 

.  Luis;  tenientes  coroneles  Luis  Carbonel,  Ángel  Alta- 
mira,  Luis  Montenegro  y  su  hijo  de  14  años  de  edad, 
Pedro  Campero,  y  J.  Tarragona;  los  mayores  Pedro 
Cuevas,  Pedro  Cuello  y  José  Cuadras.  Estos  gefes 
aprisionados  después  del  convenio  celebrado,  el  31, de 
mayo  (1831),  entre  el  gobernador  de  Córdoba,  don  Ma- 
riano Fragueiro,  y  el  coronel  Pascual  Ecjiagüe,  gefe 
Ae  división  del  ejército  ausiljar  confederado,  ha- 
bían quedado  en  el  Cabildo  de  aquella  ciudad  en 
simple  arresto,  pero  al  regreso  del  ejército  para  Bue- 
nos-Aires, fueron  conducidos  á  retaguardia  hasta  San 
Nicolás  de  los  Arroyos,  por  resolución  de  los  gober- 
nadores López  y  Rosas,  tomada  en  el  Rosario,  después 
de  una  conferencia  entre  ambos.  La  orden  de  Rosas 
cotitenia  estas  palabras  terminantes:  uLos  ejecutará 
V.  S.  á  las  dos  horas  de  leérseles  ésta,  y  no  se  admite 
otra  contestación  que  el  aviso  de  ^aber  cumplido  con 
ella.  >  Los  gefes  Cuadras  y  Tarragona,  que  habían 
sido  conducidos  por  tierra  por  elcoronel  José  Hernán- 
dez, edecán  de  Rosas,  pues  los  demás  lo  había»  sido 

.  por  agua,  fueron  separados  de  sus  compañeros  y  lie- 


136  PROVINCIA 

vados  al  siguiente  dia  (17)  de  ejecutados  aquellos  por 
el  mismo  Hernández,  para  serlo,  como  lo  fueron,  en  el 
Salto,  habiendo  servido  sus  cadáveres  de  alimento  de 
las  gallinas  y  de  los  pájaros. 

18819— c;es]1KBAI4  jtvahí  b.  BAiiCARCE,  ministro  de 
guerra  y  marina,  y  doctor  Manuel  José  García,  minis- 
tro de  hacienda  y  relaciones  esteriores,  en  quienes 
quedaron  delegadas  las  facultades  ordinarias,  durante 
la  enfermedad  del  propietarfo  Rosas,  desde  el  6  de  fe- 
brero hasta  el  7  de  marzo,  que  éste  reasumió  el  mando 
de  la  provincia. 


1888— BBIGABIEB  JCAiv  M.  BOINAS»,  propietario,  des- 
de el  7  de  marzo  que,  restablecido  de  la  enfermedad 
que  le  alejó,  por  un  mes,  de  los  negocios  públicos, 
reasumió  el  mando  que  había  delegfido  en  sus  minis- 
tros, hasta  el  17  de  diciembrcí  que  le  sucedió  el  general 
J.  R  Balcarce. 

t888~BBI«ABIEBGE.líEBAl4  JTVAM  B.  BAIiCABCE, 

nombrado  en  propiedad  el  17  de  diciembre,  por  tres 
años,  pero  no  cumplió  su  período,  á  causa  de  la  revo- 
lución de  los  Restauradores,  que  tuvo  lugar  el  11  de 
octubre  de  1833,  y  habiendo  dejado  á  la  Junta  de  Re- 
presentantes la  libertad  de  deliberar  sobre  su  continua- 
ción en  el  mandü,  se  le  exoneró  del  cargo  de  goberna- 
dor el  3  de  noviembre,  que  le  sucedió  el  general 
Viamonte,  poniéndole  en  posesión  del  gobierno  al  dia 
siguiente. 

El  general  Balcarce  integró  su  gobierno  con  los  se- 
ñores don  Victorio  García  de  Zóiliga,  para  el  ministe- 
rio de  gobierno,  doctor  Mauuel  V.  de  Maza,  para  el  de 
gracia  y  justicia,  don  José  M.  Rojas,  para  el  de  ha- 
cienda, y  general  don  Enrique  Martínez,  para  el  de 
guerra,  y  por  renuncia  del  primero  y  penúltimo  los 
doctores  Gregorio  Tagle  y  Francisco  José  de  Ugarte- 
che. 


DB  BÜBIIOS  AIRB8  187 

Con  motivo  de  la  suspensión  de  algunos  periódicos, 
el  11  de  octubre  de  1833,  se  desarrollaron  los  sucesos 
que  vamos  á  narrar,  dando  por  resultado  la  revolu-* 
cion  de  los  restauradores. 

La  fuerza  esterior,  desde  el  día  11,  iba  aumentando 
cada  hora,  mientras  que  la  del  gobierno  permanecía 
siempre  la  misma.  Las  privaciones  de  la  clase  po- 
bre crecía  por  la  falta  de  carne  que,  traída  del  Estado 
Oriental,  se  conípraba  á  precio  alto. 

El  20  de  octubre  se  mandó  apostar  una  guardia  de 
marina  en  las  azoteas  inmediatas  á  la  capitanía  del 
Puerto.  Se  arregló  desde  el  Fuerte  hasta  la  igle- 
sia del  Colegio  un  juego  de  señales  (telégrafo)  para  dar 
aviso  del  movimiento  de  la  fuerza  esterior,  por  medio 
de  un  vijía  estacionado  en  la  torre. 

Desde  el  26  del  mFsmo  mes  hasta  el  4  de  noviembre^ 
las  calles  eran  recorridas  por  partidas  que  recojían  á 
todos  los  que  se  encontrasen,  para  el  servicio  de  las 
armas.  El  27  hubo  rumores  de  paz:  el  general  Gerva- 
sio Espinosa  llegó  á  la  plaza,  habiendo  venido  por 
agua.  El  28  continuaron  los  mismos  rumores  con  la 
presencia  de  dicho  general  y  de  don  Eustoquio  Diaz 
Velez  en  la  plaza,  con  una  misión  á  ese  efecto.  El  31 
á  la  oración,  la  ciudad  estaba  en  una  gran  confusión, 
en  consecuencia  de  una  proclama  del  gobernador  Bal- 
caree,  que  manifestaba  temor  de  un  ataque  aquella  no  - 
che.  El  1°  de  noviembre,  el  gobernador,  á  caballo, 
acompañado  de  sus  edecanes  y  de  una  fuerte  escolta, 
recorrió  las  calles  hasta  el  Retiro.  A  la  una  del  mis- 
mo dia,  dos  cañonazos  del  Fuerte  anunciaron  hallarse 
la  ciudad  en  asamblea;  las  cajas  batían  á  las  armas  y 
se  apostaban  soldados  en  l?is  torres  de  las  iglesias» 
azoteas,  etc.  Un  piquete  de  marinos  americanos  ar- 
mados fué  hecho  desembarcar  del  buque  de  los  Esta- 
dos-Unidos Lexington,  y  se  estacionó  en  casa  del  co- 
modoro Woolsey,   donde  flameaba  la  bandera  de  su 


» 138  PROVIHOIA 

nación.  '■  Entre  tanto,  partidas  de  uno  y  otro'  bando 
tendían  sus  guerrillas  en  los  arrabales  de  la  ciudad. 
'  Por  la  tardé  y  durante  todo  el  día,  los  negocios  esta- 
ban enteramente  suspendidos;  las  tiendas  cerradas, 
no  -viéndose  por  las  calles  raas  que  gente  armada.  El 
2,  los  cañones,  colocados  en  las  boca-calles  de  la 
plaza  de  la  Victoria,  tenían  sus  punterías  hacia  las 
calles  que  conducen  á  ella,  tendiéndose  guerrillas  por 
todos  los  puntos  qiie  rodean  la  ciudad,  y  oyéndose  el 
continuo  fuego  de  fusil.  El  3,  se  sacaron  los  cañones 
de  la  plaza.  El  4  se  elije  al  general  Viamonte,  gober- 
nador y  capitán  general  de  la  provincia.  El  5,  el  ge- 
neral Pinedo  y  el  coronel  Prudencio  Rosas  entran  en 
Ja  ciudad  con  una  escolta,  y  se  hace  retirar  los  sol- 
dados de  las  azoteas,  etc.  El  6,  apesar  de  haberse  he- 
cho la  paz,  sigue  la  alarma  y  agitación,  debido  princi- 
palmente á  la  mala  inteligencia  ocurrida  por  la  maña- 
na^ entre  una  partida  de  las  tropas  del  general  Agustia 
Pinedo,  gefe  de  la  revolución,  y  otra  de  los  de  adentro^ 
con  la  pérdida  de  algunas  vidas.  Por  la  noche  la  policía 
ordena  álos  vecinos  iluminen  el  frente  de  sus  respecti- 
vas casas.  El  7,  el  ejército  restaurador,  al  mando  del 
general  Pinedo,  que  se  componía  de  unos  6000  hom- 
bres de  caballería  y  1000  de  infantería,  hace  su  entra- 
da en  la  capital.  Los  gefes  de  Estado  mayor  eran 
numerosos:  entre  ellos  figuraban  el  general  Rolen; 
los  tenientes  coroneles  Manuel  Pueyrredon,  Agustín 
Wright,  Maza,  etc.  y  entre  los  gefes  de  caballería.  Mi- 
ñaña,  Céspedes,  Mansilla,  Capdevila,  Quesada,  Be- 
navente,  Cuitiño,  etc. 

Desde  la  mañana  del  7,  muy  temprano,  la  ciudad  es- 
taba toda  en  movimiento,  'las  tiendas  cerradas,  etc;  y 
los  ministros  y  cónsules  estrangeros  habían  mandado 
flamear  sus  banderas  en  sus  respectivas  casas.  Hubo 
salva  y  repiques  de  campanas  de  todas  las  iglesias, 
para  anunciar  la  presencia  del  gobernador,,  general 


""       de'  BÜBÍrOS'  AIEES  1^9 

Viamonte,  en  la  plaza  de  la'  Victoria,  acompañado  de 
los^enerales  Guido,  Mansilla^  Vedia,  Galvan  (Inspec- 
tor general),  etc.  etc.;  con  el  objeto  de  recibir  las  tro- 
pas de  la  campaña,  que  eran  saludadas,  por  los  nume- 
rosos espectadores,  con  entusiastas  üivas^  arrojándoles 
flores  las  señoras  desde  las  azoteas*  de  la  calle  de  la 
Plata  (Rh^adavia).  La  caballería  marchaba  á  reta- 
guardia de  la  infantería,  y  los  caballos  iban  adornados, 
unos  con  campanillas,  rosas  y  otras  flores,  otros  con 
cintas  etc.  coloradas,  llevando  la  inscripción  /  Viva  la 
Federación!  ¡  Vivan  los  *  Restauradores  !  etc.  y  va- 
rios de  aquellos  nobles  animales  llevaljan  sobre  la  fren- 
te pedazos  de  espejo.  Los  soldados  de  caballería  iban 
armados  de  carabina,  sable^  pistola  y  lanza,  con  una 
banderita  al  estremo  de  ésta,  con  sus  grandes  lazos  y 
boleadoras,  y  muchos  de  ellos  con  flores  en  las  carabi- 
nas. Los  vestidos  eran  de  todas  clases  y  colores: 
unos  llevaban  gorro  colorado,  otros,  sombrero  de  copa 
alta.    La  tropa  veterana  era  otra  cosa. 

En  conmemoración  de  la  victoria  de  los  Restaurado* 
reSy  oríjen  de  la  mas  tenebrosa  tiranía  que  esté  país 
esperimentara,  en  el  puente  de  Barracas,  se  hizo  le- 
vantar un  poste  con  esta  inscripción:  <  El  Puente 
DE  LA  Restauración  de  las  Leyes.  > 

El  general  J.  R.  Balcarce  murió  en  la  Concepción 
del  Uruguay,  en  la  estancia  del  Chañar,  perteneciente 
á  su  yerno  el  coronel  Juan  H.  Coe,  el  12  de  noviembre 
de  1836,  á  los  66  años  de  edad,  y  sus  restos  fueron 
trasladados  al  cementerio  déla  Recoleta  en  Buenos- 
Aires. 


«838— AfiíviBBAii  JtAüT  jros^É  viÁiioiVTv:,  electo  en 

propiedad  el  3  de  noviembre,  por  haber  sido  exonerado 

del  cargo  el  brigadier  J.  R.  Balcarce,  por  el  término  de 

tres  años,  y  puesto  en  posesión  del   gobierno  el  dia  4 

Mel  mismo  mes. 

El  gobernador  Viámónte  no  llegó  hasta!  el  fin  de  su 


140  PROVINCIA 

período^  pues  se  vio  obligado  á  renunciar,  á  causa  de 
las  impertinentes  y  continuas  exigencias  de  Rosas, 
cuya  voluntad  imponía  á  todos  dentro  y  fuera  de  la 
provincia.  Al  fin  le  fué  aceptada  su  dimisión,  suce- 
diéndole,  el  1°  de  octubre,  el  doctor  Maza. 

Viamonte  tuvo  por  ministros  secretarios  á  los  seño- 
res general  Tomás  Guido,  relaciones  esteriores, 
guerra  y  marina,  y  doctor  Manuel  José  García,  go- 
bierno y  hacienda,  habiendo  quedado  suprimido  el  de 
gracia  y  justicia,  todo  por  razón  de  economía. 

t834~DF.  ii.\:vrEL  V.  mjlKA,  Presidente  de  la  Junta 
de  Representanjtes,  puesto  en  posesión  del  cargo  de 
gobernador  interino,  el  1°  de  octubre^  por  el  ge- 
neral Viamonte  que  había  presentado  su  renuncia, 
el  27  de  junio,  sin  haberse  conseguido  aceptase  nin- 
guno de  los  cinco  ciudadanos  ^electos,  á  saber:  pri- 
mero, el  general  Rosas,  quien  renunció  el  cargo  hasta 
cuatro  veces.  Entonces  se  elijió,  el  14  de  agosto,  al 
doctor  Tomás  Manuel  de  Anchorena,  el  31;  á  don  Juan 
Nepomuceno  Terrero,  el  22  de  setiembre^  al  general 
Ángel  Pacheco,  el  25;  hasta  que  al  fin  resolvió  la' Junta 
de  Representantes  que  el' Presidente  de  ella  se  recibie- 
se del  cargo  de  gobernador  interino,  que  desempeñó 
hasta  el  13  de  abril  de  1835. 

Una  de  las  primeras  disposiciones  del  gobernador 
Maza^  y  á  título  de  reformas  económicas,  no  siendo 
ese  el  motivo  principal,  sino  la  voluntad  de  Rosas,  fué 
el  dar  de  baja,  por  no  simpatizar  ya  con  la  política  de 
éste,  los  brigadieres  generales  J.  R.  Balcarce  y  E. 
Martínez,  los  generales  N.  de  Vedia,  Benito  Mar- 
tínez, F.  Olazabal,  Gregorio  Espinosa,  T,  Iriarte  y 
Elias  Galvan;  5  coróneles,  5  tenientes  coroneles,  9 
sargentos  mayores  y  4  capitanes.  La  plana  mayor 
inactiva  quedó  reducida  al  personal  de  11  coroneles, 
18  tenientes  coroneles,  26;sargentos  mayores,  39  capi- 
tanes y  57  de  ayudante  abajo. 


DR   BÜ^K08   AIRBS  141 

Con  motivo  de  la  guerra  en  el  interior,  principalmen- 
te entre  los  gobernadores  de  Tucuman  y  Salta,  Here- 
diayLaTorre,  el  gobierno  de  Maza  comisionó  al  ge- 
neral Quiroga,  que  salió  de  Buenos  Aires  e\  18  dé 
diciembre  de  1834,  anticipando  un  aviso  á  los  gobier- 
nos disidentes,  en  el  que  se  les  anunciaba  el  objeto  de 
la  marcha  del  comisionado.  Cuando  Quiroga  llegó,  no 
al  teatro  de  los  sucesos,  sino  hacia  Santiago  del  Es- 
tero, supo  el  trágico  desenlace  de  la  lucha  con  el 
triunfo  de  Heredia  sobre  su  contrario  La-Torre,  que, 
derrotado  y  hecho  prisionero,  fué  asesinado,  como  se 
verá  detalladamente  en  su  lugar  correspondiente— 
Salta. 

Quiroga,  á  su  vez^  viniendo  de  regreso  de  Santiago, 
fué  asesinado  y  saqueado  en  el  paragede  Barranca-Yaco 
entre  el  Ojo  de  Agua  y  Sinsacate,  jurisdicción  de  Cór- 
doba y  como  á  18  leguas  de  la  capital,  el  16  de  febrero 
de  1835.  Desde  el  momento  que  se  tuvo  noticia  de 
este  lúgubre*  suceso,  todos,  porteños  y  provincianos, 
daban,  como  autor  del  suceso,  al  gobernadpr  de  Cór- 
doba, José  Vicente  Rinnafé,  en  complicidad  con  sus 
tres  hermanos.  Esta  afirmación  tenia  en  su  favor  el 
rumor  que,  pocos  dias  después  de  la  salida  de*.  Quiroga 
de  Buenos  Airos,  se  había  difundido  de  haber  sido 
éste  fusilado  por  el  citado  gobernador.  Agrégase  á 
esto,  el  haber  sido  encontrados  los  papeles  de  Quiroga 
y  su  secretario  Ortiz,  asesinado  también,  en  poder  de 
don  Guillermo  Reinafé,  el  19  de  octubre  (1835). 

Después  del  asesinato  del  célebre  caudillo  riojano, 
el  gobernador  Maza  presentó  su  renuncia  y  fué  electo 
el  general  Rosas,  el  7  de  njarzo,  pero  no  tomó  posesión 
del  cargo  hasta  el  13  de  abril. 


fl9S5-BBl6A.DiER  jíUAiv  M.  ROSCAS,  nombrado  el  7 
de  marzo,  por  el  término  de  cinco  años,  depositándose 
en  su  persona  toda  la  suma  del  poder  público  de  la 
provincia,  sin  mas  restricciones  que  las  siguientes: 


láSl  PHOVIHCIA. 

<  Qné  había  de  conservar,  deí^nd^r  y  proteger  la  re- 
ligión católica  apostólica  rorxiana; 

c.Qu^.había  de  defender  y  sostenerla  causa  nacional 
déla  Federación  (en  el  nombre)  que  han  proclamado 
todos  los  pueblos  de  la  República. 

«  El  ejercicio  de  este  poder  estraordinario  había  ele 
durar  por  to(flQ  el  ti(?mpo  que  ajuicio  del  gobernador 
elecitoXuese  necesario.  > 

Rc'Sas  no  quiso  aceptar  sin  que  se  esplorase  previa- 
mente la  opinión  de  todos  los  ciudadanos  habitantes  de 
la  ciudad,  espresando  su  conformidad  ó  disconformi- 
dad respecto  de  dicha  ley  de  7  de  marzp.  En  su  con- 
secuencia, la  Junta  de  Representantes  sancionó  una 
ley,  con  fecha  83, del  mismo  mes,  señalando  los  dias 
26,  27  y  28  para. esplorar  dicha  opinión. 

Solo  así  fué  como  tomó  posesión  del  cargo.de  gober- 
nador déla  provincia  el  13  de  abril,  con  la  aquiescen- 
cia de  todos,  los  habitantes  (9320)  para  el  ejercicio  de 
las. facultades  estraordinarias,  de  cuyo  uso  no^estaba 
OBLIGADO  á  dar  cuenta. 

Sin  embargo,  no  faltó  quien  se  opusiese  á  las  tales 
facultades  que  s^  dieron  á  Rosas.  En  la  Cámara,  se 
las  negaron  don  Francisco  Agustín  Wright,  don  Igna- 
cio Martínez,  doctor  Ireneo  Pórtela,  general  Matías 
Irigoyen,  don  José  María  Fonseca,  don  Diego  Alcorla 
y  don  Ramón  Olavarrieta.  En  los  comicios  don  Juan 
José  Bosch,  don  Jacinto  Rodríguez  Peña,  don  Juan 
Escobar,  general  Gervasio  Espinosa  y  el  coronel  Aguir- 
Te{^)  Carlita.  Y  fuera  de  una  y  otros,  le  fueron  ne- 
gadas también  por  uno  ú  dos  individuos  allegados  á 
la  familia  del  Dictador  y  por  el  general  Tomás  Guido, 
quien  tuvo  el  suficiente  valor  cívico  de  dirigir  por  es- 
crito al  mismo  Rosas  su  voto  negativo. 

He  aquí  la. proclama  de\  gobernador  Rosas^  espedida 
pn  el  acto  de  recibir  el  mando  de  la  provincia,  el  13  de 
abril  (1835).    Es  una  pieza  oficial  de  suma  importan- 


DE   BÜBH08  AlBES  «  143 

cia,  para  la  historia  de  su  Dictadura,  en 'la  cual^  á  la 
vez  que  se  piuta,  con  los  mas  negros  colores,  el  estadp 
del  país,  se  pone  de  manifiesto  el  programa  de  gobier- 
no, bajo  el  sistema  federal  de  palabra  y,de  hecho^  esen- 
cialmente unitario,  que  había  de  seguir,  y  que.  fué 
puesto  en  práctica  desde  aquella  fecha  hasta  el.  ventu- 
roso dia  3  de  febrero  de  1852. 

Solo  trascribimos  la  parte  de  ellaique  hace  alí  caso: 

«  Mis  amados  compatriotas: 

«Cuando  me  he  resuelto  á  hacer  el  (terrible  sacrifi- 
cio dé  subirá  la  silla  del  gobierno,  en  las  circunstan- 
cias ficiagas  en  que  se  halla  nuestra  infortunada  pa<- 
tria:  cuando  para  sacarla  del  profundo  abismo  de  ma- 
lesen  que  la  lloramos  sumerjida,  he.  admitido  su  in- 
vestidura de  UN  PODER  SIN  LÍMITES,  que,  á  pesar  de 
toda  su  odiosidad^  lo  he  considerado  absolutamente 
NECESARIO  para  tamaña*  empresa,  no  creáis  que  haya 
librado  mis  esperanzas  á  mi  limitada  capacidad'^  á  mis 
débiles  fuerzas^  ni  á  esa  estension  de  poder  que  me  da 
la  ley  y  apoyada  en  vuestro  voto,  casi  unánime  en  la 
ciudad  y  campaña-^^ó:  mis  esperanzas  han  sido 
libradas  á  una  especial  protección  del  Cielo,  y,  des- 
pués de  ésta,  á  vuestras  virtudes  y  patriotismOi 

t 

t  Ninguno  de  vosotros  desconoce  el  cúmnlo  de  males 
que  agobia  á  nuestra  amada  patriia  y  su  verdiadeto 
origen.  Ninguno  ignora  que  una  facción  numerosa 
de  hombres  corrompidos,  haciendo  alarde  de  su  im- 
piedad y  de  su  infidelidad  y  poniéndose  en  guerra 
abierta  con  la  religión,  la  honestidad  y  la  buena  fe,  ha 
introducido  por  todas  partes  el  desorden  y  la  inmora- 
lidad; ha  desvirtuado  las  leyes,  y  hécholas  insuficien- 
tes para  nuestro  bien  estar;  ha  generalizado  los  críme- 
nes y  garantido  su  impunidad;  ha  devorado  la  hacienda 
pública  y  destruido  las  fortunas  particulares;  ha  hecho 
desaparecer  la  confianza  necesaria  en  las  relaciones 
sociales  y  obstruido  los  medios  honestos  de  adquisi- 


144  PROVINCIA 

cion:  en  una  palabra,  ha  disueltola  sociedad  y  presen- 
tado en  triunfo  la  alevosía  y  perfidia. 

tLA  ESPERiENCiA  de  todos  los  siglos  nos  ensena  que 
el  remedro  de  estos  males  no  puede  sujetarse  á  for- 
mas, y  que  su  aplicación  debe  ser  pronta  y  espedita  y 
tan  acomodada  á  las  circunstancias  del  momento 

t  Habitantes  todos  de  la  ciudad  y  campana:  la 
Divina  Providencia  nos  ha  puesto  en  esta  terrible  si- 
tuación para  probar  nuestra  virtud  y  constancia:  re- 
solvámonos, pues,  a  combatir  con  denuedo  á  esos 
malvados  que  han  puesto  en  confusión  nuestra  tierra: 
PERSIGAMOS  DE  MUERTE  al  impío,  al  sacrílego,  al  la- 
drón, al  homicida,  y  sobre  todo,  al  pérfido  y  traidor 
q,ue  tenga  la  osadía  de  burlarse  de  nuestra  buena  fe. 

«Que  de  esta  raza  de  monstruos  no  quede  uno  entre 
nosotros,  y  que  su  persecución  sea  tan  tenas  y  vigo- 
rosa que  sirva  de  terror  y  espanto  d  los  demás  que 
puedan  venir  en  adelante.  No  os  arredre  ninguna 
clase  de  peligros  j  ni  el  temor  de  errar  en  los  medios 
que  adoptemos  para  perseguirlos.  La  causa  que  va- 
mos á  sostener  es  la  causa  de  la  religión,  de  la  justicia, 
de  la  humanidad  y  del  ói'den  público:  es  la  causa  re- 
comendada por  el  Todo-rPoderoso:  él  dirigirá  nuestros 
pasos,  y  con  su  especial  protección  nuestro  triunfo 
será  seguro. 

«  Abril  13  de  1835. 

«Juan  Manuel  de  Rosas. ^ 

« 

Al  siguiente  dia,  14,  éste  dispuso  que^  en  considera- 
ción á  que  el  pueblo  debía  dedicarse  á  las  funciones 
establecidas  por  la  iglesia  (la  Semana  Santa),  desde  el 
25  podrían  los  buenos  ciudadanos  seguir  demostrando 
de  todos  modos  el  regocijo  que  habían  probado  les 
animaba^ 


DK   BUBK03'  AIRES  1^5 

■  El  mismo  dia  sé  anunció  en  venta  el*  Himmde  los 
Restauradores  dediosido  á  Rosas,  compuesto  por  Rive- 
ra Indárte,  música  de  don  Estévan  Massini,  y  adorna- 
do con  el  reti'ato^  y  también  éste  por  separado,  así 
como  la. ovación  á, Rosas  en  el  acto  de  recibir  el  mando 
de  gobernador,  con  la  v¡,sta  de  la  plwade  la  Victoria. 
I)esdeel  dia  de  la  instalación  de  Rosas,  (boraos  gober- 
nador, del^  provincia,  priucipiaroli  las  demostraciones 
da  regocijo  y  adhesión  á  su  persona  y  al  sistem.aj>seu- 
do— federal^  .primero;  en  la  capital,  en  seguidfi^  e^n  los 
puebloSi  de  c^irnpana.y  después,  en  las  demás,  iprovin- 
QÍas, 

Las  guardias  de  honor  dadas  4  Rosas,  para  celebrar 
su  elección  al  mando  supremo  de  la  provincia,  fueron; 
la  1"^ compuesta  de  unos  200  ciudadanos  de  la  Sociedad 
Popular  ReÉtmiradora  y  mandada  por  el  general!  Ma- 
riano-Benito Rolon,  La  2*,  que  tuvo  lugar  el  20  de 
abril,  se. componía  de  6Q  gefes  y  oficiales,  que  acom- 
pañaron á  Rosas  en  la  última  espedicion  contra  lós- 
indios  del  sur,  entre  Jos  cuajes  se,  contaban  Ips  corone- 
les Ramou  Rodríguez,  Manuel  Corvalan  y.  Pedro  íba- 
mos, al  mando  del  general  Ángel  Pacheco.  Esta  guar- 
dia iba  acompauada  de  75  miembros  de  la  Sociedad 
Popular  Restauradora.  La  3%  dada  el  22  (abril),  era 
mandada  por  el  inspector  jeneral  de  armas,  A.  Pinedo, 
formada  de  jefes  y  oficiales  del  ejército  de  la  provincia. 
Los  generales  y  éoroneíes  figuraban  en  ellacomó  ca- 
pitanes, tenientes,  sarjentos,  etc.;  el  coronel  Joaquín 
María  Ramiro  hacía  de  tambor  mayor.  » 

El  carro  triunfal  tirado  por  miembros  de  ía  Sociedad 
Popular  Restauradora  la  acompañó  hasta  el  Fuerte, 
con  el  retrato  de  Rosas  al  frente. 

Por  la  noche  hubo  en  el  Fuerte,  un  baile  dado  por 
el  gobernador  á  aquellos  gefes  y  oficiales  y  sus  esposas, 
hijas  etc.:  con  escJusion  de  las  señoras  denominadlas 

10      ' 


tl 


146  PROVIKOIA   , 

,  s  unitarias.    Lasseñora^s,  que  asistieron,  llevaban  la  e//- 
visa  federal  al  lado  izquierdo  de  la  cabeza. 

La  4»,  á&l  día  S5,  era  mandada  por  el  oficial  mayor 
de  relaciones' estepiores  don  Manuel  de  Irigoyen,  y  se 
'    componía  de  12Ó  empleados  de  la  lista  civil  y  de  50 
mierntrós  de  la  Sociedad  Popular  Restauradora, 

La  5**,  dada  por  eí  comercio,  el  5  de  miayo^  compuesta 
de  unos  500  individuos,  sin  incluir  los  miembros  de  la 
referida  Sociedad^  en  su  mayor  parte,  era  mandada  por 
el  prior  del  consulado  (Tribunal  de  Goitiercio)  don  Joa- 
quin Jftezaval.     Esta  guar-dia  de  honor  rompió  la  mar- 
.   cha  desde  el  cuartel  de  Paíríc/os,  en  perfecto  orden  y 
disciplina  militar^  basta  ed  Fuerte,  donde^  después  de 
.  los  discursos  de  etiqueta,  fué  presentada  al  gobernrador, 
^    en  unlBi  magnifica  cartera,  lasuma  de  30,000  pesos,  co- 
mo parte  de  la  suscricion  pana  las  viudas  ó  hijos  de 
lo!^  que  pei*ecieron  en  la  espedicjon  oontra  los  indios. 
Las  inseripcioaes  que  aparecieron  con  tal  ocasión 
fueron  las  siguientes:  . 

*  Bajo  la  protección  de  nuestro  Benéfico  Magistra- 
do^ progresaron  el  Comercio^  la  Agricultura  y  las 
Artes. 

€  El  Comercio  dé  la  Provincia^  á  su  ilustre  Protec- 
tor— Restauró  las  lej/eSy^-Venció  las  Tribus  salva^ 
Jes,  y  se  inmortalijsó. 

t  El  Comercio  Marítimo  del  Pueblo  Porteño,  d  su 
digno  Restaurador.  > 

Todas  las  parroquias  de  la  ;ciudad  y  campaña 
;  (siempre  con  el  retrato  de  Ro^as)  dedicaron  .funciones 
federales  al  Restaurador  de  Ia$  Leyes.  La  de  la  Mer- 
ced fué  grandiosa:  sobrepasó  á  todas  en  lujo  y  magni- 
ficencia; hubo  máscalas,  carreras,  juegos  de  sortija, 
fuegos  artificiales,  bailes,  espectáculos  de  teatro.  En 
éstos,  se  caiTtó,  compuesto  por  don  José  Rivera  Indar- 
vte,  con  la  rí>úsíca  de  don  Estévan  Massini,  el  siguiente: 


DE  BUEirOB   AIRES  147 

HIMNO  DE  LOS  RESTAURADORES- 

CORO 

A  Iza  i  oh  Patria  !  tu  frente  abatida^ 
De  esperanza  la  aurora  lució; 
Tu  Adalid  valeroso  ka  jurado 
Restaurarte  á  tu  antiguo  esplendor* 

\  Oh  gran  Rosas  I  tu  pueblo  quisiera 
Mil  laureles  poner  á  tus  piéi^ 
Mas  el  gozo  no  puede  avenirse 
Con  el  luto  y  tristeza  que  vos. 
I  Aguilar,  y  La  Torre  no  existen  I 
Villafañe  el  invicto,  murió. .  • . • 

Y  á  tu  vida  tal  vez  amenaza 

De  un  malvado  el  cuchillo  feroz. 

CORO,  etc. 

De  discordia  la  llanaa  espantosa 
A  el  pais  aínenaza  abrasar^ 

Y  ál  audaz  demagogo  se  mira 
La  orgullosa  cerviz  levantar.     ' 
¿No  los  ves  cómo  ledos  conspiran? 
¿Cuál  aguzan  su  oculto  puñal? 
¿Cuál  meditan  la  rliína  y  escarnitr 
t)el  intrépido  y  buen  federal?' 

CORO,  etc. 

Esa  horda  de  infames  |quó  quiere? 
Sangre  y  luto  pretende  ¡qbé  horror  I 
Empañar  nuestras  nobles  hazañas, 

Y  cubrirnos  de  eterno  baJdon. 
¡Ahí  cobardérs,  temblad:  esenvono 
Agotéis  vuestra  saña  v  rencor^ 


148 


PBOVXKCIA 


Que  el  gran  Rosas  preside  á  su  pueblo, 
Y  el  destino  obedece  á  su  voz. 

CORO,  etc. 

¡  Asesinos  de  Ortiz  y  Quirogat 

De  los  hombres  vergüenza  y  horror, 

A  la  tumbd  bajad  presurosos, 

De  los  Ubres  tenoed  el  furor. 

Esos  mismos  que  en  Márquez  vencieron 

En  San  Luis^  Tucuman  y  Chacón, 

Con  la  sangre  traidora  han  jur^ido 

De  venganza  inscribir  el  padrón. 

•     •  .       • 

CORO,  etc.. 

•  •  II 

Del  poder  la  Gran  Suma  revistes, 

A  la  patria  tú  debes  salvar; 

¡Que  á  tu  vista  respire  el  honrado, 

-  Y  al  perverso  se  mire  temblar! 

La  ignorancia  persigue  inflexible, 

Al  talentq  procura  animar; 

¡  Y  ojalá,  que  tu  nombre  en  la  historia 

Una  pajina  ocupe  inmortal ! 

É 

CORO,  etc. 

En  la  parroquia  de  la  Concepción^  su  cura  el  doctor 
don  Juan  León  Farragut,  terminó  su  panegírico  á  Ro- 
sas con  la  décima  siguiente: 

«  El  cura  de  esta  Parroquia, 
Con  tode^  su  clerecía, 
En  ser  Federal  porfía 

Y  en  ello  tiene  su  gloria: 
Hoy  renueva  la  memoria, 

Y  en  presencia  del  Señóse 
Da  un  testimonio  de  amor. 


DE   BÜBNOS   AfRBS  149 

Pidiéndole  con  fe  viva, 
Le  conceda  larga  vida 
'  Al  Señor  Gobernador.  » 

'  r  *  # 

En  las  de  San  Miguel,  y  San  Nicolás,  Concepcípr^  y 
Monserrat,  etc.^  las  conclecoracionc^  de  los  frentqsi  de 
las  casas  fueron  espléndidas,  sobresaliendo.en.ggsJQy 
lujo  la  casa  del  doctor  don  Dalnoacio  Velez  Sarsfield, 
en  la  calle  de  la  Plata  (Rivadavia),  desde .  el  núínero 
138  hasta  el  144. 

'  No  quedó  rincón  de.  la  provincia  en. donde  dejafa  de 
haber  demostraciones  de  júbilo  por  el  advenimiento  de 
Rosas  al  mando  de  ella^  hasta  en  la.  Sierra  de  Gua- 
miní.  '  .      " 

Laque  tuvo  lugaren  el  cantón  de.Tapalqué,  eA  los 
días  25^  26  y  27  de  junio,  fué  presidida,  por  el  mayor 
Bernardo  Chavarría,  con  asistencia  de  los  vecinos, 
tropas  é  indios  amigos.  El  discurso  del  cacique  Ca- 
chul  fué  como  sigue: 

<  Juan  Manuel  es  mi  amigo^ — nunca  me  ha  engaña- 
do. Yo  y  todos  mis  indios  morirán  por  él.  Si  no  hu- 
biera sido  por  Juart  Manuel,  no  viviríamos,  como  vivi- 
nios  én  .fraternidad  con  los  cristianos  y  entre  ellos 
Mientras  viva  Juan  Manuel,  todos  seremos  felices  y 
pasaremos  una  vida  tranquila  al  lado  de  nuestras  espo- 
sas é  hijos.  Las  palabras  de  Juan. Manuel  son  lo  mis- 
mo que  las  palabras  de  Dios:  iodos  los  que  están  aquí 
pueden  atestiguar  que  lo  que  Juan  Manuel  nos  ha 
dicho  y  aconsejado,  ha  salido  exacto. » 

Todos  los  demás  caciques  hablaron  del  rnisrtio  mo- 
do. Los  de  los  indios  Éorágas,  que  ^e  hallaron  pre- 
sentes en  la^esía  federal  de  la  Sierra  de  Güdmirií  y 
PuerteMayo,prestafon  juramento  en  los  término^  si-  ^ 
guientes:— €  Sobre  nosotros  está  el  Sol,  que  presencia 
nuestras  acciones;  aquí  está  la  Tierra,  que  oye  nues- 
tras palabras;  y  juramos  por  parte  nuestra,  de  nues- 
tros hijos  y  de.nueátras  esposas  qué  siempre  serelnos 


15Q  PHOVIlffCU      ' 

amigos  de  los  cristianos  y  moriremos  cantes  que  ser 
infieles  á  nuestro  padre  Rosas. » 

El  31  de  julio  se  celebró,  en  el  teatro»  una  función 
de  aficionados  en  honor  de  Rosas.  Las  piezas  elejidas 
fueron  la  trajedia  de  « Bruto,  6  Roma  Libré  *  y  el  saí- 
nete t  Médico  Poeta.  >  Los  pápeles  de  la  trajedia 
fueron  distribuidos  como  sigue: 

Bruto coronel   Manuel  Pueyrredon 

Collatino t         Ramón  Bustos 

Valerio don  Pedro  Romero  (comisarlo  de 

policía) 

Tito €    Juan  Manuel  Larrazabal 

Tiberio t     José  María  Aldao 

Mamilio.  , . . . .  <    Juan  Rafael  Viclorica 

Tribuno t     Juan  Moreno  (después  gefe 

de  policía) 

Senadores «    Pedro  Ximeno^  (después  Qa- 

pitan  del  Puerto) 
€     Fernando  M.  Cordero»  (mé- 
dico de  policía) 
f    Ángel  Herrero  (depues  comí- 
1  sario  del  Mercado  Central 

y  único) 
«    N.  Robles,  eto,  etc. 

En  el  sainete,  don  Antonio  Gómez  de  Castro  hizo  el 
papel  de  médico. 

Los  señores  don  Fernando  Oyuela  y  don  Juan  Mu- 
nilla  cantaron  un  dúo,  etc.  y  el  joven  Matías  Amury, 
en  el,  papel  de  Fama  Argentina^  recitó  una*  Orfa  com- 
puesta por  don  José  Rivera  Indarte. 

El  producto  de  esta  función— que  sjubió  á  5400  pe- 
sos— fi4é  destinado  á  la  obra  y  reparación  de  la  cate- 
dral. 

Las  primeras  víctimas  de  la  célebre  ley  de  7  de  mar- 
?;afuefOíi  e^  coronel  Paulino  Rojas,  el  teni^nt^  coronel 


DB  BüBirOB  AIBBS  151 

Miranda  y  él  sargento  Gati2a>  que  fueron  fusilados  en 
la  plaza  deJ  Retiro  el  29  de  mayo  (1835),  como  agentes 
principales  en  un  complot  de  asesinar  á  Rosas,  según 
1^  Gaceta»  ,  .  . 

Antes  de  esta  ejecución,  Roeas  había  iniciado  el 
primer  período  de  su  gobierno  dictaioríal«^18d5  á 
1840 — separando  át  sus  destinos  á  todos  los  emplea- 
dos, por  unitarios  unos,  por  no  merecer  su  confianza 
otros  y  borrando  de  la  lista  militar  155  gefes  y  oficía- 
les, induyendoim  médico,  un  cirujano,  aspirantes  y 
pilotines. 

En  abril  (1836)  se  izó,  por  primera  vez  eh  el  Fuerte, 
una  nueva  bandera  con  las  inscripciones  siguientes: 
€  ¡  Federación  ó  muerte!— ¡Vivan  tos  Fedérales^/ — 
¡Muévanlos  unitarios  y  !:^  y  adornada  con 'loa  gorros 
de  la  Libertad.  - 

Mandó  cambiar  él  trage  iie  laá  Niñas  Huérfeinas, 
disponiendo  que  t  el  vestido  había  de  ser  pura  ei  veí*a- 
no,  dentro  de  casa,  de  listado,  que  nd  tuviese  nada  de 
celeste  niverde,  y  de  zaraza,  en  invierno,  con  las*  ími§- 
mas  calidades,  debietidousarel  blanco  en4os  día^  de 
función: .  esclavina  punjój  pañuelo  de  una  y  tercia  va- 
ra, en  el  invierno  de  lanilla  y>Unsóy  y  -én  el  veí'ano,  de 
•espumilla  del  mismo  color^  llevando  un  moño  también 
punssó  ai  lado  izquierdo  de  ía  cabeza  en  todo  tiempo.  > 

Ordenó  que  la!s  notas  oficiales  y^  todos  las  Solicitudes 
de  interés  particular  llevasen  el  encabezamiento  al 
frente  de  /  Vita  la  Federación^  I  y  enseguida  año  tal 
de  la  Libertady  tanljos  de  la  Independencia  y  tantos  de 
la  Confederación  Argentina:— el  uso  de  la  ehttapun^ó 
á  los  preceptores,  empleador  y  niños  d^e  las  escuelas 
pú  Micas  y  pfttrticülarés. 

Decretó  que  quedase  abolida  para  Siempre  lá  pena 
de  pérdida  y  confiscación  general'  de  'bienes  en  todos 
los  casos,  sin  escíepcion  alguna,  no  pudíendo  aplicarse 
para  castigo  de  ninguna  clase  de  delito^. 


152  PBOvnvcrA 

Dispuso  que  en  todas  las  escuisias  públicas  del  Es- 
tado y  particulares  de  ambos  sexos  se  adoptase  la  for- 
ma bastardilla  española: 

Que  todo  ciudadano  que  tuviese  que  prestar  juramen- 
'  to,  para  servir  bien  y  lealmente  el  empleo,  cargo  ó  dos- 
'   tino  quese  le  confiriese,  había  de  jurar  al  mismo  tiem- 
-  po,  ser  constantemente  adicto  y  fiel  á  la  causa  nacional 
de  ha  Federación  y  y  que  no  dejaría  de  sostenerla  y  de- 
•  fenderla  en  todos  tiempos  y  circunstancias  y  por  cuan-- 
tos  medios  estuviesen  ásus  alcances: 
Que  las  notas  oñcíales  fuesen  dirigidas  en  medio 
.  pliego  y  con  oblea  punsó^  fundándose  en  que,  al  paso 
que  era  gravoso  al  erario,  embarazaba  también  consi- 
derablemente las  oficinas  y  aumentaba  otro  tanto  los 
volúmenes  en  los  archivos. 

Mandó  cerrar  toda  comunicación  con  la  provincia 
de  Córdoba^  no  pudiendo  salir  de  Buenos-Aires  para 
aquella,  pero  sí  entrar,  de$de  el  31  de  julio  hasta  el  1^ 
¡de  octubre  de  1835. 

Decretó  (14  de  octubre  de  1835)  la  venta,  pública  de 
las  tierras  de  temporalidades  y  fincas  del  Estado,  que 
se  pudiesen  enajenar. 

Por  ley  de  22  de  marzo  de  1836,  se  acordó,  por  pri- 
mera  vez,  á  la  población  de  Bahía  Blanca  su  concur- 
rencia á  la  representación  de  la  provincia  por  medio  de 
un  diputado,  formando  entonces  la  XIV  sección  de 
campaña^.  . 

Por  decreto  de  14  del  mismo  mes  quedó  prohibida  to- 
da clase  de  bandolas  en  las  plazas  de  la  Victoria  y  25 
de  Mayo, 

Por  otro  de  27  de  enero  del  mismo  año  se  había  pro- 
hibido toda  comunicación  con  el  canónigo  de  la  catedral 
de  Buenos^-AireSj  residente  en  Montevideo,  doctor 
Pedro  Pablo  Vidal,  por  haber  sido  quien  remitiera  al 
Rosario  de  Santa  Fe  y  haber  hecho  introducir  en  va- 
rios pueblos  de*  la  Confederación  el  folleto  anónimo,  ti- 


DB   ÉÜBNOS  AIBBS  ;  153 

tillado  Federación^  Constitución  y  Nacionalisaciony 
con  el  objeto  de  convulsionar  la  República,  encen- 
diendo en  ella  la  guerra  civil  (V.  Provincia  de  Santa 
Fe.)  ^ 

Para  obtener  el  grado  de  doctor  era  requisito  indis- 
pensable acreditar  previanrtente,  ante  el  gobierno  haber 
sido  sumiéo  y  obediente  á  sus  superiores  en  la  Univer- 
sidad, durante  el  curso  de  sus  estudios,  y  haber  sido 
y  ser  notoriamente  adicto  á  la  Cítusa  neícional  de  la 
pseudo'Federacion. 

Mandó  levantar  (20  de  mayo)  un  censo  en  la  ciudad  y 
campaña,  debiendo  practicarse,  como  en  efecto  se 
practicaba,  igual  operación  todos  los  años,  escepto  el 
de  1837. 

Disolvió  el  Banco  Nacional  (30  de  mayo),  por  haber 
terminado  la  carta  de  su  institución  y  estar  la  moneda 
corriente  esclusivamente  garantida  por  el  gX)bierno, 
quien  era  deudor  de  ella  al  público: — Varió  (30  de  ma- 
yo) los  nombres  de  las  calles  de  la  Biblioteca,  por  el 
de  Calle  del  Restatn^ador  Rosas  (hoy  Moreno)\  la 
la  déla  Florida,  por  el  de  Calle  del  Perú;  ésta,  por  el 
de  Calle  de  Representantes,  y  la  de  la  Plata,  por  el  de 
Calle  de  la  Federación,  (hoy  RHoddaoia). 

En  abril  de  1849,  algunas  de  esas  calles  sufrieron 
variación  en  sus  nombres',  como  sigue: 

Calle  del  Restaurador  Rosas,  sostituida  con  la  ins- 
cripción siguiente  1 1612— Calle  San  Francisco.» 
Esta  variación,  en  que  estaba  inscrito  el  año  de  1612, 
ftié  con  el  objeto  de  recordar  la  época  de  la  fundación 
del  convento.  (Hoy  se  denomina  <  Moreno.  >) 
'  La  plaza  denominada  antes  «del  Restaurador  Ro- 
sas,» recibió  también  variación,  sostituyéndose  por 
Plaza  *  General  San  Martin^ »  con  la  inscripción 
siguiente:  «  Desde  12  de  diciembre  de  1816 — Hasta 
el  12  de  febrero  de  1817 — Jornada  db  los  Andes — 
Pla^a  4  GfeNÉRAL  San  Martin.  >^  Procurándose'  per- 


154  PHOVIKOIA 

I 

.'  peinar  en  esta  inscripción  uno  de  los  hechos  gloriosos 
y  uno  de  los  muchos  servicios  importantes  que  aquel 
general  rindió  á  la  causa  de  la  independencia  de  su 
patria.     fHoy  se  denomina  c  Monserrat») 

La  calle  déla  Catedral  fué  variada  con  la  inscrip- 
cion  siguiente: — «  Primera  fundación— 1668  -  Segunda 
fundación— 1753— Santa  Iglesia  Catedral — Calle 
€  San  Martin.» 

Esta  inscripción  tenía  por  objeto  recordar  la  época  de 
la  erección  del  templo  de  la  iglesia  catedral,  y  la  se- 
gunda fundación,  que  tuvo  >ugar  el  año  de  1753,  é 
consecuencia  del  desplome  acaecido  á  las  siete  de  la 
mañana  del  24  de  mayo  de  1752 — Y  se  dio  el  nuevo 
nombre  en  conmemoración,  homenagey  reconocimien- 
to á  nuestro  glorioso  patrón  San  Martin. 

La  calle,  que  antes  se  decía  a  de  la  Universidady 
se  denominó  <  Santa  Rosa, »  colocándose  la  inscrip- 
ción siguiente;— «1816-7- Se¿íem6/'e  14— Calle  c  Santa 
RosAj  »  teniendo  por  objeto  recordar  que  el  14  de  se- 
tiembre de  1816  fué  sancionada  la  ley  que  declaró  á 
aquella  santa  por  patrona  déla  América,  (Hoy  Bolí- 
var). 

La  Calle  del  ?5  de  Mayo  c  fué  variada  del  modo 
siguiente:— <  1810 — Mayo  25 — Calle  Mayo;  en  el  inte- 
rés de  que  siempre  se  recordase  el  glorioso  25  de  mayo 
de  1810. 

En  la  calle  antes  citada  <  del  Restaurador  Rosas,» 
desde  la  Plaza  « General  San  Martin  »  al  oeste,  se- 
varió  aquella  denominación,  sustituyéndola  por  lade 
t  General  López,  >  con  la  inscripción  siguiente : — 
tl829— -46n¿  26--Galle  General  López»  queriendo 
con  esá^iecha  perpetuar  uno  de  los  muchos  hechos  del 
general  Estanislao  López,  que  en  tal.  dia  derrotam  á 
los  del  movimiento  revolucionario  del  1°  de  diciembre 
de  1828  (Hoy  es  <  Moreno  >  continuación). 

En  la  Calle  de  Boíost  hasta  enco-iatrar.  la  de  Buen 


DB  BUBNOS  A1RB8  155 

Orden,  se  varió,  denominándola  Calle  Santa  Clara^ 
con  la  inscpípcion: — €1806-- 12  de  agosto--^  Calle 
Santa  Clara,»  teniendo  por  objeto  recordar  que 
en  esa  fecha  ó  fué  cuando  la  heroica  ciudad  de  Buenos 
Aires,  se  reconquistó,  por  sus  fieles  hijos,  del  po- 
der británico.  Es  de  advertir  que  desde  las  cuatro 
esquinas  de  la  calle  del  Buen  Orden  hacia  el  oeste, 
continuó  denominándose  «Calle  Potosí,  >  en  toda  su 
prolongación  de  este  á  oeste.    (Hoy  Ahina). 

La  calle  de  la  Reconquista  fué  igualmente  variada 
con  la  denominación  de  Calle  <  La  Defensa,  >  con  la 
inscripción:— 1807 — Calle  «La  Defensa,  >  por  ser  esa 
calle  en  donde  principalmente  se  hizo  la  heroica  defen- 
sade  esta  ciudad  e^  el  año  de  1807,  en  que  fué  invadi- 
da por  un  ejército  aguerrido  y  valiente  de  12500  ingle- 
ses, compuesto  todo  él  de  tropa  de  línea. 

A  la  calle  que  se  denominaba  de  la  Paz  se  le  hizo 
la  variación  de  Calle  La  Reconquista^  con  esta  ins- 
cripción:-- 1806— Calle  La  Recqnqüista;  por  recordar 
la  calle  principal  de  la  entrada  triunfante  de  nuestras 
tropas  de  milicias,  contra  las  armas  del  poder  britá- 
nico en  BU  primera  invasión  á  ^ta  ciudad. 

La  de  Belgrano^  desdé  donde  cruza  la  del  Buen.  Or- 
deny  en  dirección  al  oeste,  se  varió  en  «Calle  Monser- 
rat,  p  con  esta  íncripcion: — c  1769  —Calle  Monserrat,  > 
en  recuerdo  de  aquel  templo;  advirtiéndose  que  dicha 
calle,  desde  las  cuatro  esquinas  de  la  del  Buen  Orden^ 
hacia  el  este,  continuó  denominándose  Calle  Belgrano 
como  lo  es  ahora  en  toda  su  prolongación  de  este  á 
oeste. 

A  la  calle  antes  de  Venesuela^  de  este  á  oeste,  hasta 
la  del  Buen  Orden,  se  le  cojocó  la  inscripción: — 
1725— C^Ue  Santo  Domingo,  para  recordar  el  año  de 
la  fundación  de  este  convento.*  Desde  la  boca-calle 
de  la  del  Buen  Orden  al  este  continuó  denominándose 
^^Calle  Venezuela^  como  ahora  se  denomina  toda  eUa- 


156  PROVIWCIA 

•     ■  .1 

La  calle  de  Cangallo  conservó  este  nombre  desde 

las  cuatro  esquinas  de  las  Artes  al  oeste;  y  desde  és- 
tas para  el  este  se  denominó  Calle  La  Merced,  lle- 
vando esta  inscripción: — 1768 — Calle  <  La  Merced,  * 
para  recordar  la  fundación  de  este  templo.  (Hoy  es 
Cangallo  en  todaéu  prolongación  de  este  á  oeste.) 

El  gefé  de  policía,  don  Juan  Moreno,  á  quien  Rosas 
encomendó  la  variación,  á  que  se  acaba  de  hacer  refe- 
rencia, nó  pudo  hallar  datos  ciertos  de  la  época  de  la 
fundación  de  los  templos,  pues  la  que  da  del  de  Mon- 
serrat  no  es  la  de  su  erección,  sino  |a  de  la  fundación 
del  curato. 

He  aquí  una  lista  de  todois  los  gobiernos  provinciales 
que,  hasta  julio  de  1836,  manifestaron  completa  con- 
formidad de  principios  políticos,  en  el  sentido  de  la 
pseudo— federación: 

Buenos- Aires— Don  Juan  Manuel  de  Rosas,  encar- 
gado de  las  relaciones  esteriores  de  la  República;  go- 
bernador, investido  con  el  título  de  Restaurador  de  las 
Leyes.  Ministerio: — Relaciones  Esteriores,  doctor 
Felipe  Arana— Gobierno: — don  Agustin  Garrigós,  en- 
cargado de  la  cartera— Guerra  y  Marina;  general 
Agustin  Pinedo,  encargado  dé  la  cartera— Hacienda: — 
don  José  M&ría  Rojas. 

Santa  Fe: — Don  Estanislao  López,  gobernador,  y 
don  Domingo  Cullen,  ministro  general. 

Entre-R'ios:— Don  Pascual  Echagüe,  gobernador, 
y  don  Evaristo  Carriego,  ministro  general. 

Corrientes: — Don  I  Rafael  Atienza,  gobernador,  y 
don  Ensebio  A.  Villagra,  ministro  general. 

CókDOBA:— Don  Manuel  López,  gobernador,  y  don 
Cnlisto  María  González,  ministro  general. 

San  Luis:—don  José  Gregorio  Calderón,  goberna- 
dor, y  don  Rumualdo  Arez  y  Madez,  ministro  general. 

Mendoza:— Don  Pedro  Molina,  gobernador,  y  don 
Juan  de  Rosas,  ministro  general. ' 


'  DB   BUJSKOS  AIRES  157 

I 

San  Juan: — dan  Nazario  Beaayidez,  gobernador^  y 
don  Aman  Rawsou,  ministro  general. 

R(oja: — don  Jacinto  Rincón,  gobernador,  y  don 
Francisco  Ersilvengoa,  ministro  gisneral. 

Catamarca:— don  Fernando  Villafafie,  gobernador, 
y  don  Napoleón  B.  Bonetti,  ministro  generaí, 

Santiago  del  Estero:— don  Felipe  Ibarra,  gober- 
nador, y  don  Adeodato  de  Gongra^  ministro   general. 

Tucuman: — don  Alejandro  Heredia,  gobernador,  y 
don  Juan  Bautista  Paz,  ministro  general . 

Salta: — don  Felipe  Heredia,  gobernador,  y  don 
ToribioTedin,  ministro  general. 

JüJüí:— don  Pablo  Alemán,  gobernador,  y  don  Bru- 
no Oro,  ministro  general. 

La  función  del  patrón  San  Martin,  celebrada  el  11 
de  noviembre  de  1836,  en  el  templo  de  la  Catedral,  cu- 
ya obra  interior  acababa  determinarse  por  la  empeño- 
sa asiduidad  y  zelo  del  canónigo  doctor  Saturnino 
Seguróla,  fué  muy  notable.  Asistió  á  ella  la  comitiva 
de  los  gefes  y  oficiales  del  ejército  espedicionario  del 
Sur,  presidida  por  el  que  á  la  razjon  desempeñaba  las 
funciones  de  mayor  general  de  aquel  ejórcito-^Pache- 
co— Este  llevaba  en 'sus  mahos  la  bandera  que  flameó 
en  Choelechoel,  en  Balchitas  y  en  el  afamado  cerro  de 
Payen;  los  dos  gefes  de  mayor  graduación,  colocados 
á  derecha  é  izquierda  del  referido  mayor  general,  lle- 
vaban, el  uno,  la  coraza  del  délebre  cacique  Chocorí,  y 
la  espada  de  honor,  acordada  al  genei^al  en  gefe  por  la 
representacion^provincial,  y  el  otro  conducía  la  meda- 
lla' decrelada  también. por  la  sala  al  mismp  general,  y 
el  arco,  las  flechas  y  la  lanza  del  cacique  del  Chaco  que 
rqmitió,  al  general  en  gefe  de  dicho  ejército  espedicio- 
napío  del  Sur,  su  amigo  y  compañero  el  brigadier  dpn 
Estanislao  López. 

Ostentábanse  á  la  ocasión  las  banderas  tomadas  á 
los  españoles  por  los  ejércitos  de  esta  República  en 


158  *       t>ROTIKCIÁ 

Chile,  Alto  y  Bajo  Perú,  durante  la  guerra  de  la  inde- 
pendencia. 

(Las  dimensiones  exactas  de  la  catedral  son  como 
sigue: — Largo  de  la  iglesia^  desde  la  puerta  principal 
hasta  el  altar  mayor — 300  pies  españoles^  ó  sea  100 
varas  Burgos,  ó  sea  86  metros.— Ancho  de  la  mis- 
ma,— 150  joíés  españoles,  ó  sea  50  varas  Burgos,  ó  sea 

43  metros.— 'Alto  de  la  cúpula^  desde  el  pavimento 
hasta  el  pié  de  la  Linterna — 132  pies  españoles^  ó  sea 

44  varas  Burgos.^ Alio  de  la  Linterna — 18 pies,  ósea 
6  varas;  lo  cual,  agregado  á  los  132  pies,  hace  el  alto 
total  de  la  cúpula!^  pies,  ó  sea  50  varas,  ó  sea  43 
metros. 

Los  artistas  fueron  don  Juan  Mariano  Pisarro, 
los  dos  hermanos  Guerra,  J[usto  g  el  nfaestro  Pedro^ 
quienes  ejecutaron  los  adornos  y  pinturas  de  las  imá- 
jenes  y  altares  y  el  dorado  de  las  columnas.  Los  se- 
ñores  Mitchell  y  Fulfon  dibujaron  y  ejecutaron  la 
obra  de  carpintería.  Air.  J.  J.  Fay  pintó  los  con/e- 
sionarios,  las  puertas  de  -entrada,  etc.  Don  Santos 
Sartorio  fué  el  arquitecto  principal  de  toda  la  obra. 

Ordenó  (26  de  agosto)  la  entrega  del  Colegio  (San 
Ignacio)  álos  seis  jesuítas  que  acababan  de  llegar  de 
Europa^  para  que  vivieran  en  él  según  las  reglas  de  su 
instituto,  asignándoseles  ppco  después  la  cantidad  de 
450  pesos  mensuales  y  facultándolos  para  abrir  aulas 
publicad. 

Acordó  (17  de  setienibre)  una  medalla  de  oro  y  otra 
de  plata  á  los  encargados  por  el  gobierno  de  la  asis- 
tencia, en  la  Isla  de  Martin  García,  de  los  canarios  in- 
festados de  una  ñebre  contagiosa,  de  la  que  murió  ano 
de  los  empleados  al  efecto,  con  la  inscripción  siguien- 
te €  Salvó  d  sus  semejantes  con  riesgo  de  su  vida, »  en 
el  anverso,  y  en  el  reverso  <  ISSQ-^Canarios  á  pun^ 
to  de  perecer,  >  y  al  capellán  José  Acosla^  que  snurió 
del  contagio,  la  misma  inscripción  sobre  la  lápida  de 


DB   ^ÜBüTOa  AIRES  159 

sa  sepulcro,  variando  las  palabras  con  riesgo  por  las 
de  á  costa. 

Incitó  alobispo  diocesano  á  que  los  predicadores, 
al  fin  de  cada  sermón  ó  plática,  exhortasen  al  pueblo  á 
mantenerse  firme  en  la  defensa  del  sistema  pseado-- 
federal  (7  de  diciembre)  y  ellos,  de  su  cuenta,  agrega- 
ban laudatorias  en  honor  del  Ilustre  Restaurador-^ 
con  el  fin  de  congraciarse  su  beneplácito. 

Ordenó  (13  de  febrero  de  1837)  se  cerrase  toda  comu- 
nicación entre  la  República  Argentina  y  las  del  Perú 
y  Bolivia,  no  pudiendo  nadie  pasar  del  territorio  argen- 
tino al  boliviano,  por  el  hecho  de  haber,  el  general 
Sania  Cruz,  reunido  ambas  Repúblicas  en  una  sola 
(bajo  la  denominación  de  Confederación  Perü-Bo^li- 
viÁnet)^  y  por  los  preparativos  de  guerra  y  acantona- 
mientos de  tropa  sobre  la  línea  divisoria  de  esta  Re- 
pública y  la  de  Bolivia.  Y  el  19  de -mayo  declaró  la 
guerra  al  gobierno  del  general  Santa  Cruz,  por  haber 
violado  el  territorio  de  la  Confederación,  permitiendo 
penetrar  en  él  partidas  de  tropa  de  Bolivia  al  mando 
de  gefes  bolivianos,  destinadas  á  despojar  por  la  fuer- 
za á  ciudadanos  argentinos,  de  cantidades  de  dinero, 
y  por  el  hecho  de  haber  ocupado  el» Perú  con  un  ejér- 
cito boliviano,  abusando  asi  de  la  libertad  é  indepen- 
dencia de  los  Estados  americanos,  de  que  el  gober- 
nador Rosas  se  había  constituido  defensor.  Los 
efectos  de  esa  d¡sposici(i>ñ  cesaron,  con  la  terminación 
de  la  guerra,  por  decreto  de  23  de  marzo  de  1839. 

•  Sobre  el  general  José  Maria  Paz,  que  había  estado 
preso  en  la  VHla  de  Lujan,  los  gobernadores  de  las  pro- 
vincias pedían  su  ejecución,  pero  Rosa^,  con  Itt  mira 
de  salvarle  y  de  atraerle  quizá  á  su  potítica,  trató  de  cal- 
mar el  entusiasmo  federal  per^aeidienáo' a\  goberna- 
dor López,  de  Santa  Fe,*  le  mantuviese  solo  en  arresto 
y  después  le  enviase  ala  Villa  de  Lujan.  Alojado  en  la 
oasa  del  Cabildo,  se  le  permitió  vivir  con  su  esposa  y 


160 


FROVIMCIA 


fute  atendido  con  la  mayor  considéracíoa  posible,  de 
conformidad  ásu  situación,  mandándosele  libros  por 
orden  de  Rosas,  pagándosele  el  consumo  de  vkio  y 
abordándosele  el  sueldo  íntegro  de  general.  Puesto 
en  libertad,  el  20  de  abril  de  1839,  Rosas  le  dio  el  rango 
de  general  en  ^1  ejército  de  Buenos  Aires,  de  donde 
fugó  á  principios  de  julio  del  mismo  año  (1839),  de- 
jando una  caHa  para  el  ministro  Arana,  manifestán- 
dole su  gratitud  y  asegurándole  que  nunca  tomaría  las 
armas  contra  el  gobierno  argentino. 

El  general  Juan  Thomond  O'Brien,  participador  en 
la  guerra  de  la  independencia,  había  sido  comisionado 
por  el  presidente  de  Bolivia,  general  Santia  Cruz,  para 
que  tr'atase  de  formar  un  tratado  de  comercio  con  la 
República  Argentina.  El  objeto  de  este  tratado  era 
ofrecer  á  las  diferentes  provincias,  libre  acceso  á  sus 
ganados,  muías  y  producciones  naturales  del  pais,  re- 
cibiendo en  cambio  pesos.de  Potosí.  Los  gobernado- 
res de  las  provincias  del  interior  accedieron  gustosos 
á  la  propuesta  de  O'Brien,  manifestándose  corpplja- 
cidos  de  la  acertada  elección  hecha  en  la  persona  de 
éste.  Por  todas  las  ciudades,  por  donde  pasaba,,  des- 
de Lima  hasta  Buenos-Aires,  los  gobernadoras  res- 
pectivos, sus  antiguos  compafxeros  de  la  guerra  de 
la  independencia,  le  recibían  con  toda  clase  de  obse- 
quios, particularmente  pl  de  Salta,  F.  Heredia,  qu.e  Ic 
dio  un  banquete,  baile  y  una  revista  dQ  tropas, 

A  su  llegada  á. Buenos  Aires,  O'Briea  fué  recibido 
con  tpda  atención  por  los  ministrps  de  Rosas,  á  cuya 
consideración  sometió  el  tratado  convenido  con  las 
demás  provincias  y  á  quienes  mas  inmediatamente 
interesaba. 

RosaSj  desechó  aquel  tratado,  porque  habia  ya  de- 
clarado la  guerra  al  general  Santa  Cruz,   cosa  que 
,  Q'  Brien  ignoraba. 

Habiendo  así  ^falladq  lia  negociación^  Q'Brie;i,,cuyo 


DB   BUBKOS  AIRBS  161 

fin  al  visitar  á  Buenos  Aires  no  era  otro/  resolvió 
abandonar  el  país.  Para  el  efecto,  ocurrió  á  la  policía 
en  solicitud  de  su  pasaporte,  y  á  la  tarde  del  mismo 
dia  tuvo  la  visita  del  gefe  del  departamento,  Víctofica, 
acompañado  del  coronel  Pereira.  Estos,  que  iban  ar- 
mados, le  dijeron  que  Rosas  deseaba  hablar  con  él. 
O'Brien  los  siguió,  y  en  vez  de  conducirle  á  casa  de 
Rosas,  lo  llevaron  á  la*  Cunüy  dónde  fué  encerrado, 
metido  en  una  celda,  de  la  que  no  salió  sino  á  ios  seis 
meses  y  25  días.  El  ministro  inglés,  señor  Mande- 
ville,  á  pesar  de  sus  esfuerzos,  no  pudo  conseguir  su 
soltura.    , 

Rosas  se  oponía  á  ponerle  en  libertad,  alegando,  por 
única  escusa,  que  la  detención  de  O^Brien  solo  era  por 
precaución^  porque  había  oido  decir  y  creía  que  el 
objeto  de  su  venida  á  Buenos  Aires  era  el  de  hacer 
una  revolución)  trayendo  para  efectuarla  quince  mil 
onzas.  O'Brien  no  llevaba  encima  mas  que  5,000 
libras  esterlinas  en  letras  sobre  Londres. 

El  fin  deO'Brien  estaba  ya  resuelto  por  Rosas,  á 
quien  el  doctor  Maza  no  pudo  hacer  desistir,  ápesar  de 
tod,oslos  argumentos  que  empleara,- hasta  que  éáte 
refirió  el  hecho  á  la  esposa  de  Rosas,  doña  Encarna- 
ción, quien  inmediatamente  fué  á  arrodillarse  á  los 
pies  dol  gobernador  intercediendo  por  el  preso.  A  es- 
ta intercesión  debió  O'Brien  solo  la  demora  que  sirvió 
para  su  salvación. 

A  mediados  de  diciembre  de  1837,  llegó  de  PaHs 
una  carta  del  general  San  Martin  á  los  ministros  de 
Rosas,  en  que  se  recapacitaban  los  servicios  prestados 
porO'Brien,  á  quien  habían  sido  confiadas  las  bande- 
ras que  ostenta  la  catedral  de  Buenos-Aires,  habiendo 
estado  encerrado  durante  once  dias  en  una  casucha  en 
la  Cordillera  de  los  Andes,  durante  una  tormenta  de 
nieve,  sirviéndole  esas  mismas  bandejas  de  únicas 
cobijas^  de  noche,  banderas  que  le  costaron  mucho  sa- 


]162  PBOYXNCU 

crifíclo  para  ganarlas  y  mucho  para  coaservarlas;  en 
suma,  San  Martín  terminaba  diciendo  que  sus  muchos 
años  de  esperiencia  le  habilitabais  á  pQder  asegurar 
queO'Brieni  era  hombre  incapaz  de  intriga  ó  de  des- 
honra. 

Esta  carta  del  general  San  Martin  tampoco  le  valió 
paJ^a  conseguir  su  libertad,  si  bien  es  posible  que  haya 
.servido  para  saJ.varle  la  vida.  Fué  un  despacho  del 
lord  Palmerstop,  ministro  de  relacionas  esteríores  de 
.  la  Qran  Bretaña,  insistiendo  sobre  su  inmediata  liber- 
tad, lo  que  hizo  se  le  abriesen  las  puertas  de  su  prisión 
en  la  mañana  del  35  de  diciembre  de  1837.  .  £1  gefe  de 
policía,  Victorica,  le  entregó  la  orden  de  su  soltura, 
con  la  condición  de  que  había  de  dar  una  fianza  de 
60,000  duros,  y  que  al  salir  para  Inglaterra  no  había 
de  tocar  en  Montevideo,  ni  en  Rio  Janeiro. 

Exoneró  (5  de  octubre  de  1837)  del  servicio  militar  á 
los  ciudadanos  que  en  el  año  de  1820,  pertenecieron  á  la 
División  de  Colorados  que  él  (Rx)sas)  ñnandaba,  acor- 
dándoles una  'medalla  de  plata,  para,  los  gefes  y  oficia- 
les, y  delaten,  para  los  demás,  con  ía  anacronística 
inscripción:  t/Viva  la  federación /---Provincia  de 
Bue/ióa-'AireSy »  con  las  armas  de  la  Confederación 
prladas;  y  en  el  reverso— t  A  loe  Restauradores  de 
las  Leyes  en  1820. » 

Los  primeros  restauradores  no  fueron  los  que  en 
1820  contribuyeron  al  restablecimiento  de  la  autoridad 
legal  del  gobernador  Martin  Rodríguez,  sino  los  que, 
á  las  órdenes  del  comandante, Francisco  Savos,  triun- 
faron,  cou  heroica  intrepidez,  de  los  perturbadores  de 
la  pública  tranquilidad  en  la  jornada  del  7  de  noviem- 
bre de  1816,  en  las  inmediaciones  de  Córdoba  (Véase 
esta  provincia,)  Y  en  demostración  de  i'econocimien- 
to  de  los  pueblos  de  la  Union  Argentina,  el  Director 
Puyrredon  les  acordó  el  uso  de  un  escudo  en  paño  ce- 
leste con  letras  de  oro,  llevando  la  inscripción  siguien- 
te: floNOR  Á  LOS  Restauradores  dbl  Orden. 


DB   BUSNOS   AIRBS  i  163 

Sia' embargó. dé  eso>  Rosaifc^ñctontí'ó  mals  doavanien- 
te  mcurrir,  á  sabiendas,  en  el  anajcronisitío  de  titular- 
se el  primar  restaurador  y  de  qu«  tanto  hizo  alarde 
durante  todo  su  gobierno,  en  la  seguridad  de  que  nadie 
se  habría  de  atrever  á  rectificarlo.  Sus  enemigos  po- 
líticos se  limitaron  á  disminuirla  importancia  dé  la 
restaura/cion  del  óinlen  legal  en  1820,  pero  ninguno 
manifestó  tener  en  cuenta  el  anacronístxio  que  pdr  pri- 
mara ves  se  haoe  conocer. 

Como  gobernador  de  Buettos^-Alrés,  encangado  de 
las  relaciones  éstetiores  de  la  República  y  poresí)ecial 
autorización  de  los  gobiernos  de  la  Confederación  Ar- 
gentina, sometió  ajuicio á  los  ótratvo  hermanos  Reina- 
fé,  por  la  circunstancia  de  haber  sido  uno  de  ellos  go- 
bernador de  una  provincia  federal,  formalidad  de  que 
hizo  tíomptetaprescindencia,  mas  adelante^  para  con  los 
gobernadores  Cullen,  de  Santa  Fe,  Briauela,  de  la  Rio- 
ja,  Cubas,  de  Catamarca,  Avellaneda,de  Tucumaii,  etc., 
quienes  fueron  bárbaramente  sacrificados,  sin  la  mas 
mínima  consideración.  Y  el  9  de  octubre  ordeeó  la 
ejecución  de  la  sentencia  de  muerte  eii  laá  personas 
de  los  referidos  Reinafé,  Santos  P^ez^  ato.  )a«i|tores, 
ejecutores  y  cómplices  de  la  mortandad  perpetrada^  el 
18  de  febrero  dé  li835,  en  ei  general  Juan  FacuiddK^Qui- 
roga,  general  y  doctor  José  Santos  Ortiz  y  ©trtís,  en 
Barranca-^Yaco,  la  <^ual  tuvo  lugar  el  26  de  octubre  de 
1837,  en  la  plaz^  de  la  Victoria,  lade  uaos,  y  icn  la  de 
Marte  (Retiro,  hoy  General  Ban  Martin)]  la  da  Los  de- 
más. 

La  señora  doña  Encarna^íion  |Ezcür^a  de  Rosas,  es- 
posa del  Restaurador  de  las  Leye's,  falleció  en  la  noche 
del  19  al  20  de  octubre  de  1838,  y  su  cadáver,  colocado 
dentro  de  un  ataúd  de  pino  forrado  dé  raso  blanco,  con 
almohada  v  colchón  también  de  raiso  del  mismo  coíór, 
con  tin  segundo  de  plomo  y  lin  tercero  de  caófba  ¿u- 
'bierto  de  tet*6ii:)peló  negro,  fué  condncido  en  procesión 


164  PBOYIVOtA 

¿las  8  de  la  noche  del  21  á  la  Iglesia  de  San  Francis- 
co. Las  tropas,  foi*madas  á  la  izquierda  de  la  línea  de 
procesión,  que  se  estendía  desde  la  casa  de  Rosas, 
actual  casa  de  gobierno  provincial,  hasta  la  iglesia, 
llevaban  candiles  los  soldados  y  hachones  loso;ficiales. 
La  línea  de  la  derecha  de  la  procesión  se  componía  de 
ciudadanos,  todos  descubiertos,  llevando  un  hachón 
cada  uno.  El  ataúd  era  cargado  alternativamente  por 
varios  caballeros,  é  iba  precedido  del  obispo  de  la 
diócesis,  doctor  Medrano,  y  del  de  Aulon,  doctor  Esca- 
lada, los  dignatarios  de  la  iglesia  y  clero,  inclusos  los 
frailéis  franciscanos  y  dominicos,  cantando  la  oración 
de  los  muertos.  El  duelo  lo  encabezaban  los  ministros 
de  relaciones  esteriores  y  de  hacienda,  doctores  Arana 
é  Insiarte,  y  á  uno  y  otro  costado  el  ministro  plenipo- 
tenciario de  S.  M.  B.,  señor  Mande ville;  el  encargado 
de  negocios  del  Brasil,  señor  Lisboa;  el  cónsul  general 
de  Cerdeña^  barón  Picolet  erHermillon,  y  Mr.  Slade, 
cónsul  de  los  Estados-Unidos:  éste  y  el)inglés,  de  todo 
uniforme.  Los  generales  Pinedo,  Guido,  Vidal  y  Ro- 
lon  y  todo  el  Estado  mayor  del  ejército  iban  de  traje 
deparada,  y  los  generales  Soler  y  La  Madrid  en  el 
de  ciudadano.  Terminada  la  ceremonia  fúnebre,  el 
ataúd  fué  depositado  en  la  bóveda  bajo  el  altar  mayor. 

La  concurrencia  á  este  acto  se  calculó  en  número  de 
25000  personas  y  el  de  los  que  llevaban  hachones  pa- 
saba de  1000. 

El  dia  del  entierro,  fueron  izadas  á  media  asea  las 
banderas  de  los  agentes  estrangeros  en  esta  ciudad, 
y  como  señal  de  respeto  ala  memoria  de  la  finada,  los 
teatros  no  funcionaron  en 'las  noches  del  20,  21  y  22. 

Al  dia  siguiente  del  fallecimiento  de  esa  señora  los 
jueces  de  paz  de  la  ciudad,  por  sf  y  á  nombre  de  los 
ciudadanos  de  sus  respectivos  distritos^  presentaron 
una.  petición  á  la  Sala  de  Representantes,  solicitando 
se  tributasen  é  la  esposa  del  gobernador  los  hono- 
resdesignados  á  los  capitanes  generales. 


DB    BÜBNOS  AlBES  165 

9 

^  La  Junta,  notando  que  el  gran  ciudadano^  co- 
lumna  del  orden  y  de  Im  liberladeSy  coni^agraba  á 
los  negocms  públicos  aun  aquellas  horas  destinadas  al 
descanso  y  que  durante  toda  la  noche,  en  que  se  halla- 
ba en  su  despacho,  nadie  guardaba  su  persona,  resol- 

.  Tió  dirigirse  al  Restaurador,  á  fin  de  que  éste  tuvie- 
se á  su  inmediación  una  guardia,  en  precaución  de 
un  fatal  suceso,  cuyas  funestas  consecuencias  se- 
rian de  inmensa  trascendencia  á  toda  la  República  en 

-    general. 

El  gobernador  Rosas,  al  agradecer  á  los  Represen- 
tantes la  demostración  del  interés  que  los  animaba  por 
la  conservación  de  su  existencia,  defirió  á  aquella  insi- 
nuación, disponiendo  que  en  la  casa  de  su  morada  hu- 
biese una  gnardia  de  6  hombres,  que  él  consideró 
suficiente,  para  llenar  el  objeto  que  aquellos  tuvieron 
en  vista  al  dictar  su  resolución. 

En  el  mismo  año  (1838)  mandó  cesar  (17  de  abril) 
la  casa  de  Espósitos  y  suspender  (27  id)  los  sueldos  de 
los  preceptores  de  las  escuelas  publicas  de  varones  y 

,  niñas  en  toda  la  provincia,  y  denlos  profesores  de  la 
Universidad,  durante  el  .bloqueo.  Cesó  éste,  peroaque- 

.  lia  disposición  continuó  en  vigor^  hasta  después  de  la 
caida  de  la  Restauración  pseudo-federaL 

Con  motivo  de  dar  cumplimiento  á  una  ley,  dispo- 
niendo honras  fúnebres  á  la  señora  doña  Encarnación 
Ezcurra  de  Rosas,  el  gobernador  fué  impedido  de  re- 

.  glamentar  el  ceremonial  que  habla  de  observarse;  en 
su  consecuencia,  el  doctor  Maza,  Presidente  de  la  Sa- 
la, ejerció  el  P.  E.  el  15  de  noviembre,  de  conformi- 
dad á  la  ley  respectiva,  que  mas  adelante  se  cita. 

fldss— Dr«  MANÍTEi,  v.  BE  MAZA,  Presidente  de  la 
Sala  de  Representantes,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecu- 
tivo^ por  impedimento  del  gobernador  Rosas^  el  15  de 
noviembre,  de  conformidad  á  la  ley  de  23  de  noviem- 
bre de  1837. 


166  PROVIlKOtil 

El  doctor  Maza  eferció  el  Poder  Ejeciuitiyo,  al  solo 
efecto  de  decretar  los  regios  honores  fúnebres  destina- 
dos á  la  esposa  del  gobernador  Rosas,  iguales  ó  supe- 
riores á  los  de  un  capitán  general.  El  funeral  se  ce- 
lebró, en  el  templo  de  San  Francisco  el  20  de  noviem- 
bre con  asistencia  del  gobierno  encabezando  el  duelo, 
en  seguida  la  Comisión  de  la  Sala  de  Representantes 
y  la  familia  de  Rosas,  ki  Cámara  de  Justicia  y  todo3  los 
demás  empleados  de  lía  Administración  y  los  ciuda- 
danos invitados;  el  general  Manuel  Oribe  ex-Presiden- 
te  de  la  R.  O.  del  ü.  con  sus  ^x-ministros;  el  cuerpo 
diplomático  estrangero,  los  cónsules,  etc.^  etc.,  qon 
formación  de  tropas  desde  la  casa  mortuoria  hasta  el 
templo,  por  las  calles  del  Restaurador  (Moreno)  Uni- 
versidad (Bolívar)  y  Poto$í  (Alsina);  salv^  fijnebre  y 
el  disparo  de  un  cañonazo^  desde  las  doce  del  dia  de 
la  víspera,  cada  media  hora,  y  tres  descargas  durante 
el  oficio  fúnebre.  £1  ejércitb  en  campaña  había  de 
rendirlos  honores  correspondientes,  en  sus  respecti- 
vos cantones. 

La  escuadra  brasilera,  surta  en  valizas  esteriores, 
conservó  la  bandera  á  media  asta  el  día  de  los  funera- 
les, contestando  á  todas  las  manifestaciones  de  duelo, 
,  que  hizo  laartilleria  de  la  plaza,  y  rindieado  asi  los 
mismos  honores  que  en  el  imperio  se  tributan  á  una 
princesa  heredera  de  la  corona. 

Los  gobiernos  de  las  provincias  manifestaron  su 
acerbo  dolor  por  el  funesto  aconteóimienío  de  haber 
fallecido  la  Heroína  de  la  Federación,  la  gran  ctu^ 
dadana. ...  la  señora  eséraordinaria,  á  quien  la  muer^ 
te  debía  ciertamente  haber  respetado^  que  había  hecho 
grandes  é  importantes  servicios  al  país  y  á  la  santa 
causa  de  la  Federación,  siendo  el  terror  de  los  péf< 
fidos  saloajes  unitarios;  etc,  etc,  etc. 

El  doctor  Maza,  secretario  del  gobernador  en  cam- 
paña, ex-ministro  de  Gracia  y  Justicia,  camarista  juez 


1>B  ttmUfOB  AIRES  16T 

especial  comisionado  para  el  pfoteso  de  Barrarwja- 
Yaco,  presidente  de  la  cámara  de  Justieía  y'  de  la  Jan- 
tade  Repregentantes,  etc.  muere  asesinado  eti  él  mis- 
mo recinto  de  la  Legislatura  por  el  capitán  Gaetan  y 
"  Moreíra  (a)  el  sardo,  á  los  siete  ineses  y  doce  días  de 
firmar  aquellos  decretos. 

propietario,  impedido  el  15  de  noviembre,  con  motivo 
délas  disposiciones qu^i,  pdra  el  funeral  de  su  esposa, 
habían  de  dictarse,  en  cumplimiento  de  la  ley  sanciona- 
da al  efecto;  reasumiendo  el  gobierno  al  siguiente  dia, 
16. 

En  ejercicio  del  P.  E»  ó  sin  estar  en  él^  Rosas  fué  el 
único  mandatario  real  y  positivamente  que  dominara 
la  provincia  de  Buenos-Aires  y  aun  dq  ía  Confedera- 
ción, desde  el  24  de  junio  de  1829  hasta  el  3  de  febrero 
de  1852,  Por  mas  que  se  vea  á  otros  figurar  con  el 
titulo  de  gobernadores,  lo  eran  solo  en  el  nombre. 

El  afto  de  1839  recuerda  actos  dolorosos,  como  re- 
sultado de  la  honda  división  política  que  existia  entre 
los  resistas  y  sus  contrarios.  Todos  los  herijicos  es- 
fuerzos de  éstos  fracasaron  ante  el  gran  pod^r  de  Ro- 
sas, no  solo  en  la  provincia  sino  tan^bien  en  casi.tQda 
la  República.  Dentro  de  la  provincia,  sus  tentativas 
fueron  desgraciadas  cuando  la  conspiración  encabe- 
zada por  el  teniente  coronel  Ramón  Maza  y  otros,  de 
que  mas  adelante  se  hablará,  y  cuando  la  revolución 
del  Sur.  Y  fuera  de  ella,  no  lo  fueron  menos  en  Pago 
Largo  y  en  el  Arroyo  Bacacuá.  Rosas  tenía  además 
espías,  bien  remunerados,  entre  sus  enemigos  políti- 
cos, los  cuales  pasaban. por  muy  unitarios.  En  carta 
de  9  de  junio  de  1839,  tomada  á  consecuencia  de  la  der- 
rota de  Echagüe  eii  Cagancha  (29  de  diciembre  de 
1839)  Rosas  deciaáéste  lo  siguiente:  <  El  sugeto  con 
quien  la  he  mandado  (refiriéndose  á  una  carta)  es  un 
unitario  espía  nuestro  de  confianza  y  persona  de  res- 


168  PROVIUCIA 

peto  para  los  unitarios,  por  lo  que  ni  baü  de  foliar  que 
va  en  esta  comisión  y  otras  importantes;  y  como  es 
hombre  muy  capaz  de  llenarlas,  no  seria  estraño  que 
algo  consigamos.  En  este  sentido  y  en  el  de  dividir- 
los^  y  tenerlos  en  descotníianza  á  unos  de  otros,  en 
confusión  y  desorden,  tengo  en  Montevideo  otroB  suje- 
tos, de  quienes  tampoco  han  de  desconfiar.  Quizá 
también  se  realice  una  empresa  .algo  arriesgada  que 
encomendé  á  otro,  y  que  ayer  se  presentó  en  la  escua- 
dra francesa,  como  fugado  de  ésta.  Si  la  consigue, 
puede  ser  que  se  presente  á  usted,  según  el  punto  en 
que  se  halle.  * 

Don  Domingo  Cullen,  ex-gobernador  de  Santa-Fe, 
mandado  derrocar  por  el  mismo  Rosas,  hallándose 
asilado  en  Santiago  del  Estero,  en  casa  de  su  amigo  el 
gobernador  Ibarra,  fué  remitido  por  éste,  con  una  bar- 
ra de  grillos,  á  las  repetidas  instancias  de  Rosas.  Es- 
te había  comisionado  desde  Buenos-Aires  á  su  ede- 
caíi,  el  coronel  Pedro  Ramos,  para  que,  acompañado 
de  un  piquete  de  tiradores  y  del  clérigo  de  San  Nicol^g 
de  los  Arroyos  Ramón  González  Lara,  esperase  la 
llegada  de  Cullen  en  el  Arroyo  del  Medio  y  allí  lo  fusi- 
lase inmediatamente,  dándose  cumplimiento  á  esa  or- 
den el  22  de  junio. 

A  los  cinco  dias,  en  la  nophe  del  27  de  junk)  fué  ase- 
sinado, en  el  mismo  recinto  de  la  camarade  Represen- 
tantes, su  presidente  el  doctor  Manuel  Vicente  Maza, 
á  quien  se  suponía,  no  sin  fundamento,  complicado  en 
una  conspiración  proyectada  contra  la  vida  del  gober- 
nador Rosas;  yantes  de  amanecer  laniañana  del  dia 
siguiente,  28,  su  hijo  el  comandante  Ramón  Maza^era 
fusilado  en  la  cárcel  de  esta  ciudad,  como  gefe  de  aque- 
lla conspiración.  En  ésta  figuraban  también  don  En- 
rique Lafuente,  don  Carlos  B.  Tejedor,  don  Jacinto 
Rodríguez  Peña,  don  Santiago  Albarracin  y  don  Ra- 
fael Jorge  Corvaían,  hijo  del  general. 


DK  (BÜB170S  AIRES  y    169 

Rosas,  h\  obrar  así,  creyó  ejercer  u a  acto  de  justi- 
cia, ala  vez  que  de  clemencia,  ahorrando  la  sangre  de 
muchosj  caso  de  abrirse  un  proces'iS.  Prefirió,  pues, 
sacrificar  á  dos  amigos  íntimos  antes  que  iniciar  el 
tal  proóesd  que  indudablemente  habría  causado  mu- 
chas mas  víctimas. 

Además  de  los  arriba  nombrados,  conspiraban  tam- 
bién contra  Rosas  el  mismo  doctor  Maza,  que  era  el 
gefe  del  club  central  y  al  que  no  todos  tenían  acceso, 
los  clérigos  don  Valentín  San  Martin  y  don  Valeiitin 
Gómez,  don  Gervasio  Rosas,  hermano  del  gobernador, 
don  Juan  B.  Peña  y  muchos  pérsonages  notables  del 
partido  denominado  Lomos  Negros^  que  eran  anti- 
decembristas y  que  formaron  causa  con  los  decembris- 
tas ó  antiguos  unitarios.  Hasta  había  señoras  inicia- 
das en  lo  que  ya  no  era  secreto.  Faltóles  el  general 
Lavalle  y  todo  se  desconcertó,  descubriéndose  la  cons- 
piración por  denuncia  hecha  por  el  coronel  Nicolás  M. 
Fontes,  mayores  Nicolás  M.  Fontes,  Nicolás  Medina  y 
Paulino  Medina^  quienes,  apar  su  servicio  de  impor- 
tancia rendido  á  la  causa  de  la  libertad  y  honor  del 
continente  americano^í)  fueron  recompesados .  coa  la 
cantidad  de  15,000  pesos  cada  uno  de  la  Tosorería  de  la 
provincia. 

El  doctor  Maza  pudo  huir  de  Buenos-Aires,  para  lo 
cual  Rosas  le  dio  tiempo  de  sobra  y  aún  empleó  los 
medios  para  hacérselo  entender,  por  conducto  del  cón- 
sul americano  Mr.  Alfredo  M.  Sladey  por  otras  per- 
sonas bien  intencionadas.  Todos  los  indicios  le  mani- 
festaban de  un  modo  evidente  que  su  vida  corría 
peligro  con  la  efervescencia  populctr^  de  que  Rosas, 
según  decía,  no  podía  responder,  ni  evitar.  Rosas 
tenía  en  su  poder,  desde  el  23  de  junio,  víspera  de  la 
prisión  del  coronel  Maza,  las  cartas  que  el  doctor  Va- 
lentín Alsina  y  el  comité  argentino  de  Montevideo 
enviaban  al  doctor  Maza,  por  conducto  de  un  diploma- 


170  PROTIIÜCXA 

-  tico  estrangero,  del  )a  intimidad  del  gobernador.  Maza, 
^por  9u  amor  paternal,  desoyó  el  sano  consejo,  negán- 
dose á  aceptar  la  invitación  que  se  le'hacía  de  embar- 
carse en  uno  de  los  buques  de  la  estación  norte^ameri- 
cana  en  el  Rio  de  la  Piata  y  trasládalas»  adonde  él  qui- 
siera. Su  contestación  fué:  «No;  si  lo  hago,  cmpeo- 
t  ro  la  situación  de  mi  hijo,  cuando-  ooi  obligación  es 
<  hacer  cuanto  pueda  por  salvarlo:  si  me  buscan,  aquf 
c  estoy;  si  me  matan,  me  metarán  en  mi  puesto.  >  En 
electo^  fué' mueíTta  en  su  puesto,  entre  seis  y  siete  de 
la  tarde  (27  de  junio),  y  su  hijo,  el  coronel,  fusilado  en 
la  cárcel  á  las  tres  de  la  mañana  del  28,  Llevaba  éste 
levita  negra,  ch^.leoo  punzó  y  pantalón  azul  con  vivo 
también  punzó. 

Mientras  tenia  lugar  el  asesinato  oficial  del  docdor 
,'  Maza  en  el  recinto  de  la  Legislatura;  en  oí  esterior, 
frente  á  la  casa  de  Rosas,  actualmente  casa  del  gobier- 
.  no  provincial,  habla  un  piquete  como  de  &Q  soldados  de 
caballería,  sentados  ó  tendidos  sobre  la  vereda,  obs- 
truyendo el  paso  á  los  {>oquisimos  transeúntes  que  én  la 
sazón  se  veía  por  las  calles  y  principalo^eate  por 
aquella,   x 

Nacido  en  Buenos*  Aires  en  el  año  de  1779,  don  Ma- 
nuel V.  Maza  cursó  sus  estudios  en  la  Universidad  de 
Santiago  dd  Chile,  habiéndose  recibido  de  abogado  en 
edad  muy  juvenil.  Ardiente  patriota  de  1810,  fué  cas- 
tigado en  Lima  con  una  dura  prisión,  de  orden  del  vi- 
rey,  debido  ¿su  entusiasmo  por  la  naciente  libertad. 
Inclinado  por  carácter  al  retiro  der  tumulto  social,  la 
vida  del  doctor  Maza  fué  por  muchos  años  silenciosa. 
Sin  embargo  ejerció  varios  empleos  municipales,  has- 
ta el  año  de  1815,  que  fué  encargado  de  Jas  <félebres  cau- 
sas revolucionarias  de  aquella  época  y  miembro  de  la 
comis¡on|de administración  de  justicia,  que  formó  el 
«   hnportanie  Reglamento  que  lleva  este  nombre. 

Dos  ó  tresaiLos  después  conoció  al  entonces  joven 


PB   BÜBHOd  AIRES  XTX 

ItómSy  por  quien  tomó  paternial  cariño,  haéieado  por 
él  cuanto  podría  haber  hecho  un  padre  bueno  y  sensi- 
ble; ora  disculpándole  sus  errores  juveniles^  oradefen- 
diéndole  como  abogado  y  amigo  en  una  causa  que  sus 
padres  le  habían  promovrdk>;  ya  enseñándole  cuanto 
pudiera  serle  de  utilidad,  ya  diri}ieo<io  sus  pasos  y  mo- 
derando su  an)bic¡on,.maQÍfesteida  ya  en  1880^  en  que 
Rosas  apareció  sobre  lat  escena  pública;  Al  doctor 
Majsa  ser  atribuye  la  cél:ebre  despedida  de  Rosas  ^  la 
ciudad  de  Buenos- Aires,  después  que  esta,  cayó  en 
poder  del  gobernador  Martin  Rodríguez,  en  octubre  del 
referido  año,  documento  suncamente  bien  escrito  y  que 
tal  vez  fué  la  principal  base  de  la  innegable  populari- 
dad de  Rosas,  cuyo  íntimo  confidente  fuera  desde  en- 
tonces. 

En  1837  fué  nombrado  representante  del  pueblo,  y 
ppr  la  sala  de  diputados,  presidente  de  este  cuerpo,; .  y 
como  amigo,  que  era  de  Rosas,  sufrió  persecuciones 
ealos  conflictos  civiles  del  año  de  18S9. 

En  la.  espedícion  que  en  1891  contra  Córdoba»  opvi- 
pada  por  el  general  José  María  Pai:,  acompañó  M^za  á 
Rosas,  en  clase  de  secretario,  trabajando  labqriosa- 
mente  á  su  lado  dia  y  noche,  y  casi  pereció  en  el  Rio 
Cuarto  á  mano  de  los  indios  de  Yanquetruz,  en  el  de- 
sempeño da  una  importante  comisión  quq  Ro^aa  lo 
habría  encomendado» 

En  1832v  fué  nombrado  mtaistró  de  gracia  y  justi- 
cia, (único  que  ejerciera  tal  empleo),  ligando  su  nom- 
bre á  la  resistencia  que  hizo  el  gobierno  argentino  30-  * 
bre  la  usurpación  de  las  Islas  Malvinas  ó  Falkland. 

Sirvió  algún  tiempo  de  ministro  4^1  gobernador 
J.  R,  Baícarce,  á  quien,  como  se  habrá  visto,  sucedió 
el  general  Viamonte,é  consecuencia  de  la  revolución 
de  los  Restauradores,  el  11  -^ie  octubre  de  1833;  y 
cuando  éste  renunció  y  no  había  quien  quresiera  aceptar 
tan  tremendo  y  pesado  cargo  eni  c^queUftS  diScil^s  oír* 


172 


PaOVlHOIA 


cunstancias,  el  doctor  Maza,  con  patriótica  resolución, 
admitió  el  nombramiento  de  gobernador  provisorio 
con  aplauso  de  los  ciudadanos  de  corazón  sano. 

Pocos  días  antes  de  entrar  Rosas  á  ocupar  el  mando 
supremo,  que  no  dejó  sino  derrocado  (3  de  febrero  de 
185S)^  el  gobernador  Maza  recibió  una  insinuación 
(mandato)  de  aquél,  para  que  pusiese  preso  con  una 
barra  de  grillos  á  su  hijo  político  el  doctor  Valentín 
Alstna;  pero  Maza  se  limitó  con  dar  á  éste  pasaporte, 
'  para  que  saliese  Tdel  país. 

Uno  de  los  primeros  actos  de  Rosas,  al  entrar  á  ejer- 
cer el  mando,  tres  días  después  de  aquella  especie  de 
orden  fué  mandar  salir,  fuera  de  la  República,  á  la  hija 
del  doctor  Maza  y  esposa  de  Alsma. 

Continuando  Maza  en  la  presidencia  de  la  Sala  de 
Representantes,  fué  norpbrado  presidente  del  tribunal 
de  justicia;  juez  comisionado  para  algunas  causas  ar- 
duas, criminales  y  civiles;  juez  especial  de  la  causa 
seguida  contra  los  Reinafé,  de  cuyo  plan  de  enjuicia- 
miento, ni  de  la  acusación  él  no  había  sido  autor. 

El  doctor  Maza  fué  quizá  el  ünioo  amigo  desintere- 

•  sado  de  Rosas, 

Pocos  meses  después  de  ese  lúgubre  acontecimiento, 
con  el  que  la  población  de  Buenos-Aires  quedó  cons- 
ternada, estalló,  en  la  noche  del. 28  al  29  de  octubre,  en 
Dolores  y  Monsalvo  una  revolución  encabezada  por 
don  Pedro  Castelli,  hijo  del  revolucionario  de  1810, 
Fernando  Otamendi,  Francisco  Ramos  Mejía,  Manuel 
Rico,  y  todos  los  ciudadanos  mas  conspicuos  de  la 
campaña  del  sur,  hasta  el  mismo  hermano  del  gober- 
nador Rosas,  don  Gervasio.    Esta  revolución ,  que  te- 

•  nía  por  objeto  derrocar  á  Rosas,  terminó  con  una 
acción  que  tuvo  lugar  el  7  de  noviembre^  en  la  Laguna 
deChascomús,  de  laque  resultó  que  los  revoluciona- 
rios fuesen  vencidos  y  tomados  prisioneros  los  mas, 
entre  ellos  Castelli,  que  fué  en  el  ^acto  decapitado  y  su 


DB  BÜSNOS  AIRBS  173 

« 

cabeza  remitidapor  el  coronel.  Prudencio  Rosas  al  juez 
de  paz  de  Dolores,  en  cuya  plaza  quedó  espuesta  á  la 
espectacion  pública.   - 

Fuera  de  1^"  provincia,  Rosas  obtenía  nuevos  triun- 
fos que  afianzaban  su  pader  cada  vez  mas. 

En  Pago  Largo,  provincia  de  Corrientes,  tuvo  lugar 
una  sangrienta  batalla,  qué  fué  ganada,  el  31  de  marzo, 
por  los  generales  Urquiza,  Echagüe  y  Servando  Go* 
mez,  sobre  el  ejército  correntíno  al  mando  de  su  gober- 
nador Genaro  Beron  de  Astrada,  que  murió  en  la  ac- 
ción juntamente  con  1960  hombres  mas,  incjlusos  84 
gefes  y  oficiales,  con  la  pérdida,  además,  d-e  450  hom- 
bres  prisioneros,  500  fusiles,  1500  lanzas,  360  tercero- 
las y  otros  tantos  sables,  6  carros'de  municiones,  4000 
caballos,  un  estandarte  y  su  archivo  dé  campaña. 

En  el  arroyo  Bacacuá,  cerca  da Curuzú-Cuatiá,  en  la 
misma  provincia,  tuvo  lugar  otro  hecho  de  armas^  el  29 
de  noviembre,  entre  una  fuerza  del  general  Juan  Pablo 
Jaopez  {&)  Mascarilla^  Á  las  órdenes  del  entonces  te- 
niente coi^onel  JaciiUo  Andrada,  sobre  una  división,  al 
mando  del  genio  de  la  guerra  (según  él  general  Lá- 
valle)  coronel  Patricio  Maciel,  quien  fué  derrotado, 
tomado  prisionero  y  al  día  siguiente,  30,  fusilado  jun- 
tamente óon  el  alférez  Ramón  Espíndola,  por  orden  del 
citado  López,  que  tenía  pbr  máxima  nó  dar  cuartelw' 

La  revolución  de  Dolores,  por  ley  de  9  de  noviembre, 
fué  declarada  crimen  de  alta  traición  contra  el  Esta- 
do y  de  infidelidad  á  la  sagrada  causa  de  la  Liber- 
tad y  de  la  independencia  americana  y  los  que  la 
promovieron  y  encabezaron /a^ra  de  la  ley^  y  acor- 
dando á  los  individuos  del  ejército  de  línea  y  milicia, 
en  premio  de  sus  servicios,  una  donación  de  tierras  de 
propiedad  pública,  al  terminar  la  guerra,  en  la  forma 
siguiente: 


174  pROvnr€iA 

A  los  generales « 6  legaad 

A  los  coroneles. .  %  ^ • ^ . . »     5      « 

A  los  tenientes  coroneles ....* 4      « 

« 

A  los  sargentos  mayores 2      c 

A  los  capitanes.  ..«* i       « 

A  los  oficiales,  de  capitán  abajo O  3/4 

A  los  sargentos O  1/2 

A  los  cabos  y  soldados • O  1/4 

Los  empleados  civiles  se :  hallaban  iacluidos  en  la 
Riiama donación,  en  proporción  al  grado  militar  á  que 
correspondían  sus  sueldos  en  la  lista  civil. 
•  Además  de  la  citada  ley,  en  la  misma  fecha»  la  Junta 
de  Representantes  sancionó  otra,  declarando  que  « sus 
personas  y  propiedades  estaban  á  disposición  del  Ilus- 
tre Restaurador  de  las  Leyes,  para  el  sosten  de  astas, 
déla  independencia  nacional  y  de  la  santa  causa  de  la 
Libertad  del  Continente  Americano. » 

La  vasta  esteosion  eje  territorio,  desde  el  Salado  has- 
ta el  Río  Quequen  y  esterior  délas  sierras  del  Tandil 
y  Tapalqué^  fué  (25  de  diciembre)  dividida  en  14  seccio- 
nes con  un  }u2;gadode  paz,  6  alcaldes  y  12  tenientes  en 
cada  una. 

Fijado  el  dia  5  de  marzo  dje  1840»  para  la  elección  de 
gobernador  en  reemplazo  de  Rosas,  cuyo  periodo  ter- 
minaba el  7,  la  Junta  de,  Representantes  reeligió  al 
mismo  Rosas,  quien  elevó,  el  14,  su  dimisión,  s|upli- 
oando  se  le  concediese  el  descanso  que  exigían  sus  do- 
loridas circunstancias  domésticas,  y  ccon  intenso  an- 
helo, muy  encarecida  y  htimilde mente  ruega  se  elija 
sin  pérdida  deniomento  la  persona  que  había  de  suce- 
derle  en  el  mando  déla  provincia,  creando  los  recur- 
sos con  que  debía  contar  la  Administración  subsi- 
guiente.» La  Junta  le  contestó  que,  si  los  Represen- 
tantes se  prestasen  a  admitir  su  dimisión,  cargarían 
con  una  ilimitada  responsabilidad,  rogándole  por  lo 
tanto  terminara  la  obra  empezada^  en  la  seguridad  de 


DB  BÜSI9O8  AIBBS  175 

qu6  la  Representación  sería  infatigable  en  facilitar  re- 
cursos que  aJlanajsen  los  obstáculos  que  pudiera  opo- 
nerse ala  marcha  de  su  gobierno»  Rosas  reiteró  (10 
de  abril)  su  dimisión,  ofreciéndose,  por  respeto  á  los 
honorables  Representantes  y  á  sus  conciudadanos,  á 
continuar  en  el  gobierno  un  semestre  mas,  á  contar 
desde  el  13  de  abril.  La  Junta  aceptó  el  ofrecimiento 
que  hacía  Rosas,  pero  siri  variar  por  eso  la  ley  de  5 
de  marzo  del  mismo  año  (1840)  j  declarando  al  mismo 
tiempo  que  el  gobernador  Rosas,  en  el  uso  que  hiciera 
de  la  suipa  del  poder  con  que  fué  investido  por  la  ley 
de  7  de  marzo  de  1835,  había  llenado  los  designios  que 
tuvo  la  provincia  al  sancionarla.  Con  tal  declaración, 
acordándole  un  voto  de  gracias^  que  era  cuanto  Rosas 
deseaba,  éste  se  manifestó  muy  satisfecho  y  continuó 
en  el  gobierno,  hasta  el  16  de  agosto  que  lo  delegara 
en  el  ministro  Arana,  con  el  objeto  de  ocuparse  prefe- 
rentemente de  los  asuntos  del  ejército  y  de  la  campaña 
invadida  por  el  ejército  libertador,  reservándose  em- 
pero espedirse  en  lo  concerniente  á  la  cuestión  pen- 
diente con  el}gpbíerno  de  Francia,  y  sin  perjuicio  ele  es- 
pedir por  si  solo  cualquiera  providencia  y  disposición, 
•  cuando  lo  creyera  conveniente,  sobre  cualquier  asunto 
de  los  comprendidos  en  los  diversos  ramos  de  la  admi- 
nistración. 

ftS40— Br.  FJBiilPK  AMAÑA,  ministro  de  relaciones 
©steríores,  delegado  de  Rosas,  desde  el  16  de  agosto 
de  1840  hasta  el  4  de  julio  de  1842,  por  tener  el  propie- 
tario que  ocuparse  preferentemente  de  la  campaña  y 
del  ejército,  reservándose  espedirse  en  lo  concerniente 
á  la  cuestión  pendiente  con  el  gobierno  francés,  y  &in 
perjuicio  de  espedir  por  si  solo  cualquiera  providencia 
y  disposición,  cuando  lo  creyera  conveniente,  sobre 
cualquier  asunto  de  los  comprendidos  en  los  diver&os 
ramos  de  la  Administración. 
Después  de  la  batalla  del  Sauce  Grande,  en  la  pro- 


176  FBOVnJCiA 

vincia  dé  Entre-Rios,  ganada  por  el  general  Echagüe, 
-  el  16'de  julio,  sobre  el  ejército  libertador  al  mando  del 
general  Lavalle,  invadió  éste  en  agosto,  la  provincia  de 
Buenos- Aires,  llegando  hasta  Merlo,  de  donde  retro- 
cedió precipitadamente,  en  setiembre,  á  Santa-Fe,  de- 
bido á  una  estratagema  de  Rosas,  que  se  hallaba  en  el 
partida  de  Morop,  desde  el  momento  que  Lavalle  pisó 
el  territorio  de  la  provincia. 

Con  motivo  de  la  aproximación  del  general  Lavalle 
á  esta  ciudad  (Buenos-Aires);  y  temiendo  que  ella  pu- 
diese ser  tomada,  él  inspector  y  comandante  general 
de  armas  trazó  un  plan  de  defensa,  cuyo  original  pose- 
emos y  que  ahora  sale  á  luz  por  primera  vez. 

Plan  de  defensa  de  la  ciudad  de  Büenos-Aires 
e/i  1840,  amena::ada  de  un  ataque  de  las  fuerzas  al 
■  mando  del  general  Lavalle, 

« Convencido  está  el  inspector  y  comandante  general 
de  armas  interino  de  que  los  denominados  unitarios 
jamás  llegarár^  á  dominar  este  país:  igual  convenci- 
miento tiene  de  que  el  valiente  y  virtuoso  ejército  que 
hoy  sostiene  la  causa  santa  de  la  libertad  é  indepen- 

'  dertcia  americana,  á  las  órdenes  inmediatas  del  gefe 
invicto  (Caseros?),  del  ilustre  Restaurador  de  las  Le- 
*  yés_,  estermíhárá  las  fuerzas  traidoras  que  pisan  el 
suelo  de  los  libres,  dirigidas  por  el  general  Lavalle, 
antes  que  lleguen  á  obtener  el  triunfo  de  ponerse  ala 
vista  de  esta,  capital:  y  mucljio  mas  persuadidp  se  halla 
.  d^  sus  pérfidas  intrigas,  ni  la  cooperación  de  las  fuer:(as 
estrangeras  les  presentará  oportunidad  alguna  para 
burlar  la  vigilancia  del  mencionado  virtuoso  ejército 
federal^  y  conseguir  por  medio  de  un  ataque  inespera- 
do ó  sorpresa,  apoderarse  de  la  ciudad.  Sin  embar- 
go, para  precaverse  de  todo  acontecimiento  funesto  y 
ponerse  á  salvo  de  los  reveses  de  la  fortuna,  que  en  la 
guerra  no  pueden  sujetarse  á  un  cálculo  fijo,  ha  que- 

^  rido  bosquejar  el  siguiepte  plan  de  defensa,  para  ed  re- 


^'iirtofo  ¿ftsó^de''ár>'  atüqÜé^á^stácápltAl^ciiy&s'árxhás'hoy 

-  comanda,  -   '      '.     . 

<  1'  Se  formará  im  recinto  de  puestos  fortificados 
para  defendei*  la  ciudad,  que  no  se  estienda  A  mas  de 
dos  cuadras  de  la  plaza  de  la  Victoria,  á  los  rumbos 

-  norte,  sur  y  oé&te.  •  Este  recinljo  se  defenderá  con 
•^   tres  divi^ionesíde  infantería  é»  el  orden  siguiente: 

2^  La  priníera!  división^  qué  se  denomiñíará/dernorte, 

-  se.oonipondrá  déH*^•  batallón  d«'GIv¡OQ$y  de  la  fuerza 
•  déla  GuílrdiÉidel)Pfír}mpal,  qua  Bq^dí^LibatallQi^  Guar- 
j  :d¿a  At^nttfSka^  ed  4^.,Vijilaft,ti5s,de  PQliQíaíyiSO/s^^enps. 

«Esta  división  será  irja,n(J«dia;  p&r  al  genera  ^Iqr-,  íe- 
niendo  á  sus  ordénes.  ^1  genérale.,  Vidal,  '     .  ..  j,..i 

3^  La  2*^  compuesta,  de.  109  seneno^,  ,60  tenienftes 
alcaldes  y  40'hoipbresdei3^rbat^llQn,f  Qubripá  la  S;ec- 
cion  deloeste^  mandada  por  el  genreral  Guido,  teniendo 
á  sus. órdenes- al  general  Espinosa. ;  ,,,  :' 

4°  La  3%  para  la  sección  del  sur,  seiconipondrá.>de 
»  50  tenientes  alcaldes,.  30  sdreño»*y60:cívioós  del^*' 
:  'batallón,  y  será  mandada  por  él  gedéral  iRiíirz'>HUido- 
i.'bro^  teniendo-ásuia.órd'enés'algenei^al  G,  Paz;     •  f   í 
1      5?  Xa  sección  del/ rioi'te,  comprende' desdé  él'  báloar- 
'  te  nordeste  dé  la  FiM'taléza,  siguiendo  <  lea  costa'  del  itio 
bácia^l Eorté  basta  la  baíIIedeiCangallOvbá^ta.llegairi  á 
H  esqátn^  qiíe  hace  cruz  cori'  la  de  Maipá,^ond6  be 
doblardal  sur;  Hasta  dar  coa  la  calle¡de  la  Federaoibn 
{RibadcLoia}^  qdepertenéceála  sección  del  oéste.-^^El 
gefede  esta,  seqóibn  cubrirá  con   preferencia  ^sobíe  el 
frente  de  la  Alameda  (Paseo  Julio)  la  azotea  de  la  ca- 
pitanía del  puerto,  can  ún  piquete  fuerte  de  40  hom- 
bres. .  En  la  calle  25  de  Mayo,  las  azoteas  n**'.  It,  21, 
28,  36, 38,47  y  74:  en  la,  calle  de  la. Paz  (Reconquts^td) 
los  n^^  18,  15,  34,  35, 6Q,  51  y  el  templa  de  la  Mef cdd: 
en  la  cjüle  de  la  Catedral  (San  Martin) ^  los  n^%  18.  y 
tWíRlp/.15>{49,  25,  64,  78.y  el  café  de¡  .Catalia.ne^'  (que.ya 
noiexisíe);  ea  Ij*  QaUe  del  P^ni  (FlQridflJ^,  lQSi.n*^!»Ji7,34, 

12 


m 


I^EOTüfCU 


6D,  41,  51,  64, 72  y  57:  y  por  último  etx  la  callede  Maipú 
los  n^».  15,  28,  17,  38,  48,  66  y  55.  De  las  calles  per- 
pendiculares á  las  que  acabamos  de  mencionar,  se 
'  .ocuparán  tan  solo  los  centros  de  cada  u^ia  de  las  cua- 
.  .  dras  comprendidas,  en  el  recinto  señalado,  por  estar 
ya  tomadas  su<$  esquinas.  Se  ejecutará  esto  en  el  or- 
den siguiente:  ien  la  calle  de  la  Piedad  los  n^V  19,  32, 
43,  76;81y  100,121  y  146:  y  en  la.  toUe  de  Cangallo  los 
n^^  26  y  templo  de  la  Mercad,  62,  33,100,  75, 136  y  99. 

6^  La  sección^  del  oeste  compreDde^  desde  la  pláea 
-  de  la  Victoria  dos  cuadras  al  oeste  por  la  calle  de  la 
Federación,  y  tomando  al  sur,  por  la  calle  de  Chaca- 
buco,  se  doblará  al  este  por  la  del  Restaurador  (hoy 
Moreno),  hasta  llegar  á  la  de  la  Universidad  (Bolwar)^ 
que  comprende  á  la  sección  del  sur.    El  gefe  de  es- 
V  ta  sección  ocupará  con  preferencia  las  azoteas  nume- 
radas del  modo  siguiente:  en  la  calle  de  la  Federación 
los  n~».  55,  24, 69,40,  79^  50, 12fry  70:  en  la  calle  de  la 
Viotoria  los  n*»^  89>  15, 118,  29„132, 47,  136  y  .5S:  en  .la 
'CálledePotosi  (hoy  Ahina)  los  n"^.  85.y  bóveda  de  San 
Ignacio;  93  y  sti  frentse,  105i,6B,  I09y  suifrente:  e(i  la 
calile  del  Restaurador  los  n'''*.  dSiy  Biblioteca,  J02  y  su 
frente,  126, 1X13  y  la  esquina  del. Mercado  que  no  tiene 
azotea.    En  las  calles  perpendiculares  á  lasi  que  acá- 
baibos  de  nombrar,  solóse  tomarán  los  céntimos,  por 
.  las  raEoties  dadas  en  el  párrafo  anterior^  y  esto  «ehará 
.Jen .el  órdea  siguiente:  en-  la  calle  dq-Represeatantes 
/Plírú;,  los  n*»?  17  y  su  frente,  61,  64,  93  y  bóveda  del 
Consulado  (Tribunal  de  Comercio);  en  la  de  Cbacabu- 
co  los  n*^».  86,  23,  54,  59  y  el  Mercado. 

7^  La  sección  del  sur  comprende  desde  la  esquina 
de  la  Victoria,  tomando  por  la  calle  de  la  Universidad 
hacia  el  sur,  hasta  la  esquina  que  encuentra  con  laca- 
He  del  Restaurado»*;-  y  desde  allí,  tirando  al  este,  hasta 
la  costa  del  rio,  qiie  también  se  contar  á  héda  el.'nor- 
<  ke^-  hasta  el  baluarte  sudeste  de  la  FéPtialesa,    Bl  ge- 


DB  BVXSOS 'AIRES  1^9 

'fed^ft  ^éstáí'ftbfttioo:  cüMaré  particalurrífienit^de.oqupar 
los  puntb^sigüietites!  en  iacalie  de  la  Universidad 
los  ¿*>*;  22,  37,  caffé,  38,  6»,  80,  77,  y  Í04:  en  1^  de  la 
Reconquista  (Defensa)  los  n«».  27,   44,  45,  San  Friin- 
cisco,  65  y  su  frente,  91,  36, 111,  77, 12.7  y  Santo  Do- 
mingo: en  la  de  Balcarce,  los  n"*  6,  11,  15^  16^  San 
»  'Francisco  y  sa  £18016,46  y  47;¡  en  la  de  Potoí^í  que  ya 
es  perpendicular  áia3iau4;efrÍQres  se  oouparAn  la$  n^'. 
I3^y  capilla  de  Sao  Roque^  30  y  55:  ^!i ,  la  del  Restaura- 
dor, «1  Depósito, '  Universidad  y  :5&;  jen  U  costa  dal  rio 
'  -se  buscaMialptuito ma3 á  propósito  pana lade£$ns^ 
8^  Si  la  fuerza  destinada  á  la  deféos^  d^l  r^ii^to  se- 
iJSbaladp.Sd  aun^^p^affe»  Si?(  ensanchará  ;^1.  cuadro,  basta 
•dondeloperinita  U  fuerza  (^¿oada  una.  de.  la?  seccio- 

•  '^®^-'  '■'  .'...* 

'  9®  Lo»  medios  dé  ihtaligenpia  para  toc^o  loconqer- 
Hiénteal  servicio  de  dia  ó  de  nocihe,  ya  3ea  entre  los 

'  geneoales de  sección,  ya^ntre  ca,da  uno  de  ellos  y  el 
comandante  de  las  armas,  se  arreglará  s^gi(i,a,las  dr- 
cuíi^tawias.  /  I 

10/  ^ipe(^iaciiadra.á:Van^^ard¡a  del  último  punto  de 

w4a  sexícion  SiC  ievantai'á  qna  barricada,*  con  carros, 

•  •  •      ' '  • ,    . »  11.--,        ."'.<,  » 

coches,  fardos  ó  cualquiera  otra  clase  de  estorbo,  y 
media  cuadra  á  retaguardia  del  mismo  puesto  se  hará 
una  cortadura,  de  njane^a  que.  el  cuadrado  quede  cer- 
rado é  impenetrable  para  un  goípe  bruscb  de  caballe*- 

'  !!'•  La  reserva  del  ejército,  compuesta  de -los  restos 
de  los  cuerpos  dé  sértenos,"  3"".  batallón' de  Cívicos,  te- 
nientes alcaldes  y  despiezas  de  ardite  ría  volante  se 
situarán  en  la  Recoba  vieja  al  mando  inmediato  del 
comandante  general  de  armas  ó  del  general  que  nom- 
brare. Esta  fuerza  cubrirá  la  catedral.  Recoba  y  boca- 
calles de  las  plazas  de  la  Victoria  y  25  de  Mayo,  para 
ocurrir  al  punto  que  se  hallase  en  peligro.  El  gene- 
ral Heredía'eslaíiá  en  la  reserva. 


fóO  BBOYniGI  A 


.1 


1 1 


.  18.  En  Ia  Fortaleza  86  cubrirán  los  balaci^s  con  30 
hambres  cada  uno  y  su  artillería  estará  enfilada  á  la 
Alameda,  25  de  Mayo,  Federación,  Victori^i  y  Balcarce, 
Esta  fuerza  se  sacará  de  los  serenos,  tenientes  alcal- 
des y  3*'.  batallón  de  Patricios^  acoarteiados  en'  la 
■  Fortaleza, 

13.  'Los  gefes  y  oñelales  subalternos  de  ta  plana 
ínayor  activa  é  inactiva,  qa^hieierón  servicio  y; se  pre- 
sentasen, se  distribuirán  proporcionalmenté:  entre  las 
tres  secciotíes,  para  destinarlos  á  las  a^bteas,  asi  co- 
mo lo^  decididos  fedeIrale^  capaces  de  mandar  y  entu- 
siásniar  ala  defensa. 

14.  El  hospital,  parque,  maestranza  y  provee\iuría 
Se  establecerán  en  la  Fortaleza. '  El  sistema  de  provi- 
siones para  cada  sección,  tanto  en  víveres  como  en 
combustibles,  para  conservar  la  iluminación  de  noche 
hasta  dos  cuadras  de  la  linea  esterior  de  los  últimos 
parapetos  de  cuadrado,  se  arreglará  por  el  comandante 
general  de^  armas. 

15.  Los  generales  de  sección  serán  proTlátós  de 
autorización  suficiente  para  proporóiónarsfe  todtífe  los 
medios  de  seguridad  y  subsistencia  de  la  fuerza  cíonfia- 
daá  su  mando. 

OBSERVACÍONBfe 

'  i.  k  .  • 

cUna  vez  sabido  el  ataque,  las  fuerzas  destinadas  á 
cubrirlos  tres  recintos,  así  como  la  reserva,  qcuparán 
sus  puestos,  teniéndose  presente  quq  siendo  estos  tres 
recintos  la  fortificación  con  que  debe  defenderse  la  pla- 
za, el  gefe  de  las  armas  resolverá  la  oportunidad  de  la 
concentración  de  los  cuerpos  Guardia  Argentina,  con 
una  pieza  de  artillería  volante  de  á  ocho,  el  1°  de  cam- 
paña acuartelado  en  el  mismo  punto  del  Retiro  y  el  4° 
batallón  de  Pa¿nc£o^  en  id^ma:  el.bíitallon  Rebajados 
en  su  cuartel  al  oeste^  palie  .d^  ^V^y%  y^  ^1  batallón 


DB  BITElDOSr  JJBB8  181 

ÑedíauradoresaÍBuVyen  la  calle  de  ta  Recoaquista. 
Estos  cuerpos^  para  hacer  «u  concentración,  lo  verifi- 
carán del  modo  siguiente:  el  general  Rolon,  gef&  de  los 
tres  cuerpos,  en  el  Retiro,  mandará  en  dirección  á  la 
plaza  de  la  Victoria  el  4^  de  Patricios  y  el  V  de  campa- 
ña con  la  pieza  de  artillería,  y  puestos  á  las  órdenes  del 
general  Soler,  dispondrá  éste  que  el  1°  de  campaña  si- 
ga ápon^rs.e  á  las  órdenes  íiel  general  Guido,  distribu- 
yendo el  4**  batallón  en  los  puntos  que  debe  ocupar  en 
$u  i^eccion,  lo  mismo  ¡que  el  de-la  Guardia  Argentina. 

<  Los  Rebajados,  mandando  50  hombres  al  Parque, 
se  di3*igirá  el  resto  hacia  la  f)aza,  á  recibir  órdenes  del 
general  Guido,  quien  distribuirá  dicha  fuerza  en  los 
puiUos: de' su  recinto. 

El  batallón  Restauradores  se  moverá,  como  los  an- 
teriores en  dirección  á  la  plaza  de  la  Victoria  y  el  ge- 
neral Hüidobro  los  distribuirá  en  los  puntos  de  su  sec- 
ción, f 

«La  rétii'ada  de  la  Guardia  Argentina^  Rebajados 
y  Restauradores  y  si  fueren  atacados,  la  harán  en  cuer- 
po, alejándose  del  enemigo  lo  mas  que  les  sea  posible, 
sostenidos  por  guerrillas  de  25  hombresy  procurando 
derramarlos  por  las  tres  calles  que  tiene  cada  uno,  en 
dirección  al  centro,  con  el  objeto  de  que  la  fuerza  prin- 
cipal pueda  cómodamente  subir  á  las  alturas,  sosteni- 
da por  las  guei^rillas,  las  que  á  la  vez  sostenidas  por 
aquella  al  tiempo  de  su  colocación,  f^ara  este  objeto, 
es  cenvemiente  que  en  el  momento  de  dat*se  la  orden  de 
retirada  por  él  gefe  de  las  armas,  los  generales  de 
sección  se  avancen  sobre  los  cuerpos  que  ddbeñ  recon- 
centrarse y  ordenar  personalmente  la  retirada,  tenien- 
do presente  que  al  honor  de  las  armas  de  la  Confede- 
ración está  librado  el  deber  de  repeler  al  enemigo, 
disputándole  con  preferencia  el  terreno  que  invade. 

<  Los  generales  Soler,  Guido  y  Huidobro  cuidarán 
'cada  uno  en  su  caso  de  hacer  abrir  con  anticipación 


161  movnreuL 


i     • 


las  puertas  de  las  dasas  de  las  azoteas; y^on  reladon 
'á  la  fuerza  que  Venga  en  reitirada  y  que  deberá  ocupar 
■  la  mayor  estension  del  recinto,  apostando  oficiales  al 
efecto,  y  comunicando  al  gefe  que  se  retira,  el  número 
de  hombres,  poco  mas  ó  meilos,  que,  á  su  juicio,  debe 

dejar  en  cada  azotea.  , 

» 

«  El  gefe  de  las  armas  considera  mas  oportuno  su 
residencia,  en  caso  de  ataque,  fuera  de  los  recirttos  de- 
signados y  es  por  esto  qtie  ha  formado  este  plan  de  de- 
fensa, distribuyendo  las  localidades  al  mando  de  Jos 
genei'ales  que  he  ha  cabido  el  honor  de. mandar  interi- 
namente; y  apoya  esta  idea  en  el  antecedente  de  que, 
siendo  de  suma  ventaja,  en  el  caso  que  el  enemigo  inva- 
sor tome  alturas  para  batir  los  recintos  fortificadas,  el 
privarles  de  víveres  de  subsistencia,  lo  mi^itio  que  de 
la  inteligencia  entre  sí:  importa  mucho  mover  y  dirijir 
á  la  defensa  la  población 'ijue  queda  fuéraidela  lioea 
trazada.  Es  igualmente  de  mucha  importancia,  el  de-, 
íendet  el  Parque  6  todo  trí^ince,  paríL  cyyo  efacto,  á  mas 
de  los  100  trabajadores  y  50  Rebajados^  que  al  efecto 
están  destinados,  se  reformafó  este  p^nto  coa  alguQ<>s 
'  délos  fieles  y  decididos^, federales  que  se  reúnan  al  gefe 
.  da  las  armas.  Al  elejir  eiste  punto  se  ha  tenido  presen- 
te,  amas. de  su  importancia,  lo  conveniente  que  él  será 
para  remitir  á  la  plaza  la  provisión  de  carnes  y  artícu- 
los de  guerra  indispensables  y  que  por  su  localidad 
están  á  gran  distancifet.  ;        . 

c  No  es  menos  importante  estar  fuera* del  recinto  pa- 
ra disponer  que  el  escuadrón  de  policía  y  las  fuerzas 
de  caballería  que  mandan  \os  decididos  federales  de  la 
Sociedad  Popular* ^  y  que  se  consideran  hoy,  como 
en  número  de  500  hombres,  hostilicen  al  enemigo,  si 
hubiese  tenido  la  fortuna  de  penetrar  hasta  los  fuegos 
de  los  recintos  de  la  plaza,  privándole  toda  clase  de 
recursos,  asi  como  empeñándose  en  facilitarlos^  los 
recintos  foiTtífícaidos, 


«Dé?  pfesénté píari  «e<!ás(carán  3  ejempláfe^  que, 
firmados  por  el  inspector  y  comandante  general  d^  ar- 
mas, se  destribuirán  éntrelos 3  comandahteia  en  gefe 
de  se.ccion,  generadles  Soler,  Guido-  y  Hüidobro/    ' 

« Buenos-Aires,  setiembre  4  de  1840,  año  31  de  la 
Libertad,  25  de  la  Indépendeticia  y  11  de  la  Confedera- 
.    clon  Argentina.  ^  ; 

«Lücto  Mansillü.» 

r  ' 

Faersa  (disponible  para, Id  sección  del  peste  álpri^ 
mer  toque^  de  alarma.  ... 

100  serenos— 60  tenientes  alcaldes-7-'40  hoMbfes  del 
3**^  batáílon  de. Cívicos. 

Fuerza  adicional  para  cubrir  la  sección. 

350  hombres  del  batallón  /2e6a/arfo$— 700  id.  'Es- 
cuadrón del  n®.  I""  ál  mando  del  coronel  Sá,nchez;   ' 
'        €  Orden  general  kel  dia  5  de  setiembre.. 

Sé  reconocerán  por  ayudantes  comandantes  deViñs- 
pector  y  comandante  generial  de  armas  á  Ips  generales 
Miguel  Soler,  Tomás  Guido'  y  José  Tluiz  Hüidobt'o: 
'  y  las  órdenes  que  éstos  dieren  por.  escrito  ó  de  palabra 
6  por  el .  órgano  de  sus  ayudantes  sei'án  obedecidas, 
como  emanadas  de  lo  acordado  y  dispuesto  por /el  ins- 
pector general,  para  la  defensa,  seguridad  y  provisión 
'    del  ejército  de  la  guarnición.  '^         ^ 

•  •  ■  r 

Exasperado  Rosas  de  ver  que  sus  eperpigp^  eran 
,  inoaosables  en  tentar:  todos  los  medios  posibles  ,para 
derrocar!^  recurrió  á  las  vías  de  hecho^^  pof  piedÍQ..de 
una  Sociedad  denominada  Popular.  Iiesta,ur(idora¡  ó 
Mashorca  (ó  Mazorca), que  ejerció,  toda  cla^  de  vengan- 
zas hasta  el  degüello  de  paciñcos  vecinos.  Cuando  esa 
SQciedad  tuvo  Inseguridad  de  que  el  ejército  liberta4or 
había  operado  su  inesperada  cuanto  impolítica  retirada 


de  la  provipom^  puso  en  juego  todo  si;^furo^  Acu^^ndo  á 
•   los pSieudp ^unitarios  de  todas  las  desgracias  que  babfa 

'  esperimentado  el  pais,  sin  esceptuar  el  asesinato  de 

Quir.oga  y  da  su  comitiva^    Las  cárceles .  se  llenaron 

>.'  de  presos^  y ^ aunque  puestos  en  libertQ,d,  solo  fué  p^ira 

,  ^er  despueis  (jbecaF^U.dos  por  los  seideB  de  Ift  tiranía. 

Por  un  decreto  de  16  de  setiembre  (1840),  espedido 
por  el.gpbarj?iadon  delegado  Arana,  con  espresa  auto- 
rización del  propietario  Rosas,  se  disponía  la  oonfisca- 
.ciondetodQS  los  biene^  muebles  é.  inmi¿i^bles^  dere- 
chos, acciones  de  cualquiera  clase  que  fuesen,  en  la 
ciudad  y  Qarppaña,  que  perteneciesen  á  los  salvajes 
unitarios^  es  decir,  álos  enemigos  políticos  de  Rosas, 
que,  abandonando  s.us  intereses,  emigraban  con  razón 
ó  sin  ella.  Sin  embargo,  este  decídete  tuvo  su  ejecu- 
ción en  el  siguiente  mes  qctpbr^  (niQS  de  Jios(zs)y 
época  de  horror,  en  que  no  había  una  sola  persona, 
sin  Qscluir  las  de  los  diplpmáticos  estrangeros,  cuya 
yi(Ja  estuviese  segura;  época  que  recuerda  la  acymula- 
.  cion  de  delitos,  fusilamientos  en  la  cárcel,  cuarteles  y 
.  ..pontones,  pl^za  del  Retiro  y  Sfintos,  Lugares;  atenta- 
dos contra  ía  religión,  contra  la  cosa  pública;  viola- 
QÍqn  del  domiciliOj  arrestos  ilegales,  violencias  injusti- 
^oadas:  .denegación  de  justicia;  atentado?  contra  la 
propiedad,  contra  la  integridad  ^e  las  persoíias;  con- 
tra el  honor  de  éstas;  en  une  palabra,  época  de  corrup- 
ción sofcfa'í  húsía  la  estravagancia  del  crimen. 

El  desgraciado  vecino,  á  cuya  puerta  fuera  á  golpear 
"  áíjuella  tespecie  de  íribiinal  de  la  inquisición,  conocido 
'    con  él  nombre  de  Suciedad  Popular'  Restauradora)  ó 
aqueíá  quien,  por  haberse  negado  á facilitar  una  can- 
tidad de  dinero  prestado,  ó  que,  habiéndola  prestado, 
se  hubiera  atrevido  á  pedir  su  devolución,  fuese  caliñ- 
cado  de  .safca7ea;?r7ar/o  por  algún  miembro  déla  mas^ 
'  horca,  ya  podía  entioínendar  su  alma  áDios,  porque 


DB  BVmoa  JUBB8  I8S 

era  candidato  seguro  áeíviotín  que  3e}e\i3¡íiÁ9L'áB  tocar, 
ó  lo  que  era  lo  misDio^  del  degüello. 

'  Después  deesas  espenas  de  horror  del  mes  de  ootu- 
bre,  que  los  pseudo-federales  denominaron  Mes  de 
Bosas,  (hasta  el  29  de  marzo  de  4843,  ^ue  éste  lo  pro- 
hibió)', en  conitiemoracion  do  lozanos  déf  1820  y, 1833,' 

.  en  que  Rosas  contribuyó  al 'restablecimiento  del  gober- 
nador Martin  Rodríguez  y  al  d6  los  Restauradores^  y 
que  sin  pensarlo,  conmemoraba  una  lúgtlbre  época ^de 
sangre,  los  franceses  hiciferon  ta  paz  con  Rosas >  fir- 
mando una  ¿onveocion  que*  se '  enimoce  con  el  nombre 

-  deíratadoMackau. 

El  mismo  día,  31  de  octubre,  de  la  ratificación  del 
referido  Tratado,  el  gobernador  delegado  Arana  espi- 
dió un  decreto  imponiendo  penas  severas  á  todo  íYídi- 
Vlduoque  altérase  el  feosiégb  j^úblico,  y  la  pena  de 
muerte:  Al  simple  robo  y  heridas  leves; 

La  Junta' de  Representantes^  por»  sü  part¿,  q'ue^  no  se 
cansaba  de  prodigar  honores  al  Restaurador,  acordó  á 
teosas  un  voto  de  graciaá  por  el  s&loj  patríoíisñio^  Éabi- 
duria  y  energía ^  cort  qué  sostuvo  la  causa  delwLrfer- 
iadé  Independencia' de  ía  Confederación  Argentina  y 
de  la  América,  en  el  hecho  de  la  celebración  de  la  cita- 
da convención  de  pazcón  el  almirante  Mackau,  porgue 
se  ctínségula  que  él  gobierno  francés  retírase  su  apoyo 
á  los  enemigos  dé  la  Dictadura  y  áfiarisaaba  á  Rdsas'  en 
el  poder. 

Por  la  victoria  del»  Sauce  Grande,  el  gobernador  Ro- 
sará, á  pesar  de  éi\  delegado^  espidió  (17  de  diciarñbre)[  un 
decreto  concediendo  al  general  vent^edor,  Eehagúe,  una 
espada  guarnecida* de  oro,  con  las  armas  de  lá.  patria 
orladas,  grabadas  dentro  de  un  círculo  de  brillalites,  en 
el  lado  esteriorde  la  guarnición^  con  la  inscripción  si- 
guiente:— /  Vioa  la  Confederaeion  Argentinal — Ilustre 
\  defensor  de  la  libertad-  y  fionor  de  la  Gonfederacion 
Argentina,  y  del  ^Continente  AméHcano.    Én  el  lado 


y 


t86  .    .    PBOYIRÜIA   . 

/  interior,  entibe ipaJmas  dé  i*el¡eye~/ JI/xí«núf/^  ios  saloa- 
Jes  unitarios  ! — Sauce.  Grande  julio  16  de  1840 — El 
gofiierno  de  la  Confedetacion  Argentina  al  patrioíis^ 
mo  y  al  valor. 

A  los  generales  una  espada  también  guarnecida  de 
oro,  pera$in'el  circulo  de  brillantes,  y  en  lugar  de  las 
peilühr^s  Ilustre  defensor  de  la  precedente  inscripción, 
esta  ott^Li^Dúnodadol  ardiente  defensor  en  los  campos 
del  Sauce  brande. de  la  libertad  y  honor  de  Id  Confe- 
deraxiion  A  rgentina  y  de  la  América, 

El  uso  de  una  m^alla  de  oro,  para,  los  gefe3  y  de 
plata,  para  los  oficiales,  pendiente  del  pacho  en  el  eos- 

'  tado  izquierdo  con  cinta  puo^ó^.y  la  inscripción:— En  el 

-  ¡anverso — /  Vioa  etcJr-^Yaliente  dejensor en  los  cam- 

-;  pús  del  Sauce  Grande,  de, la  libertad  de^  la  Confedera- 
ción Argentina  y  de  la  independencia  del  Continente 
Americano.  En  el  reverso,  las  armas  de  la  patria  en- 
tregeroglííicos;mil¡ tares,  iguaUnscripcion  que  la  de- 

:   signada  para  el  lado  eslerior  de  1^  espada. 

P^r^los  individuos  de  tropa,  e,!  uso  d^  uoa  medalla 

^  dé  metal,  con  esta  sda  diferencia  en  la  inscripción: 
Combatió  por  la  libertad  y  honor  amerícanOy  en  el  va- 

.,  lie^nta  ejército  vencedor  en   los   cc^mpos  del  Sauce 

Grande* 

Y  además^  de  las  haciendas  tomadas  ó  embargadas 
á  los  pseudo-unitarios,  se  concedió: 

Ganado  vacuno        Id.  lanat 
Cabezas  Cabens 

Al  general  en  gefe « .,...,  3000  300O 

A  los  g^erales 2500  2500 

A  los  coroneles  .  4 .  • .  •  w  • .  1500  150O 

A  los  tenientes;  coroneles,  lOOO  1000 

.A  los  mayores 500  600 

A  los  capitanes .••  400  500 

A  lo^  tenientes •  300  400 

<.        A:  los .  alféreces «•«*     v200  300 


BB  Büinroa;  JLiBBS  I8T 


A  los  sargentos...  V.  •.•!..      100    '  300/ 

A  los  óabos. •..'..  .4 .80  t^ 

A  los  soldados.  *.;...!..        50  150 

A  Jos  vencedores  en  lá  acción' de  Cayclsfá,  en  la  pro- 
vincia dé  Santa  Pe,  (](uetiivo  lugar  el  86  de  marzo;  el 
gobernador  Rosas  había  acordado  (2  de  abril)  al  gene- 
ral en  gefe,  gobernador  de*' Santa  'Fe,  don  Juan  Pablo 
López,  el  bso  de  una  rtiedallú  dé  oro  pendiente  bí  cue- 
llo, eti  el  pecho^  de  üfia  cinta  punzó,  con  las  arinas  -de 
la  Confederación  Argentina  orladas,  y  la  inscripción 
siguiente: — En  el  anverso—/  Mueran  los  uniiaribs  /^^ 
La  provincia  de  Buenos-Aires  al  patriotismo  y  al 
paíor—'En  el  reverso,  entre  trofeos  bélicos — /  Viva  la 
Federación  ! — El  gobierno  de  Buenos-Aires  recono^ 
cido  á  Xa  virtud  marciaL 

A  los  gefes, 'oficiales- é  individuos  de  tropa,  que 
acompañaron  á  López  en  ía(Jüella  jornada,  se' acordó 
una  medalla  de'honor, -los- primeros  de  plata,  y  los 
segundos  de  metal,  eon' iguales  inscpipoioñes  en  la 
misma  forma,  pendiente-  de  ona  cinta  punzó  al  lado 

izquierdo  del  pecho. 

A  fós  vencedores  en  el  Quebrathíto  contra,  al  gene- 
ral Lavalle,  el  38  de  noviembre,  se  concedió  ¡(17  de  di- 
ciembre) al  general  en.gef&,.doü'MariüeV  Oribe,  presi- 

. .  dente.í^^a/.de  1a  República  Oriental  ¡d^l  Uruguay,  una 
medajlade.oro  orlada  dq  brillantes,  con  una  cinta  blan- 
ca  y  punzó  y  la  inscripción  siguiente: — En  el  anverso, 
eptr^  palma*  djB  relievcTr^/  yiva  la  Confederación.  4^r^ 
geniina/— Ilustre  defensor  de  la  libertad  , y  honor 
de  la  Confederación  AJ^Qíj^ntinay  de  la  jindepen^en- 
ciq  del  .Continente  Americano: -ISsi' ^\  reverso,  Jas 
armas  de  la  patria  orladas — ¡Mueran  las  salvajes 
unitarios  1—QuebrachííOy  Noviembre  28  de  1840— El 
Gobierno  de  la  Conjederacion  al  patriotismo  y  al  pa- 

M  lor.  (Nunca  se  dio), 

Alf  segundx)  gPfleraí^  don  Ángel  Pacheco,,  ^^ia  moda- 


188  TKOvrmtk 

llá  también  deoiH),  con  una  cinta  punzó  y  ia  infecíripcion 
siguiente:  en  el  anverso -r-./  Víoa  etcJ^^Acpeditó  en  los 
desiertos  del  Quebr achilo,  la  dignidad  y  honor  de  los 
argentinos  y  sostuvo  con  heroico  ardor  marcial  la  In-^ 
dependencia  A mericana—Ea  el  reverso  igual  ala  pre- 

.   cédante.  (Id)  ,. 

,       A  los  gefesí.una  inedalla  de  oro  y  á  Jos  oficiales  de 
plalf^^  con  cinta  punzó,    y  1^^  inscripción   algo  dife- 

.■  rente;  y  4  los.  individuóos  de,  tropa  el  usq  de  una  meda- 
lla de  metal.  {Id.) 
y  además  se  acordó: 

■ 

Ganado  racüno        Id.  lanar 
'  ^       Cabezas  Cabeeas 

AI  gpner^l  en  gefe. .  ^ 3000  3000 

Al  segundo  general. . 2500  2500 

A  los  coroneles,  •..L..., .  1500  1500 

:        A  los  tenientes  GQnqneJLes,  1000  1000* 

A'  los  mayores".  •  • ^  500  .  600 

j          A  los  capitanas.,. *...*^  4QQ  ^500 

A  los  tenientes.^ 300  400 

A  los  alféreces 200  300 

A  los  sargentos...  ¿ lOQ  200 

Aloscabos 80  180 

¡  A  los  soldados,  • 50  150 

Eri  celebridad  de  la  paz  hecha  con  el  gobierno  fran- 
cés y  de  las  victorias  conseguidas  sobre  los  pseudo- 
''  unitarios,  el  gobernador  Rosas  espidió,  en  la  misma 
fecha  (17  de  diciembre)  un  decreto  disponiendo  se 
solemnizase  esos  hechos,  sin '"designar  dia,  con  Te- 
Veuniy  salvas,  repiques  en  todas  las  iglesias,  emban- 
deramiento de  la  ciudad,  iluminaciones  y  formación  de 
tropas. 

Por  lev  de  12  de  noviembre  de  1840  sé  había  creado 
la  clase  de  Gran  Mariscal,  con  el  tratamiento  de  Esce^ 
lencia^  elevando  á  ese  grado  al  brigadier^  Rosas,  «  por 
los  heroicos  servicios  que  acababa  de  prestar  al  país  y 


* 


DB  BIFmW^AZRBS  1)69 

ala  cama  ffenerai ^dé  Ja  Independencia  Amenicana, 
terminando  la  Administración  que  presidia  las  diferen- 
cias existentes  éntrela  Francia  y  laConfederacion.  / 

Rosas  contestó  pidiendo  se  le  eximlesend^.aCieptar 
tan  honorífica  condecoración,  pues  se  contentaba  con 
el  título,  qué  ya  tenía,  'de  Ilustre  Restaurador  de  las 
Leyes. 

La  Junta  de  Representantes,  no  solóle  i^egó  á  ádmi^ 
tir,lja  renuncia  de  ^se  título,  sino  que  fué  mas  lejos,  dic- 
tapdo  (18 de  dici^nabre)  otra  ley  y  agregando  losde  Hé- 
roe del  Desierto^  Defensor  Heroico  de  la  Indcfícnden- 
ciaÁmericana^  ten  honor  dé  los  eminentes  y  singula- 
res servicios  qu^  en  todo  tiempo  hiciera. á  la  pa^-ia,  >  y 
el  saludo  oficial  de  toda  comúnicacioii  que  se  le  diri- 
giera debia  ser  a^  Dios  guarde  la  importante  vida  de 
V.E.^  

Rosas  insistió  (27  de  febrero  de  1841)  en  no  querer 

aceptar,  no  solo  esos  títulos  sino  tanobíen;  el  de  Gran 
Mariscal,*  por  estar  esoluidas.  esas  .diist¡lncioneS;en,la 

RepüUieapór  lailoy  de  5ide  n^ar2;o  4e.i813,  qu^  ¿d^^^* 
na  el  grado  de  ¡Brigadier  cotíko  el  últippiPf&n.i^^eijérpito. 

Al  reiterar  Rosas  sus  súplicas  (1^  d^.dicÍQml)re  de 
1840),  pacía  qué  se  le.  concediese  el  rBpo3P .  qUe  e?^i^n 
6M6  infortunios  doméstioés,  ¡pedia  36 1 1^  peptniti^e 
preparar  el  descanso  dé  siu.fátigoaa  vid^  y  «fcpfi^^^- 
piar  desde  el  apacible  Jtoga/r  de  su  familia,  IjOkobra 
gloriosa  de  la  sabiduría  inmortal  ardiente. heroico 
patriotismo  de  los  honorables  Representante^.  > 

A  los  vencedores  en  Sapcala  ó  San  Carlos,  en. la 
provincia  de  Córdoba,  sorpresa  que  tuvo  lugar  el  18  de 
enero  de  1841,  el  gobernador  Rosas  concedió  (28  de 
febrero)  al  general  Ángel  Pacheco,  2°  general  (de  Ori- 
be) del  ejército  de  operaciones  comandante  en  gefe  de 
la  .división  de  vanguardia. en  aquella  soj^presa^  un 
premio  que.  consii^tia  €in  unijk  espada.guari^ecida  d^orp, 
con  las  armas  de  la  patria  orladas^  grabada^  ^entiro 


190  .  'SBomiciA   i  1 

.   de  un  círculo  de  briUante^^  á  los  gefea  una  .meddJIa 
de  oh>  y  á  los  oíioiales,  de  .plata,  coa  una  cinta:  punió, 
y  é  los  indivíduosde  tropa^  de  metal.  (No* se  dio). 
Y  además,  ^ 

}  ,  Ganado  vacunq         Id.  Uoar 

Cabezas   '  Cabezas 

Al  general  en  gefe 2200       •       2200 

'     Á  los  coróneles.........  1300        ''     130d 

A  los  ténierttes- cofonelé's. '     800  '  iSOO 

A  ios  mayores.  ..■.'.'.':..■..  400  '            500 

A  los  capitanes. . ." \  300            ■    400 

A  los  tenientes. ,..'.  250                300    ' 

A  los  álféréceá 200         '    '250 

■     A  los  sargentos. .  ^ ...; .  '    lOO'  200 

Áloscabos '..:,':\',.  80                 ISO    • 

A  los  soldados 50                 150- 

Sobre  el  suceso  de  la  célebre  caja  infernal,  ajcaecido 

•  en  la  noche  del  26  de  maríO'  de  1841,  elíector  nos  per- 
mitirá* lo  precedamos  y  rodeeiíioe  de  algumos  detalles 

•  queserVlrándeiil«straci'Oñ''Sabi>e  (a  materiJÉL 

Adémáé  del'  Ensayo  MistómcQ^soli^eia'  vida  dé  /?o- 

áas,  dado  á  luz  ení  la  Imprenta  del  Eataéo  poi!  doQ  Pe- 

'  dro  de  Angelis,  en  él  ano  d«  1830,  existe  QtrD,.dado;pDr 

la  misma  imprenta,  titulado  Basgo^dela  vida  pública 

■"  dñ  5.  E,  el  señor  brigadier^  general  fiofiJuaii  Mant\el 

'-  de  Rosas ^  ilustre  restaurador  de  las^yes,  héroe  del 

desierto^  defensor  heroico  de  la  independencia  ante- 

ricana^  gobernador  y  capitán,  general  de  la  provincia 

de  Buenos  Airés-^Trasmitidos  á  la  posteridad  por 

decretó  de  la  honorable  sala  de  representantes  deAa 

provincia.    Buenos  Aires.    184S  (Pág.  XXXV— 222 

—IX  en  40). 

Ilustrados  con  el  retrato  A%\  Restaurador.    Prece- 

•  didoá  d^  tíria  Iníroducoion  Histórica  por  ei  dootor 
Sduardo  Lahítte4  :«-,.. 


DB  BCTM8'  AIBBS  191 

Lo  demás  de  la  obra  consta  de  docomentos  oficiales, 
desde  el  18  de  diciembre  de  1829  hasta  el  4  de  noviem- 
bre de  1841,  relativos  todos  á  la  -persona  da  Rosas, 
acordándole  premios^  distintíioties,  etc.,  en  remunera- 
ción de  sus  servicios.  Esta  obra  era  mas  conocida 
con  el  título  de  Monumento  de  Gloria. 

Existe  otra  edición  hecha  en  Nueva  Yorkj  por  la 
Imprenta  ^spañolüy  en  el  aflo  de  Í84i(pág;.  XXXV— 
224-^Yl  >en  4^),  sin  el  retrato;  pero  coa  i&  adición  de 
dos  decretos  de fecjtia 39  de.marzode  1843,.  prohién^o- 
se  Iiamari92i¿8 «fe  Rosas  sldeocíabne  y  los  titdlós  de 
Nuestro.  íiiistre  Restaurador  de  ígcs  Le^es  etc.      i   ' 

Esta  última  fué  distribuida  én  feú  mayor  parte  en  el 
estrangero,  y  los  restantes  se  remitrerdní  á  Buenos- 
Aires  pót*  el  ministro  Argentino  cerca  áe  los  Estados 
Unidos,  general  Alvear,  todos  los  que  quedaron  depo- 
sitados en  casa  deí  ministro  de  relaciones  ésteriores, 
doctor  Arana^  hasta  el  7  de  mayo  de  1847^  qne  Rosas 
ordenó  le  fuesen  enviados  todos  á-su  casa^  .^'El  ^ctor 
Arana  dio. oumpliento  ^  la  orden,  remitiendo  2167 
.ejeD[iplare&  Impresos  en  Buenos^Aires  y  34  de '  los 
mandados  de  los  Estados  Unidos^  los  que  fueron  dis- 
tribuidos á  diferentes  personas  de  3ueno8-^Aíres  y  del 
resto  de  la  República  y  de  Chile. 

El  Mónümenta  de  Gloria  debió  aparecer  irüstradQ 
con  tres  látriihás,  que  hemos  visto,  representando  las 
diversas  posiciones  de  la  célebre  caja  infernal  (\\ÍQ^ 
desde  Montevideo  había  sido  misteriosameiite  manda- 
da á  Rosas,  falsificándose  al  efecto  la  firma  y  el  sello 
del  cónsul  general  de  Portugal  en  la  República  Orien- 
tal del  Uruguay,  don  Leonardo  de  Souza  Acevedo 
Leite  (muerto  en  Montevideo  con  el  título  de  barón  de 
Sousa)y  íntimo  amigo  del  Dictador.. 

ISs^a  Qaj£^  fué  rpcf bida  éa  la,  rada  de  Bueno^-Aif  ps  ' 
P9jr  Mr.  B^saf)>  ayudante  de  órdenes  (^  secretari/9  4el 


y 


,  alntlii^&ntc  franeés  Dufíotet,  poPíCüyo  cktodüQto»  Hefeó  )i 

manos  de  Rosas. 
En  Ip  carta  dirigida  á  Basan,  se  le  decía  que  aquella 

conlenía  las  medallais  y  diploma  de  la  Sociedad  de 
j.  Anticuarios  de^Copenhaígue,  parad  PreMei:^te  Bo- 

Abierta  eatónces. (en.  lá  noche  del  26  de  marzo  de 

1841)',  por  lahijá  del  Dictador,  y, al  grito.de  estupor  de 

'  íésfca^  cxirrieroa  Tariasf  persanasl  á  averiguar  Jo; cjueocur- 

<rfa;'yjse.Qnoarrtraron  que  la:  tal  caja  er4  uqa-.  Etíáquina 

;  'ded2.dañoiles>  cargados  abala  \y  que  debían>  ocasionar 

una  esplosíon,  |)or  medio  de  cierto  résortevdé  percusión, 

;.  ligado  Á  la  f;errwiuwL,  na.h|abiendx>  p¡rpduc¡ido  el  efecto 

„vd?se£||(jío^.  por .  hallarse,  quizá  enmobi^cido^  (>  por  otra 

^  cau^a,  cuya. circunstancia,  salvó  varias  victimas  iiio- 

.  ceip.te?.    .  ,/    ,     ,,      ,     ;.•     . 

Asi  que.se  hizo,  publico  este  hechOy  el  cónsul. Leite-se 

r  tea^ladióá  esta;  ciudad  en  abril  del  miismo  afiQ«(1841), 

,eí?i«úin  buqii^4e  guei-nafrancés  y  lógnó  sincerarse  la»te 

.  IjLosaB|.n)ei'ac^ndo  |X)íco  después. se  jle:  mandar.aiQ  ^us 

..pasaportes,  parat  que  saliese  de  Mente^Yideoi  de  dei^do 

pasó á' este  país,  ea^t mismo ^aráfetaiTv  -  i .  :' 
i .:  Las  léminaa,  6:qué<nos  referimos,  seirhbajai^ciD  diia  y 
noche  por  la  LitograficLdelits,A.rtes^  y,  cuaoflo  estu- 
vieron, listas,  su  dueño,  don  Lujs  Aldao,.las;ren>Uió  á 
Rqsjas,  con  su  correspondiente  presupuesto,  q^u^.  as- 
cendía á  100,000  pQSOS,.  E^te  hizo  contestar,  porcqp- 
'  (áiucto  dql  doctor  Baldoraero  García,;  que  ese  presu- 
puesto era  inaceptable  por  ser  demasiado  subidO;  el 
costo  dé  aquellas,  y  que  bastaba  con,  ef  retrato,  hecho 
por*  la  misma  Litografía,  pues  lo  hallaba  parecido. 

La  referida  caja  fué  puesta  en  exhibición  en  casa 

del  gobernador  delegado,  doctor  Arana,  lo  que  dio 

ocasión  á  las  felicitaciones  y  preces  en  las  iglesias   de 

la  Confederación,  jvor  la  milagrosa  preservación  de  la 

•  iída  del  Restaurador  iie  ÍUs  iéyesV  Yi't  tA\\  pastí  íel 


DB  ftüBHaS  ÁIBES  198 

présenle  griego  al  Museo  Público  de  esta  ciudad ^  don- 
de aun  se  coaserva,  <iamo  un  episodio  histórico  de  la 
guerra  civil,  á  que  todos  contribuyeron  con  hechos 
mas  ó  menos  vituperables. 

Esta  intriga  misteriosa  y  poco  noble,  pero  solo  justi- 
ficable, hasta  cierto  punto,  en  aquella  época  de  lúgu- 
bre recordación,  produjo  como  se  sabe,  numerosas 
desgracias,  y,  según  opinión  de  muchos  contemporá- 
neos, contribuyó  no  poco  al  segundo  degüello  de  abril 
de  1842;  ocurrido,  lo  mismo  que  el  primero  de  ¿ctubre 
de  1840,  en  la  administración  del  gobierno  delegado 
del  doctor  Arana,  coincidencia  tan  notable  como  desa- 
graciada sino  fuera  intencional. 

Parece  indudable  haber  sido  remitida,  desde  Copen- 
hague, una  caja  que  contuviera  medallas, diploma,  etc. 
dirigida  al  gobernador  Rosas  por  la  Real  Sociedad  de 
Anticuarios;  y  se  suponía  que  ella  fué  interceptada  en 
Montevideo,  y  que,  ó  fué  sustituida  por  la  que  conte- 
nía la  máquina  infernal,  ó  fué  sacado  su  contenido  in- 
troduciendo en  ella  el-  diabólico  aparato. 

Se  tomó  el  nombre  del  cónsul  Leite,  conducto  el  mas 
seguro,  para  que  la  caja  llegase  á  su  destino,  sin  des- 
pertar la  menor  sospecha. 

Algunos  afíosdespuesde  este  acontecimiento  (i847), 
donjuán  Rivera  Indarte,  hermano  del  publicista  don 
José,  pasado  al  campo  de  Oribe  desde  Montevideo,  de- 
claró bajo  bu  firma^  en  4  de  dipiembre,  en  el  Cerrito, 
que  en  1841,  se  hallaba  en  la  provincia  de  Entre  Rios, 
pero  que,. posteriormente,  hallándose  en  el  Rio  Grande, 
recibió  una  carta  de  su  hermano  don  José  Rivera  Indar- 
te,  previniéndole  cuidase  no  esponerse  á  ser  tomado 
por  el  ejército  de  Oribe,  pues  que  se  le  atribula  haber 
tenido  parte  en  algo  relativo  al  atentado  de  \^  máquina 
infernal;  que  esto  le  sorprendió. mucho,  porque,  sa- 
biendOiSU  hermano  que  él  no  se  hallaba  en  Montevideo 
en  la  época  á  que  se  referia^sabfa  también  que  no  po-  . 

13 


;«• 


V 


194  PBOTIHCIA 

día  comprenderle  parte  alguna  de  tal  acusación,  pero 
que,  con  el  deseo  de  saber  algo,  á  ese  respecto,  ya  que 
no  pudo  preguntarlo  a  aquél  por  haber  muerto  sin  ver- 
le, lo  hizo  al  librero  don  Jaime  Hernández,  en  quien  su- 
ponía conocimiento  sobre  el  asunto,  mediante  las  rela- 
ciones intimas  que  le  ligaban,  en  el  tiempo  de  la 
.  máquina  infernal,  con  don  José  R.  Indarte,  y  además, 
que  frecuentaba  su  librería  y  su  imprenta;  que,  en 
efectp,  Heniandez  le  dijo  que  la  citada  máquina  infer- 
nal había  estado  en  su  casia  toda  una  noche;  que  la 
llevó  el  hermano  del  declarante,  y  de  allí  el  mismo  la 
condujo^  al  dia  siguiente,  al^inisterio,  y  después  al 
paquete  que  la  trasportó  á  Buenos-Aires:  que^  cenia 
máquina,  llevó  también  de  la  librería  unos  pliegos  que 
tenia  preparados  como  oficios:  finalmente,  que  doa 
Jaime  Hernández  no  quiso  dar  mas  detalles  sobre  el 
asunto. 

Terminada  la  guerra  civil  en  la  República  con  el 
anonadamiento  del  ejército  libertador  y  con  la  muerte 
de  su  gefe  el  .general  Lavalle,  Oribe,  que  se  encontraba 
con  un  fuerte  ejército,  escribió  á  Rosas  manifestándo*- 
le,  que,  de  acuerdo  con  el  deseo  manifestado  por  algu- 
nos de  los  principales  personages  de  Bolivía,  seria  la 
mejor  oportunidad  de  operar  la  reincorporación  de  la 
provincia  de  Tarija,  ilejítim^mente  separada  déla  Con- 
federación,   Rosas,  contra  lo  que  debía  esperarse,  en 

.  enero  de  1842,  le.oontestó  que,  mientras  él  estuvie- 
se á  la  cabeza  del  gobierno  general,  jamás  llevaría 

.  la  guerra  á  Bolivia,  importando  poco  que  su  forma 
de  gobierno  fuese  de  unidad  ó  federativa;  que  no  era 
digno  de  la  República  "Argentina  reincorporar  á  Tarija 

.  por  la  fuerza,  ni  reclamar  nuestros  derechos,  en  cir- 
cunstancias que  Bolivia  se  encontraba  afligida  y  en* 
vuelta  en  la  anarquía,  y  que  debía  ser  obra  de  la  paz, 
por  medio  de  negociaciones  dignas  y  honorables,  en 
que  por  un  acuerdo  quedase  restituida. 


DB  BUBÜOS   AIRBS  '19^ 

El  5  de  eftero  de  1842,  el  gobernador  Rosas  mAodó 
cerrar  toda  comunicación  con  los  habitantes,  pueblos, 
puertos  y  costas  de  la  República  Oriental  del  Uruguay 
sobre  los  rio»  de  este  nombre  y  N^gro;  y  el  11  de  abril 
declaró  espeditas  las  vías  del  tránsito  para  todas  las 
provincias  del  interior,  libres  ya  déla  guerra  civil  Tíon' 
Ja  coniplííta  derrota  del  ejército  libertador,  en  el  Rodeo 
del  Medio  (el  24  de  setiembre  de  1841) y  con.  la  desig^ra- 
ciada  como  casual  muerte  del  general. Lavalle  en  Jujui 
(10  de  octubre).  Sin  embargo,  al  autorizar  Rosas  al 
gefe  de  policía  á  despachar  pasaportes  y  licencias  6 
todos  los  habitantes  de  la  provincia,  escluyó  á  los 
pseudo -unitarios,  á  quienes  no  podía  éste  espedirlos, 
ni  concedeí*  licencia  para  salir  á  ninguna  parte. 

El  P.  E:  de  la  provincia  fué,  desde  el  16  de  agostódé 
1840,  cuando  la  invasión  del  general  Lavalle  en* el  ter- 
ritorio de  la  provincia  por  el  norte,  hasta  el  4  déjulio 
de  1842,  ejercido  por  dos  gobernadores  conjuntamen- 
te^ uno,  propietario— Rosas— y  el  oítro^  delegado — Ara- 
na. Los  Estados  de  Tesorería,  mensages  y  la  tnayor 
parte  de  los  decretos  de  trámite  Ó  de  menor  importan- 
cia eran  firmados  por  el  delegado  y  casi  todos  los  de- 
más por  el  propietario,  quien,  en  aquella  fecha  (4  de 
julio)  reasumió  el  mando. 

Los  degüellos  del  mes  de  abril  de  1842  cesaron  inme- 
diatamente con  una  simple  orden  de  Ro^as  trasmitida 
el  19,"  por  medio  de  su  edecán,  el  general  Corvalan^  al 
gefe  de  policía  Victorica,  estrañando  que  é>ste  dejase  de 
llenar  el  principal  desús  deberes,  y  á  los  gefesRolón^ 
Ramiro,  CuitiHó,  Ximeno,  Nárbona  y  Mái^ifió,'  para 
que  hiciesen  salir  patrullas  desde  esa  noche,  pt'eñdién- 
do  y  conduciendo  á  la  cárcel  pública,  con  grillos,  á  to- 
dos los  asesinos  ó  sosi^echososl  Con  esta  medida, 
cesaron  los  asesinatos  como  por  encanto. 

Poruña  desgraciada  coincidencia,  tanto  los  degüe- 
llos de  octubre  de  1840  como  los  de  abril  de  1842,  tu- 


196  FEOvniciA 

vieron  lugar  durante  el  gobierno  delegado,  lo  que  no 
importa  responsabilizar  á  éste  por  aquellos  hechos 
sangrientos,  sino  llamar  la  atención  del  lector  sobre 
aquella  circunstancia.  En  efecto,  el  doctor  Arana, 
gobernador  delegado,  no  tuvo  en  ellos  conocimiento 
alguno,  puesto  que  Rosas,  desde  Santos  Lugares^ 
donde  se  hallaba,  libraba  sus  órdenes,  con  absoluta 
prescindencia  del  delegado,  según  lo  dispuesto  por  el 
decreto  de  16  de  julio  de  1840. 

fl84«>--BBl6ABiEB  JíVAiv  !!•  BOSAS,  gobernador  pro- 
pietario, desde  el  4  de  julio  de  1842,  que  reasumió  el 
mando  de  la  provincia,  que  siempre  tuvo  aunque  apa- 
rentemente delegado,  hasta  el  26  de  enero  de  1852  que 
lo  delegara  en  sus  ministros,  para  no  reasumirlo  ja- 
más. ' 

Avergonzado  Rosas  de  tanta  humillación  y  abyec- 
ción de  parte  de  sus  conciudadanos,  que  no  se  cansaban 
de  confundirle  con  condecoraciones  que,  en  verdad,  él 
no  solicitaba^  contentándose  con  que  no  le  quitasen 
el  bastón  del  mando  que  era  su  única  aspiración,  por 
mas  que  reiterarla  sus  renuncias,  que  sabía  no  se  ha- 
bían de  atrever  á  aceptar  los  Representantes,  el  gober- 
nador hizo  á  éstos  un  feo  desaire  prohibiendo  termi- 
nantemente (29  de  marzo  de  1843)  se  le  diese  los  títulos 
de  Nuestro  Ilustre  Restaurador  de  las  Leyes^  Héroe 
del  Desierto,  Defensor  Heroico  de  la  Independencia 
Americana,  etc.  y  únicamente  el  de  gobernador  y  ca- 
pitán general  de  la  provincia  ó  el  de  brigadier;  dis- 
poniendo al  mismo  tiempo  no  se  admitiese  en  las  ofici- 
nas públicas  documento  alguno  que  llevase  aquellos. 

^  Prohibió  igualmente  (11  de  abril)  toda  clase  de  suscri- 
ciones,  como  era  de  costunjbre,  con  destino  á  demos- 
traciones públicas  en  honor  á  su  persona,  y  celebrar 
su  cumpleaños;  así  como  las  palabras  cimportante  vida 
etc.»,  que  debían  suprimirse  en  el  saludo,  limitándose 
éste  éitDios  guardeÁV.,  V*  S.  ó  V.  E.  muchos  años.» 


DB  'BUBNOS  AIBBS  197 

^  So  pena  de  tres  años  á  trabajos  públicos,'  prohibió . 
(22  de  febrero  de  1844),  para  siempre^  el  juego  de  car- 
naval, que,  no  por  eso,  dejó  de  jugarse,  aunque»  con 
decencia. 

Decretó  (18  de  mayo  de  1844)  igualmente  la  abolición 
de  la  costumbre  del  luto,  en  la  forma  usada  hasta  en- 
tonces y  después,  permitiendo  solamente,  como  signo 
de  luto,  una  lazada  de  gasilla,  crespón  ó  cinta  negra 
de  dos  pulgadas  de  ancho,  en  el  brazo  izquierdo,  en 
los  hombres;  y  en  las  naugeres,  una  pulsera  negra,  de 
igual  ancho,  en  el  mismo  brazo;  pero  sin  prohibir  por 
eso  el  uso  de  los   vestidos  negros,  etc. 

El  gobernador  Rosas  prohibió  (8  de  enero  de  1845)  la 
salida  de  los  puertos  de  la  Confederación  á  todo  buque 
que  pretendiese  ir  al  Paraguay  ó  Corrientes,  como 
también  la  entrada  de  los  que  procediesen  de  aquellos 
puntos;  no  reconociendo  las  enagenaciones  de  los  bu- 
ques y. propiedades  argentinas,  verificadas  en  Corrien- 
tes ó  en  el  Paraguay  después  del  decreto  de  7  de  octu- 
bre, espedido  por  el  gobierno  de  Madariaga;  como 
también  (16  de  abril)  la  intrdduccioa  de  efectos  y  artí- 
culos del  Paraguay,'  por  cualquiera  vía  que  viniesen. 

