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Full text of "Isidoro Maiquez y el teatro de su tiempo"

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ESTUDIOS  SOBRE  LA  HISTORIA  DEL  ARTE  ESCÉNICO  EN  ESPAÑA 

III 
ISIDORO   MAIQUEZ 

.       Y    EL    TEATRO    DE   SU    TIEMPO 


OBRAS   DEL   AUTOR 


Eí,  Conde  de  Villamediana.  Estudio  biográfico  ij  critico  con 
varias  poesías  inéditas  del  mismo.  Madrid,  1886,  4.^6  pesetas, 

Tirso  de  Molina.  Inüestiqaciones  bio-biblioqráficas.  Madrid, 
1893,  8.°,  3  pesetas. 

Vida  y  obiias  de  Don  Enrique  de  Villena.  Madrid,  1896,  8.°, 
2  pesetas. 

Estudios  sobre  la  historia  del  arte  escénico  en  España.  I.  Ma- 
ría Ladvenant  y  Quirante,  primera  dama  de  los  teatros  de  la 
corte,  Madrid,  1896,  8.°,  2  pesetas. 

Estudios  sobre  la  historia  del  arte  escénico  en  España.  II.  Ma- 
ría DEL  Rosario  Fernández  (la  Tirana).  Madrid,  1897,  8.*^,  3  pe- 
setas. 

Iriarte  y  su  época.  Obra  premiada  en  público  certamen  por  la 
Real  Academia  Española,  é  impresa  á  sus  expensas.  Madrid, 
1897,  4.°  mayor,  15  pesetas. 

El  supuesto  libro  de  Las  Querellas  del  Rey  Don  Alfonso  el 
Sabio,  Madrid,  1898,  folleto  en  4.°  (agotado). 

Discurso  de  ingreso  en  la  Real  Academia  Española.  Sobre  las 
imitaciones  castellanas  del  Quijote.  (No  se  ha  puesto  á  la  venta). 

Don  Ramón  de  la  Cruz  y  sus  obras.  Ensayo  biográfico  y  biblio- 
gráfico. Madrid,  1899,  4.°  mayor,  10  pesetas. 

Cancionero  de  Antón  de  Montoro  (el  Ropero  de  Córdoba), 
poeta  del  siglo  xv.  Publicado  por  primera  vez  con  prólogo  v  notas. 
Madrid,  1900,  8.«,  4  pesetas. 

Juan  del.  Encina  y  los  orígenes  del  teatro  español.  Madrid, 
1901,  8.%  1  peseta. 

Lope  de  Rueda  //  el  teatro  español  de  su  tiempo.  Madrid,  1901, 
8.°,  1  peseta. 

Estudios  de  histoiíia  literaria  de  España,  tomo  I.  Madrid, 
1901,  8.°,  6  pesetas. 

Cancionero  inédito  de  Juan  Alvarez  Gato,  poeta  madrileño 
del  siglo  XV.  Madrid,  1901,  8.°,  3  pesetas. 

Lazarillo  de  Manzanares,  por  Juan  Cortés  de  Tolosa,  novela 
del  siglo  XVII,  reimpresa  según  la  edición  de  1620.  Madrid,  1901,  8.", 
2  pesetas. 

Teatro  espaííol  anterior  á  Lope  de  Vega.  Catálogo  de  obras 
dramáticas  impresas  pero  no  conocidas  hasta  el  presente.  Ma- 
drid, 1901,  8.°,  1  peseta. 


Hállanse;  de  venta  en  las  librerías  de  Suárez  (Preciados,  48),  y 
Señora  Viuda  de  Rico  (Travesía  dol  Arfinal,  1),  Madrid. 


ISIDORO  MAIQUEZ 


Y  EL  TEATRO  DE  Sü  TIEMPO 

POR 

DON  EMILIO  COTARELO  Y  MORÍ 

De  la  Real  Academia  Española. 


%0^^ 


MADRID 

IMPRENTA    DE    JOSÉ    PERALES 


Calle  de  la  Cabeza,  n 
1902 


2S    Y    MARTÍNEZ       ^Ky^ 

PÓ^RVÁTiON 


•RViCES 


isiDOP^    yviAiquEZ 

C'jpia  del  cuadro  de  Goya  que  posee  el  s^ñor  Marqués  de  Casa  Torres. 


PRÓLOGO 


Ig^ORMA  este  libro  la  tercera  parte  ó  serie  de  unos 
—'^  Estudios  sobre  la  historia  del  arte  escénico  en  Es- 
paña (1),  que  abarcan  desde  mediados  del  siglo  xviii 
hasta  1820.  Quedan  aún,  dentro  de  ese  período  de  se- 
senta años,  bastantes  lagunas.  La  que  media  entre  la 
muerte  de  María  Ladvenant  (1767)  y  la  aparición  de 
la  Tirana  (1780),  hemos  procurado  llenarla  en  el 
cuerpo  y  particularmente  en  los  apéndices  del  Ensayo 
biográfico  y  bibliográfico  de  D.  Ramón  de  la  Cruz, 
donde  se  han  dado  listas  de  compañías  desde  1756  á 
1794,  y  noticias  biográficas  de  más  de  trescientos  acto- 
res que  trabajaron  en  los  teatros  de  la  corte  durante 
el  mismo  tiempo  y  en  las  obras  de  aquel  fecundísimo 
poeta. 

La  vida  artística  de  Isidoro  Maiquez  corre  princi- 
palmente desde  1801  á  1819;  pero  á  ñn  de  enlazar  la 
narración  con  el  anterior  trabajo  acerca  de  María  del 
Rosario  Fernández,  que  se  retiró  del  teatro  precisa- 
mente en  el  referido  año  do  1794,  y  como  precedente 
necesario,  no  pasaremos  por  alto  los  primeros  y  deslu- 


(1)  Los  otros  dos  son:  María  Ladeenant  ij  Qairante,  primera 
dama  de  los  teatros  de  la  corte.  Madrid,  1896,  S.'*,  205  paginas.— 
María  del  Rosario  Fernández,  la  Tirana,  primera  dama  de  los 
teatros  de  la  corte.  Madrid,  1897,  8.°,  viii-287  páginas. 


PRÓLOGO 


cides  ensayos  escénicos  del  famoso  trágico  de  Car- 
tagena. 

En  1845  publicó  en  esta  corte  D.  José  do  la  Revilla 
una  Vida  de  Maiquez  (1),  de  la  que  ya  antes  había 
dado  un  bosquejo  en  el  célebre  periódico  el  Semanario 
pintoresco  (2).  Pero  esta  biografía,  aparte  de  ser  com- 
pendiosa y  escasa  en  los  hechos,  tiene  el  grave  defecto 
do  presentarnos  al  héroe  aislado  del  arte  y  de  la  lite- 
ratura de  aquel  tiempo;  es  un  continuo  panegírico  sin 
determinar  con  bastante  exactitud  y  particularidad  los 
méritos  y  excelencias  del  actor,  envolviéndolo  ipdo  en 
una  fraseología  genérica  con  lo  cual  se  queda  uno  sin 
saber  cómo  fué  realmente  Maiquez.  Así  ha  podido  de- 
cirse que  enseña  más  en  este  punto  la  nota  que  Mora- 
tín  puso  al  soneto  dedicado  á  la  mu<^rte  del  célebre 
cómico.  Y  más  claras  y  precisas  son  también  las  bre- 
ves frases  que  le  consagraron  D.  Antonio  Alcalá  Ga- 
liano  en  los  Recuerdos  de  un  anciano  i^d),  y  D.  Ramón 
de  Mesonero  Romanos  en  sus  Memorias  de  un  seten 
ton  (4),  quienes,  sin  escasear  los  elogios  debidos  al 
indiscutible  y  sobresaliente  mérito  del  actor,  aluden 
concretamente  á  su  trabajo  artístico  en  distintas  situa- 
ciones y  en  la  representación  de  varios  personajes. 

No  obstante  esto,  fué  el  folleto  de  Revilla  el  único 
manantial  en  donde  bebieron  sus  noticias  los  cien  y  más 
escritores  que  después  han  venido  imprimiendo  sem 


( 1)  V/du  artislíca  de  Isidoro  Maiquez,  primer  w^tor  de  los  tea- 
tros de  Madrid,  escritajjor  D.  José  de  la  Reoilla.  Madrid,  1845,  8.°, 
102  páii'inas,  con  retrato.  Sin  él  ha  sido  reimpresa  esta  obrilla  en 
Madrid,  s^in  año  (hacia  1876),  por  el  hijo  del  autor,  el  ilustre  D.  Ma- 
nuel de  la  Mevilk. 

(2)  lomo  correspondiente  á  1838,  págftias  738-740,  reproducido 
luefto  casi  con  las  mismas  palabras  en  la  X'ida. 

(3)  Se  publicaron  primero  en  la  revista  La  América  y  lueg'o  for- 
mando uno  de  los  tomos  de  la  Biblioteca  clásica.  Madrid,  1878,  8.°, 
545  páp,inas. 

(4)  Impresas  primero  en  La  Ilustración  Española  //  Americana 
y  luego  dos  veces  reimpresas.  Utilizamos  la  última  edición  en  dos 
volúmenes.  Madrid,  1881,  8.° 


PROLOGO 


blanzas  y  biografías  de  Maiquez,  en  diccionarios,  re- 
vistas, periódicos  y  libros  de  literatura  y  arte  (1). 

Hoy  puede  hacerse  algo  más:  puede  establecerse 
c  "ODológicamente  la  vida  del  actor  con  muchas  y 
exactas  noticias;  su  icfluencia  en  el  teatro  de  su  tiem- 
*po^  tanto  bajo  el  aspecto  literario  como'en  sentido  más 
restringido  ó  material;  sus  relaciones  con  los  demás 
artistas  que  colaboraron  en  la  representación  de  las 
obras  ó  faeron  sus  rivales  y,  finalmente,  obtener  de 
todo  esto  una  pintura  amplia  y  aproximada  de  un 
importante  período   de  la  historia  de  nuestro  drama. 

Este  período  puede  decirse  que  está  caracterizado 
por  UDa  completa  anarquía,  tanto  en  el  gusto  del  pú- 
blico como  en  el  de  los  autores  dramáticos.  Coexisten 
y  luchan  encarnizadamente  entre  sí  la  escuela  antigua 
española,  que  defiende  su  legitimidad  gracias  á  la  ex- 
celente interpretación  de  algunos  artistas  como  la  ic- 
signe  Rita  Luna,  Manuela  Carmena,  Coleta  Paz,  María 
García,  Josefa  Virg,  Antonio  Ponce,  Juan  Carretero, 
José  Oros,  el  veterano  Mariano  Qaerol  y  otros;  la  es- 
cuela galoclásica  amparada  y  ahora  con  más  energía 
por  los  literatos  humanistas  y  aun  por  el  Gobierno;  el 


(1)  Es  imposible  enumerarlas  infinitas  biografías  que  de  Mai- 
'v>i  !•:/-  se  han  escrito.  Kn  el  curso  de  este  libro  iremos  citan<lo  las 
principales,  cuando,  por  excepción,  tengan  alguna  noticia  ó  juicio 
propio  del  que  la  escrilia. 

(falcada  exclusivamente  en  la  de  Kevilla,  so  publicó  en  1843  una 
i)!0gralía  do  Isidoro  Maiqüh/  en  la  colección  Personajes  célebres 
(Id  siíjlo  XIX  por  uno  que  no  lo  es;  tomo  v,  8.",  32  páginíis.  Extracto 
ríe  aquélla  y  de  lo  que  dice  Mesonero  es  la  que  el  Sr.  Guerra  y 
Alarcón  incluyó  en  el  tomo  Musiao's,  poetas  y  actores,  Madrid, 
1884,  4.°,  páginas  199-224.  Juicios  generales  solamente  hay  en  la 
conferencia  que  el  actor  I).  Antonio  Vico  leyó  en  el  Ateneo  de 
Madrid,  acerca  de  Isidoro  Maiquez,  Carlos  Laiorre,  Julián  Romea 
!l  la^  escena  española  desde  principios  de  sif/lo.  Madrid,  1886,  4.", 
j)áginas  125  á  156  del  tomo  Colección  de  conferencias  históricas 
acor. -a  de  La  España  del  siglo  xix.  Esta  conteren(;ia  carece  de  todo 
valor  histórico  y  crítico.  Tampoco  lo  tienen  las  brevísimas  Noticias 
del  celebre  actor  español  Isidoro  Maique^,  publicadas  en  el  Otro 
noDÍsimo  Cajón  de  sastre  por  D.  Felipe  Ropabe/ero.  Barcelona, 
1831,8.°,  46  páginas.  ' 


10  PRÓLOGO 


melodrama  francés  que  pronto  se  abre  paso  entre  el 
vulgo  madrileño  que  aplaude  escandalosamente  todos 
los  despropósitos  que  malos  traductores  le  propinan 
diariamente;  aquel  prerromanticismo  dramático  im- 
portado de  Italia  con  las  tragedias  de  Alfieri  y  que  por 
sus  ideas  de  libertad  y  autonomía  subyuga  á  cierta 
parte  de  nuestros  literatos,  especialmente  los  jóvenes, 
quienes,  al  calor  de  la  revolución  política  que  siguió  á 
la  invasión  francesa,  quisieron  prematuramente  im- 
plantar aquí  el  régimen  parlamentario. 

Al  lado  de  esta  clase  de  obras  el  drama  lírico  pugna 
también  por  abrirse  paso;  pero  no  ya  en  la  forma  de 
nuestra  vieja  zarzuela  sino  en  la  de  óperas  y  operetas 
francesas,  que  el  público  soporta  debido  principalmen- 
te á  la  esmerada  ejecución  con  que  en  el  teatro  de  los 
Caños  las  ofrecen  el  famoso  tenor  Manuel  García,  se- 
cundado por  las  dos  hermanas  Lorenza  y  Laureana  Co- 
rrea, las  dos  Briones,  María  López,  la  Michelet,  Rosa- 
rio García  y  otros  varios.  También  la  ópera  italiana 
viene  luego  á  debilitar  y  al  fin  á  oscurecer  esta  clase 
de  drama  con  obras  de  Cimarosa  y  Mosca,  y  con  los 
primitivos  y  todavía  tímidos  ensayos  de  Rossini,  im- 
portados entre  nosotros  por  las  hermanas  Moreno,  la 
Lorenza  Correa,  después  de  su  viaje  á  Italia,  Concep- 
ción Lledot,  Loreto  García  y  Bernardo  Gil,  Julián 
Muñoz,  Cristiani  y  otros.  La  ópera  italiana  acabará 
por  hacerse  señora  de  los  teatros  de  Madrid  á  poco  de 
la  muerte  de  Maiquez. 

Los  demás  géneros  cultivados  entre  nosotros  ante- 
riormente sufren,  en  el  mencionado  período,  transfor- 
maciones más  ó  menos  grandes  y  algunos  desaparecen. 

La  tonadilla  que  el  siglo  xix  halla  en  todo  su  apo- 
geo, decae  rápidamente,  muertos  ó  inutilizados  los 
cuatro  ó  seis  grandes  maestros  de  este  género  (Estove, 
Laserna,  Moral,  Rosales,  Acero,  Valledor),  que  la  ha- 
bían levantado  á  inesperada  altura.  Sin  embargo,  los 
tesoros  de  música   indígena,  por   ellos  acumulados  no 


PRÓLOGO  11 


se  pierden  por  entero  y  se  oyen  con  frecuencia  como 
ornamento  del  baile,  que  ahora  toma  un  incremenio 
inusitado.  Y  todos  los  días  parejas  de  bailarines  anda- 
luces alegran  los  entreactos  con  sus  seguidillas,  fan- 
dangos, boleros  y  manchegas. 

Decaen  en  la  segunda  decena  del  siglo  para  dar 
paso  á  los  bailes  extranjeros  y  á  los  pantomímicos  de 
composición  difícil  y  complicada,  con  numeroso  perso- 
nal, y  que  representan  al  vivo  toda  la  mitología  griega 
y  romana  y  parte  de  la  historia  legendaria  de  la  Edad 
Media. 

De  esta  clase  de  intermedios  persiste  el  saínete, 
pero  no  nuevo  sino  el  de  D.  Ramón  de  la  Cruz  y  Gon- 
zález del  Castillo,  cada  vez  más  aplaudido  por  toda 
clase  de  público.  Sucede  con  estas  obras  lo  que  cua- 
renta años  antes  con  las  de  Calderón,  Morete  y  más 
dramáticos  del  siglo  xvii,  que  eran  el  pan  cuotidiano, 
y  sólo  por  excepción  se  ejecutaban  obras  de  autor  mo- 
derno. 

Esta  inseguridad  de  principios  tradujese  en  los  fre- 
cuentes é  inmaturos  cambios  en  la  administración  y 
organización  de  los  teatros.  Vióse  entonces  con  asom- 
bro desposeer  al  Ayuntamiento  de  Madrid  de  aquel  de- 
recho que  venían  gozando  desde  hacía  dos  siglos;  re- 
cuperarlo y  perderlo  de  nuevo,  é  intentar,  á  la  vez, 
otros  sistemas  diversos  para  conseguir  una  mejoría 
que  estaba  sólo  en  el  buen  gusto  y  en  la  independen- 
cia del  arte. 

Maiquez,  desde  que  se  halló  en  posesión  de  sus  me- 
dios artísticos,  no  manifestó  gran  preferencia  por  nin- 
guna escuela.  Es  indudable  que  al  principio  no  com- 
prendía ó  no  podía  expresar  cierta  clase  de  bellezas  de 
nuestro  antiguo  drama.  Los  sentimientos  dulces,  los 
rendimientos  amorosos  de  los  galanes  de  Lope  ó  Tirso, 
la  música  armoniosa  de  los  versos  calderonianos,  la 
rectitud  moral  de  los  héroes  de  Alarcón  no  parecen 
haber  sido  del  agrado  del  cómico   español  en  sus  pri- 


12  PRÓLOGO 


meros  tiempos.  Pero  como  estos  antiguos  y  grandes 
poetas  no  se  mantuvieron  siempre  en  el  mi.^mo  terre- 
no, no  desdeñó  Maiquez,  ejecutar  sus  obras  de  carác- 
ter pasional.  Nadie  hizo  como  él  un  García  del  Casta- 
ñar, un  rey  D.  Pedro,  un  Gabriel  Espinosa  y  tantos 
heroicos  personajes  del  gran  teatro  español. 

Hasta  llegó  á  profesar  cariño  á  ciertas  obras  prin- 
cipalmente cómicas,  tales  como  El  astrólogo  fingido, 
El  parecido  en  la  corte,  Cuantas  veo  tantas  quiero, 
que  hizo  machas  veces  durante  su  larga  carrera. 

Tero  á  la  vez  interpretaba  magistralmente  los  bu- 
róes shakespirianos  ya  debilitados  en  la  versión  france- 
sa de  Ducis  y  de  nuevo  al  pasar  á  nuestro  idioma.  Las 
pasiones  faertes  eran  su  verdadero  campo,  y  por  eso 
tampoco  demostró  una  preferencia  decidida  por  el  tea- 
tro francés  del  siglo  xvii  donde,  excepto  el  Cid  y  po- 
cos más,  los  héroes  son  principalmente  femeninos. 

Ea  cambio  las  obras  de  Alfieri  y  sus  imitadores,  aun 
los  franceses  como  Legouvé  y  Arnault,  hallaron  en  Mai- 
(iUEZ  un  apóstol  fervoroso  á  la  vez  que  admirable  in- 
térprete. Por  él  vinieron  al  castellano  Los  hijos  de  Edi- 
po,  Oi'estes,  Lucrecia  Pazzi,  Virginia,  La  muerte  de 
Abel,  Osear,  Cayo  Graco,  y  otras  varias  que  ejecutó 
con  éxito  asombroso. 

Los  servicios  que  la  declamación  y  el  decoro  de  la 
escena  debieron  á  Isidoro  Maiquez  no  son  para  expues- 
tos sucintamente  en  este  prólogo.  En  el  curso  del  libro 
los  iremos  señalando,  según  la  oportunidad  lo  pida. 
Maiquez  amaba  sobre  todo  su  arte,  y  por  ello  dirigió 
sus  esfuerzos  á. levantarlo  y  dignificarlo,  costándole 
sus  tentativas  no  pocos  disgustos  y  hasta  destierros  que 
anticiparon  el  fin  da  sus  días. 

Maiquez  no  formó  escuela.  Mpratín  lo  ha  dicho.  «Su 
habilidad  fué  un  secreto:  ni  tuvo  rivales  ni  quiso  dis- 
cípulos. Ensayaba  á  sus  compañeros  en  los  papeles  que 
habían  de  hacer  con  él;  pero  nunca  trató  de  darles  una 
instrucción  metódica  del  arte  ni  les  comunicó  las  má- 


PRÓLOGO  13 


ximas  que  él  había  adoptado.»  Quizá  él  mismo  no  las 
conocería,  obrando  llevado  de  su  inconsciencia  de  ar- 
tista de  genio. 

^  Con  la  mira  puesta  en  hacer  un  libro  útil,  no  hemos 
escaseado  las  referencias  bibliográficas  y  observacio- 
nes críticas  de  las  obras  estrenadas  por  Maiquez  ó  en 
su  época,  pues  con  este  enlace  entre  la  literatura  dra- 
mática y  el  arte  de  su  representación,  creemos  que 
debe  escribirse  la  historia  de  nuestro  teatro.  De  todas 
suertes  los  aficionados  verán  con  gusto  contenido  en  es- 
tas páginas  y  con  bastantes  novedades  un  trozo  de  his- 
toria literaria. 

Las  fuentes  que  nos  han  servido  para  la  composi- 
ción de  la  obra  van  citadas  puntualmente.  Entre  ellas 
debemos  hacer  mención  especial  de  cuatro  que  son  las 
más  importantes.  El  Archivo  municipal  de  esta  villa, 
centro  abundante  de  noticias  relativas  al  teatro  del 
siglo  XVIII,  nos  ha  facilitado  bastantes  en  los  períodos 
anterior  y  posterior  á  la  separación  del  Ayuntamiento 
en  cuanto  á  la  dirección  de  los  espectáculos.  En  el  Ar- 
chivo histórico  nacional  hemos  hallado  curiosos  datos 
relativos  á  la  época  de  la  Junta  de  Reforma,  Había 
caído  hace  tiempo  en  nuestras  manos  un  libro  de  notas 
de  funciones  y  compañías  que  llevó  durante  treinta 
años  uno  de  los  apuntadores  de  los  teatros  de  la  corte, 
que  lo  fué  casi  siempre  en  la  compañía  de  Maiquez,  y 
cuyo  nombre  era  Antonio  Sanz,  y  colacionándolas  con 
los  intermitentes  y  muchas  veces  equivocados  anun- 
cios del  Diario  de  Madrid,  hemos  podido  formar  las 
curiosas  listas  que  damos  al  final  de  este  libro,  donde 
como  en  cifra,  está  la  historia  del  teatro  español  de 
esté  tiempo.  Los  títulos  de  los  dramas  ejecutados  nos 
han  servido  en  muchos  casos  para  hallar  en  la  ya  rica 
é  importante  Biblioteca  municipal  (gracias  á  la  bon- 
dad de  su  verdadero  fundador  y  actual  jefe  el  señor 
D.  Carlos  Cambronero),  las  obras  mismas  que  ha- 
bían servido  para  la  representación,   el  ejemplar  del 


14  PRÓLOGO 


.ipuntador  no  pocas  veces.  Procedente  este  caudal  dra- 
mático de  los  archivos  de  los  antiguos  coliseos  del  Prín- 
cipe y  de  la  Cruz,  allí  están  en  gran  parte  los  origi- 
nales, con  los  repartos  de  actores,  circunstancia  apre- 
ciable  y  que  por  lo  común  se  omitía  al  imprimir  las 
obras.  Muchas  de  ellas  han  quedado  manuscritas.  El  se- 
ñor Cambronero  nos  ha  dado  cuantas  facilidades  he- 
mos deseado  para  la  busca  de  obras,  utilizando  prin- 
cipalmente el  completo  índice  que  de  su  Biblioteca  tie- 
ne formado  y  acaba  de  imprimir  por  orden  del  Ayun- 
tamiento. 

Una  parte  de  aquellos  archivos,  por  una  combina- 
ción de  sucesos  largos  de  referir,  ha  ido  á  parar  á  nues- 
tra Biblioteca  Nacional,  en  cuya  sección  de  manuscri- 
tos hemos  podido  ver  también  algunas  de  las  obras 
que  en  el  texto  se  citan.  En  los  apéndices  van  diver- 
sos documentos  ilustrativos,  listas  de  compañías  y  nota 
diaria  de  las  funciones,  todo  lo  cual,  por  lo  que  tiene 
de  nuevo  y  curioso,  esperamos  sea  del  agrado  de  los 
intelig:entes. 


CAPITULO  PRIMERO 


Nacimiento  y  familia  do  Isidoro  Maiquf.z.— Educación.— Su  gusto 
por  el  teatro  y  primeros  ensayos.— Su  matrimonio.— Mérito  ar- 
tístico de  su  mujer  Antonia  Prado.— Logra  Maiquez  entrar  en  las 
compañías  de  Madrid.— Los  teatros  de  la  corte. — Personal  de 
ambos.  —  Rita  Luna:  sus  primeras  representaciones.  — Escasos 
progresos  do  Maique/  en  el  arte  (1768-1793). 

Tk^a  hermosa  ciudad  de  Cartagena  se  gloría  de  haber 
1^1  ^^^^  ^*  cuna  del  insigne  trágico,  donde,  en  efecto, 
vio  la  luz  el  dia  17  de  Marzo  de  1768,  siendo  bautiza- 
do, dos  después,  en  la  única  parroquia  de  la  ciuiad  con 
los  nombres  de  Isidoro  Patricio  (1). 

Su  padre,  también  llamado  Isidoro,  era  natural  y  origi- 
nario de  Valencia,  patria  de  la  mayor  parte  de  nuestros 
grandes  actores  del  siglo  xviii,  y,  según  parece,  desde 


(1)  Partida  batitisinal:  Lil)ro  62  de  bautismos,  folio  8  vuelto, 
partida  38:  «En  Cartagena  á  19  de  Marzo  de  1768:  Yo,  D.  Francisco 
Antonio  lialdasano,  teniente  de  cura  de  esta  parroquial,  Bapjticé 
solemnemente  y  Chrismé  á  Isidoro  Patricio,  que  nació  el  día  Í7  do 
dicho  mes  á  las  dos  de  la  tarde;  hijo  legítimo  do  Isidoro  Maiquoz, 
natural  de  N'alencia,  y  Josefa  Rabay,  naturiil  do  esta  ciudad.  Ahue- 
los  paternos,  Leonardo  Mai(]uez  y  15ernarda  Tolosa,  naturales  de 
Valencia.  Maternos,  Pablo  Kabay,  natural  de  Genova,  y  María  Gue- 
rrero, natural  de  esta  ciudad.  Fueron  padrinos  D.  Domingo  Valari- 
no  y  Ana  María  Ors,  <á  quienes  advertí  su  obligación  y  parentesco. 
U'ostigos:  Juan  Prieto  y  Mateo  Mengua!.— D.  Fancisco  Antonio  Ral- 
dasano.))  Publicó  esta  partida  D.  J.  de  la  Revilla  en  el  apéndice  de 
notas  de  la  Vida  del  actor. 

Maiquf./  tuvo  otros  dos  hermanos  Juan  y  José,  de  quienes  habla- 
remos adelante  y  que  conservaron  el  apellido  hasta  nuestros  días. 


16  ISIDORO   MAIQUEZ 


muy  joven  avecindóse  en  Cartagena,  donde  se  dedicó  al 
oficio  de  cordonero  de  seda,  y  se  .casó  con  Josefa  Kabay, 
hija  de  un  genovés  establecido  también  en  la  perla  de  Le- 
vante. 

Pero  no  debió  de  irle  muy  prósperamente  en  su  oficio, 
cuando  lo  abandonó  para  unirse  á  las  compañías  de  la  le- 
gua, si  no  es  que,  como  su  hijo,  llevado  de  la  afición  á  la 
carátula  prefiriese  las  molestias  y  trabajos  de  ella  á  la  vida 
uniforme  de  su  profesión  antigua.  Ello  es  que,  formando 
en  las  compañías  ambulantes,  tan  pronto  hechas  como 
desechas,  recorrió  Maiquez,  el  padre,  diversos  lugares  de 
España  y  aun  se  aproximó  alguna  vez  á  la  corte,  si  bien 
nunca  logró  entrar  en  sus  compañías,  que  era,  como  es 
hoy,  el  último  escalón  del  ejercicio  cómico  (1). 

Esta  pobre  escuela,  este  duro  aprendizaje  tuvo  Maiquez 
en  sus  primeros  años.  Si  después  llegó  á  adquirir  modales 
distinguidos  y  hasta  elegantes,  cierta  instrucción  y  aun 
escribir  de  una  manera  correcta  y  con  estilo  propio,  bien 
puede  decirse  que  tales  ventajas  no  las  recibió  con  su  edu- 
cación infantil  tan  insuficiente  como  puede  suponerse  de 
la  aperrada  vida  que  llevaban. 

Naturalmente  debió  de  sentirse,  por  imitación,  inclinado 
al  ejercicio  que  profesaba  el  autor  de  sus  días,  aunque  lue- 
go fué  en  él  vocación  ardiente  y  entusiasta  la  declama- 
ción teatral.  Al  lado  de  su  padre  salió  tal  cual  vez  á  esce- 
na primero  en  su  patria,  donde  fué  mal  recibido,  y  luego 
en  Málaga  y  en  Valencia  que  no  le  acojieron  mucho  mejor. 


(1)  En  Madrid  á  25  do  Mar/o  de  1779  se  escritura  Isidoro  Mai- 
quez en  la  compañía  formada  para  diversos  luiíares  de  Castilla  la 
X'ieja,  compañía  de  la  que  era  autor  y  primer  gracioso  José  de  León 
(que  luego  trabajó  en  Madrid)  y  en  ía  que  Maiquez  había  de  hacer 
los  galanes.  Los  demás  cómicos  ajustados,  e;>vcepto  Victoria  Ibáñez, 
su  marido  Pedro  Llanos  y  Gertrudis  Valdés,  conocidos  después  en 
Madrid,  son  insignificantes.  ( Árrhiüo  de  protonolos:  Escrituras  de 
D.  Vicente  Maria  de  Parr/a:  año  de  1779.) 

Kn  1792  era  segundo  barba  de  la  compañía  del  teatro  de  Granada. 
En  ella  también  se  hallaba  su  liijo  José  Maiquez  y  la  mujer  de  éste 
Manuela  de  Lucía  que  era  primera  dama.  Me  comunico  este  dato 
el  escritor  granadino,  mi  docto  amigo,  D.  Francisco  de  P.  Valladar. 


CAPÍTULO    PRIMERO  17 


En  medio  de  estos  faranduleros  de  Ínfima  clase  pasó 
Maiqubz  los  primeros  veinte  años  de  su  vida,  mitad  picara 
y  mitad  honrada,  oyendo  silbos  y  gritas  en  todas  partes 
y  sufriendo  ahogos  y  percances,  como  el  de  Toledo,  cuya 
narración  parece  arrancada  del  Viaje  entretenido  de  Agus- 
tín de  Rojas. 

El  hecho  lo  referia  él  mismo  á  sus  amigos,  según  afirma 
el  autor  de  su  Vida;  y  fué  que  en  cierta  ocasión,  represen- 
tando El  triunfo  del  Ave  María,  comedia  atribuida  á  Rósete 
Niño,  en  la  que  hacia  el  desairado  papel  de  Tarfe,  fué  tan 
estrepitosamente  silbado,  que  sin  acabar  la  función  se 
fugó  del  teatro  y  de  Toledo,  vestido  de  moro,  como  estaba. 
Corrió  toda  la  noche  de  suerte  que  al  amanecer  estaba 
más  acá  de  Illescas  y  entró  en  Madrid  en  tan  ridicula  for- 
ma ataviado. 

Estos  contratiempos  no  lograron  entibiar  su  fervor  ar- 
tístico y  siguió  impertérrito  luchando  contra  sus  defectos, 
que  no  pocos  tendría,  supuesta  la  escasa  y  ruda  enseñan- 
za recibida,  y  declamando  en  diversas  escenas  de  provin- 
cia, hasta  que  en  1791,  cuando  ya  tenía  veintitrés  años,  lo- 
gró formar  parte  de  las  compañías  de  Madrid. 

Pero  aun  entonces  no  le  trajo  al  teatro  del  Príncipe  su 
propio  mérito,  sino  el  de  su  mujer,  pues  consta  que  ya  en 
dicho  año  estaba  casado  con  la  celebrada  Antonia  Prado. 

Era  hija  de  Antonio  de  Prado  y  de  Juana  Garro,  ambos 
de  profesión  histriónica:  ella  regular  cantora  y  hábil  en 
hacer  papeles  de  gitana  y  él  buen  gracioso  eñ  su  primera 
edad  y  luego  excelente  en  los  vejetes.  Uno  y  otro  trabaja- 
ron mucho  tiempo  en  los  teatros  de  Madrid. 

Su  hija  Antonia  nació  en  Cádiz  en  1765.  Desde  muy  jo- 
ven la  consagraron  sus  padres  á  la  escena  y  era  muy  fes- 
tejada en  provincias,  tanto  que  en  1783  fué  por  ello  traída 
á  Madrid,  y  recibida  en  los  teatros  de  la  corte;  y,  aunque 
por  ciertas  intrigas  de  un  Comisario,  tuvo  que  volverse  á 
Cádiz,  de  donde  venia,  al  siguiente  año  fué  de  nuevo  lla- 
mada y  se  la  escrituró  como  sobresalienta  del  teatro  del 
Principe.  Hizo  su  presentación  el  23  de  Abril  en  el  papel 

2 


18  ISIDORO   MAIQUEZ 


de  Felipa  Catanea  en  la  comedia  El  monstruo  de  la  fortu- 
na, de  Calderón  y  Rojas  Zorrilla  y,  contra  lo  que  algunos 
le  pronosticaban,  agradó  tanto  al  público,  que  la  obra  se 
tiizo  sin  interrupción  hasta  el  4  de  Mayo,  cosa  entonces 
inusitada,  aun  en  las  piezas  nuevas,  cuanto  más  en  una 
del  siglo  anterior. 

En  este  mismo  año  fué  el  ornamento  principal  de  las 
fiestas  que  la  Villa  hizo  por  el  nacimiento  de  los  infantes 
gemelos  y  paz  con  Inglaterra;  porque  la  Prado  no  sólo  de- 
clamaba con  excelencia^  sino  que  cantaba  con  priVnor, 
pues  tenía  voz  dulce,  aunque  no  muy  extensa,  bailaba 
con  su  gracia  andaluza  y  hasta  desempeñaba  con  donaire 
los  papeles  de  bajo  cómico  de  los  saínetes.  Fué  la  actriz 
más  completa  de  su  tiempo. 

Un  anónimo  que  afirma  haberla  conocido  y  escribió  unos 
apuntes  manuscritos  de  varios  actores  de  este  tiempo  dice: 
«Era  alta,  de  regulares  carnes,  boca  hechicera,  con  bonita 
y  blanca  dentadura:  en  extremo  salada,  tanto  en  la  esce- 
na cuanto  en  la  calle,  siendo  la  admiración  de  cuantos  la 
conocíamos  y  tratábamos  diariamente,  robándonos  el  so- 
siego sentimental  (!)  con  su  encantadora  conversación, 
frecuentes  chistes,  cuentos  y  otras  gracias  tan  propias  en 
una  andaluza.»  Aunque  haya  que  rebajar  algo  de  este  elo- 
gio, siempre  queda  el  testimonio  de  los  Comisarios  que 
afirman  era  muy  bien  parecida,  Vestía  además  con  lujo  y 
elegancia,  cosa  que  primero  á  su  padre  y  luego  á  su  mari- 
do, como  hemos  de  ver,  ocasionaban  apremios  y  disgustos. 

Respecto  de  su  habilidad,  otro  testigo  del  tiempo  la  pon- 
dera en  unos  prosaicos  versos  que  desde  Cádiz  dirige  á  un 
amigo  suyo,  y  que  por  su  interés  histórico  no  debemos 
omitir,  aunque  los  relegaremos  á  la  nota  (1). 


(1)    Ks  un  verdadero  romance  de  ciego: 

Sabrás,  amigo  Don  Pedro, 
que  á  esta  ciudad  ha  llegado 
una  dama  primorosa 
que  á  todos  nos  ha  pasmado. 


CAPÍTULO   PEIMBRO  19 


Esta  ida  á  Cádiz  la  realizó  en  1786,  aunque  su  padre  se 
quedó  en  Madrid.  Estaba  todavía  soltera  y  la  acompaña- 
ron su  madre,  un  tío,^uno  de  sus  abuelos  y  la  hermana 
Vicenta,  también  del  teatro,  aunque  no  de  su  mérito.  En 
1788  la  hallamos  de  graciosa  en  el  teatro  Principal  de  Bar- 
celona, y  al  siguiente,  con  el  mismo  puesto,  en  el  de  Ya- 


para que  formes  idea 
de  lo  que  yo  en  ella  hallo 
iré  contando  sus  gracias, 
que  para  mí  son  milagros. 
Kn  primer  lugar  te  digo 
se  presenta  en  el  tablado 
tan  alegre  como  honesta 
con  vestidos  muy  bi/arros. 
'^'  cuando  le  toca  hablar 
con  gran  destreza  de  manos 
cuanto  tiene  (^ue  decir 
parece  lo  está  pintando. 
Justamente  la  comedia 
primera  que  acjuí  se  ha  echado, 
para  ver  su  habilidad, 
toda  ha  sido  de  cantado. 
(;on  estos  antecedentes 
sabrás  cuan  bien  se  ha  portado 
])ues  que  todos  á  una  voz 
única  la  han  declarado. 
Su  canto  no  tiene  igual, 
tanto  que  yo'he  reparado 
que  en  soló  cantar  encanta 
hasta  los  montes  la  Prado. 
Del  baile  no  digo  nada: 
extáticos  se  lian  quedado 
los  Uiilarines  de  aípn' 
al  verla  bailar  fandango. 
l'in  fin,  reúne  las  gracias, 
y  el  pueblo  está  muy  ulano 
(le  haber  logrcido  una  vez 
una  dama  de  un  porrazo. 
No  para  aípn'  la  función, 
pues  la  Tomasa  ha  (piedado 
en  el  rincón  del  olvido, 
sin  ningún  aptisionado. 
Y  do  la  envidia  que  tiene 
tan  rabiosa  va  quedando, 
(j[ue  en  la  fuerza  del  delirio, 
suelo  morderse  las  manos. 

I  Pa¡)c'lcs  manuscritos  del  autor.) 


20  ISIDORO   MAIQUEZ 


lencia.  En  esta  ciudad  probablemente  fué  donde  contrajo 
matrimonio  con  Maiquez. 

No  deja  de  ser  extraño  que  la  Prado,  entonces  casi  en  su 
apogeo  artístico,  cuando  probablemente  no  le  faltarían 
partidos  más  ventajosos  entre  sus  compañeros,  fuese  á  ele- 
gir por  marido  aquel  oscuro  muchacho  á  quien,  por  otra 
parte,  llevaba  tres  años,  cuando  según  la  práctica  muy 
frecuente  en  el  teatro,  los  actores  viejos  pero  influyentes 
se  casaban  con  principiantas,  á  quienes  adelantaban,  y 
ellas,  después  de  viudas  á  su  vez,  elegían  por  compañeros 
á  jóvenes  novicios,  pero  ambiciosos,  que  con  el  amparo  de 
su  consorte  lograban  hacerse  recibir  en  los  teatros  de  la 
corte  y  arraigar  en  ellos.  Porque  una  de  las  circunstan- 
cias que  más  celaban  los  Comisarios  de  teatros  era  que  los 
matrimonios  no  estuviesen  separados,  en  lo  cual  ganaba 
el  bien  parecer  aunque  las  costumbres  no  fuesen  mejores. 

Este  matrimonio  de  Maiquez  con  la  Prado,  que  parece 
haber  sido  de  afección  no  lo  fué  de  bendición,  porque  los 
disturbios  conyugales  no  tardaron  en  presentarse  Los  in- 
dicios todos  parecen  volverse  contra  el  marido,  en  cuanto 
á  la  culpa:  puede  que  también  él  hubiese  recibido  la  mano 
de  una  actriz  ya  famosa  como  medio.de  encumbrarse. 

Amistosamente  ó,  lo  que  es  más  probable,  á  consecuen- 
cia de  una  primera  ruptura  á  que  lu3go  habían  de  seguir 
otras  muchas,  los  dos  cónyuges  se  separaron  á  principios 
de  1790.  Antonia  Prado  vino  á  Madrid  desde  Valencia,  á 
ocupar  el  puesto  de  sobresalienta  en  la  compañía  que  acau- 
dillaba Manuel  Martínez,  é  Isidoro  siguió  todavía  otro  año 
trabajando  en  provincias.  Una  reconciliación  impuesta 
acaso  por  la  conveniencia  hizo  que,  en  el  año  siguiente,  al 
ascender  Antonia  Prado  á  graciosa  de  música  para  reem- 
plazar á  la  Nicolasa  Palomera,  á  quien  se  jubiló  en  el  otro 
de  1792,  pidiese  colocación  para  su  marido.  Logróla  sin 
dificultad,  pues  ya  entonces  nada  podía  negársele,  y,  al 
gratificarla  con  mil  reales  por  el  trabajo  del  año  antece- 
dente, escribía  el  buenCorregidor  D.  José  Antonio  de  Ar- 
mona:  «Antonia  Prado,  ha  trabajado  con  bastante  aplica- 


CAPÍTULO    PRIMERO  21 


ción;  es  dócil  para  lo  que  le  encarga  la  compañía.  Vivirá 
este  año  con  su  marido  y  tiene  buena  conducta.» 

Madrid  tenia  entonces,  como  es  sabido,  tres  teatros:  dos 
de  declamación;  el  del  Príncipe  (hoy  Teatro  Español)  y 
el  de  la  Cruz,  ya  derribado,  en  la  calle  de  este  nombre,  y 
otro  de  ópera  llamado  de  las  Caños  del  Peral,  en  el  mismo 
sitio  que  ocupa  el  teatro  Real.  Los  tres  dependían  del 
Ayuntamiento,. por  las  razones  largamente  expuestas  en 
los  Estudios  anteriores,  y  que  no  hay  para  qué  repetir; 
tenía  arrondado  el  de  los  Caños  á  una  compañía  de  ópera 
italiana  y  administraba  los  otros  por  intermedio  de  dos 
regidores  Comisarios  presididos  por  el  Corregidor. 

Esta  Junta  formaba  las  compañías,  las  pagaba,  adminis- 
traba, sirviéndose  de  otros  empleados  (Contador,  Secreta- 
rio, Revisor,  Escribano,  etc.),  los  fondos  que  producían 
las  representaciones,  y  con  el  sobrante,  que  entonces  era 
cuantioso,  satisfacían  una  multitud  de  cargas  en  algunas 
fandaciones  benéficas,  como  el  Hospital  general  del  Buen 
Suceso,  el  Hospicio,  el  Colegio  de  Niñas  de  la  Paz  y  otras 
varias, 

Habían  puesto  al  frente  de  cada  uno  de  los  dos  teatros 
de  declamación  y  músici  española  un  jefe  que  desde  muy 
antiguo  recibía  el  nombre  de  autor,  con  el  sueldo  de  14.000 
reales,  sin  contar  lo  que  le  correspondiese  según  la  parte 
que  desempeñaba  dentro  de  la  Compañía,  pues  de  ella 
era  también  individuo. 

La  organización  de  ambas  era  la  que  extensamente  he- 
mos descrito  en  los  referidos  Estudios,  que  no  debemos  re- 
producir aquí,  advirtiendo  sólo  que  en  cada  cual  había  una 
primera  y  una  segunda  dama  para  lo  serio;  dos  terceras 
que  eran  primeras  en  lo  jocoso,  una  en  el  canto;  dos  citar- 
tas  de  igual  clase;  una  sobresalienta  que  solía  sustituir  á 
la  primera  y  luego  otras  cuatro  ó  cinco  que  hacían  pape- 
les inferiores. 

El  elemento  masculino  se  componía  de  primer  galán, 
segundo,  tercero  (el  traidor  ó  parte  negativa  de  la  acción 
de  la  comedia  ó  drama),  otros  siete  ix  ocho  galanes  que  se 


22  ISIDORO    MAIQUBZ 


llamaban  partes  de  por  medio;  un  sobresaliente  para  reem- 
plazar al  primer  galán  en  sus  indisposiciones;  dos  gracio- 
sos, primero  y  segundo,  para  los  papeles  cómicos;  ud  pri- 
mero y  un  segundo  barba  para  los  ancianos  ó  personas 
de  alguna  edad  ó  representación,  y  un  vejete  que,  como 
su  nombre  indica,  hacía  los  viejos  ridiculos.  Los  barbas  y 
graciosos  tenían  á  veces  sobresaliente  ó  supernumerario. 
Había  además  en  cada  compañía  dos  ó  tres  apuntadores, 
un  cobrador,  un  guardarropa,  un  compositor  ó  músico, 
varios  mancebos  dé  aposentos,  cobradores  de  lunetas,  mo- 
zos, traspunte,  etc. 

Esta  puede  decirse  que  fué  (con  algunos  aumentos),  la 
forma  y  arreglo  de  las  compañías  desde  el  siglo  xvii.  En 
tiempo  de  Maiquez  sufrió,  como  hemos  de  ver,  grandes 
modificaciones,  parte  traídas  por  él  y  parte  establecidas 
antes,  durante  su  ausencia  en  el  extranjero  (1). 

Las  dos  compañías  alternaban  al  empezar  la  temporada 
de  otoño  en  el  teatro  que  habían  de  ocupar,  pasando  la 
de  la  Cruz  al  Príncipe  y  viceversa.  La  distribución  y  loca- 
lidades de  cada  uno  de  ellos  queda  también  explicada  en 
nuestros  anteriores  libros,  á  los  cuales  se  nos  perdonará 
hagamos  referencia  á  fin  de  evitar  ripeticiones.  Todavía 
en  1791  estaban  separadas  las  mujeres  de  los  hombres, 
excepto  en  los  palcos   ó  aposentos,  y  todavía  en  el  patio 


(1)  Los  sueldos  que  cada  cómico  gozaba  eran  de  dos  clase:  par- 
tido y  racion.'Ei  primero  constante  durante  el  año  cómico;  el  se- 
gundo sólo  on  los  días  de  trabajo.  Había  además  gratificaciones  ó 
ayudas  de  costa  (]ue  recibían  en  Navidad^  Corpus  y  fin  del  año,  ó 
sea  en  Carnaval.  El  partido  de  una  primera  dama  y  un  primer  ga- 
lán  era  de  30  reales  diarios.  La  segunda,  y  tercera,  el  segundo  ga- 
lán, el  primer  gracioso  y  el  primer  barba,  tenían  24.  La  cuarta 
dama,  los  sobresalientes  de  galán  y  dama,  el  tercer  galán,  el  se- 
gundo barba  y  el  segundo  gracioso,  20.  Las  demás  mujeres  18  y  los 
iiombres  17.  La  ración  era  de  ocho  reales  para  los  de  30,  seis  para 
los  de  24  y  20,  cinco  para  los  de  18  y  cuatro  para  los  de  17;  pero  es- 
tas cifras  sufrieron  alteraciones  frecuentes,  pues  para  estimular  á 
tal  ó  cual  cómico  las  aumentaban,  aunque  no  mucho,  los  Conu'sai'ios. 
f^os  demás  empleados  del  teatro  no  teman  ración,  y  departido  go- 
zaban 30  reales  el  compositor,  20  el  primer  apunte,  16  el  segundo, 
12  el  cobrador,  10  el  guardarropa,  etc. 


CAPÍTULO   PRIMERO  23 


perraanecia  gran  parte  del  público,  la  terrible  mosquete- 
ría, de  pie  sobre  las  frías  losas  del  pavimento;  en  lo  demás 
se  habían  introducido  algunas  comodidades,  asi  como  en 
el  aparato  y  mobiliario  escénícg,  en  la  maquinaria  y  otros 
servicios,  de  modo  que  la  impropiedad  no  era  tan  gran- 
de como  algunos  descontentadizos  afirmaban,  extremando 
de  propósito  los  defectos. 

La  compañía  de  Manuel  Martínez  en  que  estaba  ya  An- 
tonia Prado  y  entró  Isidoro  Maiquez,  le  tocaba  empezar 
en  el  Príncipe  su  año  cómico. 

Su  director  Martínez  era  un  cómico  muy  anciano  que 
había  tenido  gran  fama  treinta  años  antes,  pero  que  ahora 
se  limitaba  á  mantener  el  concierto  entre  la  gente  puesta 
á  su  cuidado  y  dar  unidad  al  trabajo  de  todos. 

Era  primera  dama  María  del  Rosario  Fernández,  la  cé- 
lebre Tirana,  también  en  el  ocaso  de  su  juventud  y  de  su 
carrera,  que  terminaría  tres  años  más  tarde  jubilándose 
voluntariamente.  No  sucedía  lo  mismo  con  la  segunda, 
que  entonces  empezaba  la  serie  de  triunfos  quizá  los  ma- 
yores que,  dentro  de  su  género,  obtuvo  jamás  ninguna 
actriz  española.  Con  esto  ya  hemos  casi  nombrado  á  la  in- 
signe, á  la  inimitable  Rita  Luna. 

Lns  recientes  investigaciones  hechas  en  los  archivos  de 
Málaga  por  un  moderno  y  erudito  escritor  (1),  han  demos- 
trado que  el  apellido  de  Luna  no  era  el  propio  de  la  céle- 
bre artista,  como  ya  antes  había  indicado  D.  Ramón  de 
Mesonero  Romanos  (2),  sino  los  de  Alfonso  y  García. 


(1)    Rita  Lana. 


,-,     - Apantes  biográficos  de  La  eminente  actriz  ina- 

Ifif/aeña,  por  Narciso  Dias  cíe  Escooar...  Málaga,  1900,  4.",  15  pá- 
ginas. El  Sr.  Escovar  dice  que  D.  Joaquín  Alfonso  y  Royo,  (|ue 
lueuo  tomó  el  apellido  de  Lana,  nació  en  Oliete  (Teruel),  él  20  do 


mente  empareí 

fué  también  cómica,  aunque  do  hal)ilidad  escasa,  pues  no  figuro 
nunca  en  las  compañías  de  Madrid.  Murió,  ya  viuda,  el  19  de  No- 
viembre de  1823. 
(2)    En  un  artículo  acerca  de  Rita  Lana  publicado  en  el  Semana- 


24  ISIDORO   MAIQUBZ 


Su  padre,  cómico  mediano,  que  por  lo  menos  desde  1878 
dirigía  una  compañía  en  Alicante,  había  entrado  á  hacer 
barbas  interinamente  en  la  de  Eusebio  Ribera  durante  la 
enfermedad  del  excelente  actor  Manuel  de  la  Torre;  pero 
el  público  lo  recibió  mal  y  hubo  que  traer  á  Manuel  Flo- 
rentín,  quedando  Luna  de  segundo.  En  este  puesto  conti- 
nuó los  años  sucesivos. 

Joaquín  de  Luna  tenia,  además  de  Rita,  otras  dos  hijas. 
La  mayor  llamada  Josefa,  nacida  en  1766,  se  hallaba  tra- 
bajando en  Reus,  en  compañía  de  su  padre  en  1787,  cuan- 
do la  villa  de  Madrid  los  trajo  á  él  para  sustituto  de  Torre, 
como  va  dicho,  y  á  ella  para  sobresalienta  de  la  compañía 
de  Eusebio  Ribera.  Salió  por  primera  vez  á  escena  á  fines 
de  Abril  del  mismo  año  en  una  loa  que  para  ella  escribió 
D.  Ramón  de  la  Cruz,  y  el  público  la  acogió  con  simpatía, 
principalmente  porque  era  hermosa  y  modesta  y  bailaba 
con  gracia.  Desde  entonces  figura  en  los  teatros  de  Ma- 
drid, permaneciendo  en  el  puesto  de  sobresalienta  has- 
ta 1792  en  que  pasó  á  segunda  dama  en  la  compañía  de 
Martínez,  por  habei^ ascendido  su  hermana  Rita  á  sobresa- 
lienta de  las  dos  compañías  con  honores  de  primera.  De 
segunda  estuvo  Josefa  muchos  años,  como  hemos  de  ver, 
lo  cual  demuestra  que  su  habilidad,  ^in  dejar  de  ser  nota- 
ble, era  inferior  á  la  de  sus  hermanas  (1). 

Más  rápida  y  brillante  carrera  hizo  la  menor  de  ellas, 
llamada  Andrea,  nacida  en  la  villa  de  la  Solana  el  18  de 
Diciembre  de  1772,  y  que  de  golpe  se  colocó  entre  las  pri- 
meras actrices  de  su  tiempo.  En  1789  pedía  á  los  Comisa- 


rio pintoresco  de  1851,  página  91,  y  que  ha  sido  la  fuente  única  de 
todos  los  biógrafos  de  la  insigne  artista,  no  obstante  estar  lleno  de 
equivocaciones  (casi  todos  los  hechos),  como  relativo  á  una  época 
que  Mesonero  no  pudo  conocer  por  sí  propio  y  para  el  que  tuvo  que 
valerse  de  informes  muy  inexactos.  Algunos  de  estos  errores  hemos 
ya  rectificado  en  el  estudio  acerca  de  la  Tirana  (páginas  240  y  si- 
guientes, 2.53  y  siguientes  y  260);  los  demás  los  iremos  corrigiendo 
según  los  sucesos  se  presenten. 

(1)  Josefa  estuvo  casada,  según  el  Sr.  Escovar,  con  José  Gálve/., 
taml)ién  cómico,  y  segunda  vez  con  un  hacendado  de  Murcia,  do 
nombre  D.  Carlos  Falcon  y  Salcedo,  muriendo  en  Madrid  en  18.39, 


CAPÍTULO    PRIMERO  25 


rio8  de  Madrid  una  simple  ración  de  nueve  reales  y,  como 
no  se  la  concediesen,  se  marchó  á  provincias,  y  tan  buena 
cuenta  dio  de  si,  que  al  año  siguiente  hubo  que  colocarla 
de  segunda  dama  en  la  compañía  de  Eibera.  En  ella  con- 
tinuaba este  año  de  1791  y,  cuando  al  concluirse  la  tempo- 
rada los  Comisarios  quisieron  remunerar  con  mil  reales 
sus  esfuerzos,  no  lo  hicieron  sin  añadir:  «Es  muy  aplica- 
da. Remedió  las  obligaciones  de  dama,  haciendo  con  mu- 
cho aplauso  Los  amantes  de  Teruel.  Parió  po,co  tiempo  ha.» 
Estaba  casada  con  un  compañero  llamado  Francisco  Gar- 
cía, alias  Tortillas,  que  cantaba  muy  bien  y  había  quedado 
en  1788  viudo  de  una  hija  de  Juan  Ponce.  También  trabajó 
muchos  años  (desde  1783)  en  los  teatros  madrileños  (1). 

Después  de  este  paréntesis  relativo  á  la  familia,  debe- 
mos volver  á  Rita  Luna,  cuya  fama  exige  que  se  hable  de 
ella  con  más  extensión  que  de  los  otros  compañeros  de 
Isidoro  Maiquez. 

Nació  en  Málaga  el  28  de  Abril  de  1770,  y  fué  bautizada, 
con  nombres  extrañamente  alterados,  el  1.^  de  Mayo  en  la 
iglesia  parroquial  de  Santiago  (2).  Con  sus  padres  anduvo 
por  los  teatros  provincianos  hasta  que,  como  hemos  dicho, 
en  1787,  los  Comisarios  trajeron  á  la  cortea  su  padre  y 
hermana  mayor.  Joaquín  de  Luna  debía  de  tener  confian- 
za en  su  hija,  por  cuanto  solicitó  que  se  la  colocase  en  las 
compañías  de  Madrid  al  año  siguiente.  Obtúvolo  aunque 
se  dio  á  Rita  el  último  lugar  en  la  escala,  como  duodécima 


(1)  Todo  esto  que  corrige  bastante  lo  que  suele  escribirse  acerca 
del  famoso  actor  D.  José  García  Luna,  hijo  de  la  Andrea,  resulta  de 
multitud  de  documentos  originales  del  Archivo  municipal  de  Ma- 
drid, que  hemos  extractado  en  nuestros  libros  acerca  de  la  Tira- 
na y  I).  Ramón  de  la  Cruz.  Francisco  García  había  ya  muerto  on 
Septiembre  de  1823, 

(2)  En  la  partida  bautismal  que  transcribe  el  Sr.  Escovar,  pági- 
na 5,  se  la  llama  Hita  Vidal,  hija  de  D.  Alfonso  Royo  y  Magdalena 
García,  y  nacida  el  28  de  Marzo. 

Vero  en  3  de  Noviembre  de  1796,  la  misma  Rita  hizo  incoar  un 
expediente  eclesiástico  ante  el  Provisor  de  la  diócesis,  por  el  cual 
fueron  enmendados  los  errores  cometidos  en  la  primera  redacc-ióa 
de  la  partida. 


26  ISIDORO    MAIQUBZ 


dama,  sin  sueldo  y  sólo  con  la  ración  de  nueve  reales 
cuando  trabajase,  con  obligación  de  salir  en  los  acompa- 
ñamientos, «haciendo  méritos  (decía  la  concesión),  con  los 
papeles  que  pueda  desempeñar  y  con  su  pronta  obediencia 
para  su  colocación  en  caso  de  vacante.» 

Una  circunstancia  imprevista  hizo  que  el  público  y  Co- 
misarios fijasen  su  vista  en  esta  pobre  joven,  desampara- 
da de  toda  recomendación  é  influjo.  Sabido  es  el  horror 
que  los  cómicos  de  entonces  profesaban  á  la  tragedia  clá- 
sica á  la  francesa,  á  causa  del  aborrecimiento  que  tam- 
bién infundía  al  piíblico  en  general.  Pero  como  otra  parte 
de  él  y  personajes  de  cuenta  la  solicitaban,  habían  traído 
de  Cádiz  á  una  actriz  antigua,  famosa  en  la  declamación 
trágica,  y  cuyo  nombre  era  María  Bermejo.  No  sin  grande 
oposición  de  los  actores  pudo  la  Bermejo  representar  el  23 
de  Abril  de  1788  la  tragedia  de  Lemierre,  traducida  por 
Olavide,  Hiper menestra. 

Diéronle  por  compañeros  los  peores  de  la  compañía,  y  á 
esta  circunstancia  debió  Rita  Luna  el  poder  hacer  un 
papel  de  relativa  importancia,  cual  fué  el  de  la  confidente 
de  la  heroína.  La  representación  fué  tumultuosa,  como 
todas  las  en  que  se  ponían  obras  francesas  á  causa  de  los 
dos  partidos.  Pero  á  los  pocos  días  eTünico  periódico  de 
noticias  que  entonces  se  publicaba,  el  DiaiHo  de  Madrid 
(del  30  de  Abril),  traía  un  articulo  sobre  la  discutida  re- 
presentación, escrito  por  persona  tan  competente  como 
D.  Cándido  María  Trigueros,  y  en.  él  estas  palabras:  «La 
Luna,  que  hace  el  papel  de  confidenta,  cumple  de  modo 
que  agrada,  y  debe  mirarse  como  á  una  niña  que,  además 
de  presentar  buena  figura,  da  muchas  señas  de  tener 
el  corazón  en  su  lugar,  y'con  ellas  la  esperanza  de  ser 
algún  día  una  excelente  actriz,  principalmente  si  alguna 
persona  inteligeiate  y  sin  resabios  se  encarga  de  su  ins- 
trucción teatral  »  (1). 


(1)    En  nuestro  repetido  libro  de  la  Tirana,  páginas  178, 184  y  203, 
hemos  hablado  también  algo  de  esta  primera  saHda  de  Rita  Luna. 


CAPÍTULO    PRIMERO 


Tal  fué  la  primera  aparición  en  la  escena  de  lá  corte  de 
Kita  Luna.  Ya  no  era  posible  torcer  el  curso  de  este  nue- 
vo astro.  Salió  en  otras  varias  ocasiones  en  el  verano  y 
otoño  del  mismo  año,  cada  vez  con  mayor  fortuna,  tanto 
que  en  el  referido  Diario  del  7  de  Noviembre,  se  estampó 
este  curiosísimo  articulo  que  exhumamos  ahora  por  prime- 
ra vez  y  se  ha  ocultado  á  todos  los  biógrafos  de  la  artista: 

«A  los  señores  diaristas. 

Muy  señores  míos:  Con  el  motivo  de  haberse  presentado 
en  los  teatros  de  esta  corte,  la  señora  Kita  Luna,  sin  par- 
tido, ni  destino  fijo  de  representado,  advirtieron  desde 
luego  los  inteligentes  el  sobresaliente  mérito  de  esta  ac- 
triz á  los  diez  y  siete  años  de  su  edad,  y  me  argüían  de 
parcial  por  no  haber  hablado  una  palabra  de  esta  dama. 

Y  aunque  por  los  cortos  papeles  que  la  habían  confiado 
en  la  temporada  de  verano  conocía  lo  mucho  que  prome- 
tía, no  quise  exponer  mi  censura  hasta  cerciorarme  muy 
á  fondo.  Esto  lo  vi  palpablemente  demostrado  con  admira- 
ción de  todo  el  concurso,  el  día  18  del  pasado  en  que  se 
representaba  la  comedia  intitulada  Triunfos  de  valor  y 
honor  en  la  corte  de  Rodrigo  (1),  en  la  que  sustituyó  de  re- 
pente á  su  hermana  la  sobreáalienta,  sin  haber  visto  el 
papel.  Y  confiado  en  el  seguro  de  Vmds.  me  atrevo  á  su- 
plicarles se  sirvan  insertar  en  su  Diario  el  siguiente  so- 
neto, de  lo  que  quedará  sumamente  agradecido  todo  eí  pú- 
blico. Madrid  y  Octubre  29  de  1788.— B.  L  M.  de  Vmds.,  su 
seguro  servidor,  E.  C.» 

SONETO 

¡Cuántas  veces  el  mérito  escondido 
se  encuentra  donde  menos  se  ima^-ina! 
¡Cuántas  vece^  i^rofunda  está  la  muía 
do  yace  el  oi'O,  de  la  luz  perdidol 

Ignorada  del  mundo  y  sin  partido 
estabas,  joven  Luna,  y  repentina 
la  lilz  mostró  tu  imagen  peregrina, 
tu  cómico  saber  obscurecido. 

Clamael  pueblo  impaciento,  por  tu  hei'maiKi; 
a  las  voces  retumba  el  anchuroso 
circo  y  tu  hermana  aun  no  es.  parecida; 

sustitúyeslaaf  punto  y  soberana, 
el  mantuano  te  aplaude  y  fervoroso 
profiérete  á  la  misma  sustituida. 


(1)     Comedia  do  D.  Manuel  Fernu'n  de  Laviano 


28  ISIDORO    MAIQUEZ 


Los  versos  son  malos,  pero  reflejan  con  verdad  el  éxito 
de  la  novel  farsanta.  Y  véase  con  cuánto  error  estampó 
Mesonero  y  después  de  él  los  demás  que  la  primera  salida 
de  Rita  había  sido  en  un  teatrillo  particular  que  en  la 
calle  del  Barco  había  abierto  Sebastián  Bríñoli.  Este  tea- 
tro lo  inauguró  efectivamente  dicho  cómico,  pero  á  fines 
de  este  mismo  año,  á  causa  de  haberse  cerrado  los  gran- 
des por  el  fallecimiento  del  rey  D.  Carlos  III,  ocurrido  el 
14  de  Diciembre,  y  como  la  clausura  duró  hasta  empezar 
la  temporada  siguiente,  entrado  el  año  de  1789,  á  fin  de 
que  algunos  cómicos  tuviesen  este  recurso,  se  permitió 
la  apertura  de  la  mencionada  sala.  Por  entonces  había  he- 
cho ya  varias  salidas  nuestra  grande  histríonisa. 

Contando  con  el  favor  de  la  Junta  no  solamv,nte  solicitó 
partido  en  la  siguiente  formación  de  compañías,  sino  que 
presentó  á  los  Comisarios  á  su  segunda  hermana  Andrea, 
{iidiendo  para  ella  ración  cómica  en  curioso  memorial  fir- 
mado por  ambas  (1). 


(1)     «Sr.  Corregidor  y  Regidores  de  la  Junta. 

Rita  y  Andrea  Luna,  de  ejercicio  cómicas,  hermanas  de  Josefa 
Luna,  sobresalienta  de  la  compañía  que  acabó  al  cargo  de  Eusebio 
Livera,  á  N'vSS.  con  lamas  respetuosa  veneración  exponen:  Que  en 
el  año  anterior  próximo  pasado  se  dignó  la  Junta  colocar  á  la  Rita  en 
la  propia  conipañía  en  la  clase  de  racionista  con  la  de  9  rs.  por  cada 
representación,  y  es  bien  notorio  el  corto  mérito  que  ha  contraído 
desempeñando  cuantos  papeles  serios  y  jocosos  se  la  han  confiado 
en  comedias,  zarzuelas  y  saínetes,  y  sí  ha  merecido  aceptación  pú- 
blica, notan  bien  su  exposición  cuanto  la  común  opinión,  podrá 
acreditarlo.  Pero  la  cortedad  de  la  asignación  y  la  eventual  parada 
(jue  motivó  el  fallecimiento  del  Rey  ntro.  Sr.  D.  Carlos  III  (que  está 
en  gloria)  han  sido  causas  bastantes  para  que  la  suplicante  liaya 
acarreado  á  su«  padres  algunos  gastos  y  empeños.  Se_  halla  al  mis- 
mo tiempo  su  hermana  Andrea  Luna  con  igual  suficiencia  y  apli- 
cación como  lo  acreditara  en  cuanto  se  ponga  á  su  cuidado  y  de  ello 
ofrece  los  más  constantes  informes  délas  partes  más  acreditadas  }' 
veraces  de  una  y  otra  compañía.  Por  lo  que,  deseando  una  y  otra 
(continuar,  siendo  útiles  al  servicio  de  ^'S¿?.  y  del  púlilico 

.Suplica  á  VSS.  Rita  se  dignen  colocarla  en  partido,  cuando  no 
hubiese  lugar  á  destinarla  en  parte  fija,  y  Andrea  que,  cuando  otro 
arljiti'io  no  hubiese,  se  la  señale  la  ración  que  VSS.  tuviesen  por 
conveniente  para  acreditar  su  esmero  y  aplicación  y  buena  con- 
ducta. Asilo  esperan  una  y  otra  de  VSS.  cuyas  vidas  guarde  Dios 


CAPÍTULO    PRIMERO  29 


No  lograron  lo  que  pretendían,  pero  al  año  siguiente  de 
1790  fué  colocada  Rita  de  segunda  dama  de  la  compañía 
de  Martínez,  asi  como  su  hermana  entraba  con  igual  cate- 
goría en  la  de  Eusebio  Ribera,  á  la  vez  que  su  padre  y 
hermana  mayor  continuaban  en  estos  mismos  teatros.  El 
año  de  1789  lo  habían  pasado  en  las  compañías  de  los  Si- 
tios reales  donde  fijaron  la  atención  del  conde  de  Florida- 
blanca,  primer  ministro,  que  ordenó  su  inmediata  coloca- 
ción en  la  corte. 

Desde  entonces  empiezan  los  triunfos  de  esta  cómica, 
limitados  en  este  año  de  1790  á  los  segundos  papeles,  ex- 
cepto en  las  largas  temporadas  que  era  reclamada  para 
los  Sitios,  cuando  la  corte  se  ausentaba  de  Madrid.  En  el 
mismo  puesto  halló  Maiquez  á  Rita  Luna  á  su  llegada  á 
Madrid,  siendo  el  de  1791  y  el  siguiente  los  únicos  años 
en  que  estos  dos  grandes  artistas  trabajaron  juntos. 

Dejaremos,  por  ahora,  á  una  y  otro  para  decir  algo  acer 
ca  de  los  demás  individuos  con  quienes  Isidoro  iba  á  com- 
partir las  faenas  del  escenario.  Era  tercera  dama,  ó  sea 
graciosa,  de  la  sección  de  música  Nícolasa  Palomera,  muy 
famosa  años  atrás,  pero  á  quien  se  preparaba  ya  la  susti- 
tución con  Antonia  Prado,  como  en  efecto  se  hizo,  jubi- 
bilando  á  la  Palomera  al  siguiente.  Y  terceras  también, 
pero  de  representado,  Manuela  Montéis,  muy  acreditada 
en  la  corte,  de  donde  no  faltaba  desde  1786,  viuda,  apica- 
rada en  sus  dichos  y  gestos,  y  Victoria  Ferrer,  joven  muy 
delgada,  pero  hermosa,  excelente  en  los  saínetes,  por  su 
carácter  travieso  y  natural  movilidad. 

Desempeñaba  los  papeles  de  cuarta  dama,  aquel  futuro 
prodigio  en  el  canto  que  se  llamó  Lorenza  Correa,  también 
malagueña  y  dos  años  más  joven  que  Rita  Luna.  Trabajó 
algunos  en  provincias  y  en  1787  vino  á  Madrid  de  undéci- 
ma dama.  Desde  su  primera  aparición  en  la  escena  produjo 


muchos  años.  Madrid  1."  de  Marzo  do  1789.  — Rita  Lim¿i.  — Andrea 
Luna.»  En  Junta:  «Téngaselas  presente»  (9  Mai'zo  89).— (A/'c/iípo 
municipal  de  Madrid.  Sección  do  espectáculos:  2-462-14.) 


30  ISIDORO   MAIQUBZ 


efecto  y  los  periódicos  de  entonces  ensalzaron  las  condicio- 
nes de  su  voz  clara,  dócil,  dulce,  extensa  y  de  agradable 
timbre,  asi  como  su  decir  afectuoso  y  su  acción  expresiva: 
todas  las  circunstancias  apetecibles.  De  esta  célebre  artis- 
ta hemos  de  hablar  muchas  veces  en  adelante.  Desempeña- 
ban los  papeles  de  orden  inferior  Antonia  Febre  Orozco, 
excelente  en  el  canto,  Petronila  Correa,  hermana  mayor 
de  Lorenza,  María  Morante  y  Francisca  de  Morales,  actri- 
ces de  poco  renombre  y  María  Concha,  que  si  sobresalía  en 
algunos  fuertes  y  hombrunos,  pues  era  una  especie  de  ma- 
rimacho, al  decir  de  sus  compañeros. 

De  los  hombres  era  el  primer  galán  el  conocido  en  el 
teatro  por  Antonio  Eobles,  aunque  su  verdadero  nombre 
fuese  D.  Manuel  Bihuesca,  hidalgo  que,  según  costumbre 
de  aquel  tiempo,  ocultaba  su  apellido  para  evitar  las  que- 
jas de  los  parientes.  Uno  de  los  mejores  galanes  que  tuvo 
nuestra  escena,  por  su  buena  presencia,  declamación  na- 
tural, voz  armoniosa  y  hasta  talento  é  instrucción,  como 
hemos  apuntado  en  otro  lugar.  Tenia  tanta  memoria  que 
sabía  de  corrido  su  papel  de  primer  galán  en  115  come- 
días.  A  éste  fué  á  quien  reemplazó  Isidoro  Maiquez,  aun- 
que Robles,  que  ya  no  era  joven,  se  resistió  cuanto  pudo 
á  cederle  el  campo.  Después  de  éstos  los  más  notables  de 
la  compañía  eran  los  graciosos  Miguel  Garrido  y  Juan  An- 
tolín  Miguel,  antiguos  ya  en  la  corte  y  siempre  aplaudi- 
dos, y  Vicente  García  notable  en  los  ancianos.  De  los  de- 
más, si  se  exceptúa  Vicente  Sánchez  (Canias)^  por  la  exce- 
lente voz  de  tenor  que  conservó  muchos  años,  los  demás 
eran  medianos  y  algunos  sólo  figuraban  por  respeto  á 
sus  hijas  como  José  Correa,  padre  de  Lorenza,  y  Felipe 
Ferrer  que  lo  era  de  Victoria.  No  hacia  mal  los  vejetes 
Antonio  de  Prado,  suegro  de  Maiquez,  y  tal  cual  vez  era 
aplaudido  Vicente  Romero  en  los  guapos  y  valentones  co- 
bardes. 

La  otra  compañía,  bajo  la  dirección  de  Eusebio  Ribera, 
tenia  por  primera  dama  á  Juana  García  Hugalde,  joven  y 
hermosa,  pero  de  representación  fría  y  amanerada,   que 


CAPÍTULO    PRIMERO  31 


en  breve  iba  á  verse  destituida  de  su  puesto  por  la  propia 
Rita  Luna  (1).  La  hermana  de  ésta,  Andrea,  seguía  de  se- 
gunda dama,  asi  como  la  otra,  Josefa,  de  sobresalienta. 
Esta  compañía  tenia  á  la  graciosa  más  notable,  ó  al  menos 
á  la  más  celebrada  de  las  cómicas  del  siglo  xviii,  la  sin 
rival  Polonia  Rochel,  cuya  gracia,  talento,  naturalidad  y 
expresión  realzaban  y  hacían  bueno  cualquier  papel  joco- 
so que  se  la  encomendase.  Tenía  igualmente  Ensebio 
Ribera  un  cuerpo  femenino  de  canto,  que  le  permitió  sos- 
tener sin  desventaja  la  competencia  con  las  cantantes  ita- 
lianas délos  Caños.  Figuraban  allí  actrices  como  Catali- 
na Tordesillas,  María  Pulpillo,  Joaquina  Arteaga,  Teresa 
Rodrigo,  Angela  Rifatierra  y  otras  de  quienes  hemos  ha- 
blado en  otro  libro  largamente. 

De  personal  masculino  no  estaba  tan  bien  Ribera,  por- 
que Vicente  Merino,  primer  galán,  se  retiró  en  este  mis- 
mo año  á  causa  de  sus  achaques,  quedando  en  su  lugar  Ma- 
nuel García  Parra,  remilgado,  lleno  de  resabios,  pero  con 
mucha  presunción  nacida  de  tal  cual  cultura  que  había 
adquirido  y  vertió  en  un  libro  histórico  sobre  su  profesión 
que  publicó  en  1802.  Manuel  de  la  Torre,  el  mejor  de  los 
barbas  de  aquel  tiempo,  estaba-  constantemente  enfermo 
y  murió  no  mucho  después,  y  viejísimo  estaba  José  Espe- 
jo, muy  aplaudido  treinta  años  antes,  pero  que  entonces 
sólo  hacia  algún  supernumerario  de  barbas,  y  fué  jubila- 
do en  el  siguiente.  También  se  retiró  de  la  comedia  Ta- 
deo  Palomino,  que  cantaba  bien,  de  modo  que,  dejando  á 
un  lado  al  famoso  Mariano  Querol,  gracioso  de  renombre 
y  único  en  los* papeles  de  figurón,  todos  los  demás  no  me- 
recen que  nos  detengamos  en  hacer  enumeración  personal 
de  ellos  (2).  ' 


(1)  Después  de  una  reñida  competencia  que  en  j^arte  hemos  his- 
toriado en  el  libro  de  la  Tiraiui,  páginas  242  y  siguientes. 

(2)  De  todos  estos  cómicos  hemos  tratado  <tOn  extensión  en  cl 
tantas  veces  citado  estudio  titulado  la  Tirana,  y  sus  Ijiografías  las 
hemos  compendiado  en  uno  de  Iosapéndices*doL/)o/¿  Rcdiión  de  La 
Cruz,  también  con  repetición  mencionado.  En  lo  sucesivo  ya  no 
necesitaremos  aludirá  estas  obras  ni  repetir  nada  de  lo  allí  dichri^ 


3^  ISIDORO   MAIQUBZ 


Lo  secundario  del  puesto  que  obtuvo  Isidoro  Maiquez, 
y  que  conservó  en  el  siguiente  año  1792  á  93,  impidió  que 
desde  luego  se  diese  á  conocer.  La  primera  obra  en  que 
hizo  papel  de  alguna  importancia  (1)  fué  una  hoy  entera- 
mente olvidada,  titulada:  Defensa  de  Barcelona  por  la  más 
fuerte  amazona,  escrita  per  Fermín  del  Rey,  apuntador 
entonces  de  la  compañía  de  Martínez,  y  representada  an- 
tes de  mediar  el  año  de  1792.  Versa  la  obra  sobre  un  epi- 
sodio novelesco  de  la  reconquista  de  Cataluña.  Doña 
Petronila  de  Agramunt,  condesa  de  Barcelona,  se  ve  ase- 
diada en  su  ciudad  por  varios  reyes  moros,  en  ausencia  de 
su  marido  Vifredo.  El  valor  de  esta  heroína,  auxiliada 
por  algunos  caballeros,  no  sólo  tiene  á  raya  á  los  sitiado- 
res sino  que,  haciendo  algunas  salidas,  logran  lisonjeros 
triunfos  parciales  y  al  fin  les  derrotan  en  el  asalto  gene- 
ral. Hizo  Rita  Luna,  que  ya  gozaba  las  preeminencias  de 
de  dama,  aunque  su  verdadero  cargo  era  el  de  sobresa- 
lienta  de  ambas  compañías,  pudiendo  ejecutar  por  meses 
alternativamente  en  unas  y  otras  los  primeros  papeles,  la 
Condesa.  Isidoro  Maiquez  representó  uno  de  los  caballe- 
ros de  la  heroína,  llamado  D.  Gastón  de  Moneada,  noble, 
valeroso  y  que  durante  la  obra  sostiene  una  especie  de 
competencia  con  otros  dos  grandes  señores  D.  Berenguel 
de  Grumanat  y  D.  Juan,  señor  de  Cervera,  sobre  cual  ha 
de  servir  mejor  á  la  soberana. 

El  único  pasaje  de  alguna  extensión  que  tiene  el  papel 
de  Moneada  es  una  relación,  algo  ampulosa,  que  hace  del 
campamento  moro  á  su  Condesa,  mirando  ambos  desde  la 
muralla. 


Salid  y  veréis  señora, 
que  admirable  perspectiva: 
veréis  nevados  los  vientos 
de  candidas  muselinas 


sentados  estos  precedentes  indispensables  para  la  claridad  en  lo 
que  sigue. 

(1)  Antes,  en  1791  mismo,  hizo  en  la  comedia  de  Cornelia  El  buen 
labrador  el  insignificante  personaje  de  Ü.  Diego,  alcalde  del  estado 
noble,  en  el  pueblo  en  que  pasa  la'acción  do  la  pieza. 


capítulo  primero  B3 


cuando  arjubas  carmesí 
valles  y  selvas  matizan. 
Viereis  que  óil  confuso  estruendo 
de  afiafiles  y  Í30cinas 
levantan  nubes  de  polvo, 
que  en  sí  propio  se  disipan, 
los  andaluces  caballos 
y  las  yeguas  berberiscas; 
y  reverberando  ol  sol 
en  las  adargas  y  picas, 
nuevo  ejército  copioso 
propone  á  la  fantasía  (1). 

No  era  ésta  la  poesía  que  soñaba  la  ardiente  imagina- 
ción de  Isidoro;  pero  el  tiempo  no  daba  más  de  sí  y  peo- 
res versos  había  de  recitar  aún. 

Por  eso,  poco  después,  en  este  mismo  año,  al  representar 
en  la  Pascua  de  Pentecostés,  el  27  de  Mayo,  en  su  teatro 
el  detestable  drama  de  Comella  Federico  II  en  Glatz  ó  la 
humanidad,  le  encomendaron  el  papel  de  Guillermo  Hu- 
ber  «hombre  malvado»  como  dice  la  acotación  de  la  come- 
dia y  que,  en  efecto,  aparece  como  asesino,  adúltero,  trai- 
dor y,  en  una  palabra,  lo  necesario  para  que  sobre  él  cai- 
ga todo  el  peso  de  aquella  justicia  ejecutiva  y  severa  que 
Comella  poida  en  sus  Federicos  (2). 

Algo  mejor  le  fué  cuando,  al  representar  por  primera 
vez  en  los  teatros  de  Madrid,  el  8  de  Octubre,  la  tragedia 
Pelayo  de  D.  Gaspar  de  Jovellanos,  con  no  pocas  altera- 
ciones, empezando  por  el  titulo  que  fué  el  de  Munuza,  le 
cupo  á  M  MQUBZ  en  suerte  el  simpático  papel  de  Rogundo, 
caballero  gijonés,  amante  y  libertador  de  Doñnda  (Hor- 
mesinda  en  Munuza),  hermana  del  héroe  asturiano  y  li- 
bertador, á  la  par  de  la  patria,  dando  muerte  al  opresor 
musulmán.  Por  primera  vez  escuchó  entonces  Isidoro  al- 


(1)  Comedia  niieüci.  Defensa  de  BarceLoaa  por  la  iñán  fuerte 
amazona.  Por  Fermín  del  Rey.  4.°,  sin  1.  ni  a.,  página  81. 

(2)  Federico  segando  en  Glatz  o  la  humanidad,  drama  heroyco 
en  tres  actos  por  D.  Luciano  Francisco  Comella,  que  se  ha  de  re- 
presentar por  la  compañía  de  Manuel  Mariinez  en  la  Pascua  del 
Espirita  Santo  de  este  año  de  1792.  4,'*,  sin  1.  ni  a.,  39  páginas. 
El  nombre  de  Maiqukz  consta  en  el  reparto  impreso  con  la  come- 
dia, lo  mismo  que  en  la  antecedenlo. 


34  ÍSIDORO   MAIQUBZ 


gunos  aplausos,  no  tanto  por  su  trabajo  cuanto  por  las 
circunstancias  de  la  época  y  las  ráfagas  de  libertad  que  ya 
soplaban  entre  nosotros  (1). 

Y  son  las  únicas  obras  en  que  tenemos  noticias  tomase 
alguna  parte  de  significación  Isidoro  Maiquez,  pero  que 
fueron  bastantes  para  que  ya  no  se  le  tuviesa  por  un  có- 
mico adocenado  del  que  ningún  partido  podía  sacarse. 
Asi  es  que  en  la  formación  del  siguiente  año,  logró  as- 
cender al  puesto  de  sobresaliente  en  la  misma  compañía, 
puesto  descansado,  sin  duda,  cuando  el  galán  era  activo 
ó  celoso  y  temía  verse  suplantado  por  el  que  esperaba  sus 
indisposiciones  para  acreditarse,  pero  que  no  se  avenía 
mucho  con  la  impetuosidad  de  Maiquez  ni  con  su  ambi- 
ción de  llegar  al  punto  culminante  del  arte. 


(1)  Colección  délas  mejores  comedias  nuevas  que  se  van  re- 
presentando en  los  teatros  de  esta  corte.  Tomo  V.  Madrid,  Ma- 
nuel Ruiz.  4.°,  la  3.*  (1792). 


CAPITULO    II 


Asciende  Maiqukz  á  sobresaliente  do  la  compañía  de  M  Martínez. 
—Primer  galán  que  ejecuta.— Abandona  á  sus  compañeros  en  el 
año  siguiente.— Progresos  de  Rita  Luna.— Vuelta  á  Madrid.— De- 
fectos de  Maiquez  en  cuanto  actor.— Sus  disensiones  conyugales. 
—Cambios  en  las  compañías. — ¡Siempre  de  sobresaliente!  (1793- 
1798.) 


!lÍL  cargo  de  sobresaliente  se  reducía  á  reemplazar  al 
primer  galán  cuando  no  podía  trabajar  y  á  desem% 
penar  el  papel  de  un  tercer  galán  en  las  comedias 
en  que  lo  hubiese,  teniendo  en  cuenta  que  no  había  de 
ser  de  carácter  antipático  ú  odioso  porque  para  eso  estaba 
el  tercero  de  la  compañía.  De  las  dos  clases  primeras  tuvo 
ocasión  Maiquez  de  ejecutarlos  en  este  año  de  1793,  á 
poco  de  haberse  inaugurado  el  año  por  su  compañía  en  el 
teatro  del  Príncipe,  en  la  Pascua  de  Resurrección,  que 
cayó  en  31  de  Marzo. 

En  los  diez  y  nueve  primeros  días  de  Abril  trabajó  segui- 
damente Antonio  Robles,  pero  en  el  20  le  permitió  salir  á 
Maiquez,  haciendo  el  primer  papel  en  la  comedia  de  Ca- 
ñizares Si  una  vez  llega  á  querer  la  más  firme  es  la  mujer, 
en  la  que  le  tocó  tener  por  compañera  á  la  propia  María  del 
Rosario,  que  hizo  la  dama. 

La  comedia,  que  es  una  de  las  mejores  de  Cañizares, 
versa  sobre  la  fortaleza  de  espíritu  de  una  Margarita  pri- 


36  ISIDORO   MAIQUEZ 


ma  del  emperador  Conrado  que  quiere  hacerla  su  esposa, 
pero  que  mantiene  la  fe  jurada  á  cierto  general  llamado 
Güelfo.  Las  peripecias  de  estos  contrariados  amores  son 
la  trama  de  la  obra  en  que,  tanto  como  Margarita,  sobre- 
sale el  protagonista,  héroe  simpático,  generoso,  pero  in- 
transigente en  cuanto  toca  á  su  amor  y  á  su  Ijonra.  El  pa- 
pel no  desdecía  de  las  condiciones  que  luego  brillaron  en 
Maiquez,  y  es  de  suponer  que  si  no  con  la  maestría  de 
tiempos  posteriores  no  lo  desempeñase  de  un  modo  infe- 
liz ó  desairado. 

Menos  importancia  tuvo  el  del  cadete  KenverhuUer  en 
la  comedia  comellesca  María  .Teresa  de  Austria  en  Landaiu 
y  algunos  otros  que  hizo  por  estos  dias. 

La  nulidad  á  que  durante  este  año  le  redujo  la  excelen- 
te salud  y  anhelo  de  gloria  de  Antonio  Eobles,  de  tal  ma 
ñera  irritó  á  Maiquez,  que  en  el  siguiente,  viendo  delan- 
te de  si  un  porvenir  tan  obscuro  como  antes,  se  ausentó 
de  Madrid  á  principio  de  temporada  y,  sin  avisar  siquiera 
á  sus  compañeros,  no  paró  hasta  Granada,  donde  se  unió 
á  la  compañía  que  actuaba  en  aquel  teatro  y  donde  veje- 
tó  tan  tristemente  como  en  la  corte. 

Pero  allí  tuvo  la  suerte  de  estrechar  amistosas  relacio- 
nes con  un  modesto  estudiante  en  la  Universidad,  que 
aspiraba  á  ser  escribano  y  consiguió  serlo  de  aquella  ciu- 
dad. Llamábase  el  estudiante  D.  Antonio  González;  Mai- 
quez le  volvió  á  tratar  en  1800  cuando  González  vino  á 
Madrid  á  recibir  el  título  de  su  carrera,  y  es  el  mismo  que 
veinte  años  más  tarde  estaba  destinado  á  ser  el  amparo 
del  célebre  actor  cuando,  abandonado  de  todos  y  extra- 
viada su  razón,  iba  á  expirar  en  la  capital  granadina. 

Otra  ilusión  perdida.  Las  salidas  de  los  cómicos  á  pro- 
vincias solían  á  veces  darles  buen  resultado  por  el  doble 
concepto  de  ganar  algo  más,  especialmente  en  Cádiz, 
Barcelona,  Sevilla  y  Valencia,  y  poder  volver  con  la  cate- 
goría que  había  gozado  durante  su  excursión  provin- 
ciana. 

Maiquez  no  consiguió  ni  lo  uno   ni  lo  otro.  A  duras 


CAPÍTULO    SEGUNDO  37 


penas  pudo  lograr  se  le  recibiese  como  sobresaliente  en 
la  misma  compañía  por  él  abandonada  y  atenerse  á  sus  20 
reales  de  partido  y  cinco  de  ración,  ganados,  eso  si,  muy 
demasiado  tranquilamente,  pero  condenado  á  una  inac- 
ción estúpida  y  para  él  desesperante.  En  cuanto  al  benefi- 
cio material  obtenido  en  el  año  de  ausencia,  él  mismo  nos 
lo  dirá  luego  en  términos  bien  expresivos  y  curiosos. 

En  el  de  1794  habíanse  operado  algunos  cambios  impor- 
tantes en  el  personal  de  las  dos  compañías  del  Príncipe  y 
de  la  Cruz. 

En  la  de  Manuel  Martínez  habíase  jubilado  la  Tirana, 
quedando  por  primera  dama  interiua  Andrea  Luna,  que 
venia  figurando  como  segunda  en  la  de  Ribera.  También 
se  fué  á  provincias  Francisca  Laborda,  ofendida  de  que 
no  la  hubiesen  puesto  de  primera,  y  para  sustituirla  se 
trajo  á  Gabriela  Laporta,  que  no  valia  más  que  la  otra. 
Para  el  empleo  que  Maiqubz  dejaba  vino  de  Valencia  un 
Juan  Espinosa,  que  tuvo  que  volverse  luego  por  su  escaso 
mérito.  De  graciosa  de  música  siguió  Antonia  Prado,  cada 
vez  más  celebrada  por  la  variedad  de  sus  talentos  có- 
micos. 

En  la  compañía  de  Ribera  asistimos  al  desenlace  ya 
previsto  de  aquella  pugna  entablada  entre  Juana  García 
Hugalde,  primera  dama,  y  Rita  Luna.  Durante  los  años  de 
1791  y  1792,  trabajando  alternativamente  ya  en  uno  y  ya  en 
otro  teatro,  había  Rita  estrenado  los  papeles  de  Mariquita 
del  Jaspe  en  la  Camila,  D.*  Fausta  sn  Caprichos  de  amor 
y  celos,  Fátima  de  La  Judit  castellana,  la  Condesa  en  la 
Defensa  de  Barcelona,  como  hemos  dicho,  Zara  de  La  bue- 
na esposa,  D.^  Erigida  de  La  viuda  generosa  y  la  joven 
Isabel  de  la  Buena  madrastra.  En  todas  ellas,  lo  mismo 
que  en  las  del  teatro  antiguo,  habla  logrado  el  caluroso 
aplauso  del  espectador;  pero  donde  el  éxito  rayó  en  deli- 
rio, fué  cuando  en  Febrero  de  1792  hizo  la  Sultana  de  La 
esclava  del  Negroponto. 

Este  engendro  dramático,  que  generalmente  se  atribuye 
á  Cornelia,  aunque  hay  indicios  para  creerle  algo  ante- 


38  ISIDORO   MAIQUBZ 


rior  (1),  es  de  aquéllas  que  por  su  tropel  y  aparato  sirvie- 
ron á  Moratín  para  compaginar  su  Gran  cerco  de  Viena. 
Hay  asalto  de  fortaleza,  incendio  de  la  ciudad,  son  pasa- 
dos á  cuchillo  sus  habitantes,  sublevación  militar,  caño- 
nazos, músicas,  gritería  y  arde  el  polvorín,  todo  á  vista 
del  espectador.  Pero  hay  también  pasiones  fuertes,  lásti- 
mas y  dolores  que  dan  calor  á  ciertas  situaciones.  Estas 
fueron  las  que  la  actriz  malagueña  supo  interpretar  de 
tal  modo,  que  quedó  memoria  perdurable  de  ello.  Escri- 
biéronse lo  mismo  que  en  1788  versos  en  loor  de  la  artista. 


SONETO 

al  buen  desempeño  de  la  cómica  Bita  Luna  en  su  papel 
de  Sultana  en  la  comedia  La  Esclava  del  Negroponto  y 
dio  bien  expresado  déla  acción  de  la  lámina  de  su  re- 
trato. 

Si  es  los  celos  pasión  que  el  alma  irrita, 
si  es  ciego  ardor  que  obsequios  desacata, 
si  es  vil  puñal  que  en  tanto  que  no  mata 
da  más  dolor  que  cuando  alientos  quita; 

Si  enfurece,  exaspera  y  precipita, 
si  en  torrentes  de  cólera  arrebata, 
¿qué  mucho  que  esta  actriz  que  amor  maltrata 
se  infunda  del  carácter  que  hoy  la  agita? 

Cejas,  ojos,  semblante,  airoso  ci^ello, 
siniestra  mano  abierta,  diestra  armada, 
levantando  el  puñal,  suelto  el  cabello, 

celosa,  activa,  ardiente,  acelerada, 
tan  bien  lo  esfuerza  que  su  enojo  es  bello, 
su  furia  heroica  y  su  venganza  honrada  (2). 


(1)  Con  el  título  de  La  católica  princesa,  Jocen  la  mas  afligida 
y  esclava  del  Negroponto,  hay  un  ejemplar  manuscrito  de  esta 
obra  con  la  censura  y.  aprobación  de  Diciembre  de  1786  (época  en 
que  aún  no  escribía  Cornelia),  en  la  Biblioteca  municipal,  y  nosotros 
])Oseemos  un  ejemplar  impreso  con  una  nota  del  tiempo  en  que  se 
dice  que  la  obra  es  de  D.  Bruno  Solo  de  Zaldívar. 

(2)  Biblioteca  Nacional,  manuscrito  817,  (Colección  de  papeles 
curiosos  en  prosa  y  verso),  pág.  449,  y  en  la  siguiente  hay 

Otro  al  mismo  asunto  y  por  el  propio  ajicionado: 

Ya  del  Parnaso  la  encumbrada  cima, 
que  altivas  parten  Hiampe  y  Tirotea, 
dejando  á  Focia  se  traslada  á  Eubea 
por  mejorar  de  tierra,  cielo  y  clima. 


a/ui    (^^  Qy\.ttxi  o¿4m(x9 


en   la  Loniedúú 
LA  ESCLAVA  DEL  NEGRO  PONTO 

'Muere! 


CAPÍTULO    SEGUNDO  41 


La  alusión  que  se  hace  á  un  retrato  no  es  otra  que  al 
que  con  este  motivo  se  grabó  también  y  vendió  pública- 
mente (1).  Lo  reproducimos  en  la  hoja  antecedente. 

Y  ya  que  copiamos  este  extraño  retrato  no  creemos  ocioso 
reproducir  también  una  caricatura  (2)  que  meses  después 
se  dibujó  contra  nuestra  artista.  Tratábase  del  estreno  de 
la  comedia  Conquista  de  Barcelonapor  Ludovico  Pío,  pieza 
malísima,  cuyo  asunto  es  la  entrega  de  la  ciudad,  que  su 
dueño  el  rey  moro  Gamir  hace  al  emperador  Ludovico  y 
á  su  ejército,  en  que  figuran  el  futuro  primer  conde  de 
Barcelona,  Bara,  el  de  Gerona,  un  Moneada,  etc.  Con  los 
prisioneros  viene  una  joven  cautiva,  llamada  Petronila, 
que  luego  resulta  hija  del  conde  de  Gerona.  La  rendición 
se  efectúa  ya  en  el  primer  acto.  En  el  segundo  empieza  el 
enredo  de  la  fábula,  reducido  á  una  tentativa  para  enve- 
nenar á  Ludovico  hecha  por  un  judío  llamado  Ismael  y 
Zaíra,  reina  mora,  esposa  de  Gamir,  y  la  única  que  no  se 
resigna  con  la  triste  suerte  de  los  vencidos  mahometanos. 
Rita  Luna  hizo  este  papel. 


Ya  Melpoméne,  que  el  aliento  anima 
del  verso  heroico,  en  pluma  sofoclca, 
se  parte  á  Chaléis,  porque  en  Cheronea 
ni  afectos  mueve  ni  arrogancia  intima. 

Pero  ¿qué  mucho  si  en  la  diestra  Luna, 
celos,  pasión,  venganza  y  golpe  fiero 
se  aprenden  juntos  sin  violencia  alguna? 

Ceda  el  Pindó  el  lugar,  la  Musa  el  fuero, 
que  á  donde  está  esta  actriz  tienen  su  cuna 
gala,  afecto,  expresión,  valor  y  acero. 

(1)  uGrahado.  Retrato  de  la  Sra.  Hita  Luna  en  el  pasaje  do  lie- 
rir  al  Sultán  en  la  comedia  de  la  Esclacxc  del  Negroponto,  bien 
esbeltado  y  abierto.  Está  en  medio  pliego  de  marca  mayor  y  se  iia- 
llará  por  precio  de  4  reales  en  la  librería  de  D.  FelípeTieso,  calle 
de  las  Carretas.  Juntamente  con  la  citada  estampa  se  venden  tam- 
bién dos  sonetos,  l)ien  impresos  y  en  papel  de  Holanda,  hechos  á 
elogio  de  la  propia  actriz  por  un  apasionado  de  su  mérito;  uno  pin- 
tando la  acción  personificada  en  la  estampa  y  el  otro  historiada  con 
alusión  al  Monte  Parnaso  y  la  Musa  Melpómene.»  (Diario  de  Ma- 
drid de  22  de  Febrero  de  1792.)  Estos  sonetos  son  los  que,  tomados 
de  un  manuscrito  de  la  Nacional,  hemos  copiado  antes. 

(2)  Hállase  en  la  Biblioteca  Nacional  y  nos  la  ha  facilitado  el 
Jefe  de  la  Sección  de  estampas,  nuestro  docto  y  buen  amigo  el 
Sr.  D.  Ángel  de  Barcia  Pavón. 


42  ISIDORO    MATQUBZ 


El  emperador  se  salva  por  la  solicitud  de  Petronila,  que 
había  fingido  entrar  en  la  conjuración,  y  las  sospechas 
que  sobre  ella  recayeron  al  principio  trajeron  por  conse- 
cuencia el  hallar  á  su  padre. 

La  comedia  termina  con  el  reconocimiento  del  feudo  á 
Francia  después  de  designar  Ludovico  á  Bara  por  conde. 
Son  episodios  y  sin  interés  los  amores  de  Petronila  y  Lu- 
dovico que  se  separan  con  gran  facilidad. 

La  obra  está  escrita  en  endecasílabos  campanudos  como 
los  siguientes,  los  últimos  que  pronuncia  Zaira,  ó  sea  Rita 
Luna: 

Yo  no  puedo  fingir  tranquilidades, 
cuando  están  en  mi  peclio  las  harpías 
irritando  el  furor,  la  rabia,  el  odio 
contra  aquella  vil  gente  aborrecida. 
Formidables  espectros  del  Averno, 
del  Erebo  y  la  Noche  infaustas  hijas  (1), 
vosotras  qiie  á  los  míseros  mortales 
decretáis  los  alientos  que  respiran 
revocadas  al  centro  pavoroso 
asistidme  esta  vez,  venid  propicias 
á  juntar  con  los  manes  de  mis  padres 
mi  miserable  espíritu  que  lidia 
con  el  furor  del  hado  más  protervo, 
con  el  rigor  de  la  insconstancia  mis^ma  (2). 

Y  se  quería  con  semejantes  versos  que  luciese  la  infeliz 
artista  malagueña,  teniendo  que  arrostrar  á  la  vez  las 
coDsecuencias  de  un  papel  tan  corto  como  antipático. 

De  todas  suertes,  este  inusitado  interés  prueba,  desde 
luego,  que  el  público  reconocía  el  extraordinario  valor  de 
la  insigne  cómica. 

Ya  no  se  contentó  con  ser  segunda  dama  y  pasó  á  so- 
bresalienta  de  ambas  compañías  con  todas  las  preeminen- 
cias y  gajes  de  primera.  Siguió  distinguiéndose  cada  vez 
más  y,  al  finalizar  el  año  cómico  en  12  de  Febrero  de  1793, 


(1)  Para  un  sectario  de  Mahoma  no  podía  ser  más  propio  este 
lenguaje. 

(2)  Conquista  de  Barcelona  por  Ludovico  Pío  y  creación  de  su 
primer  conde  Bara,  Barcelona,  Gibert  y  Tuto,  s.  a,,  4.°,  24  pá- 
ginas. 


CAPÍTULO   SEGUNDO  45 


creyóse  ya  en  el  caso  de  aspirar  á  la  posesión  plena  del 
empleo.  Presentó,  pues,  un  solapado  memorial  á  la  Junta, 
pidiendo  licencia  en  los  siguientes  términos: 

«Señor  Protector  general: 

Rita  Luna,  primera  dama  que  ha  sido  de  los  dos  teatros 
de  esta  corte,  con  la  más  atenta  veneración,  P.  A.  L.  P. 
de  V.  S.,  hace  presente  los  muy  considerables  atraaos  en 
que  se  halla,  causados  en  la  precisa  é  indispensable  de- 
cencia del  teatro  y  carácter  de  su  representación,  y  los 
muy  escasos  emolumentos  que  ha  disfrutado  (sin  que  en 
esta  parte  solicite  más  ni  pueda  fundar  queja,  pues  se  la 
ha  contribuido  con  sus  respectivos  intereses  de  dama). 
Pero  proporcionándosela  en  el  día,  en  la  misma  carrera., 
medios  ventajosos  para  su  desempeño,  solicita  y  suplica 
á  V.  S.  se  digne  concederla  la  licencia,  pues  por  este  me- 
dio consigue,  á  más  de  su  desempeño,  el  mayor  adelanta- 
miento en  su  ejercicio,  para  si  en  lo  sucesivo  tuviese  á  bien 
la  respetable  Junta  hacer  memoria  de  su  insuficiencia 
para  servir  á  este  respetuoso  (sic)  público,  de  quien  se 
halla  y  será  toda  su  vida  reconocida  á  los  favores  que  le 
ha  dispensado 

Gracia  que  espera  conseguir  de  V.  S.,  cuya  vida  guarde 
Dios  muchos  años. 

Madrid  y  Febrero  15  de  1793. 

Rita  Luna.»  (1). 

Bien  sabia  ella  que  los  Comisarios  no  se  habían  de  atre- 
ver á  prescindir  de  su  persona  en  la  nueva  formación. 
Hubo,  pues,  que  intimar  á  Juana  García  que  se  allanase  á 
lo  que  el  año  anterior  había  rechazado,  esto  es,  á  partir 
las  damas  con  Rita  Luna.  La  pobre  Juana  iba  poco  á  poco 
cediendo  el  campo  á  su  rival,  cuya  gran  superioridad  se 
puso  más  de  relieve  al  trabajar  una  después  de  otra,  aun 
en  obras  de  poco  valor,  como  en  las  comedias  nuevas 
Para  averiguar  verdades  el  tiempo^  de  Moncín,  en  que 
Rita  hizo  la  D.*  Inés;  en  la  Narsea  del  Solimán  II,  y  la 
Ariadna  abandonada  en  Naxos,  pieza  patética  en  que  lo- 
gró arrancar  lágrimas. 


(1)    Archivo  municipal  de  Madrid,  Sec  íL'  esperf.  [.egajo  2-46348. 


46  ISIDORO    MAIQUEZ 


Acabado  el  año  en  4  de  Marzo  de  1794,  Rita  aspira  ya  á 
separar  á  su  compañera  y  quedar  sola  en  la  primacía; 
pero  al  fin  hubo  de  contentarse  con  algunas  de  las  excep- 
ciones que  también  pide  en  el  nuevo  memorial  que  dirige 
á  la  Junta  en  la  forma  siguiente: 

«Rita  Luna,  con  el  debido  respeto,  á  V.  S.  hace  presente 
hallarse  muy  quebrantada  de  salud,  originado  de  la  acti- 
vidad de  su  trabajo  y  estudio,  como  es  notorio. 

Este  particular  lo  ha  consultado  con  médicos  de  su  sa- 
tisfacción y  han  sido  de  dictamen  que  de  no  dejar  el  tra- 
bajo por  algún  tiempo,  llegará  el  caso  de  imposibilitarse 
para  siempre. 

En  esta  inteligencia,  ha  determinado  por  este  justo  mo- 
tivo el  suplicar  á  V.  S.  se  le  dispense  por  este  año  de  ser- 
vir al  público/ estando  pronta  á  ejecutarlo  en  el  siguien- 
te si  estuviese  restablecida  de  su  salud  y  siendo  del 
agrado  de  V.  S.  •       . 

Y  si  este  justo  motivo  no  obligase  á  V.  S.  á  concederle 
esta  gracia  (sin  gravamen  de  las  compañías),  por  dar  una 
prueba  de  los  muchos  favores  que  debe  á  Madrid  y  á  V.  S., 
está  pronta  á  servir  al  público,  con  la  circunstancia  de 
que  ha  de  alternar  en  el  trabajo,  como  el  año  pasado,  ó 
por  meses,  concediéndole  licencia  para  toda  la  temporada 
de  verano,  á  fin  de  poder  reparar  en  alguna  parte  su  que- 
brantada salud  y  poder  continuar  después  trabajando, 
pues  de  otro  modo  conoce  no  poder  cumplir  con  desempe- 
ñar su  obligación. 

En  esta  inteligencia,  á  V.  S.  suplica  que,  en  vista  de  los 
justos  motivos  expresados,  se  sirva  condescender  á  las 
súplicas  referidas,  que  asi  lo  espera  de  la  justificación 
de  V.  S.  y  en  que  recibirá  merced. 

Marzo  de  1794. 

Por  mi  hija  Rita, 

Joaquín  de  Luna.»  (1). 

Por  su  parte  la  combatida  Juana  García^  resuelta  ya  á 
fijar  su  posición  y  saber  á  qué  atenerse,  en  un  memorial, 
fí'chado  á  6  de  Marzo  de  1794,  en  el  que  se  traslucen  el 
rencor  y  el  despecho,  quiere  obligar  á  los  Comisarios  á  pro- 
nunciarse por  una  ó  por  otra.  Dice  en  él  que  lleva  catorce 


(1)    Archivo  municipal:  2-463-20. 


CAPÍTULO   SEGUNDO  47 


años  sirviendo  á  Madrid;  los  cuatro  primeros  en  la  clase 
de  parte  de  cantado  y  los  diez  restantes  de  sobresalienta 
y  primera  dama;  que  desde  hace  dos  se  ve  aquejada  de 
unos  accidentes  histéricos  «que  la  conducen  á  los  umbra- 
les de  la  muerte;  por  lo  que  ha  dado  algunos  chascos  al 
público  y  compañía.  Y  deseando,  como  es  justo,  algún 
descanso;  teniendo  presente  que  no  ha  habido  mayores 
lucros  por  haber  dos  damas  y  que  quizá  no  está  el  público 
tan  bien  servido  como  con  una,  por  varios  accidentes  que 
ocurren,  que  el  explicarlos  seria  muy  prolijo  y  molesto,  y 
habiendo  quien  sola  desempeñe  la  parte  de  primera  dama 
tan  á  satisfacción  y  gusto  del  público»,  pide  se  la  coloque 
en  la  próxima  formación  de  sobresalienta. 

No  se  atrevieron  los  Comisarios  y  aun  hubo  dos  prime- 
ras damas  en  la  compañía  de  Luis  Navarro  (sucesor  de 
Eusebio  Ribera),  el  año  de  1794  á  1795.  Pero  en  el  siguien- 
te los  apremios  de  Rita  fueron  tales  y  la  resistencia  de  su 
rival  de  tal  naturaleza,  que  se  la  separó  definitivamente 
de  la  escena  cortesana.  Ya  no  volvió  más.  Continuó  repre- 
sentando algunos  años  en  provincias,  y  en  1804  logró  su 
jubilación  con  arreglo  al  empleo  de  dama. 

Quedó,  pues,  sola  la  gran  artista;  en  el  otro  teatro  tenia 
también  á  su  hermana  Andrea  de  primera  y  de  segunda 
á  Josefa,  y  á  su  lado  estaba  su  padre,  siempre  de  segundo 
barba;  esta  fué  la  época  más  brillante  de  esta  célebre 
familia.      ) 

Luego  hablaremos  de  las  victorias  teatrales  de  Rita; 
ahora  nos  llaman  las  desdichas  del  héroe  principal  de 
este  libro. 

En  1795,  pobre  y  quebrantado  vino  de  nuevo  Isidoro  á 
tomar  puerto  en  la  compañía  de  Martínez  (1).  Pero  su  co- 
raje era  tan  grande  como  su  mala  estrella  y  poco  á  poco 
fué  domando  su  rebelde  naturaleza.  Casi  todos  los  que  le 


(1)  En  el  Archivo  municipal  de  Granada  hay  la  orden,  fechada 
á  17  de  Marzo  de  1795,  para  que  inmediatamente  se  trasladase  á  la 
corte  donde  estaba  colocado.  (Noticia  que  me  comunica  el  docto  li- 
terato granadino  D.  Francisco  de  P.  Valladar). 


48  ISIDORO    MAIQÜBZ 


conocieron  convienen  en  que  en  esta  época  de  su  vida  era 
Maiqubz  poco  expresivo.  «Extremadamente  frío,  que  en- 
tendía y  no  expresaba  sus  papeles»  le  llama  Moratín,  y 
bien  sabido  es  el  sentido  que  en  él  tienen  estas  palabras. 
No  ya  frío  sino  helado,  cadavérico,  debía  de  ser  el  gran 
Isidoro,  cuando  al  delicado  Inarco,  que  hallaba  exage- 
rada la  declamación  de  la  Tirana  y,  en  general,  la  de 
casi  todos  nuestros  cómicos,  le  parecía  extremadamente 
frío  el  cartagenero.  D.  José  de  larEevilla,  que  intenta 
vindicar  á  Maiquez  de  esto  que  él  toma  por  un  grave  lu- 
nar, lo  hace  en  términos  que  acaba  de  convencernos  de 
la  verdad  de  lo  dicho  por  D.  Leandro.  Dejando,  claro  es, 
á  un  lado  la  afirmación  de  que  los  que  le  vieron  trabajar 
de  1814  á  1818  no  le  tuvieron  por  frío,  cosa  que  no  se  dis- 
cute por  ahora,  y  que  es  precisamente  lo  que  también  afir- 
ma el  autor  de  El  Café:  que  después  de  su  viaje  á  Francia 
cambió  enteramente  su  manera  de  recitar  (1).  Nosotros 
creemos  que  en  gran  parte  había  ya  cambiado  antes; 
el  viaje  sancionó  y  corroboró  el  nuevo  sistema  declama- 
torio. 

Pero  circunscribiéndonos  al  año  de  1795,  época  en  que 
el  desafecto  del  público  hacia  él  fué  más  declarado,  con 
evidencia  nos  lo  explican  ciertas  palabras  de  actores  con- 
temporáneos y  compañeros  de  Maiquez  que  Revi  lia  adu- 
ce, como  prueba  de  la  falsedad  de  la  aserción  de  D.  Lean- 
dro Moratín.  Dice,  pues,  que  los  cómicos  Roldan  y  Capra- 
ra  le  habían  asegurado  que  Maiquez  «siempre  apareció 
frío  en  los  galanes  amorosos  y  excesivamente  parleros  (!) 
de  nuestro  antiguo  teatro,  cuyas  pasiones  alambicadas  y 
llenas  de  ñores  poéticas  le  repugnaban  eu  gran  manera, 
como  contrarias  á  la  sencillez  de  la  naturaleza».  Es,  por 
tanto,  evidente  que  quien  de  tal  modo  se  expresa  convie- 
ne en  la  frialdad,  pues  justamente  nueve  décimas  partes 


(1)  Lo  mismo  asegura  el  autor  del  artículo  necrológico  impreso 
en  el  Universal  en  1820  y  que  nosotros  reproducimos  en  el  último 
capítulo.  El  autor  de  aquel  artículo  (quizás  Enciso),  se  proclama 
amigo  íhtimo  de  Maiqukz. 


CAPÍTULO    SEaUNDO  49 


de  las  obras  que  se  representaban  entonces  eran  de  aque- 
llos galanes  excesivamente  parleros,  hoy  monumentos  in- 
signes de.belleza.  Maiquez,  al  aborrecer  tanta  poesía,  se 
inspiraba  en  las  corrientes  de  su  época,  desfavorables  á 
nuestro  insigne  teatro  del  siglo  xvii  en  los  trabajos  y  en 
los  labios  de  los  escritores  de  más  viso,  pero  contrarias  al 
sentir  común  del  pueblo  español. 

Así  es  que  este  despego  y  pereza  del  actor  unidos  á 
otros  defectos  de  menos  monta,  como  el  de  su  voz  velada, 
propia  para  reflejar  pasiones  concentradas  y  sombrías 
más  que  para  la  expresión  de  afectos  alegres  ó  expansi- 
vos como  el  sentimiento  caballeresco  y  el  amor  sencillo  y 
noble,  contribuían  áque  se  diesen  á  Maiquez  calificativos 
denigrantes  ó  que  envolvían  un  profundo  desprecio,  como 
los  de  galán  de  invierno,  voz  de  cántaro  roto,  agua  de  nie- 
ve y  otros  con  que  le  designaban  comúnmente. 

Así  se  comprende  que  el  público  del  patio  que  había 
visto  poco  antes  á  galanes  tan  afectuosos,  dulces,  expre- 
sivos y  simpáticos  como  Vicente  Merino,  de  voz  sonora  y 
aire  marcial,  y  Juan  Ramos,  que  se  había  propuesto  copiar 
en  todos  sus  actos  dentro  y  fuera  del  teatro  el  tipo  caba- 
lleresco de  los  galanes  de  nuestras  comedias,  y  veía  á  la 
par  que  á  Isidoro  á  Antonio  Robles  cuyo  decir  inimita- 
ble, voz  armoniosa,  afecto  y  calor  en  la  entonación  y  que 
ponía  toda  su  alma  en  los  sutiles  requiebros  y  en  los  ti- 
quis  miquis  abstractos  sobre  casos  de  honra,  no  pudiese 
sufrir  al  que,  no  obstante  su  gallarda  figura,  se  presenta- 
ba con  ademán  irónico  á  decir  versos  que  le  desagrada- 
ban y  afectar  sentimientos  que  no  eran  los  de  todos  los 
días. 

Acaso  esta  desaprobación  fuese  mayor,  porque  el  públi- 
co comprendía  que  en  aquel  cómico  había  un  gran  artista 
en  cuanto  quisiese  serlo.  El  parece  que  había  llegado  á 
resignarse  ó  connaturalizarse  con  el  efecto  que  causaba, 
porque  en  cierta  ocasión,  en  que  ya  desde  el  comienzo  los 
murmullos  habían  sido  más  expresivos,  le  dijo  sonriendo 
con  amargura  á  su  compañero  Agustín  Roldan:  «¿No  ha 

4 


50  ISIDORO   MAIQÜEZ 


observado  usted  que  apenas  salgo  á  la  escena  me  abruman 
por  todas  partes  los  aplausos?» 

Quizá  no  serian  extrañas  á  tal  estado  de  su  ánimo  las 
tristezas  y  desgracias  domésticas,  sobre  las  cuales  nos 
faltan  datos  completos  en  cuanto  á  su  origen,  pero  que  los 
poseemos  demasiado,  explícitos  por  lo  que  atañe  á  las  con- 
secuencias. Maiqubz  no  podía  ver  á  su  mujer,  que,  sin 
embargo,  era  joven,  hermosa,  de  talento  y  estaba  enton- 
ces llegando  á  la  cumbre  de  su  fama.  En  el  año  antece- 
dente, además  de  gratificarla  á  fin  de  temporada,  la  ha- 
bían subido  la  ración  á  15  reales,  cifra  la  mayor  que  hasta 
aquel  momento  se  había  concedido,  sin  perjuicio  de  los  24 
reales  que  gozaba  de  partido  como  graciosa.  Y  al  recom- 
pensarla, añadían  en  su  informe  los  Comisarios:  «Es  noto- 
rio su  mérito,  trabajo  y  aplicación.  Tiene  mucho  gasto  en 
el  teatro  por  los  vestidos  que  muda  y  da  mucha  utilidad 
al  Propio  y  compañías.  Es  acreedora  á  las  gracias  del  Co- 
rregidor.» • 

¿Por  qué,  pues,  esta  antipatía  entre  ambos  cónyuges? 
Después  de  la  reconciliación  de  1791,  cuando  Maiqubz 
pudo  venir  á  Madrid,  había  vuelto  la  ruptura  y  aparta- 
miento. Maiqubz  se  fué  á  Granada;  de  allí  sólo  trajo  des- 
dichas que  lamentar,  como  refiere  en  el  siguiente  curiosí- 
simo memorial,  presentado  antes  de  acabar  el  año  cómico 
de  1795,  en  que  se  reflejan  sus  penas,  ambiciones  fallidas 
y  terquedad  en  sobreponerse  á  todo,  impulsado  por  el  ge- 
nio del  arte  que  llevj.ba  dentro  de  su  alma. 

«Señor: 

El  hacer  presente  el  perjuicio  que  se  me  sigue  retar- 
dando el  manifestar  mi  situación,  no  el  interés,  me  mueve 
á  molestar  la  atención  de  V.  S.,  para  que,  en  vista  de  mis 
razones,  se  me  resarza  en  lo  sucesivo  ó  haga  lo  que  tenga 
por  más  conveniente. 

Por  orden  de  V.  S.,  se  me  descuenta  la  mitad  de  parti- 
ciones para  cubrir  la  deuda  que  contraje  en  Granada  de 
100  doblones,  recibidos  antes  de  venir  á  servir  á  este  pú- 
blico por  mandato  de  V.  S. 

Asimismo  me  encuentro  con  nuevos  acreedores,  cuyas 


CAPÍTULO    SEGUNDO  51 


deudas  fueron  originadas  antes  de  la  separación  de  mi 
matrimonio,  y  que  yo  juzgaba  pagadas  por  habérmelo  di- 
cho asi  á  mi  arribo  á  esta  corte,  los  que  pensaban  que 
debía;  pero  ahora  me  hallo  con  esta  nueva  carga  por  ne- 
garse mi  esposa  á  pagar  más  que  una  parte  (habiendo 
sido  quien  se  hizo  cargo  de  satisfacer  el  total,  viendo  la 
miseria  en  que  me  hallaba  en  aquel  tiempo),  recayendo 
por  este  motivo  contra  mí  cerca  de  3.000  reales.  Esto  y  va- 
rios picos  contraídos,  para  la  decencia  del  teatro,  forman 
una  cantidad  incapaz  de  satisfacer  con  el  partido  de  so- 
bresaliente, del  que  suplico  á  V.  S.  me  releve,  por  no  poder 
adelantar  n^da^  ni  para  satisfacer  mis  acreedores  por  ser 
corto  su  interés,  ni  para  mi  exercicio  en  que  cada  vez  me 
encuentro  más  atrasado,  siendo  el  motivo  la  poca  satis- 
facción que  se  puede  tener  en  salir  siempre  á  remediar 
faltas  considerables  de  que  resulta  en  mí  un  temor  con  que 
no  llegaré  nunca  á  ser  útil.  Este  perjuicio,  y  mis  deudas, 
quisiera  rí»mediar  á  costa  de  mi  misma  persona,  la  que  si 
considera  V.  S.  capaz  de  desempeñar  otra  obligación,  es- 
pero que  lo  haga  atendiendo  á  cuanto  llevo  expuesto  y  á 
su  justificación,  etc.  Dios  guarde  la  vida  de  V.  S.  muchos 
años.  Madrid  Enero  de  1796. 

Isidoro  Maiquez.» 

(Al  margen:)  «Madrid  14  de  Marzo  de  1796.  Quedando 
este  interesado  en  la  parte  de  sobresaliente  y  haciendo  una 
comedia  al  mes,  se  le  señalan  dos  reales  más  de  ración.» 
(Rubrica)  (1). 

Asi  tuvo  que'  quedar  el  año  siguiente  de  1796.  Pero  la 
pequeña  ventaja  que  se  le  daba  de  representar  una  come- 
dia suya  ó  de  su  elección  al  mes,  le  animó  á  proseguir  en 
su  propia  reforma  y  educación  artística. 

Habíanse  formado  las  compañías  sin  alteraciones  de 
gran  importancia.  Sosegados  los  disturbios  nacidos  de  la 
competencia  entre  Rita  Luna  y  Juana  García,  pudo  la 
Junta  presentar  en  Cuaresma,  según  costumbre,  la  lista 
de  las  huestes  cómicas  en  que  se  cambiaron  algunas  par- 
tes, entrando  como  sexta  de  la  compañía  de  Francisco 
Ramos  (que  había  sucedido  á  su  suegro  Manuel  Martí- 


(1)    Archioo  municipal  de  Madrid.  Legajo  2-463-28. 


52  ISIDORO   MAIQUBZ 


nez),  María  Josefa  Virg",  que  faltaba  desde  el  año  92  y 
que  ya  no  abandonarla  los  teatros  de  la  corte,  por  haber- 
se formado  enteramente,  como  excelente  graciosa,  en  los 
de  provincia. 

La  Yirg  era  natural  de  Madrid,  donde  nació  en  1776, 
hija  de  Pedro  Yivg  y  Francisca  Keslar,  ambos  cómicos, 
pero  muy  medianos.  Huérfana  de  padre  y  madre,  tal  inte- 
rés despertó  entre  sus  compañeros,  que  la  colocaron  en 
1790  de  décima  dama  en  la  compañía  de  Ribera,  y  para  su 
primera  salida  compuso  una  loa  nada  menos»queD.  Ra- 
món de  la  Cruz.  Al  año  siguiente  se  casó  con  Manuel  de 
León,  cómico,  pero  que  principalmente  se  distinguió  como 
bailarín  en  el  bolero,  sujeto  tan  negro  de  color  y  desgra- 
ciado de  facciones,  que  se  le  llamaba  el  hombre  más  feo 
de  España. 

No  era  tampoco  demasiado  hermosa  su  mujer,  morena, 
algo  roma  de  nariz,  de  estatura  mediana,  voz  parda,  pero 
extremadamente  graciosa,  de  ojos  vivos  y  picarescos,  de 
carácter  jovial  y  de  una  marcialidad  excesiva. 

Su  extremada  juventud  hizo  que  en  1792  se  la  dejase 
fuera  de  las  compañías,  después  de  haber  sido  séptima 
dama  el  año  antes. 

Marchó  á  Cádiz  y  otros  puntos,  donde  se  perfeccionó  en 
términos  que  ahora  pudo  ser  colocada  en  mejor  empleo. 
Al  mismo  tiempo  trajo  cierta  libertad  de  costumbres  que 
dieron  harto  que  decir  entre  sus  compañeros  y  conoci- 
dos (1). 


(1)  Alivió  muchos  años  separada  de  su  marido,  y  no  por  culj)a  de 
él.  Por  si  no  tenemos  ocasión  de  hablar  particularmente  de  esta 
cómica  famosa,  resumiremos  lo  demás  de  su  vida.  Del  teatro  -de  la 
Cruz  pasó  en  1809  al  del  Príncipe,  donde  también  estaba  otra  gra- 
ciosa muy  notable,  Gertrudis  Torre,  por  lo  cual,  á  mediados  de  No- 
viembre de  1811  volvió  al  teatro  de  la  Cruz  y  allí  continuó  mucho.s 
años.  En  1825,  al  empezar  la  temporada,  ofendida  porque  no  le  se- 
ñalaban el  mismo  ]3;irtido  que  á  Guzmán  (tenía  36  reales  y  ella  30), 
pidió  y  le  concedieron  la  jubilación.  Retiróse  á  Carabanchel  de 
Arriba,  compró  en  15.000  reales  una  casa  con  jardín,  y  allí  otorgó 
su  testamento  el  17  de  Octubre  de  1833.  Pero  dejándose  llevar  más 
tarde  de  su  carácter  inquieto,  se  marchó  á  Barcelona,  donde  falle- 


CAPÍTULO    SEGUNDO  53 


Otra  de  las  novedades  introducidas  en  las  compañías, 
fué  el  de  entrar  de  segunda  en  la  regentada  por  Luis  Na- 
varro, Mariana  Moutón  y  Bermejo,  hija  de  la  célebre  María 
Bermejo,  que  tanto  ruido  hizo  con  sus  representaciones 
de  tragedias  clásicas  en  los  años  de  1788  y  siguiente  (1). 
Habíala  educado  la  madre  en  su  escuela  y  á  Madrid  la 
trajeron  los  Co.misarios,  como  representante  del  arte  neo- 
clásico y  para  la  ejecución  de  las  obras  de  este  género. 
Hizo  efectivamente  algunas,  pero  no  se  reveló  como  artis- 
ta extraordinaria,  por  lo  que  pronto  volvió  á  rodar  por  los 
escenarios  de  provincias. 

Abriéronse  los  teatros  el  día  de  Pascua  de  Resurrección, 
27  de  Marzo  de  1798,  empezando  la  compañía  de  Francisco 
Ramos  en  el  de  la  Cruz,  con  la  linda  comedia  de  D.  Anto- 
nio de  Solís,  El  amor  al  uso,  precedida  de  loa  é  interpreta- 
da principalmente  por  laAndrea  Luna  y  Antonio  Robles,  y 
el  del  Príncipe,  bajo  la  dirección  de  Luis  Navarro,  con  la 
titulada  Amparar  al  enemigo,  también  del  mismo  D.  An- 
tonio de  Solís,  igualmente  con  loa  y  ejecutada  por  Rita 
Luna  y  Manuel  García  Parra. 

Isidoro  Maiqubz,  que  estaba  impaciente  por  hacer  su 
primera  obra  de  libre  elección,  logró  su  deseo  el  8  de 
Abril,  presentándose  en  el  papel  de  Rodrigo  de  Vivar,  en 
la  comedia  de  D.  Guillen  de  Castro,  Las  mocedades  del  Cid. 

No  consta  cómo  salió  de  su  empeño;  pero  siendo  el  ca- 
rácter del  personaje  principal,  en  la  primera  parte  de  la 
obra  (porque  en  la  segunda  decae),  valiente,  osado  y 
enérgico,  de  creer  es  que  supiese  ponerlo  de  relieve  al 
recitar  los  versos  de  la  comedia,  ya  como  amigo,  defensor 


ció,  á  consecuencia  de  una  sofocación,  el  22  de  Julio  do  1843,  de 
cerca  de  setenta  años  y  después  de  haber  divertido  al  público  en  la 
escena  durante  treinta  y  cinco. 

De  su  matrimonio  tuvo  por  hija  á  Ramona  I.eón,  tan  poco  agra- 
ciada como  el  padre,  pero  no  mala  cómica,  gracias  á  las  lecciones  de 
la  madre.  Estuvo  casada  con  Juan  Arriaga,  primer  galán  durante 
algunos  años  en  el  teatro  de  la  Cruz,  y  á  quien  sol)revivió. 

(1)  V^éase  nuestro  libro  sobre  la  Tirana,  páginas  181  y  si- 
guientes. 


54  ISIDORO   MAIQUEZ 


y  consejero  del  Rey  D.  Sancho,  ya  como  furioso  vengador 
de  su  padre  y  ya  como  infortunado  amante  de  D.^  Ji- 
mena. 

Desde  el  dia  4  del  siguiente  Mayo,  ejecutó  también  el 
papel  de  Rey  D.  Sebastián  en  la  comedia  de  este  nombre, 
de  Juan  Bautista  de  Villegas. 

En  una  y  otra  obra,  tal  vez  por  ser  más  conformes  con  su 
temperamento  artístico,  ó  bien  porque,  como  parece  natu- 
ral, hiciese  esfuerzos  para  acomodarse  al  gusto  público, 
fué  aplaudido  sin  duda  alguna. 

Habíase  también  distinguido  algún  tiempo  antes  en  la 
ejecución  de  la  comedia  de  D,  Jerónimo  de  Cuéllar,  El 
pastelero  de  Madrigal,  tanto  que  ya  por  entonces  iba  uni- 
da, no  á  su  nombre,  pues  aun  no  lo  tenía,  sino  á  su  perso- 
na. Decíase,  con  efecto,  hablando  de  esta  comedia  entre 
los  asiduos  concurrentes  al  teatro,  que  El  pastelero  de  Ma- 
drigal «solamente  lo  desempeña  bien  eZ  marido  de  la  Pra- 
do». Maiqubz  aun  no  era  nada. 

La  condición  de  elegir  una  obra  cada  mes,  parece  que 
fué  alterada  ó  suspendida,  porque  en  la  primera  tempora- 
da del  año  cómico  de  1796,  no  sabemos  que  hubiese  hecho 
el  galán  más  que  en  la  comedia  de  Zavala  y  Zamora,  La 
Támara  ó  el  poder  del  beneficio .  Esfa  obra,  traducida  del 
francés,  tiene  asunto  interesante,  aunque  desarrollado 
con  falta  de  método  y  notables  incongruencias,  como  suce- 
día de  ordinario  á  todos  aquellos  poetastros  ^ue  echaban 
á  perder  los  mejores  asuntos  con  su  ineptitud.  Maiquez 
ejecutó  el  papel  del  oficial  francés,  que  después  de  salvar 
al  marido  de  Támara,  aunque  luego  le  da  muerte,  salva 
también  á  un  hijo  de  ésta,  y  obtiene  su  amor  y  su  mano. 
Támara  es  una  india  casi  salvaje,  pues  la  escena  pasa  en 
una  isleta  de  las  montañas  de  Bogotá,  donde,  sin  embargo, 
hay  mar  y  barcos  en  que  llegan  los  franceses  á  la  isla. 

Pero  durante  el  mes  de  Octubre,  sin  duda  por  enferme- 
dad de  Robles,  que  no  aparece  hasta  el  18  de  Noviembre 
con  la  tragedia  Numancia  destituida,  de  Ayala,  hizo  Mai- 
qubz, casi  seguidas,  Celos  no  ofenden  al  sol  de  Enriqucz 


CAPÍTULO   SEGUNDO  55 


Gómez  (4  de  Octubre);  la  Eugenia  de  Beaumarchais,  tra- 
ducida por  D.  Ramón  de  la  Cruz  (10  de  Id.),  teniendo  por 
compañera  como  dama  á  María  Vázquez,  joven  que  venía 
á  probar  fortuna  en  la  corte,  pero  que  no  quedó  contrata- 
da hasta  dos  años  más  tarde. 

Algunos  días  después  y  teniendo  por  dama  á  su  propia 
mujer,  Antonia  Prado,  representó  Isidoro  la  comedia  de 
Calderón,  Apeles  y  Campaspe,  ó  sea,  Darlo  todo  y  no  dar 
nada  (20  de  Octubre),  y  sucesivamente  El  galán  fantasma 
(24  de  id,},  El  Bayo  de  Andalucía  (28  de  id.),  Las  cruelda- 
des de  Nerón  (4  de  Noviembre)  y  El  Indolente  (12  de  ídem), 
en  todas  las  cuales  le  ayudó  igualmente  su  esposa. 

En  el  resto  del  año  volvió  á  las  descansadas  funciones 
de  sobresaliente,  saliendo  solo  á  ejecutar  algún  papel  de 
segundo  en  tal  cual  obra  y  cuando  Robles  no  podia  tra- 
bajar en  la  segunda  mitad  de  alguna  función,  como  cuan- 
do en  24  de  Enero  de  1797  se  representaron  El  Conde  de 
ComingeSf  primera  parte  de  una  trilogía  romántica,  cuyo^ 
asunto,  hecho  drama  por  Mr.  Arnaud,  versa  sobre  las  céle- 
bres aventuras  de  aquél  desgraciado  Conde  que  acabó 
siendo  trapense;  y  Hércules  y  Deyanir a,  pieza  on  un  acto, 
en  la  que  Comella  puso  en  coplas  de  ciego  el  último  epi- 
sodio de  la  vida  de  semidiós  heleno.  Maiquez  hizo  el 
papel  de  Hércules,  Deyanira  la  representó  Antonia  Pra- 
do, á  Yole,  María  Ramos,  y  á  Filoctetes,  José  Infantes,  ó 
sea  Navarro. 

El  año  siguiente  de  1797  á  98  se  formaron  las  compañías 
sin  alteraciones  de  mayor  bulto.  En  la  de  Francisco  Ra- 
mos, á  que  pertenecía  Maiquez,  quedaron  las  partes  prin- 
cipales, excepto  Vicente  García  que  pasó  á  supernumera- 
rio de  barbas,  entrando  en  su  lugar  Antonio  Soto,  quien 
no  pudo  mantener  el  puesto,  dejándoselo  luego  al  propio 
García.  Salió  Mariana  Márquez,  cuarta  del  año  anterior,  y 
ascendieron  Vicenta  Laporta  y  María  Josefa  Virg,  y  en 
lugar  de  la  mayor  de  las  Correas,  que  también  se  fué  á 
provincias,  entró  la  ya  veterana  en  los  teatros  madrile- 
ños Antonia  Febre  Orozco. 


56  ISIDORO    MAIQUBZ 


En  la  de  Luis  Navarro,  donde  Rita  Luna  empezó  sus 
famosas  campañas,  hubo  cambios  de  más  importancia.  Se 
jubiló  á  la  célebre,  la  inimitable  Polonia  Rochel,  que  des- 
de 1769  estaba  en  los  teatros  de  Madrid,  donde  trabajó 
diariamente,  y  en  la  mayor  parte  de  los  días  dos  veces, 
sin  haber  tenido  enfermedades  ni  ausencias  y  sin  que  du- 
rante los  veintiocho  años  se  le  viese  hacer  ningún  papel 
mal,  al  decir  de  los  que  la  oyeron  uno  y  otro  día.  Le  reem- 
plazó en  el  cargo  de  primera  graciosa  otra  grande  artista, 
Joaquina  Arteaga,  pero  voluble  y  caprichosa,  quiso  va- 
rias veces  dejar  el  teatro  aunque  al  fin  continuó  muchos 
años  siendo  uno  de  sus  principales  ornamentos. 

Para  cubrir  el  hueco  que  dejaba  el  tránsito  de  Antonia 
Orozco  á  la  otra  compañía,  se  trajo  de  Cádiz  á  una  joven 
muy  hermosa,  pero  á  quien  una  muerte  prematura  impi- 
dió quizá  brillar  en  nuestra  escena.  Llamábase  Antonia 
Zarate,  y  por  una  coincidencia  singular,  también  por  vez 
primera  pisó  las  tablas  madrileñas  el  que  poco  después 
había  de  ser  su  marido,  tenor  excelente,  joven  instruido, 
de  intachable  conducta  y  que  pronto  gozó  mucha  autori- 
dad entre  sus  compañeros.  Bernardo  Gil  no  era  de  fami- 
lia de  cómicos,  al  menos  nosotros  no  hemos  hallado  su 
apellido  entre  los  de  los  siglos  xvii  y  xviii  que  hemos 
visto. 

Parece  probable  que  su  amor  al  arte  escénico  á  que  ser- 
viría de  incentivo  la  hermosa  voz  de  que  estaba  dotado, 
le  impulsarían  por  una  senda  que  siguió  con  gloria  y  con 
dignidad,  dejando  además  en  el  mundo  ilustre  descen- 
dencia. 

En  1790,  teniendo  diez  y  ocho  años,  pertenecía  á  una 
compañía  que  para  Aragón  había  formado  Pedro  Zarate 
Valles,  probablemente  su  futuro  suegro,  en  que  también 
figuraba  su  hija  María  Zarate,  actriz  que  luego  estuvo  en 
los  coliseos  madrileños.  Como  otros  muchos  peregrinó  en 
los  escenarios  de  provincias  algunos  años  hasta  que  ahora 
su  fama  forzó  á  los  Comisarios  á  concederle  puesto  en  los 
de  la  corte.  Salió  á  escena  por  primera  vez  el  28  de  Mayo 


CAPÍTULO    SEGUNDO  57 


Joaquina  Arteaga. 

Maiqubz  siguió  de  sobresaliente,  pero  ya  no  podía  re 
legársele  al  olvido.  Habiendo  inaugurado  su  compañía 
en  el  Príncipe  las  funciones  de  este  año  en  la  Pascua, 
que  fué  á  16  de  Abril,  tres  días  después  le  vemos  á  él  ha- 
cer el  galán  en  la  linda  comedia  de  Moreto,  La  fuerza  del 
natural,  j  casi  sin  interrupción  Dios  hace  justicia  á  todos, 
de  D.  Francisco  de  Villegas  (21  Abril);  La  más  hidalga 
hermosura,  de  Kojas  Zorrilla  (25  de  íd.)i  ^^  tragedia  casi 
nueva  Religión,  patria  y  honor  triunfan  del  más  ciego 
amor,  arreglo  de  La  Hilaza  de  Sauvigny  (27  de  id.),  y  No 
hay  que  fiar  en  amigo,  el  2  de  Mayo  y  siguientes. 

Después  de  este  esfuerzo  vuelve  á  ejecutar  normalmen- 
te su. comedia  mensual,  como  Ciro  reconocido,  obra  tradu- 
cida de  Metastasio  por  el  abate  D.  Teodoro  Cáceres  y  La- 
redo;  la  pieza  en  un  acto  Areo  rey  de  Armenia,  por  Fer 
mín  del  Rey  (3  de  Julio);  el  famoso  Vinatero  de  Madrid, 
de  Valladares,  el  25  del  mismo  mes;  La  noche  triste  de 
Troya,  de  D.  Vicente  Rodríguez  de  Arellano,  el  7  de 
Agosto.  (Hizo  el  papel  de  Eneas  y  tuvo  á  su  mujer  por 
compañera  en  el  de  Creusa);  Ser  vencido  y  vencedor,  Julio 
Cesar  y  Catón  (15  de  Septiembre);  Augusto  y  Teodoro  ó  los 
pojes  de  Federico  II,  de  Arellano  (4  de  Octubre);  La  Par- 
menia,  del  mismo  Arellano  (16  de  Noviembre);  Adriano  en 
Siria,  de  D.  Gaspar  de  Zavala,  el  18  de  Enero  de  1798,  y 
Sesostris  rey  de  Egipto,  tragedia  de  D.  Ramón  de  la  Cruz, 
el  26  de  igual  mes. 

En  algunas  de  estas  obras  hizo  eLsegundo  galán  por 
tocarle,  como  era  de  rigor,  el  primare  á  Robles.  No  des- 
mereció ya  al  lado  de  tan  excelente  representante;  pero 
se  observa  que  en  esta  etapa  segunda  del  año  ó  no. quiso 
hacerlos  ó  no  se  los  dieron  tantos  papeles  de  obras  del 
siglo  XVII,  pues  sólo  sabemos  que  hubiese  ejecutado  el 
segundo  galán  de  La  dama  duende,  comedia  caldero- 
niana. 

Asi  iba  ganando  en  importancia  y  consideración  el  an- 


58  ISIDORO   MAIQUBZ 


tes  despreciado  cómico.  Por  la  frecuencia  con  que  el 
público  le  veía  llegó  á  acostumbrarse  á  su  manera  de  re- 
presentar y  á  su  voz,  que  él  por  su  parte  se  empeñó  en 
hacer  tolerable  y  hasta  simpática  modulándola  y  hacién- 
dola tomar  inflexiones  y  acentos,  dulces  ó  agradables. 


CAPITULO  III 


Maiqui;/,  ]n'imer  actor  de  los  Sitios.— Alteraciones  en  el  personal 
do  las  compañías.  — Aparición  en  el  teatro  del  famoso  tenor  Ma- 
nuel García.— Grandes  éxitos  de  Rita  Luna.  — Maiquez,  primer 
actor  en  Madrid.— Entrada  en  el  teatro,  de  Rafael  Pérez,  Juan 
Carretero,  Coleta  Paz  y  Antonio  Ponce,  todos  excelentes  acto- 
res.—Proyecta  Maiquez  ir  á  París.— Oposición  de  los  Conlisarioí^ 
que  ceden  ante  el  apoyo  de  Godoy.— Sale  Maiquez  de  España.-- 
'J^alma  ó  Isidoro  Maiquez  ^1798-1800). 


OABÓSE  el  año  el  20  de  Febrero,  y  en  el  de  1798,  can 
/^»    sado  ya  Isidoro   de  ser  sobresaliente,  se  negó  ;\ 
~^  seguir  trabajando.  Por  fortuna,  había  entonces  una 
salida  para  los  impacientes  ó   para  aquellos  que  por  su 
mérito  particular  no  podían  ser  colocados  en  puestos  se 
cundarios.  Eran  los  teatros  de  los  Sitios  Reales,  es  decir, 
las  compañías  que  seguían  á  la  corte  en  sus  traslaciones 
anuales,  del  Pardo  á  Aranjuez  y  de  aquí  al  Escorial  ó  á  In 
Granja,  y  que  tenían  importancia  casi  igual  á  las  ordinn 
rias  de  la  villa. 

El  Ayuntamiento  se  desprendió  con  gusto  de  Isidoro 
Maiquez,  pues  aun  no  creía  deber  jubilar  á  Antonio  R'  - 
bles,  siempre  bien  quisto  del  público;  é  igualment'  , 
aunque  de  peor  gana,  de  Antonia  Prado,  que  también  íis 
piraba  y  merecía  mejor  que  Andrea  Luna  el  puesto  de 
primera  dama,  pero  á  quien  no  osaba  despojar  por  mié  lo 
á  la  cólera  de  la  otra  Luna. 

Así,  pues,  Maiquez  y  su  mujer,  á  quienes  una  nueva  re- 


60  ISIDORO   MAIQUBZ 


conciliación  había  vuelto  á  reunir,  pasaron  de  primera 
dama  y  de  primer  galán  á  los  teatros  de  los  Sitios  (1),  con 
los  mismos  sueldos  y  emolumentos  que  los  de  Madrid.  Des- 
graciadamente no  tenemos  ni  aún  la  más  pequeña  noticia 
de  su  campaña  artística  durante  este  año  de  ausencia. 
Sólo  podemos  conjeturar,  que  debió  de  ser  lucida,  juzgan- 
do por  las  consecuencias  que  luego  expondremos. 

También  debe  presumirse  que  no  habrán  estrenado 
ninguna  obra,  ni  falta  les  hacia,  de  modo  que  la  mayor 
parte  de  sus  funciones  debieron  de  consistir  en  comedias 
del  siglo  XVII,  y  tal  cual  traducción  clásica  francesa  de 
las  ya  conocidas. 

En  los  teatros  do  Madrid  hubo  además  de  estos,  otros 
cambios  de  importancia,  pues  vinieron  á  la  compañía  de 


(1)  La  compañía  ya  formada  para  los  Sitios,  y  modificada  por 
este  motivo,  era  la  siguiente: 

Lista  de  la  tercera  compañía  de  los    íSitios.   Autor:    Antonio 
Soto  (1798). 
1.^    Mariana  Bermeja.  — De  Madrid. 
2.^    Rosa  García, — De  Madrid. 
3.^    Joseifa  Baríes.— De  los  Sitios. 
4.*^    Martina  Morales.— De  Zaragoza. 
5.'^^    Antonia  Orozco. — De  Madrid. 
6.^    María  Bríñole.— De  Madrid. 
Sobresalienta.     La  Solís  (Josefa). 
1.°    Félix  Cubas.— De  Madrid. 
2.°    Miguel  Rodríguez. — De  Cádiz. 
3.°    Manuel  Ibáñez.— De  Cádiz. 
1.°    Manuel  Hernando. — De  Madrid. 
5.°    Pedro  Cubas.— Ca/iíc¿. 
6."    J.  Grandoti.— De  los  Sitios.— Ca/iía. 
7.°    Francisco  Díaz. — De  los  Sitios. 
Sobresaliente.    José  Gálvez,  galán  de  los  Sitios. 
Barba  1.°    Antonio  Soto.— De  Madrid. 
2.°    Sebastián  Bríñole.  — Ca/iía. 
Gracioso  I.*'    Francisco  López.— De  Madrid. 
2.°     Ramón  Montéis.— De  los  Sitios. 
Apuntador  1."    Eugenio  Vidal. 
2."    José  Campos. 
Músico.    D.  Jacinto  Valledor. 

Archiüo  del  Corregimiento  de  Madrid  (1-40-29).  En  este  mismo 
legajo  (documento  nüm.  64),  está  la  orden  para  que  se  paguen  á 
Mai'qui:/.  y  su  mujer  Antonia  Prado,  el  importe  del  partido  y  ración 
igual  á  los  de  las  compañías  de  Madrid. 


CAPÍTULO    TERCERO  61 


Francisco  Ramos  algunas  partes  nuevas,  como  fueron 
María  Vázquez,  joven  de  algún  mérito,  María  Martínez, 
que  no  tenía  tanto,  y  el  actor,  luego  muy  recomendable, 
como  barba,  Francisco  Vaca.  Pero  la  novedad  mayor  fué 
la  entrada  en  esta  compañía  del  después  famosísimo  can- 
tante Manuel  García,  con  su  primera  mujer  Manuela  de 
Morales,  ya  conocida  en  los  teatros  de  la  corte  (1),  que 
fué  recibida  como  cuarta  dama  de  cantado.  Su  marido -no 
alcanzó  superior  categoría  por  entonces  que  la  de  octavo 
galán  de  cantado,  con  sus  17  reales  de  partido  y  cuatro  de 
ración  en  cada  día  de  trabajo. 

Eú  Cádiz,  de  donde  venía,  había  también  cantado  en 
los  intermedios,  no  sin  ingerir,  según  algunos  biógrafos, 
trozos  musicales  de  su  composición,  probablemente  cortos. 

Manuel  García,  salió  por  primera  vez  á  escena  el  16  de 
Mayo  de  este  año  1798,  á  cantar  una  tonadilla  nueva  con 
la  Vicenta  Laporta,  segunda  graciosa  de  música-,  y  duran- 
te todo  este  año  y  el  siguiente,  hubo  de  limitarse  á  esto  el 
futuro  gran  tenor,  aunque  no  tardó  luego  en  salir  de  su 
obscuridad  y  ascender  al  primer  puesto  de  actor  mú- 
sico (2). 


(1)  Era  hija  de  José  Morales  y  de  Manuela  l^acheco,  cómicos 
medianos  de  Madrid.  Aquí  también  íiguró  Manuela  en  1792  como 
octava  dama  de  la  compañía  de  Martínez,  l^n  1794  trabajaba  en 
Barcelona.  No  cantaba  del  todo  mal,  pero  su  mayor  habilicUicl  era 
bailar  las  boleras. 

(2)  Manuel  García,  nació  en  Sevilla  el  21  de  Enero  de  1775,  y 
murió  en  París  el  9  de  Junio  de  1832.  Ninguna  de  las  infinitas  bio- 
grafías que  de  García  se  han  impreso,  da  noticia  clara  y  exacta 
de  sus  primeros  pasos  por  la  escena  antes  de  su  salida  de  España 
en  1807;  en  las  páginas  que  siguen  se  subsana,  regularmente  esta 
omisión  ó  detecto. 

En  el  Difícionarió  biográfico  y  biblia f/rd fleo  de  músicos  españo- 
les, etc.,  publicado  por  D.  Felipe  Pedre'll,  se  imprime  (tomo  II,  pá- 
ginas 32-55),  una  biografía  compilada  en  varias  fuentes  ya  conoci- 
aas.  Pero  el  Sr.  Pedrell  ha  aumentado  la  confusión  y  el  embrollo 
sobre  las  primeras  empresas  de  García,  con  algunas'  aserciones  y 
datos  todos  equivocados.  La  ninguna  erudición  seria  y  la  falta  do 
crítica  del  (compilador  del  Diccionario,  se  revelan  en  todas  las  pá- 
ginas de  este  libro,  pues  embute  en  él,  y  no  siempre,  bien,  todas  las 
especies  falsas,  verdaderas  y  aun  contradictorias  que  hegaron  á  su 
noticia,  algunas  veces  por  conductos  muy  turlji-^s  y  otras  enturbia- 


62  ISIDORO   MAIQUEZ 


No  ofrecen  particular  interés  las  representaciones  que 
la  compañía  de  Francisco  Ramos  dio  en  este  año,  como  se 
ve  por  la  relación  que  va  en  el  apéndice.  Pero  no  puede 
decirse  lo  mismo  de  las  que  hizo  la  otra  compañía,  dirigi- 
da por  Luis  Navarro,  y  que  empezó  en  el  teatro  del  Prín- 
cipe. En  ella  proseguía  su  triunfal  carrera  aquella  predi- 
lecta de  Melpómene,  en  quien  su  gran  talento  artístico 
estaba  contrapesado  por  un  prosaísmo  en  su  vida  ordina- 
ria, que  sólo  en  vista  de  los  documentos  fehacientes,  que 
se  conservan,  pudiera  ser  creído. 

Rita  Luna  aborrecía  el  teatro,  al  que  sólo  consideraba 
como  medio  de  sustentarse,  caso  no  infrecuente  entre  al- 
gunos grandes  artistas.  No  quiso  contraer  matrimonio 
con  ninguno  de  sus  compañeros  que  la  solicitaron,  decía 
que  sóío  se  casaría  fuera  de  la  escena  y  con  quien  pudiese 
mantenerla  decorosamente  sin  representar. 

Sin  embargo,  esta  gran  mujer  tenía  el  corazón  en  su 
sitio;  sentía  los  personajes  que  ejecutaba  y  se  identifica- 
ba con  ellos,  de  tal  suerte,  que  el  pueblo  que  nunca  había 
dejado  de  entender  el  teatro  de  la  grande  época,  veía  en 
ella  la  encarnación  de  aquella  España  gloriosa  y  heroica 
evocada  por  sus  mágicos  acentos.  El  historiador  no  puede 


dos  de  propósito.  La  multitud  de  errores  en  que  incurre  respecto 
de  García,  los  iremos  rectificando  al  hablar  de  las  obras  del  famoso 
músico  y  cantante. 

La  vida  de  García  desde  que  puso  el  pie  en  el  extranjero,  es 
conocidísima.  De  su  mujer  no  tuvo  hijos;  pero  le  nacieron  tres  de 
su  primero  querida,  y  luego  esposa,  Joaquina  Briones.  El  mayor, 
llamado  como  su  padre,  nació  en  Madrid  en  1805,  fué  en  París  mu- 
chos años  profesor  de  música.  La  segunda  fué  María  Felicia,  más 
conocida  y  célebre  con  el  nombre  de  Madama  Malibrán,  con  quien 
casó  en  2o  de  Marzo  de  1826.  Había  nacido  ella  en  Turín  el  24  de 
Marzo  de  18ü8,  y  murió  en  Manchester  el  23  de  Septiembre  de  1836. 
La  tercera' fué  la  famosa  Paulina  García,  cantante  como  su  her- 
mana, y  cuyo  verdadero  nombre  era  Fernanda  Lorenza.  Nació  en 
París  el  18  de  Julio  de  1821,  siendo  bautizada  el  9  de  Agosto  en  la 
parroquia  de  San  Pvoqiie,  como  hija  de  Manuel  García  y  Joaquina 
Sitges  ó  Sitches,  su  esposa.  Este  apellido,  que  se  da  á"  la  madre, 
quizá  fuese  por  ser  natural  de  aquel  pueblo  de  Cataluña,  porque  en 
lo  demás,  lo  mismo  ella  que  su  hermana  Francisca,  siempre  lleva- 
ron el  de  Briones.  Paulina  García  fué  esposa  del  famoso  escritor 
M.  Luis  Viardot. 


CAPÍTULO   TERCERO  63 


menos  de  pararse  y  tributar  un  aplauso  postumo  á  quien 
supo,  en  medio  de  aquella  avasalladora  corriente  antina- 
cional, sostener  con  brío  la  bandera  de  Lope,  Tirso,  Cal- 
derón, Moreto  y  demás  insignes  dramaturgos. 

En  el  periodo  de  1795  á  1798,  dio  al  público  la  mayor 
parte  de  aquellas  grandes  obras  del  siglo  xvii  que  ya  no 
iban  á  volver  á  verse  en  muchos  años  de  aquel  modo  eje 
cutadas.  Casa  con  dos  puertas,  Las  armas  de  la  hermosu- 
ra, El  Ricohombre  de  Alcalá,  Juan  Labrador,  Afectos  de 
odio  y  amor,  Casarse  por  vengarse,  No  puede  ser,  El  secre- 
to d  voces.  El  Tnejor  alcalde  el  Bey,  El  médico  de  su  honra. 
El  parecido  en  la  corte.  El  alcalde  de  Zalamea,  El  Teirar- 
ca.  La  cortesanaen  la  Sierra,  El  galán  fantasma,  El  Rayo 
de  Andalucía,  La  hija  del  aire.  García  del  Castañar,  El 
desdén  con  el  desdén,  Dar  la  vida  por  su  dama.  El  picari- 
lio  de  España,  El  conde  de  Saldaña,  El  esclavo  en  grillos  ^ 
de  oro,  Amar  después  de  la  muerte,  La  gitanilla  de  Ma- 
drid, El  socorro  de  los  mantos.  La  celosa  de  sí  misma,  Los 
empeños  de  un  acaso,  Fuego  de  Dios  en  el  querer  bien  y 
tantas  otras  excelentes  comedias. 

No  le  inspiraban  el  mismo  afecto  las  que  producían  los 
autores  de  su  tiempo.  Sin  embargo,  estrenó  muchas  de  las 
escritas  por  Comella,  como  Los  hijos  de  Nadasti,  Cristina 
de  Suecia,  Ino  y  Neifile,  Pedro  el  Grande,  El  sitio  de  Ca- 
lais, Los  falsos  hombres  de  bien;  por  Zabala,  tales  como 
Palmis  y  Oronte,  Belerofonte  en  Licia,  Adriano  en  Siria; 
Arellano,  de  quien  estrenó  Armida  y  Reinaldo,  y  otras. 
Pero,  sobre  todo,  aborrecía  el  teatro  afrancesado,  preci- 
samente el  que  querían  los  doctores  de  entonces  aclima- 
tar en  España.  Así  es  que  nunca  quiso  representar  tra- 
gedias clásicas  ni  sus  imitaciones,  y  sólo  algunos  años 
después,  como  veremos,  hizo  con  notable  éxito  algunos 
melodramas  de  Kotzebue  y  otros  semejantes. 

Ni  aun  las  obras  de  Moratín  y  sus  discípulos  lograron 
vencer  su  odio  al  teatro  galoclásico.  El  28  de  Febrero 
de  1796  se  estrenó  en  el  Principe  la  comedia  de  D.  Juan 
Pablo  de  Foruer,  El  filósofo  enamorado;  Rita  hizo  el  papel 


(14:  ISIDORO    MAIQUEZ 


principal,  pero  con  notable  y  voluntaria  frialdad,  según 
se  expresa  el  escolapio  D.  Pedro  Estala,  al  dar  cuenta  el 
autor  del  éxito,  que  lo  tuvo  mediano.  «La  han  ejecutado 
perfectamente  los  tres  ó  cuatro  que  se  sujetaron  á  mis  ad- 
vertencias, como  Querol,  la  Polonia  (Rochel),  la  Porta 
(Gabriela),  Cubas  (Félix  de);  pero  los  padres  maestros, 
Garcia  (Parra)  y  la  Rita,  que  nada  quisieron  hacer  en  el 
ensayo,  lo  han  hecho  muy  fríamente.  Debes  dar  las  gra- 
cias á  Querol  porque  ha  echado  el  resto».  (1). 

A  todo  esto  no  descuidaba  Rita  Luna  el  aumento  de 
sus  intereses,  dirigiendo  peticiones  á  la  Junta,  que  algu- 
na vez  llegó  á  verse  su  situación  apurada,  como  resulta 
de  la  siguiente  notable  carta  que  el  Corregidor  de  Madrid, 
D.  Juan  de  Morales  y  Guzmán,  dirige  á  Godoy,  con  fecha 
27  de  Marzo  de  1798:  ^ 

«Excmo.  Sr. — Muy  Sr.  mío  y  de  todo  mi  respeto:  desde  el 
punto  que  recibí  la  R.  O.,  que  con  fecha  de  1.*^  del  presente 
me  comunicó  V.  E.,  previniéndome  la  formación  de  una 
tercera  compañía  cómica  que,  con  las  dos  de  Madrid,  al- 
ternase representando  en  los  Sitios,  según  acuerden  en- 
tre sí  los  actores  y  actrices,  me  dediqué  á  formarla  reco- 
giendo partes  de  todo  el  reino;  pero  intentó  interrumpir 
mi  obra  Rita  Luna,  negándose  á  firmar,  en  esperas  de  más 
mercedes,  á  pesar  de  ser  la  más  premiada. 

»En  179Ó  vino  de  segunda  de  la  María  del  Rosario; 
en  1792  se  le  puso  ya  por  sobresalienta  de  ambas  compa- 
ñías con  utilidades  de  dama;  el  93  se  le  puso  de  primera 
con  la  Juana  García,  y  en  95  quedó  sola  de  dama,  y  des- 
pués ha  sido  remunerada  cual  ninguna,  habiéndosele  con- 
cedido el  año  pasado  un  día  de  beneficio  (de  que  no  hay 
ejemplar  en  actrices  de  verso),  que  le  produjo  mil  doblo- 
nes, después  que  había  recibido  6.000  reales  del  fondo  de 
decoraciones,  con  25.000  largos  por  partido  y  ración,  cou 
lo  cual  obtuvo  90.000  reales;  y  desde  que  hay  comedias  lo 
más  que  sacaron  las  partes  principales  fueron  18  ó  20.000 
reales,  y  han  vivido  sin  dar  tanto  que  hacer  á  los  jueces 
como  esta  parte,  habiendo  entre  ellas  no  pocas  de  tanto 


(1)  Maiíquks  i)K  Vai.mak.  /l(»fji/e¡f>  histórico  de  la  poesía  cas- 
tellana en  el  süjlo  x\  iii,  en  ki  liibli"toca  de  autores  españoles, 
tomo  57,  pag.  ex  un. 


CAPITULO   TERCERO  65 


mérito  como  esta  actriz,  y  hasta  su  mismo  padre  ha  dis- 
frutado y  está  disfrutando,  por  miramientos  á  ella,  partido 
de  primer  barba.  El  amor  propio  y  el  orgullo  son  el  móvil 
de  esta  actriz  y  no  otro,  y  el  que  necesita  de  corrección 
para  contenerla  en  el  respeto  con  que  debe  proponer  sus 
recursos  y  no  comprometer  las  autoridades  lo  que  hubiera 
ejecutado  ya  por  mi  parte si  no  reflexionase  que  la  es- 
trechez del  tiempo  no  ofrece  medio  de  proporcionar  otra 
actriz  que  entre  en  su  lugar  este  año.»  (1). 

Por  su  parte  Rita,  desentendiéndose  del  Corregidor  y 
de  la  Junta,  dirigió  nuevo  memorial,  en  6  de  Abril,  al  Go- 
bernador del  Consejo,  y  logró  que  el  Ministro  de  Esta- 
do, que  lo  era  entonces  D.  Francisco  de  Saavedra,  man- 
dase que  del  fondo  de  decoraciones  se  le  diesen  anual- 
mente tres  mil  reales,  y  además  la  futura  en  la  plaza  de 
cobrador  de  lunetas  (2). 

Con  estos  aumentos  pudo  ya,  sin  más  inquietudes,  con- 
tinuar la  actriz  malagueña  sus  respresentaciones  que  con- 
cluyeron en  este  año  el  5  de  Febrero  de  1799. 

También  entonces  dieron  fin  las  de  los  Reales  Sitios,  y 
para  la  formación  de  las  compañías  del  nuevo  año  cómico, 
presentóse  Má.iQUEZ  en  Madrid,  donde  ya  era  esperado 
del  público  y  á  quien,  al  fin,  se  nombró  primer  galán  de 
la  compañía  de  Francisco  Ramos  (3),  trayendo  á  su  mujer 
á  partir  las  primeras  damas  con  Andrea  Luna,  que  por 
este  tiempo  estaba  enferma,  siendo  primera  absoluta  en 
las  óperas  y  comedias  de  música. 

Para  todo  ello  fué  preciso  jubilar  al  veterano  Antonio 
Robles,  que  llevaba  veintiún  años  trabajando  en  Madrid. 
Despidióse  con  un  memorial  en  que  se  advierten  amar- 
gas quejas  contra  la  Junta  y  reticencias  y  despecho  por  el 


(1)  Archivo  municipal  de  Madrid.  Sección  de  Corregimiento.  Le- 
gajo 1-73-48. 

(2)^  Archivo  municipal  de  Madrid.  Sección  de  espectáculos. 
Lega'jo  2-464-11.— Sepulveda:  FA  corral  de  la  Pacheca,  pági- 
na 271. 

(3)  Era  yerno  de  Manuel  Martínez,  su  antecesor  en  la  dirección 
de  la  compañía,  casado  con  su  hija  mayor  Francisca,  artriz  ju- 
bilada. 


66  ISIDORO  MAIQtrB2! 


triunfo  de  Maiqubjz  (1).  Robles,  ya  con  su  verdadero 
nombre  de  Manuel  Bihuesca,  vivió  muchos  años;  desem- 
peñó algunos  empleos  civiles,  y  aun  salió  alguna  que  otra 
vez  al  teatro,  como  tendremos  ocasión  de  referir.  Murió 
hacia  1817. 

Entraron  también  en  esta  compañía,  Josefa  Blasón,  nue- 
va en  la  escena,  como  sobresalienta;  como  cuarta,  y  para 
suplir  graciosas,  Maria  Ríos,  que  había  trabajado  en  los 
Caños  el  año  antecedente.  Como  partes  de  canto,  Maria- 
na Galino,  nueva  en  el  teatro,  como  cuarta;  y  como  sex- 
ta, la  después  tan  famosa  Laureana  Correa,  la  más  joven 
de  las  Correas,  que  entonces  pisaba  por  primera  vez  las  ta- 
blas, á  los  catorce  años  de  su  edad.  Nuevos  también  eran 
Rafael  Pérez,  que  entró  de  tercero,  y  luego  se  distinguió 
en  los  papeles  de  barba  (2),  José  González  para  cantar  y 
el  insigne  Juan  Carretero  (3)  como  sobresaliente.  Todos 
habían  trabajado  el  año  antes  en  los  Caños  del  Peral,  en 


(1)  Los  Comisarios  quisieron  que  Robles  partiese  galanes  con 
Maiquez;  pero  aquél  (y  probablemente  éste)  se  opuso,  y  entonces 
se  le  concedió  la  jubilación,  con  15  reales  diarios,  en  30'  de  Marzo 
de  1799. 

(2)  Rafael  Pérez,  uno  de  los  mejores  barl)aí>  de  la  escena  espa- 
ñola, había  sido  soldado  y  sargento,  haciendo  como  tal  la  campaña 
contraía  República  francesa.  Su  añción  al  teatro  le  hizo  ingresar 
en  las  compañías  de  provincias,  donde  se  distinguió  en  términos  de 
traerle  ahora  á  la  corte  los  Comisarios.  Estaba  casado  con  la  actriz 
Joaquina  Navarro,  ó  por  otro  nombre  María  Infantes,  que  prema- 
turamente falleció  en  1801.  Pérez  siguió,  como  veremos,  en  los  tea- 
tros de  Madrid  hasta  1829  en  que  fué  jubilado.  Tenía  mal  carácter; 
de  sus  discusiones  con  Maiqukz  hablaremos  luego. 

(3)  ,Tuan  Carretero  fué  el  actor  más  célebre  de  su  tiempo  en  los 
papeles  de  galán^  después  de  Maiquijz.  Era  del  teatro  por  su  fami- 
lia, aunque  hidalgo  de  condición.  Su  padre,  T<  más  Manuel  Carre- 
tero, trabajó  mucho  en  Madrid.  Juan  tenía  gallarda  figura  y  so- 
bresalía en  los  galanes  de  nuestro  antiguo  teatro,  mucho  de  los 
cuales  hizo  en  compañía  de  Rita  Luna,  y  luego  con  las  discípulas  de 
ésta.  En  Febrero  de  1818,  cuando  ya  no'era  muy  joven,  se  casó  con 
Agustina  Torres,  dejándola  viuda  en  Marzo  de  1829.  Carretero,  á 
quien  el  hál)ito  de  representar  y  su  propio  gusto,  habían  d^do  al 
guna  instrucción,  refundió  las  comedias  de  Tirso  de  Molina  iíí  amor 
m  dico,  El  castigo  del  pcnaéque  (con  el  título  de  El  que  fuere  bobo 
no  camine).  Quien  calla  otorga,  y  la  de  Lope^  Santiago  el  Verde 
(con  el  de  El  soto  de  Manzanares  ó  el  sastre  fingido),  todas  las 
cuales  se  representaron  entre  1826  y  1828. 


CAPÍTULO   TERCERO  67 


una  compañía  que,  para  alternar  con  los  operistas  italia- 
nos, había  formado  el  violinista  D.  Melchor  Ronzi.  El  te- 
nor Manuel  García  ascendió  á  quinto  de  música  para  eje- 
cutar óperas,  como  lo  hizo,  cantando  el  1.^  de  Mayo  la 
Nina  (1)  música  de  Paisiello,  que  fué  la  primera  que  cantó 
nuestro  tenor,  á  quien  acompañaron  la  Prado  (Nina),  Vi- 
centa Laporta  y  Camas. 

En  la  otra  compañía,  que  gobernaba  Luis  Navarro,  las 
adquisiciones  más  importantes  fueron  Coleta  Paz,  que 
vino  de  sobresalienta,  y  luego  hizo  primeras  con  mucl)o 
aplauso  (2)  y  Antonio  Ponce  (3),  de  familia  de  cómicos,  y 
el  buen  galán  y  entendido  director  de  escena. 

Inauguráronse  las  funciones  el  día  de  Pascua,  24  de 
Marzo  de  1799,  ejecutando  la  compañía  de  Ramos,  eú  el 
teatro  del  Príncipe,  la  comedia  de  D.  Antonio  de  Solís, 
El  amor  al  uso,  en  la  que  trabajaron  Maiquez  y  su  esposa, 
y  en  la  Cruz,  la  de  Luis  Navarro,  el  drama  de  Calderón, 
^0  siempre  lo  peor  es  cierto,  que  tiene  un  excelente  papel 
de  mujer,  desempeñado  por  Rita  Luna. 

