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Full text of "Historia de los premios militares, República Argentina; leyes, decretos y demás resoluciones referentes á premios militares, recompensas, honores, distinciones, gratificaciones, etc"

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H16T0R1A  DE  LOS 
PREniOB   niLlTAREB 


REPÚBLICA  ARGENTINA 


DQioistePio    de    Güeffa 


}{isloria  de  los 


V 


premios  jMüitares 


REPÚBLICA  ARGENTINA 


LEYES,  DECRETOS  Y  DEñAS  RESOLUCIONES 

REFERENTES  Á  PREHIOS  MILITARES,  RECOMPENSAS,  HONORES, 

DISTINCIONES,  GRATIFICACIONES,  ETC. 

III  TOMO 


BUENOS  AIRES 
Talleres  Gráficos.— Arsenal  Prlncifal  de  Guerra 


fnedallas  y  Escudos 

de  la 

Independencia  Sudameí^icana 

Acordados    á    militares    argentinos 


LEGIÓN  DE  MÉRITO  DE  CHILE 


N"  I.  —  Pequeño  escudo  esmaltado  de  azul,  sobre  el  cual  resal- 
tan doradas  la  columna  y  el  globo  de  las  armas  del  Estíido:  á  su 
contorno  se  lee  Legión  de  Mérito  de  Chile.  Del  centro  del  esciido 
parte  una  porción  de  rayos  de  plata  en  la  decoración  de  los 
Lesrionarios  v  de  oro  en  la  de  los  Oficiales  v  Grandes  Oficiales, 
que  pasan  á  través  de  una  orla  de  laurel.  Sobre  la  estrella  de 
las  mismas  armas  aparece  el  mote  venc-en-cha  para  los  que  se 
hallaron  en  la  acción  gloriosa  de  Chacabuco,  y  libertad  en  las  que 
se  dieron  posteriormente  á  individuos  que  no  tuvieron  parte  en 
ella.  Al  todo  corona  un  pequeño  lazo  con  argolla  para  prender 
la  cinta.  El  lado  opuesto  no  se  diferencia  más  que  en  el  círculo 
del  centro,  que  siendo  igualmente  esmaltado  de  azul,  representa 
una  cordillera  esmaltada  de  plata  con  un  volcán  de  oro  en  la 
mayor  eminencia;   al  contorno  se  lee: 

«HONOR    Y    PREMIO    AL    PATRIOTISMO» 

Cinta  blanca  y  encarnada. 

Rara.   Plata.   Peso    ii    gramos. 

La  medalla  N°  i,  conforme  á  las  disposiciones  del  decreto 
de  creación  de  la  Legión,  es  el  premio  al  legionario  Vencedor 
en  Chacabuco.  El  número  2  es  para  los  que  no  estuvieron  en  esa 
acción  de  guerra  y  corresponden  á  los  Grandes  Oficiales  y  Ofi- 
ciales,  respectivamente. 

N°  2.  —  En  esta  medalla,  la  primitiva  forma,  ó  sea  la  del 
número  anterior,  se  ha  convertido  en  una  estrella  de    cinco    pun- 


tas  con  preciosos  esmaltes,  y  substituyendo  el  mote  Venxedok  ex 
Chacabuco  por  hoig.  s.  ynst.  de  un  lado,  y  en  el  otro  se  ha 
puesto  LIBERTAD  cncima  de  un  escudito  que  carica  h-ov.  Además 
la  leyenda  que  la  medalla  N°  i  lleva  en  el  anverso,  en  ésta  está 
en  el  reverso  y  viceversa. 
Oro.  Peso:    14 


Legión  de  mérito  de  Chile 

Buenos  Aires,  Noviembre  25  de  1S17. 

Habiendo  consultado  el  Supremo  Director,  si  los  Gefes  y  demás 
militares  dependientes  de  este  Gobierno  podran  aceptar  la  condecoración 
con  que  se  les  distingue  en  el  Reglamento  de  la  T.egion  de  Mérito  de 
Chile,  y  si  las  gracias,  exenciones  y  prerogativas  que  goza  aquella,  podran 
gozarse  también  dentro  de  este  territorio. 

El  Congreso  Nacional — 

RESUELVE : 

Accédese  á  la  incorporación  de  individuos  de  este  Estado  en  la  Le- 
gión de  Mérito  de  Chile,  bajo  modificaciones  que  deberán  fijarse,  á  cuyo 
efecto  se  nombrará  una  comisión  que  las  presente  en  proyecto,  las  cuales 
aceptadas  que  fuesen  por  el  Congreso,  se  pasaran  al  Poder  Ejecutivo 
quien,  si  por  los  conocimientos  mas  inmediatos  que  tiene  de  las  relacio- 
nes de  este  Estado  con  el  de  Chile,  y  de  las  circunstancias  del  Ejército 
Auxiliar,  creyere  necesarias  algunas  reformas  ó  adiciones,  lo  representará 
á  esta  corporación  para  proveer. 

[Redactor  del  Congreso  N°  30). 


Buenos  Aires,  Diciembre  9  de  1S17. 

Tomado  en  consideración  el  proyecto  presentado  por  la  comisión 
nombrada  para  informar  sobre  el  decreto  ereccional  de  la  Legión  de  Mé- 
rito Chile, 

El  Congreso  Nacional — 

RESOLVIÓ : 

El  Director  Supremo  del  Estado  hará  presente  al  de  Chile,  que  el 
Soberaao  Congreso  mira  con  sumo  aprecio  el  establecimiento  de  la  Le- 
gion  de  Mérito,  y  se  complace  en  el  nombramiento  de  los  que  deben  com- 
ponerla de  presente,  según  se  expresa  en  el  decreto  de  erección,  agrade- 


ii^<¿:¿<«4^   'i^'mciM  ^  //'  M/  if.i-  t(Q!yui^ea  t  -¡ña^fz/a 


ciendo  esta  demostración  con  que  honra  y  distingue  á  los  beneméritos  de 
este  Estado :  que  por  lo  mismo  presta  gustoso  su  consentimiento  para  que 
estos  admitan  la  gracia,  y  puedan  ser  incorporados  en  la  Legión  de  Mérito, 
pero  bajo  de  ciertas  condiciones  que  este  Cuerpo  Soberano  cree  necesarias 
ó  convenientes,  y  que  deberán  acordarse  entre  el  Director  Supremo  de 
este  Estado  y  el  de  Chile  para  que  el  beneplácito  del  Soberano  Congreso 
tenga  efecto:  siendo  de  esperar  que  el  Gefe  de  la  Legión  condescienda 
en  ellas,  y  tenga  á  bien  este  paso  que  está  apoyado  en  buenos  ejempla- 
res que  presenta  la  historia  de  las  ordenes  militares  de  Caballeria  de  que 
son  Gefes  diferentes  Soberanos.  Deberá  pues,  el  Supremo  Director  de 
este  Estado  quedar  de  acuerdo  y  convenido  con  el  de  Chile,  en  las  con- 
diciones siguientes: 

I"  Que  los  grandes  oficiales  dentro  de  este  territorio  usen  la  banda 
debajo  de  la  casaca,  y  sean  eximidos  de  cargar  diariamente  la  divisa  de 
la  banda,  quedando  reducida  á  los  dias  más  solemnes  de  fiestas  religiosas 
ó  civiles,  en  que  convengan  ambos  Directores. 

2°  Que  fuera  del  Estado  de  Chile  no  tengan  lugar  las  prerogativas 
y  exenciones  siguientes:  las  de  los  grandes  oficiales,  reducidas  á  que  gocen 
y  tengan  los  mismos  honores  de  Brigadier  General  del  Estado,  y  el  tra- 
tamiento de  Señoría  de  palabra  y  por  escrito;  la  de  los  oficiales  á  quienes 
se  les  concede  el  rango  y  carácter  de  gefe  de  ejército,  y  que  toda  cen- 
tinela les  ponga  las  armas  al  hombro  y  las  guardias  de  la  plaza  se  les 
formen  en  pelotón;  las  de  los  legionarios  á  quienes  se  dá  carácter  de 
oficial  de  ejército  y  se  les  concede  que  toda  centinela  les  ponga  armas 
al  hombro.  El  Soberano  Congreso  juzga  que  dentro  de  su  Estado  no  debe 
admitir  excepciones  ni  variaciones,  y  diferencias  en  las  ordenanzas  mili- 
tares que  rijen,  ó  que  en  adelante  regirán  y  de  consiguiente  que  todo 
individuo  del  ejército  que  tenga  precisamente  el  carácter  v  rango  de  su 
graduación,  goce  de  los  honores  y  distinciones  que  las  ordenanzas  le  señale. 

3"  Las  prerogativas  del  soldado  que  por  sus  hechos  gloriosos  consiga 
esta  distinción,  á  saber,  que  no  haga  en  su  cuerpo  mas  servicio  que  pu- 
ramente el  de  armas;  que  sea  siempre  el  primero  entre  los  de  su  clase; 
que  si  le  acomoda  deje  de  comer  en  rancho  con  sus  compañeros,  y  no 
pueda  ser  insultado  ni  vejado  de  modo  alguno:  se  admiten  dentro  de  este 
Estado. 

4°  Que  los  crímenes  y  delitos  cometidos  fuera  del  Estado  de  Chile^ 
por  algún  miembro  de  la  Legión  que  pertenezca  á  este  Estado,  y  sea 
aprehendido  dentro  de  él,  serán  conocidos  y  juzgados  por  los  respectivos 
Tribunales  á  que  corresponden  según  la  ley  ú  ordenanzas,  y  las  senten- 
cias ejecutadas  sin  otra  confirmación  que  la  que  según  la  ley  ó  estatuto 
debe  dar  la  autoridad  de  este  Estado.  El  miembro  de  la  Legión,  por  serlo, 
no  deja  de  ser  de  este  Estado  y  subdito  de  él :   Aquel  honor  no  le  desata 


lO    — 


el  vínculo  social  que  lo  ata  y  sujeta  á  sus  gefes  naturales,  ni  puede  el 
Estado,  por  ninguna  consideración,  privarse  del  derecho  privado  de  co- 
nocer y  juzgar  todos  los  delitos  de  los  que  forman  la  sociedad:  este  es 
un  atributo  de  la  Soberanía  que  se  ejerce  por  los  tribunales  y  jueces  que 
designa  la  ley,  sea  que  los  poderes  estén  reunidos  en  una  sola  persona, 
sea  que  estén  divididos.  Sin  embargo,  el  juzgado  privativo  de  la  Legión 
podrá  tomar  conocimiento  de  los  mismos  delitos  por  lo  relativo  á  ella, 
es  decir,  en  casos  y  materia  de  honor,  pues  á  ella  toca  juzgar  si  los  de- 
litos son  tales  que  induzcan  deshonor  ó  infamia,  y  hagan  al  delincuente 
indigno  de  continuar  siendo  miembro  de  una  corporación  obligada  por 
su  instituto  á  mantener  y  aumentar  el  honor  con  acciones  loables  y  vir- 
tuosas. Como  este  juicio  y  sentencia  de  expulsión  ó  conservación  de  un 
individuo  en  la  Legión,  no  se  oponga  al  derecho  soberano  de  este  Estado, 
el  Director  de  él  se  obligará  á  que  en  caso  de  que  alguno  sea  juzgado  y 
sentenciado  por  delito,  dará  aviso  al  Gefe  de  la  Legión  para  que  disponga 
que  en  su  tribunal  sea  juzgado  y  sentenciado  sobre  lo  relativo  al  honor. 

5°  Que  el  ser  miembro  del  Consejo  de  la  Legión  no  sea  un  emba- 
razo para  seguir  sus  respectivos  cuerpos  á  donde  quiera  que  se  les  destine, 
ó  para  separarse  de  aquel  Estado  cuando  le  ordene  este  Gobierno. 

6°  Que  habiendo  los  militares  de  este  Estado  que  se  hallan  en  el 
de  Chile  jurado  la  libertad  é  independencia  de  estas  Provincias  y  soste- 
nerlas y  defenderlas  contra  todos  sus  enemigos,  se  les  dispense  del  jura- 
mento espresado  en  el  decreto.  Pero  si  se  quisiere  conservar  la  fórmula 
del  juramento  en  los  términos  allí  espresados,  aún  con  respecto  á  los 
subditos  de  este  Estado,  deba  cada  uno  de  los  que  jurasen  añadir  á  aquel : 
salvando  en  todo  la  obediencia  que  debo  al  Gobierno  de  mi  Estado,  y  los  dei-echos 
de  este  sobre  mi  persona  y  operaciones.  Que  sobre  estas  condiciones  haga  el 
Director  las  observaciones  y  reparos  que  juzgue  convenientes,  y  las  pase 
al  Congreso,  y  que  en  caso  de  no  ocurrirle  ningún  reparo,  conteste  el 
Director  de  Chile  en  conformidad  á   ellas. 

(Redactor  del  Congreso.  N°  30  U.  O.  N.) 


Legión  de  Mérito  de  Chile 

Queriendo  consagrar  un  monumento  eterno  que  glorifique  la  memo- 
ria del  año  VIII  de  la  Libertad,  en  que  la  Nación  ha  sido  retomada  fe- 
lizmente de  las  sanguinarias  manos  de  sus  antiguos  opresores;  he  venido 
en  instituir  la  Ixgion  de  Mérito  de  Chile,  que  desde  este  momento  queda 
sancionada. 

La  Legión  de  Mérito  será  la  primera,    la   mas    honorífica  y  estimada 
de  la  Nación.  Hl  Supremo  Director  del  Estado,  será  el  jefe  nato  de  ella. 


EL     DIRECTOR      SUPREMO      DEL 
ESTADO     DE   CHILE. 


por  cuanto  V.  S.  fué  nombrado  Grande  Oficial  de  la  legión  de  mérito  de 
CHILE  en  el  decreto  de  1°  de  Junio  de  181T,  he  mandado  expedir  el  presen- 
te diploma ,  firmado  por  mi ,  sellado  con  las  armas  legionarias ,  j  refrendado 
por  mi  Secretario  de  la  Legión.  La  Nación  espera  que  esta  prueba  de  su  estima- 
ción y  aprecio  estimule  á  V.  S.  con  mayor  eficacia  á  repetir  las  acciones 
loables   de    virtud    y    noble    patriotismo    que  le   distinguen. 

Dado  eñ  la  sala  del   Consejo  de  la   Legión  en  Santiago  de  Chile  á  dos  de 
Noviembre  de  mil  ochocientos  diez  y  ocho. 


yJfrf^t^X'    ¿y /^ 


XV  !i|i\  j)e 


S.  E.  nombra  Grande  Oficial  de  la  Legión  de  mérito  de  Chile  al  Sr.  D. 
Miguel  Estanislao  Soler  Brigadier  General  de  los  Egércitos  de  las  Provincias 
Unidas  del  Rio  de  la  Plata. 


12 


tos,  cabos  ó  soldados  estraidos  de  la  masa  general  del  ejército,  que  ante 
el  Consejo  de  la  Legión  ya  para  entonces  formado,  justificasen  debida- 
mente haberse  distinguido  y  señalado  en  la  acción. 

Los  individuos  á  quienes  el  sufragio  de  sus  cuerpos  hallare  dignos 
de  obtener  la  clase  de  Oficiales,  ó  Miembros  de  la  Legión,  serán  presen- 
tados por  sus  Gefes,  con  copia  de  la  acta  de  la  elección  ante  el  presi- 
dente de  este  instituto,  quien  en  su  vista  conferirá  la  gracia  á  que  se 
han  hecho  dignos. 


Instituto  de  la  Legión 

Todo  individuo  de  la  Legión  jurará  sobre  su  honor :  defender  la  pa- 
tria; sostener  la  libertad  é  independencia,  y  no  olvidar  los  deberes  que 
le  impone  ja  gloriosa  distinción    que  le  ha  condecorado. 

Los  agraciados  prestarán  este  juramento  ante  el  jefe  más  antiguo  y  de 
mayor  graduación,  y  á  presencia  del  mayor  número  de  legionistas  que 
pueda  reunirse.  Sin  que  preceda  esta  ceremonia  no  podrá  usarse  este 
distintivo.  Pero  si  el  agraciado  estuviere  en  un  punto  donde  no  haj'a 
miembros  de  igual,  ó  superior  clase  á  la  suya,  bastará  ponga  el  jura 
mentó  prevenido  por  escrito,  y  lo  dirija  al  -Supremo  Jefe  de  la    Legión. 

En  lo  sucesivo  se  formará  un  Consejo  de  la  Legión  compuesto  del 
Señor  Director  Supremo  del  Estado,  que  será  el  presidente  nato:  de  to- 
dos los  grandes  Oficiales  que  se  hallen  á  su  inmediación,  de  seis  Oficia- 
les de  la  J.egion,  y  de  doce  Legionarios  que  se  nombrarán  por  turno 
entre  los  presentes.  Reunido  el  Consejo,  un  Oficial  de  la  Legión  hará 
funciones  de  Secretario. 

Aunque  la  investidura  del  Director  Supremo  constituye  inmediata- 
mente la  de  Gefe  de  la  Legión,  ella  no  dá  un  derecho  al  individuo  se- 
parado que  sea  del  Directorio,  por  cualquier  causa  accidental,  ó  legítima 
á  seguir  obteniendo  alguna  clase  en  la  l^egion,  á  menos  que  naturalmen- 
te no  sea  individuo  de  ella,  en  cuyo  caso,  continuará  en  la  esfera  que 
antes  haya  obtenido. 

El  Supremo  Director  conferirá  á  su  nombre  las  gracias,  pero  con 
anuencia  precisa  del  Consejo  de  la  Legión,  para  lo  cual  en  los  diplomas 
se  guardará  este  formulario: 

El  Supremo  Director  del  Estado,  etc.,  etc. 

«íormado,  y  oido  el  Consejo  de  la  Legión,  he  venido  á  nombrar 
á de  la  Legión  de  Mérito  de  Chile. 

«J,a  Nación  espera  que  esta  prueba   de  su  estimación  y  aprecio,  le 


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—    14   -- 

drán  inmediatamente  arrestarlo,  y  pasar  su  causa  si  fuese  de  gravedad 
al  consejo  de  guerra  de  la  Legión;  mas  si  éste  no  fuere  posible  formarlo 
en  el  punto  donde  se  halle  se  juzgará  por  un  consejo  de  guerra  ordina- 
rio, pasando  siempre  noticias  de  la  causa  al  juzgado  de  la  Legión  con 
la  sentencia  que  se  haya  pronunciado,  sin  ejecutarla  antes  de  la  confir- 
mación ó  revocatoria  del  consejo. 

Se  declaran  las  pensiones  de  mil  pesos  anuales  á  los  grandes  ofi- 
ciales de  la  Legión;  la  de  quinientos  á  los  oficiales  de  la  Legión,  y  la  de 
ciento  cincuenta  á  los  legisladores,  las  que  serán  libres  de  descuento,  y 
se  abonarán  desde  la  fecha  de  los  diplomas.  Por  ahora  no  se  procederá 
á  hacer  más  abono  que  el  de  las  pensiones  que  recaigan  en  sargentos, 
cabos  ó  soldados  del  ejército,  para  facilitarles  medios  de  presentarse  con 
el  aseo,  decencia  y  decoro  que  conviene  á  su  clase  distinguida.  A  los 
demás  queda  siempre  el  derecho  de  reclamar,  cuando  la  paz  ó  las 
circunstancias  lo  permitan,  ó  que  el  Gobierno  halle  por  conveniente 
pagar  el  todo  ó  una  parte  cuya  procedencia  tomará  precisamente  en 
jeneral.- 

El  Gobierno  se  propone  dedicar  una  grande  parte  de  bienes  nacio- 
nales al  entretenimiento  de  la  Legión;  para  ello  se  nombrará  una  Comi- 
sión de  Hacienda,  que  forme  los  estados  de  entradas  y  salidas  jenerales 
de  fondos,  proponga  arbitrios,  presente  presupuestos  de  gastos  de  toda 
especie;  en  una  palabra,  se  ocupe  de  todo  el  detall,  relativo  á  la  conta- 
bilidad de  aquellos  intereses. 

Los  cuerpos,  Ínterin  no  se  organice  la  Comisión  de  Hacienda,  recla- 
marán en  sus  haberes  mensuales  la  correspondiente  á  las  pensiones  de 
los  sargentos,  cabos  y  soldados  legionarios,  que  siempre  se  abonarán 
íntegras  por  las  cajas  del  Estado. 

El  principal  objeto  del  Gobierno  en  esta  institución,  es  abrir  en  la 
Nación  un  camino  glorioso  á  las  acciones  brillantes,  á  los  grandes  talentos 
y  á  las  altas  virtudes.  Ella  inflamará  ciertamente  el  pecho  de  nuestros 
bravos,  que  parece  no  respiran  sino  por  la  gloria:  que  la  muerte  no  sabe 
intimidarles,  y  que  fieles  siempre  al  honor,  deben  encontrar  en  esta  dis- 
tinción lisonjera,  que  se  les  consagra,  la  recompensa  debida  á  sus  apre. 
ciables  y  peligrosos  trabajos. 

Mas,  la  gloria  militar  no  será  la  sola  que  halle  el  premio  en  esta 
condecoración.  El  ministro  de  Dios,  el  magistrado  cuya  equidad  proteja 
nuestros  derechos,  el  administrador  que  coadyuve  á  las  miras  de  un  go. 
bierno  paternal:  el  hombre  ilustrado  que  consagra  sus  tareas  á  la  pro- 
pagación de  las  luces,  el  artista,  cuyo  genio  parezca  animar  el  lienzo,  ó 
hí^cer  respirar  el  mármol,  en  una  palabra,  toda  clase  de  mérito  encontrará 
el  mismo  estímulo,  y  la  gloria,  mirando  á  todos  igualmente  propicia^ 
probará  que  aplaude  á  todos  los  talentos,  y  que    hay    virtudes  que    aun- 


—   15   — 

que  menos    brillantes    que    el    heroísmo,    no  son  á  sus    ojos    menos    esti- 
mables. 

Publíquese  é  imprímase. 

Palacio  Directorial  de  Concepción  de  Cliile,  Junio  1"  de  1S17. 

Bernardo  O'Higgins. 

José  Ignacio  Zenicno. 

{Leyes  y  Decretos  Supremos,    correspondientes    ni    Ejército,    por  D.  José 
A.  Varas). 


El  General  Soler  solicita  autorización  para  usar  la  medalla  de  Oran 
Oficial  de  la  Legión  de  Mérito  de  Chile. 

El  Plenipotenciario  del  Estado  de  Chile  en  esta  Capital  D.  Antonio 
Irrizarrí  me  ha  entregado  el  adjunto  Diploma  de  Grande  Oficial  de  la  Le- 
gión, con  q.''  aquel  Gov."'"  se  ha  dignado  distinguirme;  y  necesitando  para 
su  uso  el  beneplácito  de  S.  E.  lo  incluyo  á  V.  S.  para  q.''  haciéndoselo 
presente  se  sirva  resolver  lo  q."  fuere  de  su  Supremo  agrado. 

Dios  gu.*  A  V.  S.  m.''  a." 

B.^  Ay.s  Enero  29  de  1819. 

(firmado)        Miguel  Soler. 
Al  S.   Secret."  de  Estado  en  el  Departam.'°  de  la   (¡tierra. 


Bu."  Ay.-  Feb."  4  de  1819. 

Permítese  el  uso  del  distintivo  de  la  Legión  de  Mérito  del  Estado  de 
Chile  con  que  ha  sido  condecorado  p.'  aquel  Gob.""  el  Gefe  Representante 
y  al  efecto  devuélvase. 

Hay  una  rúbrica  de  S.  E.  (Pueyrredon). 

(firmado)         Ir  ¡gayen. 


ESCUDO  A  LOS  VENCEDORES  DE  CARAMPANGUE 

(25  de   noviembre  de  1818) 


El  general  O'Higgins  había  tomado  la  dirección  de  la  guerra 
del  sur  de  Chile,  y  estableció  el  bloqueo  parcial  de  Talcahuano; 
pero,  para  formalizarlo,  propúsose  aislar  al  enemigo  cortándole 
sus  comunicaciones  y  privándole  de  recursos. 

Dueño  Ordóñez  del  mar  y  de  la  navegación  menor  en  la 
embocadura  del  Bío-Bío,  mantenía  francas  sus  comunicaciones  con 
la  línea  de  fuertes  de  Arauco,  que,  á  la  vez  que  le  proveían  de 
víveres,   hostilizaban  por  un  flanco  á  los  patriotíis. 

La  conquista  de  esta  línea  era  una  operación  indicada,  y 
fué  encomendada  al  comandante  Ramón  Freyre,  á  cuyas  órdenes 
puso  una  división  volante  de  300  hombres,  compuesta  de  un  es- 
cuadrón de  Granaderos  á  Caballo  y  los  piquetes  del  7"  y  8°  de 
infantería,  (argentinos),  juntamente  con  el  escuadrón  Dragones  y 
un  destacamento  de  guardias  nacionales  de  Chile. 

Iniciada  la  expedición  por  un  golpe  atrevido  y  feliz,  y  ocu- 
pados la  fortaleza  de  Nacimiento  y  los  fuertes  de  Santa  Juana  y 
San  Pedro,-  quedaba  todavía  la  mayor  dificultad  por  vencer. 

La  llave  de  la  línea  fronteriza  era  la  plaza  de  Arauco,  situa- 
da sobre  el  Pacífico.  Puerto  de  mar  y  depósito  general  de  artículos 
de  guerra,  era  el  punto  por  donde  la  plaza  de  Talcahuano  se 
comunicaba  por  agua  con  el  territorio  araucano,  proveyéndose  de 
víveres  y  otros  recursos.  Defendida  por  la  cordillera  de  Nahuel- 
buta  y  por  el  río  Carampajigtie  que  se  desprende  de  ella,  era 
una  fortaleza  respetable  por  la  naturaleza  y  por  el  arte.  Freyre 
recibió  orden  de  tomarla  á  todo  trance.  En  consecuencia,  atra- 
vesó el  Bío-Bío,  y  á  la  cabeza  de  360  hombres    marchó  resuelta- 


—    i8  — 

mente  sobre  Arauco,  ocupando  en  su  tránsito  el  fuerte  del  Colcura. 
Kl   26  de  mayo  de    181 7  se  hallaba  á  orillas  del  Carampangue. 

La  guarnición,  fuerte  de  más  de  200  hombres,  salió  á  dispu- 
tarle el  paso  del  río,  estableciéndose  sólidamente  en  su  margen 
izquierda  con  infantería  y  artillería.  Un  copioso  aguacero  que 
cerró  todos  los  vados,  vino  á  aumentar  las  dificultades  á  vencer. 
Freyre,  sin  arredrarse,  dispuso  al  anochecer  que  una  parte  de 
su  tropa  llamase  la  atención  por  el  frente,  río  por  medio,  mien- 
tras él  con  el  resto  se  dirigía  corriente  abajo,  con  la  resolución 
de  atacar  al  enemigo  en  sus  posiciones  por  el  flanco.  Puesto  á  la 
cabeza  de  50  Granaderos  á  Caballo,  mandados  por  el  mayor  Lino 
Ramírez  de  Arellano,  cada  jinete  con  un  infante  del  número  7°  á 
la  grupa,  atravesó  á  nado  el  río  bajo  los  fuegos  de  los  realistas 
y  cayó  impetuosamente  sobre  su  izquierda,  al  mismo  tiempo  que 
la  reserva  sostenía  su  ataque  desde  la  margen  derecha.  El  com- 
bate fué  reñido  y  la  victoria  completa,  dejando  los  derrotados 
realistas' 30  muertos,    15  heridos  y  40  prisioneros. 

Al  día  siguiente  (27  de  mayo),  Freyre  entró  triunfante  á  la 
plaza  de  Arauco,  y  se  apoderó  de  i  i  piezas  de  artillería  y  de 
todos  los  pertrechos  allí  depositados,  con  la  sola  pérdida  de  14 
hombres  ahogados  en  el  Carampangue  y  un  herido  en  el  combate. 

En  25  de  noviembre  de  181 8,  el  director  O'Higgins  premió 
con  un  escudo  de  honor  á  los  vencedores  en  este  combate.  (1) 


Escudo  á  los  vencedores  de  Carampangue 

Santiago,  Noviembre  25  de  1818. 

La  jornada  del  28  de  Mayo  del  año  anterior  hecha  en  la  campaña 
del  Sud  por  los  Oficiales  y  tropa  que  marchaban  á  reconquistar  la  plaza 
de  Arauco  bajo  las  órdenes  del  Coronel  D.  Ramón  Freiré  en  la  facilita- 
ción del  tránsito  por  el  rio  Carampangue,  debe  reputarse  por  uno  de  los 
mayores  esfuerzos  de  entusiasmo  y  espíritu  nacional;  y  si  el  Gobierno 
reconocido  á  tan  distinguido  servicio  remuneró  en  aquella  fecha  á  la 
tropa  que  lo  prestó,  hoi  quiere  manifestar  su  gratitud  á  nombre  de  la 
Patria  a  todos  los  Oficiales  que  concurrieron  á  aquélla  empresa  permi- 
tiéndoles traigan  al  brazo  izquierdo  un  escudo  en  fondo  celeste  con  la  si- 
guiente inscripción: 

«LA    PATRIA   Á  LOS   VENCEDORES   DE  CARAMPANGUE» 


(i;  Historia  ¡le  San  Martín  por  Bartolomé  Mitre,  tomo  H,  p;ig.  21!». 


^Hl'l 


—    19  — 

orlado  con  una  espada  y  una  hoja  de  laurel  bordadas  de  oro;  con  declara- 
ción que  de  este  distiniivo  solo  podran  usar  los  Gafes  y  Oficiales  que  aquí 
se  denominan,  como  que  fueron  los  primeros  sino  los  únicos  que  adqui- 
rieron el  triunfo,  á  saber: 

El  Coronel  D.  Ramón  Freyre; 

Teniente  Coronel  graduado  D.  Lino  Ramírez  de  Arellano; 

Capitán  Graduado  de  Sargento  Mayor  D.  José  Maria  Boil; 

ídem  D.  Manuel   Rencoret; 

Capitán  D.  Juan  Apóstol  Martínez; 

y  al  Teniente  D.  Juan  Ramírez  de  Arellano. 

Comuniqúese  esta  resolución  al  Señor  General  en  Gefe  para  su  co- 
nocimiento y  al  Coronel  D.  Ramón  Freyre  y  demás  interesados  con 
inserción  de  otras  tantas  copias  de  este  decreto  cuantos  son  los  agracia- 
dos para  que  les  sirva  de  bastante  título. 

O'HlGGINS. 
Zenteno. 

Colección  de  Leyes  y  Decretos,  pág.  214,  por  A.  Rosa. 


Escudo  de  paño  celeste,   con  la  inscripción  en  el  centro: 

«  LA- PATRIA  —  A    LOS    VEN CEDORES DE    CARAN PANGUE 

AÑO    DE I  8  I  7  » 

bordado  de  oro,  en  ocho  renglones,  y  rodeado  de  ima  corona  de 
palma  y  laurel. 

Museo  Histórico  Nacional- 


Combate   de   Carampangue 

(CA.MPA.\A   MBERTADORA    HE   CHILE) 

Ya  queda  circunscripto  el  enemigo  á  la  estrecha  península  de  Talca- 
huano.  La  fuerte  plaza  de  Arauco,  único  punto  que  fuera  de  aquél  sostenía, 
ha  sido  tomado  intrépidamente  por  el  Teniente  Coronel  D.  Ramón  Freyre 
y  su  gallarda  división,  que    contra  los    obstáculos  de  la  naturaleza  y  del 


—    20    — 

arte  militar  la  asaltaron,  como  verá  V.  S.  por  el  parte  que  tengo  el  pla- 
cer de  acompañarle. 

Dios  guarde  á  V.  S.  muchos  años. 

Berxardo  O'Higgixs. 
Quartel  General  de  Concepción  }'  Mayo  30  de  1817. 
Sr.  Director  Delegado. 


Exmo.   Señor: 

Puesto  en  el  fuerte  de  Colcura  como  avisé  á  V.  E.  en  noticia  del 
26  aceleré  mi  marcha  con  ánimo  de  no  parar  hasta  dar  con  el  enemigo. 
Mas  lo  escabroso  del  camino  aún  para  andarlo  á  caballo,  me  permitió 
únicamente  llegar  al  Laraquete.  Allí  tuve  la  desgracia  de  sufrir  un  agua- 
cero con  tanta  incomodidad,  que  apenas  habia  lo  necesario  de  techo  para 
cubrir  el  armamento.  Viendo  pues  que  para  la  tropa  era  lo  mismo  cami- 
nar que  estar  en  dicho  alojamiento,  y  que  el  rio  Carampangue  distaba 
solo  tres  leguas  que  era  la  posesión  escogida  por  los  rebeldes,  dispuse 
seguir  adelante.  Así  fué  que  á  las  2  horas  de  mi  salida,  que  fué  á  la  i 
y  media  de  la  tarde,  di  con  ellos,  empleando  el  resto  en  observar  sus 
fortalezas.  Aunque  esta  maniobra  costó  un  tiroteo  de  cañón  y  fusil,  que 
concluyó  con  la  noche,  y  no  hubo  mas  desgracia,  que  un  soldado  dragón 
haber  perdido  una  mano.  La  noche  siguió  tempestuosa,  y  las  posiciones 
de  ellos  ventajosas  en  estremo  grado  no  podían  desvaratarse  sino  con  la 
intrepidez  y  el  arrojo:  el  rio  sin  vado  en  ninguna  parte:  pero  al  fin  me 
resolví  á  pasar  á  toda  costa  confiado  en  la  acostumbrada  bravura  de  unos 
soldados  que  prefieren  la  muerte  á  la  esclavitud.  Cambié  de  posición  de- 
xando  en  la  primera  una  pequeña  partida  al  mando  del  capitán  de  infan- 
tería cívica  de  Talca  D.  Francisco  Espejo,  para  que  falsamente  llamase 
la  atención,  y  embestí  al  rio,  pasándolo  á  nado  acompañado  de  los  bravos 
oficíales  D.  Lino  Ramírez  de  Arellano,  D.  Juan  Apóstol  Martínez,  D.  José 
Cienfuegos,  D.  José  María  Boíl,  y  D.  Manuel  Rencoret,  haciendo  que 
pasasen  los  granaderos  de  á  caballo,  50  libertos  á  la  grupa,  mantenién- 
donos en  el  entre  tanto  baxo  los  fuegos  de  infantería  y  artillería  de  ellos. 
Estos  con  vivo  fuego  quisieron  impedir  nuestra  aproximación  á  aquella 
batería;  pero  luego  nuestra  infantería  por  el  costado  izquierdo  de  nuestra 
posición  sostuvo  un  fuego  tenaz  hasta  desalojarlos  y  ponerlos  en  vergon- 
zosa fuga,  quedando  muertos  30  de  ellos.  Posesionados  ya  de  aquel 
punto  pasó  el  resto  de  la  infantería  y  al  aclarar  el  dia  salí  tras  ellos,  )' 
sin  embarazo  el  menor,  entré  á  las  7  de  la  mañana  á  la  plaza  de  Arauco 


—     2  1     

que  estaba  desocupada,  porque  los  hombres  corridos  no  hicieron  mas  que 
embarcarse,  dexando  avandonadas  tropa,  artillería,  armamento  y  municio" 
nes  como  se  enterará  V.  E.  por  la  lista  adjunta.  Nuestra  pérdida  solo 
consiste  en  2  soldados  del  7°,  un  soldado  y  cabo  de  granaderos,  10  dra- 
gones y  me  presumo  que  los  mas  de  estos  han  sido  ahogados  en  la  pasada: 
agregando  á  esto  la  sensible  pérdida  del   oficial  D.  Vicente  Muñoz. 

Le  aseguro  á  V.  E.  que  el  mérito  contrahido  por  la  división  de  mi 
mando  por  su  constancia,  entusiasmo  y  valor  es  digno  de  la  mejor  reco- 
mendación,  felicitándole  por  un  triunfo  que  debe  ser  interesante. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 

Plaza  de  Arauco  y  Mayo  28  de  1817. 

Ramón  Freyre. 

Exnio.    Sr.    Supremo    Director    Del   Estado  y   General  en   Xefe  del    exército  d: 
los   Andes. 

Es  copia: 

Zenteno. 

(Pág.  472,  tomo  2^ -Partes  oficiales  de  la  guerra  de  la  ludepeudeticia). 


e^¿¡i  ©ifeS  ts jSes)  í¿Si<9  ásKá)  cüsiS  asSí)  a^Ss  eAs  aj&G)  @i4&)  aSis  aats  aMss  qjSs  Sjíikí)  2¿k£>  ej« 


ESCUDO  DE  CHANCA? 

(10  de  enefo  de  1821) 


Alvarado  con  su  columna  de  caballería  había  tomado  el  camino 
de  la  costa  por  orden  del  general  en  jefe. 

De  Huacho  despachó  un  emisario  escoltado  por  ig  Granaderos 
á  caballo  y  un  guía,  con  una  comunicación  para  el  comandante 
colombiano  Tomás  Heres  y  los  oficiales  del  Numancia.  Esta  par- 
tida era  mandada  por  el  Teniente  Juan  Pascual  Pringles. 

Sus  instrucciones  le  prevenían  situarse  en  la  caleta  de  Pesca- 
dores á  1 5  kilómetros  de  Chancay,  despachar  desde  allí  al  emisa- 
rio con  la  comunicación  y  aguardar  la  respuesta,  debiendo  reple- 
garse á  la  reserva  si  la  contestación  se  retardase  ó  se  presentaran 
fuerzas  enemigas  con    prohibición  absoluta  de    empeñar  combate. 

El  destacamento  marchó  toda  la  noche  y  el  2  5  al  amanecer 
ocupó  su  puesto  y  cumplió  la  primera  parte  de  sus  instrucciones. 
A  esa  hora  fué  atacado  por  la  vanguardia  enemiga  al  mando  de 
Valdez.  Tres  escuadrones  españoles  le  salieron  al  encuentro,  obli- 
gándolo á  batirse  en  retirada  hasta  la  Costa  del  Mar,  en  las  playas 
de  Chancay. 

Pringles,  en  vez  de  retirarse  como  era  su  deber,  arremete  te- 
merariamente contra  la  primera  fuerza  que  se  le  presentó  por  el 
frente,  que  era  un  escuadrón  de  dragones  del  Perú,  cuádruple 
que  su  partida. 

Rechazado  en  el  choque  se  encuentra  en  su  retroceso  con  otro 
escuadrón  de  dragones  que  le  cortaba  la  retirada,  al  que  cargó 
también  con  la  resolución  de  abrirse  paso. 

Deshecho  en  el  segundo  encuentro  con  tres  muertos  y  once 
heridos,  incluso  él  mismo,  en  un  arrebato     de  indignación    y    de 


—    26    — 

á  20  Granaderos  que  acababan  de  romper  su  línea  y  dejar  ten- 
didos en  el  campo  entre  muertos  y  heridos  26  lanceros,  á  más 
de  un  oficial  según  se  me  asegura.  El  vencedor  ha  quedado  es- 
carmentado en  este  choque  y  llenos  de  orgullo  los  vencidos: 

Soldados!  No  temáis  á  un  enemigo  que  sólo  busca  victorias 
que  degradan  y  daos  la  enhorabuena  por  una  pérdida  que  hace 
tanto  honor  á  nuestros  compañeros  de    armas. 

San  Martin. 


En  los  primeros  días  de  enero  de  1821  el  teniente  Pringles 
y  sus  Granaderos  de  Pescadores  fueron  canjeados  y  remitidos 
de  Lima  al  campamento  patriota  en  Hanara,  después  de  estadía 
penosa  en  los  lóbregos  calabozos  de  Casas  Matas  de  las  baterías 
del  Callao,  donde  no  hubo  en  su  honor  banquetes  ni  defereren- 
cias  especiales  como  algunos  propalan,  sino  el  tratamiento  gene- 
ral que  daba  el  enemigo  á  nuestros  prisioneros,  poco  recomen- 
dable por  su  humanidad. 

Poco  después  de  su  llegada  al  campamento,  ordenó  San 
Martín  fuera  puesto  en  libertad  y  el  día  10  de  aquel  mes  y  año, 
anunciaba  su  reincorporación  al  ejército  en  la  siguiente  Orden 
del  día,  dispositiva  de  un   honrosísimo  premio: 

El  teniente  Pringles  y  los  valientes  que  le  acompañaron  el  22  de 
Noviembre  cerca  de  Chancay,  han  vuelto  á  unirse  á  vosotros,  después  de 
haber  sufrido  en  Casas  Matas  la  suerte  que  les  ha  cabido  siempre  á  los 
Americanos,  que  á  pesar  de  su  valor  han  probado  las  vicisitudes  de  la 
guerra.  Sin  embargo,  el  enemigo  no  ha  podido  menos  que  rendir  á  los 
soldados  que  sorprendió  con  fuerza  muy  superior,  el  homenaje  de  su 
admiración.   (') 

El  oficial  Pringles  y  los  individuos  que  le  acompañaron  el  27  de 
Noviembre  han  llenado  mis  esperanzas  y  cumplido  sus  deberes  á  la 
Patria  pero  es  sensible  que  aquel  oficial  al  paso  que  acreditó  su  valor, 
obró  sin  previsión,  dejándose  sorprender,  y  solo  el  ejemplo  extraordinario 
que  ha  dado  de  su  bravura,  lo  salva  de  la  severidad  de  las  leyes 
militares. 

El  teniente  Pringles  y  los  individuos  que  lo  acompañaron  llevaran 
al  pecho  un  escudo  celeste  con  la  siguiente  inscripción  bordada  con  ca- 
racteres blancos:    «Gloria  á  los  vencidos  en  Chancay». 

Los  individuos  que  acompañaron  al  teniente  Pringles  gozaran  desde 


c;'Ut^ícayy<^  'c^^^7t¿^^yM:¿^e4>-íí^^iyiá/^^^ 


—    27    — 

el  27  de  Noviembre  un  peso  de  sobresueldo  al  mes:  expídanse  las  órde- 
nes correspondientes  y  comuniqúese  en  la  orden  del  dia. 

Sax  Martin. 
Bernardo  de  Monteagiido, 

Secretario  de  Guerra  y  Marina, 

(')  «Asi  cuando  Pringlef '*^ué  restituido  á  nuestro  ejército  con  sus 
valientes  compañeros,  estos  nos  repetían  con  esa  sencilla  sinceridad  pro- 
pia del  carácter  de  nuestros  campesinos,  que  luego  que  llegaron  al  cam- 
pamento enemigo,  muchos  jefes  y  oficiales  movidos  de  curiosidad  fueron 
á  verlos  y  les  decian: 

¿Porqué  no  se  han  rendido  cuando  eran  invitados  á  ello,  antes  que 
pelear  inútilmente  contra  tan  formidable  fuerza  como  los  rodeaba?  Y  que 
ellos  respondían:  «Señor,  cuando  hemos  venido  á  este  pais,  hemos  venido 
á  pelear  y  no  á  rendirnos^. 

Pedernera. 


Serias  controversias  historias  ha  suscitado  en  diversas  épo- 
cas la  acción  de  Chancay.  Consecuente  con  su  plan,  la  comisión 
ha  creído  oportuno  incluir  los  documentos  que  van  á  continua- 
ción, extractado  uno  de  ellos  de  la  obra  «Notas  biográficas  del 
coronel  Pringles->  por  el  entonces  coronel  Jerónimo  Espejo  y 
firmado  por  el  General  Rudecindo  Alvarado,  ambos  testigos  ocu- 
lares de  aquellos  hechos,  y  el  otro  es  un  extracto  de  una  obra 
del  general  Mansilla,  publicada  en  el  tomo  II  de  la  «Revista  de 
Buenos  Aires». 

Chancay 

El  General  Mansilla  en  su  obra  titulada  «  Dos  palabras  sobre  la  caba- 
llería argentina  i>  publicada  en   1863,  en   un  párrafo  dice  lo  siguiente; 

«  No  le  importa  á  Pringles  ni  á  sus  fieles  compañeros  la  derrota 
«sufrida;  tienen  la  conciencia  que  han  combatido  con  una  osadía  homérica. 
«  Es  la  idea  de  caer  prisioneros  lo  que  se  les  presenta  como  un  baldón 
«  eterno. 

«  Pero  no  quieren  concederles  al  enemigo  ni  la  satisfacción  de  to- 
«  marlos  ni  el  orgullo  de  matarlos. 

«  ¿Qué  hacer  pues? 

«  Arrojarse  con  sus  cuatro  granaderos  á  las  profundidades  del  mar. 


—    28    — 

«  Asi  lo  hicieron  sin  vacilar  un  punto  siquiera  cuando  el  instante 
«  solemne  llegó. 

«  Las  olas  recibieron  á  los  cinco  granaderos  montados  en  sus  incan- 
«  sables  corceles. 

«  La  Providencia  les  salvó  y  los  españoles  á  paso  de  gentiles,  man- 
«  daron  acuñar  cinco  7nedallas  que  mas  tarde  enviaron  á  Pringles.  Leíase 
«  en  ella  esta  inscripción  :  «  /,«  patria  á  los  vencidos,  vencedores  de  Pescado- 
«  res»,  i^). 


Señor   Coronel  D.    Gerónimo  Espejo. — Paraná. 

Salta,  Febrero  16  de  1961. 

Mi  estimado  y  antiguo  compañero: 

Me  he  esforzado  en  contraer  mis  recuerdos  para  solver  los  puntos 
que  contiene  la  de  V.  que  contesto,  con  el  hondo  sentimiento  de  la  in- 
fructuosidad de  mi  parte.  Mas  si  la  vejez  y  padecimientos  me  hacen  in- 
suficiente al  objeto,  debo  llevar  á  Vd.  esplicaciones  que  justifiquen  mi 
descuido,  abandono  ó  incuria  que  debe  suponerse,  en  que  no  conserve  al- 
gunos documentos  de  aquel  pasado  de  noble  abnegación. 

Vd.  no  ignora,  que  prisionero  y  saqueado  en  el  Callao  en  principios 
del  año  24,  perdí  todos  mis  papeles,  si  se  esceptúan  muy  pocos  que  sal- 
varon por  estar  en  Lima.  Expulsado  del  Perú  en  el  26,  y  advertido  de 
que  mis  papeles  sufrirían  una  rigurosa  policía  en  el  puerto,  no  traje  con- 
migo sino  la  colección  de  cartas  autógrafas  del  General  San  Martin,  colec- 
ción muy  preciosa  para  mí,  perdida  también  por  causas  que  no  atino  á 
conocer,  pero  que  poseyéndola,  no  me  permitiría  publicarla  por  modestia. 


Nada  poseo  de  partes  de  las  batallas,  boletines,  estados  generales, 
etc.,  etc.,  mas  contrayéndome  á  la  prisión  de  Pringles,  quiero  hacer  á  Vd. 
una  rectificación  que  juzgo  de  oportunidad. 

Debe  Vd.  recordar,  que,  á  consecuencia  de  un  movimiento  que  prac- 
ticó el  ejército  español  desde  Chancay,  se  juzgó  conveniente  retirar  nues- 
tros cuerpos  de  infantería  á  Barrancas,  en  cuyo  punto  estaban  los  trans- 
portes prontos  á  recibirlos  y  trasladarlos,  en  caso  preciso  al  Norte.  Los 
dos  cuerpos  de  caballería  nuestra  se  reunieron  en  Huauza  en  observación, 
á  mis  inmediatas  órdenes,  y   habiendo    reconocido    el    terreno  que  media 


(1)    .\pote6sis  de  Pringles  por  luán  W.   Gez,  tomo  I.  pAg.  47.    Revista  de  Buenos  Aires,    tomo    II. 
pág.  809. 


—    29    — 

entre  Huauza  y  Supe,  me  decidí,  con  acuerdo  y  conformidad  del  coronel 
D.  Mariano  Necochea,  á  que  aprovechando  esas  planicies  arenosas,  hi- 
ciéramos un  esfuerzo  sobre  las  fuerzas  enemigas  antes  de  llegar  á  Supe. 
Perfectamente  convenidos  en  esta  operación  magnánima,  á  que  nos 
alentaba  la  bizarría  y  aliento  de  nuestros  subalternos,  pasamos  una  invi- 
tación al  General  en  Jefe  y  demás  Jefes  del  ejército,  para  que  viniesen  á 
ser  testigos,  de  un  triunfo  glorioso  ó  de  nuestro  trájico  fin;  pero  los  es- 
pañoles cambiaron  de  resolución,  y  de  cinco  leguas  antes  de  Huauza  con 
tramarcharon  en  dirección  á  Lima,  á  donde,  por  lo  que  después  vimos 
sazonaba  el  plan  de  destruir  á  Pezuela  virey:  sustituyéndole  con  La  Serna. 
Instruido  el  General  San  Martin  del  regreso  de  los  españoles,  me  llamó 
á  Supe  para  prevenirme,  que  ignorando  enteramente  la  suerte  de  la  di- 
visión que  desde  Pisco  habla  desprendido  con  el  General  Arenales  hacia 
la  sierra,  y  sabiendo  que  los  españoles  habían  destacado  sobre  Pasco  al 
batallón  Victoria  y  Dragones  de  Carabaillo,  juzgaba  oportuno  marchase 
yo  con  450  infantes  y  150  granaderos  á  caballo,  á  batir  esa  fuerza  de 
Pasco.  Nada  podia  oponerse  á  la  conveniencia  del  pensamiento,  pero  su 
ejecución  pedia  algunos  días  que  creí  podían  emplearse  en  la  operación 
que  unió  al  batallón  Numancía  á  nuestras  filas.  Encontré  oposición  de 
parte  del  General,  pero  apoyado  en  los  informes  que  recibí  de  los  señores 
Garcia  del  Rio  y  Monteagudo,  pude  convencerme  que  la  resistencia  del 
General  nacía  de  que,  dos  órdenes  que  se  habían  mandado  á  los  oficia- 
les de  dicho  cuerpo  habían  quedado  sin  efecto,  circunstancia  que  fuerte- 
mente obraba  en  el  ánimo  del  General,  para  creer  que  la  negociación 
fallaba. 

Yo  insistí  en  un  movimiento  sobre  Chancay  con  las  fuerzas  que 
mandaba.  Quería  presentarme  delante  de  ese  cuerpo,  y  brindarle  la  opor- 
tunidad de  que  sin  riesgo  obrara  el  patriotismo  de  los  oficiales,  que  re- 
clamaban nuestro  auxilio  ó  esperaban  una  oportunidad  propicia.  Conse- 
guí la  autorización  del  General  y  regresé  en  alta  noche  á  mi  cantón  de 
Huauza,  á  preparar  mi  movimiento,  en  que,  como  Vd.  verá,  empieza  á 
figurar  Príngles,  teniente  de  granaderos  en  esa  época. 

Despaché  inmediatamente  un  joven  inteligente  y  de  ardoroso  patrio- 
tismo, con  comunicaciones  para  los  oficiales  de  Numancía  mas  compro- 
metidos en  nuestra  causa,  y  previne  al  conductor,  que  las  contestaciones 
las  trajese  á  Pescadores,  donde  se  hallaría  un  oficial  que  me  las  remitiría. 
Este  oficial  fué  Príngles,  á  quien  destaqué  con  diez  y  ocho  hombres  al 
objeto  indicado,  y  con  orden  de  no  retirarse  de  dicho  punto  hasta  la 
tarde  del  siguiente  dia,  sí  no  era  atacado. 

El  conductor  de  mis  comunicaciones  no  regresó,  porque  los  oficiales 
de  Numancía  le  hicieron  pasar  á  Lima  á  llamar  al  capitán  Heres,  que 
debia  encabezar  el    movimiento    revolucionario.    Príngles    permaneció  en 


—   30   — 

Pescadores,  que  es  una  bahía  baja  del  mar,  estrechada  por  éste  y  unas 
lomas  de  arena  suelta  bastante  elevadas.  Desde  una  de  éstas  en  que 
estaba  situado  un  centinela,  se  avisó  á  Pringles  la  aproximación  de  fuer- 
zas enemigas  por  el  camino  recto  de  Chancay,  ó  mejor  dicho,  con  la  playa, 
con  cuyo  motivo  mandó  Pringles  ensillar. 

Se  repitió  el  aviso  del  centinela,  anunciando,  que  un  cuerpo  enemigo 
marchaba  por  las  alturas  á  tomar  la  retaguardia,  cortando  el  camino  de 
Huacho,  que  llevaba  yo  en  esos  momentos  con  el  grueso  de  nuestra  ca- 
ballería: pero  Pringles  se  creyó  invencible,  quiso  pelear,  y  lo  hizo  car- 
gando á  la  fuerte  columna  que  tuvo  á  su  frente.  Rechazado  por  ésta, 
cargó  á  la  que  tenia  á  retaguardia,  y  cuando  se  vio  sin  soldados,  que  es- 
taban muertos,  heridos  ó  prisioneros,  se  arrojó  al  mar,  que  solo  dejó  á 
instancias  y  garantías  que  le  ofrecía  el  General  Valdés,  español  y  jefe  de 
las  fuerzas  enemigas.  Este  relato  es  el  compendio  de  la  sumaría  levan- 
tada para  el  juicio  de  Pringles,  cuando  canjeado  regresó  á  Huauza.  Es 
también  una  relación  fiel  que  con  posterioridad  me  hizo  el  General  Val- 
dez,  dispensando  un  alto  honor  al  valor  del  vencido,  que  en  el  juicio  fué 
penado  á  dos  meses  de  suspensión  y  arresto,  y  á  los  tres  ó  cuatro  días 
relevado  de  aquella  pena,  y  premiado  con  U7i  escudo  de  honor. 

Desfallece  mí  pobre  cabeza,  por  lo  que  se  despide  su  compañero  y 
constante  servidor. 

RUDECINDO  AlV ARADO. 


't 


ESCUDO  DE  CONCEPCIÓN 

(21  de  abfil  de  1823) 


Dueñas  las  armas  de  la  patria  de  casi  todo  el  territorio  chi- 
leno, el  montonero  Benavides  quedaba  todavía  al  sur  capitaneando 
algunas  fuerzas  realistas,  y  con  auxilios  que  recibió  del  virrey  del 
Perú  consiguió  algunos  triunfos  sobre  los  patriotas,  ensangrentando 
el  país.  El  general  Freiré  que  resistía  en  Talcahuano  el  sitio  de 
las  hordas  de  este  jefe,  habiendo  sido  socorrido  por  el  director 
supremo  de  Chile,  hace  una  salida  de  la  plaza  el  25  de  noviem- 
bre y  obtiene  un  triunfo  sobre  los  sitiadores  que  se  retiran  á  Con- 
cepción; dos  días  después.  Freiré,  que  había  avanzado  hasta  los 
suburbios  de  esta  ciudad,  presenta  batalla  á  los  realistas  y  con- 
sigue derrotarles  completamente.  Benavides  fugó  con  unos  pocos 
soldados  para  encerrarse  en  sus  guaridas  de  la  Araucania,  desde 
donde,  al  principio,  había  hecho  la  guerra  con  montoneras. 

Antes  de  abandonar  aquella  parte  del  territorio  chileno  en 
que  se  habían  enseñoreado,  las  partidas  de  Benavides  incendiaron 
nueve  pueblos  y  asolaron  todos  los  campos. 


Escudo  á  los  vencedores  en  Concepción 

DECRETO: 

Santiago,  Abril  21  de  1823. 

La  gloriosa  acción  del  27  de  Noviembre  del  año  20  en  la  Alameda 
de  Concepción  salvó  á  la  República  del  inminente  riesgo  en  que  se  ha- 
llaba de  sucumbir,  bajo  la  férula  de  un    enemigo    el  mas  bárbaro  i  atroz 


—   32    — 

que  ocupaba  orgulloso  la  Capital  de  aquella  Provincia  i  sus  fronteras, 
después  del  desgraciado  suceso  de  nuestras  armas  en  el  Fangal  el  23  de 
Setiembre  del  mismo  año.  Reducido  el  ejército  al  estrecho  recinto  de 
Talcahuano  por  espacio  de  sesenta  dias,  en  que  sufrió  todos  los  efectos 
de  la  intemperie  i  falta  de  víveres,  consiguió  el  25  del  citado  Noviembre 
derrotar  la  caballaria  enemiga,  que  llena  de  altanería  no  respetaba  yá 
los  fuegos  de  nuestra  artillería,  llegando  su  arrojo  hasta  el  extremo  de 
acercarse  á  tiro  de  pistola. 

Un  enemigo  tan  intrépido  i  audaz  fué  abatido  i  destruido  por  los 
bravos  del  ejército  del  Sud  el  mencionado  dia  27,  dejando  el  campo  cu- 
bierto de  cadáveres  i  vengando  de  un  modo  el  más  satisfactorio  el  honor 
de  las  armas  de  la  Patria.  I  no  debiendo  quedar  sepultada  en  el  olvido 
esta  memorable  victoria,  he  tenido  á  bien  declarar,  como  en  el  presente  de- 
creto declaro,  que  todos  los  jefes,  oficiales  i  soldados  que  se  hallaron  en 
esta  heroica  acción,  lleven  un  escudo  en  el  brazo  izquierdo  con  arreglo  al 
modelo  que  se  dará  i  con  la  inscripción  que  diga: 

«LA  PATRIA  AGRADECIDA  Á  LOS  RESTAURADORES  DE  CONCEPCIÓN, 
NOVIEMBRE   27    DE    1820». 

Comuniqúese  á  quienes  corresponda  i  publíquese  en  Boletín. 

Freiré. 

Rivera. 

(Véase  leyes  y  Decretos  Supremos  concernientes  al  Ejército  de  C/iile  por 
José  A.  Vargas. 


MEDALLA  AL  BATALLÓN  NUMANCIA 


Medalla  acordada  al  Ba'callón  del  Ejército  realista  *NuiTiancia^> 
mandado  por  el  coronel  Tomás  Heres,  que  se  pasó  á  los  inde- 
pendientes el  2  de  diciembre  de  1820,  estando  compuesto  en  su 
casi  totalidad  de  americanos. 

En  premio  de  esta  acción,  el  general  San  Martín  los  colmó  de 
honores  y  confirió  al  batallón  la  disthicion  de  custodiar  la  bandera 
del  Ejército   Libertador. 

Escudo  de  oro:  Anverso:  En  el  campo:  Espada  y  bayoneta  en 
sotuer  sobre  corona  de  laurel.  En  el  lado  izquierdo  y  longitudi- 
nalmente,  la  inscripción: 

«LA    LEALIAD    Á    LOS    MAS    BRAVOS  » 

Reverso:  En  el  ca7npo:  sol  radiante,  sin  cara,  y  rodeándolo, 
la  inscripción: 

<^  LIMA ejercí  10     LIBERTADOR  » 

Forma:  En  numismática,  la  forma  de  esta  medalla  no  tiene 
clasificación,  pues  su  dibujo  es  de  capricho,  semejante  á  una  oreja 
humana,  y  .está  basada  en  el  orden  jónico,  como  se  puede  ver 
por  las  dos  volutas  en  que  terminan  sus  partes  superior  é  inferior, 
teniendo  en  la  superior  un  pequeño  aro,  en  el  que  está  fijado  el 
broche  para  la  cinta. 

Cinta:  bicolor. 

Esta  medalla  tiene  origen  peruano,  no  obstante  lo  aseverado 
por  varios  autores  que  afirman  que  es  colombiana.  Una  prueba 
de  esto  es  el  sol  sin  cara  que  tiene  en  el  reverso,  el  cual  es  igual 
en  tamaño  y  forma  al  que  tenían  las  monedas  peruanas  del  valor 
de  un  cuarto,   acuñadas  en    1822.   Fué  labrada  en  la  casa  de  mo- 


34   — 


neda  de  Lima,  según  lo  asegura  el  Gral.  Manuel  Antonio  López, 
del  Ejército  de  Colombia,  en  su  libro  titulado  «Recuerdos  Histó- 
ricos de  la  guerra  de  la  Independencia» . 

Un  ejemplar  de  esta   7nedalla  existe  en   el    «Museo  Mitre»  de 
la  que  se  ha  sacado  copia   fotográfica. 


«  El  General  San  Martín,  que  no  era  indiferente  á  ningún  rasgo  de 
«heroico  patriotismo  y  de  abnegación,  y  que  ejercía  entonces  el  mando 
« supremo  en  el  Perú  con  el  título  de  Protector,  expidió  inmediatamente 
«  un  decreto  por  el  cual  mandó  batir  una  medalla  para  honrar  aquel  glo- 
« rioso  apostolado;  dicha  medalla  tenía  la  figura  de  una  S  al  revés  y 
«pendía  de  una  cinta  bicolor  >>. 

(Recuerdofi  Históricos  de  la  guerra  de  la  I¡idef>ende)icia,  por  el  General 
Manuel  Antonio  López,  pág.  38). 

(Historia  de  San  Martin,  por  Bmé.  Mitre,  Tomo  2°,  cap.  27,  pág.  584). 

(Colección  General  Mitre,  regalada  por  Canter,  Colección  Lamas). 

(Historia  S.  Martin,  publicación  Museo  Histórico  Nacional,  ppr  Adolfo  P 
Carranza,  1905,  pág.  220). 


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MEDALLA  Y  ESCUDO  DE  PASCO 


Después  de  la  victoria  de  Nazca,  el  i  5  de  octubre  de  1820, 
el  general  D.  Juan  Antonio  Alvarez  de  Arenales,  al  mando  de 
una  división  de  860  plazas  y  4  piezas  de  artillería,  emprendió  su 
marcha  por  la  sierra  tomando  á  Aguamanga,  Huanta,  Jauja  y 
Jauma,  produciendo  á  su  paso  un  levantamiento  casi  general  con- 
tra la  dominación   española. 

Alarmado  el  virrey  por  los  progresos  de  los  patriotas,  orde- 
na salir  de  Lima  al  brigadier  D.  Diego  O'Reilly,  irlandés  al  ser- 
vicio de  España,  con  una  división  de  1 200  soldados,  con  la  cual 
fué  á  colocarse  en  Pasco,  donde  esperaba  encontrar  y  batir  á  los 
patriotas. 

En  efecto,  en  aquel  sitio  tuvo  lugar  la  batalla;  pero  contra 
las  esperanzas  de  los  españoles  que  habían  fundado  sus  seguri- 
dades de  triunfo  en  su  superioridad  numérica  y  en  el  cansancio 
y  fatiga  de  los  contrarios,  fueron  completamente  derrotados  des- 
pués de  un  reñido  combate,  el  6  de  diciembre  del  citado  año, 
cayendo  prisionero  el  mismo  brigadier  O'Reilly  y  muchos  de  los 
oficiales  superiores  de  su  división. 

Por  este  hecho  de  armas,  el  día  18  de  ese  mismo  mes,  se 
dio  el  decreto  que  sigue,  en  la  orden  del   día.  (^) 

« La  división  Libertadora  de  la  Sierra  ha  llenado  el  voto  de  los 
pueblos  que  la  esperaban  :  los  peligros  y  las  dificultades  han  conspirado 
contra  ella  á  porfía;  pero  no  han  hecho  mas  que  exaltar  el  mérito  del 
que  la  ha  dirigido,  y  la  constancia  de  los  que  han  obedecido  sus  orde- 
nes. Para  premiar  á  uno  y  á    otros  he  dispuesto: 

«1°  Luego  que  las  circunstancias  lo  permitan,  se  abrirá  una  medalla 

i})  El  general  Arenales  en  1821.  pSg.  234.  Leyes  y  Decretos   por  A.  Rosa,  pág.  220. 


_  36   - 

que  represente  las    armas  del  Perú    provisionalmente  adoptadas,  y  en  el 
reverso  esta  inscripción  :  A  los  vencedores  de  Pasco. 

«2"  El  general  de  la  división  la  traerá  de  oro,  y  lo  mismo  los  demás 
gefes  de  ella:  los  oficiales  la  usaran  de  plata. 

« 3"  Los  sargentos,  cabos  y  soldados  traerán  un  esa<do  bordado  sobre 
el  pecho  con  las  mismas  armas,  y  una  inscripción  que  diga  al  exergo: 
Yo  soy  de  ¡os  vencedores  de  Pasco. 

«4"  Mientras  se  abren  las  medallas  y  se  hacen  los  escudos:  todos  po- 
dran  usar  la  cinta  bicolor,  encarnada  y  blajica  en  el  lugar  propio  de  la 
medalla,  como  un  distintivo  que  recuerde  la  jornada  del  6  de  Diciembre 
de  1820. 

Comuniqúese  á  la  división  de  la  Sierra. 

Sax  Martin. 
Bernardo  Monieagudo, 

Secretarlo  de  Guerra. 


MEDALLA  A  LOS  VENCEDORES  DE   PASCO 

Anverso : 

«A    LOS VENCEDO RES    DE PASCO» 

Encima  sol  radiante  y  el  todo  entre  palma  y  laurel,  en   cua- 
tro líneas. 

Reverso:  Carece. 

«DICIEMBRE    6.    D     1820» 

Cinta  encarnada  y  blanca. 

Plata.   Peso:   8  gramos.   Diámetro:    27    1/2    m.m. 


Partes    oficiales   por    la   batalla   de   Pasco 

VICTORIA   DEI,   6   DE   DICIEMBRE   DE    l820 

S.  E.  el  General  en   Ge/e    del  Ejército  Libertador  al   Sr.    Ministro    de  Guerra 
del  Gobierno  de   Chile. 

I.os  sucesos  de  esta  campaña  han  sido  estraordinariamente  felices, 
pero  ninguno  tan  brillante  ni  mas  trascendental  á  mis  ulteriores  opera- 
ciones que  la  completa  derrota  del  brigadier  O'Reilly  en  el  Serró  de 
Pasco  por  los  esfuerzos  y  el  valor  del  benemérito  Coronel  Mayor  D.  Juan 


':^-^U^¿Oitai-c¿;y¿a)  iÁe'm¿ek)  >^W/^'^eí>  -  'z>^^uío(tca'  i^Ji^^/. 