Con  escepcion  de  los  paquetes  ingleses  de  Europa  y 
los  buques  de  guerra  de  las  naciones  amigas,  mandó 
(13  de  febrero)  cerrar  toda  comunicación  con  la  ciudad 
de  Montevideo^  inlerin  esta  fuese  dominada  por  los 
pseudo-unitarios,  cesando  esa  prohibición  á  la  entrada 
del  ejército  de  Oribe,  que  nunca  llegó  á  realizarse. 

Prohibió  (27  de  agosto)  toda  comunicación  con  los 
buques  de  guerra  franceses  é  ingleses,  que  bloqueaban 
el  puerto  y  costas  de  la  provincia  y  de  la  República, 
modificando  Ja  prohibición  respecto  de  los  últimos  por 
haber  el  lord  Howden  levantado  el  bloqueo  el  15  de 
julio  de  1847. 

El  general  0*Brien,  de  quien  se  habló  mas  arriba, 
había  sido  comisionado  por  el  gobierno  de  Montevideo, 


198  PfiOViKCtA 

en  1844,  para  solicitar  la  intervención  de  los  de  Ingla- 
terra y  Francia,  sobre  la  independencia  de  la  República 
Oriental  del  Uruguay,  anienazada  por  la  invasión  de 
un  ejército  argentino,  al  mando  del  general  M,  Oribe, 
í  que  se  titulaba  Presidente  dé  aquella  República,  y  á 
quien  nadie  mas  que  Rosas  reconocía  como  tal. 

Ya,  el  representante  de  la  Gran  Bretaña  en  Buenos 
Aires,  señor  Mandeville,  con  fecha  16  de  diciembre  de 
1842,  es  decir,  diez  dias  después  de  la  sangrienta  bata- 
lla del  Arroyo  Grande,  y  antes  de  la  aproximación  de 
Oribe  á  las  puertas  de  Montevideo,  dirigió  á  Rosas  una 
nota,  en  que  declaraba  que  la  Inglaterra  y  la  Francia 
'  convinieron  en  una  intervención  con  el  objeto  de  pro- 
teger al  Estado  Oriental  del  Uruguay,  y  pedían  á  am- 
bos beligerantes  que  no  pasasen  los  límites  de  sus 
respectivos  territorios.    Rosas  se  rió  de  la  interven- 
ción anglo-francesa,  y  apesar  de  la  protesta  oficial  de 
Mr.  Mandeville,  su  empleado  Oribe,  atravesó  el  Uru- 
guay, sucedléndose  la  invasión  con  todos  sus  horrores. 
El  agente  de  Montevideo  fué  muy  bien  recibido  por 
el  conde  de  Aberdeen,  con  quien  celebró  una  confe- 
rencia, en  que  se  convino  que  O'Brien  presentase,  como 
lo  hizo,  una  relación  exacta  de  la  carrera  pasada  de 
Rosas,  desde  que  fué  capataz  ó  mayordomo  de  las  es- 
tancias de  loa  señores  Anchorena,  hasta  el  año  de  1844. 

Después  de  varias  conferencias  en  Londres,  con  el 
conde  de  Aberdeen,  vizconde  Ponsonby  y  sir  Roberio 
Peel,  y  en  Paris,  con  M.  Guizot,  con  el  embajador  bri- 
tánico, lord  Cowley,  con  el  embajador  brasilero,  mar- 
qués de  Abrantes  y  con  el  rey  Luis  Felipe,  y  después 
de  haber  conseguido  se  presentasen  diez  peticiones  á 
ambas  cámaras  del  parlamento,  firmadas  por  casi  todos  * 
los  banqueros,  comerciantes  y  manufactureros  de  Li- 
verpool, Manchester,  Leeds,  Halifax  y  Bradford,  el 
gobierno  inglés  mandó  retirar  á  su  ministro  Mande- 
ville, en  mayo  de  1845,  reemplazándolo  porMr/Gui- 


DB  BUBSOS  AIRES  109 

llermo  Qore  Ousedey,  quien  en  unión  cotí  el  barón 
Deffaudis,  inició  la  intervención  anglo-francesa  esta- 
bleciendo el  bloqueo  en  los  puertos  y  costas  de  la  Re- 
pública. 

Las  escuadra»  de  esas  dos  naciones  subieron  el  Pa- 
raná, y  en  la  Vuelta  de  Obligado  epnpeñaron  wn  com- 
bate, el  20  de  noviembre  del  mismo  año  (1845),  con  las 
baterías  de  tierra  al  mando  del  general  Lucio  Mansilia, 
habiendo,  cada  una  de  las  partes  que  eji  él  tomaron 
parte,  cumplido  su  deber,  aunque  con  sensible  pérdida 
de  ambas. 

Desde  entonces  contirfuó  la  intervención  anglo-fran- 
cesa sobre  la  cuestión  del  Rio  de  la  Plata,-  sucediéndo- 
se  las  misiones,  una  tras  otra,  desde  Ouseléy^Deífau- 
dis  (1845)  hasta  la  de  Howden-Walewski  (1847),  cuando 
el  primero  declaró  retirada  la  intervención  arihada  por 
parte  de  la  Inglaterra  (julio),  continuando  el  segundo 
por  parte  de  la  Francia,  hasta  junio  de  1848. 

Después  de  la  ruptura  de  la  negociaron  Howden- 
Welewski,  llegó  otra  líiísion  (1848)  encomendada  á 
don  Roberto  Gore  y  Barón  Gros,  también  sin  resultado 
alguno. 

El  rechazo  d^  cada  una  de  esas  negociaciones  obte- 
nía la  mas  solemne  aprobación  de  la  Legislatura. 
Acordó  ésta  (26  de  agosto  de  1847)  se  hiciesen  tres  sal- 
vas acompañadas  de  repiíjues  generale.s,,el  29  de  agos- 
to, una  al  salir  el  sol,  la  otra  á  las  doce  del  dia  y'  la 
últi(na  al  ponerse  el  sol,  en  señal  de  aprobación,  por 
parte  del  pueblo  de  Buenos  Aires,  representado  por  la 
Sala  de  Diputados  de  la  provincia,  de  lá  conducta  del 
gobernador  Rosas. 

Ordenó  éste  (28  de  diciembre  de  1845)  la  subdivisión 
del  Partido  de  la  Guardia  de  Lujan  (hoy  Mercedes), 
creando  otro  con  la  denominación  de  Chivilcoy,  seña- 
lándosp  por  límites  las  Saladas,  al  primero,  y  al  se- 


200  PBOVIHGIA. 

gundo,  las  Saladas  y  los  Partidos  de' Navarro  y  Fortín 
de  Areco: — 

Ratificó  (6  de  enero  de  1847)  el  protocolo  de  recono- 
cimiento de  la  independencia  de  la  Confederación  Ar- 
gentina por  el  rey  de  Suecia  y  Noruega. 

El  18  de  enero  dé  1847  tuvo  lugar  la  colocación  de 
la  piedra  fundamental  de  la  muralla  de  la  Alameda, 
(Paseo  Julio),  cuyo  acto  fué  presidido  por  el  ministro 
de  hacienda,  doctor  Manuel  Insiarte,  habiendo  sido  la 

'  madrina  la  hija  del  gobernador^  señorita  doña  Manue- 
la Rosas,  (hoy  señora  de  Terrero).  Se  depositó  en  la 
obra:  1«  la  comunicación  que  pasó. el  gobierno  á  la 
Junta  de  Representante^  presentando  los. planos;  2** 
la  autorización  de  ésta;  3^  los  nombres  y  apellidos  de 
los  que  componían  el  cuerpo  soberano  déla  provincia; 
4°  el  de  la  autoridad  superior  de  Rosas,  como  encar- 
gado de  las  relaciones  esteriores  de  la  Confederación 
Argentina;  los  tribunales  de  que  se  compone  la  provin- 
cia^ gefes  y  demás  notabilidades;  copia  de  la  nota  fecha 
3  de  mayo  de  1856  en  que  se  comunicaba,  por  orden 
superior,  que  el  mayor  edecán  don  Antonino  Reyes  de- 
bía empezar  á  enviar  ladrillos  y  cal,  trabajados  unos  y 
otra  en  el  cuartel  general  de  Santos  Lugares  (hoy  San 
Martin),  con  destino  á  la  obra  de  la  Alameda;  y. por  úl- 
timo el  nombramiento  del  ingeniero  don  Felipe  Senillo- 
sa  para  director  de  la  obra.    De  todo  eso  se  sacaron  có- 

,  pias  autorizadas  por  su  orden  y  depositado  en  una  urna 
de  cristal  colocada  en  el  cajón  de  la  piedra  fundamen- 
tal, conteniendo  los  documentos  y  naedallas  (101  de  oro, 
plata  y  cobre,  desdq  el  año  1644  hasta  el  de  1845  y  ade- 
más un  billete  de  cada  clase  de  papel  moneda  corriente 
desde  20  pesos  hasta  uno).  Firmeron  el  acta  las  per- 
sonas siguientes;— Manuel  Insiart^— Manuela  de  Ro- 
sas y  Ezcurra — Vicente  López— Lorenzo  Torres— Mi- 
guel García— Casto  Cáceres— Miguel  Estanislao  Soler 
—Mariano  Benito  Rolon— Felipe  Heredía-^Jbsé  Ma- 


DB  ]ÍüSílr08  J^IBBS  201 

ría  Oyuela— Felipe  Elortondo  de  Palacios — Pedro  Ber- 
nal — Felipe  María  Ezcürra — Benedito  Maciel — Eusta- 
quio Torres— Juan  Moreno— Miguel  Riglos — Juan  Ma- 
nuel Larrazabal — Romualdo  Gaete— Antonio  Toll— 
Juan  Manuel  de  Luca — ^^Pedro  Angelís— Victoriano 
Agüilar — Ángel  Herrera-^Nicasio  Biedma— Bernardo 
Romero-— José  Narbona— Francisco  Quevedo-r-Pedro 
Ximeno — ^José  Salguero — Ignacio  Mártinez-**-Miguel 
Otero— José  Olaguer — Juan  Antonio  Argerich— Fran- 
cisco Aimeyda— Eustaquio  Giménez — José  María  Ve- 
lazqLver — Julián  Virón— Adolfo  Mánsilla-^  Lorenzo 
Roüsséan — José  Graham*-W.  Harris— Leonardo  Son- 
sa Leite  Acevedo — Picolet  d^Hermillon— Juan  Klick — 
Carlos  Rodevald — Carlos  Bunge— Clemente  José  de 
Moura — José  María  Reybaud— Máximo  Terrero— Fer- 
nando García— Natal  Torres — Francisco  Pífteiro-^G. 
Corvins  ^ Pedro  Xara— Víctor  Silva— Narciso  Martí- 
nez—Bekar— Gabriel— Francisco  Beláustegui— Felipe 
SeníUosai. 

El  Paseo  de  la  Ribera  á  que  la  Junta  de  Represen- 
tantes había  dado,  por  ley  de  15  dé  marzo  de  1847,:  la 
denominación  de  Paseo  de  la  Encarnación^  en  conme- 
moración del  nombre  de  la  esposa  del  gobernador,  de 
conformidad  al  deseo  manifestado  por  éste,  quedó  sin 
efecto  esa  resolución,  dándole  el  nombre  de  Paseo  Ju^ 
liOy  que  hasta  hoy  conserva- . 

Habiendo  solicitado  (17  de  setiembre  de  1846)  el  go- 
bernador Rosas  que  se  hiciese  una  reducción -en  los 
dias  festivos  del  año,  y  después  de  oir  el  dictamen  del 
Senado  ^el  Clero,  el  obispo  diocesano^  doctor  Medía- 
no,  espidió  al  fin,  (2  de  enero  de  1849)  un  edicto  supri- 
miendo todos  los  dias  de  fiesta  de  ambos  preceptos 
entre  semana,  á  escepcion  del  de  la  Encarnación  de 
Nuestro  Señor,  el  de  la  Circuncisión,  el  de  la  Festivi- 
dad de  Todos  Santos  y  el  del  Patrón  San  Martín. 
{Fueron  restableóidos  despueáxde  lalcaidá  de  Rosas). 


i 


i 


302  pRoyiiraiA 

Uno  de  los  actos  sangrientos  del  Dictador  y  que 
quizá  contribuyera  á  precipitar  su  caida,  fué  la  cruel 
ejecución  de  la  joven  Camila  O'Gornrian,  juntamente 
con  su  seductor  el  presbítero  Uladislao  Gutiérrez,  cura 
del  Socorro,  la  cual  tuvo  lugar  á  las  diez  de  la  maña- 
ña  del  18  de  agosto  de  1848^  en  los  Santos  Lugares  de 
Rosas  (hoy  pueblo  San  Martin).  Este  hecho  causó 
horror  á  los  hombres  que  se  manifestaban  mas  adic- 
tos á  Rosas,  y  arrancó  lágrimas  y  gritos  de  venganza 
á  las  madres^  á  los  esposos  y  á  los  hermanos.  Desde 
ese  momento»  la  opinión  públicajse  exarcebó  y  haista 
los  indiferentes  despertaron  de  su  letargo  pronuncián- 
dose contra  la  malhadadayfederacío/z,  con  sus  omnímo- 
das facultades.  Fué  un  buen  federal^  muy  adicto  ala 
persona  del  Restaurador,  quien  nos  dio  la  primera  no- 
.  ticia  de  tan  horrible  hecho,  llevado  á  cabo  en  medio 
del  llanto  y  de  la  consternación  de  los  mi»mos  soldados 
llamados  á  ejecutarlo. 

El  gobernador  Rosas  suplicó  encarecidamente  (5  de 
marzo  de  1850)  á  ios  Representantes  que,  al  contestar 
al  Mensage  del  P.  E.,  se  dignasen  oiarcar  Jos  hechos 
en  que  pudiera  haber  errado^  lo  que  se  habrían  guar- 
dado muy  bien  de  hacer,  y  al  mismo  tiempo,  atendida 
su  estension  (457  pág.)  emitir  su  fallo  en  general  sobre 
los  qoe  no  mereciesen  su  particular  atención. 

La  junta  contestó  (4  de  octubre),  como  era   de  espe- 
rarse, que,  á  vista  de  ese  documento,  todos  y  cada 
uno  de  los  Representantes  no  tenían  que  decir,   sino 
que  t  la  República  Argentina  marchaba  feliz  y  glo- 
.   fiosa.» 

^ Cada  vez  que  Rosas  presentaba  su  renuncia,  lo  que 
f^ucedía  todos  los  años,  rogando  encarecidamente  á  la 
Junta  de  Representantes  te  nombrasen  un  sucesor,  es- 
ta, lejos  de  aceptarla,  le  hacían  nuevos  ofrecimientos 
.   humillantes;  y  el  20  de  setiembre  de  1851  aceptó  con  el 
^  mayor  júbilo  el  desistimiento  de  Rosas  de  la  última 


DE  Étrsirod  aibbs  20S 

renuncia  que  reiteradamente  le  había  dirigido,  decla- 
rando que  todos  los  fondos  de  la  provincia,  las  fortunas, 
vidijs,  fama  y  porvenir  de  los  Representantes  de  ella  y 
desús  comitentes,  quedaban  sin  limitación  ni  reserva 
fi^lguna  á  disposición  del  gobernador  Rosas,  hasta  dos 
años  después  de  terminada  la  guerra  contra  el  general 
Urquiza,  que  se  había  pronunciado  el  1^  de  mayo,  y  la 
declarada  contra  el  Brasil  el  18  de  agosto.  La  junta 
declaró  igualmente  crímenes  de  s^lta traición  ala  patria 
é  infracción  del  tratado  de  4  de  enero  de  1831,  todos  los 
actos  cometidos  por  el  general  Urqoiza>  gobernador 
de  la  provincia  de  Entre  Riüs,  prohibiendo  se  diese  á 
éste  la  denominación  de  general  y  tratándosele  con  el 
merecido  diotado  de  loco,  traidor ^  salvaje  unitario; 
y  el  9  de  diciembre  (1851)  sancionó  una  ley  exonerando 
al  Ge/e  Supremo  Rosas  del  deber  de  presentar  el  Men- 
sage  y  presupuesto  en  el  dia  1°  de  enepo  próximo,:  y 
declarando  que,  mientras  durase  la  guerra  y  hasta  tres 
años  degpues  de  haber  obtenido  el  triunfo  sobre  el  ejér- 
cito libertador  del  general  Urquiza,  quedaba  exonera- 
do Rosas,  no  solo  de  aquellos  deberes,  sino  también 
de  oualesquier  otros,  ordinarios  ó  estraordinarios,.  y 
sin  responsabilidad  alguna  por  la  postergación  abso- 
luta que  hiciera  de  todos  los  deberes,  y  aceptando  los 
Representantes  iodds  las  consecuencias^  de  aquella 
saDdon,  cu-alesquiera  que  ellas  fucs€iny  haciendo  de 
su  escluaioa  responsabilidad  todos  los  actos  y  dispo- 
siciones del  Ge/e  Supremo  de  la  República, 

Después  de  renunciar  el  mando  Rosas  tantas  veces, 
negándose  siempre  la  Legislatura  á  exonerarle-de  tan 
pesada  carga,  que  su  salud  quebrantada  no  le  permi^ 
tía  ya  soportar^  cuyo  tema  duró  veinte  años,  á  los  que 
sobrevivió  otros  veinte  y  cinco  mas,  la  provincia  de 
Entr^  Ríos,  por  medio  de  su  cámara  legislativa,  no 
encoi>tró  justo  que  tanto  se  abusase  del  joaíWoííswao  y 
abnegación   de  Rosas,  exigiéndosele  el   prolongado 


204  PBOVIKCIA 

sacrificio  de  17  años  continuados  de  su  vida,  en  servi- 
cio público,  y  aceptó  por  consiguiente  su  renuncia,  en 
cuanto  de  aquella  provincia  dependía.  Rosas  demos- 
tró entonces  que  sus  repetidas  renuncias  eran  una  pura 
farsa,  apelando  á  las  armas  para  castigar  lo  que  él 
consideraba  una  locura  de  parte  del  general  Urquiza. 
Este  pasó  el  Uruguay  á  la  cabeza  de  las  huestes  en- 
tren anas,  y  fué  á  dar  libertad  primero  á  los  de  la  plaza 
de  Montevideo,  que,  desde  el  16  de  febrero  de  1843,  se 
hallaba  sitiada  por  el  general  Oribe,  con  el  mismo  ejér- 
cito que  acababa  de  llegar  triunfante  del  interior  de  la 
.  República  y  de  Entre  Ríos,  pero  dejando  el  suelo  ar- 
gentino regado  de  sangre  humana. 

Libre  ya  el  Estado  Oriental,  de'spues  de  una  conven- 
ción celebrada  con  Oribe,  el  8  de  octubre,  ó  mejor  dicho, 
después  de  una  capitulación  del  general  Oribe,  y  resti- 
tuidos todos  los  orientales  al  goce  de  sus  derechos, 
Urquiza  engrosó  su  ejército  con  el  que  fué  de  aquel 
y  con  los  de  la  plaza;  repasó  el  Uruguay,  y  atravesan- 

*  do  el  Paraná,  se  presentó  en  la  provincia  de  Buenos 
Aires  á  la  cabeza  de  27,  635  hombres  de  todas  armas, 
con  45  piezas  de  batalla,  incluyendo  las  fuerzas  de  En- 

•  tre  Ríos,  Corrientes,  Santa  Fe  y  Buenos  Aires  y  las 
oriéntalas  y  brasileras.  En  el  Paraná  se  reunió  á  Ur- 
quiza llevando  de  1000  á  2000  caballos  y  una  fuerza  de 
300  á  400  hombres,  el  coronel  Bernardo  Vicente  no 
Gonzales,  el  amigo  íntimo  de  Rosas,  cuya  causa  aca- 
baba de  defeccionar. 

Rosas,  que  había  salido  de  Palermo,  el  26  de  enero 
(1851),  consiguió  reunir  inclusas  las  fuerzas  de  la  ca- 
pital un  ejército  que  constaba  de  30,000  hombres,  con 
60  piezas  de  batalla,  inclusas  4  máquinas  de  cohetes, 
y  ocupaba  el  perfil  de  una  cuchilla  que  corre  desde 
Santos  Lugares  (hoy  pueblo  San  Martin),  hasta  la 
cañada  de  Morón .  Con  tan  respetable  fuerza  esperó 
•  al  ejército  grande  libertador  en  los  campos  de  Alvarez, 


DB  BlTBKOfl  AIRBS  SOS 

situándose  él  en  Caseros,  previa  delegación  que  hicie- 
ra del  mando  gubernativo  en  sus  ministros. 

La  vanguardia  del  ejéi*cito  de  Rosas  de  5000  hom- 
bres, al  mando  del  general  Ángel  Pacheco,  después  de 
un  pequeño  choque — real  ó  aparente— el  31  de  enero 
(1852)  se  hizo  humo  y  se  dijo  que  había  sido  derrotada. 
Algunos  lo  creyeron  asi;  otros,  y  entre  éstos  el  misino 
Rosas — opinaron  de  diferente  modo,  como  se  podrá 
juzgar  por  lo  que  vamos  á  referir. 

En  la  noche  del  2  de  febrero,  víspera  de  la  total  caida 
del  Dictador,  fué  este  visitado  en»  su  campamento,  en 
Caseros,  por  el  doctor  Lorenzo  Torres,  á  quien  Rosas 
recibió  con  agasajo  aparentando  concebir  la  mas  hala- 
güeña esperanza  de  triunfo.  Torres,  en  vista  de  la 
absoluta  falta  de  disposición  y  de  organización  militar 
que,  en  su  tránsito  hasta  Caseros,  había  o^bpervado  en 
el  ejército,  consideró  mas  bien  que,  lejos  de  triunfar^ 
lo  que  le  esperaba  á  Rosas  era  una  derrota  segura. 

Después  de  algunas  observaciones  que  Torres  juzgó 
oportuno  deber  hacer  y  á  que  Rosas  no  pudo  satisfacer 
sino  con  evasivas,  se  despidió  aquel,  desilusionado  de 
la  decantada  previsión  de  tan  gran  general,  que  apa- 
rentaba ignorar  aún  la  mas  simple  evolución.  Al  re- 
tirarse, acompañado  de  Rosas,  hasta  la  puerta,  Torres 
tomaba  la  dirección  del  campamento  de  Pacheco  á  lo 
cual,  notado  por  aquel,  le  indicó  el  camino  que  debía 
seguir.  «No,  señor, — dijo  Torres,— deseo  pasar  á 
saludar  al  general  Pacheco. — No,  vaya  usted, — con- 
testó Rosas — Pacheco  está  loco.»  Desde  ese  momen- 
to. Torres  se  ratificó  en  su  opinión  de  que  la  caida  de 
Rosas  estaba  ya  decretada  por  la  Providencia  y  que 
ella  era  inevitable.  ^ 

Cuando  Rosas  se  despidió  (26  de  enero  de  1852)  de 
su  hija,  le  previno  se  retirara  á  la  ciudad  después  de 
recoger  los  objetos  mas  preciosos,  y  ante  todo,  los 
papeles,  que  lé  indicó,  justificativos  de  la  inversión  de 


006  FBOvnrciA 

*  los  dineros  públicos,  que  era  á  lo  que  daba  mayor  im- 
portancia y.  en  cuya  conservación  manifestó  tener 
particular  interés,  en  contraposición  de  los  papeles 
políticos,  cuya  pérdida  ó  publicación  nada  la  inquie- 
taría., 

Apesar  de  las  instancias  y  ruegos  de  la  entonces  se- 
ñorita dofla  Manuela  á  su  padre,  para  que  se  quedase, 
delegando  «1  ma»do  del  ejército  en  Pacheco,  el  Dicta- 
dor insistió  en  que.debía  indispensablemente  poj:ierse 

::  ala  cabeza  del  mismo^  tanto  porque  Urquiíta  habría 

.  atribuido  su  ausencia  á  miedo,  ^cuanto  porque-no  tenia 
confianza  ei> Pacheco,  ni  en  ninguno  de  sus  gefes;  pero 

- .  que  podía  estar  tranquila  y  preparada  á  recibir  los 

:   chasques  que  de  hora  en  hora,  ó  con  mayor  frecuencia, 
le  iría  mandando  desde  el  campo  de  batalla. 
Esta,  que  ducó  mas  de  cinco  horas,  tuvo  lugar,  el  3 

.  de  febrero,  dando  por  resultarlo  la  completa  d^rrotí^  de 
Rosas,  con  ladispersion  de  toda  la  caballería,  quedan- 
do prÍ3Íon.era  toda  la  infantería  y  artillería,  sin  que 
llegase  chasque  alguno  en  todo  aquel  dia,  cuya  circuns- 
tancia hizo  creer  á  la  pobre  hija  que  su  padre  ya  no 
existiría.  Confirmábala  esta  creencia  la  llegada  de 
varios  grupos,  á  la  ciudad,  en  derrota,    y  apesar  de 

.  que  Se  le.  afirmaba,  con  ánimo  de  tranquilizarla  quizá, 
que  la  acción  continuaba  sin  decidirse,  ella  tuvo  el  buen 

,  criterio  de  sostener,  con  fundamento,  que  el  éxito  de  la 
batalla  le  había  sido  adverso  y  que  su  padre  debía  ha- 
.  ber  tenido  un  fin  siniestro. 

Rosas,  que  no  era  hombre  de  guerra,  no  se  movió 
del  campo  que  ocupaba  para.disputar  al  enemigo  ;el 
pasagedel  Puente  de  Márquez,  como  lo  habría  hecho 
cualquiera  de  sus  gefes,  si  se  les  hubiera  encomendado 
.  la  dirección  de  las  operaciones.  Tuvo  la  calma  y  san- 
gre fría  de  contemplar,  desde  las  dos  de  la  tarde  del  dia 
2  de  febrero  y  solo  á  la  distancia  de  20  cuadras  del 
enemigo,  la  formación  de  sus  legiones  en  actitud  de 


DB  ÉVmOB  AIRBS  907 

ataque,  sin  mdleiátafle,  dejándole  vivaquear  toda  la  no- 
che con  la  mayor  tranquilidad. 

El  resultado  de  tanta  ineptitud  fué — el  que  dejbfa  es- 
perarse—su completa  y  vergonzosa  derrota. 

Cuando  se  convenció  de  un  modo  mas  que  evidente 
que  su  poder  había  caido  y  que  su  persona  corría  pe- 
ligro, Rosas^  á  instancias  de  personas  interesadas  en 
su  salvación^  abandonó  el  campo  de  batalla  acompa- 
ñado de- un  escuadrón  dé  caballería  y  de  numerosos 
gefes  y  oficiales,  haátael  Hueco  dé  los  Sauces,  donde 
permaneció  como  una  hora.  Allí  se  despidió  de  sus 
acompañantes,  á  quienes  agradeció  el  servicio  que 
acababan  de  prestarle,  rogándoles  al  mismo  tiempo  le 
dejasen  solo.  Entonces.,  sobre  el  recado  de  su  caballo, 
escribió  con  lápiz,  su  renuncia^  concebida  en  los  térmi- 
nos siguientes: 


«  Febreto  6  dd  1$62. 


Señores  Representantes: 


c  Es  llegado  el  caso  de  devolveros  la  investidura  de 
Gobernador  de  la  Provincia  y  la  suma  del  poder  oon 
que  os  dignasteis  honrarme.  Creo  haber  llenado  mi 
deber  como  todos  lofe  señores  Representantes,  nuestros 
'conciudadanos  los  verdaderos  federales  y  mis  compa- 
triotas y  compañeros  de  armas.  Si  mas  no  hemos 
hecho  en  el  soslén  sagrado  de  nuestra  Independencia, 
de  nuestra  integridad  y  nuestro  honor  es  porque  mas 
no  hemos  podido. 

«Permitidme^  Honorables  Representantes,  que,  al 
despedirme  de  vosotros,  os  reitere  el  profundo  recono- 
cimiento con  que  os  abrazo  tiernamente  y  ruego  á  Dios 
por  la  gloria  de  vuestra  Honorabilidad,  de  todos  y  cada 
-uno  de  vosotros> 

c  Herido  en  la  mano  derecha^  y  en  el  campo,  perdo- 


/ 


808  ?BOViiíCiA 

-  nad  que  o&  escriba  con  lápi2  egta  nota  y  de  una  letra 
trabajosa. 

f  Dios  guarde  á  V.  H.  muchos  auos. 

Juan  Manuel  de  Rosas. 

En  seguida,  cambió  su  chaqueta  y  gorila  por  la  de 
su  ayudante  Loreuzo  Loppz  y  entró  en  la  ciudad^  co- 
mo 4  las  cinco  d^  la  tarde^  yendo  directamente  érefu- 
gkrse  en  casa  del  enqargado  de  negocios  de  S.  M.  B. 
el  honorable  capitán  de  la  real  marina  don  Roberto 
Gore,  desde  donde  mandó  en  seguida  á  tranquilizar 
á  su  hija  sobre  su  existencia,  sin  indicar  empero  su 
paradero,  hasta  mas  tarde  que  fué  e«to  verificado  por 
el  secretario  de  la  legación,  enviado  al  efecto,  llevando 
al  mismo  tiempo  el  encargo  de  regresar  acompañado 
de  la  referida  señora.  Esta  mandó  decir  á  Rosas  que 
no  podían  salir  tan  pronto,  porque  estaba,  haciendo 
encajonar  los  papeles  y  disponiendo  lo  conveniente, 
ya  que  tenía  que  abandonar  su  casa  y  su  país  natal. 

Toda  la  casa  estaba  en  completa  confusión^  y  como 
era  matura!,  la  señora  doña  Manuela  lloraba  y  se  la- 
mentaba sin  consuelo,  no  tanto  por  el  material  abando* 
no  de  sus  bienes^  que  no  los  consideraba  perdidos, 
cuanto  por  verse  en  la  forzosa , necesidad  de  dejar  su 
patria,  parientes  y  .r^^^laciones,  de  quienes  fué  siempre 
estimada,  porque,  en  verdad,  era  muy  digna  del  apre- 
.  ció  de  todos  los  que  la  trataban  y  frecuentaban  su  so- 
ciedad en  Buenos  Aires,  y  de  ser  compadecida  por  su 
difícil  posición. 

A  las  nueve  de  la  noche,  doña  Manuela  abandonó  su 
^  casa,  y,  acompañada  del  secretario  de  la  legación  bri- 
tánica, fué  á  reunirse  á  su  padre  que  la  esperaba  en  la 
,  del  encarga4o.de  aegocios,  señor  Gore. 

Como  á  las  once  de  la  nocUe  del  mismo  día  3  de 
febrero,  Rpgas  se  emba,rcó  con  su  hija,. acompañado 


DB  BtTBHQS  AlBBji  Qd9 

•  de  Mp.  Goré, 'dos  oficialefe  y  seis  marineras,  en  1 A  fra- 

-  gata  de  guerra  á  vapor  de  S.  M,  B.  (capitana  del  con- 
tra almirante  Henderson,  Ce/iíaar;  la  cual  permaneció, 
hasta  el  dia  9,  en  el  puerto,  desde  donde  aquel  pudo 
contemplar  las  demostraciones*  de  alegría,  á  que.  fes- 
tejando su  caída,  se  entregaba  con  entusiasmo  el  mis- 
mo pueblo,  que,  pocos  dias  antes,  ofreciera  todos  los 
fondos  de  la  provincia^  las  fortunas^  vidas,  fatna  y 
poroenir^ 

La  referida  fragata  á  vapor,  con  sus  huéspedes  á 
bordo,  salió  el  citado  dia  9,  hasta  Punta  del  Indio — 
punto  que  dista  como  70  millas  del  puerto — en  dbnde 
fueron  trasbordados^  el  10,  al  vapor  de  guerra  de  la 
misma  nación  Conflict  con  destino  á  Inglaterra,  La 
Centaur  regresó  al  puerta  al  siguiente  dia  11. 

Durante  el  viage  del  Conflicto  reventó  una  de  las 
calderas,  ocasionando  la  muerte  á  cuatro  individuos 
de  la  tripulación.  El  23  de  abril  llegó  á  Devonport, 
donde  desembarcó  y  visitó  el  real  dock,  -que  es  el  mas 
hermoso  del  mundo,  sus  espléndidos  cuarteles,  bospi- 
tales.navales  y  militares,  etc.  El  25  llegó  el  Conflict 
,  á  Plymouth,  donde  Rosas  fué  recibido  oficialmente 
(con  una  salva)  por  el  comodoro  superintendente,  sir 
Michael  Seymour.    Poco  después  desembarcó  el  ex- 

-  Dictador  y  fué  á  alojarse  en  Moorshead's  Royal  Hotel, 
Fore-Street,  Devonport,  donde  fué  visitado  por  el  almir 
rante  dePpuerto,  sir  John  Ommanney  y  otros  gefes  de 
repartición.  Su  equipage,  que  consistía  en  un  crecido 
número  de  cajones,  fué  inmediatamente  desembarcado 
sin  la  menor  dificultad  ni  embarazo. 

Con  motivo  de  ese  recibimiento  oficial,  como  nunca  se 

había  practicado  antes  con  soberanos  destronados  y 

otros  personages  de  nota  que  fueron  á  refugiarse  en 

tierra  inglesa,  se  suscitó  un  largo  y  acalorado  debate 

en  la  Cámara  de  los  Lores;  en  su  sesión  del  29  de 

abríl,  es  decir,  cuatro  días  después  de  haber  anuncia- 

14 


do  los  diarios  de  Plymouth  la  llegada  del  ei*D¡ctador 
argentino.  En  dicha  sesión,  el  conde  Granville  inter- 
peló al  secretario  de  las  'Colonias  sobre  los  honores 
oficiales  rendidos  indebidamente  á  Rosas.  Después 
de  un  largo  discursa  sobre  la  materia,  el  noble  lord 
terminó  pidiendo  por  única  contestación,  que  la  noti- 
cia, tal  como  habla  sido  dada  por  los  diarios,  era  exa- 
gerada; que  los  honores  dispensados  á  Rosas  lo  ha- 
bían sido  espontáneamente;  que  aquella  demostracipn 

.  no  envolvía  inteneíon  política  y  que  no  hábia  mediado 
órdea  del  gobierno. 

El  conde  de  Malmesbury  contestó  no  haberse  dado 
orden  alguna  por  el  ministerio  de  relaciones  esterio- 
resj  ni  haberse  enviado,  del  departamento  que  presi- 
día el  duque  de  Northumberland,  persona  alguna  con 
el  objeto  de  tributar  honores  oficialas  al  general  Rosas; 
que  lo  único  que  hubo,  fué  haber  recibido  de  este  indi- 
viduo uila  carta  escrita  ton  sencillez,  en  que  pedia 
permiso  para  residir  en  ios  dominios  de  S.  M.  B.  tan 
trant}ui lamente  como  fuese  posible»  asignándosele  al 
mismo  tiempo  una  persona  que  viviera  con  él,  hasta 
poseer  mejor  el  idioma  inglés;  que.,  en  consecuencia, 
no  encontraba  otra  esplicacion  que  poder  dar  al  mbdo 
como  fuá  recibido  Rosas  por  las  autoridades  de  Ply- 
mouth^  sino  es  que,  por  un  sentimiento  natural,  hubie- 

.  sen  querido  acoger,  con  hospitalidad  y  respeto,  á  un 
refugiado  distinguido  de  un  país  estrangero;  que^  por 
otra  parte^  Rosas  no  era  un  refugiado  común,  sino 
uno  que  había  manifestado  gran  distinción  y  genero- 
sidad para  con  los  comerciantes  ingleses  que  trafica- 
ban con  su  país,  y  uno,  en  fin,  con  quien  el  anterior 
gobierno  había  concluido  negociaciones  de  carácter 
importante  y  aun  firmado  un  tratado,  en  1849;  que 
cualquiera  que  hubiese  sido  la  conducta  del  ¿eneral 
en  la  América  del  Sur  y  cualesquiera  que  hubiesen 
sido  las  crueldades  cometidas  por  ól^  lo  que  solo  atafie 


DB  mmm  ajrbs  211 

á  si\  nac?ón-¿en  las  quo  quizá  rio  habla  exag^sraioiop — 
no  era  dable  estigmatizarlas  en  aquellas  circunstan- 
cias. 

Y  después  de  un  largo  debate,  en  que,  como  se  ve, 
se  eludía  lu  cuestión  principal  de  si  se  habfa  ó  no  dado 
orden  de  hacer  á  Rosas  un  recibimiento  oftciaL  como 
se  le  hizo',  el  duque  de  Northumberland  contestó'  que 
el  gobierno  no  babia  dado  órdep  alguna  á  lia  escuadra 
estacionada  en  el  Rio  de  la  Plata,  en  este  sentido,  pero 
sí,  que  todos  los  gafes  de  estación  la  tenían  en.gefie- 
ral,  para  salvar  la  vida  en  4od09  los  casos  como. aquel 
en  que  se  halló  Rosas;  que  nopudiendo  éste  llegar  á 
tiempo  para  tomar  uno  de  los  paquetes  de  la  linea  del 
Brasil  en  ^io  Janeiro^  áñn  de  trasladarse  á  Inglater- 
ra, como  era  su  inte^icion,  y  no  considerando,  adeniás, 
segura  su  vida,  si  permanecía  algún  tiempo  en  el  Bra- 
"sil,  no  hubo  mas  remedio  que  conducirle  en  el  Conflicto 
y  que,  si  «n  eso  se  habla  obrado  mal,  él  (el  duque)  se 
constituía  de  ello  responsable.  : 

Con  n^otivo  de  la  ley  de  29  de  julio  de    1857,  dio-  á 
luz  la  siguiente: 

«Protesta  del  general  Rosas 

SouthamptoD}  tetlenibre  20  de  185T. 

.      .  ,  ,         •    .        •  •  •  í 

«  El  Senado  y  Cámara  de  Representantes  de  But^nos- 
Airés,  en  28  de  julio  último,  ha  sancionado:    •      * 

«Primero— Soy  Reo  de  Lesa-Patria,  por  la  tiranía 
sangrienta  que  ejercí  sobre  el  Pueblo,  violando  hasta 
las  Leyes  de  la  Nación;  por  haber  hecho  iraicion,  en 
muchos  casos,  á  la  Independencia  de  mi  patria,  y  sa- 
crifipado  á  mi  ambición,  su  Libertad  y  sus  glorias. 

«  Segundo— compete  á  los  Tribunales  ordinarios  el 
conocimiento  de  loscrimeaos  que  he  cometido. 

<  Tercero— Y  que  can  arreglo  al  decreto,  16  de  febre- 


^12  noYivciA 

'  '  ro  de  52^  que  declaró  de  propiedad  pública  todos  mis 
bienes  existentes  en  el  Estado  de  BuenaS'Aires,<iueda 
autorizado  el  Poder  Ejecutivo  para  venderlos.  > 

« He  leído  esa  Ley.  ¿  El  gobierno  que  presidió  el 
general  Rosas,  lo  fué  solamente  de  la  Provincia  bonae- 
rense, ó  lo]  fué  además  de  toda  la  República?  ¿A 
quién  corresponde  el  fallo  del  que,  con  toda  la  suma 
del  poder  por  las  Leyes,  representó  á  la  Confedera- 
ción Argentina  ante  el  mun4o,  durante  tan  dilatado 
periodo?-—!  El  juicio  del  general  Rosas  I— Ese  juicio 
compete  solamente  á  Dios  y  á  la  historia;  porque  sola- 
mente Dios  y  la  historia  pueden  juzgar  á  los  Pueblos. 
Porque  no  hay  ley  anterior  que  prescriba  ni  la  sustan- 
cia del  juicio,  ni  las  formas  que  deben  observarse. 
Porque  no  pueden  constituirse  en  jueces  los  enemigos 
ni  los  amigos  de  Rosas,  las  mismas  victimas  que  se 
dicen,  ni  las  que  pueden  ser  tachadas  de  complicidad 
en  Iqs  delitos.  La  Nación,  por  el  órgano  de  su  gobiei^ 
no,  él  Director  Provisorio,  declaró  que  los  bienes  del 
general  Rosas  no  podiati  ser  confiscados,  i  Que  dirá  á 
eso  su  representacion'soberana,  que  aprobó  el  decreto 
y  demás  resoluciones  de  su  gefe  supremo?  ¿Decreto 
y  demás  resoluciones  que  obtuvieron  además  el  voto 
esplícito  de  la  Provincia  de  Buenos-Aires  ?  Rasgos 
esclarecidos  de  justicia  inmortal,  que  al  devolverme 
mis  propiedades,  honran  altamente  al  general  Ur- 
quiza. 

«Vuelyo  ala  Ley.  Esta  clase  de  crueldades  au- 
menta las  fuerzas  de  la  razón.  Ese  odio  de  los  erro- 
res es  el  mejor  titulo  que  se  consagra  para  la  gloria  de 
la  inculpabilidad,  para  el  honor  inmortal  de  la  honra- 
dez. 

t  No  hay  que  esperar  moderación  cuando  el  furor 
ocupa  el  alma.  Mientras  puedo,  pues,  decir  mas  acre- 
ditando la  sinrazón  con  que  se  me  ataca,  y  la  justicia 
que  me  asiste^  mi  primer  deberes  protestar  aún  mas 


DB  BDHHOS  AIBBS  2iS 

públicamente,  incluyendo   aquí  también  mi  anterior 
protesta^  que  sustancialmente  es  como  sigue: 

c  Sonthampton,  diciembre  18  de  1858, 

«Exmo.  señor: 

«  Cuando,  á  consecuencia  dé  la  orden  de  mi  gobier- 
no, he  sido  despojado  nuevamente  de  mis  bienes,  los 
estímulos  de  mis  sentimientos  y  la  fuerza  de  mis  de- 
beres no  me  permiten  una  conformidad.  Y  si  los  de- 
rechos del  hombre  son  los  de  preferente  atención,  me 
veo  constituido  á  reclamarlos  para  indemnizarme  de 
los  males  que  atacan  mi  honor,  arrancan  mis  propie- 
dades y  afligen  mi  estado. 

«V,  E-  funda  su  resolución  en  las  órdenes,  por  las 
que,  se  dice,  saqué  del  Tesoro  Público  4,647,066  pesos 
papel  moneda  corriente,  con  destino  á  la  quinta  mía—» 
Palermo. 

«  Permítame  V.  E.  asegurar,  que,  durante  mi  admi- 
nistracion^  ninguna  orden  puede  haber  en  las  cuentas 
de  Tesorería  espresando  ser  su  importe  para  gastos  en 
mi  quinta,  ni  en  cosa  alguna  que  particularmente  me 
pertenezca  ó  haya  pertenecido.  Esas  órdenes,  á  que 
V.  E.  se  refiere,  deben  ser  por  el  caudal  mandado  en- 
tregar al  coronel  Hernández  y  á  oficiales  escribientes 
del  inmediato  despacho  del  gobernador.  En  todas 
ellas  se  dice  ser  ese  dinero  para  objetos  del  servicio 
público.  No  pueden  ser  otras.  ¿Por  dónde  eptónces 
creer  que  esas  cantidades  hayan  sido  invertidas  en  mi 
quinta?  Y  si  se  ha  llegado  á  entender  que  correspon-^ 
den  á  ella  la  porción  de  edifiqios  y  demás  obras  en  el 
terreno  alquilado  á  don  N.  Muñoz  por  el  Estado,  y  en 
otros,  es  esto  una  equivocación,  porque  eso  es  del  Es- 
tado, y  hecho  con  dinero  suyo.  En  ello,  en  otros  gas- 
tos relativos  y  en  esas  numerosas  fuerzas  acuartela- 
das allí,  y  últimamente  en  el  ejército  acantonado  en  el 


tH  PROviiroiA 

¿ampo  mío  de  Pa/ermo,  fué  empleado  ese  dinero  papel 
moneda,  así  como  en  otras  varias  necesidades  del  ser- 
vicio público.  Tengo  en  mi  poder  los  documentos  de 
cuentas  y  recibos  originales  que  lo  acreditan,  y  podré 
mostrarlos  aquí  á  quien  V.  E.  me  ordenase.  ¿  Qué 
mas  podré  hacer  hoy,  Exmo.  señor,  sin  vista  de  esas 
órdenes,  juzgado  del  modp  mas  disconforme  que  V.  E. 
ha  dispuesto,  en  mi  situación,  en  un  pafe  estrañgero, 
en  el  retiro  silencioso  de  mi  vida  privada,  solo  y  sin 
ausilios  para  espedirme?  Mas  ¿quién  podrá  negarlo 
que  es  así  tan  cierto  de  notoriedad?  Las  circunstan- 
cias, permítame  V.  E,  decirlo,  con  el  mas  subordina- 
do é  íntimo  respeto,  son  solamente  los  que  no  favore- 
cen la  justicia  que  me  asiste. 

«  Si  hubiese  mi  gobierno  dispuesto  de  mis  ititereses, 
obligado  por  la  necesidad,  dándoseme  los  recibos  para 
el  correspondiente  y  mas  inmediato  posible  abono  de 
su  importe,  yo  habría  sentido  la  satisfacción  de  consa- 
grar ese  nuevo  sacrificio  á  mi  patria.  Si  los  hubiera 
solamente  embargado  en  precaución  de  algún  uso  de 
ellos  hostil  contra  mi  gobierno  6  las  esclarecidas  per- 
sonas de  su  administración,  me  habría  limitado  á  su- 
plicarle por  el  desembargo,  asegurándole  de  mi  con- 
ducta respetuosa  y  obediente.  Más,  cuando  la  orden 
de  V.  E.  me  quita  mis  propiedades,  y  se  apoya  en  he- 
chos los  mas  vergonzosos,  juro  ante  Dios  y  el  univer- 
so, no  haberlos  cometido.  Lo  siento  amargamente,  y 
con  toda  la  fuerza  de  mi  corazón  y  mi  conciencia,  ele- 
vo á  V.  E.  esta  respetuosa  súplica  par  la  revocación  de 
esa  orden  suprema  y  entrega  de  mis  bienes,  con  el  va- 
lor de  I05  ganados  y  demás  de  que  ya  se  ha  dispuesto. 
Súplica  tanto  mas  oWigante,  Exmo.  señor,  cuanto  no 
cuento  con  otros  medios  para  vivir,  no  tengo  mas  en 
Arnérica,  ni  en  Europa,  ni  en  parte  alguna,  que  lo  que 
á  la  vista  de  todos  poseo  en  Buenos-Aires,  unas  tier- 
ras en  la  provincia  de  Santa  Fe,  y  lo  poco  que  me  ha 


quedado  por  la  venta  de  la  estancia  «  San  JMartiji »  y  de 
los  ganador  que  recibió  el  compmdor,  hasta  la  fecha 
de  lá  orden  del  juzgado.  Así,  la  venta  de  ]o  que  me  ha 
quedado  no  me  alcanza  ni  para  la  cuarta  parte  d^  mis 
gastos»  si  he  de  vivir  en  una  moderada  comodidad  de^ 
cente. 

€  Son  así  mismo  injustamente  incluidas  entre  las 
propiedades  mías  de  que  se  me  ha  despojado,  las  cinco 
casas  en  la  ciudad  y  una  estancia  en  el  partido  del 
Monte,  perteneciente  á  mi  hija  por  su  herencia  ma- 
terna. 

f  En  tal  virtud,  en  mérito  de  lo  espuesto,  y  atento  á 
las  consideraciones  enumeradas,  anteV.  E.  rauyxe- 
verentemeate  reclamo,  en  la  mejor  forma  que  baya 
lugar  en  derecho,  y  jurando  no  proceder  doblemente, 
á  V.  E.  reitero  mi  mas  encarecida  súplica  por  )a  devo- 
lución de  mis  propiedades.  Si  lo  contrario  fuere,  que 
no  debo  esperar  de  lajustifícacíon  de  mi  gobierno,  díg- 
nese V.  E.  considerar  y  persuadirse  que  esta  solem- 
ne protesta,  que  en  tal  caso  elevo,  en  guarda  y  entera 
conservación  de  todos  mis  derechos,  ante  mi  patria^ 
su  representación  soberana,  mi  gobierno  y  las  nació- 
nes,  es  solamente  en  fuerza  de  nRis  sagrados  deberes, 
de  mis  necesidades,  y  sin  perjuicio  de  mi  sumisión  y 
mas  profundo  respeto. 

«Exmo.  señor 

«Juan  Manuel  pe  Rosas. 

€  Esa  prudencia]ha  abiertoVmas  el  camino  á  las  ver- 
dades. No  abaré  ahora  la  voz,  ni  para  justificar,  ni 
para  patentizar  el  origen  de  tantas  desgracias  acumu- 
ladas en  el  seno  de  mi  patria.  Para  saber  lo  que  valen 
los  hombres^  preciso  es  p>oner  en  balanza  sus  errores 
y  sus  aciertos,  sus  hechos  buenos  como  los  malos. 
Y  no  es  justo  se  pese.n  por  (klitos  las  faltas  d^  U  for* 


•216  IP&OVIKOIA 

tuna.  Pero  sellado  el  término  de  mi  carrera  pública, 
acepto,  como  un  deber,  que  la  religión,  mis  circuns- 
tancias, la  naturaleza  y  las  leyes,  me  imponen  decir 
algo^  segun'  pueda,  en  defensa  de  mi  honor,  de  mis 
derechos,  de  los  actuales  derechos  de  mi  hijo  y  de 
mi  hija,  después  de  mi  muerte, 

«Llegará  el  día  en  que',  desapareciendo  las  sombras, 
solo  queden  las  verdades,  que  no  dejarán  de  conocer- 
se, por  mas  que  quieran  ocultarse  entre  el  torrente 
oscuro  de  las  injusticias. 

«En  veinte  años  que  la  prensa  del  mundo  sirvió  á 
mis  enemigos  de  instrumento  para  inventarme  cargos, 
á  nadie  ocurrió  imputarme  el  de  robador  del  Teso- 
soro  público,  porque  nadie  podía,  ni  puede  compro- 
barme este  cargo,  sin  ser  desmentido  por  los  docu- 
mentos fehacientes  que  acreditan  lo  contrario. 

«¿Debía  comparecer  en  juicio  para  defenderme? 
¿Qué  puede  la  justicia  ante  el  poder  violento  de  las  pa- 
siones? ¿Podía  hacerlo  ante  los  que,  arrogándose, 
además,  una  competencia  que  nadie  les  ha  atribuido, 
daban  muestras  del  espíritu  que  los  animaba? 

« Me  limité  á  suplicar^  aún  á  reclamar,  por  la  resti- 
tución de  mis  bienes.  Y  en  caso  contrario  á  protestar- 
Pero  el  éxito  de  esta  petición  señaló  la  medida  de  lo 
que  pudiese  esperar  en  un  juicio  cualquiera.  No  me- 
reció resolución  alguna.  Nunca  el  poder  justificará 
el  hecho  de  favorecer  así  la  ceguedad  inflamada  de  las 
circfunstancias.  Y  si  la  prensa  de  un  país  estraño  no 
hubiese  publicado  mi  escrito,  los  diarios  de  Buenos 
Aires  habrían  guardado  silencio. 

«Ninguna  situación,  sea  cual  fuese,  exime  á  las 
almas  nobles  de  las  simpatías  que  nos  unen  al  infortu- 
nio, cuando  el  hombre  libre  en  sus  opiniones,  que  solo 
Dios  puede  arrancar  de  su  conciencia^  honra  con  su 
conducta  subordinada,  y  humilde  sin  bajeza,  al  gobier- 
no y  á  la  nación  á  que  pertenece. 


DE  MBlsrOS  AlRBS  2if 

« A  imitación  del  gobierno,  los  tribunales,  compues- 
tos en  su  totalidad  de  hombres  incompetentes  pdra 
juzgarme,  han  admitido  singulares  demandas  particu- 
lares contra  mis' propiedades  y  honradez. 

«En  semejante  situación,  no  me  queda  otro  arbitrio 
que  el  qué  ías  leyes  acuerdan  al  que,*  en  mi  caso,  no 
puede  defenderse,  ni  tiene  jueces  competentes  ante 
quienes  deba  ventilar  sus  derechos. 

«Protestando,  pues,  en  su  virtud,  otra  vez  mas,  con- 
tra todos  los  actos  tendentes  á  mi  deshonor^  el  despojo 
y  espropiacion  de  mis  bienes,  por  quienes  ni  tienen 
derecho,  puedo  repetirlo,  á  sancionarlo,  ni  habilidad 
legal  para  ejercer  este  derecho^  salvo  mis  acciones  y 
las  acciones  de  mi  hija  al  presente;  y  las  acciones  de 
mis  hijos  después  de  mis  dias,  por  las  violencias  de 
que  somos  víctimas,  á  fin  de  deducirlos  ante  quienes 
podamos  y  debamos,  como 'igualmente  los  que  nos 
competen  contra  lodos  los 'compradores  y  tenedores 
de  mis  propiedades. 

« LUmo  ahora  también,  en  completa  guarda  y  sosten 
de  todos  mis  derechos,  la  consideración  de  los  gobier- 
nos, y  muy  principalmente  del  gobierno  inglés  y  del 
gobierno  francés,  cuando  tengo  motivo  para  creer  se 
trataba  de  la  venta  de  mis  propiedades  á  subditos  ingle- 
ses y  á  subditos  franceses.  Y  es  por  esto,  y  por  todo, 
que  me  apresuro  mas  á  publicar  mis  protestas,  decla- 
rando otra  y  otra  vez  mas,  ser  nulo  todo  cuanto  contra 
mi  honor  y  mis  propiedades '  acuerdan  la  citada  ley, 
los  decretos  de  su  ;*eferenc¡a,  y  nulas  también  sin  nin- 
gún valor  ni  efecto,  todas  cuantas  ventas  se  han  hecho 
y  se  hicieren  de  algo  que  me  pertenezca,  sean  quienes 
fueren  los  vendedores,  compradores  y  tenedores,  con- 
tra quienes  reclamo  además  de  todos  los  daños  y  per- 
juicios que  se  me  ocasionasen  por  sus  ventas,  ó  de 
sus  compras  al  gobierno,  ó  á  particulares,  sean  na- 


f  16  9R0VIH0U 

,  cionales  ó  estrangeros,  y  sean  cuales  fuesen  los  gobier- 
nos de  quienes  sean  subditos.     \ 

c  Y  aquí,  en  estas  solemnes  protestas,  que  bien  ya 
en  alta  voz  elevo  ante  el  gobierno  del  Estado  de  Bue- 
,  nos  Aires,  el  gobierno  de  la  Confederación  Argentina 
^  y  las  naciones,  comprendo  también  todas  cuantas  ve- 
.  ees  fuere  necesario  en  derecho  para  mas  valer,  las  pro- 
piedades de  mi  hija  por  su  herencia  materna^  que  están 
envueltas  en  las  mias,  y  con  mas  fuerza  de  ras^nes  la 
estancia  del  «  Rosario,»  con  todas  las  tierras  y  demás 
que  le  pertenecen,  en  el  partido  de  la  Guardia  del 
Monte,  por  la  inaudita  violencia  y  completa  nulidad  de 
su  entrega,  al  que  me  la  vendió  en  el  año  de  1836,  y  en 
su  consecuencia,  por  la  venta  también  absolutamente 
nula^  que  éste  y  sus  herederos  han  hecho  aun  sub- 
dito inglés.  Y  por  todo  lo  que,  también  diré  pública- 
mente, cuando  pueda,  si  necesario  fuere,  al^o  mas  á 
los  enunciados  gobiernos  y  alas  naciones. 

«Juan  M.  de  Rosas. 

El  documento  que  acaba  de  leerse  fué  reproducido 
en  La  Tribuna  de  Buenos  Aires  del  21  de  noviembre 
•   de  1857,  precediéndolo,  escrito  de  puño  y  letra  de  Ro- 
sas^ lo  que  sigue: 

r 

«nSoQthamptOD,  octubre  8  de  185T. 

€  Si  los  señores  Editores  de  La  Tribuna  se  sirven 
publicar  la  adjunta  protesta,  ei  general  Rosas  les  será 
muy  agradecido. 
<  Queda  de  los  señores  Editores  muy  atento  servidor. 

«Juan  M.  de  Rosas,* 

El  vencedor  de  Caseros  también,  á  una  carta  de  Ro- 
sas, fecha  3  de  novientibre  de  1852,  en  que  le  daba  las 


gracicis  pov  el  desembargo  de  sus  propiedades,  dero- 
gando el  decreto  del  gobierno  de  Buenos  Aires,  de 
fecha  16  de  febrero  del  mismo  afio,  contestó  en  los  tér* 
minos  siguientes: 

San  Nioolé9,  mano  1$  4e  18/^. 

Señor  Brigadier  General  don  Joan  Manuel  de  Rosas. 

«Estimado  amigo: 

« Intimamente  reconocido  á  la  benévola  carta  del  3 
de  noviembre  último,  que  me  ha  escrito  usted,  acepto 
la  sinceridad  de  los  sentimientos  que  en  ésta  me  ma- 
nifiesta usted.  Las  consideraciones  que  yo  haya  po- 
dido dispensar  á  su  apoderado  y  amigo  el  señor  ' 
don  Juan  Nepomuceno  Terrero,  á  sus  hijos  y  á  los  de 
usted^  las  he  dispensado  al  infortunio  y  al  carácter  que 
ha  investido  usted  en  mi  país,  y  la  derogación  del  de- 
creto que  confiscó  sus  propiedades  ha  sido  un  acto  de 
rigurosa  justicia  que  ejercí  en  conformidad  con  mis 
mas  íntimas  convicciones,  y  demasiado  me  creo  retri- 
buido por  él,  con  que  usted  lo  aprecie  y  me  manifieste 
'   su  gratitud. 

« Los  nobles  ofrecimientos  que  me  hace  usted  de 
sus  servicios  en  sus  circunstancias,  en  el  silencio  y 
retiro  de  su  vida  privada  y  en  un  país  estrangero,  son 
demasiad(^  para  mi,  para  que  deje  de  tributarle  por 
ellos  mi  mas  profundo  reconocimiento  y  la  seguridad 
de  la  amistad  con  que  soy  de  usted  su  afectísimo  ami- 
go y  compatriota 

«Justo  José  de  Urquiza.» 

Caido  Rosas,  el  gobierno  de  la  provincia  según  se 
acaba  de  ver  juzgó  conveniente  apropiarse  sus  bienes 
como  iodemd£hizaoion  de  los  males  que  causó  4  la  Coofe- 


2¿0 


PBOvnrdtA 


deracion^.  de  que  era  gefe.  Entre  tanto,  su  responsabi- 
•  lidad  ante  la  República,  no  solo  ante  la  provincia  de 
Buenos  Aires,  pesaba,  no  esclusivamente  sobre  él,  sino 
también  sobre  muchos.  Fué  la  gran  mayoría  del  pue- 
blo argentino  quien  lo  elevó  y  sostuvo  hasta  el  fin. 

Si  Rosas  fué  criminal  contra  la  nación,  á  ésta  cor- 
respondía el  juzgamiento  de  aquél 

Rosas  fué  acusado  de  haber  dilapidado  el  tesoro  pú- 
blico, y  él  espontáneamente  sometió  su  administración 
rentística  al  poder  legislativo  de  la  provincia:  provocó 
al  fiscal  público  á  que  compulsase  372  espedientes  que 
debían  existir  en  la  contaduría  general,  probando  la 
inversión  de  los  caudales,  los  objetos  á  que  fueron  des- 
tinados, las  personas  que  los  administraron:  ofreció 
comprobar  con  lapresenta«;ion  de  títulos  semejantes  y 
auténticos— que  siempre  conservó  como  un  tesoro,  ha- 
ciendo igual  recomendación  á  sus  herederos,  actuales 
poseedores  de  ellos — la  inversión  de  todas  las  partidas 
que,  no  teniendo  una  especificación  particular  en  los 
mencionados  espedientes,  se  le  hizo  por  ellos  responsa- 
ble. 

El  general  Mitre,  entonces  redactor  de  Los  Debates^ 
reconoció  que  no  había  poder  para  juzgar  al  general 
Rosas:  que  la  confiscación  de  sus  bienes  era  un  aten-- 
tado;  y  que  la  dilapidación  debería  ser  probada  en  jui- 
cio contradictorio. 

No  solo  eso;  el  general  Rosas  que  fué  el  gobernante 
de  las  catorce  provincias;  que  representó  el  único  go- 
bierno general  incontestado  por  la  nación  y  aceptado 
por  el  mundo,  durante  veinte  años,  fué  juzgado  y  sen- 
tenciado por  las  solas  autoridades  de  la  provincia,  sin 
haber  dado  participación  alguna  á  las  demás  igual- 
mente interesadas  y  damnificadas. 

El  mismo  Rosas  no  usó  de  las  facultades  estraordi- 
narias,  de  que  fué  investido  por  todo  el  pueblo  de  Bue- 
nos-Aires y  por  lo^  gobiernos  de  las  demás  provincias. 


DB  BÜ£V08  /MBIES  B2t 

'  en  el  juzgamiento  y  castigo  de  los  Reinafé  y  cómplices, 
sobre  el  asesinato  del  general  Quiroga  y  su  comitiva. 
Solicitó  y  obtuvo,  no  solo  la  autorización  suficiente  de 
la  provincia  de  Córdoba,  de  que  uno  de  ellos  fué  gober- 
nador propietario,  sino  también  la  de  los  gobiernos  de 
todas  las  provincias,  porque  comprendió  que,  aunque 
investido  con  omnímodas  facultades^  el  gobierno  de 
una  provincia  no  tenia  derecho  de  juzgaí^  al  de  otra,  ni 
mucho  menos  al  que  representaba  á  la  nación  entera 
ante  los  gobiernos  de  las  demás  naciones,  con  quienes 
la  República  Argentina  estaba  en  i^elacion  dentro  y 
fuera  del  país. 

Y  si  se  hubiera  creído  deber  prescindir  de  dar  parti- 
cipación en  el  juzgamiento  de  Rosas  á  las  provincias 
que  no  concurrieron  al  derrocamiento  de  la  tiranía,  que, 
en  este  simple  hecho,  parecían  estar  muy  conformes 
con  ella;  no  se  hallaban  en  el  mismo  caso  las  de  Entre 
Ríos,  Corrientes  y  Santa-Fe,  la  República  Oriental  del 
Uruguay,  el  imperio  del  Brasil  y  la  parte  del  ejército 
porteño  que  triunfó  en  Caseros;  puesto  que,  en  virtud 
de. esa  misma  victoria,  serían  los  que  podrían  tener  de- 
recho para  juzgar  al  gobernante  derrocado,  ó  ser  con- 
sultados por  lo  menos. 

Terminaremos  manifestando  nuestra  opinión,  por 
lo  que  valga,  de  que  Rosas  no  fué  el  único  responsable 
de  la  tiranía;  lo  fueron  á  la  par  de  él,  los  gobernadores 
de  todas,  las  provincias  que  no  la  ejercieron  con  me- 
nor furor,  y  que  se  conservaron  en  sus  puestos  después 
de  Caseros;  lo  fueron  también  los  generales  y  demás 
gefes  que  la  sostuvieron  con  cruel  y  fervoroso  encar- 
nizamiento y  á  sangre  fría^  y,  sin  embargo,  fueron  re- 
conocidos sus  servicios  como  prestados  a  la  nación  y 
respetados  en  sus  grados.  Y  lo  fuerou,  mas  que  todps, 
los  Representantes  del  pueblo  de  Buenos -Aires  que, 
cuando  el  general  Urquiza^  al  frente  del  ejército  liber- 
tador, acalcaba  de  derrocar j,  en  la  República  Oriental  d,el 


iüé 


t^omtttA 


■  > 

Uruguay,  á  otPo  ítVand  no  menos,  sir^o  tóftd^  sangui- 
nario y  que  con  marcada  ferocidad  contribuyó  en  las 
provincias  del  interior  al  afianzamiento  de  la  tiranía 
de  Rosas,  reprodujeron  á  éste  t  la  mas  activa  y  ar^ 
diente  cooperación^  aceptando  todas  las  consecuen-* 
cias  de  la  presente  sanción  (de  9  de  diciembre  de  1851), 
sean  las  que  fuesen^    y  haciisndo   de  su  esclüsiva 

RESPONSABILfDAD,   TODOS    LOS   ACTOS    Y  DISPOSICfONES 

del  Gefe  Supremo  de  la  Repüblica^  general  en  gefe 
de  sus  ejércitos  Brigadier  don  Juan  Manuel  de  Ro^ 
sas.9 

Este  mismo,  cuando  aún  no  era  tirano  (1829)  trató 
de  alejar  á  sus  conciudadanos  del  camino  peligroso, 
por  donde  se  le  quería  conducir  y  al  que  desgraciada- 
mente vino  á  caer  el  país,  dirigiendo  á  los  Represen- 
tantes del  pueblo  aquellas  solemnes  cuanto  trascen- 
dentales palabras^  que  el  lector  habrá  ya  visto  en  la 
página  130.    Finalmente,  Rosas  fué  lo  que  el  pueblo 

ARGENTINO  QUISO  QUE  FÜIiSE  ! 

El  ciudadano  chileno  don  Ramón  Guerrero  y  Ver- 
gara  refiere  su  visita  al  ex-Dictador  Rosas,  el  17  de 
enero  de  1866,  en  estos  términos : 

«  A  la  villa  de  Portvvood,  situada  á  3  millas  del  puer- 
to de  Southampton,  me  diriji  acompañado  del  cura 
católico.  Después  de  cruzar  Hin  enlozado  potrero, 
llegué  á  una  pequeña  casa,  ó  mas  bien  dicho  un  ran- 
cho. Envié  con  una  criada  al  dueño  de  ella  una  tar- 
jeta, en  la  cual  indicaba  m¡  edad,  acompañándola  con 
una  halagüeña  recomendación  de  mi  compañero  cura. 
Mientras  se  me  traía  la  contestación,  me  puse  a  exa- 
minar el  esterior  de  la  casa:  y  observé  que  estaba  blan- 
queada, con  un  jardin  al  frente,  á  la  izquierda  una 
puerta  de  maderos  horizontales,  y  á  la  derecha  había 
un  callejón  de  cercas  por  el  cual  entraban  las  muías  á 
un  corral.  Luego  volvió  la  criada  y  nos  abrió  la  puer- 
ta de  la  izquierda,  diciéndonos  que.  podíamos  entrar* 


Atravesamos  varias  piezas,  y  si  en  ellas  algo  llamaba 
la  atención  era  la  sencillez  y  limpieza.  Llegamos  al 
dormitorio  en  donde  se  veían  armarios  llenos  de  libros, 
papeles  repartidos  por  toda  la  mesa,  varios  paquetes 
y  maletas  que  contenían  documentos,  segün  supe  des- 
pués; uim  ancha  cama,  3  sillas,  una  jaula  con  un  loro, 
una  chimenea  dbn  un  reloj  encima  y  varios  otros  obje- 
tos insignificantes.  Yo  estaba  viendo  el  título  de  algu- 
nas obras,  cuando  sentí  pasos;  al  instante  entró  un 
hombre»  á  cuya  preseneia  temblé:  era  alto,  robusto, 
ágil,  muy  encorvado  (presentando  solo  62  años,  ha- 
biendo nacido  el  30  de  marzo  de  1792),  de  frente  espa- 
ciosa, completamente  calvo,  nariz  algo  pronuncia<ia^ 
lai^ios  algo  echados  hacia  adelante,  sin  patillas  ni  bi- 
gote^ y  parecía  que  no  se  había  afeitado  en  5  ó  6  dias. 
Estaba  con  un  poncho  de  lana  argentino,  con  cinturon 
de  gaucho  de  las  pampas,  espuelas  de  plata  con  gran- 
des rodelas,  y  con  zapatos  muy  ordinarios. 

<  Una  vez  que  entró  en  la  pieza,  se  quitó  el  poncho,  y 
lo  colocó  sobre  la  cama,  quedando  en  mangas  de  cami- 
sa, con  un  chaleco  de  pieles,  y  un  pañuelo  le  servia  de 
corbata.  Así  se  verá  al  hombre,  á  quien  llaman  el 
Saloagede  las  PampctSy  y  que  él  se  titula  S.  E.  el:  ca- 
pitán general  don  Juan  Manuel  Ortiz  de  Rosas.  Eite 
hombre  estraordinario  vive  completamente  aislado, 
j^más  permite  que  se  le  vea,  ni  aun  su  hija  doña  Ma- 
nuela Hosas,  que  solo  puede  visitarlo  una  vez  al  aüo, 
y  desconooe  el  idioma  inglés,  que  no  lo  ha  aprendido 
en  13  años  de  resídeincia  en  Inglaterra.  Sí  un  ameri- 
cano logra  turbar  su  retiro,  le  comunica  (como  lo  hizo 
coumigo)  sus  íntimos  sentimientos,  se  engolfa  en  sus 
desgracias,  echa  en  cara  á  las  Repúblicas  sud-^ameri- 
canas  sus  ingratitudes,  y  recordando  su  dominación 
sobre  el  Plata,  se  le  comprime  el  corazón,  las  lágrimas 
se  ven  rodar  por  sus  mejillas,  y  continúa  hablando  con 
vozalteradaj  como  yo  mismo  lo  presenció. 


?24  «oyxwu  . 

€  Creo  que  las  primeras  palabras  que  me  dijo,  imi- 
tando á  Mario,  fueron  éstas;  <  diga  usted  d  sus  paisa- 
sanos  los  sud-amer icarios j  que  ha  visto  á  Rosas, > 

« Habiendo  preguntado  por  su  salud,  me  contestó 

sonriendo;  ^no  la  cambio  por  Id  de  un  moJo  de  25 

,  aJloSy  y  diga  usted  al  general  Blanco  que  el  hombre 

que  se  anonada  por  la  edady  ofende  la  ley  divina^  que 

'  se  hace  igual  la  vida  del  anciano  y  la  del  j oven ^  » 

«  A  una  pregunta  que  le  hice,  dijo:  que  de  los  ame- 

.  ricanos^  el  último  que  habla  logrado  ver  fué  un  sefíor 

Caro  (Calvo)y  y  de  los  chilejios  un  joven  Cobo,  cuyo 

•  nombre  no  recordaba.    Yo  le  indiqué  á  Vicuña  Ma- 
f  ckenna^  y  en  el  acto  me  contestó:  •  no,  ese  es  mi  ene- 
migo; con  15  minutos  de  conversación  no  se  puede 

•  escribir  sobre  la  vida  de  un  hombre,  y  mas  cuando 
'  ésta  encierra  ciertas  vicisitudes,  pero  yo  le  perdoqo 

•  su  precipitación.     Eyzaguirre  solicitó  verme  y  hubie-- 
ron  (hubo)  algunos  inconvetiientes  que  lo  impidieron. > 

i  Al  hablar  de  sus  ocupaciones  diarias,  se  lamentó 
de  su  pobreza  y  añadió  que  trabajaba  con  tesón,  levan- 
tándose á  las  siete  de  la  mañana,  para  iliontar  á  caba- 

•  lio  y  recorrer  su  pequeña  hijuela,  regresaba  alas  doce 

•  á  comer,  y  á  la  una  volvía  á  su  trabajo  hasta  las  cinco 
de  tarde,  que  fué  la  hora  de  mi  visita.    Después  de 

,  cerrar,  se  hace  dar  friegas  en  las  piernas,  y  luego  se 
'  pone  á  escribir  con  lápiz,  que  tiene  una  gran  cantidad 
r  muy  bien  arreglados  y  cortados  por  su  criada,  á  fin  de 
no  perder  Hiempo.     Su  letra  es  muy  clara  y,  puede 
decirse  elegante.    A  los  62  años  de  edad  no  tiene  nece- 
sidad de  anteojos,  y  su  vista  es  superior. 

<  Las  obras  que  ha  escrito  en  13  años  son:  1*  Vin- 
dicación del  gobierno  de  don  Juan  Manuel  RosaSy 
obra  que,  aunque' completamente  concluida,  no  la  pu- 
blica por  falta  de  fondos:  la  2*  se  titula  «  Ley  Pública  > 
la  3*  c  Religión  del  Hombre^  >  sobre  cuya  tema  man- 
tiene una  larga  cori^espondencia  con  un  distinguido 


DB  eiFBlfQt> '^RBS  328 

.   aii|0r\caQQc  ^4*^  «Lci  QÜedcía  Mé4l¡<^,  >  ráftie^/qua :  me 
.  dijo,  estaba  ntuy  descuidado  por  \os^  Bíiódernos, .  cjue 
solase  ocupaban  en  inventar  cañones  myados  y  bu- 
ques blindados.    Aunque    puBde  decirse   que  íás  3 

'    liltimas  obras  «stitn  ya  «oticluidas,  )sigae  agregstddo 

'     datos  á  medida  qué  se  le  presentan.         ■    ''" 

«  A'mas  del  amerioa^no,  antes  d4ad<y; mé  dijo  Rodas 

.  i|.iift  el^úniípo  amigo  queVhabla  tenido  ha  ^iáó'  íóvéP^U 
merston,  por  cuyo  órgano  éigobiéroo  inglés  le^ofrefeió 

'. «  utia  pensión^  lo^'que:<ii¿bhazó  .por  toihsíderafrse'ájbto  pa- 

;  .ral  trabajar;  y  p(¡>r  kidigoo  inendigar  ekipameii  pafs^es- 
rtrañix  .  Agregó: .»  esúa  acto  éiemp^e  le  ttgi^t^ód^lffr'éy  y 

'  nías  'teniendo'^ prevente^  el* ^b»ádono  enq^ue  rk&'  fian 
dej^ado  las  RépúbUc€ts  ámeriaanaSy  e^iútS'irú^frttta^ por 
cuya  unión  trabajé  tanto^  unión  que  habría  impedido 

*  los  aeios^ometidon  par  E)spañáyqm  noies^Botnení'^s 
\  .en^wesas^  y  union\quú  habría  wítaéq'  lá  '^sitawóióPten 

-  que  se  e^vUeníra^  el  ¡Paraüéiay¿  \>4'«í  '««i'^^^^^tirtuó 

-* .  (dándome  el >titkil4b  de  paisano)^  ^eámo  s&,  han^'d^á'Ún- 

•  didofjrds  proyecíos^  que  ifiamsidó  ios  d&'úw  hófñ%re 

que  delira  por  ba  liberdpcd^  xxmefHcaná,  íb  me  p'r^^n- 
.  taba  delante  demi  ejército/  y  ^reinando  élmu^  phófátn" 

do  silenció  esciamaba-^/  Vivadla  ind^^endenoiá%^e' 
.  Wca/za/--e;Despues  daba  el  grito  de  /  ^^iú^ia^Repúbtica 

detJPlatal  >  ¡i  »:.{■'.•;•.    jriii'i      ,i..¡i.  j.'.íi'í  •> 

tMe  había   distraído — continuó  Rosafe;~á¿)V/Hos 
"  áií^éllné  ingratas  ítepüblicá^^;  "¿^'(útitnóé  á  loM  'Pal- 
'    mersltíki  pbi^'ciiykrñumé^dfrijfüha'c^^^^ 
-   n  lád^  Pdlhtérstón,  '  Vój/ U^ Üer  á  tisted 'el  borrador. 

i^Esta  carta*  me  llamó'  la''átéhCiori,  porque  'estaba 

*  Concebida  en'  téi^mfn6s"tnüy  religiosos.*  jPríncipiaDa 
Rosas  escusándose  por  haberla  retardado, 'y  fuego 
recordaba  á  lady  Palmerston  las  sabias  leyes  de  Dios, 
que  disponen,  decía,  tanto  de  la  vida  del  anciano,  como 
iadeljóren,  y  esperaba  que,  reconociendo  Ta  igdáldad 
íel  destino,-  séhabrfa  serltíÜo  fortalecida  vólviénáo 


828  '  MdTñfüíÁ  ^'' 

«US  ojos  á  la  eterníciad*   Á  lord  Palmerstoh  <ionsidera- 

'    ba  como  ai  'bombre  mas  eminente  de  los  tiempos  mo- 
.  deraoS)  asiles  que^  en  su  .carta  de  pésame,  dice:    Las 

'   ocirtcLa  autágrafas  que  poseo  de^vuestrú  marido  será 
.  >  la  mayor  gloria  qmUgipeámU  kyosn  t  Yo,  sin  for- 
tuna ^  sin  amigos  y  s¿npaíriú,  ai^  haóf'é  heisho  para 
.   merecer  l(i^:an^si0d<<¿8  ía/i^rafpde  hombre  f /.El  ha 
sidf^Jía  á/tica  persona  que  salha  levantado  para  eotsií^S'- 
tan  á  mié  calumniadores^,  m  / . 

,  f  Durante  lá  tecttir^  me  dijo;  'J^odoy^aío'  viene:  al 
.  ca4G;*Htomó  uú  paquete  de  «artas  ooHi  el  róliuüió  tiLord 
.P^lmi^stony »    díciéndome^  que  eran  au^grafos  del 
hombre  que  apreciaba  oon  sioeeride^dv  ^^^Elufío  pa-- 
«aoíor^-j>r03ÍguiÓT-/ne  mandó  de  reguló'  dos  fiebres  y 
>    cuijUro  faisanes j  como  usted  va  á  verlo.  ii>    Ton(^6  un 
ceocerrotH  que  «agitó  con  fuerza,  y  luego^a{>areoió  tina 
.   sirvienta  á  ia  a^e  le, dirigió  esta. pregunta:     c^  Qué  me 
,   ^éd  (said)  y^ar  pasado  lord  "Víscount  Palmerstoa  f — 
.  .La  xiriada,  que  era  avanzada  .eniédádv  .cootestó.en  in- 
glés:\ « dos  liebres  y  dos  pares  de  faisane^s, »  yral  oír 
dos;  <  ;^c>>dijo,  fueran  cuatro.^    Entonces  yo  ío  espJi- 
qu^  la  palabra  par,  cao  lo  cual  la  mandó  salir,  i  Llega 
. .  4>.  t^l  pmito  el  ^múv  de  aquel  persónese  4  la  coétumbre 
j  .4^  su.j^V,eM^tud,  .qbe  des[hrecla.  la  epmod4dad  de  ana 
campanilla,  y  prefiere  usar  un  instrumentó  de  algalias 
.    libras  de  peso.    ,  . . 

Una  v'i^z  concluid^  la  cvta  de^  pé^i^e^ .  po .  rec^e^do 
con  qué  motivo^  sacó  su  tqstamer^o  y  n^e  leyó  ias  pri- 
mera$  cláusulas.  Dándose  ^  titubó  áQ  cvifiitan  gene-- 
ral,  consigna  en  la  primera  que,  en  su  sano  juicio,  que 
no  habla  sido  violentfido,  y  que  anulaba  sus  testamen- 
tos anteriores.  En  la  segunda,  que  nombraba  de 
albacea  á  lord  Viscount  Palmerston,  y  en  caso  de  im- 
posibilidad ó  muerte  á  la  persona  que  desempeñase  el 
ipinisterio  de   relaciones  es^eriorps.,   Sj^  fija  en  íiste 

^  rúltimoá causad^  la  n^pionaI/d^4:if^^'^^^.^^^fí^' %^^ 
son  herederos  nacidos  en  Inglaterra. 


i 


DB  ^Upif 08. AIRES  2^7 

.  c  Ea  otra  de  sus  cláusulas  ordenaba,  que  su  puerpo 
fuese  sepultado  en  la  iglesia  católica  de  Southampton, 
debiendo  ser  su  tumba  modesta  y  muy  bien  cercada,  y 
hace  responsable  al  gobierno  inglés,  si  permite  que  su 
cuerpo  fuese  trasladado  de  allí.  (Tal  vez  recordaba 
que  hay  individuos  en  su  patria  que  han  deseado 
aventaren  las  Pampas  las  cenizas  de  su- cráneo.)  Pide 
que  á  su  lado  se  coloquen  los  restos  de  su  compañera 
(doña)  Encarnación  y  los  de  su  hija,  si  el  gobierno 
argentino  accede  á  la  súplica  que  para  el  caso  le  haga 
su  albacea. 

t  Estando  hojeando  el  testamento,  yo  divisé  una 
hoja  de  guarismos,  y  le  pregunté  á  cuánto  ascendían 
sus^bienes — ¡Ay! — esclamó— cwaíro  veces  ha  sido 
confiscada  mi  fortuna^  la  que  no  se  puede  tasar. 
Baste  decir  d  usted^  que  el  gobierno  de  Buenos- A  ir  es 
me  tomó  $00^000  oabejsas  de  g,anadOy  para  repartirlas 
en  el  ejército:  Mis  nietos ^  ingleses  como  son,  pu^de 
ser  que  consigan  un^  cuarta  ves  desconfisquen  mis 
bienes. 

t  Dejando  á  un  lado  el  testamento — prosiguió — si, 
al  abandonar  la  República  del  Platay  no  saqué  bie- 
neSy  traje  conmigo  estos  documentos  mil  veces  mas 
valiosos, — y,  dirjjiéndose  á  una  maleta,  la  abrió  y  prin- 
cipió á  sacar  unos  paquetes,  de  los  muchos. que  allí 
había,  muy  bien  acondicionados,  y  me  dijo:  « Ayer 
solamente  había  concluido^  de  arreglároslos  papeles^ 
á  fin  de  mandarlos  á  Londres  á  una  casa  de  seguros. 
No  tayanpor  casualidad  á  quemarse  y  si  permanecen 
aquí* — Pasóme  un  paquete,  que  tenía  este  rótulo: 
« Correspondencia  del  gobierno  del  Plata  con  el 
santo  Padre;  *  y  otro:,  a  Notas  cambiadas  entre  el  go- 
bierno  de  don  Juan  Manuel  Rosas  y  el  gobierno  in- 
glés * — Después  de  colocarlos  en  su  lugar,  continuó: 
€  Aquí  vivo  rodeado  délas  obras  mas  escojidas,*  y 
me  in^iió  á  que  .inspeccionara  sus  armarios.    Entre 


228  i'BoyiKCiA 

otras  obras,  vi  la  Ley  natural  dé  PüffenáoríT,  las  Leyes 
del  Plata,  y  en  francés  «Rosas  y  las  Repiiblicas  del 
Plata;  »  no  recuerdo  el  nombre  del  autor» 

¡  Ah  /  continuó'^mi paisano;  en  algo  debía  temerse 
la  Inglaterra,  cuando  solicitó  dé  mí,  interpusiera  mi 
influencia  con  los  gobiernos  de  Chile  y  el  Perú,  acer- 
ca de  los  bienes  de  (Santa)  Cruz.  Yo  también  siem- 
pre he  querido  á  la  Inglaterra,  y  creo  que  es  la  única 
nación  con  quien  deben  estrechar  sus  relaciones  las 
Repúblicas  sud^americanas,  y  tener  confianza  en  ella. 
Cuando  se  me  arrojó  del  Plata,  los  comodoros  de  In- 
glaterra y  Estados-Unidos  me  ofrecieron  sus  buques, 
y  aunque  fueron  éstos  los  primeros  en  hacerlo,  no 
acepté,  ni  entré  en  esplicaciones  por  la  premura  del 
tiempo,  sino  quemé  embarqué  en  un  buque  inglés. 

« En  este  estado  de  la  conversación,  miré  mi  reloj,  y 
vj  que  mi  visita  había  durado  desde  las  cinco  y  diez 
minutos  hasta  las  seis  y  veinte  minutos.  Resolví^  á 
mi  pesar,  despedirme,  atendiendo  á  la  critica  situación 
de  mi  compañero,  que  no  comprendía  una  palabra  de 
español.  Al  ver  Rosas  nuestro  ademán  de  irnos,  nos 
dijo:  <  esperen  que  voy  á  hacerles  poner  ei  carro^  para 
que  los  deje  en  la  estación, »  y^  haciendo  otra  vez  uso 
del  cencerro,  ordenó  á  la  sirvienta  que  avisase  cuando 
estuviese  lisio. 

« Al  despedirme,  tomó  la  vela  y  nos  alumbró  la  es- 
calera, y  aquí  me  apretó  fuertemetite  la  mano.  Así 
dejé  al  hombre  quemas  impresión  ha  hecho  en  ríií;  al 
hombre  cuyos  hechos  J^asados  le  representan  c|>m.o  la 
flcíra  que  mas  daños  ha  hecho  al  mundo  de  Colon;  al 
hombre,  que,  según  muchos  de  sus  conciudadanos, 
ha  eclipsado  los  crímenes  de  Nerón;  al  que  ahora  yace, 
como  él  dice,  abandonado  de  sus  amigos,  sin  patria  y 
sin  fortuna,  llamando  la  atención  por  su  caridad,  su 
constancia,  y  por  el  sacrificio  que  se  ha  impuesto,  que 
algunos  atribuyen  que  lo  hace,  para  purgar  sus  delitos. 


DB  BUSNOS .  A^BBS  229 

Aunque  sea'debilidad,  yo  no  aborrezco  el  tan  temido 
nombre  de  Rosas,,  y.  simpatizo  con  su  desgracia  actual. 
«  Yo  le  rogué  que  me  diera  el  borrador  de  la  carta 
de  pésame  á  lady  Palmerston,  y  consintió  en. ello;  pero 
al  sacar  mi  cartera  p^ra  guardarlo,  como  arrepentí? 
do,  me  dijo:  c  no^  nadie  ha  obtenido  esto  de  Bosas.  > 
Volvía  insistir,  y  fué  inútil  mi  empeño. 

<  Mi  iatroductor  cura  me  habló  después  muy  bien  de 
ese  personage,  pintándomelo  como  un  hombre  muy 
católico,  caritativo  y  generoso.  Para  atestiguármelo, 
me  contó  que,  estando  los  bancos  de  la  iglesia  en  muy 
mal  enfado,  los  hizo  cambiar,  colocando  unos  muy  có- 
modos, habiendo  además  construido  una  galería  suma- 
mente valiosa.  También  n^e  dijo  que  poseía  una  hijue- 
la que  tendría  800'áreas,  con  una  magnífica  casa  que 
le  llamaban  Castillo;  pero  que  la  había  abandonado, 
para  habitar  el  reincho,  en  que  yo  lo.  visité,  construi- 
<    do  por  él  mismo,  con  techo  de  cicuta  y  paja. 

«Lo  último  que  vi  de  Rosas,  fué  lo  que  él  llama  car- 
ro: erja  una  especie  de  carretón  sin  toldo,  donde  solo 
podía  ir  una  sola  persona  y  el  tirador.  En  él  manda- 
ba buscar  sus  provisiones,  y  en  caso  de  necesiíjlad  lo 
usa  para  ir  él  mismo  á  la  ciudad. 

€  Ramón  Guerrero  y  Vergara*  (Publicado  ^nPl 
Nacionalista  de  Corrientes,  N®.  37,  fecha  28  de  abril 
de  1866. 

Habiéndose  vulgarizado  la 'creencia,  fundada  ó  nó,^ 
de  que  el  doctor  Dalmacio  Velez  Sarsfield  hubiese 
:  aconsejado  la  ejecución  de  Camila  O'Gorman  y  del  cu- 
ra del  Socorro,  Gutiérrez,  como  arreglada  á  derecho, 
'  una  señora  de  Buenos* Aires,  á  quien  Rosas  debía  ser- 
vicios de  importancia,  pidió  á  éste  su. testimonio,  co- 
mo se  verá  por  la  carta  que  va  á continuación,  la  cual, 
á  la  vez  que  Rosas  exonera  de  tan  grave  responsabili- 
dad al  citado  jurisconsulto,  está,  acerca  de  otros  pun- 
tos, no  sólollepa  de  contradicciones^  sino  que  conde- 


230 


PROVINCIA 


na  de  un    modo  flagrante  la   malhadada  federación 
sut-generíSy  que,  á  nombre  de  ella,  tanta  sangre  se 
derramara  en  ambas  márgenes  del  Plata, 
La  referida  carta  es  como  sigue: 


Señora  doña  N.  N. 


Southamptou,  Setiembre  22  de  1869. 


«M¡  muy  querida  amiga. 

«Ante  todo,  al  ocuparme  de  su  muy  querida,  julio 
10^  reitero  á  usted  mi  espresivo  agradecimiento  por  el 
duplicado  de  las  doscientas  libras  esterlinas,  19  che- 
lines y  un  penique. 

t  Los  recibos  para  las  personas  que  generosamente 
me  ausilian,  los  remití  á  usted,  julio  25. 

«No  es  cierto  que  el  señor  doctor  don  Dalmacio 
Vejez  Sarsfield,  ni  alguna  otra  persona,  me  abonse* 
jara  la  ejecución  de  Camila  O'Gorman  y  del  cura  Gu- 
tiérrez. 

«  Durante  presidí  el  gobierno  provincial  bonaerense 
encargado  de  las  relaciones  esteriores,  y  con  la  suma 
del  poder  por  la  ley,  goberné  puramente  según  mi 
conciencia. 

..Soy  pues,  el  único  responsable  de  todos  mis  acfos, 
de  mis  hechos  buenos  como  de  los  malos,  de  mis  erro- 
res y  de  mis  aciertos.  • 

«Pero  la  justicia,  para  serlo,  debe  tener  dos  orejas: 
aun  no  se  me  ha  oido. 

«El  señor  doctor  Velez  fué  siempre  firíne,  á  toda 
prueba,  en  sus  vistas  y  principios  unitarios^  según  era 
bien  sabido  y  conocido,  como  también  su  ilustrado 
saber,  práctica  y  estudios^  en  los  altos  negocios  del 
Estado. 

<  Y  lo.éran  también  en  sus  vistas  y  opiniones  unita- 


m 

.  Jíiaíi'fileunas  otria  persooías  peapetQtbk&> .  ItoiirNas  y 
/    defwpacidbd^, distinguidas.,.  :    . 

.  «Perb  personas/  que  no  faltaron  ^n. sus  respetos 
debidos  al  gobierno-  '  • ..         .  ' 

'  V  .Aiy.cíoío  ftuQfiít  m¡réla3  Qp¡n¡(>ne9idleia^lftb|QSparti- 
J  '  dos,  pi^sanaeiite  po.9U)- razone^;  r6^petab0./y  eoiu^ide- 
;    raba,  á  esas.persona^^  tanto,  mas  cuaudo  yo  pi^jaapdi- 
'   j.e  yí^ríaa  veces: ,  *  Obsérvase  que.uní^  muy  cara  y  do- 
j .  •  íoüflksa ;  e^pef  JQOcia  nos .  ha-  hech^ ;  ver  ipr^ctícan^eiOte 
ser  absolutamente  necesario  enti¡e  no^otrpsjel  sÍ3Jliei3na 
faderaí^ 'POjrqu^^ierttrQ,,otí;as. rabones  !4e  s<^Udo  ppder, 
careicemoá  totalmente  de  .elementos  para  un.  gobierno 
de  unidad.  .     ., 

<  Obsérvese  que  una  República  federativa  ^&  ib  mas 

Quimérico  y  desastroso  qué* pudiera  imagmarise,  toda 

*  ..vet  4}ueno  se  componga  de  Estados  bien  organizados 

en  sí  mismos,  porque  conservaadó  cada  uno  su  sobe- 

-  íTaniaiéindeperiderioia/laf^erza  del  gobierno  general, 

' '  .cdm respecto  al  interior  de  la  República,  es  casi  oingu- 

'/.  na,<y  ísu  principal  yi  casi  toda  su  investidura  es  -de 

(    ^iira-represéntacioii^  (ittra  llevar  la  .voz  á  nombre  de 

..  't<KÍois  los  Estados. confederados,,  en  sus  i*elacíones  con 

las'iiacioiiiés  estrángarasy.de  consiguiente,  si  dentro  de 

cada  Estado  en  particular  no  hay  elraneatos^  dé  poder 

para  maotener  el  orden  respectivo,  la  creación  de  un 

gotiérno  general  feáéraí  representativo  no  sirve  mas 

que  para  el  desorden  parcial  que  suceda,  y  hacer  que 

'    el  eseábdetto  de  ü^uaítq'uiér  Estado  se^  derrame  por  tbdos 

^lOs  demás: ' 

t  El  gobierno  g)en<ei*al  en  una  República  federativa 
no  une  los  pueblos  federales;  los  representa  unidos, 
,.  noes  parannirlos,  es  para  representarlos  entre  las 
♦''  Ilaciones.  .  > 

^  No  se  ocupa  de  loque  pasa  interiormente  en  nin- 
guno de  los  Estados,  ni  decide  las  Qpntieqdíis  que  se' 
sjasí^tfl^n  entra  si^.^     ......  m      «^^ 

*■  V  Vi 


2fó 


¥ROrt»tíA 


'{  c  Bn  eli primer  cuso  sso\o  entienden  las  afutorí dates 
particulares  del  Estado,- y  en  el  segundo  la  misma 
coQstítuoioni tiene  previsto  el  mpdo  como  se  ha  de  for- 
mar el  Tribunal  que  deba  decidir^ 

- ' ' /<«  En  una  ^a^abra,  la*  unión  y 'tranquilidad  ciclan  el 

gobierno  general,  la  desunios  lo  destruye:  él  es  la 

'  coñsetiuencia,  el  efecto  de  la  union^  no' la  causa:  y  si 

"  es  sensible  su  falta,  és  mucho  mayor  su  cdida,  porque 
'nanea  sucede  sino  convirtiendo  en  funesta  desgracia 

'  y  anarquía  toda  la  Riepública.       :  , 

»  «No  habieftdo,  pues,  hasta  ahor^  eatrie  nosotros 
unión  y  tranquilidiad,  menos  mal  es  que  no  exista  el 
gobierno  general,  que  sufrir  los  terribles  estragos  de 

^  la  disolución*  >í  Eran  esas  mis  vistas  y  opiniones  en 

i:  todo  el  tiempo  que  presfdt  al  gobierno  de;  Buenos  Ai- 

■•  líes,  encargado  de  las  iteláciopes  esteriores  de  la  <3on- 
fedena^Mon  Argentina.  ^  - 
«Sonbíen  conocidos  y  publicados  los  consejos,  en- 

-  cargos  y  órdenes  de  la  ex^Comision  unitaria  en*  Chi- 
>  le,  (1)  ahora  no  tengo  tiempo  para.ocuparnie  de  busoar 
tesas  publicaciones,  qoe  iasombi;an,  aflijan  y  espantan 

1.  en  sus  terribles  «consecuencias^  funestos!  resultados. 
:  No  es  tiempo  oportuno  para  traer  á  consideración ^de- 

^' tenada  esas  inauditas  matanzas.  I  .  > 


ii 


Juan  Manuel  de  Rosas. 


j  • 


:  Xa  carta  que  antecede  fué  publicada  por  primera  vez 
en  el  « Bosquejo  de  la  Biografía  de  don  DalmGiQio  Ye- 
j.  10B,  SAarsfield  etc,  por  Sarmiento  en  lft75,  í 


1 1 


"  (1)  BbsáA  en  so  tíutt^,  no  se  refiere  á  Ií|b  pv^lietcioáes  iel  mAoc  Sarmi^iito , 
como  éste  lo  siipone,  sino  á  las — «  Máximas  de  politica  y  de  gwsrra  d/i  la 
Comisión  Argmtií^  en  Santiago  de  Chüe^  en  1844,  publicados  en  los  dia- 
rios, 

«  Es  nienester  emplear  el  terror  para  tHunfar  en  la  guerra, 

«  DfiBK  DARSK  MUERTE  Á  TODOS  LOS  PAISIONEROS  p  á  ÍOÍ0B  fo^  CnetáígOS'. 


Con  motivo  de  la  muerte  deHosa»,  üh  diario  inglés 

'  la  anunció  en  los  tértttinos  sigiiiefítés:  ^        ' 

« El  general  Juan  Manuel  de  Rosas,  iBx-Dícta<Íor  ^de 

lá  Gonfedéracion  Argentina,  falleció  él  14  de  línáí^zo 

"    (18tT).á'lhs  á5'éte,  en  su  propiedad  de'  SWáth'ling;'  á 

.3millasdeSbtithattipton.  '  Rósas'na'cíó  el  30dé  iMr- 

•   zo  ñéVt^y  óóníáftia  |)0r  cons?güfétittí'84  Jafloddé^^ad. 

•  •   RéfeídíÓ  durante  25  aflbs  en-  Southamptdrn  6  en  sus  ál- 

* '  tédédo^es  y  sucunlbió  de  una  itiflamacioh  á  los  pültrío- 

'"ñés,  ápyesar  de  los  esfuerzos  del  doctor  John  Wíbblin, 

'   su  médico  y  amigo  desde  que  pisó  el.t^í-ritorio  Inglés. 

«  Dofia  Manuela  Rosas  de  Terrero,  'hija  del  fattioso 

Dictador,'  había  llegado  de  Londres  la  víspera  y  asistió 

á  los  últimos  momentos  del  padTe,  de  quien  fué  fiel 

compáfleraen  el  destierro.      ^  '' '  » 

cRíDísas  residió  «én  Inglaterra  desde  1858,  fecha  de  su 
caída  del  poder.  Desembarcó  en^  S-óuthatnptiOri^or 
ser  dé  éstáícmdad'él  capitian  Day  que  mandaba  •  él  bu* 
qiíet  en  qué  se  refugió.  Déspties  dé '  vivir  alguíyos 
años  en  efetá  ciudad^  se  retiró  á  la  quinta  dótide  ha 
muerto.  Ésta  qutrita  es  inmensa;  Ja  compró  al  finado 
John  Fleníimiiig,  y  gastó  cuantiosas  -  sumas  *  en  ador- 
narla. •.•'..•>•••. 

eEñ  SUS  últimos  afloé  sufría  müoho  de  una  atríiís, 
pero,  h  pesar  de  lo  doloroso  de  la  enfermedad,  montaba 
siempre  á  caballo^  y  sil  supremo  placer  era  recorrer 
sus  tierras  dando  órdenes  á  sus  empleados. 

,    .        T  .    ■  .     r  . 

'/.■..  I  '        . 

« Debe  manifestarle  un  brazo  de  fierro  y  no  tenerse  consideración  con 
nadie^  .       ,  .  , 

c  Debe  tratarse  dé  igual  ntodo  dios  capitalistas  que  no  prestan  socorro, 
♦  Es  preciso  desplegar  un  rigor  formidable^ 

' «}  Tod\^  loé  medios  de  úbi:ar  san  buenos  y  deben'  tmpleafie  sin  vacilación. 
i€l>ébe  imitarse  á  ¡os  Jacobinos  de  la  ^sa  de^  Mobespierre.  .  , 
Jaan  Gregorio  Las  Heras — Domio^o  Oro — Donpingq  F,  Sarmiento — Luis 

Calle,  •    .     .11  I       ■  .••'.' 

(Gaceta,  Mercantil^  niim.  6d20,  'fecha  4  de  boviembre  de 


'l84ey>B!¿átf¿ie8.} 


i 
i 


^4 


paqyui^^ 


.   '  xi:¡ljanps?mgijadel  pqderll  .,  ,, 

«Su  amor algobieTuo  per,sonal era tal,..q.vie  nadie po- 
,  rdla dirijipfaei  l^  palabra^; sin  permiso  esipecial,  ó  para 
.  contestar  ásus  pregOintas.  Pagaba  muy  bien  é,  su^  ira- 
'  bajadores  é  inter^deotes  mas  quj^  josotros  prppíetarios 

r^^alqs)  pero  pololos  cpcitrajliQ'ba  por.  di^^ . 
.!  .  «Cadahorpbre  recibía,  susatanla  .catidianamepte  y 
.  ;$oIo  entonces  $e  le* d.eQia  si  diebía  volyer  al^otrodia. 
...  £ala-  irregularidad  i|de  R(¡>sas  qra  debida  al  deseQ  de 
^  no  ligarse  á.r>fidie  por  contrato:,  sipembargo»  sus  em- 
..pleados  le  duraban^  por  jo  gaoeral^  muchos  áiias. ,  A 
(  ]a(íQiiOcbe,  ¿1  tipismo  examinaba  los  trabajos,  ÍMera  vera- 
'  <nó  ó  invierno,,. y  Jas  boiras  de  t|u:*ea  do  cada  uno-  er^a 
'  oali^qladas  coi|  el  cQayor  rigor  y  e:^ctitud. 

<  Durante  muchos  años,.Rpsaa  y  lord  Palmerstonse 
r  viaitarbn  y  entraitibois  o^ant^nian  una  oorrespo^n^^ncia 
•,  estwsa  y  nq  intei:rumpjda<  •  .    ; 

Damos  fin. coQr  el  ^qbieicno  d^  Rp^^six  publio^jido  á 
.   Gontinuaoion 'Una carta  que,  aunque  de  familiai  PQAsig- 

nacuriosos  detallas  de<lo$,iiUinK)s  momeotos  y  dispo- 
(  sieiodes  de  aquel:,  cuya  nombre  ha,  sonado  tanto  f.a .  el 
>>  mundo  y  cuyos  hechoa,  d^  cualquiera  ¡naturaleza  que 

hayan  sido,  le  han  dado  celebridad.  .    ^ 

-  Asi^:  pued,  •tríQit¿nd(>36  d^  tan  famo^<>  personage,  el 
j   cooocin<ientQ:dee303  detalles  no  dejará  de  c^spertar 

tanto  interés  comp  curiosidad. 


'  - 


c  Burgess-Stbeet  Farm 


«SQutbampton,  marzo  16  de  1877. 

«Cuando  recibas  ésta  estarás  ya  impuesto  de  que 
milpobre  y  desgraciado  padre  nos  dejó  por  mejof  vida 
él  miércoles  14  del  corriente. 

« ¡  Cuál  es  mi  aipai^guratii  lo  alcanzarás,  pues  sabes 
cuanto  te  amaba,  y  haber  ppurrido  está  desgracia  en 


DE  BDHIIOS  AIRBS  385 

tu  ausencia  hace  mi  situación  doblemente  dolorosal 
Es  realmente  tei*r¡ble  que  tan  pronto  Como  nos  hemos 
separado,  desgracia  semejante  haya  venido  á  aumen- 
tar el  pesar  de  estar  tan  lejos  uno  de  otro^  pero  queda 
seguro,  no  me  abandona  la  energía  tan  necesf^ria  en 
estos  momentos  que  tanta  cosa. hay  que  disponer  y 
atender,  todo  oon  mi  consentimiento,  y  que  so)i)peU^yo 
tan  severa  prueba  con  religiosa  resignación  aconopia- 
flándome  el  consuelo  de  haber  estado  á  su  lado  en  sus 
últimos  dias,  sin  separarme  de  éi.    .   : 

tEl  lunes  i2  fui  llamada  por  el  doctor  Wlbblín, 
quien  me  pedía  venir  sin  demora.  El  telegrama  me 
llegó  á  las  cinco  y  media  y  yo  estuve  aquí  á  las  diez  y 
media,. acompañada  por  EHzabeth.  El  doctor  tne  esta- 
ba esperando  para.espHcarme  el  estado  del  pobre  tatita. 
Sin  desesperar  del  caso,  níe  aseguró  ser  "muy  grave, 
pues  que,  siendo  una  fuerte  conjestion  al  pulmón,  en 
su  avanzada  edad  era  de  temerse  le  faltase  la  fuerza,  una 
vez  debilitado  el  sistema.  Al  dia  siguiente  (martes)  el 
pulso  hab'ía  bajado  de  ISO  á  100  pülsacionéss,  pero  la 
tos  y  la  fatiga  le  molestaban  mucho,  á  rilas  de  sufrir  un 
fuerte  dolor  en  el  pulmón  derecho.  Este  desapareció 
completamente  en  la  tarde, . : j . . . . 

,..:....; ;...• ...la 

espectóracion,  cada  vez  que  tosía,  era  Con  sangl*e,  y 
éste,  para  mi,  era  ün  síntoma  horrible,  como  tawAíen 
la  fatiga.  Esa  noche  del  martes  (13)  dupliqué  al  doctor 
hablarme  Mn  ocultarme  nada,  sí  él  lo  creía  en  peligro 
inmediato;  me  contestó  que  no  me  ocultaba  su  grave- 
dad y  que  temía  no  pudiera  levantarse  mas,  péró  ^e 
no  creía  el  peligro  inmediato,  ni  set  necesaríoconsaltar 
otros  médicos,  y  como  su  cabeza  estaba  tan  despejada 
y  con  una  fuerza  de  espíritu  que  ocultaba  su  sufrimien- 
to, embromando  con  el  doctor,  hasta  la  noche  misma 
del  martes,  en  que  hablábamos,  víéperá  de  su  muerte. 
El  doctor,  como  yo,   conVSiiimos  nó  ser  prudente  ni 


236 


VBOYIHCIA. 


f  > 


.  ¡ 


necesario  todavta  hacer  venir  al  sacedQte,  pues  su 
presencia  pudiera  hacerle  creer  estar^'próxinio  su  fin 
y  que  esperaríamos 'hasta  ver  conáo  seguía  el  miérco- 
les (14).  Esa  noche  estuve  con  él  hasta  las  dos  de  la 
mañana  con  Kate,  pues  Mary  Ann  rhe  reemplaza^ba  con 
A!i<ie,  haciendo  tamos  para  no  fatigarnos.  Antes  de  re- 
tirarme,) estuvo  haciendo  varias  preguntas,  entre  otras 
cuándo  recibiría  tu  carta  de  San  Vicente  y  me  reco- 
mendó irme  á  acostar,  para  que  viniera  á  reponer  á  Ma- 
ry en  la  mañana.  Todo  esto,  Máximo,  diqhacon  fati- 
ga, pero  con  tanto  despejo,  que,  cuando  lo  recuerdo, 
creo  soñarlo!  Cuando  alas  spis  de  la  mañana  entró 
Alice  á  llamarme  porque  Mary  Ann  crtjía  al  General 
muy  malo,  salté  de  la  cama,  y  cuando  me  allegué  á  él  lo 
besé  t«mtas  veces  como  tu  sabes  lo  hacía  siempre,  y  al 
besarla  la  lúano  la  sentí  ya  fr¡a¿  Le  pregunté  c  ¿  cómo 
te  va^  tatita?»  Su  contestación  fué^  mirándome  con  la 
mayor  ternura^-«  no  sé,  niña.  ^  Salí  del  cuarto,  para 
decir  que  inmediatamente  fueran  por  el  médico  y  el 
confesor;  solo  tardaría  un  minuto»,  pues  Atche  estaba 
en  el  corredor;  cuando  entré  al  cuatro  había  dejado  de 
existir  III  Así;  tú  ves,  Máximo  mió,  que  sus  liltimas 
palabras  y  miradas  fueron  para  mí,  para,  su  hija  taa 
amante  y  afectuosa.  Con  esta  última  demostración 
está  compensado  mi  cariño  y  constante  devoción. 
f^Ahl  Máximo^  qué  falta  me  haces  I  si  tú  estuvieras 
aquí,  yo  sola  me  ocuparía  de  llorar  mi  pérdida,  pero  no 
te  tengo,  :y  es  preciso  que  yo  tome  tu  lugar,  lo  que 
hago  con  una  fuerza  de  espíritu  que  á  mí  misma  me 
sorprende,  desde  que  he  estado  acostiunbrada  que, 
en  mis  trabajos  y  los  de  mi  padre,  tú  hicieras  todo 
por  nosotros !  Pero  Dios  Todo  poderoso,  al  mismo 
tiempo  que  nos  dalos  sufrimientos,  nos  acuerda  fuer- 
za y  conformidad  para  sobrellevarlos.  Te.  asegu- 
ro que  ha  muerto  como  un  justo!  No  ha  tenido  ago- 
nía^  jBxhaló  su  alma  tan  luego  que  me  dirigió  su  últi- 


DB  BITBIiOS  AIKBS  ^7 

'■  Yna  mirada!  ni  un  quejido,  tii  un  ronquido/  ni  mas 
que  entregar  quietaixiente  su  alma  grande  a,l,  Divino 
Creadcir.  ¡Que  él  la  tenga  en  su  santa  gracia!.  Mary 
estaba  á  su  lado  cuando  murió,  y  esta  probre  mujer 
se  ha  conducido  con.  él,  hapta  su  última  ho^ra^  con  la 
fidelidad  que  tú  conoces  siempre  le  \isí  servido*  .iPobre 
tatita,  estutvo  tah  feliz  cuándo  .n|e<^ióUegarQMO'nes! 
-Las  dos  muchachas  osíán  desolada^w  Madre  é  bija 
demuestran  el  cariño  ¡que  tenían  á.^su  patrQi^. .  Tus 
pi^ediccioi'ies  y  las  mias  se  cun^pli&ron  desgraciada- 
mente, cuando  le  decíamos  á  ta:tita  que  esas,  salidas 
con  humedad  en  el  rigor  del  frío  le  h^^l^ían  de  traer 
una  pulmonía.  Pero  su  pasioa  por  el  campo  ha  abre- 
viado sus  dias,  pues,  por  su  fortaleza  pudo  vivir  .19U- 
chos  años  mas.  i 

«En  uno  de  los  diasde  fria  espantoso  (juchemos  te- 
nido, anduvo  afuera,  como  de  costbmbipeL  hasta  .tarde, 
le  tomó  'un  resfrio^  y  las  consecuencias  tú  l^is  -sabes. 
¡  Pobre  tatita!  estoy  cierto  qué  til  ie'8eGíUré<Si^oaio.j&,  tu 
mismo  padre,  pues  tus  bondades  para  61  bien  probaban 
cuanto  le  andabas !  '  A  RodHgo,  que  ruegue  6  DÍ03  ^^or 
el  alma  4e  su  abuelito,  que  tanta  predilección  hacia;de 
él,  y  que  np  le  escriba  por  que  no  me  siento  con  fu^drzas, 
ni  tengo  mas  tiempo  que  el  que  te  dedi<fO. 

«El  doctor  Wíbbl^n  es*ni  paño, de  lágrimas  en  estos 
momentos  en  que  necesitaba  utiá  persona,  á  quien  en- 
cargar, las  diligencias  del  funeral.  Kate  con  Manuel 
fueron  á  Ver  al  Ündertakerj  al  padre  y  demás;  y  todo 
está  arreglado  para  que  tenga  lugar  el  martes  20|  y 
cómo  el  pobre  tatita  ordenara  en  su  testamento  que  so- 
lo se  diga  en  su  funeral  una  misa  rezada,  y  qáe  ¿us 
restos  sean  conducidos  á  su  última  morada  sin  pompa 
ni  apariencia,  y  que  el  coche  fúnebre  sea  seguido  por 
uno  fúnebre  con  tres  ó  cuatro  personas,  los  preparati- 
vos no  tienen  mucho  que  arreglar  y  su  vojuntad  será 
cumplida,  y  en  éste  último  irán  el  doctor,  Manuel  y  el 


238  MOTIMIA    M> 

sacerdote,  y  •  tal  vez  venga  el  esposo  !dé  Eduard^ta 
García,  pues  he  tenido  un  telegrama  preguntándome 
cuándo  tendría  lugar  el  funeral,. porque  quiere  asistir 
á  él.  Eduarda  me  ha  dirigido  otro  díciéndomé  pone  á 
mi  disposición  dos  mil  francos,  sí  necesito  dinero. 
Esto  es  un  consuelo  en  mi  añiccion. 

« 

<cPor  supuesto  que  se  lo  he  agradecido,  contestando 
'    que,  si  necesito  algo,  á  ella  mejor  queá  nadie  ocurriría, 
pero  que,  al  presente,  no  los  necesito*    \  . 

«También  ordena  tatita  que  su  cadáver  sea  enterrado 
dos  dias  después  de  su  muerte,  pero  esio  ha  sido  im- 
posible cumphYlo,  pue§  el  uncíertaker  dijo  no  tenía 
tiempo,  porque  siendo  el  pabre  tatita  tan  alto  era  preci- 
so hacfer  el  cájon  y  el  de  plomo,  dqnde  está  ya  hoy  co- 
locado; mañana  vendrá  el  de  caoba,  decente  solamente, 
y  aunque  deseaba  fuese>  el  funaral  ell4nes,  no  puede 
r   ser,  por  ser  día  de  Siin  José,  y^af^i.^eró.  elmártes  20: 
•  Dios  nuestrO'  Señor  le  acuerde  depoanpo  eteroo  I    pn 
'    fin,  no  sepániascosás  dispuestas  como  si  tú  estuvieras 
'    ocupado  de  ellas,  pero,  haremos  cuanto  podamos^  yo 
por  llenar  mi  deber  filial  y  el  doctor  el  tan  sagrado  de 
amistad.    Pobre. Manuel,  no  sabq  lo  que  |^  pa^a^  ni 
cómo  complacerme  y  <^onsolarme. 

^  «Tuya 

.1-1 

c  Manuela  de  Rozas  dk  TEaRCRO. 

The  Adoertiser  da  sobre  el  entierro  y  funerales 
de  Rosas  los  detalles  que  siguen. 

«Funerales  al  Brigadier  General  don  Juan  Manuel 
de  Rosas.     En  Southampton  ( Inglaterra) 

«Él  funeral  de  S.  E.  el  general  Juan  Manuel  de  Ro- 
sas, ex-gobernador  y  dictador  de  la'Confederacion  Ar- 
gentina, cuya  muerte  en -su  estancia  en  Swathling,  el 
miércoles  próximo  pasado  fué  registrado  en  el  Adoer- 
User  del  sábado,  tuvo  lugar  ayer  (nlártes),  siendo 
depositados  sus  restos  en  una  bóveda  del  Cementerio 


DB  ét7lBMd''A^BS 


m 


^'  tlftScnrthampton:    E!  fiíiáflo  éfá'featóUco'romaSrío'y  en 
la  tarde  déliónesj  éiHré  7  y  8.  el' féretro  fué  trasladado 
de  su  estancia  á  la  capilla  católica  romana,  en  Bugles- 
íreeíy  Southan)ptc)9,  donde  fu^Fop , observadas  las  ce- 
remonias usuales,  peculiares   de  la  iglesia  romana, 
..pf^irmaneciendo.  alHí  t^^positado,  ^lastala  mc^ñana  de 
ayer^ n  ;Aj  las onc^ hubo sei^viojocRjOiiptipto,  dirigid^^por 
;    .01 ,  ffev<eirendo  .p^dre  Giibriel^  m  Bu^m<^i^  <l^l .  f eyerpndo 
,   tpad,r0i  iMou^t^  .el  párroco, ;  quuien  sq  haljla  ^ptqalioeiiite 
t  .pnj,^,  C<Mrt¡fteate>    Al  iterr)fiir)ar.  }ps  ofiw»,  d^íUn  pa- 
rácter  verdaderamente  iniprp^iiVO).  el  féretr.<>  ( cijbi^to 
.    fioíi  iHi  xn^xAo  pegroyíQopuna,  largia/  cruz  bl?anc^)fué 
.    qplpcado/en  uoicoche  fúnfebi^e,  tir^Q  por  icu^tro  c^íia- 
.    ILoBciíbierbo^  dQ.ter;^ip¿>elo  negro- j   El.pesto.d|el  cofile- 
jo  cons¡stji(a.  w  4o$.^arruag0Sr'  enliit^dos^  tirado^  por 
¡idoff.p^allos,  yol. del  doctor  Wibblúx,  Fw  R.,;0.  S., 

•  qaÍ£inil|ab{a.$Úa  el  .fa(taltativ;o  o0!QL8.ul,lor  y.  ^aoiíg'O  •  íde 
-  epnfiQnMdel  geüt^nil,.4urant^!  (qd^Qf  e-l  p^r^doi  de.)Su 
.    T^sí^^OqU  pr^  f^e  pajsiv  .Efl.^l-  primap  carru^gft ítek  el 

\^onAeÍ4Bg^tu}ene(€ap¿tain¡s^  4'St^í',M€yÍpr,Atía'' 

Amena,  y;  sobrino  del  flnadp^, , ,eJ  ^dpctor.  J^anue^l  i'iT^r- 
xcro.  {ai^to.4el  finado ).y^  e)  rever^endo/p^dre  Gabriel, 
finel^^e^ndb,  i|:}^n.)^s  p(^rs9^nais  ^e  la  pasa4el  finado 
general  y  del  señor  T-err^Q,  y^n  ^1  carruiage  ded  4pc- 
:  ,tor  WibbJi^^^l.d(fpt¿i?yí(M^e^PC  F|Qn^  de 

, .  Loq|cbri3^i .  ^U^.f^oios  qQ,£)lf-Cenient^rioJiie,ron  bre>>^s, 
y  ¡Cjona^.  el  funeral  i^ra .  d^,  paturftli^a. e^tirictamen^e  prri- 
vadOx  el  acom{)^u^m¡ento,arl  G^pien^erio  j^q  fi^é.  tan 

.  p.ucneirpso,  comp  sÁn  duda  Ip  babria  sido  en  ca30  con- 
tf  ario.-        .  .  . 

<c  El  féretro  era  de  roble  inglés,  delicadamente  barni- 
eadoy  oon  hermosos  adornos  de  bronce.  Seryia  de 
primer. trofeo  ó  suiéretro  elisable  que  acompañó  en.  to« 
da8;suiscain|>añiys  al  general  San  Martio,  quien  lo  legó 

•  |H»rtestaoiieqjbo..áBo&aa4  •         m 


240 


aE^VIKCIA 


j  -  €*En.  uníi  chiapa  de  J^ronpe,- colpcadí^  spbr^  la  tapa,  y 
,  preciosamente  ^ilumiuada,  se  leía  la  insoripcion  ei- 
..  guíente:     .      .....  , 

Juan.  Manuel  DE  Rosas 

'    ^Nüúió  el  30  d&  marzo  de  11193.    Fülteúió  el  14  de 

^'  mahodé  1877,  ^A  lós  83  años,  H  meses  y'  16  diésy. ' 

<  '     El  completo  arreglo^  de  los  funerales  fué  éonftado  á 

'  k)$  sefloí^s  B.Hayes  éhijo,  de  Hig^hstheet  y  ha*  sido 

llevados  á  cabo',  bajo  su  superintendencia  tiersoAal'  del 

modo  mál^  satisfactoírid.       ^         i.       ^         .    i      :  i 

En  Btieiíos  Aik*es,  la  señora  doña  Qregoriá  Rosas  de 
Escurra,  hermana  del  ex-Diclador,  mfindó  defeir  tína 
misa,  por  el  descanso  de  su  ahtia  en  la  [iglesia  d<e  la 
'   Gottcepcibn,  el  B3  de  marzo! del  mismo  año.  - ' 

Yhabiéndoseaníunciadbelfanerál  de  Rosas^por.kis 
hij^S! y  nietos,  para  el  diá  24  dé  abril, 'en*  la' iglesia 

•  del  Cí)legio;  (San^  Ignaijio)  án^orécSd©  númétfO  de  <síu- 
'  dadanos  respetable^  invitaron  por  ia  prensa  al  'pueblo 
-  dé  Büénos-Aires  á  celebrar  exequias  fünebMs,  éte  la 
'   iglésÜK  nietropoiitarta,  por  las  víctimas  de.  la  tiranía, 

para  el  mismo  diaen  que/aquel  debía  ^enér  lug^f.' 
Envista  de  esto;  elgobierno  de  la  ptovírtcía;  "á  feu 

•  vez,  prohibió  toda  demosti^ación  publica  eh  tn^óha 
dé  Rosas,  bajo  cualquiera  forma.     ^  .    .' 

'  » En  cónsébuencía,  elfitríerAl'por  Rosas  hó  se  'iéféétuó 
'  pero'sí porsus vWtimas,  atqiíe  concíírrió todo'él'pufefelo 
-dé  Buenos-ÁirésV^A^sééptÁat  'él't)érfeónal  défáftiRos 
gobiernos,  provincial  y  nadíoiial;  habiéndose  Cortáegüi- 
do,  por  este  acto,  que  las  «dos  fracciones  políticas,  en 
que  tan  hondamente  se  encontraba  la  provincia  y  aun 
la  República,  llegasen  á  entenderse,  acercándose  una 
á  la  otra,  hasth  producir  una  feliz  conciliación  entre 
ambas.    A  este  resultado  contribuyeron  muy  eflc^z- 

•  mente  el  doctor  Adolfo  Alsina,  hoy  finado,  y  el  general 
Bartolomé  Mitre^  en  lo  que  no  fueron*  ajeuosJel  pre^i- 


DE   B0BNOS  AIRES  241^ 

dente  de  la  República  doctor  Avellaneda  y  el  goberna- 
dor de  la  provincia  don  Carlos  Casares,  en  primera 
línea.         ,  •  . 

ft^Sl^-'Br*    JMAWIJEIi     IiüÍSIABTE:     j    Bi^.     FdlilPE 

ABAiiíA,  Ministros  de  Rosas,  con  las  atribuciones  del 
P»  E.  delegadas,  en  el  primero,  los  asuntos  de.gobier- 

-.  no,  hacienda  y  guerra,  y  en  el  segundo  las  de  rela- 
ciones esteriores,  desde  ej  26  de  enero  hasta  el  3  de. 
febrero,  dia  en  q,ae  fué  derrope^da  1^  Diotadura,  cpn  ?u 
géfe  Rosas,  en  Caseros»  Rqs^5,  camo.  goWrnadpr 
propietario,  se  reservaba  la  facultad  de  j^ppedir  por  tsí 
soIq  y  directamente  las  providencias  y  disposiciones 
que  juzgara  convenientes  sobre  cualquier  asunto  ^dejla 
a^ministi'acion,  npmbrando  al  mismo  tiempo  á, Man- 
cilla inspector  y  comapdante  general  de  armas  de  la  ca- 
pital. E!  gobierno. delegado  no.  tuvo  ocasión  de  dictar 
disposición  alguna,  y  cayó  envuelto  en  la  deíTota  del 
propietario;  tanipoco  hizo  sentir  su  autoridad  contes- 
tando á  una  nota  oficial,  que  le  fué  dirigida  por.  los  en- 
cargados ,de.  negocios   de  Portugal,  de  los  Estados 

.,  Unidos  y  de  Inglaterra,  ^obre  desem^nco  de  tropas 
q\ip  se  habían  organizado,  á  fin  de  prot^jer  á*sps . rqs- 
^  pectivos  nac^on^lps  y;  I9S  establecimientos,  pvjblicos 
de  interés  general.  Fué  el  general  Lucip  Mi^pj^illa, 
quien, como  g^fe  d^  las  aromas, j dio  orden,,  |)aJQj^u  res- 
ponsabilidad, al  cespitan  deí  PuQr^q,..p^ra.qijie.perpitie- 
.^e  el  desem|;)ar.Qo  de  las  referidas,  tropas,  en,,  vista,  de 
la  indecisión  del  gobierno  delegado,  para  resoJ;Yer  jjpr 
sí;  sobre  ese  punto. . 

Con  esta  autorización,  el  desembjarco  délas  tropas'       j 
.  seefectuó  en  la  tarde  del  3  y  fueron. distribuidas  del 
modo  siguiente:  las  inglesas  ocuparon  el  Banco,  de  ja 
prpvincia,  y  la^  firanqe^as,  la  Aduapa,  en  protección  de        [ 
los  int6f*ese^.  pubJ^oos  que  ^np^rrabiji^n.    Las  casas  de        j 
,  ips'iagentes.  diploiDáticos.  y,  de  I03  Cj6asules  Jfuerpn 


'''.•'»' 


342  ,moYiíiCJA 

Agimlmentñ  custodiadas  por  tropa§  estrarigera^,  en  los 
]  idia?  3,  4.y  5,  hasta  que  se  restableció  q1  <>rden.' 

En  la  madrugada  del  4,  el  general  Mansilla,  gefe.de 
las  armas,  se  presentó  personalniente  en  casa  de  los 
señores  obispo  Escalada,  don  José  Marta  Rojas,  don 
Bernabé  de  Escalada  y  doctor  don  Vicente  López,  á 
quienes  pidió  fiíesen  en  comisión  cerca  del  general  Li- 
bertador manifestándole,  que,  lejos  de  haoer  resisten- 
cia, deseaba  remitiese^  lo  mas  pronto   posible^  una 

■  fuerza  para  recibirse  de  lá  plaza,  por  el  temor  que  te- 
rifá  que,  lo!s  cinco  ó  seis  mil  derrotados  que  bañaban 

'  tódfeira  ciudad,  cometieren  desórdenes  en  el  pueblo, 
'"  ehlregándoáeal  saqueo,  que  él  (Mansilla)  no  podía  con- 
•  tener.   '  '  .     •  • 

La  comisión  así  nombrada  por  el'  general  Mansilla. 
desempeñó  su  cometido  con  la  mayor  brevedad,  mas 
ño  ante  el  general  Ürquiza,  que  todavía  no  había  lle- 
gado ájpajermo,  sino  knte  el' géfe  de  mayor  ^fadua- 
cioñ  que  allí  se  hall  aba— ^-el  coronel  Gafen— quien  comu- 
nicó Verbalmenté  la  ói'den  deseada;   » 

Lá  ¿omisión  á  su  regreso^  dio  aviso  del  resultado  de 
su  coriri^etido  al  general  Mansilla,  quien,'  ínmediata- 
nlénté  disolvió  la  fuerza  que  se  hallaba  óbncéntrádáen 

■  el  í'éfcinto  de  lá  plaza  de  la  Victoria,  retirándole  iél,   en 
'seguida,  á<iü  cafea.  '    ■    ''  ;"'"  '• 

Éhtí*e- tanto^  fersa'qüeo  úe  ía  ciudad  y  sraburbfos  $e- 
'  gulation  élrnayorfurór  y  escándaío,  hasta  que  el  pue- 
blo comprendió  (Jué  no  le  quedaba  otro'  recurso  que 
defenderse.        •  '  •  • 

Es,  pues,  incierto  que  el  general  Mansilla  hubiese 
autorizado  el  saqueo,  como  entonces  se  dijo,'  y  de  éuya 
calumnia  se  justificó  oportunamente  publicando  docu- 
mentos fehacientes.  '.      .  :    . 

^  r 

En  las  primeras  horas  de  la  mañana  del  '4  de  febfre- 

'  ro,  la  ciudad,  enanacompléíaacíefa'HA,  civil  ó  policial, 

ofrécia  el  ¿uadró  mas  torribíe. '  Mátáai^  de  cfióiíalférta 


t   L 


DE   B0BHO6  AIRES  S48 

habían  invadido  la  capital  y  suburbíoS/y  se  éhtrégaron 
impunemente  al  saqueo,  rompiendo  las  puertas  de  las 
casas  de  qegocio  y  haciendo  volar  á  balazos  las  cer- 
raduras. 

Penetrado,  por  fin,  el  pueblo  de  Buenos-Aires  de  la 
ruina  total  que  le  amenazaba,  reaccionó  contra  el  ter- 
ror que  hablan  infundido  ios  ladrones  y  foragidosy  es- 
capados déla  cárcel,  cuando  se  dio  puerta  franca  á  to- 
dos los  que  se  hallaban  en  ella  por  causas  políticas,  y 
sb  inició  la  defensa.  Estft  fué  auxiliada  en  tnucha 
parte  por  una  fuerza  de  caballería  que  el  general  Ür- 
quiza  mandó  en  amparo  de  la  ciudad. 

Como  á  las  dos  de  lá  tarde  comenzó  á  dominarse 
€l  conflicto  con  la  activa  persecución  y  ejemplar  casti- 
go de  los  bandoleros,  que  eran  fusilados  infraganti  por 
Jas  calles^  ó  en  la  corcel,  por  cuyo  albafial  salía  á  la 
calle  el  reguero  de  la  sangre;  tan  grande  fué  el  niiníe- 
ro  de  los  ladrones  fusilados  dentro  xie  su  recinto. 


4.9&:9^6]Ei|iíGl|AL  JíC^TO  jOi^É  DC  IJ1I||V|E^,  Dic- 
tador militar  por  el  derecho  dé  la  vietori^t  alcanzada 
.^pbfe  Rosas,.el,3  de  feí^rero^^en  los  capipos  de  Qev^erqs. 

Luego  que  y^  no  quedaba  duda.algun^  sobre  el  éxito 
de  la  hataÑa,  el  gpqeral  Mansilla,  que  es^taba  encarga- 
4p.de  l&guarnictpn  de  esta  plaza  y  de  1^  cpjíservacjpn 
4eji  óir4e«,  hizo  i^aber  Al  cuerpo  .diplon^átiQO  y  CiWSMiiar 
que  la  pjaza  np  prese¡nt^ría  resistencia  alguqa;  en  co^n- 
•í^eciienqia  no  bftbía  motivo  piara  que  el  ej^rc^o  clel  gene- 
ral Urquiza  la  ocUpase  por  la  fuerza,  desude  que  pp^ía 
.Qonsiderarla  como  rendida. 

En  efecto,  una  concisión  conipuesta  de  alguno^  indi- 
ivíduos  del  cuqrpo  CQi;i»y.la,r  se  dirigió,  con  bandera  de 
Parlíimento,  á  Palermo^  donde  desempeñaron  su  co- 
pna^tido  cerca  deil  maypr  general  don  B.  Virasorp,  en 
^^yspncia  del  generalen  ig;efe,  que  aun  np  había  llegado. 

El  r^^to  del  íl^?^,  4esd?  ías  tr^$  ílp  la  taróle  y  (^pfi!*,  la 


244 


PaOYIKOIA 


noche  del  3  al  4  de  febrero,  la  ciudad  quedó  en  comple- 
ta acefália,  hasta  la  mañana  siguiente,  en  que  salió 
otra  comisión,  á  que  ya  se  hizo  referencia,  compuesta 
del  obispo  de  Aulon  y  de  los  señores  Vicente  López, 
Bernabé  Escalada  y  José  María  Rojas,  la  cual  manifestó 
al  general  en  gefe  del  ejército  aliado  libertador  que  la 
provincia  se  hallabi^  sin  autoridades  y  que  era  de  ur- 
gente necesidad  nombrar  una  para  mantener  el  orden 
y  reprimir  los  escesos  que  se  estaban  cometiendo. 

El  general  Urquiza  inmediatamente  nombró  al  Pre- 
sidente de  la  Cámara  de  Justicie^  doctor  Vicente  Ló- 
pez, gobernador  provisorio. 

Apenas  ameneció  el  4  de  febrero,  la  ciudad  de  Bue- 
nos-Aires y  sus  suburbios  fueron,  testigos  del  saqueo 
más  escandaloso  que  jamás  esperimentara,  de  parte 
de  los  mismos  derrotados  de  la  víspera,  disfrazados  con 
la  coraza  de  género  blanco,  con  que  se  distinguía  el 
ejército  libertador,  cuyo  uniforme  era  del  mismo  color 
que  el  de  Rosas,  asociados  á  algunos  vecinos  y  aun 
mugeres.  Al  principio  se  creyó  fuesen  verdaderos 
soldados  de  Urquiza,'que  estaban  autorizados  al  sa- 
queo de  la  ciudad,  mas  habiendo,  el  doctor  López,  que 
acababa  de  regresar  de  Palermo,  participado  lo  que 
sucedía  al  general  libertador,  pidiéndole  si  mismo 
tiempo  una  fuerza  para  reprimir  el  desorden,  Urquiza 
accedió  desde  luego;  pero  antes  de  llegar  la  fuerza  so- 
licitada, el  saqueo  llegó  á  tomar  un  carácter  alarmante, 
robando  hasta  cargar  carros  y  despojar  de  su^conteni- 
do  casas  enteras. 

En  vista  de  esto,  y  cuando  ya  se  tenía  seguridad  que 
era  un  verdadero  saqueo  no  autorizado  por  el  general 
vencedor,  se  armaron  los  habitantes,  nacionales  y  es- 
trangeros,  y,  recorriendo  laá  calles  de  lá  ciudad,  de- 
fendieron sus  intereses  fusilando  á  cuantos  encontra- 
ban robando,  hasta  que  se  hizo  selitir  la  autoridad,  que 
acababa  de  ser  nombrada,  de  un  tíiodo  enérgico. 


/■ 


DB  Sn7B¥0e  AIBBS  245 

Las  medidas  de  rigor  adoptadas  para  con  los  ladro- 
nes del  día  4  tenían  justificación  en  aquellas  circuns- 
.  tancias;  no  así  otras  dictadas  por  el  general  libertador 
:  para  con  prisioneros  rendidos.  Después  de  haber .pro- 
clan^ado  olvido  general  de  todos  los  agravioé^  el  gene- 
ral Urquiza  no  se  mostró  generoso,'como  debiera,  y  mu- 
cho menos  en  vengar  resentiniientos  particulares,  cual 
lo  hiciera  con'  el  coronel  Martíniano  Chilavert^  á  quien 
mandó  fusilar  por  la  espaldaaldiasiguiente.de  \e^  vic- 
toria de  Caseros  y  colgar  sil  cadáver  de.  un  árbol,  sin 
^  permitic  se  le  diese  sepultura.*  Abufeó  de  Ja  vicí)or¡a 
con  demasía,  manifestando  de  un  modo  casi  evidente 
que  los  sentimientosde  que  venía  inspirado  en  su  cru- 
zada libertadora  eran  mas  egoístas,  si  bien  es.  innega- 
ble que,  por  el  hecho  de  haber  derrocado  la  Dictadura, 
adquiriera  una  gloria  imperecedera  y  que  las  genera- 
ciones subsiguientes  recordarán  con  eterno  reconoci- 
miento. 

El  cintillo  punzó, signo  de  degradación  de  la  época  de 
la  Dictadura,  únicamente  tolerable  entre  los  ejércitos 
beligerantes,  solo  durante  la  luchia^  ma^  no  para  con 
los  ciudadanos,  sin  escíuir  los  clérigos  y  las  mugeres, 
que  acababan  de  arrojarlo  con  alegría,  en  la  seguridad 
deque  su  uso  había  caducado  para  siempre;  ese  cinti- 
llo^ repetimos,  fué  restablecido  de  nuevo  por  el  gobier- 
no provisorio,  solo  por  contemporizar  con  el  ge.neral 
qué  acababa  de,  prestar  un  inmenso  servicio  á  la  provin- 
cia y  ala  República. 

Violándolos  pactos  ajustados  en  29  de  mayo  y  21  de 
noviembre  de  1851,  retuvo  prisioneros  700  porteños^  de 
color,  que. envió á  Cala,  en  la  provincia  de  Entre  Rios, 
corao  remitió  también  numerosos  cañones^  municiones 
de  guerra,  armamentos,  vestuarios,  carruages  y  mu- 
chos otros  objetos  sacados  del  parque  de  esta  ciudad. 

El  pueblo  de  Buenos-Aires,  que-con  la  mayor  pom- 
pa y  alegría  reeibLera,  en  su  entrada  triunfal,!  el  19  de 


246 


PAOVnOIA 


febrero,  al  ejército  libertador  yá  su  general^  no  filésa- 
'  ludado  por  ésttí,  ni  con  una  leve  inclinación  de  cabeza. 
Llevaba  poncho  blanco  corto  sobre  la  casaca  militar  y 
pantalón  con  franja  de  oro  y,  formando  contraste,  som- 
brero de  copa  alta  con  un  ancho  cintillo  punsóy  como 
-  para  indicar  que  todos  debían  usarlo.  Tampoco  cum- 
plimentó al  gobierno  de  la  provincia  que>  acompasa- 
da del  cuerpo  diplomático,  lo  esperaba  en  la  azotea  del 
Colifeeo,  (actual  teatro  Colon). 

Ésos  y  otros  actos  de  desprecio  para  con  el  primer 
pueblo  de  la  República,  revelaban  en  el  general  la 
existencia  de  un  pensamiento  que,  desde  Entre  Rios, 
habia  sido  concebido  y  mal  disimulado*  Asi,  no,  solo 
se  enagenó  las  simpatías  de  este  pueblo,  que  llegó 
.  é  comprender  sus  planes  y  pretensiones,  sino  tam- 
bién desde  ese!  momento,  empezó  á  organizarse  para 
defender  sus  jlibertades   y  derechos,  que  acababa  de 

reconquistar. 

■ 

t86;r-Dr.  viCEMTE  LÓPEZ,  Presidente  de  la  Cáma- 
ra de  Justipia,  nombrado  gobernador  provisorio,  el  4  de 
febrero^  por  el  general  Urquiza,  en  virtud  de  la  autori- 
dad que  le  dábala  victoria  alcanzada  el  dia  antes,  3, 
venciendo  á  Rosas  en  Caseros. 

Fué  elegido  en  propiedad  el  i3  y  recibido  el  15  de 
mayOj  hasta  el  20  que,  invitado  por  el  general  Urquíza 
para  concurrir  á  una  reunión  de  gobernadores,  en  San 
Nicolás  de  los  Arroyos,  delegó  el  nlando  en  el  Presi- 
dente de  la  Legislatura. 

El  ministerio  que  organizó  el  doctor  López  y  que  le 
acompañó  hasta  el  15  de  mayo,  se  componía  de  los  se- 
ñores doctores  Valentín  Alsina,  gobierno,  Luis  José 
de  la  Peña,  relaciones  esteriores,  José  Benjamín  Go- 
rostiaga,  hacienda^  Vicente  Fidel  López,  instrucción 
pública,  coronel  Manuel  de  Escalada,  guerra  y  marina. 
El  general  Zapiolafué  nombrado  comandante  general 
de  marina  y  capitán  del  puerto.    Desde  aquella  fecha 


y  oó»  mdtivo  áel^  r  en  linda  .disipa  dos  ^rihieros/y-flel 
'úUitiioj  qitedó  órfeahizadó  del'  modo  siguiente!  dodtor 
Juan  Márlít  Gutíierrez,  gobierno  y  r^láeioi^es  pirovlndia- 
les,  coronel  Cafttoi  Cácerés,'  guerra  y  niárittííj  bonti- 
ftuaddo  los  detnás  eh  losrniidíittofe  minísíerids,  y  teírién- 
(Jp  por  oficiales  mayores  á  los  señores  Luis  L. 
Dominguéz,  José  Toníás  Guido  y  .Benito  Caríáscci  § 
.  por'qñciaH°  del  ministerio  dé  gobierno/, él  ^lism^p  que 
lo  h^tlla  sido  en  .el  góbiefno  dé  Éosás,  don  'benedicto 
MacíeL 

No  bien  empuñó  el  l?a^ton  de  gobernador,  cuando 
se  vio  en  la dolorosa  necesidad  de  espedir  uri  decreto- 
imponiendo, la  pexia  de  muerte  á  los ladrorjes  qua'ün- 
cjiafeají  jaqueando  la  cindadela  qae  debía  llevarse^  como 
:S^  Jlévó,  á  cabo,  al  cuarto  de  hora  d.e  ser  sorprepdi^os 
robando  ó  QWpdQ  atados  pof  las  cajles, '  s^n.  dlsíjn- 
clon  de  sexo.  - 

Así  por,  m^dio  d^  esa  medida  tan  viol^nta^  se  cpnsi- 
§iúó  vQr:termÍpado  el  escándalo  qon  If^  mperted^  Mpás 
608  pqrson^,  e^xtre  las  cuales  no,  dejaron,  de  caen^I-- 
gWPQS'iflo^e^^tes.  ,  ..'    .  .      ¡ 

Los  efeptpsy  artículos  saqueados  fueron  ppr. decreto 
d,^'15  de.marzo.y-endido.s  y  proporciopalmente  distri- 
buido ,s^. producido,  entre  Jos  pix)pietarios  ^e  aquellos. 
,, fin. vista  del  deplora|l?le  estado  de  ,ab^ndono  en  que 
se  llalla ba^laoasa 4^  gobiernp,  antiguo  Fuerte,  y  i^ien- 
.  tras  se  refaccionaba,  la  residencia .  del  gobierno,  por 
decreto  del  17  de>  febrer.q/  se  trasladó  al  día  siguiente 
:  á  la  casa  que  pertenecía  á  don  Juan  M.  Rosas,  donde 
.am>  existe,  que  había  sido,  el  16,  declarada  propiedad 
pública,  como  todas,  las  demás  existe^ites  en  el  terri- 
toi'io  de  la.provincia.  Por  otro  decreto  del  general  Ur- 
qui^^i  (7  de  agosto)  fué  derogado  el  de  16  de  febrero  y 
mandadas  devolver  á  los  apoderados  de  Rosas. 

El  gobernador  López  eximió  á  los  españoles  del  ser- 
vicio activo,  de  JasaniQas,  á  que  estaban  obligados  en 


246  .  rooYiHciA 

]a  época  de  Rosas^  porque  «eran  considerados  á  la  par 
'  de  los  nacionales;  y  derogó  (17  de  febrero)  el  decreto 

de  16  de  setienabre  de  1840,  por  .el  qae  se  disponía  el 
. :  embargo  de .  las  propiedades  de  los  pseudc-unitarios, 
.;  quedando  éstos  reintegrados  en  todos  sus  derechos. 

t¿69-e^EiVE:RAi4  iiÁ!vvei.€:vii.i.e:riiopiivto,  Pre- 

,  sidente  de  la  Legislatura,  en  ejercicio  idél  Poder  Eje- 
cutivo^ desde  el  20  de  mayo,  en  qu<í  el  gobernador  pro- 
pietario López,  previa  autorización  de  la  Sala  de  Re- 
presentantes para  ausentarse  de  la  capital,  delegó  el 
mando  de  la  provincia  eñ  dicho  general,  hasta  el  14  de 
junio  que  regresara,  reasumiéndolo  elmismo  dia. 

El  objeto  de  la  ausencia  del  gobernador  López,  a 

quien   acompañó  el  ministro  dé  instrucción  pública 

'  doctor  Vicente  F.  López,  fué  el  dó  asistir  á  un  acuerdo 

de  gobernadores  de  las  provincias  en  la  ciudad  de  San 

Nicolás  de  los  Arroyos. 

Celebrado  aquel  acuerdo,  la  Junta  de  Representan- 
tes resolvió  comunicar  al  Poder  Ejecutivo  no  cumplir 
ni'ejecutar  decreto  ú  órdenes  que  emanasen  de  facul- 
tades ó  poderes  constituidos  por  dicho  acuerdo,  hasta 

'    haber  obtenido  la  sanción  de  la  Legislatura. 

Concurrieron  al  acuerdo  de  San  Nicolás  de  los  Arro- 

'  yos,'  por  invitación  del  general  Justo  José  de  Urquiza: 
el  mismo,  como  gobernador  de  la  provincia  de  Entre- 
Ríos  y  en  representación  de  la  de  Catamarca;  doctor 

'  Vicente  López,  gobernador  de  la  de  Buenos  Aires;  ge- 
neral Benjamín  Virasoro,  de  la  de  Corrientes;  general 
Pablo  Lucero,  de  la  de  San  Luis;  general  Nazario 
Benavides,  de  la  de  San  Juan;  general  Celedonio  Gu- 
tiérrez, de  la  de  Tucuman;  general  Pedro  Pascual  Se- 
gura de  la  de  Mendoza;  don  Manuel  Tabeada^  de  la  de 
Santiago  del  Estero;  don  Manuel  Vicente  Bustos^  de 
la  de  la  Rioja  y  don  Domingo  Crespo  de  la  de  Santa 

El  gobernador  de  Salta,  don  Tomás  Arias,  el  de  Ju- 


DB  SUBNO»  AilBBS  240 

jul,  doctor  Benito  Barcena  y  el  pleoipotenciarÍQ  del 
gobierno  de  Córdoba,  doctor  Jo^é  Genaro  Carranza,  4íio 
llegaron  á  tiempo  á  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  pero^ 
se  adhirieron  al  citado  acuerdo  mas  tarde  suscribién- 
dolo en  Palerrao  de  San  Benito  el  í^  de  julio  de  1852. 
A  los  tres  días  de  habersie  celebr^ido  aquel  acuerdo 
en  dicha  ciudad  de  San  Nicolás,  ^e  celebró  ot^o  de  los 
mismos  gobernadores,. a  escepcion  del  de  Entre  Rips, 
confiriendo  al  general  Urquiza  elemple^  A^  Brigadier 
General  de  la  Jiepública^  Argentina  y  una  medalla  de 

'  pro  orlada  de  brillantes,  con  las  inscripciones  siguien- 
tes:—En  el  anverso — La.  Repúbuga  Argentina á^u 
Libertador  Urquiza — En  el  reverso— Caseros^  Fe- 
brero 3  DE  1852.  (1) 
Aunque  el  general  Urquiza  era  digno  de  esas  distin- 

.  clones,  es  sensible  que  los  señoreas  gobernadores  ha- 
yan dejado  de  conferirle  de  igual  piodo  Q\,Calif atonde 

.  Bagdad^  ya  que  de  tanto  poder  disponían, . ^^i,^xido,  \m 
hecho  que  alguno^  de  ellos  ya  no  lo  eran  y  disponían 
sin  facultad  para  ello,     .     • 

ks59-^]ir.  viCEMTE  LÓPEZ,  gobernador  propietario, 
desde  el  14  de  junio  que  reasumió  el  mando  guberna- 
tivo^ á  su  regreso  de  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  don- 
.  de,  con  los  demás  gobernadores  de  las  provincias^  con- 
vocados por  el  general  Urquiza;  se  celebró  un  acuerdo 
y  se  puso  en  ejecución  sin  haberlo  previamente  stinie- 
tido  á  la  aprobación  de  la  Junta  de  Representantes, 
hasta  el  23  de  junio  que  presentó  su  renuncia  del  Cargo. 
Sometida  ésta,  á  la  consideración  de  la  Junta,  fué 
admitida  disponiendo  que  el  presidente  de  la  Legisla- 
tura, general  Pinto,  quedase  encargado  del' gobierno 
interinamen  te  al  dia  siguiente,  24  de  junio. 

(1)  Ese  acuerdo,  que  es  de  fecha  8  de  junio  de  1852,  ha  sido  omitido  en 
la  Colección  de  Leyes  y  Decretos  formada  por  el  doctor  Ferreira.  Ignoramos 
8Í  esa  omisión  fué  intencional  ó  por  otra  causa. 


960  '^arrmnA 

«¿ft«i^CÍe!%«:Riiiii  MAivtfiíi  «irÍLiiibBMo  Pimha,  Pre- 
sidente de  la  Legislatura,  nombrado  ¡gobehiador  inte- 
riDo  el  SS'de  junio,  con  motivo  de  la  renuncia  del  doc- 
tor López  qué,  por  su  calidad/había  sido  aceptada. 

'  Aldla  siguleilte,  24  de  jutífo,  el  gehérd  Pinto  debía 
'   pr'esentaí'Sé  á  prestar  juramento  del  cargo,  pero  no 
"'  llegó  á  efectuarse  esto,  porque  el  general  Urqufzá,  en 
sil  carácter  de  Director  provisorio  dé  la  Confederación 
Argentina,  nombrado  en   virtud  del  acuerdo  dé  San 
ISTicolás  de  los  Arroyos,  que  aun  estaba  en  dísóusion, 
asumió  el  gobierno  de  la  pt*ovin'eía  provisoriaítiente,  y 
'  dartdó  un  golpe  dé  Estado,  él  mi^modia^S,  declaró 
'  disüélta  la  Junta,  prohibiendo  la  entrada  eb  \ú  sala  de 
sesiones  á  los  ex-miembros  de  elk  y  ordenando  la 
prisión  y  destierro  dé  lOs  que  se  pronunciaron  •  contra 
el  acuerdo  de  gobernadores  en  San  Nicolás,  que  lo 
fueron  los  i^eñóres  doctores  Dalíiíacio  Velez  Sarsfield, 
'•  Ii^etiéo  Pórtela  y  Pedro  Ortiz  Velez,  Corortel  Bartolomé 
'  Mitre  y  don  MánuelTorb  y  Pareja,  lino  de  los  colabo- 
radores del  diario  Los  Debates.    Efetos.  fueron  ertibar- 
jcados    inmediatamente    abordo  del  vapor  de  guerra 
«Merced,,»  dejándoles  la  libertad  de  ^lejir  el  destinó 
que  inéjor  les  pareciese.. 

.      Y  al  mandar  disolver,  la  Sala,  manifestó  de  oficio  al 

geperal  Pintó  que,  ni  Jcomo  .presidente  de  la  Junta,  ni 

. .  como  gobernador  interino  seria  obeilecida  orden  algu- 

.  na  s^ya  en  todo  el  terfitorio  de  la  provincia  de  Bye- 
XíQs  Aires. 


t^ftV-CiEIlERAL  JIJI^TO  JOSÉ  DE  VR||UIZA>   en  SU 

'  calidad,  de  Director  Provisorio  de  la  Confederación 
Argentina,  nombrado  en  el  acuerdo  de  gobernadores 

'  en  la  ciudad  de  San  Nicolás  de  los  Arroyos  sin  el  con- 
sentimiento de  la  Legislatura  de  Buenos  Aires,  asumió 
el  gobierno  déla  pijovincia  provisoriamente,  adoptan- 
do medidas  dictatoriales  que  le  enagenaron  las  pocas 


BÍmpatlfís  que  tenia  en  esta  ciudad,  por  bázoAee  muy 
poderosas. 

El  mistno  día  23  de  junio,  ^«  que  asunüiera  el  Poder 
Ejecutivo  de  la  provincia,  el  general  Urquiza  mandó 
<iefrar  todas  las  Imprentas,  prohibiendo  la  impresión 
de  peHódicos  y  papeles  dé  cüalquiep  género  y  haciendo 
sellWi^  feüs  pt^ensasy  solo  habilitaba  una  imprenta  p^ra 
la  publicaciion  de  los  actos  gubernativos  bajeóla  vigi- 
lancia de  ún  agente  de  policía,  ' 

Mandó  (24  dejünió)  patrullar  laciudaá  con  el  í9n  de 
garantir  eí  orden  y  Ja  tranquilidad  pública,'  y  efdía  25, 
en  virtud  délas  facultades  que  le  daba  el  Acuerdo  de 
.  San  Nicolás,  que  no  había  sido  todaviaí  ratificado  por 
las  provincias  interiores  de  la  República,  ni  tóenos 'por 
la  de  Buenos  Aires,  espidió  un  decreto  declarando  q^e, 
habiendo  quedado  acéfala  la  provincia  por  la  renuncia 
del  gobernador  y  disolución  de  la  Sálá  de  Repi^sián- 
tantes  dictada  por  el  mismo  Director,  nombraba  gober- 
nador provisorio  al  doctor  López,  quien,  apesár  de  su 
renuncia  irreoocable^  aceptó  el  mismo  día  (25)  '$u  Se- 
gundo nombramiento. 

«959-^Br.  Vi€)eivvs  IíOJ^ke?  nombrado  gobernador 
por  el  general  Urquiza,  el  25  de  junio,  reorganizado 
su. ministerio  con  el  mismo  personal  que  antes  tenia» 

Una  de  las  primeras  disposición ei^  del  gobernador 
Lope^fíié  mandar  levantar  los  sellos  impuestos  á  las 
imprentas,  permitiéndoseles  la  oontiauacion  de  sus 
trabajos  bajo  ciertas  condiciones^. 

En  virtud  de  lo  dispuesto  en  el  Acuerdo  de  San  Ni- 
colás, que,  como  ya  se  ha  dicho^  no  había  sido  ratifica- 
do por  la  Junta  de  Representantes,  espidió  (22  de  junio) 
un  decreto  ordenando  la  elección,  el  8  de  agosto,  de 

m 

dos  diputados  al  congreso  que  debía  reunirse  en  Santa 
Fe.  Aparecieron  electos  para  representar  á  la  pro- 
vinoia  de  Buenoi^  Aires  en  aquel  Congresí^  los  d<0(ítores 


L  ._ 


252  BaovjKCiA 

Salvador  María  del  Carril,  sanjuartino,  y  Eduardo  La- 

hitte,  oriental  de  nacimiento. 

Entre  taúto,  la  situación  de  la  provincia  no  era  nada 
halagüeña:  se  sentía  un  malestar  general,  y  ol  doctor 
López  que,  á  su  elevación  á  la  primera  magistratura 

.  de  la  provincia  la  primera  vez  había  merecido  las  sim- 
patías de  todos  los  haJbitantes,  se  vió^  la  seguujáa  vez, 
contrariado  y  en  la  imposibilidad  de  dar  un  p^so  ade- 
lante en  el  buen  desempeñó  de  la  autoridad  que  ejercía, 
,     Cansado  de  tantas  contrariedades  y  en  vista  de  las 

.  graves  dificultades  de  que  se  balla,ba  rodeado  por  las 
exigencias  del  general  Urquiza^que  no  admitía  control, 
de  un  lado,  y  por  la  falta  de  opinión  pública,  del  otro, 

.,  preSQntó,el23  de  julio,  su  dimisión  que  fué,  el  25,  acep- 
tada por  el  ipíiisipo  Urquiza,  quien  asumió  el  mando 

,  :de  la  provincia^  declarando  continuar  por  solo  el  tiem- 

.  po  preciso  para  el  restablecimiento  de  las  autoridades 

.   de  la.misma. 

El  doctor  Vicente  Lope»  falleció  en  Buenos-Aires  el 
11  de  octubre  de  1856.  Desde  el  año  de  1806;  López  fi- 
guró en  la  vida  pública  de  un  modo  prominente,  y  como 
ciudadano  ejemplar,  como  magistrado  recto,  estadis- 
ta ilustrado,  su  non^bre  se  halla  asociado  á  los  aconte- 
pmientos  mas  importantes  y  memorables  de  su  época. 
A  este  respecto,  sus  amigos  tienen  derecho  de  recla- 
mar una-comparacioiv  con  los  mas  distinguidos  de  sus 
contemporáneos;  y  ent^e  éstos^  deben  recordarse  ios 
nombres  de  San  Martin,  Belgrano,  Balcaroe,.Rivada- 
via,  Gómez,  Banegas,  etc.,  étc.  El  hallarse  asociado  á 
esos  hombres,  h^ber  participado  de  sus  consejos, 
cooperado  á  sus  empresas,  merecido  su  confianza  y  go- 
znd  >  de  su  amistad,  sería  bastante  honor^  y  mas  que 
bastante  para  satisfacer  las  aspiraciones  de  espíritus 
ordinarios.  Pero  López  fué  aun  mas  feliz.  Además 
de  esas  orgullosas  muestras  de  distinción,  recibió,  co- 
mo aittor  del  Himno  Nacional  Argentino^  el  unánime 


DB  BITBKOS  AIBB3  ^  263 

tributo  de  su  deferencia  y  homenage.  De  éi  J^uede  de- 
cirse que,  «aunque  muerto^  todavía  habla;»  pues  míen- 
tras  el  patriotismo  sea  una  virtud,  aquella  quinta  esen- 
cia del  patriotismo  hallará  un  eco  responsivo  en  todo 
pecho  ingenioso,  y  así  continuará  hablando,  movién- 
dose, exaltando  y  puri-ficando  hasta  la  mas  remota 
posteridad. 

Cuando  en  el  año  de  1812,  el  general  Belgrano  des- 
trozó la  vanguardia  del  ejército  realista  en  el  Rio  de  las 
Piedras  (3  de  setiembre),  el  joven  don  Vicente  López, 
oficiala  sus  órdenes,  acampado  á3  ó 4  cuadr'as  al  norte 
de  ese  rio,  bajo  la  sombra  de  una  enorme  tipa  (árbol); 
allí,  arrobado  en  el  delirio  de  la  victoria  dando  ensan- 
che á  su  entusiasmo,  compuso  la  cariciort  declarada 
Himno  Nacional  Argentino  «  Oid  Mortales,  >  que,  co- 
mo la  Marsellesaóe\  Rans  des  vaches  Suizo,  comunica 
nueva  vida  y  da  nuevp  ser  al  argentino  que  la  oye. 

El  pnismo  Rosas,  con  quien,  á  pesar  j(J)e  ocup^ir  el  alto 
puesto  de  presidente  dei  la  Cámaira  de  Justicia,  no 
simpatizaba,  como  ^  nos  consta^  no  pudo  menos  que 
respetarle,  ¡por  e\  solo  hecho  de  haber  sido  el  autor  del 

Himno  NqicionaJL. 

•  I. 

Sobre  la  tumba  de  López  hablaron,  los  dootorea  Ma- 
nian9  Várela. y  Juan  María  Gútierpéz..        .  .  i.   •       ; 

49a»--€ltrivcBAi.  JVST#'  uos^É  wm  iJB||tiizA;  Di- 
rector Provisorio  de  la  Confederaeioa,  ^n  ejercicio  del 
P.  Eide  la  provincia,  de  conformidad  oon  «Z  espíritu  de 
las  disposiciones,  contenidas  en  el  Acuerdo  de  Saín  Ni- 
cojás^  celebrado  el  31  de  mayo,  y  por  renuncia  del,  doc- 
tor López,  desde  el  85  de  julio  hasta  el  4  de  sffti^ínbre. 
El  general  ürquiza,  autorizado  por  el  Acuerdo  de 
San  Nicolás,  á  nombrar  un  Consejo  Consultivo,  cena 
vcuyo  voto  había  de  espedlráe,  ló  hizo  en!  las  |)íersoaas 
de  lós  ciudadano^  siguientes:     ' 


264 


PBOYIKCSA 


t  > 


-  i 


Don   Nicolás   Anchorena,  Presidente 
BeffUabó  Escalada. 
Salvador  M;  del  Carril. 
Francisco  Pico. 
Ignacio  Martínez. 
José  Barros  Pazos. 
Francisco  Moreno. 
Amancio  Alcorta. 
Eduardo  Lahitte. 
j  .    c      Felipe  Arana. 

B  £^1  domero  Garcia. 
J.  Benjanaia  Ooro$t¡aga- 
Tomás  Guido. 
Elias  Bedoya. 

Los  oficiales  maVores^á  cuya  categoría  fué  pronno vi- 
do  el  quiera  1**  del  ministerio  de  gobierno,  don  Bene- 
dióto-Maciel,  autorizaban  las  resoluciones  que  corres- 
pondían á  cada  ministerio,  bajo  las  órdenes  del  ministro 
de  retóciones  esteriores  de  te  Confederación^  que  lo  era 
«1  doctor  Luis  J.  de  la  Peña  (f  4de  febrero  de  1871) . 

Y  debiendo  pattir  para  la  ciudad  de  Santa  Fe,  con  el 
objeto  de  instalar  el  congreso  general  constituyente^ 
y  mienti^as^ste  pesoílvía  lo  co.nveniente^  el  general  Ur- 
quiza  nombró  (Sidc setiembre)  gobeiinador  proíviscirio 
á  su  ministro  de  la  guerra,  general  Galán. 

El  S  de  satiemfare  se  embarcó  en  el  vapor  «Countess 
of  Lonsdale, »  acotn^pañado  dé  una  nuimerosa. comitiva 
y  coii  todos  }o«  feonores  oorreáponídientes,  no  sin  sos- 
pechar que  algoestraordinaiio  había  de  acoateper,  'Co- 
mo>  en  efecto  aconteció  apenas  sa  ausentara  de  esta 
ciudad. 


MI^9-^«IE:iiWíR4^i<#0SJ|^  mijGMDPñl.  «tíilLAW,    (portefio) 

'^pbfirjaador  provi^orip,  nombrado ,pprpl  general  y  rqui- 

za^  como  Director  Provisprip,,  gia  íLUtptriKaíi^ojí  piwa 

ello,  y  en  virtud  del  Acuerdo  de  San  Nicolás  que  no  po- 


BE  BVW06  .AiRBS  355 

"   díaflegétlmente  regir  én .  la  pr'ovin.oia  de  BueoOs^Aires, 

1  el  3,  y  puesto  en  posesioi^  del  cárgoi  el  4  de  setiembire. 

El  gol)ernadvr  Galán, na  tuvo  ocasión  dq  hacer  oqiRO- 

cer  su  administración  qae  sqIo  duró  7  días  y  al  s^oia- 

necer  el  8**  ya  no  tenía  autoridad,  que  fué  derrocada  por 

'  medio  de  una  revolución  que  estalló  en  la  madrugada 
dtel  11  de  setiembre,  es  decir,  al  tercer  dia  de  hábei'se 
embarcado  él  general  Urquiza  en  el  vapbr  «Cauntess 

'   of  Lonsdále, »  con  destino  k  Santa  Fe.     ' 

Solo  im  decreto  espidió  (7  de  setiemWre)  el  goberna- 
dor Galán,  y  ese  erar  erf  érente*  álóíé  liabi litados  de  Itis 

•    oficihás'/  ■   .        '  '     ''•*  •• 

I  ... 

Erdiáll  de  setiembre,  él  general'  Piran  era  djiéno 
áei  ía  situación  por  medio,  de  una  revolución  del  pueblo 
4  feüvo  frente  sé  colocara. 

El  general  Galán,  sumiso*  completamente  al  gerieral 
'Urquiza^  corí  cuya  política,  estaba  identificado,  se  i*esis- 
tí6  constantemente  á  aceptar  las  proposiciones  del  go- 
bierno del  11  de  setiembre.  .  Cerca 'de  la  noche  delítl, 
se  puso  en  retirada  con  dirección  á  Vos  Santos  Lugai'es 
(hoy  San  Martin),  donáe  sé  reunió  á  una  fuerza  entrer- 
ríanáqüe  obedecía  sus  órdenes,  siguiendo  su  Máréha 
'  háciá  el  norte,  pero  hostilizado  por  los  guardia^  íiacío- 
■  n'ales  al  mando  del  teniente  coronel  J:.  M>  PelíS¿a,  que 
consiguió  quitarle  armas,  óabaHos  y  áVguííoá  equlfía- 
.^l^s..   Como  OJO  entraba  en  las  jniiraSft  políticas  de  ]q:| 
:^*eyolucÍ9iaadQS   dar  mía  ba,^lía,  c|i^e|  ppdian;Jtia))«rlo 
,  efj^ctu^dp  con  y.enta^a,  ;ii  derramar  las^ingre  dejb^rma- 
:D0!^qu,^  poco  antes '  habían  combati^q  juntos  en  .Ips 
csirnpp^  de  jQaseros  por  la  libertad  argentina,  up.hiQ^e- 
roa.pniuchps  esfuerzo^  para  detener  las  fuerzas  de  Ga- 
lán, á  quien  se  dejó  seguii\su  ]9:iar9ha|  4  fíi)  de  que 
.  abandonase  la -provincia,        ...  •    ,         i. 

La  campaña  quedó  terxninada  0l  ¡dia.  lA   sin:  sapg}re 
I  fii  do^ntcíag  de.mngún  nénero^y  tod^'Jia.proy^niOla  li- 


266 


^ROVIirCIA 


Los  jueces  de  paz,  íos  comandanteQ  generales  de  los 
departamentos  y  los  demás  gefes  que  se  hallaban  á  la 
cabeza  de  la  fuerza  pública  manifestaron  oficialmente 
su  adhesión  al  movimiento  del  11. 

« 

1^99— GfiíVEBAii  sOHÉi  HABÍA  PiBAiií,  Dictador  mi- 
litar, gefe  de  la  revolución  popular  que  entalló  en  la 
madrugada  del  11  fie  setiembre,  quien,  después  de  pro- 
clamar al  ejército,  reunido  .en  la  plaza  de  la  Victoria, 
solicitó  por  medio  de  una.npta  dirigida  al  Presidente 
de  la  Junta  de  Repi:esentíjmtes^,  la  inmediata,  con  voca- 
ción de  los  mismos  individuos  que  la  componían, 
cuando  fué  violentamente  disuelta  el  24  de  junio. 

La  junta  se  reunió  inmediatamente  y  puso  en  pose- 
sión del  niando  interino  de  la  provincia  al  general  Pin- 

.   to,  en  la  misma  mañana  del  11. 

Esta  revolución  fué  Ig.  mas  popular  de  cuantas  ha- 
yan tenido  lugar  y  no  costó  una  sola  gota  do  síingre 
■  ni  una  lágrima.  El  alma  de  ella  fué  el  doctor  Valen- 
tin  Alsina,  quien,  desde  el  Fuerte,  (actual  casa 
.  del  gobierno  nacional)  dirigía  todas  las  combinacio- 
nes, arreglando  y  concertando  con.  otros  ciudadanos 
potables^  que  allí  se  reunieron,  las  medidas  que  debían 
adoptarse,  para  asegurar  el  éxito  del  movimiento,  co- 
iho  se  con^i^uió  en  efecto. 

Presidente  de  la  Legislatura,  dísuelta  por  un  golpe  de 
autoridad  militar  del  general  ürquiza,  el  25  de  jürtfo, 
en  cuya  fechat  fué  aquél  nombrado  goberilador  interi- 
*  rio,  cuya  investidura  fué  entonces  desconocida,  y  resta- 
blecida en  la/nisma  persona  el  11  de  setiembre,  en  que 
sé  creó  un  liuévo  orden  de  cosas  político,  hasta  el  31  de 
octubre  que  se  nombró  gobernadoí*  propietario  énia 
persona  del  doctor  V.  Alsina. 

El  gohennadór  Pioto  organizó  su  ministepio  como 
sigue:  doctor  Valentín  Alsina,  gobierno  é  instracciün 


DB  MfilftOS  AIBB8  25? 

pública,  doctor  Francisco  de  las  Carreras,  hacienda,  y 
general  José  María  Piran,  guerra  y  marina. 

Por  el  nuevo  orden  de  cosas  creado  por  la  revolu- 
ción del  H  de  setiembre,  en  que  la  provincia  se  des- 
prendía de  la  dominación  del  general  Urquiza,  cesaba 
éste,  como  era  natural  (24  de  setiembre)  en  el  encargo 
de  mantener  las  relaciones  esteriores  delegadas  en 
él  por  el  gobierno  de  Buenos-Aires,  en  cuanto  tuviera 
relación  con  la  pro*'incia  de  su  mando. 

4S6;»~]ir.  VAI4EIVTIIIÍ  ALMMA,  nombrado  en  propie- 
piedad  el  30  y  puesto  en  posesión  del  cargo  el  31  de 
octubre,  por  tres  años,  pero  no  llenó  el  período,  á  con- 
secuencia de  una  revolución  que  estalló  el  1®  de  di- 
ciembre, poniéndole  en  el  caso  de  renunciar,  como  lo 
hizo,  el  6  del  mismo  mes. 

Uno  de  los  primeros  actos  del  gobierno  de  Alsina 
fué  franquear  las  puertas  de  la  provincia  á  los  ciuda- 
danos alejados  de  ella,  después  de  la  revolución  del 
11  de  setiembre,  como  medida  transitoria  y  de  circuns- 
tancias. 