Penetrado,  desde  luego,  Maiquez  de  las  deficiencias  que 
en  lo  material  de  la  representación  se  advertían,  quiso 


(1)  Durante  la  Cuaresma  de  1799  se  cantaron  algunos  oratorios 
sacros  y  dieron  algunos  conciertos  en  el  teatro  de  la  Cruz.  Las  par- 
tes principales  de  canto  fueron  Vicenta  Laporta,  Vicente  Sánchez 
(Camas),  Bernardo  Gil,  Manuel  García^  Pinto  y  Cubas;  y  como  auxi- 
liares para  los  coros,  la  N^irg,  la  Orozco,  Manuela  y  Laureana  Co- 
rrea y  María  García.  Uno  de  estos  oratorios  fué  ertitulado  Ester, 
que  luego  se  repitió  mucho.  Por  cierto  que  en  estas  funciones  fué 
donde  atrajo  la  atención  Manuel  García,  que  en  el  año  que  íicababa 
de  expirar  había  cantado  sólo  tonadallas,  preparándose  á  salir  de  su 
mal  soportada  oscuridad,  como  ya  lo  hizo  cantando  ahora  su  pri- 
mera ópera  con  grande  éxito. 

(2)  De  Coleta  Paz  hablaremos  más  adelante. 

(3)  Antonio  Ponce  fué  otro  famoso  galán  en  obras  del  teatro  an- 
tiguo, compañero  y  rival  de  Carretero.  Como  él  de  arrogante  figu- 
ra y  buen  método-de  declamación,  dio  muchos  años. vida  á  los  más 
célebres  héroes  do  nuestra  escena  del  siglo  xvn.  Era  también  del 
teatro;  hijo  ó  tal  vez  nieto  de  aquel  Juan  Ponce,  tan  conocido  al 
mediar  la  segunda  mitad  del'  siglo  xvni  y  de  la  famosa  Maijorita. 
Fué  padrastro  de  Antera  Baus,  como  marido  de  su  madre  Ventura 
Laborda.  Después  de  tral)ajar  muchos  años  en  Madrid,  como  vere- 
mos, murió  en  esta 'corte  eí  31  de  Octubre  de  182L 


68  ISIDORO   MAIQÜEZ 


mas,  por  entonces,  halló  re- 
sistencia en  los  Comisarios  (1),  y,  como  él  era  hombre  muy 
poco  sufrido,  pronto  se  colocó  en  una  pugna  casi  cons- 
tante con  ellos.  No  sabemos  á  donde  le  hubiera  llevado 
esta  lucha  tan  desigual  con  el  poder,  que  tal  vez  hubiera 
cortado  de  una  manera  brusca  y  prematura  su  brillante 
porvenir,  si  afortunadamente  para  él,  al  empezar  el  ve- 
rano, no  se  le  ocurriese  un  pensamiento  feliz,  aunque  en- 
tonces pareció  extraño  y  algo  fuera  de  tiento  á  todos  los 
que  de  él  tuvieron  noticia. 

Maiqübz,  que  en  los  escritos  y  en  las  conversaciones  de 
los  hombres  más  ilustrados  de  aquel  tiempo  oía  con  per- 
tinacia ensalzar  los  teatros  de  Francia,  no  ya  en  cuanto  á 
lo  literario,  sino  la  declamación  y  la  representación  que 
en  ellos  se  daban,  quiso  por  sí  mismo  cerciorarse  de  su  mé- 
rito y  aprender  de  aquellos  tan  cacareados  maestros  el 
arte  de  expresar  en  acción  y  en  palabra  los  más  delicados 
matices  de  los  afectos  del  alma. 

Hombre  de  espíritu  no  muy  poético,  como  hemos  dicho, 
propendía  por  instinto  á  la  naturalidad  en  la  declamación 
y  debía  hallar  ajustados  á  su  ideal  aquellos  cómicos  fran- 
ceses, que  lo  mismo  en  la  tragedia  que  en  la  comedia  se 
producían,  á  juicio  de  los  que  los  habían  visto,  no  como 
actores  que  representan,  sino  como  lo  harían  los  mismos 
sujetos  representados. 

Resuelto  ya  á  ir  á  París,  comunicó  su  proyecto  á  la  Jun- 
ta, que  lo  recibió  muy  mal,  pues  dejaba  el  teatro  sin  ca- 
beza. Maiquez  entonces,  acudió  al  propio  Godoy,  y  éste 
aplaudió  su  pensamiento,  y  aun  le  señaló  una  pensión  de 
cien  francos  mensuales  que  le  pagaría  nuestro  embajador 


(1)  En  el  Archivo  del  Corregimiento  de  Madrrd,  legajo  1-40-64, 
hay,  entre  otros,  un  memorial  de  Maiquez,  fechado  á  12  de  Mar/co 
de"l799,  pidiendo  para  el  teatro  del  Príncipe  mayor  alumbrado,  si- 
quiera como  el  de  los  Caños  del  Peral,  porque  él  que  había  era  in- 
suficiente. El  informe  del  contador  es  que  el  aumento  de  luz  lo 
deben  de  poner  las  compañías,  pues  la  Villa  no  estaba  obligada 
á  ello. 


CAPÍTULO   TERCERO  69 


en  Francia.  Extendiósele  por  el  nuevo  ministro  de  Estado 
la  siguiente  licencia: 

«El  Rey  se  ha  servido  conceder  licencia  á  Isidoro  Mai- 
QUBZ,  primer  actor  de  uno  de  los  teatros  de  esa  corte, 
para  que  pueda  ir  á  París  y  perfeccionarse  allí  en  su  pro- 
fesión, á  cuyo  fin  se  le  ha  dado  ya  el  correspondiente  pa- 
saporte: lo  que  participo  á  V.  S.  para  que  lo  tenga  enten- 
dido. Dios  guarde  á  V.  S.  muchos  años. — San  Ildefonso, 
31  de  Agosto  de  1799. 

Mariano  Luis  de  Urquijo. 

Sr.  D.  Juan  de  Morales  Guzmán  y  Tovar.»  (1). 

No  pudo  hacer  uso  inmediatamente  de  la  autorización 
por  falta  de  recursos,  y,  para  lograrlos,  resolvió  perma- 
necer todavía  algún  tiempo  er\  Madrid  y  trabajar  hasta 
reunir  el  caudal  suficiente.  Así  se  lo  manifestó  al  Corre- 
gidor Morales,  según  refirió  éste  á  Urquijo  en  una  comu- 
nicación (2),  añadiendo  que  pensaba  Maiquez  represen- 
tar hasta  que  pasase  el  besamanos  de  San  Carlos  (4  de  No- 
viembre, santo  del  Rey),  época  que  el  actor  fijaba,  sin 
duda  por  la  gratificación  usual,  y  que  antes  de  marchar 
dejaría  arreglada  la  compañía  y  preparadas  las  funciones 
para  el  resto  del  año,  rogando  además  Maiquez  al  Corre- 
gidor que  le  otorgase  el  partido,  ración  y  gratificado- 
nos  que  devengase  en  los  dos  meses  y  medio  que  emplea- 
ría en  el  viaje.  Resolvió  luego  anticiparlo,  y  de  nuevo 
acudió  á  Morales  para  que  le  concediese  aquellos  fondos; 
mas  éste  no  se  atrevió  sin  antes  pedir  informe  á  los  Co- 
misarios. Pero  Matqítez,  que  no  ignoraba  cuan  opuestos 
eran  á  su  marcha,  apenas  lo  supo,  y  con  formas  algo  des- 
templadas, que  mortificaron  al  Corregidor,  pidió  y  logró 
la  devolución  de  su  memorial,  y  resuelto  á  valerse  de  sus 
propios  recursos,  siguió  trabajando  hasta  el  7  de  Octu- 
bre inclusive,   en   cuyo  día  qesó  definitivamente  y  entró 


(1)  Arrhico  del  Correqimiento  de  Madrid.  Leu'aio  1-40-50. 

(2)  ídem  id. 


70  ISIDORO   MAIQUBZ 


á  sustituirle  Bernardo  Gil,  que  era  sobresaliente  de  la 
otra  compañía. 

Se  le  entregaron  4.000  reales  por  las  ayudas  de  costa 
que  le  pudiesen  corresponder  en  los  seis  meses  y  medio 
que  había  trabajado  (1),  y  se  le  dieron  ademíis  otros  2.600 
reales  que  le  tocaron  por  el  arbitrio  del  alza  de  los  palcos 
en  ciertas  funciones  que  se  llamaban  de  subida  (2). 

Con  esto,  con  el  auxilio  que  su  mujer  le  procuró  sacán- 
dolo de  su  sueldo  y  gajes,  y  hasta,  según  se  asegura  (3), 
con  el  producto  de  la  venta  de  sus  alhajas  y  ropas  del  tea- 
tro y  un  anticipo  que  sus  compañeros  le  hicieron  del  fondo 


(1)  Archwo  del  Corregimiento  de  Madrid.  Legajo  1-117-40.  Es 
una  solicitud  de  Isidoro  Maiquez,  diciendo  haber  trabajado  desde 
24  de  Marzo  á  7  de  Octubre  en  que  cesó  con  licencia  de  S.  M.,  y 
pide  las  ayudas  de  costa  para  pagar  á  su  autor  Francisco  Ramos 
2.500  reales  que  le  debe  (8  Octubre  de  99).  Se  accede  á  ello  «por 
cuanto  si  hubiese  exceso  en  los  4.000  reales  que  le  dan,  deja  res- 
ponsable á  su  mujer  Antonia  de  Prado,  de  lo  que  á  ésta  le  toque.» 

(2)  Este  aumento  de  precio  en  ciertas  funciones  estaba  concedi- 
do de  algún  tiempo  antes  para  los  actores  que  más  se  distinguiesen 
durante  el  año.  En  el  repartimiento  de  éste  de  1799,  correspondie- 
ron á  la  compañía  de  Maiquez,  ademas  de  los  2.600  suyos: 

A  Bernardo  Gil,  por  los  cuatro  y  medio  meses  restantes 
que  por  ausencia  de  Maiquez  ocupó  la  plaza  de  primer 

galán 1.800 

A  Andrea  Luna 4.400 

A  Antonia  Prado 4.000 

«A  Laureana  Correa  deben  dársele  500  reales  más  que  á 
los  de  su  clase  por  su  aplicación  y  mérito»,  ó  sean.  .     .     .        900 

En  la  otra  compañía  se  concedieron. 

A  Rita  Luna 4.4(iO 

A  Manuel  García  Parra 4.400 

A  Lorenza  Correa 4.4íj0 

A  Rosa  García 2.200 

(Archioo  municipal  de  Madrid.  Legajo  2-464-2). 

(3)  Revilla.  Vida  de  Maiquez,  pág.  4'2.  También  añade  este 
escritor,  y  nosotros  lo  creemos,  que  la  famosa  D.**  María  Josefa  Pi- 
mentel,  Condesa-Du(]uesa  de  Benavente  y  Duquesa  de  Osuna,  le  se- 
ñaló otra  pensión,  porque  esta  generosa  e  ilustre  dama,  nunca  negó 
sus  auxilios  al  que  llego  á  pedírselos,  especialmente  siendo  literatos 
ó  artistas.  Fué  protectora  de  D.  Ramón  de  la  Cruz,  y  luego  de  su 
familia,  como  hemos  dicho  en  otro  lugar,  y  de  su  casa  tiraban  gajes, 
poetas,  pintores,  cómicos  y  hasta  toreros. 


CAPÍTULO   TBRCBKO  71 


de  jubilados,  ó  sea  del  Montepío  que  ellos  habían  fundado, 
paítió  ya  sin  más  demora  para  la  capital  de  Francia. 

De  la  permanencia  de  Maiqüez  en  París,  no  poseemos 
noticias  claras  ni  completas,  porque  no  quedando  rastro 
de  ella  en  ningún  archivo,  hay  que  atenerse  á  los  informes 
orales,  y  desgraciadamente,  quien  podía  haberlos  recogi- 
do con  esmero  por  razones  de  proximidad  á  los  sucesos, 
prefirió  hacerlo  de  la  manera  genérica  y  vaga  conque  pro- 
cedió en  lo  demás. 

El  modelo  principal  que  Maiqubz  se  proponía  estudiar, 
era  Francisco  José  de  Taima,  famoso  actor  trágico,  que 
aunque  no  tenía  aún  la  colosal  fama  que  adquirió  algunos 
años  más  tarde,  era  ya  reputado  por  uno  de  los  primeros 
cómicos  de  Francia. 

Taima  tenía  cinco  años  más  que  Maiqubz  (1),  había  ya 
creado,  como  dicen  los  vecinos,  algunos  de  los  más  ^nom- 
brados papeles,  que  luego  hizo  también  el  cartagenero 
entre  nosotros.  Pero,  según  los  críticos  del  tiempo,  el  actor 
francés  no  estaba  aún  exento  de  ciertos  defectos  que 
exactamente  fueron  los  que  se  censuraron  en  la  primera 
época  de  Maiquez.  Taima,  decían,  pinta  bien  las  angustias 
de  un  conspirador,  los  tormentos  de  una  pasión  culpable, 
los  remordimientos  de  un  criminal,  las  situaciones  desga- 
rradoras, los  últimos  grados  de  la  vehemencia  y  energía 
de  sentimientos;  pero  languidece  en  los  pormenores,  no 
sabe  hablar  de  amor,  carece  de  nobleza,  generosidad  y 
otros  matices  de  las  pasiones  heroicas.  No  tiene  más  que 
momentos  de  inspiración;  dice  bien  algunas  frases,  rara 


(1)  Nació  en  París  el  15  de  Enero  de  1763;  hizo  algunos  estudios 
literarios  y  viajó  por  Inglaterra,  antes  de  salir  á  las  tablas,  lo  cual 
realizó  en  1787,  con  el  papel  de  Seide  on  la  tragedia  Mahomet,  de 
Voltairo.  A  este  siguieron  otros  muchos  de  poca  importancia,  hasta 
que  el  estreno  del  Carlos  IX,  de  José  Chenier,  en  7  de  Diciembre 
cíe  1789,  lo  colocó  entre  los  primeros  actores  de  París.  Siguió  ejecu- 
tando otros  papeles,  pero  muchos  de  ios  principales  do  su  reperto- 
rio no  pudo  verlos  Maiqukz,  porque  se  estrenaron  después  de  su 
salida  de  Francia,  pues  la  carrera  de  Taima  se  prolongó  hasta  el  13 
de  Junio  de  1826,  falleciendo  el  19  de  Octubre  del  mismo.  (Notice 
sur  Taima...  par  Aclolplie  Laugicr,  París,  1827,  4.°,  136  páginas.) 


72  ISIDORO   MAIQUBZ 


vez  un  pasaje  entero;  su  energía,  desprovista  de  método, 
parece  forzada;  altera  y  desfigura  su  voz  persuadido  de 
que  asi  expresa  mejor  el  desorden  pasional;  á  veces  grita 
y  de  repente  desciende  al  tono  más  bajo  de  la  conversa- 
ción ordinaria;  en  fin,  abundaban  en  su  declamación  las 
infiexiones  guturales,  los  acentos  c«ave[rnosos,  pronuncia- 
ción entrecortada,  gestos  bruscos  y  movimientos  convul- 
sivos, de  tal  suerte,  que  ni  aun  el  «yo  os  amo»  sabia  decir 
sin  el  tono  y  expresión  del  terror  más  profundo  (1). 

De  todos  estos  defectos,  suponiendo  que  no  haya  exage- 
ración en  la  pintura,  se  curó  el  futuro  gran  actor  del  Im- 
perio; pero  la  novedad  de  algunos  extremos,  fué  como  una 
revelación  para  nuestro  Maiqubz,  que  se  propuso  copiar- 
los al  volver  á  España. 

Los  primeros  tiempos  de  su  estancia  en  París,  debieron 
de  sej:  poco  agradables.  A  duras  penas  logró  tener  entra- 
da entre  bastidores  de  los  principales  teatros  de  la  ca- 
pital. Algunos  españoles  que  por  entonces  residían  en 
París,  le  proporcionaron  relaciones  directas  con  Taima. 
No  sería  extraño  que  este  artista  recibiese  con  afecto  y 
animase  á  aquel  pobre  joven  que  desde  tan  lejos  venia  á 
recibir  sus  lecciones.  Quizá  lisonjease  su  vanidad  el  que 
un  primer  actor  de  aquel  teatro  español,  un  siglo  antes 
tan  envidiado,  imitado  y  explotado  en  Francia,  quisiese 
ahora  declamarlo  segiin  el  modelo  que  Taima  le  había  de 
dar.  Lo  que  parece  cierto  es  que  la  amistad  entre  uno  y 
otro  llegó  á  ser  estrecha,  mantenida  por  el  francés  con 
favores  de  maestro,  y  por  el  español  con  gratitudes  de 
discípulo. 

El  entusiasmo  que  en  Maiqubz  produjo  la  ejecución  de 
Taima,  fué  tal,  que  en  cierta  ocasión,  viéndole  represen- 
tar el  papel  de  Hamlet,  exclamó  en  alta  voz,  mientras 
que  una  sacudida  interior  le  hacía  levantarse  de  su  asien- 
to: «¡Y  soy  yo  primer  actor  estando  est3  hombre  en  el 
mundo!» 


(1)    Notice  sur  Taima:  pasim. 


CAPÍTULO    TERCERO  73 


Muchos  años  después,  cuando  el  discípulo  ya  honraba 
al  maestro,  Taima  no  vaciló  en  reconocer  que  en  algunos 
papeles,  como  los  de  Ótelo  j  Osear,  en  las  tragedias  del 
mismo  nombre,  Maiquez  había  llegado  á  superarle  (1). 
Por  su  parte,  el  actor  español,  se  confesó  siempre  capaz 
de  recibir  las  lecciones  de  su  antiguo  modelo,  y  en  las  car- 
tas que  le  escribía,  se  lo  confiesa  sin  reserva  alguna.  ¡Tan 
profunda  había  sido  la  primera  impresión  que  el  alma  de 
Maiquez  habla  recibido  al  oír  al  gran  trágico  de  Fran- 
cia! (2). 

Además  de  Taima,  tuvo  nuestro  Isidoro  ocasión  de  ver, 
aunque  con  menos  interés,  á  otros  actores  de  la  Comedia 
francesa,  llamándole  la  atanción  el  talento  natural  de 
Clausel,  la  vehemencia  de  Lafond,  la  expresión  patética 
de  MUe.  Duchesnois  y  la  fi.oa  ejecución  de  Mlle.  Mars,  que 
empezaba  entonces  su  lucida  carrera. 

Quizás  estos  modelos  habrán  influido  en  su  manera  de 
entender  la  declamación  cómica,  rama  del  arte  que  nunca 
desdeñó,  antes  al  contrario,  en  muchas  noches  hizo  un 
papel  trágico  en  la  primera  parte  de  la  función,  y  á  ren- 
glón seguido  "uno  de  comedia,  en  lo  cual  se  diferenció  de 
otros  muchos  actores  y  aun  del  mismo  Taima,  que  sólo 
cuando  viejo  trabajó  en  papeles  jocosos. 

Por  lo  menos,  también  á  esta  parte  de  la  declamación 
se  extendieron  las  innovaciones  de  Isidoro,  tanto  que  se 
le  llegó  á  censurar  la  excesiva  llaneza  y  familiaridad  con 
que  ejecutaba  determinadas  piezas  cómicas. 

Maiquez  permaneció  en  París  el  resto  de  1799,  todo  el 
de  1800,  sin  más  interrupción  que  un  corto  viaje  á  Madrid» 
principalmente  para  arbitrar  recursos,  y  los  dos  primeros 
meses  del  de  1801. 


(I)    Revilla:  Vicio,  de  í.  Maiquez,  pág.  .50. 

r2)    Véase  la  (-arta  do  Maiqui-:/-  á  J  aínia,  (luo  se  co[)i;i  on  ol  <;a|)í- 
tulo  último. 


CAPITULO  IV 


Cambios  importantes  en  la  organización  de  los  teatros.  — La  Mesa 
Cefisoria.— Trastornos  que  causa. — Llegan  estas  noticias  á  Fran- 
cia y  Maiquez  regresa  para  ver  que  se  le  había  excluídp  de  las 
compañías.— Vuelta  á  París  (1800). 

í^wURANTB  la  residencia  de  Maiquez  en  París,  hablase 
consumado  aquí  la  más  importante  revolución  que 
hasta  entonces  había  sufrido  la  escenai  española  en 
su  parte  externa  ó  material. 

La  tendencia  neoclásica  que  desde  mediados  del  si- 
glo XVIII  crecía  y  se  reforzaba  día  por  dia,  predicada  en 
todas  las  formas  por  escritores  de  los  más  autorizados  (1); 


L 


(1)  Desde  1760  venía  siendo  un  lugar  común  en  los  escritores 
de  asuntos  dramáticos  la  necesidad  de  la  reforma  del  teatro.  Ha- 
bía de  consistir  esta  reforma  en- suprimir  toda  representación  de 
obras  del  siglo  xvii,  así  como  las  d^  Zamora  y  Cañizares;  en  pro- 
teger á  los  autores  (^ue  escribiesen  tragedias  y  comedias  á  la  Iran- 
cesa  y  en  organizar  las  compañías  y  los  espectáculos  de  modo  ([uc 
las  funciones  y  declamación  so  hiciesen  también  á  la  írancesa. 
C'-n  esto  creían  ya  salvado  no  sólo  el  teatro  sino  hasta  el  decoro 
y  honra  nacionales,  tan  malparados  por  la  ejecución  de  aquellas 
moiDitraonaH  obras  de  I^ope,  Calderón,  etc. 

Durante  el  resto  del  siglo  fueron  varios  lf)S  que  aspiraron  al  cargo 
de  ejecutores  y  directores  de  la  consabida  reforma;  pero  el  caso 
más  calificado  es  el  de  D.  Leandro  Fernández  de  Moriitín,  (|uién  á 
los  treinta  y  dos  años,  intentó  erigirse  en  dictador  de  la  escena,  éri 
virtud  de  memorial  y  exposición-que  desde  í^ondres  envió  en  1792 
á  Godoy,  pidiéndole'la  plaza  de  Director  absoluto  de  los  teatros  es- 
pañoles y  ofreciendo  dejarlos  como  nuevos.  I']l,  como  jefe  supi-emo, 
formaría  las  compañías,  elegiría  las  obras  y  la  música,  dirigiría  las 


76  ISIDORO   MAIQUBZ 


pero  rechazada  por  el  común  délos  españoles,  habíase 
por  este  tiempo  encarnado  en  un  hombre  que,  aparte  de 
otras  condiciones  de  espíritu,  tenía  la  de  una  tenacidad 
inquebrantable. 

Era  D.  Santos  Diez  González,  un  simple  catedrático  de 
Poética  en  los  Estudios  de  San  Isidro,  humanista  consuma- 
do, poseedor  de  otros  muchos  conocimientos,  autor  de  va- 
rias obras  relacionadas  con  su  ejercicio  (1),  traductor  de 
las  Conversaciones  de  Laurisio  Tragiense  sobre  el  teatro,  y 
autor  dramático  en  sus  ratos  de  ocio,  pero  hombre  caren- 
te de  todo  gusto  y  sentimiento  artísticos. 

Desde  1789  venía  desempeñando  la  censura  teatral  con 
aquella  rigidez  antipática  que  Moratín  personificó  invo- 
luntariamente en  su  Don  Pedro  áe  La  Comedia  nueva. 
Para  él  las  obras  de  teatro,  como  medio  educativo  del  pue- 
blo, debían,  ante  todo,  envolver  una  lección  moral  que 
rstaría  desarrollada  con  la  regularidad  que  exigían  las 
famosas  unidades.  El  interés  de  la  acción  y  la  belleza 
nada  significaban  para  este  desabrido  Catón  dramático. 


representaciones  tanto  bajo  el  aspecto  artístico  como  administrati- 
vo; en  íin,  sus  facultades  serían  ilimitadas.  Como  era  natural,  el  fa- 
\  oi-ito  no  se  atrevió  á  poner  en  manos  de  aquel  joven  tanto  poder, 
(|uc,  efectivamente,  hubiera  dado  al  traste  con  todo.  Mucho  menos 
(lo  lo  ([ue  él  pensaba  hicieron  después  los  de  la  Mesa  Ce/isor/«, 
y  si  no  les  quitan  el  mando  al  cabo  de  añO  y  medio  dan  fin  con  tea- 
tros, cómicos  y  obras  dramáticas.  Mucho-corrigió  después  el  propio 
1).  I.eandro  siis  crudezas  galocláííiGas. 

fistos  curiosos  documentos  sobre  el  proyecto  de  Moratín  fueron 
impresos  en  la  Memoria  leída  en  la  Biblioteca  Nacional  en  la  se- 
sión publica  del  presente  arlo  de  1872;  Madrid,  1872/4."  pági- 
nas 10  á  15.  , 

(1)  Puhhcó  una  Tn_¡,l,i  ó  breve  relación  apologética  del  mentó 
de  los  españoles  en  ¿as  cic/icias,  las  artes  y  todos  los  demás  obje- 
tos dignos  de  una  nación  sabia  y  culta.  Por  D.  Santos  Diez  Gon- 
jsalezl  Madrid,  I^las  Román,  mdcclxxxvi,  8.«,>  106 -f- 94  páginas, 
obrilla  relacionada  con  la  famosa  polémica  de  Mr.  Masson.  \  La 
rasa  de  campo,  poema  castellano,  traducido  del  latino  intitulado 
Praídium  rusticum  del  P.  Vaniere.  Por  D.  Santos  Diez  González. 
Vai  Madrid,  Blas  Román,  mdcciiícxxv,  8.°,  vm-276  páginas,  obra 
larga  y  penosamente  versificada.  Las  dramáticas  fueron  Anfitrión, 
traducción  de  Pianito,  'Elcasmnlmío  por  fuerza  y  alguna  otra  de 
atribución  menos  segura. 


CAPÍTULO    CUARTO  77 


Con  incansable  pertinacia  durante  once  años  vino  sos- 
teniendo aquellas  ideas  en  las  infinitas  censuras  de  obras 
que  su  cargo  le  forzaba  á  extender  y  en  algunos  memo- 
riales que  de  cuando  en  cuando  dirigía  á  las  autoridades. 

Poco  á  poco  fué,  á  la  vez,  redactando  un  plan  de  refor- 
ma de  teatros  que  en  1799,  á  la  subida  al  Ministerio  de 
Estado  de  D.  Mariano  Luis  de  Urquijo,  furibundo  galó- 
mano  y  traductor  de  La  muerte  de  César,  de  Voltaire,  le 
presentó,  fué  aprobado  y  se  trató  de  poner  en  ejecución 
inmediatamente. 

Por  este  plan  se  desposeía  al  Ayuntamiento  de  Madrid 
de  la  dirección  y. administración  de  sus  teatros  que  venía 
gozando  desde  cerca  de  dos  siglos.  Se  confiaba  la  supre- 
ma gestión  de  las  diversiones  públicas  á  una  Junta  com- 
puesta del  Gobernador  del  Consejo,  un  Director,  un  Cen- 
sor y  un  Secretario. 

Esta  Junta  organizaría  los  espectáculos,  prohibiendo  las 
representaciones  de  las  comedias  que  señalaría  de  ante- 
mano, premiando  otras  que  imprimiría  en  un  Teatro  nue- 
vo español  y  fomentaría  la  composición  de  obras  musi- 
cales, otorgando  recompensas  á  las  autores  de  ellas. 

Formaría  las  huestes  cómicas  bajo  un  orden  distinto  del 
anterior,  suprimiendo  las  autorías  j  señalando  sueldo  úni- 
co y  fijo  á  los  artistas.  Para  la  instrucción  de  los  actores  se 
crearían  clases  ó  escuelas  de  declamación,  música,  baile 
y  esgrima,  con  los  maestros  necesarios. 

La  Junta  también  se  encargaría  de  la  parte  adminis- 
trativa; pagaría  las  pensiones  que  gravaban  los  teatros, 
las  jubilaciones  y  el  servicio  de  la  escena. 

El  plan  de  D.  Santos  Diez,  fué  aprobado  por  Real  orden 
de  29  de  Noviembre  de  1799,  y  en  la  misma  se  nombró  la 
nueva  Junta  y  se  le  ordenó  incautarse  de  los  teatros  con 
todo  lo  á  ellos  perteneciente,  á  fin  de  que,  al  empezar  en 
la  PascTia  el  nuevo  año  cómico,  se  representase  ya  bajo 
aquel  orden  de  cosas. 

Según  la  Real  orden  indicada,  habían  de  componer  la 
nueva  Junta: 


78  ISIDORO   MAIQUBZ 


Presidente:  E\  general  D.  Gregorio  de  la  Cuesta,  Gober- 
nador del  Consejo. 

Director:  D.  Leandro  Fernández  de  Moratín. 

Censor:  D.  Santos  Diez  González. 

Secretario:  D.  Francisco  González  Estéfani  (1). 

Los  sueldos  eran,  los  de  estos  últimos  respectivamente, 
veinticuatro,  veintidós  y  diez  y  seis  mil  reales. 

El  Presidente  era  un  hombre  ordenancista  y  rudo,  ene- 
migo de  los  literatos,  como  lo  probó  el  año  de  ocho  sa- 
crificando cruelmente  el  batallón  literario  de  Santiago, 
compuesto  todo  de  estudiantes  de  aquella  Universidad  y 
Seminario,  colocándolo  á  la  cabeza  del  puente  de  Órbigo, 
cañoneado  con  furor,  por  la  artillería  francesa,  en  tér- 
minos que  alli  perecieron  estúpidamente  centenares  de 
jóvenes  distinguidos  y  entusiastas. 

Moratín,  que  se  veía  condenado  á  la  nulidad  entre  las 
crudezas  de  carácter  y  mando  del  general  Cuesta  y  las 
intransigencias  doctrinales  del  Censor,  no  quiso  aceptar 
el  cargo;  presentó  su  renuncia,  que  le  fué  admitida  con 
fecha  6  de  Diciembre,  dejándole  de  vocal  de  la  Junta  y, 
con  fecha  25  del  mismo,  se  nombró  Director  á  D.  Andrés 
Navarro,  catedrático  de  Filosofía  Moral  en  los  mismos  Es- 
tudies de  San  Isidro,  y  hombre  cuya  ignorancia  en  mate- 
rias dramáticas  era  tal  que,  al  decir  de  un  contemporáneo 
suyo,  no  sabia  siquiera  donde  estaban  edificados  los  tea- 
tros de  la  villa  y  corte.  Propúsole  D.  Santos  Diez  y,  como 
el  sueldo  no  era  despreciable,  y  nada  se  le  había  de  man- 
dar dirigir^  aceptó  buenamente  tan  descansado  puesto  (2). 

Pero  Moratín,  que  no  se  resignaba  á  cobrar  el  suyo  sin 
hacer  cosa  a'guna,  también  renunció;  mas  como  sin  su 
complicidad  no  podría  hacerse  nada  de  provecho  en  estas 
materias,  la  inventiva  de  D.  Santos  le  sugirió  la  idea  de 


(1)  Biblioteca  municipal  de  Madrid.  Sección  dramática.  Lega- 
jo 1-184-1.  Poco  después,  habiendo  obtenido  Estéfani,  empleo  de 
más  categoría,  fué  nombrado  Secretario  de  la  Junta  D.  Francisco 
Rodríguez  de  Ledesma,  abogado  y  autor  dramático. 

(2)  Archivo  municipal.  Sección  de  espectáculos.  Legajo  2-465-1. 


CAPÍTULO   CUARTO  79 


crear  un  nuevo  carg'o  en  la  Junta  con  el  titulo  de  Correc- 
tor y,  en  su  virtud,  por  Real  orden  de  14  de'  Enero  de  1800, 
fué  nombrado  D.  Leandro,  Corrector  de  comedias  antiguas, 
cargo  que  se  habia  de  extender  sólo  (dice  la  R.  O.)  k 
«corregir,  arreglar  y  reducir  á  mejor  forma  las  composi- 
ciones antiguas  de  los  más  célebres  dramáticos  españo- 
les.» Por  este  trabajo  disfrutaría  al  año  el  sueldo  de  18.000 
reales  (1). 

Moratin,  es  claro,  se  guardó  muy  bien  de  aceptar  el 
compromiso  de  cometer  profanación  semejante;  pero  si  el 
de  elegir  y  separar  de  los  caudales  de  obras  de  las  com- 
pañías aquellas  que,  á  su  juicio,  no  debían  ser  represen- 
tadas y' enviarlas  á  la  Biblioteca  Nacional  para  su  custo- 
dia. Ya  veremos  que  desempeñó  esta  delicada  comisión 
con  una  severidad  digna  del  propio  D.  Santos. 

Constituida  ya  la  Junta,  hizo  los  nombramientos  se- 
cundarios de  maestros  de  declamación,  música,  baile  y  es- 
grima, con  sueldos  de  nueve  y  de  ocho  mil  reales,  y  se  dis- 
puso á  incautarse  de  los  teatros,  de  sus  caudales  y  enseres 
y  formar  las  compañías. 

Pero  el  Ayuntamiento,  tan  pronto  como  tuvo  noticia  de 
que  se  le  desposeía  del  manejo  de  sus  coliseos,  presentó 
al  Rey,  en  15  de  Diciembre  de  1799,  un  extenso  y  notable 
memorial,  en  el  que  después  de  alegar  sus  derechos,  por 
cuanto  los  teatros  eran  de  la  villa  que  los  había  cons- 
truido y  adquirido  todo  lo  que  contenían,  trituraba  con 
implacable  lógica  el  plan  de  D.  Santos  Diez,  al  que  au- 
guraba con  tono  profetice  el  triste  resultado  que  efecti- 
vamente produjo. 

Nada  pudo  conseguir,  porque  en  las  esferas  superiores 
del  gobierno  estaba  resuelto  lo  que  habia  de  hacerse,  y 
se  le  mandó  que  en  el  acto  se  allanase  á  la  entrega  de 
los  edificios  y  material  á  la  nueva  Junta.  Sólo  obtuvo 
fuese  admitido  en  ella  como  vocal  un  delegado  munici- 


(1)    Archivo  municipal.  Id.— Sepúlveda:  El  Corral  de  la  Pache- 
ca,  páginas  117  y  602.    • 


80  ISIDORO   MAIQUEZ 


pal  con  400  ducados  de  sueldo  y  un  palco  para  los  Regi- 
dores. 

Hizose  la  entrega  los  días  4  y  5  de  Marzo  (el  año  cómi- 
co había  concluido  el  25  de  Febrero),  mediante  inventa- 
rio (1),  aunque  no  tasación  de  todo  lo  que  contenían  los 
dos  coliseos  del  Príncipe  y  de  la  Cruz,  así  como  délos  li- 
bros de  administración  y  fondos  existentes  de  jubilados  y 
otros  recursos  que  entonces  eran  cuantiosos  (2). 

Mayores  dificultades  experimentó  la  nueva  Junta  para 
la  formación  de  compañías.. 

Como  es  sabido,  uno  de  los  escollos,  á  juicio  de  los  galo- 
clásicos  con  que  hasta  entonces  había  tropezado  la  refor- 
ma de  los  teatros,  era  la  resistencia  de  los  cómico's  á  eje- 
cutar piezas  afrancesadas.  Disculpábanse  ellos  diciendo 
que  no  eran  del  gusto  del  público,  y  alegaban  los  otros 
que  las  ejecutaban  mal  de  propósito,  para  que  resultasen 
detestables,  y  pedían  se  les  privase  de  la  facultad  de  ele- 
gir las  obras  que  gozaban  el  autor,  el  galán,  la  dama,  la 
graciosa  y  el  gracioso. 

.  Por  el  nuevo  arreglo  desaparecía  el  autor  ó  jefe  de  la 
compañía,  y  álos  cómicos  se  les  quitaba  toda  interven- 
ción, no  sólo  en  la  elección  de  obras,  sino  que  ni  aun  de 
papeles,  pues  se  les  obligaría  á  ejecutar  el  que  la  Junta 
señalase  á  cada  uno,  largo  ó  corto,  simpático  ó  no,  de  jo- 
ven ó  viejo. 

Esto  era  la  muerte  del  arte  porque  desaparecía  el  estí- 
mulo; así  es  que  unánimemente  y  apoyados  por  el  Ayun- 
tamiento, todos  los  actores  se  negaron  á  firmar  los  con- 


(1)  Los  inventarios  son  mu>'  minuciosos,  por  lo  que  no  podemos 
trasladarlos  aquí.  Hállanse  en  el  Archivo  municipal  en  forma  au- 
téntica; legajo  2-464-1  y  siguientes.  El  teatro  de  la  Cruz  tenía  70 
ventanas  entre  grandes  y  chicas,  tres  arañas,  una  grande  de  dos 
cuerpos  de  luces  con  20  mecheros  y  piezas  labradas,  y  las  otras  dos 
de  á  12  mecheros  cada  una;  44  faroles;  12  decoraciones  completas 
y  fragmentos  de  otras  y  multitud  de  muebles.  El  del  Príncipe  tres 
arañas,  una  grande  de  18  luces,  14  decoraciones  completas  y  partes 
de  otras  y  muchos  y  diversos  efectos. 

(2)  Archivo  municipal.  Legajo  2-464. 


CAPÍTULO   CÜAliTO  '    81 


tratos  que  les  presentó  la  Junta,  resultando  una  especie 
de  huelg^a  general  de  cómicos  y  el  conflicto  consiguiente, 
de  todo  lo  cual  nos  da  más  clara  idea  la  siguiente  curio- 
sísima Real  orden,  reiterada  en  Julio,  aunque  su  primera 
expedición  es  anterior: 

«El  Rey  ha  llegado  á  saber  que  Rita  Luna,  sus  herma- 
nas, Antonia  Prado  y  otras  actrices  de  esos  teatros  se  han 
negado  á  abrazar  los  partidos  ventajosos  y  superiores  á 
los  intereses  que  jamás  han  logrado  y  que  les  ha  propues- 
to la  Junta  que  preside  V.  E. 

S.  M.  no  se  puede  persuadir  á  que  estos  procedimien- 
tos tengan  otro  fin  que  el  de  conspirar  (sic),  seducidas 
por  intenciones  siniestras,  y  que  acaso  no  conocerán, 
á  impedir  por  medios  tan  despreciables  una  reforma  sus- 
pirada tiempo  ha  por  los  buenos  vasallos,  amantes  de 
las  glorias  del  Estado.  Dichas  actrices,  asi  como  los  de- 
más actores  que  deben  su  subsistencia  á  esos  teatros, 
se  deben  persuadir  á  que  están  en  la  precisa  obligación 
de  no  oponerse  de  modo  alguno  á  las  intenciones  be- 
néficas de  S.  M.  y  á  sujetarse  con  toda  docilidad  y  su- 
misión á  una  dirección  que  no  tiene  otro  interés  que  su 
mismo  bien  y  el  del  público.  Si  asi  no  lo  hicieren,  si  con- 
tinuasen despreciando  los  partidos  que  con  arreglo  al 
Plan  de  reforma  les  propusiese  la  Junta,  S.  M.  quiere  les 
haga  V.  E  saber  que  es  su  Real  voluntad  no  puedan  re- 
presentar ni  en  Madrid,  Sitios  Reales,  ni  en  otra  parte  al- 
guna de  sus  dominios,  de  lo  que  avisará  V.  E.  al  Corregi- 
dor para  que  lo  tenga  entendido  y  disponga  su  cumpli- 
miento en  la  parte  que  le  toca. 

También  quiere  S  M.  haga  saber  V.  E.  á  todas  las  re- 
feridas actrices  y  actores  que  entretanto  no  se  concluya 
el  arregio  que  premedita  la  Junta  no  vengan  á  este  Real 
Sitio,  y  que  si  llegase  á  entender  que  aunque  sea  por  me- 
dios indirectos  se  oponen  á  esta  reforma  tan  precisa,  to- 
mará las  más  severas  providencias  que  sean  capaces  de 
escarmentarlos  y  contenerlos  en  sus  deberes,  lo  que  debe 
entenderse  aún  contra  aquéllos  que  los  coadyuvasen  de 
cualquier  modo,  lo  que  V.  E.  celará  como  acostumbra  en 
cuanto  se  interesa  el  servicio  del  Rey. 

Últimamente,  quiere  S.  M.  que  V.  E.  tenga  entendido 
que  ninguna  representación  pública  española  se  puede 
ejecutar  en  esa  corte  sin  que  la  Junta  la  dirija  y  dispon- 
ga, señalando  sus  partes,  piezas,  trajes;  y,  en  fin,  todo 
lo  demás  que  se  ejecuta  en  los  coliseos  actuales,  pues  la 


ISIDORO   MAIQUBZ 


reforma  debe  ser  enteramente  uniforme  para  que  se  con- 
siga el  fin:  lo  que  V.  E.  hará  entender  para  los  efectos 
convenientes  á  la  Junta  de  Hospitales.» — 

Lo  que  participo  á  Vms.  para  que  custodiándose  esta 
orden  en  la  Secretaría  de  la  Dirección  de  teatros  de  su 
cargo,  obre  los  efectos  que  haya  lugar  en  su  caso.  Dios 
guarde  á  Vmd.  muchos  años.— Madrid,  6  de  Julio  de  1800. 
A  D.  Francisco  González  Estéfani»  (i). 

No  podían  los  actores  luchar  con  el  gobierno,  y  hubie- 
ron de  resignarse  á  trabajar,  bajo  la  completa  dependen- 
cia de  la  Junta,  si  bien  lograron  fuesen  modificados  al- 
gunos de  los  artículos  del  plan  á  ellos  pertinentes.  En  su 
virtud,  pudieron  formarse  las  dos  compañías,  entrando 
en  la  del  Príncipe  como  primeras  damas  Andrea  Luna 
y  Antonia  Prado;  segundas,  Josefa  Luna  y  María  Gar- 
cía, que  entonces  pisaba  por  primera  vez  la  escena  en  Ma- 
drid, y  que  luego  salió  una  excelente  primera  (2).  Partes 
Jocosas  (ya  no  se  llamaban  graciosas)  lo  fueron  Manuela 
Montéis  y  Joaquina  Briones,  la  futura  madre  de  la  Mali- 
brán,  también  nueva  en  Madrid;  y  como  partes  de  canta- 
do fueron  designadas,  como  primera,  Vicenta  Laporta,  á 
quien  expulsaron  al  cabo  de  un  mes,  y  como  segunda,  la 
después  tan  famosa  Laureana  Correa. 

Como  primeros  galanes  entraron  Bernardo  Gil  y  Juan 
Carretero;  Rafael  Pérez  y  Agustín  Roldan  como  segun- 
dos; de  carácter  anciano  (ya  no  había  barbas),  Vicente 
García  y  Tomás  López;  partes  jocosas  Miguel  Garrido  y 
Juan  Antolín  Miguel,  y  como  partes  de  cantado  Vicente 
S.  Camas,  José  Oros,  nuevo,  luego  célebre  gracioso  y  bufo 
Ensebio  Fernández. 

Nombraron  apuntadores:  áD.  Dionisio  Solís  1.°;  José 


(1)  Archivo  municipal.  Legajo  3-497-12. 

(2)  Era  hermana  de  Manuel  García  Parra,  á  quien  ya  hemos  he- 
cho referencia,  y  joven  hermosa  y  de  mérito.  Había  trabajado  en 
provincias  y  en  los  Sitios  Reales  eí  año  anterior  de  1799.  Es  la  Clori 
celebrada  por  Moratín  en  varias  poesías,  especialmente  en  el  sone- 
to A  Clori,  histrionisa,  en  coche  siman: 

Esa  que  veis  llegar,  máquina  lenta, 
de  fatigados  brutos  arrastrada... 


CAPÍTULO    CUARTO  83 


del  Amo,  2.*'  y  3.°  á  José  de  Casas,  y  maestro  de  miisica  á 
D.  Pablo  del  Moral. 

Para  la  compañía  de  la  Cruz  fueron  designadas  prime- 
ras, Eita  Luna  y  Coleta  Paz;  segundas,  Rosa  García  y 
Josefa  Virg;  partes  jocosas,  Joaquina  Arteaga  y  María  Ri- 
bera; de  cantado,  Lorenza  Correa  y  Mariana  Galino,  se- 
parada en  Mayo.  Primeros  galanes,  Manuel  García  Parra 
y  Félix  de  Cubas;  segundos,  Antonio  Ponce  y  Luis  Nava- 
rro; ancianos,  Antonio  Pinto  y  Francisco  Vaca;  jocosos, 
Mariano  Querol  y  José  García  Hugalde;  de  cantado,  Juan 
Rivas  y  Antonio  Valleverde.  Maestro  de  música,  D.  Blas 
de  la  Serna,  y  apuntadores,  Blas  María  de  Flores,  Joa- 
quín Tapia  y  Francisco  Farelo. 

No  puede  negarse  que  había  con  este  método  una  eco- 
nomía grande  de  personal.  Cincuenta  y  nueve  artistas 
tuvieron  el  año  anterior  los  dos  teatros,  que  ahora  queda- 
ron reducidos  á  37;  en  uno  y  otro  caso,  sin  contar  los 
apuntadores. 

Abriéronse  los  teatros  el  13  de  Abril,  día  de  Pascua,  re- 
presentándose en  el  del  Principela  comedia  de  Calderón, 
Bien  vengas  mal,  y  en  la  Cruz,  la  del  mismo  ingenio,  titu- 
lada Dar  tiernpo  al  tiempo  y  el  saínete  Los  engañados.  En 
uno  y  otro  se  ejecutaron  también  una  loa  y  dos  tonadillas, 
todo  ello  á  exigencias  de  los  cómicos  que  lograron  se  res- 
petase la  antigua  costumbre  en  la  apertura  (1). 

Sin  embargo,  la  loa  de  la  Cruz,  ya  presagiaba  el  cambio: 
es  un  documento  curioso  para  la  historia  literaria.  En 
esta  piececilla  intervienen  Rita  Luna,  como  tal  Rita,  don 
Hermógenes,  D.  Eleuterio  y  D.  Pedro,  personajes,  como 
es  sabido,  de  La  comedia  nueva,  de  Moratín.  Aparece  «la 
Sra.  Rita  en  ademán  de  impedir  la  entrada  á  lo  interior 
del  teatro  á  D.  Hermógenes,  que  tiene  un  mamotreto  » 


(1)    Véase  el  apéndice  de  las  listas  de  las  obras  ejecutadas. 


84  ISIDORO   MAIQUEZ 


Rita 

Pero,  señor,  no  perturbe 
con  importunos  consejos.... 

D.  Hermógenes 

¡Qué  perturbabilidad! 
Lo  repito:  es  el  proyecto 
inadoptable  y  ruinoso. 
Recórranse  ánimo  atento 
todas  las  eras  anteactas 
y  hallarán  que  no  hay  ejemplo 
de  revolución  tamaña 
en  el  teatro. 

Rita 

Está  bien;  pero 
á  nosotros  no  nos  toca 
más  que  seguir  con  respeto 
la  senda  que  nos  señala 
un  ilustrado  gobierno. 

Llegan  en  tanto  D.  Eleuterio  y  D.  Pedro.  El  primero,  ya 

curado  de  su  manía  de  escribir  comedias,  y  D.  Pedro,  tan 

regañón,  como  en  El  Café,  se  encara  con  D.  Hermógenes, 

diciéndole: 

¿Es  posible 
que  siempre,  siempre  he  de  verlo 
a  usted  necio  y  pedantón?... 
Pues  sepa  que  llegó  el  tiempo 
que  yo  anhelaba  y  ahora 
ser  espectador  no  puedo 
sin  interesarme.— Vaya 
donde  todavía  el  velo 
del  error  cubra  los  ojos... 

Ordena  á  Rita  llame  á  los  demás  actores  para  que  se 
presenten  al  pueblo,  y  les  dirige  un  pesadísimo  discurso 
sobre  los  resultados  de  la  reforma,  que  hará  que  aquí  no 
se  envidien  «los  helios  frutos  de  más  allá  del  Pirineo».  Lo 
deja  un  momento  para  que  D.  Hermógenes  diga  una  sim- 
pleza y  tome  Rita  el  hilo  para  decirle  á  D.  Pedro: 

¡Oh,  cómo  á  la  luz  preciosa 
de  la  razón  y  el  talento 
desaparecen  las  nieblas 
de  la  ignorancia  y  el  miedo! 
•  Leed  en  nuestros  semblantes 


CAPÍTULO   CUARTO  85 


el  maravilloso  efecto 
de  vuestro  discurso;  leed 
en  este  día  el  conteiito 
y  la  aplicación  (jue  excita 
al  actor  de  gloria  lleno, 

y  sigue  ensartando  todas  las  inepcias  y  vulgaridades  que 
siempre  tenían  en  la  boca  los  galo-clásicos  (1). 

En  tanto,  Moratín  había  ya  formado  la  lista  de  comedias 
prohibidas  en  número  de  muchos  centenares,  cuya  lista  se 
publicó  en  parte,  en  los  preliminares  de  los  seis  tomos  del 
Teatro  nuevo  español,  que  habia  de  ser  eí  almacén  de  las 
obras,  escritas  con  todo  el  rigor  clásico  y  representadas 
en  los  teatros  de  Madrid. 

En  dicha  lista  leemos,  entre  las  prohibidas,  títulos  como 
los  siguientes: 

La  vida  es  sueño. 
La  prudencia  en  la  mu/er. 
La  judía  de  Toledo. 
Amado  y  aborrecido. 
El  principe  constante. 
El  tejedor  de  Segovia. 
El  mágico  prodigioso. 
El  Caín  de  Cataluña. 

y  otras  cien  obras  excelentes  (2). 

Para  reemplazarlas,  empezaron  desde  luego  los  dos  tea- 
tros á  representar  alguna  de  las  nuevas.  Gambeta  y  Su- 
mada, de  D.  Juan  Francisco  del  Plano,  tragedia  detesta- 
ble, que  fué  cruelmente  silbada,  y  traducciones  del  fran- 
cés como  Cecilia  y  Dorsán,  El  abate  L'Epée,  El  Avaro,  La 
Acelina  y  otras  pocas;  traducciones  que,  como  después 
dijo  el  propio  Moratín,  necesitaba  traducción. 

Nada  creyó  descuidar  la  Junta  para  obtener  el  mayor 
rendimiento  de  los  teatros.  Además  de  la  reducción  del 
personal,  como  hemos  visto,  aumentó   el  precio  de  las  lo- 


(1)  Biblioteca  municipal  de  Maf/ríV¿.— Manuscritos  dramáticos. 
Leo-ajo  1-184-1. 

CZ)  Teatro  nuevo  español.  Madrid,  Benito  García,  1800  y  1801; 
O  volúmenes,  8.°— En  estas  listas  que  no  son  completas,  aparecen 
016  títulos,  que  es  prohibir. 


86  ISIDORO   MAIQUBZ 


calidades  y,  á  fin  de  que  no  se  perjudicasen  entre  si  los 
dos  coliseos,  hizo  que  representasen  á  horas  distintas, 
empezando  uno  á  las  cinco  y  otro  á  las  siete  y  media,  al- 
ternando por  semanas  en  estas  horas  (1). 

No  obstante,  el  público  comenzó  á  retraerse,  quizá  por 
exceso  de  oposición,  pues  de  cuando  en  cuando  se  ejecu- 
taban obras  muy  buenas,  y  pronto  se  echó  de  ver  que  las 
ventajas  de  la  famosa  reforma  no  aparecían  por  ningún 
lado.  Al  cabo  de  seis  meses,  ya  tenia  la  Junta  ua  déficit 
(por  decirlo  á  la  moderna),  de  más  de  diez  mil  duros  (2). 

Comenzaron  á  salir  papeles  satíricos  contra  el  nuevo 
plan.  Entre  ellos  es  notable  uno,  imitando  el  Diario  de 
Madrid,  con  sus  secciones  todas  satíricas;  por  ejemplo, 
en  la  de  Pérdidas  dice:  «Quien  hubiere  encontrado  toda 
la  gente  que  iba  á  ver  la  comedia  el  año  pasado,  la  pre- 
sentará en  la  Mesa  censoria,  donde  se  le  dará  su  hallaz- 
go». En  el  de  Invenciones  pone  el  Plan  consabido  «fragua- 
do en  un  subterráneo  por  monederos  falsos».  En  otro  nú- 
mero satírico  del  mismo  Diario,  el  anuncio  de  leatros  es: 
«En  la  calle  del  Principe,  se  representa  la  comedia  Peor 
está  que  estaba:  la  entrada  de  ayer  fué  de  800  reales  (3). 
En  la  calle  de  la  Cruz,  El  tramposo:  la  entrada  de  ayer 
fué  de  806  reales  y  ocho  maravedises»  (4). 


(1)  Diario  de  Madrid  del  17  de  Abril  de  1800.  — El  del  12,  trae 
los  precios  de  las  localidades.  Eran  entre  otros :  Palco  principal, 
64  reales;  idem  segundo,  48;  tercero,  34;  luneta,  12;  asiento  de  pa- 
tio, seis  reales  y  ocho  maravedises;  gradas,  cuatro  y  ocho;  entrada  á 
la  tertulia,  cuatro;  patio,  dos  reales  y  ocho  maravedises;  y  por  este 
estilo  los  demás.  El  aumento  viene  á  ser  como  una  cuarta  parto  en 
general. 

(2)  Exposición  elevada  á  S.  M.  la  Reina  Gobernadora  por  los 
actores  de  Madrid.  Madrid,  imprenta  que  fué  de  Bueno,  1834,  8.", 
pág.  11.     . 

(3)  No  es  exagerada  esta  cifra,  porque  las  entradas  de  un  día  á 
fines  de  Mayo,  fueron  en  el  Príncipe,  de  610  reales;  el  9  de  Junio 
tuvieron  en'el  mismo  día  el  del  l^ríncipe,  721  re¿iles,  y  el  de  la  Cruz, 
848.  El  día  19  del  mismo,  sólo  tuvo  el  teatro  del  í^ríncipe  una  entra- 
da de  ¡410  reales!  ¡Satisfechos  debían  de  estar  los  autores  de  la  re- 
formal 

(4)  Archivo  histórico  nadonal.  Sala  8-A-4:  Papeles  de  ospec- 
tác¿Uos,  legajo  IV. 


CAPÍTULO    CUARTO  87 


Empezaron  también  las  disensiones  entre  los  mismos 
individuos  de  la  Mesa  censoria.  Moratin,  no  era  bien  quis- 
to por  el  presidente,  g-eneral  Cuesta,  que  en  cierta  oca- 
sión, según  él  mismo  refiere  en  su  Diario,  se  mostró  irri- 
tadisimo  contra  él  (1),  y  en  otra,  según  cuenta  su  verídico 
biógrafo  D.  Manuel  Silvela,  temió  Moratin  que  le  tirase  el 
tintero  (2),  fué  el  primero  que  renunció  á  seguir  refor- 
mando nuestra  escena.  En  15  de  Julio  fué  exonerado  á  pe- 
tición suya.  Años  después  manifestó  bien  claramente  las 
pocas  esperanzas  que  siempre  le  ofreciera  la  famosa  Jun- 
ta (3). 

El  maestro  de  declamación  nombrado  por  la  Junta  se 
llamaba  D.  Manuel  Díaz  Moreno  (4),  y  en  19  de  Junio  de 
1800  ya  presentó  un  manifiesto  sobre  los  defectos  de  los 
teatros,  empezando  por  los  alumnos  admitidos  por  la  Jun- 
ta para  sacar  de  ellos  excelentes  actores,  y  fueron: 

Ana  de  Castro,  que  según  Moreno  era  «desairada  en  la 
figura,  inflexible  en  su  acción,  áspera  y  floxa  su  voz;  ca- 
sada y  embarazada  en  meses  mayores,  la  Junta  puede  co- 
nocer cual  será  su  aptitud  y  disposición. 

Alfonsa  Merino,  fría,  desgarbada,  mal   enrrostrada  en 


(1;    Moratin;  OOras  postumas,  t.  3.",  páginas  260  y  siguientes. 

(2)  Vida  de  Moratin  en  las  Obras  postamas,  i.  1.'°,  pájj.  29. 

(3)  Moratin:  Obras  postumas,  1. 1.°,  páginas  143  y  siguientes. 

(4)  Con  íecha  15  de  Knero  de  18(X)  se  anunció  la  oposición  á  la 
plaza  de  Maestro  de  declamación  cómica  y  trágica  con  24.000  rea- 
les de  sueldo;  pero  tales  condiciones  teóricas  y  prácticas  exigía  la 
Junta  que  la  plaza  quedo  sin  proveer  en  aquella  forma;  y  entonces 
nombraron  con  mucho  menos  sueldo  «al  primer  hombre  honrado 
que  se  presento»,  como  dice  Moratin. 

Entre  los  papeles  que  fueron  de  D.  Francisco  Asenjo  Barbieri  y 
se  hallan  lioy  en  la  Biblioteca  Nacional,  hay  una  carta  de  Moratin 
á  D.  SantosDíez  acerca  de  la  elección  de  maestro  de  declamación. 
Moratin  recomienda  que  antes  de  elegir  maestro  malo  se  anuncie 
de  nuevo  á  oposición  la  [)laza. 

Entre  los  opositores  de  Knero  figuraron  el  ívícenciado  D.  Manuel 
Díaz  Moreno  (que  fué  el  que  se  nombró),  D.  Mariano  Pascual  Ba- 
rón, abogado,  D.  Juan  Santa  María,  D.  Francisco  de  l'aula  Martí, 
grabador  de  la  Academia  de  San  Fernando  y  después  autor  dra- 
mático, José  Alfaro,  primer  galán  de  la  compañía  de  Málaga  y 
otros  varios. 


88  ISIDORO    MAIQUEZ 


la  escena,  con  una  voz  y  modulación  narigal;  jamás  po- 
drá servir  para  más  que  de  una  sainetadora  menos  que 
regular»  (1). 

Julián  Peña  era  de  pequeña  figura,  voz  variable  y  poco 
grata;  Tomás  Oliver,  de  corta  estatura,  patituerto,  pala- 
brimujer, friísimo  en  la  expresión,  casado.  José  Diez,  tos- 
co, agobiado,  áspero  y  duro  de  voz,  inflexible  de  acción 
y  de  mala  presencia  (2).  Estos  eran  los  que  la  Junta  había 
elegido  antes  que  Moreno  entrase,  y  destinaba  á  primeros 
actores  futuros. 

En  28  de  Junio  ya  estaba  D.  Santos  Diez  González  des- 
avenido con  D.  Andrés  Navarro,  y  decía  que  «el  cargo  de 
Director  de  escena  como  Navarro  lo  desempeña,  es  inútil 
ó  perjudicial.»  Este,  por  su  parte,  también  censuraba 
acremente  el  plan  de  D.  Santos;  diciendo  que  ninguno 
de  sus  cálculos  resultaba  exacto  (3). 

Así,  pues,  á  pesar  de  las  lisonjeras  ofertas  de  los  refor- 
madores, ni  los  nuevos  autores  parecían  (4),  ni  los  cómi- 
cos mejoraban,  ni  los  ingresos  aumentaban,  sino  al  con- 
trario, á  causa  de  la  monotonía  de  los  espectáculos.  A  tal 
punto  llegó  la  escasez  de  piezas,  que  el  mismo  D.  Santos 
DíeZ;  el  eterno  reprobador  de  toda  obra  de  aparato  se  pre- 
sentó en  13  de  Agosto  de  1801,  pidiendo  que  de  las  come- 
dias desechadas  por  D.  Leandro  Fernández  de  Moratín  y 
remitidas  á  la  Real  Biblioteca  se  habiliten  para  represen- 
tarse las  de  una  nota  que  envía,  por  ser,  según. él,  aunque 


(í)  Sin  embargo,  después  trabajó  en  provincias,  especialmeíite 
en  Cádiz  con  tal  cual  éxito,  pero  no  en  Madrid. 

(2)  Este  llegó  á  trabajar  en  Madrid  en  papeles  secundarios. 

(3)  Archivo  histórico  nacioiíal.  Espectáculos,  legajo  V. 

(4)  Con  gran  aparato  se  anunció,  con  fecha  14  de  Enero  de  1800, 
el  concurso  de  los  seis  premios  ofrecidos  en  el  Plan  de  1799;  es,  á 
saber:  uno  de  primera  clase,  para  una  tragedia  y  una  comedia, 
consistente  en  dos  medallas  de  oro  de  á  tres  onzas  cada  una,  otro 
de  segunda  clase  para  las  mismas  obras,  premiados  con  sendas 
medallas  de  dos  onzas  de  peso,  y  otro  de  tercera  clase  para  las  mis- 
mas piezas  con  medallas  de  á  onza  y  media  de  oro.  Además,  los 
autores  de  los  dramas  premiados  tendrían  derecho  y  percibirían  el 
tres  j)or  ciento  de  las  entradas  que  diesen.  No  hubo'^ocasión  de  ad- 
judicar ni  aun  los  premios  de  tercera:  ¡tales  obras  se  presentaron! 


CAPÍTULO   CUARTO  89 


defectuosas^  inocentes  j  populares.  Es  decir,  aquellas  que 
solían  llevar  gente  á  los  coliseos.  Al  mismo  tiempo  se  sus- 
pendió la  publicación  de  las  listas  del  Teatro  nuevo  espa- 
ñol cuando  llevaba  616  prohibidas. 

«Entonces  (es  Moratin  quien  habla),  se  vieron  en  las  ta- 
blas dramas  monstruosos  que  en  muchos  años  nadie  se 
había  atrevido  á  poner  en  ellas,  que  estaban  prohibidas 
por  el  Consejo,  por  el  Juez  de  teatros,  por  el  Tribunal  del 
Santo  Oficio  y  por  la  misma  dirección  que  los  mandaba 
representar.» 

Y  para  atraer  al  público  la  Mesa  censoria  no  vaciló  en 
poner  en  escena  aquellas  comedias  que  más  halagaban  los 
instintos  brutales  del  populacho  y  su  paladar  grosero,  y 
volvieron  las  comedias  de  magia,  las  de  batallas  y  caño- 
nazos y  hambres,  pestes  y  matanzas;  las  de  apariciones  y 
falsos  milagros;  los  Federicos,  las  Catalinas  y  demás  en- 
gendros de  la  desdichada  musa  de  los  Comella,  Zavala, 
Moncín,  etc.  ¡Y  para  esto  se  había  trastornado  todo  el  or- 
den antiguo,  lanzado  á  Lope  y  Calderón  de  la  escena, 
arruinado  á  los  pobres  cómicos,  quitádoles  sus  fondos  de 
Montepío  y  jubilaciones,  y  hécholes  peregrinar  hambrien- 
tos y  desnudos  por  las  provincias! 

Al  formarse  las  compañías  por  el  nuevo  plan,  Isidoro 
Maiqubz  salió  de  Paris  y  se  presentó  con  el  objeto  de  que 
le  incluyesen  en  la  formación;  pero  no  sabemos  por  qué 
razón,  el  general  Cuesta  se  negó  á  que  fuese  admitido. 
Maiquez  acudió  entonces  al  Ministro  y  sólo  pudo  conse- 
guir autorización  para  ir  á  trabajar  á  provincias  ó  hacer 
lo  que  mejor  le  pareciese, 'como  se  desprende  de  esta  co- 
municación del  Ministro  á  dicho  general  Cuesta. 

«Hallándose  Isidoro  Matqubz,  autor  dramático  de  las 
compañías  de  la  Corte,  excluido  por  el  nuevo  arreglo  de 
la  plaza  que  esperaba  encontrar  en  ellas  á  su  vuelta  de 
París,  ha  hecho  varias  solicitudes;  y  S.  M.,  atendiendo  á 
una  de  ellas,  ha  resuelto  que,  pues  no  tiene  empeño  en 
Madrid,  le  sea  libre  marchar  donde  quisiere  para  procu- 
rarse los  medios  de  existir.  Lo  que  comunico  á  V.  E.  para 
que  siempre  que  ocurriese  el  caso  no  se  le  ponga  el  me- 


90  ISIDORO   MAIQUBZ 


ñor  impedimento.  Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años.— 
Araojuáz,  6  de  Junio  de  1800.  Mariano  Luis  de  Urquijo. 
— Sr.  Gobernador  del  Consejo.» 

Maiqüez  solicitó  de  nuevo  que  se  extendiese  el  permiso 
á  su  mujer  Antonia  Prado,  de  quien  dice  no  quiere  sepa- 
rarse. 

Esto  último  no  lo  consiguió,  asi  como  tampoco  que  se  le 
dijese  el  motivo  por  qué  se  le  excluía;  y  lo  raro  del  caso  es 
que  el  ministro  Urquijo  dice  en  otra  nota  que  tampoco  él 
lo  sabe  (1). 

Maiqubz  no  se  resignaba  á  verter  en  provincias  la  en- 
señanza adquirida  en  París,  y  después  de  hacer  efectivas 
las  ayudas  de  costa  que  por  el  tiempo  que  había  trabaja- 
do el  año  anterior  se  le  debían,  y  provisto  de  otros  auxi- 
lios que  le  facilitó  su  mujer,  se  volvió  á  Francia.  En  rea- 
lidad no  le  quedaba  otro  recurso,  mientras  las  cosas  no 
cambiasen  de  algún  modo. 


(1)    Arehioo  municipal  de  Madrid.  Sección  de  espectáculos.  Le- 
Lijo  2-465-1. 


CAPITULO  V 


Posición  difícil  en  que  se  halló  Maiquez  ai  volver  de  Francia. — Re- 
cházale la  Junta  de  Reforma.— Organiza  una  compañía  para  el 
teatro  de  los  Caños  del  Peral.— Dificultades  que  la  Mesa  le  sus- 
cita.—Personal  de  su  compañía.- Abre  aquel  teatro  el  13  de  Ju- 
nio de  1801.— Su  primera  salida.— Representa  en  toda  clase  de 
obras.— Enumeración  da  las  principales.- Sátiras. — Estreno  del 
Ótelo  y  entusiasmo  que  produce.— Juicios  sobre  esta  representa- 
ción (1801-1802). 


fL  cambio  no  podía  retardarse.  La  Mesa  Censoria, 
después  de  haberse  apoderado  de  todos  los  fondos  y 
haberlos  consumido,  asi  como  los  anticipos  del  Go- 
bierno, llegó  á  encontrarse  en  tal  estado  que  todos  veían 
como  inminente  la  necesidad  de  cerrar  los  teatros.  La 
Junta  de  Hospitales  temió,  con  razón,  verse  privada  de 
los  cuantiosos  rendimientos  que  anualmente  le  daban  los 
espectáculos,  y  con  los  cuales  atendía  á  sus  gastos.  Hlzolo 
presente  y  propuso,  como  uno  de  los  medios  de  impedir  el 
fracaso,  abrir  el  teatro  de  los  Caños,  y  dar  en  él  funciones 
de  ópera  española,  tragedias  y  comedias  con  independen- 
cia de  la  Mesa. 

Era  entonces  Hermano  mayor  de  la  Junta  de  Hospitales, 
el  Marqués  deAstorga  D.  Vicente  Joaquín  Osorio  de  Mos- 
coso,  y,  no  obstante  su  influjo,  nada  pudo  conseguir  por 
el  momento;  la  Mesa  se  opuso  con  todas  sus  fuerzas,  ale- 
gando que  ella  era  la  iiuica  directora  de  las  representa- 


92  ISIDORO   MAIQUEZ 


clones  en  España;  que  el  Marqués  quería  ejecutar  preci- 
samente aquellas  obras  contra  las  cuales  se  había  hecho  la 
reforma,  y  que  una  competencia  de  tal  naturaleza  acaba- 
ría de  arruinar  los  otros  dos  principales  teatros  de  la  cor- 
te. Por  Eeal  orden  de  19  de  Agosto  de  1800  se  denegó, 
pues,  la  petición  del  Marqués  de  Astorga  (1). 

Sin  embargo^  un  músico  italiano  llamado  D.  Melchor 
Ronzí,  que  había  sido  primer  violín  y  luego  Director  de 
la  orquesta  de  los  Caños,  obtuvo  permiso  para  dar  en  la 
Cuaresma  de  este  año  de  1800  algunos  conciertos  y  repre- 
sentar oratorios,  mientras  que  los  actores  estaban  sin  tra- 
bajo, pues  en  el  Príncipe  y  en  la  Cruz  se  hacían  volatines 
como  de  costumbre. 

Desde  el  2  de  Marzb  cantáronse  en  los  Caños  los  orato- 
rios Atnlia,  Nabuco  dono  sor  y  Judit.  En  ellos  brilló  princi- 
palmente Laureana  Correa,  á  quien  el  empresario  Ronzi 
para  pagarle  el  trabajo  de  toda  la  Cuaresma  dio  las  en- 
tradas del  día  31  de  aquel  mes,  lo  cual  nos  demuestra  que 
dicho  teatro  estaría  algo  más  concurrido  que  los  otros  (2). 

Pasado  el  verano  y  rechazado  el  proyecto  del  Marqués 
de  Astorga,  arrendó  nuevamente  el  coliseo  D.  Melchor 
Ronzí,  con  el  objeto  de  dar  representaciones  de  ópera. 
Concediósele  el  permiso,  formó  una  compañía  con  los  res- 
tos de  los  antiguos  actores,  que  la  Mesa  no  había  querido 
admitir,  y  algunos  nuevos,  y  el  16  de  Diciembre  abrió  su 
teatro,  cantándose  en  castellano  la  ópera  italiana,  música 
de  Bianchi,  La  venganza  de  Niño,  durante  varios  días  (8), 
y  después  de  ella  (4)  otras  hasta  la  conclusión  del  año  có- 
mico en  17  de  Febrero  de  1801. 


(1)  Archivo  municipal  de  Madrid.  Serción  de  espectáculos.  I^e- 
"■ajo  2-464-3. 

(2)  Véanse  los  Diarios  de  Madrid  de  27  Febrero,  2, 15,  22  y  31  de 
Marzo. 

(3)  Aféase  Carmena  y  Millán:  Crónica  de  la  ópera  italiana  en 
Madrid,  páginas  39  y  siguientes,  donde  se  registran  estas  funciones. 

(4)  Semiramis  o  la.  venganza  de  Niño.  Drama  serio  en  música 
traducido  del  italinno.  Composición  del  Sr.  Bianchi.  Manuscrito 
de  la  Biblioteca  niunicipal  (1-193-15),  con  una  curiosa  censurado 


CAPÍTULO   QUINTO  93 


La  primera  dificultad  estaba  vencida.  A  pesar  de  la 
Mesa  censoria,  había  trabajado  otro  teatro  en  Madrid,  y 
había  podido  pagar  á  los  Hospitales  el  precio  del  arrien- 
do y  no  había  salido  mal  el  empresario,  cuando  pretendía 
reincidir,  con  aplauso  de  todos  y  tal  vez  del  mismo  Go- 
bierno, y  aspiraba  á  dar  funciones  de  todo  género  sin  cir- 
cunscribirse á  las  óperas.  Esta  fué  la  tabla  salvadora  á 
que  se  acogió  Isidoro  Maiqubz. 

Antes  de  la  formación  de  las  compañías  para  el  nuevo 
año  de  1801  á  1802  habíase  vuelto  á  presentar  Maiqubz  en 
la  corte.  En  este  segundo  viaje  á  la  capital  de  Francia  tuvo 
grande  ocasión  de  someter  á  prueba  su  entereza  de  áni- 
mo. Casi  no  es  posible  adivinar  cómo  pudo  subsistir  allí 
los  iiltimos  meses.  Había  consumido  todos  sus  recursos;  el 
Gobierno  le  había  suspendido  el  pago  de  su  pensión  y  lo 
mismo  la  Condesa  de  Benavente.  Sólo  algunas  cantidades 
le  enviaba  de  cuando  en  cuando  su  excelente  esposa  An- 
tonia Prado,  y  con  sus  auxilios  pudo  también  regresar  á 
la  patria  en  estado  tal  de  pobreza  que,  según  él  mismo 
decía,  hasta  los  cabellos  se  le  salían  por  las  roturas  del 
sombrero. 

Pretendió,  como  era  justo,  volver  á  su  puesto  de  pri- 
mer galán  de  una  de  las  compañías;  pero  la  antipatía  que 
le  profesaba  el  general  Cuesta,  el  recelo  de  sus  antiguos 
compañeros  y  tal  vez  su  carácter  indómito  y  bravio,  difi- 
cultaron una  vez  más  su  ingreso  en  las  compañías  ofi- 
ciales. 


D  Santos  Diez,  en  que  dice  no  debe  permitirse  ejecutar  esta  ópe- 
ra en  los  Caños,  por  haberla  pedido  antes  el  teatro  de  la  Cruz.  Sin 
embargo,  la  licencia  se  dio  y  la  obra  so  cantó  el  16  de  Diciembre 
de  1800  con  este  reparto:  Setniramis:  C.  Michelet. — Azenia:  María 
Puig. —Oroe,  sacerdote:  Alvarez  Estud. —  Seleuco,  rey  de  Siria: 
KlheTa.— Ni  lúas,  con  el  nombre  de  Arsaces:  Mariana  G,alino.— 
Mitranes:  Muñoz.— La  sombra  de  Niño:  Paulino  Fernández. 

El  autor  de  la  traducción  del  libreto  fué  D.  Vicente  Rodríguez 
de  Arellano,  y  la  música  la  arre^'ló  D.  Melchor  Ronzi,  pues  se  le 
pagaron  2.000  reales  por  ello,  según  un  recibo  suyo  que  obra  entre 
los  papeles  manuscritos  que  fueron  de  D.  Francisco  Asenjo  Barbie- 
ri,  en  la  Biblioteca  Nacional. 


94  ISIDORO   MAIQUBZ 


La  versión  de  la  Junta  fué  que  Maiquez  había  pedido 
un  excesivo  aumento  de  sueldo  para  su  mujer  y,  como  le 
fuese  denegado,  no  habían  querido  firmar,  ni  ella  como 
primera  dama  sustituta  del  Príncipe,  ni  él  como  primer 
actor  del  mismo  teatro.  También  perdió  la  Mesa  censoria 
al  primer  gracioso,  Mariano  Querol,  y  estuvo  á  punto  de- 
hacer  lo  mismo  con  Miguel  Garrido.  A  uno  y  otro  quería 
obligar  á  que,  con  menos  sueldo  hiciesen,  además  de  los 
graciosos,  los  vejetes,  y  ellos  se  negaron  á  firmar.  A  Ga- 
rrido le  contentaron,  al  fin;  pero  Querol,  que  estaba  parti- 
cularmente enemistado  con  D.  Santos  Diez,  se  quedó  fue- 
ra, lo  mismo  que  otros  varios.  Y  no  sólo  eso,  sino  que  á  fin 
de  que  se  muriesen  de  hambre,  sin  duda,  logró  la  Mesa  la 
siguiente  Real  orden: 

«Enterado  el  Rey  de  lo  expuesto  por  la  Junta  de  Direc- 
ción de  teatros,  con  fecha  29  de  este  mes  ha  resuelto  S.  M. 
que  sean  preferidos  los  coliseos  de  esa  villa  del  Príncipe 
y  de  la  Cruz,  al  de  los  Caños  y  á  todos  los  demás  del  reino, 
estén  ó  no  contratados  los  actores,  y  que  si  Querol,  la 
Prado,  Maiquez  y  demás  cómicos  que  se  expresan,  no 
quisiesen  ajustarse  por  lo  que  el  año  pasado,  ó  por  arre- 
glados partidos,  no  puedan  representar  en  parte  alguna, 
ni  teng'an  derecho  A,  la  jubilación,  en  la  inteligencia  que 
deberán  alistarse  prontamente  si  quieren  evitar  esta  pena, 
aun  cuando  después  se  les  oiga  sobre  el  agravio  que  su- 
pongan con  su  ajuste.  Lo  que  participo  á  V.  E.  da  orden 
de  S.  M.  para  su  inteligencia  y  cumplimiento,  y  á  fin  de  que 
me  dé  cuenta  de  haberse  así  ejecutado.  Dios  guarde 
á  V.  E.  muchos  años.— Aranjuez  30  de  Marzo  de  1801. 

JosBP  Antonio  Caballero. 

Sr.  Gobernador  del  Consejo.»  (1). 

Faltaban  seis  días  para  empezar  el  año,  rindiéronse  los 
pobres  cómicos,  y  con  fecha  2  de  Abril  se  despachó  otra 
Real  orden  mandando  contratar  á  la  Prado  para  el  teatro 
del  Príncipe,  y  que  no  se  impidiese  á  Maiquez  ni  á  Querol 


(1)  Archifío  histórico  7iaciorial.  PaipeleB  de  teatros;  legajo  viii, 
Archivo  municipal  de  Madrid.  —  Sección  de  espectáculos,  le- 
gajo 2-264-8. 


CAPÍTULO   QUINTO  95 


trabajar  donde  les  acomodase  si  la  Junta  no  los  necesitaba 
para  alguno  de  los  dos  teatros.  Entonces  fué  la  Junta  la 
que  no  quiso  admitir  á  ninguno  de  ellos,  alegando  tener 
ya  cubiertas  las  plazas  todas  para  empezar  las  funciones 
dentro  de  los  tres  días  siguientes. 

Este  propósito  desatinado  acabó  de  arruinar  la  reforma. 
Creía  la  Mesa  matar  de  una  vez  á  Maiqubz,  y  fué  ella  la 
que  recibió  el  golpe  de  muerte. 

Viéndose,  pues,  libres  los  desairados  actores,  se  convi- 
nieron con  D.  Melchor  Ronzi,  quien,  como  hemos  dicho, 
tenía  arrendado  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral,  y  trata- 
ron de  dar  representaciones  de  todo  género.  Pero  salióles 
al  encuentro  la  implacable  Junta  que  intentó  entorpecer- 
lo, haciendo  ver  á  la  Superioridad  la  censurable  conducta 
de  Maiquez,  á  quien  habían  querido  ajustar  con  el  sueldo 
de  33.000  reales,  y  añadía:  «Este  actor  no  quiso  ñrmar  por- 
que á  su  mujer  Antonia  Prado  no  se  la  concedían  diez  mil 
reales  más  sobre  los  26.000  que  disfrutó  el  año  pasado  y  se 
la  conservaba  para  el  que  entra;  con  cuyo  motivo  han  pa- 
sado á  contratar  á  Ronzi,  empresario  de  los  Caños  del 
Peral,  que  les  ofrece  á  los  dos  70.000  reales,  con  la  cir- 
cunstancia de  nombrarle  director  de  aquel  teatro,  contra 
las  intenciones  de  S.  M.  en  sus  Reales  órdenes,  que  manda 
que  aquel  teatro,  menos  en  lo  económico,  sea  dirigido  por 
la  Junta  de  Dirección  de  teatros»  (1). 

Y  en  su  virtud,  consiguieron  otra  Real  orden  de  20  de 
Mayo  de  este  año  de  1801,  mandando  que  el  empresario  de 
los  Caños  y  su  director  Isidoro  Maiquez,  se  sometan  en 
todo  lo  que  no  sea  administrativo  á  la  Junta  de  teatros. 
Se  suspende  la  función  que  dicho  teatro  tenía  anunciada 
para  el  día  30  y  se  ordena  que  las  piezas  se  presenten  con 
quince  días  de  antelación  á  la  Mesa  censoria  «para  su 
aprobación  ó  reprobación»,  y  la  misma  Junta  de  reforma 
arregle  los  trajes  y  distribuya  los  actores,  y,  en  suma, 
«que  dirija  esta  compañía  lo  mismo  que  la  de  los  otros 


(1)    Archivo  históriro  /laeío/iaí.— Papeles  de  teatro:  legajo  viii. 


96  ISIDORO   MAIQUB2 


teatros,  sin  que  se  reserve  otra  cosa  que  lo  puramente 
económico;  y  que  si  de  este  modo  no  quisiese  seguir  el 
empresario  no  se  abra  dicho  teatro»  (1). 

Y  ¿cómo  habia  de  seguir?  En  el  interés  de  la  Mesa  esta- 
ba aniquilar  este  teatro  rival,  para  salvar  los  suyos.  Dis- 
tribuiría los  actores  de  modo\que  la  representación  saliese 
detestable  y  emplearía  el  mismo  sistema  en  los  trajes,  de- 
coraciones y  demás  circunstancias. 

Recurrieron  de  nuevo  Maiquez  y  Ronzi,  y  lograron  que 
la  intervención  de  la  Mesa  se  limitase  á  la  censura  de  las 
obras;  pero  en  estos  dimes  y  diretes  habíase  pasado  el 
rewto  de  la  primavera,  como  la  Junta  deseaba,  á  fin  de 
que  el  teatro  de  los  Caños  se  abriese  en  pleno  verano  y, 
estuviese  por  tanto,  condenado  á  morir  en  el  acto.  Pero 
en  esto  también  sufrió  un  nuevo  y  transcendental  engaño. 

Veamos  ahora  los  elementos  con  que  contaban  Maiquez 
y  Ronzi  para  su  empresa.  Tenían  desde  luego  á  la  Antonia 
Prado,  que  tanto  en  el  canto  como  en  la  declamación  y 
aun  baile,  podía  competir  con  cualquiera  de  las  actrices 
de  los  otros  teatros;  y  servía  también  para  canto  y  verso 
Mariano  Querol,  el  gracioso  de  más  fama  que  habia  en- 
tonces, si  se  exceptúa  Garrido:  fué  ajustado  con  el  sueldo 
de  31.000  reales  anuales.  Completaron  el  personal  femeni- 
no para  la  declamación  con  Ventura  Laborda,  actriz  cono- 
cida ya  en  Madrid  desde  1782,  y  madre  de  la  después  famo- 
sa Antera  Baus.  Excelente  adquisición  fué  la  de  Gertrudis 
Torre  (2),  entonces  no  conocida  más  que  en  provincias, 
pero  que  luego  resultó  inimitable  graciosa  y  compañera 
constante  de  Maiquez:  á  ésta  la  ajustaron  con  12.000 
reales  de  sueldo;  y  partes  de  por  medio  con  8  000,  entraron 
Mariana  y  María  Ramos,  hermanas,  y  Ana  María  Reyes, 


(1)  Archivo  histórico  nacional.— Pálpeles  de  teatro:  legajo  viii. 

(2)  Gertrudis  Torre  tenía  veintiún  años,  mucha  gracia  en  el 
rostro,  mucha  viveza  en  los  ademanes  y  gran  acierto  en  la  expre- 
sión de  las  acciones  comunes  y  populares.  Alguna  vez  le  censura- 
ron su  excesiva  movilidad,  pero  nunca  dejó  de  dar  vida  y  animación 
á  la  escena. 


CAPÍTULO   QUINTO  97 


mujer  de  P.  Cubas.  De  hombres,  además  de  Maiqübz  que 
se  reservó  el  sueldo  de  36.000  reales  y  pactó  el  de  34.000 
para  su  mujer,  apenas  se  halla  en  la  compañía  alguno  de 
mérito,  ni  casi  conocido,  á  excepción  de  Francisco  López, 
que  con  13.500  reales  había  de  hacer  los  segundos  gracio- 
sos, como  había  hecho  años  antes  en  los  teatros  de  Madrid. 
Este  fué  padre  de  Ángel  y  María  López,  después  (espe- 
cialmente ella),  grandes  actores.  Juan  de  Mata,  que  era 
también  antiguo  en  provincias,  quedó  para  hacer  viejos 
con  11.000  reales.  Era  nuevo  y  fué  luego  buen  artista 
Eugenio  Cristiani  (1),  y  asipaismo  figuran  por  vez  primera 
en  Madrid,  Francisco  Ronda,  Antonio  Martínez,  Tiburcio 
Solisbella,  que  después  tuvieron  algún  renombre. 

La  sección  destinada  á  cantar  óperas,  la  formaban  ade- 
más de  Antonia  Prado,  y  también  como  primera,  Carlota 
Michelet,  mujer  de  un  tal  Ramón  Lanzarote,  pintor  de 
percales  y  telas,  muy  aficionado  á  la  música.  Su  mujer 
que  tenia  condiciones  medianas,  pero  cantaba  con  gracia, 
había  trabajado  en  los  Caños  la  temporada  anterior  y  no 
había  desagradado,  aunque  no  podía  compararse  la  suya 
con  la  divina  garganta  de  las  dos  Correas.  A  ésta  la  asig- 
naron 28.000  reales  de  sueldo.  Como  segunda  recibieron  á 
Mariana  Galino,  una  oficiala  de  guantera,  que  por  su  bo- 
nita voz  había  entrado  en  1799  de  cuarta  de  cantado  en 
la  compañía  del  teatro  de  la  Cruz,  pero  la  despidieron  en 
Mayo  y  entró  en  los  Caños,  donde  también  ahora  quedó 
con  18.000  reales.  Como  supernumeraria  vino  de  provin- 
cias Josefa  Torres,  mujer  de  Francisco  Casanova,  anjfcigua 


(1)  Eugenio  Cristiani,  nacido  en  1772,  era  italiano,  perteneciente 
á  una  de  las  compañías  de  operistas,  que  en  virtud  del  nuevo  arre- 
glo, quedaron  sin  ocupación,  á  causa  de  tener  que  cantar  en  caste- 
llano. Prefirió  quedarse  en  España  y  trabajar  en  un  idioma  que 
llegó  á  poseer  muy  bien.  Cantaba  con  gracia  en  los  papeles  có- 
micos. 

Su  hermano  D.  Esteban  Cristiani,  músico,  se  quedó  también  en 
Madrid,  y  compuso  la  música  de  algunas  zarzuelas  como  El  tio  y  la 
tía.  El  enredo  provechoso.  El  hospital  de  amor.  El  criado  de  dos 
amos,  Ramona  y  Roselio,  La  biblioteca  de  los  zapatos,  etc. 

7 


98  ISIDOnO   MAIQUEZ 


ya  en  los  teatros  de  Madrid,  y  de  partes  de  por  medio  en- 
traron Francisca  Briones,  hermana  mayor  de  Joaquina, 
que  el  año  1799  había  sido  de  la  compañía  de  los  Si- 
tios (1),  Ana  de  Castro  é  Inés  Lobera,  llamada  Inés  la  Va- 
lenciana. 

Actores  de  cantado  fueron  designados  José  Acuña  oon 
20.000  reales,  Juan  Muñoz  con  16.000,  que  de  soldado  ha- 
bía pasado  el  año  antes  á  tenor  de  los  Caños,  José  Gran- 
doti,  conocido  en  los  teatros  de  provincias,  y,  como  bajos, 
Benito  Torrellas,  después  músico  de  la  Catedral  de  Cór- 
doba, con  20.000,  y  Lázaro  Calderi  con  15.000.  Había  ade- 
más partiquinos  y  coristas. 

De  baile  disponían  de  una  excelente  pareja,  que  eran 
Paula  y  Sandalio  Luengo,  hermanos.  Paula  fué  después 
esposa  de  D.  José  Barbieri  y  abuela  del  céle})re  composi- 
tor D.  Francisco. 

Trajeron  de  Italia  un  renombrado  maestro  compositor, 
D.  Francisco  Federici,  que  luego  lo  fué  de  la  Capilla  Real. 
Otro  italiano  llamado  Marinelli,  enseñaría  á  las  partes  y 
coros,  y  D.  Bernardo  Acero  dirigiría  la  orquesta.  A  todos 
éstos  se  señalaron  sueldos  decentes.  Tenían  además  pin- 
tor, sastre,  tramoyista,  jóvenes  meritorios,  etc.  (2). 

Con  estos  medios  y  después  de  ofrecer  Ronzl  pagar  á 
tres  mil  reales,  es  decir,  el  doble  de  lo  que  antes  se  paga- 
ban, cada  tragedia  ó  comedia  original  que  se  le  presen- 
tase y  fuese  aprobada  por  la  Junta,  y  fijar  el  precio  de 
las  localidades  con  rebaja  para  los  abonados  (3),  ya  no 
quisieron  los  nuevos  socios  dilatar  más  la  apertura 'del 
teatro. 


(1)  Francisca  Briones  tenía  entonces  veintitrés  años,  y  estaba 
casada.  Su  hermana  Joaquina  era  ya  viuda,  aunque  su  edad  no  pa- 
sase de  veinte  años.  El  año  antes  había  pertenecido  á  la  compañía 
de  los  Caños  como  graciosa  de  música.  Sus  amores  con  Manuel 
García  no  comenzaron  hasta  el  siguiente. 

(2)  Véase  en  el  Apéndice  la  lista  completa  de  esta  compañía. 

(3)  Aüiso  al  público  (impreso),  manifestando  que  D.  Melchor 
Ronzi,  profesor  de  música,  ha  tomado  en  arriendo  por  diez  años  el 
coliseo  de  los  Caños  para  funciones  de  música,  verso  y  baile.  Paga- 


CAPÍTULO   QUINTO 


99 


Inaug-uraron,  pues,  sus  funciones  el  13  de  Junio  con  la 
ópera  bufa  en  dos  actos  titulada  El  Amor  disfrazado  ó  la 
dama  soldado,  cantada  ya  en  Madrid,  tres  años  antes,  con 
música  de  Gazzanig-a,  pero  en  italiano.  Y  como  por  Real 
decreto  de  28  de  Diciembre  de  1799,  se  había  prohibido 
cantar  ninguna  obra  que  no  fuese  en  castellano,  se  en- 
cargó á  Cornelia  que  la  tradujese  (1).  No  desagradó,  pues 
duró  su  representación  la  semana  ordinaria  en  las  piezas 
que  eran  bien  recibidas. 


rá  cada  tragedia  ó  comedia  original  con  aprobación,  en  3.000  reales. 
—Se  abre  un  abono  por  tres  meses. 
Los  precios  del  teatro  son  en  reales: 

Con  Abo- 

aumento.        Sin  él.  nadop. 

Palcos. -Primeros 86  65  50 

))        Segundos 86  65  50 

)>        Terceros.    .' 66  50  40 

»        Núm.  10,  tercero.     ...  86  65  50 

Galerías 21  16  12 

Sillas  de  galería 16  12  10 

Lunetas.-l.%2.'^y  S.'^fila.     ...  16  12  10 

»         4.%  5.%  6.°-  7.^  y  8.^  fila.  .16  12  8 

Patios.-Altos 7  7  6 

»        Bajos 5  5  4  » 

Bancos  de  patio 6  6  5 

Asientos  de  patio 4  4  3 

Tertulia  de  hombres.— I."' illa.    .     .  8  6  5 

»                     2.''íila.    .     .  6  4  3 

Tertulia  de  mujeres.— 1.*^  fila .     .     .  8  6  5 

»       '             2.^fila.     .     .  6  4  3 

Cazuela. -l.Mila 8  6  5 

'2.'^  fila 6  5  4 

»         3.^  fila 5  4  3 

»         4.^  fila 8  6  5 

Asientos  de  palcos. — Primeros    .     .  16  12  10 

•»                  Segundos  .     .  16  12  10 

»                  Terceros     .     .  12  10  8 

(1)  El  amor  disfrazado.  Opera  eii  dos  actos  para  el  teatro  de 
los  Caños  del  Peral.  Autógrafo  de  D.  Luciano  Francisco  Comella. 
Lleva  las  aprobaciones  y  licencias  de  23  y  28  de  Mayo  de  1801,  y  el 
siguiente  reparto:  Condesa  de  Belflor:  Carlota  Michelet. — Laura, 
criada:  Mariana  Calino.-  D.  Cipriano:  Muñoz.  —  El  teniente: 
Grandoti.— £■/  sargento  Carlos:  Calderi.—Hermópenes,  posadero: 
Tor relias.  — Pepita,  criada  de  la  Condesa:  Gertrudis  Torre.  (Bi- 
blioteca municipal  de  Madrid,  manuscrito  193-13.) 


100  ÍSTDORO   MAIQUEZ 


El  público  estaba  ya  impaciente  por  oír  á  Maiqubz  y 
quizá  no  lo  estaba  él  menos  por  ser  oído.  Prensentóse  el 
20  de  Junio  en  una  obra  que,  aunque  de  poco  mérito,  tie- 
ne un  carácter  principal  acomodado  al  del  actor  y  al  nue- 
vo género  de  declamación  que  traía.-  Se  titulaba  El  celoso 
confundido,  y  la  había  traducido  del  francés  en  dos  actos, 
en  prosa,  D.  Agustín  García  Arrieta,  literato  que  entonces 
gozaba  algún  renombre,  como  traductor  del  Bateux,  aun- 
que sobrado  presumido.  El  año  anterior  había  trasladado 
en  prosa  el  drama  de  Kotzebue,  Misantropía  y  arrepenti- 
miento, desatándose  en  censuras  de  la  mayor  acritud  con- 
tra D.  Dionisio  Solís,  que  también  lo  había  puesto  en  verso 
castellano,  y  había  sido  el  gran  triunfo  escénico  de  Rita 
Luna. 

Pero  le  salieron  á  Arrieta  en  los  papeles  públicos  otros 
críticos  tan  sin  empacho  como  él,  que  le  ridiculizaron 
despiadadamente.  Arrieta,  se  entrometió  años  después 
en  evocar  El  Espíritu  de  Miguel  de  Cervantes,  y  publicó 
varias  obras  de  este  gran  ingenio. 

El  celoso  confundido,  ó  sea  humillado,  para  decirlo  en 
cristiano,  es  un  Barón  de  Sespark,  hombre  corrido  é  incré- 
dulo en  cuanto  á  la  virtud  femenina,  pero  que,  sin  em- 
bargo, se  había  casado  con  una  joven  inocente,  criada  en 
una  aldea  con  el  mayor  recato  y  modestia.  A  la  vuelta  de 
un  viaje,  averigua  que  su  mujer  había  recibido  muchas 
visitas  de  un  tal  Forst,  tenido  por  algo  calavera,  y  aun 
algunas  veces  le  había  convidado  á  comer  y  hasta  ha- 
bía dormido  en  la  casa.  Estallan  con  violencia  los  celos 
del  Barón  y,  cuando  se  dispone  á  vengar  el  ultraje  que 
cree  haber  recibido,  se  entera  de  que  las  relaciones  de 
la  Baronesa  con  Forst,  se  reducen  á  convenir  con  él  los 
medios  de  velar  por  el  bienestar  y  colocación  digna  de 
una  hija  natural  del  Barón,  por  éste  casi  abandonada, 
pero  recogida  por  Forst,  y  á  la  cual  casan  conveniente- 
mente. 

Ayudaron  á  Maiquez  en  la  representación  su  mujer,  que 
hizo  la  Baronesa;  Gertrudis  Torre,  el  papel  de  una  tía  del 


CAPITULO   QUINTO  101 


Barón  y  otros  de  menor  importancia  (1).  En  la  misma  tar- 
de estrenaron  Maiqubz  y  la  Prado,  la  piececita  de  músi- 
ca en  un  acto,  Felipe  y  Juanita,  también  francesa,  pero 
arreglada  á  la  española,  y  cuyo  asunto  son  los  apuros  y 
temores  de  la  joven  al  tener  que  esconder  en  su  propia 
casa  á  su  novio,  un  soldado  condenado  á  muerte,  que  al 
fin  logra  el  indulto  (2). 

No  conocemos  memorias  auténticas  de  esta  época  acer- 
ca del  efecto  que  produjo  Maiquez  en  este  primer  ensayo. 
La  obra  debió  de  ser  aplaudida,  pues  se  hizo  la  semana  y 
volvió  á  ponerse  con  frecuencia.  El  Memorial  literario 
que  examina  el  Celoso,  calla  sobre  su  ejecución,  y  única- 
mente al  hablar  de  Felipe  y  Juanita,  dice  que  la  repre- 
sentación fué  bastante  regular. 


(1)  El  celoso  debió  de  haberse  impreso,  pero  nosotros  no  hemos 
visto  más  que  manuscritos  de  esta  obra.  Uno  que  existe  en  la  Bi- 
blioteca municipal  de  esta  corte  trae  este  reparto,  que  no  es  exacta- 
mente el  del  estreno: 

El  Darán  de  Sespark:  Maiquez.— La  Baronesa:  Antonia  Prado. 
—Mad.  Tatter.  Torre  (Gertrudis).— Mr.  Euego,  capítá/f.  Avecilla. 
—Mr.  Eorst:  Rubio-Casanova.-Weí/io/;  Lópéz.-Ayuda  de  cámara: 
lAedó.  —  Eederico:  Fahian'v— Martín:  Cristisim.— Paulina  Sespark: 
Loreto  (García).— /aa/i;  Guzmanito. 

En  la  Biblioteca  Nacional  hay  otro  manuscrito  antiguo  del  Celo- 
m  con  algunas  variantes  ya  en  los  nombres  de  los  personajes. 

(2)  Eeiipe  ij  Juanita.  Opera  en  un  acto.  («.Segunda  función.^) 
De  letra  de  Maiquez.) 

Biblioteca  Nacional  de  Madrid.  Censura  de  D.  Santos  Diez:  17  Ju- 
nio 1801. 

Eeiipe,  amante  de  (Maiqíjez).— Juanita,  hija  de  (Prado).— Alfon- 
so, loncjista  (Torrellas).— Baí?/ia/e,  nooio  de  Juanita  (Acuña).— 
Antonia,  madre  de  Juanita  (Borda): — Martin,  criado  antiguo  de 
Alfonso  (Q\xero\).—D.  Justo,  padre  de  Eeiipe  (Campos). 

La  escena  es  en  Bilbao. 

De  letra  de  D.  Santos:  «Apruébase  la  lista  de  actores  y  el  repar- 
timit^nto  de  papeles  que  viene  aquí,  pero  se  procurará  por  parte  de 
la  Empresa  del  teatro  de  los  Caños  proporcionar  que  la  Junta  do 
reforma,  puüda  por  sí  misma,  mediante  el  individuo  comisionado, 
repartir  los  papeles  y  l'unciones  con  el  conocimiento  debido,  y  no 
pasar  á  estudiar  las  piezas  antes  de  su  aprobación. 

Madrid  18  de  1801  (síV-).  — Diez.»  Por  donde  se  ve  que  la  Junta 
no  (juería  dejar  respirar  á  las  pol)res  gentes  de  los  Caños,  no  obs- 
tante haber  oÍ)tenido  ya  orden  de  repartirse  ellos  mismos  sus  pa- 
peles. 


102  *        ISIDORO    MAIQUBZ 


Volvió  á  presentarse  Maiqubz  el  27  del  mismo  mes  de 
Junio  en  dos  piezas  francesas  en  un  acto  cada  una,  titu- 
ladas la  primera  El  cuadro,  que  es  lo  que  el  mariscal  de 
Catinat  compra  por  un  precio  exhorbitante  á  un  pintor 
desgraciado  (Maiqubz),  á  quien  desea  proteger  y  salvar 
de  cierto  conflicto  económico  (1),  y  la  segunda  y  más  gra- 
ciosa. La  prueba  feliz  (2). 

De  esta  prueba  salen  bien  dos  jóvenes  esposos  que  ha- 
bían estado  separados  desde  los  comienzos  de  su  matri- 
monio en  términos  de  que  ya  no  se  conocían.  Debien- 
do, al  fin,  reunirse  en  una  posada  cerca  de  París,  uno 
y  otro  cambian  de  nombre  y  sin  conocerse  se  enamoran 
recíprocamente.  Derval  (Maiqubz),  por  medio  de  una 
criada,  sabe  que  la  joven  es  su  mujer,  y  para  probarla 
finge  que  su  marido  es  un  oficial  que  le  acompaña.  El  en- 
gaño que  resulta  produce  el  enredo  que,  al  fin,  se  resuel- 
ve naturalmente.  Un  periódico  de  entonces  decía:  «Aun- 
que todos  los  actores  han  conseguido  del  público  los  me- 
recidos aplausos,  éste  ha  distinguido  más  particularmente 
y  con  razón  al  que  desempeñaba  el  papel  de  Derval»  (3). 

A  éstas  siguieron  otras  francesas  de  igual  género  como 
La  corrección  maternal  (4),  que  mereció  los  elogios  del 


(1)  El  Cuadro,  traducción  de  Marsollier.  Se  ha  impreso  una 
versión  casi  literal  (Valencia,  Orga,  1818,  4.°,  16  páginas).  Olra  más 
libre  existe  manuscrita  en  la  Biblioteca  municipal  con  el  siguiente 
reparto  posterior  al  extreno,  pero  que  conserva  algunos  de  íos  acto- 
res: Catinat:  CaproLva..— Santiago  (6  sea  Sainville):  W.MQVKz.—i^'er- 
mín:  Suárez.  —  Dapre:  Avecilla.  —  Laffite:  Cristiani.  — Matilde: 
Antonia  Prado.— Lwísa;  C.  Lledó. 

(2)  De  La  prueba  feliz  hay  varios  manuscritos  en  la  Bibhoteca 
municipal  (71-23)  sin'nombrede  autor;  uno  con  las  aprobaciones  y 
censuras  de  D.  Santos  Diez,  fecha  á  18  de  Junio  de  1801,  diciendo 
además  ser  para  los  Caños  del  Peral.  Posteriormente  se  hizo  otro 
arreglo  de  esta  obrita,  poniendo  la  acción  en  España,  á  poco  de 
terminada  la  guerra  de  la  Independencia,  y  camljiados  los  nom- 
bre y  algunas  circunstancias. 

(3)  Memorial  literario,  ó  Biblioteca  periódica  de  ciencias  y  ar- 
tes. Madrid,  1802,  4.°,  tomo  II,  pág.  21. 

(4)  Un  manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal,  tiene  estos  títu- 
lo y  reparto,  que  es  algo  posterior  á  1801,  pero  que  conserva  algu- 
nos papeles.  La  corrección  maternal,  comedia  en  un  acto  y  en 


CAPÍTULO    QUINTO  103 


Memorial  literario  por  la  propiedad  con  que  se  ejecutó,  y 
un  particular  aplauso  para  Antonia  Prado.  El  pasaje  debe 
reproducirse  por  la  autoridad  del  que  lo  dice  y  porque 
empieza  á  palparse  el  influjo  de  Maiqubz  en  el  decoro  de 
la  escena. 

«Debemos  decir  que  todo  está  muy  bien  entendido  en 
este  drama;  que  las  decoraciones,  trajes,  y  adornos  son 
apropiados;  que  la  execución  es  de  un  mérito  igual,  resul- 
tando de  todo  una  armonía  agradable.  Entre  los  actores 
sobresale  la  persona  que  hace  el  papel  de  señorito  (la 
Prado,  que  representaba  un  niño  de  diez  y  seis  años,  nue- 
vo señorito  mimado)',  su  acción  está  llena  de  expresión,  de 
viveza,  de  gracia  y  de  nobleza,  viniendo  á  ser  de  este 
modo  su  papel  el  primero  en  el  mérito,  así  como  lo  es  en 
el  drama. 

El  público  no  ha  dejado  de  observar  que  todos  los  acto- 
res toman  realmente  parte  en  la  acción,  y  que  aunque 
acaben  de  hablar,  no  permanecen  en  la  escena  como  es- 
pectadores mudos  é  indiferentes,  sino  que  contribuyen 
con  sus  movimientos  y  ademanes  á  la  acción  princi- 
pal» (1). 

La  casa  en  venta,  que  se  estrenó  el  mismo  dia  (9  de 
Julio),  que  La  corrección,  es  una  opereta  en  un  acto  de 
Alejandro  Duval,  música  de  Dalayrac,  muy  aplaudida  en 
Francia  meses  antes,  y  no  menos  entre  nosotros,  donde 
fué  trasladada  tres  ó  cuatro  veces.  Tradújola  para  los  Ca- 
ños D.  Félix  Enciso  Castrillón;  poco  después  D.  Eugenio 
de  Tapia;  hay  otra  muy  literal,  y  hasta  Gorostiza  la  hizo 
comedia  (2).  El  asunto  es  gracioso,   pero  no  de  extraordi- 


prosa.  Traducido  del  franc/'s.  /)."■  A/m;  Rosa  García.— 7).  Carlos, 
joven  de  diez  y  seis  años:  la  Pr¿ido. — D.  Prudencio:  Caprara.— Gí- 
iiesa:  la  Briones.  — Co¿ás;  otro  niño  de  la  edad  de  Carlos:  la  Ramos. 
— Lucía,  criada:  Gertrudis  Torre. — Blas,  jardinero:  Qiierol. 

(1)  Memorial  literario,  tomo  II,  páginas  67  y  68. 

(2)  La  traducción  de  Gorostiza  parece  ser  la  que  manuscrita 
hay  en  la  Biblioteca  municipal  (72-3),  qne  tiene  esta  nota:  u<El  pri- 
mer apunte  se  le  dio  al  Sr.  Gorostiza  para  poner  la  ópefa_  de  solo 
representado  y  se  perdió  por  haberse  marchado  de  España  en  la 


104  ISIDORO    MATQUBZ 


nario  valor.  Una  viuda  se  ve  forzada  á  vender  una  casa  con 
jardín  para  dar  la  dote  de  su  sobrina.  Aprovechándose  de 
esto  un  vecino  suyo,  muy  avaro,  pretende  adquirir  la  casa 
por  la  mitad  del  precio  para  ensanchar  la  suya.  Ya  está  á 
punto  de  lograr  su  objeto,  cuando  llegan  á  la  quinta  un 
poeta  y  un  músico,  jóvenes  y  calaveras.  Uno  de  ellos  que 
conoce  la  proyectada  venta  y  sospecha  los  motivos  por- 
que el  avaro  la  compra^  ofrece  á  la  viuda  mayor  suma,  y 
como  es  natural,  obtiene  la  preferencia.  Pero  es  el  caso 
que  no  tiene  un  real  ni  esperanzas  de  tenerlo,  pero  lo- 
gra que  el  avaro,  que  ya  ve  su  plan  de  ensanche  arruina- 
do, pues  el  nuevo  comprador  anuncia  que  va  á  embelle- 
cer su  nueva  propiedad,  no  descansa,  hasta  que  mediante 
una  fuerte  prima,  que  también  se  destina  al  aumento  de 
la  dote,  le  cede  la  finca.  Para  mayor  contento,  uno  de  los 
jóvenes  resulta  novio  de  la  sobrina  de  la  viuda. 

Los  empresarios  de  los  Caños  intermediaban  sus  repre- 
sentaciones, en  vez  de  las  tonadillas  y  saínetes,  con  sin- 
fonías de  argumento,  tales  como  la  Oriental  y  la  de  la 
Caza,  que  agradó  muchísimo  por  la  sonoridad  instrumen- 
tal, y  de  este  modo  el  espectáculo  venía  á  ser  francés  en 
todos  sus  pormenores  y  circunstancias. 

Después  del  Faetón  (1),  comedia  casi  burlesca,  la  ópera 


época  en  que  era  galán  Bernardo  Avecilla.»  La  otra  versión  literal 
está  en  prosa  en  la  misma  Biblioteca.  Las  de  Enciso  y  Tapia  son 
más  conocidas.  (Véase  l^ib.  de  Autores  españoles,  tomo  ÍI,  pág.  333.) 

(1)  FA  faetón  ó  el  heredero  transversal.  Comedia  en  prosa,  en 
tres  actos,  traducida  del  francés.  Lleva  la  aprobación  de  D.  Santos 
Diez,  á  16  de  Julio,  un  ejemplar  manuscrito  de  la  Biblioteca  muni- 
cipal y  otro,  que  corresponde  al  23  de  Abril  de  1805,  el  siguiente  re- 
parto. D.  Febrífar/o,  médico:  Suárez. — D.  Ignacio,  oñcial:  Mai- 
QUEZ. — D.  Nemesio,  abogado:  Cristiani. — D.  Eleuterio,  Mayoraz- 
go: Oros. — Mariana,  cómica:  Sra.  Torve^— Francisco  Mayoral: 
Ronda..— Andrés,  criado:  Mairiinez.— Felipe,  cómico:  Rafael  Pérez. 
— Magdalena,  posadera:  Sra.  Ortega.— Lvi  criado:  Eugenio  Pérez. 
— Otro:  Luis  Fabiani. 

Con  su  verdadero  título  de  El  Colateral,  se  imprimió  en  Valen- 
cia, Gimeno,  sin  año,  una  nueva  traducción  de  esta  obra,  con  algu- 
nas variantes  y  dividida  en  cinco  actos.  Esta  segunda  versión  es 
más  literal  que  la  anterior.  El  original  es  de  Picard,  y  fué  estrena- 
do en  París  en  1799. 


capítulo  quinto  105 


en  un  acto  La  Claudia  (1)  y  la  Sofia,  traducción  de  Les 
moeurs  dujour,  de  Collin  d'Harleville,  hecha  por  D.  Juan 
Francisco  Pastor  (2);  llegamos  á  una  obra  española,  una 
de  las  tres  que  en  este  año  se  dieron  en  los  Caños,  para 
que  Mariano  Querol,  actor  de  la  antigua  escuela,  luciese 
su  indiscutible  talento  cómico  en  los  papeles  llamados  de 
figurón.  Fué  esta  primera,  El  filósofo  enamorado,  de  For- 
ner,  ya  conocida  del  público  por  haberla  estrenado  el  mis- 
mo Querol,  con  Rita  Luna.  Las  otras,  fueron  El  hechizado 
por  fuerza,  de  Zamora  y  El  castigo  de  la  miseria,  de  Hoz 
y  Mota,  que  Mariano  Querol  aderezó  á  la  antigua  con  to- 
nadillas y  bailes  españoles. 

Con  excepción  de  estas  obras,  todas  las  demás  fueron 
francesas  por  derivación  mediata  ó  inmediata. 

Operetas  como  las  siguientes:  La  posaderita,  ya  cono- 


(1)  La  Claudia,  ópera  seria  en  un  acto,  en  prosa  y  verso.  Un 
ejemplar  de  la  Biblioteca  municipal  (189-15),  trae  una  aprobación 
de  D.  Santos  Diez,  fechada  en  22  de  Julio,  el  miémo  día  en  que  se 
representó  y  este  reparto:  Claudia:  Carlota  Michelet. — Lorensi: 
Caideri:— Marf.  Simón:  Gertrudis  Torre.— Roberto:  GaWno.—Flor- 
üille:  Muñoz.— Dubois:  Cristisini .  —  Ben/amia:  Romero. 

(2)  La  Sofia,  cojnedia  en  tres  actos,  que  es  mediana  en  su  ori- 
ginal, fué  tan  mal  traducida  que  pareció  peor,  y  fué  objeto  de  crí- 
ticas muy  severas.  El  traductor  le  dio  el  título  que  lleva  en  francés; 
pero  D.  Santos,  al  censurarla  el  4  de  Agosto,  víspera  de  su  estreno, 
se  lo  cambió  por  el  de  Dime  con  quien  andas  y  te  diré  quien  eres. 
Entonces,  D.  Juan  Francisco  Pastor,  recurrió  contra  la  censura  di- 
ciendo que  el  título  que  se  había  puesto  á  su  obra  era  «desprecia- 
ble, bajo,  ridículo  é  indecoroso»,  nada  menos.  En  buena  composi- 
ción habrán  optado  entonces  uno  y  otro  por  darle  el  de  La  Sofia, 
que  es  el  nombre  de  la  protagonista  y  que  no  aparece  en  la  traduc- 
ción castellana. 

En  otro  nuevo  arreglo  se  le  dio  el  título  de  La  Sofia  ó  los  peli- 
gros de  una  corte  (B.  M.  74-13).  Este  manuscrito  aparece  muy  co- 
rregido de  otra  mano  y  trae  el  siguiente  reparto:  D.  Anselmo:  R. 
Pérez.  — D.  Carlos:  Casanova.— I).*  Juana:  Sra.  Maqueda. —Do/i 
Jacinto:  Infantes.—/).  Pedro:  Maiquez.— Z).^  Manuela:  Briones.— 
D.^  Luisa:  Gertrudis.— i).  Hilario:  Cvisiiani.  — Francisco:  Suárez. 
La  comedia  es,  en  efecto,  de  lo  más  pesado  y  falso  que  puede  ima- 
ginarse. El  papel  de  Maiquez  tiene  algún  carácter;  por  eso  él  lo 
eligió  y  representó  varias  veces.  En  la  BibliotecTa  Nacional  hay 
también  otro  manuscristo  de  esta  obra  con  el  título  de  Los  peli- 
gros de  la  corte.  El  Memorial  literario  censuró  con  dureza  esta 
comedia. 


106  ISIDORO    MAIQUEZ 


da  por  haberse  cantado  en  1796  (1).  El  califa  de  Bagdad, 
estrenada  el  año  anterior  en  el  teatro  del  Príncipe,  y  en 
la  que  Maiquez  hizo  ahora  el  papel  del  Califa  Isaún  (2). 
La  desdeñosa,  SiYreg\a.ási  en  un  acto  por  Cornelia  (3);  otra 
de  igual  clase  y  autor,  titulada  El  crédulo  desengañado  (4); 
El  secreto  (5),  letra  de  Hoffman  y  música  de  Solié,  eh  la 
cual  cantó  algo  Isidoro  Maiquez;  La  dama  voluble  (6), 
tomada  de  una  comedia  de  Goldoni;  la  graciosa  de  El 
qui  pro  quo  y  La  melomanía  burlada  (7),  á  que  puso  música 


(1)  Se  representó  el  13  de  Agosto  con  este  reparto,  según  el  ma- 
nuscrito  192-12  de  la  Biblioteca  municipal.  Rosa,  ama  de  la  posa- 
da: Sra.  Galinc— A/iío/i¿a,  criada:  Sra.  Carlota. — D.^  Narcisa:  se- 
ñora María  Ramos.— Va¿e/iím,  criado:  Muñoz. — D.  Eusebia:  Suá- 
rez.— D.  Juan:  ISlaYSirro.—Daldomero:  Querol. 

(2)  El  califa  de  Bagdad  (impreso  en  el  Teatro  nuevo  español, 
tomo  V),  que  un  año  antes  habían  cantado  en  el  Príncipe  Bernardo 
Gil,  Laureana  Correa,  Joaquina  Briones,  J.  Carretero,  Manuela  Co- 
rrea, Miguel  Garrido  y  otros,  en  los  papeles  de  Isaún,  Zetulbe,  Le- 
inaijda,  Yemaldin,  Kesia,  el  Cadí,  fueron  ahora  interpretados  por 
Maiouez,  que  cantó  largamente,  Antonia  Prado,  Ventura  Labor- 
da,  Torrellas,  Ge'rtrudis  Torre  y  Querol.  De  este  célejjre  asunto 
hizo  después  nuestro  Manuel  García  otra  ópera  que  fué  cantada  en 
Roma  en  1812. 

(3)  La  Desdeñosa,  ópera  en  un  acto  y  en  verso.  En  la  Bibliote- 
ca municipal  (189-16)  hay  un  autógrafo  con  este  reparto:  £).*  Sera- 
fina: Sra.  Carlota  Michelet.— /).  Clemente:  Muñoz.—/).  Andrés: 
Cdlderi.— D.  Isidro:  Torrellas.—/).  Teodoro:  Qnevol.— Un  criado: 
Ángel  López.  Su  asunto  lo  forman  los  caprichos  de  una  joven  co- 
queta á  quien  fijan  los  celos. 

(4)  El  crédulo  desengañado,  ópera  en  un  acto  ij  en  verso.  Tam- 
hiéii  liay  un  autógrafo  de  esta  pieza  en  la  misma  Biblioteca  (189-18) 
l'echado''á  12  de  Ñov!('ml)re  de  1801,  con  este  rejnirto:  D.^  Ana:  se- 
ñora Carlota  (Miclielet).  —  /).  Simóte  Sr.  (v»uerol.  — /).  Bernabé: 
Sr.  Torrellas.  — /!;¿  Co/icZe.-  Muñoz.  — 7).^  Paa¿a;  Sra.  Calino.— ^a- 
.sé¿ía;  Sra.  Herrando.— D.  Blas:  Gv3ináoi\.— Pepito:  Cristiani.  Un 
marido  descuidado  se  entera,  al  fin,  de  las  ligerezas  de  su  mujer. 
So  imprimió  en  Valencia,  Ferrer  de  Orga,  1818,  4.° 

(5)  El  secreto,  ópera  cómica  en  un  acto,  prosa  y  verso.  Un  ma- 
nuscrito dü  la  Biblioteca  municipal,  llévala  censura  para  los  Caños, 
fechada  á  30  de  Noviembre  de  1801.  Otro  trae  este  reparto,  algo 
liosterior,  pero  en  el  que  cuatro  actores  fueron  los  del  estreno,  en- 
tre ellos  Maiqukz,  que  canta  algo,  aunque  i^oco.  D.  Valeido:  ^lu- 
ñoA.—D.^  Angela:  Torre.  — D.  Severo:  M.wquez.—D.^  Cecilia:  se- 
ñora Lledot. —  Tomás:  Cristiani. — Un  m.020:  Fabiani. 

(6)  Lcí  dama  voluble,  será  la  opereta  italiana,  tomada  del  Gol- 
doni,  á  quo  puso  en  1791  música  Portogallo. 

( T)     Jii  lotra  del  Qüí pro  quo  sería  la  francesa  do  Moustou.  La  de 


CAPÍTULO    QUINTO  107 


el  compositor  de  los  Caños,  D.  Francisco  Federici,  y  La  es- 
clava persiana,  letra  de  Marsollier,  música  de  Dalayrac, 
que  tres  años  antes  había  alborotado  á  París,  y  en  la  que 
Maiquez  hizo  el  papel  de  vendedor  de  esclavos  (1). 

Cantaron  además  algunas  óperas  ya  conocidas  de  nues- 
tro público,  como  La  venganza  de  Niño,  La  isla  delplacer, 
arreglada  por  Comella  (2),  y  El  avaro,  el  mismo  que  ya  se 
había  cantado  en  1796  en  el  Príncipe  por  la  compañía  de 
Luis  Navarro. 

En  cuanto  á  comedias,  todas,  fuera  de  las  citadas,  de 
dos  saínetes  de  D.  Ramón  de  la  Cruz,  que  no  son  originales 
y  El  matrimonio  por  razón  de  estado  y  Hércules  y  Deya- 
fiira,  que  quizá  tomó  también  de  alguna  parte  Comella,  á 
quien  pertenecen  y  eran  ya  conocidas,  son  igualmente 
traducciones  del  francés,  lo  mismo  las  comedias  verdade- 
ramente tales  que  los  saínetes  ó  piezas  en  un  acto.  En 
casi  todos  trabajó  Maiquez,  por  lo  cual,  las  enumerare- 
mos brevemente. 

En  el  mes  de  Septiembre  ejecutó  el  D.  Carlos  de  El 
filósofo  casado,  de  E)estouches,  en  la  excelente  traduc- 
ción que  años  antes  había  hecho  D.  Tomás  de  Iriarte,  y 


La  melomanía  burlada  es'la  de  Grenier,  á  que  ya  había  puesto 
música  Champein.  En  la  Biblioteca  municipal  hay  un  manuscrito 
con  este  reparto:  Geronte,  oiejo  ridículo:  Cri^imm.— Elisa,  su  hija: 
Carlota.— Dora/líe,  capitán:  Muñoz.— Líseta,  criada:  Graciosa 
(Torre).— Laara,  cantarína:  Galino. — Crispín,  soldado:  Querol. — 
Deroíll,  maestro  de  música:  Torrellas. — Barliní,  sargento:  Cal- 
deri. 

También  hay  otro  del  Qui  pro  qao  (189-13)^  cojí 'reparto  délos 
mismos  actores. 

(1)  La  esclaoa  persiana,  ópera  en  un  acto.  Un  manuscrito  de 
la  biblioteca  municipal  (194-10),  de  23  de  Febrero  de  1802,  techa  en 
que  se  estrenó,  trae  el  siguiente  reparto:  Deli, principe  de  Persia: 
Navarro.  — Os/uí/i;  MwñoA.  — Guiñara,  esckwa:  Antonia  de  Prado. 
— Seijd:  Calderi.  — 0/í7«/';  Maiquez. — Ibraitn:  Cristiani. 

(2)  La  isla  del  placer,  zarzuela  en  dos  actos.  En  la  Biblioteca 
municipal  (193-16)  hay  un  autógrafo  y  una  copia  con  la  licencia  para 
los  Caños,  de  3  de  Octubre,  día  en  que  se  representó  y  este  repar- 
to: A6aí¿z>  fíeceríef/:  Torrellas.  — Oíímm,  negro:  Cristiani, — Enri- 
queta: Carlota.— Zélíma:  Galino.— Flérída:  ^ra..  Torres.— Genaro: 
i )u.Grol.— Camilo:  Calderi.— Leandro:  Muñoz. 


108  ISIDORO    MAIQUBZ 


se  había  representado  é  impreso  varias  veces.  A  ella  si- 
guió El  sordo  en  la  posada,  comedia  en  tres  actos,  de 
Desforg-es,  traducida  y  dispuesta  en  dos  por  D.  Félix  En- 
ciso  Castrillón  (1),  primero  en  prosa  y  luego  en  verso.  El 
mismo  Enciso  tradujo,  y  se  representó  entonces,  la  pesa- 
da comedia  de  Fabre  d'Eglantine,  Los  dos  ayos  (2),  en  la 
que  cupo  á  Maiqubz  papel  poco  notable.  Hizo  el  galán 
D.  Carlos,  que  acaba  casándose  con  la  Viuda  consolada^ 
comedia  inverosímil,  pero  divertida,  de  Marivaux  (3).  No 
fueron  bien  acogidas  Las  tres  sultanas,  mala  traducción 
de  un  mal  original  de  Favart  (4),  y  poco  mejor  la  comedia 
en  cinco  actos,  de  Picard,  traducida  por  Enciso,  Los  tres 
maridos  {b),  Y  la  de  El  serrallo  del  gran  Mogol^  comedia 
en  tres  actos,  intermediada  de  música  y  baile,  en  que  lu- 


(1)  El  sordo  en  la  posada^  comedia  en  dos  actos.  En  la  Bibliote- 
ca municipal  (72-17)  hay  un  autógrafo  de  esta  obra  que  también  se 
imprimió  varias  veces.  Lleva  este  reparto  que  en  algunos  nombres 
es  posterior.  D.  Pedro:  Rafael  Pérez.  — D.^  Juana:  Maquéela  (Ma- 
ría).—7).  Fernando:  Maiqurz.— /).*  Inés:  Antonia  Prado.—/).  An- 
tonio: Infantes  —D.  Gil:  Oros.— Lucía:  Angeles  Ortega.— Blasa, 
criada:  Gertrudis  Torre.— Fermín:  Suárez.—  Uti  moso:  Fabiani. 

(2)  Los  dos  ayos.  Comedia  en  cinco  actos,  en  oerso,  traducida 
del  francés.  Existe  el  autógrafo  de  Enciso  en  la  Biblioteca  munici- 
pal (74-5)  con  el  siguiente  reparto,  que  tampoco  es  el  primitivo  más 
que  en  algunos  papeles.  Roberto:  Axecilla..  —  Juanito:  la.  Sánchez.— 
Arnaldo:  Caprara.— AZe/a;ic¿ro:  María  Maqueda. —  Teodora:  seño- 
ra Torre.— Caríos,  oficial  de  marina:  Maiquez. — Lucrecia:  To- 
rres.—Gerardo,  segundo  barba.— Tomasa:  María  Cabo,  cuarta 
ásimsi.—Guibano:  Fabiani. 

(3)  La  viuda  consolada  ó  la  segunda  sorpresa  del  amor.  Come- 
dia por  M.  de  Mariüaux,  en  dos  actos;  reducida  para  el  teatro  de 
los  Caños.  Biblioteca  municipal  (182-12).  Está  en  prosa  y  tiene  el  si- 
guiente reparto:*  Margaesa:  Antonia  Prado.—/).  Carlos:  Maique/. 
— El  Conde:  Infantes. —Líseía:  Torre  (Gertrudis). —Lt¿¿m:  Suárez. 
Hortensio:  Cristian  i. 

(4)  Solimán  II  6  las  tres  sultanas.  Comedia  en  tres  actos  en 
prosa.  Biblioteca  municipal,  manuscrito  1-74-2. 

Don  Vicente  Rodríguez  de  Arellano  tiene  un  Solimán  II,  distinto 
de  esta  obra.  En  la  Bil)lioteca  Nacional  hay  tres  manuscritos  dife- 
rentes de  Las  tres  sultanas.  El  Memorial  literario  ¡uzgó  muy  des- 
favorablemente esta  obra  y  su  versión  castellana. 

(5)  Los  tres  maridos.  Comedia  en  verso  en  cuatro  actos.  (Bi- 
blioteca municipal  1-75-8).  Trae  un  reparto  posterior  á  Maiquez.  El 
original  de  Picard  corresponde  á  1800. 


CAPÍTULO   QUINTO  1Ó9 


cieron  más  las  decoraciones  y  trajes  de  los  comparsas  que 
la  obra,  inverosímil  y  destituida  de  interés. 

Más  aplausos  lograron  algunas  de  las  obras  en  un  acto 
que  Maiquez  estrenó  este  año.  Fueron  las  siguientes: 

El  paje,  que  pertenece  al  género  sentimental  y  palabre- 
ro, tan  sin  gracia,  pues  ni  siquiera  tiene  el  auxilio  de  la 
rima.  Maiquez  haría  el  papel  de  Príncipe,  verdadera  pro- 
videncia del  joven  paje  (1).  Otro  juguete  por  el  mismo  es- 
tilo es  La  Ucencia,  que  otro  Principe,  otorga,  con  aumentos, 
á  un  anciano  oficial  de  su  ejército,  por  intermedio  de  los 
tiernos  hijos  de  éste,  á  quienes  halla  en  un  bosque  y  le 
descubren,  sin  saber  quién  es,  la  pena  que  les  causa  la 
próxima  separación  del  padre  que  debe  ir  á  la  guerra.  El 
Principe,  además  de  magníficos  regalos,  cuyo  valor  los 
niños  no  comprenden,  y  que  el  Príncipe  les  dice  son  ju- 
guetes, les  da  la  licencia  de  su  padre.  Está  también  en  un 
acto  y  en  prosa. 

En  El  celoso  por  fuerza,  Maiquez  hizo  el  tipo  de  sabio 
matemático  algo  abstraído  y  descuidado  con  su  mujer, 
que  le  llama  al  orden,  dándole  celos  con  una  hermana,  k 
quien  disfraza  de  hombre.  Supuesta  la  inverosimilitud, 
es  graciosa  esta  obrilla  (2).  De  la  Contradicción,  que  qui- 
zá sea  L'esprit  de  contradiction,  de  Dufresny,  no  tenemos 
noticias.  Muy  gracioso  juguete  es  el  titulado  La  casuali- 
dad á  inedia  noche^  en  que  Maiquez  hizo  el  gallardo  don 
Diego,  primo  y  amante  de  Serafina,  papel  entre  jocoso  y 
tierno.  Esta  obra  fué  la  que  se  representó  en  el  teatro  del 
Príncipe  el  27  de  Septiembre  de  1821  en  la  función  dada 
en  honor  de  Maiquez  después  de  su  muerte  (3).  Tuvo  éste 


(1)  El  paje.  Comedia  en  prosa  en  un  acto  Rpresentada  en  los 
Caños  el  25  de  Agosto  de  1801.  (Biblioteca  mimicipal  1-71-14.) 

(2),  El  celoso  por  fuerza.  Comedia  en  un  acto  en  verso.  Se  ha 
impreso.  En  la  Biblioteca  municipal  hay  un  manuscrito  con  este 
reparto:  El  Barón:  Maiquez.— Z).*  Serafina:  Antonia  Prado.^ 
D.^  Laura:  V.  Laborda.— iíosa:  Gertrudis  Torre. —D.  Carlos... 

(3)  Además  de  estas  piezas  representó  Maiquez  la  titulada  Los 
amantes  engañados  ó  los  falsos  recelos,  comedia  -jocosa  en  un 
acto,  en  verso,  traducida  por  Luis  Moncín  algunos  años  antes  (1793) 
ó  impresa  en  Salamanca,  en  4.° 


lio  ISIDORO   MATQUBZ 


siempre  predilección  por  otra  piececita,  titulada  El  sueño, 
que  tradujo  D.  Félix  Enciso  Castrillón,  acomodándola  á 
los  usos  de  España.  La  escena  es  en  Madrid.  D.  Guiller- 
mo es,  como  el  D.  Diego  de  El  si  de  las  niñas,  un  viejo  que 
se  va  á  casar  con  una  joven,  y  al  llegar  á  saber  que  su 
sobrino  Mauricio  está  enamorado  y  correspondido  de  ella, 
se  la  cede.  Finge  haber  tenido  un  sueño,  para  demostrar- 
les que  está  enterado  de  sus  amores.  El  asunto  es  siempre 
cómico,  pero  juegan  también  afectos  tiernos  (1). 

El  público  asistía  con  más  gusto  á  estas  obras  lige- 
ras, de  costumbres  modernas,  y  tal  cual  vez  interesantes, 
que  á  las  soporíferas  imitaciones  de  Eacine  y  Voltaire  que 
ejecutaban  los  otros  teatros,  y  que  además  tenían  la  ven- 
tajade  estar  mejor  presentadas.  El  arte  nacional  no  ganaba 
ciertamente  mucho  con  ello,  pero  al  menos  no  se  atrofiaba 
en  el  estrecho  círculo  del  drama  clásico,  y  la  libertad  ar- 
tística que  se  observaba  en  la  composición  de  ellas,  traía 
por  natural  desarrollo  el  recuerdo  de  nuestro  brioso  teatro 
antiguo  y  facilitaba  su  resurrección,  como  vino  á  suceder. 

No  es  fácil  adivinar  por  qué  Maiqubz  tardó  tanto  en 
dar  á  conocer  las  grandes  obras  que  había  visto  ejecu- 
tar á  Taima,  pues  hasta  el  1.^  de  Enero  de  1802  no  repre- 
sentó el  Ótelo.  Quizás  un  exceso  de  precaución  le  movió 
á  ocultar  todavía  este  aspecto  de  su  talento.  Ello  es,  que 
el  público  empezó  á  cansarse  de  ver  operetas,  vaudevillas 
y  saínetes  franceses,  y  comenzaron  á  salir  pullas  y  sáti- 
ras contra  este  teatro  francés  recién  importado,  y  que 
mortificaron  no  poco  al  importador. 

El  Diario  de  Madrid  del  21  de  Noviembre  traía  el  si- 
guiente anuncio  burlesco: 


(1)  El  sueño.  Comedia  en  un  acto  (prosa).  Biblioteca  municipal, 
manuscrito  71-22.  Lleva  el  siguiente  reparto,  que  fué  el  que  tuyo  en 
el  estreno.  Ama¿ia:  Sra.  Prado.— Lucia:  Sra.  Torre.—/).  Guiller- 
mo: Maiqvez.  —  Mauricio:  Infantes.— Andrés:  El  gracioso. 

Don  Ramón  de  la  Cruz  tiene  un  lindo  saínete  con  el  mismo  título 
y  años  después  se  imprimió  en  Valencia  un  drama  titulado  El 
sueño  ó  la  capilla  de  Glesstorn,  que  nada  tienen  de  común  con  la 
otra  pieza. 


CAPÍTULO   QUINTO  111 


«Señor  Público. 

Mi  alma  combatida  de  nn  sentimental  parasismo  no  osa 
atormentar  el  sensible  corazón  de  vmd.  con  la  horrible 
catástrofe  que  acaba  de  suceder.  ¡Oh,  Dios!  ¡quán  pasaje- 
ras son  las  glorias  de  este  mundo  y  quán  poco  duraderas 
las  delicias  de  la  sensibilidad!  Los  grandes  imperios  que 
tuvieron  nombre  en  el  mundo  yacen  sumergidos  en  el 
olvido:  las  famosas  ciudades  desiertas  y  arruinadas;  los 
héroes  de  los  siglos,  oscurecidos;  los  poetas  antiguos  con- 
fundidos en  su  ignorancia,  y  el  teatro...  ¡ah,  el  teatro 
francés!...  ese  joven  gracioso  que  acaba  de  hacer  su  viaje  á 
España  para  poner  en  escena  la  escuela  de  las  costum- 
bres; ese  infante  desventurado  en  la  flor  de  su  edad;  ¡oh, 
desgracia  irreparable!  ese  amigo  de  los  hombres,  en  quien 
nada  había  de  más  bello,  de  7nás  delicioso  que  el  gran  ba- 
gaje en  que  iba  ganando  terreno...  ¡Ay!  Mas  no  tengo  va- 
lor. Alli  va  esa  esquela:  léala  vmd.  toda  si  le  quedan  ojos 
para  llorar  y  cubra  después  su  alma  de  amargura  y  de 
luto  por  toda  una  eternidad,  amén.» 

La  esquela  se  dirije  en  nombre  de  Lope  de  Vega,  Cal- 
derón y  otros  muchos  autores  dramáticos  del  siglo  xvii, 
y  de  los  «parientes,  amigos  y  testamentarios  del  sabio,  dis- 
creto y  gracioso  teatro  francés  (que  en  paz  descanse)», 
que  «suplican  á  usted  se  sirva  favorecerles  con  su  asis- 
tencia al  entierro  de  dicho  señorito,  que  se  ha  de  cele- 
brar mañana  al  anochecer  en  el  templo  del  olvido»,  con 
grande  pompa  y  estrépito  de  multitud  de  instrumentos. 

Repite  este  anuncio  y  esquela  el  29  á  manera  de  recor- 
datorio, y  al  día  siguiente  vino  un  artl«ulo  irónico  de- 
fendiendo al  teatro  francés,  especialmente  las  funciones 
de  los  Caños  y  las  grandes  sinfonías  de  lá  Caza,  la  Orien- 
tal, etc.,  que  alli  se  daban.  Parece  también  que  el  día  18 
se  pateó  y  gritó  lindamente  la  función  de  los  Caños,  que 
eran  la  comedia  de  Las  sultanas  y  la  opereta  La  Desde- 
ñosa. 

Vuelve  el  7  de  Diciembre  el  de  la  esquela  con  que  lo 
que  niurió  no  es  el  teatro  de  Moliere  y  Corneille,  sino  «el 
nuevecito,  flamante,  que  acaba  de  llegar  á  España,  y  ha 
muerto  el  pobrecito,  no  á  coces  como  usted  supone  en  su 
estilo  de  caballeriza  (alude  al  del  30  de  Noviembre),  sino 


112  ISlboko  MAIQUB2 


de  viruelas,  después  de  estar  padeciendo  una  tisis  lenta.» 
Hace  alusiones  al  Celoso  por  fuerza^  por  inmoral. 

Torna  á  contestar  el  Defensor  del  teatro  francés,  y 
aun  otro  el  25,  algo  más  templado.  Hablando  de  la  repre- 
sentación de  Maiqubz,  dice: 

«Por  tanto,  juzgo  muy  justos  y  debidos  los  elogios  que 
se  tributan  al  aplicado  actor  que  fué  á  aprenderlo  (el 
arte)  á  Paris  y  lo  ha  trasladado  á  su  patria,  donde  ya 
empiezan  á  notar  los  efectos  de  una  honrosa  emulación, 
como  se  ve  en  la  operita  del  Delirio  que  se  ha  executado 
por  aquel  gusto  y  con  el  mayor  aplauso  en  el  coliseo  del 
Principe»  (pág.  1474). 

Vuelve  á  asegurar  que  de  lo  que  se  trató  fué  de  acabar 
con  la  empresa  de  los  Caños,  y  que  el  público  se  quejó  é 
impacientó  con  la  comedia  del  Sordo  en  la  posada^  en  La 
Contradicción,  y  en  otras  piezas,  «que,  en  efecto,  son  frías, 
cansadas  y  sin  gracia.» 

Todo  esto  cesó  cuando  el  1.°  de  Euero  de  1802  puso 
Maiquez  en  escena  el  Ótelo  ó  el  Moro  de  Venecia  (1),  tra- 
ducción de  la  traducción  de  Ducis,  hecha  por  D.  Teodoro 
de  la  Calle,  mediano  literato,  repúblico  digno  y  honrado 
ciudadano,  victima  años  después  de  la  vengativa  cólera 
de  Fernando  VIL  Sin  ser  enteramente  mala  esta  obra  de 
la  Calle,  pues  tiene  pasajes  y  trozos  bien  y  valientemente 
versificados,  es  el  principal  argumento  que  hay  para  com- 
prender el  mérito  de  Isidoro  Maiqubz,  cuando  con  tan 
débil  versión  de  un  original  insigne,  pero  dos  veces  mu- 
tilado y  bastardeado,  supo  causar  el  efecto  en  el  público, 
de  que  aun  no  se  ha  perdido  la  memoria. 


(1)  Ótelo  ó  el  Moro  de  Venecia,  tragedia  en  cinco  actos,  trada- 
cida  del  francés,  por  L.A.C.A.LL.E.  Madrid,  Síincha,  1802,  8.° 
La  segunda  edición  es  de  Madrid,  1803,  4.°  Después  se  han  he- 
cho otras  muchas  reimpresiones  en  Barcelona,  Valencia  y  Madrid. 
No  conocemos  entero  el  reparto  de  la  primera  representación  del 
OíeZo;  pero  sí  que  ayudó  á  Maiquez  en  el  papel  de  Edelmira  su 
esposa  Antonia  Prado  y  Gertrudis  Torre  en  el  de  la  confidente. 
Después  del  Ótelo,  bailaron  los  hermanos  Luengo  el  Parras  y  luego 
se  cantó  la  opereta  El  qui pro  qiio,  música  de  Federici. 


ÓTELO. 


CAPÍTULO  QUINTO  115 


Todavía  se  recuerda  por  tradición  cómo  Isidoro  expre- 
saba su  furor,  su  amor  ó  su  violencia  en  tales  ó  cuales 
pasajes-,  cómo  el  acento  concentrado  de  su  pasión  celosa 
parecía  á  veces  más  terrible  que  las  explosiones  de  cólera 
de  otras;  como  aplaudiéndose  á  si  mismo  la  muerte  que 
daba  á  su  amada,  trataba  de  justificar  vanamente  un  he- 
cho que  en  el  fondo  siempre  le  pareció  injusto,  y  cómo 
todos  estos  sentimientos  se  resolvían  al  fin  en  un  dolor  y 
desconsuelos  infinitos  á  que  sólo  el  suicidio  ponía  tér- 
mino. 

La  representación  del  Ótelo,  fué  la  consagración  solem- 
ne del  talento  artístico  de  Maiqubz.  La  obra  pudo  mere- 
cer y  mereció  críticas  diversas,  no  sólo  en  el  arreglo 
afrancesado  sino  del  mismo  original  inglés,  según  la  es- 
cuela de  cada  uno;  pero  la  representación  de  la  tragedia 
dejó  establecido  que  Isidoro  Maiquez  era  el  mejor  cómi- 
co de  España. 

Eco  de  este  entusiasmo  es  cierta 

«Respuesta  de  D.  Antonio  (léase  D.  Francisco  Gregorio 
de)  Salas,  á  los  que  le  preguntaron  qué  le  había  parecido 
el  Hotelo  ó  Moro  de  Venecia,  tragedia  executada  á  prin- 
cipios de  1802  por  el  cómico  Isidoro  Maiqüejz  y  su  compa- 
ñía en  el  coliseo  de  los  Caños  del  Peral. 

Maiquez  con  tal  perfección 
hizo  el  trá<^ico  africano 
que  del  pueblo  carpentano 
ha  sido  la  admiración. 
La  envidia  en  esta  ocasión 
depuso  su  encono  y  saña, 
mas  sí  vuelve  á  la  campaña 
y  Melpómene  no  media 
verá  que  es  en  la  tragedia 
Maiquk/,  el  Garrick  de  España»  (1). 

No  menos  explícito  se  muestra  el  crítico  del  Memorial 
literario,  no  obstante  sus  aficiones  neoclásicas,  cuando 
escribe: 


(1)     Biblioteca  Nanional.  Colección  do  papeles  curiosos  en  verso 
\:  ])rosa  por  S.  A.  M-  \' .  y  A.  Tomo  V  (sign.  H17),  p.ág.  4('A. 


116  ISÍDOttO   MAIQUEZ 


«El  Ótelo,  qual  se  ha  representado  en  nuestro  teatro, 
confirma  el  juicio  que  han  formado  de  su  autor  los  buenos 
críticos:  la  tragedia  es  defectuosa,  ó,  por  mejor  decir,  no 
es  una  verdadera  tragedia,  pero  tiene  pasajes  subli- 
mes, escenas  interesantes  y  fuertes,  expresiones  origina- 
les y  situaciones  trágicas.  Todo  contribuyó  al  feliz  éxito 
de  este  drama:  la  fama  de  su  autor,  la  arreglada  y  bien 
entendida  decoración,  y,  sobre  todo,  el  mérito  de  su  repre- 
sentación, pues  aunque  todos  los  actores  se  esmeraron, 
hubo  algunos  que  sobresalieron.  Las  muchas  representa- 
ciones que  ha  tenido  y  los  aplausos  del  público,  prueban 
que  éste  no  aborrece  la  tragedia,  como  algunos  quieren 
dar  á  entender. 

»Pero  en  lo  que  podemos  decir  que  ha  habido  progresos 
es  en  cuanto  á  la  decoración  y  representación;  ya  no  ve- 
mos darse  una  batalla  en  medio  de  una  estrecha  sala,  ni 
sentarse  Alejandro  en  un  canapé,  ni  á  la  reina  Semiramis 
peinada  de  erizón,  y  á  los  griegos  y  romanos  con  casaca, 
polvos  y  espadín... 

«Nuestros  actores,  dejando  sus  antiguas  y  ridiculas 
contorsiones,  se  dan  á  estudiar  é  imitar  la  naturaleza;  y 
aun  ha  habido  quien,  deseoso  de  mayores  adelantamien- 
tos, ha  pasado  á  observar  y  estudiar  de  nuestros  vecinos 
8U  excelente  método  de  declamación.  Los  elogios  que 
tanto  á  este  actor  como  á  los  demás  que  sobresalen  hemos 
dado,  no  excluyen  el  mérito  de  los  que,  aunque  no 
en  grado  igual,  no  dejan  también  de  adelantar  en  su 
arte»  (1). 


(1)  Memorial  literario.  Tomo  lu.  Año  ser/undo.— Madrid,  Im- 
prenta de  la  calle  de  Capellanes.  Diciembre  de  1802,  4.°,  pági- 
nas 59  y  60. 


CAPITULO  VI 


Decadencia  de  los  teatros  del  Príncipe  y  de  la  Cruz,  por  los  des- 
aciertos de  la  Junta  de  reforma.— Su  disolución.— Proyectos 
para  reemplazarla.— Empresa  de  D.  Melchor  Ronzi.— Intenta 
excluir  á  Maiquez  y  no  lo  consigue.— Estreno  de  El  Daño  humi- 
llado.—Quejas  contra  Ronzi.— Incendio  del  teatro  del  Príncipe. 
—  Quiebra  de  Ronzi. — Los  teatros  administrados  por  los  cómicos. 
— Forman  nuevas  compañías.— Maiquez  y  la  Junta.— Maiquez  di- 
rector de  los  Caños.— Estreno  de  Blanca  y  Moncasín.— Sativa  de 
Arriaza.— Otras  obras.— Óperas  de  Manuel  García.— Estreno  de 
La  lugareña  orgullosa  y  de  El  Barón.— Estreno  de  Zeidar.  — Fin 
del  aiio  cómico.  (1802-1803). 


f|AL  fué  la  primera  campaña  que  Maiquez  hizo  des- 
pués de  su  viaje  á  Francia. 

~~  En  tanto,  los  otros  dos  teatros,  á  pesar  de  sus  pri- 
vilegios, iban  de  mal  en  peor.  Y  no  puede  decirse  que 
fuese  por  falta  de  personal  cómico,  pues,  excepto  Maiquez, 
Querol,  la  Prado  y  la  Torre,  alli  estaban  los  mejores  que 
había  entonces  en  España. 

El  Príncipe  contaba  con  Andrea  Luna,  su  hermana  Jo- 
sefa, María  García,  la  Montéis  y  la  Briones,  y  actores  como 
Bernardo  Gil,  Juan  Carretero,  Rafael  Pérez,  Vicente  Gar- 
cía, Miguel  Garrido,  Antoliu,  Camas  y  Ensebio  Fernán- 
dez. Y  en  la  Cruz,  además  do  Rita  Luna,  que  era  legión, 
estaban  Rosa  García,  Josefa  Virg,  Joaquina  Arteaga,  Ma- 
ría Ribera  y  Manuel  García  Parra,  Antonio  Ponce,  Capra- 
ra,  Pinto,  Oros  y  García  Hugalde.  Distribuidos  en  ambos 
teatros,  se  hallaban  también  las  tres  Correas,  las  reinas 


118  ISIDORO   MAIQUBZ 


entonces  del  canto  en  España.  Cualquiera  de  estos  artis- 
tas era,  en  realidad,  superior  á  todos  los  que  dirigía  Mai- 
QUBZ,  fuera  de  los  exceptuados  antes. 

Pero  la  Mesa  Censoria,  arrastrada  por  su  tendencia  sui- 
cida, procuraba  alejar  cada  vez  más  al  público  de  los  tea- 
tros. Si  todavía  hubo  momentos  en  que  pareció  volverse  á 
los  tiempos  de  mayor  prosperidad,,  á  la  resistencia  de  los 
cómicos  se  debió  y,  sobre  todo,  á  aquella  incomparable 
mujer  que  con  su  talento  y  su  identificación  con  el  públi- 
co mantuvo  durante  dos  años  una  apariencia  de  vida  en 
nuestra  escena  oficial.  Ella  sola,  salvó  á  las  compañías 
de  una  catástrofe  inmediata  al  establecimiento  de  la  re- 
forma; ella  sola  hizo  agolparse  en  ciertos  días  un  público 
ansioso  de  oiría  y  de  llorar  con  ella,  como  dijo  el  poeta,  á 
las  puertas  del  teatro  de  la  calle  Cruz,  y  solo  ella  con  ocho 
ó  diez  obras,  representadas  á  despecho  de  la  Junta,  le  dio 
más  utilidades  que  lo  recaudado  por  los  demás  conceptos. 
Del  año  anterior  datan  aquellas  memorables  representa- 
ciones del  Desdén  con  el  desdén,  y  otras  excelentes  obras 
del  teatro  antiguo,  las  de  algunas  nuevas  que  sólo  por 
ella  fueron  aplaudidas  y  las  todavía  más  célebres  de  Mi- 
santropía y  arrepentimiento,  un  drama  de  Kotzebue,  sen- 
timental, que  hoy  nos  parece  hasta  pesado  y  frío,  pero  que 
Rita  Luna  obligó  á  oír  á  Madrid  entero. 

Desde  que  la  obra  se  imprimió  según  dos  versiones, 
todo  el  mundo  buscaba  en  sus  páginas  el  secreto  de  aquel 
éxito  nunca  visto:  ¡inútil  indagación!  El  secreto  estaba 
en  g,quella  mujer  admirable  que  decía  y  sentía  lo  que  en 
el  drama  no  estaba  escrito,  pero  sí  en  el  corazón  noble  y 
leal  de  los  espectadores,  que  era  lo  que  ella  interpretaba. 

Es,  en  efecto,  cosa  curiosa  ver  el  sinnúmero  de  artículos 
críticos  de  la  obra,  donde  todos  concluyen  en  que  no  hay 
en  ella  méritos  para  aquel  tumulto  que  había  levantado: 
hasta  hubo  quien  negó  que  fuese  un  verdadero  drama. 

El  más  autorizado  de  los  periódicos  de  entonces,  se  ex- 
presaba así,  al  examinar  dicha  comedia:  «La  señora  Rita 
Luna,  profundamente  penetrada  de  su  carácter,  siente  y 


CAPÍTULO    SEXTO  119 


expresa  bien  SUS  pasiones  y  afectos  y,  sobre  todo,  en  la 
escena  iiltima  en  que  es  más  perfecta  y  mejor  entendida 
su  declamación  teatral.  En  eíecto,  seria  difícil  descubrir 
tachas  en  esta  escena,  pero  sus  bellezas  son  demasiado 
notables.  Toda  el  alma  de  Eulalia  está  patente  en  su  ges- 
to, en  su  voz  y  en  sus  acciones;  y  no  hay  palabras  para 
describir  la  sublime  expresión  de  aquella  lucha  en  que  á 
un  mismo  tiempo  la  agitan  el  corrimiento,  la  turbación  y 
el  dolor;  pero  es  tal  su  verdad  y  eficacia,  que  no  hay  co- 
razón que  pueda  resistir  sin  conmoverse  fuertemente,  y 
enviar  á  los  ojos  las  dulces  lágrimas  que  arranca  á  la  hu- 
mana sensibilidad,  el  aspecto  de  la  desgracia  virtuosa 

A  su  habilidad  se  debe  que  el  drama  agrade  más  en  el 
teatro  español  que  en  el  alemán  mismo,  como  testifican 
los  que  han  disfrutado  su  representación  en  el  uno  y  en 
el  otro»  (1). 

Pero  la  Junta  estaba  ciega,  y,  en  lugar  de  seguir  el  ins- 
tinto artístico  de  esta  gran  cómica,  se  propuso  contrariar- 
lo á  todo  trance.  Al  abrir  el  teatro  en  1801  le  hizo  pronun- 
ciar, á  guisa  de  loa,  una  arenga,  según  la  costumbre  fran- 
cesa, escrita  en  unos  ochenta  versos  campanudos,  pero 
que  no  dicen  absolutamente  nada.  Rita,  debió  de  quedar- 
se yerta  al  tener  que  declamar  trozos  como  éste,  con  que 
principia  la  mencionada  arenga: 

¡Cuál  de  contento  el  corazón  palpita 
al  presentarme  ¿inte  el  l)tínigno  pueblo 
de  gloria  digno  y  de  memoria  eterna! 
El  dulce  amor,  el  júbilo,  el  respeto 
agitan  nuestro  pecho  agradecido  (2), 
y  ¡oh  si  pudiera  nuestro  dél)il  eco 
expresar  su  emoción!  No  el  vano  orgullo, 
no  la  esi)eranza  de  pomposo  viento  (!), 
no  el  interés  los  mueven;  sólo  reinan 
el  noble  ardor  y  gratitud  en  ellos  (3). 


(1)  Memorial  literario,  tomo  I,  páginas  3G  y  37. 

(2)  Para  agradecimientos  estaban  los  pobres  cómicos  á  quienes 
la  Junta  había  (juitado  los  fondos  de  su  Montepío  y  jubilaciones  y 
les  estaba  debiendo  algunos  meses. 

(3)  Esta  arenga,  que  fué  efectivamente  recitada  en  5  de  Abril 
de  1801  por  Rita  I.una  en  la  apertura  del  teatro  de  la  Cruz,  se  con- 


120  ISIDORO   MAIQUEZ 


Y  asi  lo  demás.  ¡Cuan  lejos  estamos  de  aquellas  inge- 
niosas loas  dialogadas,  con  que  D.  Ramón  de  la  Cruz 
aderezaba  anualmente  la  apertura  de  los  teatros,  y  que 
por  su  estructura  é  interés  eran  verdaderas  piezas  có- 
micas! (1) 

Los  desaciertos  económicos  de  la  Mesa  Censoria,  que  en 
31  de  Julio  de  1801,  es  decir,  cuando  aun  no  llevaba  más 
que  un  mes  de  vida  el  coliseo  de  los  Caños,  se  veía  forzada 
á  declarar  que  no  tenia  con  qué  pagar  á  los  cómicos  el 
mes  vencido,  alarmaron,  al  fin,  al  Gobierno,  que  pidió  al 
Director  razón  del  estado  de  los  teatros.  Evacuó,  con  fe- 
cha 23  de  Agosto,  D.  Andrés  Navarro,  el  informe  con  es- 
tas tristes  consideraciones  que  pintan  bien  el  fracaso  de 
la  Junta,  á  la  vez  que  la  inepcia  de  sus  miembros. 

Dice,  pues,  que  en  los  dos  teatros  del  Principe  y  de  la 
Cruz,  resultó  en  el  año  que  habia  terminado  (1800-1801) 
un  alcance  ó  deuda  de  234.959  reales.  Se  debian  los  suel- 
dos de  Junio  y  Julio  y  los  gastos  hechos  en  las  represen- 
taciones, y  cree  que  para  Octubre  entrará  la  Junta  con  una 
deuda  de  734.759  reales.  Que  á  duras  penas  podrán  extin- 
guirse en  la  temporada  Je  invierno  doscientos  mil,  lo 
cual  dará  para  ñn  de  año  un  déficit  de  534.759  reales,  y  que 
este  déficit  irá  creciendo  proporcionalmente;  lo  cual  de- 
muestra, dice,  no  ser  posible  que  los  coliseos  subsistan  con 
el  actual  sistema. 

Según  Navarro,  las  causas  eran  lo  errado  del  plan  de 
D.  Santos  Diez  en  los  ingresos  y  gastos  de  los  teatros;  la 
mala  conducta  económica  de  la  Junta;  el  método  de  cen- 
sura de  las  piezas,  casi  todas  malas;  la  apertura  del  tea- 
tro de  los  Caños,  motivado,  según  dice,  porque  el  gene- 
ral Cuesta  no  quiso  admitir  á  Maiqu£z  y  á  su  mujer,  y 
D.  Santos  excluyó  á  Qu  'rol,  prefiriendo  á  Oros  como  gra- 
cioso. El  empresario  de  este  teatro  formó  «aunque  muy  in- 


serva  íntegra  en  la  Biblioteca  municipal  de  esta  corte.  Sección  dra- 
mática. Legajo  184. 

(1)     Las  representaciones  de  estos  dos  teatros:  constan  en  las 
listas  que  van  al  final. 


CAPÍTULO   SEXTO  121 


completas  y  mal  organizadas  dos  compañías,  una  de  ver- 
sos y  otra  de  cantado,  con  lasque  abrió  su  coliseo;  y,  aun- 
que esta  empresa,  ya  por  la  razón  insinuada,  ya  por  otras 
varias  no  pueda  subsistir  por  largo  tiempo;  sin  embargo, 
en  su  principio  ha  perjudicado  mucho  á  los  intereses  de 
los  otros  coliseos,  porque  la  pasión  de  ciertas  gentes  por 
aquél,  el  deseo  de  la  novedad  y  cierto  espíritu  de  oposi- 
ción contra  la  reforma  de  los  otros  teatros  ó  los  que  la 
han  promovido,  ha  separado  á  muchos  de  la  asistencia  á 
éstos,  y  provocado  á  que  celebren  con  entusiasmo  funcio- 
nes frivolas  y  de  muy  poco  mérito,  por  darse  en  aquel 
teatro,  al  paso  que  deprimen  sin  razón  muchas  de  las  que 
se  dan  en  los  otros»  (1). 

El  mal  fué  creciendo  en  términos  que  excedió  á  los 
cálculos  del  Director,  y  el  gobierno,  cansado  de  dar  dine- 
ro sin  provecho  alguno,  per  Real  orden  de  24  de  Enero 
de  1802,  mandó  cesar  la  Junta  de  reforma^  quedando  sólo 
en  pie  para  lo  relativo  á  la  revisión  de  piezas  que  se  hu- 
biesen de  representar. 

Un  grito  de  satisfacción  salió  de  los  pechos  de  los  atri- 
bulados cómicos  al  verse  libres  de  la  tiranía  de  la  Mesa  (2), 


,  (1)    Archiüo  histórico  nacional.  Papeles  de  teatros:  legajo  v. 

(2)  Como  ejemplos  de  esta  conducta  opresora  de  los  mismos  que 
pretendían  dignificar  el  oficio  de  cómico  y  darle  ante  todo  carácter 
artístico,  y  también  de  los  autores,  citaré  entre  otros  los  siguientes, 
además  de  los  ya  apuntados  antes  de  ahora. 

A  principios  "de  18U2,  se  quejó  Manuel  García  P¿irra,  de  que  en  la 
comedia  Otro  segundo  faetón,  de  Valladares,  D.  Santos  le  había 
quitado  el  papel  ele  primer  galán  que  le  tocaba,  según  su  empleo  y 
voluntad  del  autor  para  dárselo  al  segundo,  «por  espíritu  de  ven- 
ganza contra  su  mujer  (de  Parra),  Lorenza  Correa».  D.  Santos  se 
limitó  á  contestar  que  los  cómicos  estaban  en  la  obligación  de  obe- 
decer á  la  Junta.  I^a  obra  se  representó,  pero  fué  tan  mal  recibida, 
(|Uo  no  la  dejaron  acabar,  cosa  que  entonces  rarísima  vez  sucedía. 

El  autor  de  la  tragedia  Canace  y  Macareo,  D.  Isidoro  Henitoa, 
abogado  de  los  Reales  Consejos,  recibió  el  bochorno  de  que  dicho 
D.  Santos  se  la  reprobase.  Pidió  nueva  censura  y  logró  el  pase  con- 
tra la  voluntad  de  aquel  opresor  del  ingenio  (24  de  Noviembre 
de  1801). 

Doña  María  Rosa  Gálvez,  en  28  de  Mayo  del  mismo  año,  acudió  en 
queja  contra  el  referido  D.  Santos^  diciendo  que  injustamente  le 
había  reprobado  su  comedia  en  un  acto  Un  loco  hace  ciento.  Lo 


122  ISIDORO   MAIQUBZ 


¿isí  como  de  los  autores  que  ya  podían  escribir  con  arreglo 
á  su  gusto  y  no  al  ageno. 

Presentóse  inmediatamente  la  dificultad  de  á  quién  se 
había  de  encargar  el  regimiento  de  los  espectáculos.  Pa- 
recía natural  que  la  administración  volviese  al  Ayunta- 
miento que  la  había  tenido  cerca  de  dos  siglos  con  gran- 
des utilidades;  pero  las  intrigas  de  los  individuos  de  la 
Junta  cesante,  que  veían  que  el  Ayuntamiento  les  ha- 
ría cesar  por  entero,  lograron  por  entonces  contener  el 
golpe. 

Este  conflicto  provocó  la  inventiva  de  algunos  que  se 
dieron  á  hilvanar  nuevos  planes  de  teatros,  claro  es,  siem- 
pre proponiendo  al  inventor  para  dirigirlos  con  buenos 
sueldos.  Uno  de  estos  planes,  publicado  hace  ya  muchos 
años  en  el  Semanario  pintoresco,  principia  con  estas  sua- 
ves palabras  en  memoria  de  la  Mesa: 

«La  experiencia  ha  hecho  palpables  los  errores  del  Plan 
de  reforma^  adoptado  en  los  teatros  del  Príncipe  y  de  la 
Cruz,  pues  no  sólo  no  se  ha  fomentado  poeta  alguno,  no 
se  ha  mejorado  un  sólo  cómico,  ni  formado  un  buen  alum- 
no, sino  que  en  menos  de  dos  años  ha  contraído  la  Junta 
encargada  de  su  ejecución  un  empeño  de  600.000  reales, 
después  de  molestar  continuamente  á  la  Superioridad  con 
ÍQÚtiles  recursos  y  de  dar  sus  individuos  pávulo  k  la  mofa 
y  desprecio  del  pueblo  de  Madrid  con  odiosas  personali- 
dades.» 

El  nuevo  reformador  cree  que  el  decoro  de  S.  M.,  bajo 
cuyos  auspicios  se  había  implantado  la  reforma,  no  permi- 
tía abandonar  una  empresa  que  en  tal  caso  nos  dejaría 
muy  mal  parados  ante  los  extranjeros.  Propone,  pues,  que 
Sü  nombre  un  Superintendente,  que  habha.  de  ser  un  tal  F. 
(probablemente  el  autor  del  proyecto),  persona  muy  á  pro- 


lAracioso  es  que  el  lundamento  de  la  censura  era  ([ue  la  obra  iba 
contra  los  franceses  y  ([ue  había  en  Madrid  muchos  oficiales  de  esta 
iiacíión.  Se  encomendó  á  1).  Pedro  Téstala  una  nueva  censura.  VMe 
aprobó  la  obra  y  se  imprimió  nada  menos  que  en  el  Teatro  iiueco 
cspailol,  colección  dramática  oficial  déla  misma  Junta. 


CAPÍTULO   SEXTO  123 


pósito,  «pues  á  más  de  sus  vastos  conocimientos  en  estos 
ramos,  posee  la  ventaja  de  representar  y  declamar  con 
propiedad»;  que  la  administración  de  caudales  corriese  á 
cargo  de  los  mismos  cómicos;  que  éstos  no  percibiesen 
sueldo,  sino  una  parte  de  las  entradas  que  hubiese;  que  se 
destinase  el  producto  de  Tos  oratorios  de  Cuaresma,  en  que 
los  actores  trabajarían  casi  de  balde,  al  pag*o  de  la  deuda 
de  la  Junta;  que  se  descargase  á  los  teatros  de  los  gravá- 
menes que  tenia  para  los  Hospitales  y  Hospicio,  por  medio 
de  una  Lotería  ó  de  pensiones  sobre  las  rentas  eclesiásti- 
cas. Como  se  ve,  el  Sr.  F.,  quería  que  otros  venciesen  las 
dificultades  y  él  cobrar  tranquilamente  su  sueldo  de  Su- 
perintendente (1). 

Tenemos  á  la  vista  otro  plan  de  reforma  hecho  por  el 
famoso  D.  Gaspar  de  Zavala  y  Zamora,  que  empieza  des- 
atándose también  contra  el  ya  frustrado  de  D.  Santos,  á 
quien  llama  hombre  ignorante  y  de  mal  gusto,  y  que  no 
había  estado  más  de  dos  veces  como  espectador  en  los  tea- 
tros (2);  bien  es  verdad  que  su  compañero  Navarro  no  sa- 
bía siquiera  á  qué  parte  caían.  Como  ejemplos  del  mal 
gusto  del  Censor  menciona  la  tragedia  (TO??i&eZa  (3),  repre- 
sentada «con  irrisión  de  los  espectadores»,  y  otra  titulada 
Saúl,  aprobada  por  él  pomposamente  y  que  al  fin  no  pudo 
representarse. 

Más  grave  es  la  acusación  que  hace  á  los  reformadores, 


(1)  Semanario  pintoresco  español  de  1853,  páginas  326  y  si- 
u;uientes.  Trae  un  estado  completo  de  los  enormes  gavStos  que  la 
Juntase  había  echado  encima.  Entre  las  partidas  más  curiosas  (y 
las  hay  mucho),  figura  la  destinada  á  sueldos  de  Cobradores  (uno 
en  cada  teatro),  Alcaides  (uno  en  cada  teatro)  y  Moxos  de  aposento 
((|ue  serían  dos  ó  tres  cada  piso  de  palcos),  113.285  reales. 

(2)  Acerca  de  esto,  recordamos  que  en  cierta  ocasión  antes  de 
su  triunfo,  pero  siendo  ya  Censor  de  teatros  D.  Santos,  se  quejó  al 
Corregidor  de  (]ue,  deseando  ver  las  funciones  á  fin  dé  tener  más 
seguridad  en  los  juicios  (|ue  emitía  como  tal  censor,  los  cómicos  Tque 
ya  entonces  no  le  podían  ver),  le  habían  neg¿ido  la  entrada  libre  en 
los  coliseos.  El  Corregidor  declara  no  hallar  medio  de  satisfacerle. 

(3)  Es  Gombela  y  Saniada,  de  D.  Juan  Francisco  del  Plano, 
estrenada  en  la  Cruz  el  16  de  Mayo  de  1800,  é  impresa  en  el  tomo  I 
del  Teatro  tiuevo  español. 


124  ISIDORO    MAIQUEZ 


de  que  gastaron  millones  en  el  alquiler  de  decoraciones, 
enriqueciendo  á  I05  tramoyistas  y  arrendadores,  y  los  tea- 
tros se  quedaron  sin  una  misera  bambalina  y  que  casi  su- 
primieron la  orquesta,  dejándola  reducida  á  una  cuadrilla 
de  ciegos,  tanto  que  no  podía  acompañar  una  simple  to- 
nadilla. 

Él,  por  su  parte,  formula  un  plan  completo,  pues  habría 
en  Madrid  tres  teatros,  uno  que  llama  Gran  teatro,  para 
ópera;  otro,  que  se  denominaría  Teatro  culto,  para  trage- 
dias y  comedias  á  la  francesa,  y  otro,  Teatro  antiguo,  para 
las  obras  del  siglo  xvii.  Zavala  sería  el  Director  general  de 
todo  este  mundo  dramático,  con  el  que  la  Villa  y  corte  no 
podría  menos  de  hallarse  ufana  al  cabo  de  poco  tiempo  y 
envidiada  de  los  extranjeros. 

No  obstante  estas  ideas  salvadoras,  el  gobierno  optó 
por  un  medio,  el  peor  de  todos,  bien  que  pronto  quedó 
demostrada  su  ineficacia.  Sedújole  el  buen  resultado  obte- 
nido en  el  año  que  acababa  de  expirar  por  el  teatro  de  los 
Caños,  y  creyó,  como  algunos,  que  el  éxito  había  depen- 
dido del  talento  económico  del  empresario,  D.  Melchor 
Ronzi  (1).  En  su  virtud,  D.  José  Antonio  Caballero,  Minis- 
tro que  había  reemplazado  á  Urquijo,  caído  el  14  de  Di- 
ciembre anterior  y  principal  sostenedor  de  la  reforma, 
admitió,  en  23  de  Eaero  do  1802,  á  la  vez  que  preparaba  el 
golpe  contra  la  Mesa,  las  proposiciones  que,  á  petición 
suya,  le  formuló  el  citado  empresario  de  los  Caños. 

Ronzi  ofreció  encargarse  de  los  tres  teatros,  como  em- 


(1)  Previendo  la  elección  de  este  dictador  teatral  nabía  ya  escrito 
el  anónimo  autor  del  Plan  mencionado,  las  siguientes  curiosas  y 
exactas  palabras:  «Algunos  atribuyen  las  buenas  entradas  que  ha 
habido  en  él  (Caños)  la  temporada  de  verano  á  la  habilidad  del  em- 
presario Ronzi,  pero  este  es  un  error,  pues,  cuando  más,  puede 
atribuirse  áeste  músico  italiano  la  buena  dirección  de  la  orquesta; 
pero  es  seguro  que  dichas  entradas  han  provenido  del  disgusto  ó 
aversión  con  que  se  ha  mirado  la  Junta  directoria,  que  tuvo  tam- 
bién la  imprudencia  de  haber  dejado  sin  contratar  á  Antonia  Pra- 
do, á  Quero!  y  á  Maiquez,  que  han  contribuido  á  llamar  las  gentes 
con  ciertas  piececillas  francesas  que^trajo  el  último  de  París.»  Se- 
manario pintoresco  de  1853  (pág.  327.) 