—  37    — 

Antonio  Alvarez  de  Arenales,  con  los  demás  gefes,  oficiales  y  tropa  que 
forman  la  división  de  su  mando,  de  cuyos  detalles  se  instruirá  V.  S. 
por  las  copias  que  acompaño  bajo  los  Núm.  i.  2  y  3.  Yo  recomiendo  á 
la  consideración  de  S.  E.  á  todos  los  que  han  tenido  parte  en  aquella 
gloriosa  jornada,  en  que  la  humillación  del  enemigo,  ha  sido  igual  á  la 
confianza  que  tenia  del  buen  suceso. 

Quiera  V.  S.  ofrecer  á  S.  E.  las  mas  cumplidas  enhorabuenas  por 
el  triunfo  de  nuestras  armas  y  por  el  influjo  que  él  debe  tener  sobre  el 
éxito  de  la  campaña  del  Perú. 

Dios  Guarde  á  V.  S.  muchos  años. 

Cuartel  General  en  Guaura,  Diciembre  L'l  de  1820. 

JosF  DE  San  Martin. 
Señor   Coro7iel  D.  fose  Ignacio  Zenteno,   Miiiisiro  de  Estado  y  de  la   Guetra. 


N»   I 

El  Gejieral  Arenales  á  S.  E.  el  General  en   Gefe. 
Exmo.  Señor: 

Por  mis  últimas  anteriores  comunicaciones  de  4  de  Noviembre  en 
Guamanga,  22  y  24  del  mismo  en  Jauja,  habrá  podido  V.  E.  instruirse 
substancialmente  de  las  marchas,  movimientos  y  operaciones  de  esta  divi- 
sión de  mi  mando  y  del  estado  en  que  he  dejado  aquellas  provincias 
con  la  Guancabelica,  no  ofreciéndose  añadir  mas  que  el  haber  quedado 
en  Tarma  un  respetable  parque  de  pertrechos  y  útiles  de  guerra,  habiendo 
completado  hasta  cerca  de  700  fusiles  con  los  que  yo  he  dado,  sobre 
500  y  tantos  que  se  quitaron  al  enemigo  en  la  acción  y  dispersos  con 
lo  cual  queda  el  benemérito  patriota  nuevo  gobernador  intendente  de 
Tarma  D.  Francisco  de  Paula  Otero,  activando  el  arreglo  y  organización 
de  aquellas  milicias  provinciales  en  los  cuatro  pueblos  principales  de 
Tarma,  Jauja,  Concepción  y  Guancayo. 

Me  agitaba  en  todas  estas  disposiciones,  para  caer  aceleradamente 
sobre  Pasco,  cuando  ya  tenia  noticias  que  de  Lima  habia  salido  una 
división  contra  mí  al  mando  del  brigadier  O'Reilly  (')  con  que  Pezuela 
según  sus  comunicaciones  originales,  contaba  con  la  total  destrucción  de 
la  fuerza  que  tengo  el  honor  de  mandar.  Antes  de  llegar  al  nominado 
Pasco,  me  informé  de  que  el  espresado  O'Reilly  después  de  haberse 
posesionado  del  precitado  punto,  variando  de  posision  tomó  la  del  pueblo 


-  38  - 

del  Serró,  con  resolución  de  esperarme  en  él  y  atacarme.  En  este  con- 
cepto me  acampé  en  Pasco  el  5  del  corriente  á  las  once  del  dia,  y  con 
una  partida  de  granaderos  á  caballo,  pasé  personalmente  en  la  misma 
tarde  á  reconocer  la  entrada  y  localidad  de  este  dicho  Serró,  cuyo  nom- 
bre se  dá  al  pueblo,  sin  embargo  de  estar  en  una  hondura,  rodeado  de 
cumbres  elevadas,  por  cuya  razón  y  otras  circunstancias  se  suponía  no 
sin  fundamento  inaccesible.  Muy  apesar  de  que  se  intentó  estorbar  mi 
designio  por  las  tropas  de  O'Reilly  que  al  efecto  ocupaban  la  altura  de 
la  entrada,  yo  efectué  el  reconocimiento  tomando  aquellas  nociones,  que 
me  eran  necesarias,  con  lo  cual  regresé  á  mi  campamento,  sin  que  los 
enemigos  me  persiguiesen  mas  que  un  corto  trecho. 

El  dia  siguiente  ayer  6  al  alva,  me  puse  en  marcha  pausada,  por 
no  fatigar  mi  tropa,  dejando  en  Pasco  el  cargamento  y  equipages  escol- 
tados de  los  enfermos  y  algunos  milicianos.  Antes  de  las  nueve  de  la 
mañana  llegué  al  pié  del  gran  .Serró,  que  tenia  que  trepar  para  tomar 
las  alturas  que  dominan  á  este  dicho  pueblo,  cuya  distancia  desde  aquel 
es  de  cerca  de  tres  leguas.  Una  nevada  muy  espesa  y  copiosa  parecía 
que  se  me  oponia,  pero  en  tres  columnas  de  ataque  de  mi  tropa  dispo- 
nible, dos  paralelas  y  una  á  retaguardia  como  de  reserva  en  dirección 
del  claro  de  aquellas,  con  dos  compañías  de  cazadores  por  mi  derecha 
algo  avanzadas  hacia  lo  mas  elevado,  me  apoderé  muy  pronto  de  toda 
la  cima,  que  era  el  punto  en  concepto  de  los  enemigos,  insuperable  para 
mis  valientes  soldados.  Desde  allí  cuando  ya  cesó  de  nevar  aclarando 
el  dia,  procuraba  observar  los  movimientos  del  enemigo  que  tenia  á  mi 
frente  en  el  pueblo,  situado  como  llevo  indicado  en  una  hondura,  cuya 
bajada  parecía  impracticable,  principalmente  por  mi  derecha.  Mi  deseo 
se  estendia  á  poder  formar  una  idea  del  plan  é  intenciones  del  enemigo, 
y  á  este  efecto  lo  provoqué  con  algunos  tiros  de  artillería  sobre  la  po- 
blación: sufrió  efecto  mi  iniciativa,  pues  luego  salió  la  infantería  ene- 
miga fuera  de  las  casas,  y  en  una  corta  estension  que  hay  entre  ellas  y 
el  pié  del  Serró  se  colocaron  como  400  hombres  por  su  derecha  en  tres 
líneas  sucesivas,  todas  parapetadas  ú  ocultasen  una  especie  de  fosos,  y 
otra  tanta  fuerza  ó  poco  menos  por  su  izquierda  en  una  pequeña  altura, 
que  forma  una  peña  esplanada,  amagándome  al  mismo  tiempo  por  el 
propio  costado  con  guerrillas  de  cazadores,  como  tratando  de  impedir 
mi  bajada.  Mí  caballería  estaba  forrnada  en  el  bajo  á  mi  izquierda  en 
distancia  de  cuatro  cuadras,  único  terreno  capaz  de  permitir  en  algún 
modo  sus  operaciones,  y  á  su  frente  mediando  un  bajío  pantanoso  estaba 
la  caballería  enemiga. 

En  esta  disposición  di  las    ordenes  para    que  mis  columnas  parale- 


(')  En  todos  los  originales   de  que  se  ha  sacado  estas  copias  fe  dice  O'Relly;  pero  aquí  se  ha  seguido 
a  escritura  según  las  Memorias  de  MiUer. 


—   39   — 

las,  la  del  1 1  por  mi  izquierda  y  la  del  2  por  la  derecha  con  sus  caza- 
dores algo  avanzados  por  los  costados  esteriores,  emprendiesen  la  bajada, 
y  la  reserva  siguiendo  siempre  en  el  modo  posible  á  retaguardia  sobre 
el  centro  para  atender  como  y  cuando  las  ocurrencias  lo  exigiesen,  siendo 
de  advertir  que  la  columna  de  mi  derecha  tenia  que  atravesar,  en  bajando 
por  un  estrecho  espacio  entre  dos  lagunas,  para  dirigirse  sobre  la  fuerza 
de  la  izquierda  enemiga  casi  oculta  en  la  insinuada  peña;  asi  cai  al  plano 
improvisamente,  y  sin  detención  de  un  momento,  mandé  cargar  á  ambas 
columnas  sobre  sus  objetos  al  paso  que  cambiando  los  cazadores  del  1 1 
de  la  izquierda  de  su  columna  á  la  derecha  por  donde  el  borde  de  la 
laguna  los  ocultaba  algún  tanto,  salian  al  flanquear  la  primera  de  las 
tres  dichas  lineas  enemigas.  Ambas  mis  paralelas,  y  estos  cazadores 
obraron  con  toda  exactitud,  energía  y  bravura,  que  á  pesar  de  las  colo- 
caciones tan  ventajosas,  y  esfuerzos  de  los  enemigos,  la  carga  de  mis 
tropas  fue  tan  rápida  y  feroz,  que  las  contrarias  tuvieron  que  ponerse 
en  fuga  á  toda  carrera,  siguiendo  asi  por  los  dos  costados  del  pueblo,  y 
mi  reserva  por  el  centro  sin  detenerse  hasta  el  otro  estremo,  donde  po- 
sesionándome de  una  pampa  llana,  parecía  haberse  disipado  la  fuerza  del 
despotismo  como  el  humo,  pues  ya  no  aparecían  enemigos  sino  como  en 
una  total  dispersión,  que  apenas  se  divisaban. 

Al  mismo  tiempo  que  mi  infantería  dio  su  carga,  hizo  igual  opera- 
ción la  caballería  sobre  la  del  frente  con  no  menos  corage  é  intrepidez, 
corriéndola  á  sable  en  mano,  á  pesar  de  los  obstáculos  que  la  localidad 
y  ranchos  presentaban,  hasta  haberla  dispersado,  aprisionado  y  muerto 
cuanto  el  sufrimiento  de  los  caballos  pudo  ofrecer. 

La  fuerza  enemiga  según  sabíamos,  y  nos  manifiestan  los  estados 
que  hemos  encontrado,  ascendía  al  número  de  mil  y  tantos  hombres, 
inclusive  160  ó  70  de  caballería  de  dragones  y  lanceros  de  Lima,  con 
el  batallón  de  infantería  del  regimiento  de  Victoria,  y  á  mas  80  ó  100 
hombres  de  la  Concordia  de  este  Mineral;  y  el  resultado  en  substancia 
es,  que  de  los  enemigos  se  han  recogido  41  muertos,  se  han  tomado 
320  prisioneros  inclusive  26  oficiales  según  manifiesta  la  lista  que  se 
acompaña  con  el  número  i:  260  fusiles,  2  piezas  de  artilleria,  pertrechos, 
banderas,  música,  equipages,  y  todo  lo  que  tenian,  sin  haber  escapado 
5  hombres  reunidos,  pues  aun  el  mismo  gefe  O'Reilly,  se  fué  por  una 
rara  casualidad  con  tres  lanceros,  y  así  estos  como  todos  los  demás  dis- 
persos forzosamente  tomaron  el  rumbo  para  la  frontera  y  montaña  de  los 
Chunches,  que  si  quieren  retrogadar,  lo  conseguirán  muy  dificultosamente, 
estando  como  están  los  naturales  patriotas  de  estos  lugares  electrizados 
y  ansiosos  para  acabar  con  ellos.  De  nuestra  parte  hemos  perdido  4  hom- 
bres muertos,  2  del  11,  uno  del  2  y  uno  de  granaderos  á  caballo  con  más 
el  teniente  de  granaderos  del   11  D.  Juan  Moreno  y  12  soldados  heridos, 


—  40  — 

2  muy  gravemente;  siendo  de  advertir  que  entre  los  muertos  del  ene- 
migo es  un  oficial,  y  entre  los  prisioneros  de  esta  clase  hay  dos  heridos, 
el  uno  gravemente. 

Es  indudable,  Señor  Exmo.  que  el  Dios  de  los  egércitos  protege 
nuestra  causa  de  un  modo  el  mas  admirable.  Yo  creo  que  faltarla  á  mi 
deber  y  á  la  justicia,  sino  pusiese  en  el  superior  conocimiento  de  V.  E. 
el  distinguido  mérito,  valor  y  estraordinarios  esfuerzos  con  que  se  ha  com- 
portado esta  oficialidad  y  tropa,  cuando  no  me  es  fácil  espresar  quienes 
lo  hayan  hecho  mejor,  pues  á  porfia  y  con  entusiasmo  el  mas  noble  se 
disputaban  los  triunfos;  por  lo  que  si  V.  E.  fuere  servido,  podrá  conce- 
der la  gracia  de  alguna  divisa  de  premio  que  haga  honor  á  estos  valientes 
defensores  de  la  independencia  de  América,  ó  lo  que  sea  de  su  justifi- 
cado agrado;  mientras  que  yo,  esperando  su  aprobación,  determino  dar 
una  corta  gratificación  á  los  soldados. 

Dios  guarde  á  V.  E.   muchos  años. 

Campamento  en  el  Mineral  de  Pasco  y  Dio.  7  de  1820. 

Juan  Antonio  Alvarez  de  Arenales. 
Exmo.  Sr.    Capitán   General  y  en   Ge  fe  del  Egército  Libertador  del  Peri't. 
(El  General  Arenales  en  1821— pág.  236  á  43) 


ESCUDO  POR  LA  ACCIÓN  DE  MIRABE 

(20  de  junio  de  1821) 


Alarmado  el  general  español  Ramírez  por  el  desembarco  de 
Míller  en  Sama,  para  contrarrestar  la  invasión,  dispuso  desde  Puno 
la  marcha  de  250  hombres  de  infantería,  para  que,  unidos  á  otros 
grupos  de  veteranos  y  reclutas  de  otras  guarniciones,  convergiesen 
al  valle  de  Tacna  bajo  el  mando  superior  del  coronel  José  San- 
tos La  Hera,  formando  el  todo  una  pequeña  división  de  unos  800 
hombres. 

La  Hera  bajó  de  Arequipa  con  550  hombres  y  se  situó  en 
Mirabe  sobre  la  margen  derecha  del  río  que  riega  la  comarca, 
donde  esperó  la  incorporación  de  los  250  infantes  que  venían  de 
Puno. 

Informado  Míller  de  los  movimientos  del  enemigo,  compren- 
dió que  antes  de  que  las  tres  columnas  convergentes  se  reuniesen, 
podía  batirlas  aisladamente;  no  vacilando  en  tomar  la  ofensiva.  Con 
350  infantes  y  un  piquete  de  marineros,  2  coheteras,  70  grana- 
deros á  caballo  y  unos  60  paisanos  voluntarios  bien  montados, 
se  puso  en  marcha. 

Después  de  una  marcha  forzada  de  18  horas  por  un  desierto 
pedregoso  sin  agua  ni  vegetación,  y  un  sendero  escarpado  y  es- 
trecho que  conducía  al  pie  de  la  montaña,  en  la  noche  del  20  al 
21  de  mayo  de  1821,  descendía  al  valle  del  Locumba  por  un 
despeñadero,  por  el  cual  sólo  podía  pasar  un  hombre  de  frente 
hasta  llegar  á  la  orilla  izquierda  del  río. 

La  Hera  había  establecido  su  campamento  en  una  hondonada 
sobre  la  margen  derecha  del  mismo  río  y  dormía  tranquilo  den- 
tro de  los  cercos  del  pueblecillo  de  Mirabe.   A  las  12  de  la  noche 


—  42    — 

una  descubierta  de  5  soldados  patriotas  encontróse  en  su  camino 
con  un  piquete  de  caballería  que  cuidaba  unos  caballos  en  un 
alfalfar;  tomaron  tres  prisioneros,  pero  los  otros  fugaron  y  lleva- 
ron la  alarma  al  campamento  realista. 

Míller,  sorprendido  á  su  vez  de  encontrar  al  enemigo  tan 
cercano,  mandó  su  fuerza  á  la  carga,  y  aunque  fué  momentánea- 
mente detenido  por  el  río,  logró  franquear  el  obstáculo  y  tendió 
su  línea  de  combate  amagando  al  enemigo  que,  á  su  vez,  se  había 
organizado  y  roto  el  fuego  al  abrigo  de  los  cercos  y  logrado 
rechazar  á  la  caballería  patriota. 

Al  amanecer  del  día  2 1  Míller  llevó  un  ataque  impetuoso, 
frustrando  los  esfuerzos  de  La  Hera,  que  á  pesar  de  combatir  con 
un  valor  desesperado,  fué  vencido,  dejando  44  muertos,  59  pri- 
sioneros, en  su  mayor  parte  heridos,  y  400  muías.  Por  parte  de 
los  patriotas  hubieron   25   hombres  entre  muertos  v  heridos.  (*) 

En  el  Boletín  del  Ejército  Unido  Libertador  del  Perú,  fecha- 
do en  Barrancas  el  20  de  junio  del  citado  año,  se  acordó  un  es- 
cudo de  paño  á  los  patriotas  que  triunfaron  en  esta  acción. 


ESCUDO  DE  MIRABE  (PERÚ)  21  DE  MAYO  DE  1821 
Leyenda: 

«A    LOS    BRAVOS    DE    >riRABE» 

en  letras  de  hilo  de  oro. 

En  el  campo:  picos  de  montaña  detrás  de  los  cuales  hay  un 
sol  naciente;  al  pie  de  las  montañas: 

« 182  I » 

El  todo  rodeado  de  palma  y  laurel.  Paño  azul,  con  letras  de 
oro.  Véase  Boletín  del  Ejército  Unido  Libertador  del  Perú  en 
Barrancas,  de   20  de  junio  de    182 1. 

( /?os(T!— Numismática  pág.  71 ). 

{')  Historia  de  San  Martín,  por  B.  Mitre— tomo  IV,  pág.  159 á  162. 
(')  Numismática,  por  A.  Rosa-pág.  71— y  Colección  de  Leyesy  Decretos  por 
el  mismo  autor. 


C^U,>^iUaíi.c¿éj^   'tÁfim¿(>d  ^^WUMa^e))  ■  fcífe/tó^3>  '--^LmvíW'. 


ESCUDO  A  LOS  VENCEDORES  DE  CARABOBO 

(20  de  julio  de   1821) 


El  28  de  abril  de  182 1  Bolívar  reabrió  las  hostilidades.  Al 
iniciar  su  nueva  campaña,  hizo  invadir  la  provincia  de  Caracas 
por  una  división  del  ejército  de  Oriente,  la  que  después  de  ocupar 
la  capital  vióse  obligada  á  evacuar  el  territorio  conquistado,  des- 
pués de  algunos  triunfos  y  derrotas  sucesivas,  contribuyendo  em- 
pero á  distraer  é  inutilizar  una  parte  considerable  del  ejército  de 
La  Torre.  El  Libertador,  situado  en  San  Carlos,  llamó  á  sí  algu- 
nas fuerzas,  y  al  frente  de  unos  6000  hombres  de  infantería  y 
caballería,  se  puso  en  marcha  sobre  el  enemigo.  El  general  español 
La  Torre  se  reconcentró  á  vanguardia  de  Valencia,  con  un  ejér- 
cito que  alcanzaba  á  5000  hombres. 

Los  dos  ejércitos  beligerantes  maniobraban  con  los  últimos 
ramales  de  la  cordillera  de  por  medio:  el  realista,  cubriendo  las 
costas  de  sotavento,  que  constituían  su  base  de  operaciones,  y 
la  ciudad  de  Valencia,  llave  de  todo  el  valle  que  conduce  á  la 
capital;  el  independiente,  procuraba  forzar  el  paso  de  la  montaña. 
La  Torre,  en  vez  de  disputar  ese  paso,  se  limitó  á  cubrir  sus 
gargantas  con  destacamentos,  formando  su  línea  en  la  extensa 
sabana  de  Carabobo. 

El  24  de  junio  de  1821,  Bolívar,  marchando  en  masa,  sor- 
prendió el  principal  desfiladero  que  daba  acceso  al  llano;  pero 
para  descender  á  él,  tenía  que  marchar  en  desfilada  por  otra  es- 
trecha garganta  boscosa  de  la  parte  alta  de  la  sabana  dominada 
por  la  artillería  española,  á  cuyo  pie  lo  esperaban  la  infantería 
formada  en  columna  con  sus  escuadrones  sobre  los  flancos  y  re- 
taguardia prontos  á  cargar. 


—   44   -- 

Un  ataque  en  esas  condiciones  no  ofrecía  probabilidades  de 
éxito:  Bolívar  vacilaba,  cuando  uno  de  sus  guías  se  ofreció  para 
conducirlo  por  un  camino  por  el  cual  se  podía  caer  sobre  la  de- 
recha enemiga,  que  era  el  punto  más  débil.  Convencido  de  la 
posibilidad  de  esta  empresa,  dispuso  que  el  general  Páez,  con 
]  500  jinetes,  el  batallón  Apure  y  la  Legión  Británica  atacase  el 
enemigo. 

líl  batallón  Apure  llevaba  la  vanguardia  conducida  por  Páez 
en  persona.  La  Torre,  que  comprendió  la  importancia  del  movi- 
miento, le  salió  al  encuentro  seguido  de  tres  batallones,  sostenidos 
por  su  artillería;  rechazó  y  dispersó  al  Apure,  pero  en  auxilio  de 
éste  llegó  la  Legión  Británica,  la  que  despliega  y  rompe  un  mor- 
tífero fuego  quf:  restablece  el  combate.  La  infantería  patriota  se 
rehace;  su  caballería  amaga  un  flanco  de  la  posición  española, 
que  al  fin  se  ve  obligada  á  desalojar,  después  de  una  carga  á  la 
bayoneta  de  la  Legión.  Los  realistas  procuran  rehacerse  más  á 
retaguardia;  pero  su  derrotada  caballería  introduce  el  desorden 
en  sus  filas,  y  sus  batallones  deshechos  se  ponen  en  retirada, 
acosados  por  las  lanzas  de  los  escuadrones  de  Páez.  Uñ  batallón 
español,  el  Valencey,  sostuvo  valerosamente  la  retirada  y  salvó 
el  honor  de  las  armas  en  este  día,  rechazando  las  repetidas  car- 
gas de  la  caballería  patriota  en  una  marcha  de  más  de  treinta 
kilómetros,  hasta  que  se  reunió  con  sus  derrotados  compañeros, 
que  se  encerraron  en  Puerto  Cabello. 

El  Congreso  de  la  República  de  Colombia,  por  ley  de  23 
de  julio  de  1821,  acordó  varios  premios,  y  un  escudo  de  honor  á 
los  vencedores  en   esta  batalla.  (') 


Escudo  á  los  vencedores  de  Carabobo 

En  las  llanuras  de  Carabobo,  el  general  Bolívar  por  segunda 
vez  combate  y  vence  á  las  fuerzas  realistas  el  dia  24  de  junio  de. 
1 82 1,  coronando  con  esta  victoria  en  Venenzuela  el  glorioso  pro- 
nunciamiento de  19  de  abril  de   1810. 


El  Congreso   Gejieral  de  la  República  de   Colombia 

Instruido  por  el  Libertador  Presidente  de  la   inmortal    victoria   que 
el  dia  24  de  Junio  próximo  pasado   obtuvo    el    ejército    bajo    su    mando, 

^')  Historia  de  San  Martin,  por  B.  Mitre— tomo  V.  pAg.  H09. 


—  45   — 

sobre  las  fuerzas  reunidas  del  enemigo  en  los  campos  de  Carabobo,  y 
teniendo  en  consideración : 

i"  Que  por  esta  batalla  ha  dejado  de  existir  el  único  ejército  en  que 
el  enemig-o  tenia  fincadas  sus  esperanzas  en  Venezuela. 

2"  Que  por  la  siempre  memorable  jornada  de  Carabobo,  restituyendo 
al  seno  de  la  patria  una  de  sus  mas  preciosas  porciones,  ha  consolidado 
igualmente  la  existencia  de  esta  nueva  República. 

3°  Que  tan  glorioso  combate  es  merecedor  de  agradecido  recuerdo 
y  eterna  alabanza,  tanto  por  la  pericia  y  acierto  del  general  en  jefe  que 
lo  dirijió,  como  por  las  heroicas  proezas  y  rasgos  de  valor  personal  con 
que  en  él  se  distinguieron  los  bravos  de  Colombia. 

4°  En  fin,  que  es  un  deber  de  justicia  presentar  á  sus  ilustres  defenso- 
res los  sentimientos  de  gratitud  nacional,  así  como  también  pagar  el  tri- 
buto de  dolor  á  los  que  con  su  muerte  dieron  honor  y  vida  á  la  patria; 

Ha  venido  en  decretar  y — 

DECRETA : 

1"  Los  honores  del  triunfo  al  General  Simón  Bolívar  y  al  ejército 
vencedor  bajo  sus  órdenes. 

z"  No  pudiendo  verificarse  en  la  Capital  de  la  República,  tendrán 
lugar  en  la  ciudad  de  Caracas,  quedando  á  cargo  de  sus  autoridades,  y 
particularmente  de  su  ilustre  ayuntamiento,  acordar  las  disposiciones  ne- 
cesarias á  fin  de  que  haga  esta  manifestación  personal  con  la  pompa  y 
dignidad  posibles. 

3"  En  todos  los  pueblos  de  Colombia,  y  divisiones  de  los  ejércitos, 
se  consagrará  un  dia  de  regocijos  públicos  en  honor  de  la  victoria  de 
Carabobo. 

4"  El  dia  siguiente  á  esta  solemnidad,  se  celebrarán  funerales  en 
los  mismos  pueblos  y  divisiones,  en  memoria  de  los  valientes  que  fene- 
cieron combatiendo. 

5"  Para  recordar  á  la  posteridad  la  gloria  de  este  dia,  se  levantará 
lina  columna  ática  en  el  campo  de  Carabobo.  El  primer  frente  llevará  esta 
inscripción: 

«DIA   XXIV   DE  JUNIO  DEL   AÑO   XI» 

«SIMÓN   bolívar,   vencedor» 

«ASEGURÓ   LA   EXISTENCIA   DE   LA   REPÚBLICA   DE   COLOMBIA» 

Se  hará  después  mención  del  Estado  Mayor  General.  En  los  otros  tres 
frentes  se  inscribirán  por  su  orden  los  nombres  de  los  generales  de  las 
tres  divisiones  de  que  se  componía  el  ejército,  y  los  nombres  de  los  regi- 
mientos y  batallones  de  cada  una,  con  los  de  sus  respectivos  comandantes. 


_  46  - 

6"  En  el  lado  de  la  base  que  corresponde  al  frente  de  la  2*  división, 
se  verá  grabado : 

«  EL   GENERAL   MANUEL   CEDEÑO,  » 

«  HONOR   DE     LOS   BRAVOS   DE  COLOMBIA,  » 

«MURIÓ   VENCIENDO    EN   CAR  ABOBO,» 

«NINGUNO   MAS  VALIENTE    QUE  ÉL,» 

«  NINGUNO   MAS   OBEDIENTE   AL   GOBIERNO.  » 

En  el  lado  de  la  base  que  corresponde  al  frente  de  la  3"  división 
se  leerá: 

« EL   INTRÉPIDO  JOVEN   GENERAL   AMBROSIO   PLAZA,  » 

«  ANIMADO   DE  UN   HEROÍSMO   EMINENTE,  » 

« SE   PRECIPITÓ   SOBRE   UN   BATALLÓN   ENEMIGO.  » 

«  COLOMBIA   LLORA   SU   MUERTE.  » 

7"  Se  colocará  en  un  lugar  distinguido  de  los  salones  del  Senado  y 
Cámara  de  Representantes  el  retrato  del  General  Simón  Bolívar,  con  la 
siguiente  inscripción: 

«SIMÓN   BOLÍVAR» 
«LIBERTADOR   DE   COLOMBIA» 

8"  Se  concede  al  bizarro  general  José  Antonio  Paez  el  empleo  de 
general  en  jefe,  que  por  su  extraordinario  valor  y  virtudes  militares  le 
ofreció  el  Libertador  á  nombre  del  Congreso,  en  el  mismo  campo  de  batalla. 

9°  Todos  los  individuos  del  ejército  vencedor  en  aquella  jornada 
llevarán  en  el  brazo  izquierdo  U7t  escudo  amarillo,  orlado  con  una  corona 
de  laurel,  con  este  mote: 

«  VENCEDOR   EN   CARABOBO   AÑO    XI » 

10.  El  Libertador,  ademas,  presentará  muy  especialmente,  á  nombre 
del  Congreso,  el  testimonio  de  agradecimiento  nacional  del  esforzado  ba- 
tallón británico,  que  pudo  aun  distinguirse  entre  tantos  valientes,  y  sufrió 
la  pérdida  lamentable  de  muchos  de  sus  dignos  oficiales,  contribuyendo 
de  esta  suerte  á  la  gloria  y  existencia  de  su  patria  adoptiva. 

Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo  para  su  ejecución  y  cumplimiento 
en  todas  sus  partes. 

Dado  en  el  Palacio  del  Congreso  General  en  Colombia,  en  villa  del  Rosario  de  Cúcuta.  A  £0  de 
Julio  de  1821-11. 

El  Presidente  del  Congreso, 

JosE  Manuel  Restrepo. 

El  Diputado  Secretario. 

Francisco  Soto. 

El  Diputado  Secretario. 

Miguel  Sanfaniaria. 


—  47   — 

Palacio  del  Gobierno  de  Colombia,  en  el  Rosario  de  Cücula.  A  23  de  Julio  de  1821  •  11. 

Ejecútese,  publíquese  y  comuniqúese  á  quienes  corresponde. 

Por  S.  E.  el  Vice  Presidente  de  la  República 

Castillo. 

El  Ministro  del  Intei  ior. 

Diego  B.    U7-baneja. 

[Aiit.  Biogr.  del  Grnl.  Pues,  tomo  1°  pag.  211). 

(  Vida  de  Bolivar  por  F.  Larrazdbal,  tomo  2°  pág.  87). 


Anverso :   En  el  campo: 

«  VENCEDOR  -  EN  -  CAR  ABOBO  -  AÑO  DE  -  I  8  2  I  » 

entre  un  sable  y  un   gajo  de  laurel. 
Reverso:   Carece  de  él. 
Oro.  Peso:    13   gramos.  Diámetro:   34x31    m.  m. 


'i 


II 


'■«■fniOd  L  ''¿W(Vííw<f<< 


58i> 


MEDALLA  AL  EJERCITO  Y  ESCUADRA 
Libertadores  del  Perú 


DECRETO: 
Bl  Protector  de  la  libertad  del  Perú — 


El  Ejército  unido  y  la  Escuadra  de  Chile  al  fin  han  cumplido  el 
juramento  que  hicieron  á  la  Patria  de  libertar  al  Perú  y  elevarlo  al  rango 
á  que  la  justicia  y  el  interés  del  mundo  lo  llamaban.  Su  constancia  y 
heroísmo  los  hace  existir  ya  desde  ahora  en  la  posteridad  que  los  aguarda 
agradecida.  ].a  conciencia  que  todos  tienen  de  sus  acciones  es  el  mejor 
premio  de  ellas:  Sin  embargo,  puesto  yo  á  la  cabeza  del  Estado  Peruano, 
dejarla  un  gran  vacio  en  mis  deberes  públicos,  si  á  su  nombre  no  mani- 
festase el  alto  íiprecio  que  merecen  los  que  han  tenido  parte  en  la  em- 
presa de  mas  trascendencia  al   nuevo  orden   social  de  ambos  hemisferios. 

Por  tanto  declaro: 

i"  El  Estado  del  Perú  reconoce  como  deuda  nacional  los  atrasos  del 
Ejército  y  Escuadra,  como  igualmente  las  ofertas  hechas  por  mí  á 
ambos. 

z"  Todos  los  bienes  del  Estado  y  á  más  el  veinte  por  ciento  de  las 
entradas  de  Aduana,  quedan  hipotecadas  hasta  la  extinción  de  aquellos 
créditos. 

3"  Todos  los  oficiales  del  Ejército  y  Escuadra  que  salieron  en  la 
Expedición  Libertadora  y  se  hallan  existentes  en  el  dia,  son  reconocidos 
Oficiales  del  Perú. 

4°  Los  individuos  comprendidos  en  el  articulo  anterior  y  los  emplea- 
dos que  se  hallen  en  el  mismo  caso,  gozarán,  aunque  después  queden  de 


—  50   - 

simples  particulares,  una  medalla  de  oro  los  oficiales  y  de  plata  las  demás 
clases,  con  esta  inscripción: 

«YO   FUI     DEL   EJÉRCITO   LIBERTADOR» 

y  al  reverso  las  armas  del  Estado. 

5°  La  misma  distinción  gozaran  los  individuos  de  la  Escuadra,  con 
la  diferencia  del  mote  que  dirá: 

«YO   FUÍ   DE   LA   ESCUADRA   LIBERTADORA» 

6°  Todo  individuo  comprendido  en  los  artículos  anteriores,  hasta  la 
clase  de  soldado  y  marinero  que  quede  de  simple  particular,  y  se  esta- 
blezca en  el  Perú,  será  exento  de  todo  servicio  personal. 

7''  La  pensión  vitalicia  de  medio  sueldo  que  se  destina  á  los  Oficia- 
les podrá  ser  redimida  por  convenio  de  los  particulares  con  el  Gobierno. 

8"  El  bravo  batallón  «NUMANCIA»  y  los  oficiales  y  tropa  prisioneros  de 
Casas-Matas  quedan  comprendidos  en  las  gracias  concedidas  al  Ejército 
y  Escuadra. 

9"  Una  comisión  especial  será  encargada  del  arreglo  de  cuentas, 
administración  de  fondos  y  pagos  que  se  hagan  de  los  atrasos  del' Ejército 
y  Armada,  la  misma  que  entenderá  en  el  pago  de  las  pensiones:  El  Pre- 
sidente de  esta  Comisión  será  el  Intendente  actual  del  Ejército,  D.  Juan 
Gregorio  Lemus. 

I  o.  Por  parte  del  Ejército  y  Escuadra  nombrará  un  Agente  cada 
uno  para  la  reclamación  de  sus  haberes  y  pago  de  pensiones:  estos  serán 
miembros  de  la  Comisión. 

11.  Las  pensiones  del  medio  sueldo  debe  entenderse  que  se  gozaran 
no  teniendo  otro  empleo,  es  decir,  que  ningún  individuo  agraciado  po- 
dría gozar  sueldo  y  pensión. 

12.  Los  pagos  que  se  hagan  de  los  atrasos  de  la  Escuadra  por  este 
Gobierno  y  que  debia  abonarlos  el  de  Chile,  se  tendrán  en  consideración 
en  el  tratado  particular  que  se  ajuste  con  aquel  Estado. 

Dado  en  Lima  A  15  de  .-Xgoslo  de  1821.  '2°  de  la  libertad  del  Perú. 

Sax  Martín. 
Bernardo  Monteagudo. 

EJÉRCITO  V  ESCUADRA  LIBERTADORES  DEL  PERÚ 

N"    I    Anverso:  En  el  campo: 

«YO    FUf — DEL    EXTO LIBERTA DOR» 

inscripto  en  un  escudo  que  tiene  dos  banderas  de  cada  lado:  una 
argentina  y  una  chilena;    un   sol  sin   cara  naciente  y  radiante  en- 


cima  y  debajo,   trofeos  militares,  estando  el  todo  encerrado  dentro 
de  corona  de   laureles. 

Reverso:   No  tiene. 

Del  broche  de  la  medalla  salen  dos  gajos  de  palma  y  laurel. 

Oro.  Peso:   9  gr.   9  decig.   Diámetro:    29x25    milímetros. 

Leyenda: 

N"  2  La  misma  que  la  anterior,  aunque  su  dibujo  difiere  de 
aquélla.  En  esta  medalla  aparecen  reemplazados  los  rayos  del  sol 
por  unos  rayos  poligonales,  en  los  cuales  hay  brillantes  engarza- 
dos; rodean  al  escudo  que  lleva  la  inscripción,  banderas,  cañones, 
etc.  y  debajo,  una  pila  de  cinco  balas,  que  están  representadas 
también  por  brillantes. 

Encierra  al  todo,  como  en  el  modelo  precedente,  una  corona 
de  laureles,  en  cuyas  hojas  se  ven  asimismo  brillantes  engarzados; 
la  medalla  tiene  un  broche  láureo,  adornado  con  brillantes,  colo- 
cado en  la  parte  superior  de  una  piecita  que  se  adhiere  á  él  por 
su  parte  superior  y  por  la  inferior,  á  la  medalla. 


N"  3  Anverso:   En  el  ca^ttpo. 

«YO    FUÍ DEL    EJER^° LIBERTADOR^) 

inscripto  en  tres  líneas,  dentro  de  escudo  semejante  al  del  N"  i, 
rodeado  de  banderas,  dos  sables  y  un  cañón  á  cada  lado  y  de- 
bajo una  pila  de  balas  dispuestas  en  cuatro  hileras.  El  sol  ra- 
diante, que  aparece  en  la  parte  superior  de  la  tnedalla,  presenta 
diferencias  en,  los  rayos  con  el  modelo  N°  i,  y  además,  es  con 
cara.  El  todo  se  halla  encerrado  dentro  de  un  óvalo,  el  cual  á 
su  vez  está  rodeado  por  una  corona  de  laurel,  dispuesta  á  la  ma- 
nera de   marco. 

Reverso:   carece. 

En  la  parte  superior  de  la  medalla  se  halla  fija  una  piecita, 
de  la  cual  se  sujeta  el  broche  láureo  que  sirve  para  la  cinta. 


N°  4   Semejante  á  la  N°  i,  pero  con  diferencia  de  cuño,  princi- 
palmente en  el  sol. 

Plata.   Peso:    y^'a»!"-   Diámetro:    29x24  mm. 


—  52   — 

Existen  además  otros  modelos  como  los  citados  por  el  señor 
Medina  en  su  libro  «Medallas  Chilenas».  Una  lleva  sol  en  el  re- 
verso y  la  otra  en  el  anverso;  además  de  la  leyenda,  la  inscrip- 
ción «Año  de  1 82  I»,  pero  ninguna  de  las  dos  se  hallan  conformes 
con   las  disposiciones  del  decreto   de  creación   de  la  medalla. 


•1&/KÍ,'. 


MEDALLA  A  LAS  PARTIDAS  DE  GUEHRILLA 


DECRETO: 

El  valor  y  la  constancia  con  que  han  contribuido  las  partidas  de 
guerrilla  á  establecer  la  libertad  del  Perú,  siguiendo  el  ejemplo  del  Ejér- 
cito, las  hace  dignas  de  la  consideración  del  Gobierno,  y  por  tanto,  he 
resuelto  concederles  las  distinciones  siguientes: 

r'  Todos  los  oficiales  y  soldados  de  las  partidas  de  guerrilla,  llevarán 
una  medalla  al  lado  izquierdo  del  pecho,  con  esta  inscripción  en  el  centro 
del  anverso: 

«EL   VALOR    ES    MI    DIVISA» 

y  en  el  reverso  un  sol  en  el  centro,  y  al  exergo  esta  inscripción: 

«Á    LAS    PARTIDAS    DE    GUERRILLA» 

La  cinta  de  que  penda  la  medalla  será  bicolor,  blanca  y  encarnada.  La  medalla 
de  los  oficiales  será  de  o)  o  y  de  piala  la  de  los  soldados. 

2"  Todos  los  individuos  de  las  partidas  de  guerrilla  quedan  excep- 
tuados del  servicio  veterano,  á  cuyo  efecto  se  les  dará  una  papeleta  im- 
presa y  firmada  por  mí,  que  les  sirva  de  resguardo. 

3"  Serárt  atendidos  en  sus  solicitudes,  con  preferencia  para  lo  destinos 
y  gracias  que  pretendan. 

4"  Perderán  el  derecho  á  estas  gracias  los  que  desmientan  con  su 
conducta  el  amor  á  la  disciplina  y  al  orden  que  hasta  aqui  han  acreditado. 

Imprímase  y  publíquese. 

Dado  en  Lima,  A  1»  de  Octuhre  de  182-2.  2°. 

San  Martin. 
B.  Montcagudo. 

(Véase  Odriozola  ^Docimietttos  Históricos  del  Peni»,  tomo  \X). 


—  54  — 
A    LAS  PARTIDAS  DE  GUERRILLA 

Anverso:   En  el  campo. 

«EL —  VALOR ES  MI DIVISA» 

Ovalo  adornado  exteriormente  con  laureles  hasta  la  mitad. 

Reverso:   En  el  campo:  Sol  radiante,  rodeado  de  esta  inscripción: 

«A    LAS     PARTIDAS    DE    GUERRILLA» 

Ovalada,   cinta  blanca  y  encarnada. 

Plata.   Peso:    17  gramos.   Diámetro:   40  \/2  por  37   mm. 
Rara.   Se  acuñaron  de  oro  también  (rarísimas)  para    oficiales. 


</e-.¿M  t^.^n¿(»  ^Mi^MMtJ  -  t:^e/ui^ca'  ,.^a&n/í^ 


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1-¡Bgíí3^ 


ATAQUES  AL  CALLAO 


El  26  de  Julio  de  1821,  el  sargento  mayor  D.  Eugenio  Ne- 
cochea  mandaba  una  guerrilla  sobre  los  fosos  del  castillo  Real 
Felipe,  con  la  cual  batió  y  acuchilló  triples  fuerzas  enemigas  y 
por  cuyo  hecho  de  armas  se  le  condecoró  con  un  escudo  y  el 
grado  de  teniente  coronel,  otorgándose  el  mismo  escudo  á  la 
tropa  que   lo   acompañó. 

Según  el  Sr.  Alejandro  Rosa,  de  quien  sacamos  estos  datos, 
el  escudo  fué  de  paño  con  centro  azul  y  con  el  mote : 


«A    LOS    BRAVOS    DEL   CALLAO» 


del  cual    no  nos    ha  sido    posible    encontrar  el    facsímil,    pero    lo 
consignamos  como  dato  ilustrativo. 


Exento.   Señor  : 

Tengo  el  honor  de  anunciar  á  V.  E.  el  bizarro  hecho  de  algunos 
soldados  y  oficiales  del  benemérito  cuerpo  de  húsares  que  hacen  la  es- 
colta de  V.  É. 

Desde  ayer  tenia  emboscados  en  las  casas  de  Bellavista  diez  y  seis 
hombres  con  un  oficial,  con  el  objeto  de  si  los  enemigos  echaban  algu- 
nas descubiertas  algo  adelantadas  de  infantería  ó  de  caballería  lograr 
cortarlas. 

No  se  pudo  lograr  esto  el  primer  día :  y  como  ni  á  pesar  de  algu- 
nos tiradores  que  se  les  echaron,  no  quisieron  los  enemigos  abandonar 
la  posición  que  medía  entre  la  puerta  del  castillo  Real  Felipe  y  una 
pequeña  casa  que  se  halla  á  la  inmediación  del  foso  y  al  frente  de  una 
laguna,  nuestros  húsares,  al  mando  de  un  sargento  mayor   comandante  y 


-  56  - 

el  capitán  D.  Pedro  Roulet,  se  decidieron  á  cargarlos  á  sable  en  mano, 
como  lo  verificaron,  mesclándose  entre  cuarenta  infantes  y  diez  y  seis 
caballos  enemigos;  de  los  que  quedaron  en  el  campo,  entre  muertos  y 
heridos,  lo  menos  veinte;  teniendo  que  huir  los  restantes  á  la  fortifica- 
ción, donde  sólo  pudieron  salvarse.  Nuestra  pérdida  solo  ha  consistido 
en  un  sargento  muerto,  y  heridos  levemente  dicho  capitán  Roulet  y  un 
soldado. 

Yo  recomiendo  á  V.  E.  el  valor  y  decisión  del  expresado  sargento 
mayor  Roulet  y  tropa  del  cuerpo  de  húsares,  que  con  tanta  bizarría 
han  sabido  comportarse  al  frente  de  sus  compañeros  de  armas,  haciendo 
convencer  á  nuestros  enemigos  de  la  nulidad  é  impotencia  de  su  situa- 
ción. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 

Hacienda  de  Baquijano.  Julio  26  de  1828. 
Exino.  Señor  : 

Juan  Gregorio  de  Las  Heras. 

Excmo.   Señor  D.   José  de  San    Martin,    capitán  gC7ieral  y  en  gefc  del   ejército 
libertador. 


A  consecuencia  de  esta  intrépida  acción,  S.  E.  el  señor  general  en 
gefe  se  ha  servido  decretar  \o%  premios  siguientes:  i°  Al  comandante  de 
húsares  D.  Eugenio  Necochea  y  al  capitán  Roulet,  el  ascenso  de  un 
grado  sobre  el    que  tenian. 

2°  A  todos  los  individuos  que  componían  la  partida  en  la  referida 
acción,  el  uso  de  vn  escudo  de  distinción  en  el  brazo  izquierdo  con  letrero 
que  diga: 

«A   LOS   BRAVOS   DEL   CALLAO»    ^) 

Rendición  del  Callao 

Exmo.  Señor: 

El  más  fuerte  atrincheramiento  de  los  enemigos,  la  Plaza  del  Ca- 
llao, ha  sido  rendida  por  Capitulación,  y  el  Exercito  de  Casterac  total- 
mente disuelto  según  consta  de  los  adjuntos  impresos. 

Entretanto  me  llegan  los  partes  oficiales,  q'"  espero  por  momentos, 
me  anticipo  á  felicitar  á  V.  E.  por  unos  sucesos  tan  remarcables,  q"  ya 
podemos  contar,  con  que  sus  consecuencias  deben  ser  la  irrev'ocabe  In- 
dependencia de  la  América  Meridional,  pues  al  Gral.  Ramires  encerrado 


(1)    Numismática,  por  A.  Rosa,  pAg.  70. 


—  57   — 

en  el  alte.  Perú   no  le  queda  otro  recurso  que  el   de  entrar  en   una  nego- 
ciación semejante  á  la  de  los  Gefes  del  Callao,  para  evitar  su  total  ruina 
á  lo  que  se  acelerará  si,  como  espero  las  Provincias  Unidas  del  Rio  de 
la  Plata,  mueven  sus  fuerzas  sobre  él  para  extrecharlo  á  este  paso. 
Dios  gue.  á  V.  Ec".  m'  a.'. 

Palacio  Dircctorial  en  Santiago  ile  Cliile,  :l  ¿7  de  nctubre  de  1821. 

Bernardo  O'Higgixs. 

Exmo  S''   Capitán    Gral   D"  Martin   Rodríguez     Gob-'"  de    la    Prov"  de    Buenos 
Aires. 

Nov""^    15/821 — Enterado,  con  felicitación — (hay  una  rúbrica) — fho. 

Lima  y  Octubre  11  de  1821. 
Señor : 

Por  la  gazeta  de  20  de  Sept".  anterior  se  impondrá  V,  E.  de  la  ca- 
pitulación para  la  entrega  de  la  plaza  del  Callao  q".  se  verificó  el  21, 
según  aparece  del  parte  el  Honorable  Coronel  D".  Tomas  Guido  inserto 
en  la  del  22  del  mismo.  Las  condiciones  acordadas  á  los  sitiados  abun- 
dan ciertam"\  de  liberalidad  asi  p''.  q".  ella  es  tan  conforme  á  los  sen- 
tim'°'.  de  S.  E.  el  Protector,  como  p''  las  consideraciones  q"  le  ha  merecido 
el  Gen'  La  Mar  Gobernador  de  aquella  plaza,  q"  en  medio  de  sus  com- 
promisos no  ha  cesado  de  ser  americano  en  su  corazón.  Esta  importante 
adquisición  con  el  inmenso  Parque  y  adyacentes  q".  contiene,  es  la  última 
garantía  q"  faltaba  al  destino  de  America,  y  como  tal  debe  interesar  de 
un  modo  señalado  á  ese  Gobierno,  aquien  espero  comunicará  V.  S.  esta 
noticia  q"  debe  influir  tan  marcadam"'  en  la  prosperidad  del  comercio  re- 
cíproco. 

Tengo  la  honra  de  asegurar  á  V.  S.  los  sentim"".  de  la  mas  alta 
consideración  v  aprecio  con  que  soy  su  atento  y  Seg°.  Serv^ — S^ 

B.   MONTEAGUDO. 

Lima  10  de  Octubre  de  1821. 
Exmo.  Señor : 

Noticioso  de  q''.  el  Exto  Real  se  movia  desde  Jauja,  donde  se  habia 
refujiado,  con  direcc""  á  ésta  Capital,  sali  al  Campo  con  el  de  mi  mando, 
el  día  &  del  pasado ;  y  aunq^  tengo  la  satisface",  de  q°.  sin  habernos  ba- 
tido, se  debiese  á  sus  operaciones,  marchas  y  movimientos  la  retirada  y 
cuasi  completa  dispercion  de  aquel,  igualm"".  q''.  la  rendición  de  la  Plaza 
del  Callao,  que  fué  ocupada  p"'.  nuestras  armas  en  2 1  del  mismo  ;  como 
el  Supremo  Protector  Generalísimo  de  las    tropas  se  hallase  á  la  cabeza 


-   5«   - 

del  Exto.  omito  dar  á  V.  E.  los  detalles  y  p/ menores  de  tan  gloriosa 
campaña,  p".  q".  p".  su  conducto  debo  suponer  q'".  tendrá  V.  E.  cuantas 
noticias  pudiera  apetecer. 

Tengo  la  honrra  de  manifestar  á  V.  E.  los  sentim"".  de  mi  mas  alta 
considerac".  con  la  q^  soy  su  mas  atento  subdito — 

Exmo.   Seríor  : 

J."  Greg.°  de  Las  Heras. 
Exmo    S'-  Supremo    Gov"".    de  las  Provincias   Unidas  de  Buenos  Aires. 


ORDEN  DEL  SOL 

(Deepeto  de  8  de  oetübre  de  1821 ) 


Con  objeto  de  que  sirviera  de  estímulo  y  recompensa  de  las 
nobles  acciones,  el  Protector  del  Perú,  general  don  José  de  San 
Martín,  crea  por  medio  de  un  decreto  expedido  en  Lima,  la  dis- 
tinguida «Orden  del  Sol»,  condecoración  gloriosa  T^d,V3.  premiar  á 
los  héroes  y  los  grandes  servicios  prestados  á  la  Patria. 


Institución  de  la    «Orden  del  Sol  >,  sancionada  por  el  Protector 
de  la  libertad  del  Perú 

Cuando  el  orden  social  experimenta  una  de  aquellas  alteraciones 
que  no  son  sino  el  cumplimiento  de  las  leyes  antiguas  de  la  naturaleza, 
la  autoridad  del  tiempo  basta  para  abolir  las  formas  que  han  precedido 
y  consolidar  las  que  deben  sostituirse.  Las  ideas  del  gobierno  y  del 
pueblo  se  modifican  por  la  tendencia  de  los  mismos  sucesos,  el  origen 
de  los  derechos  y  de  los  deberes  de  ambos  se  busca  en  nuevos  princi- 
pios, y  en  fin,  las  penas  y  las  recotnpensas  varían  según  el  distinto  con- 
cepto que  se  forma  de  la  moralidad  de  las    acciones. 

Mientras  la  fuerza  es  el  origen  de  las  leyes,  los  mismos  oprimidos 
que  emprenden  resistirla,  no  pueden  substraerse  del  todo  al  remordi- 
miento que  excita  la  idea  de  ser  infractores,  aunque  sin  ser  culpados. 
Pero  al  fin  el  poder  de  los  débiles  se  aumenta,  y  empieza  á  mirarse  la 
rebelión  como  un  deber,  hasta  que  coronada  por  la  mano  de  la  victoria, 
adquiere  el  renombre  de  heroica  y  cesa  de   ser  abominable. 

Mas  de  diez  años  de  una  constante  lucha  han  sido  precisos  para 
que  el  Perú  arribe  á  este  feliz  término  ;    muchos  ilustres  ciudadanos  han 


—   6o   — 

osado  ser  fieles  á  los  sentimientos  de  su  corazón,  sin  mas  fruto  que  ir 
£1  honrar  los  cadalsos  en  que  han  perecido,  y  regar  otros  con  su  sangre 
los  campos  de  batalla,  para  abonar  con  ella  la  tierrra  en  que  tarde  ó 
temprano  debia  nacer  el  árbol  de  la  libertad.  El  voto  de  los  héroes  que 
yá  no  existen,  y  de  los  pueblos  que  viven  para  consumar  la  obra  que 
aquellos  empezaron,  está  cumplido.  La  capital  del  Perú  y  casi  todos  sus 
departamentos  han  proclamado  la  independencia^  un  solo  sentimiento 
anima  á  todos  los  que  habitan  entre  la  Tierra  del  Fuego  y  la  del  La- 
brador ;  los  pueblos  que  no  lo  han  manifestado  están  ya  en  la  víspera  de 
ejecutarlo,  y  no  hay  fuerza  bastante  para  impedirlo. 

El  suceso  que  acaba  de  confirmar  esta  esperanza,  exige  se  levante 
un  monumento  que  sirva  para  marcar  el  siglo  de  la  regeneración  peruana, 
y  transmitir  también  á  la  posteridad  los  nombres  de  los  que  han  contri- 
buido á  ella.  Exaltar  el  mérito  de  los  ciudadanos  que  se  han  hecho  cé- 
lebres por  sus  virtudes,  es  la  prerogativa  mas  honorable  de  todo  go- 
bierno y  en  las  actuales  circunstancias  es  ademas  un  deber  sagrado,  que 
yo  no  puedo  dejar  de  cumplir. 

El  estado  natural  de  los  pueblos  y  la  masa  de  recursos  disponibles 
que  tienen  contra  el  enemigo,  no  permiten  prolongar  la  incertidumbre  de 
los  tiempos  pasados.  Ya  se  desprendió  de  la  Europa  el  nuevo  mundo,  y 
solo  falta  que  la  generación  inmediata  venga  á  consolidar  la  forma  de 
los  Estados  independientes  que  se  organicen  en  este  hemisferio:  á  nos- 
otros toca  abrir  las  puertas  del  porvenir  y  dejar  sellado  un  pacto  de 
alianza,  que  nos  una  á  nuestros  mas  remotos  descendientes. 

La  consideración  de  tan  solemnes  motivos  me  ha  sugerido  el  pen- 
samiento de  crear  y  establecer  una  orden  denominada  la  ORDEN  DEL 
.SOL,  que  sea  el  patrimonio  de  los  guerreros  libertadores,  el  premio  de 
los  ciudadanos  virtuosos,  y  la  recompcrisa  de  todos  los  hombres  benemé- 
ritos. Ella  durará  mientras  haya  quien  recuerde  la  fama  de  los  años 
heroicos,  porquetas  instituciones  que  se  forman  al  empezar  una  grande 
época,  se  perpetúan  por  las  ideas  que  cada  generación  recibe  cuando  pasa 
por  la  edad  en  que  averigua  con  respeto  el  origen  de  lo  que  han  ve- 
nerado sus  padres. 

Con  la  idea  de  hacer  hereditario  el  amor  á  la  gloria,  se  establecen 
ciertas  prerogativas  que  son  trasmisibles  á  los  próximos  descendientes 
de  los  fundadores  de  la   Orden  del  Sol. 

Yo  he  contemplado,  que  aun  después  de  derogar  los  derechos  he- 
reditarios que  traen  su  origen  de  la  época  de  nuestra  humillación,  es 
justo  subrogarles  otros,  que  lejos  de  herir  la  igualdad  ante  la  ley,  sirvan 
de  estímulo  á  los  que  se  interesen  en  ella.  Todo  el  que  no  sea  digno 
del  nombre  de  sus  padres,  tampoco  lo  será  de  conservar  estas  preroga- 
tivas: ellas  no  tienen  por  objeto  decorar  el  vicio,  sino    exaltar  la  virtud 


—  6i   — 

y  dar  á  los //-íw/í^í  justamente  merecidos  un  carácter  de  estabilidad  que 
hasta  aquí  no  han  tenido,  porque  faltaba  la  persuaden  en  que  hoy  están 
nuestros  mismos  enemigos,  de  que  la  independencia  de  América  es  irre- 
vocable. 

Tal  ha  sido  el  plan  que  he  concebido  al  sancionar  el  siguiente  re- 
glamento, que  tiene  por  garantía  de  su  perpetuidad  el  honor  nacio- 
nal, la  memoria  de  los  libertadores  del  Perú  y  la  gratitud  de  la  poste- 
ridad. Ojalá  que  los  resultados  sean  tan  favorables  á  la  causa  de  la 
independencia  como  son  fundados  los  deseos  y  las  esperanzas  que  me 
animan  en  el  momento  actual ! 

Art.    1°  Habrá  en  el  estado    del  Perú    una  orden    denominada  la : — 

ORDEN  DEL  SOL 

Art.   2°  Esta  se  dividirá  en  tres  clases  á  saber: 
/fundadores. 
Beneméritos, 
y  Asociados  á  la  Orden  del  So!. 

Art.  3°  Serán  Fundadores  de  la  Orden  del  Sol,  el  Supremo  Direc- 
tor de  Chile,  mis  tres  ministros  de  Estado,  los  Generales  Las  Heras, 
Arenales  y  Luzuriaga,  el  intendente  del  Ejército  don  Juan  Gregorio  Le- 
mus,  los  jefes  primeros  de  los  cuerpos  que  componían  el  Ejército  á  su 
salida  de  Valparaíso,  mis  tres  primeros  ayudantes  de  campo  Coroneles 
don  Diego  Paroissien,  don  Tomas  Guido  y  el  marqués  de  San  Miguel  y 
el  vicario  general  del  Ejército  doctor  don  Cayetano  Requena;  también  se 
declaran  por  Fundadores,  en  atención  á  sus  distinguidos  servicios  el  Ma- 
riscal de  campo  marqués  de  Torre  Tagle,  el  Coronel  del  Batallón  Nu- 
mancía  don  Tomás    Heres  y  el  teniente  general    conde    de    Valle  Oselle. 

Art.  4°  En  cada  cuerpo  del  ejército  se  dará  la  decoración  de  Bene- 
méritos déla  Orden  del  Sol  á  tres  oficiales  desde  la  clase  de  teniente  coro- 
nel hasta  la  de  subteniente  inclusive ;  cuya  elección  se  hará  por  una  junta 
de  los  jefes  del  ejército,  presidida  por  el  general  en  jefe,  teniendo  pre- 
sentes las  hojas  de  servicios  de  los  oficiales  de  cada  cuerpo  y  las  demás 
circunstancias  particulares  que  los  recomienden.  La  decoración  de  esta 
clase  podrá  también  darse  á  los  demás  militares  ó  ciudadanos  sin  excep- 
ción, que  hayan  contribuido  hasta  aquí  ó  que  contribuyesen  en  lo  sucesivo 
á  consolidar  la  independencia  del  Perú. 

Art.  5"  Se  elegirán  en  la  misma  forma  que  previene  el  artículo  an- 
terior, cinco  oficiales  de  los  adictos  al  Estado  Mayor  general  del  Ejér- 
cito á  quienes  se  dará  la  decoración  de  Beneméritos. 

Art.    6"  La   decoración  de    Asociados    á    la    Orden    del    Sol,    podrá    del 


—    62    — 

mismo  modo  darse  á  todos  los  ciudadanos  de  cualquier  clase  ó  fuero, 
que  se  hayan  hecho  ó  hiciesen  acreedores  al  aprecio  público,  en  un  gra- 
do menos  eminente  que  los  anteriores  á  juicio  del  Gran  Consejo. 

Art.  7°  Para  conservar  los  principios  y  promover  los  fines  de  este 
establecimiento,  cuidar  del  aumento  y  distribución  de  los  fondos  que  se 
afecten  á  él,  y  conceder  las  gracias  ordinarias  y  extraordinarias  que  exi- 
giesen los  méritos  de  los  buenos  servidores  de  la  patria,  se  formará  un 
Gran  Consejo  de  la  Orden  compuesto  del  Jefe  Supremo,  sea  ó  nó  de  la 
Orden,  que  será  su  presidente  nato,  un  vice-presidente  que  será  el  mas 
antiguo  entre  los  Jefes  presentes  del  Ejército  y  nueve  Fundadores  elegi- 
dos todos  por  el  presidente  del  Consejo.  Para  llenar  las  vacantes  que 
hubiesen  en  el  Consejo  después  de  su  instalación,  propondrá  el  mismo, 
tres  al  Jefe  supremo,  y  éste  nombrará  al  que  sea  de  su  aprobación. 

Art.  8°  Los  Consejeros  de  la  Orden  del  Sol  tendrán  una  pensión 
anual  de  mil  pesos. 

Art.  9°  El  Gran  Consejo  de  la  Orden  tendrá  un  Secretario,  un 
Maestro  "de  Ceremonias  que  velará  sobre  el  cumplimiento  de  los  estatu- 
tos de  la  Orden ;  un  Contador  que  intervendrá  en  la  entrada  y  salida  de 
fondos,  y  un  Tesorero  que  distribuirá  las  pensiones  y  demás  gastos  que 
ocurran.  El  Secretario  y  Maestro  de  Ceremonias  deberán  ser  Funda- 
dores de  la  Orden ;  el  Contador  y  el  Tesorero,  Beneméritos.  La  contabilidad 
de  los  ingresos  y  gastos  se  arreglará  en  los  términos  mas  convenientes 
por  el  Gran  Consejo  de  la  Orden. 

Art.  lo.  El  Gran  Consejo  se  reunirá  tres  veces  al  año  bajo  la  pre- 
sidencia de  la  Suprema  autoridad,  en  los  meses  de  Enero,  Mayo  y  Sep- 
tiembre y  permanecerá  en  sesión  los  dias  que  exigieren  los  negocios  de 
la  Orden. 

Art.  II.  En  la  escala  de  los  ascensos  se  guardará  el  orden  si- 
guiente :  los  asociados  á  la  Orden  del  Sol,  que  hagan  nuevos  y  eminentes 
servicios  á  la  causa,  podrán  recibir  la  decoración  de  Beneméritos :  el  ascenso 
inmediato  de  estos  últimos  será  en  igual  caso  á  Fujidadores.  Las  prero- 
gativas  de  que  gocen  los  Beneméritos  y  Asociados,  serán  puramente  perso- 
nales y  no  se  transmitirán  á  sus  herederos.  Los  Fundadores  tendrán  el 
ascenso  á  Consejeros  honorarios  y  últimamente  á  Consejeros  del  número. 
Sus  prerogativas  serán  trasmisibles  á  sus  legítimos  herederos,  siendo 
varones,  hasta  el  segundo  grado  de  consanguinidad,  en  los  términos  que 
se  dirá  mas  adelante.  Los  ascensos  se  darán  siempre  á  propuesta  del 
Consejo  que  la  dirigirá  al  Jefe  Supremo.  Mientras  aquel  se  instala,  el 
presidente  de  la  Orden,  podrá  dar  por  sí  las  decoraciojies  de  Beneméritos 
y  Asociados. 

Art.  12.  La  decoración  de  P'undador  de  la  Orden  no  se  concederá 
en  lo  sucesivo,  sino   á  los    Generales  que    hayan  vencido  el    enemigo  en 


-  63   - 

una  acción  general,  ó  tomado  una  plaza,  á  los  que  por  su  valor  ha- 
yan añadido  al  territorio  independiente  alguna  provincia,  librándola  del 
poder  enemigo,  y  en  fin  á  todos  los  ciudadanos  de  cualquiera  clase  que 
sean  que  hagan  un  servicio  muy  eminente  á  juicio  del  Gran  Consejo  ó 
á  los  que  en  algún  gran  peligro  salven  á  la  patria,  y  restituyan  la  tran- 
quilidad, si  por  desgracia  se  interrumpiese  en  el  curso  de  los  acontecí, 
mientos  humanos. 

Art.  13.  J.as  prerogativas  de  que  gozarán  los  Fundadores  de  la  Or- 
den serán  el  derecho  de  preferencia  á  las  grandes  dignidades  del  Estado, 
y  el  tratamiento  de  Señoría  con  el  dictado  de  honorable. 

Art.  14.  Los  Bcneméi'Hos  de  la  Orden  serán  preferidos  para  los  em- 
pleos de  segundo  orden,  tendrán  solo  el  tratamiento  de  Señoría  y  habrán 
20  pensionados  de  á  500  pesos  anuales  cuya  gracia  se  reserva  al  presidente 
del  Gran  Consejo. 

Art.  15.  Los  Asociados  serán  atendidos  para  sus  ascensos  en  la  ca- 
rrera que  sigan.  Los  20  Asociados  mas  antiguos  gozarán  una  pensión 
anual  de  200  pesos. 

Art.  16.  Las  decoraciones  de  los  Fundadores  serán  una  banda  blanca 
que  baje  del  hombro  derecho  al  costado  izquierdo,  donde  se  enlazará 
terminando  en  dos  borlas  de  oro :  itna  placa  de  oro  sobre  el  lado  que 
corresponde  con  las  armas  de  la  Orden. 

Art.  17.  Los  Beneméritos  de  la  Orden  usarán  la  medalla  también  de 
oro  colgada  al  cuello  con  cinta  blanca. 

Art.  18.  Los  Asociados  usarán  la  misma  medalla  de  plata  al  lado  iz- 
quierdo del  pecho,   con   la  cinta  blanca. 

Art.  ig.  Las  armas  de  la  Orden  que  deberá  llevar  la  placa  serán 
las  del  Estado  en  un  escudo  elíptico,  que  resalte  en  el  centro,  y  en  la  parte 
superior  del  cxergo  esta  inscripción  sobre  campo  blanco — EL  PERÚ, — 
y  en  el  inferior  de  él  sobre  campo  encarnado  la  siguiente  leyenda  en  le- 
tras de  oro  : 

«  Á    SUS    LIBERTADORES  » 

Luego  que  se  haya  consolidado  la  Independencia  del  Perú,  en  lugar 
de  esta  leyenda,  se  sustituirá  la  siguiente: 

«AL   MÉRITO    ACENDRADO» 

Art.  20.  La  medalla  llevará  las  mismas  armas  al  centro  en  el  an- 
verso y  en  el  reverso  la  inscripción  de  la  placa. 

Art.  21.  Los  fondos  que  por  ahora  se  aplican  al  establecimiento  de 
la  Orden  del  Sol,  son  los  40.000  pesos  que  por  cédula  de  23  de  Abril 
de  1775  y  posteriores  declaraciones  se  impusieron  sobre  las  mitras  é  igle- 
sias de  Indias  para  las  órdenes  de  Carlos  III  y  de  Isabel  la  Católica. 