Otro  de  los  actos  del  mismo  gobernador  Alsina  fué 
el  desacertado  nombramiento  de  los  coroneles  Cayeta- 
no Laprida  é  Hilario  Lagos,  para  comandantes  en  gefe 
délos  departamentos  principales  de  la  campana  y  del 
general  José  María  Flores,  de  ministro  de  la  guerra  y 
marina.  Los  citados  coro-ieles,  tomando  el  nombre 
del  ministro  de  la  guerra,  convocaron  la  guardia  na- 
cional de  sus  distritos  respectivos  y  el  1**  de  diciembre 
se  pronunciaron  en  contra  del  gobierno,  levantando  el 
estandarte  de  la  rebelión,  encabezándola  d  coronel 
Lagos,  con  el  apoyo  moral,  al  principio,  y  material 
después,  del  general  Urquiza,  que  ya  se  había  hecho 
odioso  para  los  habitantes  de  Buenos-Aires  y  contra 
quien  se  habían  pronunciado  con  la  mayor  energía  y 
'  entusiasmo  los  mismos  gefes  rebeldes. 

17 


I^agos,  en  gu  proclama  de  I**  de  diciembre,  invitaba 
á  sus  compQnaros.ííe  rebelión. á  queí  le  ayudasen  á 
,qtjLÍtaícel  bastofi  algobernadúr  Alsina  y  proclamar  por 
gefe  al  generalJF lores ^  que  figuraba  entre  los  rebeldes, 

,    siendo,  qO|moi  era,  ministro  de  la  guerra*  de  la  misma 
admifíistracion  que  i^  aparentaba  querer  derrocar. 
.DecJíirado  el  pueblo  en  asamblea,  el  6  de  diciembre, 

.  el  gobernador  Ateina,  pintando  en  »us  A'erdáderos  co- 
lores la  situación  del  país,  elevó  su  renuncia  que  la 
Junta  de  Representantes  encontró  conveniente  aceptar, 
disponiendo  que  el  Presideute  de.  la  Sala,  brigadier 
gfeíneral  P¡nto>  confopme  ala  ley,  pasase  al  diasiguien- 
te,  previo  el  juramento,  á  ocupar  interiníanoente  el  go- 
bierno. ... 


tS59-1IRIGADIER  QEMER.ÍlL  1I.4IVUEL   GUILliER- 

Ml€f  PIIVTO,  Presidente  de  la  Junta  de  Representan- 
íes,  nombrado,  el  7  de  dicienibre,  gobernador  interino, 
por  renuncia  del  doctor  V.  Alsina,  hasta  el  "25  de  junio 
de  1853,  que  delegó  el  mando  en*sus  ministros,  á  con- 
secuencia de  una  enfermedad^  de  que  falleció  el  28  de 
junio  del  mismo.ano  (1853). 

El  gobernador  Pinto  había  organizacfc  su  ministerio 
conio  sigue:  don  Nicolás  Anchorena,  gobierno  y  rela- 
ciones e.steriores,  don  Felipe  Ll.avallol,  hacienda,  y  ge- 
neral  Ángel  PaT^heco,  guerra  y  marnia,  y  habiéndose 
escusado  esos  señores  á  aceptar  áichos  cariaos  fueron 
nombradosen.su  lugar  (20  de  diciembre)  los  doctores 
Lorenzo  Torres  v  Francisco  de  las  Carreras,  y  el  mis- 
mo  general  Pacheco,  p£^r¿\  el  ministepo  de  guerra  y 
m.í^irina,  con  retención  del  cargo  de  general  en'  g¡efe  del 
.  ejército  de  la  capital,  que  desempeñaba  desde  el  9  del 
citado  mes,  hasta  el  7  de  febrero  de  Í853,  que  lo  reem- 
plazo  el  coronel  Pedro  José  Diaz. 

La  autoridad  dje  la  Junta  v  del  nuevo  gobernador  fué 
aparentemente  recouocida  por  los  rebeldes,  encabeza- 
dos por  el  coronel  Hilario  Lagosj  quienes  propusieron 


DB  W«K99  A4RBS  '  2g!9 

qnfi  gq^pei^siQi)  d$  arm^s  pam  entrar  en  afregloa  que 
pusiesen  deñnitíva  término  á  la  situación. 

El  gobernador  Pinto,  animado  de  sentimientos  de 
I>azy  benevolencia,  iaoeptó^con  sinceridad  las  proposi- 
ciones de  los  rebeldes,  quienes  obraban  de  mala  fe, 
puesto  que  el  doctor  Alsina  acababa  de  soltar  el  bas- 
tón de  gobernador  que  venían  á  quitar. 

Mientras  tenfanJugar  tentativas  de  arreglo,  de  bue- 
na fe  por  parte  del  gobierno,  y  con  solo  la  intención  de 
aumentar  sus  fuerzas  moral  y  materialmente,  de  parte 

'  de  los  rebeldes,  se  preparó  la  plaza  á  la  defensa^  zan- 
jeándose las  boba-calles  y  estableciendo  palisadas  en 
la  parte  esteHor  de  ellas,  que  pomprendlaq^  una  línea 
desde  la  plaza  clel  Retiro,  la  de  la  Libertad,  Lorea^ 
Concepción  y  calle  de  la  Defensa,  cubiertas  todas  ellas 
y  los  intermedios  por  destacamentos  de  la  guardia  na- 
cional y  piquetes  de  tropa  de  Hnea.  Lo^  cantones, 
desde  el  Retiro  hasta  la  plaza  de  la  Libertad,  estaban 
guarnecidospor  el  batallón  que  mandaba  el  tenienie 
coronel  EmilioConesa  y  por  los  guardias  nacionales  al 
mando  de  don  Pastor  Obligado,  todo  bnjo  las  órdenes 
inmediatas  del  coroiiel  B.  Mitré;  la  plaza  del  Parque, 
por  guardias  nacionales  al  mando  de  don  Victorino 
Agoilar;  la  de  Lorea,  por  guardias  nacionales  y  la  Le- 
gión Italiana  al  mando  de  los  coroneles  don  Domingo 
Sosa  y  Silvino  Oiivieri;  desde  Lorea  hasta  la  Concep- 
ción, por  los  tenientes  alcaldes  al  mr^ndo  del  teniente 
coronel  Nicasio  Biedma;  la  de  la  Concepción,  por  el 
batallón  del  coronel  Juan  Antonio  Lezica,  primero^  y 
mas.tarxle,  del  teniente  coronel  Bmilio  Mitre;,  y  desde 
la  Concepción  hasta  la  calle  de  la  Defensa  y  costa  del 
rio^  por  guardias  nacionales  a}  mando  d^l  coronel 
Jo$$  MaiTÍa  Btjistillo^.  La  re3erva  Qstaba  situada  en 
el  centirp  déla  capital  al  niando  de  ]q3  coroneles  Ma- 
riano.EjQh<^n/^qcía,  Martin.  Tejerina,  Martia  Arenas  y 

.  Pf^\QiMw,ifJím^  tftfda  ÍDSé  Hn  Albariaoa.  J 


260  YAOVIKCIA 

Agotados  todos  los  recursos  que  Sé  tocaron,  á  fin  de 
conseguir  un  avenimiento  de  paz  y  Concordia  por  me- 
dio de  vaHascomisioueSj  quQ  fueron  enviadas  cerca  del 
coronel  Lagos,  sin  haber  obtenido  él  resultado  desea- 
do,ni  aquellas  concisiones  ni  los  cónsules  de  Inglater- 
ra, Hood;  de  Francia,  Van-Praet,  y  de  Estados-Uni- 
dos, Graham,  que  habían  ofrecido  su  interposición 
cérea  de  los  rebeldes;  ni  el  contra-alniiraute  francés, 
De  Suin,  que  ofreciera  su  apoyo;  ni,  en  fin,  otras  comi- 
siones respetables  que  posteriproiente  fueron  enviadas 
al  campo  de  los  rebeldes,  situado  eo  San  José  de  Flo- 
res, pudieron  lograr  otro  resultado  sino  la  sseguridadde 
que  los  rebeldes  no  querían  mas  arreglo  que  la  humi- 
llación de  la  provincia  y  de  sus  autoridades  legales. 

Después  de  haberse  agotado  todos  los  medios  con- 
ciliatorios, para  evitar  la  efusioii  de  sangre  de  herma- 
nos y  la  ruina  del  país,  no  qued6otro  recurso  qu^  ha- 
cer la  guerra  con  rigor^  sin  omitir  sacrificio  alguno 
para  ponerse  en  estado  de  triunfar,  sobre  los  hambres 
que  venían  á  renovar  el  uso  del  piutillo  punzó,  ios  vi- 
vas á  la  federación  y  las  mueras  á  lo$  uni^rios. 

ElS4de  diciembre  se  inició  con  vigor  la  defensa  de 
la  capital,  mandando  cerrar  y  prohibir  toda  correspon- 
deucia  con  los  sublevados  del  dia  1®,  ^)ajo  3everas_  pe- 
nas, porque  así  lo  exigían  las  circunstancias. 

Las  estaciones  estrangerasj  enproteocion  de  sus  na- 
cionalesy  con  previo  permiso  del  gobierno,  procedie- 
roii'á  desembarcar  destacamentos  armados;'  los  brasi- 
leros, inglesos  y  españoles,  sin  artillería,  y  los  france- 
ses con  dos  piezas  dé  montaña,  para  el  ensopen  que  ios 
rebeldes  dieran  un  asalto  ala  ciudad,  como  lo  anun- 
ciaban, pero  que  no  pasó  de  amenazas.  . 

Instruido  el  general  Urqúiza  de  los  resultados  inúti- 
les de  las  armas  del  coronel  LHgos,  contra  la  capital, 
envió  artillería  y  tropa  para  aumentar  su  poder. 

Las  fuerzas  del  sur  del  Rio  Salado,  reunidas  en'  fa- 


DE  WSHOa  ÁlSLSB  26]. 

vor  del  gobierno  por  los^coroneles  Faustino  Vftlazco  y 
Pedro  Rosas  y  Belgrano  fueron^el  22  de  ei>6rode  1853, 
sorprendidas  en  el  Rincón  de  San  Gregorio  y  cono^yle- 
tamenle  dorrotadas  por,  otra  de  los  rebeldes  al  mando 
del  general  Gregorio  Paz,  en  cuyo  poder  quedó  la  ar- 
tillería, baga'ge^,  armamento  y  ^la  OQrta  infantería  que 
tenían  los  sostenedoras  de  la  legialid^d;  el  jcoronel  Ro- 
sas y  Belgrano  cayó  prisionero;  el  coronel  Agustin 
Acosta  pereció  ahogado  en  el  Rio  Salado,  huyendo  de 
sus  perseguidores,  y  el  coronel  Velazoo  fué  hecho  pri- 
sionero y  decapitado; 

•  La  derrota  dé  San  Gregorio  y  el  visible  apoyo  que 
Urquiza  y  el  congreso  de  Santa  Fe  prestaban  á  la  re- 
belión dieron  á  la  defensa  de  la  capital  un  carácter  de- 
finitivamente sérip  y  decisivo. 

A  los  cinco  dias  ^después  de  aquel  desastre,  el  go- 
bernador Pinto  estableció  (i7  de  e.oero)  tma  juntft  de 
guerra  presidida  por  él,  ó  tíu  su  defcQto  por  el  general 
en  gefe  Pacheco. y  compuesta* del  brigadier  general 
José  María  Paz,  gef>eral  Gervasio  Espinosa  y  cproneles 
Pedro  José  Días;,  ministro  deguerriei  y  malina,, y  Ma- 
nuel Escaladaí,  para  ia  adopcion.de  me4idas  militares 
que  reclamasen  la  defensa  de  la  capital  y  la  seguridad 
.dp  la  provincÍÉ|. 

Em  Ift  misma  fecha  en  que  los  defensores  de  Buenos- 
Aires  eran  devrotadMSen  San  Gregorio,  el  Congresode 
Santa  Fe,  cb  el  que  esta  provincia  no  estaba  represen- 
tada, dictaba  una  ley  por  la  cuat  aullprizaba  al  .Direc- 
tor Provisorio,  paraque,  €  empleando  todas  las  medi- 
das q.ue  su  prudencia :  y  .acendrado  .  patriotismo  le 
su/eriesejí^  hiciera  cesar  la  guerra  civil  en  la  provincia 
de  Buenos-Aires,  obteniendo  su  libr^  consentimiento 
al  acuerdo  de  31.  de  mayo  de  185.3 »  en  San  Nicolás  de 
los  Arroyos.    . 

En  vjrtud  de  lo.  referida  autorización,  el  general  Ur- 
quiza comisionó  al  doctor  Luis  J*  déla  Peña  cercardel 


802  j^oviMOtA 

gobieríio  de  Baenos^Aires  y  del  üot-onel  Legos»  á  fín  de 
que  arreglase  la  cuestión  províncíril,  habiendo  conse- 
guido el  enviado  de  aquel  concluir  un  tratado  de  paz 
el  9  de  marzo  de  1853,  el  cual  fué  ratificado  por  el  go- 
bierno de  Buenos- Aires,  mas  no  por  el  Direclor  Pro- 
misorio, que  se  hallaba  en  San  Nicolás  de  los  Arroyos, 
desde  donde  Comuní<ió  (19  de  mar-Ko)  su  iregativeí  á  la 
^tifícacion  y  su  resolución  de  acercarse  á  la  capital. 
Ett  efecto,  el  27  (tnarzo  de  18B3);  el  Director  Proviso- 
rio llegó  á  San  José  de  Flores,  donde  fué  í^ecibido  por 
el  ejército  federal^  á  cuya  cabeza  sé  colocó  oficialmen- 
te, como  general  en  gefe  de  los  ejércitos  de  la  Confede- 
ración. 

Se  iniciaron  nuevas  tentativas  para  conseguir  la  paz, 
sin  resultado  ülguno  en  ese  sentido,  hasta  que  al  fin  se 
Recurrió  á  otra  clase  do  medios,  queabreviaron  el  tér- 
mino de  la  guerra. 

La  escuadra  bioqueadora  al  mando  del  almirante 
JuanH.  Coe  se  puso  á  disposición  del  gobierno  legal 
de  la  provincia,  entrando  buque  tras  buque,ta  torda  del 
SO  de  junio,  en  el  puerto  de  Buenos^Arres,  obtenién- 
dose asi  el  primer  triu^ifo,  precursor  de  otro  aun  Mas 
decisivo. 

El  9  de  julio  apareció  (con  fecha  I"*)  publicada,  fen 
los  .diarios  de  Buenos-Aires,  y  en  hoja  feoetea  una 
proclama  del  general  José  María  Floi-es  á  stis  com" 
patriotas  de  la  ctímpañía.  Desdé  la  Nueva  Palmi- 
ra,  en  él  Estado;  Oriental,  á  donde  se  habla  retira- 
do, al  abandonar  el  pafs  el  8  de  diciembre  de  1852, 
se  t^Uso  en  comunicación  dh'ectfet  coii  los  gefes  Su- 
balternos é  hi5M)  hablar  y  prepat*ar,  en  s\i  notabre, 
á  los  oficiales  y  á  la  tropa^  hasta  tener  evidenrcia  de 
que  las  tres  cuartas  partes  de  las  divisiones  quo  sitia- 
ban la  ciudad  estaban  bien  dispuestas.  Cuando  obtu- 
vo el  convencimiento  de  qüfe  abandonarían  á  los  gefes, 
íüégo  íjué  leís  anuíicia^  su  preséftclíi  en  fel  norte  de  la 


DE   BfOaKOS' 


éIíres  Í0S 


•cairapaña;  ©n  '['K>sesi<i«   de  xiüníero'(como  8OO',j0OO  $), 

.  armamentó,   biwj'iw^sde  gneriu  y  \h  áutoi/rzfacioii  pdra 

»  Gonoedergracih'9  y  afsceneos  militares  sin   limitación 

algíwna,  y  cóTiUn^'i  escolta  dé  1 8  hombres  \%  aootnpiaña- 

do  db\  coronel  José  Jóaquia  Bailar,  dosembarcó  el  d¡a 

':3  dej«iiío  en  eA  punto  éonveriido,  al  norte.    La  püvBlica- 

•  eion  de.  la 'referida  proelama^q^^e  ¿fa^la  palabí^a  de  ér- 

•  den,  para  que  empezase  la  dispersicn  del  éjércitíO  sitia- 
dor compuesto  de  mas  de  10-,  000  hombres,  niosfe  hizo 
por  ei  gobiernoen  la  fecha  acordada,  silio  algunos  días 
•dtísipties;,  es  decir  el  9,  desde  cuya  fecha  hasta  el  13  de 
julio^  esas  fuerzas  quedaron. completamente  deshechas 
é  iiiudtizadus.'  El  14,  Flores  e«npezó  á  diésarmaryii- 
cenciap  la  «tropa  y  ei  di  a  -20  Va*  no  pisaba  el'  ter'ritbno 

...delíi  prQvinciBL.u»  SfOlo  enemigo,  armado.  El  coiíonel 
RamíOn  Bustos,' fiel  ala amb'Ud que  le  ui)ia  al  geileral 
FloreH)  segwndó  los  esfuerzos  de¡  los  defensores  áe  la 
capital. 

'  El'golDernador  Piíito  Hotivya'el  plac^  de  eoiíocer  ©Ij 
/desenlace  de  los  últimos  sucesos,,  á  bausa  de.  su  /falle- 
jcimtieiito  acaecido  el  28 da  junio  de.l85ay  Jiiabiendo  si- 
,du  el  ÚM'WO  gobet-nante  qtie  hubiese  muerto  eii  el  ejer- 
cicio de  tale»  fuociones.  .     •  •    .      '    -  .  .; 

Con  fecha  30  de  junio,  la  Legislatura  .safteiónó  üoa 
ley  acoi'dandqá  la  viuda  é  hijos,  del  brigadier  general 
.  Jíinto  una  pepsion  de  400Q  pesos  mensuales,  CQpaq..iin 
preiífiio  porlosdístiogiiidos  ser;VÍGÍos prestados;  popel 
general  y  pnuy  esprnal mente  como.  Presidente  .^e' Ja 
.SaU»,an  circunstancias  difíciles  de.1,  pqiís*. '  ¡  . 

ministro^  ddgob^rnador^'PiíUo,  foí-mafído  él  gobiéhio 
delegado,  desde  él  '25  d^  jui'no;  en  (\m  cayó  ei^ferWo, 
para  morir  á  los  4  dias,  (el  28)  Wsta  el  =24  de  juHb',  en 
quese'ríombró  un  gobernador  provisorio  eirla'persona 
del  doctor  P.  Obligado:  •      -' 


'^  *    .    •'  .  ,"       '      .   •'»' 


1 


264  PBOYiiroiA 

Al  gobierno  delegado,  presidido  por  el  doctor  Tor- 
res, por  ley  de  4  de  julio,  cupo  la  gloria  de  preparar  y 
llevar  acabo  la  completa  disolucíou  del  ejército  sitia 
dor  al  mando  del  coronel  Hilario  Lagos,  después  de 
un  sitio  de  7  meses  y  dias,  desde  el  7  de  diciembre  de 
1852  hasta  el  14  de  julio  de]1853  esclusive.  El  alma  de 
la  política  desarrollada  para  obtener  tan  feliz  resultado 
fué  incuestionablementeel  doctor  Torres,  que  introdujo 
la  anarquía,  con  la  mayor  habilidad  entre  las  fuerzas 
de  la  paeudo  federación  de  la  época  de  Rosas,  resuci- 
tada por  sus  antiguos  servidores  y  sostenedores  de  lú- 
gubres recuerdos,  á  los  que,  como  incalificable  anacro- 
nismo político,  se  aliaron  los  mismos  que,  no  hacía 
mucho,  maldecían  la  Dictadura  v  sus  secuaces. 

El  24  de  julio,  el  gobierno  delegado  puso  en  posesión 
del  mando  de  la  provincia  al  doctor  Pastor  Obligado, 
quien  formó  su  ministerio  con  el  mismo  personal. 

tusa— B.  ivicolAs  amchorgiva.  electo  gobernador 
provisorio  el  9  de  julio,  en  consecuencia  del  falleci- 
miento del  que  lo  era,  general  Pinto,  pero  presentó  su 
renuncia  indeclinable  del  cargo  fundándose  e.n  su  sa- 
lud y  en  no  considerarse  con  las  aptitudes  necesarias, 
para  desempeñarlo. 

Acostumbrados  los  habitantes  de  la  provincia  de 
Buenos-Aires  y  aun  de  las  demás  de  la  República,  por 
mas  de  20  años,  á  oír  sonar  ciertos  nombres,  como  sinó- 
nimos de^ecíe/'a/,  y  otros,  sinónimos  del  partido  contra- 
rio, no  habían  de  aceptar,  como  no  aceptaron  satisfac- 
toriamente, la  elección  de  gobernador  en  las  personas 
de  individuos  que  habían  oído  salvagear  y  anatematizar 
durante  tan  largo  lapsode  tiempo,  sin  dejar  de  sentirse 
heridos  en  lo  que  ellos  consideraban  ser  su  opinión  po- 
lítica, como  única  tendente  á  su  tranquilidad  y  felici- 
dad. Las  masas  ignorantes,  para  quienes  la  denomi- 
nación de  federal  eciuivaMet  k perfecto  en  el  sentido  del 


DB   BVBNOS  AIBBS  265 

bien  y  el  de  unitario  en  el  sentido  diametralmente  con- 
trario, eran  susceptibles  de  ser  estraviadas  por  los  cau- 
dillos de  la  santa  federación^  y  la  reelección  del  mismo, 
cuyo  nombre  solo  dio  pretesto  á  la  revolución  de  di- 
ciembre de  1852,  ó  el  de  cualquier  otro  igualmente  an- 
tipático, habría  ocasionado  nuevos  trastornos  del  orden 
público. 

Fué,  pues,  en  atención  á  esas  consideraciones  que 
los  Representantes  se  fijaron  con  insistencia,  en  el  se- 
ñor Anchorena,  cuyo  nombre^  opinión  social  y  antece- 
dentes eran  una  positiva  garantía  de  tranquilidad  y  or- 
den para  esa  clase  laboriosa  de  la  campaña.  Com- 
prendiendo Anchorena  que^  á  su  repugnancia  de  acep- 
tar el  cargo  de  gobernador,  se  agregaba  la  circunstan- 
cia de  ser-cuestion  de  nombre  propio,  indicó  al  doctor 
Obligado,  como  la  persona  que  reunía  las  mismas  con- 
diciones'que  se  creían  encontrar  en  él,  sobre  todo, 
una,  la  de  llevar  un  nombre  sonoro  y  por  consiguiente 
simpático  para  los  habitantes  de  la  campaña.  Aunque 
éste  carecía  de  un  requisito  legal,  cual  era  la  edad  de 
35  años  que  señala  la  ley  de  23  de  diciembre  de  1823, 
fué  elegido  en  virtud  de  tales  méritos,  en  lugar  de  An- 
chorena. 

Falleció  éste  en  Buenos-Aires  el  24  de  mayo  1856, 
Por  mas  de  medio  siglo,  Anchorena  hizo  una  figura 
conspicua,  como  ciudadano  y  como  hombre  de  Estado, 
en  la  escena  de  la  vida  pública.  Sus  activos  hábitos 
de  negocio,  su  recto  juicio  y  acreditado  patriotismo^ 
agregado  á  su  inmensa  fortuna  — dejó  ciento  y  setenta 
millones  de  pesos  papel— le  dieron  en  todo  tiempo 
poder  y  preponderancia  en  los  consejos  públicos,  que 
no  podian  dejar  de  despertar  la  envidia  de  sus  rivales 
y  las  pasiones  mas  bajas  de  naturalezas  inferiores;  sin 
embargo  nadie  se  atrevió  jamás  á  poner  en  duda  la 
independencia  de  su  carácter,  la  pureza  de  sus  móvi- 
les, la  integridad  de  sustratos^  ni  la  exactitud  de  su 


-  -pülabrar  y  pooos,  muy  pocos  han  tenido  menos  causa 
papa  temer  el  fallo  del  historiador  imparcial. 

t958--Dr.  PASTOR  OBl^iCíiDa,  nombrado  goberna- 
dor provisorio  el  24  de  julio  de  1853,  hasta  el  12  de 
octubre,  que  fué  nuevamente  electo  don  Nicolás  An- 
chorena  y,  no  habiendo  ést*^  admitido,  lo  fué  el  mismo 
Obligado,  quien  se  recibió  del  cargo  en  propiedad  eldia 
l3  del  citado  mes  de  octubre. 

El  ministerio  del  gobernadbrproyisorio  Obligado  fué 
organizado  con  lo^s  doctores  Lorenzo  Torres,*  gobierno 
^  relaciones  esteriores  y  Francisco  aé  las  Carreras, 
hacienáa,  y  brigadier  general  José  ]\íaiía  I^az^  guerra 
^y  marina;  hasta  el  Í3  de  octubre,  que,  nombrado'  en 
propiedad  el  doctor  Obligado,  presentaron  estos  sus 
renuncias,  reemplazándolos  el  doctor  Ireneo  Pórtela, 
don  Juan  Bautista  Peña  y  coronel  Manuel  de  Escalada. 

Con  motivo  de  haber  cesado  la  guerra,  desde  el  14 
de  julio,  el  gobernador  Obligado  espidió,  al  dia  siguíen-. 
te  da  su  elevación,  un  decreto  prohibiendo  el  uso  de  las 
divisas  con  que  se  distinguían  los  sitiados  de  íossítia- 
dores;  y  por  otro  de  fecha  27  disjpuso  que  los  cuerpos 
que  formaban  el  ejército  de  la  capital",  durante  los  siete 
meses  v  siete  dias  de  heroica  lucha,  llevasen  en  sus 
**  banderas,  en  letras  dé  oí-o  y  orlada  de  laurel,  ia  ins- 
cripción siguiente:  Combatió  con  gloria  en  defensa  de 
Buenos  Aires— Años  lSb2  y  1853: 

Dispuso  así  mismo  (11  de  agosto)  que  los  presos 
Silverio  Badía,  Mailüel  Troncóse,  Antonino  Reyes, 
Fermih  Süarez,  Estanislao  Porto,  Leandro  Alen, 
Manuel  lieiva,  Ciríaco  Cuitiño  y  Tórcuató  Canales 
fíjeéen  juzgados,  acortando  los  términos  y  pudiendo 
actuar  en  todas  las  horas  del  dia  y  de  la  nochfe,  y 
aun  en'  los  dias  festivos,  por  actos,  de  que  eran  acu- 
sados por  la  ópitn*on  pública,  coinetidos  en  octubre 
de  lí<40  y  en  abvil  de  1842,  y, por  los  que  fueron, 
algunos  dé  los  citados  presos,  ajiísticiados.'  • 


DE  ^ÜBtfOS  A9RB8  ÍOt 

E^abteció  (21  de  setiembre  de  1853)  una  adueÁa-de 
"depósito  y  desfpacho  en  la  ciudad  de'San  Nicolás  de 
los  Arroyos,  la  que  había  de  empezar  á  funsionar  el 
1£  de  octubre,  desde  cuya  fecha  existe  dicha  aduana. 

Dupfmte  la  administración  del  g<:>bernador  Obligado, 

se  dictaron  las  leyes  que  le  autoi^ií^aban  á  concqder*  el 

privilegio  para  la  construcción  del  Ferro-carril  delOtó- 

•  tey  para  contratar  el  alumbrado  de  la  capital  por  Áiedio 

del  gas  hidrógeno.  '      ' 

Creó  (19  de  marzo  de  1854)  el  Partido  de  Zarate,  for- 
Bfwdo  de  una  parte  del  territorio  del  de  ta  Exaltación  de 
Ci^az,  en  el  área  de  terreno  que  se  encierra  en  el  espa- 
cio que  tiene  por  límites  al  norte  y  nordeste  al  Rio  Pa- 
raná; al  este  de  la  Cafiaida  de  la  Cruz,  diesde  su  unión, 
con  el  arroyo  de  la  Pesquería,  al  sur  y  sadesteel  mis- 
mo arroyo  de  la  Pesqi^ería,  desde  el  punto  que  atra- 
viesa él  camino  deíl  Chiquero;  al  noiK)este  y  oeste  'el 
RiodeAreco;  y  al  sudoeste  una  recta  que,  paMÍe nido 
del  referido  punto  en  que  atraviesa  el  camino  del  Chi- 
quero al  menciotiado  arroyo  de  la  Pesquería,  vaya  á 
u-nirseá  la  Canadá  del  Birgital,  por  la  estancia  de' Qfel- 
ves  y  siga  su  curso  ha'sta  encontrar  el  Rio  de  Ánocó-en 
el  punto  llamado  Flamenco.  El  primer  juez  de  paz  del 
nuevo  Partido  de  Zarate  fué  don  Gregorio  Quirno. 

Habiendo  tenido  que  salir  á  visitar  los  departamentos 
del  norte  y  centro  de  la  campaña,  en  cumplimiento  de 
la  ley  de  23  de  diciembre  da  1,823,  delegó  (eJ  19  dejpcxaj^ 
zo)  en  sus  ministras  de  hacienda  j  de  guerra  y  fari- 
ña, y  acompañándoliQ  en  la  visita  el  xie  gobierno  y  rela- 
ciones esteriores  d9ct9r  Pórtela... 


ii'líEIi  Eíf^CALAHA,  ministros,  en  ejercicio  del'  "go- 
bierno delegado  durante  la  ausencia  del  gobernador 
propietario  Obligado  en  su  visita  a  los  depat^tamentos 
de  campaña,  desde  el  l^áe  marzo  hasta  el  8  de  tna^o. 
Él  gobierno  delegado  se  vio  en  la  dolorosa  neófesí- 


268 


PROVIUCIA 


dad  de  ordenar  la  deportación  de  algunas  ciudadanos, 
el  arresto  y  diítencíon  de  otros  y  el  apercibimiento  de 
varios,  por  haber  estado  niaquinando  contra  el  orden 
legal  de  cosas  establecido  en  la  provincia;  como  tam- 
bién el  cese  de  algunos  empleados  civiles  y  eclesiásti- 
cos por  su  comportacion  inconveniente  para  la  paz  y 
tranquilidad. 

Decretó  la  promulgación  de  la  Constitución  del  Elsla- 
do  de  Buenos-Aires  para  el  dia  18  de  abril,  debiendo 
los  empleados  prestar  juramentad  18  de  mayoy  desig- 
nando el  dia  23  del  mismo  mes  para  jurarla  solemne- 
mente el  pueblo  en  la  capital  y  en  los  partidos  de  la 
campaña. 

Cre6  (6  de  mayo)  la  asociación  denominada  «A  m/^os 
de  la  Historia  Natural  del  Flata^  bajo  la  protección 
del  gobierno  y  bajo  la  especial  de  dicha  asociación  y 
de  la  comisión  directiva,  presidida  por  el  Rector  de  la 
Universidad  y  nombrando,  miembro  nato  de  ella,  al  en- 
cargado de)  Museo  y  miembros  fundadores  los  cuatro 
señores  doctor  Francisco  J.  Muñiz,  doctor  Teodoro 
Alvarez,  don  Manuel  Ricardo  Trelles  y  don  Manuel  J. 
.  Guerrico, 


GOBERNADORES    CONSTITUCIONALES   DEL   ESTADO   DE 

BUENOS-AIRES 


1954— Br.  PASTOR  OBiiíG.iJDO,  gobernador  propieta- 
rio, desde  el  8  de  mayo  que  reasumió  el  mando  guber- 
nativo del  Estado,  después  de  su  visita  á  los  departa- 
mentos del  norte  y  centro  de  la  campaña,  hasta  el  27  de 

,  mayo  que  fué  nombrado  Primer  Gobernador  Cons- 
titucional del  Estado,  cuyo  cargo  ejerció  desde    el 

.  día  siguiente  de  su  elección  hasta  el  5  de  mayo  de  1857, 
continuando  con  el  mismo  ministerio,  con  escepcion 
del  coronel  Escalada,  que,  habiendo  dimitido  el  cargo, 
fué  reempla;5ado  por  el  coronel  Bartolomé  Mitre^  y  su- 


DB  BirSHOS  AtBBS  26l9 

cesivamente  don  líorberio  de  la  Rieáírá,  en  íogar  de 
Peña,  doctor  V.  Alsina, en  lugar  de  Pórtela,  doctor 
Dalmacio  Velez  ÍSarsfield,  (f  30  de  vhavzo  de  1875)  en 
lugar  de  Alsina,  después  de  haber  sido  nombrados,  es- 
cusándose,los  doctores  Francisco  de  las  Carreras,  Car- 
los Tejedor,  Manuel  María  E  scalada  y  don  Domingo 
Olivera. 

La  Legislatura  dictó  una  ley  (17  de  junio  de  1854) 
autorizando  al  P.  fe.j)ara  que,  dé  las.  rentas  generales 
del  Estado,  pudiese  invertir,  hasta  un  millón  doscientos 
mil  pesos  moneda  corriente,  en  la  construcción  de  un 
muelle  para  el  embarque  y  desembarque  dé  páéágeros 
y  equipages,  sin  cobrar  derecho  alguno. 

Otra  (28  de  junio)  prohibiendo  el  juego  de  lotería  pú- 
blica de  cartones. 

Otra  (5  de  julio)  autorizando  al  P.  E.  para  que  pu- 
diese invertir  hasta  la  cantidad  de  $12.784,472  en  la 
construccioh  de  la  aduana  que  actualmente  existe. 

Otra  (11  de  octubre)  estableciendo  una  Municipali- 
dad para  la  ciudad  dé  Buenos-Aires,  en  los  limites  de 
sus  once  Parroquias  entonces,  compuesta  de  21  muni- 
cipales y  un  vice-Presidente,  siendo  el  ministro  de  go- 
bierno el  Presidente  nato  de  la  corporación. 

Cori  motivo  de  haber  sido  invadido  el  territorio  del 
Estado  por  los  rebeldes  que,  después  de  su  disolución 
el  14  de  julio  de  1853,  delante  de  la  ciudad  de  Éuenós- 
Aires  que  sitiaban,  fueron  á  asilarse  en  el  Rosario, 
el  gobernador  Obligado  declaró  (9  de  noviembre)  en  es- 
tado dé  sitio  (que  duróu  hasta  el  20)  todo  el  territorio 
del  Estado;  nombrando  (10  de  noviembre)  general  'en 
gefe  del  ejército  en  campana  al  general  Manuel  Hor- 
nos^ y  gefe  del  Estado  Mayor  del  mismo  al  entonces 
coronel  Bartolomé  Mitre. 

La  invasión,  desde  mucho  tiempo  anunciada,  tuvo 
lugar  al  ñiXj  compuesta  de  'unos  600  hombres  al  mando 
del  general  Gerónimo  Costa  y  de  los  coroneles  Lagos^ 


21Q  PAOVÍHCU 


Qayetancr  L«{>rid|iy  Baldoixiexro  liarnela,  J.  F.  Olmos, 

•  etc.,  que  fueron  completamente  derrotados  e|  8  de  no- 
viembre del854  en  los  campos  del  Tala- 

Por  esta  iriuofo,  la  LegÍBlatura  dictó  una  ley  (11  de 
noviembre)  .concediendo  por  premio,  dos  pagas  á  to- 

.  dos  los  geíesi,  oficiales  y  soldados  de  linea  y  nfíiüoia- 
nos,  que  se  hallaron  en  la  acción  del  Tala;  pasand»  el 

'  referido  premio  ála^s  viudas  é  hijos  de  los  que  habían 
muerto  en  el  campo  de  batalla  y  acoi;'dando  (20  de  no- 
viembre) al  general  en  gefe  del  ejército  de  operaciones, 
dotí  Manuel  Hornos^  una  espada  de  honor  con  la  ins- 
cripción siguiente:  «La  Legislatura  de  Buenos  Aires 
al  vencedor  del  Tala, »  costeada  de  los  fondos  del  te- 
soro público. 

Después  de  esa  invasión,  se  celebró  el  20  y  se  ratifi- 
0  jbI  27  de  diciembre  por  el  gobierno  de  Buenos-A¡res 
.   lia  tratado  entre  éste  y  el  Presidente  de  la  Confedera- 
ción   Argentina,  representados    ppr  el  doctor   Irineo 
Pórtela,  don  José  María  Cullen  y  don  Paniel  Gowland, 
.    comprometiéndose  á  mantenerse  en  piaz  y  buena  armo- 
nía y  disponer  lo  conveniente  á  fin  de  evitar  nuevas 
invasiones  ea  el  territorio  del  Estado  de  Buenos- Aires. 
Teniendo  que  salir  á  campaña,  por  asuntos  del  servi- 

•  cío,  el  gobernador  Obligado  delegó  el  mando  en  el  Pre- 
sidente de  la  páraara  de  Senadores,  durante  su  ausen- 
cia, desde  el  88  de  diciembre  de  t854]  hasta  el  J7  de 
enero  de.  1855,  en  que  lo  reasumiera. 

t§i$4^~9*  FEJiéiiPfi  iiii;i¥AiiliOii9  Presidente  die  la  Cá- 
mará  de  Senadores,  en  ejerció  del  P.  E.  durante  \a,  au- 

..sencia  del  gobernador  Obligado  en  la  campaña,  desde 

.  el  28  de  diciembre  de  ^85,4  hastq.  el  17  de  enero  de  1855. 
El  delegado,  por  un  decreto  dp  fecha  4  de  enero^  dis- 
puso la  concesión  de  un  diploma  de  honpr,  por  el  que 

.  constare  haber  pertenecido  ai  ejército  de  operaciones  al 
paando  del  general  Horno^^  espQptuando  á  los  gu^a^dias 


DB  ñSKWKOQ  '  AIRES  271 

nacionales  que  formaron  parte  de  dfcht>  ejército,  por  el 
espacio  de  lin  año,  de  todo  servicio  peráonatl  de  armas- 

49ft&— Dr.  PAf^Téli  OBLIGADO,  propietario,  desde  el 
17  de  enero  qtie,  después  de  suVFsitaá  lá  eam{iáña, 
reasriimiei'a'el  malido  gabernativo  del  ÍÉstado,  haslá  el 
ir  dt^.  febrero  dé  18&6,  que  debiendo,  s^lfr  al  sur  tíé  la 
mfema,  co'it  consehiimjenlo'de  lá  Legislatu^a/ (dele- 
gó éh  él  Presidente  del  Seriado.  '  '    * 

Por  lev  de  25  de  enero  de  1855,  el  R  E.  fué  autoriza- 
do  para  ratificar  el  tratado  celebrado  con  el  Presidente 
de  la  Confederación  Argentina*  el  8del  misAvoiftes,  co- 
mo cíínsecuencia  de  )o  estipulado  en  el  del  20  de  di- 
ciembre   de}  ano  anterior,  entre  el  comisionado  del 

•  go^bíerno^del Editado  de  Bueuos-Aires/dort'  Juan  Bau-- 
tista  Pena-,  ministro  de  hacienda,  y  los  del  referido 
Presidente^  doctor  Santiago  I>erquij  tttini^iro  del  iíite- 

'  piqr,  y  doctor  Juan  del  Campillo,  ministro  de  hacien- 
da de  la  Confederación.    •  •  ' 

El  góbernador'Oblrgado  nombró  (2*3  (fe  febrero),  pa- 
i*a'Ta  dirección  de' la  énseuañ¿á  primarlla  el  primer  Cón- 
f?éjo  de  Instrucción  Pública, 'fcompúestó  de  10'  ciudada- 
nos, bajo  la  presidencia  del  Rector  de  la  Universidad- 
Dispuso  (10  de  mareo)  la  trasfácío^í  áel  pueblo  de 
■Tapalqué  á  las  pttntas'd^l  arroyo  del  mismo  nombre. 
Acordó  (4  de  mayo)  ía  susperision  de  toda  publica- 

•  ci(>n  ofidal*  por  la- imprenta' de  «La  Tribuna»  y.  toda 
'impresión  de  cueWta  del  gobierno. 

Síntrendó  Id  fieceífidad  de  éér  tíconáejado  é  ílustr'á'do^ 
60  drstií)tas  materias,  el  gobierno  de-Obligado  estabíe- 
ci6(á6  de  julio)  lin  Consejo  Consultivo  cuyos  miembros 
necesarios  hiibíanMeserel  obispo'  diboesand,  los  pre- 
sidente» del  tribu  na)  Stfi-*)erior  de*  justicia,  d^l  Senado 
eeie^iáMico,  deb-Banoo,  del  D¿partumento  'Topográfi- 
co, del  Consejo  de  Obras  Públicas,  -de  lá  Facultad*  de 
Mediciuaj  de  la  cooHSÍon- administrativa  del' Hospital, 


272  PROYIUCIA 

del  Consejo  de  Hijiene^  y  de  la  Cámara  sindical  de  la 
Bolsa;  los  gefes  del  Departametito  de  Policía,  del  de 
Escuelas  y  de  la  Mesa  Estadística;  el  Colector  Gene- 
ral, el  Administrador  de  Correos,  el  Prior  del  Consu- 
lado, el  Director  de  la  Biblioteca,  el  Defensor  general 
de  Pobres  y  Menores,  el  secretario  de  la  Curia  Ecle- 
siástica, el  Inspector  general  de  Armas,  el  capitán  del 
Puerto,  el  comandante  del  P^irque,  el  Auditor  de  Guer- 
ra, el  Fiscal  y  el  Asesor  de  gobierno,  y  además  de  mu- 
chos otros  ciudadanos. 

Ordenó  (11  de  octubre)  el  levantamiento  del  censo  de 
la  ciudad,  fijando  el  dia  17  de  octubre  para  la  opera- 
ción:— fué  autorizado  (31  de  octubre)  para  conceder 
terrenos  en  propiedad  perpetua  en  los  distritos  de  Ba- 
hía Blanca  y  Patagones  á  los  individuos  ó  familias  na- 
cionales ó  estrangeras  que  pretendiesen  poblarlas, 
hasta  cien  leguas  cuadradas  en  ambos  distritos:— de- 
cretó (22  de  noviembre)  la  instalación  de  las  municipa- 
lidades en  los  partidos  de  la  campaña^  lijándola  para 
el  domingo  27  de  enero  de  1856,  y  no  pudo  efectuarle 
en  aquella  fecha,  por  haber  coincidido  con  la  invasión 
de  don  Gerónimo  Costa  y  demás  compañeros,  del  mo- 
do como  se  va  á  referir. 

Después  de  mucha  vigilancia  de  nuestros  vapores  y 
otros  buques  que  cruzaban  el  rio,  por  las  noticias  que 
se  tenían  de  una  invasión  que,  desde  Montevideo  se 
preparaba  con  destino  á  Buenos  Aires,  el  12  de  enero 
de  1856  se  embarcó  una  en  aquel  puerto,  compuesta  de 
unos  200  hombres,  negros  y  vascos  españoles,  engan- 
chados allí,  al  mando  del  general  Gerónimo  Costa  y  de 
los  coroneles  Ramón  Bustos,  Juan  Francisco  Olmos  y 
León  Benitez  de  los  individuos  Jorge  'Willis,  inglés 
Bernardo  Echegaray,  N.  García,  ex-juez  de  paz  de  la 
Lobería,  Benjamín  Pérez,  oriental,  ex-ayudante  de 
Oribe,  por  varios  anos,  etc. 

Costa  y  sus  compañeros  consiguieron  pasar  sin  ser 


DB   MSmS   AtEBS  273 

vistos^  Ifegahdoel  27  de  enero,  á  Záfate,  efectuando  su 
desembarque  y  toniando  el  pueblo  por  sorpresa.  El 
gefe  de  la  espedicion  depuso  y  arrestó  al  jtrez  de  paz 
don  Gregorio  I.  de  Quirno,  y  nombró  en  su  lugar  á  don 
Constancio  Silvano. 

Por  unaestraña  coincidencia,  muy  luego  dio  con  una 
gran  provisión  de  caballos,  de  que  se  apoderó,  pene- 
trando audazmente  en  el  interior  del  Estado.  Pasó 
por  la  Exaltación  de  la  Cruz,  de  donde  procedió  á  Lu- 
jan, de  que  tomó  tranquila  posesión.  La  fuerza  que 
traíase  componía  como  de  800  hombres,  parte  negros 
y  parte  blancos  españoles,  enganchados  en  Montevi- 
deo; sin  que  se  le  hubiese  incorporado  un  sólo  vecino 
de  la  campaña.  Al  tener  noticia  de  que  el  coronel 
JSmilio  Conesa  se  aproximaba  con  su  fuerza,  Costa 
salió,  tomando  la  dirección  del  sur.  Fué  alcanzado  en 
Villamayor,  partido  de  Matanza,  donde,  el  31  de  enero, 
quedó  completamente  aniquilado,  y  muertos,  de  uno  ú 
otro  modo,  el  general  Gerónimo  Costa,  gefe  de  la  fuer- 
za invasora¿.  los  coroneles  Ramón  Bustos  y  León  Be- 
nítez,  el  comandante  Jorge  Willis,  el  ex-juez  de.  paz 
N.  García  y  el  joven  oriental  Benjamín  Pérez.  Se  sal- 
vó el  coronel  Juan  Francisco  Olmos,  merced  á  sus  an- 
tecedentes  liberales. 

Ei  gobierno  del  doctor  Obligado  se  vio  en  la  dolorosa 
necesidad  atan  violentos  estremos,  cansado  de  las  re- 
petidas  invasiones  que  mantenían  en  continua  alarnia 
á  los  pacíficos  habitantes  de  la  campaña,  desde  1854. 
Cuando  la  disolución  del  ejército  sitiador,  el  14  de  julio 
de  1853,  los  gefes  rebeldes  se  asilaron  en  el  Rosario, 
de  donde  efectuaron  una  invasión  el  4  de  noviembre  y 
fuetron  completamente  derrotados  el  8  del  mismo  mes 
de  1854.  Posteriormente,  contando  con  el  apoyo  y 
protección  de  las  autoridades  de  la  provincia  de  Santa 
Fe  y  de)  mismo  presidente  de  la  Confederación,  gene- 
ral Urquiza,  repitieron  una  nueva  invasión  todos  los 

18 


874  fiftovnreiá 

géfes  que  estuvieron  en  ^1  3Ítio,  al  maluio  dt\  general 
José  María  Flores,  quien  fué  derrotado  el  25  de  enero 
en  la  Laguna  de  Cardoso,  por  una  fuerza  del  coronel 
Wenceslao  Paunero^  al  mando  del  mayor  Antonio 
Llórente.  Este,  en  el  calor  de  la  persecución,  ultrapa- 
só la  línea  divisoria  del  Arroyo  del  Medio,  penetrando 
en  territorio  sautafecino. 

Esto  dio  pretesto  al  gobernador  de  la  veoina  provin- 
cia,  don  José  María  Callen,  á  ponerse  á  la  cabeza  de 
las  fuerzas  (^el  Departamento  de  San  Gerónimo,  con 
las  que  marchó  habita  el  tlosario^  con  el  objeto  de  «  ven- 
gar el  ultraje  inferido  al  honor  de  la  Confederacíoo  y  á 
su  gobierno,.  >  habiendo  antes  d^eclarádose  ialp(;>teDte 
para  impedir  las  invasiones  que  daban  lugar^  00  solo 
á  e$os  uUrages,  sino  también  á  colocar  al  gobieriK>  del 
Estado  de  Buenos-Aires  en  Ja  necesidad  dQ.  conservar 
continuamente  fija  su  atención  sobre  el  uortedel  Eska- 
doj  cau  un  ejército  de  observación  que  ocasionaba  gas- 
.  tos  y  distraía  á  los  vecinos  dé  sus  pacificas  tareas« 

« 

i8^e— B.  FELIPE  LiiAVALLOL,  Presidente  del  Se- 
nad(^  en  ejercicio  del  P.  E.^  durante  la  ausencia  del 
gobernador  Obligado  en  la  campaña  del  sur,  desde  el 
18 de  febrero,  en  que  aquél  prestara  juramento  de  <íe- 
sempefiar  el  cargo,  hasta  el  13  dé  abril,  que  el  propie- 
tario reasumiera  el  mando  del  Estado. 

El  gobierno  delegado  de  Llavalloí  deéretó  (10  de 
marzo)  el  restablecimiento  de  la  Academia  de  Medici- 
na. Por  otro  decreto,, (17  de  marzo)  declaró  libre  y  sin 
limitación  el  ejercicio  de  ensayador  de  metales  precro- 

•  sosúótroSj  sujetándose  alienar  ciertas  disposiciones.' 

I6««— Br.  PASTOB  BBiiicsi^BO,  propietario,  desde  el 
13  de  abril  de  1856  hasta  el  5  de  mayo  de  1857,  que  le 
j  sucedió  el  doctor  V,  Alsiiía. 

El  cargo  de  gefe  del  Departamento  de  Escuelas  que 
desempeñaba  el  Rector  dé  la  Universidad,  fué  con-: 


fitóo'  (7  dé  j*nfd  d:e'Í8&B)  ú\  séftor  dori'ftonrtingó -F- 
Sái^míeritó.  .       •       ,       .. 

Aprobó  el  Reglamento  (17  de  julio),  presentado'  por 
el  arzobispo  Escalada,  para  las  relaciones  entre  las 
municipalidades  y  los  curas  de  campana  en  la  parlé 
relativia  al  culto. 

Prpmulgó.(4;.de  agosto)  el  arancel  de  derechos  parjro- 
.  quialj5S>  sancionado  por  la  Legislatura. 

Dio  forma  (5  de  agosto)  al  cuerpo  ijiédico  del  ejérpi- 
to,  pjan<j(p  sy  número  y  atribuciones  designadas  ^  el 

Beglamento  deiéá  de  setienribre  de  ISHv  . 

Erigió  (3  de  diciepibre)  el  pueblo  de  Éelgrano  en  par- 
tido judicial,  de  canípaña,  bajo  el  mismo  nombre». asig- 
nándosele los  límites  que  actualnierite.  tiene. 

Aprobó  (18  de  diciembre)  el  plano  de  la  traz^i  'del 
pueblo  Greneral  San  Martin^  presentado  por  VaiiQS 
.,  vecinos  d?  pantos  Lugares,,  declarando  pertenecer  ^\ 
pueblo  los  edificios  conocidos  con  los  nombras  d^  Ca- 
sas de  Rosas  y  Crujía»  n 

.  JDispusp  lo.  Gonvenieiit^  (12  de  febrero),  para  recibir, 
,  ;Cual  corr^ísponde,  las  cenizas  de  don  Bernardino  íliva- 
.  davia,. cumpliendo  asi  con  el  deber  de  tributar  á  su  me- 
ínoria  los  honores,  debidos  al  fundador  de  todas  las 
instituciones  que  hasta  entonces  y  aun  hoy  goza  el  Es- 
tado  ó  Provjncia  deBqenós-Aires 

Decretó  (3  de  marzo  de  1857)  los  lionores  que  corres- 
pondía, tributarse  al  brigadiei*  general  Guillermo 
Brown,  cuyo  fallecimiento  tuvo  lugar  en  dicha  fecha. 

El  período  constitucional  del  difícil  cuanto  acertado 
gobieMiO'del  doctor  Obligado  tejrrainó  el  6  de- mayo, .su-* 
cediéndole Alsina*    .  .  -^  .  , 

El  doctor  Obligado  desempeñó  después  importantes 
cargos  en  la*s  administraciones  subsiguientes  ¿  la  su- 
ya, hasta  que,  gravemente  eufermp,  fué  á  buscar  su 
mejoría  en  Córdoba,  donde,  en  vez  de  eso,  encontró  la 
toü€jpte>  eft  iharíío' dei  l«ro/   Sus-'í^estófti  «raslotedóaj-á» 


276 


MOy|}l(}IA 


.  Buenos  Aires,  fueron  recibidos!  con  honor  y  reispeto 
por  el  gobierno  del  señor  Castro  y  por  el  pueblo,  do  que 
habla  sido  primer  gobernador  constitucionaK 

'  •  . 

Í9&V— Br.  VALGMTIM  ALSliVA,  2°  gobernador  consti- 
tucional del  Estado,  electo  el  3  y  puesto  en  posesión 
del  cargo  el  5  de  mayo,  hasta  el  4  dé  noviembre  que, 
con  motivo  de  su  salida  á  campafta  por  objetos  del  ser- 
vicio público,  quedó  euca^gado  del  Poder  Ejecutivo  el 
Presidente  del. Senado. 

El  gobernador  Alsiná  organitó  ^u  ministerio  con  loa 
señores  doctor  José  Barros  Pazos  (f  24  de  noviembre 
de  1877),  gobierno  y  relaciones  esteriores;  don  Norber- 
*to  de  la  Riestra,  hacienda,  y  general  Matías  Zápíola 
(f  27  de  junio  de  1874),  guerra  y  marina.  Por  renuncia 
del'primero,  fuéivbrrtbrado  el  córánel  Bartolomé  Mitre, 
hasta  el  10  de  mayo  de  1859,  que  fiásó  á  desempeñar  el 
de  guerra  y  marina,  por  haberlo  dimitido  Zapiola,  y 
en  lugar  de  Mitre  entró  el  doctor  Dalmacio  Veleiz  Sar- 
field. 

Nombrado  el  coronel  B.  Mitre  (27  4^  mayo  de  '1859) 
general  en  gefe  del  ejercitóle  operaciones  contradi  de 
la  Confederación,  al  mando  del  general  Ürquiza,  íué 
reemplazado  por  el  doctor  Pastor  Obligado,  y  habiendo 
tenido  éste  que  salir  á  campaña  quedó  encargado  inte- 
rinamente el  comandante  general  de  marina  y  capitán 
del  puerto,  coronelJuan  Andrés  Gellyy  Obes,  hasta  el 
26  de  octubre  (1859)  que  éste  y  aquél  volvieron  al  ejer- 
cicio de  sus  respectivas  funciones. 

1959— B.  FfiLiPfi  LLAVALLOI^,  Presiden  tendel  Sena- 
do, en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  en  ausencia  del 
gobernador  V.  Alsina^  que  salió  á  campaña  por  objetos 
del  servicio  público,  desde  el  4  de  novierabi-e  hasta  el 
21  dé  diciembre  de  1857. 

ts^i-^-Jtau  VAiiKMTirv  ajlsimA^,!  propietario^  desde  .^1 


DB  BlJltKOS  AIRBB  3^ 

^  '21  de  dlíoiembré  de  1859  quefeósiittitó  el  mando  del  Es- 
tado, después  de  su  visita  á  la  campaEta,  hasta  el  12  d6 
noviembre  de*  1858,  c|ue  tuvo  que  salir  de  la  capital, 
acompañándole  el  nlinistrode  guerra  y  marina  coronel 
Bartolomé  Mitre,  quedando  nuevamente  encargado 
del  Poder  Ejecutivo  el  Presidente  del  Senado. 

i8ft8— B.  FKCUPK  liiiAVAi^Leii,  Presidente  d^l  Se* 
nado,  ^n  ejercicio,  del  Poder  Ejecutivo,  .duí:ante  la  au- 

.  sepcia  del  gol;)ernadQr  Alsina,.que  })abfa  salido  á  la 
campañaj!  desde  el  12  de  n<5YÍembi*e,  h^is^a  el  27  de,  di- 
ciembre. 

i9ft8-Br.^Vi|.iiE:MTiM  AiiSiiVA,  propietario,  desde  el 
27  de  diciembre  da  1858,  que 'reasumió  el  mando  ^u¿ 

'  bei*nativó,  después  de  un  viage  á  lá  campaña,  acompa- 
(ío  del  'ministro  de  guerra  y  tnarind,  hasta  el  8  de'  no- 

'  viembre  de  1859,  que  se  vio  obligado  á'p^esentarsu 

renuncia  qué  le  fué' admitida,  quedando  en  éjeréicio  del 

Poder  Ejecutivo  el  Presidente 'del  Senado,  el  mismo 

dia,  con  arreglo  á  la  Cohistitucion. 

íLos  an^igos  áel  doctor  Alsina,  los  m/snios  <|üe,  con 

'  elmeíyopenlufeia&mo,  trabajaron  para  colocarle  en  la 

primera  magistratura  de  la  provinfcia  de  s^u  nacimiento, 

•de  laque  habla  sidoaíejado  por  la  Dictadurá'de  Rosas, 

-  féieron-lofeque  le  aconsejaran  su  deSGenso,  que  él  Itevó 

'.  á  cabo  con  toda  resignación,  pero  también  tütí  un  tiue- 

■  vo  desengaño  que  le  abatió  no  pOcO.     ^ 

La  batalla'  de  Cepeda;  perdida  por  el  ejérjcito  del  Es 
tado  de  Buenos  Aires,  al  mando  del  boronel  Bartolo- 
mé Mitre,  puso  al  doctor  AJsina  en  el  caso  de  elevar, 
como  elevó  siT  renuncia,  el  8  de  noviembre  de  1859,  á 
fin  de  dar  lugar  al  famoso  Pactp  de  Union,  celebrado 
3  dias  después,  como  se  verá  en*su  lugar  correspon- 
diente.       ♦ 

Falleció  el  6  de  setiembre  de  1869,  siendo  senador  al 
Congreso>  á'éuya  inhumacioh  asistieron  toaos  los 


]DÍQtnbri>s  ieí  gpt^íemQ  d^l  aefior  Castro;  líos  de  la 

.:  A^ambleí^  Legislativa^  lo^.íel  Superior.  Tribunal  de 

JMsticia,,  Ids  gefes  superiqpes  de  Ia&Qficiuag|.4^  lapro- 

/vincia»  la  Municipalidad  y  un  cfecidisímo  número  del 

pueblp.    Xia  As^inablea  Legislativa  dictó  una  ley^  ^1  26 

de  setiembre  deil  mismo  apo^  djspopiendp  la  erección 

de  un  monumento,  en  el  Cementerio  del  Norte  y  en  el 

recinto  reservado  á  lús  hombres  ilustres,  consagrado 

vá  su  memoHay  gi^abadas  en  ól  e^s  palabras: 

f  > 

'  «Al  ciudadano  Valentih  Alsina- modelo  de  virtud 
cívica — la  Provincia  de  Buenos  Aires  consagra  este 
recuerdo. » 

r  > 

tl»j|^t»^]i.  FSSi^iPJE  IíÍav^lIíOIi,  presidente  del  Sena* 
do  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  por  renuncia  del 
..  doctor  Alsina,  ej  8  de  noviembre,  á  Gonsecuencia.de 
,  la  batalla  de  Cepeda,  q,ue  tuyo  lugar  eJ  23  de  octubre 
;  ganada  por  el  ejército  ^e  la  Confederación,  al  mando  de 
.  su,  presidente  el  gíineral  Urquiz-c^,  sobre  el  del  Estí^do 
de  Buenos  Aires,  á  las  órdenes  del  coronel  B,  Mitre. 

::  ^9i^}Q  la  mediación  del  gobierno  del  Parag^ay^  repre- 
,;  smitadQ  ppr.  el-OTaistro  mediador,  brigadier  general 
Francisw  .Solano  López,  se  íyusíió.un  Pació  fie  Union 
con  el  Presidente  de  la  Confederación,  representado 
poír  los  brigadieres  generalas  Tomas  Guido,  Juan  JE}s- 
tévaiU  Pedernera,  gobernador  de  San  Luis,  y  dpc^or 
Daniel  Araoz,  y  el  gobierno  de  Buenos  Aires^  repre- 
sentado por  el  doptor  Carlos  Tejedor  y  don  Juan  Bau- 
tista í?efla,.  quienes  convinieron. ea  la  reipcprporacion 
de  Buenos  Aires,  declarándose  parte  integrante  de  la 
,  Confederación  Argentina,  por  la  jura  de  la  constitución 
.  nacional,  previa  aceptación  de  Buenas  Aires,  después 
de  su  examen  por  una  convención  provincial.  En  cuan- 
to á  los  generales,  gefes  y  oficiales  del  ejército  de  Bue- 
nos Aires,  que  desde  la  revolución  de  l^dp  diciembre 
4e  1852  U^biap.  sido  4ado^  de  baja,  quedaron,  por  el 


DB  BtrnOS  AIBBS  2Td 

Pacto  de  Union,  restablecidos  en  su  antig&edad,  ran- 
go y  goce  de  sus  sueldos. 

Este  Convenio  de  Paz  se  celebró  en  San  José  de  Flo- 
res á  íi  de  noviembre  de  1859,  desde  cuya  fecha  queda- 
ron rehabilitados,  para  residir  en  Buenos  Aires  los 
ciudadanos  y  gefes  militares  qne  se  hallaban  alejados 
de  la  provincia  por  sus  opiniones  políticas,  cuyo  triun- 
fo no  pudieron  conseguir  á  pesar  de  todos  sus  esfuer- 
zos, sin  esceptuar  los  medios  que  alguiíos  de  ellos  ha- 
bían empleado  con  el  objeto  de  restablecer  en  el  poder 
al  mismo  Rosas. .  A  la  invitación  hecha  en  ese  mismo 
sentido,  Rosas  tuvo  el  buen  tino  de  no  aceptar,  contes- 
tando que  su  carrera  pública  había  terminado  para 
siempre  en  los  campos  de  Caseros,  el  3  de  febrei'ode 
1852. 

La  terminación  de  lo  guerra,  en  que  se  hallaba  el  Es- 
tado de  Buenos  Aires  con  el- general  yrquiza  desde 
la  revolución  del  11  de  setiembre  dal^52,  ptor  ipedio 
del  Convenio  de  Paz,  celebrado  el  11  de  noviembre,  fué 
solemnizada  el  domingo  20  del  mismo  mes,  con  un  Te 
D^UTYiy  en  aócion  de  gracias  al  Todopoc^erpso,  en  la  Cá- 
tedra], ácuyo  acto  asistió  el  gobierno  con  todas  las 
corporaciones  y  empleados  qiviles  y  militares;  forman- 
do el  ejé^rcito  de  la  capital  de  gran  parada  en  la.  pl^za 
de  la  Viptpria  el  mismo  dia  y  á  la  misma  hora  de  las 
doce,  eo  que  ^e  celebrara  aquel  actp. 

El  gobierno  provisorio  del  señor  Uavallol  cumplió 
religio$araente  jo  estipulado  en  el  Pacto  del  11  de  no- 
viembre; p^fo  ese  cumplimiento  del  deber  uo  satisfizo 
á  algunos.  El  gobierno  provisorio  no  ppdía  baoer  otra 
cosa:  el  ejercito  de  la  Confederación  sie  hallaba  triun- 
fante á  las  puertas  de  la  ciudad,  y  engrosaban  sus 
filas  todos  los  elementos  dispersos  de  siete,  años  de 
lucha.  Ese  ejército  no  tardó  en  abandonar  el  ^uelo 
del  Estado,  y  esos  elementos,  amparador  por  eiPaoto^ 


280  PBOvurciA 

se  aquietaron  poco  á  poco,  sin  derramamiento  de  san* 
gre/ 

El  gobernador  LlaVallol  conduyó  su  misión  el  3  de 
mayo  de  1860,  sin  dejar  consumado  el  Pacto  de  Union^ 
por  ciertas  resistencias  que  lo  entorpecían.  A  su  su- 
cesor  cupoMa  suerte  de  llevarlo  á  cabo. 

Tqvo  por  ministros  á  los  señores  doctor  Carlos  Teje- 
dor^ don  Juan  Bautista  Peña  y  coronel  Juan  Andrés 
GeJly  y  Obes;  ;&ste,  por  la  no  aceptación  del  coronel 
Emilio  Conesa,  que  había  sido  nombrado. 

i9ep— CEMEBAii  BABTOLOMÉ  iiiTBE,  3^'  gober- 
nador constitucional,  electo  el  2  y  puesto  en  posesión 
del  mando  del  Estado  el  3  de  mayo  de  1860,  renuncián- 
dolo el  10  de  octubre  de  1862. 

El  gobernador  Mitre  organizó  su  ministerio  cómo  si- 
gue: don  Domingo  Faustino  Sarmiento,  gobierno,  en 
reemplazo  del  doctor  Valentín  Alsina,  que  se  había  es- 
cusado;  doctor  Rufino  de  Elizalde,  hacienda,  en  lugar 
de  don  Norberto  de  laRiestra,  que  también  se  había  es- 
cusado,  y  coronel  Juan  Andrés  Gelly  y  Obes,  guerra  y 
marina.  El  doctor  Eduardo  Costa  fué  nombrado  fiscal 
general  de  gobierno.  Por  renuncia  del  primero 
fué  nombrado  el  doctor  Pastor  Obligado  (6  de  febrero  ' 
de*  1861)  hasta  el  26  de  marzo  que,  tanto  éste  como  el 
doctor  Elizalde,  presentaron  á  su  vez  sus  renuncias  res- 
pectivamente, por  haber  sido  electos  diputados  al  con- 
greso nacional  en  el  Paraná,  y  al  que  no  se  incorpo- 
raron á  cáusá  dé  su  rechazo.  En  su  consecuencia,  el 
doctor  Elizalde  fué  reemplazado  por  don  Norberto  de 
la  Riestra  y  el  doctor  Obligado  quedó  nuevamente 
nombrado  (25  de  abril  de  1861),  cuyos  ministerios  ha- 
bían quedado  interinamente  á  cargo  del  coronel  Gelly 
y  Obes. 

El  doctor  Obligado  renunció  el  ministerio,  sucedién- 
^    dolé  el  doctor  Eduardo  Costa  (4  de  febrero  de  1862). 

Lo  que  deploraba  el  ex-gobernador  Llavallol  llegó 


á  verse  realizado  á  los  pocos  dias  de  la  elevación  del 
nuevo  gobernador,  y  era  la  conclusión  de  los  trabajos 
de  la  Convención  del  Estado,  que'inaportaban  la  unión 
del  pueblo  de  las  antiguas  Provincias  Unidas- del  Rio 
de  la  Plata. 

Por  el  resultado  feliz  de  esos  trabajos^  eV  góbernadpr 
Mitre  espidió  (12  de  mayo)  un  decreto  disponiendo  tu- 
viese lugar  un  solemne  Te  Deum  en  acción  de  gracias 
al -Todopoderoso,  e|  dia  13,  en  \^  Catedral,  hfista  donde 
había  sfdo  acompañada  la  Coav^ncion  desde,  la  casa 
de  gobierno,  donde  fué  recibida  por  los  empleados, ci- 
viles y  militares. 

Con  el  i^rióttco  sentimiento  de  recompensar  á.los 
servidores  de  la  patria  por  sus  heroicos  sacri^cios,  en 
el  aniversario  del  35  de  Mayo,  el  gobernador  Mitre  es- 
pidió un  decreto  (23  de  mayo)  acordando  tres  premios 
de  10,(00  pesos  cada  uno,  al  militar  que  prestó  mejores 
servicios  en  la  reconquista  y  defensa  de  esta  ciudad, 
contra  las  armas  británicas;  al  que  prestó  mejores  ser- 
vicios  en  la  guerra  de  Ijsi  Independencia,  y  al  que  los 
prestó  en  las  guerras  de  la  libertad  y  que  se  encontra- 
sen en  situación  mas  desfavorable. 

El  6de  junio  se  celebró/en  la  ciudad  del  Paraná  en^ 
tre  jos  comisionados  doctor  DalmaciaVelez  Sarsfiéld, 
por  parte  del  gobierno  de  Buenos-Aires,  y  el  coronel 
doctor  Bepjaipin  Victoríca  y  doctor  Daniel  Araoz,  por 
el  de  la  Confederación,  un  convento  complementario  y 
esplicativo  del  de  11  de  noviembre  de  1859. 

Terminadas  las  reformas  sf^ncipnadas,  el  )^5  de  se- 
tiembre, por  la  Convención  Nacional  en  la  ciudad  de 
Santa  Fe,  la  Constitución  fué  jurada  por  el  pueblo  el 
dia  21  de  octubre  de  1860,  en  todo  el  territorio  de  la 
provincia,  y  en  la  capital,  ese  acto  tuvo  lugar  en  la 
plazadela  Victoria,  con  Wmacion  de  tropas^  repique 
general  de  campanas,  salvas  de  artillería,  músicas  y 
distribución  de  medallas  conmemorativas  4b1  diau    Y 


182  HIOVIMIA 

acto  oontlnuo  se  erfton<)  en  la  catedrdV  un  solemne 
TeDeunij  fin  acción  de  gracias  al  Todopoderoso  por  la 
feliz  unión  del  pueblo  argentino,  con  asistencia  <iel 
gobierno,  acóm paliado  de  las  corporaciones,  eoiptea- 
dos,  convencionales  y  cuerpo  consular. 

El  5  de  noviembre  solicitóy  obtuvo  licencia  para  au- 
sentarse de  la  provincia^  con  el  o&jeto  de  asistir  á  una 
conferenciaá que  fuera  invitado  por  el  Presidente  de 

•la  República,  doctor  Santiago  Derqui.  Después  de 
haber  delegado  el  mando  gubernativo  en  el  {^residente 
del  Senado^  con  arreglo  á  la  constitución,  se  embarcó 
el  8  de  noviembre  en  el  vapor  de  guerra  =  Guardia 
Nacional,  emprendiendo  sa  viage  coiii^iestino  á  la 
Concepción  del  Uruguay,  acompañado  del  ministro  de 
la  guerra,  coronel  Juan  Aridres  Gelly  y  Obes,  corooe- 
les  E.  Gonesa,  J..M.  Albariño,  I.  Chenaut  y  W.Paíune- 
irO|  los  edecanes,  coroneles  Dionisio  Quesada  y  Juan 

:  Peña  y  otros.  lEl  10  llegó  á  la  Concepción  del  Uru- 
guay, donde  fué  rpcíbido  con  todos  los  honores  debidos 
á  su  raago  da  gobernador  de  Buenos- Ai  res  y  Brigadier 

•  de  la  Nación  (elevado  en  octubre  por  ^1  gobierno  na- 
cional), siguiendo  viage  para  San  José,  morada  del  ge- 
neraLUrquiza,  donde  ya  se  .hallaba  esperándole  el  Pre- 
.  Bidente:  DerquS.        •     . 

En  San  José,  fué  espléndidatnente  obsequiado  por  el 
general  Urquiza,á  quien  regaló  un  bastón  de  carey, 

'  con  puño  de  topado  engarbado  én  una  gran  chapa  de 
oro,  atravesado  )de  una  faja  de  esmalte  azul  con  este 
lema  de  letras  blancas:  Gobbrnador  Ml  Éstabo  de 
BuKNOS-AiRES.  Al  dárselo,  el  general  Mitre  dijo,  mas 
ó  menos  las  palabras  que  siguen:  « Gracias  á  vuestro 
patriotii^mo  y  magnanimidad,  la  provincia  de  Buenos- 
Aires  es  parte  integrante  de  la  República,  su  goberna- 
dor n'o  poseerá  mas  este  bastón,  que  señala  la  época  de 
la  segregación — Os  toca  conservar  esta  prenda  desegu- 

^  ridad,  como  una  conquista  que  habéis  hecho.  > 


DE  BUBSOa  J^IRBS  ^ 

Ei  general  Urquhia^  «eo'  la;^  fóncionesí  rcivicaa,  d^aba 
súemprerese  baMon,  ihakja  bi$t6nca-  qtie  \e  honraba 
tanto eomo  la  espada  de  Cas&ros  y  la  pluma  con  ^ue. 
firmóla  Consikucíon  de -Mayo,  que  la  Provir>eial  (aotes 
Estado)  de  Buenos- Aires  acababa  de  jurar  (el  2i'íde 
octubre).  (1)    i  .    '  ^  >. ! 

Terminada  laiconferencia,  á  qUe  babia  ^ido  .invitado^ 
en  4a  que  ^e  (arreg'laron  varíots  asuntos  deinleirós  na- 
oional^  inolu&oeü  relativo  ala  cuestión  San  Jóan^  á.cu- 
yo  gobernador  Vírasorose  envió  una  ncita  colectiva  fir- 
mada por  Derqui,  Mitre  y  Urquiza^  aconsejándole  :que 
renunciase  el  puesto  que  ocupaba  contra  el í  tot^ránite  de 
la  volutttad  de  la  provincia,  se  émbarcaixHi  Derqui  y 
Mitre  en  e}  mismo  vapor^  cpn  destino  á  la  ciudad  del 
'  Paraná,  adpnde  llegaron  el  13  de  noviembi^e.  En  este 
punto,  la  persona oe  Mitre  despertó  universal^ '^sii!n5)a* 
tía.  Sus  gloriosos  antecedente^,  su  juventud,  lá  espe- 
cie de  aureola  óón  que  lé  rtídfea  sü  siemj)re  merecido 
prestigio,  en  el  apogeo  como  en  el  infortunio,  cual  pu- 
^  blicísia,  guerrero^  orador,  poeta,  historiador,  hábil  po- 
lítico; su  fisonomía  suaVe  y  meláhcoíicá/' que  parece 
"conservar  un  dulce  reflejó  dé  los;padecimientoá  de  la 
prQScripcióh;  fu  porté  noble  y  digno,  sii 'circü'ii^pécta 
franqueza,  isu  discurso  fáóil  y  elevacio  y  hasta  ése  re- 
cuerdo vivo  dé  la  guert*a  ciVil  que  el  acaíso  hizo  HieVase 
en  la  frente! 'tal  vez  á  fin  de  señalarla  áT las  multitudes, 
como  un'presflelstinadoá  realizar ^  las  grandes  ebsás, 
todo  contribuye  á  qué  este  personaje  notable  sea' apata- 
doVdéspertando  el  más  sincero  entusiasmo  donde  quie- 
ra que  se  presentase.  *    •  i     <. 

'  {})  PoiUfiormeote,  eb  1867,  ei  seftor  don  JBan  MutÜd  de  laii  H^ras, 
hijo  x^ayer  4^1  ilustre geuer^l  does^tc)  nomb^ra,;  hi^o j;>rQgebte¿  su.  Tez,  de 
Qtro  biistQD,  -de  (^rey  también,  al  genQraf^Mitre^  sínodo  Pre^ideute.  de  la 
República,  ea  ci]roplin;LÍento  de  una  cláusula  testamentaria  de  su  señO£  pa- 
dre, quien  lo  había  uEado  durante  fué  gobernadof  de  Buenos-Áíres.  Con 
Igtial  Idlspokieiofi  tedUmeÁtafia,  «1  inferido  «efior  las  Seras  remitió- al  ge* 
neral  Paimero  la  banda  ^ue  «a > padre d^o^asA  6(k'%ual  4|»ota«  ^    i: 


&84  TROVtMíA 

'  "  El  mismo  día  de  su  llegada  al  Paraná,  una  comisión 
del  Cláb  Socialista  fué  á 'entregarle  el  diploma  de.  socio 

'  honorario,  que,  por  aclamación  le  acordara*  el  CZa6, 
yendo  á  tomar  posesión  de  su  nombramiento  la  misma 
noche. 

El  3  de  diciembre  regresó  á  eista  ciudad,  y  el  7  partió 

c  {>ara  la  Villa  de  Lujan^  con  el  objeto  de  asistir  á  la 
bendición  de  la  bandera  del  regimiento  de  guardia  na- 
cional dé  caballería  al  mando  del  teniente  coronel  An- 

-   tonia  Llórente,  como  padrino  que  era,  con  cuyo  motivo 

'   pronunció,  como  acostumbra,  una  brillante  proclama, 
al  pié  de;  la  estatua  del  general  Belgrano. 
i   .Regresé  á  la  capital  en  la  tarde  del  9  y  al  dia  siguien- 

.  te  reasumió  el  mando  gubernativo  de  la  provincia* 

t8«ia-«.  MAIVUEJU  OCAikpff^  Presidente  del  Senado,  en 
.  ejerpicio  del  P.  E.,  durante  la  ausencia  del  gobernador 
.  Mitre,  desde  el  5  de  noviembre  hasta  el  10  de   diciem- 
hre. 

Durante  el  gobierno  delegado  de  Ocampo,  el  ministro 
de.gobierno,  don  D.  ^.  Sarmiento,  autorizado  al  efec- 
to por  el  gobernador  propietario^  nombró  (4  de  noviera- 
,  bria)  pomisiones  parala  construcción  de  puentes,  en  el 
,.  arroyo  de^alta?,  en  el  Rio  de  Lujan  i,,  en  el  Salto  1, 
',  en  la  Cañada  de  la  Cruz  1,  en  el  Hio:de  Arrecifes  y  en 
^i  Tala?,  en  San  Andrés  de  Giks  1,  en  la  Cañada  del 
CárijiQn  de.Areoo  2y,  en  el  Rio  de  Matanza. 
IJiptó  (6  dC'  novie^ibre)  una  resolución  sobre  comi- 
.  saí'iofs  inspectores  de  revista,  para  los  cuatro  departa- 
mentos, Norte,  Centro,  Sur  y  la  Costa:  ordenó  (5  de 
diciembre)  la  erección  de  una  escuSla  en  Junin,    que, 
desgraciadamente  fué  de  poca  ó  ninguna  utilidad,  á 
p'^sar  de  haberse  invertido  en  su  construcción  y  re- 
construcción muchos  miles  de  pesos;  y  mandó  poner  á 
disposición  del  juzgado  de  paz  de  Barracas  al  Norte 
una  bomba  para  incendios,  autorizando  la  organiza- 
ción de.  una  compa&ia  de  homberasi^ 


DK  BinmOS  AIRES 


28Sl 


ifUMj  propialarío,  desde  el  10  de  diciembre  4^  1860, 
que  reasumió  el  mando,  hasta  el  6  de  julip  d^  1$Q1> 
que,  debiendo  marchar  á  campaña  á  ponerse  al  frente 
del  ejercito,  quedó  en  ejercicio  del  P,  E.  el  Presídan- 
te del  Senada. 

'Habiendo  esperimentado  la  ciudad  de  Mendoza  la 
ésjiantosá  catástrofe  de  un  terremíoto,  el  20  de  marzo 
de  1861,  en  que  muchos  quedaron  reducidos  á  la.  or- 
fandad y  á  la  mi^eria^  el  gobierno  del  general  Mitre, 
reconociéndose  en  él  deber  dé  ausiltar  á  áquelk>s  des- 
gractados  hermanos,  acordó  {i""  de  abril  de  1861):  se 
levantase  unasuscricíon  popular  encabezándola  con  :1a 
&i;ima  de  200,000  pesos;  se  dirigiese  una  circular  con 
el  mismo  objefto  á  las  autoridades.ci viles  y.militares  de 
la  provincia  y  se  pasase  una  nota  á  las  Cámaras  Legis- 
lativas invitándolas  á  decretar  un  aoéilio  en  >  favor  de 
aquellas  desgraciadas  familias.  El  puebla  de  Bue- 
nos-Aires respondió  dignamente  al  llamamiento  que 
se  hiciera  á  sus  filantrópicos  sentimientos*  ' 

Después  de  cerca  de  20  años  de  reposar  en  tierra 
estraña  los  restos  del  general  Juan  Laval le,  llegaron 
al  fin  á  la  tieira  de  su  nacimiento,  donde  actualmente 
yacen  en. un  monumento  mandado  levantar  al  efecto; 
y  habiendo  el  pueblo  de  Buenos-^Aires  '  levantado 'UT)a 
suscricioñ  para  la  traslación  de  aquellos  restos  al  seno 
de  la  patria^  y  autorizado  el  gobierno,  por  una  }ey  es- 
pecial, pai*a  disponer  de  una  suma  del  tesoro  público 
con  igual  fin  decretó,  (31  de  diciembre  de  1860)  hono- 
res fúnebres  cotí  arreglo  á  la  categoría  y  al  mérito  de 
tan  ilustre  finado. 

A  consecuencia  de  deplorables  acontecimientos  de 
que  fué  teatro  la  provincia  de^an  Juan,  donde,, después 
de  la  revolución  que  allí  tuvo  lugar,  se  cometíeroín  en 
ella  todo  género  de  crueldades'  por  la  intervención  del 
gobierno  nacional,  la  que,  después  de  sacrificat*  á  mías 


SM  TAovnroTA    - 

•íÉré4§(y^AfhKÍS'^  la  «hieftñáda  del  PAóH»,  dístíintl 

^'5l¿g'trtLS  dé  aqúfella  c¡ada<},  el  lí  de  eneipOf  de  183!;  por 
óráetí  del  <íórdi\eí  Jcrafi  Saá,oon»«m6  su  atentado  fu- 
silando cr^uelmétite  al  respeitablé  gobernador  doctor 
Airtanirio  Atberastain,  cuaiido  se  hallaba  rendido  y  pri- 
sionero. En  uso  de  los  derechos  de  provincií^  confe- 
derada^ el  gobiénio  de  Buenos  Aire&se  diHgió  al  de  la 

'  nacíoniett  demanda  del  co>Q<^ignQ  castigo  de  los  del in* 
•cuentes-.  '  Hubo  muchas  promebasí  pero  nada  se  cuim- 
pii5,  infiriendo  asi  un  desaire  ^  lapírincipól  provincia 
dé  la  Confederación.     No  fué  esto  todo;  los  dipotados; 

'  electos  por  pártele  Buenos  Aires  para  integrar  el  Con- 
greso federal  sufrieron:  un  nuevo  desaire  con  su  recha- 

'  20.  El  gobierno,  no  obstante)  empleó  los  medios  opor- 
tunos á  fin  de  promoA'^&r  la  renovación  de  ios  obstáculos 

*  qqe  i-etardttban  la  definitiva  incorporación  de  la  provin- 

'  ¡cia  de  Buenos  Aires  al  resto  de  la  República;  nada  se 
consiguió,  sino  la  seguridad  de  tina  próxima  invasión 

'  del 'ejército  de  la- -üonfederocion  al  mondo  del  capitán 
general  Urquiza;  . 

.  En  consecuencia,  el  gobietno  de  Miti*e' declaró  (l^de 
'  julio  die  1861)  en  estado  de  sitio  el  terüitorio  de  la  pro- 
rvifueia,  movilizando  las  milicias  y  saliendo  el  goberna- 
, '  dor  á  campaña  á  tomar  el  mando  inmediato  del  ejército; 
y  para  robustecer  ia  base  de  operaciones  de  éste,  dis- 
pu66(4  de  julio). la  formación  de  una  linea  de  fortifíca- 
^ion-al  esterior  de  la  ciudad,  guarnecida  de  tropas  al 
mando  de  la  Inspección  general  de  arttias,  de.quefoé 
encargado  interinamente  él  general  Juan  Madariaga, 
en  ausencia  del  propietario  coronel  Wenceslao  Pau- 
nero,  que  también  marchó  á  campaña,  para  desempe- 
ñar las  funciones  de  gefe  de  Estado  mayor  general  del 
ejército. 

Hechos  todol^  los  preparativos  necesarios,  el  gober- 
dador  Miti'e  sulió  (6.  de  julio)  á  campaña.,  ostableciio- 
dose  en  Rojas.  .  .  .■- 


DB  OTBVDg.AiBBS  28f 

A  los  pocos  dias,  jb$  ministr^f^  plenipotenciarios  Le- 
fébre  ^p  Becour,  de.Prancia,,  Eduardo  Thornton,  <},e.la 
Gran  Bretaña^  y  Bofena  ven  tijira  Secano)  de  la  Repúfeli- 
.  ca  dql-  Perú,  .iniciaron  (lj5  de  julio)  su  medÍ£^cioíi  opcio- 
sa,  tan^o  al  gobierno  de  Buenos  Aires  comp  <al  de.  la 
Confederación,  y  después  de  varias  conferencias,  no 
"  qi)^dó  otro  arbitrio. que  declar?ir.rotfi  1^.  negociación, 
dejando  á  la  fatalidad  de  las  arina3  U  <re$ol:ucjLo>D  d$  la . 
cuestión,    ^ 

El  gobernador  general  Qn  gefe,  el  V  de. agosto,  esta- 
bleció su  cuartel  general. en  San.  Nicolás  de  los  Arro- 
yos, y  el  mando  de  las  armas  y  la  defensa  déla  capital 
fué  (8  de  setiembre)  encomendado  al  ministro  de  guer- 
ra y  marina  coronel  Juan  Andrés  jGrelly  y  JOJbíe»;  deda^ 
rándo30  (9  de  setiembre)  la  provincia  eñ  asamblea. 

Los  esfuerzos  de  Buenos  Aires  en  o.bseqiiio  de  la 
paz,  qu^  no  pudo  conseguirse  sin  el  ;estrdpito  de  las 
armas,  fueron  coronados  con  gloria  en  lo^oaBtípoa  de 
Payon>  el  17 de setiei»bre.de  1861.  E^tetriuijft^  orperó 
un  cambio  radical  en  tod^üa.  República;  y  si  los  efectos 
no  se  bf cierpn  sentir  inmediatamente,  se  consiguió  en- 
caminar el  país  á  upa  verdadera  orgaaizacion  nacional 
q»ue,  aunque  con  tropiezos  ,que  son  naturales  pprJa 
falta  de  conveniente  preparación,  va  ciment^indose  pp- 
00  á  poco.  j';i  . 

El  servicio  de  la  linea  de  fortiñcacipn  de  la<  ciudad 
ce§ó,  desde  el  dia  14  de  octubr^,  tnasladí^ndpse  al  par- 
que las  piezas  de  artillería  qu§  se  hallaban  situ^da^  en 
la  misma,  cesando  al  mismo  tiempo  todo  apara^/q  bél|ico 
con  escepcion  de  los  ejercicios  doctrinales,  por  batallo- 
nes, que  continuaron  algún  tiempo  d^spues^  pero  solo 
en  los  dias  de  fiesta. 

I8«t— B.  MAMinGii  OCAMPO,  'Presidente  del  Senado, 
en  ejercido  déf-P.E.vdesde'erede  j'iílio  de  1861  líááa 
el  Í7  dé'énertf  de  186S,  íjue  duró  In  ausencia' ¿íel  go- 
bernador Mitre  en^  campaña  at  fíenle  del  ejército  de  ia 


Í8dí  '  ^OVÍKOÍA 

-  provincia,  contra  el  déla  Confederación  al  mando  del 
capitán  general  Urquiza,  que  fué  vencido  el  17  de  se- 
tiembre de  1861,  en  ía  batalla  de  Pavón, 

El  gobierno  delegado,  cuya^lma  era  el  ministro  de 
guerra  y  marina,  coronel  Gelly  y  Obes,  segundó  al  go- 
bernador propietario  general  en  gefe  del  ejército,  en  to- 
do lo  necesario  para  el  mayor  éxito  de  la  seguridad  y 
defensa  de  la  capital. 

Por  ley  de  5  de  setiembre  de  1861,  las  Lomas  de  Za- 
mora fueron  erijidas  en  partido  judicial  de  campaña, 
cuyo  primer  juez  de  paz  fué  don  Francisco  Pórtela, 
desde  enero  dt  1862. 

t^et— BRlGiUlIGR  HAIITOIiOMis  MITRCs,  propie- 
tario, desde  ei  27  de  enero  que  reasumió  el  mando  de 
la'provincia,  después  de  la  campaña  contra  el  ejército 
de  la  Confederación,  vencido  en  Pavón  el  17  de  setiem- 
bre de  1861. 

Pol*  ley  de  11  de  marzo  de  1862,  el  gobernador  Mitre 
quedó  autorizado  para  aceptar  y  ejercer  los  poderes 
delegados  de  las  demás  provincias,  á  efecto  de  convo- 
•  car  é  ikistalar  el  Congreso  Nacional  á  la  mayor  breve- 
dad posible,  en  el  punto  que  él  desígnase;  autorizándo- 
dóle  al  mismo  tiempo  para  proveer  á  los  gastos 
nacionales  forzosamente  necesarios  hasta  la  instala- 
cion  de  los  Poderes  públicos  de  la  Naólon. 

Las  provincias  de  Córdoba,  Santiago  del  Estero, 
San  Luis,  Tucuman,  Santa  Fe,  San  Juan,  Catamarca, 
Mendoza,  Jujuí  y  Buenos-Aires  delegaron  en  el  gober- 
nador Mitre,  en  su  consecuencia,  resolvió  (22  de  abril) 
que  la  autoridad  delegada  por  los  Pueblos  fuera  ejer- 
cida bajo  la  denominación  de  gobernador  de  Buenos. 
Aires,  encargado  del  Poder  Ejecutivo  Nacional,  slix-- 
tori;2:ando  sus  actos  los  ministros  del  gobierao  de  Bue- 
nos-Aires, hasta  la  reunión  j  nueva  disposición  del 
Congreso;  y  declaró  cesantes  los  agentes  diplomáticos 


abredíWdó!^  picír  el  cadtíco  gobíé^no  riiabidíial  úe  hefcho 
y  de  derecho.  * 

'El'diat  13  de  julK)  tuvo  lugar  la  ín auguración  de  la 
estatua  delfuudaáorde  tres  Repúblicas!,  vencedor  de 
Chacabucoy  Maipú,  general  íoséde  Skn  Martín,  én  la 
pltóa' del  Retiro,  para  cujror  áctó'  acordó  lo  conveniente 
á  fin  de  darle  toda  la  áo!erfvnída<l  que  fcorréspbridfá;' 
'  Nacionalibó  i3  de  octubre)  la  oficina»  dé  Cofrfeos'de  la 
Provincia  dé  Buenois- Aires,  nombrando  á  don  Gerva- 
sio Fosadas^  su  primer  administrador  y  diirectorj  "' 

Acordó  (10  de  octubre)  que  ningüitpropiélflíriopoflría 
cercar  sus  terrenos  de;  esttíineiajl sin  previo  permiso  de  la 
Municipalidad  del  paítido  respectivo  y  bajó  Ciertas  ibr- 
malidades  <)ue  en  el  decreto  de  aquella  fecha  se  deter- 
minan:—Dispuso  igualmente  se  hiciese  el  índice  y 
proyecto  de  la  división  de  todos 'loi^  dfedúmentos  éxis- 
tentesren  el  Archivo  general  de  Buenos-Aires,  qué  í)or 
su  naturaleza  debieron  corresponder  al  Archívoytíatíio- 
naljComrsionando  al  efecto  al  archivieró  general  ^é?  Ja 
provincia,  don  Manuel  Ricardo  Trelles.  '  • ' 

Habiendo  sido  electo  Presidente  de  Ja  República, 
*  el  brigadier  general*B.  I^itre  presentó^  el  10  de^octubre, 
su  dimisión  del  cargo  de  gobernador^  eti-trando  en  ejer- 
cicio delP.  £.  el  Presidente  del  Senado 'aF  siguiente 
dio»  •  .    .  .  \  .  ;        -    .      ;  .  ^ 


r  , 


tse9— D.  viCEMTE  CAZOM,  Presidente  del.,§^,epa4o, 
en  ejercicio  del  P.  E.,  por  rertqncia  del  brigadier  gene- 
ral Mitre,  electo  Presidente  dé'  la  República^^  d.^sfje5  ^' 
11  deoctubre,  que  tomó  posesión  del  cargo,  .basta- el 
l^del  mismo  mes  que  lo  trasmitió  á  don  Mariano  Sa- 
avedra.  ' 

La  única  función  gubernativa  que  ejarciera  el  se- 
ñoí*  .Cazón  fué  la  de  poner  en  posesión  del,  mundo  ,de 
la  provincia  al  electo,  en  reemplazo  del  rejiunciante. 

i       t9#««^-^  iiABff AüVO'  •HJÚJkVBíbkAS '  él'éctó' '  gobernador 


r 


»  19 


j;i 


•í 


• 

.    p<vr  elj(;érmiP9 dfieíaltaba.  íil.gpBsnal  Mitr^  .J?«>a  inte- 
grar el  periodo  constitucional,  desde  el  lo  M  QOtabre 

...  de  1862  l>a§l;a^l.¡^de.mQyQ|d^  1863,,  <iue  fué  el  cato  4° 
. ,  goji^^ri^ja^or  coai^tiiUQiona^f  hal^jec^o  ejercido  e^l  cargo 

,.   íji#st^el3.d^.ípa}nQd^  liaee*. 

.  .    .  jÁcpíppafliáf qijle  cóflap  nftiflísjtcoiíj,  )os  9pñ<>re3  dao  Ma- 
ri^np.^Vco^jtf^ yd^on  JUiisJQpípHJgu^. 
Un^vd^  Jas  prjrnpra^  di^f^psiqioiQes .  4el  ^(^rnador 

^.^í^pvedrR  fué  (ͧ  de  pctfUbpa  d^  i862)  U  weaíeioa  da  Una 

Inspp<5píon  g,ei|iar*l.dfl  miUcáas,.p<*<^YÍnc¡.aJ^s^  QOOibran- 

I  rda  fjB^r?^  di^setppeftiirU  al  poaaand^ote  de  Guardift  Na- 

xjpu^l.doí^  Martii}  deC^iaz^^  4^0D  loa  hoaores  quácor- 

..  í¡e3ppníipp  á  uo  oQwaodaateigett,eps|l  d^  armas* 
,.  ífué  autorizado  .(?4  ^e  octubre)  para  invertir  hasta 
PMati;o  millones;  de  pesos  coa  d3aiino4Ja  prolongación 
del  Fi^rro-CarrM  delOe^teihí^sta  ¡ia  Villa  de^Meroedes, 
é  íny.ertir  (35  de  §efie!nat]|reide,1864)  hast^.25,000,000  pa- 
,r^Siúprpl9Qgfi.9Ípr|.bast^§il  puebio  de  Ghivjleoy;  orga- 
Q^f^aiidosu  dir^jQcion  ppr  decreto  de  26  de  dicieaxbre 
(1862).  .       :      .    ;  . 

.  Solicitadapopel  juez  depazde  San  Nicolás  de  los 
Arroyos  la  ereacioa  de  otro  juzgado  para  la  campaña, 
poq  rei>4deaoia  en  aquella  jcmdad,  el  gobernador  Saa- 
y€^di*a  acordó  (12  de  enera  de  1868)  la  .creación  de  .lo$ 
dos  juzgados  de  paz,  uno  para  la  ciudad  y  suburbios, 
y  otro  para  la  campaña;  ambos  con  residencia  en  la 
•  ckidád.  ■  '  ' 

¡Por  ley  dé  20  de  mayp^  el  Directorio  del  Banco  fué 
autorizado  para  establecer  en  la  ciudad  d^  San  Nico- 
lás^ Villa  (con  el  nombre  de  ciudad  desde  el  3  de  mar- 
zo de  1865)  de  Mercedes  y  pueblo  de  DoloreSj'^sucursa- 
le3  del  Banco  principal  de  la  provincia,  para  depói>ito 
y  descuento,  etc.  (La  de  Mercedes  empezó  á  funcio- 
;;nár  el  8  dé  abril  de  1864).    ' 

'Por  otra  de  fecha  8  de  junio,  fué  autorizado  para  re- 
fi9i¡^ocer  codtio  CjPiSto  a&^tivo^^.iae  obrw#maJttriaiM-y 


■  I  I 


ferreHKwexproipiwdíw  del  fierro  Oairril  del  l&ut,  la  sama 
ide  e51>500  libras  estertinas. 

Concedió  (10  de  junio)  á  la  compañía  del  Fefro-Car- 
rildel  Norte,  representada  por  don  José  Ródney  Cros- 
key,el  derecho  de  hacer  tin  ramal  que  ligase  la  última 
estación  de  San  Fernando,  con  la  embocadura  del  Ti- 
gre. 

Decretó  (31  de  julio)  la  fundación  del  pueblo  deí  Sa- 
ladiilOj  y  (7  de  setiembre)  la  del  pueblo  de  T^palqué^ 
én  íes  campos  de  propiedad  pública  maróados  con  el 
nombra  dé  Juárez^  en  el  plano  levantado  por  el  Depar-  . 
tamento  Topográfico.  La  del  pueblo  General  Lava- 
Iky  ert  el  Partido  de  Ajó,  fué  decretada  el  P  de  febrero 
de  1864,  el  12  la  del  N-iieoe  de  Julio,  en  el  paragS  de- 
ifíOínínádo  Tres  Laganas\\^ú^\  pueblo  de  la  Mar  Cht- 
quitüj  en  los  terreemos  «  Laguna  de  los  Padres  )>  (25  de 
setiembre);  la  del  pueblo  de  los  Tres  Arroyos^  en  el 
Partido  de  \&  Lobería^  y  el  del  Chañar,  en  el  de  Junin 
(8  de  abril  de  1865),  á  éste  se  le  dio  (19  de  junio  de  I 
1865)  la  denominación  de  «Pueblo  Lincoln.  > 

Deólaró  (Í3  de  enero  de  1865)  válidas  las  ventas  de 
laá  tierras  de  don  Juan  Manuel  Rosas. 

Reglamentó  (24  de  febrer'o  de  1865)  la  ley  <íue  esta- 
bleció la  división  de  los  ocho  Partidos  de  campaña  al 
irtteríor  del  Salado,  á  saber:  1**  Rívadavia,  sitííado 
en  el  Rincón  llamado  de  Nuariú,  entre  los  ríos  de.  la 
Platay  Sartiborortibon;  2^  BíedMa,  situado  en  q\  Rin- 
tíón  de  Bieüma  entre  los  rios'  Salado,  de  la  Plata  y 
Sambofombon;  3*"  General  Las  Heras,  situado  en  el' 
espacio  que.resultd  de  la  nueva  división  de  los  Parti- 
dos de  la  Mataníía,  Morort,  Villa  de  Lujan,  Navarro^ 
Lobos  Jr  Cañuelas;  4°  Suipachá,  situado  en  el  espacio 
T5[aíe  resulta  de  Fa  nueva  división  de  loa  Partidos  de  la 
Ciudad  de  Mercedes,  Giles,  Carmen  de  Areco,  Chi- 
Vilcoy  y  Navarro;  5*>  y  8^  Móreíío  y  Merlo,  donde 
están  situados  estos  pueblos;  7^  ChAcaéuco,  lindando 


1 

4      -m 


\ 


^  PB0TIK0I4 

con  el  Salado,  ea  el  espacio  qüed^ja  la  nueva  división 
de  los  Partidos  Chivilcoy/Cármen  de  Areco^  Salto,  Ro- 
jasyJuuin;  8°  Ramallo,  situado  entre  el  Rio  Paraná 
y  el  Arroyo  Ramallo,  estableciendo  al  mismo  tiempo  y 
en  la  misma  fecha  los  límites  délos  45  Partidos  en  que 

.  quedó  dividida  la  provincia,  al  interior  del  Rio  Salado, 
á  saber:  San  José  de  Flores,  Barracas  al  Sur,  Lomas 
de  Zamora,  San  Vicente,  Quilmes,  Ensenada,  Mag- 
dalena, Rívadavia,  Biedma,  Chascomus,  Ranchos, 
Monte,  Cañuelas^  Lobos,  General  Las  Heras,  Navarro, 
Mercedes,  Suipacha,  Chivilcoy^  Chacabuco,  Juniíi,  Ro- 
jas, Pergamino,  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  Ramalio, 
San  Pedro,  Arrecifes^  Salto,  Carmen  de  Areco,  San 

,  Antonio  de  Areco,  Baradero,  Zarate,  Exaltación  de  la 
Cruz,  Giles,  Villa  de  Lujan,  Pilar,  Moreno^  Conohas, 
S^n  Fernando^  San  Isidro,  B^lgrano,  San  Martin, 
Morón,  Merlo  y  Matanza. 

Fijó  (31  de  agosto  de  1865)  los  límites  de  los.  27 
Partidos  al  esterior  del  Rio  Salado,  y  designó  los 
nombres  de  I03  iO  nuevamente  creados^  á  saber: 
Castelli,  situado  en  é\  Rincón  de  Lopez^  entre  los 
Ríos  de  la  Plata  y  j  Salado;  Tuyú,  situado  en  el 
espacio  que  resulta  de  la  nueva  división  de  los  Par- 
tidos de  la  Mar  Chiquita,  Monsalvo  y  Ajó;  Ayacuoho, 
situado  en  el  espacio^de  la  nueva  división  d^e  los  parti- 
dos de  la  Mar  Chiquita,  Vecind  y  Tandil;  BALCARqE, 
(don  Antonio)  situado  sobre  la  costa  de  la  Mar,  en  el 
espacio  que  resulta  de  la  nueva  división  de  los  Parti- 
dos de  la  Mar  Qhiquita,  Tandil  y  Lobería;  Nkgo- 
CHBA,  situado  sobre  la  misma  costa  del  Mar,  com- 
prendido entre  los  Rios  Quequen  Grande  y  Chico  y 
el  Arroyo  Cristiano  Muerto;  Tkes  Arroyos^  situa- 
do también  sobre  dicha  costa  del  Mar,  comprendido 
entre  los  Arroyos  Cristiano  Muerto  y  Sauce  Grande; 
Arenalks,  situado  en  el  espacio  que  z'esulta  dé  la  nue- 
va división  de  los  Partidos  del  Vecino,  Pila  y  Ta,ndjl; 
Rauch,  situado  en  el  espacio  que  resulta  déla  nueva 


DB  ^fCVSM  A1RB8  2^ 

división  deioá  Partidos  del  Tandil,.  Pila',  Las  Flores 

'  y  Aziil;   Nuevr:  de  julio,  situado  en  el  espacio   que 

deja  la  nueva  división  de  los  Partidos  85  de  Mayo  -y 

Bragado,  donde  se  halla  [situado  el  'pueblo  Nueve  de 

Dispusa(5  de  agosto)  la  formación  de  uii  pueblo  en 
el  Partido  de   Chacab'ucOy  .bajó  la  denominación  de 

,  Guardia  Nacional^  y  por  ley  de  25  de  octubre- de  1865 

el  P.E,  quedó  autorizado  para  distribuir  gratuitamente 

-     '  á  los  Guardias  Nacionales  movilizados  de  la  campaña 

'  -de  Buenos- Aiires,  15^000 hectáreas  que  habían  de  fór- 
rnfi^r  el  ejido  de  ese  ptieblo  decretado  en  el  Partido  de 
Lincoln:— é  igualmente:  (13  de  diciembre  de  1865)  la 
formación  del  pueblo  decretado  ¿n  ios  Tres  Arroyos, 
Partido  de  la  Lobería,  lo  fuera  sobre  el  de  Pillahuirieo 
Grande,  y  por  nueva  disposición  (9  de  enero  de  1866) 

I  quedóie&tosinefeetoy  ^'establecido  el  decreto  de  8  de 

-abril  dé  1865. 

•  ,!  El  señor  Saávedra  terminó  el  período  dé  su  gobier- 
no, el  3  de  mayo  de  1866  sin  haber  tenido  ocasión  de 
delegar  el  mando  de  la  provincia,  pues  no  practicó  visi- 
ta alguna  á  Ips  departamentos  de  la  campaña. 
Sucedióleel  doctor  A.  Alsina. 

tses— COBOMEii  DOCTOB  aboIíFO  aIíÑma,  5"*  go- 
bernador cónsUtucionál,  eiecto  él  2  y  recibido  el  3  de 
zóayo,  habiendo  ejercido  el  cargo  hasta  el  9  de  octubre 
de  1868,  que  lo  réaun<5iara,  por  haber  sido  electo  Vice.- 
Presidente  de  la  República, 

Compartieron  las  tareas  administrativas  con  el  se- 
señor  Alsina,  en  calidad  de  ministros,  los  doctores  Ni- 
colás íívellanedá,  de  gobierno,  y  Mariano   Várela,  de* 
■  hacienda,  hasta  el  mes  de  julio  de  1868,  que,  con  moti- 
\  '  vtS  déla  cuestión  electoral  43ara  la  presidencia  y  vice- 

presidencia  de  la  República,  en  qtte  flguraba  la  candida- 
tura del' ¿éneral  Urqüiza,  apoyada  y  Sostenida  por  el 
í  goberrtador  Alsina,  cuya  candidatura  estaba  igualmen- 


2Mi  noinmmA. 

te  en  juego  por  una  y  otra  fracción  política^  preflrieroa 
aquellos  abandonar  al  amigo,  á  quien  consideraban 
preTaricador  deáde  que  se  aliaba  con  Urquifsa,  presen- 
tando sus  renuncias^  que  fueron  luego  aceptadajs.  El 
gobernador  Alsina,  que  estaba  seguro  de  salir  electo 
vicC'-presidente  de  la  República  continuó  su  gobierno 
con  lüS  doctores  José  Miguel  Nuñez,  oficial  mayor  pri- 
*  mero  y  ministro  de  gobierno  después,  y  Dardo  Rocha, 
oñcial  mayor  del  ministerio  de  hacienda  hs^ta.  el. fin. 

Una  de  las  primeras  disposiciones  del  gobernador 
Alsina fuá  (11  de  ^junio  de  186G)  la  sepalracion  délas 
dobles  funciones  de  juez  de  paz  y  comandante  de  cam* 
paña  reunidas  en  una  sola  persona, 
t  El  gobernador  Alsiná  tuvo  la  gloria  de  fijar  el  valor 
del  papel  moneda  al  tipo  de  25  pesos  por  un  peso 
fuerte. 

Debienflo  salir  con  destino  á  la  campaña  del  Sur,  á 
objetos  del  servicio  público,  delegó  el  mando  déla  pro- 
vincia, el  14  dé  marzo  de  1867,  en  e)  Ptesidente  del 
Senado,  como  lo  disponía  la  constitucionr. 

tsev.B.  KVlLio  CiikSTRO,  Presidente  del  Senado, 
en  ejercicio  del  P.  E.,  durante  la  ausencia  del  goberna- 
dor propietario  Alsina,  desde  el  14  de  marzo  hasta  el 
28  de  abril. 

Durante  el  corto  gobierno  delegado  de*Castro  se  es- 
tablecieron.nuevas  escuelas  en  la  campaña,  proveyén- 
dolas de  todo  lo  necesario,y.  se  resolvió  en  un.espediente 
sobre  las  salinas  que  se  encontrasen  en  los  terrenos 
del  partidora  Patagones  y  en  los  de  Bahía  Biaiicd. 

19,^1 -.COllOMElKi  .n^CTOB  ADOliVO  AliüIIVA,  pro- 
pietario, desde  el  22  de  abril  que  reasumió  el  mando, 
después  de  practicar  una  visita  á  la  campaj^a  d^l 
Sur. 

Promulgó  (29  de  julio  de  1867)  la  ley  que.  declara 
sef  sjnftqieate.titit.lq.la.po$.es|oi]^por  40  a^o^.^swiixiter.- 


DB  ntmfeí  ÉtkR8  ^' 

íüptelon;  t^Ará'loé  íérréiVofs^delmiíAícl^ió  dte  lá  düdad(-y 
dte  lo^S'éJi'*!)*  d'é  los*  p'ftebfós  déf  éáWpáfiaV 

Por léjr  de  SO  á&  ócftubf e,  el  í^artldó^de  Netúchéá  fué 
divíd'rdó'  en  das,  denoitiinartdo  aí  nüevü^  TdrtMo  de 
jWíVdi^;' y  por  oti*áMel31*se  demarcó  nuevbs»  Httiíte'^  al 
toühi'cípio'de'la  ciudad  de*Baenos^Aí'í*eQ;'tídttio  sigue: 
V6t  tíPnrorte",  él'  Arroyo  de  MaWótiado/  desdé  su  étíi 
faocadbraeñ  él  Rio  de  tePlatá,  hiistá  tocar  ét-  lídiUe 
£0te  detf  (eti^eno  eotvocido  en  el  Plbiici>dfe  Sourdeax, 
con  el  nombre  de  Calderón;— al  Oeste,  tffMt  llneaíque, 

■■  ltflií4)andÓ^  les  terrenos  .conocjidod  con:  los  nombres 
AfcDrbos  y  Lumb\^  termítie  en  «Itánguto  sudeste,  de  ejste 
üUmo' terreno;  yt^dead)e  &Qp&  por  juñai  Unea  q^ne  térmíae 
ooi.el  árygiilo'  südoe^ter  del  terreno  designado  con  el 
nombre  de  A  rroyo;  y  desde  este  punto  hacia  eLBíte 
b%&ta.(qcfar  el  ángulo  noroeste  de^I  terj^eno  4¿6¿V2;des- 
de  aquí^)^9direccioaai  Sur,  por  la  calle  que  limitialas 
propiedades  PafisOy  BeJaJiaino,  Roy  y  Per^ira^  ha^ta;la 
ínteradpcion  con  lacuMei  d^  la  Arena;,  y  desde  esite  pup- 
t0,  unai reicta bastaí  el.  puente  Alsina;— ai  Sur,  el. Ría- 

•  cbuelo  .de  Barracas^  hastia  su  eon flueujcic^ .  po'n  el  Plata, 
y  al  Este,  ellitoraldel  Piala  hasta  la  boica  dé  M^ldo* 
nad0k«  . 

Pqriun  decretoi  def  25  de  noviembrQ,  dispuso  la.  f^r- 
mapíoo  de  an. Ruevopuebk)>  bajóla  de.nQininaQioH  de 
(piftiwrjr/a.,  iéJPi . el  parage  ponpcido,iq9T?/el.inon]bTe,  de 
Puntas^  del  Arroyo  Tap^lqué^  Partjdo  ^el  Azul;  y  por 
o.tro  de  17  deeíiepo  de  1668,  la  de  otro  eq  la.  horqueta 
q^ielOjCm^ii/el  Rio  Q4equen,Sjíuia4,QCpQ'Ql,^rroj5o;jDml- 
ce^baJQla;4&non;iinaciqn  deBrand^efi.,  .    ;.  ._ 

AcOir}|6'(í8  de  D?arzo)qw^,para  Ia^.(jUa;S  26  dé  nifi,yo.y 
.9  dejulio  babeada  .verrfi<?arse  ;un;<?.^í^pfien  Jiteijario, 
preim^ndxpise  el  trabajp..iAas.pot,a,bÍe  con  fxnfx  iffp^^\\^ 
deo^p/ylos  otrpB  dqs  quenjas  ;se*le  spro^imase^q,  ^c^qíí 
unadejp^ata.  Solo  uno  presentó  un  tr^aJ9  histój^ipo, 
qpefuédon  Eté^miilo  /Avendaftp^  ipu^prito  Mulfi/tcf^fí'fr^ 
Novanoo,  cuy e^ Memoria  fué  publicada  por  cuenta  del 


2¡9(S.  fivoY^WíA 


;i   M 


Estado  y  su  ^.utor  distinguido  con  un  testimonio  de  ho- 
nor:— dispuso,  (2  d,e,ahi'¡l)  el  estaWeciipiento  de 4  es- 
cuelas superiores,  en  Mercedes,  Chivilcoy,  Chascoraús 

'  y  San Njeolas  jde  los  Arroyos;. y    la  construcción  de 

^ediñQips  para  escuelas  ep  los  pueblos  del  Azul,  Dolo- 
res, Saladillo,  Ranchos  y  las  Flores: — autorizó.  (10.  de 
.figosto  la  fundación  de  4  e.scuelas  vecinales  en  «1  Par- 
tido d^l  Vecino:— dispuso.  (3  de  abril)  que  el  Partido 

,  xxMíocido  por  de  Arenales ^  se  denominase  en  lo  suceai- 

,  vo  Ayacucho,. 

Durante    la    adminís^rfitcion  Alsina,— 1867-*68— la 
'  provincia  esperi mentó  una  terrible  epidemia  del  cóle- 
ra mórbus,  cuyo  número  dei  víctimas  se  calculó  en  mas 
'  de  30,000  personas,  en  lasóla  provincia  de  Buenos- 
Aires.  ••'.''.. 

El  doctor  Alstna,  con  igual  título  al  de  cua^uier  otro 
ciudadano,  aspiraba  á  la  presideneia  de  la  República, 

'  del  mismo  modo  como  había  aspirado  á  la  goberna- 
ción de  la  Provincia.  Contrariado  en  esa  aspiración, 
dedicó  su  atención  á  la  vice-presidencia,  ya  fuera  con 
el  señor  Sarmiento,  ó  ya  con  el  capitán  general  Urqui- 
za,  candidatos  ambos'  á  la  presidencia  y  antipodas  en 
política.  La  alianza  de  Alsina  con  el  último  fué  con- 
denada, entre  muchos  otros  redactores  de  la  prenáa, 
'por  el  director  del  Boletín  Oficial  de  la  Promncia^  doc- 
tor Eduardo  Wride,  acusando  al  gobernador  de  traidor 

'  á  sü  fe  y  ásus  principios.  Tratóse  entonces  de  decre- 
tar la  destitución  del  director  dé  ¿icho  periódico.  Los 
ministros  áon  Nicolás  Avellaneda  y  don  Mariano  Vá- 
rela, aniigos  y  compañeros  del  gobernador,  desdé  el 

•'principio  de  su  administración,  se  opusieron  á  esa  me- 
dida. El  gobernador  insistió  llevanflo  á  cabo  feu  reso- 
lucibn,  pero  mediando  préviartienie  la  separ^acion  de 
Ibs  réferidois  ministros,  cuyos  puestoá  ocupai^onel 
oficial  mayor  del  ministerio  de  gobierno,  don  Jc^é  Mi- 
guel Nuñez,  conio  tal  primtiro,  y  como  ministro  después 


..V   '       '.  •■  •  '.       .        -^\^. 


.1 

•     1 


hisksrta 4qe.neniu;aQlai?e;  Alsina,,p^ajrf!ciMWe  de  la  yice- 
|l^ésideQcia;  de  la  Depiiblica,  y  el  da  igual  >c^e  del 
iministeriQ  dq  hacienda,  don.  Dardo  ¡Et^cba.    '        ,i    . 

'  Por  ley  da4°  de  julio,  el  gobierno  da  Alsinafqé  a^- 
tori25ad<>  paira  invertir  ba^^l^a  cqatuo  lúiUones  y  of^edio  en 
iaioonstrubcioQ  de>üQ.edífi0ÍQ  para  el  ^oco  de  la.  Pro- 
vincia. . .  j  j 
'-  Por  otra  de  fecha  Sdeagoator  se  ^ustituyóilaí  pen^ 
capital  por  la  de  20  años  deJ)res¡dio,  como  máximuiti. 
Hal^j^Ador^Siiltado  electa  vicanpi^e^idente  de  la  -Re- 
pública, el  doctor  Al$ina  elevó  su^r¡&nuncia  d^l  cargo 
:de  gobernador  el  O  de  octubre,  la  que  le  fué  adniitida 
el  ¡nipmodia,                                                  *  . 

£1  doct'^r  A.  Alsinra,  corooejl  de  la  imcion  y  mini|Stro 
de  guerra  y  marina  nació  e\  14  de  enero  de  ^320^  y;  mu- 
rió, á,  las  sjete  de  la  tarde  del  29  de  diciembre  de  1377, 
á  los  48 afios  de  edad.  Su  cadáver  fué  depositado. á 
Ifis  seisdela  tarde  del  3Q  en  una  capilla  ardiente  en  )a 
iglesia  metropolitana.  Durante  los  dias  30  y  31. se  man- 

%tiivg  la  banderg.  4  T^edia  asta  ep  todas  las  reparticiones 
pro vijU chales  y  aacioaaldfe^ljabiendo  permanecido  cerra- 

.  das  las, oficina^  de.la  provincia.:  Le  fueron  decretados 
honores  fúnebres  por  los  ¡gobiernos  nacional;  y  proyín-' 

:,cial.  Murió  dejando^  como  idea,, la  grande  obra  dq  la 
conciliación  .polítioa^á  que  ooncurriólealnjente  con  todo 
su  podery  cpq  verdadera  elevación  moral,  y;  pomo  trfi- 
b.ajo,  la  obra  de  seguridad  de  las  frontera^  terrestre, 

.  que  inició  con  fe  bajo  ii«  nueyo.plan  y  que  continuó  con 

.^ipers^veraneja  hasta,  los  últimos  instantes  de  su  vida. 
J^n;honoí;.suyOiS^  d,íó  el  nombre  de  calle  Aísmaáia 
que  fué  dePótoií,  por  haber  sido  la  de  su  residéncffi. 

tóes^D.  'c:iiiLM0  CASTBir,  Presidente    del   Senado, 

'  en 'éjettíi'ciü'áef  Poder  Ejecutivo,  por  l^en uncía!  del  doc- 

•tor  A:  Albina,  desde  el  10: de  octubre  dé  1868  hasta  lel 

'  S  dé  mayo  de  1869;  que  fué  electo  6^  gobernador  cOnfs- 

'  tiWcidAal,  cüyó^j>eríbdo  ékplró  én  iguaí •  fecha  de  1872 . 


^  ITó  pudo  organizar  Su  mínistérióíh'tó«Ai'éí  2í  ée^  otítü- 
bré^  ett  que  fueron  nombrados' eldoctot' Jutin  S:  Fer- 
nandez, de  gobierno,  y  dortPedvo  Agote,  de  hacienda, 
«1  prímei^o  hasta  mayo  de  1869,  en  que  se  escüsó  y  fué 
reeit)p4^z&do  poi^  ei  dootor  Antonio  E.  ÍAaAmeVy  y  éste 
.  y  el  segundo  hasta  el  fin  del  períkxlo  constitucional  de 
Castro. 

A  hii  administración'  Casero  la^provincia  y  ol  pafs  de- 
ben:— ' 

El  es|;ablecímíento  de  TramwaySy  en  las  callas  «de  la 
ciudad  (Ley  dé  24'rfe  agosto  de  f  868)!-^ 

El  trasporte,  por  el  Ferro-Carril  del  Oeste,  de  las  tta- 
suras  de  la  ciudad.     (I^ey  de  18  de  novieittbre  de  id!:-^ 

El  raniaí  del  Perro- Carril  del  Oéstfeha&taellpufeblo  de 
"  Lobos.  '  (Ley  de  id.  id):— 

La  asignación  de  cien  pesos  fuertes  para  ayudar  á 
la  espedicíon  que  se  preparaba  én  Europa  &  las  regio- 
'  nes  potares  del  N'orte^  en  atención'  á  sus  resultados 
¿Provechosos  parala  Gréográfia  y  otras  cieiicias. 

El  gobierno  dé  San  Juan,  i?or  niedió  de  un  -éxhortb, 
requirió  (S4  de  mayo  de  1869)  la  estradícion  dfef  go- 
bernador don  Manuel*  José  Závalla  y  dfe  suS  ministros 
^  don  Isidbro  Albarracirt  y  don  Jbáé'^  Eugenio   Boncel, 
que  habían  sidb-acusadbs  c  por'violaciónes  álacons- 
tituóión    y  otras  leyes  del  EstadbJ'  tnal Versación  de 
fondos  públicos;  ataque  á  la  propiedad  y  aótófe  db  ma- 
la conducta»  (misdefnean'oury,  y  el  dé  Bueños^^AiV'es 
(Castro-rMalaver)^   previo   dictamen   de    su    á'sesor, 
abundando  en  consideraciones  de  mudho   peso   y  de 
'  profundo  alcance  polítifco,,  se  negó  &  dar'cuíilplítniento 
^ '  ar referido  exhorto. 

Previo  acuerdo  celebrado  con- al  arzobispo,  el  g^r 

bipraode  Alsjna  hab{a;aometídoiá  ía  I^egislatura  un 

prqyeqto  de  decreto  estabjaciendo.  (7  ^eX  oatu^re  de 

.  1868),.una.nueva  divi^ioo  deí  territprio  de  mijinieipío 

d^ei^t^ ciudad, dn.l^ju^gjBido$ de; pQZ^^  parixx^ías»  en 


/ 


I     I 


^  de- Castro  quedd  ainx>báda  aqnei  prtíyeeto,  ednit^etirti- 
áo  en  íej^j  promulgada  ei^28  de  JEmiode  iSOdi. 

Mí&ntras  se'  sancionaba  )a  Ley  de  Edmcacion  Co- 
mún*, feoi*ganiaó(4:0^dejülío)  él  Gou3ejo*de'  Instmceion 
Pública,  designando^  sus  atnbiicion^«. 

Por'leyde20de  jiilio^sobre  la  base  del  FoFtift- Es- 
peranza situado  entrq  los  limit68.de  los  Partidos  del 
Saladillo  }^7apa1qué^¿  se  creó  un  nuevo 'Partido^  bajo  la 
denominación  de  General  Alvear.. »» 

El  primer  censo  de  la  República  Argentina,  ordena- 
do por  él  gobierno  nacional,  mereció  la  mas  decidUa 
cooperación  por  parte  del  gobierno  de  Castró,  man- 
dando (19  de  agosto)  á  los  empleados  de  su  dependen- 
cia segundasen  á  los  cof^tiisartos  nacionales  respecti- 
vos. 

El  doctor  Valentín  Alsína;  2^  gobferñadof  constitu- 
cional del  Estado,  cayo  fallecimiento  tuvo'  lugar  el  6 
de  setiembre  de  1869-,  merfeció'  que  el  gobierno  de  Cas- 
tro le  tiíibutasé  los  honoresque  correspondían  á  tan 
insigne  ciudadano^  y  la  Legislatura  dictó-  una  ley 
(26  de  setiémb^e)^  disponiendo  la  erección  de  un  mo- 
numento á  su  memoria,  en  el  cementerio  del  Norte^» 

Por  una  ley  de  16  de  diciembre  de  lí860»  se  acordó, 
ala  Guardia  Nacional  que  hizo  la  campaña  del' Para- 
guay, una  medalla,  llevando  en  el  anverso,  elBi^udo 
dala  Provincia  en  el  aentro,  y  en  la  circunferencia 
esta  inscripción:  GuardíaiNacionalldeBuenas^Aii^s^ 
en  e>  reverso;Ien  el  centro,  estas  palabras:  Ai  aaioint/ 
la  constanoiaj  IwPtovmciaaffradeciUal  y  en  lai circun- 
ferencia éstas:  Campaña  delFanaguayjiñQb  á*i869. 
I^ara  los  gefes,  de  oro  y-  de  plata  páralos  dealasi  Y 
al  recibir  las  medallas^se  dispuso  se  entregase  á  los 
Guardia&NacionaleS'Un  boleta  en  que  constara  ser  ellos 
acreedores  atierras,  en< el  pueblo.  Guardia.  Nücíonal, 
en  el  Partido  de  Ch^icabuco. 

El  goMesno  dét  señor  CaetM'  tuvo-  lá^  fá»^  inspira- 


800 


PROvnrcnA. 


'  oion  de  negar  (7  de  mayolde  1870)  el  establecimiento 
de  una  plaza  de* toros  en  San  Fernando,  cojno  babian 
sido  ya  rechazadas  anteriormente  otras  solicitudes, 
de  acuerdo  con  la  )ey  de  6  .de  agosto  de  1856,  que  pro- 
hibe las  corridas  de  toros  en  la  provincia. 

Se  dictó  una  ley  (9  de  junio  de  1870)  creando 
90,000,000  de  fondos  públicos,  que  deberían  ser  nego- 
ciados dentr6¡  ó  fuera  de'  la  República,  para  la  cons- 
trucción de  puentes; 

..  Otra  ley  (22  de  satiembi-a)  supríniió  las  loteríasy  las 
rifas   periódiqa^j  prohibiendo  igualmente  la  venta  de 

-  billetes,  loterias  .  y  rifas  estra,ngeras  ó  de  otras  pro- 
vincias. 

Y  otra  ley  (17  de  octubre)  autorizó  al  Poder  Ejecuti- 
vo para  invertir  125^000  pesos  moneda  corriente,  ea  la 
.  .adquisición  de  monedas  y  medallas,  ofrecidas  en  venta 
.  por  don  Juan  Cruz  Várela. 

El  gobernador  Castró  acordó  (28  de  octubre)  la  auto- 
rización solicitada  para  la  erección  de  un  templo  en  lo¿ 
terrenos  del  Colegio  del  Salvador,, en  Buenos- Aires. 

Ordenó  (12  de  marzo  de  1871)  la  construcción  de  una 

vía  férrea  á  vapor  ligando:  la  ciudad  con  el  nuevo  Ce- 

,  menterio  de  la  Chacarita,  con  un  presupuesto  de  dos 

-  millonefe  doscientos  veinte  mil  pesos  moneda  ícor- 
riente..  . 

Con  motivo  de.  la  epidemia  de  fiebre  amarill^i  que 
diezmaba  la  población  de  esta  ciudad,  el  Poder  Ejecu- 
tivo fué  autorizado  á  gastar  hastaf diez  millones  de  pe^ 
,sos>  en  necesidades  de  la  misma,  tales  como  médicos, 
boticas,  alojamientos,,  etc.  .    • 

'     Todos  los  establecimientos.públicos  fueron  manda- 
ndo» cerrar  durante  la  aciaga  época  de  la  epidemia  de 
.  la  fiebre  .amarilla,  permiaáe¿iendo  en  eéte  estado  bas- 
tad 15.de  junio  de  187J  ^.en  que  quedó  casi  estihguida, 
pero  no  del  todo. 

La  LegislaAura.  aprobó  el  decreta)  del  gobierno,  de 


fecha  20  de  rhapKa,  qae  ordisnáfeáMa  ót'eación:  de 'dos 
Asilos  dé  Huérfanos,  uno  para'varones  yotiiopara  ni- 
ñas. '       '  » 

Lainisma  acordó  (24  de  noTiembre)  autorizará!  Po- 
der Ejecutivo  para  poner  á  disposición  delgobierno'de 
Safta  la  suma  de  diez  mít  pesos  fuertes,  para  los  po- 
bres y  huérfanos,  victimas  de  los  temblores  bdurridos 
en  el  pueblo  de  Oran. 

La  misma  sancionó  la  ley  coií  igual  fecha  que  la  an- 
terior,, fundando  el  Banco  Hipotecario,  que  actualmén,te 
existe,  situado  en  la  calle  San  Martin. 

El  gobierno  de  Castro  aprobó  (87  de  diciembre)  la 
traza  del  pueblo  que  don  José  Vicente  Salas  trató  de 
fundar  en  el  Partido  de  Las  Heras. 

En  el  interés  de  conipletftr  Ija  colección  de  manuscri- 
tos de  la  Biblioteca  Publica  y  de  laformsjcion  de  un 
cartulario  de  Celebridades  Argeptin^s,  nombrjó  (24  de 
febrero  de  1872)  una.  comisión  compuesta  ¡de  los  seño- 
res dQctor  Juan  María  Gutiérrez  (finado);  brigadier 
geineral  B,  Mitre  y  doctor  Vicente  G.  Quesada. 

La  Admirtistr^icion  Castro  fué  unade^s  nías  pco- 
gpesistasqiietuvier$.la  provinpia  de  Buenos  Aires,  y  .en 
la  que  sj3  realizaron  ó  proy  wt^ron  .empresas  que  hoy 
patentizan  sus  beneficios;  tal/^s  son:  .el  Asilo  de  Huér- 
fanos, la.  Penitenciaria,  el  Ba,nco  d,e  la,  Provincia  y,  el 
Hipotecario^  lasUoe^  de  tramways  que  cruzan  la  ciu- 
dad en  todas  direcciones;  subvenciones  para,  la  erec- 
ción 6  refacción  de  templos;  idemparft  el  planteamiento 
de  un  taller  de  filatura  de  se/ja,  cuyo  fruto  ustepta.la 
oasa  de  gobierno  nacional  en-los  días  de  gran  solem- 
nidad; idem  á  numerpsas  escuelas  particulares,  y  crea- 
ción de  escuelas  comunes  en  la  ciudad  y  campaña^,  á 
saber;  2  Jardines, de  \\xidi\\iQ^- (Kiiul^rgarten),  en.  la 
ciudad)  1  en  Balcarce,  1  ^m  Carmen  de  Areco,  1  en 
Chascomiís,  yj^n  la  Exaltación  de.^laCruz»  1  en  Geíie- 
ral  Rodríguez,  3  en  Las  Heras,  2  en  Moreno,  1  en  la 


802  PRMnwá 

'    Ma|[dat6nA^  &  en.el  Pilar^  1  ea  Punta  €híca^  S  en  Ra- 

'  maUo;  1  en  ;San  Autoaioi^e .  Areco^  1  en  San  Martin, 
8  en  San  Nicolás  de  los  Arroyos  y  1  en  Zarate. 

De&pues  de  haber  ejercido  cíl  mando  de  la  provincia 
durante  3  años»  5  meses  y  7  dias,  lo  trasmitió,  con 
arreglo  á  la  cpnsUtucion.9  el  3  á^  mayo  de  1872,  ¿  su 
sucesor  dou  Mariano  Acosta. 

tsvt— D.  MARIAMO  ACOSTA,  7"^  gobérnadot"  constitu- 
cional, desde  el  3  de  mayo  de  1872  hasta  el  10  d^  se- 
tiembre de  1874,  que  renunció  el  cargo  por  haber  sido 
electo  Vice-Presídente  de  la  República. 

Organizó  su  ministerio  con  los  ciudadanos  doctor 
Federico  Pinedo,  gobierno,  y  don  Práncíséo  B.  Made- 
ro, y  sucesivamente,  por  renuncia  éste  primero  y  de 
aqyél  rtias  tarde,  los  doctorea  AtWanció  Alóorta^  Carlos 
Saavedra  Zavaletay  Leopoldo  Basavilbaso. 

Al  gobernador  Acosta  cupo  el  deber  de  promulgar 
(14  d¿  junio  de  1872)  la  ley  en  que  se  autorizaba  al  Po- 
der Ejecutivo  á  invertir  hasta  Ja  suftta  de  200O  pesos 
fuertes  en  la  erección  de  un  monumento  ala  memoria 
del  general  Gregorio  A.  de  La  Madrid: -^reglamentó 
(3  de  enero)  la  manera  de  espedir  certificados  de  libe- 
ración para  la  trasmisión  de  los  bienes  raices:--'declaró 
18  de  enero  de  1873)  que  todos  los  habitantes  de  la  pro- 

'  vincia  pueden  transitar  su  tei^ri torio  üin  necesidad  de 
licencia  ni  pase  de  las  í^spectivas  autoridades: -^dispu- 
so (29  de  enero)  la  delineacíon  de  los  oaminoá  que  con- 
duben  de  la  ciudad  á  los  pueblos  deBelgrano,  San  Isi- 
dro y  San  Femando;  así  como  el  levantamiento  de 
planos  de  los  caminos  generales  que  salen  de  la  misma 
en  dirección  al  sur  y  oeste  de  la  provincia:— aprobó  (8 
de  abril)  la  formación  de  un  Instituto  Comercial  é  In- 
dustrial, bajo  la  vigilancia  de  la  comisión  parroquial 
que  había  sido  del  antiguo  Colegio  Modelo  de  la  Cate- 
dral al  Sur;    El  mismo  existe  actualmente  bajo  ofra 

'  forma.  '    '  '  '     • 


01  JlPIUm  )AIBBS  dd^ 

Can  elr^o^  ^  intrQi^ncif  r^ilocmfta  en  la  ^iUUot^ca 

.  i  PúM'u^y  .fto»),isÍQMf5..(18  íiU.  febrepp)  A  up  :fuivoioi\#río 
.  ipteligepjte  .^n*  la  wateyia  (dpctar  Que?a4a)>  >par'a.,que 
hiciese  un  estudio  de  las  de  Europa* 

A  fuer  de  jmpárciáiidad  en  la  >  cuestión  Pectoral  que 
durante  su  administración  6e  debatía  en'  toáoslos  ter- 
renosvisepairó  ¿aj|gunos  funcionarios  públicos  f)ap  el 
i'hécbo  de  haberse  manifestado  añliados  enloscírcdilos 
poJüticos,  que  á  la  sazón  se  diáputafaan  el  predominio  en 
la  referida  cuestión.    Esto,  en  cuanto  á  la  forma,  y 
pqrlo  que^toca  4  la  realidad,  los.  hechos  qo  respondie-. 
.   ron  4  6s«»  deseQ:T-^aprob<>,(3  de  diciembre)  lo$  eludios 
I*  y  presupuestos  p^ra,  jla  constricción  del  canal  de  San 
.    F^rea^do,  que  ii(>y  es  un  hechp:t-fuó  autp.ríjsado  (Ley 
.   de^  d^  ^etíeoibre)  para  la  co^i^iru^ion  de  una.cárpel 
;  y  q^B,  de  Jqstici!^  en.  Dolopepí-rpópoJe  Iq,  glori^.  de 
irij^Mgurar-coo  todá'splemnid^d  (24  de  sei^iembrí^)  la  es- 
tática del  general  Selgrano^jenla  plaz^  S5  de  Mayo, 
donde  §e  hal|í^:— promulgó  (16  de  diqiembre)  la  constitu- 
ción d^  la  provinQÍa,.que  fué^jura^a  ef  35  de  diciembre 
de  1873,  y  es .  la  qu^  actualpc^e^itq  rfge: — fomentó  el  es- 
tal^lecimi^nto  d3  bibliotecas  papulares  en  tpda  la  pro- 
vincia, contribuyendo  con  Qanit;idades, de  dinero  para 
,^u  posten  y  progr/cso; — reglanxentó  la  manera  de  sub- 
Venpionar  .esctieJas  particulares,  viniendo  de  este.noipdo 
4  amneptí^r  el  número  de  líis  costeabas  poi^  el  tesoro 
p.úbUcp,.  generalizando  as.í  la  instrucción,,   La'adqii- 
,  nistracion  Aoosta  fué  la  que  mas  se  distinguiera  go- 
'  h^'ee^ te,  punto,   .         ¡  , 

Fué  autorizado} ;  (9  de  abril)  para  la  construcción  del 

.  Ferro  Carril  y  de  un  oa&ode  desagüe  en  ],a  Ensañada: — 

declaró  (2  de  octubre)  al  pueblo  de  Las  He^as  cabeza 

.de.Pai:ticloc—iprQhih|¡ó,.(lSd^  junio)  la.  introducción  de 

I  ganado ^ín  guia3>  im^Kuiiendo  peíias  álos  infractores: 

v^aprobó  (IS  de  ab^il)   la  traza  del.puieblo  q^e  sepfo- 

ry*ct*i)a  formar  ea:Bftm»llo,  y  qu»  hoy  ea  wo.  h^choy  co- 


3Ci4  '  ¥ii<!fVi^of Á  ■'■ 


« 1 


tño  también  (4  dé  •setíéhit>i^e)  la  tiél  {Aiebtb  AlmiHnte 
'Broion^  iniciado  y  elevada  á  lá  aUüra  á  qtre  ha  llegado 
par  el  .señor  don  Estevan  Adrogué.  Fué  {14  de  abril 
de  1874)  declarado  cabraa  de  Partido.  ■ 

Pué  autorizado  (19  de  setiembre)  para  la  creación  de 
un  rku^vo  Partido  entre  Quiimes  y  Lomas  de  Zamora, 
vom&  igualnqeote  (L8>dei octubre)  paca  la  coostrucdon 
de  un  monumento,  en.el  Cehaenterio  del'  Norte,  dedi- 
cado á  la  memoria  del  general  Emilio  Conesa,  invir- 
tiendo  hasta  50,00(>  pesos. 

Decretó  (27  de  agosto)  la  confelruc^ion  de  un  Colegio 
en  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  el  que  actualmente  es 
tmjhecho:— acordó  (27  de  octubre)  la  cantidad  de25O,0O0 
pesos  á  la  Sociedad  de  Damas  d«  Misericordia,  para  la 
construcción  de  un  Asíto  de  Desvalidas,  é*  igual  canti- 
dad (4  de  noviiBmbre)  á  las  de'  Misericordia  para  la 
construcción  de  otro  Asilo  de  Indigentes: — autorizó  el 
establecimiento  y  esplotación  de  una  línea'  telegréfica, 
de  esta  ciudad  al  pueblo  déla  Ensenada:— aprobó  (13 
de  eneró  de  1874)  la  traza  proyectada  para  un  pueblo 
en  el  Partido  de  Balcarce:— prestó  (28  de  abril  de  1874) 
su  acuerdo  para  la  fundación  de  uA  templo  dedicado  á 
nuestra  Señora  de  las  Victoriaís. 

Finalmente  la  administración  Ácosta,  á  la  vez'  que 
acordara  subvenciones  alas  escuelas  particulares,  á 
*la,s  publicaciones  cientifitas,  etc.,  todas  las  asociaclo- 
Tieá  religiosas  encontraron  en  el  gobernador  una  deci- 
dida protección,  corrtribuyetido  cóní  fuertes  cantidades, 
siempre  dentro  del  presupuesto,  para  la  c^ristrüccíon 
y  refacción  de  aisilos,  templos,' ^escuelas,  etc.  'hasta  pa- 
ra la  tribq  del  cacique  Coliqueo,  para  la  misiona  los 
indios,  etc. 

'Y  además,  se  crearon  escuelas  en  la  ciudad,  entre 
ellas  2  en  las  cárceles  públicas  y^ una  para  sordo-mu- 
dos^  que  aun  ftmciona,  2'Normalesde  Preceptores  y 
P<i*eceptoras,  1  de  Mugida  y  Decláníiíadotí^  y  en  4o&'püe- 


DB    BÜBNOS  4IBBS  305 

blos  de  campaña  Alvear,  Baradero,  hasta  1,  Carmen  de 
Areco^  Chascomús,  Lomas  de  Zamora,  Barraca á  al 
Sur,  Almagro^  Marcos  Paz,  Quilmes,  Rauch,  San 
Isidro,  San  Fernando,  Tapalqué,  Tandil,  25  de  Mayo, 
etc. 

El  10  de  setiembre  de  1874  elevó  su  renuncia  de  go- 
bernador de  la  provincia  para  ir  á  ocupar  la  Vice-Pre- 
sidenciade  la  República,  para  la  que  resultó  electo^ 
sucediéndole  el  coronel  Alvaro  Barros,  á  quien  legal- 
mente  correspondía,  como  Presidente  del  Senado. 

1914— C)OBOiV£ii  AiiVABO  BABBOi»,  Presidente  del 
Senado,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  desde  el  12 
de  setiembre  de  1874^  en  que  renunció  el  señor  Acosta, 
por  haber  resultado  electo  Vice-Presiden  te  de  la  Repú- 
blica, hasta  el  l^de  mayo  de  1875. 

A  los  pocos  días  de  haber  el  coronel  Barros  empu- 
ñado el  bastón  de  gobernador  de  la  provincia,  el  24  de 
setiembre,  estalló  una  revolución  del  partido  naciona- 
lista que  puso  en  alarma  ¿  los  prohombres  del  partido 
contrario.  Así  fué  que  pusieron  en  juego  toda  la  ener- 
jia  que  las  circunstancias  re  clamaban  para  vencer,  sin 
^consideración  de  ningún  género. 

Cúpoje,  pues,  la  ingrata  tarea  de  librar  orden  de  pri- 
sión contra  los  individuos  mas  conspicuos  del  partido 
nacionalista,  para  quienes  no  hubo  escondite  en  donde 
pudieran  dejar  de  ser  descubiertos,  merced  á  la  poli- 
cía secreta,  en  que  estaban  afiliados  no  solo  individuos 
de  baja  condición  social,  sino  también  otros  que  tenían 
fácil  ingreso  en  la  alta  y  culta  sociedad,  y  aún  mugeres. 
Con  tan  degradantes  elementos  se  consiguió  la  pri- 
sión de  todos  los  que  no  se  incorporaron  al  ejército 
revolucionario,  que  tenia  su  cuartel  general  en  la  cam- 
paña del  sur  de  la  provincia^  ó  de  los  que  no  lograron 
huir  á  Montevideo,  como  lo  hicieron  muchos. 

Destituyó  á  todos  los  empleados  que  no  inspiraran 
confianza  &  los  situacionistas;  y  declaró  en  asamblea 

20 


806  PROVINCIA 

la  guardia  nacional  movilizándose  en  toda  la  provin- 
cia. 

En  una  palabra,  no  hubo  medio  que  dejara  de  em- 
plearse, á  fin  de  que  la  revolución  fuese  vencida,  y  lo 
estaba  ya  jdesde  el  mismo  momento  que  estalló,  por 
falta  de  dirección  y  peor  manejo^  hasta  que  el  general 
B.  Mitre,  el  26  de  octubre,  declarándose  gefe  de  los 
ejércitos  de  la  Revolución  Argentina,  fee  puso  en 
marcha  proclamando  á  sus  compañeros  de  armas,  por 
quienes  fué  llamado,  para  protestar  contra  los  que  «  se 
habían  apoderado  de  los  destinos  públicos  por  el  frau- 
de y  la  violencia »  (palabras  de  la  proclama). 

Con  el  general  Mitre  á  la  cabeza,  el  ejército  de  la 
revolución,  evitando  siempre  un  encuentro  en  que  hu- 
biese derramamiento  de  sangre,  marchó  en  busca  de 
alguno  de  los  gefes  del  gobierno  que  le  inspirase  mas 
confianza  para  capitular  con  alguna  ventaja.  Para  el 
efecto,  envió  un  comisionado  cerca  del  gobierno  nacio- 
nal, con  instrucciones  en  ese  sentido,  continuando  en- 
tretanto su  marcha  hasta  La  Verde^  estancia  de  Unzué, 
donde  un  suceso  inesperado  hizo  variar  ei  primrtivo 
plan  del  general  Mitre.  El  infortunado  coronel  P.  Bor- 
ges,  con  el  entusiasmo  que  le  caracterizaba  y  de)  que 
fué  víctima,  se  arrojó  imprudentemente  sobre  una 
fuerza  de  800  hombres  que,  al  mando  del  teniente  co* 
ronel  J.  I.  Arias,  se  defendió  heroicamente  tras  los 
parapetos  de  la  azotea  de  aquella  casa,  que  era  una 
especie  de  fortaleza,  casi  inespugnable,  dando  asi  al 
comandante  Arias  un  triunfo  que  él  no  esperaba. 

Después  de  este  suceso,  llevado  á  cabo  contra  la  vo- 
iuntad  y  resolución  del  general  Mitre  de  evitar  todo 
encuentro  que  diera  por  resultado  el  derramamiento  de 
sangre,  el  ejército  continuó  su  marcha  hasta  Junin, 
donde  se  sometió  el  I**  de  diciembre,  bajo  una  capitu- 
lación que  no  parece  haberse  tenido  en  cuenta. 

El  goj>ierno  de  la  provincia  cumplió  con  su  deber  al 


DB  BVBH08  AIRES  ^7 

cooperar  con  todo  sii  esfuerzo  al  sometimiento  de  la 
rebelión,  secundando  eficazmente  á  la  autoridad  na- 
cional y  los  que  aparecieron  vencidos  en  las  elecciones 
de  febrero  de  1874  usaron  de  su  derecho  al  protestar^ 
como  lo  hicieron^  con  las  armas,  solo  cuando  no  pudie- 
ron conseguirlo  por  otros  medios. 

Vencida  la  revolución  de  setiembre,  que,  como  he- 
mos dicho,  no  fué  mas  que  una  protesta  viva  de  la  ma- 
yoría del  pueblo  de  Buenos- Aires  contra  la  legalidad 
de  las  elecciones  de  febrero,  en  lugar  dé  dar  á  los  ge- 
fes  militares  de  aquella  un  fuerte  apretón  de  mano,  ál 
verlos  rendidos,  fueron  presos,  sometidos  á  un  conse- 
jo de  guerra,  juzgados  como  rebeldes,  sentenciados  y 
perdonadero  indultados. 

Tenemos  la  cltsgracia  de  olvidar  muy  pronto  los  he^ 
chos  pasados  que  no&suministra  nuestra  propia  histo- 
ria. Vamos,  pues,  á  recordar  los  principales,  por 
^ue  son  pertinentes  y  porque  dofi^viene  que  sirvan  de 
lección  moralizadora  en  lo  sucesivo. 

En  1837,  unas  elecciones  en  que  hubo  fraude  y  que 
produjeron  la  caída  de  Rivadavia  y  la  elevación  de 
Borrego,  trajeron  la  malhadada  revolución  de  1^  de 
dicienbre  de  1828,  encabezada  por  el  general  Lavalle^ 
quien,  al  frente  del  ejércij;o  nacional  que  acababa  de 
regresar  á  la  patria  coronado  con  el  laurel  de  la  victo- 
ria, alcanzado  en  Ituzaingó,  derrocó  al  jefe  legal  de  la 
provincia,  que  lo  era  al  mismo  tiempo  de  la  nación,' 
ocupó  su  lugar  y  lo  mandó  fusilar,  por  el  solo  hecho  de 
defenderla  legalidad  de  su  gobierno^  sometiéndose  La- 
valle  al  fallo  de  la  historia.  Esta  responde  consignando 
en  sus  páginas  el  subsiguiente  gobierno  de  Rosas  en 
Buenos  Aires  y  de  los  demás  caudillos  irresponsables 
en  las  otras  provincias  de  la  República. 

El  general  José  María  Paz,  el  gefe  mas  severo  de  la 
disciplina  militar  de  la  República,  ex^general  en  gefe 
interino  del  c^rdto  nacional  en  la  Banda  Oriental,  con 


308  PBOVINCIA 

una  división  del  mismo,  marchó]  á  Oórdoba,.  y,  derro- 
cando al  gobernador  legal  Bustos,  ocupó  su  lugar  esta- 
bleciéndose en|seguida  un  Supremo  Poder  Militar,  de 
que  fué  investido'por  nueve  provincias,  en  contraposi- 
ción del  poder  nacional  existente  en  Buenos-Aires. 
Esto  venía  á  constituir  dos  gobiernos  argentinos  con 
dos  ejércitos  nacionales.  Las  consecuencias  de  ese 
paso  impolítico  las  verá  eljlector  en  su  lugar  corres- 
pondiente—Córdoba. 

En  1833,  otras  elecciones  acusadas  de  fraude  escan- 
daloso, produjeron  la  revolución  de  octubre,  y  con  ésta 
la  caída  del  gobernador  Balcarce  y  el  triunfo  de  los 
Restauradores  y  de  la  Dictadura,  cuyo  poder  pesó  co- 
mo una  bomba  enrojecida  sobre  el  pueblo  de  Buenos- 
Aires  y  el  de  la' República,  hasta  el  venturoso  dia  3  de 
febrero  de  1852. 

Los  fraudes  electorales,  que  tuvieron  lugar  después 
de  la  caída  de  Rosas,  son  mas  frescos  y  no  deben  ha- 
berse olvidado;tan.prontoque  necesite  recordarlos;  bas- 
ta tener  presente  que  son  juegos  muy  peligrosos,  pues, 
si  por  el  momento  dan  el  fruto  que  se  desea,  tarden  tem- 
prano, éste  produce  indisgestiones  ó  consunciones  po- 
líticas, semejantes  á  las  enfermedades  hereditarias^  que 
no  siempre  son  trasmitidas  á  los  descendientes  inme-^ 
diatos,  sino  que  suelen  á  veces  saltar  por  sobre  dos  ó 
mas  generaciones. 

Vencida  lajrevolucion,  según  se  acaba  de  referir,  el 
f  gobernador  Barros  entró  en  ejercicio  desús  interrum- 
pidas funciones  normalizando  la  administración. 

Cúpole  la  gloria  de  ser  quien  diera  cumplimiento  á 
la  ley  de  27  de  setiembre  de  1869,  celebrando  la  inau- 
guración del  Mausoleo  levantado  á  la  memoria  del 
doctor  Valentín  Alsina^  que  tuvo  lugar  el  5  de  abril  de 
1875,  con  toda  la  solemnidad  que  correspondía  á  tan 
eminente  ciudadano. 

Aprobó  (I''  de  abril  de  1875)  las  trazas  de  los  nuevos 


DB  fiUBHOS  AIBBS  309 

pueblos  denominados  San  Lorenso  uno,  en  el  Partido 
de  Merlo,  y  Maipú,  el  otro,  en  el  de  Monsalvó. 

El  1**  de  mayo  presentó  su  mensage  á  ía  Legislatura 
dando  cuenta  de  su  corta  administración,  poniendo  en 
seguida  en  posesión  del  mando  de  la  provir^cia  á  don 
Carlos  Casares,  electo  gobernador  constitucional,  y 
decretando  el  reconocimiento  del  doctor  Luis  Saenz 
Pefia,  electo  vice-gobernador.  ^ 

i9'yft--D.  cAbIíOII^  CAi^ABKS,  S''  gobernador  constitii- 
cíonal,  desUe  el  i^  de  mayo  de  1875  hasta  igual  dia  de 
1878. 

Organizó  su  ministerio  con  los  doctores  Aristóbulo 
del  Valle,  de  gobierno^  y  don  Rufino  Várela,  de  hacien- 
da, y  poj  renuncia  del  primero  y  nombramiento  díü  se- 
gundo de  comisario  de  la  República  Argentina  en  la 
Esposicion  deP-atis,  llamó,  para  compartir  con  él  su 
gobierno  al  doctor  Vicente  G.  Quesada,  y  don  Alberto 
Muniz,  interino  de  hacienda,  hasta  que  fué  nombrado'' 
rara  el  mismo  ministerio  el  doctor  Bonifacio  Lastra 
hasta  terminar  su  periodo  el  señor  Casares.  El  doc- 
tor Quesada  no  acompañó  á  éste  hasta  el  ñn,  sino  que, 
habiendo  dimitido  el  ministerio  de  gobierno,  fué  llama- 
do en  su  lugar  el  doctor  Carlos  Pellegrini. 

A  la  administración  Casares  la  provincia  debe: 
Prohibición  á  los  escribanos  de  cobrar  otros  dere- 
chos sobre  terrenos  fiscales  que  los  establecidos  en  el 
arancel  de  9  de  febrero  de  1863.    (Decreto  19  de  mayo 
de  1875):  - 

Resolución  para  la  formación  del  nuevo  pueblo  de* 
nominado  San  Juan^  en  la  Estación  Altamirano,  so- 
bre la  vía  férrea  que  va  á  Chascomús.  (Decreto  29  de 
mayo):— 

Nombramiento  ^e  una  comisión  encargada  de  elejir 
los  terrenos  mas  apropiados  para  el  establecimiento 
de  escuelas  graduadas  en  las  parroquias  de  la  ciudad. 


810  PBOTIHOIA 

(Decreto  9  de  junio).  Esto  no  produjo  resultado  al- 
guno:— 

Aprobación  de  un  proyecto  (que  ya  no  lo  es)  de  re- 
des telegráficas  entre  el  Departamento  de  Policía  y  las 
comisarías,  cérceles,  etc.     (Decreto  14  de  junio)  :-^ 

Aprobación  de  los  procederes  del  comisionado  doc- 
tor Vicente  G.Quesada  por  sus  servicios  en  favor  de 
los  intereses  del  país,  durante  su  visita  á  los  Archivos 
y  Bibliotecas  en  España;  y  autorización  al  mismo  para 
que  procediese  á  la  impresión  de  la  obra  sobre  la  Pa^ 
tagonia  y  tierras  australes j  en  número  de  mil  ejempla- 
res, poniendo  á  su  disposición  el  número  de  300  ejem- 
^plares  de  dicha  obra.    (Decreto  26  de  junio):— r 

Creación  de  un  cementerio  general  y  provisoriamen- 
te el  de  la  Chacarita.    (Decreto  26  de  julioj:— 

Construcción  de  nuevo  andén  en  los  ferro-carriles 
de  la  provincia.     (Decreto  28  de  julio):-*- 

Construcción  de  un  edificio  para  cárcel  en  la  ciu- 
dad de  Mercedes,  invirtiendo  la  suma  de  un  millón  de 
pesos.    (Decreto  29  de  julio):— 

Construcción  de  una  casa  de  Justicia,  Municipali- 
dad y  Policía  en  San  Nicolás  de  los  Arroyos.  (Decre- 
to 29  de  julio): — 

Nuevo  empadronamiento  en  toda  la  provincia.  (De- 
creto 9  de  agosto): — 

Aprobación  de  la  traza  de  un  nuevo  pueblo  en  el 
Partido  de  Merlo,  sobre  la  línea  del  Ferro-Carril  á  Lo- 
bos, en  terreno  de  propiedad  de  don  Emilio  Castro. 
(Decreto  6  de  setiembre):— 

ídem  del  denominado  Valentín  Alsina,  en  el  Parti- 
do de  Barracas  al  Sur  (Decreto  id.):— 

ídem  de  la  creación  de  otro  en  Suípacha,  Partido 
adi^rito  á  Mercedes.    (Decreto 24  de  setiembre):— 

Promulgación  de  la  Ley  de  Educación  Gotnun  de  la 
provincia  de  Buenos- Aires.    (26  de  setiembre) : — 

Suscricion  á 260  ejemplares  déla  Recopilación  de 


DB  991t]IOa  AIRBS  9U 

Leyes  y  Decretos  publicada  por  el  doctor  Aurelio  Pra- 
do y  Rojas  (ya  finado),  desde  1810  hasta  1874  inclusi- 
ue.    (L.  21  de  octubre):— 

Creación  de  un  nuevo  Partido  entre  lo8  de  Ranchos 
y  Ensenada.     (L.  id.): — 

Coñstruccionde  variar  (12)  líneas  telegrítficas,  con 
autorización  de  invertir. hasta  siete  millones  y  m'^dio  de 
.  pesos  moneda  corriente.     (L.  27  de  diciembre): — 

Autorización  para  la  formación  de  un  nuevo  pueblo 
en  el  Partido  de  Balcarce.  (Decreto  2?  de  junio 
de  1876):-^ 

Aprobación  para  la  del  pueblo  Brandsen,  (De- 
creto id.): — 

'  Formación  del  pueblo  General  Cortesa  en  los  terre- 
nos reservados  para  ese  objeto  en  el  Partido  del  Tor- 
dillo.    (Decreto  14  de  octubre): 

Autorización  á  los  jueces  de  paz  de  la  campana  para 
hacer  obligatoria  la  destrucción  de  la  langosta.  [De- 
creto 17  de  octubre):— 

Pro^lulgacion  de  la  Ley  electoral.  (23  de  octu- 
bre):— 

ídem  de  la  I^ey  orgánica  de  las  Municipalidades. 
•  (4  de,  noviembre)  :— 

ídem  déla  Ley  de  tierras.     (15  de  noviembre):—: 
Reglamentación  de  la  misma  Ley,  sobre  la  ventííide 
tierra  pública  al  interior  y  esterior  de  laili-aef  dei(fc<Mn- 
teras  (Decreto  16 da. dibiieml}re)j-i/'j  ,iol«.Ii  \A)  [\w)pA 

AptoUó  kjDrfaica£Íitoj^  las£i36<fcciofie6/de  ibe^troiíQiiBíde 
propiedad  pública  en  Tres  Arroyos  y  BaJíí»íBi^ofitito$ue 
-i  íiAíékáAvb\seíi^á&i^^)COh\ñHeg]Q\é^\^  ,úo>iem- 

fie  bheiyídácrstdideJlGídedldifií^hire  ideÜBSO^  (y^\Á\  edm(S>ién- 
r^/;IsBffiíl(>n>de  $i25)Q00^iaen8iiató6  -ájiiols^ríitienso^d^  i4u" 
r>< Far(te;la)Op6raoSc[si  idecMMmffiSurft.'ílue.jdébeiitfit'miqar 
>i ;  (axi 'do]^>  4  mesqs^  <sdgu  n  i  ^licasoi  I K  (JDecnM^  h84  1)  de<  en@^^ 

>.^hñji^^»ym\  lüfttlp&vQf^Qi  )lmpm^iiiie9i^ii^i  m^  iVí^n^tt; ios 


812  PROYIKCIA 

del  21  de  abril  por  la  familia  de  Rosas  invitaba  á  un 
funeral  rezado  en  favor  de  don  Juan  Manuel,  el  cual 
debía  celebrarse  en  la  iglesia  del  Colegio  eK24.  Al  dia 
siguiente  apareció  otro  concebido  en  ios  términos  si- 
guientes, 

€  Al  pueblo  de  Buenos  Airb^  se  le  invita  á  asistir 
el  martes  24  del  corriente  (abril)  á  los  funerales  que 
por  el  eterno  descanso  del  ilustre  brigadier  general 
don  Juan  Manuel  de  Rosas,  que  se  celebrará  en  la 
iglesia  del  Colegio : 

<  Creemos  inútil  recomendar  la  asistencia  al  pueblo 
patrióíicode  Buenos  Aires. 

€  Varios  amigos  del  ilustre  brigadier. » 

,  Es  sabido  que  Rosas  prohibió,  no  por  decreto,  sino 
por  medio  de  la  policía,  la  mas  mínima  manifestación 
de  dolor  por  la«pérdida  de  un  deudo  que  hubiese  sido 
inmolado  por  unitario.  La  viuda  no  podía  llorar  la 
muerte  de  su  esposo,  la  madre,  la  de  un  hijo,  la  herma- 
na, la  de  un  hermano,  el  hijo  ó  hija,  la  de  un  padre:  era 
prohibido  llevar  luto  con  motivo  de  una  tal  pérdida, 
acompañar  el  cadáver  de  un  deudo  querido  que  hubie* 
ra  sido  sacrificado  como  enemigo  de  la  tiranía;  no  po- 
día ser  sepultado  sino  arrojado,  al  osario,  y  mucho 
menos  era  permitido  el  mandar  celebrar  exequias  fú- 
nebres por  la  victima.  Lejos  de  tan  natural  manifes- 
tación de  dolor,  exigía  que  los  miembros  de  la  familia 
de  la  victima  considerasen  aquellos  actos  de  barbarie 
como  justos. 

Fué,  pues,  un  paso  imprudente  de  parte  de  la  fami- 
lia de  Rosas  en  invitar  públicamente  á  un  funeral,  ea 
presencia  de  los  hijos  de  tantas  víctimas  sacrificadas 
por  la  tiranía.  Esa  imprudencia  dio  motivo  á  que  se 
constituyese  una  gran  comisión,  compuesta  de  ciuda- 
danos notables  en  todo  sentido,  entre  los  cuales  figu* 

•  raban  militares  de  la  mas  alta  graduación,  abogados 


DB   BÜBH08  AIBB5  313 

distinguidos,  comerciantes  acaudalados,  clérigos,  re- 
dactores de  diario,  etc.  etc.  é  invitase  al  pueblo  de  Bue- 
nos Aires  para  concurrir  el  mismo  día  24,  á  la  cate- 
dral al  funeral  que  había  de  celebrarse,  como  se  cele- 
bró, por  las  víctimas  de  la  tiranía.  Inútil  es  decir 
que  todo  el  pueblo  de  Buenos  Aires  concurrió  á  tan 
solemne  acto,  confundiéndose  los  hombres  de  todos 
los  partidos,  sin  esceptuar  lo^  del  mismo  Rosas. 

£1  gobierno,  en  vista  de  que  tan  respetable  y  numero- 
sa reunión  de  ciudadanos  de  todas  las  opiniones,  hubie- 
se promovido  aquella  demostración  en  honra  de  las 
víctimas  de  la  tiranía,  se  asoció  á  ella,  asi  como  el  de 
la  nación,  ordenando  que  en  todos  los  establecimientos 
públicos  i;e  mantuviese  á  media  asta  la  bandera  nacio- 
nal, hubiese  formación  de  tropas,  etc.,  en  razón  de  que 
entre  las  víctimas  inmoladas  por  la  tiranía  estaban 
comprendidos  mujtitudde  hombres  eminentes,  á  quie- 
nes^ por  sus  grados  militares  ó  empleos  cívicos  corres- 
pondía hacérseles  honras  fúnebres  con  arreglo  á  las 
ordenanzas  militares  vigentes. 

De  este  incidente  nació  la  conciliación  de  tos  parti- 
dos, en  la  que  tuvo  no  poca  participación  el  gobernador 
Casares  y  sus  ministros. 

Redujo  (27  de  abril)  las  suscriciones  oficiales  á  diez 
ejemplares  y  reglamentó  la  distribución  de  las  publica- 
ciones también  oficiales,  á  lasque  deben  tener  derecho, 
por. un  ejemplar,  el  gobernador,  el  vice-gobernador, 
los  ministros  de  gobierno,  los  oficiales  mayores  de  los 
ministerios  y  los  gefes  de  las  diversas  reparticiones 
administrativas  de  laprovincia^  todos  los  jueces  supe- 
riores é  inferiores  de  la  misma,  el  presidente  de  la 
República,  los  ministros  del  Poder  Ejecutivo  nacional, 
la  corte  suprema,  los  secretarios  del  congreso,  los  go- 
bernadores de  las  provincias,  la  Biblioteca  Nacional  y 
las  Populares  de  la  provincia  y  de  toda  la  Rep\Jblica, 
las  municipalidades  de  la  ciudad  y  campaña. 


814  FBOVIHCIA 

Aprobó  (lOde  jalio}  la  operación  de  la  mensura  y 
traza  de  ejido  del  pueblo  de  la  Magdalena,  autorizando 
ala  municipalidad  respectiva  para  practicaren  cada 
caso  de  escrituración  las  investigaciones  necesarias,  á 
fin  de  establecer  la  verdadera  superficie  que  se  adqui- 
riese; é  igualmente  el  plano  y  proyecto  de  la  traza  del 
pueblo  de  Merlo,  (14  de  setiembre). 

Promulgó  (16  de  octubre)  la  ley  en  que  se  autoriza- 
ba al  Poder  Ejecutivo  la  designación  de  un  paraje  en  el 
Paseo  Julio  para  colocar  la  estatua  de  José  Mazzini, 
ofrecida  por  la  colonia  italiana  al  municipio  de  Buenos 
Aires;»— la  de  17  del  mismo  mes  creando  el  «  Monte  de 
Piedad  en  la  provincia  de  Buenoá-Aires, »  para  présta- 
mos sobre  .prendas; — la  del  26,  creando  el  nuevo  Partido 
•  de  Bolívar,  designándole  por  limites,  al  N.  E.  el  Partido 
de  Veinte  y  cinco  de  Mayo,  al  S.  E.  el  de  Alvear,  al 
S.  O.  la  Pampa  y  al  N.  O.  el  Partido  de  Nueve  de.Julio, 
y  por  cabeza  del  nuevo  Partido  el  pueblo  de  San  Car- 
los, ubicado  en  el  lugar  del  fuerte  del  mismp  nombre;— 
la  del  10  de  noviembre  para  la  fundación  de  una  colonia 
ruso-alemana  en  el  pueblo  de  Olavarría  y  en  el  Arro- 
yo Nievas;  -  la  del  13.  de  febrero  de  1878  autorizando 
al  Poder  Ejecutivo  para  invertir  la  suma  de  $  50,000, 
•á  fin  de  que  la  provincia  concurriese  á  solemnizar  el 
centenario  del  general  San  Martin;  se  asoció  á  las  so- 
lemnidades públicas  que  se  celebraron  el  2b  del  mis- 
mo mes  de  febrero  en  honor  de  aquel  gran  capitán^ 
declarando  feriado  el  citado  dia  para  toda  la  provincia 
y  ordenando  la  asistencia  de  todos  los  enipleados  de  la 
provincia  á  las  ceremonias  decretadas  por  el  gobierno 
nacional;  el  mantener  izada  la  bandera  nacional  en 
todos  los  edificios  públicos  de  la  provincia  iluminándo- 
se su  frente  por  la  noche  durante  los  dias  23,  24  y  25 
del  referido  mes  de  febrero.  Y  en  el  dia  siguiente,  el 
gobernador  Casares,  acompañado  de  sus  ministros  los 
doctores  C.  Pellegrini  y  B.  Lastra^  pasó  á  $alu|af  á 


DB  éÜMtfS  A1BB8  816 


los  guérret*ós  de  ía  indepetiíenciA  y  á  ftístrrbbír  á  Jos 
sargentos,  éabos  7  soldados  1¿3  fondos  destinados  á 
ese  obj  eto .  ' 

Un  suceso  lamentable  coincidió  con  la  grandiosa 
apoteosis  del  primer  centenario 'del  ilustre  general  Jo- 
sé de  San  Martin,  y  fué  el  fallecimiento  de  su  biógrafo 
el  eminente  literato  argentino  Juan  María  Gutiérrez, 
quien,  después  de  haber  presenciado  con  entusiasmo 
aquel  sublime  acto^  se  retiró  á  su  casa  como  á  las  nue** 
ve  d^  aquella  misma  noche,  pero  para  quien  no  amane- 
ció el  26,  dia  en  que  el  gobierno  decretó  honores  fúne- 
bres, á  que  a§istió  el  gobernador  Casares  con  sus  mi- 
nistros Pellegrini  y  Lastra  y  todos  los  empleados  su- 
periores de  las  diversas  reparticiones  de  la  adminis- 
tración. 

.  Las  últimas  disposiciones  del  gobierno  de  Casares 
fueron,  un  decreto  (29  de  abril  de  1878)  prohibiendo  al 
Ferro-Carril  del  Oeste  el  tránsito  de  sus  trenes  á  vapor 
por  las  calles  del  municipio  desde  la  Estación  del  Par- 
que hasta  la  del  Once  de  Setiembre  y  acordando'  el 
término  de  un  año,  para  el  cumplimiento  de  esta  dis- 
posición, que  no  pudo  llevarse  á  cabo,  según  lo  decla- 
rara el  Directorio  respectivo  en  un  estenso  manifiesto 
pasado  al  Poder  Ejecutivo;  y  otro,  el  de  30  del  mismo 
mes  declarando  cabeza  de  Partido  al  pueblo  Necochea 
el  terreno  designado  en  la  margen  derecha  del  Rio  Que- 
quen  Grande  sobre  su  embocadura  en  el  mar. 

El  gobernador  Casares  bajó  de  su  alto  puesto  tras- 
mitiendo el  bastón  del  mando  légalmente  á  su  sucesor 
el  doctor  Tejedor,  como  resultado  de  la  conciliación 
de  los  partidos^  á  que  aquél  había  contribuido  con  pa- 
triotismo. 

f  9V9<-Dr.  CÁBLOISB.  TEJTEDOB,  9""  gobernador  cons- 
titucional y  doctor  José  María  Moreno,  vice-goberna- 
dor,  electos  respectivamente  en   consecuencia  de  la 


316 


PROvnroiA 


conciliactonde  los  partidos  polflicos  y  puesto  el  pri- 
mero en  posesión  del  mando  ell^  de  mayo. 

El  gobernador  Tejedor  oi:ganizó  su  ministerio  con 
los  señores  Santiago  Alcorta,  gobií^rno,  y  Francisco 
L.  Balbin,  hacienda,  hasta  la  fecha  de  la  publicación 
de  esta  Historia.  ^ 


PROVINCIA  DE  SANTi-FE 


1810-1878 


í  . 