CAPÍTULO   SBlTO  125 


presarlo,  obligándose  apagar  todas  las  pensiones  y,  en  el 
término  de  dos  años,  el  alcance  que  resultase  contra  los 
del  Principe  y  de  la  Cruz.  Prestaría  para  la  seguridad  del 
cumplimiento  una  fianza  de  dos  millones  de  reales. 

Se  le  entregarían  los  dos  coliseos  con  todas  las  existen- 
cias; sería  libre  en  ajustar  los  cómicos  y  disponer  las  fun- 
ciones de  cantado  y  verso,  «pero  no  podrá  menos  de 
sostener  un  teatro  del  pueblo  y  otro  de  piezas  selectas  y 
formadas  con  arreglo  al  arte,  y  el  de  cantado  entre  se- 
mana». Bailes  sólo  nacionales.  Es  decir,  que  se  proponía 
seguir  explotando  el  teatro  de  los  Caños,  aprovechar  el 
talento  y  aptitudes  de  Rita  Luna  y  relegar  á  la  soledad 
del  Príncipe  las  trasnochadas  tragedias  y  comedias  galo- 
c'ásicas.  No  puede  negarse  á  Ronzi  buen  instinto  en  estos 
negocios;  en  cuanto  á  la  deuda,  que  era  mayor  de  treinta 
mil  duros,  nunca  soñó  en  pagarla:  en  los  dos  años  haría 
61  su  agosto  y  luego  saldría  como  pudiese  (1). 

Por  esta  razón,  fué  dilatando  el  otorgar  las  garantías 
ofrecidas  con  gran  disgusto  de  D.  Santos  Diez,  quien, 
aunque  ya  nada  tenía  que  ver  en  esto,  se  lamentó  algún 
tiempo  después  de  que  al  violinista  Ronzi  se  hubiesen  en- 
tregado los  teatros  «sin  ñanza  ni  el  depósito  de  dos  millo- 
nes de  reales  que  había  mandado  el  Rey».  Efectivamente, 
se  le  mandó  hacerlo;  pero  Ronzi  fué  excusándose  con  la 
necesidad  de  hacer  tasación  de  unos  bienes  que  poesía  en 
Talavera  de  la  Reina  (2).  • 

Ea  tanto,  el  tiempo  de  organizar  las  compañías  y  abrir 
los  teatros  se  vino  encima.  Tomó  posesión  de  ellos  el  nue- 
vo empresario  el  día  5  de  Abril,  previo  inventario  minu- 
cioso y  tasación  por  una  suma  mucho  mayor  que  la  fian- 
za, extendido  todo  por  el  escribano  Manuel  de  Navas  (3). 
Procedió  á  la  vez  á  formar  las  compañías  enteramente 
á  su  capricho,  ó  por  msjor  decir,  con  arreglo  al  plan  que 


(1)  Archiüo  municipal  de  Madrid:  Sección  de  espectáculos,  le- 
gajo 2-464-15. 

(2)  ídem  id.,  3-400-7. 

(3)  ídem  id.,  3-464-15. 


126  ISIDORO  MAIQUBZ 


se  había  formado  de  antemano.  Asi,  dirigiendo  toda  su 
atención  al  teatro  de  los  Caños,  acumuló  en  él  los  princi- 
pales elementos  de  canto  de  que  disponían  las  tres  com- 
pañías, colocando  allí  á  las  tres  Correas  (Lorenza,  Lau- 
reana  y  Manuela),  Mariana  Galino  y  una  italiana  llamada 
Josefa  Pelizzoni  (1).  Llevó  también  al  célebre  tenor  Ma- 
nuel García,  á  quien  la  Mesa  Censoria  se  había  dado  maña 
de  dejar  fuera  de  nómina,  y  había  cantado  en  Málaga, 
y  á  José  Acuña,  Juan  Muñoz,  excelente  caricato,  como 
hoy  dicen,  Eusebio  Fernández,  Lázaro  Calderi:  lo  mejor 
que  en  hombres  había  resultado  de  la  compañía  de  los 
Caños.  También  dejó  en  este  teatro  las  mejores  parejas 
de  baile:  los  hermanos  Luengo,  Antonia  Fuentes,  Julia- 
na Rubio,  José  González  (el  Panadero),  Manuel  León  y 
José  Barbieri. 

Pero  descuidó  enteramente  la  parte  de  verso,  pues  aun- 
que aparecen  colocadas  Antonia  Prado,  Rosa  García,  Ger- 
trudis Torre  y  las  dos  Briones,  no  hay  que  olvidar  que 
todas  ellas  cantaban  con  gracia.  En  cuanto  á  hombres, 
bastará  decir  que  puso  de  primer  galán  á  José  Alfaro,  de 
segundo  á  Pablo  Parra  y  asi  los  demás.  No  sabemos  por 
qué  razón  intentó  prescindir  de  Isidoro  Maiqubz,  á  quien 
dejó  fuera,  aunque  esto  le  costó  tener  cerrado  el  teatro 
cerca  de  un  mes. 

En  el  de  la  Cruz  puso  los  mejores  actores  para  la  clase 
de  obras  (fue  allí  se  proponía  ejecutar,  es  decir,  en  la  co- 
media antigua  española.  Además  de  Rita  Luna,  figuran 
en  la  primera  lista  de  este  teatro  Coleta  Paz,  que  seguía 
la  escuela  de  Rita,  Joaquina  Arteaga  y  Josefa  Virg,  dos 
de  las  mejores  graciosas  que  tuvo  el  teatro  en  todos  tiem- 
pos; Manwel  García  Parra,  Antonio  Ponce,  Pinto,  Vaca, 
Mariano  Querol,  García  Hugalde,  todos  de  lo  bueno  en 
cómicos  á  la  antigua. 


(1)  Carlota  Michelet,  á  qviien  quiso  relegar  á  lugar  muy  secun- 
dario, se  negó  á  aceptar  el  puesto,  y  Ronzi  c|UÍso  se  la  oliligase  ó 
privase  de  trabajar  en  otro  teatro;  no  consiguió  ni  uno  ni  otro.  Lue- 
íío  la  colocó  en  el  teiitro  de  la  Cruz. 


CAPÍTULO    SEXTO  127 


En  cambio,  al  teatro  del  Principe,  si  se  exceptúan  An- 
drea Luna  que,  á  trueque  de  no  trabajar,  pasaba  por 
todo,  Bernardo  Gil  y  Juan  Carretero,  colocados  contra  su 
voluntad,  todos  los  demás,  ó  eran  ya  venerables  ruinas 
como  Manuela  Montéis,  Mariana  Colomer,  Vicente  Gar- 
cía, Garrido,  Camas  ó  cómicos  insignificantes.  A  este 
teatro  señaló  también  los  alumnos  que  habían  de  adqui- 
rir el  conocimiento  teórico  del  arte  clásico. 

Antes  de  empezar  vióse  Ronzi  obligado  á  modificar 
bastante  estas  compañías,  equilibrándolas  un  poco,  co- 
mo se  ve  por  la  lista  definitiva  que  va  en  el  apéndi- 
ce. A  Bernardo  Gil  (1)  quiso  colocarle  en  el  antiguo 
puesto  de  Maiqubz,  pero  se  halló  con  la  resistencia  de 
García  y  otros  que  querían  fuese  Isidoro  el  primer 
galán. 

Llegó  el  día  de  Pascua  de  Resurrección  (2),  que  este 
año  de  1802  fué  el  18  de  Abril,  y  en  el  mismo  día  se  inau- 
guraron los  tres  teatros,  á  las  cuatro  y  media  de  la  tarde 
los  antiguos  y  á  las  ocho  el  de  los  Caños.  En  el  del  Prín- 
cipe se  representó  la  Eugenia,  de  Beaumarchais,  por  la 
Bermeja,  con  otras  partes  secundarias.  Andrea  Luna  tar- 
dó un  mes  justo  en  salir  á  la  escena. 

El  teatro  de  la  Cruz  se  estrenó  con  una  de  las  pocas 
obras  modernas  que  habían  obtenido  buen  éxito  dos  años 
antes,  gracias,  sobre  todo,  á  la  maravillosa  ejecución  de 
Rita  Luna.  Cecilia  y  Dorsán  (3),  era  un  arreglo  de  la  co- 
medía de  Marsollier  Adela  y  Dorsán,  hecha  por  D.  Vicente 
Rodríguez  de  Arellano  y  el  Arco,  poeta  ingenioso,  muy 
empapado  en  nuestra  antigua  literatura  dramática,  á 
cuyos  autores  imitaba  con  acierto;  escritor,  en  fin,  mere- 
cedor de  mejor  suerte,  que  la  que  le  cupo  en  vida   y  en 


(\)  Gil  logró  quedar  como  sobresaliente  para  suplir  en  los  tres 
teatros. 

(2)  Durante  la  Cuaresma  de  este  año  se  cantaron  en  los  Caños 
tres  oratorios,  titulados:  FA  sacrificio  de  Abrahan,  Atalia  y  Jepté, 
este  ultimo  a  beneficio  de  Lorenza  Correa. 

(3)  Figura  en  el  tomo  I  del  Teatro  niiero  español. 


128  ISIDORO  MAIQUBZ 


muerte  (1).  Cecilia  y  Dor san  fué,  pues,  perfectamente  re- 
presentada por  Rita  Luna,  Coleta  Paz,  Ponce,  Pinto,  Que- 
rol,  Vaca  y  García Hugalde.  No  hubo  arenga  ninguna,  sino 
una  tonadilla  y  un  saínete  á  la  antigua  usanza. 

En  cuanto  al  coliseo  de  los  Caños,  insistiendo  Ronzi  en 
trabajar  sin  Maiquez,  hizo  se  inaugurase  el  mismo  día  18 
de  Abril  con  una  ópera  bufa,  ya  cantada  en  dicho  teatro 
en  1791.  La  escuela  de  los  celosos,  letra  de  Bertati  y  música 
de  Salieri,  arreglada  ahora  por  Comella  en  castellano. 
Repitióla  al  día  siguiente  y  al  otro;  pero  luego  tuvo  que 
suspender  las  representaciones. 

Duró  la  clausura  de  los  Caños  hasta  que  el  día  7  de 
Mayo,  después  de  allanarse  á  recibir  á  Maiquez,  pudo 
Ronzi  publicar  el  siguiente  anuncio  en  el  Diario: 

«No  habiendo  el  empresario  de  los  teatros  de  esta  corte 
podido  combinar  hasta  ahora  todas  las  circunstancias  para 
proseguir  la  abertura  del  de  los  Caños,  con  la  solidez,  de- 
coro y  subsistencia  que  anhela,  ha  determinado,  entre 
tanto  que  executa  el  Sr.  Isidoro  Maiquez  una  función  de 
versos,  y  acaba  de  aprehender  una  ópera  grande  el  tenor 
de  dicho  teatro,  el  Sr.  Manuel  García,  que  el  Sr.  Josef  de 
Alfaro  represente  hoy  la  comedia  original  en  cinco  actos 
de  D.  Cándido  M.*  Trigueros,  intitulada  El  Precipitado 
y  la  Sra.  Lorenza  Correa  la  opereta  en  un  acto  intitulada 
El  Inquilino,  ambas  piezas  nuevas:  acabada  la  primera, 
tocarán  un  concierto  de  trompa  un  célebre  profesor  fran- 
cés, D.  Juan  Tiran,  á  las  ocho  de  la  noche.» 

El  precipitado  es  una  comedia  novelesca  é  inverosímil. 


(1)  Era  oficial  de  la  Real  Biblioteca.  Después  de  haberse  batido 
contra  los  franceses  en  la  guerra  de  la  Independencia  y  llegado  á 
capitán  de  voluntarios  de  Navarra,  quizá  á  las  órdenes  de  Mina, 
murió  en  Madrid  á  principios  de  Septiembre  de  1815.  Se  conservan 
de  él  unas  cuarenta  obras  dramáticas  y  un  tomito  de  poesías  líricas, 
impreso  en  1806. 

Por  los  años  de  1812  y  13,  residió  en  Palma  de  Mallorca,  donde  se 
hizo  notar  por  su  realismo  exaltiido,  en  una  sátira  poética  contra 
D.  Isidoro  Antillón  y  sus  amigos.  El  Sr.  Oliver,  que  le  consagra  al- 
gunos párrafos  en  sú  excelente  libro  Mallorca  durante  la  primera 
Revolución  (Palma,  1901,  4.",  páginas  412  y  siguientes),  le  trata  con 
poca  benevolencia.  Sm  embargo,  la  crudeza  en  las  contiendas  po- 
líticas de  entonces,  era  muy  corriente:  no  trataban  mejor  á  los  ser- 
viles sus  adversarios. 


CAPÍTULO   SEXTO  129 


pero  escrita  en  buena  prosa  (1),  y  El  inquilino  una  opere- 
ta francesa  vertida  en  castellano  por  D.  V.  R.  de  Arella- 
no  (2).  Maiqubz  no  salió  hasta  el  13  con  el  Ótelo,  que  hizo 
cuatro  días  seguidos,  dejando  pronto  el  campo  á  su  com- 
pañero y  amig'o  García,  para  que  cantase  con  éxito  inusi- 
tado El  casamiento  de  Fígaro,  ópera  de  Mozart,  cuya  mú- 
sica se  oyó  por  primera  vez  en  los  teatros  de  España  (3). 
Después  de  la  comedia  de  CoUin  d'Harleville,  Todos  hace- 
mos castillos  en  el  aire,  muy  bien  traducida  por  D.  Félix 
Enciso  Castrillón,  y  en  la  que  hizo  Maiquez  el  papel  del  jo- 
ven soñador  (4),  dio  otra  de  sus  grandes  representaciones, 


(1)  El  precipitado.  Comedia  de  D.  Cándido  María  Trigueros. 
Con  licencia.  (Sevilla.)  En  la  imprenta  de  D.  Manuel  Nicolás 
Vázquez,  D.  Antonio  Hidalgo  y  Compañía.  Año  MDCCLXXXV, 
4.",  48  hojas  sin  foliar. 

(2)  El  inquilino,  ópera  en  un  acto,  traducida  por  D.  V.  R.  D. 
Avellano.  Es  traducción  del  francés  y  está  en  prosa.  Un  manuscrito 
de  la  Biblioteca  municipal,  lleva  la  fecha  7  de  Mayo  de  1802  y  el  si- 
guiente reparto:  Ormondo:  Eusebio. —^po¿ma:  Lorenza. — Isidoro: 
Bernardo. — Juanillo:  Ángel  López.  — Mr.  Dorimond:  Cristiani. — 
Intrigas  de  Dericourt  para  estorbar  el  casamiento  de  Apolina  con 
Dorimond,  á  quien  se  la  tenía  ofrecida  su.  tío  Ormondo.  Es  cosa 
mediana. 

(3)  Para  que  el  éxito  fuese  mayor,  trajo  Ronzi  algunos  actores 
del  teatro  de  la  Cruz,  pudiendo  repiírtir  los  papeles  en  esta  forma, 
según  el  manuscrito  203-51  de  la  Biblioteca  municipal,  titulado  aEl 
Matrimonio  de  Fígaro:  Opera  bufa  en  dos  actos,  verso.  Oy  día  20 
de  Mayo  de  I802.\) 

Marcelina:  Sra.  J.  Arteaga.— £'¿  Conde:  Sr.  Manuel  García. — La 
Condesa:  Sra.  Joaquina  Bviones.-  Susana:  Sra.  Lorenza  Correa.— 
Serafín:  Sra.  Laureana  Corvea..— Fígaro:  Sr.  Eusebio  Fernández.— 
/).  Basilio:  Sr.  Cr\HÍ\am.— Bartolo:  Sv.  Calderi.— /).  Curdo:  Señor 
Esnoz.  — Anío/ií'o:  Sr.  Acuñ;i. 

La  conq^osición  del  lil)reto  fué  encomendada  á  D.  Vicente  Rodrí- 
guez de  Arellano,  á  (|uien  se  le  pagaron  dos  mil  reales  por  ella. 

(4)  En  la  líiblioteca  municipal,  hay  un  manuscrito  con  este  título: 
Todos  hacemos  castillos  en  el  aire.  Comedia  en  prosa,  en  dos  ac- 
tos. Lleva  además  la  nota:  «Oy  día  30  de  Mayo  de  1802»,  y  este  re- 
parto que  es  el  del  estreno:  D.  Genaro:  Sr.  Martínez.  — /),*  Clara: 
Sra.  Prado.  —  /).  Pascual:  Sr.  Nav¿irro.— D.  Evaristo:  Sr.  Maioukz. 
—  Víctor:  Sr.  Cristiani. — Justina:  Sra.  'Yovve.  — Francisco:  Sr.  Suá- 
rez.  Para  la  representación  lo  distribuyeron  en  dos  actos,  alige- 
rando algunas  escenas;  esta  versión  está'^en  prosa.  Otro  traductor-, 
ó  el  mismo  Enciso,  la  puso  en  verso  y  se  inq:)rimió  con  este  título: 
Todos  hacemos  castillos  en  el  aire.  Comedia  en  cuatro  actos.  Con 
licencia.  Madrid,  \m\)renÍR  de  D.  Ventura  Cano.  Año  de  1818.  4.", 


130  ISIDORO   MAIQUEZ 


estrenando  el  día  13  de  Junio,  aniversario  de  la  apertura, 
bajo  su  dirección  del  teatro  de  los  Caños,  la  comedia  de 
Destouches  Le  Glorieux,  traducida  por  el  mismo  D.  Félix 
Enciso  Castrillón,  con  el  título  de  El  vano  humillado.  En 
prosa  también  la  había  traducido  antes  con  el  titulo  de  El 
vanaglorioso,  D.  José  Clavijo  y  Fajardo;  pero  sin  duda  Mai- 
QUEZ  no  conocía  esta  versión,  pues  en  otro  caso  la  hubiera 
aprovechado  por  ser  Clavijo  un  escritor  muy  correcto. 

Lo  particular  es  que  entonces  no  obtuvo  Maiqubz  un 
éxito  tan  completo  y  popular  como  después  le  proporcionó 
siempre  la  representación  de  esta  obra.  Quizás  el  carácter 
cómico  y  aun  burlesco  que  durante  casi  toda  ella  tiene  el 
Conde  del  Viento,  fuese  causa  de  que  el  público  no  se 
acostumbrase  fácilmente  á  ver  en  el  pasado  Ótelo  un  per- 
sonaje de  naturaleza  opuesta.  Ello  es  que  la  comedia  no 
se  hizo  por  entonces  más  que  cuatro  ó  cinco  veces,  y  el 
suceso  no  tuvo  resonancia  alguna  (1). 

Como  al  parecer  alternaban  las  compañías  de  declama- 


38  páginas.  Es  Chateaux  en  Espagne;  comedia  muy  parecida  á  las 
nuestras  del  siglo  xvii,  en  el  desarrollo  de  algunos  episodios. 

(1)  El  vano  humillado.  Comedia  en  prosa  encinto  artos,  l^iblio- 
teca  municipal.  Lleva  la  aprobación  de  D.  Santos  Diez,  de  26  de 
Enero  de  1802.  I^lsta  traducción  está  arreglada  á  las  costumbres- es- 
])añolas.  La  escena -pasa  en  Madrid  y  el  autor  camiíió  los  nombres 
de  algunos  personajes  en  la  íbrnia  siguiente: 

Do/i  Antonio  de  Hojas,  padre  de  (Campos). — Isabel  (Joaquina).— 
Valero,  amante  de  (Ini'antes).  — Luisa,  criada  (Pra.do).— El  Conde 
del  Viento  (Maiqukz).  —  D.  Timoteo  de  Contreras  (Caprara).— 
Leandro,  mejo  desconocido  (Martínez).— 7j*ogae  (Cristiani). — L^on 
Judas,  notario  (Curvo).— Bruno,  lacayo  (Juárez).— Más  lacayos. 

Todavía  se  tradujo  otra  vez  por  el  mismo  tiempo  esta  obra,  pevn 
en  versos  muy  medianos,  y  también  con  varias  alteraciones  y  cam- 
biando los  nombres  de  varios  interlocutores,  como  expresa  la  si- 
guiente lista: 

Don  Antonio  Cresta,  padre  de  (Avecilla).-/^a¿e¿  (Sánchez). —Do/i 
Valero,  amante  de  (Rubio).  — ./«a/ia,  criada  (Torres). — D.  Diofíisio 
(Pacheco).  —  /).  Alberto,  anciano  (Ca\wari\).—Beltr(in,  criado  (Suá- 
rez).— Cosme,  criado  (Crisiiaini).— El  Conde  de  Alborico  (MAiQVv.y.). 
Un  notario  (Segundo  barba).  — f//i  criado  de  D.  Alberto  (Tab.ra)  — 
Otros  cinco  lacayos. 

En  la  Biblioteca  nacional  hay  copias  manuscritas  de  estas  dos 
versiones,  y  un  fragmento  de  otraheclia  en  178Í  ]ior  D.  Antonia 
Valladares  de  Sotomayor. 


CAPÍTULO   SEXTO  131 


ción  y  de  canto,  tocóle  el  turno  á  la  Niteti,  ópera  cuyo  li- 
breto había  escrito  Metastasio  para  Farinelli  en  1756,  y  se 
representó  en  el  Buen  Retiro  en  dicho  año,  con  música  de 
Conforto  (1),  y  que  luego  recibió  la  de  otros  muchos  com- 
positores. 

José  Alfaro  que,  como  Gil  y  Rafael  Pérez,  había  queda- 
do sin  plaza  determinada  en  ningún  teatro,  pero  que  tra- 
bajaba en  cualquiera  de  ellos  cuando  era  necesario,  estre- 
nó el  29  del  mismo  mes  de  Junio  la  tragedia  El  Numa,  de 
D.  Juan  González  del  Castillo  (famoso  sainetista  gadita- 
no, poco  antes  fallecido  en  su  patria),  con  éxito  escaso, 
quizá  por  ser  la  obra  ya  conocida,  pues  se  había  impreso 
por  Sancha  en  1799  (2).  Y  á  los  pocos  días  salió  de  nue- 
vo Maiqubz  en  el  odioso  papel  de  Begearss  ó  Begars, 
según  la  traducción  castellana  que  de  la  Mere  coupa- 
ble  de  Beaumarchais,  hizo  el  clérigo  D.  Juan  Francis- 
co Pastor,  poeta  adocenado  y  traductor  poco  escrupu- 
loso (3). 

Otra  versión  francesa,  de  la  ópera  de  Bouilly,  música 
de  Cherubini,  Les  deuxjournées,  puesta  en  drama  caste- 
llano con  el  título  da  El  aguador  de  París,  por  D.  Anto- 
nio Marqués  y  Espejo,  poetastro  de  aquel  tiempo,  se  es- 
trenó en  los  Caños  el  16  de  Julio,  con  resultado   media- 


(1)  Con  texto  italiano  y  castellano  se  imprimió  en  Madrid  en  di- 
cho año  en  la  forma  lujosa  que  daba  Farinelli  á  las  impresiones  de 
sus  óperas.  Lleva  un  soneto  de  Metastasio  al  famoso  sopranista. 
Nifo,  tradujo  también  La  Niteti. 

(2)  Un  ejemplar  impreso  de  la  I3iblioteca  municipal  lleva  la  fecha 
de  29  de  Junio  de  1802,  que  es  la  del  estreno,  y  este  reparto:  Rómiilo: 
Cap  rara.— T'ae/o:  Mz.  (Martínez).— iVama:  Mtaro.-Tulia:  i-^va.  Pvix- 
do. —Hermilia:  Sra.  llosa  García.— Chtilio:  Navarro.—  Marcelo: 
Diez.—Sííquito:  Fabiani,  Iriarte,  López  y  Ribera. 

(3)  Ln  esposa  deLi licúente.  Comedia. en  verso  en  tres  actos.  Un 
manuscrito  de  la  l^ibliotec.i  municipal  trae  el  siguiente  reparto  algo 
posterior,  pero  con  algunos  de  los  actores  del  estreno:  El  Conde  de 
Alinaüioa:  Caprara.  -Mr.  Begars,  sarf/ento  /nai/or  infries:  M.\i- 
QUEZ. — Fígaro,  criado  del  Conde:  Avecilla  (Cristiani). — León,  hijo 
de  la  Condesa  de  Alinar>iaa.  Silvostri.— ¿a  Condesa  de  Almn- 
üiva:  Dama  (La  Vvaáo).  — Florentina,  hija  del  Conde;  La  Maí^ueda. 
—Susana,  mujer  de  Figaro,  dama  de  la  Condesa:  (1.  Torre.— T/t 
oficial  fra/Lrrf^:  (i) — Un  escribano:  Alcázar. 


182  Isidoro  maiqübz 


no  (1).  Y  el  mismo  día  cantaron  por  primera  vez  las  Co- 
rreas y  García,  la  linda  opereta  titulada  El  Jockey  (2). 
Viene  luego  un  largo  periodo  en  que  se  repiten  varias  de 
las  obras  menos  aplaudidas  en  los  dos  años  anteriores,  y 
el  11  de  Agosto  se  cierra  el  teatro  de  los  Caños  por  haber 
sucedido  lo  que  ya  habían  previsto  muchos,  esto  es,  la 
quiebra  del  empresario  Ronzi. 

Desde  el  principio  de  su  gestión  comenzó  ya  á  verse 
claramente  cuáles  eran  los  propósitos  del  flamante  empre- 
sario de  los  tres  teatros  de  Madrid. 

A  fines  de  Mayo  empezaron  las  quejas  de  los  cómicos, 
maquinistas  y  músicos  de  las  orquestas  de  los  teatros  por- 
que no  se  les  pagaba.  Eran  primeros  violines,  de  la  Cruz, 
Antonio  Jáuregui  y  Francisco  Bacarela,  del  Príncipe. 

A  éstos  siguen  los  compositores  musicales  D.  Pablo  del 
Moral  y  D.  Blas  de  la  Serna  (3). 

ídem  D.  Antonio  María  Tadey,  pintor  de  los  dos  soliseos 
á  quien  se  deben  45.000  reales. 

Les  acompañan  los  Administradores  de  los  Hospicios  y 
de  los  Colegios  de  Desamparados  y  Niñas  de  la  Paz,  que 
tampoco  recibían  las  subvenciones. 


(1)  El  aguador  de  París.  Drama  en  prosa,  deducido  de  la  ópe- 
ra francesa  aLes  deux  ¡ours»  (sic).  Por  D.  Antonio  Marqués  y 
Espejo.  Valencia,  Mompié,  1822,  8.°,  64  páginas.  Es  un  melodrama 
mitigado  y  de  poquísimo  interés.  Un  aguador  salva  la  vida  de  un 
Presidente  del  Parlamento  de  París  y  de  su  esposa,  mediante  un 
disfraz,  etc.,  etc. 

(2)  El  Jockey  ó  cazadorcito  de  moda.  Opera  en  un  acto  en  pro- 
sa. Escrita  enjrancéspor  Hoffmann.  Puesta  en  música  por  So- 
lié;  traducida'por  D.  Ignacio  de  Ordejón.  Manuscrito  de  la  Biljlio- 
teca  municipal  con  las  aprobaciones  y  licencias  de  22  de  Enero  y  4 
de  .lulio  de  1802,  y  este  reparto:  Alejandra:  Laureana  Correa.— 
D.  Juan,  su  amante:  Manuel  García.  — O.  Pedro,  tío  de  D.  Juan: 
Ensebio  Fernández.—/).*^  Isabel,  novia  propuesta  de  D.  Juan:  Lo- 
renza Correa.— Laeas^  criado:  López. 

(3)  D.  Bernardo  Acero,  compositor  del  de  los  Caños,  pagó  á  los 
músicos  de  la  orquesta  de  su  teatro,  en  nombre  de  Ronzi  y  por  no 
tener  éste  fondos,  más  de  30.000  reales.  Tampoco  fué  indemnizado 
Acero  de  su  anticipo,  y  promovió  más  adelante  largo  litigio  contra 
el  deudor,  sin  que  sepamos  si  al  fin  pudo  cobrar.  De  suponer  es 
r|Ue  no,  pues  en  1804  aun  adeudaba  Ronzi  á  otros  interesados  en  la 
época  de  áu  empresa  cerca  de  diez  lüil  duros. 


CAPÍTULO    SEXTO  133 


Y,  por  último,  los  jubilados.  A  éstos  ya  les  había  queda- 
do á  deber  más  de  tres  meses  la  famosa  Junta  de  reforma. 
Y  como  muchos  de  ellos  no  tenían  otros  medios  de  subsis- 
tir, algunos,  especialmente,  las  viudas  tuvieron  que  pedir 
limosna  (1). 

Konzi  contestó  que  les  pagaría  desde  el  18  de  Abril  en 
que  por  su  cuenta  se  abrieron  los  teatros,  olvidándose 
que  se  había  hecho  cargo  de  todas  las  deudas  dejadas  por 
la  Junta,  entre  las  cuales  era  la  más  aprerniante  y  justa 
la  de  los  jubilados.  Pero  ni  aun  lo  ofrecido  Ue^ó  á  satisfa- 
cer, como  pronto  veremos  (2). 

El  gobierno,  á  fin  de  intervenir  de  algún  modo  en  este 
negocio  y  garantir  los  intereses  de  unos  y  otros,  nombró 
en  29  de  Mayo  subdelegado  de  teatros  al  Ministro  del  Con- 
sejo D.  Miguel  de  Mendinueta  (3).  Este  magistrado  quiso 
obligar  á  Ronzi  al  cumplimiento  do  sus  obligaciones,  em- 


(1)  Los  jubilados  que  entonces  había  en  Madrid,  muchos  que 
habían  sido  años  antes  el  ornato  de  los  teatros  de  la  corte,  eran  los 
siguientes:  María  de  la  Chiiía  (la  Granadina),  María  del  llosario 
Fernández  f¿a  r/ra/iaj.  Casimira  Blanco  fto  Portuguesa),  Ñicola- 
sa  Pcilomera,  María  de  Guzmán,  Josefa  P'igueras,' María  Pulpillo, 
('atalina  Tordesillas,  Polonia  Rochel,  María  Bastos,  Francisca 
Martínez,  María  Méndez,  Petronila  Correa,  Petroía  Morales, 
Ana  de  Quesada  (viuda  de  Manuel  Martíniez),  María  de  Zarate, 
Juliana  Olivares  (viuda  de  Coronado),  Josefa  Pérez,  Rafaela  Moro, 
María  Puchol,  Vicente  Merino,  Antonio  Robles,  Joaquín  de  Luna, 
Luis  Navarro,  Vicente  Ramos,  Baltasar  Inestrosa,  Sebastián  Bri- 
llóle, l'rancisco  Ramos,  Antonio  Capa,  F'élix  de  Cubas,  Rafael  Ha- 
mos, Antonio  de  Rivas,  Simón  de  l'uentes,  Tomás  Ramos,  Antonio 
Avecilla,  Bartolomé  Ibáñez,  Juc.n  Luis  Ordóñez,  Fermín  del  Rey, 
Felipe  Ferrar,  Francisco  García,  Juan  Pedro  Ruano,  Tadeo  Palo- 
mino, José  Correa,  Huérfanos  de  l*uchol.  Huérfanos  de  l^on ce,  y 
algunos  más,  íbi'mando  todos  unos  cincuenta  ó  sesenta.  Estos  infeli- 
ces, que  con  la  media  parte  de  la  jul)ilación  y  la  meclia  del  Monte- 
pío (fundado  con  sus  propios  ahorros),  tenían"  el  sueldo  íntegro  v, 
l)or  lo  tanto,  lo  bastante  para  vivir,  fueron  las  primeras  victimas  de 
la  Mesa  Censoria,  que  consumió  todos  los  fondos  de  ambas  clases 
y  dejó  sin  pagar  los  últimos  meses  de  su  gestión,  camino  (jue  ahora 
seguía  el  nuevo  empresario.  Pusieron  el  grito  en  el  cielo,  |)ero  sólo 
])udieron  consegun*  más  adelante  algunos  recursos  distribuidos  en 
forma  irregular  hasta  que  la  muerte  fué  resolviendo  y  simplificando 
el  problema. 

(2)  Archivo  municipal.  Sección  de  espectáculos.  í-egajo  2-464. 

(3)  Archivo  histórico  nacional.  Papeles  de  teatros.  Legajo  xi. 


134  ISIDORO   MAIQUBZ 


pezando  por  ordenar  al  secretario  de  la  antigua  Junta. 
D.  Juan  Antonio  Peray,  que  hiciese  una  liquidación  com- 
pleta de  todo  lo  que  la  Mesa  habia  quedado  en  deber, 
pues  aun  no  se  sabia  su  alcance  exacto,  asi  como  de  la 
distribución  dada  á  las  utilidades  de  los  teatros,  á  los  fon- 
dos de  que  habia  entrado  en  posesión  y  á  las  gruesas  sub- 
venciones del  gobierno. 

Tenía  la  Junta  su  archivo  y  oficinas  en  la  parte  alta  del 
teatro  del  Principe,  y  el  domingo  11  de  Julio  del  mismo 
año,  á  las  nueve  menos  cuarto  de  la  noche,  acabada  de 
salir  la  gente  que  habia  ido  á  ver  la  representación  de  la 
comedia  El  Abate  I/Epée,  se  prendió  fuego  en  una  de  las 
guardillas  del  teatro,  con  tal  fuerza,  que  á  poco  el  in- 
cendio invadió  todo  el  edificio,  y  se  abrasó  enteramen- 
te (3),  después  de  dos  días  que  estuvo  ardiendo  (4).  Con 
el  teatro  desaparecieron  todos  los  papeles  y  datos  relati- 
vos á  la  administración  de  la  Masa  Censoria,  de  lo  que  ya 
nunca  volvió  á  hablarse.  El  gobierno  separó  al  Secreta- 
rio, á  quien  algunas  veces  antes  habían  reprendido  por 
falta  de  formalidad  en  el  desempeño  de  su  cargo,  y  sé 
nombró  para  reemplazarle  á  D.  Luis  Carbonero. 

Los  actores  del  Príncipe  se  refugiaron  en  el  teatro 
de  la  Cruz,  donde  sus  compañeros  le  permitieron  dar 
unas  cuantas  representaciones,  ya  sin  objeto,  pues  el 
empresario  seguía  firme  en  su  propósito  de  no  pagar  á 
nadie. 

Los  cómicos,  perdida  la  paciencia,  se  insurreccionaron, 
y,  en  13  de  Agosto,  los  del  teatro  de  los  Caños,  enviaron 
á  Ronzi  un  oficio  despidiéndose  de  él,  puesto  que  no  les 
pagaba.  El  papel  está  fuerte,  pero  decoroso:  lo  redactó  y 
leyó  Maiqubz  á  sus  compañeros,  todos  los  cuales  pusie- 


(1)  Archivo  municipal.  Actas  de  sesiones.  Actas  del  17,  20  y  30 
de  Julio.— ídem.  Sección  de  espectáculos.  Legajo  2-464. 

(2)  Archivo  municipal.  Sección  de  espectáculos.  Legajo  2-464-14. 

Moratín  en  su  diario  (Obras  pmtamas,  3.",  270),  dice  que  vio  el  fue- 
go del  teatro  tres  veces  en  los  dos  días,  el  12  una  por  la  mañana  y 
otra  por  la -tarde.  Nada  se  pudo  salvar  y  quedaron  sólo  las  paredes, 
que  más  adelante  fueron  también  derribadas. 


CAPÍTULO    SEXTO  135 


ron  en  él  sus  firmas,  y  el  teatro  cesó  en  sus  representa- 
ciones (1). 

La  Junta,  creyéndose  sin  duda  en  sus  buenos  tiempos, 
celebró  sesión  dos  días  después  en  casa  del  Presidente 
del  Consejo,  que  ya  lo  era  D.  José  Eustaquio  Moreno,  á 
quien  dictaron  los  sig'uientes  acuerdos,  inspirados  por 
D.  Santos  Diez  y  D.  Andrés  Navarro,  pero  contra  el  sentir 
del  regidor  Castañedo,  y  aun  del  mismo  Presidente.  Des- 
pués de  declarar  irregular  la  conducta  de  Ronzi,  que  des- 
de el  18  de  Junio  (es  decir,  casi  desde  el  principio  del  año 
cómico),  había  dejado  de  pagar  todas  las  obligaciones, 
acordó  se  le  forzase  á  ello  y  á  hacer  que  hubiese  represen- 
taciones en  los  Caños  y  castigar  á  sus  actores,  llevando  á 
él  los  del  Príncipe,  q^e  por  el  incendio  no  tenían  donde 
trabajar.  «Que  los  individuos  de  la  compañía  de  los  Ca- 
ños se  ratifiquen  en  su  papel  de  despedida  á  Konzi,  ex- 
cepto Isidoro  Maiquez  y  Manuel  García,  que  ya  lo  ha- 
bían hecho  ante  la  Junta,  que  les  reprendió  su  exceso  (2), 
y  notificó  quedaban  excluidos  de  las  compañías  de  la  cor- 
te.» Que  trabajasen  desde  el  5  del  corriente  las  compa- 
ñías por  su  cuenta  y  enviasen  dos  individuos  á  entender- 
se con  la  Junta  (3). 

Como  se  ve,  todavía  aspiraba  ésta,  en  aquella  deshecha 
borrasca,  á  recobrar  su  antiguo  poder;  mas  era  ya  tarde. 
Ninguno  de  estos  acuerdos  se  llevó  á  cabo.  Ronzi,  con  el 
pretesto  de  haber  perdido  uno  de  los  teatros  (es  decir,  el 
que  sólo  gastos  le  había  de  ocasionar),  declaró  no  poder 
pagar  á  nadie  y  presentó  francamente  la  quiebra.  En  su 
virtud,  y  con  fecha  23  de  Agosto,  se  le  mandó  cesar  en  la 


(1)  Tan  tirantes  habían  llefíado  á  ser  las  relaciones  de  unos  y 
otros,  que  pocos  días  antes,  oi  8  de  Aiíosto,  llonzi  y  el  profesor  de 
música  1).  Miguel  lieynokli,  se  querellaron  de  (¡.ue  en  el  ensayo  de 
una  ópera  los  habían  "insultado  el  tenor  Manuel  darcía  y  liizaro 
Calderi,  hasta  el  punto  de  arrojarles  un  tintero  el  García  y  sacar  el 
segundo  la  espada  contra  ellos.  (Arcliiro  histórico  nacional.  Pa- 
peles de  teatro.  Legajo  \i.) 

(2)  A  la  Junta  le  parecía  exceso  no  querer  trabajar  sin  paga. 

(3)  Archivj  municipal.  Sccñón  de  espectáculos.  Legajo  2-464-12. 


136  ISIDORO   MAIQUBZ 


empresa,  que  entregase  los  edificios  á  disposición  de  la 
Junta  y  que  ésta  los  pusiese  en  manos  de  los  mismos  ac- 
tores, quienes  nombrarían  tres  comisionados  de  su  seno 
para  formar  dos  de  las  tres  anteriores  compañías  y  admi- 
nistrarían los  espectáculos  hasta  nueva  orden.  En  cuanto 
á  cobrar  los  cuatro  meses  y  medio  que  el  empresario  les 
debía,  ni  una  palabra  sobre  ello:  Konzi  había  pagado 
puntualmente  los  sueldos  de  los  individuos  de  la  Junta, 
y  harto  había  hecho  (1). 

A  la  Junta  se  le  concedieron  unas  facultades  vagas, 
pues  se  le  encomendó  dirigir  las  compañías  en  lo  técnico 
y  literario.  Pero  algún  tiempo  después,  y  en  vista  de  que 
el  Subdelegado  Mendinueta  no  podía  seguir  en  el  cargo, 
se  nombró  en  18  de  Septiembre  para  este  puesto  á  D.  Ger- 
mán de  Salcedo,  Marqués  de  Fuerte-Hijar,  quien  asumió 
las  antiguas  facultades  del  Gobernador  del  Consejo,  en 
cuanto  á  los  teatros. 

Ronzi,  menos  dinero,  entregó  todo;  y  las  compañías  de- 
signaron por  sus  representantes  á  Antonio  Pinto,  primer 
barba  de  la  Cruz,  D.  Dionisio  Solís,  apuntador  del  Prín- 
cipe y  Rafael  Pérez,  á  quien  Ronzi  había  dejado  sin  co- 
locación fija,  pero  que  trabajaba  en  todos,  y  éstos  forma- 
ron las  dos  listas  de  las  compañías  que  habían  de  actuar 
en  el  resto  del  año,  y  las  presentaron  á  la  Junta.  Firma- 
ron en  23  de  Agosto  todos  los  incluidos,  excepto  Maiquez, 
su  mujer,  el  tenor  García  y  algunos  otros  del  teatro  de 
los  Caños,  á  quienes  se  le  había  rebajado  el  sueldo  ó  la 
categoría.  La  cosa  era  clara,  los  comisionados  tenían  que 
reducir  á  dos  las  tres  compañías;  las  consideraron  como 
un  conjunto  homogéneo  y  entresacaron  del  total  los  ele- 
mentos que  les  parecieron  mejores,  excluyendo  aquéllos 
de  menos  mérito.  No  repararon  ó  no  quisieron  reparar  en 


(1)  Muchos  años  después  recordaban  todavía  los  cómicos  que 
vivían  esta  inicua  conducta  con  ellos  seguida,  diciendo  en  un  ex- 
pediente instruido  sobre  jubilaciones:  «Pero  ni  la  Junta  ni  Ronzi 
les  dejaron  fondo  alguno,  sino  cuatro  meses  //  medio  sin  pagarles 
que  nunca  oloídarán.-» 


capítulo  sexto  137 


que  si  bien  las  compañías  de  la  Cruz  y  del  Principe  eran 
hermanas  y  sus  individuos  pasaban  de  una  á  otra  por  vo- 
luntad suya  ó  de  la  Junta,  tenían  los  mismos  intereses,  y 
en  fin,  estaban  unidas  en  todo,  no  asi  la  de  los  Caños,  que 
era  extraoficial,  por  decirlo  asi,  que  no  tenía  jubilaciones 
y  que  giraba  en  órbita  distinta  de  las  otras  dos,  depen- 
diendo el  edificio  directamente  de  la  Junta  de  los  Hospi- 
tales, á  quien  lo  habían  arrendado. 

Se  celebró  una  sesión  para  que  Maiquez  formulase  sus 
reparos  y  se  ultimase  el  asunto  á  gusto  de  todos.  Mai- 
quez expuso  sus  quejas  contra  los  comisionados,  por  ha- 
ber querido  destruir  su  compañía;  presentó  también  su 
lista  en  que  conservaba  todos  los  que  habían  trabajado 
con  él,  y  en  último  término,  ofrece  recibir  en  los  Caños  á 
los  cómicos  de  los  otros  dos  teatros  que  acepten  las  con- 
diciones propuestas  y  quieran  hermanarse  con  ellos,  pa- 
gando la  tercera  parte  de  las  jubilaciones  y  con  derecho 
á  las  sucesivas. 

Délos  comisionados,  Solis  era  amigo  de  Maiquez,  y, 
por  tanto,  no  iban  con  él  las  quejas;  pero  Pinto  y  Pérez  le 
eran  contrarios,  y  sobre  todo,  el  último,  enemigo  acérri- 
mo. Habían,  pues,  tirado  á  destruirle,  primero  rebajándo- 
le su  sueldo  al  nivel  de  García  Parra  y  el  de  Manuel  Gar- 
cía (el  atlante  de  la  música  de  entonces),  al  de  José  Ber- 
teli;  luego  el  de  su  mujer  (de  Maiquez)  por  debajo  de 
Andrea  Luna;  después  dejando  fuera  muchos  de  los  acto- 
res que  desde  1801  le  seguían,  y  llenando  la  compañía  de 
los  Caños  de  gente  nueva.  Con  esto  se  proponían  que  Mai- 
quez no  sufriese  la  imposición  y,  con  objeto  de  que  se 
quedase  enteramente  solo,  trataron  de  seducir,  con  el  cebo 
de  la  jubilación,  á  los  actores  de  los  Caños  que  quisiesen 
unirse  y  pagasen  la  cuota  correspondiente  (1). 

La  Junta,  que  no  se  paraba  en  extralimitaciones  siempre 
que  fuese  contra  Maiquez,  y  aunque  nada  tenia  que  dis- 
poner en  lo  administrativo  sobre  el  teatro  de  los  Caños, 


(1)    Archivo  municipal.  Sección  de  espectáculos.  Legajo  2-464-12. 


lo8  ISIDORO    MAIQUBZ 


aprobó  las  listas  de  los  comisarios,  declaró  excluidos  de 
las  compañías  á  Maiquez  ,  Antonia  Prado,  Gertrudis 
Torre,  Joaquina  Briones,  Manuela  Morales,  Manuel  Gar- 
cía, José  Navarro,  José  González,  Antonio  Martínez,  Joa- 
quín Caprara  y  Eugenio  Cristian!,  ó  lo  que  es  igual,  toda 
la  compañía  de  los  Caños,  mandando  á  la  vez  que  se  pu- 
blicasen en  el  Diario  de  Madrid  el  resultado  de  estos, 
acuerdos  y  las  listas  de  los  comisionados. 

Semejante  desatino  no  podía  prevalecer.  Maiqubsz,  Gar- 
cía y  los  demás,  secundados  por  los  excluidos  de  la  com- 
pañía de  los  Caños,  acudieron  al  ministro  y  cousiguieron 
la  revocación  de  aquellos  acuerdos.  Mandóse  recojer  el 
Diario  del  27  de  Agosto  en  que  se  habían  impreso,  y  del 
que  había  ya  repartidos  algunos  números  (1),  y  en  su  lu- 
gar, componer  y  tirar  otro  en  que  nada  se  dijese  de  ello, 
como  así  se  hizo,  y  quedó  encargado  el  Presidente  del 
Consejo  de  formar  él  las  listas. 

Hízolo  así,  aceptando  la  de  Maiquez  en  cuanto  á  los 
Caños,  y  fundiendo  en  una  las  dos  antiguas  del  Príncipe 
y  de  la  Cruz,  excluyendo  algunos  actores  y  prescindien- 
do de  otros  como  Gil,  que  ya  se  habían  ausentado. 

Así  pudo  abrirse  el  5  de  Septiembre  el  teatro  de  los  Ca- 
ños, cerrado  desde  el  13  da  Agosto,  y  continuar  las  fun- 
ciones con  más  regularidad  en  el  de  la  Cruz,  que  ahora 
tenía  una  compañía  demasiado  numerosa.  Entre  estos  ac- 
tores mantuvieron  cierta  separación  en  espera  de  poder 
entrar  y  dominar  en  los  Caños  si  las  circunstancias  me- 
joraban. 

La  que  resultó  verdaderamente  burlada  en  estos  nego- 
cios fué  la  Junta  v  uno  de  sus  individuos,  el  regidor  don 


(1)  Uno  de  estos  números  extravagantes  ó  fuera  de  colección, 
conteniendo  parte  de  los  expresados  incidentes,  lué  publicado  por 
1).  M.  Osorio  y  Bernad  en  el  tomo  suyo  de  Papeles  viejos  é  inives- 
tif/ac¿ones  literarias,  Madrid,  1900,  S!",  pág.  63  y  siguientes.  Kn  el 
A|3endice  I  reproducimos  las  listas  y  apreciaciones  hechas  por  los 
comisionados,  con  las  que  trataban  de  dorar  la  pildora.  Este  docu- 
mento, sin  duda  alguna,  debe  considerarse  como  de  la  pluma  de 
D.  Dionisio  Solís. 


CAPÍTULO    SEXTO  139 


Juan  de  Castañedo,  quiso  darle  el  último  golpe,  presen- 
tando al  Consejo,  en  28  de  Septiembre,  una  moción  enca- 
minada á  que,  puesto  que  la  experiencia  dejaba  demos- 
trado que  el  teatro  de  los  Caños  dirigido  por  los  actores 
había  prosperado  y  no  los  otros  dirigidos  por  la  Junta,  se 
ampliasen  las  facultades  concedidas  á  los  cómicos  á  más 
que  lo  administrativo  que  se  les  había  otorgado,  y  que  no 
necesitasen  ni  para  lo  técnico  del  oficio  ni  para  la  elec- 
ción de  obras  depender  de  la  Junta.  El  Marqués  de  Fuerte- 
Hijar,  Consejero  y  recién  nombrado  Subdelegado  de  tea- 
tros, pasó  el  dictamen  á  informe  del  Director,  D.  Andrés 
Navarro  y  del  Censor,  D.  Santos  Diez,  restos  de  la  antigua 
Mesa  Censoria,  y  éstos  furiosos  porque  les  quitaban  la  in- 
gerencia y  á  posteriori  el  sueldo,  contestan  diciendo  ser 
todo  una  intriga  de  los  Concejales,  que  desde  el  principio 
quisieron  inutilizar  la  célebre  Eeforma  de  1800.  Que  Cas- 
tañedo excitó  la  insubordinación  de  los  cómicos;  que  la 
diferencia  en, las  utilidades  desde  que  la  Mese,  dejó  de  ad- 
ministrar los  caudales,  consistió  en  que  se  representaron 
comedias  como  «El  pródigo  y  rico  avariento,  el  Bruto  de 
Babilonia,  Sansón  y  otras  piezas  disparatadas  que  con  la 
Misantropía  produjeron  mucho  dinero,  á  costa  de  la  infa- 
mia y  descrédito  de  la  cultura  del  teatro.» 

Pero  lo  que  más  les  dolió  fué  este  párrafo  de  Castañedo: 
«Ya  se  halla  más  instrucción  y  gusto  en  los  actores  y  es- 
pecialmente en  Isidoro  Maiqubz  y  Antonio  Pinto,  sujetos 
por  sus  estudios  y  conocimientos  á  propósito  para  ser 
directores  de  escena.  Estos  como  que  conocen  el  gusto  de 
los  espectadores  y  el  mérito  de  las  comedias  y  tragedias, 
etcétera,  pueden  elegir  las  piezas,  repartir  los  papeles  y 
en  ñn,  gobernarlo  todo,  como  lo  están  haciendo,  sin  quexas 
de  los  demás  actores,  ni  recursos  al  Gobierno,  etc.,  etc.» 
«Al  momento  se  descubre  aquí  (prorrumpe  D.  Santos), 
qxie  es  quien  redactó  el  informe,  la  intriga  del  Sr.  Casta- 
ñedo y  el  complot  que  sabemos  y  saben  otros  muchos,  de 
dicho  señor,  del  secretario,  de  Pinto  y  de  otros  cómicos 
que  le  hacen  al  caso  para  que  se  levante  tumulto  contra 


140  ISIDORO   MAIQUBZ 


la  Junta.  Millares  de  veces  le  hemos  oido  detestar  de  Mai- 
QUEZ  y  de  Pinto  como  sujetos  díscolos  intrigantes  y  mere- 
cedores de  ser  expelidos  de  las  compañías.  Pero  como  aho- 
ra los  considera  á  propósito  para  sus  designios,  los  alaba  y 
seduce  con  la  halagüeña  esperanza  de  hacerlos  Directores. 
Pero,  vamos  al  caso:  ¿Este  caballero  Regidor  se  halla  por 
ventura  adornado  de  aquellos  principios  y  conocimientos 
literarios  que  se  requieren  para  graduar  los  estudios  y  des- 
empeño de  los  actores?  ¿No  resulta  aquí  nna  indirecta  y 
tácita  comparación  de  los  estudios  y  conocimientos  de 
Maiqubz  y  de  Pinto  con  los  del  Director  y  Censor,  vocales 
dti  la  Junta  y  catedráticos  ambos  por  S.  M.  de  Filosofía 
moral  y  de  Poética  3n  los  Reales  Estudios,  facultades  tan 
propias  y  necesarias  para  el  buen  uso  y  conocimiecto  de 
los  dramas,  de  la  escena  y  de  los  actores?— Pero  vamos 
por  partes.  El  Censor  ha  visto  el  discernimiento  de  Mai- 
qubz en  la  elección  de  piezas,  y  ha  manifestado  en  sus  dic- 
támenes la  irregularidad  de  ellas  y  lo  detestable  déla 
materia  de  algunas  como  de  la  intitulada  El  quid  pro  quo: 
de  la  Sofía  ó  costumbres  del  día,  de  la  Madre  delincuente  y 
otras  muy  mal  recibidas  de  los  espectadores  ó  concurren- 
tes de  buen  gusto.  Es  cierto  que  no  negamos  á  Maiqubz 
cierta  habilidad  en  la  oxecución  de  ellas,  y  que  aventaja 
en  esta  parte  á  Pinto  y  á  otros  actores  de  los  que  están 
bien  admitidos.  ¿Y  qué  diremos  de  Pinto?  Este  actor  que 
se  d^'stingue  en  lo  ridículo  bajo  de  los  saínetes,  no  es 
igual  en  los  caracteres  serios  de  su  parte  de  anciano  » 
Añade  que  un  día  se  presentó  en  escena  vestido  de  gala 
detrás  de  un  mozo  con  la  maleta,  figurando  venía  de 
viaje  y  quo  había  cometido  otras  impropiedades  seme- 
jantes (1). 

Todavía  no  se  atrevieron  á  disolver  aquel  cuerpo,  ma- 
nantial perenne  de  discordias  con  los  actores  á  causa 
de  sus  continuas  extralimitaciones,  y  otras  veces  con  ri- 
dículos y  extemporáneos   alardes  de  una  autoridad  que 


(\)    Archico  municipal.  Sección  de  espectáculos.  Legajo  3-400-21. 


capítulo  sexto  141 


moralmente  habían  perdido  y  de  hecho  se  les  quitaría 
pronto  (1). 

En  virtud  de  una  orden  que  antes  de  acabar  el  año  se 
dio  á  Isidoro  Maiquez  y  que  éste  creyó  lesiva  á  los  privi- 
legios del  teatro  de  los  Caños,  dirigió  al  secretario  de  la 


«Queda  en  mi  poder  la  orden  de  esa  Keal  Junta,  que 
vmd.  me  ha  comunicado  con  fecha  de  ayer,  por  la  cual  se 
me  previene  el  cumplimiento  de  lo  mandado  por  S.  M. 
acerca  de  la  contribución  del  3  por  100  de  los  productos  de 
las  piezas  nuevas  que  se  representen  en  este   teatro   á 


(1)    uExcmo.  Sr.  Gobernador  del  Consejo. 

Isidoro  Maiquez,  primer  galán  de  la  Compañía  reunida  de  acto- 
res del  teatro  ele  los  Caños  del  Peral,  por  sí  y  en  nombre  de  ésta, 
mediante  el  poder  general  que  ha  otorgado  á  su  favor,  con  el  debido 
respeto  luice  presente  á  V.  E.  (^ue  en  el  mes  de  Agosto  próximo 
anterior,  con  motivo  de  la  intervención  puesta  por  el  Gobierno  para 
la  percepción  de  productos  del  citado  teiitro,  se  ha  apoderado  y 
servido  de  los  dos  coches  perteiie.jientes  á  él,  el  Secretario  de  la 
Junta  de  Dirección  de  teatros  D'  Juan  Antonio  Peray  (entonces  lia- 
Ijilitado  de  Contador  interino  para  la  referida  intervención),  y  sigue 
sirviéndose  de  ellos  para  su  uso  y  el  de  las  compañías  del  teatro  de 
la  Cruz,  sin  que  hasta  ahora  conste  absolutamente  por  qué  razón  ó 
fundamento  se  ha  tomado  esta  disposición  (a  mi  entencfer  arbitra- 
ria), y  se  sigue  con  ella  en  perjuicio  notal)le  de  la  compañía  del 
teatro  de  los  Caños,  á  la  que  en  realidad  asiste  un  derecho  incon- 
testable y  exclusivo  para  usar  de  los  citados  coches,  en  virtud  de 
haber  estado  siempre  destinados  privativamente  para  su  servicio, 
no  sólo  en  el  año  próximo  pasado,  en  que  este  teatro  estaba  sepa- 
rado de  aquéllos,  sino  también  en  el  presente,  no  obstante  la  reu- 
ni()n.  En  cuya  atención  y  en  la  de  hallarse  esta  compañía  tan  llena 
de  atrasos,  como  á  V.  E.  consta  mejor, (pie  á  nadie,  por  cuya  razón 
le  es  ahora  imposible  la  compra  de  otros  coches. — A  V.  E.  rendida- 
monte  supHca  que,  por  un  efecto  de  su  notoria  justificación,  se  sirva 
mandar  se  notitique  á  la  compañía  do  la  Cruz,  sus  comisionados  y 
dtimás  á  quienes  corresponde,  (|ue  inmediatamente  se  entreguen 
dichos  coches  y  se  concedn  su  libre  uso  á  la  compañía  del  teatro  de 
los  Caños  del  Peral,  tomando,  en  caso  necesario,  todas  las  precau- 
nes  «íonvonientes  para  la  seguridad  de  ellos  y  abono  de  los  desme- 
joros  (|ue  puedan  tener  en  lo  su  -esivo,  con  arreglo  íü  estado  en  que 
en  ol  día  se  hallen.  Gracia  que  esperan  conseguir  do  la  acreditiida 
justificación  de  V.  E.,  cuya  vida  guarde  el  cielo  dilatados  años. — 
Madrid  10  de  Septiembre  de  1802.— Exorno.  Sr. 

IsiDono  Maiquez.» 
Archico  hi^tori^o  nn  ional.— Papelees  de  teatros.  — Legajo  xi. 


142  ISinORO    MAIQUEZ 


exemplo  de  lo  practicado  en  los  demás  del  Reyno;  y  estoy 
pronto  á  su  observancia,  sin  perjuicio  de  lo  que  tengo  re- 
presentado á  S.  M.  y  demás  que  en  lo  sucesivo  me  con- 
venga exponerle  acerca  de  las  exenciones  de  este  teatro 
guardadas  hasta  el  día  por  la  misma  Real  Junta.  Sólo 
extraño  y  me  propongo  reclamar  igualmente  de  los  térmi- 
nos en  que  se  halla  concebida  por  vmd.  dicha  orden,  im- 
propios y  ajenos  en  un  todo  del  decoro  y  moderación  que 
caracteriza  á  un  cuerpo  tan  respetable.  Dios  guarde  á 
vmd.  muchos  años.  Madrid  19  de  Diciembre  de  1802. 

Isidoro  Maiquez. 

Sr.  D.  Luis  Carbonero.» 

Carbonero  entregó  el  oficio  á  la  Junta  que  llamó  á  su 
presencia  al  actor,  y  éste  manifestó  que  aquellas  palabras 
no  iban  dirigidas  á  la  Junta,  sino  á  Carbonero,  que  era 
quien  había  redactado  la  orden.  Entonces  hicieron  que  el 
Subdelegado  expidiese  el  siguiente  auto,  por  tan  pueril 
motivo: 

«Hágase  entender  al  actor  Isidoro  Maiquez  que  ha  fal- 
tado notablemente  al  respeto  con  que  debe  tratar  al  Se- 
cretario de  la  Junta  de  teatros  D.  Luis  Carbonero,  en  las 
expresiones  que  van  rayadas  en  su  declaración;  que  es 
impertinente  y  ridicula  la  previsión  que  hace  en  ésta  entre 
el  oficio  y  la  persona  que,  prescindiendo  de  aquél  cerca 
del  cual  intenta  increparle  con  la  mayor  extravagancia, 
debe  tener  mucha  consideración  á  Carbonero  por  su  na- 
cimiento y  por  la  honestidad  de  su  ejercicio  y  de  sus  cos- 
tumbres; pues  de  otro  modo  se  confundiría  el  orden  je- 
rárquico que  tanto  importa  para  la  conservación  y  pros- 
peridad. Que  usando  por  ahora  de  benignidad  se  le 
previene  que  en  lo  sucesivo  se  abstenga  de  usar  en  sus 
oficios  á  D.  Luis  Carbonero,  de  expresiones  iguales  á  las 
que  han  dado  motivo  á  estos  autos.  Que  en  sus  declara- 
ciones proceda  con  la  moderación  y  buena  fe  que  corres- 
ponde, con  apercibimiento  de  que  si  reincidiese  en  cual- 
quiera de  estas  faltas  será  tratado  con  todo  rigor.  Dése 
certificación  de  estos  autos  al  Secretario  D.  Luis  Carbo- 
nero para  su  satisfacción  y  para  que  conservándose  en  la 
Secretaria  los  t^^nga  presentes  la  Junta  para  los  efectos 
que  convengan.  Y  por  justo  modo  de  proceder  se  le  con^^le- 
na  á  Maiqükz  en  las  costas.  Kl  Sr.  M^^rqués  de  Fuerte- 
Hijar,   del  Consejo  de  S.   M.  en   el  Supremo  de  Castilla. 


CAPÍTULO    SEXTO  143 


Subdelegado  de  la  Keal  Junta  de  DirecciÓD  de  teatros  del 
reino,  lo  mandó  en  IVTadrid  á  8  de  Enero  de  1803,  Ramón 
Lázaro  Martínez  Miranda»  (1). 

Este  lenguaje  despectivo  era  seguramente  lo  que  más 
podía  ofender  el  orgullo  de  Maiquez;  pero  Fuerte  Hijar 
no  le  guardó  nunca  consideraciones  mayores. 

Vengamos  ya  á  continuar  la  narración  del  resto  de  su 
campaña  cómica  en  este  año  tan  fecundo  en  sucesos  rela- 
tivos á  la  escena. 

Empezó,  como  hemos  dicho,  el  5  de  Septiembre  á  las 
ocho  de  la  noche  con  La  esposa  delincuente  y  la  opereta 
El  secreto.  Pusieron  en  los  días  sucesivos  obras  conoci- 
das, excepto  la  linda  comedia  en  un  acto  traducida  del 
francés,  pero  acomodada  al  gusto  español,  con  el  título  de 
El  casamentero.  Fué  bien  recibida  y  trabajó  en  ella  Mai- 
quez haciendo  un  coronel  galante  y  algo  calavera  (2).  El 
día  15  de  dicho  mes  no  hubo  función  y  se  destinó  al  ensa- 
yo general  de  la  obra,  que  vino  á  constituir  uno  de  los 
triunfos  mayores  de  nuestro  actor,  ejecutada  al  día  si- 
guiente. Fué  la  tragedia  Blanca  y  Moncasín  ó  los  Venecia- 
nos, de  Mr.  Arnault,  estrenada  también  con  grande  aplau- 
so en  París  en  1799,  éxito  debido  quizás  á  las  circunstan- 
cias de  la  política  internacional  de  Francia  (3).  Tradújola 
ni  muy  bien  ni  muy  mal  D.  Teodoro  de  la  Calle,  en  el 
mismo  metro  con  que  había  puesto  el  Ótelo,  en  romance 
endecasílabo  que  Isidoro  declamó  de  tal  modo  que  de  una 


(1)  Archivo  municipal  Sección  de  espectáculos.  I-egajo  2-46.')-l 
y  3-471-2. 

(2)  EL  Casamentero.  Comedia  en  un  acto  e/i  prosa.  En  la  Bi- 
blioteca municipal  hay  un  manuscrito  con  el  siguiente  reparto  algo 
posterior:  FA  Barón:  Avecilla.  —  Rosalía:  Agustina  (Torres).— 
D.  Garpar:  Maiquez. —  D.  Juan:  Silvostri.— Peftíro:  Guznián.— 
Criado:  Lledó, 

(.3)  Los  franceses  acababan  de  apoderarse  de  Venecia.  En  la 
trag'odia,  un  francés  (Moncasín)  había  salvado  la  República;  pero 
enamorado  de  la  hija  do  un  senador,  huyendo  ser  visto  por  el  padre 
de  su  amada,  se  oculta,  sin  advertirlo,  en  casa  del  embajador  ale- 
mán, cosa  prohibida,  bajo  severas  penas,  á  todos  los  ciudadanos, 
siendo  por  ello  condenado  á  muerto  y  ejecutado.  Blanca  expira  do 
dolor  sobro  el  cadáver  de  Moncasín." 


144  ISIDORO   MAK^UEZ 


obra  mala  obtuvo  un  triunfo  escénico  memorable  (1).  La 
entrada  del  primer  día  fué  de  11.309  reales,  cifra  entonces 
exorbitante,  pues  la  ordinaria  fluctuaba  entre  dos  y  seis 
mil  reales. 

La  tragedia  de  Arnault  no  tiene  en  realidad  consisten- 
cia, y  la  causa  para  la  muerte  de  Moncasín  es  un  puro  dis- 
parate; pero  las  dos  pasiones  de  celos  y  amor  llenan  toda 
la  obra  y  á  esto  habrá  que  atribuir  el  resultado.  No  debe 
olvidarse  que  el  papel  de  Blanca,  que  desempeñó  Anto- 
nia Prado,  es  tanto  ó  más  (en  la  lectura  más)  interesante 
que  el  de  su  amado,  por  lo  que  deberán  extenderse  á  ésta 
los  elogios  de  la  ejecución  de  la  obra. 

En  casi- todos  los  periódicos  de  entonces  salieron  ar- 
tículos contra  la  tragedia  francesa,  mas  el  público  no  de- 
jaba de  concurrir  cada  vez  que  Maiquez  la  ponía  en  es- 
cena. Una  de  las  más  graciosas  críticas  satíricas  que  sa- 
lieron contra  1  a  traducción  de  La  Calle  y  contra  la  obra  ori- 
ginal, fué  la  epístola  en  pareados  del  famoso  poeta  D.  Juan 
Bautista  Arriaza,  titulada  Reflexiones  de  entreactos  (2). 
Estaba  Arriaza,  no  sabemos  por  qué  causa,  enemistado  con 
Maiquez,  así  es  que  comprendió  á  éste  en  la  revista  satí- 
rica de  la  tragedia: 

Pero  el  pulmón  por  más  que  los  anime, 
nunca  en  el  corazón  serán  sentidos 
furores  que  desgarran  los  oídos. 
—Señor,  que  aquí  hemos  visto  muchos  meses 
en  Francia  declamar.— ¿Y  los  franceses 
sólo  saben  gritar?  Y  ¿qué,  esas  gentes 
no  hacen  llorar  un  rato  á  sus  oyentes? 


(1)  Blanca  y  Moncasín  ó  los  Venecianos.  Tragedia  en  cinco 
actos  escrita  en  francés  por  el  ciudadano  Arnault,  traducida  al 
castellano  por  D.  Teodoro  de  la  Calle.  Representada  en  el  Tea- 
tro de  los  Caños  del  Peral  en  este  presente  año.  Madrid:  En  la 
Oficina  de  Marín.  Año  de  MDCCCII.  8.",  88  páginas.  I.os  papeles 
los  hicieron:  Antonia  Prado:  fíía/iea.— Francisca  Briones:  Cons- 
tanza.— Moncasín:  Maiquez.  — Capelo:  Navarro. — Contarijii:  Ca- 
prara.—Lore(ia/io:  Ronda.— iíí  Dux:  Martínez.— P i sani:  Campos. 
Donato:  P'abiani  , 

(2)  Poesías  de  Arriasa  en  el  tomo  3.°  de  los  Poetas  líricos  del 
siglo  XVIIf,  de  la  colección  de  Autores  españoles. 


capítulo  sbXto  145 


¿Y  semejante  zambra  y  gritería 

tal  disonancia  y  confusión  podría 

el  tono  ser  jamás  que  inmortalice 

las  lágrimas  de  Tito  y  Berenice? — 

—Taima,  el  modelo  fué.  — ¡Oh!  que  ese  Taima, 

podrá  prestar  su  gesto  y  no  su  alma!  (1). 

Maiquez,  llevó  muy  á  mal  esto  y  tomó,  dos  meses  des- 
pués, una  veng-anza  muy  singular.  Estrenóse  una  come- 
dia satírica  contra  las  sentimentales,  escrita  por  D.  An- 
drés Miñano  con  el  título  de  El  gusto  del  día.  Hay  en  ella 
un  papel  grotesco,  el  Marqués  de  Bombonera,  literato  pre- 
suntuoso, pero  tonto  y  poeta  ridículo.  Maiquez  representó 
ese  papel  y,  como  dice  un  testigo  del  tiempo  é  insigne  es- 
critor, «salió  remedando  á  Arriaza  en  traje  y  modos  ccn 
fidelidad  tal,  que  dio  en  rostro  á  todos»  (2). 

Después  de  Blanca  y  Moncasin  (3),  alternaron  Maiqubz 


(1)  Id.,  pág.  129.  La  sátira  de  Arriaza  es  un  examen  de  la  tra- 
gedia. Cuando  llega  al  momento  de  la  e  jecución  del  joven  francés 
exclama: 

¿Y  sólo  á  Moncasin  le  dan  garrote? 
¿Pues  qué,  el  autor  no  tiene  su  gañoteí' 

(2)  Recmerdos  de  un  anciano,  por  el  Excmo.  Sr.  D.  Antonio 
Alcalá  Galiano.  Madrid,  1878,  8.°,  pág.  72. 

(3)  En  el  mismo  día  16  se  estreno  la  opereta  en  un  acto,  música 
de  Manuel  García,  El  seductor  arrepentido.  No  citan  esta  obra  los 
biógrafos  de  García:  sin  embargo,  la  anuncia  el  Diario  el  mismo  día 
del  estreno,  y  existe  en  la  Biblioteca  municipal  un  ejemplar  manus- 
crito con  este  reparto:  Carlos  Dorsainoille:  Manuel  García.  — La/>s. 
su  hermano:  Sr.  Martínez.— Ja¿m:  Sra.  Briones  (5 .)— Margarita' 
Sra.  Laureana.  — fíri'/Za/tíe:  Sr.  Cvistiani.  — Francisca:  Sra.  Torres 
(Joaquina).  —  Pdrfro:  Sr.  Torrellas.— i2oc7iemo/ií:  Sr.  Navarro.— 
(Jar Iota  y  Agustín,  niños:  Sras.  Homero  y  Prado.  — La  obra  es  fran- 
cesa; primero  estuvo  en  dos  actos  como  drama,  y  de  esta  versión 
con  supresiones  y  atiíjos  so  hizo  la  opereta  en  uno.  La  pieza  es  me- 
diana, llorona  y  algo  cursi. 

También  se  imprimió,  traducida  en  tres  actos  y  en  prosa,  por 
D.  Antonio  Marqués  y  Espejo,  en  Valencia,  1819,  8.",  61  pág.,  con 
til  título  de  La  Jilantropía  ó  la  reparaniñ/i  de  un  delito.  I^sta  tra- 
thicción  es  todavía  peor  que  las  anteriores.  Marqués  cambió  los 
nombres  y  el  lugar  de  la  acción,  que  puso  en  España.» 

Hay  otra  traducción  anónima,  también  en  tres  actos  y  en  prosa, 
imi)résa  en  Valencia  (Jimeno)  en  1822,  con  el  título  de"  Dorsain  ó 
la  reparación  de  un  delito,  8.*^,  51  págs.,  y  en  la  Biblioteca  Nací  - 
nal  otro  manuscrito  titulado  El  forastero  ó  la  culpa,  reparada. 
«traducido,  y  nuevamente  reformado  por  D.  L  de  S.» 

10 


146  iSlDORO   MAIQUE¿ 


y  García  en  operetas  y  comedias  cortas  de  las  ya  conoci- 
das y  alguna  nueva,  como  el  dramita  El  buen  padre,  en 
el  que  intervino  Maiquez  (1),  Los  tutores  vengados,  come- 
dia muy  agradable  en  un  acto,  quizás  obra  de  D.  Dionisio 
Solís  (2),  en  que  también  hizo  Isidoro  el  papel  principal, 
y  la  opereta,  con  música  de  García,  FA  reloj  de  madera, 
estrenada  el  25  del  mismo  Septiembre  (3).  No  parece  tra- 
ducción. Después  de  una  batalla  entre  españoles  y  fran- 
ceses, un  soldado  de  éstos  se  refugia  en  casa  de  Bonifa- 
cio, cuya  mujer,  Marcelina,  le  oculta  en  la  caja  del  reloj. 
Por  una  torpeza  del  soldado  le  descubren,  y  cuando  su  pe- 
ligro era  mayor,  aparece  un  cabo  diciendo  haberse  firmado 
las  treguas. 

Existe  la  partitura  de  esta  zarzuelita,  que  es  de  lo  poco 
que  se  conserva  de  la  primera  música  de  Manuel  Gar- 
cía, aunque  desconocida  de  los  especialistas  en  este  gé- 
nero de  indagaciones  (4). 


(1)  El  buen  padre.  Comedia  en  un  acto,  por  D.  A.  F.  D.  Ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  municipal  (1-71-17),  con  las  aprobaciones  }■ 
licencias  de  26  de  Febrero  y  9  de  Septiembre  de  1802  y  este  reparto: 
Vabricio:  M.  Qxierol.— Leonor:  Antonia  Prado:  Eduardo:  Isidoro 
Maique/.— A'osa:  Gertrudis  Torre.— Pec/ro...  Parece  que  también 
se  le  quiso  dar  el  título  de  El  hombre  af/radcrído,  que  luego  se 
tachó. 

Moncín  tiene  también  una  comedia  en  tres  actos  y  en  verso,  con 
el  título  de  El  buenpadre,  impresa  en  1795. 

(2)  Es  el  asunto  un  tutor  á  quien  no  pueden  engañar,  ni  su  pu- 
\)'úa,,  ni  el  amante  de  ésta,  ni  los  criados,  y  que  fingiendo  acceder 
á  los  deseos  de  la  joven,  acalca  por  conseguir  siempre  lo  que  él  de- 
sea. Está  en  verso  y  existe  un  manuscrito  de  ella,  de  letra  pareci- 
da á  la  de  Solís,  en  la  Biblioteca  municipal  (1-71-10).— Maique/ 
hizo  el  papel  de  tutor,  el  de  pupila  su  mujer,  la  Briones  la  criada, 
Navarro  el  galán  y  Ronda  y  Suárez  los  otros  dos  criados, 

(3)  En  El  reloj  de  madera,  ópera  en  un  acto,  trabajaron:  Lau- 
reada Correa  (Marcelina),  Joaquina  Briones  (Nicolasa),  Manuel 
García  (Laramee),  Torrellas  (Bonifacio),  Fabiani  (un  cabo),  Mar- 
tínez (Olaguer),  Cristiani  (Tomás).  Un  ejemplar  manuscrito  del 
libreto  se  halla  en  la  BibHoteca  municipal,  190-15,  con  la  censura 
fechada  á  23  de  Septiembre  de  1802. 

(4)  El  maestro  Pedrell,  en  su  citada  biografía  de  nuestro  músi- 
co escribe,  pág.  33:  «Es  hecho  curioso  y  verdaderamente  raro  que 
habiendo  pasado  por  mis  manos  centenares  y  más  centenares  de 
tonadillas  y  operetas  compuestas  en  aquella  época,  no  ha  apareci- 


capítulo  sexto  147 


El  público  manifestaba  ya  algún  cansancio  y  desapego 
á  este  teatro  por  horas,  y  en  cambio  afluía  al  de  la  Cruz, 
donde  las  dos  Lunas  (Rita  y  Andrea),  representaban  jun- 
tas El  desdén  con  él  desdén^  Para  averiguar  verdades, 
Dar  la  vida  por  su  dama,  Misantropía,  La  Reconciliación, 
y  Lorenza  Correa  hacia  primores  cantando  El  desertor  y 
otras  óperas. 

Esto  era/ ciertamente,  un  síntoma  favorable  del  cambio 
de  gusto  en  el  público,  y  aun  de  las  personas  antes  más 
afectas  A  la  escuela  galoclásica.  Maiquez  que,  como 
hemos  dicho,  no  tenía  exclusivismos  literarios  entró  en 
esta  corriente  nacional,  y  el  2  de  Octubre  imprimió  en  el 
Diario  una  advertencia  para  manifestar  que,  accediendo 
á  los  deseos  de  una  parte  del  público  que  deseaba  ver  re- 
presentaciones originales  de  nuestros  autores,  so  ejecuta- 
ría aquella  noche  la  comedia  de  D.  Antonio  de  Solís,  El 
amor  al  uso.  Hiciéronla,  en  efecto,  la  Prado,  Gertrudis 
Torre,  la  Briones  menor  y  Joaquina  Torre,  con  Maiquez, 
Cristian],  Navarro  y  Joaquín  Suárez.  Cantóse  luego  la 


do  para  satisfacer  mi  curiosidad  ni  una  sola  de  García.»  No  sabe- 
mos en  qué  parte  las  habrá  buscado  el  maestro  Pedrell;  porque  lo 
que  es  la  música  de  FA  Reloj  de  madera  está  en  el  único  punto  en 
(jue  podía  estar,  que  es  en  la  Biblioteca  municipal  (312-2),  que  re- 
cogió el  antiguo  caudal  dramático  musical  de  los  teatros  madrile- 
ños. Hay  no  sólo  la- parte  de  apuntar  con  todas  las  voces,  sino  la 
instrumentación,  compuesta  de  violines,  viola,  violón,  flauta,  dos 
oboes,  dos  cornos,  bajo,  clarín  y  clarinete. 

No  todo  ha  de  hallarse  entre  los  papeles  manuscritos  de  Barbieri, 
tan  fructíferos  para  el  maestro  Pedrell.  Sic  tos  non  vobis.  Bien  es 
verdad  que  para  éste  lo  mismo  es  una  opereta  que  una  tonadilla, 
pues  tal  nombre  le  da  al  Reloj  de  madera,  y  eso  que  ya  Fétis  la 
había  calificado  bien  y  propiamente. 

Y  en  cuanto  á  tonadillas  quizá  sea  suya  la  que  se  halla  en  la  mis- 
ma Biblioteca,  sección  musical,  U2-2,  con  el  título  de  La  declara- 
rían de  Manuel  García,  correspondiente  á  1799.  Pudie;:'a  creerse  si 
García  entra  aquí  como  personaje,  según  acontece  en  otras,  como 
El  desafio  de  la  Polonia,  en  cuyo  caso  la  música  sería  tal  vez 
agena.  Pero  no  es  así,  pues  García  hizo  el  papel  de  un  I).  Pepito, 
que  es  el  que  se  declara  á  la  dama,  por  intermedio  del  ramillete. 
La  tonadilla  es  larga;  se  puso  con  deí;oraciones  y  tiene  siete  núme- 
ros de  música:  dos  allegros  á  solo,  un  dúo,  un  andante  á  solo,  un 
allegro  rico  á  dúo,  unas  coplas  y  un  fi ral. 


148  ISIDORO    MAIQUE2 


tonadilla  Los  majos  de  rumbo  por  García  y  Laureana  Co- 
rrea, y  sa  concluyó  con  el  saínete  Herir  por  los  mismos 
filos,  representado  por  lo  mejor  de  la  compañía  (1) 

Se  cuadruplicó  la  entrada^  y  algunos  días  después  hizo 
Maiquez  El  pastelero  de  Madrigal  como  él  sabía  hacer- 
lo, con  sus  alternativas  de  picardía  y  majestad;  y  no  mu- 
cho más  tarde  otra  comedia  antigua  ya,  El  severo  dicta- 
dor (traducción  muy  libre  de  D.  Ramón  de  la  -Cruz),  con 
el  veterano  Vicente  García  (Papirio),  que  ya  lo  había  he- 
cho doce  años  antes;  la  Prado,  Angeles  Ortega,  Caprara, 
Navarro  y  Ronda.  Maiquez  presentaría  un  Quinto  Fabio 
que  trajese  á  la  memoria  los  famosos  de  Robles  y  de  Juan 
Ramos  que  estrenó  la  obra. 

No  haremos  más  que  mentar  la  tragedia  El  Ofis,  traduc- 
ción de  la  de  Lemercier  (2),  que  no  fué  muy  bien  recibida, 
ni  lo  merecía,  estrenada  el  27  de  Octubre,  con  la  pieza  en 
un  acto.  Lo  que  pasa  entre  herederos,  en  que  también  in- 
tervino Maiquez  (3),  ni  la  opereta  en  dos  actos  de  Cimarosa 
Las  tramas  burladas,  que  García  cantó  antes,  como  un  sul- 
tán en  medio  del  serrallo  con  la  Carlota  Michelot,  Joaquina 
Briones  3^  Manuela  de  Morales,  porque  esta  ópern  había 
sido  ya  puesta  en  escena  algunos   años  antes  en  italiano. 


(1)  Antonia  Prado,  Gertrudis  Torre,  Joaquina  Briones,  Maiquez, 
Cristiani,  Níivarro  y  Suárez. 

(2)  El  Ophw,  tragedia  egipcia,  estrenada  en  París  en  1798;  í'uó 
ejef;utada  en  Madrid  por  una  traducción,  en  tres  actos,  en  verso, 
de  que  existe  un  ejemplar  manuscrito  en  la  Bütlioteca  municipal 
con  la  censura  de  D*.  Santos  Diez,  que  califica  esta  tragedia  de  «ho- 
rrorosa y  aun  inverisímil»,  fechada  á  15  de  Octubre  de  1802  y  esto 
reparto'"  Ophis:  Infantes.—  TJiolo:  Maiquez.—  Nais:  A.  Prado. — 
Aniostris:  Vicente  García. — Natos:  Campos.  -  Usbal:  Martínez. — 
Oficial:  Fabiani-.  Maiquez  eligió  en  esta  oiira  el  odioso  papel  del 
hermano  de  Ofis,  sujeto  lleno  de  am'¡ición,  de  rencor,  de  cobardía 
y  de  remordimientos,  buscando  el  carácter  trágico  que  encierra. 

En  1836  volvió  á  ser  traducida  é  impresa  por  D.  Manuel  de  Castro 
y  Muñoz,  con  este  título:  Ófis  ó  la  heroica  abdicación.  Tragedia 
en  cinco  actos,  traducida  del  /ranees  y  arreglada  á  nuestro  tea- 
tro. Granada,  imprenta  de  Benavides,  1836,  8.°,  125  págs. 

(3)  Con  Joaquina  Briones  y  Gertrudis  Torre  y  Navarro,  Cristia- 
ni,  Caprara,  Suarez  v  Campos.  I".s  traducción  de  Les  kcritiers  de 
A.  Duval  (1796). 


CAPÍTULO   SEXTO  149 


El  día  14  de  Octubre  habíase  autorizado  á  los  cómicos 
de  la  Cruz  para  dar  funciones  dobles,  á  las  cuatro  de  la 
tarde  y  á  las  ocho  de  la  noche,  con  el  objeto  de  que  alter- 
nasen las  dos  compañías,  aunque  ya  fundidas  en  una,  ^ 
pudiesen  ir  pagando,  no  lo  atrasado,  que  en  eso  ya  nadie 
pensaba,  sino  las  atenciones  corrientes,  y  efectivamente, 
lo  hicieron  así,  y  aun  obtuvieron  alg^ún  mayor  lucro. 

A  imitación  del  otro  teatro,  empezó  también  Maiqubz 
en  el  suyo  á  dar  representaciones  tarde  y  noche  en  algu- 
nos días  á  la  semana,  desde  el  4  de  Noviembre  en  que  hizo 
por  la  tarde  el  Ótelo  con  6.686  reales  de  entrada,  y  á  la 
noche  estrenó  con  10.649  el  drama  en  dos  actos,  Clementi- 
na  ó  la  Madrastra,' tYeiáu(!.iáo  por  D.  Vicente  Rodríguez 
de  Arellano  (1),  pero  distinto  de  la  comedia  en  cinco  actos 
de  Monve],  traducida  por  él  mismo,  y  que  en  1801  había 
estrenado  Rita  Luna  bajo  el  título  de  Clementina  y  Desor- 
mes  (2).  Con  la  segunda  de  aquellas  obras  estrenó  también 
Manuel  García  la  opereta  El  capitulo  segundo,  acompaña- 
do de  la  insigne  Laureana  Correa  (3). 

Matilde  de  Orleim,  es  un  drama  alemán  del  género  senti- 
mental, cuyo  enredo  estriba  en  un  error  que  fácilmente 
puede  desvanecer  uno  de  los  personajes,  como  lo  anuncia 
casi  al  principio  y,  sin  embargo,  la  opresión  y  desgracia  de 
la  virtud  y  de  la  inocencia  se  prolongan  durante  los  cinco 
actos  de  reglamento.   Tradújolo  primero  en  prosa,    y  fué 


(1)  Cíeme  atina,  ó  la  Madrastra.  Drama  en  dos  artos,  tradu- 
rido  del  f ranees  por  D.  Vicente  Rodr¿r/ae^  de  Arellano.  Ivxiste  un 
manusi-rito  en  la  Hihlioteca  municipal  con  este  reparto:  Clementi- 
na: Antonia  Prado.  — Cer,'i7ía:  Joaquina  Hriones.  — Maí/.  Verrill: 
A.  Ortei;a.  —  Marm^  criada:  G.  'lovve.—  Selignij:  I.  MAigrí"./. — 
Mr.  Richard:  l'Aig'onio  (Iristiani.  — T'/i  escribano:  Vicente  García. 
—  Blas:  Suárez. 

(2)  Impresa  en  el  tomo  IV  del  Teatro  nueoo  español,  pág.  20S. 

(3).  /'.7  capítulo  ser/undo.  Comedia  en  un  acto  y  en  ¡¡rosa,  inter- 
mediada de  mihica  por  Manuel  Dupaty,  música  de  Solic.  lí^l  ori- 
ginal francés  es  de  1799.  No  tiene  más  (]ue  dos  personajes. 

Un  ejemplar  mmuscristo  de  la  traducción  existe  en  la  Biblioteca 
nuinicip;)!  (195-10).  — En  el  mismo  establecimiento.  (Sección  musi- 
cal, 223-2),  si'  (•onsorva  1¿imb¡én  complétala  partitura  de  esta  ope- 
reta. 


150  ISIDORO    MAIQUEZ 


como  se  representó  en  la  noche  del  12  de  Noviembre  (1), 
D.  Antonio  Marqués  y  Espejo.  Pero  al  año  siguiente,  que  de 
nuevo  lo  puso  Maiqubz  en  escena,  utilizó  la  versión  rima- 
da y  en  tres  actos  que  había  hecho  D.  Gaspar  de  Zabala  y 
Zamora  (2).  El  éxito  fué  mediano  ó  malo,  á  juzgar  por  las 
entradas  desde  el  segundo  día.  Maiqubz  hizo  el  papel  har- 
to insignificante  de  barón  de  Vodniar,  un  pretendiente  de 
Matilde  que  se  resigna  á  que  case  con  Ernés  y  quita  al  Con 
de  su  melancolía  descubriéndole  la  inocencia  de  su  esposa. 
A  la  vez  que  la  Matilde  estrenaba  Manuel  García  la  ope- 
reta Quien  por  fía  mucho  alcanza  (3),  que  es  una  graciosa 
zarzuelita  cuya  letra  y  música  (ésta  del  propio  García),  se 
conservan  aún  para  satisfacción  de  los  curiosos  y  verda- 
deros aficionados  (4).  En  esta  pieza  es  donde  colocó  García 


(1)  Matilde  de  Orleitn.  Drama  en  cinco  actos  y  en  prosa.  Aco- 
modado á  nuestro  teatro  del  francés,  por  D.  A.  M.  E.  Represen- 
tada en  el  coliseo  de  los  Caños  del  Peral,  Madrid,  MDCCCIII.  En 
la  imprenta  sita  en  la  calle  de  Capellanes,  8.°,  106  páginas. 

(2)  Comedia  en  tres  actos,  titulada  Matilde  de  Orleim:  tradu- 
cida libremente,  y  arreglada  á  nuestro  teatro  por  D.  Gaspar  de 
Zavala  y  Zamora:  representada  en  el  coliseo  de  los  Caños  del  Pe- 
ral. Madrid:  por  Gómez  Euentenebro  y  Compañía,  1804,  8.°,  84 
páginas.  Está  muy  abreviada,  á  lo  que  se  debió  su  mejor  acogida. 
En  la  Biblioteca  municipal  hay  un  ejemplar  autógrafo  de  Zabala, 
(74-11)  con  este  reparto.'  Conde  de  Orleim:  Caprarn.— Matilde:  la 
Prado.— Amelia:  Ortega  (\nge\es).—Ernps:  Infantes.— Mr  //er- 
mún:  Martínez.—  Vodmar:  Maiqvez.— Luisa:  Graciosa  (la  Torre). 
— Eelipe:  Cristiani.  — Cartos.-  Suárez. 

No  debe  confundirse  ésta  con  otra  comedia  titulada  La  Matilde, 
en  dos  actos,  estrenada  algo  antes  por  Andrea  Luna,  Gil,  Carretero, 
etcétera,  en  el  teatro  del  Príncipe. 

(?>)  Quien  porfía  mucho  alcanza.  Opereta  en  prosa  en  un  af^to. 
Oy  día  12  de  Noviembre  de  1802.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  mu- 
nicipal con  el  siguiente  reparto^  El  capitán,  D.  Anselmo:  Sr,  Cris- 
tiani.  — /^.*^  Bernarda,  su  hija:  Sra.  Laureana.  -  Clemencia,  rriada: 
Sra.  Briones  (Joaquin?^).— /).  Alexo,  cadete:  Sr.  Manuel  García. 

(4)  Con  ésta  son  ya  dos  las  obras  musicales  de  García,  que  el 
maestro  Pedrell  pudo  haber  hallado  si  hubiera  hecho  algo  más  que  re- 
producir lo  que  la  ciencia  y  diligencia  ajenas,  sacaron  á  flor  de  tierra. 
También,  corrigiendo  á  Fétis,  que  había  designado  con  acierto  esta 
pieza,  le  da  Pedrell  el  nombre  de  tonadilla.  Las  fechas  de  represen- 
tación de  éstas  y  demás  obras  musicales  de  García  est  n,  como  es 
de  suponer,  erradísinas  en  el  Diccionario  á  que  el  maestro  Pedrell 
ha  dado  su  nombre.  La  música  de  Quien  porfía  mucho  se  halla  en 


Capítulo  sexto  151 


aquellas  coplas  que  cantó  él  mismo  á  la  guitarra,  y  que 
tanto  agradaron  en  su  tiempo.  Son  una  tirana  cuya  letra 


El  navegante  en  el  agua 

de  continuo  está  votando, 

pero  en.  cuanto  llega  al  puerto 

se  olvida  de  lo  pasado. 
Tirana,  más  que  tirana; 

tirana  y  andar,  andar, 

que  tengo  mi  corazón 

que  no  puedo  suspirar. 
Tiranilla  mía,  tirana  y  andar 
que  no  puedo  suspirar:  ¡ay,  ay! 

Y  las  seguidillas  que  van  á  continuación  (1): 

También  tiene  Cupido 

su  calendario; 
para  un  día  de  fiesta 

seis  de  trabajo. 

Vigilias  muchas, 
|)ues,  si  un  día  se  come, 

ciento  se  ayuna. 

Si  los  hombres  tuvieran 

por  labios  sellos, 
se  vieran  en  las  mujeres 

muchos  impresos. 

Y  aunque  selladas, 
no  por  eso  podrían 

llamarse  esclavas. 

Bien  recibida  fué  el  5  de  Diciembre  la  ópera  en  dos 
actos,  traducida  del  italiano,  Estatira  (2),  asi   como  la  co- 


la citada  Bibhoteca  municipal  (335-2),"  y  la  forman,  además  de  las 
voces,  dos  violines,  dos  flautas,  dos  oboes,  dOs  clarinetes,  dos  trom- 
pas, dos  fagotes  y  bajo. 

(1)  Cierto  músico  llamado  D.  José  Alvarez  García,  publicó  como 
testigo  de  oido  y  vista,  en  la  Gaceta  numcaL  de  1856,  unos  apuntes 
para  la  historiado  la  música  en  estos  tiempos,  y  hablando  de  García, 
dice:  «Compuso,  pues,  su  primera  0])ereta  (ya  hemos  visto  <(ue  es  lo 
menos  la  tercera),  titulada  Quien  pofjla  marcho  alcaiisa,  que  gustó 
bastante,  sin  embargo,  de  su  pobreza  en  la  armonía.  No  olvido  Gar- 
cía colocar  en  dicha  obra  unas  seguidillas  suyas,  que  cantó,  acom- 
[)añadas  por  él  mismo  en  la  guitarra,  las  cuáles  creo  (pie  aun  hoy 
gustarían  mucho. » 

(2)  Estatira  ij  Arbcce^.  Opera^seria  en  dos  actos.  Refundida 
del  italiano  P.  t).  A.  D.  E.  T.  año  de  ÍS02.  Manuscrito  de  la  Bi- 
blioteca municipal  (190-1),  con  la  censura  de  3  de  Diciembre  y  esta 


152  ISIDORO   MAIQUBZ 


media  El  gusto  del  día,  estrenada  en  la  noche  del  9  del 
mismo  mes.  Ya  hemos  hablado  de  esta  obra  que  sirvió  á 
Maiquez  para  su  cómica  venganza  de  Arriaza.  Pero  ahora 
debemos  añadir  que  es  una  sátira  literaria,  por  el  estilo 
del  Café,  de  Moratin,  encaminada  á  ridiculizar  las  come- 
dias sentimentales  del  gusto  de  la  Misantropía  j  las  malas 
traducciones.  Mas  el  autor  era  clásico  y  encuentra  de 
perlas  el  proyecto  concebido  por  la  Junta  de  reforma  en 
cuanto  á  arreglar  nuestras  antiguas  comedias;  y  si  le  pa- 
recen mal  las  lloronas,  no  es  porque  mantenían  ó  des- 
pertaban un  falso  sentimentalismo,  sino  porque  la  come- 
dia era  para  reir  y  no  al  contrario.  Es,  con  todo,  inge- 
niosa y  aguda  la  sátira  al  suponer  que  una  respetable 
matrona  que  asista  á  la  representación  de  la  Misantropía, 
tal  emoción  le  causó  el  dolor  de  la  heroína  que,  á  la  ma- 
nera de  D.  Quijote,  se  creyó  ser  ella  misma  la  Eulalia  de 
la  comedia,  y  llega  á  su  casa  confesando  á  gritos  una  so- 
ñada infidelidad  y  poniendo  en  harta  confusión  y  recelo  á 
su  marido,  hasta  que  se  descubre  que  todo  son  imagina- 
ciones de  la  pobre  señora  (1). 

El  mismo  día  que  la  anterior  comedia  estrenóse  el  dra- 
ma en  un  acto  El  error  de  un  buen  padre,  cuyo  fondo  vie- 
ne á  ser  el  mismo  que  el  de  otro  titulado  El  buen  padre, 
que  pertenece  al  año  antecedente,  si  bien  el  desarrollo  es 


nota:  «Oy  día  5  de  Diciembre  de  1802»  y  reparto:  Estatira:  Señora 
Briones. — Berenice:  Carlota  (Michelet).  —  A/'Vya'"6^b\"  MaHuel  García. 
—  [drcíipe:  TorreWas. — Idalma:  Laiireana  (Correa). 

No  debe  confundirse  con  Estatira  ó  los  celos  de  Rojaiia,  tragedia 
en  tres  actos,  obra  de  D.  X.  Ramírez^  impresa  en  Madrid,  en  180G. 
en  octavo. 

(1)  El  gusto  del  día.  Comedia  original  en  dos  actos.  Con  li- 
cencia, Madrid,  imprenta  de  Villalp'ando,  1802.  8.",  xv-74  })ági- 
nas.  El  mismo  año  se  reimprimió  en  Valencia  en  4.°,  8-18  páginas. 
En  ambas  impresiones  lleva  el  Discurso  preliminar  en  que  el  autor 
expone  el  alcance  de  su  sátira.  En  la  Biblioteca  municipal  hay  tam- 
bién un  manuscrito  (74-14),  con  la  nota:  «Oy  día  9  Diciembre  1802» 
(]uees  el  del  estreno  y  este  reparto:  Marguf's  de  Bombonera:  Mai- 
quez.—D.  Alfonso:  CáiprsLva..  —  D.  Ruperto:  Vicente  García.  — /)o/7a 
Eulalia:  .Sra.  Ortega.  —  D.^  Jacinta,  su  hi/a:  Sra..  Eaureana. — Eaus- 
tina:  Señora  Torre.— Roque:  Sr.  Cristiani. 


CAPÍTULO    SFXIO  153 


inuy  div^erso.  Eq  ambos  hizo  Maiqufjz  el  galán:  en  El  error, 
de  jardinero,  encubierto  hijo  de  Nelcourt  y  amante  de 
Carolina  y  en  el  otro  (El  buen  padre),  el  de  Eduardo,  se- 
cretario de  Fabricio  y  amante  de  su  hija  Leonor  (1). 

Al  día  siguiente,  10  de  Diciembre,  se  ejecutó  una  pieza 
en  un  acto  titulada  El  engaño  feliz  (2),  que  sólo  citamos, 
porque  habiéndola  traducido  de  nuevo  algunos  años  des- 
pués el  Marqués  de  Casa  Cagigal,  puso  en  el  prólogo  estas 
curiosas  palabras  relativas  á  Maiquez,  con  ocasión  de 
censurar  el  hecho  de  que  los  actores  den  las  gracias  por 
los  aplausos  que  reciben,  con  sus  cortesías,  andando  hacia 
atrás,  besamanos,  etc.  «Y  no  se  crea  que  en'  España  no  se 
conoce  ya  esta  parte  del  decoro  teatral.  Existen  en  Barce- 
lona muchos  sujetos  que  han  visto  al  admirable  actor,  el 
Sr.  Isidoro  Maiqubz,  á  la  digna  compañera  de  su  mérito 
la  Sra.  Antera  Baus  y  á  los  demás  actores  de  aquellos 
teatros,  representar  las  tragedias  el  Ótelo,  el  Orestes,  el 
Cain  (La  muerte  de  Abel),  la  Numancia,  el  Osear  y  otras 
muchas,  aun  comedias,  en  que  el  aplauso  era,  no  esas  pal- 
madas de  partido  tan  débiles  como  su  motivo,  sino  la  efu- 
sión toda  de  un  corazón  penetrado,  y  dije  corazón,  porque 
en  aquel  momento  no  había  más  que  uno  en  todos  los  es- 
pectadores. He  presenciado  yo  y  los  mismos  que  cité,  durar 
este  entusiasmo  público  algunos  minutos,  y  entre  tanto, 
los  actores  permanecer  inmóviles  con  aquella  compostura 
y  decorosa  gratitud  en  su  inclinación  de  la  vista  que  re 
doblaba  la  estimación  pública»  (3). 


(1)  El  error  de  un  buen  padre.  Drama  en  un  acto.  Mamus- 
crito  de  la  Biblioteca  municipal,  con  la  licencia  para  la  representa- 
ción de  26  de  \ov¡enil)pe  de  1802  y  este  reparto:  Nelcoar:  ("aprara. 
—Carolina:  Laureana.  — .A/íí«x?o;  MaiqvA'.-l.— Ambrosio:  Cristiani,— 
rn  criado.  Es  traducción  de  la  opereta  de  Marsollier,  Alea'i^i  o(t 
l'crreur  d'un  bon  pére,  música  de  Dalíiyrac,  estrenada  en  París 
en  1798. 

(2)  La  pie/a  ejecutada  en  los  Ganos  está  en  verso,  y  fué  repre- 
sentada por  la  Prado,  Gertrudis  Torre,  Joaquina  Brionés,  Caprara, 
Navarro,  Cristiani  y  Suárez  (Biblioteca  numicipal). 

(3)  Traducción' libre  al  castellano  de  la  farsa  italiana  El  en- 
i^año  feliz,  precedida  de  un  dismirsillo  sobre  la  misma  tmduc- 


154  ISIDORO    MAIQUBZ 


Por  virtud  de  un  expediente  que  se  empezó  á  instruir  con 
motivo  de  haber  suspendido  Maiqubz  la  función  de  los  Ca- 
ños el  14  de  Diciembre,  alegando  una  indisposición  suya, 
conocemos  algunos  pormenores  de  su  modo  de  vivir.  La 
función  habia  de  ser  el  Ottlo,  y  según  el  auto  dictado  por 
el  Marqués  de  Fuerte-Hijar,  el  23  del  mismo,  Maiquez  no 
sólo  no  habia  estado  enfermo  sino  que  aquel  mismo  día  ha- 
bía salido  de  Madrid.  El  acusado  presentó  varios  testigos 
que  en  au  mayor  parte  sólo  dijeron  que  Maiquez  tenía  una 
fuerte  tos  y  lo  mismo  declaró  su  médico  que  lo  era  D,  To- 
más García  Sjaelto,  muy  aficionado  ala  literatura  dramá- 
tica y  traductor  del  Cid,  de  Corneille,  que  representó  Mai- 
quez. Este  vivía  solo,  es  decir,  sin  su  mujer,  tenía  criados 
y  recibía  muchas  visitas  en  su  casa  (1).  No  sabemos  qué 
resultado  tendría  este  expediente.  En  otros  casos  eran  más 
severos  los  jueces  con  estos  chascos  que  los  cómicos  daban 
al  público,  pues  el  proceso  se  empezaba  poniendo  en  la 
cárcel  al  poco  exacto  farsante  (2). 

Para  solemnizar  las  Pascuas  de  Navidad,  ya  que  según 
la  costumbre  de  otros  tiempos  no  podían  ejecutar  alguna 
obra  de  magia,  quisieron  los  cómicos  de  los  Caños  ofrecer 
una  quj;  fuese  casi  lo  mismo,  y  eligieron  el  Anfitrión,  de 
Moliere  en  que  también  hay  apariencias,  transformaciones 
y  fantasmagoría.  Pero  no  obstante  los  elogios  que  en  su 
censura  estampó  D.  Santos  Diez  que  era,  á  la  vez,  el  tra- 


(dóii...  por  el  Marqués  de  Casa  Cagigal.  Segunda  edición,  Bar- 
celona, 1820,  8.°,  74  páginas.— La  primera  es  de  1815.  Véase  las  pá- 
ginas VI  y  vil  del  prólogo. 

(1)  Arc/iwo  municipal.  Sección  de  espectáculos,  2-46.5-1. 

(2)  En  18  de  F'eijrero  de  este  mismo  año  de  1802  se  descuidó 
García  Parra  en  llegar  al  teatro  de  la  Cruz  en  que  debía  trabajar. 
Salía  ya  la  gente  sin  oir  la  función  cuando  apareció  y  pudo  conti- 
nuarse. Alegó  primero  un  desmayo.  Su  mujer,  Lorenza  Correa,  dijo 
(jue  faltaba  de  casa  desde  por  la  mañana,  y  ella  estaba  ya  con  cui- 
dado. Se  le  prendió  é  instruyó  expediente^  manifestando  entonces 
haber  estado  en  casa  de  un  ama  que  cuida  un  hijo  suyo  de  unos 
cuatro  años  de  edad  que  se  había  puesto  enfermo,  y  que  con  el  dis- 
gusto también  él  se  había  sentido  indispuesto.  Ignoramos  si  esta 
explicación  fué  considerada  suficiente,  pero  al  día  siguiente  siguió 
trabajando. 


capítulo  sexto  155 


ductor  de  la  obra,  sólo  se  ejecutó  dicho  día,  pues  en  el  si- 
guiente representóse  El  pastelero  de  Madrigal  y  El  Abate 
L'Epeé:  el  pueblo  seguía  tan  anticlásico,  como  cuarenta 
años  antes.  Por  otra  parte  la  obra  era  demasiado  cono- 
cida (1). 

Aplaudió  en  cambio  la  opereta  El  amor  filial,  que  se  es- 
trenó el  mismo  día  y  se  hizo  otros  muchos  (2),  asi  como  la 
ópera  francesa,  música  de  Michel,  Una  travesura  (3),  el 
l.«  de  Enero  de  1803. 

Llegamos  ahora  al  ruidoso  asunto  de  La  Lugareña  or- 
gullosa.  D.  Leandro  F.  de  Moratín,  había  escrito  algunos 
años  antes  para  una  representación  privada,  como  zar- 
zuela. El  Barón.  La  ejecución  no  se  hizo  pero  la  obra  co- 
rrió manuscrita  y  sufrió  diversas  alteraciones.  Por  causas 
que  no  son  conocidas,  Moratín  no  era  entonces  amigo  de 
Maiquez,  y  cuando  en  1802  quiso  D.  Leandro  hacer  repre- 
sentar su  obra,  se  la  entregó  á  los  cómicos  de  la  Cruz.  Re- 
sintiéronse, según  Moratín  dice,  los  de  los  Caños,  y  como 


(1)  Un  manuscrito  de  esta  traducción  con  el  simple  título  de 
El  Amphitpióii,  comedia  e/i  tres  actos  en' prosa,  existe  en  la  Bi- 
Iihoteca  municipal  (74-15)  con  el  reparto  siguiente:  La  noche:  se- 
ñora Joaquina  Brionen.— Mercurio:  Sr.  Üwávez.—Amphitrión:  se- 
ñor Caprara.— A¿cme/ia;  Sra.  Vv^iáo.— Júpiter:  Sr.  Maique/.— So- 
sia; Sr.  Crist¡an¡.—C7d«7ií¿(¿a;  Sra.  Torre.  — iVaacraíes;  Sr.  Ronda. 
—  Policías:  Sr.  Triarte.  Lleva  la  censura  del  propio  D.  Santos  Diez, 
fechada  á  23  de  Dii-iembre. 

(2)  El  amor  filial.  Opera  en  prosa,  en  un  acto.  Manuscrito  de  la 
Biblioteca  municipal  con  la  censura  de  ü.  Santos  Diez  á  18  de  Di- 
ciembre y  oste  reparto:  Armando:  ("ristiani  — Germán:  Torrellas.' 
—Eélix,  hijo  de  Armando:  Oavcía,.  —  Luisa,  hija  de  Germán:  Lau- 
reana  CCorrea). 

Ks  distinta  esta  opereta  de  la  Comedia  El  amor  filial.  En 
dos  actos  en  oerso.  Fácil  de  ejecutarse.  Su  autor  D.  ^^^  Con  li- 
''encia.  En  Alcalá  año  de  1799.  4.°,  24  páginas,  de  asunto  y  perso- 
najes muy  diferentes.  "  ■ 

(3)  Una  travesura,  fué  cantada  por  Laureana  Correa,  Joaouina 
l^riones,  Manuel  García,  Cristiani  y  otros.  Se  imprimió  en  1803  en 
Madrid.  La  se^-unda  edición  es:  Una  travesura.  Melodrama  en 
dos  actos,  escrita  (sic)  en  francés  por  J.  M.  Bouilly,  miembro  de 
la  Sociedad  Filotécnica.  Traducida  al  castellano  por  D.  M.  B. 
(D.  M.  Bellosartes)  y  corregido  en  esta  segunda  impresián.  Cáidiz-, 
Manuel  Quintana,  1804,  8.°,  85  páginas.  Hay  otra  traducción  hecha 
l)or  D.  G.  Ogirando,  futuro  director  de  El  Conciso. 


156  ISIDORO    MAIQUEZ 


el  asunto  y  forma  del  Barón  eran  conocidos  algunos  ene- 
migos del  autor  (1),  consiguieron  que  un  capitán  de  caba- 
llería llamado  D.  Andrés  de  Mendoza,  les  entregase  una 
refundición  en  tres  actos  que  tenia  hecha  de  la  obra,  con 
el  titulo  de  La  Lugareña  orgullosa. 

Supo  Moratin,  el  proyecto  y  avistóse  con  el  capitán, 
ofreciendo  éste  leerle  la  comedia,  para  que  viese  que  no 
tenia  de  común  con  el  Barón  más  que  el  fondo  del  asun- 
to. Pero  3unque  D.  Leandro  fué  diversas  veces  á  su  casa, 
la  lectura  no  se  verificó  (2),  y  el  ilustre  Inarco  tuvo  que 
verla  en  el  teatro  de  los  Caños,  donde  se  eje'iutó  con  gran- 
de éxito  el  8  de  Enero  de  1803  (3).  Veinte  días  después  es- 
trenóse El  Barón  en  la  Cruz,  silvándola  furiosamente  los 
partidarios  de  los  Caños  que  por  entonces  ahogaron  los 
tímidos  aplausos  de  las  personas  imparciales  (4). 

La  obra  del  capitán  Mendoza  no  es,  á  la  verdad,  peor 
que  la  de  Moratin,  quizás  éste  debilitó  la  suya  en  fuerza 
de  querer  hacerla  diferente  de  la  otra,  cosa  de  que  no  te- 
nía necesidad,  pues  era  notorio  para  todos  que  La  lugare- 
ña, mejor  ó  peor,  no  era  más  que  un  plagio  de  la  suya. 
Asunto,  personajes,-  desarrollo  y  término  de  la  acción  y 
hasta  muchos  versos  son  de  Moratin:  á  éste,  pues,  aplau- 
dían al  aplaudir  á  Mendoza. 

Moratin  se  resintió  mucho  de  que  D.  Diego  Godoy,  her- 


(1)  1).  Juan  Antonio  Melón,  en  unos  breves  apuntes  biográficos 
de  Moratin,  dice  que  el  fautor  principal  de  la  ratería  contra  él  íue 
1).  Dámaso  de  la  Torre,  después  Corregidor  de  Madrid  y  grande 
amigo  de  fnareo,  según  confesión  del  mismo  á  éste.  Confirma  este 
dato  D.  Manuel  Silvela  en  la  Vida  de  su  amigo,  ya  citada  (Obras 
póstiunas  de  SiLoela,  tomo  2.°  pág.  38.) 

(2)  El  propio  D.  I.eandro  refiere  estas  tent;itivas  en  sus  Diarios 
(Obras  postumas,  3.",  273  y  274),  y  Silvela  en  la  carta  del  capitán 
(Obra  citada,  pág  39),  lo  "^que  demuestra  que  Mendoza  no  tenía 
su  conciencia  muy  tran(|U¡la. 

(.3),  Desempeñaron  los  papeles  Joaquina  Hriones  (Doria  Móiii- 
ra),  Antonia  lirado  (Isabel),  Gertrudis  Torre  (Faustiiia),  Vicen- 
te García  (D.  Pedro),  Maiquez  (Leandro),  Cvifiúsim  (El  Marqars: 
FA  Barón  en  la  de  Moratin),  Suárez  (Perico),  etc. 

(4)  La  ejecutaron:  María  liibera  (La  tía  Mónica),  Rita  Luna 
(Isabel),  Coleta  Paz  (Fermina),  Antonio  Pinto  (D.  Pedro),  Anto- 
nio Ponce  (El  Barón),  García  Parra  (Leonardo),  Querol  (Pascual). 


CAPÍTULO   SEXTO  157 


mano  del  favorito,  apadrinase  la  comedia  de  su  rival;  y, 
al  día  siguiente  del  tumultuoso  estreno  del  Barón,  le  es- 
cribió una  carta  quejándose  de  ello,  pero  no  pudo  evitar 
que  algunos  días  después,  al  imprimir  Mendoza  su  obra, 
recibiese  la  dedicatoria  de  ella,  como  sancionando  la  con- 
sumación de  aquella  ratería,  según  la  llama  el  mismo  don 
Leandro  (1). 

La  critica  estuvo,  desde  luego,  en  lo  justo  al  apreciar  el 
acontecimiento,  y  un  periódico  entonces  de  fama.  El  Be- 
gañón  general  (2),  después  de  reconocer  que  la  comedia 
de  Mendoza  no  era  mala  y  que  agradaba  en  la  represen- 
tación las  muchas  veces  que  se  había  ejecutado,  es  inexo- 
rable en  cuanto  á  la  parte  moral  del  hecho.  Dice  que  eu- 
la  portada  de  la  impresión  se  le  puso  el  dictado  de  origi- 
nal en  unas  letras  tan  garrafales  como  las  guindas  de 
Toro,  y  en  la  Advertencia  se  expresa  que  no  es  original 
ni  lo  sueña.  Censura  que  Mendoza  dijese  del  Barón  que 
era  un  embrión  despreciable,  pues  la  Lugareña  no  es  más 
que  una  servil  y  miserable  copia  de  la  zarzuela  El  Barón, 
excepto  en  lo  malo.  Por  esta  razón  hoy  las  diferencias  son 
mayores:  si  Moratín  hubiese  respetado  más  la  primitiva 
forma  de  su  obra,  aparte  de  que  quizá  seria  mejor,  la  se- 
mejanza seria  también  más  evidente. 

Maiquez  hizo  el  papel  de  galán,  que  en  la  obra  de 
Mendoza  tiene  algo  más  carácter  que  en  el  BarÓ7i  y  An- 
tonia Prado,  la  dama,  con  mucho  primof.  Moratin  quedó 
disgustado  de  cómo  Rita  Luna  interpretó  á  su  Isabel,  así 
es  que  no  hizo  mencióa  de  ella  en  el  prólogo  dd  su  come- 
dia, mientras  que  ensalza  y  celebra  á  María  Ribera,  Que- 
rol,  Ponce  y  Aütonio  Pinto,  que  hicieron  los  demás  pa- 
peles. 


(1)  La  Lugareña  orgalLosa.  Comedia  original  en  tres  antos,  re- 
presentada  por  primera  vez  en  el  Coliseo  dé  los  Caños  del  Peral 
el  día  8  de  Enero  de  1803.  En  Madrid,  en  la  imprenta  de  Sancha. 
8.°,  cuatro  hojas  preliniinaroa  y  146  páginas.  Kn  la  Adreríencia 
dice  que  la  tenía  escrita  desde  1798. 

(2)  Número  8,  i)ái^¡nas  57  á  G4,  es  una  «'i-itica  niiiv  nu-uda  v 
justa. 


158  .  ISIDORO   MAIQUBZ 


Terminadas  las  discusiones  sobre  El  Barón  y  su  com- 
petidora La  Lugareña,  aprestóse  Maiqubz  á  ejecutar  otra 
de  las  grandes  obras  que  había  visto  hacer  á  Taima,  y  en 
la  cual  este  gran  cómico  había  demostrado  sus  alientos 
para  expresar  la  desesperación  con  erergía  no  vista  en 
él  hasta  entonces.  Fué  en  la  tragedia  de  Ducis,  Áhufar  ó 
la  familia  árabe,  que  Maiquez  tuvo  la  suerte  de  repre- 
sentar, excelentemente  traducida,  por  D.  Dionisio  Solis, 
en  versos  endecasílabos,  con  el  título  de  Zeidar,  sin  duda 
por  parecerle  poco  poético  en  castellano  el  nombre  origi- 
nal. Cambió  también  los  de  Odeide  y  Salema  por  los  más 
sonoros  y  agradables  de  Omara  y  Seila,  y  conservó  los 
de  los  demás  varones  (Farán  y  Farasmin.) 

Estrenóse  la  obra  con  éxito  el  21  de  Enero  de  1803,  re- 
presentando los  principales  papeles  la  Prado  (Seila),  Joa- 
quina Briones  (Omara)  y  Francisca  Briones  (Melca),  Vi- 
cente García  (Zeidar),  Maiquez  (Farán),  Navarro  (Faras- 
min), Francisco  Ronda  (Obed),  etc. 

La  tragedia  de  Ducis,  que  es  una  pintura  poética  de  las 
costumbres  primitivas  de  los  árabes,  tiene  poco  movi- 
miento, aunque  las  pasiones  son  violentas,  como  que  el 
amor  de  Seila  y  Farán  es,  aunque  legitimo,  incestuoso  á 
sus  ojos,  pues  se  creen  hermanos,  y  la  lucha  de  ambos 
contra  su  pasión  es  el  principal  enredo  de  la  fábula,  sino 
á  causa  de  los  largos  discursos  y  relaciones  de  cada  per- 
sonaje. Es,  además,  desagradable  tanto  insistir  sobre  un 
afecto  ilícito.  Y  quizás  á  esto  haya  que  atribuir  el  que, 
habiéndose  representado  de  nuevo  esta  obra,  muerto  ya 
Maiqubz,  en  1826,  fué  implacablemente  silvada,  sin  que  el 
rico  lenguaje  y  excelente  poesía  del  traductor  pudiesen 
salvarla  (1). 


(1)  Zeidar  ó  la  familia  árabe,  tragedia  en  cuatro  artos.  Ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  municipal  (1-78-4).  De  esta  traducción  ha- 
bla con  elogio  Hartzenbusch  en  su  Vida  de  Solís.  (Ensayo.^ poéti- 
co.^ y  artículos  en  prosa,  pág.  179),  copiando  como  muestra  el 
himno  al  sol  de  Zeidar  y  el  sueño  de  Seila,  muy  superiores  al  ori- 
ginal traducido.  Esta,  como  otras  muchas  ol)rasde  aquel  insigne  y 
olvidado  literato,  merecían  imprimirse. 


CAPÍTULO    SEXTO  159 


Acercábase  la  terminación  del  año  teatral  y  Matquez 
intentó  cerrarlo  con  una  ópera  que  llegase  hasta  la  Cua- 
resma, y  eligió  la  comedia  de  música  en  dos  actos,  Elisa 
ó  el  viaje  al  monte  de  San  Bernardo,  letra  de  Reveroni 
Saint-Cyr  y  música  de  Cherubini.  Pero  tan  disparatado 
es  el  asunto  de  esta  pieza,  que  no  pudo  ejecutarse  más 
que  dos  días  (1),  y  el  Director  de  los  Caños  acudió  á  uro 
de  aquellos  expedientes,  en  otra  época  tan  comunes,  en 
tiempos  de  Carnaval,  cual  fué  representar  por  solas  mu- 
jeres la  comedia  antigua  El  diablo  predicador,  cuya  ha- 
bilitación había  conseguido  de  antemano  (2), 

Durante  la  Cuaresma  prosiguió  la  representación  de 
oratorios,  Ester  (3)  y  los  que,  por  haberse  puesto  en  años 


(1)  Elisa  ó  el  üiaje  al  monte  de  San  Bernardo.  Opera  en  dos 
actos.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal,  con  la  licencia  de  8  de 
Febrero  y  la  nota  del  día  del  estreno:  «Oy  día  10  de  Febrero  de 
1803»,  y  el  reparto  siguiente:  El  enónomo  del  Hospicio:  Sr.  Torre- 
lias.— F¿or  ¿nao;  Manuel  (>arcía;  —  r;erníá7i;  Cristiani.— EZísa;  Lau- 
reana.  - Laara:  Briones  (Joaquina).— Mi^g-aeZ;  Grandoti.— f/n.  guia: 
Fabiani.— f/"/i  saboyano:  Ronda. 

(2)  «Exorno.  Sr.  Gobernador  del  Consejo. 

Isidoro  Maiquez  en  nombre  de  la  compañía  de  actores  del  teatro 
de  los  Caños  del  Peral,  con  el  debido  respeto:  Suplica  á  V.  K.  se 
sirva  conceder  á  la  citada  compañía  la  correspondiente  licencia 
para  que  puedan  las  actrices  de  ella  representar  la  comedia  titula- 
da El  diablo  predicador,  é  igualmente  para  que  puedan  executar- 
lo  por  las  tardes  desde  el  día  14  del  corriente  (sin  perjuicio  de  la 
función  de  por  la  noche),  en  atención  á  que  no  obstante  ser  una  de 
las  (|ue  se  hallaban  prohibidas,  se  representó  últimamente  en  el 
teatro  del  Príncipe  y  en  otros  del  Reino. 

Gracia  que  espera  de  la  bondad  de  V.  Iv,  cuya  vida  guarde  Dios 
muchos  años.  Madrid  27  do  Enero  de  1803. 

Isidoro  Maiqukz.» 

.Se  acordó  permitir  la  representación.  (Archivo  histórico  nacio- 
nal. Papeles  de  teatros;  legajo  vii.) 

(3)  Ester,  drama  sacro  en  dos  actos.  Por  D.  L.  E.  C.  (Corne- 
lia), representado  en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral  en  la  Cua- 
resma del  año  de  ÍHO.'i.  En  Madrid,  en  la  imprenta  de  Sancha; 
8.",  77  páginas,  y  esto  reparto:  Ester:  Sra.  Eoronza  Correa. — AsuC' 
ro:  Sra.  Carlota  Michelet. — Aman:  Sr.  Josef  \\evie\\.—Mardnqueo: 
Sr.  Rafael  Pérez.- A/ar.-  .Sr.  .losof  \v/.uó'?,.-^Idaspe:  Sr.  Ensebio 
Fernando/.— /i<?/'oc."  .Sra.  N'ioonta  V/A^oviu..  —  Elisa:  Sra.  Francisca 


160  lSIt>ORO   MAIQÜB2 


anteriores  eran  ya  conocidos,  de  Atalia  (1),  Judit  (2), 
Nabucodonosor  (3),  La  Toma  de  Hai  (4),  cantados  por 
las  dos  Correas,  María  Garcia,  la  Michelet,  las  Briones  y 
por  Garcia,  Bertelli,  R.  Pérez,  Eusebio  Fernández,  Eznós  y 
otros.  Por  cierto  que,  formada  la  música  de  estos  orato- 
rios, asi  como  la  de  algunas  óperas,  con  fragmentos  de 
otras  diversas  y  más  composiciones  musicales,  á  veces 
sin  el  debido  acierto  en  la  elección  ni  en  la  adaptación, 
no  faltó  quien  censurase  este  método  que,  si  útil  para  los 
em.presarios,  distaba  mucho  de  serlo  para  el  progreso  del 
arte.  Lamentábanse  otros  de  que  se  perdiese  nuestra  tra- 
dición musical  ante  la  invasión  cada  vez  más  poderosa  de 
la  música  extranjera.  Reflejo  de  estas  ideas  son  algunos 
escritos  que  de  cuando  en  cuando  aparecían  en  los  periódi- 
cos. Así  el  Diario  del  26  de  Febrero  de  1803  trae  uno  muy 
interesante,  del  que  trasladamos  este  pasaje:  «La  música 
nacional  de  nuestras  tonadillas  ya  desapareció;  en  su  lu- 
gar hí*y  otras  compuestas  de  trozos  musicales  colocados 
en  poesía  á  otros  asuntos,  por  lo  que  es  muy  frecuente  oír 
cantar  una  cosa  y  significar  la  opuesta  la  música,  es  de- 
cir, que  estas  composiciones  imitan  los  disfraces  arlequi- 
nes en  sus  remiendos  y  colorines;  pero  advertid  que  sus 
traductores  las  titulan  originales  y  suyas.» 


Briones.  Este  oratorio  no  debe  confundirse  con  la  tragedia  EMer, 
de  L^nciso  Castrillón,  representada  por  Maiquez  más  adelante. 

(1)  Atalia,  drama  ¿sacro  en  música,  en  dos  actos.  Lo  cantaron 
en  el  teatro  de  los  Caños  el  2  de  Marzo  de  1800,  Lorenza  y  Laurea- 
na  Correa,  Joaquina  Arteaga  y  Colet;i  Paz  con  Rafael  Péi'ez,  Ber- 
nardo Gil  y  Eusebio  Fernández.  Es  distinto  de  la  Atalia, de  Llaguno. 

(2)  Judith,  drama  sacro  en  música  en  dos  actos,  ejecutado  por 
la  compañía  española  en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral  en  la 
Cuaresma  del  año  1800.  Madrid,  Sancha,  1800,  8.",  75  págM'nas.  Lo 
cantaron  Lorenza  Correa  (Judit),  Camas,  J.  Arteaga,  Pérez,  Ca- 
rretero, Laureana  Correa,  Manuela  Correa,  Lói)ez  y  Eusebio  Fer- 
nández. Se  estrenó  el  31  de  Marzo. 

(3)  Jerusalén  destruida  por  Nabucodonosor.  Drama  sacro  en 
dos  actos.  Se  cantó  en  los  Caños  el  16  de  Marzo  de  1800. 

(4)  La  toma  de  Hai  por  Josué.  Drama  sacro  en  dos  actos,  por 
D.  Gaspar  Zanala  i/  Zamora,  Madrid,  Sancha,  1801,  8." 


CAPITULO  VII 


Organización  de  las  compañías  en  1803.— La  Condesa  de  Castilla 
y  otras  obras,— Memomble  estreno  de  La  Muerte  de  A6e¿.— Sá- 
tira de  Arriaz;i. — Otros  varios  estrenos  de  óperas  y  dramas.— 
Refundiciones  del  teatro  de  Lope  de  Vega.— Críticas  y  sátiras 
contra  la  declamación  de  Maiqukz. — El  Diario  de  Madrid.— El 
Rer/añón  general.— EstrenoH  de  El  Optimista,  de  D.  F.  Javier  de 
Burgos,  y  del  Cid,  de  García  Suelto.  — Fracaso  de  El  Rábula,  de 
1).  Simón  de  \'iegas.— Representación  de  Macbeth  (1803-1 8U4). 

^    PENAS  terminó  el  año   cómico,   el  22  de  Febrero   de 

^^    1803,  apresuróse  el  Gobierno  á  deshacer  aquel  resto 

de  Junta   que  aun  entorpecía  la  buena  marcha  del 

teatro  (1).  D.  Santos  Diez  quedó  de  Censor,   como  estaba 

antes  de  1800;  de  suponer  f  s  que  las  compañías  le  rebaja- 


(1)  Con  fecha  1."  de  Marzo  de  1803  se  comunicó  la  Real  orden  si- 
guiente:    ' 

«El  Rey  se  ha  servido  mandar  que,  quedando  desde  luego  disuel- 
ta la  Junta  de  dirección  do  teatros,  menos  el  Censor  que  revea  las 
piezas,  disponga  V.  K.  por  medio  de  la  persona  (pie  dipute  al  in- 
tento la  formación  de  dos  compañías  entre  los  individuos  (]ue  com- 
ponen las  tres  (pío  hay  al  presente,  y  que  los  sobrantes  so  ropar- 
tiin  entre  los  demás  teatros  del  Reino,  sin  perjuicio  del  derecho  qi^e 
ya  tuviesen  adquirido  para  sus  jubilaciones  y"  viudedades  y  de  vol- 
ver á  Madrid,  según  se  vayan  necositando.  (¿ue  una  de"  las  dos 
compañías, represente  en  eí  do  los  (!,'inos  del  Peral  [)0i'  ki  noche  y 
la  otra  on  ^^\  do  la  í'ruz  por  la  tardo,  ponióndoso  á  este  íin  á  disf)0- 
sicion  de  \ .  F.  el  primero,  por  las  razones  que  expuso  en  su  in- 
(orme  de  14  de  Febrero  último,  y  pagando  aquella  compañía  el  ró- 
dito  correspondiente  á  los  Hospitales  del  capital  á  (pie  ascienda  el 

U 


16á  ÍSIDORO   MAIQÜEZ 


sen  también  el  sueldo  á  lo  que  tenía  con  anterioridad  á 
la  reforma:  ningún  motivo  de  gratitud  tenían  para  aquél 
hombre  tan  funesto  para  ellas.  D.  Santos  no  sobrevivió 
mucho  á  esta  ruina  de  todos  sus  proyectos,  y  falleció  en  el 
siguiente  año  á  fines  de  Julio  (1).  Sucedióle  en  la  censura 
teatral  D.  Casiano  Pellicer,  hijo  de  D.  Juan  Antonio  (cé- 
lebre ilustrador  del  Quijote),  tan  intolerante  como  D.  San- 
tos y  de  tan  escaso  gusto,  pero  más  ignorante  y  más  pre- 
suntuoso que  él;  sólo  un  año  y  pico  atormentó  á  los  auto- 
res con  sus  estrechas  y  rancias  opiniones.  Falleció  en  1.° 
de  Febrero  de  1806,  y  entonces  la  censura  vióse  digna  y 
provechosamente  ejercida  por  el  gran  poeta  Quintana. 

El  antiguo  director,  D.  Andrés  Navarro,  tuvo  que  limi- 
tarse á  aceptar  el  cargo  de  contador  del  teatro  de  la  Cruz 
con  9.000  reales  de  sueldo,  que  el  Gobernador  del  Consejo, 
D.  José  Eustaquio  Moreno,  le  concedió  en  compensación; 
pero  los  cómicos  se  resistieron  y  se  negaron  á  dejarle 
contar  nada,  ni  tampoco  le  consintieron  ser  depositario 
de  sus  fondos,  para  lo  que  le  había  también  nombrado, 
sin  sueldo,    al  ver  su  ruina  inminente,  la   pasada   Jun- 


valor  de  telones,  vestuario  y  demás  enseres  y  efectos  que  le  perte- 
nezcan, y  ambas  las  demás  obligaciones  y  cargas  que  sean  co- 
munes. 

Uue  sus  individuos  gocen  solamente  los  sueldos  que  se  pactare 
con  ellos,  y  con  relación  al  que  tenían  antes  del  estai)lecimiento  de 
la  Junt¿i;  pero  con  la  projnesa  de  repartir  entro  ellos  todo  lo  demás 
(jue  sobre,  á  proporción  del  trabajo  y  aplicación  de  cada  uno,  te- 
niendo en  consideración,  así  para  esto  6omo  para  el  señalamiento 
de  sueldos,  el  mayor  trabajo  y  obligaciones  de  la  compañía  de  los 
Caños.  Y,  finalmente,  que  haya  un  juez  para  dirimir  sus  discordias 
y  querellas,  el  cual  será  un  Ministro  del  Consejo  ó  de  la  Sala  de 
Alcaldes  de  Corte,  qu'e  propondrá  V.  E.  á  S.  M.  Dios  guarde 
á  V.  E.  muchos  años.  Aranjuez,  1.°  de  Marzo  de  1803.— -Josef  Anto- 
nio Caballero.  — Excmo.  Sr.  Gobernador  del  Consejo.»  (Reglamen- 
to general  para  la  dirección  y  reforma  de  teatros.  Maarid, 
MDCCC  VIL  En  la  imprenta  de  la  Hija  de  Ibarra,  4.^,  página  39 
de  los  Documentos.) 

(1)  Su  viuda  y  un  sobrino  se  retiraron  á  Falencia,  de  donde 
quizá  sería  natural  el  famoso  humanista.  No  dejó  hijos,  pero  como 
poco  después  figuran  en  los  teatros  un  Santos  Diez  y  un  José 
Diez,  nuizá  no  sea  aventurado  presumir  fuesen  sus  parientes  y  de 
la  céleore  Matilde;  esposa  de  Romea. 


Capítulo  séptimo  163 


ta  (1).  Navarro  volvió  á  explicar  Filosofía  moral  en  San 
Isidro  (2). 

De  conformidad  con  la  Eeal  orden  de  1.°  de  Marzo, 
atrás  copiada,  el  Gobernador  del  Consejo  nombró  por  en- 
cargados de  las  compañías,  á  Maiquez  para  la  de  los  Ca- 
ños y  á  Pinto  para  la  del  Príncipe,  y  éstos  formaron  sus 
listas,  poco  más  ó  menos  con  los  elementos  anteriores. 
Como  en  la  de  los  Caños  gozaban  mayores  sueldos  los  ac- 
tores, no  le  fué  difícil  á  Maiquez  atraer  á  ella  á  algunos 
como  Andrea  Luna,  á  quien  puso  á  partir  damas  con  su 
mujer  Antonia  Prado,  al  veterano  Miguel  Garrido,  que 
por  su  mucha  edad  fué  jubilado  al  siguiente  año  y,  sobre 
todo,  á  la  más  famosa  cantante  de  entonces,  á  Lorenza 
Correa,  á  quien  ofreció  40.000  reales. 

Opúsose  la  otra  compañía,  alegando  que  donde  estaba 
ya  Laureana,  hermana  y  rival  de  la  Lorenza,  no  debía  ir 
ésta,  pues  dejaba  muy  desigual  el  otro  teatro,  que  no  pre- 
sentaba un  tenor  como  García,  ni  algunas  otras  partes  de 
cantado,  resultando  en  esto  muy  inferior  á  la  compañía 
de  los  Caños.  Pero  como  la  de  la  Cruz  no  podía  pagar  á 
Lorenza  los  40.000  reales,  y  ésta  los  quería  á  todo  trance, 
se  enredó  ella  en  contestaciones  con  el  Gobernador  del 
Consejo,  y  el  resultado  fué  que  la  Correa  y  su  marido  Ma- 
nuel García  Parra,  perdiesen  sus  colocaciones.  Marcha- 
ron á  Italia  y  Francia.  Lorenza  obtuvo   grandes  triunfos 


(1)  Archieo  histórico  nacional.  Papeles  de  teatros.  Legajo  vii. 
Este  último  nombramiento  fué  hecho,  sin  facultades,  por  la  Junta 
en  22  de  Noviembre  de  1802;  Moreno  lo  confirmó  en  8  de  Marzo 
de  1803;  en  9  de  Aliril  le  nombró  contador;  no  funcionó  y  Navarro 
pidió  al  año  siguiente  alas  compañías  los  9.000  reales,"  ya  que  no 
por  contador  por  depositario.  Las  compañías  le  contestaron  que 
tanto  había  sido  uno' como  otro,  y  no. cobró  nada. 

(2)  Entre  los  papeles  que  fueron  de  Barbieri,  y  paran  hoy  en 
nuestra  Biblioteca  nacional,  hay  un  oficio  de  Maiquk/  al  Secretario 
D.  Luis  Carbonero,  fechado  á  ió  de  Abril  de  1803,  diciéndole  que 
aunque  el  Subdelegado  quería  ab  mar  una  luneta  en  los  Caños  para 
D.  Andrés  Navarro,  la  compañía  no  lo  consentiría  é  invitaba  al 
antiguo  directora  que  eligiese  una  que  se  le  reservaría  gratuita- 
mente. 


164 


ÍSIDÓRO   MAIQUE2 


en  el  país  del  arte  (1),  y  sólo  cuando  ya  había  decaído 
mucho  volvió  á  la  patria,  después  de  varios  años,  donde 
aún  fué  bien  acogida.  García  Parra  regresó  luego  y  vol- 
vió á  su  puesto  de  primer  galán  de  la  Cruz  hasta  que  fué 
jubilado. 


Como   este  teatro  tenia  dos  galanes  que  eran  Antonio 
Ponce  y  Juan   Carretero,  se  quiso  que  el   de  los  Caños 


(1)  En  nuestro  libro  acerca  de  1).  Ramón  de  la  Cra2,  páginas 
500  y  501,  hemos  dado  una  i)iintiial  biografía  de  esta  célebre  (Can- 
tante. Ahora  reproducinifts  su  retrato,  lomado  de  una  estampa  de 
la  época  (jue  ha}'  en  la  Hiljlioteca  Nacional.  La  ínscripíMÓn  que 
lleva  este  grabado  en  acero,  hecho  en  Italia,  es  la  siguiente:  «Lo- 
renza Corroa.   Lu  bjlli.sbinia  maravigliosa  voce  di  (juesía  Ispana 


CAPÍTULO   SÉPTIMO  165 


ajustase  á  Bernardo  Gil;  pero  las  condiciones  que  Maiquez 
le  puso  no  fueron  de  su  agrado,  y  Gil  volvió  á  provincias 
por  alg-ún  tiempo  (1). 

Maiquez,  procedía  en  ocasiones  con  exceso  de  autori- 
dad que  no  querían  sobrellevar  sus  compañeros;  así  toda 
su  vida  fué  un  continuo  batallar,  con  estos  actores,  des- 
truyendo sus  conjuraciones  ó  siendo  víctimas  de  ellas. 
Sus  caprichos  ocasionaban  á  veces  perjuicios  á  los  intere- 
sados ó  á  las  compañías.  En  este  año  pidió  para  su  tea- 
tro á  la  Montéis,  lueg:o  no  la  quiso  y,  como  las  plazas  de 
la  ptra  compañía  estaban  cubiertas^  hubo  que  jubilarla  (2). 

Otro  de  los  quejosos  por  haber  quedado  fuera  de  listas 
fué  Francisco  López  que,  en  curioso  memorial  dirigido 
contra  Maiquez,  aleg-aba  8u<í  méritos,  entre  los  que  figu- 
raba haber  sido  uno  de  los  sacrificados  por  la  Mesa  Cen- 
soria (3). 


virtuosíi  cantante  sorprese  gli  Italiani  allorche  qiii  giunse  prece- 
duta  da  fama  verace  ch'essa  giustificó;  e  raccolse  qiiindi  meritate 
palme  sulle  scene  Italiane.»  En  la  misma  Biblioteca  hay  otra  es- 
tampa grabada  por  D.  Francisco  de  Paula  Martí  en  1818,  que  la 
representa  en  busto,  de  perfil,  con  facciones  bastantes  más  abul- 
tadas, y  esta  inscripción  al  pie:  «La  señora  Lorenza  Correa,  cele- 
bre actriz  de  música  del' coliseo  de  la  Cruz  de  Madrid.» 

(1)  Archiüo  municipal.  Sección  de  espectáculos.  Legajo  2-478-27. 

(2)  ídem  id. 

(3)  t>ancisco  López  decía  que,  en  1789,  la  Villa  le  hal)ía  traído 
embargado  de  Barcelona  para  segundo  gracioso  de  Martínez,  con 
18  reales,  y  al  siguiente  quedo  de  sobresaliente  de  la  misma 
parte.  «Siguió  en  dicha  compañía  h^sta  el  año  de  1800  en  que  entró 
la  Real  Junta  de  Dirección  á  formar  las  compañías  y,  con  efecto,  en 
20  de  Febrero  fué  citado  á  casa  del  Sr.  Gobernador,  D.  Gregorio  de 
la  Cuesta,  para  firmar  al  día  siguiente  21.  Qxm  halióndole  colocado 
de  segundo  gracioso,  y  faltando  Miguel  Garrido,  que  quedó  fuera, 
al  ver  que  se  le  anteponía  Fermín  Rojo,  reclamó,  y  el  Gobernador 
le  dijo  que  si  no  le  acomodaba  dispusiese  de  su  persona.»  Así  lo  hizo 
yénclose  a  Sevilla  y  por  esto  le  quieren  ahora  privar  de  la  jubilación. 
«Si  el  separarse  de  los  teatros  de  la  Cruz  y  del  Príncipe  fuese  óbice 
para  volver  á  ellos,  no  estarían  colocados  en  esta  formación  IsmoRO 
Mai^lez,  Antonia  Prado,  Mariano  Quorol  y  otros.  Maiquez  los  ha 
abandonado  por  tres  veces:  la  una  yéndose  á  principios  de  año  sin 
licencia  á  Granada;  la  otra  dejando  la  compañía  á  mediados  de  él 
para  irse  á  París,  y  la  otra  despreciando  de  la  Junta  de  teatros  los 
partidos  que  se  le  hicieron  y  pasándose  á  juntar  con  D.  Melchor 
Ronzi  en  la  empresa  particular  que  tuvo,  V  la  Prado  y  Querol  por 


166  ISIDORO    MAIQUEZ 


Sin  embargo,  la  reputación  de  Maiquez  fué  ya  suficien- 
te para  que  le  designasen  apoderado  suyo  los  cómicos  ju- 
bilados, y  el  primer  acto  como  tal  fué  pedir  que  unos  20.000 
reales  que  hablan  quedado  sobrantes  de  aquel  año  se  des- 
tinasen á  aliviarla  suerte  de  aquellos  despojados  por  la 
Censoria,  ó  se  depositasen  hasta  que  sobre  ello  recayese 
providencia.  Tal  terror  les  habian  causado  las  marañas 
de  la  antigua  Junta  (1). 

Quedaron,  pues,  formadas  las  compañías  como  se  ex- 
presa en  el  apéndice,  y  los  dos  teatros  abrieron  sus  puer- 
tas el  Domingo  de  Pascua,  10  de  Abril  1803,  representan- 
do Maiquez  en  los  Caños,  á  las  siete  y  media  de  la  tarde, 
el  Ótelo  y  la  opereta  El  Preso  (2),  y  á  las  cuatro,  la  compa- 


haberse  pasado  igualmente  al  referido  teatro.»  Añadía  López,  que 
llevaba  doce  años  en  Madrid  y  veintiséis  años  de  ejercicio,  y  que 
Manuela  Montéis,  era  mucho  más  joven  que  él.  (28  Abril,  1803).— 
(Archioo  municipal.  Sección  de  espectáculos,  legajo  3-476-4). 

(1)  Con  el  desorden  en  la  administración  anterior  y  arrogándose 
D.  Santos  Diez  facultades  que  no  tenía,  hahía  impedido  con  censu- 
ra desfavorable  la  ejecución  de  algunas  comedias;  la  Inquisición, 
yjor  otro  lado,  había  también  puesto  su  veto  á  otras.  Sobre  ello  ver- 
san los  dos  oficios  siguientes  de  Maiquez: 

«Sr.  D.  Santos  Diez  González.  — Muy  Sr.  mío:  ha  llegado  á  mi  no- 
ticia que  se  han  prohibido  algunas  piezas  de  las  representadas  en  los 
teatros  de  esta  corte  de  dos  años  á  esta  parte,  por  lo  que  á  fin  de 
nahallarme  alguna  vez  en  un  compromiso,  espero  se  sirva  vmd.  re- 
mitirme una  lista  de  las  citadas  piezas,  3on  expresión  de  las  que 
sean  prohibidas  por  vmd.  y  las  que  lo  estén  por  la  Inquisición.  (v)ue- 
da  á  la  disposición  de  vmd.  su  afectísimo  servidor  q.  s.  m.  b.— Isi- 
doro Maiquez.))— 1803.  — Se  le  envió  la  lista  en  26  Abril  1803. 

«(v)ueda  en  mi  poder  la  lista  de  comedias  prohibidas  que  vmd.  me 
ha  remitido  con  un  oficio  de  ayer,  y  cuidaré  de  que  no  se  represen- 
te ninguna  de  ellas  en  este  teatro  de  los  Caños  sin  particular  per- 
miso del  Excmo.  Sr.  Gobernador  del  Consejo,  según  lo  que  S.  E.  ha 
mandado  á  vmd.  me  encargase.  Dios  g^íarde  á  vmd.  muchos  años. 
Madrid,  27  de  Abril  de  1803.  —  Isidoro  Maiquez.  — Sr.  D.  Luis 
Carbonero.))  (Archwo  municipal.  Sección  de  espectáculos,  lega- 
jo 2-478-27. 

(2)  La  opereta  El  preso,  la  cantaron  la  Laureana,  Manuel  Gar- 
cía, M.  Gari-ido  y  Cristian!:  ya  saldría  bien  ejecutada.  La  letra 
es,  á  juzgar  por  eí  número  de  jiersonajes,  distinta  de  la  que  ya  ha- 
bía traducido  antes  D.  Eugenio  de  Tapia;  se  había  cantado  en  el 
Príncipe  en  1800,  é  impreso  en  el  tomo  2.°  del  Teatro  nueoo  espa- 
ñol. La  música  es  de  Manuel  García,  que  además  hizo  la  de  otro 
Preso,  monólogo  musical  de  que  ya  hablaremos. 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  167 


ñia  de  la  Cruz  con  la  hermosa  comedia  del  siglo  x  vii,  Men- 
tir y  mudarse  á  un  tiempo,  de  los  hermanos  Figueroa  y 
Córdoba. 

El  carácter  general  de  las  representaciones  de  este  año 
en  los  Caños  es  muy  semejanta  al  del  pasado^  Maiquez  y 
García  se  reparten  el  imperio  teatral  con  sus  tragedias  y 
sus  óperas  y  operetas.  Los  espectáculos  fueron  bastante 
variados,  pues  además  de  las  cuarenta  obras  nuevas,  Mai- 
quez repitió  muchas  de  las  que  mejor  fortuna  habían 
log-rado  antes. 

La  tendencia  iniciada  en  el  año  anterior,  á  representar 
piezas  del  teatro  español  antiguo,  no  sigue  desgraciada- 
mento  en  aumento.  Sin  embargo,  señales  de  que  no  esta- 
ba olvidado  son  las  dos  refundiciones  del  Anzuelo  de  Feni- 
sa  y  de  Los  Melindres  de  Belisa,  del  difunto  Trigueros, 
estrenadas  ahora,  y  la  ejecución  de  El  amor  al  uso,  de. 
Solís,  Á  secreto  agravio  secreta  venganza,  de  Calderón,  y  El 
mejor  alcalde  el  Rey,  de  Lope. 

Donde  esta  tendencia  se  manifiesta  sin  rebozo,  es  en  el 
teatro  de  la  Cruz.  Libres  ya  Rita  Luna  y  Carretero  y  Pon- 
ce  de  la  Junta,  representaron  este  año  un  gran  número  de 
obras  de  los  gigantes  de  nuestra  escena,  y  hasta  algunas 
refundiciones  muy  acertadas  como  La  moza  de  cántaro  y 
Lo  cierto  por  lo  dudoso,  ambas  comedias  de  Lope,  arregla- 
das por  Trigueros  y  por  Rodríguez  de  Arellano. 

Tres  ó  cuatro  grandes  éxitos  obtuvo  Maiquez  en  el  dis- 
curso del  año,  pero  ninguno  en  la  interpretación  de  obras 
españolas.  La  única  tragedia  original  que  se  representó 
egta  temporada  fué  La  Condesa  de  Castilla.  Animado  D.  Ni- 
casio  Álvarez  Cienfuegos,  poeta  lírico  inspirado,  aunque 
incorrecto,  por  el  buen  éxito  que  tuvo  su  tragedia  Zoraida, 
estrenada  anteriormente  en  el  teatro  de  la  Cruz,  presentó 
en  los  Caños  esta  otra  que  se  puso  por  primera  vez  el  23 
de  Abril,  aunque  sin  el  feliz  resultado  á  que  su  autor  aspi- 
raba. Ni  era  posible  otra  cosa,  dado  lo  antipático  y  anti" 
patriótico  del  asunto,  ante  el  cual  se  habían  estrellado  ya 
los  que,  como  Cadalso,  lo  habían  dramatizado.  Cienfuegos 


168  ISIDORO    MAIQUEZ 


dedicó  su  obra  á  D.*  María  Loreuza  de  los  Ríos,  Marquesa 
do  Fuerte  Hijar,  y  esposa  del  Subdelegado  general  de 
teatros,  dejando  entrever  que  esta  señora,  pues  se  picaba 
de  literata  (1),  había  intervenido  en  la  disposición  de 
algunas  situaciones,  tal  vez  en  la  ridicula  escena  final  en 
que  Almanzor  y  D.  Sancho  tienen  cada  uno  una  mano 
de  la  muerta  Condesa,  y  el  primero  apoyada  la  cabeza  en 
el  muslo  de  la  suicida.  Maiqubz,  que  representó  á  Almau- 
z-r,  no  tuvo  ocasión  de  lucirse  con  los  valientes  versos 
que  sabia  hacer  Cienfuegos,  y  como  se  lució,  algunos  días 
después,  enla-Zoraida  que,  á  modo  de  desgravio,  ejecuta- 
ron también  en  los  Caños  (2),  porque  aquel  célebre  mu- 
sulmán hace  un  papel  muy  secundario  y  muy  diferente 
del  que  le  correspondía,  según  la  historia  (3). 

Algo  antps  de  esto  se  habían  representado  otras  obras 
que  ya  no  eran  nuevas,  como  El  solterón  y  su  criada,  tra- 
ducción hecha  por  el  médico  D.  Tomás  García  Suelto,  del 
Vieux  celihataire,  la  obra  maestra  de  CoUin  d'Harlevi- 
lle,  y  se  había  estrenado  en  el  Principe  por  Andrea  Luna, 
á  cuyo  caudal  pertenecía,  en  1801  (4);  El  padre  de  fami- 
lia, de  Diderot,   nuevamente  traducida,  al  parecer  (5);  El 


(1)  Kn  la  Biljlioteca  nacional  hay  manuscritas  dos  comedias  atri- 
buidas á  esta  señora.  í.levan  los  títulos  de  FA  Euf/e/iio  y  La  sabia 
indiscreta.  Qn\/.  i  no  sería  Cienfuegos  ajeno  á  estás  obras,  dada  la 
intimidad  que  gozaba  con  la  autora,  que  lo  es  de  algún  otro  trabajo 
impreso. 

(2)  La  Zoraida  se  repitió  en  los  Caños  el  30  de  Abril  con  el  si- 
guiente reparto,  según  un  ejemplar  impreso  que  sirvió  para  ella  y 
se  halla  en  la  liiblioteca  municipal:  Zoraida:  Antonia  Prado. -Z?¿/(i- 
ma:  Angeles  Ortega. — Almanzor:  Isn)Oiio  Maiqukz.  — f/acp/i:  Ra- 
fael Pérez.  —  Abcnamet:  Infantes. — Boabdil:  Caprara. —A¿aíar:  Cu- 
rro (Francisco  Ronda). 

(3)  La  Condesa  de  Castilla.  Las  ediciones  de  Cienfuegos  son  nu- 
merosas y  vulgares.  La  mejor  completa  ó  poco  menos,  es  la  hecha 
en  1816  eii  la  Imprenta  P^eal,  en  dos  volúmenes  en  8.°,  á  costa  y  por 
orden  de  Fernando  VII.  La  tragedia  tuvo  el  siguiente  reparto:  Con- 
desa: .\ndrea  I^musl.  —  Almansor:  Maiquez.  — /).  Sancho:  Caprara. 
—  D.  Rodrigo:  Vicente  García.  —  /).  Gonzalo:  Infantes.— Male ij: 
Rafael  Pérez. 

(4)  Se  imprimió  en  el  tomo  3.°  del  Teatro  nuevo  español  y  otras 
veces. 

(5)  No  es  fácil  saber  cuál  de  las  diversas  traducciones  de  la  obra 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  169 


viajante  desconocido.,  otra  traducción  hecha  por  Carnere- 
ro y  estrenada  en  la  Cruz  (1),  El  Abate  UEpée  (2),  El  hi- 
pócrita sentimental,  arreg-Io  de  la  obra  de  Moliere,  hecho 
por  Valles  y  Codes  (3),  Caprichos  de  amor  y  celos  (4),  co- 
media antigua  de  Fermín  del  Rey,  todas  las  cuales  forma- 
ban el  repertorio  de  Andrea,  pero  en  alguna  de  las  cua- 
les trabajó  también  Maiquez. 

El  primer  g-ran  triunfo  de  Isidoro  fué  la  representación 
de  La  muerte  de  Abel,  célebre  tragedia  de  Gabriel  Legou 
vé,  estrenada  en  París  en  el  teatro  de  la  Nación  en  1792, 


de  Diderot,  hechas  por  este  tiempo,  ó  poco  antes,  fué  la  represen- 
tada en  los  Caños.  En  la  Cruz  había  estrenado  en  1801  Rita  Luna 
la  versión  en  prosa  por  D.  Juan  de  Estrada,  publicada  en  el  tomo  6.° 
del  Teatro  nuevo  español.  Conocemos  además  las  siguientes: 
una  de  D.  Francisco  Rodríguez  de  Ledesma,  impresa  en  el  tomo 
de  sus  Obras  dramáticas;  otra  del  Marqués  de  l^alacios  (Madrid, 
Aznar,  1785);  otra  de  D.  Francisco  González  Estéfani,  según  Mora- 
tín;  otra  de  D.  Manuel  Gómez  Basurto  (Madrid,  viuda  é  hijos  de 
Marín,  1801). 

Este  último  quizá  sea  el  mismo  que  el  de  D.  Manuel  Gómez  Bus- 
tos, autor  de  la  traducción  manuscrita,  de  1801,  que  hay  en  la  Bi- 
blioteca Nacional.  En  este  establecimiento  hay  otro  manuscrito  con 
las  iniciales  de  Estrada. 

(1)  El  viajante  desconocido.  Comedia  en  dos  actos:  arreglada 
del  teatro  francés  al  español  por  D.  J ose f  María  Carnerero.  Re- 
presentada en  el  Coliseo  de  la  Cruz  el  7  de  Octubre  de  1801.  Ma- 
drid, Repullos,  1802,  8.°,  72  páginas.  La  repetición  en  los  Caños  se 
hizo  el  7  de  Mayo  de  1803.  p]s  traducción  ampliada  de  Monsieur 
Guillaunie  ou  le  Voijagear  inconnu,  de  Desfontaines-Lavallée,  es- 
crita en  1800. 

(2)  El  abate  L'Epée,  comedia  muy  célel)rc  entro  nosotros  y 
muchas  veces  impresa;  la  primera  á  raíz  de  su  estreno  en  el  Prín- 
cipe en  18(X),  en  el  tomo  1.°  del  Teatro  nuevo  español,  fué  traducida 
de  la  de  Bouilly,  por  D.  Juan  de  Estrada.  No  debe  confundirse  cnn 
otro  Abate  EEpée  y  el  asesino  ó  la  huérfana  de  Bruselas,  (pie 
años  después  tradujo  Grimaldi, 

C.^)  El  hipócrita,  de  Valles  y  Codes,  nos  es  desconocido.  Sólo 
sabemos  que  fué  muy  maltratado  por  los  periódicos  del  tiempo.  El 
estreno  se  hizo  en  el  Príncipe  el  10  de  Febrero  de  1802.  La  repeti- 
ción en  los  Caños  el  15  de  Mayo  de  1803,  y  en  ella  intervinieron 
Andrea  Luna,  G.  Torre,  Francisca  Camino, "Maiqukz,  Vicente  Gar- 
cía, Rafael  Pérez,  Caprara,  Suároz  y  Ronda. 

(A)  Caprichos  de  amor  y  celos,  ^e  estrenó  jior  la  compañía  de 
Manuel  Martínez  en  1791,  é  imprimió  en  el  mismo  año.  (Madrid, 
González,  en  4.°),  y  luego  otríis  veces.  En  los  Caños  se  ejecuto  el 
23  de  Mayo  por  la  Prado,  G.  Torre,  la  Ortega  y  Joa(|uina  Briones 
con  Maiquez,  Infantes,  Cristiani,  Ronda  y  Camacho. 


170  ISIDORO    MAIQUBZ 


con  éxito  fabuloso,  pues  los  franceses  que  se  aprestaban 
á  sar  nuevos  Caines,  lloraron  la  desgracia  de  Abel  y  mal- 
decían el  furor  del  fratricida.  Púsola  en  excelentes  ver- 
sos castellanos  D.  Antonio  Saviñón,  estimable  literato, 
perseg-uido  luego  por  la  reacción  de  1814  y  muerto  en  la 
cárcel  como  liberal.  Eligió  Maiquez  el  30  de  Mayo,  día 
del  Príncipe  de  Asturias,  para  su  estreno,  como  se  efec- 
tuó á  las  ocho  de  la  noche,  por  los  principales  actores  de 
los  Caños,  pero  sobresaliendo  entre  todos  Isidoro  Mai- 
quez en  el  papel  de  Caín,  que  hizo  después  muchas  ve- 
ces con  el  mismo  aplauso.  La  envidia  rencorosa,  el  furor 
insaciable,  y,  por  fin,  el  remordimiento  que  nada  puede 
acallar  eran  los  afectos  que  Maiquez  prefería  llevar  á  la 
escena,  y  la  Muerte  de  Abel  le  dio  ancho  campo  para  la 
explosión  de  tan  violentas  pasiones  (1). 

Por  una  casualidad  en  el  mismo  día,  y  con  la  tragedia, 
se  ejecutó  en  los  Caños  la  opereta  El  luto  fingido  (2),  cuyo 
asunto  versa  también  sobre  ideas  de  muerte,  y  en  el  tea- 


(1)  La  muerte  de  Abel,  tragedia  en  tres  actos  y  en  oerso por  el 
ciudadano  Le  Gouüé:  traducida  delfranci's  al  castellano  por  don 
Antonio  Saoiñón.  Con  licencia  en  Madrid.  En  la  imprenta  de  la 
Administración  del  Real  Arbitrio  de  fSeneJicencia.  Año  1803, 
8.",  80  páginas.  El  reparto  fué  el  siguiente:  Adán:  Rafael  Pérez. — 
Eoa:  Angeles  Ortega.  — Caí/i:  Maiquez.  — A¿e¿:  Infantes.— Me7z(itt.- 
A.  Prado.— r¿rja:  A.  Luna. 

Por  los  mismos  días  se  publicó  otra  traducción  de  la  tragedia  con 
el  título  de:  La  muerte  de  Abel  vengada:  tragedia  en  tres  actos, 
acomodada  al  teatro  español  por  D.^  Magdalena  Fernández  Fi- 
gueró.  Madrid,  librería  de  Castillo,  1803,  8.° 

Don  Cándido  María  Trigueros  tiene  también  un  oratorio,  La  muer- 
te de  Abel,  tomado  del  de  Metastasio.  No  sé  que  se  haya  impreso; 
|iero  existe  manuscrito. 

(2)  El  luto  fingido.  Opera  en  unactq  g  en  prosa,  traducido  del 
francrs  por  D.  F.  I).  P.  M.  (|D.  Francisco  de  F'aula  Martí?)  Año 

180:2.  Original  con  la  aprobación  de  D.  Santos  Diez,  fechada  á  26 
<Io  Mayo  de  1803  y  este  reparto:  D.  Celedonio:  Sr.  Garrido. — Doña 
Quiteria,  su  mujer:  Sra.  Priones  Q.)-D.^  Luisa:  Sra.  Morales.— 
I).  Pascual:  Sr.  M.  Garcia..— Águeda,  criada:  Sra.  Paureana.— 
Cri.spín,  criado:  Sr-.  Cristiani;  qué  es  del  estreno  y  la  nota:  «Oy  30 
(le  Mayo  de  1803.»  (Biblioteca  municipal  1-190-3.)  Manuscrito. 

Tengo  sospechas  de  que  García  fuese  el  autor  de  la  música  de 
esta  opereta.  Por  sí  ó  por  no,  la  partitura  existe  en  la  Biblioteca 
municipal. 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  171 


tro  de  la  Cruz  el  drama  llorón  El  duque  de  Pentiévre  (1), 
traducido  por  D.  Vicente  R.  de  Arellano.  Con  que  al  ver 
tantas  tristezas,  y  aludiendo  á  que,  en  esta  última,  salió 
A  hacer  papel  principal  la  Ramona  García,  sobrina  de 
Rita  Luna,  jovencita  entonces  de  trece  años,  la  musa 
zumbona  de  Arriaza  le  inspiró  una  graciosa  sátira  con  el 
titulo  de  Cartel  de  comedias,  en  que  decía,  entre  otras  co- 
s;is,  lo  que  sigue: 

Hoy  lunes,  fiesta  pascual, 
en  obsequio  al  nombre  real, 
se  iluminará  el  corral 
con  esperma  de  sartén, 
que  hará  á  los  ojos  muy  bien 
y  á  los  vestidos  muy  mal. 
Habrá  gente  hasta  el  portal, 
empujón,  grita  y  vaivén; 
y  en  ún  drama  colegial, 
que  tradujo  no  sé  quien, 
una  niña  de  retén, 
en  papel  sentimental, 
se  las  tendrá  ten  con  ten 
á  la  dama  inmemorial 
del  Desdén  con  el  desdnn. 
^  Y  en  los  Caños  del  Peral, 

que  es  teatro  principal, 
la  orquesta  sonará  bien 
si  zurran  bien  el  timbal... 
Habrá  auto  sacramental, 
sacro-místico-moral 
íjue  en  tono  lacrimonial 
recordará  al  pecador 
el  pecado  sucesor 
del  pecado  original... 

La  escena  allá  en  Palestina, 
como  quien  vuelve  la  esquina 
del  Paraíso  terrenal; 


<1)  Comedid  e/i  ciiu'o  (kUih,  ll talada  FA  duque  de  Penlircre, 
por  D.  V.  II:  de  A.,  representada  en  el  coliseo  de  la  Ouz  en 
Cfíte  presente  año.  Madrid.  Por  J).  Mateo  de  Repullf'íi.  Año  de 
7.Say;  8.**,  82  páginas.  Lleva  este  reparto,  que  fué  el  de  su  estro- 
no:  Heloisa:  Sra.  flita  í.una. — Amelia:  Sra.  llamona  García.— 
laaara:  Sr-.i.  Mana  García. — La,  ¡lectora:  Sra.  Josefa  Lima.  — A7 
duque  de  Pentierre:  Sr  Antonio  V\nto.~ Delmance:  Sr.  J(ían  Ca- 
rretero.—  I '/i  Senador:  Sr.  Tomás  Contador, 

I'.l  verdadero  título  de  esta  obra  es  Fenelón  ó  las  monjas  de  Cam- 
'"•'iij,  con  el  que  se  representó  más  adelante,  como  veremos. 


172  ISIDORO   MAIQUBZ 


decoración  celestial, 
con  nube  negra  y  mohína, 
viento,  trueno  y  culebrina. 
V^oz  del  cielo  y  no  divina, 
sino  un  poco  catarral, 
i[ue,  con  su  arenga  eternal, 
prueba  sin  anacronismo, 
que  en  tiempo  antediluvial 
no  se  inventó  el  laconismo 
en  la  corte  celestial  (1). 

Y  con  una  ópera  igual, 
que  emigro  de  un  funeral, 
se  fijará  estacional 
en  cada  esquina  un  cartel 
y  nadie  leerá  en  él 
sino  Abel  y  más  Abel, 
y  el  primer  odio  mortal 
de  los  primeros  humanos, 
hasta  el  primer  besamanos 
que  se  dé  El  Juicio  final  C2). 

Después  de  éstas,  siguió  Maiqubz  poniendo  en  escena 
otras  varias  comedias  entre  nuevas  y  viejas,  como  El  seduc- 
tor enamorado,  traducción  de  Le  Seducteur,  de  Bicvre  (3), 
Zenobia  y  Badamisto,  de  Zavala,  ya  estrenada  en  1799  (4), 


(1)  Alude  á  que  uno  de  los  defectos  que  se  pusieron  á  La  muer- 
te de  Abel  es  lo  largo  del  parlamento,  que  dice  la  Voz  de  Dios  en- 
tre bastidores,  para  maldecir  á  Caín  después  del  fratricidio. 

(2)  Poesías  de  Arria.sa,  en  la  Biblioteca  de  Rivadeneira,  t.  67, 
pág.  129. 

(o)  FA  seductor  enamorado.  Comedia  en  tres  artos  en  oerso. 
Manuscrito  de  la  líiblioteca  municipal  con  la  nota:  «Oy  día  24  de 
Mayo  de  1803  y  este  reparto:  Varennes:  Sr.  Garcia.—Fer/iando, 
amante  de  Adela:  MwmiY./..  — Adela:  Sra.  Andrea. — Meilcour:\n- 
hntes.— Valentín,  criado:  Cvisüani.— Florentina,  criada:  i6eñov:i 
'lovre. —  Ali(')'.  Fabianl.  — Lacayo:  Suárez. 

Kn  la  Biblioteca  Nacional  hay  un  manuscrito  de  esta  obra  con  el 
primer  título  de  Amor  y  desconfianza,  ó  el  seductor  enamorado. 

(4)  Zenobia,  y  Rliadamisto.  Traqedia  en  tres  actos.  Por  D.  Gas- 
jtar  Zaoala  y  Zamora.  Con  licencia,  Madrid.  1799,  S.^,  78  páginas. 
Un  ejemplar  impreso  de  Ja  Biblioteca  municipal  tiene  la  nota:  «Oy 
día  Id  de  Junio  de  1803  y  este  reparto:  Plirasmanes:  li.-ifael  Pérez. 
¡liíadamisto:  Maiqvk a.— Zenobia:  Sra.  Prado. — Arsanes:  Navarro, 
o  sea  Infantes.  Hieron:  Caprara. —  Hidaspes:  Konda.,  —  Mitranes: 
Fabiani.— Ftí/iisa."  Angeles  Ortega. — Después  se  reimprimió  otras 
ve>'es. 

Hav  además  otro  Radamisto  if  Zenobia,  también  traducida  de 
Crebi'llon,  por  D.  A.  B.  N. 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  lV3 


EL  joven  Carlos  (1)  y  El  confidente  casual  (2),  francesas 
también  las  dos  últimas. 

Pero  el  triunfo  más  popular  de  esta  temporada,  á  juzgar 
por  los  días  que  se  ejecutó  y  las  entradas  que  tuvo,  fué 
el  drama  sentimental  El  Mayor  Palmer,  que  no  es,  en  rea- 
lidad, más  que  uno  de  tantos  Federicos  segundos,  no  me- 
nos inverosímil  que  los  de  Comella,  pero  mucho  mejor  es- 
crito, pues  estaba  traducido  por  D.  Félix  Enciso  Cas- 
trillón. 

Maiqubz  hizo  el  papel  principal,  el  de  aquel  Mayor  que 
después  de  matar  al  hermano  de  su  mujer,  causar  la  locu- 
ra de  ésta  y  desertar  de  su  regimiento,  llega  tan  oportu- 
namente al  castillo  donde  se  había  retirado  su  familia, 
que  salva  de  entre  las  llamas  á  su  esposa,  que  entonces 
recobra  el  juicio,  liberta  de  caer  prisionero  al  general  que 
habla  de  juzgarle  y  hace  que  el  ejército  prusiano  obtenga 
una  gran  victoria  (3;.  Ejecutóse  este  drama  el  21  de  Julio 
para  solemnizar  el  primer  casamiento  de  Fernando  VIL 


(1)  El  joven  Carlos.  Comedia  e ti  rjsrso  e/i  ci/ico  actos.  Manus- 
crito de  la  Bibloteca  municii)al  (1-76-12),  con  la  nota:  «Oy  día  12  de 
Julio  de  1803»  y  el  reparto  que  sigue:  1).  Pedro:  Pérez.— D.*^  Mar- 
garita: A.  lAina.—I).  Carlos:  Navarro.  —  /).  Rosendo:  Maiqui-:/.— 
Gutierres:  Caprara.— Z).*^  Gertrudis:  A.  Ovte^SL.— Rosalía:  Señora 
Briones  (J.)— /tírmí/ia:  Sra.  Torre.  — Z?ra/io:  Honda,.— Criado:  Fa. 
biani. 

En  la  Biblioteca  Nacional  existe  otro  manuscrito  de  esta  obra,  ori- 
ginal de  Mercier,  traducido  en  verso  por  D.  Manuel  de  Ascar^ota, 
correspondiente  á  1776,  lleva  el  título  de  Las  ceguedades  del  vicio  ó 
el  joven  Carlos. 