Art.  22.  El  Presidente    de    la    Alta  Cámara   de  Justicia  será  el  que 


-    64   - 

reciba  el  juramento  é  invista  de  las  condecoraciones  correspondientes  á  los 
individuos  agraciados:  esta  Ceremonia  se  hará  con  asistencia  de  todos 
los  miembros  de  la  Orden  y  de  los  funcionarios  públicos  en  la  iglesia 
Catedral,  siempre  que  ocurra,  y  en  manos  del  Presidente  harán  el  si- 
guiente juramento : 

«  Juro  por  mi  honor  y  prometo  á  l.\  Patria  defender  la  in. 

DEPENDENCIA,  LIBERTAD  É  INTEGRIDAD  DEL  ESTADO  DEL  PERÚ,  MANTE- 
NER EL  ORDEN  PÚBLICO  Y  PROCURAR  LA  FELICIDAD  GEN'ERAL  DE  AMÉ- 
RICA,  CONSAGRANDO   Á   ELLA   MI  VIDA   Y    MIS    PROPIEDADES». 

Art.  23.  I.uego  que  lo  permitan  los  fondos  de  la  Orden  del  Sol,  se 
formará  un  Colegio  para  la  educación  de  los  hijos  de  todos  los  miembros 
de  ella;  la  de  los  descendientes  de  los  que  hayan  sido  Fundadores  será 
especialmente  atendida,  y  de  éstos  al  menos  uno  será  costeado  cada  año 
á  Europa,  para  que  perfeccione  sus  estudios  y  sea  mas  útil  á  su  país. 

Art.  24.  Siendo  hereditarias  las  prerogativas  de  los  Fundadores,  sus 
hijos  y  nietos  entrarán  en  el  goce  de  ellas,  luego  que  hayan  llegado  á  la 
edad  de  veinte  y  un  años,  siempre  que  á  juicio  del  Gran  Consejo  no  se 
hayan  hecho  indignos  de  ellas  por  una  conducta  reprensible.  'Por  muerte 
de  los  Fundadores  la  pensión  pasará  á  sus  descendientes  varones  hasta  el 
segundo  grado  y  será  partible  anualmente  entre  ellos  en  proporción  á  su 
número. 

Art.  25.  La  Orden  del  Sol  será  en  el  Estado  peruano  la 
primera  en  dignidad  y  lustre,  y  se  espera  de  la  imparcial  pos- 
teridad, que  la  conservará  con  aquel  religioso  resi'eto  que 
merece  por  su  origen,  y  por  la  grande  época  que  recordará  á 
los  siglos  futuros. 

Art.  26.  Se  declara  por  patrona  y  tutelar  de  esta  Orden  á  Sania 
Rosa  de  Lima,  en  cuya  festividad  se  celebrará  todos  los  años  una  función 
solemne  en  la  iglesia  de  Santo  Domingo,  á  que  asistirán  todos  los  miem- 
bros presentes  de  la  Orden.  Igual  función  se  celebrará  en  aquella  iglesia 
el  8  de  Setiembre,  aniversario  del  desembarco  del  EJÉRCITO  LIBERTADOR 
EN  Pisco. 

Art.  27.  Las  adiciones  que  se  juzgue  necesario  hacer  á  este  decreto, 
se  adoptarán  en   consulta  del   Gran    Consejo  de  la  Orden. 

Art.  28.  El  Ministro  de  Estado  en  el  Departamento  de  la  tjuerra 
queda  encargado  de  todo  lo  concerniente  á  la  ejecución  de   este  decreto. 

Dada  en  el  Palacio  Proicctoial  Jo  Lima,  A  8  de  Uctubre  de  1821.-2°. 

JosE  DE  San  Martin. 
Bernardo  Monteagudo. 
(Véase  M.  Odiiozo'.a,— Doa//;/f;</os  históricos  del  ['eni—\.omo  \'). 


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-   65   - 

ORDEN     DEL     SOL 

Condecoración  en   forma  de   un   sol   radiante. 
Anverso : 

«EL  PERÚ  (en  esmalte  blanco)  Á  sus  libertadores 
(en   esmalte  encarnado) » 

Reverso:   No  tiene. 

Pendiente  de  cinta  blanca. 

Oro.  Peso:   6  gramos.   Diámetro:    t^},   m.  m. 


La  condecoración  no  lleva  en  el  centro  el  escudo  elíptico  que 
determinaba  el  artículo  i6  del  decreto  de  creación  de  la  Orden 
del  Sol,  debido  á  dificultades  que  se  presentaron  en  la  fabricación 
de  la  placa  con  él,  substituyéndose  la  forma  de  ella  por  resolución 
de  San  Martín,  de  31  de  octubre  del  mismo  año,  por  un  (¡lobo 
rodeado  de  rayos  luminosos,  tal  como  el  modelo  (^). 

(1)    Pueden  verse  los  dislintos  modelos  en  el  Museo  Histórico  Nacional.  (R.  A). 


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fc- A^*      »^\«      t'/\^      «^/N*      ^(V*      *^^      ^'A  o        '"A*        A         e/Av»      «-^ft^      t/A^      *-'A'^         í)"^      i-'AV»      'A'\^      "{/^ 


ESCUDOS  A  LOS  PERUANOS 
de  Tarma,  Cangallo,  Yaurochiré,  Canta,  Yauyos  y  Yauly 

(24  de  noviembf e  de  1821) 


Tarma 

En  febrero  de  1821  el  general  San  Martín  nombró  coman- 
dante general  de  las  fuerzas  de  la  sierra,  al  coronel  D.  Agustín 
Gamarra.  Los  naturales  de  Tarma  entregaron  á  este  último  los 
depósitos  de  armas  que  á  su  patriotismo  les  había  confiado  el 
general   iVrenales,   en   su   primera  campaña  de   la  sierra. 

Muchos  de  esos  naturales  se  alistaron  en  el  ejército,  refor- 
zando los  cuadros  del  regimiento  de  Granaderos  á  Caballo  del 
Perú  y  del  batallón  Leales  del  Perú,  á  los  que  Aldao  había  dado 
una  organización  regimentaría  y  que  fueron  los  primeros  cuerpos 
peruanos  organizados  que,  con  las  armas  en  la  mano,  substenta- 
ron   la  independencia  de   la  nueva  nación.   (') 


Cangallo 


Al  mismo  tiempo  (\ue  Arenales  avanzaba  sobre  Pasco,  el 
general  realista  Ricafort,  al  mando  de  una  división  de  1300  hom- 
bres,  marchaba  sobre  Huamanga. 

Los  indios  de  esta  comarca,  sublevados  en  masa,  ocuparon 
en   grupos   desordenados    las   alturas   de   la  entrada  de   su   pueblo, 

i'i  Historia  de  San  Martín — por  B.  Mitre,  tomo  IV,  p;tg-  5Í. 


—   68   — 

con  algunas  piezas  de  artillería  y  unos  pocos  fusiles,  para  resistir 
á  los  realistas,  rompiendo,  á  la  vista  de  estos,  un  fuego  tan  des- 
concertado como  inofensivo,  (29  de    noviembre  de    1820). 

Atacados  y  fácilmente  vencidos,  fueron  pasados  á  cuchillo 
cuantos  cayeron  en  manos  del  vencedor.  Los  dispersos,  unidos  á 
otros  insurrectos  en  número  de  4000,  se  refugiaron  en  el  pueblo 
de  Cangallo. 

Intimados  de  rendirse  y  rechazado  el  indulto,  el  2  de  diciem- 
bre fueron  deshechos  segunda  vez  por  Ricafort,  dejando  en  el 
campamento  más  de  mil  cadáveres.  Los  realistas  no  perdieron  un 
solo  hombre.  El  pueblo  de  Cangallo  fué  saqueado  durante  48  ho- 
ras y  entregado  á  las  llamas.  (^) 


Yaurochiré,  Yauyos  y  Yauly 

En  previsión  de  que  fracasadas  las  negociaciones  que,  ini- 
ciadas en  Punchahuca,  fueron  terminadas  en  Miraflores,  tuvieran 
que  evacuar  á  Lima,  el  virrey  La  Serna  dispuso  el  25  de  junio 
de  1 82 1,  que  el  general  Canterac,  á  la  cabeza  déla  mayor  y  más 
saneada  parte  de  sus  tropas,  se  dirigiese  á  Huancavélica,  por  el 
camino  de  Lanahuaná,  ascendiendo  la  cordillera  por  el  valle  de 
Cañete. 

Fenecido  el  armisticio  y  en  marcha  Canterac  con  el  grueso 
del  ejército  de  evacuación.  La  Serna  anunció  públicamente  la  re- 
solución de  abandonar  á  Lima,  y  el  6  de  julio,  con  unos  2000 
hombres  se  puso  en  retirada  por  el  valle  de  Cañete  en  dirección 
hacia  la  (¡uebrada  de  Yauyos.  Después  de  cubrir  con  fuerzas  in- 
feriores el  repliegue  de  Canterac,  y  sembrando  su  camino  de 
desertores,  muertos  y  moribundos,  penetró  en  la  cordillera  por 
la  quebrada  de  Yauyos,  que  lo  conducía,  al  paso  de  Yauly,  sobre 
la  cumbre.  Esta  (|uebrada  es  la  más  fragosa  de  la  cordillera  occi- 
dental, y  lo  mismo  ([ue  la  contigua  de  Yaurochiré,  conduce  direc- 
tamente á  Jauja. 

Los  naturales  de  estas  quebradas  estaban  insurreccionados: 
retiraron  los  víveres  y  ocuparon  en  son  de  guerra  los  ásperos 
desfiladeros,  rechazando  por  tres  veces  á  los  españoles  con  grue- 
sos peñascos  desprendidos  de  lo  alto  de  las  montañas. 

La  Serna,  ante  esta  resistencia,  vióse  obligado  á  retroceder 
con  bastantes  pérdidas  y  echar  al  río  algunas  piezas  de   artillería 


o  Hislorin  de  San  Maríiii~poT  B    Mitre,  tomo  IV,  pAg.  69. 


-    69  - 

y  pertrechos  que  no  le  era  posible  salvar  por  falta  de  animales. 
Volvió  á  desandar  su  camino  desde  el  promedio  de  la  quebrada 
y  tomó  el  de  Lanahuaná,  antes  seguido  por  Canterac,  á  quien 
se  reunió  el  4  de  agosto.  Las  pérdidas  españolas  en  el  paso  de 
la  cordillera  fueron  tan  considerables,  que  reunidos  ambos  cuer- 
pos de  ejército,  apenas  alcanzaban  á  formar  4000  hombres,  in- 
cluso los  enfermos.  (M 


Canta 


Esta  quebrada,  situada  en  la  zona  neutral,  comunica  á  Lima 
y  conduce  directamente  á  Pasco  ó  á  Jauja  y  Tarma. 

Estaba  dominada  por  las  guerrillas  patriotas,  de  las  que 
formaba  parte  gran  número  de  sus  naturales,  y  por  ella  descen- 
dió  Arenales  en  su   segunda  campaña  de  la  sierra.   ('^) 


Escudo  á  los  peruanos  de  Tarma,   Cangallo,   Yaurochiré,   Canta,  Yauly 

y  Yauyos 

El  Pi'oiector  de  la  libertad  de^   Perú,   etc. 

La  constancia  y  señalado  patriotismo  que  han  acreditado  durante  la 
campaña  los  peruanos  del  Departamento  de  Tarma  y  provincias  de  Can- 
gallo, Hiiarochiré,  Canta,  Yauli  y  Yaullos,  los  hacen  acreedores  á  la  esti- 
mación pública  y  del  Gobierno.  El  enemigo  que  ha  conocido  el  valor  de 
sus  esfuerzos,  ha  desplegado  contra  ellos,  cuando  ha  podido,  un  odio 
que  los  honra:  en  prueba  de  sus  virtuosos  sentimientos  declaro: 

1°  Los  peruanos  de  las  tres  provincias  mencionadas  desde  la  edad 
de  15  hasta  50  eños  llevarán  un  escudo  elíptico,  en  el  brazo  izquierdo,  de 
patio  encarnado  con  esta  inscripción  bordada  de  hilo   de  plata: 

«Á    I.OS    CONSTANTES    PATRIOTAS    DE    HUAROCHIRÉ» 

variándose  el  nombre  de  la  provincia  en  los  términos  que  se  ha  indicado. 
2"  Los  gobernadores  de  cada  una  de  aquellas  provincias,  remitirán 
al  Ministerio  de  Guerra  una  razón  circunstanciada,  en  cuanto  sea  posible, 
del  número  de  peruanos  comprendidos  en  el  artículo  anterior,  que  hayan 
servido  activamente,  para  que  se  les  remita  igual  número  de  escudos. 


O  Historia  tie  San  Matliii— por  B.  Mitre,  temo  IV,  109,  116.  ICO. 
{')  Historia  de  San  Martin— por  B.  Mitre,  tomo  IV,  pág    119. 


—   70  — 

3"  El  Comisario  del    Ejército  queda     encargado     de  su  construcción 
á  costa  de  los  fondos  públicos. 

4"  Imprímase,  publíquese  é  insértese  en  la    Gaceta  de  Gobierno. 

Dajo  en  el  Palacio  Protecloial,  Lima   24  de  Noviembre  de  1821. 

San  Martin. 

Por  orden  de  S.  E. 

Bernardo  Moiitea^iido. 

( Vertse  OJriozola,  Documentos  Históricos,  tomo  ]\'). 


ESCUDO  A  LOS  PERUANOS    DE  CANTA 

Escudo    elíptico,    de    paño    encarnado,    con    la    siguiente    ins- 
cripción :. 

«Á LOS CONSTANTES PATRrOlAS- — DE CANTA» 

inscripta  en  seis  líneívs  y  bordada  en  hilo  de   plata. 


Por  decreto  del  Protector  del  Perú,  General  San  Martín,  de 
fecha  24  de  noviembre  de  1821,  se  acuerda  también  el  mismo 
escudo  á  los  patriotas  peruanos  de  Tarma,  Cangallo,  Huarochiré, 
Yauly  y  Yaullos,  con  la  diferencia  de  la  inscripción  qtie  varía  para 
los  ciudadanos  de  cada  provincia  de  las  mencionadas,  como  puede 
verse  en  las  cromo  litografías  c}ue  ilustran  esta  página. 


¡yZ/^üa^^^OM   c/t-n-T/tíiM  Í-.  /üMa'H:!)    r^^'^eAeié 


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ESCUDO  DE  RIO  EAMBA 

(7  de  junio  de  1822) 


El  general  San  Martín  se  había  apoderado  de  la  mayor  parte 
del  territorio  del  Perú,  á  la  vez,  que  Bolívar  combatía  en  Colom- 
bia para  asegurar  su  libertad,  donde  el  poder  español  se  mante- 
nía asegurado  por  fuertes  ejércitos  que  tenía  en  campaña.  El 
general  Sucre,  que  se  encontraba  en  Nueva  Granada  con  un  corto 
númeio  de  fuerzas,  desde  Guayaquil  solicita  auxilios  del  general 
San  Martín  para  engrosar  sus  filas  y  combatir  contra  el  enemigo 
común;  éste  le  manda  una  división  á  órdenes  del  general  Santa 
Cruz,  quien  se  incorpora  á  Sucre  en  Saraguna  y  unidas  ambas 
fuerzas,   marchan  á  libertar  á  Quito. 

Encontrándose  los  ejércitos  enemigos  á  la  vista  buscando  el 
momento  oportuno  de  medir  sus  armas,  el  21  de  abril  de  1822 
tocóle  al  entonces  mayor  Juan  Lavalle  el  honor  de  hacer  conocer 
el  valor  de  los  soldados  argentinos  en  las  regiones  ecuatorianas: 
al  frente  del  primer  escuadrón  del  regimiento  de  Granaderos  á 
Caballo,  compuesto  de  96  hombres,  carga  por  dos  veces,  derrota 
y  acuchilla  á  500  enemigos,  que  formaban  cuatro  escuadrones  de 
caballería  veterana,  y  á  sablazos  los  obliga  á  protegerse  bajo  el 
fuego  de  su  infantería. 

Este  glorioso  combate,  cjue  fué  el  preludio  de  la  batalla  de 
Pichincha,  marca  á  su  vez  otra  fecha  gloriosa,  puesto  que  desde 
ella,  el  ejército  argentino  figuró  en  todas  las  batallas  (jue  libró 
Bolívar  y  sus  generales,  hasta  consolidar  la  completa  emancipación 
de  Colombia  y  el  Perú. 

Esta  última  República,  por  decreto  de  7  de  junio  de  1822, 
premió  con  un  escudo  de  honor  al  escuadrón  argentino  que  triunfó 
en   Río  Bamba. 


—  72  — 

El  libertador  Bolívar,  en  el  artículo  6"  del  decreto  concedien- 
do recompeiisas  por  la  batalla  de  Pichincha,  y  que  firmó  en  Ouito 
el  1 8  de  junio  del  citado  año,  dispuso  que  ese  escuadrón  llevara 
el   sobrenombre  de    v  Granaderos  de  Rio  Bamba-». 


Escudo  por  la  gloriosa  acción  de  Río  Bamba 

El  Stiprcmo  Delegado: 

Ha  acordado  y — 

DECRETA: 

1°  Todos  los  Gefes,  Oficiales  y  soldados  del  primer  Escuadran  del  Re- 
gimiento de  Granaderos  d  Caballo  de  los  Andes  que  tuvieron  parte  en  la  glo- 
riosa jornada  del  21  de  Abril  pasado  en  Rio-Bamba,  llevarán  en  el  brazo 
izquierdo  un  escudo  celeste  entre  des  palmas  blancas  bordadas  con  esta 
inscripción  en  el  centro : 

«EL   PERÚ   AL   HEROICO   VALOR   EN   RIO -BAMBA» 

2°  I-os  Gefes  y  Oficiales  de  que  trata  el  articulo  anterior  usarán  la 
inscripción  del  escudo  bordada  de  oro;  los  sargentos  y  cabos,  de  seda,  y 
los  soldados,  de  kilo;  guardándose  la  misma  proporción  con  las  palmas 
á  excepción  de  los  oficiales  que  serán  bordadas  de  plata. 

3°  Son  comprendidos  en  la  gracia  dispensada  en  el  artículo  i"  los 
bravos  del  Ejército  de  Colombia  que  tuvieron  parte  en  la  acción  de 
Rio-Bamba. 

4"  Se  solicitará  del  General  en  Gefe  del  Ejército  Unido  Libertador 
de  Quito  la  relación  de  las  clases  y  nombres  de  los  valientes  que  se 
hallaron  en  la  acción  de  Rio-Bamba,  para  que  por  el  Ministerio  de  Gue- 
rra se  les  remita  los  escudos  de  honor  y  sus  correspondientes    diplomas. 

5"  Se  asigna  una  gratificación  mensual  que  se  detallará  por  separado 
á  los  sargentos,  cabos  y  soldados  de  la  División  de  este  Estado,  que  por 
haberse  distinguido  en  el  campo  de  Rio-Bamba  han  sido  recomendados 
por  sus  respectivos  jefes. 

6"  El  Ministro  de  Estado  en  el  Departamento  de  la  Guerra  queda 
encargado  del  cumplimiento  de  este  decreto  que  se  comunicará  á  quienes 
corresponda  é  insértese  en  la   Gaceta    Oficial. 

Dado  en  el  Palacio  del  Supremo  Gobierno  en  Lima  íl  7  de  Junio  de  l^d'J-S''. 

( Firmado )  Trujillo. 

Por  orden  de  S.  E.  Tomás  Guido. 


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Escudo  al  brazo  izquierdo,  de  paño  celeste,  con    la    siguiente 
inscripción: 

«EL PERÚ AL    EROICO — -BALOR    EN  —  RIO BAN BA-> 

bordada  de  hilo  de  oro,  é  inscripta  en  seis    reng-lones,    encerrada 
entre   dos  palmas,   bordadas   de  oro  también. 


Ocupación  y  combate  de  Río  Bamba 

(CAMPAÑA   DEL    ECUADOR) 

Ministerio  ele   Guerra  y  Marina 

Lima  6  de  Junio  de  1822. 
Sor. 

El  Comand'"  de  la  División  de  tropas  de  este  Estado  que  unidas  á 
las  de  la  República  de  Colombia  marchan  á  dar  la  libertad  á  Quito,  me 
dice  desde  el  Cuartel  general  de  Riobamba  con  fha  25  del  pasado  Abril 
lo  siguiente. 

Cuartel  general  en  Riobamba  á  25  de  Abril  de  1822. 

/.  H.   S.   Ministro. 

Tengo  la  honra  de  manifestar  á  V.  vS.  I.  el  estado  de  la  campaña 
en  el  N.  del  Perú:  la  ocupación  de  Riobamba  por  las  divisiones  unidas 
ha  sido  precedidas  de  algunas  circunstancias  dignas  del  conocimiento  de 
S.  E.  á  quien  espero  se  sirva  impartirlas. 

Eas  divisiones  se  movieron  de  Cuenca  por  secciones  á  Alausi,  y  al- 
gunos cuerpos  hasta  Tieran  á  las  ordenes  del  Sor  Coronel  Diego  Ibarra 
el  enemigo  quiso  aprovecharse  de  la  inmediación  á  que  se  hallaba  para 
batirlos  antes  de  la  reunión  general;  y  cargó  sobre  él  el  14;  mas  en 
cumplimiento  de  órdenes  que  tenia  se  replegó  sobre  los  demás  cuerpos 
que  reunidos 'á  las  del  Sor  General  Sucre,  lo  obligaron  á  contramarchar 
hasta  Riobamba:  en  su  retirada  fue  perseguido  bien  de  cerca  por  nuestras 
partidas,  aun  que  sin  mayor  ventaja:  en  tanto  yó  que  habia  quedado 
atrasado  en  Cuenca,  por  enfermo,  pude  reunirme  á  las  divisiones  el  19, 
y  seguir  ya  con  ellas  sobre  los  altos  de  Punin  :  á  nuestra  vista  salió  el 
enemigo  con  tres  columnas  de  infantería,  y  cuatro  escuadrones  de  caba- 
llería, á  ocupar  las  margenes  de  la  quebrada  de  Santa  Cruz  ( paso  preciso 
y  difícil )  mas  la  aproximación  de  la  noche,  y  la  tarde  lluviosa  apenas  nos 
dieron  lugar  á  hacer  algunos  reconocimientos  con  partidas  y  permaneci- 
mos aquella  noche  en  el    Pueblo    de    Punin.   El    20   amaneció    igualmente 


—  74  — 

lluvioso  y  no  pareció  de  mas  dejarlo  correr  dando  lug-ar  á  la  llegada  de 
unas  piezas  de  artillería  que  quedaron  atrasadas.  En  la  tarde  que  hacia- 
mos  un  movimiento  por  la  izquierda  del  enemigo,  mientras  e!  escuadrón 
de  dragones  guias  lo  entretenía  por  su  frente,  fue  este  cargado  infame- 
mente abusando  de  la  confianza  o  ligeresa  de  dos  de  sus  oficiales  que 
accedieron  á  un  convite  en  esta  Villa:  el  armisticio  en  que  aquella  cir- 
cunstancia les  parecía  poner,  pudo  haber  descuidado  al  escuadrón,  pero 
no  á  hombres  que  ya  conocen  á  sus  enemigos.  .Sin  embargo  de  que  un 
batallón  y  dos  escuadrones  fueron  los  destinados  á  la  empresa,  apenas 
pudieron  obligar  á  retirarse  á  los  guias  matándoles  cinco  hombres,  y  per- 
diendo tres.  Pronto  fueron  rcchasados  cubiertos  de  horror  y    de  infamia. 

Aun  que  del   movimiento  nuestro  fue  visto    no    penetro    el   enemigo 
nuestras  miras,  y  se  conservo  sosteniendo  sus  posiciones  descuidando    el 
puente  de  pantus  en  el  mismo  Rio  de  San  Luiz    que   lo    pasamos    el    21 
por  la  mañana  sin  oposición:   la  compañía  de  cazadores    del    n"    2    ocupo 
por  celeridad  unas  alturas  á  esta  parte,  sobre  que  presentamos    luego    la 
batalla:  el   enemigo  burlado,  y  viendo  variado  su  plan  reuso  el  combate: 
algunas  partidas  de  cíiballeria  encubrían  sus  movimientos  y  fue. necesario 
adelantar  los  nuestros  sobre  esta  Villa,  á  cuyas  inmediaciones    ofrecimos 
otro  encuentro  á  la  vista  de   toda  su    caballería,    que    aparentaba    señales 
de  aceptarlo;  poco  tardamos  en  ver  retirándose  su  infantería,  cuyo  movi- 
miento seguían  sus  escuadrones.  Entonces  pareció  conveniente  un  recono- 
ciiniento    formal    por    los    de   granaderos    y    guías    á  las   órdenes   del    Sor 
Coronel  Diego  Ibarra :   una  partida  de  aquellos  dirigida  por  el  bravo  Te- 
niente Olmos  desalojó  las  que  ocupaban  aun  á  esta  Villa,  y    siguió    tiro- 
teándolas hasta  unas  llanuras  que  se  encuentran  fuera  de  ella,  y   en    que 
haciendo  alto  los   escuadrones   enemigos   cargaron   sobre   Olmos;    que   se 
replegó  sobre  los  granaderos,  este  bizarro  cuerpo  compuesto  solo  de   no- 
venta y  seis  hombres,   no  dudo  en  recibirlos  aumentando  su  velocidad    y 
cargando  á  su  vez  con   tal   orden  y  tal  audacia,  de  que  hay   pocos    ejem- 
plos, hasta   lograr  ponerlos  en  fuga  y  casi  en  dispersión  matándoles  algunos: 
como    tenían   aun   cerca  su    infantería   pudieron   protegerse   de   ella,    y   el 
experto  Sargento  Mor  Lavalle  para  separarlo  de  ella  aparento  retirada  en 
que  fue  perseguido  y  tuvo  lugar  de  volver  caras  y  dar  una  segunda  carga 
aun  mas  gloriosa  que  la  primera:  en    esta    fué    acompañado    de  cuarenta 
dragones  guias.  El  enemigo  huyo  cediendo  el  campo  al  valor  de  un  corto 
numero  de  valientes,  y  dejándoles  por  señal   del   vencimiento  cincuenta  y 
dos  muertos  incluso  dos  Capitanes  y   un  alférez,   muchas    lanzas    y    terce- 
rolas que  dejaron  aun  los  que  salieron  del  peligro  por  sus  buenos  caballos,  y 
según  noticias  posteriores  llevan  muchos  heridos:  nosotros  perdimos  en  este 
día  un  Sargento  de  dragones  y  el  granadero  Timoteo  Aguilera,  y  tuvimos 
heridos  al  Sargento  Juan  Vicente  Vega  y  Pedro  Lucero   de   granaderos. 


—   75  — 

El  Sargento  Mor  D.  Juan  Lavalle  hiso  en  este  dia  prodigios  de  valor: 
su  serenidad  fue  á  la  vez  tan  recomendable  como  su  arrojo.  Los  Sargentos 
mayores  graduados  D.  Alejo  Bruirs,  y  D.  Carlos  Soberily  se  condujeron 
heroicamente;  el  primero  se  distinguió  con  singularidad.  Los  Tenientes 
D.  Francisco  Olmos  y  D.  Manuel  Latus  hicieron  á  su  vez  hazañas  parti- 
culares, y  no  tuvieron  menos  parte  en  la  gloria  de  esta  jornada  los  intré- 
pidos Sargentos  Manuel  Diaz,  Juan  Vicente  Vega,  y  el  granadero  Pedro 
Lucero:  estos  dos  últimos  heridos. 

A  tan  dignos  y  tan  bravos  oficiales  y  tropa  recomiendo  expresamente 
ii  la  consideración  de  S.  E.  y  muy  particularm"'  á  los  nombrados  que  me- 
recen una  distinción,  como  supieron  distinguirse  en  el  campo  de  batalla 
sobre  tantos  balientes. 

A  la  sombra  de  una  copiosa  lluvia  y  de  la  inmediación  de  la  noche 
siguió  el  enemigo  su  retirada,  en  que  es  perseguido  por  un  escuadrón  de 
cazadores.  Las  divisiones  que  pasaron  la  noche  abanzadas  de  esta  Villa 
la  ocuparon  el  22  y  permanecen  en  ella  descansando  de  las  fatigas  de 
esta  campaña  en  ima  estación  la  mas  rigurosa,  y  mu)'  bastante  á  probar 
la  constancia  de  los  hombres  libres. 

Pronto  continuaremos  las  operaciones,  resueltos  á  fijar  ya  el  pavellon 
de  la  Libertad  bajo  el  ecuador,  que  marcara  los  estandartes  á  que  la  ha 
debido. 

Dios  guarde  á  V.  S.  S.  muchos  años.  I.  H,  S. 

Andrés  Santa  Cruz. 
/.  //.   5".  D.      Tomas   Guido, 

General  de  brigada  y  Ministro  de  la  guerra  del  estado  del  Perú. 

Y  penetrado  S.  E.  el  Delegado  Supremo  del  Perú  del  ardiente  iií- 
teres  del  Gob°  de  esas  provincias  por  el  triunfo  de  la  causa  de  la  libertad, 
me  ha  mandado  tenga  la  honra  de  comunicarlo  á  V.  S.  para  que  se  sirva 
elevarlo  al  conocimiento  del  Exmo  Sor  Capitán  Gral  y  se  imponga  de 
los  plausibles  ensayos  de  las  armas  libertadoras  en  los  campos  de  Quito. 

Quiera  V.  S.   admitir  el  mas  alto  respecto  de  su  atento  servidor. 

Tomas    Guido. 

Sor  Secretario  de  Estado  cu  el  Departamento  de  la  guerra  de  las  Proi'^'  Unidas 
del  Rio  de  la  Plata. 


MEDALLAS  POR  LA  BATALLA  DE  PICHINCHA 

(29    de    mayo,    18    de    junio    y    1    de    julio    de    1822) 


Después  del  combate  de  Río  Bamba,  el  ejército  español  con- 
tinuó su  retirada  y  se  hizo  fuerte  en  las  inaccesibles  posiciones  de 
Jalupana. 

El  general  Sucre  convocó  una  junta  de  guerra,  la  que  fijó  como 
objetivo  el  rodear  las  posiciones  inatacables  por  el  frente,  envol- 
ver uno  de  sus  flancos  y  tomar  la  retaguardia  del  enemigo;  y  en 
último  caso,  estrecharlo  sobre  Quito  obligándolo  á  una  batalla 
decisiva. 

Los  independientes  iniciaron  su  movimiento  estratégico,  por 
un  camino  que,  ascendiendo  del  volcán  del  Cotopaxi  conducía  á 
retaguardia  del  enemigo  y  rodeaba  su  flanco  izquierdo.  Después 
de  una  marcha  de  cuatro  días  al  través  de  las  heladas  cimas  de 
la  montaña,  descendió  al  valle  de  Chillo  á  20  kilómetros  de  Quito. 

Los  realistas,  apercibidos,  se  habían  replegado  con  anticipa- 
ción sobre  la  ciudad  y  la  cubrían  por  el  sur,  en  posiciones  im- 
penetrables; Sucre  se  propuso  entonces  maniobrar  por  el  flanco 
derecho  del  enemigo  y  trasladarse  al  norte  de  la  ciudad,  á  fin  de 
cortar  sus  comunicaciones  con  Pasto,  de  donde  el  general  rea- 
lista Aymerich  esperaba  refuerzos.  Para  ejecutar  esta  operación, 
era  necesario  seguir  un  camino  escabroso  por  la  falda  del  volcán 
de  Pichincha,  en  que  las  columnas  tenían  que  marchar  en  des- 
filada. 

A  las  8  de  la  mañana  del  día  24  de  mayo  de  1822,  la  van- 
guardia patriota  coronaba  las  alturas  del  volcán  que  domina  á 
Quito,  y  antes  que  todo  el  ejército  independiente  hubiese  opera- 
do su  reunión,  los   españoles    atacaron.    El    terreno    era    estrecho 


-  7»  - 

para  los  despliegues,  lo  que  favorecía  á  los  independientes  que, 
retardados  en  su  marcha,  tenían  que  entrar  en  pelea  á  medida 
que  coronaban  la  cima  de  la  montaña. 

Los  batallones  peruano  argentinos  cejaron  en  el  primer  mo- 
mento ;  pero  luego  reaccionaron  con  brío.  Sucesivamente  fueron 
entrando  en  línea  los  batallones  colombianos,  relevándose  en  el  fuego 
hasta  agotar  sus  municiones.  El  enemigo  ganaba  terreno.  Una  carga  á 
la  bayoneta  de  un  batallón  colombiano  equilibró  el  combate. 

Fuerzas  realistas  que  procuraban  flanquear  la  izquierda  inde- 
pendiente, á  favor  de  la  espesura  del  bosque,  fueron  derrotadas 
por  tres  compañías  del  famoso  batallón  inglés  iVlbión.  El  coronel 
Córdoba  con  el  centro,  sostenido  por  esas  tres  compañías,  com- 
pletó la  victoria,  echando  cuesta  al:)ajo  al  resto  del  ejército  ene- 
migo que  se  refugió  en   la  ciudad  al   abrigo  de  sus  fuertes. 

La  caballería  patriota,  que  no  tomó  parte  en  la  acción,  por 
no  permitirlo  el  terreno,  fué  lanzada  en  persecución  de  la  espa- 
ñola, que  por  la  misma  causa  había  presenciado  el  combate,  for- 
mada en  los  suburbios  de  Quito,  y  la  obligó  á  ponerse  en  fuga 
y  dispersarse  más  tarde. 

El  general  Aymerich  recibió  la  intimación  de  Sucre,  de  ren- 
dirse, y  al  día  siguiente,  (25),  capituló,  entregando  las  fortalezas, 
las  tropas  y   el  armamento. 

Los  realistas  perdieron  i  100  prisioneros  de  tropa  y  160  jefes 
y  oficiales,  400  muertos,  igo  heridos,  14  piezas  de  artillería,  1700 
fusiles  y  sus  banderas.  Los  independientes  tuvieron  200  muertos, 
de  los  cuales  cerca  de  la  mitad  correspondía  á  los  batallones  pe- 
ruano-argentinos, y    140  heridos  de  las  dos  divisiones  aliadas. 

Esta  batalla,  c|ue  con  la  de  Bombona  pusieron  término  á  la 
guerra  del  norte  de  la  América  meridional,  influyó  para  que  los 
vencedores  enarbolaran  en  Quito  las  banderas  de  Colombia,  de- 
clarándolo incorporado  de  hecho  á  esa  república  en  presencia  de 
las  tropíis  auxiliares  c|ue  hal^ían  concurrido  á  su  libertad. 

La  Municipalidad  de  Quito,  en  el  acta  labrada  el  2q  de 
mayo  de  ese  año,  concede  ima  medalla  ó  cr7iz  de  honor,  á  la  divi- 
sión  Libertadora. 

El  general  Bolívar,  en  su  carácter  de  Libertador  y  Presidente 
de  la  Re|)ública  de  Colombia,  dictó  un  decreto  con  fecha  18  de 
junio  del  mismo  año,  en  el  que  declara  beneinérita  de  Colombia 
en  grado  en  mínente,  á  la  división  del  Peni;  les  acn^tráa.  una  medalla 
de  oro  á  los  jefes  y  oficiales  y  de  plata  á  los  de  tropa,  y  dispone 
cjue  el  primer  escuadrón  Granaderos  montados  del  Perú,  (Granaderos 
á  caballo),   lleve  el  sobrenonbre  de    <¡~Granaderos  de   Rio   Bamba>> . 


79 


Por  su  parte  el  gobierno  del  Perú,  según  decreto  de  i°  de 
julio  siguiente,  premió  á  la  división  auxiliar  con  una  fnedalla  de 
oro    á  los  jefes  y  oficiales,  y  con  una  de  plata    á  los  de  tropa   (i). 

{Historia  de  Sa>i  Martiti,  por  B.  Mitre,  tomo  W,  cap.  XLIV,  pdg.   28  á  31.) 


Medalla  de  la  Municipalidad  de  Quito  por  la  victoria  de  Pichincha 

ACTA   DE    LA    INDEPENDE^"CIA    DE   QUITO 
( EXTRACTO ) 

En  la  ciudad  de  San  Francisco  de  Quito,  Capital  de  la  Provincia 
del  antiguo  reino  de  este  nombre  representado  por  su  Excma.  Municipa- 
lidad, el  venerable  Dean,  etc.,  etc., 

RESUELVEN : 

Art.  2°  Presentar  los  testimonios  de  su  reconocimiento  á  las  divi- 
siones de  Colombia  y  del  Perú  que  á  las  órdenes  del  señor  general  Su- 
cre, han  roto  las  cadenas  que  ataban  estos  países  al  ignominioso 
carro  peninsular :  á  este  efecto  considerando  una  obligación  santa  tribu- 
tar á  los  libertadores  de  Quito  una  prueba  de  gratitud,  y  que  éstos  lle- 
ven una  señal  de  sus  sacrificios:  autorizada  la  Corporación  por  su  pa- 
triotismo, y  por  los  servicios  de  estas  provincias  á  la  causa  de  Colombia 
é  impetrando  la  aprobación  del  gobierno  concede  á  la  División  Liberta- 
dora una  medalla  ó  c7-uz  de  honor,  pendiente  al  pecho  de  una  cinta  azul  ce- 
leste. ]>a  medalla  será  un  sol  naciendo  sobre  las  montañas  del  Ecuador,  y 
unidos  sus  rayos  por  una  corona  de  laurel;  entre  las  montañas,  en  le- 
tras de  oro,  la  inscripción  de  Colombia,  y  al  rededor  del  sol  libertador 
de  Quito,  de  un  esmalte  azul  en  el  reverso  : 

«VENCEDOR   EN    PICHINCHA — 24    DE   MAYO — 12°» 

y  el  nombre  del  agraciado  ('). 

El  pueblo  regalará  esas  7nedallas  que  serán  para  los  generales  con 
esmalte  en  los  rayos,  de  piedras  preciosas ;  para  los  oficiales  de  oro  y  para 
la  tropa,  de  plata;  y  respecto  á  que  el  Ejército  Libertador  que  ha  he- 
cho la  campaña  por  Pasto,  ha  tenido  una    parte  tan    importante  en  la  li- 


(')  La  condecoración  determinada  por  la  Municipalidad  de  Quito,  según  su  acuerdo  de  iS  de  Mayo 
de  1822,  se  diferencia  notablemente  de  la  nuestra  en  las  inscripciones.  .Aquella  dice  «Colombia»  en  el 
anverso  v  «Vencedor  en  Picíiincha — 24  de  mayo  — 12° — en  el  reverso». 

El  libertador  Bolívar  desde  el  cuartel  general  en  Quito,  A.  18  de  junio  de  1822.  premió  el  ejército 
argentino-peruano  que  alcanzó  la  victoria  de  21  de  mayo,  con  medallas  de  oro  y  plata  que  tienen  por 
leyenda:  «Libertador  de  Quito  en  Pichincha»  de  un  lado,  y  n  Gratitud  de  Colombia  a  la  División  dil 
PertJnporel  otro.   Cinta  con  los  colores  de  Colombia.  (En  la  colección  del  doctor  José  Marcó  del  Pont). 

t')    Numismática  por  Alejandro  liosa,  pAg.  48). 


—  8o  — 

bertad  de  Quito,  como  la  división  misma  que  ha  entrado,  se  suplicará 
al  gobierno  que  conceda  el  uso  de  esta  medalla  á  aquel  Ejército  con  las 
modificaciones  que  guste  y  que  el  Exmo.  Señor  Libertador  Presidente 
acepte  la  que  le  presentará  una  diputación  del  pueblo  quiteño,  que  tam- 
bién pondrá  otra  en  manos  de  ÍS.  E.  el  Vice-Presidente  como  una  pe- 
queña significación  del  agradecimiento  de  estas  Provincias  á  sus  esfuer- 
zos por  libertarla.  Y  estando  entendido  el  Cabildo  y  Corporaciones  que 
el  Señor  General  Sucre  tiene  la  delegación  de  las  facultades  consedidas 
por  el  Soberano  Congreso  de  la  República  al  Exmo.  .Señor  Presidente, 
se  le  exigirá  que  mientras  apruebe  el  gobierno  la  solicitud  de  este  pueblo 
permita  á  la  División  de  su  mando  el  uso  de  esta  medalla  y  que  tome  él 
sobre  su  cargo  en  unión  de  la  Municipalidad,  dar  las  gracias  al  gobierno 
del  Perú  por  la  cooperación  de  sus  tropas  á  la  libertad  de  Quito,  supli- 
cándoles de  que  éstas  lleven  la  expresada  medalla  como  una  manifestación 
de  nuestro  agradecimiento  á  sus  sacrificios,  y  el  expresado  Señor  Gene- 
ral remitirá  á  nombre  de  este  pueblo  la  misma  decoración  sin  la  inscrip- 
ción del  reverso  y  con  cinta  blanca  al  Exmo.  Señor  Protector  del  Perú  y 
tendrá  las  facultades  de  hacerlo  á  los  demás  gefes  de  aquel  Estado  que 
hayan  concurrido  á  la  expedición  Libertadora  de  este  pais,  y  á  los  ciuda- 
danos que  por  servicios  distinguidos  en  esta  gloriosa  campaña  hayan  te- 
nido una  influencia  en  la  recuperación  de  nuestros  derechos,  pendiendo 
esta  de  la  ci)iía    tricolor  del  pavellón  de  la  República. 


lin  Quito,  29  de  Mayo  del  año  del  Scftor  1822— y  el  12°  en  que  manifestó  sus  deseos  de  ser  libre,  f  día  y 
Colombiano. 

(Siguen  las  firmas  de  los  Municipales,  etc.). 

Es  copia: 

Sucre. 

Véase;  Odriosoia,  tomo  5^.  pág.  140. 


BATALLA  DE  PICHINCHA.   LIBERTADORES  DE  QUITO 

Estrella  de  1 2  radios  representados  por  haces  de  rayos  In- 
minosos,  asentados  en  corona  de  laureL 

Anverso:  En  el  campo:  Cadena  de  montañas  que  figuran  las 
del  Ecuador,  sobre  las  que  aparece  el  sol  radiante.  En  la  parte 
superior: 

«LIBERTADOR    DE    QUITO» 

y  en  la  inferior,   al  pie  de  la  cadena: 

«aSo  de — 1822  » 


"^ 


Reverso :   En  el  campo  : 

«  EL    CABILDO DE QUITO  :> 

Pende  la  medalla  de  una  cinta   con    los    tres    colores  de   Co- 
lombia. 

Oro.  Peso:   9  gramos. 


Medalla  de  Colombia  por  la  victoria  de  Pichincha 

Simón  Bolívar,  Libertador  Presidente  de  la  República,  etc. 

Animado  el  Gobierno  de  Colombia  de  la  más  justa  gratitud  hacia 
los  Gefes,  Oficiales  y  tropa  del  Ejército  del  Perú  que  han  traido  sus  armas 
vencedoras  por  orden  de  S.  E.  el  Protector  del  Perú,  á  contribuir  á  la 
libertad  del  Sud  de  Colombia;  he  venido  en  decretar  en  virtud  de  las 
facultades  extraordinarias  que  me  concede  el  Congreso  General,  las  si- 
guientes recompensas  á  tan  beneméritos  Militares. 

Art.  1°  La  División  del  Perú  á  las  órdenes  del  Sr.  Coronel  D.  An- 
drés Santa  Cruz,  es  benemérita  de    Colombia  en  grado  eminente. 

Art.  2"  El  Señor  Coronel  D.  Andrés  Santa  Cruz,  gozará  en  Colombia 
del  empleo  de  General  de  brigada,  siempre  que  el  Gobierno  del  Perú  se 
sirva  concederle  la  gracia  del  goce  de  este  empleo. 

Art.  3"  Los  demás  Gefes  y  Oficiales  de  la  División  del  Perú,  se  re- 
comiendan á  su  Gobierno,  para  que  atienda  á  los  méritos  y  servicios  que 
han  contraído  en  la  presente  campaña. 

Art.  4°  El  Coronel  D.  Andrés  Santa  Cruz,  Gefes,  Oficiales  y  tropa  de 
la  División  del  Perú,  llevarán  al  pecho  una  medalla  de  oro  los  Gefes  y 
Oficiales;  y  de  plata  de  Sargento  abajo,  con   la    siguiente  inscripción: 

«LIBERTADOR   DE    QUITO    EX    riCHINCHA» 

Por  el  reverso: 

«GRATITUD   DE   COLOMBIA   A   LA   DIVISIÓN   DEL   PERÚ» 

La  medalla  irá  pendiente  de  un  cordón  ó  cinta  tricolor  con  los  colores  de 
Colombia. 

Art.  5"  El  Gobierno  de  Colombia  se  reconoce  deudor  á  la  División 
del  Perú  de  una  gran  parte  de  la  victoria  de  Pichincha. 

Art.  6"  Los  individuos  de  la  División  del  Perú  á  las  órdenes  del 
Coronel  Santa  Cruz  serán  todos  reconocidos  en  Colombia  como  ciudada- 
nos beneméritos.  El  primer  escuadrón  de  Granaderos  montados  del  Perú 


—    82    — 

llevará  el  sobre  nombre  de   Granaderos  de  Rio  Bamba,  si  el  Gobierno    del 
Perú  se  digna  confirmarle  este  sobre  nombre  glorioso. 

Dado,  firmado  de  mi  mano,  sellado  con  el  sello  de  la  República  y 
refrendado  por  mi  Secretario  General  en  el  Cuartel  General  Libertador 
de  Quito  á    i8   de  Junio  de   1822-2". 

Simón  Bolívar. 
Por  orden  de  S.  E.  el  Libertador. 

/.   G.  Pérez. 
(Véase  Odriozola,  Documentos  Históricos  del  Perú,  tomo  5°). 


Medalla  del  Perú  por  la  batalla  de  Pichincha 

Ministerio  de  Guerra 

El  Supremo  Delegado,  etc.  ^ 

HE   ACORDADO    Y   DECRETO: 

i"  En  prueba  del  reconocimiento  del  Gobierno  del  Perú  al  emi- 
nente mérito  del  ilustre  y  bravo  general  de  la  República  de  Colombia, 
Antonio  José  de  Sucre,  le  será  presentada  una  espada,  que  espera  ceñirá 
con  tanta  gloria  como  la  que  ha  empleado  hasta  ahora  en  defensa  de  la 
libertad  de  América. 

2°  Todos  los  Gefes,  Oficiales  y  tropa  de  la  División  del  Norte  del 
Perú  que  tuvieron  parte  en  la  importante  jornada  de  Pichincha,  que  dio 
libertad  á  Quito,  llevarán  pendiente  del  cuello  una  inedalla  orlada  de 
laurel   con  la  siguiente  inscripción  en  el  centro  del  anverso: 

«Á   LOS   LIBERTADORES   DE  QUITO» 
en  el  reverso: 

«LA   PATRIA   AGRADECIDA» 

y  en  la  base  de  ambos  lados,  los  trofeos  militares  que  sean  más  alusivos 
á  las  armas  de  Colombia,  del  Perú  y  de  las  Provincias  Argentinas. 

3°  Los  Gefes  y  Oficiales  de  que  trata  el  artículo  anterior,  usarán  me- 
dalla de  oro,  pendiente  de  una  cinta  de  seda  tegida  de  color  encarnado, 
con  la  diferencia,  que  el  lazo  de  que  penda  la  medalla  será  de  color  blanco 
para  los  primeros  y  encarnado  para  los  segundos. 

4"  Los  Sargentos  y  cabos  llevarán  la  viedalla  de  plata  pendiente  de 
una  cinta  de  agua  también  C7icarnada  pero  sin  lazo. 

5°  Los  soldados  llevarán  la  misma  medalla  que  los  sargentos  y  cabos 
en  el  ojal  izquierdo  de  la  casaca,    pendiente  de  una  cinta  blanca. 


-  83  - 

6"  Son  comprendidos  en  la  gracia  dispensada  en  el  artículo  anterior, 
los  bravos  del  Ejército  de  Colombia  y  de  las  tropas  de  Guayaquil,  que 
unidos  á  la  División  del  Perú  partieron  con  ella  de  las  fatigas  de  la  campa- 
ña y  de  los  laureles  del  triunfo    en  la  batalla  de  Pichincha. 

7°  Se  solicitará  del  General  en  Gefe  del  Ejército  Unido,  Libertador 
de  Quito,  la  relación  de  las  clases  y  nombres  de  los  que  se  hallaron  en 
dicha  batalla  para  que  por  el  Ministerio  de  la  Guerra  se  les  remitan  las 
medallas  de  honor  y  sus  correspondientes  diplomas. 

8°  El  Ministerio  de  Estado  en  el  Departamento  de  la  Guerra  queda 
encargado  del  cumplimiento  de  este  decreto  que  se  comunicará  á  quienes 
corresponda  é  insertará  en  la   Gaceta   Oficial. 

Dado  en  el  Palacio  del  Supremo  Gobierno  en  Lima  .1  1^  de  Julio  de  18'22. 

Trujillo. 
Por  orden  de  S.  E. 

Tomás   Guido. 
(Véase  Odriozola). 


MEDALLA  DEL  PERÚ  POR  PICHINCHA 

Anverso:   En  el  campo: 

«  A    LOS-LIBERT A-DORES-DE    QUITO  t> 

inscripto  dentro  de  una  circunferencia,  que  tiene  á  cada  lado  una 
cornucopia  con  frutas  y  flores,  y  dos  banderas;  encima:  sol  ra- 
diante, y  debajo,  una  pica  que  sostiene  el  gorro  frigio,  y  un 
hacesillo  de  varas,  colocado  horizontalmente,  sujetos  con  una  cinta 
en  la  que  se  lee : 

«  RENA.    SOL.    PERÚ  » 

(Renace  el  sol   del  Perú) 

y  el  todo,  que  representa  las  armas  del  Perú,  Colombia  y  Argen- 
tina,  encerrado   en   láurea. 
Reverso:   No  tiene  ('). 

Esta    medalla  tiene  la  forma  de  un  óvalo  dentado. 
Plata.  Peso:   20  gr.,   5   decigramos.  Diámetro:  45  por  38  mi- 
límetros. 


(1)  A  propósito  de  la  falta  de  reverso  en  esta  medalla,  transcribimos  el  siguiente  párrafo  del  libro 
del  distinguido  numism-Atico  Sr.  Alejandro  Rosa,  titulado  A'uiuisiiiálica  : 

«El  decreto  de  1°  de  julio  de  lS2á  dispone  que  en  el  reverso  de  esta  medalla  se  grabaría  la  inscrip- 
ción : 


«  I  A      PATRIA      AGRADECIDA  » 


y  debajo  los  emblemas  de  los  escudos    de  armas    de  Colombia,  Perú   y  República    Argentina;  iguales  A 
los  del  anverso,  y  nada  dice  respecto  A  la  forma  dentada. 


-  84  - 

Batalla  de  Pichincha   y  ocupación  de  Quito 

Lima  22  de  Junio  de  1822. 

Esta  mañana  tuve  la  honra  de  comunicar  á  V.  S.  las  primeras  no- 
ticias recibidas  del  triunfo  de  las  armas  de  America  sobre  los  opresores 
de  Quito,  pero  en  este  momento  acavo  de  recibir  el  siguiente  parte  deta- 
llado del  S.  Comandante  de  la  División  del  Perú. 

«Ejercito  del  Perú — División  del  Norte — Quartel  General  en  Quito 
á  28  de  Mayo  de  1822 — La  ocupación  de  la  Capital  de  Quito  es  debido 
a  la  victoria  de  Pichincha  conseguida  el  24  por  el  Ejercito  unido,  cuyas 
circunstancias  detallaré  á  V.  S.  I.  expresándole  que  es  decidida  la  cam- 
paña en  que  ha  cooperado  el  Perú  con  mucho  honor  de  sus  armas;  y 
terminada  la  guerra  en  esta  parte. 

Ocupando  el  enemigo  á  Machachú  como  instrui  á  V.  S.  I.  en  mi 
ultima  comunicación  desde  Tacunga,  fue  conveniente  hacer  un  movimiento 
general  por  su  derecha,  para  cambiarles  las  fuertes  posiciones  del  Yatu- 
pana  que  pretendía  sostener;  con  este  objeto  marchó  el  Ejercito  unido 
el  13  por  el  camino  de  Limpiopanga;  y  logrando  ocultar  sus  movimien- 
tos á  la  sombra  de  una  mañana  nevulosa,  y  á  la  que  el  2°  Escuadrón  de 
Cazadores  adelantado,  cubría  un  punto  visible,  pudo  llegar  el  15  al  valle 
de  Chillo  á  tres  leguas  de  la  Capital  sobre  su  flanco  dro,  sin  oposición 
alguna,  y  obligar  al  enemigo  á  una  retirada  sobre  la  Ciudad,  sino  nos 
quisiese  buscar  en  batalla.  El  primer  partido  le  fué  preferido,  eligió  de 
nuevo  otras  posiciones  en  el  Calzado  y  lomas  q.  separan  aquel  Valle  de 
este,  con  el  objeto  conocido  de  conservarse  á  la  defensiva,  mientras  le 
Uegavan  nuevas  tropas  de  Pasto,  cuyo  correo  interceptado  nos  confirmó 
la  verdad,  y  por  lo  mismo  pareció  conveniente  apurar  la  Batalla,  pasando 
el  20  el  égido  de  Turubamba.  La  proporsion  que  tenia  el  enemigo 
de  defender  las  lomas  del  paso  exigía  un  movimiento  rápido  para  to- 
marlas, y  encargado  de  hacerlo  con  la  División  Peruana,  logré  facilitar 
la  suvída  al  resto  del  Ejercito  que  bajó  el  21  Sre  el  llano  de  Turu- 
bamba á  la  vista  del  campo  del  enemigo,  éste  reusó  el  combate  que 
le  prentamos  bajo  sus  fuegos  de  cañón  aigun  tiroteo  de  esta  ar- 
ma   y    de    las    guerrillas    distrageron    el     dia,    y    visto     que    el     enemigo 


«Estas  anomalías  en  ia  ejecución  de  los  premios  se  notan  en  todos  los  países  americanos;  casi  siem- 
pre los  grabadores  por  sí  ú  obedeciendo  órdenes  poco  meditadas  de  los  encargados  de  cumplir  los  de- 
cretos, alteraban  las  di-posicioncs  contenidas  en  los  mismos,  cuando  no  eran  los  agraciados  que  por 
embarazos  linancieros  de  los  gobiernos  se  tomaban  la  libertad  de  mandarlos  fabricar. 

«Sin  embargo,  errores  de  detalles  cometidos  por  descuido  ó  ignorancia,  no  menoscaban,  A  nuestro 
parecer,  la  importancia  y  legalidad  de  los  premios  siempre  que  se  hayan  labrado  en  ocasión  propia : 
pues  de  lo  contrario  las  consecuencias  recaerían  hasta  en  la  moneda ;  nos  veríamos  obligados  á 
rechazar  por  ilegitima  la  primera  onza  de  oro  argentina,  abierta  en  Potosí,  para  la  cual  no  se  tuvo 
presente  la  prescripción  de  la  I-ey  de  la  Asamblea  de  1813». 

Uo  mismo  podemos  decir  de  la  meilaUn  de  la  Municipalidad  de  Quito,    ror  la  victoria  de  Pichincha. 


^""•^^•^■«W-- 


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-  85  - 

solo  queria  sostener  sus  posiciones,  pasamos  á  situarnos  á  20  cuadras 
del  campo  en  el  Pueblo  de  Chillogallo  desde  donde  el  23  por  la  no- 
che emprendió  el  Ejto,  un  movim'"  g'.  por  la  izquierda,  subiendo  la  fal- 
da de  la  cordillera  de  Pichincha  á  salir  al  Ejido  de  Iñaquito  por  el 
Norte  y  con  el  doble  interés  de  su  llanura  p."  ntra  cavall.",  y  de  in- 
terponernos á  los  refuerzos  de  Pasto.  La  noche  lluviosa,  y  el  mal  camino, 
apenas  me  permitieron  llegar  á  las  lomas  de  Pichincha  que  dominan  á 
Quito,  á  las  8  de  la  mañana  del  24  con  la  banguardia  compuesta  de  los 
2  Batallones  del  Perú  y  Magdalena,  y  me  fué  preciso  permanecer  en 
ellas  mientras  sallan  de  la  quebrada  los  demás  cpos :  a  las  2  horas  de 
mi  detención,  ya  habla  llegado  el  S.  Gl.  vSucre  con  otro  Batallón,  y 
fuimos  avisados  por  un  espía  que  de  la  parte  de  Quito  suvia  una  par- 
tida que  creímos  sorprender  con  dos  comp.' de  Cazad.'  de  Paya  y  Bat."  2.; 
y  como  estas  dilatasen  la  operación  por  lo  montuoso  y  algo  largo  de  su 
dirección,  propuse  seguirlos  cautelosamente  con  el  Bat."  2  del  Perú :  no 
fue  inútil  esta  medida  de  precausion,  por  que  sre  la  marcha  advertí  que 
no  solo  suvia  una  part."  sino  toda  la  fuerza  enemiga:  consiguientem.'" 
rompieron  el  fuego  la  2  compañías  de  Cazad."  adelantadas  con  cuyo  re- 
conocimiento redoble  el  paso  á  reforzarlas,  avisando  al  S.  Gral  Sucre 
que  era  la  ora  de  decidir  el  combate  para  que  marchase  con  los  demás 
cuerpos :  el  afán  del  enemigo  por  tomar  la  altura  era  grande,  y  era  pre- 
ciso contenerle  a  toda  costa:  el  Batallón  2.,  que  empeñe  á  las  inmediatas 
ordenes  de  su  bizarro  Comandante  D.  Feliz  Olazaval,  le  opuso  una  ba- 
rrera impenetrable  con  sus  fuegos  y  bayonetas  y  sostuvo  solo  por  mas 
de  media  hora  todo  el  ataque,  mientras  llegó  el  S.  Gral  Sucre  con  los 
Batallones  Yaguache  y  Piura,  entonces  dispuso  dho  S.'  Gral  apurar  el 
ataque  y  reforzándolo  con  el  i"  y  succesivamente  con  el  Bat."  Paya  que 
llegó;  el  combate  duró  obstinadísimo  y  vivo  por  mas  de  2  horas  y  ya 
se  sentía  la  falta  de  municiones,  por  que  hablan  quedado  atrazadas  :  en 
tales  circunstancias  pretendió  el  enemigo  tomarnos  la  retaguardia  por  la 
izquierda,  destacando  bajo  del  bosque  espeso  2  compañías  de  Infant",  q. 
felizm'"  chocaron  con  las  del  Batallón  Albion,  q.  suvian  escoltando  el 
Parque:  la  bizarría  con  q.  la  recibió  Albion,  al  mismo  tpo.  q.  un  im- 
pulso g'.  que  cedió  á  la  lucha  con  el  Batallón  Magdalena  de  refresco, 
obligaron  al  enemigo  á  ceder  el  campo  después  de  3  horas  de  empeño, 
perdiendo  la  esperanza  de  sostenerlo  mas  tpo.  contra  los  cuerpos  del 
Ejto  unido  q.  aumentavan  su  coraje  á  proporsion  de  los  peligros  y  se 
disputavan  los  laureles  q.  han  partido. 

El  terreno  del  con  vate  era  tan  montuoso  y  quebrado,  que  no  pudi- 
mos aprovechar  mucho  de  su  dispersión,  sostenida  á  la  vez  por  los  fue- 
gos del  fuerte  de  Panecillo.  La  Caballería  ntra  q  p'  la  mala  localidad  se 
hallava  fuera  del  convate,  emprendió  su  bajada  al  ejido  por  la  izquierda,  y 


—  86  — 

su  presencia  presepitó  la  retirada  á  los  Escuad'  enemigos  que  abandona- 
ron la  reunión  de  la  Infantería  que  hablan  proyectado  p"  hacerla  general 
acia  Pasto,  no  dejándole  otro  asilo  que  el  del  fuerte  de  panecillo,  donde 
se  cerraron  todos  los  restos. 

El  campo  de  batalla  quedó  cubierto  de  cadáveres :  no  es  fácil  cal- 
cular la  perdida  del  enemigo,  por  que  el  bosque  ocultaba  su  numero,  q. 
provablemente  exede  de  500:  la  nuestra  llega  á  300  incluyéndose  91, 
muertos,  que  ha  perdido  la  División  del  Perú,  con  el  Capitán  D.  José 
Duran  de  Castro,  y  el  Alférez  D.  Domingo  Mendoza ;  y  heridos  67  com- 
prendiéndose el  Capitán  D.  J"  Eligió  Alzura  y  los  que  constan  de  la  lista 
adjunta. 

Entre  el  empeño  y  bizarría  con  q.  pelearon  todos  los  individuos 
del  Ejto,  se  distinguieron  muy  particularmente  en  la  División  del  Perú 
el  bravo  Comand'".  del  2.  D.  Félix  Olasabal,  los  Capitanes  D.  Pedro  Iz- 
quierdo, de  Cazadores,  D.  Mariano  Gómez  de  la  Torre,  D.  Pedro  Alaña, 
D.  Juan  Eligió  Alzura,  herido,  D.  Antonio  Elizalde;  Tenientes  D.  Nar- 
ciso Bonifas,  D.  Fran'=°  Vargas  Machuca,  D.  Juan  Espinosa,  D.  Francisco 
Galvez  Paz,  D.  Domingo  Pozo,  D.  José  Concha,  y  Subteniente  D.  Sebas- 
tian Fernandez,  y  los  individuos  de  clases  inferiores  que  constan  de  la 
rason  adjunta  todos  correspondientes  al  N"  2.  El  Bat."  de  Piura  q.  se 
conservo  en  reserva  hiso  su  deber  y  su  Comandante  D.  Francisco  Villa, 
Sarg.'"  m.*"'  D.  José  Xaramillo,  conservaron  el  orn.  q.  era  necesario  mis 
Ayudantes  de  Campo  Tenientes  D.  Calixto  Giraldes,  y  D.  José  M." 
íVias,  desempeñaron  exactam.'"  las  comisiones  y  ordenes  q.  les  encargue. 
Todos  estos  son  muy  dignos  de  la  consideración  de  S.  E.  y  de  las  gra- 
cias, q.  quiera  dispensarles,  como  á  las  demás  clases  subalternas,  indica- 
das en  las  razones  de  distinguidos  y  heridos. 

Después  de  la  victoria  de  los  altos  de  Pichinchas,  desendió  el  Ejto. 
acia  la  Capital  habiendo  intimado  su  entrega  el  S.  G'.  Sucre  al  Gefe 
que  la  mandava,  y  que  aunque  la  sostenía  con  alguna  Artillería  é  infan- 
tería q.  no  pudo  retirarse  cortada  de  ntra  Caballería,  se  sometió  á  la 
entrega  por  una  Capitulación.  Esta  fué  preparada  por  mi  en  la  noche 
del  24.  y  siendo  acompañado  el  25,  por  el  .S.  Coronel  Antonio  Morales 
Gefe  del  E.  M.  de  la  División  de  Colombia,  quedo  terminada  á  las  12 
de  dho  dia  en  q.  por  ella  entró  el  Ejto.  unido  en  la  Ciudad  y  ocupo  el 
fuerte  del  Panecillo  donde  se  rindieron  cerca  de  700  infantes,  q.  con  los 
del  campo  de  batalla,  pasan  de  1000  de  tropa;  como  180  oficiales,  inclusos 
los  Gefes  principales,  y  entre  ellos  el  G.'  Aimerich;  cerca  de  i8oo  fusi- 
les: 14  piezas  de  Batalla;  muchas  cajas  de  guerra;  y  demás  relativo  á 
su  armamento;  de  modo  q.  nada  ha  salvado  de  su  Infantería,  y  es  de 
creer  q.  su  Caballería,  sino  cae  en   nuestras  manos  se  disperse  toda. 

Por  la   Capitulación,    q.  incluiré  en  otra  ocasión,  permito  el  pase  á 


C^f^túi  eá^^  iÁ^^m^^^M¿¿la4eé-'d^<yifiMray^:^e,fi/Í;^ 


-  87  - 

Europa  á  toda  la  oficialidad  y  tropa  Europea  con  los  honores  de  la  Gue- 
rra, y  es  estensiva  á  todo  el  departamento;  inclusa  la  Provincia  de  los 
pactos:  conforme  á  ella,  se  ha  rendido  ya  el  Bat."  Cataluña,  q.  hoy  ha 
entrado  en  esta  Ciudad  con  toda  su  oficialidad,  y  esperamos  el  mismo 
resultado  en  lo  demás,  para  cuyo  efecto  han  salido  comisionado,  con  las 
respectivas  órdenes.  Asi  ha  concluido  la  guerra  del  N. ;  y  repito  q.  en 
su  termino  han  brillado  las  armas  del  Perú,  y  q.  son  muy  dignos  de  la 
consideración  de  V.  E.  los  q.  han  tenido  ocasión  de  ofrecer  este  servicio 
particular  á  la  causa  de  America  uniendo  un  trofeo  mas  á  las  glorias 
del  Estado. 

He  remplasado  triplicadamente  la  perdida  de  la  División  con  los 
prisioneros  Americanos  y  con  ella  bien  reforzada  y  descansada  marcharé 
muy  pronto  á  acudir  á  las  demás  necesidades  de  la  Patria,  donde  se  crea 
conveniente». 

Dios  gue  á  V.  S.  I.  m.'  a.'. 

Andrés  Santa   Cruz. 

Yo  me  lisonjeo  que  al  ser  instruido  por  V.  S.  el  Ex"'°  S.  Capitán  g'. 
de  esa  Provincia  de  tan  plausible  acontecimiento  participará  de  la  su- 
blime satisfacción  de  ver  despedazadas  las  cadenas  de  un  pueblo,  q. 
desde  el  año  de  1809  dio  la  señal  de  alarma  á  los  hijos  de  America 
contra  los  tiranos  de  su  Patria. 

Quiera  V.  S.  aceptar  los  sentimientos  de  aprecio  y  respecto  con  q. 
soy  su  at.°  serv.^ 

Tomas  Guido. 

¿'.  Secretario  de  Estado  en  el  Departamento  de  Guerra  de  Buenos  Aires. 