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«     ^ 


ACTA  DE  mAM  DE  LA  «AD  DE  SANTA-FE^'^ 


Yo  Juan  dbGabay,  CapUan  y  Justicia  Mayor  en  es^a 
conquista  y  población  de  el  Paraná  y  Rio  de  la  Plata — 
Digo  que  en  el  nombre  de  la  Santísima  Trinidad  y  de  la 
Virgen  Santa  María  y  de  la  Universidad  de  todos  lo» 
Sant03  y  en  nombre  de  la  Real  Magestad  de  «  El  Rey  doil 
Felipe  nuestro  señor  y  del  muy  Ilustre  señor  Juan  Ortiz 
de  Zarate  Gobernador  y  Capitán  General  y  Alguacil  Ma»* 
yor  de  todas  las  Provincias  de  dicho  rio  de  la  Plata  y  por 
virtud  de  los  poderes  que  para  ello  tengo,  fundo  y  asien- 
to y  nombro  esta  Ciudad  de  Santa  Fó  en  esta  Provincia 
de  Calchines  y  Mocbretaes  por  parecerine  que  en  ella  hay 
las  partes  y  lascossas  que  convienen  p&ra  la  perpetua*^ 
Clon  de  dicha  Ciudad^  de  agua  y  leña  y  pastos  que  quiera^ 
y  casas  y  tierras  y  estancias  para  los  vecinos  y  morado- 
res de  ella  y  repartirles  como  su  Magestad  lo  míandb  y 
asiéntola  y  pueblolá  con  aditamiento  que  todas  las  veces 
que  pareciese  ó  se  hallase  otro  asiento  mas  conveniente 
y  provechoso  para  la  perpetuidad  lo  pueda  hacer  Con 
acuerdo  y  parecer  de  el  Cabildo  y  Justicia  que  en  esta 
Ciudad  hubiese  como  pareciese  que  al  sevicio  de  Dios  y 
de  su  Magestad  mas  convenga  y  porque  su:Magestad 
Xnanda  á  los  Gobernadores  y  Capitanes  que  assi  pobla-f 
sen  y  fundasen  nuevos  pueblos  ó  Ciudades  y  les  dá  poder 
y  comisión  para  que  puedan  nombrar  en  su  Real  nombre 

(1)  Efita  Acta  ^  d9  la  faBdaclOQ  de  la  antigua  ciudad |  <ij¡l%  hoy  tieae  el  oomf 
bre  de  Callaste,  á  16  leguas'  al  norte  de  la  de  Santa  Fe. 


320  PROVINCIA 

Alcaldes  y  Rejídores  para  que  tengan  en  justicia  y  buen 
Gobierno  y  Policía  las  tales  Ciudades  ó  Pueblos— assi 
yo  en  nombre  de  su  Magestad  y  de  el  dicho  señor  Gober- 
nador nombro  y  señalo  por  Alcaldesa  Juan  de  Espino- 
sa y  á  Hordaño  de  Arbillo,  y  por  Rexidores  á  Benito  de 
Morales  y  á  Bernarao  de  Zalas  y  á  Matheo  Gil,  y  á  Die- 
go Ramírez  y  á  Lázaro  de  Vinialbo  y  á  Juan  de  Santa 
Cruz;  y  anssi  en  nombre  de  su  Magestad  y  del  dicho  se- 
ñor Gobernador  les  doy  poder  y  facultad  para  que  ussea 
y  exerssan  los  dichos  oficios  de  Alcaldes  y  Rexidores  en 
aquellas  aussas  y  cossas  conbenientes  y  á  ellos  tocantes 
conforme  las  ordenanzas  que  su  Magestad  tiene  hechas 
para  la  Ciudad  y  Pueblos  de  las  Indias  para  que  ussea 
assi  de  Alcaldes  ordinarios  como  déla  hermandad  en  to« 
dos  los  negocios  á  ellos  tocantes  y  no  obstante  que  su 
Magestad  por  sus  Reales  Provisiones  manda  que  sean 
cada  año  elejídos.  Y  «ssi  cumpliendo  yo  sus  Reales, 
Mandamientos  por  tales  los  nombro  y  señal o--r-pero  pa- 
reciéndome  que  la  elección  que  sea  de  acostumbrar  hacer 
sea  un  dia  señalado  como  es  usso  y  costumbre  en  tQjdas 
las  Ciudades  y  Reinos  de  su  Magestad— Digo  que  les  doy 
poder  y  facultad  en  nombre  de  su  Magestad  para  que 
exersan  y  ussen  los  dichos  oficios  y  cargos  desde  el  dia  de 
la  fecha  de  esta  hasta  el  dia  del  año  nuevo  que  Venra  que 
es  el  principio  del  año'que  Reyna  de  mili  y  quinientos  y 
setenta  y  cinco;  y  assi  mando  y  por  ordenanza  que  aquel 
dia  antes  de  missa  todos  los  años  tengan  de  costumbre 
de  jimtarseen  su  Cabildo  los  Alcaldes  y  Rexidores  con 
El  Escribano  de  Cabildo  y  hacer  'su  nombramiento  y 
elección  como  Dios  mexor  les  diere  á  entender  á  la  ma- 
nera y  forma  que  se  acostumbre  en  todos  los  Reynos  del 
Perú-  Otro  ssi  mando  á  los  Alcaldes  y  Rexidores  vayan 
conmigo  y  en  e)  conmedio  de  la  Plaza  de  esta  Ciudad  me 
ayuden  á  alzar  y  enarbolar  un  Palo  Para  Rallo  para  allí 
en  nombre  de  su  Magestad  y  de  El  señor  Gobernador 
Juan  Orliz  de  Zarate  se  pueda  ejecutar  la  justicia  en  los 


DU   SANTA  FB  221 

delincuentes  conforme  á  las  Leyes  y  Hordenanzas  Reac- 
ios—Otro  ssi  nombro  y  señalo  por  Jurisdicción  de  ésta 
Ciudad  por  lasarte  del  camino  del  Paraguay  hasta  el 
Cabo  de  los  Anegaderos  chicos  y  por  el  rio  avaxo  camino 
de  Buenos-Aires  veinti  cinco  leguas  mas.  avaxo  de  San* 
ti  Espiritusyassia  las  partes  de  El  Tucuman  cinquenta 
leguas  ala  tierra  adentro  desde  las  Barrancas  de  este 
Rio  y'delaotra  parte  del  Paraná  otras  cinquenta— Otro 
ssi  mando  que  e)  asiento  y  repartimiento  de  los  Solares 
Cassasde  los  vecinos  d.¿  esta  Ciudad  se  edifiquen,  y 
assienten  y  se  guarden  conforme  á  las  trazas  que  tengo 
señaladas  en  un  pergamino  que  es  fecho  en  este  assiento 
y  Ciudad  de  Santa  Fé  oy  Domingo  á  quince  de  Noviem*- 
bre  de  mili  y  quinientos  y  setenta  y  tres  afiaa-^O tro  ssi 
en  la  tierra  de  esta  ciudad  tengo  señalado  dos  solares  pa- 
ra  Iglesia  Mayor  la  cual  nombro  la  adbocacion  de  todos 
los  Sancttos — Testigos  que  á  todo  Lo  dicho  fueron  pre- 
sentéis Francisco  j  de  Zierra  Maestre  de  campd  de  esta 
conquista  y  Antonio  Thomas  y.  .  .  •  •  .  Sánchez,  fecha, 
dia,  mes  y  año— Juan  de  Garay — por  testigo  Francisco 
de  Zierra — por  testigo  Antonio  Thomas — Por  testigo 
(inteligible)  Sánchez'-— Por  mandado  del  señor  Capitán 
— Pedro  de  Esplndola  Escribano  nohibrado  po^r  la  justi- 
cia— ^Es  copia;— Matluel  L  Pujato  Sub-Secretario. 

I  ff 

(Memori^  M  Ministerio  del  Interior,  afio  18^4). 

Por  la  precedente  Acta  los  límites  de  Santa  Fe  son:  al 
norte  por  la  parte  del  camino  del  t^araguay  hasta  el  cabo 
de  los  Anegadizos  Chicos,  (1)  y  rio  abajo  camino  deBue- 

(1)  El  Cabo  de  los  Anegadizos  Chicos  se  hallan  al  norte  del  antigao  pae* 
blo  de  San  Gerónimo  (llamado  también  pueblo  del  JRey),  i  distancia  de  80 
leguas  de  la  ciudad  de  Santa  Fe,  y  como  á  64  de  la  «itigua  ciudad,  donde,  se 
kíso  el  aeta  de  fundaciunr 

Por  lo  demás  yi^or  majar  ilustración  sóbrelos  límites  naturales  y  consti? 
tscíonalet  de  la  provinoia  de  Santa  Fe,  puede  consultarse  los  importantes  in- 
formes pasados  separada  y  conjuntamenl«  por  .la  oomísíon  que  ia  pomponea 

21 


822  PBOvnrcu 

■ 

nos^Aires  25  leguas  abajo  de  Santi  Espíritu  (hoy  Rincón 
de  Gaboto).  Este  limite  se  estiende  de  este  lado  del  Pa* 
rand.  Al  oeste  la  provincia  de  Córdoba,  la  que  no  se 
nombra  en  el  acta  de  fundación,  porque  al  mismo  tiempo 
que  Garay  poblaba  Santa  Fe,  Cabrera  estaba  poblando  la 
ciudad  de  Córdoba,  sin  que  uno  ni  otro  de  los  pobladores 
supiese  de  la  población;  asi  es  que  Garay  seíSalaba  aquel 
rumbo  de  Tucuman  por  ser  la  parte  que  sabía  hallarsa 
poblada.  Al  este  50  leguas  á  la  banda  orienial  del  Rio 
Paraná.  Este  límite  fué  desmembrado  á  la  provincia 
de  Santa  Fe,  en  1814,  por  el  Director  Posadas,  para  es- 
tablecer en  aquel  territorio,  lo  que  hoy  ea  provincia  de 
Entre  Rios.  Sobre  esta  desmembración  hubo  una  for< 
mal  protesta  por  parte  de  la  provincia  de  guanta  Fe« 


ACTA  P  LA  MDACiON  Y  MENSURA  m  SANTA  ñ  ^'^ 


En  la  Ciudad  de  Se^nlaf^e  de  la  Bera  Crus  en  veynt^ 
dias  del  mes  de  Fevrero  de  mili  yceis  sientos  y  sinquen- 
ta  y  tres  aíios  (20  de  febrero  de  1653)  Yo  el  Capitán 
Alonsso  Fernandes  Montiel  Besino  y  alcalde  hordinario 
en  ella  por  su  magestad  en  conformidad  del  decreto  del 
Cavildo  Justicia  y  Regimiento  de  ella  y  comission  ámy 
dada  en  virtud  de  la  que  el  seilor  gobernador  desta  pro- 

los  sefiores  don  Domingo  Cregpo,  clon  Urbano  de  Iriondo,  don  Aureliano 
Argento  y  don  Pedro  Rueda,  en  la  Memoria  del  Ministet'io  del  Interior ,  ya 
citada. 

(1)  Ja  trascribimos  literalmente  ysiavaríar  en  nadasn  original  ortogra* 
fia  de  El  Tiempo  de  Santa  Fe,  del  18  de  marzo  de  1866. 

Al  publicar  este  curioso  documento  qne  el  presidente  del  Departamento 
Topográfico  facilitó  á  la  Tedaccion  de  aquel  periódico^  lo  hiiio  ^ta  ata  akevar 
en  nadaBt  loa  mas  vulgares  errores  y  vicios  de  redaooíon,  á  fit)  de  conservar!» 
y  presentarto  en  toda  sa  original  puresa* 


DA  i^AlITA  Ffl  ^38 

víq^sía  dló  9)  dicho  Cavildo  p4ra  la  Pd^ariissioo  de  tier- 
ras y  .chacras  para  lavr^nssas  que  upa:y  otro  eatan»  en 
los  autos  autesedentes   hisse  medissioa  de  las  tierras 
seDaladas  para  chácaras  por  querdas  teniemlo  cad^l  una 
sien  baras  castellanas  con   asistencia  de  los  capitanes 
Diego  Thomas  de  santuchos  anlooto  alvarez -de  la  vega 
antoniodQ  berf^.muxica  el  cappitan  Matheo  de  lencinas 
antoni(>Zuar0s.de  aUamirano  y  .aloAsso  Ramires  y  Juan 
donninges  pereyro  personas  nombradas  por  el  dicho  Carr- 
VÍI40  para  dicho  efecto  y  en  presencia  dé  otros  muchos 
Besinos y. moradores  que  gehaUarun  por  su  deraaboá 
dichas  mediciones  comofuerun  cpppitap  Miguel  de  Enci- 
nas el  y  abiendose  medido  por  cuerdas  el  dicho  pago  de 
arriba  de^de  .si  mpjon  vezino  se  hallí^rMm  siento  y  Mynte 
y  niiebe  cuerdas  y. media. de  ft  si?n  v^^r^sj  castellanas  y 
porque  no  se  á  hallado  padrón  que  de  la  l.u^  iie^esarjfi 
para  ha.ser  9I. prese,i;i,íe  aprovechándome  dft  los.  autQÍ  fe- 
chos por  el  Cappitan  diego  Thomas  de  santuch/pfirvCí<i>-i;i 
comission  q,ue  tuvo  del  Cavildo  deste  dicha  ci^idad./  cpn- 
ferido  que  muchas  chácaras  que  en  dichos  autos  6e.pí>p|i|- 
cionan  po  son  las  cu^erdas  ^ntefas  ^ino  divididas  por  ^a- 
tas  y  bentas  de  sus  (Jueflos  y  que  my  comisa¡or)..dis39 
señale  á  quatro  y  Á  dos  cuerda:?  seguróla  calidad  de  los 
Lavradores.  hisse  la  repartission  y  señalamiento,  dp  ¡as 
chácara^  del  dis^o  p^go  de  arriv^  en  ^a. forma, sigqjp^te. 

Pago  op  arriva  i 

«  Primeramente  medy  y  señale  desde  el  'dicho  iMójori 
vesfeo  al  ejido  q^atrb  cuerdas  á  los  heredéroíj  del  ^eñor 
adelantado  don  Juíín  alotisso  dé  Vera  que  según-  las  di- 
ligencias sitadas  párese  las  teniaVí  en  la  Ciudad  Biieja; 

« Luego  se  siguen  dos  cuerdas  de  los  herederos  dfe 
JtmH'Ruisde  Qtencio  y  úbrid,  ouerdá'd^'  \c^  hered^ros'de 
ainbrooia  xímenejs  que^nas  y  otras  son  tres  ctreitkrs^. ' 

€  Luego  se  sigue  el  cappitan  Juan  RésquitV  toft  Ú6é 
cuerdas^.'' ;  '       >   u   .-    .'•  .<.  •  -.:  /  •■.i 


324  PBOVIKCIA 

«  Lnego  se  sigue  antonío  de  vargas  <5on  tres  cuerdas. 

c  Luego  se  sigue  alonsso  fernandes  tnontyel  el  mosso 
oon  dos  cuei^das. 

« Luego  se  sigue  el  cappitan  geronimo  rryberola  con 
quatro  cuerdas. 

«Sigúese  luego  Cosma  sanchez  con  una  cuerda. 

«  Luego  se  sigue  el' cappitan  Motheo  de  lencinas  con 
'quatro  cuerdas  el  capitán  miguel  de  lencinas  con  dos 
cuerdas» 
-    «Luego  se  sigue  felicíano  Rodrigues  con  dos  cuerdas. 

c  Los  herederos  de  Juan  dias  con  dos  cuerdas. 

«  Luego- se  sigue  los  heredeí-os  de  diego  Lopes  con  dos 
cnerdas. 

«Luego  se  sigue  un  fulano  ortis  con  una  cuerda. 

«Luego  se  siguen  los  herederos  de  diego  suares  con 
.  tres  cuei-das.    ' 

«  Liiego  se  sigue  el  cappitan  Cosme  de  abila  con  tres 
•cuerdas. 

« Luego  se  siguen  los  herederos  de  diego  de  balensue- 
la  con  dos  cuerdas. 

TLuego  se  sigue  el  Licenciado  anfonío  santuchos  con 
dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Juan  dé  arse  con  doé  cuerdas. 

Luego  se  sigue  alonsso  ramires  con  tres  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Cosme  sanches  con  dos  cuerdas. 

Luego  sigue  gaspar  fernandez  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  domingo  hernandez 
con  dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  del  gobernador  her- 
nando  arias  de  saavedra  con  quatro  cuerdas. 

Luego  se  sigue  antonio  de  bera  muxica  con  sinco  cuer- 
das con  una  que  se  le  agregó  de  alonsso  de  león. 

.Luego  se  $igue  Jua^a  dias  g^lindo  con  quatro  cuerdas. 

Lu^go^e  ^guen  los.  herederos  de  diego  de  ia  calsada 
cof>  u.na  ovi^rda., 

Luego  se  sigue  Vísente  moreyra  con  una  cuerda. 


\ 


DB  0AIITA  VB  385: 

Luego  se  sigue  Pedro  alvares  salgero  con  dos  cuerdas. 
Luego  se  siguen  los  herederos  de  guistín  alvares  con 
querda  y  media. 

Ln^d  se  sigue  Juan  alvares  hoVguin  con  cuerda  y  rrie- 
dta. 

Luego  se  siguen  domingo  martln  y  donato  de  orónacon 
tres^  cuerdas. 

Luego  se  sigue  doifi  diego  de  azevedo  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  francisco  de  apaVicío  con  dos<5uerdas. 

Luego  se  sigue  el  maesUH>de  campo  Juan  arias  de  sá- 
abedra  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  el  Colegio  de  la  Compañía  de^Jesus  con' 
dies  y  ochoq^uerda  y  media. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  bartolomé  sanches 
con  dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  don  francisco  mar- 
tel  "de  gueman  con  quatro  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Pedro  Medina  con  dos  cuerdas; 

Luego  sé  siguen  los  herederos  de  luis  de  aguilera  con 
dos  cuerdas. 

Luego  sé  sigue  dófíamaría  altamirano  con  dos  cuer- 
das. 

Luego  se  sigue  don  Juan  de  laCrus  con  dos  cuerdas. 

Luego  sigue  francisco  hernandes  con  dos  cuerda:s. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  lasaro  antonio  de 
gueman  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  Juan  Sanches  con 
dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Juan  de  Eápinosa: ' 

Luego  se  siguen  los | herederos  del  capitán  Juan  Osuna 
con quatro  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  del  P^.  graviel  sanches 
con  iquatro  cuerdas. 

Conque  quedan  ajustadas  las  dichas  siento  y  beynte 
y  nuebe  cuerdas  y  media  del  pago  de  arriva  y  costa  de 
las  Lagunas  del  Saladillo. 


336    .  VRórmííA 


PAGO  DE  A  Bajo 

Iten  se  midierun  las  tierras  de  la  costa  del  salado 
grande  desde  suprimen  mojón  vesinoexido bástala Cru^ 
sitada  del  cappitan  Miguel  de  santuchos  y  se  hallarun 
siento  y  dies  y  ocho  cuerdas  de  a  sien  baras  castellanas 
cada  una  cuerda  sin  cañadas  el  uno. ny  otro  pago  y  se  rre- 
partierun  según  ios  autos  obrados  por  el  cappitan  diego 
Thomas  de  santuchos  en  la  forma  siguiente: 

Primeramente  desde  el  mojón  vezino  al  ejido  di  y  se- 
Qiale  el  convento  del  sefior  sianto  domingo  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  el  general  doi)  crisptoval  de  garay  con 
quatro  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  Miguel  Rodríguez 
con  querda  y  media. 

Luego  se  sigue  antonio  ZuaresaUamirano  con  quatro 
cuerdas.     .       . 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  Juan  de  Arze  con  dos 
cuerdas. 

Luego  se  sigue  dona  marta  cortes  de  santuchos  con 
dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  heladeros  de  francisco  martines 
con  querda  y  media; 

•  Luego  se  sigue  el  toppitanAlónsso  fernandes  montíel 
con  quatro  cuerdas. 

Luego  se  sigue  .el  eáppitaü  Juan  gomes  Resio  con  qua- 
tro cuerdas.  » 

Luego  se  sigue  Roque  dé  mendieta  Zarate  con  tres 
euerdaSi 

Luego  se  sigue  el  cappitan  hernando  montiel  con  tres 
querdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  del  cappitan  miguel  de 
Santuchos  con  siete  cuerdas  y  medias. 

Luego  se  sigue  el  cappitan  Bernave  Sancihes  con  tres 
cuerdas. 


PB   SANTA  FB  827 

Luego  se  sigue  Juan  hernandes  Romo  con  tres  cuerdas. 
•  Luego  se  sigue  el  general  diego  de  bega  y  frías  con 
cuatro  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Josef  negrete  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  hecederos  de  basualdo  con  dos 
cuerdas. 

Luego  se  sigue  antonio  albares  de  la  bega .  con  quatro 
cuerdas.  % 

Luego  se  sigue  Juan  gonsalesde  atayo  con  tres  cuer- 
das.      * 

Luego  se  sigue  el  cappitan  crisptoval  de  Santuchos 
cqn  tres  querdas. 

Luegt)  se  sigue  Juan  cardoso  el  mosso  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  andres  belasques  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  don  diego  de  acebedo  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Juan  domingues  pereyro  con  dos  cuer- 
das. 

Luego  se  sigue  dona  francisca  nabarro  digo  crisptoval 
Ximene  su  hijo  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  doña  francisca  nabarro  con  tres  cuer- 
das. 

Luego  se  sigua  Bartolomé  de  liscano  con  una  cuerda. 

Luego  se  siguen  los  padres  de  nuestra  señora  de  las 
me;rx:edes  con  doscuérdas. 

Luego  se  sigue  eKcappitan  Lasaro  del  peso  con  quatro 
cuerdas. 

Luego  se.sigue  doñageronima  arias  de  monliel  con  dos 
cuerdas* 

Luego  se  siguen  los  herederos  del  cappitan  Juan  de 
osuna  con  dos  cuerdas.  « 

Luego  se  sigue  alvaro  de  andrada  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Juan  de  vega  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  grabiel  de  monson  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  Juan  gomes  de  salinas  con  dos  cuer* 
das. 


328  PBOYUtciA 

Luego  se  siguen  lofe  herederos  de  cpísptoval  de  areva- 
lo  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  catalina  muños  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  siguen  los  herederos  de  Juan  de  Contreras  y 
diego  de  sepedacondos  cuerdas^  declarase  que  las  dos 
cuerdas  que  están  aquí  nombradas  para  Los  herederos 
de  Juan  de  Contreras  y  diego  de  sepeda  son  ^de  catalina 
muños  y  los  señalados  á  lo  ssussodicho  sonde  dichos 
erederos  de  Juan  de  contreras. 

Luego  se  sigue  Alonsso  Ramires  con  cuerda  y  media. 

Luego  se  sigue  doña  Leonor  de  herrera  con  una 
cuerda. 

Luego  se  sigue  donaPolonia.de  ha  Róssa  con  cuerda 
y  media. 

Luego  se  sigue  Ignacio  bautista  alcalde  de  la  sania 
hermaudad  con  quatro  cuerdas. 

Luego  se  sigue  el    Licenciado  francisco  holguin  con 
quatro  cuerdas. 
'  Luego  se  sigue  Ignacio  holguin  con  dos  cuerdas. 

Luego  se  sigue  el  cappitan  diego  Thomas  de  Santu- 
chos con  quatro  cuerdas  que  son  las  últimas  al  dicho  lin- 
dero de  la  Crus  con  que  quedan  ajustadas  las  siento  y 
diesy  ocho  cuerdas  de  tierra  del  pago  de  abajo. 

Y  en  la  forma  referida  se  hissola  partission  de  ambos 
pagos  de  que  mande  haser  y  hisse  este  padrón  que  man- 
de se  arrime  á  los  demás  autos  de  la  trasmuta  y  lo  firme 
con  dichos  diputados  y  señalados  por  dicho  cavildo  para 
lias  dichas  medíssiones  y  testigos  siéndolo  Juan  de  arse 
el  cappitan  miguelde  lencinas  y  feliciano  Rodrigues  vesi- 
nos  y  moradores  desta  dicha  ciudad  y  baen  papel  común 
por  no  aberllo  sellado  y  estar  mandado  se  usse  del  por  el 
Señor  Lisenciadb  don  Andrés  gara  vito  de  león  del  ha- 
vito  de  santiago  del  consejo  de  su  magestad  su  oydor  en 
la  Real  audiensiade  laplatay  Bicitador  general  tiestas 
provincias  y  passo  ante  my  por  defecto  de  escrivano  pú- 
blico ny  Real —Alonsso  fernandes  montiel— diego  Tho- 


DR  6A9TA  FE  839 

mas  de  santuchos-*-Mateo  de  lancinad— Antonio  Zuares 
altaoiiracio— Alonso  Raoiires  gaete— Juan  damingues  pe- 
rey  ra — testigo  Juan  de  arze — testigo  Miguel.de  lencinas— r 
testigo  feliciano  Rodrigues. 

YoeJcappitan  crisptoval  domingues  de  3anabria  vesi- 
noy  alcalde  bordin ario  desta  ciudad  de  santa  fee  de  la 
Bera  Crus  provincia  del  Rio  de  la  plata  por  su  majestc^d 
mande  sacar  el  traslado  de  sussoque  queda  el  original 
en  los  demás  papeles  de  la  dicba  ciudad  ba  sierto  y  ber« 
dadero  correjido  y  conssertado  y  en  fee  dello  lo  autorisso 
y  í}rmo  ante  my  y  testigos  que  lo  fuerun.  Thomas  gaioso 
y  pedro  peres  de  castro  y  andres  de  alvares  del  castillo 
vesÍQQs  desta  dicha  ciudad  de  santa  fee  que  asy  mismo, 
firmarqn  por  falta  de  escrivano  Piíjblico  ny  Real  y  es  fe^ 
cboen  est£^  dipl^a  ciudad  en  beinte  y  un  dias  del  mes  de 
abril  de  nüill  y  seissientos  y  sesenta  y  dos^  años  y  ba  en 
papel  pomun  por  no  aberllo  sellado— ^Crisptoval  Domin- 
ges  de  sanabría— testigo  pedro  peres  de  Castro— testigo 
Andres  alvaresde  Castillo— testigo  thomas  gayoso. 

^  Santa  Fe  (1)  debe  su  fundación  á  la  necesid-ad  de  ase- 
gurar el  tránsito,  Qomunicacion  y  comercio  del  Paraguay, 
con  el  Perú  x  Cbile.  Era.material mente  imposible  transi- 
tar por  el  dilatadísimo  territorio  que  separadlas  pguas 
del  Paraná  de  la  provincia  del  Tucuman,  mucho  ma^ 
cuando  estaba  poblado  de  innumerables  tribus  salvajes. 
Con  este  objeto  vino  del  Paraguay  don  Juan  de  Garay  á 
eonquistar  la  provincia  de  los  indios  Calchinesy  Colasti- 
nes.  El  dia  30  do  setiembre  de  1573  topió  puerto  y  la 
docilidad  de  estos  indios,  como  la  de  sus  vecinos  los  Mo*-. 
coretaesy  Pairindis,  le  facilitaron  la  empresa,  de  modo 
queell°  de  noviembre  el  ij  i  ó.  ya  el  sitio  donde  debiera 
construir  la  ciudad.  Enarboló  en  Cayastá  ía  bandera 
española  y  la  Santa  Cruz,  y  autorizó  la  ciudad  con  el  nona- 
bre  de  Santa  Fe  de  la  Vera-Cruz, poniéndola  bajo  el  am- 

■ 

(1)  Informe  de  don  Urbano  de  Iriondo,    publicado    en  Ul  Memoria  antes 
citada. 


830  i^BOTnrciA 

paro  del  Mékltiio  doctor  San  Gerónimo.  Trazó  en  un 
pergamino  el  plano  de  la  ciudad  y  él  15  del  mismo  levan- 
tó el  acta  de  su  fundación^  cuya  copia  encabeza  este  es- 
pediente. Esta  acta  señala  un  territorio  para  la  provin- 
cia, y  es  el  título  de  su  propiedad.  Mantiene  su  posición 
civil;  y  su  posición  natural  la  ha  estendido  á  veces  hasta 
los  mismos  términos  en  el  acta  señalados;  á  veces  se 
ha  limitado  en  los  sul>urbio8  de  esta  ciudad.  Cincuenta 
y  dos  años  estuvieron  los  españoles  gozando  de  todo  el 
territorio  conservado  á  loa  indios  y  en  paz  con  ellos. 
Pero  en  este  tiempo  los  Cálchaquís  unidos  oon  los  Mogo- 
mas,  Naticas,  Callagaes  y  Abiponeá  destruyeron  laciu* 
dad  de  la  Concepción  de  Buena  Esperanza,  fundada  por 
los  españoles  sobre  el  Rio  Bermejo,  y  vinieron  sobre  San- 
;ta  Fe  á]la  que  Hostilizaron  tanto  y  tan  atrozmente,  que  don 
Mendodela  Cueva  y  Benavidez,  gobernador  y  capitán 
general  de  la  provincia  de  Buenos-^AireS  determininó 
mandar  unaespedicion  en  su  socorro,  que  logró  ahuyen- 
tarlos y  les  hizo  300  prisioneros.  Pero  luego  que  se  re- 
tiraron á  Buenos-Aires  las  fuerzas  ausiliares,  volvieron 
k)s  indios  con'tal  furia  que  obligaron  al  vecindario  á 
trasladar  la  ciudad  al  lugar  donde  hoy  se  halla.  Esto 
sucedió  el  año  de  1652,  en  que  se  d¡6  principio  á  la  obra, 
y  hubiera  sido  imposible  llevarla  á  cabo,  si  el  maestre  de 
campo  don  Juan  Arias  de  Saavedra  no  hubiese  logrado 
triunfar  sobre  los  indios  en  1657;  y  obligado  á  hacer  las 
paces  á  los  Calchaqules,  con  que  se  logró  dar  fin  á  la 
traslación  dé  la  ciudad  en  1660,  en  que  contaba  87  años 
de  su  primera  población,  de  los  que  36  había  pasado  en 
continua  guerra. 

t  La  paz  con  los  indios  y  la  protección  del  rey  de  Es- 
paña que,  por  real  cédula  del  31  de  octubre  de  166á  de- 
claró al  de  esta  ciudad  puerto  único  y  preciso  de  las  em- 
barcaciones que  navegasen  el  ;Paraná;  los  vecinos  de 
esta  ciudad  restablecieron  sus  perdidas  comodidades  y 
haciendas.    Los  indios  eran  fieles  á  sus  promesas,  y 


\ 


progresaba  él  país  botablémente.  El  jyro^eso  hubiese 
sido  mas  Mpído;  perojancargAdó  pof  eS  gdbefnadot»  y 
6ap¡t*in  gertéral  de  Buenos-Aires  don  Joáé  de  Odrr<o,  el 
maestre  de  campo  don  Antonio  de  Vera  y  Mujlc^  co*^ 
mandante  de  estas  milicias,  de  hacer  desalojar  ae  los 
portuguesas  las  islas  de  San  Gabriel,  tuvéy  que  movi- 
lizar las  milicias  con  las  que  acampó  en  la  Banda  Orien- 
tal en  el  parage  que  desde  entonces  ¿e  llamó  el  Real  dé^ 
Vera,  donde  reunió  el  ejército  espafiol;  ton  el  que  asaltó' 
y  concluyó  con  los  portugueses  al  mando  del  general! 
don  Maííuel  Antonio  de  Lobo  el  7  de  agosto  tíe  1*60; 
Después  de  este  triunfo  regresó  el  señor  Vera  Mujica  á 
esta  ciudad,  qdé  se  hallaba  libre  de  la  persecüCi(»n  dé  ios 
indios.  Entonces  se  le  encomendó'á  estesefior  la  éour 
quista  de/1  Chaco  por  el  Tucumaíi^  cuya  empresa  nó  iuvo 
efecto  por  las  emulaciones  del  gobierno  de  aquélla  pro* 
vincia.  Pero  era  tal  \^  tranquilidad' de  Santa  Fe,  que, 
seguti  una  memoria  escrita  elaflo  de  1780,  habla  mas  dé 
30  leguál^  al  norte  de  esta  ciudad  pobladas  de  pingües 
e^tahci^s,  de  las  que  sacaban  haciendas  á  millares  para; 
las  poblaciones  del  interior^  Corrientes  y  el  Paraguay;. 
y  aun  se  conocen  propiedades  de  particulares  á  esa  altu- 
ra. Pdfo  el  indio  Notirirl  {á  quien  el  padre  Lo^cano  lla^ 
ma famoso),  c^audillo  de  níinlero'sa  parcialidiad  de  la  na^ 
cioaMocóyí,quehab¡tal>a  la  p^rte  defl  Chaco  que  Hnda 
con  las  froliteiras  de  Salta  y  Jiyui,  cayo  alrevlmie4>to  ha^ 
bia.  llegado  hasta  atacar  la  misma  ciudad  de  Salta,  por 
derosámente  perseguido  por  los  españolea,  *  abandona 
aquellas  comarcas  y  persuadió  á.los  Aguilotes  d^  laa 
venti\|as  de  esta  trasmigración,  y  coa  ella  se  vino  al  paia 
de  los  Abipones,  fronterizos  de  esta  ciudad*  trayendo 
consigo  gran  número  de  caballos  de  las  estancias  de  los 
españoles.  Unidos  éstos,  y  aprovechándose  de  la  dis*- 
tancia  en  que  se  hallaban  Jos  tercios  de  Sania  Fe  y 
Corrientes,  que  al  mando  de  don  Francisco  de  Vera  Mu- 
jica,- hijo  del  referido  don  Antonioi  fueron  en  uña  espedí- 


883  '  PBOVivciik 

eiongeiteral,desUnados.á  seguir  el  rio  Caimán  hasta  la 
asolada  eiiidad  de  la  Conoepcion  de  Buena  Esperanza, 
Ijrincipiapon  sus  hostilidades,  y  en  1711  hiipíeroa  gran 
mortandad  de*  estancieros  y  pobladores  de  la  campaña. 
Lo3  santafecinos^  con  snis  fieles  y  valientes  aliados  los 
Calchaquís  defendieron  la  ciudad  hasta  queel  4de  marzo 
de  1718,  .50  ^antafeoinos  pelearon  en  el  Cululú,  14  leguas 
d$.esta  ciudad,  ^  300  indios  de  los  que  s.olo  dos  escapa- 
iron.  Pero  en  el  misnno  año,  hubo  una.peste  general  en 
Ija  provincia  queoa^i  concluyó  con  los  Calchaquís  y  dies- 
Xinió  nuestros  soldados.  Con  esta  calamidad  empezaron 
Ips.indios  nuevamente  sus  hostilidades  y  redujeron  esta 
población á  ios  limítqs  de  esta  ciudad^  que  fué  preciso 
guardar  ooq  paredes  y  fosos. 

€  El  gobernador  y  capitán  general  de  Buenos  Aires  don 
Bruno  Mauricio  deZabala,  con  largueza  á  este  vecinda- 
rio, mandó  tropas-ausilíáres,  arrna^  y  municiones;  y  en 
1726  vino  en  persona  4  prestarle  su  amparo.  En  el  paso 
de  Santo  Tomé,  antea  de  pisar  S.  E.  esta  orilla,  fué  aco- 
metida por  los  indios  su  comitiva^.laque^  ayudada  de  la 
gente  del  fuerte  que  allí  existía  y  de  Varios  santafecipos: 
^ue  á  n^ado  pasaron  en  su  ausiilio,  jmantuvieron  'un  largj 
cohíbate,  hasta  que  los  indios  fueron  derrotados  dej>anclo 
muchos  cadáveres  como  los  había  de  los  nuestros. 

«Entre  las  medidas  tomadas  por  el  señor  Zafoala,  la 
mas  acertada  fué  la  del  nombramiento  de  teniente  gober- 
nadorquehizoen  la  persona  del  ilustre  santafecíno  don 
francisco  Javier  de  Echagíie  y  Andia.  Nunca  (os  indios 
tuvieron^un  enemigo  mas  constante'  ni  mas  valiente.  In- 
trodujo en  ellos  el  terror  y  después  de  haberlos  quebrado 
Con  su  valor,  mandó  auno  délos  muchos  prisioneros  que 
.tenía  en  dstá  ciudad  atendidos  generosamente,  á  propo- 
nerles paces,  las  que  quedaron  concluidas  en  1742,  com- 
pro*met}éndose  los  indios  á  reducirse  en  los  pueblos  que 
íes' establecieron.  No  pitdo  el  magnánimo  señor  Echa- 
gíie cumplir  con  lo  qué  había  prometido  á  los  indios,  por- 


DB   SAKTA   FB 


333 


que  le  tomó  la  muerte;  pero  su  digno  sucesor  don  Fran- 
cisco de  Vera  Mujica  cumplió  fielmente  con  cuanto  aquél 
les  había  prometido,  estableciendo  el  pueblo  de  San 
Francisco  Javier  en  1743,  donde  hoy  se  conserva  desti- 
nado desde  entonce^  á  Ip^  indios  Mqcoyis:  en  1747  el 
del  Rey  ó  San  Gerómino,  á  8Ó  leguas  -¿fe  esta  ciudad, 
para  los  Abipones,  que  en  el  año  de  1824  fueron  trasla- 
dados al  Sauce,  donde  residen;  y  después  el  de  San  Pe- 
dro^ terreno  de  propiedad  del  finado  señor  Candioti,  á  8 
leguas dq  est^  ciudad.  No  quedarojij3ja3J^dio|5sifj.rpj- 
duc¡r$e^  qup  partidas  sueltas  por  los;  xx^ontes  de  Ispjn, 
l(^s  que  á  Qqesf  de^siglo  pasado  el  t^qienie  gQbier^ador 
don  Prudencio  ]¡^an'a  de  Qastañaduj't,  redujo  á  ivn  pueblo 
pacífico  con  .  el  nombrada  Ispiíi.  La  prpviuci^  poseía 
otra  vez  todd  su  territorio:  quedó  asegurado  el  tríui^ito 
para  el  interior  por  el  camino  de  los  ¡^uncjljales  y.  Mar 
Chiqujtaj  y  tanto  por  éste,  conaopprel  .d^l,  Queb^pacho 
Herrado  se  viqj^ba  sin  el  me¡aor  p.eligp,  hall|án4ose  nues- 
tra campaña  poblada  de ,  inm.Qnsasr  I^acieadas  ,..«,•>>, 


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TENIENTES  GOBERNADORES 

.     DEPENDIENTES    DEL    GOBÍERNO    INTENDENCIA    DE 

BUENOS   AIRES 

I§iO-B.    PROIEMCIÓ    HIJLRfjL   Bfi   CÍAÜTAftjLBlJY, 

«  teniente  corontí  retirado,  teniente  gobernador,  desde 

•  el  año  de  1792  hasta  el'  85  dé  junio  de  1810,  que  fué 

depuesto  por  la  Junta  y  sustituido  'por  el  alcalde  de 

1.*'  votó  Lárreehea,  hasta  qve  se  presentase  el  coronel 

Manutíl  Rul¿;  á  quien  se  habla  conferido  el  mando. 

Apesar  de  haber  reconocido  la  q^itorldad  de  la  Junta 
de  Buenos  Aires,  él  4  de  junio,  mandando  tirar  un  ca- 
ñonazo eff  la^plaza  y  repicar  las  campahas,  se  le  orde- 
nó hiciese  entrega  del  n^Undó,  como  lo  hizo,  al  citado 
Larrechea,  quien,  no  considerándose  con- las  aptitudes 
necesarias  para  el  desempeño  de  tan  difícil  cargo^  en 
aquellas  circunstancias,  pidió  ser  relevado,  continuan- 
do, entre  tanto,  el  mismo  Gastañaduy,  hasta  el  3  de 
agosto.  Al  poco  tiempo,  se  retiró  éste  con  su  familia 
para  Buenos-Aires. 

i8tO— D.  PEDRO  TOMÁS  BE  liJLRREflDHEA,     santa- 

fecino,  alcalde  de  I"***  voto,  teniente  gobernador  interi- 
no. Se  recibió  el  85  de  junio,  pero  desconfiando  de  su 
poca  práctica,  pidió  (11  de  julio)  ser  relevado. 

l9iO— D.  MEii€HOR  EC^ACtüE,  santafecino,  coman- 
¿ante  de  armas  y  teniente  gobernador. 

Fué  nombrado  interinamente  el  14  de  julio,  mientras 
se  presentaba  el  que  seguía  provisto  para  servir  aquel 
gobierno,  de  que  se  recibió  el  3  de  agosto,  hasta  el  18 
del  mismo  mes. 


« 

ifiíe^COBiMiBL  MAivvBL  BüíEy  español,  geCa  del 
Fegimientodenegrodde  Buenos->Aires,  teníeate  gober- 
nador, desde,  el  18  de  agosto. 

El  Cabildo,  el  cura  y  varios  veoinos  de  Saleta  Fe  pe- 
dían que  don  Francisco  Antonio  Candioti  fuese  coloca- 
do en  el  empleo  de  teniente  gobernador,  pero  la  Junta 
de  Buenoa-Aiired.  les  contestó  na  poder  complacerlos 
por  haber  sido  ya  nombrado  Ruiz,  quien  tomó  posesión 
desgobierno  en  dicha  fecha  de  18  de  agosto. 

Desde  el  5  de  setiembre,  la  comandancia  de  Entré- 
Rios.  que  desempeñaba  don  José -déUrquiza,  quedó 
dependiendo  de  la  tenencia  de  gobierno  de  Santa-  Fe. 

Cuando  el  general  Belgrano  pasó  por  Santa  Pe,  eñ  2 
de  octubre  de  1810,  con  destino  á  la  espedícion  contra 
el  gobernador  del  Paraguay,  don  Bernai^do  de  Velazco, 
sacó' de  aquella  ciudad  las  doscónripaílíasde  lOO'Él'an- 
déngues  santafecrfíos,  que  tnandíilia  M  teiilerlte  (hecho 
capitán)  Francisco  Antonio  Aldaoy  guarnéclanf  la  fron- 
tera, quedando  éstaC  "abandonada  y  soló  defendida  por 
los  vecinos. 

Délas  referidascompanIas.de  Blandengues,  Ileva- 
dds  por  Éelgrano,  cuyo  ejéf citó  fué  derrotado  por  los 
paraguayos^  no  volvió  mas  que  el  sarjentó  ya  alférez 
don  Estanislao  López  {de  16  años  de  edad,  después 
gobernador  vitalicio  de  la  proyíncia)  (1),  quien 'hablen- 

:  .  -  I       •  •      j  t  ¡ 

(1)  El  sargento  Estanislao  Lopoz,  de  16  años  de  edad,  acababa  de  ab^n. 

donar  la  gnardia  de  nn  pneblo  de  Misiones,  donde  estaba  de  destacamento 

para  ir  &  solicitar  del  general  Belgrano  le  pertnitiese  marchar  con  la  dí?i- 

▼ipion  del  general  Máchala,  qne  fué  la  primera  que  phó  ti  terrítorie  pai^a»* 

guayo,  e|k  1 9  de  diciembre  de  1810.  .....  *    .« 

Lo«  100  Blandengues  santafeclnoB  sobresaTieron  por  sn  ^enaedo  y  entn- 
siasmo  é^  los  combátela  de  aquella  azarosa  eatnpaffa. 

Eo  él  €ampichQél6, '  en  «1  paso  de!  Tahlenarf ,  en  el  Arroyo  d»  IbaSesy   eo  * 
todas  partes,  donde  hubo  peligros,  se  •ncontra«oü  íinnei  y  serenos  ea  stü* 
pfoestot.  /  . .  .  ..      ;/ 

Cornos»  sab»,  «no  do  Ip»  errares  mas  fusestos  do  la  derjrota  quo  sufríetoii 
las faerzas  espedicionarias  1^4 lü #Btrato&OB bseba-per  el  mayor  general  del" 


336  PBOVucciA 

do  caf do  prisionero  en  aquella  desgraciada  eampaña, 
fué  embarcado  y  llevado  don-  destino  á  Montevideo, 
donde  dominaban  los  .realistas^  y  una  noche^  sin  ser 
sentido^  se  ai^rojó  al  agua  llegando  á  nadó  al  campo  del 
general  Rondeau. 

Ruiz  gobernó  hasta  agosto  de  1818^  permaneciendo 
después  en  la  ciudad  dé  Santa  Fe,  donde  murió  en  la 
.  pobreiML, 


I8i»-€ORO]V£Ii  JIJJIIIÍ  AIÜTOIVIO   PKREIRA.,  porte- 

.ño,  nombrado  el .2Í^  de  enero. 

Ejerció  el  gobierno  desde  agosto  de  1812  hasta  el 
1§  de  ,npviepibre  del  mismo  año. 

,  Erí  el.  interés  de  d$f(?íider. j^i  ciudad  de  Santa  Fe,  con- 
tra  la  escuadra  española,  que.  acababa  de  invadir  la 
ciudad  de  CorrieiHes  y  se  bailaba  en  la  boca  del  rio 

,  jParaná.con  tropa  de  desembarco,  el  gobernador  Pen^i- 
ra  reunió  un  considerable  número  de  indios  armados, 

.  á  quienes  hizo  entender  que,  conio  ciudadanos,  esta- 
ban en  el  deber  de  coadyuvar  á  la  común  defeusa  de  la 
patria  contra  sus  enemigos  los  españoles. 

Luego  que  se  f  étiro  la  escuadra  española,  los  indios, 
acaudillados  por  el  cacique  Manuel  Alaiq[uin,  y  orgu- 

'  liosos  con  su  título  de  ciudadanos,  para  las  cargas  de 
tales  y  ño  para. sus  goces,  empezaron  por  saquear  una 
carreta  cargada  de  efectos,  que  iba  con  destino  á  San- 
tiago, y  continuaron  robándolas  haciendas  de  las  es- 

*  tancias  del  norte,  que  llevaban  á  vender  al  Paraguay. 

ejército,  déla  caballería  j  algunos iafantes,  ea  persecaclou  de  loa  dU'^enoa 
que  corrían  á  asilarse  en  la  capilla  de  Paragaarí.  fe 

Bata  fuerza,  cortada,  por  el  enemigo,  tuvo  que  defenderse  daranie  coatro 
horas,  diezmada  por  las  balas,  acometida  por  un  ndmero  iamensaipente  supe* 
rior  de  contrarios,  y  hacíemio  esfuerzos  inauditos  por  abrirse. paso  al  traT¿i 
de^iViaxnuraUadO'Cafl9D6sj  bayonetas,  cajeado  hechos  pedazos  comodón 
Mamón  Espinóla,  ó  exhaustos  de  debilidad  por  el  cansancio  7  la  sangre  der* 
ramada j. como  «1  in^petnoiio  j dren  don  Estoaislao  Lopex,  tan  célebre  después 
ettla  bifiorift  de  ka  ^errasiolvilea  di»laB«públka. 


DB;  SANTA.  ?B  337 

Ppnesta  época  hizo  SU  aparición  el  (Jespues  celebre 
d,on  Mariano  Ver^,  qujen,  sin  ser  mÜitftTj.  reunió,  x^n 
pern)iso  del  gobipnics  200  hombres  armados  y  bfcn  pro- 
vistos de  todo  lo  necesario  y  emprendió  una  espedicion 
contra,  los  indios,  en  enero  de  1813,,  la  cual  fué  com- 
pletamente derrotada,  con  pérdida  de  alguna?  .vidas, 
de  toda  la  caballada  y  de  cuanto  llevaban. 

Con    este  triunfo,  los  indios  cobrai:on. nuevo  brío, 
enseñoreándose  de  toda  la  campaña;  .continuándoos 
.  asaltos  4  las: e,^tancia$,  llevándose  las  ¡haciendas,,  sa- 
queando las  casas  y  desnudando  á  cuantos  itomfiban, 
aunque  sin  matar  anadie. 

ipfJtHntP^AíJBir  Aii^.9pi4^  I4UW  Bi^i|IJl&|,  pprtgño,. 
nombrado  ^\  iS  de  noviembre  de  1812  en  relevo  del  co- 
ronel J.  A.  Pereyra,  ha^ta  junio  de  1813,       .,(  !. 

El  3  de  febrero  (1ÍJ13),  tuyo  lugar  un.bec^p  deai^mas 
ei^  S-an  Lorenzo,  del  que  fué  testigo  y.  casi  teatro  el 
convento  de;  San  Carlos. 

« 

En  aqu^l  dia,  el  bizarro  Rejimientodie  •  Granq^deros 
á  caballo  al  mando  del  coronel  Jo^^  de  San  Martin, 
sallado  del.  convento^  entibe  cuyos  muros  se:  hallaba 
oculto,  cayó  de  sorpresa  sobre  los  españole3,  .que,  pn 
Dúniero  de  S50.y  con  2  piezas  de  artillería^  habían  baja- 
do atierra.  Quedaron  ^n  el  campo  50  mpprtos,  14 
'  prisioneros  y  las  dos  piezas  do  artillería.  Los  demás 
fueron  derrumbados  á  balazos,  barranca  abajo. 

La  patria  perdió  en  aquel  lance  brillante  15  de  sus 
.  defensores,  q«e  murieron,  y  un  oficial  prisioniero,  á  sa- 
ber: 2  porteños,  2  correutinos,  3  púntanos,  2  riojanos, 
2  cordobeses,  1  santiagueño,  1  montevideano,  1  chile- 
noylfrancáa. 

tsts— COBO.^EJL  liüClilIVO  1|IGI%T11S(  BJE  OCJl^  por- 
teño, ilombrado  el  4  de  jimio,  hasta  febrero  de  1814 
que,  por  orden  del  Director.  Posadas,  pasó  al  ejército 

ausiliar  del  Perú  á  objeto  del  servicio  nacioqalt 

22 


3S8  FBÓTikOÍA 

Al  poco  tiettipo  del  gobierno  de  esté,  llegó  á  la  ciu- 
dad de  Saatft  Fe  dé  cortiandántéde'arrrtas  el  coronel  de 
ingenieros  don  Eduardo  Kaillítz,  barón  deHoImberg, 
quien  levantó  una  batería  en  la  Chacarita,  en  frente  del 
punto  donde  sé  reúne  el  rio  con-  el  arroyo  que  cae  al 
de  Ka  Laguna  grande,  con  el  fin  de  evitar  el  desettibar- 
que  de  tropas  realistas. 

Mas  tarde,  cuando  ennpeza^on  á  aparecer  en  Entre- 
Rros  las  montoneras  del  general  Arligas,  encabezadas 
por  don  José  Eusebio  Héreñú,  él  coronel  Hohnbergfué 
ftiárídad o  por  el  gobierno  de  SatitaFe,  p&ra  destruir- 
las, como  se  dirá  en  su  lugar  correspondiente. 

peruano,  nombrado  el  ga  dé  febrero,  en  relevo  del  coro- 
nel Montes  de  Oca: 

•  Eígt>biernd  de  Alvareí  fué  dé  corta  duración,  "pero 
•  el  siifiiiiente  tiempo  para  poder  quebi*ár  lá  maléfica  in- 
fluencia del  Protector  Artigas^x^on  su  sistema  y<jrfera/ 
de  las  montoneras  que  empezaban  á  levantarse,  enca- 
bezadas por  don  Jo=sé  Ensebio  Héreñú,  en  En tre-»Rio?, 
primero,  y  eh  Santa^.Fé,  despuíes^  según  se  vferá  mas 
adelante. 

El  gobernador  Alvarez  adquirió  algunas  relátíónes 
'en  Sántá  Fe,  que  después  ftierún  de  nlucha utilidad  ala 
causa  del' Directorio;  Sucedióle  el  cotónel  Díaz  Ve- 
lez.  •      ••'  í^  •        -      .  .    • 

El  gen  eral  Alvarez  y  Thomás  falleció  en  Buenos-Ai- 
reé el  20  de  juíio  de  185V  á  la  edad  de  '^O  años  y  5  me- 
ses: (1)  ..  :        . 

•       •      •  * 

t9i4-«EiVERAii  EVSTOQVio  DÍAZ  i^BLKS,  nom- 
brado por  el  Director  Posadas,  en  abril  de  1814,  hasta 
él  24  de  marzo*  de  1815,  ^que  fué  derrocado  por  una* 

•   '  ■  .■       •       '      . 

(t)  Véase  Bosquejo  Biográfico  del  general  dot^  Igna^,JJvarez  y  Ho- 
másy  etc.  por  el  autor  de  lá  prése&te  SiatóricL 


f ueírcsa ^6  Artígits  a)  mando. da  HereQu^  con  qui^a  ajus- 
tó la  entrega  de  ciuanto  estaba  á  su  cargo^  embarcán- 
.  dose  Q0nid/esitiiíK]|;4  QueBos  .Atne^la  mi^tt^94  iarde  del 
eapresado  día  24  demaízo  de  1815,  .con  I03.  oficiajes 
y  soldados  3que!  quisieron. 

Retira'do  Diez  Velez,  la  provinéia  de  Santa  Fe  se 
declaró  independiente  dé  sii  antigua  metrópoli»  Buenos 
Aíire»,  y  dfe  kif>bediencia^el  l>ií»eotoirio  y  ¿oiíietitia  al 
Protectorado  de  Artigas.        ii  1  i        i  i         -:  . 

•  Al  espació  de  tiéhnpo  trascurrido  desde  la  deposición 

'  del  teniente  goberriador  Diáz' Vele2,  24  de  rú&t^ó  de 

1815,  hasta  la  desírtictíioh  del  'genetel»Ran>irez -en 

'Sttíi'Fi-áncí^cb,  provincia  dé  Córdaba,  éMO  dé'julíb  de 

*  ^182Í/fofesá»tájtecinos  locterioniíTíaroii  laGúerfa  d&los 
■   siétectfíos.   .  í    ,.^       .. 

flsiAi^iiJ  FBAMcisca  AmrojiíliiiCAWBiavi^i.saifttafe- 
ciño,  noimbrado  gobeín^dOr  i-rAerina,'  i^l  24  ;de.mar,2jo, 
pCr  el  Cabildo,  hasta  la  re.uiúon  delipueblo  para  i$legir 
.gobernador  én  propiedad.  .1:1 

Proclamaído  «t  Protectorado  de  Artigas,  se  enarbolló, 
'  con  to^a  éole^mníidad,  en  medíoide  la  plaza,,  la  bandera 
"  de  la  Lib^rtadi  cortífiiuesta  ide  •  una  faja'  blaiüm  etn^el 

*  'centro^  dos  celestes  á  )os>la()os^  Horizontales' Ipts  tnee, 
y  uma'&fíoáfnada  iqúé  Iá*cra2}aíbaenbapda94        ^'  . 

Deáde  entonces  dafta  lá  gueifrá  :de<San4a;Feoo/i  Bue- 
nos  Aire*,  que  soló  terminó  don  el  tratado  del  iPitar^  el 
$3  de fetirere'del820;  y  apesardeí ref¿Hdotratado,i'fee 
incendió  de  nuevo  la  guerra,  que  duró  hasta  setiembt'e 
del  misímo  año 20.  '  :     \i 

.EM3  de  abril  de.  1815,  >liegó'&  la  ciudad;  de  Santa  ¡Fe 
-  el  ProtéCítoT:  ArtigasJ  con  unáescorta.de25  hombreíHiy 

•  "á  los  tras  días,  es  decir,  el  1&^  mandó  avanzaría.  He- 

•  r'eñií  hasta  San  Nicolás  délos  Arroyos^  para  qué  bia- 
tiese  la  fuerza  de;Bueao3  Aíreselo  que  no. pudo. conse- 
guir, por  ser  superior  á  la  que  él  traía*       ;-  .1  ]    .    ; 


340  FRÓTtlfOIA' 

Herefiú  se  retiró  entonces  al  Paraná,  quedando  en 
el  Rosario  60  hombres  de  la  tropa  de  Artigas,  al  man- 
'  iJo  de)  ¿apilan  Ensebio 'Gángafái(mueHa  ¿n-  la-  acción 
de  Cayastáel25demarzo  de  1840^  siendo  coronel). 

Artigas  se  retiró  á  los  pocos  días,  llevándose  consi- 
go á  su  hermano  don  Manuel  Artigas  con.s^u  tropa. 

Electo  Candioti,  el  25.  de  abrii^por^el  pueblo,  contó- 
cado  al  efecto,:  nombró  en 'seguida  coma-tidan te  del  Ro- 
sario ádon  Tíburcio  Benegas^  á  quien  consiguió  sor- 
prender el  citado  Góngpra,  quien  .se|, posesionó  del 
pueblo,  sac£^ndo  coatribu,qiones  y  sciqueando  algunas 
:  caya§,,escu(^^p  con  e^l.ProfeQtor.    .    .     .      .,:  » 

Góngorapasó  l^egp  &  San  Nicpla^^  de  dond^  no  voN 
ir ió  Á  Santa  Fe  hasta  el  año  de  1840  ea.  la  e^^pedicioq  jde 
Vera,  Francisco  Reinafé,  etc.,^  donde  sucumbieron  to- 
dos. 

Hallándose  Oandiéti gravemente  enfermo^da.  bidro4 
(>esla,  y  á  los  72  añosd^  edad^  delegó  et  mando  en  Lar- 
rechea,  alcalde  de  1*^  voto. 

Entre  tanto,  el  Director  AlVarez,  que,  durante  su  go- 
,  bieírno.  de  Santa  Fe,  contrajo  algunas 'relaciones  de 
i  influencia,  se  dirigió  al  Qabildo,.proimetieBda  que  sise 
separaba  del  Protectorado;  de  Artígasi' y  permitía  teder 
en  aquella  ciudad  tropa  para  impedir  lasi  que  éste 
quisiera  hacer  pasar,  oóa  el  objeta  de. ho3tílizar  ¿  Bue- 
nos Aires,  reconocería  ia  independencia  de  la  provin- 
cia y  al  gobierno  que  ésta  elijiese;  protejjiéndole  a1  mis- 
mo tiempo  contra  los  indios,  á  fin  de  asegurar  su  cam- 
pafia,        : 

La  propuesta  fué  aceptada,  y  hecho  el  acuerdo  entre 
el  Cabildo  de  Santa  Fe  y  el  Director  del:  Estado;  y  c\ian- 
do  éste  avisó  al  gobernador  Candioti  el  énvfo  de  tropas 
que  iba  á  hacer  Santa  Fe,  Candioti  contestó,  el  28 
de  julio,  eti.  términos  fuertes^  oponiéudose/á  aquella 
medida,  de  cuyos^  funestos  resultados  aseguraba  no 
poder  responder  rf    •  .  .■  -  : 


r 

Bl  gobeftíAdop*  CaQdidti  munóvel  S?  de  ago^to  de 
1815,  y  al  sepultarlo  al  dia  siguiente^. en.laig^e^ia  de 
.  I  Santo.Ppjmiflgo,  el  general  Yiampnte,  que  .había,  dos 
dias  9iité&,  desembarcado,  con  1500  hombres,  le  hizo 
(;qnfiys:ti?ppas  todos  ]os  honoresTPilitares  correspon- 
dientes á  su.  ráiigo:  ..    .4 

¿8tft-^D.  ÍpEBRÍÍi  TOilAii^  BE  IíARRECHEÁ,    Santa- 

fecino,  delegado  de  Candioü^  desde  Junio,  Hasta  eí  27 
de  agosto,  que  con  la  muerte  de  éste  cesó  la  delegación, 
recayendo  el  mando  ea  el  Cabitdo,  hasta  la  elección 

"  de  nuevo  gobernador*. 

Está  tuvo'  Itigar  de  ún  modo  'íómultuosó,  agolpán- 
dose el  pueblo  al  Cabil(|o  y  proclamando  á  Larrechea 
unos,  y  éí  alguacil  ManuelTroncoso  y  otros  á  Tárra- 

'    góna:  • 

El  general  Viamón te  tuvo  que  intervenir  (ion  la  tro- 
pa,- para  cbrttener  al  pueíbló,  haciéndolo  retirar  de  la 
plaza,  'después  de  haber  desóíriifíad'o  y  arrestado   á 

•  '  Troncoso,  ^qtfe  fué*  después  ascendido  á  teniente  coro- 
nel y  nombrado  comandante  general  de  armas. 

l'^U-^Bw    JUAHr    PRANCISCia    TARBACiOmA,    Santa- 

,    fecino,  electo,  el  a&d^. agosto  de  1815,.  por  una  Junta, de* 

elector$8,,en  Giiyo.niimerTO  se  haljpibiji  el  ilustrado  pa- 

trio.tasantafeojnq  fray  IJilario  Torres,  que  en  los  suce- 

803  pf^íticos  d^JB-u^njOS-Aires  había:  figurado  desde  el 

.    pripcipiode  Ja  revolucior)  del^5  de  mayo  de  1810, . 

.  . .  Luego. que,  Tai^ragpnft  estuvo  .§n,el  ejercicio  de  sus 

funciones, sp(irifLndó.qujta,r  la  bandera  santafecjqs^  y 

enarholoi^  la  ,neicÍQi;ial.  ■  Los  miembros  del  Cabildo  y 

empleado^  de  la  administración  de  Candioti  fueron  de- 

;    pa^sto^,.  restableciéndose  ios  que  habían  estado  antes. 

Desde  esta  época  empezó  á  figurar  el  después  céle- 

í. bre. don  Están isUp  Lóp6Z^/(sarg^nto  de  blandengues 

de  Saleta  Fe^.  b^^ta  el  80  de  agosto  de  1813  que  fqé  as- 

QendiiiJ^'áílilfepestjy  noBníbr'$4p,  por  blgeineralViamonte, 


04¿  '  vMyfíÉtíÁí' 

'   tiehiente  dé  una  cbmjüíáñfa  de  di^ágbrves  al  Mando  del  ca« 
'  pitan  Mateo  Fóñtuso, 

'    Ejsta  compañía  fiié  apostada  en  Áfiapiréy  J)ara  asegu- 

'    rar  la  frontera  de  las  depredaciones  de  los  indios,  así 

Como  se  apostó  otra  al  mando  del  capitán  Bartolomé 

Mondtagon,  en  otro  punto  de  la  frontera.'         ' 

,  ,  ,  Hallándoseen  la  ciudad  de  Santa  Fe  él  capitán  Fon- 

:   tuso,  su  segundo  él  teniente  Estanislao  López  aprove- 

.  chó  de  esa  ausencia  sublevándose  con  la  compañía  el 

'    3  de  marzo  de  1816. 

Esta  sublevación  de  López  cpincidió  con  la  desapa- 

. .  ricion,  de  1.a  ciudad,  de.  4on  Mariano  Verja,  don  Cosme 

,    Maciel  y  don  Javier  Avalos,.  pasando  e]  primero  á  unir- 

.  ;  se  ó  Los.sublevados  y  ponerse  á  la  cabeza  de  eJlos,  y 

los  dos  últimos  dirigiéndose  al  Rincón  de  San  José, 

donde  con  uaos  cuantos  rinconero§,  sqrpr^ndieroj^  una 

:   cañonera  y  el  faluchp  «Fama^  >  que:alli  astaban,  que- 

.  dando  Maciel  de.  comandante  de  ambos  buques. 

C4jatro  días  después,  el  7.  de  marzo,  se  sublevó  la 
otra  compañía  de  dragonas  encabezada  pprel  sargento 
Marcelino  Avellaneda,  yéndose  á  los  Calchines,  donde 
Vera  6é  hallaba  coh  206  hdmbrefi  de  tropa,  at' mandD 
del  coroneIJosé  Ppáncisíco  Rodrigttez,  que  había  sido 
enviado  desde  Entre-^Rios  por  el  general  Artigáis. 
El  destacamento  dé  la  EstanzUélá  dé  Santo  Domingo 
''    bajo  el  comandantie  Sáenz,  fué  asaltado  en  íá  madruga- 
da del  23  de  marzo,  teniendo  que  fugar  el  comandante 
•  solo,  herido  en  lá  caí^,  ala  ciudad,  j  péñéciéndo  casi 
^  toda  su  tropa,  que  se  componía  de  f50  hombres. 
'      El  general  Viamonte  quedó  redücWó  á  la  defensa  de 
la  ciudad,  esperando  el  ausilio  que  había  pedido  á  Bue- 
nos-Aires» y  q^ue  se  hallaba  ya  en  San  Nicolás  de  los 
Arroyos. 

Los  citados  coronel  J.  F.  Rodríguez,  y  Vera,  de 
acuerdo  con  los  los  comandantes  Jtian  'Manuel  Santa 
Cruz,  que  mandaba  las  milicias  y  que  sélialtaba  en  la 


I     • 


ciudad^  entrarpn  eni  ést»  en  ia  madrugada  del,  31'  de 
marzo  (1816),  sin  ser  sentidos  por  Viamonte,, que  q«e- 
je}ó  solo  en  í^us  baterías. 

Bl  gobqrn^dor.Tarragonjay  varios  de  sus.erpplea- 
dos  salieroncasi  despu^dos,  y^  embarcándose  en  lan- 
qhpneSjfiigQroapar^  el  Paraná:  pof  el  Arj?9yp  Negro, 
sigjuíewdo  hacia, íi,b-^jp. ..    >  .;: 

Derrotado  Viamonte,  capituló  oon  Vera,  al  ponerse 
el  sol  del  misino'  diá  M,  peroütiéndosele  retirarse  á 
.  Buenos-<-Aires  con  sus  oñciales  y  demás  personas  <|ue 
quisieron  seguirle^  después  de  entregar  todo  el  arana- 
ipento  y  mvipioione^  que  tenla^ 
.  AI  tiempo  de  salir  de.  la  Adaana .  p^ra  embarcarse 
Viamont^,  después  de  concluida  la  capitulación,  se  no- 
tó quQ  casi  todos  ^os  fusiles  entregados  cataban,  rojtos 
y  que  muchos,  habían  sido  arrojadps  al  pozo,  por  lo 
que  Vera  anuló  Í8  íiupitijlacipn,  poniéudolp  prftsp  con 
sus  oficiales  eií:el  Cabildo, 

La  fuerza  que  de  San  Nicolás  había  salido  enausilio 
de .  Viamonle^  al  njando  dei .  general  Eustoquío  Díaz 
Velez  y  ^u  2^  el  coroqel  Manuel  Dorrego,. ocupó  la  ciu- 
dad del  Rosario,  á  fines  dejuli0|  sin  aposición  algupa. 

La  escuadra  de  Buenos-Aires,  compuesta  de  ios 
bergantines  « Belén  >.  y  «  Aranzazú, »  dos  cañoneras 
y  3  ó  4  faluchos,  al  mandp  del  general  Matías  Irigoyen, 
se  hallaba  ya  en  .la  boca  del  rio,  desde  principios  de 

Ün  piquete  de  unos  25  hombres^  encabi^zados  por 
doü  Fructuoso  Salva  y  sqs  hermanos  que  .estaban  de 
guardia  tn  el  Arroyp  Negro,  el  9  de  agofsto,  logró  ;to- 
mar  pripipqpros  al  referido, general  Irigoyen,  al  tenien- 
te gobérAador  Tarragona,  don  Jorjé  Zemborain  y  otros 
que  subían  el  rio  Paraná,  en  ^n  lanchon;  así  como  se 
apoderó  de  todas  Ij^s  municiones  y  balas  de  cañón  que 
loable  en  el  mismo  lanchen. 

Lp$  prisioneros  fueron  conducidos  al  c^opipamento 


d44  vnúnMúL  ■ 

dq.  Andino,  donde  se  hallaba  el   intruso  gobernador 
Vera,  á  quie^n  fueron:  entregados, 

Al  dia  siguiente,  10  de  agosto,  tdmaron  otro  lan- 
chon,  en  que  iba  un  jóveti  oficial  (con  la  divisa  de  los 
gauchos  santafecinos,  que  consistía  en  uila  pluma 
'  de  avestruz  puesta  en  el  sombrero), .  mandado  por  las 
familias  de  Tarragona  y  Zemboraín,  que  estaban  em- 
barcados en  la  escuadra,  con  el  objeto  de  averiguar  la 
llegada  de  éstos  y  del  general  Irigoyén  a  la  ciudad. 
]Este  oficial  sántafecino  fué  también  remitido  al  campa- 
mento de  Vera. 

La  escuadrilla,  compuesta  de  dos  lanchas  cañoneras, 
dos  faluchos  y  dos  falúas,  que  se  dirigía  hñcia  el  paso 
de  Santo  Tomé,  para  facilitar  el  pasage  del  ejército  de 
Diaz-Velez,  quedó  barada  en  el  arrojro,  de  modo  que 
los  buques  no  lo  podífein  subir  ni  bajar. 

Entonces,  el  gobernador  intruso  Vera  mandó  desde 
la  bajada  de  Andino  la  compañía  dé  dragones  á  las  ór- 
denes del  j'a  capitán  Estanislao  López,  quien,  en  ca- 
noa, ^asó  el  rio  tirando  su  caballo,  y  siguiéndole  la 
demás  gente  del  mismo  modo,  á  nado,  con  sus  caballos, 
Y  armados  unos,  á  pié  otros,  y  muchos  sin  arma  al- 
guna. 

En  viíEita  de  esto,  toda  la  gente  qué  estaba  en  los  bu- 

'    ques,  se  tiró  á  la  isla  al  lado  opuesto,  fugando  algunos 

en  las  falúas  aguas  abajo^y  teniendo,  así  mismo,  que 

arrojarse  a  la  isla,  para  huir  por  tierra  á  la  bóc.a  del 

riOj  donde  se  hallaban,  los  buques  principales.^ 

El  resultado  fué  que  algunos  fueron  alcanzados  por 
la  gente  ce  López  y  tomados  prisioneros,  entre  éstos 
algunos  oficiales  y  los  coknandantes  de  los  buques. 

En  las  cañoneras  y  faluchos  no  hubo  sino  muertos 
y  un  solo  herido,  que  lo  era  el  comandante  de  las  pri- 
meras, el  cual  murió  en  la  tarde  del  mismo  día. 

Los  buques  como  á  las  doce  del  dia,  fueron  todos 
saqiieados  por  los  santafecinos,  quienes   encontraron 


en  ellos;  á  mas  del  armamento  que  sé  componía  de 
unos  300  fusiles,  lanzas,  muchas  municiones  y  16  ca- 
fioríés,  ropa,  fuentes  de  plata  y  onzas  de  oro; 

Sacado  el  arníamento  por  orden  del  gobernador  Ve- 
ra, esté  mandó  echar  á  pique  los  buques  grandes  en 
los"  remansos  del  Wo. 

^  El  ejército  de  Hierra,  al  mando  de^Dia^  Velez,  des- 
pués de  mucho  trabajo  y  de  alguna  pértlidaj  toAió  po- 
sesión de  la  ciudad  de  Santa -Fe  en  la  mañana  del  4  de 
agosto  (1816).  • 

•  Sin  embargo^  estrechado  Diaz  Velez  en  la  ciudad, 
hasta  el  estremo  de  quedar  reducido  á  la  plaza  y  la 
aduana,  sin  caballos  en  que  hacer  montar  su  ^nte, 
sin  Vacas  que  comer,  hizo  pasar  su  ejárbito  en  íá  rio- 
che  del  30  de  agosto  á  la  isla,  y '  siguió  marchando  'la 
madrugada  del  dia  siguiente,  31,  ala  par  de  los  bu- 
ques que  subían  aguas  arriba^  desde  el  frente  de  la 
fábrica  de  Tarragona  (actualmente  el  Hospital).  '    " 

Esa  misma  mañana  del  31,  el  capitán  Juan  José 
Obando,  que  ha)3fa  sido  apostado  con  su  fuerza  y  los 
indios  del  cacique  Aláiquin,'  para  observar  los  movi- 
mientos del  ejército  de  EÍiaz  Velez  y  hostilizarle  buartto 
fuese  posible,  dio  cuenta  á  Vera  de  haber  sido  evacua- 
da la  ciudad,  lá  cual  fué  en  el  acto  ocupada  por  los  san- 
tafecinos. 

De  los  100  hombres,  casi  lodos  negros,  que  Díaz 
Velez  dejó  de  guardia  en  algunas  casas,  no  escapó 
ninguno:  el  que  no  quedó  muerto,  fué  hecho  prisio- 

ñero. 

El  saqueo  que  el  ejército  había  hecho  én  los  28  días 
de  ocupación  de  la  ciudad  y  que  nó  pudo  llevar^  á  cau- 
sa de  ku  salida  precipitada,  fué  encontrado  en  la  adua- 
na, casa  de  don  Manuel  Maciel  y  de  Coll. 

Los  prisioneros,  gobernador  Tarragona,  Zembóráin 
(éstos  con  una  cadena)^  el  comandante  Rosales  y  de- 
más oficiales  que  estaban  en  la  Estatízuela  déS.  Fran- 


' '  cxs^y  fueron  mapijados  llevar  por  Vera  y  popar  arres- 
^.  ta,dps  en  )a  aduap^.    £1  genexal  Irígoy^n  con  los  sol- 
dados quejo  custijdiabdn  fué  hincho  llevar^  con  la3fa(ní- 
.  Uas  que  aun  quedábalo,  al  campameatOr 

LiOs  presos,  entre  éstos  el  goheFn^dpr  Tarragona  y 
Zemboraín,  fueron  destinados  á  tapar  las  zanjas  de  las 

^  oalle^s  qu^  OÍ92  Velez  b/abía  mandado  abrir  á  unacua- 

.  dra  de  )a  pla^a  al  norte  hast^  enfrente  de  la  aduana. 
.    S^l  héroe  de  63^a,can)paíia  fué.don  Estanislao  López, 
quien,  en  recompensa  de  su  valor  y  enerjija,, obtuvo  del 
gobierno  e)  gradu  de  teniente  coronel  y  e]  aojubramien- 

..  t^  de  comanda,nte  general  de  arnias. 

Desde  esta«^poca  data  la  poderosa  influencia  de  Lo- 

.  pez  en  Santa  Fe,  lacuial  fué  estendiendo  él  mismo  en  el 
resto  déla  República,  de  que,  merced  á  Ro^^s,  llegó  á 
ser  .el  arbitro,  hasta  su  ipuerte. 

I  

Eira  ministro  (tesorero  de  la  caja  de  .Santa  Fe  don  Jo- 
sé Ignacio  de  Ecbague,  nombrado  el  7  de>  diciembre  de 
1815.  -.  , 

i 

1M9-9*  M^lUAli»  VERA^  ¡gobernador  intruso^  ele- 
.  vado  por  medio  de  una  revqWcion  contra  Tarragona  y 
.  el  general  Viamonte. 

En  abril,  el  gobierno  de  Buenos-Aires,  que  en  San 
Nicolás  délos  Arroyos  mantenía  un  ejército  de  obser- 
vación sobre  Santa  Fe^  en  vista  de  que  Artigas  ^enia 
fuerzas  destinadas  en  protección  del  gobernador  Vera, 
bajo  las  órdenes»  del  coronelJosé  Francisco  Rodríguez, 
mandó  al  deán  Funes,  cordobés,  en  comisión  cerca  de 
aquei  gobierno, 

.  '  El  gobernador  Vera  aceptó  el  comisionado  Funes, 

.  pero  poniendo  por  condición^  que,  f  papa  tratar  de  paz 

era  indispensable  queconcvirries^n¿  ellp  los  .diputados 

d^l  general  Artigas,  y  que,  mientras  tanto,  se  retirase 

el  eomisionadoiá  San  Nicolás  de  los  Arroyos.  >  . 

]S1  gobernador  de  Córdoba,  dpn  Jo$é  iJaví er  Di^z,  que 


tambiéaol^decfa  al  ProteQtcmdo.d^  Ai'tígas^  snviópor 
í  su  parte  tmicotnisionado  cerca  de  éste,  en  la  persona 
;de  don  José  Isas«.y-^el  Híissio  <t^Q  i  algunos  a|i09  des* 
pues  fué  ministro  del  general  Paz  y  cuyo  nombnamiBn- 
to  éste  déplor6  taato-^hacié&doJe'  alguna^,  condultag  y 
ofreciéndole  un  contiiigejQtet  si  fuese  neoesaHa  nefor^ar 
á  Santa  Fe'  eóntra  Bu^nosr Aires* 

£1,5  de  mayo  (1816)  Jlegó  ¿  la  dbdadde  SantaFe, 
'de^deétParan^l  y. comisionado  por  Artigas^  doi^  Ra- 
món Toribio  Fernandez,  llevando  cobsigo  una  fuierte 
escolta  ai  matidb  del  entÓQCBS  capitán  {después  gober- 
nador de  Entre<^Rio6)  Vicente  Zapata..  El  objato  de  la 
eomísion  era  pedir  al  gobernador  Vera  sacase  Ujna  f  uer-^ 
te  contribución;  llevarse  el  obús  y  demás  piezas  de 
artitlerfa  y  .armamento  tomado  al  general  Viampnte; 
todo  en  ausilio  del  genefal  Artigas»'  á ,  lo  que  Vera  se 
negó  hasta  el  fin. 

Fernandez  entonce^  recurría  á  otro  medio.  En  uha 
de  las  conferencias  ceíebradas  en  casa  de  su  secretario 
don  Miguel  Redruello,  en  la  noche  del  9  de  mayd  (1816) 
el  gobernador  Vera  insistía  en  su  negativa  de  cederá 
la  exigencia  del  comisionado  de  'Artigas,  quien  inme- 
.diatan^üte.mandíJ  prender  al  gobernador,  remitién- 
dplp  preso  al  Paraná,  en  una  canoa  llevada  C9n*  ese 
objeto  y  colocada  en  el  rio  frente  á  la  casa  de  Redrue- 
llo, calle  de  la  Merced.  Llegado  que  hubo  al  Paraná, 
Hereñi^  mandó  le  remachasen  una  barra  de  grillos  jy  le 
metiesen  en  un  calabozo. 

.  f  n  la  mañana  del  10  de  mayo^  Fernandez  convocó 
al  pueblo,  por  bando,  paraque  elíjiesé  nuevo  goberna- 
dor, pero  éste  s?e  subl^^vó,  armado  hasta  cpn  un  caílon, 
é  intimó  á  aquel  hiciera  inmediatamente  reg;resar  al 
gobernador  Vera. 

En  efecto,  á  las  cuatro  de  la  tarde  del  11,  Mego  en 
una  canoa  el  ¿obarnador  Vera,  puesto  en  libertad  por 
HereSrá  á  indicEoion  de  Fiemaidieii  (|iie  aq  pvdo^  meta^, 


84B  '  pluFfArciA' 

'    que  dar    cumplimiento  al  útíáeo  rhaiiifestido  por  el 
pueblo amotirvado.  'Vera  faé- recibido  par  ta  mayor 

*  'pante  d-e  vecinos  de  Santa  fe,  de  uno  y  ¡otro  sexo,  cq 
'  la  Chacarita,  desde  donde  fuá  hecho  subir  eñ  un  coche 

^  Hevado  por  don  Manuel  Andtoo,  hasta  la  plaza,  en 
medio  de  vivas  y  aclamaciones. 
Vera  gobernó  hasta  el  15  de  julio  de  i818y  retirándo- 

.  ke  en  s'eguida  á  Buenos- Aires. 
'En  esta  cifadkd;  Vera  fué  invitado  poret  DirectoHo, 
en  noviembre  de  1818^  para  que  se  hiciese  cargo  del 
ejército  de  Balcarce,  con  el  objeto  dé  dominar  la  pro- 
vincia de  Santa  Fe;  pero  VerÉi  centtotó  que  jamás  to- 
maría las  armas  contra  su  patria;  que  él  peleaba  por  la 
libertad  (no  siendo  ella  atacada  por  nadie). 

El  coronel  Mariano  Vera  murió  en  la  acción  de'  Ga- 
yaste, en.la  misma  provincia,  el  26  de  marzo  de  1840. 

t9i9--^£ii  €il|^iii]lO  desde  el  15  dejulío,  hasta  el  23  del 
mispipmesque  López  sp.  nombró  gobernador  por  si 

•  •  ■ 

GOBEUNADOHBS   DE   PROVINCIA 


LÓPEZ  FOiVJ^EC^i  PRIMCR  GÓBCNADOR,  desde  el  23 
de  julio  de  18il8,  en  que  por  si  mismo  sq  dijo  ser  el  go- 
bernador muermo  de  la  provincia^  hasta  el  15  de  julio 
de  1838,  en  que  dejó  de  existir^,  salvo  laá  diferentes  de-^ 
legaciones  que  se  notarán  mas  adelante.  ' 
*  Luego  que  López  se  hizo  goÍDernador,  entabló  rela- 
ciones con  el  general  Ai-tigas  y  con  el  gobernador  del 
Paraná,  don  José  Francisco  Rodríguez. 

Al  poco  tiempo  marchó  á  la  campafla;  de  Buenos- 
Aires,  de  acuerdo  ccTn  Artigas,  dejando  de  delegado  á 
'    don  Luís*  Aldao.   * 

i9iS^B.'iiUfftS  AiiBA»,  delegado  de  Lopes- en' agosto, 


i  dura4íite  IftftusencÁa  de  éste,  que,  ie  e^o\xi^q  aoa  A;rtí- 
gaSyjQai^chó  ¿la(smnpa&^cle  Baenos  AixreSj  sorpreo- 

.  4lendoI^s  milicias. que  se  estaban  reuniendo  y.  orga- 
nizando en  el  Pergamino,  las  cuales  f}ig(U?oii;  ^in 
emíbargo^  tomó  conao4&  oftcialles  prisíoneft^os,  que  re- 
mitió, á  Santa  Fe  los  que  fueron  puestos  presod  ea  la 

.  Aduana. .    .    •  ,r  .         ' 

Desde  esta  época  López  aparece  mas  eo^nil^  gefe  de 
bandoleros  y  salteadores  que  como  gobernador  de  una 

'^vovitíéiár'  ;-'*:;    '^''  ^'  '  :'''y  '-;  ;  ;' 

bespues  de  susíiazañas  en  el  norte  de  ía  provincia 
.dé  6uenos-Aires,'  siguió  con  sus  Bl€^ndenguesy  <iienni¿s 
g^nte  qué  le  acpnipañabá,   los  caimífíos  d'ál  interior, 
cúya/).o7¿c¿a;  hacía,  arreando  tropas  de  carretas  cargá- 
.  das  de  efectos,  arrias  de  níulas  y  ha.sta  pasageros  y 
'  cuanto  encontraba  Iq  remitía  á  la  ciudad  de  Santa  Pe. 
En  una  de  la^caWetás  que  tomó,  iba  una  banda  de  . 
música  con  dobles  instrumentos,   que  el  gobierno  de 
"Buenos-Aires  remitía  al  de  Tucuman^    Entre  los  pa- 
sagero.s  que  tdmó  en  el  caminó  y  mandó  á  ¡Santa  Fe,' 
se  hallaba  el  canónigo  doctor  Pedro  Ignacio  de.  Castro 
Barrp3,  él   doctor. Juan  Facundo  Zuviría  y  él  doctor 
Mariano  Serrano,    Se  apoderó  ígiialMente  de  las  per- 
sonas del  bj^igaái^r  general    Marcos  Éalcarc^,  q^ue 
pasaba  á  Chile,  y  de  un  oficiaíí  Portal^ '  juieño,  quienes 
fueron  remitidos  presos  á  la  Aduanad  •  "fodos  los  ae- 
.  «las  quedaron  en  libertad,  con  las  carretas  ,y  cuánjto 
éstas  llevaban.  '  Los  nriúsícos^  con  sus  iñstruni^erttos, 
quedaron  para  el  servició  de  ía  próyincia;.  síetiaó.  la 
primera  música  militar  que  tuviera  Santa  Fe.        \  ' 

Él  mismo  coronel  Juan  Bautista  Bustos  (¿lespues  go- 
bernador de  Córdoba)  quédeTucuman*  veiiia  con  400 
'hombres,  fué  atacado  por  López,  en  el  F'ráilé  Muerto, 
derrotando    completamente  la  caballería  y  salvando 

•BustqSí  con  la  iixfijptjefí^  en  la  glfZft  d€|^4^£Í^?/'P^H?^^^9t"i 
tp,  que  QoatiQ^ósitfando,.h^ta,  qu^',  coalfa  notici^.  qj^e 


teiAro  dé  lá  ñi^rcha  de  Búitcarcé,  én  ftoviembrev  >Mn  su 
ejército  como  de  4000  hoihbr«s  ^bre  Santa  Fe,  se  pu- 
so López  en  retirada  para  aquella  ciudad  por  él  paso 

Venciendo  diiflcultades,  Balcarce  consiguió  al  fia 
marchar  sin  oposición,  estableqiendo  su  cuartel  gene- 
ral en  los  galpones  de  la  Chacarita,  y  López  al  suyo  en 
«  DoQ Mdcfaor.i! 

t9t9^«EI«EBAL  JÜAM   BAMoAí  BAI.CABC1:,  goW" 

nador  militar,  desde  fines  de  noviembí^^  hasta  el  7  de 
diciembre,  que  desocupó  la  ciudad,  á  causa  de  haber 
'  perdido  casi  toda  sü  caballería  en  el  ataque  llevado 
por  el  coronel  R*  Hortigu^rá  sobre  una  fuerza  de  Ló- 
pez, en  las  inmediaciones  del  Arroyo  de  Aguiar,  ha- 
llándose eü  consecuencia  casi  á  pié,  sin  tener  que  comer 
y  muy  espuesló  á  verse  sitiado  por  el  referido  Lo- 
pez. 

Bálcarce  se  retiró,  pues,  y,  al  pasar"  por  Coronela, 
mandó  Jp  si'guiésen  todas  las  familias  que  allí  se  halla- 
ban, hasta  el  Rosario,  donde  hizo  aitó  su  ejército,  y  á 
principios  de  eneró  de  Ü  819  se  retiró  al  Arroyo  del 
Medio,  su^titi^yéndóle  el  general  J.  J!  Vi'anibhte.     .'  \ 

Este  hizo  contratíiarchar  el  ejército  háqiá^el  Rosario, 
donde  éstaiDiecíó  su  ci^nipamento,  Ijiasta'm^zo  del  tnis- 
ipo  áho  1819^  t|ue,  habiendo  sido  completamente  der- 
rotada sil  caballería  al  mando  del  coronel  R.Hosti güe- 
ra, en  el  Carcarañá,  celebró  Viamqrite  '  un  armisticio 
con  López,  viéndose  éste  obligado  á  retirarse  á  San 
Nicolás  délos  Arroyos. 

La  conducta  de  Viaraonte  mereció  la  aprobación  del 
^  gobierrto  de  Buenos-Airas,  quedando  en  paz  ambaá 
provincias,  medíante  aquel  arreglo  celebrado  en  el  Ro- 
sano. . 

tSM-Cieivte^AL  £S^^  desdé  el  5 

de  jttlío  qxié  reasumió  el  mandó,  hasta  febrero  d«l  aflo 


Carrejas  y  Reatñtez^  ethpúénáiú  s«s  tíámpafláá  contra 
la  provineia  de  Buenos-Aires,  laque  llegó  á  dominar, 
hasfaque,  desegañado  de  las  falsas  promesas  dd  pri- 
mero, se  retiró  al  Arroyo  del  Medio,  dottde»  l¡6ell(3Í6*&s 
inilcias  que  había  traído. 

Después  de  las  célebres  campañas  dol  gobernador 

I^opez  eo-la  proyincia4eBuenps-4íf*^«94i&A4^iyWA9 
cion  se  itídipan;  1^  en  la  Ganada  cic  Cepeda  eM^  de 

febreiro  del830>  gfanad^i  por  )as  fuerz^as  dp  RamJrQZ  y 

LopeiZ,  al  mando  de  éste,  sobre  el  de  QueiiLO^'-Aire?  á 

laS'órd^neafi^lDirectprÉondeau,  cuyo  triunfo  ^abriera 

las  puertas  de  esta  ciudad  á  los  santerífecino^  y  entrena- 

nos>  ha^td:  la  miá»^ia  plaza  de  la  Victoria;  ^?,  en .  l£|  Ca-r 

.-  S^dade  1^  Cruz,  el  $8  de  junio  del  citado  añp»  sobre  el 
ejércítQ  4el  ¿enera!  3oler;  i3®,  en  el  ^  Arroyo  de  ?  Pavoíi, 

..-el  12dí9íia;gosto^  ganada.por  el  coronel  Diorr^go.  sobre 
los  santafecinos,  que  fueron  derirotadds  y  perseguidos 
hasta  el  Carcarañá,  y  4*^  en  el  Gamonal  (nacie.nte^Míie 
PavQp)  lel  2  de  setiembre,  en  que  ^1  ejércillQ  de  Dprre- 
go  iné  cQpip^^^amente  derrota4q  por  1,0^  ^A^afeciagis, 

.  quedó  termipada  deñaitivameat^Ja  guerra  entre  San- 
taFey  Buenos-Aires,  á  qué  contribuyó  noppCQ.  al.en- 
;.  toncan  eomf^nda^te  don  Juan  M.  Rpsas,  .     i 

Hecha  a&i  ta  paz^  las  relaciones]  eatre  hop^zt  y  Rodrí- 
guez, gobernador  de  Buen  os- Aires,  se  estrecharían 
cada  vez  mas  conservando  ambos  una^ perfecta Ai*inonia^ 
y  conil>¡íiando  las  mediíás  mas  eficaces  para  con^eg^ir* 
la  total  destrucción;  del  sapremo  Ramírez. 

ftgti-llr.  FiMLMClí^CO  JDAQVM  MÉi^Lifiípm,  minis- 
tro, general,  delegado  de  López,  durante  lá  camfjaña 
de  éste*  en  combiñc^cion  con  las  fuerzas  dÍQ  Buenos 
Aires  y  4^  Córdoba,,  contra  el  general  íransCisbo  líami- 
res,  desde.paayo  ^áata,  juliq  de.lSál,  teri)aip$in(Jo  con  la 
total  destrucción  y muef  te  del,  supremo. 


I 

^63  PBpyíMiA 

tStt-«»iM&llAli  CS)»VAiiil9ii.A.O  liOPKJK,  propi^etarío, 
de^de  julio,  qye  reasomió  el  mando,,  después  de. la 
campaña  contra  el  general  entrerriano  francisco  Ra- 
,mirez,  hasta  marzo  de  1823,  qué,  con  motivo  de  em- 

;  .prenderja  c^nipañ^i  ^obire  los  i)[)dio^,.efi,  combinacipn 
con  el  gobernador  de  Buenos  Aires,  Rodríguez,  delegó 
en  el  comandante  J.  L.  Orrego. 

t«#8^COilAIIÍBAMTfi  jrAIV  LVlS  OBllB€^9  SOStitu- 

to,  tíurahte  la  ausencia  del  propietario  López  que  se 
'hallaba  en  campaña,  desde  marío,  forniando  el  ejér- 
■  citó  con  que  debía  marchar  para  el  ^ur^  según  el  ¡plan 
'  acordado  entre  éste  y  el  gobernador  de  Bpenos  Aires, 
general  Martin  Hodriguez.     • 
Lopeíz  fué-,    al  iniciar  la  campaña,  sorprendido  y 
'  cohipletamente  derrotado  por  los  indios  ranqueies,  pe- 
ro consiguió  después,  el  17  de  mayo,  escarmentarlos 
'  en  sus \  misrhas  comarcas,  matando  mas  de  dOO  barba- 
ros  y  haciéndoles  un  considerable  número  de  prisio- 
neros. 
A  hiediadós  de  junio  regresó  el  gobernador  López  á 
'  la  capital  de  su  provincia,  á  fin  de  boriar  las  desave- 
íienciascon  Entre  Ríos  que  se  hablan  aumentado  en 
su  ausencia. 

El  comandante  Orrégo  fué  después  muerto  por  los 
indióis;  que  le  cortaron  la  cabeza^  llevándosela  como 
trofeo.  /     • 

Í9»aí~6EiV]BñA.ii  ESTAMiíSLiLO  LÓPEZ,  propietario, 
'  desdé  junio  que  re^^umió  el  mando  gubernativo,  des- 
pués de  su  espédicion  contra  los  indios  ranqueies,  en 
combinación  con  el  gobernador  de  Buenos  Aires,  ge- 
neral M.  Rodríguez. 

.   Los  representantes  nombrados  para  el  Cuerpo  Na- 
cional^ por  16  que  á  la  sazón  se  conocía  con  la  deno- 
'  ttií nación  de  Carrera  del  Paraguay,  eran  cotno  signe: 
Santa 'F^e  Don  José  Aiiáenabar 

Entre  Ríos  «      Lucio  Mansilla 


'  Corrientes      »         t   .   Rddro.Diaz  Golodrero  .í 

;    f '  .  Eraácisco  Acosta- 
Misiones  «      Manuel  Pinto 

Habiéndose  nombrado  un  representante  por  cada 

15,000  almas,  corresppndía  ala  Carrera  del  Paraguay 

;6  diputados,,  calculándose    el"  número'  de  armas', en 

..900QQ  y  fraccionas  d^  8000.  que  no  tenían  representa- 

cioa  e»  aquel  cuej?po. .     . 

'  6lJis'f  delegado  de  Lopezduranté  la-  ausenciai  de  es!e 
•en  ía  campaña.'   '  -  •  ^-^^ 

t99&--GÍEiVERÁii  E.  iiOPÉzl  propietario,  hasta  Í826 
q;oé^!e.oiseyiiGoentei  é^  cfiqpp»fia»,49leggp(jk>  en^el^o^ig* 
roo  Ecfaagüeí. 


1 1    >  I 

1 : 


f^ji«-Trf3«BQM£L  pr.  JPA^S^ClJAli, ECHAGüE,  secreta- 
jj-ijodp  topez,  .s\i  delegadp,  pbr.habér  salido  ^1  pro- 
pietario 4  pa^rnijaha: ;        .    , .  .   :  ;    ;     ; 

MtB-^^^lteWieBiiti  C3.'  liOPBK)  reelecto  en-esHBro,!  du- 
rante su  áu^ncia  en  la  campaña^ 

¡El  ge»neral  López  fué  en  agostp  de  1828,  comisionado 
.por  el. gobierno  ^eneral^.cuyo  gefe  era  el  coronel  Bof- 
'  regó,  pjira  haberse  cargio^áel^is  j^uerzas  nacionales  que 
Á  la  S/azon  se  h(\llaban  en  los'puéblos  de  "Misiones*  ' 

En  efecto^  pasó  ej  Uruguay,  y  cuando  IIjb^ó  4  aquel 
destino,  el  general  Fructuoso  Rivera  se  negó  a  éritre- 
gaarle  el  mando  deaqueUas,     ^    •.  ,  .     >  j. 

-.  •   Después  de.varios  altercados  y-iOontestaíQipneSj  .Ló- 
pez, con  su  gepte  y  con  .la  que  p^vdp  ^ac^r  ,4,  jR.ivg^'al, 
repasó  el  Uruguay  retiráiodose  áiSapta  Fet  :     x    . 
Don  Julián  de  Gregorio.  Espinosa  y .  dop.  í^r^uci^co 

JLecbq  fueron; ientéiKves  (agosto)(.  comisioi>^o$.  por>el 
.  gobecnadprilj)orreg04  para  que  se  viesen.  a<?ííi  Riy^r^fc  y 
procuraron  conciliario  conLoj^z,.  .^    iy¡',:.,i  .   ./¡:,  . 

28 


864  . :  PBOnHOIAi  I 

tsts-cmmvBti  s#;  üPÁM^VAii  kchAúhb^  delega- 
do deiJopez;  dui^ánteli^husancia  de  ésta  en  Jas  Misio- 
nes, en  desenahpefio  de  ulia  comisión  del  gobierno  na- 
cional, hasta  setibmbr^^  que  el  propietaria  reasumió 
el  mando  gqbprpativp,.  .  ; 

t8»ft~G;¿ivEBi%ii  tei^lTAMlsii^o  I.0PE2,  propietario, 

'  desde  setiembre  qué  reasumió  el  mandó,  después 'lie 

Haber  desempeñado  iiha  misión'  dfel  gobierno  de  fiííe- 

nos-Aires,  encargado  del  Poder  Ejecutivo  Nácfíonál, 

.  caronel  ftarrego,  cejo^  delg^n^p^l  í^ív^a  que  se  hallan 

.ba  efe  laá  Miaiones,'ha»ttt  dieieptibr^,  que  delegó  en  el 

coronel  Echagüe,  con  motivo  de  la  re\íotuc¡pn  d^l  1*  ¿e 

.   dicho  m^s,  encabezada  por  el  general  Lavalle. 

Mñi^-Ljcmkénmwi  nip^  rAsevAt^  úcmAiQwmj  delu- 
do, durante  la  ausencia  de  López  en  el  Rosaría,  cuam- 
do  la  revolución  de  1^  de  diciembre  en  Buenos  Aires, 
encabezada  por  éí.géfíefá]  Lávalíé,  y  ía  proyectada 
pásaáa  del  general  "J.^M-Pa^^cori  su  gente  ^"la.  provin- 
cia de  Córdoba,  que  entonces  no  se'éfeótüáfaV 

->  '  En  eoo^rb  cesó  Eehagüj^  y  vqiiedairQi^-eaqc^g^dos  ím[ 
gobierno  Larrecheaíy.elj.eonQwdant0jMP4.)L<¡>pe«>,  . 

ts^j^-^BRiíGÁBiÉR  £.  lo'pk'z,  t>^op1etaHp,  !reasamió 

'el  mandó  gubehiátivQ  en  eper6,.pára  delegarlo  nueva- 

■' mente éh  Larrechea'y  sü'  hermanó  el. comandante  Juan 

.  P.  Lopez^  con  el  objetó'  -de  eínpréridferr  ■  la  campaña  én 

ausifióde  Rosas  v  contra  el  general  Lavalle.  ' 

t990-B.  P£Bno  TOMÁíi  BÍB  XiARRECBíBil^  encar- 
gado del*  gobierno  eft  lo  civil  y  el  coniandante  JiUAN  Pa- 
blo López,  en  lo  militar,  en  enero^  por  ausencia  de 
López  en  la  campaña  de-  Bu«nos-Aire9,  enuriioo  con 
Rosas,  bonthi  el  general:!  Lavalle ^  á^causa de  la  revolu- 
'  Cion  áe\  l*»'d^  diciembre  de  1888  y  fftsilamieDtq  delgo- 
'.  bémadorDofpegó;  hftSta:mayo¡quei  el  lirofiietarió.  re- 
sumió el  mando  gubenjaüvo^  ••    í  » f  i  >  i      1.     t:  . 


D9.<ai|l9A  FB  366 

¡rio4QS(}a  mdyo  qu.^  reasumió  él  rxmndá;  después  de  su 

iCampafla  en  laí  provincia  de  Buenos  Aires,  en  apoyo 
de  Rosáis  y  I  contra  Lavalle,  que  terminó  con  la  con- 
Tención. (ó  capitulación)  del  24  de  junio,  en  consecuen- 
cia de  la  acción  del  Puente  dé  Márquez  en  los  campos 
de  Aivarefe  {86  de  alaril),  en  que  éste  fué  vencrdó  por 
aquellos.  .        ^ 

Después  de  esta  acción,  López  dejó  á  Rosas  sitiando 

' '  al  general  Laváíle  y  se  retiró  á  Santa  Pe,  reasumienddl 
el  mando  gubernativo  q^ue  siguió  ejferciéndo  hastf^  él  2 

"  de  febrero  dé  1831,  cuándo  lo  delegó, en  Lárrechea,  para 
entrara  campafia  contra  el  general  Paz,  que  marchaba 

■  sobf^S'ánta  Pe.  Sin  embargo,  luego  qué  tuvo  cono- 
cittiíeiYto  de  un  movimiento  que  acababa  de  verifloarse 
en  él  Paraná  en  la  Irnadrugada  del  10  de.  diciembre  'de 
1830,  Eopez  marchó  con  la  mayor  rapidez  y  se  sitiíÓ  en 
su  campamento  del  Monte  de  los  Padfús)  á  fin  de  a^olp- 

•  tar  todas  las  medidas  relativas  á  asegurar  1^  í^éáccion 
llevada  acabo  con  felfzéxitd'pór  el  coronel  Pedro  EÍs- 
pWfo -contra  López' Jordán.    El  11  salió  hasta  la  bcJca 

-  del  rio  con  una  compañía  de  carabineros,  para  mandar- 
los desde  allí  al  Paraná,  y,  al  llegar  á'aquel  punto,  re- 
cibió comunicaciones  que  le  instruían  dé  la  contra  Ve- 
volufeión,  regresando  luego'á  Santa  Fe. 

flékSi-^B.  PBBBO  Tailí4íi'BK.  I>AiRI|K€HGA,  dele- 
gado, por  ia Usencia  del  general  López  en  la  eampalia 
contrae el^^neral  Paz,  desde  lel  2  de  febiiero,  hastaijla 
disolgcipn  del  ejército  de  ésfieé  instalación  de  nuevo 
gobierno  en  Córdoba.    (V.  Provincia  de  Córdoba). 

Su  ^ecr^tario  aunque  interino^  fué  don  Juan  M.  Ma- 
ciei;  .       .  .    . 

El  goberfiador  propietario,  López,  llegó  á  la  ciudad 

de  Santa  F^el  5  deoQtubre,.de  regreso  de.Córdoba,^  y 

..  £iMé.  recibido  con  eljjaayor  entusiasmo,  el  10  por  lamá- 

,  {M»p^j.f4l  ^uf^^2;Qi»oei)tRada^  ea  codi^^  acompañado 


866 


pBOvnroiA^  t 


}  de  varios  gafes^  militare».    SDlieran  ¿  su  encoentro  los 
!  aütoridadei  civiles,  rhilítares  y  «d^siásticas  y  los  ciu- 
dadanos, y  al' pasar  por  las  calles  de  la  ciudad,  llovían 
sobre  él  flc-res,  hojas  de  laurel,  etc.;  las  campanas  re- 

-  picaban,  el  cañón  tronaba,  y  era  saludado  comd  el  Li- 
'  bertadar\  el  ángel  tutelar  de  lapuirluy  el  salvador  de 
..  la  República,  i  Hubo  bailes  y  otras  tiiversiones;  cele- 
bróse un  TeDeum  en  la  Matriz. 

f  981— GE.iíKBAii.  M.  iiOpCK,.  pmpie|l^rjo,  desde  e)  10 
.  de  octubre,  que  ^asumió  Ie|  .mando.  .    ..    i 

Terrpinada  la  caoipaua  de  Córdoba  .coa  Ja  insiala- 
cion  del  gobernador  José  .Vicente  Reiuafé,  Qu^j'a  elec- 
ción produjo  una  seria  reyerta,  entre  López  j.^fiiroga 
y  que  tuvo  trascendencia^  según  se  verá  mas  adelante; 
con  el  regreso  y  restablecimieuto  4^1  de  Santiago,  Ibaí'- 
ra,  y  retirada  del  ejército  de  3uenos-Aires,  al  mando 
del  general  Juan  Ramón  Balcarce^  y  su.  segundo. el.  ge- 
neral Enrique  Martínez,  reasumió  el  mando  gubernati- 
vo, cuyas  fuppioneá  coutjnuó.  desempeñando,  ^h^sta  el 
2Í  de  noviembie  de  1833,  que  marchó  nueva,Píiente  á 
C£fmpana  contra  los  indios  del  Chaco  primero,  y  contia 
los  del  desierto  después,  como  general  en  gefe  (en  apa- 
riencia), .siéndplo  en  realidad,.  Rqs^s,  que  no  quería 
cargar  solo  con  las  responsabilidades,  sino  qompar- 
tirlas  con  el  mayor  número  posible. 
'  Sin  embargo,  od  diciembrede  1831,  se  ausentó  nae^ 
vameote  de  la  provincia,  ooíi  destino  á  Entre  Rios, 
para  tratar  de  reconciliará  los  quéretlantes  Bdrrene- 
chea  y  Espino  y  arreglar  la  disputa  que  á  la  sazón 
existía  entre  ellos.  i    * 

Aquí  empieza  la  farza  federal. .  El'  gobernador 'López 
avisó  (12  de  mayo  de  1832)  ala  Lejislatura haber  llega- 
do el  término  de  su  gobierno  y  la  necesidad  de  proce- 
der al  nombramiento  de  nuevo  gobernador.    La  Legis- 

-  latura  rqsolvió  (17  de  mayo)  el  nombramiento  de  López 
para  el  corrieate  bienio  y  fijar  éste^  idia  y*  kora  para 


.  MQibirle  4I  juramento-  López  preisentó 3u  tenuncia  del 
cargo,  el  21,  y  la  Legislatura. '  no  hi?50  lugar  4  ella. 
Entonces  López  contestó  « resignándose  á  consagrar 
sté  pequeña  capacidad  al  gobierno  de  la  'prooincidy 
por  el  corriente  biéfvio^ »  protestando  de  la  manera  mas 
solemne?  nb  seguir  en  el  mando  un  soló^diáy  después  de 
concluido  el  referido  período. 

''      Y  áin  enibargo*'ápesar  dé  sus  ^olenihe?  protestas, 
cOTitiríü'ó  ejerciendo  él  mando  gübernátiv'o  de  la  provin- 
cia, desde  el  1°  de  julio  d?  J832,  que.  se  recibió'^  ha'sta 
'lia  fecha  dé  su  muerte. 

En  vista  dé  laa  conJ,estaQÍones,  dadagi^or  algunos 
gopíernps  del  interior,  ala  invitación  que  á  nombre 
de  los  gobiernos  de  ía  liga,  les  dh'igiera,  en  9  de  marzo 
de  1838,  la  Gomisjon  representativa,  compuesta  dí*.  don 

'\  Domingo  Cullen,.pres¡dente,  don  José  Elias  Galisteo, 
ppr  Entre  fti9s,  dpii  Maniiel  Leiva,  por  Corrientes,  don 
Manuel  Corvalan,  por  Mendoza,  don  Urbano  de  Irion- 
do,  porTucuman,  y  don  José  Francisco  Benitez,  secre- 
tario^ s^  dirigió  é^taal  gobernador  López  nrnoifQstan- 

,.  do  al  rpisrao  tiempo  que.  el  diputado  de  Córdoba, 
presbítero  dootor  Juan  Bautista  Marina,  no  volvió  de  su 
provincia,  adonde  había  regresado  por  el  término. de 
, ,  dos  meses,  úi 'fué  íeemplazado;  elde  Santa  Fe  fué  se- 
parado de  la  Coinision  por  orden  del  mismo  goberna- 
dor;-el  de  Entre  ;Rios,  Galisteo,  recibió  orden  de  su 
gobierno; el  deMendpísa,  jCoi^^al^kn,  manifestó  la  urgen- 

.  ;  cia. que  tenía  de  rietirarsjB:  convencida,  pues,  la  Comi- 
sión de  no  quedarle  cosa  alguna  v^as  que  practicará 

..  b^peftciodc'  la  causa  jiwiblicía,   declara  concluida    su 

.  .:fíxi§tencia  coa  fecha  13  4je  julio  (1832)-  . 
í  •  :  j  El  gob^rrnador  López,  en  atención  al  silencio  de  algu- 
nías  pjoViuciásá  la  invitación  de9de  marzo  y. al' modo 

'  •  como  sé  espidieron'  lúí5   otras — Santiago,  Tueu»man, 

I..  San  Luis  y  la  R¡ojai^mai>ifeBió  que  nada  mas  restaba 


sirio:que  Id  Comisión  declarase^  comíO  ya  lo  habla  he- 
cho^ termiilados  sustrabajos* 

1933— B.  bomihígo  cullEíIF,  (de  origen  inglés»  natu- 
ral de  Lanzarote  en  las  islas  Canarias)  ministro  secre- 
tario de  López,  su  delegado»  desde  el  21  d^  aoviembre, 
hasta  el  20  de  diciembre^  por  ausencia  del  mismo  co- 
mo propietario  en  la  campaña  sobre  los. indios  del  Cha- 
co. Fué  su  ministro  secretjaríó  don  Juan  José  Mor- 
cillo. 

Él  10  de  dicienibre  salió  el  general  López  con  una 
fuerza  de  1500  hombres.  A  ésta  fuerza  se  reunieron 
algunas  tropas  de  Córdoba  y  San  Luis  para  obrar  ba; 
jó  sus  órdenes.  EV  gobierno  de  Corrientes  también 
concurrió  á  esa  empresa  con  aúsilio.de  caballos,  en  lu- 
gar de  un  contingente  de  tropas  que' había  ofrecido  y 
con  el  que  dejó  de  contribuir,  por  las  medidas  alar- 
mantes que  adoptaba  el  Dictador  del  Paraguay,  rps- 

''  pecto  dé  aquella  provincia. 


:i9#s^coi%eBAii  K.  iiOPKZ,  propietario,   desde  el  20 
da  diciembre   que  reasumió    el  mando   gubernaüvo, 

•  después  de  su  campaña  sobre  los  indios  del  Chaco, 
hasta  julio. 

En  1835  fué  investido,  á  imitación  del  de  Buenos  Ai- 

•res,  con  facultades   ESTRAORDiNARiAfi,  como  si  las 

'    necesitara,  cuando  ya  las  tenía  y  siempre  las  tuvo,  sin 

que  nadie  se  las  diera,  desde  el  ano  de  1818,  en  que  se 

■    nombró  gobernador  él  mismo,  hasta  que  dejó  de  serlo 

•  Sólo  con  su  muerte. 

A  los  pocos  díds  (26  de  diciembre  de  1834)  de  haber 
salido  el  general  Quiroga  de  Buenos-Aires,  como  me- 
diador cerca  de  los  gobernadores  Heredia,  de  Tucu- 
man,  y  La  Torre,  de  Salta,'el  de;  Santa  Fe,  López,  pre- 
venía al  coronel  Francisco  Reinafé,  comandante  de  la 
.  jurisdicción  inmediata  á  Barranca-^Yaco,  lugar  del  fía 
trájico  del  gefe  riojano,  avisándole.  I**  la  fecha  de  la 


'  'isáUioíia  dé  étete  áÁ  Sueños  Aire»i(lJS  de  Idicierhbbe)  S^  el 

'  numeró  deí  individuos  que  4e  «iboitipañaban;  3^  la  tiÁse 

'  dé  vehículo  en  que  viajaba;  4'^ia'8eguríáaddeíquid'ásu 

-'Suelta  había  de  i^ervirsé  de'la/)ó«to;  5"^  la*  tra.v8sía<  de^ 

Barmnca-Yaco,  i<íiie-  habla  de  «egóir  Quiroga;  6"  la 

récomendacionf  de  dficialJssde  eoftfianza,  que  ^resiallta- 

'    ron  eompltcadios  én  el'  a^áriniató  del  generai  Quiroga  y 

•  ebmitívajT^'y  illtimóí  la  frai»e 'muy  signifloativa  epi- 
■    piteada  por  Ldpe«,  ^cartáddleohaíedejuHo  de4831, 

-  dírigfdadesde 06rdoba á  ¿u iomigo  Rosas^  ton  motivo 

-  de  IftíéíeccioR  de  gobéníador  de  dicha*  proviiicia  y  cuyo 
'  tenores  ccmio  sigue:     c Esté  indieaque el  general'Qui- 

•  roga  aspira  á  levantar  su  persona '  sobre  todos  Jos'  po- 
deres de  la  nación,  y  eso  no  le  ha  de  ser  muy  fácil 
conseguirlo;  para  verlo  esta  bl  tibmpo.  »  He¡ahí 
ik  sentencia*  de  muerte  dcjl  c)audiUo  de  los  «Llaiijos,  de- 
cretada por  López  y  ejecutada'por  los  Reinafé; 

*  *  r 

^SSi^T-^ií^MUMlveo  ^VLi^iBW^  d^le^r^do  de  ]Lopez,  d^es- 
.  ..de  e]  13  de  marzp  hastía  diciembi'é,  por  la  necesida<íen 
; .  que  é^te^e  b^Uaba  .de  retirarse  por  .algup  tjerapo  de  Jos 
negocios  públicos,  para  restablecer  su  salgd.     .  ,. . 

tS3ft— brig/^iiíbr  Ei^TAivi!»Li%.0  LC^plcz^  propieta- 
rio, desde  diciembre^  que  reasumió  el  mando,  hasta  ju- 
lio de  lS36,  que  16  delegó  nuevamente,  en  su  ftiinistro 
don  Domingo  Cullen.  '     _ 

Los  gobernadores  Rosas  y  López,  de  aciierdo  am- 
bos, arribaron  á  un  perfecto  esclarecimiento  del  origen, 
de  los  autores  y  conductores  del  folleto  titulado  J^éde- 
racion~Constítucíon — Nac'ionalíjsacion,  escrito  éim* 
preso  etn.M^Qtevideo»  aunque  sin  ÍDdica,cioa  de, impr^^- 
ta,  con  el  fin  d€!  hac^r  creer  que  16  (ué  en  Buejuos  Aires, 
burlariidp  la  vigilancia  de  sus.  autoridades. 

Esa  produccfíon,  q^e  Ra$,as  llamaba  incendiaria,  fué 
remitida d^sd<^ MQQtevi4eo  aa :octubi:ei ¡delSS^,  >por  el 
C8#ó9Ígo  doa  Pedro  Pablo  Vidal)  dirj^iéndola  ceiTada 


(800  üPMfnrciiiM 

*  y'rotuláda  á'loá  gobernadores^ de  Us  provincias  del 

'    ióterionyáotros  fuocíonapios  públicos  de  ellas,   por 
}!-  intermedio  dé  un  &njdto  conocido  en  eltRosaiio,  á  fin 
'    de  que  la  enviase  así  al  maestpo  de  posta  de  los  Cem- 
I  :  Itds;,  don  Jqan  AlvareZj  m  elcaiaaino  que  debfan  llevar 
los  correos  .al  interior.     Este  vecino  del  Rosario,  igno- 
<   randoiel  ¡contenido  de*  lo&  paquetes,  Jos  envió  á  dicha 
.  posta;  allí  fiteron  entregados  ai  cortr^o  don  Francisco 
.    Ródtíguez  por eí  referido!  Alvarez;  exigiendo  de  ésfceun 
'  '  certíñoado,  por  estar  dichos  paquetes  fueif  a  del  mar- 
chamo de  la  administración  de  Correos»    Así  marcba- 
'i^ónálaspiíovinoias  del  interior,,  cuyos. gobernadores 
los  devolvieron  (de  miedo  federal) Á  los  de  Buenos  Ai- 
res y. Santa  Fe,  llagando  algunos  de  esos  paquetes, 
:í  auh  sin  haber  .sido  abiertos.    Tal  era  el  terror  que  los 
áo%^íésAQ\2i  pseudo-Federacion  infundían  hasta  á 
los  mismos  gobernadores. 
Tanto  los  paquetes  como  el  certificado  quedaron  de- 
'    positad-os  en  la  imprenta  de  la  Gaceta^  para  que  Itfe 
'  viesen  todos  los  qiíe  quisieran.     Los  reféridois  paque- 
tes estaban  todos  con  sobrede  una  mishla letra,  la  cual 
\  era  bien  conocida. 

líl  conttinidQ  del  pitado  folleto  coincidía  con  algunas 
,fr^seS(  del  Moderador^  periódico, de  Montevideo,  re- 
dactado por  el  doctor  Ángel  Navarro  (catamarqueño) 
con  la  colaboración  del  doctor  Julián  Segundo  de 
.,AgiÍero,.dpn  Francisco  Pico.,  don  Valentin  Alsinay 
don  Manael  Bonifacio  Gallardo,  pidiendo  una  amnistía 
qu§  concentrara  lo^  partido^,  y.  matara  para  siempre  el 
germen  de  la  discordia. 


fg^Á-^B.  á»oii!i!^GO.€tJLL£!v,  ministró  general  de  Ló- 
pez, "delegado,  én  julio,  por  auéenbia  del  propietario 
qufi  tuyo  que  salir  á  asaltar  una  toldería  dé'itidios,  que 
se' aproximaba  á  ía  ciudad  de  Santa  Fe. 

Habiendo' llovido  desdé  que  salió  hastct  sü'regreso, 
contraje^  un  fuerte  resfriado  que  díó' origen  á  'una  tisis 


pülmondV;  ^^  V^^  jamás  piído  mejorar,  apesatr  deí  haber 
sido  aisÍBtido  por  un  médico  hábil  eomo  el  doqtor  Ijep- 
par,  mandado  por  el  gobernador  RoBás^  á  fíaes'  de 
dlciertibí'e.  Por  consejo  del  citado  faíc!ultativo^.l{,opez 
se  tfasiadó'  con  su  futtiUííi  &  Biienos  Aires^  el  10|de 
enérd  del  afio  siguiente,  1837,  para  ourárS(e>  regr^ean- 
^   do  áloi>tres  hueses  énel  míjsmomal  estado,  d^^  salud. 

J9S9— «KIVI6ÍIAL  csSTAÍvig^iiAO  i^^PBS,,  propietdñ'o, 
de^e  agosto  que  reasumió  el  inundo,  de  regrefio  de 
Ja  Cíimpafta  contra  l,os  indios,  hasta  epero  de  1837,  (jue 
*  debiendo. auseintarse  dp  la  provincia  cpn.  destino  á  Sue- 
ños Aires,  por  cpusejo  del  médico Leppar>  delegó  nue- 
vamente ^n  su  secretario  general  CuUen. 

18SV--1I.  ]»•  citiLLKlr,  ministro  de  Lope¿,  su  delegado, 
desde  enero  hai^ta  mediados  dé  abril,  que  duróla,  au- 
sencia del  gobernador  propietario' Ló^e'z  en  su  viaje 
á  Buenos  Aires,  adonde Itegó  el 43  deeh^ro^  y  déídon- 
de  salió,  de  regreso  á  su  pr6vJncía,  el  5  de  abril;  y 
como  la  enfermedad  de  éste  no<  presentase!  mejoría 
alguna,  continuó  Callen  '  desempeñando  el 'gobierno 
hasta  ¡mayd.de  1838,  que,  cqn  n)otíivo  ^el  bJoqueo  fran- 
ce6y  fué  comisionado  cerca  del  gobierna  de  Bu,ej;ios 
Aires,  como  se  verá:  mois  adelante. 


i989--BBlGA]|l£tl  fiíSTAIVllSLAO  IíOPÍ:^?   prtípiéta- 

.  no,' desde  mayo  qué  reasumió  el'  mando  hasta  s'ü  falle- 
cimíeríto.  *  '  •  . 

■ 

.  .  Pe  regreso,  de  Bu^no^  Aires,  á  cuya  ciudad  llegó  el 
13  de  enero  de  1837,  habiétido  áído  espléndidamente 
recibido  con  formación  de  tropas,  embátideraihi^lnto 
de  calles,  músiqas,  etc,,  en  medio  de  una  concnri^éncia 
de  mas  de  25000  almas,  y  én  la  cual  permaneció  hasta 
el  5  de  labril  del  misino  año,  que  efeóáife  su  salida  con 
iguales  demostraciones  de  entusíasííio  y  afecto  fédéhal^ 
el  goteruador  Lopéz  ño  pudo  desde  htegb  tomáí  pose- 
sión del  mando  á  tlíiasá  del  mal  estado  de  sd  sarud. 


- 1 
I 


'^'  ¡Él  objeto  d^  SQ  v^ageá  Buenos  >  Aires! ha\>ia  sido  el 
dé  someterse  á^ un-  sistema  de  ouraucioa  form^i^  y  liejos 

■'^'de  conseguirio;  se  agravó  mas  bien  $u  enfermedad. 

^  :  I^uesto  él  bloqueo  á  toáosles  puertos  del  litoral  del 
Plata;  el  23 de  marzo  de  i838i  por  la  escuadm  france- 
sa 'at  'raatido^  del  almiráríte/Le^Blane,  y  cortado  por 
consiguiente  el  comercio  conloa  pueblos  del' interior 
por  los  ríos  Paraná  y  Uruguay,  López,  aunque  muy 
enfermó,  Teá'sq mió'  el' gobierno  y  comláionó  á  sti  mi- 
nistro secretario  Cullen,d' que,'trasl¡adándose  áBue- 
t)ó3  Aires,,  tratase  con  el  gobernador  Rosas  déúnar- 
reglo 'con  él  almirante  francés^  "previniéndole  que,  si 
Rosas  sé  re^iétiáá  ese  arreglo,  pásase  inmediatamente 
á  la  escuadra  bloqueadora  y  llevando  credenciales  al 
[efecto,  .80  en teadi esa  dii'ecta^eivta  con.  el  ^efe  de  ftllf^ 
para  facilitare)  comercio  4^  los  pueblos  ({\ie esíaban  en 
pG^,  con  la  Francia*     . 

''Esta  comisión  costó -cara  &  CiiUen,  á  quien  Rosas 
nunca  plerdoñó,, por  fraberla-oonsiderado,  de  buena  ó 
mala  fe-,  cómo  iniciada  por  el  mismo  cotoisioíiado  y  no 
Comoui^ia  emanación  deLoper. 

Ese'^aso  era'  en  verdad  altrevido  y  de  «ftuy  seiias 
•consecuehcías  para  la  política  4e  Rosas,  quien  debía 
ver  en  él  lina  ruptura  del  tratado  del  litoral  y  con 'ella 
la  inevitable  caida déla  DJctadiirí^.. 

Ijuosas  prescindió  de  López,]  cuyo  fin  vela  próximo, 
y  juró  vengarse,  como  se  vengó  de  Culleu,  cuando 
aqueld^sapareciera. , 

.  bwrante  esta  comisión  de  C4illen,  la  enfermedad  de 
López  se  agravó^  de  manera  que  tuvo  que  renunciar  el 
gobierno  y  murió  eii  la  tarde  4el  15  de  Junio  de  1838. 

Hasta  ,entói)ce?>  Rosas  y  López  dominaban  las  pro- 
vincias á  su  voluntad;  con  la  muerte  de  éste^  solo  que- 
daba una  voluntad  en  toda  la  República— 1^  de  Rosas. 

A  nonibre  de  la  provincia  de  Buenos  Aires  y  costea- 
ido  ppr  su  tesoro  y  con  el  a^enüipientp  dql  gpbierno  de 


' '  Santa  Pe,  secblocó  iinfnonbiúentóídé  mármoi  sobre  el 
sepulcro  en  que  deseánsan  los  restos  del  ^e^erlil  Lo- 
pea^.  '  Bi  Tionabre  de  éste  había  de  inscribirse  en  la 
pirámide  de  la  plaza  de  la  Victoria  en  cadauYia  de  tas 
ñestas  civíc^  de  Buenos  Airesi  '.  ' 

He  aquí  la  inscripción .  que  se  gravó  en  la  lápida  del 
sepulcro  acordado  á'  La< ni enioria  del  geoér^nl  (Estanis- 

,    lao  L(>plez:  — 

,•  •  I"  ••  '"i-,  ' 

*  •  I    •  i  •  I 

€1846— Octubre  22*-  •  v  ..  1 

El  ExMo.   seSor  Brigadier  fDE  la  "Níacion  don 

Estanislao  López 

Como  gobernador  y  capitán  general  de  la  provincia 
de  Sania  Fe,  esclarecido  guerrero  de  la  libertad,  hé- 
roe glorioso  de  la  Confederación;  y  vencedor  en.  rne- 
morables  batallas,  le  rindió  servicios  eminentes— X30n 
sus  fieles  aniigos  y  compañeros  los  generales  Echaque 
Y  Rosas  libertó' la  República  de  ía  anarquiaT-t^or  el 
honroso  tratado  de  paz  del  22  de  noviembre  de  1820, 
celebrado  en  la  estancia  de  Benegas  á  la  margen  occi- 
.  dan  tal  del  Arroyo, del  Medió — Comandó  en  gefe.el  ejér- 
cito  nacional  confederado,  salvó  á  las  provincias  *4^  la 
impía  traición  dé  los  Salvagés  Unitarios,  y  Sostuvo  el 
pronunciamiento  de  ellas  por  *éí "^sistema  de  gobierno 
federal-  ífi  su  glpria. militar^,  ni  ¿u  elevada  posición 
pudieron  canibiár  jamás  su  sencillez  republicana— Na- 
ció el  22  de  novienabre  de  1756-^Murió,  el  15  de  jutiio 
de  1838. 

Descansa  del  Empíreo  éá  las  mansiones, 
Btt  el  seno  de  Dios;  hombre  querido  !;-^ 
La  Libertad  te  debe  sus  blasones*,   • 
Y  lóis  tiranos  su  postrer  gemido*- 
Rosa^^  lel  compañero  de  tu  gloria, 
Consagra  eáta'  inscripción  á  to  :memoria«  > 


La>cánrQifa pública  de  Lopez^bájo  bl  punto  de  \'isla 
dé  la  política  que  abrazara,  1^  dio  un  nombre  asaz 
.  conspicuo  en  los  anales  de  la  República,  .como  ufiade 
:  las  priocipales  columnas' de  la  causa  pseudo-federd^ 
en  sociedad  y  apoyo  de  su  amigo  Rosas.  También 
t\xh\xtihQt)ibré  afortunado  y  y  esta  sala  circunstancia, 
'ya.seii  én  la  vida  pública  ó  yaén  la  privada,  tieneiSiem- 
pre  un  efecto  talismánico,  haciéndole  digno  del  elogio, 
que  no  faltó  quienjle  hiciera — de  que  fué  un  hombre  de- 
cididamente hábil. 

Cuatro  días  después  de  ía  muerte  del  general  Lo- 
peZj'süesposa'dofía  Jpsefa  Rodriguez  de  Lopéz,  diri- 
gió á  Rosas  una  carta  en  quedaba  los  detalles  deles 
.  últimos  momentos  del  finado,  y  Rosas,  en  su  contesta- 
cion,  le  decía  q^íe  el  general.  López  había  sido  su  M 
amigó  y  compañero  en  las  épocas  náa's  criticas;  que, 
mientras  sus  amigos  particulares  elojíában   sus  cuali- 
'dades,  personales,  la  República  deploraría   la  pérdida 
.'   de  un  ilustré  patviota,  el  valiente  defensor  de  isus  le- 
yes  y  uno  de  los  mas  renombrados  fundadores  del 
.   pacto  de  alianza que'arrancara  á  la  nación  de  las  rui- 
nas de  la  discordia  civíf.  .  . 

I  •      .      .  '  '  •  í      •  • 

El.capjtan  Eliott,  comandante  del  buque  de  S.  M.  B. 
Fly,  á  su  regresó^. en  abril  dé  1837, 4e  Santa  Fe,  adon- 
do  habia  ido  espresamente  para  vjsitar  á  López,  se  es- 
.  presó,  respecto  de  éste^  en  los  términos  siguientes: 
«  Sentina  abandonar  la  América  ^el  Sur  sin  ver  aun 
homb/e  tan  notable,  cuya  aípariencia  y  lenguaje  deno- 
taban al  paíriota  y  al  hombre  de  juicio.  » 

Vamos  &  enumerar  los  principales  hechos  que  dis- 
tinguieron'ál  general  Estanislao  Lo J}ez,  desde  el  pri- 
mer dia -que  sentó  plaza  como  voluntario  para  com- 
batir por  la  independencia  nacional.        , 

Acababa  de  darse  el  grito  dei  libertad  en  BpQnos  Ai- 
res el  25  de  mayo  deilSlO^  cuando  repercutiendo  su 
eco  en  los  corazones  de  los  patriotas  sa^ntafecinos,  fue- 


ron  6stos  lo9  priixieros  que,  i^gaodando  ái sus  herma- 
nosde  Buenos  Aires^  se  alistaron  voluntariamente  «n 
•número  de  100  pare^  engnosár  la  columna  q«e  &  la  •  6i'- 
den  del'  general  Beigrano,  debia  ¡dan  libertad  al  Para- 
guay. Entre  éstos^  se  hallaba  en  primera  Jíoea  el  jó* 
Ven!  López,  el--cual,  ¡en  ,1a  leíase,  de  cabo  fué  en  el 
contingente.de Santa  ;Fé,  haciendo gpar te  dé.  J^  tepedi- 
cion  libertadora.  mí;! 

Venoidó  Bé]granoen<  la  desgraoiada  jornadalde-Ta- 
cuarri  (9  de  marzo  de  181|.),  el daho (López  cayó  [prisio- 
nero, fué  llevado  á  Montevideo  y  puesto  pre^(ft;ábor4o 
-  .de  la  fragata  ¿:Q  guerra.  QspaOqlaf  Flora»  ftindea^la  á 
lasa^on  en  la  bahfa.  de  N^outevideo.  .  El  general  Rqp- 
dedu,    al*  mando  del    ejército   argentino,  ^itiabc^   la 
plajiaen  que  .e3.tat)an  encerrados  los  españqle^,    pin- 
tonees el  cabo.  López .  concibió  el  atrevido,  prpyecto  de 
fugarsQ  de  la  fragfiía  «  Floi;fi, »,  é  incjorporarse  al  ejér- 
cito .sitiador  de  los  pa(iriota^;i  y  p^pai  ponerlo  e;n  pr4<<t i- 
.  .<^a^ aprovechando  .de,ua^.npche  tenebix)s^,y  fi^  borras* 
I.cay  burla^ldo'U  vigilancia  .dal  centinela  de  proa,^  j^e 
apoderói de  un^boyu y,,arpoján4Qse  al  qíxar,.  logró ;  ga- 
i::nar;lap¡laya'del.qampQ  sitiador  á  las  inm^diacíipnes 
.; del  Arroyo  Seco,  teniepido  para?  esto  que  nadar  jfms 
dQ  mediadegua.    Elbte  hechQ  de  estr^ordíáar^Q.  ^rrqjo. 
le  valiéi  elg<:ado  de.alfierez  que  le  cox^ñrió  inmediata-* 
.  luenteel  general .Rpndeau.  '<        ,  , 

.    Rendido  Montisvideú  á  las.  armas  de  la.  patria,  (2Q,  4e 

junio  de  1814),iél  alférez  López  regresó  ó  su  su^ioiJOja- 

tal.     Desde  entonces  siguió  una  serie  no  interrumpida 

de  combates  y  victorias,  unas  veces  en  defensa  de  la 

independencia  nacional,  otras,  endefensad^lo  que-  ét 

.  consideraba  los  deretíhoá  die  s'u  provinda  natal,  y  otras 

contra  los  bárbaros  del' desierta  que  amenazaban  la 

ciudad  de  Santa  Fe  y  a'los  cuales  redujo'á'laitíáSncom- 

*  píela  ímpotertdiá*  J '  <     .  ...    ' 

^  •  *  Én  la  catopafía  éCHAtk^él  imperio'  ^del  \6rásil,  Lopéz 


366:  'tRúnsmJL 


,  \i 


mandaba  u6a<fcoLuimna  de)  ejército  .  iiaciQníLl  y  recibió 
r.e\  encango  de  invadir  las  Misioaesi)raskleraSv  cumplien- 
do valerosamente  esta  orden,  sin  que  bubiesse  pelJ|;ro;al 
cual  no  se  arrojara  para  conseguir  el  desalojo  del  ejér- 
cito imperial  de  la  parte  qiie.  ocupaba.  Este  triunfo, 
unido  á  la  victoria  del  ejército  nacional  en  el  Rio 
'6nandei:diÓ  poF'resultado  la  libertad  al  £stado  Orien- 
tal del  Uruguay. 

'  >  EMe¿tor.  conoce  ya  todos  los  deaiá3h^hos  que  die- 
ron ^1  general  López  U  importancia,  que  tiene  <en  la 
iiistoria.  •  í=  *  !    .         , 

'    ; A'los  20 anos,  lá  Legislatura  sanctonó  (18de  diciem- 
'bre  de  1857)  uiía  ley  di^pdnfiefido  l¿  erección  de  una 
festatua,  al  general  López,  en  la  plaza   principal  de  la 
capital  de  Santa  Fe,  sobre  una  columna  de  mármol, 
llevando  grabada  de  alto  relieve,  ensus  cuatro  frentes, 
las  inscripciones  siguientes:  1**  La  estampa  de  este 
decrfetór-^a**  El  pueblo  santafécinfo  aV  promotor  de  su 
indépeftdeneia'  local:^— ^3*  Todéel  síentido iestual  del  ot- 
tíctflo  4f  del  Tratado  cuadrilátero  de  4  de  enero  de  1881 
•  —4^  La  época  de  su  i>a4al¡cioy  el  día  en  que  falleció. 
'     Abierta' «n  todos  los  'departamentos  de  la  prt>vino¡a 
'  üttía  suscripción  esporttánea  al  objeto  de  recolecfear  fón- 
'  dos-pará-satisfaceré  los  gastos-  de  este  monumento, 
"el'Póder  Ejecutivo,  éjereidóála  isazOn  por  su  hermano 
el  general  Juan  Pablo  López  y  el  ministro  deé^fe  doc- 
tor Juan  Franícisco  Seguí  debía  satisfacer,  dei  tesoro 
toúWíéo,  el  déficit  que' resultara  al  Heno  deH  presq- 
pnedtoi.'  • 

•  (  • 

tSMin-n.  40i^JÉi$i4fAt»€;A.iiiSTJB09  y¡Qe-presidenie de 
Jl^  Ljegislatura,  pombrado,  gobernador  interi^ip,  el  ib 

i  dQjMn>p,.á<;ftpsa  dal.  estado  grave  de  /enfermedad  y 

.pe^!ÍgrQÍnrpÍií<eiite  ilenmertedpLopez, .y  en  agsencia 

de  don  Domingo  CuUen,  que  había  ^idp  nombrado  en 

^^l^ráqtí^-  d^igpbpüfíia^ftr  Píovj^Qrip.y,  que  se,  ;h«líaba 


DB^iAMTÁ/lH  3QS: 

¿la ^ú&tow  áu^eviftef ^tf''diiretío9Í)A^iresí/éh<>CQmisíic>iiide 
'  López,  c5¿rca  d¿  RosÉKSi'como  endarg^do  dé  )aá  i^aalo- 
nes  eisteriores  de^la  Repiibiíce^     .      •  i '  '  i  > 

El  general  liopéz  dajó  de  existir  en  la  tarde  del  áiís- 
modiálS  de  junio.    '^  i.  .   .¡i 

El  seQor  Qalísteo  cóbiunicó  este  aéoirtécimíento 
afgíoberiíádár'deBuenbs  Aires,  quién,' con' 'feóha  80 
del  ínismó  iries  (junio),  le  diriglió  uríá-cártk  deípfeáiWe, 
espidiendo ,^  ñfíisttib  diaüh  decretó,  ^'é\  «ijüe)  -t^áe- 
seabáó  pregentar*. una  prueba  áelíaláda  dfe ' sus  ¡sfenti- 
miéntosde  gratitud  y  dfe  respetó  Méia  el  esclarecido 
ciiidadánó  á  quien  la  Répúbíicfet  y' su  s^ntrí  taiistx'féde- 
raí* débert  ía'n  eminentes  y  distinguido»  servicios^,  or- 
denaba sé'celebteeii  exequias  reKgiOsas'én  íái  calédr^al 
'dfe'fíúéhos  Aires,  con  asistencia  dfel  gobierno,  dé'•^as 
autoridades  bivjtós  y  Wilitarefe  y  la  de  16s' ciudadanos 
irivítacíos  por  la  autoridad!  >  '"'  '' 


•  !í  ■  •_»        i    /      (     '     •  •  !  I 


f* 


i MA^-^-A.'  «oiÉkxiíG»  c viüi^Kiv,  noiDQibredo.  int/sri^o  §115 
.  de^^anio^:  feeha.de  la  muerte. de  Lop^^^i  perq  Da.s¡e  ^e- 
'•cibi^,ípóríhaUatiáí5  áusQotQ  0n  ;Buejp,as  Airps,'.  i^ipp  en 

*¡  ■  OuándJo  Cullenfl'e^í?as<ó  de  Buenios,  Aíireis.  4ió,cuflftta 
I  vepbalinhenie  dei  vesultado  dedacpmisjioxi.,  qu^^íe  baqia 

enbciiteiidadoiél  &iado  gobernador  L^pez^^il^iQ^^^ 
de  Representantes,-maniíCastatid(b  muchas  prppu^st^y 
ofertas  veAtftjo^fis  para  la  prpv^i,ie¡a;  di^iSanla.  ^Fe,j  que 
.  se  le:  habían.h&cbo  ^niByeupp^;  Aires; ¡p)?^S  no  p^r, lio- 
sas,.pue3tp;queií)iQ.pjvdQ.poBs^guiruaa  tr^nsaQcypn  dpn 
;loa.franQe8e?¿.  viniandp  á.  quedar  en  nada  su  cpniisípn 
ceroa'^  Rpsjasy!  rPgre.sando  á  .Sj^iita  F.e  4  l^s  flPcos 
dias  de.h^ber.reoibidp lanoticja  de  la  muer.te djí  LgpQz, 
qu.e  le  fií4cqmunipí^4^  por  el  gobernador  interino  pa- 

En  vista  del  resultado  obitfepidp;í>ftr,/¿;uljpp..y,  .dej^^e- 
'.seoinaotfe&tedo  ptír»^os.gefftfty,ppqÍ<ilQS|  jVftl^ai)Pfí,jy  de 


S68  .BRa.niniCU 


.'i 'i 


tnüieias,  la.Gámapá  de^  R«f^resiecitanteB  )e  pcHpnbró  go- 
bernador d-e  la  provincia,  en  cuyo  carácter  fué  recono- 
cido por  todas  las  provincias,  menos  por  la  de  Buenos 
Aires  y  ,Entr.e   Ríos,  cuyDs  gobprnacjores,  Rosas  y 
Echagüe,  trabajaban  por  su  deposiqion,  y  ^Cullen  pop 
,  ^ost^enerse  en  el  gobié^rnO;,    basta  que,  con  el  deseo  de 
.;evjtar  vn.a,gue;rr^  pn  la  p^ovinciade  si^  adopción,  se 
, .  VÍA  ob|l¡gadp.  .á;'jBp|4nc¡jar,  conno  renunció^  eí  15  de  se- 
.  tiembjre,  perp^anQpiendQeippero  en  Santa  ^e. 

Viendo  eu,llep  que  qI  general  Juan  Pablo  López  (a) 
.  ^ASfar¿íía,  hermano  del  finado  gobernador,  se  aproxi- 
maba spbre  la  ciudad  de  Santa  Fe,  y  que  el  gober- 
-  .nador  Echagüe^  de  Entre  Rios,  se  preparaba  á  invadir, 
.  sin  poderlo  resistir,  é  implicadp  por  otra  parte,  en  los 
sucesos  ppUticos  de  la  época,  fugó  el  29  de  setiembre 
_á  Córdoba,  d©  donde  pasó  á  Santiago  del  Estero,  en 
donde  permaneció  asilado  en  casa  de  su  compadre  y 
amigo  el  gobernador  Ibarra. 

'  '  Este^  á  instancias  é  instigaciones  de  Ro39kS,  1^  remi- 
tió preso  con  un  a.  barra  de  grillos  yunafuerJte  escolla, 

'hasta  el  Arroyo  del  Medio,  donde  ftié  recibido  por  el 
coronel  Pedro  Ramos,  edecán  del  gobernador  Rosas, 

'  ¿juieh^  de  órd^n  de  estele  fuéiljóalif  el82de  junio  de 
1839,  previos  los  ausílios  espirituales  que  le  fueron 
suministrados  por  el  clérigo  Lara^  llevado  al  efecto 

'.  desde  San  Nicolás  de  los  Arroyos. 

El'  crimen  de  Cullen  á  los  ojos  de  Rosas,  no  fué  otro 
queet  secretó  de  que  aquel  era  poseedor  acerca  de  la 
muerte 'de  Qlííroga,  en  1835,  la  cuaima  la  vez  que  se 
realizaba  el  deseo  del  Dictador^  sequitaba  del  medio 
á  un  formidable  enemigo,  que  no  habría  descansado 
hasta  ver,  ó  el*  país  constituido,  ó  la  total  caída  de  éste 
qíjé  á  ello  se  oponía,  como  yá  lo  había*  manifestado  en 
su  carta  en  contestación  á  otra  del  caudillo  riojano  un 
aneantes  de  su trájieofim       =    :  .  , 

'    'El  mismo  Ibart'á  no  habría  traicionado  su  amistad 


« 


I 

DE  SAljTXA  ^B  369 

para  con  CuUen  á  no  habei^e  empleado  la  intriga^  con 
la.J!Dayor  perfidia^,  por  Rosas^  interesado  en  la  total 
desaparición  del  secretario  de  E.  López,  y  por  Gon- 
dra,  consejero  del  gobernador  de  Santiago  y  confía 
dente  del  Dictador,  según  se  verá  por  la  siguiente: 

Carta  inédita  de  Rosas  á  Ibarra^  en  1839 j  pidiendo 
la  entrega  de  CuUen^  bie/i  asegurado^  con  dos  barras 
dé  grillos  y  con  la  suficiente  custodia ¿  •  • 

i;;!;;^^'^■:.^^^^^"^^'.'.*;!'/////////.;;^///.;"'.".'.*(i) 

mas  pérfido  y  espantoso,  puesto  que  apesar  del  asilo 
y  protección  que  le  ha  dispensado,  ha  transado  y  Ueva- 
do  á  ejecución  las  (rebeliones  que  han  tenido  lugar  en 
Córdoba,  Santa  Fe,  etc.,  las  maniobras  de  Catamarca, , 
la  ida  de  Pedro  N.  Rodríguez  alli  con  pasaporte  de  us-* 
ted,  la  política  de  los  nuevos  gobiernos  de  Tucuman  y 
Salta,  y  todo  ló  demás  funesto  al  sosiego  y  crédito  del 
país  que  há  tenido  lugar,  sin  qqe  basten  á'  contenerlo, 
ni  los  ejemplos  que  se  le  han  opuesto,  ni  los  triunfos 
que  se  han  sucedido,  ni  el  punto  de  vista  en  que  á  us- 
ted k>  ha  colocado.  Los  documentos  fehacientes  que 
comprueban. todo  esto  están  también  en  mi  poder,  y  de 
ello  no  debe  usted  dudar  ni  un  solo  momento  desde 
qué  yo  se  ló  aseguro.  Y  crea  us  ted  que  esto  lo  sabía 
yo  aun  antes  de  la  rebelión  que  tuvo  lugar  en.  aIguno3 
miserables  á  quienes  logró  también  engañar  en  la 
provincia  de  pórdoba,  y  que  no  habría  sucedido  así;  si 
nuestro  compañero  don  Manuel  López  se  hubiese  pe<- 
netrado  de  este  enorme  atentado,  y  ahorcado  á  ubos 
cuantos  unitarios  de  copete,  como  el  tal  Rodríguez, 
que  llevaban  adelante  las  maniobras  de  CuUen.  Así 
es  que  en  carta  fecha  24  de  febrero  y  2  de  marzo,  le 
dije:  t  No  ha  debido  usted  estrañar  mi  3Ílencio  en  una 
época  en  que  no  puedo  dar  abastó  en  el  despacho,  ni 
- .  j    '  . ; 

(1)  Valtaa  B%uia«|;MJAbra«  por  háben^  estraviado  el  Origiiud. 

24 


870  ÍBDtÍKClA 

áüñ  á  los  asuntos  mas  vitaleáj  y  'lÁucho  lAá^  cuando 
mi  corazón  dolorido  desde  la  itreparáble  pérdida  de 
mi  amante  compañera,  me  tiene  tan  justamente  ator- 

■  mentado*  El  motivo  que  ha  tenido  lugar  en  el  punto 
que  me  éspresa,»segun  me  comunica  Usted  en  sus  dos 
últimas,  es  obra  de  las  maniobras  4e  Cullen  á  conse- 
cuencia del  bloqueo  del  puerta  del  í^araná,  y  de  la  dis- 

■  posición  que  dice  tiene  el  cabecilla  Rivera  á  invadir  al 
»   Entre  Rios.     Por  el  presente  correo  escribo  sobre  el 

•  tal  malvado  CuUen  al  compañero  Ibarra,  que  sin  duda 
aun  nó'locouoce,  ni  el  mal  que  causa  á  la  ^tranquilidad 
de  la  República  su  conservación  en  Saqtiagoá  su  lado. 
.  Sobre  dicho  motín  ya  digo  á  usted  de  oficio^  qué  ade- 
más de  haber  marchado  de  esta  un  fesQuadron'  de  linea 
á  incorporarse  al  amigo  don  Júad  Pablo  López,  le 
remito  á  usted  en  toda  precaución  adjunto  uq  oficio, 
para  que,  §i  fuese  necesario,  baje  á  incorporársele  el 
cuerpo  d(e  ausiliares  que  está,  en  San  Luis.  £1  oom- 
pañero  Ibarra  parece  que  no  está  dispuesto  á  entregar 
al  traidor  gallego  facineroso  Cullen;  pues  ha  escrito 
al  señor  López,  actual  gobernador  de  Sania  Fe,  <|ue 
sin  desconocer  las  razones  en'  que  fundamos  nuestro 
reclamo,  se  ve  en  la  necesidad  de  isalvarlo^  mantenién- 
dolo á  su  lado  eh  estado  de  completa  nulidad.  Si  esto 
es  asi,  y  el  señor  Ibarra  después  de  recibir  mi  corres- 
pondencia insiste  en  lo  misitaoy  lapermanencía-deltal 
Cullen  alliy  en! el  estado  actual  de  aquellos  pueblos 
con  las  íiuevas  administracionesy  los  envolverá  sin 
duda  ninguna  y  pronto,  en  la  anarquía  mas  aitoladora 
y  espantosa,  derramándose  en  pbreióaes  la  sangre  de 
feus  hijos.  > 

€  Usted  futida  su  recomendación  en  que  Cullen  fué 
compañero  y  colaborador  del  gfán  López,  y  deposita- 
rio de  sus  confianzas,  -én  ló  que  piadece  mucha  equi- 
vocación, por  no  estar  en  ciertas  interioridades  reser- 
vadas qu^  no  se  trasoendíAu  .en^  el  púbUoa*    U$t^d 


''sa^  que  e)  sefíop^LópeK*  no  era  hombre  de  pápele^,  y 

'   qud  no  tenia  em- 'Santa  Fe,  fuera  délseñotr  Schagúe^ 

'  hoiubre  de  bufete  de  quien  pudiese  confiarse  para  el 

.  despacho  de  su  mimsterioí^    Estp  le  obligó  á  llaiBar 

á  Gullen^  porque  sínembargo  de  que  le  conocía,  y  de 

qú^  sabia  qneiera  nairado  en  Montevideo  y  ^¡^i  por  .un 

-  cacHafáSySin  crédito  ni  reputaoíori  que  le  diese,  alguna 
'"  respetabilidad^  eanfiaba en  qiie  &u vigilapoiay . la mia, 

y  sobre  todóy  el  temor  que  nuestros  respetos  le  infun- 
dirían, serian  un  freno  que  lo  contuviese  de  oometer 

'  Cualquiera  felonía.  Apert^ibido  yo  de  todas  estas  ra- 
zones, p^0(3uraba  darle  toda  I?  importancia  posible, 

'haciendo  figurar  en  esto  los  justos  respetos  á-quó  de 
mi  parte  era  acreedor  el  seftor  Lopéz;  pero  nunca  per- 
día de  vista  sos  pasos,  y  oqando  nO  ^ran  en  Jia  direc- 
ción que  debían  llev£^r,  le  salía  al  enou^atiro. 

^  «  Slntre  tfi^nto,  éste  hoi)ibre  funesto  no  cesaba  de  l\a- 
^rnos  la  guerra,  y  traicionar  al  ibeRor  Lopes,  al  señor 

'  Bchogoe  y  á  mi,  en  cuanto  podia.  Para  cal  mar}  las  di- 
Musiones  'Ocurridas  en  el  Entre  Rid^s  el  año  31»  le  pí*o- 
puBo^in  plan  de 'asesinato  ál  aeñor  Hojas,  et)Vtado.  de 
eiste  gobieríno  cerca  dpi  de  Santa  Fe,  cuyo  plan  fué  re-» 
^sadp  con  asco  y  una  seria  íocrepaQion  por  di<^o 
señor. 

.\<€uando  dicho  Qon3ÍsÍQ.i;kyado  estaba  ea  Santa  Fe, 
trébjajdba:inQe$&nt0mente  ^a<?rear  prevenciones  con- 
tra él,  lo  queconQaidQporel  geñqr  L.ope?:,  fgó  motivo 
paraque  ^Igun  tifti?ipp  tuviese  algo  alejado  de  $í,  al  tal 

-  ' '  €  Cuando  se  odebvó  allí  el  tratado  de  4  de  enero  de 
dibho  año,  la  copia  que  mandó  ratificada  para  este  gp- 
biemoy  venía  exacta;  y  las  otpas  dos,  en  que  este  go- 
bierno debía  poner  su  ratificacipn,  venían  variadas^en 
^  oontextod« algunos  artículos  iBobre  puntos  sustan- 
cíales que  habían  sido  discutidos  con  especialijdadj  y 

-  4Úb  embargo  deiquaiesitavAnedad&if^  ^^vada.por  as- 


872  ^  rBovixeiA' 

plicaciones  pnestaá  en  los  idos  ^jebiplared  al  tiempo  de 
esténderlaratificaaion^  siempre  haba  algún  encuentro 
entre  los  dos  gobiernos  delegados  :de  está  y  aquella 
provincia,  que  yo  procuré  deslía^cer. 

t  Cuando  don  Pedro  Ferré,  goberniador  de  Corrien- 
tes entonces,  pasó  á  este  gobiernocon  fechai22  de  junio 
del  año  38,  el  célebre  oficio  de  torpes  insultos  y  des- 
vergüenzas^  que  no  fué  ^ntestadíO,  y  ^  [Publicó  en  jurn 

;  cuaderno  con  varias  intpugoaciones  puBlicadas  en  los 
periódicos  de  ésta  ciudad,  y  con  IO0  documentos  concer- 
nientes al  caso,  el  bribón  Cullen,  tan  leJQ3  de  acoiajo- 
,    darse  á  la  conducta  que  :Dbsery<>  el  seftpr  López,  por 
j  necesaria  cofisecuencia  de  nuestra  jamistfid^,  se  ^gtre- 

.  chó  mas  en  relacionen  intimas  con  Feriré, 

i  Cuando  en  tiempo  del  gobierno  4e  don  Jiüan  Ra- 
món Balcarce  los  unitarios  se  quisienoñ  alzar  con  la 
patria,  persiguiéndome  á  ral  y  á  todo  el  que  era  verda- 
deramente federal,  bajó  á  ésta,  estando  yo  en  la  espe- 
dicion  al  desierto,  paró  en  casa  del  6x-(^nónigo  don 
Pedro  Pablo  Vidad,  uno  de  los  mas  revoltosos  unita- 
rios, ridiculizó  cuanto  piido  mi  empresa,  lisongeó  con 
esperanzas  á  los  sublevados  asf^irantes^  les  sacó  por 
este  medio  cuanto  les  quiso  pedir/  y  -se  fué  después  fes- 
tejanda las  desgracias  del  país. 

'  «  Cuando  se  estaba  tramando  el  espantoso  asesinato 
del  señor  Quiroga,  el  señor  Pancho  Reinafé  bajaba  á 
cada  paso  á  Santa  Fe,  y  se  le  hada  creer  al  señor  Lo- 

'  pez  que  venia  é  hablar  sobre  una  tropa  de  ganado  qjue 
el  gobierno  de  Santa  Pele habia  encargado  comprase 
.á  una  señora  de  Córdoba,  y  á  la  sombra  de  estos  via- 

*  jes  los  Reinafé  hacían  correr  después  por  todas  par- 
tes en  las  provincias,  que  aquel. asesinato  habia  de 
quedar  callado,  por  que  había  sido  hecho  por  inteligen- 
cia con  el  señor  López.    Así  fué  que^  avisado  este  $e- 

'  ñor!  por  mf  de  la  voz  que  se  procuraba  baeer  correr  por 
todaQ  partesy  y  que  también  corría  en  ésta  ciudad^  dan- 


DV'MKTAVS  873 

do  por  fundamento  los  espresados  viages  de  Francis- 
co Reinaféj  me  contestó  que  los  viages  hablan  sido 
ciertos^,  que  él  los  estrañaba  pop  inútiles  y  sin  objeto, 

''(Jue  los  reclamase  y  que  por  mi  aviso  venía  á  conocer 
elñn  malignó  con  que  se  hablan  hecho.  Yo,  al  mo- 
mento, me  apercibí  de  que  en  esta  parte  nuestro  com- 
jiañero  el  señor  López  había  sido  traicionado  por.Gu- 
llen;  pero  me  callé  por  que  asi  convenía  en  aquella 
ocasión,  y  afiancé  mi  juicio:  primero,  cuando  vi  que 
habiéndose  usted  entonces  e^edido  tan  dignamente  en 
térmicos  quele  hará  á  usted  y'al  sfefíor  Gondra  eterno 
honor,  Cullen  le  hizo  firmar  al  seflor  López  Ja  carta  de 
reprobación  que  á  usted  escribió,  llamándole  al  mismo 
tiempo  á  la  unión  con  los  Reinafé,  carta  sobre  laque 
Uamé  ia  atención  del  señor  López  tan  luego  como  llegó 
á  mis  manos.  ^  Segundo,  cuando  leí  la  nota  que  el 
mismo  Cullen  hizo  también  firmar  al  señor  :Lopez, 
«visando  á  Reinafé  el  recibo  del  oficio  con  que  le  re- 
mi  tía  el  sumario  falso  que  formaron.  Tercero,  cuando 
babiéfido  el  tal  unitario  Pedro  N.  Rodrjguez  sido  co- 
locado de  gobernador  por  los  Reinafós  y  demás  uni- 
tarios de  Córdoba,  Cullen  hizo  firmar  al  señor  Ló- 
pez una  carta  para,  mi  en  que  lo  elojiaba  como  el  mas 
aparente,  y  que.  habiéndole  :yo  contestado  en  sentido 

•jabsolutameilte  disconforme;  convino  conmigo  el  señor 
López,  oomo  en  tpdo  Jo  antierior  indicado,  3in  duda 
porque  sa  penetró. de  los  manejos  de  Cullen..  Cuarto, 
por^uecuando  se  escapó  el  Pancho  Reinafé,  se  vino 
.3in  detenerse  un  instante  al  Rosario,  en  donde,  encon- 

.tro  ya  preparado  el  lanchon  que  salló  conduciéndolo 
á  la  Banda  Oriental»  Y  cuando  si^dotan  fáicil  descu- 
brir  qui^n  habria  preparado  dicho  lanchon,  y  habiendo 

.  yo  pedido  esta  indagación  al  señor  López,  nada  se  hi- 
zo, ni  se  me  habló  después  de  este  asunto.  Todo,  á 
consecuencia  de  las  asquerosas  feroces  maniolyas  de 
Cttllen. 


874  PBOfboiA.  : 

'4 OUando  el  «xca'nóntgo  Vidal  emigfó  de  aqiá  á 
Montevideo,  conservó  con  él,  como  siempre,  lamas  es- 
trecha anfíistad  y  relación,  y  por  el  Rosario  introdujo 
aquel  á  todas  las  provincias  el  iaipres<;>  incendiario  que 
usted  recordará.  Como  me  fuese  remitido  por  todos 
los  gobiernos  sin  dejarlo  correr,  y  varios  de  ellos  me 
'  hubiesen  noticiado  con  datos  cierto?  por'dónde  y  cómo 
había  sido  introducido»  no  le  quedó  mas  arbitrio  que  el 
esclarecer  el  hecho  y  publicarlo,  haciendo  ver  qne  cas- 
tigaba al  agente  deestaintroduccion^  p^ro  de  un  modo 
que  no  pasó  de  puro  aparato»  Entre  rtanto,  prohibida 
en  todas  las  provincias  toda  clase  de  comunicación  con 
dicho  Vidal,  él  siguió  s^s  relaciones  con  él  como  siem- 
pre* 

c  Cuando  estuvo  el  mismo  inmundo  CuUen  ia  áUitaa 
vez  en  estaciudad,  su  conducta  fué  la  mas  insolente, 
atrevida  y  anárquica.  Sepuso  en  i^elaciones  por  es- 
crito con  los  agentes  franceses,  después  de  declarado 
el  bloqueo,  y  á  ocultas  de  este  gobierno,  contra  cuya 

-  malucha  política  echaba  pestes,  diciendo  á  los  ümtarios, 
á  cuyo  bando  han  pertenecido  siempre  todos  sus  anU- 
gós,  queyael  señor  López  estaba  aburrido  hasta  lo 
sumó  conmigo,  y  que  él  arreglaría  pronto  todas  «slas 
cosas.  Y  entre  tanto  que  no  perdía  oportunidad  deco- 
i*ieter  ésta  y  otras  maldades  para  anaA^quizar  el  país,  no 
oesó  un  soío  momento  desde  ^ue  nuestro  compañero  el 

'  i^efíor  Eehaígue  fué  encargado  de  n^anda^r  la  provincia 
de  Entre  Rios,  de  calert laHe  ia  cabeza  al  señor  López, 

-  cofitraaquel  beneméritb  argentino^  fragttando  chismes 
y  cuentos,  y  haciendo  queel  sehor  López  se  espresase 
contra  él  6on  dicterios  ios  mas  irritantcís,  así  fué  que 
por  mais  que  trabajé  siempre  en  reconcíFiarloB,  y  por 
mas  que  élseñor  EchagQe  se  prestó  siertipre  deferente 
á  cortar  estas  desavenencias  y  disgustos,  porque 
respetaba  mucho  al  señor  López,  y  se  complacía  de  su 
amistad,  jamás  pude  arribar  al  logro  de  tan  ímiporlaín- 


.  tQ,  ol^jet9,^  porque  el  tel  hombre  njialvado  CuUea  estaba 
atizaado  ,á  -todas  horas  y  en  todos  momentos  el  fue- 
.  .  go  de  la  di^cor4¡a  entre  apeabas  personas.. 

<  He  l^epbo  áusted  esta  narración  para  quq  ae  per- 
suada de  que  el  salva^g  unitario  CuUen  jamás  fué 

,  amigo  4^  nuesiro  ilustre  filiado  compafiero  el  señor 
López  n¡  menos  su  compañero  y  colaborador.  .  T!ué 

i3iiemprp  uttlgjista,  aparqui^ta  bribón,  unitario  y  ?im- 
bicioso  por  todos  costados  que  andaba  siempre  estu- 
diando cómo  traicionarnos,  y  cómo  anarquizar  la 
República;  pero  que  teni-amos  que  tolerarlo  en  el 
puesto  qine  Qcupaba  pior  las  razones  que  he  indicado  á 
usted,  mas  sin  perderlo  de  vista  para  atajarle  en  todas 
su^  intrigas  y  maquinaciones. 

«El  tal  Manuel  Leiva  es  otro  malvado  unitario.  A 
este  lo  pilló  el  señor  López  ahora  años  en  una  revolución 
que  le  quiso  háoer  en  Sania  Fe,  y  por  esto  se  veía  de 

.  ambulante  ocioso  en  aquella  ciudad;  pero  por  la  misma 
escasez  de  hombres  lo  llamó  después  para  oficial  del  N 

Hjiflij^t^riO;,  y  cuando  dicho  señor  vino  á  curarse  á  esta 
ciudad^  lo  trajo  qonsigo  como  amanuense,  sin  embargo 
de  que  conocía  lo  malo  que  era.  Bajo  de  este  concepto, 
preguntándole  yo  al  señor  López,  ¿  por  qué  traia  aquel 
hombre  sabiendo  lo  que  era?  me  contestó:  lo  traigo 
conmigo  .^  \^er.  si  de  este  modo  lo  hacemos  bueno.  Me 
ciailéj  por  no  perjudicar  mas  su  importante  salud^  ya 

_  fl^uy  agravada  entonces. 

;,  .  «  Nft  me  estiendo  rajas.porque  ya  va  demasiado  lar^a 

■estaiCarta,.  y  creo  t^ajijier  dicho  á  usted  lo  bastante  para 

.  .quese^p^netr^  de  ja  delicadeza  y  grave  trascendencia 

.  4^e3t9  negoqio;  pues  no  puedo  ni  por  pin, solo  instante 

.  cr^rque  u^tediquíara  comprometer  su  honor  y  buen 

,    nonpbr^f  (¡fuijusiame/ite  merecido^  ni  menjos  e^poi}er 

..  fil  crédito  de  la cau^a  federal j  y  La  unión  y  tranqui- 

,  lidud  \de.  las  provi/iqias,  por  salvar  ,á  un  malvado , 

desde  que  sepa  lo  que  fiSy  y  se  penetre^,  como  debe  joe- 


§7©  PRÓTÍVOIA 

netrarse,  de  los  gratísimos  males  que  causará  ala 
República  sino  lo  remite  inmediatamente  bien  asegU'- 
nado  con  dos  barras  de  grillos^  y  con  la  suficiente 
custodia^  al  gobierno  encargado  dé  las  relaciones 
esteriqres^  ó  al  de  Santa  Fé. 

€  Reitero  á  usted  mis  íntimas  espresiones  de  afecto ; 
y  deseando  su  mejor  salud  y  acierto,  cuando  mas  le  es 
necesario  en  la  marcha  ^de  su  administración,  quedo 
suyo  fino  atento  amigo. 

\  Firmado— 

Juan  M.  de  Rosas. 

Ibarra,  en  nota  de  4  de  junio,, contestaba  á  Rosas 
diciéndole  que  le  remitía  bien  asegurado  con  grillos  y 
con  una  custodia  de  25  hombres  á  don  Domingo  Cullen, 
y  que  el  único  á  quien  éste  pudo  seducir  en  Santiago, 
que  era  Bonifacio  Albornoz,  había  ya  sufrido  la  última 
pena  de  la  ley. 

El  8  de  junio  (1839)  entró  en  la  provincia  de  Córdoba, 
cuyo  gobernador  M.  López  lo  comunicaba  á  Rosas  en 
nota  de  igual  fecha. 

El  entonces  teniente  coronel  Juan  Pablo  López,  dea* 
de  el  Rosario  á  18  de  .setiembre  de  1838  se'  dirigió  á 
sus  conciudadanos  manifestándoles  haber  vuelto  á  la 
provincia  con  la  determinación  de  sostener  sus  dere- 
chos hollados  por  un  aventurero  estrangero  (refirién- 
dose á Cullen),  quien,  ala  muertedel  gobeirnador  E. 
López,  su  hermano,  se  imaginó  tener  derecho  de  asu- 
mir autoridad  sobre  ellos.  Que  Cullen  quería  vender 
la  provi)icia  á  los  implacables  onemigós  de  lei  federa- 
ción, y  entre  otras  víctimas  destinadas  al  sacrificio  era 
él  (López,)  que,  por  cierto,  habría  llevado  é cabo,  si 
no  se  hubiera  escapado  dé  sus  garras  y  refugiádose 
bajo  la  protección  del  distinguido  don  Juan  M.  Rosas^ 
firine  amigo  de  los  santafecinos. 


Cuando  López  $d  dirigió  á  ^us  conciudadanos  eii  el 
sentido  que  acaba  de  verse,  ya  había  preparado  el 
camino  que  condujera  al  resultado  deseado  por  él,  de 

.  acuerdo  con  Rosas.  Así,  el  mismo  dia,  ( 18  de  setiem- 
bre )  algunos  vecinos  de  Santa  Fe  elevaron  una  pieti- 

'  cipn  á}a  Camarade  Representantes,  esponiendo  que, 
por< un  largo  periodo,  la  provincia  había  gozado  de.la 
paz  bajo  el  paternal  gobierno  del  general  E.  López, 
pero  que,  á  la  g^zon^  un  español  europeo,  un  estranjero 
advenedizo^  aprovechando  de  las  consideraciones  (que 
el  finado  Lopdz  le  dispensara,  asumía  la  autoridad 
sobre  los  santafecinos  y  n^ant^nía  secreta  inteligencia 
con  los  enemiga!^,  por  lo  cual,  pedían  su  separación*. 

En  consecuencia,  la  Cámara  dictó  una  ley  deponien- 
do á  Culien  y  nombrando  en  su  lugar  ai  teniente  doro- 

.  nel  Juan  Pablo  López,  quien  hizo  el  papel  de  renunciar 
el  eargo^  pero  tuvo  que  aceptarlo^  espidiendo  en  se- 
guida una  proclama,  en  que,  aludiendo  á  la  conducta 
de  Cuiten,  que  d^cía  estar  en  comunicación  coa  Los 
revolucionarios  del  1^  de  Diciembre,  que  hablan  sido 
descubiertas  sus  intrigas  y  que  las  provincias  de  Bue- 
nos 'Aires,  Entre-Rios  y  Santa  Fe,~ó  mas  bien  dicho 
/íosas— estaban  resueltas  y  habían  conseguidoi  derro- 
oarle,  venía  á  revelar  el  secreto  que  le  habia  confiado 
Rosas,  cual  era  hacer  aparecer  la  espresion  del  pueblo 
santafeoino  en  la  caída  de  Culien  y  no  su  única  y  rega- 
lada voluntad  de  que  ella  tuviese  lugar. 

El  misino  dia  ( 18  de  setiembre )  en  que  eso  teiifa  lu- 
gar, el  general  Echiagl\e,  de  acuerdo  con  Rosaé^  dirigía 
una'clrculará  algunas  provincias,  pidiendo  á  los  gober- 
nadores respectivos  hiciesen  todo  esfuerzo  para'pren- 
der  á  CuUen  y  remitirlo  á  Santa  Fe  para  ser  juzgado. 

Como  López  hiciera  saber  á Rosas  quéCüllen  rse 
había  salvado  de  la  venganza  de  las  leyes  ofendidas 
con  la  fuga,  >  Rosas  le  contestó  que,  de  conformidad 
á  su  pedido,  iba 'á  dirigir  circulares  á  los  gobiernos 


378  :  WKnWCU 

:  ()e  proviñciía  para  que  trataráe  de  prenderlo^  hax^iendo 
al  mismo  tiempo  á  Cullen  los  cargos  siguientes : 

cQue  el  foragido  inmando  unitario  reo  de  lesa 

América^  áon  Domingo  Cullen  procuró  suscitar  una 

ienjemistad  funesta  oontra  Ibarra  y  ministro  Gondra. 