(2)  El  confidente  casual.  Comedia  en  tres  actos  y  en  verso  por 
D.  Gaspar  Zavala  ij  Zamora.  Representada  por  la  compañía  de 
(os  Caños  del  Peral.  Con  licencia.  En  Madrid.  Año  de  /80'i,4.", 
'■¿>>  páginas.  Reparto:  Dorimón:  Antotu'o  Martínez. — Felicia:  Anto- 
nia Vr-dáo.  —  /ilenvill:  Rafael  Vévey..— h'loricour:  I.  My\iQi!i;/..— ./a- 
lieta:  (Gertrudis  Torre. —  Fermín:  Joa(|UÍn  Suárez.  Ivi  la  Biblioteca 
municipal  hay  un  manuscrito  (jue  lleva  la  focha  del  2  do  Agosto 
de  1803,  y  después  del  título,  añade:  Comedia  en  tres  a(ítos,  sacada 
de  la  (|ué  escribió  en  francés  en  un  acto  y  en  prosa,  bajo  el  mismo 
título  ol  ciudadano  Faux.» 

(3)  Kl  Maijor  Palmer.  Comedia  en  tres  actos  en  verso,  traduci- 
da del  francés  g  ejecutada  en  los  Caños  del  Peral  —Barcelona, 
A.  Roca,  s.  a.,  4."— También  so  imprimió  on  Madrid  on  1803. — líl 
drama  está  sacado  de  una  ópera  de  Pigault-Lebrún,  música  de 


174  ISIDORO   MAIQUEZ 


Altarnando  coa  estas  obras,  la  sección  de  música  de  la 
compañía  de  los  Caños  que  regentaba  García,  dio  algunas 
óperas,  en  que  también  dominaba  lo  francés,  como  las  si- 
guientes: Palma  ó  el  Viaje  á  Grecia,  ópera  en  dos  actos, 
letra  de  Lemontey  y  música  de  Plantade  (1),  que  es  la  no- 
vela de  un  pintor  francés,  que  salva  del  harem  á  una  joven 
georgiana  y  cristiana,  Palma,  de  nombre,  con  la  cual  se 
casa.  La  opereta  Bion,  de  Hofmann,  es  una  especie  de  idi- 
lio griego  como  los  de  Teócrito,  aunque  peca  de  monóto- 
no, defecto  de  que  le  salvaría  la  música  de  Méhul,  que  era 
excelente.  Tradújole  en  verso  D.^  María  Rosa  Gálvez, 
poetista  acreditada  ya  en  otras  obras  líricas  y  dramáti- 
cas (2).  La  quinta  de  Escorondón,  ópera  cómica  en  dos 
actos,  traducida  de  la  de  Picard,  con  música  de  Devienne, 
titulada  Les  visitandines ,  refiere  las  aventuras  de  un  joven 
ruso  que  halla  á  su  prometida  en  la  referida  quinta  con- 
vertida por  Catalina  II  en  colegio  de  jóvenes  aristocráti- 
cas, y  en  el  cual  penetra  nuestro  mancebo  disfrazado  de 
educanda  (3).   El  colérico,  opereta   insignificante  en   un 


Bruni,  estrenada  en  París  en  1797.  Un  manuscrito  (73-2),  de  la  Bi- 
blioteca municipal,  tiene  la  nota:  «Oy  día  21  de  Julio  de  1803.  En  ce- 
lebridad del  desposorio  del  Príncipe.»  Con  el  reparto  que  sigue:  EL 
general  Hoburg:  Rafael  Pérez. — El  Mayor  Palmer:  Su.  I.  Mai- 
QUEZ. —MacZ.  BÍamental:  Andrea  Luna.— Amalia,  sa  hija:  Antonia 
Pvado.— Elena,  ama  de  gobierno:  J.  Briones.— /or^e.'  Antonio  Mar- 
tínez.—Federico,  rey  de  Pruüa:  J.  Caprara.  — /?m/itZ,  hnsar  reti- 
rado: Francisco  Ronda.  — /íe/iiío,  jardinero:  J.  Suárez.— í//i  ayu- 
dante: Navarro. 

(1)  Palma  ó  el  viaje  á  Grecia,  ópera  en  prosa  en  dos  actos,  tra- 
ducida delfranct's.  Manuscrito  déla  Biblioteca  municipal (190-13), 
con  la  nota.  «Oy  13  de  Mayo  de  1803»  y  este  reparto:  Mábac,  grie- 
go: Sr.  Cristiani.— A'ís6ec,'sa  mu/er.'Sra.  J.  Briones.— PaZma,  ¿^eor- 
giana  joven:  Sra.  hanreana..— Pablo,  pintor  francps:  Sr.  García.— 
Caliní,  mf'di-'o  veneciano:  Sr.  G-dvrldo.—Ongul,  eunuco  del  Serra- 
llo: José  Ey.nós.  —  Ramaforte,  patró/L  de  barco:  Sr.  Ronda. 

(2)  Bion,  ópera  lírica  en  un  acto,  traducida  del  idioma  fran- 
cés. En  las  Obras  poéticas  de  D.*  María  Rosa  Gálvez  de  Cabre- 
ra. Tomo  I.  Madrid,  en  la  Imprenta  Real,  año  de  1801.  8.°,  pá- 
í^ina  57.  Un  manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal,  trae  este  reparto 
<(ue  fué  el  del  estreno:  Bion:  Sr.  García  -^Nisa:  Sra.  Laureana.— 
Agenor:  Sr.  Eznós.  — Craíes.'  Sr.  Fabiani. 

(3)  La  Quinta  de  Escorondón.  Opera  en  verso  en  dos^  actos. 
Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal  con  la  nota:  «Oy  día  24  de 


CAPÍTULO   SÉPTIMO  175 


acto  (1),  fué  seguido  de  la  titulada  El  criado  de  dos  amos, 
traducida  de  la  de  Eoger,  pero  con  música  del  maestro 
español  D.  Esteban  Cristiani  (2).  El  asunto  pertenece  en 
su  origen  á  Goldoni,  y  como  comedia  fué  igualmente  tra- 
ducido por  nuestros  poetas  (3).  Otra  opereta  más  que  có- 
mica, burlesca,  fué  cantada  por  estos  días:  El  eclipse  de 
luna,  traducción  de  la  de  igual  titulo  de  La  Chebaussiére, 
pero  sin  la  música  de  Dalayrac  que  fué  su  primera  parti- 
tura dramática,  sustituida  por  otra  de  D.  Narciso  Sort, 
maestro  de  clave  del  teatro  de  los  Caños  (4). 
Muchas  de  estas  obras,  al  pasar  á  nuestro  idioma,  deja- 


Junio  de  1803»  y  el  reparto  siguiente:  Oremburg:  Sr.  García. — 
Doctor^  su  padre:  Sr.  Heras.— Froníí/i:  Sr.  Cristiani. — Martin:  Se- 
ñor Kznós.— L'/i  cochero:  Sr.  Garrido. — Marvea:  Sra.  Laureana.— 
La  Condesa:  Sra.  Torre.— /n^/s:  Sra.  Briones(J.)— /ose/í/m:  Señora 
I3riones  {¥.)— Marta:  Sra.  Caimxno.— Criadas:  Sra.  Ranios  y  señora 
Luengo.  Posteriormente,  al  ponerla  de  nuevo  en  escena,  le  cam- 
biaron el  título  por  el  de  Las  monjas  visitandmas,  los  nombres  de 
algunos  personajes.  {Oremburg,  se  llamó  ÍJel^fort;  la  Condesa,  la 
Abadesa;  Marcea,  Eufemia  y  a  todas  se  las  hizo  religiosas),  el  cas- 
tillo fué  c^)nvento,  y  con  este  fin  se  varió  también  el  texto.  Y  así 
fué  prohibida  por  la  Inquisición  en  1817. 

(1)  El  Colérico,  opereta  en  un  acto,  en  prosa.  Un  ejemplar  ma- 
íiuscrito  de  la  }5iblioteca  municipal,  lleva  la  aprobación  de  D.  Santos 
Diez,  fechada  á  12  de  Julio  de  1803  y  un  reparto  que  no  es  el  pri- 
mitivo. 

(2.)  El  criado  de  dos  amos.  Opera  cómica  en  dos  actos,  en  prosa. 
Un"  manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal,  lleva  el  siguiente  reparto: 
Sofía  Melcour:  Sra.  Laureana.— 7'Yoreí?;7¿:  M.  García. -Fermí/i: 
ri'istiani.— /?orímó/i:  Ensebio  Fernández. -Carolina:  Sra.  Hrio- 
nos  (J.) 

(3)  El  criado  de  dos  amos.  Comedia  en  tres  actos,  en  prosa, 
'scriíá  en  italiano  por  el  celebre  doctor  Carlos  Goldoni,  traducida 
(I I  castellano  y  enmendada  en  esta,  ternera  impresión.  Madrid, 
IHO.'i,  4.**,  24  pÉrginas.  I^s  de  José  Concha,  como  lo  expresa  una 
de  las  impresiones  anteriores. 

(■on  notables  alteraciones  en  los  nombres  v  en  el  texto.,  púsose  en 
verso  esta  comedia,  y  se  representó  en  léOO,  según  sé  ve  por  un 
manuscrito  aue  hay  en  la  líiblioteca  municipal. 

(4)  Et  eclipse  de  luna.  Opereta  española  (sic)  en  un  acto,  en 
¡irosa.  El  asunto  es  el  mismo  de  la  francesa,  aun(|ue  se  le  camliiaron 
los  nombres  en  la  forma  que  expresa  esto  reparto  (|ue  tr.te  un  ma- 
nuscrito do  la  Hibliotooa  munitnpal.  /).  Crispido:  I-jisebio  Fernán- 
doz. —/¿o.sa:  Sra.  Laureana  Correa. — Matilde:  Sra.  Jo/ujuina  IM-lo- 
uQs.  — Feliciano:  Manuel  i}arcÁa.  — Fermín:  Eugenio  Cristiani.  El 
título  de  española,  debo  referirse  á  Iq.  música. 


1*76  ÍSIDORO   MAIQÜB^ 


ban  de  ser  verdaderas  óperas,  para  convertirse  en  zarzue- 
las, suprimiéndose  los  recitados,  y  limitándose  la  música 
á  seis  ú  ocho  númei'os,  entre  arias,  rondós,  dúos  y  concer- 
tantes. En  algunas  es  muy  circunscrita  la  parte  lírica. 

En  el  verano  fué  cuando,  movido  qui^á  por  el  buen  éxi- 
to logrado  en  el  coliseo  de  la  Cruz,  por  la  refundición  de 
La  moza  de  cántaro,  de  Lope,  hecha  por  Trigueros,  quiso 
Maiquez  representar  en  su  teatro  otras  dos  refundiciones 
que  Trigueros  había  dejado,  del  Anzuelo  de  Fenisa  y  Los 
melindres  de  Belisa,  ambas  también  del  príncipe  de  nues- 
tros dramáticos.  Cambióles  el  nombre  Trigueros  por  las 
razones  que  expresa  en  el  prólogo  de  cada  una,  diciendo 
del  titulo  de  la  primera,  que  «aunque  bastante  significati- 
vo, se  ha  mudado  ahora,  sustituyendo  el  de  La  buscona, 
que  parece  más  enérgico  y  menos  dudoso»,  y  el  segundo 
en  La  Melindrosa,  por  más  sencillo,  aunque  este  carácter 
no  constituya  la  acción  del  drama,  sino  aquellos  dos  jóve- 
nes que  se  presentan  como  esclavos;  por. eso  le  añadió  el 
subtítulo  de  ó  los  esclavos  supuestos.  Ambas  refundiciones 
son  buenas,  sobre  todo  la  segunda,  en  donde  Trigueros 
casi  conservó  todo  el  original  de  Lope,  por  ser  esta  come- 
dia una  do  las  más  arregladas  para  el  gusto  de  enton- 
ces (1). 

Ambas  fueron   bien   recibidas   del  público  en  general. 


,  (1)  La  Buscona  ó  el  anzuelo  de  Fenisa.  Comedia  de  Freij  Lope 
de  Vega  Carpió,  y  refundida  por  D.  Cándido  María  Trigueros. 
Con  licencia  en  Madrid,  año  de  1803.  4.",  39  páginas.  Un  ejemplar 
de  la  Biblioteca  municiyjal,  después  de  la  nota:  «Oy  día  20  de  Junio 
de  1803»  que  fué  el  del  estreno,  trae  el  siguiente  reparto:  D.^  Dinar- 
da:  A.  l^nno..— Fenisa:  G.  Totyq.— Celia:  J.  Briones.— £).  Lucinda. 
I.  Maique/..  — /).  Félix:  Caprara.— 7>isÍ6</i:  (Jarrido.— Z).  Albano: 
Inlantes. —Ca/ni¿o:  Ronda.— Ca/)ííá/i  Osorio:  Pérez.— Bernardo: 
Juárez.  — Fabio:  Cristiani. 

La  Melindrosa  ó  los  esclavos  supuestos,  de  Lope  de  Vega  Carpió. 
Refundida  por  D.  Cándido  María  Trigueros.  Con  Ucencia  en  Ma- 
drid año  de  1803,  4.'',  3S  páginas.  KI  reparto  que  tuvo,  según'  un 
manuscrito  de  la  Bibliotetía  municipal  fue:  Tiberio:  Martínez.  — /.í- 
sardu:  Arteaga.—D.  Jua/i:  Inlantes.— Belisa:  A.  Prado.  — Pedro  ó 
Felisardo:  M.wqvf/a.  — Celia  ó  Zara:  A.  Luna.— Flora:  G.  Torre.— 
Carrillo:  Suárez.—Fliso:  Caprara.  — /^.  Prudencio:  Fabiani. 


capítulo  séptimo  177 


que  acudió  á  verlas,  aunque  no  con  el  empeño  demostrado 
cuando  el  estreno  de  La  moza  de  cántaro.  La  causa  estu- 
vo al  parecer  en  la  ejecución.  Maiqübz  quiso  aplicar  á 
ellas  la  recitación  afrancesada,  cosa  repugnante  á  gran 
parte  del  público,  y  que  sirvió  para  traer  de  nuevo  al  pa- 
lenque la  discusión  sobre  las  dos  supuestas  escuelas.  Al- 
gunos aprovecharon  la  oportunidad  para  renovar  sus  ata- 
ques á  Isidoro  Maiquez. 

En  el  Diario  de  Madrid,  de  22  de  Agosto,  se  publicó  una 
carta  crítica  que,  exagerando  tal  vez  los  defectos  de  la 
compañía  de  los  Caños,  deja  entrever,  sin  embargo,  que 
Maiquez  seguía  aún  poco  afecto  al  lirismo  de  nuestras  co- 
medias y  las  ejecutaba  con  cierta  dejadez  y  exceso  de  na- 
turalidad. 

Para  explicar  el  articulista  por  qué  La  moza  de  cán- 
taro había  sido  tan  aplaudida  y  La  buscona  menos,  no 
obstante  ser  del  mismo  autor  y  refundidor,  dice  que  la 
primera  se  representó  de  modo  que  fué  oida  por  todos,  y 
la  segunda  fué  rezada,  de  tal  modo  que,  á  excepción  del 
apuntador,  nadie  pudo  enterarse. 

«Esta  y  no  otra  es  la  causa  de  que  en  el  teatro  de  los  Ca- 
ños no  se  entiendan  la  mayor  parte  de  las  piezas  que  se 
representan;  porque  debiendo  sus  actor^is  seguir  con  toda 
escrupulosidad  aquella  verdad  y  naturalidad  que  es  tan 
difícil  conseguir  en  la  escena,  han  creído  que  lo  lograrán 
mejor  bajando  la  voz  en  la  representación;  y  lo  ejecutan 
de  un  modo,  que  no  hay  tertulia  ni  concurrencia  de  una 
cas  i  particular  en  que  se  hable  tan  bajo,  no  siendo  á  la 
cabecera  de  un  enfermo.»  Prosigue  diciendo  que  muchas 
veces  parecen  «unos  autómatas,  sin  viveza,  gesto,  ni  fuego 
en  sus  expresiones». 

Añade,  que  cuando  algunos  cómicos  ven  aplaudidas 
ciertas  maneras  de  imitar  algunas  pasiones,  luego  las 
repiten  siempre.  «Y  del  mismo  modo  los  que  alguna  vez 
han  merecido  justos  elogios  por  la  naturalidad  con  que 
han  desempeñado  ciertos  caracteres,  en  alguftas  pequeñas 
piezas  que  así  lo  requerían,  se  figuran  que  este  método 

12 


178  ISIDORO   MAIQUE2 


puede  ser  general  y  convenir  á  todo  género  de  comedias, 
y  caen  en  una  languidez  y  frialdad  que  fastidian»...  Que 
deben  gritar  cuando  lo  exija  el  carácter  del  papel,  pues 
que  de  otro  modo  vendrán  á  parar  en  una  insoportable 
monotomía. 

En  otra  carta  del  26,  dice  que  La  moza  de  cántaro,  es 
buena,  y  que  «le  dio  mucho  realce  la  famosa  actriz  (Rita 
Luna),  que  ejecutó  el  papel  de  dama»:  que  en  La  buscona^ 
que  no  es  tan  buena,  tiene  que  representar  el  papel  de 
D.  Juan  una  actriz  vestida  de  hombre  (Andrea  Luna),  á  la 
antigua  española,  descubiertas  las  piernas  hasta  la  mitad 
de  los  muslos»,  y  que  el  papel  de  dama  le  desempeñó  la 
graciosa,  «que  aunque  de  bastante  mérito  en  los  de  su 
carácter,  no  tiene  ning'uno  en  los  demás,  pues  no  en  todos 
se  puede  correr  y  saltar  por  la  escena». 

Y  en  una  carta  final,  de  14  de  Noviembre  de  1803,  se  dice 
que  nuestros  cómicos  abusan  tanto,  que  se  les  ve  «hablar 
entre  si,  estando  en  la  escena,  arengar  al  público,  parando 
la  representación,  moda  tan  introducida  como  ridicula  é 
indecente;  echar  sobre  las  espectadoras  miradas  de  indig- 
nación y  autoridad  y  otras  cosas.»  Y  termina  con  esta  cu- 
riosa noticia:  «Los  apasionados  indiscretos  de  los  cómicos, 
reprimen  con  sus  chis,  chis^  los  murmullos  de  desagrado 
del  público,  y  por  eso  les  llaman  ya  la  Compañía  de  apa- 
gadores» (1). 

A  la  vez  que  estas  censuras,  otras  más  severas  le  diri- 
gían desde  un  periódico  satírico  titulado  El  Regañón  ge- 
neral, no  sin  algún  viso  de  fundamento,  aunque  exage- 
rando notoriamente  en  algunos  puntos  y  recargando  la 
pintura  en  otros.  Maiquez,  ofendido,  pidió  amparo  á  las 
autoridades,  que  entonces  intervenían  también  en  esto, 
por  el  siguiente  memorial,  á  todas  luces  impertinente  y 
que  hoy  sería  ridículo: 


(1)     DiorioM  del  22  v  26  de  Au'osto  v  14  de  Noviembre. 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  179 


«Excmo.  Sr.  Gobernador  del  Consejo: 

Isidoro  Mayquez,  apoderado  general  de  la  Compañía 
del  teatro  de  los  Caños  del  Peral,  con  el  debido  respeto, 
hace  presente  á  V.  E.  Que  no  obstante  estar  mandado  por 
Real  orden  y  repetido  muchas  veces  por  el  Gobierno,  que 
en  ningún  papel  público  se  hable  de  teatros  y  menos  de 
los  actores  de  ellos,  no  sólo  se  sigue  contraviniendo  con 
el  mayor  abuso  á  estas  soberanas  y  saludables  disposicio- 
nes, como  podrá  V.  E.  servirse  hacer  ver  en  los  núme- 
ros 7  y  8  del  nuevo  papel  periódico  titulado  El  Regañón, 
sino  que  también  se  usan  personalidades  directas  (cuya 
abominable  costumbre  está  reprobada  por  punto  general), 
resultando  de  aquí  el  mal  éxito  de  casi  todas  las  funcio- 
nes que  se  ponen  en  escena,  el  descrédito  de  los  actores, 
el  perjuicio  y  menoscabo  de  sus  intereses,  la  imposibilidad 
de  cumplir  las  obligaciones  que  han  contraído  con  el  Go- 
bierno. En  esta  atención,  suplica  á  V.  E.  se  sirva  prohibir 
de  nuevo  y  bajo  las  más  graves  penas,  el  que  en  lo  sucesi- 
vo se  hable  en  ningún  papel  público  de  los  teatros  y  sus 
actores,  y  prÍLcipalmente  el  que  en  ellos  se  traten  odiosas 
personalidades,  que  por  lo  regular  produce  la  malevolen- 
cia ó  el  capricho,  son  por  lo  general  injustas  y  siempre 
ofensivíiS  y  perjudiciales.  En  lo  que  recibirá  merced  de  la 
rectitud  de  V.  E.,  cuya  vida  guarde  el  cielo  dilatados 
años.  Madrid  7  de  Julio  de  1803.  Excmo.  Sr. 

Isidoro  Mayquez»  (1). 

Los  números  del  Regañón  general  á  que  se  alude  co- 
rresponden al  miércoles  y  sábado  22  y  25  de  Junio  de  1803. 

En  el  primero,  el  artículo  «Tribunal  catoniano.  Concluye 
el  juicio  del  Asesor  segundo  sobre  los  teatros»,  impugna  el 
gusto  corriente  por  las  comedias  francesas;  califica  de  de- 
testables las  de  Beaumarchais  y  arremete  contra  los  tra- 
ductores que  son  unos  pisaverdes  literarios. 

Sobre  la  declamación  dice  que  los  versos  deben  reci- 
tarse como  prosa.  Pide  la  imitación  de  la  naturaleza  y  no 
la  de  unos  cómicos  por  otros.  «Sí  la  imitación  servil  de  los 
cómicos  nuestros  es  tan  vituperable,  ¿qué  voces  serán  su- 
ficientes para  reprobar  la  de  los  extranjeros?»   Insiste  so- 


(1)    Arckwo  Jdstórico  nacional.  Sala  8:  A-legajo  vii. 


léÓ  ISIDORO   MAIQUB¿ 


bre  este  punto,  que  va  contra  Maiqubz,  insinuando  que  no 
ha  tenido  principios  ni  instrucción  fundamental  en  el  arte 
para  aplicar  con  oportunidad  lo  poco  que  puede  ser  digno 
de  imitarse.  «Un  movimiento  rápido  de  ojos  ó  de  brazos, 
un  lance  manejado  con  viveza,  una  modulación  extraña 
en  la  producción  de  las  palabras  podrá,  sin  duda,  sorpren- 
der el  voto  de  algunos  sujetos  poco  reflexivos;  pero  el 
hombre  sensato  que  observe  prolixamente  esias  acciones 
y  que,  comparándolas  con  las  situaciones  y  con  lo  que  pi- 
den los  versos,  halle  que  no  son  oportunas  sino  arbitrarias, 
se  desengañará  bien  pronto  y  no  asociará  su  voto  al  de  la 
multitud,  aun  en  el  caso  de  que  ésta  se  llegase  á  alucinar. 
Los  buenos  cómicos  no  se  forman  con  la  simple  asistencia  á 
los  famosos  coliseos  extranjeros,  ni  es  tan  fácil  el  apren- 
der este  arte  como  muchos  se  imaginan,  pues  los  mete 
muertos  del  teatro  de  la  República  y  de  las  Artes  de  París 
están  viendo  y  oyendo  continuamente  á  Taima  y  á  Saint- 
Prix,  sin  que  dexen  por  eso  de  ser  muy  infelices  en  su  re- 
presentación» (página  53). 

Ya  claramente  dice  qne  en  los  Caños  hay  mania  por  re- 
presentar lo  extranjero  y  cuando  hacen  alguna  obra  na- 
cional es  con  disgusto  visible.  Quede  aquéllas  ponen,  sin 
embargo,  las  peores:  el  Hipócrita  sentionental,  la  Esposa 
delincuente,  la  Familia  árabe,  el  Viaje  d  Grecia,  la  Casua- 
lidad á  media  noche,  que  son  desatinos  indecentes  é  inve- 
rosímiles. 

«La  execución  de  los  actores  de  este  teatro  no  dexa  de 
ser  también  digna  de  los  más  fuertes  regaños,  pues  pres- 
cindiendo por  ahora  de  su  mérito,  se  nota  generalmente 
una  falta  de  respeto  al  público,  introduciendo  en  la  mis- 
ma representación  chanzas,  risotadas  y  juguetes  muy  im- 
propios del  decoro  que  se  debe  tener  en  la  escena.»  Afirma 
que  en  este  teatro  se  reunía,  sin  embargo,  lo  mejor  de  la 
corte. 

Eu  el  de  la  Cruz  había  más  compostura  en  las  represen- 
taciones; se  daban  casi  siempre  comedias  del  siglo  xvii. 
Dice  que,   con  todo,  algunas  son  tan  conocidas  que  ya 


CAPÍTULO   SÉPTIMO  181 


fastidiau  y  otras  disparatadas;  aboga  por  los  arreglos, 
aunque  desconfía  de  que  se  hagan  bien,  pues  califica  de 
ridiculas  las  enmiendas  de  la  Estrella  de  Sevilla  j  de  La 
Moza  de  cántaro. 

El  número  8  de  este  periódico  no  contiene  nada  perso- 
nal contra  Maiquez  ni  contra  su  teatro.  Diósele  gusto  y 
desde  entonces  El  Regañón  no  volvió  á  tratar  claramente 
de  estas  mííterias.  Es  verdad  que  duró  poco,  cesando  su 
publicación  á  mediados  del  siguiente  año  de  1804  (1). 

El  despego  por'  lo  francés  en  literatura  dramática  co- 
menzaba á  generalizarse.  Un  articulista  del  Diario  decía  á 
raiz  del  estreno  de  La  Moza  de  cántaro  que  lo  extranjero 
era  peor  que  lo  nuestro.  Pocos  dias  después  otro  bien  hu- 
morado, ridiculizando  la  moderna  nomenclatura  francesa 
introducida  por  la  Junta  de  reforma  de  actores,  actrices,  de 
carácter  anciano,  de  carácter  jocoso,  matrona  de  carácter 
serio,  director  de  escena,  propone  que  por  la  misma  razón 
á  los  apuntadores  se  les  cambie  el  nombre  por  el  de  so- 
pladores (2).  La  corriente  tomó  proporciones  mayores  en 
el  año  siguiente,  como  hemos  de  ver. 

Pero  los  farsantes  de  los  Caños  seguían  entregados  al 
cultivo  del  arte  francés,  más  ó  menos  adaptado  á  nuestra 
escena.  De  este  género  fué  El  optimista,  traducido  del  de 
Collia  d'Harleville,  por  D.  Javier  de  Burgos,  joven  en-^ 
tonces  entregado  al  cultivo  de  las  letras.  Maiquez  tuvo  no 
sabemos  que  palabras  con  Burgos,  y  éste  quiso  retirar  la 
obra  que  al  fio  se  representó  el  6  de  Julio,  con  el  título  de 
Así  como  está  está  bien  (3).  La  obra,   aparte  de  su  nativa 


(1)  El  Regañón  general  Madrid,  imprenta  de  la  Administra- 
ción, del  Real  Arbitrio  de  Beneficencia,  18U3-1804.  4.°- Se  publica- 
ba, en  pliegos  do  á  ocho  páginas  dos  voces  por  semana. 

(2)  Kn  Krancia  al  apuntador  se  denomina  «oí¿/7^ear. 

Ci)  En  6  de  .Julio  de  18()3,  el  Alcalde  de  corte  í).  .losó  Pérez  Va- 
liente, oficia  al  Gobernador  del  Consejo,  manifestándolo  (|ue,  ha- 
llándose en  los  Caños  á  las  ocho  de  la  noche,  cuando  se  ibaá  enipe- 
/ar  la  función,  vino  Maiqukz,  á  su  \)<x\r,o  á  decirle  (jue  el  Marfjuós  de 
Fuerte-Híjar  le  había  prohibido  representar  la  comedia  Asi  como 
está  está  hien^  por  más  c|UO  nada  tenía  contra  las  costumbres  ni  el 
Gobierno  y  sí  sólo  f)or  algunas  disputas  ([Ue  habían  ocurrido  entre 


182  ISIDORO   MAIQUBZ 


languidez,  está  bien  presentada  y  versificada  con  soltura: 
los  personajes  son  españoles  y  la  acción  pasa  en  las  inme- 
diaciones de  Granada.  Muchos  años  después  parece  que 
Burgos  reformó  esta  primera  obra  dramática  suya  que 
no  creemos  se  haya  impreso  ni  en  una  ni  en  otra  for- 
ma (1). 

Mayor  valor  alcanza  la  refundición  y  arreglo  que  del 
célebre  CicZ,  de  Corneille,  hizo  algo  después  D.  Tomás 
García  Suelto,  famoso  como  médico  y  como  literato,  que 
habia  traducido  también  El  solterón,  de  Collin,  en  1800. 
En  la  obra  corneliana  suprimió  algunos  personajes  inne- 
cesarios, corrigió  los  muchos  anacronismos,  impropieda- 
des y  disparates  históricos  y  topográficos  que  se  le  habían 
deslizado  al  autor  francés.  Pero  conservó  la  unidad  de 
acción,  tan  desconocida  por  Guillen  de  Castro  y  Diaman- 
te, y  que  tanto  avalora  la  obra  extranjera,  así  como  el 
carácter,  algo  falso,  pero  interesante  de  Jimena;  en  suma, 
españolizó  en  lo  posible  la  obra  más  bien  humana  y  gene- 
ral que  histórica,  de  Corneille,  vistiéndolo  todo  con  una 
versificación  digna  y  noble,  sino  muy  brillante  ni  ins- 
pirada. 

García  Suelto,  era  médico  de  Maiqusz,  y  de  suponer  es 
que  los  consejos  del  cómico  ayudasen  algo  al  esmero  en 
esta  traducción  que  nos  parece  una  de  las  más  acertadas 
que  se  han  hecho  entre  nosotros. 

Representóse  la  obra  con  mucho  aplauso,  y  la  crítica 
por  boca  de  Quintana  (2),  aplaudió  esta  versión  que  en 
adelante  fué  siempre  bien  recibida.  Maiqubz  hizo  el  pa- 


el  cómico  y  el  autor  de  la  obra.  Kn  su  virtud,  el  Alcalde  mandó  re- 
presentarla y  el  Gobernador  aprobó  su  conducta.  (Archivo  inuiiici- 
pal.  Legajo  2-478).  Al  hablar  de  este  incidente,  no  dejamos  de  rtí- 
cordar  que  otra  obra  de  Burgos,  Los  tres  iguales,  había  de  ser  can- 
as del  último  destierro  y  muerte  de  Maiquk/.. 

(1)  De  Kl  Optimista  exi.ste  un  manuscrito  en  la  Bibliotecíi  mu- 
nicipal (74-8),  que  hemos  utilizado  para  la  roseña  (juo  antecede 
MAigrí-:/,  hi/o  el  papel  de  joven  secretario,  amante  tímido  de  la  hija 
del  Optimista,  con  quien  al  fin  se  casa. 

(2)  En  his  Variedades  de  ciencias,  literatura  ii  4iríe.  Tomo  i. 
Madrid,  1803,  pág.  168. 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  183 


peí  del  Campeador  con  el  brío  que  era  de  esperar  de  su 
fogosa  naturaleza  (1). 

Üa  señor,  D.  Simón  de  Viegas,  fiscal  del  Consejo  de  Cas- 
tilla, queriendo  apartar  á  los  poetas  de  las  traducciones 
y  encaminarlos  hacia  la  composición  de  piezas  origina- 
les, escribió  una  comedia  titulada  El  Rábula,  que  entregó 
á  los  actores  de  los  Caños  y  fué  representada  el  7  de  Sep- 
tiembre, con  tan  mal  éxito,  que  no  volvió  á  ponerse  en 
escena.  El  autor  achacó  el  fracaso  á  los  cómicos,  escri- 
biendo en  el  prólogo  que  le  puso  al  imprimir  su  obra  poco 
después:  «Habiendo  visto  el  autor  de  esta  comedia  que 
en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral  se  omitieron  varias 
cosas  y  no  se  expresaron  otras  en  los  términos  y  con  la 
propiedad  con  que  le  pareció  escribirlas,  y  que  además 
fué  solamente  recitada  y  no  executada,  según  lo  exigen 
las  reglas  de  la  declamación  teatral;  agregándose  á  esto 
el  objeto  fastidioso  en  las  tablas  de  una  vieja  autómata 
vestida  de  máscara,  sin  expresión  ni  afectos  propios  de 
su  carácter,  y  una  criada  niña,  que  cumple  con  decir  y 
hacer  lo  que  le  permite  su  poca  experiencia,  ha  querido 
imprimirla...»,  etc.  (2). 

Sin  embargo,  la  obra  había  sido  representada  por  lo 
mejor  de  la  compañía,  excepto  el  papel  de  Gertrudis  Torre, 
que  á  última  hora  se  dio  á  la  racionista  Francisca  Camino. 


(1)  El  Cid,  Tratjddia  de  P.  Coriieille;  refundida  por  D.  T.  G.  S. 
íM  f^prenentada  por  la  primera,  oez  en  el  teatro  de  los  Caño*  del 

~*eral  el  día  2!)  de  Af/onto  de  IHOH.  Madrid.  Garaia,  Año  de  IHO.'i; 
'y  78  pájíinas.   Lleva  el  siguiente  reparto  (jue  fué  el  del  estreno: 
Fernando,  rey  de  Castilla:  Sr.  Caprara. — D.  Dief/o  Lainez:  Se- 
ñor Pérez.— />.  Gomes:  .Sr.  lionÚai.—X imena:  .Sra.  I*rado,— Z).  Ro- 
^drigo:  .Sr.  \í\\Q\'E'/-.—D.S:Cnc/io.  Sr.  Infantes.  —  /).  Ariaa'.Sr.  Mar- 
ínez.— />,  Alo/iüo:  Sv.  lleras.  — Kln>ira:  Sra.  Francisca  Prionos. — 
¡n  paje:  Sr.  Fabiani. 

(2)  El  Rábula.  Comedia  en  tres  artos,  f'on  licencia.  En  Ma~ 
Irid.  Año  de  MDCCCIIÍ,  8.",  82  páp;inaH.-i':i  nspai-to  Ak'  ol  si- 
guiente, según  un  ejí.'mplar  de  la  Biblioteca  niuni(;ipal:  D.  Mell- 
ón (Kl  liáhu\a.):  Cr'mUdni.—I).^  Cristina:  .Sra.  Luna.  — />.  Cenón: 
>r.  Suárez.— O.  Juan:  .Sr.  Pérez.— />.''  Tecla:  Sra.  .L  Hriones. — 
K  Jacinto:  .Sr.  Caprara.—  /).  Luciano  (el  médico;.  Sr.  Mmquiíz,— 
^aca:  Sra,  Francisca  Camino. 


184  ISIDORO    MAIQUEZ 


La  verdad  o5  que  la  comedia  dista  mucho  de  ser  bue- 
na, y  mal  podían  los  actores  expresar  caracteres  que  no 
existen. 

Las  figuras  son  grotescas  y  verdaderas  caricaturas, 
unas  por  lo  gerio  y  otras  por  lo  ridículo.  Todo  el  asunto 
está  en  saber  con  quién  se  ha  de  casar  D.^  Cristina,  una 
joven,  hija  de  un  mercader  rico,  si  con  D.  Melitón,  char- 
latán insípido,  ó  con  un  D.  Jacinto,  cajero  de  una  casa  de 
comercio,  y  hombre  que  es  la  tontería  andando,  en  fuer- 
za de  querer  el  autor  hacerle  serio  y  moderado.  La  vieja 
no  dice  más  que  simplezas,  y  la  criada  piensa  en  casarse 
con  los  novios  de  su  señorita.  Hay  además  un  médico  y 
un  tío  de  la  niña,  que  contribuyen,  con  su  poco  relieve  y 
ñoñez,  á  hacer  aburridísima  la  pieza.  Por  último,  aparece 
una  muchacha  italiana  que  canta,  sin  que  se  diga  por  qué 
ni  para  qué.  En  fin,  todo  ello  es  cosa  rematadamente  mala, 
incluso  los  versos 

Preferible  á  esto  eran  las  traducciones  que  al  menos  te- 
nían interés,  como  la  Celina  ó  el  mudo  incógnito,  melodra- 
ma terrorífico  de  traidor  y  tempestad,  traducción  del  de 
Pixérecourt  (1),  y  Cual  el  padre  asi  es  el  hijo,  traducida 
por  Enciso  Castrillón  (2). 

Hicieron,  sin  embargo,  otras  tres  comedias  originales; 
una.  a' Jenwal  y  Faustino,  de  Zavala,  estrenada  en  Sep- 
tiembre, de  asunto  muy  manoseado  aunque  interesante  (3); 


(1)  Comedia  en  prosa  en  dos  acias,  titulada  El  mudo  i/icóf/- 
iiito  ó  la  Celina.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal  con  la 
nota:  «Día  4  de  Noviembre  de  1803»^  y  un  reparto  algo  posterior  al 
del  estreno.  La  hicieron  la  Prado,  J.  Briones,  Infantes,  Pérez,  Mar- 
tínez, Caprara,  Ronda,  Suárez,  Ezriós,  F'abiani  y  Campos. 

(2)  Cual  es  el  padre  así  es  el  hijo.  Drama  en  tres  actos  ij  eit 
cerso,  traducido  del  francf's.  Manuscrito  74-12  de  la  Biblioteca 
municipal  con  la  nota:  «Oy  día  2  de  Febrero  de  1804»  y  este  repar- 
to: Lorc¿  fíe¿ío/i:  Caprara.  — Car¿06':  Maiqlez.- /«¿me:  Infantes. — 
Duling:  R.  Pérez.  — Enriqueta:  A.  Prado.  — GuUlermo:  Juárez. — 
Patricio:  Pvonáa.—Milady  Belton:  Andre-d.  — Clara:  G.  Torre. — 
.Jorge:  Fabiani. —Po/mes:  Antonio  Mürimev..— Justicia:  Heras. 

(3)  El  triunfo  del  amor  ij  la  amistad,  Jeniral  y  Eaustina.  Co- 
media original  en  prosa  en  tres  actos.  Su  autor  D.  Gaspar  Za- 
oala  y  Zamora.  Madrid,  Fuentenebro,  1804,  S.°,  158  páginas.  La 


CAPÍTULO    SÉPTIMO  185 


El  celoso  y  la  tonta  (1),  que  aspira  á  ser  comedia  de  carác- 
ter y  no  mala,  de  Isusquiza,  traductor  de  Moliere  y  el 
Gandulfo,  obra  que  no  hemos  logrado  ver,  compuesta  por 
un  D.  Pedro  Pascasio  Fernández  (2). 

También  otros  intentaron  escribir  operetas,  ó  mejor 
zarzuelas  originales,  que  la  compañía  de  los  Caños  es- 
trenó este  año,  tales  como  El  Traductor ,  sátira  muy 
velada  contra  los  que  entonces  se  usaban,  lo  cual  no  im- 
pide que  ella  sea  mala  (3);  Ramona  y  Roselio,  de  D.  Ma- 
nuel Copons,  que  es  todavía  mucho  peor,  pero  que  tal  vez 
tendría  música  buena,  pues  sólo  así  se  comprende  que  el 
público  tolerase  obra  tan  absurda  (4);  La  biblioteca  de  za- 


ejecutaron  Andrea  I.una  (Faustina);^  Maiquez  (Jenwal);  li.  Pé- 
rez (Darmotit);  Caprara  (Smirnj;  Cristiani  (Vangrey);  J.  Briones 
(Enriqueta);  Martíne'z  y  Suárez  (Jaeobo  y  Eduardo).  Un  cajero 
salva  de  la  ruina  á  su  principal  y  obtiene  la  mano  de  su  hija. 

(1)  Comedia  en  tres  actos,  titulada  El  celoso  y  la  tonta,  por 
D.  Dámaso  de  Isusquisa,  representada,  por  primera  vez  en  el  tea- 
tro de  los  Caños  del  Peral,  año  de  1803.  Con  licencia  en  Madrid. 
José  Cruzado,  año  de  1804,  4.°,  35  páginas.  La  ejecutaron  el  10  de 
Octubre,  la  Prado,  Andrea,  J.  Briones,  Maiquez,  Infantes,  Capra- 
ra, Cristiani,  Suárez,  Ronda,  Fabiani  y  Ribera. 

(2)  El  Gandulfo,  comedia  en  tres'actos:  la  ejecutaron  el  25  de 
Octubre,  Andrea  Luna,  G.  Torre,  A.  Ortega,  J.  Briones  y  Mai- 
QUEZ,  Pérez,  Infantes,  Caprara,  Martínez.  Debió  de  ser  gritada, 
porque  no  volvió  á  ponerse  y  el  manuscrito  ha  desaparecido. 

(3;  El  Traductor,  opereta  en  prosa,  original  en  un  acto,  por' 
/).  M.  F.  de  B.  Manuscrito  de  la  Biblioteca'  municipal,  188-5,  con 
este  reparto:  D.  Timoteo:  Cristiani.—/).'^  Isidora:  Laureana.— 
/>.*  Micaela:  J.  Briones.—/).  León:  Manuel  García.—/).  Tadeo: 
G.  Torre. 

(4)  Ramona  y  Roselio,  ópera  en  dos  actos,  compuesta  en  ocrso 
por  el  teniente  coronel  agregado  al  Estado  Mayor  de  la  Plaza 
Mayor  D.  Manuel  de  Copons.  Puesta  en  música  por  el  maestro 
Cristiani  y  representada  en  los  Caños  del  Peral  el  día  21  de  Oc- 
tubre de  Í80'i.  Con  licencia.  En  la  imprenta  de  Garda  y  Compa- 
ñía. Año  de  7804;  8.°,  40  páginas.  La  escena  es  en  Madrid.  Ramo- 
na, hija  del  barón  del  Monte,  cnitrajo  matrimonio  secreto  con  Ro- 
seh'o,  capitán  de  granaderos,  y  tienen  un  niño,  al  cual  descubre  en 
un  retrete  de  la  casa  su  abuelo,  y  furioso  lo  pone  en  manos  de  dos 
criados  para  que  lo  degüellen  en  el  bosque  (sin  duda  la  Moncloa  ó 
el  Retiro),  y  no  contento  con  eso,  entrega  á  otros  cuatro  criados  á 
su  hija  para  que  en  el  mismo  bosque  haL<¿a.n  lo  que  con  el  nieto.  Na- 
turalmente, los  criados,  que  sabían  que  había  tribunales  en  Madrid 
on  1803,  se  guardan  mucho  de  cumplir  la  orden  de  su  amo  y  aisla- 


186  ISIDORO   MAIQUEZ 


patos,  de  Enciso,  que  tiene  un  primer  acto  muy  ingenio- 
so, y  toda  ella  escrita  con  sentido  común,  al  menos  (1).  No 
eran  originales,  pero  fueron  aplaudidas  las  tituladas  Mi 
tía  Aurora,  traducción  de  una  francesa  (2),  y  otra  adapta- 
da á  las  costumbres  españolas  con  bastante  habilidad  bajo 
el  titulo  de  El  criado  fingido  y  con  música  de  Manuel  Gar- 
cía (3). 


damente  se  proponen  abandonar  á  las  /¿eras  las  víctimas,  quie- 
nes, así  como  los  criados,  caen  en  manos  de  unos  bandoleros  que 
tenían  su  guarida  en  el  bosque,  y  á  todos  los  liberta  el  capitán  de 
granaderos,  que  logra  el  perdón  de  su  feroz  suegro.  Creo  que  esta 
obra  es  la  majadería  dramática  más  grande  que  he  leído.  Repre- 
sentáronla Laureana  Correa,  Francisca  Cammo,  Manuel  García, 
Ensebio  Fernández,  Cristiani,  Eznós,  Campos,  Ribera  y  Fuancisco 
García. 

(1)  La  Biblioteca  de  zapatos,  ópera  jocosa  en  dos  actos  en  ver- 
so. Manuscrito  original  en  la  Biblioteca  municipal,  190-20,  con  este 
reparto:  El  Barón  de  Pie  corto:  García. — Blds,  maestro  zapatero: 
Garrido.— Líí("¿a,  su  mujer:  A.  Prado.— Lesme^^  hijo  de  Blas:  Cris- 
tiani.—í//i  cabo  de  dragones:  Eznós. — Miguel:  Ensebio  Fernández. 

(2)  Mi  tía  Aurora.  Ópera  jocosa  en  dos  actos.  Biblioteca  muni- 
cipal, 193-7.  Manuscrivo  autógrafo  de  Enciso  con  esíe  reparto:  Au- 
rora de  Germond:  Joaquina  (Briones).—J«¿¿a^  sobrina:  Laureana 
(Correa)  .—Marta,  criada:  Gertrudis  Torre.  -Edmundo:  Manuel 
García. — Martin:  Garrido,— ./or/;e:  Cristiani.  Latía  vieja  romántica 
y  gran  lectora  de  novelas,  niega  la  mano  de  su  sobrina,  á  (]uien  se 
ia  pide  lisamente,  aunque  sea  buena  proporción.  Quiere  aventuras 
novelescas,  y  Edmundo,  pretendiente  por  ella  desdeñado,  se  las  pro- 
|)orciona  y  accede. 

Es  traducción  de  Ma  tante  Aurore,  ópera  cómica,  letra  de  Long- 
cnamps,  música  de  Boieldieu,  estrenada  en  París  en  este  mismo 
año  de  1803. 

(3)  El  criado  fingido,  opereta  en  un  acto  y  en  prosa.  Manus- 
crito de  la  Biblioteca  municipal.  Se  cantó  con  este  reparto:  /).'^  Ja- 
cinta: G.  Torre.—  /).  Dámaso:  Cristiani.—  Inesita:  Laureana.— 
/).  Vicente:  M.  García.— D.  Pedro:  Ensebio  Fernández.— Ja¿?a/ia.- 
.1.  Briones.— Marcelo."  Garrido. 

En  estíf  obra  es  en  la  que  García  cantó  un  célebre  polo,  que 
principia: 

Cuerpo  güeno,  alma  gitana, 
¡qué  de  faítigas  me  llevas! 
despierta  si  estás  dormida 
y  explícame  aquellas  señas; 
mira  que  si  no  me  muero 
la  pena  negra  me  acaba 
y  con  solo  ver  tus  clisos 
mi  dolencia  se  aliviara. 
¡Ay,  ay,  mi  morena! 
¡Ay,  ay,  á  qué  aguardas? 


CAPÍTULO   SÉTPIMO  187 


Otro  éxito  memorable  obtuvo  Maiquez  con  la  represen- 
tación en  25  de  Noviembre  del  Macbeth,  de  Ducis,  traduci- 
do por  D.  Teodoro  de  la  Calle,  traducción  que  no  hemos 
logrado  ver,  pero  que  consta  fué  ejecutada  por  Andrea 
Luna,  Maiquez,  Infantes,  Kafael  Pérez,  Caprara,  Martí- 
nez y  Konda  (1).  Como  prueba  del  efecto  que  esta  obra 
produjo,  citaremos  una  sátira  que  á  los  pocos  días  salió 
en  el  Diario  de  Madrid,  diciendo  que  aquella  obra  ser- 
via sólo  para  soñar  «conversaciones  con  muertos,  con  ca- 
laveras, con  visiones  y  espectros  horrorosos,  y  aun  algu- 
nas veces  con  las  mismas  Furias,  acompañadas  de  cuantos 
insectos  y  sabandijas  hay  sobre  la  tierra.» 

A  propósito  del  Macbeth,  cumple  recordar  que  pocos  días 
después,  el  9  de  Diciembre,  se  estrenó  en  el  teatro  de  la 
Cruz  otro  drama  shakespiriano,  Julia  y  Romeo,  muy  bien 
traducido  (del  de  Ducis)  por  D.  Dionisio  Solís,  como  todas 
1  as  versiones  que  hacía  ef-te  ilustre  y  mal  conocido  poeta  (2). 


Se  representó  el  2  de  Febrero  de  1804,  después  de  censurada  por 
D.  Santos  Diez  en  29  de  Enero.  El  antes  mencionado  D.  José  Alva- 
rez,  autor  de  unos  apuntes  históricos  del  arte  de  esta  época,  im- 
presos en  la  Gaceta  musical  de  1856,  dice  aludiendo  á  Manuel  Gar- 
cía: «Al  poco  tiempo  presentó  otra  opereta,  también  en  un  acto, 
titulada  El  criado  Jítu/ido,  que  era  mucho  mejor  y  gustó  más  que 
la  anterior  (Quir'/i  porfía  mucho,  alcanza).  También  puso  en  ésta 
un  polo  que  él  cantó  divinamente.» 

También  de  esta  oI)ra  se  conserva  la  música  en  la  sección  co- 
rrespondiente de  la  Biblioteca  municipal  (223-1)  con  este  título: 
aEl  criado  finr/ido.  Del  señor  García»,  con  la  partitura  completa; 
esto  es,  parte  vocal  y  la  instrumentación  com{)uesta  de  violi- 
nes,  dos  violas,  dos  flautas,  dos  oboes,  dos  clarinetes,  dos  trompas, 
dos  clarines,  dos  fagotes,  trombón,  violoncello,  bajo  y  timbales.  VÁ 
Sr.  Pedrell,  por  cuijas  manos  pasaron  tantos  centenares  de  opere- 
tas, tampoco  logro  ver  ésta. 

(1)  Posteriormente,  en  1818,  imprimió  un  D.  Manuel  García  otro 
Macbeth  que  también  ejecutó  Maiquk/  entonces,  como  veremos. 
Del  de  la  Galle  no  queda,  al  parecer,  más  que  el  recuerdo;  la  pérdi- 
da nO  será  grande. 

(2)  Existe  un  manuscrito  de  esta  obra  en  la  I^iblioteca  munici- 
pal, 121-1,  pero  del)emos  advertir  que  su  texto  es  distinto  de  otra 
versión  en  roman<;e  endecasílabo,  <jue  so  imprimió  en  líarcelona  on 
1820,  y  en  N'alencia,  i)or  el  mismo  tiempo,  también  atribuido  á  Solís. 
I*uede  .ser  que  primero  pusiese  la  tragedia  en  octosílabos  y  luego  en 
versos  de  arte  niavor. 


188  ISIDORO   MAIQUBZ 


Para  dar  fin  al  examen  de  las  obras  puestas  en  escena 
en  este  año  en  los  Caños,  sólo  nos  resta  enumerar  breve- 
mente algunas,  que  sin  ser  nuevas  se  hacían  allí  por  vez 
primera,  tales  como  Los  pajes  de  Federico,  de  R.  de  Are- 
llano,  El  ayo  de  su  hijo,  traducida  por  el  infatigable  Co- 
rnelia, La  Escocesa,  en  la  que  Maiquez  hizo  el  Friport,  El 
avaro,  de  Moliere,  El  señorito  mimado,  de  Iriarte,  La  Real 
Jura  de  Artajerjes,  de  Bazo,  La  Celmira,  de  De  Belloy, 
y  El  hijo  reconocido,  del  mencionado  Comella,  á  todas  las 
cuales  prestó  su  concurso  para  la  buena  ejecución  Isido- 
ro Maiquez  (1). 


En  la  Biblioteca  Nacional  hay  otro  manuscrito  igual  al  121-4  de 
la  Biblioteca  municipal  que  está  en  romance  octosílabo. 

(1)  En  22  de  Diciembre  solicitó  Maiquez  que  en  Navidad  se  le 
permitiese  la  representación  de  u;5a  de  seis  que  se  le  concedieron 
])or  la  tarde  todos  los  meses  y  dejó  de  darse  en  el  anterior.  Conce- 
dido ejecutó  el  25  por  la  tarde  Blanca  y  Mo/ioasrn. 

Terminó  el  añ)  el  14  de  Febrero,  y  durante  la  Cuaresma  se  hicie- 
ron en  vez  de  oratorios,  dramas  de  carácter  religioso,  empezando  el 
19  con  La  muerte  de  A7)el  y  concierto  vocal  é  instrumental  por  la 
Eaureana,  Manuel  García  y  Eusebio  Fernández  y  69  instrumentos; 
el  25  la  Alalia,  traducida  por  Llaguno  en  1754,  y  nunca  hasta  en- 
tonces puesta  en  escena,  ejecutada  por  la  Prado,  la  Andrea,  las  dos 
líriones,  Ramona  García^  María  Vargas  y  ilafael  Pérez,  Infantes, 
Caprara,  Ronda,  Fabiani,  Campos  y  Martínez.  El  5  de  Marzo  la 
tragedia  del  mismo  Racine,  ií'síer,  traducida  por  Enciso,  entres 
actos  en  verso,  desempeñada  por  la  Prado,  Andrea,  J.  Briones  y 
Maiquez,  que  hizo  el  papel  de  Amd/t,  Infantes,  Pérez,  Caprara  y 
Ronda. 

Desde  el  10  de  Abril,  en  que  empezó  el  año,  hasta  el  25  de  Enero 
de  1804,  obtuvieron  los  cómicos  de  los  Caños  las  siguientes  utilida- 
des, además  de  su  partido. 

Maiquez,  36.666  reales;  Antonia  Prado,  86.084;  Andrea  Luna, 
o6.084;  Eaureana  Correa,  36.084;  Gertrudis  Torre,  22.917;  Joaquina 
Uriones,  22.000;  Manuel  (iarcía,  32.084;  Rafael  Pérez,  23.000;  Miguel 
(iarrido,  22.000;  Eugenio  Cristiani,  20.000;  Caprara,  18.332;  Infan- 
tes, 12.666. 

Y  por  el  estilo,  aunque  menores  sumas,  las  demás  partes  de  la 
••ompafíía. 


CAPITULO  VIII 


Nuevos  ataques  satíricos  al  teatro  de  los  Caños. — Contesta  Maiquez 
en  la  prensa.  — F'ormación  de  compañías  en  1804.— Apertura  de 
los  coliseos  y  obras  que  ejecutan.—  Maiqukz  en  Orosmán. — Estre- 
no del  Z)ísíraí¿¿o.— Discordia  entre  los  actores  de  los  Caños. — 
Salen  Bernardo  Gil  y  Caprara.— Estrenos  de  Maiquez:  La  Do- 
rotea, El  Reconciliador,  Esopo  moderno,  La  musa  aragonesa, 
Pelayo  y  Lucrecia  Pazzi.  —  Estrenos  musicales  de  García. — 
Oratorios.— Estreno  de  La  Mogigata  en  el  teatro  de  la  Cruz 
(1804-1805). 


^o  podía  Maiquez  llevar  con  paciencia  las  críticas 
que  de  su  dirección,  más  que  de  su  representación, 
hacían  los  periódicos.  En  el  resto  del  año  de  1803 
y  principios  del  siguiente,  menudearon  en  el  Diario  los 
artículos  en  defensa  y  en  contra  del  teatro  francés,  sin- 
gularizándose en  los  ataques  un  anónimo  que  se  firmaba 
El  muñidor  de  los  de  aquende,  ó  sea  un  partidario  del  tea- 
tro nacional.  Maiquez  recurrió  al  Gobernador  del  Conse- 
jo, según  había  hecho  antes,  para  resguardarse  de  los 
tiros  del  Regañón,  presentando  el  siguiente  memorial, 
muy  interesante  para  nosotros: 

«Excmo.  Sr,: 

Isidoro  Mayqubz,  apoderado  del  teatro  de  los  Caños  del 
Peral,  con  el  debido  respeto,  hace  presente  á  V.  E.  Que 
después  de  las  muchas  sátiras  que  d3  su  persona  y  del 
teatro  se  han  insertado  en  el  Diario  de  Madrid,  se  acaba 


190  ISIDORO   MAIQUBZ 


de  publicar  una  en  los  días  28,  29  y  30  de  Diciembre  últi- 
mo (que  incluyo  á  V.  E),  en  la  cual  se  le  nombra  precisa- 
mente por  su  empleo.  La  superior  penetración  de  V.  E.  co- 
noce bien  cuan  opuesto  es  esto  á  las  leyes  y  cuan  perjudi- 
cial á  la  persona  del  suplicante  y  á  los  interesps  del  teatro 
que  gobierna,  según  se  manifiesta  en  la  respuesta  adjun- 
ta, en  la  cual  digo  cuanto  tengo  que  decir  para  manifes- 
tar cuan  injusta  y  maliciosamente  se  me  satiriza.  Por  lo 
que  á  V.  E.  rendidamente  suplico  se  sirva  mandar  que 
con  la  mayor  brevedad  se  publique  en  el  Diario,  sin  di- 
vidirla en  dos  ó  más  díaa,  á  fin  de  que,  en  parte,  pueda 
volver  por  la  estiipación  que  en  este  periódico  continua- 
mente se  me  quita,  y  me  veo  en  la  precisión  de  molestar  la 
atención  de  V.  E.  para  que  mande  se  publique,  pues  si  no 
el  diarista  se  niega  á  publicar  cuantos  escritos  se  oponen 
á  las  sátiras  que  imprime,  délo  cual  tengo  algunos  ejem- 
plos. 

Igualmente  suplico  á  V.  E.  que,  por  las  razones  que 
digo  en  mi  carta,  mande  V.  E.  que  en  adelante  no  se  pu- 
bliquen en  este  periódico  semejantes  sátiras,  que  tan 
opuestas  son  al  fin  con  que  se  permiten  los  periódicos  y 
tan  contrarias  al  espíritu  de  las  leyes,  y  por  lo  mismo',  se 
prohibieron  en  otro  tiempo  de  orden  de  S.  M.  de  resultas 
de  otras  semejantes  personalidades.  Gracia  que  espera  de 
la  rectitud  de  V.  E.  Madrid  2  de  Enero  de  1804. 

Isidoro  Mayquez»  (1). 

Se  cursó  la  orden  á  los  censores  del  Diario  para  que  no 
dejaran  pasar  más  sátiras  ni  alusiones  y  para  que  el  pe- 
riódico imprimiese  la  carta  de  Maiquez  y  la  advertencia 
que  se  puso  al  final. 

Las  cartas  del  Diario,  sin  embargo,  más  satirizan  la 
música  de  los  Caños  que  á  él,  y  más  á  García  y  éiuna  vir- 
tuosa, probablemente  la  Joaquina  Briones  (2). 


(1)  Archivo  histórico  nacional.  Sala  8-A;  legajo  vii. 

(2)  Eran,  en  efecto,  ya  casi  públicos  los  amores  del  famoso  te- 
nor con  la  graciosa  de  música  de  su  teatro.  Entre  los  papeles  ma- 
nuscritos de  Barbieri  hay,  original,  el  si<'uiente  curioso  oíicio  del 
(iobernador  del  Consejo  al  Subdelegado  ae  teatros. 

«Remito  á  V.  \\.  el  memorial  adjunto  de  Manuela  Morales,  ac- 
triz de  los  Caños  del  Peral,  para  que  con  reserva  y  la  prudencia 
aue  V.  K.  acostumbra,  vea  de  remediar  el  escándalo  ó  trato  menos 
ecente  de  su  marido  Manuel  García  con  Joaciuina  Briones,  y  en 


capítulo  octavo  191 


Salió,  pues,  la  defensa  de  Maiqubz  en  el  Diario  del  11, 
documento  muy  curioso,  que  debemos  reproducir,  por  no 
ser  muy  e^^tenso  y  si  la  única  obra  literaria  de  nuestro  ac- 
tor, por  la  que  se  ve  sabía  escribir  con  soltura  y  con  estilo 
propio. 

tSeñor  Muñidor  de  los  de  aquende: 

¿Con  que  ello  es  que  V.  ha  tomado  á  su  cargo  el  coronar 
con  las  insulsas  gracias  y  descaradas  sátiras  que  insertó 
en  los  Diarios  de  28,  29  y  30  de  Diciembre  liltimo  cuantas 
necedades  se  habían  dicho  en  este  periódico  durante  todo 
el  año?  Pues,  señor,  sea  mil  veces  enhorabuena,  y  desde 
luego  puede  V.  vanagloriarse  de  que  si  los  que  en  los 
anteriores  meses  se  emplearon  en  satirizar  el  teatro  de 
los  Caños  del  Peral,  excedieron  en  necedad  átodos  los  ne- 
cios del  mundo,  V.  ha  suprepujado  á  unos  y  otros,  y  aun 
casi,  casi,  ha  sido  superior  á  sí  mismo. 

A  la  verdad,  todos  los  hombres  de  talento  han  hecho  de 
semejantes  sátiras  el  aprecio  qu^'>  se  merecen;  pero  sin 
embargo,  como  es  cierto  que  quien  tiene  atrevimiento  para 
insultar,  no  siempre  sabe  conocer  que  es  prudencia  el  no 
responder  á  sus  insolencias,  me  creo  precisado  á  escribir 
ésta  para  hacerle  ver  á  V.,  y  á  cuantos  satíricos  escriben 
contra  el  teatro,  que  el  silencio  que  hasta  aquí  he  guar- 
dado, ha  sido  un  verdadero  desprecio  de  aquellos  escritos, 
y  que  no  me  faltan  muchas  razones  con  que  poderles  ma- 
nifestar su  ignorancia,  ó  lo  que  es  más  cierto,  su  ma- 
licia. 

Y  viniendo  á  su  última  carta,  desde  luego  no  me  admi- 
ro que  V.,  y  el  otro  Muñidor  y  su  Comparsa,  cantasen  tan- 


naso  de  no  conseguirse  con  las  providencias  de  V.  Iv,  nic  propon- 
drá lo  que  estime  conveniente. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años.  Madrid  1.°  de  Junio  de  1803. 
Jph.  luist."  Moreno. — Sr.  Marqués  de  Fuerte-Híjar.» 

(At  tnarr/en.j  «ílabiendo  yo  sospechado  que  esta  queja  se  había 
dirigido  por  la  madre  de  Joaquina  Hriones,  y  temiendo  las  resultas 
de  una  división  en  el  matrimonio  ó  una  temeridad  funesta  de  parto 
de  (iarcía  si  hubiera  llegado  á  creerse  acusado  por  su  mujer,  llamé 
á  ésta  con  mucha  reserva,  comprohé  con  la  falsedad  y  cursó  al  se- 
ñor Gobernador.»  (Rúbrica.) 

La  ñilsedad  á  que  alude  el  Marqués  de  Fuerte-IIíjar  es  la  de  su 
sospecha  de  que  fuese  la  madre  de  la  Rriones  quien  presentase  la 
queja,  poríjue  los  amores  eran  ciertos,  como  es  sabido^  y  quizá 
contribuyer-n  á  la  expatriación  de  García. 


192  ISIDORO   SÍAÍQUE^ 


to  disparate  delante  de  los  teatros,  ni  aun  de  que  V.  des- 
pués los  escribiese,  pues  de  esto  y  mucho  más  es  capaz 
una  cuadrilla  de  gentes  que  van  de  broma,  y  que  no  se 
descuidan  de  visitar  los  cafés  que  hallan  al  paso. 

Malo  es  el  satirizar  á  los  actores,  aunque  sea  en  gene- 
ral, porque  como  su  clase  se  compone  de  un  corto  número 
de  individuos,  la  sátira  general  corre  mucho  peligro  de 
hacerse  personal,  además  de  que  los  actores  no  son  unos 
esclavos,  sino  unos  ciudadanos  honrados  que  tienen  su  lu- 
gar 3n  la  sociedad,  y  que  en  ella  son  más  útiles  que  mu- 
chos de  los  que  satirizan;  pero  todavía  es  mucho  peor  ha- 
blar directamente  contra  los  que  dirigen  el  teatro,  pues 
esto  es  lo  mismo  que  satirizarlos,  poniendo  A  continuación 
sus  nombres  La  dirección  del  teatro,  señor  Muñidor,  no  es 
una  alhaja  que  está  tirada  en  la  calle  y  la  coge  el  prime- 
ro que  llega;  es  una  comisión  que  da  el  Gobierno,  y  asi  el 
satirizar  á  quien  dirige  el  teatro  es  insultar  al  mismo  Go- 
bierno, y  tratarle,  ó  de  poco  ilustrado  ó  de  muy  descuida- 
do, pues  ni  supo  elegir  un  sujeto  apto  para  ello,  ni  menos 
hay  esperanzas  de  que  sea  bastante  justo  para  castigar 
las  faltas  que  hayan  nacido  de  malicia,  ó  separarle  de  la 
comisión,  si  fueron  efectos  déla  ignorancia,  por  lo  cual, 
como  último  recurso,  es  preciso  agarrarse  al  de  publicar 
la  queja  en  los  periódicos. 

Las  intenciones  del  Gobierno  cuando  últimamente  per- 
mitió abrir  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral,  fueron  sin 
duda  el  proporcionar  al  público  la  diversión  y  la' instruc- 
ción de  que  es  capaz  un  teatro;  y  es  ciertamente  muy  par- 
ticular, que  habiendo  procurado  su  director  penetrarse  de 
estas  mismas  miras  del  Gobierno,  y  ofrecer  al  público  las 
obras  de  los  mejores  escritores  modernos,  sólo  haya  con- 
seguido hacerse  el  blanco  de  la  sátira  y  la  burla  en  el 
Diario,  lo  cual  ha  de  provenir,  ó  de  que  los  que  le  satiri- 
zan son  muy  maliciosos,  ó  de  que  el  director  ha  seguido 
un  camino  diametralmente  opuesto  al  que  debía  seguir. 
Veamos  ya  cuál  de  estas  dos  causas  es  la  verdadera. 

Todos  jos  literatos,  todos  los  periódicos,  y  más  que  todos 
el  mismo  Doario  de  Madrid,  clamaban  contra  los  absurdos, 
inverosimilitudes  y  vicios  de  las  comedias  antiguas:  se 
reclamaba  la  observancia  de  las  reglas  y  unidades,  se  pe- 
día á  gritos  una  reforma  del  teatro,  y  se  suspiraba  por 
unas  verdaderas  comedias  que  enseñasen  las  ruinas  del 
vicio,  los  premios  de  la  virtud,  y  que,  al  mismo  tiempo, 
guardasen  las  reglas  del  teatro,  aquellas  reglas  que  no  se 
derivan  de  la  autoridad  de  los  griegos  ó  romanos,  sino  de 
la  misma  natura'eza,  de  la  cual  debe  de  ser  una  imitación 


dAÍ»ÍTtJLO   OCTAVO  19^ 


el  teatro.  Todo  esto  anunciaba  un  buen  acogimiento  á  las 
piezas  francesas,  y  tanto  más  cuanto  ellas  eran  las  que 
citaban  por  modelos  cuantos  declamaban  contra  nuestras 
antiguas  comedias.  Presentáronse,  con  efecto  estas  piezas, 
y  al  instante,  aquellos  mismos  críticos,  aquellos  mismos 
periódicos  que  las  deseaban,  se  declararon  contra  ellas, 
las  detestaron,  pusieron  en  ridiculo  al  director  del  teatro 
en  que  se  representan,  y  entusiasmándose  con  una  especie 
de  patriotismo  literario  por  los  conceptos  y  equívocos  de 
los  galanes  de  Calderón  y  Moreto,  trataron  al  director  del 
teatro  como  un  hombre  enemigo  de  la  gloria  literaria  de 
la  nación,  y  acérrimo  partidario  del  teatro  francés.  ¡Crí- 
ticos miserables  y  maliciosos!  ¿Qué  culpa  tiene  quien  diri- 
ge el  teatro  de  que  vosotros  mismos  no  sepáis  lo  que  pedís? 
Si  los  escritores  extranjeros  no  tuvieron  razón  para  criti- 
car los  defectos  de  las  antiguas  comedias  españolas,  ¿por 
qué  os  asociasteis  á  ellos  pidiendo  la  reforma  del  teatro? 
Y  si  ellos  y  vosotros  tuvisteis  fundamento  para  elogiar  las 
piezas  modernas,  ¿por  qué  tenéis  la  insolencia  de  satirizar 
á  quien  se  gobierna  por  vuestros  mismos  principios? 

Acaso  me  dirán  que  las  piezas  unas  eran  buenas  y  otras 
malas,  y  que  todas  estaban  mal  traducidas;  pero  ahora 
pregunto  yo,  ¿es  posible  que  todas  las  obras  tengan  igual 
mérito?  ¿Debo  yo  erigirme  censor  de  los  traductores  y 
desempeñar  la  obligación  de  un  censor  literario  y  las  de 
un  director  de  la  escena?  El  Cobierno  me  confió  este  últi- 
mo cuidado,  y  sólo  á  él  le  toca  examinar  mi  conducta;  y 
mucho  más  cuando  respecto  al  mérito  de  las  piezas  tiene 
establecido  un  Juez  eclesiástico  que  examine  su  moral,  y 
un  Profesor  público  que  vea  si  están  arregladas  al  arte. 
Véanse  las  comedias  que  he  ofrecido  al  público,  y  mien- 
tras no  se  halle  que  yo  he  hecho  representar  alguna  contra 
el  dictamen  de  estos  jueces,  todas  las  sátiras  que  por  las 
malas  traducciones  se  me  hacen  en  el  Diario  van  dirigidas 
contra  ellos,  pues  vale  tanto  como  si  claramente  se  les  di- 
jera que  no  poseen  todos  los  conocimientos  que  son  necesa- 
rios para  juzgar  con  acierto. 

Lo  mismo  digo  respecto  á  los  otros  puntos  que  incluyen 
las  satíricas  coplas  del  Muñidor:  si  los  actores  tienen 
grandes  sueldos  si  á  algunos  se  les  conceden  ciertas  licen- 
cias, el  Gobierno  es  quien  ha  determinado  todo  esto,  no 
los  directores  de  los  teatros,  y  por  cierto,  es  bien  extraño 
que  el  Diario  sirva  para  desacreditar  las  providencias  del 
Gobierno. 

Pero  no  es  éste  el  único  daño  que  resulta  de  estas  sáti- 
ras, sino  que  también  nace   de  ellas  el  que  padezcan  los 

13 


194  ISibofeO   MAIQÚE^ 


interesefi  de  muchas  familias  que  dependen  del  teatro, 
pues  los  necios,  que  creen  fundado  cuanto  hallan  escrito 
f^n  letra  de  molde,  no  asisten,  y  asi  bajan  los  fondos  con 
que  se  han  de  mantener  los  que  de  ninguna  otra  parte 
pueden  sacar  sus  salarios;  los  ingenios  que  podían  dar  al- 
gunas obras  al  ttatio  se  arredran,  conociendo  que  si 
tienen  algunos  defectos  (cosa  casi  indispensable  en  el  di- 
fícil arte  dramático),  se  le  satiriza  en  lugar  de  criticarlos 
y  hacérselos  ver.  Digo  esto,  porque  si  bien  han  sido  de- 
fectuosas algunas  piezas  que  en  él  se  han  presentado,  es 
innegable  que  se  han  oído  en  él  muy  buenos  versos,  sin 
que  se  hayan  aplaudido  en  el  Diario. 

Últimamente,  señor  Muñidor,  las  sátras  de  V.  y  desús 
partidarios  desacreditan  las  providencias  del  Gobierno, 
insultan  á  determinadas  personas,  hacen  que  los  poetas 
y  los  actores  trabajen  con  miedo  ó  no  trabajen  nada,  no 
instruyen  á  nadie,  fastidian  á  todos  y  traen  innumerables 
perjuicios. 

Todo  esto  se  pudiera  evitar  si  V.  ó  los  demás  que  le 
acompañan  se  presentaran  al  Gobierno,  tomaran  la  direc- 
ción de  los  teatros,  formaran  entre  Vds.  unas  buenas  com- 
pañías cómicas  y  escribieran  piezas  que  sirviesen  de  mo- 
delos; pnro,  por  desgracia,  esto  es  más  difícil  que  satiri- 
zar con  desvergüenza. 

Concluyo,  señor  Muñidor,  y  lo  hago  poniendo  mi  nom- 
bre y  apellido,  pues  ya  que  V.  tanlo  se  empeña  en  nom- 
brarme, sin  nombrarme,  yo  quiero  ahorrarle  á  V.  el  tra- 
bajo de  buscar  nuevos  caminos  para  venir  á  decir  que  á 
quien  satiriza  es  á 

Isidoro  Maiquez.» 

El  periódico  añadió  por  su  cuenta  esta 

«Nota.  El  Gobierno,  por  el  desagrado  con  que  ha  visto 
la  sátira  que  contienen  los  Diarios  de  los  días  28,  29  y  30 
de  Diciembre  último  contra  los  teatros  y  actores  de  la 
Cruz,  Caños  del  Peral  y  dirección  de  ellos,  ha  mandado  no 
se  vuelva  á  insertar  ninguna  de  esta  clase,  ni  cualquiera 
otra  que  t^que  á  las  disposiciones  públicas  ó  contenga 
personalidades.»  (1). 

Esta  prohibición  tan  fuera  de  sentido  nos  privó  segura- 
mente de  muchas  noticias  acerca  del  teatro  y  de  sus  acto- 
reíj,  pues  el  Diario  no  volvió  á  tocar  estas  materias  en 


(1)    Diario  de  Madrid  de  11  de  Enero  de  1804. 


CAPÍTULO   OCTAVO  195 


mucho  tiempo,  y  como  era  el  único  periódico  que  por  en- 
tonces podía  hacerlo,  esta  deficiencia  recae  en  primer  tér- 
mino sobre  la  biografía  del  principal  interesado. 

Y  es  tanto  más  de  sentir,  cuanto  que  estamos  en  uno  de 
los  períodos  más  borrascosos  de  la  vida  de  Maiquez,  en 
el  que  su  carácter  duro  y  su  obstinación  indomeñable  le 
pusieron  á  pique  de  arruinarse  para  siempre. 

Queriendo  el  Gobernador  del  Consejo  y  el  Subdelegado 
de  teatros,  en  vista  de  que  la  afición  por  el  género  fran- 
cés decaía,  que  en  los  Caños  se  ejecutasen  más  obras  es- 
pañolas, y  necesitando  por  otra  parte  dar  salida  á  algu- 
nos de  los  actores  que  el  incendio  del  teatro  del  Príncipe 
había  acumulado  en  el  de  la  Cruz,  obligaron  á  Maiquez 
á  recibir,  bien  á  su  pesar,  en  la  formación  de  compañías 
de  1804  á  1805  algunos  de  aquéllos,  como  fueron  Andrea 
Luna,  á  quien  se  puso  á  partir  las  primeras  damas  con 
Antonia  Prado;  Bernardo  Gil,  que  igualmente  entró  á 
partir  los  primeros  con  Maiquez  en  la  declamación  y  con 
García  en  el  canto,  y  á  fin  de  contentar  á  éste,  que  tam- 
poco admitía  rivales,  se  le  subió  el  sueldo  de  35.000  á 
40  000  reales,  sueldo  que  también  se  dio  á  Gil,  y  hasta 
entonces  nadie  más  que  Maiquez  había  alcanzado. 

Trájose  también  para  suplir  los  primeros  y  hacer  los  se- 
gundos á  José- Valles,  á  la  vez  que  se  jubilaba  á  su  mujer 
la  famosa  Juana  García  Hugalde,  á  quien  Rita  Luna  ha- 
bía lanzado  A  los  teatros  de  provincias  nueve  años  antes. 
En  Cádiz  había  Valles  adquirido  nombradla  haciendo  los 
galanes  de  nuestras  antiguas  comedias. 

Quísose  poner  también  compañera  á  Lauroana  Correa; 
pero  ésta,  tan  celosa  de  su  primacía  como  su  hermana  Lo- 
renza, que  á  la  sazón  cosechaba  aplausos  en  Italia,  se 
opuso  á  ello,  y  también  como  su  hermana  salió  de  las  com- 
pañías de  Madrid,  vencida  en  su  lucha  desigual  con  las 
autoridades,  si  bien  su  eclipso  fué  breve,  pues  al  año  si- 
guiente logró  ser  reincorporada.  Sin  embargo,  su  exclu- 
sión produjo  algún  desorden  en  el  régimen  de  la  compa- 
ñía en  líS  días  m'smos  de  la  apertura. 


196  ISIÜORO   MAIQUEZ 


En  cambio,  en  el  teatro  de  la  Cruz  todo  era  fácil:  nadie 
disputaba  la  dictadura  á  Rita  Luna,  quien,  con  sus  discí- 
pulas,  entre  las  cuales  sobresalían  Coleta  Paz,  Manuela 
Carmona  y  María  García,  que  habían  trabajado  ó  tra- 
bajaban á  su  lado,  y  sus  antiguas  amigas  Rosa  García, 
Josefa  Virg,  Joaquina  Arteaga  y  María  Ribera,  disponía 
sus  funciones,  en  que  le  ayudaban  los  gallarlos  Antonio 
Ponce  y  Juan  Carretero,  que  turnaban  pacíficamente  en 
los  galanes,  y  los  veteranos  Mariano  Querol  y  Antonio 
Pinto. 

La  sección  de  cantado  era  muy  inferior  á  la  de  los  Ca- 
ños, después  de  la  pérdida  de  Lorenza  Correa,  pues  con- 
taba sólo  con  Vicenta  Laporta,  antigua  y  enferma  y  que 
falleció  al  año  siguiente,  Carlota  Michelet,  tiple  muy  me- 
diana, como  hemos  dicho,  Isabel  Gamborino,  procedente 
de  los  Sitios,  y  que  luego  alcanzó  algún  renombre  en  Amé- 
rica, y  Martina  Iríarte,  que  empezaba  entonces.  Tampoco 
era  mejor  el  cuerpo  masculino,  compuesto  del  viejo  tenor 
Vicente  Camas,  el  antiguo  soldado  Juan  Muñoz  y  José 
Rigal.  Pero  la  escena  de  la  Cruz  era  principalmente  de 
declamación  española  y  sólo  tal  cual  vez  se  cantaban 
óperas. 

Abriéronse  los  teatros  como  de  costumbre  el  día  de  Pas- 
cua, que  este  año  de  1804  cayó  en  1.^  de  Abril,  empezando 
el  de  la  Cruz  con  la  hermosa  comedia  de  Lope,  La  niña  de 
plata,  muy  bien  representada;  una  tonadilla  y  saínete. 

En  canabio,  el  teatro  de  los  Caños,  vióse  forzado  á  inau- 
gurar sus  tareas  con  la  detestable  ópera  Ramona  y  Rose- 
lio,  teniendo  que  advertir  en  el  Diario  que,  como  faltaban 
las  dos  primeras  partes  de  cantado,  haría  la  dama  Joa- 
quina Briones,  que  era  la  graciosa  de  música,  y  el  capitán 
de  bandoleros  Juan  Pau. 

Pudo  completarse  la  compañía  el  9  de  Abril,  entrando 
María  Lóppz,  excelente  tiple  que  se  había  formado  rápi- 
damente en  provincias,  hija  de  Francisco  López  y  ya  ca- 
sada con  el  compositor  D.  José  María  Francesconi,  otro 
italiano  que,  como  Cristíani  (D.  Esteban),  se  había  ave- 


CAPÍTULO   OCTAVO  197 


cindado  en  España  y  á  quien  se  colocó  como  maestro  com 
positor,  igual  en  todo  á  D.  Pablo  del  Moral,  que   también 
quedó  disgustado  por  ello  (1). 

La  segunda  obra  que  se  ejecutó  en  los  Caños  fué  El  es- 
cultor y  el  ciego,  para  que  José  Valles  que  la  había  repre- 
sentado en  Barcelona  y  Cádiz,  hiciese  el  principal  pa- 
peí  (2). 

Tocóle  luego  el  turno  á  Bernardo  Gil,  quien  sucesiva- 
mente hizo  el  primer  papel  en  El  delincuente  honrado,  de 
Jovellanos  (3),  en  El  solterón  y  su  criada,  traducción  de 
García  Suelto  (4),  y  en  El  amigo  de  los  hombres  y  el  egois- 
ta  (5),  traducido  del  Filinte,  de  Fabre  d'Eglantine,  y  hasta 
en  las  operetas  La  treinta  y  una  (6),  y  El  criado  fingido, 


(1)  La  necesidad  de  tiple  obligó  al  Gobierno  á  pasar  por  todo; 
Francesconi  aspinaba  á  la  plaza  de  compositor  y  ya  en  26  de  Marzo, 
cuando  se  designó  á  su  mujer  como  primera  de  cantado,  había  re- 
currido manifestando  quese  hallaban  ajustados  para  el  teatro  de 
Zaragoza,  él  de  primer  violín  y  músico  principal  y  ella  de  segunda 
de  versos  y  música,  y  solicitando  se  les  dejase  en  libertad.  Como  las 
autoridades  tenían  orden  de  procurar  que  los  matrimonios  no  estu- 
viesen separados,  hubo  que  contentar  á  Francesconi,  dándole  tam- 
bién á  él  plaza. 

(2)  Los  oía/ es  del  emperador  Segismundo  ó  el  Escultor  ij  el 
ie^o  (comedia  en  prosa)  én  quatro  actos.  Traducida  por  D.  .Do- 
mingo Botti.  Barcelona,  Imprenta  del  Diario,  sin  año,  4.°— Poco 
después  la  tradujo  también  D.  Félix  Enciso,  reduciéndola  á  tres 
actos.  Acompañaron  á  Valles,  Andrea  Luna,  la  Ortega,  Briones 
menor,  María  Mondragón,  María  López,  Infantes,  Pérez,  Caprara 
y  otros,  • 

(3)  Lo  representó  con  Andrea  Luna,- Vicente  García,  Infantes, 
<  >ros,  Martínez  y  Suárez. 

(4)  El  solterón  y  su  criada.  Comedia  en  tres  actos  (verso),  for- 
mada sobre  la  que  escribió  enfrancrs  el  ciudadano  Collin  d'Har- 
froille  por  D.  'T.  G.  S.  Madrid,  Benito  García,  Í801,  tomo  III  del 
Teatro  nuevo  español.  La  había  estrenado  Gil  en  el  teatro  del  Prín- 
lipe,  en  unión  de  Andrea  Luna,  Vicente  García,  que  también  ahora 
le  acompañaron,  y  además  María  G-arcía  r'Laaraj, 'Rafael  Pérez 
(Ambrosio),  López  (Jorr/e),  y  Joa(iuín  García  Luna,  hijo  de  Andrea 
(Julianitoy,  papeles  (]ué  desempeñaron  ahora  Francisca  Briones, 
Infantes,  Oros  y  .Suárez. 

(.5)  Comedia  en  cinco  actos.  La  ejecutaron  la  Prado,  Gil,  Valles, 
t  ristiani,  Pérez,  Martínez,  Ronda  y  .Suárez.  En  el  manuscrito  77-2 
'lo  la  Biblioteca  municipal,  lleva  el  título  de  El  amigo  de  la  razón, 
\  está  en  verso. 

(6)    La  treinta  u  una.  Ópera  cómica  en  prosa,  en  un  acto.  Ma- 


198  ISIDORO   MAIQUBZ 


porque  Gil  era  también  un  tenor  muy  aceptable,  y  como 
tal  había  entrado  primero  en  las  compañías  de  Madrid. 

Maiqubz  no  se  presentó  hasta  el  22  de  Abril  con  la  Xai- 
ra,  de  D.  Vicente  García  de  la  Huerta,  ó  sea  de  Voltaire, 
traducida  por  aquél.  Bien  por  conocida  ó  porque  era  fran- 
cesa no  parece  habór  tenido  gran  éxito,  pues  no  se  hizo 
más  que  otra  vez.  Respecto  de  la  ejecución,  sí  que  se  cita 
como  una  de  las  obras  en  que  Maiquez  sobresalía  en  el 
papel  de  Orosmán,  que  fué  uno  de  sus  predilectos.  Ayu- 
dáronle su  mujer,  que  hasta  entonces  tampoco  había  sa- 
lido, Francisca  Briones,  Vicente  García,  Rafael  Pérez, 
Infantes,  Caprara,  Ronda  y  Martínez. 

Mucho  tiempo  después  se  recordaba  aquella  indefinible 
expresión  en  que  entraban  el  despecho,  el  amor,  el  dolor 
y  la  cólera,  cuando  creyéndose  Orosmán  burlado  y  des- 
preciado por  Jaira,  prorrumpía  Mak^uez  en  estos  acentos 
al  finalizar  el  acto  tercero. 

¡Qué  indignidad!  Forzoso  es  que  recobre 
mi  perdido  albedrío.  Ya  de  Xayra 
hasta  á  olvidar  el  nombre  estoy  resuelto. 
Ciérrense  para  siempre  estas  estancias. 
En  sus  umbrales  el  terror  resida. 
Todo  anuncie  el  pesar,  todo  la  infausta 
esclavitud.  Sigamos  de  los  reyes 
de  Oriente  las  costumbres  observadas 
con  tanta  religión  hasta  aquel  punto 
que  por  mi  mal  las  violé.  A  una  esclava 
b  istela  que,  depuesta  la  fiereza, 
la  volvamos  tal  vez  una  mirada 
más  tierna  ó  menos  grave.  Ks  injurioso 
al  carácter  del  homijre,  contemplarlas. 
Practique  en  hora  buena  tal  bajeza 
el  europeo.  El  sexo  que  amenaza 
con  su  blandura  avasallar  el  mundo 
mande  en  Europa  y  obedezca  en  Asia. 


nuscrito  189-24  de  la  Biblioteca  municipal  con  el  reparto  siguiente: 
Leandro,  capitán:  Bernardo  Gil. — Enrique,  capitán:  M.  García.— 
Miguel,  su  criado:  Cristiani.— /).^  Margarita:  J.  Briones.  — La/sa; 
María  López.— /sZ  tío  A¿o/iso.' Suárez.  Esta  obra  es  original  y  no 
desgraciada.  El  enredo  consiste  en  jugar  el  retrato  de  Euisa,'que 
pasa  de  poder  de  uno  al  otro  capitán]  dando  lugar  á  la  confusión  de 
los  personajes. 


SS^Sí^lDJÍSl, 


Xo  respondemos  que  esta  litografía  de  Avrial,  hecha  en  1842,  sea 
de  Maiqukz  en  Orosmán;  ni  siquiera  sabemos  de  donde  la  tomó  el 
autor,  tantos  años  después  de  muerto  el  artista. 


CAPÍTULO   OCTAVO  201 


El  16  de  Mayo  fué  el  destinado  para  cantar  una  ópera 
perjeñada  por  Francesconi  dos  años  antes.  Este  músico, 
parece  que,  á  imitación  de  Cristiani,  plagiaba  las  compo- 
siciones de  los  mejores  maestros  italianos,  y  con  semejan- 
tes remiendos  tejian  las  partituras  cuya  letra  ya  original 
ó  traducida  encomendaban  á  cualquier  trapero  literario. 
Sin  embargo,  en  la  ópera  de  que  ahora  tratamos,  que  fué 
la  titulada  Amalia  ó  ilustre  camarerita,  no  hubo  necesi- 
dad, porque  el  mismo  compositor  hizo  el  libreto,  lleno  de 
barbarismos,  como  escrito  por  quien  apenas  conoce  el 
idioma  en  que  pretende  expresarse  (1). 

Después  de  la  representación  de  El  distraído,  tradncción 
muy  bien  hecha  de  la  conocida  comedía  de  Regnard  por 
Enciso  Castrillón  (2),  en  la  que  Maiqübz  hizo  el  carácter 
cómico  de  aquel  distraído,  que  no  lo  es  en  grado  tal  que 
raye  en  lo  inverosímil,  fué  cuando  estalló  en  esta  compa- 
ñía la  discordia  que  estaba  latente  desde  el  instante  mis- 
mo de  su  formación. 

No  conocemos  el  hecho  que  la  habrá  determinado,  pero 
no  es  difícil  imaginárselo,  sabiendo  que  ni  Maiqubz  ni 
García  admitían  competidores.  Trascendió  al  público  esta 


(1)  La  Amalia  ó  ilustre  camarerita.  Escrita  por  D.  Josef  Ma- 
ría de  los  Reijes  Francesconi  y  Suf/ó;  y  puesta  en  música  por  el 
mismo:  Yalladolid.  En  la  Oficina  de  Pablo  Miñón.  Representada 
por  la  com^pañía  de  los  Reales  Sitios  en  los  días  lo,  16  y  17  de 
Octubre  de  1H02.  8.°,  91  páginas.  Va  dedicada  á  D.  José  de  Artea- 
tra,  Capitán  general  de  Castilla  la  Vieja.  Está  en  dos  actos,  en  verso. 
Reparto:  El  Marqués  del  Globo:  Ensebio  Fernández. —El  Conde  de 
Valleameno:  García— /?¿  barón  de  Campo  de  Frías:  Pau.— /).*  Isa- 
bel, su  hermana:  J.  Briones.— Ama¿¿a,  camarera:  María  López.— 
Felipe,  paje:  Cristiani. 

(2)  El  distraído.  Comedia  en  dos  actos,  escrita  en  francés  por 
Regnard  y  traducida  al  castellano  por  D.  F.  E.  Castrillóti.  Re- 
presentada en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral  el  día  20  de 
Mayo  de  1804.  Madrid.  En  la  imprenta  de  D.  Mateo  Repullés, 
Plazuela  de  Ludones;  8.°,  76  páginas.  Actores:  D.  Fernando:  Se- 
ñor Isidoro  Maiquez.  — O.*  Clara:  Sra.  Andrea  Luna.—/).  Simón: 
Sr.  Rafael  Pérez.— D.  Félix:  Sr.  Josef  Infantes.— Z).»^  Isabel:  Señora 
Antonia  lirado.  -/).»  Gertrudis:  Sra.  Angeles  Ortega.— Gí7;  Sr.  Jo- 
sef Oros.— ./i^sía.' Sra.  Gertrudis  Torre.— Í//1  notario:  Sr.  Joaquín 
>iuárez.—  Un  criado:  Sr.  Luis  Fabiani. 


202  ISIDORO   MAIQUEZ 


excisión  al  ver  que  el  Diario  del  27  de  Mayo  anunciaba 
una  indisposición  de  los  Sres.  Bernardo  Gil,  Vicente  Gar- 
cía, Joaquín  Caprara,  Eugenio  Cristiani,  José  Oros  y 
Ensebio  Fernández,  y  tres  días  más  tarde  al  anunciar  el 
estreno  de  Los  militares  (1),  decía:  «El  drama  de  Los  mi- 
litares, es  una  de  las  piezas  elegidas  por  el  Sr.  Bernardo 
Gil  para  su  turno,  y  en  la  cual  debía  desempeñar  el  papel 
de  primer  actor;  pero  á  causa  de  la  indisposición  que  pa- 
dece lo  executa  el  Sr.  Joseph  Infantes  á  fin  de  que  el  pú- 
blico no  carezca  de  fanción  nueva  en  este  día  (era  el  del 
santo  del  Príncipe,  después  Fernando  VII),  y  con  objeto 
de  dar  tiempo  á  que  el  Sr.  Isidoro  Maiquez  pueda  dispo- 
ner alguna  otra  para  lo  sucesivo.» 

Resolvióse  el  conflicto,  saliendo  de  la  compañía  Gil  y 
poco  después  de  España,  yendo  á  París  y  otros  puntos  don- 
de permaneció  algunos  años,  y  Caprara  (2)  (éste  permutó 


(1)  Hermán  y  Ver/ier  ó  los  militares.  Caso  sucedido  en  1745, 
en  una  aldea  de  Alemania.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal 
(36-12).  Es  drama  en  tres  actos,  en  prosa.  El  caso  es  el  de  un  capi- 
tán que  habiendo  reclutado  como  voluntario  por  tres  años  á  Verner, 
y  como  al  cabo  del  término  el  coronel  se  negase  á  dar  al  soldado  la 
licencia,  intenta,  renunciando  su  grado,  servir  como  sustituto  del 
otro.  Es  claro,  que  no  se  le  consiente,  y  todo  acaba  bien.  Hicieron 
el  capitán  Hermán,  Valles;  el  soldado  Verner,  Infantes;  el  coronel, 
Martínez;  la  madre  del  soldado,  A.  Ortega,  y  su  novia,  Antonia 
Prado. 

(2)  .íoaquín  Caprara  era  italiano,  natural  de  Bolonia,  donde  na- 
ció en  1770.  Militó  como  soldado  en  los  ejércitos  españoles,  llegando 
á  sargento  en  las  guerras  de  la  República.  Allí  conoció  á  llaíael 
Pérez,  que  servía  en  el  mismo  regimiento,  y  la  afición  de  ambos  les 
condujo  al  teatro  en  cuanto  obtuvieron  su  licencia.  Caprara  entró 
como  parte  por  medio  en  la  compañía  de  la  Cruz  en  1801,  de  donde 
lo  saco  Maiqukz,  al  año  siguiente,  para  su  teatro  de  los  Caños,  me- 
jor melóle  el  partido.  L  i  principal  ventaja  de  Caprara,  aparte  de  su 
figura,  era  la  gran  flexibilidad  y  expresión  de  su  semblante,  sobre 
todo  de  sus  ojos.  Su  acción  natural  y  digno  continente  hacían  se  le 
perdonase  su  acento  italiano^  que  nunca  pudo  dejar.  Trabajó  poco 
en  papeles  de  galán  qu9  sustituyó  por  los  de  barba  en  que  llegó  á 
ser  excelente.  A  la  creación  del  Conservatorio  de  María  Cristina 
fué  nombrado  profesor  de  declamación.  Jubilóse  en  1829  y  falleció  en 
Cádiz  en  1838. 

Estuvo  casado  con  la  famosa  actriz  de  canto  Concepción  Lledot. 
Tridujo  Caprara  del  francés  y  del  italiano  algunas  piezas  como  La 
empleon\anía,  comedia  en  cinco  actos  del  veneciano  J.  Bon,  Fran- 


capítulo  octavo 


203 


con  Eugenio  Pérez,  actor  de  Cádiz),  y  sometiéndose  por 
entonces  los  demás,  si  bien  los  gérmenes  de  la  discordia 


cia  destruida  por  Ali  hajá,  drama  en  cuatro  actos,  y  Cuidado  con 
las  nooelas,  piezas  todas  representadas  en  los  teatros  de  la  Corte. 
En  FA  Laberinto  de  1844,  pág.  309,  y  el  Semanario  pintoresco  de 
1849,  hay  dos  regulires  bir>gratías  de  "este  actor. 


Joaquín  Caprara 


8egún  Carderera,  esta  litografía  es  oljra  de  D.  José  de  la  Revilla. 
Iguales  á  ella  son  un  grabado  del  Semanario  pintoresco  de  1849, 
par¿i  donde  lo  habrá  dibujado  Revilla,  y  un  óleo  que  hay  en  la  Sala 
de  juntasjde  la  Cofradía  de  los  cómicos  ó  de  la  Virgen  de  la  Novq- 
na,  en  la  iglesia  de  San  Sebastián  de  esta  corte. 


204  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Libres  ya  de  competencias  pudieron  Maiqubz  y  García 
seguir  sus  personales  ideas,  pero  no  trabajaron  con  la 
brillantez  que  el  año  anterior,  pues  si  se  exceptúan  algu- 
nas comedias,  como  fueron  la  Dorotea,  de  Enciso,  refun- 
dición y  arreglo  en  forma  representable  de  la  novela  dra- 
mática de  Lope  de  Vega  (1),  el  Aviso  á  los  casados,  de  don 
Domingo  Botti  (2),  y  El  Reconciliador,  también  de  Enciso, 
comedia  muy  agradable  de  Demoustier  y  en  la  que  Mai- 
qubz hizo  un  trabajo  primoroso  que  le  atestiguó  después 
el  traductor  al  dedicársela  (3),  en  términos  muy  lisonjeros; 


(1)  La  Dorotea,  coinedia  original  en  tres  actos  (verso),  por  don 
F.  E.  Castrillón.  Representada  en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral 
el  día  13  de  Junio  de  1804,  Madrid.  En  la  imprenta  de  llepullés,  año 
de  1804.  8.°,  82  páginas.  Un  ejemplar  de  la  Biblioteca  municipal 
trae  este  reparto:  Dorotea:  Antonia  Prado. — Teodora:  Angeles 
Ortega..  — Fernando:  Ishjoro  Maiquez  — /t¿ZíO,  criado:  José  Oros.— 
D.  Vela:  ISsLvaivro.— Laurencio:  Rondai.  —Mar fisa:  María  Maque- 
da. — CZara;  Joaquina  Torre.— Felisa:  Gertrudis  Torre.  — Gerarda: 
Joaquina  Briones.— A¿ca¿<ie.'  Martíne/..  —  Escribano:  Suárez. 

(2)  Aviso  d  los  casados.  Comedia  en  cuatro  actos.  Manuscrito 
de  la  Biblioteca  municipal  con  el  reparto  en  que  figuran  en  los  prin- 
cipales papeles  la  Prado,  la  Torre,  Valles  (El  Coronel),  Infantes, 
Oros  y  otros.  Esta  traducción  es  de  D.  Domingo  Botti,  autor  cata- 
lán. Algún  tiempo  después  la  tradujo  mucho  mejor  y  arregló  en  tres 
actos  en  verso  D  Félix  Enciso  Castrillón,  para  Isidoiuj  M.viquez, 
quien  la  representó  con  grande  esmero.  De  esta  segunda  versión 
hay  también  un  manuscrito  en  la  Biblioteca  municipal  (1-76-8). 
En  la  Biblioteca  Nacional  hay  igualmente  otra  traducción  en  cinco 
actos  en  verso,  lo  que  nos  demuestra  el  aprecio  en  que  se  tuvo  esta 
comedia,  cuyo  asunto  es  domeñar  el  carácter  fuerte,  caprichoso 
y  soberbio  de  una  mujer,  después  del  matrimonio.  También  se  im- 
primió la  versión  de  Enciso  en  1808,  imprenta  de  García,  en  8.° 

(3)  El  reconciliador,  comedia  en  tres  actos  (verso)  escrita  en 
francés  por  el  C.  Demoustier  y  traducida  al  castellano  por  D.  F.  E. 

Castrillón.  Representada  en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral,  el 
día  24  de  Julio  de  1804.  Madrid,  en  la  imprenta  de  Don  Mateo 
Repullés.  8.°,  92  páginas.  Actores:  D.  Juan  de'  Lara:  8r.  Pérez.— 
D.^  Antonia:  Sra.  Ortega.  — /).*  Clara:  Sra.  María  Maqueda. — 
D.  Félix  de  Toledo:  Sr.  Isidoro  Mxiqvez.-D.^  Hildegundis:  Seño- 
ra. J.  Briones.— /).*  Eufrosia:  Sra.  F.  Briones.  —  D.Simón:  Se- 
ñor J.  Suárez.— Z).  Mamerto:  Sr.  Antonio  Martínez.— Maríí/i.' Se- 
ñor Josef  Ovos.— Fermina:  Sra.  Gertrudis  Torre.  La  dedicatoria 
dice:  «Al  señor  Isujoro  Maiquez,  Director  y  primer  actor  del  tea- 
tro de  los  Caños  del  Peral. — Quanto  más  lisonjeros  me  son  los  aplau- 
sos con  que  el  público  ha  recibido  esta  comedia,  tanto  mayor  fun- 
damento encuentro  para  estar  agradecido  á  Vmd.,  que  me  ha  pro- 


CAtÍTUtO   OCtAVO  ^05 


si  se  exceptúan  también  algunas  del  teatro  antiguo  como 
De  fuera  vendrá  (1)  y  El  convidado  de  piedra  (2),  asi  como 
las  óperas  El  mismo  (3),  Miguel  Ángel  (4)  y  El  padras- 
tro (5),  apenas  hicieron  más  que  repetir  algunas  del  año  an- 
terior en  la  primera  mitad  del  presente;  asi  es  que,  á  dife- 
rencia de  lo  que  habían  venido  haciendo  hasta  entonces, 
tuvieron  que  suspender  sus  representaciones  desde  el  16 
de  Agosto  y  cerrar  el  teatro  (6). 


\ 


porcionado  esta  satisfacción,  dando  al  papel  de  D.  Félix  de  Toledo 
todo  el  brillo  de  que  es  capaz.  No  C|UÍero  ofender  la  modestia 
de  vmd.  repitiendo  los  elogios  que  el  público  le  ha  dispensado;  pero 
no  puedo  menos  de  mirar  la  comedia  del  Reconciliador  como  una 
obra  que  ha  debido  á  Vmd.  su  feliz  éxito,  y  dedicársela  como  una 
sincera  demostración  de  mi  gratitud  á  sus  favores.  B.  L.  M.  de 
^'md.  su  más  apasionado  servidor  y  amigo,— F.  E.  Castrillón.» 

(1)  Defuera  üendrd,  fué  ejecutada  por  la  Prado,  la  Ortega,  la 
Torre,  y  Maiquez,  Infantes,  Oros,  Martínez,  Ronda,  Suárez,  Fa- 
biani  y  Mondragón. 

(2)  Refundición  en  cinco  actos  de  la  comedia  de  Zamora,  ejecu- 
tada por  Andrea  Luna,  María  Maqueda,  Gertrudis  y  Joaquina  To- 
rre, María  Mondragón  y  Maiquez,  Valles,  Infantes,  Vicente  Gar- 
cía. R.  Pérez,  Oros,  Martínez,  Ronda  y  Suárez. 

(3)  El  mismo,  opereta  en  prosa  en  un  acto.  Manuscrito  de  la 
Biblioteca  municipal (190-18).  Es  traducción  de  la  titulada  Lui  Méme, 
música  de  Alejandro  Piccinni,  estrenada  en  París  en  1804.  La  letra 
es  insignificante  y  harto  inverosímil  su  asunto.  En  los  Caños  la  can- 
taron, el  30  de  Mayo,  Manuela  Morales,  D.^  Elvira;  María  López, 
Inés;  Manuel  García,  D.  Leonardo;  Pau,  D.  Antonio,  y  Torrellas, 
Juanito. 

(4)  Miguel  Ángel,  ópera  en  un  acto.  Manuscrito  de  la  Bibliote- 
ca municipal  (194-8).  Es  traducción  del  Michel-Ange,  letra  de  Del- 
riau,  música  de  Nicolo  Isouard,  estrenada  en  París  en  1802.  Es  un 
Miguel  Ángel,  de  veinticinco  años,  enamorado  de  una  hija  del  Pe- 
rugino,  á  quien  oprime  Scopa,  su  tutor,  y  quiere  casarse  con  ella, 
lo  que  consigue  el  joven  pintor.  La  cantaron  en  los  Caños:  Miguel 
Ángel:  García.  —  Flora:  Manuela  Morales.  —  Cerbina:  Joaquina 
Briones. — Pasquín:  Cristiani.— Scopa:  Torrellas. 

(5)  El  Padrastro.  Opera  original  en  verso  en  dos  actos.  Bi- 
blioteca municipal  (190-19).  Manuscrito  con  la  nota:  «Oy  día  21  de 
Julio  de  1804»  y  este  reparto:  Sr.  Torrella:  D.  Simón,  padrastro  de. 
— D.^  Serafina,  hermana  de  (Sra.  López).  —  /).  Esteban,  oficial  de 
marina:  Sr.  García.  —  D.  Lucas:  Sr.  Cristiani.—  Francisca:  Se- 
ñora Briones.— Z)¿e//o:  Sr.  l'^usebio  Vernández.— Un  sargento:  Se- 
ñor Pau.  El  asuntó  es  el  conocido  de  un  padrastro  que  tiene  re- 
cluida á  su  hijastra,  para  apoderarse  de  sus  bienes  y  contraer  nue- 
vo matrimonió.  La  oportuna  llegada  de  un  hermano  ausente  hacía 
muchos  años,  restablece  el    imperio  de  la  justicíia  y  de  la  moral. 

(6)  En  27  de  Julio  solicitó  Manuel  García  «Director  de  música 


^Ó6  ISIDORO  MaiQub^ 


El  de  la  Cruz,  que  marchaba  prósperamente,  había  ya 
antes  pedido  y  logrado  del  Gobierno  que  se  separasen  los 
fondos  de  ambas  compañías,  pues  no  sería  justo,  decían 
los  de  la  Cruz,  que  pagasen  ellos  las  pérdidas  de  los  Caños, 
dimanadas  principalmente  por  la  falta  de  aplicación  de 
Isidoro  Maiquez.  En  vano  se  opuso  éste,  alegando  que  el 
teatro  de  los  Caños  tenia  que  pagar  también  atenciones 
que  no  le  correspondían,  como  eran  las  cargas  del  teatro 
del  Príncipe,  que  no  existía,  y  la  mitad  de  las  jubilaciones 
de  sus  actores,  porque  los  de  la  Cruz  contestaron  ofre- 
ciéndose ellos  á  pagar  esas  cargas,  con  tal  de  que  los  Ca- 
ños lo  hiciese  de  la  tercera  parte  total  de  las  jubilacio- 
nes (1). 

Esta  separación  acabó  de  acentuar  el  dualismo  que  siem- 
pre había  existido  entre  las  compañías  antiguas  y  la  de 
los  Caños  y,  aun  dentro  de  esta  misma,  entre  los  elemen- 
tos primitivos  y  los  que  habían  venido  de  los  otros  teatros 
(Andrea  Luna,  Vicente  García,  Rafael  Pérez,  José  Oros, 
Fernández),  que  pugnaban  por  destruirse  mutuamente. 

Pasado  el  resto  del  verano,  abrióse  de  nuevo  en  1.°  de 
Octubre  con  la  comedia  en  dos  actos  de  Enciso,  que  era 
el  poeta  oficial  de  los  Caños,  titulada  Esopo  moderno  ó  la 
casa  del  Grande  (2)  y  El  cómico  retirado  (3),  traducción  esta 
de  la  pieza  en  un  acto  de  Picard,  Le  vieux  comedieri,  es- 
trenada en  París  en  1803.  El  Esopo  moderno  es  el  criado 
de  un  Duque  á  quien  éste  hizo  su  secretario  y  factótum, 


del  teatro  de  los  Caños»  autorización  para  que,  usando  de  la  licen- 
cia que  tenía  concedida  desde  15  de  Agosto  á  30  de  Septiembre, 
pudiese  pasar  á  Cádiz  en  unión  de  su  mujer,  de  Joaquina  Briones  y 
Cristiani,  y  dar  allí  algunas  funciones  de  inüsica.  Después  de  un  in- 
forme favorable  de  Maiquez,  como  apoderado,  se  le  concedió  el 
permiso.  (Papeles  de  Barbieri:  Documento  original.) 

(1)  Archivo  municipal  de  Madrid.  Teatros:  (legajo  2-478). 

(2)  Drama  en  dos  actos,  representado  por  A.  Luna,  M.  Maque- 
da  y  Maiquez,  Vicente  García,  Pérez,  Infantes,  Oros,  Valles  y 
Suárez,  Posteriormente  fué  refundida  con  el  título  de  Eljilósofo 
fabulista,  tal  vez  por  el  mismo  Enciso.  Véase  el  cap.  xvii. 

(3)  La  ejecutaron  G.  Torre,  A.  Ortega,  M.  Maqueda  y  Pérez, 
Infantes,  Oros,  Suárez  y  Casanova. 


CAt»ÍTÜLÓ   OCTAVO  ^0^ 


y  á  quien  no  desvanece  su  privanza  contestando  con  fabu- 
lillas  á  los  que  quieren  sobornarle  ó  murmuran  de  su  con- 
ducta. 

•  Puso  empeño  Maiqufz  en  rehabilitarse  de  la  nota  de 
inaplicado,  y  se  le  ve  desde  entonces  intervenir  en  casi 
todas  las  funciones  que  se  daban,  lo  mismo  las  ya  conoci- 
das (1)  que  las  nuevas  que  iban  apareciendo,  como  La 
musa  aragonesa  (2),  un  excelente  arreglo  en  dos  actos  de 
La  metromania,  de  Pirón,  hecha  por  el  citado  D.  Félix 
Enciso,  y  acomodada  á  los  usos  de  España,  sin  olvidar 
alg-unas  del  teatro  antiguo,  principalmente  para  que  el 
público  pudiese  ver  en  sus  últimas  representaciones  al  in- 
signe Garrido  que  se  retiraba  de  la  escena,  después  de 
treinta  y  un  años  en  que  constantemente  había  desempe- 
ñado en  Madrid  la  parte  de  primer  gracioso,  y  fallecía 
tranquilamente  en  la  calle  de  San  José  el  28  de  Junio 
de  1807  (3). 


(1)  Desde  el  8  de  Octubre  hasta  el  24  de  Diciembre  en  que  se 
suspendieron  las  funciones  durante  quince  días,  trabajó  Maiquez 
en  las  obras  siguientes,  ya  conocidas  ó  antiguas:  El  Reconciliador, 
El  casamentero.  Los  falsos  hombres  de  bien  (hizo  q\  Duque  Car- 
los), La  esclava  persiana,  El  distraído.  El  aguador  de  Paris,  La 
Melindrosa,  No  hay  con  la  patria  venganzas  {e\  papel  de  Temis- 
tocles),  Aviso  á  los  casados.  Ser  vencido  y  vencedor,  (el  de  Cé- 
sar), Alcalde  de  Zalamea,  (el  D.  Lope  de  Figueroa:  el  Alcalde, 
lo  hizo  Vicente  García),  El  Príncipe  perseguido ,  la  Xaira  y  el 
Ótelo,  sin  contar  las  citadas  en  otro  lugar. 

(2)  La  musa  aragonesa.  Comedia  en  verso  en  dos  actos.  Ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  municipal  (72-13).  Después  se  le  cambió 
el  título  por  el  de  La  comedia  casera  ó  los  Poetas.  El  manuscrito 
de  la  Biblioteca  municipal,  lleva  la  nota:  aOy  día  14  de  O'ctubre 
de  1804»  que  fué  el  del  estreno  y  el  reparto:  Ó.  Beltrán  de  la  Ven- 
tura: Sr.  Rafael  Pérez.— Z).*^  Isabel:  üra.  Macjueda.  — />).  Manuel: 
Sr.  Infantes.— Z>.  Seba,stiún  de  la  Flor,  bajo  el  nombre  de  D.  Cé- 
sar: i^v.  Mayqüez.— Va¿e/iím:  Sr.  Ovos.  — D.  Anselmo:  Sr.  Vicen- 
te García. — Fermí/ia:  Sra,  Gertrudis  Torre.— í//i  criado:  Sr.  Ca- 
sanova. 

Años  después  fué  publicada  en  toda  su  extensión  la  obra  fran- 
cesa con  este  título:  La  metromanía.  Comedia  en  cinco  actos. 
Traducida  del  francés  por  /.  de  L.;  Zaragoza,  eh  la  imprenta  de 
Roque  Gallífa,  1831,  8.®,  páginas  94.  Está  en  prosa  y  la  versión  es 
literal. 

(3)  De  Garrido  hemos  hablado  largamente  en  nuestro  libro  acer- 
ca de  La  Tirana  y  en  el  apéndice  del  consagrado  á  D.  Ramón  de  la 


m 


lélboÉd  MAIQÜB2 


Pero  ni  este  interés 
ni  la  asiduidad  en  el 
trabajo,  libraron  á 
nuestro  gran  cómico 
de  murmuraciones  de 
otro  género  entre  sus 
compañeros;  intrigas 
fomentadas,  al  pare- 
cer, por  Eugenio  Cris- 
tiani,  actor  á  quien 
Maiquez  había  admi- 
tido en  la  compañía 
de  los  Caños  á  su  re- 
greso de  París  y  que 
después  constante- 
mente sostuvo  á  su 
lado.  Era  buen  gra- 
cioso de  música  y 
años  adelante  su  fa- 
ma creció  mucho 
más.  No  sabemos  qué 
motivos  de  queja  ten- 
dría contra  su  protector;  pero  como  el  terreno  estaba  bien 
preparado,  las  intrigas  fueron  creciendo  á  tal  punto,  que 
Maiquez  hubo  de  dejar  el  apoderamiento  que  tenía  de  sus 
compañeros,  anunciándolo  así  en  el  Diario  del  4  de  No- 
viembre en  estos  términos  que  apenas  nos  descubren  la 
gran  marejada  que  agitaba  el  fondo  de  aquel  teatro: 

«En  virtud  de  las  repetidas  instancias  del  Sr.  Isidoro 
Maíqubz  para  que  la  '-ompañía  de  dicho  teatro  le  eximie- 


Criiz.  Damos  ahora  su  retrato  tomándolo  de  un  grabado  del  tiempo, 
que  hay  en  la  sección  de  estampas  de  nuestra  Biblioteca  Nacional. 
En  ella  hay  además  otro  «Miguel  Garrido,  en  traje  de  gitano,  quan- 
do  canta»,  retra'to  de  cuerpo  entero.  Grabado  hecho  por  D.  Juan 
de  la  Cruz  Cano,  para  la  Colección  de  trajes  de  las  provincias  es- 
pañolas. (Véase  Catálogo  de  retratos  de  espartóles,  existentes  en 
la  Sala  de  estampas  de  ía  Biblioteca  Nacional,  por  D.  Ángel  de 
Barcia  Pavón,  pag.  337;  obra  curiosísima  y  única  en  su  género.) 


CAPITULO   OCTAVO  ^209 


se  del  encarg'o  de  apoderado,  ha  tenido  por  conveniente 
acceder  á  ello  y  ha  sustituido  en  el  Sr.  Josef  Oros  el  poder 
que  tenia  conferido  al  citado  Maiqubz:  lo  que  se  pone  en 
noticia  del  público,  á  fin  de  que  si  algún  sujeto  tuviese 
que  tratar  asuntos  de  intereses  ú  otros  respectivos  al  refe- 
rido empleo  lo  excute  con  el  expresado  Sr.  Oros.» 

Llegó  á  poco  el  dia  del  suceso  teatral  de  más  importan- 
cia en  este  año;  tal  fué  el  estreno  de  la  tragedia  de  Quin- 
tana, el  Pelayo,  la  tarde  del  19  de  Enero  de  1805. 

Hoy  la  critica  no  celebra  sin  grandes  reservas  esta  obra 
que,  con  todo,  es  superior  á  las  que  sobre  el  mismo  asunto 
compusieron  D.  Nicolás  de  Moratín  y  Jovellanos,  pero  el 
público  que  la  oyó  entonces  no  escatimó  el  aplauso  á 
aquellos  varoniles  acentos  de  patriotismo  é  independen- 
cia que  tres  años  después  se  vio  eran  los  de  casi  todos  los 
españoles.  La  obra  se  representó  con  lujo,  estrenando  de- 
coraciones nuevas,  pintadas  por  D,  José  Ribelles,  y  con 
tonadilla  y  saínete:  todo  á  la  española.  Á  Maiquez  ayu- 
daron en  la  ejecución  su  mujer  Antonia  Prado  (Horme- 
sinda),  Francisca  Briones  (Alvida),  Vicente  García  (Al- 
fonso), Rafael  Pérez  (Vere7nundo),  Valles  (Leandro),  In- 
fantes (Munuza),  Francisco  Ronda  (Audalla),  Eugenio  Pé- 
rez (Ismael)  y  otros  de  inferior  categoría  (1). 

Al  Pelayo  siguió  la  Lucrecia  Pazzi,  tragedia  de  don 
Francisco  Rodríguez  de  Ledesma,  antiguo  secretario  de 
la  Junta  de  reforma  ó  Mesa  censoría  de  1800,  y  autor  de 
otras  varias  piezas  dramáticas  (2). 

Su  obra  es  una  imitación  de  La  Congíura  de'Pazzi,  de 
Alfieri,  con  grandes  alteraciones,  no  en  el  fondo  del  asun- 


(1)  Kl  Pelayo,  do  (Quintana,  so  ha  impreso  muchas  voces  y  figu- 
ra en  las  ediciones  de  las  obras  de  este  famoso  i)oeta,  siendo,  ]>or 
tanto,  conocidísimo.  lanías  primitivas  en  octavo  lleva  el  reparto 
que  hemos  copiado,  suprimido  indebidamente  en  las  posteriores, 
incluso  en  la  de  liivadeiieyra. 

(2)  Poesías  dramáticas  escritas  por  D.  F.  R.  de  L.  y  V.  (sic). 
TonioJ  (único)  Madrid,  Sancha,  1805.  Comprende,  además  de  Lu- 
crecia, en  tres  actos,  una  Leóiuda  y  una  Virginia,  también  tra- 
gedias. 

14 


2ló  Isidoro  maiqüe^ 


to,  sino  en  las  circunstancias  del  suceso  que  motivó  la 
tragedia.  Ledesma  respeta  mucho  menos  la  historia  que 
el. poeta  italiano,  y  ni  por  eso  consigue  aumento  de  belle- 
za. Lucrecia  no  es  hermana  (como  Blanca)  de  los  Médicis, 
sino  al  contrario,  hija  de  Jacobo  Pazzi,  amada  de  Loren- 
zo y  prometida  de  Salviatí  (que  según  la  historia  era  un 
arzobispo). 

El  asesinato  de  Julián  de  Médicis  y  muerte  y  suicidio 
de  los  Pazzi,  se  verifica  en  la  capilla  de  Jacobo  el  día 
mismo  de  la  boda  de  Lucrecia.  La  acción  está  embrolla- 
da en  algunos  puntos  y  en  otros  languidece,  sobre  todo, 
cuando,  resueltos  ya  Jacobo  y  Salviati  á  engañar  á  los 
Médicis  y  asesinarlos  en  el  momento  del  matrimonio,  pa- 
san escenas  y  escenas  innecesarias  antes  de  la  catástro- 
fe. Está  en  romance  endecaeilabo,  y  el  lenguaje  y  estilo, 
sin  ser  muy  elevados,  son  poéticos. 

Estrenóse  en  los  Caños  el  8  de  Febrero,  haciendo  los 
principales  papeles  Andrea  Luna  (Lucrecia),  Maiquez 
(Laurencio  de  Médicis),  Vicente  García  (Jacobo  Pazzi)  y 
Rafael  Pérez  (Guillermo  Salviati)  (1).  El  papel  principal 
es  sin  duda  el  del  viejo  Jacobo,  que  en  fuerza  de  su  odio, 
que  le  lleva  á  sacrificar  de  un  modo  horrible  á  su  propia 
hija,  adquiere  grandeza  trágica. 

La  sección  de  ópera  de  la  compañía  de  los  Caños  tam- 
bién siguió  cultivando  el  género  con  nuevos  pasticci 
de  Cristiani  y  Francesconi,  tales  como  El  trapisondis- 
ta,  del   segundo   de   estos   músicos   (2),   El  médico  tur- 


(1)  Los  demás  papeles  los  hicieron  Francisca  Briones  (Sofía,  aya 
de  Lucrecia),  V^allés  (Julián  de  Médicis),  Ronda  (Francisco  Neri), 
Infantes  (Bernardo  Baudino),  Eugenio  Pérez  (A.  Volterra),  Casa- 
nova  (Pedro  Galiato),  Fabiani  (un  criado). 

(2)  El  trapisondista  no  es  otra  cosa  que  FA  Licenciado  Farfu- 
lla, de  D.  Ramón  de  la  Cruz,  con  algunas  ligeras  modificaciones 
en  las  palabras  y  los  nombres  de  los  personajes;  pero  no  en  el  ar- 
gumento y  su  desarrollo,  y  al  parecer,  con  nueva  música  de  Fran- 
cesconi. lia  cantaron  María  López  fMarce¿a),J.  Briones  (Faustino), 
M.  García  (D.  Bernardo),  Ensebio  Fernández  (Juanito),  Cristiani 
(Farainalla,  ó  sea  Farfulla),  y  otros. 

Fétis  equivocadamente  atribuye  la  música  de  esta  obra  á  M.  Gar- 


Capítulo  octAVó  ^11 


co  (1),  obra  graciosa,  El  indolente  poltrón,  de  Francesco- 
ni,  letra  de  Cornelia  y  muy  mala,  y  la  grande  ópera.  Alina 
reina  de  Golconda  (2),  á  la  que  siguieron  El  concierto  in- 
terrumpido (3),  Los  confidentes  (4),  y  una  hora  de  matri- 
monio (5). 
Durante  la  Cuaresma  se  ejecutaron  el  Saúl  (6),  oratorio 


cía  con  el  título  de  El  Hablador,  si  no  es  que  ambos  lo  hayan  pues- 
to música  ó  sea  distinta. 

(1)  El  medico  turco,  opereta  en  verso  en  un  acto.  Manuscrito 
de  la  Biblioteca  municipal  (194-1).  Es  traducción  de  la  del  mismo 
título,  letra  de  Yillers  y  Oouffé,  y  música  de  Isouard,  estrenada  en 
París  en  1803.  La  traducción  es  obra  de  Enciso,  y  en  la  Biblioteca 
municipal  existe  el  original  de  ella.  La  cantaron  Cristiani  (Ka- 
lil,  médico),  J.  Briones  (Fátima),  María  López  (Adela),  M.  García 
(Forlis),  Fabiani,  (wi  capitán). 

(2)  Es  tradui.'ción  de  la  ópera  cómica  de  igual  título,  letra  de 
Vial  y  de  Faviéres,  música  de  Berton,  estrenada  en  París  en  1803. 
Se  ha  impreso  en  Cádiz,  sin  año,  en  la  imprenta  de  Carreño,  con 
el  título  de  Alina  ó  la  Rey  fia  de  Golconda,  ópera  en  berso  en  tres 
actos,  en  8.°,  52  páginas.  En  Madrid  la  cantaron  el  4  de  Noviem- 
bre: Antonia  Prado  (Alina),  Manuela  Morales  (Celta),  Manuel 
García  (Sanfor),  Oros  (Usbec),  Cristiani  (Sigiscar),  Pau  (Osmín), 
Ensebio  Fernández  (Xesir),  etc.,  según  un  manuscrito  que  hay  en 
la  Biijlioteca  municipal. 

(3)  El  concierto  interrumpido,  opereta  en  verso  en  un  acto. 
Manuscrito  190-10  de  la  Bii^lioteca  municipal  con  la  nota:  «Oy  día 
9  de  Diciembre  de  1804»  y  reparto,  por  el  que  se  ve  hicieron  los 
principales  papeles  María  López,  Joaquina  Briones,  Man.  García, 
Eusobio  Fernández,  Pau,  Cristiani,  etc.  La  opereta,  que  en  lo  lite- 
rario tiene  poco  valor,  es  traducción  de  la  que,  con  igual  título  y 
letra  de  Marsollier  v  música  de  Berton,  se  estrenó  en  París  en  el 
año  1802. 

(4)  Los  confidentes.  Ópera  en  prosa  en  dos  aeíos.  Manuscrito 
191-9  de  la  Biblioteca  municipal  con  la  nota:  uOy  16  de  Enero  de 
180.5»  y  el  reparto:  Dorimon:  Sr.  Cristhini. —Elor'elcJ  Sra.  Mondra- 
gón.  — Benito,  ha/o  el  nombre  de  Pedro:  Sv.  Pa.u.— Fio  rico  ur,  bajo 
el  de  Martin:  ^v.  García. —A/tír¿í7(t¿.'  Sr.  l^usebio.  Liáteía.' Señora 
Briones.  Es  traducción  de  Iy;s  Confldences,  letra  de  Hof'fmann  y 
música  de  Isouard,  estrenada  en  París  en  1803.  Esta  traducción  es 
de  Enciso,  y  en  la  Biblioteca  municipal  hay  también  un  autógrafo 
de  ella. 

(5)  Traducción  de  la  ópera  cómica  francesa  del  mismo  título, 
letra  de  Etienne  y  música  de  Dalayrac,  estrenada  en  París  en  1804. 
En  los  Caños  la  cantaron  Manuela  Morales,  Joaquina  Torre  y  Ma- 
nuel García,  Cristiani  y  Juan  Pau. 

(6)  Este  oratorio  fué  compuesto  por  D.  Francisco  Sánchez  Bar- 
bero, es  original  en  dos  actos,  y  fué  cantado  con  música  de  I).  Es- 
teban Oistiani  por  María  López,  Manuel  García,  Vicente  García, 


212  iSIDOtlO   MAIQUB¿ 


en  dos  actos,  con  música  de  Cristiani,  Jerusaletn  destrui- 
da por  Nabucodonosor  (1),  con  música  de  Francesconi, 
también  nuevo,  La  Sibila  de  Oriente  y  Reina  Sahá,  San 
Patricio,  El  ángel  lego  y  pastor,  San  Pascual  Bailón  y  El 
rico  avariento,  ya  representados  antes. 

En  el  teatro  -de  la  Cruz,  que  terminó  su  año  felizmente 
y  con  buenos  ingresos,  tuvo  también  una  obra  y  un  éxito 
extraordinarios  con  La  Mogigata,  de  D,  Leandro  Fernán- 
dez de  Moratin,  estrenada  el  19  de  Mayo 

Esta  comedia,  si  bien  no  es  ni  con  mucho  de  lo  mejor 
de  su  teatro,  tiene  un  primer  acto  excelente,  y  en  toda  la 
obra  mil  bellezas  de  pormenor.  Fué  muy  bien  representa- 
da, porque  D.  Leandro  no  se  dio  descanso  en  adiestrar  á 
los  cómicos,  yendo  á  casa  de  la  Virg,  á  casa  de  Pinto,  al 
teatro,  para  que  ensayasen  con  minuciosa  exactitud  to- 
dos los  incidentes  de  la  pieza. 

Ejecutáronla  Josefa  Virg*  (la  mogigata  D.^  Clara), 
«cuya  flexibilidad,  dijo  después  el  mismo  Moratin,  se  ha 
prestado  siempre  á  los  caracteres  más  difíciles  y  más 
opuestos  entre  sí»,  María  García  (D.^  Inés),  Ponee  (Don 
Claudio),  Pinto  {D.  Luis),  Vaca  (Z>.  Martin),  Querol  {Peri- 
co), la  A-rteaga  {Lucia)  y  López  {Tio  Juan). 

Una  crítica  justa,  hecha  por  Quintana  en  sus  Varieda- 
des, provocó  una  contestación  de  un  apasionado  de  Mora- 
tin, que  se  atribuyó  á  este  mismo,  aunque  él  lo  negó  lue- 
go, y  según  el  cual,  la  Mogigata  sería  una  obra  perfecta, 
lo  cual  está  muy  lejos  de  ser  cierto.  Satisfizo  las  esperan- 
zas del  autor,  pues  se  mantuvo  diez  días  en  las  tablas. 


E.  Fernández  y  Juan  Pau.  Se  estrenó  el  6  dé  Marzo  de  1805,  é  im- 
primió en  el  mismo  año  en  Madrid.  Se  reimprimió  en  la  Bibliotei-a 
de  Autores  españoles,  tomo  63,  pág.  633. 

(1)  El  Sedéelas  ó  la  destruccíó/i  de  Jerusal''/L.  Drama  sacro 
en  dof.  actos  verso.  Por  D.  Luciano  Fra/uüs'ío  Cornelia.  Es  ori- 
ginal, y  tomado  el  asunto  del  libro  IV  de  los  Reyes,  capítulo-  xxv. 
El  manuscristo  193-12  de  la  Biblioteca  municipal  lleva  licenciado 
14  y  IH  de  Wnr/.o  do  18Ü5.  Lo  cantaron  María  López  (Nádala),  Ma- 
nuel García  (Sedecias),  Ensebio  Fernández  (.Jeremías),  Contador 
(Nabii/'odonosor),  Acuña,  etc. 


CAPITULO  IX 


IsiixjiKj  Maiqukz  y  el  Subdelegado  de  teatros.— Compañías  y  fun- 
ciones de  1805.— Manuel  García  y  sus  monólogos. — Prohibición 
de  La  muerte'de  A¿e¿.— Maiquez  abandona  el  coliseo  de  los  Ca- 
ño» y  es  desterrado.— Se  cierra  el  teatro  y  disuelve  la  compañía. 
— Antonio  Pinto  encargado  de  formar  otra. — Su  proceder  en  esta 
comisión.— Disgusto  de  Manuel  García  y  otros  actores.— Nueva 
compañía  de  los  Caños  ó  del  Príncipe. — Obras  que  ejecuta.— Pro- 
yecto de  reconstrucción  del  teatro  del  Príncipe.— Estreno  en  la 
Cruz  de  FA  sí  de  las  niñas  (1805-1806). 


rí*í):xUERiBNDO  Maiquez  veng^arse  de  aquellos  de  sus  com- 
pañeros que  en  el  año  antecedente  más  en  contra 
suya  se  habían  declarado,  solicitó,  al  org'anizarse 
las  nuevas  compañías,  que  no  fuesen  incluidos  en  la  de 
los  Caños,  hacíTpndo  formal  oposición,  especialmente  á 
Eug-enio  Cristiani,  promf  vedor  principal  de  la  última  dis- 
cordia. Pero  bien  porque  su  mérito  ó  el  de  su  hermano  el 
músico,  le  recomendasen,  ó  bien  porque  el  mismo  Godoy 
tuviese  interés  en  protejerle,  no  halló  Isidoro  la  empre- 
sa tan  fácil  como  presumía. 

Entró  en  contestaciones  con  el  Subdelegado  de  teatros, 
Marqués  de  Fuerte  Híjar,  encargado  de  formar  las  listas, 
siempre  muy  ajeno  de  complacencias  con  los  cómicos  y 
menos  con  Maiquez,  cuya  altanería  le  tenía*  mal  predis- 
puesto, y  el  resultado  fué  que  el  O  de  Abril  de  1805  diese 
por  ultimada  la  constitución  de  la  compañía  de  los  Caños, 


214  ISIDORO   MAIQUEZ 


á  despecho  del  actor,  y  envió  la  lista  al  Gobernador  del 
Consejo  con  el  siguiente  oficio  lleno  de  amenazas  contra 
Maiqubz  y  sus  amigos: 

«limo.  Sr. — Paso  á  V.  S.  I.  la  lista  de  la  compañía  de 
los  Caños  del  Peral,  y  otra  igual  haré  que  se  entregue 
esta  noche  en  la  imprenta  del  Diario  para  que  se  publi- 
que mañana,  en  cuyo  día  procuraré  que  se  forme  la  com- 
pañía de  la  Cruz  para  que  salga  al  siguiente.  A  pesar  de 
que  la  formación  de  esta  última  compañía  no  ofrece  gran 
cuidado,  y  por  esta  parte  no  tengo  inquietud,  ciertas  es- 
pecies que  he  oído  propala  Mayqubz  me  hacen  temer  que 
será  necesario  hacer  algunas  prisiones,  pues  su  arrojo  y 
malicia  con  la  de  otros  coligados  suyos  nada  respetan. 
¡Dios  quiera  que  no  sea  cierto  lo  que  se  rae  han  dicho  y 
pueda  yo  libertarme  de  afligir  al  prójimo!  Pero  si  trata  al- 
guno de  estos  miserables  de  comprometer  la  autoridad 
del  Magistrado  y  otros  respetos  muy  altos  que  versan  en 
el  caso,  pienso  hacer  un  escarmiento  que  no  se  vaya  tan 
pronto  de  la  memoria  de  los  picaros.  Dios  guarde  á 
V.  S.  I.  muchos  años.  Madrid  6  de  Abril  de  1805.— Ilustrí- 
simo  Señor.— El  Marqués  de  Fuerte-Hljar. — limo.  Sr.  Don 
Miguel  de  Mendinueta.» 

Al  día  siguiente  formó  la  compañía  de  la  Cruz,  cuya 
nota  envió  también  á  la  Superioridad  con  el  siguiente  ofi- 
cio, de  igual  naturaleza  que  el  antecedente: 

«limo.  Sr. — Paso  á  manos  de  V.  E.  la  lista  de  la  compa- 
ñía de  la  Cruz  que  se  ha  formado  en  un  cuarto  de  hora,  y 
mañana  se  publicará  en  el  Diario.  Con  esto  debía  estar 
libre  de  cuidados  cómicos;  pero  Mayquez  y  otros  parcia- 
les suyos,  en  que  entra  la  mujer,  han  sentido  mucho  la 
restitución  de  algunos  actores  buenos,  que  por  espíritu 
de  venganza  quería  aquél  que  se  excluyesen,  y  todavía 
me  da  que  hacer  esta  canalla,  que  al  fin  habrá  de  sufrir 
algunas  vejaciones  de  que  yo  quería  libertarla.  Nuestro 
Señor  guarde  á  V.  S.  I.  muchos  años.  Madrid  7  de  Abril 
de  1805.— limo.  Sr.— El  Marqués  de  Fuerte  Hijar.— Ilus 
trísimo  Sr.  Gobernador  del  Consejo»  (1). 

Sufriólas,  efectivamente,  pues  el  tenor  Manuel  García 
fué  á  dar  con  su  cuerpo  en  la  cárcel,  por  haberse  negado 


(1)    Archioo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  vu. 


CAPÍTULO   NOVENO  215 


á  firmar  su  compromiso.  No  sabemos  si  á  Isidoro  Mai- 
QUEZ  le  habrá  sucedido  lo  propio;  nos  inclinamos  á  creer 
que  si  en  vista  de  lo  agriado  que  quedó  y  del  recurso  de- 
sesperado que  luego  puso  enjuego  para  mostrar  su  enojo. 

Pero,  en  fin,  bien  ó  mal  quedaron  las  compañías  for- 
madas del  modo  que  se  ve  en  otro  lugar  (1).  Permanecie- 
ron en  los  Caños,  Cristiani,  R.  Pérez  y  Oros,  enemigos  de 
Maiquez;  Laureana  Correa,  con  menos  sueldo  que  María 
López,  pasó  á  la  compañía  de  la  Cruz,  que  tuvo  así  dos 
primeras  de  canto,  allí  donde  apenas  se  cantaba,  de  igual 
modo  que  había  dos  primeras  do  representado,  para  que 
Antonia  Prado  quedase  sola  en  los  Caños  y  con  partido 
igual  al  de  Rita  Luna,  habiéndose  dado  en  esto  gusto  á 
Maiqübz. 

En  poco  estuvo  también  que  la  compañía  de  este  teatro 
de  los  Caños  se  hallase  sin  obra  para  empezar.  Contaba, 
al  parecer,  para  ello  con  la  comedia*  de  D.^  María  Rosa 
Gálvez,  titulada  La  familia  ala  moda,  cuando  al  Vicario, 
como  censor  eclesiástico,  se  le  ocurrió  denegar  el  permi- 
so para  la  representación,  tachando  la  obra  como  inmoral 
y  escuela  de  corrupción  y  de  libertinaje. 

Acudió  la  autora  ante  el  Gobernador  del  Consejo,  y,  al 
fin,  se  le  dio  la  licencia  y  remitió  la  comedia  al  secref-a- 
rio  de  teatros  el  27  de  Marzo  para  que  la  entregase  á  los 
cómicos  (2). 

Inauguraron,  pues,  los  coliseos  sus  funciones  el  Do- 
mingo de  Pascua,  14  de  Abril,  los  Caños  con  la  referida 
comedia  de  la  Gálvez  (3),  y   la  Cruz  con  El  desdén  con  el 


(1)  Véanse  los  Apéndices. 

(2)  Archioo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  vii. 

(3)  La  familia  á  la  moda.  Comedia  en  tres  actos  en  verso. 
Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal  con  el  siguiente  reparto: 
I).  (Janato  de  Pifapleas,  Rafael  Pérez. — Madama  Pimpleas,  A.  Or- 
tega.—/>>.*  Guiomur,  J,  Briones,  — ¿>.  Faustino,  Jooencito,  Antonia 
Prado.  — D.*  Inrs,  Marúi  Msn{Ue(hL.— Teresa,  G.  Torre.— Pablo, 
•Suárez,— ^¿  marqués  de  Altopunto,  E.  Cristiani.—  Trapachino, 
Maiqlf//,.— />.  Facundo,  Martínez.— D.  Carlos,  Infantes.  La  fami- 
lia Pimpleas  vive  entrampada^  y  una  tía  rica  y  formal,  D.°-  Guio- 


216  ISIDORO    MAIQUBZ 


desdén^  á  la  que  siguieron  otras  muchas  comedías  del  si- 
glo XVII. 

Éxito  mediano  obtuvo  la  poetisa  malagueña  con  su 
obra,  en  la  que  Maiquez  hizo  el  papel  caricaturesco  de 
un  maestro  de  música,  italiano  servil  y  trapacero;  ni  mu- 
cho mejor  lo  consiguieron  la  comedia  en  un  acto  La  tien- 
da de  joyería  (1),  pieza  satírica,  nada  desagradable,  con 
todo,  de  D.  Gaspar  de  Zavala  y  Zamora,  ni  la  comedía 
llorona  en  tres  El  galeote  honrado  (2),  de  !o  más  fastidioso 
del  género,  y  en  la  que  sólo  el  talento  de  Maiquez  pudo 
sacar  partido  del  papel  de  Olvan,  personaje  algo  misán- 
tropo y  algo  tonto.  Sí  se  celebró  la  graciosa  opereta  fran- 
cesa, letra  de  Hoffmau,  miisica  de  Méhul,  estrenada  en 
París  en  1802,  El  tesoro  fingido  (3),  y  se  aplaudió  la  per- 
sonal habilidad  de  García  en  los  monólogos  de  su  compo- 
sición El  poeta  calculista  y  El  preso  (4). 


mar  pone  orden  en  la  casa,  paga  las  den.las  y  casa  á  Inés  con  don 
Carlos. 

(1)  La  tienda  de  joy crin .  Coim-'Hn  rn  k/i  arto  en  prosa,- de  don 
Gaspar  Zavala  y  Zanioi'd .  M.uuisofiío  de  la  biblioteca  municipal 
72-8.  No  trae  reparto,  pero  consta  que  la  hicieron  María  Maque- 
da,  G,  Torre,  ¥.  líriones,  A.  Ortega,  Mariana  Sánchez  y  Maiqukz 
(el  mercader),  Infantes,  Pérez,  Martínez,  Cristiani,  Oros  y  Suárez. 

(2)  El  galeote  honrado.  Comedia  en  tres  actos  {verso),  traduci- 
da del  francés.  Manuscrito  74-14  de  la  Biblioteca  municipal  con 
el  siguiente  reparto:  Cecilia,  Antonia  Y'raiáo.— Teresa,  O.  Torre. — 
Olean,  y[A\Qmv¿.  —  Andrés  Lisimón,  Navarro.— JíZ  conde,  Ronda. 
—  Lisimón,  Pérez.  — Fermín,  Casanova. — Perico,  Oros. 

(3)  El  tesoro  fingido  ó  los  peligros  de  la,  curiosidad  indiscreta. 
Ópera  en  un  acto  (en  prosa).  Manuscrito  190-16  de  la  Biblioteca  mu- 
nicipal con  este  reparto:  Geronte,  Cvlsivcixñ.— Lucila,  María  López. 
—Dornal,  M.  García.  — L/^eí«^  J.  Yirione^.—Crispui,  Justo  Mas.  La 
traducion  es  de  Enciso. 

(4)  El  preso.  Unipersonal  en  verso  y^ /¡lúsi'-a.  Año  de  180'>.  H. 
(Bravo)  T^s  ingenioso  yá  propósito  para  el  objeto.  Un  Joven  mili- 
tar, preso  por  una  calumnia,  recibe  en  la  cárcel  el  retrato  de  su 
amada  en  escultura.  Canta^  toca  la  guitarra,  baila  con  el  l)Usto  de 
ella,  como  si  fuese  la  propia  persona,  hasta  (pie  se  le  cae  y  rompo 
dejando  salir  una  carta  y  la  orden  de  libertad.  Entre  las  copkis  ([ue 
canta  hay  ésta: 

La  noche  alegre 
de  un  tierno  amante 
en  un  instante 
se  le  pasó; 


capítulo  noveno  217 


La  Inquisición  había  prohibido  la  famosa  trag^edia  de 
La  muerte  de  Ahel\  así  es  que  cuando  se  tradujo  y  repre- 
sentó en  España  no  faltaron  espíritus  timoratos  que,  á  pe- 
sar de  las  modificaciones  que  había  hecho  el  traductor, 
en  sentido  de  acomodarla  más  al  texto  del  Génesis,  no 
sólo  se  alarmaron,  sino  que  lograron  fnese  proscripta  de 
nuestros  teatros.  Recurrió  Maiquez,  y  de  nuevo  fué  cen- 
surada por  un  eclesiástico  llamado  D.  Juan  Bautista  Ez- 
peleta,  quien  en  un  dictamen  tres  ó  cuatro  veces  más  ex- 
tenso que  la  tragedia,  opinó  que  la  prohibición  debía  de 
mantenerse,  dictamen  que  suscribió  D.  Casiano  Pellicer, 
como  censor  civil  de  teatros  (22  de  Febrero  de  1805). 

Esto  no  obstante,  Maiquez,  quizá  sabiendo  que  nada 
conseguía,  dirigió  al  Subdelegado  la  siguiente  solicitud: 


y  después  queda 
de  su  locura 
solo  amargura, 
pena  y  dolor. 

IJt.'va  el  manu&ci'iio  l8.5'-]9  de  la  Biblioteca  municipal,  una  cen- 
sura de  I).  Casiano  Pollicer  de  1.°  de  Octubre  de  1805. 

Entre  los  papeles  de  liarbieri  hemos  hallado,  originales,  estos  dos 
documentos: 

«Keciví  del  tesorero  do  las  compañías  cómicas  de  esta  corto  (pii- 
nientos  reales  vellón  por  la  composición  de  la  mysiíía  del  uniperso- 
nal, titulado  Ei  prem.  Madrid  10  de  Enero  de  1806.  — Manuel  Gar- 
cía.» 

«liecibí  del  .Sr.  Tesorero  do  teatros  300  reales  vellón  por  el  uni- 
personal nuevo  FA  i>t'(>s<),  v  fiara  que  conste,  firmo  el  presente  en 
\I  ulrid  á  3  de  Enero  de  18Ó6.— Manubl  HravQ.» 

/,/  ¡ineUi  rfrl'ulista,  es  el  (jue  tiene  el  famoso  polo  del  CoiUraban- 
■  '.  ':/.:-  veces  cantado  después  dentro  y  fuera  del  teati-o. 

Yo  que  soy  contrabandista 
y  campo  por  mis  respetos.. . 

.  ..  j  >\  28  de  Abril  de  1805.  De  la  Of)ereta  El  ¡u-rso  ü  el  ¡>a- 
i'ioj  existe  en  la  Biblioteca  municipal  315-2,  la  música,  que  no 
M-mos  si  será  la,  do  García,  por()ue  hay  (]ue  advertir  (pie  de  esta 
obra  se  hicieron  varias  versiones  y  recibió  mtjsica  de  \arios  com- 
positores, uno  de  ellos,  i).  Pablo  del  Moral  en  1800.  I''J  toxtí)  (jxpre- 
*<;('!  o  es  anofíii'f"  -^  'i  ¡>irfe  cantable  es  distinta  de  la  impresa, 
i  'r¡ii'-ii)i;i : 


Amor  de  un  alma  inocente 
dulce  pasión  feliz. 


218  ISIDORO    MAIQUEZ 


«Sr.  Marqués  de  Fuerte-Híjar: 

Isidoro  Maiqubz,  apoderado  de  la  compañía  del  teatro 
de  los  Caños  del  Peral,  coa  el  respeto  debido,  hace  pre- 
sente á  V.  S.  Que  ha  tenido  noticia  se  halla  en  poder  del 
limo.  Sr.  Gobernador  del  Consejo,  para  su  nueva  habilita- 
ción, la  tragedia  titulada  La  muerte  de  Abel,  por  lo  que, 
hallándose  la  compañía  en  el  caso  de  no  tener  actualmen- 
te función  alguna  más  que  ésta  que  pudiera  redimirla  en 
parte  de  los  atrasos  en  que  se  halla  y  excusarla  el  acre- 
centarlos, suplica  á  V.  S.  que,  como  especial  protector  de 
este  teatro,  se  sirva  interponer  sus  buenos  oñcios  con  S.  I. 
á  fia  de  que  tenga  á  bien  habilitar  desde  luego  la  referida 
tragedia  para  su  representación  en  que  recibirá  merced. 
Madrid  21  de  Abril  de  1805. 

Isidoro  Mayqubz»  (1). 

El  Marqués  de  Fuerte-Híjar  recomendó  que  se  diese 
gusto  al  cómico;  se  consultó  al  Príncipe  de  la  Paz,  pero 
éste,  por  decreto  de  24  de  Abril,  no  concedió  el  permiso, 
y  entonces  Maiqubz,  que  ya  venia  descuidando  el  buen 
gobierno  del  teatro,  fundado  en  que  no  tenía  otras  obras, 
abandonó  casi  por  entero  la  dirección  del  mismo,  en  tér- 
minos que  desairado  del  público,  que  apenas  asistía,  hubo 
de  cerrarse  el  de  los  Caños  el  15  de  Mayo,  es  decir,  un  mes 
después  de  empezar  el  año  cómico. 

Pretendía  Maiqubz  demostrar  que  sin  él  no  podían  sub- 
sistir aquellos  artistas  que  la  voluntad  del  favorito  le 
había  impuesto,  y  quizá  así  lo  propaló  antes  de  salir  para 
Zaragoza,  á  donde  se  dirigió  inmediatamente.  Ofendióse 
Godoy,  tomando  como  desacato  esta  conducta  do  Maiqubz, 
y  convirtió  en  forzosa  esta  voluntaria  ausencia  suya,  des- 
terrándole por  algún  tiempo  de  la  corte  y  prohibiéndole 
trabajar  en  otra  parte  (2). 


(1)  Archivo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  xnj. 

(2)  Revif-la:  Vida  de  Maiquez,  pág.  60.  Poco  después  se  dulcifi- 
có algo  este  veto,  pues  con  fecha  1.°  de  Junio  se  le  da  licencia  para 
trabajar  en  cualquier  teatro  de  España,  menos  en  Madrid  y  en  los 
Sitios  Reales,  á  cuyos  lugares  se  le  prohibe  además  venir.  (Papeles 
de  Barbieri). 


CAPÍTULO   NOVENO  219 


Disolvióse,  pues,  la  compañía  de  los  Caños  (1),  y  este 
fué  el  momento  que  esperaban  los  actores  de  la  Cruz.  Em- 
pezaron por  encargarse  de  pagar  ellos  solos  todas  las  obli- 
gaciones que  pesaban  sobre  los  teatros,  mientras  no  se 
reorganizase  la  compañía  del  Príncipe,  pues  nunca  habían 
considerado  legítima  ni  oficial  la  de  los  Caños,  aunque  en 
ella  hubiesen  hallado  provisionalmente  acogida  algunos 
individuos  de  la  perteneciente  al  incendiado  teatro  del 
Principe  (2). 

Gozaba  entonces  predicamento  con  Godoy  Antonio  Pin- 
to, primer  barba  y  apoderado  del  de  la  Cruz,  y  á  este  en- 
cargó la  organización  de  la  nueva  compañía  del  teatro  del 
Príncipe,  que  no  existía,  y  cuyos  individuos  se  ofrecían 
á  seguir  trabajando  desde  el  mes  de  Agosto  en  el  de  los 
Caños,  del  cual  querían  incautarse. 

No  obstante  ser  de  su  bando,  apenas  supieron  los  cómi- 
cos de  la  Cruz  las  facultades  concedidas  á  Pinto  y  el  modo 
como  se  proponía  usar  de  ellas,  acudieron  al  Gobernador 
del  Consejo  los  actores  Antonio  Ponce,  D.  Dionisio  Solís  y 
Juan  Carretero,  en  representación  de  otros  22  compañeros, 
pidiendo  no  se  otorgase  á  Pinto  potestad  tan  omnímoda. 
No  se  atendió  la  súplica  y,  en  6  de  Julio,  había  ya  aquél 
presentado  su  lista  de  la  compañía  del  Príncipe,  formada 
con  elementos  sacados  del  teatro  de  la  Cruz,  con  otros 
procedentes  de  los  Caños  y  algunos  nuevos. 

Desde  luego  quedaban  excluidos  los  dos  atlantes  de  los 
Caños,  Maiqubz  y  Manuel  García.  Y  aunque  parecía  que 
el  plan  de  Pinto  era  excluir  á  todos  los  de  aquel  teatro  que 


(1)  Manuel  García  se  marchó  también  á  Zaragoza,  según  una 
solicitud  suya  al  Marqués  de  Fuerte-Híjar,  fechada  en  25  de  Mayo, 
y  en  la  cual  dice  que,  en  virtud  de  la  licencia  que  obtuvo  para  tra- 
bajar tres  meses  en  el  lugar  que  eligiese,  desea  que,  para  hacerlo  en 
Zaragoza,  se  Je  entreguen  las  óperas  Una  traoesura,  El  mrdico 
turco,  Miguel  Ángel  y  el  monologo  EL  poeta  calculista.  Desr)ués  de 
algunas  dificultades  suscitadas  por  los  nuevos  encargados  del  tea- 
tro, se  le  enviaron  copias  de  Una  traoesura  y  de  El  poeta  calculis- 
ta. (I^apeles  de  Barbieri.) 

(2)  Archivo  municipal,  legajo  2-478. 


220  ISIDORO    MAIQUEZ 


no  hubi3sen  pñrteneeido  al  Príncipe  ó  á  la  Cruz,  y  por  tfil 
razón,  quedaban  fuera  Áng-eles  Ortega,  Andrés  Prieto, 
Mogrovejo,  Ronda  y  José  Maiquez,  también  lo  es  que  ad- 
mitía á  José  Infantes  (1),  cuñado  de  Rafael  Pérez,  y  á 
Eugenio  Cristiani,  como  enemigos  queeran  de  Maiquez, 
y,  en  cambio,  excluía  á  Manuela  de  Morales,  mujer  de 
García,  y  á  Eugenio  Pérez^  que  habían  pertenecido  á  las 
compañías  antiguas  del  Príncipe  y  de  la  Cruz. 

Sacó  de  la  de  este  teatro,  contra  su  voluntad,  á  Juan 
Carretero  (2),  para  dar  colocación  á  Manuel  García  Parra 
que,  cansado  de  peregrinar  por  tierras  extrañas,  y  dejan- 
do á  su  mujer  en  Italia,  se  había  presentado  en  Junio  en 
Madrid,  pidiendo  plaza  y  ayuda  de  costa.  Trajo  de  Cádiz 
para  otro  primer  galAn  á  José  Fedriani  (3),  y  de  Grana- 
da á  José  Alfaro,  para  sobresaliente  de  galanes,  aunque 
luego,  pues  ya  no  existía  este  empleo,  hubo  de  volverse  á 
la  ciudad  de  origen. 

Queriendo  deprimir  á  todo  lo  que  era  hechura  ó  cosa  de 
Maiquez,  colocó  de  nuevo,  á  partir  damas  con  Antonia 
Prado  (á  quien  disminuyó  el  partido),  á  Andrea  Luna;  re- 
bajó la  categoría  y  sueldo  de  la  segunda  dama  María  Ma- 
queda  y  dejó  fuera,  como  apuntador,  á  su  padre,  José 
Miqueda,  en  cuyo  lugar  hizo  venir  de  la  Cruz  á  D.  Dio- 
nisio Solís,  también  contra  voluntad  suya  (4). 


(1)  Su  verdadero  nombre  era  José  Navarro, -con  el  que  también 
aparece  en  algunos  repai-tos,  lo  cual  puede  inducir  á  confusión,  y 
hermano  de  Joaquina  Navarro  (que  también  llevó  el  nombre  de 
María  Infantes,  como  hemos  dicho),  esposa  de  Rafael  Pérez. 

Infantes  trabajó  muchos  años  en  líarcelona,  y  en  1824  publicó  EL 
baaii  realista  ó  jugar  con  dos  barajas,  trae  iiiiuj  cxiniestas  oeiita- 
¡as,  comedia  en  tr^es  actos,  arreglada  al  teatro  español  y  represen- 
tada en  ^  1  de  la  Cruz  en  Noviembre  de  dicho  año. 

(2)  l'anto  que  pretendió  quedarse  en-  Madrid,  ejerciendo  el  oficio 
do  peluquero;  pero  como  se  le  amenazó  con  desterrarle  á  30  leguas 
de  la  corte,  se  vio  obligado  á  ace|)tar  el  tránsito  á  la  otra  compañía. 

(3)  F'edriani,  que  íaml)ién  debía  de  ser  italiano,  fué  primero  ga- 
lán y  luego  apuntador.  Tradujo  del  francés  e.n  1818  la  insulsa  come- 
dia EL  aiiULo  mágico  de  La  Reina  Berta  y  el  drama  de  Kotzeliuo, 
Zegríes  y  Abencerrajes,  que  se  representaron  en  esta  corte. 

(4)  La  compañía,  tal  como  Pinto  la  había  formado  era  la  si- 
guiente: 


capítulo  noveno  221 


Esta  compañía  no  ofrecía  consistencia  alguna,  así 
es  que  el  Gobernador  no  la  aprobó.  Apenas  se  hizo  pú- 
blica empezaron  las. reclamaciones,  algunas  fundadas, 
por   paite    de   Andrés   Prieto  (1),  Mogrovejo  (2),   Euge- 


Primeras.— AndresL  Luna  y  Antonia  Prado,  36  reales. 
/)amas.— Josefa  Luna,  32. 

»         Gertrudis  Torre  (Graciosa),  26. 
))         Joaquina  Briones,  26. 
»         Francisca  Briones,  12. 
Supernumeraria.— María  Maqueda,  15. 
De  cantado.— María  López,  30. 
»  Joaquina  Briones. 

»  Alartina  Iriarte,  20. 

/íoZ^ro.- Paula  Luengo,  12. 

Primeros.— Juan  Carretero,  36  y  José  Fedriani,  de  Cádiz,  36. 
José  Infantes,  26.  ♦ 

Super numerario. —io^é  Alfciro,  de  Granada,  22. 
Justo  Más,  26. 
Agustín  Roldan,  17. 
Santiago  Casanova,  12. 
Juan  de  Mata,  9. 
Luis  Fabiani,  6. 

/io¿e/"o.— Francisco  Hernández,  8. 
/Jardas— Rafael  Pérez,  32. 
»        Tomás  López,  20. 
Supernumerario.  —  knion\o  Martínez,  12. 
Gradónos.— VAXQGnío  Oistiani,  24. 

»  José  Oros,  22.  . 

Joaquín  Suárez,  15. 
I)p  ^fí/Uado. —,)uan  Pau,  22. 

))  lüigenio  Cristian!. 

»  Justo  Más. 

Ajju/itadf/res. -Dionisio  Solís,  18,         , 
»  Antonio  Pérez,  12. 

))  José  López,  9. 

Compositor  de  música: — D.  José  Francesconi,  20. 
Tramochista.— Francisco  Baus, 
Racionistas. — Ramona  Raboso,  12. 
»  Mariana  Sánchez,  12. 

(Archico  histórico  nacional.  Sala  8-A-4.  Legajo  vii.) 

(1)  .Se  (juejó  en  22  de  Julio  de  que^se  le  había  traído  do  Barcelo- 
na y  no  se  le  había  mejorado  en  su  triste  suerte:  pedía  volver  all  i 
y  se  le  colocó  en  la  compaílía  de  la  Cruz. 

(2)  En  16  de  Agosto,  Ignacjo  Mogrovejo  alegó  haber  traba- 
jado como  parte  de  canto  en  los  Caños  cinco  años  y  j»ide  no  le 
excluyan.  Pmtodice  que  Mogrovejo  nunca  fué  actor,  sino  corista, 
destino  que  no  existo  ahora.  ()ue  no  lo  necesita,  puesto  que  es  bajo 
en  una  de  las  capillas  do  la  corte. 


2^2  ISIDORO   MAlQÜB^ 


nio   Pérez  (1),   Joaquina   Briones    (2)   y    Angeles    Orte- 
ga (3). 

Pero  la  más  importante  de  estas  censuras  fué  la  de  Ma- 
nuel García,  expuesta  por  él  en  memorial  de  14  de  Agos- 
to, el  día  mismo  en  que  salió  á  luz  en  el  Diario  la  nueva 
formación  de  compañías  reunidas.  Empieza  García  decla- 
rando que  á  fin  de  que  no  se  dijese  que  suscitaba  obs- 
táculos para  el  arreglo  de  las  mismas,  había  venido  á 
Madrid  desde  Vitoria,  donde  se  hallaba;  que  pronto  hubo 
de  convencerse  de  que  Pinto  no  servía  para  el  cargo  qué 
se  le  había  confiado;  que  era  de  carácter  despótico  y  ten- 
día sólo  á  destruir  la  compañía  de  los  Caños.  A  la  vez  y 
de  paso  ensalzaba  á  Maiquez,  cuya  ausencia  lamenta.  En 
este  memorial  se  muestra  García  muy  duro  en  tono  é 
ideas,  como  quien  no  tenía  miedo,  pues  contaba  con  el  fa- 
vor del  público.  Una  de  las  cosas  que  achaca  á  Pinto  es 
que  jamás  sabría  dirigir  las  representaciones,  de  las  cua- 
les excluia  las  tragedias  y  las  operetas,  continuando  con 
el  antiguo  sistema  de  comedia,  tonadilla  y  saínete  (4). 


(1)  Estuvo  en  Cádiz  y  permutó  con  Caprara  en  Mayo.  En  su 
memorial  de  27  de  Junio  decía  haber  sido  tres  años  actor  en  Madrid 
y  sufriólo  las  alteraciones  de  la  suspensión  y  quiebra  del  empresario 
D.  Juan  de  la  Viñuela,  por  lo  que  se  le  quedaron  á  deber  siete  meses 
de  los  Caños.  Estuvo  después  en  Zaragoza  y  pide  no  se  le  deje  fuera. 

(2)  Obedeciendo  las  indicaciones  de  Manuel  García,  aunque  co- 
locada en  la  misma  clase  de  antes,  pidió,  en  16  de  Julio,  se  le  diese 
licencia  para  salir  á  trabajar  á  provmcias.  Se  le  denegó  por  estar 
colocada  en  Madrid.  Insistió  ella,  alegando  que  habiéndose  cerrado 
los  Caños  en  Maj'o,  quedó  sin  ocupación  y  había  vendido  y  empe- 
ñado hasta  sus  ropas,  é  insinuaba  C|ue  se  negaría  á  trabajar.  Se  le 
amenazó  con  desterrarla  y  prohibirla  representar  en  ningún  tea- 
tro: la  venida  de  García  aquietó  ala  linda  viuda. 

(3)  María  de  los  Angeles  Ortega  recurrió  en  19  de  Noviembre, 
diciendo  que  en  1802  había  sido  escriturada  de  sobresalienta  de 
lustres  teatros  y  continuado  en  el  de  los  Caños,  hasta  que  ahora  se 
ve  excluida  de  todos.  El  informe  de  Pinto  es  que  la  Ortega  era  mala 
cómica,  que  ni  aun  para  parte  por  medio  servía;  que  la  había  traí- 
do R'onzi  en  1802,  y  que  por  sus  manejos  con  algy/iaa  personas 
pudo  conservarse  algunos  años.  Que  la  compañía'de  que  formaba 
})arte  había  quedado  disuelta,  y  que  luego  se  formó  una  nueva 
para  el  teatro  del  Príncipe,  no  queda  fuera,  por  consiguiente.  Volvió 
al  año  siguiente  traída  por  Maiquez. 

(4).  Archwo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  vii. 


capítulo  noveno  S23 


Se  pasó  á  Pinto  este  memorial  y  contestó  dieendo  que 
García  afectaba  una  falsa  compasión  por  los  actores  y 
empleados  de  los  Caños  cuando  había  tenido  parte  de 
culpa  en  que  aquel  teatro  fuese  csrrado  por  mala  admi- 
nistración Que  el  mismo  García  más  quiso  ir  á  la  cárcel 
en  el  mes  de  Abril  que  firmar  en  la  lista  de  la  compañía 
con  personas  que  decían  era  inútiles. 

Insinúa  también  Pinto  una  observación  que  no  parece 
enteramente  infundada;  esto  es,  que  el  sistema  de  los  Ca- 
ños era  que  no  hubiese  masque  dos  actores,  uno  en  verso 
y  otro  en  música,  y  que  este  método  de  que  sólo  luciesen 
él  y  Maiquez,  anulando  á  los  demás  compañeros,  había 
causado  la  ruina  de  aquel  teatro.  Concluye  afirmando  que 
las  operetas  francesas  no  eran  ya  del  gusto  español,  y 
que  García  era  muy  joven  y  muy  presumido  (1). 

Sin  embargo,  la  compañía  se  reformó,  dando  entrada  á 
García  como  primer  actor  de  cantado,  á  José  Maiquez 
como  tramoyista  (2),  á  Pedro  de  Cubas  como  gracioso  (B); 
se   despacharon  algunas    otras  reclamaciones  (4),  espe- 


(1)  Archivo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  vii. 

(2)  Se  le  restableció  en  su  puesto  de  tramoyista  de  la  compañía 
del  Príncipe  ó  destinado  á  él  en  27  de  Septiembre..  Era  hermano 
menor  de  Maiquhz  y  muy  ingenioso  para  las  máquinas  y  tramoyas, 
haciendo  progresar  mucho  esta  parte  de  la  decoración  teatral.' 

(3)  Estaba  en  Cádiz,  y  en  3  ae  Julio  pide  le  coloquen  (como  se 
hizo);  manifiesta  en  su  memorial  tener  mujer,  tres  hijos  y  un  tío 
de  su  mujer  á  su  cargo. 

(4)  l"".n'l4  de  Julio,  Mariana  Raboso  (famosa  actriz  de  la  vein- 
tena anterior) ,  «vecina  de  esta  corte»,  recurre  diciendo  que  fué 
siete  años  anuí  graciosa  de  cantado  y  una  de  las  primeras  á  quie- 
nes se  debió  la  fundación  del  Montepío;  que  durante  diez  su  herma- 
no Mariano  también  sirvió  y  murió  antes  de  dejar  jubilación;  que 
tuvo  cólicos  y  un  accidente  convulsivo,  y  que  por  todo  ello  pide  su 
jubilación.  Se  le  concede  con  fecha  17. 

El  famoso  Antonio  Robles,  ó  sea  D.  Manuel  Bihuesca,  dice  que 
después  de  retirado  del  teatro,  fué  nombrado  contador  de  la  Adua- 
na de  Agreda.  Se  le  quiso  también  designar  contador  del  teatro  de 
la  Cruz  y  no  lo  acepto  porque  no  era,  compatible  con  el  otro  empleo. 
Después  solicitó  una  plaza  do  cobrador  que  no  pudo  ciárselo,  no  obs- 
tante la  recomendación  del  Príncipe  de  la  I*az*  pido  se  le  dé  íihora. 

Don  Dionisio  Solís,  en  23  de  Septiembre,  dice  que  por  razones  co- 
nocidas y  evitar  mayores  daños  a  su  familia,  se  separó  del  cargo  de 


^24  ISIDORO    MAIQUB2 


cialmente  un.i  de  Aütoüia  Prado,  que  pedía  compensación 
de  la  rebaja  de  su  sueldo  (1),  y  al  fin  se  formó  la  compa- 
ñía que  en  otro  lugar  publicamos  (2),  y  que  exceptuando 
Maiqubz,  era  casi  la  antigua  de  los  Caños. 

Seguía,  pues,  el  dualismo  y,  convencido  el  Gobierno  de 
la  imposibilidad  de  fundir  en  dos  solas  compañías  las  tres 
que  había  antes  de  1802,  volvió  los  ojos  al  antiguo  Corral 
de  laPacheca  y  dispuso  fuese  reedificado  y  darle  compa- 
ñía propia,  dejando  en  los  Caños  la  extraoficial  que  lo  ha- 
bía disfrutado  antes  del  incendio. 

Extraño  parecerá,  que  el  Ayuntamiento  de  Madrid  no 
hubiese  llevado  á  cabo  la  reconstrucción  de  aquel  edi- 
ficio. 

Efectivamente,  ya  á  raíz  del  incendio,  en  22  de  Julio  y 
19  de  Agosto  de- 1802,  había  el  Concejo  pensado  en  esta 
necesidad,  mandando  por  de  pronto  estudiar  lo  relativo 
á  la  pertenencia  del  solar;  y  en  1803,  á  24  de  Noviem.bre, 
el  Marqués  de  Hermosilla  pidió  que  se  hiciese  la  reedifi- 
cación. Pero  en  ningún  caso  so  acordó  ésta,  porque  ha- 


primer  apunte  de  l;i  cornpafiía  do  la  Cru/al  principiar  la  temporada 
a(itual  de  verano;  pide  se  le  devuelva  el  iDuesto.  Se  le  restableció; 
pero  censurando  de  paso  sus  veleidades. 

Con  fecha  22  de  Febrero  de  1806,  María  Ribera,  esposa  del  ante- 
rior, pide  su  jubilación  por  los  veinticinco  años  que  lleva  trabajan  do 
en  Madrid,  alega  también  que  está  gruesa  y  el  público  ya  no  la  que- 
ría. Concedida  c'l  23!  (La  solicitud  de  letra  de  Solís.) 

Francisco  Fópez  pide  en  9  de  Febrero  de  1806  la  alcaldía  del  teatro 
del  Príncipe  en  construcción,  por  haber  servido  de  gracioso  en  Ma- 
drid, tener  más  de  cincuenta  años  y  padecer  algunos  achaques,  (^ue 
\,i  estaba  provista  (en  Antonio  Pinto).  (Pálpeles  del  Archivo  histó- 
ri'-o  na'-ional.  Sala  8-A-4,  legajo  vn  y  vui. 

(1)  En  28  de  Septiembre  de  1805,  Antonia  Prado,  primera  actriz 
de  uno  de  los  teatros,  dice  que  hace  catorce  años  sirve  en  ellos,  sin 
li.'ibírdado  motivo  de  queja;  antes  al  contrario,  puso  empeño  en 
sorvir  al  público,  sin  excusarse  de  cantar  ni  de  hacer  papeles  de 
carácter;  que  tiene  muchos  gastos  y  pide  la  cobranza  de  la  tertulia 
do  mujer  que  está  vacante,  ó  si  no,  otra  plaza  semejante  (jue  va- 
que. Concedido  lo  último.  El  informe  del  Marqués  de  Fuerte-Híjar 
es  muy  favorable,  «pues  además  de  sus  dilatados  servicios  hechos 
al  público,  es  bien  sabido  el  singular  mérito  de  esta  actriz».  Tam- 
liién  Pinto  se  expresa  muy  favorablemente.  (Araliwo  histórico  na- 
cional. Sala  8-A-4;  legajo  vui.) 