(Pags.  302  al  306,  del  tomo  III    de  los  Partes  Oficiales  y  Documentos  Rela- 
tivos á  la  Guerra  de  la  Independencia  Argentina.) 


a%¿i  sAá)  (g^;á)  e^  e^tó)  t¿,*j)  a*^ 

«yA\»      t-  \V«      t/A^      «-..V*      «^'AV»      «.'Avj      *'iY-*      t^A^      «>A^     '-T-»    «^/^»      t/^V»      t/AV*      «.'A^      «-'AV»      «-^A^»      t/A^*      *^A^      «^AV» 
V  V  V  V  t  V  V  V  V  *  *v  V  V  V  U  V  V  V  Ü 


ESCUDO  POR  LA  ACCIÓN  DE  CHUNCHANGA 

(18  de  enefo  de   1823) 


Za  Suprema  Junta   Gubernativa  del  Perú,    comisionada   por  el    Soberano     Co7i- 
grcso   Constituyeiite. 

Por  cuanto  conviene  al  ejercicio  del  poder  que  le  ha  confiado,  ordena 
lo  sigaiiente: 

i"  Los  oficiales  y  tropa  que  se  hallaron  en  la  jornada  de  Chunchanga, 
llevarán  en  el  brazo  un  escudo  de  paño  azul,  orlado  de  dos  palmas  borda- 
das de  realce  con  esta  inscripción: 

«LA   PATRIA   Á   LOS   VALIENTES    DE   CHUNCHANGA» 

2°  El  de  los  oficiales  será  bordado  de  oro;  el  de  los  sargentos  de 
plata,  y  el  de  los  cabos  y  soldados  de  hilo. 

Por  tanto:  mandamos  se  guarde  y  cumpla  en  todas  sus  partes  por 
quienes  convenga,  dando  cuenta  de  su  cumplimiento  el  Ministro  de  Estado 
en  el  Departamento  de  la  Guerra. 

Dado  en  el  Palacio  de  la  Suprema  Junta  Gubernativa  en  Lima,  A  IS  de   Eneio    de    1623  —  4°  — 2»   de    la 
República.  _ 

La  Mar. 
Alvarado. 
Salazar. 
Por  orden  de  S.  E. 

Tomás   Guido. 


—  90  — 

COMBATE  DE   CHUNCHANQA 

Escudo  de  paño  azul,  con  la  siguiente  inscripción  al  centro: 

«LA PATRIA A  LOS VENCEDORES EN CHUCIIANGA» 

en  seis  líneas,  y  bordada  en  hilo  de  oro,  de  plata  ó  de  hilo, 
según  la  clase,  y  el  todo  dentro  de  una  corona  formada  por  dos 
palmas  bordadas  de  oro  también. 

(Museo  Histórico  Nacional.) 


^ 


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MEDALLA  A  LOS  VENCEDORES  DE  ZEPITA 

(28  de  agosto    de  1823) 


El  general  Santa  Cruz  había  iniciado  sus  operaciones  por 
puertos  intermedios.  Dividió  su  ejército  en  dos  cuerpos,  trazán- 
doles itinerarios  divergentes,  que  tenían  por  objetivo  el  Alto  Perú. 
Con  el  primer  cuerpo  desembarcó  cerca  de  lio  y  avanzó  hasta 
Moquegua.  El  segundo  cuerpo,  al  mando  del  coronel  Gamarra, 
desembarcó  en  Arica  y  ocupó  Tacna.  El  13  de  julio,  ambos 
cuerpos,   con  un  total  de   5000  hombres,  se  pusieron  en  campaña. 

Santa  Cruz  transmontó  la  cordillera  y  se  posesionó  de  La 
Paz;  Gamarra,  marchando  por  otro  camino,  ocupó,  casi  simultá- 
neamente, la  ciudad  de  Oruro,  á  250  kilómetros  de  La  Paz. 

Sabedor  Santa  Cruz,  de  que  el  virrey  reunía  en  Puno  sus  divi- 
siones diseminadas,  abandonó  La  Paz,  y  retrogradó  con  el  objeto 
de  cubrir  la  línea  del  Desaguadero,  estableciéndose  en  su  margen 
izquierda,   con  un  destacamento  para  defender  el  puente  del  Inca. 

Dos  divisiones  españolas,  que  se  habían  concentrado  en  Puno 
al  mando  en  jefe  del  general  Valdés,  avanzó  sobre  el  puente; 
pero  hallándolo  defendido,  desistió  del  intento  de  forzarlo  y  re- 
trogradó al  norte  del  inmediato  pueblo  de  Zepita. 

El  25  de  agosto  de  1823,  el  general  Santa  Cruz  pasó  el 
puente  y  tomó  la  ofensiva.  Valdés  se  encontraba  establecido  en 
una  fuerte  posición  á  cuyo  pie  había  un  llano.  Santa  Cruz  ama- 
gó un  ataque  de  flanco  sobre  las  alturas  y  con  una  aparente 
fuga  de  su  centro,  consiguió  que  Valdés  descendiera  al  llano. 
Dos  escuadrones  peruanos  pusieron  en  derrota  toda  la  caballería 
española,  á  lo  que  siguió  un  encuentro  de  ambas  infanterías,  sin 
resultado  decisivo.  La  noche  que  sobrevino  puso  término  al  com- 
bate.  Los  dos  generales  se  atribuyeron    la  victoria.    Valdés    em- 


—    92    — 

prendió  su  retirada.  Santa  Cruz  quedó  dueño  del  campo  de  ba- 
talla; pero  asustado  de  su  semivictoria,  se  replegó  después  al 
Desaguadero.  (') 

El  28  de  agosto  del  mismo  año,  el  general  Santa  Cruz  en 
su  carácter  de  jefe  del  ejército  libertador  del  sur  del  Perú,  dictó 
un  decreto  acordando  varios  premios  y  una  medalla  de  honor  á 
los  que  se  encontraron   en  esta  acción. 


Medalla  á  los  vencedores  de  Zepita 

PARTE    PASADO   AL   GOBIERNO    DEL   PERÚ    POR   EL   MARISCAL 
D.   ANDRÉS   DE   SANTA   CRUZ 


Cuartel  General  en  el  Desaguadero,  -6  de  Agosto  de  1823. 
Señor  Ministro: 

Desde  Viacha  instruí  á  U.  S.  del  estado  de  mi  campaña,  con  fecha 
18,  y  en  los  ocho  dias  que  han  corrido,  tengo  la  satisfacción  de  decir  á 
U.  S.  que  sucesos  muy  importantes  han  adelantado  mis  ventajas.  Por  el 
Sur  el  General  Gamarra  con  el  2°  Cuerpo  del  Ejército  reforzado  por  el 
primer  escuadrón  Húsares,  y  una  columna  ligera  de  trescientos  soldados 
escojidos  del  primer  cuerpo  á  las  órdenes  del  Coronel  Vargas,  tomó  el 
reducto  de  Oruro  y  su  población,  que  vergonzosamente  abandonó  el  Ge- 
neral Olañeta  sin  un  tiro  de  fusil. 

Veinte  y  dos  piezas  de  diferentes  calibres,  y  muchos  útiles  de  par- 
que quedaron  en  nuestro  poder;  y  un  considerable  numero  de  pasados 
hacen  cierta  su  disolución  en  la  retirada  que  continúan  sobre  Potosí.  El 
Coronel  Lanza  marchó  el  21  á  Cochabamba  que,  por  repliegue  general 
ordenado  de  las  guarniciones  Españolas  á  aquella  Villa,  ha  quedado 
abandonada.  Me  prometo  mucho  de  la  actividad  y  buena  disposición  de 
aquellos  Gefes  y  de  la  decisión  de  los  pueblos,  que  yá  logran  ponerse 
bajo  la  protección  del  Ejército  Libertador. 

Por  el  Norte  he  logrado  una  victoria  el  día  de  ayer  en  los  campos 
de  Zepita  entre  un  cuerpo  de  mil  ochocientos  hombres  mandados  por  el 
General  Valdéz.  El  orgullo  de  este  General,  y  las  circunstancias  de  haber 
convertido  la  cuna  de  los  ejércitos  Españoles  en  su  sepulcro  hacen  de 
alguna  más  importancia  un  suceso  que  prepara  el  que  ha  de  decidir  de 
la  suerte  del  Perú.  Detallaré  á  U.S.  sus  pormenores  para  que  los  ponga 


(')  Historia  de  San  Martin,  por  B.  Mitre,  tomo  VI,  pAg.  1Í8. 


—  93  — 

en  el  conocimiento  de  S.  E.  y  sirvan  de  satisfacción  á  los  que  miran  con 
interés  nuestros  pasos. 

Avisado  en  mi  cuartel  general  de  Viacha,  por  los  partes  del  Coro- 
nel Cerdeña,  situado  en  Pomata,  de  haber  llegado  á  Puno  el  General 
Valdéz  con  mil  ochocientos  hombres,  le  ordené  se  replegase  al  Desagua- 
dero donde  yo  me  encaminé  luego,  haciéndome  seguir  de  los  batallones 
de  Cazadores  del  Ejército,  del  de  Vencedores  en  Pichincha,  y  de  un  es- 
cuadrón de  Húsares  de  la  Guardia.  El  23  al  llegar  al  puente  me  informé 
que  el  mismo  Valdéz  venia  marchando  hacia  él  con  toda  su  columna. 
Como  no  me  hablan  llegado  aún  los  cuerpos  que  me  seguían,  lo  esperé 
solo  á  la  defensiva,  á  las  tres  de  la  tarde,  en  que  se  me  presentó:  em- 
pezó el  tiroteo,  que  en  tres  horas  no  pasó  de  un  cambio  de  balas,  cuyo 
resultado  fué  un  herido  de  mi  parte,  y  tres  muertos  que  dejó  el  enemigo 
al  retirarse  después  de  anochecer.  El  24,  se  me  reunieron  los  Cuerpos 
que  aguardaba;  y  el  25  con  una  columna  de  mil  trescientos  hombres 
compuesta  de  parte  de  cada  uno  de  los  batallones  Cazadores,  Vencedor, 
Legión  y  numero  4;  de  los  Escuadrones  2°  y  3°  de  Húsares  y  de  una 
brigada  compuesta  de  dos  piezas  de  montaña,  marché  al  enemigo  que 
creí  me  aguardase  con  decisión  en  el  pueblo  de  Zepita  que  ocupaba, 
dejando  el  puente  asegurado  por  dos  piezas  de  artillería,  y  dos  compañías 
de  cada  batallón. 

;.  Mi  vanguardia  compuesta  del  Batallón  de  Cazadores  y  el  2°  escua- 
drón de  Húsares  á  las  órdenes  del  Señor  Coronel  Brandzen  alcanzó  á  ver 
al  enemigo  á  las  dos  horas  de  marcha;  y  como  un  aviso  equivocado  me 
hubiese  hecho  creer  necesario  marchar  por  otra  dirección  con  el  resto 
de  la  columna,  reforzado  de  la  vanguardia,  con  las  dos  piezas  y  el  tercer 
escuadrón  4^  Húsares  y  las  compañías  del  4,  fué  consiguiente  alguna 
demora  de  que  se  aprovechó  el  enemigo  para  retirarse;  apesar  de  que 
contaba  con  un  tercio  más  de  fuerza:  desde  las  inmediaciones  del  pueblo 
cruzaron  las  guerrillas  sus  fuegos,  y  el  resto  de  la  columna  siguió  á  paso 
doble  para  obligar  á  un  combate  que  deseaba. 

El  enemigo  creyó  poder  aceptarlo  confiando  más  que  con  su  mayor 
número  con  las  muy  fuertes  posiciones  que  alcanzó  á  ocupar  en  los  altos 
de  Chuachuani.  Sin  embargo  demasiado  convencido  yo  del  ardor  y  entu- 
siasmo de  los  Soldados  de  la  libertad  no  dudé  atacarlo. 

Mi  linea  situada  sobre  un  llano,  era  formada  del  batallón  de  la  Le- 
gión á  la  derecha;  del  4  al  centro,  el  de  Cazadores  cerraba  la  izquierda 
y  el  Vencedor  de  reserva;  el  tercer  escuadrón  cubria  la  derecha,  y  el  2" 
la  izquierda;  las  dos  piezas  desde  el  centro  hacian  un  fuego  repetido  y 
con  buena  dirección. 

El  enemigo  retiró  toda  su  caballería,  fuerte  de  cuatrocientos  hom- 
bres tras  de  sus  últimas  posiciones;  y  situando  su  artillería  á  media  loma 


—   Q4  — 

correspondía  con  sus  fuegos;  su  infantería  compuesta  de  los  batallones 
de  Cazadores,  Partidarios  y  tres  compañías  del  primer  regimiento,  fuerte 
de  1.400  hombres,  se  extendía  en  lo  escarpado  de  ellas  donde  solo  se 
creyó  capaz  de  combatir.  La  tarde  estaba  venida,  y  para  obtener  un 
triunfo  cierto  y  más  pronto  en  el  tiempo  que  daba  el  dia,  era  preciso 
burlarlo.  Con  este  objeto  marchó  el  batallón  de  la  Legión  á  ocupar  las 
alturas  de  la  derecha  precedido  de  una  columna  de  tiradores  á  las  órde- 
nes del  .Sargento  Mayor  D.  José  María  Apellanis,  y  apoyado  del  tercer 
escuadrón  de  Húsares:  el  batallón  de  Cazadores  con  su  distinguido  Co- 
mandante D.  Ventura  Alegre,  apoyado  del  segundo  Escuadrón  dirigido 
por  el  muy  esforzado  y  benemérito  Coronel  D.  Federico  Brandzen,  atacaron 
sobre  el  camino  principal:  dos  compañías  del  N"  4  á  las  órdenes  del  Sar- 
gento Mayor  D.  José  Félix  Castro,  apoyados  del  de  Vencedor,  mandado 
por  su  digno  Comandante  D.  Eugenio  Garzón,  amagaron  la  toma  de  su 
frente,  donde  se  hallaba  parapetado  un  batallón  enemigo. 

En  esta  disposición  se  encendió  un  fuego  matador  por  todas  partes; 
la  Legión  y  tiradores  adelantaron  como  debían  sobre  la  gran  resistencia 
que  encontraron ;  las  compañías  del  N°  4  aparentando  una  fuga  desorde- 
nada, según  órdenes  que  tenían,  se  replegaron  entre  el  Vencedor  desti- 
nado á  sostenerlas,  y  lograron  así  atraer  al  llano  al  enemigo,  que  creyendo 
cierta  su  ventaja,  tomó  la  ofensiva  é  hizo  descender  toda  su  infantería  y 
numerosa  caballería  entre  el  4°  y  el  de  Cazadores  que  apesar  de  ser  fuer- 
temente acometido,  se  sostenía  con  bizarría.  Entonces  los  Escuadrones  de 
Húsares  se  aprovecharon  del  momento,  y  decidieron  el  combate.  El  2°  á 
las  órdenes  de  su  bravo  Comandante  D.  Luis  Soulanges,  cargó  con  tal 
bravura  y  orden,  que  no  solo  destruyó  á  los  dos  que  lo  recibieron,  sino 
también  al  batallón  que  los  sostenía.  El  3°  conducido  por  su  esforzado 
Comandante  D.  Eugenio  Aramburu,  cargo  por  la  derecha,  tan  decidido 
á  vencer,  que  200  Dragones  no  pudieron  contenerle  un  momento.  Es  di- 
fícil que  caballería  alguna  obre  con  mas  coraje:  los  Húsares  han  confir- 
mado en  esta  vez  que  nada  es  superior  á  su  valor,  y  que  los  peligros 
solo  son  un  estímulo  á  su  mayor  gloria;  ellos  han  ganado  cuanto  puede 
ambicionar  un  militar. 

Estas  dos  cargas  brillantes  segundadas  á  la  vez  por  un  esfuerzo  ge- 
neral decidieron  el  combate,  y  arrancaron  al  enemigo  la  victoria  y  el 
prestigio  que  ha  querido  sostener  de  su  superioridad.  La  noche  puso  tér- 
mino á  la  persecución,  y  el  ejército  vivaqueó  entre  el  campo;  al  amanecer 
del  26  se  reconocieron  los  resultados  de  esta  victoria,  que  han  sido  más 
de  cien  muertos,  184  prisioneros,  240  fusiles,  52  caballos  ensillados,  30 
carabinas,  240  lanzas,  24  sables,  63  gorras  de  caballería  y  4  cajas  de  guerra. 

Es  verdad  que  también  ha  sido  cara:  veinte  y  ocho  bravos  muertos, 
incluso  el  distinguido  Capitán  de    Húsares,  Don   José    Morante,  y  84  he- 


—  95  — 

ridos  incluso  el  benemérito  Coronel  de  la  Legión  D.  Blas  Cerdeña,  el 
Capitán  del  Vencedor  D.  Félix  Valerino,  el  Teniente  del  mismo  D.  Juan 
Guzman,  y  el  de  la  misma  clase  del  Batallón  de  Cazadores  D.  José  Palma, 
la  han  comprado  con  su  sangre. 

Yo  no  podré  recomendar  bastante  el  mérito  de  cada  uno  de  los  in- 
dividuos de  esta  columna:  todos  se  han  conducido  como  valienies:  El 
Boletín  detallará  particularmente  los  hechos  de  algunos;  sin  embargo  no 
puedo  prescindir  de  tener  muy  presente  al  digno  Gefe  de  vanguardia  é 
izquierda  de  la  linea  Coronel  D.  Federico  Brandzen;  al  Gefe  del  E.M.  interino 
de  la  columna  D.  Manuel  Martinez  Aparicio;  al  Comandante  de  la  Legión 
Coronel  graduado  D.  Blas  Cerdeña;  bizarros  Tenientes  de  Húsares  D. 
Eugenio  Aramburu  y  D.  Luis  Soulanges;  al  de  Cazadores  D.  Ventura 
Alegre;  al  Teniente  de  Artillería,  Capitán  D.  Francisco  Méndez;  al  Ayu- 
dante del  E.  M.  G.,  D.  Manuel  Mendiburu;  y  D.  José  S.  Roca  y  D.  José 
Maria  Frias. 

Yo  tengo  la  satisfacción  de  presentar  estas  ventajas  á  S.  E.  el  Pre- 
sidente como  un  testimonio  de  la  decisión  y  entusiasmo  con  que  trabaja 
el  Ejército  Libertador  que  tengo  el  honor  de  mandar. 

Sírvase  U.  S.  ponerlos  en  conocimiento  de  8.  E.;  y  aceptar  los  sen- 
timientos de  mi  más  alta  consideración  con  que  soy   su  atto.  S.  S. 

Aiidres  Sania    Cruz. 

(Véase  Historia  del  Peni  hidependiente  por  M.  Fehpe  Paz  Soldán.  Tomo 
^"i  P^g-  117,  j-  Odriozola,  Docttmeiüos  Históricos  del  Perú.  Tomo  5°  pay.  336). 


DECRETO: 

El  General  en   Gefe  del  Ejército  libertador  del  Sur  del  Perú,    etc. — 

Atendiendo  á  la  brillante  comportacion  de  los  cuerpos  del  Ejército 
en  la  jornada  del  25  del  presente  á  las  inmediaciones  de  Zepita;  he  tenido 
á  bien  decretar  lo  siguiente: 

Artículo  i"  Los  escuadrones  segundo  y  tercero  del  regimiento  de 
Húsares,  que  por  su  bravura  en  las  cargas  respectivas  han  decidido  la 
victoria,  llevarán  en  lo  sucesivo  el  renombre  de  Vencedores  de  Zepita,  dis- 
frutando la  cinta  del  pabellón  con  el  primer  premio  de  siete  y  medio 
reales  mensuales  sobre  su  haber  todos  los  individuos  de  tropa. 

Art.  2°  Los  heridos  de  la  misma  clase  de  todos  los  cuerpos  gozarán 
de  igual  gracia. 

Art.  3"  El  capitán  D.  José  Morante,  de  la  primera  compañía  del  se- 
gundo escuadrón,  que  herido  en  el  campo  de  batalla,  conduciéndose  como 
un  bravo,  ha  fallecido  ayer  de  resultas  de  la  herida,  se  declara  benemé- 
rito de  la  patria  en  grado  eminente.     Su    compañía    llevará    en    adelante  el 


-  96  - 

nombre  de  dicho  capitán,  quien  pasará  revista  como  presente.  Su  familia 
percibirá  el  sueldo  que  le  corresponde.  .Si  tiene  hijo  varón  será  desde 
luego  considerado  oficial  del  regimiento  de  Húsares. 

Art.  4°  Los  escuadrones  Vencedores  de  Zepita  y  la  parte  de  los  cuer- 
pos que  han  coadyuvado  á  la  victoria  hallándose  presentes  en  el  campo 
de  batalla,  llevarán  por  distintivo  una  medalla  en  figura  pentagonal,  pen- 
diente de  la  cinta  nacional;  los  señores  jefes  y  oficiales  de  oro,  los  primeros 
con  dos  laureles  sobre  los  costados  superiores,  los  segundos  sencilla  y 
los  individuos  de  tropa  de  plata,  ambas  en  el  anverso  con  esta  inscripción: 

«  EN    LA   CUNA   DE   LOS   TIRANOS   LABRÉ   SU   SEPULCRO » 

y  en  el  reverso,  los  escuadrones    Vencedores: 

«  AL  VALOR  DE   LOS    HÚSARES  DE  ZEPITA » 

y  los  demás  cuerpos : 

«ZEPITA,    25   DE   AGOSTO   DE    1 823» 

En  consecuencia  de  lo  cual,  hágase  saber  al  Ejército  por  Orden 
General,  imprimiéndose  este  decreto  en  la  Gaceta  del  mismo  para  la  sa- 
tisfacción,   y    dándose   cuenta   al  Gobierno    del  Estado  para  la  aprobación. 

Dado  en  el  Cuartel  General    del  Desaguadero,  A  2S  de  Agosto  de  1S23— 4"  de  la   libertad  de  Perú. 

Andrés  de   Santa    Cruz. 


Anverso:  En  el  campo: 

«EN    LA CUNA    DE— LOS    TIRANOS —LABRE SU — SEPULCRO» 

inscripto  en  seis  lineas,  teniendo  debajo  de  la  leyenda,  dos  ramas 
de  flores  en  sotuer.   Gráfila  de  puntos. 
Reverso:  En  el  campo: 

«ZEPHA AGOSTO — 25     DE     1823» 

dentro  de  corona  de  laurel.   Sin  gráfila. 

La  forma  de  esta  medalla  es  de  un  pentágono  irregular. 

Chita  blanca   v  encarnada. 

Plata.   Peso:   5  gramos. 

Se  fabricaron  de  oro  para  los  jefes    y    oficiales,    y    de    plata 
para    la  tropa. 


—   97   — 

De  estas  medallas  se  otorgaron  con  dos    inscripciones  diferen- 
tes en  el  reverso:   la  de  los  Escuadrones  vencedores,  decían: 

"AL    VALOR    DE    LOS    HÚSARES    DE    ZEPITA» 

y    la  otra,  para  los  demás  cuerpos,  tenía  esta  leyenda: 

cZEPrrA,     25     DE    AGOSTO    DE     l82  3:> 

que  es  la  del   modelo  que  presentamos. 


MEDALLAS  POR  LA  BATALLA  DE  JUNIN 

(12    de  febt*et»o  de  1825--18   de  septiembre  de  1828) 


Conocedor  Bolívar  de  los  movimientos  del  ejército  de  Can- 
terac,  se  retiró  con  sus  tropas  y  estableció  su  cuartel  general  en 
Pativilca,  (provincia  de  Huaras)  al  pie  de  la  cordillera  del  norte, 
sin   (jue  el  enemigo  lo  sospechara. 

Allí  recibió  3000  hombres  de  refuerzo  pedidos  á  Colombia, 
con  los  que  formó  un  ejército  de  cerca  de  10.000  hombres,  que 
dividió  en  cuatro  divisiones:  dos  colombianas  al  mando  de  los 
generales  José  María  Córdoba  y  Jacinto  Lara,  y  una  peruana,  al 
mando  del  general  La  Mar:  las  tres  de  infantería.  La  caballería, 
compuesta  de  los  llaneros  colombianos,  mandados  por  el  coronel 
Lucas  Carvajal,  los  jinetes  peruanos  por  Míller,  asistido  por  los 
comandantes  Manuel  Lsidoro  Suárez  y  José  Olavarría  (ambos  ar- 
gentinos), los  restos  de  los  granaderos  á  caballo  de  los  Andes, 
compuestos  de  gauchos  del  Río  de  la  Plata  y  algunos  huasos  de 
Chile,  á  órdenes  del  coronel  Alejo  Brueix  (francés),  formaban  la 
cuarta  división,  bajo  el  mando  del  general  Mariano  Necochea 
(argentino).   Sucre  era  el  jefe  de    estado  mayor. 

Bolívar,  aprovechando  una  coyuntura  favorable  que  se  le 
presentó,  la  que  le  quitaba  de  encima  como  7000  enemigos,  abrió 
su  nueva  campaña,  resuelto  á  buscar  al  enemigo  y  posesionarse 
del  valle  de  Jauja. 

Su  invasión  á  la  sierra  fué  precedida  por  un  movimiento  ge- 
neral de  las  guerrillas  peruanas,  desde  Yauly  hasta  Pasco,  que 
estrecharon  el  círculo  de  los  realistas  en  la  montaña,  y  permi- 
tieron á  Bolívar  transmontar  los  Andes  por  la  parte  más  fragosa 
y  elevada,  y  ocultar  su  movimiento    para  sorprender  al  enemigo. 


loo 


El  2  de  agosto  de  1824,  el  Libertador  pasó  revista  á  gooo 
hombres  sobre  las  armas,  formados  en  el  llano  de  Raneas,  á 
36  kilómetros  de  Pasco  y  les  proclamó  con  su  genial  elocuencia. 

<;  Soldados : 

«Vais  á  completar  la  obra  más  grande  que  el  cielo  ha  en- 
cargado á  los  hombres:  la  de  salvar  un  mundo  entero  de  la 
esclavitud.  El  Perú  y  la  América  toda  aguardan  de  nosotros  la 
paz,  hija  de  la  victoria,  y  aun  la  Europa  os  contempla  con  en- 
canto: poi-que  la  libertad  del  Nuevo  Mundo  es  la  esperanza  del 
Universo. 

«¿La  burlaréis?   ¡No!    ¡No!   ¡No!   Vosotros    sois    invencibles». 

Al  día  siguiente,  700  montoneros  peruanos  se  reunieron  á 
la  caballería,  después  de  haber  explorado  el  país  al  oriente  de 
la  cordillera.  El  día  4,  MíUer,  destacado  con  una  vanguardia  de 
caballería  al  oeste  de  Jauja,  daba  parte  del  avance  en  masa  del 
ejército,  de  Canterac  sobre  Pasco. 

El  día  6,  ambos  ejércitos  desembocaban  en  la  pampa  de  Junín. 

Bolívar,  para  obligar  á  Canterac  á  combatir,  dispuso  que  el 
general  Necochea  se  pusiese  á  la  vanguardia,  con  seis  escuadro- 
nes de  Granaderos  montados  y  Húsares  de  Colombia,  un  escua- 
drón de  Granaderos  á  Caballo  de  Buenos  Aires,  y  dos  del  Perú; 
esta  fuerza  sumaba  900  hombres.  La  caballería  española  alcan- 
zaba á  1300  veteranos. 

La  caballería  independiente,  formada  en  columna  por  mita- 
des, se  comprometió  en  un  terreno  desventajoso,  que  obstruía  sus 
despliegues  antes  de  salir  á  la  pampa.  Solo  tuvo  tiempo  de  pre- 
sentar en  batalla  dos  escuadrones  de  Granaderos  de  Colombia. 
Canterac,  fiado  en  el  número  y  calidad  de  su  arma  favorita,  cargó 
con  toda  su  caballería,  poniéndose  personalmente  á  su  frente. 

Los  dos  escuadrones  colombianos  con  sus  lanzas,  recibieron 
con  firmeza  la  impetuosa  carga:  pero  fueron  arrollados  y  perse- 
guidos por  la  espalda.  I^os  escuadrones  realistas,  lanzados  en 
desorden,  se  comprometieron  k  su  vez  en  el  desfiladero,  acuchi- 
llando á  los  fugitivos.  Necochea,  traspasado  de  siete  heridas  de 
lanza,  fué  pisoteado  por  los  caballos  de  vencidos  y  vencedores, 
y  fué  hecho  prisionero.  Junto  á  él,  fué  también  hecho  prisionero 
el  comandante  Olavarría. 

La  reserva  de  caballería  patriota  estaba  emboscada  á  la  ori- 
lla de  un  pantano.  Su  jefe,  el  argentino  Suárez,  al  mando  del 
primer  escuadrón  de  Húsares  del  Perú,  dejó  pasar  por  su  flanco 
á  perseguidos  y  perseguidores,  y  una  vez  despejado  el  terreno, 
cargó  por  retaguardia  á    los  vencedores,  que   acuchillados  por  la 


lOI 


espalda,  se  pusieron  en  precipitada  fuga.  Los  escuadrones  patrio- 
tas reaccionan  con  Miller  á  su  cabeza,  vuelven  caras  y  quedan 
dueños  del  campo. Todo  fué  obra  de  45  minutos.  Fué  un  combate 
al  arma  blanca,  en  el  que  solo  actuó  caballería:  no  se  disparó 
un  solo  tiro. 

Quedaron  en  el  campo  250  realistas  muertos  y  150  republi- 
canos, entre  muertos  y  heridos.  Necoch<;a,  y  Olavarría,  fueron 
gloriosamente  rescatados. 

Los  derrotados  fueron  perseguidos  hasta  guarecerse  bajo  los 
fuegos  de  su  infantería,  que  se  puso  inmediatamente  en   retirada. 

La  carga  decisiva  había  sido  iniciada  por  los  Húsares  de  Suárez 
y  fué  la  que  cambió  la  faz  del  combate  y  puso  el  sello  á  la  victo- 
ria de  Junín,  valiéndole  que  Bolívar  le  discerniera  en  la  orden  del 
día  los  honores  del  triunfo,  honrando  al  escuadrón,  en  el  mismo 
campo  de  batalla,  con  el  nombre  de    «Húsares  de  Junín».  (^) 

El  Congreso  de  Colombia,  por  decreto  de  1 1  de  febrero  de  1825, 
acordó  honores  y  condecoraciones  especiales  á  Bolívar  y  Sucre,  y  dio 
una  medalla  al   ejército   colombiano  vencedor  en  Junín. 

El  Congreso  General  Constituyente  del  Perú,  más  generoso, 
por  decreto  de  29  de  marzo  de  1828,  que  fué  reglamentado  por 
otro  decreto  de  1 8  de  septiembre  del  mismo  año,  acordó  á  su 
vez  una  medalla  de  honor  á  todos  los  que  se  hallaron   en  esa  batalla. 


Medalla  del  Perú    por  la  victoria  de  Junín 

El  Ciudadano  Presidente  de  la  República,   Encargado  del  Poder  Ejecutivo. 
El  Congreso   General   Constituyente  del  Perú. 

Considerando  : 

1°  Que  el  Ejercito  Peruano  vencedor  en  los  campos  de  Junin,  Aya- 
cucho  y  sitio  de  las  fortalezas  del  Callao,  ha  sufrido  gran  postergación 
en  las  recompensas  concedidas,  á  los  que  en  dichas  batallas  y  sitio,  aca- 
baron con  mano  fuerte  la  dominación  española, 

2°  Que  la  primera  representación  general  del  Perú  debe  manifestar 
cuan  grato  ha  sido  este  servicio  á  la  Nación,  y  cuanto  aprecia  á  los 
bravos  que  sostienen  con  dignidad  sus  sagrados  derechos — 

DECRETA : 

Artículo  I"  Se  dará  una  medalla  á  todos  los  individuos  que  se  halla- 
ron en   la  batalla  de  Junin   cuyo  diseño  detallará  el   Ejecutivo. 


(')  Historia  de  San  Mallín— por  B.  Mitre,  tomo  VI.  p.ig.  184  y  siguiente. 


—     I02    — 

Art.  2"  Todos  los  individuos  de  tropa  peruana  que  hubiesen  estado 
en  alguna  de  las  batallas  de  Junin  y  Ayacucho,  gozarán  el  premio  de  un 
peso  sobre  su  sueldo,  y  el  de  dos  pesos,  los  que  concurrieron  á  ambas; 
siendo  extensiva  esta  gracia  hasta  su  muerte,  y  aun  cuando  se  retiren 
del  servicio. 

Art.  3°  I.os  Generales,  Jefes  y  Oficiales  que  batieron  al  Ejército 
español  en  las  dos  mencionadas  batallas,  disfrutarán  de  la  tercera  parte 
de  su  sueldo  asignado  al  empleo  que  obtenían  en  esas  épocas  memora- 
bles, desde  que  se  retiren  de  la  carrera,  por  causa  justa;  y  de  la  cuarta 
parte  si  prestaron  su  servicio  á  la  patria  en  una  de  ellas,  sin  perjuicio 
de  la  dotación  que  les  corresponda  en  razón  de  inválidos,  tiempo  de  ser 
vicio  ú  otra  gracia. 

Art.  4°  La  gratificación  del  millón  que  hubiese  recaído  en  al- 
gún individuo  vencedor  en  dichas  batallas,  ó  sitio  del  Callao  y  no  la 
haya  recibido  por  fallecimiento,  le  será  abonada  á  su  esposa,  hijos  ó 
padres. 

Art.  5°  Los  hijos  de  los  vencedores  en  Junin,  Ayacucho  ó  Callao, 
en  igualdad  de  circunstancias,  serán  preferidos  en  las  becas  que  «1  Estado 
paga  en  los  Colegios  de  la  República. 

Art.  6"  Se  abonará  doble  tiempo  de  la  campaña  del  año  de  24  y 
el  del  sitio  de  las  fortalezas  del  Callao  hasta  su  rendición,  en  que  ter- 
minó la  guerra. 

Art.  7°  Se  señala  á  unos  en  pos  de  otros,  á  las  esposas  é  hijos  en 
mancomum,  padres  y  hermanos  de  los  Oficiales  muertos  en  Junin,  Aya- 
cucho,  ó  sitio  del  Callao,  el  sueldo  integro  del  empleo  que  gozaban. 

Art.  8°  El  artículo  anterior  es  extensivo  á  los  que  fallecieron  de 
resultas  de  heridas  contraidas  en  aquellos  campos. 

Art.  9"  Quedan  declarados  Beneméritos  de  la  Patria  todos  los  indivi- 
duos del  Ejército  del  Perú  comprendidos  en  este  decreto. 

Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo  para  que  disponga  lo  necesario  á 
su  cumplimiento,   mandándolo  imprimir,  publicar  y  circular. 

Dado  en  la  Sala  del  Congreso  en  Lima.  í\.  29  de  Marzo  de  mil  ochocientos  veinte  y  ocho. 

Javier  de  Luna  Pizarro, 

Presidente 

Gregorio   Cartagena, 

Diputado  Secretario. 

Nicolás  de  Piérola, 

Diputado  Secretario. 


—    103   — 

Por  tanto: 

Ejecútese,  guárdese  y  cúmplase. 

Dado  en  la  Casa  de  Gobierno  en  Lima,  á  dos  de  Abril  de  mil  ochocientos  veinte  y  ocho. — 9*. 

JosE  DE  LA  Mar. 
Por  orden  de  S.  E. 

Juan  Zalazar. 


El  Ciudadano  Manuel  de  Salazar  y  Baquijano,    Vice-Presidente  de  la  República. 

Considerando  : 

Que  por  el  artículo  i"  del  decreto  del  Congreso  de  29  de  Marzo 
último,  se  faculta  al  Ejecutivo  para  que  detalle  el  diseño  de  la  tnedalla 
que  concede  el  mismo  decreto  á  los  vencedores  de  Junin; 

DECRETO : 

i"  La  fnedalla  para  los  Jefes  y  Oficiales  vencedores  en  Junin,  será 
compuesta  de  un  círculo  de  seis  líneas  de  diámetro,  cuya  superficie  será 
esmaltada  en  blanco  con  la  inscripción  en  letras  negras : 

«batalla  de  junin» 

de  su  circunferencia  saldrán  cinco  aspas  ó  rayos  iguales  esmaltados  tam- 
bién, de  rojo  en  el  centro,  y  blanco  en  los  extremos,  con  un  laurel  de 
oro  entrelazado  al  rededor  de  ellos. 

2"  En  el  fondo  del  reverso  habrán  grabados  dos  sables  enlazados 
con  dos  lanzas  con  banderolas. 

3"  La  medalla  tendrá  doce  lineas  de  diámetro:  siendo  igual  en  figura 
y  dimensión  la  de  la  tropa,  pero  toda  de  plata. 

4°  Los  Jefes  y  Oficiales  llevaran  dicha  medalla  pendiente  de  una 
cinta  bicolor  nacional  en  el  ojal  izquierdo  de  la  casaca,  y  hevilla  de  oro 
en  forma  de  corona  cívica  de  laurel:  la  tropa  usará  la  misma  cinta  sin 
hevilla. 

El  Ministro  de  Estado  en  el  Despacho  de  la  Guerra  queda  encar- 
gado de  la  ejecución  de  este  decreto. 

Imprímase,  publíquese  y  circúlese. 

Dado  en  la  Casa  de  Gobierno  en  Lima,  .1  18  de  Setiembre  de  1828,— 9°  y  7", 

Manuel  Salazar  y  Baquíjano. 
Por  orden  de  S.  E. 

Mariano   Castro. 


—    104  — 

Medalla  y  escudo  de  Colombia  por  las   batallas  de  Junín  y  Ayacucho 

Ley: 

El  Senado  y    Cámara  de  R.  de  la   R.  de    Colombia  reunidos  en    Congreso. 

Informados  del  glorioso  éxito  que  ha  obtenido  el  ejército  del  Liber- 
tador presidente  de  Colombia,  en  las  batallas  memorables  de  Junin  y 
de  Ayacucho,  en  los  días  6  de  Agosto  y  g  de  Diciembre  de  1824,  en  las 
cuales  ha  acreditado  el  ejército  de  Colombia  auxiliar  del  Perú,  mandado 
por  el  intrépido  y  experto  general  Antonio  José  de  Sucre,  que  era  digno 
de  la  confianza  que  de  él  hizo  la  nación,  encargándole  la  defensa  y  pro- 
tección de  sus  hermanos  del  Perú,  y  considerando:  1°  Que  este  gran  re- 
sultado, que  asegura  para  siempre  la  libertad  de  la  América  Meridional 
y  la  gloriosa  reputación  de  las  armas  de  Colombia,  es  debido  al  genio 
del  Libertador  presidente  Simón  Bolívar,  z"  Que  la  lealtad,  constancia  y 
valor  del  ejército  colombiano  auxiliar  del  Perú  en  esta  memorable  cam- 
paña, son  un  modelo  de  virtudes  militares.  3°  Que  es  un  debef  del  Con- 
greso, como  órgano  de  la  gratitud  nacional,  conceder  premios  y  recom- 
pensas á  los  que  han  hecho  grandes  servicios  á  la  patria — 

DECRETAN : 

Art.  1°  Los  honores  del  triunfo  al  Libertador  Simón  Bolívar,  pre- 
sidente de  Colombia,  y  al  ejército  auxiliar  colombiano  vencedor  en' Junin 
y  Ayacucho. 

§  Único.  Luego  que  el  Libertador  Presidente  de  Colombia  regrese 
con  todo,  ó  alguna  parte  del  ejército  á  la  capital  provisional  de  la  repú- 
blica, el  poder  ejecutivo  designará  el  dia  en  que  deban  recibir  los  hono- 
res del  triunfo. 

Art.  2°  El  poder  ejecutivo  á  nombre  de  la  nación  presentará  al  Li- 
bertador Presidente  Simón  Bolívar  una  medalla  de  platina  de  veintiocho 
líneas  de  diámetro,  que  contendrá  en  el  anverso  á  la  Victoria,  coronando 
al  genio  de  la  libertad  con  una  corona  de  laureles:  este  llevará  en  la 
mano  izquierda  las  faces  colombianas,  y  en  derredor  de  este  emblema 
la  siguiente  inscripción: 

«JUNIN   Y   AYACUCHO   6   DE   AGOSTO    Y    9    DE   DICIEMBRE   DE    1 824» 

en  el  reverso  una  guirnalda    formada    por    una    rama  de  olivo  y  otra  de 
laurel,  y  en  el  centro  la  siguiente  inscripción: 

«A   SIMÓN   bolívar    LIBERTADOR   DE   COLOMBIA   Y  DEL  PERÚ,  EL  CONGRESO 
DE  COLOMBIA:   AÑO  DE    1825.» 


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—  105   - 

Art.  3"  El  poder  ejecutivo  hará  acuñar  la  misma  medalla  en  plata 
para  distribuirla  á  las  municipalidades  de  la  república,  al  museo  y  á  las 
universidades  y  colegios,  con  el  objeto  de  que  se  conserve  siempre  este 
testimonio  auténtico  de  la  gratitud  nacional. 

Art.  4°  El  poder  ejecutivo  á  nombre  del  congreso  presentará  al  ge- 
neral Antonio  José  de  Sucre  una  espada  de  oro  con  la  siguiente  inscripción: 

«EL   CONGRESO    DE   COLOMBIA   AL   GENERAL   ANTONIO   JOSÉ    DE    SUCRE, 
VENCEDOR    EN    AYACUCHO    EL   AÑO   DE    1 824» 

Art.  5°  Todos  los  individuos  del  ejército  de  Colombia,  que  han  hecho 
la  campaña  del  Perú,  serán  condecorados  con  un  escudo  bordado  sobre  fondo 
rojo,  de  oro  para  los  oficiales  y  de  seda  amarilla  desde  sargento  abajo,  con 
esta  inscripción: 

«JUNIN    Y    AYACUCHO    EN    EL    PERÚ» 

Art.  6"  I.os  cuerpos  de  toda  arma  de  dicho  ejército  añadirán  á  su 
denominación  la  de    Vencedor  en  el  Perú. 

Art.  7"  El  Libertador  Presidente  Simón  Bolívar,  presentará  á  nombre 
del  congreso  los  sentimientos  de  gratitud  nacional  al  esforzado  batallón 
Rifles,  que  antes  quiso  ser  despedazado  en  su  mayor  parte,  que  ceder 
por  un  momento  á  la  fuerza  superior  del  enemigo,  el  dia  8  de  diciembre 
en  los  campos  de  Huamanguilla. 

Art.  8°  El  poder  ejecutivo  señalará  un  dia  en  el  presente  año  en 
que  será  celebrado  el  triunfo  de  este  ejército  en  todos  los  pueblos  de  la 
República,  con  todo  género  de  regocijos,  y  una  fiesta  religiosa  en  que 
se  tributen  gracias  al  Altísimo  por  la  visible  protección  que  ha  dispen- 
sado á  las  armas  defensoras  de  la  libertad. 

Art.  9"  El  poder  ejecutivo  designará  también  otro  día  para  que  en 
todas  las  capitales  se  hagan  funerales  por  los  colombianos  que  murieron 
en  la  campaña  del  Perú. 

Art.  10.  También  dispondrá  que  este  decreto  sea  registrado  en  todas 
las  municipalidades,  universidades,  colegios,  y  en  las  oficinas  de  los  es- 
tados mayores  departamentales  y  divisionarios. 

Art.  II.  Así  mismo  librará  del  tesoro  nacional  y  del  fondo  que  estime 
conveniente,  las  sumas  necesarias  para  cumplir  las  disposiciones  de  este 
decreto  con  todo  el  decoro  que  corresponde  á  la  dignidad  nacional  y  al 
mérito  eminente  de  los  servidores  de  la  patria,  que    quiere  recompensar. 

Dado  en  Bogotil,  á  U  de  febrero  de  1825-15. 

Luis  A.  Baralt,  Manuel  María  Quijano, 

Presidente  del  Senado.  Presidente  de  la  C.'ímara  de  Representantes. 

Antonio  José  Caro,  Vicente  del  Castillo, 

Secretario  del  Senado.  Diputado  secretario. 


—   io6  — 

Palacio  del  Gobierno,  en  Bogotá,  á  í2  de  febrero  de  1825-15. 
Ejecútese. 

Francisco  de  P.  Saxt.\nder. 

Por  S.  E.  el  vicepresidente  de    la   república,    encargado    del    poder 
ejecutivo. 

Pedro  Briceño  Méndez, 

Secretario  de  Marina  v  Guerra. 


BATALLAS  DE  JUNÍN  Y  AYACUCHO 

Anverso: 

«JUNIN    Y    AYACUCHO    VI    DE    AGOSTO  Y   IX  DE  DICIEMBRE  DE   MDCCCXXIV» 

En  el  campo:  La  victoria  alada  con  una  palma  en  la  iz- 
quierda y  con  la  derecha  corona  de  laurel  al  genio  de  la  libertad 
alado,  que  apoya  la  siniestra  en  las  fasces  de  Colombia,  entre 
ambas  figuras,  y  sostiene  con  la  diestra  el  asta  con  el  gorro  frigio. 

Exergo: — Gayrard  F.   (fecit.) 
Reverso:  En  el  ca7npo: 

«A SIMÓN    bolívar LIBERTADOR    DE    COLOMBIA Y    DEL    PERÚ EL 

CONGRESO    DE    COLOMBIA — AÑO    DE — MDCCCXXV^> 

en  corona  de  laureles. 

Plata.   Peso  95   gramos.   Diámetro   55    milímetros. 


El  marisciil   Sucre     había    decretado  el    i  g    de    diciembre  de 
1824,  para  el  ejército  de  Colombia  otra  medalla  cuyo  anverso  es: 

«COLOMBIA    Á    sus    BRAVOS    EN    EL    PERÚ» 

en  corona  de  laurel,  y  en  el  reverso  figura  la  llanura  de  Ayacu- 
cho  con  una  espada  y  un  fusil  en  sotuer  y  al  rededor. 

«VENCEDOR    EN    AYACUCHO,     Q    DE    DICIEMBRE,    AÑO     14°» 

Es  de  oro  para  la  oficialidad  y  de  plata  para  la  tropa. 
(Ntimismática,  por  Alejandro  Rosa,  pags.  47  al  49.) 


—    107   — 

Fundición  del  busto  del  coronel  Suárez 

Capital  Federal,   mayo  28  de  1903. 

Visto  la  precedente  nota,  en  la  que  el  señor  intendente  del  pueblo 
Coronel  Suárez  solicita,  que  por  el  Arsenal  Principal  de  Guerra  sea  fun- 
dido en  bronce  el  busto  del  benemérito  coronel  de  la  Independencia  don 
Isidoro  Suárez,  para  colocarlo  en  la  plaza  principal  de  dicho  pueblo,  en 
homenaje  á  los  gloriosos  servicios  del  ilustre  soldado  de  Junin,  y  siendo 
un  deber  del  Gobierno  coadyuvar  á  fines  tan  laudables,  como  los  de  per- 
petuar la  memoria  de  uno  de  los  héroes  de  nuestra  Independencia, 

£¿  Presidente  de  la  República — 

decreta: 

Artículo  1°  Por  el  Ministerio  de  Guerra  se  impartirán  las  órdenes 
correspondientes  á  fin  de  que  se  proceda  á  fundir  en  bronce,  en  los  ta- 
lleres del  Arsenal  Principal  de  Guerra,  el  busto  del  guerrero  de  la  Inde- 
pendencia, héroe  de  Junin,  coronel  don  Isidoro  Suárez,  de  acuerdo  con  el 
artista  encargado  por  la  Municipalidad  de  Coronel  Suárez. 

Art.  2°  Una  vez  terminado  el  expresado  busto,  se  pondrá  á  disposi- 
ción del  señor  intendente  del  pueblo  Coronel  Suárez,  á  los  fines  que 
manifiesta  en  su  nota. 

Art.  3'>  Comuniqúese,  publíquese,  dése  al  Registro  Nacional  y  archívese. 


{Boletín  Militar,  N"  123,  de  4  de  junio  de  1903.) 


Roca. 
Pablo  Riccheri. 


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MEDALLAS  POR  LA  BATALLA  DE  AYACUCHO 

(27    de    dieiembfe     de    1824 — 12    de    febreiro     de    1825) 


El  virrey  La  Serna  había  resuelto  abrir  su  campaña  desde  el 
Cuzco,  teniendo  por  objetivo  el  cortar  la  retirada  á  Sucre.  Al 
efecto,  contaba  con  un  ejército  de  lo.ooo  hombres,  bien  organi- 
zados, compuesto  de  14  batallones  de  infantería  y  dos  brigadas 
de  caballería  con  diez  piezas  de  artillería,  que  repartió  en  cuatro 
divisiones :  tres  de  infantería,  á  órdenes  de  los  generales  Cante- 
rae,  Valdés  y  Monet,  y  una  de  caballería,  que  mantuvo  á  sus 
inmediatas  órdenes. 

Sucre,  que  se  había  adelantado  en  dirección  al  Cuzco  con 
una  división  ligera  hasta  el  Mamará,  al  sur  del  río  Oropesa,  se 
dio  cuenta  del  movimiento  iniciado  por  el  virrey,  cuando  notó 
que  el  enemigo  rebasaba  su  derecha  y  maniobraba  para  estable- 
cerse á  su  retaguardia,  á  fin  de  cortarle  su  línea  de  comunica- 
ciones y  dejarlo  sin  base  de  operaciones. 

El  movimiento  que  describía  el  enemigo  le  permitía  efectuar 
la  concentración  de  sus  tropas  diseminadas,  por  líneas  rectas,  dos 
veces  más  cortas  que  las  curvas  del  enemigo.  Esto  fué  lo  que 
hizo;  pero  al  llegar  al  río  Pampas  encontró  la  margen  izcjuierda 
ocupada  ya  por  el  enemigo.  Lo  fragoso  del  país  permitía  á  los 
beligerantes  maniobrar  sobre  ambas  márgenes  del  río  con  segu- 
ridad, y  durante  tres  días  ejecutaron  algunos  movimientos,  sin  que 
ni  uno  ni  otro  se  atreviera  á  atacar  en  las  fuertes  posiciones 
elegidas.  En  momentos  en  que  Sucre  efectuaba  una  operación  en 
una  zona  peligrosa,  á  tiempo  de  ponerse  el  sol,  (3  de  diciembre), 
la  retaguardia  patriota,  compuesta  de  tres  batallones  colombianos 
al  mando  del  general    Lara,  fué    atacada    por  la    división   realista 


I  lO    — 


al  mando  deValdés;  los  patriotas  sostuvieron  el  choque,  pero  uno 
de  los  batallones  fué  en  su  mayor  parte  sacrificado,  sosteniendo 
la  retirada:  los  otros  ganaron  las  alturas  en  dispersión,  con  pér- 
dida de  parte  del  parque  y  una  pieza  de  artillería  que  custodia- 
ban; pero  hicieron  pie  firme  allí.  Los  patriotas  perdieron  unos 
300  hombres. 

Sucre  inició  al  día  siguiente  una  doble  marcha  táctica  y  es- 
tratégica, de  que  la  historia  militar  del  mundo  no  presenta  ejem- 
plo, y  que  sólo  puede  explicarse  por  la  naturaleza  del  terreno. 
Se  situó  entre  Huamanga  y  Huamanguilla,  con  la  cordillera  orien- 
tal y  occidental  sobre  sus  flancos,  en  un  valle  abierto,  aunque 
desigual  por  colinas  y  barrancos  profundos,  y  donde  podía  ser 
atacado  sólo  por  su  frente  ó  por  su  izquierda.  Este  lugar  se  lla- 
maba Ayacucho,  y  debía  ser  el  último  campo  de  batalla  de  in- 
dependientes y  realistas  en  la  América  del   Sur. 

El  .ejército  patriota  no  alcanzaba  á  seis  mil  hombres :  los 
realistas  contaban  con  más  de  9000.  Los  patriotas  tenían  á  su 
frente  la  serranía  de  Huanta,  detrás  de  la  cual  maniobraba  el 
virrey,  y  sobre  su  derecha  las  alturas  de  Condorkanqui,  único  punto 
accesible  de  la  cordillera  oriental,  cuyo  dominio  tenían  les  rea- 
listas. En  la  tarde  del  8,  coronó  el  ejército  español  las  alturas 
de  Condorkanqui.  Sucre  á  su  vez  dio  el  frente  á  ellas,  y  dos  horas 
después  de  ponerse  el  sol    se  empeñaron   las    primeras  guerrillas. 

El  ejército  patriota  se  componía  de  4500  colombianos,  1200 
peruanos,  cuyos  cuerpos  estaban  mandados  en  parte  por  jefes  ar- 
gentinos, y  80  argentinos,  último  resto  del  ejército  de  los  Andes. 
La  derecha,  mandada  por  Córdoba,  general  de  25  años,  se  com- 
ponía de  4  batallones  colombianos.  El  centro,  á  cargo  de  Míller, 
lo  formaban  los  escuadrones  peruanos  de  Húsares  de  Junín,  los 
regimientos  de  granaderos  y  Húsares  de  Colombia,  y  el  escua- 
drón de  Granaderos  á  Caballo  de  Buenos  Aires.  A  la  izquierda, 
á  órdenes  del  general  La  Mar,  estaban  la  Legión  Peruana  y  los 
batallones  i,  2  y  3  del  Perú.  La  división  de  reserva,  mandada 
por  el  general  Lara,  constaba  de  3  batallones  colombianos,  una 
pieza  de  á  cuatro  era  toda  la  artillería  del  ejército  patriota. 

El  ejército  realista  estaba  compuesto  de  españoles  y  perua- 
nos. Valdés,  con  4  batallones,  2  escuadrones  y  4  piezas  de  arti- 
llería, ocupaba  la  derecha.  Al  centro,  una  división  de  5  batallo- 
nes, al  mando  del  general  Villalobos.  La  división  Monet,  con  5 
batallones,  cubría  la  izquierda.  Diez  escuadrones  con  siete  piezas 
de  artillería,  escalonados  en  dos  líneas  á  retaguardia,  cerraban  el 
flanco  izquierdo. 


—    III  — 


Amaneció  el  día  jueves  9  de  diciembre  de  1824.  Sucre  re- 
corrió á  caballo  la  línea  del  ejército,  proclamando  á  los  soldados 
en  alta  voz  :  « ¡De  los  esfuerzos  de  este  día  depende  la  suerte  de  la 
América  del  Sur !  ^>  En  ese  momento  las  columnas  de  ataque 
españolas  descendían  las  cuestas  de  Condorkanqui,  y  agregó  con 
acento  inspirado  :  « Otro  día  de  gloria  va  á  coronar  vuestra  cons- 
tancia » .  La  señal  del  combate  fué  dada  por  los  fuegos  de  las 
guerrillas  y  algunos  cañonazos.  Eran  las  9  de  la  mañana.  A  las 
10,  Sucre  dio  orden  de  ocupar  una  posición  avanzada  que  los 
realistas  habían  ocupado.  La  división  Valdés  desalojó  las  com- 
pañías de  cazadores  patriotas  avanzadas  sobre  el  barranco  del 
frente.  Al  sonar  los  primeros  tiros,  una  parte  del  centro  realista 
comprometió  el  ataque,  con  dos  batallones  seguidos  por  la  línea 
de  tiradores,  con  el  propósito  de  flanquear  la  derecha  opuesta. 
Sucre  reforzó  su  izquierda  amenazada  con  un  batallón  y  dispuso 
que  Córdoba  cargase  con  sus  tropas,  protegidas  por  los  escua- 
drones de  Miller.  Sucre  previamente  se  dirigió  á  Córdoba  y  le 
dijo :  «  General,  si  tomáis  la  altura  que  os  indico,  está  ganada  la 
batalla;  si  sois  rechazado,   la  perdernos » . 

El  joven  general  levantó  en  alto  su  sombrero,  y  dio  la  fa- 
mosa voz  de  mando  que  ha  hecho  destacar  su    heroica  figura  : 

«  /  Adelante  !  ¡  Paso  de  vencedores  !  /  Armas  á  discreción  !  » 

Y  poniéndose  al  frente  de  su  división,  la  hizo  marchar  en 
dos  columnas  paralelas,  con  la  caballería  en  el  claro,  y  con  las 
armas  á  discreción,  llegó  hasta  ponerse  á  cien  pasos  del  enemigo. 
Allí  rompe  el  fuego,  contienen  las  furiosas  embestidas  de  ocho 
escuadrones  de  caballería  enemiga,  los  rechazan,  destrozan  á  ba- 
yonetazos la  infantería  realista,  y  por  fin,  mientras  su  caballería 
acuchilla  á  los  dispersos,  sus  infantes  continúan  marchando  al 
mismo  «paso  de  vencedores  y> ,  destruyendo  cuanto  encuentran  por 
delante. 

La  división  realista  Monet,  cjue  se  hallaba  intacta,  acudió  á 
restablecer  él  combate;  pero  antes  de  pasar  toda  ella  el  barranco, 
fué  atacada  por  la  reserva  patriota  al  mando  del  general  Lara, 
apoyada  por  la  caballería  colombiana,  y  retrocedió  en  desorden. 
Valdés,  con  tres  batallones  y  cuatro  piezas  de  montaña  había 
penetrado  por  la  izquierda  patriota  y  abierto  sus  fuegos  sobre  el 
flanco  de  la  división  La  Mar,  que  ya  empezaba  á  cejar,  cuando 
acudió  el  batallón  colombiano  destinado  á  reforzarla,  y  sucesiva- 
mente los  Húsares  de  Junín,  mandados  por  el  argentino  Suárez, 
sostenidos  por  los  Granaderos  á  caballo  de  Buenos  Aires,  con 
Miller  á  su  cabeza,  que  decidieron  el   último  combate. 


-    I  12      — 


Antes,  Córdoba,  siempre  infaticjable,  había  trepado  jadeante, 
con  sus  cuerpos  la  altura  de  Cundurcauca,  donde  termina  su  glo- 
riosa jornada  desbaratando  el  último  esfuerzo  del  virrey  La  Serna, 
al  (jue  toma  prisionero,  cubierto  de  heridas,  y  á  unos  looo  soldados. 

Horas  después,  los  generales  vencidos  con  sus  últimos  dis- 
persos, se  reunieron  en  la  cumbre  de  la  montaña,  donde  Canterac 
asumió  el  mando  y  capituló  con  el  vencedor,  que  le  concedió 
generosamente  condiciones  honrosas.  La  guerra  de  la  indepen- 
cia  de  la  América  Meridional  estaba  terminada,  y  su  emancipación 
asegurada.  Los  realistas  dejaron  en  el  campo  1400  muertos  y  700 
heridos,  y  los  patriotas  tuvieron  300  muertos  y  600  heridos,  es 
decir,  la  cuarta  parte  de  sus  efectivos !  (') 

Bolívar,  como  dictador  del  Perú,  dictó  un  decreto  en  27  de 
diciembre  del  mismo  año,  acordando  una  medalla  de  honor  á  los 
vencedores  de  Ayacucho. 

El  Congreso  Constituyente  del  Perú,  por  decreto  de  12  de 
febrero  de  1825,  acordó  una  medalla  especial  de  honor  al  gene- 
ral Bolívar  y  concedió  el  título  de  «  Gran  Mariscal  de  Ayacucho» 
al  general   Sucre. 


Medalla  del  Perú  por  la  batalla  de  Ayacucho 

Simón  Bolívar,    Libertador  Presidente  de  la  República    de   Colombia,    encargado 
del  Poder  Dictatorial  de  la  del  Perú,  etc. 

Considerando  : 

1°  Que  el  ejército  Unido  Libertador,  vencedor  en  Ayacucho,  ha 
dado  la  libertad  al  Perú; 

2"  Que  esta  gj-loriosa  batalla  se  debe  exclusivamente  á  la  habilidad, 
valor  y  heroísmo  del  general  en  jefe  Antonio  José  de  Sucre  y  demás 
g-enerales,  jefes,  oficiales  y  tropa; 

3"  Que  es  el  deber  del  pueblo  y  del  Gobierno  dar  un  noble  testi- 
monio de  su  gratitud  á  este  glorioso  Ejército; 

HA  VENIDO  EN  DECRETAR  Y  DECRETO: 

Artículo  I"  El  Ejército  vencedor  en  Ayacucho  tendrá  la  denomina- 
ción de  Libertador  del  Perú,  y  los  cuerpos  llevarán  en  sus  banderas  esta 
misma  inscripción. 

Art.  2"  Los  Cuerpos  que  lo  componen  recibirán  el  renombre  de 
Glorioso. 


(IJ    Historia  de  San  Marlli— por  B.  Mitre,  tomo  VI,  pig.  199  y  sigiicntes. 


—   113  — 

Art.  3"  Los  individuos  que  lo  componen  el  título  de  BenemérUos  en 
grado  eminente. 

Art.  4"  En  el  campo  de  batalla  de  Ayacucho  se  levantará  una  co- 
lumna consagrada  á  la  gloria  de  los  vencedores.  En  la  cima  de  esta  co- 
lumna se  colocará  el  busto  del  benemérito  general  Antonio  José  de  Sucre; 
y  en  ella  se  grabarán  los  nombres  de  los  generales,  jefes,  oficiales  y 
cuerpos  en  el  orden  y  preeminencia  que  les  corresponde.  La  gratitud  del 
pueblo  y  del  Gobierno  se  esforzará  en  prodigar  la  riqueza,  el  gusto  y  la 
propiedad  en  la  erección  de  esta  columna. 

Art.  5°  Un  cuerpo  de  cada  arma  de  los  de  Colombia  y  el  Perú,  tomará 
el  sobrenombre  de  Ayacucho.  Una  Junta  compuesta  de  generales  y  jefes 
de  ambos  Ejércitos  presidida  por  el  general  en  jefe  Antonio  José  de  Sucre, 
designará  los  cuerpos  que  deban  recibir  esta  gloriosa  recompensa. 

Art.  6"  El  Ejército  vencedor  en  Ayacucho  será  inmediatamente  ajustada 
y  pagado\  teniendo  estos  gastos  la  preferencia  sobre  todos  los  del  Estado, 
aún  cuando  para  ello  tenga  la  Nación  que  contraer  un  nuevo  empréstito. 

Art.  7"  Los  individuos  del  Ejército  vencedor  llevarán  7cna  medalla 
al  pecho  pendiente  de  una  cinta  blanca  y  roja  con  esta  inscripción: 

«  AYACUCHO  » 

Los  generales  esmaltada  en  brillantes ;  los  jefes  y  oficiales  de  oro  y  la 
tropa  de  plata. 

Art.  8"  Los  padres,  mujeres  é  hijos  de  los  muertos  en  Ayacucho, 
gozarán  el  sueldo  integro  que  correspondía  á  sus  hijos,  esposos  y  padres 
cuando  vivian. 

Art.  9°  Los  inválidos  recibirán  la  misma  recompensa  del  artículo  ante- 
rior; y  además  serán  preferidos  para  los  empleos  civiles,  según  sus  aptitudes. 

Art.  lo.  Se  nombra  al  General  en  Jefe  Antonio  José  de  Sucre, 
Gran  Mariscal  con  el  sobrenombre  de   General  Libertador  del  Perú. 

Art.  II.  El  Gobierno  del  Perú  se  encarga  de  interponer  su  mediación 
con  el  de  Colombia,  á  fin  de  que  se  sirva  prestar  su  consentimiento  para  el 
efecto  de  las  recompensas  que  declara  este  decreto  al  Ejército  de  Colombia. 

Art. '12  El  Ministro  de  Estado  en  los  Departamentos  de  Guerra  y 
Marina,  queda  encargado  de  la  ejecución  de  este  decreto. 

Imprímase,  publíquese  y  circúlese. 

Dado  en  el  Pal.icio  Dictatorial  de  Lima,  i.  27  de  Diciembre  de  1824. 

SiMON  Bolívar. 
Por  orden  de  S.    E — 

Tomás  Guido, 

(Véase  Dic.  HíAt.  del  Perú  por  M.  Odriozola,  tomo  VI,  y  Vida  del  Liber- 
tador Bolívar,  por  F.  Larrazábal ;  tomo  H.) 


—    114  — 
MEDALLA  DEL  PERÚ  POR  LA  BATALLA  DE  AYACUCHO 

N"    I. — Anverso:   En   la  parte  superior: 

«  AYACUCHO  » 

y    del^ajü  dos  gajos  de  laurel  en   sotuer. 
Reverso:     No   tiene. 
Ovalada.    Chita  blanca  y  encarnada. 
Plata.   Peso:   8  g-ramos. 
Diámetro:    27  '2  X   22  '/._,  m.m. 


Como  puede  verse,  por  el  decreto  que  otorga  esta  medalla, 
se  debían  fabricar  de  plata  para  la  tropa,  y  de  oro  para  los  jefes 
y  oficiales.   La  de  los  generales  era  adornada  con    brillantes. 

«El  .presidente  Gamarra,  en  1830,  modificó  esta  condecora- 
ción con  el  pretexto  que  el  Libertador  no  estableció  su  forma; 
sin  embargo  ya  se  había  acuñado  la  medalla  que  acabamos  de 
describir.  La  medalla  modificada  fué  de  oro,  con  letras  de  es- 
malte azul  y  decía: 

«  AYACUCHO  » 

De  la  circunferencia  parten  cuatro  aspas  del  mismo  esmalte 
y  cuatro  haces  de  rayos  de  oro  alternados.  En  el  reverso  se  puso 
el  nombre  del  favorecido  y  el  grado  que  tuvo  en  la  batalla,  que- 
dando facultados  los  generales  para  cargarla  de  brillantes.  Des- 
pués se  labraron  de  plata  para  los  soldados». 

(Alejandro  Rosa,  Numismática). 


Medalla  del  Perú  á  Simón    Bolívar  por  la  batalla  de  Ayacucho 

El   Coiiffieso  CoHstiíitycnie  del  Perú. 
CONSIDERANDO: 

i"  Que  el  Perú  debe  al  Libertador  Simón  Bolívar  con  su  invencible 
ejército  la  existencia  política  que  hoy  goza  y  la  feliz  cesación  de  las 
grandes  calamidades  de  la  guerra. 

2°  Que  es  una  obligación  de  la  gratitud  nacional,  perpetuar  de  todos 
los  modos  posibles  la  memoria  de  estos  inapreciables  bienes  y  la  alta 
consideración   debida  á  sus  autores. 