.  Que  patrocinó  á  los  asesfnos  de  Barranca-^ Yaco,  pro- 

•  curando  obtener  su  impunidad.  Que  intentó  salvar  á 
.  los  Reiikafé^  proponiendo  quedase  lea  un  misterio  ese 
'  alentado,  promovido  por  él  mismo. .  Que  no  pudiendo 

conseguir  su  intento,  se  esforzó  en  detener  su  castigo 
!  promoviendo  demoras,  suscitando  disootifodfmádad  y 
desacuerdos  entre  Lopes  gr  Rosas.  Que  contrastado 
en  estas  maquinaciones,  pugnó  aún  por^efttorpecer  y 
enredar  ese  negocio,  alegando  protestos  fútiles  para 
evitar  el  joicio  legal  de  los  Reinafé/  Que  conferenció 
'  y  acordó  en  Santa  Fé  con  don  Francisco  Reínafé,  y 

•  que  üullen  persuadió  á  López  que  los  reiterados  via- 
'   ges    de  aquel  y  sus  comferencias  tenian  por  objeto 

asuntos  de  su  particular  interés  y  del  servicio,  míen- 

'  'tras  que  por  otra  parte  los  Réinafé,  de  acuerdo  con 

Ciilíen,   hicieron  correr  en  las  provincias  que  a<juel 

<   asesinato  habla  sido  hecho  de  inteligencia]  coa  López. 

Qué  no  pudiendo  salvar  á  los  Reinafó,  Cullen  pidió  el 

reconocimiehtó,  eo  clase  de  gobernador  provisorio  de 

Córdoba,  de  don  Pedro  Nolasco  Rodríguez,  con  quien 

teníi^  corréspondenoid;  y  se  entendía.    Que  clasificado 

debidamente  el  referido  Rodríguez  por  Rosas,  iasisiió 

'  Cullen  todavía,  con  ^  objeto  de  proiQO ver  desacuerdo 

;  entre  RosaB  y  López,  empeflandp  gesteen  sostener 

k  Rodríguez»    Que  puso  en  j^ego  resortes  que  fueron 

destruidos  por  Rosas,  insinuando  éste.  hábilmeQj^.  á 

.    auaniigo  López  la  perfidia  de  ^Cullen.    Qmc  ppo|;^ió, 

.    ^ombinó  y  llevó  á  efecto  la  fuga  de  Francisco  Reinafé, 

por  el  partido  del  Rpsario.    Qjue  todavía,  después  de 

¡    esto,  se  atrevió  á  proponer  ,sinembargo  el  reconoci- 

mieaio  de  Rodríguez;  .hasta  que  en  fuerza  de  la  sabia 


!)pottticA  da  Rosas;  que:  hieieiraí  ia)pro^jon  en  López, 
abandonó  Gallea  el  equipa  Que  pr^^vró  ^rusmistadr  ¿ 
luo^Z  oon  el  Restaurador^  ¿  aquel  con  EduagQe  y  á 
éste  con  Rosas.    Que  tendió  la  red  á  Qoiroga  coa  el 

,  pvopósitQ  de  enemistarle  con  Rosas,  <^omo  la  l^abf a 
tendido  ¿.  Lopez:.  Que  -arrojó  la  idea  de  ^  si^pi^ada 
cojmstítucion  pacional  mucha  antes  de  la. verdadera 
Oiportunidad.  ^ue  traicionó  á  López.  Que  en  di^* 
iiotas  ocasiones  se  esforzó  en  haqer  pi:evail,ecer  cpoi(ra 
Echagüe  calumnias  y  deatribas,  con  tendencia  á  i^esa- 
cre(iitarlo  y  fomentar  la  discordia  entre  los  campeo- 
nes de  la  Confederación.,  ^ue  dirigió  sus  tiros  contra 
XJrguiza,  Que  fué  el  principal  instrumento  en  la  cons- 
piración contra  la  independencia  de  la  Confederticíon 
y  del  Continente  americano,  anunciada  desde  Londres 
por  don  Manuel  Moreno  én  1833.  Que  en  conforniidad 
á  ese  plan  alentó  contra  la  vida  del  ílestaurador  y  que 
existían  datos  para  creer  quie  envenenó  lenta  y  gradual- 
mente á  López.  Que  concibió  y  pro^aáo  la  felonía  de 
hacer*pedazos  y  quemar  el  tratadt!)  corijla  Grran  Breiaña. 

. "Que ligado  ¿ón  el  general  Beron  de'IAstrada,  xjon'spiW 
contra  la  independencia  de  la  Confedeí*aCión  'en'cond- 
birlacion  con  los  franceses  y  Rivera.    Que  ¿e  mancío- 

■  mutió  con  don  Pedro  Noláfecó  'Rodríguez,  O  roño  y 
Sííías  para  anarquizar  la  firovinciA  de  Ctfrdóba.  Que 
fué 'públicamente  acuáááo  por  Iba^rá  de  haber' 'í^a- 
^kdo  en'láanttago'una  rébefion  en  'tíombihación'.'^'on 
los  franceses  y  con  Rivera  por  medio  de  Juan  Paíblo 

''Dttiboué'y  BkynifeíeioAlbot^íioz.i  i    !• ;    .    /. 


I  •       i . 


#«a9-B.  ^OBÉ  i3Lf  AS  CMiiMVESO^  ministro  general 
.    daCuüei)^  nombrado  interino  el  16.  de  setíembrai  por 
renuncia^de  éste. 

4 

.,  Galisteo  no  pudo  evitar  la  guerra,  decretada  ys^  por 
el  gobernadior  de  Entre  Ríos,  don  Pascual  Ecb^igüe, 
que  quería  colocar  a  su  hermano  don  José  María,  y  por 
Rosas,  interesado  en  colocar  al  general  Juan  Pablo 


« 

Lopez^  con  qaien  sé  había  entendido  y  á  quien  dio  di- 
nero y  apmaitteiíto,  á  fln  de  que  no  hubiese  goberna- 

í  dor  de  provincia  hechura  de  otro  sino  de  él,  y  á  su  en- 

'  tero  servicio  y  ciega  obedrencia. 

'      Los  comandantes  Pedrd  Rodrigué^  del  'Fresno,  San- 

'•  tiago  Oroflo  y  el  mayor  José'ManuelÉchagQe,  que  eran 

'  afectos  ádullen,  tuvieron  lin  fuerte  choque  co  n  el  co- 

ronelJ.  P.  López,  el  2  de  octubre  en  Bl  Tala  y  en  ei  que 

éste  triunfó,  habiendo' muerto  don  J.  M.  Echague,  y  fu- 

V      gado  Oroño  y  Rodríguez  del  Fresno. 

Luego  que  López  entró  en  la  capital,  puso  preso  al 
^  '  gobernador  Gal isteo,  y  lo  mandó  á  Buenos  Aires,  á 

^  disposición  de  Rosas,  en  cumplimiento  de  las  instruc- 

ciones dadas  por  éste  á  aquél . 

Latrop^^  que  López  llevó  de  Buenos  Aires,  regresó 
^n  seguida,  arreando  cuantos  caballos  y  ganado  pudo, 
por  ser  de  los  que  los  saqtafecino3  habian  llevado  de 
esta  ciudad  el  año  1820.   .  . 

El  general  Echague,  á  |su  vez,  queriendo  hacer  ver 
que  41  no  valía  menos  que  López,  r^i  el  que  lo  man- 
.  daba^  entró  en  la  ciudad  de.  Santa   Fe  á  la  cabeza  de 
.  unos  700  hombres,  practicó  un  paseo  militar  al  riede- 
dor  de  la  plaza  como  en  triunfo,  y  lue^o  mandó  acam- 
'  par  en  1q$  Seib.aSy  don^íe  permanecieron  unos  cuantos 
dias,  carneando   cuantos  payillos,  vacas  lecheras  y 
bueyes  gordos  había  en  las.  chacras  y  estancias  inme- 
diatas, r 

Antes  de  retirarse  á.Ei^tre.Rios, ^chagüe  hiíso  pasar 
al  Paraná  la  artillería,  armaiyientos,  municiones,  ves- 
tuarios y  hasta  géneros  en  pieíafe,  que  él  flnadd  gober* 
rlador  Estanislao  López  tenía  depositado  en  la  Adua- 
na, donde  habla  establecido  su  parque. 

'  La  musa  de  la  poesía  nó  quedó  ociosa  con  respecto 
álós  acontecimientos  políticos  de  Santa  Pe,  pues  apa- 
recie'ron  varias  y,  entre  ellas,  las  siguientes : 


D9  Wf%A  FB  ^ 


.....(:. 


.DESPEDIDA  PEL   BATALLOH  CÍVICO  DÉ   ENTRÉ  klDS    AL 
\,    .     .  BELXQ  SEXO  DE  SANTA  FE 

{  1        r    •  1    '    '  '   '  ■  '  '  1  ■  •  •  .  f 


1  I   '        • 


Santafecinas  hermosas  !  ■ 
Adiós.. .  que  nos  separamos.  ,*. .' 
Adiós. . . .  pues,  qUe  ya  nos  vamos,  .  '  '  ' 

Adiós... ninfas  caríííosas;    •     '  ' 

Adío-s.  .•.jóVfries virtuosas,'  '     ',    •'  ' 

'      Aáios. ..  qiie el, destino  atMz   '      '       "  •  '     •' 
■  "'No'ssepara'piuy.veló'á,  '"'■•.       '' " 


**"'   De  tan  preciosas 'd'eldadeé/     *  '    '""    '' 

' 'Ailibs..':.  herniosas  beldades.'..'    '' 

Adiós.' . .  queridas  [....  Adioá'I ;'. . ! 


i)*  ♦  ' 


iMi»^CoA*i«OL  ^wjkm  PAttiiQ  LOPBK^'  (hermáhotdel 
[finado,  don  B^taníislao),  colocado  en  el :  góbiornó  el 
14  de  octubre,  poi^uAa  revoluoion  qU6  ^IDiótado'r  Iro- 
sas prepafó  al  ex-gobernadop  Domingo  OuUen. 

A  la  nulidad  de  este  personage  (López),  '  se  agrega, 
no  sólo  los  males  que  oiéásionó  al  pals^' cuando -estaba 

•  i  en  samano  el  evlüairlod^  t^oóperandó  á  la  desaparición 
'déla  tiranía,  ^íno  que  también  bu  ihfaósrta adniinistra- 

cíondebe  ser  recordada óon^mad  6  menos hocroi^,  por 
'  los  Óre»{^o, '  ios  Comasf,  lo^  Safludó,'l^á^  Iturraspe,  los 
•í  Freiré,'  los  Gaíisteo,  ios  RodrígtíéZ'  del   Fr»e<}ittí,  Jos 
Oroño,  los  Correa,  ilos  BayOj  4o&'Oentdn¿>^  etc.,  etc., 
engrillados  y  encarcelados  unos,  sacrificados  otros  y 
' *^rOsc¿rítod*los  demás;  '  -  ; .  :  i^  í  í  .  «i 

'Al  despedirse  López  dé  Buenos  Aires^  eni24  da  9.e- 
tieibbre,  lo  hizo  pór'medio  de  un  aviso  qoe  fu^inseHo 
en.  la  sección  correspondiente,  sin  merecer  una  pala- 
bra'desparte  de  Rosás^,  á  quien  también  sirviera.  ^ 
'  •  El  í  coronel  "Mariano  Vera  (ex^gobernador  de  Santa 
Fe)'que  se  hallaba*  en  Corrientes,  fué  tnvitfido  poijel 
general  Lavalle  jiara  operar  trna'infvasioii  á  Samta  Fe 

•  .por  el  (übáooy  donde  aqoel  reunió  algunas  [lartidas  de 


OOZ  '    FBIBYIKvIA* 


I 
I 


indios  que  llevó  consigo.  Estos  se  sublevaron,  luego 
que  vieron  las  tropas  de  López  cerca  del  Arroyo  de 
Cayastá,  el  26  de  marzo  de  1840,  lo  que  dio  á  López 
un  triunfo  seguro  con  la  completa,  derrota  de  Vera  y 
muerte  de  éste  y  de  su  escribiente  ó  searetario  don  José 
Pino  y  de  los  tenientes  corpni^les.  Eusébiq  GtV^gora  y 
Francisco  Aguiíar,  e|  inayQr,  Mari^uó  Be^^nji^ez,  los 
capitanes  Mariano  Pízarro,  N.  Alvftrado  y  -Qayetano 
Basaldua  (fusilado  ,ea  e)  acto.)-  £1  cpronel  Francisco 
Reinafé,  cordobés,  hermano  de  Ips  que  fueron  fusila- 
dos en  la  plaza  de  la  Victoria  ^1 25  de, octubre  4^  1837, 
como  complicados  ^p  el  asesinato  del  general  Quiroga, 
se  ahogó  en  el  arroyo. .  ! .  .      / 

Por  esta  ímjoorto/ifó  jornada  en  favor  de  la  federación 
:de  B;CM^a,i  d^n^  éete»  pori^  ^^H'gQiiQCQi  J.  P*  Lq(>«i 
el  uso  de  uf]^a  medaila  de  oro  pendieo^feial  éueilo^  en  el 
p^ohOy  detUua  cinta  púazóy  coa  l^^&^rpas  de  la  Confe- 
deracion^iorla^a,  y  la  inactripcion  siguiente :  c  La  Pro- 
vincia de  BUi^osi  Aií'es-  al  patriotismo,  y  al  valor))— En 
el  re vdr30^  entre  trofeos  bélicos— <  |  Viva .  la  Federa- 
cionl — El  gobierno  de  fiueao$  Aires reoonoeído  ó  la 
virtud,  ibarcialji  )»ló$  gefes  yoficicfles  Otrf^  de  honor,,  de 
ple^ta^.y  los  individuos .^e  tropa^  de  metal>  con  iguales 
inscripcÍQQiss^  en  lt^¡  misma  forma,  penidiente.  de  una 
tinta  puntó  .al  lado  ií^uierdo  4el  pedu>:  coateedfts  por 
el  tesoro  it  la  provincia  de' B uenqs.  Aires. 


I. 


tsao— coROMEL  JOSÉ  RAHOsv  lUBJiíiiEiSy  delega^o^ 

en-  setiembre^  ;  durante  Id.  atiae^ícia  d&l  propietario 
(  Lopéz^  comp  general  en  ^fe  del  ejército  alia4o  de 
>>4>peraoionescontraiel  general  Lavalleí  quien,  después 

de  haber  derrotado  6  Eieha^üe  en  Efttrer-Rios^  iayadió 

:1a  proivincia  de  Buenos  Aires^por  Saa  Pe<ilr<>,  .tapiado 
;  por  Lopéz  á  la: fuerza,  desde  donde  é^te  se  pusg  jen 

'Coin4jWHci^GioncoaiBoBas4  ¡ . 

.  ;•   Há^aqpi  Jimodevlos<  moiiifatoüaeaiqufi  Lúpéa  piiflo 


prestar  bÁ  VéMadero  eerviáo  ala  libeirtiad  de  U' R^^ú- 
blica  y  no  Bolo  dejó  de  haoerto;  sfnóquecóttfribciyó 
n^ad  bien  at  añaneiámíeftto  de  ta  tiránk  con  mais  san- 
griento encarnizamidnto; 

*"  Lia  intriga  y  la' mala  fé  estaban  á  la  sazón  en  i^u  apo* 
geio,  y  íuePoD  puesias  en  juego  por  Rosas  y  Lopéz, 
haciendo*  una  víctima  inocente  «n  ^  persona  del  jó^n 
6antafB¿í/io  Viána,  6oúductdrde  unacorpespoqde'ncia^ 
en  ^üe  se.fíagia  un  pian  de  ataque  á  Lavalle;  <ie 
acuerdo  6on  Lofie?.. 

Ocupadla  la  ciudad  de^Saata  Fé^  de  orden  del  general 
i^^rvátlb  por  don  Pedro  Roidrigúez  del  ^Fresno,*  fueron 

•:pre80s  por'éstéi  el^oternadór  delegado  Meñdá&|!  el 
gefó  de  ios  cÍTÍeos  [conniel  fiugenio  Oarzon  !y  los  dfí* 
cíales  orientaiesque  áe  hal'labao  fortificados  en  la  ciu- 
dad y  que  se  hkbian  rendido.  ^ 
Estos  erají  en  número  de  9,  el  general  (farzon,  el 

.  corooel  Antonio.  Ao^ña,.  el  teoiente  coronel  (después 
general)  Andrés  Gomes,  .el  capitán  Juan  >Acaña>  hijo 
del  segundo,  y  oitx>s.  , 

Atadada  la  cítidád  pok*  é!  ejército  UberUdór,  sibndo 
gefede  la  plaaa  él  general  Garzón,-  y  reducido  á'  la 
Aduana;  único  puntó  '^e  defensa  que  le  qúédtíbtí/W 
presentó  un  parlamento  de  Ródk'íguez  del  Fréístio 
intimándole  i^endi'cíon,  que  no '  fué  comtesftado,  Cbn 
éste  motivo,  en  reunión  de  geféS  y  oficiales,  sé'iie- 
solirió  enviar  una  comisión. 'corhpuésta  deFcdronel 
•Atíuña,  su  hijo  eh'éapítán  y  el  'teniente'  coronel  Gó- 
mez, quiches  pasaron  á  tratar'  con  el  gefe  de  los  con- 
trarios, qué'  ya  sé  hallaba  en  posesión  de  lá  pla^a. 
'  Eáte;"^  que  á  la  sazón  sé  hallaba  muy  alíerado  por 
hafbérséle  desbandado  su  tropa  en  el  saqueo  de  la  cíü- 
tiadi'  dónde' no  se  oía  mas  que  el  ruido  y e  las  puertas  y 
Ventáhas,  que,  poi*  todas  parteé,' derribaban  sii^  tol- 
dados, oyó  á  Acuña  y  le  dio,  por  ■única  feontéstátílón 
tpm,  eú  el  perantono  jlérmihb  út-  un  coiárt^  de  hora. 


384  pmmKQU 

.   4«pu3Íefl(eii.las  cusmas  y  se  entregasen  &  discreción. 

.  A.cuña  pas6  á  dar.  cueata  de'  esto  á  Garzón  y  volvió  por 
segunda  .vez  á  la  plaza;  con  algunas  observaciones. 
Habló  otra  vez  con  Rodríguez  del  Fresno,  quién  le 
dijo ;    f  Coronel  Acuña,  en  prueba  de  mi  amistad  para 

.'.con  el  general  Garzón,. le  concedo  á  él  y  á  sus  oficiales 

.  el  que' salgan  con  los  honores.de  la  guerra.» 

Al  ponerse  el  sol^  salieron  todos  de  la  Aduana  con 
sus  armas  y  como  á  las  ocho  de  la  noche  se  les  pre- 
sentó en  su  alojamiento  el  general  Tomás  Iriarte  á 

.  notifican  á  Garzón  y  denüás  compañeros  que  erati  pri- 

!  sioneros  á  disbreoion,  pcies  que  el  gefe  (Rqdrigaez 
del  'Freísno^i)  que   había .  entibado  en  la  plaza^  ne  teiiia 

•  facultades  para  hacerles  hinguna  concesión.    Garzón 

.contestó  á  esto,  diciendo:     c  El  coronel  Acuña,  gefe 

del  Estado  mayor  de  la  plasta,  arregló  una  capitulación 

:  con  el  que  la  ocupó,,  y  si  éste  se  escedíó  en  sus  fa- 
cultades, concediéndoles  lo  que'  no  podía  cumplir, 
suya  era  Ja  responsabilidaid,  pues  yo  ni  mis  oficiales 
podemos  ser  la  victima  de  la  indisciplina  de  usted. » 
Els  indudable  quei,  en  la  ipañana  de  ese  dia  (29  de 
;setiembjre)  losgefes  reunidos  se  dirigieron > al  general 
;.Layalie  3olicitand,o  se  niaaqLase  ejecutar  á  los  gefes 

,  prisioneros,  el  cual  contestó:     «¿Por  qué  no  los  han 

.^  muertpi  ustedes  cuancU>'  ;los  toptiaron^  en  Santa-Fé? 

¡Ajan  tengo  sobce  mi  coraron. la  muerte  de  Dovregoll!» 

Garzón  y  sus    corppañeros    continuarpn    algunas 

..  semapas  ^n  su  prisión  completamente  ÍBcomii^icados. 

. .  El  dia  después  de  lafoma  dé  la  ciudad^  lo^  gefesdel 
primer   ejército  libertador^  reunidos  en  el  vivac  del 

.coronel  Vega,  acprdaron  nombrar  una  comisión  con 
objetcxde  pedir  al  general  en  gefe  que  los  prisioneros 

.  general  Garzón,  gobernador  Méndez  y  demá?  gefes  y 
oficiales  fuesen  conducidos  al  campo  del  ejército  é  in- 
m^djiatamepte  fusilados. 

,;.    En;  efecto»  la  comisión,  presidida  por  el  coroael 


/  Vegfii,  .1^  pr^eotó  al  general  Lcpiralle  ai^te  qufen;recla- 
mó  la  ejecución  de  los  prisioneros.  El  general  en  gefe 
oyó  con  inquietad  tal  solicitud,  y  cediendo,  á  la  fuerza 
irresistible  de  la  necesidad,  pronunció  el  fallo  fatal  :— 
«  Si,  señores,  los  prisioneros  serán  fusilados.  * 
Inmediatamente  se  libró  orden  para  que  la  Legión 

.  Avalos  condiyese  al  cuartel  general  al  gobernador 
Méndez,  á  Garzón  y  demás  gefes  y  pficiaJes.  En  se- 
guida, el  general  Lavalie,  que  se  hallaba  en  su  pequQfia 
tienda  de  campaña,  hizo  llamar  al  coronel  Ju^n  EU^s, 

.  V  á  quien  dijo  ;<  « Amigo  piio,  luego  que  lleguen  lo^  pri- 
sioneros, hágalos  usted  colocar  cerca  de  aquí  y  que  3e 
les  mantenga  con  seguridad.     Estoy  un  poco  enfermo: 

.  dé  usted  orden  de  que  no  entre  nadie  á  mplestf^rme, 

pues  quiero  descansar.  • 

Una  hora  después,  llegó  la  Legión  Avalos  Qon  los 
prisioneros,  á  quienes  al  coronel  Elias  hizo  situar  á 
corta  distancia  del  cuartel  general,  eu  mqdio  de  un 
circulo  de  centinelas»  .    , 

Llamado  de  nuevo  el  coronel  Elias,,  por  el  ^Deral 
en  gefe,  que  se. hallaba  sentado  en  su  cama,  y.fdesp^es 
ú^  algunos  instantes  de  mucho  silencio,  ]o  rpTnpiOédte 
diciendo:;   c  Querido  amigo,  ^por  una  ligereza,  taj  >í^z 

.  vituperable,  prometí  hacer  fusilaj:  á  ip$  prisian^ros. 
He  reflej^ionado  con  juicio  sobre  este  negocio^  y?  por 

.  mas  que  conozco  la  justicia  con  que  se  uie  ha, exigido 
este  sacrificio,  no  puedo  resolverme  á  él — Yo,  noi  h^ 
nacido  para  ser  un  tirano,  y  no  me  avergüenza  de  decir 
Á  usted  que^  si,  cediendo  á  las  exigencias  de  la  aolua- 
lidady  aunde  la  necesidad,  inmolase  á  esos  desgracia- 
dos, mañana  lloraría  como  una  vieja.  Algo  mas  ¿por 
qué  hemos  de  mancharnos  con  los  mismos  crímenes 
del  tirano?....  No,  amigo  mió.  Nosotros  debemos 
ser  terribles^  formidables  sobre  el  campo  de  batalla  y 
allí  es  donde  debemos  mostrar  á  nuestros  enemigos 
nuestra  superioridad  y  ascendiente:. pef*Q  depues  ^el 

'  *  26      / 


¿olüT*  áé\  cottifeáte  •  tJebeiños  ser  áérii^Iblesi  htimano^  y 
•  geiíerosos'.  Él  general  Gar¿on  y  slis  cónipafieros  de 
infoKunio  son    hijos  del  pueblo*  oriental,  pertenecen 

*  álasfamilias  mas  distinguidas  del  liueló  quesirvede 
asilo  á  nuestras  familias  y  amigos.  Sí  los  sacrificá- 
semos, cargarían  .  ellos  con  el  anatema  de  toda*  una 

'-  nación  y  sería  ei  blanco  de  sü  odio.  El  mismo  prfesi- 
dentie  Rivera,  fenemigo  de  e^os"  desgraciados',  desdfe"  el 

*'  momento  que*  snpieraquei  batían  éido  inmolados  óbe- 

'  dieciendó  'á  lak  dtif'as  leyes  dé  la  te J)résalia,  nos  ¿aluiii- 
'  ttiaífa  ^  dirfa  que  él'an  víctimas  rnfócéntds  de^  uñ  otfio 

'oculto  háciáteu  país.'  Vaya  "ü^ed,  amiéo  mío,  díga 
algeriéral  GárMn  qué  niély  ni  ^us  compañeros  tienen 
nada  qu'e  temer  por  su  suerte,  pues'se  Haflán'colocia- 
dos  bajo  la  salvaguardia  del'  ejército  Hbertador;  que 
Serán  conducidos  á  Santa-Fe,  mientras  Sé  prepara  el 
buque  que  debe  llevarlos  á  Corrientes,  y'  qne  cuenten 
con  que  haré  cuanto  esté  en  mis  manos  para  hacerles 
olvidar  que  se  hallan  prisioneros.  > 

Cotí  tan  placentera  nueva,  el  coronel  Ellas  corrió  al 
sitio  donde  se  hallaban  los  prisiónéroiá  ieigpepando 
tranquilos  Ife  suerte  que  les  estaba  reservada.  Los 
abrazó  (eran  sas  antiguos  amigos )  diclémdóles:  «Se- 
ñores, me  cfabe' la  Satisfacción' de  ser  el'portadorde 

'  úha  nueva  demasiado  grata,  pues  vengo  á  anunciarles 
({\íe  nada  debe  inquietarlos  por  su  suerte.    El  general 

'  én  ¿efe  meenvia  á  decir  á  Ustedes  qué  serán*  conda- 
cidos'  á  Santa-Fe  mientras  se  prepara  el  buque  qae 
debe  llevarlos  á  Corrientes,  y  qué  cuenten  -con  que  él 
hará  cuanto  esté  en  su  mano  para  hacerles  olvidar  qne 
se  hallan  prisioneros.  No  quiero  ocultar  A  ustedes 
que  fueron  conducidos  aquí  para  ser  fusilados,  porque 
así  lo  reclamaba  el  ejército.    Las  crueldades  del  tirano 

'•exigían  la  represalia,  pero  el  general  Liavalle  sobre- 
poniéndose á  toda  consideración,  ha  obedecido  la  voz 
deiá'humañidáKÍ  ynohaqtierído  imitái^ádif  enemigo. 
A  él  solo  son  ustedes  deudores  de  la  vida  > 


fué  encairgárió  de' llevarlos  á  Santa  Fé/ cotí  la  éfden 
espresa  dé  traltarios  eoñ  la  consiniei^eícion  f  tespeto 
qaé  su  (íesgraciá  exigía.  El  general  en  gefe  escribió 
con  el  mismo  objeto' al  comandante  gieneraF  Hotfrignéz 
d^l  Fresno,  pudriéndose  asegwrar  que  jamás  prisione- 
r<ys  fueron  tratados  con  wia«  g^nerosintad  (1) 


(sftfttafeoino.)  gobernador  accideirtal /  y  comandíinte 
general  dl3  la  cíisvdad  desde  el  2d  de  setiembre  hasta  el 
16  de  noviembre,  qi^e  dpró  la  ocupaiei^ooi  de  la  ciudad 
de  Sasta  Fe  por  el  ejército  del  general  Lavalle,  bajo 
C(ib^a...pratecoioK>  goberjDió  aquél. 

Sobre  el  ataque  y  toma  de  la  ciudad,  preferjipQS 
trascribir  la^  relación  q.ue  el  mismo  coronel  Rodríguez 
del  Fresno  hiciera^  y  es  como  sigue:  (2) 

«El  ejército  libertador  al  man4o  de  don  Juan  ¿avalle 
pasó  el  rio  Salado  ea  persecuaion  délas  fuerzas  ene-, 
migas,. y  tuvo  una  petjuefia  escaramuza,  el  26, de  se- 
tiembre de  184Q,  en  el  pampo  de  la  cliacra  de  García. 
Dispersos  los  enemigos^  continuó  el  ejército  hasta  la 
chacra'  de  Andino,  donde  acampamos,  hasta  el  dia 
siguíentCy  q^ue,  impuesto  el  general  Lavallepor  algunos 
vecinos  que  la  capital  de  Santa  Fé  estaba  fortificada  y 
traía'ban  dé  defenderse,  me  líamó  y  me  despachó  con 
íú,  Legión  Méndez  para  que  insiníiasé  elaíaque,  arro- 
llando unas  guerrillas  que  eslabaa  tendidas,  a  una 
legua  de  la  capital'^  al  mando  deí  coronel  Paláo.  Siei)- 
áo  la  hora  avanzada  y  no  pudíendo  continuar  por  serme 
desconocidas  las  fortificaciones  que  había  en  lá  capital 
me  retiré  á!  hacer  noche  sobre  la  costa  de  la  Laguna. 

(1)  Estracto»  del  «  Episodio  de  lo^  gtierra  civil »  por  el  coronel  dou  Juan 
Elíáa^  put^ricadp  en  La  Revista  dtl  Faraná^  dirigida, por  el  doctor  cTon  Vi- 
ente* G;  QViesadW.  '  '        • 


9^8  riLOViNCiA 

:<  Al'  dia,sígui6nte,  .emprendí  nuevamente  la^marcha 
..sobre  la  capital  y  encontré  en  las  orillas  de  la  ciudad 
.  un  piquete  de  infantería  de  Ilnea^  una  pieza  de  artille- 
.  rí^,  y  alguna  caballería,  que  no  me  resolví  á  atacar 
por  la  desventaja  del  arma.  Mandé  entonces  al  tenien- 
.t(5  Zarco  a  decir  al  general,  que  estaba  á  dos  leguas 
de  distai^cia;  .qoeipe  mandas^  una  0  dos  compafíias 
de  infantería  y  dos  piezas  de  artillería.     Me  contestó 
-que  mandaba  el  batallón  10*,  cuatro  piezas  de  arti- 
llería, al  mando  del  comandante  Manterola  y  algunos 
'tiradores  de  caballería-,  toda  esta  fuerza  á  las  órdenes 
del  general   Iriarte.    Esta  tropa  se  presentó  allí  sin 
'  aparecer  el  general  que  indicaba,  y  por  los  otros  gefes 
supe  que  quedaba  á  retaguardia  con  una  pequeña  par- 
tida. 

<  Acordamos,  entre  el  coronel  don  Pedro  José  Díaz, 
el  comandante  Manterola  y  yo,  dar  principio  al  ata- 
que,' disponiendo  que  algunos  cuerpos  atacasen  por 
distintos  puntos  las  fortificaciones  que  estaban  fuera 
de  la  plaza.  Logramos  con  éxito  hacer  desalojar  los 
puntos  mas  avanzados,  hasta  que,  llegada  la  noche 
fué  preciso  retirarnos^  suspendiendo  el  ataque  para 
'renovarlo  al  siguiente  dia. 

c  Reunida  toda  la  fuerza  en  la  quinta  del  señor  don 
José  EJchágQé,  á  diez  cuadras  de  la  plaza,  acampamos 
y  allí  encontramos  al  general  Iriarte.  Se  convino  que 
el  batallón  al  mando  del  coro  nel  Diaz  marchase  por  Ja 
costa  del  rio  dándole  al  efecto  un  práctico  que  le  con» 
dujese;  la  caballería  debía  atacar  por  las  calles  que 
seguían  al  norte  y  conducen  á  la  plaza.  Yo  tomé  to" 
dos  los  tiradores  santafecinos,  una  compañía  de  infan- 
tería y  una  pieza  de  artillería  á  las  inmediatas  órdenes 
del  comandante  Manterola,  dando  vuelta  por  el  po- 
niente para  tomar  el  sur  de  la  plaza.  Me  acerqué  en 
esta  nharcha  á  la  fortaleza  llamada  la  Aduana^  hice 
tirar  dos  tiros  de  cañon.á  bala  rasa  á  unageüte  que  se 


presentó  sobre  una  azotea  de  la  fortaleza;  continué 
hasta  tomar  la  callé  que  conduce  á  la  plaza  por  el  sur, 
y  á  la  distancia  de  cuatro  cuadras  de  una  trinchera 
que  'ieníau  sobre  la  plaza,  rompió  el  fuego  riueátra 
píe^a  sobre  ella.  Tomé  entonces  algunos  tiradores  y 
una  mitad  de  infantería  con  el  objeto  de  posesionarme 
de  la  torre  de  San  Práncisfco,  para  dominar  el  fuego 
que  desde  ei  Cabildo  podría  hacer  el  enemigo!  En 
San  Francisco  se  rindió  la  pequeña  tropa  enemiga  ^ue 
esWftba  allí  situada,  y  quedé  dueño  del  convento,  po- 
niendo algunos  tiradores  eh  la  torre  para  que  hiciesen 
fuego  sobre  el  cabildo. 

«Dueño  de  este  punto,  pasé  por  un  costado  déla 
plaza  como  á  una  cuadra  de  ésta,  á  verme  con  el'tíóro- 
nel  Diaz  con  el  objeto  de  indicarle  qtie  era  preciso 
tomar  el  convento  de  la  Merced,  situado  en  la  misma 
plaza  principal.  Esto  se  ejecutó  echando  abajo  una 
puerta  y  rompiendo  una  pared  del  lado  de  atrás  del 
convento,  para  entrar  sin  ser  atacado  por  los  enemi- 
gos. Entramos  eh  los  claustros  y  encontramos  que 
en  la  misma  torre  estaban  algunos  infantes  enemigos 
que  nos  hicieron  algunos  tiros  y  prendimos  dos  hom- 
bres; una  vez  dentro,  colocamos  el  batallón  en  latnis- 
ma  iglesia,  cuya  puerta  principal  da  álaplaza!  Allí 
permaneció  hasta  que  llegó  la  hora  del  ataqué  general, 
que  debía  tener  lugar  media  hora  después,  tiempo 
indispensable  para  prevenir  á  los  gefes  delaáeñal.de 
ataque  para  marchar  todos  sobre  la  plaza'  principal. 
Previne  que  los  repiques  en  el  templo  de  San  Fran- 
cisco sería  la  señal  del  ataque  general.  Un  cuarto  de 
hora  antes,  estando  yo  en  S^n  Francisco,  fui  preve- 
nido por  un  oñcial  d^l  batallón  dé  Diaz  ^ue  habfem 
puesto  una  pieza  de  cañón  apuntando  sobre  la  misma 
puerta  de;  la  iglesia  de  la  Merced  y  á  muy  corta  di»li.an- 
ciadeésta.  Entonces  volví  á  verme  con  el  oapoiiel 
Díaz  y  le  indiqué  que  pusiera  sobre-. él  coro,  en  ldri(vfen- 


(890  .  p]»av«ffli4 

>    t^mfi  q^^  mif^hf^n  i&  U  plaf^a^  {seís  tircujpres^,  para  que 
iantes.de  Abrir  la  puerta,  una  vez  hecha  la  señal,  hi- 
ciese fiiego  sobre  los  artilieros, .  sobre  Iqb  cuales  la 
.    pufíjberia  diBbía  ser  certera  por  la  posición  que  éstos 
,  0cupali>ian>  y  Ja  que  no  le^  permita  cüfender  $in  utilizar 
¡^  pí^za. 

#  Sali.de  aquí  y  £gi!  á  San  Francisco  para  dar  la  se- 
ñal del  ataque,  y  dada,  fué  atebada  ia  plaza  en  la  que 
|oB  enemigos  hiiCÍeroQ  na^y  poca  resistencia,  rindién- 
dose á  discrectoiO.  Las  fuerzas  de  Ja  pla;sa  estabap  á 
las  íf) mediatas  órdenes  d^l  general  Qí^jirzoQ,  quien  se 
retiró  en  el  acto,  con  mucha  calma  á  la  fortaleza  ó 
,  Adviana,  distante  tres  cuadras  de  la  pla^a,  donde  se 
enconitrabael  corone}  Méndez,  gobernador  interino. 

«AUíaseguráron  las  puertas  con  el  objeto  de  retirarse. 
Acordé  con  elx^oronel  Diaz,  en  el  acjto  qup  supe  esto, 
que  marchase  con  su  batallón  y  dos  piezas  de  artillería 
é  intimase  rendición.  Situada  esta  fuerza  auna  cua- 
dra de  la  plaza,  mandó  el  coronel  Diaz.al  tepiente  don 
Rufino  Várela,  como  parlamerjtario,  á  intimar  rendi- 
ción^ la  que  se  efectuó»  garantiéndoles  la  vida. 

f  La  noche  del  dia  de  ja  toma  de  la  ciudad  se  pre- 
sentó ex?  la  capital,  de.qu^  éramos  ya  dueños,  el  gene- 
ral Iriarte,  á  quien  vi  recien  después  de  la  conferencia 
en  la  quinta  de  Echagüe. 

Pasaron  los  prisioneros — general  Garzón,  coronel 
MendeZy  Acuña  y  algunos  otros,  Quyo$  nombres  no 
recuerdo,  á  una  casa  particular  que  les  concedió  el 
coronel  Diaz,  por  súplica  dte  Garzón,  habiéndome 
dicho  esto  y  estundo  el  general  Iriarte,  le  manifesté 
que  convejíía  que  esos  prisíbaeros  pasasen  al  Cabildo 
;  icon  su  compefente  custodia  para  su  seguridad,  y  se 
resolvió  mandar  al  comandante  Man.tei>o)a  para  que  lo 
ejecutaste.  Garzón  suplicó  que  deseaba  permanecer 
esa  noche  en  la  casa  en  que  estaba,  qtí.e  mas  bien  se  le 
doblase  la  guardia.    No  se  aceptó  y  pasé  yo  y  el  gene  - 


^vWl  IrÁar^e.áA^t^fi^a  ^.ofi^^f^síAl^aMGfaiíjzWi,!  íyiaAlídft  i  es- 
presamos qu^  debía  ,pfisar.  a,l  C^bild<?y  tranq.MÍl¡aáü.49le 
.  ;y  d4odale  í^^guxidad  por  su  y¡<ia*         .:  '   ». 

M^  retiré  á  mi  casa  después  de  asegurar  los  prisio- 

..  Qerqi^,  donde  me  e,(icontré  con  el  ayudanta  del  gea^ral 

.  I^f^valtejj  d,on  Pedro ;4,acasaü5quieajD?k^  entregó  ^naííCf^r- 

.  ta  dei  mismo  geK>eraI,  eiü  Ia<  que  me  d^ía  que  hiciese 

']x3.  posible  por  pasar  ^1  dia  siguiente  á  su  c^mpp^  que 

.  tenía  n(iucHq'  que^habUr  coíipiiga.    Efectivament0j ;  al 

djLa^igijiient^xne  puse  en  marcha  y  lo  encontró  ten  la 

^.lomf^  d^  la  iy|^6^c4ra de  A'adlno;  s^ntadq  sobre  su  moqtu- 

j  ,ra.    ho  saiurié,.  y  la  primera  pregunta  que  \k\zo  t^éy 

si  quedaban  los  prisioneros  asegurados*       .  •• 

— f  Le  donftéstéque  sí. 

..•j*-f  ¿  Están  todavía  con  mucho  cogote  f  rae  dijo. ' 
r,-  •  — íNo  les  falta,  le.  contesté.  '    • 

« fíablatrexáos  después,  ime  dijo  eV  g^ner aly  por  ahora 

se  iráustedÁ  la  capital,  ordenará  al  mayioirde  plfrza 

--jáállgefeienoargado  de'lá'  bqstodíá  dé  Ibs:  piris'i^n'eroSy 

que  los  entregue  al  comandante  Avalos,  quien  llevará 

mis  instriiceíones  sobre. la>naan era  de  traerlos".     Aquí 

-ItS:  bajaré  el' <?ogfate.i!> 

Llegó  efectivamente  el íceimandan te  Aivalós  cóñsu 
.   €«QuadroD,'á  quién  el  mayor  de  plaza  entregó  ios  pri- 
sioneros.   Me' aseguran  que  fueron  alados,  pero!  yo 
• .  nO  (o-he  parasen eá-ado  por  no  éste^r  en  esos  •  momentos 
. /Qu la, piapía.  •   ':  •    ..     •«  ••    •.  ,\:    •'    ..•  ■:••'  = 

«Sabedora  mi  hermana  doña  Joaquina  RodHguez 

MÍdeCuHen  que  condueiaff  lofe  prisionerok  tí'  ¿jército  y 

•  tettierosadé  que  fuesen  ejecutados,  sé  dirigió  al  '^étte- 

fat  Lavalle,  esteríbiéndole  que  pedía  por  lá'vrdádel 

general  Garzón,  á  quien  debía  grandes  séi'vitíióía  iáu- 

rapte  lo»  larga  per sequcion  4§  Rosas  contra  su  marido 

don  Domingo  Cullen,  á  quien  fusiló,  embargándole 

.  ^pdos  Srus^bieixes.    Elg^ei^l'Lavp.11^  en  ateaci^fi.'l. 

.  los  hechos  que  refería  la  $i^j>)icaiite,  acciedi^. ái f  U;peti- 


Í92  Pt^YtítClA 

'  tióí),  peró  una  vez  'concedida  la  vida  á  Garzón,  los  otros 
fueron  favorecidos  con  la  misma  gracia. 

« Entonces  devolvió  los  prisioneros  con  una  partida 
á  las  órdenes  de  uno  de  sus  ayudantes,  quien  me  en- 

< 

tregóuna  carta  del  mismo  general,  en  la  queme  d^- 

cla,  que  erajyo  quien  debía  juzgarlos  como  santafecino  y 

gefe  de  la  ciudad,  puesto  qué  conOcfa  los  males  que 

*  babian  hecho  con  su  resistencia.'   Inmediatamente  los 

hice  pasar  al  misnio  calabozo  en  que  habían  estado, 

•   donde  permanecieron  perfectamente  bien  atendidos, 

'-  hasta  la  evacuación  de  la  capital  por  nuestras  fuerzas 

llevánáoiós  entonces  en  mi  división.    Los  llevé  para 

entregarlos  al  general  en  gefe. 

«  Efectivamente,  así  lo  hice,  presentando  yo  mismo 

el  prisionero  general  Garzón  al  general  en  gefe>  quien 

estaba  dentro  de  su  tienda  sentado  sobre  su  montura 

.   con  un  asado  ensartado  en  un  palo  delante  de  él,  del 

I   que  comía. 

«— iGéneral,  le  dije^  aquí  tiene  V.  E.  al  eeneral  Gar- 
zón. 

c  El  general  lo  hizo  pasar  adelante,  y  le  dijo. 
^  — €  ¿Aceptará  usted,  general,  esta  pobre  mesa?  ha- 
ciéndole un  ademan  amistoso. 

— «Con  mucho  gusto,    general,    contestó  Garzón. 
Hemos  venido  escasos  de  comida  en  la  marcha, 
r       Entonces  me'despedí,  y  fui  á  hacer  acampar  mi  divi- 
sión en  el  lugar  que  el  general  en  gefe  me  había  seña* 
lado. 
<iTai  es  el  conocimiento  personal  de  los  sucesos  de 
.   que  he  sido  testigo,  respecto  al  ataque  y  toma  de  San- 
ta  Fe  en  1840  y  los  incidentes  con  los  prisioneros — 
Paraná  1861.  > 

Pedro  Rodríguez  del  Fresno. 

194^— «KMERAL  JVAM  IíAVALle,    dictador    militar 
por  la  fuerza  de  la^  armas,  de  setiembre  á  noviem* 


bré'lO,  ert  qaé,  Tierido  que  nó' era  posíMe  sostenek^e 
en  presencia  del  ejército  del  general  Oribe,  cuyas  par- 
tidas recorrían  las  costas  áel  Salado,  sac6  de  la  ciud^id 
dé  Santa  Fe  toda  la  gente  que  pudo,  de  grado  ó  por 
fuerza,  emprendiendo  en  seguida  su  ttiárciha  hacia 
Córdoba  ^or  el  Paso  de  Aguirre— sigúiend'o  efl  nriisíno 
camino  que  había  HdVado  E.  López  en  su  retirada^del 
Fraile  Muerto  á  Santa  Fe— habiendo  antes  puBsto  en 
libertad  y  restabldcido  eU  el  gobierno  al  coronel  Mén- 
dez ell6  dé  noviembre.  »  .1 

4 

M40— cOBUivcsii  aosÉ  RAMOiv  NEiviiES,  delegado 
de  Lope¿,  restablecido  por  el  general  Lavalle  al  aban- 
donar la  ciudad  de  Sania  Fe  y  emprender  su  marcha 
para  Córdoba,  en  16  de  noviembre. 

El  dia  después  de  la  toma  de  Santa  Fe,  los  gefes  del 
primer  ejército  libertador  acordaron  nombrar  una  qo- 
roision  encarada  de  pedir  al  general  Lavalle  que  el 
gobernador  Méndez,  el  general  Garzón  y  todos  los 
gafes  y  oficiales  tomados  prisioneros  fuesen  conduci- 
dos al  campo  del  ejército  é  inmediatamente  fusilados; 
fundando  esta  solicitud  en  el  derecho  de  represalias. 

Se  libró  orden,  compya  se  ha  dicho>p;^ra  que  la  Le- 
gión Avalos  condujese  al  cuartel  á  dichos  prisioneros. 

Sin  embargo,  lejos  de  llevarse  á  cabo  lo  que  ios 
gefes  pedian,  el  gobernador  Méndez  y  damas  prisio- 
neros fueron,  por  orden  del  mismo  general  Lavalle 
llevados  á  Santa  Fe  y  tratados  con  la  consideración  y 
respeto  que  su  desgracia  exigía. 

t6í4#-€;KMfe:BAii  s.  P.  LOPKS,  propietario. 

Después  de  la  batalla  del  Quebracho  Herrado  ó  Que- 
brachito,,  en  la  provincia  de  Córdoba,  perdida  por  el 
ejército  del  general  Lavalle,  el  28  de  noviembre,  Oribe 
unido  á  ^opez,  siguió  al  gefe  del  ejército  libertador^ 
l^astaque  éste  entró  en  la  ciudad  de  Córdoba,  de.c^on- 


9H  ,?BpTia}«A 

r  de  fué.  obligado ,¿  i^aljr^  la  luQn^f),  46|¿ndoIe  tjomarel 
_  camina  para  la  Ríoja. 

í  En  la^  inxpediaciones  de  lajurisdiQcron  de  Córdo- 
ba, López  se.sept^ró  do  Oribe,  regre&aodo  á,  San^  Fe 
i  •sin  toda  la  gente  que  había  llevado^  porque  el  coronel 
,  Jacinto  Andradano  quiso  s.egqirlo  .y quedado! e  9ola- 
I  píente  algunos  oficiales  y  íropa, 

'  López,  disgustado  con  Rosas,  'convino  on  c^ebrar 
-iuh  tratado  con*  ei  getieral  J;  M.  Paz,  gobernador  de 
Entre-Rios,  (en  febrero  de  1848);  y  con  el  gene^al  Fer- 
ré, gobernador  de  Corrientes,  que  á  la  sazón  se  halla- 
'   baen  el  Paraná,  para   arreglar  y  continuar 'ía  guerra 
'   contra  Rosas,  comisionando  al  efecto  á  don  Urbano 
■  dé  Irlóndo,  cefca  de  los  citados  gobernadores,  el  26 
(febrero  de  1842). 

Nada  pudocon seguir  Iriondo,  porque  Ferré  y  Paz 

'  estaban  en  desinteligehcia,  de  que  resuító  que  éste  se 

embarcase  '  én  un  líinchon  (abril  de  1*849),  yéndose  á 

^  Corrientes,,  dé  donde  paá6á  las^  Misiones  brasileras,  y 

aquel  se  retirara  con  su  ejército  á  su  provincia, 
'       Luego   comisionó  López   á  don  í)omingo  Crespo 
cerca  del  general  Fructuoso  Ri Vera  para  hacer  algún 
alrregló,  en  el  sentido  de  llevar  la  guerra  á  Buenos  Ai- , 
•    res  contra  Rosas,  lo  que  lahfipoco  tuvo  efecto,  á  causa 
de  que  ya  pisaban  la-provincia  de  Santa  Fe,  marchan- 
do sobre  la  Capital,  Oribe,  con  su  ejército,  por  el  cami- 
no de  Córdoba,  y  Echagüe,  con  una  fuerte  división,  por 
''  el  de  Buenos  Aires. 

Fué  entonces  cuando  López  se  pronunció  abierta- 
mente (abril  de  1848)  contra  Rosas,  á  quien^  después 
de  tanto  salvágeár  -á  sus'*ex-eñemigGte'tíoHtrcos,  cali- 
ficó' á  su  antiguo  aniigo  dé  traidor  impío ^  bárbaro, 
'  •  fkr'ojs,  y  de  ambicioso  y  desáhage  u/iitarcOy  y  no  con- 
siderándose con  fuei^zas  suficientes  para  dar  una  ba— 
*  talla,  sé  dispuso  á  s'eguir  la  guerra  de  decursos,  ha- 
'  clendode  su  ejéróito  dos  divisiones^  una  á  su  inme- 


^ato  mM^,  y  íft  Qtro  a}  del  oorqnel  3»aUftgo  Owfto. 

Ebte  fué  derrotado,  en-  él  Paso  de  Agiiírríi  por .  wia 
fuerza  de  Oribe  al  mando  del  coronel  Jacinto  A.ndrqtda, 
di$)^a^aiído  con  su  g^ntia  di^peFsa,  h^sta  el  Paso  del 
Rubio,  m  Corrientes. 

En  vi^tQ.de  eso,  López  fugó  para  el  wi^mo  punto 
el  17  de  abril  de  1842. 

Andrada,  triupfn^Dt^,  dagoUd  á  cqaatos  enpontró, 
dist)ersos  ú  ocultos  por  los  montes,  y.  OfibQ  ©(itró,  el 
18,  en  la  ciudad  de  Santa  Fe. 

0  1 

A94«-B|U«AJ0J|C|I  iMLJimpiu  «A|«E,  dictador  ix^ili- 
tar,  por  la  fuerza  de  las  aroaae,  el  16  de  abril,  en  cuyo 

'  dianojgibró  gobernador  provisorip  e^  geperal  Bcba- 
güe,  pasando  en  sieguidaá  Entra-Rips,  conelp^b^eto 

.  de  emprender  una  nueva  Qampaua  contra  el  gi^ne^al 
Fructuoso  Rivera. 


1949— ge:«i:baIí  Br.  PAi9itiJ)l.ii  ECHJiGUE,  nom- 
brado provisorio/ por  el  general  Oribe,  el  18  de  abril, 
y  electo  en  propiedad  pl  j.0  de  juUq  de  1842,  hasta  q1  7 
de  julio  de  1845,  que  tuvo  que  huir  desnudo  y  despa- 
vorido, guareciéndose  en  las  Islas,  en  consecuencia  de 
la  entrada,  por  sorpresa,  del  gobernador  derrocado  y 
titulado  legal  Juan  Pablo  López,  en  la  ciudad  de  San- 
ta Fe. 

Oribe  y  Santa  Cojomq,  se  ocuparon 'entonces  en  de- 
capitar á  cuantos  3e  eonsideraban  enemigos.  Igual 
tíiÉvrtirio  sufrieron  varios. vecinos  del  Hosariq,  C.oronda 
y  campaña,  que  se  presentaron  rendidos  6  que'  fueron 
egcontrados  ocultos. 

Al  emprender  Oribe  su  marchs^  á  Entre-Ríos,, contra 
Rivera,  dejó  en  Santa  Fé  á  Santa  Coloma,  cuyos  he- 
chos se  conservaron  en  la  nvemoria  de  los  santafecinoSí 
hasta  el  3  de  febrero  de  1852,  después  del  triunfo  de 
Caseros,  cuando  Santa  Coloma  fué  sacado  del  templ^ 
d©  Balvaper^  ó  Salinag  y  mandado  decapitar  ppp  e 


'  doctor  Juan  Francisco  ^feguí-,  áüntaféoíno,  en  venganza 
'   de  los  hechos  que  se  le  atributan,  como  perpetrados  por 
élsobre  sus  comprovincianos. 

El  gobernador  Echagüe  publicó,  en  1843,  un  iudultoá 
todos  los  enemigos  de  Santa  Fe,^y  aun  envió  comisio- 
niadoá,  para  que' los  persuadiesen  á  volver  á  sus  ca- 
sas. 

Muchos  sé' acogieron  al  indulto  y  fueron  respetados 
en  sus  vidas  y  propiedades: 


fl945'-€;EiVEBAii  JiJAW  PABLO  LÓPEZ,  titulado  go- 
bernador legal ;  quien  entró  en  la  ciudad*  por  sorpresa, 
el  6  de  julio  de  1845,  tomando  acto  continuo  posesión 
del  mando  gubernativo,  hasta  el  12  de  agosto  que  fué 
'  derrotada  su  vanguardia,  compuesta  de  800  hombres, 
y  ocupada  la  Capital  por  las  fuerzas  del  general  Echa- 
güe. 

Antes  de  fugar,  Lope^  encargó  de  la  mayoría  de  la 
plaza  de  la  ciudad  á  don  Estanislao  Zeballos. 

be  acuerdo  con  el  general  Paz,  que  se  hallaba  en 
Corrientes,  como  Director  de  la  guerra,  López  pasó  el 
Chaco  y  sorprendió  á  la  división  de  Santa  Colomo, 
que  estaba  en  la  chacra  de  Andino,  de  la  cual  muy 
raro  fué  el  que  escapara  vivo., 

Como  hombre  público,  el  general  López  era  una 
completa  nulidad.  No  se  le  conoce  una  sola  medida 
política  ni  un  solo  acto  administrativo  que  merezca 
siquiera  mención.  No  le  debe  el  país  un  solo  servicio 
que  le  haga  digno  de  consideración  de  ninguna  de  las 
fracciones  políticas,  en  que  la  República  estuvo  dividida 
durante  tantos  años,  si  se  esceptúa  el  sitio  de  Mon- 
tevideo y  lacampaOade  Ca.seros,  de  que  López  formó 
parte,  como  une»  de  los  muchos  beneméritos  argen- 
tinos. 

i§á&-D.  ESTAHKiiito  ziCBAiiliOl»,  encargado  de  la 
mayoría  de  la  plaza  de  la  ciudad  de  Santa  Fe,  nom- 


DXr*  flAirVA..»  389; 

brado,  en  agodtoporel  generalJ.  :P.  Xopez»  ouaindo 
éste  emprendió  la  fuga^  a1  ten^  noUcia  d^.  la  ^derrota 
de  su  vanguardia;  hasta  el  12  del  mismo. :ine{s^  ^  ique 
fué  restablecido  Eclxagüe. 


1845— c^EiVEBAii  PAiSCUAii  KCHAC^Ui:,  propietario, 
restablecido  el  12  de  agosto,  á  consocliencíá  de  la  der- 
rota y  fuga  del  general  J.  P.  López,  perseguido  por 
todos  lados  por  las  fuerzas  del  gobierno,  haátá  tener 
que  abandonar  parte  de  la  artillería  y  del  depósito  de 
efectos  para  vestuario,  que  él  había  adquirido. 

El  gobernador  Echágüe,  después  de  esa  sorpresa 
de  López  que  le  arrebató  el  gobierno,  de  que  quedó 
privado  durante  36  dias;  continuó  ejerciendo  el  mando 
gubernativo  tranquilamente,  hasta  el  15  de  Octubre 
de. 1851,  que  lo  delegara  en  Iriondo,  para  salir  á  cam- 
"  paña  contra  el  general  Urquiza. 

fl«6t-*BD:v  VBBAüíO  B£  iBiOfVBO^  Juez  de  I""  Instan- 
cia, delegado  de  Echague,  con  las.facultades  .estraor- 
diñarlas,  en  lo  civil,  y  el  gefe  de  Estado  mayor  Coro- 
nel Manuel  Febre,.  encargado  interinamente  de!la 
ÍDépeccion  general,  po<r  ser  de  la  entera  confianza  de 
Echague,  quedó jíiombrado  para  di^spíacbar  eíjlofliiJi- 
lar,  el  15  de  octubre  de  1851,  por  ausencia  del  propie- 
tario en  revistar  los  cuerpos  del  ejército,  situados  én 
varios  puntos  de  la  provincia  á  consecueacia  delpuro- 
.nuncíamianto  del  general   Urqui^,  el  .1^  de  .mayo, 
contra  Rosas. 
En  la  noche  del 9  de  diciembre  (.1851 )  estalló /én.jel 
.  Rosario  una  ^sublevación,  en  la  idivision  del  cororiel 
Serrano,  deque  un  9arget)io  de  la  del  coronel  Santa 
Coloma  dio  aviso  á  éste,  á  quien  se  trataba  de.matfir^ 
•lo  mismo  queá  aquél  y  al  capitán  A.raodd«    Con  tal 
aviso,.  Santa.  Coloma  eií  el  acto  formó  cuadro  de  áu 
división,  y.  al  rato  de.haberlo  hecho»,,  le  cargáronlos 
:  subleivados,  4.qui/en  recibió  con  JUtes  liras  de: artillería 


1 

\ 


30S-  fRóTiimiw  ' 

y  haoiéndoleb  fiíego  de  tercieroíáí  y  fusil  he^tmvep^^ 
sarlds  com|{)letámemequedáadid  algunos  maertos  én  el 
champo  y  muichos  heridos. 

La  sublevación  se  inició  por  unos  gritos  del  alferez 
Pacheco,  á  |o  que  se  le  contestó  con  un  tiro  de  bala 
que  dio  con  él  en  tierra,  ultimándolo  con  su  espada  el 
alférez  Federico  González.  Serrano  y  éste  se  escapa- 
ron del  campo,  como  pudieron,  yendo  at  cuadro  de 
Sant^^  Coloma. 

Los  sublevados,  viendo  la  resistencia  de  la  división 
de  éste,  y  con  las.  caballadas  de  que  se.  habían  antes 
apoderado,  :§e  pudieron  en  fuga  hápia  el  Dianaante,  por 
las  Islas,,  qpedando  como  50  hombres  delreginíiiento 
núm,.  2  en  el:  escuadrón  del  capitán  Arnojd. 
,  En  la  madrugada  del  10  los  sublevados  fueron  per- 
seguidos por  tres  escuadrones  montados,  en  los  úni- 
cos caballos  que  pudieron  encontrarse,  al  mando  de 
Arnold,  quien  los  acuchilló  completamente  dbl^igán- 
doles  á  dejaren  su  fuga^  la  tnaíyor  parte  de  las  caballa- 
das y  cuanto  llevaban,  pero  fueron  á  engrosar  las  filas 
del  ejército  libertador  del  general  Urq^iza. 

Así,  la  provincia  de  Sattta  Féj,  lejos  de  contribuir  al 
derí'oeamiénto  de  la  Dictadura,  mas  bien  puso  ol>stá- 
ciülos que  fueron  vencidos  sin  dificultad  atgnna,  pofxjtíe 
laépboA  del  reinado  del  terror  en  ía  Repúblikia  Argen- 

-  tina  tocaba»  ya  inevitablenvente  á  su  ftn. 

ElejércitJo  de  Eotne-Rios  empe:Zó  á  pasar  el  Paraná, 
por  el  Diamante  { Punta  Gorda, )  el  23  de  dicíennbíre,  y 

i  aldia  siguienüe  2i4,  la  provincia  se  pronunció  contra 
Bichagñe  y  á  favor  del  general  Urquiíja,  dando  oí í?a;s  á 

'  éste  y  mueras  á  Rosas,  con  gran  sorpresa  de  ramchós 
que  creían  ya  en  la  inmortalidad  de  Rosas^ 
>  En  el  momentO'  en  que  Eehagüe  vio  que  el  ejército 
Hberlador  se  aproximaba  á  Coroftda  y  que  tavo  notí- 
cia'de  ia  insurrección  dé  la' ciudad  de  Santa  Fe,  mar- 
chó coa' sa  ejército^  que  se  compQnia  de^  unos  700 


segü5r'pór'  los  cantiípbs  'hasta  lá  pfovinfcfa  dé  Buenos 
Aires,  adonde  llegó  con  imos  doscientos  hombres,  que 
fueron  incorporado?  n\  (ejército  de  Rosas.  ' 
'  Eóhagüe  sacó  de  Santa  Fe,  y  lldvó  consigo,  todos' Vos 
papeles  que  tenía  en  su  despacho  de  gobieriío,  á  escép- 
cion  de  cuatro  libros  en  blanco, '  srendoló  tínico  qíie 
éficontfó  el"  delegado  Iriondo  y   pasó  á  ¿a  *6ti<iesor 


1 1 


ftSst^-iK  nómfitoo  CBlesi^ft^  jiombradd  iriteríAo  el 
^<ie,'djdembre'de)18&Í:yyecono€Ulo  CQiño-táL.    .  i 

Luego  que  Crespo  se  recibió  del  gobierno,  feíBpeta- 
.  roaá  prbsentáFaeleitodósilos  qiiey  saliéndd  de  sui  pri- 
mera sorpresa^  a^andoaabaii -al.  señor.  Echagüéy  los 
cuales  eran  destinados  á  sus  réspeetivosi  puestos;  y.al 
ocurrir  á  la  Tesorería  se  enqontró  con  que  solo  había 
en  caja. catorce  realcé:  *      " 

•  Crespo  tuvo,  pues,  que  tocar' otros  arbitrios,  pat'a 
poder  llenar  esa  necesidad.  ,  • 

Orgaíiízada  la  Junta  de  Repreáeritanteís,  s'e  nombhó 
gobernador  propi'etárí o  al  misino 'Crespo' en  'dicieitíbi'e 

'de  1851.  ;;  .' 

•  Ai  ^óco  tiempo  (ie^'er  éste  noriibrado  ¿n  oropíddad, 
el  general  Juan  Pablo  López,  á  su  regreso  de  la  cafrti- 
pañ^que  terminó  en  Caseros,  hizo  una  revolución.,  el 
6  de  julio,  en  el  Rosario,  invocando,  el  noml^re  d.ei 
.general  Urquiza.  Tomó,  presos  al  juez  de  paz  don 
Marcelino  Bayo  ^(después  gobernado^)  y  aj  coman- 
dante.da  campana  general  Santiago  Oroño,  empren- 
diendo en  seguida  su  marcha  sobre  la  caixital  y  lie- 
vaqdo  consigo  á  los  presos. 

Con  la  falsa  noticia  de  haber  sido  derrotada  la  fuer- 

.  za  que  ,el  gqb^rpador  Crespo  mandó  sobre.Lppez  y 

cpn,  la#  qi^e  i^ste  ^nnárphaba  triuu|apte  sóbrenla  capitf^l, 

C;l¿e9pq;pri^sentósu,reqviQCÍa.ante  la  Siula  de  R€\pre3e(i- 

tantes.    Dicha  renuncia  quedó  en  la  nada  por  la  subfe- 


. ;  v^cion  de  la  fuerza  de  Lopez^  el  11  del  mismo  mes,  y 

. ,  por  la  fuga  de  éste  casi  solo  á  la  provincia  de  Córdoba. 
López  y  su  sobrino  el  teniente  coronel  Luis  Hernán- 
dez, cómplice  suyo  en  la  citada  revolución,   fueron 
tomados  y  puestos  en  la  cancel  engrillados  en  la  capital 
de  Eiitre-Rios,  hasta  marzo  de  1854,  en  que  aquél  con- 

.  siguió  hacer  su  evasión. 

El,  doctor  Juan  Ftancisco  Seguí,  abogado  de  López, 
hizo  una  brillante  defensa;  y  atendiendo  á  los  (titula- 
dos)  méritos  y  seroicios  del  acusado,  fué  éste  ele- 

•  vado  el  S  de  enero  de  1855,  al  rango  de  brigadier  gene^ 
ral  de  los  ejércitos  de.  la  Confederación,  con  antigüedad 

-'del*í  de  enero. 

Invitado  Crespo  á  la  reunión  de  gobernadores  en  .la 
cíiadad  de  San  Nicolás  de  los  Arroyos,  delegó  el  man- 

'  dQ  gubernativo  en  Leiva. 


1859— Br.  MAWiJEii  iiisi¥A,  ministro  general,  delega- 
,  do,    durante    la  ausencia  del  propietario  Crespo  al 
acberdo  de   gobernadores  reunidos  en  San  Nicolás 
de  los  Arroyos  el  31  de  mayo,  por|inyitacion  del  gene- 
ral Urquiza,  vencedor  de  Rosas  en  Caseros. 

Reasumió  el  mado  en  junio,  habiendo  la  Legislatura 
declarado  como  ley  déla  provincia  el  aciierdo  de  San 
.  Nicolás.de  los  Árjroyos. 

1(85)9—11.  DOMiiVGO  CBE l^PO,  propietario,  desde  ju- 
nio, que  reasumió  el'  mando,  después  del  acuerdo  de 

*  San  Nicolás  de   los    Arroyos,  á  que  asistió  con  los 

~  gobernadores  de  algunas  provincias  hasta  el  i^  de  d¡- 

'  ciémbre  dé  1854.    Tuvo  por  ministro  general  al  doctor 

"  Manuel  Leiva. 

El  general  Juan  Pablo  López  (a)  Mascarilla,  con  una 

'  fuer¿a  que  tenía  reunida  en  las  Saladas,  promovió 
una  revolución,  deponiendo  y  aprisionando  al  coman- 
'dante  militar  del  Rosario,  don  Marcelino  Bayo  y  al 

"géiñeralen  jgefe  de  las  fuerzas  de  la  provincia,. don  San-^ 


DB  SAVVA  FK  401 

tíd^  Ordftb.'  ^  Al  pofierse  en  inarcha.  López  para  Santa 
Fe  á  derrocar  al  gobernador  Crespo,  lleyando<u)DS¡go 
á  los  ¿•eféridos  Bayo' y  Oroño  presos,  se  sublevó  el 
comandante  Lenzína  con  la  mayor  parte  de  la  fuerza 
de  López,  habiendo  sido  Leilzina  segu^ido  del  coman- 
dante Juan  Pío  González  y  el  mayor  Ángel  Caballero, 
coa  lo3  oficiales  á  sus  órdenes.  López  quedó  en 
campaQa  cQrí  solo:  50  individuos  de  tropa«   . 

El  coronel  Luis  Hernández,  que,  segundándolas 
disposiciones  de  López,  había  dirigido: el  movimiento' 
anárquico,  ^escribió  ea  el  acto  al  general  Urquiza  ma- 
nifestándole la  conveniencia  de  que  el  gobernador 
Crespo  denunciase,  en  yist^  del  espíritu  de  las  tropas, 
y  .endargándose  el  mismo -Heroandezn de  dirigir  el 
asuntó,  á  fin  de  evitar  la  efusión  desangre.  « 

La  conducta  de  López  y  Hernández  fué  desaprobada 
por  el  general  Urquiza,  repuestas  las  autoridades  der- 
rocadas, y  perseguidos  aquellos  por  el  general  Orofio 
á  la  cabeza  de  600  hombres  de  caballería.  Hernández 
fué.  alcanzado  por  el  comandante  Jutiñ  Pío  Rodrignéz 
en  Monge,  en  donde  quedó  completattieínte  derrotado 
escápandocon  tres  hombres  en  dirección  al  oeste";  y 
López,  hayefido  en  la  misma  dirección,  dejó  en  poder 
del  mayor  Zelada  im  carro,  en  el  que  ^llevaba*  algunos 
caudales  pertenecientes  al  erario  de  te  provincia. 


I  I 


«Si^t'-itow  MAfiwlsii  |li£ivA,  delegado  de  Crespo,  du- 
rante la  fl^useooja  de  éste  ea  julio  con  motivo  de  un 
movimiento  que, tuvo  lugar  el  día  5,  en  elde[>artámento 
del  Rosario,  por  el  que  fueron  depuestas  y  presas  sus 
autoridades,  don  Marcelino  Bayo,  comandante  del 
punto  y  don  Santiago  Oroño,  comandante  general,  y 
con  la  intención  de  pedir  la  renuncia  del  gobernador 
Crespo. 

Los  gefes    dql   movimiento  eran  los  comandantes 
Luis  Hernández  y  Juan  A.  Fernandez^ .  quienes  pusíe- 

26 


'402 


ron  ala  calp62aidél:j<iepartain«atq  áál  Rosario  al  gene- 
iralJiíaTi  Pablo  Lppez;  .  El  11  dís  julio  todo <|ti6(j[ó  ter- 
minado oonla  sublevacipn  /de  lamente  que  tenia  óste 
reunida;  en  circunstanciaos  ^ue  bqi  ponia  en  roaiH^ha 
con  dirección  á  Santa  Fe,,  desde  las  Saladas,  en  donde 
se  encontraba.  .  >       . 

Después  de  sus 'servicios '  prestados  al  país,  como 

ministro  d-el  gobierno  de  Santa- Fé*  primero,  y  del  de 

Entre^RÁos  mastardé^  el  doator .  Leiva  falleció  en  la 

ci'udad  del  Páraiiá^  en:  Ios[  ultimáis  dias.de  agosto  de 

>  1879; 4  la  avanzadii ^ad de  masde SO  años. 


I  f 


\  i 


flSif'A'^ii.  B.  CBSSPO^  propietario 'hasta,  el  20  de  iio« 
viembFe,kiu«,  durante  su  ausetidia  á  lai ciudad  del  Ro- 
sario  á  asuntos  de  importancia  y  urgentes  del  servicio 
público,  delegó  el.  mando  en  dpu  R.  AÍdaOj  reasumién- 
dolo el  28  del  mismo  mes  y  qoRtíimaddo  en  él  hast^  el 
IP' de. enero  de  1855.  :i  .  /    .     ' 

>tS54.*n^»iiifLmMi:«T£  BICA.BIÍO  A.iiiiii.o,  delegado, 
desde.el  20  4e  noviembre  dj^  1854,  en  que  elpro¡pietar¡o 
Crespo  s(3  jausentó  á  J^  ciudad  del  í^osí^r^^  .  con 
motivo .  d^l  eptie  djqlio,  eii  que  á  )a  píi^oa  se^íiallaba 
,  .el  Estado,  de  Buenos  Aire^cpn  l^  Qcíinfpd^r^Qipp.de  las 
13.;provipfija9,.        ,  ;  •    ,      •> 

Nombrado  don  José  María  Cullen  gobernador  pro- 
pietario él  i*"  de  diciembre  y  hailándaBeénte  jatisexite  eB 
la  ciudad  de  Buenos  Aires,  comisionado  pon  el  gobier- 

'    no  de  la  Coi^ifederaoion,  para  la  i^atlñoaciofn  del  tratado 

'  de  paz,  acordado  entre  ambos  g^biernos-^el. del  Estado 
de  Buenos  Aires»  y  el  de  la  Coinfederacion-*-fué  desig- 
nado don  Domingo  Crespo-,  para  desempeñar  el  cargo 
interinamente,-  durante  la  aus<encia  de  dqoel,*  y  no 
aceptando  éste,  fué  sustituido  desde  el  1**  de  qaero  de 

'  1855,. por  eimismo  doo  R^Aldao,  quien^ootUiouQ.en  ei 
gobierno,  hasta  el  13defebnero«  i 


•  «1  t^dei4ÍQÍéiDbire¡dálB&4>  y  duR^nto  (8m /i^»s^n6mi  en 

•  Buenos.  Atresv  aliondi¿(bábliíi  3Ído  cpfnis^pn^clp  por  el 

•  I  ^bierao  de  hk.Confed^racton,  ^pai^a  Isk  iOOHiqIii^úpiq  y 
.  ';^aiti6caócioh  .del  tratado  de. pQ^t'.^cordwio.  el  ^  d<^|dí- 

ciembre,  entre  el  Estado  de  Buenos  Aires  y  laCoRfode- 
ríTafiiqp„'.fqé!nQflvbr«4í>  (IaP  .ttoiíjjngp.p^sp^,  qi|iíen  no 
••  fluiwíipeírtf^.;,9Jepdpeq|(Jince».^$)íst¡Awd9,,pop  dpp,Hi- 
..,,«^rdq  AWap^.qpe  ^  hailabft  ya  ;?ft)  §j¡eji'p^9¡J9  <Í8  ,l/i^§i.  f»fn- 
i,cione?.del.)^ecutiyp,4es4fi.eí  30,Íia^,e(l  ?8  de  ii.Qyie.m- 
)-.l)t>n«>tL'?n  calidad  de-díleg^cU)- d?i,Píe3|ío,. y  ^  la.de .iate- 
.  ¡  rinp  de^^de, y^l  J^°'d*  ep;^ro  hasta,  ,^1  i^  d«  f^ero  efl  que 
■,!.Q«llen  tóíp<S;p,(p^esipií  4^iííap(Jp,gifbern^f'jyp.4^  la 

Fueron  sus  ministros   sucesivamente  los  vdoptppes 
.    Juan  Francisco  Segiii  y  Severo  íxonzalez,       '    '"*    * 

-  ^C!u»t)é^y<iüyd>m{iifst^€i  enáí  desde  priiiolpioe  hasta  iiihe- 

diadod^'éd'  ffcívíéffifbl^é)  dumntel.euyo  1iBII|p^:|^Illrialle- 
-^''i«lá^e}4)|iopfet|lnVéf>  ]a  ciudad*  d«(<Ro¿wrf<!^^i0ft^bse- 

-  ^^16  d«  Id^  i4l«6réi^és  de  la'looalidddv^nt^ibuíyend^  á 
'    Iii'hftá]Í^¿8lél6ndeobmé^deí|)<úb  ilBfHre 

'*tott;fe,'  Wéonátpucéion  déíítemplO,'*ft  qa6'S€''¿iiáürlbíó 

•  eoii'Sd'biTZalg  de-  oí^o,  y  elg&nferafl^Ur^iiifsa  oori  igual 
"  ^c&tífldadí'*'}a'm6!n%ui^'tieri^páíf«áiMnto,  ptK^ye^AAda 
s  por  los  ingenieros  Bustinza  y  Bfy*h.  Segitti  ie(  plano 
'^^préieMúitfpóP  éstof^Vtféfeerhtn  tiemaWarfei  iw  Jiinites 

del  ferrkorío,  ^u  nfítirraleía  fíáicá;  calidad  d<e  f^sl*s  y 
~-  Éiútofeí'b  de  haéiteiidafe,  eonténiéfiidb  también  uña  r^fee- 

fla  dé  tódáS'las  lagunas  y  af^royo^',  stii^' nrtclerftéfe  y 
<  -'diésagOe,  las  propiedades  que  atraviesan  yHas  tierras 

que  bañan,  y  íáldéméiS  el  deslifiVá'e  dé  laj^risdiúciott  de 
• '  loé  distritos  y  de  toda  chase  de  estabfectmientósi       ' 


I '    '  ,  i  -.  ■     i         f  i  t  <•'  ■  I 


«i»»«^»«  Mii^ifelfüklkfAKliriiitliPÍKipr^pieteír^^,  de§de 
medift*»»  4ftflO?3íWfer,?Lfltt*iiI<^!*ml6,^J»Wdfl,  bftpta 


' •  ^  doctOrSevét^  QúmaUZ'^  pbvñisikrtémáb  ({\ie'  «jíoaer- 

•  áe;  en  *cáittip»afta ' paira  révinÜtear  él' honor  ^aeionaly  el 
<  ée\á  provirfcia'de  Santa  Fe^  oUrajádó  por  Jas  fueczas 
■  '  dé  B'tienos  •  AÍrés  lanzadas  •  sobre  el  territorio  deft  Ro- 

•* 'Sairío.^y-' '.  ^*  ■'■/•'•  '  ■•'':'-"'    .  •'^:' ;      ".  •  ,'    '  ••  '  - 

*  =;  '  Éíi$efi(*  Callen^,  a&éplaéfe  de trabéf^^  ^afecíarádo-  ?m- 
'potdnÍB^^al^á  ítópédfrla^^^^^^         inváyiíínés  debdéel 

"-ítosíávíd;  'cotilo  la  dérj^etiérál  JoséMtíríáí'lóres,-  átoi- 
"'  'qüiláÜa  err  la  mláhla- fécT^  dé'  Iá;aélagácitJrí  (25  de 

'étiérb'),  éTí  la' Lág'utia'de'  Oárd¿so''  pói^  una  ñitetóá  del 
;;  edrórtél  W*.  Pautiero,'  'h¡¿d"úTi'  i¿lii^  ^dé'fo?c^''j^kra 
'"  «reVínditar  el  iiói^órriác^óíilal  y  éldéilá  provincia  Me 

su  mando  *     (Veá3e    Provincia  de  Butnos  Ai^es^ 

Los  emigrados  de  Buenos  AireSj    asilados   en  el 
» Rosario^:  babiíHV  U.iia<li4Q  ^\  W  yiti>WQr4e)  €^^^0^:^^^ 

-  .fueron  bompIetán^efitedesibecb^B  t^OniunAsfHepssUtpDr- 
.teña.p^rstguiéiidaioshaateiel  Avrctyoide)  S#iU6e<. 

i.  tíaoráü :  EboM^lo^i  doo/ >iNípasio>  Qrofip^í  «1  jgojbe|!n<^or 
.  iíGHllenííiond0o<J.  ésteijftl  «oopfilnd^pt^  de  .SfluVjQejf^pinio, 
; :  i4oivSilv0$ir^iF€fbW.qMeirpHniese,tQ4íisJa^i/uQr?fi^ 
.j;  íjiJ  n)and^fiwn;lft'»aypn  acti  .^íft,péÍ5diíía»de 

.r:>eH>níeüfííp,.  par^,mwxjl<ari4^*^€»gar:  el  ul4rag^,\  qpp.  no 

...«VÍt<>.p«í>Vi¿/^iíoteft<rM<V     í  ^     '  .i   i  -.  . »;.  .     :  ^  .      .; 

-  i.Cpww)  ^l  Qbjrtft  4e  líi^  fiuerz^spprtci^íi^pp;  era  piro 
.  ,qj^idl  d»  p&V^^gm  4ilpS;WlvpSQfSPi^?t4iiPl?Ugarios  á 
...  intQrü^r^eien.íeir  te|?r¿tpriO:$ajriM«ftÍftí^»,floa!traipQftrfiba- 
/  ^Qpip^í§dia,tan^bftqía^f^sqcupa^^e:laíprpy¡a<fia^ 

.;.     £sle.aQtofuéinjÍeirpretadoi;ppr.,et  general  ^gaot^^go 

jíQfQñp^.cQmo  un  triiiijjifo,,sinM.ei)rc|p^i3ap§ro¿?i^  hubiesen 

ido  \Qs,agr^aQres  s¿n  hab/erloff  hj^pho  sfalir  .por  la  fuerpa. 

Después  de  esta  insigne  victoria  sans  coup  férir^^ 

'  regresó 'ef^obérn€(SdF^^C<iHef)ia^lit  éHjJi^  ei  3»«^te 

-^Hoche!, réfaii^efmiéHdo^'eiliitfáhdo^ál'^ígui&nio^^jh?;.   •  «* 


BB^.BabHTAilffX  40& 


'    i  *£an  i  iDotífvOi  i  dé  i  íbs\  frecuentes  deoticfsitmcioi^es  hos-  - 
Ukai  papa;don!Buienbs.Atne9.9    d^n  Juan  Mao^el  Ro- 
8aSy  en  una  conversación  que  sobre  la';$í|uacianrdel 
Rio  de  la  Plata  tuvo  con  una  persona  de  su  relación 

=  qtr'é'  lé  había  Visitado  ^rfSduíhñhí|jtdñ/iti^'lte4';decitr? 

^'''  "^Buériró  Aíffes:  débé'declaraHáe'¡iWé{iéiidíenté,4l¿he 

•/ttído^  Ibs  eléthétltbá^^iró  *í)ú^déh  eoWálitUii^  una  riábión; 

^V^^bíácionf  nürtiéraslá 'cdtí  propórcióVies*  *dé  ^dh'tóplílo 
ac^écerilíátnientó;  <ion  fuerza!^  y  lÍQiVtas  que  seguirán  el 

•  'íhifeirió  'áésíát^tííló',  ana  vez'qrfé' sé'^íicUda  dé' íá 'f éraWa 
y  faMdidító'fcOtoíyííteaciotii  ktí'  ijue 'k^  tiene-rt'énvdelta 
las  provincias,   siempre  descontentas  por  envidia,  y 

mas  cuestión  que  las  agite,  $Lno  e^  su  opio  iníp'qleute 
contra  Buenos  Aires  y  la  de  ,disputarsé  el  puesto  de 
gOD.ernador  de.  I.a  provincia.  Este  codiciado  empleo 
dc^rá  .mil  pesos, ¡de,  rentas  al  que  lo  disfrute,  el  cual 
regularmente  acaba  por  ser  ¿cuéaííó.de  haber  robado 
los  cuatro  realeo  ae  la  renta  de  la  provincia.         ^ 

c^^ueiíós^ Aires  d'e'be  tónvar  poí'Tírñités  al'súr'el  Éís- 
treclio  (J^e  Magallanes  y  al  oeste'de  la  rínea  qye  projíe- 
gen  ios  jfu erales;  por  él  norte  ^podría'  llegar  sacesiva- 
ipepté  hasta\eí  Chacoi,^  Sápta  Cóloma  y  GópzaVez 
habían .¿déíantádo  muclió  eso.  Éslá^Qstepsíon  .de  íér- 
ritorio  es,  mas.  que  sunciejite  para  la$  necesidades, de 
una  respetable  naóion  en  Europa  y  en  America.  > 

•'terinó,  .d§|égádo''dé  Cuíldn,  desdé  el'25'  áe  '¿nercy,  q|üe 
'  é^te  tu^b  qi/é  ^ótíéhsé  en  '  (Ciampaflá  párá  'rééhftfióít^'lás 

*  %erkfe  d'e  BüéftU;  Ait^^/lqüe/éiV'ét'cál^^^d^^ 
ctóíoh  á  '\ó¿  iiiVa$bi*e¿  del  RósáWD,'TrabÍan  ^ncit^ádo 

'  éiV'éStá''proVÍnteiá.¡  "  '  '''  •  ¡'"     '  •''•   ;■    '  '^  '  í,  ;•  '■;^'    -^ 

El.  30  del  misrñb  rt'éSTéasurtiíó  el  rtiandb 'el   ¿obéb- 

níádló^^^Cltll^tí;dfeíegrésó  desú'g^^^  dáteipafíi^  éh  la 

'<í(ie'ttb  tuvo  ei*  ¿érsto dé  sfehlil'  uti' ^dto*  tir^cr- '  ril'  {kyiiek^  ^n 

5tíé%o^odks'?aí  fáciiftaáeS  quWel'liírhiSth)  dblíhíeridr, 


doctoifS.  Déin{iiij  le  ^eonArierá:  poifa  itnpraávr.el  contigo 
'  áiÓB mfidác&s  aij/^sóresy  nó 4o9  de  Sihta  Fé  sino  kis de 

'  BuedOsíAkesí  - 

•     »    •  II  ■ 

t94«r^B^  JOfi^É  HABÍA;  cciiíJBW^,  propietario  desde  el 
,  30  de  enero  que  r/easuqi¡<^  elmando,  de  regresa  de  su 
•  campaQaj  san$  coup  férir^  cosit^ve^n^a  íúqvtí^  porttSíü, 
'haf;tae|14de  abril  que  sfe  ause^t43e  de  la  capital  á 
-  objetos  del  servicio  público,  delegando  nuevamente  en 
j  6i| .miiutstro  general joterino.doqtor  Severo. González. 
;      &l¡do(^;torJuanF•.  Seguí  filé  su  jcaii^strogecber*al. 


i 


^Hie^l^r.ñwiVÍáúo  Gró^vzAiiEZ,  midístfo  généfal  ifi- 
lei^íno,  d¿lqgaclo  deCuIleil,  durahl^  laaüséntílfird'é  éste 
,de  la  capital^  aesde  el  14  fie  abril. 

Apenas  regresara  el  señdr'Culleil  á.la  óapii&t,.éé- 
pidíó  un  decreto  (24  de  abril  dé/Í856)  íhstiiiiyéndo 
una  comisión  en  la  ciudad  del  Rosario,  presidida 
por  el  gefe  político  del  departamento,  para  recibir,  hos- 
pedar y  proporcionar  á  los  inmigrantes  el  mas  pronto 

litil  acomodo,  según  la  protésica,  arte  ó  industria 
le  oada  uno.  La  comisión  era  compuesta  de  lós  Se- 
ñores siguientes:  presidente,  el  gefe  político  don  Jáciii- 
lo  Corvaíañ:  vocales,  don  Marcelinuí  Bayo,  don  Pedto 
.Ramírez,  don  Federico  Ortiz^  don  Tomás  A.  f^éñaloia, 
don  Cayetanb,CárboneH  y  don  Ezequiel  N.  Paz. 

I^ftiHTl».  JflISÉ  M.,C|Pl4^i;i»^.prppietafip^.. desde  fines 
.,,de  abril  hasrta  el- 18;  de  julio  de  1856,  en  que  estaltó  un 
;  movipaie^U^  reyoluoionano,  que  puso  á,  Cullenenla 
..necesidad  de  presentar  surenunoia^  la.qu^  no  fuécon* 
.  siderada  Ji^íjtima  por  ^1  gobjerno  de,  1^  Confedera:CÍon, 

á  causa  de  haber  sido  ella  elevada  á  la  Legislatura 
.  provincial  ^n  ipedio  ú^  una  asonada*    . 

.  .^1  dia  sigiLneQtej:.19^  se  réuaieroa.lps  príncipes 
.  ciudadanos  en  asamblea  popular,  coa.  el.  ojbjeto  de^coo* 

.aiderar  la  dimisión  d^doa  L^y  Cidlem  del  carga  de 


/ 


DR/.  SitílTA;  IB  401* 

gobernador  deiü i piróViBeiBv  y 'habiendo  rehusado  la 
iliayoría'  de  diputddóB  cnnétitijírse  'et>  sesión,  enbon- 
traron  aoertaclo'el  proceder  de  OuU en  eubdar  sü  dínaiii- 
sien,  eligieron  7'  proel arnarón  .gofeernrtdoí*!j)rov¡9orio    , 
«ü  brigadier  general  Juíin  Pablt>.L,opezj  pprtodo  el  tíem- 

-  pft que  trascurrí e;Pa,  hasta  ;U  promulgíMi^iqrt  (Je  lí^  cpus- 
títoeiC^iD.  prQviji^ial  jr  nambramie^ljo  .d^í  fim©  .d^bi^^  d^- 

'  Bpmpftñar  ^quql  aargp  en.prppie4í^dí ,  . ; 

^  El. iniéfOftQ  die»  l&,)IiQpe2;,.  pro<?laina4Q'^gpbQnnadior 

1  pDovisortO,  didgió  una  proclama  al.  pueblOi  man  justan- 
do el  sentimiento  qu^-Je  animfi^ra  al¡.colQcars.eiaJ  fr,ente 
de  losdestinoís  del  pueblo  santafecino  y  esponiendo 
óuáKserítf  JEiii9ar(dit«deE9iiLg^foiemGL   ir^p  .v.nv    Wf  <-  < 

El  goKiei^Abi.  nacibíial  db  la  Gonfedet^acíon  asiitttió 

la  posición  que  la  constiíWcíon  le  áSJgfiabá,  enivífífudo 

^'éjtí' eortiiSíon  ál  mir^íé^ro  de  la 'gíi!i^rrái  geiWral'JÍ  M. 

*  Qái¿n;íá  éfeétó  de  ^üe/^rel^resén tanda  é^a'-auldridád, 

■tatílase  las'medlda'á'  i^édesatias  pai^á  léfríViinár  lii  sitúa- 

cíóií  ianortrial  ert  que  se  encoinraba  Itt  provincia."        ' 

' '^  'Él  géiiébar  Gaían,  4rtcOntmndo  en  LopéZ'  buena  dis- 

'  plosyieioiV  piara  llevar'  Adelante  la  misión  qae  le  firera 

^•éntioníértdadá,  díelegó  en  él  la  misma  aúfloridád  de  que 

•iba  ihvo9tido,'á  ftn  de'que  se  pu&iese  ^eiif  fyercicio  de 

tellá  Kásta  el  l^stabledirtíiénto^  dfe  los  poderes  públicos 

que  cmistí luda ñ'eflgobierHO.  •    "* '       '  - 

Cqn  tal  ihotÍTo'^  dejó  :enstis  manoáJa  penünciá  que 

'elgoberíiador  Cullenüe  entregara^  para  ponerla  ^én  las 

'deMa"']Li6gislatura,  d&ndole^el  bur^o:  coirreépondteríte 

eta' debida  oportunidad',  r    .  : 

"  'El'  núefVo  comfisidfrádo»  nacional  y  gobernador  Lóp^z 
■^mantféátdalgobieríío  iiacioftal  las  seriad  dificultades 
-*qo4»ncómi'aba,  'pubstoqiie  faltaba  elpodét  legfisi^tivo 
'  dé  !a  provincia',  fjoif  el:  hecho  de  ho  quererse  reunir  Ibs 

-  (iiádttdahOB  qué  tó  fot^mában,  funddhdt>áe  en  la  falta 
•de  garairtífís  piara  sus»  d^liberaslones,'    -  j-  .  i :  <  i-  v 

-  vBntónééS  el '  rtiinisti^o^  del  interíoí*  ddcflOf'Derqul  se 


4D8  PROTnroI^ 

trasladó  á  la  ciudad  de  Santa. Fe,  plenamente  autori- 
zado por  el  presidente  de  la  Confederación^  con  el  ob- 
'jeto'de  tomar  las  disposiones'  necesarias,  para  remo- 
ver las  diñcultades  que  López  indicaba. 

En  esa  virtud  facultó  especialmente  al  general  Ló- 
pez, para  que,  á  nombre  del  gobierno  nacional,  convo- 
case la  provincia  para  el  2'  de  agosto,  al  objeto  de 
nombrar  representantes  á  una  nueva  Legislatura,  que 
deberla  instalarse  con '  el  carácter  de  constituyente  y 
que  habla  de  ejercer  sus  funciones  hasta  la  época  en 

que  debia  renovarse  la  anterior. 

■ 

.iSfte-BBiGADica  GEiVBAAL  JíVAiv  w^  ii0PBC,  ele- 
gido prpvisorio  por  el  pueblo  el  18  de  julio  y  posesio- 
nándose el  siguiente  di  a  19. 

A  los  primeros  anuncios  de  una  revolución,  el  gober* 
nador  Cuilen  se  ausentó  de  la  provincia  sin  delegarla 
autoridad  que  él  investía  y  dejando  en  manos  del  presi- 
dente de  la  Legislatura  uaa  nota  que  sq  suponía  ser 
su  renuncia.  Con  este  motivo  procuró  reunirse  dicha 
corporación  sin  haberse  podido  conseguir  que  los 
miembros  que  la  componían  concurriesen  á  sesión  en 
simple  mayaría  siquiera,  para  tomar  en  consideración 
la  nota  mencionada,  cuya  circunstancia  prolongaba  el 
estado  de  acefalía,  en  que  quedaba  la  provincia. 

En  este  estado  de  cosas,  el  vecindario  de  la  capital  y 
de  las  poblaciones  mas  inmediatas  levantó  un  acta 
declarando  renunciados  los  poderes  de  los  reprentan- 
tes,  por  el  no  uso  de  sus  facultades  en  los  tíaóntentos 
del  con  dicto,  y  nombrando  entre  tanto  gobernador 
provisorio  de  la  provincia  al  mismo  gjeneralJ.  P.  López. 

El  gobierno  nacional,  por  conducto  de  sus  comisio- 
nados, el  general  Galail  primero  y  el  doctor  Derqui  en 
seguida,  con  conocimiento  de  los  hechos,  habían' dele- 
gado la  autoridad  que  investfan\  en  el  mi&mo  general 
López,  quien  acreditó  aparentemente  la  mayor  adbe- 


laAutoridaid  nacioonli    v     . .  ,        r  ,     .  .i .,:  »  • .  - 

I8i^«-Dr.  sohA  de  am^ivabab,  delegado  de Lopez, 
ba¡9ta!el  26  da  oc^br «rqií^M^  par  .medioydftrWW^ríYOni 
liicíón,  denrot^ado  y  arra'sítf^o^  p^ro  pu6$it<^«lrvUbert¡E|d 
i  y  restablecido aJ  sjg»ianie dia.  ^     i  ,  ..,>  ,  :->  H 

tfffte-^o^fl¡ivf:L  BMÍ|Ri^iv^  .|ll^pMpiJ«:^i?,  elevado  ¡al 

,jnándogubernat¡vQ|  interina po^m^^^^^^    4^  ji'narevqlfi- 

cion  encabezada  por  él  mismo,  el  2o  de  octul)r6d^é  ,1|..i^^y 

.sorprendiendo  al  gobernador  dele^adp  ^menabí^ru  al 

ministro  don  J.  F.  .^eg^I,  aí  gefe  ¿"e  policía  Be^sualdo 

y  al  coronel  Ramírez'  géfe  de  la  jguardía  naciorial  de 

caballería.  '  ..    * 

^  ,  Perturbado  así  el  orden  póblico,  el  gdbi¿rfio!napio- 
nal  de  ía' Confederación  comisionó  omniniodamenté  al 
ministro  del  interior  doctor  S.  Dérquv  quien  consiguió 
.  reBtableee]>  kis  aiitot^^dadeeja^lf^  d^J^V^^^ii^íPQr,  9l| 
motia  militar,,  mandando  iprnediatarneiite  (pqqer  en 
libertad  las  per^ona^i qu^  ha^i^fi  /apri^ioQa^q ^q^  x^x9* 
lucionaríos,  ,    ;       .    ,         .    ,  A  /\ 

El  gobierno,  iotenifiA  crieado  ppr  la  reyoIocrQn  y, ios 

aiítoras  principales  de  ésta  evacuaron i.}a  üifi^A,ea}a 

.  madrugada  del  27  de  oqtul^re  C^apdQ:  p9ira  distin^s 

■pUtttOS.      ,        ■    .  .......  •.  .1    :».•;       ..,.    ,  ..'     (   .,;. 

M3¡k^^pr.  SÁiVTlAGp  pEB^íii,  ministro  del  m^endr, 
en  comisión  del  gobierno  nacional  de  la  CgAfederácion, 
en  ejercicio  del  P.  E.  de  la.provfhcia,  a  consecuencia 
de  una  revolución  encabezada  poí^í  corohel'Máríaño 
Ro^riguez,  en  26  dé'  octubre,  hasta  el  res¡tabíe(5íriiiento 
del.  gobernador  delegado.  ; . 

> 

rio,  desde  enero  que  reasumió  el  mando  hasta  el  29 
de  mayo  que  se';*ÍBÉusehtó  cbtf  tfestfñb  ífí  Iftoíjarfo,'  dele'-' 
gandfaéhélcanómgoAmenábár/ '''¡  -  -  '^  ^^"i    ^ 


4m 


^MMiVdlÁ  :'f 


ié»r^AWMNHi^  nr»  i9mmib  m«  ^itnHivAéAiiy  dele- 
gado de  López,  que  salió  el  29  dé^im^yo^deLl^l  para  el 
RosarÍQ.  .  , 

Mlfí«:MBMl¡^ABllieÍI  ^lOAIV  rjILBE»  iiOPÉK,    pno^SK»- 

i^b,  d09<ie}^flio  qa^vTeas^nnffó  Gl  mando  d<e:laprayÍR0iá, 

hasta  que,  teniendo  qu^sialir  &'Oamf)aAa,/en  comisioin 

,  del  gobierno  de  la  Confederación,  para  la  organización 

",(4í?légO;'  ¿[  iSl  dé^h'ÓVÍeittbi^é  "d'e  Í85á,  =feti*  él  cbrodél 

''í^'rÉÍffaV  *''''''"''*''' ''    ••'•■"■     •  j«  V;¡'  .'    '    •      -'    • 

,  El  áeneral  López  tuvo  por  b.asQ  de  áii  gobierno  él 
despilfarro  Yjla  persecuxiíaA, tenaz  y  sjsternadá  a.  sus 

^  opositores  ^pól'i ticos :  no  reconocía'  más  ley  pari^i  diri- 
gir su  gobierna  que  su. voluntad :  autorizaba  el  pílíage 

,  Y  la  depradacion  én  Ja  provincia  de  Biíeudá  Aires:  hizo 
un  gobierno  opresor.      ,  ,  , 

t«ft»-^€lMr«!i«íi  ttOl^fVll*   1I4ÍI14L   PBAI^A,  Wcé- 

*^préSldéhte^I*  de  lai'Leg'islaturA,'  pof  impedimeató  del 

•^pí'eferdéilífe^  doctófiAttiertaba?r,  delegado  del  jgbnbí^al  J. 

P.  López,  que  salió  acampana,  de  acueráo  conelg*)- 

"Wet-rttó'MÍelBÍ  Oohifedek-ádrón,  para  la-org-Anízá^on  de 

''ioS  cán^iésj'ííiilitadé^es  de  las  Uheasfn¿nteriz«á;  áe^-- 

^•aié  él  49^  (9é.  ildvié^l!)ré  dé  iSóSi'ha-éta  ¿I  30=de  agosto 

de  1859,  que  fué  nombrado  en  propiedad,  pfesta^fydo 

^   Juramento  camotal,  el  4  de  setiembre  y  continuando 

en  deseiiípeíio  ,dal  friándó  gubbrtiári^íf/ hasta  elT de 

febrero  de  1860,  que^  con  niotiyo  ^e  ifL  yiéita  general  de 

JOS  áfepartamenfos,  dé\e¿ó  eríer'canónígp'  Amenábar. 

.    El  gopernador  Fraga  fue  ^acompañado  en  sus.  tareas 

administrativas,   en  calidad  de  mii^istr9  general, por 

don  Carlos  B.  Seguí,  y  sucesivamente  por  don  Urbano 

..i<Je¡4rippde:y.íbrig%dÁ^  «fi^pq^ral  RecJrO:  V^^S^t 


'!  f 


(ii:  '••  j-N.  1 


gado  de  Fraga,  duraq((^}j^,  ausencia  de.  jéste  á  l£^  visita 


W^»-rrf?«»o;*,Ei.  .R1l,^^i^.^0,.  If  ^^ifÍA,  .ff  .^^A^.prop^e- 
Rs 

á'é^^lóá^ki^  '-lá^'.  "MMtií '  ^  -  A)iibi«Á!*.lÍÍt,'  'del- 
gado de  Fragd;<'Ué!áde  él  «í'éré"itikyé<,l«(tfe«e»t$^(iU«r<á 
"^atníJM . '  i^óTíidídRkdtt'  ■  ^iít  ¡.el'  ^élnfeflrf  "í/- 'P'."Lójpez, 
-UrftiitiftttS  ¿(¡jttfeHa'eWl'éFartesíWlde'ÍSté'é!  -r^Aéíjéífiio 
''aki^áitióíaf?dl8e0;'h(«rtá  éí'30'tíéf*é{sitt6!hifeS  flé^írti- 
-hítf,  ^h'^á'é  e!  \SWíl)í¿fel<ld'réSSaibF6''éf ^tfatM#:"=''  '''•"'^ 
"^  fíl'¿fe'n*efáblfáfi'Pablóli6iJeíi,'(<ffetteWífehdti'él  tóífehio 
póéyto'qíie;  fertihíénofeBáBb  "«é'  Fa  "OtíHiírWé^óiV'éiiífriHó 
"6o'f"'t^á^'ánó'á;'VoMó"á  v¿!éf^tí'déí  rfi'femó'ihédl*"de 
'5ué  se' Váííb 'autos  pdrá  áiib¥p"tíl ^(jMei-rtó ;  lábl^i'^^s 
■'-pfoyéfet'ofe  y  ppáeh^'óHes'iiu'edái'ah  ttiííadás,  ftiMÍSh- 
te  lá'atíjvidad-y 'emitida  gó1!)éVnado^  PVi'gá/  qtfe'éiál^ó 


6  'i)ái^á  s}é'fnV^r€J« 
>'uvái*  áia  libertad  afe^sü'provinfelá  'fht  M¿^Ré|^ú6flfck, 
•y*tüV¿  la'áéfeg^áéfí'  dé  i'eciMp'ih!áp¡fáéi6A¿'s'¿)drS  bBi'ár 
•'éíísfentrdtftióhtrtirf'ó'."'-"!^"-  ■'!"'"•  ^  -'■"'  ■'■"  ""•'••'■' 

-'  •  í;ráñ'o'tó60'W¿"fócurído  éh-révóIitóftfiVe^'í^rftíof^ó 
-'tíó'H'lá  í^i4W  íeVWUcffótf  4e  '"C^rtíobá.  "íyiró  'ító"iré^feiaa 

y  anonadada,  y  los  autores  de  ella  encontraronfiéí^b^o 
^'éh  M'¿Wi'?dJilÍ'/íáfeióliáí;-]^dÜíüe'é!^ri'>ámlfeos  ti^'^re- 
-liídéiilé'dé'ítílleptfblldá.   Aééeá'^'Ml^ífríífá dé'l^i'RIbK 

ique  lo^fd  'sóíbl^é{iorrefire  á  las  autbi-idkdég'lé^ales; 
"Vuééióílá  ilé  Sárrta  Fe  éh -él  «osarlo,  ¿(uélfüé  iibfófeáda 

«1  nacer,  ladfe'Sáfr'Liif^  '(^^liéitüvóel  ftisftfd'Wtí.'yiior 
.,#í»oj?^,fie,3ppjj^o^|^^tfi;^^uj^^^^||,0j.,t|j5^ 


41^  'V%amuk 


.1  • 


las  iftsttiudioms  étt  c4  miBluoidiávjep'iiBe  séaloanuj^a 
>unUrtüiiíb^brfH«iiit6>eniei  séMidoide  liaites  baáéssdUcks 
é  inconmovibles^  el  mismo  dia  en  qoéilds'patotioteS'de 

ision 
íi6e-» 
lerar  la  iiniqnj'a  qye  e$tacontríDüvo  con  toao  su  póáá*. 
A   íán    p¿tnótícb'fin^  concurrieron  íiiuy^ 

"los  doctores' í)atttaacíó  V.élé¿  Sarsftétd,  Salvador  Márla 
del  Carril,  Benjamín  Victorica  y  el  doctor  Juan  F^art- 

-4sRqSfg»ii..  U9%  dfl«ASfíiHtí^ly-fts;^J^X;pnvant^^^^ 

i;Sí»;RlegAroa^o¡dosftlf>ío^de  U  nmyftrlft.;  ,   ;       .  -  r- 

r.R€Ái,eBp(t)rf ,  pasftronf.W  íK>nM€inciQr|*Ie8jd^  Bh.?P^  AÍ- 

.jfes  >y  amicbofi  Jif^efrale^dQ  ^w^.prc^ifiíicia.*,  ¿.laciudiid 

del  Par>^iá^^9n4e¡rHfigflror>.el.87.;  l>^¡end.9,^       reqí- 

,,cj*li^ta,.Ai:gp^;tinop  ,ji  por  jo^míis,.r?3petabíp.y  (iJ3Í;n- 
.,gií¡(íp,íj[9  .aiq|\i,ellíai.c¡u4a4.v  En^íJ.  gíqb,' tpoíairoix  la 
^j)^lai)ra  los.&eíion5i5.S;^miei}lQ,  Seg,uí^^.'V^  Caí- 

-,i;i|;,y,4^Qt<^^.Gutierr,e2:i,y,.en  ^pdio. ^e.los  apl^u$osí y 
•  yíy^siu.ujiipq  .y  atpueblp  (le^  Biienos  Aires,  la  al4- 
^,gpiageri9^afj(qé  aniarg^^É^ 'pqr.la  qpjóbp. ,  M}eat.ras.^l 
.  py|pil:^o,.da)i)a,  un/a., serénate  ^  ,gj^neral ;  ÍPedern^pa,./pl 
_  jcor,qn6J  B^Id9rfleroX?,na¿J9i,  puaal,,eq,man(>,  griitp  y^- 
riají^  .veq^s^.i«;;Viueraa  los.asesiipqsi:  de  Vijlanjayor! 
¿iPH^ri^pbJjg^ql  ¡¡afuera  A^Qlef^^^^  Éj  pue- 

blo con  su  buen  sentido  respóndalo,  á,.i^go?  gfi,tos  saI- 
.  y««^.9¡0Q-  5Ab¿do?.;y..grito?;^e,  i;epr<;¡^ba,Qto^ 
•    /:PÍ^.ft^">PVO  cpn^u^  deber  .j^^rpsit^ní^q.  $  loaperiurb^- 

-  '.(El.rfV.de„pctHbre,.r9gr^^rop  :A,Jpup,n.os  j^jrps  los 
^{jppv^ncipríAJe^jpoj^t^prqvinpiaipeíaíprA^^^ 
„toanÍps  ó  lajjura  de  lacoastitiicioií,.q\i9„.segun  el  con- 
^  viBn¡Q.4e  6  de  juniQ^. debía  ¡tener  lugáí  ^  Jos  45  dias  .de 
,.  t^rmiwd^ítsjas^sesiop^s  .d,^  láj.CvnjVppcipn.,.' 

i8Íé0-C0BbtvÍBii  áo^Kivbé'  m'.  'fi¿íí'4¿a,  propietario. 


-i'de9de«l  iBOida.jfaáOi  quó..cé0#o«ó»da'il4(l(t^p«|iaj  la 
'i<>eua>'qhe4ó!i])8oi6eada>cda<leK  aptiesf/dctelgeHaral'  Jiían 

Pablo  López  y  demás  perturbadores  del  órdeitl  nea- 
'^  ■  iskiMíendo  «1' manUo  ^éfbernatiivoyon  qu^continiKS!,  has- 
-'itaqtde,  eombatida  p6r<  la  i^rensa  JiberáV.delüRoefairio  y 

del  Parfiná,  elevó  su  renuncia  el  5  de  notVieitibhe^vde- 

,   clarando  no  poder  continuar  un  momento  mas  en  e) 

';  tiiátttfó  de  ÍÁ  'ptd^iíéh,-^ét^yñaHe^  áftéíHdd»  d#«lít*i 

•  •  'éiñfei^iriédAa'Véi^iíanehté'i;^  "'  -''^''^  ■'''  •-•"''"' '  '•!'  -'> 
f  ■  "Cón'éiste'ttidíiW;  #  pffeÉlÍa«tte"éé  'lá'  lié¿}stótéra, 
''•  /ifdfa'-'^'áfahiWráo  iJó^isl  'cdtiwo'éó'*''lá'AíákhH>íeÍBi!  jkra 
""<^h)^l|-^ri  cohsider&cfótí  i^ae\\i¿  retíütíciÁ;>^  tob  '¿«lán- 
''  (ló"énfM  faitrlbüclcmé^'dél  clbdb')3réSídé(it¿''lf¿>cK¿(¿Ion 
'    ^e'lbB' ihiembrü^'dé  lá  Sáláén*  Jetead,' 'Sé'nlel^krdrn  <b1- 

•  gúnos' á'&ésCxt^ tiaibto  thák  ¡iak)M  ojüe'  la  A^ihbiéfé{''le- 
gíslativa  estaba  convocada  por  el  Podéi^fij6'dÜtíWy^ara 

,    .    Sm  embargo.  seacepto.ei9  da  diciembre^  suceqién- 

doIe  don  Pascual  Rosas  por  ^T  tiempo,  qiie^  Taltaba, 

f  ararCumplir  el  trienio  por  que  fué  ñpmDrá¿ó'^eÍ'¿oro- 

nel  Froga— febrero  de  ISídi.  í      ..  i  .  l 

Inmediatamente  salió  de  Santa  F^e*/pa^aiVao^W^l^ára- 

- . ;  íQyídftfliiSU/  íft$í4€^fií^,  4^Qmyfi^l,  i;pf ppín^í^ili^4pse 

i:Mg0ft«^ífte;pJ»Íci^F>a,,.,vfi?»e9|U?,d^^^      qqtosj4fi  ?^  aj^pii- 

nistracion.  .i.c.mwI'j  i,:  i;i<iíigv> 

,  /  :iii3isip^plífe9:in&ai()tárei$afitos,de  Jo&iiMrAU^^ 
/ '  cos4d  Sa4^to.F.e  fuerpn^n^^güpiun  p^rí^diap  cleli3qsap 

, .  fm  .redactado  fOí'ieUoqtpitiBTWi^xQ^rrwg*  (Si^fo- 

.,idQs,üitídiias.Mfttini/Strf^con^4«^i^P3r«ltJ^  '!:•  \fiWi  y 
coronel iFragan-'Eotr^eHos^  i^iÍiU^re3^p4§i|CQi*r^«P9n- 

^>!  déncía  ta:miñmd^\Mlif^¡Q^'^n^t^\i^^uÍfií%^  M\Í9^  y 
.  fib^nialab  l4H¡#Aji4»p«fiHc^Aa  W^s- 


i 


*4t4  H'PMwnciAi'f 

i>í  '  iljQdg^érabs'HiQlsifUisntegéísiiudíeitiíti  bi  •organi- 
''  £acidYi'dr4ófi  p«ip6leB  slubsisterítesí  oatpló^dpsi  y  eon 
-■'••Itidlccl/  •  *  *-•'■'  • '  'íii'i.'?  '.  ,'.'•.!., 
*' '  •'  Bl  Qtírone}  Praga'fftUeoiá  &I 4^  id»  .setiembre ¡di».  1871 
<  «én^Bu^nc^si  Aires,  «n  dofidp.Habfa  nácidd  el  i"*  de,  mur- 
'-'•za'ddíl'815.  n  -í»  «' i'»  í  i-'  .•.!'•:  ■..••      '•  '  .  .MM  '• 

de  diciembre  de  1860,  en  que  .suci^ió.  4  ^r{^(^  \^^^  el 

j.-  4P  I*  .^V»Mft.  dfi  ¡PiBLvpj;»,  gfwj^d^.^f.n  4qjí§íi?tial>re,JMír  el 

-,:y«'^cH<?  4e,3Mm»<«i  A'rei?  ^.  iff^náo  de. ^^1^,  gqb!?rflfk.dor 

.=  Í^W^rMMre,  sobne.^l.de,  |ft:,Qíi^fed,?f'f|CÍon,..al,¡.d^  4on 

i,.J,;J,.4e.yrxiJi¡?p,  deió;d?;4^eg«d9.á.49»\.  M^Wí> .í^o* 

-  ¡nva^  W.M/c9Jpitftl.  yJff/»u4ejí^Fit^íP,9fl  to?,  .4?  3an  José  y 

En  la  misma  fecha  (4' de  dicji^^l^;;^^  4^,  i.$6^y.)  |  por 

El  gobernador  Rosas  jLuyp  por  muiisfcro  ali^otítor 

^'éi-^]|i..'iÉJiiáiiAÉé  cMkJlíé/-délégEÍdd'-d4'doh  -|>a$«ual 
'  'libsás^'^ut^h  fué  déi'rtí(hi<td'(k)lfi"«reiftoiy>tarftoshiMn- 
-■•*féá'dfe  Pos  ettiilgi'aao«d<!Buénoi4-Atrts¿  én  láCtíliada 
•'■'¿fó'  CSbhiéÉ;  %I'«8'*i  rtbvielrtíft-e^'d'éi  186lV-ftjg*hdd  .en 
seguida  al  Chaco..  .i!..i'"ii - 

-  i :  <  I  iCo¥ti¿(¿'  'tiy«rTÍtísU>,  «I  fiíd^'dibiémbre,  ^  i  g^iwcil  V. 
-•>  Fldi^e^  qué  iáiüivdad'de-Ssnta  Pé'río  -opOütiAfcsUtencia 

~  ' álgtMía álttstuéi'za^  dé-6«6nos  Áires^  que  se  limitaba 
'áiottséfvav'ét'drddné'ii  kipoblaoionv  Et^eaeral  F(o- 
i  ¥ei'  Ho  l4o<ki«*eié'ladetegfi(eíon'  hidob*p«rdoti  IPásaual 
-"9U)stis<,  :pdh)tíe;  emtínaba  4é  un '  «deniigo '  en  armes  y 
'.  j^qtlé-,  <le9]^uéB'd(^liiat>ei^«omproiitetiddi4<su  pvoirincia 
•'■^'■étí  iJk«aigUéVn8(^áésk^i>06Á/ bísKiiAbañdi^iví  d«>8u:goiiier- 
no  buscando  en  los  sal0Ei¿8d4<9l'!dMÍei4oi«l'  apojroiilue 


DliMMTiAiPB  Í«ÍK> 

iCOAtl1á.-elll>S;lH)4;gl^ftía!de|^n.ctaMijQ,|C9lnl9^lá'(lüe.bizo 
i.b»etn,eW<>ot6e6. ,  ■,  ■    /   .,  ,- .:a -'■■!■'■  .ii-i-'<!i'íí  .-i) 

Flores  nombró  pi>r  .«tsnsJgui^nte^ti^i^^-flidiBii^re 
:.  6|dQp  T(»ro<is  !CiJHw<i-fln'clMe,dP«ífí:PPJttÍQp;dela 

■.niiní>.  ;-.;¡)^,.-,    .ii;,    .>/,■  .■  > ,' /■^j  ,.i     !■    .'.^-.i.!-   ,  H-n 

"Í9«í:i-W.  V¿MAly■CTtllié'jlíi''Hbmbp9db';'á^ideá)¿íy^l- 
■'■*tífte'  aé '1861','§'éfe  'jiólitifib/T)¿'f  k)  'bH^á^íér^fe-eiiéral 
"  "VWnaticioTlBres.'gefé'áel  íy'^'tÜ^rpo  (^'eí  éj^Wlíbwélue- 

tí'ósáireít.'t^Huhfentó  ért'PáVtTri.'lle  ^tfeHdo'cbti.él'ié^he- 

ral  Mitre  ó  causa  de  T4  'áC6'fafi&"dp'iut¿rícl6c(é¿;jí¿'ga- 
" ''té'á 'éh  la^-pKpItal 'y d^paKam¿¿'t^s'^e"S'ari'3b¿'é'y  San 

GréH¿fi!mó,'  ,ábaiidón'ádós*'fiáh  la  fdga'^clíí'^íiii'í'aspual 
'  'Rosas  ;liás'^éí  '^.dcl'f^ikiji'ó'M^-Q^^^^ 
•  CVilien'  la  'eíl^tl  reqíi'eridá  ¿>EÍr^  .ó'C^'óar  'er  bú'e'^l'o'  de 
■  ''go'b'^rriadoi',  'firé-rtómbrádcí  lii'bVlábPitf  dbh'D."firdVj)0, 
■■■■recltíiéñdbs'd'eFhl  ■'■-'  ■^''  ' '--'''i'"-  -■"- .^'¡"Mn'. 
Fué  secretario  de  la  gefntut'tt  'íií>1ltí^'gllicgíi^mdo 

Quintín -Vitdlfl.i'"ir'v    ,r:e,3.:."»  ntyittis't  .ca~  ri>«4i 

TBE,  gobernador  'de  Buéaos'AÍrps  j  giiiiei-at  en  gefe 
,    de  sp  ejército,.' vícLoríoso  feíiJlaDE^talla  de  Pavón,  qtiien, 
póV  haber  ca^ufcaild  de  Jiéctio  y  derecjio  los  poderes 
,  .  DÚbr(cos,(iU|eyegí^n  la  provincia  y  en  yirttid  del  pére- 
cíioque^qiielia  victoria  ¡é^acórdaí>a,,pj«?i"L'¡6  la  autori- 
dad'míli  tarde  la  provincia,'  nombrando"  gób"erñaaor 
.  -  proviso^i»,^  el'3&  d6  áMá&ihi^iVtM  I>«m¡l<g(9Ci««pO^ 
i-quieit' «e  recibidJdel  cat-gO' él  31  def'mísmb  meb'bon 
'(odasolémnid&d  Tcon  loshonlwres  deMws^-íufe  ^Hiie- 
ron  rendidos pot  ufi'  biaCaitlo'ii'deI-<ej'éncitoi«lc)<Bydnos 
;     Aires,  degran  R^í.^l^da,  g(^a  sipúsky  barjde^a 

. :  Su.,s?^crí:ta|'^ó,^íi  Cfimp,^iiaj^ue^_^cfor^,jípsé,l^ía 
"■  (ÍLit¡¿rre^;'^;.,;,,,;;;,^,^  ,  ¡.uiru  ;-m.Í'>>,!-ÍJ-.  ,liJ,.¡.r, 
'«ftéi^«//MnlilVétt'^aíeé»'4rr'htiMMd'''ííób^ador 


-4!6  :  PMTWnA' 

v<  prbvisoifiQ^  6l  96'  y  pueatoaw  pdsieeiori  diil  tMrgt  tk  31 
'  ^<ds>djciémbre  del^,'  por  elbrigodier  gBiterat  B.  Mi- 
tre, gobernador  de  Buenos  Aires  y  getier a)  en  gefe  de 
suejéhcftb.itriuiífámfe  en  RAvcm. 
' '      En  Virtud  de  uha  ley  de  f%oha  19  de  febrero  dé  18&2, 
quedeclat-ócwfclucos  de  hechoy  dedferecho  los  pode- 
res públicos  de  la  provincia,  que  existían  el  llde 
^  oelwbre  (|e  1861  j  fué  nombrado  en  propiedad  un  gober- 
,  ..nador  pijQpielartú,,  ej  )S1  de  febrero,  en  la  perdona  de 
,  don  pQtrJQio  Ci#llen,  por  el  tórm'uio  de  ires  años,  rsci- 
bi^iidose  éste  el  23,  tiesta  ouya  fdctia  ejerció  Crespo  el 
mando  giibernetivo  provisorio. 

^1;  mismo  dia  de  su  rgpepcion,  ef  seíior  Crespo  nom- 
bró ministros  al  .doctor.  Joaquín  Gratiel  y  licenciado 
Quintín  Valle 'y'cuatro  dii\s  después  al , coronel  Luis 
I  Lamas,  §efi  político  del  Rosario,  quedando  reconoci- 
das tp^s.la^  aUtoridadeSqueexlstíaaen  aqueldepar- 
lamento,  cuyos  empleos' hablan  sido  credos  por  las 
^  .  leyes  de  la  provincia.,  ■    :  ' 

18«t— D.  PATBICI»  CVLLEN,  gobemsdót  <  Constitu- 
cional, docto. Qn  prop¡e(j£id^or  la  i^samble.a  legislativa 

',  el  21  de  fub'rerÓ  3e  iBpa  y '  recibido  el  "^3  del  mismo  mes 
'  y  afio,  hasla  ^1 5  de  ajjril,  qué,  debiendo  ausentarse  de 
la  capital  por  asuntos' del  sei;vícib  pi^blico,  delegó  el 
mando  gubernativo  én'don  José  María  Ectiagüé. 

'  -  Su  ministro  secretario  ^eiieral  fué  el  doctor  Joaquín 
Granel,  sucediénidole  el'doctor  José  MaHa  Zuvirja. 

fMé9-^n.jM>»A  HAKiA.  BCBüCGii, teniente  coronel, 
.delegado  de '  doft  p.  Cullen,  durante  la  ausencia  de 

-  .ésM  de  ;k(  oapital,  desde  el  5  hasta  el  19  de  abril,  en  que 
el  propietario  reaáumió  el  mando  gubernativo. 

18«9— S. .  PATRlC^lé    CDLLEM,  propietario,  desde  el 
I9de  abril  de  1862  que,'desptiés'de  su  ausencia  de  la 
capital,  reasumiera  el  mando  gubernativo. 
Coütiauó  eií  «jercicío  d^  s^s  fuucioaes  ¿asta  el  4  il^ 


díiáembra  <|uey  teniendo  que  salín  á  una  eápedicion 
contra  los  ioláios^dél  Cbaeo,  dék|g;6  el  mbndo  en  su ;  mi- 
nistro general  el  doc^r  Zuviria. 

De  regreso  de  su  espedicion,  el  2. de  enero  de  1863^ 
reasün^ió  él  mando  para-  del^árlo.  nuevamente,  el  mis- 
mo diaeñ  la  persona  de  don  Jos4  Mai^ía  Echague. 

Durante  su  goi^id^no,  tuvo  .lugar:  (9;  de:'90viembre 
de  1*862)  la  solemne  instataoidn  del  Cólegioj  de*  la.  inma- 
culada Conéépoioil;  establetíido  por  los  padres  de  la 
Compa&fa  ée  Jesús  don  Jbaqbi'n  Subrez,  supé[i?idcgtoe- 
ral,  don  Pedro  Viñay  reótori  del  Colegio,  Aoh  José .  Re- 
petti,  diO>|)  María^^.Ruedaj  dor^  AntORÍQ.Garcez.; 

'Dictóse  Tuna  ley  { 11'  de  noviembre!}  declarando  nulas 
y  sin  ningún  valor  l^gal. todas  las  enajenaciones  dé  las 
tierras  de  propiedad  pública  verificadas  en  subasta 
pública  deádé  1^55  hasta  aquella  fecha/  '  "'•    ^      ;  •  "• 

Ci^lebrose  (2  de  (Jiciembre)  un  contrató  de  coloni- 
.  zacipn  agrícola  con  Ips' señores  Werner  y  C*.  en  re- 
presentación de  una  sociedad  protectora  dé  los  emi- 
grantes de  Francfortsóbré  el  Main,.  Alemania.  ', 

tset— Dr.  JOSÉ  había  zvvibIa;  'ttninisti'O  general, 
Relegado  de. CuUen,  derante   la  ausencia  de  éste  en 
jUna  espedicíon  contra  los' indios  del  Chatio,;  deSde  el 
.  4  do  diciembre  de  186?  hasta  el  2  de  eneró  de  1863. '' 

t)eclarada  la  necesidad  de  reformar  la  constitución 
provincial,  promulgada  el* 30  de  agosto  dé  1856^  él  go- 
,  bernador  delegado  Zuviria  prpmulgó  (6  de.  diciejnbre) 
la  ley  convocando  uiiá  convención"  act  hócJ  que  se'^hs- 
taló  40  dias  después,  ^  cual  san^cionó,.  el  12  de  febrero 
de  1863,,  \^.  [pjaeya  copÉjtituciori  qqe  hojj^  ^*¡ge  en  ,1a  pro- 
vincia, y  que  fué  promulgada  el  25  del  ráis,mo  mes  por 
eljgobern^doí' propietario  Culíen,  ^ 

.  Solicitadp  pqr  pl  g^biernQ. nacional  ^n  infofinei  aíper- 
.ca dejóla.  cftli0)ite$  qrigin^rio§  de  laiproy^nipia  de  Sienta 
Wy  \\m\^%  4ejSus  ariUgijAS  pppesio^ei^^  liWJti^?  4e^,  su 


416  TMmmciíL 

m 

acflo^l  posesioi);  y  «nagenaciones  de  tierras  iiecbas, 
después  de  la  jura  de  ta  constitucibii  nadbnal^  por  los 
gobiernos  de  la  provincia  eñ  los  &erriU)ríos  .veciabs  á 
la  frontera  ó  en  la  fro>nterá  misma, »  el  delegado  Zuvi- 
ría  nombró  en  comisión  (9  de  diciembre)  á  doa  Domin- 
go Crespo,  para  qoei^iformase  sobre,  los  límites  origí- 
lurríos;  ai  doctor  A urriiano :  Argento:,  sobre<  los  de 
«ntigua  posesión;  ft  don  Urbano  de  Iríondq^  sobre  Jos 
de  posesión  actual  y  al  doctor  Pedro  Rueda,  sobre  lo 
deniáis,  ^ociando  (22  de  diciembre)  &  dicha  comisión 
al  brigadier  general  Pedrea  Ferrol 

Promulgó  (90  de  diciembre)  tina  tey  -  estableéíeqdo 
una  oficina  de  Topografía  y  Estadistioa  para  levantar 
el  «enso  de  toda  la  provincia,  etc^^ 

t8«S^D.  PATUICIQ  CHIililIIV»  prop^etarTlOt 

De  regreso  de  su  espediciojQ  contra  los  indios  del 
Chaco,  reasumió  el  mando  gubernativo  el  2  de  enero 
de  1863  y  el  mismo  dia  salió  de  la  provincia  dejando 
de  delegado  á  don  José  Icaria  Ectiague.    . 

Tuvo  por  ministro  general  al  doctor  Gerónimo  L.  del 
Barco,  desde  junio^ 

tS«s-rB.  JíOSÉ  MiLBlA  UCHACHÉ,  delegado  de  Ca- 
llen, durante  la  ausencia  de  éste  por  asuntos  urgentes 
del  servicio  público,  desde  el  2  de  enero  hasta  el  lÉ  del 

mismo  mes  en  que  el  propietario  reasumió  el  mando. 

# 

fges— D.  PATBICIO  cnDLLEW,  pt*opietario,  desde  el  15 
de  enero,  que  reasumió  el  maqdo,  hasta  el  12  de  febre- 
ro de  1864,  que  lo  delegó  en  don  Nicasfo  O  roño. 

El  doctor  Joaquín  Granel  desempeñó  las  funciones 
de  ministro  general  interino. 

No  pudiendo  el  gobérríador  Callen  por  causa  de  en- 
fermedad, trasladarse  á  la  ciudad  del  Rosario  y  asis- 
tir á  la  solemne  inauguración  del  ^Ferro-^Carril  Getítral 
Arj^tttmo^  para  la  que  filé  invitado  por  al  Presidente 


doctor  J,  Mi.: £  elidirla)  panaiqioi&lo^^ispneeasttaiM^áeistíeri- 
do  en  su  nornbre  á  aquel  acto,  que  tuvo  lugar  el  20  de 
'  abrir  de  1863,  háfoi^^o  decorado  ^e  «este  dvíéaf  *fe 
toda  la  provincia,  los  días'  17  6: 21  de  difcbo  mes.  •  * 

19«4— 11^  lvi€A«i0  OBttdO^  delegado  de  Gullen  desde 
'  el  ISde  febrero  hasta  el  31  de  mayo,  en  qiseel  projpie- 

tarioi^alduinióef]  m^ndo  ^guDePMittvo.         '      > 
El  doctor  Joaquin^^nel Qeaedmpfttié  eomo 'inií>is« 

tro  secretario  general  de  gobierno. 

.  En  el  corto- tiempo,  que, el  señor  .Oróüo  ejerrció,  el 
gobiertió  delegado,  se  introdiyeron  m^j9ras  cviyos  be- 
jf^eficips  se  van  pálpandb.hasta  el  presente.       .     , 

Mientras  la  capital  de  la  provincia,   á  pesar  de  Jas 
repetidas  convocaciones  del  gobierno  para  que  el  piíe- 

Uopraetioaae  ^sui^:<^leQ(^a4i%  p^r^<3te/fe#k  mtíüimwfi 
fliivn&cipal,  Sab  vLoraQp^ .  Villa  ¡€ondtitoai/d«i.  jf.  ,^an 
Gerónimo  eoi  tcaí^OiQ :  ea  ej  gpce  dei  e&^  ^n&ñm>  durante 
el  gobierno  de  Oroño. 

En  el  áfio  1862^  él  V:  E.  ha«a  decíarado  no  dey«r"fe 
íims  'pequeña  dCuda';  habiéhdo  cútjaplido'  todas  áus 
oblij^cionéa y  pagado  eí*  Servicio  to¿6  dé  su  ádmíi^is- 
fráoionf.  JLarenta,  en  1863,  haibí a  duplicado  éi-baen 
auttientoj  habiéndose  cerrado  el  año  ^oftómido  con 
urt  sobrante  dé  776  peste  73  y  medio  centavos.  -  El 
gofbíerno  cumplió  reli^ó^mente  hasta' el  ó^Hinlo'de 
sus  compromisos,  habiendo  «JS^agado  lodo  ^1'  sertício 
admiftístpatívo,'  hecho  mejoras  importantes  y  Méndido 
á  necesidades  estraardinaría»  de  la  provincia ,  sina^e- 
eurrir*á^n«v6r^s  íqipuesio»,  debido  soloá  lavegulari- 
idad de  la  isecaudaoion  y  ala  moiralidad 4e  los  empliea- 

dos.  :■-.'•':  '  ..       ,       •  .    í.      ,.■     .; 

La  inistruocion  Dública  recij^ió  i«i|)ul80  >edn  ia:crea- 
eion  dé  escuelas*  y  CQítejvos.  •  «    '•  - 

Ademán  *  de  la&  mejoms  materlaftes,  inieiadM.  iinAs  y 


430  pao^rarciA 

llevadas  á  cabo  otras, '«ñ  la* Administtracion  Qroño,  la 
provincia  de  Santa-Fe  jamás  gozó  de  mayor  lit^ertad. 

t9«4--DOlir  PATBICI0  CVliiidiv»  propietario,  desde  el 
31  de  mayo  hasta  el  15  dejunio^  en  que,  hallándose 
imposibilitado  para  continuar  personalmente  en  el 
ejercicio  del  P.  £.  y  teniendo  que  ausentarse  de  la 
capital  por.moti.vos  de  enfermedad,  delegó  el  ejercicio 
del  mando  gubernativo  en  el  presidente  de  la  Legis- 
latura, don  José  María  Echagüe. 

t9«4— D.  SOHÉ^  había  echagvg,  nombrado  dele- 
gado desde  el  15  de  junio,  hasta  principios  dé  julio,  por 
enfermedad  del  propietario  P.  CuUen. 

Fué  su  ministro  general  el  ciudadano  don  Tomás 
Puíg. 

t8«4— D.  PATBICI0  CViiiifilhy  propietario,  desde  jalio 
que  reasumió  el  mando  basta  el  32  de  febrero  de  1865 
que  lo  trasmitiera  á  su  sucesor  don  N.  Oroño. 

IMft— D.  iviCAMO  0BOffp,  electo  en  propiedad,  el  8 
de  febrero  y  puesto  en  posesión  del  cargo  el  22  del 
mismo  mes,  hasta  el  9 de  enero  de  1^68^  que^.habiéndose 
ausentado  sip  previa  licencia  de  la  Legislatura,  como 
lo  dispone  la  constitución,  asumió  el  P.  E.  el  doctor 
J.  B*  Graña^  presidente  de  aquel  cuerpo.  Tuvo  por 
ministros  álos  señores  Juan  del  Campillo,  Emiliano 
García  y  Tesandro  Santa-Ana. 

Habiendo  estallado  en  Córdoba^  el  16  de  agosto  de 
1867,  una  revolución  encabezada  por  el  inspector  de 
guardias  nacionales  de  aquella  provincia  don  Simón 
Luengo,  el  gobernador  Oroño  marchó,  para  contribuir 
á  sofocarlo  á  la  cabeza  de  2,800  hombres. 

La  actitud  hostil  y  rebelde  ejercida  por  el  maj^or 
Nicolás  Denis,  con  una  fuerza  como  de  500  hombres 
de  caballería  de  la  frontera  norte  de  la  pro  vincia,  co- 


DB  8AHTA  FB  421 

locó  al  gobernador  Oroño  en. el  caso  de  requerir,  oomo 
requirió/ la  intervención  nacional^  el  !^2cie  diciembre 
de  1867. 

Dos  días  después,  el  24  de  diciembre,  estalló  en  el 
Rosario  una  revolución,  declarándose  entonces  Oroño, 
él  6  de  febrero  de  1868,  en  ejercicio  del  rdando  desde 
aquella  ciudad^  dónde,  en  esta  última  fecha,  fué  tras- 
ladada la  residencia  de  las  autoridades  provinciales, 
hasta  el  37  de  enero  de  1868,  que^  á  la  aproximación  de 
las  fuerzas  nacionales  al  mando  del  ministro  de  la 
guerra,  general  Julián  Martínez,  los  revolucionarios 
abandonaron  las  inmediaciones  del  Rosario. 

Este  restableció  "éñ  sus  respectivos  puestos  todas 
las  autoridades  que  funcionaban  antes  del  movimiento 
sedicioso  del  24  de  diciembre,  encabezado  por  el  coro- 
nel Patricio  Rodríguez.  Sin  embargo^  la  rebelión  no 
fué  dominada  en  toda  la  provincia,  sino  el  14  de  febrero 
de  1868,  en  que  el  gobernador  Oroño  quedó  repuesto 
en  el  libre  ejercicio  de  su  autoridad  constitucional  en 
toda  ella. 

Entre  tanto^  los  doctores  José  Benito  Grana  y 
Simori  de  Iriondo,  que  encabezaban  la  resistencia  á  la 
autoridad  del  gobernador  Oroño,  en  la  ciudad  de  San- 
ta Fe,  protestaron  su  obediencia  al  gobierno  general, 
representado  por  su  comisionade  nacional  el  doctor 
Eduardo  Costa,  y  aceptaron  su  cesación  {del  gobierno 
de  hecho,  que  el  primero  de  ellos  había  asumido  por 
la  ausencia  de  Oroño,  á  cuyo  gobierno  se  sometieron. 
Mientras  Oroño  disponía  lo  conveniente,  quedó  encar- 
gado de  la  conservación  del  orden  público,  en  aquella 
ciudad  y  departamentos  adyacentes,  el  respetable  ciu- 
dádano  don  Domingo  Crespo,  desde  ell2  de  febrero, 
en  que  se  sometieron  Grana  é  Iriondo. 

El  gobernador  Oroño  fué  uno  de  los  mas  progresis- 
tas que  tuviera  la  provincia.  Dictó  disposiciones  bené- 
ficas en  el  sentido  de  poblar  y  colonizar  el  territorio 


m  1 1»R6tlMffA 

'  det  Chaeo^  asrtableeiehdo  fortines  de  4í  en  4  le^iñs;  y 
por  una  ley 'de  fecha  ^- de  agosto  de  1866^  el  P.  E.de 
]a  provincia  quedaba  autorizado  para  conceder:tér^enos 
en  propiedad  perpetua  eq  lo$ .  cantones  de  Súnchales, 

.  CavastacitOj  etc.  El  antiguo  cad)ino  de  los  Súnchales, 
Ido'SahtaFe  á  Santiago  del  Gstero,  distante,  eomo  ^ 

-  leguasideüno  á  otro  punto^  siéo^do  las  viad  rectas  en- 
tre las  capitales  de  las  dos  provincias^:  fué»  por  los 

'  esforz^iídos  empeños  de  Oroflo  y  del  gobierna  de- San- 

•  tiagO)  rehabilitado  para  su  s^urá  y  fácil  comunicación. 
Al  arrancar  de  Saata  Fe,  este  caitoino  tómala  direc- 
ción noroeste  y  va  á  buscar  lá  proximidad  de  las  lagu- 
nas, esteros  y  bañados  de  dos  Porongos  y!ix)r'tanto 
se  acerca  áios  territot^ios  del  Chaco,  en  posesión  de 

•  los  indios^  para  enderezarse  á  Santiaígo.  Con  las 
guerras  eiviles  se  despobló  toda  esta  linea  y 'quedó 

<  abandonado  el  camino  de  los  Súnchales,  asi  como  los 
'  hermosos  campos  que  atraviesa.    Hoy  es  otraicosa. 
En  el  gobiernode  óroño  se  dictó  la  ley  de  matrimo- 
nio civil  para  la  provincia,  la  cual  encontró  mucha 
.  oposición,  y  muy  principalmente  entre  las  damas  cor- 
.  dobiesas  protestando  que,  como  veifdaderas  católicas 
no  admitirian  jamás  otras  dootrlnas  sobre  el  matrimo- 
.   nio  que  las  enseñadas  por  la  iglesia  católica^  appstó- 
-:  lica^romana^  etc.,  etc.   Las  señoras  y  señoritas  cordo- 
besas  tanto  se   escandalizaron   de   aquella  ley  que 
publicanon  en  la  prensa  de  aquella  provincia  una  Ma- 
nifestación  dirigida  al,  bello  sexo  dala  República 
sobre  él  matrimonio  civil. 

Era.  este*  un  paso  demasiado  agigantado  para  la 
provincia  de  Santa-Fe. 

El  gobernador  Oroño  terminó  3 u  período  legal  el  23 
de  febrero  de.  1868,  puoediéndole  don  Camilo  Aldao. 
Tuvo  por  minÍ3tro  general  al  doctor  Juan  del  Campillo 
y  en  seguida  aLdoctor  Emiliano  García. 

I8«e-D.  TIBVBCIO  AiiDAO,  presidente  dé  la  Muni- 


otpátiáad,  delgada  de  OroOo,  durante  }a  aUssíncia  'de 

'■ésie  &  CpPOQda,  adonde  faé  cot>  el  objeto  de  inaugurar 

tos  trabajos  dbl  edificio  para  la  gefatára  política^  pa- 

tsaffidot  «a  seguida  al  Ras^ríoá  aauJitQs;  dtal.  servicio 

'  público^  desde  el  15  de  enero  hasta  el  12.de  oíai^^o  de 

'  1866/que  0l  propietario  reasumió  el  mando  gtiberna- 

•      tiVO..  r 

-       La  2^  vez»  durante  la  ausencia  del  mismo  propieta- 
.  rix>'á  dít^ho  punto,  para  la  inauguraicioa  del  ediiñcio  ya 

terxniaado,  con  destino  á  Juzgado  |de  paz  y  Muiiiicipa- 

lUdad,  desde,  el  12  de  octubre  áe  1866. 

La3f:vez,  19  de  enero  do  1867,  durante,  la  ausenoia 

del  -propietario  Oroño  de  la  capital. 
..  '    La  4^^  ye7o  en  11  de  julio  hasta  el  1^  de  setiembre  de 
.1867,  durante  la  ausencia  del  propietario  Oroño  en 
.  Córdoba,  adonde  marchó  al  frente  de  una  fuerza,  con  el 

Oibjeto  de  sufocar  una  revolución,  que  había  edtalli^do 

en  aquella  ciudad,  encabezada  por  el  inspector  general 

'.  de  guai*diaís  nacionales  don  Simop  Luengo;  hasta  el  2 

.  de  setiembre  del  mismo  alio,  en,.qup  el  propietario 

reasumió  e)  mandó  gubernativo  de  la  provincia. 

.  •'•<■■  ... 

t9,e9-tB»  JpSÉ  üil^mA  CCiiLEM,  delegado  de  Oroño, 

desde  el  26  de  dicienfibre,  en  que  se  ausentó  el  propie- 
tario de  la  capitaL  á  consecuencia  de  la  revolución  del 
24,  hasta  el  6  de  febrero  fie  1868,  que  éste  decretó 
aliento  del  gobierno  la  ciudad  del  Rosario,  donde  ejer- 
ció las  funciones  gubernativas,  aun  antes  de  la  fecha 
onque  lo  decretara.  , 

Los  coroneles  José'  Rodríguez  y  Nicolás  Déniz,  con- 
juntamente, y  él  doctor  Simoñ  de  Iriondo,  por  separa- 
do, en  un  manifiesto  dirigido  por  ellos  al  público, 
fechado  en  Santa-Fe  á  27  de  diciembre  (1867)  declara- 
tofl.  que .  sus  trabaj^ps  electorales^  con  feliz  éxito,  asus- 
,  taron  aj  gobernador  Oroño,  colocándole  en  el  camino 
de  la  violencia,,  como  único  medió  de  contrarestarlo. 

La  persecución  se  hizo  entonces  tiránica,  huyendo 


^4  TBOTIMIA 

•los  ciudadanos  á  los  campos  cerca  de  los  estableoi- 
míentios  dé  Rodríguez  y  Déniz,  quienei^ios  protejieroa 
proporcionándole  reses  y  caballos.  Bn  vista  de  esto, 
el  gobernador  Orofío  organizó'tropaB  que  al  maadode 
Avales  fuese  á  batirlos.  AquelÜs  >e  amenazaron  y 
éste  huyó  hasta  la  fortaleza  en  donde  fué  sitiado  el 
gobernador.  El  pueblo  de  Santa-Fe  fué  entonces  á 
incorpforarse  á  las  ñias  de  los  rebeldes;  aunque  no 
se  consideraban  tales  Iqs  coroneles  Rodríguez  y  Déoiz, 
y  en  obsequio  de^  la  tranquilidad  pública  y  en  el 
deseo  de  evitar  los  males  que  á  la  ciudad  acarreaiiía 
'  el  asalto  que  éstos  preparaban,  aceptaron  la  mediación 
de  algunos  ciudadanos,  dando  por  resultado  un  con- 
venio que  salvaba  la  dignidad  del  góbiernoy  la  de  ellos, 
y  garantía  la  libertad  del  sufragio  con  la  delegación 
del  mando  en  la  persona  de  don  José  María  Cullen, 
que,  bajo  su  fe  de. caballero,  nunca  desmentida,  pro- 
k     metió  al  pueblo. 

Los  señores  Rodríguez  y  Déniz  aseguraban,  bsgo'su 
ñrma,  haber  hecho  un  perfecto  uso  de  su  derecho  al 
tomar  las  armas  en  su  sosten,  como  ciudadanos,  des- 
de que  el  gobernante  les  coartaba  ese  derecho. 

En  ese  caso,  los  revolucionarios  de  24  de  setiembre 
de  1874  tuvieron  masque  derecho,  cuando,  después  de 
solicitar  justicia  que  les  fué  negada,  protestaron  con 
las  armas  en  la  mano  contra  el  fraude  y  la  falsifica- 
ción mas  escandalosa  de  que  se  tenga  mremoria  en  los 
anales  electorales  de  la  República. 

Para  complemento  de.  desgracia,  el  cólera  se  había 
desarrollado  de  una  manera  terrible.  La  ciudad  de 
Santa-Fe,  cuya  población  no  alcanzaba  ala  sazona 
600Ó  almas>  perdía  diarianx^nte  de  20  á  30  personas. 

tses^Dr.  JOíSjB  BjBMTO  gbaíIa,  presidente  de  la 
Camarade  Justicia,  quien,  en  ausencia  de  Of  oño,  sin 
previa  licencia  déla  Lejislatura,  como  lo  dispone  la 


DB^  0AlltA  FB  425 

Consíitucíóti,  d'Suniió'eí  PoderE^ecutivoei  9  de  eaeilo, 
acdmpjaftcido  del  doctor  Simón  de  iriondo,  en  calidad 
detniñfiátro. 

Este  fué 'u!Y  pretesto  paria  legalizar  el  trUinf o  de  Ma 
'  revolución  dél»24  de  -diciembre  die  1867,  fin  el^Rosário, 
manifestado  por  la  resistencia  armada  al  deéenlbarco 
del  gobernador  Oroño  y  dé  la  fuerza' nacional.. 

La  autoridad  del  doctor >Grafia  fué  considerada  ite- 
jítimapor  el  comisionado  nftcional  doctor  Francisco 
Pico.  •  •        '•        '    * 


^.^§  doctores  Grana  y  S.  Iriorído',  que  se;  encpntra-  • 
ban  á  la  cabeza  déla  resistencia  de  la  autbridad  del 
gobernador  Oroño  en  la  ciudad  de  Santa-Fe 'y  depar- 
tamentos adyacentes,  al'  fin  se  sometieron  eri2  de  fe- 
brero, reconociendo  al  gobernador 'Constitucional  por 
la  interposición  del  nuevo. comisionado  nacional  doc- 
tor  Eduardo  Costa;  quedando,  entre  tañto^  encargado 
del  orden  público  don  IJomirigo  Crespo,  én  los  puntos 
donde  alcanzábala  autoridad  de  Grafía,  desde  la  cita- 
da  fecha  12  de  febrero  hasta  nueva  disposición  del 
gobernador.propíetario.  '" 

El  ministro  en  comisión  del  gobierno  nacional,  doctor 
Pduardo  Costa^'  acordó  con  los  sediciosos  la  anula- 
x;ion  de  todo  k»  practicado  durante  el  gobierno  del  doc- 
tor Graña^  iiíclusíve' las  elecciones  de  electores  y  el 
nombramiento  de  gobernador,  el  8  de  febrero,  én  la 
persona  de  don;  Mariano  Ciábal.  « 

El  dpctor  Grana  no  llegó  á  vivir  hasta  él  fin  del  ftño, 
pues  bajó  á  la  tumba!  en  la  madrugada  del  lO'dé  di- 
cieqibre,  y  el  dia  23  tuvieron  lugar  en  la  iglesia  matriz 
'  de  lá  capital  de  Sarita-Fe  lós^  funerales  acordados/  por 
el  gobierjió  del  doctor  Irióndo,  delegado  de  Cabal,'  á 
cuyo  acto  concurrieron  lók' empleados 'de  lá'Ádnliinis- 
tracion, 

f9ii«— *.  li0MiW(BO  CHKSro,  encargado  de  la  conser- 
vación del  orden  público,  el  12  de  febrera  de  1868,  por 


49S  ri%R0TBlQlA. 

. '  tu  «)ceMiái  en  qoe  reoia  &  quedar  l^k  ciuidad  de  Santa^Fe 

•  y  lios  depailtamielitcis  ladyaeenles  de<  3an  Gferónimoy 
San  José,  con  el  sometimiento  del  gobernador  de  hecho 

'.  dofetori  G^ñlaálaautoiridad  lagitima  deOr;0ño. 
.  Esteeticargc^del  mandoqüe  don  P«.  Cre3po  ejerció 

'  desde  ei  12  de. febrero/,  le  futé^ conferido  por  el  comisio- 
nado nacional  doctor  :E»  Costa^  basta  .taioto  dispusiera 
io  con:yeDiieikte  el  gobeenAdor  constitucional >OrQ&o. 

18118— D.  CAMILO  ALDil^O,  nombrado  provisorio  ieil  23 
.  de , febrero,  dia  en  qucy  por  habei*  terminado. O rof^o su 
,.  pe^íodQ  legal,  se  reqibió  previo  juramento  que  prestó 
.  ante!  la  Legislatura^ y>  como  ésta  careciese  de  quorum 
^egai,  pi'estó  fiuevó  juramento,  una  ve*  llenado  este 
..  req^uisito  exigido,  por  el.  comisionado  nacional  doctor 
E.  Costa^  el  37  de  febrero,  desde  cuya  fecha  quedó 
,  reconocido  por;  lag  i^utoridades.nacionales.y  provincia- 
les,, como  tal  gobernador  de  ía  provincia.^' 
3in  embarga»  el  (jopaísionado  nacional  Cos.ta,  en  vis- 
■  ta  deque  el  gobernador  interinó  C.  Aldao,  homt)rado 
al  solo  objeto  de  mandar  practicar  y  presidir  las  elec- 
.  cipne^,.  se  perpetraba  en  una  interinidad  que  no  esui- 
.  ba  prevista  poír  la  Constitución  y  el  puebía  se  vela 
defrau.t^ado  en  ui>o  desu^  maa  legítimos  y  valiosos  de- 
.  rechas,  negándose  ba^o  pretestos  inadmisibles  á  hacer 
,  ^l^convacatoria,  ^  7  de,nt^arzo  espidió  un  decreto  con- 
vocando al  pueblo  de  la  prpyinci.a  el  22  del  mismo  á  ele- 
.  gjr.los. electores  que  habían  de  nombrar  el  gobernador 
-  propietario,  r^tiráadQse  de  ía  provincia  el  28  del  citado 

V  mes. 

_  •        •       •  «  ,    ' 

Elgoi^ernadpr  Alcfaacpntiaw.ó^n  el  q¡ercic¡o  desús 
funcioaeSj  como  interino,,  J;i^a  el  7  de  ayil^  en  que, 
.  Faunidarlajant€i€ilecto.ra),  nombró  gobernador  consti- 
tucional á  don  Mariano  Cabal,  por  el  término  de  tres 
años,  cesando  por  consiguiente  la  interinidad. 

Tuvo pdr ministro  al^ée^tor  Pedra AutAajr  dafitor 
EoíiiHáno  García; 


i 


/ 


DE/  MHYA.>  VS  4ín 

■«•flf-^Bu  ÉiJkBMiiia  CJi^üAtiy' nombrado' ea  phypiedad   . 
el  7  de  abril  por  el  término  de  tres  años,*  y.  puesto  en 
posesión  del  cargo  el  mismo  dia,  habiendo  nombrado 
tttimsfroé¿neráIal(fo'(ftt)fSÍ!ñorffleíffófi»^  '• 

•":  Él  ¿eftorCabai  hablasítJo  electo  él « <íé  febrero,  peíro 
•  está  eíeócibn  y '  lét  de  eleetdres-  füteron  anuladas  cómo 
inconstitucionales,  por  el  estado  de  asamblea  en  qae  se 
eftcontraba  laprpvincia,  b as ta^q^ue^tLívp Jugar  el  some- 
timiento de  las  fuerzas  ,de  la  jprovlncía  á  la  áutonaaa 
nacional,  representada  por  el  ministro  en  comisión 
■  <lodtar Eduardo Co^tacií  .    '    •       :  •    ov  * 

Etl9  de  julio  del^6  e)  miandaen  don  Pascual  Ro- 
sas, gefe  poUtrca  del  Rosariov  por  haberse  ausentado 
de  la  capital,  acompañado  del  ministro  Iriondo  hasta 
'  el  5  de  agostó  qué  lo  reasumiera.  *      * 

El  gobernador  Cabal  habfa  salido  con  el  objeto  de 
conseguir  armasy  el  cambio  de  los  gefes  de  la  fronte- 
ra, según  se  aseguraba. 

■        ...     * 

t9ss— D.  iPAHCVJUi  Bas^A.4ir delega4Qt  de. Cabalar  du- 
rante la  ausencia  de  éste,  desde  el  19  de  julio,  en  que, 
con'  autorización  de  la  Legislatura^  salió  de'  la^re«^ 
vincia  con  su  ministro  general  el.  doctor  Simón  de 
IrsDiido,  por  asuntos  de  interés  público,  hfistael  5  de 

'   agosto. 

tses— B.  MABIAMO  CABAL,  gobernador  constitucio- 
..]ial„  desde  el  5  de  agc^to^^e  peasunaió  el.  maEMlo^ 
hasta  setienibre  qua  se  ausentó,  para  Buenos  Aires, 
.  4€^  dpnde  regresó' el  10  de  diciembre,  pí^rtiendo  en  se- 
guida para  el  Rosario,  .    ,     . 

tses^Dr.  smAír  DE  iBiOiiíBé,  ministro  general,   de- 
lgado de  Cabal,  durívnt^  la  ausencia  de  éste^  desde  se- 
.  '  tiembre  da  1868  hasta  el  16  dé  febrero  de  1869.  . 

ti¿'é0— B.  «ABtAKOCÁBAl,  propietario,  desde  el  16 
dé  febrero  dé  1869  que  reásui!nió  él  marido  hasta  el 


428  PROTIVOIA 

25  de  diciembre  que  volvió 'á  ausmtarse  delegando  en 
su  ministro. 

»       • 

I8e9— Dr.  siiilMí  Bp  HUONBO,  delegado  de  Cabal, 
.desde  el  25  de  diciembre  hasta  el  2  de  marzo  de  1870, 
qiie  durólaausenciadel  propietario  Cabal  á  la  visita 
de  campaila  etCs 

f  sir^^D.  MABIAWO  CABAL,  propietario,  desde  el  2  de 
*  marzo  que  reasumió  d  mando. 

18V«— Br.  SIMÓN  BB  IBIONBB,  ministro  general,  de- 
legado de  Cabal,  que  salió  á  campaña,  desde  él  28  de 
diciembre,  hasta  elU  de  febrero  de  1871. 

^  isvi— B.  MABIAMO  cabaij,  propietario,  desde  el  11 
de  febrero,  en  que  reasumió  el  mando  gubernativo, 
hasta  el  7  de  abril  en  que  terminó  su  período  legal,  su- 
cediéndole  el  doctor  Iriondo. 

Como  se  acaba  de  ver,  el  señor  Cabal  fué  el  gober- 
nador mas  andariego  que  se  conoce. 
■  *  ' 

tsvi^Br.  SIMÓN  BE  iliiOivBO,  propietario,  desde  el  7 
de  abril  hasta  el  12  de  octubre^  que,  ausentándose  con 
permiso  para  la  ciudad  de  Córdoba,  delegó  desde  el 
Rosario,  en  el  gefe  político  de  este  departamento,  don 
Servando  Bayo. 

tsvi-B.  SEBVAi«BO  BAYO,  gefe  poHtico  del  departa- 
mento del  Rosario,  delegado  de  Iriondo,  desde  el  12  de 
octubre,  en  que  éste  se  ausentó  á  la  ciudad  de  Córdo- 
ba, con  el  objeto  de  asistir  á  la  apertura  de  la  Esposi- 
cion  Nacional,  hasta  el  5  de  diciembre, 

tsvt^Br.  íSiMOM  Bi:  IBIONBO,  propietario^  desde  el 
5  de  diciembre,  en  que,  habiendo  cesado  las  causas 
que  motivaron  su  ausencia  de.  la  prpvincia^  reasumió 
el  mando  gubernativo,. que  ejerció  hasta  que,  debiendo 


DBi0AK/VA  »  439 

ausentarse  noeTamenietlé  la  capital,  ló  ilelegó,  el27 
de  enero  de  1873^  en  su  jniníbtro  general  de  gobierno, 
doctor  Argento. 

i^svit-^^Hr*  AUBEi^iiMO  A^c^SiMTiO;,  miqlstro  general, 
.    delegado  de  Iríbndo^  desde  eiá!7  (jé  enero,  en  que  éste 
.  ^se5ausent(i,  h^^ta  el  24  de  febrero,  ^ue  Cjesó ^la. delega- 
ción, po^,  haber  reasiamido  el  mando,  gubernativo  el 
propietario .  * 

«8Vt.— Br.  üoioM  DK  iBiOMDjD,  propietario;  desde  ¿1 
I  -  ^  de  febrero,,  en  que,  después  de  sii  visita  á l&cam- 

paña,  reasumió  el  mando,  hasta  el  14  de  mayo. 
Con  motivo  (Je  la  rebelión  de  Entre-Híos,  tiivp  que 

ausentarse  de  la  capital  y  puso  en  posesión  del  mando 

al  vice-gobernador  Comas  el^  30  del  mismo  mes  de 

1873,  reasuiiiiéQdolQ^l  8;(}e  yav^q. .  , 


•     i  <   ■«  • 


:i 


f ^9 1— D..  iM-BiANiO  COMA.)», ,  \ice-;gbbérnad()r,  nom- 
brado el  7  de  abril  de  Í87Í  y  puestp  en  éfercicío  del  P. 
E.  el  14  de. mayo  de  1872,.  cph.  rtiotívó  de  la  Visita  del 
gobernador  Iriondo  á  la  campaña. 

El  30  de  marzo  de  1.873|  el  señor  Comas  ejerció  9^- 
gundfi  vez  el  P.  E.  p^r  ausencia  ,d^í  gobpmadoi*, en 
servicio  q^cipn^l,  con  mpt;iyo  de  ia  reb^Jjo^  de  En4re- 
Riosi,  hasta  el  8  de  junio.    .    .      ;  s 

18VS— Br.  MMOiv  DE  1BI0!VBO,  gobemador  propieta- 
rio, desde  el  8  deji\QÍoque  reasumjió  el  mando  .de  1^ 
provincia  hasta  el  7  de  a^nl,  ^^  V^7Í)  V^^  teir^i^póí,  su 
período  legal,  sucediéndole  Bayo. 

El  doctor  Pedro  L.  Funes  fué  su  ministro  general 
hasta  el  24  de  enero  de  1874  qué  rertundó  el  Mrgo.  *  * 

•    >.       :  >.  "     .■■.'■•       .  •  •     ;  •   •  .t  '1   1  íM      !•••.•• 
MV4— D.  liERVAMlll|,Ji41fO,.g0bief!nadQI!   y   D«  JIJAN 

M.  Zavalla,  vice-gobernador,  puesto  el  primero  en 

posesión  del  maodo  de^la?  {iraYÍaeía..ei  ?^  daiobrü^ 

.  t874^  en  (jiue Sucedió ra;l:ilo6tori  Iriondo^  basta; el-  ?  de 


4sM)  A^BoeauíJUii 

L  octubre. db  1875  /que^  téméndo  que  desempeñar,  nna 
cDiiiisioa,  se  ausenta) ¿6:; la  capital  anitrando  en  «|ter- 

cicio  el  segundo. 

Tuvo  por  ministros  al  doctor  Melquíades  Salva,  y 
el  doctor  Manuel  D,  Pi-icarro,  hafeta'  junio  <ié*  1875  que 
entró  á  deséínpefiár  el  cargo  el  doctor  Auréliano  Ar- 
gento; á' quien  Sucedió  como -mihistfo^  general' él  doc- 
tor Pedt-o  L.  Pilntó;'de¿de^  el  30  de  octubre  1877. 


I ..  » 


tWA-A.  JíUAM  ppAMüEL  sbavaIíLA,^  vice-gobema- 

dor,  ^rí  ejercicio  del  PbdeY  .Ejeciilivb/  en  ausencia  del 

gobernador  Bayq  en  comisión^'  desde'  óctabrb  dé  1874 

hasta eri9,4e* marzo,  de 'ié76.'        .  '  ' 

El  ciudadano  dbn  Meíqúiades'SalVa  fué  sü  ministro 

.  general.  .      ,      '  ' 

t9'y6--B.'fii:BVANii0  IftAVCí,  propiatarioi^  4esde  eM9 

de  mar^o  que,  de  regreso  de  la  comisión  (jue  le  había 

.  >¡do  conferida  por  decrétó  dé  7,  lie  octfibre  'de  1874, 

reasumió  ei  nianído,  hasta  él  7  <Íe  tüárzo  de  1876  que 

en  su  ausencia,  entró  el  vice-gobernádór, 

Mvs-D.  jíVATV  m;  «AVAlüa;  vicfe-gdbemador;  des- 

'  déel  7  de  marzo  de  1876,  en  ^^ue,  por  ausencia  del  go- 

üerhador  Bayo,  dé!^  capital;  eütrfi  eri  ejtercicio  del 

Poder  Ejecutivo  de  la  provincia,  hasta  el*  3  de  abril 

del  misüip  aflp, 

t8V'e~1i.  s«:iivAMDO  IftAiro,  gobernador^  desde  el  3 
^  de  ábtfldé  1B76,  t}ue  reasumió  el  mandón  hasta  el  7  de 

abril  de  1877,  que  delegó  en  eí  v¡eé*-gobernadór.      . 

'   ".       ...     ■•  ■ .  •      • 


'  .  .1 


■   I     I 


19  7  y-tA.  .#UA2ii  m^  ai AiVAiux A,  TÍQergobernia£l<M*i.  ^Qi^jer- 

cicio  del  Poder  Ejecutivo,  desde  abril,  en  ausencia  de 

;  tiayd  dé  la  capital  j  ^aéta  jlSo. 


i&lvdesdeijulio  quid  reasainió  e}  taando.jiaBta^l  de 


DB  SAKTA  FB  431 

abril  de  1878  que  terminó  su  período  legal^  sucedién- 
dolé  el  doctor  Iriondo. 

«9VS— Dr.  siiiOM  US  IBIONDO,  gobernador  propieta- 
rio, y  DON  Manuel  EcHAGüE,  vice-gobernador,  desde 
el  7  de  Abril,  que  aquel  tomó  posesión  del  mando  por 
el  período  constitucional,  sucediendo  á  Bayo,  á  quien 
habia  precedido. 

Organizó  su  ministerio  con  I03.  señores  don  Pedro 
C.  Reina,  gobierno,  y  don  Wenceslao  Escalante,  ha- 
cienda, justicia,  culto  é  instrucción  pública. 

Hasta  la  fecha  (setiembre  de  1879)  en  que  va  4  la 
prensa  la  presente  Historia^  el  doctor  Iriondo  sigue 
en  el  gobierno  de  la  provincia. 


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PROVINCIA  DE  ENTRE-RIOS 


1810-1878 


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lfi\teifFÍto>:ip  de.pí)tr,eríliq^^  (Hyi^ido casi  á.  su  n^itad 
la  jurisdicción  de  Santa-Fe,  y  la  del  Üry^uay  áBu^^^pj^ 

4ir^'^  •  ,  :  ,  ...  •    '  ".  ^' 

,,¡.Hal)i^d9.ítc^eQÍ^9.  u,^  pao.^í^w  los  partidos  4é  E.ntre- 
^ifi^x  9^*783,.  ^l  yÍFey,4e,  Buenos  Aires,  don  Juan  José 
¿^•yerUsi  djspHí^o,  qif^  el.  ayu^^p te  mayor  del.  pe^imientp 
d,^,Pif^g¡9i\9^  d^  ^ÍH^^psaj,  49n  TPíiíiás  de  Rocámo^^a,  pa- 

m^AV^Pmm'^f^í^^^^^y:  pro.9.^eí;  ai  arresto  de  lo? 
reos,  encargándole  al  mismo  tiempo  la  formación  de 
í^ífiM'^  pl.^p  pp.ortuno  para  asegurar  lap£^  entre  los'  roo-' 
ra^pjes  d^ Ja  -comarca, 

,  Líáprimer^  díl¡genc¡£v  del  comisionadlo  fué  formar  pa^- 
dypnQ^.d,9jas  familias  ó  h^pitah^  en  loscin- 

.^lo  partidor  deno^iinados  por  los  rios  de  su  inmédiacioti 
i<?Mf!(í^,^^^  Gaa/^^¿<i^c^  Arroyo  delaChu 

de  agostó  der  mismo  año  (1782)  los  informes  res'pe9ti- 
vps,  que,s.e  estra viciaron  en  las  oficinas  del  gobierno' de 
^uenps' A^iíéfJ' Sin  embargó,' pÓl'  la  éontestacíori  del 
viréy,  de  ^chá4  dé'  rfoyiem6ré  del  citado  añOj^  consta  e! 
réóiAod'^  ¿|ichóá  documentos  y  su  resolución  adoptada^ 
la'c'ual  se  reducía  en  los  términos  siguientes:  :         > 

Coíhisióñábásé  al  espl*eSado  Rocamorá  la  plantiflca- 
clori  de  las  poblaciones,'  despachando  á  sds  órdenes 
ágrimensorqiielás  deliríease,  con  copias  de  un  modela 
Seguido  en  lá  erecfcipii  de  otros  pueblos  nuevos,  ydis-^ 
|í£blá  af  mísaío  tiempo'  que  íos  coMsionadPS  dd  justicia 


436  PROYDfCIA 

del  Paraná  y  'Nogoyá  debían  estarle  subordinados^  con 
independencia  de  los  jueces  de'la  ciudad  de  Santa-Fe. 

En  cumplimiento  del  espresado  encargo,  el  comisio- 
nado Roti^iflóra,  pa^ó  Al  ¡vf^íqy  sqi  ^e^vpi^/í¡ií[^ft^f  en  18 
de  lebrero  de  1783,  acompañando  el  plano  del  terreno 
elegido  para  la  fundación  del  primbr  pueblo  ó  villa,  en 
el  partido  de  Gualeguay  Grande,  que  mereció  la  aproba- 
ción del  virey  (8  de  inarzo)  y  se  denominó  San  Antonio* 
de  (j'ualegúay,  con  Í.5Ó 'vecinos  y  ctin'suls  atitoridadfes, 
qué  cohéiátian  en  alcalde!, 'regídói*es,  escribano  y  coman* 
daníé  de  milicias.     '         '  '       .  i.    .  -^       .   .. 

Trasladóse  en  seguida  al  partido  denominado  del  Uní* 
guay  ó  Arroyo  de  la  China',;  y  fundó'  un  nüeyó  pueblo 
bajó  la  denominación  de  Nuestfa  Set¡,ora  de  laGoncep- 
ciori  del  Uruguay,  habiendo  repartido  133  sitios,  sobré 
lo  cual  pasó  su  tercer  infórnáe  en  85  dé  junio  de  1783,  con 
la  aprobación  del  virey,  qué  le  fué  concedida  en  12  de 
julio. 

Después  de  adoptar  algunas  providencias  para  el  ade- 
lanto del  establecimiento  de  la  población  de  lá  Concepción 
del  Uruguay,  el  comisionado  Rdcamora  pasó  al  par- 
tido de  Gualeguaichú,  donde  en  20  déj  octubre  del 
misnao  año  (i783),  fundó  el  tercer  pueblo  ó  villa  con  el 
nombre  de  San  José  de  GUateguaychú,  habiendo'  repar- 
tido 85  sitios  parja  casas  ;ik)3  póbládoi'es  qu^hábia*  rea- 
mdo. 

Con  el  caníjb^o  de  virey,  que  se  efecto  en  febrero  da 
1784,  sustituyendo  á  Vertiz  el  marqués  de  ÍLoreto,  se 
suspendió  la  erección  de  las  villas  prpyectadas.  en  los 
departamentos  de  Paraná  y  Nogoyá,  eni  virtud  de  haber 
ést^  conferido  comisioa  á  Rocamora  para  trasladarse  á 
Montevideo,  dejando  el  mando  militar  del  partido  de 
GualegLiaichiJ  Á  don  Fraiicisop  Ornf\aech;éa.  Este  no 
ad0lantó  uadaeu  el  ftJQrci,pÍQ  dq  su?  cooaisJLpnes,  por  Jo 
cual  elmismo  n^^rq^é^  de  Lojfeto.  dj^puso^,.ea  13.^  de  di- 
ciembre de  1785,  regresase  á  Éntre-Rios  ejerciendo  e 


DB  ENTRB  RÍOS  437 

mando  de  sus  partidos,  el  ayudante  mayor  don  Tomáb 
deRocamora. 