(2)  Véanse  las  listas  al  final. 


Capítulo  ístovbno  225 


biendo  perdido  la  Villa  la  administración  y  gobierno  de 
los  espectáculos,  no  quería  hacer  gastos  en  favor  de  otras 
corporaciones  ó  entidades,  y  esperaba  que,  ó  bien  lo  le- 
vantase el  Gobierno  ó  le  devolviese  el  monopolio  de  los 
teatros  para  hacerlo  ella. 

Así  hubiera  ido  corriendo  el  tiempo  si  ahora  Godoy,  con 
el  deseo  que  acabamos  de  indicar,  esto  es  de  apaciguar 
de  una  vez  las  disensiones  de  los  actores  de  Madrid  dán- 
doles los  tres  coliseos  que  antiguamente  tenían,  no  hubie- 
se puesto  al  Ayuntamiento  en  la  alternativa  de  ó  cons- 
truir el  del  Principe  ó  vender  el  solar,  para  que  otro  lo 
hiciese.  La  Villa  optó  por  lo  primero  y  mandó  á  su  Maes- 
tro mayor  de  obras  D.  Juan  de  Villanueva  que  formase  el 
proyecto.  Hízolo  así  en  el  verano  de  este  año  de  1805,  bajo 
la  base  de,  ensanchar  algo  el  antiguo  perímetro,  con  la 
adquisición  de  dos  casas,  una  en  la  parte  anterior  conti- 
gua al  café  y  otra  en  la  calle  del  Lobo  (hoy  Echegaray), 
que  correspondía  al  escenario,  y  reguló  el  coste  de  las 
obras  en  un  millón  y  medio  de  reales.  Godoy  aprobó  este 
presupuesto  y  las  obras  empezaron  antes  de  acabarse  el 
verano. 

El  16  de  Agosto  inauguró  la  nueva  compañía  del  Prín- 
cipe sus  funciones  en  el  teatro  de  la  Cruz,  mientras  la  de 
éste  vacaba  para  descanso  de  los  actores.  Cesó  en  el  mes 
de  Septiembre  y  á  1.^  de  Octubre  volvió  á  los  Caños  donde 
dio  funciones  seguidas  hasta  la  conclusión  del  año  cómi- 
co el  18  de  Febrero  de  1806. 

£1  trabajo  principal  detesta  compañía  fué  la  ejecución  de 
obras  del  teatro  antiguo  y  algunjis  óperas  nuevas  que  puso 
Manuel  García,  tales  como  La  intriga  por  las  ventanas  (1), 


(1)  La  intriga  por  las  ventanas.  Ópera  en  dos  actos  (oerso). 
Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal  con  el  reparto  que  sigue: 
D.  Fernando:  M.  García. —  Constanza'.  María  \jÓ\>q¡-a.  — Ser  afín'. 
J,  Mas.— D.  Cenan:  Cristiani.— Z).''  Teda:  J.  MñowQH.— Bernardo: 
Cyihufi.—Sebasttd/t:  Pan.— U/t cabo:  Mogrovejo.  — Ks  arroglo  alas 
costumbres  esf)añolas  de  la  ópera  cómica  de  igual  título,  de  líouillv 
y  Dupaty,  música  de  Isouard,  que  se  estrenó  en  París  en  este  mis- 
mo año  de  1805.  Se  redujo  á  un  acto  haciendo  en  ella  grandes  ata- 

15 


226  iSÍDORO    MAÍQUB2 


el  Milton  {1),  El  cautiverio  aparente^  con  música  de  su 
composición  (2),  bien  que  á  la  vez  se  estrenaron  las 
comedias  tituladas  Las  esclavas  amazonas  (3\  Las  espo- 


jos.  También  se  ejecutó  como  comedia  siij)r¡mienclo  lo  cantable.  El 
libreto  es  muy  flojo,  la  traducción  de  Enciso. 

(1)  Milton.  Ópera  en  un  acto  (en  i?c/'SOJ.  Manuscrito  189-25  de 
la  Biblioteca  municipal.  Es  traducción  de  la  de  igual  título  fran- 
cesa, letra  de  Jouy  y  Dieulaíby,  música  de  Spontini,  estrenada  en 
París  en  1804.  Aquí  la  cantaron  Manuel  García,  María  López,  la 
Briones,  etc.  La  traducción  de  Enciso. 

(2)  El  cautwerio  aparente.  Opereta  original  en  verso  en  un 
acto.  Manuscrito  191-10  de  la  Biblioteca  municipal  con  este  repar- 
to: D.  Diego:  Justo  Mas. — D.^  Antonia:  J.  Briones.— Z).  Pascual: 
M.  GdiVcia,.— Isabel:  María  López. — D.  León:  Cristian'].— Ma/tuel: 
Contador.— Domingo:  CuhsLS.— Pedro:  Pau. — Otro  criado:  Suárez. 
La  escena  es  en  la  costa  de  Málaga,  en  una  casa  de  campo.  Pas- 
cual, amante  de  Isabel,  pero  rechazado  por  el  tutor  de  ésta,  don 
León,  los  sorprende  un  día  que  paseaban  por  mar,  y  los  prende, 
fingiendo  unos  criados  suyos  ser  corsarios  argelinos.  Conducidos 
el  tutor,  la  pupila  y  un  criado  á  casa  de  unos  tíos  de  Pascual,  que  se 
prestaron  a  hacer  el  papel  de  musulmanes,  obtiene  del  viejo,  á 
trueque  de  la  libertad,  la  mano  de  la  joven.  Es  inverosímil,  f)ero 
gracioso  el  asunto.  Engáñase,  pues,  Fétis  en  asegurar  que  está  en 
dos  actos.  La  música  se  custodia  en  Lt  Biblioteca  municipal  239-1  con 
este  título:  aEl  cautiverio  aparente  para  el  día  14  de  Diziembre  del 
año  1805.  De  D.  Manuel  García»,  y  más  abajo:  «Con  violines,  violas, 
flautas,  oboses,  clarinete,  trompa,  fagotes,  timbales  y  bajo.»  Hay 
además  la  parte  vocal.  Todas  estas  obras  musicales  de  García  son 
absolutamente  desconocidas  de  los  historiadores  de  nuestra  músi- 
ca, y  de  los  biógrafos  del  famoso  cantante  sevillano.  ¡Ojalá  esta  ad- 
vertencia sirva  para  que  los  inteligentes  las  estudien  y  publicpien 
el  juicio  que  les  hayan  merecido!  Entre  los  papeles  de  Barbieri,  hay 
original  este  recibo  del  autor:  «Recibí  del  tesorero  de  las  compa- 
ñías.cómic¿is,  500  reales  por  la  composición  de  la  música  de  la  ópera 
en  un  acto  titulada  El  cautiverio  aparente.  Madrid,  22  de  Diciem- 
bre de  1805.— Manuel  García.» 

(3)  Las  esclavas  amazonas.  Comedia  en  tres  actos  (en  verso). 
Manuscrito  de  la  Biblioteca'  municipal  1-28-14.  Es  traducción  del 
francés  hecha  por  D.*^  María  Rosa  Gálvez.  La  escena  pasa  en  Asia. 
Comedia  disparatada,  llena  de  inverosimilitudes  y  extravagan- 
cias. Unos  embajadores  franceses  llevan  de  criado  un  sargento  an- 
daluz al  reino  de  Siam  y  halla  á  su  mujer  esclava  del  rey.  Otras  dos 
esclavas  son  cada  una  hermana  de  cada  uno  de  los  dos  embajadores, 
se  reconocen  y  casan  con  ellas,  porque  el  Rey  de  Siam,  aunque  ena- 
morado, especialmente  de  una,  se  había  asustado  cuando  ílipólita 
le  exigió  para  ser  su  mujer,  que  desterrase  la  poligamia,  y  le  había 
permitido  vivir  alejada  de  él  y  nombrado, /e/r'  de  su  guardia  feme- 
nina, y  residir  en  un  castillo  en  que  entran  y  salen  los  franceses  y 
el  español,  haciendo  ellas  también  sus  correrías.  Reparto:  Hipólita: 


Capítulo  noveno  S27 


sas  vengadas  (1),  Las  cárceles  de  Lemherg  (2)  y  El  Car- 
pintero de  Livonia  (3),  dando  en  la  Cuaresma  oratorios  ya 
conocidos  (4). 

La  compañía  de  la  Cruz,  siguió  cultivando  su  ordinario 
campo  (5),  donde,  por  caso  extraño,  á  la  vez  que  obras  de 


María  García.— Adelaida:  Maqiieda.— Flora:  Torre. —  Carlos  Dor- 
sal: Ponce. — Alberto:  Ayecúia.  —  Trapantoja:  Cristiani.  Las  apro- 
baciones son  de  27  y  30  de  Octubre  de  1805. 

(1)  Latí  esposa!^  vengadas.  Comedia  en  prosa  en  un  acto.  Año 
de  7805.  Manuscrito  71-7  de  la  Biblioteca  mu-nicipal,  con  las  apro- 
baciones y  licencias  de  30  de  Septiembre  y  1.°  de  Octubre  de  1805. 
Lleva  este  rep¿irto:  Mr.  Ris:  Fedriani.  —  Mad.  Ris:  A.  Prado.  — 7^7/ 
Director:  Cristiani.— Mac¿.,  saesjwsa:  J.  Briones.— Mr.  Lee:  Oros.  - 
Mad.  Lee:  Sra.  Gertrudis.— í//i  criado:  Fabiani.  Es  traducción  de 
la  opereta  Les  fenimes  Denguees,  letra  de  Sedaine  y  música  de  Fi- 
lidor. 

(2)  Las  cárceles  de  Leniberg.  Comedia  en  prosa  en  cinco  ac- 
tos. Valencia,  Mompié,  1821,  4.°  Creo  se  habrá  impreso  otras  veces 
antes.  Es  un  melodrama  por  el  estilo  de  los  Federicos  de  Cornelia. 
Un  joven  matrimonio  oprimido  durante  cuatro  actos  por  un  malva- 
do Senescal  hasta  que  en  el  quinto  acto  el  rey  de  Polonia  premia  y 
castiga. 

(3)  Es  traducción  de  Le  Menuisier  de  Liüonie,  comedia  en  tres 
actos  de  Alejandro  Duval  y  que  tiene  por  héroe  á  Pedro  el  Grande 
de  Rusia.  .Sobre  el  mismo  asunto  hay  El  emperador  carpintero  y 
Pedro  el  Grande  que  son,  sin  embargo,  diferentes.  Igualmente  ver- 
sa sobre  la  extravagancia  atribuida  al  emperador  ruso  la  titulada  El 
Alcalde  de  Sardam  ó  los  dos  Pedros,  comedia  en  tres  actos  en 
prosa,  impresa  en  Valencia  por  José  Gimeno,  sin  año,  hacia  1820, 
en  8.°,  68  páginas, 

(4)  En  22  y  24  de  Marzo,  dio  en  los  Caños  una  sesión  musical  la. 
renombrada  actriz  Angélica  Catalani,  cantando  algunas  arias  ita- 
lianas de  su  repertorio  lírico.  También  se  dio  en  este  teatro  ell.**  de 
Enero  una  función  especial,  que  fué  la  que  llevó  el  título  de  La  di- 
Dei'sión,  inesperada  ó  el  imitador  dx  cómicos,  en  la  que  José  Oros 
imitó  la  declamaciónde  algunos  de  los  más  conocióos,  entre  los 
cuales  sería,  como  es  natural,  Maiqukz  el  primero. 

(5)  Son  las  siguientes  las  princi'pales  obras  estrenadas  en  este 
teatro. 

Pómulo  jj  Ersilia.  Drama  en  tres  actos,  verso.  Manuscrito  origi- 
nal de  Zavála,  en  la  Bíijlioteca  municipal  142-2.  Censura  de  24  Sep- 
tiembre 1804, 

Ersilia,  hija  de  Curcio,  rey  de  los  sabinos  (y  de  las  robadas)  ama 
á  liómulo,  pero  sin  licencia  de  su  padre  no  quiere  casarse  cíon  él. 
Curcio  se  niega  y  trata  de  asesinar  á  Rómulo;  pero  vencido  de  la 
generosidad  de  este,  otorga  la  hija  y  se  hace  su  amigo,  l-^stá  todo  en 
romance  endecasílabo  en  estilo  afectado  y  tráqiro.Se  estrenó  el  12 
de  Mayo  do  1805. 

El  enredo províechoso.  Melodrama,  de  música  en  un  acto  (verso). 


¿í^8  ISIDORO    MAIQUEZ 


nuestro  teatro  romántico  se  ejecutaron  las  del  principal 
sostenedor  de  las  ideas  neoclásicas,  y  donde  el  24  de  Ene- 
ro de  1806,  se  estrenó  con  el  éxito  más  lisonjero  y  merecido 
su  lindísima  comedia  El  sí  de  las  niñas,  que  fué  el  princi- 
pal acontecimiento  teatral  del  año. 


Biblioteca  nacional,  con  las  aprobaciones  de  9  y  22  de  Agosto  1807. 
—  D.  Alberto,  viejo.  —  D.^  Juana.—  D.  Féliae,  sobrino  de  D.  Alberto. 
—D.^  Isabel,  pupila  de  D.  Alberto.— Martin,  criado  de  FéliáB. 

Intriga  urdida  por  Martín,  para  que  el  viejo  transija  en  el  matri- 
monio de  Isabel  y  Félix.. Hace  creer  á  D.  Alberto  que  su  sobrino  está 
enamorado  de  su  mujer  y  á  D.'"^  Juana  que  el  tutor  lo  está  de  Isabel. 
En  una  escena  de  fuga  de  la  joven  con  Félix,  se  descubre  y  arregla 
todo.  En  la  Biblioteca  municipal  hay  también  un  manuscrito  con  las 
aprobaciones  de  1811  y  la  partitura  del  mismo.  La  pieza  se  estrenó 
el  12  de  Mayo. 

Las  astucias  amorosas,  en  dos  actos.  Ópera  bufa  traducida  del 
italiano  al  español  pjor  D.  Luciano  Francisco  Cornelia.  (Marms- 
crito  192-2  de  la  Biblioteca  municipal.) 

D.  Judas  Tadeo:  Quero].—  /).  Jacinto:  Ledesma.— Z).  Gonzalo: 
Eusebio. —Car¿¿íos:  Pepe  Gaiv:ía. — Laureta:  Lanreana.-f  Rosalía: 
Porta. — Un  criado:  Paco  Eópe/. 

Tiene  muchos  atajos  para  reducirla  á  un  acto,  que  falta  le  hace. 
Es  tan  sumamente  bufa,  que  toda  ella  es  un  puro  disparatar,  cha- 
vacano  y  ridiculo,  usque  adfastidium.  Se  estrenó  el  30  Mayo  1805. 
A  Cornelia  se  le  dieron  por  ella  1.200  reales. 

El  hospital  del  amor,  ópera  en  cuatro  ctctos para  representoj'se 
por  la  Compañía  del  coliseo  de  la.  Cruz.  La  música  es  de  D.  Este- 
ban Cristiani. 

(Jtro  manuscrito  dice  por  boca,  ó  sea,  por  pluma  del  apuntador: 
«Esta  malditísima  que  parece  ópera  y  no  es  sino  una  menestra  de 
música,  que  también  se  hace  menestra  de  papel,  apestó,  corrompió 
y  no  se  acabó.  Para  que  no  se  ignore  su  compositor,  lo  fué  el  céle- 
bre D.  Esteban  Cristiani».  Es  efectivamente  un  disparate  literario. 
La  cantaron  Isabel  Gamborino,  Laureana,  Vicenta  Laporta,  la  Mi-  , 
chelet,  Josefa  Virg,  Ledesma,  Camas,  Eusebio  Fernández,  José 
García,  Francisco  López  y  Francisco  Vaca,  Se  estrenó  el  30  de  Ju- 
lio de  1805.  Le  pagaron  á  Cristiani  2.000  reales  por  ella. 

Lcxs  Minas  de  Polonia.  Drama  en  tres  actos  (verso),  traducido 
por  D.^  María  de  Gasea  y  Medrano.  Valencia,  Mompic  181S,  4.", 
32  páginas.  Estrenóse  en  la  Cruz  el  4  Noviembre  1805.  Es  también 
de  tirano,  persecución,  subterráneos,  fugas,  irrupción  de  cosa- 
cos, etc.  etc. 

Marica  la  del  puchero,  comedia  en  tres  actos  (verso)  refwidida 
por  D.  F.  E.  Castrillón.  Representada  en  el  teatro  de  la  calle  de  la 
Cruz  el  año  de  1805.  Con  licencia.  En  la  oficina  de  Benito  Gar- 
cía y  compañía.  Año  de  1808,  8.°,  97  páginas.  Es  refundición  de  La 
doncella  de  labor,  de  Montalbán.  pkusonas:  Z).*^  Isabel:  Sra.  Rita 
Luna.—  D.°-  Eloira.  Sra.  María  García.—  D.  Diego:  Sr.  Antonio 
Ponce.— Z).  César:  Sr.  Antonio  Ortigas.— //u's:  sVa.  Josefa  Virg. 


CAPÍTULO   NOVENO  229 


El  si  de  las  niñas,  señala  el  apogeo  del  talento  dramáti- 
co de  D.  Leandro  F.  de  Moratin.  Su  moral,  que  hoy  nos 
parece  corriente  y  tal  vez  candorosa,  era  entonces  atrevi- 
da y  hasta  revolucionaria,  como  lo  prueban  las  varias  de- 
nuncias que  de  la  obra  se  hicieron  al  Tribunal  del  Santo 
Ofisio,  y  la  prohibición  que  al  cabo  llegó  á  recaer  sobre 
él.  ¡Ahí  era  nada  establecer  el  principio  de  que  las  hijas 
podían  elegir  marido  sin  y  aun  contra  la  voluntad  de  los 
padres! 

La  comedia  no  demuestra  precisamente  la  tesis,  pues 
nadie  fuerza  la  voluntad  de  D.*  Francisca,  que  era  huér- 
fana de  padre  y  estaba  bajo  la  autoridad  de  una  madre 
imbécil,  á  quien  sin  dificultad  podía  desobedecer  su  hija; 
pero  Moratin  generalizó  un  caso  particular  al  pintar  sus 
propios  recelos,  ó  sean  los  que  le  causaban  sus  amores 
algo  tardíos  con  aquella  Paquita  Muñoz,  que,  sin  embar- 
go, consagró  á  Moratin  un  culto  entre  amoroso  y  ñlial  du- 
rante veintiocho  años.  Cuando  se  escribió  la  comedia 
(1801),  las  ternezas  de  D.  Diego  y  su  elevación  de  espíritu 


— Lucia:  Sra,  María  Rivera.— Mo/i«ó/i:  Sr.  Maricino  (¿uerol. —  TrU- 
tán:  Sr.  Josef  García. — Julio:  Sr.  Francisco  Vaca. 

Se  estrenó  el  19  de  Noviembre  de  1805. 

Tipo-Saib  ó  la  tomo,  de  Seri/igapatd/i.  Melodrama  histórico  en 
tres  actos,  traducido  del  francés  (verso).  Se  estrenó  el  1.°  de  l-^ne- 
ro  de  1806. 

Tipo-Saib:  Manuel  García. — Abdul:  Ortigas. — Dos  niños,  hijos  de 
Tipo:  líosario  y  l^oreto. —Selmours:  Diez.—Stuart:  Valles.— .7c/¿- 
ny:  Muría  Oarcm.— Adela:  Sra.  Rosl\.— Oficial  i/iQlés:  BvsLuho.— 
Juina:  Sra.  Yirg. —Osell:  Vaca.— Soldados,  indios/ negros. 

Tentativas  dS  Jcnny  y  Adela  para  libertar  los  hijos  de  Tipo,  i^ri- 
sioneros  de  los  ingleses*.  Asaltos,  (cañonazos,  muertes,  degollina  ge- 
neral, toma, de  la  ciudad  por  los  ingleses.  Mueren  casi  todos  los 
personajes.  A  Selmur  le  mata  un  rayo.  Aprobación  y  licencia  de  22 
y  26  Diciembre  de  1805.  D.  Casiano  i*ellicer  la  celebra. 

Manuscrito  Biblioteca  municipal  150-6.  La  traducción  es  de  Fn- 
cigo. 

Guerra  abierta  o  el  tratado  singular.  Comedia  en  tres  actos,  en 
merso.  Valencia,  J.  Jinieno,  1823,  4.°,  28  páginas;  es  traducción  de 
Citierre  oumerte  ou  rase  contre  ruse  (1786),  (comedia  de  Dumaniant, 
hecha  por  D.  Félix  Fnciso  Castrillón. 

Va\  la  liüüioteca  municipal  hay  un  manusci-i'o  <oii  l.i  censura  fe- 
chada á  2  de  Diciembre  de  1S()5";  la  obra  se  estrenó  <;1  17  de  Fnero 
de  1806. 


230  ISIDORO    MAIQUEZ 


eran  memoriales  de  pretendiente,  y  cuando  se  estrenó, 
disculpas  y  temores  del  hombre  á  quien  hizo  infeliz  su 
eterna  suspicacia. 

Durante  estos  sucesos,  Maiqubz  seguía  desterrado  en 
Zaragoza;  pero  ni  una  sola  noticia  hemos  podido  rastrear 
acerca  de  su  permanencia  en  la  capital  aragonesa  (1).  El 
que  podía  haberlas  adquirido  directamente  de  personas 
vivas  aun,  prefirió  expresarse  en  sus  habituales  términos 
ambiguos  y  comunes,  diciendo  sólo  que  allí  «recibió  testi- 
monios nada  equivocas  del  ventajoso  concepto  con  que  reso- 
naba su  nombre  en  todos  los  ángulos  de  la  peninsula»  (2). 
De  este  modo  no  hay  cosa  más  fácil  que  escribir  biogra- 
fías. 


(1)  Sospechamos  que  trabajó  en  aquel  teatro,  supuesto  que, 
como  hemos  visto,  también  lo  hizo  su  compañero  y  amigo  García. 

(2)  Revilla:  Vida  de  Maiquez,  pág.  60. 


CAPITULO  X 


Vuelta  de  Maiquez  á  los  teatros  de  Madrid.— Condiciones  depresi- 
vas en  que  le  admiten  sus  compañeros.— Lo6^  hijos  de  Edipo,  su 
estreno.— Muerte  de  la  Princesa  de  Asturias  y  suspensión  de  las 
representaciones.— Estreno  de  El  opresor  de  su  familia,  come- 
dia de  Enciso.— Inaugur*ación  del  nuevo  teatro  del  Príncipe.— 
Funciones  extraordinarias  en  los  Caños.— Brillante  y  últinia  cam- 
paña de  Rita  Luna  en  el  teatro  de  la  Cruz.— (1806-1807). 

^ON  achaque  de  visitar  á  su  padre,  que  había  estado 
enfermo,  pudo  Maiquez  venir  á  Madrid  á  princi- 
pios de  1806.  Consiguió,  no  sin  trabajo,  permane- 
cer en  la  corte  algunos  días,  hasta  que  logró  se  le  alzase 
el  destierro,  contra  la  voluntad  de  su  perseguidor  el  Mar- 
qués de  Fuerte-Hijar.  La  siguiente  carta-oficio  del  Subde- 
legado de  teatros  á  Godoy  nos  da  clara  idea  del  malque- 
rer del  primero,  así  como  del  disgusto  que  al  favorito  ha- 
bía causado  la  anterior  conducta  de  Maiquez  y  cuanto 
tuvo  éste  que  hacer  para  desenojarle. 

«Excmo.  Sr. — Muy  señor  mío  y  mi  favorecedor:  á  conse- 
cuencia de  haberse  servido  V.  E.  manifestarme  no  hallar 
inconveniente  en  que  yo  accediese  á  la  solicitud  que  hizo 
Isidoro  Maiquez  de  que  se  le  permitiera  pasar  por  Ma- 
drid con  el  motivo  de  ver  á  su  padre,  que  se  hallaba  enfer- 
moi  le  permití  que  lo  verificase,  poniéndole  el  término  de 
tres  días  que  creí  suficiente  para  que  tuviese  el  gusto  de 
verle,  no  siendo  necesaria  su  presencia  para  asistirle, 
mediante  estar  ya  restablecida  su  salud. 

Posteriormente  me  ha  pedido  dicho  Maiquez  que  le  pro- 


232  ISIDORO   MAIQUEZ 


rrog-ue  el  tiempo  de  la  licencia  y  he  condescendido,  dán- 
dole tres  días  más,  los  quales  han  de  ser  perentorios  y 
han  de  empezar  á  correr  desde  mañana,  añadieudo  que 
no  se  admita  más  escrito  en  esta  razón.  Pretexta  Maiquez 
negocios  de  interés  en  su  solicitud  de  prórroga,  y  como 
me  persuado  á  que  no  tenga  otro  que  el  de  perturbarla 
paz  de  las  compañías  actuales,  impedir  la  formación  tran- 
quila de  las  nuevas  y  comprometer  á  todos,  sin  excepción 
de  clases  ni  dignidades,  me  ha  parecido  preciso  limitar  el 
tiempo  de  dicha  prórroga  para  ocurrir  á  estas  ideas  de 
revolución  que  ya  parece  anunciaren  sus  conversacio- 
nes; lo  que  pongo  en  noticia  de  V.  E.  para  que,  asegurado 
de  que  no  tengo  otro  objeto  que  el  de  estorbar  que  se 
cumplan  las  ideas  tumultuarias  de  un  hombre  inquieto  y 
arrojado,  tenga  á  bien  ordenármelo  que  he  de  hacer,  en 
la  inteligencia  de  que  tengo  antecedentes  para  no  dudar 
que  ios  designios  del  buen  Mayquez  terminan  á  que  se  le 
ruegue  lo  que  él  mismo  desea,  y  á  que  cuantos  han  teni- 
do parte  en  su  salida  de  Madrid  pasen  por  la  humillación 
de  satisfacerle  este  pretendido  agravio.  Pida  este  hombre 
en  buen  hora  que  se  le  restituya  á  las  compañías  de  Ma- 
drid; puQS  de  este  modo,  aunque  no  se  eviten  los  distur- 
bios que  ocasionará  admitiéndole  en  aquéllas,  por  lo  me- 
nos no  podrá  jactarse  de  un  triunfo  á  que  ridiculamente 
aspira  su  altivez,  ni  de  que  los  que  mandan  son  débiles 
é  inconsecuentes. 

Espero  las  órdenes  de  V.  E.,  de  las  que  no  me  apartaré 
un  punto,  y  pido  á  Dios  guarde  su  vida  muchos  años.  Ma- 
drid, 10  de  Febrero  de  1806.  Excmo.  Sr.,  B.  L.  M.  de  V.  E. 
su  reconocido  servidor. — El  Marqués  de  Fuerte-Hijar. — 
Excmo.  Sr.  Principe  de  la  Paz.» 

(Al  margen,  de  letra  de  Godoy):  «Estoy  en  todo;  conoz- 
co lo  mismo  que  V.  S.,  pero  aunque  se  le  prorrogue  la  li- 
cencia hasta  mi  regreso,  no  habrá  resultas  fatales,  pues 
teme  con  razón  mi  enojo;  reserve  V.  S.  la  especie  y  proce- 
da como  por  sí,  sin  noticia  mía.  (Rúbrica).  Az.  (Aran- 
juez)  11  de  Febrero»  (1). 

Maiquez  insistió  en  quedarse  en  Madrid.  De  qué  medios 
se  habrá  valido  para  templar  la  cólera  del  omnipotente 
favorito  es  lo  que  no  sabemos.  Por  una  especie  de  plebis- 


(1)    Papeles  manuscritos  de  Barbieri.  El  documento  os  original 
procede  al  parecer  Archivo 'del  inunicipal,  pues  lleva  la  siuníiTiiia 

^71    10 


■3-471-13 


CAPÍTULO   DÉCIMO  233 


cito  cómico  consiguió  volver  á  las  compañías,  aunque  en 
condiciones  que  debieron  de  lastimar  hondamente  su  or- 
gullo. 

Rebajósele  el  partido  al  nivel  de  Ponce  y  Carretero,  á 
quienes  no  hubiera  él  querido  dos  años  antes  de  segun- 
dos; diósele  por  consocio  en  los  primeros  galanes  á  Ma- 
nuel García  Parra,  con  igual  sueldo;  se  puso  á  su  mujer 
á  partir  damas  con  Andrea  Luna  y,  para  completar  todo 
lo  humillante  de  estas  nuevas  horcas  caudinas,  se  le  obli- 
gó á  trabajar  con  aquellos  compañeros  q^e  el  año  antes 
le  habían  precipitado  de  la  cumbre  de  su  grandeza  his- 
triónica  (1). 

Todo  lo  sufrió  con  resignación  heroica,  lo  cual  tal  vez 
contribuyó  á  captarle  la  benevolencia  del  Principe  de  la 
Paz,  como  se  lo  demostró  luego.  No  asi  su  cofrade  y 
amigo  Manuel  García,  quien,  resentido  de  que  no  aten- 
diesen sus  reclamaciones,  llegó  al  extremo  de  pedir,  en 
14  de  Marzo,  licencia  para  ir  á  Francia  y  á  Italia,  á  adqui- 
rir nuevos  conocimientos  en  su  profesión  durante  seis  me- 
ses. Hallaría  el  Subdelegado  medios  de  complacerle,  tras- 
ladando á  la  otra  compañía  á  Francesconi  y  su  mujer,  y 
volviendo  á  los  Caños  á  Laureana  Correa  y  García  sus- 
pendió por  entonces  su  proyectado  y  ya  adoptado  viaje, 
que  había  do  convertirse  desde  el  siguiente  año  en  au- 
sencia perpetua  (2). 

La  campaña  cómica  de  Maiqitbz  en  180G  se  divide  en 
tr<  s  períodos,  separados  por  la  muerte  de  la  Princesa  de 
Asturias,  D.*  María  Antonia  de  Ñapóles,  ocurrida  el  21  do 
Mayo,  y  la  inauguración  del  recién  construido  coliseo  del 
Príncipe,  el  25  de  Agosto. 

Abriéronse  los  teatros  cómo  de  costumbre,  el  día  de  Pas- 
cua, 6  de  Abril,  empezando  en  la  Cruz,  Rita  Luna  y  ^uan 
Carretero  con  la  comedia,  siempre  aplaudida,  de  Lope,  La 
moza  de  cántaro,  una  tonadilla  y  el  saínete  El  buñuelo,  de 


(\)    ^'éanse  las  listas  de  las  compañías  en  los  apéndices. 
Ct)    Arcldüo  /líáfíórico  rtacío/itt¿.  Sala  8-A-4:  le^^ajo  va. 


234  ISIDORO    MAIQUEZ 


D.  R  imón  de  la  Cruz,  y  en  los  Caños,  Mainel  García  Parra 
y  Andrea  Luna  con  la  de  Cañizares,  Elpicarillo  de  España. 
Maiquez  no  se  presentó  hasta  el  15  estrenando  la  trage- 
dia deD.  Antonio  Saviñón,  Z/Os7i¿jo.9  de  Edipo.Tvsiáu^o  con 
estro  levantado  el  Polinice,  de  Alfieri,  sin  más  modifica- 
ciones que  suprimir  al  final  el  diálogo  innecesario  de  Yo- 
casta  y  Antigona,  y  alterar  el  orden  de  los  pensamientos 
en  las  palabras  que  últimamente  se  dirigen  los  dos  her- 
manos, después  que  Eteocles  hiere  á  Polinice,  terminando 
Saviñón  con  frases  de  odio: 

Eteocle 

Y  recibe  en  su  abrazo  postrimero 

de  mí,  traidor...  (1),  la  merecida  muerte. 

YOCASTA 

¡Bárbaro! 

Antígona 
¡Qué  espectáculo! 

Polinice 

¡Yo  muero 
y  te  perdono  al  fin! 

Eteocle 

Yo  estoy  vengado, 
y  muero  siendo  rey  y  aun  te  aborrezco. 

Alfieri  las  habla  puesto  de  perdón: 

Vieni,...e  riceviinquest'ultimoamplesso 
FYatel,...  da  me...  la  meritata  (2)  morte. 

GlOCASTA 

Oh  tradi mentó! 

Antígone 

Oh  vista!...  Polinice! 


(1)  "Al  abrazarle  saca  un  puñal  y  le  hiere.)' 

(2)  «Finiendo  abbracciarlo,  con  "uno  stile  lo  trafigge.» 


capítulo  décimo  235 


Polinice 
Sei  pago  tú?... 

Eteocle 

Son  vendicato,— lo  moro;... 
E  ancor  tíabborro... 

Polinice 
lo  moro;...  e  a  te  perdono. 

Aunque  en  esto  se  juzgue  que  no  estuvo  Saviñón  acer- 
tado, lo  estuvo  por  lo  común  al  expresar  en  versos  dig- 
nos del  original,  las  pasiones  feroces  de  aquellos  dos  hijos 
del  crimen. 

Alfieri,  para  variar  algo  los  caracteres  atribuyó  al  se- 
gundo de  los  tebanos  cierta  nobleza  y  mayor  dulzura, 
que  no  consta  tuviese.  Eteocles,  subyugado  por  el  an- 
sia de  reinar,  ningún  otro  sentimiento  le  conmueve,  ni  le 
detienen  el  fratricidio,  ni  la  traición.  Polinice  también  an- 
sia ocupar  el  trOno,  pero  le  duelen  las  penas  de  su  madre, 
se  acuerda  de  su  esposa  y  de  sus  hijos  y,  cuando  invo- 
luntariamente hiere  á  su  hermano,  prorrumpe  en  excla- 
maciones de  dolor  y  arrepentimiento: 

Yo  te  lo  juro.  Tu  imperial  diadema 
jamás  mí  frente  ceñirá.  Contento 
goza  la  calma  de  la  eterna  noche; 
en  regia  pompa  y  majestad  cubierto; 
con  las  paternas  coronadas  sombras 
pisa  leliz  la  orilla  del  Leteo. 
Yo  reverente  en  actitud  humilde, 
sombra  menor,  te  seguiré  á  lo  lejos, 
subdito,  hermano.  Conducir  procura 
á  tu  agitado  espíritu  el  sosiego... 
Mírame  ya  á  tus  pies  arrodillado; 
dame  tú  tu  perdóji  y  muera  luego. 

No  hay  duda  que  tales  versos  debían  de  producir  hon- 
da impresión  en  los  espectadores.  Maiqubz  fué  muy  cele- 
brado en  esta  obra  (1).  Años  después  de  su  muerte  recor- 


(1)  I).  Francisco  Gregorio  de  Salas,  poeta  de  entonces,  compu- 
so estos  versos.  «En  elogio  de  Isidoro  Maiquez,  íictor  en  la  trngedia 
de  Los  hijos  de  Edipo: 


2S6  ISIDORO    MAIQUEZ 


dábans  5  frases  y  versos  de  su  papel,  por  la  enérgica  ma- 
nera de  decirlos,  como  aquel  apostrofe  á  su  madre: 

¿Y  tú  por  qué  me  hiciste  hermano  suyo? 

cuando,  quejándose  Polinice  de  la  desleal  conducta  de 
Eteocles,  le  argüia  Yocasta  que  los  delitos  no  se  lavaban 
con  sangre  fraternal. 

En  la  representación  ayudaron  á  Maíquez,  Kafael  Pé- 
rez, actor  excelente  en  los  ancianos,  que  hizo  á  Eteocles, 
Andrea  Luna  (Yocasta),  Antonia  Prado  (Antigona)  y  An- 
tonio González,  que  seguía  las  huellas  de  Isidoro,  hizo 
el  antipático  papel  de  Creón. 

Maíquez  quedó  satisfecho  de  la  obra  y,  sin  duda  por 
eso  algunos  años  la  imprimió  á  su  costa,  aunque  cambián- 
dole el  titulo  que  primitivamente  le  había  dado  el  tra- 
ductor (1). 

En  este  primer  período  no  estrenó  Isidoro  otra  ninguna 
obra,  pero  si  lo  hicieron  G.  Parra  y  Antonia  Prado  con  El 
Delirio  paternal  (2),   comedia  llorona,  de  up  padre  loco 


En  el  trágico  carácter 
sobresales  de  manera, 
que  aunque   es  tragedia  muy  grande 
la  que  diestro  representas, 
para  el  teatro  tu  taita 
sería  la  mayor  tragedia.» 

(Poetas  líricos  del  siglo  XVÍII.  En  la  Biblioteca  de  ilivadenoyrn. 
íomo  5.°,  pfig.  547). 

Kl  poeta  alude  también  á  la.  pasada  separación  de  Maiqui"./,  que 
quizás  llegó  á  creerse  por  algunos  definitiva. 

(1)  Polinice  ó  ios  ¡lijos  de  Edij)0.  Tragedia  en  cinco  actos  tra- 
ducida por  D.  A.  S.  (sic)  é  impresa  á  expiensas  de  I.  M.  (sic).  Exe- 
'-atada por  primera  vez  en  el  teatro  de  los  Caños  del  Peral  en  /."> 
de  Abril  de  1806.  Madrid,  Imprenta  de  D.°-  Catalina  Piñuela, 
1814;  4°,  71  páginas,  con  reparto.  Después  fte  ha  reimpreso  otras 
veces:  Valencia,  Mompié,  1815,  4.",  etc. 

(2)  El  delirio  paternal.  Drajna  en  tres  actos,  ^'alencia,  José 
(limeño,  1826,  4.°,  26  páginas,  l^robablemente  se  habrá  impreso  en 
Madrid  antes.  Auncjue  el  asunto  no  tiene  novedad  ni  interés  ma- 
yor, está  bien  versificado.  Parece  de  línciso. 

No  debe  confundirse  esta  obra  con  la  opereta  El  delirio  ó  los 
efectos  de  un  oicio,  que  el  mismo  Enciso  puso  ahora  nuevamente 
en  verso,  y  se  estrenó  el  29  de  Abril,  y  por  lo  cual  se  le  pagaron 
500  realesj!  según  recibo  que  obra  entre  los  papeles  de  Barbieri. 


CAPÍTULO   DÉCIMO  23? 


por  haberse  fugado  su  hija,  y  á  quien  un  médico, vuelve 
el  juicio  á  cañonazos,  y  La  Ginebra  de  Escocia,  drama  en 
cinco  actos  interminables  (1). 

La  clausura  de  los  teatros  por  defunción  de  la  primera 
mujer  de  Fernando.  VII  se  prolongó  hasta  el  mes  de  Agos- 
to, sin  más  excepción  que  la  del  de  30  Mayo  en  que,  para 
solemnizar  los  dias  del  futuro  monarca,  se  dieron  funciones 
en  ambos  coliseos,  estrenándose  en  la  Cruz  el  drama  Car- 
lota y  Federico  (2),  y  en  los  Caños  la  comedia  en  un  acto 
de  Etienne,  La  jeune  femme  colére  (1804),  traducida  por 
Comella  con  el  título  de  La  novia  impaciente  (3),  en  que 
trabajó  Maiquez  haciendo  un  papel  parecido  al  del  coro- 


Antes  lo  había  traducido  D.  Dionisio  Solís  y  se  imprimió  con  el  tí- 
tulo de  E¿  delirio  ó  las  consecuencias  de  un  üicio.  Opera  cómica, 
compuesta  en  francés  por  el  ciudadano  R.  Sí.  Cir  (sic),  y  la  mú- 
sica por  el  ciudadano  Berton.  Valencia,  Orga,  1816,  4.°,  20  pági- 
nas. Esta  edición  lleva  al  final  el  texto  de  Enciso,  que  es  sólo  la 
parte  cantable.  Ea  ópera  tiene  muy  poco  de  cómica;  el  vicio  es  el 
juego  y  el  jugador  el  que  delira  y  hace  llorar  á  las  piedras,  no  sólo 
á  todos  los  personajes  de  la  obra.  Sin  embargo,  parece  que  gustó 
tal  vez  ppr  la  música. 

(1)  Comedia  en  cinco  actos  (oerso).  La  Ginebra  de  Escocia. 
Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal- -33-5.— Es  un  hbro  de  caba- 
llerías en  drama.  El  enredo  es  el  conocido  de  la  criada  que  se  dis- 
fraza con  las  ropas  de  sti  ama  para  recibir  á  un  galán,  ocasionando 
la  infamia  de  ésta,  y  que  entre  nosotros  dio  origen  á  la  leyenda  de 
p.*  Estefanía  la  Desgraciada.  Enla  comedia  presente,  la  pobre  Gi- 
nebra, aunque  soltera  é  hija  del  rey  de  Escocia,  está  á  punto  de  ser 
quemada  viva  por  impura,  hasla  que  el  propio  Reinaldo  de  Mon- 
talbán  viene  de  Francia  para  descubrir  la  calumnia  y  dar  muerte 
al  factor  de  tal  maldad. 

(2)  Carlota  ij  Federico.  Comedia  en  tres  actos  y  en  verso.  Ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  municipal  98-5.  Rita  Euna  hizo  el  papel 
de  madre  del  soldado  F^ederico.  Ea  obra  es  traducción  de  algún 
original  alemán.  En  1817  se  hizo  en  Sevilla  una  nueva  versión  en 
cinco  actos  en  prosa  con  el  título  de  Ccxrlota  y  Federico  ó  el  hijo 
asesino  por  socorrer  á  la  madre.  Este  segundo  título  es  falso:  se 
puso  para  excitar  la  curiosidad  del  vulgo.  Es  una  comedia  llorona, 
por  el  estilo  de  las  Comella,  en  que  un  Conde  traidor  lo  enreda  todo 
y  persigue  á  la  infeliz  Carlota,  hasta  que  al  fin  se  descubren  sus  in- 
famias. 

(3)  La  dama  colérica  ó  noüia  impaciente.  Comedia  en  prosa  en 
un  acto.  Bíircelona,  Piferrer,  sin  año,  4.°,  20  páginas.  Ea  represen- 
taron Antonia  Prado  (Rosa),  G.  Torre  (Teresa);  Maiqui;/  (Emilio); 
Infantes  (Volmar);  Gristi.-ini  (Ger/ná/i);  Jacinto  Roldan  (un  Jar- 
dinero). 


238  ISIDORO   iíAÍQUB^ 


nel  del  Aviso  d  los  casados^  una  opereta  y  un  baile  taní' 
bien  nuevos  (1). 

Empezóse  el  segundo  periodo  el  2  de  Agosto,  saliendo 
Maiqubz  en  la  obra  nueva  titulada  El  opresor  de  su  fa- 
milia, del  fecundo  D.  Félix  Enciso  (2),  y  traducción  de 
una  comedia  muy  aceptable,^  de  Alejandro  Duval,  en 
cuanto  al  carácter  que  intenta  bosquejar  que  está  bien 
presentado  y  desenvuelto  y,  de  todos  modos,  versificada 
con  la  soltura  propia  de  aquel  apreciable  poeta.  En  ella 
no  quiso  Maiquez  hacer  el  personaje  característico,  aun- 
que eligió  el  de  corrector  y  educador  del  irascible  D.  Pe- 
dro, que  dejó  á  su  discípulo  Andrés  Prieto. 

Trabajó  en  alguna  otra  ya  conocida,  mientras  que  Gar- 
cía Parra  estrenaba  Desde  el  odio  d  la  amistad  (3),  y  Ma- 
nuel García  la  opereta  ó  zarzuela  original  Los  lacóni- 
cos (4),  cuyo  enredo  versa  sobre  el  usual  recurso  de  abrir 


(1)  La  opereta  se  titulaba  Un  cuarto  de  hora  de  silencio,  libreto 
de  Enciso,  y  fué  cantada  por  Laureana  Correa,  Manuela  Morales, 
Joaquina  Briones  y  Manuel  García,  Fernández  y  Cristiani;  y  el  bai- 
le EL  Equivoco. 

(2)  El  opresor  de  su  familia,  comedia  en  quatro  actos.  Tradu- 
cida del  francés.  Representada  en  el  teatro  de  los  Caños  del  Pe- 
ral en  el  año  de  1806.  P.  D.  J.  E.  C.  (sic).  Con  licencia.  En  la 
oficina  de  D.  Benito  García  y  Compañía.  Aiio  de  1808.,  8.°,  88  pá- 
ginas. Lleva  el  siguiente  reparto:  D.  Pedro,  Sr.  Andrés  Prieto. — 
D.^  Isabel,  Sra.  Antonia  Prado.— GarZos,  Sr.  Casanova.— ¿"M^e/iia, 
Sr.  Vargas. — D.  Diego,  Sr.  Ísn)Oiio  Maiquez.—/).  Anacleto,  Sr.  Pe- 
dro Cubas.— D.^/aa/ia,  Sra.  María Maqueda.  —  Anse¿7H0,Sr.  Tomás 
López.  La  traducción  está  arreglada  á  las  costumbres  españolas,  y 
la  escena  pasa  en  Madrid,  con  varias  referencias  locales  que,  natu- 
ralmente, no  hay  en  el  original,  que  además  está  en  cinco  actos, 
y  cuyo  título  es  Le  tyran  domestique. 

(3)  Con  este  título  no  conocemos  obra  alguna;  quizá  tenga  tam- 
bién algún  otro. 

(4)  Opera  en  un  acto  nueva.  Los  lacónicos  ó  la  trampa  descu- 
bierta. Año  de  1806.  Manuscrito  191-8  de  la  Biblioteca  municipal. 
El  reparto  con  que  se  hizo  fué:  D.^  Constanza,  Manuela  Morales.— 
Arabela,  I.  i}'d.mhov\no.—Liseta,  Briones.—/).  Juan,  M.  García.— 
I).  César,  E.  Fernández.— Maríí/¿,  Cubas.-/).  Pedro,  Cristiani.— 
D.  Carlos,  Tomás  López.  Está  escrita  con  gracia,  á  pesar  de  la 
poca  novedad  del  asunto,  y  versificada  con  desembarazo  y  armo- 
nía. Los  lacónicos  son  un  tío  y  un  sobrino  que  hablan  poco.  1^1  li- 
breto es  original  de  Enciso. 


6APÍTUL0   DÉCIMO  ^30 


una  pupila  encarcelada  un  hueco  en  el  tabique  para  con- 
versar con  su  amante. 

A  todo  esto  habíase  ya  terminado  la  reedificación  del 
teatro  del  Principe.  Godoy  había  designado  á  Pinto  como 
alcaide  ó  director  del  nuevo  coliseo,  y  Pinto  compareció 
el  28  de  Abril  diciendo  que,  hallándose  próxima  á  con- 
cluirse la  reconstrucción,  se  le  entregasen  las  llaves  del 
teatro,  así  como  las  délas  dos  casas,  una  en  la  calle  del 
Príncipe,  que  antes  había  servido  de  café,  y  la  otra  en  la 
del  Lobo,  que  sucesivamente  se  habían  agregado  al  tea- 
tro para  hacer  la  distribución  de  habitaciones. 

El  mismo  Pinto,  como  apoderado  de  las  compañías,  otor- 
gó en  27  de  Junio  con  el  Ayuntamiento  escritura  de 
arrendamiento  de  los  dos  teatros  del  Príncipe  y  de  la 
Cruz  en  69.396  reales  aiiuales,  por  término  indefinido*, 
renovables  por  años,  obligándose  á  pagar  todas  las 
cargas. 

Estos  actos,  y  el  imperio  con  que  Pinto  empezó  á  man- 
dar en  lo  relativo  al  orden  interior  del  nuevo  teatro,  nom- 
brando subalternos,  distribuyendo  la  colocación  de  ense- 
res y  oficinas,  alarmaron  á  la  compañía  para  él  destinada, 
especialmente  á  Maiqubz,  que  recurrió  en  varias  formas 
al  Gobernador  del  Consejo  y  aun  á  Godoy,  y  el  resultado 
fué  que  se  desposeyese  á  Pinto  de  su  cargo^  quien  llevó 
tan  á  mal  el  desaire  que  solicitó  su  retiro  y  jubilación,  la 
cual  vino  á  concedérsele,  en  30  de  Septiembre,  á  la  vez 
que  dejaba  el  poder  que  tenia  de  sus  compañeros  (1). 

En  20  de  Agosto  se  avisó  por  el  Corregidor  al  Subdele- 
gado de  teatros  estar  ya  completamente  listo  el  del  Prín- 
cipe, y  aun  cuando  se  tenía  pensado  inaugurarlo  el  día  de 
San  Carlos,  sin  duda  les  pareció  largo  el  plazo  y  se  fijó 
el  estreno  para  el  25  de  Agosto,  como  se  verificó  (2),  re- 
presentando Isidoro  Maiquez  la  tragedia  de  Quintana, 


(1)  Archivo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  vii,  viii  y  xni.— 
Archivo  municipal.  Sección  de  espectáculos;  legajo  2-46.5-1. 

(2)  El  mismo  día  2.5  se  pultlicó  la  noticia  de  los  nuevos  precios 
de  localidades  del  teatro  en  esta  forma: 


24Ó  ISibORO   MAIQUE2 


el  Pelayo,  casi  cou  el  mismo  reparto  que  el  día  de  su  es- 
treno, en  el  año  antecedente. 

Esta  reconstrucción  es  la  que  hoy  permanece  aún  en  pie 
con  algunas  modificaciones,  especialmente  en  el  interior, 
verificadas  en  diversas  épocas  desde  1844.  La  división  que 
Villanueva  dio  interiormente  al  teatro  es  la  que  se  des- 
prende de  la  nota  de  precios  que  va  al  pie,  por  donde  se 
ve  que  había  tres  órdenes  de  palcos  de  tamaño  diferente; 
uno  de  ellos  llamado  tertulia,  en  lo  alto,  y  otro  cazuela 
(para  las  mujeres;,  abajo  y  á  los  lados,  y  en  el  fondo  del 
patio,  las  galerías,  asientos  de  preferencia  en  el  hemici- 
clo, cerca  del  escenario,  otros  después  y  un  espacio,  aho- 
ra ya  más  reducido  que  en  la  forma  anterior,  para  la  g'en- 
te  de  pie,  los  temibles  mosqueteros. 

•  Quedaba  sin  empleo  el  ya  abandonado  de  los  Caños  y 
Maiqüez,  que  le  conservaba  algún  afecto,  imaginó,  esti- 
mulado también  por  Manuel  García,  dar  en  él  funciones 
libres  como  las  de  1801,  dirigiéndolas  enteramente  á  su 
gusto  y  sin  las  mermas  que  experimentaban  los  oficiales 
del  Principe. 

Dirigió,  pues,  con  fecha  9  de  Agosto,  la  siguiente  y 
muy  curiosa  solicitud  al 

«Sr.  Superintendente  de  teatros: 

Isidoro  Maiqübz,  prim^^r  actor  de  la  compañía  destina- 
da al  teatro  del  Príncipe,  con  el  respeto  debido  á  V.  S.  I. 
expone:  Que  pareciéndole  será  muy  útil  continúe  abierto 


Palcos  baxos 64  rs. 

ídem  principales fi 4 

ídem  segundos. ...    4S 

I  iinetns  principales I2 

ídem  de  patio 8  y  6  mrs  . 

Asientos  de  patio 6  y  5 

Jdem  de  galería   il 

Asientos  de  costado  de  galería 6 

I)elantera  de  tertulias 8 

Ide TI  los  demás  billetes  de  las  mismas 4 

Patio,  de  pií      2y8mrs. 

Cazuela,  delantera 8 

ídem  primera  lila 6 

ídem  segunda 5 

Los  demás  asientos  Je  ella 


CAPÍTULO   DÉCIMO  241 


el  teatro  de  los  Caños  del  Peral,  desde  luego  se  obliga  á 
sostenerle  (sin  faltar  á  su  obligación  en  el  del  Príncipe), 
siempre  que  por  V.  S.  I.  se  admitan  y  aprueben  las  con- 
diciones siguientes. 

1.*  Que  este  teatro  no  tenga  sobre  si  más  cargas  que 
las  respectivas  de  alquiler  y  rédito  de  enseres,  como  siem- 
pre ha  estado. 

2.^  Que  á  todos  los  actores  de  los  coliseos  de  la  Cruz  y 
Príncipe  que  después  de  cumplida  su  obligación  en  ellos 
quieran  por  un  convenio  particular  hecho  con  el  Director 
de  los  Caños,  pasar  á  éste  á  desempeñar  algún  papel,  no 
se  les  pueda  impedir. 

3.*  Que  á  este  teatro  se  le  conserve  la  libertad  de  elegir 
días  y  horas  para  sus  funciones,  executando  dos  cuando 
convenga. 

4.^  Que  los  de  la  Cruz  y  Principe  no  puedan  variar  las 
horas  que  antiguamente  tenían,  ni  hacer  más  que  una 
función  cada  día. 

5^  Que  en  el  teatro  de  los  Caños  se  puedan  representar 
todas  las  funciones  de  los  otros  dos,  asi  como  estos  podrán 
igualmente  executar  todas  las  de  los  Caños,  á  excepción 
de  las  óperas,  que  ha  de  ser  en  adelante  un  ramo  privati- 
vo de  este  teatro,  sin  que  de  ninguna  manera  puedan  exe- 
cutarse  en  los  demás  de  la  corte. 

En  cuya  virtud,  á  V.  S.  I.,  suplica  que,  habiendo  por 
justos  y  arreglados  los  expresados  capítulos,  se  digne 
aprobarlos  y  mandar,  en  su  consecuencia,  entregarle  á  la 
mayor  brevedad  el  referido  teatro  da  los  Caños,  para  po- 
der disponer  con  tiempo  cuanto  convenga  á  la  representa- 
fión  de  sus  funciones.  Así  lo  espera  de  la  justificación  de 
V.  S.  I.  y  de  su  acreditado  zelo.  Madrid,  9  de  Agosto 
de  1806. 

Isidoro  Maiqubz»  (1). 

El  informe  de  José  Barbieri,  apoderado  de  los  dos  tea- 
tros, es  desfavorable  y  califica  de  descabellado  el  plan, 
pues  los  privilegios  que  Maiqubz  reclama,  causarían  la 
ruina  de  los  otros,  que  tienen  sobre  si  tantas  cargas  be- 
néficas. 

Se  desechó  el  proyecto;  pero  luego  Godoy  autorizó  á 
Maiqubz,  aunque  con  limitaciones,  que  éste  desatendió, 
á  dar  las  funciones,  por  lo  que  se  cruzaron  algunos  oficios 


n )    ArehiPO  histórico  nacio/ial.  Sala  8-A-4;  legajo  xm. 

10 


242  ISIDORO   MAIQUBZ 


de  él  y  el  Gobernador  del  Consejo,  como  el  siguiente  en- 
viado á  Godoy  la  víspera  misma  de  empezarse  las  funcio- 
nes en  los  Caños. 

Excmo.  Sr.: — Anoche  me  pasó  el  Subdelegado  de  teatros 
el  oficio  adjunto,  acompañándome  otro  que  le  habían  diri- 
gido Maiquez  y  Manuel  García,  para  que  se  den  los  avisos 
correspondientes  á  la  Plaza  y  á  la  Sala  para  las  funciones, 
extraordinarias  que  empiezan  en  el  teatro  de  los  Caños  en 
la  noche  del  domingo  próximo,  de  las  cuales  decían  estar 
encargados  y  que  habían  de  representarse  por  varios  acto- 
res de  la  compañía  del  teatro  del  Principe.  Siendo  esta  la 
primera  noticia  que  haya  llegado  á  mí  sobre  las  insinua- 
das funciones,  me  pareció  que,  á  ñn  de  comunicar  inme- 
diatamente los  avisos,  si  fuese  posible,  sin  graves  incon- 
venientes, ó  de  hacerlo  presente  todo  á  V.  E.  para  su 
superior  resolución  en  el  caso  de  que  los  haya,  debía  no 
reparar  en  que  la  solicitud  dexase  de  venir  por  mano  del 
apoderado  de  las  compañías,  que  siempre  ha  presentado 
todas  las  de  esta  clase  y  contraerme  al  más  pronto  y  mejor 
servicio.  Así  lo  hice,  previniendo  al  Subdelegado  exigiese 
de  Maiquez  y  García  las  explicaciones  necesarias  para 
entender  los  términos  de  su  encargo,  y  si  con  motivo  de 
dichas  funciones  habían  de  cesar  ó  ñolas  del  teatro  del 
Príncipe,  puesto  que  unas  y  otras  parece  están  señaladas 
para  la  misma  hora,  y  han  de  hacerse  por  los  actores  de 
una  misma  compañía,  oyendo  en  el  asunto  al  referido 
apoderado.  Cuando  pensaba  que  á  esta  hora  podía  ya  en- 
Uyat  á  V.  E.  del  resultado  con  la  debida  exactitud,  me 
hallo  con  la  novedad  de  que  el  Subdelegado  me  as^^gura 
que  Maiquez  ha  respondido  por  sí  y  por  García,  que  no 
pueden  contestar  antes  de  ver  á  V.  É.,  y  que  regularmen- 
te responderán  mañana. 

Yo,  señor  Excmo.,  no  alcanzo  qué  fin  se  proponga  Mai- 
quez en  oponerse  tan  manifiestamente  á  las  justas  in- 
tenciones de  V.  E.,  las  cuales  todos  saben  que  siempre 
consisten  en  que  se  haga  lo  mejor  y  por  el  orden  regu- 
lar. Ignoro  absolutamente  si  hay  ó  no  inconveniente  en 
que  subsistan  unas  y  otras  funciones,  y  Maiquez,  quie- 
re que  no  lo  sepa,  resistiéndose  á  los  medios  de  averiguar- 
lo, como  m  quisiera  que,  si  tal  vez  los  deseos  de  V.  E. 
son  que  se  represente  en  los  Caños  y  el  apoderado 
entiende  acaso  que  no  conviene  á  las  compañías,  pueda 
verme  embarazado  no  sabiendo  yo  la  voluntad  de  V.  El.  y 
no  oyéndole  á  él.  Ruego  á  V.  E.  que  se  digne  insinuármela 
para  proporcionarme  el  gusto  de  hacer  ejecutar  inmedia- 


CAPÍTULO    DÉCIMO  243 


tamente  sus  órdenes,  pues  nadie  las  desea  más  que  yo, 
que  todo  lo  debo  á  su  benéfica  protección  y  que  no  lleve  á 
mal  V.  E.  le  pida  haga  entender  á  Maiqubz  cuánto  nece- 
sita moderar  su  genio  conocidamente  orgulloso,  si  aspira 
á  la  gracia  de  V.  E,,  nunca  dispensada  á  los  que  no  miran 
con  la  subordinación  debida  á  los  Magistrados.  Dios  guar- 
de á  V.  E.  muchos  años.  Madrid,  30  de  Agosto  de  1806 

(Sin  firma).  Sr.  Generalísimo  Principe  de  la  Paz»  (1). 

Es  del  Conde  de  Isla,  Gobernador  interino  del  Consejo, 
y  á  él  sigue  otro  oficio  de  Godoy  aprobando  lo  que  decía 
Isla  y  añadiendo  que  Maiquez  había  abusado  del  permiso 
que  le  concediera  para  que  abriese  el  teatro  de  los  Caños. 

Sin  embargo,  diéronse  las  funciones  y  Matquez  logró 
que  se  alterasen  las  horas,  fijando  para  el  teatro  del  Prín- 
cipe las  cinco  de  la  tarde,  y  las  ocho  y  media  para  los 
Caños. 

Empezaron,  pues,  el  31  de  Agosto,  él  y  García  sus  fun- 
ciones extraordinarias  de  drama  y  ópera,  ninguna  nueva 
y  con  los  mismos  actores  que  los  habían  ejecutado  (2). 
Suspendiéronse  estas  funciones  el  6  de  Septiembre  hasta 
el  17,  desde  el  21  al  27,  y  cesaron  el  4  de  Octubre,  que  ya 
funcionaban  á  la  vez  los  otros  dos  teatros. 

En  el  resto  del  año  no  estrenó  Maiqxjez  ninguna  obra; 
pero  repitió  muchas*de  las  más  aplaudidas,  como  el  Ótelo, 
Blanca  y  Moncasin,  El  abate  L' Epée,  La  Xaira,  El  Cid, 
El  vano  humillado.  El  pastelero  del  Madrigal  y  otras  va- 
rias. 

Tampoco  las  demás  secciones  de  la  compañía  ofrecieron 
grandes  novedades.  García  Parra,  en  unión  de  Antonia 


(1)  Arr-hwo  histórico  naoional.  Sala  8-A-4;  legajo  xiii. 

(2)  Las  obras  representadas  en  estosuíías,  fueron:  La  nonia  im- 
paciente. El  marinerit'O,  La  Mana  araf/onesa,  El  cuadro,  Migael 
Ángel,  El  criado  fingido,  El  raatritnonio  secreto,  La  prueba  f'eliz, 
El  secreto,  El  distraído.  El  poeto,  calculista,  El  Cid,  El  sueño. 
Una  hora  de  matrimonio.  Mi  tía  Aurora,  El  abate  L'Epi'e,  El 
casamentero,  El  nv'dico  turco,  Quien  porfía  y  Una  travesura. 
Como  se  ve,  la  mavor  parte  íueron  operetas.  Otra  novedad  fué  la 
presentación  del  bailarín  francés  Armando  Vestris,  (jue  trabajó 
desde  el  30  de  Septiembre.  Después  bailó  también  en  el  Príncipe. 


244  ISIDORO    MAIQUEZ 


Prado,  estrenaron  el  melodrama  El  hermitaño  del  Monte 
Posilipo  ó  la  fuerza  de  los  remordimientos  (1),  que  no  es 
tan  desaforado,  aunque  sí  tan  inverosimil  como  cualquier 
otro,  y  no  mucho  después  el  mismo  Parra  y  Andrea  Luna, 
El  deber  y  la  naturaleza  (2),  traducida  del  francés  y  re- 
presentada con  decoraciones  ricas  y  vistosas. 

En  18  y  19  de  Enero  de  1807  se  hicieron  funciones  de 
g'ala  en  ambos  teatros  por  haber  sido  Godoy  nombrado  Al 
mirante.  Con  esta  ocasión  estrenó  Manuel  García  su  ópera 
Los  ripios  del  Maestro  Adán  (3),  cuya  letra  era  traducción 
hecha  por  Enciso  de  Les  chevilles  de  Maitre  Adam. 

Desde  el  1.^  al  10  de  Enero  dieron  también  las  dos  com- 
pañías reunidas  algunas  funciones  en  los  Caños,  y  en  ellas 


(1)  Melodi'unia  en  liys  artas  de  rerso  íitiilado:  EL  hennitaíio 
del  Monte  PosíHjhj  ó  La,  fuerza  de  los  remordimientos.  Año  de  1806. 
Bibliotecíi  municipal,  35-3.  La  escena  es  en  Ñápeles,  Lope  de  Ribe- 
ra, portugués,  injustamente  perseguido  por  un  usesinato  cometido 
por  su  criado  Vasco  Méndez,  se  refugia  en  el  Monte  l^osilipo,  dis- 
frazado de  ermitaño.  Su  hermana  y  su  hija,  rodando  en  su  bus,ca, 
llegan  á  Ñapóles.  Fernando,  sobrino  de  Mascareñas,  embajador  de 
Portugal,  que  ya  en  Lisboa  había  visto  y  amado  á  Luisa,  hija  de 
Lope,  aunque  no  sabía  (juien  era,  la  salva  ahora,  por  casualidad,  de 
una  asechanza  que  otro  amante,  el  Marqi>és  de  Neira,  le  puso  á  fin 
de  apoderarse  de  ella.  Cuando  ya,  por  otra .pa.  te,  había  el  eml)aja- 
dor  descubierto  el  retiro  y  disfraz  de  Ribera  y  estal)a  á'  punto  de 
ser  preso,  el  remordimiento  hace  (jue  Vasco  se  declare  autor  del 
homicidio,  cometido  en  Lisboa.  El  perseguido  reconoce  á  su  hija  y 
se  la  da  á  Fernando.  Hay  apuntado  un  carácter  de  curiosidad  in- 
saciable en  el  ama  de  gobierno,  Beatriz,. con  algunas  frases  y  rasgo  . 
felices.  Es  obra  o  traducción  de  D.  Vicente  Rodríguez  de  Arellano. 
En  la  misma  líil)lioteca  municipal  está  el  autógrafo  que  lo  acredita. 

(2)  El  deber  y  ¿a  naturaleza.  Comedia  en  prosa  en  cinco  ac- 
tos, traducida  del  francés  y  hechos  el  cuarto  //  quinto  actos  por 
/).  LuciatiO  Cornelia.  Madrid,  Sánchez,  /1806,,  8.° 

(3)  Los  ripios  del  Maestro  Adán.  Opera  en  prosa  en  un  acto. 
Vlanuscrito  de  la  Bii  lioteca  municipal  211-45.  Fué  cantada  por 
Laureana  Correa,  Coleta;'  M.  García,  Roberto;  Cristiani,  Maestro 
Adán;  Cubas,  Jorge;  J.  líriones,  Mad.  Adáii;  E.  Fernández,  Tou- 
saint  Quinet,  y  Fabiani,  Vn  procurador.  La  letra  no  tiene  mayor 
interés:  la  música  es  de  García,  lleva  diez  números,  ninguno  de 
ellos  de  carácter  popular  español.  También  de  esta  pieza,  existe  en 
la  Biblioteca  municipal,  295-1,  la  partitura  completa,  que  es  ya  la 
quinta  ó  sexta  muestra  de  esta  primera  y  desconf^cida  música  del 
tenor  García,  que  nuestros  eruditos  musicógrafos  buscan  con  afán. 
no  en  donde  se  halla,  smo  unoo  en  los  píqieles  de  los  otros. 


CAPÍTULO   DÉCIMO  24?) 


estrenaron  la  comedia  El  español  y  la  francesa  (1),  y  la 
opereta  Picaros  y  Diego  (2),  una  caprichosa  piececita  de 
Andrieux. 

Durante  la.  Cuaresma  se  cantaron  dos  oratorios  conoci- 
dos (3),  y  García  Parra,  Maíqubz  y  Antonia  Prado  ejecuta- 
ron la  comedia  sacra  de  música  La  Conquista  de  Sevilla 
por  el  Santo  Bey  D.  Fernando  (4),  refundición  del  auto  sa- 
cramental de  Calderón  de  ig'ual  titulo.  Así  después  de  tan- 
to luchar^  los  mismos  partidarios  del  teatro  francés  vol- 
vían á  la  representacion.de  los  autos  sacramentales,  que 
tanta  burla  causaban  cuarenta  y  tantos  años  antes. 


(1)  El  español  y  la  francesa.  Conipclia  en  un  solo  acto.  En  la 
imprenta  del  Diario.  Madrid,  1816,  8.",  63  páginas,  l.leva  un  reparto 
de  este  año;  pero  el  del  estreno  fué:  D.^   Teresa:  Antonia  Prado. 

—  D.  Fernando:  Maiq^ey..  —  Picará:  ("ristiani.— Ca/iw/o;  Oros.— 
Juanillo:  Ronda.  Es  una  graciosa  piececilla  arreglada  por  Enciso  á 
las  costumbres  españolas.  Maiquf.z  la  ejecutó  otras  muchas  veces. 

(2)  Picaros  y  Dieyo.  Opereta  en  u/i  acto  (prosa)  traducida  dt-í 
francés.  Autógrafo  de  Enciso  en  la  Hihliotcca  iminicip;!!,  184-35, 
con  este  reparto:  Espada:  Cubas.— A'///íí'j;  VAx^ahxo.  —  Lnjiez:  Vci- 
hlani. —  íkdiína:  J.  l^riones.— Julio:  Acuña,.  —  Florela:  Laureana. 

—  Pica/'OA;  Cristiani. —D^X^o;  Manuel  (jarcia. 

Picaros  y  Diego,  son  dos  verdaderos  picaros  que,  fingiéndose 
los  novios  de  la  hija  y  la  sobrina  de  cierto  grande  de  Esp¿iña,  tr¿itan 
de  casarse  con  ellas  para  apoderarse  de  la  dofe.  Los  verdaderos 
novios  que  volvían  de  América  habían  naufragado;  los  pillos  an- 
dantes lo  sabían  y  se  presentan  como  salvados  del  naufragio.  Pei'o 
el  señor  tuvo  tanribién  noticia  del  proyecto,  y  deja  que  sus  criados, 
fingiendo  tomarlos  por  los  verdaderos  novios  (que  al  fin  aparecen), 
les  burlen  y  escarnezcan  cruel  y  graciosamente.  Es  divertida  esta 
piezci  por  ios  ordinarios  disparates  que  dicen  los  franceses  al  ha- 
blar de  cosas  de  España.  A  Enciso  se  le  pagaron  por  esta  versión 
500  reales. 

(3)  Uno  do  ellos,  Jerusaleni  destruida,  ejecutado  el  23  de  Fe- 
brero, fué  la  última  cosa  que  cantó  en  España  el  tenor  Manuel  Gar- 
cía. Estuvo  ó  so  fingió  enfermo  algunos  días,  y  antes  de  empezar  la 
nueye  temporada  Se  ausentó  para  siempre. 

(4)  Comedia  naeon,  titulada.  La  Conquista  de  Serjüla  por  el 
Santo  Rey  D.  Fernando.  Año  de  1807.  Manuscritade  la  Biblio- 
teca municipal  con  este  reparto:  El  Rey  D.  Fernando:  García 
Parra.— /i7  Principe  D.  Alonso:  InfantQ_s.  ~D.  Pelay  Correa:  Prie- 
to.—fermi/i  Orí/ó/íe^.'  Maiqiikz. —  D.  Periáñes:  JacMnto  Roldan.— 
Fernán  Ruis:  Fabiani.— D.  Ramón  Bonifaz:  Roldan.— Gar-^í  Pérez 
de  Vargas:  Casanova.  — D.  Arias:  iH^vn'/..  —  Abenyucef  rey  de  Sevi- 
lla: González. ~/oraiV./a;  Antonia  Prado.— 0«mí/i;  Curro.—fíernaii- 
do:  OrOH.— Un  ojidal:  Bumicho.— Dos  peregrinas:  Eledot  y  Rosario. 


^46  Isidoro  maiqüeíí 


El  teatro  de  la  Cruz  hizo  en  este  año  una  mejor  campa- 
ña, trabajando  como  á  porfía  aquellas  dos  insignes  damas 
Rita  Luna  y  Coleta  Paz,  y  los  dos  primeros  galanes  Carre- 
tero y  Ponce,  sin  que  deban  ponerse  en  olvido  otras  par- 
tes excelentes  como  la  graciosa  Josefa  Virg,  María  Gar- 
cía, futura  y  digna  primera  ahora  segunda,  la  cantante 
María  López,  rival  de  la  Correa,  y  los  graciosos  Querol  y 
García  Ugalde.  Todos  ellos  tuvieron  ocasión  de  sobresalir 
en  obras  adecuadas  á  su  carácter  y  tipo  ó  personaje  que 
á  cada  uno  correspondía  (1). 

Pero,  como  águila  entre  las  demás  aves,  remontóse 
sobre  todos  Rita  Luna,  y  cual  si  presintiese  que  ya  no  ha- 


(1 )  I'^ntre  las  obras  estrenadas  (•¡taremos  las  operetas  El  maiiiá- 
tico  por  1(1  nmsií-a  y  Pamela  (■a.satku  amijas  tle  llnchOyy  El  Jaez 
(U'  su  delito,  drama  en  tres  actos  en  prosa,  también  de  Énciso  (d6 
tjuiíMi  existe  el  autógrafo  en  la  Bibliotei-a  Xai-'onal),  representado 
el  17  do  (Jet uljre.  Cierto  magistrado  ii¡ata  en  duelo  secreto  aun 
hcnií.'ino  de  su  mejor  amig  '.  A.Misan  á  un  joven,  (jue  hu-go  resulta 
hijo  de  osfí  mismo  amigo,  y  contra  rl  instruye  las  diligencias  el  ma- 
tadoi'.  Al  lin  se  acusa  a  sí  mismo  ou.mdo  ya  p  <v  gestiones  de  otro 
amigo  el  rey  lé  había  indultado. 

A'o  debe  de  confundirse  esla  obi-a  con  otra  ijue  intentó  repre- 
sentarse en  el  siy^HÍente  año  y  es  la  titulada  ElJts'-aL  de  su  de- 
Uto,  juez  sordo  !j  testigo  cief/o,  drama  en  cinco  actos,  impreso  aíios 
después  en  \'alencia,  por  Gimeno,  en  8.",  pieza  esta  úítimade  poca 
moralidad  social,  en.  cuando  tieiíde  á  absolver  al  criminal  impune, 
cuando  pasados  muchos  años  ayuda  al  descubrimiento  del  delito 
en  que  fué  coautor,  y  que  rnotivóla  siguiente  curiosa  y  no  conoci- 
da carta,  de  D.  Manuel  José  (,)ulntana,  censor  de  teatros: 

(cSr.  Marqués  de  Itérales.  —Muy  Sr.  mío:  De  resultas  de  lo 
(pi ..'  V.  8.  me  ha  prevenido  acerca  de  la  cimedia  en  cinco  actos  in- 
titulada El  Eiscal  de  su  delito,  he  vuelto  á  reconocerla  y  exami- 
narla con  la  atención  debida;  y^  aun(]ue  vuelvo  á  repetir  que  en  mi 
concepto  nada  tiene  contra  nuestra  religión-,  leyes  y  costumbres 
sin  embargo,  me  parece  que  V.  S.  podía  mandar  se  suspendiese  su 
representación  por  ahora  en  atencicin  á  la  naturaleza  de  su  argu- 
mento, tan  parecido  al  de  otros  muchos  <[ue  se  están  representan- 
do y  escril)ieTKlo.  l'.s  conveniente  no  familiarizar  al  públí.'0  con  esta 
clase  de  delitos  enormes,  cuya  representación,  siendo  continuada, 
es  opuesta  á  la  misma  mopalídad  que  se  i)retende  en  estas  come- 
dias. Paréceme,  pues,  que  se  suspenda  hasta  otro  tiempo  la  repre- 
senta(;ión  de  la  del  Fiscal  de  su  delito,  determinando  \'.  S!,  como 
siempre,  lo  que  más  sea  de  su  agrado.  — Dios  guarde  á  V.  S.  mu- 
chos años.  Madrid  6  de  Noviendjre  de  1807.- Manuel  Josef  Quinta- 
na.» (Original  entre  los  papeles  de  I'arbieri.) 


jiiTA  y 


UNA 


Busto  existente  en  la  Academia  de  San  Femando. 


CAPÍTULO   DÉCIMO  24^ 


bia  de  volver  á  las  tablas,  regaló  á  los  espectadores,  con 
un  número  crecido,  de  grandes  comedias  del  siglo  de  oro. 
Trabajó  consecutivamente  en  La  moza  de  cántaro^  Lo 
cierto  por  lo  dudoso^  Casarse  por  vengarse^  El  Doctor  Car- 
lino,  La  estrella  de  Sevilla,  La  Cisma  de  Inglaterra,  El 
desdén  con  el  desdén,  El  vergonzoso  en  Palacio,  El  perro 
del  hortelano,  Antes  que  te  cases  ó  sea  el  Examen  de  mari- 
dos, La  Casualidad  contra  el  cuidado  (refundición),  Si  una 
vez  llega  á  querer  la  más  firme  en  la  mujer,  y  Las  bizarrías 
de  Belisa. 

Ejecutó  otras  modernas,  ya  aplaudidas,  por  ser  la  in- 
terpretación suya,  como  La  dama  labradora,  Armida  y 
Reinaldo,  El  pintor  fingido,  El  Duque  de  Pentiévre,  La 
buena  casada  y  Carlota  y  Federico,  y  estrenó  dos,  El  se- 
pulcro de  Adelaida  (1)  y  El  imperio  de  la  verdad  (2). 

Digase  qué  primera  dama  acometería  hoy  la  empresa 
de  poner  ante  el  público  en  medio  año  cómico  escaso  tan- 
tos tesoros-  de  belleza  poética,  tantas  lágrimas  de  pasión 
y  ternura,  tantos  impulsos  celosos,  tantas  irónicas  sonri- 
sas, tantos  graciosos  equívocos,  tantos  ayes  de  dolor  y 
despecho,  tantos  acentos  de  odio  y  de  cólera,  tantas  insi- 
nuaciones de  afecto  ó  apasionadas  frases  de  amor,  como 
salieron  de  aquellas  reinas,  princesas  y  condesas;  de  aque- 
llas Marías,  Juanas,  Blancas,  Leonores,  Estrellas,  Dianas, 


(\)  El  sepulcro  de  Adelaida  6  La  hipocre.úa  castigada.  En  tres 
actos  en  verso.  Manuscrito  de  la  IBiblioteca  Nacional.'  Es  un  melo- 
drama muy  parecido  al  Duque  de  Pentiécre.  Varennes,  director  ó 
jefe  de  una'^casa  de  educación,  enamorado  de  la  educanda  Adelai- 
da, la  encierra  en  el  sótano  de  su  colegio  y  hace  esparcir  la  voz  de 
su  muerte.  Roberto,  mayordomo  do  la  casa,  descubre  el  delito  y  es 
justamente  castigado  eí  criminal.  Adelaida  que  sólo  aparece  en  el 
tercer  acto  se  casa  con  Eugenio  su  antiguo  prometido.  Ea  obra  se 
estrenó  el  7  de  Dicieml)re  do  1806. 

(2)  El  imperio  de  La  herdad  ó  el  sepulturero.  Drama  en  cinco 
actos  (prosa).  Valencia,  Mompié,  1820,  8.",  63  páginas.  Debió  de  ha- 
berse impreso  antes  con  el  títulg  de  Lo  que  ha  de  ser  ó  el  imperio 
de  La  verdad.  Melodrama  do  mayordomo  traidor,  calaljozo,  tira- 
no imbécil,  sepulcros,  opresión  de  la  virtud  que  al  fin  resplandece 
como  el  sol.  El  papel  de  Carolina,  que  hizo  Rita  l>una,  aunque  no 
muy  importante,  tiene  escenas  de  mucha  ternura. 


250  ISIDORO  maiqübz 


Magdalenas,  Ineses,  Margaritas  y  Belisas,  en  que  espri- 
mieron  los  más  puros  y  delicados  afectos,  los  exquisitos 
análisis  del  alma  española  femenina,  y  los  más  intrinca- 
dos y  revueltos  pliegues  del  corazón  de  las  hijas  y  herma- 
nas de  los  conquistadores  de  Italia,  de  Flandes,  de  África 
y  de  América,  aquellos  grandes  hombres  que  se  llamaron 
Lope  de  Vega,  Tirso  de  Molina,  Alarcón,  Rojas,  Moreto, 
Calderón,  Solís  y  Cañizares. 


i^ta 


CAPITUJ>0  XI 


N'utílvo  á  Ja  Villa  de  Madrid  la  dirección  y  adminií^tracion  délos 
teiiÍYO^.— Reglamento  que  dicta. — Nuevas  compañías.— Retirada 
imprevista  de  Rita  Luna.— Sustituyela  Coleta  Paz.— Origen  y 
costumbres  de  esta  actriz.—  Otras  jubilaciones  im|)ortantes.— 

•  Sale  de  España  Manuel  García.  — Apertura  de  los  teatros.  — Es- 
treno de  Los  Teinjjlarios  y  del  (Ji'catcs.  -  \'acaciones  del  teatro 
del  Príncipe. — Estrenos  de  v.'M'ias  obras  de  iiienor  interés.— Es- 
treno en  la  C^ruz  del  Coriíj/a/io,  de  San  hez  Rar^tM-o. — Habilidad 
de  José  Maíquez  como  tramoyista.-  ("elo  de  Maiqui:/  por  la  dig- 
nidad de  su  profesión  (I8Ü7-1808). 

€RBYBNDO  el  Ayuntamiento  de  Madrid  lleg^ado  el  día 
en  que  volviese  á  la  Villa  la  administración   de  los 
teatros,  después  del  esfuerzo  que  había  hecho  en  la 
construcción  del  nuevo  coliseo  del  Príncipe,  pidió  al  Rey, 


minos  en  que  la  g.-zaba  antrs  de  1800  (1). 

Por  nadie  se  formuló  oposición  á  tal  soliciitud.  D.  San- 
tos Diez  y  D.  Casiano  Pellicer  habían  muerto,  llevándose 
al  sepulcro  todas  sus  intolerancias  neoclásicas,  y  Quinta- 
na, que  les  había  sucedido,  no  pensaba  del  mismo  modo 
que  aquéllos;  Moratín  se  hallaba  imposibilitado  para  de- 
fender á  la  antigua  Junta,  de  la  que  había  salido  quejoso 
y  arrepentido;  Urquijo  no  estaba  ya  en  el  Ministerio;  los 


(1)    ArrJiiüo    miuwipal  de  Madrid.  Sección  de  espectáculos. 
Legajo  2-465  y  2-466. 


S52  ISIDORO   MATQUE2 


poetas  dramáticos  más  populares  (Valladares,  Zavala, 
Arellano,  Enciso,  Solfs),  estaban  muy  lejos  de  ser  apósto- 
les resueltos  de  las  doctrinas  francesas:  sn  Alemania  é 
Italia  se  había  levantado  una  dramaturgia  más  amplia  y 
el  viejo  teatro  inglés  ganaba  terreno,  no  obstante  las  bur- 
las y  epigramas  de  los  que  no  lo  conocían. 

Godoy  que  nunca  había  tenido  ideas  propias  sobre  la 
materia,  pero  á  quien  sonaban  bien  las  redondillas  y  las 
décimas,  accedió  á  lo  que  se  pedia,  encargando  se  for- 
mase un  reglamento  lo  más  completo  y  perfecto  que  fuese 
posible  (1).  El  Ayuntamiento  nombró,  desde  luego,  la  co- 
misión que  había  de  redactarlo,  compuesta  de  los  regido- 
res D.  Nicolás  de  los  Heros,  D.  Rafael  Reynalte,  D.  Juan 
Castañedo,  el  Marqués  de  Perales,  D.  Juan  José  de  Bun- 
gas, Procurador,  y  el  Secretario  D.  Ángel  González  Ba 
rreiro;  pero  con  la  expresa  condición  de  oir,  sobre  todo, 
el  parecer  de  Quintana,  Maiquez  y  Pinto  (2). 

Cesaron,  pues/ en  el  acto  todos  los  apoderados  y  el  Sub- 
delegado, Marqués  de  Fuerte-Hijir,  á  quien  se  comunicó 
la  orden,  y  la  Comisión  trabajó  con  tanto  ahinco,  que  á 
principios  de  año  ya  tenía  compuesto  el  Reglamento  que 
imprimió  con  gran  lujo  (3). 

Como  Quintana  era  el  único  literato  de  la  Junta,  no 
será  aventurado  suponer  que  á  él  fuese  debido  documen- 
to tan  importante  y  extenso.  Aunque  este  Reglamento  no 


(1)  Real  orden  17  de  Diciembre  de  1806.  «Ilustrísimo  Sr.:  En  vis- 
ta de  lo  representado  por  la  Villa  de  M¿idrid,  se  ha  servido  el  Key 
resolver  que  la  Dirección  de  teatros  vuelva  á  su  Ayuntamiento, 
cesando  los  que  en  ella  entienden  en  el  día;  proponiendo  el  mismo 
Ayuntamiento  á  S.  M.  quanto  crea  conveniente  par¿i  su  reforma  y 
separadamente,  y  desde  luego  lo  perteneciente  á  la  recaudación  y 
distribución  de  intereses.— José  Antonio  (Caballero.  ^  Sr.  Presidente 
interino  del  Consejo.» 

(2)  Archivo  muaicipaL  Legajo  2-465-1. 

(3)  Reglamento  general  para  la  Dirección  y  reformo,  de  teatros 
que  S.  M.  se  ha  servido  encargar  al  Ayuntamiento  de  Madrid  por 
su  Real  orden  de  77  de  Diciembre  de  1806,  aprobado  por  otrjx  de 
16  de  Marzo  de  7807.  Madrid,  MDCCCVÍI.  En  la  imprenta  de 
/a  hija  de  Ibarra;  4°,  marq.  i.xxxvni.  — 40  páginas  con  más  tres 
hojas  al  principio  sin  foliar 


capítulo  undécimo  253 


rigió  más  que  un  año  y  pico  á  causa  de  la  invasión  fran- 
cesa, fué,  con  todo,  base  de  otros  posteriores,  y  así 
creemos  deber  dar  una  idea  de  sus  principales  disposi- 
ciones. 

Fué  presentado  el  26  de  Enero  de  1807.  Consta  de  dos 
secciones  ó  títulos,  comprendiendo  entre  ambos  28  capí- 
tulos, divididos  en  varios  artículos. 

La  dirección  de  los  teatros  de  Madrid  la  llevarían  cua- 
tro Regidores  Comisarios,  presididos  por  el  Corregidor, 
un  Censor  literato,  el  Procurador  Síndico  y  el  Secretario 
de  Ayuntamiento.  Esta  Junta  formará  las  compañías  y 
administrará  los  caudales. 

El  Corregidor  entenderá,  con  inhibición  de  los  demás 
tribunales,  en  lo  contencioso  de  los  dependientes  de  los 
teatros  y  á  ellos  referente,  con  apelación  al  Gobernador 
del  Consejo. 

Los  comisarios  asistirán  en  luneta  ó  palco  (que  paga- 
rán) uno  á  cada  teatro,  y  ejercerán  todas  las  funciones  de 
inspección  que  les  parezca. 

Entre  los  demás  dependientes  habría  Contador,  Tesore- 
ro, Administrador  y  Alcaides  de  los  coliseos.  Escribano  de 
comisión,  cuatro  alguaciles  de  teatros  y  guardia  y  tropa 
para  custodia  de  las  puertas,  cobradores  de  billetes  y 
guardarropas,  cuyas  funciones  eran  relativas  á  los  cau- 
dales y  policía  de  los  espectáculos. 

Vengamos  ya  á  lo  dispositivo  acerca  de  los  actores.  Se- 
guía el  privilegio  respecto  de  las  compañías  de  Madrid. 
Se  formarían,  oyendo  á  las  primeras  partes  (galanes,  bar- 
bas y  graciosos),  en  la  primera  semana  de  Cuaresma  para 
no  perjudicar  á  les  teatros  de  provincias,  que  formarían 
después  sus  compañías. 

En  cado  teatro  habrá  un  encargado  ó  apoderado,  elegi- 
do por  la  Junta  de  la  terna  que  las  compañías  darán 
anualmente  de  cómicos  ó  jubilados,  el  cual  será  el  jefe 
de  cada  compañía,  y  á  quien  ésta  acudirá  para  dirigirse 
á  la  Junta.  Venían  á  ser  los  antiguos  autores. 

Las  listas  de  funciones  se   harán  mensualLií.ute  y  por 


254  ISIDORO   MAIQUBZ 


anticipado,  para  que  la  Junta  las  apruebe  y  disponga  lo 
relativo  á  material  para  la  ejecución  de  ellas. 

Los  cómicos  sobresalientes  tendrán  ayudas  de  costa,  y 
el  Reglamento  propone  dedicar  el  colegio  de  niños  doc- 
trinos (ó  de  San  Ildefonso)  á  colegio  de  enseñanza  de  bai- 
le, declamación  y  música  teatral,  pero  esto  no  se  hizo. 

Establece  la  jubilación  de  tres  cuartas  partes  del  suel- 
do mayor  que  haya  tenido  el  interesado;  puede  ser  volun- 
turia  ó  forzosa,  y  además  se  les  colocará  en  las  dependen- 
cias del  teatro,  si  lo  desean,  con  preferencia  á  los  ex- 
traños. 

El  partido  seria  el  que  vienen  gozando,  y  además  las 
partes  que  les  correspondan  después  de  cubiertos  todos 
los  gastos,  y  para  evitar  liquidaciones  mensuales  y  en 
meses  en  que  hay  poca  entrada,  cada  actor  tomará  de  las 
arcas  municipales  dos  partes  por  dia  como  término  me- 
dio; es  decir,  que  el  que  tenga  40  reales  percibirá  80  á 
reserva  de  aumentarla  en  las  liquidaciones  que  se  harán 
el  20  de  Diciembre  y  en  la  Semana  Santa.  (Entonces  se  ve- 
nían haciendo  liquidaciones  diarias.) 

Es  notable  el  artículo  en  que  consigna  la  conveniencia 
de  libertar  á  los  teatros  de  las  cargas  de  ¿beneficencia: 
«La  Junta  propondrá  á  la  piedad  del  Rey  algún  arbitrio 
para  la  más  pronta  extinción  de  estas  cargas,  pues  verda- 
deramente no  hay  relación  ninguna  entre  los  tres  coli- 
seos y  los  hospitales  de  Madrid,  los  frailes  de  San  Juan 
de  Dios,  las  niñas  de  San  José  y  el  Hospicio  de  San  Fer- 
nando. Estos  son  los  partícipes  de  una  buena  porción  de 
sus  productos;  de  que  procede  que  los  actores  sean  mal 
pagados,  la  decoración  ridicula  y  mal  servida,  el  vestua- 
rio impropio  é  indecente,  el  alumbrado  escaso,  la  música 
pobre  y  el  baile  pésimo  ó  nada.  De  aquí  que  los  poetas, 
los  artistas,  los  compositores  que  trabajan  para  la  escena 
sean  ruinmente  recompensados,  y  por  lo  mismo,  se  vean 
allí  las  heces  del  ingenio»  (1). 


(1)    Reglamento,  pág.  i-xxx. 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  255 


Se  elegirá  un  pintor,  hábil  en  óptica,  para  las  decora- 
ciones y  un  tramoyista  para  cada  teatro.  Establece  el  ar- 
chivo de  obras  literarias  y  musicales  servido  por  un  ar- 
chivero. 

Pero  la  mayor  novedad  de  este  Keglamento  era  lo  re- 
lativo á  los  autores  ó  escritores  dramáticos  y  composito- 
res musicales;  se  crean  los  premios  siguientes: 

Cada  tragedia  ó  comedia  nueva  original  rendirá  á  su 
autor  mientras  viva  un  ocho  por  ciento  de  su  producto  to- 
tal en  las  representaciones  que  se  hagan  de  ella.  Los 
«dramas  ó  comedias  sentimentales»  el  cinco. 

Las  traducciones  y  refundiciones  en  verso  el  tres  por 
ciento  durante  diez  años. 

Las  óperas,  oratorios  y  zarzuelas  originales,  cinco  por 
ciento  al  músico  y  tres  al  libretista. 

Las  traducciones  en  prosa,  las  piezas  antiguas  «que  no 
estén  más  que  corregidas»,  las  tonadillas,  sainetes  y  otros 
intermedios,  se  pagarán  alzadamente  por  una  vez. 

Cada  obra  había  de  sufrir  cuatro  censuras:  1.^,  .la  de  la 
Junta;  2.^,  la  del  Vicario  eclesiástico;  3.^,  la  del  encarga- 
do de  la  compañía  que  la  haya  de  ejecutar,  y  4.^,  la  del 
Censor  civil  y  literario.  Contra  el  dictamen  de  este  último 
la  .Junta  podía  acudir  á  otro  literato  distinguido. 

Á  los  compositores  adscritos  á  los  teatros  también  se 
les  aliviaba  algo  del  enorme  trabajo  que  antes  tenían,  li- 
mitando su  composición  anual  á  una  ópera  en  dos  actos, 
dos  operetas  y  12  tonadillas. 

Tal  era  el  nuevo  Código  cómico  que  dio  el  Ayuntamien- 
to de  Madrid  al  empezar  el  año  de  1807  á  1808  y  fué  apro- 
bado por  Real  orden  de  17  de  Marzo,  en  la  que  se  nom- 
braban por  Comisarios  al  Marqués  de  Perales,  á  D.  Juan 
de  Castañedo,  D.  Nicolás  de  los  Heros  y  D.  Rafael  Rey- 
nalte. 

Inmediatamente  se  consagró  la  nueva  Junta  á  la  for- 
mación  de  las  compañías,  proponiéndose  hacer  modifica- 
ciones de  importancia. 

Pero  desde  el  primer  instante  se  halló  con  una  dificul- 


256  ISIDORO   MAIQUEZ 


tad  tan  grande  como  inesperada.  Rita  Luna,  la  reinada 
la  escena,  la  actriz  siempre  admirada  y  aplaudida,  en  la 
cumbre  de  su  gloria,  en  el  apogeo  de  sus  facultades  y  en 
lo  mejor  de  su  vida,  dejó  repentinamente  el  teatro,  sin  que 
bastasen  á  retenerla  todos  los  esfuerzos  de  los  Comisa- 
rios, ni  los  ruegos  del  público,  ni  las  indicaciones  de  ele- 
vados personajes. 

A  la  verdad,  más  ó  menos  sincero,  era  ya  antiguo  este 
pensamiento,  y  en  1800  estuvo  á  punto  dé  realizarlo,  pri- 
mero cuando  se  la  forzó  á  representar  en  la  forma  dis- 
puesta por  la  Mesa  Censoria,  como  hemos  visto,  y  luego, 
cuando  en  este  mismo  año  se  desposeyó  á  su  padre  Joa- 
quín de  Luna  de  la  cobranza  de  la  luneta  en  uno  de  los 
teatros  que  á  ella  se  habia  concedido  en  1798.  Reclamó  en 
la  firma  de  aquel  año  contra  el  despojo,  pero  se  le  contes- 
tó que  quien  tenia  36.000  reales  de  sueldo  no  podía  pedir 
lunetas,  pues  antes  sólo  tenía  15.000.  Disuelta  la  Junta  de 
reforma  solicitó  de  nuevo  la  devolución  de  la  plaza,  en 
Marzo  de  1803  y  hubo  que  concedérsela,  porque,  como  decía 
el  Corregidor  al  ministro  Caballero,  la  Rita  se  resistía  á 
representar,  con  pretexto  de  achaques  y  quebrantada  salud, 
solicitando  á  porfía  su  jubilación  y  fué  preciso  para  que 
desistiese  mejorarle  el  partido,  darle  descanso  (la  cua- 
resma y  el  verano  libre  y  una  sustituía  para  sus  papeles 
cuando  ella  no  pudiese  salir),  y  á  su  paire  la  cobranza  de 
la  luneta  (1). 

El  mismo  motivo  alegaba  ahora,  aunque  era  á  todas  lu- 
ces supuesto,  pues  gozaba  de  perfecta  salud.  Y  recibido 
su  memorial  se  le  dio  por  la  Junta  la  siguiente  res- 
puesta. 

«La  Comisión  ha  visto  el  papel  de  Vmd.,  que  asaba  de 
recibir,  y  enterada  de  su  contenido,  debe  manifestarla 
que  nos  hallamos  dispuestos  á  complacer  á  Vmd.  en  cuan- 
to tengamos  arbitrio,  y  no  se  oponga  á  la  justicia  y  buen 
servicio  del  público.  No  hallamos  motivo  para  acceder  á 


(\ )    Archiao  nmiilipal.  Sección  de  espectáculos.  í-egajo  2-478-18. 


CAPÍTULO   tTNDÓCIMO  S5( 


darle  á  Vmd.  la  jubilación  que  solicita,  ni  tal  resulta  de 
la  certificación  que  ha  presentado:  en  consecuencia,  esta- 
mos determinados  á  que  V.  continúe,  lo  menos  por  el  año. 
cómico  próximo,  en  los  mismos  términos  que  el  presente, 
esto  es,  en  partir  la  parte  de  damas,  quedándole  libre  el 
verano  y  la  Cuaresma,  aseg-urando  á  Vmd.  la  Comisión, 
que  hallando,  como  espera  en  el  juicio  y  buen  carácter 
que  tiene  Vmd.  acreditado,  y  la  docilidad  que.se  promete, 
procurará  buscar  medios  para  acreditarla  el  aprecio  y 
distinción  que  Vmd.  la  merece  y  sobre  cuyo  particular 
espera  su  última  resolución.  Madrid  8  de  Marzo  de  1807.— 
Sra.  Rita  Luna»  (1). 

Después  de  algunas  vacilaciones,  tanto  que  los  Comisa, 
rios  creyeron  que  continuarla,  neg-óse  obstinadamente  á 
firmar  su  contrato.  La  Junta  se  resignó  á  reemplazarla  y 
asi  lo  comunicó  al  público  en  el  siguiente  anuncio,  donde 
se  vislumbra  claramente  el  temor  de  que  la  creyesen  causa 
de  aquella  separación  impensada. 

«A  pesar  de  las  repetidas  persuasiones  y  condiciones 
ventajosas  que  los  Comisarios  de  teatros  han  hecho  á  la 
actriz  Rita  Luna,  con  el  fin  del  mejor  servicio  del  público, 
se  ha  negado  ésta  á  firmar  su  contrata,  con  achaque  de 
estar  enferma  y  no  poder  continuar  representando.  Los 
Comisarios  han  creido  necesario  advertir  de  esto  al  públi- 
co y  de  que  han  empleado  inútilmente  cuantos  medios 
podian  decorosamente  usar  para  que  no  careciese  de  una 
parte  tan  apreciable;  y  para  que  el  mismo  público  conozca 
que  no  ha  pendido  de  la  actividad  y  celo  del  Ayuntamien- 
to y  sus  Comisarios  no  hallarse  en  las  listas  el  nombre  de 
aquella  actriz,  á  quien  tanto  ha  distinguido  y  aplaudido 
mientras  permaneció  en  el  teatro»  (2). 

Pero  ofendida,  al  mismo  tiempo,  de  la  tenacidad  de  la 
cómica,  se  negó  á  concederle  la  jubilación,  como  pedia, 
fundándose  en  que  no  estaba  imposibilitada  de  trabajar, 
sino,  al  contrario,  en  todo  el  vigor  de  sus  medios  artísti- 
cos. Rita  acudió  en  queja  al  Rey  y  el  Gobernador  del  Con- 


(i)    Archiüo  municipal.  Legajo  2-467-6:  «Copia  de  la  contestación 
dada  por  la  Comisión  a  la  actriz  líita  Luna». 
(2)    Diario  de  Madrid,  del  25  de  Marzo  de  1807. 

17* 


258  ISIDORO   MAIQUEZ 

sejo  pidió  informe  á  los  Comisarios,  quienes  le  enviaron  el 
siguiente,  explicativo  de  las  incidencias  de  este  asunto: 

«En  consecuencia  de  la  orden  de  V.  S.  de  4  del  corrien- 
te, para  que  le  instruyamos  sobre  los  recursos  de  la  actriz 
Kita  Luna   y  el  actor  Manuel  García  Parra,  á  fin  de  que 
pueda  informar  á  S.  M.  acerca  de  dichas  pretensiones, 
debemos  decir  que  la  sola  sencilla  lectura  del  memorial 
de  la  Luna,  da  una   completa  idea  de  cuanto  aprecia  la 
Comisión  sus  talentos  cómicos,  pues  que  la  ha  rogado  con- 
tinuase en  el  teatro  y  ofrecido  todas  las  ventajas  pecunia- 
rias que  quisiese  exigir,  conservándole  las  prerrogativas 
y  exenciones  que  habia  disfrutado.  Mas,  sin  embargo,  se 
obstinó  en  que  se  le  habia  de  dar  la  jubilación,  pretextan- 
do hallarse  imposibilitada  de  continuar  trabajando  por  su 
quebrantada  salud.  La  Comisión,  que  mira  uno  de  sus  pri- 
meros deberes,  procurar  el  mejor  servicio  del  público,  no 
perdonó  medio  de  hacer  entender  á   la  Luna  que  no  podía 
ni  debía  privar  al  público  de  sus  talentos  cómicos  que 
tanto  aprecia  y  que  de  consiguiente  no  accedería  en  darle 
la  jubilación  que  solicitaba.  En  primer  lugar,  porque  para 
obtener  la  jubilación  no  hay  tiempo  determinado,  como 
equivocadamente  cree,  y  sí  lo  es  sólo  la  absoluta  imposi- 
bilidad del  sujeto,  al  1.^,  2.*^,  10  ^^  ó  trigésimo  año  de  estar 
en  el  teatro,  según  así  lo  tiene  resuelto  S.  M.,  y  se  practi- 
ca constantemente  y  sin  variación,  al  paso  que  no  es  así 
para  gozar  el  Montepío,  porque  para  ello  basta  haber  con- 
tribuido á  su  fondo  por  espacio  de  ocho  años,  conforme  al 
capitulo  4.°  de  sus  estatutos,  de  que  acompañamos  copia. 
En  segundo  lugar,  porque  para  obtener  la  jubilación  debe 
justificar  en  debida  forma  la  imposibilidad  de  continuar 
trabajando   y  no  lo  ha  hecho,  pues  la  certificación   que 
acompaña  del  médico   de  cabecera,  está  limitada  á  decir 
hace  cuatro  días  está  visitando  á  la  actriz  Rita  Luna,  que 
se  halla  acometida  de  un  cólico  bilioso,  á  la  que  se  están 
administrando  baños  y  otras  medicinas,  por  cuyo  motivo 
se  halla  imposibilitada  para  las  comparecencias  judiciales 
y  demás  actos,  por  ahora.  En  tercer  lugar,  porque  sin  em- 
bargo de  haberla  manifestado  las  ideas  de  la  Comisión  y 
la  imposibilidad  de  acceder  á   su  solicitud,  en  papel  de  8 
de  Marzo  último,  de  que  acompañamos  copia  para  la  mejor 
inteligencia  de  V.  S.,  no  ha  tratado  de  comprobarlo  ni  aun 
en  el  recurso  que  ha   dirigido  á  los  pies  del  Rey,  lo  que 
acredita  hasta  la  evidencia  que  los  facultativos  no  hallan 
mérito  suficiente  para  prestar  sus  firmas.  En  cuarto  lugar, 
se  infiere  de  sus  mismas  proposiciones,  que  no  tiene  la 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  S5Ó 


imposibilidad  que  aparenta,  porque  si  la  tuviese  no  se 
ofrecería  á  trabajar  los  días  que  propone,  esto  es,  los  que 
le  dicte  su  voluntad,  sometiendo  á  su  arbitrio  al  Gobierno, 
al  público  y  á  las  compañías  cómicas. 

De  otra  parte,  la  Comisión  ha  tenido  presente,  según 
consta  de  documentos  originales  que  esta  actriz  en  todos 
los  años  anteriores  desde  el  de  1798,  ha  hecho  iguales 
gestiones,  con  la  mira  de  obtener  nuevas  exenciones  y 
privilegios  y  se  ha  creído  con  sobrado  fundamento,  que  en 
el  presente  aspirase  á  lo  mismo,  por  cuya  razón  se  le  han 
prodigado  por  la  Comisión  las  recompensas,  con  tal  de 
que  trabajase  lo  mismo  que  en  el  año  cómico  anterior,  que 
fué  bastante  poco;  pero  todo  ha  sido  inútil  y  no  puede 
comprender  la  Comisión  entre  los  dos  extremos  de  haberla 
ofrecido  recompensas  á  su  arbitrio  y  de  no  justificar  su 
legítima  imposibilidad,  cual  será  el  motivo  de  conducirse 
así  y  negarse  \  servir  á  un  público  que  tanto  la  ha  distin- 
guido. 

En  vista  de  todo  lo  referido,  la  Comisión,  á  pesar  de  lo 
mucho  que  aprecia  á  esta  actriz  y  de  que  le  ha  dado  repe- 
tidas pruebas,  conforme  ella  misma  asegura,  ha  creído  un 
¿eber  suyo,  fundado  en  la  razón  y  la  justicia,  no  incluirla 
en  la  lista  de  jubilados  que  presento  á  V.  S.  para  su  apro- 
bación» (1). 

Firman  este  dictamen  en  Madrid,  á  11  de  Mayo  de  1807, 
D.  Nicolás  de  los  Heros,  El  Marqués  de  Perales,  Rafael 
Reynalte  y  Juan  Castañedo. 

El  Ayuntamiento  propuso,  como  medio  de  resolver  el 
conflicto,  no  la  jubilación,  sino  una  ayuda  de  costa  de 
8.200  reales  anuales,  que  eran  los  que  le  corresponderían 
por  la  jubilación,  en  tanto  no  acredita  su  imposibilidad,  y 
obligándose  á  salir  á  escena  cuando  el  Rey  quisiera. 

Con  fecha  8  Junio,  pide  D.  Arias  Mon,  Presidente  del 
Consejo,  inmediatamente  el  expediente  formado  para  el 
asunto  de  Rita  Luna;  con  fecha  24  de  Junio,  resuelve  de 
Real  orden,  se  la  den  los  8.200  reales  desde  1.^  de  Mayo 
de  1807(2). 

Asi  abandonó  para  siempre  á  los  treinta  y  seis  años  el 
templo  de  sus  triunfos  escénicos  esta  famosa  artista.  Hi' 


(1)  Archioo  municipal.  Legajo,  2-467-6. 

(2)  ídem  id. 


^60  ISIDORO   MAÍQÜE¿ 


ciéroüse  entonces  y  se  vienen  haciendo  hoy  varios  cálcu- 
los y  presunciones  sobre  los  motivos  de  su  retiro.  Quizá 
no  hubo  más  que  el  cansancio  y  escaso  apego  al  arte,  en 
que  tanto  sobresalía.  La  oferta  de  representar  cuando  ella 
quisiese,  aleja  la  idea  de  causa  más  recóndita  ó  misterio- 
sa, como  amores  contrariados,  anhelos  no  satisfechos  ó 
dimes  y  diretes 
con  las  autori- 
dades. I 

Rita  Luna  no 
había  sido  nun- 
ca hermosa;  ca- 
si pudiera  lla- 
mársela fea,  se- 
gún sus  faccio- 
nes, á  juzg-ar  | 
por  los  retratos  ' 
que  han  queda- 
do y  las  memo- 
rias de  algunos 
que  la  conocie- 
ron en  este 
tiempo,  como 
D.  Antonio  Al- 
calá Ga  li  an  o. 
Pero  en  lo  físi- 
co, tenia  esta- 
tura alta,  cuer- 
po airoso  y  de  l  .  .. 
graciosos    mo-     / 

vimientOS,  ojos     Grabado  antiguo  conservado  en  la  Biblioteca  Nacional  (l]. 


H)     Lc'i  inscripción,  que  apenas  se  lee,  de  este  retrato  dice: 

Si  á  la  naturaleza  Pero  no  es  arte,  no;  tus  sentimientos 

pudiese  el  arte  aventajar,  contemplo  nacen  del  corazón,  que  mal  pirdierañ 

que  ofrecerías  tú  el  primer  eicmplo.  en  el  rostro  pintarse  los  acentos 

Tú,  que  de  su  belleza  si  allí  profundamente, 

imitadora  fiel,  s.ibcs  prudente  actriz  sin  par,  grabados  no  estuvieran, 
desechar  lo  que  el  gusto  no  consiente. 


CAPÍTULO    UNDÉCIMO  261 


muy  vivos  y  de  gran  expresión,  que  reflejaban  con  cla- 
ridad y  fuerza  todas  sus  emociones;  voz  de  agradable 
timbre,  sonora  y  modulable  con  facilidad,  hasta  reducirla 
á  un  suspiro. 

Estos  adecuados  medios  naturales  estaban  al  servicio 
de  un  alma  de  temperamento  naturalmente  artístico,  pues 
Rita  Luna,  como  todas  nuestras  actrices,  carecía  de  ins- 
trucción algo  seria.  Pero  adivinaba  por  intuición  el  ca- 
rácter de  los  personajes  que  hacia,  y  entonces  no  era  posi- 
ble imaginar  perfección  mayor  en  el  arte  de  expresar  los 
afectos. 

No  era  sólo  el  dolor  moral,  aquel  acento  patético  qué 
al  decir  del  mismo  A.  Galiano  «partía  el  corazón  de  sus 
oyentes».  Eran  la  ternura  maternal,  la  piedad  de  una  hija, 
los  arrebatos  de  pasión  de  amor,  los  celos,  la  ironía  pun- 
zante, y  hasta  las  veleidades  y  caprichos  de  la  vanidad, 
con  los  que  á  su  placer  manejaba  el  corazón  del  que  la 
oía,  haciéndole  pasar,  mal  de  su  grado,  por  las  emociones 
más  diversas. 

Tenía  defectos:  algunos  nacidos  del  poco  estudio  que 
ponía  en  ciertas  minucias  del  oñeio,  como  volverse  á  los 
espectadores  en  determinados  relatos;  otras,  equivocaba 
el  alcance  ó  naturaleza  de  aus  papeles,  pero  aun  entonces 
su  influencia  en  el  público  era  tal,  que  nadie  se  ocurría 
advertir  el  error,  sino  dejarse  llevar  por  el  rumbo  que  la 
fantasía  de  la  cómica  daba  á  sus  personajes. 

Arriaza,  que  era  uno  de  sus  muchos  admiradores,  com- 
puso una  delicada  «inscripción»  poética  para  el  busto  de 
Rita,  esculpido  con  expresión  dolorida  ó  «en  calidad  de 
trágica». 

Si  algún  mortal  tan  insensible  vive 
que  de  esa  tu  expresión  siendo  testigo, 
dolor  ij^^ual  al  tuyo  no  recibe, 
no  le  pidas  al  cielo  otro  castigo 
más  que  el  mismo  rigor  que  le  pronibe 
el  dulce  bien  de  suspimr  contigo  (1). 


(1)    Poesías  de  Arriaba,  en  la  Biblioteca  Rivadeneyra,  pág.  133. 


262  ISIDORO   MAIQUEZ 


Retirada  ya  del  teatro,  se  retiró  también  de  la  corte, 
yéndose  á  vivir  al  Pardo,  después  de  varios  cambios  de 
domicilio  y  se  entregó  á  la  devoción  con  exceso;  su  carác- 
ter algo  desequilibrado,  le  llevó  á  indisponerse  con  los 
individuos  de  su  familia.  Murió  en  Madrid,  en  6  de  Marzo 
de  1832,  de  pulmonía,  siendo  sepultada  en  el  cementerio 
genei  al  del  Sur,  hoy  cerrado  (1). 


Rita   Luna 

Copia  del  cuadro  de  Goya,  propiedad  de  los  herederos 
del  Excmo.  Sr.  Duque  di  Béjar.  ' 


(1)    Sólo  á  título  de  curiosidad,  diremos  que  Rita  Luna  ha  sido 
también  asunto  Uterario,  como  lo  prueba  la  siguiente  pieza: 


capítulo  undécimo  263 


Para  reemplazarla,  se  buscó  á  la  misma  Coleta  Paz,  que 
en  el  año  que  acababa  de  terminar-habia  partido  con  Rita 
las  primeras  damas.  No  tenia  mucho  deseo  del  puesto,  pe- 
ligroso aun  para  ella,-  por  lo  cual  los  Comisarios  no  le 
escatimaron  las  ofertas  halagüeñas,  llegando  á  asegurarla 
que  sólo  la  firma  de  aquel  año  le  bastaría  para  su  jubila- 
ción, aunque  no  trabajase  más  en  Madrid  (1). 


Rita  Luna.  Comedia  en  un  acto.  Madrid,  1848.  Establecimiento 
tipográfico  de  D.  F.  A.  Teruel,  calle  de  la  Greda,  3  y  5:  4.°,  47 
páginas.  Lle\»a  este  reparto:  Rita:  Matilde  Díe/..— Luisa:  Josefa  No- 
riega.— D.  Segundo:  José  Calvo.— Julián:  Manuel  Osorio. 

No  vale  cos'a:  un  joven  enamorado  de  Rita  y  autor  de  una  trage- 
dia, recibe  gran  sorpresa  cuando  ella  se  finge  grosera  y  fea  y  estú- 
pidií  en  su  casa,  para  curarle  do  su  amor  á  instancias  del  padre  del 
joven,  un  escribano  de  provincias  que  ve' á  su  hijo  perdido  por  los 
amores  de  la  actriz.  Concluye  ofreciendo.  Rita  casarse  acaso  con  el 
jjoeta;  y,  cuando  éste  ya  desengañado  de  que  no  es  fea,  ni  estúpida 
y  declama  muy  bien  su  obra,  insiste  en  sus  amores,  cae  el  telón. 

d)  Porque  sirve  para  ¡lustrar  la  retirada  de  Rita  Luna,  copia- 
remos el  oficio  que  uno  de  los  Comisarios  dirigió  muchos  años  des- 
pués al  Alcalde,  cuando  Coleta  pedía  su  retiro  y  fundaba  su  derecho 
en  las  ofertas  hechas  en  1807. 

«Fn  cumplimiento  de  cuanto  V.  S.  me  previeno  en  su  olici.»  de  9 
del  corriente,  debo  manifestarle:  Que  hallándome  individuo  do  la 
Junta  de  dirección  y  reforma  de  Teatros,  según  el  reglamento 
aprovado  por  S.  M.  en  16  de  Marzo  de  18ÍJ7,  para  la  formación  de 
Compañías  Cómicas  de  esta  Capital;  ocurrió  la  inesperada  novedad 
de  que  la  Sra.  Actriz  Rita  Luna,  por  motivo  do  su  quebrantada 
salud,  pretendió  su  jubilación,  sin  que  bastasen  las  ofertas  que  se  le 
hicieron  á  retraerla  de  su  intento,  lín  este  compromiso  de  la  Junta, 
casi  á  la  apertura  de  los  teatros  sin  tener  parte  de  dama  alguna  que 
( I uisiese  encargarle  de  su  desempeño  por  el  riesgo  que  ofrecía  el 
reemplazo  de  una  actriz  inimitable  y  el  justo  aprecio  que  había 
merecido  del  Público ,/t¿''  llamad'j,  la  Sra.  María  Coleta  Paz  i)or  la 
Junta  y  enterada  del  empeño  de  Madrid,  aunque  con  temor  se 
prestó  "gustosa  á  servir  al  Público  con  pérdida  de  mayores  intereses 
que  podían  ofrecerla  en  cualípiiera  de  las  Empresas  de  los  Teatros 
de  las  Provincias  del  Reyno  y  lo  ([ue  es  más,  con  el  riesgo  de  perder 
su  acreditada  opinión;  nó  pucliendo  esperar  de  ningún  modo  llenar 
el  hueco  de  la  parte  (pie  reemplazaba,  por  cuya  resolucnón  no 
hay  duda  alguna  en  (jue  la  Junta,  de  acuerdo  con  el  Ayuntamiento, 
la  ofreció  nw'  sólo  li  firma  de  aquel  año  la  seroiría  con  /as  que  de 
anterior  líeoase  pora  completar  el  número  de  años  preoenido  paro, 
disfrutar  la  Jubilación  de  su  parte.  Por  fin,  presentóse  al  Pú- 
blico, quien  con  su  acostumbrada  benignidad  en  semejantes  cir- 
cunstancias, la  recivió  con  el  aplauso,  que  merecía  su  docilidad  y 
buen  deseo.  Que  es  cuanto  puedo  informar  á  V.  S.  con  la  ingenuí- 


264  ISIDORO   MAIQUBZ 


No  era  ciertamente  desconocida  de  los  madrileños  la 
nueva  primera  de  la  Gruz.  Desde  1799,  en  que  apareció 
como  sobresalienta  de  primeras  y  segundas  damas,  que- 
dando al  siguiente  como  sustitutíf  de  Rita,  aun  volvió  á 
figurar  en  las  listas  de  1802  á  1803  como  segunda  de  ésta, 
en  cuya  escuela  se  formó,  trabajando  los  años  intermedios 
en  Granada  y  otros  puntos. 

Coleta  no  era  de  familia  de  cómicos  y  entró  en  el  teatro 
por  circunstancias  excepcionales,  como  nos  revela  la  si- 
guiente curiosísima  querella  que  su  padre  presentó,  unos 
meses  antes,  al  Conde  de  Isla,  Gobernador  interino  del 
Consejo,  para  que  la  apartasen  de  unos  amores  inconve- 
nientes. 

En  14  de  Agosto  de  1806,  D.  José  García  Godínez  de 
Paz,  expone  que  lleva  cuarenta  y  seis  años  de  vecino  en 
la  corte-,  que  tuvo  un  hijo  varón  que  murió  á  los  veintitrés 
años,  siendo  subteniente  en  el  regimiento  de  la  Princesa; 
que  casó  á  su  hija  Maria  Coleta  con  D.  Joaquín  Barón  y 
Domingo,  abogado  del  Colegio  de  esta  corte,  hijo  de  otro 
abogado  del  mismo  colegio.  «El  yerno  del  exponente  por 
sus  exiravíos  cayó  en  desagrado  del  Rey  y  fué  desterra- 
do por  S.  M.»  Que  el  mismo  yerno  sugirió  á  su  mujer  «para 
perderla»,  la  idea  de  ponerse  al  ejercicio  de  cómica.  Pasó 
ella  de  primera  actriz  á  Granada  y  allí  se  amistó  «no  sin 
común  escándalo  con  Miguel  Muñoz,  cuarto  galán  de 
aquella  compañía  cómica  (casado  y  separado  de  su  mu- 
jer), y  en  seguida  y  por  oficios  y  seducción  de  Ana  García, 
madre  de  dicho  Miguel,  no  pararon  hasta  venirse  esta  fa- 
milia á  la  misma  casa  habitación  de  María  Coleta,  cau- 
sando doble  escándalo  y  mucho  perjuicio  á  los  intereses 
de  ésta  y  de  sus  párvulos  hijos,  por  la  mescolanza  de  sa- 
larios que  tomándolos  él  los  gastaba  sin  cuenta  ni  razón 
y  como  si  fueren  iguales,  siendo  el  de  ella  mucho  mayor  y 
teniendo  Miguel  mucha  más  familia  y  notándosele  allí  en 


dad  que  me  caracteriza.— Dios  p^uarde  á  V.  S.   muchos  años.  Ma- 
drid 12  de  Mayo  de  1820.  — Rafael  Reynalte.»  (Papeles  del  autor.) 


CAPITULO    UNDÉCIMO  265 


Granada  varios  gastos  de  lujo  que  desdecían  de  sus  cortí- 
simos posibles».  María  Coleta  tuvo  que  pasar  á  Murcia  en 
la  Cuaresma  última,  j  de  allí  á  esta  corte,  y  el  Miguel  Mu- 
ñoz siempre  la  ha  acompañado,  y  aunque  estaba  ajustado 
para  Granada,  dijo  haberse  retirado  del  ejercicio  para  no 
salir.  Habita  la  misma  casa  de  Coleta,  sigue  el  escándalo; 
Muñoz  trajo  de  Granada  á  la  casa  muchos  parientes.  Aho- 
ro  engolfó  á  la  Coleta  en  una  compañía  á  Alcalá,  donde 
fueron  con  empleo  él,  su  madre,  su  prima  y  su  sobrino.  El 
padre  también  vivía  con  su  hija  (por  no  poder  otra  cosa), 
dice;  pide  se  separe  á  Muñoz  y  familia. 
'  El  Corregidor  de  Alcalá  informa  que  el  cuarto  galán  es 
Antonio  González,  si  bien  en  la* lista  decía  al  presentarla 
Miguel  Alvarez;  que  el  que  acompaña  á  la  Coleta  en  la 
misma  posada  es  el  primer  galán  José  Miguel  Moreti  y 
ella  dice  que  es  primo  suyo.  (Alcalá  21  Agosto  1806.) 

En  su  virtud^  se  desestimó  la  petición  del  padre,  que  pa- 
rece extraño  no  estuviese  mejor  enterado  (1). 

Esta  expedición  veraniega,  la  hizo  Coleta,  en  tanto  es- 
taba cerrado  el  teatro  de  la  Cruz. 

A  la  jubilación  de  Eita  Luna  siguieron  otras.  Su  her- 
mana Andrea  Luna  pidió  la  suya,  alegando  haber  tenido 
un  esputo  de  sangre;  le  fué  concedida  sin  dificultad,  por- 
que esta  actriz,  sin  ser  mala,  era  perezosa,  sin  entusiasmo 
artístico,  y  se  hallaba  mejor  avenida  con  la  vida  del  ho- 
gar. Sobrevivió  veinte  años  á  su  retiro,  falleciendo  en 
el  año  1826. 

Rosa  García  Ugalde  también  fué  jubilada,  aunque  no 
voluntariamente.  Llevaba  veinticinco  años  haciendo  pa- 
peles de  segundo  orden  en  Madrid.  En  premio  de  su  doci- 
lidad pidió  y  logró  se  diese  partido  á  su  hija  mayor  Rosa- 
rio García,  después  muy  famosa.  Era  también  madre  de 
la  todavía  más  famosa  Loreto  García,  que  el  año  pasado 
había  ya  salido  á  escena  á  recitar  un  monólogo,  aunque 
su  edad  no  excediese  de  seis  años. 


íl)    Archivo  histórico  nacional.  Sala  8-A-4;  legajo  xiii. 


266  ISIDORO   MAIQUBZ 


Otra  cómica  de  las  más  célebres  y  excelentes  veinte 
años  antes  recibió  también  su  retiro,  por  no  gustar  el  pú- 
blico ya  de  ella,  como  dice  el  decreto  de  jubilación-,  fué 
Joaquina  Arteaga. 

El  caso  de  Manuel  García  Parra  fué  algo  más  compli- 
cado. La  Junta  no  lo  quería  colocar  y  él  entonces  pidió  su 
jubilación,  en  un  curioso  memorial,  alegando  llevar  diez 
y  seis  años  de  primer  actor.  «Que  por  la  desavenencia  del 
año  de  1803  tan  pública  que  tuvo  su  mujer,  Lorenza  Co- 
rrea, con  el  Excrao.  Sr.  D.  José  Eustaquio  Moreno,  se  vio 
en  la  precisión,  aunque  á  su  pesar,  de  contemporizar,  con 
la  resolución  tomada  por  aquélla,  de  partir  á  París  y  de 
allí  á  Italia,  á  costa  de  incalculables  gastos  y  del  gran 
trastorno  que  le  costó  levantar  su  casa.»  Que  en  1805,  por 
decreto  del  Conde  de  Montarco,  recibido  en  París  y  dima- 
nado de  exposición  que  desde  Milán  envió  Parra,  se  pre- 
sentó en  Madrid,  y  aunque  Montarco  no  era  Gobernador 
del  Consejo,  fué  recibido  en  el  empleo  que  tenía  antes. 
Que  en  1806  fué  de  opinión  que  se  concediese  á  Maiqubz 
volver  á  las  compañías  de  Madrid  con  quien  se  puso  á  Ca- 
rretero; pero  luego  éste  vino  subrepticiamente  á  la  Cruz 
y  Parra  tuvo  que  ir  al  Príncipe  al  lugar  que  Carretero  de- 
jaba. Añade  que  tiene  una  hermana  huérfana  y  un  hijo 
en  ParíB  en  una  pensión  (18  Marzo).  Pide  le  conserven  ó 
le  jubilen  (1). 

Los  Comisarios  tampoco  querían  jubilarle,  diciendo  que 
aun  no  estaba  imposibilitado  para  el  trabajo;  y,  sin  em- 
bargo, daban  como  razones  para  no  admitirle  en  los  tea- 
tros de  Madrid  las  de  «que  no  gusta  al  público,  que  desde 
su  viaje  á  París  está  duro  de  memoria  y  se  equivoca  en 
decir  sus  papeles».  Y  con  estas  gracias  querían  que  ha- 
llase el  pobre  Parra  colocación  en  otros  teatros.  Decían, 
por  otro  lado,  que  no  era  anciano;  que  su  prima  Juana 
García,  después  de  jubilada,  trabajó  bastantes  años  en 
Cádiz  y  Barcelona  «y  ahora  mismo  está  en  Cádiz,  pero  no 


(1)    Archivo  municipal.  Legcijo  2-467-3. 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  267 


percibe  la  jubilación»,  (11  de  Mayo)  (1).  Al  fin,  por  Keal 
orden  de  4  de  Junio  se  le  concedió  licencias  para  trabajar 
en  provincias  sin  perder  la  jubilación,  cuando  se  le  de- 
biese conceder;  y  allá  fué  el  infeliz  autor  del  Origen,  épo- 
cas y  progresos  del  teatro  español  á  remar  todavía  algu- 
nos años.  Mal  cómico  lo  era;  ni  comparación  sufría  no  ya 
con  Maiquez,  pero  ni  con  Carretero,  Ponce,  Prieto,  Gon- 
zález y  otros  buenos  galanes  que  entonces  abundaban. 
Tenía  instrucción  y  amor  al  arte;  pero  pocas  condiciones 
naturales  y  prejuicios  y  resabios  que  le  hacían  muy  afec- 
tado. 


yVlANUEL  pARCÍA  PaRRA   EN   I788  Y   l802  (2). 

Perdieron  también  los  teatros  nacionales,  y  para  siem- 
pre, al  insigne  tenor  Manuel  Garcia,  que  en  el  mes  de  Fe- 
brero salló  de  Madrid  y  luego  de  España  en  compañía  de 
su  mujer  y  de  la  Joaquina  Bj-iones,  quien  al  año  siguien- 
te, en  24  de  Marzo,  dio  á  luz  en  Turin  á  la  Malibrán  (3). 


(1)  Archwo  inuiiicipal.  Legajo  2-467-6. 

(2)  Kstos  dos  retratos  se  hallan  uno  en  la  portada,  grabada  por 
Martí,  del  Manifiesto  por  lofi  teatros  españoles  ¡¡sus  actores... 
Compuesto  por  Manuel  García  de  Vtllaiuieüa,  Parra,  IJgalde  ij 
M>idrid,  primer  fiaíán  de  la  compañía  de  Eusehio  Ribera.  Ma- 
drid, MDfci.xxxviíi,  en  la  imprenta  de  la  Viuda  de  Ibarra,  4.",  40 
páginas,  V  el  segundo  en  el  Origen,  épocas  ¡j  progresos  del  teatro 
español;  discurso  histórico...  j>or  Manuel  García...  Parra, primer 
actor  de  una  de  las  compañías  cómicas  de  esta  corte.  PJn  Ma- 
drid, en  la  imprenta  de  D.  Gabriel  de  Sancha.  Año  de  1802;  4.°, 
xxx-342  páginas,  también  grabado  por  Martí. 

C3)  Al  terminar  el  año  cómico  de  1806  quedaron  las  compañías 
debiendo  al  tesorero  de  los  teatros  13.193  reales,  de  ellos  correspon- 
dían pagar,  á  Manuef  García  261  6  sean  7  V*  partes  á  razón  de  36 


268  ISIDORO    MAIQUEZ 


Eq  vano,  para  retenerle,  se  le  había  nombrado,  en  13  de 
Octubre  del  año  pasado  de  1806,  músico  compositor  de  los 
teatros  de  Madrid  (1).  Bien  porque  la  Junta  de  ahora  no 
le  confirmarse  este  nombramiento  ó  por  otras  causas  no 
firmó  en  las  nuevas  listas,  y  se  fué  á  adquirir  mayor  y  me- 
recida fama,  á  costa  de  no  pocos  contratiempos  y  amar- 
guras. 

Quedaron  las  compañías  formadas  de  la  manera  que 
consta  en  otra  perte;  se  nombraron  encargados  de  la  del 
Príncipe  á  Antonio  Robléis  y  de  la  Cruz  á  Francisco  Ra- 
mos, ambos  actores  jubilados,  y  muy  distinguidos  en  su 
época,  elegidos  en  la  forma  prevenida  por  el  Reglamento, 
y  pudieron  los  teatros  empezar  sus  funciones  en  la  Pascua 
(29  de  Marzo).  Maiquez  y  su  mujer  en  el  Principe,  con  una 
obra  nueva  titulada  La  juventud  de  Enrique  F(2),  come- 
dia no  escasa  de  interés,  traducida  de  otra  de  Alejandro 
Duval,  de  igual  título,  que  acababa  de  estrenarse  en  Pa- 
rís. Coleta  y  Carretero  empezaron  en  la  Cruz  con  El  viejo 


reales  de  su  partido,  y  á  su  mujer  Manuela  de  Morales  145,  respec- 
to de  20  reales  que  tenía  de  partido. 

En  4  Abril  1807  se  ordenó  á  García  pagase  los  406  reales  .y^pidió 
espera  hasta  llegar  á  Valladolid  «donde  daré  (dice)  algunas  repre- 
sentaciones para  con  ellas  contribuir  al  costo  de  mi  viaje... ^^  Tam- 
bién se  proponía  trabajar  en  otras  capit¿ües  que  estaban  al  paso  de 
su  camino  para  I'rancia.  (F*apeles  de  Barbiéri). 

(1)  El  propio  Manuel  García  había  pedido  la  plaza  de  composi- 
tor del  Príncipe,  vacante  por  haber  pasado  D.  Mariano  Ledesma  á 
músico  de  la  Real  Capilla.  Informaron  favorablemente  D.  Blas  de 
la  Serna  (3  de  Octubre),  José  l^arbieri  (6  del  mismo  mes)  y  Fran- 
cesconi  dio  (en  10  de  Septiembre)  una  respuesta  evasiva.  (Papeles 
de  Barbieri.)  .      '  ^ 

(2)  Esta  comedia  se  ha  impreso  diversas  veces  con  los  títulos  de 
Enrique  V,  Las  mocedades  de  Enrique  V  y  Las  juventudes  de 
Enrique  V.  Maiquez  hizo  el  papel  de  Conde  Rochester,  consejero  y 
camarada  del  joven  y  calavera  Príncipe  de  Gales,  á  quien,  sin  em- 
bargo, hace  ver  lo  inconveniente  de  sus  travesuras  nocturnas,  con 
la  que  da  asunto  á  esta  comedia.  También  se  hizo  ópera,  y  en  1824 
se  nnprimió  un  libreto  en  castellano  é  italiano  con  el  título, de  Las 
juventudes  de  Enrique  V.  La  bella  tabernera,  ó  las  .aventuras  de 
una  noche.  Melodrama  jocoso  en  dos  actos,-  que  se  ha  de  repre- 
sentar en  el  teatro  del  Príncipe  de  esta  corte  para  beneficio  de  la 
Sra.  Loreto  García,  el  día  24  de  Febrero  del  presente  año.  Ma- 
drid, I.  Sancha,  1824,  8.°,  95  páginas.  " 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  269 


y  la  niña,  auxiliados  del  insigne  Quefol,  inimitable  en  el 
Muñoz  de  esta  obra,  asi  como  en  otras  muchas. 

Maiqubz  salió  el  11  de  Abril  con  La  esposa  delincuente, 
que  hizo  en  compañía  de  su  mujer,  en  tanto  se  preparaba 
para  uno  de  sus  mejores  éxitos. 

Entre  los  nuevos  actores  colocados  este  año,  lo  fué  como 
sobresalienta  de  la  compañía  del  Principe  la  andaluza 
Concepción  Velasco,  que  cubría  con  este  su  verdadero 
apellido,  y  á  quien  desgracias  domésticas  habían  lanza- 
do en  1795  á  las  tablas.  Cansada  de  los  escenarios  de  pro- 
vincias quiso  trabajar  en  Madrid;  salió  con  aplauso,  el  20 
de  Abril,  con  la  Fulgencia,  comedia  de  Rodríguez  de  Are- 
llano,  muy  celebrada,  en  unión  de  Antonio  González,  con 
quien  volvió  á  trabajar  á  pocos  días  en  El  buen  labrador, 
de  Comella. 

También  por  entonces  se  estrenó  un  nuevo  tenor  que 
prometía  no  igualar  pero  hacer  menos  sensible  la  pérdida 
de  García.  Llamábase  Julián  Muñoz,  y  ciertamente  no 
dejó  fallidas  las  esperanzas  que  en  él  habían  puesto. 

Viniendo  ya  á  los  grandes  estrenos  de  Maiqujsz  en  este 
año,  hallamos  el  primero  el  26  de  Abril,  con  la  tragedia 
del  erudito  ñlólogo  y  provenzalista  francés  Mr.  Ray- 
nouard,  titulada  Los  Templarios,  que  Maiquez  puso  en 
escena  con  lujo,  no  sólo  de  apariencias,  sino  de  trajes  he- 
chos exprofeso  y  otros  adornos  de  la  obra. 

La  tragedia  venía  precedida  de  gran  reputación,  sobre 
todo,  por  el  empeño  que  Napoleón  tuvo  en  que  se  repre- 
sentase bajo  sus  auspicios,  como  se  verificó  el  14  de  Mayo 
de  1805,  aunque  no  es  ni  mejor  ni  peor  que  otras  muchas 
tragedias  de  aquel  tiempo. 

La  acción  es  monótona,  acompasada  y  en  general  fría. 
Sobran  personajes,  ó  al  menos  son  innecesarios  en  la  for- 
ma en  que  aparecen.  Hay,  en  cambio,  dos  caracteres  sim- 
páticos y  bien  trazados:  uno  el  de  Marigny,  hijo  único 
del  principal  acusador  de  los  templarios,  que,  sin  embar- 
go, se  une  á  ellos,  los  defiende  y  muere  en  su  compañía. 
El  otro  es  el  del  Jacobo  de  Molay,  el  noble  Gran  Maestre 


270  lSlt>OílO  MAIQÜBZ 


de  la  orden  del  Temple,  algo  vago  en  los  primeros  actos 
de  la  obra,  pero  firme,  sereno  é  inspirado  en  los  dos  úl- 
timos. Maiqubz  hizo  este  papel  con  toda  la  dignidad  y 
grandeza  que  el  autor  quiso  poner  en  aquella  figura 
augusta.  Se  celebraron  el  pasaje  en  que  el  Maestre  se  re- 
bela contra  la  acusación  de  impiedad  y  herejía,  cuando 
contesta  al  Rey  Felipe  el  Hermoso: 


No  repitáis,  señor,  tan  alta  afrenta: 
¿Es  posible  que  vuestro  augusto  pecho 
un  momento  tan  sólo  pensar  pueda 
esa  calumnia  vil,  atroz  mentira, 
sin  castigar  las  atrevidas  lenguas 
que  con  tan  negra  injuria  nos  infaman? 
Si  es  fuerza  combatir  esta  sospecha, 
no  me  quiero  humillar  hasta  tal  punto; 
y  la  muerte  prefiero  á  mi  defensa. 
¡Traidores  á  la  fe,  cuando  juramos 
sacrificarnos  y  morir  por  ella! 

Y  aquel  otro  de  la  escena  cuarta  del  último  acto,  cuan- 
do, instado  por  todos  para  que  implore  la  clemencia  del 
Rey,  exclama: 


A  un  culpable  está  bien  se  le  perdone: 
el  inocente  no  lo  necesita. 
El  que  lo  pide,  aprueba  sus  delitos, 
y  tanta  humillación  empañaría 
nuestro  mérito  á  vista  de  los  buenos: 
la  inocencia  no  sufre  esta  ignominia. 
Venga  la  muerte,  si  la  muerte  sola 
de  nuestro  deshonor  nos  justifica  (1). 

Aun  no  se  habían  extinguido  los  aplausos  de  Los  Tem- 
plarios^ cuando  de  nuevo  salió  Maiquez  á  recibirlos  to- 


(l)  De  la  traducción  castellana  Los  Templarios,  se  han  hecho 
varias  impresiones;  la  primera  en  Madrid  ert  1807;  otra  que  acom- 
paña á  la  Historia  y  tragedia  de  los  Templarios.  Por  D.  Santiago 
Lopes.  Madrid,  'viuda  é'hijo  de  Aznar,  1813,  4.®,  con  paginación  y 
portada  diferentes  para  la  tragedia.  El  autor  dedica  esta  obra  al 
Empecinado.'  Hay  otra  de  Barcelona,  Piferrer,  sin  año,  en  4.°, 
etcétera. 

Todas  se  imprimieron  anónimas.  Moratín  la  atribuye  á  un  tal 
Rangel. 


CAPÍTULO    UNDÉCIMO  S71 


davia  más  efusivos  con  la  tragedia  de  Alfieri,  Orestes, 
traducida  por  D.  Dionisio  Solis.  Anuncióse  con  el  titulo 
de  El  Hijo  de  Agamenón,  pero  luego  le  dieron  el  que,  al 
fin,  prevaleció  y  con  el  que  fué  impresa  (1).  Presentóse 
también  con  el  detoro  y  propiedad  que  Maiqubz  desple- 
gaba en  tales  casos,  con  teatro  y  vestidos  nuevos.  La  in- 
terpretación estuvo  á  cargo  de  Antonia  Prado  que  hizo  la 
Electro,  Concepción  Velasco  á  Cliternnesira  (uno  de  sus 
buenos  papeles);  el  de  Pilades  lo  desempeñó  Andrés  Prie-. 
to  y  el  de  Egisto  Antonio  González.  Sobre  todos  descolló 
nuestro  Isidoro,  al  pintar  los  dos  solemnes  y  trágicos 
momentos  de  Orestes,  asi  cuando  introducido  en  el  pa- 
lacio de  sus  mayores,  siente  renacer  su  odio  contra  el 
asesino  de  su  padre,  como  después  de  consumada,  con  ex- 
ceso, la  venganza,  despedazado  por  los  remordimientos, 
delira  sin  concierto  al  huir  de  la  paterna  sombra  que  aira- 
da le  persigue. 

Es  verdad  que  esta  vez  halló  Maiqubz  un  poeta  digno 
de  él  y  de  la  grande  obra  que  traducía.  Puede  decirse 
que  Solis  superó  en  su  versión  las  bellezas  del  original, 
al  menos  en  algunos  pasajes,  sin  que  en  los  demás  deje 
de  mantenerse  al  nivel  del  trágico  italiano.  Todo  en  esta 
pieza  es  excelente;  la  entonación  vigorosa  y  digna;  el  es- 
tilo más  fluido  que  el  seco  y  áspero,  en  ocasiones,  del  mo- 
delo; el  lenguaje  escogido  y  noble;  la  versificación  co- 
rrecta y  armoniosa. 


i 


d)  Orestes;  tragedia  en  cinco  actos,  representada  por  la  pri- 
mera cez  en  el  coliseo  del  Principe,  día  30  de  Mayo  de  1807,  im- 
prenta que  fué  de  García.  Año  de  ISlh,  S°,  xxxiv-108  páginas. 
Lleva  una  aedicatoria  en  verso  suelto  á  Isuh)iio  Maiqukz  y  un  ex- 
tenso y  juicioso  prólogo  para  exponer  las  excelencias  de  ía  trage- 
dia de  Alfieri  ^y  manera  como  él  la  tradujo.  Poco  antes  que  el 
Orestes,  de  .Solis,  se  imprimieron  en  España  otros  tres  Orestes.  Uno 
de  D.  José  Ortíz  y  Sanz  (Madrid,  1790  y  1803),  otro  del  cómico  José 
Concha  CBarceloña,  sin  año,  4.°,  por  Gibert  y  Tuto),  y  otro  de  don 
Cándido  María  Trigueros,  que  parece  fué  el  único  se  inspiró  direc- 
tamente en  alguno  de  los  tres  trágicos  griej^os,  pues  los  tres  lleva- 
ron este  asunto  á  la  escena,  y  no  hemos  visto  la  tragedia  dé  Tri- 

;ueros. 


^?2  iSlDOTlO   MAIQÜE¿ 


¡Con  qué  fuerza  no  pinta  el  ansia,  el  feroz  anhelo  de 
vengarse  que  domina  á  Orestes  cuando  inesperadamente 
sé  halla  ante  el  sepulcro  del  grande  Atrida,  que  le  mues- 
tra su  hermana  Eleetra! 


Pílades,  perdona. 
Mas  ¿quién  mirando  el  doloroso  espectro 
de  mi  padre,  su  furia  enfr-enaría? 
Sí,  no  lo  dudes,  I^ílades,  que  abriendo 
le  vi  la  piedra  sepulcral;  por  ella 
víle  asomar  la  frente;  y  los  cabellos 
inmundos  y  revueltos  apartando 
del  amarillo  rostro,  que  cubierto 
tenía  en  llanto  y  sangre,  en  son  doliente 
me  dijo  estas  palabras,  que  en  los  senos 
del  alma  penetraron  por  mi  oído: 
—  ¡Hijo  cobarde,  Agamenón  ha  muerto; 
tienes  espada,  y  su  asesino  vive! — 
;Ah,  no;  lo  juro,  morirá  el  perverso, 
y  gota  á  gota  su  traidora  sangre, 
sombra  sedienta,  beberás  y  presto  (1). 

Véase  ahora  con  qué  diferente  tono  describe  la  herma- 
na de  Orestes  el  remordimiento  de  Clitemnestra,  madre 
de  ambos: 


Sus  tormentos 
son  tan  fieros  y  tantos,  que  tú  mismo 
procurarías  consolarla  en  ellos, 
si  la  mirases  padecer.  Cercada 
de  sobresaltos  y  continuo  miedo; 
de  todos  afrentada,  aborrecida 
de  su  cómplice  infame,  y  no  por  eso 
dejando,  en  su  delirio,  de  quererle; 
su  amor  y  su  delito  maldiciendo; 
y  resuelta  á  intentar  otro  delito, 
si  es  útil  á  su  amor;  de  mil  afectos 
contrarios  arrastrada,  á  quien  ni  cede 
ni  puede  resistir;  aun  propio-tiempo 
quiere  ser  madre  y  quiere  ser  esposa, 
y  ni  es  madre,  ni  esposa.  Amaneciendo 
ia  mira  el  sol  llorar;  llorar  la  mira 
cuando  desciende  al  mar.  Busca  en  el  sueño 
descanso  á  su  dolor,  y  en  sus  oídos 


(1)    Orestes,  pág.  35. 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  273 


suena  de  Atrida  el  temeroso  acento. 
Por  el  día  la  aflige  de  su  crimen 
el  atormentador  remordimiento, 
y  en  la  noche  de  lúridos  fantasmas 
ia  ciñe  un  cerco  tenebroso. 

CUESTES 

El  cielo 
castiga  en  ella  el  crimen  que-nosotros 
ni  perdonar  ni  castigar  podemos  (1). 

Solís  quedó  contento  de  la  ejecución  de  su  obra  y  ates- 
tiguó su  gratitud  al  principal  intérprete  en  la  elegante 
epístola  que,  como  dedicatoria,  le  dirigió  al  imprimirla 
algunos  años  más  tarde. 

A  tí  el  Orestes,  que  la  frente  ciñes 
de  escénico  laurel  y  del  coturno 
ibero  el  pie  sublime;  á  tí  el  Orestes 
te  ofrece  mi  amistad^  si  bien  con  miedo. 
Si  bien  con  miedo,  que  la  escasa  ofrenda 
mal  con  mi  amor,  y  con  el  que  sonando 
está  en  tu  oído,  al  pasear  la  escena, 
aplauso  popular,  con  dulce  estruendo 
é  inmensa  aclamación  mal  se  conforma. 

Descansó  luego  Maiqubz,  ejecutando  algunas  piezas 
antiguas,  en  tanto  que  sus  compañeros  turnaban,  y  asi  la 
Velasco,  que  ya  estaba  aceptada  como  excelente  artista, 
y  González,  estrenaron  el  5  de  Junio  La  madre  hipócrita, 
de  González  del  Castillo,  comedia  que  la  Velasco  trajo  de 
Cádiz,  donde  la  habla  ejecutado.  Es  la  única  obra  de  tesis 
que  conocemos  del  regocijado  sainetista  andaluz  y  no  del 
todo  mala,  aunque  la  famosa  Mesa  Censoria  no  la  consi- 
deró digna  de  premio,  cuando  la  presentó  su  autor  al  con- 
curso de  1800  (2). 

Cerróse  luego  el  teatro  del  Principe  el  mes  de  Agosto  y 
quince  primeros  días  de  Septiembre,  y  abierto  de  nuevo, 


(1)  Orestes,  pág.  38. 

(2)  Permaneció  inédita  hasta  (\ne  en  ^846  la  incluyó  D.  Adolfo 
de  Castro  en  el  tomo  4.**  de  su  colección  de  los  sainetes  de  Castillo, 
('ensura  la  tendencia  en  las  familias  de  entonces,  de  hacer  monjas 
contra  su  voluntad  á  las  hijas,  para  aumentar  la  fortuna  do.  los  va- 
rones, sobre  todo  del  niayór. 

18 


274  ISIDORO    MAIQÜBZ 


sigue  Maiqubz  ejecutando  obras  ya  vistas,  hasta  que  en 
19  de  Octubre  estrena  la  comedia  El  anciano  y  los  jóvenes, 
de  asunto  parecido  al  del  Sí  de  las  niñas,  con  algunos  más 
incidentes  y  episodios.  Únicamente  el  papel  del  viejo  co- 
ronel, que  casi  se  lo  habla  todo,  explica  que  esta  obra  se 
representase  con  éxito  (1). 

En  Diciembre  estrenó  también  Maiquez  la  comedia  de 
D.  Miguel  Sarralde,  Los  rechazos,  de  ingenioso  asunto, 
para  el  que  se  ve  que  los  sucesos  prósperos  ó  infelices  de 
ciertas  personas  van  de  rechazo  á  influir  en  los  de  aquellos 
que,  en  diverso  grado  y  jerarquia,  están  bajo  su  depen- 
dencia (2). 

Y  con  esto  dio  ñn  á  ías  novedades  en  este  año  nuestro 
Isidoro.  Algo  más  hubiera  querido  hacer,  pero  la  oposi- 
ción de  sus  compañeros  á  ejecutar  tragedias  le  obligó, 
con  harto  disgusto,  á  cesar,  por  entonces,  en  el  empeño 
de  hacerlas. 

Con  motivo  de  repetir  el  12  de  Noviembre  La  Celina  ó  el 
Mudo  incógnito,  puso  el  hermano  de  Maiquez  de  maniñes- 
ta  sus  especiales  aptitudes  de  tramoyista.  El  apuntador 
Antonio  Sanz  dice,  hablando  de  esta  función,  con  su  laco- 
nismo habitual,  aquí  muy  gracioso,  que  «se  estrenó  una 
tempestad  completa»;  y  el  Diario,  al  anunciar  la  obra  de- 
cia  que  en  ella  «habrá  una  tempestad  que  imitará  el  ruido 
de  los  truenos,  del  rayo,  agua  y  granizo;  todo  por  inven- 
ción y  dirección  del  Sr.   Josef  Maiquez,  que  en  el  teatro 


d)  El  anciano  y  los  jóüenes.  Comedia  en  tres  actos  (verso),  bi- 
blioteca municipal,  76-9,  con  la  censura  de  2  de  Octubre  de  1807  y 
este  reparto:  D.  Pedro,. coronel  retirado,  Maiquez.  — D.  Fer'nando, 
Infantes.  — Car¿06',  Casanova.— £).^  Inés,  (bl'dnco).— Isabel,  .Señora 
Baus.  —  Mauricio,  A\v era.— Jacinto,  Avec'úhi.— Juana,  Sra.  Terre. 
—Fermín:  Suárez.  Este  reparto  es  posterior  en  algunos  papeles. 

(2)  De  Los  rechazos,  existe  en  la  Biblioteca  municipal  un  autó- 
grafo firmado  por  Sarralde.  También  se  imprimió  en  Madrid;  im- 
prenta de  D.  Miguel  de  Burgos,  en  1816,  4.°,  19  páginas,  sin  nombre 
de  autor.  Maiquez  hizo  el  papel  de  D.  Alejandro,  aunante  de  dona 
Clara,  dama  algo  caprichosa,  que  tiene  en  continuo  sobresalto  á  su 
tío  D.  Eustaquio,  inquietud  que  éste  imprime  en  su  mayordomo  Ro- 
dríguez, y  éste  en  los  criados,  Juanita  y  el  paje,  hasta  que  al  fin  se 
arregla  todo  con  la  boda  «Ih  los  amos  pi/iricinales. 


capítulo  undécimo  S75 

de  los  Caños  inventó  para  esta  misma  comedia  el  granizo 
y  lluvia  natural  (!)  y  para  la  tragedia  La  7nuerte  de  Abel, 
una  caxa  de  truenos,  que  todo  mereció  la  aceptación  ge- 
neral en  esta  nueva  invención»  (1). 

Los  demás  estrenos  hechos  por  los  compañeros  de  Mai- 
QUEZ,  fueron  El  ermitaño  fingido  (2),  comedia  en  dos  ac- 
tos, que  es  la  misma  que  años  después  se  representó  é  im- 
primió con  el  título  de  El  donado  fingido,  especie  de  tartu- 
fo, que  trata  de  embaucar  á  un  padre  imbécil  y  de  seducir 
á  su  incauta  hija;  La  Huérfana  de  Salzburgo  ó  Viaje  de 
José  II,  pieza  no  destituida  de  interés,  en  la  que  el  empe- 
rador/como  los  Federicos  de  Comella,  administra  justicia 
pronta  y  patriarcal,  á  la  vez  que  se  divierte  con  sus  vasa- 
llos, departiendo  con  ellos  en  sus  viajes  de  incógnito  (3), 
sin  olvidar  Las  maravillas  de  Dios  (4),  drama  religioso 
estrenado  en  la  Cuaresma  (5). 


(1)  Diario  del  12  Noviembre  1807. 

(2)  En  la  Biblioteca  Nacional  hay  un  mai\uscrito  de  El  fingido 
hermitaño,  comedia  en  dos  artos  (verso).  El  donado  fingido  se  im- 
primió en  Valencia,  J.  Jímeno,  1823,  4.°,  28  páginas. 

(3)  Esta  obra  se  ha  impreso  con  el  título  de  José  Segundo  en 
Saltsbourg,  ó  la  huérfana.  Comedia  en  tres  actos  (prosa).  Valen- 
cia, Gimeho,  1823,  8.**,  52  páginas. 

(4)  Las  maravillas  de  Dios  j^or  el  brazo.de  Josué.  Drama  sacro 
en  dos  actos.  Año  de  1807.  Biljlioteca  nacional,  14-768.  Manuscrito 
borj^ador  de  D.  Tadeo  Moreno.  Está  en  verso  y  lleva  este  reparto: 
Josué:  Antonio  CjonzéXoz.—Raab:  Sra.  Concepción  Velasco.— Ca- 
leb:  Rafael  Pérez.  — .Va'-or:  Josef  Infantes.— jRt¿//eVi.'  Joaquín  Capra- 
ra.— Acá/i:  Agustín  Roldan.— /s¿  que  canta:  Josef  Acuña. 

(h)  Maiqukz  pensó  en  salir  á  escena  el  O  de  Marzo  con  una  obra 
nueva,  como  expresa  la  adjunta  carta  relativa  á  sus  representacio- 
nes de  Cuaresma;  pero  no  lo  hizo  hasta  el  27  con  el  Ótelo. 

«Sr.  Marqués  de  Perales. 

Muy  señor  mío:  Trabajando  las  dos  compañías  sin  esocción  de 
indibíduos,  en  la  próxima  Cuaresma,  no  tengo  reparo  alguno  en 
principiar  y  alternar  como  mejor  lo  parezca  á  V.  S. 

I^  tragedia  titulada  Omasis  ó  Josef  en  Exípto,  será  con  la  que 
me  presentaré  el  día  6  de  Marzo.  Su  gasto  es  una  decoración. 

Es  cuanto  tenf^o  que  exponer  á  V.  S.  cuya  vida  guarde  Dios  mu- 
chos años.  Madrid  4  de  Febrero  de  1808.  B.  L.  M.  de  V.  S.  — Isujoito 
Maiquez.»  (Archivo  municipal.  Sección  de  espectáculos;  legajo 
3-400-4).  YA  Omasis  se  representó  después,  en  1812. 


^7é  ISIDORO  Maiqúe^ 


La  compañía  de  la  Cruz,  en  la  que  Coleta  tuvo,  durantti 
dos  meses  y  medio  sin  descansar,  en  jaque  á  los  dos  gala- 
nes Pouce  y  Carretero,  no  realizó  más  que  un  estreno  en 
la  primera  temporada,  Los  carboneros  de  Olback,  drama 
francés  malo  y  peor  traducido,  que  hizo  perder  su  ordina- 
ria templanza  al  censor  D.  Manuel  José  Quintana  (1). 

Cesó  este  teatro  desde  el  14  de  Junio,  reabriéndose  el  2 
de  Agosto  con  El  Café,  de  Moratin,  y  en  esta  segunda 
etapa  menudearon  las  obras  nuevas.  Después  del  Cadete^ 
pieza  algo  inverosímil,  pero  que  encierra  dos  caracteres 
no  mal  dibujados,  el  del  falso  misántropo  (bueno  en  el 
fondo),  y  el  del  preguntón  insaciable  (2),  siguieron  Men- 
tira contra  mentira,  comedia  jocosa,  original  de  D.  Félix 
Enciso  Castrillón,  que  tiene  por  asunto  la  burla  que  un 
sobrino  hace  á  un  tío  suyo,  viejo  verde  que  intenta  ca- 
sarse con  la  novia  del  joven,  valiéndose  de  engaños  que 
éste  destruye  con  nuevos  y  más  complicados  enredos  (3), 
El  negociante  de  León  ó  los  dos  amigos,  obra  sentimen- 
tal, traducida  del  J'rancés,  en  la  que  un  funcionario  por 


(1)  Los  carboneros  de  Olback.  Drama  en  tres  actos  en  verso, 
traducido  delfi'ancés.  Se  estrenó  el  30  de  Mayo  de  1807.  (Bibliote- 
ca municipal,  95-6).  Lleva  una  larga  censura  de  Quintana  muy  des- 
favorable, con  razón,  á  est¿i  obra  comellesca.  Los  carboneros  reci- 
ben entre  ellos  y  amparan  á  una  D.^  María  (María  García),  y  su  hija 
Cecilia  (Coleta  Paz),  á  quienes  perseguía  un  enemigo  del  esposa  de 
la  primera;  y  cuando  ella  cree  (jue  su  perseguidor  halló  su  escon- 
drijo, se  encuentra  con  su  marido  (la  traducción  le  hace  sin  motivo 
cuñado),  coronel  de  las  tropas  que  pasaban  cerca  de  la  aldea  de  los 
carboneros.  Hay  además  los  amores  episódicos  de  Cecilia  con  uno 
de  éstos  (Antonio  Ponce). 

(2)  El  cadete,  comedia  en  tres  artos  (verso).  Biblioteca  munici- 
pal, 96-11.  En  la  Biblioteca  Nacional  hay  otro  manuscrito  dé  esta 
obra  con  el  título  de  El  preguntón  y  el  cadete. 

(3)  Mentira  contra  mentira.  Comedia  original  en  dos  actos,  en 
ferso.  Biblioteca  municipal,  125-16.  Autógrafo  de  Enciso  y  copias; 
una  con  esta  nota  de  mano  de  Solís:  «Año  de  1807  á  7  de  Septiem- 
bre», y  este  reparto:  D.  Carlos,  sobrino  de  (Ponce).—/).  Santos 
(Vaca).—/).  Sebastián,  lío  de  (Soto).— /).^  Isabel  (Sva.  Coleta).— 
D.^  Antonia,  hermana  de  D.  Sebastián  (Sra.  Virg). — Fresneda, 
criado  TOros). — Martín,  criado  (Qnerol).— María,  criada  (señora 
Gamborino).— Fra/iciseo^  criado  (Mata).  — La  escena  es  en  Ante- 
quera. 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  277 


cubrir  el  crédito  de  un  banquero  amigo  suyo,  no  duda  en 
aparecer  como  defraudador  de  los  fondos  del  Estado  (1) 
y  Roberto  ó  él  bandolero  honrado^  melodrama  sumamente 
inverosímil  y,  por  tanto,  sin  valor  literario  alguno,  como 
la  mayor  parte  de  los  de  su  clase  (2). 

Había  impreso  algún  tiempo  antes  D.  José  de  Vargas  y 
Ponce  su  tragedia  de  Egilona  (3),  ensayo  no  muy  feliz  en 
un  género  poco  apropiado  á  las  condiciones  de  aquel  ilus- 
tre literato;  así  es  que  al  ponerlo  ahora  en  escena  la  com- 
pañía de  la  Cruz,  sólo  logró  patentizar  una  vez  más  que 
la  tragedia  afrancesada  no  se  aclimataría  jamás  en  Es- 
paña. 

En  cambio,  obtuvo  aplausos,  no  obstante  su  excesiva 
extensión,  la  comedia  satírica  francesa  Los  títeres  (Les 
Marionnettes) ,  de  Picard,  traducida  por  D.  D.  G.  de  Ogi- 


(1)  Los  dos  amigos,  ó  sea  el  negociante  de  León.  Comedia  en 
'Anco  actos  en  prosa.  Traducida  por  D.  Domingo  Botti.  Barcelona, 
Juan  Francisco  Piferrer,  sin  año,  4.° 

(2)  Comedia  eii  cuatro  actos  (verso).  Roberto  6  el  Bandolero 
honrado.  Biblioteca  municipal  142-10.  El  Conde  de  Moldar,  persiguió 
á  su  hermano  Roberto  por  envidia  y  amor  á  su  mujer  Carlota  valién- 
flose  de  calumnias,  (¡ue  le  hicieron  pasar  como  traidor  á  su  patria, 
y  ser  desheredado  por  el  padre  de  ambos.  Obligado  á  huir,  en  tanto 
puede  justiíicarse,  únese  á  unos  bandoleros,  á  quienes  atrae  á  la 
vida  honrada  y  pelean  contra  los  enemigos.  Él  Conde  que  retiene  á 
su  lado  á  Cariota,  finge  la  muerte  del  esposo,  esperando  casarse 
conell  i;  pero  Carlota  sabe  por  un  ermitaño  que  Roberto  vive  y  va 
d  sacarla  de  poder  del  Conde.  La  fuga  de  la  dama  se  descubre  "por 
una  imprudencia  de  su  hija  Luisa,  enamorada  de  Robinski,  joven 
secretario  y  cómplice  del  Conde,  listan  á  punto  de  ser  víctimas  de 
óste,  cuando  los  bandoleros  llegan  para  salvar  ^  los  buenos,  al  mis- 
mo tiempo  se  recibe  un  parte  del  Rey  perdonando  á  Roberto:  el 
( ;onde  se  mata  antes  de  ser  preso. 

(3)  Ahdalaziz  ij  Egilona.  Tragedia.  Madrid,  MDCCCIV.  En 
la  imprenta  de  la  Viuda  de  ¡barra.  4.°,  89  páginas,  con  más  tres 
hojas  de  preliminares  (dedicatoria  á  la  Sra.  D.*^  M.  J.  G.  D.  A.), 
argumento  y  una  lámina  dibujada  por  Ri bailes  y  grabada  por  Es- 
teve  que  representa  el  suicidio  de  la  heroina.  Es  pieza  rara.  l>o  peor 
de  ella  es  el  estilo  encrespado  y  violento  para  encajarlo  en  la  íor- 
ina  métrica  (jue,  sin  embargo,  es  la  fácil  del  romanf-e  endecasílabo. 
D.  Cándido  María  Trigueros  compuso  otra  Egilona  que  no  sabe- 
mos si  se  imprimió  ó  si  será  una  en  tres  patries  publicada  anónima. 

Doña  Gertrudis  Gómez  de  Avellaneda  tiene  también  un  drama  de 
Egilona,  entre  sus  obras. 


278  ISIDORO   MAIQUBZ 


rando,  en  buen  lenguaje  y  estilo  (1),  como  también  lo  fué 
en  el  mismo  año  por  el  famoso  D.  Pablo  de  Jérica  y  re- 
presentada é  impresa  en  la  ciudad  de  Cádiz  (2). 

Pero  la  más  famosa  de  estas  obras,  no  por  su  mérito, 
que  ciertamente  no  es  grande,  sino  por  otros  motivos,  fué 
el  Coriolano  de  D.  Francisco  Sánchez  Barbero.  Hacia  ya 
algunos  años  que  este  insigne  humanista  tenia  compuesta 
y  aprobada  esta  tragedia,  sin  que  sepamos  la  razón  de  por 
qué  se  fué  dilatando  el  ponerla  en  escena  hasta  principios 
de  1808.  Quizá  los  mismos  actores  comprendieron  lo  de- 
fectuoso de  esta  obra,  escrita  con  tan  poco  arte  que  en  el 
acto  primero  no  interviene  ninguna  de  las  dos  mujeres 
que  hay  en  ella  y  una,  Volumnia,  esposa  de  Coriolano,  no 
aparece  hasta  el  fin  del  acto  tercero  para  decir  solos  cua- 
tro versos.  Quiso  Antonio  Ponce  representarla  y  lo  efec- 
tuó durante  solos  tres  días,  desde  el  5  de  Febrero,  con 
poco  ó  ningVín  aplauso  del  público  y  las  burlas  de  la  críti- 
ca. La  Minerva,  periódico  de  entonces,  le  dedicó  (el  16  de 
Febrero),  un  largo  articulo  satírico  que  debió  sentarle 
muy  mal  al  poeta.  Pero  lo  que  más  le  afligió,  tanto  que  le 
produjo  una  enfermedad,  fué  el  desaforado  soneto  de 
Arriaza,  en  que,  después  de  burlarse  de  la  mala  disposi- 
ción de  la  pieza,  de  lo  vacilante  del  carácter  del  héroe 
y  otros  personajes,  y  hasta  de  las  abultadas  formas  de  Co- 
leta Paz,  que  representaba  á  Volumnia,  concluía,  aludien- 
do al  suicidio  de  Coriolano  y  al  apellido  del  autor: 

Se  hace  junto  la  tienda  una  sangría, 

¡Y  ésta  sí, que  es  tragedia  de  Barbero!  (3). 


(1)  Los  Títeres.  Comedia  en.  cinco  actos  y  en  prosa,  traducida 
del  francés  por  D.  G.  M.  D.  O.  (sic),  Biblioteím  municipal.  Manus- 
crito 169-G.   Lleva  las  licencias  y  reparto  correspondientes  á  1807. 

(2;  Los  títeres  ó  ¿o  que  puede  el  interés.  Comedia  en  cinco  actos 
en  prosa  por  D.  Pablo  de  Jérica  y  Corta.  Cádiz,  1807,  8.°,  201  pá- 
ginas. Lleva  una  dedicatoria  en  verso  suelto  á  D.  Carlos  de  Jérica, 
hermano  del  autor.  Otra  versión  de  esta  comedia  se  atribuye  ádon 
Félix  Enciso  Castrillón. 

(3)  Publicó  íntegro  este  gracioso  soneto  el  Marqués  de  \'almar 
en  su  Bosquejo  de  la  poesía  castellana  del  siglo  XVIIl,  pági- 
na ccxxi. 


CAPÍTULO    UNDÉCIMO  279 

La  sátira  de  Arriaza  enterró  la  tragedia  en  términos 
que  es  hoy  desconocida.  Nosotros  hemos  descubierto  el 
original  y  como  muestra  de  su  estilo  y  versificación  da- 
remos su  principio: 

CORIOLANO 

OrguUosa  ciudad  que  por  el  mundo, 
en  tus  temibles  vencedoras  armas, 
el  dominio  y  terror  llevaste  siempre, 
hoy  abatida  tu  soberbia  insana 
va  á  quedar  á  mis  pies;  hoy  con  el  suelo 
tus  fuertes,  robustísimas  murallas 
igualadas  serán,  hoy  de  los  volsoos, 
aunque  en  victorias  y  poder  ufana 
esclava  gemirás;  y  Marcio  ¡oh  mengua! 
Marcio  el  que  á  muerte  condenó  tu  saña 
y  te  salvó  y  engrandeciera,  hoy  Marcio 
dará  fin  á  tu  imperio  y  su  venganza  (1). 

El  divorcio  por  amor  (2),  comedia  de  Eaciso,  ó  traduci- 
da por  él,  fué  la  última  novedad  que  el  teatro  de  la  Cruz 
ofreció  en  este  año,  y  última  repraseutación  de  la  incan- 
sable Coleta  Paz,  que  durante  él  trabajó  en  sesenta  obras 
diferentes,  estrenando  once  de  ellas. 


(1)  Cavo  Marcio  CorioLatLO,  ó  el  (iiv'iiLLuo  de  s(i  [xtti'ia.  Trage- 
dia orif/inal  en  tres  actos  por  I).  F.  S.  (su-).  Manuscrito  110-2  de 
la  Biblioteca  municipal,  autógrafo  con  las  aprobaciones  y  licencias 
de  22  de  Enero  y  7  de  Febrero  ele  1803  y  el  reparto  siguiente: 
('.  M.  Coriolano;  Ponce.— Vetaría,  madre  de  Marcto.*  segunda 
TMaría  García),—  Volumnia  (Coleta  Paz).— Talo:  Ortigas.  — FaZc/o; 
P^oldán.— Emilio:  Diez.— Decior  ^oto.— Soldados.  D.  Ignacio  Gar- 
cía Malo  compuso  también  un  Coriolano,  con  música,  y  aun  había 
otra  pieza  anterior  con  el  mismo  asunto.  En  la.,  sección  de  manus- 
critos de  nuestra  Bibtioteca  Nacional,  también  se  conserva  uno  do 
(Joriolano,  trar/icomedia  en  cinco  a':tos,  j)or  D.  Pedro  Matías 
Martínez,  en  56  hojas,  distinto  del  de  Sánchez  Barbero.  D.  Heriber- 
to  García  de  Quevedo,  es  autor  de  un  drama,  titulado  Coriolano,  y 
antes  que  todos  D.  Pedro  Calderón,  había  tratado  el  mismo  asunto 
en  Las  armas  de  la.  hermosura. 

(2)  El  dioorcio  por  amor.  Comedia  en  tres  actos,  en  verso.  Por 
D.  í{.  E.  Castrillón.  Representada  en  el  teatro  de  la  calle  de  la 
Cras,  el  dia  17  de  Febrero  de  IHOH.  En  Madi'id  Benito  García,  1808, 
1.",  31  páginas  y  este  reparto:  Carlos  Dunal:  Sr.  Juan  Carretero.— 
Arabela,  su  esposa:  Sra.  Coleta  Paz. --Enrique,  su  hiJo...—Mad.  Du- 
ral,  madre  de  Carlos:  Sra.  Josefa  Virg. — Mr.  Couroille:  Sr.  Josef 
Diez.— Mr.  Armand:  Sr.  Antonio  Ortigas.— iWr.  Dupol:  Sr.  Fran- 
cisco Baca..  — Francisco,  criado:  Sr.  Mariano  Querol. 