(^^^¿otí'a  (/c./í>.i   K^jp^tioa ^yM/r'^iei)  -  zyí^yu/.Mtea.-  •J^i^«n¿Í'. 


—   115  — 

3"  Que  el  pundonor,  desinterés  y  generosidad  de  cuantos  componen 
el  Ejército  Unido  Libertador,  no  absuelven  á  la  República  peruana  del  sagrado 
deber  de  compensar  las  fatigas  y  heroicos  servicios  de  sus  defensores  del 
modo  que  sea  menos  desproporcionado,  aunque  siempre  demasiado  infe- 
rior al  valor  de  la  sangre  y  las  vidas  con  que  han  comprado  la  libertad 
del  pueblo  peruano. 

4°  Que  además  de  los  bravos  que  han  militado  personalmente  en  la 
campaña  libertadora,  tienen  un  derecho  incontestable  al  reconocimiento 
nacional,  los  que  han  prestado  al  Libertador  eminentes  servicios  de  cual- 
quier otro  género  para  esta  grande  empresa. 

5°  Que  es  un  interés  imprescindible  de  la  República  estimular  para 
en  adelante  á  cuantos  puedan  destinarse  á  servirla,  acreditando  esta  ley 
de  premios,  que  si  no  es  capaz  de  igualar  con  sus  recompensas  el  mérito 
de  sus  libertadores,  se  esfuerza  al  menos  á  no  manifestarse  insensibles  á 
sus  inestimables  auxilios. 

HE  VENIDO  EN  DEtRETAR  Y  DECRETO: 

Artículo  1°  .Se  abrirá  una  medalla  en  honor  del  Libertador,  que  lleve 
por  el  anverso  su  busto  con  este  mote: 

«A   SU   LIBERTADOR   SIMÓN   BOLÍVAR» 

y  por  el  reverso  las  armas  de  la  República  con  este  otro : 

«EL    PERÚ    RESTAURADO    EN    AYACUCHO    AÑO    DE    1 824» 

Art.  2"  Se  erijirá  en  la  plaza  de  la  Constitución  un  monumento  con 
la  estatua  ecuestre  del  Libertador  que  perpetué  la  memoria  de  los  heroicos 
hechos,  con  que  ha  dado  la  paz  y  la  libertad  al  Perú. 

Art.  3°  En  las  Capitales  de  los  Departamentos  se  fijará  una  lápida 
en  la  Plaza  Mayor  con  una  inscripción  de  gratitud  al  Libertador  por  haber 
salvado  la  República;  y  en  las  casas  de  la  Municipalidad  se  colocará  con 
todo  el  decoro  posible  su  retrato. 

Art.  4°  I.a  persona  del  Libertador  disfrutará  en  todo  tiempo  los  ho- 
nores de  Presidente  de  la  República. 

Art.  5°  Se  pone  á  disposición  del  Libertador,  como  una  pequeña 
demostración  del  reconocimiento  público,  la  cantidad  de  un  millón  de  pe- 
sos, y  otra  igual  para  que  la  distribuya  á  discreción,  entre  los  generales, 
jefes,  oficiales  y  tropa  del  Ejército  Libertador,  reputándose  como  pertene- 
ciente á  éste,  para  los  efectos  dichos,  en  la  clase  que  el  Libertador  inz^we 
conveniente,  al  Ministro  General  que  fué  del  Estado,  por  la  parte  tan 
activa  y  laboriosa  que  ha  tenido  en  la  campaña. 

Art.  6°  Para  llenar  los  objetos  del  artículo  anterior,  se  abrirá  un 
empréstito  del  todo  independiente  de  los  demás  que  el  Gobierno  tenga  á 


—    ii6  — 

bien  levantar,  según  sus  facultades,  para  la  paga  del  Ejército,  y  demás 
necesidades  de  la  República,  pudiendo  cubrirse  su  respectiva  asignación 
con  algunas  de  las  fincas  nacionales,  á  los  interesados  que    lo    exigieren. 

Art.  7°  Será  reconocido  en  adelante  el  General  del  Ejército  Unido, 
Antonio  José  de  Sucre,  con  el  dictado  de  Gran  Mariscal  de  Ayacucho,  por 
la  memorable  victoria  obtenida  en  los  campos  de  este  nombre. 

Art.  8"  A  todos  los  individuos  que  han  servido  en  la  campaña  del 
Perú,  desde  el  6  de  Febrero  de  1824  hasta  el  dia  de  la  victoria  de  Aya- 
cucho,  se  les  declara  la  calidad  de  peruanos  de  nacimiento,  con  opción  á 
todos  los  empleos  de  la  República,  si  por  otra  parte  reunieran  los  demás 
requisitos  constitucionales. 

Art.  9°  Queda  el  Libertador  autorizado  para  instituir  y  señalar  cual- 
quier otra  clase  de  premios  ¡lonoriftcos  ó  pecuniarios,  para  mejor  compen- 
sativo de  los  servicios  ya  prestados  y  estímulo  de  los  que  pueda  necesitar 
en  adelante  la  Nación. 

Comuniqúese  al  mismo  Libertado)-,  para  que  lo  mande  imprimir,  pu- 
blicar y  circular. 

Dado  en  la  Sala  del  Con^rc^o  en  Lima,    á  doce  de  Febrero    de    mil   ochocientos  veinte  y  cinco. 

JosE  María  Galdiano. 

Presidente. 
Joaquín   Arrcse.  Manuel  Ferrcyros. 

Diputado  .Secretario.  Diputado  Secretario. 


blica. 


Al  Libertador  Simón   Bolívar,  encargado  del  Supremo  mando  de  la  Repíi- 
(Odriozola.  Doc.  Hist.  del  Perú,  Tomo  W.) 


1°  Anverso:   Leyenda. 

«A    su    LIBERTADOR    SIMÓN    BOLIVAR:^> 

En  el  campo:  Busto  de  Bolívar,  á  la  derecha,  con  uniforme  tnilitar. 
Reverso : 

«EL    PERÚ    RESTAURADO    EN    AYACUCHO    AÑO    DE     1 824» 

En  el  campo:    Escudo    de    armas    peruanas;    debajo,    gajo    de 
palma  y  laurel.   Ovalada. 

Oro.   Peso:    26  gramos.   Diámetro:   31X28'  ^  m.m. 


La  de  plata  es  igual,  pero  de  diverso  cuño. 
Plata.  Peso:    18  gramos.  Diámetro:   31x29  m.m. 


C^^c^^iúíc^áki   'cW^ífi¿M>.'W<f^¿a4.e4 


t&H) 


117 


Existen    dos    modelos    más:    uno    como    la    medalla    anterior, 
pero  de  forma  circular  y  con  el  nombre  del  grabador  a.  davalos: 
Plata.   Peso:    15  '  j  gramos.   Diámetro:   32    m.m. 

Otra:  Anverso:  La  misma  leyenda  que  las  anteriores,  pero 
el  escudo  del  Perú  es  de  distinto  cuño  que  el  del  modelo  1°  y 
sin  la  palma  y  laurel  debajo. 

Reverso:   Carece. 

Ovalada. 

Plata.   Peso:    14  gramos.   Diámetro   31x28  %. 


Victoria  de  Ayacucho 

Salta,  Febrero  20  de  1823. 


Exvio.  Señor: 


El  Gobierno  de  Salta  tiene  la  gran  satisfacción  de  pasar  á  manos 
del  Exmo.  S"''.  Gob'"'.  y  Capitán  gral.  de  la  Prov'.  de  Buenos  Aires  el 
detall  impreso  de  la  memorable  victoria  de  Ayacucho.  El  le  há  sido  re- 
mitido por  un  expreso  desde  la  capital  de  la  provincia  de  Puno:  y  por 
las  comunicaciones  oficiales  que  le  acompañan  del  S°''.  Presidente  de  aquel 
departamento  gral.  D".  Rudecindo  Albarado,  aparece  q.  el  26  de  Enero 
anterior  debia  entrar  en  ella  el  S"''.  gral.  en  gefe  del  exto.  unido  liber- 
tador de  Perú  Antonio  José  de  Sucre;  quien  á  la  cabeza  de  diez  mil 
bravos  ha  emprendido  su  marcha  en  protección  de  las  provincias  opri- 
midas del  alto  Perú;  porqué  el  gral.  Olañeta  se  há  obstinado,  á  pesar  de 
la  total  derrota  del  ex"°.  constitucional,  en  sostener  desesperadam"".  la 
causa  de  su  rey,  negándose  con  la  más  terca  imprudencia  á  cuantas  in- 
vitaciones se  le  han  hecho. 

El  Gobierno  de  Salta  remite  igualmente  al  Ex'"".  S'".  Gob"^  y  Ca- 
pitán gral.  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires  los  num*.  1°  y  2°.  del  pe- 
riódico titulado:  el  sol  del  Cuzco  los  cuales  le  han  sido  también  remitidos 
por  el  mismo  extraordinario. 

El  Gobierno  de  Salta  ofrece  al  Exmo  S"'.  Gob"^  y  Capitán  gral.  de 
Buenos  Aires  su  más  alta  consideración  y  distinguido  aprecio. 

Juant".  Ai.varez  de  Arenales. 
Theodoro  Sánchez  de  Bustamanie, 

Secretario. 

Ex'"".   S"''.    Gob"''.  y   Capitán  gral.  de  la   Prov".  de  Buenos    Aires. 


—   ii8  — 

Salta,  Enero  26  de  1825. 

El  Gob"''.  de  la  Provincia  de  Salta  entre  transportes  de  un  regocijo 
extraordinario  tiene  el  honor  de  anunciar  al  Ex"'°.  S°^  Gob"'".  y  Capitán 
gral.  de  la  de  Buenos  Aires  la  feliz  terminación  de  la  guerra  del  Perú. 
A  consecuencia  de  la  brillante  victoria  q.  obtuvieron  las  armas  del  Ex'°. 
Libertador  unido  el  g  de  Dic'".  ultimo  en  la  sangrienta  jornada  de  Aya- 
cucho  se  han  ajustado  los  tratados  q.  el  Exmo  S"^  Gob°^  de  Buenos-aires 
se  complacerá  al  leer  en  el  bando  (de  q.  se  acompañan  dos  ejemplares) 
q.  se  ha  publicado  en  esta  ciudad. 

Sin  embargo  de  esto  el  gral.  Olañeta  ha  dirijido  á  sus  tropas  y  a 
los  Pueblos  del  alto  y  bajo  Perú  las  proclamas,  de  q.  también  se  acom- 
paña un  ejemplar.  El  Exmo.  S"''.  Gob'"'.  de  Buenos-Aires  formará  de  ellos 
el  concepto  q.  se  merecen. 

El  Gob°'.  de  Salta  al  felicitar  al  Exmo.  S".  Gob".  de  Buenos-aires 
por  un  suceso  q.  ha  puesto  el  sello  á  la  independ*.  de  todo  el  continente 
americano,  tiene  una  alta  satisfacción  en  ofrecerle  sus  consideraciones 
mas    distinguidas. 

Juan  Ant".  Alvarez  de  Arenales. 
Theodoro  Sánchez  de  Bustamante, 

Secretario. 

Exmo.  S"'' .    Gob"'' .  y   Capitán  gl.  de  la  Prov".  de  B^.  Aires. 


Ministerio  de  Relaciones    Exteriores. 

República  del  Perú. 
Lima,  Enero  5  de  1825. 

Al  Sor.  Ministro  de  Relaciones  Exteriores  de  la  República  de  Buenos  Ayres. 

El  infrascripto  Ministro  de  Relaciones  Exteriores  tiene  la  grata  sa- 
tisfacción de  poner  en  noticia  del  Sor  Ministro  de  Relaciones  Exteriores 
de  la  República  de  Buenos  Ayres;  la  gran  victoria  del  ejercito  unido 
Libertador,  al  mando  del  Sor  Jeneral  en  Jefe  Antonio  José  de  Sucre;  en 
los  campos  de  Ayacucho  el  g  de  Diciembre,  anterior,  y  cuyos  por  meno- 
res y  consecuencia  enuncian  los  impresos  adjuntos  á  esta  nota. 

El  subscripto  á  nombre  de  su  gobierno,  congratula  altamente  a  la 
Nación  Argentina,  cuyos  bravos  emprendieron  la  grande  obra  de  la  eman- 
cipación peruana,  por  una  jornada  que  vá  á  consolidar  la  independencia 
de  las  provincias  unidas  del  Norte. 

El  que  subscribe  tiene  la  honra  de  ofrecer  con  este  motivo,  al  Sor. 


—    119  — 

Ministro  á   quien  se  dirija  los  sentimientos  de    su  distinguida    considera- 
ción y   aprecio  con  que  és.  Su  muy  att".  obed"'.  serv^ 

JosE  Sánchez  Carrion. 

Bue'    Ayr'    Marzo     4/825  —  Acúsese    recibo    con    la    expresión     q". 
corresponde. 

Garda. 

(Pags.  348  al   351    del  Tomo    III  de   los    Partes   Oficiales  y  Documentos 
Relativos  d  la  Guerra  de  la  Independencia  Argentina.) 


MEDALLA  POR  LA  TOMA  DEL  CALLAO 

(1°  de  febfepo  de  1826) 


FJ  Consejo  de    Gobierno 


Atendiendo: 


i"  Que  los  heroicos  esfuerzos  del  Ejército  sitiador  3'  de  la  Escuadra 
unida  se  debe  á  la  importante    toma  de  la  plaza  del  Callao. 

2"  Que  es  un  deber  del  Gobierno  premiar  la  constancia  y  sacrificios 
de  los  sitiadores  dándoles  una  prueba  de  gratitud: 

HE   VENIDO   EN   DECRETAR   Y   DECRETO: 

Articulo  1°  Se  abrirá  una  medalla,  que  tenga  un  torreón  con  una 
bandera  nacional  y  el  siguiente  mote: 

«TOMA   DEL    CALLAO    EX    1 82 6» 

Art.  2°  Esta  medalla  la  llevarán  los  sitiadores  al  pecho,  pendiente 
de  una  ci7ita  bicolor  blanca  y  encarnada;  los  generales,  jefes  y  oficiales 
de  oro;   y  los  individuos  de  tropa,   de  plata. 

Art.  3°  Los  jefes,  oficiales  y  tropa  que  se  hubiesen  invalidado  en 
acción  de  guerra  durante  el  sitio,  disfrutarán  por  toda  su  vida  el  sueldo 
íntegro  que  gozaban  el  dia  que  se  inutilizaron. 

Art.  4°  A  las  familias  de  los  jefes,  oficiales  y  tropa  que  hubieren 
muerto  en  acción  de  guerra,  durante  el  sitio,  se  les  concede  las  mismas 
gracias  que  se  decretaron  en  27  de  Diciembre  de  1824,  á  las  de  los  que 
fallecieron  en  la  gloriosa  acción  de  Ayacucho. 

Art.  5°  A  los  generales,  jefes  y  oficiales  é  individuos  de  tropa,  que 
hubiesen  estado  en  el  sitio,  se  les  concede  tina  graíificacidn  igual  por 
clases,  á  la  que  se  dio  á  los  vencedores  de  Junin  ó  Ayacucho. 


—     122    

Art.  6°  A  los  generales,  jefes,  oficiales  y  tropa  que  fueron  agracia' 
dos  con  la  gratificación  de  Ayacucho,  y  se  han  hallado  en  el  sitio,  solo 
se  les  abonará  la  diferencia  que  haya  entre  la  clase  que  entonces  tenian 
y  la  que  actualmente  obtienen. 

Art.  7"  El  General  en  Gefe  del  Ejército  sitiador  pasará  al  Ministerio 
de  la  Guerra,  relaciones  nominales,  por  duplicado,  de  los  individuos  del 
Ejército  y  de  la  escuadra  que  considere  acreedores  á  la  gratificación. 

Art.  8°  El  Ministro  de  Estado  en  los  Departamentos  de  Guerra  y 
Marina,  queda  encargado  del  cumplimiento  de  este  decreto. 

Imprímase,  publíquese  y   circúlese. 

Dado  en  el  Palacio  del  Supremo  Gobierno  en  Lima  :l  1^  de  Febrero  de  18'.i6. 

José  de  La  Mar. 

Hipólito    Unánue. 
José  de  Larrea  y  Loredo. 

.Por  orden   de   S.  E.  Juan  Zalazar. 

(Véase  Odriozola— Dof.  ///s/.  del  Perú— Tomo  VI.) 


TOMA  DEL  CALLAO 

Anverso:   Leyenda; 

«TOMA    DEL    CALLAO    EX    1 826» 

En  el  campo:  Fortaleza  del  Callao,  que  tiene  enarbolada  la 
bandera  peruana,  y  el  todo  encerrado  en  corona  de  laureles. 

Reverso:  No  tiene. 

Del  broche  sale  una  palma  y  un  laurel,  sujetos  por  un  lazo. 
Cinta  blanca  y  encarnada. 

Oro.  Peso:  14  gramos,  8  decigr.  Diámetro:  31  */.2  x  27  '/.¿ 
milímetros. 

Se  acuñaron  de  oro  para  los  generales  y  oficiales  y  á&  plata 
para  los  individuos  de  tropa. 


Existe  también  otra  medalla,  cuyo  facsímile  publicamos,  pero 
que  no  corresponde  á  la  toma  del  Callao  en  1826;  es  nn  premio 
dado  en  guerra  civil  por  el  general  José  Luis  Orbegoso,  siendo 
presidente  provisional  del  Perú,  á  los  que  sitiaron  á  aquella  plaza 
en  el  año  1836.  El  lema  del  anverso  es:  rexdido  el  callao  al 
VALOR  SIN  ejemplo,  tal  como  lo  ordenaba  el  decreto  del    mencio- 


—    123    — 

nado  general,  en  su  art.  2';  pero  el  reverso  tiene  el  grabado  y 
leyenda  del  anverso  de  la  medalla  por  la  toma  del  Callao,  lo  que 
no  es  más  que  un  capricho  del  grabador,  pues  el  decreto  refe- 
rido ordenaba  que  en  el  reverso  tuviera  esta  leyenda:    «en  19  de 

ENERO    DE    1836». 

Así,  pues,  no  se  debe  confundir  esta  medalla,  que  la  inser- 
tamos solamente  para  mayor  ilustración,  con  la  acordada  por  la 
toma  de  las  Fortalezas  del   Callao,  en    1826. 


Invasiones  Inglesas 


ESCUDO  DE  PERDRIEL 

(5    de    septiembt*e    de    1806) 


El  general  Liniers  había  salido  de  Montevideo  el  28  de  julio 
á  la  cabeza  de  700  hombres,  aproximadamente,  para  reconquis- 
tar la  ciudad  de  Buenos  Aires  caída  en  poder  de  los  ingleses  bajo 
el  audaz  golpe  de  mano  dado  á  la  Capital  del  Virreinato  por  las 
fuerzas  inglesas  á  las  órdenes  de  Berresford  el  27  de  junio  de  1806. 

Contando  con  el  próximo  apoyo  de  aquellas  fuerzas,  el  jo- 
ven entusiasta  y  acaudalado  patriota,  don  Juan  Martín  de  Puey- 
rredón,  secundado  eficazmente  con  los  auxilios  pecuniarios  de  don 
Martín  de  Alzaga  y  de  los  ricos  propietarios  de  la  ciudad,  había 
establecido  un  campamento  á  22  kilómetros  de  ésta,  en  el  caserío 
llamado  de  Perdriel,  hoy  partido  de  General  San  Martín  (chacra 
Pueyrredón). 

Allí  fué  atacado  por  casi  la  tercera  parte  de  las  tropas  in- 
vasoras,  capitaneadas  por  el  mismo  Berresford.  El  combate  duró 
algún  tiempo,  siendo  su  resultado  desfavorable  á  los  nativos,  si 
bien  este  bautismo  de  fuego  retempló  sus  corazones  y  los  dispuso 
para  la  nueva  lucha  por  la  reconquista  que  días  más  tarde,  el  1 2 
de  agostó   de    1806,  había  de  producirse  cubriéndose  de  gloria. 

El  Cabildo  Metropolitano  premió  á  esos  volnntarios  recon- 
quistadores con  un  escudo,  siendo  su  número  el  que  determinan  las 
actas  capitulares  insertas  á  continuación. 


Presentación  de  don  Juan  Martín  de   Pueyrredón    al  Cabildo 

En  la  muy  noble  y  muy  leal  ciudad  de  la  Santísima  Trinidad,  Puerto 
de  Santa  María  de  Buenos  Aires,  á  cinco  de  Setiembre  de  mil  ochocientos 


—     128    — 

seis,  estando  juntos  y  congregados  en  la  Sala  de  sus  acuerdos  á  tratar 
lo  conveniente  á  la  República,  los  S.  S.  Don  Francisco  Lezica  y  Don  An- 
selmo Saenz  Valiente,  Alcaldes  de  primero  y  segundo  voto;  los  Señores 
Regidores,  Don  Manuel  Mansilla,  Alguacil  Mayor  Don  José  Santos  Inchau- 
rregui,  Don  Gerónimo  Merino,  Don  Francisco  Antonio  Herrero,  Don  Ma- 
nuel José  de  Ocampo,  Don  Francisco  Belgrano  y  Don  Martin  Gregorio 
Yañiz  con  asistencia  del  Caballero  Síndico  Procurador  General.  Después 
de  recibir  y  despachar  varios  asuntos  relativos  al  servicio  y  providencias 
del  Señor  Liniers. 

Hizo  presente  Don  Juan  Martin  de  Pueyrredon  la  lista  de  los  indi- 
viduos que  lo  acompañaron  á  rejuntar  gentes,  por  la  campaña,  para  la 
reconquista,  que  se  hallaron  en  la  acción  de  Perdriel  y  emprendieron 
viajes  á  la  otra  banda  y  concurrieron  al  acto  de  la  reconquista  el  dia  12 
de  Agosto,  y  son  los  siguientes: 

Don  Manuel  de  Andrés  de  Pinedo  y  Arroyo 

Don  Diego  Herrera 

Don  Martin  Rodríguez 

Don  Miguel  Mexias  Mármol 

Don  Francisco  Trelles 

Don  Francisco  Mariano  de  Orma 

Don  Mariano  Renovales 

Don  Cornelio  Zelaya 

Don  Mauricio  Pizarro 

Don  Lucas  Obes 

Don  Antonio  José  del  Texo 

Don  Martin  Rivero 

Don  Pedro  Mauricio  Muñoz 

Don  José  de  la  Oyuela 

Don  José  Albandea 

Don  Juan  de  la  Cruz  Brizuela 

Don  José  de  Pueyrredon 

Don  Juan  Andrés  Pueyrredon 

Don  Juan  Pablo  Rodríguez 

Don  José  Bernaldez 

Don  Manuel  Antonio  Baz 

Don  Diego  Alvarez  Baragañe,       muerto  en  la  acción  del   12 

de   Agosto. 

Don  Diego  Bejarano  id. 

Don  Francisco  Cabral 

Don  Lorenzo  López 
cuyos  individuos,  habiéndose  sostenido  á  su  costa  en  todos  los  relacionados 
servicios  no  han  queiido  en  obsequio  á  la  Patria  recibir  gratificación  alguna. 


—    129    — 

Y  los  Señores,  en  esta  consideración,  y  advirtiendo  ser  de  necesidad  se 
haga  alguna  demostración  de  gratitud  con  tan  buenos  patriotas  y  fieles  vasa- 
llos, que  no  indicando  interés,  les  manifieste  el  reconocimiento  en  que  lo 
está  la  patria  por  la  heroicidad  y  patriotismo  y  los  estimule  al  propio 
tiempo  á  no  decaer  de  tan  plausibles  ideas;  acordaron  se  graben  unas 
medallas  de  poco  valor  con  las  armas  de  la  ciudad  y  se  les  entreguen  por 
distintivo  de  sus  heroicas  acciones,  precediendo  para  todo  el  permiso  del 
Exmo.  Señor  Virrey  á  quien  deberá  ocurrirse  por  oficio  para  impetrarlo; 
con  reserva  de  lo  que  corresponde  en  orden  á  los  que  murieron. 

Con  lo  que  concluyó  este  acuerdo,  que  firmaron  dichos  Señores  de 
que  doy  fé. — Francisco  de  I.ezica. — Anselmo  Saenz  Valiente,  Manuel  Man- 
silla,  José  Santos  Inchaurregui,  Gerónimo  Merino,  Francisco  Antonio 
Herrero,  Manuel  José  de  Ocampo,  Francisco  Belgrano,  Martin  Gregorio 
Yañiz. 

Licenciado  Don  Justo  José  Nuñez, 

Escribano  Público  y  de  Cabildo. 

(Hay  un  signo). 


Acuerdo  del  24  de  noviembre 

Se  recibió  un  oficio  del  Exmo.  Señor  Virrey,  en  que  pide  diseño  de 
los  escudos  destinados  para  los  que  sirvieron  sin  gratificación  en  la  Recon- 
quista, razón  de  las  personas  en  quienes  se  ha  de  distribuir  y  de  las 
acciones  que  ejecutaron.  Y  los  Señores  mandaron  se  le  pase  todo  como 
lo  previene. —  (Siguen  las  firmas). 


Acuerdos  de  22  de  diciembre  de  1806,  y  8  de  enero  de  1807 

Consta  que  el  Virrey  concedió  el  permiso  v  que  fueron  agre- 
gados á  la  lista  de  los  premiados: 

Don  Pedro  Ramón  Núñe;?,  D.  BVancisco  Mansilla,  D.  Juan 
Rodríguez  y  don  Pablo  Maillo. 


ESCUDO  POR  LA  ACCIÓN  DE  PERDRIEL 

N"   I. — De  oro  con  las  armas  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires 
en  relieve  y  lema: 

«U''.  T^  R.  e.  q\  T.  d^  de  B^  A^» 

«  VOLUNTARIOS    RECONQUISTADORES    DE    BUENOS    AIRES » 
<   12     DE    AGOSTO    DE     1806» 


—   130  — 

Figura  oblonga;  peso:  media  onza.  A  usarse  en  el  brazo  iz- 
quierdo; surmontado  de  una  cinta  en  la  que  está  grabado  á  mano 
el  lema. 

Fué  acordado  uno  especial  de  mayor  tamaño  que  los  demás 
al   señor  comandante  D.  Juan  Martín  de  Pueyrredón. 

Algunos  lo  usaron  con  atiilla  como  medalla  para  ser  pren- 
dido al  pecho. 


N°  2. — Como  el  anterior. 

Plata  fundida.  Diámetro:   ^^t^  X  32  m.  m. 

(Revista  Rio  de  la  Plata,  tomo  IX.  Ángel  J.  Carranza). 


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MEDALLA  POR  LA  RECONQUISTA 
de  Buenos  Aires 

(12  de  agosto  de  1806) 


La  dominación  inglesa  encontró  en  Buenos  Aires,  desde  el 
primer  momento  unánime  resistencia.  Entre  los  jóvenes,  especial- 
mente, se  hacía  una  activa  campaña  contra  los  conquistadores,  y 
se  preveía  que  la  reconquista  debía  producirse  tarde  ó  temprano, 
dada  la  agitación  de  los  espíritus  y  ser  ese  el  objeto  á  que  ten- 
dían  todos  los   esfuerzos. 

Conseguido  de  los  complotados  que  el  capitán  de  navio  don 
Santiago  de  Liniers  aceptara  la  dirección  del  movimiento,  después 
de  algunas  escaramuzas  de  poca  importancia,  que  tuvieron  lugar 
en  los  días  lo  y  ii  de  agosto,  al  siguiente  día  12,  Liniers  se 
puso  en  marcha  con  su  división,  la  que  organizó  en  cuatro  co- 
lumnas que  avanzaron  por  las  calles  La  Paz,  La  Catedral,  La 
Plata  y  del  Cabildo,  (hoy  Reconquista,  San  Martín,  Rivadavia  y 
Victoria,  respectivamente),  y  atacó  resueltamente  á  los  ingleses, 
que,  tras  breve  lucha,  y  á  pesar  de  la  pericia  de  su  general,  vié- 
ronse  obligados  á  levantar  bandera  de  parlamento.  Liniers  le  in- 
timó se  rindiera  á  discreción,  á  lo  que  Berresford  tuvo  que  con- 
formarse. 

Las  fuerzas  inglesas  salieron  de  la  fortaleza  y  depusieron  las 
armas,  trofeos,  cinco  banderas,  entre  ellas  la  del  célebre  regimiento 
de  escoceses  N"  71,  en  la  plaza  Mayor — luego  de  la  Victoria,  hoy 
de  Mayo. 


—    132   — 

Entre  los  hechos  heroicos  de  este  día,  merece  consignarse 
el  de  una  mujer  llamada  Manuela  la  Tucumana,  que  combatió  al 
lado  de  su  marido,  la  que  habiendo  muerto  á  un  soldado  inglés 
y  quitádole  el  fusil,  se  lo  presentó  á  Liniers,  obteniendo  de  éste 
en  premio  de  la  hazaña  los  despachos  de  alférez. 

La  noticia  de  tan  fausto  acontecimiento,  produjo  en  todos  los 
pueblos  americanos  grandes  demostraciones  de  regocijo,  siendo  de 
las  más  notables,  las  de  los  habitantes  de  Santiago  de  Chile.  De 
allí  vinieron  estas  medallas,  mandadas  labrar  á  expensas  de  varios 
patriíjtas  residentes  en  esa  ciudad  para  ser  repartidas  entre  los 
que   más  se  distinguieron  en  la  reconquista. 

El  Cabildo  de  Buenos  Aires  encargó  á  Santiago  de  Chile  la 
acuñación,  por  su  cuenta,  de  veinticinco  medallas  iguales  al  número 
2,  y  premió  con  escudos  especiales  de  plata,  hoy  sumamente  raros, 
á  los  caciques  de  algunas  tribus,  por  haberse  ofrecido  con  gente 
y  caballos,  para  expulsar  á  los  ingleses. 

Dichos  escudos,  grabados  y  fundidos  por  Juan  de  Dios  Rivera, 
tenían  en  el  anverso,  las  armas  de  la  ciudad,  y  en  el  reverso,  la 
inscripción: 

«  A     LOS    CACIQUES    PAMPAS    Y    ARAUCANOS  » 

siendo  los  agraciados,  Lonco)%  Epugner,  Errepuento  y  Turunanqun, 
araucanos;  cacique  Negro,  Chuli,  Lanquini,  Paylaguan,  Cateremillá, 
Marcusis,  Lorenzo,  Guaycolán,  Peñascal,  Luna,  Ouintuy,  y  seis 
más,   pampas.  (*) 


He  aquí  lo  que  dicen  los  Acuerdos  del  Cabildo  bonaerense 
respecto  á  estas  medallas  y  escudos: 

Acuerdo  del  15  de  noviembre  de  1806 

«Se  recivió  un  oficio  fecha  en  Santiago  de  Chile  á  dose  de  Octubre 
ultimo  de  los  SS.  oidor  don  Manuel  de  Irigoyen,  Racionero  doctor  don 
Juan  Pablo  Fretes.  director  de  Tabacos  don  Manuel  José  de  la  Valle, 
comandante  de  artilleria  don  Francisco  Xavier  de  Reina,  contador  de 
tabacos  don  Silvestre  Ochagavía,  diputado  de  amortización  don  Prudencio 
de  Lazcano,  y  doctores  don  Hipólito  Villegas,  don  Luis  Tollo  y  don  Ja- 
cinto Cárdenas,  naturales  de  esta  ciudad  á  que  acompañan  doze  medallas 
áe  plata  con  el  gravado  alusivo    á    la    reconquista    de    esta    ciudad    como 


(')  Víase  Historia  de  Belgrano,  por  Bartolomc  Mitre,  tomo  I,  y  Estiiitios  Históricos  y   .Xmiiisiiiil- 
ticos  por  Alejandro  Rosa.   pag.  27  y  28. 


—   133    — 

demostración  de  su  amor  patriótico,  para  que  este  I.  C.  las  distribuía 
entre  los  que  dieron  maior  gloria  á  la  patria,  y  al  Soberano  una  prueba 
de  que  es  Señor  de  los  corazones  de  los  Americanos,  ya  que  ellos  por  sí 
no  pudieron  hacerlo  á  causa  de  las  distancias.  Y  los  SS.  mandaron  se 
asiente  esta  singular  demostración  en  el  libro  para  eterno  monumento  del 
patriotismo  de  dichos  SS. ,  que  se  den  las  gracias  en  términos  los  más 
expresivos,  se  distribuían  por  los  individuos  de  este  Cuerpo  á  los  que 
de  notoriedad  se  distinguieron  en  la  reconquista,  y  no  se  omita  hacerlo 
notorio  al  Monarca. 

Con  lo  que  se  concluió    este    Acuerdo  que  firmaron    dichos  SS.   de 
que  doy  fé.» 

Fran*-"  de  Lezica. — Anselmo  Saenz  Valiente. — 
Manuel  Mansill.\. — Joséf  Santos  Incha- 
URREGUi. — Gerónimo  Merino. — Fran<^°  Ant° 
de  Herrero.  —  Manuel  José  de  Ocampo. 
Fran™  Belgrano.— Mar*"'  Gregorio  Yaniz. 

Lic'^"  D"  Jicslo  José  NtiTies. 

Esc"°  Pub"  V  de  Cav'». 


Acuerdo  del  29  de  diciembre  de  1806 

LIBRO    6l. 

«Exhibió  el  Sr.  Alcalde  de  primero  voto  veinte  y  cinco  medallas 
iguales  á  las  que  remitieron  los  verdaderos  patriotas  existentes  en  Chile, 
alusivas  á  la  reconquista  de  esta  ciudad;  las  cuales  por  la  propiedad  del 
gravado,  por  lo  bien  que  explican  la  gloriosa  acción  del  dia  doce  de 
Agosto,  y  por  que  acreditan  desde  luego,  la  lealtad,  el  patriolismo  y  el 
valor  de  este  honrado  y  distinguido  vecindario,  dispusieron  los  ÍSeñores 
se  fabricasen  por  medio  de  los  mismos  que  remitieron  las  primeras;  para 
enviar  parte  de  ellas  á  nuestro  amado  monarca,  conservar  y  distribuir 
otras;  cuyo  costo  con  la  conducción  ascendía  á  la  cantidad  de  ciento 
treinta  y  dos  pesos  tres  reales  fuertes. 

Y  los  Señores  mandaron  se  le  satisfagan  inmediatamente ;  se  remi- 
tan parte  de  esas  medallas  á  la  Corte,  se  distribuyan  y  conserven  otras; 
haciéndose  antes  una  descripción  del  gravado  en  este  libro,  y  es  como 
sigue :  por  un  lado  representa  el  busto  de  nuestro  católico  Monarca  el 
Señor  D.  Carlos  Quarto  con  la  inscripción  siguiente: 

«  LA   lealtad   de   buenos   AIRES   A    SU   REY   CARLOS    QUARTO  » 


—    '34  — 

por  el  otro  figurado  el  arrabal  con  letrero  que  lo  explica,  y  en  él  un 
león  con  el  pabellón  español,  arma  de  fuego  en  la  mano  derecha,  el 
mundo  y  una  espada  en  la  izquierda,  descargando  sobre  el  pabellón  in- 
glés abatido,  y  encima  de  todo  un  sol  con  la  inscripción  siguiente  en 
contorno: 

«QUISO   SER   VENCEDOR   YA   ESTÁ   VENCIDO— DÍA   DOCE   DE  AGOSTO 
DE   Mir,   OCHOCIENTOS    SEIS» 

(Est.  Histórico  Numismático,  por  Alejandro  Rosa,  pág.  28.) 


Del   acuerdo  de  18  de  febrero  de  1807 

LIBRO    6  I 

«Se  tuvo  igualmente  presente  haberse  entregado  de  orden  verbal  á 
Don  Manuel  Martin  de  la  Calleja  treinta  y  seis  pesos  corrientes,  importe  de 
unas  medallas  de  plata  con  las  armas  de  la  ciudad,  que  también  por  orden 
verbal  se  mandaron  hacer,  para  dar  este  disiiiitívo  y  estimular  con  él  á 
que  los  Indios  cumpliesen  sus  ofertas  y  subsistiesen  en  unión  con  nos- 
otros. Y  los  SS.  mandaron  se  asiente  en  capítulo  de  acuerdo  para  docu- 
mentar la  data,  y  para  que  haya  constancia  en  adelante.»     ('). 


RECONQUISTA  DE  BUENOS  AIRES 

N°    I. — Anverso:   Leyenda: 

<s   .  LA    LEALI AD   ■  EL    ANFOR    A     LA    PATRIA  •  A    CARLOS  •  IIII  •   » 

En  el  campo:  Busto  del  monarca,  á  la  derecha,  con  láurea 
y  traje  á  la  heroica. 

Reverso:  Leyenda: 

«QUISO    SER    VENCEDOR  ■  YA    ESTA    VENCIDO  •      *DIA    XII    DE    AGOSTO 

DE    M.  DCCC.  VI*  » 

En  el  campo:  El  león  ibérico  apostado  en  la  margen  izquierda 
del  Riachuelo,  que  desagua  en  el  Río  de  la  Plata.  Sostiene  su 
pabellón  que  ondea  en  el  aire;  tiene  en  la  garra  derecha  un  fusil, 
en  la  izquierda  una   espada  que  apoya  sobre  un   globo  y  al  lado 

(•)  Archivo  General  de  la  Xación. 


C^'¿^¿^í¿a-  r/e  ^^ 


135  — 


de  este,  en  el  suelo,  la  bandera  inglesa  rendida.  Al  fondo,  sol 
radiante,  casas  y  árboles  diseminados,  y  á  la  entrada  del  Ria- 
chuelo, dos  embarcaciones  menores.  Debajo,  el  nombre  del  gra- 
bador :  — Arrabal. 

Plata.   Peso:    59  gramos.   Diámetro:    52    milímetros. 


N°   2.  —  Anverso:   Leyenda: 

«LA     *  LEALTAD*     DE     *  BUENOS  AIRES  *     A     *  SU  *     REY     *  CARLOS  *  IIII  *  » 

En  el  campo:  Lo   mismo  que  el  anterior. 
Reverso:   Igual  al  de  la    medalla  precedente. 
Plata.   Peso:   64  gramos.   Diámetro:   53   m.  m. 

Estas  medallas  fueron  acuñadas  en  Chile. 


MEDALLA  CONMEMORATIVA  POR  LAS  INVASIONES  INGLESAS  DE  1806 

N"  3. — Anverso:   Como  la  N"    i. 
Reverso:   Leyenda: 

« *  EL    RIO    DE    LA    PLAIA  *     AL    RIO    TAMESIS    RESPONDE  *  » 

entre  círculos,  y  separando  el  principio  y  la  terminación  de  la 
leyenda  tres  estrellitas. 

En  el  campo:  Dos  ríos  que  nacen  de  una  cadena,  de  mon- 
tañas que  se  ve  al  fondo,  y  que  se  unen  casi  en  su  origen,  for- 
mando un  río  más  ancho  y  caudaloso,  á  cuya  margen  se  ve  la 
ciudad  de  Buenos  Aires,  con  el  pabellón  español  izado,  y  del 
otro  lado  un  río  formado  por  la  confluencia  de  otros  dos,  á  cuya 
orilla  se  ve  la  bandera  inglesa,  viéndose  en  la  margen  del  río  la 
ciudad  de  Londres.  En  ambos  ríos  se  ven  varios  barquichuelos 
y  en  el  puerto  dos  embarcaciones  menores. 

En  el  exergo,  el  nombre  del  grabador  Arrabal  y  el  año  y 
la  Ceca   1806.   S.  Circular.  Estaño.   Diámetro:   52   m.  m. 

Fué  acuñada  por  el  artista  Arrabal  en   Santiago  de  Chile. 


Nota  1*— La  medalla  descripta,  como  se  comprenderá,  no  es  un  premio  militar 
pero  la  Comisión  conceptúa  que  es  conveniente  incluirlas  en  esla  parte 
de  la  obra,  para  mayor  ilustración^  y  en  vista  de  la  originalidad  de  las 
mismas. 


—  136  — 

Nota  2^  — Los  ingleses  que  invadieron  á  Buenos  Aires  habíanse  apoderado  en- 
tonces de  su  tesoro,  sacándolo  del  pueblo  de  Lujan,  donde  lo  guardaban 
las  autoridades  del  país. 

Este  tesoro  (ué  conducido  á  Londres  y  paseado  por  sus  calles  en 
triunfo  el  6  de  septiembre  de  1806,  y  depositado  en  el  Banco  Inglés- 
precisamente  cuando  hacía  cerca  de  un  mes  que  las  tropas  inglesas 
habían  sido  rendidas  en  las  calles  de  Buenos  Aires. 

En  el  Banco  se  depositó  un  millón  ochenta  y  seis  mil  doscientos  ocho 
pesos  fuertes. 


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MEDALLAS  POR  LA  RENDICIÓN  DEL  EJERCITO  DE 

WHITELOCKE 

(Segunda  invasión  inglesa,  julio  de  1807) 

(13  de  enepo  de  1809) 


Vencedoras  las  tropas  inglesas  en  los  corrales  del  Miserere, 
(hoy  plaza  i  i  de  Septiembre)  el  general  Witelocke  que  había  to- 
mado posesión  con  un  ejército  de  12.000  hombres  de  los  subur- 
bios de  Buenos  Aires,  intima  la  rendición  de  la  plaza;  pero  los 
jefes  de  la  defensa,  en  ausencia  de  Liniers,  y  por  intermedio  de 
Don   Martín  de  Alzaga,   rechazan    enérgicamente  la  intimación. 

En  vista  de  esta  actitud,  el  general  inglés  hace  avanzar  sus 
fuerzas,  hasta  ocupar  muchas  calles  de  la  ciudad  é  intima  por 
segunda  vez  la  rendición,  siendo  nueva  y  duramente  rechazada 
su  pretensión  y  aprestándose  al  combate  las  tropas  de  las  mili- 
cias nacionales  y  algunas  fuerzas  españolas  al  mando  de  Liniers. 

El  día  4  de  julio  de  1807  Witelocke  avanzó  sobre  la  ciu- 
dad de  Buenos  Aires  con  el  intento  de  apoderarse  de  ella,  lo 
que  en  parte  consigue  el  día  5  al  amanecer,  pero  ésta  es  he- 
roicamente defendida,  infiriendo  al  invasor  pérdidas  horribles,  y 
es  en  esta  memorable  jornada  que  la  mujer  argentina  muestra  el 
temple  de  su  alma  patriótica  tomando  parte  principal  en  la  de- 
fensa, al  arrojar  sobre  las  tropas  invasoras  desde  las  azoteas  de 
las  casas,  agua  y  aceite  hirviendo,  etc.,  que  sembraba  el  des- 
aliento y  el  pánico  entre  las  filas  de  los  atacantes. 

Tres  mil  bajas  tuvieron  los  ingleses  entre  muertos,  heridos 
y  prisioneros,  y  un  ejemplo  de  la  bravura  con    que    se    batieron 


-    138  - 

las  fuerzas  patriotas,  nos  lo  ofrece  el  hecho  de  que  el  capitán 
de  Arribeños  D.  Juan  Bautista  Bustos,  al  frente  de  diez  y  nueve 
hombres,   rindió  á  doscientos  diez  y  siete  ingleses. 

El  ejército  inglés,  completamente  derrotado,  capitula  y  se 
entrega. 

Tal  es  el  hecho  de  armas  que  conmemora  las  medallas  por 
la  rendición   de  Witelocke. 


DEFENSA  DE  BUENOS  AIRES 

Anverso  :   Leyenda. 

«FERNANDO    Vil    REY    DE    ESPAÑA   Y    DE    LAS    INDIAS     1808» 

En  el  campo:  Busto  del  soberano,  á  la  derecha,  con  coleta, 
casaca,  banda  y  toisón,  en  el  corte  del  hombro  se  lee:  Moncayo 
nombre  del  grabador. 

Reverso :   Leyenda. 

«VIRTUD    Y    BALOR    PREMIADO    EN    BUENOS    AIRES» 

En  el  campo:  Corona  de  laureles  y  en  medio  de  ella  dos 
ramas  en  sotuer,  siendo  una  de  palma  y  la  otra  de  laurel.  De- 
bajo EN   Pojosí. 

Medalla  oval,   con    anilla. 

Plata,  peso   22  gramos.   Diámetro  49  por  80  m.  m. 

Como  se  verá  por  el  decreto  que  sigue,  la  7nedalla  descrita 
fué  acordada  por  la  Suprema  Junta  de  Sevilla,  que  gobernaba  á 
nombre  de  Fernando  VII,  prisionero  de  Napoleón,  á  los  oficiales 
que  se  hubiesen  distinguido  en  la  defensa,  abriéndose  los  cuños 
en  la  ceca  de  Potosí. 


Medalla  por  la  rendición  del  ejército  de  Whitelocke 

DECRETO  DE  LA  JUNTA  DEL  9  DE  FEBRERO  DE  1808 

El  Rey,  en  atención  al  particular  mérito  que  han  contraído  en  la 
gloriosa  defensa  de  Buenos  Aires  los  oficiales  del  Real  Cuerpo  de  Arti- 
llería y  los  demás  de  diferentes  Cuerpos  agregados  al  servicio  de  dicho 
Cuerpo,  ha  tenido  á  bien,  conformándose  con  el  modo  de  pensar  del  Se- 
renísimo Señor  Príncipe  Generalísimo  Almirante,  concederle  las  gracias 
siguientes: 


:'Z¿>^fi¿ayíe¿ki^  í^é9nioá>-'WíMa*eJ-'iy^ 


—    139  — 

Asimismo  dá  facultad  S.  M.  á  dicho  Virrey  para  que  á  los  Oficiales 
de  color  que  se  hubiesen  distinguido  en  la  defensa  les  conceda  la  medalla 
de  su  Real  efigie,  ya  de  o7-o  ó  ya  de  plata,  como  premio  destinado  á  los 
individuos  de  esta  clase  que  contraen   mérito  particular. 


Premios  acordados  por  ia  Suprema  Junta  Gubernativa  del  Reino 

OFICIO   DIRIGIDO    POR   LA  JUNTA    AL   VIRREY 
Exceletitisitno  Señor  : 

Deseando  el  Rey  nuestro  Señor,  D.  Fernando  VII,  y  la  Suprema 
Junta  Gubernativa  del  Reino  en  su  Real  nombre,  remunerar  el  distingtiido 
mérito  que  contrajeron  en  la  Reconquista  y  defensa  de  la  Capital  de  esas 
Provincias  sus  valerosos  fieles  militares  y  habitantes  cuando  fué  atacada 
por  las  armas  británicas,  se  ha  dignado  concederles  las  gracias  contenidas 
en  la  relación  que  acompaña;  y  es  la  voluntad  de  S.  M.  que  á  las  demás 
personas,  así  empleados  como  particulares,  que  habiéndose  distingtddo  en 
tan  apreciables  ocasiones  no  hayan  sido  todavía  premiadas,  las  haga  V. 
E.  presentes  con  la  brevedad  posible,  expresando  las  recompensas  á  que 
las  considerase  acreedoras,  del  mismo  modo  que  lo  verificará  con  aquellos 
que  estando  ya  agraciados  contemplare  V.  E.  son  todavía  dignos  de  mayor 
premio  que  el  que  se  les  ha  concedido,  pues,  que  es  su  Soberana  intención 
que  ninguno  de  los  que  verdaderamente  se  hayan  distinguido  quede  sin 
señal  proporcionada  del  aprecio  de  S.  M.,  que  supo  ganar  con  valor  y 
recomendable  fidelidad  y  patriotismo. 

De  Real  orden  la  comunico  á  V.  E.  para  su  gobierno,  noticia  y 
satisfacción   de  los  interesados. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 


Real  Palacio  del  /VIcázar  de  Sevilla,  13  de  Enero  de  ItO 


CORNEL. 


Señor    Virey  interino  de  Buenos  Aires. 


RE  LACION 


Nota.  —  Quiere  S.  M.  que  á  todos  los  interesados  en  \2l2,  gracias  que 
quedan  expresadas  se  les  permita  desde  luego  el  uso  y  exenciones  de 
ellas,  á  reserva  de  expedirles  oportunamente  los  Reales  despachos  que  co- 
rresponden con  la  antigüedad  de  i8  de  Enero  de  1808,  en  que  obtuvieron 
iguales  gracias  los  individuos  del  Real  Cuerpo  de  Artillería  que  contra- 
jeron el  propio  mérito. 


—    I40  — 

Ha  resuelto  también  S.  M.  que  á  las  viudas,  y  en  su  defecto  á  los 
hijos  é  hijas  de  los  oficiales,  así  veteranos  como  de  milicias,  que  falle- 
cieron en  dichas  acciones,  se  les  asista  desde  el  dia  de  su  muerte,  con 
la  pensión  señalada  en  el  reglamento  del  Monte  Pió  Militar  á  sus  respec- 
tivas graduaciones.  A  las  de  los  Sargentos,  cabos  y  soldados  y  demás 
individuos  que  igualmente  fallecieron  en  las  propias  acciones,  con  las  dos 
terceras  partes  del  prest  de  que  éstos  disfrutaban  "desde  el  citado  dia  de 
su  fallecimiento,  como  se  ha  practicado  con  las  viudas  de  los  del  Real 
Cuerpo  de  Artillería:  que  á  los  sargentos  veteranos  y  de  milicias  que 
concurrieron  al  mismo  servicio  y  contemplare  el  Virey  más  beneméritos 
con  presencia  de  propuesta  de  sus  Coroneles  y  comandantes,  les  conceda 
dicho  Gefe  grado  de  oficiales,  dando  cuenta  para  expedirles  los  Reales 
despachos  con  la  propia  indicada  fecha  de  i8  de  Enero  de  1808  en  que 
fueron  agraciados  los  individuos  de  artilleria;  y  á  los  demás  sargentos  los 
premie  con  Escudos  de  ventaja  ó  distinción  según  su  mérito ;  que  á  los  cabos 
y  soldados  que  se  hubiesen  distinguido,  les  conceda  el  mismo  Virey  los 
r^ie.r\Ao%' Escudos  ó  el  abono  de  uno  ó  dos  años  de  servicio  para  la  op- 
ción á  premios ;  y  que  á  los  oficiales  de  color  que  del  mismo  modo  se 
hubiesen  hecho  acreedores,  los  recompense  con  la  medalla  de  la  Real  efigie 
de  oro  ó  plata,  y  escudos  á  la  tropa  de  la  misma  clase  según  lo  conteplase 
justo. 

Real  Palacio  del  Alcázar  de  Sevilla.  13  de  Enero  de  1809. 

CORNEL. 


CONMEMORATIVA 

Anverso.   Leyenda: 

«     *  D^.    MERCEDES  -X-     GONZÁLEZ     *  Y  *     LA  VALLE     *  A  *     LOS     *  YLUSTRES  -::- 

DEFENSORES  *   ^>  (una  Venera). 

En  el  ca77ipo:  Paisano  con  larga  capa  terciada  y  sombrero, 
andando  á  la  izquierda,  vuelve  la  cabeza  al  sentirse  asido  del 
cuello  por  un  oficial  inglés,  quien  con  espada  desnuda  empuñada 
en  la  derecha,  intenta  envasarlo.  Al  fondo  se  ven  casas,  cimborios 
y  árboles:  encima,  la  inscripción  circular: 

«PUDISTE    SORPREHENDERME» 

Exergo : 

«BUENOS    AIRES    SORPRE  —  HENDIDA   JUNIO  —  27    D     1806,» 


C:^¿it^iia/^<¡¿ei^  i^'e-m¿M>^'^üZ!¡^fa-{^/ui^tca  t^^latín/t, 


—    141    — 

en   tres  líneas.  A  un  lado  y  debajo  del  oficial   aparece  el  nombre 
abreviado  del  g-ríibador  chileno  ARRBL  (Arrabal). 
Reverso:    Leyenda: 

<•-*  DE  *SU*    REV    íY*   DE  *SU>-    PATRIA  *LTNIP:RS*   CONCHA  *  Y  *■  LASALA*   » 

En  el  campo:  jefe  de  la  defensa,  de  gran  uniforme,  á  la  de- 
recha, empuñando  en  la  diestra  una  espada  en  actitud  de  traspa- 
sar con  ella  á  un  oficial  inglés,  también  armado  de  espada,  pero 
vencido  y  de  rodillas  teniendo  delante  el  pabellón  británico  caído 
en  el  suelo.  Al  fondo  y  á  los  lados,  casas,  torres  y  alguna  vege- 
tación; encima,  la  inscripción: 

«PERO    NO    VENCERME» 

Exergo: 

«BUENOS    AIRES    DEFEN DIDA.    DÍA     5     D    JULIO DE     1807» 

en  tres  líneas.   Debajo  del  británico,  y  á  su  izquierda: 

«ARRBL»    (Arrabal) 
Plata.  Peso:   63   gramos,   8  decigr.   Diámetro:   51    m.  m. 


Esta  medalla,  que  conmemora  la  gloriosa  defensa  de  Buenos 
Aires  de  los  invasores  ingleses,  fué  mandada  acuñar'  en  plata  con 
el  artista  chileno  Arrabal,  por  la  patriota  señora  doña  María 
Mercedes  González  de  Lavalle,  hija  del  capitán  de  ejército  don 
Juan  González  Bordallo  y  doña  Cayetana  Ros  y  Pozo,  y  madre 
del  general  D.  Juan  Lavalle,  y  que  á  la  sazón  se  encontraba  en 
Chile  con  toda  su  familia,  enajenando  sus  alhajas,  (^)  como  dona- 
tivo para  los  huérfanos  y  viudas,  el  que  entregó  á  la  Presidenta 
de  Chile  D"  María  Luisa  Esterripa  de  Muñoz.  C-^) 


CONMEMORATIVA.  RENDICIÓN  DEL  EJERCITO  DE  WITELOKE 

Buenos  Aires,  Victoriosa,  Julio  5  de  1807. 

Anverso  —  En  el  campo,  al  centro  sobre  la  línea  del    exergo, 
busto  del    dios  Jano  con  sus  dos  caras,  sobre  un  pedestal;    á    la 


( ' )  Véase  El  Gral.  Lavalle  ante  la  Justicia  postuma    por  el  Dr.  Ángel  J.  Carranza. 
(")  Acta  capitular  de  H  de  octubre  de  1807. 


—     142     — 

izquierda,  el  león  ibero  pisa  el  asta  de  la  bandera  inglesa,  al  mis- 
mo tiempo  que  enarbola  el  pabellón  español  con  la  garra  derecha 
y  clava  una  espada,  que  empuña  en  la  izquierda,  sobre  el  escudo 
de  aquella  bandera.  En  el  fondo,  á  la  derecha,  vista  lejana  de 
una  ciudad;  á  la  izquierda,  un  río,  el  mar  y  cinco  naves.  Leyen- 
da en   la  parte  superior: 

«OVAT    PRUDENXIA    VIRTUS     INIMICA    PROSTERNIT» 

(Triunfa  la  prudencia  y  abate  el  valor  del  enemigo). 
En  el  exergo: 

BUENOS    AIRES    VIC- 
TORIOSA   JULIO 

•5-   D  8o7-- 
Reverso  —  Leyenda  en  el  campo: 

ES    LINIERS    TU    GRAN    TALENTO 
MAS    PRUDENTE    QUE    EL    DE 
JANO 
GLORIA    DEL    AMERICANO 
Y    DEL    INGLES    ESCARMI- 
ENTO. 

BILLARRUEriNV 

E'IT'ANN.    D"     *     • 

D  C  C  C  V  II. 

Módulo:   42  milímetros  —  Plata. 


En  el  exergo: 


Invasiones  inglesas  1806=1807 

Acuerdo  de  8  de  Octubre  de  1807. 

(LIBRO  62) 

Hizo  presente    el    Señor   Rexidor    Don    Martin    de    Monasterio    una 
cuenta  y  representación  del  maestro   platero    Juan    de    Dios    Rivera    que 


Li,flRRtJFr..rNv. 

|T»lf.ANN.B.-<-.^ 


i^nio,!  t^e^Cu^ 


t^^^^fw^ná/Tío/ 


—    143   — 

hace  al  I.  C.  pide  se  le  satisfagan  mil  quinientos  diez  pesos  dos  reales 
del  trabajo  que  á  emprendido  en  las  obras  de  platería  de  las  alajas  con 
que  el  I.  C.  á  obsequiado  al  Señor  General  D.  Santiago  Liniers.  Y  ente- 
rado de  todo  los  SS"'  acordaron  que  por  el  Mayordomo  de  Propios  se 
le  entregue  dicha  cantidad  con  intervención  del  Señor  Rexidor  comisio- 
nado, Y  en  cuanto  á  la  obra  del  puño  de  bastón  que  tiene  entre  manos 
para  completar  el  obsequio  le  ordenaron  la  concluía  á  la  mayor  brevedad 
y  mandaron  se  ponga  testimonio  de  este  capitulo  de  acuerdo  al  pie  de 
la  precitada  cuenta. 

«Teniendo  presente  la  Junta  el  trabajo  de  la  lámijia,  copia  de  la  re- 
mitida por  la  Villa  de  Oruro,  hecho  por  el  platero  D.  Juan  de  Dios  Ri. 
vera,  y  deseando  estimular  por  todos  medios  los  ramos  de  industria, 
habiéndose  presentado  éste  por  el  referido  Rivera  que  debe  á  solo  su 
aplicación  el  cuidado  esmero  y  posible  pulidez  con  que  la  ha  ejecutado, 
acordó  que  se  le  premie  con  cien  pesos  fuertes,  manifestándole  que  este 
cuerpo  procurara  protejerle  en  cuanto  le  permitan  las  circunstancias  para 
que  lleve  adelante  su  aplicación,  y  no  nos  sea  preciso  recurrir  fuera  del 
Virreynato  para  iguales  objetos;  y  que  se  expida  por  los  vSS.  Prior  y 
Cónsules  el  correspondiente  libramiento». 

Firman:  Ignacio  de   Rezabal— Juan   Ignacio   de   Ezcurra. 

Manuel  Be/grano, 

Sccr. 

A  fojas  73  del  mismo  se  asienta  que  el  secretario  del  Consulado 
presentó  unas  estampas  del  retrato  de  Fernando  VII  grabado  por  Rivera, 
para  repartirlas  entre  los  vocales  á  nombre  de  éste. 

{Estudios  B's/oi'icos  Niiinisinilicos  por  Alejandro  Rosa.  Pág.  33  y  34.) 


Invasiones  Inglesas  1806=1807 

En  la  colección  de  U.  Pedro  de  Angeli.s,  catalogada  entre  las 
de  la.s  invasiones  inglesas,  figuró  un  premio  de  oro  con  el  mote 
Es  gloria  morir  por  la  patria  acuñado  en  Potosí  en  1813,  con 
destino  á  los  reconquistadores.  No  obstante  la  duda  que  sugiere 
la  fecha,  es  admisible  la  clasificación  de  ac^uel  erudito  historiador, 
quien  en  contacto  con  los  actores  de  los  memorables  aconteci- 
mientos de  1806,  pudo  ratificarla  en  el  «Archivo  Americano» 
explicando  el  origen  legal  de  su  Monetario,  puesto  en  tela  de 
juicio  por  Rivera  Indarte. 


ESCUDO  DE  JOCOLI 

(1820) 


El  9  de  enero  de  1820,  los  oficiales  Mendizábal,  Morillo  y 
Carro  (Francisco  del)  convirtiéndose  en  agentes  de  la  anarquía, 
sublevaron  el  hermoso  Regimiento  A"  /  de  los  Acides  que  había 
sido  enviado  á  remontarse  en  San  Juan.  Apoderado  el  primero 
del  gobierno  de  esta  provincia,  fué  derrocado  por  su  cómplice 
Carro,  quien  pretendió  dominar  á  Mendoza.  Invadió  con  tal  ob- 
jeto á  esta  Provincia,  confiando  la  vanguardia  de  sus  tropas  á  un 
tal  Araya  que  había  sido  sargento  de  granaderos  á  caballo,  y 
que  era  tan  bandido  como  valiente.  Este  fué  atacado  por  el  ma- 
yor Cajaravilla,  que  mandaba  la  vanguardia  del  ejército  mendo- 
cino,  en  el  paraje  denominado  Jocoli,  á  10  leguas  de  Mendoza,  en 
los  iiltimos  días  de  julio  de  1820  y  le  batió  completamente.  El 
gobierno  de  Mendoza  premió  el  hecho  con  un  escudo.  Poco  des- 
pués Carro  se  acercaba  á  la  ciudad  Andina,  y  el  2  de  agosto 
de  aquel  año  acampaba  á  dos  leguas  de  distancia. 

El  general  Francisco  Fernández  de  la  Cruz,  que  se  hallaba 
accidentalmente  en  aquella  ciudad,  se  hizo  cargo  de  la  defensa  y 
salióle  en  el  acto  al  encuentro.  Carro  y  los  su)'os  huyeron  cobar- 
demente sin  librar  combate. 

Perseguidos  tenazmente  hasta  San  Juan,  fueron  alcanzados  á 
orillas  del  río  inmediato  á  esta  ciudad  y  batidos  fácilmente  des- 
pués de  una  hora  de  lucha.  Mendoza  se  salvó  de  la  depredación 
de  aquellos  bárbaros  y  el  gobierno  Eigradecido  reco7iipensó  á  los 
vencedores  con  el  segundo  escudo.  (^) 

AL    \^\LOR    V    PATRrOJISMO    DE    SUS    DEFENSORES 


(1)     Josú  J.  Bicdma. 


—    148  — 

JOCOLÍ—  1820 

N"   i)  Escudo  de paTw  negro,  palma  de  laurel  bordadas  de  oro 
en  el  centro  en  cinco  renglones: 

MENDOZA Á    LOS    VEN CEDORES DE    JOCOlJ -1820 

N°   2)  Escudo  de  paño  claro,    palmas  de    laurel    bordaxlas    de 
oro;   letras  de  canutillo  de   oro    en  el  centro: 

MENDOZA AL    VALOR    Y PATRIO'IISMO DE      SUS    DE — KENSORES l820 


^ 


Hkndoza: 

ALOSVSiK: 

CEDOl^ES 

DX  JOCOLI 

s    1820.   . 


;  " 


<?^S<;^á¿¿<:<í4.¿¿tí  cÁ&mÚM  ly/'U/f'^^uei)  -  ^¿^^^/uéJt!(C(Z 


•-'^S^^^emñma,. 


ESCUDO  AL  CORONEL  DE  LA  INDEPENDENCIA 
don  Domingo  Soriano  de  Arévalo 

(17  de  junio  de   1821) 


Depai-famcnto  de   Guerra 

Queriendo  S.  E.  premiar  de  un  modo  digno  el  importante  servicio 
que  rindió  V.  S.  á  esta  Provincia  en  la  acción  del  26  de  Mayo  próximo 
pasado,  teniendo  una  parte  tan  principal  en  la  destrucción  de  los  agreso- 
res de  Entre-Rios,  ha  acordado  condecorarle  con  un  escudo  de  oro  en  cuyo 
centro  se  grabarán  las  armas    de  Buenos  Aires  y  en  la    orla  el  lema  de: 

«AL  VALOR   CONSTANTE   POR   EL   HONOR   DE   SU   PATRIA» 

el  que  deberá  llevar  V.  S.  en  el   brazo  izquierdo  para  timbre    de  su  per- 
sona, y  noble  estímulo  de  sus  compañeros  de  armas. 
Dios  guarde  á  V.  S.   muchos  años. 

Buenos  Aires,  Julio  17  de  1821. 

(  Hay  una  rúbrica  de  S.  E.  en  el  margen  ). 

Francisco  Cruz. 

Sr.    Coronel  D,  Francisco  Soriano  Arévalo. 


Como  justificativo  de    que    este    escudo  se    hizo,    existe    en  el 

Archivo  General  de  la  Nación  la   orden    original    del    ministro  de 

Hacienda  don    Manuel  José  García,    mandando    pagar  su    importe 
al  grabador,  dice  así: 

N.  47 — El  Tesorero  General  entregará  al  capitán  D.  Domingo   .Sua- 
rez  cincuenta  y  ocho    pesos,  seis  reales,    importe    total    del    Escudo  de  oro 


—    I50  — 

que  ha  hecho  D.  Juan  de  Dios  Rivera  por  orden  Superior  para  premio 
del  lelevante  mérito  contraído  por  el  Coronel  D.  Domingo  Arévalo  en 
la  acción  del  26  de  Mayo  últ.",  previa  anotación  en  el  libro  de  la  Conta- 
duría General. 

Manuel  José  García. 


He  recibido  del  Sr.  Ministro  Tesorero  general  de  la  Prov.  los    cin- 
cuenta y  ocho  p3303  6  r.'  de  la  orden  que  precede. 

Domingo  Suarez. 


MEDALLA  POR  PUNTA  DEL  MEDAÑO 

(31  de  Agosto  de  1821) 


El  í^eneral  chileno  José  Miguel  Carrer¿i,  después  de  separarse 
de  Ramírez,  se  había  dirigido  hacia  el  occidente  y  establecido  su 
campamento  en  Río  IV,  ocupando  las  puntas  de  la  sierra  de 
Córdoba,  amenazando  á  San  Luis.  El  coronel  don  Bruno  Morón, 
nombrado  jefe  de  las  tropas  de  las  tres  provincias  de  Cuyo,  salió 
á  su  encuentro  al  frente  de  una  división  de  800  hombres  y,  to- 
mando resueltamente  la  ofensiva,  movióse  al  efecto  de  su  cam- 
pamento de  los  Barranquitos,  situado  al  naciente  de  la  sierra  de 
Córdoba.  La  campaña  se  inició  por  un  golpe  feliz  sobre  la  reta- 
guardia enemiga,  en  el  punto  llamado  San  Bernardo,  matándole 
20  hombres,  tomándole  unos  prisioneros  y  apoderándose  de  su 
convoy.  Pocos  días  después  se  encontraban  ambos  ejércitos;  el 
de  Carrera  era  inferior  en  número,  lo  que  no  impidió  que  obtu- 
viera la  victoria,  ultimando  al  general  cuyano,  tendido  en  el  suelo, 
por  haber  resbalado  su  caballo,  después  de  lo  cual  siguió  una 
encarnizada  y  sangrienta  pelea  cuerpo   á  cuerpo. 