El  3  dej^fibr^il  de  1785,  jpasó][éste  un  informe  al.  vj- 
rey,  mctnifestando^  «quq  lanueya  villa  de  la  Concepción 
del  UfjVgufiy,, antes  Arroyo  de  Ja  China;,,  lío,  babia  pade-r 
cido  notable  decadencia;  que  la  de  San  Jos¿  de  Guale- 
g.uaichu,  que  empezaba  á.  cuajar  á  su .  salida,  no  liabíá 
adelantado^  üii  paso;  pero  qiie  lá'  dé  Gualégúáy,que  era 
antes  Ja  mas  adelantada,  íiabía  ¡iadecidó  total  atraso, 
pues,  se  hablan  vuelto  varios  dé  los'/poblád6res'"¿óli 
abandono  de  sus  casas  á  sus  antiguos  álbéí^ues  én  el 
canipo,  á  viyir  una  vida  diversa  de  Ja  que  proporciona  lá 
sociedad,  á  que  apn  nq  habían  tomado  güáto.  » 

En  €^1|  mismx)  inforoie  aftadía  que  en  el  partido  del 
Paraná,  donde  se  hallaba,  se  hacia  muy  necesario'  el 
pronto  arreglo  del  pueblo  y  la  organización  proyectada 
para  la  administración  de  justicia,  que  no  podia  espe- 
dirse por  un  juozpedánjBO,  que  quería  depender  de  los  de 
Ja  ciudad' dq  Santa  fe.  Oue  aun  más  urgentes  eran 
agúale^  arreglos  en  el  pe^Vtido  de  Nogó'yá^' porcüáritbéil 
las  cqstas  del  norte,  arroyó  arriba,  no  áe  había  conoció 
do  la  justicia,  qqé  eran  uñ  asilo  de  foragidos  que  se  'em- 
boscaban y  burlaban  toda  vigilancia,  abrigando'  contra- 
bancfistas  y, otros  malévolos,  de  cuyos  frfecuéhíes  honli- 
cidios  y  otros  sucesos  hizo  una  pintura  itiuy  viva  y  eficaz 
para  escitar  al  gobierno  ^  p(?ner  él  más  pronto  rem'edio, 
lo  que  sé  coús¿guir'la  coíi  lós  propuestos'  establecimien- 
tos. Que  el  estado  de  lá  iglesia  de  estos  Jjueblos  era  nlise- 
rable;  que  los  desórdenes  eran  inevitables  por  defecto  de 
nó' haber  cárcel., áégUra,  y  proponía  que  los  medios  de 
ocurrir  á  estas  y  otras  úr¿eheiasque,'lós  impuestos  rññ^ 
nicipales  que  la  ciudad  de  Santa  Fe  tenía  establecidos éh 
lít  ciudad  de  Paran^  y'Nogóyá,'  se  ésteiidiesen  á  todos 
ios  cinco  partidos  de  Entó-Riós  en  general,  para  que  su 
producto  cediese  en  cada  uno  á  beneficio  de  sus  res- 
pfectivas  otras  y  obligáclohes^comunéfB;  qtii^ la- madera, 


«    :     •>       -•  .  I 


438  pBoviirciA 

leáa  y  efectos  del  país  pagasen  impuesto  dé  éstráccíoh^ 
que  se  arreglasen  aranceles,  se  uryformaseh  los  pesos  y 
mediáas,  sé  faicíiitasd  el'caíAinó  á  los  pfóbladbfeS  ^ra 
aplicarse  al  curtivo  de  tiernas  y  "éria  dé 'gáhéidófe,  cuj^ 
logro, aunque  difícil,  nó  éí'a impOi^ítíiB  si  sfe&o^té'áía con 
tesón. 

,Ningun£f  providencia  tp<Yió  el  virey  pat^a  el  adelantó  dé 
las  fundada$v¡Úas  y  fprmaciónde  las  proyectadas,  con- 
tinuando Rooamora  en  inac^jio'n  y  con  limitadisis  faculta- 
des hasta  abril;  de  1786,  en  que,  con  motivo  del  suicidio 
de  urii  reo,  el  corpandahte  Rocamora  fué  relevado  por  él 
teniente  co'ronel^  don  Juan  Francisco  Sbmalo,  quien  se 
recibió  del  mando  de  los  partJdosde*Erilre-TRios  el  20  de 
mayo  del  mismo  año,  "en  lá  Villa  dé  Oüál^ay.  \i) 


.  En  virtud  de  la  ley  de  21  d^  abrij  de  lfe/3,  ^üe  áísponíá 
la  Ilecopilacion  de  las  leyes  y  decretos  dictados  en  la 
provincia  desde  el  10  de  setiembre  de  1814  hasta  el  31  de 
diciembre  de  1872,  el  gobierno  d^l  doctor  LeonidasEcha- 
gile  nombró,  en  30  de  juli<j  del  naismo  año,  una  comisión 
con  tal  encargo. 

JEsta  comisión,  al  .presentar,  en  á  de  octubre  de  1873^ 
los  materiales  para  el  primer  tomo  déla  Recopilación, 
comprendiendo  el  período  desde  el  Qñol82l.  inclusive, 
dijo  que»  «apesar  de  lá  mas  prolija  inspección  practica- 
da en  los  aj:chivos  general,  y  particulares  áe  afgunas 
oficinas,  no  había  podido  encontrar  documento  alguno 
que  importe  una  disposición  y  que  se  refiriese  á  la  época 
anterior  al  mencionado  aAo  .H:  que  continuaría  sus  in- 
vestigaciones para  llenar  su  cometido  etc.» 

Tenemos  noticia  de  que  él  señor  don  Olegario  Aridracté 


(1)  y^se  íLaBevieUi  4el  Forana^  de  la  que  ;bemoa  tQPMdo  Ub  d»toi  re- 
latWoB  á  las  fandaciones  de  los  pueblos  de  Entre-Rios. 


<^ 


DS  BHTBS  BIOS 


439 


posee  los  papeles  de  Ramírez  y  de  los  caudillos  6  gober- 
nadores, recogidos  en  el  propósito  de  escribir  su  his- 
toria. 

Consecuente  con  el  plan  que  nos  hemos  trazado  de 
presentar  los  nombres  de  [los  gefesde  las  provincias, 
cual(};^^;  <{j|tÍg]  há^a  V^^ 

eran  conocidos,  áesde  1810,  con  su  historia  respectiva, 
damos  principios  por  los  -coooiandantes  de  los  Partidos 
de  Entre-Rios,  cuyo  poder  y  autoridad  equivalían  á  los 
de  los  gobernadores  ó  tenientes  gobernadores,  como  el 
léct0r  tenár^  ocasión  á¿l4croWocer.'  "  .'  '  '' ;  *  '*' 
■  \  Lá.'6ánÓa  Oriental,' Entré-Rtoá  y  CórViertte>i  íbrmablan 
una  áe  las.  t^róvincjíis-tJiíidas  con  íá  (jeñóénínación  de 
Próüincia  Oriental  del  Rio  de  la  Ptatáy  regida  por  un 
gobernádbr.iátenden'té,  hasta  que,  por  '.decreto  de  10  de 
setiembre  de  !í814,  espedido  por  el  Director  iPósadas,  se 
formó,  la  Pravincia  deEníne-Rio^,  teniendo  porTíñjítés, 
al  nontCj^l'á'Unéa  quis,  elitre  tos  !Ríos  Paraná  y  Uruguay, 
forma  9I  KÍo  dé  Corrientes,,  en  su  cohflíiehcia  óoh  aq^ufel, 
hasta  ía'del  ÁrVoyo  Xguaraclil^  y  este  mismo  Arrojo 
concede  Curuzú-r-.Cuatiá,  hasta,  s^  confluencia  óon  el 
Mitinay,  en  ms  mmeicliácíóries  ílél  Uruguay;  al  ;ésíey,  el 
tJrüguay,"'ír  ^'l  stif  y  oeste,  el  Paraná;  y  por  capitár  ^de 
esta  Provincia  la  Villa  de  la  Concepción  del  Uruguay, 
jiué^^ncia  pqrcpns^gyr'ente  separado-  este  territorio  (Én- 
tTfrüm  y  Corfientofi^,)  M  la  iatendencia  da  Bucam 
Aiptesy^de^ue^ 'hasta  el  afio  tSii,  ^dependía. 

ErtíéW,  líts^iHas,  defnótntftatía^  Bajada' tíieflPairaná  y 
'Uruguay  fueron  elevadas  al  rango  dé  viflas,  capitales  dé 
la  provincia  de  Entré-Rios,  y  el  ^6  de  agosto  de  1826,  eq 


■  I 


t  \  )■• 


I  , 


r  •  <    »  • 


COMANDANTES  DE  IOS  fARTffleS  DE  ENTRE-liOS 


I  f 


I 


1810— D.  s6»ú  DE  VBfíiJUái,  (l) .  (padre  del  después 
^enjeraj  y  go^ernadpr  í.  J.fla  Urquiza,)   comandan- 

,  te  del.  Partido  de  la  Concepqon  'del  Ur^uguay,  desde 
1804  y  de  los  Partidos, dé  Entre^EÜQS  y  .tíajjo  Ja  oepiep- 
(Jenciá  dé  la  tenencia  de  gobierno  de  Santa  Fe,,  de  orden 
de  la  Ju^ita  de  Buenos  Aires,  desde  el  5  de  setiembre 
del&lO.  /'  .  ./ 

Continuó  sirviendo  el  mismo  empleo  hasta  el  4  de 
octubre,  que,  á. su  solicitud,  fué  exonerado  dé  la  co^ 

'  m'andancia  por  el  generfil  Bélgr^no;  trai^mitiéndola,  el 
19,  á  su  sucesor. 
í,a  junta  fué  (8  de  julio)  reconocida  y  ¡felicitada  por 

'   el.  Cabildo  de  la  ponceppion  del  Uruguay,  j2)  bfrecien- 

m 
t 

'  {\)  El  6  de  mayo  cíe  1860,  el  gobernador  ^ostb  José  de  tJrquizá,  dl'sposo 
lá  traslablon  de  los  resiÓB'dé  txa  padrea  don' JosS  de'TTrqnlza  y  dofia  Cándida 
Giireia'deUhiaísa  j  de  aua  hermanos  don  Jasn  Jo#é'  jr  dolía  Ana  de 'Urqni^ 
za,  desde  Buenos  Aires,  7  ^k>9  del  pitm  hermano !el  gobemador  Cipñanode  U., 
^^  habían  f ido, frfuladadoii  dfi  la.  ciudad  ^e  ^ífo^pyá,  4oQde.peireci¿^  ylcfima 
d^la  guerra  civil,  y  quedaron  depositados  ei|  el  edificio  de.  \%  cpmtuidmieía 
del  puerto,  en  una  urna  cineraria,  qué  fué  in.corporad^  á  la  comitiva  fúnebie 
liasU  el  TTruguay . '  -  .     v  .        ,  1      ;  i 

(2)  El  pueblo  de  la  Concepción  del  Urngaay,  centro  de  la  aduijitstraéion 
política,  comercial  y  administrativa  de  osa  parte  de  Entre-Rios,  coyas  rela- 
ciones abrazaban  todo  el  alto  Uruguay,  hasta  las  provincias  de  Corrientes  y 
Misiones,  fué  fundado,  como  ya  se  dijo,  por  el  comandante  Tomás  deBocamora 
en  1783.  Por  decreto  de  10  de  setiembre  de  1814,  espedido  por  el  Director 
Posadas,  la  Villa  Concepción  fué  declarada  capital  de  lo  proSrincia,  hasta  el 
afio  1821  que  el  gobernador  Mansilla  trasladó  la  capital  á  la  ciudad  del  Para- 
ná.   En  1826,  i  moción  del  diputado  al  Congreso  provincial  del  Parianá,  don 


DB  «rafts^sios  441 

do  ii&andar  su.«dí]|raÉadDK  jp-'difttaiiéo  ia«i«ttapofiíci#iefli 

(tonyéúienies  para  solemnizar  «su  recooocimierltow: 

'  El;  comandante  Urquiza  babia.  Jaddptadc  todaa  ks 

-'  medidas recoimendada8  por  la  Jaiítaymandankioireooger 

'  'áríñasi'y  desertores   en  el  <<  Partido ,<  inipidiecidp  :tpda 

correspondenorá  entre  el'Pái^aguay  y  Montervidso/ etc.; 

^  peíro  cuando  se  le  comunicóos  dei8etíembre)y  por  la 

Jtinta',  que  ;la  Coi;nandahb¡a>dé>£fltr>e^Riqs  dependía  de 

"la  Tenencia  de  gobierno  de  Santa  Fe^  presentó  (^3  de 

~  id.)  la  tienuncia 'detempleo  ét^eexDísa  de  susdolencias^ 

contiiiiíando  empero  preQtan<9:0  semricio  «un  después 

'   éé  haber  ¿ido  aceptada  pdr  la  Junta  (el:  4  de  ootábré)  y 

•  'daftdó  tiüiiípHrtiiehtd'  <&  'órdenes  recibidas  -antprior- 
-  nienté^dfelfeinlsmá  Juma;  .     »    .;  > 

i8tO~Dr.  SOHÚ  MIOCEI^  JMAft!lffi)fti«Xy<^<>maa>49Bte, 

•  desde  el  .IS^dei'Octubi^ev'que  fué  e^on^ejcMoi  d|e  }ff  Co- 
,  /nuciQdancíaidoQ  Jfoaé  liri%uiza,i  á<sjU|isol|piia4^         ,  i 

.  (  :j  En  la  Misma  fecha  fué  oomisioai^do  .po1^  i;)/ general 

•  Bél^ana  pa,ra.disQÍpUnar  Jaa  miliicias  d<%  Ja,(ilQ.i^iQppQÍon 
I  delUmguay  .y  f  íf  fo>Y)«ír  /«  n^ala  ,§emiUadel  ^r^migo, 
Müeo^itiendo  todp  ^jiTopeo  sp^pechoso  á  di,spo§ÍQÍ9P(lel 

t'Q?tiiente,goherqadoTdíi.SaJata»Fe».  .  .    ,.,,,! 

(  r 

i8i4--eoBOrvÉEi  HiiiA^BiOM  DE  L A  QVBiít AivA,' nom- 
brado euf  (|^4»i^mandaAtor  gfnefjjil,  i)»$taagpf  to^  4^e 

•  ¡{leisueedió  el entiSqee$.  coronel  B^J.  PioQ^,  comPigober- 
nadnr  intendente  interino* 

i  JasItt'JoáS  tdtt XJt^nimiSu^  elerada  por  ktSgl»  a\ rango  4e  cfadad,  y  oliAndo 
«ll'lflil,  £qé  e}  gen^ffd  ]?^i»&i»i  eleytíd(^  *l.  gobjerno  d^.  1^ .  pr^nipctfs  la  (Jon- 
iqep<|ifiQ  .YoXi^ó  i  3ec  ^  Jf(  reapi^lj  p^r,  Ber  el  bgar  donde  paciera  el  después 
libertador  de  ^  iiraníaá  Sa'  padre,  cornaádan^b  ^el  partido  en  1804,  era  un 
Tecíno .  7  rico  propietario,  establecido  á  tres  leguas  al  norfe  de  ra  ciudad  de 
lá  Concepción,  sobre  la  niárgen'íslqiííerda'deliirrOyo  q\M  llenv  hoy  su  nom- 
^t^,  A  ^binédiác&otieÉ!del'p«»d'd«42Mttinó)ái-#CbloD»,  donde Aonlse.dtsonbre 
tU  ¡trabajo,  ;edtp?9:]a9ptnin^»4Í1y€Atre9;lo9,f^Qnto^  M  piedra  deuna  yasta 


4tí  »moaiiBOBL     . 

bernador  ítiteaiAeivteiKiterího  ipbr-al  DÍPCFcter. Posadas 

ién'/i%(!>feto.>détl8i4,j  haBtai;ei.4  di  «K^ifembre  que  fué 
'  )nomfanaÍGk!k'éLGnQnt)nel  f  J  Jí  iViarabnte^  4cnienclo  t)ar  «se- 
Isor^y  8eúrétatT¡o<ailKÍodior.Bennard(»  VfeleSy  t|iLe.  íaii^bia 
' .  sido  obmhradd  desde  ^eL 38*éé  ^setiemibirOi 

Ouaftdbieé teckienteftotonel  iasé  Melíen».oon)ÍBÍeM(^ado 
"  píMt  «ei'iDireotUr  Posadas/  (S4iAe!agi(dí$toj  ¡parra  bacerse 
'  !cáit^o  *de  la  iconHiadáneíaigenwál  4^  1^^  üoitícm^de 
finirót^ioa^  éon  ila.ói^an  daifoiürtanaUfiiCjUJitro  r^í- 
OQo^entoay •  «en  lai.Gonoak^iCÍoa.del  U^ruguayi  el  goberna- 
doi^Piop  le  informó4B  la  ía>posíbilida4  d^ ilevar  á cabo 
«afieasa»lejíifto^por  elb^d^  de.inGrubor^í^^^^A  que 
se  encontraban  los  paisanos^  isdstQfíidp^ipor  lascE^on* 
toñeras  del  general  Artigas  que  frecuentemente  ama- 

"  '  Meliañ  hizo  sos  ^iisayos,  pism;  sin  hvtéú  Resaltado. 
En  Guj^légiiálóltü^W  fufé  'Má^  'feliz;  y  én  iQualeguay, 
Nóígéyá'  y  Saj^á  4é\  FaralAá'  emcbntró  MeKau   una 

•  acálbk'áída' ' '(^ó^rcfOt^  4  todo  üiia^to  emttú aba  deliro- 
*íféy^o•¿efrtt^ill;    Al  i^gfeátírt-'atürtiguciyydtóde donde 

'  dítt  cuenta  ^1  gobíierti'ó  que  su  péfrtoaiienóik  en  Ettine- 
Rios  era  infructuosa,'  se 'étt^olrtró  ¿on  ^\  coronel  Via- 
moníe  que  iba  á  relevar  al  gobernador  Pico. 

doi^  ifi tendente  j  -  nombrado  el  4  de  tioií^eftibre  pwr»el*  Di- 
rector Posadas,  en  reemplazo  del  íoarondlíB;«Ji.tPiao» 
Derrotado  completamente  por  Artigas  el  coronel 
!  MbuíM  Borrego f-^ti']á  aceito  'de  tAveiKmgvá,  !,€ki  k 
BaitdaÜrferttál,  con  toda  la  división  íq«e  había  ¿acá* 
dó  dé  .Montevideo^  el  gober'n^dor  Viátao'nte  mandó  á! 
teriieníei  coronel  Meíiañ  pasase  iñmédiáíamente  el 
.Urug(iay>'Con  300  ^hombres,  para  .protejer  á  los  disper- 
soé,  ^o  q>ü«  éste  ^jeeutó  s^ituándose  en  Paysandíi^  aa 
don^dé  f ecfíbié  ^1  <3omandftnfte  ée  gi^áimderos  á«libai'i0 
don  José  Matías  Zapiola  con  algunos  offtbfaleÉ  y  parte 


~  igaBpsq.üe^^fO»  lasc.oron.^les  VíiiaenegroyHor^^ 


;q«e  V^rastóa^s'^^ál^  AFfby8'ldfe'íá!«^^       ^^fe^Stíde 
pááárb^n  á^ufehtjfe  AíréS;   '  ^       '  -  '  ■  -   '  '   '  '^ 

repasase  el  rio  y,  sfn  pérdida  de  motttóñW^  "ftíéfté^^n 

lio  de  unos  100  dra- 
m^uerá 
«(fabábíi.ad|^, llagar  d^iBuen9&  Airas,  saíerdr|'  á  éam- 
.  p^ñ^  ftlíBnc^eptrpjtjLe^.f^os  ^rtigulstas,  ^^  í|os  '(j'ue,^.  des- 
pués de  sostener  el  fuego  jipr,  mas  :de  ¿na  hpra,  cpn- 
siguieron  alcanzar   y  deshacer  compTélamente  eii  el 

t9If^€9BOJ!V^|U.#0«K  fSV^KBIO  HE||C^V,  C^lldltlo, 

cpoao.uíio  de  taqtp^  que  ¿omeifíabáq  las.  ¿ífeí'entes  |(e- 

,gly5V,a?  1^  pTbviiici^    •:  •  ,;  , . '  ;;  ; ,;  V;. '. 

Xrwnfante  Aruga?. de  Ipa. repetidos  ejérQuos  mkn- 
dados  ,por  el  gobierpp  de  ^enos  Aires  a  la  Banda 
Orienta]  enjipesá  4  suscu^r  34.  sisteíxia  fedelral  sui^ae-' 
jwru  en  •  Pntre-Rio$,  pcotegienao  las^,  montoneras  que 
.    encabezítbftdoii  J.  Eusepio  Hereñu.  ,  ., 

..El.gobierno  ^eíSanta  Fe-  de  que  &  lasazon  dependía 
^l^tre-HioSp,.(i^^pach|ó  al  coronel  Federico  Qolmberg 
.{barón  j^^ilitz)  con  u nájdi visión  conopuesta  de  la  com- 
^pfliñía  de  ÍBIaridénjg'ues  de  acjueíla  ciudad  ál  .íñáricio'  de 
:SM  capiian  Pedro  Paolo  MófciTlo  y  alguhá  .Iropa'nias 
,    dj^'^flpí^ps  Aire¡3^.,para  aéstVujr  a(j[ueíla^  montoneras. 
Los  eótre-riájiós  mandados  .  por  ílerieñú  y  pro^^gí- 
.    áo^  ppr .él  general  Artigas'^ . áerrotarón '  á  llolmberg 
-  completamente,  cerca  de  Va*  Villa  de  í^áráii^/ tornan- 
do prisionero  á  éste  y  batá^dolé  algunÓslomlbres,,  en- 
tré éstos  el  capi^n  .Morcillo.  .  .. 

iDesde  entói^cesj,  Hereftu  qüédü,  en. posesión  iieT*](^ít- 
rái^áj,  bajcjí,  elpróiécto^ado'' d^é  Artigas,  (iécíáráhápse 
independiente,  Tiasta  íí^icieniltré  de  i'6i^,  qué  sé  síutJlfevó 


P,  contea :  ^l .  ppotecíqri ,  .sometf ,éfldof(ft  al .  Pirefitojijio .  Su 
.  .cápmplp  fué;imiif^lo.ppr,.au9  subardinados  don  Eva- 
risto Carriego,  su  segundo,  el. poiuandant?  Gervasio 
.¡!Corr(epi:  ep.  Oua|^.iflty;  >4.9n  Gxregorio  Samaniego,  en 
n(Gualeguíii^l[iú,,pii  cuy^  proteccioa  marQhfi  d^  JÍueiios 
n.Alir0s  juna  .f;&pe4Í9Íop,  p|^  owwip  d-el  ooronel  Luciano 
„  Jloníep  de  Oca,    j     ,  ,: 

'  '^jo  el  ppoíectoradd  délos  genérale^  Artigas  y'Rami- 
^  r^z,  eí  cuál  desde  la'  derrota  del  ^  general  Marcos  Bál- 
'  cáróe  éa''él  Saucesito,  el  iS  de  ttiái-ió  de  1818,:quedó 
r  duefio' absoluto  de^Éntre-feiósl        '       •  ■        .      . 

1818— OEIVEBAL  t*BAlV€IS€0  BA.MIBEZ9  (unO  de  ios 

flue,  el  Jl  de  febrero  de  1811,  en  medio  de  las  ba- 
yonetas,  dieron  el ,  grito  de  libertáa  en  'fa  B&ftda 
Oriental  y  el  feÍntre-R¡os^'  ocupado  por  el  ejercito  es- 
pañol ,al  rxiando.de  Michelena),  SúpréTnoEntre-Riano 

',  íia$^a  elí6'daj|uIio'de:|.$21.  en  qué^  después  d¿  inan- 
terier  qn  Jaque  tódó  el^itoral,  ya  federado  don  el  gene- 

jral  Artigas,  á^qüien  concluyó  por  derrotar  ^  ahuyentar 

*  í)a'rá  siempre,  ya  con  ergob^i^n ador  Estáiiislao, López, 
..de  Sfi^ta  Fe,  (^  ya,  en  pn,  oor  álsolo,  fué  derrotado 

^    por  fu^rzas/del  gene^al'Príinélsdó  Bedoya^  jgobernador 

sústitutb  de  Córdoba,"al  mando  del  teniente  de  drágo- 

',  iiés,  santkfepíno,  José  Maldonádo.   Queriendo  salvará 

*  su*  Delfiná,  Ramírez  qu?dó  muerto  de  un  pistoletazo 
^'  en  Sari  Francisco,  á  inmediaciones  del  Rio  Sétíó^ jtiris- 

'^dicción  de,  Córdoba.  Su  cabeza  envuelta  éniih  cuero 
•decárfleró,  füéremUidá,  dér^alo,  ¿i  su  antiguó'  ami- 
go y  aliado,  en  susanárquigás  proezas  contra  Buenos 
Airés- el  general  E..  López,  quien  la  envíÓ"  al' Cabildo 
de  Santa  Fe,  cóñ  orden  dé  que.  ^e  la  hície.se  enribalsa- 
,m^r^  y  y  en  una  jaul^  de  hierrü,^  la  mandase  colocar  ea 
.  la  iglesia  matrivEtcúrá'de  ésta,  don  Gregorio  Aguiar, 
no^q^uiso  ponsentjr  ^p  tan  salvaje  de^Bacato..   El  yabil- 


n'mfstíi'^úoB  4» 


Lope¿Vg^uaiidárf4olk  ferf  ík^óááá  de  góWéíw,  'tíáét»»í¿e, 
al  regresar  éste  á  la  ciudad,  y  á  irrfffádttñ  diél'gdbér- 
nador  de  Buenos  Airea,  dvaMartin  Rodríguez,  la  man- 
dó enterraren  el  Cementerio  de  la  Merced. 

gobernador  de  aquella  provincia  doa  Nicasio  Orofio 
hiso  presente  de  ella  al  de  Entre-Rios,  don  José  M. 

conserva  eoieslü  ,pf i>váfl^ft¡  <«xn(io  uft  fya^ppíi  ij^q^ief fjo, 
pofihabei^  peiftetiecido ,  á  :U4W  I  de  spg ;  .<íUti9tf/e3  ugw- 

•reros^ji^.' .' í.  :.   ,nj  .;i  p  íj  ?•:.,,,•  '  . 'in  I;-..  •.;.  í.j: 

*    Ránri{rezn0'^rageriet^iy'su>geR6Dail8toideb6*9v¡i(ri- 
;  gen  áitd  prineipio^pOp^af^'F^ues^  Üésde.el  pnimer  ^fe 

<]aettiVó(tá|)róvidoia^' todos  eren,  apellidkdoslgenera- 
'    les.'  LÉt9  deao(6ina6iotíes'dei'gaberiiaddn<  éigen^nalten 

aquella  época;'  eran  Mnóiiimos;'ífhéii)si.cómi(D¡'4foni)R. 

López  Jordán  q'áfe'  le^  suoedi6y  ídonl^dcioi.Malnlsílla, 
'  «qoei  sucédlóXá^ésiié,  'fáieron  'tralados/ipromÍBcniaDiente 

^egénei^áíed'feoniO  sÍ4iÓnlmd^dégbbebiiado*i:::  ^nnoj 
A  eáto  seíálgrega  q^^^^túúiam'^B^ptiháiibVgtaiúiml' 

litát^de'  ca^táh  general' idepróvmdiaseya'eiitóbees,, y 

liá^tá  Ifi¿é{)dca'  'cfonstítuéioíiál'  de»paéé  da^la  Mcyáft>de 

Ilostó,^máreJ)fifra%lédelgéfterÉÜato;''  =•  i   i  n  r    ¡i» 

t^iM^««»ÉfiatiU«  <  iik€A*iÉVtt  iiMñES-  jóniíiAiir^j/ ;  $  anti- 
guo haeémdfiide  y  unó^de/  los  qUe^ieltllde  febreirolide 
18(tl(  dieron  ¡al  gDÍto  Ide  libertad^en  BQtpaTRÍQ3)>iaupK- 

'    mo  delegado  de:  s^«faeIlnA«l^Mmllt«Hnaí)e^  geaM^^ 
ftamirez,  durante*  I^  ausenoia  ¡^^iéste  j*en  su.  úitiina 
campafia,q(lre'tepiDÍnócoa  su  mudcte^; -i.ii.    •     •  -    !• 

'      "Batidb  Lbpez'í6^dkúy*^é'úmk¥Ír&^^ 

mérito 'áéh\5i'ti^úkf  y  ipdt  áÓñ'iósé'Btítíe^iO'HMmú]  se 
vio  olbHg^db  á  áb^áónfal"^  éfi  t]^ié^^>pa6and<^á  láiBkn- 


♦  •  I 

•     I  »  .  '  .  ,  ' 


"1 


<'  dárité  db  tftí  i^gfmi^nt^kte i4if!aWtorH stí&moL^%Q&i}iaaí' 

''^Yilfds^^étí  ^^citidád  del>Paírtíná,«€bb  el  qjMj  se)8ubleiv(^  el 

23  de  setiembre  contra  don  R.  López  Jordaa^  Má»u- 

.  mÍMdd  ^^áaiperso^a  el  vntbmdo*  j^(>^ití^  }^' in^  del 
'  1  ^<Jep«»taní dn to tíei iParaná ,  jj»  ^irpv^5Cír¡i(^  t idíi  Pofeerí^ios, 

-ii  con» :ipHítiribi de  general  eof®efp.iíibto^4^^  3^  flcqb^ri^a- 
íi  >d(m  projsriéoDidydeBdbo.elí  88.4A)¡9«tí4Wv!Pff^;la«^.:^íl6 

.^iaed&ci«iiibva^éírti^^lecU>(ed4)m)!{)i^d^d.K>  \  i.  . 

.  • '  ¡  I  ¡ -üh^neéaí .  Maoi^ilW  ctomOr' g#fe.  ^^  lú^r^iilp  ^^enta- 

o;ídoo4e>4áa  .ppo^ofaia»•ldeMRw^^e7ftiQ^,^yl  QoffnÍ«rnÍftf^  y 
como  gofpebnadoifdQ  la^p¡pimfi»w  JptR<¡>4iBfli*  .<?í«¥?»ía 
-iítfrtíiielnáh»hitej>tes.i¿Q  íB«^r6rí^Íq%^^^.j)i.í#s^.d,Qf^ 

V  .dimite, i (ni05O3iilaiíOft:4e.wnw^        M\hfff/k^ ^Ül  Hfthtan 
mIjqsM^  idislieUas  |dumirtfintíi¡Jíft\hftía^..prfttefit0i5«do 
del  general  Joséi.:eR(3riMi^awii4rtigft%..jí.,j(i^iÍp.  g^ 
suprema  del  general  Francisco  Ramirez. 
-t  nii;$aj^  M?§HMeM»«6e  jnatnMjeiiiii  Q^ 
'>i'd^iti<amij|»baJj[£tábde'lpi  pcóvíociaiji  vesUráisMjdé  su^go- 
*9b{0mci;  eíBdedíciembh»  de'ilSSl^  eL^ilriaier  íCQti^eso 
/I  ^Q^Títi^al  >díeiiBtitre4>Ri<DS)>.cuyb  iprÍBieRyb£|a|to6  norñ- 
i>':bt^árId'gobera£tdoR{pr<ftpietmiíe  pDn  dosiañoa^neci blin- 
dóse solemnemente! fdal  :Garga  :tíkl9.  d^l;q)iainQ  lo^s. 
- r:  tftiííW^X  WMJfii W^  li^j^mpift^  9ftft?l^llUQÍx^  dp  Ift pí^a^incia 


DB'  wnwm  líos  411 

'  U(m  qtie  c^ttiaoioiiÜ^iaBdlisácbípAK  «jOBSjgailnitfa*!-}»^}- 
'  <  innraá^^c^súlev^t^ctanp  iobignáa  «fepaotiddds-eáildi- 
-  'lUáfaurtiofalaras..  Dec^6<jpii&  el  aeUoldakt'pitoíwncia 
.  > : iscda  OB  esoudoi  ovalado  y  ftdtáadd'OMoL'on'  oórém  ^or 
.  -ol'eaBtajydlos^ámósde  láiure^i^  deotnoo  Ei.i&^<»di- 
:-i  'váUdothoritoatálmco4e^9dc>isi«iiariéleé>irM^o)ar6$  '<ton 
t  4k)3  manos  «itvelasadas.  •  Bñ  el  {^apenor^cde!  mmor 
'  «fifenlñQn^'conaiiia'eiBtraHa.-dGiptáta'  en  campó  ^rana, 
j..  «oo  «bta  in^^n^ídiiidistribbida>t)nifi^ok>i)ad8BMÍn^ 
-'  la]>árte4éi  «r^ñba^ilftoiBÍNoiAi  ^  >BNTii!B»Ri8É»«t^  el 
.'  infenor/da  toayor  cstoiíaiojuiecuq  uit:  sol  de  Qfoíén;«ain- 

itfíUférdfi.'.  i  P(Hf  «afi^Hia  dle  él,' eftailDsiQíiipcidnslilisiri- 

buida  del  mismo  modo— Union,  Libbrtaqw  SüAkza. 

..    ,t.?<^l«yi(í^  K  A,«(W|1i>ifi^  ^ejrfrl<QflR8ÍiUjBríftt9ifecha 

-  ..^*í  jtfnift 4e  i?A^..«í  p^lft.dfiil^i^^^Pap^qá, 

;  :<H^Piitft}.  de  1^  •í?|K)v¡í^,  qví^flí 9  s^  .ai<Hi«íi<?q<>|  1*  pri^^ra 
. !  ^<W«»?í«CM>n^.;4;,,W?.  W  ^c*,.Tpf^|^n(^^i/l^^l^,.«do 

tra  Sefiora  del  Rosario,  .<íi;Q?^|?d<)  |w:^,pft^^^l^q  ,q^^.se 
,  ,b.^b;A  I  d,^  c,^^^ef  d*.  UA  ffí,9^p,  ^ídifla^ig,.  HR  Regidor 

,,  pobres:^'  Otr9  ??  WíJíjores  y  ^r^*^lí?P  jp^^^on^í^i^  la 
villa  íl),  ~  •  / 

. .    •í)^^,:^^??^  f l,||^\xftvn^Qr,;Wa9SÍHa„?ft{a^^ft^t/^,p<^  el 

-i  9ÍÍÍ«^'íi^.íPí?ífrrer.  1.9, pxayAíicij^ ;f-_q^^^emi^ 9^, el 

-  m^^  AWPz^«o^9ri^%4fi.^ft'*Íft'F?.».<*P.toíí4P(el 

. ..  p^sppg£f,di9;}ír\a,ií>jí4v.>ff^i  r^flexipp  Sppi?^;l93  W>ti?(os 
,y  fi«i^fV»^n|tosi  .9i]i(lJUjQ^,^¿?tril?^l]|%  lft,e^aipc/op,  ^q  Jos 

-  '  '  .       •  i  •  '         *  ■  - :         .     .   i ,  '•    ■  •  I  •  • , '  •  >  ¡  • .  J  t "  •  •  7  ( •■  (    /         .     ! > '  •  I  i . ; 


M8  itBinmfiíA  i 

•  idflf  zmosgéMto  tapibiaa  sohre  el  modo  pooo  /^xacte;  éotno 
-    sp  ioobrabaq, ^el  gobernador iMto^Ula  mo* trtepid^  en  ca- 

Uñewtilouxuyy  lo  otro  deinjusticíayi.y  de-  injusticia  que 
récala.sobraJa  clase  útil  y  noble  del.  Estado^  cuallo les 
la  de:  hacendados  ^  labiiadoréH; '  En  su ,  ooiisecueucia, 
el20de  enero,  de  i828/deoIaró  abolido»  Ibs  dieamoé^en 

.  la  f  roViacia  >de  Entne**Rios;  y  páranlos,  que t quisieran 
;  desplegar  siu  celo  religioso  de&tinando»  al  culto  ma 

MiObilaciontde>cualqüiéi|  género^ '  el  gobierno  pombró  una 

' .  coauBÍolft/  iOóiDjHiesta  i  idd[<  i  cooiáadánté  j  j  ue^  de :  cada 
diei^rtaialeato;  exicargada  da  adíAitir  áqueliás  obtaoio- 
aesi destinando  su^  producto  única  y  esolusivamente  á 

.  ia£&brjGa  fdel  templo  r  de  lá  respectiva'  Villa,'  ó*  curato 
cabedera;!/  .       ./  ..  ■    '  ; 

El  18dé  máfó¿¡»de  1823  sofreí tó^  y  obtuvo  pertniso 
'  del  congreso  cntreriaho^ítrá  áusetóárSe  de?  lá  provin- 
cia por  pocos  días,  á  fin  dé  traíaír 'feóñ  el  gobietno'de 
Buenos  Aires  asiiiitos  dé  itñpbrliandia^ '  r^lalWos  ála 
próviricia  oriental,'  TiombránilcJsé'^dtítlah'le  sa  kuséntia 

•  ályá  tíítadoéorbner Sofías.   '  .   ¡i      .  .'       i 

' ;•    ünk.vez^^ue  hübo;lfén'á^d'¿  'ei'bb^^^^^^ 
Büérios  Aires,  el  generar  Máhiiífaáé^ó' efe  e^ta'ciuáad 
él  5fié  aVril!  dé  ^l¿23¿on' destinóla' su  provincia,  W 
tierra.    A  los  cuatro  dias,  es  /l^cir,  el  8,  régifesó  re- 

'  péhtííiütlieilfó,  ■  cü^a '  n'óvedad'  jjiüáo  en '  éspectkcion 
unáparte  del  pueblo.  El  niotiSro  d8  feu  ^rfegifés-o  á  Biie- 
Tíds'Airéá  'ftife'éstef'él  gobei^hadoi^'íáostitátó'de  Sfin- 
ik  Fe,* dóri*  Juan' Luis  Órrego,'' estaba* en' tíeístíciierdo 
con  él4é  Érttre-Rios;  febbVéla  premiación 'jafef  aüsi- 
lio  pedido  por  16¿  inoíttevldéanos.  Llegó' a  tal  estre- 
mo la  desinteligencíd  ertt^é  Mánsílfa  y  Orrégó^  tjue 
éste  feoíidibíó  lá  necesidad  de  k}uéáe'hici'esé' una ^ devo- 
lución en  Entre-Rlóá,  •pára'^  derribar*  á*  aq^nel:  de -su 
puesto.  Aprovechándose  de  su  ausencia,  mientras  se 
l^aU'abá  en  Buenos  Aires,  se  djíe'ron  ios  piji meros  pasos 
de  un .  tra^tofnp .  político.    Él  doc^qr .-  Segi^(,  míni^frQ 


DB'ltim»  BIOS  <i49 

é 

-  seérétario  del  gobierno  dd  Santa  Fe,  escril^id'ál'gober- 

-  nador  Solas,  sustituto  de  Mansilla,  habiéndole  presen- 
te que  se  deseaba  tener  una  entrevista  cbit' él.  Solas 
contestó  entérminos  ^ue  hizo  concebir  á[  Segtit  náhíiber 
rieágo  alguno'  en  la  entrevista.  En  sucdhsecuenbia, 
pasaron  el  Patena  don  JtraníVázqfuez'  Feijóo^ 'Spcretario 

'    deíacomlsioh  de- Montevideo,  ^  lin  tal  Baliejafe^ .  los 
mismos  que  fueroiy  afiresados  ipor  el  sustituto  ide  Man- 
silla.    Este  regresaba  á  su  piiovmcia,  cuandd  en  las 
~    inmediaciones  de  San  Ntoolá^  de*  Ibsi  Anrosfos :  tuvo 
^    caHa  de  la  Bajada  en  que  se  íe  avisaba  de  k)  ocurrido 
'    ydequo  cruzaban  tres  lanchonesy  con'  él  objeto 'de 
apoderarse  de  su  persona.    Con  este  avisoíyi  JOtiro  mas 
que  recibiera,  regresó  áBuenos  Aiires,  haciendcelmis* 

•  media  8  sii  viageporagua á  Entre  Rios/   ••   ?- 

Notando  desafección  en  algunos  díscolos  yí  retró- 
grados díe  la  provincia  para  con  su  persona-^'  pov  la 
crrcuhfetancia  de  no.  ser  oriundo  de  Entre  Ríos>  Man- 
silla presentó,  el  26  de  abril '  de  1823,  su  dimísíoh  del 
cargo,  que  no  le  fué  admitida,  reconociendo  a^i  los 
servicios  que  á  la  provincia  había  prestado. 

En  el  gobierno  de  Mansilla  $e  prohibió! el-  tranco 
de  esclavos  (11  de^marzo  de  4822;)  se  reglaibentó  la 

'libertad  de  imprenta  (8  de  marzo;)  se  declaró  el  pabe- 
llón que  debía  usarse  en  la  provincia,  siendo  et  nacicoal 
Qon  los  colores  azul  y  blanco,  y  designó  el  sello  prbvin- 

•cial  (12  de  maráio.)  Fu¿  Manfeilte  dondécorardó  con 
una  medalla  de  premio  acordada(  por  el  'Congreso  de 
Entre^Ríos  en  la  mañana  del- 16  de  Jutti<^(1822,)  í  dia 
en  que  tuvo  lugar  la  jura  del  Estatuto  Provisoria Coiis- 

•  tituéíonal  y  entrega  de  la  referida  medalla  át'goberna- 
.'  dor.    ■  •■■•.•',    •-  í-    -  .     ... 

El  general  Mansilla  terininó  el  pértodó "dé  su  feliz 
gobierno  el  10 dé  febrero áe  1824,  y,  aunque  fué''réelecto 
j^l  siguiente  die,  renunqió  el  car^,  para  ng,  ^ejgir  QÍ 
•fiiaesto  preqedente^que.  por '  desgracia  no  sp¡^p¿óve- 


4fiO  mmsMu.  > 

ohó'^déqü^  un  gobaroftntd  stq  perpetui^&e  ea  ei  man* 
do^Qomo  sticedió.GOn  todos  loB  posteriores  gqherna- 
I  dores  de  ía  santa  causa  de  la  federación:  Lopez^  el 
de  Santa  Fe  y  el  de  Córdoba,  Echagüe^  Urquis^,  Gu- 
tierrezy  Benavides,  Aldao>  ^ucero^  Saravia,  Iturbe, 
etc.,  que  sólo  deja>roii  de  serlo  too  su  muerte  ó  d^rro- 
cados^n  el  estrépito  de  las  armas.  Admitida  que  le 
fué  sil  dimisión  indeclinable^  le  sucedió  legaimente^  el 
12,  el  coronel  Juan  León  Solas. 

El  general  MansiUa  tu^'o  por  secretarios  de  su  go- 
bierno al  doctor  P.  J.  Agr^io^  prifciero^  al  general 
Nicoiás  de  Yedia  en  seguida  y  á  don  Domingo  de  Oro 
algún  tiempo. . 

<  Cuatro  dias  desipáes,  el  Coilgreso  eotreiriano  declaró 
al  general  Mansilla  benemérito  en  grado  heróioo,  ax^or- 
dándole  6,000  pesos  y  una  suerte  de  estancia  en  premio 
de  sus  buenos  servicios;  y  el  2í  de  febrero  (1824)  el  ge- 
n&ts^  fué  nombrado  en  comisión  para  negocíai*  un  em- 
préstito en  Buenos  Aires,  por  considerársele  ei  mas 
apto  por  sus  luces'^  su  espedicioia  en  los  negocios  mas 
graves,  que  laesperiencia.de  dos  afios  de  administra- 
ción le  hicieron  adquirir;  por  su  celo,  su  desinterés  y 
sus  relaciones,  con  la  propensión  de  beneficiar  la  pro- 
vincia de  su  adopción  y  el  mas  digno  de  ser  preferido 
á  otro  alguno. 

En  octubre  del  mismo  año  fueron  nombrados  dipu- 
tados al  Congreso  general  constituyente  el  espresado 
general  Mansilla  y  el  teniente  coronel  Evaristo  Car- 
riego, comandante  general  del  departamento  del  Uru- 
guay, 

Fínalmente,^  el  general  Mansilla,  que  había  sido 
además  uno  de  los  guerreros  de  la  independencia, 
falleció  en  la  ciudad  de  su  nacimiento— Buenos«-Air es 
—-de  la  fiebre  axñarilla,.  el  11  de  abril  de  1871. 


tstt— coBOMUí^  jr^tiv  lifiAUí  soiiAS,  sustituto,  du- 
ránt'é  la  ausencia  del  propietario  Mansilla  en  recorrerla 


pirOvnicM^  6Qt0||4er.  personalmente  endila^^nlef^ieirre- 
*  glo^  dé  etlaii  ^n  el  sentidQ  da  la  Teforma^  iniciacjc^  el  23 
de  setiembre  de  1821,  fdcha  de  su  feliz  proo^uacia*- 
Xníento« 

Habiendo  Mansilla  solicitado  y  obtenido  permiso  pa- 
->  ra  pasar  á  Buenos  Aires,  con  el  objeto  de  tratar .  con 
e]  gobieiFno  general  asuntos  relativos  al  estado  de  los 
negocios  con  el  barón  de  la  Laguna,  general  Federico 
Lecor,  y  sobre  un  empréstito  de  18,000  pesos,  quedas 
encargado  interinamente  del  gobierno  Solas,  desde 
el  15  de  marzo  hasta  mediados  de  abril  de  1823.  Y  por 
último  ei  12  de  febrero  de  ^824  sucedió  en  propiedad  al 
genera)  Mansilla.  quien  habia  reasumido,  sin  querer 
éste  permanecer  un  solo  dia  mas  en  el  gobierno  aunque 
. .  fué.reelect9;  baste  el  21  de  noviembre  (1824)  que  soli- 
citó y  obtuvo  permiso  el  gobernador  Solas  para  au- 
sentarse, con  destino  á  San  Kicolás  de  los  Arroyos,  á 
ñn  de  celebrar  una  conferencia  con  lo^  diputados  al 
Congreso  Nacional,  antes.de  la  instalación  de  éste, 
delegando  el  mando  en  el  coronel  P.  Barrenechea. 

El  gobernador  Solas  eligió  para  su  secretario  de  go- 
bierno en  los  tres  departamentos,  al  sargento  ínayor 
Domingo  de  Oro,  y  en  su  administración  se  prohibió 
para  siempre,  en  Entre-Ríos,  elestablecimieníode  con- 
ventos ó  cases  monásticas  de  cualquier  género  que  fue- 
ran (17.de  enero  de  1885).  Oro  presentó  y  le  fué  acep* 
tada  la  renuncia  de  su  cargo  el  27  de  mayo  del  mismo 
aQo  reemplazándole  el  oficial  1°  don  Manuel  de  Bied- 
ma« 

de  Solas,  durante  la  ausencia  de  éste  á  San  Nicolás 
de  los  Arroyos,  desde  el  21  de  noviembre,  hasta  ef  6 
de  diciembre.     . 

A#tá^ceiiéi]M!lír  tiEMIiv  noMiJMf  pQopietatio^  desdi»  el 
6  de  dieienábrede  Id^ii-^^e^despuee  de  sia regresa  de 


452  .    ptoníicnL 

Sáií  Nicolás  d'é  l(te  Am^oyos,  réa^irmió  é\  mátido,'  hasta 
'  -^er  15  de  dícifenribré  déi  áí^uiehte*  aho -que  fué' electo  el- 
'  g'érrei^aMLbpez  Jordah.^  •'   '  ••-    •   '  •   '     -  '  '■  - 

Anulada  la  elección  de  éste,  fué  reelecto ^1*21  del 
'  '■  Áiísmtt '  itiéy, '  'despufei '  dé'  hábfe?  ^iáó  ^ho^ilteádó  por 
^''  iin'^  füeVzá'aTmadéi^  que  se -héiWa'Siftu&abííett»  ei-  Arro- 
'  yó'de'Ia  Chrnk'[Co1lcrépcíion  'dfeHJfUguay]  y  qú&  la  en- 
\  cabezábá  don '  Mátéo  Qarcfá  ¿úñiga,'  él  riiismo  JOfcfian 
;  y  Gontf'eras.  ■       ^  '  ■ 


I  '  I 


3Í 9«ii-fe£i^c:BAl^  BICÁBBO,  kiOfe^CSE  Mltf BAkí,    elec- 
to el  tó' de"  diciémby*e  de  1825;  y 'anulada- ¿u'eléccion 
en  atencidh'áTas'cirfeunétáncias  qué  laTmtóíaníncon- 
'    .  veniente.  .  ..... 

. ,' ,    Estd  protestó^' !él  20  de  febrero^  1[l8¿6)  áTegándo  por 
..  razón  el  haber^  el  ¿pronel  Solas,.. coinetido  actos  vío- 
;^.  le;ií9S  j^tMmuItuarios/en'el  Paraná',  cápíts^r  dé  Ja  pro- 
,..yincia,  .flesde  el   l5: Hasta  él  Í8  de  diciembre,   para 
hacqrse  reeleglp  gpbernádor  pór'lá'fuerza.  'En  cónse- 
^^  cuQnci^a  de  ,este  nombramiento  que  anulaba  sii  elección, 
.    Lo.pez  .Jordán  se  puso  en '  armas  aescónociéndo    su 
•    autoridad,  hasta  que  borla  intervención  (príMera) 
nacional,  encoóxendada  al  coronel  Manuel  dé  Escalada, 
se  acordó  el  restableciñniíento  de.  Solá^,  cbh  la  condi- 
ción'dpqiie,  reconocida  su  autoridad^  habla  de^renun- 
ciar  e)  mandó,  como  jo  efectuó  eí  3;  de  *  abril  (1.826,) 
r  .depositándolc|en'elCop'gres^odélá.prbviilbiar  ^Retiñido 
*  éste  eí  día  4,  procedió  á'fa  elecciorf  aé  gobernador  pro- 
visorio, recayendo  ésta  en  el  comandante  del  departa- 


»      ; 


desde  el  4  de  abril  de  1826,  que,  por  renuncia  del  Coro- 
nel Solas,  fué   nombrado  proviscJl-io, 'hásia  el'Si' de 
I  .eáorO'de  1827^  .qu!e,,«kr§ttfc)iez,  »ríaíeQíá[**.ríW^*iiiSÍ^Ja 
i/Cualmfu6.adeptadfV8lnpelí2^7(,.qcieÍAPmtera.rfí.  ^jPlyió, 


'  •aUdoct(W'rFrfaaoi^q9|.piom^¡o.j4)y^?z, .,,  ,  v;  ..|,  ^j  ,  ,^ 

Continuó  empero  egerpiendp..^)  jnw^o  gHt(ernf^^|vo 
;  hast^.^K^íd^mariíO,  quel^^^uGj^^iói.eí  corpne^  Iijiateo 
■•.  Glar^íí,:Z6p¡gaM."  ;■  v^  .'...,..  .  ;'  .  .   ;| 

jAI'  éocoriel  Zafmta.Cíabe.  lagíorift  de  hfibQninÍGÍftdo 

una  reunión. 'ée;  gdbéirn adobes;  dé.  CJovrientQSj  Da(ida 

Ofipntui,  MísioEres  y  &l  á^Ktúre, R¡oá>.eQ'6l.Afrqyp  ,de 
'•  Ia  Cfciwav'á'finéaídja  bctubre  de  1826j  con  el  objeto  de 

Confferéncíaf  sobrelapemisáonidé  t4rQpas  de  cdbaileitío, 
<^  pará'^rrgro^arel  ejéfoito  nftolonal  y  para  allanar ^gu« 
'    nas^dFñcoltade9  qué  sé' presentaban ,  habiendo  obieimdo 

el  mejóf  resaltado,  para  el  büeá  éxito  de  la  guerrfe» 
Durante  una  corta  ausencia  de  algunos  diast^anw^ro 

d^  1827,  quedó  de  gobernador  delegado  el  coronel  R. 
'   López  foMr^.^^  -  ■•  '-<^  '  v^"  ..  -.-r^í:  >-r:^i 

Al  cómuniQar  él  Cpngi'eso  DboV'íii^íál  'ál'¿bbferna*dor 
Zápátp  haber  sido  electo  García  Zúñiga,''/quién^' debía 
tomar  posesión  del  mando  el  1°  de  'iriarzo.  se  Té'  5me- 
naba,  con  fecha  87  de  febrero,,  ^dqpositase  él  oaston  en 
manos  de  su  presidente  don  Jpsé,  Miguel  llomérQ  y  se 
desprendiese  d¿  lá  autoridad  que  se  le  habla  confiado 
y  que  con  dignidad  y  delicadeza  había  deVeríipe'ñado. 
Zapata  contestó  qué,  desde  el  recíbírníéritio  dé  su  jgo- 
bierno,  se  le  hiid  entender  .óue 'él  fca^fó>iqü^'\js0  su 
antecesor  no  pertenecía  al 'gobierno  dé  la  ptóviticia, 
.smo,á  un  sujeto  particular.,  En  vista. d^^  ésto,  y  Riendo 
déíbi^z^o^á  necesidad  que  él  gobernador  salíéiíte  se 
presentase  en  la  sala  de  sesiones  con  el'  bastón  qu^  la 
RpppQS.eptaqion. había. puesto  en  $us^  manos,* 'corrió  el 
*  §.írp¿oló.  de-  la.^uXQrídad  que  ejercía  y,  qué  áébíá  pasar 
alél^cto  eui  el.  acto  de  recibirse  del  pando,  ke  pi'evjno 
/Á, Zsíve^tfL  sal^í^itasé  (Jel  poder  dpndp  se  hallaba  el  espre- 
'sadp  bo^sipn^  \)á\o  la  promesa  de  qiue. en'  c4sq  df  perte- 

,/netí?fiv..A  ,^^.1'R^^^^         'l?^í'feíW,  s^ríá;^ioqad^^ 
valor  por  el  Erario  publico.  , 


46i  ^aótikttlA 

kséV-fiEKíBliAli' IIICABB4I  £*É^lS^MfeliAW,  dele- 
gado de  Zapata,  durante  una  óortá  ausencia  de  éste  en 
los  primeros  dias  d¿  enero.  ^ 

Él  Congreso  de  Entre-Ríos  habta  dictado  una  ley,  el 
19  de  diciembre  de  1836  autorizando  la  circulación  de  la 

*  moneda  papel  del  Banco  nacioifiat,  y  el  gobernador 
delegado  López  Jordán  llamó  la  atención  de  aquel 
cuerpo  sobre  el  descontento  y  a.Ianna  geúqral  que  se 
había  observado  en  el  vecindario,  al  extremo  de  hacer 

'  temer  una  insurrección  sino  se  suspendía  el  cumpli- 
miento de  aquella  ley  hasta  mejor  oportunidad.  En 
su  conséxsuancia^el  congreso  de  la  provincia  la  derogó 
el  13  de  enero  prohibiendo  la  circulación  del  referido 
papel  moneda. 

1899— coBOivEii  MATEO  GABCiA  ziJíVi(}A^,  desde  el 

.  fS  de  marzo.,  eíi  que  tomó  posesión  del  mando  guber- 
nativo en  propiedad,  hasta  el  2  de  agosto,  que,  ausen- 
tándose á  la  Qiudad  del  Uruguay, .  delegó  en  el  general 
tiopez  Jordán.   Tuvo  por  secretario  de  gobierno  al  te- 

,    niente  coronelJosé  M^.  Echeandia. 

Los  alborotos  del  Paraná  terminaron  momentánea- 
mente, luego  que  tomó  posesión  del  gobierno  don 
Mateo  Garc¡a„  quien  puso  arrestados  al  coronel  Solas  y 

,  al  comandante  Barrenechea,  porque  se  consideraban 
:los  autores  de  los  movimientos. 

También  mandó  poner  una- barra  de  grillos  á  un 
ex-frailadp  Palacios  por  los  mismos  motivos  y  porque 
atacaba  CQn  anónimos  al  gobernador  de  Santa-Fe, 
López. 
García  gozaba  de  la  opinión  general  de  la  provincia. 
Este  promulgó  (4  de  marxode  1827)  una  ley  por  la  cual 
la  provincia  de  Entre-Rios  no  aceptaba  la  constitución 
sancionada  por  el  Congreso  nacional  el  ¡84  de  diciem- 
bre de  1826^  y  declaraba  suspensos  los  poderes  de  sus 
diputados  en  Congreso,  luego  que  se  les  comunicara 
e3ta  resolución. 


Sin  embargo,  la  Legislatura  declaraba  hallarle  dis- 
puesta á  sostener  á  todo  trance  la  guerra  con  el.  jenape- 
rador  del  Brasil,  ofreciendo  á  las  demás  de  la  Ri^púbiica 
áu  amistad  y  activa  cooperación  en  íavor  de  su  inde- 
pendencia y  común  libertad. 

Durante  la  ausencia  de  García' Zúñiga  en  el  interior 
de  la  provincia,  desde  el  14  hasta  ^1  30  de  junio  (1827), 
quedó  de  delegado  el  coronel  R.  López  Jordán  y  en  el 
despacho  el  mismo  secretario  Écheándia;  y  segunda 
'  vez,  desde  el  2  hasta  el  20  de  agosto,  que  tuvo  que 
partir  parala  ciudad  del  Uruguay  en  servicio  público. 

jatV—eEMKBAli    BICABDO  liOPEZ  JOBDAIV,  dele- 

'^  gado  de  García  Zúñiga,  la  primera  vez  clel  14  al  30  dfe 
junio,  y  la  segunda  del  2  al  20  de  agosto,  que  duró  la 
ausencia  de  éste  en  la  ciudad  del  Uruguay^  en  servicio 
público. 

tstv—coBOivEii  MATEO  OABCiA,  propíetaHo,  desde 
el  20  de  agosto,  que  reasumió  el  mando  gubernativo^ 
hasta  el  15  de  setiembre  que  estalló  un  movimiento 
revolucionario,  encabezado  por  el  capitán  Tomás  Cóse- 
res  (cuya  cabeza  fué  puesta  á  talla  y  ejecutado  después,) 
contra  el  gobernador  García,  el  cual  quedó  sufocado; 
pero  el  27  estalló  otro,  acaudillado  por  el  coronel  Blas 

'  Martínez,  que  obligó  á  García  &  dejar  el  mando,  te* 
niendq  que  ceder  á  la  fuerza,  y  embarcándose  para 
Santa-Fe  el  1 1  de  octubre» 

istv^cOBomsii  i^iCKiVTE  ZAPATA,  elegido  prQvi- 
seriamente  por  la  Legislatura,  el  27  de  setiembre,  en 
consecuenciade  la  revolución  encabezada  por  el  coro- 
nel Blas  Martínez. 

.  El  general  Fructuoso  Rivera,  que  se  hallaba  en  San- 
ta-Fe, invitado  por  el  gobernador  É.  López,  se  embar- 
có á  las  doc^de  ia  noche  del  propio  día  27  de  satíembr»^ 
en  que  estáiló  aquel  movkxií'eato^  y  obtuvo  concüiacion 


456  VMmsiíik. 

de  los  ánimos  y  obediencia  al  nuevo  gobernador  Za- 
pata. '  '        . 

Eistóíejerció  el  mando  tgubernativo  hasta  el  16  (Je  di- 
ciembre de  1827,  que  lo  entregó  en  manos  del  presi- 
dente de  la  Legislatura^  hiendo  en  seguida  depositado 
en  manos  del  coronel  León  Solas. 

Al  gobernador  Zapata,  cupo  el  haber  raüfipado  (15 
de  octubre)' un  tratado  de  perpetua  alianza  ofensiva  y 
defensiva^  celebrado  éntrela  provincia  de  Corrientes, 
representada  por  el  oficial  mayor  de  su  secretaría  don 
Juan  Mateo  Arrióla^  y  la  de  Entre-Rios,  por  su  minis- 
tro secretario  don  José  María  Echeandía. 

..     -'  :•  '  •  .    • 

't9«gí-*t€fD|BilliV£i^  «íEO»  jiOii^ii,    electo .  en  propiedad 

por  dos.  anos  el  16  de  diciembre;  suspendido  en  24  de 
juino  del  año  siguiente,  y  sustituido  interinamente  por 
el  coronel  Zapata. 

Acompañóle  como  ministro  secretario  don  Celedo- 
nio J:  d^l^Castillo. 

El  á4  de  junio  de  1828  se  declaró  .una  conspiración 
contra  el  gobierno,  encabezada  por  el  comandante  del 
Parque  Juan  de  Santa  María— el  mismo  que  había 
foimado  otras  análogas  en  Tucuman — y  sostenida  por 
elcomandante  del  2*^  departamento  capitán  Tomás  Có- 
seres,  quienes  se  apoderaron  de  la  persona  del  gober- 
nador Solas,  encarcelándolo  y  desobedeciendo  todas 
'las  autoridades. 

La  perturbación  del  orden  hizo  que  las  familias  y 
el  comercio  huyeran  de  la  ciudad  de  Nogoyá,  donde 
estaba  acaíñpado  el  coronel  Solas  con  un  ejercito  de 
nias  de  1500  hombres. 

Er  gobernador  Solas  fué  acusado  de  intruso  en  el 
ejercicio  de  la  autoridad  y  de  malversación  de  los  fon- 
dos del  Estado.        ♦ 

comandante.  ;de  la  fortaleza  de  la  capital,  dict^ador  re- 


DB  BnnM  laos  467 

volodoínário/désde  el  24  de  juoio^rquQse  (fiubleyó  eoin* 
tra  la  autoFídád.deKgoberaador  Solas^á  qu^er)  pu3o 
en  ari*e9to,  asi  cómo  al  teniente  coronel  Blas|. Martínez 
y  cuatro  oficíales  mas.  Ei  misn^o  dia  oomunic((^  ó  la 
Comisión  Peímeinente  del  Congre^p>,ppQvinxj¡al. haber 
encargado  del  roando  de  la  fuerza  al.  coronel  P^.  Bar- 
renechea,  rBservánd,ose  Santa  María  lo  político  hasta 
la  r€6olu<sion  legislativa.  c, 

Este  último  en  unión  con  el  teniente,  poronel  Tomás 
Cóseres  y  c^pitan^s  José  María  del  Castillo  é  Ildefonso 
Burgos  acusaban  al  gobernador  Sola^.  de  intruso,  pi- 
diendo  se  declarase  nulo  su  nombramiento  por  ilegal; 
y  el,congreso  en¡  mérito  dcrtal  acusación,  apqrdó  haber 
lugar  á  la  formación  de  pausa  que  p^clarecjese  1^  con- 
ducta del  gobernador  Solas^  nombrando  interinamente 
al  coronel  V.  Zapata. . 

Í8t8— CORÓ.YEL     PEBBO    BíIlBREÍVECH^SA,  gQber- 

:  nador  militar  del  Paraná,  puesto  por  el  comandante 
Juan  Sania  María,  á  consecuencia  de  una  revolución 
que  éste  hiciera  el  14  de  junio,  procediendo  en  Se- 
guida á  lá  prisión  del  gobernador  Solas,  hasta  e|  29 
dejunio,  en  que,  nombrado  interingei  coronel  V.  Za- 
pata, tomó  posesión  del  cargo,  cesando  aquél  en  con- 
secuencia. 

tst8— cOBOmsii  vice^vTE  záLPA^Tit;,  nombrado  pro- 
visorio, entrando  ert  ejercicio, .  desde  el.  29  de  junio, 
mientras  durase  la  causa  del  propietamo;Solas,<  que 
fué  preso,  como  también  los  coroqele»  Pedro  Barre- 
nechea,  Blas  Martínez  y  varios  otros*  •  : 

El  gobernador  Zapata. se(  recibió  del  mando  proviso- 
rio de  la  provincia,  en  virtud  de  elección  dehcongreso 
entreriano,  mas  estaba  inerme  y  solo. era  gobernador 
nominal.  Don  Juan  Santa  María  mandaba  con  las 
mismas  armas  con  qud  había  derribado  ¿  Solas;  co- 
metiil  tropelías  y  escesos  de>  todo  género;  tiranizaba 


45d  notnroxA 

hdsla  al  mismo  gobefhadoi^y  le  dirigía  órdenes  por 
'  escrito,  para  que  ejecutase  sus  caprichos. 

AI  ñn  se  vio  Zapata  en  la  necesidad  de  redimir  la 
autoridad  que  se  le  había  confiado.    Bajo  de  un  pretes-   • 
to^  salió  á  la  campaña,  acompañado  de  Barrenechea, 
con  el  objeto  de  escitarlo  á  su  favor. 

Entre  tanto,  en  la  noche  del  20  de  junio  de  1828,  fué 
sorprendido  el  comandante  Santa  María  y  encadenado. 
En  el  mismo  acto  Solas,  que  permanecía  rigurosamen- 
te preso,  fué  puesto  en  libertad  y  proclamado  goberna- 
dor por  una  parte  de  la  tropa,  que  acababa  de  ejecutar 
el  movimiento.  i 

En  la  mañana  siguiente,  21  de  junio,  se  reunió  el 
congreso  provincial,  intimó  á  Solas  que  cesase  en  el 
ejercicio  de  la  autoridad  y  se  mantuviese  arrestado  en 
su  casa:  asi  lo  cumplió  quedando  el  presidente  del 
congreso  entreriano  don  José  Miguel  Romero,  á  la 
.cabeza  de  la  autoridad  en  la  ciudad. 

El  comandante  Tomás  Cóseres,  que  había  concurrido 
á  dirigir  al  congreso  la  representación  en  que  se  pedía 
.  el  enjuiciamiento  del  general  Solas^  y  que  algunos  días 
después  saliera  á  la  campaña,  según  queda  dicho,  en- 
tró en  la  ciudad  con  su  gente. 

El  23  de  junio  por  la  mañana  entró  igualmente  el 
coronel  Zapata,  se  hizo  cargo  del  gobierno  y  dobló  las 
'  pnsiot\es  á  Santa  María.     Solas  fugó  entonces  á  No- 
'    goyá,  en  donde  había  quedado  Barrenechea,.  y  dirigió 
una  carta  amistosa  á  Zapata,  protestándole  que  solo  el 
temor  le  había  separado  de  la  ciudad,  pero  que  espera- 
ría en  aquel  punto  las  resultas  del  juicio  decretado  por 
el  congreso.    Al  mismo  tiempo,  varios  vecinos  de  No- 
goyá  dirigieron   á    este   cuerpo  una  representación 
'   garantiendo  la  persona  del  coronel  Solas,  y  solicitando 
seles  permitiese  permanecer  entre  ellos.' 

En  la  tarde  del  24  de  junio,  el  comandante  Cóseres 
S6a>campó  cerca  de  la  ciudad,  y  desde  su  campamento 


DBXV9MIMI08  4fi9i 

solíeitó  tambiextdel  eoogtleso  6d  sobreseyese  en  la 
oausadeSdlas. 

Ocupábase  do  ésto  la  Sala  y  anunciábase  ^  laciu^ 
dad^  por  bando,  que  el  orden  se  hallaba  <u>nso]id)adOj 
cuando  eatró  la  división  de  Cóseres^  y  puso  eo  prisión 
al  gobernador  Zapata* 

£1  congreso,  desde  luego^  decretó  el  sobreseimiento 
énla  eauÉa  de  Solas,  y  su  reposi^áoa  en  todos  sus 
derechos. 

En  ei  Paraná  gobernaba  prQvisoríameate  el  coronel 
'Pedro  fiarreneclíea,  puesto  por  Santa  M^ría^ 

£1  gobierno  de  Zapata,  desdie.  el24dejunip  hasta 
Igual  idia  de  julio,  fué  considerado  ■  instruso .  por  su 
sucesor  el  propietario  Solas. 

Tuyo  por  secretario  de  gobierno,  hacienda  y  guerra » 
al  señor  don  Manuel  Leiva,  y  habiendo  tenido  urgente 
nepesidad  de  salir  de  la  ciudad  en  comisión  de  Zapata 
ocupó  el  cargo  interinamente  don  Casiano  Calderón, 
durante  la  ausencia  de  aquél.  ^ 

Elmismodia  (24de  julio)  en  que  el  congreso  de  la 
provincia  declaró  nula  la  acusación  hecha  contra  don 
Juan  León  Solas,  el  comandante  Tomás  Coseros  diri- 
gió un  movimiento  revolucionario  contra  Zapata^  á 
quien  puso  en  arresto,  comunicando  este  acto  en  se- 
guida á  la  cámara.  Esla,  en  vez  de  condenar  tal  pro- 
cedimiento,'lo  aprobó  autorizando  á  Cósércs  plena- 
•'  mente  para  tomar  cuantas  medidas  consideraba  nece- 
sarias al  objeto  del  sosiego  pábÜco. 

» 

tsüs-^CAB^ivnii' I4B01V  fiHMiiis,  propietariOi  restable- 
cido, el  24  de  julio  por  el  congreso  de  la  provincia,  el 
cuál  declaró  nula  la  acusación  hecha  contra  su  con- 
ducta, buena  opinión  y  fama,  pero,  como  se  hallase 
en  Nogoyá  euanda  recibió  la  revolución  legislativa, 
ao  tomó  pQsesioA  del  cai^  sino  .0l89« 

Los  tumultuosos  del  84  de  janio  fueron  soonetidos  á 
'  im  x^ons^ó  de  guofraiyiójcioiflw^ 


46^  '  tmoiynreiui.ia 

'r  'Con0SCej:íclón  défías  díisposidiónes  ida  efeóta  tran- 
sitorio, las  únicas  de  interés  general,  di étadas-ea  la 

"  Ádmi-ñistraciort'SéHfts, liasta  el'SSde obtabre/  fueron: el 
estableéítitfieníto  de  dereicíios  de  tránsito  á  'los  frutos 

'  y  mdrcaderfasde^MlaíónéS' y  Corrientes  á  la  Provin- 
cia Oriental  y  el  nonibramientodel  doctor  Juati  Fran- 

'  ciscó  Segui,  para  representar  la  prorvin cía  en  la  Con- 
vención nacional.  Y  habiéndose  arisedtado  silencio- 
samente de  la  capital,  con  destino  á  Gualeguaíchú,  el 
gobernador  Solds,  qued'ó,  en  dquellia. fecha,  .(£3  de 
octubre)  dedélegadoel  cotnjnel  P.  Barrenedhea^cómo 

'  óoiiiáhdánte  general'  del  departAniénto  I"*  general,  de 
conformidad  al '  deóréto  legislativo  de  17  de  ditíiembre 
de  1826. 

flS)»$TrC4mo:vEÍ4  Pi:,imo.WAi|i|Kiv;¥:fDH£4L,  delegado 

.   de  SoUsjj  durante  .la  .ausencia  silencÍQsa,  de  este  en 
dirección  á  Gualeguíjiichú,  d^esde  el  23  de  octubre  hasta 
el  12  de  diciembre.  ......      , 

:Laley  d^l7  d^.d/ciemWa  de  1826.  disponía  que  en 

;.  k)s<5a30s  de  ausiejicia.del  gobeniac^or  fuera  d^  la  capi- 
tal, era  autoriziada  en  ,1o  político  el  coniandante  geijeial 
del.departamento,del  Paraná,  quedando  de. gobernador 
delegadjO  pon  todas  las,  atribuciones  .del,  propietario, 
asocifl^adose  al  secretario  del  gobierno,  ó  ^n  su  defecto 
al  d^U^r.  departamento  principal,  con  la  obligación  de 

.  dar  cuepta,  de.  todas  s^  pp^aciones.  |á  su  regreso. 
Reconvenido  el  delegado  Barrenech^^a  por  pu  omisión 
en  dar  cumplimiento  á  las  disposiciones  espedidas 
po^  \ú  Re preséntacióíi- provincial;  3e  'lim itórár pasar -U 
revoliKjio'ú  «de*  ésta  al  gobernador  propielano,  pomo 
haberle  dejado 'instrucción  alguna  al  ausentarse.  La 
citada  ley  de  1826,  habiendo  .sido  observada  posterior- 
mentia  por  el  góbi^snio  propietaribj  ftié  derogada  por 
otra  de  2  de  setiembre  d^l«829^  debiendo  éste;  eti'caso 
de  aüí^ncia  d^  'la  capitá),'  deleigar  el  rtiaiüdoi en^el  co- 

^  manfiante^neiui  éel  dippaftameniaDí '  ¡[Jiel'  P^raná-yr solo 


ias  ieasó^l  de  .i3£(lir J  fiibra  ( da  la;  pCQvijiiiHaL/  6  iij[(^:g|^9rra 
serían  mas  éstensivas  sus  fáícaite(i«tí5Asegu.njlo  eKigie- 

•  ¿rafíiltó'Oirconstiañciasc-j  •.•■•■^;*:  •  • ..;:  ■.">»■•.      ..-.'•   ' 

'-ií>*      -li     ''í''i'  '       'i     '  '       'i        I*'*.    '     '.''<'JiM''''J'l       i(*«' 

desde  el  12  de  diciembre  que  entró;  nueva^enlQ  en 
ejercicio  del  mando  de  regreso  de  lo  interior  de  la 

*  i'pi^oviacU  .^¿siiififipcpdirMM  é»si?etOiTipm!^i|»ft4P»dfij|Agar 
-'•do, .  como   la   dipponáiilá. ley¿ «» Teniendo  : qucf  rSftlir 

•  liuévdmentei  á  los  pu6blos;de/l9^»pF0.V.i«cia,:íl/¿0íde 
• « :  o(f  tutore.  de  1829^1  el  gdberrí  ddor  .Sellas ..  detegé  j  ai  wando 
en  el  coronel"  Batrréneehea,  {latoa  \ob^^  jasuntoeiieíviles, 
de  acqiertló!  cod  .la  ley  de  2  A&i  setíerntoe  d^liinismo 
añoi(1^0}.  ■  í>:  i.i,.  .•.'(1^    i.   ;i*'jji.:,    .»    «•5ii":r'j¡*    íi  ■ 
buraDíte 'su ifvísita/iSolas  .ordeñó  aL. delgado  lOon 
i  'fedQai84da;oc4ubn6^  .c}ueláiViUadeMatan9a'S0;d^no- 
íiipinase  en  lo  sucesivo  «-Vít<tOí?ia.j^   .>. .  i  .      ' .,      í    .. 
V    El  4  de  dicÍQmbne,raasuiaió.'ef  lüMoidQjiq^^Qoqtinuó 
.  ejerciendo.  :hasta.  el  i  1&  de  dioie^brev  que  (^unlplió^  el 
-i /\»mio  por  el  que  había  «ido  nombrado,  i,  :•(:(- 

I  áe  Solas,  dqsde  §1  20  de  octubre  íiá^ta  él  4  ¿e  diciem- 
bre-         ,  .  ... 

nombrado íeiii:  ppopiodád  éhl5' da*  didiéíníibrel'aoeptaaQdo 


léái. 


t60*-^lÉ!V£aiti4  ti«tO!«rfSOL/LiS,  pbp :  f  enuncia  de  Se- 
••-^gUí^  pr^eseritatía  y  aceptad*  ellÓ  de  dicí^mbré:í' (¡Jowti- 
*í'  tíu6Jíéj«»oiéndo  el  gobiérrio  htísta  q^ftefué  peetetJto^ra 

el  bienio -d^'lSaeí  y- 4831'.  =  ^  -•  !'•  ^'^  >•  ••'  /  '■  •-"•:••'  •• 
ii>  ^iBVl^derrtóvltímbViE^déaSBOtóé  dBpíi^éétdí^o^^los  ^rin- 
'  ieá^lesigéftósd^^ki>pmii(i¿da^  á  ¡sabet^ii'  KioaVdo^ López 


Me  wMfmnuí' 

Jotátíñf  Pedro  l^spiíío,  Felipe  Rodríguez  (a)  FeUpillo, 
Edgardo  Vi tlagra,i  Justo  José  de  Ujrquiza>  Miguiel  Aee- 
Védo  y  Pedro  Atzaméndi^ 

En  consecuencia,  el  gobernador  Solas  se  vio  obligado 
á  abandonar  la  provincia  emigrando  á  Santa  Fe,  adonde 
llegó  el  16  de  noviembre  acompañado  de  Taborda  j  de 
uDos  100  entrénanos. 

tss#^^coii«VKii  PteDBO  MikBmBMBcmmiLf  nombra- 
do provisorio  el  19  de  noviembre,  por  bollarse  en  aee- 
fafía  )a  provincia;  y,  desconooida  su  autorídady  fué 
derrocada  á  los  3  días  y  obligado  á  renunciar,  ocupan- 
do  6u  lugar  el  general  I^opez  Jordaiu 

Luego  que  «I  gobernador  de  Santa  Fe,  E.  López,  tovo 
conpcimiento  del  cambio  de  gobierno  pidió  fld.  de  no- 
viembre} á  ios  gefes  que  encabezaron  el  movimiento 
manifestasen  st  éste  era  dirigido  en  sosten  da  la  causa 
de  los  denominados  nnitarícís  ó  simplemente  tenía  por 
objeto  el  Cambio  de  person^a,  pero  siguienda  él  siste- 
ma de  ps9Udo  federación.  A  la  contestación  [21  de 
noviembre]  de  los  espresados  gefes  sobre  que  el  movi- 
miento era  puramente  provincial  contra  la  administra- 
ción.del  ex-gobernador  Soláis  y  al  comunicar  Barres 
nechea  su  nombramiento,  asegurando  su  amistad  at  de 
Santa  Fe,  éste  se  tranquilizó  felicitando  á  la  provincia 
de  SotFe-Bios  por  tan  acertado  nombraEíaieqt^;  asi  cot 
mo  por  el  restablecimiento  de  la  tranquilidad* 

49S«— qc:ivs:bíIl|4  bicabbo  IíOPEZ  jíobuaiv,  nom- 
brado el  22  de  noviembre  y  derrocado  á  su  vez  el  10 
de  diciembre  por  el  coronel  Pedro  'Espino,  su  mismo 
delegado^  persiguiéndole  hasta  su  completa  derrota,  y, 
obligado  á  abandonar  el  territorio  de  la  provincia,  se 
refugió.  eU)  Paise^ndú^:  Banda Oríentalj  juntaoiente  (son 
el  coronel  Anacleto  Medina  y  alguna  tropa. 

Lope^  Jordac^,  qve  había  elegido  para  secretafio  al 
Comandanta  Justo.  Jotsó  de  Urquisa^i  partioíp^  ú&y- 


im  wumuL  sios  168 

bemaklo^de  Santa  Fq  nn  c^ev^oíon  til  ]naiidQ^«iaiitfQSr 
tandó  3u  confianzA  d6()uQéste  eiviiáriaque  el  6x*gober- 
nador  Solas^-cpn  sud  ^ecuace^,  asilados  -eil  «iqudla 
eiudad,  volviesen  á  pertoi^bar  el  6i*den  eataUecido  ái  la 
sae6ñ  en  la  provincia.  Sin  embargo,  don  Estanislao 
Lopes  dbigió  uo  oficio  al  congreso  de  Entre-Riosy  á 
quien  manifestaba  ser  un  motivp  de  escándalo  la.  insur- 
reccíoQ  de  los  gefes  antes  mencionados  contra  su  le- 
gitimo gobierno.  Tanto  m^s  alairmadp  se  hallaba^Lo- 
pez  cuanto  que  la  provincia  aliada  de  Eqtre^RioQ  había 
sido  hollada  por  los  revolucionarios  del  1**  de  diciembre 
[1828],  cosa  que  no  coosentíflian  jamás  las  provisciaB 
litorales.  El  general  López  agregaba  que»  comb  la 
alianza q^e  existía  entra  ambas  provincias  le  daba!  de- 
recha iái inltérvetiir en  Ibs. últíitioSi  acontefimíefiítds^ páro- 
ponía  la  desocupación  del  departamento  de  la  capital 
del  Paraná  perlas  gefe^y  fuerzajEi  venidas  del  Uru- 
guay; la  libertad  de  todos  lo^  presos  políticos  y  el 
nombramiento  d^l  gobierno  provisorio  delajcoofian- 
zadel  pueblo  entreriano  y  4e  la  de  )os  gobiernos  alia- 
dos. A  esto,  el  congreso  def  Entre-Riose,  por  mediof  de 
su  presidente  don  Torjbío  Orti?,  decli^ró  que: era* su 
firme  resolución  defender  el  sistema  federcUi  y  soli- 
citaba el  restablecimiento  del  órdeo^de  coínupic^cíon 
y  armonía,  en  que  hasla  e;}tónces  hablan  marqhado 
ambas  provincias. 

El  movimiento  estalló  sin  combinación  a,lguif a,i  y  su 
gobierno  misto  no  sistemaba  los  hombres  ni  las  cosas; 
sin  dirección^  porque  no  había  quien  fuera  capaz  de 
llevar  el  timón,  y  sin  recursos,  porque  la  plata  empe- 
zaba á  disgustar  á  la  tropa,  por  ser  moneda  falsa, 
cuya  circulación  impidió  el  gobernador  de  Cóirdoba, 
general  Paz, mandándola recojer  y  remitir  ¿.Montevi- 
deo, en  chiguas  de  cerda.  :        ' 

La  gente  con  que  López  Jordán  salió  dei  Fa-raná  le 
ahandoiió;  entonces  solp  trató  de  esqapari  .efe<}tu4n- 
dold  acompahado  de  cuatro  liombresl 


464  -"    ^M'mmA 

* 

MaoL.COiifoiinBii  pisiib«  iB^rato,  delegado  de  López 
Jordán,  en  ausencia  de  éste,  ellOde  diciembre,  habien- 
do declarado  en  esta  misma  fecha  que  el  gobernador 

"legal  era  Barpenechea,  -cuya  renuncia  fué  impuesta,  y 

•  que  el  nombramiento  de  López  Jordán  había  sido  he- 
.•  cho  sin  pleha  libertad  y  si  i  en  inédio  de  las  bayonetas 

-  y  del  imjííerio  de  la'espada»     • 

'La  Legislatura;  el  mismo  día  10,  derogó  aquel  nom- 
'*  bramiento,  haciéndolo  nuevamente  jen  la  persona  de 
^    Bárrenechea. 

tÍ8a^-€#RO]«Eii  PEDRO  BARBEiVKCtHE: A,  restable- 
cido el  11  de  diciembre,  en  coSnsecuencia  de  una  reac- 
•   cion  operada  el  dia  antes  por  el  coronel  Pedro  Espino, 

-  á  quien  López  Jordán  habia  dejado  de  dele^doeñel 
mando  gubernativo. 

EÍ  7  de  enero  de  1831,  el  gobernador  Barrénechea 

pasó  á  Santa  Fe,  acompañado  de  varios  personages  de 

■   consideración  de  la  misma  provincia  de  Entre-Rios,  y 

escoltado  poreí  batallón  de*  pardos,  conocido  con  el 

•  distinguido  nombre  de  Veteranos  del  Orden,  precedi- 
^   dos  de  lia  música  del  Paraná.    No  nombró  delegado, 

pdr  haber  sido  su  ausencia  de  corta  duración. 

^^      El  3* dé  marzo  tuvo  que  salir  nuevamente  á  campaña 

'  contra  el  general  LaValle  y  don  Ricardo  López  Jordán, 

delegando  el  mando  gubernativo  eñ  él  teniente  coronel 

J.'LdeVera.       '  * 

I     ■ ,  »    ,       .     , 

é  ■ 

1  • 

Í¿8l~^Eñít:BAt  RICARDO  iiOI^fiZ   jorbíliv,  ñom- 

"brádo .  gobernador,  el  24  dé  febrero,  por  Velazco,  her- 

"  m^LUÓdel  coronel  qué  áervía  con  Espino,  quién  cayó 

*.én'  poder  del  entonces  capitán  Crispih  Velazquez. 

Lopéz  Jordán  fué  completamente  derrotado  por  el 

coronel   P..  Barrénechea,  él  13  de  marzo,  cerca  de 

'  Nogóyá,  fugándó'aquél  en  la  acción  con  solo  un  negro 

"'  y  pasando  á  la  Banda  Oriental  en  una  canoa.  Seis  dias 


DB   BHTEB  BIOS  466 

antes  había  sido  derrotado  en  la  Laguna  de  los  Tronr 
eos,  por  el  Cié. 

1881— TEIVIESMTK  COBOIVEL  4ÍOSÉ  IGIVACIODE  V£- 

BA,  delegado  de  Barrenechea,  durante  la  ausencia 
de  éste  en  campaña  contra  el  general  Lavalle  y  López 
Jordán,  desde  el  3  hasta  el  7  de  marzo. 

t88t--€OB01VEIi   P.    BABBEMECHKA,    propi^tario, 

después  de  su  campaña  contra  el  general  Lavalle  y  don 
Ricardo  López  Jordán^  que  terminó  el  7  de  marzo  con 
la  derrota  de  éste  en  la  Laguna  de  los  Troncos,  por  el 
Cié,  y  con  la  faga  del  mismo  después  de  su  segunda 
derrota  el  13  de  marzo  cerca  de  Nogoyá. 

« 

t98i--€OBOivEii  PEDB#  ESPIMO,  inspector  general 
de  armas  de  la  provincia,  nombrado  interino,  el  11  de 
julio,  por  enfermedad  del  propietario  Barrenechea. 

La  misma  Legislatura  que  había  elegido  al  coronel 
Espino  le  destituyó  el  13  de  diciembre,  declarando  el 
nombramiento  del  11  de  julio,  hecho  en  su  persona 
como  ilegal  y  nulo:  1**  por  haber  sido  arráncadp  y 
dictado  por  la  fuerza;  2^  por  haber  sido  nombrado 
antes  del  fenecimiento  del  bienio  constitucional,  cuan- 
do  se  hallaba  en  el  mando  el  coronel  Pedro  Barrene- 
chea, sin  ningún  impedimento  legal;  3°  por  no  tener  la 
*edad  de  35  años  que  previene  el  Estatuto,  y  4*  porque 

NO   SABIA   ESCRIBIR. 

La  verdades  que  Espino  no  era  querido  del  pueblo, 
ni  tenía  en  él  confianza  el  general  E.  López,  goberna- 
dor de  Santa-Fe,  quien,  de  acuerdo  con  algunos  veci- 
nos del  Paraná,  le  hicieron  revolución,  .  viéndose 
entonces  obligado  á  pasar,  casi  solo,  el  Uruguay. 

El  mismo  dia  en  que  Espino  tomó  posesión  del 
mando  espidió  un  decreto  nombrando  ministro  de  go- 
bierno á  don  Toribio  Ortiz,  en  lugar  de  don  Cálisto 
Vera,  que  fué  destituido  saliendo  desterrado  con  desti- 
no á  Buenos  Aires, 

80 


..^ 


9 


466  FROYJVCIA 

iStti-coiMivKiiPstiMi^itAiiWDMKCnsA,  elegida  de 
nuevo  á  consecuencia  de  la  deposición  del  coronel 
Espino,  en  que  aquel  tuvo  parte,  protegido  por  el  go- 
bernador de  Santa  Fé,  E.  López,  con  una  fuerza  que 
ést^  mandó  á  las  órdenes  dtl  coronel  José  Manuel 
Méndez. 

La  eleccioii  de  Barrenechea  no  figura  en  el  Registro 
Oficial  d^  Entre^Rios,  lo  que  ha^ee  sea^lia  considerada 
como^riula. 

t^Vii— 9.  fOBIBlO  OlITUKi  delegado  de  Espino^  desde 
el  29  de  novienjbre,  que  había  salido  á  campaña,  y 
nombrado  provisorio  el  13  de  diciembre,  á  consecuen- 
cia de  U  deposiciQu  de  Espino,  cuya  autoridad  fué 
desconocida  por  la  Legislatura* 

Ejerció  el  mando  guberuativo  hasta  el  1°  de  marzo 
de  1832  que  le  suoedió  don  Pascual  Echagüe . 

ts^^m-^KHiKBAi^  nr«.  P^^íiCVA.!^  EClLCCil/E»  (santa- 
fecino,)  nombrado  en  propiedad  ei  22  de  febrero  y 

recibido  el  J,"*  de  marzo^  previa  licencia  de  su  gefe  el 
gen,ei:al  E.  Lo.pez^  gobernador  de  S^ntaFe. 

t^QS  frecuqn.les  cambios  de  gobierno,  Qon  perturba- 
c\i^^  del,  orden  públi.cp,  ya  por  i^na  Cigiiisa,  ya  por  ot,ra, 
pero,  3iprppre  con  perjuicip  de  la  qqmunidad,  dieron 
,     ijnotivq  á  que  s^  confírmese  áEchagpe  eltitulo  die  Ras- 
TAURADOR  DEL  SosiEGO  PÚBLICO,  ba,sl,a  que^  derrotado 
.  en  Caaguasú,  el  28  de  aoyi.embre  de  1841^,  se  trasladó  á 
.  BueíK)s,-AÍJ'e6,  cuyo  gobernador,  Rosas,  conociendo  el 
carítcter  sumiso  de  aquél,  .condición  que ,6  la  sa^on  se 
.  ,  exigía  para  ser  gobernador  federal,  le  destinó  al  go- 
bierno de  la  provincia^   cuando  tuvo  lugar  el  pronun- 
ciamiento de]  general  Juan  Pablo  López  (a)  Mascarilla, 
contra  Rosas.     (Véase  Provincia  dQ  Santa  Fe^  pág. 

Dojí  Celedonio  J.  del  Castillo  formó  parte  d^l  gobier- 
no de  Echagüe,  como  secretario  interino,  suc^di^ndo- 


1 


f 

DE/  BRnuL:mios  SS& 

« 

-i'  tó>d4>A  .Tovibib;Ovtizfaaai:kBl:d0  «fe  díle^mkr#;dddig9l, 
que^i^arreDoxQcift  de  ést&€ué  oío^b^rado  en  3u.)>ug£ir  el 
corciiGl  Evaristo  Carriego,  hasta  oetiiiibi?éide  1836,  y 
Gastitlo  por  segunda  tez  desde.tnerohastíb noviembre 
de  t837,  y  desde  estafeciha  el  oficial  1°  don:  Cayieíjano 
Romero.  .  i., 

t883-Borv  TOBiBio  ÓBTjz,  ministrjcr  gen^ráf,'  déle- 
,  gadiO  de  Échagüe,,  durante  la  visita  de  éste  á^ló'spue- 
,bíós  dé  la  provincia,  desde  él  2  de  ilaarzó  hasta' fin éíá* de 
Junio,  en  qué  el  propietario  reasumió'  el.nianao.  '"' 

'fté8S-^B^BAi.jPÁ«€tJAKi  BCBHkQCi:^  ipropiísta^vio, 

desde  fíacjs  de  junio  que  regresó  de  su  ,yí^it^\  4\)os 

püal^los  de  la  f^irovinola,   hasta  el  28  de  octDbr6y.que 

-*  voLVíó.  álsaliry  dejando  .de  delegado; /i9d  .<^odQfiand9rnte 

• .  igenejral  Pbdko  Barnenechea,  de  acuerda.con  la  ley;, 

.    ^  \A  i^nida  disposi^n   de  interés  g$,n^ral    dictaba, 

durante  los  citados  meses   de  la  AdministrapÍQíijjde 

i  Eí^bagüe,  f^é  ^^\^^  ley,  promulgada  el  216  de  julip,-  puto- 

r¡Z!9,mdo  al  gobierno  parala  yeut^de  la  ca3a  d^l  Estado 

^IM?  í^)l^  Sftzon  ocupaba; y  el  cuartel  contigup,  como 

.  .asi  njisníola.casadeíla  pia¿;i.i¡i.u,eva,,qiu;e  fijé(4eil  finado 

,   Cambajal.    -CftaeJ  producido  déla  \p^r^ta  4^,.dip}>os 

.    edifiK^i^  había  de  iconstriítt'pe  una,  casia  d^pente,y,.pó- 

jpaoda  para  el  despacho  dq  ¡gobiemW  y  .pa^ia  IA;  te^/:ena 

>:  geneifal,  teniendo  <s|u  fr^nt^  ala  plaza  mayor  en  Jj^fíja- 

dadd^l  Paraná.  :  ,.    "íh  . 

|j».8af-;€0B01IEL  ]^EBBp  ^  IkBBEIVECHE  A.,, delegando 

de  Ecíia^ue,  durante  la  ausencia  de  éste  en"  óa'nipáña, 

desde  el  23  de  octubre  hasta  fines.de  noviembre,, auto- 

•  ■  .       '  ...  , 

rizado. para  dar  pase  á  las  leyes  dictadas  por  ¿rcuer.po 
.  íegíslaliyp  y  para  objécionar  las  que  no  íes  .pareciesen 
convenientes. 

Durante  el  gobierno  delegado  de  BárrenecKeia/se 
verifiQÓ  (27  de  octubre)  la  reforma  dé  varios  artlcuíos 
aél'ÉstátutO'PrDviiébrio.-  '     '  '  «< 


468  PROVIMIA 

tdss-^oeivisBÁL  1^.  tfscHJCQofe/pfopiét^io^  desde  fi- 
'  nes  de  noviembre  que  regresó  de  la  óampafia^  hasta  ei 
Í5  de  diciembre,  que  fué  reelecto  por  otro  bienio. 

Sin  ausentarse  EchagQe  de  la  capital  ni  nombrar 
delegado,  aparecía  como  tal  el  coronel  Barrertechea,  el 
mismo  que  promulgó  la  ley  de  18  de  enero  de  1834, 
acordando  a  Echagüe   el   grado  de   coronel  mayor. 

,  También  se  le  acordó  [8  de  febrero]  el  uso  de  una 

.  naedalla  de  oro  en  fprma  díptica  de  dos  pulgadas  de 

longitud,  teniendo  por  geroglíficb  una  paloma  con  las 

alas  estendidas  y  lin  ramo  de  olivo  en  el  pico,  y  á  los 

píes  de.ella  esta  inscripción  horizontal:  Al  pacificador 

'  dala  Provincia  y  -Su  Representación,  En  el  reverso 
déla  medalla  y  á  espaldas  de  la  paloma,  dos  palmas 
cruzadas  y  bajo  de  éstas  la  inscripción:— Ai  ^'oifrerwa- 

•  dor  Echagüe  su  descendencia  varonil  inalienable.  La 
medalla  habia  de  ir  sostenida  por  un  lazo  de  bri- 
llantes. 

Con  el  fin  de  evitar  las  tropelías  que  en  el  puerto  de 
Buenos  Aires  se  habían  cometido  con  varios  buques 
de  la  provincia  de  Entre-Rios,  cubiertos  con  el  pabe- 
llón azul  y  blanco,  que  era  el  de  la  Nación,  el  gober- 
nador Echagüe  sometió  á  la  Legislatura  y  obtuvo  la 
sanción  de  una  ley  reformando  el  Estatuto  Provisorio 
constitucional  de  12*  de  ^  marzo  de  1822,  sobre  que, 
habiendo  cada  provincia  adoptado  un  pabellón  parti- 
cular^ la  bandera  azul  y  blanca  que  hasta  entonces 
(diciembre  de  1833)  ha  cubierto  la  provincia  no  se  usa- 
ría en  lo  sucesivo  en  las  fortalezas,  puertos,  ni  buques 
de  su  dependeneia,  ni  menos  en  su  ejército:  que  solo 
se  habia  de  usar  de  un  pabellón  tricolar  con  tres  fajas 
horizontales,  debiendo  ser*  blanca  la  del  centro,  azul 
y  colorada  la  de  los  lados,  poniéndose  en  la  parte  su- 
perior la  azul  hasta  la  mitad  de  la  bandera  y  el  mismo 
escudo  en  el  centro. 

Todos  saben  que,  á  pesar  ^e  que  cada  provic^ia  te- 


DB    ¿UTRft   Ríos  499 

nia  un  pabellón  distínto/la  de  Buenos  Airen  adoptó, el 
nacional,  que  es  el  azul  y  blanco. 

Con  motivo  de  !a  invasión  del  territorio  de  Corrien- 
tes por  fuerzas  paraguayas,  se  celebró  ún  acuerdo,  el 
20  de  febrero  [1834],  entre  los  gobernadores  de  las  pro- 
vincias litorales  del  rio  Paraná,  ¿  saber:  por  la  de 
Santa  Fe,  el  ministro  de  gobierno  don  Domingo  Cullen, 
por  el  gobierno  de  Entre-Rios,  el  de  igual  clase  don 
Toribio  Ortiz,  y  por  el  de  Corrientes,  el  sargento  ma- 
yor dpn  Mateo  Arrióla,  con    el  objeto    de  cooperar 

.  en  defensa  del  territorio  invadido  con  los  recursos  y 
elmeqtos  necesarios.  El  comisionado  de  Entre  Rios 
ofrecía  á  nombre  de  su  gobierno  cooperar  con  600 
hombres  con  la  brevedad  posible.  Este  acuerdo  pe 
celebró  en  la  ciudad  del  Rosario  del  Paraná,  capital  de 
EntrCfRios,  y  fué  aprobado  por  don  Estanislao  López, 

.  gol^ernador  de  Santa  Fe,  pero  no  consta  su  ratifica- 
ción por  el  de  Entre-Ríos. 

•Creóse  (6  de  marzo)  el  empleo  de  juez  ó  gefe  de  Po- 
.  liciapara  las  ciudades  del  Paraná  y  Uruguay,  supri- 
miéndoselos de  defensores  de  menores  á  sueldo;  asi 
como  el  establecimiento  de  una  escuela  de  primeras 
letras  en  el  pueblo  de  San  José  d,e  Feliciano  y  otra  en 
Villaguay  (19  de  setiembre): — igualmente  (20  de  julio 
de  1^5)  un  pueblo  en  el  litoral  del  rio  Paraná  en  el 
lugar  denominado  Cabayú  Cualiá  GrandCy  con  el  Utu- 
lo  de  Villa  de  Nuestra  Señora  de  la  PaZy  con  una 
área  de  una  legua  cuadrada:— reformóse  (3  de  agosto) 
el  reglameto  general  de  diezmos: — reglamentó  las  ho- 
ras del  despac)io  ordinario  en  las  oficinas  de  la  admi- 
nistración, debiendo  ser  de  siete  ádoce  desde  el  1** 
de  noviembre  hasta  el  31  de  marzo,  y  de  ocho  déla 
mañana  á  la  una  de  la  tarde  en  los  demás  meses:— 
dispuso  (17  de  febrero  1836)  que  los  gefes  y  oficiales 
etc.  en  servicio  activo  usasen  bigote;— fundóse  ^n  el 
paraje  conocido  con  el  nombre  de  Punta  Gorda  un 


4^  !l>ftOV»CIA  ^<: 

•  'pueblo  con  )á'denomiin<dck>n  de  Dianiótnte  {4:"^  d^iiiiayo), 
bajo  la  protección  d&Sají  FranetSúo  t/ao/pr,  ;compren- 
;  idieodo  el  área  de  sQi  pítenla  ÍQ,  .leguas  icuadrQ^as  sobre 
:  la  tíbera.del  rloPuraná. 

'     i  El  gobernaá'W  Echagüe  probibift  -{3  de  manió)  á  los 
habitantes  dé  la  provincia  toda  comuiiicaciDn  con  el 
'í^cártóñigo  doctor  Pedro  Pab  lo  Vid-aK         '    .     :.:   . 

''•' Habiendo  'áparedido  tin  folleto  titulado jP(»¿/0^'ac/í)/i— 
Gbñstltucioh-  Nácibnalbaciony  pcíblicado  én  Monte- 
vídeo  por*  el  espresado  canónigo,  y  cuyú  circulación 
quedaba' encomendada  á  los  ciudadanos  adictos  á  la 
Causa  no  prendo  federal^  al  general  don  Enrique  Mar- 
tines, emigrado  en  la  provincia  de  Entre*Rios  lé  fué 
'  intimada  por  ddn  Cipriano  José  de  Úríjiuiía,  géfó  de 
'  polibíá  de  la  Concepción  del  Uruguay,  de  ór'den  del 
'góbieiriisldor' Echagüe,  que  en 'él  término  de'24 '  horfcis 
debeHa'salir  del  térriton^  de  Entre-Ríos,  por  haber 
infringido  el  derecho  de  asiló  distribuyendo  aquel  fo- 
lleto y  otros /)a/)des  calificados  de  incfendiaPíOs>  ten- 
■ '  deíirtes  á  perturbar  el  árdeii  piíbíico  y  comprompter  la 
' '  pFoviúrcia  con  los  detnáis  gobiernos  confederados. 

'La  provincia,,  por  medio  de  uba  ley  dé  su  Législ'úta- 
rá  dp  fecha  16  de  nriarzo   (1836),  adoptó  las'  palabras 
]    ((I«^edéracioii,  Libertad  y  Fuer¿a»  para  su  escudo. 

Designó  (21  de  julio  de  1836)  eJ.lema  dé  yipa  ía  Fe- 


:ra<;i.on  eiptreriana  (desde  1814},  de  la  independencia 
j  (desde  1816)  y  de  la  Confederación  Argentina  (desde 
1830):r-fué  autorizado  (27  de  julio)  para  la  construc- 
QÍon  de  un  templo  en  la  capital  del  Paraná;  como 
igualmente  (21  de  febrero  de  1837),.  para  conjFerir  grados 
militares  inclusive  el  de  coronel  rpayor,  reservándose 
jaiegi^l^tvira  la  facultad  dg  acordar  el  grado  último  de 


brígadie^,  que  lefuót^otiferido  el  27  del  miBmd  nves  de 
ffebrero. 

El  12  de  agosto  de  1836,  el  gobernadbr  Bchigüe 
habia  prohibido  se  proporcionase  á  los  rebeldes  de  la 
, Panda  Oriental  armas^  municiones  ni  caballos,  ni  otra 
cualquiera  clase  de  cooperación,  só  pena  de  ser  el 
contraventor  separado  para  siempre  de  la  sociedad 
entreriana  y  considerado  como  traidor  á  lá  República, 
perturbador  del  orden  público  y  castigado  hasta  con 
la  última  pena-^jt  el.  28  de  may.o.del  siguieal,e  apLo  lo. 
declaró  en  toda  su  fuerza  y  vigor,  adoptando  medidas 
para  evitar  se  comunicase  ^  la  provinoia  la  anarquía 

.  .promovida  en. aquel  Estado  por  los  gpneralí^s  Rivera 
y  L^ív«.lle;— nombró  (desde  Gualeguay  á  6  de  julio)  90- 

.  ronel mayor  de  los  qércitos  déla  provincia  al  coronel» 
J.J.de  UrquÍ2ja,  Debe  advertirse  que  las  disposiqío- 
nes  del  .gobernador  Echague  no  siempre  eran  fechadas 
en  la  ciudad  del  Paraná,  capital  de  la  pr'oyincjia,  piies 

,  también  lo  eran  á  veces  en  otroa  pueblos  ó  ciudades  co- 

,  mo  Victoria,  Urqguay,  Gualeguay,.como  en  eí  presente 
casQ,  Santa  Rosa  de  Villaguay,  Alcaraz,  eto.,  pero  sin 
firma  de  secretario.    ,1^ 

Fué  (12  de  agosto  de  1836)  plenamente'  autorizado 
o0n  tod$s  l^s  facuUarde3  ordioarias  y  esttraordinarias 
para  tomar  la^  medidas  conducentes  á  evitar,  y  con- 
trarestar  cualquiera  tentativa  de  los  revolucionarios 
de  la  Banda  Oriental^  de  acuerdo  con  las  que  el  gobier- 
no general  (RoBag)  juzgara .  conveniente  ejecutar;  é 
igualmente  (2  de  diciembre  de  1837),  hacer  venir  de 
Europa  algunos  «religiosas  de  \a  Componía  de*  Jmu» 
.  para  tnaestfos*  En '  la'  misma  fecha^  la  Legislatura 
concedió  á  Echagíie  el  título  de  íluitre  Restaurador 
delSo&iego  Público  por  los  servicios  que  había  pres- 
tado á  la  provincia  desde  que  fué  elevado  á  la  pritaera 
itiajisti^aturéKiééllii.^ 
¿1  15  de  diembre  de  1837  fué  el  general  Echagüe 


472  PBOvnieíA 

reelecto  por  otros  cuatro  años^  cuyo  periodo  llegó  á 
terminar,  en  igual  fecha  de  1841,  sucediéndole  el  gene- 
ral Urquiza. 

1884— €OBO:V£L  PEDBO  BABllEIVliCHEÜi,  delegado 

.  de  EchagQe,  en  enero,  para  autorizar  el  grado  de  coro- 
nel mayor  conferido  entonces  á  EchagOe,  continuando 
éste  en  sus  funciones  como  propietario  y  aquél  como 
delegado  en,  esos  y  otros  casos. 

1896— €OBOIV£L    KVABISTO    CABBIECUI,    ministro 

secretario,  delegado  de  Echagüe,  desde  «1 17  marzo 
hasta  mediados  de  mayo.  / 

Al  delegado  Carriego  cupo  el  promulgar  la  ley  (29 
de  marzo)  designando  el  parage  denominado  el  Molino^ 
&  tres  cuadras  de  la  plaza  principal  del  Paraná,  para 
la  formación  de  otra  con  el  nombre  de  Echagüe  y  una 
calle  que,  partiendo  de  ésta,  llegase  hasta  el  puerto 
con  el  nombre  de  Alameda  de  la  Federación. 

Promulgó  (5  de  abril)  la  reforma  del  Estatuto  Pro- 
vincial en  la  parte  relativa  á  la  organización  de  los 
Tribunales  de  Justicia,  suprimiéndose  además  líis 
comandancias  generales  de  departamentos  y  conser- 
vando solamente  un  comandante  general  en  la  fron- 
tera del  Uruguay,  cuyo  nombramiento  había  de  ha- 
cerse por  el  gobierno,  en  vez  de  serlo  por  el  Congreso 
como  antes: — dictó  (14  de  abril)  un  reglamento  para 
los  establecimientos  mercantiles  existentes  ó  que  en 
adelante  se  levantasen  en  la  provincia. 

1880— COBOIVEL  vi€Ki«T£  ZAPATA,  delegado  de 
Echagüe,  durante  la  ausencia  de  éste  á  fines  de  abril, 
con  el  objeto  de  conferenciar  con  el  gobernador  Rosas 
en  Buenos  Aires,  adonde  llegó  el  1**  de  mayo. 

1886— GEIVfiBAIi   PAM^VAL   KCflAQVK,  propietario 

desde  mayo,  que  reasumió  el  mando,  después  de  su 


í 
DE  BHTBB  BIOS  473» 

visita  á  Buenos  Aires,  á  donde  habia  ido,  con  el  objeto 
de«  celebrar  una  conferencia  con  el  gobernador  Rosas; 

t8B8*^€OBOi«£L  viCEiVTE  xüiPATA,  delegado  de 
Echagüe,  que  se  hallaba  .en  el  Uruguay,  y  otros  pueblos 
de  la  provincia  y  aquél  en  el  Paraná,  dictando  ambos 
disposiciones  gubernativas,  alternativamente^  desde 
noviembre,  pudiendo  decirse  que  la  provincia  de  Entre- 
Rios  tenía  dos  gobernadores. 

t98fl--€;EIVfiBilLL   PASCV/LL   fiCHAGVC!,    propietario 

hasta  el  9  de  marzo  que  salió  á  campaña,  delegando 
en  Zapata. 

»  ■ 

«f9Bfi*-€#BONnBii  ^VICENTE  ZAPATA,  delegado  de 
EchagQe,  desde  marzo  hasta  el  8  de  setiembre,  que, 
teniendo  que  salir  á  campaña,  la  Sala  autorizó  al  minis- 
tro tesorero  general  de  hacienda,  doctor  Vicente  del 
Castillo,  para  entender  con  los  gobiernos  amigos  en 
asuntos  de  la  guerra. 

Después  de  los  desembarcos  efectuados  en  el  ar- 
royo  de  Nancay,  puerto  'de  Landa  y  Gualeguaichú,  y 
acordadaslas 'operaciones  militares  entre  el  general 
Lavalle  ygefe  de  la  estación  naval  en  las  aguas  del 
Uruguay,  La  Lande  Calan,  halléndose  la  Legión 
perfectamente  montada  ya,  se  le  comunicó  la  orden 
general,  por  la  que  se  prescribía  á  los  Legionarios,  el 
orden,  el  silencio,  la  obediencia  y  el  respeto  absoluto 
que  debían  guardar  para  con  las  personas  y  i]^opieda- 
des  de  los  habitantes. 

También  se  hizo  circular  una  proclama  enérgica,  cu- 
yo objeto  era  el  de  anunciar  al  pueblo  entreriano  el 
arribo  de  los  libertadores,  é  invitarlos  á  tomar  las 
armas  para  combatir  contra  la  tirania  de  Rosas,  rom- 
per las  cadenas  de  la  esclavitud  que  tenian  atadas  las 
manos  de  sus  hijos  y  restablecer  en  el  pueblo  argen- 
tino el  imperio  de  la  ley. 


El  jgobierrto  de  lá  provincia,  desdé  la  primera tioticia 
de  la  presencia  de  Jos  libertadores,  hafoia  ordenado  la 
concentración  de  todas  las  fuerzas  en  la  Villa  de  Nogo- 

■  '^ráj'disscui'lando  fa  guarda  de  las  costas  deí  Uruguay,  y 
el  hacer  alejar  Tas  caballadas,  y  á  esta  torpe  conducta 
debió  la  Legión  la  ocu{)acion  pacifica  de  los  diferentes 
puntos  en  qiVc  habla  tocado. 

El  gefe  y  ^oficia  les  de  la  escuadrilla  francesa  partie- 
ron el  mismu  dia  (20  de  setiembre  de  1839)  para  siis 
buques  con  el  .objeto  de  ir  á^ocup^^r  los  puntos  que  se 
había  0.Qordado  guaráar>  para  impedir  la  comunicación 
del  ejército  der general  Echagüé,  que  se  hallaba  en  el 
Estado  Oriental,  con  Entre- Rios. 
£n  fin,  la  Legión  .aépu9Q  en  movimiento  faaciendo 

.  marchas  forzadas -hacia  el  interior  del  pais.Los  ha- 
bitantes suministraron  cuantos  aúsilios  se  les  pidió, 
tos  queftieron  pagddod  ene!  duplo  de  su  valor. 

'.•■  Amaneció  el  dia  92  de  setiembre  y  repentinamente  se 
presenta  á  la  vista  de  los  433  Legionarios  el  ejército 
enemigo,  fuerte  de  160(i  hortibres,  llevando  á  su  cabeza 
al' gobernador  Zapata.    Este  avanzó  para  comb&tir  c^m 

:  ese  puñado  de  valientes;  la  Legión  marchó  á  recibir 
tí  ataque  con  impetuoso  Corage,  y  el  enemigo;  deshe- 
cho, Hedo  de  espanto,  huye  eri  dispersioíi  á  ocultar  su 
miedo  en  los  bosques,  perdiendo  «en  esta  batalla  del 
Yeríiá  mas  de  100  hombres,  entre  muertos,  heridos  y 

'  prisioneros;  mientras  que  la  Legión  solo  tuvo  que  de- 
plorar la  muerte  de  un  oficial  y  4  soldados. 
Después  de  la  batalla,  se  dio  la  orden  general  si- 

.  guientej 

•  •  •  . 

iCtiartd  general  sobre  el  campo  dé  batalla  del  Yeruáj 
seüembre  22  de  1879. 

«OaoBN  GENERAL-^ ¡Soldados!  Vuestra  conducta  en  la 
batalla  ha  escedido  á  mis  esperanzas,  y  os  habéis  es- 


^ois.lo^ byqn9s1hijop.de  la  patria,. lo.sf., firmen  appyos 
.  de  la  l¡hertad^Repibid;par.  mi  prgaiio  el  tosti^^nío 
..<J¡e  Ingratitud -Oíipional.,     ,    :        ;.'    ,    ,  ...  .  /;  /  • 


fl88S-Br.    VICIS.^'TE   BEL  €A!»lP«tilLO,'   delegáX^O'de 

Zapata,  desde  el  8  de  setiembre  hasta  el  31  de  octubre, 
que  duróla  ausencia  del  coronel  Zapata  en. cájrñpáua. 

rfs$é-.€pROJ%'¿L'v/¿i^i^A'T.%,  deíéeiado  ,iJe  EcHfilgííe, 
desde  el,  31  de,  ocRibi:e  qiVe  fegfesó;deia'  catü^áhá, 
hastáel  Íde.sétl^fhbre  de  1840,  qííe;' ^br  aütófización 
de  Échágüe/  general  eñ'gefe  del'eféVcito  d¿*  opei^ácío- 

.  nes  de  la  Coijfederacion  Argentina,  nombró  goberna- 
.dor  ínterinoaLgefe  político  de  la  ciudad  del  Uru^Ucjiy 
dpD  Cipriano  José  de.  Ürqiiiza.     . 
•  P  upan  te  esta  campaña,  de  l^chagüe  tuyo  lú^ar  la  der- 
rota áe  )éste  en  Oa^arjcha,  entr^  íoá  ajrrpyos  déla  v!ir- 

.  g^n  y  Cagancha,  á4  leguas  de  S^n.Jos^  y  Í7,de,Mon- 
vi^eo,  ei  20  d^  diciembre  de  J8S9.   *     ;    ,  .  '    , 

]fn kt  retirada  de  1^  división  ^1  pciai) do,  del" general 

. .  Urquiz,a.  el  1'*  de  enero  de- 1840,  habiéndose  éste  ari;o- 
ijadojí}  Ur^gii^yp^r^  pasar  á  la  provincia  de  Entr^e- 
Rips,  el  teniente'don.  MíguelGerónimo.  GÓTizále^,  al 

;  yeir  ¿sil  gefe  en  inminente  peligro,  en  medio  de  las 
í^gua^,  por  hftber  perdido*  su  Kíaballo,  voló  con  sus 
cojmpañeros  á  salvar  á  su  gene^ftl  ó  perecer  coil  él; 

,  vence., la  distarícia.que  los  separaba  y  con  ríesgo.de 
pu  vida,  presepta  su  caballo  &  Urquiza,  Je. ayuda 
á  luchar  oontrfi  las  olas  fdel  caudaloso.  rijO.,  ^hasta 
pisar,  la  costa,  entrpri^na,  y  consigue  de  este,  modo 
salvar  la  existepcia  del  futui:p  vencedor  de.  Rqs^s  en 
Caseros.  Por  tan  señalado  servicio,  la  Legisíatara 
•  dictó- una  ley  nuev"#  ^fK^  c^t*]^ue9  <J7-de  m^tm  ie  iAí»^ 

•  ,  adjudicando  ad,re(eri<jU>  GaBSfiIe¿  una'm:edalla<cb  aro 


476  PBOVIKCIA 

del  peso  de  una  onza,  figura  ovalada,  con  las  inscrip- 
ciones siguientes:  en  el  anverso— «La  Provincia  de 
Entre-Rios  á  la  fidelidad  y  al  heroísmo» — en  el  reverso 
— «¡Viva  la  Confederación  Argentina! — ¡Mueran  los 
salvajes  unitarios!;»  acordándosele  igualmente  una 
pensión  vitalicia  de  600  pesos  anuales  desde  la  fecha 
de  la  referida  sanción. 

1840— D.  CIPBIAIVO  JOSÉ  DE  IJBf|IJIKA,  gefe  polí- 
tico de  la  ciudad  del  Uruguay,  gobernador  interino, 
nombrado  por  el  delegado  Zapata/  el  4  de  setiembre, 
en  virtud  de  autorización  del  propietario  Echague, 
Restaurador  del  Sosiego  Público,  hasta  el  9  de  di- 
ciembre que  reasumió  éste  el  mando  gubernativo. 

1840— GEiVERAii  P.  ECHAGUE,  propietario,  desde  el 
9  de  diciembre^  que  regresó  de  campafia'cuando  reasu- 
mió el  mando  gubernativo,  ejerciéndolo  simultánea- 
mente con  su  delegado  Zapata,  hasta  el  15  de  octubre 
de  1841,  que -fué  nombrado  el  general  Urquiza. 

Al  descender  Echague  del  gobiej'no,  que  ejerció 
como  propietario  por  el  período  de  9  años,  desde  el  1® 
de  marzo  de  1832,  hasta  el  15  de  octubre  de  1841,  la 
Sala  de  representantes  de  Entre-Rios  confirió  á  su 
hijo  mayor  don  Leónidas,  el  empleo  de  capitán  de 
artillería,  y  Echague  solicitó  que,  en  vez  de  ese  empleo 
le  acordase  la  gracia  de  que  su  hijo  fuese  educado  á 
espensas  del  erario  de  la  provincia^  cuya  gracia  le  fué 
concedida.  Sin  embargo,  habiéndole  sido  acordada 
la  misma  gracia  por  el  gobierno  general,  Echague 
renunció  la  conferida  por  la  Sala,  Esta  asigrjó  tam- 
bién al  Restaurador  del  Sosiego  Público  200  pesos 
mensuales  por  todo  sueldo,  mientras  residiera  en  cual- 
quier punto  de  la  República  Argentina. 

i»40— COBOMEii  VICEIÜTE  BAPATA,  delegado,  du- 
rante la  ausencia  del  propietario  Echague  en  campaña 


D^  KHTBiR.llIOS  4^17 

OQntra  el  genqral  Lava}le  que  ijnvad^ó  la  provincia  de 
Eotre-Ríqs. 

Eq  conmemoración  de  la  Convención  de  paz,  cele- 
brada entre  el  gol^ierno  francés  y  el  de  la  Confedera- 
ción Argentina  (Tratado  Mackau)^  el  gobernador  pro- 
pietario Echagüe  espidió  un  decreto  estableciendo  tres 
,  dias  festivos  en  cada  año  con  la  denominación  ,de  Cftr- 
n^a  tolendas,  de  octubrej,  (día  29.de  octubre  4^1840, 
fecha  de  la  referida  Conyencion). . 

iSdt-^GKMEBÁJL  QUISTO  JOSÉ  BIS  VR4|V1ZA,  hom- 

'  Irado  en  propiedad  el  15  de  diciembre,  y  desde  el  Ar- 
royo Grande,  donde  se  bailaba,  contestó,  cóii  fecha  20, 
aceptando  el  cargo,  y,  no  pudíendo  apersonarse  en  la 
c^pital^  á  prestar  el  juramento  de  ley,  en  rezón  de  ha- 

^  liarse  á  la  cabeza  4^1  ejército  y  estar  la  provincia 
amagada  por  las  fuerzas  de  los  generales  Paz  y  Rive- 
ra, la  Sala  de  Representantes  le  exoneró  de  concurrir 
nombrando  una  comision-de  su  seno  á  recibirle,  en  pre- 
sencia de  la  división  de  su  mando,  el  espresado  jura- 
mento. A  los  pocos  dias  (24  de  diciembre)  la  Legisla- 
turas dictó  una  ley  invistiendo  al  gen€(ral  Urquiza  del 
qso  de  las  facultades  estraordinarias  durante  la  guerra 

.   civil. 

1841— cÓROMEii  Vicente  zapata,  nombrado  por 
.  la  Legislatura,  el  31  de  diciembre,  provisorio,  á  causa 
de  haber  caducado  Echague  como  propietario  y  Zapata 
como  su  delegado,  en  aquella  fecha,  hasta  el  3  de  ene- 
ro de  1842,  que  el  propietario  Urquiza  desde  Puntas, 
delegó  el  mando  gubernativo  en  él,  por  tener  que  aten-, 
der  á  la  defensa  de  la  provincia  contra  los  denomina- 
dos unitarios.  Zapata  nombró  á  don  Cipriano  J.  de' 
Urquiza,  ministro  general  del  gobierno  delegado. 

Después  de  la  batalla  de  Caaguazú,  ganada  por  el 
general  Paz,  el  28  de  novienibre  de  1841,  el  presidente 
de  la  Repúbliqa  Qríental  del  Uruguay,  general.  F.  Ri 


*478  '    íBOtwciÁ' 

'  •  Wrá'  pátó  él  Üi*üg«ay'det' Í5'  AÍSO^da  eflefo^dé  1842, 
con  un  ejército  de  3,000  hombres  de  las  Ires  armas;  y 
'  .  obrando  rió  abajo  pOr  la  costa  con  la  actÍTÍdad  de  un 
"'  rayo,  lo^ró  en  8dras  hacer  evacuar  la  provincia  alas 
"  fuerzas  delgeneráí  Ui^quiza,  que,  con  un  restó,  de  600 
'   ^ei^scnas,  entre  familias  y  tropa,  pasó  á  la  costa  occi- 
dental del  Paraná-  por  la  isla  de  Pavón,  dejando  en 
pódef  del  vencedor  muchos  prisioneros  y  pasados, 
todos  sus  bagages  yeomo  TOOÓcabiaiHoSv     * 

El  28  de  enero  de  1842,  el  delegado  Zapata  tuvo,  Pues, 
que  ábapdoriá'r  sii  puesto^  emprendiendo  la  fuga  y 
^.  dejando  la  provincia  en  acefalla. 

l8At-SABGÍ:MlrO  M AYOM  l^^lIBO  PABli'a  i»««i:f, 

electo  p^'Xívisorío,  el'  29  de  ené^o,  por  la  Legislatura, 
por  lá  fuga  del  delegado  Zapata  el  dia  antes,  á  confie- 
*  '  cuencra  de  la  batalla  de  CJaa.¿üazü  (28  de  novieimbre 
'  'de  1841),  ganada  por  el  general  Par.  ' 

Urta  división  al  mando  del  general  Vicente  Ramirez 
ocupóla  üapital,  después  de  haber  aniquilado  peque- 
flaís  montoneras  que  quisieron  impedirle  el-  paso. 

El  general  Paz  hizo  sii  entráda^en  e\  Paraná  el  4  de 
febrero.  Dos  dias  antes  el  gobernador  Seguí  hdbia 
sido  autorizado  por  la  Legislatura  para  declarar  la 
gueij'ra  al  gobernador  de  Buenos  Aires,  Rosas,  hasta 
hacerlo  descender  del  usurpado"  mando' (lo  qiXe  noVra 
cierto)  y  de  su  influencia  eñ  los  negocios  püblico$;  y  el 
11  fué  iuvestidói  con  las  facultades  ekíraordínarias  para 
llevar  adelante  la  guerra  que  se  acababa  dé  declarar 

contra  el  mandón  de  Buenos  Aires. 

'  •  "  •  •      •    ■  '    . 

El  ministro  que' Seguí  iiombró  fué  el  doctor  Floren- 
cia Antonio  del  Rivero,  y  el  lema  adoptado  por  el  go- 
%iei'riv)provisorio  fué  el  de:  Pa¿r /a,  Libertad,  Consti- 
tución t 

'Autorizado. por  la  ley  de  la  provincial  de  fecha  20  de 
febrero,  el  gobernador,  Seguí  decretó  \&  admisión  de 
toda  bandera  estranjera  eri  los  puertos  de  la  provincia 


D9  WSftW  nios  419 

enlospm  Paraná  y  Uruguay,  ylo^  buqtt^s  y  mer- 
cancías eslranjeras. serian  en  tqdo  pomo  nacionales. 

•  S<egut  ejerció  el  mando  provisorio  hasta  el  12  de' mar- 
zo que  presentó  y  fué  aceptada  ,su  reniincia^  ea  razón 
de  que  Jas  circunstancias  en  que  se  hallaba  la  provincia 
demandaban  fuese  presidida  por  un  gefe  militar  que, 
adoptando  medidas  rigorosas,  pusiese  en  perfecta  se- 
I  guridad  la  libertad  que  había  recobrado.  En  suconse- 
queoQia^  la  j^epr^^eotaciop  de  la  prQyiacia,..^io^bró 
el  ¥ais»Q  dia,  al  g^i^erfíil  Pw,  gQbwMidpr  de  la  pro- 
vincia por  el  tienupo  de^iguado;§n  .^l.SJíitAtutp  refor- 
mado, contándose  de^de.el  i2  d^  enerci.  .         .   i 

nombrado  por  la  Legislatura  el  Í2  de  marzo,  pero  dispo- 
niéndose Jlegalmente  que  su  gobierno  empezase  á  bon- 
tar  desde  el  1*^  de  enero. 

Nombró  de  ministros  á  jos  doctores  Antonio  Floren- 
cio del  Rivero.  y  Sapíiago  Derqiíi,  y  e]ei''<?ió;e|  Pp.der 
Ejecutivo  de.  la  provincia  ha^ta,  e.l  27  deimai;zo,  que 
lodejegó  en,.Segu,í,      ,  ,    , 

^  El  dip  ante§  de  lareacjcion  qiíe  se  operó]  en  la.piudad 
del  Paraná,  la  que  dio  por  rebultado  la  prisión  d^í  go- 
bernador (^el^gadp  Seguí  y  de  sus  pficiales—S  dei abril 
— el  propietario  Paz  fué  derrotado.  yei:gpnzósa.mente 
cerqa  de  Npgoyá^  ppr  algunas  montonera^  formadas  en 
Montiely  encaihezadas  por  pl  entonces, GQro«el  Crispin 
Velazquez. 

E.^ta  derrota  y  la  desavenencia,  entre  Ferré  y  Paz, 
obligaron  á  las  tropas  correntinas  á  desocupar  el  ter- 
ritorio y  á  Paz  á  abandonar  la  provincia,  que.  (juedó  en 
acefaüaj,  hasta  el  4  del  mismo  mes  (abriji),  en  que  la 
Sala  de  Represan  tan  tes  asumió  el  majudo  de  ella. 

En  la?  conferencias  que  tuvieron  lugar  en  el  Para- 
ná entre  los  cuatro  goberaadores  J.  P.  López,  de  Sapta 
Fe,  Seguí  y  Paz  de.Enírer'Eios^  y  Ferré  4^  Corrientes, 
eií  ifodas  poma^  ^st(í  nuevos  obstóculos,  j)orqup  .habla 


\  * 


480  PROVIKOIA 

prometido  á  sus  correntinos  que  no  hablan  de  pasar 
de  allí.  El  hecho  fué  que  (a  anarquía  que  existia  en- 
tre aquéllos  era  tan  grande  que  cada  uno  tiró  por  su 
lado,  engendrando  asi  la  división  que  redundó  en  per- 
juicio de  todos.  Mientras  ellos  se  entretenían,  per- 
diendo un  tiempo  precioso  en  disputas  sobre  si  eran 
galgos  ó  podencos,  el  lobOy  sediento  de  sangre,  se  pre- 
cipitó sobre  la  presa  j  la  acabó  de  desgarrar  en  la 
batalla  del  Arroyo  Grande  (6  de  diciembre),  para  pasar 
en  seguida  á  continuar  la  guerra  de  eslerminio  frente 
á  la  heroica  ciudad  de  Montevideo. 

La  única  disposición  que  el  gobernador  Paz  llegó  á 
dictar,  durante  su  corta  administración,  fué  un  decre- 
to, de  fecha 26  de  marzo,  suspendiendo  las  comandan- 
cias militares  de  los  departamentos  de  la  provincia, 
pero  que  no  pudo  tener  efecto. 

1849— SABGEMTO  MAYOB  PKBBO  P.  SE^Vf,  dele- 
gado de  Paz,  desde  el  27  de  marzo  hasta  el  3  de  abril, 
en  que,  una  fuerza  compuesta  de  paisanos  avanzó  la 

.  plaza  del  Paraná  y  en  el  momento  se  unió  á  ellos  la 
guarnición  aprehendiendo  y  encarcelando  ai  goberna- 
dor Seguí  y  á  sus  oficiales. 

Después  de  la  batalla  de  Caaguazú,  que,  como  se 
sabe,  tuvo  lugar  el  28  de  noviembre  de  1841,  el  gene- 
ral Paz  nombró  al  capitán  Tomás  Vázquez,  cordobés, 
que  en  la  Punilla  (Córdoba)  se  había  sublevado  en 
1830,  juntamente  con  el  vecindario  de  aquel  punto,  con- 
tra el  comandante  anti-rosista  don  Luis  Navarro,  con 
el  encargo  de  formar  una  nueva  escolta  de  todos  los 
provincianos  prisioneros  que  se  habían  tomado  en  la 
batalla.  Cuando  empezó  á  formar  la  espresada  es- 
colta, comisionó  al  soldado  Cosme  Peñaflor,  para  que 
invitase  á  la  tropa  á  sublevarse  contra  el  general  Paz 
habiéndolo  conseguido.  Preparada  en  parte  la  suble- 
vación, el  diá2deabril  (1842,)  entre  nueve  y  diez  déla 
'noche  y  en  momentos  que  todo  el  ejército  liberal 


[db^9)ii;bb  moa  4^ 

lüjiarchabq  cqiji  d|^stinjO,,al  Cié,  á  l^sf  voces  i)ifp  difrade 
^¡Vívft  r^wstrQ  üusíf.e  Restaurador  de  las.^  leyes^l— 
/Afuerq/ieíci/ii  .dif>  vuelta  la  esiQolta  de  ,%u  ma^do, 
.  sienclo  cargadi^  por  el;  qorqnel  Indalecio  Cherj^ujt^  /Con 
el  cuadro  de  oficíales  que  tenia  bajo  s^  mando^ .  pero 
fué  éste  rephazflido,  cunsiguiendOi  hacer,  un  tiro  de  pis- 
tola que  hiriera  áOhíenaut  en  el  brazo-.  En  segi^^a, 
se  fué  al  Paraná,  cuyas  fuerzas,  habían  proclamado  la 
pseudo-feideracion,        ,  ,    ' 

Por  ^sos  y  ofiies  análogos  servicios,  felcapiteq  Váz- 
quez filó  declarado  beiieniérito  de  Ib  patriaren  gitedo 
heroico  y  ascendido  á  mayor  con  él  gqce.de  400  pe^os 
mensuales,  mandándosele  entregase .é;000  pbsoa^.^na 
medalla  de  oro^  úr\  vestuario  de  oñoia)^.  un  docUiOoieinto 
.  póf  500  cabezas  de  ganado  vacuno,,  otro,  por  i ^000 
lanares  y.oth>!por.3  leguas  de  tíerna;i  :  i 


1 1 


:flftM-:IiA  fi^AIíA  jpB  BaBPlIlBIíaSIVVANTBfi^,    pi;&$idida 

por  el  doctor.  Ff*anQÍsco!PipciísÍQ  ,Alvarez,  .c\iifa..vip^rio 
del  Paraná,  que,  en  vista  de  la  acefalia  en  que  se  ha- 

^.  Ilába  )a  fCapkal  y  ^  gran  part»  áe  llt^provinieia,  eoii'ka 
fú^  áe  las^aütóHdade»  denotoítíodas-UoitariíasiJ  :yíCon 
la  •  dep'osifeion  ' y '  prisión  de!  delegado  Seguí-,  afromió 

'  intérifiámente  ^I  iñándo  gu4>ernativo,  él'4  de  abiríty^hasta 
el  7  deítnismo'ínés,  qaé  eügeivéral  Urquiz»>q*<ídéí  de 
derecho,  restécbleícído  ¡én^  el  poder.         :  .     •.  r.j-  ..lí 

'  •  Él  Presidenta  de  la  Sala,  doctor  Al v,atei:,5Cob4íiiuó 
ejerciendo  el  P.  E.  en  él  Parai^á,'  hasta  el  16  deíaliril, 
que  el  propietario  Urquiza,  desde  su  campamento  en 
el  Tortelero,  comüriicaria'  el  nombramiento  d&*  sá  ji'e?- 
mano  don  C  J.  de  Urqu¡zá,.como  gobernador' d^le- 

gado.;  .,.,;,_ 

La  primera  resorucion déla  Salá^  espedida  el  liiismo 
dia  4,  fué  la  de  decretar  que  los  desterrados  poHa 
án^teríof  administración  pudiesen  restituirse  ál*  seno 
¿e  sus  familias.  '      *  "^ 


"J^EÓVfKCÍA 


«! 


r  '  I 


t  •■; 


'•'Ló  nías  orígíiíál que^ubedfá;  düraAléeícorto  trem- 
pode  ésta  anómala  administración,  era  que  las  réso- 
Iliciones  dé  la  LegísFalura  iban  firmadas  popel  dóotor 
AlVaréz  y  el' doctor  Mafiuel'Victório  díe  Andrade,  como 
presidente  y  áécretarió,  cjuíenes  las  comunicaban 
al  RE;  rjue  se  óomponfíí  de  las  mismas  personas, 
mandándlolas  publicar  con  el  currespondiente  cúm- 
plase. '  •  '"'•  •  •  '     '   ■  t.  'i  !  •       1   . 

El  presbítero  doctor  Alvares,  dürá  vicario  de  la  par- 
roquia del  Paraná^  ¡del^g^dó  eclesiástico  y  pr^didente 
del  Coñgrésp  dé  la  provincia,  ex-í-encárgadodelos  ne- 
goiciósde  la  praVineta  de£ntreRiÓ8)  falleció  el  17  de 
Julio  dta  1848.  A  lofs  4  meses  jdslxwy  ^e  le  hicieron 
>96temr>es  exequias  ensupárroquiapor  órdea  delen- 
tdnces;  goberuador*  delegado  Crespo,  autoidzádq  al 
efecto  por  elpr(»pretárib  Upquizii,maiidándosecok)car 
una  hermosa  lápida  de  mármol^  en  la  fosa  elegida  para 
^     el  ññado,  b^w  Ta  inscripción  que  el  ^o6i%fiio  díftpustiMí 

*  y  qué  fuera  costeada  ]Í)or  el  teéoro  de  la  provincia. 

-    .     .  .r         '    ,  .  .'      r  .        ,  •     j 

t9iM-riiw  CiM|iANO  jaSJB  D£  i>RgiJ:i;M^  qiipistno  y 

•  hermailodel  general^  nombrado  por  ^a .'Comisión  jper- 
.     manéate  gorberuadordeiegado»  ^  l&jdej  (abril^  y^  auaque 

^  ell8.d6.se;tiembi'e;eleyaiasureJ9unqUt,  iPO  je  ñié  ésta 
ficep^de^  iCputinuando  por  ¡consig^im^te  en  el  -cargo 
hasta  después  de.  iaibatallardel^Arrcyy.o  Gre^de  (Q^de 

<  .  dieiembre) .  y '  del  restabLebimieota  del.  gobernador  de 

.     Corrierileá,  don  Pedco.B.  C^bral.       • 

1948— GEIVEBAL  JUISTO  JT.  BE  VBQIJ12A,  propieta- 
rio, desde  febrero  que  reasumió  eJ  mando  gubernativo 
hasta  julio  que  marchó  á  la  campaña  de  la  Banda 
Oriental,  delegando  por  segunda  vez  en  su  hermano 

'  ■    •  '  /-«'.    'i'  ••'  ••'  r  ■'■••.I.  It 

.    .don  Cipriano.  ...  i     j 

IfQS  .ejércitos  contend^ntes  en  la  bataUa  del  Arroyo 
Grande  se  componían^  por  una  parte  pe  unos  vfiOO 
hopdbres  al  mando  de  Oribe  y  sus  gefes  áe  división 


D9  iSKPA»  fiiOS  ^ 

i  ,  euí^B  XJrtjwwíCQD  Jaflifw0fü¡6s:*e  Ips,f)W<^^EFt(f«;9>^da, 
,ii:Bi4rMqat<jaonzftIeft(,FlQrefl.y  LapriíIftibaip.-Siííi^^'íJfines 
Pacheco  é  Ign^io:  Oribe,  coa  Us,  ^elgep^r^  S^ryiti;ido 
Gómez  y  de  los  coroneles  Ramos,  Maza,  Costa,  Rin- 
cón y  hommgñéz;  y  pbt  la'btt^«abtM!^B,í)W>^hoitíMm 
y  16^eza3  de  ai*tlllei1^  at  mando  de  Rivera;  segundado 
' '■  por  los  genérales  AYató^,    Aginar,  Galvánry  RBOtireZ' 

■  ■  y  los  cororíelés  Luna,  Chílabért,  Mendozaj  Hprrtos, 
'    Lafft/idera',  Blanco^  Henestrt)eá,  «te.  iLá-tiórdidv^el 

ejército  de  Rivet-afU<fr^(:omoide  JÍ^400mütírto'S;  mírelos 
' '  cdalesél'gbnérál  AvÁta^' y'teÁcoroiidieiiBbéi:!,  IHenes- 

■  '■^ti^aVMé^dÓJíáiiy  el  BfeOMétairiddetfeíaneraiiJj.Pi  ^o- 
■'  íiéz-'MiJriHó  y  iftÁs' de  60  feefes  y  ofloiaM/ain  codtar 

•■•  iosqueisayerdn  déápuea-én  laipefsecucioni-  -  ,■  ■   y 

'    ,  '  Séyeíferláíiiiié  tan  gránd'é  (áéé  ajiittihcJ'tté  Riveraique 

"'■^e'SéóóytlráíírtstiielO'^  dhaqUetaWdtwl*;«offlbr¿ro, 

chaleco  y  espada,  dejando  taíntiTtíMén'pódef^bliehe- 

;' 'mífed'ef  materlal'dá  su  ejéftíifó,  SU 'flrtííleriift/1,500 

'y''  prisiórt'erbs.  '^'-■'•■'■'•■'''  •-■■     ■■■■•  f-  '■:■  :,•  '■■  .■■  ■  | 

t^'ué/iipá  baíaJlíi  níuy  rénida.       ■  "<  '    i       ■ '  ■'■■•• 

'       'EÍ  3  de  feW^ro  del843;'  los  gotrferriíb^  Aé'Ktkre- 

íllos  y  Corrierites  celebríiróii  üti  trtitrt'(íó','''cfüytJíí'¿rti- 

.culos  principales téiidía'Á.'á  fijar  1Ó'^  limitas' cié/  iitia  y 

' otra  pró,vi/iciá,' hasta 'qü'é  hubiéíé" lifi'hádVd'di'reglo, 

'_   ynlGsrips'Giíai^qüJ^róy  JÍtoccit'eíá.'fíl'áííiJollna'ííftea,  , 

'■'desde  las'^íiiitrtS"í¿l'^l'''háslá'1tis  ífel  '1^;—^\'&'^M'ri¡g& 

''áelgob'íérnode  Comeníés'al  de  'Ejitre'Riós  de  300^600 

cabezas  de  ganado  vaciihó  de  ínái*c'a  y  20,6O0  yégüa- 

f  ;-rizqs;:T-:3°/la.,reñpii<;ip,.por  parte  d^  é^is,  á'¡  los  derQ- 

...ChoB  qwetenl^  á  lp?;60^0í)0  pesos'platp^  80,000  rases 

-Tfpcutia»  y  50,000  yeguaiiUa?,  que  poír  e(  tratado  de  1839 

-  ,  seieomptomsíié  é  jentreggr  ,1a  proyincií  de  Corrienles 

■  „áUHÍeiEi))Jl0-íRiO»;r^4''eU^rnt9í]ió  de, Misiones  había 

de  tener  en  el  Congreso  de  Corrientes  do^  ¿'pi^ta^o^  y 
^■habjia¡¡dejieg«ii!.alcíu'gpdel  gc^effliqde  dif^  ^pvln- 
..  eía,Lbsst#,guí,-r9Mn¡dH  |aH^9pre5Wi,t¿};ipp  n^piphí^l,de 


'4ÉA  ^"''t»BOVW«lAí » 

'  'íáCoirfedéWiói(rti,sé  tíiscutiéffetn  bs  derechos  ^ue  tu- 
[  Viiéséií  fós  riíiáiónéW)*  lá  feü  exJsledciai  coírio  proTÍnfeia, 
"'  6  áiUés  si  tuviese  la  poWaciün  duficieütel    '  ■ 


•    ' ' w  '    };.  j  •      -   •     't   •   '1 


'  :  hermano.ei  g0oer;aly;d^Sf}e|Jul,ip  4^  ii^  Iiasta  26  de 
iéneiVi  de  1844  qi^íué  AsesÍQ)ad7,  en  &^  residencia'  de 
.  «Nogáyá^  eh..cUyÉ^.pUztt/fuer:OH  ^^e^cuitados,  ej  26.  de 
iví  agosto  4^1. rní^mo  ftño^  lo^  prinpipal{^i^  ase^npsf^psé 
;-  •  Atttunez,  Quintin  ]^.¡?  yj  Joffé  Aíaítipez.. . .  i     .     , 
•     '  El  l^da  di4ií$mbre  de|1849,  j^  .repr^esent^ipn  d^  la 
(  {)rcfiÍDkih. mandó' erigir  mií  mQQujtnpQl(^J^]fi)el;H*^«Q.9ue 
'    fucí  oikdepbsitados  k|s.f^^to9.deji-V?^^goJ^ernd^or  dele- 
gado, con 'la  inscripción  ;siguj,^nte;.  ¿.Ia  jEIgnorabléS. 
.  ;.;de  la,p^.Y¡pp¡fl.deE;ntfe-^0i?.4  |^  ipepona.  del^digno 
^í'iVwftí^^r^^^^íi^P^^'.^^^or.  poberpadp'p, Delegado  dea 
,.,  qipria.nqj.,líi;(iuii;^,í..     .,.•;,    ,..[,.'   [  .    ,^    .     .; 
f  I.  ,  I Y  ej;-^  (iPi  .W^yo  de»  ;l^p,  s^3  r^?t9s  /M^rQhf,  por  dis- 
posición de  su  hermano  el  gobernador  CQi^stUucii;>nal 
J.  J.  de  Urquiza,  co^c^i^cid^os.  ^,1^  iglesia  parroquial 
^   idQ'.fla  J;eirjistalft4^  capital,  ^póncepcipn  ^qel  Uruguay, 
.  ;.¡4oncle,q^e4%iPqp  conservados,. despü.es  de  las  éxécj^ijias 
.   fúnebres  c(>n;$agradas  á,  su  membr^ia! , 
'   ,  .l,ii>  nnq  y.otrp^ctos^  Jjehicierpn  Ipis  honores  milita- 

]i.^^^  i^^m^ip^  m.  i^  ÓF^^^^^m  p^Hjár;  feí ;  ejercitó  á 

^.  J.Qg,  .Qapi tañes  gejíi^ralescpn  manaQ,  llevando.  Ips  em- 
..  .pl^adpgci^vilesy.  n¡íilitares  lutóené^  brazien.íbs  ^las 
iyp  A^\  e$príísÍBLdb  mes,  de  mayo  (lS60J .     ,' 

Í944~tt.  ÁivTÓMi¿  CRlisíl»*,  ¿lectd^i^óvisorío  "él  30 

\  de* ^iierode  184Í4,  á^confeécu'eVitiia  díeMaí' muerte  de  don 

Cipriano  J.  dé  Urquiüa  y-dnríañtó  lá  áosencia  del  p^o- 

pí^tario*  él  i^fenerál,  en  ik  éampáña  -contra  el  ejército  de 

' '  ¿!órfientés,'^al  ínahdóüé'lds  genei?áItís-Ptítt»  MaUariaga 

;'   'EVié  dé  diciembre  de' 1^45^  el  gérl^ml '<Jiiqu¡zk  fué 
**;'  i^éelecto  por  ótí-oscuátró  aflós/t^ef^b'  codtldübfttdb  Gres- 


*  » 


Upo  -coqw  i  4etegiwlp,i»««>bi»4onBWY»«>jWJ^iPftr.aflij^ 

'  Otra  vee^t  dorante  la  áasqBuñaidei.mtí3inb  propieiiía^rio» 
-' ehiií846v  paraisu  mislrfn  de  (iaz^riiUi^iipawfomYíoMt 4e 
-< Atcárac eon  eIi¿ob8riiadoi^)JoáquíiiiMadai;idgai(dc  Cor- 
• '  luientes/  i^Qnielí  objeio^de-oonaegiMir  la4u(K)rpbíraGto»>de 

esta  provincia  en  la  Confederación.  ...{'iii.;.  ¡u 

,  .  'Otm''ifl0Zvf>6Uiaada^L'S«A«ral  Urcmiza  ^ní)pr^n(}!^^  su 
I  liltian  Gampafia  eníCorrímies^  CO^it??^  -lasj  ge^r^^e^Joa- 

quin  y  Juan  MadariagaviiterinÍflanfÍQ;H9í>p,jUíTCopííple¡ta 

j  a«itat»<^.é*tos/ertíei¡Iíote^rp.dQ;YíiEMWs^  ál27  4€!no- 

'Orél»p0  e^ñtinuóien.el  mísiiMp  eargo  aun  moiiHoidas- 

pues  del  regreso  del  propietario  U rq u izar  4:1a;:  prevín* 

'  ^úideiBntre4lío^y'didtkn(]oi¿3lédt8p0si)ci^  su 

'  etiáW^lJgftnijHa!  eW  Cftlíi,  Giía+egaáyohÜ,  Bta;y  laiihíiyór 

-^ár4e'4é|lai&'der^ele^do  do«no'dp  tas^del  propiertanio; 

-  ^bín  %t^ñ  d&ininistrp,:^^e  i8l<2l7id6'jtiiio  dé  l¿48v>qkie 
.'fdénfombradoíecirdiqhaepráciep  eü coronel  Jos^iMigoel 

« '  • :  BMS-de  :dic)bmbtre<  ide>  1653i»  iü6ireelectti»p(D9'iQtiro8 ;  4 
i  añOQj  &  oontab  (dé!sde  ^^1  V^  évmtvBfTi^  de  1854i^  > ígübf^nain- 
i7áo>3ítqxiU4neatoBDte  ceb  :Cir€isf(ü^;^coino^  delgado  íéJsíte 
:iy  odoio pmpietario.aqihíi', haí^ elA^éj^  mupti^rdtiúi*' 
iitMnoiaftd'citadoiientque^  fjeidepalizada  la  ppQi^iQÍa,'QC|$ó 
el  gobierno  .plid>^nxMaiy'pkra<dáD'viiáoimi«nto\aliomxat>- 

-  riál  >déíl«t  C^rféderaoiotii  con  lanpHrpepa  PfíBsiidtíicia 
^•div^laimismé^de  ()&e  fu6  ánvestídofel  ógénmfaíl'»UiqHÍKa. 
'nhpdeñej  ípttdsy^decirse'^qtier  en* la |)(roviii«(¡a  de'tÓntre- 
r  íEttoi^'^kigtíjpi nidos  gobernadores/  ooo  el»  tlturio^de  pho- 
'^^iéto^ió'Uno^  y'^c<)ifi^e)  áé 'dé]t)gááoíht¡fib:  cuando  no!<er» 

-  *Z«liiá»4V*o{feráiIC»6§pbvi/  'f  ^'"'  ''-U''!  ^'  <'«'■  •'  :!  í^-J  /  or. 

Es  indudable    que  Urquiza  no  estaba  del  todot'de 
t^ftter do>  mú'  la  ^fíGdÜio^  de  Rósas^  desda  Ja<;piafi|ada  de 


' ' Hi éiáótf ádrá' ttrtj^loí-^tínbésa  cótí^l ^ócmvoY;  déspoes  del 
' '  ¿óTÍfiblilfeMe'  Obli^ado^  y  temeVofsó'  de  verse  descubierto 
'  eh'itrpil'an  dedeslí^ái^se'del  Dibtador  pdr  la  improidea- 

cia  de  los  emigrados  argentinos,  quiso  adormeoer  la 
'  rígítaqcia'  deBlasás^remitiéndok  dos  cdmunioaoiones 

<que,le  fueron  dirigidas^  desde  Montevideo  y  rotuMcs 

*  al  cotnandánté  níflitar  de  i.Ou&laguaichú>  coronel  Ho- 
isendo  M,  Fraga;  pretendiendo'  haícertas.  p^i^ac  qoiqo 
apócrifas.  .     I     .  !    ;    .      j  .  . 

'"  Bipartido  ai$tí<^os$stá,  con  sus  pasosp  desacertados, 

*  'se  derMtabét  por  sf  ^olaoímentando  cada  vez  'isas  fel 
'  'podfel'  que  trataba  de  derrocar*  ' '        :>     i 

^'    Poseemos  cb^Ya^  autorizada  ¡dé  ana^  oórpei^oiideiieía 

entre  Urquiza  y  Rosas,  que  pone  de 'ttiáfiniestd  la  de- 

'  sihtellgenciaientre  el  (primero  y  BahAgfte^  por  quien 

-íBPa  vigiliada.  .  ;     «      .       :    .  ,    . 

i;    En  bl  Rosario  sa'  de^  públioainente  ^Ui»  Ufquiza 

vhabia/dado  vuelta  elpomho}  que  lo4o$  los  en  traíanos 

.  eran  ánti^rosistaft;!  qbe  nadie  podiaí  salir  de  eiqueU^ciu- 

'  djad  óód  dirección 'á*Entre-Rio8;qtt]e,  para  podetrto  con- 

i'segbir^  era  necesario  sacar  ' pasaportar  pdm*  aikota  Fe; 

que  los  buques  llegados  de  Montevideo  á  dicho  panto 

t  fueren  enielactoeúi burgados  por  iikrdériidel  goi)ierno, 

é' igualmenite  el!cai^;ainent<i  i^ue  conducían;.'  que  en 

Eiitre«>Ri<»,  seicarg^ib^r la  divisa  celeste,  •  porqué  erftn 

' 'ánti^rosistas  yx|ite  no  se  debíaitocar  en  eaaí provincia; 

«'<pie,eh  Buenpa!  Aíreéise' gt'itó  públicamente  en  .mía 

*  «retreta  ¡rnmraielíraMor]UfqUia€Lt.^c\.  < 

i'    Si  éste' ha  se. pronunció  entonces  :(i846)'C0li4fa  Ro- 

isási  )á^  culpa  lué;  de  los  sefiot'es  Madariaga,:  qu0-  no 

tuvieron  la  paciencia  de  esperar  la  oportucúdad  de '  dar 

-  el  golpe  Éeguro  y  no  com^eter  el  error  de  precipitarse, 

,  <j6mo  6^  había  hacho  aotes^oo  pequeña^  partidas  de 

50  y  100  hombres,  para  caer  víQtim^^'  df^  sa  impcud^Q- 

•  feiaj  -j  :  ;.  ,.  i '-   í  .1  I  ^'    :  i    I  -     :  •  ^  '  •• 

•^  (Jpcpii^a^:  ¡cofaM  :esperiiheoiado:  eá  Ift  ipolítita  de  «que- 


..:^Ja.^^luDo^te,ba-eq práctica yiftleccionadQ  eq  Iqs. me- 
dios que  h|ab|a  de.  ejpíxplear,para  triqnfítr,,  contrarips 
-pn  u<i  todo  á  los  ;qu8,  los  aqtbrosistas  lacoi^tumbRf  ban 

-vempj^arj  Qop  perjuicíQ  de  lacausfi.y  con  la  ruin.a..^e 

i^uS'persofia^,  prefinió  aparentar  «que era  uno  de  Ips 

ipuy  l^les  amigos,  de  Rosas,,  Quya  cpuducta  e^toba 

dispuesto  á  conaerQ^^fielmep.teen>^^alquier|DLépoca^^ 

.  (    Iiosa$.noluéejagána(Iq  con  tales  prprnesas.  de  üde- 

•  .f^idad^ip^^  9i'  aparentar  ^.  su  yei^,  CQp^ar  en; la  .bu^na  ^ 
(ifeda.  Un^j^ai  pop/|iue  <ej>aqueHas.  cirqun^taiicia3y\po 
:]6  q^p^i^eníareiqíper;. cpn  el  bombre^ipa^  l^^pQr|ta^te^.qpe 
i  fe:i8egiju\daba  y  también,  el  únípp  qap^fs  4^  dar.com.él 

•.  ,^.tiewa. ;.  ,•■  ...        .  ..:  .     ;  .  , 

'  '    Urquiza  nodesoqnoc^  eso;  así  fué  que-tuvo  i^ue^diir 

,>aAn  pirn^háE»  ivf  e(y  \poaUivaBáé  ^6U  adkeaion  áJa  v^a 

\Maúsa'  de  i&  fáiejoobcion  y^die  8u  leáJAadiail  pnifdapmfi' 

dadanode  la  Confederación  Argentina  y  def^n^Qr'iVÍe 

'  Ifí-  indejfie^dt^nqia fanierica/ha,^  qua  lU^idí^  atacaba. . '  i 

Por  qtra  paríe>  Ja  i^m presa  de  derrocar  á  Ro^a^  tira 

de  tal  magnitud  que  solo  un-prestjgip$o  gobarnft4pr,fl^ 

i>prpvjÍQCÍ4^.COq.up:pQderoso  ej¡ércUo  ^sus  órd^pe^  po* 

. idia/acometer,  yi.no.h^bia  otro  /dentrbde  tod^  Ifti  í^c- 

;  pú,bUc^,pi  fuella  de  ella,  ^inoréj  generaJ  Urqqi^,,  y 

;  <&<eíí(»§eiepc^rpia^bai  cuando.el  tratado  de,  ¡^Jjcajr^z, 

.  ,floipQ.n^ei0aoffftv    Sttpl0afi^ébien,in§d¡tad.9jj'jqp9r- 

iiHjapaenta  d^s^^r/'qiladci  y,  mejor;  .refd jzado;    por^ ;  ,^o 

.  i^íf^bmi  tq v9  al. ^í j?,03^ita 4pe  todos  'pon;0,9^.n>, e|  ^pi^emo- 

rabie  (iía  3  de  febrero  de  1852,  alg9'tapde  ¡en^  y^^i^^fíd, 

^  jpero  lí^.culpa  fdié.  de  los  qije  ,habiendo  tpodido,  prestar 

.ef)c^z  cooperaciop  y  evitar  el  sacrificio  d©  Tm.evas.  víc- 

ti.cDa^j  Gontribify^rpn  á  que  se  naalógrara  una  bella 

^oportunidad,  prolongando  la  época  de  la  Dictadura  y 

produciendo  sin  necesidad  un  Vences.  * 

,.  Afjoqup  ;fCQ$as¡aada  ignoraba,  qi  le  «opyeñja,  rom- 
jl)pr,epn  i^a  geíe/ie.  la,  imppríaAQic^ rde.Urquizíi^ 'para 


^8  vkoríMík 

clisimular  mejor  tuvo  éste  Ja  enerva  de  manifestarse 
riéséntido,  por  la  ingratitud  con  qué  sus  innegables  ser- 
vicios á  \a: pseudo— federación  eran  tniradbs. 
^''^    Por  medió  del  mayor  don  Juan  Castro,  enviado  cer- 
ca'de  Rosas,  en  jimio  de  1S46,  el  general  Urquiza  es- 
puso sus  qaejas  manifestando  que  por  parte  de  Santa 
Fe  sé  hacían  tentativas  contra  la  provincia  de  Entre 
*  Ríos  para  desmoralizarla,  principalmente  en  el  depar- 
'  tamento  de  la  Bajada,  que  líiuy  frecuentemente  desde 
'  Santa  Fe  se  hacían  depredaciones  ¿  los' vecinas  de 
Entre-Rios,  dé  ganados,  caballos  y  otros  artículos  y  en 
especial  por  el  comandante  de'Coronda;  que  esta  con- 
ducta databa  át  mucho  tiempo  atrás,  considerando 
complicado  en  ella  al  gobernador  Echagüe;  que  estas 
tentativas  eran  infructuosas,  porque  afortunadamente 
el  general  Urquiza  las  había  cruzado  y  pedia  cruzarlas, 
pero  que  sin '  embargo  quería  ponerlo  en  noticia  de 
Rosas. 

El  hecho  eá  qiíe  en  Santa  Fe  se  decía  que  el  general 
'  Urquiza  se  lilabíá  vuelto  en  c o rit'r^a porque  Ios-franceses 
lo  habían  comprado: 

El  Dictadob  Rosas,  al  mismo  tiempo  que  pedía  á 
ÉcHágOe  informase  *  y '  diese  las  •  ésplicaéiónes  condu- 
centes avalorar  los  sucesos  de  que  se  quejaba  él  general 
'  Ürqufza,  le  incitaba  á  que  se  riolocase  én  actitud  hostil 
y  aun  puesto  én  alarma  á  Oribe,  cómo  que  parecía  in- 
'  dudable  que  Urquiza  sé  proponía'yá  á*  pronunciarse 
'  contra 'Roáas,    y   viéndoíe  descubierto,  lo  postergó 
'  hasta  ihejdr  ocasión. 

Él  alférez  don  Juan  Bautista  Carvallo',  de  lá  escolta 
del  general  Urquiza  en  el  cuartel  general  en  Cala  á  31 
de  octubre  de  1846,  ante  don  Alejándi'o  Azula,  declaró 
entre  otras  cosas,  lo  que  sigue:  (jue 'fué  preso  en  Co- 
ronda  por  el  comandante  del  pueblo  don  Silverio  Bra- 
vo^' que  allí  filé  interrogado  por  el  coronel  don  Manuel 
Febre '('edecán  dé  EchagOé)  ame'ñázándoío,  á  fin  que 


'  ^ét\^vk4é'^i  évÁtím  á  Mduoirtftl* 

'  guhos^óflcíialesy'trópk'y'Mnckiyó  díeróndolei  qiiie  íya 

et*h  tiempd  que istí  desehgaftasen  Ibs 'erítre^KanoB.de 

'^  q üé  el  pftgo '  ^ ue  dftba'  Urq  iñzá-á  kor  'busnoa  <  pátf íolas 

*  'federales  era  eottartes  la cabetsai  «que  eD 30i 4c setreib- 
''bre'(1846)  fué  puesto  en»  líbferitaíd  -por  el. < gobernlidor 
^  Echagde,  y  ilatbadO'á  su  presenciadle  dijío:  ésta  que 
''l^eñtfael  habi^rlo  tenido  predo#  causa  de^'UDsmBilinfor- 
'  me,  peí'o  que  contase' e4)b'6a  I  amistad^  paes  qua-s^bfa 

eráuii  decidiido  ^atri'Ota' federa)^  y  quepor  loanisciiio 
'  ño  qlierfá  pasai^  á  Entre-Ríos  aporque  iba  á-^enteilse, 

puéis  qué  él  itíg^atc  Üi^uiza  tmblatraioíoniadt!^  ja^bausa 
'  nacional  y  se  hábfa  vendido^  lio^  franceses,  asegufán- 

*  AÓIé'  qué  tenía  documentos qae  lo  jtístifiéabah^^  condhi* 
yó  por  dfeciVhií   ¿Yo  sequé  usted  s»lvóá\'Urquíza\eirla 

^  batalla  de  Cajgáilctíá,  y  óon  lo  que  le  ha;  dé*  corréspon- 

'^def  escon  cortárld^lacabeea,  si'trstedf  pelé  {iresenta. 

'  Ahora  locreo  á  usíted  un  verdadero  amfgó'<miov  ypor 

'  ío tnfsiho  voy  á tenerlo á  hii  iado:''  qn^  habiandbesta- 

db  de  visita  en  casa  >dé  -don  José  Mária  Echagfte'  se 

encontrabais  allí  el'Coínávidafíte  don*  &Hverío!iBpavby 

el  mayor  don  Nicolás  Garmendi«ii  le  pré^glintó  el«  pri- 

'  mero  >  si^siermpre  qu>¿r}aa  i  ios  entre^ñaiti^si  é^r9J<4her- 

"  mano  ;dk>Q  PasGoal;^  «á  Í0(  que>fel -declarante  contestó 

afirmativamente,  pues  qaec}ainajl)oa|)or;ét);qfteie9i(ón- 

-iee8.díjo»don  Joi^é.  Mwn,:  ,«pflr€>  ^J^í^eaf  ;4..¿[fxni^z|t  no 

neoe3Í(<amos  mas  soldadas  q^^^  \o»'  mismps  ^pU^^^^ia- 

.  nos»,  agrejgando  que  bíibífi:  en.Eíxtrei-^ío^im^pfj^^ 

*  'hombresipara  gobernar^  indicando  al  .coi;ofíftI  G^ftr/sa: 
.  qud.en  seguida  ledíjo  que, si  ^e  ^tt^evia-á  pa^ar4  yer 

á  sus  cuñados  los  capitanes  iMeadiéta  y  A  algunos 

otros  amigos  para  impdnérljes  .de  qqe  Uii^quiz^v  habla 

'  «desertado  de  ila  causa  aanericana  y  ver.  ¡jdet) ¡peonar  que 

(  «líos  se-  haUaiban;  y  babiéodolé^cpo testado ^1  defíjaria^n- 

i  tetaflrmativamente,  le  dijo  qae  ^m^y<^  Paes  it^rnbifen 

lo'drefa  anrigo,  pées-que  siempir6:ljiabia  itrabiyi^lp  por 


•  isu-íherinanA  al  i9eneral;.p(Mrt!iUffl9i^le  Qs^gacé  que  rio 
i ■'  íbaiá  conjuntar  cion  el .  goberoailpr  i (Ecbagüe);^  Á  ña  de 
'  Imaodarlaj  dándola  algup.dínera:  que,{|oB  Jasé  Ma- 
r-Tia  dip,   por  ticoQiilUsiaii  i^oordandO'  Garmeadia   y 

-  'Bravo,  ^ui8'  ürquiea  estaba,  eolgaldoy  q^ue  pronto  Tea- 
I  dntaiabajo,  pue^  idei  Estado  Oriental  iban  4  pasar 
:  iperaas  abatirlo^  poi^que  era  un  traidor  que '  se,babfa 

nréndídotáilos  franoeseSy-y  repitió  queor^ífinQ  fuesen 
.inieoeaarias  mas  tKopas.: para  hacerlo  desaparecer  que 

•  ¡lasmismas  j  en^ref  i^nae^.pjorquek  to^osdp  detesUfban.y 
r  daibaban  pdrsajhermañQ  don.  P^acual;  qae  varias 
/;4io¿he¿^ta  ;ía  retretaiSé  grUi^i  ¡Afuera  ^l$qbpfLge  Ürqiu- 
'iaa.¡/ilo9  .sahagiefi]6nirehh'i^xjfm/;  .p^rp  xjiíe  (jlfta.J.coé 
'  .Miajria  Eobagtte  dijo.qae  no  giilasen  ,,/mupra/i . Ips  [sal- 
tvages.entrú'iiíanb»J  &inov  ¡fíluai^a^fL  tr/nifioi] , sg^loage 
Aunitanio^  J^íí^\j4tsó'  de  Urq.uisa/.'.,qu^r  se..d^cfa,f:ón 
.'generalídád.qufeíoyadia.p^rel  Chac!á¡el  genisral  Urqui- 

z^  con  él rejército  correr) Uno,  llqvanflOfen  i^u^qoínpaQía 

als'alvagé  (geoeral).  Jqa^n.  Pa>^o  .Lopez^  cuya,  noticia 

->  alaiTinó!  éobre  iA^rvera;.  4aquel)^ ,  poblacjop.  y  ^  kt  q</e 

/  debiflidarcréditorei  general  rEabagQe,  pQrquepusocn 

-  a^afnbleattodaiaprOiVincmv        .;^  ',.,,.. 

'  >'E^to9hechosque:acftbanaoddie  refariüinoson  cono- 
cidos'^sinío  por  }6s> que*  tuvieron  papte.'en<  ellos,,  pues 
sáfení'áÜuK'p^r  primera  vez; 

'^  •  fif  general  Ur(i|l!Í¿d,  descttbíéftó  en  sisUeíitatlvas  ti- 
■ '  ránicidas,,  riolé'qiiétló  tóas  f ¿medio  qtie  óontinuar  s«5- 
"  Iteriitíhdó  lapseadb^fedemcibn'  de  Rósasy  cooperando 
•'  á'^lá  tli^arilá  éh  'todo  sentida,' hasta  el' !*•  de  mayo  de 
'1851;  qilé)  preparado  pahiárroBtHar  laiiúera  sítuaoiou  * 
en  ^ué  se  ¿clocara,  tuvo  la  feliz  inspiración  de  pronun- 
ciarse contra  el  Dictador  deila  Repúblíoa.' 
^  :  Habiendo 'hecho  la  acertada  elección  de  ¡secretario 
én  la  jpérsoha  del  ilustrado  sahtafeetno ' doetóp  Juan 
Frahcisíco'Segut,  empezó  por  declarar  que/ la  provincia 
rbai^utufa  sü  i^bei^imtd/  eobo!fi)sto4afe<teiiii,  aboliendo 


*     Élsf^  fué  (el-  priif¿e^  ;go\pe  >de  éiueírte  dado  contra  4a 


I'  '-< 


liítíjór  dirigido ^ pamprad4ieir.su  caída j  I     •  m 

'•'  .  Otrbgoílpé  asestado  <ión  más  tfrto  aün',  quéitoaréalka 

•  la  fñíciaiióh'dWla^iievaéra  ^oMÜcál^dé  ilá*€é^^ 
cioh,  Wé  él'dé¿^toV-«é'  i^e(!ra6cÍóivtffePi*éfetídtí''SégíiI, 

•  fespáaido  en  la  Wfetriá  fé(íhá''dél  p'rbñlünéfaínléñtd'tll^ 
'Mitik)fb\)*  TÍ)¿tíiIkKA^DO  ^ódeteriétheYí^té'á  láf«É  déla 

•  ttéjítíbllcfe,  ké  Ife'AWiéWca'y^  déí  'Mahdo,  ^qtró;' ^ttítvf^a 

"  eiitttt.'  ■  íítóñbr  gobérfeadbf  ¡y  eítííiHttYi  ^geiíék-ál' « tíe  Bírtfifi¿s 
'  !í^h*és/  ferigaáiSf  díínítratf  Mattueí  déja^áás/ 

mitfapor  mas  tiempo  con^tínuar  al  frehtié  d!é  tostiégó- 
^'óló'dipú^liclcís/dlrfigjdddd  \dí»  relá^dionesiesteriÓPesiy  los 
<>ietdutitósí  gétfisrales  db'pasy  guerra  VleJá  Confederación 
'^ApgehtSda;  qoü  con  repétrdas^^ikistaneías  había  pedido 
.  á la  hahorable<'Le9Íslattd*a  deáquellaprovíneiá (Bue- 
nos A.iried)i  seie  éxtÁüei^áédél  mando  stüprei^ao  desella 
'bomilfiidandaá'lM  gbbieráos  confederados  SO:  iJl^aWii-- 
!  iie^'hiea^láeion  dejkitar  á  c£lb(íy'j!af<)fit)ai.ténqnbia>de 
los  altos  poderes  delegados  en  su  persona  por  tedaá  y 
.fCáda'4fnadelas«  proñfindiasí'tiutei  integrad  la^Jlepública; 
-  tqney,  m\teM  al  general rfioaa^  la« :  a»teíf iores!  int^íaitA- 
f^ones^iparist  quelpet'ndafkaoiese  bmel  lulgar.que^(Mupaba 
:  érdtÜEiltafiá  la  coHsiisíáratíiQn^ebídlPi.á  siwísalifyíjityu^cyy' 
/perairiiainbteQiijlacruina  total  i de^l/)Si  interesas  naicsio- 
.  ^afets  tjúk  élnúsibo  toífUsahú,  no.  poder  ^íeridercímiB, 
í  aetíVidad'  que^  ellos  dénoiaildan; '  que  bt*a  teóér  ufta  triste 
i  \  idea  da  -  la  ü  uistnada,  berijioa  y  célebre  Gonfed/snieáon 
Argei^tiriar  el  saponerid  incapaz»  sin.^l.<gen^^l/B((>sps 
:á  sa^^cabeza^iclQíSOfiteneilsueK  j^inoipíos.  orgámoto, 
i  IcrtJEir  y  íouitíntar  ¡  ins^ituctcfnei  tutblairesí»  nkejoirandí)  su 
' '  láotBali fltodí  y  iápnobcini  ando  «u  porten  üt;  gl  oriolst)^  Tüs^r* 


4^  ^'^(fimimk  :<•! 