280  ISIDORO   MAIQUEZ 


En  el  Carnaval  de  este  año  se  puso  en  el  Principe  la  an- 
tigua comedia  de  magia  Marta  la  Romarantina,  y  nueva- 
mente fueron  celebrados  el  ingenio  y  pericia  de  José 
Maiquez  en  las  tramoyas,  que  causaron  mucha  admira- 
ción y  agrado.  El  Diario  del  6  de  Marzo,  le  consagra  un 
elogio,  recordando  las  fuentes  naturales  hechas  en  los  Ca- 
ños la  temporada  anterior  y  los  truenos  de  la  Muerte  de 
Abel  con  máquinas  nunca  vistas.  Antes  se  hacían  con  re- 
dobles de  tambor  «que  más  parecían  llamada  de  tropa  que 
tormenta».  Añade  que  Maiquez  puso  en  el  melodrama  El 
Mudo  incógnito,  no  la  vista  sino  el  ruido  de  la  lluvia  len- 
ta, del  granizo,  del  huracán  y  de  los  torrentes.  Al  ver  del 
panegirista,  José  Maiquez,  fué  el  que  habla  hecho  adelan- 
tar más  el  arte  desde  que  existían  teatros  en  España. 

Una  de  las  cosas  en  que  Isidoro  Maiquez  puso  más  em- 
peño, fué  en  levantar  el  abatido  concepto  en  que  aun  en- 
tonces eran  tenidos  los  actores  en  España.  No  perdía  oca- 
sión, por  leve  que  fuese,  de  volver  por  los  fueros  y  digni- 
dad del  arte  que  profesaba,  ante  cuyo  interés  todo  otro 
desaparecía.  Juzgúese  por  el  siguiente  caso: 

En  15  de  Enero  de  1808,  se  prohibió  á  los  cómicos  ocu- 
par los  palcos  bajos  y  principales,  aun  cuando  no  hubiese 
gente,  y  entonces  Maiquez  presentó  el  siguiente  memo- 
rial: «Señor  Corregidor:  Isidoro,  José  y  Juan  Maiquez, 
hermanos  é  individuos  de  la  compañía  destinada  al  teatro 
del  Príncipe  de  esta  corte,  á  V.  S.  con  el  mayor  respeto 
exponen:  Que  á  consecuencia  de  la  providencia  que  en  el 
día  de  hoy  se  les  ha  notificado  relativa  á  la  total  prohibi- 
ción de  poder  ocupar  por  sí,  no  habiendo  sujetos  que  los 
ocupen  los  palcos  principales,  ó  que  mirados  como  indivi- 
duos de  la  sociedad  poder  por  su  justo  valor  obtener  la 
facultad  que  á  todo  vecino  honrado  le  está  dispensada, 
en  cuyo  supuesto  y,  hallándose  los  exponentes  desnudos 
de  aquel  carácter  de  honradez  é  igualdad  que  obtienen 
como  todo  vecino  de  esta  corte,  en  esta  atención  y  para 
no  verse  sonrojados  con  tal  desaire,  por  tanto,  á  V.  S.  su- 
plicamos  se  sirva  darnos  nuestra  absoluta  licencia,  bo- 


CAPÍTULO   UNDÉCIMO  281 


rrarnos  del  número  de  individuos  de  la  expresada  compa- 
ñía en  que  recibiremos  justicia  y  merced. — Madrid,  y 
Enero  25  de  1808.  —  Isidoro  Maiqubz,  José  Matquez  y 
Juan  Maiquez  (1).» 

A  esta  protesta  siguió  la  de  Prieto,  y  luego  toda  la 
compañía.  Pero  fué  revocada  la  orden,  explicándola  que, 
pagando  un  cómico  el  palco,  podía  ocuparlo  como  otro 
cualquiera. 


(1)    Archivo  municipal  de  Madrid.  Sección  de  espectáculos:  le- 
gajo 2-454-10. 


CAPITULO  XII 


Nuevos  disturbios  en  la  compañía  del  Príncipe.— Quedan  excluidos 
en  la  nueva  formación  Maiquez  y  Antonia  Prado.— Catástrofe 
del  Oos  de  Mayo.— Se  cierran  los  teatros.— Salida  de  los  france- 
ses.—Explosión  de  entusiasmo  patriótico.— Piezas  dramáticas 
que  lo  reflejan.— Vuelta  de  los  franceses —Decadencia  de  los  es- 
pectáculos.— Peregrinación  de  Isidoro  Maiqukz  en  provincias. — 
Regresa  y  es  preso  y  desterrado  á  Francia. — Traído  y  puesto  ¿il 
frente  del  teatro  oficial  español  subvencionado  por  el  rey  intru- 
so.— Funciones  que  dan.— Nueva  compañía  en  la  Cruz  dirigida 
por  Manuela  Carmona.— Ejecuta  Maiquez  la /^a^ae/,  de  Huerta. 
—  Otras  obras,— Año  cómico  de  1810  á  1811.— Estreno  de  La  no- 
ciciaó  La  üíetima  del  claustro. — Actividad  de  Maiquez.  — Retiro 
de  la  Prado.— Estreno  del  Hipócrita,  de  Marchena.— Estre- 
no del  Osear.  — Óperas  en  este  período.— El  teatro  de  la  Cruz 
(1808-1811). 


pxESGRACiA  Ó  fatalidad  eran  las  de  Maiquez  que  fre- 
l^/y  cuentemente    concluía  por   enemistarse    aún   con 

aquellos  á  quienes  más  aprecio  profesaba. 
En  el  año  transcurrido  había  él  mismo  pedido  se  le 
ig"ualase,  en  cuanto  á  intereses,  á  Antonio  González,  ga- 
lán que  en  muy  poco  tiempo  se  había  puesto  en  la  cate- 
goría de  los  primeros,  y  no  acabó  la  temporada  sin  que 
entre  ambos  estallase  un  odio  tal  como  nunca  lo  había 
profesado  á  otro  compañero,  si  se  exceptúa  Rafael  Pérez, 
antiguo  y  rencoroso   adversario  que  durante  todo  el  año 


284  ISIDORO   MAIQÜEZ 


atizó  el  fuego  de  la  discordia  en  la  compañía,  secundado 
por  su  cuñado  José  Infantes. 

Resolvióse  Maiquez  á  no  trabajar  en  adelante  con  nin- 
guno de  los  tres.  Pero,  al  mismo  tiempo,  trató  de  asegu- 
rar también  la  primacía  de  su  esposa,  haciéndola  suscri- 
bir y  presentar  á  la  Junta  unas  condiciones  algo  exhor- 
bitantes,  á  la  verdad,  para  que  fuesen  aceptadas.  Eran  las 
siguientes: 

(Antonia  Prado.)  «Obligaciones  que  me  propongo  cum- 
plir para  el  año  próximo  cómico  de  1808. 

Primeramente  me  obligo  á  trabajar  desde  Pascua  de 
Resurrec3ión  próxima  hasta  martes  de  Carnaval,  como 
ha  sido  y  es  costumbre  de  ejercicio  cómico. 

It.  Que  deberé  ser  primera  dama  absoluta  con  Isido- 
ro Maiquez,  poniéndome  una  sobres&lienta  que  deberá 
trabajar  ocho  ó  nueve  días  al  mes  para  descanso,  dispo- 
ner y  ensayar  las  funciones  de  empeño. 

It.  Que  no  deberá  verificarse  más  partidos  de  prime- 
ros y  primeras  que  uno  en  cada  compañía. 

It.  Que  el  tiempo  estipulado  como  descanso  de  verano 
se  me  franqueará  para  usar  de  él  donde  me  acomode. 

It.  Que  para  evitar  contestaciones  ni  disturbios  en  lo 
sucesivo  se  me  harán  saber  á  presencia  del  Ilustre  Ayun- 
tamiento y  toda  mi  compañía  las  obligaciones  de  las  ac- 
trices, con  quien  deberé  contar  para  el  mejor  servicio  del 
público  y  cumplimiento  de  las  funciones. 

It.  En  cuanto  á  intereses,  dejo  á  la  consideración  y 
prudencia  de  los  señores  lo  que  fuese  de  su  agrado,  aten- 
diendo á  los  muchos  servicios  y  méritos  que  he  contraído 
con  mi  señora  la  Villa  de  Madrid  y  los  atrasos  que  se  me 
han  originado  el  año  pasado. 

It.  QuQdándome  con  copia  de  mis  obligaciones  para 
que  en  nada  falte  de  lo  que  contrajese  en  virtud  de  mi 
firma. 

It.  Con  estas  condiciones  y  alguna  otra  que  verbal- 
mente  he  tratado  con  el  Sr.  Marqués  de  Perales,  estoy 
pronta  á  contraer  mi  firma.» 

La  contestación  es  que  estas  condiciones  fueron  dicta- 
das por  Maiquez  y  deben  desecharse;  que  si  la  Prado 
quiere  seguir,  será  con  el  galán  que  le  den  y  desde  Pas- 
cua al  Jueves  de  Dolores,  según  costumbre,  y  en  verano 
sólo  el  mes  y  medio  libre,  el  tiempo  que  trabaje  la  sobre- 


capítulo  duodécimo  286 

salíenta.  Que  Maiqubz  debe  trabajar  en  los  mismos  tér- 
minos que  su  mujer  (1). 

A  tan  seca  contestación  pidió  Isidoro  Maiqubz  permiso 
para  marcharse  á  provincias  ó  á  donde  quisiese.  Pero  ins- 
tado por  el  Marqués  de  Perales,  que  le  apreciaba  mucho, 
sobre  las  verdaderas  causas  de  su  conducta,  le  respondió 
con  el  oficio  siguiente  en  que  se  traslucen  su  amargura 
y  resentimiento: 

«La  licencia  solicitada  por  mi  no  tiene  otro  fundamento 
que  el  deseo  de  vivir  con  tranquilidad.  La  actual  compañía 
del  Principe  es  un  semillero  de  discordias  fomentado  por 
la  ingratitud.  Los  favores  que  V.  S.  y  el  Ilustre  Ayunta- 
miento me  han  dispensado  siempre,  me  ponen  en  la  obli- 
gación de  dejar  á  su  arbitrio  la  parte  que  debo  ocupar, 
trabajo  é  intereses;  pues  tengo  confianza  en  su  justifica- 
ción que  no  perderá  de  vista  mi  antigüedad  en  los  tea- 
tr.js,  los  dispendios  en  mis  viajes  á  Francia,  mi  aplica- 
ción, adelantamientos  y  enseñanza;  de  ésta  me  son  deu- 
dores los  más  actores  de  las  compañías.  Pero  con  respecto 
á  la  exposición  continua  en  que  me  hallo  á  perderme,  no 
debe  V.  S.  ni  el  Ilustre  Ayuntamiento  extrañar  solicite 
mi  licencia,  único  medio  para  mi  seguridad  y  la  de  aqué- 
llos que  me  miran  y  yo  miro  como  enemigos  de  la  paz. 

Los  puntos  principales  en  que  estriban  los  justos  deseos 
de  V.  S.  y  el  Ilustre  Ayuntamiento,  mirando  por  las  com- 
pañías, sus  intereses  y  satisfacción  del  público,  son  la 
unión  y  amor  al  trabajo^  y  ni  uno  ni  otro  debe  puede  ha- 
ber entre  los  actores  González,  Pérez  y  yo. 

V.  S.  me  da  margen  en  su  oficio  para  que  hable,  no  sólo 
en  cuanto  á  mi,  sino  también  en  cuanto  á  la  formación 
de  la  compañía.  Yo  expondré  todo  lo  que  me  parezca  y 
alcance  que  sea  compatible  con  los  deseos  de  V.  S.  y  del 
Ilustre  Ayuntamiento  en  zanjándose  el  punto  de  mi  soli- 
citud, pues  debe' ser  la  base  de  una  buena  formación.  Es 
quanto  tengo  que  exponer  á  V.  S  ,  cuya  vida  guarde  Dios 
muchos  años. — Madrid  14  de  Marzo  de  1808. 

Isidoro  Maiqubz. 
Sr.  Marqués  de  Perales.»  (2). 


(1)  Ar-chwo  faunirt/)f/¿.   Legajo  ;M(J<»-4. 

(2)  Archioo  municipal.  Legajo  3-4(X)-4. 


^8é  ISIDORO   MAIQÜB2 


En  contestaciones  de  esta  índole  transcurrieron  los  días 
de  Cuaresma,  y  el  8  de  Abril  fueron  convocados  los  acto- 
res al  Ayuntamiento  para  suscribir  sus  contratos.  Casi 
todos  los  de  la  compañía  del  Príncipe  iban  resueltos  á  se- 
cundar los  propósitos  de  Maiquez  ó  los  de  sus  adversa- 
rios. Pero  algunos  se  fingieron  enfermos,  como  Gertrudis 
Torre,  María  Maqueda  y  Josefa  Virg,  hasta  ver  el  giro 
que  tomaban  las  cosas. 

Negáronse  á  firmar  Antonia  Prado,  si  antes  no  lo  ha- 
cía su  marido;  Concepción  Velasco,  que  dijo  se  marchaba 
á  Sevilla,  y  Concepción  Lledot,  porque  no  le  acomodaba 
el  partido. 

Llegó  el  turno  á  Isidoro  Maiqüez,  y  éste-  manifestó 
que  «con  Infantes,  Rafael  Pérez  y  Antonio  González  no 
podía  trabajar,  y  que  no  separando  á  lo  menos  á  Rafael 
Pérez,  con  quien  estaba  expuesto  á  continuas  disensio- 
nes, con  peligro  de  perderse,  no  firmaba  de  galán.  Se  le 
hicieron  varias  reflexiones  sobre  el  particular^  pero  nada 
bastó,  y  habiéndosele  mandado  retirar  para  conferenciar, 
lo  que  así  hecho,  se  trató  lo  conveniente  que  seria  sepa- 
rar á  Rafael  Pérez  y  poner  en  su  lugar  á  Andrés  Prieto, 
así  se  acordó,  y  llamado  Maiquez  para  que  firmase,  ma- 
nifestó que  también  quería  que  sus  hermanos  quedasen 
en  los  mismos  términos  que  el  año  pasado,  á  lo  que  se  le 
dijo  que  el  uno  quedaba  de  tramoyista,  y  que  al  otro  se  le 
daba  su  licencia  por  haberla  pedido,  resultando  de  este 
como  de  otros  diferentes  que  han  excluido  por  no  ser  su 
habilidad  capaz  de  dar  gusto  al  público,  mayor  utilidad  á 
las  compañías,  descargándose  de  estas  partes  inútiles; 
mas  no  quiso  firmar.»  (1). 

Tampoco  quiso  hacerlo  Andrés  Prieto,  «sin  embargo, 
como  dice  la   Junta  al  público,   deque  se  le   propuso  el 


(O  Arrhwo  municipal.  Legajo  2-454-6.  Acta  de  los  acuerdos  de 
la  Junta.  Posteriormente  se  publicó  en  el  Diario  del  16  de  Abril  el 
resultado  en  general,  sin  citarlos  nombres  de  los  que  Maiquez 
quería  se])arar. 


CAPÍTULO   DUODÉCIMO  28t 

partido  de  primer  barba,  y  su  resistencia  era  natural,  no 
habiendo  firmado  Maiqubz.» 

Desde  las  cuatro  de  la  tarde  hasta  las  doce  de  la  noche, 
estuvo  reunida  la  Junta  para  ver  de  armonizar  á  unos  y 
otros  sin  poder  conseguirlo.  Al  fin,  compaginó  unas  listas 
que  publicó  el  Sábado  Santo  y  que  tampoco  fueron  defi- 
nitivas (1). 

Quedaron,  desde  luego  los  enemigos  de  Maiqubz,  y  fue- 
ron excluidos  él,  su  mujer,  Prieto,  la  Velasco,  Laureana 
Correa  (ésta  fué  jubilada  por  enferma)  (2),  los  demás, 
Maiquez,  Acuña  y  otros  de  menor  cuantía  (3).  La  Lledot 
firmó  á  última  hora,  porque  la  hicieron  segunda  de  canta- 
do, muy  acertadamente,  como  acreditó  la  experiencia. 

En  la  compañía  de  la  Cruz  hubo  menos  modificaciones, 
limitadas  á  la  salida  voluntaria  y  temporal  de  María  Gar- 
cía, la  Clori,  de  Moratin,  que  pensó  en  retirarse  del  ejerci- 
cio y  á  la  que  sustituyó  la  hija  segunda  de  Pinto.  También 
desapareció  por  el  momento  Antonio  Ponce,  y  con  él  Ro 
sario  García  y  otras  partes  secundarias. 


(1)  Véanse  en  el  Apéndice  unas  y  otras.  I^as  secundas  aun  su- 
frieron nuevas  alteraciones,  á  causa  de  los  sucesos  políticos. 

(2)  Laureana  Correa,  era  la  menor  de  las  hermanas  del  mismo 
apellido,  I^etronila,  Lorenza,  Isabel  y  Manuela.  Naeúó  en  1785.  En- 
tró en  las  compañías  de  Madrid  en  Í799  como  sexta  dama  para  can- 
tar algunas  tonadillas,  ascendió  en  el  siguiente  año  a  segunda  do 
cantado  y  luego  á  primera,  como  hemos  visto,  en  cuyo  puesto  per- 
maneciój  salvo  el  ligero  eclipse  de  1804. 

Después  de  llegar  á  la  mayor  altura  del  arte,  repentinamente  en- 
fermó en  términos  que  hubo  que  jubilarla  en  Abril  de  1808,  cuando 
no  pasaba  de  veintitrés  años.  Estaba  ya  casada  con  José  de  León, 
violinista  de  la  Cruz^  (juien  en  .Julio  de  este  año  solicitó  licencia  para 
acompañar  á  Laureana  á  tomar  baños.  Ella  debió  de  restablecerse, 
pues  vivía  jubilada  en  1815,  pero  la  voz  la  habría  perdido  para 
siempre,  pues  no  volvió  á  figurar  en  las  compañías  de  Madrid. 

(3)  L'na  de  las  excluidas  fué  Antonia  Ponce,  hermana  del  galán 
de  la  Cruz,  Antonio.  J\n  13  de  Abril  solicitó  quedar  por  haber  iigu- 
rado  dos  años  como  parte  por  medio  en  dicho  teatro;  pero  el  Mar- 
tines de  Itérales,  Comisario,  informó  diciendo  se  la  había  admitido 
por  complacer  a  su  hermano  Antonio,  pues  ella  era  inútil.  Casó  An- 
tonia I*once  con  Francisco  Haus  y  murió  de  cuarenta  \  tres  años 
en  1829,  dejando  dos  hijas:  Teresa  Haus,  bailarina,  casada  con  An- 
tonio Cobo  y  D.'^  Joat|U¡na  Haus,  madre  de  D.  Manuel  Tamayo,  cé- 
lebre autor  dramático. 


S8S  iSIbOHO  MAIQUÉ32 


Para  reemplazar  á  Antonia  Prado,  vino  Manuela  Car- 
mona.  Esta  merítisima  cómica,  que  desde  los  principios 
más  iiumildes,  pues  había  sido  criada  de  Rita  Luna,  sólo 
en  fuerza  de  su  talento,  supo  elevarse  á  la  altura  de  las 
mayores  actrices,  había  trabajado  ya  en  Madrid  algunas 
veces,  cuando  en  1801  fué  colocada  de  quinta  dama  en 
la  compañía  de  la  Cruz,  al  lado  de  su  ama  y  maestra,  cuya 
escuela  de  declamación  mantuvo,  sino  con  tanto  esplen- 
dor sin  desdoro  manifiesto.  Anduvo  luego  por  los  teatros 
de  los  Sitios  Reales  (1)  y  los  de  provincias,  acrecentando 
cada  vez  más  su  reputación;  y,  como  era  de  carácter  re- 
suelto, no  vaciló  en  aceptar  el  puesto  que  la  necesidad 
obligó  á  la  Junta  á  conferirle. 

Con  las  alegrías  á  que  daba  origen  la  reciente  procla- 
mación de  Fernando  VIÍ,  por  gracia  y  virtud  del  motín  de 
Aranjuez,  abriéronse,  en  la  Resurrección  de  1808  (17  de 
Abril),  los  dos  teatros  de  la  corte,  con  obras  de  Calderón 
entrambos,  ejecutando,  en  el  Príncipe,  la  Carmona  y  An- 
tonio González,  Bien  vengas  mal  si  vienes  solo,  con  tonadi- 
lla y  El  Payo  de  centinela,  de  saínete,  y  en  la  Cruz,  Coleta 
Paz  y  Juan  Carretero,  El  secreto  á  voces,  tonadilla,  saine- 
te  y  bolero.  El  espíritu  de  Rita  Luna',  flotaba  sobre  los  dos 
teatros.  Suyas  eran  las  obras  que  en  ellos  se  hacían  y  sus 
dos  predilectas  discipulas  las  damas  encargadas  de  recor- 
darla al  público. 

Todo  este  contento  fué  bruscamente  cortado  el  terrible 
y  glorioso  día  Dos  de  Mayo.  En  éste  y  los  tres  siguientes 
«no  se  trabajó  por  el  motín»,  dice  candorosamente  el  cro- 
nista que  nos  sirve  de  guía  en  este  punto  (2).  Algo  más 
que  motín  fué  aquella  sublime  protesta  contra  una  inva- 
sión traidora, 

¿Qué  podían  hacer  los  teatros  en  medio  de  aquel  luto 
general  de  los  madrileños?  Languidecieron  algunos  días, 


(1)  En  1805  y  1806,  era  primera  dama  de  k  compañía  de  los  Si- 
tios, que  regentaba  D.  Gregorio  l^ermúdez. 

(2;  Las  citadas  notas  del  apuntador  Antonio  Pérez  y  Sanz,  ente- 
ramente seguras  en  cuanto  á  cronología. 


capítulo  duodécimo  289 

y  antes  de  mediar  Junio,  se  cerraron  «por  no  haber  entra- 
das» añade  el  mismo  testigo  ocular  de  los  hechos. 

Pero  á  25  de  Julio,  y  aunque  era  ya  conocida  la  victoria 
de  Bailen,  quiso  el  Ayuntamiento  que  los  teatros  solemni- 
zasen la  extemporánea  proclamación  de  José  I,  dando  diez 
mil  reales  á  cada  compañía.  Hicieron  cada  una  dos  funcio- 
nes de  compromiso  para  los  soldados  extranjeros  los  días 
25  y  26,  y  cuatro  después  desalojaban  los  franceses  la  ca- 
pital. 

Entonces  si  que  estalló  una  más  franca  y  estrepitosa 
alegría.  El  13  de  Agosto  entró  en  Madrid  el  general  Cas- 
taños, y  al  día  siguiente  se  abrieron  los  teatros.  En  el  del 
Príncipe  representóse  una  loa  «análoga  á  las  cosas  del 
día,  que  gustó  mucho»,  según  nuestro  apunte;  se  bailó  el 
fandango,  cantó  una  tonadilla  y  ejecutó  la  comedia  anti- 
gua El  4lbct  y  el  Sol,  que  despuntaban  con  aquella  prime- 
ra victoria  de  las  armas  españolas.  En  el  teatro  de  la 
Cruz,  además  de  otra  loa  nueva,  también  «análoga  á  las 
circunstancias»,  tonadilla  y  fandangO;  se  puso  la  comedia 
Aragón  restaurado  por  el  valor  de  sus  hijos,  de  D.  Gaspar 
de  Zabala. 

Pero  los  cómicos  madrileños  hicieron  más  aun.  Con  una 
generosidad  poco  compatible  con  sus  hambrientos,  estó- 
magos, destinaron  los  buenos  ingresos  que  ésta  y  las  fun- 
ciones de  los  dos  días  siguientes  les  dieron,  para  el  ejérci- 
to, trabajando  de  balde  ellos  y  los  músicos,  tramoyistas  y 
los  demás  dependientes.  Y  en  su  antiguo  y  religioso  celo, 
hicieron  otra  función  de  igual  clase  para  la  Virgen  de  la 
Novena,  patrona  de  su  cofradía  secular.  En  estas  repre- 
sentaciones obtuvieron  los  del  Príncipe  21.366  reales,  y 
los  de  la  Cruz  19.505. 

Ocho  días  después  celebraron  también,  y  ahora  con  ma- 
yor contento,  la  proclamación  solemne  de  Fernando  VII, 
recitando  en  el  Principe  una  loa  titulada  Madrid  consola- 
do y  la  comedia  El  triunfo  del  Ave  María,  aderezado  todo 
con  fandango  y  tonadilla.  Ea  la  Cruz  también  se  hizo  una 
loa  nueva  El  triunfo  de  la  religión,   la  vieja  comedia  La 

19 


290  ISIDORO   MAIQUEZ 


toma  de  Scpúlveda,  bolero  y  tonadilla  general.  Fueron  ob- 
sequiadas merecidamente  las  compañías  con  seis  mil  rea- 
les cada  una. 

El  entusiasmo  público  se  desbordaba  por  otros   cami- 
nos (1);  entonces  empezó  á  nacer  aquella  literatura  dra- 


(1)  También  se  reveló  en  canciones  y  coplas  guerreras,  que  se 
cantaban  en  algunas  provincias,  especialmente  en  Cádiz,  foco  en- 
tonces de  este  movimiento  político  nacional.  Allí  se  imprimían  co- 
lecciones como  la  que  lleva  el  título  siguiente: 

Colección  de  canciones  patrióticas,  hechas  en  demostración  de  la 
lealtad  española  en  que  se  incluyen  también  la  de  la  nación  in- 
glesa titulada  el  God  seivd  de  Kin  (sic).  Impresa  en  Cádiz.  Por 
D.  Nicoláé  Gómez  de  Requena,  4.°,  sin  año,  62  pagimas. 

Empieza  con  una  de  Sánchez  Barbero,  pues  dice  ser  del  autor  de 
la  ópera  El  Saúl.  Principia  así: 

A  las  armas,  corred  españoles, 
de  la  gloria  la  aurora  brilló 
la  nación  de  los  viles  esclavos 
sus  banderas  sangrientas  alzó.  . 

Siguen  otras  16,  entre  ellas  alguna  de  Arriaza.  Otras  son  nota- 
bles por  distintos  conceptos,  como  una  «cantada  en  el  teatro  de 
Cádiz  la  noche  del  23  de  Agosto  de  1808,  á  la  entrada  de  Josef  Na- 
poleón en  Madrid».  Véanse  algunas  estrofas: 

El  gran  Josef  ninguno 
ha  venido  á  Madrid 
á  reinar  en  romance 
y  á  mandar  en  latín... 

Su  entrada  majestuosa 
digna  es  de  referir 
y  que  le  haga  notoria 
del  orbe  hasta  el  confín.. 

Las  luces  que  pusieron 
fué  un  mugriento  candil 
y  cortinas  colgadas 
de  indecente  tapiz. 

De  ciegos  lac  orquestas 
dieron  brillo  al  festín 
compuestas  de  guitarras 
y  un  roto  violín. 

Ninguno  se  incomoda 
por  ver  su  facha  ruin, 
excepto  amoladores 
y  tal  cual  galopín. 

Los   demás   no   hacen   caso 
del  intruso  arlequín 
y  le  insultan 'á  voces 
con  denuedo  gentil. 

Casi  todas  valen  poco.  Hay  una  á  Palafox  á  quien  dicen: 


ÍJAPÍTÜLO   DUODÉCIMO  *  ^Ól 

mático-patriótica  de  que  hemos  de  dar  tan  curiosas  sen  a- 
les  adelante,  por  lo  poco  conocida  que  es,  y  en  el  discurso 
de  este  año  representaron  ya  Los  patriotas  de  Aragón  (1), 
La  sombra  de  Pelayo  (2),  La  alianza  de  España  con  Ingla- 
terra (3),  El  bombeo  de  Zaragoza,  ó  segunda  parte  de  Los 


Salve,  ilustre  Joven, 
timbre  de  Aragón, 
gloria  de  la  España, 
de  Francia  terror; 
á  tu  heroico  aliento 
la  patria  debió 
romper  las  cadenas 
del  vil  Napoleón. 

De  Sánchez  Barbero,  trae  la  valiente  marcha  de  nuestros  ejér- 
citos contra  los  franceses,  que  imprimió  el  Marqués  de  Valmar  en 
la  pag.  572  del  tomo  2.°,  de  su  coleción  ya  citada. 

(1)  Los  patriotas.  Comedia  en  tres  actos  (prosa)  Biblioteca 
municipal,  55-2.  Lleva  censuras  de  (Quintana  de  25  de  Septiembre 
de  1808  y  la  obra  sü  estrenó  el  24  del  mismo.  La  escena  pasa  en 
Zaragoza,  durante  el  primer  ataque.  Sobresale  una  María,  hija  del 
alférez  D.  Lope,  que  es  un  marimacho;  no  quiere  oir  los  requiebros 
de  su  futuro  mientras  se  teme  el  peligro.  Se  bate  como  un  soldado 
y  cocina  para  los  defensores  de  la  ciudad  Los  preparativos  de  de- 
fensa y  al  fin  rechazar  el  ataque,  forman  el  asuito  de  la  comedia, 
mediana,  pero  que  debía  despertar  el  entusiasmo  del  pueblo. 

Cantan: 

Zagales  del  Ebro 

laureles  cojed 

y  á  nuestros  guerreros  , 

ciñamos  la  sien. 

Es  obra  de  D.  Gaspar  de  Zabala  á  quien  pertenece  igualmente  la 
segunda  parte  de  la  misma  como  veremos. 

Se  imprimió  con  el  título  de  Los  patriotas.  Comedia  en  tres  ac- 
tos por  D.  Gaspar  ZaoaLa  y  Zamora,  quien  la  dedica  al  Excelen- 
tísimo Sr.  D.  José  de  Palajox  Rebolledo  y  Melci,  capitán  general 
del  reino  de  Aragón,  etc.  Madrid^  Ruiz,  1808,  4.** 

(2)  La  sombra  de  Pelayo  ó  el  dia  feliz  de  España.  Por  don 
Gaspar  de  Zacala  y  Zamora.  Drama  alegórico  en  un  acto  (en 
verso).  Representada  en  el  Coliseo  del  Principe,  en  celebridad 
del  cumpleaños  de  nuestro  amado  Rey  y  Señor  D.  Femado  Vil. 
Biblioteca  municipal  (185-2).  Censurado  Quintana,  18  Octubre  1808. 
Se  ejecutó  al  día  siguiente.  Va  contra  Godoy  á  quien  disfraza 
con  el  nombre  de  El  despotismo.  Se  conoce  que  lo  tenía  escrito 
cuando  su  caída.  í>uego  le  añadió  algunos  ideas  sobre  el  valor  y 
le  Itad  de  Es})aña.  Es  largo  y  malo.  Todo  en  endecasílabos.  Solo 
curioso  por  la  libertad  con  que  habla  del  favorito  caído. 

(3)  La, Alianza.  Aleyoría  cómica.  Por  D.  G.  de  Z.  y  Z.  (sic). 
Biblioteca  municipal  (185-1).  Pieza  muy  insulsa  de  Zavala.  Primero 
la  (¡uiso  titular  España,  pero  luego  le  dio  el  título  con  que  so  eje- 


292  ISIDORO    MAIQÜB^ 


Patriotas  (1),  El  engaño  francés  ó  los  impulsos  del  valor 
de  España,  El  regocijo  militar  (2),  El  juego  de  las  provin- 
cias (3),  El  escarmiento  á  los  traidores  ó  defensa  de  Valen- 


cuto.  Habla  Esparia,  el  Orgullo  francés,  la  Abundancia,  El  Re- 
gocijo, (Galán)  Temis,  El  Comercio,  Navegación,  etc.  Al  fin  se  ven 
bajó  un  mismo  laurel  los  escudos  de  España  é  Inglaterra  para 
significar  la  Alianza.  Censura  de  Quintana  (que  debió  volverá 
Madrid)  de  14  de  Octubre  de  1808.  Orden  de  representarla  de 
Fuerte-Hijar  á  13.  La  aprobación  eclesiástica  es  del  9,  Esta  pieza 
se  imprimió  con  el  título  de  La  Alianza  de  la  nación  Española  con 
lalnglesa,  así  como  Los  patriotas  de  Aragóa,  en  la  imprenta  de 
la  calle  de  San  Pedro,  inmediata  á  la  de  Embajadores,  sin  año, 
en  4.° 

(1)  Los  patriotas  de  Ai^agón.  Segunda  parte.  En  quatro  actos 
Por  D.  Gaspar  de  Zacala  y  Zamora.  Representada  en  el  Coliseo 
del  Principe  el  día  22  de  Noviembre  de  1808,  4.^  Empieza  el  mi- 
quelete  catalán,  Pau,  cantando: 

Tota  la  España  plora 

ab  gran  dolor 
perqué  está  en  cautiveri 

el  seu  señor. 
Pero  la  Verge  Pura 

da  Montserrat 
dará  tot  son  amparo 

para  son  rescat. 

Anen  Miñons 
á  destrozar  gabachus 

com  á  lleons. 

(2)  Ni  de  ésta  ni  de  la  anterior  tenemos  noticia.  La  primera  qui- 
zá sea  la  PJspaña  encadenada  por  la  perfidia  francesa  y  libertada 
por  el  valor  de  sus  hijos.  Drama  heroico  alegórico  en  un  acto  (ver- 
so). Reimpreso  en  Cádiz,  4.°,  sin  año,  13  páginas.  Es  de  1808. 

España,  dama.  — Ge/iz'o  inglés,  gal. tn.  — Ge/i ío  francés,  segundo. 
—Regocijo,  Labrador,  gracioso.  — A ¿í^^^ría,  graciosa. 

VA  francés,  amenaza  á  España;  sale  á  su  defensa  el  inglés  y  con 
ayuda  del  Regocijo  le  arrojan  y  se  prometen  unidos  prósperos  su- 
cesos. Recuerdan  algunos  hechos  gloriosr  s  de  este  año  en  Valencia, 
Aragón  y  Bailen. 

(3)  El  juego  de  las  provincias  de  España.  Son  dos  partes  impre- 
sas ambas  en  Madrid,  imprenta  de  Vega  y  Compañía,  en  1808, 
en  4.° 

La  primera  tiene  4  páginas  y  8  la  segunda.  Sólo  ésta  parece  des- 
tinada á  la  representación,  aunque  bien  pudieron  hacerse  seguidas 
suprimiendp  la  especie  de  prólogo  que  las  precede  á  ambas.  Bajo 
la  alegoría  de  unas  partidas  de  mediator,  malilla,  revesino,  tresi- 
llo, etc.,  que  juegan  algunas  provincias  entre  sí  ó  con  Inglaterra,  el 
Rey  José,  Junot,  Bessieres,  etc.,  va  el  autor  ensartando  sus  sátiras 
contra  los  franceses  y  aludiendo  á  las  operaciones  de  la  guerra  en 
diversos  puntos  de  hi  monarquía;  algunas  veces  resulta  aguda  é  in- 
geniosa la  sátira.  Está  en  prosa. 


capítulo  duodécimo  293 

cia  (1),  El  sermón  sin  fruto  ó  José  Botellas  (2),  La  defensa 
de  Gerona  (3),  expansiones  de  nuevo  interrumpidas  cuan- 
do  Napoleón,    en   persona,    condujo   sus   leg-iones    hasta 


(1)  La  defensa  de  Valencia.  Comedia  original  en  cuatro  actos 
(verso).  Bibrioteca -municipal  105-3.  Tiene  más  de  30  personajes  que 
hablan.  Hay  primero  una  conspiración  que  se  deshace  con  castigo 
de  los  traidores,  luego  el  ataque  de  Moncey  que  es  rechazado  y  jol- 
gorio consiguiente. 

Cantan  varias  coplas  como  ésta: 

Virgen  sagrada, 
tráetiosal  Rey; 
líbrale  Virgen, 
del  vil  francés; 
Madre  piadosa 
defiéndele. 

La  defensa  de  Valencia  fué  el  27  de  Junio  de  1808,  y  la  comedia 
se  estrenó  en  la  Cruz  el  29  de  Octubre.  Es  obra  de  D.  Félix  Enciso. 

(2)  El  sermón  sin  fruto,  ó  sea  Josef  Botellas,  en  el  Ayunta- 
miento de  Logroño.  Pieza  jocosa  en  un  acto  por  D.  F.  E.  Castri- 
llón.  Representada  en  el  coliseo  de  la  Cruz.  Cádiz,  sin  año,  4.°, 
11  páginas. 

Alude  á  cierta  arenga  que  efectivamente  pronunció  el  Rey  José 
en  Logroño  en  1808,  cuando  después  de  la  batalla  de  Bailen  se  re- 
tiró al  otro  lado  del  Ebro.  Es  muy  graciosa,  especialmente  por  el 
lenguaje  chapurrado  de  italiano,  que  pone  en  boca  del  intruso, 
quien  busca  su  inspiración  en  las  botellas  que  hace  le  presenten  á 
cada  instante  hasta  que  cae  embriagado.  He  aquí  las  últimas  pala- 
bras que  pronuncia,  dejando  la  traducción  que  al  paso  va  haciendo 
un  servidor: 

José.— Sí  voi  réstate  tranquilii  tutto  sará  opulenza.  Tutto   richeza;  tutto  amo- 
re;  tutto  denaro,  tutto.  .  tu...  tu...  tu  {Se  va  cayendo  en  la  sillaj. 
Edecán.— Ah.  mon  Dieu! 
Benito.— .Señor,  ;qué  es  esto? 

José.— Niente,  niénte..   Tu...  tu  ..  (Queriendo  levantarse) . 
Doctor.— ¡Ay  que  paró  en  trompetero  S,  M! 

Y  al  final  de  la  pieza  propone  un  interlocutor  que  en  el  sitio  en 
que  habló  el  Rey  José  se  ponga  una  inscripción  que  diga: 

Aquí  predicó  Botellas, 
hijo  de  Baco  el  más  fiel: 
mucho  más  dijera  el 
pero  no  quisieron  ellas. 
Tantas  fueron  las  centellas 
que  despidió  su  elocuencia, 
tal  la  viveza  y  violencia 
de  su  entusíamo  y  su  acción, 
que  á  la  mitad  del  sermón 
se  embriagó  Su  Reverencia. 

^3)    La  defensa  de  Gerona,  (;omedia  de  D.  FÓ1Í5^  Eripiso  Castn- 


294  '  ISIDORO   MAIQUEZ 


el    corazón  de  España  y   Madrid  fué  otra  vez  amorda- 
zado (1). 


llón  se  estrenó  en  la  Cruz,  el  28  de  Noviembre,  pero  no  la  hemos 
visto  y  sí  otra  titulada: 

El  7nás  (irrogante  esfuerzo  de  la  milicia  espafwla.  Comedia  en 
cinco  actos  de  D.  A.  F.  y  D.  Con  ticenria.  Barcelona.  Por  Juan 
Ignacio  Jordi.  Aíio  1816.^  En  la  pág.  1  lleva  este  título:  El  más 
arrogante  esfuerzo  ó  Defensa  de  Gerona,  S°,  99  páginas. 

Lleva  al  fin  licencias  de  este  año  de  1816. 

Es,  en  efecto,  la  defensa  de  la  plaza  con  cierta  fuerza  de  verdad: 
(el  autor  dice  que  ha  sucedido  todo),  aunque  con  mucho  desorden 
artístico,  mal  lenguaje  y  malos  versos.  Toda  ella  está  en  endeca- 
sílabos, 

(1)  Aunque  no  representadas  en  Madrid,  sí  lo  fueron  en  Cádiz  ú 
otros  teatros,  ó  se  imprimieron  en  este  año  ó  el  siguiente  las  piezas 
que  á  continuación  se  describen. 

El  Rey  de  España  en  Bayona.  Escena  en  unacto^  escrita  por  un 
buen  espailol  en  Murcia.  Madrid,  Josef  Doblado,  1808,  4.*^,  32  págs. 

En  romance;  pieza  larguísima  con  la  historia  de  todo  lo  ocurrido 
en  Hayona  sobre  la  renuncia  de  Carlos  IV. 

Intervienen  toda  la  familia  real  española,  Godoy,  el  ministro  Ce- 
ballos.  Napoleón,  Samuel  (capitán  judío  confidente  del  Emperador), 
soldados  y  embajadores, 

Fernando  Y II  preso  ó  segunda  parte  del  Rey  de  España  en  Ba- 
yona. Escena  en  un  aclo  por  el  misino  autor  de  la  primera  parte, 
el  P.  Fr.  Juan  José  Aparicio,  lector  de  teología  en  el  convento  del 
Real  y  militar  Orden  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced  de  esta  ciu- 
dad de  Murcia.  Con  las  licencias  necesarias.  En  Murcia.  Por 
Juan  Vicente  Teruel.  4,°,  sin  año,  xxx  páginas. 

Es  pieza  peor  que  la  primera.  Todo  se  reduce  á  unos  cuantos 
paseos  que  alrededor  del  Céistillo  de  Valencey  dan  Eernando  Vil,  su 
hermano  D.  Carlos  y  su  tío  D.  Antonio,  en  compañía  de  la  niadre 
de  Napoleón  y  de  Talleyrand,  que  hablan  siempre  mal  del  Empera- 
dor. El  único  episodio  es  la  aparición  de  un  mendi^'o  que  entrega 
á  D.  Carlos  una  carta  del  Duque  del  Infantado,  díciendoles  que  Es- 
paña resista  y  que  confien. 

El  mejor  triunfo  de  España.  Drama  en  dos  actos,  escrito  por 
el  R.  P.  M.  Fr.  Juan  José  Aparicio,  lector  de  teología  en  el  con- 
cento del  Real  y  militar  orden  de  Nuestra  Señora  de  la  Merced 
de  la  ciudad  de  Murcia.  Dalo  á  luz  un  afecto  al  autor  y  á  sus 
obras.  Con  licencia  en  Murcia.  Por  Francisco  Torán,  8.°,  sin  año 
(1808),  62  páginas. 

Es  la  historia  poética  de  la  batalla  de  Bailen.  Intervienen  sólo  ge- 
nerales, oficiales  y  soldados  españoles  y  franceses. 

Escrita  con  aquej  furor  bélico  que  animaba  á  todos,  llevado  hasta 
la  ferocidad,  muy  poco  conforme  con  la  profesión  del  autor.  Al 
final  del  primer  acto  hay  esta  acotación:  «Se  presenta  un  soldado 
español  sin  casaca,  con  les  brazos  desnudos;  en  una  mano  la  espa- 
da, en  la  otra  una  cal.'eza  pendiente  de  los  cabellos  y  en  la  boca  un 
corazón  atravesado  entre  los  dientes;  todo  sangriento  y  horrible.» 


CAPÍTULO    DUODÉCIMO  295 

Y,  ¿qué  se  había  hecho,  en  tanto,  de  nuestro  gran  Isi- 
doro? 
Según  una  tradición  que  recogió  Mesonero  Eomanos  (1) 


El  primer  acto  pasa  en  el  campamento  francés  y  el  segundo  en 
el  español,  después  de  la  victoria. 

Las  quatro  columnas  del  trono  español.  Opereta  alegórica  por 
D.  F.  E.  Castrillón.  Que  en  celebridad  de  los  días  de  nuestro 
augusto  soberano  el  Sr.  D.  Fernando  VII,  se  cantó  en  el  teatro  de 
la  riudad  de  Cádiz  el  día  30  de  Mayo  de  1809.  En  Cádiz,  por  don 
Nicolás  Gómez  de  Requena,  sin  año,  (1809),  23  páginas. 

Intervienen:  España,  Asia,  África,  Hernán  Cortés,  Hércules  y 
coros.  Con  esta  ensalada  hizo  Euciso  una  pieza  muy  mala,  á  la  (¡uo 
quizá  darían  vida  los  dúos,  rondós,  arias,  quintetos,  coros,  la  mar- 
chgL  final  y  el  aparato  para  descubrir  el  retrato  del  Rey. 

El  patriota  en  Cádiz-  (No  conocida.) 

Napoleón  rabiando.  Quasi  comedia  del  día  para  diversión  de 
qualquiera  casa  parti'iular  entre  solos  cinco  interlocutores  que 
son:  Napoleón,  El  Rey  Pepe,  su  hermano;  Lebrae  (y)  Legrin,  ge- 
nerales, !j  Duroc,  secretario  de  Napoleón.  La  escena  debería  ser 
en  los  infiernos;  pero  por  ahora  la  pondremos  en  el  gabinete  del 
Palacio  de  Bayona.  Por  D.  Timoteo  de  Paz  y  del  Rey.  Con  las 
licencias  necesarias.  Valencia.  En  la  imprenta  de  Burguete.  Año 
1808,  4.°  22  páginas.  (Antes  se  había  impreso  en  Macírid,  Cano, 
1808.) 

Pepe  y  sus  generales  van  poco  á  poco  enterando  á  Napoleón  de 
sus  derrotas  y  del  motivo  de  ir  á  su  lado.  Aquél  se  enfurece,  maldice 
y  arrastra  por  el  suelo.  En  tanto,  el  pueblo  de  Bayona  se  subleva  y 
quiere  entregar  el  Emperador  á  los  españoles.  Napoleón  desespe- 
rado se  ahorca  con  una  cuerda. 

Escena  trágica  unipersonal.  Napoleón  desesperado,  por  don 
/>.  M.  S.  En  Madrid:  Año  de  M.DCCC.  VIII.  En  la  imprenta  de 
D.  Jcjsef  Doblado.  Con  licencia.  4.°,  8  páginas. 

Escrito  á  raíz  de  la  victoria  de  Bailen  y  defensa  de  Zaragoza;  su- 
j)one  á  Napoleón  desesperado,  viéndose  humillado  y  reconociéndo- 
se impotente  para  vengarse  de  los  españoles   Vale  muy  poco. 

La  muerte  de  Murat.  Escena  trágica  ó  bien  sea  semi-uniperso- 
nal,  jocoserio,  por  D.  V.  M.  y  M.En  Málaga,  sin  año  (1808),  4.°, 
12  páginas. 

Es  un  monólogo  burlesco  y  poco  limpio.  El  autor  dice  lo  compu- 
so en  cuatro  horas.  Murat  muero  á  manos  del  pueblo  después  de 
haberle  sacado  de  una  letrina  donde  se  había  arrojado  para  huir  de 
sus  perseguidores. 

La  muerte  de  Murat.  Por  D.  Timoteo  Paz  y  del  Rey. 

Quejas  del  Rey  D.  Fernando  VII,  desde  su  prisión  á  sus  leales 
i'^asaílos.  Escena,  unipersonal,  por  /).  /).  M.  S.  Con  licencia.  En  la 
imprenta  de  Doblado.  Año  ÍH08,  4.°,  8  páginas. 

Cuenta  la  perfidia  napoleónica  para  aprisionarle;  se  queja  de  Go- 
doy  y  concluye  dirigiéndose  á  los  españoles,  á  fin  de  que  prosigan 
en  la  lucha  heroica  que  acometieron. 

(i)    Memorias  de  un  setentón,,  tomo  1.°,  páginas  76  y  144. 


296  ISIDORO   MAIQUEZ 


y  nosotros  no  hemos  de  desmentir,  Maiqubz  se  batió  el 
día  2  de  Mayo  contra  los  franceses,  por  lo  cual  tuvo  que 
huir  luego,  pues  era  demasiado  conocido  para  no  ser  ha- 
llado, llegando  de  un  tirón  á  Granada,  donde  permaneció 
aílgunos  días  hasta  que  pudo  pasar  á  Málaga.  En  esta 
ciudad  estuvo  á  punto  de  ser  victima  de  la  furia  popular, 
que  le  tachó  de  afrancesado  por  haber  ido  al  correo  á  re- 
coger una  carta  á  él  dirigida  desde  Madrid.  Se  le  condujo 
á  la  cárcel  pública;  pero  no  tardaron  en  darle  libertad  ha- 
biendo demostrado  fácilmente  su  inocencia,  y  que  de  Ma- 
drid precisamente  venía  huyendo  por  su  patriotismo  (1). 

Le  perdemos  de  vista  en  el  resto  del  año.  Es  probable 
que  en  el  mes  de  Diciembre  volviese  á  la  corte  con  el  tris- 
te motivo  del  fallecimiento  prematuro  de  su  segundo  her- 
mano, José  Maiquez,  que  tanto  se  había  distinguido  como 
tramoyista  en  los  años  anteriores,  según  dejamos  ya  ad- 
vertido. Y  entonces,  delatado  tal  vez  por  algún  encubier- 
to enemigo,  fué  preso  por  las  autoridades  francesas  é  in- 
ternado en  Francia,  como  otros  ilustres  españoles  que  no 
quisieron  someterse  á  la  coyunda  extranjera  (2). 

El  3  de  Diciembre,  después  de  una  débil  aunque  vale- 
rosa resistencia,  entraron  los  franceses  segunda  vez  en 
Madrid,  posesionándose  del  gobierno  inmediatamente, 
aunque  los  célebres  y  más  transcendentales  decretos  fue- 
ron expedidos  por  Napoleón  desde  Chamartin,  sin  contar 
para  nada  con  su  hermano  que  figuraba  como  Bey  de  Es- 
paña. 

Estaban,  como  es  natural,  cerrados  los  teatros;  pero  el 
día  7  los  franceses  obligaron  á  los  cómicos  á  reabrirlos, 
más  por  dar  apariencias  de  normalidad  á  la  vida  madrile- 
ña que  por  satisfacer  uq  deseo  público.  Es  probable  que 
ningún  español  asistiese  á  estas  representaciones.  En 
prueba  de  ello  bastará  decir  que  el  dia  de  la  inauguración 
llegó  la  entrada  del  Príncipe  á  solos  332  reales  y  la  de  la 


d)    Ke villa:  Vida  de  Isidoro  Maiqw¿2,  páginas  61  y  115. 
(2;    llevilla:  V¿c¿a,  pág.  62. 


capítulo  duodécimo  297 

Cruz  á  292.  Estas  cantidades  fueron  poco  más  ó  menos  las 
de  los  días  sucesivos;  el  sábado  18  sacó  el  Principe  162  rea- 
les j  176  la  Cruz. 

Desorganizáronse  las  compañías,  ausentándose  los  acto- 
res, y  apenas  hubo  bastantes  para  formar  una  sola  que  al- 
ternó en  los  primeros  meses  de  1809  en  cada  uno  de  los 
dos  teatros,  y  aun  así  no  pudo  dar  funciones  diarias. 

Ni  les  iba  mucho  mejor  á  los  operistas  italianos,  que 
apenas  entraron  los  franceses  se  apresuraron  á  venir  á 
España  (pues  desde  1799  les  estaba  prohibido  represen- 
tar). Arrendaron  el  teatro  de  los  Caños  y  enápezaron  á 
dar  t)peretas,  farsas  musicales  y  bailes  pantomímicos  con 
la  compañía  de  baile  organizada  por  el  Ayuntamiento, 
casi  toda  compuesta  de  extranjeros  Pronto,  sin  embargo, 
mejoró  su  suerte  con  los  crecidos  auxilios  y  subvenciones 
del  Eey  intruso. 

El  retraimiento  del  público  español  era  tal,  que  ni  aun 
de  balde  quería  ir  al  teatro.  En  un  periódico  del  tiempo 
leemos  la  siguiente  noticia:  «3  de  Febrero.  Ayer  se  dig- 
nó S.  M.  (José  I)  asistir  al  teatro  de  los  Caños  del  Peral, 
en  que  se  representó  la  comedia  de  Calderón,  intitulada 
Mañanas  de  Abril  y  Mayo,  con  un  saínete,  tonadilla  y  bai- 
les nacionales  en  los  entreactos.  Hizo  este  obsequio  á  S.  M. 
la  Villa  de  Madrid,  procurando  en  los  pocos  días  que  ha 
tenido  para  prepararle,  dar  á  este  espectáculo  toda  la  po- 
sible perfección.  Estaba  adornada  la  sala  del  concurso 
ron  diferentes  colgaduras  de  seda  é  iluminada  con  muche- 
dumbre de  luces.  La  entrada  fué  gratis,  y  tan  numerosa 
la  concurrencia  de  espectadores,  que  ningún  puesto  que- 
dó sin  ocupar»  (1).  Función  extraordinaria,  de  gala,  con 
asistencia  del  Rey  y  su  corte,  y  entrada  gratis,  y  nada  más 
que  ocupados  todos  los  puestos,  nos  dice  harto  claro  qué 
especie  de  concurrencia  tenían  á  diario  los  espectáculos. 

Como  el  Ayuntamiento,  por  no  montar  la  complicada 
máquina  administrativa  del  Reglamento  de   1807,  había 


(1)    Diario  de  Madrid  del  5  de  Febrero  de  1809. 


298  ISIDORO   MAIQUBZ 


abandonado  la  percepción  y  distribución  de  los  intereses 
á  los  propios  cómicos,  no  tuvo  tampoco  ningún  empeño 
en  formar  nuevas  compañias  á  la  conclusión  del  ordina- 
rio año  teatral  el  día  14  de  Febrero. 

Durante  la  Cuaresma  hubo  funciones,  ya  en  uno  ya 
en  otro,  ó  alguna  vez,  como  el  19  de  Marzo,  para  solemni- 
zar el  santo  del  Rey  francés,  en  ambos-,  representando  es- 
pecialmente operetas  y  otras  piezas  en  un  acto,  todo  ello 
antiguo  ó  ya  visto  en  los  años  anteriores. 

El  día  de  Pascua  (2  de  Abril),  sólo  se  abrió  el  teatro  de 
los  Caños  por  la  compañía  italiana,  con  la  ópera  bufa  en 
dos  actos,  EL  Príncipe  de  Taranto,  música  de  Paer. 

Este  aflictivo  estado  del  arte  fué  en  parte  remediado 
por  iniciativa  de  los  mismos  que  lo  habían  producido.  El 
nuevo  ejército  que  el  Emperador  trajo  á  su  hermano  rea- 
nimó las  esperanzas  de  los  partidarios  que  tenía  en  ésta 
tierra,  aumentó  su  número  y  José  I  pudo  hacerse  la  ilu- 
sión de  que  se  hallaba  sólidamente  establecido  en  el  tro- 
no de  Carlos  V  y  Felipe  II. 

Dulcificáronse  las  relaciones  entre  franceses  y  españo- 
les, pudieron  volver  á  la  capital  muchos  que,  aunque  no 
simpatizaban  con  la  nueva  dinastía,  tampoco  tenían  vo- 
cación de  héroes;  regresaron  algunas  familias  que  el  te- 
rror había  alejado  en  los  primeros  instantes  de  la  segun- 
da ocupación;  otras  de  provincias  se  creyeron  más  seguras 
en  la  capital,  donde  las  alternativas  de  sujeción  y  mando 
de  uno  y  otro  partido  eran  menos  frecuentes  y  peligrosas, 
y  en  la  primavera  de  1809  la  vida  de  Madrid  parecía  ya 
la  ordinaria  en  tiempos  de  paz. 

Entonces,  el  gobierno  del  intruso,  que  con  ahinco  em- 
pezó á  mejorar  las  condiciones  materiales  de  la  Villa,  con 
obras  y  derribos  que  favorecían  la  higiene  y  el  ornato 
público,  quiso  también  mantener  y  mejorar  las  diversio- 
nes populares,  entre  las  cuales,  el  teatro,  era  desde  haciiai 
dos  siglos  la  principal  y  más  culta  de  todas. 

Ya  desde  los  comienzos  del  año  había  el  Rey  José  con- 
tribuido á  sostener  los  coliseos  pagando  los  palcos,  á  qu3 


CAPÍTULO   DUODÉCIMO  299 

no  iba,  con  algunos  miles  de  reales,  aunque  mucho  ma- 
yor era  el  socorro  que  daba  á  los  italianos,  que  excedía 
de  tres  mil  duros  mensuales,  llegando  en  el  de  Abril  á 
cinco  mil  duros  (1). 

En  el  mes  de  Mayo  fué  cuando  se  resolvió  á  subvencio- 
nar el  teatro  español  de  una  manera  fija.  Redactóse  un 
plan,  al  que  suponemos  no  sería  ageno  D.  Leandro  Mora- 
tín,  toda  vez  que  volvía  á  estar  en  el  Ministerio  D.  Ma- 
riano Luis  de  Urquijo,  su  admirador  y  amigo. 

Nuevamente  se  quitó  á  la  Villa  la  dirección  de  los  tea- 
tros de  la  corte;  pero  esta  vez  el  Gobierno  se  limitó  á  sos- 
tener uno  solo:  el  del  Príncipe,  destinado  á  obras  de  todo 
género  en  castellano.  Nombróse  encargado  económico  de 
este  teatro  oficial  al  actor  jubilado  Antonio  Pinto,  grande 
amigo  de  Moratín  y  su  compañero  de  excursiones  cam- 
pestres á  Pastrana,  como  se  ve  por  los  diarios  de  Inarco^  y 
director  y  primer  actor  á  Isidoro  Maiqubz,  á  quien  se 
hizo  venir  desde  Bayona,  donde  se  hallaba  desterrado. 
Formóse  una  compañía  escogida  entre  los  elementos  dis- 
persos de  las  otras,  realmente  con  los  mejores,  excepto 
dos  ó  tres  que,  como  Carretero,  se  fueron  á  Cádiz  á,  traba- 
jar para  los  patriotas. 

Como  primeras  damas  entraron  Antonia  Prado  y  Ma- 
ría García  que,  con  la  Coleta  y  Carmona,  eran  lo  más 
selecto  que  había  entonces  en  España.  Quedaron  también 
las  dos  mejores  graciosas,  como  eran  Gertrudis  l'orre  y 
Josefa  Virg.  De  primeras  de  canto,  Carlota  Michelet,  en 
breve  oscurecida  por  Concepción  Lledot,  de  voz  dulce  y 
excelente  escuela  de  canto,  y  en  papeles  secundarios  Ro- 
sario García,  que  este  año  acabó  deformarse  como  buena 
tiple,  María  Cabo,  Josefa  Ramos  y  María  Maqucda,  que  á 
pesar  de  la  protección  de  Maiqujíz  y  de  sus  cualidades 
naturales,  no  adelantaba  cosa  mayor  en  el  arte. 


4 

(1)  Véase  en  el  Apéndice  los  curiosísimos  documentos  (|ue  sobre 
estas  subvenciones  nos  facilitó  nuestro  buen  amigo  I).  Luis  Car- 
mena y  Millán,  escritor  bien  conocido  por  su  celebrada  Crónica 
de  ía  ópera  ítaUana  aii  Madrid  y  otras  obras. 


300  ISIDORO    MAIQUBZ 


Corno  galanes  entraron  Antonio  González,  hechas  y  a 
las  paces  con  Maiquez,  y  Antonio  Ponce,  con  quien  por 
primera  vez  trabajaba,  ornato  antes  del  teatro  de  la  Cruz. 
Da  segundos  Antonio  Ortigas,  también  procedente  de 
la  Cruz  y  Bernardo  Avecilla,  joven  calavera,  pero  que 
venía  empujando  en  términos  de  ponerse  luego  al  nivel 
de  los  mejores  (1). 

En  la  parte  de  cantado  quedaron  Cristiani,  Julián  Mu- 
ñoz, Mas  y  el  veterano  Camas\  como  barb.as  Rafael  Pérez, 
Caprara  y  López,  y  los  dos  mejores  graciosos,  Querol  y 
Oros.  Como  apuntadores  D.  Dionisio  Solís,  Maqueda,  el 
padre  y  Antonio  Pérez,  y  de  tramoyista  el  viejo  Francis- 
co Baus,  abuelo  materno  de  Tamayo. 

Los  partidos  que  á  cada  uno  se  asignó  eran  próxima- 
mente los  mismos  que  anteriormente,  como  puede  verse 
en  otro  lugar,  volviendo  Maiqubz  al  da  40  reales  y  ba- 
jando González  y  Ponce  á  34.  Las  dos  primeras  damas  te- 
nían cada  una  36. 

La  subvención  del  Estado  había  de  consistir  en  20.000 
reales  mensuales,  aparte  de  otras  gratificaciones  y  gastos. 
Hízose  á  Pinto  un  anticipo  de  50.000  reales  y  el  Rey  empleó 
también  más  de  16.000  en  el  adorno  de  sus  palcos. 

El  15  de  Miyo  de  1809,  estaba  ya  formada  la  compañía-, 
pero  no  empezaron  las  representaciones  hasta  el  26,  sin 
duda  por  los  ensayos  ó  arreglo  de  pormenores.  También 
se  alteró  la  duración  del  año  cómico,  que  en  éste  había  de 
concluir  en  1."  de  Junio  de  1810. 

La  inauguración  fué  de  toda  gala,  pues  salieron  á  eje- 
cutar el  Orestes,  lo  mejor  de  la  compañía  (2),  así  como  las 
partes  de  música  en  La  Ópera  cómica  (3). 


(1)  Contra  éste  presentó  en  1805  al  Subdelegado  de  teatros  su 
padre  Antonio  Avecilla,  antiguo  tramoyista,  una  queja  de  su  con- 
ducta, diciendo  que  estaba  amancebado  con  Josefa  Liso. 

(2)  Hicieron  los  papeles  de  Electra:  Antonia  Prado.  — C¿¿íem- 
/icstra:  María  Ga.rciai.  — Orestes:  Maiq{je7..—P Hades:  Ponce.  — Kgis- 
to:  González.  • 

(3)  La  ejecutaron  Concepción  Lledot  íLaura),  Julián  Muñoz 
(Florimónj y  Cristiani  (Armando). 


Capítulo  duodécimo  SOI 

Vino  luego  el  elemento  serio  de  la  comedia  con  El  hipó- 
crita que  hicieron  los  Ramos  y  González,  y  el  jocoso  en  el 
saínete  con  Querol  y  Josefa  Virg. 

Y,  por  fin,  la  antigua  comedia  española  con  Abre  el 
ojo  (1),  de  Rojas  Zorrilla,  refundida  por  Enciso  y  represen- 
tada como  partes  principales  por  María  García  y  Antonio 
Ponce. 

A  estas  obras  siguieron,  alternando  asi  los  géneros, 
otras  de  las  más  aplaudidas  los  años  anteriores.  Maiquez 
ejecutó  sucesivamente  hasta  el  mes  de  Diciembre  las  tra- 
gedias Los  Templarios  y  El  Cid,  y  las  comedias  El  Filinto, 
Castillos  en  el  aire,  El  sueño^  El  distraído,  El  reconciliador 
y  Las  costumbres  del  día,  obras  todas  ya  conocidas  de  nos- 
otros. 

No  fué  mucho,  pero  tal  vez  agradarían  su  buena  volun- 
tad y  dirección,  cuando  vemos  que  del  tesoro  real  se  le 
da,  y  sólo  á  él,  una  gratificación  de  9.000  reales  en  el  mes 
de  Mayo  y  otra  de  3.000  en  el  de  Junio  (2). 

El  teatro  de  la  Cruz  se  había  cerrado  definitivameijte 
después  de  formada  la  gran  compañía  del  Principe;  pero 
al  empezar  la  temporada  de  invierno,  los  cómicos  que  ha- 
bían quedado  fuera  y  solían  trabajar  en  Madrid,  se  reu- 
nJBron,  y  acaudillados  por  la  valerosa  Manuela  Carmena, 
que,  renovando  los  tiempos  de  la  Portuguesa,  de  Águeda 
de  la  Calle,  María  Hidalgo  y  María  Ladvenant,  se  erigió 
en  empresaria  y  directora,  pidieron  permiso  para  repre- 
sentar libremente  en  la  corte.  Por  Real  orden  de  20  de 
Octubre,  8<^  mandó  al  Ayuntamiento  entregase  el  teatro 
de  la  Cruz  á  Manuela  Carmena  para  que  hiciese  nueva 
compañía  y  representase  en  él. 


d)  Abre  el  o/o  ó  nea  el  ai'>L^o  ú  loa  aolteroa.  Comedia  en  tres 
actos,,  esnrita  por  1).  Francisco  de  Rojas  ij  refundida  por  D.  F. 
E.  CastrilLóa,  representada  por  j)riniera  ves  en  el  teatro  de  la 
calle  del  Principe.  Madrid  181  í,  4."—  I  le  visto  otra  edición  de  Ma- 
drid, sin  año, 

(2)  Véase  en  el  Apéndice  el  citado  documento,  relativo  .1  la  sul> 
vención  del  Estado. 


áÓ2  ISIDORO   MAIQUBÉ 


Contaba  la  Carmena  reunir  á  Coleta  Paz,  Teresa  Mase- 
ras, Concepción  Velaseo,  la  Mondragón  y  las  actrices  de 
música  María  López,  la  Gamborino  y  la  Cascante,  y  con 
actores  como  Juan  Arriaga,  un  platero  á  quien  su  afición 
llevó  á  las  tablas,  Infantes,  Cubas,  Roldan  mayor,  Fran- 
cisco López,  SotO;  Vaca,  Campos,  García  Hugalde  y  Anto- 
nio Martínez. 

Con  ellos  y  algún  otro  abrió  el  teatro  el  1.°  de  Noviem- 
bre con  la  linda  comedia  de  Cañizares,  Si  una  vez  llega  d 
querer  la  más  firme  es  la  mujer.  Como  esta  compañía  había 
de  cultivar  el  género  nacional  con  preferencia  y  no  goza- 
ba protección  alguna,  á  ñn  de  atraer  el  concurso  de  toda 
clase  de  personas,  rebajó  los  precios  de  entradas  en  una 
tercera  parte  (1). 

El  primer  resultado  de  esta  concurrencia,  fué  el  de  obli- 
gar al  teatro  del  Príncipe  á  rebajar  también  en  1.°  de  Di- 
ciembre los  suyos  á  la  misma  altura,  proponiéndose,  al 
parecer,  acabar  con  la  empresa  particular  déla  Carmena. 

Llegó  en  tanto  el  día  de  que  Maiqubz  presentase  algu- 
na obra  nueva,  que  fué  la  Raquel,  de  D.  Vicente  García 
de  la  Huerta,  no  ejecutada  hacía  muchos  años  y  prohibida 
su  representación  desde  1802  en  que  Maiquez  quiso,  sin 
resultado,  ponerla  en  escena.  Había  estrenado  esta  trage- 
dia en  1778,  una  grande  y  malograda  artista,  la  Pepita 
Huerta,  fallecida  á  los  veintiún  años,  siendo  la  mejor  có- 
mica de  su  tiempo.  Sus  representaciones  de  la  Raquel  fue- 
ron memorables,  y  durante  largo  tiempo  se  recordaron 
con  placer,  y  el  recuerdo  quedó  consignado  en  versos  que 
han  llegado  hasta  nosotros. 

Maiquez  repartió  el  papel  de  la  hermosa  hebrea  á  María 
García,  atendiendo  principalmente  á  su  belleza  juvenil. 
Entonces  Antonia  Prado,  que  alguna  vez  en  su  larga  ca- 


(1)  Palcos  bajos,  40  reales;  principales;  30;  segundos,  20;  lunetas 
principales,  7;  sillones,  6;  asientos  de  patio,  3;  patio  de  pie,  12  cuar- 
tos; tertulia:  l.^  fila,  4;  delantera  de  ca/uela,  4;  asiento,  2.  Estos 
precios  sufrían  un  recargo  de  una   quinta  parto  en  las  obras  de 

teatro: 


CA1>ÍTÜL0   DUODÉCIMO  30^ 

rrera  la  había  representado,  volvió  por  sus  fueros  de  pri- 
mera dama;  y,  como  estaba  separada  de  su  marido,  le  es- 
cribió un  billete  lleno  de  quejas  y  censuras  contra  su  con" 
ducta.  Isidoro  se  limitó  á  contestarle  también  por  escrito: 
«No  me  podía  persuadir  en  modo  alguno  de  que  tu  ignoran- 
cia llegase  hasta  el  extremo  de  creer  que  la  dama  de  un 
monarca  de  Castilla  fuese  una  vieja»  (1). 

¡Pobre  Antonia  Prado!  Harto  sabia  ella,  sobre  todo,  por 
el  apartamiento  de  su  esposO;  que  había  pasado  ya  de  la 
juventud,  sin  que  él  viniese  á  recordárselo  de  tan  brutal 
manera. 

Estrenóse  la  Raquel  el  11  de  Diciembre,  haciendo  los 
demás  papeles  Maiqubz  {el  Rey  Alfonso  VIII),  Ponce, 
González,  Ortigas,  Caprara,  Avecilla  y  Casanova,  con  lo 
cual  puede  asegurarse  que  pocas  veces  se  habrá  visto  tan 
bien  interpretada  la  célebre  obra  de  Huerta.  Como  entre 
las  dos  compañías  mediaba  cierta  rivalidad,  el  mismo 
día  11  se  representó  también  en  el  teatro  de  la  Cruz,  La 
Judía  de  Toledo,  comedia  del  siglo  xvii,  atribuida  á  Dia- 
mante. Pero  sólo  la  repitieron  en  el  siguiente,  mientras 
que  en  el  Principe  se  hizo  la  Raquel  otros  varios  días. 

A  este'  siguió  el  estreno  de  una  pieza  titulada  La  huer- 
fanita  ó  lo  que  son  los  parientes  (2),  comedia  moral  y  seria 
traducida  por  Carnerero,  en  la  que  Maiqubz  hizo  un  papel 
antipático,  pero  que  tiene  cierta  grandeza  en  lo  malo? 
circunstancia  que  no  le  arredraba  cuando  veía  poder  con- 
seguir efectos  de  carácter  dramático  y  conmover  al  pú- 
blico. 


(1)  Revilla.  Viíía,  pág.  119. 

(2)  La  huerj'anita  ó  Lo  que  sotí  los  parientes.  Comedia  en  tres 
actos  (verso).  Con  Licencia,  Madrid,  imprenta  del  Diario,  año  de 
1H17.  4.°,  34  páginas.  Probablemente  se  hal)rá  impreso  antes.  Esta 
edición  trae  el  reparto  del  estreno,  que  fué:  D.  Antotín:  Caprara.—- 
Belmón:  Maiquez.  — /'Jí  Capitán:  Ponce.--/).  Juan:  Avecilla. — Don 
Ambrosio:  Cviñt'nini. —Fabrinio:  (Contador. —  D.*^  CertradLs:  María 
García.  — D.*  Rosa:  María  'Mmyneáa..— Teresa:  Josefa  Virg. — La 
huerfanita:  Rosario  Gar(;ía.  l-lstá  traducida  del  í'raní^és,  pero  arre^ 
glada  alas  costumbres  de  acá;  la  escena  es  en  Madrid. 


§04  tSlOORO   MATQtfB2 


No  es  posible  dudar  que  D.  Leandro  Fernández  de  Mo- 
ratin,  intervino  en  la  nueva  forma  dada  á  los  espectáculos 
y  quizás  aconsejaba  á  los  directores,  entra  otras  razones, 
al  observar  la  frecuencia  con  que  se  ven  sus  obras  en  es- 
cena, cosa  que  no  sucedía  en  la  Cruz,  donde  se  habían  es- 
trenado las  escritas  hasta  entonces. 

E8,  en  efecto,  por  demás  extraño  que  habiendo  tenido 
un  éxito  tan  completo  algunas,  como  El  sí  de  ¿as  niñas, 
cuyas  representaciones  fueron  truncadas  por  la  venida  de 
la  Cuaresma,  no  se  volviese  á  representar  aquella  obra, 
ni  en  el  año  de  1806,  al  reabrirse  los  teatros,  ni  en  los  si- 
guientes, retirada  ya  Rita  Luna,  á  quien,  como  opuesta  á 
Moratín,  pudiera  considerarse  causa  de  aquel  desairo.  Y, 
por  el  contrario,  es  también  chocante  que  la  particular 
enemiga  de  Moratín  con  Maiqubz,  le  tuviese  alejado  pri- 
mero de  los  Caños,  donde  se  cultivaba  con  preferencia  el 
género  francés,  que  era  el  suyo,  y  después  del  teatro  del 
Príncipe. 

Pero  ahora  había  cambiado  el  aspecto  de  las  cosas.  Mora- 
tín se  había  hecho  amigo  de  D.  Dámaso  de  la  Torre,  cori- 
feo en  1804  de  los  defensores  de  La  lugareña  orgullosa,  y  de 
los  adversarios  de  El  Barón,  que  al  presente  se  había  ofre- 
cido en  dos  distintas  ocasiones  (Junio  y  Julio),  sobresalien- 
do María  García  en  el  papel  de  Isabel,  por  lo  que  Moratín 
la  designó  en  adelante  con  el  nombre  de  La  Baronesa,  olvi- 
dando el  de  Clori,  con  que  antes  aparecía  festejado  en  sus 
versos. 

Habíase  representado  también  la  Mogigata  (Febrero  de 
1810),  y,  por  fin,  en  prenda  de  reconciliación,  el  mismo 
Maiqubz  se  prestó  á  tomar  parte  en  la  repetición  de  La 
comedia  nveva,  hecha  el  8  de  Marzo  y  días  siguientes, 
como  no  lo  fué  ni  en  el  estrano,  pues  aunque  no  estaban 
Polonia  Rochel,  Manuel  de  la  Torre  y  Querol,  cada  uno 
de  los  cuales  en  su  clase  valía  tanto  como  los  de  ahora,  en 
cambio  otros  papeles  estuvieron  mejor  presentados.  Ayu- 
daron á  Maiquez  (D.  Pedro),  Josefa  Virg  (D.^  Agusti- 
na), Rosario  García  (D."^  Mariquita),  Ponce  (D.  Eleuterio), 


CapItülo  duodécimo  305 

Cristi ani  (D.  Antonio),  Oros  (D.  Hermógenes),  Ortigas 
(D.  Serapio)  j  Casanova  (Pipi). 

Ejecutó  Maiqubz  también  en  el  curso  de  este  año  algu- 
nas comedias  del  teatro  antiguo,  como  fueron  las  tres  de 
primer  orden:  El  ricohombre  de  Alcalá,  El  parecido  en  la 
corte  y  Juan  Labrador,  6  se 8.  El  sabio  en  su  retiro  y  villa- 
no en  su  rincón^  uno  de  los  plagios  que  Matos  hizo  á  Lope 
de  Vrga.  Y  es  circunstancia  reparable  ver  que,  no  obs- 
tante el  dominio  francés,  se  dieron  en  este  año  otras  vein- 
te obras  á^  nuestro  teatro  del  siglo  xvii,  algunas  como 
La  villana  de  la  Sagra,  de  Tirso  de  Molina,  y  la  lindísima 
de  Lope,  Por  la  puente,  Juana^  muy  poco  ó  nada  vistas  en 
años  anteriores. 

Satisfecho  debió  de  quedar  el  Rey  francés  del  trabajo 
de  nuestro  Isidoro  y  algunos  de  sus  compañeros,  pues  á 
14  de  Junio  se  les  concede  de  los  fondos  de  cámara,  y  por 
vía  de  gratificación,  5.000  reales  á  Maiqubz,  2.500  á  Rosa- 
rio García  y  otros  2.500  á  Gertrudis  Torre. 

Para  todos  seguía  la  subvención  de  20.000  cada  mes, 
cifra  que,  con  el  producto  de  las  entradas,  aunque  estas 
no  fuesen  grandes,  bastaba  para  que  la  compañía  del 
Principe  viviese  con  holgura;  sobre  todo  después  que  en 
Julio  cesó  la  italiana  de  los  Caños  (1). 

Alterados  los  antiguos  usos  histrióní'cos  se  trabajó  du- 
rante la  Cuaresma  (excepto  la  Semana  Santa);  y  el  19  de 
Marzo,  para  festejar  el  santo  del  Roy,  además  de  una  loa 
titulada  El  templo  de  la  gloria,  se  ejecutó  la  comedia  de 
Zavala  y  Zamora,  La  clemencia  de  Tito  ^2),  y  la  opereta  El 


(1)  Kstos  cómicos  se  marcii.'iron  á  Italia  en  Soptiomhro.  José  I 
les  pagó  espléndidamente  el  viajo  (62.630  reales)  y  amparó  á  algu- 
nos que  se  quedaron. 

(2)  La  cíeme  unía  de  Tito.  De  D.  Gaspar  Zaoala  y  Zamora.  Co- 
media entres  autos  (verso).  Biblioteca  municiBal  18-5.  Autógrafo 
ctn  el  siguiente  reparto:  Tito,  Maiqukz. —  Vitelía,  María  García.— 
Se,eto,  González  —Seroilia,  A.  Prado. — A/ui¿o,  Ponoo.  —  PuOlio, 
Ovtiga.H.— Senadores,  pueblo.  Ks  imitación  de  la  de  Metastasio  y 
fué  también  impresa  con  siguiente  título:  La  elemeii'ña  de  Tito, 
comedia  en  tres  a^'tos  y  El  templo  de  la  gloría,  alegoría,  dramá- 
tica: Función  representa,da  en  el  coliseo  del  Principe  en  <;elebri- 

20 


306  ISIDORO    MAIQUBZ 


criado  fingido  durante  varios  días,  y  sólo  recordaron  los 
actores  la  solemnidad  con  que  en  otro  tiempo  se  celebra- 
ba la  Pascua,  representando  una  comedia  antigua  y  una 
tonadilla  nueva,  en  que  salieron  dos  niñas,  hijas  de  Car- 
lota Michelet. 

Acabó  el  año  cómico  de  1809,  en  30  de  Mayo  de  1810,  y 
sin  interrupción  comenzó  el  siguiente,  porque  la  compa- 
ñía no  tuvo  más  alteraciones  de  importancia  que  la  sali- 
da de  Carlota  Michelet  y  Rafael  Pérez  que  pasaron  al 
teatro  de  la  Cruz,  ascendiendo  la  Lledot  á  primera  de  mú- 
sica en  unión  de  Kosario  García,  que  en  los  meses  trans- 
curridos se  había  afirmado  en  el  puesto  de  artista  emi- 
nente. 

Empezóse,  pues,  el  nuevo  año  el  1.°  de  Junio  con  una 
obra  de  las  del  teatro  revolucionario  de  Francia,  el  dra- 
ma La  novicia  ó  la  víctima  del  claustro,  original  del  cómi- 
co Monvel,  padre  de  la  famosa  Mlle.  Mars,  y  traducido 
por  D.  José  María  Carnerero.  Es  de  las  peores  que  hemos 
leído,  al  menos  en  la  traducción.  Un  padre  desalmado  se 
empeña  contra  todos  los  pareceres  de  parientes  y  amigos 
en  que  su  hija  se  ha  de  meter  monja,  y  á  pesar  de  los  rue- 
gos y  lágrimas  de  esta  infeliz.  Y  todo  para  acrecer  la  he- 
rencia de  un  hijo  varón,  calavera  y  mal  inclinado,  á  quien 
le  matan  en  duelo  al  final  de  la  obra,  á  la  vez  que  la  hija 
se  envenena  y  muere  arrastrando  al  sepulcro  á  su  novio. 
El  padre  (que  era  un  magistrado)  se  queda  tan  tranquilo, 
diciendo  que  bien  á  su  costa  aprendió  á  no  ser  tirano  (1). 


dad  de  los  díns  de  nuestro  augusto  monarca.  Su  autor  D.  Gaspar 
Zaoala.  Madrid,  Í810,  sin  i'mp.,  8.°,  104  páginas.  Va  dedicada 
al  Ayuntamiento.  Como  se  ve  Zav¿da,  autor  de  obras  patrióticas  en 
1808,  se  había  hecho  afrancesado. 

En  la  Cruz  también  hubo  función  con  otra  loa  alegórica,  minu('> 
de  la  corte,  La  moscovita  sensible,  de  Comella,  tonadilla  y  fandan- 
go. Y  en  los  Caños  á  las  cinco  de  la  tarde  FÁjjarón  1inr¡ido,  ópera, 
música  del  maestro  español  D.  Narciso  Paz  y  baile.  Todas  estas 
funciones  fueron  de  entrada  gratis  y  costeadas  por  la  Villa. 

(1)  La  novicia  ó  la  victima  del  claustro.  Tragedia  en  tres  ac- 
tos Tverso).  Valencia,  Mmiipié,  1820,  8.",  59  páginas.  El  reparto 
íüó:  D.  Pedro,  el  padre,  Maiqui;z.~/3.*'  Eulalia,  su  mujer,  María 


Capítulo  duodécimo  30í 

El  trabajo  de  Maiquez  fué  muy  activo  en  los  dOvS  pri  me- 
ros meses,  pues  además  de  la  anterior,  representó  Blan. 
ca  y  Moncasín,  EL  celoso  confundido,  El  Parecido,  El  vano 
humillado,  La  novia  impaciente,  El  Ricohombre  de  Alcalá  , 
Castillos  en  el  aire,  Juan  Labrador  j  La  clemencia  de  Tito, 
sin  que  en  el  resto  de  este  periodo  se  hiciesen  más  que 
alg-unos  días  La  Mogigata  y  La  Dama  labradora  por  .los 
otros  compañeros. 

El  día  27  de  Julio  salió  en  una  obra  para  él  nueva:  la 
Celmira,  de  DeBelloy,  traducida  por  D.  Pablo  de  Olavide 
y  representada  muchos  años  antes  con  lo  mejor  del  per- 
sonal  cómico  del  Principe.  El  papel  más  importante,  triun- 
fo en  otro  tiempo  de  la  Tirana,  lo  hizo  María  García  (1). 
El  6  de  Agosto  el  Amigo  de  los  hombres  ó  el  egoísta,  proba- 
blemente la  traducción  de  Marchena,  aunque  también 
había  otra  anterior  que  se  representaba  (2),  y  el  17  Garda 
del  Castañar,  anunciado  con  el  siguiente  rumboso  título: 
No  he  de  permitir  mi  agravio  del  Rey  abajo  á  ninguno,  en 
la  que  trabajó  lo  mejor  que  tenía  en  ambos  sexos  la  com- 
pañía, excepto  Antonia  Prado,  que  en  este  año  apenas 
salió  á  escena,  y  á  quien  se  iba  preparando  el  retiro,  que 
efectivamente  se  le  concedió  en  el  mes  de  Septiembre,  en 
que  fueron  recibidas  algunas  partes  nuevas,  entre  ellas, 
y  como  racionista,  la  futura  primera  dama  Antera  Baus, 
de  trece  años  de  edad  entonces,  pero  espigada  y  que  ya 
prometía  dar  buena  cuenta  de  si. 

Al  empezar  la  temporada  de  invierno  fué  cuando  Mai- 
quez hizo  poner  el  siguiente  anuncio  en  que  se  suprimía 
una  antigua  é  innecesaria   costumbre:   «Desde  mañana, 


Ga.rc\a.— Matilde,  la  nnüicia,  Rosario  García.  —  /).  Carlos,  Ponce. 
— D.  Prudencio,   Caprara.  Se  dehió  de  imprimir  antes  en  Madrid. 

(1)  Desde  el  2  do  Agosto,  las  representaciones  fueron  diarias; 
antes  eran  alternas  y  en  los  días  festivos, 

(2)  V^éase  más  atrás  en  este  mismo  capítulo. 

La  traducción  que  Marchena  hizo  del  hilinto  de  FaI)ro  d'I'>glan- 
tine  nos  es  descono(;¡da.  I^a  que  hornos  visto  y  citamos  en  la  pági- 
na 197  no  parece  suya,  por  el  mal  lenguaje,  faíta  en  quo  Marchena 
no  incurría,  pues  era  excelente  hablista. 


BÓ8  ISIDORO,  MAIQUEZ 


1.*^  de  Octubre,  se  dará  principio  á  las  repr^seutaciones  á 
las  siete  de  la  noche,  suprimiendo  el  ofrecerlas  en  el  tea- 
tro, mediante  que  se  anuncian  diariamente  en  los  papeles 
públicos.» 

El  trabajo  de  este  año  consistió,  no  ya  solamente  en 
obras  conocidas,  como  en  el  pasado,  sino  que  abundaron 
los  estrenos,  entre  los  cuales  pueden  contarse  algunas  co- 
medias del  teatro  antiguo  que  Maiqubz  no  había  hecho 
aún,  tales  como  El  socorro  de  los  mantos,  del  malagueño 
D.  Francisco  de  Leiva,  El  mejor  alcalde  el  Bey,  de  Lope, 
de  nuevo  refundida  en  cinco  actos,  porD.  Dionisio  Solís, 
La  presumida  y  la  hermosa,  de  D.  Fernando  de  Zarate,  en 
que  tanto  había  lucido  en  otro  tiempo  María  Ladvenant, 
y  El  Alcalde  de  Zalamea,  también  arreglado  en  cinco  ac- 
tos, exclusivamente  para  Isidoro  Maiqubz. 

Como  en  5  de  Octubre  se  pusiese  en  escena  con  grande 
éxito  una  refundición  en  cinco  actos  de  la  aatigua  come- 
dia Vida  y  muerte  del  Cid  (que  ya  es  refundición  de  otra 
más  antigua,  quizá  de  Tirso),  en  la  que  hizo  con  grande 
aplauso  el  papel  del  Campeador  el  actor  retirado  Vicente 
García,  pidió  el  público  se  ejecutase  en  la  forma  antigua, 
en  tres  actos,  en  la  que  también  hizo  Maiqubz  el  papel  de 
Martin  Peláez.  La  concurrencia  á  estas  dos  obras  fué  tal, 
quB  hubo  que  habilitar  en  el  teatro  nuevas  localidades.  No 
puede  dudarse  sobre  la  significación  de  este  fenómeno: 
era  el  patriotismo  madrileño  que  se  revelaba  de  este  modo 
contra  la  dominación  extranjera,  y  que  llegó  al  extremo 
de  aplaudir  meses  después  la  malísima  comedia  de  La-, 
viano.  La  afrenta  del  Cid  vengada. 

Por  deferencia  á  su  amigo  Moratín,  hizo  representar 
Maiqubz,  y  tomó  parte  en  ella,  la  comedia  El  viejo  y  la 
niña,  de  aquel  ingenio;  cosa  que  no  había  hecho  hasta 
entonces  en  las  diversas  veces  que  los  Caños  y  el  Prínci- 
pe habían  ejecutado  dicha  obra. 

En  cuanto  á  estrenos,  hubo  algunos  notables  (1).  Fígu- 


(1)    En  29  de  Octubre  se  estrenó  la  comedia  de  Sarralde,  traditci- 


capítulo  duodécimo  309 

ra,  desde  luegfo,  entre  los  principales,  el  de  la  comedia  de 
Moliere,  traducida  por  el  abate  D.  José  Marchena,  El  hi- 
pócrita, representada  en  la  ñocha  del  14  de  Noviembre,  y 
en  la  cual,  además  de  Matqubz,  que  hizo  el  personaje 
principal,  intervinieron  Josefa  Yivg,  María  y  Rosario  Gar- 
cía, y  Gertrudis  Torre,  que  hizo  la  pizpireta  Juana  y  An- 
tonio Ponce,  González,  Avecilla,  Casanova,  Suárez  y 
Contador.  Fué  muy  aplaudida  y  anuló  por  completo  á  la 
de  Valles  y  Codes ,  que  venia  representándose  desde 
1802  (1).  No  consta  en  particular  cómo  Ma.iquez  estuvo  en 
el  delicado  y  poco  simpático  personaje  de  D.  Fidel.  Mar- 
chena le  apreciaba  mucho  y  decía  de  él  que  era  el  únicoi 
en  España  que  tenía  verdadera  instrucción  trágica;  pero 
quizá  no  le  halló  tan  bien  en  la  comedia,  sospecha  ésta 
nuestra  que  no  tiene  más  fundamento  que  el  ver  no  figu- 
ra el  eminente  actor  en  el  reparto  de  la  otra  comedia  que 
meses  después  -hizo  representar  el  propio  Marchena,  si 
bien  esto  pudo  obedecer  á  otras  causas  (2). 


da  del  francés,  Los  r/einelos.  Comedia  en  cinco  actos  (verso).  Bi- 
b.ioteca  municipal.  75-4.  Manuscrito  autógT¿ií'o,  firmado  por  D.  Mi- 
guel de  Sirralde  y  otro  manuscrito  con  reparto  posterior;  el  del 
estreno  fué:  Z).  Dief/o,  Mxiquez.— Mendoza,  Ponce.  — D.  Claudio, 
Ortigas.  — /.^a¿>e/,  María  GarcUi.— Felipa,  O.  Tovve.—D.^  Fausta, 
J.  Yir*;.  — Valentín,  Oros.  — D.  Hipólito,  Avecilla.  —  Marques,  >^\iá- 
re/s.—D.Saturio,  Contador.  La  semejanza  física  de  dos  gemelos, 
distintos  engenioy  costum))res,  provoca  los  diversos  lances  y  equi- 
vocaciones que  forman  el  enredo  de  esta  comedia,  no  mala.  Mai- 
QUKz  hizo  un  papel  de  galán  algo  embrollón,  que  abusa  de  la  venta- 
ja (¡ue  le  da  el  poseer  los  papeles  de  su  inocente  hermano  que  ni  si- 
(juiera  sabe  que  existe;  al  fin,  resuelve  con  equidad  los  asuntos  de 
ambos,  es  de  carácter  cómico.  / 

(1)  El  Hipócrita.  Comedia  en  cin'-o  actos  en  verso.  Traducida 
al  castellano  por  D.  ./.  Marchena.  Madrid,  MDCCCXL  En  la  im- 
prenta de  Albán  ij  Delcaase,  impressores  del  ejército  francés  en 
E-^fjaña,  8.",  142  p  iginas.  Se  reimprimió  en  Barcelona  en  1836  y  de 
nuevo  en  1894  en  Sevilla,  por  el  Sr.  Menéndez  y  Pelayo,  con  las 
demás  Obras  deMarchena,  en  dos  volúmenes  en  4.°,  véase  tomo 
1.°  pág.  211. 

(2)  La  escuela  de  las  mujeres.  Comedia,  en  cinco  actos,  en 
nerso,  de  Moliere,  traducida,  por  D.  Josef  Marchena.  De  ordeti 
superior.  Madrid.  En  la  Imprenta  Real.  Año  de  1812.  8.°,  141  pá- 
ginas. El  estreno  de  esta  obra  se  hizo  en  el  Príncipe  el  9  de  Febre- 
ro di  1811,  y  otros  varios  días,  con  el  siguiente  rep¿irto:  D.  L'boriu: 


310  ISIDORO   MAIQUBZ 


Entrado  ya  el  año  de  1811  (1),  ejecutó  Maiquez  la  obra 
en  que  más  alta  rayó,  según  algunos,  su  inspiración  trá- 
gica. Fué  en  la  tragedia  de  Arnault,  Osear,  admirablemen- 
te traducida  y  mejorada  por  el  insigne  poeta  D.  Juan  Ni- 
casio  Gallego,  con  el  objeto  de  que  fuese  representada  por 
nuestro  Isidoro  (2). 

Todas  las  más  violentas  pasiones  de  los  hombres  están 
personificadas  en  aquel  Osear,  para  quien  aun  la  amistad, 
el  amor  y  el  patriotismo  ofrecen  un  tinte  de  salvaje  fero- 
cidad que  aterra:  ¿qué  decir  del  furor  que  le  causan  el 
odio  y  los  celos  ante  la  inesperada  presencia  de  su  rival? 

Por  una  grande  habilidad  del  poeta,  estos  afectos  van 
presentándose  sucesivamente,  aumentando,  no  sólo  el  in- 
terés de  la  pieza,  sino  la  gradación  de  la  fuerza  trágica  que 
lleg-a  á  su  colmo  con  el  delirio  de  Osear  en  el  acto  cuarto. 


Avecilla.  — D.^  7.sa¿e/zto;  Rosario  García.— Z).  Leandro:  Casanova. 
—  D.  Antonio:  Caprara.— Z).  Enrique:  Suárez.— Z).  Pablo:  Conta- 
dor.—Cosme;  Ovo?^. —  Blasa:  G.  Torre.  — í7/i  escribano:  Justo  Mas. 

(1)  A  2  de  Enero  hizo  Maiquez,  Fenelón  ó  las  relifjiosa^s  de 
Cumbray,  drama  en  cinco  actos  de  Mana  José  Chenier,  conoci- 
da también  por  El  duque  de  PentieDre,  «vertida  en  los  mismos  tér- 
minos que  se  ejecutó  por  primera  vez  en  Francia»,  es  decir,  sin  las 
supresiones  que  D.  Vicente  Rodríguez  de  Arellano,  por  no  sacar  á 
escena  al  arzobispo,  había  hecho  en  su  obra  estrenada  el  30  de  Mayo 
de  1803.  Ahora  el  Duque  es  sustituido  por  Fenelón,  que  es  quien 
saca  á  Eloisa  del  calabozo  y  oye  á  Amelia.  El  papel  de  él  es  dulce  y 
afable,  pero  algo  cargante  con  tanta  frase  hueca  y  general  sobre  la 
paz^  Id  caridad,  etc.  Lo  hicieron:  Fenelón:  Maiqve'/..— Eloisa:  María 
García. —  Amelia:  Rosario  García.— La  Abadesa:  Josefa  Virg.— 
ísaura:  María  Isíaqueda.  —  Delniance:  Ponce,  etc.  En  la  Riblioteca 
municipal,  76-10,  hay  un  manuscrito  (íon  esta  nueva  foi'ma.  El  du- 
que de  Pentiéore,  se  imprimió  en  1803,  como  hemos  dicho  en  la  pá- 
gina 171. 

(2)  Osear,  hijo  de  Osian,  tragedia  francesa,  puesta  en  verso 
castellano  y  acomodada  á  nuestro  teatro  por  D.  Juan  Nicasio 
Gallego.  Representada  en  los  teatros  de  esta  corte.  Con  licencia. 
Madrid,  imprenta  que  fué  de  García.  1818,  8.*",  80  p  ginas.  El  Os- 
ear se  reimprimió  en  la  colección  de  las  Poesías  de  Gallego,  que 
en  18.")4,  á  poco  de  la  muerte  del  poeta,  hizo  la  Real  Academia  Es- 
pañola.—Se  estrenó  en  el  l^ríncipe,  como  va  dicho,  en  la  noche  del 
25  de  lanero  de  1811,  con  decoraciones  nuevas,  pintadas  por  D.  José 
Ribelles,  y  el  reparto  siguiente:  Osear:  Maiquez.— Malvina:  María 
García. — Filian,  niño:  Loreto  García  (tenía  once  años).  —  Dermidio: 
Antonio  González.  — (7au¿.'  Ponce.  — CaríV.'  Caprara.— f7/í  bardo: 
Avecilla.— La  ejecución  debió,  pues,  de  ser  excelente,  aun   en  los 


CAPÍTULO   DUODÉCIMO  311 

Malvina  está  casada  con  Dermidio,  el  mejor  amigo  de 
Osear.  Dermidio,  huyendo  de  la  tiranía  de  Cairbar,  cruza 
los  mares  arribando  á  las  costas  deLoclin.  Osear,  después 
de  salvar  la  patria,  arrojando  al  tirano,  parte  en  busca  de 
su  amigo  y  regresa  sin  haberle  hallado,  ni  seguridad  de 
que  haya  muerto.  El  amor,  contenido  durante  largo  tiem- 
po, estalla  ante  la  vista  de  Malvina.  La  dulzura  y  las  lá- 
grimas de  ésta,  que  ya  se  considera  viuda,  y  toma  á  Osear 
como  único  amparo  y  quiere  retenerle  á  su  lado,  provocan 
el  conflicto  que  Osear  trata  de  resolver  ausentándose  de 
nuevo,  con  grande  asombro  de  los  habitantes  de  Solma, 
mas  no  sin  declarar  á  la. dama  el  motivo: 

Óscar 

Huyo  de  ti,  es  verdad;  y  nunca,  nunca 
hizo  mi  corazón  más  grande  esfuerzo, 
sacrificio  mayor.  Mil  veces  supe 
las  llamas  arrostrar,  la  mlierto,  el  hierro; 
mas  un  deber  tan  duro,  tan  terrible 
no  me  impuse  jamás.  Si  á  mis  deseos 
todo  mi  brío  y  mi  razón  opongo,' 
¿por  qué  imprudente  avivas  un  incendio 
(jue  mi  ventura  y  mi  virtud  destruye. ¿ 
/Por  que  apurar  con  importuno  acento 
mi  ya  débil  y  lánguida  constancia? 
¿Por  qué  llorar,  en  fin?  Sí:  en  llanto  envueltos 
se  ven  tus  ojos.  ¡Ah!  ¿Sabes  Malvina, 
(lue  están  mi  suerte  y  mi  desdicha  en  ellos! 
Tal  oran  tu  alhcción  y  tus  miradas 
cuando  en  el  alma  atónita  encendieron 
fuego  devorador  que  la  consume. 
Entonces  conocí  que,  bajo  el  celo 
de  la  piedad,  en  ella  se  ocultaba 
la  furia  del  amor:  amor  violento, 
amor  digno  de  Osear  y  de  tí  propia, 
activo,  ardiente,  impetuoso,  eterno, 
(lue  sin  duda  los  lazos  estrechara 
de  la  amistad,  que  hoy  mismo  romperemos, 
si  do  tu  corazón  y  de  tu  mano 
pudieras  disponer.  lié  a(|uí  el  secreto  (1). 


papeles  secundarios.  El  asunto  do  la  tragedia  está,  como  es  sabido, 
tomado  de  los  falsos  poemas  gaélicos  de  Macpherson,  pero  que  tal 
boga  adquirieron,  que  Osian,  Fingal,  Osear,  etc.,  pare(;en  persona- 
jes históricos.  Como  íin  de  fiesta,  ejecutaron  el  sainóte  do  (  jhiz,  Las 
f-astañe  ras  p  ¿cadas . 
(1)    Oíicar,  acto  I,  escena  4.%  pág.  18. 


312  ISIDORO   MAIQUEZ 


Antes  de  partir  llega  un  bardo,  portador  de  grandes 
nuevas  relativas  á  Dermidio.  Ha  muerto  encomendando 
su  mujer  y  su  hijo  al  cariño  de  Osear,  y  ordenando  á 
Malvina  que  le  reciba  por  marido.  La  principal  dificultad 
para  la  dicha  de  Osear,  parece  vencida;  pero  éste  no  quie- 
re aceptar  un  himeneo  contraído  por  obediencia.  Su  pa- 
sión exigente  pretende  arrancar  á  la  joven  una  confesión 
clara  del  estado  de  su  alma,  diciendo 

Óscar 

En  continua  batalla  me  consumo, 
y  ambicioso  de  un  bien  que  busco  en  vano 
nada  esperé  de  la  constancia  mía, 
nada,  Malvina.  ¿Y  piensas  que  al  helado 
impulso  de  la  tímida  obediencia 
mi  dicha  he  de  fiar?  ¡Yo,  yo,  insensato 
deberla  á  nadie  sino  á  tí!  Sumisa 
de  un  esposo  á  las  órdenes,  temblando, 
fría  como  su  tumba,  ¿habré  'de  verte 
ofrecer  á  mi  ardor  tu  yerta  mano? 
¿Habré  de  ver  que  á  mis  suspiros  tiernos 
con  sollozos  respondes,  y  que  al  sacro 
juramento  de  Osear  estén  tus  ojos 
de  turbación  y  lágrimas  cargados? 
Antes  que  débil  proferirle  pueda, 
celestiales  espíritus,  al  rayo 
de  vuestra  indignación  caiga  en  cenizas. 
Primero  errante,  ciego,  solitario, 
al  cielo  odioso  y  á  la  tierra  toda 
de  la  hiél  del  dolor  apure  el  vaso, 

aue  condenarme  al  hórrido  suplicio 
e  estrechar  en  mi  pecho  apasionado 
un  corazón  de  hielo,  que  si  ahora 
no  abriga  la  pasión  en  que  me  inflamo, 
ya  nunca  me  amará  (1). 

Malvina  le  contesta  que  no  ya  la  obediencia  al  precep- 
to de  su  esposo,  sino  su  propio  deseo,  su  voluntad  tiempo 
antes  inclinada  hacia  él,  le  impulsan  á  otorgarle  su  mano. 
Pero  un  nuevo  mensajero  con  más  seguras  noticias  llega 
anunciando  el  regreso  de  Dermidio,  milagrosamente  sal- 
vado de  los  peligros  que  le  obligaran  á  expresar  su  vo- 
luntad postrera  y  con  el  temor  de  hallar  á  su  esposa  ya  ca- 


(1)    Osear,  pág.  36. 


CAPÍTULO   DUODÉCIMO  313 

sada   con  Osear.  Aquí  la  lucha  es  entre  la  amistad  y  el 
amor: 

OscAii  (solo). 

¡Mísero!  Yo  tallezco...  ¿Y  qué?  ¿Presumes 
privarme  impunemente  de  su  mano? 
,' Impunemente?  Me  verás  primero... 
.Sí;  me  verás,  cruel...  ¡Oh,  amigo  caro! 
¿Amigo?  Mi  asesino;  el  que  en  un  punto 
de  la  cumbre  del  bien,  del  soberano 
bien  al  abismo  de  los  males  todos 
me  despeña  feroz.  ¿Es  este  el  pago 
de  mi  amistad  sin  límites?  ¿El  premio 
del  que  entre  nul;es  de  enemigos  dardos 
con  firme  pecho,  á  costa  de  su  sangre 
compró  tu  libertad?  ¿Vienes,  ingrato, 
á  gozarte  en  mi  angustia,  las  cadenas 
sobre  mi  cuello  con  placer  cargando 
que  yo  arranqué  del  tuyoií  No:  mi  acero, 
mi  fuerte  acero  atajara  tus  pasos... 
¿Quién?  ¿Yo,  contra  Dermidio?  ¿Y  á  tal  crimen 
podrá  arrastrarme  mi  furor  insano? 
Me  estremezco  de  horror.  ¿Pudiera  el  odio 
triunfar  de  mí?...  ¡.Jamás!...  ¡Ah!  En  riesgo  tanto, 
¿qué  hacer?  ¿Dónde  partir?...  ¿Dónde?...  En  su  busca: 
Iré  á  abrazarle,  y  moriré  en  sus  brazos  (1). 

El  acto  tercero  lo  forma  casi  todo  el  dramático  diálogo 
entre  Osear  y  Dermidio.  Luchan  en  abnegación  ambos; 
ambos  quieren  morir  el  uno  por  el  otro,  se  abrazan  y  llo- 
ran; pero  el  nombre  de  Malvina  pronunciado  por  Dermi- 
dio hacen  brotar  en  los  dos  los  celosy  el  odio  que  sólo 
puede  extinguirse  con  la  muerte  de  uno  de  ellos. 

En  el  acto  cuarto  está  ya  consumado  el  crimen;  la  espa- 
da de  Osear  atravesó  el  noble  pecho  del  esposo  de  Malvi- 
na. Así  ésta,  como  sus  amigos  y  parientes,  que  ignoran  el 
regreso  de  Dermidio,  buscan  á  Osear  para  celebrar  la 
boda.  Pero  el  hijo  de  Oslan,  presa  de  un  espantoso  deli- 
rio, aparece  diciendo  frases  incoherentes,  y  en  vano  su 
amante  afligida  trata  de  hacerle  volver  en  su  acuerdo: 

OsfAll 

Sí:  verdad  es...  No  hay  duda...  Sí:  tu  llanto 
hasta  mi  corazón  benigno  baja; 


(1)    Osear,  pág.  .47. 


314  IÍ5ID0R0    MAIQUEZ 


y  al  eco  de  tu  voz  siento  un  consuelo... 
¡Dejarte  yo?  Jamás.  ¿No  eres  el  alma 
tú,  y  el  objeto,  y  la  ocasión,  y  el  móvil 
del  luego  ocultó  que  mi  pecho  inñama? 
Ya  no  j)ienso  morir.  La  suerte  mía 
contigo  está.  Donde  Malvina  se  halla, 
la  vida  mora;  donde  no,  la  muerte. 
Di,  ¿me  abandonarás? 

Malvina 

Antes  que  ingrata 
concebir  pueda  tan  iníiel  deseo, 
muera  mil  veces  yo. 

OscAK  (mirando  alrededor). 

¡Qué  espevsas  ramas! 
¿Dónde  estoy?  ¿Quién  aquí  me  ha  conducido? 
¿No  era  esta  selva  fúnebre...  ó  me  engañan 
confusas  ilusiones,  ó  esta  noche... 
Sí:  junto  aquel  sepulcro...  Yo  jurara 
que  de  un  deliquio  fúnebre  despierto. 

Gaul 

Tan  solo  un  sueño  turbación  tan  rara, 
pudo  causar  en  tí. 

Malvina 

Sueño:  no  hay  duda 
Disipe  tu  razón  su  niebla  vana. 

Óscar 

Sueño  debió  de  ser;  pero  el  asombro, 

el  fantástico  horror  que  me  acosaban, 

mi  triste  pecho  aterran  todavía. 

Gritos,  sollozos,  lágrimas,  espadas, 

sangre...  No  puede  ser:  jamás  á  tanto 

la  barbarie  llegó.  Sí:  yo  soñaba:... 

ni  á  tal  atrocidad  fuera  posible, 

que  de  otro  modo  Osear  se  abandonara. 

¡Mas  cuan  culpable  y  bárbaro  sería 

si  fuese  realidad!...  Durmiendo  estaba; 

durmiendo,  no  dudéis.  Pero...  ¿Dermidio?... 

Este  nombre  le  trae  á  la  memoria  toda  la  verdad  ho- 
rrenda, y  estallan  el  'remordimiento  y  la  desesperación  á 
que  pone  término  el  suicidio. 

Hemos  citado  los  pasajes  en  que  Maiqubz  sobresalía,  y 
especialmente  el  último,  cuando  al  presentarse  el  actor 


capítulo  duodécimo  315 

con  pasos  inseguros,  entreabierta  la  boca,  espantado  el 
semblante  y  moviendo  sin  concierto  los  brazos,  la  impre- 
sión de  los  espectadores  era  tal,  que  se  creían  verdadera- 
mente en  la  presencia  de  un  loco. 


P= 


)SCAR 
Copiado  de  una  litografía  de  Pibelles, 


Cerca  de  dos  meses  después  del  Osear  estrenó  Isidoro 
la  comedia  en  tres  actos  que  tradujo  del  francés,  con  el  tí- 
tulo de  El  desquite,  D.  Manuel  Bernardino  García  Suelto, 
hermano  de  D.  Tomás,  traductor  de  El  Cid.  Maiquez  hizo 
en  ella  un  gallardo  Rey  de  Polonia,  conquistador  de  la 
voluntad  y  la  mano  de  la  joven  Eliska,  oculto  con  el  nom- 
bre de  Duque  de  Kalitz,  si  bien  éste  se  desquita  tomando, 


316  I-IDORO    MAIQUEZ 


á  SU  vez,  el  dictado  de  Rey  mientras  duran  los  enredos 
del  verdadero  monarca  (1). 

y,  por  último,  aunque  no  era  nueva,  sino  bastante  vieja 
la  Atalia,  de  Racine  (2),  traducida  en  1754  por  el  ministro 
D.  Eugenio  Llaguno  y  Amirola,  si  lo  era  el  excepcional 
aparato  con  que  ahora  (26  Abril),  y  pasada  ya  la  Cuares- 
ma, en  que  estos  dramas  religiosos  solían  hacerse,  se 
puso  en  escena.  Había  además  «un  coro  permanente  de 
levitas  de  uno  y  otro  sexo  que  imitará  en  los  entreactos 
los  coros  griegos  y  latinos»,  como  decía  el  anuncio.  La 
cosa  gustó,  sin  duda  por  lo  extraña,  y  se  repitió  varios 
días,  interviniendo  en  la  obra  casi  todos  los  individuos  de 
la  compañía,  pues  trece  ó  catorce  tienen  papel  en  la  obra. 
El  coro  cantó  la  letra  que  hay  al  final  de  cada  acto  con 
ese  objeto. 

No  eran  estos  los  tiempos  en  que  figuraban  en  los  teatros 
las  Correas,  las  Briones,  la  Arteaga  y  Manuel  García, 
Camas  y  otros  insignes  cantantes;  pero  la  sección  de  mú- 
sica de  la  compañía  del  Príncipe  no  estaba  muy  mal,  pues 
estaban  en  ella  la  Concepción  Lledot,  Rosario  García, 
María  Cabo  y  Julián  Muñoz,  Cristiani,  Mas,  y,  aunque  esta 
parte  del  espectáculo  había  decaído  mucho,  todavía  pu- 
dieron dar  algunas  representaciones  nuevas  de  ópera.  El 
Gulistdn  ó  el  Htdlá  de  Samarcanda^  ópera  cómica,  letra  de 
Etienne  y  La  Chebeaussiére  y  música  de  Dalayrac,  fué 
cantada  varios  días  después  del  23  de  Octubre  de  1810  por 
la  Lledot,  Muñoz,  Crístiani,  Mas  y  Fernández  (3). 


(1)  El  desquite.  Comedia  rtiprosa  en  tres  actos,  escrita  en  t'raii- 
ci's por  M.  M.  Traducida  al  castellano  por  D.M.  B.  G.  S.  (sic). 
Valencia,  Ortega,  1818,  4.",  23  páginas.  Se  estrenó  el  19  de  Marzo 
de  1811^  haciendo  los  principales  papeles  María  García,  María  Ma- 
queda,  Maiqukz,  Ponce,  González,  Avecilla,  Oros  y  Casanova. 

(2)  Atalía,  tragedia  de  Juan  Racine,  traducida  del  franch,  en 
verso  castellano,  Por  D.  Eugenio  Llaguno  y  Amirola.  En  Ma- 
drid. En  la  Oficina  de  D.  Gabriel  Ramírez  MDCCLIV,  8.°,  141  pági- 
nas, 24  hojas  al  principio  y  4  más  al  final.  Maiquez  hizo  en  esta  obra 
el  papel  de  .loas,  que  fué  uno  de  los  que  más  se  celebraron  de  su 
particular  repertorio. 

(3)  Un  manuscrito  de  esta  ópera  existe  en  la  Biblioteca  munici- 


CAPÍlITLO    DUODÉCIMO  3l? 

A  ésta  siguieron  la  opereta  Los  dos  ciegos^  traducción  de 
Les  deux  aveugles  de.Toléde,  letra  de  Marsollier  y  música 
de  Méhul,  representada  en  París  en  1806,  y  La  malicia  en 
la  inocencia  (1),  en  que  hizo  el  papel  de  Tirso  la  después 
famosa  Loreto  García,  entonces  de  edad  de  once  años,  y 
en  la  que  además  tomaron  parte  Rosario  Garcin,  su  her- 
mana,   la   Cabo,    la  Vargas,  la  Virg  y  Antera  Baus,  tam 
bien  joven  y  nueva  en  el  teatro,  con  Justo  Mas  y  Cristiani 
En  30  de  Enero    de  1811  se  estrenó  la  ópera  en  dos  actos 
original  del  compositor  D.  Narciso  Paz,   titulada  La  Sici 
liana  (2),  con  éxito,  pues  se  repitió  en  distintas  ocasiones 
y  en  el  resto  del  año  sólo  hicieron  operetas  antiguas  ó  de 
repertorio. 

Es  de  recordar  que  en  este,  año  inacabable  se  trabajó 
hasta  el  Domingo  de  Ramos  inclusive,  y  que  Maiquez  hizo 
además  otras  muchas  obras  ya  conocidas.  El  vano,  Los 
Templarios,  Moncasín,  Enrique  V,  Polinice,  El  filósofo  ca- 
sado. La  buscona.  La  melindrosa,  El  buen  hijo  (con  éxito 
notable,  para  una  obra  de  Cornelia),  y  otras,  como  puede 
verse  en  las  listas  que  van  al  final. 

En  el  teatro  de  la  Cruz  se  dieron  con  intermitencias 


pal  193-11;  está  en  tres  actos,  en  verso,  y  lleva  la  aprobación  de 
este  año  de  1810  y  el  reparto  siguiente:  Gulistán:  Muñoz.—  Taher: 
Cristi.-ini.— L^/i  i/inógnílo:  MLis.  —  Dilara:  Sra.  lAedot. —  Calat:  Fer- 
nández.—f/zi  enviudo:  Avecilla. — El  asunto  de  esta  ópera  está  to- 
mado de  Las  mil  y  una  noches. 

(1)  La  malicia  en.  la  inocencia.  Melodrama  en  un  acto.  Manus- 
crica  210-77  de  la  Biblioteca  municipal  con  aprobación  de  19  do 
Marzo  do  1810.  Interviene  Nise,  pastora  do  quince  años;  Tirso,  pas- 
tor de  diez  años;  el  Marqués;  Marcelo,  mayoral;  pastoras  y  pasto- 
res. Ks  un  idilio  con  música  (\ne  versa  sobre  los  amores  instintivos 
entre  una  pastorcilla  y  el  niño  Tirso  (¡ue  no  sabe  nada,  pero  que 
busca  y  festeja  á  Nise.  El  mayoral  los  calumnia  ante  su  anvo  el 
Marqu«ís,  por<]uo  tiene  celos  deí  niño.  I.a  cosa  acaba  sin  acabar. 

(2)^  l-'n  la  Bil)Iioteca  municipal  hay  un  manuscrito  del  f/  lión  do 
la  música  de  esta  obra  en  dos  actos',  en  vejso,  y  la  cantaron  Con- 
lepción  Lledot,  la  Vai-gas,  Julián  Muñoz,  Cristiani,  Caprara  y  Oros, 
VA  asunto  parece  ser  la  burla  rjue  hace  un  joven  1).  Carlos  á  un  vie- 
jo .Saldif.'ri,  quitándole  la  pupila  Ismenia,  de  quien  era  tutor  y  de 
(|Uien  estaba  enamorado.  Intervienen  un  valentón  líaslei  y  coro  de 
negros  y  negras. 


3lÓ  ISIDOttO   MAIQüBS^ 


funciones  de  vario  género,  dominando  las  del  teatro  anti- 
guo y  las  del  siglo  xviii  que  habian  sido  aplaudidas  de  la 
parte  menos  culta  del  público. 

Así  y  todo,  no  lograban  concurso  bastante,  y  p  ara 
aumentarlo  acudieron  los  actores  al  extraño  expediente 
de  convertir  el  teatro  en  .una  especie  de  casa  de  juego. 
Con  frecuencia,  después  de  una  corta  y  mal  farfullada  re- 
presentación, anunciaban  los  periódicos,  rifas  ó  sorteos  de 
cubiertos,  cadenas,  dinero,  escribanías  de  plata  y  hasta  el 
24  de  Agosto  de  1810  se  rifaron  ¡dos  onzas  de  oro!  ¡A  tan 
bajo  punto  había  llegado  el  poco  antes  templo  del  arte:  la 
casa  de  Rita  Luna! 


CAPITULO  XIII 


Nuevas  compañías. — Gana  terreno  la  resurrección  de  nuestro  an- 
tiguo drama.— Refundiciones.— Estreno  de  la  Mérope  y  de  Citi- 
na. — En  la  Cruz  estrena  Moratín  La  escuela  de  los  maridos.— 
El  hambre  en  Madrid.— Soledad  délos  teatros.— Nuevo  año.— 
Cambio  de  empresa  en  la  Cruz.- Maiqüez  representa  La  muerte 
de  Agamenón  y  Macbeth.— Otras  obras.— Salen  los  franceses  do 
Madrid.  — Estreno  de  Roma  Z¿¿re.— Desmembración  de  las  com- 
pañías.—Maiquez  enfermo.— Otra  vez  los  enemigos  en  Madrid.— 
Varios  cambios  en  los  teatros.— Estreno  del  Omasís.— Repeti- 
ción de  El  sí  de  las  niñag.  — Bailes  de  máscaras.— El  entierro  de 
D.  Guillermo  y  prisión  de  los  cómicos  que  lo  ejecutaron.— 
Clausura  del  teatro  del  Príncipe  (1811-1813). 


[L  sistema,  bien  poco  recomendable,  de  empezar  el 
J->2¡  ftño  cómico  con  el  verano,  daba  margen  á  ciertos 
inconvenientes,  como  era  uno  el  de  resistirse  á  tra- 
bajar aquellos  actores  que,  ó  salían  fuera  ó  querían  dedi- 
car al  descanso  los  meses  de  más  calor.  Por  esta  razón,  no 
pudocompletarse  en  1.°  de  Junio  de  1811  la  nueva  com- 
pafíia  del  Principe,  hasta  que  en  Septiembre  se  incorpo- 
raron algunos  de  sus  individuos  principales.  Y  para  evi- 
tarlo, se  cambió  de  nuevo  la  duración  del  año  teatral, 
fijándolo  hasta  la  próxima  Pascua,  que  había  de  caer  en 
29  de  Marzo,  con  lo  que  venía  á  sortíin  brove  cuanto  di- 
latado el  antecedente. 

Rptírnda  Antonia   Prado,   subió  á  primera  dama  Mnri.i 


3^0  ISIDORO   MATQUEZ 


García,  á  quien,  además  de  su  mérito,  protegía  el  enton- 
ces Corregidor  de  Madrid  y  amigo  afectuoso  y  consecuen- 
te D.  Manuel  García  de  la  Prada.  Ascendió  á  sustituta  de 
primera  con  mayor  partido  que  otra  alguna  había  disfru- 
tado, Rosario  García,  tan  notable  en  la  declamación  como 
en  el  canto,  logrando  además  se  concediese  partido  á  su 
hermanita  Loreto,  inscrita  ya  entre  las  actrices  de  cartel. 
Salió  la  Josefa  Ramos,  cómica  de  poco  vuelo,  y  entró 
como  primera  de  música  María  López,  en  tanto  no  se  pre- 
sentaba la  Concha  Lledot,  que  no  lo  hizo  hasta  Agosto,  y 
con  la  cual  quedó  á  partir  dichos  papeles. 

En  cuanto  á  hombres,  desprendióse  Maiqubz  (seguía  de 
director)  de  Antonio  González,  que  pasó  á  ocupar  el  pri- 
mer puesto  en  el  teatro  particular  de  la  calle  de  la  Cruz; 
trajo  para  segundo  á  su  antiguo  compañero  José  Infantes, 
y  no  sabemos  por  qué  causa  perdió  también  este  teatro  á 
José  Oros,  que  fué  á  representar  á  provincias,  doni^e  en 
algunas  ciudades  no  dominadas  por  los  franceses,  como 
Cádiz,  se  trabajaba  con  tanto  provecho  como  en  la  corte. 

Manuela  Carmona,  la  arrojada  empresaria  de  la  Cruz, 
formó  desde  el  1.^  de  Julio  su  compañía  con  los  elementos 
del  año  pasado  y  los  nuevos  que  le  daba  el  Príncipe.  Te^ 
nía,  pues,  además  de  ella,  que  era  siempre  primera  dama, 
á  Coleta  Paz,  la  Velasco,  la  Maseras,  que  se  formó  á  su 
lado,  regular  actriz,  aunque  de  poca  duración,  pues  falle- 
ció prematuramente,  María  Concha  y  otras;  y,  como  par- 
tes de  música,  á  Carlota  Michelet  y  María  Cascante;  como 
galanes  á  González  y  Arriaga,  barbas  á  R.  Pérez  y  á  Cam- 
pos, graciosos  á  Hugalde  y  Francisco  López,  y  de  música 
á  Gregorio  Reina,  compañía  muy  mediana,  sin  duda, 
pero  sobrada  para  el  tiempo  que  corría. 

Abrióse,  ó  mejor  dicho,  siguió,  pero  con  carácter  de 
nuevo  año,  el  teatro  del  Príncipe  con  la  antigua  comedia 
Juan  Labrador  y  el  saínete  de  D.  Ramón  de  la  Cruz, 
siempre  celebrado,  El  mal  de  la  niña,  y  el  día  3  de  Junio 
estrenó  Maiqtik/j  ol  drama  de  Alejandro  Duval,  La  juüen- 
Uid  del  Duque  de  Richelieu,  ó  el  Lovelace  francés,   tradu- 


CaI^ítülo  décimotbécbró  3ái 

cido  con  el  título  de  El  Duque  (1),  y  que  en  tiempos  más 
modernos  fué  de  nuevo  vertido  en  castellano  por  D.  Ma- 
nuel Tamayo,  titulándole  Una  aventura  de  Bichelieu,  sua- 
vizando un  poco  la  pintura  fiel,  mas  poco  simpática  de 
aquel  libertino.  El  antiguo  traductor  hizo  su  traslación 
literalmente,  pero  cuidó  en  toda  la  obra  de  no  nombrar 
una  vez  sola  á  Richelieu;  siempre  es  el  Duque,  sin  decir 
de  qué.  Temería  acaso  que  entre  los  franceses  de  España 
saltase  algún  pariente  del  protagonista. 

Diferencia  completa  presentó  este  año  respecto  del  an- 
terior. Las  calamidades  de  la  guerra  habían  traído  una  de 
sus  primeras  consecuencias,  la  escasez  de  los  manteni- 
mientos que  añigió  á  Madrid  en  proporciones  mayores  que 
otros  pueblos,  por  una  multitud  de  causas  que  no  son  de 
este  lugar.  Era  natural  que  el  público  aflojase  en  asistir 
á  las  diversiones  con  grave  disminución  en  los  intereses 
de  los  que  tenían  por  oficio  sustentarlas. 

Después  de  rebajar  los  precios  de  entrada,  que  habían 
vuelto  á  subir  en  vista  de  la  concurrencia  en  los  años  pa- 
sados, acordaron  también  los  cómicos  celebrar  función 
sólo  tres  veces  á  la  semana,  los  martes,  jueves  y  sábados, 
con  más  los  festivos.  También  se  dieron  algunas  gratis, 
como  el  16  de  Julio,  en  celebración  del  regreso  del  Rey 
José,  que  había  ido  á  cumplimentar  á  su  hermano  por  el 
nacimiento  del  Rey  de  Roma. 

Maiqubz  trabajó  en  muchas  obras  ya  conocidas,  pero 
no  estrenó  ninguna  otra  hasta  el  16  de  Agosto,  que  puso 
en  escena  la  desconocida  traducción  que  Marchena  hizo 
de  Los  dos  yernos,  de  Etienne  (2),  y  que  no  debió  de  agra- 
dar mucho,  pues  sólo  se  ejecutó  otro  día. 

Como  estreno,  puede  considerarse  la  «comedia  nueva- 
mente reformada  en  cinco  actos.  Rey  valiente  y  justicie- 


(1)  El  Duque,  drama  en  cinco  actos,  verso,  Biblioteca  munici- 
pal, 75-9. 

(2)  No  he  jiodido  hallar  esta  obra,  y  sólo  sabemos  que  la  repre- 
sentaron María  García  y  Antera  Baus  y  Maiquez,  Tronce,  Infantes, 
Caprara,  Avecilla,  Suárez,  Casanova,  Álverá  y  Fabiani. 

21 


S2É  ísídoro  maiqubz 


ro»,  refundición  del  Ricohombre  de  Alcalá,  de  Moreto,  he- 
cha en  verso  por  D.  Dionisio  Solís,  que  fué  la  que  se  vino 
representando  hasta  nuestros  días. 

La  ardorosa  y  elocuente  declamación  de  Maiqubz  había 
impulsado  esta  tendencia  á  remozar  los  héroes  de  nues- 
tras antiguas  comedias,  pues  la  mayor  parte  de  las  re- 
fundiciones que  entonces  se  hicieron  fué  pensando  en  él, 
y  quizá  por  él  aconsejadas. 

Tal  parece  ser  el  resultado  á  que  se  llega  al  ver,  por 
ejemplo,  que  en  este  año  se  ejecutaron  por  Maiqubz  otras 
dos  refundiciones  de  comedias  muy  estimadas  y  muy  re- 
presentadas antes  de  esta  fecha. 

Fué  la  primera  El  astrólogo  fingido,  de  Calderón,  que  en 
cinco  actos  y  con  grandes  reformas  (1)  se  estrenó  el  26  de 
Noviembre,  y  la  segunda  El  pastelero  de  Madrigal,  tam- 
bién «nuevamente  arreglada  y  dividida  en  cinco  actos», 
que  puso  en  escena  el  27  de  Febrero  del  año  doce.  Ambas 
refundiciones  pertenecen  al  ya  citado  D.  Dionisio  Solís. 

Antes  de  esto,  pasado  ya  el  verano,  empezaron  las  fun- 
ciones diariamente,  y  durante  los  dos  meses  que  siguie- 
ron, ejecutó  Maiqubz  otras  muchas  obras  de  su  antiguo 
repertorio,  hasta  que  el  5  de  Diciembre  estrenó  una  tra- 
ducción de  la  Mérope,  de  Voltaire. 

Antes  que  él  había  el  Marqués  Escipión  Maffei  com- 
puesto en  1713,  su  célebre  tragedia  del  mismo  nombre, 
que  le  sirvió  de  original,  y  cuarenta  años  después  de 
Arouet,  en  1783,  publicó  la  suya  otro  gran  poeta,  Alfieri, 
que  en  ella  quedó  inferior  á  sus  predecesores. 

Entre  nosotros,  excepto  la  última,  todas  fueron  traduci- 
das. Probablemente  será  imitación  de  la  Maffei  la  Mérope 
y  Polifonte,  de  D.  Antonio  Bazo,  que  cita  Moratín  (2).  Cons- 


(1)  Consisten,  no  sólo  en  supresiones  y  alteración  de  algunas  es- 
cenas en  cuanto  al  orden,  sino  en  adiciones  de  buenos  versos.  En 
la  Biblioteca  municipal  hay  un  manuscrito  de  esta  pieza. 

También  D.  Pablo  Mendibil  hizo  en  1814  otra  refundición  de  la 
obra  calderoniana  y  la  imprimió  en  Londres. 

(2)  Catálogo  dramático  de  piezas  del  siglo  XVIII,  en  sus  Obras 
de  la  Biblioteca  de  autores  españoles* 


tÍAPÍTULO   DéciMOTBilCUilÓ  §2S 

ta  de  UQ  modo  seg-uro  que  antes  de  1770  la  tradujo  el  fa- 
moso D.  Pablo  de  Olavide  (1).  Traducciones  de  la  france. 
sa  son  una,  muy  rara,  que  D.  José  Antonio  Porcel  publi- 
có en  1786,  bajo  el  anagrama  de  Lecorp  (2);  otra  impresa 
anónima  en  Barcelona  en  1798  (3);  la  de  D.  Miguel  de  Bur- 
gos de  1815  (4),  y  la  representada  ahora  en  3811  que  es  dis- 
tinta de  todas.  El  fecundísimo  D.  Manuel  Bretón  de  los 
Herreros,  hizo  también  una  tragedia  del  mismo  titulo, 
pero  original,  en  1835,  que  no  obtuvo  éxito,  si  bien  no  des- 
agrada en  la  lectura  (5),  y  otra  figura  entre  las  obras  dra- 
máticas de  Hartzenbusch  (6). 

Ignoramos  quien  saria  el  traductor  de  la  que  Maiqubz 
estrenó  en  el  Príncipe,  aunque  sí  sabemos  que  no  es  me- 
jor que  las  anteriores ;  está  en  romance  endecasílabo 
y  dividida  en  cinco  actos.  Tampoco  conocemos  exacta- 
mente el  reparto  que  tuvo  la  obra  (7),  pero  consta  que  le 
ayudaron  María  García  (Mérope),  Rosario  García  (Isme- 
nia),  Caprara  (Narvas),  Infantes,  Avecilla  y  Contador. 
Maiquez,  á  quien  no  arredraba  el  carácter  antipático  de 
los  personajes,  siempre  que  obtuviese  el  efecto  dramáti- 
co, haría  el  tirano  Polifonte,  á  quien  el  ansia  de  ceñir  una 
corona  arroja  á  los  mayores  crímenes. 

El  año  nuevo  lo  quiso  solemnizar  trabajando  por  la  tar- 
de en  una  obra  en  que  ciertamente  no  hubiera  pensado  á 


(1)  íriarte  y  su  época,  del  autor  de  este  libro,  pág.  69. 

(2)  Mérope,  tragedia  puesta  en  verso  castellano  por  D.  Atito- 
nio  Lecorp.  En  Madrid.  En  la  oficina  de  D.  Blas  Román,  año 
MDCCLXXxvi,  8.°,  6  hojas  preliminares  y  117  páginas.  En  la  IBiblio- 
teca  Nacional,  hay  un  manuscrito  original  de  esta  obra  con  dedica- 
toria al  Marqués  de  Navahermosa. 

(3)  Por  Pablo  Nadal.  Está  en  tres  actos  en  verso. 

(4)  Me'rope.  Tragedia  jrancesa  puesta  en  español  por  don 
M  de  B.  (sic).  Madrid,  imprenta:  de  Burgos,  1815,  8.°,  100  pá- 
ginas. 

(5)  Obras  de  D.  Manuel  Bretón  de  los  Herreros.  Madrid.  1850, 
tomo  1.°,  pág.  423. 

(6)  Mérope,  tragedia  en  cin^jo  actos,  de  Voltaire.  Traducción 
de  D.  Juan  Eugenio  líartsenbusch.  Barcelona,  1870.  Fué  escri- 
ta cuando  la  de  Bretón  (1833)  y  no  se  representó. 

(7)  El  manuscrito  78-1  de  "la  Biblioteca  municipal  carece  déla 
primera  hoja,  donde  constarían  todos  esos  pormenores. 


É^i  ISIDORO   MAIQUBZ 


ser  los  tiempos  otros:  El  Diablo  predicador  nada  menos. 
Púsola,  eso  si  con  gran  lujo;  «decoraciones  nuevas  de  don 
José  Ribelles  y^ trajes  nuevos»,  que  debieron  salir  caros 
dado  lo  numeroso  del  personal  que  exige  esta  comedia 
famosa. 

También  en  la  Cruz  se  procuraba  en  vano  atraer  al  pú- 
blico apelando  hasta  á  los  recuerdos  de  otros  actores.  Así 
para  anunciar  la  repetición  de  El  Tirano  Gunderico,  dis- 
paraten trágico  de  Laviano,  añadía  el  Diario  la  colctillíi: 
«que  hace  muchos  años  desempeñó  el  célebre  Manuel  de 
la  Torre»,  cómico  que,  en  efecto,  en  su  tiempo  no  tuvo  ri- 
val, y  que  prematuramente  falleció  en  1796. 

Cinna,  tragedia  de  Pedro  Corneille,  fué  la  primera  obra 
del  teatro  francés  traducida  en  castellano,  y  que  inició  la 
deplorable,  para  nuestras  letras,  campaña  on  pro  de  aquel 
drama  y  en  descrédito  del  nuestro,  Tradújola  con  gran 
variedad  de  metros,  D.  Francisco  Pizarro  Piccolomini, 
Marqués  de  San  Juan,  á  poco  de  establecida  en  nuestro 
suelo  la  dinastía  borbónica  (1).  Pero  nunca  se  había  visto 
en  las  tablas,  hasta  que  ahora  buscando  Maiqubz  algo  que 
excitase  la  curiosisidad  pública,  púsola  el  20  de  Enero  de 
1812,  pero  no  en  la  antigua  traducción  del  Marqués  de  San 
Juan,  sino  en  una  anónima  algo  abreviada,  que  lleva  el  tí- 
tulo de  Ciña  ó  la  clemencia  de  Augusto.  Está  también  en 
cinco  actos  y  .toda  ella  en  romance  endecasílabo  (2).  Es- 
trenóla el  20  de  Enero,  haciendo  los  principales  papeles 


(1)  La  primera  edición  es  de  1713  de  Madrid,  8.®,  sin  imprenta,  y 
lo  mismo  la  de  1731.  En  ambas  lleva  el  título  de  Ciiiiia.  Tragedia 
de  P.  Coriiellio,  traducida  del  idioma  francés  en,  castellano,  y 
la  aprobación  de  D.  Juan  de  Perreras,  fechada  á  20  de  Febrero 
de  1713. 

(2)  Creemos  que  sea  inédita.  En  la  Biblioteca  municipal  hay  un 
manuscrito  de  ella.  Principia: 

Emilia 

Lo  juré,  Fulvia.  y  á  jurarlo  vuelvo: 
adoro  á  Cinna  y  si  él  mi  amor  aprecia, 
Augusto  ha  de  morir,   el  premio  solo 
ha  de  ser  de  mi  mano  su  cabeza: 
esta  es  la  ley  que  mi  deber  le  imfjuso. 


CAPÍTULO   DECIMOTERCERO  325 

María  García  (Emilia),  Mariíi  M.& queda.  (Fulvi a),  Maiquez 
(Cinna),  Ponce  (Máximo),  Caprara  (Augusto),  etc. 

Otro  de  los  recursos  á  que  apelaron  los  afligidos  cómi- 
cos para  llenar  su  teatro,  fué  sacar  de  su  retiro  á  aquel 
gallardo  Antonio  Robles,  jubilado  desde  el  año  1799,  para 
que  Maiquez  ocupase  su  plaza  de  primer  galán.  Presentó- 
se el  3  de  Febrero  en  la  comedia  antigua  de  Comella,  Fe' 
clerico  II,  exornada  con  nuevas  decoraciones  pintadas  por 
Ribelles.  Robles  hizo  el  papel  de  Federico  II,  y  en  la  obra 
trabajaron  además  Maiquez,  Ponce  é  Infantes,  y  mucho 
debió  de  agradar  el  veterano  actor  cuando  la  comedia  se 
dio,  sin  interrupción,  hasta  el  día  12  en  que  se  suspendie- 
ron las  funciones,  por  ser  dicho  día  miércoles  de  Ceniza, 
y  aun  en  algunos  se  hizo  tarde  y  noche. 

Era  en  vano  que  los  actores  del  Príncipe  quisiesen  con 
sus  funciones  dobles  atraer  gente  al  coliseo.  Cuando  ni 
para  pan  tenía  nadie  dinero  bastante,  no  había  de  ir  á 
emplearlo  por  su  voluntad  en  ver  desdichas  fingidas  que 
forzosamente  y  demasiado  reales  tenían  que  sufrir  todos 
en  este  año  tristemente  memorable,  llamado  el  Año  del 
hambre. 

Sin  embargo,  el  Gobierno  mantuvo  hasta  el  día  del  san- 
to del  Rey  abiertos  los  teatros;  y  en  estas  malas  circuns- 
tancias fué  cuando  Moratín  estrenó,  en  17  de  Marzo,  su  ad- 
mirable traducción  de  La  escuela  de  los  maridos,  tan  su- 
perior á  su  original  del  Menandro  de  Francia. 

El  mismo  Moratín  nos  ha  dejado  memoria  de  su  estreno 
en  el  prólogo  que  puso  á  la  obra,  al  iraprimrlá.  «Es  poco 
elogio  de  Isidoro  Maiquez,  decir  que  hizo  con  perfección 
el  papel  de  D.  Enrique,  acostumbrado  á  sobresalir  en  otros 
de  más  difícil  desempeño.  Josefa  Virg,  que  con  tanto  pri- 
mor habla  sostenido  su  parte  en  La  Mogigata  y  El  si  de  las 
niñas,  correspondió  en  el  carácter  de  D.*  Rosa  al  concep- 
to de  excelente  actriz  que  tenía  asegurado  ya  en  el  pú- 
blico. Eugenio  Cristiani  acertó  á  representar  el  de  don 
Gregorio  con  toda  la  expresión  y  movirniento  cómico  que 
requiere  aquel  ridículo  personaje.  María  García  y  Gertru- 


326  ISIDORO   MAIQUBZ 


di8  Torre,  en  lo  poco  que  tuvieron  que  hacer,  contribuye- 
ron eficazmente  al  mayor  lucimiento  de  esta  obra»  (1). 

La  sección  de  música,  no  obstante  el  refuerzo  allegado 
por  Maria  López  y  Ensebio  Fernández,  apenas  hizo  más 
que  ejecutar  algunas  (pocas)  de  las  operetas  conocidas  y 
estrenar  las  tituladas  Las  dos  hermanas  (2)  y  El  cuento  de 
la  liebre  (3),  traducidas  del  francés,  y  La  casaca  (4)  que 
quizá  sea  original. 

Más  desastrosa  fué  todavía  la  campaña  del  teatro  de  la 
Cruz.  Mientras  el  hambre  no  se  presentó  con  rigor,  toda- 
vía pudieron  aquellos  actores  dar  funciones  de  las  más 
populares  y  aun  estrenar   alguna  como  La  Elmira  (5),  y 


(1)  Obras  de  Moratin  en  la  Biblioteca  de  Riüadeneyra,  pági- 
na 443., 

(2)  Ópera  cómica  en  un  acto,  letra  de  Pariseau,  música  de  Plan- 
tado, estrenada  en  París  en  1792. 

(3)  El  cuento  de  la  liebre  ó  el  inocente  embaste.  Comedia  en  un 
acto,  en  verso.  Biblioteca  municipal  71-3.  Manuscrito  original  y  fir- 
mado por  Sarralde  (D.  Miguel),  y  con  aprobaciones  de  1810,  y  este 
reparto  que  sólo  corresponde  en  algunos  papeles:  D.  Urbano:  Ave- 
cilla.—Z).^  Isabel:  Sra.  Agustina. — D.  Diego:  Silvostri.— /).  Carlos: 
Maiqvez. —Laureta:  Sra.  Torre.— Nicasió:  Guzmán.  Es  traducción 
del  francés  hecha  con  gracia  y  adaptada  á  nuestros  usos,  pues  la 
escena  pasa  en  Sevilla. 

(4)  La  casaca,  comedia  en  un  acto  (prosa),  1811.  Biblioteca  mu- 
nicipal 71-4,  con  aprobación  fechada  á  24  de  Noviembre  de  1811. 
Muy  endeble.  Un  criado  de  cierto  señor,  vende  á  un  rico  aldeano 
de  Alcobendas  una  casaca  destinada  á  su  amo,  el  que  yendo  de 
viaje  tropieza  con  su  prenda.  Los  apuros  y  embustes  del  criado 
para  cubrir  su  fechoría  constituyen  el  asunto. 

(5)  La  Elmira  no  es  otra  cosa  que  la  Alsira,  de  Voltaire,  con 
algunas  alteraciones.  Bajo  su  verdadero  título  de  Alcira  ó  los  ame- 
ricanos, había  sido  traducida  é  impresa  en  1788,  en  Madrid,  en  la 
Imprenta  Real  por  D.  Bernardo  María  de  Calzada,  y  años  después 
de  nuevo  vertida  y  publicada  con  este  rótulo:  Aldra.  Tragedia  en 
cinco  actos,  de  Voltaire,  traducida  en  español,  por  el  ciudadano 
T.  Bertrán.  Barcelona,  Torner,  1822,  4.°  Nosotros  poseemos  un 
manuscrito  de  otra  versión  hecha  en  1791  por  un  D.  Manuel  de 
Sunsalde,  Ayudante  mayor  de  milicias,  andaluz,  á  juzgar  por  el 
lenguaje.  Principia  así: 

ALVARES 

El  Príncipe,  hijo  mío,  que  oi  te  nombra 
mi  subcesor  á  mi  vejes  atento, 
en  este  nuevo  mundo  harás  que  reine, 
mas  su  imperio  es  de  Dios,  de  ambos  tu  premio. 


CAPÍTULO   DECIMOTERCERO  327 

Eduardo  y  Federica  {1).  Mas  apenas  empezó  el  invierno, 
no  sólo  dejó  de  haber  función  en  muchos  días,  sino  que 
las  pocas  que  s.e  ejecutaron  lo  fueron  en  medio  de  la  ma- 
yor soledad. 

Sin  embargo,  diremos,  como  cosa  curiosa,  que  la  única 
nueva  que  se  estrenó  fué  la  Óptica  moral,  de  D.  Gaspar 
de  Zavala,  que  es  una  sátira  contra  los  médicos  y  parti- 
cularmente contra  D.  Tomás  García  Suelto,  que  antes  ha- 
bía sido  prohibida,  incluso  por  Quintana,  como  censor  de 
comedias  (2). 


Con  el  título  de  Elmira  conocemos  las  siguientes;  una  que  Mora- 
tín  (Catálogo),  atribuye  á  Valladares  y  quizá  sea  la  que  manuscri- 
ta existe  en  la  Biblioteca  municipal,  con  aprobación  laudatoria  de 
D.  Santos  Diez  González,  fechada  en  1788,  y  se  representó  en  estos 
teatros.  Principia: 

Alvarez 

Atento  á  mi  vejez  y  tus  servicios 
te  nombro  sucesor  en  el  gobierno. 

Impresa  corre  otra  Elmira  ó  la  Americana.  Tragedia  eit  cinco 
actos.  Valencia,  Imprenta  de  Domingo  y  Mompi'é,  1820,8.°,  79 
páginas,  y  de  ella  existen  en  la  Biblioteca  municipal  dos  manus- 
critos y  fué  la  que  ahora  se  representó  en  el  Príncipe.  El  nuevo 
traductor  cambió  los  disparatados  nombres  de  D.  Guzmán  y  D.  Al- 
üarez  que  puso  Voltaire,  por  los  de  Alvaro  Guzmán  y  Teilo  Guz- 
mán, así  como  los  de  Zamora  y  Montesa,  tan  impropios  para  dos 
salvajes  peruanos,  por  los  de  Macoya  y  Mozoco.  Las  demás  alte- 
raciones son,  la  principal  el  desenlace,  pues  Tello  no  muere,  sino 
que  se  casa  con  Elmira,  y  la  introducción  de  escenas  nuevas,  como 
la  primera,  que  no  está  en  el  original,  y  es  un  diálogo  entre  el  ca- 
cique Mozoco  y  otro  indio,  Itópalín  (también  de  creación  del  tra- 
ductor), amigo  de  Macoya. 

(1)  Eduardo  jj  Federica.  Comedia  en  tres  actos,  en  prosa.  Ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  mtinicipal  con  las  licencias  de  1811.  Es 
obra  de  D.  Gaspar  de  Zavala  y  Zamora.  También  se  imprimió  en 
V^alencia,  por  José  Ferrer  de  Ofga,  1817,  5.°,  23  páginas. 

(2)  La  óptica  moral.  Drama,  cómico  en  un  acto  (prosa).  Madrid 
16  de  Diciembre  de  1811.  Biblioteca  municipal,  manuscrito  135-17, 
(;on  el  reparto  que  sigue: 

D.  Leandro:  CampOH.— D."'  Balbina:  Primera..— D.  Lucio:  Prime- 
ro.—D.*  Eduüigis:  Segunda.— C7eío:  Pepe.  — Agapito:  Psí/á— Panto- 
Ja:  Rafael. 

«Pantoja,  dueño  de  la  Óptica,  alegre  y  socarrón»,  va  enseñando 
sus  vistas  imaginarias  á  los  demás  interlocutores,  haciendo  la  sá- 
tira de  varias  clases  de  gentes  y  profesiones.  La  délos  médicos,  (]_ue 
había  ocasionado  la  suspensión,  no  ofrece  nada  de  particular;  quizá 
haya  sido  retocado  el  pasaje. 


328  ISIDORO   MAIQUBZ 


Bajo  los  más  tristes  auspicios,  por  consiguiente,  comen- 
zó el  nuevo  año  escénico  después  de  pasada  la  Semana 
Santa  de  1812. 

Formóse  la  compañía  del  Principe,  siempre  con  la  sub. 
vención  de  20.000  reales  mensuales,  sin  la  cual  no  podía 
vivir,  entrando  los  elementos  anteriores,  sin  más  altera- 
ciones de  importancia  que  la  salida  de  Josefa  Virg,  que 
pasó  á  la  compañía  de  la  Cruz,  y  la  de  María  López  y 
A.  Ortigas  que  se  fueron  á  provincias. 

Á  Maiqubz  se  le  subió  el  sueldo,  que  alcanzó  á  70  reales 
diarios:  30  como  director  y  40  de  partido,  el  mayor  que 
tuvo;  si  bien  debe  advertirse  que  en  los  años  de  buenas 
entradas  venía  á  ser  el  partido  doble,  triple  ó  más,  al  ha- 
cer el  reparto  del  sobrante. 

Abrió  un  abono  por  tres  meses,  como  había  hecho  en 
1801  (y  creemos  que  ésta  fuese  la  primera  vez  que  se  usó 
este  recurso  económico  teatra'),  poniendo  á  la  mitad  el 
precio  de  las  localidades  de  teatro,  que  ahora  volvieron  á 
ser  como  antes  de  la  anterior  rebaja;  esto  es,  los  palcos  á 
64,  60,  48  y  32  reales,  según  eran,  bajos,  principales,  se- 
gundos ó  terceros,  á  12  reales  las  lunetas,  y  así  los  demás. 

En  el  teatro  de  la  Cruz,  sucedió  en  la  empresa  á  Manue- 
la Carmona,  un  tal  D.  Gregorio  Bermúdez,  antiguo  cómi- 
co, que  antes  había  sido  empresario  de  la  compañía  de  los 
Sitios  Reales,  suprimidas  por  el  Reglamento  de  1807(1). 
Continuó  la  Carmona  de  primera  dama,  pero  salió  Coleta 
Paz,  que  se  fué  á  provincias  donde,  ya  bastante  decaída, 
anduvo  algunos  años.  En  1815  estaba  en  Barcelona,  y  se- 
gún una  carta  de  Moratin,  procurando  reparar  los  estra- 
gos del  tiempo:  «Aquí  tienes  á  D.*  María  Coleta  García 
Godínez  de  Paz,  muy  jabelgada  de  yeso  mate  y  alma- 
zarrón, y  tan  joven  como  la  madre  que  la  parió»  (2)  En 
1825,  y  níedio  por  caridad,  la  recibieron  las  compañías  de 


(1)  Y  en  su  consecuencia,  arrendó  en  el  mismo  1807  el  teatro  de 
los  Caños. 

(2)  Obras  postumas,  2.°,  221.  En  los  Diarios  le  llama  muchas  ve- 
ces Coletita  y  concurría  á  su  casa  con  frecuencia. 


CAFITULO   DECIMOTERCERO  329 


Madrid,  falleciendo  á  muy  poco,  el  12  de  Marzo  de  dicho 
año. 

Reforzó  también  Bermúdez  su  personal  cómico,  además 
de  la  Virg",  con  Muñoz  para  el  canto,  y  el  excelente  gra- 
cioso José  Oros,  con  lo  cual  pudo  esta  compañía  competir 
con  la  del  Príncipe  en  cierta  clase  te  obras. 

En  29  de  Marzo,  día  de  Pascua,  eíjapezó  Maiqubz  sus  re- 
presentaciones á  las  siete  de  la  tarde  con  el  Ótelo,  en  que 
hizo  la  dama,  ó  sea  Edelmira,  Rosario  García.  En  la  Cruz, 
á  las  cuatro  y  media  de  la  tarde,  se  dio  la  comedia  anti- 
gua El  pie  arillo  de  España,  en  que  desempeñaron  los  pri- 
meros papeles  la  Virg  y  Oros,  y  un  dúo  italiano  cantado 
por  Muñoz  y  Carlota  Michelet. 

Después  de  algunas  representaciones  de  obras  conoci- 
das, estrenó  Maiquez  la  tragedia  en  cinco  actos,  traducida 
del  francés.  La  muerte  de  Agamenón,  en  la  que  hicieron 
los  papeles  femeninos  las  tres  Garcías,  María,  Rosario  y 
Loreto,  que  muy  bien  pudieran  llamarse  las  tres  Gracias, 
por  su  belleza  y  habilidad  artística. 

Al  decir  que  Maiquez  estrenó  esta  obra,  debe  entender- 
se que  él  la  hizo  por  primera  vez,  pues  el  Agamenón,  tra- 
ducido por  D.  Eugenio  de  Tapia,  había  sido  ya  represen- 
tado en  el  Príncipe  el  14  de  Octubre  de  1800  (1)  Maiquez 
hizo  el  Agamenón,  que  no  tiene  mucha  importancia,  pues 
el  interés  principal  está  on  los  femeninos  de  Clitemnestra 
y  Casandra,  y  tal  vez  en  el  del  malvado  Egisto. 

Á  esta  tragedia,  siguió  el  Macbeth,  traducida  por  D.  Ma- 


(1)  É  impresa  en  el  tomo  2.°  del  Teatro  nuevo  español  con  este 
título:  Agamenón.  Tragedia  en  finco  actos:  escrita  por  el  ciuda- 
dano Lilis  Lemercier,  y  traducida  del  francos  por  D.  E.  T.  Ma- 
drid, Fíenito  García,  1800,  8.°  Se  hizo  con  el  reparto  siguiente:  Aga- 
menón: Bernardo  O'ú.— Clitemnestra:  Sra,  Andrea  ÍMna.— Egisto. 
Rafael  Pérez. — Casandra:  Sra.  María  Garcin.—Orestes:  Una'  niña 
disfrazada  de  hombre. — Estro/o:  Vicente  Garda.— Paleno:  Juan 
Carretero.  — A rc'a,-5r.-  Agustín  Roldan.  Debemos  advertir,  que  el  títu- 
lo que  se  le  dio,  á  esta  tragedia,  antes  de  ser  impresa,  fué  el  que 
llevó  ahora  al  repetirse,  y  un  ejemplar  de  la  Biblioteca  municipal, 
que  sirvió  al  apuntador,  trae  uña  aprobación  de  Arribas,  fechada 
en  Madrid,  á  24  do  l'ebrero  de  1812. 


330  ISIDORO   MAIQUBZ 


nuel  García,  quien  en  el  prólogo  rué  le  puso  al  imprimirla 
años  después  (1),  se  expresaba  ap.ü  «Esta  tragedia,  ingenio- 
samente refundida  por  Mr.  Ducis  y  traducida  en  castellano 
se  representó  hace  ya  algunos  años  en  el  teatro  de  los  Ca- 
ños del  Peral  (2),  y  no  t'fvo  el  éxito  que  se  esperaba,  tal 
vez  por  los  defectos  deí  original  francés.  La  representa- 
ción de  Osear,  ejecutada  por  Isidoro  Maiquez,  primer  ac- 
tor del  coliseo  del  Príncipe,  me  excitó  la  idea  de  reformar 
el  Macbeth.  Emprendí  este  trabajo,  en  el  cual  me  he  toma- 
do la  libertad  de  trastornar  el  plan  de  algunos  actos,  in- 
virtiendo  el  orden  de  las  escenas;  de  suprimir,  alterar  y 
añadir  lo  que  me  ha  parecido  conveniente  para  dar  más 
interés  y  regularidad  á  esta  pieza.  Creo,  pues,  haber  me- 
jorado por  este  medio  la  refundición  de  Ducis,  aunque 
deje  todavía  algunos  defectos  notables  que  conozco  y  con- 
fieso ingenuamente  que  no  he  podido  corregir.  Mi  objeto 
ha  sido  únicamente  proporcionar  á  aquel  actor  célebre  un 
medio  de  ejercitar  su  talento  y  al  público  el  espectáculo 
de  ver  expresados  los  remordimientos  de  un  regicida  por 
él  mismo  á  quien  ha  visto  pintar  con  tanta  verdad  y 
maestría  el  frenesí  de  Osear,  las  furias  de  Orestes  y  los 
celos  del  moro  de  Venecia.» 

Estrenó  también,  entrado  ya  el  verano,  la  comedia  en  tres 
actos  La  tía  y  sus  herederos  ó  el  freno  de  la  codicia  (3), 


(1)  Macbeth  ó  los  remordimientos.  Tragedia  en  cinco  actos  (en 
oerso),  escrita  en  inglés  por  Shakespeare,  i*efundida  en  francés 
por  Mr.  Ducis  y  acomodada  al  teatro  español  por  D.  Manuel  Gar- 
da. Madrid,  Miguel  de  Burgos,  1818. 

Posteriormente  se  representó  traducida  del  inglés,  por  D.  José 
García  Villalta. 

(2)  Alude  á  la  traducción  de  D.  Teodoro  Lacalle,  que  se  ejecutó 
en  1803,  en  los  Caños. 

(3)  El  freno  de  la  codicia  puede  ser  el  interés  ó  la  tía  y  lo.'^ 
herederos.  Comedia  en  tres  actos,  en  prosa,  Bil)lioteca  munici- 
pal, 76-6. 

Reparto:  D.*  Sinforosa,  la  tía:  Torre.  — D.  Pantaleón:  Maiqukz. 
—  D.  Toribio:  Ayecil\a.—D.^  Magdalena:  Ma.quedsL.— Lúeas:  Suá- 
rez.—D.  Carlos:  Cristiani.— LaiViía."  Antera. — Rodríguez:  Justo. — 
Félix:  Ca§anova. — Cosme:  Contador. — Rosa:  Lor^to,— Gabriel:  Al- 


CAPÍTULO   DECIMOTERCERO  331 

comedia  satirica  de  costumbres,  en  la  que  Maiqüez  hizo 
un  papel  de  andaluz,  hablador,  osado  y  baladrón,  que  en 
algunos  momentos  no  parece  exento  de  gracia^  y  antes 
sus  compañeros  habiitn  hecho  lo  mismo  con  otra  titulada 
Los  hermanos  puestos  á prueba  (1),  traducida  del  francés,  y 
en  cierta  solemnidad  del  22  de  Mayo,  en  que  de  nuevo  sa- 
lió Antonio  Kobles  á  recitar  el  monólogo  de  Iriarte,  Guz- 
mán  el  Bueno,  trabajó  Maiquez  en  la  comedia  El  sueño,  y 
ademAs  se  estrenó  una  especie  de  saínete  titulado  Sancho 
Panza  en  su  gobierno  (2),  en  el  que  aparecen  puestas  en 
malos  versos  las  aventuras  de  la  ínsula:  la  caña,  la  fuerza 
y  la  comida. 

Llegó,  al  fin,  el  día  en  que  los  franceses  saliesen  por 
primera  vez  de  Madrid,  como  lo  hicieron  el  10  de  Agosto, 
á  consecuencia  de  la  batalla  de  Salamanca.  Atropellada- 
mente emprendieron  la   fuga  también  aquéllos  que  más 


D.*  Sinforosa  logra  que  sus  sobrinos  hagan  lo  que  ella  c^uiere,  por 
no  disgustarla,  con  la  mira  de  que  les  deje  su  herencia.  Al  fin 
todos  menos  Luisita  quedan  burlados. 

(1)  Los  hermanos  á  prueba.  Drama  en  tres  actos,  en  prosa, 
traducido  libremente  del  francés  y  arreglado  á  nuestros  usos. 
Manuscrito  36-13  de  la  Biblioteca  municipal,  con  las  licencias  y 
aprobaciones  de  27  Marzo  y  1.°  Abril  1817,  También  lleva  una  apro- 
bación, fechada  de  3  de  Abril  1812,  que  es  la  que  sirvió  ahora, 

D.  Jacinto:  Barba.— Z).  Juan,  Mayor:  Fabiani,  — D.  Jaime:  Galán, 
—DJ^  Hermenegilda:  Graciosa.  —  CarZos:  Casanoxa.— Paulina: 
Dama.— £).  Timoteo:  Gracioso. — Francisco:  Rubio. — Domingo... 

El  tío,  D.  Jacinto,  finge  por  consejo  de  su  amigo  el  Mayor,  que  ha 
muerto,  dejando  por  único  heredero  á  su  sobrino  D.  Jaime.  Él  he- 
cho pone  pronto  en  claro  el  carácter  soberbio  y  vanidoso  de  éste  y 
su  mujer  D."' Herrnenegilda,  lo  contrario  de  sil  hermano  Carlos  y 
su  mujer  Paulina,  que  aunque  pobres  y  desheredados,  manifiestan 
sus  virtudes  y  pena  por  la  muerte  de  su  tío.  Se  descubre  también 
la  mala  conducta  de  Jaime  con  su  hermano,  á  quien  había  calum- 
niado anto  el  tío  y  ocasionado  ({ue  éste  le  arrojase  de  casa.  La  apa- 
rición de  D.  Jacirito,  restablece  el  imperio  de  la  justicia.  Los  her- 
manos á  la  prueba,  se  imprimió  en  Valencia,  por  Gimeno,  en  1820. 
El  original  es  Lesfréres  á  l'epreuoe,  drama  en  tres  actos,  en  prosa, 
de  M.  Pelletier-VÓlméranges,  estrenado  en  París  en  1806. 

(2)  Sancho  Panza,  en  su  gobierno.  Manuscrito  159-50  de  la  Bi- 
blioteca municipal. 

Sancho:  Huávez.— Mayordomo:  Caprara,— Z)o«cíe/o«:  Contador  y 
Justo. — Dr.  P.  Recio:  Avecilla..  — Un  ganadero:  Casanova.— í^^'/ía 
mujer:  Torre.— IVi  maestresala.  — Faibiani, 


332  ISIDORO   MAIQUBZ 


comprometidos  estaban  como  afrancesados,  y  los  que,  me- 
nos culpados,  no  tuvieron  valor  para  esperar  el  giro  de  los 
sucesos,  agravando  asi  una  situación  relativamente  poco 
peligrosa. 

Hubo  episodios  y  casos  lamentables.  Moratin,  con  su 
imprevisión  de  hombre  de  letras,  tuvo  que  salir,  como  él 
dice,  con  seis  duros  en  la  faltriquera,  y  á  pie;  y  gracias  á 
que  en  el  camino,  compadecida  de  su  suerte,  aquella  Clori 
por  él  cantada,  que  iba  en  coche  con  D.  Manuel  de  la 
Prada,  le  concedió  éste  un  lugar  en  el  carruaje  y  pudo 
llegar  cómodamente  á  Valencia,  donde  le  esperaban  ma- 
yores dolores  y  contratiempos  que  los  que  hubiese  sufrido 
permane3Íendo  en  Madrid. 

Estos  sucesos,  ya  previstos  desde  algún  tiempo  antes» 
habían  influido  en  las  compañías  de  Madrid.  Además  de 
la  María  García  perdió  la  compañía  del  Príncipe  á  Rosa- 
río  García,  la  otra  primera  dama,  que  á  fines  de  Abril  se 
marchó  huida  con  un  francés  llamado  Sainte  Croix. 

Como  en  Junio  había  cesado  la  subvención  del  Rey,  an- 
tes de  acabar  el  mismo  mes  se  fueron  á  la  Coruña,  donde 
estaba  parte  del  ejército  aliado,  una  especie  de  compañía 
que  se  formó  con  Caprara,  Infantes  y  Juan  Maiquez,  pro- 
cedentes del  Principe,  y  Antonio  González,  Martín,  Mata 
y  Francisca  Belmonte  de  la  Cruz.  De  este  mismo  teatro  se 
desmembraron  Josefa  Galindo,  que  pasó  á  Murcia  y  Ju- 
lián Muñoz  que,  en  unión  de  Cristiani  (del  Príncipe),  se 
fueron  á  Cádiz  el  5  de  Agosto,  á  donde  los  acompañó  lue- 
go Manuela  Carmena. 

Sin  embargo,  y  aunque  tan  deslucida  su  compañía,  to- 
davía pudo  Maiquez  dar  algunas  funciones  en  obsequio 
de  los  ingleses  y  guerrilleros  españoles  que  entraron  en 
Madrid  el  día  12,  las  cuales  se  prolongaron  hasta  media- 
dos de  Septiembre,  si  bien  las  últimas  no  pudo  verlas  por 
haber  caído  enfermo,  tal  vez  á  causa  de  estas  contrarie- 
dades. 

Dispersáronse  aún  más  los  cómicos,  pasando  á  engrosar 
la  también  mermada  compañía  de  la  Cruz,    Concepción 


Capítulo  DÉciínotBRCBfeó  S3*4 


Lledot,  Antonio  Ponce,  Cristiani  (que  volvió  á  principios 
de  Septiembre),  Justo  Mas  y  Gregorio  Alverá,  porque, 
como  se  ha  visto,  este  coliseo  no  estaba  tildado  de  afran- 
cesamiento. 

El  teatro  de  la  Cruz,  que  ya  desde  el  principio  del  nue- 
vo año  había  hecho  una  campaña  de  más  novedades  que  el 
oficial,  pues  durante  la  permanencia  de  los  franceses  es- 
trenó las  comedias  y  óperas.  La  viejay  el  niño,  al  parecer, 
imitación  en  sentido  contrario  de  Moratín,  pues  no  hemos 
logrado  verla,  Silvestre  y  Pascual  (1),  El  pintor  natura- 
lista, Los  muertos  fingidos,  El  impostor  (El  hipócrita),  El 
regañón  (2),  La  bella  perfumista.  Fray  Lucas  ó  el  monjío 
deshecho   (3),    El   amor  logrado,   La  Marquesa  de   Salu- 


(1)  Silvestre  y  Pascual  ó  los  Comerciantes  de  Lisboa.  Manus- 
crito 147-11  de  la  Biblioteca  Nacional. 

Comedia  muy  mediana.  Silvestre,  hombre  duro,  quiere  casar  á 
su  hija  Isabel  con  un  Mr.  Bros,  comerciante  de  Cádiz;  pero  ella  ama 
al  dependiente  de  su  padre,  Camilo,  y  l'avorecidos  por  Matilde,  cria- 
da, por  Pascual,  carácter  dulce,  opuesto  al  de  su  hermano  y  la  mu- 
jer de  Pascual,  Josefa,  se  casan  los  jóvenes  contra  la  voluntad  de 
Silvestre  que,  al  ñn,  perdona  y  aprueba  la  boda.  Hay  un  itahano  ri- 
dículo, llamado  Columela,  que  se  finge  gran  señor  en  su  tierra, 
aunque  vive  á  expensas  de  los  hermanos  portugueses. 

Se  imprimió  con  el  título  de  Los  <-omcrciantes  de  Lisboa  y  Cá- 
diz, ó  sea  Silvestre  y  Pascual,  el  uno  adusto  y  el  otro  jovial.  Co- 
media, en  prosa,  en  tres  artos,  Valencia,  Gimeno,  1822,  8.",  64  pá- 
ginas. 

(2)  Esta  comedia,  original  de  Coldoni,  tuvo  varias  formas  y  títu- 
los en  nuestro  teatro.  Con  el  de  Mal  genio  y  buen  corazón,  y  tradu- 
cida, si  no  estamos  engañados,  por  José  Ibáñez,  fué  representada 
en  Madrid  é  impresa  anónima  en  Barcelona,  por  Gibert  y  Tuto,  sin 
año,  hacia  1780,  en  4.";  ahora  se  ejecutó  con  el  de  El  reyañón,  que 
es  el  que  mejor  le  cuadra,  y  en  1815,  según  hemos  de  ver,  con  el  de 
^A  no  de  las  niñas^  (Véase  el  capítulo  XVI), 

(3)  Fray  Lucas  6 el  monjío  deshecho.  Comedia  en  verso  en  cincp 
actos.  Valencia,  José  Ferrer  de  Urga,  182(1,  8.",  76  páginas.  Comedia 
detestable,  tanto  en  el  fondo  como  en  la  forma,  pues  toda  ella  está 
escrita  de  esta  elegante  manera,  que  es  el  prinoipio: 

Melancia 

No  te  canses.  Martín,  justo  ó  no  justo 
en  esta  casa  se  ha  de  hacer  mi  gusto; 
y  á  pesar  de  tu  envidia  y  fiero  empeño 
de  ella  será  Frav  Lucas  siempre  dueño. 
Déjíjme  v.i  de  chismes  é  mvenciones. 
del  común  enemigo  tentaciones,  etc.. 


S34  ISibORO   MAIQÜB^ 


zi  (1),  El  castillo  de  Montenegro  j  Ocultar  de  honor  movido 
al  agresor  el  herido.  Y  para  demostrar  más  su  espíritu  pa- 
triótico, fué  el  primero  que  reanudó  las'representaciones 
de  este  carácter,  repitiendo  el  18  de  Septiembre  el  monó- 
logo del  cochero  Domingo,  «y  unos  coros  y  canciones  en 
número  de  ocho,  alusivas  al  día  2  de  Mayo»,  que  ya  se 
habían  cantado  en  Cádiz;  en  30  del  mismo  mes  la  trage- 
dia de  D.  Antonio  Saviñón,  Roma  libre,  según  se  había 
ejecutado  en  aquella  ciudad  al  proclamarse  la  nueva 
Constitución  de  1812,  y  en  23  y  28  de  Octubre  las  piezas 
políticas  El  tiempo  feliz  y  Mina  en  los  campos  de  Arlaban. 
siendo  esta  función  á  beneficio  del  ejército. 

El  nuevo  Ayuntamiento  puesto  por  el  Duque  de  Wel- 
lington,  convocó  á  los  dispersos  miembros  de  la  compa- 
ñía del  Príncipe  y  formó  una  muy  reducida,  de  la  que  era 
primera  dama  la  Maqueda,  segunda  Antera  Baus,  y  que 
había  de  empezar  sus  funciones  el  1.°  de  Octubre.  No  pudo 
hacerlo  sino  el  día  8  y  aun  sin  Isidoro  Maiqubz,  que  con- 
tinuaba enfermo,  teniendo  que  echar  mano  del  viejo  y  ya 
retirado  Vicente  García,  para  ejecutar  El  Príncipe  perse- 
guido, de  tres  ingenios  del  siglo  xvii,'»pero  que  ahora  re- 
sultaba de  actualidad,  ante  la  continuada  prisión  del  de- 
seado Fernando  (2). 