Abierto  así  el  camino  de  Cuyo,  Carrera  se  apoderó  por  se- 
gunda vez  de  San  Luis,  donde  estableció  un  gobierno  de  su  de- 
voción. Circundado  allí  por  las  fuerzas  de  Córdoba  y  La  Rioja, 
que  amagaban  su  retaguardia  y  su  flanco,  resolvió  dirigirse  á 
Mendoza,  sorprender  sus  avanzadas  y  apoderarse  de  San  Juan 
y,  remontándose  de  cabalgaduras  en  este  último  punto,  empren- 
der su  marcha  hacia  Chile  por  la  cordillera. 

La  división  mendocina,  al  mando  de  un  arriero,  conocido 
con  el  nombre  de  Albín  Gutiérrez,  famoso  desde  entonces,  lo 
derrotó  completamente  en     su    travesía    en    el  punto    denominado 


—   152  — 

Punta  del  Médano,  quince  leguas  al  sur  de  la  ciudad  de  San  Juan; 
los  últimos  soldados  con  que  pudo  salvar  del  campo  de  batalla, 
lo  entregaron  al  gobierno  de  Mendoza,  donde  sometido  á  un  con- 
sejo de  guerra  fué  fusilado  en  el  mismo  lugar  donde  lo  habían 
sido  sus  dos  hermanos  pocos  años  antes. 

En  premio  de  esta  acción  el  gobierno  de  Mendoza  concedió 
á  las  tropas  vencedoras  de  Carrera,  una  medalla,  con  la  siguiente 
inscripción: 

«ANIQUILÉ    LA     ANARQUÍA AGOSTO      3  I     DE     l82I^> 

cuya  ejecución  fué  encargada  á  la  casa  de  moneda  de  Chile,  en 
número  de   75  de  plata  y  5   de  oro. 


Seilor   Teniente   Coronel  y   Gobernado?'  Intendente  de  Mendoza. 

Tengo  el  honor  de  dirijir  á  V.  S.  setenta  y  cinco  medat/as  de  plata  y 
una  de  oro,  conforme  al  diseño  que  ese  Superior  Gobierno  puso  a  mi 
cargo  para  su  construcción,  y  que  sirviesen  de  premio  á  los  vencedores 
de  la  Punta  del  Médano,  cuyo  grabado  y  acuño  ha  sido  dispuesto  gracio- 
samente por  este  Supremo  Gobierno  y  hoy  me  han  sido  remitidas  con 
el  oficio  que  orijinal  adjunto.  Debo  poner  en  su  superior  conocimiento 
que  la  falla  de  las  cuatro  que  se  advierten  según  el  contesto  del  indi- 
cado oficio:  resulta  del  reclamo  que  han  hecho  los  interesados.  Teniente 
Coronel  Don  Jorge  Velazco,  Sargento  Mayor  Don  Agustín  Vardel,  Te- 
niente de  la  escolta  Directorial  Don  José  Corvalan  y  el  Teniente  B.  N. 
Lobo,  á  quienes  las  he  entregado  y  esperan  que  V.  S.  se  sirva  ordenar 
la  remisión  de  los  correspondientes  í/zy^/í^waí  que  deben  hacer  la  constaticia 
del  premio  y  decoración.  Por  indisposición  del  Señor  Ministro  de  la  Gue- 
rra, no  ha  sido  posible  la  remisión  en  esta  oportunidad  de  las  medallas 
de  la  legión  de  mérito  de  Chile  con  los  debidos  diplomas  para  los  gefes 
agraciados  por  la  Junta  de  Legionarios  en  11  del  presente;  cuyo  envió 
no  omitiré  á  la  posible  brebedad  asi  que  me  sean  entregadas.  Y  enton- 
ces sera  de  mi  deber  y  cuidado  dar  á  S.  E.  á  nombre  de  mi  Gobierno 
y  agraciados  las  mas  expresivas  gracias  y  demostraciones  de  gratitud  y 
amistad.  « 

Dios  güe  á  V.  S.  m.'  a.' 

República  de  Chile.  Febrero  28  de  1822. 

Manuel  Corvalan. 


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^-^lí/MM^f   ^tac 


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'^'ttijí*' 


—     '53   — 
Sr.    Teniente    Coronel  y   Gobernador  Intendente  de  Mendoza,  Don  Pedro  Molina. 

Tengo  el  honor  de  remitir  á  V.  S.  siete  medallas  de  plata  y  una  de 
oro  de  la  le^rion  de  mérito  de  Chile  y  adjunta  la  lista  de  los  agraciados 
como  también  el  cuaderno  que  debe  servir  al  orden  y  método  de  la  dis- 
tribución de  ellas.  El  Sr.  Ministro  de  Relaciones  Exteriores  me  encarga 
prevenga  á  V.  S.  que  hasta  principios  de  Abril  entrante  no  podran  ir 
los  correspondientes  diplomas,  porque  se  ha  tenido  á  bien  en  el  consejo 
hacer  algunas  v^ariaciones  á  los  que  habian,  pero  que  en  el  ínterin,  si 
V.  S.  lo  estima  conveniente  pueden  hacer  uso  los  interesados  de  esta 
distincioit. 

Dios  güe  á  V.  S.  m."  a.'. 

Santiago  de  Chile  y  Marzo  12  de  18'22. 

Manuel  Corvatan. 


Señores  de  la  H.  J.   Representativa. 

El  Diputado  de  este  Gobierno  cerca  del  Supremo  de  la  República 
de  Chile  con  fecha  12  de  Marzo  me  dice  lo  siguiente:  (léase  la  nota  que 
antecede).  El  Gobierno  hace  el  mas  alto  aprecio  de  la  distinción  con  que 
S.  E.  el  supremo  Gefe  de  la  legión  de  mérito  y  Consejo  de  ella  han  que- 
rido premiar  á  los  individuos  de  este  pueblo  anotados  en  la  lista  adjunta, 
y  desea  no  se  halle  obstáculo  para  que  pueda  aceptar  aquella  gracia  ó 
que  allane  de  algún  modo  el  que  se  ofrezca.  Por  ahora  no  ocurre  otro 
^al  Gobierno  que  el  que  resulta  por  tenor  del  artículo  2  capitulo  5". 
Sección  i"  del  Reglamento  provisorio  que  tenemos  Jurado;  el  cual  priba 
de  la  ciudadanía  á  los  miembros  de  este  Estado  en  los  casos  que  se 
espresa,  y  poniendo  juntamente  en  dos  de  ellos  á  dichos  agraciados  no 
parece  admicible  el  indicado  premio  en  perjuicio  de  los  derechos  de  ellos 
mismos,  no  menos  que  el  del  Estado  y  Gobierno  á  que  pertenecen. 
Y  aunque  en  las  restricciones  y  condiciones  acordadas  por  nuestro  Sobe- 
rano Congreso  sobre  el  decreto  inaugural  de  la  Legión  de  Mérito  y  par- 
ticularmente en  la  6'  f.  21  parece  salvarse  el  indicado  obstáculo  por  la 
adiccion  al  juramento  que  aquel  exije  á  f.  5  pero  advirtiendo  por  la  acta 
de  24  de  Sbre.  de  1817  incerta  á  f.  15  y  por  el  tenor  de  la  de  9  de 
Diciembre  á  f.  17  cuyas  fechas  es  de  notarse  ser  anteriores  á  la  publi- 
cación del  citado  reglamento,  que  solo  se  contrajo  el  Congreso  á  salvar 
los  inconvenientes  que  resultan  á  la  observancia  de  las  leyes  y  ordenan- 
zas militares  por  la  incorporación  de  individuos  de  esta  clase  d  la  legión 
de  mérito  tiene  á  bien  el  Gobierno  por  no  aventurar  el  asierto,  ponerlo 
todo  en  consideración  de  V.  E.  para  que  á  presencia  del  contesto  del 
citado    articulo  de    nuestro    Reglamento   y  de     la    lista  y    cuaderno    que 


—   1,54  — 

acompaña  en  que    están    compiladas  las  citas  anotadas,  se  sirva  dictami- 
nar lo  que  estime  oportuno. 

Dios  güe  á  V.  E.  m."  a.'. 

Mendoza  Abril  11  de  1822. 

Pedro  Molina. 


Sr.    Gobernador  Intendente  de  esta  ciudad. 

Adjunto  á  V.  S.  las  cuatro  medallas  de  oro  que  por  mi  conducto  se 
sirvió  V.  S.  encargar  á  Chile  para  premio  de  los  valientes  en  la  Punta 
del  Médano  cuyo  costo  total  es  de  cincuenta  y  cinco  pesos  inclusión  de 
dos  pesos  pagados  por  la  conducción  de  ellas. 

Dios  güe.  á  V.  S.  m.'  a\ 

Mendoza,  Julio  4  de  1822. 

Manuel  Corbalan. 


Mendoza,  Julio  fj  d-e  1822. 
Pagúese  por  la  Aduana  y  líbrese  la  orden  correspondiente. 

Videla. 

En  el  Museo  Histórico  Nacional  se  pueden  ver  cuatro  ejem- 
plares de  este  p}'emio,  pero  su  cotejo  demuestra  que  alguno  de 
ellos  no  ha  sido  labrado  por    el   mismo  artífice.  (*) 


MEDALLA  POR   PUNTA   DE  MEDAÑO 

Anverso:  En  el  campo:  Cadena  de  montañas  sobre  las  (¡ue  se 
halla  una  pica  que  sostiene  el  gorro  de  la  libertad,  encerradas 
dentro  de  un  círculo,  y  el  todo  en  corona  de  laurel. 

Reverso:   Leyenda: 

«  ANIQUILÉ LA ANARQUÍA AG'^°     3  I     DE I  82  I  » 

inscripta  en  cinco  líneas  y  encerrado  el  todo  en   corona  de  laurel. 
Forma:  Circular.  Plata. 


(O      Estudios  históricos  luiiiüsinálicos  por  Alejandro  Rosa    pAs;.  95  :l  98. 


MEDALLA  AL  GOBERNADOR  DON  LUCIO  MANSILLA 

(16  de   mafzo  de  1822)  (') 


El  1 6  de  marzo  de  1822  la  legislatura  de  Entre  Ríos  de- 
cretó otra  medalla  de  oro,  á  su  gobernador  D.  Lucio  Mansilla,  en 
reconocimiento  y  gratitud  á  los  importantes  servicios  que  prestó 
á  esa  provincia.   En  el  anverso  llevaba  la  inscripción: 

«PREMIO    AL    MÉRnO    EN    EL    23    DE    SETIEMBRE    DE     1 82  I» 

y  ima  estrella  de  piedras  blancas    entre  dos  ramas   de  laurel.    En 
el  reverso,  un  sol    grabado    sobre  el    mismo  campo  y  la  leyenda: 

«PAZ    Y    LIBERTAD    DEL    ENTRE-RIOS» 

Estas  tres  medallas  se  enlazan  íntimamente  en  un  sio-nificado 
histórico;  destrucción  del  vandalismo  que  representaron  para  la 
República  Argentina  los  caudillos  Carrera  y  Ramírez  antes  ¿dia- 
dos del  sanguinario  Artigas. 

El  coronal  Arévalo  desbarata  el  ejército  del  jefe  entrerriano; 
Gutiérrez  aniquila  al  del  chileno  y  el  general  Mansilla,  abando- 
nando á  su  amigo  Ramírez  (^)  contribuye  al  restablecimiento  del 
orden  y  la  tranquilidad. 

Finalmente  y  en  momentos  en  que  el  general  San  Martín 
hacía  su  triunfal  entrada  en  la  capital  del  virreinato  del  Perú 
conquistando  para  siempre  la  libertad  de  medio  continente,  otro 
caudillo  hijo  de  la    anarquía  y  de  la    desorganización  de  las  pro- 


(')  Del  libro  Estudios  Históricos  Ntiiiiistniiticos,  por  Alejandro  Rosa,  p.^g.  97. 
(')  Memorias  Postumas  del  general  José  M.  Paz. 


-    156  - 

vincias  arj^entinas,  el  general  D.  Estanislao  López,  era  condecorado 
por  la  Junta  de  Representantes  de  Santa  P'e  con  una  medalla  de 
oro,  orlada  de  diamantes,  cuyas  leyendas  por  sí  solas  pintan  la 
época.  En  la  circunferencia  del  anverso  decía: 

«LA    PROVINCtA    GRATA    AL    HÉROE    ESPANISLAO,    SIEMPRE    VtCrORIOSO 

EN    su    DEFENSA» 

En  el  cajupo:  La  Fortuna,  entre  las  frases: 

«sus    TRIUNFOS    INMORTALES    ME  FIJARON  -  SEA    ETERNA    SU    MEMORIA» 

El  reverso  es  el  único  en  la  Numismática  Americana.  Van  la 
Fama  y  Marte  señalando  las   inscripciones  á  su  alrededor: 

«ECLIPSÓ    MI    GLORIA    SU    VALOR    HEROICO  -  EL    ECO    DE    MI    CLARÍN 
LA    IMPRIMIRÁ    EN    AMBOS    POLOS» 

Agrega  el  acta  de  la  Junta  Representativa  de  donde  toma- 
mos estos  datos  (^)  (jue  se  facultaba  al  gobierno  Tpdiva.  condecorar 
y  premiar  á  varios  subalternos,  pero  según  se  nos  informa  por 
persona  conocedora  de  las  cosas  de  Santa  Fe,  dicha  facultad 
nunca  se  hizo  práctica.  (^) 

De  la  mfdalla  otorgada  al  gobernador  Mansilla  informan  los 
documentos  siguientes: 

Deseando  el  Congreso  consagrar  por  un  alto  testimonio  el  recono- 
cimiento y  la  gratitud  de  la  Provincia  á  los  importantes  y  patrióticos 
servicios  prestados  por  el  actual  Señor  Gobernador  á  la  causa  del  orden 
y  de  la  libertad  en  la  memorable  empresa  del  23  de  Setiembre  del  año 
anterior  ha  acordado  el  siguiente  — 

DECRETO: 

El  Congreso  decreta  una  mclalla  de  oro  al  Señor  Gobernador  D.  Lucit) 
Mansilla,  puesta  al  lado  izquierdo  del  uniforme,  con  una  cinta  verde.  Por 
el  anverso,  en  el  centro,  entre  dos  ramas  de  laurel,  habrá  una  estrella  de 
piedras  blancas  con  esta  inscripción : 

«PREMIO   AL   MÉRITO   EN    EL    23   DE   SETIEMBRE  DE    182I  » 

Por  el  reverso  habrá  un  sol  grabado  sobre  el  mismo  campo,  con 
esta  inscripción  del  mismo  modo: 

«PAZ   Y    LIBERTAD   DEL   EXTRE-RIOS  » 


(')  Registro  Oficial  de  Santa  Fe,  tomo  1°.  pAg.  85. 

(')  Estudios  Históricos  Nninismálicos,  por  Alejandro  Rosa. 


-    157   — 

El  Presidente  del  Congreso  es  encargado  de  condecorarlo  con  ella  el 
25  de  Mayo  de  este  presente  año,  á  nombre  de  toda  la  Provincia  en  el 
acto  de  juramentar  el  Estatuto. 

Lo  que  de  orden  del  mismo  cuerpo  tengo  la  satisfacción  de  tras- 
cribir á  V.  S.  para  su  conocimiento. 

Dios  guarde  á  V.  S.   muchos  años. 

Sala  de  Sesiones  en  el  Paraná   A  los  Ití  días  de  Marzo  de  1822. 

Marcelino  Pelaez, 

Presidente 

Ignacio  Luis  Moreira, 

Secretario. 

Señor   Gobernador  de  la  Provincia  de  E^itre-  Rios. 


Acta  de  la  jura  del  Estatuto  Provisorio  Constitucional  y  entrega 
de  la  medalla  acordada  al  gobernador 

En  esta  Villa  del  Paraná,  á  los  diez  y  seis  dias  del  mes  de  Junio 
de  mil  ochocientos  veintidós,  juntos  y  congregados  los  señores  Diputados 
de  la  Provincia  extraordinariamente,  soore  un  tablado,  que  se  hallaba 
dispuesto  en  la  plaza  al  pié  de  la  asta  bandera,  con  asistencia  del  señor 
Gobernador,  empleados  políticos,  civiles,  militares,  eclesiásticos  y  un  nu- 
m3roso  vecindario  y  concurso  de  todas  clases,  con  un  sitial  donde  se 
hallaba  dispuesto  un  libro  de  los  Evangelios  y  el  Cuaderno  de  la  Cons- 
titución, después  de  haber  arengado  al  pueblo  el  Señor  Presidente,  jura- 
ron todos  los  Señores  Diputados  el  Estatuto  Provisorio,  conforme  á  la 
fórmula  dispuesta  por  el  acuerdo  de  la  mañana  del  13  de  Marzo  de  este 
año,  jurando  después  el  Señor  Gobernador  por  la  misma  fórmula,  y  el 
Señor  Secretario  de  Gobierno.  En  seguida,  y  teniendo  dispuesta  el  mismo 
Señor  Presidente  la  medalla  de  premio  acordada  por  el  acuerdo  de  la  ma- 
ñana del  1 6  mismo  mes,  lo  condecoré  con  ella  al  Señor  Gobernador  Don 
Lucio  Mansilla,  conforme  á  lo  mandado,  después  de  una  breve  arenga 
que  hizo  y  contestó  el  Señor  Gobernador.  Con  lo  que  se  concluyó  este 
acto  que  firmaron  dichos  señores  conmigo  el  Secretario. 

Lucio  Mansilla. 
Casiano  Calderón, 

Presidente. 

José  Soler, 

Vice-Presidente. 

José  Francisco    Taborda — Marcelino  Pelaez — Pedro   T.  Agrelo. 
Ignacio  Luis  Moreira, 

Secretario. 

(La  medalla  en  el  museo  Histórico  Nacional). 


'^ 


^^S"^S 


MEDALLA  Y  ESCUDO  DE  "LOS  AUCAS" 

(18  de  abfil  de  1829) 


José  Félix  de  Aldao,  tan  valiente  como  sanguinario,  vicioso  é 
inmoral,  expédicionó  en  1828  contra  los  indios  aliados  de  ladro- 
nes y  asesinos  que,  provenientes  de  Chile,  asolaban  los  pueblos 
fronterizos  de  las  provincias  de  Mendoza  y  San  Luis.  En  el  pa- 
raje llamado  «Los  Aucas»  tuvo  lugar  un  encarnizado  combate 
cuyo  resultado  fué  la  destrucción  de  esas  hordas  salvajes. 

El  gobierno  de  Mendoza,  en  mérito  á  los  servicios  prestados 
por  las  tropas  del  entonces  coronel  Aldao,  dictó  el  decreto  si- 
guiente: 

El  Poder  Ejecutivo  de  la  Provincia  de  Mendoza,  en  Jiso  de  sus  facultades  ha  acor- 
dado y  — 

DECRETA : 

Artículo  i"  La  acción  de  la  fuerza  que  batió  á  los  salvajes  del  Sud, 
en  ol  paso  del  Diamante,  nombrado  Los  Aucas,  bajo  la  dirección  del 
señor  Comandante  General  de  Frontera,  Coronel  D.  José  Félix  Aldao, 
es  distingtiida. 

2''  El  Gefe  y  Oficiales  serán  premiados  con  una  medalla,  el  primero 
de  oro,  y  los  segundos  de  plata,  conforme  al  diseño  que  se  dará  por 
Secretaria;  con  esta  inscripción  en  su  anverso: 

«A- LOS   VALIENTES» 

y  en  su  reverso: 

«EN  LOS  AUCAS,  EL  DÍA  20  DE  OCTUBRE  DE  1 828» 

la    que    colgarán  por    medio  de    un.  lazo    celeste  y  blanco    sobre    la  solapa 
izquierda  de  la  casaca. 


—    1 6o  — 

Art.  3°  Igualmente  se  dará  á  los  Sargentos,  Cabos  y  Soldados,  un 
escudo  con  la  misma  inscripción,  que  cargarán  sobre  la  manga  izquierda 
de  la  casaca;   aquellos  de  cob7-e  y  éstos  de  plomo. 

Art.  4"  Los  nombres  del  Gefe,  Oficiales  y  Tropa,  que  han  alcanzado 
este  premio  se  inscribirán  en  el  Registro  Ministerial,  al  pié  de  esta  reso- 
lución, que  se  hará  saber  en  la  orden  general  del  dia,  á  los  cuerpos  de 
la  guarnición. 

Art.  5°  El  Ministro  Secretario  de  Gobierno,  queda  encargado  de  la 
ejecución  de  este  decreto,  que  se  comunicará  á  quienes  corresponde. 

Mendoza,  Abril  18  de  1829. 

CORVALAN. 
Gabina  Garda. 

(Estudios   Históricos-Numimáticos,    Medallas  y  Monedas   de  la   República  Ar- 
gentina, por  Alejandro  Rosa,  pág.  111.) 


PREMIOS  Y  DISTINCIONES 
en  remuneración  de  los  servicios  prestados  á  la  Provincia 


Proyecto  de  decreto  que  declara  "Restaurador  de  las  leyes  é  institu» 
ciones  de  la  provincia"  al  ciudadano  D.  Juan  Manuel  de  Rosas, 
acordándole  otros  premios  y  distinciones  en  remuneración  de  los 
servicios  prestados  á  la  Provincia,  después  del  motín  militar  de  1° 
de  diciembre  de  1828. 

N°    I 
Buenos  Aires,  Diciembre  18  de  1829. 

La  H.  Junta  de  Representantes,  considerando  los  relevantes  servicios 
que  ha  rendido  á  esta  Provincia  el  benemérito  ciudadano  D.  Juan  Manuel 
de  Rosas,  reponiéndola  al  goce  y  posesión  de  sus  leyes,  instituciones, 
reputación  y  honor,  de  que  habia  sido  violentamente  despojada  por  el 
escandaloso  motin  de  i°  de  Diciembre  del  año  próximo  pasado,  que  la 
sumió  en  los  horrores  de  la  mas  cruel  y  sangrienta  guerra  civil,  hasta 
entonces  nunca  vista  en  las  márgenes  del  Rio  de  la  Plata:  persuadida  que 
al  benéfico  influjo,  prudencia  y  heroicos  esfuerzos  de  este  honrado  ciuda- 
dano, y  de  los  valientes  patriotas  que  le  acompañaron  en  la  empresa,  son 
debidos,  por  una  míinifiesta  protección  de  la  Divina  Providencia,  el  resta- 
blecimiento de  la  primera  autoridad  derrocada  por  los  sublevados  en  aquel 
aciago  dia  de  execrable  memoria,  la  restitución  del  orden  político,  reli- 
gioso y  moral,  el  reposo  y  seguridad  que  han  empezado  á  disfrutar  los 
habitantes  de  la  ciudad  y  campaña,  con  la  grata  esperanza  de  un  porve- 
nir mas  venturoso:  conmovida  á  la  vista  de  tan  consolador  espectáculo, 
y  ufana  de  advertir  generalizado  entre  todos  los  buenos  ciudadanos  este 
sentimiento  de  placer  y  confianza,  tiene  la  alta  satisfacción  de  acordar, 
como  un  testimonio  de  su  cordial   gratitud,  y  de  la  justicia  que  hace  al 


--    102    — 

mérito  contraído  por    el    ciudadano  D.    Juan    Manuel    de    Rosas  y  de  sus 
dignos  compañeros  desarmas,  el  decreto  siguiente: 

Art.  i"  Se  aprueba  en  todas  sus  partes  la  conducta  política  y  militar 
del  ciudadano  D.  Juan  Manuel  de  Rosas,  como  Comandante  General  de 
Campaña,  desde  el  i°  de  Diciembre  del  año  próximo  pasado  hasta  el  8 
del  corriente,  en  que  tomó  posesión  del  gobierno  de  la  provincia. 

Art.  2"  Se  declara  al  ciudadano  D.  Juan  Manuel  de  Rosas,  restau- 
rador DE  LAS  LEYES  É  INSTITUCIONES  DE  LA  PROVINCIA  DE  BUENOS 
AIRES. 

Art.  3°  .Se  le  confiere  el  grado  de  Brigadier  de  la  misma  Provincia,  re- 
servándose la  Legislatura  promover  oportunamente  se  le  reconozca  bajo 
este  carácter  en  toda  la  República. 

Art.  4"  vSe  le  condecora  con  un  sable  y  medalla  de  honor:  aquel  de  oro, 
adornado  con  los  símbolos  de  la  ley,  la  justica  y  el  valor,  y  esta  del  mis- 
mo metal  en  figura  oval,  guarnecida  de  brillantes,  y  pendiente  de  una 
guirnalda  entretejida  de  laurel  y  oliva,  que  en  su  anverso  presente  el  em- 
blema de  la  gratitud  con  el  siguiente  mote :  BUENOS  AIRES  AL  RESTAU- 
RADOR DE  SUS  LEYES :  y  en  el  reverso  el  busto  de  Cincinato,  con  los 
instrumentos  agrícolos  y  trofeos  de  la  guerra,  y  el  lema  siguiente:  CUL- 
TIVÓ   SU   CAMPO   Y   DEFENDIÓ    LA   PATRIA. 

Art.  5°  Queda  encargado  el  Presidente  de  la  H.  Salada  mandar  elabo- 
rar inmediatamente  el  sable  y  medalla  de  que  habla  el  artículo  anterior; 
y  para  las  espensas  de  la  obra  y  su  materia,  se  le  franqueará  del  Tesoro 
Público  por  el  P.  E.  la  suma  necesaria. 

Art.  6°  Una  comisión  compuesta  de  tres  individuos  de  la  H.  Sala, 
que  nombrará  el  Presidente,  pondrá  en  manos  del  Restaurador  el  sable 
y  medalla,  expresándole  á  nombre  de  esta  Corporación  el  noble  objeto  de 
tal  presente.  » 

Art.  7"  Se  declaran  benemériios  de  la  Patria  á  todos  los  oficiales  y 
tropa  que  han  servido  fielmente  á  las  órdenes  del  Restaurador,  durante 
el  período  que  corrió  desde  el  motín  militar  de  i°  de  Diciembre  de  1828 
hasta  el  24  de  Junio  del  presente  año. 

Art.  8"  Todos  los  oficiales  que  desde  la  salida  del  Restaurador  á  la 
Provincia  de  Santa  Fé,  ó  durante  su  mansión  en  ella,  sirvieron  á  sus  ór- 
denes en  esta  ó  en  aquella  Provincia,  usarán  U7ia  inedalla  de  honor  con 
las  armas  de  la  Provincia  y  esta  inscripción:  DEFENDIÓ  LAS  LEYES  É 
IMSTITUCIONES   DE   BUENOS   AIRES. 

Art.  9°  La  medalla  de  que  usen  los  gefes  será  de  oro,  y  la  que  usen 
los  demás  oficiales,  de  capitán  abajo,  será  de  plata  con  orla  de  oro. 

Art.  10.  Los  gefes  que  empezaron  á  prestar  servicios  á  las  órdenes 
del  Restaurador,  después  de  su  regreso  de  la  Provincia  de  Santa  Fé  hasta 
el  24  de  Junio  último,  usarán  la  medalla  de  plata  con  orla  de  oro;  y  los  de- 


-  i63  - 

mas  oficiales,  de  capitán  abajo  que  se  hallen  en  este  caso,  la  usarán  de 
plata. 

Art.  II.  La  tropa  que  se  halle  en  el  caso  del  artículo  7"  usará  un 
escudo  al  brazo  izquierdo  en  fondo  de  patio  blanco  con  las  siguientes  ini- 
ciales: D.  DE  L.  LL.  DE  BUENOS  AIRES,  bordados  con  hilo  de  oro. 

ha.  que  se  halle  en  el  caso  del  artículo  9"  usará  igual  escudo  y  con 
las  mismas  iniciales  bordadas  en  seda  celeste. 

Las  medallas  y  escudos  de  que  hablan  los  artículos  anteriores,  serán 
costeados  por  el  tesoro  de  la  Provincia. 

Comuniqúese  al  P.  E.  para  su  inteligencia  y  cumplimiento. 


Nota  del  ciudadano  D.  Juan  Manuel  de  Rosas,  suplicando  á  la  H.  Sala 
de  RR.  que  suspenda  la  consideración  del  proyecto  anterior,  en  los 
momentos  que  se  ocupaba  de  sancionarlo. 

Buenos  Aires,  28  de  Diciembre  de  1829. 

Según  el  orden  de  las  discusiones,  la  H.  Sala  de  Representantes 
debe  ocuparse  muy  pronto  de  la  minuta  de  decreto  propuesta  por  la  Co- 
misión, en  que  se  comprenden  diversos  premios  en  f?vor  del  infrascripto, 
en  remuneración  de  su  conducta  pública  desde  el  dia  i"  de  Diciembre  del 
año  anterior. 

El  infrascripto,  oprimido  por  la  deuda  de  una  gratitud  sin  límites  á 
esos  generosos  é  inestimables  recuerdos,  habría  quizá  guardado  silencio 
hasta  la  decisión  de  la  Sala,  si  su  posición  actual  estuviese  todavía  con- 
fundida entre  las  del  orden  subalterno  de  que  acaba  de  salir;  pero  des- 
de que  ha  sido  llamado  á  la  primera  magistratura  de  la  Provincia,  no 
puede  abandonar  á  un  problema  sus  sentimientos  en  casos  semejantes, 
sin  dejar  un  funesto  ejemplo  á  los  que  cuidasen  menos  de  su  sólida  re- 
putación. 

El  infrascripto  no  pretende  hacer  alarde  de  una  modestia  falaz:  sus 
esfuerzos  desde  el  dia  desgraciado  en  que  desaparecieron  el  orden  y  las 
leyes,  hasta  que  la  paz  vino  á  sellar  los  votos  de  la  Provincia,  son  har- 
to notorios  para  que  puedan  ser  equivocados,  y  el  menoscabo  de  su  for- 
tuna consagrada  toda  á  la  causa  de  las  instituciones,  no  es  el  menor  de 
los  sacrificios  que  ha  podido  presentar  á  su  patria;  pero  ni  estos  servicios 
pasan  de  la  linea  de  un  estricto  deber  de  todo  ciudadano  constituido  en 
la  autoridad  que  investía  el  infrascripto  el  i"  de  Diciembre  de  1828,  ni 
le  dan  un  derecho  á  remuneraciones  que  no  sean  comunes,  cuando  ha 
sido  auxiliado  de  la  concurrencia  casi    simultánea    de  toda    la  Provincia. 

Basta,  señores,  la  aprobación  unánime  de  los  RR.  para  que  las  as- 
piraciones del  infrascripto  queden  satisfechas:  basta  que  la  Sala  reconoz- 


■ —   164  — 

ca,  que  le  ha  cabido  la  gloria  de  contribuir  á  la  restitución  de  las  leyes, 
para  que  el  infrascripto  pueda  legar  á  sus  hijos  una  lección  cívica  mas 
influyente  que  todas  las  condecoraciones.  La  conversión  de  este  suceso  en 
un  titulo  de  honor  permanente,  si  bien  muestra  la  liberalidad  de  los  RR., 
es  un  paso  peligroso  á  la  libertad  del  pueblo,  y  un  motivo  quizá  de  justa 
zozobra  á  los  que  no  descienden  á  la  conciencia  del  infrascripto,  por  que 
no  es  la  primera  vez  en  la  historia  que  la  prodigalidad  de  los  hotiores  ha 
empujado  á  los  hombres  públicos  hasta  el  asiento  de  los  tiranos. 

No  es  tampoco  el  supremo  rango  de  nuestra  milicia  la  medida  que 
ensalza  el  mérito,  ni  que  vigoriza  la  autoridad  de  un  magistrado  repu- 
blicano. Ante  un  pueblo  idólatra  de  sus  instituciones,  la  justicia  y  el 
honor  llevan  consigo  un  prestigio  de  poder,  que  no  puede  aumentar  el 
brillo  de  una  fastuosa  decoración.  La  memoria  de  los  peligros  que  han  co- 
rrido alguna  vez  los  derechos  de  la  Provincia,  por  las  avanzadas  tenta- 
tivas de  gefes  aleccionados  en  mandar  soldados,  ni  debe  perderse  de 
vista  en  los  consejos  de  la  Sala,  ni  el  infrascripto  puede  escusarse  de  re- 
cordarla.- 

En  medio  de  tan  graves  consideraciones,  el  infrascripto  faltarla  á 
sus  mas  veraces  sentimientos,  si  omitiese  pedir  en  tiempo,  como  'pide,  que 
la  Sala  se  limite  á  declarar  si  su  conducta  pública  desde  el  dia  citado 
ha  merecido  ó  no  su  aprobación,  dejando  á  un  lado  títulos  y  rangos  que 
en  su  presente  capacidad  vendrían  á  privarle  de  la  inmensa  satisfacción 
de  haber  aprovechado  la  oportunidad  de  dar  testimonios  solemnes  de  sus 
principios. 

Esta  previa  manifestación  no  es  de  la  naturaleza  de  aquellas  que 
han  servido  en  iguales  casos  para  avivar  el  cange  de  comedimientos  y 
lisonjas  que  terminan  por  envilecer  el  mas  alto  premio:  ella  es  irrevoca- 
ble absolutamente,  porque  en  su  sentir  envuelve  también  el  honor  de  la 
Sala:  pues  que  no  es  suficiente,  para  embotar  los  tiros  de  la  maledicen- 
cia, que  no  exista  en  la  Casa  de  los  Representantes  una  mayoría  facciosa, 
ni  que  sus  discusiones  sean  tan  libres  como  sus  pensamientos.  La  cen- 
sura ingraciable  se  afanarla  en  escudriñar  todas  las  influencias  y  en  ana- 
lizar los  sucesos,  para  hacer  que  apareciesen  connivencias  innobles,  que 
desvirtuasen  las  sanas  intenciones  de  la  Sala:  y  es  aquí  que  conviene 
que  el  interez  público  prevalezca  al  sentimiento  individual  de  los  Re- 
presentantes, para  fortificar  la  moral  del  gobierno,  haciendo  una  clásica 
ostentación   de  la  independencia  del  Cuerpo    Legislativo. 

Después  de  haber  hecho  el  infrascripto  esta  manifestación  de  sus 
sentimientos,  tiene  el  honor  de  saludar  á  la  H.  Sala  de  Representantes 
con  su  particular  consideración. 

Juan  Manuel  de  Rosas. 


-    165  - 

Muy  H.  Sala  de  Represetiiattíes  de  la  Proviiicia. 

Habiendo  la  H.  Sala  considerado  la  precedente  nota  del  ciudadano 
D.  Juan  Manuel  de  Rosas,  y  queriendo  conciliar  las  exigencias  de  la 
justicia  con  los  sentimientos  de  modestia  y  republicanismo  manifestados 
por  el  Sr.  Rosas,  limitó  su  sanción  al  siguiente  decreto,  en  lugar  del 
que  lleva  el  número   i. 

Buenos  Aires,  Enero  25  de  1830. 

I.a  H.  Junta  de  Representantes,  considerando  los  relevantes  servi- 
cios que  ha  rendido  á  esta  Provincia  el  benemérito  ciudadano  D.  Juan 
Manuel  de  Rosas,  reponiéndola  al  goce  y  posesión  de  sus  leyes,  institu- 
ciones, reputación  y  honor  de  que  habia  sido  violentamente  despojada  por 
el  escandaloso  motín  militar  de  i"  de  Diciembre  de  1828,  que  la  sumió 
en  los  horrores  de  la  mas  cruel  y  sangrienta  guerra  civil,  hasta  entonces 
nunca  vista  en  las  márgenes  del  Rio  de  la  Plata:  persuadida  que  al  be- 
néfico influjo,  prudencia  y  heroicos  esfuerzos  de  este  honrado  Ciudadano, 
de  los  valientes  paMoias  que  le  acompañaron  en  la  empresa,  son  debi- 
dos, por  una  manifiesta  protección  de  la  Divina  Providencia,  el  restable- 
cimiento de  la  primera  autoridad  derrocada  por  los  sublevados  en  aquel 
aciago  dia  de  execrable  memoria,  la  restitución  del  orden  político,  re- 
ligioso y  moral,  el  reposo  y  seguridad  que  han  empezado  á  disfrutar  los 
habitantes  de  la  ciudad  y  campaña,  con  la  grata  esperanza  de  un  porve- 
nir mas  venturoso :  conmovida  á  la  vista  de  tan  consolador  espectáculo, 
y  ufana  de  advertir  generalizado  entre  todos  los  buenos  ciudadanos  este 
sentirniento  de  placer,  tiene  la  alta  satisfacción  de  acordar,  como  un  tes- 
timonio de  su  cordial  gratitud  y  de  la  justicia  que  hace  al  mérito  contraí- 
do por  el  ciudadano  D.  Juan  Manuel  de  Rosas,  y  sus  dignos  compañe- 
ros de  armas,  el  decreto   siguiente: 

Art.  1°  Se  aprueba  en  todas  sus  partes  la  conducta  política  y  mi- 
litar del  ciudadano  D.  Juan  Manuel  de  Rosas  como  Comandante  Gene- 
ral de  Campaña,  desde  el  i"  de  Diciembre  del  año  de  1828  hasta  el  8  de 
Diciembre  próximo  pasado,  en  que  tomó  posesión  del  gobierno  de  la 
Provincia. 

Art.   2°  Se  declara  que  el  ciudadano  D.  Juan    Manuel  de    Rosas    ha 

sido  RETAURADOR  DE  LAS  LEYES  É  INSTITUCIONES  DE  LA  PROVINXIA  DE 
BUENOS   AIRES. 

Art.  3°  Se  le  confiere  el  grado  de  Brigadier  de  la  misma  Provincia, 
reservándose  la  Legislatura  promover  oportunamente  se  le  reconozca  bajo 
este  carácter  en  toda  la  República. 

Art.  4"  Se  declaran  beneméritos  de  la  Patria  á  todos  los  ciudadanos 
de  las  clases  civiles  y  militares  que  han  servido  fielmente  á  las  órdenes 
del  Comandante  General  de  Campaña  durante  el  periodo  que  corrió  des- 


—   i66  — 

de  el  motín  militar  de   i"  de  Diciembre    de    1828    hasta    el    24    de  Junio 
próximo  pasado. 

Art.  5°  Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo. 

Felipe  Arana. 
Eduardo  Ljihilte. 


(Rasgos  de  la  vida  pi'iblica   del   G'  D.  Juan  Matiuel  de  Rosas.  Imprenta  del 
Estado  1842,  pág.  2  y  siguientes.) 


MEDALLAS 

á  los  generales  Pedro  Molina  y  José  Félix  Aldao 

(19  de  agosto  de  1837) 


¡VIVA  LA  federación! 

Sa/a  de  Sesiones. 

Mendoza,  Agosto  19  de  1837  —  Año  28  de  la  Liber- 
tad, 22  de  la  Independencia,  y  8  de  la  Confedera- 
ción Argentina. 

A¿  F.xmo.   Sr.    Gobernador  y    Capitán    General  de  la  Provincia. 

La  H.  S.  de  R.  R.  de  la  Provincia,  en  sesión  de  anoche  3^  en  uso 
de  sus  facultades  ha  acordado  y  sancionado  con  valor  y  fuerza  de  Ley 
la  siguiente  minuta  de  decreto: 

Art.  i"  Désele  de  terrenos  del  Estado,  al  Coronel  Mayor  D.  Pedro 
Molina,  para  él,  sus  herederos  y  sucesores,  en  el  paraje  donde  elija,  seis 
leguas  de  frente  y  seis  de  fondo,  por  gratitud  á  sics  servicios. 

Art.  2"  De  fondos  públicos,  costéese  una  medalla  de  oro,  con  esta 
inscripción:  El  pueblo  mendocino  por  gratitud  al  E.  S.  D.  Pedro  Molina;  la  que 
el  Presidente  de  la  H.  S.  remitirá  á  S.  E.  con  el  correspondiente    oficio. 

Art.  3°  Igual  donación  á  la  que  señala  el  art.  primero  y  en  los  mis- 
mos términos,  concédese  al  General  Don  José  Félix  Aldao. 

Art.  4°  .Siendo  de  justicia  compensar  las  tareas  de  los  ciudadanos 
que  se  han  distinguido  por  sus  servicios  al  pais,  el  P.  £.  queda  facultado 
para  agraciarlos  del  modo  que  lo  tenga  á  bien  y  según  su  mérito. 

El  Presidente  infrascripto  al  trascribir  á  S.  E.  la  presente  H.  reso- 
lución, se  honra  en  saludarle  con  las  consideraciones  de  su  mas  alto 
aprecio  y  respecto. 


—    i68  ~ 


Dios  guarde  á  S.  E.   muchos  íiños,  Exmo.  Señor. 

Gabino  Corvalan 

Presidente. 

Benjamin  de  Castro 

Secretario. 

Mendoza,  Agosto  19  de  1837. 
Cúmplase  la  presente  S.  resolución  y  dése  al  Registro. 

El  Ministro  General 

Pedro  José  Pellisa. 
(Estudios  Histórico- Numismáticos,  por  Alejandro  Rosa,  pag.  122.) 


PREMIOS  A  LOS  EJÉRCITOS  LIBERTADORES 

contra  Rosas 

(24  de  octabfc  de  1840) 


Medalla  y  escudo  de  Tucumán  á  la  división  libertadora  de  Córdoba 

De  los  que  combatían  á  la  Dictadura  sólo  se  conoce  el  De- 
creto expedido  por  el  gobernador  y  capitán  general  de  la  provin- 
cia de  Tucumán  acordando  una  medalla  á  la  división  libertadora 
de  Córdoba,  aunque  es  de  creer  que  nunca  se  hicieron  efectivas 
sus  disposiciones. 

Poco  conocido  este  decreto  copiámoslo  íntegro  de  una  hoja 
suelta  de  esa  época. 


¡libertad!     constitución   ó   muerte! 

Tucumán,  Octubre  24  de  1840. 

El  Gobernador- y  capitán  general  delegado  de  la  provincia — 

CONSIDERANDO: 

Que  la  división  libertadora  bajo  las  órdenes  del  General  Don  Gre- 
gorio Araoz  de  Lamadrid  ha  merecido  bien  dala  patria  terminando  «'/>?>' 
y  desnuda  una  campaña  en  la  que  ha  sufrido  toda  especie  de  privaciones 
y  ofrecido  á  todos  los  argentinos  un  grande  ejemplo  de  moral,  de  vir- 
tud y  patriotismo. 

2''  Que  esta  campaña  ha  dado  por  resultado  la  destrucción  del  ca- 
becilla Aldao  y  la  libertad  de  la  Provincia  de  Córdoba. — -Acontecimientos 


—   170  — 

gloriosos  y  que  abrazan  en  su    inmensa    trascendencia    el  porvenir  de  la 
República. 

3"  Que  es  un  deber  del  Gobierno  rendir  un  tributo  de  gratitud  á  tan 
buenos  servidores  de  la  patria  y  acordarles  recoynpensas  que  serán  á  la  vez 
un  acto  de  justicia  y  un   motivo  de  noble  emulación  para  todos — 

HA   ACORDADO    Y   DECRETA: 

Artículo  1°  El  General  en  Gefe  de  la  División  Libertadora  de  Cór- 
doba usará  una  medalla  de  oro  orlada  de  diamantes  que  llevará  grabadas 
en  el  centro  de  su  anverso  las  armas  de  esta  provincia  y  en  la  circun- 
ferencia esta  inscripción : 

«LA   PROVINCIA   DE   TUCUMAN    AL   LIBERTADOR   DE   CÓRDOBA» 

En  el  reverso  se  leerá  este  lema: 

«HONOR   AL   CORAJE    Y   AL   PATRIOTISMO» 

2"  Los  Gefes  desde  la  clase  de  Coronel  hasta  la  clase  de  Sargento 
Mayor  inclusive,  llevarán  una  tiiedalla  de  oro  con  la  sola  diferencia  de 
que  en  la  inscripción  del  anverso  se  dirá : 

«LA   PROVINCIA   DE   TUCUMAN     Á   LOS   LIBERTADORES   DE   CÓRDOBA» 

Art.  3°  Los  Oficiales  subalternos  usarán  una  medalla  áe  plata  con  las 
mismas  inscripciones. 

Art.  4"  Los  soldados,  cabos  y  sargentos  llevarán  en  el  brazo  iz- 
quierdo un  escudo  de  paño  con  este  lema: 

«PERTENECIÓ   AL   EJERCITO     LIBERTADOR   DE   CÓRDOBA» 

Art.  5°  Lo  dispuesto  en  este  decreto  es  extensivo  á  las  tropas  auxi- 
liares de  la  benemérita  provincia  de  La  Rioja. 

Art.  6"  Comuniqúese  á  quienes  corresponda  y  dése  al  R.  O. 

AVELLANEDA 
Hermenegildo  Rodríguez. 

(Estudios  Histórico-Numismásticos,  por  Alejandro  Rosa,  pág.  137.) 


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MONUMENTO  A  ROSAS 

(24  de  enefo  de    1842) 


VIVA   LA   federación! 


Tucuman,  Enero  24  de  1842.  Año  23  de 
la  Libertad,  27  de  la  Independencia 
y  13  de  la  Confederación  Argentina. 

El  Gobernador  y   Capüa7i   General  de  la  Provmcia,    D.     Celedonio    Gutiérrez — 

CONSIDERANDO: 

I"  Que  la  grande  obra  de  la  Libertad  Argentina  es  debida  al  He- 
roico Defensor  de  la  Independencia  Americana  Nuestro  Ilustre  Restaurador 
de  las  Leyes,  Brigadier  General  D.  Juan  Manuel  de  Rosas,  Grande  en  la 
Guerra,  Grande  en  la  Paz  é  inmortal  en  el  corazón  de  sus  compatriotas. 

2°  Que  el  ejército  unido  de  vanguardia  de  la  Confederación  Argen- 
tina ha  cumplido  gloriosamente  la  noble  misión  de  libertar  á  la  República 
de  la  atroz,  sangrienta  é  insoportable  tiranía  de  los  brutales  salvajes  uni- 
tarios impios  enemigos  de  Dios  y  de  los  hombres. 

3"  Que  el  Ilustre  Presidente  del  Estado  Oriental  General  en  Gefe 
del  expresado-  Ejército,  Brigadier  D.  Manuel  Oribe,  se  ha  hecho  acreedor 
á  la  eterna  gratitud  y  bendiciones  de  los  buenos  Argentinos  por  sus  bri- 
llantes hechos  de  armas,  por  la  eficacia  de  sus  inmortales  servicios,  y 
por  las  virtudes  de  todo  genero  que  ha  desplegado  publica  y  privada- 
mente en  las  Provincias  de  la  Confederación  que  han  sido  teatro  de  su 
gloria. 

DECLARA 

La  Provincia  de  Tucuman  es  deudora  del  restablecimiento  de  su 
libertad,  leyes,  y  dignidad    al    incomparable    Americano    Nuestro    Ilustre 


—     172    — 

Restiiurador  de  las  Leyes  Brigadier  D.  Juan  Manuel  de  Rosas  y  al  va- 
liente virtuoso  Ejército  unido  de  vanguardia  de  la  Confederación  Argen- 
tina, bajo  el  inmediato  mando  del  Ilustre  General  en  Gefe  Brigadier  D. 
Manuel  Oribe. 

EN   ESTA  VIRTUD  DECRETA 

Art.  1°  Oportunamente  se  erigirá  á  expensas  del  Gobierno  en  la 
Plaza  de  esta  Capital  un  monumento  en  que  se  grabara  la  presente  decla- 
ración para  perpetua  memoria. 

Art.  2°  Se  extenderán  tres  ejemplares  autógrafos  de  la  presente 
declaración:  uno  se  remitirá  al  Excelentísimo  Señor  Gobernador  de  Buenos 
Aires  Encargado  de  las  Relaciones  Exteriores,  Nuestro  Ilustre  Restaurador 
de  las  Leyes  Brigadier  D.  Juan  Manuel  de  Rosas  otro  al  Excelentísimo 
Señor  Presidente  del  Estado  Oriental  General  en  Gefe  del  Ejército  unido 
de  vanguardia  de  la  Confederación  Argentina  Brigadier  D.  Manuel  Oribe: 
y  el  tercero  se  conservara  en  el  Archivo  del  Gobierno. 

Art.  3°  Se  remitirán  igualmente  copias  legalizadas  á  los  demás  ex- 
celentisimos  Gobiernos  de  la  Confederación  Argentina. 

Art.  4°  El  Gefe  de  Policía,  acompañado  de  todos  los  ciudadanos 
publicará  por  bando  esta  declaración  con  toda  la  solemnidad  posible;  se 
comunicará  á  toda  la  Provincia,  y  se  insertara  en  el  Registro  Oficial. 

Celedonio   Gutiérrez 
Adeodato  de  Gondra  {^) 

{Gaceta  N<>  5586.- Viernes  22  de  Abril  de  1842.  Estudios  Históricos  Nn- 
iiiisniaíicos.  por  Alejandro  Rosa,  págs.  138  y  139.) 


(')      El  monumento  A  que  se  refiere  el  precedente  decreto,  y  que  fué  erigido  para  perpetuar  la  tira- 
nía, fué  derribado  por  el  pueblo  de  Tucumán,  el  día  13  de  julio  de  1862. 


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MEDALLA  DE  CORRIENTES 
á  los  que  atravesaron  el  Uruguay  para  libertarla 

(19  de  septiembre  de    1843) 


Por  ley  de  19  de  setiembre  de  1843,  del  Congreso  General 
Correntino,  promulgada  el  24  del  mismo,  siendo  gobernador  el 
coronel  D.  Joaquín  Madariaga,  se  dispuso  que  á  los  que  á  éste 
acompañaron  á  pasar  el  Uruguay,  llevaran  una  medalla  pendiente 
de  una  cinta  azul  y  blanca  al  lado  izquierdo  del  pecho  con  la 
inscripción  por  el  anverso: 

«     *  LIBERTÓ    LA    PATRIA     *    3O    DE    AGOSTO    DE     1 843   *     » 

Y  por  el  reverso: 

■,<     *  PROVINCIA    DE    CORRIENTES  *     » 

Los  soldados  hasta  sargento  inclusive,  la  debían  usar  de 
metal  ordinario,  los  oficiales  subalternos,  de  plata,  los  jefes  de 
oro,  y  la  del  general  en  jefe,  del  mismo  metal,  orlada  de  bri- 
llantes. 

(Véase  «Historia  de  los  Gobernadores  de  las  Provincias  Argentinas >,  por 
A.  Zinny). 


¡patria!  ¡libertad!  ¡constitución! 

El  H.  C.  G.  extraordinario,  á  nombre  de  la  Provincia  de  Corrientes, 
que  representa,  deseando  mostrar  su  gratitud  á  los  Libertadores,  que  con 


—    174  — 

tanta  heroicidad  supieron  concebir  en  un  pais  extraño,  la  grande  idea  de 
libertar  su  Patria  de  los  tiranos  que  la  oprimían,  y  lanzarse  denodada- 
mente al  Uruguay  á  efectuar  tan  sagrada  misión,  ha  sancionado  con  fuerza 
de  Ley,  lo  siguiente: 

Art.  1°  Todos  los  que  acompañaron  al  General  en  Gefe  á  pasar  el 
Uruguay,  llevarán  una  medalla  pendiente  de  una  cinta  azul  y  blanca,  al 
lado  izquierdo  del  pecho  con  la  inscripción  por  el   anverso : 

«LIBERTÓ   LA   PATRIA    30   DE   AGOSTO   DE    1843,  » 

y  por  el  reverso: 

«  PROVINCIA   DE   CORRIENTES  » 

Art.  2°  Los  acreedores  al  premio  de  honor  declarado  en  el  artículo 
anterior,  deberán  llevar  una  patente  dada  por  el  P.  E.  que  acredite  su 
legitimidad;  la  del  General  en  Gefe  del  Ejército  será  dada  por  el  Congreso. 

Art.  3"  Los  soldados  hasta  Sargento  inclusive  la  llevarán,  de  metal 
ordinario,  los  oficiales  subalternos  de  plata,  los  Gefes,  de  oro,  la  del  Ge- 
neral en  Gefe,  del  mismo   metal  orlada  en  brillantes. 

Art.  4°  La  inscripción  de  la  medalla  de  honor  del  General  en  Gefe, 
será  Libertador  de  su  Patria,  siguiendo  lo  demás  como  se  expresa  en  el 
artículo  primero. 

Art.  5°  Se  faculta  al  P.  E.  para  los  gastos  que  demande  la  ejecución 
del  premio    anterior. 

Art.  6°  Los  ascensos  dados  por  el  General  en  Gefe  en  el  Ejército 
son  reconocidos  y  aprobados  por  el  H.  C.  G. 

Art.  7°  Los  Libertadores  que  acompañaron  al  General  en  Gefe  al 
paso  del  Uruguay,  y  los  que  á  juicio  del  mismo  General,  se  hallen  en 
igual  caso  por  sus  eminentes  servicios  en  la  Libertad  de  la  Provincia,  son 
acreedores  á  un  grado  efectivo  más  del  que  tuvieron  en  el  Ejército  el  6 
de  Diciembre  del  año  anterior. 

Art.  8°  .Se  asigna  la  cantidad  de  doce  mil  pesos  de  los  fondos  del 
Estado,  para  que  el  General  en  Gefe  los  distribuya  entre  los  Libertadores 
que  le  acompañaron  al  pasaje  del  Uruguay,  según  su  clase  y  servicios; 
debiendo  también  optar  á  este  premio,  otros  que,  á  juicio  del  General, 
se  hallen  en  igual  caso  que  aquellos. 

Art.  9»  El  Congreso  General  extraordinario  se  reserva  para  en  mejor 
oportunidad,  dar  una  I^y  de  premio  á  todo  el  Ejército;  no  solo  recono- 
ciendo los  eminentes  servicios,  que  con  tanto  entusiasmo  y  constancia  han 
prestado  á  la  Provincia  los  individuos  que  lo  componen,  sino  también 
haciendo  efectivas  las  promesas  de  los  Gobiernos  anteriores. 


—   175  — 
Art.    I  o.  Comuniqúese  al  P.  E.  etc. 

Sala  de  Sesiones,  en  Corrientes,  Setiembre  19  de  1843 


Juan  B.  Agosta, 

Presidente. 

José  I.   Marq7iez — Juan  Pujol,  ' 

Diputados  Secretarios 


Corrientes,  Setiembre  22  de  1843. 


Cúmplase  la  presente  honorable  sanción,  publíquese,  circúlese  y  dése 
al  R.  O. 

Joaquín  Madariaga. 

Está  conforme  de  orden  de  S.  E. 

Frmicisco  Rojas, 
Oficial  1" 

(Registro  Oficial  de  la  provincia  de  Corrientes.) 


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PREMIO   A   LA  LEGIÓN  ITALIANA 
al  mando  del  coronel  Olívieri 

(30   de   Mayo   de    1853) 


Corddn  distintivo 

Este  cordón  fué  concedido  por  el  gobierno  de  la  provincia 
de  Buenos  Aires,  á  la  Legión  Italiana  que  comandaba  el  coronel 
italiano  don  Silvino  Olivieri,  en  premio  á  su  valerosa  comportación 
en  los  distintos  combates  en  que  tomó  parte  durante  el  sitio  de 
Buenos  Aires,  desde  el  i°  de  diciembre  de  1852  hasta  el  13  de 
julio  de  1853. 

«Legión    Valiente» 

Fundado  por  el  coronel  Silvino  Olivieri  en  1852,  se  orga-' 
niza  este  cuerpo  con  el  nombre  de  «Legión  Italiana»,  compues- 
to en  su   casi  totalidad  de  italianos. 

Primera  manifestación  del  extranjero  en  nuestro  país,  que 
por  los  triunfos  alcanzados  en  largo  período,  se  hizo  digno  -de 
la  causa  que  defendía  y  de  la  colectividad  de  que  provenía. 

Italianos  fueron  los  que  derramaron  su  sangre  con  los  argenti- 
nos contra  la  tiranía  y  otras  contiendas  civiles;  contra  los  sal- 
vajes de  la  Pampa  y  en  los  campos  del  Paraguay,  contra  la  ti- 
ranía del  mariscal  López;  italianos  han  sido  los  primeros 
cuando  no  los  únicos  extranjeros  que  se  nos  asociaron  cada  vez 
que  el  patriotismo  argentino  se  ha  conmovido  por  una  guerra 
efectiva  ó  conflicto  armado  á  que  se  nos  amenazara;  como  hace 
pocos  años  se    preparaban    públicamente,    con    su    inquebrantable 


-    178  — 

entusiasmo,  á  combatir  con  nosotros  la  suerte  de  una  nueva   cam 
paña  nacional. 

¡¡Honor  á  ellos,  (¡ue  comparten  con     nosotros  las  fatigas  del 
trabajo  y  los  peligros  de  la  guerra!!  (') 


El  parte  del  general   Mitre  de  esa  misma  fecha,  dice: 

«  Luego  que  la  Legión  hubo  ganado  terreno  á  su  frente  se  corrió  rá- 
pidamente por  su  flanco  izquierdo  y  atacando  con  firmeza  el  cantón  de 
la  calle  General  López  se  apoderó  de  él  en  el  momento  que  la  guardia 
enemiga  se  ponia  á  cargar  por  segunda  vez  sus  armas,  poniéndola  en 
completa  dispersión  matándole  algunos  hombres  y  tomándoles  algunos 
prisioneros.  Obtenido  este  primer  triunfo,  siguió  en  la  misma  dirección 
á  paso  de  trote  y  se  apoderó,  del  mismo  modo,  de  la  guardia  de  la  calle 
México,  donde  tomó  otros  seis  prisioneros.  Después  de  estos  golpes, 
conseguidos  por  la  rapidez  del  movimiento  y  la  audacia  de  la  carga,  la 
Legión  continuó  hasta  donde  se  encontró  con  fuerzas  superiores  de  infan- 
tería y  caballería  que  cargó  á  la  bayoneta,  poniéndolas  en  c'ompleta  de- 
rrota y  obligándolas  á  salvarse  por  entre  los  cercos  de  pita,  que  cubren 
el  terreno  habiendo  conseguido  apagar  completamente  los  fuegos  del 
enemigo  en  toda  la  estension  de  su  línea». 

« Habiendo  gastado  tiempo  en  -esta  operación,  el  enemigo  tuvo 
tiempo  para  reunir,  sobre  aquel  punto,  todas  sus  reservas,  hacer  co- 
rrer por  su  flanco  derecho  las  fuerzas  que  se  hallaban  en  el  centro  y 
parte  de  su  retaguardia,  que  entraron  por  el  «  Hueco  de  la  Yegua  »  (hoy 
plaza  Independencia)  aglomerando  así  sus  columnas  de  mas  de  mil  hom- 
bres de  infantería  y  caballería,  que  atacaron  á  la  Legión,  que  solo  tenía 
unos  cientos  cincuenta  hombres,  por  dos  puntos  distintos  á  la  vez,  lo  que 
no  impidió  que  fuesen  completamente  arrollados  en  dos  cargas  sucesivas, 
ejecutadas  por  el  Coronel  Olivieri,  con  bísarría  y  pericia  militar,  habién- 
dose batido  uno  contra  seis  y  dado  pruebas  de  mucha  serenidad  y  va- 
lor individual  todos  y  cada  uno  de  los  que  la  componía;  entre  ellos  el 
ayudante  Falónico,  quien  rodeado  de  seis  hombres  echó  píe  á  tierra  por 
tener  herido  su  caballo,  y  se  defendió  valientemente  derribando  á 
dos  enemigos  y  trayendo  su  espada  hecha  pedazos  y  teñida  en  san- 
gre, siendo  muy  pocas  las  bayonetas  que  no  venían  ensangrentadas  hasta 
el  cubo,  en  prueba  que  no  estuvieron  ociosas  en  manos  de  quienes  las 
esgrimían  ». 

[Legiones  Italianas  por  C.  Caronti,  pág.  31,  32  y   33.) 


(1)  Legiones  Italianas,  por  Luis  C.  Caronti  p.^g.  19  y  ÍÍO). 


—    179  — 

El  g  de  Mayo  se  distingue  en  el  combate  del  «Cementerio 
Inglés*  (calle  Victoria  entre  Pasco  y  Pichincha).  El  General  Mi- 
tre dice  en  su  parte  de  ese  día : 

«  La  Legión  Italiana,  dirigida  por  el  Comandante  Olivieri  avanzó 
con  su  bravura  acostumbrada,  cargando  á  la  bayoneta  al  enemigo  que 
se  hallaba  situado  un  poco  mas  adelante  del  Cementerio  Inglés,  ponién- 
dolo en  completa  derrota,  matándoles  sobre  el  campo  un  oficial  y  varios 
de  tropa;  quitándoles:  sables,  fusiles,  lanzas,  etc.,  sin  tener  qué  lamentar 
mas  desgracia  que  un  balazo  recibido  por  el  señor  Falónico,  ayudante 
del  Comandante  Olivieri». 

El  general  Hornos,  inspector  y  comandante  general  de  ar- 
mas al  elevar  el  parte  al  Superior  Gobierno,  se  expresa  en  estos 
términos  : 

«Solo  me  resta  decir    á    V.  E.  que  la    atrevida  Legión  Italiana  con 
sus  dignos  jefes  á  la  cabeza  es  invencible  ». 

{Legiones  Italiauas  por  Luis  C.  Caronti,  pág.  26  y  27). 


Cordones  á  la  Legión  Extranjera  al  mando  del  coronel  Olivieri 

Ministerio  de   Guerra  y  Maiitia 

Buenos  Aires,  Mayo  30  de  1853. 

Considerando  el  gobierno  la  valerosa  comportacion  de  la  Legión  Ita- 
liana durante  la  presente  guerra,  y  muy  particularmente  la  extraordina- 
ria bravura  que  ha  ostentado  en  el  combate  de  hoy,  que  después  de 
arrollar  todos  los  puntos  enemigos  que  tenia  á  su  frente,  ha  recorrido 
triunfante  un  gran  espacio  del  que  ocupa  su  linea,  resistiendo  victoriosa- 
mente á  fuerzas  céntuplas,  ha  acordado  y  — 

DECRETA : 

Art.  1°  La  Legión  Italiana  al  mando  del  señor  Coronel  D.  Silvino 
Olivieri.  tendrá  en  lo  sucesivoel  título  de  Valiente  con  el  cual  se  designará 
siempre  que  se  nombre  en  las  actas  oficiales. 

Art.  2"  Se  concede  un  distintivo  á  todos  sus  individuos  que  se  ha- 
llaron en  la  jornada  de  hoy,  que  consistirá  en  un  cordón  que  penderá 
del  hombro  izquierdo,  y  después  de  rodear  el  brazo  del  mismo  lado,  caerá 
sobre  el  pecho  hasta  enlazarse  en  los  ojales  y  botones  de  la  casaca. 

Art.  3"  Para  el  Coronel  será  el  cordón  con  borlas  y  cabetes  de  oro. 
Para  el  Mayor,  con  borlas  y  cabetes  de  plata.  Para  los  Oficiales  con   solo 


—   i8o   — 

cabetes  de  plata,  y  para  la  tropa  de  seda  azul  y  blanca  con  cabetes  de 
latón. 

Art.  4"  Será  de  cuenta  del  Gobierno  el  costo  y  construcción  de  los 
expresados  cordones,  quien  luego  que  estén  hechos,  se  los  hará  presen- 
tar de  un  modo  público  y  oficial. 

Art.  5°  Se  pasará  una  relación  nominal  al  Ministerio  de  Guerra 
de  todos  los  individuos  á  quienes  corresponde  este  decreto,  la  cual  que- 
dará archivada  en  la  respectiva  oficina. 

Art.  6"  Comuniqúese  á  quienes  corresponde,  publíquese  y  dése  al 
Registro  Oficial. 

Pinto. 
José  María  Paz. 

{R.  O.  P.  B.  A.) 


J*OR  CUANTO  es  constante  al  Gobierno  el  mérito  espe- 
cial cjue  el  •-'¿^^=^^**^'^  .^^i^-t^^  y^^^í-t^^*^t^^ ^^^^^^^^■■^'^^ ^^- 
:z^s5iíj#»'.<s«<a^'_i^^^^^  ^efeíz«-^«í-^  ^éí$ait.ií!>;  contrajo 
en  ef  combate  del  30  de  Mayo  último,  en  que  se  halló. 
Por  tanto,  vengo  en  declararle  y  le  declaro  acreedor 
al  goce  del  cordón  designado  por  decreto  de  la  mis- 
ma fecha,  acordado  á  los  que  tuvieron  la  gloria  de  ha- 
llarse en  esa  jornada,  el  que  podrá  usar  con  arreglo  al 
decreto  citado,  previa  la  respectiva  anotación  en  la 
Inspección  General  de  Armas — Para  todo  lo  cual  le 
hize  expedir  la  presente,  firmada  de  mi  mano,  sellada 
con  el  sello  del  Ministerio  de  Guerra  y  Marina,  y  re- 
frendada por  el  Ministro  Secretario  del  mismo  Depar- 
tamento. 


Dada   en  la  Casa  de  Gobierno  de  Buenos  Aires  á  24  de  Jul 


(^^^^^^^^ 


lO 


DISTINTIVOS  ACORDADOS 
con  motivo  de  la  defensa  de  Buenos  Aires 

(ñños   1852«1853) 


Buenos  Aires,  Julio  27  de  1853. 
DepM-tamento  de   Guara  y  Marina 

Considerando  el  Gobierno  el  mérito  especial  que  han  contraído  los 
cuerpos  que  forman  el  Ejército  de  la  Capital  en  la  gloriosa  lucha  que 
han  sostenido  por  el  espacio  de  mas  de  siete  meses,  defendiendo  aun  á 
costa  de  su  sangre,  las  instituciones  de  la  Provincia,  y  queriendo  darles 
una  muestra  de  la  estimación  que  le  merecen  sus  relevantes  servicios,  y 
de  la  gratitud  á  que  se  han  hecho  acreedores,  ha  acordado  y — 

DECRETA : 

Artículo  1°  Los  Batallones,  desde  la  fecha  de  este  decreto,  llevarán 
en  sus  banderas  la  inscripción  siguiente  en  letras  de  oro,  orlada  de  un 
laurel : 

«COMBATIÓ    CON    GLORIA   EN    DEFENSA   DE   BUENOS    AIRES» 
«AÑOS    1852    Y    1853.  » 

Art.  2"  Los  estandaríes  de  la  caballería  y  banderas  de  artillería,  que 
se  hallen  en  idéntico  caso,  están  incluidas  en  esta  resolución  y  tienen  el 
mismo  derecho. 