^^hiJDs;  y  eitirtetade  otras' hó  meiiost  grav^s'COÁsrclera- 

cior>es,  ERA  LA.  VOLUNTA D<d6l*puebfé  efrtreriaao  rsn- 

i;kttQiíir  el  |€^^rci)eiÍQ  46;  las^faoiil^^lSi.  ¡nherepites  4  su 

i  lerritóriaL  8ober4nÍ9i,  ddlegf^clWi  en  ,1% :pei;$ociiadQl  ex^n^p. 

señorgobernaddr  y  jCapítanogeoer^l  de.  Quinos :Airep, 

/  l>ar«  eJi  cultiva 4^  1^3  rel^iqnqSi  ^sterioreis.y  d¡r£f<5cion 

.deJa?,íiiegocio^,(Íe.paz  y  gu^r/-^  4^  Ijar^^ppíedjeracipn 

iArg^ntipft,  lepi  yirtu4  ¿ei  ,U'al,fdo..p^a,4rilíá.^rp  d^  l^s 

•  ¡prpvinqifts Utprale3,  fech^4de  ^p^ri^j^e^.lSpJj.y^gíie.una 
;.y^  i[flfr)ifej¥tad^  ^  |^  aibrft  Y^Jiíjitad4e,la  pxtqvinoia 
^4^,  BAtrerBios¿..9m9da[bf  és^e.ep.^i^ud  de  entpi|^4er8e 
I  .din^fftamenU  pou:  jos.  :dení\¿^;.,jg9biepa,9^.  deJí  jpfiundp, 
,,,li^st«  tftntp  fl.iie,..cpngr^a4^J^P.Á?ajq^ 

.  ^a^  4einás  proYp<pias.  ^]r/naAAi?,.fq^^e.4^üfiiJbivaaie9^^ 

•  .  He  ahr  lo  q;u6  níadie  <  9e;  habrt%;^1irevidc»'Ai4^<^*^ 
I  Rosas-  en : la  Répüblíeaiisino^on  Ifts-  elrj^a^  en  la.mano 

(  lyboqtaildo!,oomaíCO0£abalein^l>eeA'elgaij^^ftl  (Ji^i^, 
'Oórk  las:  simpatiáa  de  los.hotnbires  Jüberaies  del  país, 

i  icón  la  oipinioa  &tmey  decidida^  de.  lapppvip^.de^Eti- 
>trev^Rios-y  con  lai  coopei^aoion  4siai'd6  Gorienle$».  de 

'  ¡la.BepúblióaiOrieiitial  del  •Ufugü.ay  y  del  impepía  del 

•  *  « 

;  'En  ;  seguida  anuncró  (35  de.  maj/[o)^á  lo6^  pueblos 
"  dé  ia  Repúblróa'(qt(eibaá'etkij)render  la  oampdfla  oqn- 
ip4  Bosa^/ celebrando -al  eléotoy  ql  S^  de  Tnayo,  un 
Convenid  i^ntre '  el'  Bráaíli  la  República  Orióbfal  del 
^Uiruguay '  y  Eíniré-fiio»;  papaíünaiáliairzaiofénsrva,  y 
JídfefensiVav  qua  fué\  ratificado  i  por  «ei  -gseneraiüUrquíea 

•  el  23íd®jal¡'o;-^Mandó  :(16!d8 Julio) -eiñgir*  nnb'édlurana 
i  ei^ihonoi^idé)  general  ^an  Maríiiny  'en^l  centró^  de  la 

pjtafjaípfinoipal  d6'lai^^ttarde)a!pr<)ivíncia,<  inderibién- 
.  doBei  an  eUáii^&nombpaa  detodae iasvlatDrias»coB que 
(^fíane6  la  independencia  ¡de  supatria^r^iDecláPó^lTi  de 

J tflio)>  libres  >  íiet  ( serviqio  •  -activo^  ari  dampélicila  &  ilos  súb- 


i  ¡idiidsBl^pafio)e$(iáafH()Qmoi.el  MJfo<c|a|afi  fíQlfíjp^  yeráe 

: 'r,víil^sidb:)a|)r6^Qeía.y  ea  YÍH<j^4jto4(>» lo^/pMeUpq de 

I  la^{9nban(8i.dB  noVJettobre.)    AJ^8kt6i,un4  .C0A)iYidJ¥^on 

'    parar  eátabieoer  él  rmddo  /de.  sati^foeat'  ^os  .dj^t^er^^  ,€|?  la 

tj   Alianza  , celebrada. fjpr.Eatrer-Rios  jr.Qorrieut^s  ,von 

el^Brasil  y  la  RepwhUoa:,Qcipotal:delí;lJr4j¡g)4i^y:,(2Ji^de 

noviembre.) 

CóWcédio  (8  de  obtubré)  una  capitulación  al  general 

Or^be,  reconociendo  sus  servicios  como  hechos  ala 

"'  naéibn  toríentel  del"t)rugtiáy;''üédáráñdc('  qu^Ja^resis- 

'■[  tónfe{^'hMá'1&'Íníeív^n^íoniih¿ló'-fi»án'tíéS¿'Ítiécon 

'  ;fá=iáey  (ÍeM¿rdn'déi^'l&  ih<letí|&ti  tfi^' fííjÜélíii  ftepú- 

'blicá/y£[üe  ¿fattle^g^^leá  tódo'$  íosacíofe  ¿übérnáíiVos 

-•  ^-''-^-le^éíetbidBs  ¿n'éi'f^"^'^'^^'-^'^'-  ^^-^-^  ''-^•- 

^táe^k  de\  é'si^i^e.sadt) ' 

ya'.laR¿|)iÍblióff  Oí 

'  '.éneín'ígQ,4él  "g&tiefti\  'tMbfe  qué  ánÍ''r¿pWfeénlktíá.  el 

•'  sislemáy'lós  hecí)¿á  ay.^u'cbmitent'é  íí!rfsaá-ér'¿¿íie- 

' ,  íaíX^rfliiiz^  repasó  erÜru'gdáy.ly  éoú'íá  Véfoiüdíittldel 

'  "cáyo'y  si'n'e^cdnitrár.  nóídm  rkkiiiéhúik'M  sá'Mn- 

sito  'déá'áe-él  fara'n'áí,  él  !<<  dé  febf^b  áém>2\  &  la 

'    ÜshétSL  M  ¿jéhói'tcr  aliado '  libéMádorj  acá^pK^  sobi<é  el 

arroyo  del.DÜríizrio. "  EP  Aiá '  í  'á '  láá'  düatró'dfe  1á  rta- 

""flahá  irtdt'bhé  Y  átíár¿íp6'  fíente  'al  'ái'i'óyo  (fó'Mdi'on,  á 

'  Wíiiu'te'  típu^M'cferbuál  isé'  hallaba  '6l>'6aUiípatileiito 

' '  •  eñeíní^b, ' ,  £>.iii-ánté,  ¿1 '  tií^ Tá  Váhgüai'día  íitrñkó ^ ene- 

¡    inigpl  'y;  ^1  ejército  ¿é  préiJfti-6'áli¿ofnfbáté:'  ''Al'¥tí^ar 

'iá  aürpra  íiél'>;már<jfríí  éhbü^cadel  énériii"^  iqUd  lo 

espéráliaeh  él  ca'rtipb  dé  Óaseró'sj'  ücüpáiWío  pósiéío- 

' ,  nies  dom^iianíeá.   'Al  riaceTBr¿bl,'"él¡gfe'ñérfel'üi*q'úiiza 

,  proclaiiió  áViejétóto,  Concluyendo  báti  ¿síáfé  palabras: 

'    . '  .«Ya  estal'á  cerca' dé  iSuíeátís  Aire^,  j^  al  ftktíi&'dQ 

.    vuestros  'énátóifeÜS;  dohdie corátítlti^eís  'ppr  íá  "ríbértáÜ  y 

•  ■'iagtoria.'      ■    ''    '  ■    "■  ''■'''      '  ••     ''  '■■  •    '•  '"■    "'^ 

.  sM,  «Sí>Ídado3:,3Í'  el  iüranb  y"  sus  escia^oA álk. •¿ypfet;iin. 


Wi  ^í»»B.wmíüPi 


t  • 


éilsé'fíiacl  ál  itíúiíéb  (|üte  k>ídíiii'V>etKdblM^(  y/iífla  ^tbria 
pR^i^  ttfi  M(^m^to  ^  Ingrata « coti<  ziganos  Ido  liosoti^os, 
bukóaidá -vuestro  general  ea  -el  campó 'dé  batalla^  porque 
el  ctfmpó  de  batalla  :i^s  el  punto  de  reunión ;  de  los  sol- 
dados dehejéi^dto  aliado;  donde  debemos  todos  vencer 
ó  morir!  É^  té  es  él  deber  que  qb'  impone,  ¿nonibre 
de  la  pátríaj  tuestro  general  y  aiúigo» 


Jü/5T0,  í. vDB  ÜHQÜIZA. 


.^;.  A  !^;iPOQ?^.^ra;?,;í^^  com^t^,..,elf^jé^cUp(^e:Ro5as 
,.  ^epronuhció/eri;  completa  y  vergonzpsai  derrota  y,  la 
./;. v^ytQna  pQ.rpnj^  (je  ^Ipna  al. general  U rqui*a  )f  al  grande 
;.  jÉ{i¿rcitp;  aliado.  4^  sii  mando.  La  tiranía  quedó  sepul- 
.,;  M9^ir.i^W^^tad.n^{^^,^ 

Apenas  l^pgó,^  Entr^Ríos,!^,  noticia  de  tan  fauBío 

,/  }i9pnteí?¡níien.to,\cuap(íp.p|  gobernador  delegado  jtres - 

{^  declai;ó  .fest|yQs  trqs  diaa  fledicadps  á  ^e^te^ar  aq^uel 

triuni(o^  y  l,a(Represen{a.cipQ  jle  la  provincia  reconoció, 

^    qj^e  el,gjít)^ml.  yr,quiza,  y  los  esror/.ados  campeones 

. .  q.i^,Ie^coijí^paparo'p'én  /lií  gloriosa  jornada  del,  día  3  de 

y\  fgbnerpj  h^b[an  merepiáalpian  de  )ft, patria,',  ácprdánd^ole 

:up  yotio  d^.  ,grac¡as  ppr^.taiji  señalada  yictortria y  en  su 

-.;»effPQpa,ftl,;Pá^r^ilOiTen  , 

/  ^  .  í;ii4ip¡,eflabr^dq  ISS^,  e^  í^ft^ral  tlr^^uika  fué,  ¿bino 
,  ,  j^,sej^a:.4¡cbo^  refilactp  p^p/lp^  .c^uatrp,  aóos  ^ue  de- 
..WgPft^lpy^.^.Cftntar  dásele  pll^de  enero 'del  si^árente 
.^ ,  aOp^y  debi^«^g)  .apersonarse  en  la  capital  á, prestar  el 
,  ji^ramepjto,,. y  .habiendo  manifestado  su. imposibilidad 
..  4?  pre^^^i*^®  pa^^  llenfiwr  e.sé  requisito  legal^  la  Re- 
/  ^pirepqntp^íj^on  pcpvíncial  nombró^  una  comisión  de|su 
:  ,^^9iA  fi|fVd^!fl^®í  trasladándose  al'  cuartel  j^enjBral  de 
I  ' , S^t]|  Jíps^^  residencia^ djfj.ürqniia,  le  tornase,  copio  lo 

;  ibifta^-á  ¿larftm^nip.fle'l^^^^^^^^  minis- 

tro    secretario  de   gobierno  ál    general  José    Miguel 

..Galán,  .continuando siempre  Crespo  .como gotern ador 

de  égado,  I  hasta  que,  nombrado  el  génefat  Ur^uiza 


'    y;féá^T^\\^^^  Á^tííáh6JeWÍtíéá[s\x 

e'sifeñsion^  ¿esb  éí  gobierno  provincial  en  'él  djároício 
de, sus  .funciones.  * 

^dit9^fiErMEBit.i«  J4M1É-  iiifiIliDi¡.'tíAtiiiiiV4-  húdí^tpo ¡ge- 
neral de  gobierno,  delegada  dfil  delegado. Cjrbsqf]K)lr4u- 
rietnie  la  ausencia  de  éste  de  la  capital,  desde  el  29  de 
■  .  in'ayó'tíSSta.élitfaejíiM^^       qü&^f'easímil6Wesp6í'« 
'     "  ÉíbHfeááíérgeherfelGáiáli  dejó'delBxktfrléji'kóVi^^^ 
'''  tré^de  I86íl,.siendb  re^i^éstetitártte  tic^el  Üé^ttÁiiwkito 
'    '¿¿f't^ái^aná'  eñlátCátíAi^'  íégislatrva'de^'^lé'íiíbvi^^^^ 
'^  'Sü¿ éiéqíiík fúttébreá'  fisérúú'  éeÍelírtíatt^'d>4^»Mi. 
''  '^  cl6mbr¿,del  mfemo'añ<y/en  lÁ* iglesia'- t^Vtíititiitirafe  la 
"*  tí(^ciap<^óúMÜru^\jAjy'c6n  asistétiéiüi'éfól-éiiftWÍces 

•  gobernador  de  lájik^orí'ndfej^éne^a!-^!^^ 
todds'tós'éhíijieadbfe  cWiieS'y'^^^^  ''"'  =  •    ^  ^> 

iéé«-t»¿  AWf^aMo  ciUcMMiv  dblega4a  ¡dq  .  PniAilza, 
'     desde  e):M dB  ¡ú rúo  de. d849^  qUd^i  4e^()ftl^  i^  .il^^,<j;qrta 

ausencia  déla  dapital^.neásbmió  tí^imúnéohWii^V^que 

dontitmó  durante  las  campafi&s  liteiftadotM .boQtriíiJos 
«  ) genérales  Oribe  y  Rosas,  1a:prumsp4)  quei.tajfiaftHió  ^1  8 
'de  octubre  )dé- 1851  en/et.CerckD,  JlMfrAbHt»  iQr^'«i^,  y 

lasiagundai  eli  B^dQ febrero  d6<  185^,..^  Ci^^rpari :4iro- 
'  •  Mnóíá>dd  Buenos  I  Air6$>J  :«..  *^'    I..  ¡    ■  .1,  [  i  l,;í^(>.t 

'    Y  por  úMí^a  l\eziy .  dlubíadte  ta  fiiU&^iie»  ^Mi  gW^^ral 

•  TJ^uizaén  sui aaimptAacCeiiit^a (^  pi[f]|vinQÍ4((|^. ^^f;9os 
'Aires,  14;  DonaecAiexiai^  4e^  l^ijiTQvolupiQn  del^l^.d^^se- 
tierobrede.  1852yCODUnviandí>  sien;^^'!^  .difitflLpido  á\^o^ 
isiifiooea  ambios  gobern^d^fie^r-WrqMJza, y;, Crespo— 
hasta  elSá.de*  in^i^zo^:  fde  1884  /en  quje:c^^^^l  ,gpb|Í€(|rno 

:  provincial  por ^halboír  sida  fedeijalizi^a  ta¡  pr^viucja*, ; . 
:  M£ata.o^f;ÁiftUófededralia«tda>baeitc^,qu?>,i4/9¡qofífo(T^^^ 
.  ea^Qtía.»!^  Qdn6Utq(Mí$]^Q^[S4.p?ia^a)ó^l<<^id¡9,:a|^^ 
.;  il860iW8a|rftagjOidi5,capi*íii4í.la  |^ijqi4f;iqjajj^.;^fl4re- 

..  Jüo»^  te  cikdftd4«il^:09iíMpfii9A:»4í};;yf;Hg»Wí>íi'fiPíM^ 


I  la (ü^puajapjpinecítorPoi^adf^&ien  déicreto 4e.  10  de  se- 
..,  tiíBpLbr,^ .  de  xl^tí,  fiecha  ,de  la  erección  en  prpvíncias 
;  4n4^peijLdÍ9a.ta$^.4®í]PS  fewforios  de  Jlntre-Rios  y  Cor- 
rientes. 

El  señor  Crespo,  gefe  de  una  distinguida  familia,  fa- 
lleció eb  ia^itidflKd^del  Rananá-^  8n  agosto :  d«  .187^^  á  kt 
-    ¡édad-de  taásde'9dañós.  '  • , 

.  .:Pí;esJ4entp4®  '^!Cpnfe(Jber^9Íon  Argentina  en  ejercicio 

,  I  ¡  daji;  Ppfler  Ejecutivo  nacional  y  del  territóiriQ  de  toda  la 

.j  ;p^p.A^ir\^i§L.jfe4pr^lK2fiday  sujetja'ále^jijiri^dicio.n  intnedia- 

.  1  jia dallas, ai) ^Pfiflf^dQS  nacionales,  en  todos,  los  ramos 

, :  dftSi(afi^i,nistracion,  desdedí  22  de  marzo'  hasta  el  24 

dpfligpsf^,,qu6,el  gei]eral  Úrquiza  reasumi<5,  la  pp^si- 

<  ;.denqia<^;:lf^Cpr)^ederacÍ9n,  l^n.quQ  cqntinuó  hastc^  el 

8' de  enero  de  \^b5  q^^se  ausentó*  de  la  capital  para  el 

interior  del  territorio   federalizado,    Desde  la  citada 

fécha|  e)  Vice^prasidentaaCarrii'^entró.  á.€Íeiieen;el  Padv 

Ejeciitíxró'  hai&H  eí  24  de  rtiáyó.  :Por  i^  4^  vte,  del  23  de 

agosto  al  3d  de  cetubre  del  mismo  afio:  5^  vez,  del.  29 

-•  ufe  hoviembrbal'Sdde^febP^o  del866¡  6*;.y8Z,  dfiM8 

'  'deiíiítt*XO'al47  demayo:»  *7^Aíez,0d6l '  14 > de^ tDctubre  de 

X  185© tíl  13 dé abcU'de'185T:  8*- vtí2,íd^l Side  dotobre  de 

• "  1857  ál  tñáe  mayó  de  1868: 8^' vez;  d di  4  de  octubre  de 

1858  al  14  de  julio  de  1859:  lO^yí  ultima  Tez,  del  80  de 

'   idAiéuYbre  ^  1859  al  á9  de  febrero  de  ti8d0^  que;  el  gene- 

'   ípáHJi*c(ülzá  entíó  eñfejércicioíidel  Poder   Eje^utjvo  de 

"Ta  Confederación,  eti  que  c'oiitltiuó  hasta  el  ¡855  de  a5ril, 

'  qtie,  de'sfedérálízada  la  provincia,  y  reihstalada  en- su 

Vaíigb 'de capital  de  la  misma' dudad  déla  Concepción 

del  Oreígüay  (*=d6  abril  de •  1860), : de  adUerdo  eon  el 

decretó  del. ¿►iVefetor  de  las  Prov¡«cias  -üíiidasdel  Rio 

-de  la  Plaia,  fecha  tO  deiSetíembré  de  1814,  fué  nombra- 

'  d'o  él  rtfsrAo  general  igbibernador  de  la*  provincia^  de 

'Ciiyocárgbtómóikoéeslónelíl^  dé  mayo  > presta ndoju- 

'  ^'fametítb^títe'látioilveíiciün  Cdnsítitáybnte^lá  misma. 


DB  EUTBB  BIOS  497 

Sancionada  la  Constitución  de  la  provincia  el  15  de 
febrero  y  aprobada  el  29  del  mismo  mes  del  año  1860, 
fué  promulgada  y  jurada  solemnemente  en  toda  la 
provincia  el  10  de  abril. 


GOBERNADORES  CONSTITUCIONALES 

i^eo--GEiVERiii4  JUSTO  JOí^É  BE  VBQVIZA,  nom- 
brado gobernador  constitucional  el  25  de  abril,  toman- 
do posesión  del  cargo  el  1**  de  marzo  de  1860,  hasta  el 
5de  julio  del  mismo  año,  que  solicitó  y  obtuvo  licen- 
cia de  la  Legislatura  para  pasar  á  Buenos  Aires, 
adonde  había  sido  invitado,  juntamente  con  el  Presi- 
dente déla  Confederación,  doctor  S.  Derqui,  por  el  go- 
bernador de  dicha  provincia,  general  B.  Mitre,  con  el 
objeto  de  solemnizarlas  fíestas Julias, 

Fueronsus  ministros  sucesivamente  el  doctor  Luis 
José  de  la  Peña,  el  coronel  Ricardo  Lopea  Jordán, 
don  Manuel  Leiva  y  don  José  Maria  Dominguez. 

Una  de  la  primeras  disposiciones  del  gobernador 
Urquiza  fué  (1^  de  Mayo  de  1860)  decretar  honores  fú- 
nebres á  su  hermano  don  Cipriano  J,,  que  fué  asesina- 
do el  86  de  enero  de  1844,  siendo  gobernador  interino 
de  la  provincia. 

Invitado  por  el  gobernador  de  Buenos  Aires,  getie- 
ral  B.  Mitre,  solicitó  y  obtuvo  licencia  el  gobernador 
Urquiza  para  ausentarse  de  su  provincia  y  asistir  á  la 
función  del  9  de  julio  (1860)  en  esta  ciudad,  delegando 
el  mando  en  el  Presidente  de  la  Cámara  de  Diputados, 
general  Manuel  A.  Urdinarrain. 

ii»«#— «fiMESBAii  MAUVfiíj  A.  VBBiNJLBBJLiw,  pre- 
sidente de  la  Legislatura,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecu- 
tivo de  ¡a  Provincia,  de  acuerdo  con  la  Constitución, 
durante  la  ausencia  del  general  Urquiza,  en  la  ciudad 
de  Buenos  Aires,  acompañado  del  Presidente  Derqui 

82 


408  PROTIUCIA 

desde  el  5  hasta  el  27  de  julió^  en  que  éste  réasupiiera 
el  mando  gubernativo. 

« 

tseo— CilPlTAM  GEI%EBAI<  Jí.  J.  Bc;  VBIBVIEJL,  go- 
bernador constitucional,  desde  el  87  de  julio,  que,  des- 
pués de  su  regreso  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  á 

'  cuyas  funciones  Julias  habia  asistido  por  invitación 
del  gobernador  de  Buenos  Aires,  general  B.  Mitre, 
hasta  el  25  de  junio  de  1861,  que,  habiendo  obtenido 
licencia  para  salir  de  la  provincia,  con  el  objeto  de  po- 
nerse al  frente  del  ejército  de  la  Confederación  contra 
el  de  la  provincia  de  Buenos  Aires,  quedó  en  posesión 
del  cargo  el  presidente  de  la  Legislatura,  como  lo 
dispone  la  constitución. 


li^eft  — GKÍVEBAIi     H.411VC2L     ANfaMIO     CttlDÜVAB- 

BillM,  presidente  de  la  Legislatura,  durante  la  ausen- 
cia del  gobernador  ürqitiza  en  campaña  contra  la 
provincia  de  Buenos  Aires,  desde  el  25  de  junio,  hasta 
el  2  de  diciembre,  en  que  reasumiera  éste  el  mando 
gubernativo. 

Al  gobernador  Urdinarrain  cupo  la  gloría  de  pro- 
mulgar (í^  de  diciembre)  la  ley  por  la  cual  la  provin- 
cia reasumiera  la  soberanía  en  toda  su  plenitud,  hasta 
la  reorganización  de  la  Nacioit  bajo  la  Constitución 
federal  jurada;  declarándose  en  paz  con  todas  las  pro- 
vincias. 

El  general  Urdinarrain  dejó  de  existir  el  25  de  julio 
de  1869. 

iseft— CAPITAM  GEMEBAL  Jí.  Jí.  BE  VB||V1ZA,  go- 
bernador constitucional,  desde  el  2  de  diciembre  de 
1861,  que,  después  de  su  derrota  en  Pavón,  reasumió 
el  mando  gubernativo  hasta  el  22  de  mayo  del  año  si- 
guiente, en  que,  teniendo  que  ausentarse  del  territorio 
de  la  capital,  quedó  en  posesión  del  mando  de  la  pro- 
vincia don  Juan  Barafiao.   , 


DEOEUrTIlB  BOÍOS    ^  408 

i8«i-:-B*  mAm  mLMAMAmi  presidente  de. la .Comi^o^ 
pepmaneinté,  eti  defecto,  del  de  la  Legislatura  que  se 
hallaba  aumente  y  en  ausencia  del  gobernador  Urquiea, 
desde  el  22  de  mayo,  hasta  el  11  de  junio,  en  que  éste 
reasumiera  el  mando. 

t9ea*-€APiTAM  GEMERAi.  J.  J.  BE  VBQVijEut.,  pro- 
pietario, desde:  el  lldejunío^en  que  reasumió  el  «qando 
guberaativo,  hasta  que,  Qon  motivo  de  la' rebelión  del 
coronel  Beron,  en  la  Paz,  tuvo  que  ay^eptarse  nueva- 
mente, el  20  de  diciembre,  dejando  interinamente  en 
el  cargo  al  presidentefde  la  Legislatura. 

La  salida  del  gobernador  Urquizai  el  21  de  junio, 
con  las  fuerzas. que  había  mandado  reunir  en  Nogoyá 
y  Villaguay,  fué  á  consecuencia  de  que  el  coronel 
Beron  había  fusilado  por  bu  orden  al  sargento  mayor 
Birrinchin^  sublevándose  á  la  vez  contra  el  gobierno . 
nacional. 

Al  llegar  el  general  Urquiza  á  las  inmediaciones  de 
la  Paz,  el  coronel  Beron  y  el  alcalde  AlViso,  que  eran 
los  complicados  en  el  asesinato  de  Birrínchin,  se  le 
presentaron,  con  lo  que  quedó  terminado  aquel  niotin. 

Tanto  Beron  como  Alviso  fueron  remitidos  al  Paraná 
para  ser  juzados  por  el  juez  competente. 

El  general  Urquiza  permaneció  en  la  Paz  hasta 
dejar  completamente  tranquilo  jaquel  departamento. 


t8eai— GEiXíEBAii  BICABBQ  i^OPEZ  JOBBAiv,  presi- 
dente de  la  Cámara  Legislativa,  nombrado  interino, 
durante  una  breve  ausencia  del  propietario  Urquiza, 
con  el  objeto  de  someter  á  la  obediencia  al  rebelde 
coronel  Beron,  desde  el  20  de  diciembre  de  1863,  hasta 
el  2  ^e  enero  'del  año  áiguiente.         -^ 

Acompañaron  al  gobernador  López  Jordán,  los  mis- 
mos ministros  del  propietario^  don  Manuel  Leiva  y 
don  José  María  Dpminguez. 


600  PROVINCIA 

t9«4— CJLPITAW  «EMfittAIi  J.  J.  BB  TB^VIEA,  pro- 
pietario desde  el  2  de  enero  que  regresó,despues  de  ha- 
ber llenado  satisfactoriamente  el  objeto  que  motivó  su 
ausencia,  hasta  el  1^  de  mayo  que  terminara  su  período 
constitucional^  sucediéndole  Dorainguez. 

Tuvo  por  ministros  á  éste  último  y  ádon  Manuel 
Leiva. 

Dos  dias  antes  (28  de  abril)  de  trasmitir  el  mando 
gubernativo  á  su  sucesor,  la  Legislatura  de  la  provin- 
cia sancionó  una  ley  declarando  haber,  el  capitán  gene- 
ral Urquiza,  primer  gobernador  constitucional  de  la 
provincia,  merecido  bien  de  la  patria  y  acordándole  un 
voto  de  gracias;  tratamiento  de  Escelentia^  durante 
su  vida,  dado  por  todaslas  autoridades  de  la  provincia 
en  los  actos  oficiales;  erección,  en  la  Plaza  nueva  al 
norte  de  la  principal,  de  una  columna  sobre  laque  se 
había  de  colocar  una  estatua  del  general,  grabándose 
á  su  pié:  Discite  d  me  virtutem  bellique  laborem,  y 
en  el  sócalo  de  la  columna  la  presente  ley;  y  denomi- 
nándose «Plaza  General  ürquiza»  des4e  el  dia  en  que 
se  colocase  la  estatua  en  la  plaza  nueva.  Sin  embargo 
esta  ley  fué  derogada  por  otra  de  18  de  enero  da  1875. 

1864— B.  JOSÉ  M.  Bom.iíGUEZ,  2""  gobernador  cons- 
titucional,',electo  el  24  de  abril  y  puesto  en  posesión  del 
cargo  el  1®  de  mayo  de  1864,  hasta  principios  de  agosto 
de  1866,  que,  teniendo  que  ausentarse  á  Gualeguay  á 
la  inauguración  del  Ferro-Carril  «Primer  Entre-Riano, 
quedó  en  ejercicio  del  P.  E.  de  la  provincia  don  J. 
Barañao.  Fueron  sus  ministros  el  doctor  Nicanor 
Molinas  y  don  José  J.  Sagastume. 
'^Uno  de  los  primeros  actos  del  gobernador  Domín- 
guez fué  promulgar  (2  de  mayo)  la  ley  de  28  de  abril 
sobre  la  erección  de  una  estatua  al  general  Urquiza. 
Otro  fué  promulgar,  en  la  misma  fecha,  la  ley 
creando  una  inspección  y  comandancia  general  de  mi- 
licias de  la  provincia  y  nombrar  al  general   Urquiza 


DB  SVTRB  BIOS  501 

gefe  de  ella,  con  la  dotación  de  un  edecán,  un  oficial 
secretario  v  un  ordenanza:  v  cuando  éste  marchó  á 
campaña,  con  motivo  de  la  guerra  del  Paraguay, 
le  reemplazó  interinamente  el  brigadier  general  Ma- 
nuel A.  Urdinarrain. 

I8ee— D.  JVAiv  BABA^Aa,  presidente  déla  Comisión 
'  '  permanente,  en  ejercicio  del  P.  E.  déla  provincia,  en 
ausencia  del  propietario  Domínguez,  que  pasó  á  Gua- 
leguay  á  la  inauguración  del  Ferro-Carril  fPrimer 
Entre-RianOjf  desde  mediados  de  julio,  hasta  princi- 
pios de  agosto. 

i8ee— B.  MOHÉi  MiiBiA  BOMiiKGiJEX,  propietario, 
desde  agosto  que,  de  regreso  de  la  inauguración  del 
Ferro-carril  €  Primer  Entreriano, »  en  Gualeguay  has- 
ta el  14  de  junio  de  1867,  durante  cuya  ausencia,  quedó 
en  ejercicio  del  P.  E.  el  presidente  de  la  Comisión  per- 
manente. '  ^ 

El  gobernador  de  Santa  Fe  N.  Oroño,  en  el  in- 
terés de  que  desapareciese  todo  cuanto  pudiera  recor- 
dar las  antiguas  disensiones  entre  aquella  provincia  y 
la  de  Entre-Rios,  comisionó,  en  setiembre  de  1866,  al 
doctor  Martin  Ruiz  Moreno,  para  que  pusiese  en  ma- 
nos del  gobernador  Domínguez,  acompañada  de  una 
nota,  la  moharra  de  la  lanjsa  del  general  Francisco 
Ramírez  y  como  «  un  valioso  recuerdo  que  debp  ser  con- 
servado en  Entre-Rios,  por  haber  pert^ecido  á  uno 
de  sus  ilustres  guerreros, » 

1869— B,  JUA!V  BABA^MO,  presidente  de  la  Coniision 
permanente,  en  ausencia  del  de  la  Cámara  Legislativa 
y  en  la  del  gobernador  propietario  Domínguez,  desde 
el  14  de  junio,  hasta  el  19  de  agosto,  que  éste  reasu- 
mió el  mando  gubernativo. 

tsev— B.  éonti  haría  BomMGiiEE,  propietario,  des* 
de  el  19  de  agosto  que,  después  de  la  ausencia  de  35 


502  PBOvnrciA 

dias  de  ia  capital ,  reasumió  el  mando,  hasta  el  1"*  de 
mayo  de  1868,  que  termiaó  su  período  constitucional, 
sucediéndole  el  capitán  general  Urquisa. 


t8e8--€APiTAM  GE.^EBAL  s.  J.  BE  UBQUlZA,  go- 
bernador constitucional,  electo  el  24  de  abril  y  puesto 
en  posesión  del  cairgo  en  propiedad  el  1°  de  mayo,  has- 

'  ta  el  20  de  octubre,  que,  teniendo  que  ausentarse  de  la 
capital  por  asuntos  del  servicio  público,  delegó  el  man- 
do gubernativo  en  el  presidente  déla  Legislatura, 

Fueron  sus  ministros  el  doctor  Nicanor  Molinas  y 
don  José  J.  Sagastume^  y  por  renuncia  del  primero 
(mayo  1869)  don  José  Romualdo  Baltoré. 

'fjges— B«  FiBEii  í^^AGASTVMc:,  presidente  de  la  Le- 
gistura,  delegado  del  propietario  Urquiza,  durante  la 
ausencia  de  éste  por  asuntos  del  servicio  público,  des- 
de el  20  hasta  el  26  de  octubre,  que  reasumió  éste  el 
mando  gubernativo. 

i»«f^— CAPITAM  GElWEBAEi  Jí.  J.  BE  VBQIJIZA,  pro- 
pietario, desde  el  26  de  octubre,  que,  después  de  su 
ausencia  de  la  capital  por  asuntos  del  servicio  publico, 
reasumió  el  mando,  hasta  el  2  de  abril  de  1869  que  vuel- 
ve á  ausentarse  de  la  misma,  delegando  el  mando  gu- 
bernativo en  don  Juan  Baraílao, 

iseo— B.  JUAM  BABASao,  vice-presídente  I""  de  la 
Legislatura,  delegado  del  general  Urquiza,  durante  la 
ausencia  de  éste,  desde  el  2  de  abril  hasta  el  13  del 
mismo  mes,  que  éste  reasumió  el  mando  gubernativo. 


tseo— €APITAIVGE!%EBAl4  S.  Jí.  BE  UBQSJIXA,  pro- 

•  pietario,  desde  el  13  de  abrilj  que,  después  de  la  au- 
sencia de  11  dias  de  la  capital,  reasumió  el  mando 
gubernativo,  hasta  11  de  abril  de  1870,  que  fué  alevo- 
samente asesinado  en  su  palacio  de  San  José,  en  la 
Concepción  del  Uruguay,  capital  de  la  provincia,  por 


DB*  BHTBB  BIOS  503 

un^  partida  que  oapitaoeaba  don  Simón  Luengo^  á 
los  gritos  de  ¡  Viva  el  general  Lopes  Jordanl 

Sobre  la  peíFSona  del  general  Urqui^a,  puede  consul- 
tai*se^  además  de  los  diarios  y  periódicos  de  la  época, 
los  opúsculos  siguientes: 

1**  Klgun  tiempo  cerca  de  Urquisa  en  la  campaña 
oriental-^  Imprenta  oriental  (de  Oribe) — 1851. — (No 
tiene  el  afio^  pero  se  sabe  que  fué^despqes  de  la  revo- 
lución del  V  de  mayo  de  1851)  (pag.  14  enS**.). 

2*  Misterios  de  San  Josó,  escenas  de  la  vida  del  ge^ 
neral  Justo  J,  de  Urqui^a,  esplicadas  y  comentadas 
porJaañ  Coronado — Buenos  Aires:  Imprenta  de  la 
Sociedad  Tipográfica— 1866, — (2  tomos  con  pags.  112 
128— en  8°). 

3®  A  ntecedentes  para  el  proceso  del  tirano  de  Entre- 
Ríos  Justo  José  de  Urquisct^- Colección  de  artículos 
fubiióados  en  •El  Pueblo*. — Buenos  Aires:  Impren-- 
ta  Republicana — í867-*-Por  don  Evaristo  Carriego. 
(Fueron  acusados  por  el  general  Urquizay  defendidos 
por  el  doctor  (finado)  Manuel  G.  Argerich)  (pág.  115 
en  8°). 

4^  La  Candidatura  Urquisa  ante  la  historia  de 
sus  propios  hechos. —  Contraveneno  político  —¡Por 
«Un  verdadero  argentiwo*  (Don  Juan  Coronado) — 
Buenos  Aires:  Imprenta  Republicana— iS&7 — (págs. 
39  en  12^). 

5"*  Candidatura  para  lá  futura  Presidencia  de  la 
República  Argentina,  por  Toribio  Arauz ^Uruguay , 
Mayo  30  de  í8Gd— Imprenta  de  la  Prensa  Entre- 
Riana  (pág.  27  en  8^). 

6**  Candidaturas  presidenciales — Los  únicos  candi- 
datos convenientes  y  necesarios  para  la  República 
Argentina,  por  «Un  ciudadano  argentino»  (Doctor 
Martin  Avelino  Pinero,  canónigo  dignidad)— JSae/¿os 
Aires:  Imprenta  deíPíate— 1868— (pág.  47  en  4°. 

7*"  Manijiesto  del  general  Urquisa.    Publicado  en 


604  PBOVIHOIA 

La  Nación  Argentina  áe\  27  de  mayo  de  1868,  bajo  el 
epígrafe  Una  gran  traición, 

8^  Carias  camóíarfas  entre  el  general  Mitre  y  el  ge- 
neral ürquiza,  publicadas  en  el  precitado  diario  del  28 
del  mismo  mes  y  año. 

9**  Justo  José  de  Urqai^a — Su  carrera  militar  y  su 
gobierno — Su  carácter  y  sus  riquezas — La  Gaceta  de 
Comdyagua  (Honduras)  del  21  de  julio  de  1870. 

i8V0— B.  FIDEL  !9AGit!9TVME,  presidente  de  la  Cá- 
mara Legislativa,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo, 
por  muerto  violenta  del  gobernador  ürquiza  y,  con  ar- 
reglo al  artículo  38  de  la  constitución,  desde  el  12  hasta 
el  14 de  abril,  y,  desde  esta  fecha,  delegado  del  gober- 
nador provisorio  López  Jordán,  en  ausencia  de  éste  que 
marchó  á  campaña,  con  el  objeto  de  ponerse  á  la  ca- 
beza de  las  fuerzas  de  la  provincia  contra  el  comisiona- 
do nacional,  que  se  hallaba  con  tropas  de  desembarco 
en  la  embocadura  del  rio  Gualeguaychú,  por  orden  del 
Presidente  de  la  República  que  habia  declarado,,  el  2 
del  nr^ismo  mes,  la  provincia  en  estado  de  sitio.  El  21 
de  mayo  fué  conducido  preso  al  vapor  de  guerra  ar- 
gentino jEs/>ora,  comandante  Obligado,  poc  orden  del 
coronel  Francisco  Elias. 

Después  de  haber  estado  48  horas  en  el  espresado 
vapor,  se  le  trasladó  al  trasporte  de  guerra  Venecia, 
comandante  Rodriguez,|quelo¡condujo  á'Buenos  Aires, 
donde,  bajo  promesa  de  su  palabra  de  honor,  perma- 
neció hasta  segunda  orden.  La  causa  de  su  detención 
fué  el  haberse  negado  á  firmar  la  nota  de  intervención 
que  el  doctor  Diógenes  Ürquiza,  hijo  del  general  occi- 
so, le  remitiera  desdeña  bordo  déla  cañonera  francesa 
Decidéey  y  en  la  suposición  de  que  tuviese  alguna  par- 
ticipación en  el  asesinato  del  gobernador  de  la  provin- 
cia, sobre  cuyo  hecho  probó  haber  sido  completamente 
inocente. 


DB  BXTBfi  BIOS  506 

i9ir«-.QKM£RAE  Bi€AiiB0  üopcss  J0BBAM,  nom- 
brado interinamente  por  la  Legislatura,  el  14  de  abril, 
en  virtud  de  presión  que  sobre  ella  ejerciera  una  fuerza 
revolucionarla,  encabezada  por  el  mismo. 

.Este  nombramiento  fué  desconocido  por  el  gobierno 
nacional,  quien  lo  calificara  de  il^egal,  á  causa  de  haber- 
se verificado , bajo  el  estupor  producido  en  los  espíritus 
con  el  asesinato  del  general  Urquiza^  por  la  Legislatu- 
rajvisiblemente  y  en  favor  de  quien  se  presentara  acep- 
tando sobre  s(  la  responsabilidad  del  asesinato  del 
referido  general. 

El  gobierno  nacional  se  había  limitado  al  desconoci- 
miento de  López  Jordán,  como  gobernador  de  Entre- 
Rios,  hasta  él  26 de  abril,  que,  en  vista  de  que  éste  se 
lanzara  abiertamente  en  la  rebelión,  llamando  á  la  guer- 
ra, contra  la  autoridad  nacional,  á  los  habitantes  de  la 
'  provincia^  para  oponerse  á  ella  coalas  armas,  declaró 
*reos  de  rebelión  contra  la  nación,  á  los  que  obedecían 
al  gobernador  López  Jordán  poniendo  un  fuerte  ejército 
en  la  provincia  y  ordenando  la  movilizacioa  de  la  guar- 
dia nacional  de  las  de  Sainta  Fe  y  Corrientes. 

Laego  que  se  recibió  del  mando  gubernativo,^!  gene- 
ral López  Jordán  comunicó  su  nombramiento  al  go- 
bierno nacional,  cuya  autoridad  acataba,  prometiendo 
que  las  relaciones  de  ambos  gobiernos  serían  mante- 
nidas con  toda  cordialidad  en  la  esfera  que  marca  la 
constitución,  que  según  declaraba,  seria  su  única  guia. 
Obligado  á  defender  la  provincia,  que  había  puesto  en 
pié  de  guerra  un  ejército  de  naturales  de  la  misma  pro- 
vincia y  cuyo  número  no  bajaría  de  diez  á  once  mil 
hombres,  tuvo  que  salir  acampana,  delegando  el  man- 
do gubernativo  en  el  Presidente  de  la  Legislatura  F. 
Sag^stume. 

La  guerra  de  Entre-Rios  quedó  terminada  con  la 
batalla  de  Ñaembé,  el  26  de  .enero  de  1871,  ganada  por 
el  ejército  correntino  al  mando  de  su  gobernador  don 


!  Satitiago  Batbiene,  El  general  López  Jordán  habSa 
invadido  la  provincia  de  Corrientes  en  protección  del 
gobernador  derrocado  don  Evaristo  Lopess,  y  deshe^' 
cho  completamente  Su  ejército,  quedando  en  poder  de 
Baibiene  toda  su  artillería,  que  constaba  de  8  piezas, 
mas  de  20  carros  de  bagajes  y  municiones,  mas  de  400 
prisioneros,  7  banderas,  todos  sus  fusiles,  como  300 
hombres  muertos  en  el  campo  de  batalla,  entre  éstos  el 
coronel  Simón  Luengo,  que  el  lector  verá  figurar  en 
nuestra  Historia  de  los  Gobernadores  de  Córdoba.  En 
la  tenaz  persecución,  que  hasta  la  costa  del  Rio  Cor- 
rientes se  hizo  A  las  fuerzas  de  López  Jordán,  queda- 
ron muertos  quinientos  individuos^  mas^  elevándose 
•  asi  la  cifra  de  los  muertos  á  800.  Entre  los  gofes  y  ofi- 
'  cíales  tomados  prisioneros  en  el  campo  de  batalla  se 
hallaban  el  teniente  cioronel  don  Juan  Bautista  Leguí- 
zamon,  los  mayores  don  Basilio  Galeano,  don  Mateo 
Mena  Barrete  y  don  Joaquín  Maria  Rodríguez^  un  ca- 
'    pitan  y  11  tenientes  y  alféreces. 

El  general  López  Jordaii  consiguió  salvarse  entón- 
ees,  pero  después  de  dos  invasiones  á  la  provincia, 
en  mayo  de  1873  y  en  noviembre  de  1876  y  ée  otras 
tantas  derrotas,  la  primera  en  el  an*oyo  Don  Gonzalo, 
el  9  de  diciembre  de  1873  y  la  segunda  en  Alcaracito, 
el  7  de  diciembre  de  1876,  en  que  fué  vencido  por  el 
general  Juan  Ayala,  cúpole  la  desgracia  de  ser  tomado 
á  los  dos  ó  tres  dias  de  un  modo  tan  triste  como  casual, 
en  la  provincia  de  Corrientes,  por  un  alcalde  Zarate  y 
sometido  á  la  justicia  ordinaria.  Sufrió  una  larga 
prisión  primero  en  la  ciudad  del  Paraná  y  en  seguida 
en  la  del  Rosario,  hasta  el  12  de  agosto  de  1879  que, 
ausiliado  de  su  esposa,  operó  su  evasión,  disfrazado 
de  muger,  embarcándose  en  un  buque  con  destino  á 
Montevideo,  y  trasladándose  de  allí  al  Brasil,  en  donde 
actualmente  se  encuentra,  según  se  creía. 


DR  BHVBB  EIOS  607 

neral  en  gefe  del  ejército  de  obsérracion  primero^  y 
de  todas  las  fuerzas  puestas  en  oámpaña,  desiie  el  17 
de  abril  basta  el  20  de  junio,  que  fué  exonerado  de  las 
atenciones  civiles  que  sobre  él  pesaban,  á.  ñn  de  que 
pudiese  contraerse  esclusivameute  á  las  operaciones 
militares. 

j^El  23  de  julio  fué  reemplazado  por  el  brigadier  gene- 
ral Juan  Andrés  Grelly  y  Obes,  ordenándosela  clausurít 
de  lodos  los  puertos  de  la. provincia  desde  la  misma  fe- 
cha; habiendo  sido  autorizado  el  gobierno  nacional  para 
intervenir,  abriendo  un  crédito  suplementario  por  dos 
mi  llenes  de  pesos  fuertes  para  atender  á  los  gastos  que 
se  hicieran  en  sofocar  la  rebelión,  que  amenazaba  la  paz 
general  y  declarando  en  estado  de  sitio  lap. provincias 
de  Corrientes  y  Santa  Fe. 

El  22  de  diciembre  se  nombró  al  general  José  Mapift 
Arredondo  en  reemplazo  de  Gelly  y  Qbes,  con.aumento 
de  fuerzas,  concurriendo  al  efecto  las  provincias  de 
Buenos  Aires,  Córdoba  y  Santiago  del  Estero  con 
un  batallón  de  300  plazas  y  un  regimiento  de  caballería 
de  400^  cada  una. 

El  gobierno  y  la  cámara  rechajj^ron  en  términos 
comedidos,  y  de  acuerdo  con  la  constitución  provincial, 
la  intervención  nacional  no  solicitada,  por  no  consi- 
derarse necesaria,  puesto  que  los  poderes  públi<:|os  de 
la  provincia  estaban  funcionando  con  regularidad. 

ISVO— B.  APOLIIVARIO  BE!VÍT]BZ,  nombrado  proviso- 
rio, el  20  de  junio,  por  el  gobierno  nacipual,  con  el  ob- 
jeto de  descargar  al  general  E.  Mitre  de  las  atenciones 
civiles  que  pesaban  sobre  él  y  á  fin  de  que  pudiese  con- 
traer csclusivamente  su  atención,  á  las  operaciones 
militares  ,como  general  en  gefe  del  ejército  nacionl  en 
laprovincia  de  Entre-Rios. 

1891— Br.  FBANCifiK^o  PICO,    interventor    nacional, 


608  FBOTIHOIA 

nombrado  el  13  de  marzo  de  1671,  cuando  ya  estaba 
terminada  definitivamente  la  guerra  en  Entre-Rios, 
pero  no  entró  en  ejercicio  de  sus  funciones  sino  el  1** 
de  abril,  decretando  la  convocatoria  al  pueblo  á  elec- 
ciones de  diputados  á  la  Legislatura  y  de  electores 
para  gobernador  propietario;  levantamiento  del  estado 
de  sitio  en  que  se  hallaba  la  provincia. 

El  11  de  mayo,  el  Comisionado  nacional  Pico  de- 
claró instalada  la  Legislatura  por  el  período^  constitu- 
cional, acontar  desde  el  l'^  de  may©,  en  que  empezó 
sus  servicios  preparatorios. 

Terminó  su  misión  el  14  de  rhayo,  en  que  puso  en 
posesión  del   mando  gubernativo  de  la  provincia  al 
•gobernador    constitucional,  electo  el  dia  antes,  don 
Emilio  Duportal. 

f  9irt— B.  EHIiilO  BVFOBTAii,  gobernador  constitu- 
cional, nombrado  por  la  Legislatura  el  13  de  mayo  y 
puesto  en  posesión  del  cargo  al  dia  siguiente,  hasta  el 
2  de  agosto,  que,  habiendo  obtenido  licencia  para  au- 
sentarse déla  provincia,  delegó  en  el  presidente  de  la 
Legislatura.  • 

El  señor  EHuportal  no  volvió  "á  ocupar  su  puesto 
de  gobernador,  sino  que  lo  renunció  el  29  del  citado 
agosto.  * 

El  gobernador  Duportal  había  nombrado  ministros 
secretarios  á  los  doctores  Leónidas  Echagüe  y  Félix 
Amadeo  Benitez,  los  cuales  continuaron  con  el  dele- 
..  gado  Espíndola. 

1991— B.  JVAW  A.  Elí^Pf!VBOLA,  presidente  de  la  Cá- 
mara Legislativa,  delegado  de  Duportal,  en  ausencia 
de  éste,  desde  el  2  de  agosto,  hasta  el  31  del  mismo 
mes,  que,  habiendo  sido  aceptada  la  renuncia  que  del 
cargo  hiciese  éste,  fué  nombrado  el  doctor  L.  Echa- 

.    güe. 


DB  BKTBB  EIOS  509 

19Vf-Br.  liKOiviBilji  KCHAGUs:,  electo  en  propiedad 
el  89  y  puesto  en  posesión  del  cargo  el  31  de  agosto, 
hasta  el  18  de  junio  de  1872,  en  que,  teniendo  urgente 
necesidad  de  ausentarse  del  territorio  de  la  provincia, 
delegó  en  el  presidente  de  la  Comisión  permanente. 
.  El  oficial  mayor  don  José  Lino  Chorruarin  fué 
nombrado  ministro  interino  de  gobierno,  hasta  el  l4  de 
setiembre  (1871)  que  entraron  á  desempeñar  el  cargó 
de  ministros  secretarios  el  doctor  Ángel  M.  Donado  y 
don  Secundino  Zamora,  el  doctor  Juan  B.  Ferreira  y 
doctor  Ramou  Febre. 

« 

189)»— D.  SALVAIMIR  ESPELETA,  presidente  de  lia 
Comisión  permanente,  delegado  de  Echagüe,  en  au- 
sencia del  Presidente  de  la  Legislatura,  desde  el  18 
junio  hasta  el8  de  julio,  que  reasumió  el  mando  guber- 
nativo de  la  provincia  el  propietario,  después  de  80 
días  de  ausencia  de  la  capital. 

r 

189)»— Br.  liEONiDAí»  ÉCHACílJE,  propietario,  desde 
el  8  de  julio,  en  que  reasumió  el  mando  gubernativo^ 
después  de  una  ausencia  de  20dias,  hasta  el  28  de  se- 
tiembre que,  con  motivo  de  la  visita  de  ley  á  los  depar- 
tamentos déla  provincia,  delegó  en  el  presidente  déla 
Comisión  permanente. 

18.9)»— B.  SALVABpR  ESPELETA,  presidente  de  la 
Comisión  permanente,  en  ejercicio  de  las  funciones 
anexas  al  Poder  Ejecutivo,  en  ausencia  del  presiden- 
te de  la  Cámara  Legislativa,  durante  la  ausencia  del 
propietario  Echagüe  en  lá  visita  de  los  departamen- 
tos de  la  provincia,  de  acuerdo  con  la  ley,  desde  el 
28  de  setiembre  hasta  el  15  de  octubre^  en  que.  éste 
reasumiera  el  mando  gubernativo. 

t89;»~Br.  iiEOi«lBAi»  ECHAeVE,  propietario,desde  el 
15  de  octubra  que  regresó  de  su  visita  á  los  departa- 
mentos de  Vilíaguay^  Concordia  y  Colon,  hasta  el  15 


de  junios. de  1874  .que  tuvo  que  |i|»|wtaf^  de  miev^ 
del  territorio  de<  la  )>rovinoia  en  diligencia  iirgente.de 
interés  público  ala  ciudad  de  Buenos  Aires,  dejando 
en  ejercido  del  Poder  Ejecutivo  al  presidente  de  la 
Legislatura. 


j|^T#— P*  SALTAPpa  KiSPjBI^ETA,  presidente  de  la 
Cámara  L^islativa,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  de 

,  Ja  provincia,  en  ausencia  del  gobernador  propietario, 
desde  el  Í5  de  junio,  hasta  el  7  de  julio  que  reasumió 
el  mando. 

;i694— Hr.  i^EieiviPAfi^  ECHAGVfi,  propietario^  desde 
el  7  de  julio  que  í^asumió  el  mando  gubernativo,  des- 
pués de  su  ausencia  de  22  dias  de  la  capital,  hasta  el 
.  ?0  de  agosto  qye  se  ausentó  de  nuevo,  con  el  objeto 
de  practicar  la  v¡3¡ta  á  los  4^partanjentos,  para  que 
estaba  aritorizado  por  ley,  delegando  entre  tanto  en  el 
presidente  de  la  Legislatui^a. 

i 9ir4--li.  SAiLViUlOB  iBSPJEi^ETAf  presidiente  de   la 
Legislatura^  eq  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  en  au-, 
sencia  del  gobernador  propietario^  desde  el  20  (ie  agos- 
to, hasta  el  15  de  diciembre^  que  reasumió  el  mando 
•el  propietario. 

^;87«|-Dr.  i4C:o:viPAfi(  KCHiUC^UE,  propietario  desde 
^  el  15  de  diciembre  que  regresó  de  su  visita  á  los  c^e— 
partamentos,  hasta  el  23  del  mismo  mes  que  delegó 
nuevamente  en  el  mismo,  á  causa  de  haber  tenido  que 
pasar  hasta  la  ciudad  de  Gualeguaichú  por  asuntos  del 
servicio. 


1894— B.  SALTADOR  Elí^PKliETA,  presidente  de  la 
Legjslatura,  en  ejercicio  del  P.  E.  durante  la  ausencia 
del  gobernador  propietario  Echagüe,  á  la  ciudad  de 
Gualeguaichú  por  asuntos  del  servicio,  desde  el  23  de 
diciembre  hasta  el  31  del  mismo  mea. 


DB  míTUB  IBIO  S  i&dl 

'M^I^^Hé».  ^ÉMMwmiM  ÉiCHkcwE,  ^opletário,  desde 
el  91  de  dicieitibre  qiie  reasiíoiió  el  mando  gubék^nitivo 
después  de  haber  llenado :sti  comisión  á  la  ciudad  de 
Guaíeguaiobá,  hasta  el  17  de  abril  de  1875,  que  se  au- 
sentó nuevamente  áe. la  capital,  para  acompañar  al 
Presidente  de  la  República,  con  el  objeto  de  ¡asistir 
■á  la;  inatiiguracio«)  deJ  Fen^o-rCarril  de  Fedeamcíon  á 

-    Monte  Caseros.  \     .'- 

t89ft~Br.  JOSÉ  R.  Íbaltoré,  presidente  de  la  Cá- 
mara Legislativa,  en  ejercicio  del  P.  E.,  en  ausencia 
del  gobernador  Echague^  desde  el  17  de  abril  hasta  el 
25  del  mismo  ipe.s. 

isv^— Dr.  liEOiviDA.»  £€HACílJ]B.  propietario,  dbsde 
el  25  de  abril  quq  regresó  dé  la  inauguración  del  Perro- 
Carril  de  Federación  á  Monte  Caseros,  hast^  el  1^  'dé 
mayo,  que  terminó  su  período  constitucional',  áuce- 
diéndole  el  doctor  Febre. 

En  27  de  enero  de  1870,  la  Legislatura  había  dic- 
tado una  ley  acordando  un  premio  de  !8Í)0  onzas  de 
oro  ála  persona  que  redactase  la  mejor  biogáfía  del 
general  Francisco  Ramírez,  el  Supremo  Eníre'Riáno, 
la  que  quedó  derogada  por  otra  de  19  dé  enero  de  1875. 

Por  ley  de  Í8  de  abril  de  1869  fee  háWá  dispuesto 
mandar  colocar,  en  el  recinto  delá  cámara  legislativa, 
el  retrato  del  general  Urquiza  y  por  otra  de  29  de  abril 
de  1864  se  mandaba  erigir  una  columna  para  que  fuese 
colocada  una  estatua  del  mismo  general;  ambas  que- 
daron derogadas  por  otra  de  18  de  enero  de  1875. 

i99ft-BF.  l(.%iioiv  F£BR]E,  electo  en  propiedad  y 
puesto  en  posesión  del  mando  de  la  provincia  el  l**de 
mayo,  habiendo  organizado  su  ministerio  coa, los  seño- 
res doctor  Juan  B.  Ferreira  y  don  Majauel  de  Tegainos 
Pinto,  hasta  el  15  de  febrero  de  1878  que,  habiendo 
éstos  renunciado,  quedaron  eabargados.d^  ^  oafteras 


512  PROTUfOIA 

los  oficiales  mayores  don  Joaquín  Auli  y  don  Pedro 
M.  Espinosa.  Sin  embargo  el  13  de  setiembre  del 
mismo  año  entró  á  desempeñar  el  ministerio  de  go- 
bierno el  camarista  doctor  José  Romualdo  Baltoré, 
continuando  el  oficial  mayor  Auli  con  la  cartera  de 
hacienda. 

El  10  de  diciembre  de  1878  se  ausentó  de  la  provin- 
cia para  pasar  hasta  Buenos  Aires  y  durante  su  ausen- 
cia quedó  encargado  del  P.  E.  el  [presidente  de  la 
Cámara  Legislativa. 

El  24  de  noviembre  de  1^76,  el  gobernador  Pebre 
descubrió  el  sangriento  plan  que  el  general  López 
Jordán  y  sus  agentes  deblaii  poner  en  ejecución  en  la 
capital  de  la  provincia  á  las  diez  de  la  noche  del  citado 
mes,  con  el  designio  de  cambiar  la  situación  de  Entre- 
*  Ríos.  El  golpe  quedó  neutralizado  con  la  prisión  de 
cuatro  individuos^ 

No  obstante  esto,  el  general  López  Jordán  se  introdu- 
.  jo  en  la  provincia  el  25  con  cuarenta  y  tantos  hombres, 
pero  fue  batido  por  35  guardias  nacionales  del  comi- 
sario Franco  y  obligado  á  abrigarse  en  los  montes  del 
Pospos  y  dejando  dos  muertos  en  el  cnmpo  de  acción. 

El  mismo  dia25  fué  sitiada  .la  plaza  de  Gualeguay 
por  otra  fuerza  de  trescientos  ,y  tantos  individuos  pa- 
sados del  Estado  Oriental,  unidos  á  otros  que  habita- 
ban las  islas  de  Gualeguaichú.  Las  autoridades  de 
la  ciudad  se  sostuvieron  hasta  el  28  en  que  llegó  el  co- 
ronel José  Francisco  Antelo  con  una  columna  de  800 
guardias  nacionales,  cuya  presencia  puso  en  fuga  á 
los  sitiadores,  que  repasaron  el  rio  Gualeguay  y  fue- 
ron á  asilarse  en  las  impenetrables  islas  de  ese  depar- 
tamento. 

Por  la  frontera  de  Corrientes  habian  invadido  la  pro- 
vincia 200  hombres  mas,  los  que  fueron  perseguidos 
y  obligados  por  el  coronel  Guarumba  á  repasarla. 

Apesar  de  las  repetidas  tentativas  de  revuelta  el  doc- 


DB   ENTRE   RÍOS  513 

tor  Febre  pudo  trasmitir  tranquilamente  el  basto  n  de 
gobierno  á  su  sucesor. 

t978-~D.  MATEO  PARERA,  presidente  de  la  Legisla- 
tura, en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  de  la  provincia, 
en  ausencia  del  gobernador  Febre  que  había  pasado  á 
Buenos  Aires,  desde  el  10  hasta  fines  de  diciembre  de 

"^  1878. 


f  S99_Dr.  RAMOlí  FERRÉ,  propietario^  desde  fines  de 
diciembre  que  reasumió  el  mando,  de  regreso  de  Bue- 
nos Aires  adonde  le  llevaron  asuntos  particulares, 
(hab¡£^ndo  sido  recibido  y  conducido  en  la  mañana  del 
11  de  enero  de  1879,  hasta  su  casa  por  el  general  Roca.) 
El  primero  de  mayo  de  1879  trasmitió  tranquilamen- 
te el  bastón  de  mando  á  su  sucesor  el  coronel  José 
Francisco  Antelo. 

t899-€OROilIEL  JOí^É  FRA^€11»€0  AI^TECO,   electo 

en  propiedad  y  puesto  en  posesión  del*  mando  el  1°  de 
mayo,  acompañándose  de  los  doctores  José  Romual- 
do Baltoré  y  Tiburcio  Alvarez  Prado,  en  el  caráctej- 
de  ministros. 


88 


PROVINCIA  DE  CORRIENTES 


1810-1878 


^  ' ; 


I   1 

1  I 


FUNDACIÓN  DE  CORRIEÑIES 


El  (lia3  dé  abril  de  Í588,  Domingo  de  la  Resurrección 
de  Lázaro,  estando  aquellos  territorios  ocupados  por 
dagalastes,  ebírayas,  y^unéles,  prentonqs,  tapes,  char- 
rúas, rnocovís,  abipones,  vuelas,' bnneles,  maures,  che- 
renos,  chaguayasques  y  otros  infinitos  de  lás  naciones 
guaraní  y  guaicurú,  en  una  y  ótrja  costa  del  gráu  río 
Paraná;  aportó,  desde  la  ciudad  Asunción  del  Paraguay, 
capital  entonces  de  la  provincia,  en  las  inmediaciones 
de  la  costa;  abajo,  á  distancia  como  ciiárto  de  le'gun,  en 
el  p.arage  nombrado  de  Árazátf,  el  adelantado,  lióenciádo 
don  Juan  forres  de  Vera  y  Aragón,  gobernador  y  capi- 
tán general  de  las  Provincias  del  Rio  deja  Plata,  con  28 
hombres^  según  unos  (1)  y  de  sesenta  y  tantos  -según 
otros.  ' 

* 

Inmediatamente  de  su,  desembarco  en  el  puerto  de 
Arazatí,  subió  la  barranca,  que  hoy  se  llama  la  calle 
Ancha  de  la  Columna,  y  eligió  el  parage  para  la  plan- 
teacion  de  la  ciudad.  Formjó  un  fuerte  de  palos  y  ramas 
é  hizo  construir  las  habitaciones  que  provisoriamente  los 
cobijase.  Cortaron  ¡en  el  bosque  un  urundey  y  forma- 
ron toscamente  una  Cra^:  que  colocaron  á  cierta  distancia 
de  la  entrada  de  la  pausada.  La  Cruz,  como  se  sabe, 
era  el  signo  de  posesión  que  tomaban  en  nombre  del 
monarca  español  (á  lá  sazón  Felipe .  II)  .  • 


(1)     Segnn  el  psdre  GkíeYant,  el^  níkneró'.do  pobláiores  era  de  60,  otros 
lo  sefialan  eu  28  y  algunos  eq  sesenta  y  tiintos. 


/ 


518  PROVINCIA 

La  Cruz  había  quedado  en  su  mismo  lugar,  con  un 
pequeño  oratorio,  que  con  el  tiempo  áe  fué  cayendo  en 
ruinas. 

En  1730  se  construyó  la  actual  Iglesia  de  la  Cruz,  adon- 
de se  llevó,  con  gran  pompa  el  madero^  testigo  auténtico 
del  milagro  obrado  para  con  los  primeros  conquistado- 
res. El  palo  era  de  urundey;  se  le  sacó  todo  lo  que 
estaba  carcomido  por  los  afios  y  los  fieles  se  repartieron 
eí  polvo  y  las  astillas.  El  interior  estaba  perfectamente 
3jano  y.fprní^  la  Cruz  actual  que  se  venera  en  el  altar 
mayor  déla  Capijla. 

En  esta  cerenfionia  que  habla  atraído  un  gran  número 
de  devotos  de  Entre- Rios,  del  Paraguay  y  de  Santa  Fe, 
el  reverendo  padre  fray  Nicolás  Zambrana,  de  la  orden 
de  predicadores,  pronunció  el  panegírico  en  que  relataba 
los  hechos  y  la  historia  de  la  propagación  de  la  fe  en 
aquellas  comarcas. 

Durante  la  procesión  se  cantó,  compuesta  por  el  mis- 
mo padre,  la  leyenda  siguiente: 

CORO 

Pues  nos  diste  esta  señal 
De  paSy  defensa  y  honor ^ 
.    Por  la  Santa  Cru^,  Señor, 
Líbranos  de  todo  mal, 

.  I 

Cuando  los  ¡conquistadores 
Se  vieron  atribulados 
De  ejército  infiel  cercados, 
Los  sacaste  vencedores, 
Dándoles  un  celestial 
[  Esfuerzo  y  marcial  ardor. 

Por  la  Santa  Cras,  Señor ^ 
Líbranos  de  todo  mal. 


DB  COBBniHTBS  519 


II 


V 

I 


Veinte  y  ocho  solo  fueron 
En  número  los  soldados 

Y  aunque  de  seis  mil  sitiados. 
Ocho  dias  resistieron, 

Sin  hambre,  sed,  ni  señal 

De  cansancio  ni  dolor^ 
Por  la  Santa  Cruz^  Señor, 
Líbranos  de  todo  mal. 

III 

Esta  resistencia  hizo 
Creer  á  los  combatientes, 
Que  nuestros  padres  valientes 
Tenían  algún  hechizo; 
Qué  este  hecho  sin  igual 
No  era  efecto  del  valor, 

Por  la  Santa  Cruz,  Señor  y 
Líbranos  de  todo  mal. 

IV 

Luego  se  determinaron 
A  quemar  al  hechicero, 

Y  para  hacerlo,  primero 
Mucha  leña  amontonaron. 
Quiso  su  encono  brutal 

Dar  muestras  del  gran  furor, 
Por  la  Santa  Cruz,  Señor^ 
Líbranos  de  todo  mal. 


La  lefia  ardió  presurosa 

Y  cuanto  mas  la  aumentaban 

A  la  Santa  Cruz  miraban 


500  PBOYIHCIA 

Mas  reluciente  y  hermosa. 
Pero  el  indio  irracional, 
No  así  aplacó  su  irfencor, 
Por  la  Santa  CPíl^,  Señor  y 
Líbranos  de  todo  mal. 

.  .'VI    . 

Por  ocho  veces  volvieron 
A  practicar  nuevas  pruebas, 
Haciendo  fogatas  nuevas 

Y  el  mismo  milagro  vieron, 
Al  cabo  un  lance  fatal 
Llenó  á  todos  de  pavor, 

.Por  la  Santa  Oruz^  Señor.y 
'    Líbranos  de  todo  maL 

VII 

Porque  á  los  gue  atizaban   , 
El  fuego  un  rayo  mató 

Y  á  los  demás  los  dejó 
Tales  que  á  huir  no  atinaron, 

Y  en  una  angustia  mortal 
Cercados  de  reaplahdor, 

Por  la  Sania  Cruj^  Señor ^ 
Líbranos  de  todo  mal. 

VIII  .     . 

El  bautismo  á  grandes  voces 
Con  ansias  y  con  gemidos 
Pidieron  arrepentidos 
De  haber  sido  tan  feroces. 
Cobrando  un  amor  filial 
A  su  insigne  bienhechor, 
'  Por  la  Santa  Cruz^  Señor ^ 
Líl)rano$  de  iodo  mqL 


DB   CÓRBIBKTBS  521 

IX    • 

% 

f 

Desde  entonces  se  quedó 
La  tierra  pacificada, 
La  nueva  ciudad  fundada, 
Y  todo  á  vos  se  debió. 
Sois,  ó  Cruz!  su  principal 
Caudillo  y  conquistador, 

Por  la  Sania  Cruz,  Señor, 

Líbranos  de  todo  mal. 

X 

Sois  de  esta  noble  ciudad 
Protectora,  honor  y  gloria,  ^ 
Paz,  saluda  luz  y  victoria, 
Defensa  y  felicidad, 
Su  escudo  y  antemural, 
Su  esfuerzo,  brillo  y  valor, 

Por  la  Santa  Cru^^  Señor, 

Líbranos  de  todo  mal. 

XI 

De  maravillas  que  asombran 
Obra  en  vos.  Dios!  copia  Sjanta. 
Que  con  razón  la  Cruz  Santa 
De  milagros  te  nombnó 
Si  á  tu  impulso  celestial 
Cede  el  mal,  cede  el  dolor, 
Por  la  Santa  Crus,  Señor ^ 

■ 

Libranoi  de  todo  mal,  (1). 

(1)  Véase  El  Comercio  de  Corrientes  de  1»  de  mayo  de  1856;  como  igual- 
mente La  Revista  del  Paraná,  en  que  además  de  la  Historia  de  la  funda- 
cien,  se  registra  el  padrón  de  repartición  de  tierras. 


522  paoYinOiA  t 

La  Capilla  levantada  entonces  por  los  españoles,  exis- 
te hasta  el  día,  con  la  denominación  de  la  Cru2  Mila- 
grosa^ aunque  reedificada  en  1808  y  lleva  el  nombre  de 
Iglesia  de  la  Crujs. 

La  población  que  fundaron  á  los  '27^  43'  latitud  la 
denominaron  San  Juan  ció  Vera  de  las  Siete  Corrientes^ 
establecida  bajo  el  patronato  tutelar  de  San  Juan  Bau- 
tista. Diéronle  el  nombre  de  Vera,  en  honor  del  funda- 
dor, y  de  las  Siete  CorrienteSy  por  las  siete  rapidísimas 
corrientes  que  forma  el  rio  Paraná^  frente  á  la  ciudad. 

Los  indios  sometidos  fundaron,  en  1615^  el  pueblo  de 
laPuray  Limpia  Concepción  de  Itatí,  bajo  la  dirección 
del  reverendo  padre  fray  Luis  Bolaños,  compañero  dé 
San  Francisco  Solano. 

Erigióse  ^Cabildo  en  sujetos  españoles  hijos  dalgos, 
cuyos  primeros  vocales  de  justicia  y  regimiento  fueron 
Francisco  Garcia  de  Acuña,  Diego  Ponce  de  León,  Juan 
de  Rosas^  Martin  Alonso  de  Velazco,  Héctor  Rodríguez, 
Alonso  González,  Estévan  de  Vallejo,  Francisco  de  León, 
Diego  Nantera,  Francisco  Rodríguez  Cabrera  y  Pedro 
López  de  Enciso.  Se  nombró  escribano,  para  autori- 
zación de  instrumentos  públicos  y  reparto  de  tierras  y 
solares,  en  la  persona  de  Nicolás  de  Villanueva,  con  el 
título  de  escribano  público  de  Cabildo  y  gobernación. 

Desde  1588  se  veneró  el  Milagro  de  la  Cruz  todos  los 
años  el  dia3  de  abril,  hasta  1805,  que  el  obispo  don  Beni- 
to Lúe  y  Riega,  en  la  visita  á  la  diócesis,  trasfirió  al  dia 
3  de  mayo,  fiesta  déla  invención  de  la  Santa  Cruz  en  Je- 
rusalen,  en  quese  celebra  hasta  la  fecha,  para^evitar  que 
se  reuniesen  las  ceremonias  religiosas  de  la  Semana 
Santa  con  la  festividad  de  la  Cruz.  Esta  figura  en  las 
armas  de  la  provincia. 


COMANDANTES  Dfi  ARMAS 


i sie-o.  NSOBO  FO.iíBK¥iiiiiA^'  comandante  de.  ar- 
mas, basta  agosto,  que  se  comunicó  al  Cabildo  la  reso- 
lución de  la  Junta  de  Buenos  Aires  de  que  se  presen- 
tase en  la  capital,  quedando  en  su  lugar  de  comandante 
don  Ellas  Galvan. 


TENIENTES  GOBERNADOBES 


i^ie— e^BOiVEii  ELf  A9  GALVArv,  correntino,  nom- 
brado teniente  gobernador  y  sub  delegado  de  Real 
Hacienda  interino,  en  julio,  por  la  Junta  Gubern^itlva 
de  Buenos  Aires,  de  euya  jurisdicción  dependía,  y  re- 
cibido el  8  de  octubre  de  la  tenencia  de  gobierno,  pero 
sin  las  formalidades  debidas  á  su  categoría,  por  ha- 
berse presentado  á  la  sazón,  frente  á  la  ciudad  de  Cor- 
rientes, lina  escuadrilla  paraguaya  compuesta  de  5 
embarcaciones  con  tropa  y  una  espedicion  f)or  tierra. 
El  17  de  abril  de  1811,  se  ausentó  el  teniente  gober- 
nador Galvan,  por  haber  quedado  la  ciudad  de  Cor- 
rientes bajo  la  dominación  de  los  españoles,  hasta  el 
16  de  mayo,  en  que  el  comandante  Blas  de  Rojas  se 
declaró  por  la  Junta  de  Buenos  Aires^  desarmando 
mas  de  100  europeos,  á  quienes  prendió  y  puso  em- 
barcados, con  lo  que  quedó  reconquistada  la  ciudad. 


% 


524  PROVINCIA 

Í9I1~D.  AIVGEXi  FEBIVAWDEZ  BLAMCO,   desde  e)  17 

de  abril,  en  que  desapareció  Galvan,  á  consecuencia 
de  la  ocupación  de  la  ciudad  de  Corrientes  por  los 
europeos,  á  cuyo  servicfio  aparentaba  estar,  firmando 
cuanto  se  le  presentaba  en  contra  de  la  Junta  dá  Bue- 
nos Aires,  hasta  el  16  de  mayo,  en  que  se  pronunciara 
á  favor  de  la  misma  el  comandante  Rojas. 

iSit—D.  JOAQVIH'  LEGAli  Y  CÓBDOB A,  paraguayo, 
quien,  nombrado  interinamerttc  por  los  europeos,  se 
pronunció  á  favor  de  la  Junta  de  Buenos-Aires. 
'    Solo  gobernó  algunos  meses. 

1911— B.  cAblom  casal,  porteño:  gobernó  el  resto 
del  año  1811  y  principios  de  1812. 

1919— COBO.líTBL    EVÍ^EBIO  VAI.BCIlC€lBO,  Oriental, 

enyiado  de^de;  Bii^rfoís  Aires  9on  el  objeto  de  restable- 
cer la  tranquilidad  perturbada  con  los  frecuentes  cam- 
bios de  gobierno. 

Fué    nonibrado  por  el  gobierno  de  Buenos  Airn<?, 
habiendo  ejercido  la  tenencia  de  gobierno,  hasta  el  3 

,  I  - 

de  agosto  que  le  sucedió  el  coronel  Luzuriaga. 

isi9-COBO.%c:l  TOBlBio  1.1JZVB1AGA,  peruano,  du- 
rante cuyo  gobierno  fué  edificado  el'  Cabildo,  que 
actualmente  existe,  á  espensas  del  vecindario. 


l^ia^COBOIVEIi   JOSIÉ  E^EOIV  BOMIliGIJEZ,  mendo- 

cino,  teniente  gobernadpr,  nombfadoel  Sdejulio,  hasta 
el  año  de  1814,  que  fué  derrocado  por  el  óoronel  Juan 
Bautista  Méndez,  que  mandaba  la  fuerza  veterana  de 
la  capital  de  Corrientes,  de  acuerdo  con  el  general 
Artigas; 

Vencedores  las  revolucionarios,  Domínguez  se  em- 
barcó para  Buenos  Aires,  á  cuyo  gobierno  obídecía. 
Méndez  dependía  de  Artigas,  por  cuya  federación  se 


^ 


DE   GORRIBKTES  525 

hal^a^ya  pronuuciado  en  el  mismo  año  de  1814  En- 
tre-Riosy  Santa  Fe. 

«dlA— COROMC:ii  JPtíAM  BAVTIÍ^TA  1I1£{VdÉz,  coiren- 

tino. 

Pósesioriádo  éste  del  gobierno  con  el  derrocamiento 
de  su  antecesor  Domínguez,  proclamó  el  Protectorado 
de  Artigas,  negándose,  de  acuercl,o  con  éste  y  con  su 
círculo,  á  aceptar  la  alianza  y  fraternidad  de  Buenos 
Aires. 

Al  pronunciarse  Perrugoría  contra  Artigas,  aban- 
donó Méndez  la  capital,  refugiándose  ^  la  sombra  del 
Protector. 

t9i4-^€9RO.lí£li  Ci^íVABO  PfiRUGOBRl.t^  corren  Lino, 
■   enviado  por  Artigas,   con  una  pequeña  escolta  y  con 
sus  poderes,  para  representarle. 

•  ¡Estaba  de  acuerdo  con  pl  gobierno  de  Buenos  Aires 
y  apareciacomo  agente  del  protector  A.rt¡gas,  por  cuya 
orden  instaló  el  primer  congreso  provincial  presidién- 
dolo él  mismo.  .  : 
Declarado  el  general  Artigas  por  el  Director  Posa- 
das, traidor  á  la  patria  y  fuera  de  ia  ley,  y  ofreciendo 
un  premio  de  6,000  pesos  al  que  lo  presentare  vivo  ó 
flfnuerto,  él  y  le  gobernador  Perrugorría,  invocando  los 
derechos  del  pueblo,  cuyos  intereses  eran  distribuidos^ 
sus  familias  arruinadas,  sus  campos  talados  por  los 
secuaces  de  Artigas — Cano  y  Antonizo — reunió  fuer- 
zas^ de  acuerdo  con  don  Juan  Ángel  Fernandez  Blan- 
co; disolvió  el  Congreso  y  marchó  á  campaña  contra 
los  tenientes  del  Protector.             ^     . 

En  los  campos  dé  Colodrero,  en  la  Costa  delirio  Batel, 
tuvo  lugar  un  encarnizado  combate  con  una  fuerza  al 
mando  de  don  Blas  Basualdo,  superior  en  i)úmer,o,  en 
el  cual  Perrugorría  fué  derrotado,  como  era  consi- 
guiente, tomado  en  el  campo  de  batalla,  remitido  á 
Artigas  y  ejecutado  por  orden  de  ésto. 


526  PROVIKCIA 


1914-1».   JtíAW  A!¥G£L   FttSHIiAlVDfiZ  BLAMCO,  COr- 

rentíno. 

Por  decreto  del  dire<jtor  Posadas,  de  fecha  10  de 
setiembre  de  1814,  el  territorio  de  Corrientes  fué  se- 
parado de  la  intendencia  de  Buenos  Aires,  de  quien 
hasta  entonces  babiadependidOy  y  creada  la  provincia 
de  Corrientes  con  un  gobernador  intendente,  teniendo 
por  limites  al  norte  y  al  oeste  el  rio  Paraná  hasta  la 
línea  divisoria  de  los  dominios  portugueses;  al  este,  el 
rio  Uruguay,  y  al  sur  Is^  misma  línea,  que,  entre  los 
rios  Paraná  y  Uruguay,  forma  el  rio  de  Corrientes  en 
su  confluencia  con  aquel,  hasta  la  del  Arroyo  Aguara- 
chí,  y  este  mismo  Arroyo  con  el  de  Curuzú-Cuatiá, 
hasta  su  confluencia  con  el  Miriñav,  en  las  inmediacio- 
nes  del  Uruguay;  y  por  capital  de  la  provincia  laciudad 
de  Corrientes,  pero  en  tiempo  de  guerra  y  siempre 
que  lo  exigiese  la  necesidad,  el  gobernador  intendente 
había  de  residir  en  el  pueblo  de  la  Candelaria. 

fl$i4— CORO.^EL  £Uí»CBio  V4lIíDCMEGR9,  nombra- 
do por  el  director  Posadas,  el  4  de  noviembre,  debien- 
do ponerle  en  posesión  de  la  intendencia  el  Cabildo 
de  la  ciudad  de  Corrientes. 

fl9iA-*^TJBIVIEl«TIS   COBOi^EIi    ^OHJÉ    fiilIiV^,  COrrCii- 

tino. 

Después  del  triunfo  de  don  Blas  Basualdo,en  los  cam- 
pos de  Colodrero,  en  la  costa  del  rio  Batel,  marchó 
éste  á  la  capital,  en  la  que  entró  sin  resistencia  alguna. 

Tomó  y  fusiló  á  Añasco,  y  por  su  sola  orden  nom- 
bró á  Silva  gobernador,  cuyo  nombramiento  mereció 
la  confírmaoion  del  general  Artigas. 

Tuvo  lugar  un  pronunciamiento  encabezado  pop  los 
hermanos  Escobar,  á  favor  del  gobierno  de  Buenos 
Aires,  de  acuerdo  con  don  Gabriel  Casco.  Este  los 
traicionó  protegiendo  á  los  gefes  artiguistas  del  depar- 


DB  'GORKIBKTBS  527 

tamentodeSanLuis,  inutilizando  asi  el  movimiento  y 
restableciendo  á  Silva  en  el  gobierno. 

tsflft— B.  FRAN€iíM)0  ¿K  pacIíA  abaujo,  corren- 
tino. 

i9ia— D.  ^tñ^\  BAUTISTA  MBMBCZ. 

Los  correntinos,  que  no  podían  soportar  el  pesado 
yugo  que  los  oprimía  con  los  régulos  y  pro-cónsules 
del  Protector,  y  con  especialidad  los  Escobar  y  los 
Araujo,  que  trabajaban  sin  cesar  por  los  principios 
que  sostenía  Buenos  Aires,  trataron  de  deponer  á 
Méndez;  pero  fueron  descubiertos  en  ¡sus  tentativas  y 
enviados  al  general  Artigas,  quien  restableció  á  Mén- 
dez en  el  gobierno,  operándose  entonces  la  alianza 
del  general  Francisco  Ramirez,  gobernador  de  Entre- 
Rios  con  el  protector. 

En  consecuencia  de  disposiciones  de  éste,  Méndez 
ordenó  un  enrolamiento  general  en  la  capital  de  Cor- 
rientes é  hizo  marchar  la  fuerza  á  campaña,  al  mando 
del  coronel  José  Francisco  Vedoya,  por  quien  fué  lue- 
go depuesto. 

fl9t«-*GEJ!IÍEB4LL  AEVBBÉÍ»   TACVABf,   é  AliBBJEM- 

TBABTI€L%9,  indio  misionero  correntino,  natural  de 
Santo  Tomé,  comunmente  conocido  "^w  Aiidresito. 


i9iv— KL  CABIliBO,  investido  con  la  primera  magis- 
tratura de  la  provincia  por  el  coronel  J.  F.  Vedoya, 
después  de  la  deposición  y  prisión  del  coronel  Méndez. 

i9iS— COBOIVEL"   JOISÉ    FBAMCIfSCO  VEBOYA,  ¿Or- 

rentino. 

Puesto  en  campaña,  enviado  por  Méndez  al  mando 
de  la  fuerza  levantada  efi  la  capital,  Vedoya  se  pronun- 
ció contra  aquel,  despachando  inmediatamente  al  te- 
niente Bennardino  González,  cerca  del  gobierno  de 
Buenos  Aires. 


528  .  rooviNCiA 

Aclamado  coronel  por  su  fuerza  ai  hacer  el  pronun- 
ciamiento, Vedoya  contramarchó  sobre  la  capital:  de- 
puso á  Méndez,  encerrándolo  en  un  calabozo,  é  invistió 
al  Cabildo  con  ía  primera  magistratura.  En  Seguida 
nombró  un  congreso  de  diputados  de  todos  los  depar- 
tarilentos  déla  provincia,  por  el  cual  Vedoya  fué  ele- 
gido gobernador,  estableciendo  desde  luego  relación 
directa  con  Buenos  Aires. 


ABTiGÁfS,  (natural  de  Santo  Tomé). 

El  general  Andresitó  invadió  la  provincia  de  Cor- 
rientes con  2000  indios,  sorprendiendo  la  población 
que  emigró  para  Buenos  Aires  por  las  arbitrariedades 
que  temían  de  los  indios. 

Pronunciado  Vedoya  que  mandaba  la^  tropas  de 
Corrientes,  á  favor  de  Buenos  Aires,  uniéndosele  el 
Cabildo  y  muchos  de  los  vecinos  principales,  el  gene- 
ral Andresitó  (hijo  adoptivo  de  Atrigas),  recibió  orden 
del  protector  para  marchar  sobre  la  ciudad  tomando 
posesión  de  ella,  lo  que  realizó  con  sus  indios.  Estos 
hicieron  su  entrada  tranquilamente  y  con  el  mayor' 
orden  hasta  la  plaza,  de  donde  fueron  en  seguida  diri- 
gidos á  sus  cuarteles  y  el  general  con  sus  oficiales 
pasaron  á  oír  misaá  la  iglesia  de  San  Francisco. 

Coríio  una  hora  después,  Andresitó,  acompañado  de 
sus  oficiales,  de  su  secretario  Mejias  (peruano),  del 
gobernador  Méndez  con  su  séquito,  y  precedido  de  una 
banda  de  música,  se  dirigió  á  hacer  una  visita  á  la  fa- 
milia de  Cartwright,  la  cual  duró  como  tres  horas.  De 
allí  pasó  á  bordo  de  la  capitana,  que  estaba  fondeada 
frente  á  la  aduana,  con  el  objeto  de  ver  al  almirante 
Pedro  Campbell. 

A  la  noche  siguiente  en  que  se  posesionó  de  la  ciudad, 
todos  los  miembros  del  Cabildo^  incluso  el  alcalde  de 
I***  voto,  Cabral,  fueron  llevados  con  grillos  á  bordo  de 
la  capitana,  pero  debido  á  la  intercesión  del  respetable 


DB   COBttIBVTES  529 

vecino  inglés  Mr,  PosHethwai  tes,  padre  déla  señora 
deCartwright,  consiguieron  el  ser  puestos  en  libertad. 

Ándresito  estableció  su  cuartel  general  en  la  casa 
del  coronel  Vedoya,  y  tlespues  de  levantar  una  con- 
tribución con  que  poder  vestirá  su  gente,  que  estaba 
andrajosa  y  alguna  de  ella  con  chiripá  solamente,  y  de 
equiparla  con  decencia,  dio  dos  ó.  tres  funciones,  á 
que  invitó  á  lodos  los  vecinos  principales.  Estas  fun- 
ciones consistían  en  una  especie  de  comedias  ó  dra* 
mas,  representados  por  los  indios  que  habían  sido 
enseñados  por  los  jesuitas.  Los  corr^ntinos  no  qui* 
sreron  asistir,  porque  miraron  la  cosa  con  desprecio, 
pero  Andresito,  aconsejado  ó  inducido  por  su  secr.eta- 
rio  Mejias,  tomó  su  venganza. 

A  la  mañana  siguiente  de  una  de  esas  funciones, 
dia  de  un  sol  abrasador,  mandó  tocar  llamada  á  son 
dé  caja,  y  todos  los  vecinos  demás  importancia  de 
la  ciudad,  con  escepcion  de  don  Isidoro  Martinez, 
Duriiii  y  Postlethvvaites,  fueron  conducidos  á  la  plaza, 
donde  se  Ie^  mandó  arrancar  el  pasto  que  en  ella  ha- 
bía, anivelarla  y  asearla  de  un  estremó  á  otro,  basta 
dejarla  como  nunca  se  vio  antes  ni  después, 
s  Durante  los  siete  meses  (desde  octubre  de  1818  haá- 
ta  abril  de  1819)  que  Andresito  estuvo  en  posesión  de 
la  ciudad,  no  hubo  mas  que  un  robo  hecho  á  un  ten- 
dero, cuyo  perpetrador,  a  la'' simple  demanda  del  iiite- 
resado'interpuesta  ante  el  general  Andresito,  fué  públi- 
(Jámente  azotado  én  la  plaíá. 

Andresito  catstíga'ba  por  lo  general,  no  álos  soldados 
sino  á  los  oficiales,  porqué  decía  que  si  éstos  cumpHan 
.  su  deber,  aquellos  habían  de  hacer  ío  mismo. 

Andresito  no  cargaba  espada,  por  ha|;)er  perdido  la 
suya  en  una  acción  que  tuvo  con  los  portugueses,  en 
octubre  de  li^l6,.  y  había  determinado.. oo.  volver  á.om- 
gar  otra,  hasta  no  ganarla  coa  hooor.  No  obstad  te, 
siempre  que  se  enfadaba,'  sus  ofícialeis  al  instante  de* 

S4 


•  530 '  PBOYINCIA 

.    senvainaban  La  suya  presen ttodosQl^i  ó  Se  preparaban 
!á  hacer  uso  de  el)ad  á  la  voz  de  mando  d6  ^\x  gefe. 

Gomoi  uu  año  después,  Andi^esko  y  sus  indios  fueron 

i'derrofcados  en  Itacuruby  por  los  portMgu eses,  tomados 

prisioneros  -y  conducidos  á  Rio  Janeii'o,  donde  éstos 

'•:  quedaron  inuy  luego  en  libertad  y  aquél  permaneció 

'.   priaiónerio  hasta- que  taiiirió.  al  poíJó  tiempo. 

Con  $u  derro|ta,  la  tribu  de. los  guaraníes  quedó  casi 
:  amqailada2:ena  una  raza  in<2Kfeosivai»  amable  y  muy  bien 
«    dispuB^á.  '  Los  mas  sabían  leer,  escribir  y  tocar  algún 
instrumento;  muchos  de  ellos  bftstados  ó  tres. 
•    'Aíídresito  era  caáado  con  unja  muger  muy  hacen- 
*  dosa;  amabl'í  y  algo  bonita.    Era  hombre  dé  buen  cora- 
zón y  de  mejor  instrucción  que'^lo  que  podía  esperarse, 
habiendo  «;t<Jo  educado  en  Montevideo.     iCúpóle   la 
d6^grácia  dé  tener  á  su  lado»  uin  hombre  muy  perverso, 
•en  la  per$oria^eísa  secretario  Mejias,'  áqniensedebe 
.    tddoft'los  máieá  que  hizo  Andresito,  siempre  en  estado 
de  beodez,  é: inducido  por  aquél.     El  fin  de  Mejias  fué 
él  morir  ASfesinaido  en  una  celada  en-  que  se  le  hizo 
•    caer.  •■:•••.:. 


Apoyado  ^n  el  pgder  del  general  Ai>dr^sito  Artigas, 

ponsiguió  Mepdei;  s^lii^*  de  la  prisión  en  que,  lo  había 

.  encerrado  el  coronel  Yédoya,  j  restablecido  en  el 

.  Wudp-  '/•••  \.  ;•••      ..*._' 

Asegurado  éste  en  si^; puesto,  Andr^sitp  regr^síj  á 
su^ .chozas  ó  campamento.,,  quedando  desd^  entonces 
j  .  alanzada  la.  alianza  del  triunvirato /^c/Vaí  de  la,  época: 
Rámir^2^YT-Art¡^5i— Me.nd¡.z.. 


•   >    ■ 


i»f9— Hí  PBsmi  CíIlMpbísea^  (inglés,)  almirante  de 

liaiei^uaclra  artiig4ai¡sta;    i.    :    . 

^   EstB  iodivíétuoi,  con  otro  ing^lés;  J^ian  Tomás  A&det, 


\ 


sei.dístío'9QÍeron  1  und  y  otro  en>  sus  heohos  nef^ndos^ 
siendo  tan  feroces  óotüko  los.  mismos  indios,  y  jDor" 
algún  tiempo  el  azote  de  Corrientes^  donde  no  había 
lamas  fnfnifína seguridad.*  -•  -•  ^ 

Solo  citaremos  algunos  actos  salvages  de  estos  íArdi- 
viduos,  como  una  prueba  de  su  ferocidad. 

Los  Escobar,  don  José  Luis  y  don  Donlingo,  fueron 
sorprendidos  y  derrotados  por  A¿det^  en  un  ehciierltro 
que  tuvo  lugar  cerca  de  Gbya,  el  5  de  máyodéí8l9, 
quedando  ambos  muertos  y  recibiendo  áon^pptiimg^^ 
27  lanzazos  antes  que  rendirse.  Las  cabezas  d^,est9S, 
conducidas  á  la  capital,  fueron  puestas  en  e^hi^ioion 
.   en^a  pla^a  pública. , 

Los  hermanos  de  esas  desgraciada^,  victimas,  ^on 
Miguel  y  don  Ángel  Escobar,  lograron  fugar  al  Para- 
guay, eon  la  esperanza  de  obtener  protección  deláifei 
tador  Prahció,  pero  éste  los  hiandó  füsildr,  al  poco 
tiempo.  ^ 

Campbell  huyó  ál  Paraguay  al  mismo  tiempo  éjue 
Artigas,  y  aunque  se  te  hiz<»  saber  que  dibbfa  conside- 
rarse prisionero,  se  le  permitió  ejercer  su  ofictó  de 
curtidor  en  Ñeembücú,  donde  vivió  ti*aiiquiló.Dfe  éükn- 
do  en  cuando  armaba  camorras  coli  los  pa^agUáy6s, 
por  quienes  tenía  antipatía,  como  se  verápói*  eí  acto 
que  sé  va  á  reférlK 

En  Una  ocasión,  siendo  almirante  dé  la  éscüádi'a'''de 
'  Artigas  y  comanáanie  de  marina,  capturó  ún  badue 
paraguayo.  Cuya  tripulación  hizo  desembarcar  éh'áo- 
y a,  ordenando  flieséíí  todos  nevados  á  ürt  WgaMéyjg- 
nadópara  su  ejecución  y  en  veí:  de  debapitlir^Jóá,  Cbhio 
se  creía,  mandó  se  leiá  cortase  las  írensas  i)ói^'riíanó'*de 
verdugo  don  un  hacha  bien  añlada.  En  ese*  estado  jos 
envió  al  í^araguáy. 

Gefe  supremo  del  Entre-Rios  y  CóffíetitM,  frottAj^a- 


682  '  FBOviaMiiA '  ' 

'  do'poin  sí  miñiñOiy  despuies  de  la^  destrucción  y  es^a- 
"  triacion  de  su  amigoi  y  cdíada  Artigas:  . 

fl^te— €»BiVEiiAii  BICARD9  liOPEX  ^ARUAM^  Supre- 

..^pjO  delegado  de  Ramírez,  hasta  <jiie,  pon  la  derrota  y 

muerte  deépte,  en  julio  de  1821,  en  lo^, campos  de  Cór- 

..  doba,,s.^guo  se  verá  en  nuestra  Historia  de  los  Gober- 

^   naclpres  ^de  ^^nve-R'ip^,  se  ausentó  de  la  provincia,  de 

oíg^aado^á^u  vez  eri  Carriego.  .  . 

kéAí^biíAiviiAÉTig  ey4ri!9tO  e.AiiftiGGO,  cor- 

•'  rbntirto;  cortiahdante  dé  armas  deila  provincia,  delega- 
"dódte  López  íordan. 

Fué  depuesto  por  la  influencia  de  dí^Mi  Juan  Ángel 
■ '  Fernandez  Blanco  y  don  Nicolás  Atienza. 

,    cqrrentjpo,  nombrado  pirovisorio  por  el  ¡pueblo. ' 

Fué  elevado  al  mando  el  12  de  octubre  de  .18¡?1,  dia 

..m^mprabU  parala,  provincia  de  Corriente-s  porque, 

desdid.esia  fecho. data. ^u  .v6iida,dera  ind^pí£ND[¿ncia>,  H 

'  bréfudosQ  de  .  la  .anarquía,  que  desde  la  emiancipacion 

.  ¡J^doniÍQaba^.yrecup.e.raDdo.sus  derechps  políticos  de 
^7^nQsde  los  caudillos  que  la  usurparon. 

,.,..j  A.  la  libertad  de  la  provincia  contribuyeron  los  gene- 
rales Mansillay  E.  López,  gobernadores  d-e  Entre-Rios 

.  :  y  Santa  Fe,  pronunciándose  el  primero  en  la  ViUja  del 

,  .Paifaná  el  g3  de.  setiembre,. contra  JLope;z  Jordán,  d^l e- 

^  ¿Ado  ^^  su  )ierm.f^np  materno  eí  general  Ramirez, 
quien  terminó  su  borrascosa  vida  él  10  de  julio,  en  San 
.Franciscp,  á  ipí^íedi^'iipnes.del  Jflio  Seco,  provincia 
.  de  jCórdpbaj  por  .la  vanguardia  del  g[eneral  Fraiicisco 
Beclpya,  g'obernador  delegado,  de  Córdoba,  al  mando 
del  teniente  de  dragones  santafeciuo  José  Maldo^ado. 
El  coronel  Atienza  obtuvo  el  mando  interino,  hasta 

.  t^íifQqqe,  r^ujú4osJ934¡Ru^^qpiiV9l9.^d¡e^^^ 


-^ 


/ 


DBAOOBBdmRrBB  638 

rentino,  nombrado  interino  hasta  el 'año  de  ISiSéijque 
fué  reelecto  .en  propiedad^  sucediéndole  en  1824,  el 
'.  'génerál'Perré:  ■  "^'     '    '^.^íy  rs  .-ur;:  ?/ .i;>  -¿:^vs 

ib«í€*-^€íewc2RA.ti'  -P1S9RO  FERRiÉr,  (promovida^á^bri- 

'    gadiep  el  3tde  rnayo:ide{t855)corpeñ¿¡ín(T/electcl  ynee- 
■  lecto  en  propiedad,  gobernador  ifiitondenlte!'j/<  Cdrpílan 

*  genei^a),  él'27  de  diciembre  de-  18^,  hasta  el  254'$  •  <li- 
dembre  de  1828  qire  dimitió 'el  gobierno,    ^ií:  ¡i  ii  :í 

í^  Durtíriteielgorbfénvo  del  general  Ferré  se  ^drói -princi- 
pio, en  enero  de  1825,  á  la  publicacion-det  RegifeíPoiOfi- 
cial  de  la  provincia  y  los  estados  de  las  entradas  y  sa- 

^ "'^lídás  del'íesorfí;  'á  !á^uí>dacítwi  de*á1g«rfafeí*viííasf  ^4. 
'  *  ' Trató,  de  establecer  tin  peíriódico^,  'p€ro  ñú  pudo  cón- 

'•■¿efguirlokirio  eírí  el  per'fodcl'dé  -fea  següntió' gobUt^no, 

óónrio  sé  verá"  mas  adelantéi  '  •   ' '        •    i'^^-i     »  í'Jíü 
'     'Bn' vista 'de  lósiifliíohvenient'és^qcré  el'  gbbifefrm)^  tofca- 

■ '  'ba  confrééiVencfa ^ara  la  ptí'blí(3a<íion  de  íés'dlsposit^io- 
nes  oficiales  por  medios  de  los  bandos  ácóStónnbradbs, 
el  gobernador  Ferré  espidió  (13  de  febrero  de  1825)  un 
decret9   ordenando  que  esa '  pubncacióh  senabTa'ae 

;  nacer  en  16  sucesivo  por  medio  del  ayudante  de  plaza 
y  escribano,  acoriipanados  dé  un  tamlbor,'  tocan do/<^ste 
una  corta  llamada  en  las  esquinas  (Jonde  hubi.éra ,  de 
fijarse  el  edicto  ó"  bando,  y  procedieíidd  en  isegulda  á 

fijarlo.  .     •      ,  .:  ..  , 

El  25  de  abril  71825)  eí  gobernador  Ferré  ■tuvo  que 

salir  á  campana  á  objetos  de  interés  publico,  y'dili'an- 
,  te  su  ausencia  delegó  el. gobierno  en  el  i'ns'peó'tót*  gene- 
'  raí  de  armas;  córóneTBlanco.  ' 


t^g&^C^OBioníKi^  ÍuA)i;#OÁÉ^BiiA(V€aVín^P^<^<^^  ge- 
neral de  alrmias,  delég^ido  de  Ferré,  desde  elíodeabril, 

durante  la  ausencia  de  éste  en  campaña  dj  tt^'^to^  de 

interés  público."'  '  -       '    i  í      '     '  •'  ^(^ 

No  existe  b<D^¿s tañará'  dé'  la  leehai  deLrcigv eso  del  >pro- 


\ 


SfS4  smoTjmeuL 

K 

\ 

•  pietenÍD»  aixr  embarga  ccetmos  (|ue  fué  á  príiicipios  é^ 

•  :  JU{SÍ0«. 

fl89ft— GKNKHAiiP.FKBllÉ,  propietario»  desde  junio, 
que  reasumió  el  gobierno,  hasta  el  22  de  octubre  que,  á 
eolisécuencía  de  on  moTimieota  subversivo  ejecutado 
pardos  compafliaa  del  escuadrón  d<e  dragones,  tuvo 
que  salir  de  )a  capital,  á  fin  dQ  impedir  los  males  que 
.aqüet  suceso  pudiera  origini^r  contra  el  arden  y  la 
tranquilidad'  públiba.  Durante  su  aus^ncíia  delegó  el 
maqdo  militar  en  el  mayor  de  plasa  y  el  político  en  el 
;  atcaldou  mayor. 

i9»i»-«»  juahí  JFKILIIPI:  «1LMIA#^  mayor  de  plaza 
y  donToMÁsSAEMZ  dk  Cavja,  alcalde  mayor^  dele- 
tgados  de'Fqrré,  con  el  qiandode  la,  ciudad,  en  lo  mi- 
litar el  primero  y  en  lo  político  eL  s^undo,  con  solo 
la  faiQultad.de  resolver  y  determinar  lo^ ' asunips  de 
despacho  diario  y  de  reglamento,  desd^  el  22  de  octubre 
hasta,  pjtrincipios  dQ  noviembre. 

iJs«i^.^.^EMEiiÁii  w.  FEHRÉ,  propietario^  desde  prin- 
cipio de  noviembre,  que  reasumió  el  mando,  hasta  me- 
,  diados  de  octubre  de  1826  que  delegó  nuevamente  en  el 
,  referido  Gramajo,  por  haber  tenido  (jue  salir  á  campa- 
ña, á  causa  de  la  guerra  con  el  Brasil,  habiendo  esta- 
blecido su  cuartel  general  en  Curuzú-Cuatiá. 

La  facultad  del  delegado  quedaba  limitada  al  despa- 
cho de  los  asuntos  diarios  y  de  reglamento. 

Lc^  Qmision  del  popel  moneda  corriente  tuvo  su  ori- 
gen en  una  ley  de  la  provincia  de  fecha  13  de  mayo  de 
1826. 

En  esite  mi^mo  año  se  levantó  el  plano  para  la  delir 
neacion  de  las  calles  de  la  capital  por  don.  Narciso 
Parcbappe. 

En  vista  de  la  capitalización  de  Bue^DtOS  Aires  y  la 
ipücbrte  violenta  de  la  prúvihctai  coa  U  ley  fundamental 


DB  'aOBawvTBS  SSSk 

de  23de  énerO'  de;l8iia^;sftncÍQnad(^;poi*;6l;Q(P#gr^pp,ge- 
neraliconstituyehté,  que  garanUa  6.t0dQ$  e^^n^o^de 
goberna^s¿  por  sus  ^propias  mstitücion^y;  la  Juntiitiide 
la  protincia,  aulor¡a6  al  Poder  EjeíCtifcíva  para-  'dofiwl- 
tar  al  pueblo  sobre  la  forma  de  gobi'erno  que.  ConríAütes 
habíaide  adoptar.  Eo  su  Ci>i>secqer}c/p>.;ei^:gd(2j  4}cjem- 

brede  1826,  los  gefes.y  oficiales,  e^ajftúfn^FOjde.S^rpp- 
nidos  en  el  campamento  d^  Ia$^^  tropas. i<^l^'p^ov,ipgja^ 
:sobre  el  Arroyó.  Grande,  dieron. tpdpa  ^.,vo>¿  pp|í'  )la 

!  forjna  de  gobierno  federalj.  l/j^  pueblos  fíe. S/^n.íÍQgue, 
GoyaySanJosó  de  las  Saladas,! jo  efe|ctv)aron,.Ql.^ia 

\&j  votando  lil  por  la  fedér^oio^)  ^  1  por  el\%íst§jp3^de 
unidad;»  y  eo  laqapital  de  Coréente?,  ^wvjo  lu§af  e)  D¡ijs- 
mo  procedináiento,  el  dia  l?,.y  \dip  ppr  xe3filfc^9,66 
votos  por  la  federwioJí  y  ninguno  pQ^,|^l.u^¡c}a(J,  ^..jy, 

Al  año  siguiente,  .la  L^gislaHM'a^j)r^?i4\da;íftqf^el 
doctor  Ju/B®  Francisop  Cabr^lj  diot^  (8  dejulJ!oX{^Jft^(¿y 
que  fué  promulgada^eh  dui  3.p.Qr<<^l  gQfciev'í?'a(ífi,rJP,qrA'é, 
decUr^-ndo  que  la  provincia^  <me  pptabí^  .fy^f^  ^^^ 
pacto  g^eneral  de  asociación,  y.  separís^da.  enteramente 
del  congreso  titulado  nacional^  no  recojípce  ni  recono- 
cerá, obligación  alguna  de  las  qu.e  de  cualqníer'rnodo 
quisiera  contraer  con  otros  Estadps^  ^^^ca$o  tuviese 
contraidas  aquel,  gobierno  bajo  el  car^ctejr  ijacional. 

.El  ,9  de  octfibre  de  182!7  se  sometijejron  al  .ga^ieruo  de 
Corrientes^  los  pueblos. de  S^on  .Miguel^  Jluestra^Se- 

.  ñora  de  Loreto,  que.  hasta  entonces  formaban  parte 
de.lpque  se  conocía  con  el  nombre  de  .provincia  de 

•Misiones^  á  pesar  del  ya  citaqo  decreto "djcl  director 

;  Posadas,  defecJbalO  de  satiembre'.de  18Í4. 

Aunque  la  denominada  pnovinqj^  dv^l^isippes  tuyo 
representación,  en  él  CoDgre3o  Pí,^9Íona,l,  perp?.au€ice 
$ubsyistenie  la  protesta  del  gol^íeruQ  fjip  Cqrri^tps  ma- 
nifestí^da  por  resolución  legisjaliva  de  iP^de  abril  4© 

El  dia4de  mayo  de  1828,  elgobernad<Hr.  Fer^rócon- 


I 


636  PBOVIHOIA 

cutTÍd  con  todas  las  oorporacíoned  y  el  pueblo  al  lugar, 
en  que,  los  fundadores  de  la  ciudad,  erigieron  el  pri- 
mer santuario  y  depósito  del  simulacro  de  \a  Sq/itisi- 
ma  GruZy  á  cuya  conmemoración  hizo  en  dicho  dia 
solemne  colocación  de  una  Columna. 

La  arquitectura  de  ésta  es  regular  y  de  un  orden 
compuesto;  su  altura  de  9  varas,  desde  la  base  hasta 
la  cúspide,  que  remonta  en  un  globo.  Tiene  dos  plan- 
chas grabadas  y  embutidas  en  la  misma:  la  primera 
que  mira  al  oriente,  tiene  por  trofeo  una  Cruz  en  campo 
de  fuego,  rodeado  de  nubes  y  orleada  con  el  siguiente 
mote:  tDextera  Domini  fecit  vírtv^tem.  Salmi  117 
vers.  16.9 — Al  pié  de  la  Crtus  se  halla  la  inscripción 
siguiente:— tjFZ  Pueblo  correntino  erige  este  monu- 
mento en  testimonio  de  su  GRATirtJD  al  soberano 
autor  de  los  portentos,  por  los  que  su  diestra  omni- 
potente se  dignó  obrar  á  faúor  de  sus  padres  en  el 
memorable  dia  3  de  abril  de  1588 /' 

La  segunda  plancha,  que  mira  al  occidente,  tiene  por 
trofeos  parte  del  cuerpo  de  un  monstruo,  armas  y  otras 
insignias  militares,  con  la  inscripción  siguiente:— «jFZ 
mismo  pueblo  correntino,  en  homenaje  de  su  augusto 
respeto,  á  la  memoria  de  sus  veinte  y  ocho  ilustres 
progenitores  en  el  dia  ^  de  abril  de  1828." 

La  Columna  está  circunvalada  de  una  balaustrada 
en  el  centro  mismo  de  la  primera  capilla,  que  los  des- 
cubridores erigieron  á  la  santísima  Crus^  sita  en  el 
monte  de  Arazatl.  Desde  la  iglesia  actual  de  la  Cruz 
bástala  Columna,  se  abrió  un  camino  de  20  varas  de 
ancho,  siguiendo  Vumbo  recto  hasta  el  rio  Paraná, 
que  tendrá  1700  varas  de  largo;  quedando  la  Columna 
en  medio  de  una  plaza  de  100  varas  de  diámetro. 

A  los  cinco  dias  de  bajar  del  gobierno  (30  de  diciem- 
bre de  1828)  el  ex-gobernador  Ferré  fué  sometido  á 
juicio  de  residencia,  observándose  la  práctica  prescri- 
ta y  teniendo  presente  la  Constitución  del  Estado.    La 


i 


DB   OOERUKTBS  597. 

duración  del  juicio  había  de  ser  por  él  tiempo  dedos 
meses. 

t9te--B.  JíU.%N  F£iiiPE  GHAMJkMO^  iCorrentino^  te- 
niente coronel   mayor  de  plaza,  delegado  de  Ferré, 
durante  la  ausencia  de  éste,  desde  mediados  de  oc- 
tubre,  primero,  en  su  cuartel  general  de  Curuzú-Cuatiá 
y  en  seguida  en  el  Arroyo  de.la.China  (Concepción 
del    Uruguay),  donde  se    reunieron    los   gobernado- 
res Zapata^    de    Entre-Rios,    Ferré,  de   CorrieDtes, 
'Rondeau,de  la  Banda  Oriental  y  Aguirre  de  Misiones,  f 
con  el  objeto  de  conferenciar  sobre  remisión  de  tropas 
de  caballería  para  engrosar  el  ejércilo  nacional  y  para 
allanar  ó  transar  algunas  dificultades  gue  se  presenta- 
ban.    La  espresada  reunión  tuvo  el  mejor  resultado', 
.    habiendo  cabido  el  mérito  de  la  iniciativa;  en  tan  im- 
portante negocio,  á  la  provincia  de  Entre-Rios. 

Durante  el  gobierno  delegado  de  Gramajo'la  provin- 
cia fué  invadida  (5  de  noviembre)  por  los  brasileíros. 
En  su  consecuencia,  tanto  el  delegado  como  el  propie- 
tario, que  se  hallaba  en  campaña  á  la  cabeza  de  una 
columna  compuesta  de  12  escuadrones  de  ihilicía  acti- 
va, adoptaban  al  efecto  enérgicas  providencias  Contra 
. .  los  invasores. 

fsts— B.  PEDBO  Dio:viüiO  CabbaIí,  correntíno, 
nombrado  en  propiedad  el  18  y  puesto  en  posesión  del 
cargo  el  25  de  diciembre  de  1828,  hasta  el  18  del  mis- 
mo mes  del  año  Í830,  y  tuvo  por  ministro  á  don  Euse- 
bio  Antonio  Villajíra. 

A  principios  de  mayo  de  1830,  el  gobernador  Cabral 
tuvo  qué  ausentarse  de  la  capital  á  la  Villa  dé  San 
Roque,  delegando  el  gobierno  en  el  teniente  coronel 
Juan  Felipe  Gramajo,  hasta  principios  de  julio  (Jue 
lo  reasumiera. 

Apesar  del  delegado,  que  existía  en  ía  capital;  desde 
la  villa  de  San  Roque,  el  gobernador  Cabrál  ratificó;  en 


5$8 


PBOVIXOIA 


17  de  mayo  de  1830,  el  tratado. celebrado  el  3  del  mismo 
mesyaño,  enel  Paraná,  capital  de  Enlre-Rios,  entre 
el  coronel  Pedre  Barrenechea,  por  parte  de  Entre-Ríos, 
y  el  general  Pedro  Ferré,  por  la  de  Corrientes,  en  con- 
secuencia de  los  celebrados  él  23  de  febr.ro,  en  la  ciu- 
dad de  Santa-Fe,  v  el  23  de  marzo,  en  la  de  Buenos 
Aires,  con  el  objeto  de  formar  una  liga  ofensiva  yde- 
fensiva  entre  las  cuatro  provincias  litorales. 

19a#--T£IVlfiI%TC:    COROIVISIi  JÍUAM   FELIPE    GRA- 

MAJtf,  juez  de  policía,  delegado,  durante  la  ausencia 
del  propietario  Cabreil  en  San  Roque,  desde  principios 
•de  mdyo  hcista  el  18  de  diciembre  de  1830. 

1980— G£IVJBR.%L  PEDRO  FERRÉ,  electo  en  propie- 
dad,, desde  el  18  de  diciembre  de  1830,  en  que  tomó  po- 
sesión del  mando  déla  provincia,  hasta  el  19  dediciem- 
.  bre  de  1833,  que,  apesar  de  haber  sido  reelecto  por 
cuatro  veces,  dimitió  el  carga  otras  tantas.  Fué  su 
ministro  el  antes  citado  Villagra. 

El  16  de  mayo  de  1831,  fué  necesaria  la  presencia  del 
gobernador  Ferré  en  campaña,  por  cuyo  motivo  de]e¿;ó 
el  mando  en  el  teniente  coronel  juez  de  policía,  don 
Juan  Felipe  Gramajo. 

En  setiembre  del  mismo  año  fué  igualmente  necesa- 
ria su  presencia  en  campaña  y  delegó,  en  el  mismo,  el 
mando  de  la  capital,  para  los  asuntos  diarios  y  de  re- 
glamento. 

Por  tercera  vez,  su  presencia  fuQ  urgentemente  re- 
clamada por  asuntos  de  interés  general  del  pais,  en 
Ids  provincias  dq  Santa-Fe^  y  Entre-Rios,  desde  el  1** 
de  febrero  hasta  el  20  de  marzo  de.  1832,  durante  cu- 
ya ausencia  quedó  delegado  el  mando  de  la  provincia, 
en  todalaplenitud  y  estension,  en  el  propio  Gramajo. 

El  general  Ferré,  como  priniernegociadur,  adhirió 
y  aceptó  el  tratado  de  alianza  ofensiv^a  y  defensiva  ce- 
lebrado entre  las  provincias  litorales,  en  la  ciudad  de 


DB  t  <so»l^By  tM  589 

Santa-Fe,  «1  4de  eúero  d0  1831,  y  apesar  de  Jiaberse 
suscitado,  en  1832,  diferencia  4e  opinionetsísobreprin- 
ibiplos'  y  derechos  nacionales,  0ntre  la  provincia  de 
Cofrientes  y  la  de  Buenos  Aires,  coatingí)  con  ésta 
como  con^odas  la.s  demás .  sus  fratern^es  relacio- 
nes,   t,       , 

Hallándose  indispuesto  al  estrenlio  de  no  serle  posi- 
ble continuar  desempeñando  los  negocios  públicos  de 
su  cargo,  con  la  coutraécion  que' éste  .demandaba,  el 
general  Ferré^  el  27  de  abril  de  1833,  delegó  el  go- 
bierno en  el  teiiiente  .oorónel  Manuel  Antonio:  Ferré, 
hasta  que;  restablecido,  lo  reaisumió  el  2  de  j.uJ¡D'del 
mismo  año. 

En  octubíe  de  1833,  el  gobernador  Ferré  reclamó  el 
'Cumplimiento  del  tratada  de  4  de  enero  de  1831  áobre 
ila  necesidad  de  hacei-  efectiva  ta  alianza  ofensiva  y 
d^fen^iva  áqué  s^  ligaroa  las  cuatro  provincias  lito- 
rales. •  i\ 

Fundábase^l  gobernador  Ferré  en  que,  después  de 
haber  ocupado  el  tei^ritorio  de  los  pueblos  orientales 
del  Paraná,  que  abandonaron  tas  fuerzas  paraguayas, 
sucéBió  que,  el  21  de  setiembre  (1833),  abordaron  en  las 
costas  de  Corrientes  unas  cuantas  canoas,  sorpren- 
diendo y  llevando  por  la  fuerza  cuatro  mujeres  que  la- 
vaban ropas  en  la  ribera,  siendo  victimas  algunas  de 
ellas.  Posteriormente  sobrevino  otro  incidente  que 
fijó  la  atención  del  gobíei^no  de  Corrientes  sobre  miras 
súbvereivas,  que  dejaban  ver  la  intención  que  abrigara 
el  Dictador  del  Paraguay.  El  20  de  octubre  (1833)  18  ó 
20  canoas  sorprendieron  un  pequeño  piquete  compues- 
to dé  18  hombres  sobre  la  misma  costa,  y  á  la  distan- 
cia de  ocho  ó  nueve  leguas  de  la  capital. 
'  Este  último  acontecimiento  tuvo  lugar  después  que 
los  indios  guayanás  y  alguilos  del  pueblo  de  Trinidad^ 
que  sé  hallaban  baja  la  obediencia  del  Paraguay,  pasa- 
ron á  esté  lado  en=  ntímero  de  ciento  y  tantas  familias. 


54o  pftóvnrcu' 

que  desde  entonces' quedaron  bajo  la  protección  del 
gobierno  de  Comentes. 

Este  supo  también  que  el  dictador  Francia  había 
sacado  al  general  José  Artigas  ael  lugar  de  su  confi- 
nación, trasladándolo  á  uno  de  los  pueblos  misioneros, 
con  el  especial  encargo  de  arreglar  y  disciplinarlos 
indios  capaces  de  hacer  el  servició  de  campaña  en 
hostilidad  de  la  provincia  de  Corrientes  y,  caá  tal  de- 
signio, fijó  su  residencia  en  Itapuá,  etc.,  etc. 

El  motivo  de  las  ocurrencias  que»  desde  antes;  se 
observaron  entre  la  provincia  de  Corrientes  y  la  del 
Paríkguay,  según  los  mejores  datos^  arranca  del  dere- 
cho antiguo  ó  de  las  disposiciones  regias  que,  á  los 
gobernadores  del  Paraguay,  unían  la  intendencia  de 
quinoe  pueblos  de  Misiones  y  el  departamento  de 
Candelaria^  sito»  al  sur  de  las  márgenes  del  Paraca, 
con  sus  pueblos  adher entes,  Santa  Ana,  Loreto,  San 
Ignacio,  Corpus,  etc.,  que  estuvieron  sujetos. al  go- 
bierno civil  y  eclesiástico: del  Paraguay.  Los  suce- 
sos, de  la  guerra  ocurrida  en  tijempo  del  general  Arti- 
gas, y  seguidamente  la  del  emperador  del  Brasil, 
causaron  la  ruina  de  esos  pueblos;  pero  el  Dictador 
del  Paraguay  fundó  luego  una  guardia  al  sur  del  Pa- 
raná, en  los  Mmites  que  dividían  la  antigua  provincia 
de  Misiones  con  la  de  Corrientes^  cuya  línea  divisoria 
es  conocida  por  Tranquera  deLoreto  y  Paso  de  San 
Ignacio.  Dentro  de  estos  límites  estaban  las  estan- 
cias pertenecientes  á  los  pueblos  del  norte  del  Para- 
ná, Itapuá,  Trinidad,  San  Cospi?,  Jesús  y  varios 
otros.  Tales  fueron  los  motivos  para  las  anteriores 
desavenencias  entre  las  dos  provincias;  pero  con  res- 
,  pecto  á  las  últimas  bostilidades  por -el  dictador  Fran- 
cia y  quellap^abau  tanto  la  atención  á  Ja  fecha  de  esta 
.  noticia,  la  verdadera  causa,  según,  parece,  fué  una  in- 
vasión obrada  por  una  fuerza  correntina  sobre  el  Fuerte 
de  Itabaité  y  haber  impedido  el  .comercip  que  de  San 
Borjase  dirigía  al  pueblo  de  Itapuá. 


Entre  otros  cargos  dirigidos  4  Ferré,  se  le  hacia  el 
de  Uftber  siempre  mirado  con  odio  la  causa  pseudo 
federal^  manifestando. (Ferré)  un  disgusto  el  mas  es- 
.  pUoito  por  ios  triunfos  deQuiroga  y  manteniéndole  en 
relación  con  el  general  Paz>  hasta  que  se  convenció 
queéste  no^podíá  vencer.  Se  entrañaba  que  el  general 
Ferré,  que  no  prestó  ni  un  solo  servicio  a  la  causa  de 
la  independencia,  hablase  de. 23  años  de  :Una  revolu- 
.ciofl.  que  no  conoció,,  ni  quiso,,  porque  siiempre  fué 
.  eoemigio  de  la  liberlajd:  que,  esducado  en .  apa  escuela 
la  menos  á  propósfito  para  adoptar  principios  liU^rales, 
Ferré  se  acostumbró  á  mirar  siempre  con  odio  la  in- 
troducción de  todo  lo  que,  en  algún  sentido,  pudiera, 
a  su  juicio,  mejorar  la  industria  de  su  p^Í3,  et.Q*  etc. 

La  diferencia  de  opiniones  sobre  principios  nacio- 
nales, entre  la  provincia  de  Corrientes  y  la  de  Buenos 
Aires,  á  que  se  acaba  de  hacer  referencia,  surgió  Qon 
motivo  de  una  carta  del  diputado  de  Corrieptes  don 
Manuel  l-eiva,  en  la  Comisión  representativa  de  los 
gobiernos  de  la  liga  litoral,  denunciada  por  el  gene- 
ral Qujroga,  como  ofensiva  á  Buenos  Aires,  é  que  ni 
^e  hacía  aparecer  absorviendo  las  rentas  naciona- 
,  les,  como  patrimonio  suyo,  sin  q:ue  las  provincias 
que  componen  la  República  Argentina,  tuviesen  cono- 
cimiento de  ellas,  ni  de  su  inversión  en  22  años  de  eman- 
cipación de.la  qntigua  metrópoji. 

El  gvJbernador  Forré  trataba  de  demostrar  que  la 
opinión  de  su  diputado  Leiva,  respecto  á  las  rentas 
nacionales,  era  exata^  y  que  en  nad^.  se  habíft  des- 
,  viado,      ./  , 

Con    motivo  de  ésta  .cuestión,  .el  gabeitnadpr  .Fe" 
pré  dirigió  (13  de  abril  de  1832)  una  circulará  los  /go- 
biernos délas  provincias  del.  interior^  cuyo  espíritu  y 
tendencias  pueden  sintetizarse  en  las.  siguientcís  pala- 
,  bras  de  la  misma: 

tNo  ignora  usted  que  pasó  el  tiempo  en  que  ios 


542  2»ltOVlllOIA 

desengaños  venían  á  perder  su  tnjtuenciay  estrellán- 
dose contra  los  deseos  desarreglados  dé  un  poroenir 
maravilloso. ......  Basta  ya  de  alucinarnos  y  pues  el 

estado  de  aislamiento  y  eúque  se  pretende  sumir  á  los 
pueblos  y  solo  puede  producir  ventajas  á  la'  provincia 
que  y  en  cierto  modo  y  se  ha  hecho  arbitraria  del  tesoro 
nacíonaly  contra  el  voto  público  de  aquellos^  (los  go- 
biernos litorales  y  demás  aliados)* 

Esa  circulan  y  Id  contestación  de  Ferré  á  Rosas,  pro- 
vocaron largas  y  profundan  deflexiones  de  la  prensa 
de  la  época.  .  - 


Habiendo  algunos  puesto  én  duda  la  nacionalidad 
del  general  Ferré,  creyéndosele  español,  se  averiguó 
y  resultó  ser  correntino.  En  el  último  tercio  del  siglo 
pasado,  vino  de  Cataluña  á  Buenos  Aires  don  Juan  de 
Alsina,  con  su  esposa  y  ocho  hijos,  todos  solteros,  4 
varones  y  4  mujeres:  todos  casarort  en  América. 

Una  de  estas  hijas,  doña  Juana  Francisca,  madre  de 
don  Pedro  Ferré,  casó'  eri  Buenos  Aires  y  tuvo  en  esta 
ciudad  su  primer  hijo,*  hermano  mayor  de  don  Pedro. 
Después  doña  Juana  Francisca,  con  una  hermana  y 
dos  hermanos,  fué  á  Corrientes,  donde  todos  ellos  se 
avecindaron,  quedando  los  otros  4  en  Buenos  Aires. 

Entonces  nació  en  Corrientes' dott  Pedro. 


De  acuerdo  y  con  consentimiento  del  obispo  y  vica- 
rio apostólico  de  la  diócesis,  fueron  erigidos  en  curatos 
independientes  tas  antiguas  vice-parroquias  de  San 
Antonio  de  Mburucuyá,  Concepción  de  Yaguareté  Co- 
ra, Nuestra  Señora  áei  Pilar  de  Curuísú-Cuatiá  y  Santa 
Rita  dé  la  Esquina. 

Logró  Ferré  ver  concluidas,  durante  su  administra- 
ci0o»  las  obras  de  los  cuarteles  y  casas  de  seguridad, 


DB^  COBBIBXCTBS  t^^ 

coma  las  de  Ya^aareié-Coráy  Saa  Luis  del  Palno^ar^  así 
como  la  del  nuevo  mercado  y  la  casa  de  los  Ríepresen- 
tantes  de  la  provincia.  i 

Regularizó  la  admÍDÍ$tracion  del  departamente  de 
policía  y  la  administración  de  correos. 

ContÍHuó  empleando  con  feli:^  éxito  las  medidas  de 
paz  y  conciliacian  con  los  indígenas  de  las  tribus  inme- 
diatas del  Chaco,  pasando  éstos  casi  diariamente  á  la 
capital  a  hacer  sws  cambios,  y  guardando  mucho  Or- 
den. 

Apesarde  haber  sido  investido  con  las  fat^ujtades 
estraordinarias,  el  gobernadc»r  Ferré  no  se  vio  en  la 
fieeesidad  de  hacer  uso  de  ellas,  sino  para  cae^ttgar  y 
ei^carmentar  á  los  famosos'  oriminales  que  atentaban 
^oñti*a  la  propiedad  y  \^  vida  de  los  habitantes. 

Además,  á  la  administración  Ferré,  hasta  1633,  la 
provincia  de  Corrientes  es  deudora  de  las  mejoras  que 
á  continuación  se  espresan: 

Ocupación  del  territorio  de  las  Misiones  orientales 
del  Paraná,  abandonadas  por  las  fuerzas  paraguayas, 
como  parte  integrante  de  la  República  Argenüaa;. 

Establecimieutos  de  educación  primaria,  ^n  todp^  la 
.  campañft,  .  , 

Establecimiento  de  una  Sociedad  Inspectora^,  com- 
puesta de  beneméritas  y  dignas  patriotas,  para  la,  edu- 
cación de  Iras  mfias. 

Reedificaciondeltemplo  déla  Villa  de  Goya,  trasla- 
dado de  su  anitiguo  lócal^  cuyo  piso  menos  fírme>  i)abia 
falseado  los  cimientos  del  que  se  habla  fabricado  en 
1827. 

Terminación  del  de  Caacaty. 

Nueva  construcción  del  de  San  Antonio  de  Mburu^^ 
CüVáL  ■''-'' 

Reedificación  de  la  iglesia  del  pueblo  del  Sauce» 
Próxitiia  terminación  de  la  del  nuevo  pueblo* de  Pa- 
yubre.       ' 


I 

544  PROVINCIA 

Ca^as  de  aduana  y  resguardo^  edifícgdas  nuevamen- 
te en  Bella  Vista. 

Terminado  el  período  de  su  feliz  administración  á 
entera  satisfacción  de  sus  conciudadanos,  el  goberna- 
dor Ferré  trasmitió  el  bastón  del  mando,  con  toda 
tranquilidad,  el  85  de  diciembre  de  1833,  á  su  sucesor 
él  coronel  Atienza. 

Al  bajar  del  gobierno,  la  Sala  de  representantes  de 
la  provincia,  condecoró  á  Ferré  con  el  grado  de  Bri- 
gadier^ asignándole  al  mismo  tiempo  una  pensión 
atiual  de  1500  pesois. 

UñASOj  juez  de  policía,  delegado  de  Ferré;  el  solo  dia 
16  de  mayo,  que  éste  tuvo  que  salir  á  campaña  coa 
urgencia. 

En  6  de  setiembre  del  mismo  año,  quedó  nuevamen- 
te de  delegado  dol  mando *de  la  capital,  para  el  despa- 
cho de  los  asuntos  diarios  y  de  reglamentó,  reserván- 
dose el  propietario  el  derecho  de  dictar,  como  en  efec- 
to dictara,  disposiciones  referentes  al  resto  de  la  pro- 
vincia y  de  interés  general  y  permanente. 

Fué,  pues,  durante  esta  segunda  delegación  que, 
hallándose  en  Bella  Vista,  en  80  de  setiembre^  espidió 
un  decreto  habilitando  dicho  puerto  en  los  mismos 
términos  que  lo  estaban  la  Villa  de  Groyay  la  Esquina. 

Por  tercera  vez>  quedó  de  delegado,  durante  la 
ausencia  de  Ferré  en  las  provincias  de  Entre-Rios  y 
Santa  Fe,  por  asuntos  de  interés  general,  desde  611"* 
de  febrero  hasta  el  20  de  marzo  de  1832. 


FEBRÉ,  delegado,  durante  la  enfermedad  del  propie- 
tario general  Ferré,  que  se  hallp  imposibilitado  de 
prestar  la  debidfi  contracción  que  demandabfiel  cargo, 
desde  el  27  de  abril  hasta  el  2  de  julio  de  1833. 


OÍ .  CeAQ.J[^TBS  ;646 

j.    rentino,  electo  en  propiedad  el. 19,  y  puest¡o  ep.  ;Pfise- 
sion  del  mando  el  25  de'diciembre  de  1$33,  ^li  ciiya 

'  fecha  entró  á  ejercer  ,el  cargo,  hasta  el  6  de  d¡c¡Qn(i,bre 
de :1836y  habiendo  iSÍdo.reelectO)  continua  jh^sta  el  19 
de  mayo  de  1837  que,  por  enfermedad,  d,ele¿j6.9l  iflfin- 
do  en  el  teniente  coronel  juez  de  policía  Gramajo. 
/  'El  progreso  ihkterial  de  la*  provincia,  durárftefá'ttS- 
minístracion  '  del  gobernadot* '  Atienia,  rto  préáehta 
nada  de  notable^  sobre  que  se  pueda' llarhar^la  arfen- 
cion;  pero  sí  en  cuanto  á  los  principios  políticos  tjufe  la 
distinguen,  sobre  todo  en  una  época  en  que  el  faroi"  de 
.  Isl  federación  no  había  llegado  aun  á  su  ^sangriento 

/¡Apogeó.  ,      '  .  ;         '■'    /  '  ^ 

Cábele  al  gobernador  Atiénza  la  triste  gloT*¡a'fle  inci- 
tar á  la  efervescencia  popular  en  sus   proclafnás'  al 
ejército,  á  quien  advierte  que  «  la  Facción  militar,  es 
la  mas.inícuaque  alumbra  el  Sol  sobré  la   Tierra^  y 
'  .  que  era  preciso    esférminarla    totalmente/ para  que 
'haya  paz,  orden,  sosiego  y  prosperidad.»     '   '  * 

Fué  nombrado  nuévanoente  el  7  de.  febrero  de  1837, 
confiriéndosele  al  mismo  tiempo  el  grado  de  cordnel 
mayor,  para.que  continuase  en  el  marido,,  há^t'a  la 're- 
forma déla  constitución.  *  '' ' 

Cesó  qon  su  muerte,.  4ue  tuvo  lugítr  él  2  de  aicíem- 
:    bre  del  mismo  .¿ño,  y  durante  sus  ausencias  en  las 
,  ,  visitas  de  Iqs  departamentos  de  campaña  y  su  enfer- 
medad quedó  desempeñando  las  funciones  ^e  deleg^^'j^o 
el  señor  Gramajo. 

.  ;  .  Elflaiqi^tro  de  Atieuza fué  Viílagra.    ,       r, ..  ..  *.• 

fSSe— D.   JUAHí  iPELlPE    gbaéíÁjío,   cotxe  ^¿^^^^  tg^ 

nien^  coronel,  juez  de  polida,,delejgadojde    A^jenza  la 

1*  vez;  durante  la  visita  de  ésteá  í(>s  <íepa^.¿ 'j^^j^j.pg'¿Q 

campaña,  desde  el  2j5.de  niarzo  hasta  e\    4  ¿^  mayo  de 

,  1836,  la  2*  por  lá  misma  causa,  desdó  pi  9Q#ipoatÍAm 

86  ' 


64S  MovnfOiÁ  • 

-    breliasta  el  2»  de  octubre  'del  citado  año  (1836)  y  la  8" 
durante  la  permanencia  del  propietario  Atienza  en  la 
'     frontera  del  Uruguay  y  durante  su  enfermedad,  con- 
tinuando después  del  fallecinniento  de  éste,  hasta  el 
'  •  14  de  diciembre,  que  fué  nombrado  el  coronel  Beron 
'  de  Astrada. 

.t^l|.lf^-^OROIVC:ii    «JBMARO   B£llOF|I  DE    ACTUADA, 

(correntino)  nombradp  interino  y  puesto  en  posesión 
,j  ,  4el  cargo  el  14  de  diciembre,  hasta  el  15  de  enero  de 
j    ,1838, /}ue  fué  electo  en  propiedad,  habiendo  désempe- 
.  '  ñádo  el  gobierno  de  la  provincia  hasta  el  31  de  marzo 
<  de  1839,  con  don  Pedro  Diaz  Cólodrero,  de  ministro. 
De  todos  los  gobernadores  de  provincia,  fué  el  pri- 
.  .  mero  que  levantara  el  grito  de  libertad  contra  el  dic- 
tador Rosas,  pronunciándose  el  20  de  enero  de  1839,  en 
Avalos,  donde  tenía  reunido  su  ejército,  que  no  ba- 
jaba de  5000  hombres. 

El  28  del  mismo  mes  lanzó  un  bando  de  guerra 
contra  Buenos  Aires,  declarando  que  la  provincia  de 
Corrientes  se  emancipaba,  dasde  ese  momento,  de  todo 
vínculo  á  la  influencia  del  Dictador,  y  revocando  la 
aprobación  dada  á  la  conducta  de  éste,  referente  á  la 
cuestión  francesa,  que  atrajo  sobre  todo  el  litoral  ar- 
gentino el  vigoroso  bloqueo  por  la  escjadra  de  aquella 
nación,  desligándose  por  este  acto,  de  la  política  que 
.seguía  Rosas  relativamente  ala  F/ancia.  Con  igual 
fecha,  dirigió  el  gobernador'  B.  de  Astrada  un  estenso 
manifiesto  á  los  pueblos  argentinos,  invitándoles  á 
emanciparse  de  los  lazos  que  oprimían  servilmente  sus 
libertades,  y  esplicando  los  motivos  que  habían  indu- 
cido á  la  provincia  de  su  mando  al  dar  este  importante 
paso. 

En  marcha  sobre  el  ejército  entre-riano  que  manda- 
ba el  general  Pascual   Echague,  él  de  Corrientes  fué 
'  (31  de  marzo)  sorprendido  en  Pagó  Largó,  por  la  van- 
*    guardia  de  aquél,  ál  mando  del  general  íusío  José  de 


Urquiza,  y  completamente  derrotado,  dejando  éft-  el 
campo  de  batalla  y.durante  lá  persecltclorí  1960  mtiér- 
los,  entre  ellos  su  gefe  el  gobernador  Bero|^  de  As- 
trada  y  84 gefes  y  oficiales.  Además,  cayeron  en  poder 
del  enemigo  como  1300  prisiorreros,  de  los  que  Urqui* 
za  man-dó  degollar  mas  de  800  y  quedando  vivos  solo 
450;  500  fusiles  150<«  lanzas,  360  tercerolas  'y  otros 
tantos  sables,  6  carros  de  municiones,  40Ó0  caballos, 
•  un  estandarte  y  el  archivo  de  campaña  del  desgracia- 
do gobernador  B.  de  Astrada.  '  '  / 

Tuvo  éste  por  ministro  general  de  su  gobierno  á 
donPedreDiaz  Colodrero. 

En  reparación  (tardía)  de  tan  sensible  cuanto  prema- 
tura é  irreparable  pérdida  como  la  de  aquel  patriota, 
el  general  Urquiza  propuso,  en  1857,  al  gobierno  na- 
cional del  Paraná,  y  fué  acordada  cual  era  de  espe- 
rarse, una  pensión  mensual  alas  hermanas  del  finado 
gobernador. 

MAJíO,  juez  de  policia,  d^Iegiido  de  Beroñ  de  Astráda 
durante  la  visita  ordinaria  á  los  departamento^  de 
campaña;  desde  el  19  de  mayo  hasta  el  2'  de  juinio,  la 
1*  vez,  y  la  8*  desde  el  14  de  setiembre  de  1838  hasta 
el  2  de  abril  de  1839,  que^  por  el  falleciiniento  deB.  de 
Astrada,  fué  nombrado  el  general  Ferré.   í> 

El  teniente  coronel  Gramajo,  patriota  de  1810,  ocu- 
pó por  el  largo  espacio  de  mas  de  14  años  el  puesto  de 
gefe  de  policia,  el  de  contador  y  vista  interv^ntorví  el 
de  representante,  la  presidencia  de  la  CánilarB  de  Jus- 
ticia, diferentes  ramos  de  la  magistratura  ]\idicíal  y 
repetidas  ocasiones  y  en  diferentes  época^^  coní>P|Se 
acaba  de  ver,  fué  delegado  en  su  persona  el  mando  gu- 
bernativo  de  la  provincia.  Falleció  en  Corrientas,  ciu- 
dad de  i^u  nacimiento,  el  26  de  febrero  djel856.       ,; 

El  entonces  gobernador  doctor  Fu  jo),  recQnocidoal 


mérito  de  tain  lBintigup<  patriot^^j  djspuso  ,  se  le  hiciesen 
..  los.honofe?  füaebres  qq»  jel  raugPJ/  poippí^  cpusiguíen- 
L  tes  á  su  griüduacloja.  , 

«S«9-;-Gs;iV]Bl!iA|L  PKiiRo::Fi:9pÉ5  electo  gobernador 
.  proYÍ3orip.j^, puesto  eiiippsesion  del  inaudo  <le  la  pro- 
vincia el  2  de  abril,  hasta  el  5,,qii|e,  siendo  su  presen- 
;  ciaurgent^ente.  reclamada  en  la  campaña  por  el  im- 
perio  de  lasfcircnnstancie^s,  delegó  en  el  coronel  M.  A. 
Ferré  el  mando  de  la  provincia  p^ra  todos  los  asuntos 
diarios  y  de  reglam3nto. 

El  desarrollo  que  tuvieron  los  sucesos  posteriores 
ala  batalla  de  Pago  Largo  no  dieron  entonces  lugar 
á  la  delegación.. 

Al  general  Ferré  cupo  la  desgracia  de  promulgar  (10 

de  abril)  una  ley  que  puede  decirse  arrancada  por  la 

fuerza^  declarando  al  ex-gobernador  Beron  de  Astrada 

(cuándo  ya  no  existia)  decaído  de  los  honores  con  que  el 

congreso  provincial  habia  condecorado  su  persona  á 

^;:Siji  ingreso  al  mando;  y  nulos  todos  los  actos  ejecuta* 

idos.por  su  administrapion,  con  respepto  á  la  guerra 

.   que  habla»  emprendido,  qontra  la,  provincia  de  Entre- 

..  Rjos;  y  piity  especialmente  el  pacto  de  alianza  que 

.  habia  celebrado  Beron  con  el  general  Rivera. 

'    Síd  embargo,  de  salvó  Ferré  de  poner  su  nombre  al 

pié  de  la  humillante  convención  á  que  mas  adelante  se 

.   bac^  re&rencia,  celebrada  en  Curuzú-Cuati^  t  30  de 

I  abril  (1839)  entre  el  general  Echagüey  el  congreso  de 

'   laprovinda,  y  rutíñcada  por  aquiél  en.  la  costa  del  Mo- 

^  ooreláenlamisma  fecha,  y  por  éste,  seisdias  después^ 

f'      La  última  disposición  firmada  por  "el  gobernador 
*  provisorio  general  Ferré  fué  uri  decreto,  de  fecha  9  de 
•  Jfí^ayo,  poniendo  en  posesión  de!  mando  de  la  provincia 
áfiu  hermano  el  coronel,  que  desde  antes  de  esa  fecha 
figuraba  como  gobernador  delegado.   Estas  son  irre- 
gularidades disculpables  para  la  época. 


i¿80--ClieiviÉ1ilAi4  paÍscvaíl  '¿cvÁcitnB,  ano^dé  los 

'genei  ales  del  ejército  sostertédor  dé  ítt  ikdtpertdéhtia 
^  delá  Con  federación,  dtótadór  militar;  desde  lá  fééha 
de  la  vietoí^ia'  de  -Pago  L^rgo,  allcanzadá  por  áqtíel 
ejército^  el3í  de  marzo  dfí  1^39;  hasta  ^eVS  dé  mítya/ 

Esta  víctonmclostóá  la  proviiicia  tls  C(MÍ*ientes^,  por 
tratado  estipulado  en  Curuzú-Cuatíáel  20  dé' abril  ^de 
1839,  cotí  el  vencedor,  una  contribución  de  60,000^J^esos 
fuertes,  80,000  cabezas  de  garfado-  vacunó  y  50,00()*ye- 
guas,  conio  indemnización  de  los  gaé^toS  dé  la  gufert*a. 
Este  tratado  fué  modificado  éri^Viíla  Neréva  á  9  dé  fe- 
brero de  1843.    •  •    .  -    '  .   .  ,1   ..;i.fl  ./ 

El  general  triunfante.se  hizo  dueño  de  todas,  Ji|j 

propiedades  correntines:  dividió  su  territorio^    Cele|)r( 

.  tratados.cop  el.cuerpp  representativo:.  §xig¡,<^,  .4^  pxp^' 

to  caudales  que  no  existían,  ni  podían  existir.  )5||.»^s 

cajas  del  Estado;  porque  el  comercio,   aliento  vital  (Je 

-  la  sociedad,  estaba.paralizado  y  agoQÍzcmte;  papa;aaMr 

.  de  tal  conflicfiD,  fué  necesario  imponen  contri buci^iles 

hastaen  laolaáe  menesterosa»         :.    :  :  .  ,.:,> 

Los  horro<r!es  oometidóá  enCorrientesipor  él  veiíae- 
dor,  no  presentan  ejemplo  en  la  historia,  la  pluma  se 
resiste  al  decir  q'ie,  prisioneros  rendidos  érafn  dego- 
llados por  a'n'tojo,  y  pacíficos'  labradóreá'  qaethaaos 
vivos  por  entretenimientpi     '  '^ 

Corrientes' recordaba  el  dia  31  de  marzo  dé  l&39'como 
el  destinado  para  el  colmo  de  sus  desgracias.    '* 

La  historia  dé  los  escándálo's  y  délos  crímenes  data 
desde  esa  época  funesta,  como  la  de  la;desmoi*ali^acion 
general. 

Al  fin,  el  pu0*blo  Qorrentino  rompi.6  las  ;ieeden6ts-4a0 
lo  ligaban  por  medípde  un  mQviipi^to  quQ,efQ^tu6i  el 
6 de  octubre, en  que,  dp  un,  solo  ígpjpe-.y  en  todos  los 
puntos  de  la  provincia,  fueron  dier^opadas  Ic^s  dóbijes 
autoridades  paestas  en  vigilancia  $pbre.éri.r        ^p    > 

En  asas  mismas  circunstanpia$,¡unacQÍiww%d9  ar* 


400  PilOYlKOIA 

;.  gentinos  al  mando  del  general  Lavalle^  que,  rompiendo 
,;  Ifts  aguas  del  Uruguay  había  desembarcado  en  Ñancay, 
Pqerip  de  Landa  y  Qualeguaichú,    vence  y  triunfa 
.   de  los  agentes  del  Dictador.   El  gobernador  delegado 
'  de  Euíre-Rios,  coronel  Zapata,  es  conipleíameote  der- 
rotado, el  22  de  setiembre  en  el  Yeruá,  por  el  general 
Lavalle* 
Este»  después  del  triunfo  del  Yeruá,  marcha  á  la 
/  frontera  de  Corrientes  y  ofrece  sus  servicios  al  gobier- 
no, surgido  de  la  revolución  del  6  de  octubre,  para  res- 
.    tabl^oer  á  la  provincia  en  el  goce  de  sus  derechos  y 
vengar  los  agravios  del  Pago  Largo. 

t9S0— B.  üAiwirEL  AIVTOWIO  F£BBÉ,  correntino,  des- 
de el  8  de  mayo  que  sucedió  á  Echagüe,  hasta  el  16 
del  mismo  .mes  que  delegó  el  mando  gubernativo  en 

I  Cabral. 

iMfi^B.  PBBR0  BiBiviüiB  CABBAii,  correntino,  de- 
legado de  Ferré,  desde  el  16  hasta  el  22  de  mayo,  en 
que,  por  renuncia  de  Ferré,  fué  nombrado  el  mismo 
'Cabral  interinoy  el  coronel  Romero  en  propiedad. 

Í899— COBOIVBJIi  JOSÉ  AWTOIVIO  BWMBBO,  corren- 
tino,  nombrado  en  propiedad,  desde  eJ  22  de  mayo,  en 
que  fué  electo  pero  no  tomó  posesión  del  mando  gu- 

.    bernativo  sino  el  6  de  julio,  hasta  el  23  del  mismo  mes 
que  el  estado  de  conmoción  de  la  campaña  hizo  urgen- 
temente necesaria  su  salida,  dejando  de  delegado  á  don 
J.  M.  Vedoya. 
Su  ministro  secretario  fué  don  Justo  Diaz  de  Vivar. 

li^S9— bÍ  JUAN  üAMVBL  VEBOYA,  delegado  de  Ro- 
mero, desde  el  23  de  julio,  hasta  el  6  de  octubre  que, 
habiendo  sido  la  Legislatura  convocada  estraordina- 
riamente  y  destituido  á  éste^  á  petición  del  pueblo^  fué 
nombrado  el  general  Ferré,  á  quien  Vedoya  puso  en 
po'seeíion  del  gobierno. 


DB  noMimmB  ^: 

visorio  desde  el  Gida  octulbra»  en  que,jtainó^po3e5Í^n 
del  manda  gubernativo,  eaOQn^^QUQPcift,  de  J.aid^^itu- 
óicKD  de  su  predecesor  el  coronel  Rornero;  y  ejep^.f  n 
propiedad  el  25  de'  noviembre  de  1839,  epn  f4cM.Ha(i^s 
estraordinarias,  para  salfir^  la/  provipQia,,  cqan^Q  el,la 
sola  hacia  frente  4  todo  ^l  pqder  de  Rosa$< 

•  Ejerció ei. poder  h46tae)14de  diciecnbre4s  JAÍ2,  en 
que  fué  derrocado  ácQnsecu^ncia  de  la  o^atall^  de)  AJr- 

•  ¡royo  Grande,  que  tuvo  liigór  el  6  de  dicho  flies  daj94^ 
el  triunfo  4  l^sainias/ederaí(93.  '        >    j 

La  Legislatura  sancionó,  el  10  da  ocjtuhr^;;  (ÍQ39), 
unkiey  por  laque  sé  anuldban  todas / las  leyes  y  pAO- 
videncias  dadas  anteriormente  por  Qopde^enderj^pn 
ei  poder  del  vencedor  del  Pago  Largo^  que  las  e:s^tg¡a. 

El  12  de  octubre  (1839)^  el.  gobernador  Ferré  coíi?i- 
deró  :necesaría3u  presencia  en. la  campaña,  delí^ganilo 
el  mandoén  el  coronel  Ferré*  ;     ,; 

Desde  la  Villa  de  Goya,  San  Roque,  etc.  ej  goberna- 
dor propietario  dictaba  disposiciones  con  prescinden- 
cia  del  delegado;  entre  qtras  un  decreto  (31  de  oqtu.bre) 
ordenando  al  ejército  de  la  provincia  el  uso.d&la  4il^ísa 
bi-cotor  con  qué  se  presentara  en  Ck>prienjtes  la  Legión 
Argentina  Libertadora  y  derogjando  por  CQOsigi^'^Ste 
.  él  de  2^ de  febrero  de  1837,  que  objigabd  el  U3P^d^.la 
divisa  punzó  con  la  inscripción  FederaciQn  <}  Muerte. 

Otro,  dividiendo  el  despacho,  de gobijQrno  Qn;dos.n)e- 

"  áas,  una  para  eiramode  haciencía  y  relacipnes  este- 

'  riores;  y  otra  para  el  de  guerra  y  gQbieroo,.y  npni|?r^n- 

do    para   desempeñar   ambos    ramos  iá  don    Manuel 

Ley  va-  '  '      ! 

Él  I""  de  enero  de  184Ó,  el.  gobernador  Ferré,  desd^ 
Villa  de  Sao  Roque,  declaró  la  guerra  al  dictador  Ro- 
sas y  solo  á  éste,  pero  do  ningún  modo  á  ios  dem49 
pueblos  y  ciudadanos  de  la  República,  organizando  uu 
ejército  que  fué  confiado  al  general  Lavalle,  y  del  que 


562  ^^MtfPfmciA  i^ 

''solo  régresarcín  algunbis'  reatos  un  aña  áesivues,  á  trar* 
^' Tés  del  Ohaco,  al  mando  díel  coronel  Salas. 

•'  Vamos  á'  dar  tina  relación  de  los  sucásQS  que  tuvíe- 
''FOn  lugah  dtiratUe^  la  adl^ninístracion  Ferré  hasta  di- 
"ciembre  de  1840/ habiendo  sido  sus  ministros  el  antes 
^"Citado  Lteyvá  ó  Leiva  y  don  José  Manuel  Isasa. 

En  el  corto  periodo  de .4  meses^  después  del  pro- 
^'nuhciámiento  del  6 de  octubre  de  1839,  $e  organizo  un 
"  ejército  fuerte  en  su  número  que  garantía  los  derechos 
'  de  la  províricija!  y  daba  todas  las  probabilidades  de 

triunfar  de  los  enemigos,  como  !o  aseguró  su  general 

'enrgefe,  Lavalle/corí  motivo  de. la  invasión  del  gober- 
"  ni^dor  de  Santa  Fe,  don^  Juan  Pablo  Lope^y  que  huyó 
'  'aterrado  de  su  actitud  guerrera. 
'     Apesar  de  "una  seca  eslr^órdinaria  que;  en  k)  mas 

fuerte  de  los  calores  dificultaba  aglomerar  los  ele- 

*  mentos  de  movilidad  para  la  tropa;  de- lo  completa- 
mente destruidas  que  estaban  las  caballadas  reunidas 

'^  en  el  ejército,  por  láá  marchas  y  contramarchas,  que 

*  se  hablan  hecho  durante  la  invasión  del;;espresado  go- 
bernador López;  apesar  de  todo  eso,  nada  faltó  para 

*  equipar  4000  soldados  que  era   el    total  del  ejército 
liberladdr,  abriendo  su  campaña  sobre  Entre- Ri os,  el 

'  27  de  febrero  de  1840,  y  llevando  todos  los  elementos 
'  'nécefsarios  para  terminarla  con  suceso.    Responden 

de  esta  verdad  sus  triunfos  hasta  los  suburbios  de  la 

capital  de  Entre-Rios. 
Cuando  el  ejército  libertador  estaba  para  marchar 

al  territorio  enemigo,  (1)  el  general  Lavalle  .meditó  y 

(1)  Al  marchar  de  Corrientes  el  primer  ejército  libertador,  el  general 
(iavalle  dio  la  siguiente — «Orden  geperal— £1  general  en  gefe  del  ejército 
libertador,  á  nombre  del  gobierno  legal  de  la  provincia  de  Buenoá  Aires, 
que  suceda  al  del  tirano  Rosas,  acuerda  á  todos  los  individuos  «i ae  asistieron 
ala  victoria  delYeruá  (22  de  setiembre  de  1889),  como  una  recompensa  na- 
donal  el^stintivo  de  un  kzo  de  los  colores  nacionales,  que  deben  llevar  en 
ej^ante^bmzo  izquierdo.  ... 

•  «Lavallk.  » 


DB  eoBBnmTBS  Q&S 

oomuüicó  al'  gobernador  Ferré,,  con  grandes  reoo-* 
=  tneñdacionés,  unaetnpresa  que  debía  mandar^y  diri- 
gir por  el  Chaco  sobre  Santa  Fe,  el  coronel  iM^riano 
V«ra,  interesándose  en  que  se  le  ausiliase  con  una 
'  fuferza  de  indios,  qa«  debería  incorporarse.á  ia  del  ejér- 
"  cito  qoeel  gobierno  de  Corrientes  pondría  á  las  órde- 
nes del  citado  coronel   Vera;»    El  ^gobernador  Ferré 
'  proporcionó  al  gefe  empresario  los  elementos  que- pú- 
jelo, autorizándolo  para  vjerificarlay  para  que  ^buscase 
^  hoinbres,  que  voluntariainente  quisierfen  'Seguirlo,  ba- 
• 'bí endose 'negado,  desde  el  principio  á  librar  élrdenes 
para  engrosar  la  espedicion  con  los  hijos  de  la  provin- 
cia.   Organizada  asi  la  fuerza,  pasó  el  Paraná  y  con- 
'  tinu6  sus  operaciones  que  dieron  un  lamentable  rjs^ul* 
-  tado— el  completo  descalabro  de  la  empresa  y  la  des- 
graciada muerte  de  su  gefe. 

Como  loda  )a  fuerza '  que  eátaba  á  las  óf deoes  del 
general  Lavalle  debía  marchar  al  territorio  enemigo, 
Ferré  organizó  una  divisional  mando  del. general  Vi- 
cente Ramírez,  compuesta  da  '600  hombres/  para'  que 
guarneciese  la  frontera  de  C^'rientes  por*  la  parte  del 
Guaiquiraró,  que  estaba  desamparado.  Esta- fuerza 
fué  puesta  también  á  las  órdenes  del  genesal  Lavalle, 
quien  no  la  consideró  necesaria,  pero  se  conservó  lle- 
nando su  primer  objeto  con  el  nombre  de  cuerpo  de 
•reserva. 

Sin  embargó,  los  recursos  de  la  provincia,  por  mas 
garantías  que  ofrecieran  los  esfuerzos  de  sus  compa- 
triotas, no  eran  suficientes  para  tan  ardua  y  difícil 
'  empresa,  aun  con  los  leg¡onai:ios  de  Maiiin  García, 
que  generosamente  prometieron  el  sacrificio  de  su 
sangre.  Así,  para  asegurar  el  término  de  una  lucha^ 
de  que  dependía  la  suerte  déla  Kepública,  el  goberna- 
dor Ferré  buscó  cooperación  y  ausilios  fuera  do  la  pro- 
vincia. Encontrólo  uno  y  lo  otro  en  los  agentes  de  la 
Francia,  l^quzedes  levantaron  inmediatamente  el  blo^ 


554  PBovmiA 

'  queotiélos  puertos  de  iaprotincia^  dieron  protección 
ial^  comercio  y  auxiliaron  generosamente  al  ejército 
libierthdor/  i  . 

'  'El  gobierno  oriental  ofreció  sus  recursos  y  sus  sol- 
dados; piara  segundar  la  guerra  qiue  Corrientes  habia 
dedai^ado  al  Dictador  de  Bueno^  Aires  y  sus  sostene- 

'  dorfes,  don  fecha  1°  de  enero  dé  1840, 

-'  Con  los  ausilios  de  la  Francia  y  la  protección  ^e  su 
esetiadra,  que  sjurcaba  el  Paraná,  al  ejército  libertador 

-  marchó  sobre  Enlre^RiOfl,  sin  haber  aun  recibido  los 
que  había  de  franquear  el  Estado  Oriental  del  Uru- 
guay^  '      . 

Con  anticipación,  el  gobernador  Ferré  había  buscado 
la  amistad  de  los  republicanos  rio  grandeoses^  quienes 
hicieron  el  ofrecimiento  de  algunos  elementos  de  guer- 
ra, cuyo  recibo  se  frustró  por'  un  acto  impolítico  del 
general  La  valle,  que  Ferré  tuvo  que  prudenciar,  á  fin 
dé  que  no  tuviese  los.  resultados  funestos  que  pudo 
haber  ocasionado  en  aquellas  circunstancias. 

Luego  que  se  vio  desembarazado,  Ferré  dirigió  sus 
comunicaciones  á  los  gobiernos  del  interior  de  la  Re- 
pública, por  la  vía  del  Ohiüco,  escitáadolos  á  seguir  la 
.  marcha  y  la  política  que  Corrientes  sostenía;    instru. 
y^ndoles  de  ella  y  de  su  posición  niilitar. 

El  Presidente  del  Estado  Oriental,  general  Rivera, 

mandó  un   enviado    suficientemente  autorizado,  para 

acordar  el  modo  como  debía  hacerse  la  guerra,  prome- 

.  tiendo  segundar  la  empresa  marchando  en   persona  á 

;  la  cabeza  de  su  ejérciio,  socorrer  y  completar  el  equi- 

.  podeí  ejército  libertador  y.  hacer  todos  los  gastos  que 

•  :  deinandas0  la  guerra. 

Por  esa  negociación,  dos  ó  tres  mil  soldados  que 
acababan  de  triunfar  en  Cagancha,  pobre  Echague,  y 
grandes  recursos  que  nec^ariamente  debían  negociar- 
se del  estrangero,  parque  eran  indispensíibles  yse^ca- 
recia  de  ellos,  iban  §.  aumentar  el  poder  del  ejército 


/ 


DE  CM1UrB)ITB6  555' 

libértedor.  V  nó  obstante',  el 'general  Lavalle}  mftueto- 
ciado  por  algunos  genios  i  imprevisores,  inquietos  y 
aspirantes,  que  huncsa  faltaron  durante-aijtiieHa  desgra- 
ciada época  de  luto  y  de  sangre,  desaprobó  la  negocia- 
ción clasificándola  de  contraria  al  honor  naciorfial.t  El 
general  Lavallecqnfiaba  demasiado  ^n  au , patriotismo, 
ynomedia.lamegnitujd.de  la  empresft  (Je  derrocar  Ja 
tiranía,  error  que  co.stée!!  afianza  miento  de  ós^a  por 
otros  .once  años  mas^  coa  su  largp  ^^quito  de.  victi- 
mas y  de  díesgracjas.  ;..      . 

Más  ,que  honor  nacional,  fué  una  cuestión  deoom- 
peten<iia  éntrelos genepalés  Lavalley  RÍYera,.á  que:fie 
agregó  la  llegada  del  general  Paz  al  ejército,  Uamado 
por  el'goberñaidor  Ferré-  desde  la  Colonia,,  doiade  se 
hallaba,  des^pu'es  de  $u  evasión  del  poder  de  Rosas. 

La  conducta  del  general  La\ialle,.  en  esta-  emergen- 
oía,  hi¿o  cambiar  enteramente  la  política  del  gobíei^o 
oriental,  cuya  cooperación  habría  dado  á  la< cruzada 
libertadora  un  resultado  bien  distinto  del  ^ue  desgra- 
ciadamente se  esperimenfara^i  .         ,/•  .. 

Esperando  el  pueblo  correntíno  recibir  el  premio  de 
tantos  sacrifioios;  vidas  y  sangre,  en  la  noclie  del¡3  de 
agosto  de  1840  se  pre$entó  al  gobernador  Ferríí  en  la 
capital  de  Corriente^,  el  general  Vicente  cRamirez, 
enviado  |>or  el  general  Lavalie..  Conducía  comuni- 
caciones de  éste,  en  que,  dando  parte  de>ía  acción 
del  16  de  julio  en  las- puntas  del  Sauce,  Grande,  y 
ponderando  la  heroicidad  que  en  está,  comd  en  las 
anteriores  del  paso  de  la  Laguna  y  la  de  Dloh!. Cris- 
tóbal, habiao  desplegado  loa  soldados  .4^  Ja*  pro- 
vincia, pedía í. nuevos  iausilios,  que  el  g^fieraí  Ra- 
mirez  debía  oonducir  por  el  Moooret4;  mas'  éste  aI 
mismo  tiempo  informó  al  gobernador  Ferré  que  el  ge- 
neral La  valle,  bajo  un  plan  .premeditado  había  hpcho 
sacriñcar  las  victimas  que  perecierpn  en  el'  Sauce^  y 
qui$  luego,  ^upopiéqdose  .derrotado^  dejó  .al  i  epemigo 


,,     '    • 


556  pEOYDreíA 

dueño  del  campo  y  de  toda  la  provincia  de  £ntre-R¡os, 
que,  con  poca  escepcion,  reposaba  bajo  la  garantía  del 
ejército,  después  de. haberse  adherido  á  los  libertado- 
res, y  se  había  lanzado  con  el  mismo  ejercitóla  este 
lado  del  Paraná. 

En  vista  de  esto,  el  gobernador  Ferró  espidió  una 
proclama  el  4-  de  agosto  (1840),  declarando  al  general 
Lavalle  desertor  dé  la  provincia. 

En  ese  mismo  dia  (4  de  agosto)  el  gobernador  Ferré 
principió  á  tomar  medidas  de  defensa  y  de  seguridad, 
'pues  era  de  esperarse  que  EchagQe,  duefto  de  la  pro- 
vincia que  mandaba^  invadiese  á  Corrientes,  foco  del 
poder  de  los  libertadores. 

Con  el  ñn  de  dar  impulso  &  las  órdenes  libradas 
para  la  reunión  de  las  milicias  y  reanimar  á  los  habi- 
tantes de  la  campa&a,  Ferré  marchó  en  persona  el  6 
del  mismo  agosto  y  dispuso  que  el  general  Paz,  que 
acababa  de  llegar  á  la  provincia  con  algun^os  gefes  y 
oficiales  del  ejército  libertador,  tomase  la  dirección 
que  llevaba  el  mismo  Ferré.  El  9  se  incorporó  éste  á 
Paz,  quien  puso  en  sus  manos  una  comunicación  del 
general  Lavalle,  en  que,  deplorando  la  situación  del 
ejército,  avisaba  á  Ferré  su  pasage  á  esté  lado  del 
Paraná,  porque  su  posición,  su  conciencia^  su  honor  y 
las  luces  de  sus  compatriotas,  que  lo  rodeábanlas!  se 
lo  habían  Aconsejado  para  salvar  el  ejército  y  la  revo- 
lución; asegurando  que  Echagüe  se  hallaba  en  la  abso- 
luta imposibilidad  de  invadir  á  Corrientes  en  mucho 
tiempo. 

Dos  dias  antes  (7  de  agosto)  de  incorporarse  Ferré 
á  Paz,  había  recibido  aviso  de  la  invasión  de  Bailón 
Cabral  pDrel  Guaiquiraró  y  en  seguida  la  del  indio 
Tacuabé  por  el  Mocoretá. 

El  10  (agosto)  hizo  el  nombramiento  del  general  Paz, 
•  elevado  después  á  brigadier  de  la  provincia,  encargán- 
dole del  mando  del  ejército  que  iba  á  formarse,  siendo 


DA'  0(AEUiK7BB  567 

esté  ei  plantel  del  ejéifoito  y  su.  prímeit  goldado^  pues 
aun  no  habían  concurrido' los  CQntitígeBtdS  de  los  de- 
partamentos, 

Gabral  no  pasó  del  Sauce,  y  Tacuabó  (muerto  des- 
pués en  Caaguasú)  que^  mas. atrevido,  avanzó  ha^ta  la 
Cruz,  fué  completamente  .deshechoy  arrojado. e0  dis- 
persión fuera 'der  territorio,  con  gran  pérdida  d^  los 
que  lo  hablan  acompañado. . 

Habiendo  recibido  comunicaciones  del  gobierno  de 
Tucuman  instruyendo  de  la  sanción  de  7  de  abril  (1840), 
en  que  se  separaba  de  la  política  del  gobernador  de 
Buenos  Aires,  retirándole  la  autorización  para  entrete- 
ner las  relaciones  estetiores  y  uniformando  &u  pronun- 
ciamiento ai  de  Corrientes,  el  gobernador  Ferré  mandó 
una  persona  de  confianza  por  la  via  del  Chaco  basta 
Salta,  con  correspondencia  para  su  gobierno,  cuyo 
pronunciamiento  por  la  mi^ma  causa  de  la  libertad  era 
ya  conocido,  para  el  de  Tucuman  y  demás  provincias 
de  la  República. 

En  el  mismo  año  1840,  el  congreso  general  delaprO' 
vincia  sancionó  (16  de  diciembre)  una  ley  constitucional 
disponiendo  que  la  provincia  de  Corríeútes  no  podría 
ser  el  patrimonio  de  ninguna  persona  ó  familia;  ni  go- 
bernada por  ninguna  persona  ó  corporación  con  cfsu^ul- 
tades  estraordinarias  y  suma  del  poder  público. 

Otra  (17  de  diciembre)  asignando  al  general  en  gefe, 
don  JuanLavalle^  gefes  y  oficiales  del  ejército  liberta- 
dor 100  leguas  cuadradas  del  territorio  en  la  parte  aus- 
tral del  Rio  Bermejo,  en  10  leguas  de  frente  y  10  de 
fofidoi  desde  dos  leguas  de  su  confluencia  coa  el  Rio 
Paraguay. 

•  Ese  territorio  había  de  ser  distribuido  por  el  general 
en  giefe  del  espresado  ejército  á  los  gefes  y  oficiales  que 
se  hubiesen  distinguido  por  sus  servicios  en  la  lucha 
contra  él  tirano  de  la 'República;  reservándose  el  gene- 
ral Lavalle  para  su  propiedad  10  leguas  á  su  elección. 


668  T^ftotqwmAí' 

'  '•  :Iguftl  kieá  dé  teri^no  «obre  el  m¡ arrio  frente  j  fondo, 

-'  á  Tttiedir,  defefdeél  límite  de  la  donación,  fué  asignada 
al  gobernador  Ferré,  general  Lavalle,  gefés  y  oficiales 
que  hubíesefí  merecido  dií5tincioh  por  su  valor  y  ser- 
vicio en  aquella  guerra;  -  asígnándgse  en  propiedad,  al 
gobernador  Ferjé,  10  leguas- cuadradats  de  diclxo  terri- 

'    torio^  é'  su  tleocion;  igual  área  al  general  en  gefe  del 
ejército  de  reserva  brigadier  don  José  María  Paz. 
•     Y  otra  (17  de  diciembre)  sobre  que  las  causas  civiles 

, .  y  criminales  habían  de  sesr.  juzgadas  por  el  poder  judi- 
ciarioeto.    :   '       i         '      :  . 