Todos  los  personajes,  y  muy  especialmente  la  vieja  madre  de 
D/  Sinforosa  y  el  fraile,  son  caricaturas.  El  enredo  consiste  en  que 
Fr.  Lucas  induce  á  D.^  Melancia  á  que  recluya  en  un  convento  á  su 
hija  y  le  nombre  á  él  heredero  de  sus  bienes, 

(1)  Es  la  Griselda,  célebre  asunto  de  un  cuento  del  Boccaccio,  y 
que  después  en  forma  dramática  y  lírica  recorrió  todas  las  literatu- 
ras europeas.  Entre  nosotros  formó  ya  en  el  siglo  xvi  el  argumento 
de  la  Comedia  muy  eoseinplar  de  la  Marquesa  de  S alus ia,  llamada. 
Griselda,  üe  Pedro  Navarro,  impresa  en  1603,  aunque  es  anterior. 
No  conocemos  la  obra  que  en  1812  se  estrenó  en  el  teatro  de  la 
Cruz,  pero  algunos  años  antes  se  ejecutó  é  imprimió  la  Comedia 
nueoa  en  tres  actos  (verso).  La  constante  Griselaa  (Barcelona,  Na- 
dal^ 1797,  4.°,  35  páginas),  cuyo  asunto  es  el  mismo,  pero  el  esposo 
de  la  heroina  ya  no  es  Marqués,  sino  Rey  de  Tesalia.  Como  ópera, 
el  célebre  libreto  de  A.  Zeno  recibió  música  de  cerca  de  veinte  au- 
tores, solamente  en  Italia. 

(2)  El  14  de  Octubre  se  recitó  una  loa,  titulada  La  Alianza  de 
España,  que  luego  se  imprimió  con  el  título  de  España  restaurada. 


Capitulo  dÍjcimotercbro  á¿5 

Una  particularidad  bien  extraña  fué  que  el  día  10  de 
Octubre  representaron  en  el  Príncipe  los  oficiales  ingle- 
ses una  función  compuesta  de  la  tragedia  La  venganza  y 
un  fin  de  fiesta,  El  Alcaide  Garrat,  todo  en  inglés,  con  lo 
cual  el  piiblico  se  habrá  quedado  sin  entender  palabra. 
El  producto  fué  para  los  hospitales. 

Salieron  los  aliados  de  la  capital,  que  quedó  desampa- 
rada de  toda  fuerza,  y  asi  pudieron  volver  á  ella  los  fran- 
ceses en  2  de  Noviembre,  aunque  de  nuevo  la  abandona- 
ron el  día  7.  Otro  mes  quedó  la  Villa  huérfana  de  au- 
toridades, hasta  que,  habiendo  los  enemigos  obtenido 
algunas  ventajas  parciales  en  la  guerra,  creyó  José  Bo- 
naparte  poder  regresar  tranquilamente  á  la  corte,  como 
lo  hizo,  entrando  de  nuevo  los  invasores  el  dia  3  de  Di- 
ciembre, quienes  volvieron  las  cosas  al  estado  que  tenían 
antes  del  10  de  Agosto. 

Durante  el  mes  y  pico  de  estos  cambios  estuvo  cerrado 
la  mayor  parte  de  los  días  el  teatro  del  Principe,  y  aun 
algunos  el  de  la  Cruz,  hasta  que  instalado  ya  el  Gobier- 
no extranjero,  cerró  el  Rey  el  coliseo  de  la  Cruz  y  mandó 
á  Isidoro  Maiqub»  formar  una  nueva  compañía  para  el 
Principe  con  10.000  reales  mensuales  de  subvención,  y  el 
provecho  de  los  bailes  de  máscaras  que  también  autorizó 
se  diesen. 

Floja  era  la  compañía  que  reunió  el  director,  pues  tuvo 
que  poner  de  primera  dama  á  Antera  Baus,  que  estaba 
formándose  todavía  (1)  y,  exceptuando  la  Gertrudis  Torre 


Alegoría  dramática  representada  en  el  teatro  del  Príncipe  //  dedi- 
cada al  Sr.  D.  Juan  de  Murphy  y  Porro.  Con  Ucencia,  Valencia. 
Imprenta,  de  Burguete,  sin  ano  (1812),  8.°,  23  páginas.  Lleva  una 
breve  dedicatoria  firmadapor  el  autor  G.  Z.  Z.  (Gaspar  Za bala  Zii- 
mora),  alude  á  la  alianza  con  Inglaterra.  Intervienen:  España,  Ma- 
drid, el  Espíritu  inglf3s,  y  varias  provincias  españolas.  AÍÍinenun 
estandarte  se  descubre  el  consabido  retrato  ae  Fernando  vii,  que 
salía  siempre  en  esta  clase  de  funciones. 

También  se  ejecutó  el  24  del  mismo  mes  la  comedia  en  dos  actos, 
que  ya  se  había  estrenado  en  Cádiz,  F!l  egoísta  ó  lo  que  puede  un 
empleo,  de  I).  Erancisco  Martínez  de  la  Rosa. 

íl)    Antera  Haus,  como  ya  hemos  tenido  ocasión  de  decir,  fué 


§á6 


iSibOilO   MAlQÜB^ 


y  Concha  Lledot  para  la  música,  las  demás  eran  media- 
nas, lo  mismo  que  los  actores,  con  exclusión  de  Ponce, 
Avecilla  y  Cristiani,  á  quienes  pudo  Maiquez  recobrar  y 
traer  á  su  lado. 


AHTi^ÜA   BAliS, 


Cop¡  I  de  un  grabado  del  Semanario  pintoresco. 


hija  de  Francisco  Baus  y  de  Ventura  Laborda.  Era  paisana  de  Mai- 
quez, pues  nació  en  la  misma  ciudad  de  Cartagena  el  2  de  Enero  de 
1797,  en  ocasión  en  que  su  padre  era  aUí  jefe  ó  empresario  del  tea- 
tro. A  los  once  años  salió  por  primera  vez  á  escena  en  papel  co- 
rrespondiente á  tan  tierna  edad. 

Formó  parte  de  la  compañía  del  Príncipe  en   1811   como  sexta 


CAPÍTULO    DECIMOTERCERO  337 

laau^uró  el  Príaeipe  sus  fuaciotias  el  día  20  de  Diciem- 
bre con  El  Alcalde  de  Zalamea  y  la  opereta  El  Secreto, 
pero  Maiqubz  no  salió  hasta  el  25  con  El  Pastelero  de  Ma- 
drigal y  la  opereta  El  califa  de  Bagdad  . 

Mientras  se  formaba  la  nueva  compañía,  habían  dado 
desde  el  15  al  19  ambas  reunidas  funciones  diarias,  y  el 
24  de  Enero  de  1813  consig^uió  reanudar  las  suyas  el  tea- 
tro de  la  Cruz,  obtenido  el  real  permiso,  y  con  nuevo  per- 


dama  y  con  seis  reales  de  partido,  que  en  Octubre  se  le  subió  á  10, 
Al  siguiente  año,  con  el  gran  movimiento  del  persontil,  de  que  da- 
mos cuenta  en  el  texto,  pasó  de  séptima  dama  á  segunda  en  Octu- 
bre y  con  el  partido  de  16  reales,  y  en  Diciembre  á  dama  con  30. 
La  primera  olDra  que  hizo  como  tal  dama  fué,  el  15  de  dicho  mes. 
La  escuela  de  'los  maridos.  En  1813  y  1814  continuó  de  primera 
en  el  Príncipe  con  36  reales  y  en  dichos  años  trabajó  en  la  mayor 
parte  de  las  funciones  que  se  dieron. 

El  autor  de  un  artículo  biográfico  de  Antera  inserto  en  el  Sema- 
nario pintoresco  de  1856  (pág.  98),  y  que  se  muestra  muy  enterado 
de  la  vida  de  esta  actriz,  se  engaña  al  afirmar  que  su  primera  obra 
fué  La  Cenicienta,  estrenada  en  1814.  Pero,  como  acabamos  de 
ver,  llevaba  ya  ejecutadas  otras  muchas  piezas  de  todo  género. 

En  1813,  en  Febrero,  se  casó  con  Bernardo  Gil,  ya  viudo  de  An- 
tonia Zarate,  y  de  este  segundo  enlace  fué  hijo  el  estimable  poeta 
dramático  D.  Isidoro  Gil  y  Baus. 

Desde  1815,  pasó  Antera  al  teatro  de  la  Cruz,  de  que  era  director 
su  marido,  y  ya  en  éste  ó  el  del  Príncipe,  siguió  muchos  años  hasta 
su  retirada  eií  1836.  Tres  años  antes,  en  15  de  Mayo  de  1832,  había 
tallecido  su  esposo  Bern¿irdo  Gil,  en  esta  corte. 

Del  mérito  y  excelente  representaciónde  Antera,  sobre  todo  des- 
pués de  la  muerte  de  Maique/,  no  hay  para  qué  hablar,  pues  dura 
aún  el  recuerdo;  sobresalía  particularmente  en  las  damas  de  nues- 
tra antigua  comedia,  que  por  ella  lograron  mantenerse  dignamente 
en  las  tablas  en  la  época  en  que  el  furor  filarmónico  parecía  absor- 
berlo todo. 

También  influyó  en  la  educación  artística  de  su  hermana  menor 
D.*  Joaquina  Baus. 

Su  hijastro  D.  Antonio  Gil  y  Zarate  le  dedicó  en  1827  la  impresión 
de  su  tragedia  Do/i  Pedro  de^Portur/al,  traducida  de  Arnault,  en 
estos  expresivos  términos:  «^\  quién  dedicaré  la  presente  tragedia 
con  más  justicia  que  á  V".  com)  madre  mía  y  uno  de  los  principales 
adornos  de  la  escena  española?  Su  flexible  talento  de  V.  se  presta 
con  igual  facilidad  á  todos  los  géneros  del  arte  teatral;  y  al  paso 
que  mueve  á  dulce  risa  en  La  oillana  de  YaLlecas,  sabe  arrancar 
tiernas  lagrimáis  en  la  muerte  de  Gabriela  (de  Vergí/).  Débil  obse- 
quio es  éste  para  su  mérito  de  V.;  pero  dígnese  admitirlo  como 
prueba  del  cariño  que  le  profesa  su  hijo  político,  .\ntonio  Gil.»  Mu- 
rió Antera  Baus  en  Madrid  en  1855, 

22 


338  ISIDORO   MAIQÜBZ 


soual  cómico,  según  se  registra  en  otra  parte  de  ^sta 
obra. 

Algo  pesada  resulta  la  narración  de  todo  este  movi- 
miento, aunque  por  otro  lado.es  instructivo  ver  el  influjo 
que  los  grandes  sucesos  de  esta  época  ejercieron  en  el 
teatro  y  la  literatura  dramática. 

Maiquez  trabajó  con  asiduidad  en  el  corto  tiempo  que 
faltaba  ya  para  terminar  este  contrastado  año  cómico  de 
1812,  y  aun  pudo  estrenar  en  23  de  Febrero  el  Omasis  ó 
José  en  Egipto  (1),  tragedia  en  cinco  actos,  traducida  del 
francés. 

Por  primera  vez,  después  de  seis  años,  volvió  á  poner- 
se en  escena  el  5  de  Febrero  M  sí  de  las  niñas  del  infeliz 
Inarco,  que  entonces  sufría  en  Valencia  las  consecuen- 
cias de  su  voluntaria  y  poco  cuerda  expatriación.  Hubo  la 
novedad  en  este  espectáculo  que  salió  á  ejecutar  el  papel 
de  madre,  ó  sea  D.^  Irene,  la  misma  actriz  que  lo  había 
estrenado  y  estaba  al  presente  jubilada,  María  Eibera, 
la  virtuosa  y  excelente  esposa  de  D.  Dionisio  Solis,  eter- 
no apuntador  de  teatros.  Debió  de  agradar,  porque  se  hizo 
varios  días  y  volvió  á  ejecutarse  el  17.  María  Ribera  mu- 
rió de  un  accidente  repentino  por  el  mes  de  Agosto 
de  1821. 

Pero  la  novedad  mayor  de  este  año  fueron  los  bailes  de 


(1)  Omasis.  Tragedia  en  cinco  actos  (verso),  traducida  al  cas- 
tellano por  D.  J.  F.'P.  (D.  .Juan  Francisco  Pastor).  Representada 
en  el  coliseo  del  Príncipe  de  Madrid.  Por  D.  Mifiael  de  Durr/os. 
1815,  8.°,  89  páginas.  Se  ejecutó  con  el  siguiente  reparto:  Omasis: 
Maiquez.  — Ramnes,  Ponce. — Simeón,  Avecilla.— /ac'o¿,  Contador. 
—Benjamín,  Sra.  Loreto.  —  Azael,  Camanoxa.— Phanor,  Pacheco. — 
Alniasis,  Sra.  Baus. — Za/«e,  Sra.  Cabo. -Rubi^n,  L\edot.—i\ep/ita- 
li,  Fabiani.  -  ísacar,  Justo  Mas.  Está  en  verso  endecasílabo.  Oma- 
sis es  José,  el  hijo  de  Jacob,  y  el  asunto  versa  sobre  el  reconoci- 
miento de  aquél  por  su  padre,  haciéndole  venir  á  Egipto.  Hay  el 
episodio  del  odio  de  Ramnes,  hermano  de  Almasis,  prometida  de 
Omasis,  celoso  por  el  favor  que  Fai'aón  le  concede,  y  quiere  ma- 
tarle por  medio  de  Simeón,  ofreciéndole  á  Almasis,  de  quien  está 
enamorado,  sin  saber  que  es  su  hermano  el  preferido.  El  per- 
don  generoso  de  Omasis  produce  un  desenlace  dramático  é  intere- 
sante. 


4' 
CAPÍTULO    DECIMOTERCERO  339 

máscaras  en  el  Príncipe  (1)  y  la  animación  del  Carnaval. 
Los  madrileños,  extinguida  ya  la  penuria  de  subsisten- 
cias, que  tan  espantoso  había  hecho  el  anterior  invierno, 
y  en  vista  de  los  éxitos  de  nuestras  armas  abrían  sus  co- 
razones á  la  esperanza,  y,  aunque  bajo  el  dominio  francés 
todavía,  pero  que  ya  todos  veían  próximo  á  concluir,  no 
vacilaron  en  lanzarse  á  la  calle  y  embromarse  mutuamen- 
te como  en  los  tiempos  de  Carlos  IV. 

El  chispeante  Mesonero  Romanos  cuenta,  en  sus  Memo- 
rias de  un  setentón,  el  bromazo  público  y  persistente  que 
tramaron  algunos  comerciantes  de  la  Plazuela  dé  San  Il- 
defonso, en  estos  términos:  (pág.  117). 

«Algunos  días  antes  de  los  tres  de  Carnaval  empezaron 
á  verse  en  el  Diario  varios  anuncios,  concebidos  en  estos 
ó  semejantes  términos:.  «El  que  quiera  surtirse  de  taló 
»cual  artículo  (de  comer  ó  vestirla  precios  equitativos, 
»acuda  á  la  Plazuela  de  San  Ildefonso,  número  tantos, 
»cuarto  principal,  donde  hallará  tal  ó  cual  cosa.  Se  pre- 
»guntará  por  D.  Guillermo,  que  es  el  encargado  de  su 
»venta. 

Con  este  simple  anuncio,  los  especuladores  y  aficiona- 
dos acudieron  al  reclamo  como  moscas  á  la  miel,  llegan- 
do uno  á  uno,  en  cuyo  orden  eran  recibidos,  y  abierta  que 
les  era  por  mano  invisible  la  puerta  de  lá  habitación,  pe- 
netraban en  una  sala  con  los  balcones  cerrados  y  alum- 
brada sólo  coa  luz  artificial,  en  cuyo  fondo  descollaba  un 
figurón  ó  pelele,  que  tenia  un  letrero  que  decía:  «Fo  soy 
D.  Guillermo:  ¿Qué  me  quiere  ustedh> 

«El  visitador,  sorprendido  por  semejante^aparición,  vol- 
víase mohíno  en  demanda  de  la  puerta  de  la  calle,  que 
hallaba  cerrada;  no  veía  á  nadie  á  quien  poderse  dirigir, 
sintiendo  sólo  el  formidable  estruendo  que  formaban  los 
vendedores  de  la  plazuela  con  las  pesas  y  balanzas,  inte- 
rrumpido por  silbidos  y  vocerío,  todo  en  señal  de  que 
había  caído  un  ratón  en  la  ratonera;  hasta  que,  después 
de  un  rato  de  confusión,   acertaba  á  encontrar,   cubierta 


(\)  Mesonero  dice  (¡ue  en  los  Caños;  pero  le  engañó  su  memo- 
ria. Véanse  los  anuncios  de  cada  uno  de  ellos  en  el  Diario.  El  baile 
empezaba  á  las  nueve  de  la  noche,  y  en  tales  días,  la  í'unfión  de 
teatro  Tcuando  la  había)  se  hacía  por  la  tarde, 


340  ISIDORO   MAIQÜBZ 


coa  un  tapiz,  la  salida  á  un  callsjón  y  escalera  interior, 
en  cuyas  paredes  leia  escritas  estas  palabras:  «Dispense 
vusted  y  guarde  el  secreto:  es  una  broma  de  Carnaval.» 

Repitióse  esta  operación  hasta  lo  infinito  en  los  siguien- 
tes días,  anunciándose  unas  veces  D.  Guillermo  como 
vendedor  de  frutas,  otras  como  comprador  de  papel  de 
crédito  (de  una  de  las  victimas  de  esta  clase,  que  frecuen- 
taba mucho  mi  casa,  escuché  esta  pintoresca  relación); 
otras,  como  encargado  de  proporcionar  acomodos,  hués- 
pedes, etc.;  y  ya  que  se  hubo  agotado  el  caudal  de  estos 
inocentes.,  se  acudió  á  buscar  victimas  en  otras  clases,  lla- 
mando privadamente  al  zapatero,  al  peluquero,  al  barbe- 
ro y  al  sastre,  D.  Guillermo  hubo  luego  de  enfermar  y 
se  llamó  al  médico,  al  cirujano,  al  comadrón  (no  sé  si  se 
detuvieron  aquí);  sólo  si  que,  suponiéndole  muerto,  acu- 
dieron á  los  sepultureros  para  que  viniesen  á  recojerle, 
encontrándose  al  pelele  metido  en  un  ataúd  con  un  letre- 
ro en  que  les  decía  que  se  prestasen  á  esta  «broma  de 
Carnaval.» 

Esta,  en  fin,  tuvo  su  desenlace  eñ  la  tarde  del  martes  de 
Carnestolendas,  saliendo  el  entierro,  con  una  vistosa  co- 
mitiva, de  la  plaza  de  San  Ildefonso  y  marchando  por  las 
calles  principales  y  paseo  del  Prado  en  dirección  al  Ca- 
nal, y  recuerdo,  como  si  lo  estuviera  viendo,  el  inmenso 
y  lujoso  acompañamiento  con  vistosos  trages  de  másca- 
ras, entre  las  cuales  figuraban  no  pocos  oficiales  france- 
ses con  trajes  á  la  antigua,  desde  los  guerreros  de  Cario 
Magno  hasta  los  guardias  franceses  de  Luis  XV.  El  entie- 
rro, pues,  de  D.  Guillermo,  fué  el  suceso  memorable  de 
aquel  Carnaval.» 

'  Olvidó  ó  no  supo  el  agudo  escritor  madrileño  que  la 
broma  de  D.  Guillermo  no  tuvo  fin  con  el  sepelio  público 
del  héroe.  Habían  pasado  ya  algunos  días,  y  á  un  au- 
tor (1)  se  le  ocurrió  escribir  un  saínete  titulado  El  entie- 
rro de  D.  Guillermo,  y  á  las  dos  sompañías  de  Madrid  po- 
nerlo en  ambos  teatros,  como  lo  hicieron  el  30  de  Marzo. 
Pero  la  pieza,  ó  al  menos  la  del  teatro  del  Príncipe  (si  ps 
que  fueron  dos  de  igual  titulo,  como  parece  probable),  de- 
bía de  contener  algo  que  escociese  á  los  franceses  ó  á  las 


(1)    Moratín  atribuye  una  pieza  de  este  título  á  José  Maqueda, 
que  era  apuntador  del  teatro  del  Príncipe. 


CAt>ÍTULO   DéciMOTBRCBRO  341 

autoridades  á  ellas  sujetas,  porque  la  obra  fué  inmedia- 
mente  prohibida  en  ambos  teatros,  y  cinco  cómicos  del 
Príncipe  fueron  encarcelados,  ocasionando  estas  prisiones 
la  clausura  anticipada  de  este  coliseo  el  I.*' de  Abril,  y 
que  no  pudiese  reabrirse  oportunamente  en  la  Pascua  si- 
guiente. El  de  la  Cruz  también  se  cerró  cinco  días  des- 
pués. 


mwWW^(^ 


CAPITULO  XIV 


Ultima  salida  de  los  franceses.— Patriotismo  de  los  madrileños  refle- 
jado en  el  teatro. — Estreno  del  Dos  de  Mayo,  al  que  siguen  otras 
muchas  piezas  patrióticas  en  ambos  teatros.— Regreso  de  Ber- 
nardo Gil. — Estrena  Maiquez  la  Virginia,  de  Solís,  y  Cayo  Graeo. 
— Llegada  de  la  Regencia.- Renuévanse  las  representaciones  de 
piezas  políticas.— /¿orna  libre,  de  Saviñón  (1813). 


L  querer  formar  las  nuevas  compañías  de  1813  á  1814, 
,^l^  se  halló  Maiquez  con  que  le  faltaban  algunas  partes 
principales,  como  Gertrudis  Torre,  que  estaba  en 
Valladolid,  y  no  volvió  hasta  Septiembre;  Avecilla  y  Suá- 
rez,  que  con  otros  compañeros,  habían  ido  á  representar  á 
Salamanca,  donde  las  circunstancias  de  la  guerra  pusie- 
ron el  lugar  en  que  se  decidiese  el  resultado  de  la  tenaz 
contienda  contra  el  invasor,  y  no  regresaron  hasta  el 
otoño. 

Admitió  algunos  compañeros  nuevos,  que  con  excepción 
de  Teresa  Sánchez  y  Dolores  Alonso,  no  dieron  buen  re- 
sultado. Bien  es  verdad  que  toda  la  compañía,  excepto  él, 
Ponce  y  Cristiani,  era  de  lo  más  mediano  que  había  conta- 
do nunca  el  teatro  del  Príncipe. 

Tampoco  era  mejor  la  de  la  Cruz,  que  con  grandes  difi- 
cultades pudo  formar,  privado  de  la  Carmona,  que  no  re- 
gresó hasta  Noviembre,  el  empresario  D.  Gregorio  Ber- 
múdez.  Los  cómicos  huían  de  Madrid,  y  no  es  de  suponer 
que  todos  por  egoísmo,  pues  alguno  como  Querol,  no  quiso 


344  ISIDORO   MAIQUE¿ 


trabajar  para  los  franceses,  y  Carretero  no  puso  los  pies  en 
Madriji  desde  el  año  ocho,  encantando  á  los  gaditanos  con 
su  ademán  caballeresco  y  su  voz  de  timbre  simpático  y  de- 
cir afectuoso,  en  compañía  de  la  que  luego  iba  á  ser  su 
mujer,  la  celebrada  Agustina  Torres. 

Inauguró  sus  tareas  el  Príncipe,  el  I.*'  de  Majo,  á  las 
siete  de  la  tarde,  con  La  muerte  de  Abel,  en  la  que  salió 
Robles  en  el  papel  de  Adán,  haciendo  los  femeninos  An- 
tera Baus,  Rosa  Celicourt  (1)  y  Teresa  Sánchez  (2). 

Siguieron  trabajando  sólo  tres  días  por  semana  y  en 
obras  conosidas,  hasta  que  amaneció  el  27  de  Mayo  de  1813 
y  con  él  el  día  en  que  definitivamente  saliesen  de  Madrid 
los  franceses,  en  virtud  del  movimiento  general  de  retira- 
da, hacia  el  Norte,  de  todas  sus  tropas  que  iban  á  recibir 
en  Vitoria  el  último  descalabro. 

Al  día  siguiente  que  salieron  los  enemigos,  entró  en 
Madrid  el  Empecinado,  y  entonces  empezó  á  desbordarse 
el  entusiasmo  patrio  de  los  madrileños,  que  se  prolongó 
todo  el  resto  del  año  y  la  mayor  parte  del  siguiente. 

Las  autoridades  organizaron  la  administración  según 
demandaban  los  sucesos,  comenzando,  en  los  teatros,  por 
quitar  las  armas  de  los  Bonapartes,  sustituyéndolas  con 
las  de  la  casa  de  Borbón  (3). 


(1)  Rosa  Celicourt  tenía,  en  8  de  Febrero  de  1808,  veinticuatro 
años,  era  soltera,  había  sido  racionista,  aprendía  música  con  don 
Blas  de  la  Serna,  y  pedía  se  la  incluyese  en  kis  canipañías.  No  lo 
consiguió  hasta  1812,  (jue  entró  como  sexta  dama  en  la  compañía 
de  la  Cruz,  con  24  reales  de  partido  y  ración.  Pasó  en  181.3  como 
cuarta  al  del  Príncipe,  con  15  reales  de  partido;  al  siguiente  volvió 
á  la  Cruz  como  tercera  de  música,  con  20  reales,  y  luego  la  perde- 
mos de  vista. 

(2)  Teresa  Sánchez,  hija  de  Vicente  Sánchez,  llamado  Camas, 
entró  como  racionista  en  el  teatro  de  la  Cruz  en  1811.  En  1812  ya 
íigura  como  parte  por  medio  con  14  reales.  Con  seis  de  partido  pasó 
al  teatro  del  Príncipe  á  fines  del  mismo  año,  y  ascendió  en  el  siguien- 
te á  sobresalienta,  perseverando  en  este  puesto  varios  años  sin  pasar 
nunca  de  segunda  dama. 

(3)  Oficio  del  Ayuntamien+o  á  Maiquez:  «Para  evitar  cualquier 
acontecimiento  que  pudiera  ocurrir,  por  la  estancia  de  las  armas, 
que  se  hallan  colocadas  en  el  aposento  del  teatro  del  Príncipe  (el 


Juan  Parretero  (^) 


1  V  ^f^?P'^^°/^^'  retrato  en  lienzo  que  hay  en  la  Sala  de  Juntas 
(le  la  Cofradía  de  la  Novena,  en  la  iglesia  parrocruial  de  San  Sebas- 
tian de  esta  corte.  ^ 


CAl»ÍTULO   DECIMOCUARTO  MI 

Solemüizóse  el  30  de  Mayo,  el  santo  del  verdadero  Rey, 
con  iluminaciones  en  los  teatros  y  otros  puntos;  en  el 
Principe  hizo  Maiqubz,  el  Ótelo,  y  luego  otras  de  lo  mejor 
de  su  repertorio:  Omasis,  Fenelón,  Pelayo,  Los  Templarios, 
hasta  que  el  9  de  Julio  empezaron  las  funciones  patrióti- 
cas con  la  tragedia  El  día  Dos  de  Mayo  (1),  de  D.  Francis- 
co de  Paula  Martí,  que  logró  éxito  asombroso. 

Pusiéronla  con  lujo,  con  decoraciones  nuevas,  reprodu- 
ciendo los  cuatro  principales  cuadros  de  la  heroica  defen- 
sa del  pueblo  madrileño  en  Buenavista,  Puerta  del  Sol 
Parque  de  Artillería  y  el  Prado.  La  obra  tiene  interés  y 
grandeza  trágica,  como  hecha  por  quien  no  tenía  más  que 
acordarse  de  lo  que  habían  visto  sus  ojos.  Tuvo  el  acierto 
el  autor  de  presentar  no  sólo  los  personajes  históricos  fa. 
mosos,  sino  héroes  populares  de  ambos  sexos,  otros  de  la 
clase  media,  eligiendo  entre  estos  la  conmovedora  figura 
de  D.^  Antonia,  mujer  de  Un  D.  Luis,  á  quien  fusilan  por 
llevar  consigo  un  cortaplumas,  y  á  quien  ella  venga  dan. 
do  muerte  al  jefe  que  mandaba  la  fuerza  francesa.  Es  el 
episodio  más  interesante  y  con  que  termina  la  tragedia, 
sin  que  falten  otros  históricos  y  documentos  como  el  céle- 
bre bando  de  Murat.  Se  distinguieron  en  la  ejecución 
Antera  Baus,  María  Cabo,  Teresa  Sánchez  y  Loreto  Gar. 
cía,  con  Maiqubz,  que  hizo  un  héroe  del  pueblo  llamado 
Sebastián,  Ponce,  Contador  y  demás  individuos  de  la  com" 


á  que  asistía  José  Bonaparte),  dispondrá  V.  se  quiten  dichas  armaM 
como  asimismo  si  hubiese  otras  de  igual  clase  en  el  propio  teatro 
colocando  en  su  lugar  las  de  la  Casa  de  Borbón. — Lo  (j^ue  noticio 
á  V.  de  acuerdo  del  Ayuntamiento  para  su  inteligencia  y  cumplí^ 
miento.— Dios  guarde  á  V.  muchos  años. — Madrid,  29  de  Mayo 
de  1813.  — El  Secretario. —Sr.  IsiDOuo  Maiqukz.» 

(1)  El  día  Dos  de  Mayo  de  ÍHOH  en  Madrid,  y  muerte  heroica 
de  Daois  y  Velar  de.  Trayedia  en  tres  actos  en  oerso.  Por  D.  F.  de 
P.  M.  (sin).  Representada  por  primera  ves  en  el  coliseo  del  Prin- 
cipe el  día,  9  de  JuHo  de  1813.  Madrid.  Imprenta  de  Repulles, 
181 'i,  8.°,  94  páginas.  Después  se  reimprimió  otras  muchas  veces 
en  Barcelona,  Valencia,  etc.  Sobre  este  asunto  se  han  escrito  otros 
dramas,  uno  por  D.  Roque  Barcia  en  1846,  otro  de  I.ombía  (1848)  y 
otro  de  D.*^  Jílanca  de  Gasó  (187,S). 


¿48  isíDoko  Maicíub^ 


pañia  y  otros  que  vinieron  de  afuera,  por  lo  numeroso 
del  personal  del  drama. 

Con  igual  aplauso  se  estrenó  La  gran  batalla  de  los 
Arapiles  y  derrota  de  Marmont  (1),  haciendo  como  saínete 
la  pieza  Los  franceses  en  la  Alcarria  (2),  que  hubo  de  sus- 
penderse el  mismo  día  por  queja  contra  ella  del  Empeci- 
nado, acaso  porque  sus  soldados  tampoco  aparecen  como 
modelos  de  templanza. 

A  estas  siguieron,  durante  los  calores  de  Agosto  que  no 


(1)  La  batalla  de  lo^  Arapiles  ó  derrota  de  Marmont.  Drama 
en  un  acto  por  D.  F.  G.  G.  (Francisco  Garnier  González).  Repre- 
sentado en  el  teatro  del  Prinripe  el  día  23  de  Julio  de  1813  y  la 
primera  composición  teatral  hecha  en  Midrid  en  loor  del  célebre 
J'eld  mariscal  Wellington.  Madrid,  imprenta  de  Alvarez,  1813, 
8.°,  56  páginas. 

Dedicada  al  lord  y  firmada  por  Garnier  con  todas  sus  letras.  Mar- 
mont: Fabiani,— Mo/ieí.'  Tomás  López.—  Vauím/i:  Justo  Mas.— 
Lilli:  Rubio.  — LoríZ  Vellington:  Isidoro  Mayquez, — D.  Julián  Sán- 
chez: Antonio  Ponce.— Un  oficial  francés:  Pacheco.— Un  granade- 
ro español:  López,  etc. 

Se  reimprimió  esta  obra  con  el  título  siguiente:  Comedia  nueca 
patriótica,  El  Lord  Wel/itigton,  triunfante,  ó  bien  sea  La  batalla 
de  los  Arapiles  y  destrucción  de  Marmont.  Drama  en  un  a<'to, 
Valencia,  imprenta  de  Estevan,  1813,  8.°,  36  pacunas.  En  verso 
endecasílabo.  Marmont  y  sus  generales  conversan  sobre  el  éxito 
de  la  batalla  que  creen  seguro;  aparece  D.  Julián  Sánchez  como 
parlamentario  de  Wellington,  le  prenden;  pero  él  seduce  á  un  oficial 
francés  y  ambos  huyen  al  campo  español.  Se  da  la  batalla.  Premia 
el  Lord  algunos  soldados  y  termina  la  obra  con  una  letrilla  cantada 
en  honor  del  inglés. 

(2)  Los  franceses  en  la  Alcarria  ó  el  mal  patriota.  Pieza  en 
un  acto,  eií  verso:  Biblioteca  municipal  157-23. 

D.  Esteban,  padre  de:  Fabiani.— Eugenia:  Antera. —  D.  Fer- 
nando, oficial  empecinado:  Rubio. — D.  Lorenzo,  oficial  empecina- 
do: Pacheco. — D.  Pimpinela,  médico.  Justo.— Fache?ida,  soldado: 
Cristiani.— C«//<or/'a,  soldado:  segundo  barba.— M/'.  Campistron: 
Maiqvez. —Fabot,  su  asistente.  Ponce. —  Vicenta:  T.  Sánchez. — 
Flora:  María  Cabo. — Dos  empecinados.— Dos  franceses. 

La  escena  en  Brihuega  (Alcarria). 

Pinta  las  alternativas  de  un  pueblo  tan  pronto  dominado  por  los 
franceses  como  por  los  españoles,  así  como  las  artimañas  de  los  ve- 
cinos acomodados  á  fin  de  esconder  sus  bienes  para  que  no  fuesen 
presa  de  unos  ú  otros. 

Maiqukz  hizo  el  ridículo  papel  de  un  oficial  francés  que  entra  en 
las  casas  pidiendo  «Piculinas...  la  batella)),  á  quien  emborrachan 
y  escarnecen  después  los  nuestros. 


CAPÍTULO   DÍ:CIMOCUARTO  349 

retraían  á  los  entusiastas,  La  caída  de  Godoy  y  exaltación 
de  Fernando  VII  al  trono  (1),  Dupont  rendido  en  los  cam- 
pos de  Bailen  ó  el  tiempo  del  patriotismo  (2),  y  un  fin  de 
fiesta  La  palabra  Constitución  y  su  sentido  (3),  obra  ésta 
de  D.  Gaspar  de  Zavala  y  Zamora. 

El  teatro  de  la  Cruz  también  cultivó,  aun  con  más  fer- 
vor y  frecuencia,  el  género  patriótico.  Después  de  algunos 
estrenos  no  insignificantes  en  los  meses  de  Mayo  y  Junio 
como  las  tragedias  Atreo  y  Tiestes  y  Blanca  de  Borbón  (4), 
y  las  comedias  Las  segundas  nupcias  (5),  y  Los  Expósi- 


(1)    No  hemos  visto  esta  pieza. 

(2)'  TamjDoco  conocemos  la  primera  fornia  de  esta  obra^  pero  si 
la  que  recibió  cuatro  años  después  al*  reimprimirse  con  este  título: 
Dupont  rendido  ó  el  triunfo  del  patriotismo  en  los  campos  de 
Bailen.  Drama  en  cuatro  actos.  Por  un  ingenio  de  la  corte, 
nueüamejite  refundido  por  J.  M.,  Barcelona.  En  la  imprenta 
de  Agustín  Roca.  Año  de  1817,  folio,  41  páginas.  En  verso  orto- 
sílabo.  Lleva  una  dedicatoria  á  Castaños,  entonces  (6  Febrero  1817) 
capitán  general  de  Cataluña,  suscrita  por  los  empresarios  del  tea- 
tro.  I^a  obra  parece  que  no  se  representó  por  impedirlo  Castaños. 

(3)  Pitipieza  Jocosa  en  prosa  sóbrela  palabra  Constitución  y 
su  significado.  Año  1814.  Biblioteca  municipal  41-20.  Es  de  D.  Gas- 
par Zavala  y  Zamora. 

El  Alcalde  de  monterilla  de  un  pueblo  y  otros  aldeanos,  disertan 
sobre  lo  que  será  la  Constitución,  pues  les  mandan  de  orden  supe- 
rior festejarla.  Uno  que  llega  de  fuera,  algo  más  ilustrado,  se  lo  ex- 
plica. No  hay  mujeres.  Se  imprimió  en  Valencia,  por  Domingo 
y  Mompié,  eri  1820,  8." 

(4)  Atreo  ij  Tiestes,  será  traducción  de ,1a  tragedia  de  Crebiílón, 
y  Blanca  debe  de  ser  la  de  D.  José  María  íñíguez,  impresa  ya  ha- 
cía algunos  años:  Doña  Blanca.  Tragedia  de  D.  J.  M.  /.,  en  tres 
actos  en  verso.  Madrid,  I  barra,  1806,  8.°  D.  Dionisio  Solís  compu- 
so también  con  posterioridad  otra  Doña  Blanca  de  Borbón;  aon 
Antonio  Gil  y  Zarate,  otra;  otra  Espronceda,  etc.  La  obra  de  íñi- 
guez  no  tiene  gran  mérito  á  pesar  de  las  libertades  que  el  autor  se 
tomó,  en  cuanto  á  los  hechos.  I).  Pedro  es  en  ella  un  charlatán  sin 
acción  alguna;  D.  Fadrique  y  Alburquerque  unos  insolentes  que  ul- 
trajan al  Rey  á  todo  su  sabor;  la  Padilla  y  su  hermano  unos  malva- 
dos frióse  inverosímiles.  El  judío  Simuel  envenena  á  Blanca  por 
orden  de  los  Padillas,  y  es  muerto  D.  Fadrique  no  sin  declarar  á  sus 
cómplices.  D.  Pedro,  jura  vengará  su  esposa,  á  quien  manifiesta  un 
gran  cariño...  ¡historia  pura! 

(5)  Las  segundas  nupcias  ó  la  condescendencia,  ('oniedia  en 
tres  actos,  prosa,  de  D.  Gaspar  de  Zaoala  \¡  Zamora.  Manuscri- 
to Biblioteca  municipal  147-16. 

No  es  mala  esta  comedia  destinada  á  pintar  los  inconvenientes  de 


350  ISIDORO    MAIQUEZ 


¿OS  (1),  empezó  el  1.^  de  Julio,  en  el  beneficio  de  Rafael 
Pérez,  con  la  obra  titulada  Mina  en  Arlaban  (2),  y  una 
oda  patriótica  que  recitó  el  beneficiado.  Ejecutáronse  lue- 
g-o  el  drama  El  día  feliz  de  España  y  exterminio  del  tira- 
no (3),  El  juego  de  las  provincias,  ya  conocida.  El  rey  José 
en  Logroño,  de  Enciso,  también  conocida,  La  arenga  del 
Tío  Pepe  en  la  Puerta  de  San  Vicente  ó  en  la  Florida,  se- 
gún otros  textos  (4). 

A  éstas  siguieron  el  drama  La  defensa  de  Valencia,  es- 
trenada ya  en  1808,  El  triunfo  mayor  de  España  en  los 
campos  de  Vitoria,  la  fuga  del  Rey  José  y  prisión  de  afran- 


los  segundos  matrimonios  cuando  hay  hijos  y  mucho  más  el  de  un  vie- 
jo con  una  joven.  Un  hermano'del  gurrumino,  que  viene  de  Amé- 
rica, muy  rico,  salva  al  infeliz  y  á  los  dos  sobrinitos  á  quienes  la 
madrastra  había  arrojado  de  casa.  Esta  comedia  se  ha  impreso  en 
N'alencia  en  1823,  por  Jimeno,  en  8.",  58  páginas. 

(1)  Es  el  drama  Las  mntimas  de  la  impostara  ó  los  Eaepósitos, 
de  que  ya  hemos  hablado.  Se  imprimió  en  Valencia,  por  Mom- 
pié,  en  1823,  en  8.'' 

(2)  Relacionada  con  el  personaje,  aunque  no  sea  la  misma,  co- 
nocemos la  siguiente: 

El  patriotismo  ó  los  héroes  de  Mina.  Poema  trágico  del  ciu- 
dadano D.  A.  M.  P.,  Alicante,  imprenta  de  España,  Año  1813, 
8.",  40  páginas.  En  tres  actos,  en  verso,  romance  endecasílabo.  Va- 
rios vecinos  de  un  pueblo  navarro  y  dos  mujeres  resisten  solos  al 
ataque  de  los  franceses.  Viendo  imposible  la  defensa,  ellos  mueran 
en  la  plaza  y  ellas  vuelan  la  casa  con  barriles  de  pólvora  en  el  mo- 
mento en  que  entran  los  enemigos. 

(3)  Es  La  sombra  de  Pelayo,  pieza  estrenada  en  1808. 

(4)  La  arenga  del  Tío  Pepe  en  San  Antonio  de  la  Florida, 
''ompuesta  por  J.  A.  de  C.  Representada  por  la  Compañía  del 
Coliseo  de  la  Cruz.  Madrid,  año  de  1813,  4.°  12  páginas. 

Tiene  21  personajes  este  saínete.  Pinta  cómicamente  la  entrada 
de  José  Napoleón,  en  Madrid  de  vuelta  de  Castilla  en  1813,  y  un  re- 
cibimiento ridículo  que  le  hacen  los  afrancesados  y  la  policía  man- 
dada por  el  Comisario  D.  .Juan  Satini.  Tiene  gracia  esta  pieza.  La 
arenga  es  el  discurso  do  gracias  ([ue  en  lenguaje  chapurrado  pro- 
nuncia .José  Napoleón  poi-  dicho  recibimiento.  .lose  Oros  hizo  el  pa- 
pel del  Rey. 

Satiriza  á  los  afrancesados:  un  duque,  muerto  de  hambre,  que 
viene  montado  en  un  pollino,  una  damisela  francesa  que  cabalga 
de  igual  suerte,  etc. 

I>as  palabras  que  pone  en  boca  de  José  I,  son.  jioco  más  ó  me- 
nos las  que  solía  él  pronunciar  en  los  actos  públicos  sobre  su 
buen  deseo  como  Rey,  sobre  su  honradez,  sobre  el  poder  de  su 
hermano,  etc. 


CAPÍTULO   DECIMOCUARTO  351 

cesados  (1),  y  el  mismo  día  la  pieza  en  un  acto,  Los  toros 
y  los  franceses  en  Exea  de  los  Caballeros  (2). 

Nada  bastaba  á  dar  pábulo  al  frenesí  del  pueblo,  j  en 
el  resto  del  verano  y  el  otoño,  en  dicho  teatro  se  estrena- 
ron El  día  de  la  Ascensión  en  Madrid  y  salida  del  convoy, 
que  poco  tendría  de  dramático  tan  prosaico  asunto,  y  la 
pieza  jocoseria  La  audiencia  de  Satini.  Días  después,  el  20 
de  Agosto,  La  derrota  del  mariscal  Soult  en  los  campos  de 
Pamplona,  el  30  de  Julio  (3),  El  valiente  Empecinado  en  los 
campos  de  Alcalá  (4),  el  drama  en  dos  actos  Un  obsequio  á 
Fernando  ó  el  espejo  mágico,  y  como  fin  de  fiesta  La  cons- 
titución vindicada,  piezas  éstas  dos  últimas  que  ya  se  ha- 
bían representado  en  la  Coruña,  Las  oisperas  sicilianas,  de 
Enciso,  que  también  venía  á  ser  obra  de  circunstancias, 
no  obstante  su  título  histórico  y  su  remota  fecha  (5). 


(1)  El  triunfo  mayor  en  España,  se  imprimió  en  Madrid,  libre- 
ría de  González,  y  en  el  mismo  año  en  Valencia  con  este  titulo:  Co- 
medía nueca  patriótica,  en  dos  actos,  titulada  El  triunfo  mayor 
de  España,  por  el  yran  Lord  Wellington.  Valem-ia.  Imprenta  de 
Esteoan,  7813,  8.°,' 55  páginas. 

Entre  los  personajes  figuran:  El  rey  José,  Wellington,  el  general 
Morillo,  D.  Cristóbal  Cladera,  Satini,  comisario  de  policía  de  los 
franceses,  etc.  El  primer  acto  [¡asa  en  una  plaza  de  Vitoria.  En  el 
secundo  se  da  la  batalla  y  termina  con  cánticos,  alegrías,  descubri- 
miento del  retrato  de  Fernando,  prisión  de  afrancesados  y  apoteo- 
sis de  Wellington. 

Con  el  título  de  Lord  Wellington  triunfante  ó  la  batalla  de  los 
Arapiles,  se  reimprimió  también  en  Valencia,  por  Domingo  Mom- 
pié,  en  1820,  8." 

(2)  Ni  ésta  ni  las  dos  siguientes  hemos  logrado  ver. 

(3)  De  esta  obra  se' hablará  en  seguida. 

(4)  En  la  sección  de  manuscritos  de  la  í3iblioteca  Nacional, 
xx-679,  hay  El  sitio  de  Calatayud  por  el  Marte  Empecinado.  Co- 
media de  Valladares,  bajo  el  anagrama  de  D.  Atanasio  Valderosal 
y  Montedoro,  con  la  licencia  para  su  representación  en  18  de  Octu- 
bre de  1814.  Está  en  tres  actos,  en  prosa,  y  representa  su  acción  la 
toma  de  la  ciudad,  tiros,  carreras,  chistes  groseros,  adulaciones  al 
Empecinado,  largos  discursos:  es  obra  de  la  vejez  del  autor. 

(5)  Lag  DÍsperas  sicilianas.  Comedia  antigua,  en  tres  actos 
(\erso),  enmendada.  Biblioteca  municipal,  manuscrito  90-8,  a utó- 

'grafo  de  Enciso,  y  copia  con  el  reparto  y  fecha  de  1808. 

Juan  de  Progita:  Carretero.  — Car¿o,s:  Segundo,  Ortigas.  — Co/i- 
rado:  Rafael,  ^oio.— Isabel:  Carmona,  Coleta.— Federico:  Campos, 
Diez.  — Barón:  Roldan. —  Leonor:  Segunda,  Dolovea.  —  Luisa:  Virg. 
—Honorato:  Paz,  Cn^sniovai.— Guillermo:  Andrés,  Vaca. 


352  ISIDORO    MAIQUBZ 


Proato  empezaron  las  discordias  y  querellas  entre  los 
autores  de  estos  dramas,  llegando,  en  su  crudeza,  á  olvi- 
darse los  disputantes  de  todo  respeto  al  público  y  de  su 
dignidad,  como  se  ve  por  esta  carta,  al  parecer  de  uno  de 
ellos. 

«Señor  Diarista.  La  noche  del  20  del  pasado  fui  al  tea- 
tro de  la  Cruz  á  ver  una  pieza  nueva  titulada  La  derrota 
de  Soult  en  los  campos  de  Pamplona.  No  pude  menos  de 
abrir  mi  alma  á  la  indignación  y  al  desprecio,  respecto  de 
su  autor.  Este  Zoilo  indecente  y  miserable  quiso  imitar, 
aunque  dista  mucho  de  ello,  al  joven  autor  (D.  Francisco 
Garnier  González),  de  los  Arapiles,  cuyo  drama  ha  sido 
representado  con  gusto  del  público,  ya  por  la  armonía, 
robustez  y  filosofía  de  los  versos,  ya  por  el  aparato  y  mag- 
nificencia teatral  con  que  el  célebre  Maiqubz  quiso  deco- 
rarle. Este  actor,  sin  rival  en  la  execueión  trágica,  y  el 
verdaderamente  inteligente  en  la  escena,  sería  llorado  de 
Melpómene  y  de  todos  los  sabios  amantes  del  Arte  de  Só- 
focles, si  esos  odios  pueriles,  infundados  y  vergonzosos  á 
quienes  los  abrigan,  le  obligasen  á  abandonar  á  Ma- 
drid» (1). 

Sigue  diciendo  que  en  dicha  obra  Wellington  está  mal 
presentado,  la  versificación  es  bárbara,  ripiosa,  monstruo- 
sa, y  le  aconseja  que  arroje  la  lira. 

El  aludido,  contestó  en  el  Diario  del  11  de  Octubre,  lla- 
mándole «pedantón,  ridiculo,  tonto,  necio  y  fatuo,  etc.»  El 
autor  de  la  Batalla  de  Pamplona,  lo  era  también  de  La 
caída  de  Godoy  y  del  Dos  de  Mayo  en  Madrid,  ó  sea  don 
Francisco  de  Paula  Marti. 

Como  las  compañías  administraban  sus  ingresos  con  in- 
dependenci-a  y  no  tenían  ya  subvención,  acudieron  al  re- 
curso, hoy  corriente,  pero  nuevo  entonces  de  los  benefi- 


Esta  comedia  es  de  tres  ingenios,  y  fué  impresa  en  1664.  Tiene 
por  asunto  lo  que  indica  el  título.  El  refundidor  acentuó  los  pasajes 
en  que  se  habla  mal  de  los  francesas.  Nada  tiene  que  ver.  con  la 
tragedia  de  igual  título  de  C.  Delavigne. 

d)    Diario  del  13  de  Septiembre  de  1813. 


CAPÍTULO    DECIMOCUARTO  353 

cios.  Celebró  el  suyo  Isidoro  Maiqubz  el  8  de  Septiembre, 
ejecutando  la  Raquel,  en  la  que  hizo  la  hebrea,  Loreto 
García  (1),  y  trabajó  también  Gertrudis  Torre,  ya  restitui- 
da á  su  teatro. 

Algunos  días  después  dio  una  función  para  el  ejército,  y 
aunque  no  con  la  intensidad  que  en  los  meses  anteriores, 


(1)  María  Loreto  García,  la  segunda  de  las  tres  hijas  de  Mariano 
y  Rosa  García,  cómicos,  y  ella  distinguida  como  cantora  de  tona- 
dillas, nació  en  Madrid  el  10  de  Diciembre  de  1799,  y  fué  bautizada 
ai  siguiente  en  la  parroquia  de  San  Sebastián.  De  sus  primeros  en- 
sayos hemos  hablado  en  el  texto.  Salió  á  escena  á  los  seis  años;  á 
los  diez  hacía  papeles  de  niño.  En  1811  figura  ya  en  la  lista  de  la 
compañía  del  Príncipe  con  partido.  Ascendió  en  los  siguientes,  y  en 
8  de  Septiembre  de  1813,  acabamos  de  ver  que  hizo  el  principal 
personaje  en  la  Raquel^  en  el  beneficio  de  Maiquez.  Sin  embargo, 
no  era  la  declamación,  sino  el  canto,  en  lo  que  había  de  sobresalir; 
y  así  pasó  ya  en  1814  al  teatro  dé  la  .Cruz,  como  primera  de  música, 
obteniendo^  el  13  de  Junio  muchos  aplausos  en  la  opereta  La  gitani- 
lla  por  amor.  La  entrada  de  las  hermanas  Moreno,  vinoá  oscure- 
cería un  poco,  así  es  que  al  siguiente  año  de  1815  pasó  de  nuevo  al 
teatro  del  Príncipe,  pero  ya  como  tal  primera  de  música.  Desde 
entonces  empiezan  los  grandes  éxitos  de  esta  tiple.  En  1816  volvió 
como  primera  á  la  Cruz  y  sobresalió  en. las  óperas  nuevas,  Juan  de 
París,  El  Vocojido,  EL  Eanático  por  ¿a  iná§i"a  y  Ricardo  Corazón 
de  León.  Siguió  allf  el  siguiente  é  hizo  El  señor  del  lugar,  El  prín- 
cipe de  Catania,  La  cenir-ienta  muchas  veces,  etc.  En  1818  se 
nombró  una  sola  compañía  de  ópera  para  los  dos  teatros  y  quedó 
IvOreto  de  primera,  aunque  luego  vino  la  Lorenza  Correa  (que  entró 
-en  Julio),  con  la  primacía  en  algunas  óperas  que  traía  de  Italia;  pero 
no  pudo  oscurecerla  é  hizo  El  tutor  burlado;  le  ayudó  en  El  turco  en 
Italia,^  cantó  como  primera  Alina  reina  de  Golconda  y  El  matri- 
monio secreto.  En  1819  pidió  quedar  do  parte  de  verso  en  el  Prín- 
cipe; pero  volvió  luego  á  cantar,  como  segunda  de  la  Correa,  hasta 
aue  en  1822  subió  á  primera  dama,  al  lado  de  las  célebres  Ádelaí- 
a  .Sala  y  Dalmani-Naldi,  y  en  1821  con  la  Contini.  En  1823  la  llevó 
á  Italia  él  maestro  Carnicer,  y  fué  escriturada  como  primera  en  la 
Scala,  de  Milán,  y  luego  en  los  Italianos,  do  París.  Entonces  debió  de 
ser  cuando  se  casó  con  Mr.  Vestris,  hijo  de  Armando,  bailarín  que 
trabajó  en  Madrid,  en  Octubre  de  1806;  él  era  compositor  de  bailes. 
Volvió  Loreto  á-  Madrid  en  1828  y  dio  algunas  funciones;  pero  en 
breve  tornó  á  ausentarse  y  desde  1830  admiró  en  la  Gazsa  ladra, 
d^e  Rosini,  en  la  Muta,  de  Auber,  y  otras  óperas  en  diversas  capita- 
les de  Francia,  Bélgica  y  Alemania.  También  lució  como  excelente 
bailarina  al  lado  de  su  cunada  María  Fabiani,  que  lo  era  famosa. 
Murió  en  París  el  1.^  de  Mayo  de  1866.  Dejó  hijos.  De  su  hermana 
Ptosario  nada  hemos  sabido  después  de  su  salida  de  I^spaña,  y  la 
otra,  Ramona  García,  que  desde  muy  niña  salió  á  hacer  algunos 
papelitos,  también  permaneció  en  la  mayor  oscuridad. 


354  ISIDORO    MAIQUBZ 


todavía  se  ejecutaron  piezas  políticas  como  La  Poncha- 
da (1),  fin  de  fiesta  «análogo  á  las  circunstancias»,  como 
dice  el  anuncio  y  que  sirvió  tal  vez  de  antecedente  á  Bre- 
tón de  los  Herreros  para  otra  Ponchada  política  que  tan 
cara  le  costó  por  haber  satirizado  á  los  milicianos  nacio- 
nales. 

Fueron  viniendo  los  cómicos  que  no  habían  querido  ser- 
vir durante  la  dominación  bonapartisfca.  En  Octubre  se 
presentó  Bernardo  Gil,  ya  restituido  á  España,  y  á  quien 
se  le  permitió  dar  en  el  Principe  algunas  funciones.  Em- 
pezó el  23  con  las  dos  operetas  Adolfo  y  Ciara  y  El  Freno, 
que  había  ya  representado  en  1801,  poniendo  el  siguiente 
anuncio:  «En  ambas  hará  la  parte  de  primer  actor  el  se- 
ñor Bernardo  Gil,  que  intenta  probar  si  después  de  una 
larga  ausencia  de  esta  capital,  se  halla  en  modo  de  mere- 
cer el  favor  que  antes  de  ella  se  ha  servido  dispensarle 
este  respetable  público». 

Debió  de  concedérsele,  porque  volvió  á  salir  un  mes 
después  y  luego  otras  dos  ó  tres  veces,  siempre  en  opere- 
tas, aunque  ninguna  nueva. 

En  5  de  Noviembre  estrenó  Maiqüez  la  tragedia  de  don 
Dionisio  Solis,  Virginia,  traducción  de  la  de  Alfieri,  obra 
famosa  y  que  no  desmereció  en  manos  de  Solis,  si  bien 
nuestro  teatro  moderno  posee  una  Virginia  original  muy 
superior  á  la  italiana.  Maiqubz  no  tuvo  mucha  ocasión  de 
lucimiento  en  aquel  día.  El  papel  de  Icilio  es  corto  y  de  no 
grande  interés,  además  desaparece  y  sin  necesidad  pre- 
maturamente de  la  escena.  Tamayo  lo  conservó  hasta  el 
fin,  dando  asi  mayor  energía  al  desenlace  (2). 


(1)  La  Potmhada,  fin  de  fiesta  que  para  solemnizar  Las  ricto- 
rias  de  las  armas  españolas  contra  el  tirano  de  la  Francia  se  re- 
presentó en  la  ciudad  de  Cartagena  el  día  18  de  Junio  de  1813;  au 
autor  D.  Agustín  Juan  de  Poüeda.  Dos  años  después  fué  prohibida 
«fíor  contener  expresiones  y  sentencias  escandalosas,  temerarias, 
piarum  aurium  ofensivas  é  injuriosas  en  sumo  grado  al  Santo  Oñcio 
y  á  los  Sumos  Pontífices  que  le  han  aprobado  y  consentido  en  la 
iglesia». 

(2)  Virginia.    Tragedia  en  cinco  actos  (verso):  compuesta  cu 


CAPÍTULO    DECIMOCUARTO   .  355 

Un  mes  después,  nueva  trag-edia  de  asunto  romano,  Cayo 
Graco  (1),  sirvió  á  Maiquez  para  distraer  por  unos  días  la 
atención  del  público  de  los  asuntos  del  momento.  Cayo 
Graco,  original  de  José  Chenier,  tiene  robustez  en  la  en- 
tonación, pero  interés  dramático  escaso:  es  una  serie  de 
peroraciones  de  unos  y  otros  acerca  de  la  libertad  y 
salud  de  la  patria  que  ven  éstos  (Graco  y  los  suyos)  en 
el  pueblo,  y  aquéllos  (Opimio  y  sus  amigos)  en  el  Sena- 
do. No  hay  más  afectos  que  el  político.  Licinia  habla 
algo  en  nombre  de  su  hijo  y  del  amor  á  su  marido  Cayo, 
pero  nadie  la  escucha.  La  dureza  habita  en  todos  los  co- 
razones. Gra.'o  se  suicida  con  un  puñal  que  le  da  su  pro- 
pia madre.  El  aplauso  que  lograban  esta  clase  de  obras 
es  un  signo  de  los  tiempos.  Vencido  el  enemigo  exterior, 
crecía  embravecida  la  revolución  iniciada  en  las  pla- 
yas gaditanas  y  amenazaba  emular  los  horrores  de  la 
francesa  si  á  tiempo  no  se  hubiera  cortado  aquel  desen- 
freno. 

Pero  de  nuevo  estalló  el  puro  amor  patrio,  cuando  á  5  de 
Enero   hizo  su  entrada  en  Madrid  la  Regencia   del  Rei- 


¿taliano  por  Victoria  Alfieri.  Representada  por  la  primera  ves  en 
el  Teatro  de  la  calle  del  Príncipe.  Madrid.  Imprenta  de  RepalU's.. 
Í81:í,  4.",  69  páginas. 

Lleva  esta  dedicatoria:  «A  mi  hermano.  — A  tí,  dichoso  hermano 
mío,  que  peleas  entre  los  soldados  de  tu  patria,  dedico  lu  traducción 
de  esta  tragedia.  Aprende  en  su  lectura  cómo  se  defiende  la  liber- 
tad y  se  muere  en  su  o!»sequ¡o.— D.  S.  (stc).  Impreso,  contiena 
también  el  siguiente  reparto: 

Virqinia:  Sra.  Antera  Baus. — Apio  Claudio:  Sr.  Antonio  Ponce. 
—  [cilio:  Sr.  Isidoro  Wwqvjv/a.—  Virginio:  Sr.  Tomás  López.— A^a- 
miiorifx:  Sra.  Rosa  Celicour. — Marco:  Sr.  Luis  Fabiani. 

Está  en  romance  endecasílabo,  y  traducida  con  la  valentía  proi)ia 
de  tan  buen  poeta  como  era  Solís. 

(1)  Caijo  braco.  Trafiedia,  en  ci/cco  artos  (verso).  Manuscrito 
Biblioteca  municipal,  79-4. 

Cayo  Graco:  Maiqukz.— Cor/ieíí'a:  Rosa  Celicouvt.—Licinia:  A. 
Ba-UH.— Lucio  Opimio:  A,  Ponce.— Licio  Druso:  Contador.— Marr'o 
Fulnio:  Avecilla..— Filocrates:  Fabiani. 

Ksta  traducción  está  en  verso  suelto.  Ignoramos  (luien  sea  el 
autor.  El  poeta  cubano  D.  .losé  María  de  Heredia,  tradujo  el  Cayo 
Graco  y  el  Tiberio  de  Chenier,  así  como  el  Ahufar  y  otras  piezas 
dramáticas  francesas  ó  italianns. 


356  ISIDORO   MAIQUEZ 


no,  compuesta  del  cardeDal  D.  Luis  de  Borbón,  D,  Gabriel 
Ciscar  y  D.  Pedro  Agar. 

IlTimináronse  los  teatros  y  durante  más  de  una  semana 
se  volvieron  á  representar  los  Arapiles  y  El  Dos  de  Mayo. 

Al  anunciar  esta  última,  anadia  el  Diario  la  siguiente 
nota,  propia  del  tiempo:  «Mañana  domingo  en  el  referido 
tf'atro,  se  representará  el  drama  en  tres  actos  titulado  El 
día  Dos  de  Mayo.  Los  cómicos  de  este  teatro  tenían  resuel- 
to retirar  de  los  ojos  del  público  un  espectáculo  doloroso 
y  horrible,  que  en  sus  primeras  representaciones  arrancó 
de  los  espectadores  lágrimas  de  furor  y  de  lástima;  pero, 
considerando  que  estas  lágrimas  producen  el  efecto  de 
acrecentar  el  odio  al  tirano  autor  de  ellas,  han  creído 
oportuno  renovar  en  estas  circunstancias  la  memoria  de 
una  catástrofe  cruel,  sin  duda  alguna,  pero  de  quien  son 
dichosas  consecuencias  la  libertad,  la  gloria  y  la  felicidad 
de  nuestra  común  madre  la  valerosa  España». 

Más  estremado,  como  siempre,  el  teatro  de  la  Cruz,  eje- 
cutó en  los  días  de  la  entrada  de  la  Regencia  la  pieza  en 
un  acto  El  tiempo  feliz,  «alusiva  á  la  venida  del  Gobier- 
no»; La  voz  de  la  patria,  monólogo  recitado  por  la  Carme- 
na, «que  tiene  por  objeto  la  reunión  de  los  españoles  que 
están  divididos  en  América»,  y  La  constitución  vindicada, 
«en  la  que  se  cantarán  coplas  nuevas.» 

Antes  había  ya  estrenado  algunas  otras,  como  las  si- 
guientes: Fernando  y  Napoleón  en  sencilla  diversión,  pie- 
za en  un  acto;  el  drama  en  dos,  Fernando  VII  Rey  de  Es- 
paña, ó  la  catástrofe  de  Bayona  (1);  Ün  triunfo   de  Lord 


(1)  En  la  Biblioteca  Nacional  hay  un  manuscrito,  xx-505,  de  esta 
obra,  con  el  título  de  La  re/iancia  violenta  de  Fernando  Vil  ó  la 
catástrofe  de  Bayona,  drama,  en  dos  actos,  en  verso.  Año  de  1813. 
Lleva  el  reparto:  Fernando  VII,  Primero. —  Car los  IV,  Paz. — Ma- 
ría Luisa,  Virg.  — D.  Pedro  Ceballos,  Campos. — Napoleón,  \\vi{'die\. 
—  El  general  Savarij,  Cuvro.— El  ministro  Champagjiij,  Haso. — 
Un  caballero  español,  F'ernández. 

Napoleón  persuade  á  los  Reyes  padres  de  que  deben  dejarle  á  él 
gobernar  á  España,  y  aquéllos,  por  medio  de  injurias  y  amenazas, 
ohligan  á  su  hijo  á  cederles  la  corona  que  ellos  trasladan  al  Empe- 


CAPÍTULO   DECIMOCUARTO  357 

Wellíngton  en  los  campos  de  Miranda-,  la  comedia  en  tres 
actos,  La  defensa  de  Tarifa  por  el  general  Copons,  y  las 
siguieron  El  ruiseñor  ó  la  patria  libre,  pieza  en  un  acto  (1); 
el  drama  alegórico  La  instalación  de  las  Cortes,  cuando 
ésta  se  efectuó  en  el  teatro  de  los  Caños  el  15  de  Enero; 
La  exclamación  de  Josef  Botellas  en  los  campos  de  Miran- 
da, que  no  sabemos  cuál  sería,  aunque  lo  presumimos;  El 
patriotismo  ó  el  padre  sin  hijos,  representada  el  14  de  Fe- 
brero en  el  beneficio  de  Rafael  Pérez,  quien,  á  la  conclu- 
sión, recitó  una  oda  á  las  Cortes,  y  El  principe  D  Fernan- 
do de  Borhón  ó  la  causa  del  Escorial  (2),  «por  el  mismo  au- 


rador.  Napoleón  llega  á  amenazar  á  Fernando  con  la  muerte,  y 
con  poco  menos  á  Ceballos  porque  no  secunda  sus  ideas.  Llega  un 
caballero  español;  Fernando  le  manda  diga  en  España  cómo  queda 
y  que  luchen,  y  acaba  la  obra  mandando  el  Emperador  llevar  preso 
al  joven  Key. 

(1)  Colección  de  varias  /estío as  críticas  que  díó  á  taz  D.  Lucas 
AlemÓJi  en  Los  años  de  1813  ij  1814  en  los  sucesos  ocurridos  en 
aquellos  tiempos.  Imprenta  de  Alvares  y  de  RepuUés.  8°,  con  pa- 
gínacíóf^  especial  cada  una. 

Entre  ellas  tienen  c¿irácter  dramático  Las  cotorras  y  los  tordos, 
El  gallo  vocinglero,  y  sobre  todo.  El  Ruiseñor,  la  patria  libre  y 
Madrid  gososo,  capricho  métrico,  encomiástico  en  celebridad  de  la 
feliz  llegada  del  (Congreso,  })or  el  autor  del  Cuervo  y  anteriores. 
Madrid,  imprenta  de  Repullos,  1814,  8.°,  24  páginas  y  un  soneto 
acróstico.  Son  interlocutores:  La  libertad,  Sra.  Manuela  Ciirmona. 
— La  inmortalidad,  Sra.  Teresa  Maseras, —La  lealtad,  Sra.  Josefa 
Virg.—  La  constan'-ia,  Sra.  Ramona  León.—  Madrid,  Sr.  Juan 
Arriaga.  — £/  Gobierno,  iiv.  Rafael  Pérez.  — La  Regencia,  Sr.  Pedro 
Paz.-L,7  valor,  Sr.  Francisco  Ronda.  — L"/  patriotismo,  Sr.  Juan 
Antonio  Campos. — El  plq';er,i6r.  3oh6  Oros, 

Disputan  entre  sí  sobre  cudl  ¡ntkiyó  más  en  el  estado  próspero 
de  las  cosas.  Aparece  el  retrato  de  Fernando  VII;  incienso,  conse- 
jos y  peticiones  para  el  bien  de  los  reinos. 

También  es  dramático,  aunque  no  fué  representado,  El  mirlo, 
obsequio  de  Madrid  á  la  llegada  .de  las  Cortes-  el  día  ó  de  E/tero 
del  presente  año  de  1814,  S.^,  16  páginas,  y  otra  para  un  soneto 
acróstico. 

El  insigne  bíbliófdo  D,  Luis  Carmena  y  Millán  nos  ha  facilitado 
éste  y  algún  otro  impreso  político  y  literario  de  estos  tiempos. 

(2)  El  Prí/i'jípe  D.  Eernando  de  liorbón  ó  la  causa  del  Esco- 
rial, drama  en  dos  act^s  en  verso.  Año  de  1811.  RiblioteCa  muni- 
cipal. Manuscrito  137-17,  con  el  reparto:  Carlos  IV,  \*'d./..— María 
Luisa,  Wirg.— El  Principe  D.  Eeraando,  Primero.  — /í^  Presidente 
del  Consejo  de  Castilla  D.  Arias  Mon,  Rafael.  — L7  Duque  del  in- 
fantado, Fernández.  -Et  Marqués  de  Caballero,  Andrés.  — L7  L7/i- 


358  ISIDORO   MAIQUBZ 


tor  del  de  La  catástrofe  de  Bayona,  que  tanta  aceptación 
mereció  á  este  respetable  público»,  decía  el  anuncio  en 
el  Diario  (1). 


bajador  fr atices,  Beauharnais,  Campos.— Godoy,  Raso.— i)ama¿<, 
la  Dominga  y  la  O. 

Obra  de  Valladares  sin  ningún  valor  literario,  pero  curiosa  por 
la  manera  como  refiere  los  sucesos,  siempre  del  modo  más  favora- 
ble á  Fernando  VII  y  sus  amigos  Infantaao  y  Mon.  P^n  cambio  Go- 
doy  y  el  Embajador'francés  son  los  traidores  de'l  drama. 

(1)  Además  de  las  enumeradas  se  compusieron  otras  muchas 
piezas  dramáticas  como  las  siguientes: 

El  Sí  patriótiro.  Comedia  en  dos  actos  en  prosa.  Sa  autor  don 
M.  P.  Mathet.  Madrid,  año  de  1812.  Manuscrito  108  de  la  Biblio- 
teca Nacional,  autógrafo  y  dedicado  al  Empecinado  con  todo  el 
nombre  del  autor,  Miguel  Pedro  Mathet. 

El  Si  es  el  que  le  da  una  D.'*^  Paquita  á  cierto  D.  Juan,  su  aman- 
te, con  tal  de  que  se  aliste  en  las  íilas  del  Empecinado  y  vaya  ;i 
matar  franceses,  á  despecho  del  padre  del  joven  que  le  quiere  rete- 
ner á  su  lado.  Como  se  ve,  es  una  nueva  aplicación  de  la  comedia 
de  Moratín,  á  quien  cita  e-1  autor  en  un  prólogo  que  lleva  la  come- 
dia en  estos  curiosos  términos:  «El  árcade  ex-español,  I  na  reo  Ceíe- 
nio  (13.  Leandro  Fernández  de  Moratín)^  cuyo  ingenio  superior  en 
el  arte  le  hará  tan  memorable  como  la  debilidad  y  corrupción  de 
sus  ideas  políticas...  ¡Miserable!  Compadezcan  su  suerte  los  aman- 
tes de  las  letras  y  los  apasionados  del  teatro.» 

Retirada  del  Norte  por  el  Marqués  de  lo.  Romana. — El  castillo 
de  Figueras. — Reconquista  de  Bilbao  por  las  armas  españolas. 
Piezas  que  no  hemos  visto. 

El  Terror  de  los  franceses  y  defensor  de  los  andaluces,  D.  Fran- 
cisco Vallesteros.  Famosa  comedía.  En  dos  actos  y  en  verso. 

Sin  1.,  imprenta  del  Setabiense,  1814,  4.°  Supone  una  batalla  en 
que  l^allesteros  queda  triunfante,  no  obstante  las  intrigas  y  falsos 
avisos  de  algunas  damas  afrancesadas. 

Comedia  sin  Jama.  A' uestro  Rey  Fernando  Vil  en  el  complot  de 
Bayona,  en  dos  actos.  Su  autor,  D.  Antonio  Valladares  de  Soto- 
mayor.  Manuscrito  655  de  la  Bibloteca  Nacional,  autógrafo,  y  con 
dedicatoria  á  Fernando  VII,  fechada  en  20  de  Agosto  de  1814.  En  ella 
dice  el  autor  ser  la  108  comedia  que  ha  producido,  y  (|ue  no  se  eje- 
cutó porque  el  censor  vio  que  se  conceclía  al  Rey  lá  soberanía,  cosa 
que  al  parecer  no  era  á  la  sazón  admisible.  Intervienen  l''ernando, 
Carlos  IV,  María  Luisa,  el  Infante  D.  Carlos,  Napoleón,  D.  Pedro 
Ceballos  (á  quien  Fernando  le  llama  su  mentor),  Godoy,  Samuel, 
Embajadores,  etc.  Se  refieren  con  gran  prolijidad  y  de  manera  que 
no  desagrada  al  Rey  los  sucesos  que  inclica  el  título.  Es,  con  algu- 
nas alteracienes,  lainisma  obra  impresa  en  Madrid,  en  1808,  y  en 
la  isla  de  León  en  1809  con  el  título  de  El  Rey  de  España  en  Bayo- 
na, que  hemos  citado  en  el  capítulo  XII. 

Murat  desenmascarado.  Tragedia  en  cuatro  actos  (verso),  por  . 
I).  C.  T.  M.  (D.  Custodio  Teodoro  Moreno).  Manuscrito  xx-473  de 
la  Bil)l¡oteca  Nacional.  Dodiííada  al  DU(|uedel  Infantado.  Intervienen 


CAPÍTULO    DECIMOCUARTO  35^ 

Pero  pronto  el  desbordamiento  político  empezó  á  tomar 
un  giro  menos  noble  y  desinteresado,  iniciándose  la  divi- 
sión de  los  dos  partidos  que  iban  á  desgarrarse  con  furor 
en  los  años  siguientes. 

En  el  teatro  no  tuvo  mucho  eco  esta  discordia,  pues  si 
se  exceptúa  el  saínete  El  servil  sin  máscara,  estrenado 
en  el  teatro  de  la  Cruz  el  13  de  Noviembre  de  1813,  y  la 
comedia  de  Marti  El  mayor  chasco  de  los  afrancesados  (1), 
no  se  ejecutó  obra  alguna  de  tal  carácter   por  entonces. 


i 


Murat,  Belliard,  Grouchy,  D.  Gonzalo  José  de  Vilches,  D.  Andrés 
Lasauca,  D.  Frey  Francisco  Gil  y  Lemus,  Negrete,  D.*  Juana,  ma- 
trona de  Madrid  y  otros.  Se  refiere  al  Dos  de  Mayo,  siempre  con 
i'elacion  á  los  Consejeros  de  Castilla,  generales  franceses  y  algún 
español,  que  son  los  que  lo  hablan  casi  todo. , 

El  ña  de  Najioleón.  Tragedia  burlesca,  impresa  en  1814.  (La 
anuncia  el  Diario). 

(1)  El  mayor  ckaseo  de  los  afrancesados  ó  el  gran  notición  de 
la  Rusia.  Comedia  en  tres  actos  e/i  prosa.  Por  D.  F.  de  P.  M. 
Representada  por  primera  vez  en  Madrid  en  el  coliseo  del  Princi- 
]>e  el  día  14  deEnero  de  1814.  Madrid,  imprenta  de  la  viuda  de 
Vallín,  8.",  142  páginas. 

Versa  esta  comedia  sobre  la  falsa  noticia  que  el  general  Leval, 
jefe  de  la  guarnición  de  Madrid,  comunicó  á  los  soldados  el  27  de 
M  ;yo  de  1813,  de  haber  Napoleón'  derrotado  á  los  rusos  y  prusia- 
nos para  poder  con  más  libertad  embargar  las  caballerías  y  carros 
del  convoy.  Los  pobres  afrancesados,  al  ver  el  engaño,  tuvieron 
que  salir  á  pie  con  dicho  convoy,  luego  que  se  supo  que  los  france- 
ses se  marchaban. 

P'inge  el  autor  una  familia  afrancesada,  nada  rica,  pero  que  cuan- 
do sabe  el  notición,  celebra  un  ban(j[uete,  en  que  gasta  el  poco  di- 
nero que  tenía  para  el  viaje.  Maiqih:/  hizo  el  D.  Juan,  papel  de  poca 
monta,  un  patriota  formal  quo  les  dice  cuatro  verdades  á  los  malos 
españoles.  También  pinta  lo  mal  que  los  soldados  franceses  trata- 
Ijan  á  los  míseros  afrancesados. 

Del  mismo  género  (jue  esta  obra  es  la  titulada  Apuro  de  los 
o.francesoAos  ó  el  triunfo  de  Los  papamoscas,  pieza  en  un  acto,  en 
prosa^  que  manuscrita  se  conserva  en  la  Biblioteca  Nacional,  fe- 
chada en  1812. 

Pieza  en  un  rielo,  titulada  El  apuro  de  los  afrancesados  y  el 
triunfo  de  los  Papamoscaas.  Arlo  de  1812.  Manuscrito  xx-483  de  la 
Biblioteca  Xíi(;ional.  Obra  escrita  en  Sevilla,  donde  pasa  la  acción 
y  por  un  tal  Sotelo,  según  una  firma  que  va  al  fin.  l*af)amoscas 
eran  llamados  por  los  afrancesados  los  patriotas.  Parece  imitarla 
.comedia  de  Martí,  pues  también  so  pintan  los  apuros  de  una  fami- 
lia afrancesada,  cuando  después  do  la  derrota  de  Marinont  salen 
de  Sevilla  los  enemigos  y  se  alude  al  notifi/yn  de  la  Ru^ia,  esto  es, 
á  la  íins^nda  victoria  de  las  armas  napoloónji-as. 


i^éÓ  íálDORO    MAÍQÜlíá 


pues  los  cómicos  tuvieron  el  buen  sentido  de  rechazar 
otras  que  luego  se  imprimieron,  como  la  titulada  Los  libe 
rales  y  los  serviles  ó  la  guerra  de  los  papeles,  comedia  en 
tres  actos  (1). 

Con  la  lleg-ada  del  Carnaval  (22  de  Febrero),  cesaron  las 
representaciones  en  el  Principe.  La  Cruz  siguió  hasta  el 
29  de  Marzo,  suspendiendo  sólo  durante  la  Semana  Santa 
las  funciones  para  empezar  el  nuevo  año  el  10  de  Abril, 
domingo  de  Pascua. 

Maiqubz  quiso  seguir  trabajando  en  la  Cuaresma  de- 
este  año,  y  al  efecto,  para  el  domingo  27  de  Febrero  anun- 
ció la  tragedia  Boma  libre,  de  Saviñón.  Opusiéronse  al- 
gunos compañeros,  y  desde  luego,  el  Corregidor  y  Comi- 
sarios, que  sostenían  que  en  Carnaval  acababa  el  año  có- 
mico. Maiquez  alegaba  que  el  arriendo  había  sido  hecho 
por  años  enteros,  y  que  en  otros  se  había  trabajado  en  la 
Cuaresma.  La  función  fué  suspendida  (2).  Cabeza  de  la  opo- 
sición era  entre  los  cómicos  Bernardo  Gil,  disgustado  por 
motivos  que  no  conocemos,  y  como  tenía  de  dama  á  Ante- 
ra Baus,  su  mujer,  con  quien  acababa  de  casarse,  á  su 
regreso  á  España,  hizo  que  ésta  se  negase  á  representar 
y  Maiquez  se  vio  harto  comprometido  para  seguir.  Pudo, 
al  fin,  obviar  todos  los  inconvenientes;  el  Ayuntamiento 
le  dejó  el  teatro  expedito  (3),  y  el  19  de  Marzo  se  presentó 


(1)  En  28  de  Octubre  se  estrenó  en  la  Cruz.  La  viuda  de  Padi- 
lla, tragedia  de  Martínez  de  la  Rosa,  que  ya  se  había  representado 
en  Cádiz,  haciendo  los  principales  papeles!^  Manuela  Carmena,  Ra- 
fael Pérez,  A.  González,  Diez  y  Ángel  López. 

(2)  En  el  Diario  de  Madrid  de  27  de  Febrero  se  estampó  el  si- 
guiente «.Aciso  al  público.  El  ilustre  Ayuntamiento  de  esta  capital 
ha  tenido  justas  causas  para  disponer  que  no  se  haga  uso  por  aho- 
ra del  coliseo  del  Príncipe  para  representaciones  teatrales  hasta 
que  se  ventilen  los  asuntos  que  han  motivado  esta  resolución.  Lo 
que  de  acuerdo  del  Ayuntamiento  se  anuncia  al  público.  Madrid  25 
de  Febrero  de  1814.  — Ángel  González  Barreiro.» 

(3)  «El  Ayuntamiento  constitucional  de  esta  villa  ha  resuelto 
dejar  libre  y  expedito  el  teatro  del  Príncipe  para  representaciones 
teatrales,  respecto  á  haberse  ventilado  los  asuntos  que  han  causa- 
do la  suspensión  anunciada  en  26  de  Febrero  próximo.  Lo  que  de 
acuerdo  del  Ayuntamiento  se  anuncia  al  púbhco.  Madrid  1."  de 
Marzo  de  1814."— Ángel  González  líarreiro.»  (Diario  de  dicho  día). 


Maiql'ez  en  ¡loma  libre. 
Copia  de  un  lienzo  existente  en  el  Ateneo  de  M¿idr¡d  (1). 


í  \  I  Este  cuadro  debe  de  ser  obra  de  D.  José  de  la  Revilla,  quien  lo  regaló  al 
Ateneo  En  la  pns.idn  Exposición  de  retratos  se  presentó  una  cabeza  de  Maiqi;fz 
que  es  la  misma  de  este  lienzo,  y  el  expositor  asegura  que  fué  pintada  en  lSl3, 
la  cual,  en  esle  caso,  habría  copiado  Rcvilla,. 


capítulo  decimocuarto  363 

á  ejecutar  la  tragedia  de  Alfieri,  Bruto  primo ,  ó  sea  Roma 
Ubre,  traducida  por  Saviñón,  y  seguida  de  otras  obras, 
hasta  acabar  el  mes,  y  con  él  el  año  cómico  de  1813 
á  1814. 

Más  aun  que  en  Cayo  Graco  campean  en  esta  tragedia 
el  furor  político  y  la  austeridad  republicana.  También  es 
mayor  la  sequedad  artística:  no  interviene  ninguna  mujer 
que  ilumine  algo  el  cuadro  sombrío  de  la  conjuración  mo- 
nárquica, y  la  feroz  venganza  de  Bruto  que  sacrifica  á  sus 
parientes  y  hasta  á  sus  propios  hijos. 

Pero,  en  cambio,  el  interés  y  la  emoción- trágica  llegan 
al  último  punto.  Cuando  el  airado  Cónsul  manda  traer 
ante  el  pueblo  congregado  los  reos,  y  entre  ellos  sus  dos 
tierrjos  hijos,  y  horrorizados  todos  sienten  impulsos  com- 
pasivos; cuando  su  compañero  Colatino,  en  el  colmo  del 
dolor,  olvida  su  papel  de  acusador,  sólo  Bruto  conserva 
alientos  para  exclamar: 

Ya  estáis  todos  de  Roma  en  la  presencia. 
Si  disculpa  fué  dada  á  los  perversos, 
ante  ella  Qs  disculpad...  ¿Mas  callan  todos^... 
Los  Cónsules  y  Roma   á  un   mismo    tiempo 
os  preguntan  ahora:  ¿Si  á  vosotros, 
ya  convencidos  de  traidores  reos, 
de  perjuros  y  pérfidos  romanos 
se  detíe  muerte,  ó  no? 

(Silencio  anioersaL) 

Pues  con  derecho 
?i  todos  muerte  se  os  va  á  dar.  Sentencia 
irrevocable  pronunció  en  su  acento 
el  Pueblo  rey...  ¿Por  qué  tardáis?....  cumplidla. 

(Silencio  universal.) 
¡Pero  suMiido  en  funeral  silencio 
mi  compañero  calla!...  ¡Y  el  Senado 
calla  también!...  ¡Y  calla  el  pueblo  entero!...  (1) 


(1)  Roma  libre,  traf/cdia  en  cinco  actos  {verso),  por  D.  Ante' 
nio  Saciñón.  Represen.tada  en  el  teatro  de  Cádiz,  en  ocasión  do 
relebrar  loa  profesores  cómicos  la  publicación  de  la  nueva  (Jons-^ 
titución  de  La  Monarnaía  Españoui,.  Madrid,  imprenta  que  fui' 
(le  (jarcia,  1H20,  8.",  86  páginas.  IJeva  un  prólogo  en  verso  titula- 
do La  libertad,  obra  de  D.  Carlos  de  Beña,  que  también  se  recita- 
lía  con  la  tragedia,  y  que  principia  así: 


S6i  ÍSÍD<ilÍO    StWQUÉ'A 


En  vano  Colatino  intenta  demostrar  que  los  hijos  de 
Bruto  fueron  engañados,  y  que  su  intento  fué  sólo  salvar 
la  vida  de  su  padre,  si  como  les  habían  asegurado,  el  re- 
greso de  los  Turquinos  era  inevitable;  en  vano  el  mismo 
pueblo  grita: 

A  estos  dos  solos  perdonar  debemos, 

porque  el  indomeñable  padre  replica: 

¿Qué  he  escuchado?  ¡Ay  de  mí!  ¿Son  esos  gritos 
voces  de  ciudadanos?  ¿Qué,'  al  haceros 
fuertes  en  libertad,  pondréis  de.  sangre 
una  injusticia  horrible  por  cimiento? 
Porque  no  llore  50  huérfano  padre, 
¿á  tanto  padre  cubriréis  de  duelo, 
á  tanto  hijo  y  hermano.^  ¿A  la  cuchilla 
tantos  y  tantos  tenderán  el  cuello; 
y  porque  no  parecen  tan  culpables, 
dos  delincuentes  vivirán  contentos? 

Y  aun  cuando  tales  no  lo  fueran,  hijos 
eran  del  Cónsul:  en  el  mismo  pliego 

y  por  su  misma  mano  están  escritos 

juntos  con  los  demás.  O  todos  ellos 

perecer  deben,  ó  ninguno.  A  todos 

salvar,    fuera   perder  á  Roma   á  un  tiempo; 

y  á  dos  tan  sólo,  iniquidad  sería. 

Más  de  piedad  que  de  justicia  lleno, 

ho}^  Colatino  disculparlos  quiso, 

porque  á  su  padre  libertar  quisieron. 

Mas  los  otros  tal  vez,  quién  á  su  padre, 

quién  á  su  hermano,  cuál  al  hijo  tierno, 

cuál  á  la  esposa  salvar  también  queman, 

Y  no  por  eso  criminales  menos 

son,  pues  que  al  bien  y  salvación  de  todos 
la  vida  de  los  suyos  prefirieron  (1). 

Saviñón,  cuyo  espíritu  tenía  no  pocas  afinidades  con  el 
de  Alfieri,  no  sólo  se  muestra,  en  la  advertencia  que  prece- 


Pueblo  español,  cuyo  poder  un  día 
será  otra  vez  terror  al  universo, 
yo  soy  la  libertad,  que  á   los  mortales 
dio  por  su  bien,  cuando  le  plugo  al  cielo. 


V  acaba  con  los  célebres  versos: 


y  escrito  está  en  los  libros  del  destino, 
que  es  libre  la  nación  que  quiere  serlo. 


(1)    Roma  libre,  pág.  83. 


CAPÍTULO   DECIMOCUARTO  365 

de  á  su  versiÓD,  satisfecho  de  su  trabajo,  sino  que  se  ex- 
tasía ante  la  grandeza  del  original.  «La  sencillez,  unidad 
y  rápida  conducta  de  su  plan;  el  interés  vehemente  y  pro- 
gresivo que  se  inspira  y  se  sostiene  por  todo  el  curso  del 
drama;  la  tinta  particular  y  enérgica  con  que  se  pintan  los 
fuertes  caracteres;  lo  patético  y  terrible  de  las  situacio- 
nes; la  compasión  más  penetrante  unida  al  más  profundo 
terror  en  la  catástrofe,  y  la  majestad  que  reina  en  el  total 
de  un  espectáculo,  introducido  de  un  modo  hasta  ahora 
desconocido  sobre  la  escena,  constituyen  á  esta  composi- 
ción en  la  clase  de  un  eminente  original  de  poesía  trági- 
ca, digno  de  copiarse  y  de  admirarse  en  todos  los  idio- 
mas» (1).  Pero,  repetimos  que  al  fervor  de  esta  apología 
debe  darse  no  pequeña  parte  á  lag  ideas  del  tiempo.  Mu- 
chas de  aquellas  declamaciones  contra  los  tiranos,  son 
perfectamente  huecas,  aunque  no  lo  pareciesen  asi  en  1813 
y  en  labios  de  Maiquez,  que,  según  testigos  de  la  época, 
obligaba  á  las  autoridades  á  doblar  el  piquete  de  la 
guardia  del  teatro  á  fin  de  que  el  alboroto  del  público  no 
trascendiese  á  las  calles. 


Cl)    Roma  libre,  pág.  iii. 


CAPITULO  XV 


\ueva  formación  de  compañías.— Continúan  las  re])resentaciot)os 
políticas.— Prisión  de  Maiquez  como  liberal. — Entrada  del  Rey 
y  de  los  ingleses. —  Desbordamiento  poético. —  Maiquez  en  li- 
bertad.—¿"Z  hogar  patriótico,  de  Arriaza,  con  la  Profecía  del 
Pirineo,  recitada  por  Maiquez,  y  El  desen  fado  por  Cristiani  y 
Avecilla.— Otras  piezas  de  circunstancias.— Mayor  novedad  en 
las  representaciones  de  la  Cruz.  — Estreno  de  La  Cenicienta, 
ópera.  — Aparición  de  las  hermanas  Moreno  en  las  tablas  (1814). 


f|N  la  formación  del  siguiente  hubo  vatias  dificulta- 
des, emanadas  principalmente  de  la  oposición  de  Ber- 
nardo Gil,  que  obligó  á  su  mujer  á  seguirle  al  tea- 
tro de  la  Cruz,  donde  entró  él  de  primer  galán  de  música 
y  donde  Antera  no  tenía  en  realidad  cabida,  pues  había 
dos  excelentes  damas,  como  eran  la  Carmena  y  Agustina 
Torres,  que  empezaba  entonces  á  sobresalir.  Tampoco  po- 
día quedar  como  dama  de  música:  en  primer  lugar,  por- 
que no  cantaba,  ó  no  cantaba  bien,  y  además,  porque  allí 
estaba  Loreto  García,  ique  no  admitía  rivalidad  posible. 
Sin  embargo,  en  este  puesto  se  la  colocó,  y  naturalmente, 
^estuvo  sin  salir  hasta  el  raes  de  Julio,  en  que  cansado  Gil 
;de  su  oposición,  transigió  en  que  Antera  pasase  al  teatro 
del  Príncipe  para  dama  con  Isidoro  Maiquez. 

Prescindiendo  de  éste  y  de  Ponce,  Caprara,  Avecilla  y 
Cristiani,  era  mucho  mejor  compañía  la  de  la  Cruz,  en 
que  Bermúdez  reunió  elementos  diversos,  teniendo  da- 


368  ISIDORO    MAIQUBZ 


mas  para  el  recitado  como  la  Carmona,  la  Torres,  la  Ma- 
seras, la  Virg;  para  el  canto  como  la  Loreto  y  la  León,  y 
para  el  baile  Antonia  Molino,  Antonia  Carreras,  Luisa 
Valdés,  y  actores  como  Carretero,  Arriag-a,  Pérez,  Gil, 
Querol,  Oros,  López  y  otros  de  inferior  nombradla;  asi  es 
que  en  este  teatro  podían  dar  más  variedad  al  espectácu- 
lo con  óperas,  zarzuelas  y  bailes,  según  puede  verse  en 
las  listas  que  van  en  otra  parte,  mientras  que  en  el  Prín- 
cipe estuvieron  reducidos  á  las  tragedias  y  comedias. 

Abiertos  los  teatros  en  la  Pascua  de  1814  (10  de  Abril), 
empezaron  en  el  Príncipe  Ponce  y  Teresa  Sánchez  con 
una  comedia  antigua,  titulada  El  principe  perseguido,  y 
en  la  Cruz,  con  la  traducción  del  drama  de  Schiller,  El 
amor  y  la  intriga,  por  la  Carmona  y  Juan  Carretero,  bai- 
lando la  Cachucha  Antonia  Molino. 

Maiquez  salió  el  14  con  El  vano  humillado,  y  luego  con 
la  comedia  Castillos  en  el  aire.  Creyó  mejorar  de  dama  en 
los  días  26  y  siguientes,  que  destinó  á  ejecutar  el  Ótelo  en 
compañía  de  Antonia  Fuentes,  famosa  en  provincias,  pero 
que  aquí  no  agradó,  por  lo  que  tuvo  que  volver  á  la  Te- 
resa Sánchez,  con  quien  hizo,  á  fines  de  Abril,  la  comedia 
El  Duque  ó  el  libertino. 

Los  días  1  y  2  de  Mayo  no  hubo  teatros,  porque  se  so- 
lemnizó con  extraordinario  esplendor  el  aniversario  glo- 
rioso del  motín  contra  los  franceses,  tomando  parte  en  la 
ceremonia  mitad  de  gala  y  mitad  de  luto  todo  el  pueblo 
madrileño,  presidido  por  las  autoridades  y  las  Cortes,  que 
en  dicho  día  se  trasladaron  del  teatro  de  los  Caños,  donde 
habían  tenido  sus  primeras  sesiones,  al  palacio  de  doña 
María  de  Aragón  (hoy  del  Senada). 

y  al  día  siguiente  se  hizo  en  el  teatro  de  la  Cruz  «una 
manifestación  pintoresca  análoga  á  los  funerales  celebra- 
dos por  el  Cuerpo  de  Artillería  en  elogio  de  los  inmortales 
héroes  Daoiz  y  Velarde  y  demás  gloriosos  defensores  pa- 
triotas, en  la  que  se  presentarán  (dice  el  Diario)  los  acto- 
res de  cantado,  y  el  Sr.  Carretero  recitará  un  nuevo  mo- 
nólogo, al  que  seguirán  los  demás  entonando  un  himno 


CapItulo  decimoquinto  á69 

puesto  en  estrofas,  alusivo  al  memorable  día  2  de  Mayo, 
composición  de  D.  Juan  Bautista  Arriaza.  Después  se  bai- 
lará el  bolero  á  cuatro,  con  el  polo  del  Contrabandista 
(música  de  Manuel  García),  por  la  Sra.  Molino,  y  se  dará 
fin  con  el  Sermón  sin  fruto  en  Logroño»  (1). 

Acercábase,  en  tanto,  el  momento  en  que  el  deseado 
Fernando  hiciese  su  entrada  solemne  en  la  capital  de  su 
monarquía,  y  no  sin  recelo  lo  esperaban  los  partidarios  de 
de  la  Constitución  de  Cádiz,  en  vista  de  la  ambigua  con- 
ducta del  Rey  con  los  enviados  de  las  Cortes. 

Preparábanse  los  teatros  á  festejar  aquel  suceso,  y  que- 
riendo Maiquez  esmerarse,  ensayaba  la  Atalia,  traducida 
por  Llaguno,  cuando  en  la  noche  del  10  al  11  de  Mayo, 
fueron  disueltas  de  orden  del  Rey  las  Cortes,  presos  los 
regentes,  algunos  ministros,  varios  diputados  de  los  más 
significados  como  liberales,  algunos  literatos  como  Quin- 
tana y  Gallego,  y  los  actores  Isidoro  Maiqubz,  Bernardo 
Gil  y  D.  Dionisio  Solís.  El  teatro  del  Príncipe  suspendió 
su  función  el  día  11.  Dos  después  entró  Fernando  VII 
en  medio  del  entusiasmo  del  pueblo,  que  no  era  enton- 
ces ni  liberal  ni  servil,  sino  monárquico,  y  que  veía,*  al 
fin,  en  el  trono  de  sus  mayores  á  aquel  príncipe  por 
quien  tanto  había  suspirado. 

Los  teatros  no  solemnizaron  con  nada  extraordinario  el 


(1)  Diario  de  Madrid  del  3  de  Mayo.  Cuando  en  el  capítulo  XII 
hablamos  de  esta  célebre  pieza  dramática,  se  nos  olvidó  citar  el 
graciosísimo  folleto  titulado:  El  diablo  predicador.  Diíicarso  que 
en  la  catedral  de  Lof/ roño  pronunció  D.  Johi'  Botella.  Visitador 
f/e/ieral  de  cubas  y  toneles,  catador  de  pipas,  chupador  de  andayas 
y  marrasquinos,  etc.,  etc.  Por  D.  Francisco  Meseyuer.  Valencia, 
por  Fiuryaete,  1808,  8.°,  24.  Es  un  sermón  que  principia:  In  nomi- 
ne Napóleonis  venite  ayarremus.  Cuando  me  pongo  á  considerar, 
amados  oyentes  míos,  fas  penalidades  y  trabajos  que  estoy  sufrien- 
do por  haceros  felices,  y  las  horribles  ingratitudes  con  que  des- 
atondéis mis  benéficas  intenciones,  doy  al  diablo  vuestra  brutahdad 
y  maldigo  la  negra  hora  en  fiiie  mi  hermano  Napoleón  me  mandó 
venir  á  domesticar  unas  gentes  tan  feroces  y  bravias  como  sois  vos- 
otros. Si  yo  tuviera  la  cabe/a  tan  dura  como  mi  hermano,  caput 
corniyerum,  me  daría  de  calabazadas  por  esas  paredes...»,  etc.,  y 
en  esta  forma  sigue  parodiando  los  sermones  gerundianos  tan  co- 
munes en  aquella  época. 

24 


§ÍÓ  ÍSiDORO   MAIQUE2Í 


suceso.  En  el  Principe  se  ejecutó  una  comedia  vieja,  Las 
cárceles  de  Lemherg^  drama,  por  cierto,  muy  propio  del 
tiempo  en  que  las  cárceles  se  llenaban,  y  la  Cruz  salió  del 
paso  con  El  desdén  con  el  desdén  y  bolero.  En  cambio,  los 
poetas  populares  se  desataron  en  ditirambos  al  adorado, 
al  inocente  Fernando,  y  los  periódicos  de  aquellos  días 
traen  abundancia  de  sonetos,  epístolas,  endechas  y  otras 
composiciones,  sobresaliendo  las  de  aquel  librero  de  la 
Casa  de  las  Conchas,  llamado  D.  Diego  Rabadán,  que 
llegó  á  hacerse  famoso  por  su  estravagante  numen  poé- 
tico. 

El  24  de  Mayo  entró  también  en  Madrid,  Lord  Welling- 
ton  con  sus  ingleses,  de  regreso  de  su  expedición  á  Fran- 
cia, persiguiendo  los  últimos  restos  de  aquellos  ejércitos 
imperiales  tan  temidos.  La  abdicación  de  Napoleón  trajo 
la  paz,  y  el  noble  Lord,  antes  de  volver  á  su  patria,  quiso 
saborear  en  la  corte  de  España  los  honores  del  triunfo. 
Recibióles  Madrid  con  el  afecto  de  que  ya  antes  había 
dado  pruebas,  y  la  musa  plebeya  de  los  copleros  al  uso 
(los  poetas  estaban  en  la  cárcel),  se  despachó  sin  tasa  en 
elogio  de  los  cangrejos  británicos. 

No  puede  darse  idea  de  lo  gracioso  de  los  adefesios  poé- 
ticos que  por  entonces  salieron  á  luz.  Algunas  coplillas 
serian  capaces  de  hacer  reir  á  las  piedras. 

Véase  una: 

Mirando  á  los  ingleses 

las  madrileñas, 
heridas  por  Cupido 

cantan  risueñas. 

O  estas  otras  seguidillas  que,  también  «risueñas»,  can- 
taban por  las  calles: 

Cuagdo  á  Madrid  las  tropas 

abandonaron 
algo  kis  madrileñas 

se  amostazaron: 

mas  cuando  vieron 
del  Lord  los  grandes  triunfos 

se  arrepintieron. 


.    Capítulo  decimoquinto  Stl 

Ahora  las  madrileñas, 

agradecidas, 
aman  á  los  ingleses 

más  que  a  sus  vidas, 

Y  aunque  volvieran 
los  malditos  gabachos 

no  los  quisieran. 

Y  esta  oración  fúnebre  que  el  infatigable  Rabadán  con- 
sagraba al  fin  del  poder  bonapartista: 

Por  mirar  que  está  espirando 
su  imperio.  Napoleón, 
á  buscarla  Santa  Unción, 
nos  remite  al  Rey  Fernando. 

Pues  no  le  ha  de  aprovechar 
su  fingido  arrepentir; 
porque  al  fin  ha  de  morir 
y  el  diablo  lo  ha  de  llevar. 

Hay  muy  claros  testimonios 
que  con  sus  tacos  y  ternos 
lo  esperan  en  los  infiernos 
por  minutos  los  demonios. 

El  mismo  día  24  de  Mayo  fué  el  primero  que  el  Rey  se 
dignó  asistir  á  los  teatros,  empezando  por  el  de  la  Cruz, 
donde  le  recibieron  con  una  sinfonía  oriental;  el  himno 
patriótico  de  la  Victoria^  precedido  de  una  introducción 
de  D.  Juan  Bautista  Arriaza,  dirigida  al  Rey;  la  comedia 
El  desdén  con  el  desdén,  y  á  la  conclusión  del  primer  acto 
se  bailó  la  Cachucha.  Después  de  la  Comedia  cantó  laLo- 
reto  García  el  aria  del  Califa,  y  por  último,  el  baile  Los  ce- 
los en  el  serrallo  y  el  saínete  de  Castillo,  Los  palos  de- 
seados. 

Con  la  prisión  de  Maiqubz  se  acabaron  las  tragedias 
políticas:  no  más  Roma  libre,  ni  Cayo  Graco,  ni  Virginia, 
ni  Viuda  de  Padilla,  ni  nada  que  oliese  á  liberal.  A  todo 
tirar,  alguna  cuyo  asunto  fuese  la  resistencia  española  á 
la  dominación  extranjera,  como  la  Numancia,  que  en  el 
mes  de  Septiembre  se  representó  muchos  días,  ó  el  Fela- 
yo,  ó  aquellas  piezas  relativas  á  la  pasada  guerra  en  que 
no  hubiese  demasiada  exaltación  cívica. 

A  mediados  de  Junio  consiguió  Maiqubz  su  libertad,  é 
inmediatamente  se  dedicó  á  organizar  la  compañía  nece- 


372  ISIDORO    MAlQÚEZ 


sitada  de  primera  dama,  pues  la  Josefa  Palma,  que  había 
salido  en  Mayo,  no  estaba  á  la  altura  del  puesto. 

Como  director  que  era  Isidoro  del  teatro  del  Principe, 
envió  en  18  Junio  una  comunicación  al  Ayuntamiento,  á 
fin  de  que  se  destinara  como  primera  dama  de  verso  á 
aquel  teatro  á  Antera  Baus.  Quiso  impedirlo  su  esposo 
Bernardo  Gil,  pero  la  comisión  de  teatros,  después  deoir 
al  empresario  de  la  Cruz,  mandó  que  pasase  la  Baus, 
siempre  que  el  Principe  le  abonase  el  sueldo  de  setenta 
días  que  Bermúdez  había  pagado  á  la  dama  por  el  tiempo 
que  en  la  Cruz  había  permanecido. 

Salió,  al  fin,  Maiquez  á  escena  el  27  de  Junio  en  la  trage- 
dia Los  Templarios,  con  la  Sánchez,  Ponce  y  demás  compa- 
ñeros. Antera  Baus  no  se  presentó  hasta  el  2  de  Julio  con 
El  celoso  confundido,  en  el  que  trabajó  con  nuestro  Isidoro. 

Sin  duda  habría  hecho  éste  las  paces  con  el  poeta  don 
Juan  Bautista  Arriaza,  porque  á  29  de  Agosto  se  allanó  á 
representar  la  pieza  de  circunstancias,  obra  de  Arriaza, 
titulada  El  hogar  patriótico,  en  un  acto,  que  sirve  como 
de  introducción  y  engarce  á  las  tres  poesías  tituladas  La 
profecía  del  Pirineo,  oda  en  que  el  poeta  vaticina  el  fin 
del  poder  napoleónico.  El  desenfado  patriótico,  diálog'O 
entre  uno  de  los  emisarios  que  el  Rey  francés  había  envia- 
do á  Cádiz  para  reclutar  prosélitos  y  un  buen  español,  y 
el  himno  Vivir  en  cadenas,  que  también  se  cantó  íntegro. 
Lo  demás  del  Hogar  es  un  sencillo  diálogo  entre  un  labra- 
dor andaluz  y  sus  hijas,  acerca  de  la  guerra  y  los  france- 
ses. Le  llamó  también  el  poeta  LoS'tres  esíiZos,  porque 
quiso,  según  dice,  dar  idea  del  estilo  sublime,  del  jocoso 
y  del  lírico  ligero  en  la  poesía. 

Al  anunciar  el  Diario  esta  función,  añade:  «El  Sr.  Isi- 
doro Maiquez,  recitará  la  oda  conocida  por  La  profecía 
del  Pirineo,  y  los  Sres.  Avecilla  y  Cristiani,  el  diálogo  El 
desenfado  patriótico,  ambas  composiciones  del  autor  del 
drama»  (1). 


(1)    Efectivamente,  el  manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal  que 


CAPÍTULO   DECIMOQUINTO  373 

Con  piezas  de  actualidad,  solemnizó  también  el  teatro 
del  Príncipe  el  cumpleaños  del  Rey  (14  de  Octubre),  estre- 
nando la  obrilla  de  Enciso,  titulada  La  comedia  de  repen- 
te, aleg'oria  á  los  trabajos  que  Fernando  había  pasado  en 
Valencey,  y  á  los  esfuerzos  que  los  españoles  habían  he- 
cho para  libertarle  (1),  y  el  4  de  Noviembre,  santo  del  In- 
fante D.  Carlos  y  del  Rey  padre,  con  El  teatro  sin  acto- 
res (2),  obra  también  de  Enciso,  bastante  sosa,  reducida  á 
describir  una  fracasada  función  de  un  pueblo,  que  se  sus- 
tituye por  algunas  lisonjas  comunes  á  los  obsequiados.  En 
ambas  trabajó  Maiqubz^  aunque  en  papeles  de  poca  im- 
portancia. 

El  mismo  día  14  de  Octubre   asistió  el  Rey  al  teatro  de 


sirvió  para  la  representación  y  lleva  el  título  de  El  hogar  patriótico 
ó  los  tres  estilos,  contiene  este  reparto: ^Anselmo:  Caprara.  —  Cu- 
rrita:  A.-Baus.— ¿"¿e/ia;  María  Cabo.— A¿í?aro;  Avecilla.— £'¿  Doc- 
tor: Cristiani.— Leo/iart¿o;  Isidoro  Maiquez.— También  se  impri- 
mieron con  separación  estas  obraá  en  las  Poesías  de  Arriaza  en  la 
Biblioteca  de  Rivadeneyra,  tomo  67,  páginas  69,  81  y  147. 

(1)  La  comedia  de  repente.  Drama  en  un  acto  (verso),  que  en 
obsequio  de  nuestro  católico  monarca  el  Sr.  D.  Fernando  VII,  se 
representó  en  el  teatro  del  Príncipe  en  el  presente  a?io  de  1814. 
Madrid,  imprenta  de  Repullés.  Plazuela  del  Ángel,  8.",  60  páginas. 
Reparto: 

La  Marquesa:  Sra.  Baus.  — D.*  Irene:  Sra.  Palma.— Tomasa:  Se- 
ñora Cabo.— P6'/)a:  Sra.  Sánchez.  — D.  César:  Maiqukz.— D.  Ruper- 
to: Caprara.— D.  Fulgencio:  XveclWa..— Alcalde:  Contador.— Sebas- 
tián: R\ih\o.—Fran^ho:  Cristiani.—CoZás]^  Pacheco.— B¿as:  Más.— 
Lúeas:  Fabiani. 

Manuscrito  original  de  Enciso.  Es  un  apropósito  sin  valor  poético: 
la  sorpresa  no  corresponde  á  la  espectativa  en  ({ue  se  está  toda  la 
pieza,  hasta  verlo  que  D.  César  tiene  dispuesto,  que  es  la  exhibición 
del  retrato  de  Fernando  VII  sobre  unas  peñas,  y  luego  sobre  un 
trono. 

(2)  El  teatro  sin  actores,  drama  en  un  acto  (verso).  Para  re- 
presentarse en  el  teatro  del  Príncipe,  en  obsequio  del  día  del  au- 
gusto padre  de  nuestro  soberano  el  Sr.  D  Fernando  VII  g  del 
serenísimo  señor  Infante  D.  Carlos.  Madrid,  imprenta  de  Repu- 
llés, 1HÍ4,  8.°,  64  páginas.  Reparto: 

El  Mrxrqu-it:  Maiqckz. -/s¿  Alcalde:  Saárez.— Escribano:  Ave- 
cilla. -Regidor:  Contador.  — Perico:  Fabiani  —D.  Sigisberto:  Cris- 
t\an\. —Sebastián:  R\ib\o.— Tomasa:  Sra.  Torres.  —  Manuela:  Seño- 
ra Cabo. 

Es  en  un  acto;  sin  valor  literario.  Maiquez  dice  al  íinál  las  ala- 
banzas del  Rey.  En  la  Biblioteca  municipal  hay  el  autógrafo  de  En,- 


374  ISIDORO   MAIQUEZ 


la  Cruz,  donde  se  le  dispuso  una  función  de  las  que  más 
le  agradaban.  Después  de  una  loa  alegórica  (1),  y  un  aria 
cantada  por  la  Loreto  García,  se  ejecutó  la  comedia  de 
Tirso  de  Molina,  D.  Gil  de  las  calzas  verdes,  bailando  en 
el  primer  intermedio  boleras  Antonia  Molino  y  Sandalío 
Luengo;  manchegas  en  el  segundo  Luisa  Valdés,  la  Carre- 
ras y  González  y  Gamboriüo;  y  la  sinfonía  de  la  Caza  y  el 
baile  pantomímico  El  sultán  generoso,  en  el  tercero.  Ade- 
más se  estrenó  un  nuevo  telón  de  boca  pintado  por  D.  Za- 
carías González  Velázquez.  También  el  del  Príncipe  ha- 
bía en  dicho  día  estrenado  telón  nuevo,  pintado  por  don 
José  Ribelles,  y  cuya  descripción  hace  un  periódico  de  en- 
tonces, diciendo  que  tenía  por  «asunto,  la  morada  de  la 
Verdad  descubriendo  los  genios  de  la  tragedia  y  la  come- 
dia, la  historia  y  la  poesía  sobre  el  tiempo  encadenado.  A 
la  derecha,  los  genios  de  las  Artes  retratan  á  los  poetas 
de  nuestro  Parnaso,  entre  los  cuales  ocupa  digno  lugar 
Cervantes;  y  Minerva,  desde  un  trono  de  nubes  manda  á 


ciso,  que  termina  con  algunas  coplas  cantadas  por  María  Cabo, 
Cristiani  y  Justo  Más,  por  el  estilo  de  la  siguiente: 

Es  Fernando  tan  amado 
de  toda  su  fiel  nación, 
que  todos  los  españoles 
somos  sus  guardias  de  corps. 

¡Qué  rey  tan  feliz 
que  puede  decir: — 
Todos  mis  vasallos 
adoran  en  mí! 
.     Cierto  que  es  así. 

(1)  El  día  de  Fernando.  Loa  que  en  celebridad  del  feliz  cum- 
pleaños de  nuestro  Augusto  y  Católico  Monarca  el  Sr.  D.  Fernan- 
do VII  (que  Dios  guarde),  ha  de  representarse  eti  el  coliseo  de  la 
calle  de  la  Cruz  el  día  Í4  de  Octubre  de  Í814.  Madrid  Imprenta 
que  fué  de  García.  Año  7814.  Con  licencia,  4.°,  10  páginas.  Inter- 
vienen: La  Nobleza,  la  Milicia,  la  Plebe  y  la.  Fama,  que  van  sa- 
liendo una  en  pos  de  otra  á  celebrar  en  endecasílabos  al  Monarca, 
hasta  que  la  Fama  les  muestra  el  templo  de  la  Inmortalidad  con  el 
consabido  retrato  del  Rey,  ante  el  cual  se  arrodillan  todos  y  cantan 
un  himno. 


CAPÍTULO   DECIMOQUINTO  375 

los  genios  conducir  esos  retratos  al  templo  de  la  Inmor- 
talidad, que  se  ve  en  la  parte  más  elevada.» 

Y  no  hubo  más  novedades  en  el  teatro  del  Príncipe  du- 
rante este  año,  no  obstante  lo  cual,  lograron  los  cómicos 
más  provechos  que  nunca  habían  tenido.  La  paz  en  lo  ex- 
terior y  la  tranquilidad  voluntaria  ó  forzosa  adentro,  hi- 
cieron afluir  la  población  á  la  corte,  y  el  público,  ansioso 
de  diversiones,  acudía  en  tropel  á  los  teatros,  de  tal  modo, 
que  entonces,  por  primera  vez  aparecieron  los  revendedo- 
res de  billetes  de  teatros.  Y  abusaron  tanto  que  el  Diario 
lanzó  un  artículo,  contra  ellos,  muy  curioso  por  las  noti- 
cias que  da.  Dice  que  una  luneta  cuyo  precio  era  de  12 
reales,  costaba  á  veces  ocho  duros  cuando  había  alguna 
cosa  nueva  ó  iba  el  Rey;  que  la  gente  se  estrujaba  para 
coger  los  boletines  á  costa  de  rasgar  la  capa,  abollar  el 
sombrero  ó  perder  un  ojo. 

•Obtuvieron,  pues,  los  cómicos  del  Principe  una  ganan- 
cia que,  según  sus  cómputos^  fué  de  1.202  partes;  es  decir, 
que  Maiquez,  por  ejemplo,  que  tenía  60  reales  de  partido, 
logró,  desde  el  10  de  Abril  de  1814  al  7  de  Febrero  de  1815, 
en  que  acabó  el  año,  tn  los  diez  meses  que  son  303  días, 
la  misma  ganancia  que  si  hubiera  trabajado  1.202,  ó  sean 
3.606  duros,  2.697  más  que  si  hubiese  percibido  su  parte 
escueta,  con  lo  cual  vino  á  sacar  un  diario  de  238  reales. 

Tampoco  resultaron  menores  las  entradas  en  el  coli- 
seo de  la  Cruz,  donde  se  ofrecieron  al  público  más  nove- 
dades. 

Fuéronlo  en  obras  la  titulada  El  rey  de  las  once  noches, 
el  20  de  Diciembre,  comedía  en  tres  actos  en  la  que  hizo 
el  papel  de  José  Botellas,  José  Oros.  «La  execución  de  este 
drama  maniñesta  lo  ocurrido  en  los  once  primeros  días  de 
la  residencia  en  esta  corte  del  Intruso  y  conferencias  que 
tuvo  con  sus  ministros  y  generales  en  la  Casa  de  Campo 
hasta  su  retirada  á  Burgos,  de  resultas  de  la  gloriosa  ba- 
talla de  Bailen  y  entrada  triunfante  en  esta  capital  del 
general  Castaños.» 

Fueron  también  estrenos  La  ca^a  tapiada,  comedia  de- 


376  ISIDORO   MA.IQUBZ 


Enciso  (1)  y  Esopo  el  fabulador,  obra  del  siglo  xvii,  re- 
novada ahora,  si  no  es  que  el  llamarla  nueva  se  refiere  á 
que  no  se  había  representado  hasta  entonces  (2);  se  hicie- 
ron ambas  entrado  ya  el  año  de  1815. 

Pero  el  mayor  éxito  de  este  año  en  la  Cruz  fué  el  musical 
de  La  cenicienta  (9  de  Enero  de  1815),  traducción  de  Cendri- 
llon,  ópera  francesa,  letra  de  Etienne  y  música  de  Nicolo 
Isouard,  estrenada  en  París,  en  el  teatro  Feydeau  el  22  de 
Febrero  de  1810,  tomada,  como  es  sabido,  de  un  cuento  de 
Perrault,  y  que  dos  años  más  tarde  (en  1817),  iba  á  quedar 
oscurecida  por  la  nueva  partitura  rosiniana  (3),  y  aun  por 
la  de  nuestro  paisano  Manuel  García,  que  la  compuso  y 
cantó  en  Nueva  York  en  1826. 

Para  ella  hizo  Bernardo  Gil  que  pasase  á  la  Cruz  su 
mujer  Antera  Baus,  y  cantaron  también  las  Moreno,  que 
en  este  año  hicieron  su  aparición  en  las  tablas. 

Francisca  y  Benita  Moreno,  eran  dos  hermanas,  hijas 
de  UQ  violinista  que  lo  había  sido  del  teatro  de  los  Caños, 
llamado  D.  Francisco  Javier  Moreno,  quien,  habiéndose 
marchado  á  Italia  hacia  1802,  cuando  sus  hijas  eran  niñas 


(1)  Comedia  en  tres  artos  (verso).  Salvar  al  criminal  para 
amparar  al  inocente  ó  la  Casa  tapiada.  -  Manuscrito  xx-757  de 
la  Biblioteca  Nacional.  Oi)ra  de  ningún  valor  ni  interés,  por  lo  ex- 
travagante del  asunto.  Un  barón  quiere  vengarse  de  un  difunto 
hermano  suyo  en  la  persona  de  su  sobrino,  hijo  del  muerto.  Al  efec- 
to, con  engaños  le  conduce  á  él  y  á  su  prometida,  Clemencia,  tam- 
bién su  sobrina,  aun  retirad  )  castillo,  y  allí  conviene  con  un  jefe  de 
bohemios,  en  prender  al  joven  y  conducirle  á  una  isla  desierta.  Pero 
el  gitano  después  de  conocer  los  móviles  del  barón,  aunque  unge 
ayudarle,  facilita  la  salvación  do  los  inocentes  y  prende  al  criminal 
y  le  entrega  á  las  autoridades. 

(2)  Barrera  no  hace  más  que  mencionar  esta  comedia  de  la  que 
existe  un  manuscrito  antiguo  en  laBiblioteca  nacional  ('xx-747),  con 
el  título  de  El  más  feo  hombre  del  inundo.  Hesopo  el  Fabulador. 
Para  lo.  Excma.  Sra.  Condesa  de  Altamira.  Está  en  tres  Jor/i,a- 
das  é  intervienen,  además  del  protagonista,  otros  muchos  persona- 
jes de  nombres  griegos  y  otros,  como  Rosimunda,  que  tan  extraño 
parece  entre  los  demás. 

rS)  En  italiano  y  con  música  do  Rossini,  no  se  cantó  hasta  que 
lo  fué  en  el  Príncipe  desde  el  23  de  Abril  de  1822,  por  la  famosa  Dal- 
mani-Naldi,  en  1826  por  la  Cortessi  y  Montresor,  etc.  V.  Carmena: 
Crónica  de  la  ópera  italiana  en  Madrid,  pág.  402. 


I 


«  CAPÍTULO   DECIMOQUINTO  377 

(Francisca  nació  en  Madrid  el  20  de  Abril  de  1790,  y  Benita 
en  la  Coruña  el  1.°  de  Noviembre  de  1792),  les  dio  allí  es- 
merada educación  musical,  que  no  fué  estéril,  porque 
ambas,  especialmente  la  menor,  tenían  muy  delicadas  vo- 
ces. Salieron  en  los  teatros  de  Italia  con  aplauso,  y  des- 
pués en  los  de  otros  lugares  de  Europa,  aun  en  Alemania, 
donde  también  había  brillado  poco  antes  Lorenza  Correa, 
basta  que,  ya  con  bastante  fama,  regresaron  á  la  patria 
para  ser  principal  ornamento  de  los  teatros  madrileños. 

Llegaron  á  poco  de  terminarse  la  guerra  y,  aunque  con 
algunas  dificultades,  por  lo  nuevo  del  caso  y  porque  per- 
judicaba á  los  teatros,  que  estaban  abiertos,  lograron 
cantar  en  dos  conciertos  los  días  19  y  30  de  Octubre,  en  la 
calle  de  Alcalá  «junto  á  la  Aduana  en  casa  del  Marqués 
de  la  Torrecilla»  (1),  dando  á  conocer  entre  nosotros  por 
primera  vez  la  música  de  Eossini.  Agradaron  extraordi- 
nariamente, pasando  en  seguida  al  teatro  déla  Cruz,  don- 
de cantaron  arias  y  dúos  italianos,  con  el  mismo  aplauso 
y,  al  íin,  se  quedaron  en  la  compañía  empezando  á  tra- 
bajar en  las  óperas  y  otras  piezas  de  música.  Siguieron 
mucbos  años  en  las  tablas  y  la  Benita  alcanzó  larguísima 
edad,  pues  falleció  en  la  Puente  del  Arzobispo  el  29  de 
Enero  de  1872. 

Acabó  el  año  en  7  de  Febrero  (Carnaval),  haciendo  am- 
bos teatros  á  uso  antiguo,  comedias  populares.  En  la 
Cruz  Marta  la  Romarantina  y  el  Manolo,  y  en  el  Prín- 
cipe, durante  varios  días,  la  antigua  comedia  de  Cornelia, 
Federico  II,  representada  por  Maiqubz,  y  vista  el  día  7  de 
Febrero  por  el  propio  Fernando  VII  que  fué  al  teatro.  Co- 
malia no  pudo  asistir  á  este  triunfo,  pues  había  fallecido 
á  fines  de  181.3. 

No  debemos  cerrar  este  año  sin  decir  que  fué  el  último 
en  que  hubo  mosqueteros,  es  decir,  espectadores  de  pie.  El 


d)  El  Diario  del  16  y  30  anuncia  los  conciertos  en  los  términos 
dichos,  añadiendo  que  la  entrada  costaría  dos  dures.  El  del  18  trae 
el  programa  en  el  que  hay  múéica  de  Rossini,  i-lrnest,  Blangini,  im 
duetto  de  Mayer,  etc.  Principió  á  la  siete  y  media  de  la  tarde. 


378  ISIDORO   MATQUBZ 


Ayuntamiento  por  acuerdo  de  22  de  Noviembre  de  1814, 
hizo  poner  bancos  en  el  resto  del  patio  que  no  ocupaban 
las  lunetas  de  ambos  teatros,  á  fin  de  evitar  tumultos 
como  uno  que  hubiera  poco  antes  en  la  Cruz.  De  modo 
que  aquella  especie  de  institución  teatral,  aquella  ruido- 
sa mosquetería  arbitra  del  éxito  de  las  obras  y  de  sus  in- 
térpretes, acabó  de  una  vez  con  sólo  obligarla  á  estar  sen- 
tada y  cobrarle  algo  más  por  esta  comodidad  que  se  le 
ofrecía  en  cambio. 


CAPITULO  XVI 


Vuelve  la  Villa  de  Madrid  á  encargarse  de  los  teatros. — Forma  las 
compañías  con  varia  partes  nuevas.— Agustina  Torres;  su  méri- 
to.—Entrada  en  los  teatros  de  Madrid  de  Antonio  Guzmán,  des- 
pués célebre  gracioso.— Los  músicos  de  la  orquesta  contra  los 
cómicos.— Retrato  de  Maiquez,  grabado  por  Esteve,  como  testi- 
monio de  aplauso  público.— Dedicatoria  del  O  restes.— Estrenos 
de  este  año.  —  Utilidades  de  los  cómicos.— Los  estrenos  en  la 
Cruz  (1815-1816). 

)L  desorden  introducido  en  los  teatros  con  la  invasión 
francesa,  creando  uno  privilegiado  y  haciendo  caso 
omiso  del  otro,  que  funcionó  con  dificultad  é  intermi- 
tencias, abandonado  á  sus  propios  recursos,  no  cesó  con 
el  nuevo  orden  de  cosas  después  de  la  restauración  de 
Fernando  VII.  El  Ayuntamiento,  que  tenía  otros  muchos 
asuntos  en  que  entender,  dejó  k  los  cómicos  la  administra- 
ción de  sus  intereses.  En  el  teatro  de  la  Cruz  subsistía  la 
empresa  de  D.  Gregorio  Bermúdez,  quien,  de  igual  modo 
que  el  famoso  Konzi,  había  descuidado  el  pago  de  algu- 
nas obligaciones,  en  especial  la  de  jubilados,  que  era  por 
donde  quebraba  siempre  la  soga  económica  teatral. 

Querelláronse  á  las  autoridades  y,  después  de  un  largo 
litigio,  fué  condenado  Bermúdez  á  pagar  la  parte  de  ju- 
bilaciones que  correspondía  á  su  teatro,  desde  que  los 
franceses  abandonaron  la  capital,  aunque  no  consta  que 
lo  hubiese  hecho,  pues  como  Ronzi  se  daría  maña  de  apa- 
recer insolvente.  Coincidió   esto  con  la  terminación  del 


380  ISIDORO   MAIQUEZ 


año  cómico  y,  en  2  de  Febrero  de  1815,  acudieron  al  Key 
los  actores  jubilados,  pidiendo  que  la  org-anización  de  los 
teatros  fuese  como  antiguamente,  y  que  no  hubiese  más 
empresarios,  que  no  cumplían  sus  deberes  ni  pag-aban  las 
cargas  afectas  á  las  compañías.  Acordóse  asi  en  decreto 
del  Consejo  de  11  de  Febrero,  oído  el  Ayuntamiento,  y,  en 
su  virtud,  se  volvió  á  la  forma  antigua  sin  más  diferen- 
cia que  dejar  á  los  interesardos  la  administración  de  los 
caudales  (1). 

Reunidos  los  cómicos  para  designar  sus  autores^  recayó 
la  elección  de  los  del  Príncipe  en  Isidoro  Maiqubz.  Dis- 
gustóse Bernardo  Gil,  que  aspiraba  á  este  puesto,  y  pidió 
licencia  para  trabajar  fuera;  pero  como  era  bien  quisto 
entre  sus  compañeros,  le  eligieron  autor  de  la  compañía 
del  teatro  de  la  Cruz,  y  se  quedó  en  la  corte.  Hay  que  ad- 
vertir que  los  autores  tenían  seis  mil  reales  anuales  por 
el  cargo  (2). 

Procedió  luego  la  Junta  á  formar  nuevas  compañías.  Gil 
reclamó  para  la  suya  á  su  mujer  Antera  Baus.  Diósela 
Maiqubz  y,  en  cambio,  recibió,  para  sustituirla  en  las  pri- 
meras de  representado,  á  Agustina  Torres,  que  en  el  año 
que  acababa  de  espirar  no  había  desagradado  en  la  Cruz 
haciendo  las  damas  del  teatro  antiguo  en  Lo  cierto  por  lo 
dudoso^  El  perro  del  hortelano  y  aun  en  algunas  del  mo- 
derno, como  El  Café  de  Moratín,  La  viuda  generosa  y  otras 
varias. 

No  era  la  Torres  peor  que  la  Baus;  pero  ni  una  ni  otra 
igualaban  á  la  Antonia  Prado  ni  á  MaríaGarcia,  con  quie- 
nes había  hecho  Maiqubz  parte  de  su  carrera. 


(1)  Informe  al  Egecmo.  Aijuntamieato  Constitucional  de  Ma- 
drid, de  su  Comisión  de  espectáculos  públicos  en  el  asunto  deju- 
Inlados,  viudas  y  huérfanos  de  los  Cómicos.  Se  imprime  de  orden 
de  S.  E.  Madrid,  imprenta  de  D.  N.  Satichis,  1839,  4.*',  51  pági- 
nas. Véanse  las  páginas  14  y  39. 

(2)  Las  compañías  se  comprometieron  á  satisfacer  todas  las  car- 
gas y  además  á  pagar  como  arrendamiento  de  los  teatros  45.000 
reales  los  del  Príncipe  y  35.000  los  de  la  Cruz.  (Archivo  municipal 
Sección  de  espectáculos.  Legajo  2-455.) 


Capítulo  decimosexto  É81 

Agustina  Torres  nació  en  Teruel  por  los  años  de  1785, 
de  familia  que  no  pertenecía  al  teatro  (1).  La  pobreza  y 
su  natural  afición  la  llevaron  á  las  tablas,  saliendo  á  r3- 
presentar  por  primera  vez  en  la  Isla  de  León  y  luego  en 
Cádiz,  donde  permaneció  los  años  que  la  guerra  hizo  A, 
esta  ciudad  la  verdadera  capital  de  España.  Su  buen 
nombre  fué  causa  de  que  el  Ayuntamiento  de  Madrid  la 
trajese  en  1814,  poniéndola  á  partir  damas  con  la  Carmo- 
na,  en  el  teatro  de  la  Cruz.  La  necesidad  obligó  á  Mai- 
QüEZ  á  pedirla  ahora  para  su  compañía,  como  hemos  dicho. 

Estaba  ya  formada  Agustina  Torres,  pues  contaba  vein- 
tinueve años.  Era  de  corta  estatura,  delgada,  ojos  dormi- 
dos, voz  poco  agradable  y  sin  atractivo  particular  fuera 
del  teatro.  En  él  su  talento  disimulaba,  en  parte,  los  de- 
fectos, y  agradaba  generalmente  en  sus  papeles,  sobre 
todo  en  los  de  carácter  fuerte,  si  bien  obtenía  á  veces  el 
efecto  á  fuerza  de  gritos,  cosa  de  que  nunca  pudo  corre- 
girla por  entero  Isidoro  Maiqubz  á  cuyo  lado  representó 
ya  en  adelante.  En  Febrero  de  1818  se  casó  con  el  galán 
de  la  Cruz,  Juan  Carretero,  con  quien  habla  trabajado  en 
Cádiz  y,  habiendo  quedado  viuda  en  Marzo  de  1829,  pidió 
su  jubilación  y  la  disfrutó  algunos  años,  hasta  que  por  la 
suspensión  de  la  paga  hubo  de  volver  de  nuevo  al  teatro 
de  la  Cruz,  en  1841,  como  característica,  sólo  para  acre- 
ditar su  decadencia  (2) 

Reforzó  Maiqubz  su  compañía  con  algunas  partes  nue- 
vas, especialmente  de  canto  y  baile,  como  Juana  Palome- 
ra, Antonia  Alonso  y  la  italiana   Josefa  Spontoni  (3)  que, 


(1)  Sus  piídres  se  llamaron  D.  Francisco  Arpas  y  D.*  Joaquina 
Yuste  y  Torres.  Tuvo  otros  hermanos  que  no  representaron. 

(2)  '  Poco  tiempo  trabajó  esta  segunda  vez,  pues  falleció  el  10  de 
Enero  de  1842. 

(3)  Josefa  Spontoni,  era  hija  de  Carlos  Fíori  Spontoni,  un  músico 
italiano  que  andaba  por  los  teatros  europeos,  Ln  este  año  de  1815 
tenía  Josefa  trece  años,  y  su  hermano  Luis,  auo  tarnbión  entró  un 
estas  compañías,  doce,  y  ambos  habían  cantado  ya  en  Lisboa  dúos 
italianos.  Aquí  hicieron  lo  propio,  aunque  luego  trabajaron  en  obras 
comunes. 


882  ísiboRó  MArciüE2 


con  Loreto  García,  ya  definitivameate  establecida  en  esta 
compañía,  formaron  el  cuadro  de  cantado  del  Príncipe. 
No  hubo  ocasión  de  utilizar  los  talentos  de  la  declama- 
ción de  Lorenza  Romero,  primera  del  teatro  de  Zarago- 
za, y  esposa  del  violinista  D.  Francisco  Valladar,  porque 
falleció  antes  de  salir  á  escena  (1). 

Para  completar  la  sección  de  baile  entraron  nuevas 
Leonarda  Mejia  y  la  celebrada  María  Vives. 

Otra  de  las  buenas  adquisiciones  de  Maiquez  en  este 
año  fué  Antonio  Guzraán,  después  famosísimo  gracioso,  y 
que  ya  desde  luego  se  hizo  notar  con  aplauso  (2).  En  la 
sección  de  cantado  entraron  Dionisio  López  (3),  y  Luís 
Spontoni,  hermano  de  Josefa.  Las  demás  partes  eran  ya 
conocidas  ó  insignificantes  (4). 

En  el  teatro  de  la  Cruz,  la  novedad  de  más  importancia 
fué  la  de  quedar  las  dos  hermanas  Moreno  como  primeras 
absolutas  para  las  óperas,  si  bien  no  quisieron  estar  á  par- 
tido como  los  demás,  sino  por  un  diario  de  260  reales 
para  ambas.  Con  éstas  y  las  partes  antiguas,  quedó  tam- 
bién la  compañía  de  la  Cruz  en  estado  de  competir  con  la 
otra. 

Iban  ya  á  empezar  las  funciones,  cuando  á  última  hora 
surgió  un  conñícto  interior  en  los  teatros.  Disgustados  los 
músicos  por  la  especie  de  superioridad  que  los  autores  y 
partes  principales  de  canto  se  arrogaban,  habían  pedido 


(1)    Murió  de  sobreparto  en  29  de  Julio.  Se  la  había  nombrado 
para  partir  las  primeras  con  Agustina  Torres. 
.  (2)    Venía  do  Cádiz  donde  había  agradado  mucho,  al  decir  de  Al- 
calá Galiano,  que  le  vio  trabajar  entonces. 

(3)  Dionisio  I^ópez,  célebre  cantante  en  los  años  siguientes,  era 
natural  de  Lucena,  hijo  de  Francisco  López  y  de  Catalina  Ruiz.  Es- 
tuvo c¿isado  en  primeras  nupcias  con  María  líenítez  que  no  sabe- 
mos si  perteneció  al  teatro,  y  luego  en  26  de  Agosto  de  1818  contra- 
jo segundo  matrimonio  con  la  después  famosa  tiple  y  primera  de 
í',anto  en  estos  teatros  y  en  algunos  extranjeros  'l'eresa  Laviña  ó 
Lavigna,  como  se  la  llamaba  entre  los  artistas  italianos.  Era  de 
Barcelona  é  hija  de  I^orenzo  Laviña  y  de  Mariana  Larsondo.  Tere- 
sa murió  antes  de  1837,  dejando  varios  hijos  de  su  marido,  que  fa- 
lleció después. 

(4)  Véase  la  lista  en  el  Apéndice. 


Cai»1tülo  decimosexto  áéá 

que  su  nombramiento  se  hiciese  con  independencia  de  los 
cómicos,  por  ser  gente  infame  por  su  condición  de  farsan- 
tes, decían  los  músicos  en  su  memorial  á  la  Junta.  Los  ac- 
tores, con  Maiquez  á  la  cabeza,  protestaron  altamente  y  se 
negaron  á  trabajar  mientras  no  sé  les  desagraviase  de- 
clarando lícita  y  honrada  su  profesión.  Bien  sabiau  los 
músicos  que  eso  estaba  ya  declarado  por  las  Cortes  de 
Cádiz;  pero  como  los  cómicos  no  podían  en  aquellos  días 
alegar  nada.de  lo  hecho  por  aquel  Congreso,  abusaban  de 
su  forzado  silencio.  El  Consejo,  sin  embargo,  volvió  por 
los  fueros  de  la  justicia  y  expidió  un  decreto  conforme  á 
los  deseos  de  los  actores  (1). 

Por  fin,  el  día  de  Pascua,  26  de  Marzo,  se  abrieron  am- 
bos teatros,  á  las  siete  de  la  tarde,  empezando  el  Príncipe 
con  una  loa  titulada  La  circular  del  buen  gusto  (2),  luego 
la  comedia  de  Moreto,  El  parecido  en  la  corte,  una  de  las 
preferidas  de  Maiquez,  después  el  lindo  saínete  deD.  Ka- 
món  de  la  Cruz,  El  majo  de  repente,  y  se  bailó  el  bolero  á 
seis.  En  la  Cruz,  además  de  una  loa  nueva  titulada  El  re- 
galo (3),  se  hizo  la  comedia  de  Calderón,  Casa  con  dos  puer- 
tas^ con  bolero  y  saínete. 


d)  Archivo  municipal.  Legajo  2-455.  Con  fecha  20  de  Marzo  de 
este  año,  también  solicitó  Maiquiíz  permiso  para  anunciar  diaria- 
mente los  actores  que  habían  de  tomar  parte  en  las  funciones;  pero 
la  Junta  se  lo  negó,  popíjue  había  sido  práctica  seguida  por  el  Go- 
bierno intruso.  La  razón  era  de  fuerza. 

(2)  La  circular  del  buen  (jauto.  Loa  para  presentarse  la  com- 
pañía del  teatro  del  Principe  ai  empezar  la  temporada  en  la  Pas- 
cua de  1815  (15  de  Marzo).  Biblioteca  municipal,  72-2.  Aprobación 
del  15  de  Marzo  de  dicho  año. 

Es  de  costumbres  teatrales;  de  poco  interés.  La  circular  (jue 
Maiqukz  lee  á  sus  compañeros  es  una  repetición  de  los  lugares  co- 
munes sobre  decoro  teatral,  moralidad,  etc.  La  Romero  estaba  en- 
ferma v  no  aparece.  Los  dos  hermanitos  que  vinieron  de  Lisboa, 
para  bailar  (los  Lobrunier),  dice  Maiqukz  que  eran  sus  ahijados. 

(3)  EL  rerjalo.  Loa  para  presentarse  La  compañía  del  teatro  de 
^^  la  Cru2,  el  año  cómico  de  18 lo.  Biblioteca  municipal,  186-67.  Autó- 
grafo de  Enciso.  Aprobación  y  licencia,  22  Marzo  1815. 

El  regalo  es  alegórico:  un  espejo  y  sal  para  los  graciosos;  abani- 
cos á  las  cantantes  y  (/raciosas,  para  (jue  el  don  les  dé  aire;  siem- 
previvas á  los  que  no  quisieron  trabajar  para  los  franceses;  cintas 


384  Isidoro  maiqübz 


Por  estos  días  fué  cuando  Maiqujbz  recibió  un  testimo- 
nio de  la  pública  admiración.  Varios  aficionados  hicieron 
grabar  su  retrato,  que  se  vendió  profusamente,  y  el  Diario 
de  31  de  Marzo  lo  anunciaba  así:  «Retrato  del  Sr.  Isidoro 
Maiqubz,  primer  actor  del  teatro  del  Príncipe,  pintado 
por  D.  Francisco  Goya  y  grabado  por  D.  Rafael  Esteve.  Se 
hallará  en  las  librerías  de  Gila,  calle  de  las  Carretas  y  Qui- 
rós,  frente  á  los  Gremios,  á  cuatro  reales.  Se  le  ha  añadi- 
do un  verso.»  Este  retrato  que  reproducimos  aquí  es  una 
hoja  en  folio,  y  el  verso  que  se  le  añadió  dice: 

Tu  mérito  y  tus  talentos, 
la  envidia  no  eclipsará; 
que  el  público  te  corona, 
y  lo  aplaude  la  verdad. 

Otra  muestra  del  público  aplauso  faé  la  que,  como  en 
nombrede  todos,  ledió  á  Maiqubz  su  amigo  D.  Dionisio  So- 
lis,  cuando  al  imprimir  su  célebre  traducción  del  Orestes, 
de  Alñeri,  por  él  tan  mejorado,  se  lo  dedicó,  como  ya  hemos 
tenido  ocasión  de  advertir,  en  una  inspirada  poesía,  en  que 
hay  trozos  como  los  siguientes: 

Los  pobres  frutos 
de  la  estéril  indocta  musa  mía, 
de  amor  admite  con  propicias. señas. 
Que  otro  será  de  quien  la  sacra  musa, 
que  al  margen  mora  del  cecropio  Iliso, 
o  la  c¿idmea  Dirce,  inflame  el  labio 
en  tu  loor;  y  la  sonora  lira 
con  gloria  pulse,  y  de  sus  cuerdas  de  oro 
á  la  inmortalid^id  trasmita  el  eco. 
El  en  metros  armónicos  celebre, 
si  tanto  es  dado  celebrar  al  plectro, 
cómo  en  tu  potestad,  cómo  á  tu  arbitrio, 
Proteo  multiforme  del  teatro, 
obedientes  están  cuantos  afectos 
del  corazón  en  el  profundo  abismo 
se  anidan  tenebrosos:  odio,  ira, 
terror,  furor,  misericordia,  llanto, 
celos,  amor;  y,  arrebatada  de  ellos, 


verdes  á  las  partes  nuevas;  pedernal  y  eslabón  á  las  damas  y  gala- 
nes para  que  tengan  ./aeí/o.  Siguen  luego  los  cómicos  con  sus  ofer- 
tas ordinarias. 


ISII30R0 

jPUIJflJEjR    m. 


MAIOITKK 


Tu  tnf/tttí  if  fuJ  //t/>'//A>j       i    0/t  c/  Publico   A'  ivrrTta. 
La  ciiriJuí  m^  tu/i/^j-ará ,       \  Y /r  a/'ítuJi-  // vev«lail. 

Este  grabado  fué  reproducido  por  D.  José  de  la  Revilla  en  la  pri- 
mera edición  de  su  Vida  de  I.  Maiquez. 


25 


CAPÍTULO   DéciMOSEXTO  387 

refiera  cómo  atónita  la  mente 
del  sorprendido  espectador  contigo 
teme,  si  temes,  en  tu  afán  se  afana, 
tus  celos  siente^  tu  furor  le  irrita, 
llora  á  tu  llanto,  y  quéjase  á  tus  quejas. 

Todo  en  tí  es  fácil,  natural,  sublime: 

y  el  alma  en  tí  de  los  pasados  héroes 

aun  la  sentimos  respirar.  Dichoso, 

dichoso  aquél  que  con  maestra  mano 

labre  á  tu  frente  candida  corona 

de  las  rosas  del  Pindó,  y  de  tu  nombre 

lleve  la  fama  en  el  aonió  plectro 

desde  las  arborosas  del  Pirene 

cimas  cul)iertas  de  undulantes  sombras, 

al  ancho  mar  de  la  eritrea  Gades. 

Pero  á  mí,  triste,  á  quien  su  lira  Clio 

no  quiso  conceder,  ni  de  poeta 

el  científico  ardor,  me  toca  sólo 

admirarte  y  callar,  y  no  otra  cosa 

que  callar  y  admirarte,  á  tí,  que  ilustras 

el  español  teatro;  y  radioso 

brillas  en  él,  cual  brilla  entre  los  astros 

solo  y  único  el  sol,  padre  del  día, 

en  la  desierta  inmensidad  del  cielo  (1). 

Después  de  salir  Maiquez  en  El  astrólogo  fingido,  estre- 
nó, el  1.°  de  Abril,  la  pieza  en  un  acto,  obra  de  D.  Félix 
Enciso,  La  posada  ó  el  calavera  escarmentado  (2),  que  dio 


(1)  En  el'capítulo  último,  incluímos  íntegra  esta  notable  poesía. 

(2)  La  posada  ó  el  calavera  escarmentado.  Comedia  en  un 
'icto,  en  verso, por  D.  Félix  Enciso  Castrillón.  Madrid,  librería 
de  Hurtado,  7 ¿18,  S°  En  la  Biblioteca  municipal  existe  un  manus- 
crito (71-2),  con  reparto  de  1818;  pero  el  que  tuvo  en  el  estreno  fué: 

£).*  Antonia:  Ajjustina.  — D.  Pedro:  Maique'a.— Amalia:  Loreto. 
D.  FéliíJB:-SilvoHtri.—Beltrán:Cvisüan\. 

Enredo  sencillo  y  de  interés;  D."'  Antonia,  esposa  abandonada 
|»or  el  coronel  D.  Pedro,  calavera  y 'maldiciente  de  las  mujeres, 
llega  con  su  hija  á  la  corte,  desde  Canarias,  hospedándose  con  nom- 
bres supuestos  en  la  misma  posada  en  que  está  el  Coronel.  La  joven 
Amalia  va  á  casarse  con  D.  Félix,  cuando  una  disputa  trae  un  de- 
safío con  el  Coronel,  que  no  se  efectúa,  porque  éste,  queriendo 
convencer  á  D.  Félix  de  que  todas  las  mujeres  son  malas,  se  ofrece 
á  suplantarle  en  el  corazón  de  Amalia.  Le  escribe  una  carta  pidién- 
dole una  cita.  La  obtiene,  pero  la  joven  on  vez  del  retrato  suyo,  le 
da  el  de  su  madre.  E\  Coronel  abre  los  ojos  y  se  reconcilia  con  su 
mujer  y  con  su  hija,  etc. 

Éste  asunto  es,  en  lo  principal,  el  mismo  que  el  de  la  comedia  de 
Gosse,  La  médisance,  pero  como  el  autor  francés  no  dio  la  suya 


S88  Isidoro  maiqub^ 


luego  asunto  á  una  excelente  comedia  de  carácter,  en 
manos  del  revolucionario  francés  Etienne  Gosse,  antiguo 
amigo  de  Marat. 

Señalaremos  el  12  del  mismo  mes  de  Abril,  por  ser  el  en 
que  por  primera. vez  salió  Antonio  Guzmán,   haciendo  el 


IDo  ANT(D)NII(ÍD  PIE  (EIU^MAN 

acH^r-    c/e      -Uf^    ¿TZaJiu:}    c¿e    K.^^^'^ac¿7^c¿ 


hasta  1816,  hay  que  suponer,  ó  bien  que  imitó  á  Enciso  ó  que  am- 
b.i"^  tuvieron  lina  fuente  común.  La  comedia  francesa  fué  traducida 
por  el  Marqués  de  Casa  Cagigal,  é  impresa  en  el  mismo  año  de  1818 


CAPÍTULO    DECIMOSEXTO  389 

gracioso  de  El  mejor  alcalde,  el  Bey,  y  el  1.°  de  Mayo,  en 
que  salió  la  Vives  á  bailar  el  bolero. 

Grandes  estrenos  tampoco  hubo  este  año:  no  estaban  los 
tiempos  para  escribir  tragedias  que  no  despertasen  las 
suspicacias  de  la  camarilla  del  Rey  Fernando,  Antes  al 
contrario,  se  prohibieron  por  el  Santo  Oficio  algunas  de 
las  obras  más  aplaudidas  meses  antes,  y  fueron  recogidas 
por  orden  del  Rey:  Fenelón  ó  las  religiosas  de  Cambray, 
Fray  Lucas  ó  el  monjío  deshecho,  El  patriota  en  Cádiz, 
Serviles  y  liberales,  El  Sí  de  las  niñas  y  La  viuda  de  Pa- 
dilla. 

Sin  embargo,  el  público  concurría  á  los  teatros  aun  en 
mayor  número  que  el  año  antecedente,  tanto  que  en  este 
de  1815  á  1816,  sacaron  los  actores  una  ganancia  de  1.403 
partes,  que  para  Isidoro  Márquez  supone  un  producto  de 
84.180  reales,  con  más  los  6.000  de  la  autoría,  forman  una 
suma  muy  aceptable  para  entonces. 

Volviendo  á  los  estrenos  y  prescindiendo  de  las  loas  lau- 
datorias del  Rey  en  los  días  de  su  santo  (1)  y  cumpleaños, 
se  redujeron  á  la  comedia  en  un  acto  La  Musicomania  (2), 


en  que  también  imprimió  la  suya  Enciso,  representada,  como  ve- 
mos tres  años  antes.  Véase  El  murmurador.  Comedia  en  tres 
rt^:tos,  esr-rita  eiifrancf'spor  Etienne  Gosse.  Traducida  al  caste- 
llano y  enoerso,  por  Aristipo  Megareo  M.  A.  Barcelona:  Por  don 
Agustí/t  Roca,  impresor  de  Cámara  de  S.  M.  Año  de  1818,  8.°,  123 
páginas.  í.as  diferencias  de  esta  obra  y  la  anterior,  aparte  del  ma- 
yor desenvolvimiento  de  la  fábula,  consisten  en  la  introducción  del 
confidente  (D.  Simón),  el  fondista  (Fermín),  y  los  amores  episódicos 
de  los  criados  Rosa  y  Eugenio. 

(1)  Loa  para  ejecutarse  en  el  teatro  de  -la  calle  del  Principe, 
'•n  celebridad  del  día  de  nuestro  augusto  soberano  el  Sr.  D.  Fer- 
nando VII,  el  día  30  de  Mago  de  1815,  i5iblioteca  municipal,  ma- 
nuscrito 72-19,  Autógrafo  de  Enciso  con  este  reparto: 

D.  Mamerto:  \¡\iQi:\:y..— Tula:  Sánchez. —  fía^-hiller:  Guzmán.— 
Anselmo:  \\ec'ú\st..— Pablo:  I Aadot. —Perico:  Fabiani.-A¿ca¿í/e,' Se- 
uundo  barba. —  Escribano:  Silvostri. — Alguacil:  Rubio.— Teresa: 
Maqueda. 

En  un  pueblo  en  (jue  D.  Mamerto  es  rico  é  hidalgo,  roba  del 
\yuntamiento  el  retrato  del  Rey.  Corren  á  buscarlo  y  se  hallan 
on  el  festejo  que  dicho  señor  tiene  preparado,  en  celebridad  del 
lía.  Está  en  verso. 

(2)  Todo  extremo  es  mcio,  ó  sea  La  Musicomania.  Comedia  en 


390  ISIDORO   MAIQUEZ 


pieza  refundida  de  otra  representada  con  anterioridad,  El 
sofá  (1);  Los  amantes  llorones,  en  dos  actos,  y  cuyo  asunto 
es  lo  mismo  que  el  de  La  viuda  consolada,  puesto  en  ver- 
so, ó  sea  La  segunda  sorpresa  de  amor,  de  Marivaux  (2). 


un  acto,  en  verso.  Traducida.  Manuscrito  72-9  de  la  Biblioteca  mu- 
nicipal, autógrafo  de  Enciso,  con  aprobación  y  licencia  de  J8  Mayo 
1815  y  otro  con  el  reparto: 

D.  Tadeo,  padre  de:  Cristiani.— Z).^  Juana:  Loreto,— D.  Ma- 
merto: Maiqvez.— Justina:  Torre.— Vacarmini:  Segundo  Barba.— 
Serpentón:  Guzmán.—  Un  lacayo:  López.— í//i  boticario:  Avecilla. 

D.  Tadeo  es  un  barón  melómano;  D.  Mamerto  está  enamorado 
de  su  hija,  y  fingiendo,  en  connivencia  con  Serpentón,  criado  de  don 
Tadeo,  ser  un  gran  músico,  logra  sin  dificultad  la  mano  de  la  joven. 

Con  el  mismo  título  y  asunto  hay  las  óperas  siguientes:  La  Musi- 
comania,  ópera  cómica  en  un  acto,  letra  de  Pixerécourt,  música  de 
Quaisain,  estrenada  en  París,  1799.  II  fanático  per  la  música,  ópe- 
ra itahana  de  Caroso^  representada  en  Roma  en  1781,  y  otra  de 
igual  título,  música  de  Mayer,  representada  en  París  en  el  teatro 
Italiano  en  1815.  Alguna  de' éstas  se  había  cantado  ya  en  nuestros 
teatros. 

(1)  FA  soja  ó  las  mujeres.  Comedia  en  cuatro  actos.  Biblioteca 
municipal  66-18,  manuscrito  con  las  hcencias  de  5  de  Junio  de  1815 
y  el  reparto: 

D.^  María  del  Milagro:  Maqueda.  — D.  Leandro:  Ponce. — Doña 
Elena:  Agustina,— D.'  Pedro:  S'ú\ostri.—D.°'  Perpetua:  Gertrudis. 
—  D.^  Mercedes:  Cabo.  — Z).*  Frasquita:  Sánchez  —D.  Cirilo:  Guz- 
mán.—£).  Constantino:  Avecilla. —  Vendacal:  Contador. — Quiteria: 
Valdés.— Lucas:  ,]usio.— El  tío  Jorge:  Fabiani.— i)os  mozos. — La 
escena  en  Cádiz. 

Con  tanta  gente  no  supo  el  autor  hacer  una  obra  muy  divertida. 
Un  criado  ensucia  un  sofá  de  D.^  Elena,  y  el  ebanista  lo  lleva.  Para 
sustituirlo  le  cede  D.  Leandro,  vecino  suyo,  otro  que  le  había  rega- 
lado su  prometida  Milagro.  Llega  ésta:  celos  y  disputa.  Llega  don 
Pedro,  futuro  de  D.^  Elena,  y  celos  y  riña.  La  dama  se  niega  á  de- 
volver el  sofá  y  los  galanes  se  desafían.  No  se  efectúa  el  lance,  por- 
que D.  Leandro  (que  era  militar),  recibe  la  licencia  para  casarse 
con  Milagro  y  todo  se  arregla.  Las  demás  mujeres  y  hombres  casi 
no  sirven  más  que  de  coro.  Hay  apuntado  un  carácter  de  optimista 
ó  egoísta,  mejor  dicho,  en  D,  Cirilo.  Está  en  verso. 

(2)  Los  amantes  llorones  ó  casarse  sin  pensarlo.  Comedia  en 
dos  actos,  en  verso.  Manuscrito  73-6,  de  la  Biblioteca  municipal, 
con  este  reparto  correspondiente  á  1815: 

La  Marquesa:  Agustina.— -Luisa:  Torre  (G).—El  Conde:  Silvos- 
tri.  — D.  Félix:  Maiqvkz. —Hortensio:  Cristiani.— Anselmo:  Guz- 
mán. 

Parece  de  Enciso.  Es,  como  decimos  arriba,  el  asunto  de  La  via- 
da consolada,  un  poco  dilatado.  Versificada  no  está  mal;  pero  el 
asunto  no  tiene  por  donde  cogerse  de  puro  inverosímil.  Por  eso  no 
interesa;  porque  se  ve  es  i'also  el  supuesto.  Ac^uella  viuda  y  aquel 


CAPÍTULO   DECIMOSEXTO  391 

El  no  de  las  niñas,  comedia  no  mala,  en  dos  actos,  salvo 
la  poca  novedad  del  asunto,  así  en  el  carácter  del  viejo 
D.  Gregorio,  como  en  el  de  la  joven  que  se  presta  á  decir 
que  no  tiene  comprometido  su  corazón,  es  la  misma  del 
Sí  de  las  niñas,  por  lo  que  recordando  á  Moratín,  el  Corre- 
gidor, Conde  de  Moctezuma,  quiso  que  se  anunciase  con 
el  titulo  de  Mal  genio  y  buen  corazón,  que  ya  lleva  otra 
forma  de  esta  comedia  imitada  del  italiano  (1). 

Fué  muy  aplaudida  la  titulada  El  joven  de  sesenta  años, 
pieza  traducida  por  Enciso,  y  en  la  que  Guzmán  hizo  el 
papel  de  viejo  que  quiere  parecer  siempre  joven,  y  come- 
te mil  extravagancias  y  calaveradas  que  arruinan  su  sa- 
lud y  ponen  en  peligro  su  vida  (2). 


<;alán  mieaten  ridiculamente,  cuando  dicen  que  sólo  se  buscan  por 
amistad,  y  juegan,  sobre  todo  ella,  con  sentimientos  muy  serios. 

(1)  El  ño  de  las  niñas.  Comedia  en  tres  actos,  P.  B.  B.  Manus- 
crito 52-14  de  la  Biblioteca  municipal  con  las  aproliaciones  de  17  Ju- 
nio 1815  y  este  reparto: 

l).^  Mana:  Sánchez.  — D.*  Manolita:  Loreto.— Z).  Gregorio:  Ca- 
prara.  — /).  Jaan:  Rubro.— D.  Sancho:  Ponce.  — D.  Vicente:  Silvos- 
tri.— Fe¿í/)a;  Maqueda. -Perico."  Segundo  barba. 

Una  tercera  forma,  como  dejamos  dicho  en  el  capítulo  XIII,  es  la 
Titulada  El  regañón,  que  es  el  viejo  tío  y  protector,  tipo  caricatu- 
resco. Relacionada  con  este  célebre  tema  de  la  falsedad  é  hipocre- 
sía femeninas,  está  la  titulada  El  no  de  las  dejas,  comedia  origi- 
nal en  tres  actos,  en  r.erso,  por  D.  Jaoier  de  Saelices.  Madrid, 
imprenta  de  D.  Norberto  Liorenci,  1836,  8.",  108  páginas.  D.*^  Bla- 
sa,  mujer  ya  machucha,  siempre  tiene  en  la  boca  su  horror  al  ma- 
trimonio, y  concluye  por  casarse  con  un  joven.  La  moraleja  la  for- 
mula al  final  un  desahuciado  heredero,  hermano  de  la  dama,  di- 
ciendo: 

¡Oh  mun(;Io,  tu  me  aconsejas, 

porque  todo  lo  escudriñas, 

no  fíe  en  el  Si  de  las  niñas 

ni  crea  en  el  No  de  las  viejas. 

(2)  El  ¡oGe/h  de  sesenta  años.  Comedia  en  un  acto  (per so).  Tra- 
ducida por  D.  F.  E.  Castrillón.  Representada  por  primera  i:>ez  en 
el  teatro  del  ÍPrincipe,  el  día  27  de  Agosto  de  181^.  Madrid, 
M.DCcc.xv,  8.",  88  páginas,  con  este  reparto: 

Sr.  Guzmán:  D.  Pedro,  tío  c¿í;.— Sii.  Maiqukz:  D.  Carlos,  aman- 
te cíe.  — Sra.  Af^ustina  Torres:  7).^  Clara,  oiuda.—'^Y.  Si'lvostri: 
D.  Manuel,  amigo  de  D.  Pedro.— ^v.  Fabiani:  Co-sA/ie,  médico.— 
Sr.  Cristiani:  D.  Serapión  y.— Sr.  Contador.  D.  Sisebuto,  acreedo- 
res de  D.  Carlos.— ^v.  López:  Blas,  maestro  zapatero. —  Hr.  Ave- 
'Mlla:  Fermín,  criado  de  D.  Pedro.  -La  escena  es  en  Madrid. 


392  ISIDORO   MAIQUEZ 


Carece  de  todo  mérito  la  comedia  ó  drama  en  tres  actos 
La  combinación,  estrenada  en  22  de  Octubre,  obra  detes- 
table por  absurda  y  sin  gracia  ninguna.  Milord,  por  una 
muerte,  huyó  de  Inglatera  á  España,  y  se  hizo  posadero. 
Á  su  casd^  llegan  por  casualidad  su  hija  Clarisa,  que  venia 
de  Jamaica,  y  á  quien  un  corsario  (Millot),  cautivó  y  la 
trajo  á  donde  era  preciso  para  que  hubiera  drama.  Claro 
es  que,  también  por  casualidad,  en  la  misma  casa  estaba 
Jacobo,  hijo  del  mejor  amigo  de  Milord,  aunque  sin  cono- 
cerse, que  se  enamora  de  Clarisa,  la  defiende  del  corsario 
y  contribuye  á  la  anagnórisis  general  (1). 

Donde  las  dan  las  toman  (2)  no  la  sobrepuja  mucho  por 
lo  trillado  del  asunto,  desenvuelto  con  irregularidad,  no 
obstante  el  recurso  de  los  cuatro  actos  en  que  está  divi- 
dida la  comedia. 

El  Tesoro  es  una  comedia  muy  parecida  al  Barón, 
de  Moratin.  Un  picaro,  fingiéndose  barón  y  ofreciendo  á 
D.  Braulio  hallar  minas  y  tesoros,  le  explota  y  aspira  á 
casarse  con  su  hija  Isabelita.  Esta  ama  á  su  primo  Pas- 
cual, y  D.  Pedro,   tío  rico  de  los  jóvenes,  protege  estos 


(1)  La  combinación.  Comedia  en  prosa,  en  dos  hctos.  Manus- 
crito 19-11,  de  la  Biblioteca  municipal,  con  aprobación  de  6  Octu- 
bre 1815  y  el  reparto  que  sigue: 

Milord,  bajo  el  nombre  de  Jerónimo:  Caprara.— /aco¿>o;  Ponce. 
— Clarisa:  Sra.  Agustina. — Enrica:  Sva.  Torres. —Millot,  corsario: 
Avecilla.— £'¿  Duque:  Fabiani. — Anselmo:  Guzmán. 

(2)  Donde  las  dan  las  toman  ó  la  vanidosa  corregida.  Comedia 
en  cuatro  actos,  en  prosa.  Biblioteca  municipfil  24-13,  con  las  apro- 
baciones y  licencias  de  12  y  14  de  Agosto  de  1815  y  el  reparto: 

Octavio  Onesti  (Ponce). —  Amón  (Cap rara).— Teocíorico  (Fa.h\[i- 
ni). —Rosalba  (Torres). — Lucinda  (Sánchez)  —Florante  (Gracioso). 
El  conde  Florindo  (^iWostri). — Ridolfo  (Rubio).  — C¿aacZío  (López). 
—  D.  Fernando  (Segundo  barha.).— Madama  Rúspoli  (Valdés).— 
Morisqueta  (Maqueda.).— Eugenia  (Cabo). — Roque  (Lledot). 

Todo  este  personal  necesitó  el  autor  para  formar  un  enredo,  se- 
gún el  cual,  casi  todos  los  interlocutores  se  ponen  de  acuerdo  para 
corregir  la  soberbia  y  ligereza  de  la  joven  Rosalba,  fingiendo  que 
su  padre,  Teodorico,  rico  negociante,  se  arruina  de  pronto  y  le 
abandonan  sus  antiguos  pretendientes,  excepto  uno,  Octavio,  que 
con  su  constancia  la  trae  por  el  camino  de  la  modestia  y  la  virtud. 
Es  original  de  Goldoni;  pero  esta  traducción  debe  de  ser  de  algún 
arreglo  francés  de  la  misma. 


CAPITULO   DECIMOSEXTO  393 

amores,  que  rechaza  D.*  Lucía,  hermana  del  mismo  don 
Pedro  y  de  D.  Braulio,  queriendo  dar  la  niña  al  supuesto 
barón.  Se  descubre  quien  es  éste  y  le  prenden,  acabando 
con  el  matrimonio  de  los  jóvenes  y  desengaño  de  don 
Braulio.  La  escena  es  en  la  Huerta  de  Murcia,  cerca  del 
lugar  de  Espinardo,  por  lo  cual  puede  presumirse  sea  ori- 
ginal, hasta  cierto  punto.  La  que  si  es  muy  distinta  es 
otra  de  igual  titulo,  traducida  de  Le  Trésor,  de  Andrieux, 
que  se  estrenó  en  1818  (1). 

El  trabajo  principal  de  este  año  fueron  las  óperas  y  ope- 
retas, en  que  se  esmeraron  la  Loretu  García  y  Julián  Mu- 
ñoz, en  competencia  con  los  cantantes  de  la  Cruz,  auxilia- 
dos de  las  demás  partes,  como  la  Palomera  y  la  Alonso,  y 
Crístiani  y  Dionisio  López.  Así  óperas  como  la  Alina,  que 
apenas  había  pasado  cuando  su  estreno,  y  otras  declara- 
das malas,  como  la  Isabela,  se  ejecutaron  muchas  veces. 

También  el  baile  ganó  terreno;  así  el  baile  nacional 
(bolero,  fandango,  seguidillas,  manchegas,  matraca), 
como  algunob  extranjeros  (minué,  alemanda,  gaveta),  y 
los  pantomímicos  y  de  espectáculo,  ó  con  asunto  que  com- 
ponían los  mismos  bailarines  ó  bailarinas.  De  todos  hay 
ejemplos  abundantes  en  las  listas  que  van  en  otro  lugar. 

De  sus  obras  más  famosas  ejecutó  Maiqubz  La  Atalia^ 
Blanca  y  Moncasín,  Orestes,  El  vano  humillado,  Osear, 
Numancia,  El  pastelero,  El  ricohombre,  Hijos  de  Edipo, 
El  filósofo  casado.  García  del  Castañar  y  Pelayo.  Á  me- 
diados de  Noviembre  enfermó  de  bastante  cuidado,  de  tal 
suerte,  que  no  pudo  trabajar  en  todo  Diciembre  y  prime- 
ros días  de  Enero,  hasta  el  12  que  se  presentó  en  una  obra 
ligera,  no  más  que  para  dar  fe  de  vida.  Desde  entonces, 
fueron  siendo  frecuentes  los  ataques  de  su  enfermedad  de 


(1)  El  Tesoro.  Drama  en  treíi  actos  (verso).  M.  M.  M.  Año  de 
181^.  Biblioteca  municipal  69-7.  Autógrafo  de  Enciso.  Aprobación 
y  licencias  de  19  y  21  de  Noviembre  y  6  de  Diciembre  de  1815  y 
este  reparto:  D.  Br-aulib,  Avecilla. — D.°-  Antonia,  Maqueda.  — /.sá- 
belita,  Loreto.— Pascual,  Rubio.— ^¿  barón,  galán  (Maiquk/).  - 
D.  Juan,  gracioso.—/).*  Luisa,  '¿raaona..— Bartolo,  Fahiam.  — Don 
Pedro,  Caprara.—  Un  zahori,  segundo  barba. 


394  ISIDORO   MAIQUBZ 


pecho,  que  le  producía  un  ronquido  particular  en  su  res- 
piración, quizás  dimanado  de  los  esfuerzos  que  durante 
tantos  años  venia  haciendo,  y  que  de  seg'uro  hubieran  ya 
rendido  á  otra  naturaleza  menos  resistente  que  la  suya. 

La  campaña  del  teatro  de  la  Cruz  fué  también  muy  lu- 
cida en  la  parte  musical,  que  empezó  (17  de  Abril)  por  el 
oratorio  sacro  El  hijo  pródigo  (1),  y  duró  once  días,  al  que 
siguieron  las  óperas  Ricardo  Corazón  de  León  (2),  La  Ce- 
nicienta, que  ahora  se  hizo  más  de  quince  veces  y  El  De- 
lirio, ópera  ya  vista;  Las  ruinas  de  Babilonia  (3),  comedia 
de  asunto  oriental  y  de  enredo  complicado;  La  joven  per- 


(1)    El  hi/'o pródigo.  Ópera  en  tres  actos  (nerso).  Biblioteca  mun 
cipal.  Reparto:  Rubén,  A\\ era.  — Neftalí;,  Sra.  Xirg.—A^ael,  B.  G¡ 


¡ni- 

ril. 

■Farán,  Ángel  López.— Jef telé,  Benita  Moreno.— Salenia,  Fran- 
cisca Moreno.— Í//Í.  mensajero,  Eufrasio  —Un  pastor,  Fernández. 

Es  tr¿iducción  detestable  del  francés.  El  asunto  es  muy  diverso 
del  que  refiere  el  Evangelio.  Azael,  joven  calavera,  abanclona  á  su 
amada  Neftelé  y  llega  á  Menfis,  donde  seduce  una  joven,  que  lue- 
go abandonada'^por  él  se  da  la  muerte.  Perseguido  por  los  parientes 
de  su  víctima,  vuelve  en  el  más  deplorable  estado  a  su  tribu,  que  le 
recibe  bien,  y  su  hermano  Farán  le  cede  á  Neftelé  con  quien  iba  á 
casarse.  Esta  ópera  se  repitió  al  año  siguiente  de  1816,  haciendo  los 
principales  papeles  Loreto  García  (Je/telé),  Laviña  (Saleinaj,  Ra- 
mos (Neftalé),  Segura  {el  mensajero),  y  los  demás  como  en  1815. 