Art.  3"  Este  decreto,  que  se  remitirá  á  cada  uno  de  los  cuerpos  por 
medio  de  un  Edecán  del  Gobierno,  será  acompañado  de  una  nota  que 
deberá  el  cuerpo  depositar  en  su  archivo,  y  conservar  como  un  docu- 
mento de  perdurable  honor. 


—     l82    — 

Art.  4"  Comuniqúese  á  quienes    corresponde,    publíquese  y    dése    al 
Registro  Oficial. 

Obligado. 
José  Maria  Paz. 

{Registro  Oficial  de  la  provincia  de  Buenos  Aires,  año  1853-  número  2456). 


Los  cuerpos  que  merecieron  este  distintivo  especial,  fueron  los 
actuales  batallones  i",  2°  y  3°  de  infantería  de  línea,  la  Legión  Ex- 
tranjera (hoy  8°  de  infantería)  el  cuerpo  de  artillería  (hoy  1°  mon- 
tada), ignorándose,  por  no  haber  sido  posible  constatarlo,  si  los 
batallones  i",  2",  3°  y  4°  de  guardias  nacionales  de  infantería,  las 
guerrillas  de  caballería  núm.  i  al  5,  —  la  «Legión  de  Cazadores 
Escuchas»,  «Legión  Correntina»,  «-Legión  Española»,  etc.,  tenían 
banderas  y  estandartes. 

Otros  distintivos  especiales  han  sido  ostentados  por  cuerpos 
del  Ejército,  de  los  cuales  citaremos  sólo  aquéllos  que  ha  con- 
servado la  tradición,  narrados  por  viejos  camaradas,  en  .su  mayo- 
ría hoy  generales  del  Ejército,  que  los  recuerdan  y  que  nos  han 
proporcionado  estos  datos.  A  pesar  del  empeño  de  la  comisión 
por  encontrar  en  los  diversos  archivos  las  resoluciones  ó  decretos 
que  autorizaron  su  uso,  se  ve  en  la  precisión  de  declarar,  que 
esas  resoluciones  nvmca  fueron  dictadas,  y  que  el  uso  de  esos 
distintivos  posiblemente  obedeció  á  caprichos  de  los  jefes  de  las 
respectivas  unidades,  y  tolerados,  dadas  las  dificultades  de  aquellas 
épocas.  La  comisión  ha  juzgado  oportuno  incluir  estos  antece- 
dentes en  el  texto,  sólo  á  título  ihistrativo.  Los  distintivos  especia- 
les eran  los  siguientes : 

/"  de  infanteria  de  linea — usaba  un  quepis  graneé,  aro  verde. 
La  tradición  dice  le  fué  acordado  como  distintivo  por  su  actua- 
ción en  la  batalla  de  Cepeda. 

2°  de  infanteria  de  linea — usaba  un  7iudo  húngaro  de  trencilla 
negra  en  las  mangas  de  la  chaquetilla,  distititivo  que  se  dice  le 
fué  acordado  por  la  batalla  del  Tala. 

j°  de  infanteria  de  linea — usaba  quepis  azul  negro  con  aro 
verde,  (el  resto  de  la  infantería  usaba  el  aro  punzó).  A  la  comi- 
sión no  le  ha  sido  posible  averiguar  el    origen  de  este  distiíttivo. 

6°  de  infanteria  de  linea — usaba  en  el  quepis  una  banderita 
nacional,  hecha  de  mostacilla,  en  reemplazo  de  la  escarapela  na- 
cional. Se  cree  que  este  distintivo  le  fué  acordado  por  su  actua- 
ción  en   la  batalla  de  San   Ignacio. 


-   iB3  - 

8"  de  infanteria  de  linea—  usaba  en  el  quepis  tinas  palmas 
circundando  al  número,  las  que  heredó  de  la  «Legión  Militar»  y 
se  asegura  le  fueron  acordadas  por  la  defensa  de  Buenos  Aires, 
años    1852-53. 


Z/A\r    X/AVj      .AV.      «y^V,      t/AV.      ^^AV- 


MEDALLA  Y  ESCUDO 
á  los  vencedores  en  la  "Rinconada  del  Pocito" 

(16  de  abPil  de   1861) 


El  1 6  de  noviembre  de  i86o  fué  asesinado  el  coronel  José 
Antonio  Virasoro,  gobernador  de  San  Juan,  lo  que  trajo  el  derro- 
camiento de  las  demás  autoridades  de  la  provincia.  Los  amoti- 
nados nombraron  gobernador  al  doctor  Antonino  Aberastain,  que 
no  era  ajeno  á  los  sucesos  que  se  habían  producido.  El  gobierno 
de  la  Confederación  envió  á  esa  provincia  una  intervención  armada, 
la  que  confió  al  coronel  Juan  Sáa,  gobernador  de  San  Luis,  quien 
libró  batalla  con  las  fuerzas  del  nuevo  gobierno,  mandadas  por  el 
propio  gobernador  Aberastain.  Este  fué  derrocado  en  el  paraje 
conocido  por  «/Rinconada  del  Pocito  i,  á  cinco  leguas  de  la  ciudad 
de  San  Juan.  La  acción  fué  muy  sangrienta  y  más  de  400  san- 
juaninos  perecieron  en  la  jornada. 

Con  motivo  de  este  combate,  el  coronel  Sáa  dirigió  la  carta 
siguiente: 

«Campo  de  haíMa.—». Rinconada  del  Pocito » —Enero  11  de  1861. 

Mi  querido   Carlos: 

En  este  momento  acabo  de  triunfar  de  los  demagogos  y  enemigos 
de  nuestras  instituciones  y  asesinos  del  coronel  Virasoro,  dando  por  re- 
sultado el  haber  tomado  como  cuatrocientos  prisioneros  de  infantería, 
entre  ellos  el  coronel  don  Antonio  Aberastain  y  entre  las  victimas  al 
titulado  coronel   don   Pablo  Videla. 

«  Nuestros  valientes  púntanos  no  han  dejado  nada  que  desear,  pues 


—    i86   — 

á  «lanza  seca^  rompieron  el  cuadro  de  infantería,  penetrando  por  dos 
frentes. 

«Se  hallan  en  nuestro  poder  la  mayor  parte  de  los  asesinos  del  co- 
ronel Virasoro,  ya  muertos  en  el  combate  ó  prisioneros. 

«Aún  no  sé  el  todo  del  resultado  de  esta  gloriosa  jornada,  porque 
aun  no  han  vuelto  los  que  persiguen  la  caballería  enemiga.  Sin  tiempo 
para  mas,  te  saluda  con   un   abrazo. — Tu  tio  y  amigo. 

firmado:  Juan  Sáa.^ 

(Desde  la  publicación  de  esa  carta,  el  general  .Sáa  fué  desig- 
nado con  el  apodo  de    «Lanza  íSeca».) 

El  doctor  Aberastain,  tomado  prisionero  en  la  batalla,  fué 
conducido  al  día  siguiente  á  San  Juan,  escoltado  por  una  pequeña 
fuerza  al  mando  del  oficial  de  Dragones,  Arístides  Aldao.  Las  ve- 
jaciones de  que  fué  víctima,  en  una  parte  del  trayecto,  que  le 
obligaron  á  salvar  desnudo,  sin  respetar  sus  canas  ni  su  edad,  le 
impidieron  caminar  más,  pidiéndole  al  oficial  que  lo  custodiaba 
que  lo  hiciera  montar  en  un  caballo  ó  encima  de  las  carretillas 
que  allí  iban.  La  contestación  que  recibió  fué  la  de  que  se  sen- 
tara sobre  un  pequeño  montón  de  tierra,  y  el  oficial  mandó  á  sus 
soldados  le  apuntaran  y  dio  la  voz  de  fuego,  dejándolo  muerto. 

Por  este  hecho,  la  Legislatura  provincial  decretó  para  el 
coronel   Sáa,  una  medalla  de  oro,  con  la  inscripción  siguiente: 

En  el   anverso: 

.    <.<  VENCEDORES    EN    LA    RINCONADA» 

y  en  el  reverso: 

<s TRIUNFO    DE    LA    LEY» 

A  los  jefes,  oficiales  y  tropa  que  se  hallaron  en  este  com- 
bate, se  les  decretó  igualmente  el  uso  de  un  escudo,  en  el  brazo 
derecho,  con  la  inscripción  siguiente: 

«RINCONADA» 

Los  soldados  lo  habían  de  llevar  con  hilo  blajico;  los  sargen- 
tos, con  seda  del  mismo  color;  los  oficiales,  hasta  capitán  con  hilo 
de  plata,   y  desde  sargento  mayor  hasta  coronel,  con  hilo  de  oro.  (') 


(1)  Véase  Zinny,  Histoiia  de  los  Gobernadores  de  las  Provincias  Argentinas,  tomo  III,  piig.  4fi. 


-   i87   - 

Acordando  honores  y  recompensas  á  los  vencedores  en  la  Rinconada 
del  Pocito.— Ley  número  81,  del  22  de  abril  de  1861 

Considerando: 

Que  el  triunfo  de  la  Rinconada  del  Pósito  es  un  hecho  grande  y 
glorioso  para  la  patria  argentina,  que  la  salvó  de  los  horrores  á  que  la 
conducían  las  sangrientas  pretensiones  del  círculo  dominante  en  Buenos 
Aires; 

Que  es  tanto  más  grande  y  heroico  este  acontecimiento,  desde  que 
nuestras  instituciones  que  hemos  jurado  defender  se  han  colocado  á  una 
altura  que  ni  el  puñal  ni   la  infamia  son  capaces  de  alcanzarla; 

Que  los  hijos  de  San  Luis  que  contribuyeron  á  esa  honrosa  jorna- 
da, sacrificando  su  reposo  y  tranquilidad  y  exponiendo  sus  vidas  por  la 
conservación  de  la  Constitución  de  Mayo,  han  merecido  la  admiración  y 
gratitud  de  sus  compatriotas; 

Que  el  pueblo  puntano,  justo  apreciador  del  valor  é  intrepidez  con 
que  sus  hijos  anonadaron  en  el  Pósito  el  puñal  suspendido  sobre  la  ca- 
beza de  los  pueblos,  merece  también  la  contemplación  de  los  buenos 
argentinos; 

Que  el  pueblo  de  San  Luis  ha  enseñado  á  la  nación  entera  que  sus 
hijos  son  verdaderos  soldados  de  la  ley,  y  que  listos  estarán  siempre  á 
responder  con  prontitud  al  llamamiento  de  la  autoridad  nacional  y  á  con- 
currir con  sus  esfuerzos  á  aniquilar  la  anarquía  donde  quiera  que  apa- 
rezca; 

Que  los  valientes  púntanos  sacrificados  en  los  campos  de  la  Rinco- 
nada del  Pósito  por  defender  el  Código  de  Mayo,  ultrajado  por  el  asesi- 
nato más  cobarde  y  sin  ejemplo  en  nuestra  historia,  son  acreedores  á  la 
estimación  y  consideración  del  pais; 

El  pueblo  de  San  Luis,  por  el  órgano  de  sus  R.  R.,  agradecido  al 
importante  servicio  que  acaban  de  prestar  en  la  jornada  de  la  Rinconada, 
y  en  el,  interés  de  acordarles  una  manifestación  de  gratitud  aunque  pe- 
queña, 

SANCIONA  : 

Artículo  1°  El  P.  E.  de  la  provincia  mandará  construir  una  medalla 
de  oro  con  la  inscripción  siguiente:  en  el  anverso: 

«  VENCEDOR    EN    EL   PÓSITO  » 

y  en  el  reverso: 

«  TRIUNFO    DE   LA    LEY  » 

cuya  medalla  la  usará  á  nombre  y  gratitud  del  pueblo  de  San  Luis,  S.  E. 


—    i88   — 

el  señor  comisionado  nacional,    gobernador  de  la  Provincia,  coronel  Don 
Juan  Sáa. 

Art.  2"  Todos  los  gefes,  oficiales  y  tropa  que  hubieren  concurrido 
á  la  heroica  jornada  del  Pósito,  llevarán  bajo  el  mismo  sentido  un  escudo 
en  el  brazo  derecho,  bordado  en  paño  azul,  llevando  en  el  centro  esta 
inscripción: 

«  PÓSITO  » 

Art.  3"  El  escudo  se  usará  de  la  manera  siguiente:  los  soldados  lo 
llevarán  bordado  con  hilo  blanco;  los  sargentos,  con  seda  del  mismo  color; 
los  oficiales,  hasta  capitán  inclusive,  con  hilo  de  plata;  desde  sargento 
mayor  hasta  coronel  inclusive,  con  hilo  de  oro. 

Art.  4"  Las  familias  de  los  que  perecieron  en  la  batalla  de  la  Rin- 
conada del  Pósito,  como  los  que  hubiesen  quedado  heridos,  estarán 
exentos  de  todo  impuesto  que  se  cobrase  en  la  provincia  por  los  años 
de    1861, 1862   y    1863. 

Art.  5°  Autorízase  al  P.  E.  de  la  provincia  para  que  use  de  los 
fondos  necesarios  de  la  tesorería  en  la  construcción  de  la  medalla  y  escudo 
mencionados. 

Art.  6°  Comuniqúese  al  P.  E. 


Sala  de  Sesiones,  en  San  Luis,  á  16  dias  de  Abril  de  1861. 


Francisco  Javier  G.  Pena 

Presidente. 

José  Elias  Rodrigtiez, 

Secretario. 


San  Luís,  Abril  22  de  1861. 

El  Gobierno  de  la  Provincia — 

DECRETA : 

Artículo  único.    Cúmplase  la    presente    honorable    resolución,    publí- 
quese  y  dése  al  Registro  Oficial. 

Domínguez. 

Mariano  E.    Carreras, 

Oficial  1°. 

{Compilación   de  Leves   de  la  Provincia  de  San  Luis,  por  Aníbal  Barbosa 
pág.  134,  T.  I). 


—    i89   — 

Rinconada  del  Pocho 

Paraná,  Enero  14  de  1861. 
Al  Exmo.  Sr.    Comisionado  del  Gobierno  Nacional,  Coronel  D.  Juan  Sda. 

Elevadas  al  conocimiento  de  S.  E.  el  Señor  Presidente  de  la  Repú- 
blica las  notas  de  V.  E.,  fechas  i8,  25  y  29  de  Diciembre  ppdo.,  con  las 
adjuntas  de  su  referencia,  en  copias  legalizadas,  y  trayendo  á  considera- 
ción las  instrucciones  que  se  acompañaron  á  V.  E.  para  el  desempeño  de 
la  comisión  que  se  le  confirió,  á  efecto  de  restablecer  el  orden  alterado  en 
la  provincia  de  San  Juan,  por  su  sedición  del  16  de  Noviembre  último,  ha 
acordado  conteste  á  V.  E.  manifestándole  sería  sumamente  sensible  al  go- 
bierno nacional  que  la  situación  de  dicha  provincia  pusiera  á  la  comisión 
en  el  caso  extremo  de  usar  de  la  fuerza  armada  para  su  reorganización, 
pues  que  el  uso  de  ella  no  es  justificable,  sino  en  el  caso  de  una  resis- 
tencia declarada  á  la  voz  del  derecho  y  después  de  haber  agotado  todos 
los  medios  pacíficos  y  razonables  para  conseguirlo,  según  el  procedimiento 
que  V.  E.  promete  observar  en  su  precitada  nota  de  25  del  mes  ppdo. 

No  obstante  que  S.  E.  el  señor  Presidente  confia  en  la  discreción 
de  V.  E.  y  que  en  el  desempeño  de  su  comisión  se  ajustará  á  las  atri- 
buciones que  la  Constitución  le  acuerda  al  gobierno  nacional,  me  ha  re- 
comendado prevenga  á  V.  E.  haga  saber  al  pueblo  de  San  Juan  que  la 
intervención  que  por  medio  de  su  comisionado  y  en  cumplimiento  de  su 
deber  ha  dispuesto  tomar  en  su  restitución  administrativa,  se  limita  úni- 
camente á  garantir  la  libertad  del  sufragio  y  demás  derechos  originarios 
que  en  la  actualidad  su  propia  soberanía  le  acuerda,  sin  ejercer  dicho 
comisionado  presión,  influencia  ni  parcialidad  de  ningún  género  en  favor 
de  partido,  ni  persona  alguna,  ni  tampoco  permitir  coacción  moral  ni 
física  que  una  facción  pudiera  ejercer  sobre  otra  en  el  acto  importante  y 
solemne  de  las  elecciones. 

Que  asi  mismo  haga  saber  V.  E.  al  pueblo  de  San  Juan  que  tan 
luego  como  se  hubieren  organizado  constitucionalmente  sus  autoridades 
locales,  habrá  concluido  la  intervención  del  gobierno  nacional,  librando 
á  ella  ó  á  quien  corresponda,  el  conocimiento  y  determinación  de  las 
causas  que  pudieran  surgir  de  la  expresada  sedición  de  Noviembre,  cap- 
tura y  juzgamiento  de  los  delincuentes  que  hubiere  y  demás  que  el  de- 
recho y  la  justicia  demandaren,  pues  que  su  deber  es  no  ultrapasar  un 
punto  las  prescripciones  de  la  Constitución  nacional. 

Al  dejar  así  cumplidas  las    órdenes  del  Exmo.  Señor  Presidente  de 

la  República,  me  es  grato    saludar    á   V.  E.    con  la    consideración    de  mi 

particular  aprecio. 

Dios  guarde  á  V.  E. 

(firmado) :  Olmos. 


—    igo  — 
El  Comisionado  Nacional 

Campo  de  batalla  en  la  Rinconada^  Enero  11  de  1861. 
Al  Exmo.  Señor  Ministro  del    Interior  de  la  República, 

Dtr.  D.  José  Severo  de  Olmos. 

Tengo  el  honor  de  participar  á  V.  E.  para  que  se  sirva  poner  en 
conocimiento  de  S.  E.  el  Señor  Presidente  de  la  República,  que  en  este 
momento  acabo  de  triunfar  de  la  demagogia,  fuertemente  armada,  para 
desconocer  y  resistir  la  intervención  nacional,  que  tuve  el  honor  de  in- 
vestir por  el  supremo  decreto  de  V.  E.  de  25  de  Noviembre. 

Tres  horas  de  reñido  combate  ha  cambiado  la  situación  de  San 
Juan,  y  restituido  el  orden  é  instituciones  legales,  vengando  al  mismo 
tiempo  la  moral  pública  altamente  ultrajada. 

El  resultado  de  esta  gloriosa  jornada  en  que  ha  sido  necesario  for- 
zar fuertes  posiciones  á  fuerza  del  denuedo  y  arrojo  de  la  caballería 
puntana  é  infantería  mendocina,  que  se  han  batido  heroicamente,  es  ha- 
ber sido  prisionero  el  titulado  comandante  en  gefe  de  las  fuerzas  rebeldes 
doctor  D.  Antonino  Aberastain,  y  todos  los  principales  autores  y  cómpli- 
ces del  asesinato  del  infortunado  coronel  Virasoro;  muriendo  en  el  com- 
bate otros,  y  entre  ellos  el  titulado  coronel  D.  Pablo  Videla,  que  se  habla 
venido  de  Mendoza  á  tomar  parte  en  la  lucha. 

Luego  que  tenga  conocimiento  del  pormenor  de  este  hecho  glorioso, 
que  afianza  el  orden  constitucional,  daré  á  V.  E.  todos  los  detalles  del 
caso:  mientras  tanto,  felicito  á  V.  E.  por  el  éxito  feliz  de  la  jornada  de 
este  dia  y  recomiendo  á  la  consideración  de  V.  E.  todos  los  valientes  que 
me  han  acompañado. 

Dios  guarde  á  V.  E. 

(Firmados):  Jican  Sáa — Nicasio  Marin — José 

Elias  Rodrigues. 


Paraná,  Enero  24  de  1861. 
Exmo.  Señor  Gobernador,  Brigadier  D.  Bartolomé  Mitre. 
Mi  estimado  amigo: 

Le  envió  copia  del  parte  de  Sáa,  que  he  recibido  sin  ninguna  carta 
confidencial. 

Excusado  es  hablar  sobre  este  desgraciado  acontecimiento.  Nunca 
creí  que  Aberastain  adoptase  la  resistencia  armada,  sin  probabilidad,  y 
aún  sin  esperanza  racional  de  éxito. 

No  sé  si  puedo  calcular    hasta  dónde    pueden    llegar  los    males,  sin 


—   igi    — 

que  sea  posible  emplear  los  medios  de  evitarlos  á  340  leguas  de  distancia. 

Réstame  un  sacrificio  que  hacer  para  contener  el  desborde  de  los 
partidos,  calmar  la  alarma  consiguiente,  y  garantir  en  cuanto  sea  posible 
la  vida,  propiedad  y  opinión  en  aquellas  provincias;  tal  es  el  de  marchar 
á  ellas  con  la  posible  brevedad,  á  hacer  lo  que  pueda.  Creo  no  debo  omi- 
tir este  esfuerzo  antes  de  ver  disuelta  la  nación. 

Mi  viaje  tendrá  el  carácter  de  una  visita  á  las  provincias  de  Cuyo, 
Catamarca  y  Córdoba. 

Creo  poder  salir  pasado  mañana:  no  pondré  más  de  ocho  dias  del 
Rosario  á  Mendoza,  y  dos  de  allí  á  San  Juan. 

Diríjame  su  correspondencia  al  señor  Riestra,  á  quien  encargaré  de 
remitírmela:  al  efecto  dejaré    establecido  un    correo  del  Rosario  á  Cuyo 
que  partirá  dos  horas  después  de  la    llegada  del    vapor,  á  su  regreso  de 
ésta. 

Hemos  meditado  mucho  sobre  los  inconvenientes  y  ventajas  de  este 
viaje,  y  nos  hemos  decidido  por  él.  Creo  poder  estar  de  regreso  antes 
del   i"  de  Abril. 

Son  las  cinco  de  la  tarde,  y  concluyo  ésta,  repitiéndome  su  afmo. 
amigo. 

Santiago  Derqui. 
(Del  Archivo  del  General  Mitre.  -  La  Nación— ]\xm.o  23  de  1909). 


PREMIO  AL  REG.  1»  DE  CABALLERÍA  DE  LINEA 

(29  de  dieiembfe  de  1863) 


Za  Honorable   C.  L.  sandalia  : 

Artículo  1°  Encárgase  al  P.  E.  presentar  al  Regimiento  N°  i  de 
Caballería  de  Linea,  un  Estandarte,  que  en  coronas  de  laurel  y  encina  bor- 
dadas de  oro,  conmemore  las  batallas  de  Punta  del  Agua,  Lomas  Blancas,  Pla- 
yas, 28  de  Junio  y  Caucete,  jo  de   Octubre,  en  que  brilló  su  valor  y  disciplina. 

Art.  2°  Autorízase  al  P.  E.  para  invertir  hasta  la  cantidad  de  500 
pesos  en  una  Espada  de  honor  que  será  presentada  á  nombre  de  la 
Legislatura  y  pueblo  de  San  Juan,  al  Sargento  Mayor  Graduado  Don  Pablo 
Irrazdbal,  con  las   inscripciones  siguientes: 

«  SAN  JUAN   AL   MAYOR    GRADUADO  DON   PABLO   IRRAZÁBAL  » 
«CAUCETE    OCTUBRE    30   DE    1863  » 

Art.  3"  Comuniqúese  al  P.  E. 

Sala  de  Sesiones  á  18  de  Diciembre  de  1863. 

Manuel  G.  Zavalla, 

Vicepresidente  1". 

Marcos  A.   Gomes, 

Secretario. 

Gobierno- San  Juan  29  de  Diciembre  de  1863. 

Cúmplase  la  precedente  Honorable  resolución  y  dése  al  R.  O. 

Sarmiento. 
Ruperto  Godoy. —  Valentín    Videla. 


fyWs#     "^A^     *'ü^*     *Mí  ()  ü       *  ft  (k*    *^    *Mí  6^     *^ír*       0^       A       *^ir' 


PREMIO  A  LOS  GUARDIAS  NACIONALES 
de  la  provincia  de  San  Luis  que  hicieron  la  campaña 

del  Paraguay 


Ley  ntím.  191,  del  15  de  marzo  de  1872 

JLa  H.   C.  Legislativa  de  la  provincia,  sanciona  con  fuerza  de — 

LEY: 

Artículo  I"  Concédese  á  cada  uno  de  los  guardias  nacionales  que 
han  hecho  la  campaña  del  Paraguay,  en  premio  á  sus  servicios,  un  sitio 
hacia  el  Norte  de  la  ciudad  en  el  terreno  fiscal  y  mas  inmediato  á  la 
población,  con  derecho  al  agua  de  la  represa,  el  que  constará  de  cin- 
cuenta varas  de  frente  por  cincuenta  de  fondo ;  á  los  oficiales,  imo  de 
setenta  y  cinco  de  frente  por  setenta  y  cinco  de  fondo,  dándoseles  ademas 
un  resguardo  que  revele  el  servicio  prestado  á  la  República  y  á  la  pro- 
vincia, por  el  que  quedarán  exceptuados  del  servicio  militar  en  la  fron- 
tera por  el  término  de  diez  años. 

Art.  2°  Los  guardias  nacionales  del  batallón  San  Luis,  que  se  van 
á  licenciar  y  estaban  movilizados  en  la  frontera,  quedan  exceptuados  de 
este  servicio  por  cinco  años. 

Art.  3°  Las  viudas  de  los  oficiales  ó  soldados  que  hayan  hecho  la 
campaña  del  Paraguay  tendrán  opción  al  premio  que  se  les  acuerda  á 
aquellos  en  el  art.   i°. 

Art.  4°  Autorízase  al  P.  E.  para  que  haga  hacer  la  delineacion  de 
los  sitios  que  se  acuerdan  por  esta  ley  á  los  oficiales  y  soldados  del 
batallón  San  Luis  que  han  hecho  la  campaña  del  Paraguay,  haciendo 
para  el  efecto  los  gastos  que  sean    necesarios. 


—  igó 
Art.  5°  Comuniqúese  al  P.  E. 

Sala  de  Sesiones,  San  Luis.  15  de  Marzo  de  1872. 


N.  Sosa, 

Presidente. 

Víctor   Tula, 

Secretario. 


San  Luis,  Marzo  15  de  1872. 

El  gobierno  de  la  provincia — 

DECRETA: 

Artículo  único.  Cúmplase    la    presente    honorable    resolución,    publí- 
quese,  comuniqúese  y  archivese. 

Ortiz  Estrada. 
Víctor  C.  Lucero. 

{Contpilacióti  de  Leyes  de  la   Provincia   de  San   Luis,   por  Aníbal  Bar- 
bosa, pág.  134,  T.  I). 


m 


MEDALLA  AL  GENERAL  JULIO  A.  ROCA 
por  la  expedición  al  Río  Negro 

(26  de  julio  de  1879) 


La  provincia  de  Córdoba,  en  vista  de  las  ventajas  que  re- 
portara la  expedición  al  Río  Negro,  con  fecha  26  de  julio  de  1879 
promulga  una  ley  acordando  al  general  Roca  una  jnedalla  con 
la  siguiente  inscripción : 

a  LA    PROVINCrA    DE    CÓRDOBA,    AL    GENERAL    JULIO    A.    ROCA 
CONQUISTADOR    DE    LA    PAMPAJ; 


El  Senado  y   Cámara    de    Diputados    de    la    Provincia,    reunidos    en    Asamblea 
General,  sancionan  con  fiíerza  de — 

LEY/ 

Artículo  i"  El  Poder  Ejecutivo  de  la  Provincia,  mandará  construir 
una  placa  ó  medalla  de  oro,  ornada  de  brillantes,  con  la  inscripción  que 
diga: 

«LA  PROVINCIA  DE  CÓRDOBA,    AL  GENERAL  JULIO   A.   ROCA, 
CONQUISTADOR   DE    LA   PAMPA  » 

Art.  2°  Autorízase  al  Poder    Ejecutivo    para  invertir  hasta  la  suma 
de  setecientos  pesos  fuertes  en  la  construcción  de  esta  obra. 
Art.  3°  Se  imputará  esta  suma  á  la  presente  ley. 
Art.  4"  Comuniqúese  al  Poder  Ejecutivo. 


—   iq8  — 

Dado  en  la  Sala  de  Sesiones  de  la  Asamblea  I^ejislaliva  de  la  Provincia,  en  Córdoba  «I  veinticinco  días 
del  mes  de  Julio  del  año  mil  ociiocientos  setenta  y  nueve- 

Manuel  E.  Pizarro.  Ismael  Galindez. 

Santiago  Rücs,  J.  M.    Olmedo, 

Secretario  del  Senado.  Secretario  de  la  C.  de  D.  D. 

Departamento  de   Gobierno 

Córdoba,  Julio  26  de  1879. 

Cúmplase  la  presente  H.  Sanción,  publíquese  y  dése  al  R.  O. 

Viso. 
M.  Juárez   Celman. 


Premios  especiales 


LA  PATRIA  AL  VENCEDOR  DEL  INVENCIBLE 


Este  escudo — cuyo  facsímile  damos  á,  continuación,  y  que 
figura  entre  las  condecoraciones  argentinas  del  coronel  Marcos 
Balcarce,  conservadas  religiosamente  por  la  familia  de  D.  Mariano 
Moreno,  y  donadas  más  tarde  al  Museo  Histórico  Nacional — es 
una  pieza  tan  curiosa  como  rara,  cuyo  origen  no  hemos  podido 
averiguar,  á  pesar  de  las  investigaciones  que  hemos  hecho  en  los 
archivos,  periódicos,  documentos,  etc.,  pero  que  creemos  debe 
aparecer  en  el  texto  de  la  obra,  por  ser  poco  conocida  y  como 
dato  ilustrativo.  Transcribimos  del  libro  «Numismática»  por  el 
señor  Alejandro  Rosa,  las  siguientes  consideraciones  respecto  á 
este  premio:  (') 

«  ¿A  cuál  de  los  ejércitos  que  combatiera  Balcarce  se  le  distinguía 
con  este  título?  Invencible. 

«  El  británico,  cuando  se  apoderó  de  esta  capital  y  de  Montevideo 
no  tenía  semejante  fama;  los  desastres  de  Napoleón  I  se  la  dieron,  y  por 
otra  parte,  cayendo  prisionero  el  intrépido  jefe  argentino  en  la  defensa 
de  la  ciudad  uruguaya  y  en  esta  condición  conducido  á  Inglaterra,  no 
le  habría  correspondido  una  distiftcion  tan  excepcionalmente  explícita. 

«  El  ejército  español  sufría  terribles  descalabros:  en  Chile  las  ac- 
ciones de  Cucha-Cucha  y  Membrillar,  después  de  Suipacha,  las  Piedras, 
Tucumán,  San  Lorenzo,  Salta  y  Cerrito,  entre  nosotros,  alejan  en  ab- 
soluto el  concepto  de  Inveticible.  Además  Balcarce  estaba  recompensado  con 
un  escudo  perfectamente  adecuado  á  sus  tnéritos  come  jefe  de  los  auxilia- 
res argentinos  en  Chile. 

«  Es  cierto  que  hubo  un  famoso  regimiento  español  de  empuje  irre- 
sistible hasta  caer  envuelto  en  la  derrota  de  Maipú :  el  Burgos;  pero 
es  sabido  también  que  dicho  Coronel  no  formó    en    las  filas  libertadoras 


(')  Niiinismática,  por  Alejandro  Rosa,  pAg.  109-UO. 


—    202    — 

mandadas  por  San  Martín.  El  año  do  i8 14  protegiendo  con  los  auxiliares  los 
restos  de  las  tropas  chilenas  vencidas  en  Rancagua,  regresó  á  Mendoza, 
y  sus  servicios  militares  subsiguientes  no  son  pertinentes  al  fin  ique  ave- 
riguamos. 

«  Con  todo,  el  escudo  existe  y  no  podemos  dudar  de  su  autenticidad. 
Era  de  Balcarce,  y  esto  basta;  sin  embargo,  creemos  que  no  lo  adquirió 
en  las  invasiones  inglesas  ni  en  la  guerra  de  la  independeucia;  la  forma 
del  bordado,  el  hilo  de  oro  y  leniejiiela  amarilla  sobre  seda  blanca  desdice  de 
lo  común  de  los  americanos,  mientras  que  España  durante  su  magna  lucha 
con  Napoleón  I    acordó  algunos  muy  parecidos    al  del  jefe  argentino. 

«  Y  tanto  mas  justificaría  esta  creencia,  cuanto  que  Balcarce,  pues- 
to en  libertad  por  los  ingleses,  se  incorporó  al  ejército  español  comba- 
tiendo contra  los  franceses  en  varios  puntos  de  la  península,  donde  pudo 
ser  vencedor  de  las  hasta  entonces  invencibles  huestes  ». 

El  señor    Adolfo  P.    Carranza    en    su    obra     « San    Martín » , 
pág.    14,   dice  al  respecto: 

«  El  general  Marcos  González  Balcarce  nació  en  Buenos  Aires  el 
«25  de  abril  de  1777;  empezó  sus  servicios  militares  en  una  campaña 
«  contra  los  portugueses,  á  comienzos  del  siglo  XIX,  y  en  el  rechazo  de 
«  las  invasiones  inglesas,  mereció  un  escudo  por  la  primera  (1806),  con 
«la  leyenda:  La  Patria  al  vencedor  del  invencible,  y  quedó  prisionero  en 
«  Montevideo,  cuando  fué  tomada  esa  plaza  en  1807  ». 


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ESCUDO 
por  la  insurrección  de  Tomás  Figueroa 

(9  de  abfil  de  1811) 


El  1 8  de  septiembre  de  i8io,  se  celebró  un  cabildo  abierto 
en  Santiago  de  Chile,  que  resolvió  la  creación  de  una  junta  gu- 
bernativa de  siete  miembros,  á  estilo  de  la  organizada  en  mayo 
de  ese  año  en   Buenos  Aires,  y  cuya  conducta  se  limitó  á  imitar. 

A  principios  de  iSii  empezó  á  diseñarse  con  trazos  prt)- 
nunciados  una  escisión  en  el  partido  patriota,  que  dio  por  resul- 
tado su  fraccionamiento  en  dos  bandos  antagónicos  dentro  de  los 
elementos  que  habían  concurrido  á  la  revolución. 

El  1°  de  abril  de  iSii  era  el  día  designado  para  la  elección 
de  diputados.  En  ese  mismo  día  se  sublevó  en  Santiago  una  parte 
de  la  guarnición  encabezada  por  el  coronel  español  D.  Tomás  de 
Figueroa,    proponiéndose  éste    restablecer    el  antiguo  régimen. 

En  los  primeros  momentos  el  caudillo  realista  fué  dueño  de 
la  situación.  Después  de  disolver  el  comicio  popular  se  dirigió 
en  son  de  guerra  á  la  plaza  principal,  proclamando  la  restaura- 
ción en  nombre  del  rey  y  de  la  religión,  y  al  pie  de  los  balco- 
nes de  la  Audiencia,  que  se  hallaba  reunida,  púsose  á  sus  órde- 
nes. La  docta  corporación  declinó  hipócritamente  la  terrible 
responsabilidad. 

Rozas,  que  según  la  historia,  fué  el  único  miembro  de  la 
Junta  que  conservó  toda  su  serenidad,  dispuso  de  acuerdo  con 
sus  colegas  mas  ó  menos  intimidados,  que  las  tropas  fieles  mar- 
chasen á  dominar  el  motín.  Ambas  fuerzas  se  encontraron  en  la 
plaza,  rompieron  casi  simultáneamente  el  fuego,  quedando  final- 
mente los  patriotas  dueños  del  campo. 


—    204    — 

En  esa  jornada  se  distinguió  por  su  entusiasmo  y  valor,  el 
joven  Manuel  Borrego,  natural  de  Buenos  Aires,  y  que  á  la  sazón 
estudiaba  en  la  Universidad  de  Chile. 

Tomado  prisionero  Figueroa,  á  las  1 2  de  esa  noche  estaba 
instruido  el  proceso,  como  jefe  del  motín,  y  á  las  4  de  la  mañana 
fué  fusilado  á  la  puerta  de  su  calabozo,  y  su  cadáver  expuesto 
á  los  pórticos  de  la  cárcel,  atado  en  la  silla  de  baqueta  que  le 
había  servido  de  banquillo.  (*) 

Según  opiniones  de  algunos  historiadores  chilenos,  que  es- 
pecialmente lo  mencionan,  y  lo  reconocen  con  justicia,  el  joven 
Dorrego  fué  designado  entre  los  bravos,  que  por  su  sobresaliente 
conducta  merecieron,  poco  después,  el  insigne  honor  de  que  la 
Junta,  «plenamente  instruida  del  valor,  patriotismo  y  firmeza  con 
que  los  oficiales  y  tropa  del  batallón  de  Granaderos,  rechazaron 
y  batieron  al  insurgente  Tomás  Figueroa  y  á  los  Dragones  su- 
blevados», los  á^c\'d,r?iX'&  beneméritos  de  la  pati'ia,  y  les  concediera 
premios  especiales,  ascensos  y  el  privilegio  especial  de  llevar  en 
el  brazo  derecho  tm  escudo  de  distinción,  bordado,  con  la  inscrip- 
ción de:    Yo  salvé  la  patria.  (^) 

Al  concederse  también  al  joven  porteño  Manuel  Dorrego, 
que  había  servido  como  voluntario  entre  las  tropas  de  la  Junta, 
esa  corporación  reconoció,  sin  duda  alguna,  su  acción  eficaz  y 
el  mérito  de  sus  servicios.  Y  por  eso  Dorrego,  tanto,  ó  mejor 
que  nadie,  tenía  el  derecho  de  enorgullecerse  por  semejante 
distinción,  que,  por  sí  sola,  bastaría,  en  nuestros  tiempos,  para 
formar  la  reputación  de  cualquiera  y  especialmente  de  un  joven 
que  por  su  condición  de  extranjero,  no  se  encontrase,  como  no 
se  encontraba  Dorrego,  obligado  á  dar  tan  hermosa  prueba  de 
su  arrojo  y  gallardía. 

La  leyenda  del  escudo    no  era, 

CHILE    Á    su   PRIMER    DEFENSOR 

sino 

yo    SALVÉ     LA    PATRIA 
CHILE    Á    sus    PRIMEROS  DEFENSORES 

El  decreto  que  concedía  esos  premios  ha  sido  reproducido 
en  una  nota  inserta    en    la  pág.    331,    tomo    VIII    de  la  Historia 


(1)  Historia  de  San  Martín  por  B.  Mitre,  tomo  I,  pág.  302. 

(•)  Por  este  hecho,  la  Tunta  otorgó  un  escudo  de  paño   con  el  lema:  «  Yo  salvé  la  patria  ».  Numis- 
mática por  Alejandro  Rosa,  pág,  94. 


—     205    — 

General  de  Chile  de  Barros  Arana.  El  considerando  principal  de 
ese  decreto,  que  lleva  la  fecha  del  9  de  abril  de  181 1,  y  que 
no  había  sido  aun  publicado  por  otros  historiadores,  es  el  que 
hemos  transcripto. 

M.  A.  Pelliza,  en  su  obra  «Dorrego.  Lingotes  de  bronce 
para  su  estatua»,  en  la  página  25  dice:  «que  el  Congreso  de 
Chile  no  pudo  menos  de  premiar  sus  distinguidos  servicios  con 
un  escudo  de  oro,  con  esta  leyenda: 

CHILE    Á    su    PRIMER    DEFENSOR 

Alejandro  Gancedo  en  su  obra  titulada:  «Dorrego»,  en  las 
páginas  15/16,  después  de  transcribir  de  una  obra  escrita  por 
Vicuña  Makenna  la  actuación  de  Dorrego  en  esa  sublevación, 
agrega  lo  siguiente:  «Por  estas  acciones,  Dorrego  se  hizo  acree- 
dor, á  la  par  de  otros  que  se  distinguieron  en  las  mismas  jorna- 
das, al  título  de  benemérito  de  la  patria,  que  le  fué  discernido, 
acordándole,  además,  el  privilegio  de  llevar  en  el  brazo  derecho 
tm  escudo  bordado  con  esta  inscripción: 

YO  SALVÉ  LA  PATRIA 
CHILE  Á  sus  PRIMEROS  DEFENSORES 


Santiago,  9  de  Abril  de  1811. 

«  Estando  la  junta  plenamente  instruida  del  valor,  patriotismo  y  fir- 
meza con  que  los  oficiales  y  tropa  del  batallón  de  granaderos  rechazaron 
y  batieron  al  insurjente  Tomas  Figueroa  y  á  los  dragones  sublevados, 
que  le  acompañaron  en  la  infame  acción  de  la  mañana  del  lunes  1°  del 
corriente,  ha  venido  á  declarar,  como  lo  declara,  beneméritos  de  la  patria, 
y  les  concede,  al  comandante  de  asamblea  don  Juan  de  Dios  Vial,  el  gra- 
do de  coronel  con  sueldo  de  teniente  coronel;  al  comandante  de  grana- 
deros don  José  Santiago  Luco,  el  grado  de  coronel  con  el  sueldo  que 
disfruta  de  teniente  coronel  de  caballería,  y  ademas  el  sobresueldo  de  25 
pesos  mensuales,  que  percibirá  hasta  que  obtenga  el  empleo  y  sueldo  de 
coronel  efectivo;  al  sargento  mayor  del  mismo  cuerpo  don  Juan  José 
Carrera,  el  empleo  efectivo  de  teniene  coronel  con  100  pesos  mensuales 
por  la  escasez  del  erario;  á  todos  los  oficiales  de  granaderos  que  se  ha- 
llaron en  la  acción  y  tuvieron  parte  en  ella,  un  grado  sobre  el  actual  vivo 
y  efectivo  que  sostienen;  y  para  que  se  les'  expida  el  correspondiente 
despacho,  se  pasará  á  esta  junta  por  sus  respectivos  jefes  una  nota  ó  ra- 
zón de  lo  que  sean.  Concede  igualmente    la  junta  á  los    granaderos    que 


—    2o6    — 

se  hallaron  en  la  acción  la  gratificaciotí  de  dos  pesos  al  soldado,  20  reales 
á  los  cabos  y  3  pesos  á  los  sargentos,  y  que  así  estos  como  sus  respec- 
tivos oficiales  puedan  traer  en  el  brazo  derecho  un  esaido  de  distinción 
bordado  con  esta  inscripción: 

«  YO   SALVÉ   LA    PATRIA  » 

Al  ayudante  mayor  de  granaderos  don  José  Santiago  Muñoz  y  al 
alférez  de  artillería  don  José  Manuel  Zorrilla,  que  salieron  heridos  en 
dicha  acción,  concede  la  junta  al  primero  el  sueldo  de  capitán,  y  al  se- 
gundo el  de  teniente;  á  Tránsito  R.ojas,  viuda  del  granadero  muerto  Brí- 
jido  Videla,  la  mitad  del  prest  que  disfrutaba  su  finado  marido;  al  aban- 
derado don  Juan  de  Dios  Vial  y  Arcaya  por  la  acción  distinguida  de  valor 
que  hizo  con  el  principal  insurjente  de  los  dragones  Eduardo  Molina, 
que  pueda  traer  diariamente  al  costado  la  pistola  que  le  tomó,  ó  bordada 
en  la  manga  derecha  de  su  uniforme;  y  aunque  el  teniente  coronel  don 
Juan  Miguel  Benavente  no  se  halló  en  la  acción  del  lunes  1°,  la  junta 
tendrá  •  presente  los  recomendables  servicios  que  hizo  en  aquel  dia  para 
atenderle  con  preferencia  en  los  ascensos  de  su  carrera. 

Comuniqúese  á  quien  corresponda,  líbrense  á  los  granaderos  los  tí- 
tulos respectivos  y  tómese  razón  en  la  tesorería  general  y  tribunal  de 
cuentas,  pasándose  oficio  al  señor  comandante  de  artilleria  para  que  dé  á 
esta  junta  una  razón  individual  de  los  soldados  y  oficiales  que  concur- 
rieron á  la  acción  y  de  los  que  más  se  distinguieron  para  premiarlos  como 
corresponde. 

Fernando  Márquez  de  la  Plata. 
Dr.  Juan  Martínez  de  Rozas.  —  Ignacio  de  Carrera.  — 
Francisco  Javier  DE  Reina. — Juan  Enrique  Rosales. 

Dr.   Gaspar  Marifi, 

Secretario. 


CONSPIRACIÓN  DE  ALZAGA 
Escudo  al  negro  Ventura 

(2  2     de     julio      de      1812) 


Los  españoles,  teniendo  por  jefe  á  D.  Martín  de  Alzaga,  el 
mismo  que  cinco  años  antes  había  sido  el  héroe  en  la  defensa 
contra  los  invasores  ingleses  en  1807,  conspiraba  con  objeto  de 
derrocar  la  situación  creada  por  los  patriotas,  para  que  volviera 
á  imperar  la  despótica  enseña  de  la  conquista;  el  5  de  julio 
de  1 81 2  debió  estallar  la  conjuración  en  esta  capital;  el  plañera 
vasto  y  tremendas  las  consecuencias:  contaban  con  diez  mil  paisa- 
nos y  fuerzas  de  desembarco  mandadas  por  los  realistas  de 
Montevideo,  y  la  consigna  era,  en  caso  de  resistencia,  de  no 
perdonar  la  vida  á  ningún  americano  de  siete  años  arriba,  pero 
en  todo  caso  exterminar  á  la    mayor  parte  de  los  hijos  del  país. 

A  un  negro  esclavo,  llamado  Ventura — que  había  sido  visto 
para  tomar  parte  en  la  conspiración  —se  debió  la  salvación  de 
tantas  víctimas  destinadas  al  sacrificio,  por  haber  denunciado  el 
30  de  junio,  al  alcalde  de  Barracas  D.  Pedro  J.  Pallavicini  la 
trama  de  ella,  movido  por  un  sentimiento  patriótico,  y  prevenido 
el  gobierno  por  esta  circunstancia  providencial  del  terrible  golpe 
que  amenazaba  á  los  patriotas,  el  2  de  julio  con  enérgica  reso- 
lución empieza  á  proceder,  y  en  las  altas  horas  de  la  noche  ya 
tenía  todos  los  hilos  de  la  trama.  El  3,  encarcelando  y  ahorcando 
á  algunos  cómplices,  salva  al  país  de  la  sentencia  de  muerte  que 
habían  decretado  los  conspiradores,  premiando  á  la  vez  al  denun- 
ciante con  un  pf-emio  pecuniario,  pagando  su  libertad  y  concedién- 
dole el  uso  del  uniforme  y  sueldo  de  soldado  de    la  patria,  otor- 


—    208    — 

gándole  además  un  escudo  de  plata  que  lleva  la  inscripción, 

«POR    FIEL    Á    LA    PATRIA» 

regalándosele  además  un  sable  para  custodia  de  su  persona. 


Decreto: 

Queriendo  el  Gobierno  dar  una  prueba  de  su  gratitud  y  estimación 
á  la  persona  del  negro  Ventura,  esclavo  de  Doña  Valentina  Feijó,  que 
fué  el  primer  denunciante  de  la  horrible  conspiración  contra  la  Patria  que 
acaba  de  descubrirse,  ha  venido  en  concederle  la  libertad  y  el  uso  del  uni- 
forme del  Rcjimiento  N°  2,  con  un  escudo  en  el  brazo  izquierdo  que  tenga 
la  inscripción  : 

«  POR   FIEL  A   LA   PATRIA  » 

que  se  le  den  cincuenta  pesos  fuertes  por  via  de  gratificación  y  un  sable 
para  custodia  de  su  benemérita  persona,  declarándosele  con  opción  al  sueldo 
de  soldado  de  Ja  Patria,  siendo  de  cuenta  del  Estado  suministrarle  el  uni- 
forme cuando  lo  necesite  por  todo  el  tiempo  de  su  vida  y  á  fin  de  que 
se  satisfagan  á  la  dicha  señora  trescientos  pesos  en  que  se  regula  el  valor 
del  esclavo,  y  se  cumpla  en  todas  sus  partes  esta  resolución,  expedirá 
V.  S.  sus  providencias,  dando  cuenta  de  quedar  ejecutadas. 
Dios  Guarde  á  V.  S.  muchos  años. 


Buenos  Aires,  Julio  22  de  1812. 


Al  Gobernador  Intendente. 

{Gaceta  Ministerial  N°  16). 


Feliciano  Antonio  Chiclana. — 
Juan  Martin  de  Pueyrredon. 
— Bernardixo  Rivadavia. 
Nicolás  Herrera, 

Secretario. 


ESCUDO  AL  NEGRO    VENTURA 

Anverso.   En  el  campo:  Leyenda: 

«por fiel Á    LA patria» 

inscripta  en  cuatro  líneas,  y  entre  gajos  de  laurel. 

Elíptica.   Plata,  estando  surmontado    el    escudo    por  un   lazo  del 
mismo  metal. 


209    — 


El  escudo,  preciosa  reliquia  que  perteneció  á  la  colección  del 
malogrado  arqueólogo  D.  Andrés  Lamas,  fué  comprado  á  D.  Pe- 
dro de  Angelis,  habiéndolo  éste  adquirido  de  los  descendientes 
del  negro  Ventura,  y  que  lo  hacía  figurar  en  su  «Explicación 
de  un  monetario  en  el  Río  de  la  Plata.» 


«y/^.    t/Av.    e/Av,    t/AVí    í/Av.  tji  iy/jv;   í/avj   í/axj   í/aví   í/A\r  í/a^j   t/A\í  z/R^ 


ESCUDO 
á  los  sublevados  de  la  fragata  "Trinidad" 

(25  de  julio  de  1818) 


No  se  conoce  el  decreto,  pero  la  tradición  lo  acredita  como 
un  escudo  de  paño  blanco,   con    vivo   celeste,   con   el   lema: 

«LA    PATRIA    Á    sus     NUEVOS    HIJOS» 

concedido  solamente  á  los  que  acaudillaron  el  movimiento,  por 
medio  de  una  cédula  honorífica  expedida  por  el  jefe  del  Estado 
Mayor  General  y  en  la  cual  constaba  la  conducta  observada  en 
el  suceso  por  cada  agraciado  y  el  derecho  que  se  le  acordaba 
para  usarlo. 

El  hecho  tuvo  lugar  en  la  fragata  transporte  español  «Tri- 
nidad», que  formaba  parte  del  convoy  de  once  transportes,  es- 
coltado por  la  fragata  de  guerra  «Reyna  Maria  Isabel»,  que  se 
dirigía  al  Callao  con  2080  hombres  de  las  tres  armas,  y  un  car- 
gamento de  8000  fusiles,  al  mando  del  teniente  coronel  del  ejér- 
cito español  D.   Fausto  del  Hoyo. 

Esta  fragata  habíase  separado  del  convoy  á  los  cinco  grados 
norte,  y  á  esta  altura  se  sublevó  la  tropa  que  conducía,  encabe- 
zada por  dos  sargentos  y  un  cabo,  qvie  desde  Cádiz  venían  com- 
pletados al  efecto.  A  pesar  de  la  resistencia  que  hicieron  los  ofi- 
ciales apoyados  por  una  parte  de  la  tripulación  y  tropa,  los 
sublevados  en  número  de  180  se  hicieron  dueños  del  buque  y 
de  un  cargamento  de  500  fusiles,  fusilaron  á  los  oficiales  y  dieron 
orden  al  capitán  de  poner  la  proa  á  Buenos  Aires,  arribando  al 
puerto  de    la  Ensenada  de    Barragán  el    26  de    agosto    de    1818. 


212 


Todos  ellos     tomaron    servicio    voluntariamente    en    las    filas    del 
ejército  patriota.  (*) 

El  domingo  6  de  septiembre  hizo  el  regimiento  su  entrada 
pública  en  la  ciudad  de  Buenos  Aires,  siendo  recibido  en  triunfo 
y  llevado  al  cuartel  del  batallón  de  Aguerridos.  (^) 


o    Historia  de  San  Martin  por  B.  Mitre,  tomo  III,  pílg.  90. 
(')    Numismática  por  Alejandro  Rosa,  pág.  108. 


ESCUDO 
al  alcalde  Don  Psdro  José  Pallavicini 

(21   de  oetubpe  de  1819) 


D.  Pedro  José  Pallavicini,  alcalde  de  Barracas,  que  fué  el 
que  recibió  la  denuncia  de  la  conspiración  de  Alzaga,  había  sido 
relegado  al  olvido  por  el  gobierno  de  esa  época,  y  parece  que  no 
queriendo  conformarse  con  el  silencio  que  sus  servicios  merecie- 
ron, promovió,  años  más  tarde,  una  reclamación  á  ese  respecto, 
pidiendo  recompensas  pecuniarias,  que  parece  no  fueron  atendidas, 
pero  en  cambio,  el  Supremo  Director  Rondeau  expidió  un  decreto 
muy  Jíonroso  para  Pallavicini,  haciéndole  justicia  por  sus  patrióti- 
cos servicios  de  1812,  concediéndole  un  escudo  igual  al  del  negro 
Ventura,  como  consta  en  los  documentos  que  transcribimos. 


Para  prcjniar-  el  importante  servicio  que  hizo  D.  Pedro  José  Palla- 
vicini en  el  descubrimiento  de  la  conspiración  de  Martin  Alzaga,  y  en 
cumplimiento  de  lo  resuelto  por  el  Supmo  Congreso  en  decreto  de  28  de 
Abril  último,  ha  decretado  S.  E.  con  esta  fha.  entre  otras  cosas,  se  libre 
orden  á  ese  Ministerio  para  que  gire  lo  conveniente  á  efecto  de  que  se 
mande  abrir  una  medalla  áe.  plata  con  este  lema: 

«POR   FIEL  A   LA  PATRIA» 

la  que  concluida  se  pasará  á  este  Departamento  para  que  por  él  sea  en- 
tregada al  interesado. 


—    214    - 

Lo  comunico  á  V.  ¡S.  de  Suprema  Orden  para  su  inteligencia  y 
cumplimiento. 

Dios  guarde  á  V.  S.  m.'  a." 

Buenos  Aires,  Oct.°  21  de  1819. 

Gregorio    Tagle, 

Secretario  de  Estado  en  el  D.  de  H. 

En  cumplimiento  del  antecedente  Supremo  decreto  de  V.  E.  hemos 
mandado  abrir  la  medalla  que  acompañamos,  siendo  su  costo  el  de  diez 
pesos  y  para  cuyo  pago  se  servirá  V.  E.  expedir  la   orden    conveniente. 

Dios  guarde  á  V.  E. 

Tesorería  General,  B."  Ayres  Nov."  18  de  1819. 

Roque  González. 
p.  a. — José  del  Rebollar. 


B."  Ay.'  Nov.  18  de  1819. 

Pagúense  los  diez  pesos  y  remítase  la  medalla  al  Departamento  de 
Gobierno  con  el  correspondiente  Oficio. 

(Una  rúbrica). 


He  recibido  de  los  Sres.  Ministros  generales  de  Hacienda  los  diez 
pesos  que  se  expresan  en  el  anterior  decreto  por  el  valor  de  la  obra  de 
una  medalla  que  abrí. 

B."  Ayres  Nov.  23  de  1819. 

Jtia7i  de  Dios  Rivera. 

{Estudios  Históricos  y  Numismáticos  por  Alejandro  Rosa,  pág.  93/94.) 


HONORES  Y  PREMIOS 
al  Sr.  brigadier  general  D.  Miguel  Estanislao  Soler 


La  memorable  campaña  de  los  Andes  fué  premiada  por  los 
gobiernos  argentino  y  chileno  dignamente  y  como  era  de  espe- 
rarse. El  Director  Supremo  asce7idió  al  Gral.  San  Martín  á  Bri- 
gadier General  y  las  banderas  tomadas  en  Chacabuco  se  colocaron 
como  trofeo  en  la  Casa  de  Gobierno,  ostentando  en  su  centro  el 
retrato  del  Libertador.  Fuéle  acordado  un  esaido  especial  con  la 
leyenda  en  la  orla — 

LA    PATRIA    EN    CHACABUCO    AL    VENCEDOR    DE  LOS    ANDES    Y    LIBERTADOR 

DE     CHILE. 

El  Congreso  le  dio  un  voto  de  honor  y  le  decretó  una  pen- 
sión vitalicia    á  su  hija  doña  María  Mercedes. 

Por  su  parte  el  Gobierno  de  Chile  le  dio  el  título  de  Gran 
Oficial  de  la  Legión  del  Mérito  y  nombróle  Generalísimo  del  Ejér- 
cito Reunido. 

El  General  Soler  fué  también  dignamente  honrado,  lo  que 
da  una  idea  de  su.  importancia  y  de  los  servicios  rendidos  en  tan 
célebre  jornada. 

Teniendo  ya  la  mayor  jerarquía  militar,  el  Gobierno  decretó 
una  pensión  vitalicia  á  favor  de  su  hija,  en  los  siguientes  tér- 
minos: 

«Considerando  justo  y  necesario  señalar  los  servicios  del  be- 
nemérito Brigadier  General  Don  Miguel  Estanislao  Soler  ha  ren- 
dido á  la  patria  en  la  feliz  restauración  de  Chile  con  los  premios 
que  este  Gobierno  cree  debidos  á  su  mérito,  he  venido  por  acuer- 


—    2l6    — 

do  de  esta  fecha  (^)  en  conceder  como  concedo  á  la  hija  del  ci- 
tado Brigadier  doña  Micaela  Soler  la  petision  vitalicia  de  400  pesos 
sobre  la  Tesorería  Nacional  desde  la  fecha  del  presente  decreto, 
la  que  por  su  defecto  deberá  recaer  en  la  madre  doña  María 
Viana  y  en  caso  de  fallecimiento  de  ambas,  en  los  demás  hijos 
que  tuviere  dicho  Gefe  por  el  orden  de  sucesión  etc.» 

El  Cabildo,  con  la  misma  fecha,  dispuso  se  mandara  fabricar 
<ítin  sable  por  los  heroicos  esfuerzos  con  que  ha  contribuido  á  la 
gloriosa  victoria  conseguida  por  nuestras  armas  en  la  acción  de 
Chacabuco  el  Brig.  Gral.  Don  M.  E.  Soler  disponiendo  se  encar- 
gase á  Londres  á  la  mayor  brevedad  por  los  Sres.  Alcaldes  de  2" 
voto  Don  Ambrosio  Lezica  y  Regidor  Don  Patricio  Linch  con  las 
inscripciones  en  su  hoja,  que  perpetuasen  la  memoria  del  noble 
valor  y  entusiasmo  con  que  ha  sabido  distinguirse  en  todos  los 
tiempos  en  el  servicio  de  la  Patria».    (") 

Además  de  las  medallas  de  oro  del  Gobierno  Argentino  fué 
nombrado  por  el  Gobierno  de  Chile  Gran  Oficial  de  la  Legión  del 
Mérito  al  igual  de   San   Martín.  (^) 


Borrador  de  la  carta  del  Gral.  Soler  reclamando  el  sable  á 
que  hace  referencia  la  nota  que  antecede. 

Con  fha.  29  de  Marzo  de  1817,  tube  el  honor  de  recivir  del  Pre- 
sid'"  de  ese  Exmo  Cav<'°  un  oficio  refrendado  por  el  secret"  del  mismo 
en  que  se  hacia  saver  el  acuerdo  celebrado  para  q-  se  me  obsequiase 
con  un  sable  por  los  heroicos  esfuerzos  con  q-  he  contribuido  á  la  gloriosa 
victoria  conseguida  por  nuestras  armas  en  la  acción  de  chacabuco,  y  que 
se  dejava  dispuesto  se  encargase  á  Londres  á  la  m"  brevedad  por  los 
S.  S.  Alcalde  de  2'  voto  D.  Ambrosio  Lesica  y  Regidor  D.  Patricio 
Linch  con  las  inscripciones  en  su  oja  que  perpetuasen  la  memoria  del 
noble  valor  y  entusiasmo  con  que  he  sabido  disiinguirme  en  todos  tiem- 
pos en  el  servicio  de  la  Patria.  Yo  lo  he  contestado  en  4  de  Jun*  del 
mismo  año  aceptando  otra  demostración  y  dando  las  devidas  gracias: 
mas  ella  que  tanto  me  lisongea  y  disiinguc,  no  ha  tenido  efecto  hasta 
ahora  y  no  puedo  prescindir  de  recordarla  á  V.  E.  en  el  concepto  de  que 
su  valor  consiste  unicam'*"  en  recivirla  de  las  manos  de  esa  honorable 
corporación,  sin  necesidad  de  q"   baste  el  primor  del    arte    ni  la   calidad 


1')    10  de  marzo  de  1817.— Archivo  Soler. 

(')    Archivo  Soler.  Oficio  del  Gobierno  de  29  de  marzo  de  1817. 

(•)    De  la  obra  El  General  Soler,  por  Gregorio  F.  Rodríguez,  pág.  161  y  162. 


—    217    — 

del  metal,  porque  solo  aspiro  a  que,    conserbandola  mi   familia  como  un 
trofeo  eternice  la  memoria  de  la  parte  que    tube    en  tan    celebre  jornada. 

Dios  G.  Bs  As  En"  29  de  1819. 

Miguel  Estmiislao  Soler. 

Ex<"°-  Cav<^<>-  de  esta    Cap'- 

(Nota  de  la  comisión)  —  Copia  fiel  de  un  borrador  autógrafo  del 
brigadier  general  D.  Miguel  Estanislao  Soler,  propiedad  del  señor  Gre- 
gorio F.  Rodríguez,  quien  amablemente  nos  lo  ha  facilitado. 


Proyecto  de  premio  del   brigadier  general  D.  Miguel  Estanislao  Soler, 
con  motivo  del  tratado  del  Pilar  de  23  de  febrero  de  1820 

«  Cuando  la  posteridad  siempre  justa,  decia  el  General  Soler,  recuerde 
«  el  memorable  23  de  Febrero  del  año  20,  no  podrá  menos  de  tributar 
«  honor  y  gloria  á  los  dignos  ciudadanos  que  contribuyeron  con  las  ar- 
«  mas,  con  sus  luces  é  influjo  á  establecer  la  Paz  dichosa  de  ese  dia  in- 
«  mortal  ».  (') 

Poseído  de  alucinaciones  y  ardiente  patriotismo,  proponía  sin  exclusión 
alguna,  que :  «  La  virtud  y  el  mérito  de  sus  autores  exige  premio  digno 
«  de  sus  sacrificios,  y  con  este  objeto  me  tomo  la  libertad  de  proponer 
«  á  V.  E.  para  aquellos,  el  uso  de  una  media  luna  de  plata  que  llevarán 
»  en  el  lado  izquierdo,  pendiente  de  un  lazo  de  cinta  verde  y  encarnada 
«■  todos  igualmente  desde  jefes  hasta  soldados,  debiendo  incluirse  las  tro- 
«  pas  de  línea  y  cívicos  acantonados  en  San  Nicolás  y  la  Capital,  en  la 
«  inteligencia  que  el  General  Ramírez  ha  ordenado  el  mismo  distintivo  á 
«  las  legiones  de  su  mando,  á  quienes  ha  ofrecido  proporcionarles  como 
«  un  monumento  eterno  de  la  alianza  y  amistad  que  hemos  jurado».  (^) 


(1)    De  la  obra'í'/  General  Soler,  por  Gregorio  F.  Rodríguez,  p.íg.  19. 

(')    Oficio  de  Soler  al  Gobernador,  de  2,5  de  Febrero  de  1S20  (Archivo  de  ia  NaciOn). 


MEDALLA  DEL  PERÚ  AL  dENERAL  ARENALES 

(2  de  enefo  de   1823) 


Za  Suprema  Jimia   Giiberyíativa  del  Perú  comisionada  por  el  Soberajio  Congreso 
Constituyente. 

Por  cuanto : 

El  mismo  ha  decretado  lo  siguiente: 

El   Congreso   Constittiyente  del  Perii — 

Considerando  los  importantes  servicios  que  ha  hecho  y  está  haciendo 
el  General  Don  Juan  Antonio  Alvarez  de  Arenales  á  la  causa  de  la  li- 
bertad del  Perú,  y  que  sus  relevantes  méritos  deben  ser  recomendados  por 
medio  de  la  más  solemne  demostración, 

HA  VENIDO   EN   DECRETAR   Y   DECRETA 

Que  se  le  conceda  al  referido  General  Arenales  una  medalla  de  oro, 
según  el  modelo  que  se  ha  de  dar,  que  la  llevará  al  cuello  pendiente  de 
una  cinta  bicolor  con  esta    inscripción  : 

«EL   CONGRESO   CONSTITUYENTE   DEL    PERÚ. — AL    MÉRITO     DISTINGUIDO. — 
AÑO   DE    1823.  —  4°   DE   LA    INDEPENDENCIA   Y    2°   DE    LA   REPÚBLICA» 

Tendreislo  entendido  y  dispondréis  lo  necesario  á  su  cumplimiento, 
mandándolo  imprimir,  publicar  y  circular. 

Dado  en  la  Sala  del  Congreso  en  Lima,  á  2  de  Enero  de  1823.-4°  de  la  Independencia    y  2°   de  la  Re- 
pública. 

Hipólito  Unanue, 

Presidente. 

Gregorio  Luna, 

Diputado  Secretario. 

Ignacio  Ortiz  de  Zeballos, 

Dip.  Secretario. 


—    220    

Por  TANTO: 

Ejecútese,  guárdese  y  cúmplase  en  todas  sus  partes  por  quienes 
convenga.  Dará  cuenta  de  su  cumplimiento  el  Ministro  de  Estado  en  el 
Departamento  de  Guerra. 

Dado  en  el  Palacio  de  la  Junta  Gubernativa  en  Lima,  á  8  de  Enero  de  1823  —  4°  de  la  Independencia, 
2°  de  la  República. 

José  de  La  Mar. 

Felipe  Antonio  Alv arado. 

Manuel  Zalazar  y  Baquíjano. 

Por  orden  de  S.  E.  Tomás  Guido. 