••  '     En  #841,  el  gobernador  Ferré  ratificó  (23  de  agosto) 

•  el  traltádo  de  amistad,  comercloy  ñaregatíion,  celebra- 
do éoii  el  gobierno  de  la  Repúblió'a  del  Paraguay,  en  la 
capital  dé  1¿  Asunción,  el  31  de  julio  (1841),  asi  como  el 
tratédo  provisorio  sobre  limites.    . 

Cuando  Echagüe  invadió  la  provincia  (en  setiembre) 
él  congreso  de  Corrientes  dictó  una  ley  (1°  de  octubre) 
sujetando  al  enrolamiento  en  los  cuerpos  cívicos  de  la 
mistná  los  estranjeros  residentes  en  su  territorio,  du- 
rante la  invasión  del  eneniigb,  que  no  respetaba  las 

y  fortunas  pi •  ¡las  vidas  de  los  pacíficos  habiíaiites;  y  has- 
ta las  matronas  corren  tinas.  dirJgieroQ  una  exhortación 
si  Batallón  Cívico  del  Orden  que  marcltóel  15  ¿en- 
grosar \ak  filas  del.  ejército  de-  reserva»  «I  mando  de 

.  don  Miguel  Virasoro,  a  que.  vengasen  U  sj^mgre  de 
sus  hermaííos  derramada  en  Pago  Largo  (31  de  marzo 
(de  1839)i  despXies  de  rendidas  pOF  los  {j^neralesBcba- 
..güe,  ürqoiza y  Servando  Gómez,. 

'  '  •  Con  el  objeto  dederrocar  al  dictador  Rosas,  se  ajustó 
en  la  Villa  de  Saladas  á  5  de  noviembre  entre  el  go* 
bernadorde  Santa  Fe,  general  Juan  Pablo  López,  Re- 

•  presentado,  por  el  coronel  José  Ramón  Ruiz  Moreno, 
,    suenviiado  eístraordinario,  y.  el  doctor  Santiago  Der- 

qui,comi^iooado  especial;  del.de  la  provincia  .de  Cor- 
.    rietttesi.     -  ... . 


Dtf  oeitiftMiiTBS  869 

-       Ew  1841,   éb  gobernador  Fer*r6  opganíaó  .an  Díievo 

ejército  que' pus<!)  bajo  la  direcciotí  del  igeuepal  Jbsé 

^Mária  Paz,  con  el  que  éste^  invadiió  la  provincia  de 

•  Éntfé-Rios,  áesfi^ues  de  haber  alcahzado  .una  insigne 

victoria  en  Caáguaícú  el  28  dé  novienihiré,  sobre  el  del 

general  Echágüe,  que  fué<  completamente  derrotado, 

cohpérdidade  muchos  hombres  muertos^  mAiá  de^TOO 

prisioneros- mas  de  40  gefes  y  oftciales  y  el  •mfim«tro 

de  EJchagüe,  Benitez,  cojí  su  archivo,  etc.  Ese  mjsnm 

.    ..ejércitOjj victorioso  entón.ces;  puesto  después  á  lasór- 

^eqqs  del  general  Fructuoso  Rivera,  fué  á  su  yezder- 

rotadp  en  el  Arroyo  Grande,  el  6  de  dipiembre  de  1842. 

Apenas  Jlegp  á  Corrientes  la  notiqia  de  tan  dqlor9SO 

.  desastre,  Ferré  sacó  hacia  las  J^omas  el  bafallon  Guar- 

..  dia  Republicana^  hasta  cjue  en  la  mañana  del  14  de 

diciembre,  consiguió  embarcarse^  acompañado  de  don 

;  Ferrpin  Pampin,, doctor  Juan  José  Alsina^  comandante 

,.  .  Miguel  Virasoro^  Santiago  Méndez^  Joaquín  y  Nepo- 

^luceao  Goitia.  \  , 

Después  de  una  larga  serie  de  infortunios  y  de.su- 

,   cesos  los  mas  desgraciados,  sin  que  se  hubiesen  podi- 

.    do  evitar. por  el  genio  mas  previsor,  pues  no  ^stal^an 

.,   en  las  cosas  síqo  en  los  hombres,  los  que,  fati^íidos  ó 

.,  cprroratpidos  no  cumplían, pon,  svi  deber,  Ppr  otra  parte, 

.;    la  falta  de  elismentos  ppr  la  pobreza  de  las  prQyi()Cias, 

.,    sobre,  todo  la  imposibilidad  de  ppder  crear  infantería, 

hizo  que  el  ejército  libertador  no  hubiese  podido  yenper 

á  los  del  dictador  al  mando  de  Oribe,  Pacheco,  Áldao, 

etc.    Los  individuos  pert-enecientes  á  la  provincia  (ib 

Corriente^,  que,  después  de  la  batalla  del  Rodeó  del 

''  Medio^  lograron  pasar   la  Cordillera  de   lóá  Andes, 

desde  Valparaíso  se  dirigieron,  con  fecha  SO  de  no- 

'    viembre  (1841),  al  gobernador  Ferré,  ofreciendór  pres- 

'  tarde  nuevo  su':$  Servicios  á  su"  patria  contra  la tiráríía, 

^  ¿i  s^e  les  propórción¿iba  los  níediós  para' tt'asládlai^éfe  á 

'■ '  s'u:  p'rovinciá  natal-    Al  efecto,  comisit)naron  di  tíoNíhel 


"560  FMmnmA: , 

Baltap,  para  que  informase  á  Felré de  todDCuadto  ha- 
bía >  sucedido.    £1  númeroide  los  individuos,  á que  se 
hace  refereocia,  erau  62,  á  áaber:  coronel  Jos4  Donaíngo 
A  val  os;  capitán  Ramón  Fei*iiandez,  tenientes  Juaii  Nu- 
.  ;ñez,i  Daniel  López  y  José  fiernardo  Acuña; .  alféreces 
,    Carmen    fiarnos,   Gosmd    Darpiau!  Encina,    Paulino 
Duartey  Manuel  fienitez,  Ju^n  Antonio  Alfonso  y  Cirilo 
.    Nufiez;  7  sargejntos^  8  cabos  y  36  sbldados. 

't$89-€OBOMEL  ÜfAMrfiL  AMTÓ.IÍlOlFfiBBÉ,  delega" 

do'  del  general  Ferré,  su  hermano,  la  primera  vez 
desde  el  12  de  octubre  (1H39),  durante  la  permanencia 
del  propietario  en  canjpafia,  ocupado  en  la  organiza- 
ción del  ejército  libertador  contra  la  Dictadura  de 
Rosas;  la  segunda  en  mayo  de  1840,  durante  la  visita 
del  propietario  á  los  departamentos  de  campana,  co- 
mo lo  establécela  carta  constitucional;  la  tercera, 
desde  junio  hasta  setiembre  de  1841,  en  la  ausencia 
del  propietario  de  lá  capital  para  la  organización  del 
ejército  que  puso  al  mando  del  genei^alJ.  M.Paz,  y  la 
cuarta  desde  el  26  de  febrero  hasta  el  31  de  marzo  de 
1842,  mientras  se  organizaban  los  ejércitos  destinados 
á.  libertar  el  pais  de  lá  tiranía,  que,  lejos  de  propender 
á  su  desaparición,  la  afianzaban  cada  vez  mas,  no  por 
falta  de  patriotismo  y  valor,  que  sobraban,  sino  siem- 
pre por  falta  de  armonía  y  unidad  de  acción,  y  por  la 
'  anarquía  y  espíritu  de  emulación  que  existía  en  los 
mismos  gefes  entre  sí. 

t949--D^  PEDBO  DIOMISIO  CilBRilL,    electo    el     14 

de  diciembre,  en  consecuencia  del  triunfo  del  Arroyo 
Grande  para  las  arpias /ecíera/^s,  y  ri.validada  su  au- 
toridad p^r.  la  Legi:?latura  el.l5  de  marzo,  hasta  el  11 
de  abril  de  1843,  que  huyó  abandonj^ndo  su  -puesto, 
dp  temor,  de  un  amago  de  reacción,  como  en  efecto 
tuvo  ^ugar  dos  dias  después  (el  13  de  abril),  encabeza- 
do por  el  coronelJosé  Antonio  Vira^oro  (asesinado  en 
1859,  estando  de  gobernador  de  San  Juan.) 


Dfi   GÓftRIBKTfiS  561 

Una  de  las  primeras  disposiciones  del  gobernador 
Cabral  fué  espedir  un  decreto  declarando  reos  de  alta 
trafc^on  é  la  patria  y,  como  tales,  fuera  de  la  ley  al 
general  Ferré,  etc. 

El  tratado  estipulado,  el  20  de  abril  de  1839,  en  con- 
secuencia del  sangriento  triunfo  de  Pago  Largo  por  las 
eivma^  pseudo' fedérale  i  y  (31  de  marzo  del  citado  año), 
fué  (9  de  febrero  de  1843)  modificado  así:  el  gobierno 
de  Corrientes  había  de  entregar  al  de  Enlre-Rios 
300,000  cabezas  de  ganado  vacuno  de  marca  y  20,000 
yeguarizas,  renunciando  éste  último  á  los  30,000  p2Sos 
plata,  80,000  reses  vacunas  y  50,000  yeguarizas  que 
por  dicho  tratado  se  comprometió  entregar.  Se  con- 
vine igualmente  que  los  límites  de  ambas  provincias 
serian  hasta  un  nuevo  arreglo,  los  rios  Guaiquiraró  y 
Mocoretá^  tirando  una  línea  desde  las  puntas  del  1° 
hasta  las  del  2°,  y  que  el  territorio  de  Misiones  habla 
de  tener  en  el  Congreso  de  Corrientes  dos  diputados 
y  seguirá  cargo  del  gobierno  de  la  provincia,  hasta 
que,  reunida  la  Representación  nacional  deia  Confe- 
deración, se  discutieran  los  derechos  que  los  misione- 
ros tuviesen,  ó  antes  si  su  población  fuese  suficiente 
para  su  existencia,  como  provincia* 

He  aqui  cómo  el  obispo  diocesano  doctor  don  Ma- 
riano Medrano  felicitó  al  gobernador  Cabral,  al  tener 
noticia  de  su  elevación. 

¡VIVA  LA  CONFEDERACIÓN  ARGENTINA! 

El  Obispo  Diocesano.         , 

BaenoB    Aires,    febrero    14  dé  1643 — 

Afio  34  de  la  Libertad,  ^gTde  I  a  ludepea- 

^  denciay  14  de  la  Confederación  Argenliua. 

AlExmo.  señor  Gobernador  y  Capitán  General  déla 
Provincia  de  Corrientes  don  Pedro  Dionisio  Cabral. 

» 

«  Cuando  en  el  retiro  de  nuestra  habitación  lamen- 

36 


562  p^oyi»fiíA 

tábamas  el  triste  estado  de  esa  provincia/  á  que  la  ha- 
bía reducido  el  refractario  y  desnaturalizado  gefe 
(Ferró)  que  había  usurpado  el  gobierno,  tuvimos  el 
mayor  contento  al  saberque,  por  una.  aclamación  gene- 
ral había  sido  V,  E.  elegido  para  ocupar  legítimamente 
la  primera  magistratura;  y  esto  de  un  modo  inespera- 
d<;)  por  el  tiempo  y  por  las  circunstanciad:  todo  mani- 
fiesta haber  sido  esta  obra  privativa  del  Cielp;  y  es  por 
esto  que  nos  apresuramos  á  felicitar  á  V,  E.  por  tan 
feliz  acontecimiento;  pues  que  con  este  próspera  acaso, 
la  justa  causa  de  la  Confederación  Argentina  habrá 
concluido  con  mayor  brevedad  lo  que  taqto  ha  de- 
seado, volviendo  ¿sus  hijos  á  ocupar  sus  hogares  y 
bendecir  á  Dios  de  haberlos  librado  de  derramar  su 
sangre  á  que  estaban  dispuestos  para  poner  á  su  pa- 
tria en  la  libertad  que  con  tan  justos  derechos  reclama. 

«Nosotros  no  dejaremos  de  importunar  aJ  Cielo  coa 
nuestros  votos  á  íavor  de  V.  E.  lo  mismo  que  de  toda 
esa  provincia  á  quien  [siempre  hemos  mirado  con  par- 
ticular predilección» 

«Dios  guarde  á  V.  E»  muchos  años. 

«Exmo.  señor. 

cMar^ano  Obispo.  9 

Por  la  lectura  del  documento  .que  antecede,  se  verá 
que  el  Prelado  de  Buenos  Aires,  separándose  de'  la 
dedicación  religiosa  y  de  la  abnegación  del  mundo,  tan 
propios  de  su  carácter  y  de  su  misión,  sacrificaba  sus 
mas  sagradas  obligaciones.  « 

Por  ley  de  17  de  marzo  de  1843,  don  Pedro  D.  Ca- 
bral  fué  investido  con  las  facultades  estraordinarias; 
para  que  pudiese  arrancar  de  raiz  todo  germen  de  la 
influencia  del  partido  liberal  y  estrechar  los  vínculos 
de  fraternidad  con  todas  las  provincias  de  la  Confede- 
ración. Y  el  20  el  gobernador  Cabral,  de  acuerdo  coil 
la  referida  ley,  espidió  un  decreto  declarando  al  gene- 


\ 


DB/.  CORBTBNCTES  ^ 

i  ..fal»  ¥%fri,  á  feapiapüda  y.á:todos4os  qú/e;Cugar(M>-d^  la 
provincia,  traidores  y  como  tales  faera  delá  iey;.  y 

•  '  mandando  bonfiscarsus  propiedades,  ipiar^r  compensar 
-  álgwn  tanto  lá  -enorn^e  deuda  con'  que  habían  írecajffga- 

*  d;oai:pa¡sj     .■.•■_..  •:.•.•!.;-      .  .    ..• 

Có'nsecueñte  oon  el  sistema  político  de  í^  época,  el 

gobernador  Cabral,  todo  lo  federali:saba\  á  los  escua- 

^  dronés  (Jé  Lomaá'dfó  la  denominación. de /Sfe.síaai^cítíA 

res  de  la  Federación,' B,\  cuerpo  de  vi'gtl'áníe'á,  Od'tüthiha 

Ferfdrary  al  Batallón  Guardia  Republícá'ñaC,  '(/wártf/a 

..  Cfvica  Fedfií^ah — espidió  un  decreto  (4  dQ  eiiírp  de 

1843)  ¡pí^ndanido  usar  la  divisa  colorada,  coii  lema  Íj/§- 

deral.  que habiasido  abolida  por  Ferré  en  31  (íe  octn- 

^  ^;^e  dp  1839;— otro  (8  de  enero)  mandando  embargar  los. 

i ,  hi^x)/5sc|eJp^  individuos  que  salieíroa  de  la  ■proVínaía, 

;  s^p  e^pecí^l  perrpisp  del  gobierno'.  .  .    .  »  .  / 

_—  '*'  '''■'^■''''^•lá' 

:       El  proauHciamienitp  de  Corri^pt^s  ,por  }a  /ederaccpn 

..j?0  esttaba.; afianzado,   ap,esar  del  triuiifq  qél.  ArrÓA^o 

•  vGrande,  por  lü  que^l  general  Oribe  jde^pachó.urmco- 
,  lumna  de.3W0  hpnjbr.es  á  las  Qr^ene^  del.  general  "^r- 

iqiiÍK0^para  operar  de  acuerdo.con  el  jgQbernadpf  Cabdal 

y  pirestianieia  protección  que  fuese .«eQ^^ari^,,  Üí*<5[ujza 

fijó  su  cw^rtel  general  en  Villanueva  el  8  de  en0.ro, .cypra 

/  imevc^fuíÁ'federííLlmente  recibida  enJacapiial,,^d|orn^da 

de  banderas  federales,  músicas  por  las  calles,  S:aIvAs, 

;  r«piíqu^$í,  vivías  á  JI4  püji^f^f deracioa,  a| /?í?sí(ia/wV^^  de 

iaS'%(as,  lÚL.QfiAjte,  á  líi:quí>^^  al  g'^b^í^nadoj:  pabr¿^l  y 

.4  !tQ4(^4.  i^:paedd4Q  f(idera{ü^s\  ,y  •anatema3..^¿^  P^fPfte 

á  los  generales  Rivera  y  Paz  yátod^^  los  upjtj-r^pjírj.s^^s. 

El  14  de  enero  (1843)  salió  de  la  .c*'vpital  eJl^ob^rna- 

dor  Cabral  á'muy  coir*la  9list^u]i:uvdf^  la  ca;,npií.na^  con 

dirección  al  cuartel  ge^j,qr^l  de  JLJj;(¡|jiiiza,  páf:i^;(íeL(^brar 

con  éste  una  ent^'(?.vi^^i,.' arengíw:.4' lo^^'  escuadrones 
Restauradores  de  la  i^fidemQCQn  y  áiSo\\'ev\o^¿  y,  ha- 


biendo regresado  el  20,  reasumió  el  rp;m.do.    El  mismo 
día  nombró  éiáou  íu^to  ÍDiaz  d(3'.VlV¿^''iiiiftrs!tro  de 


I 

564  PROVIKCIA.    . 

guerra  y  relauciones  esteribres  y  á  doa  Teodoro  Gauna 
de  gobierno  y  hacienda. 

Ei  gobernador  Cabral,  al  solo  amago  de  la  reacción 
que  tuvo  lugar  el  13  de  abril,  fugó  dos  dias  antes,  de- 
jando la  ciudad  en  acefalla  de  gobierno.  En  -su  conse- 
cuencia, fué  nombrado  donjuán  Baltasar  Acosta. 

194^— B.  jiJl»TO  DlAX  Bc:  VIVAR)  correntino,  minis- 
tro, delegado  de  Cabral,  desije  el  14  hasta  el  20  de  enero, 
que  duró  la  ausencia  de  éste  en  la  campaña. 

1843— B.  JVAiv  BALTAlSABACOSTAy  electo  goberna- 
dor' prpvisorió,  por  la  fuga  de  Cabral  dejando  el  go- 
bierno en  acefalla,  desde*  el  13  de  abril'  hasta  el  1^  de 
agosto,  que  fué  derrocado  por  el  coronel  Joaquin  Ma- 
dariaga,  quien  clasificó  de  ilegal  la  elección  de  Acosta. 

Al  fugar  Cabral,  el  congreso  déla  provincia  ci%yó 
que  el  gobernador  Acosta  podría,  si  no  contener  el 
furor  de  los  enemigos^  al  menos  los  desafueros  consi- 
guientes  á  un  pueblo  acéfalo.  Su  elección,  pues,  de 
gobernador,  fué  oportuna  en  aquellos  momentos.  La 
elevada  misión  del  coronelJoaquin  Madariaga  era  sal- 
var  la  patria;  la  del  gobernador  Acosta  custodiarla  mo- 
mentáneamente. Con  la  repulsa  de  Madariaga  á  la 
proclama  de  Acosta  de  13  de  abril  quedó  terminado  su 
gobierno.  '  .  ^ 

Hé  aquí  la  lista  délos'  individuóis  que  pasaron  el 
Uruguay  el  Í0  dermarzo  de  1843,  con  el  objeto  de  con- 
vulsionar algunos  departamentos^fronteVizos  de  ía  pro- 
vincia, cómo  lo"  verificaron^  • 

Mayor  Andí*és  Ri carde 

Capitán  Manuel  A.  Acosta 

Soldados       Silvestre  Ricarde 
'   €  Sirifóroso  Caballero 

«         '      í^afecual  Bermudéz. 

;     Lista  npii^ina^  de.  los  g?fes,  ópciales  y  tropa;  que  el 
31  de  marzo  de  1843,  se  lanzaron  del  Estado  brasilei-o 


DE.  GO&BUfiHTBS  ^ 

;    l¡mítPofe;á  libertar  su  patria  délos  degaellos  que  en 
-   ella  se*  practicaban;  bajo  la.  influencia,  del  tirano  de.  la 
República^ 
Comandante  en  gefedela  áivision,  teniente '.coronel 

Joaquín  Madariaga,    •        • 

Tenientes  coronelps  Juan  Madariaga  (1) 

c  c      ..  Bernardino  Lqpez    ,  ' 

c  «  .  Martin  Tejerina 

Mayor  ,  ,  ¡  Plácido  López 

Capitán  Comandante, 

de  Guías  Juan  Gregorio  Acuña 

Capitanes  Zenoo  Peréz 

c  Juan  José  Méndez 

«  Antonio  Madariaga 

€  Mercedes  Careaga 

<  Victoriano  Alemí 
'a  Cecilio  Carreteas 

«  JoséVallejos* 

Tenientes  Manuel  Vallejos 

c         .  Juan  Pedro  Baez' 

<  José  León  López 
€      ^  Justo  Segovia 

€  Agustin  Maidana 

ff  Marcelino  Bejarano 

c  Isidi*o  Ríos. 

.    Alféreces  Juan  Chamorro  '     ' 

"c  Valentín  Roniero 

<  Juan.  Montenegro.  '  (Falleció 
de  enfermedad)  y  12  sargentos,  1  sargento  trompa,  2 
trjonipas,  9  cabos  y  57  soldados. 

Lifeta  de  los  individuo^,  á  quienes  el  mal  tiempo,'  que 
Feinó  en  el  Uruguay  el  31  de  marzo  áe  1843,'  impidió 

(l)  Llegó  á  ser  general,  y,  después  de'  varios  servicios,  quo  prestara  á  íaV 
causa  de' la  libertad  contra  él  ^despotismo,  fijo  su  resideDcia  én'Büéaos  Ai- 
res, habiendo^  fallecido  repentinamente  en '  el  pQieblb '  de  Sao  Justo  en  la  no- 
che, del  l9  al  20  de  jupio  de  1879.  .'         '     ' 


M6        •  PMfTsamA 


I 


'  venir  con  K^  que  ese'dia  pasnron  á  HbéHár  du  patHa; 
poro  qú&\6  éfedturon el  2  de  abril  delmisaiO'afio  /suan* 
do  se  serenó  aquel  rio: 

Alfépfez  ■''''•  MürtuelRojaB^  .j^ 

Cabo  Teodoro  PortWo        ' '      ■ "     ' 

Soldadbs       -  Sinforrano  Lopex         *• 

«  Juan  Farlas 

,      «  Juan  Rojas 

<  Jacinto  Benitez. 

Después  de  la  batalla  de  Vences,  eí  pueblo  siíuado 
en  la  Barra  de  Yatal^  sobre  el  Uruguay,  ciiyo  nombre 
era,  como  lo  es  hoy,  Paso  de  los  Libres,  en  conmemo- 
ración de  ios  108  patriotas  liberales  que  acofnpañaron 
á  los  Mádariaga,  fué  por  un  decreto  de  don  Ben- 
jamín Vírásoro,  fecha  27  de  enero  de  1848,  cambiado 
por  el  de  Restauración,  con  prohibición  de  poblarse 
'  en  todo  aquel  distrito  ninguno  de  los  referidos  108  pa- 
triotas, y  con  la  ór^en  de  fijarse  un  poste  infame  en  el 
punto  por  dqude  Qstos  pasaron,  con  la  inscripción  si- 
guiente: En  184á  Joaquín  Madariaga,  caudillo  de 
ladrones,  traicionó  a  la  pQtria  y  la  hundió  en  todos 
los  horrores  de  la  anarr/uía.fi 

Por  Jey  jde  12de  setieml^re  (1843)  el  Poder  Ejecutivo 
había  sido  autorizado  parala  erección  de  un  pueblo  en 
el  Rincón  de  San  Jorge  á  inmediación  de  la  confluencia 
del  Arroyo  Yatay.  y  el  Uruguay,  con  la  denominación 
de  P(fso  efe  los  Libres,  iiiusiya,  al  que  en  su  cercanía 
ejecutaron  por  dicho  rio  \os  libertadores  de  l£^  provin* 
ciá.  Posteriormente  y  con  fines  políticos  tuvo  aUer- 
nativan)ente  el  nombre  de  RestaUracionL  y  aquél,  el 
cual  se,  qoiperva  hiista  la  fecha. 


1843— €OBO!VEI^  JO^QIJIlí  II.IlDAIIIACSA,  titulado  gO- 

bernador  libertador  de  Corrientes  desde  el  1^  de  agosto. 
Compí  general  eu  g-efe  del  ejército,  Madariage^  decla- 
ró ilegal  la  elección  de  Acosta,  heoia  ix)r  sola  4  repre- 


Dl^  COáRIBKTBS  567 

sentantes,  sin  mísipn  alguna  y  decretó  una  nueva  elec- 
ción en  toda  la  provincia  para  un  congreso  ge-nisral 
estraordinario,  con  poderes  para  elegir  gobernador. 

Reunido  el  referido  congreso,  el  31  de  agosto,  le  nom' 
bró  gobernador  provisorio,  con  la  facultad  de  hacerla 
paz  y  la  guerra,  mientras  durara  la  que  á  la  sazón  exis- 
tía contra  el  tirano  de  la  República  Argentina: 

El  21  de  setiembre  fué  nombrado  en  propiedad  y  re- 
cibido del  cargo  en  tal  carácter  el  24  del  mismo  mes, 
hasta  el  87  de  noviembre  de  1847,  qué  fué  derrotado  á 
la  Cabeza  de  su  ejército  en  el  Potrero  ó  Rincón  de  Ven- 
ces por  el  general  Urquiza. 

Derrocado  Madaríagaen  virtud  de  aquella  batalla,  se 
reinstaló  el  12  de  diciembre,  el  congrev^o  general  de 
1843,  quien  eligió  nuevo  gobernador  titulado  federaL 

El  congreso  general  estraordinario,  á  nombre  de  la 
provincia  de  Corrientes  que  representaba,  deseando 
mostrar  su  gratitud  á  los  libertadores  que  supierQn 
concebir  en  un  pais  estraño  la  idea  de  libertar  ¿u  patria 
de  los  ti,ranos  que  la  oprimían,  y  lanzarse  denodada^ 
mente  al  Uruguay^  á  efectuar  tan  sagrada  misión,  ^san- 
cionó (19  de  setiembre)  una  ley  (promulgada  el  24) 
disponiendo  que,  todos  los  que  acompañaron  ^l  general 
,  eugefe  á pasar  ^l  Uruguay,  llevarían  una  medalla  pen- 
diente de  una  cinta  azul  y  blanca,  al  lado  izquierdo  del 
pecho  con  la  inscripción,  por' el  anverso —t Libertó  la 
patria  30.  de  agosto  de  1843,»  y  por  el  reverso— cPro- 
«  oincia  de  Corrientes»;  los  soldados,  hasta  sargento 
inclusive,  de  metal  ordinario;  los  oficiales  subalternos, 
de  plata;  los  geies,  de  oro;  la  del  general  en  gefe,  del 
mismo  metal,  orlada  en  brillantes:  ascenso  aun  grado 
efectivo  mas  del  que  tuviei*on  en  el  ejército  el  6  de 
.  dieiiembre  de  1842,  y  además  un  vpremio  en  dinero  á 
c-ada  uno  de  los  libertadores. 

La.  provincia  de  Corrientes  fué  la  única,,  que,,  duran- 
te la   ominosa. Dictadura,    depuso   la-.^spre^ipn  de 


568  FBOVIlfGIA 

.  SU  profundo  dolor  sobre  los  manes  del  general  Lava- 
lie.  El  gobernador  Madariaga,  encardado  de  la  obli- 
gación de  dar  cumplimienlo  auna  ley  sancionada,  el 
14  de  setiembre  de  1843,  por  los  Representantes  de  la 
provincia,  é  iniciado  por  los  gefes  del  ejército,  de  cpn- 
formidad  con  el  sentimiento  del  pueblo  correntino, 
mandó  celel?rar  en  toda  la  provincia,  el  10  de  octubre 
una  misa  solemne  de  honras  por  el  descanso  eterno 
del  finado  general,, con  asistencia  de  las  autoridades 

.  civiles  y  militares,  y  con  el  deber  de  llevar  luto  por 
ochodias,  v  rindiéndole  los  honores  debidos  á  su  ran- 
go  de  brigadier  general. 

El  cura  de  la  matriz,  don  Juan  Antonio  Acevedo, 
pronunció  una  oración  fúnebre  que  conmovió  al  audi- 
torio, principalmente  cnando  recordó  el  infortunado 
fin  del  general  en  el  último  pueblo  de  la  República 
Argentina. 

Los  ministros  del  gobernador  Madariaga  fueron  don 
José  Inocencio  Márquez  y  don  Gregorio  Valdés. 

i9á3-D.  s.  BALTAÍ9AB  ACOSTA,  presidente  del  con- 
greso general  estraordinario,  en  ejercicio  del  Poder 
Ejecutivo  en  calidad  de  delegado  de  Madariaga,  por 
ausencia  de  éste  en  su  cuartel  general  en  Villanueva, 
desde  el  27  de  octubre  y  habiendo  tenido  que  salir  el 
propietario  de  la  provincia  sobre  Entre-Rios,  fué 
nombrado,  el  13  de  diciembre,  por  la  Legislatura 
gobernador  provisorio.  Tuvo  por  ministro  general  á 
don  Gregorio  Valdés,  así  como  don  Juan  Pujol  mas 
tarde,  hasta  el  23  de  febrero  (1844)  que,  siendo  ne- 
I  cesarios' sus  servicios  á  la  inmediación  del  general 
en  gefe  libertador  en  campana,  gobernador  Madariaga, 
fué  nombrado  secretario  sustituto  de  guerra  y  relacio- 
nes esteriores,  el  asesor  general  y  auditor  de  Guerra 
doctor  Juan  José  Alsina. 

Con  motivo  de  la  renuncia  que  del  cargo  de  secreta- 
rio de  guerra  y  relaciones  esteriores  presentara  don 


DB ;  COEEIÜNTltS  5^9 

Juan  Pajoly  conBuUandcrla  economia^iecesarm  en  las 
'  críticas  circunstancias  porqpeá  la  sazoñ  pasaba  la 
provincia,  el  gobernador  Acosta  espidió  un  decreto 
(31  de  mayo  de  1844)  derogando  el  de  25  de  octubre  del 
'  año  anterior,  que  creábalos  secretarios  para  el  despa- 
cho y  un  asesor  de  gobierno  y  auditor  general  de  guer- 
ra, y  nombrando  uno  solo  en  la  persona  de  don  Grego- 
rio Valdés. 

t9A4— ClENERAIi  JOAQIJIIV  IIAIIARIACIA,  propieta- 
rio, desdó  julio  hasta  el  7  de  junio  del  siguiente  año, 
que,  con  motivo  de  su  salida  á  campaña  delegó  de 
nuevo  en  sus  dos  ministros  Valdég  y  Márquez. 

Apesar  de  su  regreso  de  Villanueva^  en  mayo,  no 
reasumió  el  mando  sino  en  julio,  á  causa  de  haberse 
hallado  enfermo,  razón  por  la  cual,  antes  de  retirarse 
á  la  i^apital,  con  el  objetQ  de  restablecer  su  salud, 
nombró  general  en  gefe  del  ejército  libertador  á  su 
hermano  don  Juan. 

El  ejército  correntino  que^  al  mando  de  éste  invadió 
la  vecina  provincia^  fué,  el  17  de  enero,  batida  por,  el 
general  Eugenio  Garzón,  en  las  Puntas  del.  Palmar;  á 
inmediaciones  del  Arroyo  Grande  en  la  Concepción. 
El  de  Madariaga  se  componia  de  unos  2000  hombres, 
dividido  en  14  escuadrones  y  el  de  Garzón,  de  1300. 
Tanto  uno  como  otro  se  disputaban  el  triunfo,  pues,  al 
siguiente  dia»  18,  una  división  del  ejército  libertador 
recorrió  el  campo  de  batalla,  sembrado  de  cadáveres, 
en  su  mayor  parte  del  enemigo,  la  victoria  no  fué  com- 
pleta' para  los  correntinos  como  la  de  Caa-Guazú,  á 
causa  de  la  noche  y  la  falta  de  infantería  que  lo  im- 
pidiera. 

Un  mes  después,  el  18  de  febrero  (1845),  todos  los 
empleados  de  la  provincia  fueron  obligados  a  llevar  en 
el  sombrero  la  divisa  de  guerra  del  ejército. 


\ 


6?0  MóvnrcrA  ■ 

'  Qrcs,  iininiistros  de  Madariaga,  delegados  durante  la 
ausencia  en:oampaQa  del  propietario^  desde  el  7  de 
junio  hasta  el  5  de  julio. 

Fué  durante  el  gobierno  delegado  que  se  confirió  (4 
de  julio)  el  eoí^ileo' de  coronel  mayor  de  los  ejércitos 
de  )á  patria  alooroncl  Joaquín  Madariaga. 

1845— GElíERAIi  JOAQVIIV  MADARIAGA,    propieta- 

.  rio,  d^sde.el  5  de  julio  que  reasumió  el  mando,  hasta 
fipes  del  mismo  año,  que  lo  delegó  en  don  Juan  Bal- 
tf^sar  Aposta,  poi;  haber  salido  ácanipaña  con  el  objeto 
dacooperar  con  el  Director  de  la  guerra^  general  Paz, 
á  la  organización  del  grande  Ejército  Aliado  Paci/i- 
['  cadopy  aon  arreglo  á  \as  estipulaciones  del  tratado  de 
alianza  ofensiva  y  defensiva,  celebrado  en  la  Asunción 
.  del  Paraguay,  el  11  de  noviembre,  contra  el  goberna- 
dor Rosas  y  sus  sostened^ores. 

Este  ejército  se  componía  de  dos  cuerpos:  el  1^,  á  las 
inmediatas  órdenes  del  Director  de  la  Guerra,  era  el 
de  la  provincia  y  demás  tropas  de  la  Union  Argentina, 
y  el  2^,  comptueslo  de  una  Columna  paraguaya,  á  las 
del  general  Fmnciscó  Solano  López.  Don  Juan  Ma- 
dariaga fué  nombrado,  por  el  gobernador  su  herma- 
no, general  de  vanguardia.  • 

El  bloqueo  que  hacía  al  puerto  de  Montevideo  la  fuer- 
za naval  argentina  dejó  de  existir  desde  fines  de  julio, 
y' fué  puesto  por  los  gobiernos  aliados  de  Inglaterra 
y  Francia,  representados  por  Guillermo  Gore  y  barón 
Deffa'udis,  el  18  de  setiembn^,  sobre  los  puertos  de  la 
provincia  de  Buenas  Aires.  Esta  medida  facilitóla 
navegación  de  los  rios  ParanYi  y  Uruguay,  principal- 
mente éste,  y  puso  en  comunicación  directa  ar comer- 
cio* estraiigero  con  los  puertos  de  Corrientes  y  Para- 
guay, afunque  no  sin  vencer  algunas  dificultades. 

Durante  el  año  de  1846,  el  gobernador  Madariaga 
tuvo  que  ausentarse  de  la  capital,  con  alguna  frecuen- 


ckty  por  lo  qíieicylereíó  q1  jg:obietDo.de^eSíftdo  dop  J^p. 
Acosta. 

tisfe— Íd.  jija:v  'ÁAtTAHAK  AtJOi^TA^/ (lélegádb  de 

Madariága,  deSdé  e¡\  V  hasta  el  29  de  a^oátb,  haíbíéndo 

'  ejercido  el  mismo  cargo  en  otras   ocasiones 'diitóhte 

éste  año. ...  i 

.  5)n  una  de  éílaé,  el  4. de  abril,  de  acuerdo'  con  Mada- 
riaga,  decretóla'  süspensiori  del  general  Í^Azéneínian- 
'  '  áo  del  ejercitó  de  la  provincia,  como  Directór'db  la 
guerra,  quedando  'dicho  ejército  alas  inmediatas'  ór- 
denes del  g'obei^rtador  propietario.  ''    '        ' 

Éste  era  un  iliiévo  deíéacíerto  agregado  al  íai^goca-. 
tálogo  de  ellos,  que,  desde  el  pr^íncípio  de  1á 'guerra, fué 
la  máxima  tc^'n^fan te  délos  titulados  unííarios:  dferro- 
tábanse  por  sí  solos,  facilitando  el  triunfo  fatl  enérñilgo 
que  lo  aprovechaba  cori'lai  decapitación  de  ellos,  fein 
ofrecértela  méfior  resistencia'.      ''     ''  ■     ^ 

Verdad  es  que  el  genérat  Paz,  con  toas  de  12,000 
hombres  se' retiró  hiiyenfld  priecipítadanyenfte  de)  ejér- 
cito dé  Ül'quízái  en  Laguna  Limpia,  él  4*  de  febrero  de 
1846,  cayendo  pr*isionepo,  linico',  el  gen-eral  Juan  Ma- 

•  dáriagtl,  hermano  del  gobernador; 

Este  g^neiül,  ¿il  caer  del  caballo  y  poniéndose  de 
rodillas,  tlecía  á  los  soldados:    «A"0  me  maten  que  soy 

•  el'ffeneral  Mádartagü>^  eii  momentos  que  Melgaba  el 
'  coronel  José  Antonio'  Virasor^,  quien  le  oráetríy  que 

fee  quitase  la  espada  y  se  pusiese  en  pié,  para'Ilevafrlo 
'    á  presentar  al  general  Ürquiza,    Pero  no  quisó  levan- 
tarse sin  que'aMes'le  prometiese  Vírasoro,'  qu-e.   le 
stóvárfa  la  vfda.    ürqurza  íe  recibió  con  amabilidad  y 
"  ló  ti'ató  bien.    Hubo  ofrecimientos  nada  nobles,  cgya 
•  réíáciort  no  son  de  interés  para  la  historia. : 

Este  cohtrábité  de'  ftiwHia  dio  origen'  a)  ¡ruridoso 
tratado  de  Alcaraz,  eí  cual  fracasó  por  imprudencia 
dé  los  ¿ehoí*éis  ^^iadát»iagá,'iqaíénes,  á  Jüegar  pbr  su 
'coírespóhdencíacoíi  ehgeíiwal  Or^ufiáj  pubUoáda  en 


•la  Gaeeta  Mercantil,  no  jugaban  limpio   para  con  el 
general  Paz. 

I  La.destitucionae  éste  hizo  cumplir  un  deber  frater- 
nal;, á  costa  de  cerca  de  seis  años  ni?is  dé  tiranía  y  dé 

.  una  s.aijgrien la  batalla,  con  pérdida  de  pumerósas  y 
preciosas  vidas,  dinero  y  un  tiempo  valioso;  cuando 
es  evidente  que  podia  haberse  evitada.     ■ 

.AI  coronel  José.  Antonio  Virasoro,  según  queda  di- 
cho,, debió,  su  e;s:istencia  el  general  Juan  Madariaga; 
pues^  cuando  éste  cayo  prisionero  en  la  Laguna  Lim- 
pia, aquél,  olvidando  los  antiguos  rencores,  le  tendía 
el  brazo  pc^ra  salvarle,  en  los  momentos  en  que  los 
vencedores  iban  á  lancearle. 

,-:  ..En;  contraposición,  Virasoro^  ásu  vez  hubo  de.  ser 
r  age^iqaflo  por  un  tqil  Villalba^  que  hal?ía  sido  bien 
1.  ,pa^o.y  mandado  al  efecto  ppr  un  ingrato. 

El  Tratado  de  Alearan  incorporaba  la. provincia  de 
«.   Oorrientesé  las  den\áSide  la.  Confederación^  bíjjo  las 
-  condiciones  del  pacto  de  4  de  enero  de  1831,  y  las  esti- 
(  pulacíones  de  aquél,  sostenidas  con  r^l^gularídad,  eran 
demasiado,  nocivas  al  sistema  arbitrario  del  gobernador 
de  Buenos  Aires.     El   pacto  de  Alcaraz  no  contenía 
cláusulas    humillan  tes,    abnegación  ¡de  derechos,  ni 
compromisos  odiosos  contra  la  seguridad  de,  los  ar- 
gentinos que  seasilaser?  en  Corrientes— era;  en  una 
'  I  palabta,  la  esprc^ion  de  la  conveniencia  de  dos  pue- 
* .;  blos ' con  relacioií  al  esta(Jo  político  de  la  República; — 
resultado  de  los  esfu.erísos  dQ  dos  gobiernos  en  obse- 
,   quio  de  la  paz.  y  la  armonía.    Rosas  no  quiso  prestar 
jsu:  asentimiento  á  aquel;  honrosa  Tratado,  y  pasando 
j, .  poi;  sobpe.las  consideraciones  debidas  al  general  ürqui- 
za,  gobernador  de  EntrerRios^  manifestó  su  desagrado 
y  propuso  nuevas  bases  para  aju star  otro,  que,.á  su 
.    ver, ¡e^a  el quecon venía  acordar.       . 

<  H|é  aquí  Ip&  detalles  dejo  ocurrido  en  abril  de .  1846. 
{        El  generalPaz  jtijvoítviao  secreto  de  .pierias  negocia- 


oioi)Q$¡que)^)SQgüian  ^ntre  el  g^neraLUrq^uiza,  y^  pl  go- 
berntiiior  Mad^riaga,  y  . teí]¡ieroso  de  que.prodújesien 
un  arreglo  .amigable.,  trató  de  emplear  \os  medios  de 
que  no  llegara»  Á  dar^senoejante  res^pltado. . ; 

Al  efecto,. escribió  ó  los  miembros  mas  ii)fluy erices 
del  congreso  proyincial,  V,  sin  ninguna  dificultad  consi- 
guió'atritéraelos  4  s^  favor.  El  congreso  resolvió,  {xu^s^ 

deponer  ¿  Madar|a.ga  y  nombrar. qn  su  lugar  vn.gb- 
beruadór  que;  fuese  mas  simpáMco  á.lacttus^  que  sos- 
tenía el  general  Paz;  pero,  antea  de  promulgar  su  deore- 
toy i  solicitó 'de  .éste  un  dest&camQpto  d.e';tr()pa.  .p^ra 

j  s<t>stener  su  autoridad..  Paz  imued^iatani^a^e  at^nji^ió 
&'Su>pedidOiy  ipoi'o  antes  de  /quQtla  ¿TQpa  Ueg^irta;»  lyíaiclu- 
riaga,  sabedor  de  lo  qde  sucedía^  le  ganóíia  d€|\^n.^ei¡'a. 
En  consecuencia,  el 2 de  abril,  $e  apq^eró  éste  de  tpdos 
los  miembros  refractarios  y  del  ministro  Marque^^^.que 
e^^taba  ligado  can  ellos,  y  los  mandó  presos  á  uo  ptie- 

'  bla  inmediato*  ^         ,  . 

En  seguida,  la  ciudad  fué  puesta  bajo  laley  marcial, 
.  y/el  gobernador  Madaríaga  salió  .de  la.  ciudad  a^n  el 
objeto  de  ataca*  la:  (5qlcfmna:jqwe  mantíaiba  'el.  gjan^ral 
Avalos,  enviado/porPaz,  en  protección  del  congreso; 
pero  la  tropa,  compuesta.de  cprrentioosten  isu  mayor 
parte,  una  frapcioju  se  pa^ó-áMadariagay  i.la  ptfNqi  se 
dispersó  sin. disparar  un  (irq.  fin  la  <?onfusio»..que 
subsiguiólos  miembros  del  oongresiQ.  reoobra^pQ  ^u 
libertad,  fugando  al  Paraguay,     .,        ,  .    ,         ',,1 

Después  de  e§to,  el  gobernador  'Madariaga  regresó 
á  ia  ciudad  para,  restablecer  el  órden^  locuaJi,  una  yez 
'efectuado  y  nombrado  á  don  Baljtaáar:  Aconta  deliega- 
ídó,' Volvió  á  salir  para  reorganizar  las  fuepías  de  i  la 
prorvinciai    i      :  .  ,  ,:.  .  [ 

El  primer  acto  del  gobernador  delegado*  Soó.  esp^ir 
un  decreto  destítuyendoá  Paz  ^del  mando  del'  ejército 
y  de  I-a  díreecíonde  laguerra¿>  -^  -  ■      1 1    ;  .  .         ,  / 

El  general:  Paz  se  ^hallaba  en  .VHlanueva  ^edn  para* 


/• 


güájroi^  cfáisJésclflsivííntérttei  pues'lQs^cftrreritiwos  fue- 
ron á  engrosar  l¿s  fila*  de  Máfdariága.  •  Éí  óottridíonia- 
dó  paraguayo  en.  Corrientes  manifestó  su*  creftTicía  de 
que  tan  luego  como  •  sn  gobierno  tuviera  conocimiento 

'  dé  estaá  oóürrencia^,  mandaría  retirar  sus  tropa». 
'  '  I>¡ez  meses  llev-abía'' de  tregua  Co<;^rí'^nt«s;r  desde  el 

'  convenio  deí  Alearan  fa'gbatb  de  1846),  cmindo  el  gene- 
hil  Urquiífa ■denunció  la  guer'ra  eit^ juríiode  1847.  Cinco 
mil  guerreros  se  reünierori  á  su'  primer'iqagísirado,  al 
g^fé  de  Ñanddy,  el  venc^or  de  la  Lkgoaa  Brava.  (6  de 
mayo  del843,  con  108  hombres  coaira i40D0,  al  madido 
del  general'  rosista  Bartolomé  Ramírez),  y  la  poUa«^ 
ciotí  t^dft  se-ptisó  ed  movimí^Dto  :eofn;ioi  ¡impuisaida 
poruna'eáCitacion^eléctKica;  Todos  respiraban  guerra, 
y  ul  estruendo  maroiai  de  una  ^aiiaiott.  guerrera,  del 
'  <aanto  de  los  libres  contra  los  84)steaedore8 .de  la  Dic- 
tudut^a,  repetido  de  boca  eb  boca,  todos  giilaba»  j  cA 
la  lid,  argentinos,  guerra  y  muerte,  al  cobarde  ti- 
rano !•#..•:;.».  ..,'••■.'.  i '.    " 

'  Dfespiies  de  delegar  el  mando  en'  don  Gregorio  Val- 
dés/el  geaercil  Madariaga,  el  14  de  noviembre  (L847), 
desde  $u  cuartel  genera^^en  marchpt,  i  costa  de  Sonta 
Lucía,  mandó  se  reconociese  como  primer  edecán  al 
corónel^José  Ignacio  Serrano^  ooiwo  ayudantes  al  te- 
niente corortel  Castor  de  í.*dón^  al  miayor  Antón ino  Pe- 
drea, al  capitán  Jnaa  Vicente  Pampin  y  á  los  alféreces 
Tomás  Acuña  y  Saturno^Pncheitat        '    : 

El  gobernador  delegado,  á  «u  vez,  resuelto  ó  la  últi- 
ma deAinsa,  el  18  de  noviembre*  noiabróái  ¿euiente 

.  coronel 'Plácido. Lope¿^  corúañdánte'en.geEe  de  toda  la 
fuer2^ide  la  capital  y  deparlamentp  flejüLotmas:  declwó 
todas  las  fuerzas  en  asamblea  y  en  vigor  la  ley  marcial. 
£i35,  aivA)08'^érclto8  se  haUabaínjaiUnoiei  frente  del 
otro,  y  d  ^7  tuvo  üugitl'  la^butalla/eni. el.  Rin4ton.de 
Vences,  que  fué  desgraciada  paifa  CopríeftteSi  por  cuyo 

^desiasti'ft  todos  Idb  enemigos,  dé  la  pdeudo*federacion 


DB  CplWPIfTES  5,75 

ab^ncioni^rQr)Iaproyincia.j'y  la  capi^l  £u,é:QQupadai  reí 
88,  ppr  don  Miguel  Virasoro. 

1847—0.  gre;go«IO  vaIíDéS,  ministro, '  delegado^ 
durante  la  ausencia  del  propietario  Madariaga,  en  carn- 
pana  desde  agosto,  contra  el  ejército  del  general  Ür- 
Cjuii^a.  que  había  invadido  la  proviíiciaá  lá  cabeza^de 
un  fuerte  ejército,  aunqueínferioren  nugaéro^l  córrén- 
mo. 

Derrotado  Madariaga,  su  delegado  eniprendió  .  la 
fuga  el  28  de  noviembre,  es  decir,' el  día  después  *de 
la  batalla  de  Vences.  ", 

11949  — c^BOiveii  MttíVEii  TiBAftOfta,  no»>brado 
provisoriamente  por  Ife  Representación  permahente^  el 
28  de  noviembre  (hasta  el  14  de  diciembre),  en  conste-  ^ 

cuencia  de  la  fuga  del  delegado  Valdés  y  del  propie- 
tario Madariaga,  que  fué  'derh)tado  el  día  antes  (27) 
en  el  Potrero  de  Venceá,  puüto  bien  fortifieiado  y  dis- 
tante 50  leguas  de  la  cípital,  con  pérdida  de  toda  su 
ejército,  que  se  componía  de  unoá  4,400  hombpes  y  12 
piefzas  de  artillería,  bajo  las- órdenes  del  coronel  Car- 
los Paz,  que  fué  tomado  durante  la  perseeuoíón,  des- 
pués de  la  acción,  así  como  I05  <^oroneles  Mamael 
Saavedra,  Cesáreo  Montenegro  y  Castor  de  León»  y 
fusilados  los  cuatro  en  el  acto.  Sin  incluir  éstos*,* el 
número  de  gefes,  oficiales  é  individuos  de  Irópá,  toma- 
dos prisioneros  el  día  de  labsUalIa,  se  compí>nla  de-.S^de 
los  primeros,  71  de  los  segundos  y  1240  dejos  tíHímos. 
'  El  fusilamiento  de-  los  cuatro  gefes  nieíxjiortaiíos 
tuvo  lugar  un  mes  despüea  de"  la  batalla  de  "VeilOte, 
por  orden  escrita  del  gobernador  Miguel  Virásóro, 
quien  había  desJ)arramndo  partidas  ert  tddafe  direccio- 
nes, en  persecución  de  los  derrotítdos .  ■    • '  " 

Hallábase  el  general  Urquiza  en  las  fronteras  de 
Entre-Rios  cuando  recibió  ún  chasque.  (Bautista  Mái- 
dana,  natural  del  departamento  de  Mercedes,  Corrien';^ 


576  PBOvmoiA 

tes)  del  coronel  M.  Saavedra,  pidiendo  indulto  para  él 
y  sus  tres  compañeros.  Después  de  la  derrota  de  Ven- 
ces, Saavedra  se  había  refugiado  en  los  bosques  de  la 
provincia.  El  general  Urquiza  contestó  satisfactoria- 
mente por  medio  de  don  Vicente  Montero,  que  le 
acompañaba,  y  cuando  esperaba  ver  llegar  al  coronel 
Saavedra,  recibió  la  noticia  [de  que  el  comandante  Jo- 
sé Escobar,  (a)  Ga U'Escóbar yAo  había  hecho  fusilar 
por  orden  escrita  del  gobernador  provisorio  Virasoro. 
Escobar  tuvo  que  presentar  entonces  dicha  órden^ 
para  librarse  del  castigo  á  que  iba  á  ser  sometido. 
Lo  mismo  sucedió  con  el  coronel  Carlos' Paz. 

Saavedra  había  pertenecido  al  primer  ejército  liber- 
tador y  mandó  el  Escuadrón  Yeruá  en  la  batalla  del 
Quebracho  y  la  izquierda  en  Famaillá.  Después  de 
es^s  sucesos  4esgi'aciados,  acompañó  al  general  La- 
valle;  y  á  la  cabeza  del  Escuadrón  Libertady  com- 
puesto del  sur  y  norte  de  Buenos  Aires,- se  halló  en  la 

.   batalla  de  Ingavi  (23  de  diciembre  de  1841). 

El  general  Urquiza,  en  su  parte,  fechado ^i  su  cuar- 
tel general  en  Avales,  á23  de  diciembre  de  1847  y  pu- 
blicado en  la  Gacete  Aferca«í/Í,  decia:    «En  la  activa 

i  persecución  que,  por  diferentes  cuerpos  y  partidas  del 
ejército,  se  les  hizo  é.  los  satoag.es  unitarios^  derrotado 

'  en  Ja  memorable  jornada  del  Potrero  de  Vences,  se 
les  tomaron  como  900  prisioneros  á  mas  de  los  que 
espresaba  mi  segundo  parte,  entre  ellos  los  traidores 

.  saloages  unitarios  titulados  coronales:  comandante 
general  de  artillería  Carlos  Paz,  gefe  de  división  Ma- 
nuel Saavedra,  gefes  de  partidas  en.losMoníes  de 
Payubre,  Cesáreo  Montenegro  y  el  titulado  teniente 
coronel  Castor  de  León;  estos  cuatro  fueron  inme- 
diatamente FU$I^ADÓ$.  »   (1) 

(1)  Véase  además  el  último  articulo  escrito  por  el  doctor  Florencio  Vá- 
rela para  el  número  726  del  Co^nerdo  del  Flota  de  Montevideo,  del  20  de 
marzo  de  1848.  ' 


/ 


DB  eowmxTES  577 

El  corofeel  don  Pedro  J.  MartineL  pública  líim  car- 
;.  ta  (1)  retattvámante  á  los  hechos  subsiguientes  á  la 
referida  batalla. 

.  .  En  ella,. empieza  por  .decir  que  .en  Vences  no.se  fusí- 
.  ló  un  solo,  gefe  ú  oficial  del  ejército,  correntino  después 
de  la  batalla;  que  todos  los  prisioneros  en  número  de 
mas  de  4000,  fueron  respetados,  y  algunos,  á  despe- 
cho de  exigencias  de  gefes  que  pedían  se  les  fusilase; 
y  al  mismo  coronel  Martinez,  por  haber  evitado  la 
TÍspera  de  la  acción,  hallándose  de  servicio  entre  líneas, 
que  se  pasaran  al  general  Urquiza  su  batallón  y  parte 
dei  Republicano  y  y  por  ser  entre-riano  al  servicio  de 
sus  enemigos.  Que  á  la  par  de  él^  se  salvaron  los  co- 
roneles Francisco  Olmos,  José  Luis  Avalos  y  Ensebio 
Palma,  comandantes  Pedro  Mansilla,  Ignacio  Benavi-  ^ 
dez,  Ramón  Sánchez  y  Pimentel,  capitanes  Vírasoro, 
Antonio  Soto,  ayudante  Mariano  Piedrabuená,  tenien- 
tes Manuel  Gil,  Wenceslao  Martínez,  alféreces  Ciria- 
co  Torres  y  Agustín  Ma¡dana,'etc.  etc.,  y  agrega: 

«El  coronel  (Carlos)  Paz  no  nriurió  atado  á  un  árbol, 
ni  lanceado  como  se  asegura,  murió  en  la  persecución 
después  de  la  batalla,  y  bien  distante  del  campo  en  que 
se  peleó. 

«El  coronel  Saayedra  fué  muerto  por  el  mismo  ofi- 
cial que  conducía  el  indulto  del  general,  por  enemistad 
personal  entre  ambos:  me  consta  que  al  recibir  el  se- 
sefior  general  'Urquiza  esa  noticia,  se  irritó  sottre 
manera,  pues  estimulaba  al  infortunado  Saavedra  y 
porque  había  autorizado  á  todos  sus  gefes  para  indul- 
tar á  los  enemigos  y  no  para  quitarles  la  vida;  y  creo 
que  eloficial  que  eso  hizo  se  llamaba  Gali,  de  la  escol- 
ta del  gobernador  entonces  de  Corrientes. 

«El  comandante  Castor  de  León  tampoco  fué  lancea- 

■ 

(1)  Véase  7j%  Tribuna   de  Buenos  Ai^es  núro.  5634,  fecbn  24  de   jqÜo 
d«  1869. 

87 


678  pEimarciA 

-  do/ ni  atado  á  un  árbol,  como  se  dice,  foé  muerto  por 
sus  mismos  soldados,  cuando  él  se  dirigía  para  la 
frontera  brasilera,  seis  6  siete  días  después  de  Ven- 
ces  ' .  .  .  . 


i84ir^€OBOiVE:i4  BEiiiJ/lMiii¥iRASORO,  correntino, 
nonííbrado  en  propiedad,  el  14  de  diciembr'e'por  el  con- 
greso general  de  1843,  reinstalado  el  12  del  espresado 
mes,  á  consecuencia  del  triunfo  obtenido  el  27  del  mes 
anterior  en  el*  Rincón  de  Vences,  por  el  ejército  titula- 
do federal  al  mando  del  general  Urquiza. 

Este  nombramiento^  hecho  en  la  persotia  de  Vira- 
soro^  fué  á  causa  de  haber  fallecido  el  que  se  consi- 
deraba gobernador  federal  legal,  don  Pedro  Dionisio 
Cabral,  que  había  sido  derrocado,  en  abril  de  1843,  por 
el  coronelJosé  Antonio  Virasoro,  hefmano  del  titula- 
do federal  don  Benjamín. 

Uno  de  los  primepos  actos  gubernativos  de  éste  fué 
declarar,  en  8  de  enero  de  1848,  reos  de  alta  traición  á 
la  patria  y  fuera  de  la  ley  á  los  generales  Joaquin  y 
Juan  Madariaga  y  á  don  Gregorio  Valdés. 

Al  despedirse  del  gobernador  Virasoro  y  del  pueblo 
correntino^  el  general  Urquiza,  en  prueba  de  sa  cari- 
ño  hacia  la  provincia^  ordenó,  desde  su  cuartel  general 
en  el  Paso  de  Borda,  Rio  Corrientes,  se  entregasen  al 
eX'Uniíar io  covonéi  Miguel  Virasoro  49  gefes  y  oficiales 
y  1915  individuos  de  tropa,  incluso  el  Batallón  Union 
con  su  banda  de  música,  que  habían  sido  tomados  pri- 
sioneros en  la  jornada  de  Vences;  como  también  6 
piezas  de  artillería  completa  con  300  tiros  á  bala  y 
'  metralla,  300  fusiles  y  30,000  cartuchos,  de  los  que 
fueron  igualmente  tomados  en  la  espresada  jornada, 
para  que  el  citado  coronel  M.  Virasoro,  á  nombre  del 
dictador  Rosas  y  del  general  en  gefeUrquiza^  pusiese 
dichos  prisioneros,  armamento  y  municiones  á  dispo- 
siciorQ    del  gobernador  de  Corrientes;   reservándose 


>  DI»  C0BRIBI9TBS  579 

Ur^uiza  un  número  de  gefes  (Pa2,  Saavedra,  Monte- 
negro y  León),  oficiales  y  tropa  prisioneros  y  algunos 
pertrechos  de  guerra,  tomados  en  la  acción  de  Venceg, 
á  fin  de  ofrecerlos  al  gobierno  general  de  la  Confede- 
ración (Rosas),  como  trofeos  de  aquella  victoria. 

Por  tan  importante  servicio,  el  congreso  general  de 
la  provincia  acordó  al  general  Urquiza  una  espada  de 
honor  con  esta  inscripción  en  su  hoja  «  Corrientes 
agradecida  al  Héroe  Vencedor  en  Vences.^ 

La  provincia  de  Corrientes  contaba  á  la  sazón,  en 
sostén  de  la  titulada  Federación^  11  coroneles,  45  ge- 
fes,  463  oficiales  y  6963  soldados,  que  el  gobernador 
Virasoro  puso  á  disposición  del  encargado  de  las 
relaciones  exteriores  de  la  República. 

A  los  cuatro  dias  de  entrar  Virasoro  en  ^ercicio  del 
mando  gubernativo,  la  representación  provincial  le 
confirió  el  empleo  de  coronel  mayor  de  los  ejércitos 
de  la  patria. 

El  gobernador  Virasoro  fué  derrocado  el  3  de  julio 
de  1852,  en  la  persona  de  su  delegado  el  teniente  coro- 
nel Domingo  Latorre,  con  gran  satisfacción  y  júbilo  de 
unanumerosa  parte  del  pueblo  correntino,  á  pausa  de 
las  arbitrariedades  que  se  decía  haber,  practicado  du- 
rante su  gobierno/erfera/. 

El  gobernador  B.  Virasoro  tuvo  por  ministro  al  antes 
citado  Gauna. 

184$— TCMIEIWE    COBOniCIi  BOipiIVGO]  IíATORBE, 

correntino^  nombrado  delegado  el  24  de  mprzo,  duran- 
te la  ausencia  del  propietario  Virasoro  en  la  campaña, 
con  el  objeto  de  organizar  las  milicias,  hasta  que  éste 
regresó  ej  1*»  de  mayo,  reasumiendo  el  mando  guber- 
nativo el  mismo  dia. 

ÍS49-GEIVERAI.  «ENJAiiiiv  i^lRAfi^aRO,  propieta- 
rio, desde  el  1^  de  mayo^  en  que  reasumió  el  mando 
gubernativo,   después  de  organizar  las  milicias  de  la 


580  PBOTiirciA 

campaña,  hasta  el  5  de  setiembre  que  salió  de  nuevo 
por  temor  de  invasión  por  el  lado  del  Uruguay. 

Durante  su  ausencia,  en  esta  ocasión,  quedó  de  dele- 
gado su  hermano  don  Miguel;  la  segunda  vez,  desde  el 
27  de  agosto  de  1849,  que  el  propietario  salió  á  visitar 
los  departamentos  de  campaña,  y  por  tercera  vez,  en 
1850,  que  volvió  á  salir  con  el  mismo  objeto,  quedando 
siempre  de  delegado'su  referido  hermano. 

El  3  de  marzo  de  1851  se  ausentó  de  nuevo,  con  el 
objeto  de  marchar,  como  mayor  general,  en  la  cruza- 
da libertadora  contra  Oribe  y  Rosas,  la  cual  terminó 
con  la  caida  del  primero  el  8  de  octubre  del  mismo 
año,  y  con  la  del  segundó  en  Caseros,  el  3  de  febrero 
de  1852. 

El  9  de  julio  de  1848^  el  gobernador  B.  Virasoro  dio 
cumplimiento  al  decreto  de  la  Legislatura  de  20  de  di- 
ciembre de  1847,  colocando  en  la  Sala  de  Sesiones^ 
con  toda  solemnidad,  el  retrato  del  gobernador  de  Bue- 
nos Aires^  don  J.  M.  Rosas,  encargado  de  las  relacio- 
nes esteriores,  paz  y  guerra  de  la  Confederación. 

En  el  njismo  año,  envió  la  espada  de  honor  decre- 
tada por  la  Legislatura  para  ser  presentada  en  nombre 
déla  provincia,  como  un  testimonio  de  aprecio  y  gra- 
titud, al  gobernador  de  Entre- Rios^  general  en  gefe  del 
ejército  de  operaciones  de  la  Confederación  Argentina, 
con  ocasión  de  la  jornada  de  Vences,  que  dio  por  re- 
sultado la  anonadación  del  poder  de  los  anti-rosistas 
de  la  provincia  y  su  reincorporación  al  seno  de  la 
Confederación.  j 

El  gobierno  del  Paraguay,  cuya  conducta  no  era 
nada  pacifica  con  el  de  la  provincia  de  Corrientes^  obli- 
gó, con  fuerza  armada  en  1846  y  1849,  á  desalojar  la 
Isla  argentina  de  Apipé, á  un  considerable  número  de 
vecinos  pacíficos,  que  allí  se  ocupaban  en  el>corte  de 
maderas;  incendiando  las  ya  beneficiadas  y  causando 
un  quebranto  considerable  á  los  infelices  que  seocu- 


DB  oo&ftimrTBS  581 

'  paban  en  aquellas  labores,  sin  que  por  parte  del  go- 
bierno de  Corrientes  hubiese  precedido  un  motivo  que 
pudiera  provocar  tales  actos. 

Posteriormertte,  los  paraguayos  se  apoderaron  de 
Santo  Tomé,  hasta  que  una  fuerte  columna  de  las  tres 
armas,  al  mando  del  general  Garzón,  enviado  por  el 
general  TJrquiza,  cuyo  ausilio  fué  solicitado  por  el 
gobernador  Virasoro,  los  hizo  retirar  á  la  Tranquera  de 

San  Miguel, 

Las  mejoras  materiales  llevadas  á  cabo  por  la  Ad- 
.  ministracion  Virasoro  son: 

Construcción  de  una  iglesia  enteramente  nueva  en  el 
pueblo  de  la  Esquina.  , 

La  de  otra  en  el  de  Curuzú-Cuatiá,  formada  de  un 
edificio  particular,  comprado  por  el  Estado  para  el 
efecto. 

Refacción  de  las  de  Bella  Vista,  San  Roque.,  Sala- 
das, Caacaty,  Yaguarelé-corá,  Mercedes,  San  Antonio 
y  Capilla  del  Señor. 

Construcción  de  un  cuartel  nuevo  en  San  Miguel  y 
,  reparación  de  análogos  edificios  en  otros  pueblos  de 
la  campaña. 

Construcción  de  una  casa  en  la  Villa  de  Goya,  sobre 
la  ribera,  parala  capitanía  del  puerto. 

La  capital  también  esperimenló  algunas  mejoras  en 
materia  de  edificios  públicos^  entre  ellos  la  columnade 
la  Cruz,  que  fué  refaccio/iada  á  la  moderna,  cercada 
con  un  enrejado  de  hierro,  delineándose  en  su  local 
una  plaza  habiéndose  abierto,  desde  el  puerto  que  le 
•  corresponde,  una  calle  ancha  que  sigue  á  la  parte  del 
este,  destinada  para  el  recreo  público. 

Al  gobernador  Virasoro  la  provincia  de  Corrientes 
es  deudora  del  beneficio  de  un  establecimiento  de  ins- 
trucción pública  que,  con  la  denominación  de  Colegio 
Argentino^  \\en6  si\  misipn  de  un  modo  satisfactorio, 
prestando  servicio  á  la  juventud  correntina,  hasta  la 


882  PBOYIIIOIA 

fundación  del  actual  Colegio  nacional.  La  dirección 
del  espresado  Colegio .  Argentino  estuvo  á  nuestro 
cargo  durante  dos  años,  hasta  la  malhadada  invasión 
paraguaya,  el  13  de  abril  de  1865,  habiendo  continuado 
dos  meses  y  medio  después,  en  lucha  con  la  Junta  Gu- 
bernativa, que  no  se  atrevió  á  mandarlo  cerrar,  pero 
sí  á  colocarnos  en  el  caso  de  presentar  nuestra  renun- 
ciay  abandonarla  ciudad,  para  salvar  nuestra  vida, 
que  estaba  en  peligro,  según  consta  por  documento  que 
obra  en  nuestro  poder. 

1949-COBOMEL  MIGUEL  VIBASOBO,  nombrado  de- 
legado el  5de  setierfibre  por  haber  tenido  que  salir  el 
propietario  á  campaña,  temiendo  que  la  provincia 
fuese  invadida  por  el  lado  del  Uruguay. 

El  mismo  Virasoro  quedó  de  delegado  segunda  vez, 
durante  la  ausencia  del  piiopietario  en  visitar  los  de- 
partamentos de  la  campaña,  desde  el  27  de  agosto  de 
1849,  y  por  la  misma  causa  la  tercera  vez  en  1850. 

Durante  el  gobierno  delegado  de  don  Miguel  Vira- 
soro,  en  1849,  se  mandai^on  quemar  todos  los  docu- 
mentos emanados  de  los  gobiernos  titulados  unitarios, 
cuyo  acto  viene  á  oscurecer  la  verdadera  historia  do- 
cumentada de  aquella  época. 

1961— TfiWIEiVTE  COBOIVEL   DOMIMeO   LATOBBE, 

provisorio  desde  el  3  de  marzo  de  1851^  durante  la 
ausencia  del  propietario  B.  Virasoro,  como  mayor  ge- 
neral en  la  cruzada  libertadora  contra  Oribe  y  Rosas, 
que  terminó  con  el  derrocamiento  de  ambos  dictadores, 
en  8  de  octubre  del  mismo  año  eh  la  Banda  Oriental, 
el  primero,  y  en  3  de  febrero  de  1852  en  Caceros,  en  la 
provincia  de  Buenos  Aires,  el  segundo. 

Latorre  continuó  en  el  gobierno  hasta  el  3  de  julio 
de  1852,  cuando,  nombrado  en  propiedad  por  haber 
sido  depuesto  el  propietario  B.  Virosoro,  ausente  en 
la  campaña  libertadora  contra  la  tiranía,  dimitió,  el 


DB  HOBBIBHTBS  588 

ear^o^  basta  Segunda  vez,  admitiéndosele  la  renuncia 
el  5  de  julio,  en  cuya  fecha  fué  noiínbrado  en  su  lugar 
don  Luis  Molina  en  propiedad,  é  interino  don  M. 
A.  Ferré,  hasta  que  ocurriera  el  propietario  A  tomar 
posesión  del  cargo. 


I95«-*1I.  ii;>%ivUGiiilLiVTO.lílOFp:RRÉ,  nombrado  pro- 
visoriamente el  5  dejulio,  ha^ta  que  don  Luis  Molina, 
que,  habla  sido  nombrado  en  propiedad,  tomase  pose- 
sión del  mando  gubernativo. 

Ferré  ejerció  el  Poder  Ejecutivo  hasta  el  IX  de  julio, 
es  decir  6  dias,  sinembargo  habiendo  renunciado  don 
Luis  Molina,  continuó  aquel  en  la  misma  calidad  de 
provisorio,  hasta  el  25  de  agosto  que  íe  sucedió  el 
doctor  Pujol. 

í»5«— B.  liirift  MOiiiNA,  nombrado  en  propiedad  el  5 
de  julio,  pero  hallándose  ausente  de  Corrientes,  envió 
Su  dimisión  del  cargo,  fundada  en  poderosas  razones, 
*y  aceptada  ésta  el  10,  continuó  en  el  mando  el  referido 
Ferré,  en  calidad  de  provisorio,  desde  el  dia  sigbiente, 
11,  hasta  que  le  sucedió  el  doctor  Pujol,  el  23  de  agosto. 


GOBERNADORES  CONSTITUCIONALES 


SSiit— Dr.  JCAiv  FIJJOL,  correntino,  iclecto  en  propie- 
dad el  25  de  agosto  de  1852,  desde  cuyo  dia  entró  en 
posesión  del  car^o,  hasta  el  26  de  diciembre  de  1856, 
que  fué,nomDrado  primbr  gobernador  constitucional 
por  tres  años;  terrpinando  su  período  el  26  de  diciem- 
bre de  1859,  sucediéndole  el  canónigo  Rolap. 
Gobernó,  pues,  seis  años  y  cuatro  meses,  he^biendo 


584  psovuroM 

tenido  por  ministro^  ádon  Gregorio  Valdés,  don  Wen- 
ceslao Diaz  Colodreroy  donTibuPcio  B.  Fqnseca. 

Bajo  su  administración,  venciendo  numerosas  difi- 
cultades, nacidas  déla  militarización  de  la  provincia 
por  los  dos  bandos  que  estaban  en  continua  lucha,  se 
di6  forma  regular  á  la  organización  interna;  se  gene- 
ralizó la  enseñanza  primaria;  se  fomentó  la  coloniza- 
ción; se  formó  el  catastro  de  la  provincia;  se  liquidóla 
deuda  pública  existente  desde  1839;  se  monumitíeron 
todos  los  esclavos  residentes  en  la  provincia;  se  orga- 
nizaron los  correos;  se  creó  la  municipalidad,  la  con- 
tribución directa,  e,tc.  etc. 

El  gobernador  Pujol^  al  tener  noticia  de  la  invasión, 
áque  mas  adelante  se  hace  referencia,  dispuso  el  acan- 
tonamiento, en  la  frontera  de  Mocoretá,  de  una  columna 
suficiente  á  someter,  á  la  autoridad  pública,  al  general 
Juan  Madariaga,  gefede  la  proyectada  espedicion,  ya 
fuese  que  se  presentase  en  el  territorio  de  la  provincia, 
oque  intentara  hacercon  fuerza  correntina  una  guerra 
á  lade  Entre-Rios,  con  quien  Corrientes  estaba  en  paz. 

Hé  aquí  una  breve  relación  de  la  citada  invasión. 

Una  columna  compuesta  de  correnlinos  y  entre-ria- 
nos,  en  dos  secciones,  una  al  mando  inmediato  de 
Madariaga,  y  otra  á  la  del   coronel  Manuel  Hornos, 
zarpó  de.  Buenos  Aires  el  10  de  noviembre  d,e  1852. 
La  primera  atacó  el  día  21,  la  ciudad  del   Uruguay, 
donde  fué  batida,  huyend  o  su  gefe  cobardemente,  pre- 
senciando el  combate^  desde  el   vapor,  sin  participar 
de  sus  peligros  y  dejando  ahogar  á  mas  de  50  de  sus 
compatriotas  que  intentaban,  á  nado,  asilarse  en   los 
buques  de  su  trasporte.     Muchos  lograron  tomar  la 
costa  oriental  é  islas  inmediatas.    De  éstos,  106  logra- 
ron pasar   á    Paysandú;   otros   á  Mercedes  y    Fray 
I     Bentos.     El  gobernador  Pujol  inmediatamente  despa- 
chó oficiales   munidos  de  los  medios  de  vestirlos  v 
conducirlos  á  su  provincia. 


DB  ^SORttlBlIfPBS  686 

La' segunda,  habiendo  desembarcado  en'Gualeguay- 
chú,  y  en  la  imposibilidad  de  reunirse  á  la  primera, 
cuyos  restos  iban  en  faga  para  Buenos  Aires^  conti- 
nuó sus  marcháis  hasta  la  frontera  de  Corrientes, 
donde  se  sometió  á  la  atitoridad  respectiva.  Disuelta 
esta  columna,  los  correnliños  que  habían  sidc»  llevados 
con  engaño,  fueron  mandados  al  seno  de  sus  familias. 

Los  entrénanos,  con  escepción  de  17  hombres,  re- 
gresaron vüluritariamente  á  Entret-Rio8¿  bajo  la  gene- 
rosa garantía  de\  su  gobierno,  y  elcohonei  Hornos 
salió  del  territorio  de  la  provincia  al  del  Estado  Orien- 
tal. Con  esto,  el  orden  quedó  restablecido  en  la  pro- 
vinpia,  pero  dejando  el  amargo  recuerdo  de  la  sangre 
correntina  hecha  verter  por  un  gefe,  cuya  rectitud  y 
amor  á  la  justicia  y  al  orden  le  dirigieron  en  conso- 
nancia con  estos  antecedentes,  á  proponer  la  sentencia 
de  muerte  contra  un  general  que  prestara  verdaderos 
servicios  á  la  causa  del  orden  y  la  reorganización  na- 
cional. Felizmente  esa  sentencia  no  se  llevó  á  ejecu- 
ción, merced  al  decidido  esfuerzo  de  un  benemérito 
ciudadano  que  operó  su  evasión. 

La  jura  de  la  constitución  de  la  provincia  tuvo  lugar 
.  el  14  de  diciembre  de  1856,  con  toda  solemnidad,  pre- 
sidiendo el  acto  el  gobernador  Pujol^  quien  fué  nom- 
brado, como  ya  se  dijo  mas  arriba,  primer  goberna- 
dor constitucional  por  3  años. 

El  gobernador  Pujol  tuvo  que  delegar  el  mando  sicí- 
te  veces,  durante  su  gobierno:  la  !•  desde  el  14  de  oc- 
tubre de  1852  hasta  el  10  de  enero  de  1853,  que  se 
ausentó  de  la  capital,  con  el  objeto  dé  visitar  algunos 
pueblos  de  la  campaña  para  conocer  sus  necesidades 
y  proveer  á  ellas.  La  2%  desde  el  I"*  de  marzo  de  1853, 
hasta  el  16  de  abril  del  mismo  año,  por  haber  salido  á 
restablecer  el  orden  que  había  sido  perturbado  en  el 
departamento  de  Pay-Ubre.  La  3%  desde  el  31  de  hia- 
yo  hasta  el  47  dé  setiembre,  con  motivo  de  la  rebelión 


#* 


686  imoviMiA 

delcoroúBl  José  BerDn.  Iua4*:.désdé  el  10  de  junio  de 
1854  hasta  el  18  de  eneró  de  1855,  con  el  objeto  de  prac- 
ticar sil  visita  á  los  departamentos  de  la  campaña, 
como  lo  dispone  la  constitución.  La  5^  desde  el  6  de 
marzo  hasta  el  10  de  abril  del  último  año  nombrado, 
con  motivo  de  la  rebelión  del  general  Nicanor Cáceres. 
La  6*  desde  el  82  de  diciembre  de  1855  hasta  el  31  de 
enero  de  1856,  con  el  objeto  de  visitar  algunos  pueblos 
de  la  campaña.  La  7*  y  última  vez,  desde  el  20  de  no- 
viembre de  1857  hasta  el  9  de  diciembre  del  mismo  año, 
por  tener  que  salir  á  su  visita  constitucional,  deádeel 
16  de  octubre  hasta  el  17  de  diciembre  de  1858, 

t96t— B.  JUAIV  BALTASAR  ACOSTA,  delegado  de 
Pujol,  que  salió  á  visitar  algunos  pueblos  de  la  cam- 
paña, cuyas  exigencias  [deseaba  proveer,  desde  el  14 
de  octubre  de  1852  hasta  el  10  de  enero  de  1853. 
.  El  honorable  ciudadano  Acosta  desempeñó  en  varías 
ocasiones  el  gobierno  delegado  de  la  provincia,  á  satis- 
facción de  los  propietarios,  cuya  confianza  les  mere- 
ciera, grangeándose  al  mismo  tiempo  el  aprecio  de  sus 
conciudadanos. 

Ocupó  diversos  puestos,  y  llamado  á  desempeñar  el 
cargo  de  senador  al  Congreso  nacional,  tuvo  que  hacer 
renuncia  de  él,  á  causa  de  una  grave  enfermedad  de 
que  sucumbió  en  mayo  de  1856.  ^ 

ñ^én-^n.  eBEGOBkO  vai^béS,  correntino,  secreta- 
rio general,  delegado  de  Pujol,  desde  el  1°  de  marzo 
hasta  el  16  de  abril,  que  duró  la  ausencia  del  propieta- 
rio en  su  salida  á  campaña,  con  el  objeto  de  restablecer 
el  orden  que  había  sido  alterado  en  el  departamento 
de  Pay-Ubre  (hoy  Mercedes.) 

Y  por  segunda  vez,  desde  el  31  de  mayo  hasta  el  17 
de  setiembre,  en  consecuencia  de  la  rebelión  del  coro- 
nel José  Beron,  que  hizo  necesaria  la  presencia  del 
gobernador  propietario  en  el  teatro  de  los  sucesos. 


DB   OOBBIBKffBS  &87 

tSB4— H,  MAiviJKii  AMTanio  FEBRÍS,  delegado  de 
Pujol  desdé  el  10  de  junio  de  este  aflo  (1854),  hasta  el 
18  de  enero  de  1855,  que  duró  la  ausencia  del  propíe- 
iario  en  su  visita  constitucional  á  los  departamentos 
de  campaña. 

Y  por  segunda  vez»  desde  el  6  de  marzo  hasta  el  10 
de  abril  de  1855,  con  motivo  déla  salida  del  propieta- 
rio Pujol  nuevamente  á  campañai  á  consecuencia  de 
la  rebelión  del  general  Nicanor  Cáceres,  quiqp,  derro- 
tado y  perseguido,  se  refugió  en  la  provincia  vecina 
de  Entre-Rios,  sometiéndose  á  las  autoridades  na- 
cionales de  la  Confederación,  que  alli  residiaa  á  la 
sazón. 

El  gobernador  Pujol,  desde  Goya  y  la  Esquina,  du- 
rante la  delegación  de  Ferré,  dictaba  disposiciones 
gubernativas  á  la  par  del  que  ejercía  el  Poder  Ejecuti- 
vo en  la  capital. 

I9S5— B.  PESBRODiAZCOLODaERO,  correntino,  de* 
legado  de  Pujol,  durante  la  ausencia  de  éste  ala  cam- 
paña, con  el  objeto¡de  visitar  algunos  pueblos,  desde 
el  22  de  diciembre  de  1855  hasta  el  31  de  enero  de  1856, 
en  que  reasumió  el  mando. 

1857— €JlIIÍÓMI«0  DOCTOB    JOSÉ    HABÍA    BOLOM, 

correntino^  presidente  de  la  Legislatura,  delegado 
de  Pujol,  desde  el  20  de  noviembre,  hasta  el  9  de  di- 
ciembre, con  motivo  de  la  visita  de  éste  á  algunos  de- 
partamentos de  la  campaña,  como  lo  dispone  la  cons- 
titución. 

Y  por  segunda  vez,  con  motivo  de  la  nueva  salida 
del  propietario  á  otros  departamentos  que  no  habían 
sido  visitados,  la  cual  duró, 'desde  el  16  de  octubre 
hasta  el  17  de  diciembre  de  1858,  en  que  reasumió  el 
mando,  continuando  en  él  hasta  terminar  su  período 
legal. 

Electo  S"*  gobernador  constituciona},  fué  puesto  en 


588  PBdníroiA 

posesión  del  cargó  el  25  de  diciembre  de  1859,  hasta  el 
8de  diciembre  de  1861  que  lo  dimitió,  á  consecuencia 
de  una  revolución  encabezada  por  gefes  militares  na- 
cionalistas, quienes  pedían  su  descenso  del  mando  y 
á  la  cual  él  no  pudo  dominar. . 

Prefirió  dejar  de  ser  gobernador  antes  que  ver  der- 
ramarla sangre  desús  compatriotas  por  causa  suya. 
Sin  embargo,  tan  noble  cuanto  humanitario  sentimien- 
to fué  desmentido  por  los  hechos;  puesto  que,  al  mes 
de  bajar  del  gobierno,  por  no  ver  derramar  sangre^ 
se  le  sorprendió,  con  otros,  conspirando  en  favor  del 
general  Urquiza,  cuyo  poder  había  caducado  con  ia 
batalla  de  Pavón,  el  17  de  setiembre  de  1861,  y,  apre- 
hendido por  el  gobierno  provisorio  de  Ruda,  fué  em- 
barcado en  el  vapor  Buenos  Aires,  con  orden  de  salir 
de  la  provincia,  dejando  empero  ásu  elección  el  lugar 
de  la  República  adonde  quisiera  ser  conducida.  El  eli- 
gió el  Paraguay,  donde  terminó  sus  dias. 

Fueron  sus  ministros  don  Luciano  Torrent,  don 
José  Luis  Garrido  y  don  José  J.  Rolon. 

i9eo— D.  AiVTOMio  l»l.%K  de  VIVAR,  correntíno,  pre- 
sidente de  la  Legislatura,  en  ejercicio  del  Poder  Eje- 
cutivo provisoriamente,  desde  el  3  de  setiembre  hasta 
el  7  de  noviembre,  queduró  la-ausencia  del  propieta- 
rio Rolon  fuera  de  la  provincia,  pasando  hasta  el  Pa- 
raná^ cerca  del]gobierno  general  déla  Confedaracion. 

1801— D.  MAfvvEL  JOSÉBmA,  correutino,  presidente 
de  la  Legislatura,  quien,  de  acuerdo  con  lo  que  dispo- 
ne la  constitución,  í§e  recibió  del  Poder  Ejecutivo  el 
mismo  dia  8 de  diciembre,  en  que  el  doctor  Rolon  pre- 
sentó su  renuncia  del  cargo  de  gabeniador,  que  le  fué 
impuesta  por  los  gefes  militares  que  se  hablan  rebela- 
do contra  su  autoridad. 

Ruda  fué  gobernador  un  solo  dia  (el  8)  en  que  renun- 
ció el  cargo,  y  parte  de  aquel  (el  9),  en  que  puso  en 


DB  COBlUByTBS  5SSt 

posesión  del  mando  gubernativo  á  sq  sucesor  Pam- 
pin. 

tseí— D.  JO!^É  PA1IPIIV9  correntino,  vice-presidente  V 
de  la  Legislatura  electo  provisorio  el  9  dé  diciembre 
de  1861,  en  que  fué  puesto  en  posesión  del  mando,  y 
en  propiedad  el  10  de  febrero  de  1862,  por  el  tiempo 
que  al  doctor  Rolon  faltaba,  para  cumplir  su  período 
constitucional — el  26 de  diciembre  de  1862— hastacu- 

» 

ya  fecha  ejerció  el  gobierno  de  la  provincia. 

Como  al  mes  después  de  la  elevación  de  Pampjn  al 
mando  provisorio,  se  produjo  la  alarma  en  la  frontera, 
á  consecuencia  de  la  aglomeración  de  armamento  en 
los  puntos  limítrofes  de  Entre-Rios  y  la  reunión  de 
fuerzas  por  el  general  Urquiza  en  el  Arroyo  Grande 
con  el  intento  de  repeler  las  justas  exigencias  del  ge- 
neral B.  Mitre,  en  la  reorganización  de  la  República  y 
de  la  nacionalidad  argentina. 

Para  garantir,  pues,  la  seguridad  de  la  provincia  y 
el  triunfo  de  la  revolución,  el  gobernador  Pampin,  el 
16  de  enero  de  1862,  tuvo  que  declarar,  como  declaró, 
>en  estado  de  sitie»,  todo  el  territorio  de  la  provincia,  el 
uso  del  pasaporte,  la  movilización  de  las  milicias  y 
organización  del  ejército* 

En  9  de  mayo  de  1862,  el  gobernador  Pampin  salió 
á  visitarlos  pueblos  de  Mercedes  y  Curuzú-cuatiá,  lle- 
vando consigo  al  general  Cáceres,  á  quien  colocó  sobre 
aquellos  pueblos,  teatro  de  las  hazaflas  de  éste^  cuyo 
proceder  harto  conocido  hizo  temblar  á  los  habitantes 
de  esos  lugares. 

Tuvo  pop  ministros  al  doctor  Juan  Ensebio  Torrent, 
don  Wenceslao  D.  Colodrero  y  don  Pedro  Igarzabal, 
y  durante  su  visita  á  la  campaña,  le  acompañó  como 
secretario  don  J.  Benjamin  de  la  Vega. 

Una  de  las  primeras  disposiciones  del  gobernador 
Pampin  (17  de  diciembre  de  1861)  fué  declarar  caducos 
de  hecho  y  de  derecho  losspoderes  públicos  de  la  na- 


5d0  PEOvnrcTA 

cion,  que  habfftn  sido  abandonados  por  el  doctor  San- 
tiago Derqai,  ex-presidente  de  la  República,  y  del 
general  Juan  Estévan  Pedernera,  ex-více-pres¡dente  en 
ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  nacional,  quedando  la 
provincia  en  plena  posesión  de  su  soberanía  y  en  paz 
con  la  de  Buenos  Aires,  como  lo  había  estado  con  to- 
das las  demás  de  la  República. 

i^st— B.  PEBRO  iGABXABAii,  presidente  de  la  Le- 
gislatura, delegado  de  Pampin,  desde  el  6  de  mayo, 
que  el  propietario  salió  á  la  visita  de  los  departamen- 
tos de  campaña,  como  lo  dispone  la  constitución  pro- 
vincial. 

tS«»-B.  MANUEL  IGIVACIO  LAGBAf  A,  correntino, 
3*'  gobernador  constitucional,  desde  el  25  de  diciembre 
de  1862,  en  que  tomó  posesión  del  cargo,  basta  igual 
fecha  de  1865,  en  que  terminó  su  período  legal^  pero 
con  alguna  interrupción,  como  se  verá  mas  adelante. 
Los  ministros,  que  tuvo,  fueron  el  doctor  Juan  José 
Camelino  y  don  Antonino  Segovia. 

l8S4-^Br.  ém»lk  BAMMmviBAl.,  corr^ntíno,  presiden- 
te  de  la  Legislatura,  delegado  de  Lagraña,  durante  la 
ausencia  de  éste  á.  Bella  Vista,  desde  ei  25  de  agosto 
hasta  el  3  de  setiembre^  en  que  reasumió  el  mando 
gubernativo. 

t9«4->B*  MAIVCEB  i*  liACiBAívA,  propietario  desde  el 
3  de  setiembre  que  reasumió  el  mando  gubernativo^ 
después  de  una  ausencia  de  8  días  eu  Bella  Vista, 
hasta  el  13  de  abril  (jueves  santo)  de  1865,  que  se  vio 
obligado  á  abandonar  la  capital,  á  consecuencia-de  una 
invasión  paraguaya  y  ocupación  de  Corrientes,  por 
sorpresa  y  sin  declaración  de  gu^rra^  después  del 
apresamiento,  de  un  modo  pirático»  de  los  vapores  ar- 
gentinos Gualeguay  y  25  de  Mayo, 


Lá  ciudúd  <ixíéá6  én  acefalfa  de  ^bierno  durante  el 
dia  13  con  su  noche  hasta  las  seis  de  la  mañana  si- 
guiente, que  toínaron  posesión  de  ella  las  fuerzas  para- 
guayas al  mando  del  general  Roblas» 

i9«5— «ENEliAii  WKIVCE9LAO  ROBI^KIS^  (paragua- 
yo), gobernador  militar,  bajo  las  órdenes  del  Presi- 
dente del  Paraguay,  mariscal  Francisco  Solano  Ló- 
pez, en  la  capital,  desde  el  14  de  abril,  (viórneg  santo) 
que  fué  ocupada  la  ciudad,  hasta  el  19  del  mismo  mes, 
en  que,  reunido  el  Consejo  municipal,  presidido  por 
don  José  Antonio  de  los  Santos,  se  nombró  una  Junta 
Gubernativa,  compuesta  de  los  triunviros  don  Teodo- 
ro Fauna,  don  Sinforoso  Cácenes  y  don  Víctor  Silvero. 
El  desgraciado  general  W.  Robles,  2*  gefe  del  tira- 
no López,  fué  injustamente  fusilado  en  m^edio  del  cua- 
dro de  todo  el  ejército  paraguayo  por  traidor;  y  sü 
traición  consistía  en  no  haber  permitido  el  saqueo  de 
tres  dias  que  estaba  prescrito  á  la  ciudad  de  Corrientes 
y  por  no  haber  entregado,  sin  leer  una  correspon- 
dencia que  se  le  había  dirigido  por  los  fieles  al  gober- 
nador legal, 

igen— JIJWTA  crBEBiVATiVA,  compuesta  del  triunvi- 
rato Víctor  SiLVEao,  Sii*^f*oroso  Cáckres  y  Teodoro 
Gauna  (correntinos),  en  la  capital  y  parte  de  la  campa- 
ña, hasta  donde  dominaba  el  ejército  invasor  paragua- 
yo, desde  el  19  de  abril,  en  que  fué  nombrado 
aparentemente  por  el  Consejo  municipal^  presidido 
por  don  José  Antonio  de  los  Santos  y  en  realidad  por 
el  presidente  López,  del  Paraguay,  hasta  el  22  de  oc- 
tubre, que  fué  desocupado  el  territorio  del  Estado  de 
Corrientes, 

El  25  de  mayo,  después  de  un  reñido  combate  entre 
la  fuerza  que  guarnecía  la  ciudad  de  Corrientes,  en 
protección  de  la  Junta,  y  otra  argentina  y  brasilera  al 
xn^do  del  general  WeQQe^ao  Paunf  ro^  en  La  gatería  a 


^^  PROYIXCIA 

dondjQ  $ste  operó  so  deseinbarco,  oc\ipan(}o  la  plaza,  el 
triunvirato,  acompañado  dpi  ministro  paraguayo  José 
Berges— quien,  al  ver  la  actitud  bélica  de  las  fuerzas 
libertadoras,  dijo;^jf  todtq  se  perderá  menos  el  honor» — 
se  hizo  humo,  hasta  el  27  de  mayo,  que,  reembarcan- 
do sus  fuerzas,  retrocedió,  aguas  abajo,  hasta  la  Esqui- 
na, punto  limítrofe  con  la  provincia  de  Entre-Rios. 
•  Entonces,  reapareció  el  gobierno  del  triunvirato  ejer- 
ciendo medidas  de  rigor  sobre  los  habitantes  que 
manifestaron  su  simpatía  por  los  aliados^  entre  ellos 
se  hallaba  el  autor  de  esta  Historia,  Aun  con  los  pa- 
cíficos indios  que  se  proveían  de  víveres  tranquilamen- 
te en  el  mercado  de  Comentes,  según  era  su  costumbre 
$e  ejerció  una  horrible  matanza  en  las  calles  de  la 
ciudad. 


tsei^—GEii'GBilLii  iVfiivCEl»L.\0  PAVüEBO,  goberna- 
dor militar,  quien,  á  consecuencia  de  la  ocupación  de 
la  capital  por  el  ejército  aliado,  el  25  dtí  mayo,  ejerció 
el  poder  hasta  que  evacuó  la  ciudad  reembarcando  su 
fuerza  durante  la  noche  del  26  al  27,  en  dirección  á  la 
Esquina. 

1805— D.  piA^vUGL  I.  IíAQBAÍía,  propietario,  ambu- 
lante durante  la  ocupación  paraguaya  hasta  el  22  de 
octubre,  que,  evacuada  la  provincia,  entró  en  la  capi- 
tal y  continuó  ejerciendo  el  mando  gubernativo  hasta 
el  25  de  diciembre  en  que  espií'ó  el  ppríodo  legal  de  su 
gobierno. 

1905— B.  KVARiSTOLOPEZ^  (correntino)  gobernador, 
y  DON  Juan  Vicentk  Pampin,  vice  gobernador,  electos 
el  25  de  diciembre,  pero  hallándose  ausente  en  esa  fe- 
cha y  por  renuncia  de  éste,  devuelta  por  los  términos 
inconvenientes  eh  que  estaba  concebida,  fué  nombrado 
el  doctor  Vidal,  el  10  de  enero  dé  1866. 

igiu«*Br.  j#»É  UAMOM  VIBAI4,  presidente  de  la  Le- 


DB   COIUUBKTBS  593 

gislatura  (y  Vice-^goberaador  de  la  provincia,  nombrado 
el  10  de  en^ro  de  1866,  por  renuncia  de  don  J.  V. 
Pampin)  en  ausencia  del  gobernador  electo  don  Eva- 
risto López,  se  recibió  del  mando  gubernativo  el  26  de 
diciembre^  desempeñando  el  cargo  hasta  el  10  de  ene- 
ro de  1866. 

i^ee^-B.  EVARISTO  iiOPEZ,,4^  gobernador  constitu- 
cional, electo  el  25  de  diciembre  de  1865^  y  hallándose 
á  la  sazón  ausente  de  la  capital  no  se  recibió  sino  el  1® 
de  enero  siguiente. 

Fueron  sus  ministros  los  ciudadanos  Wenceslao 
Diaz  Colodrero  y  Pedro  C.  Reina. 

A  los  tres  dias  de  su  elevación,  López  tuvo  que  au- 
sentarse po^  motivo  del  servicio    público,  hasta  «1  18 
de  enero  que  reasumiera  el  mando.    Durante  su  au- 
sencia ejerció  el  Poder  Ejecutivo  el  vice  gobernador  J. 
'  R.  Vidal. 

Pocos  meses  después  estalló  una  revolución. 

En  la  noche  del  14  de  setiembre,  el  doctor  don  Félix 
Amadeo  Benitez,  [con  12  hombres,  se  posesionó  del 
Cabildo,  Policía  y  Cuartel^  obligando  al  primer  ma- 
gistrado de  la  provincia  á  salir  huyendo  en  las  altas 
horas  de  esa  noche,  en  ropas  menores.  Dirigióse  al 
departamento  de  las  Lomas,  donde  consiguió  que  30 
hombres  de  caballería  se  lanzasen  sobre  los  revolucio- 
narios, en  su  apoyo,  los  cuales  fueron  derrotados,  de- 
jando caballos  y  recados.  Por  la  tarde,  con  mas 
elementos,  él  gobernador  López,  por  intermedio  del 
vice  gobernador  Vidal,  inició  negociaciones  entrando 
en  transacción  con  los  revolucionarios. 

Esa  descabellada  revolución^  que  solo  duró  13  horas, 
lejos  de  debilitar  la  autoridad  de  López,  no  hizo  sino 
fortalecerla  y  ^v  pié  para  que  él  tomara,  como  tomó, 
enérgicas  medidas  contra  los  que  ninguna  parte  tuvie- 
ran en  el  moíin,  encarcelando  á  unos  y  desterrando  á 
otros. 

88 


694  PBOvnroxA 

Terminada  la  célebre  asonada  del  doctor  Benitez, 
embarcándose  éste  con  don  Eudoro  Díaz  de  Vivar,  tos 
capitanas  Acufia  y  Mnlvido,  el  alférez  Sebastian  Ca- 
sares y  otros,  el  gobernador  López  hizo  su  «itrada 
triunfal  á  las  4  de  la  tarde  del  15  (setiembre)^  acompa- 
ñado de  180  hombres  y  [con  mucho  pueblo/ocupando 
la  plaza.  El  traje  del  gobernador,  al  entrar  en  la  ciu- 
dad, fué  saco  negro,  sombrero  d^  paja,  pantalón  colo- 
radb,  bota  granadera  y  unas  espuelas  de  plata,  como 
de  seis  libras.  El  ministro,  doctor  Colodrero  arengó 
al  pueblo  y  con  esto  y  una  serenata  terminó  la  revolu- 
ción. 

El  gobernador  López,  durante  su  administración,  no 
se  hajió  al  frente  del  Poder  Ejecutivo  por  mas  de  ocho 
meses,  en  diferentes  ocasiones,  á  saber:  la  1*,  desde  el 
13  hasta  el  18  de  enera  de  1866,  según  queda  dicho  mas 
arriba;  la  2*,  desde  el  27  de  abril  hasta  el  9  de  mayo;  la 
3*,  desde  el  2  hasta  el  16  de  octubre;  la  4*  desde  el  23 
de  noviembre  hasta  el  31  de  enero  de  1867;  la  5*  desde 
el  30  de  marzo  de  1867  Imsta  junio,  por  temor  del 
cólera,  de  que  habían  aparecido  algunos  casos  en 
la  capital,  y  la  6*  y  última,  desde  el  24  de  setiembre 
hasta  el  3  de  diciembre,  que  pasó  á  Goya  p&ra  asistir 
á  la  función  de  la  Patroná  de  aquella  ciudad. 

Los  ministros  de  López  fueron  los  doctores  Deside- 
rio Rosas  y  Wenceslao  Díaz  Colodrero. 
■  > 

t9ee— Dr.  JOSÉ  RJLiiO!V  vniAii,  vice-gobernador,  en 
ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  la  1*  vez,  desde  el  13 
hasta  el  18  de  enero,  que  se  ausentó  López  por  moti- 
vos del  servicio  público. 

La  2*  vez  y  con  el  mismo  motivo,  desde  el  27  de  abril 
hasta  el  9  de  mayo. 

La  8*  vez  y  con  igual  motivo,  desds  el  2  hasta  el  16 
de  octubre. 

La  4*  vez,  desde  el  23  de  noviembre  de  1866  hasta  el 
31  de  enero  de  1867. 


LÁ«^  veí,  dtesdeel  Sddfe  «lartd  á¿  1867  baste  ju- 
nio, que  el  gobernador  López  se  ausentó  para*  Góya, 
por  haber  aparecido  en  la  capital  algunos  <iai^6s  de 
c61erói. 

La  6*  vez,  d^sde  el  23  de  setienibre  del  ttiismo  año 
(1867)^  que  se  ausentó  López  á'  la  ciudad  de  Goya, 
acompañado  de  su  familia  y  de  la  banda  dé  música, 
con  el  objeto  de  asistir  á  la  funcioilde  la  Patróna  de 
aquella  ciudad,  hasta  eld  de  diciembre  que  regi'esara, 
reasumiendo  el  mando  guíwhativo: 


.1 


t#«v-*o.  is VAM8TO  I4INPB»,  propietario,.  dedd|$  e^  3 
vde  diciembre  que  reasumió  el  mando^ .  h^sfiE^  el  81  de 
mayo  de  1868  que 'se  vio  obligado  á  renunciar,  á  con^ 
secnericia de  una  revolución.    ^  .^  ^5 

Esta  estalló  en  )a  nfoche  dellé  de  setiembre,  aa&do 
pfcr  ¿•eáültado  la  prisión  dél  gobernador  y  su  renuncia 
forzada.  '    " 

Las  fuerzas  del  gobierno  revolucionario  á  las  órde- 
nes  del  coronel  Ocampo  se  pi^ésenta'ron  éú  Mercedes 
contra  las  del  general  Nióañor  Cácerés,  eii  fedsteii  del 
gobernador  legal  Lopex.    Tuvo  íugar  un  corhbate,  en 

'  que  fué  derrotado  Ocampo  qué  huyó  á  los  montes,  de 
Pay-Ubre>  donde  fué  activamente  perseguido.  Bl  re- 
sultado de  este  encuentro  fué  el  que  el  general  CáCehes 
dominara  algunos  departamentos  déla  j^r'ovitíciá^  diri- 
giendo su  marcha  sobre  Id  capital:  La  coiiducta  de 
Cécéres.no  mereció  la  aprobación*  del  gobierno  nacio- 
nal, por  cufanlo,  siendo  un  gefe  de  la  nación  al  mando 
de  fuerzas  dé  lá  misma,  las  había  empleado  en  fomen- 
tar la  guerra  civil  en  la  provincia  cuyo  orden  le  fiíera 
encomendado.  ' 

El  gobernador  E.  López,  cuando  se  vió' líbfe,  acom- 
pañado de  su  Secretario  don  José  Hernaudez^^  reclamó 
suderfecho  aj  gobierno  déla  provincia  y  sustituyó  á 
Cáceres,  declarado  rebelde,  traidor  6  la  nación  y  ¿Q^er- 
tor  de!  ejército,  poniéndose  él  á  la  cabeza  de  las  fuer- 


^  I 


-{  zqsde  iV.provin^ia,  ,^ r^otík^nd^'  suf  ai(toridít<3lj9sur- 

,  El;gpbierpa  <¡le  .Lopp2s,  jd^íeinte;  ,\o^  dos  a|io^  j  meflio- 
que  estuvo  en  posesión  de  é^  dejó  como  un  recuerdo 
.  .  ínr^pierecederp,  ¿a.^wii^aíífii^/  de»  sq  ojívi.do^  abandono, 
jqsterildd^d/alísolMtfi^.delsef!vick)púbíí¡co,  á  fip  de  hacer 
j  resaltar  n^a^.l^.d^e. su  suQespr oon^itucional  Gua3ía- 
.,,  viflo.  .  Pr^$c¡ndinaio§,dej  la; administración  prpvisoria 
4e  Escobar, y  Xorrent,  impueste^  por  las  circunstan- 
cias políticas,   qu^  bÍQieron  necesaria  su  consagra- 
ción al  restablecimiento  del  orden  en  la  provincia  y 
-  ^ej^arárla para  techaxarlatnvasJóivde^Bntre^Ries  tu 
'  *  ajibyo  dfeLopez.      :  »    '        -        '    ■      ' 

tses— D.  FBAMCiSCOM. jG/Sf/QBi^ily  (porrentiao)  pre- 
sidente dp  la  Legi^atura,  en;.ejercic,lo  del  Poder  ^Eje- 
j    cut¡¡yq,.ep  27j(;^^mayQ,  en  yir^ud  (i,e  l^a  r<enjurfpia  forjada 
de  don  Evaristo  López  y  hallarse  vacante  el. cargo  ¿de 
yice-gobernador.  .,:.      .,  ,.^.     ;  •      •  ;,  .. 
. .  ■  .  Aconipíkñár9.nle  con>p  ministros  el;  doctor  J:uan  La- 
¡..  graiTay  49^'^-í*®SorÍ9P^njpin.  .    ■.  _  \.:.  . 
,.      El  gqb^rnadpr  E^pbftr    oq  fu-é  recpnpcjdo  por  el 
.    gen;eralC^cer,es,  quien  sq  pi^^o  en;  aw^s, contra  su 
.  ,autorid£»d,  sostenida  PQf  las  fuerzas  del  coronel  Ocam* 

.po  que  fué  derrotado.   •,   .     ;       ;      , 

.  .    No  hab|ie?ndp  qi^eridp.  í,a  X^egislatura  aceptarla  ren'un- 

.  t  cia.de  J^Qpe¿,el  gpberuador £sQobár  espidió  un idecireto 

desli^tuyendo  ép  masa  á  lo$  miembros  de.  aquella  cor- 

poraQÍon  y  destituyéndose  a  sí  mismo. como  prepideote 

.  de  ella,  ^\}  cuy9  cíirácter  ejercía  Isl  autoridad  qua  invíes- 

No   obtante,'  Escobar   continuó  como  !  gobernador 
.    constitucional.       t     .;,  ,,.    .i     '  i  i ..  .    ' 

't¿es--]ií.  VirTOHIO  TORRÍ^mt,  (correntíno)^  presiden- 

^    tédéla  Legislatura  Jen  ejercicio  derPodier  Ejecutivo 

'de  lapr^ovfncia,  hasta  el  25 'de  diciembre,  que^,  electos 


•  los  señores '  dobtdr  JóSé  Jrfi^ueií  iOná^távlno,  para '^o-  ^ 
bernador,    y  coronel  Sai)t¡agO''B'a}bÍéfóé,  "jímpa ' H-fée- 

-  ¿oberríador, '  fo*  püééto  éti  'pose^iofi  del'lcfátgdel  pri- 
'"¿ñero*!*   '*     '    *  •'  ''■  ^  '  »       ■■'     -  i.m'--  .    (,!♦!!•»•  ;..* 

• '  '  Los'séñoi^es'docttílr  JoáéL^iiS  Cabi^ál  yátti  Juáh  V. 
Pampin  acompañáirorí  al  gobertJádoí*  To^i^ferft,  ení-^tí^li- 
•''dAddeinínMi*ó*ísé<ireta^^^^^  '  ='  '^'^  ' »'  ''  -  '  ' 

ioe^^Hr;  J€i(^  iii4¿iJESii'dJAi»TÁ^ki«o^  (borren tino) 

•  électo'gobeiína'dop,y  el  coronel.Santiaig-o Báiibienei  vice- 

•  gobernadórr  e'l  25  de  diciembre. dé  ISBSy-^  y.euejéirbício, 

-  des^efestafeoba,  el  I**,  hasta  él  12  de  febi^eró  de  1869, 
>que  se- ausentó  del  territorio  de  la  provincia  par  asdn- 

tos  dé  grave  ihtecés'púWiciOí  ; «     j!    ;  í     , 

Su  ministro  fué  el  dootof  Juan  José  Camelino  y  suce- 
sivamente el  doctor  José  Luis  Cabral  y  don  Doroteo 

•  GonzáTez  Vídeftí.^-      "^^     "'^^^  '    •'*  .i:^?'¿^.-*»    ^-^  -t 

fl.t  .  J  .'-  I  .'•'>'  4./'  '1  'Í!  ,.♦...! 

tséeUeoRonuBii  <»^N]riA.«o  baubieijiíe;,  !  (óorréntibo) 
'  vice-gobérnadoí  eü  ejercicick  del  Poder  Ejecutivo  i  el 
,12  de  febr^ero  en  ausencia  del  g<>bepnador;GMaátaviho, 

-  ba'&tá/ei .27. del; miento meísi^ueiéste  riasüinió el maiiido. 

Fueron  sus'  nrtiilistiíos  él  doctor  Liaahdro  .Segoviá  y 
i  don  Valentín  Virasoro. 

k9|Bi^-^lljr.  jifiSíÉ  i|[iOVc;ii,€^irA.i»TAifi{VO^'  gobernador 
propietario,  desde  el  pT^^.f^birero  que^^  4^píi©s  eje  una 
corta  fluencia  fiel  ^erritorip,  4e  la,próvinc^aipo^  a99ntos 
..  de  grave  interés  pv^blicq¿  reasumiá.plí. mando  gul^er- 
.  ¡nativo,  basta. que,  no  en,contrap.do;^Vappyo..necQsario 
en  la  Legislatura^  para;  f<j^9,stau?*ar  el  tpoiplu  ,de  líj^t  ,R?o- 
ral  pública,  curando  la  llaga  que  arrebataba  las  fuer- 
zas det  pueblo^  su  proSfSdridad  y  vida,»  pt^3j$6ftMj»^ 
dOide  sétienibré,  sd  renLincía,jqueino  fué  ádnjitida'haííta 
ellSíde  octufarie/despiaesi  de  habencápédido,  8-  d&as 
antes,  un  decretó 'poriiend-oer^  posesidn'del  Poder Eje- 
'  cfutivó  al  více-goberhador  Baibíexie^i  éní'vista»  de  la 


^ 


fmwmm^ 


increada  oposícioQ  qae  le  hacía  fa  Camarade  represen- 
tantes de  la  pj:ovinQÍa. 

Con)i>artieron,  coa  el  gobernador  Guastavino,  las 
tareas  administrativas,  en  calidad  de  ministros,  los 
seApnes  doctoires  Ji^an  JQsé.  CamelinOi  Jossé  Luis  Ca- 
bra\,  y  doa  Doroteo  Gpnzalez  Videla. 

El  gobernador  Guastavinp,  con  la  acertada  elección 
del  doctor  Camelino  para  ministro,  fué  de  constante  y 
activa  labor  administrativa  en  todos  los  ramos,  habien^ 
do  prestado  su  atención  preferente  al  de  instrucción 
I^blica,  que  se  hallaba  en.  un  estado  de  dolorosa  de- 
cadencia desde  él  gobierno  de  don  Evaristo  López,  — 
1866  basta  27  de  (mayo  de  1B68— ya  oreando  nuevas 
escuelas  ó  ya  comisiones  inspectoras  de  escuelas  y  so- 
lares en  varios  puntos  de  H  campaña. 

t8e»— COBONKIi  SANTIAGO  BAIBIHIVE,  vice-gober- 

nádor,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  de  la  provincia, 
desde  el  11  de  octubre,  en  que,  despnes  de  haber 
reasumido  el  ca^go  el  gobernador  Guastavino  y  antes 
de  obtener  resolución  de  la  Legislatura,  espidió  un 
decreto  poniendo  en  posesión  del  mismo  al  viee^go- 
bernador,  quien  continuó  ejerciéndolo  hasta  concluir  el 
período  del  renunciante,  como  lo  dispone  la  ix)nstitu- 
cion.  '  / 

Organizó  su  ministerio  con  los  seftores  doctor  Li- 
Sandro  Segovia  y  don  Juan  V.  Pampin. 

Con  motivo  de  tener  que  saHr  á  campaña  hasta  Cu- 
ruzú-cuatiá,  donde  existía  la  anarquía,  el  gobernador 
Baibiene  delegó  el  mando  en  el  presidehte  de  la  Legis- 
latura, con  arreglo  á  la  constitución. 

fts«0fr*]».FEBROiGABZABAii,  (correntino)  presiden* 
te  de  la  Legislatura,  en  ejercicio  d^  Poder  Ejecutivo, 
desde  el  SI  de  noviembre  hasta  el  8  de  enero  de  1870, 
por  ausencia  del  vice-gobernador  Baibiene  en  campa- 
ña^  coa  el  objeto  de  e&ctuar  la  visita  die  K»  departa- 


DB   OORRiaHTBS  699 

menlos  de  la  frontera  láur:  restablecer  la.coocofdia  en 
los  ánimos  y  el,  respeto  á  la  autoridad  en  Güruzú- 
ciiatíá,  víctima,  desde  muchos  años  atrás,  del  mas 
completo  desgobierno. 

Acompañáronle  los   mismos  ministros  Segovia  y 
Pampin. 


1890— COBOHEL  süVTiAGO  BAiBifiíve,  vice^góber- 
nador,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  deáde  el  8  de 
enefro^  en  que  lo  reasumió,  de  regreso  dé  sü  visita 
á  algunos  depaftaraentosí  de  lá  campaña,  hasta  él  27 
de  abril,  que,  con  motivo  del  asesinato  del  general 
Urquiza,  gobernador' de  Entre-Ríos,  vencedor  de  la 
tiranía  en  Caseros,  ex-presjdente  de  la  confederación, 
salió  á  campaña  á  la  cabeza  de  dos  batallones  delinea 
que  estaban  en  Corrientes,  reasumiendo  nuevamente, 
el  21  de  junio,  el  mando  gubernativo. 
*  Fueron  sus  ministros  el  doctor  Juan  Lagrañá,  don  ' 
Juan  E.  Martínez,  don  Valentín  Virasoro  y  don  Juan 
V.  Pampin. 

•  '  El  29  de  agosto,  salió  BaíWefie  nuevanníeMetíe  la  c* 
pital  á objeto  d?l  servicio  público,  habiendei  quedado 
en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  las  dos  veces  qu'e-  se 
ausentara,  el  Presidente  de  la  Legislatura  don  Pedro 
Igarzabal. 

A  principios  dq  1871  reasumió  el  mando  hasta  ^1 
.  13  de  febrero  que  salió  á  campaña  contra  el  general 
Lope?;  Jordán,  que  había  invadido  la  provincia  y  qiie 
fué  completamente  derrotado  en  Naembé,  -habioido 
regresado  victoriosp  el  10  de  junio,  en  que  reasumiera 
nuevamente  el  mando. 

i dve— D.  PEDRaiGABZAJiAii,  Presidente  de  la  Le- 
gislatura, en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  desde  el 
27  de  abril  que  el  vice^gobernador  Baibiene  áalió  á 
campaña  con  motivo  delas^sinato  del  general  Urquka, 


600  PEOTIVOLá. 

hasta  el  81  de  junio;  y  por  2*  vez,  desde  el  29  de  agos- 
to de  1870  hasta  principios  de  1871. 
El  señor  Igarzabal  falleció  el  11  de  febrero  de  1871. 

iSVt--B.  GBEGOBIO  CEBAiiiiOS,  (correntino)  vice- 
presidente 2**  de  la  Legislatura,  en  ejercicio  del  Poder 
Ejecutivo  por  fallecimiento  de  don  Pedro  Igarzabal, 
vice  presidente  1**,  desde  el  27  de  abril  que  el  vice- 
gobernador Baibiene  marc|ió  á  campaña  contra  las 
fuerzas  invasoras  al  mando  del  general  Ricardo  López 
Jordán^  que  fué  completamente  derrotado  (el  26  de 
^  enero  de  1871)  en  Ñaembé,  hasta  el  10  de  junio  que 
reasumió  el  mando  gubernativo  el  referido  Baibiene. 

1991— CBBOiVEii  SAMTiiiGO  BAIBIEIVG,  vice  gober- 
nador, desde  el  10  de  junio,  que  reasumió  el  mando 
gul¡>ernátivo,  después  de  haber  contribuido  á  la  com- 
pleta derrota  del  general  R.  López  Jordán  (26  de  enefo) 
en  Ñaembé,  hasta  el  7  de  octubre  que  se  ausentó  de 
nuevo. 

1991— B.  FiíiEMOiv  BIAS  BK  YiVAB,  (correntino). 
presidente  de  la  Legislatura,  en  ejercicio  del  Poder 
Ejecutivo,  desde  el  7  de  octubre  en  que  salió  á  campa- 
ña el  vice-gobernador  Baibiene,  hasta  el  25  del  mismo 
mes  en  que  éste  reasumió  el  mando  gubernativo. 

ISVl-COBOMCIi  i»AIVTIA€UI   BAIBIENE,  vice-gobeiv 

nador,  desde  el  25  de  octubre,  en  que,  después  de  una 
ausencia  de  18  dias,  reasumió  el  mando  gubernativo, 
líasta  el  25  de  diciembre,  que,  espirando  el  periodo 
legal  de  su  gobierno  lo  trasmitió  al  electo  doctor 
Agustin  P.  Justo. 

lí^vi— Br.  AGVSTiM  PESBBB  JUSTO,  electo  goberna- 
dor, en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo  y  coronel  Manuel 
DE  Jesúb  Calvo,  vioe  gobernador,  desde  el  25  de  di- 
ciembre de  1871  hasta  el  9  de  enero  de  1872,  habiendo 


V. 


DB  C0BBIBHTB8  001 

organizado  su  ministerio  con  los  ciudadados  doctor 
Juan  Lagraña,  gobierno,  y  don  Valentin  Virasoro  ha- 
cienda. 

En  la  madrugada  del  citado  9  de  enervo,  el  coronel 
Desiderio  Sosa,  traicionando  al  gobierno,  redujo  á 
prisión  al  gobernador  Justo,  á  su  ministro  Lagraña  y  á 
don  EudoroDiaz:  de  Vivar. 

La  revolución  de  Corrientes  coincidió  con  la  invagislon 
de  López  Jordán  en  Entre-Rios. 

Desde  el  dia  7,  el  gobernador  Justo  tuvo  conocimieiito 
de  haber  estallado  una  revolución  en  el  departamento 
de  Curuzú-cuatiá',  encabezada  por  el  coronel  don  Va- 
lerio Insarrualde;  en  su  consecuencia,  en  la  misma 
fecha  espidió  un  decreto  movilizando  la  guardia  na- 
cional de  la  provincia  y  nombrando  al  coronel  Santia- 
go Baibiene,  comandante  en  gefe  de  las  milicias  reuni- 
das al  sur  del  rio  Corrientes,  y  al  vicé-gobemador, 
coronel  Calvo,  comandante  eu  gefe  de  las  milicias,  mo- 
vilizadas al  norte. 

Estando  el  doctor"Justo  preso  en  la  comandancia  de 
armas,  se  le  permitió  alejarse  habita  cierta  distancia, 
vigilado  por  una  guardia.  Tenía  ya  hablado  un  bote; 
como  empezaba  á  oscurecer,  pudo  saltar  á  él  sin  ser 
notado,  el  dia  12,  empezando  á  vogar  'con  presteza. 

Dióse  entonces  la  voz  de  alarma  y  salieron  á  darle 
caza  los  botes  de  la  capitanía. 

El  gobernador  Justo  tuvo  que  remar  con  sus  propias 
manos,  para  poderse  escapar.  En  seguida,  los  botes 
de  la  capitanía  emprendieron  un  registro  sobre  los 
buques  que  se  tiallaban  en  el  puerto.  No  habiéndolo 
encontrado  en  los  buques  recorridos,  se  dirigieron  á 
la  cañonera  italiana  Confianza,  donde  se  hallaba  el 
gobernador,  acompañado  de  su  ministro  don  Valentin 
Virasoro,  don  Filemon  D.  de  Vivar,  presidente  de  la  Le- 
gislatura y  10  oficiales  de  la  guardia  nacional,  pero  el 
capitán  contestó  á  los  perseguidores  que  les  hariafue- 


602  .  PRQTIKOIA 

'  ^o  i^i  intentaban  penetrar  en  el  bu<)ue,  coa  lo  que  em- 
prendieron estos  su  retirada.  El  25  se  trasbordó  al 
trasporte  da  guerra  brasilero  Inhauma  y  el  27  llegó 
al  Rosario,  habiendo  pedido  la  intervención  nacional, 
para  evitar  la  efusión  de  sangre. 

El  P  de  febrero :Se  presentó  en  Buenos  ^ires,  solici- 
tando de  nuevo  la  intervención  nacional,  que  le  fué 
negada  por  caltas  razones  de  conveniencia  pública.  La 
falta  de  una  ley  que  autorice  la  movilización  de  las  mi- 
.  Helas  sin  dar  lugar  á  recriminaciones  y  conflicto  de 
atribuciones,  y  consideraciones  derivadas  de  circuns- 
tancias locales,  aconsejaronr  al  Poder  Ejecutivo  dejar 
librada  á  su  propia  acción  las  disensiones  de  Corrien- 
tes, producidas  por  elecciones  de  dudosa  legitimidad, 
para  no  comprometer  las  rentas  y  la  paz  de  la  Na- 
ción.» (1) 

Estas  doctrina^,  cuan  bellas  son  en  teoría,  estaban 
ea  abierta  oposición  con  la  práctica;  pues,  elecciones 
de  dudosa  legitimidad  hubo  no  pocas,  si  no  todas, 
desde  1810  hasta  1#  fecha,  sin  esceptuar  la  época  de 
Rosas.  Este  había  juzgado  conveniente  exonerar  al 
pueblo  de  \a.^carga  de  emitir  su  propio  voto  sobre  los 
candidatos  que  no  fuesen  la  espresion  de  su  voluntad. 
Era,  pues^  un  medio  cómodo  y  económico  de  practi- 
car elecciones. 

En  la  época  del  Dictador,  como  en  todas  las  épocas, 
para  llenar  las  formas  legales,  basta  que  el  pueblo  ha- 
ga ostentación  del  ejercicio  de  su  derecho  concurrien- 
do el  dia  señalado  por  la  ley  ó  por  el  gobierno  á  depo- 
sitar cada  ciudadano  su  voto;  si  el  resultado  de  la  vo- 
tación no  es  la  espresion  de  la  oligarquía  ó  el  deside- 
rátum del  leader  de  la  fracción  política  que  contara 
con  el  apoyo  oficial,  no  hay  necesidad  de  tener  en 
cuenta  el  voto  del  ciudadano. 

(1]  Véase  el  Mensage  del  Presidente  de  la  República,  presentado  al  Con- 
greso en  mayo  do  1872. 


DE '  CmfiüVTBS  608 

El  heobo  fué  qué  ]a^  altas  facones  de  óonoeniencia 
pública  prolongaron  la  guerra  civil  en,  Corrientes,  con 
todo  so  séquito  de  desastres.  Después  de  varios  en- 
cuentros, en  San  Gerónimo,  en  que  hubo  100'  muertos 
entre  ías  fuerzas  de  lafrevolucian,  fuerte  d6  3000  b.Ofn- 
bres,  y  la  del  gobernador  legal,  de  4000,  al  man.do.del 
coronel  Santiago  Baibiene?,  la  rebelión:  obtuvo  un  triunfo 
decisivo^  El  4'dé  marzo.{1872),  ealos  campos  de  Apos- 
ta, á  media  legua  del  enipédrado,  en  1^  Cabana  del 
Tabaco,  tuvo  lugar  una  sangrienta  batalla^  .dispersán- 
dose la  caballería  del  ejército  legal  y.  triunfando. la 
infantería;  pero,  falto  de  miuiiciones,  fué  obligado  Bai- 
biene  á  capitular.  Este  desgraciado  suceso  costó  el 
ejército  de  Baibiene  la  pérdida  de  mas  de  150  hombres 
muertos;  como  400  heridos,  entre  éstos,  el  doctor  Juan 
LagrañB,  (habiendo  muerto  de  las  heridas  el  13 /del 
mismo  mes),  y  entre  aquellos  los  12  gefes  siguientes: 
José  Vicente  Gómez,  uno  de  loi^héroe3  de  la  defensa 
de  Curuzú-cuatiá;  Caro  MartiaeZy  Ángel  Martínez, 
Celedonio  Ojeda,  Marcos  Nuñe2>  Juan  y  Sinfoiroso 
Valen zuela,  hermanos,  José  Carreras,  Pedro  Igarza- 
bal,  hijo  del  mártir,  (en  San  Gerónimo),  Zenon  Correa, 
Manuel  José  Silva,  Ángel  Niella  y  N.  Borda;  y  de  los 
de  la  revolución,  el  Ma^or  Suarez  y  los  Cfapiíane&Ava- 
los  y  Aguirre. 

El  combate  empezó  alas  dos  y  terminó  á  las  cnajtro 
de  la  tarde,  con  la  rendicioq  del  cpronel  Baibiene  y 
toda  su  infantería  y  los  principales  gefes  de  caballería. 

El  coronel  Desiderio  Sosa,  gefe  de  la  revolución, 
dio  libertpid  á  todos  los  prisioneros,  conducta  que  no 
mereció  la  aprobación  de  los  otros  gefes.  Baibiene, 
por  disposicion.de  Sosa,  tuvo  que  ausentarse  de  la  pro- 
vincia por  algún  tiempo. 

A  los  cinco  dias  después  del  combate,  que  no  se 
evitó  por  Jas  altae  rabones  de  conveniencia  pública^ 
llegaron  á  Corrientes,  comisionadas  por  el  gobierno 


6D4  PE&nmeiA 

nacionaljlosseflores  doctot'  Santiago  Cortióez,  entón- 
i  ees  contador  mayor  de  la'  Nación  y  actual  presidente 
de  la  Contaduría  y  ^1  poronel  (hoy  general  y  minis- 
"  tro  ,de  la  guerra)  Julio  Roca,  en  oportunidad  para  in- 
formar al  gobierno  nacional  del  desenlace  de  ios  suce- 
'  'sos.  •     -  '   •■  ..  '  •       ■  '      • 

<  Por  una  triste  coincidencia,  en  la  misma  fecha  de 
la  llegada  de  la  comisión  óacronal  á  Corrientes  (9  de 
marzo)  el  juez  de  paz  del  depai'tamento  de  Curuzú-cua- 
tiá,  daba  un  edicto  imponiendo  el  uso  del  célebre 
Cintillo  colorado,  en  estos  términos: 

tEi  Jue::  dt  Fas  del  Departamento. 

I 

•  »  i  • 

«Por  el  presente  edigto  se  ordena  atodo  Ciudadano 
Argentino  recidente  en  esta  Villa  y  su  de  partameéto 
sin  esegcion  de  Categoría,  se  coloque  el  Cintillo,  punzó 
previniendo  que  desde  manada  10,  del  corriente  á  todo 
á  aquel  que  setorae  cirt  ella,  cera  conducido  á  disposi- 
ción del  Gefe  Militar— Cruetes  Mzo  9  de  1672. 

«José  Francisco  Maciel. 

Jaez  de  Paz. 

f  * 

A  pesar  de  todo,  el  doctor  Justo  sostuvo  su  dere- 
cho al  gobierno  de  Corrientes,  pero  sin  resultado 
práctico.  ' 

En  el  Congreso,  el  doctor  Justo  no  fué  mas  feliz. 

•  En  la  sesión  del  17  de  agosto  (1872),  en  que  fué  interpe- 
'    fado  el  ministro  de  guerra  y  marina,  el  senador  por 

Corrientes^  doctor  Torrent,  haciendo  una  reseña  de 
'  los  servicios  del  coronel  Baibiene,  que,  bon  las  armas, 
defendió  el  gobierno  legal  del  doctor  Justó  hasta  caer 
vencido,  trató  de  probar  que  Baibiene  fué  víctima  de 
una  hostilidad  directa  y  premeditada  de  parte  del  go- 

•  biérho  nacional^  á  quien  hizo  cargos  de  haber  ayuda- 
do á  la  revolución  de  Corrientes.  '^ 


t#'aí»--€aBllw»ifi  ACS^iiNBiuo  ft^4»  dicjtadqr  revoj 
..  lucionflirio/^ala  Qapitiil,  desde  el  9  di^.en;arp,qu6  derro- 
có al  gobernador  legal^i  doctor  Justo,  apoderándose,  de 
SU/ persona  y  de  la^  d^  sus  minÍ3tros,  h^sta  mediados 
.    del  mismo  mes  cjue  declinó  ^1  mando  dictatorial  en  un 
triunvjrí^to,  pero  permaneciendo  dueño[de  la  situación. 
Después  de  la  batalla  del  Tabaco,  de  que  se  habla 
'm*as  arriba,  el  coronel  Sbsá,  que  fiabla  puesto  en  juego 
todos  sus  elementos  en  favor  de  la  oandidatura  del  dbc- 
•   tor  Josío,  con  quien  fué  tan  incoíisecuentey  Intentó  ha- 
'    cer  una  contrarevolucion,  16  que  soló  sirvió^ para  afian- 
zar ía  situación.        ' 


cpmpuestp  de  los  señores*  GjaijGOiírio  Pampin,  Tomás 

Vedoya  Y  Emilio  Díaz,  desde'enero  hasta  marzo,  que 

los  gefes  déla  revolución  dispusieran,  exonerar  á  los 

.  dosrúltiipos,  quedan4p  en  consecuencia  al^  frente  del 

,.  gobierno  provisorio  el,primero,en  la  capital. 

'í8Vi9-CÍOBOI«C:L  ÍIAIVtJÉrii'Í»E"J£íSÍJ{»-€ALVo^'  vice- 

*  gobernador  de  la  provincia^  en  '  ejerc'iéía  del  PoAer 
'  Ejeeutfvóén  campaña,  áconsecóeiiciade  la  revolución 
del  9  de  enero  y  prisión  del  gobernador  Jürsfo,  de'áde 
el  11  del  mismo  mes  hasta  fines  de  febrero,  que,  libre 
éste^  reasumió  el  gobierno  Ijega^fen  la  ciudad  de  Goya. 
El  vice-goberhador  Calvó,  durante  su '  iambliláúte 
ádministraciotl^  hacía  refrendar  sus  disposiciones  ofi- 
ciales por  don  Saturnino  Plores,  elevado  á  la  categoría 
de  oficial  mayor  de  la  secretaria^  mientras  la  capital 
se  conservará  en  poder  de  la  sedücion. 

481»— Br.  íílCIIIjstíiv  p.  smíWTQ,  gobernador  legal   en 
campaña,  desde  el  20  ó  21  de  febrero  que  reasumió  el 
mando  hasta  el  4  de  marzo,  que,  derrotado  su  ejército, 
á  las  órdenes  d*5l  coronel  Baibiene,  en' la  batalla  del 
Tabaco,  cerca  del  Empedrado,  tuvo  qae  abandonar^  la 

'    pt'óvipcia. 


606  VBWntciA 

tdV9— 11.  «BCscMmio  PÜM^^Mj  nombfado  por  Ioi^-gi-> 
fes  de  la  revolución  gobernador  provisorio,  en  la  capi- 
tal, habiendo  tenido  por  ministros  secretarlos  élos  doc- 
tores Mariano  Castellano  y  Genaro  Figueroa,  y  por 
renuncia  de  éste,  al  doctor  Fidel  Saenz  de  Cavia, 
desde  marzo  hasta  el  9  de  mayo  que  le  sucedió  Gelabert. 

1»V»  — B.     VIC^IJKIi    l^ICTOBIO     (¿EI^ABEBT    f    B. 

iB^i:iV€KSli^O  F.  CABBAL,  gobernador  y  vice-go- 
bernador,^  electos  el  8  de  mayo  y  pueato  en  posesión 
.  del  Poder  Eiecutivo  el  prirnero  el  9  del  mismo  mes, 
hasta  el  25  de  setiembre,  que^  habiéndose  ausentado  de 
la  capital  á  objeto  de  asistir  á  la  fiesta  de  Caacatí  y 
practicar  una  br*eve  visita  á  algunos  otros  departemen- 
tos  de  la  campaña,  quíídó  en  posesión  del  mando  el 
segundo. 

El  gobernador  Gelabert  tuvo  por  ministros  secreta- 
rios sucesivamente,  á  los  señores  doctor  Mariano  Cas- 
tellanos, y  durante  la  enfermedad  dé  éste,  el  fiscal  doc- 
tor Emilio  Diaz,  doctor  Manuel  Derqui,  doctor  José 
Benjamin  de  )a  Vega,  don  Manuel  Fernandez,  don 
.  José  María  Cabral  Alpgin  y  Meló  y  don  Ángel  í'ern^n- 
dea  Blanco,    • 


t^tt— B.  i^cSiKCE^íiLAO  F.  CABBAii,  vice-goberña- 
dor,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  en  ausencia  del 
gobernador  Gelabert  en  U  campaña^  desde  el  25  de 
setiembre  hasta  mediados  de  octubre. 
.  Apenas  dejara  la  silla  del  gobierno,  el  señor  Cabral 
salió  de  la  capital  con  el  objeto  de  visitar  su  estableci- 
miento de  Yuquerí,  donde  tuvo  la  desgraciado  ser  ase- 
sinado el  30  de  enero  da  .1873^  dándose  por  motko 

.    opiniones  políticas, 

1999— B.  MiGUEii  V.  (:ei;.abc:bt,  gobernador  propie- 

.  tario,   desde  mediados   de  octubre   que  reasumió  el 

mando,  hasta  el  14  de  julio  de  1873,  que,  previa  li- 


DB  COl(klHKlBS  607 

cencía  de  la  Legislatura,  i^e  ausentó  de  la  capital  por 
tres  meses  y  medio.  *    . 

■ 

1898— D.  TOMÁS  vé:doya,  presidente  de  la  Legisla- 
tura, en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  por  muerte  del 
vice-gobernador  Cabral  y  en  auseacia  de  Grelabert, 

.    desde  el  14  de  julio  hasta  el  31  de  octubre* 

1898— D.  M,  V.  C}Ei4AttERT,  propietario,'  desde  el 
31  de  octubre  que  reasumió  el  mando  gubernativo  has- 
ta el  25  de  dióiembre  de  1874  que  terminó  su  período 
legal,  entrando  á  ejercer  el  Poder  Ejecutivo  el  presi- 
dente de  la  Legislatura. 

1894  — D.  AiVTOivio  ^CABRAii,  presidente  de  la  Le- 
gislatura, en  posesión  del  mando  gubernativo,  desde  el 
25  de  setiembf^e  de  1874,  por  haber  terminado  el  paría- 
do*  constitucional  y  hó  haberse  podido  efectuar  la 
elección  de  electores,  é^  causa  de  la  revolución » del  24 
de  setiembre,  habiendo  continuiadoal  frente  del  Poder 
Ejecutivo  haáta  el  28  de  febrero  ds  1875,  que  le  sucedió 
don  Juan  V.  Pampin. 

Asoció  ¿  su  gobierno  en  calidad  de  mínistrOr  al 
doctor  Mariano  Castellanos.  ,  .  . 

igvií^B.  JiJüM  VfCiEMTB  p^jJWPiiv,  (correntino),  y 
Dr.  José  Luis  Madariaga,  (correntino)  vice-goberna- 
dor, electo?  el  28  de  febrero  de  1875.. 

El  primero  ejerció  el  Poder  ejecutivo  de  la  p)rovin  - 
cia  dJesde  aquella  fecha  hasta  su  fallec¡mie«to,  que 
acaeció  el  9  de  marzo  de  1876,  y  por  ausencia  d^l  vice- 
gobernador Madariaga,  del  preside,nte  y  yiee-pre;si' 
dente  1°  déla  Legislatura,  entró  á  ejercer  el  marido* 
gubernativo  el  viqe-presidente  2*"  de  la  misma  don  Be- 
nito Vilegas,  desde  dicha  fecha,  9  de  marzo. 

El  señor  Pampin  organizó  su  ministerio  con  los  se- 
ñores doctor  Juan  M.  Rivera,  gobierno,  y  doctor  Ge- 
naro Pigueroa,  hacienda  é  instrucción  pública,  y  por 


608  PBO  YJHf  cía 

renuncia  de  éstos  e\  doctor  José  L.  Cabral,  en  reenipla- 
zo  del  primero  y  á  don  Nicanor  G.  de  Cossio,  en  lugar 
del  segundo. 

tdve-D.  BENITO  viiiLEGAí»,  (correntino)^  vice- 
presidente 2**  de  la  Cámara  Legislativa,  en  ejercicio  del 
Poder  Ejecutivo,  por  muerte  del  gobernador  J.  V. 
Pampinyen  ausencia  del  vice-gobernador  Madariaga 
y  del  presidente  1°,  desde  el  9  hasta  el  23  de  marzo  de 
1876  que  lo  asumió  el  vice-gobernador. 

Los  señores  Cabral  y  Cossio,  ministros  del  finado 
gobernador  Pampin,  continuaron  en  sus  respectivos 
departamentos,  con  el  gobernador  Villegas  y  su  suce- 
sor Madariaga. 

f 

r 

ts'KB-^j^w^.  M^HÉi  liCis  ;míijiaiiia«a,  (correntino)  vi- 
^  ce-gobernador,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  desde 
el  23  de  marzo  de  1876  hasta  el  25  de  diciembre  de  1877 
que  trasmitió  el  mando  gubernativo  al  doctor  Manuel 
Derqui,  su  ex-ministro  general,  electo  juntai)nente  con 
el  doctor  Felipe  Cabral,  para  gobernadores,  y  don 
Wenceslao  Fernandez  y  doctor  Juan  Estévan  Martinez, 
para  el  cargo  de  vice-gobernadores. 

Los  doctores  Derqui  y  Cabral,  electos  por  dos  frac- 
ciones políticas,  en  que  estaba  dividida  la  provincia, 
prestaron  juramentó  de  gobernadores,  ante  sus  res- 
pectivas juntas  electorales  el  25  de  diciembre  de  1877; 
pero  el  gobernador  saliente  Madariaga  hizo  la  trasmi- 
sión del  Poder  Ejecutivo  en  el  primero,  que  era  el  can- 
didato oficial,  desconociendo  la  legalidad  del  segundo 
y  del  doctor  Martinez. 

Esta  conducta  del  ex-gobernador  Madariaga  dio  mo- 
tivo de  protesta  de  parte  de  Cabral  y  Martinez  con 
amenazas  de  perturbación  d^l  orden,  en  toda  la  provin- 
cia. 

La  elección  de  Derqui,  protestada  por  medio  de   las 


DB>  0OtlRIflK*rBS 


ééi» 


aindas  poíreotisiderarla  ilegal/  ftfé  visfbletnérfté  iínpo- 
.pillar.     .":•  ...     ,      ■         '"•'  '» -  ••  '•'*''''.'    ' 

...  Ddrqui solicitó  la  intei>verici6í>  nacional.'  Acordaída 

lésta^  fueron  comisioDados  los  noinistro*  doctor  José 

Marta  Gutiérrez,  de  justicia,  culto  é  instí*áccíón  jiú- 

.  blioa,;  y  doctor  Victorino  de  la  Plaza,  de  hacienda,  en 
carácter  de  mediadores  oficiosoá;  cerca  de  ambos  par- 
tidos disideptes.    . 

Tqdos  los  esfuerzos  de   los  ministros  mediadores 
í^eroa   infructuosos,  pues  la  revolución  estallóel  2 

,  :de,febrerod¡e  1878,  embarcándose- en  segaiáa  elminis 

.  trp  Gutiérrez  paraj  Buenos  Aines  y  permaneciendo  el 
otro  ministro  mediador;,  hasta  nueva  órderi  del  presi- 

,  dente  Avellíaneda.  '      •  : 

*  >  ' 

.  Mediante  ciertas  promesas  dp^  éste;  comunicadas  á 
.loarevoluicríoharios,  por  eoííáuoto  del  ministro  Plaza, 

V  3e  ^btu\x>  el  aparente  desarme  de  éstoé. 

(.  Sin  em^arjgoj' libre  la  proviitciáf de  la  intervención 
Jíaeioiial,  se:prbdn)o  un  fuerte  choque,  én  Ifran,  él  18 
de  [febrero  de  1878^  entre  las  f»erzás  de  la' revolución, 
al  m^ndo  de  los  coroneles  Mareos  Azcona  (gef^  de 
ella),  Eustfiquio  Acuflay  Reguera,  y  las  deJgóbiér- 

;.nQ  titilado  lega^l  del  doctor  Dérqui,  alas  6rdei>es  de  los 

.porpneleS:X4UCÍano  Cáceres  •  j  Onofre  Aguirre^  el  cual 
fué  adverso  á  las  de  ésto$y  que  fueron  muertos  en  la 
persecución,.  ;     .  .  ■ 

.    Los  otros  ministros  del  gobernador  Madariaga,  én 

.rjeemplazo  dedpn  J.  L',  Gabral  y  N.  G.  deCossio,  qtie 
habían  renunciado,  fueron  el  doctor  Soveno  Fernandez 
y  don  Sebastian  Alegre.  El  doctor  Derqui,  qoé'fué  él 
último  ministro  nombrado,  renunció  el  cargo  el  12  de 
noviembre  de  4877,  e«  decir,  poco  rftcfe  de  ñn  fnes  dé' 
la  elección  de  gobernador .  ' 


•  1      ,  ,    .  •     .   .  '•  .  .  .  .  .    ■!        I 


ñfi?9%*^J»é.  JMAittfil^ B£B«VI^  puesto  en  posesión  del 
i]^9^p(}i^  do  lia  pitovincia,  el'25  de  dicicmbre,¡poít^a  pre- 

39 


6(10  .  iBaoTivoiAx 

dQ^esoT;  eji  dootor  M^Klarif^ga,.  con  tría:  la  voluntad  de  a 
mayoría  del  pueblo  correntinooque  protestó,  por  la  vía 
pacíQc^,  primero,  y  wti'  laa  armas,  despu68,ihastá  el  22 
d^  febrero  de.l<S78  que  puso  á^disposicion:  de  urlode 
los  dos  .QoD;i.isÍQnA(}o3  nacionalesidoctor  iVietarino  de 
Ja  Plaza,  (el  otro  que;Io  era  el  doctor- José  M¿  Gutiérrez 

.  se  habí  a. ya  retirado)  que  había  quedada  solo,  toda  la 
guardia  nacional  movilizada  por  Derqui,  para  sofotor 
la. rebelión  ó  protesta  armada  contra  su  elección. 
Retirado  el  coiíaísionado,  por  orden  del  gobierno  na- 

.  cional,  .eL.gpberaadoT'  Derqui  se  vio  esti^e&hado  cada 
dia^xias  por  Iqs  revolucionarios,  basto  que,  pen^eguido 
en  su  último  atrincheramiento,  dentrode  \k  capital,  no 
pudo  menos  que  comprender  que  su  eleodbn  no  haMa 
sido  la  espre^ion  del  {Mueblo.  Gorireatihoj  desde  qiié  no 

^encqntfab^  ep  la  provincia  quien  defienadiera  bu  gobier- 
no. Sus  defensores,  ios  coroneles  LocianofOáceres  y 
PnpfraAguirire^  [habían  sucumbido' en  la  persecución 
que  se  lias  hiciera  después,  de  sju .  derrota,  ^^el  18^  de 
febrerp^  en  Ja  citada  batalla  de  Ifran.   < 

Su  ministerio  fué  compuesto  sucesl varéente  de  los 
doctores:  Fidel  SaenaCavia'v  D'ésideríb. Rosas. 

El  doctor  Derqui  dirigió,  el  18  de  rfiayo  de  1878,  á 
Jos  gobernadores.de  las  provínolas  una  bircular  an'uií- 
ciándoles  que  «graves  asuntos  dé  interés  publicóle 
obligaban  á  trasladarse  á  Buenos  Aires  por  pocos 
^  diaSj  quedando  ea  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  du- 
rante su  ausencia  ql  vicerpresídente  déla  Legislatura*» 
:  En  afei^to»  el  día  antes  espidió  un  decreto  en  el  sen- 
tido acriba  espresado. 


1 1 


1999— iir.  iricrimiivo  i^m  la  pIíASA,  ministro  iu- 
terventor  nacional,  quien,  eavi^tadequb  teldes&rme 
de  las  fuerzas  revolucionarias  no  se  verificaba  con 
lealtad^  no  haciendo  enitreg^  depila'  Bol^4*mi¿n0toA.  ?lé 
los  moschos  que  tenian^*  >  seg»n  se  deoíaij,  ^ú  ít  dé  fiíar- 


DB/eouinnES  eif 

'siO,^en  auícfsuréóteri  espidió  oa  decrfeto-  declarando  re- 

.,.bel4)9^/^4)0.d.c}s:los  qlíe  se  mantuvieran  en -armas  y  otro 

vno»br«inido,gcfe'pollüco'y.iinilítar de  Bélía  Vistiay  San 

Roque,  viniendo  así  á  ejercer  autoridad  de  carácter 

-  pravíacial'y  con' absoluta  prescindericiá*  de  la  autoridad 

Al  fin  fué  mandado  I*etíra^e^doct]o^P1á^&,  dejando 
á  la  provincia  en  completa  libertad  para  dirimir  la 
cuestión,  que  terminó  con  la  definitiva  caida  del  doctor 
Derqui,  á  quien  se  trataba  de  afirmar  en  el  gobierno, 
apesar  de  todas  las  resistencias;  pero  prevaleció  el 
buen  sentido. 

tgVS—B.  AUGUSTO  DÍAZ   COLODBEBO,    vice>-presi- 

dente  I**  de  la  Legislatura,  en  ejercicio  del  Poder  Eje- 
cutivo, por  ausencia  del  vice-gobernador  (don  Wen- 
ceslao Fernandez,  que  tuvo  el  buen  tino  de  alejarse 
del  incendio)  y  del  presidente  de  la  Cámara  de  dipu- 
tados, desde  el  17  de  mayo  que  el  doctor  Derqui 
espidió  su  decretOj  manifestando  el  deber  en  que  se 
hallaba  de  ausentarse  de  la  provincia  por  unos  dias. 

El  doctor  Desiderio  Rosas  continuó  en  el  cargo  de 
ministro  con  el  señor  Colodrero. 

1899—0.  MAMUEii  AMTOMIO  F£BBÉ,  presidente  de 
la  Legislatura,  en  ejercicio  del  Poder  Ejecutivo,  hasta 
el  15  de  octubre  que  entró  en  posesión  del  mando 
el  vice-gobernador» doctor  Juan  Estevan  Mariinez. 

1898— Dr.  JUAM  ESTE VAM  MABTINEZ,    vice-gober- 

nador,  electo  dos  veces  por  el  colegio  electoral,  y  pues- 
to, la  2*  vez,  en  posesión  del  mando  de  la  provincia  el 
15  de  octubre,  por  hallarse  ausente  en  Buenos  Aires  el 
doctor  Felipe  J.  Cabral,  gobernador  electo  en  la  misma 
fecha, 

1898— Br.  FELIPE  j.  CABBAii,  gobernador  consti* 
tucional,  nombrado  el  15  de  octubre  y  puesto  en  pose- 


í^2 


ratviMftA 


j^ion.del  cargo  el  8  de  noviembre,  habiendo  <noftibrado 

jnínistros^  ios  señores  doctor  ManuelJ.  Matitíita,  go- 

.   biernQ,  y^oa  Valen tiu  Vi rasoro,  hacienda  é  infetra^ción 

Hai^ta  la  fqcha  do  la  publioacioii  de  la*  presenté  His- 
toria, octubre  de  1879,  el  doctor  Cabral  continúa  en  el 
, ¡gobierno  de  íla  provincia  de  Corrientes^ 


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IX 

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Introdaccioir 

AdVertencift 

Prieli  minar  •','  .     •  *•   *.   '.  '.    '.   '.     .   ',   '.   '.   ..     ...    .  . 

Orobologfa '  de  los  acíeÍanta^o$  y  gób'eruadore8-^Í5S5  i  17.76  •  »        ,'^^^* 

Cronología  de  loa* Tirteyes— '1776  4  MÍO.     ..*.'.,' i   ,..  .  .       x^xn 

AÍemoria-dei  virey  mtircfuéií  def  Atiléft,  eli  1801.     •     .'•'.'.  .   ,    xltii 

Üiytsion  del  viremato.     .'.•.*.■.     .     .*.*•'.*.     .     •  •         xori 

Obispado- de- Buenos  Aires  ".  *.   *.    *.   '.     .    '.     .    *.    '.     .     .  .•        xcix 

Fnndaciüu  dé  ciudades.    '.    ' 


• 


,,.  . 


r  ♦      • 


PROVINCIA  DB'BÜBNOS  A1BB8 


:.  .  I 


La  Junta  :  ■'. '  ■.  .'^-  .-....•.•..•.  y\y  .  :  \\\  'í: 

Domingo  Mátheu.     . *   ..•.'.•.*.     .     .'  .*  .     ,     .     .     .     .    *.'     ^ 


Trionvirato. 


•         • 


•         • 


•         • 


«         « 


«  • 


V 


•  • 


Q^BBBNAPORBa  XHTBKDBXTU      . 

*  I  , 

Miguel  de' Azcuénnga, 8 

Antonio  G.  Balcarce 10 

El  Cabildo.     .     .    \  /.'.>;•••.    ^     .     ;   '.'•  '.'•'.  '?A\)i»16,  30,83,  37 

Manuel  Luis  de  Oliden 11 

Mkreelitíd  Dta^  dé  Tá  Pe&a.  -  .     .     ...•..-.•.•.•.     .     .     .'   12 

José.Rondeaü ....     ;    ^    V    .  ' .     .    ;•'.'..     .     12 

Joan  Ramón  Balcápce 1^,  19,  80,  132<,  186,  850  ' 

Pédío  Ihafie» .    ; ...,•.•..'.     .     ;    18  ' 

Ettstoqttó  Díaz  Velez  .     .     .     .     .     .     .     .     ....     •    ."  .  13, 888' 


614  ÜIDIOB 


Fio. 


Miguel  de  Irígojen .••....  15,  21 

Juan  Pedro  Aguirre.     ...• 16 

GOBERNADORES  DB   PROVINCIA    . 

•1   i  :  r'  /  I 

Manael  de  Sarratea  ....'...'.; 16,  18,  21 

Hilarión  de  la  QuÍQtana - 17,441 

Ildefonso  Ramos  Mejía.     ...».- 27 

Miguel  B.  Soler 81 

Manuel  Dorrego 32,34,84 

Marcos  Balcarce 83,  85,  41,  132 

Carlos  de  Alvear ^.   „    .    3^ 

Martin  Rodríguez.    '.    '.    *.     ,    .    \     .    \    .  sV,  40,41,42,44, 50, 66,100 
Juan  José  Viámónté.     .'.'.'..     ..'.'.*..  42,' 126,  139,  U%. 

Bernardino  Rivadiivi  7  J(ai;>iiél  José  Gárciip.  Í4,'49^,^Í,  67,  7jO,  77,  ;130».U? 
Francisco  de  la  Cruz    .     .     .     •     »    ..     .    .»-t.     .    •     .     «     •     .  40,  70 

Juan  Gregorio  de  km  Heras.   \     ..    .    ,    ,.,..-,    ••,.,♦     >     .  60,  71 
Vicente  López.     .............  82,  246,  240,  251 

Tomás  Guído\     .    \    .    \    '.    .     .*...*.    .......     .     .    80 

Juan  Lavalle  .    '.    '.     .     ......    '.     .     .    .    „   91„  00„;03,:392 

Guillermo  Brown. 08 

Juan  Manuel   Rosas 128, 182, 186,  141,  167,  108 

Tomás  Mannel  de  Ancborena. 130,  132 

Mannel  V.  de  Maza • 140,  165 

Felipe  Arana  .     .     •  ..  .!j  .  ^^  .  •     '•••,•!  1   /•:••»  j--  •  "í  •     •     •    ^"'^i  ^41 

Manuel  Insiarte  ..'.'.'., 241 

Justo  José  de  Urquiza 243, 250,  253,  477,  !l82 

Manuel  Guilíermo  Piíito  *  .     . '  .     ......".  248,  25fií  256, 258 

José  Miguel  Galán.  *  .'  .     .*  .     .*   .*   .'   .     .*   ....     .     .     .   254^405 

José  María  Firaii.  '.'..■.'.'.     •     . 256 

Valentín  Alsína •,:.-.•     .257,276,277 

Lorenzo  Torres,  Frandsi^de'las^Otfrrá'as  y 'Jbs¿  María' )^z    .    .    268,  479 
Nicolás  Anchorena 26i 

,,;     .,,  GppBRNADORBS   CONSTIT^CIONAUS. 

Pastor  Obligado -    ;  5»6;.  36»^  271,  274 

Jua^  Bautista  Pefi^  y. Manuel  escalada. .  .    .....     .....     *     .     .  2&7 

Fiaipe  MavaU^l    .    v    ,.;.. 270, .  274,.  2Í!6^  2Í7,  278 

Bartolomé  Mjtr^  ......     • ^^0,  285,  2«8,  415 

Manuel  (Ocampo  .     . .     .».'...    284,  287 


ífSMttÉ  61 5 

> .  Pío. 

ViioeDt» €azou.  ^  *  -  ^  .  .  .  •.  •.  ,•.•••..•.  .'  ."'.  289 
Mariano JSa^yeiJra,  •»..•«•  i  <  •'  •  '.  ^.  ...  .  2S9 
A.fK>lfo  ^l8¡Da«    **.....     w    •..•.♦;.•••     .    49íJ,    294 

BimUo  Castro .....•.•,•.;...    294,   497 

líariano.Aooflta    # i     s>    ;     ;    '.     .     .     .     .802 

Aharo  Barros^  ••••  ...t;  i  /.-.:;'.  '.  '.'1306 
Qáilos  jOasasts,  i>  j  .••••/  ^  •  ¿  ¿  .;#•'  .  .^09 
QáarloaíTfejedór .•.•....' 316 


'♦ '  ♦ 


PAOVINCIÁ  db  sakta  fb 


•  • 


Aétb  d«  ^ndaclon*  dtf  la' ciudad  de  Santa  Fe.     .     .'.     .    •     •    ,     f319 

Áctk  Jr  ihenimra  ..••.»..     .  * '.'•.,    .     .822 

•'  • .     .   - 

TBHIBNTBS  GOBBEKADOBBS. 


•  • 


Pradencio  M.  de  GasUtiadáy.    ,     .     .     .    .     /   .    ...     v  ^     *    /-.W 

Pedro ^ornáa  de  Lafrecbea    .     ...     .     .     .     .     .     .     .^84^341^.864 

tóelchbr  EcKagÜe.  *  .     .".'••..     .    ..     .     ...»     ^    •     •^^84 

Manuel  Raíz   .'•',*.. ¿    *.<    »  88/& 

Juan  Antonio  JPereira 4     »    •  . »    f.  djS6  . 

Antonio  íjUÍB^Beruti. »     •   -;     •     é  887, 

Luciitno  Montes  dé  Oca.     • •...••     •'    *  W 

Ignacio  Alvares' y  eliomis *     .     •     .     .     ...»'.  ,^388, 

Eusioquió  Diaz  Yelez ,,.,-«.>...•   ,v  888: 

Francisco  Antonio  Candioti «   f    •  889 

•     •  .»•♦••  • 

Juan  Francisco  Tarragona ..«•••.*•  841. 

Mariano  Verá  .     • • ,846 

El  Cabildo.  *.".'..     . '..'•...•...  848 


• 


A  I 


GOBBBHADOBBS- DB   PROVINCIA''  .  ' 

EsUnislao  López.     .    ,4     «,   ^  MS^.iS&l^tiSSSfS^  8^«8ft4)  856,  858,  359,  861 

Luis  Aldao 348 

Joan  Bamon  Balca.rce  .     ...    •  .  ,    •'«>•*••  *"K     •■   4    •     •     .  850 ' 

Francisco  J.  Kiklison    •...«•• 851 

Juan  Luis  Orrego.    *.  .^,f    .*    «    »     «.    »•  •  <    ^«  </«.   w>    •     •     •     •  852 
Pascual  Ecfaagüe.     ....  353,  354,  395,  466,  467,  468,  472,  473,  476 

DfíiD^ngo  Cullen    .  ,.     .     •  .. 358,  359,.860/86l4<967,897 

Jopí,Elia8  GalÍ8.teo. .     .........     .........  .\.    ^    *     .    8W¿'379 

JnflAPablp  IfOpez  . .    . 881,  8d8»80fiv40i,  (100,410 


Fia. 

Joftá  Ramón  Méndez .    ...•.•..    ^     •«    ^    ^    ««;    >.   S82,  89S 
Pedro  Rodríguez  del  FresnQ    t     •     t     <•••••#'   '^  '  w     •     .  887 

JuAn  Lavalle •     ^    ..*»•.»#«'•'«     .  99Z 

Manuel  Oribe ^     ••••••.'    .  896 

Eataníslao  Zeballos  ...•,, »     »     .     .     .  806 

Urbano  de  Iriondo »     .     ^     .  897 

Domingo  Crespo  .     .     ^     .     .     ^     , 399,400)402,415,496 

Manuel   Leiva ^    .     «    «    ..    ^    ..    .  .400,   401 

Ricardo  Aldao • 402 

José  María  Cuiten 408,  406, 423 

Juan  Francisco  Seguí.     •     .     •     .     .     •    '.     .     •    • 403 

Severo  González ,.     ,.    •  .  «     •  ,>    ^    ^6|  406 

José  de  Aménabar   .*.'•*.    ...     ,     .     .     ,     .     .^  *  409,410,411 

Mariano  Rodríguez  «1   .'   •     .'    .' 409* 

Santiago  Derquí 409 

Rosendo  María  Praga.  •". '  ;  ^.'    .     :'   V    :     .''V'\     .     .410,411,412 
Pascual  Rosas *     .    ^    •    .    ,.     ^    414,  427 

I  ^  ' 

Mañano  Comas*   .'.'.'•'.'.'..'.'.•'•    \     ^     .     ..   414,   429i 
Tomás  Cuiten.     .♦    ,•   .•    .     .*    .•.*.•.•.*.     .     .    i     ,     .     •    .  415 
Bartolomé  Mitro  .•   .-   •     .•.•.•.*.'.■.*.     .*  .'  .     .     ..   „   ..  461 

Patricio  GuUen  •  .•  .     .•  .'  .     .'  .     .'  .     .*  .     .'  . 'Z  .;,4lé,  418,420. 
José  María  Bchagtte.  •.•.'.•.     ..■.*.*......  4l6,  418,  420.' 

José  María  ZuTÍría  .     .•.•.*.'.■.*.*.     .*   .'    .     ...     .     ,     .  417, 

Nicasio  Orofio.-   .♦   .,  .     .'  .     .     .     .'  .     .     .     ,'/.,'  •     •    *19,  ^20 

Tiburcio  Aldao     .     .•    .     .     .*.'..     .'   .'   .    '.     ....'.     ,.   .     .  422 

José  Benito  Grana  .  ■  .  .•.♦.•.•..•.'.:..;  T  ^.  '..'.•  424 
Camilo  Aldao.-  .•.•..■.•..•.•.  .'  .'\'  !  .  '".  ,  \'  ',  426, 
Matrano  Cabal.  •  ...-..■.•.     .     .     .'  .     ."..'.     .427,   4*28 

Simón  de  Iriondo.  ..•    .' ..'.•.•   .427.  428,  429,  4,31  ^ 

Setwtodo  Bayo    ..•..-.•.•.     .  •  .     ...'.•.     .  428, 429,  4J0  ' 

Anreliano  Argento    .     .     « 429 

Jnan  Manuel  Zavalla  .  *    ..-.^    •    •  ; .  >    «.v    ^' ^'^^ 

I*ROVIKCIÁ    DB  fiytRB  RIOB    • 

Fundación  de  loa  Pueblos  de  Entre  Kos • .  • .     .    .  - .     .     .486 

•  •         •  •  ■  • 

...         00MA1IDANTB8   DB  LOS  PARTIDOS 

José  de  Urc(u¡áa  •  •  . '  *    •    ♦ •.•••.•.•.•••..*.     .  440 

José  Miguel  Díaz  Velez • .     •     .     ¿     . '  .  •441 

Hllarioo  ¡de  fai  Quintana. '  / ...*.•.*.    ...    .    .441 


Fio. 

i 

Blas  José  Pico ....•..♦    •442 

Jjian .  Joe¿  Viamonte 4     ^    «i    •     .^442 

José  Ensebio  Herefíú ••••••    i»   ••  443 

José  Francisco  Rodrigaez «...  444 

FraoGÁsoo  Ramirez   .     .     •     •     . ,•    .• .  •  :444,  531 

I^icardo  López  Jordán.     .....  545, 452,  454,  455.  462,  4i64,  5&2 

■  ■         • 

GOBBRKADORBS   DE   PROVINCIA 


Lncio  Mansilla 446 

Joan  León  Solas.     .........    ..    ..  450,  451,.  456,  459,  56^ 

Pedro  Barrenechea  .     •    .     .  451,  457,  460,  461,  462,  464J  466,  467,  472 

Vicente  Zapata .  452,  465,  457,  472,  473,  475,  476,  477 

Mateo  García  de  Zúñiga. 454,   455 

Jnan  Santa  María *....•..  456 

Pedro  Pablo  Seguí    . ..'..,     .461,478,480 

Pedro  Espino 464 

José  Ignacio  de  Vera  .     •     .     *  •  .  ■  .     .     •     .    \    '. ^65 

Toribio  Ortiz .466 

Pascual  Echagüe.     ......:  466/467,  46»,  472,*475,  476,  549 

Btarísto  Carriego 472,   532 

Vicentedel  Castillo  .     .     ;     ; '..'..     .     .476 

Cipriano  J.  de  Urqniza.     ;..........:  476, 482,  484 

Jnsto'JosédeUrqniza  ;     ;     .     .     .     .  477,  482,  497,  4»8,  499,  500^  602 

José  María- Paz  ........:..;......  479 

La  Sala  de 'Representantes.     .......-;...';..  481 

Antonio  Crespo ;.;..:.'......  484 

José  Miguel  Galán .;...';.  496 

Salvador  María  del  Carril;     ;     i     .     ;     .     .     .     .•.•.•.■...  496^ 


GOBERNADORES   CONSTITUCIONALES 

Manuel  Antonio  Urd i narrain .'    '.     .     .     .    497,  498 

íuan  Barafiao. '...'..     .499,501,502 

Ricardo  López  Jordán  (hijo) .'.....'   499,   605 

José  María  pominguez. ¿00,   501 

Fidel' Sagastume  .     .     .     .' ;.'...    502,   604 

Emilio  Mitre  ..:....: '•.....  507 

ApolInaHo  Bénitéz '.    *.     ;     . .:....     .507 

Francisco  Pico :.:;...  607' 

Emilio  Daportai  .........;;:     .'  •  .     ....  808 

-  '  ■  '40 


6Í8  fi^tta 


Fio. 


Jaa»  Espinóla.   •.♦.•.♦.•.     ..•.•.•.•.     .  •  .  • 608 

LéonidaB  EchegOe    ....'.*...*..'....  509,  610,  611 

Salivador Ecpelett.    •.     .  .     . 609,  610 

José  R.- Baltoró  • . 611 

Ramob    Febre.    •....•..♦..    •.    •.    •.•.•....    611,  513 

Mateo  f&rtfi  •     .'    .'•....•...•.. 618 

José  Francisco  Antelo  .     ,  ' 613 

PROVINCIA   DE    CORRIBKTBS 


1 


FaudMcíóii  ...     t     ...•....■.;.    • 617 

*   ,     •        •   .  1  •  •     • 

CÓMANDANTEÍ3 

•  ... 

Pedro  FondeVila .'...,  628 


T  • 


TB|(IBNXB3  GOBERNADORES  . 

Elias  Oalvaa *....,  628 

Juan  Aagel  Fernandez  Blanco 62á,  626 

Joaquín  Legal  y  Córdoba •  624 

Carlos  Casal .624 

Ensebio  Vajdenegro.     ,<,..-...... 62.4,  626 

Toribio  Lnzuriaga    .     •     .     , 624 

José  León  Domínguez , «•••  624 

Juan  Bantista  Méndez 626,  627,  630 

Genaro  Perugorria .••..*••  626 

Jo4é  Silva 626 

Francifco  de  P.  Araujo • 627 

Andresito 627,  628 

El  Cabildo.     ..'.'..'.'...'.'::....    627,   630 

José  Francisco  Vedoya ....•>.  627 

Pedrq  Campbell 630 

Francisco  Ramírez 631 

Ricardo  López  Jordán • 632 

Evaristo  Carriego 632 

Nicolás  Ramón  de  Atienza. *    •  632 

Juan  J.  F.  Blanco ¿G3 

P^o  Ferré 538,  634,  638,  648,  651 

Jnan  Felipe  Gramajo. 634,  63*7,  638,  544,  645»  647 

Pedro  Dionisio  Cabraí 537,  650,    660 


, 


ivvjuup  619 

Fio. 

Manuel  Antonio  Ferré 544,  550,  560^  593,  587,  611 

Rafael  León  de  Atienza •..,..««  54$ 

Genaro  Beron  de  Astrada ..».<  ^46 

Pascual  EchagÜe. , 549 

José  Antonio  Romero »     .     •     ..550 

Juan  Manuel  Vedoya «     .     •     •  550 

Justo  Diaz  de  Vivar •    .  •  ;     .  564 

Juan  BalUsar  Acostar 564,  56^  571,  536 

Joaquin  Madariaga ..•..#  560,  569 ^  570 

Gregorio  Valdés  7  José  I.  Márquez 570, '575, 536 

Miguel  Yirasoro *  575,  582 

_  * 

Benjamin  Virasoro , 578,   579 

Domingo  Latorre 579,   582 

Luis  Molina 583 

eOBBRNADORBS   CONSTITUGIONALBS 

* 

Juan  Pujol..  . 683 

Pedro  Diaz  Colodrero 587 

José  María  Rolon 587 

Antonio  Diaz  de  Vivar 588 

Manuel  José  Ruda 588 

José  Pampin '  .       589 

Pedro  Igorzabal 590, 598, 599 

Manuel  Ignacio  Lagrafin 590,  592 

José  Ramón  Vidal 590,  592,  594 

Wenceslao  Robles.    .         - 591 

Junta  Gubernativa  ó  Triunvirato.         591 

Wenceslao  Paunero 592 

Kvaristo  López 692,693,596 

Francisco  Escobar 596 

Victorio  Torrent • ^96 

José  Miguel  Guastavino 597 

Santiago  Baibiene 597,  598,  599,  600 

Gregorio  Geballos 600 

Filemon  Diaz  de  Vivar 600 

Agustín  Pedro  Justo 600,  605 

Desiderio  Sosa 606 

Junta  Gubernativa  ó  Triunvirato 605 

Manuel  de  Jesús  Calvo 605 

Gregorio  Pampin 606 

Mignel  Victorio  Gelabert 606,   607 


620 


fVDlClS 


PlG. 

Wenceslao  F.  Cabral 606 

Tomás  Vedoya     . 607 

Antonio  Cabral 607 

•Tuan  -Vioente  Panipin * 607 

Benito  Villegas 608 

José  Luis  Madarisga '    •'    .* 608 

Manuel  Derqui 609 

Victorino  ¿é  la  Plaza  .     ; 610 

Augusto  Díaz  Colodrero 611 

Juan  Efltevan  Martinez , 611 

Felipe  J.  Cabral 611 


t  • 


ADVERTENCIA 


El  tomo  segundo  da  principio  con  la  Cronología  His- 
tórica de  loB  descubridores,  conquistadores  y  gobernado- 
res de  la  antigua  Provincia  del  Tucuman,  desde  el  año 
de  1542  hasta  el  de  1810  y  continúa  con  la  Historia  de 
los  gobernadores  hasta  la  fecha. 


FIN   DBL    TOMO   PRIMBRO 


«  I 


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