(Véase  Documentos  Históricos  del  Perú.— Odñozola..) 


MEDALLA  DEL  PERÚ  AL  GENERAL  ALVARADO 

(2  de  enefo  de   1823) 


/-a  Suprema  Junta  Gubernativa  del  Perú,  comisionada  por  el  Soberano  Congreso 
Constituyente. 

Por  CUANTO:  El  mismo  ha  decretado  lo  siguiente: 

El  Congreso   Cojistituyente  del  Perú — 

Debiéndose  recomendar  los  méritos  sobresalientes  que  se  contraen  por 
la  libertad  nacional  de  un  modo  solemne  y  satisfactorio;  y  teniendo  pre- 
sente que  los  que  asisten  al  general  don  Rudecindo  Alvarado  son  cierta- 
mente dignos  de  que  se  marquen  con  un    testimonio    auténtico    de    ellos. 

HA  VENIDO  EN  DECRETAR  Y  DECRETA: 

Que  se  concede  al  referido  general  Alvarado  una  medalla  de  oro, 
según  el  modelo  que  se  ha  de  dar,  que  la  llevará  al  cuello  pendiente  de 
una  cinta  bicolor,  con  esta  inscripción: 

«El  Congreso  Constituyente  del  Perú.    Al  Mérito  Distinguido.» 
«Año  de  1823,  4°  DE  LA  independencia  y  2°  de  la  república» 

Tendréislo  entendido  y  dispondréis  lo  necesario  á  su  cumplimiento, 
mandándolo  imprimir,  publicar  y  circular. 

Dado  en  la  Sala  del  Congreso,  en  Lima  á  8  de  Enero  de  1823  4»  -  •/•  de  la  República. 

Hipólito  Unánue, 

Presídeme. 

Gregorio  Luna, 

Diputado  Secretario. 

Igncuio   Ortiz  de  Zeballos, 

Diputado  Secretario. 


—     222    — 

Por  tanto:  Ejecútese,  guárdese  y  cúmplase  en  todas  sus  partes  por 
quienes  corresponda.  Dará  cuenta  de  su  cumplimiento  el  Ministro  de 
Estado  en  el  Departamento  de  Guerra. 

Dado  en  el  Palacio  de  '.a  Junta  Gubcrnaliva  en  Urna,  á  8  de  Enero  de  lS23-4°. 

José  de  La  Mar. 
Felipe  Antonio  Alv arado. 
Manuel  Salazar  y  Baquíjano. 
Por  orden  de  S.  E. 

Tomás   Guido. 
(Véase  Odriozola.) 


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DISTINTIVO   DEL  YERUA 

(22  de  septienabfe  de  1839) 


El  general  don  Juan  Lavalle,  con  intención  de  expedicionar 
en  la  República  Argentina,  se  había  embarcado  en  Montevideo  el 
2  de  julio  de  1839,  en  un  buque  de  la  armada  francesa  y  diri- 
giéndose á  Martín  García  ocupada  por  los  franceses  desde  que  la 
tomaron  por  asalto,  (11  de  octubre  de  1838),  allí  organizó  una 
fuerza  que  denominó  «Legión  Libertadora»  que  constaba  de  433 
hombres,  y  el  2  de  Septiembre  se  embarcó  con  ella  en  buques 
franceses  y  tomó  tierra  en  la  costa  entrerriana  pocos  días  después. 

El  22  del  mismo  mes,  esta  legión  obtiene  un  brillante  triunfo  en 
un  combate  que  libra  en  el  Yeruá  contra  una  fuerza  entrerriana  com- 
puesta de    1 .600  hombres  mandados  por  el  coronel  Vicente  Zapata. 


Distintivo  por  la  victoria  del  Yeruá 

ORDEN    GKNERAL 

El  Cxeneral  en  Gefe  del  Ejército  Libertador,  á  nombre  del  Gobierno 
legal  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires,  que  suceda  al  del  tirano  Rosas, 
acuerda  á  tod'os  los  individuos  que  asistieron  á  la  victoria  del  Yeruá  {22 
de  Setiembre  de  1839),  como  una  recompensa  nacional,  el  distintivo  de  ítn 
lazo  de  los  colores  jiacionales,  que  deben  llevar  en    el  antebrazo    izquierdo. 

Lavalle. 

(Véase:  Historia  de  los  Gobernadores  de  las  Pro2'iiicias  Argentinas,  por 
A.  Zinny,  tomo  1,  pág.  552). 


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MEDALLA  AL  GENEUAL  ÁNGEL  NUÑEZ 

(1843) 


(RIOJA) 

Condecoración  oval,  radiada,  cuyo  centro  consiste  en  el  Cerro 
de  Famatina,  con  espadas  á  los  lados  y  encima  el  sol  entre  ador- 
nos. Debajo,  fecha:    1843. 

En  el  reverso  v  detrás  del  cerro  se  lee: 


FEDERACIÓN    Ó    MUERTE !» 


Grabado  á  mano.   Oro.  Peso:    10  gramos.  Diámetro:   44x34 


m.   m. 


Perteneció  al  general  Ángel  Núñez;  concedida  por  el  Gober- 
nador de  La  Rioja,  D.  Hipólito  Tello,  con  motivo  de  una  acción 
de  guerra  en  el  Estado  Oriental,  siendo  Núñez  jefe  de  la  van- 
guardia del  general   Urquiza 

{Estudios  Históricos  Numismáticos,  por  Alejandro  Rosa,  pág.  138.) 


aáS  i^^  €^  (?^ 'S*s  ^fe  i^ks  Site  s^tó  <^í^  e^)  <^5^ 

^ff^   ^\V*     t^A-3     «.-w^j»     ft^A^     t^^^     í-W-^     4-^*     *^7t^    «^    *>^v*     e-'AVí     «-<J^     t/AV»     «yAV»     i/AVí 


MEDALLA 

al  teniente  Miguel  Jerónimo  González,  por  haber  salvado 

la  vida  al  general  Urquiza 

(19  de  mafzo  de  1849) 


Sala  de  Sesiones,  Paraná,  Marzo  17  de  1849. 

Considerando:  Que  es  un  deber  del  pueblo  entrerriano  premiar  dig- 
namente los  grandes  hechos  de  los  valientes  y  virtuosos  ¡.servidores  á  la 
Patria,  muy  principalmente  de  aquellos  cuyas  acciones  revelan  heroicos 
sentimientos;  que  dejarlos  en  el  olvido  seria  en  mengua  de  la  moral  y 
crédito  del  pais.  Teniendo  presente  que  el  dia  i°  de  Enero  de  1840,  el 
Teniente  de  Caballería  Don  Miguel  Gerónimo  González,  en  aquella  fecha 
Alférez  de  la  División  al  mando  del  ilustre  General  Urquiza,  en  la  retira- 
da de  la  desgraciada  campaña  de  Cagancha  en  el  Estado  Oriental,  habién- 
dose arrojado  al  Uruguay  para  pasar  á  esta  Provincia,  viendo  á  su  es- 
clarecido Gefe  en  inminente  peligro  en  medio  de  las  aguas  por  haber  per- 
dido su  caballo,  el  bizarro  Alférez  González  exclamó  entusiasmado: 
«¡Compañeros,  salvar  á  nuestro  general  ó  perecer  con  él .' i> ;  vence  ense- 
guida la  distancia  que  los  separa,  y  con  riesgo  de  su  vida  le  presenta 
su  caballo,  ayúdale  á  luchar  contra  las  olas  del  caudaloso  rio  hasta  pi- 
sar la  costa  entrerriana  y  salva  de  este  modo  la  existencia  importante 
del  héroe  que,  dando  después  tantos  dias  de  gloria  para  la  Patria,  ha 
inmortalizado  su  nombre  en  obstinada  lucha  contra  los  salvajes  unitarios 
é  inicua  intervención  extrangera,  acuerda  y 

DECRETA : 

Art.  i"  Al  Teniente  de  Caballería  D.  Miguel  Gerónimo  González  se 
le  adjudica  una  medalla  de  oro  del  peso  de  una  onza,  figura  ovalada  con 
las  inscripciones  sigfuientes: 


—    228     — 

En  el  anverso : 

«  La  Provincia  de  Entre-Ríos  a  la  fidelidad  y  al  heroísmo  » 

En  el  reverso: 

«  ¡  Viva  la  Confederación  Argentina  !     ¡  Mueran 
los  salvages  unitarios  !  » 

Art.  2°  Se  le  acuerda  igualmente  una  pensión  vitalicia  de  seiscientos 
pesos  anuales,  que  debe  disfrutar  desde  la  fecha  de  esta  sanción. 

Art.  3°  Se  le  extenderá  un  diploma  en  que  será  inserto  el  presente 
decreto. 

Art.  4°  El  P.  E.  es  el  encargado  de  su  ejecución. 

Art.  5°  Comuniqúese  como  corresponde. 

José  L.  Acevedo. 
Camilo  Idoate. 

Paraná,  Marzo  19  de  1849. 
Comuniqúese  la  presente  H.  R.  é  insértese  en    el    Registro    Oficial. 

Crespo. 

José  M.    Galán. 
(R.   O.   P.   E.   R.) 

(Leyes  y  Decretos,  por  A.  Rosa,  pág.  105). 


Medalla  de  oro  de  28  gramos  de  peso  al  teniente  Miguel 
Jerónimo  González  por  haber  salvado  la  vida  del  general  Ur- 
quiza  después  de  la  derrota  de  Cagancha  en  el  Estado  Oriental, 
acordada  por  la  Sala  de  Representantes  de  Entre  Ríos.     Dice: 

fCLA    PROVINCIA    DE    ENTRE  RÍOS    A    LA     FIDELIDAD    Y    AL     HEROÍSMO, 

VIVA     LA     CONFEDERACIÓN     ARGENTINA. 

MUERAN    LOS    SALVAJES    UNITARIOS..»; 

(Estudio  Histórico  Numismático,  por  A.  Rosa,  pág.  140.) 


C^Uí>¿ct¿a,ua;;./ot) 


'.emíOá  t^CulMi^^ 


Oa 


CONDECORACIÓN  AL  Gral.  JUSTO  JOSÉ  DE  ÜRQUIZA 

acordada  por  Su  Santidad  Pío  IX 

7  permiso  del  Soberano  Congreso  para  usarla. 


E/  Presidente  del  Soberano    Congreso 

Santa-Fé,  Diciembre  29  de  1853. 

Al  Excvto.   Señor  Director  Provisorio  de  la    Confederado?!  Argentina,  Brigadier 
General  Don  Justo  José  de    Urquiza. 

El  Soberano  Congreso  General  Constituyente  ha  recibido  una  nota 
de  V.  E.,  datada  en  San  José,  á  20  del  actual  mes  de  Diciembre,  pi- 
diéndole autorización  para  usar  sobre  el  hábito  oficial  una  medalla  con 
el  busto  del  Redentor  del  mundo,  con  que  ha  querido  mostrar  á  V.  E.  su 
predilección  el  padre  común  de  los  fieles,  .Su  Santidad  Pío  IX,  actual 
Pontífice  reinante. 

El  Congreso  no  tiene  inconveniente  para  conceder  á  V.  E.  la  auto- 
rización que  le  pide.  Sientan  bien  sobre  el  pecho  de  un  guerrero  repu- 
blicano las  insignias  de  la  fé  que  dá  aliento  á  su  corazón.  Y  á  nadie 
cuadraría  mejor  el  ostentar  sobre  las  insignias  del  magistrado,  la  efigie 
del  Salvador,  que  á  aquél  cuyo  ánimo  generoso  libertó  á  la  Nación  Ar- 
gentina del  reinado  de  la  desigualdad  y  de  la  injusticia,  ejercido  por  el 
más  impío  de  los  tiranos,  con  todos  los  medios  que  reprueba  la  santa 
doctrina  del  Evangelio. 

En  nombre  de  la  libertad  de  un  pueblo  se  ha  extendido  la  fama 
de  V.  E.  hasta  llegar  al  trono  soberano  del  Pontífice,  y  al  manifestar 
éste  á  V.  E.  su  cariño  y  paternal  benevolencia,  ha  demostrado  con  im 
hecho  que  la  cabeza  del  mundo  católico  simpatiza  con  las  ideas  del  pro- 
greso social  y  de  la  libertad  civil  bien  entendidas. 


—    230    — 

El  Congreso  felicita  á  V.  E.  por  el  honor  y  la  satisfacción  que  de- 
ben causarle  las  consoladoras  y  afectuosas  demostraciones  hechas  en  su 
benemérita  persona  por  el  sucesor  de  San  Pedro,  y  al  acceder  á  la  soli- 
citud de  V.  E.  en  los  términos  ya  expresados,  el  Congreso  General  Cons- 
tituyente tiene  la  honra  de  saludarle  con  la  más  alta  consideración. 

Dios  guarde  á  S.  E.  el    Señor  Director  Provisorio  muchos  años. 

Santiago  Derqui. 

Presidente. 

Saturnino  N.  Laspiur, 

Secretario. 

(Del  libro  Primer  Centenario  del  Gral.    Urquiza,  pág.  11.) 


■ííi?»tí>»v<<J2*s>Ti' •*<á*Si>>  <*;s«;y^' «'ís«s>»' Viii»£y^* *v2#;;>^ w K 'O' **^S5s>»* «sii»^^  «v^^-;-»'» 


PREMIOS  DEL  EMPERADOR  DEL  BRASIL 
al  general  Urquiza 


El  primero  es  una    condecoración    que    el    emperador  Pedro  I 
le  otorgó  en  pre'>nio  de  sus  relevantes  tnérttos. 
En  el  anverso  trae  la  siguiente  inscripción: 

« Imperator  Pei'rus  i  Brasil^. » 
Reverso : 

<s  BENEMERENTIUM    PREMIUM  » 

El  otro  es  una  7nedalla  que  es  una  segunda  condecoración 
que  el  Brasil  concedió  al  general  Urquiza  por  su  triunfo  de  Ca- 
seros. 

(Véase  Primer  Centenario  del  Gral.  Urquiza,  pág.  12.) 


-  ■*^  Si«S  s¿fó)  ®»ís  gíííi^  fe»^  (a^  (Sfe  s^  =4^  @^ 

TSV.     t4Vf     « J-J     «--J^     »/S^     «VAv.     «yj^^     i/^V,    e^j    t-JV,     t^V,     t/Jvj     i/ip     t/^ví 


MEDALLA  AL  GENERAL  URQUIZA 
por  la  batalla  de  Caseros 


En  virtud  de  un  acuerdo  celebrado  en  el  pueblo  de  San  Ni- 
colás por  los  gobernadores  de  provincia,  exceptuando  el  de  Entre 
Ríos,  se  confirió  al  mencionado  general,  que  fué  el  brazo  armado 
de  Rosas  y  el  que  lo  derrocó,  además  del  empleo  de  brigadier 
general  de  la  República  Argentina,  una  jnedalla  de  oro,  orlada  de 
brillantes  con  las  inscripciones  siguientes: 

En  el  anverso: 

«LA    REPÚBLICA    ARGENTINA    A    SU    LíBERlADOR    URQUIZA  » 

En  el  reverso: 

«caseros;  febrero  3  de   1852»    (') 

El  general  Urquiza  no  acordó  medalla  por  la  batalla  de  Ca- 
seros y  creemos  que  la  misma  decretada  en  su  honor  en  el  pre- 
cedente acuerdo  de  San  Nicolás,  que  publicamos,  no  fué  nunca 
acuña.da. 


C;  Ver  colección  de  Leyes,  Decretos,  etc.,  por  A.  Rosa  pSg.  107. — Estudio  Histórico  Numismático, 
Pag.  140.  por  el  mismo,  é  Historia  de  los  Gobernadores  de  las  Provincias  Argentinas,  por  A.  Zinny, 
pág.  249. 


MEDALLA  AL  GENERAL  EMILIO  CONESA 

(28  de  agosto  de  1867) 


Siendo  gobernador  de  Córdoba  el  doctor  Mateo  J.  Luque, 
tuvo  que  hacer  un  viaje  á  Buenos  Aires,  delegando  el  mando  de 
la  provincia  en  don  Carlos  S.  Roca.  El  mismo  día  de  su  salida, 
1 6  de  agosto,  el  comandante  general  de  armas  de  la  provincia, 
Simón  Luengo,  se  pronuncia  contra  las  autoridades  nacionales  y 
pone  sobre  las  armas  á  la  guardia  nacional.  El  objeto  de  este 
movimiento,  aunque  se  decía  no  ser  contra  el  gobernador  pro- 
pietario, tenía  el  de  apoyar  á  las  fuerzas  revolucionarias  de  los 
caudillos  que  obedecían  al  general  Sáa  y  que  se  hallaban  en  las 
provincias  de  CuycTT  Rioja  y  Catamarca,  á  cuyas  miras,  ya  cono- 
cidas por  Luque,  había  opuesto  éste  todo  su  poder  é  influencia 
para  contrarrestarlas. 

El  delegado  Roca  salió  al  día  siguiente  á  campaña  á  reunir 
fuerzas  para  sofocar  la  rebelión,  en  tanto  que  Luengo  reducía  á 
prisión  al  ministro  de  Guerra,  coronel  Julián  Martínez,  que  se 
hallaba  allí  en  comisión,  después  de  atacar  y  rendir  un  cuartel 
donde  había  un  plantel  de  tropa  veterana,  y  de  apoderarse  de 
una  fuerte  cantidad  de  dinero  perteneciente  al  tesoro  nacional. 

En  tanto,  el  coronel  don  Manuel  Obligado,  que  marchaba 
con  un  batallón  á  Córdoba,  por  órdenes  del  ministro,  para  refor- 
zar las  fuerzas  nacionales  que  combatían  á  las  montoneras  del 
interior,  se  vio  precisado  á  suspender  su  marcha  en  el  Río  II 
al  saber  el  movimiento  producido  en  Córdoba.  Allí  construye  un 
reducto  y  aguarda  los  acontecimientos.  Luengo,  con  todas  sus 
fuerzas  se  le  acerca,  y  el  bravo  jefe  abandona  su  posición  y  se 
extiende  con  su  escasa  tropa  en  línea  de  batalla,  viéndose  obli- 
gado á  no  atacar    al  enemigo,    porque    éste,     que     había  llevado 


—   236  — 

consigo  al  ministro,  y  los  jefes  y  oficiales  nacionales  que  tenía 
en  su  poder,  los  coloca  á  vanguardia  con  un  piquete  á  la  es- 
palda, con  orden  de  fusilarlos  al  primer  ataque  de  Obligado: 
esto  se  le  hace  saber  por  medio  de  una  nota  que  se  obliga  á 
escribir  al  ministro,  lo  que  da  lugar  á  que  el  coronel  Obligado 
no  pudiese  medir  sus  armas  con  las  de  los    revolucionarios. 

Luengo  se  retira:  días  después  vuelve  á  hacer  la  misma 
operación  frente  al  campo  de  Olaligado,  quién  á  su  vez  se  pre- 
para para  recibir  el  ataque;  pero,  como  en  el  primer  día,  Luengo 
emprende  la  retirada  sin  disparar  un  tiro.  El  jefe  nacional  queda 
en  su  reducto  siempre  en  espera. 

La  incalificable  conducta  de  Luengo  y  sus  parciales  pronun- 
ciados contra  la  autoridad  nacional,  obliga  al  gobernador  Luque 
á  interrumpir  su  viaje  en  el  Rosario  y  regresa  á  Córdoba  á  reS' 
tablecer  el  orden  con  auxilios  nacionales  y  de  la  provincia  de 
Santa  B'e,  que  inmediatamente  le  ofrece  su  gobernador  Nicasio 
Oroño,  quién    personalmente  conduce    las  divisiones    santafecinas. 

El  general  don  Emilio  Conesa  marchaba  al  frente  de  la  ex- 
pedición contra  Luengo,  cuyas  fuerzas  se  dispersaron  á  la  apro- 
ximación del  ejército  nacional,  teniendo  que  abandonar  la  ciudad 
en  precipitada  fuga  el  jefe  rebelde.  El  día  28  de  agosto  entran 
á  la  ciudad  de  Córdoba  el  general  Conesa  con  sus  tropas,  y  el 
gobernador  propietario  don  Mateo  J.  Luque,  que  vuelve  á  asumir 
el  mando. 

La  conducta  observada  por  el  comisionado  nacional  general 
Conesa,  con  los  prisioneros  y  personas  comprometidas,  fué  alta- 
mente digna  y  clemente,  por  lo  que  mereció  la  aprobación  del 
gobierno  y  del  pueblo  que  le  demostró  su  reconocimiento,  obse- 
quiándolo con  una  medalla  de  oro  ornada  de  brillantes,  que  lle- 
vaba en  el  anverso  las  armas  de  la  patria,  y  en  el  reverso: 

«CÓRDOBA    AGRADECIDA»  —  «AI,    VALOR     Y    LA    CLEMENCIA ^> 
«AL    DIGNO    GENERAL    EMILIO    CONESA» AGOSTO    28    DE     1 867 (') 


MEDALLA 


Anverso:  En  el  campo:  Escudo  argentino   con    dos    banderas 
á  cada  lado,  cañones  y  balas  debajo;  el  óvalo  lo  forman  círculos 


(')    Efeiiiéiiilcs  Anicricaitas,  por  Pedro  Rivas,  pág   259,  2ti0  y  270. 


.y/¿:¿^¿atfj-'^lyí4Í^ca 


—    237   — 

ligados;  estando  asentado  el  todo  sobre  polígono  en  láurea,  á  cu- 
yos lados  se    lee: 

AL    DIGNO    GENERAL    EMILIO    CONESA,    AGOSTO    28    DE     1 867. 

Revé  rso :   Leyendcx  : 

CÓRDOBA    AGRADECIDA — -AL    VALOR    Y    LA    CLEMENCIA 

En  el  campo:  Armas    de    la    ciudad    de    Córdoba,    en    láurea; 
debajo:   S.  Caccia- Rosario  (grabador). 
Oro:  Diámetro:  0.036  mm. 


PREMIO   A   DON   TOMAS   SANTA   COLOMA 
Teniente  coronel  de  Guardias  Nacionales 


Buenos  Aires,  octubre  22  de  1903. 

Habiéndose  recibido  una  comunicación  del  Sr.  Tomás  Santa  Coloma, 
presidente  del  Círculo  de  la  Guardia  Nacional  de  la  Capital  Federal,  dando 
cuenta  del  éxito  obtenido  en  el  i"'"'  Gran  Concurso  Nacional  de  Socieda- 
des de  Tiro  al  blanco  de  la  República,  realizado  por  esa  asociación,  bajo 
el  patrocinio  del  Ministerio  de  Guerra,  á  cuyo  concurso  han  concurrido 
representantes  de  sociedades  de  tiro  de  los  más  apartados  puntos  de  la 
República;  y  considerando  que  iniciativas  de  este  género,  por  las  cuales 
se  estimula  la  afición  de  los  ciudadanos  por  el  noble  y  viril  ejercicio  del 
tiro  al  blanco,  cooperan  eficientemente  al  éxito  del  programa  que  persi- 
gue el  Ministerio  de  Guerra  de  dar  la  mayor  amplitud  á  la  instrucción 
de  tiro  de  guerra, 

El  Ministro  de    Guerra  — - 

RESUELVE: 

Artículo  i"  Publicar  en  el  Boletín  Militar  la  nota  del  señor  presi- 
dente del  «Círculo  de  la  Guardia  Nacional»,  así  como  también  el  cómputo 
general  del  resultado  del  concurso. 

Art.  2"  Acordar  al  señor  Tomás  Santa  Coloma,  presidente  de  la 
comisión  directiva  del  «Círculo  de  la  Guardia  Nacional»,  tina  medalla 
de  oro  y  diploma,  por  el  desinterés,  empeño  y  constante  dedicación  con  que 
ha  trabajado  para  alcanzar  el  éxito  obtenido,  en  la  celebración  del  «Gran 
Concurso  Nacional  de  Sociedades  de  Tiro  al  blanco  de  la  República». 

Art.  3"  Acordar  al  Círculo  de  la  Guardia  Nacional  un  diploma,  como 
premio  otorgado  por  este  Ministerio  á  la  labor  y  constancia  de  sus  aso- 
ciados, en  favor  de  la  instrucción  del  tiro. 


—   2  40  — 

Art.  4°  Felicitar  por  medio  de  la  presente,  á  las  patrióticas  asocia- 
ciones de  tiro  al  blanco  que  han  enviado  sus  delegados  hasta  de  los  más 
apartados  confines  de  la  República,  para  tomar  parte  en  ese  torneo  de 
tiro,  lo  que  realza  el  espíritu  que  anima  á  sus  asociados. 

RiCCHERI. 
(Boletín  Militar  N"  237,  de  24  de  octubre  de  1903;. 


■yajniaa^jgfyff  ■ 


'/rifa  </e  /<v  c^l^nuMí  Vwv/!wéy  -  ¿%^/ww  ,^^^3!taf'n/¿n/j. 


Apéndice 


Medalla  de  Ayacucho 


No  obstante  el  haberse  publicado  en  el  capítulo  respectivo  todo 
lo  correspondiente  á  los  premios  otorgados  por  la  batalla  de  Aya- 
cucho,  la  Comisión  ha  juzgado  oportuno  agregar,  como  dato  ilus- 
trativo, el  facsímile  de  una  tnedalla  que  debe  tener  su  origen  en 
alguna  modificación  del  decreto  creando  la  que  se  mandó  acuñar 
por  el  Congreso  Constituyente  del  Perú,  en  honor  de  Bolívar. 

Según  el  ilustrado  numismático,  Sr.  Alejandro  Rosa,  el  fac- 
símile que  publicamos,  es  copia  de  la  medalla  otorgada  al  famoso 
general  colombiano  don  José  María  Córdoba,  y  se  cree  que  con 
otras  iguales  fueron  condecorados  algunos  militares  argentinos  que 
se  distinguieron   en  aquella  acción. 


La  medalla  es:  una  cruz  de  cinco  brazos,  esmaltados  en  blanco, 
cargando  cada  uno  de  ellos  dos  brillantes  en  los  extremos  y  asen- 
tada en  corona  de  laurel. 

Anverso:  dentro  de  un  círculo  de  diez  y  ocho  brillantes,  busto 
laureado  de  Bolívar,  á  la  izquierda,  con  la  inscripción  al  rededor 
y  en  esmalte : 

«SIMÓN  bolívar» 

Reverso:   á  buril  está  marcado:    «República   del  Perú^>. 
Broche  formado  de  una  guirnalda  de  laureles  y  un  brillante. 
Oro.  Peso :   3 1   gramos. 

(Numismática,  por  Alejandro  Rosa,  pag.  45.) 


c^ii/f^^er  ^rr-Md   'tí^-f/u^i  ^yi^áMtUeá  ■  ¿^-^t/uf^-ucoy  t^^S^Mn/tna 


»y/\\*     *^p¡^     e/AVí     «-'jV^        ft^        A       "^v*       A  it''     *^iy^     ^iy^     *^A^        ft  u        '"^  Ü^ 


Monumento  en  la  Plaza  de  la  Victoria  conmemorativo  de  la  Revolución 

de  Mayo  de  1810 


£¿  Cotigreso    General   Constituyente     de    las    Provincias     Unidas    del   Rio    de  la 
Plata  ha  sancionado  la  siguiente  ley  : 

Art.  i"  En  la  Plaza  de  la  Victoria  se  levantará  á  costa  del  Tesoro 
Nacional  un  momcmento  que  subrogando  al  que  hoy  existe,  perpetué  la 
memoria  del  glorioso  dia  25  de  Mayo  de  1810,  y  la  de  los  ciudadanos 
beneméritos,  que  por  haberlo  preparado,  deben  considerarse  los  autores  de 
la  rev'olucion  que  dio  principio  á  la  libertad  é  independencia  de  las  Pro- 
vincias Unidas  del  Rio  de  la  Plata. 

Art.  2"  El  mojuitnento  consistirá,  en  una  magnífica  fuente  de  bronce  que 
represente  constantemente  á  la  posteridad,  el  manantial  de  prosperidades  y  de 
glorias,  que  nos  abrió  el  denodado  patriotismo  de  aquellos  ciudadanos  ilustres. 

Art.  3"  En  su  base  se  grabará  la  siguiente  inscripción:  La  República 
Argentina  á  los  autores  de  la  revolución,  en  el  memorable  25  de  Mayo  de  1810. 

Art.  4°  El  Gobierno  presentará  oportunamente  á  la  aprobación  del 
Congreso  el  plano  del  momimento  decretado  por  esta  ley  y  el  presupuesto 
de  su  costo. 

Y  de  orden  del  mismo  se  comunica  á  V.  E.  para  su  conocimiento 
y  cumplimiento. 

Manuel  de  Arroyo  y  Pinedo. 

Presidente. 

Juan    C.     Várela, 

Secretario. 

Buenos  Aires,  Junio  12  de  1826. 
Acúsese  recibo  y  dése  al  Registro  Nacional. 

RiVADAVIA. 
Julián  S.  de  Agüero. 
(R.  O.  iV.,  tomo  II,  pág.  1%). 


Monumento  conmemorativo  de  la  paz  con  el  Brasil 


Sala  de  sesiones,  Buenos  Aires,  Noviembre  25  de  1828. 

La  Honorable    ¡unta    de    Representantes    de  la   Provinria    con    fecha  de  hoy  ha 
sancionado  el  siguiente    decreto: 

Art.  1°  En  la  plaza  de  Marte  se  erigirá  un  monumento  costeado  por 
los  Fondos  de  la  Provincia  que  perpetúe  la  memoria  de  la  paz  que  ha 
obtenido  la  República  con  el  Emperador  del  Brasil. 

Art.  2"  El  Gobierno  presentará  en  oportunidad  á  la  aprobación  de 
la  Sala  el  plan  del  mojuimento  y  el  presupuesto  de  su  costo.  Y  se  trans- 
cribe á  V.  E.  para    su    conocimiento  y  demás  que  corresponde. 

Felipe  Arana, 

Presidente. 

Eduardo  LM,hite, 

Secretario. 

Exino.  Sr.   Gobernador  y    Capitán   General  de  la  Provincia. 

Buenos  Aires,  Noviembre  26  de  1828. 
Acúsese  recibo,  publíquese    según  corresponde,  á  lo  acordado. 


(Rúbrica  de  S.  E.) 
Gélido. 


(Registro  Oficial  Nacional,  tomo  11,  pág.  231). 


■íSiK'í' í!2PX''í!SSSí' •<s?SX"f«SlB«' Xaf¡!»"«^^ 


Recomendando  á  los  señores  generales,  jefes,  oficiales  y  tropa, 

con  motivo  del  movimiento  revolucionario  del  año  1893. 


ORDEN  GENERAL 

Buenos  Aires,  Octubre  10  de  1893. 

En  cumplimiento  de  lo  que  dispone  la  superior  resolución  que  an- 
tecede, el  jefe  del  Estado  Mayor  del  Ejército  une  sus  felicitaciones  á 
las  del  Exorno.  Señor  Ministro  de  la  Guerra,  y  al  dictar  las  órdenes  del 
caso  para  que  se  cumpla  todo  cuanto  en  ella  determine,  dirige  al  Ejército 
la  siguiente  alocución. 

El  país  acaba  de  pasar  por  una  conmoción  que  ha  agitado  todos  los 
espíritus,  que  ha  conmovido  las  fibras  todas  del  patriotismo  ante  la  ame- 
naza de  una  guerra  civil  que  iniciada  con  potente  efecto,  parecía  llevar- 
nos á  una  lucha  cruenta  y  desastrosa;  mas,  las  enérgicas  medidas  del 
Superior  Gobierno,  las  acertadas  órdenes  del  Excmo.  Señor  Ministro  de 
la  Guerra,  dictadas  con  precisión  por  el  comando  y  movimiento  de  las 
tropas,  la  oposición  sensata  del  pueblo,  la  lealtad  y  firmeza  del  Ejército 
y  Armada,  el  concurso  decidido  de  la  valerosa  Guardia  Nacional  y  la 
pronta  eficacia  con  que  operaran  nuestros  generales,  han  dominado  en 
pocos  días  y  vencido  la  rebeldía. 

Corta  ha  sido  la  lucha,  pero  nos  ha  hecho  apreciar  la  disciplina  del 
Ejército,  su  decisión,  su  arrojo,  su  inconmovible  espíritu,  que  no  lo  abate 
obstáculo  y  que  salva  todos  los  que  se  le  presentan  hasta  llegar  á  Tucu- 
mán  y  aplastan  allí  el  origen  de  la  conflagración:  que  recorriendo  espa- 
cios dilatados  acude  por  distintas  vías  con  precisión  y  bajo  un  pensamiento 
dado,  á  reconcentrar  y  arrollar  en  el  Rosario  el  pendón  rebelde  que  se 
ostentaba  allí  audaz  y  provocativo,  después  de  derrotar  en  encuentros 
parciales  á  las  fuerzas  sediciosas  y  demostrar  en  Santa  Fe  un  valor  de- 
nodado en  que  compite  con  los  soldados  del  Regimiento  ii  de  Caballería 
de  Línea,  la  benemérita  Guardia  Nacional  de  Entre  Ríos. 


—    250     - 

Corto  ha  sido  el  período  de  la  lucha,  pero  ha  producido  hechos  que 
deben  quedar  impresos  en  el  recuerdo  del  Ejército,  como  gratitud  á  los 
que  con  ellos  confirman  la  tradición  del  valor  argentino  ayer  coronado 
con  los  laureles  inmarcesibles  déla  gloria  en  los  campos  inolvidables  del 
Paraguay  confirmando  los  legendarios  de  nuestras  luchas  patrias,  y  más 
tarde,  como  hoy,  derrochando  en  lucha  interna,  pero  representando  la 
bandera  del  deber,  del  orden  y  del  poder  constituido. 

Así  el  general  Bernal  en  Santa  Fe  enseña  la  firmeza  y  el  tesón 
con  que  se  sostiene  un  puesto,  luchando  con  un  puñado  de  soldados  del 
Regimiento  g  de  Caballería,  el  teniente  coronel  Grimau  y  45  de  tropa 
que  se  baten  con  arrojo,  hasta  que  protegido  por  el  coronel  Morosini 
con  el  Regimiento  1 1  de  Caballería  y  la  valiente  Guardia  Nacional  de 
Entre  Ríos,  cae  sobre  los  rebeldes  y  levanta  el  nombre  de  la  autoridad 
nacional,  combatiendo  con  bravura  y  acreditando  una  vez  mas  las  dotes 
de  su  carácter,  comprendido  y  secundado  por  dignos  jefes  y  oficiales. 
Así  el  capitán  Agüero,  en  la  misma  ciudad,  á  una  orden  del  jefe, 
sin  vacilar,  soldado  cuya  valentía  ocupará  una  página  en  la  historia  de 
su  regimiento,  asalta  y  toma  el  baluarte  principal  de  la  resistencia  re- 
belde, la  aduana,  dejando  su  paso  cubierto  de  cadáveres;  pero  bien  alto 
el  honor  del  Ejército  Nacional. 

Así  el  teniente  Recalde,  del  primer  Batallón  del  Regimiento  3°  de 
Infantería  de  Línea,  desprendido  desde  el  Arroyo  Seco,  en  avanzada  de 
la  División  Winter  con  quince  soldados,  con  valiente  empuje  detiene  en 
Villa  Alvear  un  tren  que  con  más  de  doscientos  revolucionarios  viene 
del  Rosario  á  invadir  el  norte  de  Buenos  Aires  y  los  hace  replegar  ma- 
logrando su  intentona. 

Así,  por  último,  el  subteniente  Torres,  del  i"".  Batallón  del  Regi- 
miento 9  de  Infantería  de  Línea,  con  heroico  comportamiento  y  haciendo 
lujo  de  un  valor  temerario,  con  4  hombres  y  bajo  un  vivo  fuego,  asalta 
en  San  Lorenzo  otro  tren,  quita  la  vida  al  maquinista,  y  dá  la  suya;  pero 
conquistando  glorioso  nombre  y  dejando  prisioneros  á  los  rebeldes  que 
lo  ocupaban. 

¡Un  recuerdo  honroso  á  su  memoria! 

Aquí,  desde  mi  puesto,  vigilante,  siguiendo  anheloso  paso  á  paso 
esta  lucha,  he  sentido  agitarse  el  corazón,  he  sentido  ensanchado  ol  pe- 
cho lleno  de  justo  orgullo»  porque  generales,  jefes,  oficiales  y  soldados, 
Ejército  y  Guardia  Nacional,  han  sabido  responder  á  su  misión,  acredi- 
tando la  esperanza  que  la  patria  tiene  de  ellos,  confiándole  su  poder,  que 
ha  de  asegurar  su  gloria  y  su  grandeza. 

El  excelentísimo  señor  Presidente  de  la  República,  con  la  altura 
del  sentimiento  que  lo  anima,  me  ha  confiado  ol  honor  de  felicitar  en  su 
nombre  al  Ejército  y  á  la  Guardia  Nacional,  á  los  bravcs  que  han  luchado 


—    251     — 

como  buenos  y  á  los  que  les  ha  tocado  quedarse  con  el  arma  al  brazo, 
firmes  y  leales,  dispuestos  en  todo  momento  á  ofrecer  sus  vidas  en  aras 
del  orden  y  tranquilidad  de  la  República. 

Soldados:  al  hombro  las  armas  en  honor  de  los  compañeros  del 
Ejército  y  de  la  Guardia  Nacional,  que  con  su  vida  y  su  sangre  honraron 
su  bandera,  y  de  los  que  en  la  lucha  les  ha  tocado  el  mayor  esfuerzo 
en  pro  de  la  paz  pública,  defendiendo  la  autoridad  constitucional  de  la 
Nación. 

¡VIVA   LA  I^ATRIA!    ¡VIVA   EL  EXMO.  SEÑOR   PRESIDENTE   DE  LA   REPÚBLICA! 

Firmado —  Emilio  Mitre    (') 


(i)  Véase  la  página  101  del  tomo  I  de  esta  obra. 


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Distribución  de  las  medallas  y  diplomas 

de  la  República  Oriental  del  Uruguay  por  la  terminación 

de  la  Guerra  del  Paraguay. 


Ministerio  de  Relaciones  Exteriores. 

Buenos  Aires,  Julio  5  de  1894. 

Habiéndose  adherido  el  Gobierno  de  la  República  Oriental  del  Uru- 
guay al  protocolo  celebrado  entre  la  República  Argentina  y  el  Brasil, 
por  el  que  se  acuerda  la  medalla  conmemorativa  de  la  guerra  contra  el  dic- 
tador del  Paraguay,  á  los  miembros  del  Ejército,  de  la  Armada  y  de  las 
clases  anexas  de  uno  y  otro  país  que  sirvieron  en  aquella  campaña,  y 
coincidiendo  el  envío  por  parte  de  aquel  Gobierno,  de  las  medallas  que 
deben  distribuirse  á  los  favorecidos  con  ellas  en  el  aniversario  de  nuestra 
gloriosa  independencia. 

El  Presidente  de  la  República,  en  acuerdo  general  de  mÍ7iistros — 

DECRETA: 

Artículo  1°  Desígnase  para  la  distribución  de  estas  medallas  el  día 
9  del  corriente,     después    del     Tedeum    que    tendrá    lugar    en    esta  fecha. 

Art.  2"  A  las  12  del  día  fijado,  las  tropas  de  la  guarnición  y  guar- 
dia nacional  formarán  de  parada,  en  la  forma  designada  por  la  orden 
general;  y  los  buques  de  la  Armada  que  se  hallen  en  la  rada  empave- 
sarán, haciendo  una  salva  de  honor  á  la  i  p.  m.  Igual  salva  y  á  la  misma 
hora  se  hará  por  la  batería  de  tierra. 

Art.  3°  Una  comisión  compuesta  de  oficiales  generales  del  Ejército 
y  de  la  Armada,  presidida  por  el  jefe  del  Estado  Mayor  del  Ejército, 
recibirá  de  la  comisión  militar  uruguaya,  las  medallas  y  diplomas  respec- 
tivos. 

Art.  4°  En  el  acto  de  la  ceremonia  el  Presidente  de  la  República 
entregará  personalmente  á  los  señores  generales  la  medalla  y  diploma 
que  les   corresponda  y  oportunamente  los    jefes  de  los    estados  mayores 


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MEDALLA  POR  LA  BATALLA  DE  PAVÓN 


(17  de  septiembre  de  1861) 


No  habiendo  encontrado  la  Comisión  decreto  ni  resolución 
alguna  que  autorice  este  premio  y  existiendo  esta  pieza  en  la  no- 
table colección  del  distinguido  escritor  y  numismático  señor  Ale- 
jandro Rosa,  quien  la  adquirió  por  compra  pública  de  la  del 
doctor  Andrés  Lamas,  la  Comisión  ha  creído  de  su  deber  incluirla 
entre  los  premios  militares  á  título  de  ilustrativa. 


t5^<5,éí<!<í¿«¿,¿áí'  'cÁe-mtM  >-yMcMcu*u)  -  't>^í^¿0&ca^  iS^^S^^/Üna- 


Hotas  y  Bibliografía 


Nota  de  la  comisión  dando  cuenta  de  haber  terminado  la  ordenación 
y  redacción  de  la  Historia  de  los  Premios  Militares — República 
Argentina» . 


Buenos  Aires,  agoslo  12  de  1909. 
A  S.  E.  el  Sr.   Ministro  de    Guerra, 

general  de  brigada  don  Rafael  M.   Aguirre. 

Présenle. 

La  comisión  nombrada  con  fecha  5  de  febrero  de  1906,  para 
la  ordenación  y  redacción  definitiva  de  la  «Historia  de  los  Pre- 
mios Militares — República  Argentina» — tiene  el  honor  de  presentar 
á  V.  E.  el  trabajo  terminado. 

Esta  obra,  de  acuerdo  con  lo  dispuesto  en  el  decreto  del  8 
de  mayo  de  1908,  ha  sido  impresa  en  los  talleres  gráficos  del 
Arsenal  Principal  de  Guerra,  permitiéndonos  llamar  la  atención 
de  V.  E.  respecto  del  notable  trabajo  realizado  por  esos  talleres. 

En  nuestra  comunicación  del  4  de  mayo  de  1908,  manifestá- 
bamos á  V.  E.  que  esta  obra  constaría  de  dos  tomos  de  unas 
250  páginas  cada  uno,  y  presumíamos  que  á  pesar  de  la  prolijidad 
con  que  se.  habían  investigado  diversas  fuentes,  faltarían  algunos 
premios,  cuyas  descripciones  nos  proponíamos  agregar  al  final  del 
tomo  segundo. 

Grato  nos  es  el  hacer  constar  que  ya  en  archivos  privados, 
puestos  á  nuestra  disposición  por  sus  poseedores,  ó  ya  ofrecidos 
por  los  descendientes  de  algunos  ilustres  guerreros  de  la  Inde- 
pendencia, del  Brasil  y  del  Paraguay,  hemos  encontrado  una  serie 
de  documentos  poco  conocidos  y  cuya  publicación  nos  ha  obligado 
á  aumentar  esta  obra  con  un  tercer  tomo,  teniendo  en  cuenta  que 
cada  uno  de  estos  contiene  mayor  número  de  páginas  de  las  cal- 


-   258   - 

culadas  al  principio  para  los  dos  tomos  propuestos.  Esto  nos  ha 
permitido  ampliar  algunos  capítulos  que  )^a  creíamos  terminados 
y  evitar  tomos  demasiado  voluminosos  y  de  difícil   manejo. 

Como  podrá  V.  E.  constatarlo,  se  ha  observado  escrupulosa- 
mente el  programa  que  V.  E.  se  sirvió  aprobar,  y,  no  obstante 
el  haberse  recibido  nuevas  insinuaciones  aconsejando  suprimir 
todo  cuanto  se  refiera  á  las  épocas  de  la  tiranía  y  diversas  con- 
tiendas civiles,  la  comisión,  respetando  consideraciones  expuestas 
en  diversas  consultas  evacuadas  en  sentido  afirmativo,  resolvió 
mantenerlas  en  el  texto,  teniendo  en  cuenta  que,  siendo  ésta  una 
obra  de  catalogación,  debe  presentar  y  describir  cuantos  premios 
se  hayan  acordado  al  Ejército,  sin  entrar  á  juzgar  las  causas  que 
los  originaron,  ni  los  gobiernos  ó  autoridades  que  los  concedie- 
ron, juicios  que  por  su  especialidad  corresponde  someterlos  al 
estudio  imparcial  del  historiador.  Y  al  mantenerlos  en  el  texto 
de  la  obra,  la  comisión  cree  cumplir  un  deber,  cual  es  el  de 
que  esos"  documentos  siendo  conocidos  por  un  limitado  número 
de  personas,  conviene  popularizarlos  para  que  puedan  apreciarlos 
los  futuros  historiadores  argentinos  y,  libres  de  prejuicios,  estudiar 
esas  épocas,  ya  que  hoy,  desgraciadamente,  pasiones  aun  latentes 
no  permiten  narrarlas  con  toda  imparcialidad. 

Al  constituirse  esta  comisión  fué  nombrado  secretario  de  ella 
el  que  lo  era  de  la  Administración  Central,  D.  Eduardo  B.  Ruiz. 
A  pesar  de  su  buena  voluntad,  conocimientos  y  especiales  dispo- 
siciones para  el  trabajo,  la  grave  enfermedad  que  lo  aquejaba  y 
cuyo  desenlace  fatal  no  se  hizo  esperar,  no  le  permitió  atender 
sino  una  parte  de  la  obra.  Durante  un  largo  período  de  tiempo 
atendió  la  secretaría  el  teniente  coronel  retirado  D.  Eduardo  Del- 
gado que  también  lo  era  de  la  Administración  Central,  y  al  que,  á 
propuesta  de  esta  comisión  V.  E.  se  sirvió  confirmarlo  en  el  cargo 
por  decreto  de  fecha  i°  de  marzo  último.  Este  jefe  ha  interve- 
nido desde  el  capítulo  correspondiente  á  las  Campañas  de  la 
Independencia,  cuyos  apuntes  dejó  inconclusos  su  antecesor,  hasta 
la  terminación  de  la  obra,  habiéndose  desempeñado  con  laborio- 
sidad y  á  entera  satisfíicción  de  .esta  comisión. 

Igual  concepto  debemos  formular  respecto  del  dibujante  de 
la  sección  técnica  del  Arsenal  Principal  de  Guerra,  señor  Manuel 
S.  Magalhaes,  (lue  por  disposición  de  V.  E.  está  á  órdenes  de 
esta  comisión. 

Un  deber  de  íntima  gratitud  nos  obliga  á  mencionar  los 
nombres  de  los  señores  Alejandro  Rosa,  director  del  museo  «Mitre» 
y  José  Juan   Biedma,  archivero  general  de  la  Nación,  quienes  nos 


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—  259  — 

han  desinteresadamente  ayudado  y  guiado  durante  la  ordenación 
de  toda  la  obra.  Las  numerosas  consultas  evacuadas  en  cuantos 
puntos  dudosos  hemos  sometido  á  su  ilustrada  opinión,  nos  han 
permitido  terminarla  en  tan  breve  tiempo. 

Como  nota  final  hemos  creído  oportuno  incluir  la  nómina  de 
las  obras  consultadas  y  nombres  de  sus  autores;  la  de  los  esta- 
blecimientos y  reparticiones  públicas  á  las  que  hemos  acudido  en 
procura  de  datos  y  objetos,  y  finalmente,  una  lista  de  todas  aque- 
llas personas  que  nos  han  prestado  su  desinteresada  cooperación 
facilitando  nuestro  cometido  al  proporcionarnos,  de  sus  valiosas 
colecciones,  documentos  y  objetos  cuyos  facsímiles  han  sido  incluí- 
dos  en  el  texto. 

Faltaríamos  á  nuestro  deber  si  no  dejáramos  constancia  de 
la  participación  personal  de  V.  E.  en  esta  obra,  pues  cuando  fué 
ideada,  solicitamos  previamente  su  opinión,  y  V.  E.  que  en  esa 
época  desempeñaba  el  cargo  de  jefe  del  Gabinete  Militar,  no  sólo 
la  aprobó  sino  que  influyó  por  su  aceptación  ante  el  señor  gene- 
ral Godoy,  á  la  sazón  Ministro  de  Guerra,  y  del  que  nos  compla- 
cemos en  recordar  la  acogió  con  decisión  y  simpatía.  Desde  entonces 
V.  E.  no  ha  dejado  momento  ni  oportunidad  de  alentarnos  y  es- 
timularnos para  que  diéramos  cima  al  trabajo.  Y  al  manifestar  á 
V.  E.  nuestro  agradecimiento,  debemos  igual  reconocimiento  á  los 
dignos  antecesores  de  V.  E.  los  generales  D.  Enrique  Godoy, 
D.  Rosendo  M.  Fraga  y  al  lamentado  señor  teniente  general  don 
Luis  M''  Campos,  que  siempre  nos  ayudaron  y  alentaron  con  la 
misma  decisión  que  merecimos  de  V.  E.,  así  como  también  no 
podemos  dejar  de  recordar  las  felicitaciones  y  amable  acogida 
que  nos  dispensó  el  Excmo.  señor  Presidente  de  la  República, 
doctor  don  José  Figueroa  Alcorta,  el  qué,  cuando  le  presentamos 
los  primeros  pliegos  impresos  y  grabados  de  la  obra,  nos  manifestó 
su  deseo  de  que  pudiéramos  terminarla  y  presentarla  como  uno 
de  los  números  destinados  á  solemnizar  el  próximo  Centenario, 
indicación  .que  en  su  oportunidad  tuvimos  el  honor  de  hacerla 
conocer  de  V.  E. 

Para  terminar,  señor  ministro,  réstanos  manifestarle  que  este 
trabajo  lo  presentamos  sin  ninguna  pretensión.  Obra  de  soldados, 
adolecerá  de  muchos  defectos,  fáciles  de  disculpar,  dado  que  no 
nos  ha  guiado  otro  propósito  que  el  de  ser  útiles  á  nuestro  país 
y  al  Ejército,  al  que  nos  enorgullecemos  en  pertenecer,  y  al  que 
hemos  querido  presentarle  en  forma  objetiva  para  retemplar  su 
espíritu,  si  ello  es  posible,  todas  esas  glorias  conquistadas  por 
nuestros  mayores,  v    con    el    íntimo    convencimiento  de  que  estas 


—    2  6o  

páginas  servirán  de  base  para  que  la  joven  oficialidad  del  presente, 
destinada  mañana  á  reemplazarnos,  si  llegado  el  caso  de  que  la 
Patria  reclamara  el  máxirhum  de  sus  esfuerzos  en  pro  de  su  inte- 
gridad, puedan  aumentarlas  con  otras  tan  gloriosas  como  la  ma- 
yoría de  las  contenidas  en  esta  obra,  que  tenemos  el  honor  de 
presentar  á  la  consideración  de  V.  E.  á  quien  nos  complacemos 
en  saludar  respetuosamente. 
Dios  guarde  á  V.   E. 

Laurentino  Vigil,  Rodolfo  Mom, 

Teniente  coronel  relirado.  Coronel. 

Eduai^do  Delgado, 

Tte.  coronel  retirado  —Secretario. 


Ministerio  de   Guerra 


Únenos  Aires,  agosto  19  de  1909. 


Visto  la  nota  que  antecede  de  la  comisión  encargada  de  la 
ordenación  y  redacción  de  la  obra  titulada  «.Historia  de  ¿os  Premios 
Militares — República  Argentinas ,  compuesta  del  señor  coronel  don 
Rodolfo  Mom,  como  presidente;  del  teniente  coronel  retirado  don 
Laurentino  Vigil,  como  vocal,  y  del  teniente  coronel  retirado 
D.  Eduardo  Delgado,  como  secretario;  en  la  que  dan  cuenta  ha- 
ber terminado  el  trabajo  que  se  les  había  encomendado, 

£1  Ministro  de    Guerra — 

resuelve: 

1°  Agregúese  la  precedente  nota  á  la  obra  mandada  imprimir. 

2°  Publíquese  la  presente  resolución  en  el  Boletin  Militar, 
debiéndose  agregar  copia  de  ella  en  los  respectivos  Legajos  Per- 
sonales. 

AGUIRRE. 


c  PniN-HOucni 


—    202    — 

D.  Barros  Arana Historia   General  de   Chile. 

M.  Paz  Soldán Historia  del  Perú  Independiente. 

A.  Saldías Historia  de  Rosas. 

M.  Odriozola Documentos  históricos  del  Perú. 

General  José  María  Paz.  .  .  Memorias  Póstwnas. 

J.  A.  Varas Recopilación  de   Leyes  y  Documentos  concernientes 

al  Ejército  de   Chile. 

General  J.  A.  Páez Autobiografía. 

General  M.  A.  López Recuerdos  históricos  de  la  guerra  de  la  Independencia. 

General  G.  Espejo Rasgos  históricobiográficos  del  coronel  Juan  Pas- 
cual Pringles. 

J.  W.   Getz Apoteosis  de  Pringles. 

General  J.  I.  Garmendia...  Campaña  de   Corrientes  y  de  Rio   Grande. 

A.  P.  Carranza San  Martin. 

P.  Rivas Efemérides  Americanas . 

G.  E.  Rodríguez El  general  Soler. 

Alejandro  Rosa Colección  de  Leyes,  Decretos,  sobre  condecoraciones 

militares,  etc. 

»  »       .  . Estudios  Históricos-N7imismáticos. 

»  »       Numismática. 

»  »       Monetario  Americano. 

A.  del  Solar Don  Manuel  Dorrego. 

M.  A.   Pelliza Dorrego — Lingotes  de  bronce  para  su  estatua. 

A.  Gancedo Dorrego. 

Oficial  -año   1842 Vida  pública  de  Jua7i  Mamiel  de  Rosas. 

M.  F.  Mantilla Premios  Militares. 

Oficial Primer   Centenario  del  gerieral   Urquiza. 

L.   C.  Caronti Las  Legiones  Italianas. 

F.  Larrazábal La    Vida  de  Bolívar. 

General  Arenales Memorias. 

Ercilio  Domínguez Colección  de  Leyes  y  Decretos  Militares. 

Oficial Partes  oficiales  y  documentos  relativos  á  las  gue- 
rras de  la  Independencia,  editadas  por  el  Ar- 
chivo General  de  la  Nación. 

J.  J.  Biedma Crónica  histórica  del  Rio  Negro. 

J.  J.  Biedma  Straw Crónica  histórica  del  N"  2  de  Infantería  de  Línea. 

M.  A.  Pelliza La  Bandera  y  el  Escudo  Nacional. 

E.  S.  Zeballos El  Esctido  y  los  colores  tiaciotiales. 

J.  M.  Eizaguirre La  Bandera  Argentina. 

G.  Carrasco Los  colores  de  la  Bandera  Argentina. 

Miller Memorias. 

Oficial Actas  de  tas  primeras  Asambleas  Argentinas . 

»         Registro  Nacional. 


—    203    — 

Oficial Registros    oficiales    de    las    provincias    de    Buenos 

Aires,  Entre  Ríos,  Santa  Fe,  Corrientes,  San 
Luis,   San  Juan,    Córdoba  y  Mendoza. 

Oficial Memorias  presentadas  por  varios  señores  ministros 

de   Guerra  al  H.  Congreso  de  la  Nación. 

J.  Giustiniani Apuntes  de  carácter  general  sobre  pensiones  civiles, 

pensiones  y  retiro  militar,  premios,  condecoracio- 
nes, etc. 

Oficial Collecfáo  das  Leis  do  Imperio  do  Brazil. 

Efemérides,  publicadas  por 

los  diarios:  La  Nación,  La  Prensa  y  semanario  Vida  Moderna. 

Diarios I^a  Gaceta,  El  Cetisor,  etc.  etc. 

REPARTICIONES    Y    ESTABLECIMIENTOS    PÚBLICOS 

Museo  Nacional  de  la  Capital. 

Museo  Histórico  Nacional. 

Museo  «  Mitre  » . 

Archivo  General  de  la  Nación. 

Archivo  General  Administrativo  de  la  Nación. 

Archivo  Militar  (6"  División  del  Gabinete  Militar). 

Biblioteca  Nacional 

Museo  Histórico  Nacional  de  Montevideo. 

Colegio  Militar  de  la  Nación. 

NÓMINA  DE  LOS  CIUDADANOS  QUE  FACILITARON  DE  SUS  COLECCIONES 
PRIVADAS,  DOCUMENTOS,  DIPLOMAS,  MEDALLAS,  ETC.,  Y  CUYAS  COPIAS 
FIGURAN    EN    EL   TEXTO    DE    ESTA   OBRA: 

Alejandro  Rosa — José  Juan  Biedma — Julio  Migoya  García — Alfredo 
Meabe — ^D."'  Enrique  Peña — D.''  José  Marcó  del  Pont— Teniente  general 
Donato  Alvarez — Familia  del  Teniente  general  Luis  María  Campos — S." 
Dolores  Lavalle  de  Lavalle — Coronel  José  I.  Arias — Coronel  Teófilo  T. 
Fernández — Gregorio  E.  Rodríguez — Ingeniero  Eduardo  Clérici — D.'  Carlos 
Urien— Tomás  Santa  Coloma — Juan  Canter — Aurelio  Calderón  de  la  Barca 
— Juan  Mesa,  del  Museo  Histórico  de  Montevideo. 


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Página 

14 

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14 

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56 

>        30 

FE   DE  Ef^RñTñS 


TOMO     III 

-donde  dice :  legisladores léase  legionarios 

»  »       deferer encías. . >  deferencias 

»  9       Febroro >  Febrero 

»  »        Venenzuela »  Venezuela 

»  >        1828 »  182/ 

»  »       Casterac >  Canterac 


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Hepúbliea  Argentina 


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I3>Tr)IGE     IDE3L.     TOl^O     XXX 


Página 

MEDALLAS   Y   HSCUDOS   DE   LA   IXDEPEXDEN'CIA   SUDAMERICANA   ACORDADOS   A    MILITARES   ARGENTINOS 

Legió7i  de  Mérito  de  Chile 7 

Leyes  del  Congreso  Argentino 8 

Decreto  creando   la  Legión 10 

Instituto  de  la  Legión 12 

El  general    Soler  solicita  autorización  para  usar  el    distintivo    de    la 

Legión 15 

Escudo  á  los  vencedores  de  Carampatigue . — Reseña  histórica 17 

Decreto 18 

Descripción  del  escudo iq 

Partes   oficiales 19 

Escjtdo  de  Chancay. — Reseña  histórica 23 

Descripción  del  escudo 24 

Documentos  varios 24 

Orden  del  día,   del  general  San  Martín 25 

Documentos  justificativos 26 

Carta  del   general  Al  varado 28 

Escudo  de  Concepción. — Reseña   histórica 31 

Decreto 3 1 

Medalla  al  Batallón  Niimnucia .—Rcueh-á.  histórica  y  descripción  de  la  medalla.  33 

Medalla  y  Escudo  de  Pasco. — Reseña  histórica  y  decreto 35 


—   268   — 

Página 

Descripción  de  la  medalla 36 

Partes  oficiales 36 

Escudo  de  Mirabe. — Reseña  histórica 41 

Descripción  del  escudo 42 

Escudo  á  los  vencedores  de   Carahobo. — Reseña  histórica 43 

Ley 44 

Descripción  del  escudo 47 

Medalla  al  Ejército  y  Escuadra  Libertadores  del  Perú—  Decreto 49 

Descripción  de  la  medalla 50 

Medallas  á  las  Partidas  de   Guerrillas — Decreto 53 

Descripción  de  las  medallas 54 

Ataques  al  Callao. — Reseña  y  descripción  del  escudo 55 

Partes  oficiales 55 

Ordeti  del  Sol. — Institución  de  la  Orden 59 

Descripción  de  la  Condecoración 65 

Escudos    á    los  peruanos    de    Tarma,    Cangallo,     Yaurochiré,    Canta,     Yatiyos  y 

Yauli. — Reseñas    históricas 67 

Decreto .  . 69 

Descripción  del  escudo 70 

Escudo  de  Río  Bamba. — Reseña  histórica 71 

Decreto 72 

Partes    oficiales 73 

Medallas  por  la  batalla  de  Pichincha.  — Reseña  histórica 77 

Acta  de  la  Municipalidad  de  Quito 79 

Descripción  de  la  medalla 80 

Medalla    de  Colombia 81 

Medalla  del  Perú 82 

Descripción  de  la  medalla 83 

Partes    oficiales 84 

Escudo  por  la  acción  de   Chunchanga . — Decreto 89 

Descripción  del  escudo 90 

Medalla  á  los  vencedores  de  Zepita. — Reseña  histórica 9' 

Partes   oficiales 92 

Decreto 95 

Descripción  de  las  medallas 9^ 

Medallas  por  la  batalla  de  Jnnin. — Reseña   histórica 99 


—  269  — 

Página 

Medalla  del  Perú loi 

Medalla  y  escudo    de  Colombia 104 

Descripción    de  las  medallas lOÓ 

Fundición  del  busto   del  coronel  Suárez '. 107 

Medallas  por  la  batalla  de  Ayacucho. — Reseña  histórica 109 

Medalla  del  Perú 112 

Descripción  de  la  medalla 114 

Medalla  del  Perú    á  Simón  Bolívar 114 

Descripción  de  las  medallas 116 

Partes    oficiales 117 

Medalla  por  la  toma    del  Callao. — Decreto 121 

Descripción  de  la  medalla 122 

INVASIO.NES    INGLESAS 

Escudo  de  Perdriel. — Reseña  histórica 127 

Presentación  de  Pueyrredón  y  acuerdos  del  Cabildo 127 

Descripción  del  escudo 1 29 

Medalla  por  la  Reconquista  de  Buenos  Aires. — Reseña  histórica 131 

Acuerdos  del  Cabildo 132 

Descripción  de  las  medallas 134 

Medalla  conmemorativa 135 

Medalla  por  la  rendición  del  Ejército  de    Witelocke. — Reseña    histórica 137 

Descripción  de  la  medalla 138 

Decreto  y  documentos 138 

Medallas  conmemorativas 140 

Acuerdos  del  Cabildo 142 

GOBIERNOS   DE   PROVINCIA 

Escudo  de  Jocoli. — Reseña  histórica. 147 

Descripción  del  escudo 148 

Escudo  al  coronel  Domingo  Soriano  de  Arévalo 149 

Medalla  por  Punta  del  Médano. — Reseña  histórica 151 

Documentos  oficiales 152 

Descripción  de  la  medalla 154 

Medalla  al  gobernador  Mansilla. — Reseña 155 

Decreto 156 

Acta  de  entrega  de  la  medalla 157 


--  270    — 

Página 

Medalla  y  Escudo  de   « Los  Ancasy 159 

Premios  y  distiticioties  al  ciudadano  Juan  Manuel  de  Rosas. — Proyecto  de  de- 
creto acordándole  varios  premios 161 

Nota  renuncia  de  Juan  Manuel  de  Rosas 163 

Ley  de  la  Junta  de  Representantes 16,5 

Medallas  á  los  generales  Molina  y  Aldao 167 

Premios  á  los  ejércitos  libertadores  contra  Rosas i6q 

Monumento  á  Rosas 171 

Medalla  de  Corrientes  á  los  que  atravesaron  el  Uruguay 173 

Premios  A  la  Legión  Italiana. — Reseña  histórica I77 

Decreto I79 

Distintivos  acordado  por  la  Defensa  de  Buenos  Aires 181 

Medalla  y  Escudo  por  la  Rinconada  del  Pocito. — Reseña  histórica 185 

Carta  del  general  Juan  Sáa 185 

Ley •  ■  187 

Documentos  oficiales 189 

Premio  al  Regimiento  i"  de   Caballería  de  Linea I93 

Premio  á  los  guardia  nacionales  de  San  Luis  que  hicieron  la  campaña  del  Pa- 
raguay     195 

Medalla  al    general  Julio  A.  Roca,  por  la  expedición  al  Rio  Negro 107 

PREMIOS   ESPECIALES 

La  Patria  al   Veficedor  del  Invencible 201 

Escudo  por  la  insurrección  de    Tomás  Figueroa. — Reseña  histórica 203 

Decreto  de  la  junta 205 

Conspiración  de  Alzaga  —  Escudo  al  Negro    Ventura. — Reseña  histórica 207 

Decreto 208 

Descripción  del  escudo 205 

Escudo  á  los  stiblevados  de  la  fragata    Trinidad 211 

Esctido  al  alcalde  Pedro  José  Pallavicini 213 

Honores  y  premios  al  brigadier  general  Soler 215 

Medalla  del  Perú  al  general  Arenales 219 

Medalla  del  Peni  al  general  Alvarado 221 

Distintivo  del   Yeruá 223 

Medalla  al  general  Nüñes 225 


—    271    — 

Pá^na 


Medalla  al  teniente  Miguel  Jerónimo   González. — Decreto 227 

Descripción  de  la  medalla 228 

Condecoración  al  general  Urquiza 229 

Premios  del  etnperador  del  Brasil   al  general  Urquiza 231 

Medalla  al  general  Urquiza  por  la  batalla  de  Caseros 233 

Medalla  al  general  Emilio   Conesa. — Reseña  histórica 235 

Descripción  de  la  medalla 236 

Premio    á  D.    Tomás  Santa  Coloma. — Decreto 239 

APÉNDICE 

Medalla  de  Ayacucho 243 

Monumento  e7i  la  Plaza  de  la  Victoria  conmemorativo  de  la  Revolución  de  Mayo 

de  1 810. — Ley 245 

Monumento  conmemorativo  de  la  paz  con  el  Brasil. — Decreto 247 

Orden  general. — Recomendando  á  los  señores  generales,  jefes,  oficiales  y  tropa 

con  motivo  del  movimiento    revolucionario  del  año   1893 249 

Decreto. — Disponiendo  la  distribución  de  medallas    y   diplomas    de  la    Repú- 
blica Oriental  del  Uruguay  por  la    terminación    de  la    guerra  del 

Paraguay 253 

NOTAS    Y   BIBLIOGRAFÍA 

Nota  de  la  comisión  dando  cuenta  de  haber  terminado  la  ordenación  y  redac- 
ción de  la  «Historia  de  los  Premios  Militares — República  Argentina»  257 

Resolución  del  ministerio 260 

Bibliogratia 261 


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