(2)  Ricardo  Corazón  de  León,  ópera  en  prosa,  en  tres  actos. 
Año  de  1814.  Manuscrito  en  la  Biblioteca  Nacional  191-12,  con  este 
reparto:  Margarita,  Sra.  Baus.— /íicarrfo,  ¥^nha.^\o.  —  Dlotidel,  Gil. 
—  Florestdn,  Ángel. —  Villiams,  A\\erá.  —  Laareta,  l.oreto.  — Bea- 
triz, Justa,  etc.,  etc. 

Es  traducción  de  la  comedia  de  música  de  igual  título,  letra  de  Se- 
daine  y  música  de  Grétry,  pieza  llena  de  inverosimilitudes,  anacro- 
nismos y  cosas  ridiculas.  Su  asunto  es  la  libertad  del  Rey  por  Blon- 
del  y  la  condesa  de  Flandes,  Margarita,  amada  de  Ricardo. 

(3)  Las  ruinas  de  Babilonia.  Comedia  en  tres  actos  (verso). 
Manuscrito  en  la  Biblioteca  municipal  182-9,  con  el  siguiente  re- 
parto: Harum,  Diez  —GiaJ'ar,  gaXdn.-Zaida,  danla.  — //a.sa/i,  Con- 
chita.—  /•»'«/, ,  Campos.  —  Agib,  Morales.  —  Nair,  niño,  Velasco.  — 
Raimundo,  Xngel.  ~  Abulkasen,  ,l\isto.~  Morabec,  Ramón.—  T// 
guardia,  Alcázar,  etc.,  etc. 

Versa  sóbrela  conocida  historia  del  visir  Giafar,  á  quien  el  califa 
Harun  casó  con  su  hermana,  y  luego  por  celos  de  la  Sultana  hizo 
separarse.  Una  conjuración  puso  al  visu*  en  el  caso  de  perdonar  al 
califa  la  vida,  y  éste  á  su  vez  recibió  al  visir  en  su  gracia.  El  título 
responde  á  que  pasa  gran  parte  de  la  acción  en  las  ruinas  de  la 
ciudad,  donde,  en  un  subterráneo,  tenía  Giafar  á  su  hijo,  y  á  donde 
s.e  veía  con  Zaida  su  mujer. 


CAPÍTULO   DECIMOSEXTO  395 

seguida  (1),  drama  sentimental,  Los  dos  biombos  (2);  Ca- 
prichos de  Federico  II  ó  el  barón  de  Felchein,  asunto  to- 
mado de  una  novela  de  Pigault  Lebrun  (3);  Aradin  Barba- 
rroja  (4);  Víctor  ó  el  hijo  del  subterráneo,  melodrama  de 


(1)  Amanda  ó  la  j'ocen  perseguida.  Drama  en  tres  actos,  tradu- 
cido del  francés  (en  prosa).  Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal 
81-14,  con  aprobaciones  y  licencias  de  16  de  Junio  de  1815  y  26  de 
Enero  de  1816,  y  este  reparto:  Mortimer,  amante  de  (López). — 
Amanda,  hija  del  duque  de  Dunreath  (Sra.  B3lus).  —  C  herbar  y,  pa- 
dre de  Mortiner  (Pérez).-  Belgrave,  coronel  (Diez).  — Boston,  ca- 
pellán (Paz).— Milady  Rudof,  hija  de  la  segunda  esposa  del  duque 
(Sra.  Ramos). — Carlota,  aya  de  Amanda  (Sra.  Virg).  Versa  sobre 
los  infortunios  de  una  joven  virtuosa  calumniada  y  perseguida  por 
una  hermanastra  suya,  si  bien,  al  fin,  triunfa,  como  era  de  rigor,  la 
inocencia. 

(2)  Nada  con  exceso  ó  los  dos  biombos.  Ópera  en  un  acto  (en 
prosa).  Biblioteca  municipal  196-10.  Dos  recién  casados  se  retiran 
á  una  casa  de  campo  de  un  tío  suyo,  cerca  de  Madrid,  con  el  pro- 
pósito de  aislarse  de  toda  sociedad.  Es  en  invierno  y  el  aburrimien- 
to no  tarda  en  presentarse.  El  tío,  para  hacerles  regresar  ala  corte 
é  impedir  que  el  hastío  se  convierta  en  odio^  se  presenta  de  secreto 
é  interviene  en  una  diversión  que  ellos,  no  sabiendo  ya  qué  hacer, 
habían  ideado  para  entretenerse.  Era  fingir  que  estaban  ausentes 
uno  de  otro,  para  lo  cual  se  habían  ocultado  cada  uno  por  un  biom- 
bo y  se  escribían  cartas  que  un  criado  les  entregaba  á  guisa  de  co- 
rreo. El  tío,  en  vez  de  las  cartas  que  escribían,  les  da  á  cada  cual 
la  de  su  antiguo  amor,  ocasionando  una  escena  de  celos  que  el  mis- 
mo tío  apacigua  y  se  los  trae  á  la  corte.  Como  se  ve,  el  asunto  es 
ingenioso,  pero  está  mal  desenvuelto. 

(3)  El  barón  de  Felchein.  Comedia  en  tres  actos  (prosa).  Biblio- 
teca municipal  90-10,  con  las  'aprobaciones  y  licencias  de  12  y  20 
de  Junio  de  1815.  También  se  imprimió  sin  lugar  ni  año,  en  4.",  con 
el  título  de  Caprichos  de  Federico  II  ó  sea  el  barón  de  Felchein, 
y  también  con  el  título  de  Caprichos  de  Federico  H  ó  los  húsares 
de  Felchein,  en  Valencia,  por  Jimeno,  1820,  8.°  Es  la  historia  de  un 
joven  edecán  del  Key  que,  preso  en  un  castillo  por  sus  calaveradas, 
se  escapa  el  día  do  una  batalla  y  luclia  heroicamente,  gana  bande- 
ras, y  en  unión  dé  otro  camarada,  salva  la  vida  al  mismo  Rey  de 
Prusia.  Obtiene  el  perdón  y  la  mano  dé  una  joven  que  amaba. 

(A)  Aradin  fíarbarroja.  Drama  en  tres  actos  (prosa).  Bibliote<;a 
municipal  87-7.  Se  estrenó  el  30  de  Octubre  de  1815.  Ainarez,  Ka- 
i'ae\.— Ramiro,  \n<¿e\.—Laurentina,  Antera.—  Estf'f ano.  Diez.— 
Al  adi/i,  González.— Rustan,  López.— Zamor,  Rubio. — Pedro,  gra- 
fio? o.— rrí«fó¿>aZ,  Ortigas.— Marí'eía,  Ramona. 

Es  una  buena  persona  el  famoso  corsario.  Se  apodera  de  Reggio 
y  amenaza  á  todos  sus  habitantes;  pero  de  pronto  se  enternece 
ante  la  vista  del  joven  Ramiro  (que  al  final  resulta  hijo  suyo),  cria- 
do por  Alvarez,  gobernador  español  de  Reggio.  Perdontrá  todos: 
se  hace  amigo  délos  españoles;  casa  á  su  hijo  con  Laurentina,  hija 


396  ISIDORO   MAIQURZ 


bandoleros,  asalto  de  castillo  y  batalla  general  (1),  y 
El  hombre  de  la  selva  negra,  obra  de  igual  género,  es- 
crita por  Boisie  en  1809  y  traducida  ahora  por  Bernardo 
Gil.  Hay  en  esta  obra  privado  perseguido,  hijo  robado, 
traidor  cruel,  cómplice  arrepentido,  gitanos  de  ambos  se- 
xos, y,  al  fin,  rehabilitación  de  unos,  castigo  de  otros  y 
boda  (2). 

En  las  notas  van,  por  no  alargar  este  capítulo,  algunas 
noticias  de  estas  obras  que  entonces  deleitaban  á  nues- 
tros abuelos,  asi  como  de  las  comedias  La  vieja  y  los  ca- 
laveras (3),  Seguir  dos  liebres  aun  tiempo  (4),  La  disensión 


de  Alvarez;  castiga  al  traidor  Estéfano,  italiano,  que  por  celos,  le 
había  facilitado  la  toma  de  la  ciudad  y  se  vuelve  al  África  muy  con- 
tento. 

(1)  Víctor  ó  el  hijo  del  subterráneo.  Comedia  en  tres  actos  (pro- 
sa). Biblioteca  Nacional  88-1.  Licencia  de  18  de  Noviembre  de 
1815.  Roger,  Diez.—  Víctor,  Carretero.— Baráa,  Rafael.—  Valentín, 
Oros-Cnhas.  —  Forbán,  Curro.—  Bandidos... —  Clemencia,  Baus. — 
Matilde,  Pinto  (Dolores). 

A  Víctor,  hijo  de  lloger,  bandolero  alemán,  y  abandonado  en  un 
subterráneo,  íe  cría  el  barón  y  quiere  casarlo  con  su  hija.  Roger 
asalta  el  castillo  del  barón  buscando  á  Matilde  para  que  le  diga  el 
paradero  de  su  hijo.  Es  rechazado  y  vencido  por  el  mismo  hijo,  sin 
conocerse.  Matilde  se  lo  revela.  Víctor  va  al  lado  de  su  padre  para 
que  abandone  su  vil  oficio  y  pueda  casarse  el  con  la  hija  del  barón. 
Cuando  está  á  punto  de  lograrlo,  los  soldados  alemanes  acometen  á 
los  bandidos,  y  á  Roger  le  mata  su  segundo,  Forlíán,  al  ver  que 
quiere  dejarlos.  Perdón  y  boda  subf^iguiente. 

(2)  El  hombre  de  la  seloa  negra.  Comedia  en  tres  actos  (prosa). 
Traducida  del  frannrs  por  B.  G.  Representada  en  el  coliseo  de  la 
Cruz  el  año  de-l8í5.  N'alencia,  Jimeno,  1822,  8.°,  88  páginas.  Tam- 
bién la  reimprimió  al  siguiente  año  en  la  misma  ciudad  Ildefonso 
Mompié,  en  8.°,  y  antes  en  este  mismo  año  de  1815  se  estampó  en 
Madrid,  en  la  imprenta  que  fué  de  García,  en  8.°,  y  en  la  Biblioteca 
municipal  hay  un  manuscrito  con  las  aprobaciones  y  licencias  co- 
rrespondientes á  la  fecha  de  su  estreno. 

(3)  La  üieja  if  los  dos  ralaaeras.  En  un  a'-to  (prosa).  Manuscrito 
90-12  de  la  Biblioteca  municipal.  Pieza  insustancial  y  caricaturesca 
por  todos  lados  que  se  la  mire.  No  merece  hablar  de  ella.  Sin  em- 
bargo, se  imprimió  en  Valencia,  por  Gimeno,  1822,  en  8.° 

(4)  Seguir  dos  liebres  á  un  tiempo.  Comedia  en  tres  actos  en 
verso.  Biblioteca  municipal  145-12,  con  las  aprobaciones  y  licen- 
cias de  10  y  23  de  Septiembre  de  1815  y  el  reparto:  D.  Félirr,  Carre- 
tero.—/). Marcos,  Oros.—/).  Jidián,  Ángel.  — D.*  Clara,  Carmena, 
D.^  Beatriz,  Maseras.  —  /).^  Marta,  Ramos.— Martín,  Morales.— 
Marcela,  Yirg.— Cosme,  AUerá.— Inés,  Ramona. —  Una  criada. 


CAPÍTULO   DECIMOSEXTO  89? 

fraternal  (1),  El  diablo  mvjer  (2)  y  El  barón  del  Saba- 
nal (3),  que  se  ejecutaron  seguidamente. 

El  Rey  asistió  muchas  veces  á  los  dos  teatros  en  este 
año,  sin  desdeñar  las  funciones  más  populares,  pues  vol- 
vieron las  comedias  de  magia,  como  Marta  la  Romaranti- 
na,  El  anillo  de  Giges  y  El  mágico  de  Erivan,  ejecutadas  en 
este  año  quo  terminó  en  Carnaval,  27  de  Febrero  de  1816. 


Los  tres  primeros  galanes  y  las  dos  primeras  damas  se  engañan 
unos  á  otros,  admitiendo  cllas'el  obsequio  de  todos  y  galanteándolas 
ellos.  Los  lances  y  encuentros  forman  el  enredo  de  esta  comedia, 
muy  scmejíinte  á'^las-  del  siglo  xvii,  y  puede  que  sea  arreglo  de  al- 
uiina.  F.s  obra  de  Enciso  Castrillón.  " 

(1)  L(í  disensión  fraternal.  Comedia  en  tres  actos  (en  prosa). 
Manuscrito  103-8  de  la  Bil)lioteca  Nacional  con  las  aprobaciones  y 
licencias  de  23  de  Septiembre -y  21  de  Noviembre  1815.  D.  Grego- 
rio, Rafael.  —  /).  Marcelo,  Gon/Ález. — D.  Hilario,  Campos.— Car- 
/o.«í,  López. — Rosa,  Antera. —  D.^  Margarita,  Virg.— Andrés,  Mu- 
ñoz.— Nicolasa,  hija  de  la  Virg. 

Comedia  muy  inverosímil,  en  fuerza  de  querer  extremar  el  ca- 
rácter de  dos  hermanos  de  genio  vivo,  que  se  aman  entrañable- 
mente, y  por  cualquier  bicoca  riñen  y  se  insultan,  llenando  de 
pena  á  su  mujer  y  su  hijo  y  á  su  sobrina,  huérfana  á  cargo  de  don 
Marcelo,  Todo  el  enredó  consiste  en  eso;  riñas  y  reconciliaciones, 
que  el  episodio  amoroso  de  Rosa  y  Carlos  tiene  pocos  lances. 

(2)  Floro,  ó  el  diablo  mujer.  Drama  en  tres  actos,  prosa,  l^iblio- 
teca  municipal.  Manuscrito  112-13  con  las  aprobaciones  y  licencias 
de  19  de  Diciembre  de  1815  y  8  de  Enero  de  1816.  Reparto:  Alfonso, 
duque  de  Ferrara,  IMez.—Amaldi,  Ange\.—  Verner,  González.— 
Gianeti,  Barba.— /-Yo/'a,  joven  prometida  de  Amaldi,  Baus.— Mar- 
co, Paz.—Diabolo,  Ovoh.— Andrea,  Curro.— Saloator,  Fernández. 
—  Pedro,  Andrés.— Guardias,  pq/es,  etc.        * 

'  Al  duciue  quiere  asesinar  y  heredar  su  hermano:  Flora  lo  sabe  y 
por  meaio  ele  intrigas  y  disfraces  consigue  impedirlo  y  hacer  se 
castigue  al  crinu'nal  y  á  sus  cómplices. 

(3)  El  barón  del  Rabanal  ó  el  chasco  por  castigo.  Opera  en  tres 
actos. 


i 


^«1 


CAPITULO  XVII 


Estreno  de  la  notable  comedia  antigua  refundida,  Cuantas  veo  taii' 
tas  quiero,  por  Isidoro  Maiquez,— Otras  representaciones.— Ga- 
nancias.— Los  revendedores  de  entonces.— Estreno  del  drama  La 
urraca  ladrona. — Otros.— Obras  nuevas  en  la  Cruz.— Muertes 
de  Francisco  Baus  y  de  José  Oros(1816-1817). 

ISGU8TADAS  las  hermanas  Moreno  con  Bernardo  Gil, 
por  competencias  con  su  mujer  Antera  Baus,  pidie- 
ron y  lograron  en  la  formación  de  1816  pasar  al 
lado  de  Maiquez,  que  seguía  siendo  autor  de  la  coupa- 
ñia  del  Principe,  en  laque  entraron  con  partidos  de  40 
reales  Benita  y  20  su  hermana  Francisca.  Entró  también 
de  sobresalienta  Ramona  García,  sobrina  de  Rita  Luna; 
pero  no  salió  más  que  una  vez  en  vista  del  desagrado  del 
público. 

En  lo  que  hubo  grandes  aumentos  fué  en  la  sección  de 
baile  que  llegó  á  contar  13  partes  principales,  algunas 
extranjeras,  como  Justina  Quatrini  y  su  marido  Juan  Bau- 
tista Cozzer,  á  quienes  se  pagaron  8.800  reales  mensuales. 
Vinieron  también  María  Fabiani,  que  estaba  en  Lisboa,  y 
Antonio  Cairón,  famoso  compositor  de  bailes  pantomími- 
cos, el  también  renombrado  Manuel  de  León,  director  de 
bailes  españoles  y  otros. 

La  compañía  de  la  Cruz  siguió  la  misma  del  año  pasa- 
do, con  la  excepción  de  pasar  Loreto  García  á  primera  de 
cantado  en  el  hueco  de  Benita  Moreno. 


40Ó  ISIDORO   MAIQÜB2 


Inauguraron  sus  tareas  los  dos  teatros  el  14  de  Abril, 
representándose  en  el  Principe,  á  las  siete  y  media,  la  pre- 
ciosa comedia  antigua  de  D.  Francisco  de  Avellaneda  y 
D.  Sebastián  de  Villaviciosa,  Cuantas  veo  tantas  quiero^ 
refundida  y  arreglada,  en  cuatro  actos,  por  D.  Dionisio  So- 
lis.  Hizo  Maiquez  el  papel  de  D.  Pedro,  aquel  Tenorio  mi- 
tigado que,  al  fin,  pierde  su  libertad  y  se  enamora  ciega- 
meutede  la  que  supone  criada  de  una  de  sus  victimas,  aun- 
que en  realidad  es  una  dama  distinguida  que  así  se  disfra- 
za para'más  castigar  al  voluble  galán.  Papel  éste  de  doña 
Elena,  triunfo  en  otro  tiempo  de  Antonia  Prado,  muy  difí- 
cil, por  tener  que  representar  caracteres  tan  diferentes, 
de  una  señora  enamorada  y  fingir  desdenes  como  criada. 
Estuvo  á  cargo  de  Agustina  Torres,  así  como  el  de  doña 
Angela  al  de  la  Maqueda  y  el  de  la  verdadera  Inés,  cria- 
da de  D.^  Elena,  no  menos  difícil  que  el  de  su  ama,  por 
el  extremo  contrario,  pues  se  disfraza  de  señora,  pero 
descubriendo  con  su  desenvoltura  su  verdadero  pues- 
to, ejecutado  por  la  insigne  Gertrudis  Torre,  graciosa 
irremplazable.  Los  demás  papeles,  con  excepción  del  la- 
cayo Coleto  (Antonio  Guzmán),  no  son  muy  lucidos  y  los 
hicieron  la  Cabo,  la  Spontoni  y  Silvostri  (1). 


(1)  Cuantas  oeo  tantas  quiero.  Comsdia  anticua  refundida  en 
cuatro  artos  (verso).  Manuscrito  de  la  Biblioteca*  municipal  con  las 
licencias  de  23  de  Marzo  de  1816  y  este  reparto:  D.  Pedro:  Mai- 
QüKZ.  — D.  Carlos:  Silvostri.  — D.^  Elena:  Sra.  Agustina.  —  /).^  An- 
gela: Sra.  Maqueda.— //le'v:  Sra.  Torre.  -Leonor:  Sra.  Cabo.— Ce- 
lia:  Sra.  Spontoni.  — Co¿eío:  Guzmán.  Salvo  la  pérdida  de  algunos 
versos  buenos  que  Solís  suprimió,  son  muy  acertadas  sus  modiñca- 
ciones,  al  suprimn^  personajes  y  episodios  nmecesarios.  Para  que  se 
vea  cuan  empapado  estaba  Soíís  en  la  poesía  del  siglo  xvii,  copia- 
mos el  principio  de  la  comedia,  cuyos  versos  no  están  en  el  original 
antiguo: 

D.  Pedro 

¡Qué  puro  corre  el  ambiente! 

Coleto 

Sí,  mas  temprano  lo  tomas, 
pues  que  con  el  sol. asomas 
á  saludar  esta  fuente, 


CAPÍTULO    DECIMOSÉPTIMO  401 

En  la  Cruz  se  ejecutó  la  comedia  de  Cañizares,  Si  una 
vez  llega  á  querer,  por  la  Carmona,  la  veterana  J.  Virg  y 
la  Ramos  y  Antonio  González,  Rafael  Pérez,  Oros  y  otros 
de  menor  importancia. 

Durante  este  año  de  1816,  sin  que  pueda  decirse  que  él 
trabajo  de  Maiquez  fuese  escaso,  no  tuvo  la  importancia 
de  los  anteriores.  No  estrenó  ninguna  obra  de  grande  in- 
terés, aunque  ai  obtuvieron  aplauso  algunas  como  iremos 
viendo.  De  sus  tragedias  sólo  ejecutó  tal  cual  dia  Ótelo, 
El  Cid,  Pelayo,  Numancia,  Osear  y  Blanca  y  Moncasín. 
Por  cierto  que,  habiendo  dispuesto  hacer  esta  última, 
el  3  de  Noviembre,  el  Gobierno  la  suspendió.  Ofendióse 
Maiquez  y  se  negó  á  trabajar  algunos  días,  hasta  que 
el  12  se  le  obligó  á  salir  á  escena,  á  petición  de  Fernan- 
do VII,  que  asistió  al  García  del  Castañar,  y  el  16  pudo  ha- 
cer por  la  tarde  su  tragedia. 

En  cambio  puso  en  escena  bastantes  veces  algunas  de 
nuestro  antiguo  teatro  como  El  parecido  en  la  corte,  El 
ricohombre  de  Alcalá,  El  astrólogo  fingido  y  El  pastelero 
del  Madrigal. 

El  público  seguía  favoreciendo  el  teatro  y  Maiquez  y 
sus  compañeros  obtuvieron  exactamente  las  mismas  uti- 
lidades que  el  año  anterior,  no  obstante  haberse  aumen- 
tado la  compañía  con  partes  costosas  como  las  extranje- 
ras. Prueba  de  la  afluencia  del  público  es  que  continuaba 
el  abuso  de  los  revendedores  en  términos  de  producir 
nuevas  quejas  en  el  periódico  único  diario  de  entonces, 
que  el  14  de  Abril,  decía  que  en  las  apreturas  para  sacar 
los  boletines  de  entrada  le  robaban  á  unos  los  pañuelos, 
relojes,  cajas  y  bolsillos. 

«Pagábanse  antiguamente  (añade),  dos  reales  por  estar 


en  que  Mariblanca  triste, 
calladísima  doncella, 
remate  perpetuo  de  ella 
al  calor  y  al  frío  asiste. 
Y  que,  entre  tantos  rigores, 
se  queja  con  lengua  muda 
tan  sólo  de  estar  desnuda 
en  presencia  de  aguadores. 


26 


402  ISIDORO  maiqüeZ 


de  pie  en  el  patio  y  había  las  oleadas  y  los  gritos,  palma- 
das de  moda,  susurro,  toses  ficticias,  y  otras  cien  incomo- 
didades con  que  se  molestaba  por  los  distintos  partidos  á 
los  actores  y  á  los  concurrentes,  sin  que  la  policía,  por  la 
dificultad  de  conocer  los  alborotadores,  pudiese  contener 
el  abuso.  Esto  se  ha  reformado  poniendo  asientos  en  el 
patio  y  variando  la  disposición  de  las  galerías  y  sillones; 
pero  los  bancos  que  se  han  puesto  parecen  bancos  de  ga- 
lera, los  asientos  son  tan  estrechos  que  parecen  medidos 
para  asentaderas  de  pigmeos.  En  el  coliseo  de  la  Cruz, 
exceptuando  las  tres  primeras  filas  de  lo  que  se  llama  pa- 
tio, las  demás  sólo  pueden  servir  para  ciegos,  porque  en 
ellas  nada  goza  el  sentido  de  la  vista.  En  el  del  Príncipe, 
es  tan  pequeño  el  tal  patio,  que  son  muy  pocos  los  que 
pueden  lograr  el  precio  ínfimo,  que  en  uno  y  otro  es  una 
peseta,  en  lugar  de  los  dos  reales. 

¿Y  qué  diremos  de  las  llamadas  tertulias,  antes  palcos 
terceros,  en  donde,  fuera  de  los  primeros  asientos  latera- 
les de  la  delantera  más  apartados  del  teatro,  nada  de  éste 
se  goza?  Pues  tome  usted  los  asientos  fronterizos  de  la 
que  siempre  fué  tertulia,  que  con  el  aumento  de  arañas 
que  se  han  colocado  para  reformar  la  obscuridad,  son  los 
peores,  y  pague  ust^d  dos  pesetas  por  delantera  indistin- 
tamente, y  tres  ó  cuatro  reales  por  los  demás  puestos  para 
sólo  llenarse  el  cuerpo  del  humo  de  las  luces  y  de  los  va- 
porea que  exhalan  todos  los  concurrentes...»  Termina  el 
comunicante  con  otras  observaciones  sobre  las  puertas  de 
salida  en  caso  de  incendio,  que  estaban  mal  dispuestas 
en  ambos  coliseos. 

Li  primera  obra  nueva  en  que  Maiqu-z  intervino  du 
rante  este  año,  fué  el  famoso  «drama  historial»,  en  cuatro 
actos,  traducido  del  francés,  La  urraca  ladrona,  más  cé- 
lebre aún  después  como  ópera  rosiniana  con  el  titulo  de 
la  Gazza  ladra.  En  esta  obra,  tan  interesante  y  conmove- 
dora como  falsa,  hizo  Maiqubz  el  papel  del  joven  Ricar- 
do, prometido  de  Ana,  la  victima  de  la  mala  voluntad  de 
su  futura  suegra  y  de  la  rapacidad  de  la  urraca.  Las  du- 


Capítulo  decimoséptimo  4Ó3 

das,  temores  y,  al  fin,  la  completa  seguridad  en  la  inocen- 
cia de  Anita,  y  los  esfuerzos  por  salvarla  son  el  fondo  del 
papel  de  Maiqübz.  Púsose  en  escena  con  lujo,  estrenando 
decoraciones  y  vestuario,  adecuados  á  la  obra,  que  logró 
entre  nosotros  éxito  parecido  al  obtenido  en  Francia, 
pues  duró  catorce  días,  cosa  aquí  muy  poco  frecuente  (1). 
Antes  de  esta  obra  habíanse  estrenado  en  el  Príncipe 
El  padre  irritado  (2),  comedia  en  tres  actos,  en  que  figu- 


(1)  El  original  de  esta  pieza  lleva  el  título  de  La  pie  voleuse  ou 
la  Surcante  de  Palaiseau,  nielodrame  historique  en  trois  actes  et 
en  pro$e,par  MM.  Caignies  et  D'Aubigny,  musique  de  M.  Aleoían- 
dre  Pincini.  Se  estrenó  en  París  en  el  teatro  de- la  Porte-Saint  Mar- 
tín, el  29  de  Abril  de  1815. 

Para  nuestro  teatro  la  tradujo  D.  Félix  Enciso  Castrillón  con  el 
título  de  La  urraca  ladrona.  En  cuatro  actos,  prosa.  Biblioteca 
municipal,  77-9.  Manuscrito  con  el  reparto  que  si^e:  Ana,  señora 
Agustina.— Gercasio,  AvecWla.— Juliana,  Sra.  Torve.— Ricardo, 
Maiqvez.  — Eduardo,  Caprava..  — Blas,  Guzmán.—Francoeur,  Fa- 
h\an'\.— El  Juez  de  Palaiseau,  Cubas.— Jorge,  Contador.— Beltrdn, 
Silvostri.— /áíaae,  Guzmanito.—  U/ia  urraca,  Morfeo  (sic).— Aldea- 
nos ij  gendarmes. 

En  la  misma  Biblioteca  hay  otro  manuscrito  (199-82),  con  texto 
diferente,  y  muchos  años  después  se  imprimió  La  urraca  ladrona. 
Melodrama  de  grande  espectáculo,  nueoamente  arreglado  en  cua- 
tro actos  y  en  verso,  por  D.  Pedro  Escamilla.  Estrenado  el  18  de 
Enero  de  186.3  en  el  teatro  del  Príncipe,  Madrid,  González, 
1863,  4.'^ 

Como  ópera,  se  redujo  á  dos  actos,  y  sobre  el  libreto  de  Gherardi, 
•compuso  Rossini  su  célebre  partitura,  que  estrenó  en  la  Scala  de 
Milán,  á  principios  de  1817.  La  Gazza  fué  estrenada  en  Madrid 
(cosa  rara)  el  30  de  Mayo  de  1821,  cuatro  meses  antes  que  en  Pa- 
rís, por  la  Lorenza  Correa,  que  ya  la  había  cantado  en  Italia,  y  se 
repitió  otras  Veinte  veces  en  el  curso  del  año.  No  dejó  de  hacerse 
en  los  siguientes  (véase  Carmena,  Crónica  de  la  ópera  italiana  en 
Madrid,  pág.  404),  y  los  libretos  fueron  traducidos  ó  impresos  va- 
rias veces.  Alguno  está  en  verso  castellano. 

(2)  El  uA'did  contra  la  obstinación  ó  el  padre  irritado.  Come- 
dia en  tres  actos  en  berso.  Biblioteca  municipal,  28-12,  con  las  apro- 
baciones y  licencias  de  7  y  9  de  Mayo  de  1816,  y  otro,  autógrafo  de 
Enciso,  su  traductor,  y  este  reparto:  Gesner,  Caprava.— Simón, 
AxeciÚa.—Lfabel,  Sra.  Agustina.  — Car¿o«,  Silvostri. — Mariana, 
Maqueáa.— Martín,  criado,  Guzmán, — Luisa,  criada,  Sra.  Cabo. 

La  escena  en  una  aldea  cerca  de  Zurich;  Gesner,  el  autor  de  los 
idilios,  es  amigo  de  Simón,  padre  de  Isabel,  quien  se  ha  casado  de 
secreto  con  Carlos,  militar  que  cayó  prisionero.  Isabel  cree  que  le 
enj^añó  su  marido,  de  quien  nada  sabe;  consulta  á  Gesner,  quien  se 
lo  dice  á  Simón,  y  éste  quiere  matar  á  su  hija  y  la  abandona,  así 


404  ISIDORO   MAIQUÉ3¿ 


ra  Gesner,  el  poeta  délos  idilios;  La  madrastra,  drama 
en  dos  (1),  en  que  do  intervino  Maiquez,  y  la  ópera  en 
tres  actos,  Horacios  y  Curiados,  traducción  hecha  por  So- 
lis,  de  la  italiana,  libreto  de  Sografi  y  música  de  Cimaro- 
sa,  ya  antigua,  pero  que  las  Moreno  habían  traído  delta- 
lia  (2). 


como  á  un  hijo  que  Isabel  dio  á  luz.  La  venida  de  Carlos  aquieta 
todo. 

El  ardid  es  entregar  á  Simón  el  niño,  como  si  fuese  de  otro,  ex- 
citando sus  buenos  sentimientos,  al  contarle  como  agena  su  propia 
crueldad. 

(1)  La  madrastra.  Comedia  en  verso  en  dos  actos.  Manuscrito 
48-9  de  la  Biblioteca  municipal  con  las  aprobaciones  y  licencia  de  17 
y  21  de  Abril  de  1816,  y  el  reparto:  La  baronesa,  Ramona.  — CZarz- 
ta,  Maqueáa.— Matilde,  dama. —  D.  León,  Caprara.— Z).  Carlos, 
López. — D.  Macario,  Cristiani.— Petra,  graciosa.—  Simón,  Guz- 
mán. 

La  baronesa,  madrastra  de  Matilde,  la  trata  mal,  al  revés  de  su 
hija  Clara  que  la  estima.  La  venida  inesperada  del  padre,  D.  León, 
cuando  la  madrastra  la  iba  casar  con  D.  Macario,  tartamudo  y 
hombre  soez,  restablece  el  orden  en  su  casa. 

Antes  ya  se  había  representado  en  los  Caños  y  por  Maiquez  esta 
obra,  según  otra  versión,  y  con  el  título  de  Clementina  ó  la  ma- 
drastra. Drama  en  dos  actos,  traducida  del  francés  por  D.  Vicente 
Rodríguez  de  Arellano.  Así  lo  indica  el  manuscrito  73-7  de  la  Bi- 
blioteca municipal  que  lleva  este  reparto:  Clemejitina,  A.  Prado.— 
Cecilia,  i^ra.  Bviones. —Mad.  Yervill,  A.  Ortega.— í//i  escribano, 
Onnycia,.—  Seligny ,  I.  Maiquez.— Mr.  Richard,  E.  Cristiani,—Af aría^ 
criada,  G.  ToTTe.—Blas,  Suárez. 

(2)  Horacios  y  Curiados.  Opera  seria  en  tres  actos,  puesta  en* 
música  por  el  maestro  Domingo  Cimarosa.  Manuscrito  en  la  Bi- 
blioteca municipal  192-17,  con  enmiendas  de  mano  de  Solís,  á  quien 
pertenece  esta  traducción  y  el  reparto:  Tulo,  Rey  de  Roma,  (Pa- 
checo) Contador.— Meció,  dictador  de  Alba. — Publio  Horacio,  Fa- 
biani.— Mareo  Horacio,  Dionisio  López.— //orací'a,  Benita  More- 
no.—Cariacío,  Francisco  Moreno.-  Sabina,  (Lledot),  Cabo.— £"/ 
Supremo  Augur,  Justo  Más. — Licinio,  senador,  Rubio.  — /)o,*<  Ho- 
racios.— Dos  Curiados.—  Coro. 

Otro  manuscrito  lleva  aprobaciones  de  25  de  Abril  de  1816. 
Toda  está  muy  bien  versificada.  Véanse  como  muestra  las  Im- 
precaciones de  Horada. 

Dioses;  si  justos  sois,  al  dolor  mío, 
dad  condigna  venganza;  haced  que  Roma 
sienta  sobre  sus  fieros  ciudadanos 
la  pena  que  merece  su  deUro. 
Que  en  nube  tenebrosa  y  raudo  trueno 
ba)e  sobre  ella  en  curso  arrebatado 
a  llama  celestial,  ministro  de  ira. 


CAPÍTULO   DECIMOSÉPTIMO  405 

Además  de  éstas,  se  estrenaron  La  inocencia  y  la  intri- 
ga, en  que  se  dramatizó  un  suceso  verdadero,  pero  que 
más  bien  parece  propio  de  una  novela  (1);  la  pieza  en  un 
acto  El  hijo  natural  y  el  legitimo  (2),  en  función  á  que 
asistió  el  Rey;  El  hijo  abandonado,  que  no  lo  es,  sino  que 
él  abandona  á  todos  (3);  El  filósofo  fabulista,  refundición 


nuncio  de  su  furcr.  y  templo  y  aras 
y  palacios  abrase,  y  que  este  suelo 
en  que  se  funda  el  seno  cavernoso 
abra  y  se  trague  los  escombros  de  ella 
y  en  su  infelicidad  no  encuentre  en  nadie 
la  piedad  que  a  los  otros  ella  niega. 


Este  célebre  asunto  dramático  recibió  música  de  otros  seis  com- 
positores, y  Solís  compuso  después  sobre  el  mismo  su  tragedia  Ca- 
mila. 

(1)  La  ¿fiocencia  y  la  intriga  ó  el  robo.  Hecho  verdadero,  suce- 
dido en  Marsella  en  1687.  Valencia,  imprenta  de  José  Gimeno, 
1824,  S.°,  106  páginas.  Un  Sr.  Anglade,  acusado  de  un  robo,  fingi- 
do para  apartarle  de  su  mujer,  por  un  aspirante  averigua  por  me- 
dio de  un  criado  los  autores  y  el  principal  culpable  que  se  suicida. 

(2)  Los  hermanos  ler/ítimo  y  natural.  Drama  en  un  acto  (ver- 
so). Manuscrito  71-1  de  la  Biblioteca  municipal,  con  las  aprobacio- 
nes V  licencias  de  27  y  31  de  Enero  de  1816.  Es  obra  de  Enciso.  El 
bat'ón.  Avecilla.— CaWos,  coronel,  Maiqukz.— Leo/ior,  D.^  Ana.— 
Hipólito,  ^\\\OBÍT\io.  — Augusto,  Espontoni. —fíaríoío,  Guzmán.— 
Criado,  López. 

El  coronel  Carlos,  sobrino  del  barón,  tuvo  amores  con  Leonor  y 
un  hijo,  Augusto.  Luego  la  abandonó  y  casó  con  otra  y  tuvo  otro 
hijo,  Hipólito.  Quedó  en  breve  viudo  y  aburrido  se  fué  á  viajar.  Pasó 
doce  años  fuera;  dio  la  vuelta,  y  al  volver,  cuando  los  niños  tenían 
va  catorce  ó  quince  años,  al  preguntar  por  su  hijo  se  le  presentan 
ios  dos  (pues  el  barón  había  recogido  á  Leonor,  de  quien  era  pa- 
riente y  educado  á  su  hijo  como  al  otro).  El  padre  no  sabe  cuál  de 
ellos  es  el  hijo,  que  él  cree  único,  y  al  fin  se  entera  de  que  tiene 
otro;  aparece  Leonor,  confiesa  su  falta;  Carlos  ofrece  casarse  con 
ella  y  todos  contentos. 

(3)  El  hi/'o  abandonado.  Drama  en  tres  actos  (prosa).  Manus- 
crito de  la  Biblioteca  municipal  36-14,  con  las  aprobaciones  y  licen- 
cias do  12  y  14  de  Julio  de  1816.  El  comendador  Aljieri,  gíúán.— 
León,  López.— El  barón  de  Albini,  Caprara.-  Justillo,  Gil. —  Beni- 
ni,  gracioso. — Esv'fano,  AveaúVá.—  Rib^ildi,  Fabiani.— t//i  cabo, 
segundo  hsirhi.— Celeste,  darna.- María,  Sánchez. -Zaneta,  Ma- 
queda.— La  escena  en  1770,  en  I'esti  ó  Posidonia. 

El  barón  arruinado  y  averg  jnzado  por  los  desórdenes  de  su  hijo 
.lustino,  se  refugia  en  un  lugar  del  Comendador  que  le  nombra  su 
juez.  Acompáñale  su  sobrina,  Celeste,  de  auien  se  enamora  el  con- 
de León,  sobrino  del  Comendador;  pero  ella  sigue  amando  ásu  pri- 
mo Justino.  La  casualidad  trae  al  país  á  éste,  pobre,  enfermo  y 


406  ISIDORO   MAIQÜBZ 


ma  Por  salvar  al  delincuente  (2),  de  los  más  desatinados 
de  su  género,  y  en  el  que  Maiqubz  hizo  el  papel  de  un 
furibundo  celoso,  que,  sin  enterarse,  da  de  puñaladas  á 
un  amigo  suyo. 

Vienen  luego  (29  de  Septiembre)  la  ópera  La  italiana 
en  Argel  (3),  en  dos  actos,  traducida  de  la  de  Anelli,  música 


arrepentido;  y  reconocido  por  Celeste,  quiere  reconciliarle  con  su 
padre.  Cuando  lo  va  á  conseguir  recibe  el  barón  la  orden  de  pren- 
der á  Justino  como  ladrón  famoso  de  aquellas  cercanías.  No  lo  era, 
sino  que  su  nombre  lo  había  tomado  Estéfano  (antiguo  amigo  y  co- 
rruptor de  Justino  en  Florencia,  y  ahora  criado  del  conde  León), 
para  sus  robos.  Se  descubre  la  verdad;  preso  Estéfano  y  hbre  Jus- 
tino, casa  con  la  prima. 

(1)  El  filósofo  fabulista.  Comedia  en  dos  actos  (verso).  Es  de 
Enciso.  Manuscrito  72-11  de  la  Biblioteca  municipal  con  el  reparto: 
El  duque,  Caprara.  — i).  Carlos,  Maiquez.— Z).  Sebastián,  Silvostri. 
— D.  Manuel,  Contador.— Z).  Felipe,  Guzmán.— Z).  Crisajito,Cr\s- 
tiani. 

Un  duque  había  sacado  del  terruño  á  un  labrador  virtuoso  y  dis- 
creto que  manifestaba  su  talento  por  medio  de  fabulillas.  Hízole  su 
secretario  y  favorito,  excitando  la  envidia  y  maledicencia  de  los 
demás  criados,  que  le  suponen  avaro  porque  guarda  y  cuida  y  con- 
templa un  cofre  que  tiene  oculto  en  su  cuarto.  Un  viejo  ambicioso 
que  trata  de  cohecharle  para  que  le  recomiende  y  facilite  la  mayor- 
domía  de  la  casa,  le  denuncia  al  duque  por  el  vicio,  que  no  tenía,  de 
lucrarse  con  el  favor  del  amo,  y  esta  denuncia,  apoyada  por  los 
criados,  hace  que  el  señor  le  obligue  á  abrir  el  cofre  en  que  guarda 
el  supuesto  tesoro,  y  se  hallan  con  el  traje  de  labrador  y  la  carta 
del  duque  rogándole  venga  á  servirle.  Carlos,  quejoso,  se  pone  su 
traje  de  labrador  y  vuelve  á  su  aldea,  dejando  á  todos  con  un  palmo 
de  narices  después  de  enderezarles  unas  liras  sobre  la  falacia  corte- 
sana de  92  versos  seguidos,  que  declamaría  divinamente  Maiquez, 
y  al  duque  su  correspondiente  fabulilla  del  pajarillo  que  no  quiso 
salir  de  su  árbol  al  ver  las  tormentas  y  vientos  que  había  en  los 
campos  extensos.  Esta  comedia  llevó  también  el  título  de  La  casa 
del  grande,  como  hemos  visto  en  los  capítulos  vin  y  xv.  El  asunto 
es  un  cuento  muy  antiguo  y  común  á  varias  literaturas. 

(2)  Por  saloar  al  delincuente  acusarse  la  inocente.  Drama  en 
tres  actos.  Escrita  en  francés  por  Mad.  B.  Hadoty  Mr.  ^^^ ,  y  tra- 
ducida y  puesta  en  verso  por  D.  Gaspar  Z avala  y  Zamora.  Ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  municipal  76-5,  aprobación  de  4  de  Sep- 
tiembre de  1816.  El  duque,  Caprara.— El  conde,  Maiquez.— PaZm/- 
ra,  Sra.  Agustina,.— Eugenia,  Sra.  Maquead..— Edmundo  Sanval, 
Silvostri. —  Justina,  Sra.  Torre,—  Williams,  Avecilla. —  Andrés, 
Gu/.mán.— Alfredo,  niño,  Silvostri  chico.— £'¿  Lord,  Contador. 

(3)  La  italiana  en  Argel.  Óp^ra  qix  do$  actos,  prosa  y  verso. 


CAPÍTULO    DECIMOSÉPTIMO  407 

de  Rossini,  estrenada  en  Venecia  en  1813,  y  representada 
aqui,  cosa  inaudita,  antes  que  en  París,  que  no  lo  fué 
hasta  el  año  siguiente  de  1817  y  en  cuya  ejecución  lucie- 
ron las  Moreno  y  la  Spontoni,  con  Dionisio  López,  Cristia- 
ni  y  Llord;  El  leñador  escocés  (1),  «drama  cómico»  como 
lo  bautizó  el  traductor  que  lo  fué  harto  infeliz,  pues  esta 
obra  puede  ponerse  como  verbi  gracia  de  malas  traduc- 
ciones; El  certamen  poético  (2),  pieza  eli  un  acto  en  que 
intervino  Maiquez,  y  casi  se  lo  habló  todo;  el  drama  El 
musulmán  generoso  (3),  muy  parecido  á  los  románticos 


Biblioteca  municipal  196-18.  Aprobaciones  y  licencias  de  19  y  22  de 
Agosto  de  1816. 

Isabela:  Sra.  Moreno,  menor.— Musta Ja:  Dionisio  López.— Lm- 
doro:  Antonio  Llora.— Eloira:  Sra.  Moreno,  míxyor.—Zulma:  se- 
ñora Spontoni.— A/í:  Sr.  Justo  Mas.— Tadeo:  Sr.  Cristiani. 

Isabela^  amante  de  Lindoro,  acompañada  de  Tadeo,  llegará  Ar- 
gel buscando  al  ingrato.  El  Rey  Mustafa  se  enamora  de  ella,  y  ella 
le  marea  á  fin  de  lograr  escapar  con  Lindoro  á  quien  halla  conver- 
tido en  esclavo. 

El  libreto  se  imprimió  también  en  Valencia,  por  Gimeno.  en  1821, 
en  8." 

(1)  El  leñador  emeocés.  Drama  cómico  en  tres  actos,  en  prosa, 
con  espectáculo.  Representado  por  la  primera  oes  en  el  teatro  de 
laGaitéel  21  de  Mayo  de  1816.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  munici- 
pal, 211-39.  Es  un  conjunto  de  inverosimilitudes  é  impropiedades, 
pero  con  algún  gracejo  en  el  diálogo,  y  algunos  lances  que  le  suce- 
den al  pobre  Dick,  leñador,  que  por  vestirse  el  traje  de  un  duque 
(¡ue  se  guarece  de  la  lluvia  en  su  casa,  en  el  crítico  instante  en  que 
le  buscan  para  prenderle,  le  toman  por  tal  duque  y  le  llevan  y 
•  juíeren  (|ue  case  con  una  condesa,  siendo  él  ya  casado.  Se  imprimió, 
traducida  porC.  P.  M.  S.,  en  Valencia,  por  Mompié,  en  1830,  8.°,  y 
tal  vez  antes.  . 

(2)  El  certamen  pórtico.  Pieza  original  en  verso  para  repre- 
sentarla en  celebridad  del  matrimonio  de  SS.  MM.  ij  ÁA.  Biblio- 
teca municipal.  Manuscrito  72-7,  con  las  aprobaciones  y  licencias 
de  5  y  7  de  Octubre  de  1816. 

D.  Carlos:  Maiq\:e7..—D.  Luis:  Caprnra.—D.  Ar/apito:  Avecilla. 
— D.  Ceferino:  Cristiani.  — /s/  Harón  de  Punto  Alto:  Guzmán.— 
Diego:  López.  — A/iíó/i;  lUiijU).— Señoras,  caballeros. 

Obra  al  parecer  de  D.  Miguel  de  Burgos  y  muy  mala.  Finge  ^uo 
D.  Carlos,  hombre  rico,  quiere  celebríir  un  concurso  poeticen  acer- 
ca de  algún  hecho  notable  de  |a  pasada  guerra  de  la  Independencia, 
(concediendo  tres  premios  en  dinero.  Concurren  tres  poetas;  el  pre- 
mio lo  lleva  el  mismo  D.  Carlos,  por  un  elogio  muy  pesado  del  gene- 
ral La  Carrera.  Al  fin  alude  á  la  unión  regia  de  Borbón  y  Braganza. 

(3)  El  musulmán  generoso  ó  Eleonora  de  Lusiñan.  (Drama. 


408  ISIDORO   MAIQÜEZ 


posteriores  al  año  treinta,  pues  hasta  el  asunto  es  de  las 
Cruzadas;  la  comedia  Á  cual  más  loco  ó  la  celosa  convenci- 
da (1\  traducida  del  inglés  de  un  modo  sumamente  embro- 
llado y  en  la  que  Maiqubz  hizo  un  papel  de  poco  relieve,  y 
Washington  ó  la  huérfana  de  Pensilvania,  asunto  de  la 
guerra  de  la  independencia  de  los  Estados  Unidos,  en  que 
un  aventurero  inglés,  Lord  Butler,  asesina  al  padre  de 
una  joven  americana,  para  vengarse  de  sus  desdenes,  y  la 
cual,  al  fin,  se  casa  con  otro  Lord  Seymur,  joven  que  era 
prisionero  del  general  Washington.  Con  dificultad  puede 
imaginarse  papel  más  odioso  y  antipático  que  el  de  But- 
ler y,  sin  embargo^  fué  el  que  eligió  Maiquez,  lo  que  nos 


en  tres  actos  en  üerso).  Manuscrití)  de  la  Biblioteca  municipal  5  í-10; 
es  traducción  del  francés,  hecha  por  D.  Gaspar  Zavala  y  Zamora. 

Raimundo:  Caprara..— Eleonora:  Dama.—FAiodoro,  niño:  Silvos- 
trito. — Freder/ar:  Maqu.eda.—Gondiberto:  Fabiani. — Albermandar. 
Avecilla. — JoseLín:  S'úxostri. —  Teobaldo:  López.— Vilfrido:  Conta- 
dor.—Rogcr:  Guzmán,  —  Isoli na:  Graciosa. 

Grande  inverosimihtud,  pero  admitida,  no  falta  interés.  El  mu- 
sulmán Albermandas  salva  á  Eleonora,  esposa  de  Raimundo,  que 
había  quedado  prisionera  en  Oriente,  del  odio  de  Fredegar,  que  as- 
piraba á  casarse  con  aquél,  después  de  haberla  conducido  á  su  país 
decorosamente  y  sin  que  ella  se  enteríise  de  qiiién  era  su  pro- 
tector. ^ 

(1)  A  cual  más  loco  ó  la  celosa  conoen^ida  ó  confundida.  Co- 
media en  cinco  actos  en  prosa,  tomada  del  teatro  inglés,  ij  tradu- 
cida y  arreglada  al  nuestro  por  D.  Francisco  de  Paula  Marti. 
Año  7816.  Biblioteca  municipal,  4-7. 

D.  Luis:  Caprara.  — D-  Carlos:  Silvostri.  — Eí  mayor:  Maiquez*. — 
D.  Claudio:  Avecilla.— D.  Sempronio:  Cristiani.— £"/  Marqués  de 
Peñaos  blandas:  Gracioso.— Roncales:  Segundo  bar.  a.~D.^  Flo- 
rentina: Sra.  Maqueda. -Z).*^  Pepita:  Sra.  Agustina.  — Condesa  de 
Mil  Flores:  Sra.  Torre.—  Pascual:  Fabiani.— Andrés:' I ^ópez.— 
Elias:  Rubio.  — Inés:  Sra.  Cabo. 

Comedia  demasiado  larga,  llena  de  incidentes  inútiles,  pues  el 
asunto  es  sencillo  aunque  doble.  D.*  Florentina,  esposa  de  D.  Luis, 
se  cela  hasta  de  su  sombra,  y  una  carta  de  D.  Claudio  (dirigida  á 
Carlos,  pero  que  ella  cree  es  á  su  marido),  en  que  se  queja  del  rap- 
to de  su  hija  D.^  Pepita,  la  pone  furiosa.  Siguen  lances  de  la  esca- 
patoria de  Pepita,  que  huyó  sola  y  se  refugió  en  casa  de  su  prima 
la  condesa,  donde  la  quiere  atrepellar  el  marqués;  perfidias  de  éste, 
en  unión  de  Roncales,  un  corsario,  para  lograrla  joven  (en  matri- 
monio), dirigidas  á  inutiliz¿ir  al  padre  y  á  otro  novio,  D.  Sempronio 
(un  tonto),  y  otros  incidentes  innecesarios,  hasta  que  al  fin  todos 
dejan  á  Pepita  que  se  case  con  D.  Carlos  y  curaá  D.*  Florentina, 


CAPÍTULO   DECIMOSÉPTIMO  409 

prueba  una  vez  más  que  no  le  arredraban  ni  las  dificul- 
tades de  cualquier  g-énero  que  fuesen,  ni  el  temor  de  sus- 
citar en  el  público  sentimientos  de  indignación  ó  de  ho- 
rror, siempre  que  pudiese  expresar  algo  enérgico  y  vivo  (1). 

Terminó  el  año  con  La  Marquesa  de  Ganges  (2),  melodra- 
ma que  tiene  por  asunto  la  vida  de  esta  célebre  y  conmove- 
dora víctima  de  su  propia  belleza,  pero  de  un  horror  incom- 
patible con  el  arte,  y  Los  compromisos  ó  el  confidente  sin 
saber  de  qué  (3),  comedia  en  tres  actos,  traducida  del  fran- 
cés, y  que  aparte  de  alguna  inverosimilitud  es  ingeniosa  y 
divertida. 

Casi  estreno  fué  la  comedia  ejecutada  los  días  de  Car- 
naval por  la  tarde,  Persecuciones  y  amparo  del  católico 
Principe  Segismundo,  «nuevamente  arreglada  (como  dice 
el  anuncio),  en  cinco  actos,  por  D.  Félix  Enciso  Castri- 
llón,  de  la  antigua  de  Matos  y  Moreto,  El  principe  prodi- 
gioso y  defensor  déla  fe,  en  laque  tendrá  el  honor  de 
presentarse  á  executar  el  papel  principal  el  Sr.  Manuel 
García  Parra,  primer  actor  que  ha  sido  de  los  teatros  de 
esta  corte.» 


fl;  Washington  ó  la  huérfana  de  Pensiloania.  Melodrama  en 
tres  actos,  con  espectáculo,  por  Mr.  D'Aubigny,^  representada 
por  primera  vez  en  París  en  el  teatro  del  Ambigú  Cómico,  el  /V 
de  Julio  de  1815.  Traducida  al  castellano.  Está  en  verso.  Cen- 
sura de  12  de  Diciembre  de  1816. 

Washington:  CAiprara.  -  Lord  Ser/mur:  Silvostri.  — /íaíZer:  Mai- 
QVKA. —Midelson:  Lope/. — Saloini:  Jwito. —Hudi:  Rubio.  —  ViLUanr. 
Avecilla.— ,/o/iso/i:  P'abiani.— Sící/íc//:  Segundo  barba.— Sm/í:  Guz- 
mán.  — Luisa  Vilson:  Agustina.— /^eí^í":  CaborMaría). 

Se  imprimió  con  el  título  de  Washington  6  los  prisioneros  in- 
ffleses.  Valencia,  José  Gimeno,  1822,  4.° 

(2)  La  Marquesa  de  Ganges  ó  los  tres  hermanos.  Melodrama 
historial  en  tres  abetos  (prosa),  escrito  en  francés  y  sacado  de  las 
causas  célebres  por  los  Sres.  Boire  y  Leopoldo,' en  18  de  Enero 
de  1815.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  mu  licipalcon  una  aprobación 
de  1.3  de  Octubre  de  1816. 

(3)  El  confidente  sin  saber  de  qué  ó  los  compromisos.  Comedia, 
en  prosa,  en  tres  actos.  Biblioteca  municipal  16-.5.  \ probación 
de  14  de  Enero  de  1817. 

/).  León:  Caprara.— £).*  Brígida:  Sra.  Agustina.  — /->.  Ántaui,: 
Avecilla.  —  /).  Luis:  Poned.  — El  Mayor:  .Silvostri.  — />."  Teresa,:  .Se- 
ñora Maqueda.— D,  Serafín.  Guzmán. 


410  ISIDORO    MAIQUBZ 


Un  gracioso  articulo  del  Diario  de  11  de  Enero,  le  dice  al 
encargado  de  la  sección  del  periódico,  que  entre  las  pér- 
didas, anuncie  la  de  la.  poesía  dramática,  al  ver  que  la  es- 
pañola no  se  ve,  pues  todo  es  traducido  y  disparatado. 
Sigue  censurando  agriamente  el  Ótelo,  Osear,  Blanca  y 
Moncasín,  Los  Templarios,  Las  minas  de  Polonia,  La  mu- 
jer de  dos  maridos,  La  esposa  delincuente  y  casi  todos  los 
dramas  trágicos  y  cómicos  que  corren  traducidos  y  que 
son,  según  el  comunicante,  más  disparatados  que  los 
nuestros  antiguos. 

En  el  Diario  del  16  Febrero,  otro  artículo  de  El  crítico 
de  Carabanchel,  pide  al  director  que  anuncie  la  pérdida 
de  la  Opinión  en  cosas  literarias,  y  las  emprende  contra  El 
perro  de  Montargis  y  Car,los  el  Temerario.  Defiende  algo  el 
Ótelo. 

<¡.Otelo,  bien  puede  tener  todos  los  defectos  que  el  crítico 
le  echa  en  cara,  pero  al  ñn  es  una  tragedia  en  toda  la 
fuerza  de  la  palabra  y  quizá  la  menos  monstruosa  de 
cuantas  abortó  el  numen  extravagante  de  su  autor.  Hay 
pasiones  diestramente  manejadas,  un  carácter  dibujado 
con  valentía,  y  dos  ó  tres  escenas  admirables;  pero,  ¿qué 
tiene  el  Duque  de  Borgoña  que  pueda  divertir  á  entes  ra- 
cionales? Una  intriga  absurda,  acontecimientos  fríamente 
atroces,  escenas  desconocidas,  episodios  de  toda  inverosi- 
militud, un  estrépito  y  un  humo  intolerables,  y  sobre  todo, 
el  lenguaje  más  bárbaro,  más  anticastizo,  más  inarmóni- 
co que  jamás  ha  destrozado  las  orejas  castellanas.  Júnte- 
se á  estas  ideas  la  que  puede  dar  de  nuestro  gusto  haber 
traído  de  un  teatro,  donde  abundan  las  bellezas,  una  pie- 
za que  sólo  se  ha  representado  en  los  arrabales  de  París, 
y  mirada  de  tal  modo  por  los  literatos,  que  ni  siquiera  un 
diarista  se  ha  dignado  criticarla.»  Concluye  defendiendo 
Los  Templarios,  que  ha  sancionado  toda  Europa. 

Las  dos  obras  más  crudamente  censuradas  en  el  artícu- 
lo anterior,  habían  sido  dos  grandes  éxitos  populares  del 
teatro  de  la  Cruz. 

Estrenóse  El  perro  de  Montargis  el  28  de  Abril.  El  asuu- 


CAPITULO   DECIMOSÉPTIMO  411 

to  es  lo  menos  dramático  posible,  porque  el  protag-onista 
tendría  que  ser  el  famoso  perro  que  descubre  el  asesino 
de  su  amo.  Pero  el  autor  francés  lo  alteró  á  su  gusto,  ha- 
ciendo que  estuviese  á  punto  de  ser  condenado  un  inocen- 
te, que  es  lo  que  constituye  el  interés  de  este  drama,  que 
tal  vez  nunca  existió,  ni  en  una  ni  en  otra  forma,  y  al  que 
dio  nacimiento  el  ^rupo  esculpido  en  la  chimenea  del  cas- 
tillo de  Montargis  (1). 

A  esta  obra  siguieron  en  la  Cruz  otras  varias  nuevas, 
como  la  de  Alejandro  Duval,  Eduardo  en  Escocia  ó  la  te- 
rrible noche  de  un  proscripto  (2),  que  refiere  un  episodio  de 
la  vida  aventurera  del  nieto  de  Jacobo  II,  protegido  en  su 
huida  por  la  esposa  de  un  lord  que  era  su  adversario  políti- 
co. Las  ofertas  útiles  (3),  El  cerco  de  París  ó  Ernestina  (4), 


(1)  Melodrama  ntieoo,  histórico,  de  espentácido,  titulado  El 
perro  de  Montargis,  ó  sea  la  Seloa  de  Bo/idi.  Traducido  por  -  -  - . 
Madrid,  1817,  imprenta  que  fué  de  García,  4.",  35  páginas. 

Lleva  el  reparto:  Goltraiid,  capitán  de  una  compañía  de  caza- 
il.ores:  José  Diez.  — Obrí:  Ángel  López.— Macario:  Antonio  Gonz  .- 
lez. — Landrí:  Francisco  Ronda.— £'¿  Se/ies<'al,/uez  del  Condado: 
R.  Pérez.-  Gertrudis,  posadera:  Sra.  Josefa  Ramos.—  Úrsula,  Jo- 
ren  criada  de  la  posadq  y  ahijada  de  Gertrudis:  Sra.  Antera 
Rima.— Martin:  Manuel  González.  — Z^e¿ím/í:  José  Oros. 

(2)  Este  drama  tan  aplaudido  en  nuestra  escena,  es  traducción 
de  D.  Félix  Enciso  y  se  imprimió  varias  veces:  Eduardo  en  Escocia, 
ó  la  terrible  noche  de  un  pros^-ripto.  Drama  en  tres  actos  ¡j  en 
prosa.  Representado  en  el  coliseo  de  la  calle  de  la  Cruz  el  21  de 
Mayo  de  1816.  Valencia,  .losé  Gimeno,  sin  año,  4.";  Madrid,  1831, 
■S.",  etc.,  y  también  con  el  título  de  la  Noche  de  un  proscripto. 

(3)  Las  ofertas  útiles:  pequeña  pieza  cómica,  que  debe  ejecu- 
tarse en  el  coliseo  de  la,  Cruz,  en  obsequio  del  día  de  nuestro 
auyusto  soberano  el  Sr.  D.  Fernando  VII  (que  Dios  guarde),  el 
presente  año  de  1H16,  Madrid,  imprenta  que  fw'  de  García, 
"ño  1816,  4.°,  24  páginas,  con  el  reparto.  Varios  individuos  de  un 

'iieblo  quieren  celebrar  el  santo  del  Rey,  no  con  luminarias,  fuo- 
-os  y  otros  actos  de  costumbre,  sino  cojd  fundaciones,  dádivas  á  los 
•obres,  ofertas  generosas,  eta  Un  loco,  que  es  el  elemento  comiedo, 
utiriza  algunas  de  las  clases  sociales,  cómo  los  comerciantes,  á  los 
avaros,  etc. 

(i)    Ernestina  ó   el  sitio  de   Paris.  Drama  de  espectáculo  en 
tres  actos,  traducido  y  puesto  en  Derso  por*^'^'.  Biblioteca  muni- 
P^I.  manuscrito  109-8,  con  las  aprobaciones  y  licencia  de  14  y  28 
Mayo  1816. 

El  asunto  es  de  la  guerra  de  Francia  con  Inj^laterra  en  1436.  Er- 
nestina, hija  del  duque  de  IJorfjoña,  salva  la  vida  de  Carlos  VII,  su. 


412  ISIDORO   MATQUBZ 


La  recompensa  del  arrepentimiento  (1),  drama  de  Marqués 
y  Espejo,  estrenado  poco  antes  en  Valencia,  Juan  de 
Calés  (2),  un  marinero  francés,  que  sin  saberlo,  S9  casa 
con  una  infanta  de  Portugal,  La  condesa  de  Orvigni  (3)  y 
El  emperador  carpintero  (4),  que,  como  hemos  dicho,  tiene 
por  asunto  la. aventura  del  Czar  Pedro  I  de  Rusia,  disfra- 


enemigo,  pero  á  quien  un  traidor  inglés  iba  á  asesinar.  A  su  vez, 
Dunois  la  había  salvado  á  ella  en  un  bosque  de  manos  de  unos  ase- 
sinos. Se  amaron  y  Dunois  logró  atraer  a  la  rencorosa  dama  al  par- 
tido francés.  El  sitio  y  toma  de  París  por  Carlos  de  V^alois,  pone  fin 
á  la  dominación  inglesa  en  aquella  ciudad. 

(1)  La  recompensa  del  arrepentimiento.  Drama  en  tres  actos 
ij  en  prosa...  por  D.  A.  M.  ij  E.,  pensionado  por  S.  M.  y  autor 
de  otras  varias  piezas,  en  prosa  y  oerso.  Valencia,  José  Ferrer 
de  Orya,  año  1816,  4.",  35  páginas.  Se.reimprimió  en  8.°^  también 
en  Valencia,  en  1823,  con  el  nombre  entero  del  autor.  Laobi'a,  muy 
poco  moral,  para  serlo  de  un  presbítero,  como  lo  era  Marqués,  ver- 
sa sobre  los  amores  de  dos  jóvenes,  que  al  fin  se  averigua  que  son 
hermanos,  pues  la  madre  de  Adela,  lo  había  sido  de  Juhán,  antes  de 
casarse  coii  D.  Ambrosio. 

Marqués  compuso  otras  varias  obras  dramáticas,  como  hemos 
visto,  algunas  en  prosa,  y  además  de  las  que  cita  el  Sr.  Catalina 
García  (Escritores  de  Guadala/ara^  páginas  301  y  siguientes),  el 
drama  Mis  Clara  Harlowe  y  un  tomito  de  versos  con  el  título  de 
Desahoyos  líricos  de  Celio  (Madrid,  RepuUés,  1802,  8.°),  con  el 
drama  én  tres  actos  Las  victimas  del  libertinaje,  que  también  se 
imprimió  suelto  y  anónimo. 

(2)  El  célebre  marino  Juan  de  Calés.  Comedia  de  espectácu- 
lo en  tres  actos  (verso).  Valencia,  Mompié,  1830,  8.°,  99  páginas. 
Es  traducción  del  Juan  de  Calais.  Melodrama  de  Caigniez,  repre- 
sentado en  París  en  1810,  obra  de  muy  escaso  interés  y  desatinada, 
bajo  el  aspecto  histórico.^ 

(3)  Amor  y  obliyación  ó  la  Condesa  de  Oroiyni.  Comedia  en 
cinco  a':tos  (prosa).'  Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal,  80-14. 
Está  adaptada  á  España;  la  escena  es  en  Madrid. 

(4)  El  Emperador  carpintero.  Biblioteca  municipal,  135-4,  tres 
actos,  prosa.  Manuscrito  con  las  aprobaciones  y  licencias  de  9  y  24 
Julio  1816.  Antes  se  tituló  Pedro  el  Grande,  Csar  de  Moscovia  ó  el 
Emperador  carpintero;  pero,  sin  duda,  para  diferenciarla  de  Pedro 
el  Grande,  de  Comella,  que  es  distinta,  le  antepusieron,  en  algunas 
copias,  el  primer  título. 

Pedro  el  Grande,  Carretero.  — Lefort,  ministro,  Diez.  —  Mensi- 
kof,  Rafael.— Catalina,  Carmona.. —Jorye^  Campos.  — Genoveva, 
\/\rg.—Alexo,  González.— Maíarm,  Paz.  —  Carolina,  González 
(Rafaela).— Escribano,  Pérez. 

Es  no  sólo  distinta  esta  pifeza  de  los  diversos  Pedro  el  Grande, 
sino  también  de  El  carpintero  de  Livonia,  que,  como  dejamos  di- 
Qho,  se  estrenó  en  el  Príncipe  el  20  de  Enero  de  1806. 


Capítulo  decimoséptimo  41B 

zándose  de  marinero  y  operario  de  astillero,  para  adquirir 
los  medios  de  dotar  á  su  nación  de  una  marina  de  guerra. 
Pero  además,  esta  comedia  refiere,  á  su  modo,  el  casa- 
miento del  célebre  Emperador.  Pedro,  disfrazado  de  car- 
pintero de  ribera,  trabaja  en  casa  de  Jorge^  y  allí  conoce 
á  Catalina,  joven  viuda  muy  virtuosa,  con  la  cual  se  casa, 
á  la  vez  que  protejo  los  amores  de  Carolina,  hija  de  su 
principal,  con  Alexo.  La  venida  de  Mensikof  para  decirle 
que  el  pueblo  protesta  de  su  larga  ausencia,  descubre  el 
secreto. 

De  los  demás  estrenos,  citaremos  Enriqueta  y  Adolfo  (1\ 
es  una  pieza  militar  sin  ningún  interés  para  nosotros,  así 
como  tampoco  lo  tiene  La  incertidumbre  filial  {2),  ni  Car- 
los el  Temerario  (3),  no  obstante  su  estrepitoso  éxito,  pues 
se  hizo  doce  ó  trece  días  consecutivos. 

Y  á  la  vez  que  estos  dramas,  se  estrenaban  las  óperas 
Jua7i  de  París  (4),  un  libreto  muy  ingenioso  y  adecuado  al 


(1)  Enriqueta  y  Adolfo  ó  la  batalla  de  Fotiteiiay.  Comedía 
en  tres  actos,  en  prosa,  traducida  por  ***.  Manuscrito  de  la  Bi- 
blioteca municipal,  con  las  aprobaciones  de  1816.  Tpdo  pasa  entre 
generales,  oficiales,  el  mariscal  de  Sajonia,  un  coronel,  dos  capita- 
nes: no  intervienen  más  que  dos  mujeres,  la  hija  de  un  coronel  y  su 
criada. 

(2)  La  incertidumbre,  filial.  Comedia  en  tres  actos,  en  prosa, 
sacada  de  los  escritos,  en  francés,  por  Mr.  de  Mircourt.  Manus- 

rito  de  la  Biblioteca  municipal,  con  las  aprobaciones  correspon- 
dientes á  1816. 

(3)  Carlos  el  Temerario  ó  el  sitio  de  Nancy.  Melodrama  his- 
tórico en  tres  actos  (prosaj.  Traducido  al  español,  por... 

Es  el  más  dispai^atado  que  he  leído:  hace  buenos  los  dramones  de 
Cornelia  y  Moncín  de  sitios  de  ciudades,  hambi-es,  cañonazos,  in- 
cendios, asaltos,  fugas  peligrosas,  niños  que  parecen  hombres,  Ée- 
gún  charlan  y  discurren,  etc. 

Lo  único  interesante,  (|ug  ei^a  la  hbertad  del  niño  Marcelino,  que 
iba  á  ser  nuevo  hijr)  de  Guzmán  el  Bueno,  está  resuelto  en  el  pri- 
mer acto  por  su  propia  madre.  í.o  demás  es  un  puro  desatinar,  es- 
trepitoso y  absurdo.  Se  estrenó  el  8  de  Enero  de  1817. 

(4)^  Juan  de  Paris  y  la  Princesa  de  Navarra.  Hecho  históri- 
co, ópera  cómica,  en  dos  actos,  verso.  Biblioteca  municipal,  192-4. 
Aprobaciones  1.5  Enero  1816.  Reparto: 

Princesa  de  Navarra,  Loreto.— Senescal,  López  (Dionisio).— 
Jua/i  de  Parts,  B.  OW.— Oliveros,  Laviña.— iíí  tío  Pedro,  Alverá. 
—Lorenza,  .Sra.  Alonso.— í//i  mozo,  Juan  Pérez. 


414  ÍSIDORO   MAlQÜEá 


género  lírico,  El  caballero  Yocondo  (1),  gran  triunfo,  lo 
mismo  que  la  anterior,  de  Loreto  García,  y  El  Coloso  de 
Rodas  (2),  drama  con  música,  que  tuvo  un  éxito  inmenso. 
Su  asunto  es  la  libertad  de  una  Sofronisba,  hija  de  Orto- 
belo,  gensral  fenicio,  á  quien  el  árabe  Abulmazar,  señor 
de  Rodas,  tenía  prisionera  y  quería  hacer  su  esposa,  por 
el  fenicio  Alfredor,  su  amante  y  otros  amigos.  Lógranlo, 
después  de  muchos  peligros,  por  el  desembarco  de  Ortobe- 
lo  y  terremoto  que  derriba  el  Coloso,  que  también  hace 
papel  por  servir  de  faro  y  vijía. 

Durante  este  año  fallecieron,  en  el  mes  de  Agosto  am- 
bos, dos  notables  actores,  uno  del  Príncipe  y  otro  de  la 
Cruz.  Fué  el  primero  Francisco  Baus,  ya  muy  anciano, 
que  había  trabajado  en  provincias  y  dirigido  compañías 
en  Murcia,  Málaga,  Granada  y  otros  puntos,  y  últimamen- 
te había  sido  incluido  como  tramoyista  en  la  compañía 
del  Príncipe  (3),  Más  célebre  que  por  su  mérito,  lo  fué  por 
la  sucesión  que  dejó  en  el  mundo.  Fué  su  primera  hija 
Antera  Baus,  dama. del  Príncipe  y  ahora  de  la  Cruz,  casa- 
da desde  1813  con  Bernardo  Gil,  según  dejamos  apunta- 
do. Casóse  Baus,  después,  con  Antonia  Ponce,  hermana 
de  Antonio,  actriz  de  poco  mérito,  y  de  ambos  nacieron 
Teresa,    célebre   como   bailarina,    aunque    también    hizo 


Es  graciosa  ópera,  con  asunto  propio,  que  es  el  disfraz  del  Del- 
fín para  conocer  á  la  Princesa,  con  quien  iba  á  casarse,  antes  de 
ello;  y  el  medio  de  que  se  vale  para  intimar,  fingiendo  concederle 
posada^  que  de  antemano  haijía  tomado,  y  obsequiándola  regia- 
mente. La  ópera  francesa  es  letra  de  Saint-Just  (G.  d'Ancourt), 
música  de  Boieldieu,  estrenada  en  4  de  Abril  de  1812. 
^  (1)  Yocondo  ó  En  el  arte  de  ñngir  vence  al  hombre  la  mujer. 
Ópera  cómica  en  tres  actos,  verso.  También  se  le  dio  el  título  de  El 
caballero  Yocondo  ó  los  burladores  burlados.  Manuscrito  de  la 
Biblioteca  municipal,  con  las  aprobaciones  de  1815. 

Es  traducción  de  la  célebre  ópera  Joconde  ou  Les  coureurs 
d'aüentures,  letra  de  Etienne  y  música  de  Nicolo,  estrenada  en  Pa- 
rís, en  1814. 

(2)  El  Coloso  de  Rodas  ó  el  temblor  de  tierra  del  Asia.  Drama 
histórico  de  grande  espectáculo  en  tres  actos.  Traducido  por... 
Biblioteca  municipal  97-5,  con  las  aprobaciones  de  9  de  Julio  1816. 
Precédelo  una  noticia  histórica  del  Coloso. 

(3)  Era  natural  de  Barcelona. 


capítulo  decimoséptimo  415 

damas,  y  Joaquina  Baus,  después  primera  dama,  y  que 
casada  con  D.  José  Tamayo,  fueron  padres  del  insigne  es- 
critor D.  Manuel  Tamayo  y  Baus  y  del  actor  D.  "Victorino. 

José  Oros,  gracioso  de  mérito,  y  hombre  de  representa- 
ción entre  sus  compañeros,  falleció  también  en  este  año.  Su 
carrera  artística  consta  en  las  listas  que  van  en  otra  par- 
te. Sobresalía  en  hacer  papeles  de  soldado  ridículo,  en  los 
borrachos,  en  imitar  á  los  franceses,  y  muy  especialmente 
al  Key  José  Bonaparte,  pues  para  él  se  escribieron  algu- 
nas piezas,  en  que  figura  el  intruso,  como  El  sermón  sin 
fruto  y  la  Arenga  de  la  Florida. 

Acerca  de  una  representación,  de  la  primera  de  estas 
obras,  creemos  oportuno  reproducir  el  curioso  pasaje  de 
un  autor  coetáneo,  que  no  carece  de  gracia:  «Nos  dester- 
nillábamos de  risa  en  la  Cruz,  viendo  á  Oros  hacer  el 
papel  de  Botellas...  Tuvo  noticia  el  intruso  Key  de  este 
famoso  ditirambo,  y  luego  que  llegó  á  Madrid,  en  Enero 
de  1809,  quiso  ver  por  sus  mismos  ojos  (anopia  de  un  hom- 
bre ilustrado  é  indulgente),  cómo  le  trataban  las  musas 
españolas.  Al  efecto,  dispuso  que  Oros  y  sus  compañeros 
representasen  aquella  farsa  en  el  teatro  de  la  Casa  de 
Campo.  Obedecieron  los  cómicos;  el  gracioso  se  esmeró 
como  nunca  en  hacer  la  caricatura  del  monarca,  disimu- 
lando el  susto  y  el  recelo  interior  de  salir  de  allí  para  un 
presidio;  pero  al  concluirse  la  función,  oyó  las  más  lison- 
jeras expresiones  del  francés  y  recibió  de  él  un  magnífico 


CAPITULO  XVIII 


Maiquez  excluido  de  las  compañías  de  Madrid  en  1817. — Versos 
satíricos  que  le  dirigen.— Cómo  quedan  organizadas.— Estrenos 

_  en  el  Príncipe. —  Mayor  importancia  de  las  óperas. —  Estrenos 
del  Marco  Antonio,  La  Vestal,  La  Griselda  y  El  inclusero. 
— Éxito  inusitado  del  melodrama  La  cabeza  de  bronce.— Ulti- 
máis y  extraordinarias  salidas  á  escena  de  Antonia  Prado.— 
Época  de  los  melodramas.— Estreno  de  algunos  en  la  Cruz:  El 
vie/'o  de  la  montaña,  El  huérfano  y  el  asesino  ó  el  valle  del 
íorre/i£e.— Antonia  Molino  y  el  Corregidor  Moctezuma  (1817- 
1818). 


UNQUB  las  compañías  estaban  dirigidas  por  el  Ayun- 
tamiento, es  lo  cierto  que  en  cuanto  á  su  régimen 
interior  eran  independientes.  El  autor  que  á  cada 
una  se  habia  puesto  no  tenia  deslindadas  sus  atribucio- 
nes; de  modo  que  su  autoridad  era  muy  escasa,  repartién- 
dose el  gobierno,  en  cuanto  al  orden  y  clase  de  funciones, 
entre  los  galanes,  las  damas,  el  gracioso  y  la  graciosa,  y 
el  primer  barba.  Casi  todos  ellos  en  el  Principe  eran 
opuestos  á  las  miras  de  Maiquez,  de  modo  que  éste  halla- 
ba á  cada  momento  oposición  en  el  núcleo  de  la  compañía 
á  todos  sus  proyectos;  y  como  tenía  genio  poco  sufrido  y 
carácter  dominante,  estas  disensiones  estallaban  en  for- 
ma violenta  y  la  anarquía  era  general  y  completa. 

A  fines  de  la  temporada  anterior,  Maiquez  se  retrajo 
durante  cerca  de  un  mes  en  salir  á  escena,  ocasionando 
el  perjuicio  consiguiente  á  los  asociados,  y  con  todo  ello 

27 


418  ISIDORO   MAIQtJE¿ 


lo  que  el  Corregidor  D.  José  Manuel  de  Arjona  cousíderó 
como  un  desacato  á  su  dignidad;  asi  es,  que  al  formar  en 
el  siguiente  año  la  compañía  y  manifestar  Isidoro  Mai- 
QUEZ  que  sin  más  autoridad  y  facultades  no  podría  seguir 
en  la  dirección  de  la  del  Príncipe;  se  vio  excluido  senci- 
llamente de  la  lista,  sin  respeto  al  mérito  y  antigüedad 
de  actor  tan  ilustre. 

Sus  enemigos  y  rivales  se  alegraron,  y  hasta  le  dirigie- 
ron versos  picantes,  como  la  siguiente  décima,  con  el  tí- 
tulo de  Consejos  á  Maiquez,  que  ha  llegado  á  nuestras 
manos  y  creemos  inédita: 

Si  escuchas  consejos  sanos    ■ 
no  emplees  tu  habilidad 
en  vejar  la  autoridad 
y  oprimir  á  tus  hermanos. 
La  suerte  de  los  tiranos 
aprende  on  Napoleón, 
pues  en  justa  proporción, 
si  tu  conducta  no  es  buena, 
tendrás  también  Santa  Elena 
en  Malilla  o  el  Peñón  (1). 

Ya  en  este  mismo  año  que  acababa  de  pasar,  cuando 
García  Parra  ejecutó  con  aplauso,  concedido  más  á  sus 
años  que  á  su  habilidad,  muy  decaída.  El  principe  prodi- 
gioso, á  la  vez  que  Maiquez  Los  compromisos^  hicieron  co- 
rrer otra  décima,  tras  la  que  se  adivina  la  negra  envidia 
de  su  autor  que,  por  lo  visto,  era  andaluz: 

Salió,  en  fin,  Manuel  García 
y  el  público  justiciero, 
manifestó  placentero 
cuanto  aprecio  de  él  hacía. 
No  le  aplaudió  por  manía, 
sino  por  el  interés 
de  dar  premio  á  su  honradez, 
aliviar  su  situación 
y  abatir  la  sinrazón 
de  una  infundada  altivez  (2). 


(Ij    Papeles  manuscritos  de  la  época  que  posee  el  autor. 

(2)  Papeles  manuscritos  del  autor.  García  Parra,  aunque  jubila- 
do desde  hacía  muchos  años  salió  aún  á  escena  en  1822  á  represen- 
tar El  café,  de  Moratín,  en  unión  de  Mariano  Querol,  dos  de  los 


Capítulo  décimooctavo  419 

Si  después  de  diez  y  siete  años  casi  consecutivos  de  pri- 
mer actor  y  de  ejecutar  más  de  doscientas  obras  de  todos 
los  géneros,  la  mayor  parte  de  gran  empeño,  de  un  modo 
como  hasta  entonces  no  se  había  visto  representar  en 
nuestro  teatro,  le  parecía  aún  infundada  al  coplero  la 
altivez  de  Maiquez,  bien  claro  se  ve  que  aunque  el  mismo 
Apolo  tomase  la  forma  y  cuerpo  del  actor  español,  no  le 
concedería  una  línea  de  ventaja  á  cualquier  comicastro 
del  tiempo. 

Estas  injusticias  y  la  inconsideración  de  las  autorida- 
des afligieron  á  Isidoro  en  términos  que  acabaron  de 
agriar  su  carácter,  minaron  hondamente  su  salud  resen- 
tida y  señalaron  el  principio  de  la  alteración  de  sus  facul- 
tades mentales. 

Quedó^  pues,  fuera  de  las  compañías  como  cualquiera 
parte  por  medio  el  que  era  honra  del  arte  español,  en  un 
género  muy  digno  de  aprecio  y  apreciado  en  toda  Euro- 
pa. Salió  de  Madrid  y  se  retiró  á  Córdoba,  donde  pasó, 
según  Revilla,  algunos  meses  al  lado  del  Marqués  de  la 
Vega  de  Armijo,  que  le  estimaba  en  lo  que  valia. 

El  público  estuvo  muy  lejos  de  secundar  la  arbitraria 
conducta  del  Corregidor  y  disminuyó  la  asistencia  al  tea- 
tro del  Príncipe  de  tal  modo,  que  no  obstante  los  esfuer- 
zos de  los  actores,  como  luego  veremos,  el  resultado  final 
fué  que  apenas  obtuvieron  una  ganancia  que  excediese 
de  la  mitad  de  la  de  cualquiera  de  los  dos  años  anterio- 
res. En  cambio,  el  teatro  de  la  Cruz  partió  un  sobrante 
mayor  que  nunca,  lo  que  demuestra  que,  sin  disminuir  la 
concurrencia  general,  cambió  la  dirección  de  ella. 

En  sustitución  de  Maiquez  se  nombró  autor  á  Eugenio 
Cristiani,  una  de  las  cabezas  del  bando  contrario;  quedó 
de  primer  galán  Antonio  Ponce,  en  unión  de  Avecilla,  y 
quedaron  también  las  demás  partes  principales.  En  las 
secundarias  hubo  algunas  modificaciones  que  pueden  ver- 


actores  que  lo  habían   estronado  en  1792,  es  decir,  treinta  anos 
antes. 


420  ISIDORO    MAIQUEZ 


se  en  las  listas.  La  compañía  de  la  Cruz  siguió  como  el 
año  anterior,  sin  más  variación  de  importancia  que  la 
vuelta  de  Pedro  Cubas,  como  primer  gracioso  para  susti- 
tuir al  difunto  José  Oros. 

Empezáronse  los  funciones  el  6  de  Abril  (Pascua),  en  el 
Principe  con  Los  gemelos,  obra  del  repertorio  de  Maiquez, 
al  que  en  vano  trató  Ponce  de  emular,  no  obstante  su  po- 
sitivo mérito,  y  en  la  Cruz  se  puso  El  desdén  con  el  des- 
dén, muy  bien  representado  por  la  Carmona,  Carretero  y 
Cubas. 

El  teatro  del  Principe  dio  su  primer  estreno  á  fines  de 
Abril  con  la  comedia  de  Moliere,  El  enfermo  de  aprensión, 
traducida  por  Lista  en  1812  y  representada  en  Sevilla, 
pero  reducida  ahora  á  dos  actos  con  bastantes  supresio- 
nes y  adornos  postizos  (1). 

Á  esta  siguieron  la  ópera  bufa  Marco  Antonio  (2),  letra 
de  Anelli,  música  de  Pavesi,  muy  bien  cantada  por  las 
Moreno;  la  comedia  Los  dos  Mendozas  (3);  la  célebre  ópe- 
ra francesa  de  Jouy  y  Spontini  La  Vestal,  puesta  con  lujo 
y  decoraciones  nuevas,   cantada  por  las  Moreno,  Muñoz, 


(1)  En  la  Biblioteca  municipal  existe  un  manuscrito  de  esta  re- 
fundición con  la  licencia  correspondiente  á  este  año  de  1817.  P"ué 
ejecutada  por  Agustina  Torres,  María  Maqueda,  T.  Sánchez  y  Pon- 
ce,   Caprara,   Guzmán,  Contador,  Ortega,  Silvostri  y  Fabiani. 

(2)  Marco  Antotüo.  Ópera  cómica  (en  dos  actos,  prosa  y  verso), 
traducida  libremente  del  italiano.  Madrid,  1816,  Leonardo  Nú- 
ñez,  8.°,  46  páginas.  Se  ejecutó  con  este  reparto:  Marco  Antonio, 
MsiS.— Carlos,  Muñoz.— Rosa,  Francisca  Moreno.— FZora,  Benita 
Moreno.— Pascual,  Cairón.— Tobías,  Llord. 

El  asunto  es  burlar  al  viejo  avaro  Marco  Antonio,  que  intenta 
casarse  con  Flora,  enamorada  de  Carlos,  sobrino  del  viejo,  quien  al 
fin  se  la  cede. 

(3)  Los  dos  Mendosas.  Comedia  en  tres  actos  (verso).  Biblioteca 
municipal  24-6.  Licencia  de  1.°  de  Abril  de  1817,  y  el  reparto:  Don 
Juan  Mendosa,  primero.  Avecilla.  — Z).  Juan  Mendosa,  segundo, 
Ponce.  —  /).  Bernardo,  Caprara.  — Z).  Nicolás,  Silvostri. — D.  Joa- 
quín, López. — D.^  Clara,  Sra.  Sánchez.-/)  ^  Margarita,  Sra.  Ma- 
queda.—i\/aría/ia,  Sra.  Gertrudis  Torre. 

Poco  verosímil  desde  el  momento  en  que  el  enredo  consiste  en 
que  los  dos  hermanos  se  llaman  D.  Juan  de  Mendoza.  Las  cosas  de 
uno  le  pasan  al  otro,  etc.,  etc.,  y  esta  perpetua  y  tonta  equivoca- 
ción dura  los  tres  actos. 


CAPÍTULO   DÉCIMOOCTAVO  451 

Dionisio  López,  Gomora  y  Fabiani  (1);  el  drama  en  tres 
actos,  traducido  del  francés  con  el  título  de  El  monte  de 
Cercotes  ó  los  cuervos  acusadores  (2),  también  con  nue- 
vo decorado;  La  elección  de  esposo  (3),  opereta  en  un  acto, 
traducida  por  D.  Félix  Enciso  de  la  italiana  La  scelta  dello 
sposo,  letra  de  AnelH,  pero  acomodada  á  nuestras  costum- 
bres. 


(1)  La  Vestal.  Ópera  6  tragedia  lírica  en  tres  actos  (verso).  Bi- 
blioteca municipal.  Manuscrito  192-1.  Licencias  y  aprobaciones  de 
28  y  30  de  Mayo  de  1817  y  el  reparto:  Licinio,  Muñoz. — Ciitiia,  D. 
López.— Julia,  Benita  Moreno.— La  Gra/i  Vestal,  Francisca  More- 
no.—S'amo  sacerdote,  Gomora..— Cónsul... — Jefe  de  los  arúspices, 
Fabiani. 

Licinio  va  á  ser  coronado  en  triunfo  y  sabe  que  su  amada  Julia 
se  ha  hecho  Vestal,  y  que  ella  misma  le  pondrá  la  corona.  Trata 
de  robarla,  penetra  en  el  templo,  se  sabe  la  profanación,  el  fuego  se 
apaga.  Condenada  á  muerte  Julia,  debe  ser  enterrada  viva.  Licinio 
con  sus  partidarios  trata  de  salvarla.  Tempestad;  un  rayo  incendia 
el  velo  de  Julia  oue  estaba  sobre  el  altar  y  el  fuego  sigue  ardiendo. 
Tal  señal  es  la  ae  la  inocencia  de  Julia,  que  recibe  permiso  de  ca- 
sarse con  Licinio. 

(2)  Los  cueroos  acusadores  ó  el  monte  de  Cercotes.  Comedia  en 
tres  actos  en  prosa.  Biblioteca  municipal  20-2.  Licencia  30  de  Abril 
de  1817  y  el  reparto:  Sr.  Amelot,  Avecilla. — D.^  Florencia,  .Sánchez. 
— D.  Antonio,  López.— Sr.  Duran,  h'dTha..^- Adriana,  dama.  San- 
tiago, Silvostri,  y  Bruno,  Fabiani  (los  asesinos). —  Faustino,  gra- 
cioso. 

Melodrama  inverosímil,  pero  con  algún  interés.  Por  el  asesinato 
de  Amelot,  es  acusado  Duran,  que  quis»  salvarle.  Unos  cuervos 
pasa^n  por  encima  de  los  criminales  en  el  acto;  son  los  únicos  testi- 
gos; pero  la  torpeza  de  los  asesinos  hace  í[ue  les  sea  oída  una  con- 
versación en  (jue  declaran  su  delito.  Uno  de  ellos  es  estúpido  y  tími- 
do>  y,  cuando  ya  acusados  y  casi  convictos,  v-e  pasar  de  nuevo 
unos  cuervos  por  el  aire,  acaba  de  confesar  el  crimen  y  robo  del 
Sr.  Amelot.  El  descubridor  es  el  novio  de  Adriana,  y  ésta,  hija  del 
primer  a(;usado  inocente,  .Sr.  Duran;  así  tenía  que  ser.  Parece  una 
novela  de  folletín  y  algunas  hay  del  mismo  asunto. 

(3)  La  elección  de  esposo,  'jpera  en  prosa.  Acto  único;  música 
del  Sr.  Pietro  Guillelmi.  Traducida  del  italiano  y  acomodada  á 
nuestro  teatro,  por  D.  F.  E.  Castriílón.  Biblioteca  muniíMpal  191-2. 
Aprobaciones  y  licencias  de  10  y  12  de  Junio  de  1817,  y  el  reparto: 
La  condesa  Dc.yanira,  lienita.  —  Laureta,  criada,  Spóntoni.— Or- 
lando,  Dionisio. —  Clemente,  Mas. —  Arnesto,  Muñoz.—  Alberto, 
Llord. 

Asunto  baladí.  La  condesa  viuda  es  pretendida  por  Orlando,  vani- 
doso, Clemente,  tonto,  y  Arnesto,  muy  celoso.  Ama  á  éste;  se  bur- 
la de  los  demás  y  castiga  á  Arnesto,  con  celos  supuestos  de  un  Al- 
berto, hermano  de  la  danna, 


422  ISIDORO   MAIQUEZ 


Después  de  la  comedia  «original  é  historial»  en  tres  ac- 
tos, como  dice  el  anuncio,  titulada  Nunca  desampara  el 
cielo  la  inocencia  perseguida  y  Condesa  Genoveva  (1),  de 
asunto  bien  conocido,  se  estrenaron  seguidas  dos  óperas, 
la  Griselda  (2),  libreto  antiguo  de  A.  Zeno,  reformado  por 
Anelli,  y  música  de  Paer,  que  tampoco  era  nueva  y  que 
cantaron  las  Moreno,  Dolores  Serrano. y  J.  Spontoni,  con 
Muñoz  y  demás  partes  de  canto,  y  El  hijo  adoptivo  ó  el  in- 
clusero (3),  traducido  del  francés,  por  D.  Félix Enciso  Cas- 


(1)  Adunca  desampara  el  cielo  la  inocencia  perseguida  ó  la 
Condesa  Genoveva.  Biblioteca  municipal  52-12.  Licencia  17  de 
Agosto  de  1817  y  el  reparto: 

Conde:  FabiSim.— Genoveva:  Agustina  Torres.— Baró/i  (traidor): 
Avecilla.  — Cremer:  Ortega..— Enrique:  Ca^prara..  — Clarisa:  Sabati- 
ni. — Eduardo:  SlUostri. —Strenck:  Guzmán. 

Es  un  buen  ejemplar  del  género  melodramesco.  Tiene  algún  pa- 
recido con  la  leyenda  de  Genoveva  de  Brabante,  y  quizá  sea  una 
de  sus  variantes.  El  conde  está  ausente.  El  barón,  su  primo,  y  de  la 
condesa,  que  quiere  heredar  á  ambos,  finge  una  carta  del  marido  en 
que  se  dice  que  el  niño  que  va  á  dar  á  luz,  se  lo  entregue  á  un  criado 
que  lo  llevará  á  donde  le  indica.  Al  mismo  tiempo,  otro  anónimo 
dice  al  conde  que  su  mujer  comete  adulterio  con  un  servidor  de  la 
casa,  y  que  el  hijo,  fruto  de  él,  lo  han  ocultado.  El  criado  había  de 
ser  asesinado,  así  como  el  niño,  por  el  cómplice  del  barón,  que  era 
un  presidiario;  pero  éste  recoge  el  dinero  y  se  va  sin  matar  á  nadie. 
El  criado  acometido  por  los  lobos  abandona  al  niño  en  una  mata  y 
se  salva.  Presa  la  condesa,  por  haber. desaparecido  el  niño,  y  luego 
el  criado,  acusados  por  el  propio  marido  y  condenados  por  el  barón, 
(jue  era  juez,  están  á  punto  de  ser  ejecutados,  cuando  de  la  corte  se 
recibe  orden  aclarando  todo,  por  haber  sido  preso  por  otras  falsifica- 
ciones el  cómplice,  y  declarado  la  tropelía  del  barón.  Este  es  preso 
y  ejecutado  y  el  conde  reconciliado  con  su  esposa.  Falta  el  niño  á 
quien  hallan  unos  pastores  en  una  cueva  amamantado,  como  Ró- 
mulo,  por  una  loba. 

(2)  Griselda  ó  escamen  de  la  virtud.  Ópera  en  dos  actos  (verso). 
Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal  con  las  aprobaciones  de  1817. 

(3)  El  adoptivo  ó  el  inclusero  6  el  hijo  de  la  cuna.  Opera  en  dos 
actos,  en  prosa.  Biblioteca  municipal  194-14.  Licencia  1.°  de  .Julio 
de  1817,  y  el  reparto:  D.  Luis:  Caprara.— León  (el  adoptivo):  Mu- 
ñoz.—Carlota:  Spontoni.  —  Beltrán:  Dionisio. — Pascual:  Llord. — 
Simón,  padre  de  León:  Justo.— Z).  Juan:  Fabiani. 

También  llevó  el  título  El  hijo  adoptivo.  Acción  sin  mayor  inte- 
rés. D.  Luis  había  recogido  y  criado  á  León  y  le  va  á  casar  con  su 
sobrina  Carlota.  Llega  el  verdadero  padre,  urí  aldeano,  y  León  está 
dispuesto  á  marchar  con  él,  pero  siente  abandonar  á  D.  Luis.  Este 
fluctúa  entre  el  perdón  y  el  olvido.  Perdona.  La  música  es  de  Nico- 
lo  de  Malta.  La  escena  en  un  pueblo  inmediato  á  Sevilla. 


CAPÍTULO   DÉCIMOOCTAVO  423 

trillón,  y  también  adaptado  á  España,  pues  coloca  la 
acción  en  un  pueblo  inmediato  á  Sevilla. 

La  cabeza  de  bronce  ó  el  desertor  húngaro,  fué  el  éxito 
mayor  de  este  año;  se  hizo  diez  y  seis  dias  seguidos,  y 
hasta  el  Rey  fué  á  verla.  Para  ella  pintó  nuevas  decora- 
ciones D.  Antonio  María  Tadei,  y  la  ejecutaron  las  prin- 
cipales partes,  de  la  compañía  excepto  Ponce  y  Cristiani. 
No  puede  negarse  que,  aparte  del  recurso  escénico  del 
busto  de  bronce,  que  no  era  necesario,  encierra  este  dra- 
ma un  asunto  interesante,  nada'  inverosímil  y  bien  des- 
arrollado, y  esto  basta  para  explicar  el  grande  aplauso 
que  mereció  esta  célebre  obra,  sobre  la  cual  no  debemos 
decir  más  por  ser  bien  conocida  (1). 

Después  de  ella  sólo  de  paso  merecen  apuntarse  otras 
tres  obras  nuevas,  Las  citas  (2),  en  un  acto,  La  garganta 
del  león  ó  la  madre  esclava  (3),  comedia  en  tres  actos,  am- 


(1)  Fué  varias  veces  impresa.  La  cabeza  de  bronce  ó  el  deser- 
tor húngaro.  Comedia  nueva  en  tres  actos,  en  prosa.  De  gran- 
de espectáculo.  \'alencia,  1819,  imprenta  de  Manuel  Muñoz  y 
compañía,  8.°,  76  páginas.  Este  mismo  la  reimprimió  en  1821.  Hay 
otra  impresión  de  Barcelona,  Piferrer,  1820,  4.",  y  quizás  alguna  de 
Madrid,  anterior  á  todas  éstas. 

(2)  Las  citas.  Comedia  nueoa  en  prosa  en  un  acto.  Valencia, 
Gimeno,  1823,  8.°,  32  páginas.  Ks  traducción  de  la  opereta  bufa  de 
Hoffman,  música  de  Nicolo,  Les  rendez-üous  bourgeois,  y  el  asun- 
to las  citas  que  dan  á  sus  amantes  la  hija,  la  sobrina  y  la  cria- 
da de  cierto  D.  Anselmo,  sin  que  unos  sepan  de  los  otros,  en  uua 
casa  de  campo,  cerca  de  lioadilla,  pues  la  pieza  está  adaptada  á 
nuestros  usos,  y  que  ocasiona  el  enredo  consiguiente  hasta  la  lle- 
gada del  jefe  do  la  casa.  El  original  se  había  estregado  en  París 
en  1807  con  mucho  aplauso. 

(3)  La  garganta  del  león  ó  la  madre  esclaca.  Comedia  de  gran 
espectáculo,  en  tres  actos,  en  prosa.  Representada  en  París  en  el 
día  14  de  Enero  de  1817,  en  el  teatro  de  la  Gaitc.  Traducida  por 
D.  Francisco  de  Paula  Marti,  en  Septiembre  de  1817.  Biblioteca 
municipal  1-33-5.  Aprol)ación  de  22  de  Octubre  de  1817,  licencias 
para  la  representación  de  3  de  Diciembre  de  1817  y  el  reparto: 

Luis  Mocf'nigo:  Caprara. — El  marques  de  Orsiní:  Ponce.  — El  con- 
de VÍDÍani:  Silvostri.— Co«mo¿oár:  Ortega.— Contarin i.— Pisano: 
Vahlani.— G ir aldi:  Tomás.— Espalini:  Guzmán.  —  Olimpia  Capelo: 
Agustina.— El  na:  Hahíxtini.— Carina:  Sra.  Torre. 

Asunto  veneciano:  salvación  de  la  República,  porque  Olimpia  des- 
cubre una  conjuración  urdida  por  su  marido  Órsini,  quien  la  hal)ía 
vendido  como  esclava.  Amores  d$  Viviani  con  P^lna.  Orsini,  en  los 


424  ISIDORO   MAIQUEZ 


bas  traducidas  del  francés,  y  la  opereta  El  matrimonio 
reunido,  música  de  Puccita,  y  cuyo  asunto  es  el  mismo 
que  el  de  Adolfo  y  Clara  ó  los  dos  presos  (1). 

Un  suceso  de  importancia  en  este  teatro  fué  la  última 
aparición  en  essena  de  la  esposa  de  Maiqubz,  Antonia 
Prado,  jubilada  hacia  ya  cinco  años,  pero  á  quien  el  pú- 
blico vio  aún  con  gusto  dos  veces.  Fué  la  primera  los 
días  19  y  siguientes  de  Septiembre  en  la  comedia  de  Lope, 
refundida,  por  Trigueros  La  melindrosa  ó  los  esclavos  su- 
puestos. 

El  anuncio  que  hizo  poner  la  cómica,  decía  que  en 
ella  «desempeñará  el  principal  papel  la  Sra.  Antonia  Pra- 
do, primera  actriz  que  fué  por  muchos  años  en  los  teatros 
de  esta  corte,  y  que  reconocida  á  los  singulares  beneficios 
que  tiene  recibidos  de  este  indulgente  público,  le  ofrece 
en  su  salida  el  postrer  testimonio  de  su  gratitud  y  afecto, 
y  el  saínete  Do7i  Chicho,  en  el  que  igualmente  hará  el  pa- 
pel principal  la  Sra.  Antonia  Prado.» 

Esta  función  estaba  anunciada  para  el  día  12,  pero  hubo 
que  suspenderla  á  causa  de  una  ligera  enfermedad  de  la 
cómica.  Ayudáronla  en  la  representación  Agustina  To- 
rres, María  Cabo,  María  Sabatini,  Avecilla,  Caprara,  Guz- 
mán,  Silvostri  y  otras  partes  secundarias.  Produjo  la  en- 
trada en  el  primer  día  más  de  9.000  reales,  es  decir  más  del 


papeles  de  la  conjuración,  compromete  á  Viviani,  fingiendo  es  él  el 
conspirador,  pues  la  firma  con  el  .nombre  de  su  primo.  La  garganta 
del  león  es  el  buzón  político  de  Venecia,  donde  se  arrojaban  las  de- 
laciones. 

(1)  El  tnatriinoiiio  reunido.  Opera  en  prosa  en  un  acto.  13iblio- 
teca  municipal  194-20,  Aprobaciones  y  licencias  de  15  y  19  de  Di- 
diembre  1817.  . 

El  barón:  Gomora..— Laura:  Benita  Moi^eno. —  7'orcuato:  Liord. 
—  Mazapanes:  Mas. — Basilia:  Spontoni. — Panzallena:  Lledot, 

I>aura  y  Torcuato,  cónyuges,  quieren  separarse  y  dirigen  aun 
tío  ministro  cada  uno  su  petic'ón  para  recluir  al  otro.  El  barón  los 
íitrae  á  su  casa  (por  orden  del  ministro),  convierte  su  quinta  en  apa- 
rente casa  de  reclusión;  disfraza  á  los  criados  de  carceleros,  y  les 
hace  prever  una  clausura  muy  larga,  y  sin  saber  él  uno  (\e\  otro. 
Al  fin  se  ven,  se  desean  ver  más,  reconcilian  y  piden  salir  para  ha- 
cer vida  marital.  Quizá  sea  de  Enciso. 


CAPÍTULO  DÉCIMOOCTAVO  425 

doble  que  en  los  anteriores,  y  duró  hasta  el  25  inclusive, 
asistiendo  el  Rey  en  el  último. 

Presentóse  segunda  vez  los  días  24  y  siguientes  de  No- 
viembre, en  la  comedia  que  ella  había  estrenado  en  1802, 
Solimán  II  ó  las  Tres  Sultanas.  «Para  mayor  adorno  de  la 
función,  decía  el  anuncio,  se  estrenará-  una  decoración 
que  representa  un  salón  regio  de  estilo  persa,  pintado  por 
el  profesor  napolitano  D.  Jacomo  Agencio,  nuevo  en  esta 
corte,  y  discípulo  del  fampso  Chelly.» 

Después  de  este  esfuerzo  desapareció  para  siempre  la 
poco  afortunada  actriz.  Vivió  aún  muchos  años  en  la  ma- 
yor oscuridad  y  pobreza,  falleciendo  en  esta  corte  el  16  de 
Julio  de  1830  (1). 

El  teatro  de  la  Cruz  tardó  más  en  ofrecer  obras  nuevas 
que  el  del  Príncipe,  pues  con  excepción  de  Los  dos  Val- 
domir os (2), árimfi  que  tiene  por  asuntoel  conocidodeusur- 
pación  de  un  trono  por  sustitución  de  persona,  y  la  ope- 
reta El  señor  del  lugar,  estrenadas  en  Mayo,  hasta  Julio 
no  presentó  otra,  que  fué  El  viejo  de  la  montaña  ó  los  ára- 
bes del  Líbano  (3),   «drama   nuevo  historial  á  grande  es- 


(1)  Partida  de  defunción.  «iJoña  Antonia  Muñoz  y  Prado,  de 
edad  de  sesenta  y  cuatro  años^  viuda  de  D.  Isinono  Maiquez;  vivía 
Costanilla  de  los  Desamparados,  niím.  9;  recibió  los  Santos  Sacra- 
mentos y  murió  en  16  de  Julio  de  1830.  Hizo  una  declaración  en  22 
de  Junio  del, mismo  año,  ante  Mariano  Fernández  del  Canto,  escri- 
Ijano  de  S.  M.,  y  testigos;  .y  en  ella  expresa  no  tener  bienes  de  que 
poder  testar.  Instituyo  por  su  único  y  universal  heredero,  mediante 
no  tenerlos  forzosos,  á  ü.  Juan  l^autista  F.  Payan.  Se  deposito  su 
(•adíver  en  la  capilla  de  Nuestra  Señora  de  la  Novena,  por  ser  Ma- 
yordoma  de  ella,  y  se  la  hizo  el  oficio  general,  según  contrata.  Se  la 
enterró  en  senultiira  cojnún  en  el  cementerio  de  extramuros  do  la 
Puerta  de  'I'oledo;  dieron  de  fábrica  un  ducado;  y  como  Teniente 
mayor  lo  firmé.  1).  Francisco  Martínez  Adán.)>  (Archivo  parroquial 
de  San  Sebastián  de  Madrid;  libro  43  de  difuntos,  folio  84  . 

(2)  Los  dos  Waldotniros.  Comedia  en  tres  actos,  en  prosa.  Wn- 
loncia,  Gimeno,  1823,  8.°,  5(J  fmginas.  Quizá  se  haya  impreso  antes. 

C3)  El  viejo  de  la  montaña  ó  los  árabes  del  Líbano.  \)va.nvd.  en 
tres  actos  Cprosa).  Biblioteca  n.unicipal  90-6  y  el  reparto:  ' 

Godo/redo,  fonde  de  Damasco:  Priita.— Fíletas:  Rafael. — Alie- 
nor:  ijlihrie].— Histerkan,  el  Viejo:  A.  I^ópez.— Mo/m/i:  II.  López. 
—  Depardel:  Campos. — Flodemir,  niño  mudo:  La  niña  Velasco.— 
Hizelis:  Cubas.— Mey/a:  Ramona.—  Telayra:  Antera.—  Átanai,r 


426  ISIDORO   MAIQUBZ 


pectáculo»,  decía  correctamente  el  anuncio,  exornado  con 
bailes,  música  y  decoraciones,  todo  nuevo'y  representado 
por  Antera  Baus,  Rafaela  González,  Ramona  León  y  por 
Antonio  González,  Rafael  Pérez,  Cubas,  Ronda  y  otros  ac- 
tores, con  lo  cual  el  éxito  fué  muy  grande. 

El  público  español,  al  igual  del  de  París,  venía  conce 
diendo  desde  antes  del  año  anterior,  mucho  aplauso  á  es 
tos  dramones  espantables,  que  prepararon  el  advenimien 
to  del  romanticismo,  al  cual  pertenecen  en   cierto   modo 
Al  vulgo  de  los  espectadores  nada  le  importaba  la  verdad 
siquiera  poética  del  asunto,  ni  la  lógica  en  su  desarrollo 
ni  el  sentido   común   en  los  caracteres;  quería  sorpresas 
acciones   fuertes,   prisiones,   sangre  y  horror   por   todos 
lados.  No    en  vano   durante  más  de  veinte  años   venía 
Europa   entera    presenciando    actos    de    tanta   ó    mayor 
ferocidad  que  los  que  los  melodramas  ponían  á  la  vista. 
Los  odios  de  clases,  políticos  y  religiosos,  entre  los  fran- 
ceses, dieron  largo  asunto  á  las  mayores  tragedias,  en  el 
curso  de  su   célebre  revolución;   las  inicuas   invasiones 
napoleónicas  en  casi  todos  los  Estados,  con   su  cortejo  de 
actos  vandálicos,  provocaron  una  sacudida  en  igual  senti- 
do en  pueblos  antes  bien  pacíficos  como  España.  Es  difícil 
hoy  formarse  idea  clara  del  odio  que  en  nuestros  abuelos 
causaba  la  presencia  de  los  enemigos;  el  soldado  aquél  de 
la  pieza  dramática   escrita  yov  un  /"rmíe  murciano,  que 
después  de  la  batalla  de  Bailen  se  presenta  con  un  cora- 
zón de  francés  chorreando  sangre  entre   los   dientes,  nos 
indica  cuánto  había  descendido  hacia  la  crueldad  el  alma 


C.   Paz.— Senescal:  Santos. —  Un  fedahi:   Mariano.— í'/i  guerrero 
Druso:  Ortigas.  —  E I  ¡e/e  de  la  guardia:  Mata. 

Cacería;  tempestad;  ataque  de  un  castillo;  asesinato  del  conde; 
prisión  de  todos  los  inocentes;  reconocimiento  del  viejo  por  hija 
suya  en  Atañáis,  á  quien  iba  á  hacer  su  qlierida  en  el  harén.  Tonte- 
ría de  los  cristianos  que  caen  en  el  garlito  torpe  y  mal  urdido  del 
viejo.  VA  chiquillo  mudo  les  avisa  y  avisa  al  campo  cruzado.  Ataque 
de  la  residencia  del  viejo;  incendio  de  sus  palacios  y  fortalezas. 
Alienor  le  mata  y  se  casa  con  su  hija.  Interés  poco  acrecentado. 
Mucho  aparato. 


CAPÍTULO   DÉCIMOOCTAVO  427 

de  los  españoles,  crueldad  saludable  tal  vez  en  aquellos 
tiempos,  pero  que  trascendía  ahora  hasta  las  más  senci- 
llas expansiones  del  espíritu. 

Algunos  escritores  quisieron  ridiculizar  esta  perversión 
del  gusto  en  asuntos  literarios,  como  más  adelante  otros 
lo  intentaron  con  las  exageraciones  románticas;  pero  se- 
mejante llamamiento  al  buen  sentido  no  tuvo  por  el  pron- 
to feliz  éxito. 

Un  poeta  distinguido,  D.  Eugenio  de  Tapia,  compuso 
por  estos  días  una  sátira  en  que  aprecia  de  este  modo  las 
comedias  terroríficas  que  entonces  estaban  en  auge; 

Mas  no  sólo  el  que  adula  bien  entiende 
el  gusto  de  Madrid.  Fabio  el  sensible, 
una  comedia  lagrimosa  emprende. 

Ya  es  tierno  en  las  escenas^  ya  irascible, 
ora  baja  á  las  tumbas  horrorosas, 
y  allí  ve  un  figurón  magro  y  horrible, 

Ora  pinta  mujeres  angustiosas 
del  hambre  traspilladas:  clamorea 
tal  vez  en  las  prisiones  tenebrosas. 

La  plebe  Hora,  el  cómico  vocea, 
cae  el  telón,  se  aplaude  la  ensalada 
y  luego  por  Madrid  se  cacarea  (1). 

Con  más  gracia  todavía,  D.  Leandro  Fernández  de  Mo- 
ratín,  en  una  carta  á  su  amigo  D.  Dionisio  Solís,  escrita 
en  Barcelona,  á  12  de  Septiembre  de  1815,  fustiga  las 
obras  de  aquel  género  diciendo:  «¿Y  qué  hay  de  teatros? 
¿Qué  nuevos  ingenios  pululan  por  ahí?...  En  este  emporio 
cataláunico  asoman  la  cabeza  bastante  á  menudo  tres  ó 
cuatro  poetas  ropavejeros  muy  amigos  de  sepulcros,  pale- 
tillas, cráneos  rotos  y  tierra  húmeda,  con  cadenita,  jarra 
de  agua,  media  morena,  y  pobrecita  mujer  embovedada 
que  Hora  y  gime,  hasta  que  en  el  quinto  acto  bajan  con 
liachas  y  estrépito,  y  el  crudo  marido  la  abraza  tierna  y 
cariñosamente  y  la  consuela  diciéndola  que  todo  aquello 
no  ha  sido  más  que  una  equivocación.  El  auditorio  queda 


'1)    Poesías  de  D.  FAigenio  de   Tapia,  Director  de  la  I nyirenta 
"/■ional.  Madrid,  Imprenta  nacional,  1821, 12.°,  páj^nnas  147  y  148. 


428  ISIDORO    MATQUEZ 


contento,  los  empresarios  ni  más  ni  menos,  los  autores 
dicho  se  está...  Mañana  echan  una,  nuevecita,  de  cinco 
ahorcados, 

Y  vayase  Terencío  noramala 
con  Baquis,  Menedemo  y  Antifila»  (1). 

Después  de  los  horrores  de  EL  viejo  de  la  montaña,  tra- 
bajaron los  artistas  de  la  Cruz  en  alguna  pieza  conocida, 
y  luego  presentaron  la  ópera  cómica  en  tres  actos,  El  prín- 
cipe de  Catania  (2),  traducción  de  la  francesa,  letra  de 
Castel,  música  de  N.  Isouard,  cantada  en  París  en  1813, 
la  comedia  3n  tres  actos  Siri-Brahe  ó  las  jóvenes  curiosas. 
«Es  obra  de  Gustavo  Adolfo,  Rey  de  Suecia,  y  traducida  al 
francés  por  el  general  Thuring,  y  de  éste  al  castellano  por, 
un  individuo  de  la  compañía»,  como  decía  el  anuncio  y 
reza  el  título  de  la  pieza  (3).  El  traductor  fué  José  Fe 
driani. 


(1)  MovSiim:  Obras  postumas,  i\\,M^. 

(2)  El  ptnneipe  de  Catania.  Opera  en  tres  actos  (prosa  y  verso). 
Biblioteca  municipal,  190-9.  Licencia  de  27  Febrero  1817. 

Alamó/i,  príncipe  de  Catania,  Gil.— Ernán,  general,  Alverá.— 
Ahdalá,  corsario,  López.— Sif redo,  Pérez.— Armida,  Laviña.— 
Genaro,  Cubas. 

Opera  pesada.  Alamón  entregado  á  las  diversiones,  descuida  su 
isla,  que  invade  y  de  la  que  se  apodera  el  corsario  Abdalá.  Arre- 
pentido, con  el  auxilio  de  su  viejo  general,  Emón,  la  recobra  y  se 
casa  con  Armida.  Es,  como  casi  todas,  zarzuela.  Tiene  bastante 
música. 

(3)  Siri-Brahe  ó  las  Jóvenes  curiosas.  Drama  histórico  en  tres 
actos  (prosa),  compuesto  por  Gustavo  tercero,  Rey  de  Suecia.  Tra- 
ducido al  francés  por  el  general  Thuring,  y  de  este  al  castellano, 
por  *^-\  Manuscrito,  Biblioteca  municipal,  145-13.  Le  precede  un 
compendio  histórico  del  asunto,  que  es  la  revolución  sueca,  que  ex- 
cluyó del  trono  á  .Segismundo  (hijo  de  Juan  III  de  Suecia),  y  luego 
Koy  de  Polonia. 

Gustavo  Adolfo,  Manuel.— Carlos  Guldestern,  \n^el.~  Julia, 
llaf'aelíi.—  Siri-Brahe,  dama. —  Henri-Thurson,  galán.  —  Stofpa, 
h'irba.— Diaria,  Cobo. —  Texel,  tercero. — Waldarn,  Campos. 

El  enredo,  que  es  interesante,  consiste  en  la  venida  secreta  de 
Carlos,  proscripto  como  partidario  de  -Segismundo,  para  ver  á  su 
esposa  Siri  y  llevarla  á  Polonia.  Descubierto  por  la  curiosidad  de  las 
jóvenes  Julia  y  Diana,  que  se  empeñan  en  saber  quién  es  el  perso- 
naje oculto  en  el  castillo  de  la  condesa  Eva  (madre  de  Carlos),  está 
;i  punto  de  morir,  cuando  Gustavo  Adolfo  se  presenta  y  le  perdona. 


Capítulo  bÉciMOOCTAVo  4áí) 

Vino  luego  e)  «drama  de  gran  espectáculo  en  tres  ac- 
tos», El  tirano  de  Lituania,  Boleslao,  ó  el  castillo  de  Zuiíki, 
hecho  por  la  Carmona  (1),  que  tuvo  éxito  mediano,  y  el 
melodrama  francés  en  tres  actos,  que  fué  aplaudidisimo, 
El  huérfano  y  el  asesino  ó  el  valle  del  torrente  (2),  «en  el 
cual  ejecutará  el  papel  de  huérfano  mudo  la  Sra.  Antonia 
Molino».  Era  ésta  la  primera  bailarina  de  género  español 
de  este  teatro,  muy  celebrada  y  muy  linda.  El  año  ante- 
rior, haciendo  el  baile  pantomímico  Las  Danaidas,  estuvo 
á  punto  de  sucumbir,  cayéndose  por  un  escotillón  y  que- 
dando lesionada  duraLte  muchos  días.  Este  suceso  fijó 
especialmente  la  atención  pública  sobre  ella,  ya  harto 
despierta  por  sus  amores  con  el  Corregidor,  conde  de  Moc- 
tezuma, que  habían  dado  lugar  á  que  se  imprimiesen  y 
cantasen  por  las  calles  las  Coplas  del  Corregidor  y  la  Mo- 
Un...  era,  hasta  que  fueron  prohibidas  nada  menos  que  por 
la  Inquisición  (3). 

Concluyeron  los  estrenos  de  la  Cruz  con  los  siguientes: 


(1)  Boleslao  ó  el  castillo  de  Zu/ila.  Melodrama  en  tres  actos, 
n  prosa.  Manuscrito  de  la  Biblioteca  municipal,  89-21.  Es  traduc- 
ión  del  francés  y  el  original  se  estrenó  en  París  en  1816. 

Boleslao  es  un  desalmado,  que  después  de  hacer  asesinar  á  Se- 
gismundo, duque  de  íJtuania,  cjuiere  hacer  lo  jnismo  con  su  viuda 
<  atalina  y  su  hijo  Carlos.  Está  apunto  de  lograrlo,  cuando  la  astu- 
cia de  algunos  adversarios  y  el  ejército  del  Rey  de  Polonia  se  lo 
impiden,  y  muere  á  manos  del  hijo  de  su  víctima.  ¡Con  qué  cosas  se 
"ntretenían  nuestros  abuelos! 

(2)  El  Dalle  del  torrente  ó  el  huérfano  y  el  asesino.  Melodra- 
ma en  tres  actos  (prosa).  Bibhoteca  nriunicipal,  89-5,  Licencia  de  1." 
Septiembre  1816. 

AV  conde,  galán.—  Remval,  Warnón.— Mauricio,  Santos. — Bel- 
tró,n,  Campos.  — V7c'íor,  huérfano,  mudo,  Agustina. — Julia,  dama. 
—Pablo,  gracioso.— Valentín,  hiLt'\)a.  * 

Terrorífico,  sentimental,  llorón;  pero  no  destituido  de  interés. 
Largo  do  contar,  el  traidor  llemval,  llof^a  á  ser  poderoso  y  va  á  ca- 
sarse con  la  hermana  del  conde  de  Bigorre.  El  mudo  recobra  el 
habla  al  ver  al  asesino  de  su  padre. 

(3)  Entre  los  libros  prohifjidos  por  edicto  1."  de  Marzo  de  1817. 
figura:  aChistoso  pasaje  que  ha  acontecido  en  estb  presente  año  en 
Xerez  de  la  Frontera,  sucedido  entre  un  molinero  y  un  corregi- 
dor; papel  en  cuartilla,  dado  á  luz  en  l^arcelona,  en  lá  imprenta  de 
Brusí  y  Ferrer,  por  comprendido  en  la  regla  Vil  del  expurgatorio.» 


4B0  ISIDORO   MAIQÜE2 


El  mal  hospital  ó  el  buen  gobernador  (1),  comedia  en  cinco 
actos,  curioso  precedente  de  las  obras  mé^s  naturalistas  de 
nuestros  tiempos,  El  duque  de  Nevers(2),  en  tres,  El  sobri- 
no fingido  (3),  pieza  en  un  acto,  también  vertida  del  fran- 
cés, y  Los  piratas  argelinos  ó  la  cisterna  de  Mallorca,  co- 
media de  grande  espectáculo,  en  cuatro  actos,  con  deco- 
raciones nuevas,  pintadas  por  D.  Joaquín  Llop. 

En  los  últimos  días  del  año  cómico,  que  acabó  el  3  de 
Febrero,  se  hizo  en  este  teatro  la  antigua  comedia  de  apa- 
riencias El  diluvio  universal  ó  el  Arca  de  Noé,  durante 
diez  tardes  y  noches,  y  que  produjo  á  la  compañía  más  de 
cinco  mil  duros.  Los  placeres  del  entendimiento,  siempre 
han  sido  muy  exquisitos. 


(1)  El  mal  hospital  ó  el  buen  gobernador.  Drama  en  cinco  ac- 
tos (prosa).  Biblioteca  municipal,  123-4.  Licencia  de  10  de  Septiem- 
bre 1817. 

Margarita,  Carmena. -Ltíísa,  Rodríguez. -Margaes,  galán.— En- 
rique, cuarto.—  Vicensi,  Diez.  — Carlos,  segundo.— Julio,  gracioso. 

Un  acto  pasa  en  un  hospital,  con  visita  de  médico,  enfermos  en 
las  camas,  enfermeros,  practicantes  y  otras  cosas  tan  agradables  y 
limpias  como  éstas.  Es  melodrama  llorón,  muy  llorón.  Margarita, 
cuya  hija  Luisa  pide  limosna,  es  hermana  de  Vivensi,  director  del 
hospital,  bribón,  pero  padre  de  Enrique,  á  quien  ama  Luisa,  su  prima. 

El  marqués  (gobernador),  corrige  los  grandes  abusos  económicos 
de  los  empleados  del  hospital  y  ampara  á  Margarita  y  su  hija.  Pare- 
ce mentira  que  el  público  aguantase  cinco  actos  de  este  jaez,  y,  sin' 
embargo,  se  ejecutó  durante  varios  d^'as. 

(2)  No  hemos  visto  esta  obra. 

(3)  El  sobrino  fingido.  Comedia  en  dos  actos,  prosa.  Biblioteca 
municipal,  144-12',  con  aprobación  de  13  de  Enero  de  1816. 

EL  conde  de  San  Telmo,  con  el  nombre  de  Antonio  Crespo,  Ca- 
rretero.—Jerónimo,  labrador,  liafaeL— Ramón,  administrador 
del  conde.  Campos. — Antonio  Ci'cspo,  soldado.  Oros,  Cubas. — El 
alcalde,  Santos.— ¿"¿ía^-,  Pérez.— />.^  Margarita,  viuda,  Sra.  Ra- 
mona.—/).^ Clara,  su  hija,  Sra.  Antonia.— María,  mujer  de  Jer(>- 
nimo,  Sr*.  Virg. 

Tiene  pocos  lances.  El  conde  y  coronel,  obligado  ;í  ocultarse  por 
un  duelo,  en  una  aldea  de  sus  estados,  con  el  nombre  de  un  solda- 
do de  su  regimiento,  se  enamora  de  Clara.  Aunque  pobre,  ésta, 
como  hija  de  un  general,  no  se  atreve  á  aceptarle,  creyendo  es  un 
soldado.  La  aparición  del  verdadero  Antonio,  que  á  la  vez  trae  ásu 
coronel  una  carta  en  la  que  le  dicen  está  libre,  descubre  su  verda- 
dero nombre  v  se  casa  con  Clara. 


CAPITULO  XIX 


Nuevo  reglamento  de  teatros,  inspirado  por  Isidoro  Maiquez  al 
volver  á  los  de  Madrid.— Formación  de  compañías.— Obras  de 
este  año. — Estreno  de  Niño  //.—Enfermedad  de  Maiquez. — Tra- 
bajo importante  de  Andrés  Prieto.- Primera  salida  á  escena  de 
Concepción  Rodríguez.— Estrenos  en  el  teatro  de  la  Cruz.— £7 
duque  de  Craóa,  El  hombre  gris,  La  comediaiita,  El  anillo  má- 
gico de  la  Reina  Berta  y  Los  moros  de  Granada. — Memorables 
representaciones  de  Maiquez  en  el  mes  de  Julio  de  1818,  en  el 
cual  trabajó  veintisiete  días  y  en  15  obras  diferentes.  — Regreso  á 
España  de  Lorenza  Correa.— Óperas  que  e\QC\iiSi.— Los  preten- 
dientes, El  turco  en  /ía¿ía.— Estrena  Maiquez  la  comedia  de  Go- 
rostiza,  Indulgencia  para  todos,  El  jugador  y  la  A'umancia, 
reformada  por  D.  Antonio  Saviñón. — Enferma  nuevamente  Isi- 
doro Maiquez.— Muerte  de  la  Reina  Isabel  de  Bragatiza. — Cié- 
rranse  los  teatros  (1818). 


I 


T^os  clamores  de  la  opinión  general  lograron  que  Isi- 
jK  DORO  Maiquez  fuese  restituido  á  los  teatros  de  la  cor- 
~  te  al  empezar  el  año  de  1818.  Y,  accediendo  además 
á  lo  solicitado  por  él,  se  mandó,  por  Real  orden  de  1.°  de 
Febrero,  que  para  cortar  las  desavenencias  y  rencillas 
que  se  experimentaban  entre  los  cómicos,  formase  el  Co- 
rregidor las  listas  y  un  reglamento  en  que  se  fijasen  con 
precisión  los  deberes  de  cada  uno. 

Hizolo  asi  el  Corregidor,  que  lo  era,   como  va  dicho, 
D.  José  Manuel  de   Arjona,  nombrado  el  año  antes,  y  lo 


43á  '  ÍSlbORO   MAIQÜB¿ 


presentó  á  la  aprobación  del  Gobierno  é  imprimió  para 
.más  fácil  cumplimiento. 

No  es  muy  largo,  pues  solo  consta  de  23  artículos,  por 
lo  cual  podremos  dar  un  extracto  del  mismo.  La  altera- 
ción más  importante  es  que  funde  los  intereses  de  ambas 
compañías,  como  había  hecho  la  Mesa  de  1800,  y  estable- 
ce para  el  complemento  de  ellas  una  sola  de  cantado  y 
otra  de  baile,  que  trabajarán  indistintamente  en  los  dos 
teatros  al  lado  de  la  de  verso  ó  declamación  que  habrá  en 
cada  uno. 

En  ellos  habrá  también  una  sección  de  la  compañía  de 
baile  nacional,  que  á  la  vez  formará  parte  de  la  común  de 
ambos. 

Queda,  ó  se  conserva,  el  cargo  de  autor  con  7.000  reales 
anuales. 

Todos  los  gastos  de  los  dos  teatros  serán  sufragados  del 
fondo  común,  y  para  la  administración  se  crea  una  Junta 
de  economía,  compuesta  de  los  dos  autores  y  cuatro  cómi- 
cos, dos  de  cada  teatro,  elegidos  por  ellos  entre  sí  (excep- 
to los  galanes  que  tienen  otras  facultades).  Contra  las  re- 
soluciones de  la  Junta,  en  materia  de  gastos,  decidirá  el 
Corregidor. 

Los  primeros  actores  de  verso  y  música,  de  acuerdo  con 
las  primeras  actrices,  elegirán  las  obras  que  han  de  eje- 
cutarse cada  mes  y  las  pasarán  al  Corregidor  para  su 
aprobación,  y  lo  mismo  harán  con  ios  bailes  los  directores 
de  ellos. 

Podrá  descansar  una  compañía  en  la  época  del  calor; 
pero  entre  ambas  se  acordará  la  distribución  de  los  pro- 
ductos con  anuencia  del  juez  protector.  Se  anunciará  dia- 
riamente en  los  carteles  los  nombres  de  los  actores  que 
intervengan  en  las  representaciones.  El  actor  á  quien  este 
reglamento  no  agradare  podrá  ir  á  provincias,  siempre 
que  Madrid  no  le  necesitase,  pues  en  tal  caso  tendrá  que 
someterse  ó  se  le  separará  del  ejercicio  sin  derecho  á  la 
jubilación. 

En  el   orden  y  forma  de   ejecutar   las  obras,   ensayos  y 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO  433 

demás  cosas  del  oficio,  todos  los  cómicos*  se  someterán  á 
la  dirección  de  los  galanes  de  verso  y  música  y  directo- 
res de  bailes,  recibiendo  sin  excusa  el  papel  que  ellos  los 
distribuyan. 

Los  primeros  galanes  y  damas  alternarán  durante  el 
mes,  excepto  en  las  tragedias  y  obras  de  importancia  es- 
pecial, en  que  trabajarán  juntos.  En  las  disensiones  que 
sobre  todo  esto  ocurran,  resolverá  el  Corregidor  (1). 

El  error  capital  de  este  reglamento  fué  el  de  fundir  los 
intereses  de  ambas  compañías,  que  había  de  dar  por  re- 
sultado, como  se  vio  en  1800,  quitar  el  estímulo  de  cada 
una;  asi  es  que  esta  parte  fué  reformada  en  el  año  si- 
guiente.  También  era  otra  equivocación  suprimir  una  de 
las  compañías  ó  secciones  de  música,  creando  una  común 
y  con  carácter  independiente;  porque  si  por  un  lado  pare- 
cía economizarse  personal,  por  otra  resultaba  no  haber 
tal  economía,  pues  algunas  partes  de  verso  ó  representa- 
do podían  también  cantar,  y  algunas  de  música  declama- 
ban lindamante.  Además,  se  cerraba  el  paso  á  muchas 
obras  que  tenían  más  ó  menos  parte  de  canto,  y  que  por 
esta  razón  no  querían  ejecutar  ni  unos  ni  otro3.  Así  se 
acabó  de  matar  el  género  tan  nacional  llamado  zarzuela, 
del  cual  por  estos  tiempos  ya  ni  el  nombre  quedaba,  no 
obstante  el  gran  florecimiento  que  había  tenido  á  fines 
del  siglo  antecedente. 

Ni  el  Corregidor  ni  los  actores  quisieron  acumular  en 
la  persona  de  Maiqubz  los  cargos  de  director  y  primer  ga- 
lán, así  es  que  la  compañía  designó  para  tal  puesto  á  Eu- 
genio Cristian!,  que  lo  había  tenido  el  año  antes;  pero 
éste,  temiendo  conflictos  con  Isidoro  se  negó  á  aceptarlo, 
por   lo  cual  fué   propuesto  Bernardo   Avecilla.   Maiqubz 


(1)  Listan  de  las  compañías  rómicas  para  los  teatros  de  esta 
norte  en  el  presente  año  de  7818,  precedidas  del  reglamento  qae 
han  de  observar  los  actores  y  de  las  condiciones  generales  á  que 
están  obligados.  Aprobadas  por  S.  M.  en  Reales  órdenes^  de  18  y 
23  de  Febrero  de  este  año.  Madrid,  imprenta  de  Repulles,  4.°,  15 
páginas. 

28 


434  ISIDORO   kAIQÜBZ 


hizo  que  en  lugar  de  Ponce  se  trajese  de  Barcelona  á  An- 
drés Prieto,  cómico  casi  formado  por  él  y  más  dócil  que 
otro  alguno  á  sus  indicaciones. 

A  partir  las  damas  con  Agustina  Torres,  vino  de  Cádiz 
Manuela  Molina,  que  era  actriz  de  mucho  talento  y  ya 
acreditada,  aunque  no  en  la  corte.  Vino  también  para  se- 
gundos papeles  José  Infantes,  pero  éste,  á  principios  de 
Mayo,  se  volvió  á  Barcelona. 

En  la  compañía  de  la  Cruz  siguió  Gil  de  autor,  pero  dejó 
de  ser  parte  de  cantado,  quedando  como  uno  de  los  pri- 
meros de  verso  y,  entre  otras  novedades  de  menos  impor- 
tancia, hubo  la  entrada  en  esta  compañía,  de  segunda 
dama,  la  después  famosa  Concepción  Rodríguez.  La  sec- 
ción de  ópera  se  formó  con  los  elementos  de  las  dos  del 
año  antecedente,  pero  desapareció  Benita  Moreno,  que- 
dando su  hermana  en  lugar  bastante  inferior.  Como  pri- 
mera estuvo  hasta  Julio,  Loreto  García;  después  vino  Lo- 
renza Correa,  á  quien  se  dio  este  puesto,  y  que  reanimó 
algo  la  decaída  compañía  musical  de  este  año. 

Inauguraron  los  teatros  sus  funciones  el  día  de  Pascua, 
22  de  Marzo,  representando  en  el  Príncipe,  Isidoro  Mai- 
QUEZ,  su  comedia  favorita,  entre  las  del  teatro  antiguo. 
Del  rey  abajo  ninguno,  ó  sea  García  del  Castañar,  en 
unión  de  Agustina  Torres,  la  graciosa  Gertrudis  y  Aveci- 
lla, Caprara,  Guzmáu,  Silvostri  y  otros,  con  el  saínete  El 
sutil  tramposo  y  manchegas  bailadas  á  seis  por  la  sección 
de  baile  de  esta  compañía. 

En  la  Cruz  hicieron  la  Carmona  y  Antonio  González, 
Lo  cierto  por  lo  dudoso,  de  Lope,  el  saínete  El  astuto  ma- 
drileño, bailó  el  bolero  la  Molino  y  asistieron  los  Reyes. 

Hasta  el  6  de  Abril  no  volvió  á  salir  Maiquez,  que  lo 
hizo  tres  días  en  El  ricohombre  de  Alcalá,  y  luego  cuatro 
en  El  filósofo  casado.  Estrenó  después  El  marido  según 
las  circunstancias  (1),    comedia  en  dos  actos,   graciosa,  y 


(1)    El  marido  según  los  circustancias.  Comedia  en  dos  actos 
verso),  traducida  de  la  ópera  cómica  que  escribió  en  francés  mon- 


Capítulo  decimonoveno  435 

escrita  con  ingenio.  La  traducción  es  de  D.  Manuel  Ber- 
nardino  Garcia  Suelto. 

Andrés  Prieto  venía  con  ánimo  de  hacerse  actor  indis- 
pensable en  la  corte,  pues  no  sólo  trabajó  con  asiduidad 
y  en  comedias  que  antes  había  hecho  el  propio  Isidoro 
Maiqübz,  como  El  tutor  celoso  (1),  La  lugareña  astuta  y  El 
anciano  y  los  jóvenes,  sino  que  se  atrevió,  cosa  que  nin- 
guno otro  había  osado  desde  la  venida  de  Isidoro,  á  in- 
vadir el  género  trágico,  aunque  no  sin  algún  temor  como 
indica  el  anuncio  que  hizo  imprimir  el  21  de  Abril  al  re- 
presentar el  Pelayo:  «Deseando  Andrés  Prieto  ejercitarse 
en  servicio  de  tan  digno  público  en  un  género  tan  difícil 
como  la  tragedia  y  animado  por  la  benigna  tolerancia  con 
que  ha  disimulado  sus  defectos  en  las  tres  funciones  ante- 
riores, ha  pedido  al  Sr.  Isidoro  Maiquez  le  ceda  la  men- 
cionada tragedia,  y  éste  ha  tenido  la  bondad  de  condes- 
cender, mostrando  así  la  buena  amistad  y  armonía  que 
entre  ambos  reina»  (2). 

Además  ejecutó  algunas  de  las  representadas  por  él  en 
Barcelona,  como  El  matrimonio  tratado  {3),  comedia  de 


sieur  Planardy  por  D.  M.  B.  G.  S.,  1818.  Biblioteca  municipal  73-1 
y  el  reparto:  D.  Prudencio,  tío  de:  Caprara.— Z).*^  Cecilia:  Agusti- 
na.—D.  Jaa;i;  Casanova. — D.  Jacinto:  Maiquez.— A/i¿o¿í/i.'  Guz- 
mán. — Sebastián. 

Está  acomodada  á  los  usos  de  España.  La  escena  es  en  Móstoles. 
D.  Prudencio  tiene  ofrecida  la  mano  de  su  sobrina  Cecilia,  que  es 
viuda,  á  D.  Jacinto,  que  vive  en  Barcelona.  Entre  D.  Juan,  amante 
de  la  joven,  Antolín  y  la  misma  Cecilia,  quieren  hacer  creer  á  don 
Prudencio  que  el  marido  de  la  dama  no  ha  muerto,  para  que  re- 
tire la  oferta  á  D.  Jacinto.  Pero  en  el  momento  llega  éste,  y  por 
medio  de  otro  criado  se  entera  de  la  intriga  y  aprovecha  la  ventaja 
de  saberlo  para, marear  á  D.  Juan  y  á  Cecilia,  hasta  que,  al  fin,  se 
kicede. 

(1)  Es  la  misma  que  El  celoso  ¡j  la  tonta,  de  Isusquiza,  estrena- 
da en  1803,  y  reducida  ahora  á'tres  actos.  En  1816  la  había  ya 
hecho  Maiqukz  en  esta  nueva  forma. 

(2)  Diario  de  Madrid  de  21  de  Abril. 

(3)  EL  matrimonio  tratado.  Comedia  en  tres  actos  y  en  prosa 
por  Arístipo  Megarco.  M.  A.  Barcelona.  En  la  imprenta  de  Agus- 
tina Roca.  Año'1817,  8.",  138  páginas.  Un  ejemplar  de  la  Biblioteca 
municipal  lleva:  «Represéntese:  Madrid,  18  de  Aljril  de  1818,  Ar- 
jona.» 


4^6  ISIDORO    MAIQÜB^ 


Áristipo  Megareo,  ó  sea  el  Marqués  de  Casa  Cagigal,  co- 
media de  poco  interés,  porque  desde  el  principio  se  ve  que 
D.  Leandro  se  ha  de  casar  con  D.*  Zoa,  no  obstante  estar 
ésta  prometida  á  D.  Feliciano,  y  el  galán  á  D.'^  Leonor, 
pues  el  autor  nos  acostumbra  desde  luego  á  la  condes- 
cendencia de  los  padres  de  uno  y  otra;  la  tragedia  Gonza- 
lo Bustos  de  D.  Francisco  Altes  y  Gurena  (1),  y  una  Ju- 
lieta y  Romeo,  distinta  de  la  D.  Dionisio  Solis,  ó  al  menos 
distinta  de  la  representada  con  anterioridad  en  el  teatro 
de  la  Cruz. 

Maiqubz  repitió  alguna  de  sus  obras  del  siglo  xvii  como 
El  pastelero  de  Madrigal,  El  astrólogo  fingido  y  El  pareci- 
do en  la  corte,  y  el  4  de  Junio  estrenó  la  tragedia  Niño  II, 
primera  obra  dramática  d'el  después  fecundo  polígrafo 
D.  José  Joaquín  de  Mora,  traducida  de  la  de  Mr.  Carlos 
Brifaut,  de  igual  título,  pero  con  las  alteraciones  que  el 
mismo  traductor  explica  en  la  advertencia  que  precede  á 
su  trabajo:  «Al  presentar  al  público  la  traducción  de  una 


(1)  Gonsalo  Bustos  de  Lara.  Tragedia  eti  cinco  actos  (verso 
endecasílabo). 

Almansor:  Avecilla.— Ze?/c¿cír;  Silvostri. — Arlaja:  Dama.— Go;i- 
zalo:  A.  Prieto.- Oo;i^a¿o,  hijo:  Casanova.— i2o¿."  López. — Ñuño: 
M.  Prieto. — Bustos.— Celima:  Sánchez.  — Ce¿m.*  Rubio. 

La  obra  termina  con  la  presentación  de  las  cabezas.  La  escena 
siempre  en  Córdoba. 

A  propósito  de  esta  pieza  debemos  recordar  que  en  la  época  en 
que  Maiquez  era  más  adversario  del  teatro  antiguo  español,  no  pu- 
diendo  tolerar  la  escena  en  que  Arias  Gonzalo^  cuando  le  presen- 
tan, en  la  comedia  de  Matos,  las  cabezas  de  sus  siete  hijos,  endere- 
za á  cada  una  su  correspondiente  discurso,  se  valió  de  un  artificio 
para  tornar  en  ridicula  aquella  situación  patética.  El  suceso  lo  cuen- 
ta Lista. 

En  el  Censor,  tomo  vi,  228,  censurando  la  representación  de  El 
traidor  contra  su  sangre,  de  Matos,  (^uo  tiene  por  asunto  los  sie-» 
te  Infantes  de  Lara,  dice:  «Si  es  cierto  lo  que  se  nos  ha  referido 
de  Mayquez  ya  hace  mucho  tiempo  que  el  Hoscio  español  había 
proscrito  esta  comedia.  En  una  representación,  las  cabezas  corta- 
das de  los  siete  infantes,  empezaron  á  estornudar  y  á  huir  de  la 
mesa,  mientras  su  padre  le  dirigía  las  más  tiernas  y  dolorosas  ex- 
presiones. Mayquez  había  preparado  este  efecto  cómico  sembrando 
por  la  mesa  una  buena  dosis  de  flor  de  la  Habana  de  superior  cali- 
dad.» (Véase  también  M.  Pelayo:  Obras  de  Lope  de  Vega,  tomo 
vn,  página  ccxxxiv.) 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO  437 

de  las  tragedias  modernas  que  más  aplausos  han  recibido 
en  el  teatro  francés,  creo  de  mi  deber  disculpar  el  atrevi- 
miento con  que  he  alterado  en  muchas  partes  las  expresio- 
nes y  aun  las  situaciones  y  escenas  del  original.  Para 
esto,  no  sólo  he  consultado  las  criticas  que  se  hicieron  de 
la  tragedia  francesa  cuando  salió  á  luz,  más  también  el 
gusto  del  público  español,  que  exige  más  movimiento  y 
rapidez  en  la  acción  que  el  francés,  y,  sobre  todo,  el  gé- 
nero en  que  sobresale  el  inimitable  actor  que  me  confió  este 
trabajo.  Guiado  por  esta  última  consideración  he  procura- 
do suprimir  algunos  monólogos  que  no  me  parecen  conve- 
nientes en  la  situación  de  Niño;  dar  á  este  carácter  colo- 
res más  sombríos,  un  lenguaje  más  conciso  y  enérgico,  y 
más  violencia  y  calor  á  los  sentimientos  que  lo  agitan  y 
lo  conducen  al  suicidio»  (1). 

Todo  lo  consiguió  con  gran  acierto  Mora.  Su  obra  está 
versificada  con  valentía  y  lenguaje  poético;  las  modifica- 
ciones que  introdujo  son  de  tal  naturaleza,  que  hacen  del 
Niño  una  de  las  pocas  tragedias  que  aun  hoy  pueden  leer- 
se con  placer.  Aparece  en  ella  muy  de  relieve  el  carácter 
principal,  aquel  héroe  mezcla  de  vicios  y  virtudes,  ambi- 
cioso y  desprendido,  noble  y  rencoroso,  pero  nunca  cobar- 
de, ni  pequeño:  grande  en  el  crimen  y  grande  en  el  remor- 
dimiento. 


(1)  Nino  ¡I.  Tragedia  escrita  en  francés  por  Mrr  Brifaut, 
traducida  al  castellano  por  D.  José  Joaquín  de  Mora,  y  repre- 
sentada en  el  teatro  del  Príncipe  en  la  noche  del  2  (no  fué  sino 
el  4)  de  Junio  de  1818.  Madrid,  imprenta  de  íiepullés,  Plazuela, 
del  Anqel,  8.°,  85  páginas.  V^a  dedicada  al  Corregidor  D.  José 
Manuel  de  Arjona,  y  lleva  impreso  el  reparto:  Nino:  Su.  Isn)ORO 
Maiqui;/.  — Foc'/e.s:;  Sr.  Joaciuin  (Japrara. —^FareAC  Sr.  Bernardo  Ave- 
cilla.—/¿am/iíso;  Sr.  Antonio  Silvostri.— rá,:»/í/e.'  Sr.  Mariano  Ca- 
sanova.— Aricase*.' Sr.  llamón  López.  —  Tas^aí,' Sr.  Manuel  Prieto. 
— Elcira:  ^ra.  Agustina  Torre.—  Zorame:  Sra.  Rafaela  González. 
— Magos,  jefes,  guardias  y  acompañamiento.  El  Sr.  Amunátegui 
en  su  excelente  Don  José  JofU/uín  de  Mora,  apantes  bioqráfU^os 
(Santiago  de  Chile,  1888,  4.°),  pág.  25,  asegura  con  error  que  el 
Nino  ÍI  se  estrenó  el  18  de  .lunio.  Estaba,  como  hemos  visto,  se- 
ñalado el  estreno  para  el  día  2,  pero  se  dilató  hasta  el  4  de  dicho 
mes,  probablemente  para  perfeccionar  los  ensayos. 


ISIDORO    MAIQUEZ 


¡Cuánta  compasión  no  inspira  en  el  momento  en  que, 
cuando  todo  se  rinde  á  su  voluntad  y  cuando  ve  pro- 
nunciado su  nombre  con  respeto  por  el  pueblo  que  le 
cree  dechado  de  virtudes  y  con  adoración  por  el  huérfa- 
no de  cuya  desgracia  es  autor,  pero  á  quien  educa  con 
cariño,  sólo  aspira  al  perdón  de  aquella  pobre  mujer  que 
tanto  le  había  querido  y  á  quien  él  sumió  en  la  viudez  y 
condenó  á  la  infamia! 

Niño 

No  compares 
tus  males  á  los  míos.  Tú  conservas 
ilesa  la  virtud;  tú  no  agraviaste 
naturaleza,  honor,  piedad^  cariño; 
tú  no  escuchas  el  eco  formidable 
Que  á  este  infeliz  persigue  donde  quiera: 
debajo  del  dosel,  en  los  combates, 
en  la  noche  y  en  el  día:  siempre,  siempre; 
eco  fatal  que  de  la  tumba  sale, 
y  eternamente  clama:  ¡fratricida! 
Tú  no  tiemblas  si  miras  que  se  esparcen 
de  la  noche  las  fúnebres  tinieblas, 
y  que  en  lugar  del  resplandor  suave 
de  los  astros  benignos,  cielo  y  tierra 
no  ofrecen  á  los  ojos  más  que  sangre  (1). 

La  obra  tuvo  éxito  fabuloso  con  grandes  entrada?,  pero 
duró  pocos  días,  porque  la  delicada  salud  del  intérprete 
no  le  permitió  un  trabajo  muy  seguido.  Contribuyeron  al 
buen  resultado  Agustina  Torres  y  Rafaela  González,  Ave- 
cilla, Caprara,  Sílvostri  y  otras  partes  secundarias.  No 
hubo  bailes  y  sí  sólo  el  saínete  de  Cruz,  El  amigo  de 
todos. 

A  fines  de  Junio  estrenó  Andrés  Prieto  la  comedia  de 
'Enciso  Castrillón,  Cobrar  en  vida  lo  gastado  en  su  entie- 
rro (2),  graciosa,  aunque  de  asunto  vulgar,  y  en  30  de  di- 


(1)  Niño  II,  pág.  51. 

(2)  Cobrar  en  vida  lo  gastado  en  su  entierro,  ó  sea  lo  que  pue- 
de un  apuro.  Drama  en  tres  actos  en  verso.  Biblioteca  nmnicipal 
16-7.  Licencia  4  de  Junio  de  1818.  Autógrafo  de  Enciso.  D.  Alfon- 
so, Caprara.— D.^  Juana,  dama.  — D.  Antonio,  Silvostri.  — /).  Car- 
los, Prieto.  — Bernarda,  graciosa.— A/amerto,  gracioso,—/).  Ta- 
deo,  Cristiani.— Z).  Ruperto,  segundo  barba.—/).  Nícasio,  Fabiani. 
—  Un  criado,  Guzmanito. 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO 


439 


cho  mes,  se  dio  por  terminada  la  primera  mitad  del  año 
cómico. 

En  el  teatro  de  la  Cruz  salió  el  29  de  Marzo  por  primera 
vez  Concepción  Rodríguez,  con  una  piececita  nueva,  Lo 


Concepción  Rodríguez 

Copia  del  retrato  grabado  en  El  Artista  (i). 


Es  una  amplificación  de  la  travesura  estudiantil  de  suponer  haber 
muerto,  á  fin  que  el  tío  mande  dinero  para  pagar  médico,  botica, 
entierro,  etc.,  por  medio  de  un  compañero.  Kl  muerto  ama  á  su 
prima  y  hay  episodio  por  esta  causa.  Amores  de  Mamerto,  criado 
de  los  estudiantes,  con  la  posadera  Bernarda.  Episodio  de  acreedo- 
res. Elegada  del  tío,  que  se  entera  de  la  burla  y  toma  á  su  vez  ven- 
ganza de  los  calaveras.  Perdón  general.  I^  escena  en  Sevilla. 

(1)    De  esta  célebre  actriz  dura  todavía  el  recuerdo  y  se  han  pu- 


440  ISIDORO   MAIQUBZ 


que  son  vecinos  (1);  estrenóse  á  principios  de  Abril  otra  co- 
media en  tres  actos  titulada  ÉL  recto  ministro  ó  el  duque 
de  Craón  (2),  ejecutada  por  la  Virg",  la  Baus  y  Carretero, 


blicado  algunas  reseñas  biográficas.  Nació  en  Palma  de  Mallorca  el 
14  de  Diciembre  de  1802.  Su  padre  era  cómico  de  aquel  teatro  y  su 
madre,  hermana  mayor  de  Concepción  Velasco,  de  quien  hemos 
hablado  en  la  página  269  y  en  otros  lugares  de  esta  obra.  Muy  joven 
aún  salió  en  Sevilla  á  escena  y  de  allí  pasó  en  1815  á  Granada, 
donde  además  recibió  lecciones  de  Dolores  Pinto,  que  era  gran 
teórica,  como  hija  de  Antonio,  tantos  años  director  de  las  compa- 
ñías de  la  corte.  Trabajó  en  Barcelona  con  aplauso  en  los  de  1816 
y  1817,  lo  cual  movió  á  los  Comisarios  á  traerla  ahora  para  pape- 
les de  dama  joven  en  el  teatro  de  la  Cruz  con  16  reales  de  partido. 
Ascendió  en  el  siguiente  año  de  1819  á  segunda  dama;  en  el  de  1821 
pasó  con  igual  categoría  al  teatro  del  Príncipe  y  en  1822  entró  de 
primera  en  las  compañías  unidas  que  indistintamente  habían  de 
trabajar  en  uno  ú  otro  teatro.  Así  continuó,  con  ligeros  paréntesis, 
en  los  años  sucesivos  hasta  1836  en  que,  previo  memorial,  le  fué 
concedida  su  jubilación  con  22  reales  y.  medio  diarios,  por  decreto 
de  29de  Al)ril. 

El  Marqués  de  Molins  cuenta  en  su  libro  sobre  Bretón  de  los  He- 
rreros, la  manera  novelesca  con  que  la  Rodríguez  trabó  relaciones 
amorosas  con  el  célebre  D.  Juan  Grimaldi,  autor  de  La  pata  de 
cabra,  y  cómo  se  casaron  en  11  de  Enero  de  1825,  pasando  Grimaldi 
á  ser  empresario  de  los  teatros  de  la  corte. 

El  citado  D  Manuel  Bretón  le  dedicó  á  nuestra  actriz  su  tragedia 
Dido,  impresa  en  1827,  con  estas  palabras:  «A  la  Señora  Concepción 
Rodríguez,  primera  actriz  del  teatro  del  Príncipe.  El  público  á 
quien  tan  gratas  sensaciones  ha  ocasionado  la  digna  intérprete  de 
DidOj,  Andrómaca  y  La  Huérfana  de  Bruselas,  verá,  sm  duda, 
con  placer  al  frente  de  esta  obra  el  nombre  de  una  actriz  que  tanto 
honra  la  escena  española,  y  cuya  amistad  envanece  á  su  afectuoso 
servidor  q.  s.  p.  b.,  Manuel  Bretón  de  los  Herreros.)) 

(1)  Los  üecinos.  Comedia  en  un  acto  y  en  prosa,  1-90-3.  Un  ma- 
nuscrito de  la  Biblioteca  municipal  lleva  la  licencia  de  6  de  Julio 
de  1816  en  una  hoja  suelta  de  otra  copia.  Es  el  conocido  asunto  de 
lo  que  molestan  unos  vecinos  entrometidos,  murmuradores  y  egoís- 
tas. D.  Luis  se  retira  á  Carabanchel  con  su  hija,  y  allí  le  persiguen 
tres  vecinos  que  con  sus  dichos  están  á  punto  de  ocasionar  la  rup- 
tura de  las  relaciones  de  su  hija  con  Fernández,  un  joven  muy  ama- 
ble y  querido  de  todos. 

(2)  FA  duque  de  Craón.  (También  se  tituló  El  recto  ministro). 
Comedia  en  tres  actos  (prosa).  Biblioteca  municipal  104-3.  Licencia 
de  24  de  Octubre  de  1816.  Melodrama  ó  drama  carente  de  interés. 
El  duque  es  primer  ministro  de  Añade  FYancia.  Perdona á  algunos 
nobles  sublevados  contra  la  Reina,  pero  al  mismo  tiempo,  sabe 
conspiran  de  nuevo  y  los  manda  prender,  y  con  ellos  á  un  querido 
sobrino  suyo,  que  defendió  de  la  prisión  á  un  noble,  padre  de  su 
novia,  por  orden  de  ésta.  xVunque  puede  salvarle  (y  debía  hacer- 


capítulo  decimonoveno  441 

y  el  17,  después  de  un  aparatoso  anuncio,  puso  Bernardo 
Gil,  El  hombre  gris,  traducida  por  él,  según  creemos,  y  en 
la  que  desempeñó  el  principal  papel. 

Es  curiosa  la  aludida  advertencia,  porque  nos  indica 
que  empezaba  ya  parte  del  público  á  cansarse  de  los  me- 
lodramas franceses.  «Esta  comedia,  que  ha  logrado  en 
París  general  aplauso,  y  á  la  que  los  literatos  más  distin- 
guidos han  dado  los  mayores  elogios,  no  es  del  género  de 
los  melodramas.  Sencilla  en  su  argumento,  sólo  represen- 
ta costumbres  conocidas  y  acaecimientos  comunes;  pero 
los  caracteres  están  trazados  con  verdad  y  sostenidos  con 
maestría,  los  defectos  ridiculizados  con  gracia,  el  interés 
y  la  ilusión  prolongados  con  mucho  arte.  El  desenlace, 
en  íin,  es  de  buena  moral  y  de  un  efecto  teatral  completo. 
La  compañía,  deseosa  de  presentar  al  heroico  pueblo  de 
esta  capital  composiciones  arregladas,  quisiera  que  ésta 
mereciese  una  acogida  favorable  que,  sirviéndole  de  ins- 
tructiva diversión,  contribuyese  á  rectificar  su  buen  gus- 
to» (1).  No  obstante  estos  elogios  y  que  la  entrada  en  el 
primer  día  produjo  cerca  de  9.000  reales,  la  obra,  quizá 
porque,  en  efecto,  no  era  tan  desatinada  como  las  de  uso 
corriente,  sólo  se  ejecutó  otros  dos  días  (2). 


lo),  lo  condena  como  á  los  demás  para  que  la  Reina  los  perdone  á 
todos. 

(1)  /)/«rio  del  17  del  Abril. 

(2)  KL  hombre  f/ris,  ó  sea  el  ceniciento.  Comedia  en  prona  en 
tres  actos.  Biblioteca  municipal  117-8.  Aprobación  de  24  de  Diciem- 
l)re  de  1817.  Mullen,  Hernarclo  Gil.  — Conde  Rossenthal,  Diez.— /ía- 
rón,  An^e\.  —  Enriqueta,  Sra.  Antera..— Mina,  Sra.  Rodríguez.— 
Lindorf,  C\ih3iH.—Salem¿>erg,  Vevnánáez.  —  Meijno,  Rubio. —  Fraji- 
cisco,  criado,  .Santos.— Pe¿ro,  segundo  gracioso.— Florina,  gra- 
ciosa.— íiirma/to,  Campos.— Esplimano,  Pacheco.— Notario,  An- 
drés.—Criado,  Cubilas. 

Tiene  interés  por  lo  hábilmente  que  se  presenta  la  persona  del 
Ceniciento  para  salvar  al  barón  y  su  mujor  Enriíjueta  del  odio  de 
su  tío  el  conde,  á  quien  Muller  humilla.  Muller  en  toda  la  ohra 
es  un  protector  misterioso  que,  sin  embargo,  maneja  y  empuja  la 
acción.  Al  íin  se  descubre  ser  un  tío  del  joven,  á  quien  se  creía 
muerto,  por  haberse  ausentado  hacía  mucho,  pero  que  sabía  algu- 
nas trampas  del  conde.  Ksto,  lleno  de  orgullo,  perseguía  á  su  soori- 


442  ISIDORO   MAIQUEZ 


Cuatro  duró  La  comedianta,  de  Andrieux,  y  solo  uno  El 
anillo  mágico  de  la  Reina  Berta  ó  las  mujeres  infieles  (1),  á 
la  que  también  se  puso  la  coleta:  «Esta  composición,  pu- 
ramente cómica,  nada  tiene  de  magia,  según  han  creído 
algunas  personas  leyendo  el  título»,  lo  cual  no  la  salvó  de 
ser  mal  recibida. 

Fuélo  algo  mejor  una  imitación  de  un  drama  de  Kot- 
zebue  con  el  titulo  de  Los  m.oros  de  Granada,  zegríes 
y  ábencerrajes  (2),  por  referirse  á  cosas  de  España,  por 
que  lo  que  es  el  asunto  y  su  desarrollo  son  bien  poco  fe- 
lices. 

Con  esto  llegó  el  verano,  y  las  compañías  convinieron 


no  el  barón  por  haber  contraído  un  matrimonio  desigual.  También 
se  imprimió  esta  obra  en  Valencia,  por  Mompié,  1822,  8.° 

(1)  EL  anillo  mágico  de  la  Reina  Berta  ó  Las  mujeres  infieles. 
Comedia  nueva  en  tres  actos  (verso).  Biblioteca  municipal  80-10.  Li- 
cencia 14  de  Abril  de  1818. 

Obra  sin  pizca  de  gracia,  ni  orden,  ni  interés.  El  único  que 
tiene  es  el  del  título.  Está  tomada  de  un  cuento  horriblemente  dila- 
cerado en  tres  actos.  El  anillo,  según  dice  uno  de  los  personajes,  se 
le  dio  Alberto  Magno,  y  á  todas  las  mujeres  que  lo  ponen  se  les 
cae,  con  lo  cual  queda  demostrado  son  infieles  á  sus  maridos  ó 
amantes.  La  misma  novia  del  poseedor  sufre  las  consecuencias  de 
la  prueba.  Cuando  todo  Tolosa  se  alza  contra  el  dueño  del  anillo, 
éste  lee  una  carta  de  All)erto  en  que  le  dice  (jue  la  prueba  es  una 
tontería.  (Ya  lo  sabíamos).  Pero  no  dice  por  qué  el  anillo  se  caía  á 
todas  del  dedo;  pues  parece  natural  que  ellas  lo  examinasen  antes 
de  ponerlo,  á  ver  si  estaba  roto.  En  fin,  es  una  simpleza  dramática 
que  ni  como  alegoría  pasa.  El  traductor  es  Fedriani. 

(2)  Los  moros  de  Granada,  zegríes  y  ábencerrajes.  Comedia 
nueva  en  verso  en  tres  actos.  Biblioteca  municipal  125-10.  Una 
nota  prehminar  firmada  por  G.  P.,  dice  que  el  pensamiento  de 
enviar  los  niños  al  campo  del  vencedor,  para  implorar  el  perdón 
está  tomado  de  una  pieza  de  Kotzebue,  titulada  Los  husitas  en 
Mamburg,  pero  como  todo  el  interés  de  este  drama,  en  alemán, 
está  en  la  guerra  de  religión,  adaptó  el  asunto  á  las  luchas  de  los 
moros.  Los  héroes,  pues,  son  chiquillos;  Niños  cristianos  que  im- 
ploran piedad  y  niño  mulsumán,  hijo  del  jefe  zegrí,  que  la  concede. 
Abukar,  galán.  — Celina,  D.*  Ana..— Almanzor,  Diez.  —  Alamir, 
Santos.— Zora,  niña  de  Paz.— Zam ir,  niño  de  Diez.— A¿í,  Silvostri- 
to.  — Asan,  Rafael.— Inés,  Sabatini.— Ce/m,  Curro,  — Ornar,  Cam- 
pos,—//eraícío,  Pacheco. 

El  traductor  es  Fedriani.  Se  imprimió  con  el  título  al^o  vanado, 
El  poder  de  la  inocencia  ó  los  moros  de  Granada,  zegries  y  aben- 
cerra/es.  Valencia,  Gimeno,  1823,  8," 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO  443 

en  seguir  trabajando  cada  una  por  su  cuenta,  á  fin  de  re- 
ponerse un  poco  del  mal  resultado  que  había  dado  la 
reunión  de  intereses  establecida  por  el  reglamento,  y  en 
su  virtud,  .en  el  Diario  del  30  de  Julio  publicaron  el  si- 
guiente anuncio:  «Reunidas  las  compañías  cómicas  de 
esta  M.  H.  Villa,  han  acordado,  con  superior  permiso,  con- 
tinuar trabajando  en  sus  teatros  respectivos  el  próximo 
mes  de  Julio,  en  uso  de  la  latitud  que  les  deja  sobre  este 
punto  el  artículo  7.°  del  Reglamento,  formado  en  princi' 
píos  del  presente  año  cómico  y  aprobado  por  S.  M.  Las 
compañías,  convencidas  por  la  experiencia  de  los  años 
anteriores,  de  que  en  esta  estación  es  necesario  redoblar 
los  esfuerzos  para  atraer  la  concurrencia  é  indemnizar  á 
los  espectadores  de  la  incomodidad  del  calor  con  la  va- 
riedad de  los  espectáculos,  no  perdonarán  medio  alguno 
para  esta  variedad,  y  la  diversión  y  placeres  del  respeta- 
ble público  de  esta  heroica  capital;  y  el  señor  Isidoro 
Maiquez  ejecutará  con  este  objeto  las  mejores  funciones 
de  su  caudal.» 

Abrió  Maiquez  un  abono  de  un  mes,  que  se  cubrió  con 
gran  número  de  ñrmas,  y  desde  luego  empezó  su  trabajo 
abrumador  duranta  el  período  más  caluroso  del  año,  y  que 
había  de  acabar  de  arruinar  su  salud,  mucho  más  cuan- 
do salía  de  una  enfermedad,  causada,  como  hemos  dicho, 
por  los  esfuerzos  hechos  en  la  ejecución  de  Niño  II. 

Con  esta  misma  obra  inauguró  la  serie  de  representa- 
ciones que  se  proponía  dar,  empezando  el  1.^  de  Julio,  á 
las  ocho  y  media  de  la  noche,  hora  ciertamente  desusada 
para  las  costumbres  madrileñas  de  entonces. 

El  público,  que  durante  la  dolencia  del  actor  había  se- 
guido con  inquietud  su  curso,  interesándose  por  su  vida 
y  agolpándose  á  la  puerta  de  su  casa  para  adquirir  noti- 
cias, cuando  le  vio  aparecer  en  el  acto  segundo  de  la  tra- 
gedia con  estos  versos,  que  son  justamente  los  primeros 
que  pronuncia  en  la  obra: 


444  ISIDORO    MAIQUBZ 


Sí,  guerreros;  el  cielo  me  ha  salvado; 
nuevo  don  es  el  aire  que  respiro 
de  su  inmensa  bondad.  Ya  mi  presencia 
calmó  al  pueblo  de  Nínive  afligido, 

aplicando  este  pasaje  al  cómico  que  lo  decía,  prorrumpió 
en  gritos  de  entusiasmo  y  aplauso,  en  vítores  y  aclama- 
ciones, y  hasta  llegaron  algunos  al  extremo  de  arrojarle 
coronas  y  palomas  con  inscripciones  laudatorias  del  gran 
artista;  fenómeno  histriónico  que  entonces  se  vio  por  pri- 
mera vez,  pero  que,  según  testimonios  coetáneos,  excitó 
los  recelos  del  Gobierno  que  mandó  practicar  indagacio- 
nes sobre  los  autores  de  aquella  especie  de  apoteosis  ó  de 
triunfo  al  modo  clásico  (1).  Maiquez  pudo  considerarse 
vengado  del  atropello  del  año  anterior. 

Hizo  también  el  día  siguiente,  2  de  Julio,  el  Niño,  en 
cuya  representación  le  ayudaron  Agustina  Torres,  Rafae- 
la González,  Avecilla,  Caprara,  Sivostri,  Casanova  y 
otros,  y  el  3,  El  reconciliador,  comedia  de  Enciso,  estrena- 
da en  1804. 

En  el  día  4,  La  huerfanita  ó  lo  que  son  los  parientes, 
drama  sentimental;  el  5,  La  Sofia,  el  6  y  el  7,  la  comedia 
en  un  acto  El  español  y  la  francesa  y  la  opereta  El  califa 
de  Bagdad. 

Descansó  el  8,  día  en  que  el  viejo  Querol  salió  en  El  as- 
turiano en  Madrid,  con  asistencia  de  los  Reyes;  repitió 
los  9  y  10  las  obras  del  día  7,  y  en  los  11  y  12,  El  vano  hu- 
millado, una  de  las  comedias  que  había  hecho  en  sus  pri- 
meros tiempos.  En  casi  todas  le  ayudaron  la  valiente 
Agustina  Torres  y  María  Maqueda,  con  Avecilla,  Caprara 
y  Guzmán,  que  en  esta  campaña  compartieron  dignamente 
los  laureles  adquiridos  por  el  maestro. 

Desde  el  13  al  17  inclusive,  ejecutó  la  tragedia  Los  hijos 
de  Edipo,  de  Saviñón,  en  la  que  tuvo  por  segundo  á  su 
discípulo  Prieto,  y  en  la  que  Manuela  Molina  hizo  la  Yo- 
casta,  y  la  Antígona,  Rafaela  González. 


(1)    Revilla,  pág.  70;  Mesonero  Romanos,  pág.  203. 


ÜAtÍTULO   DECIMONOVENO  44^ 

Descansó  el  día  18,  en  que  cantaron  la  ópera  Alina, 
Reina  de  Golconda,  la  Loreto  García,  Teresa  Laviña  y  Ju- 
lián Muñoz,  Dionisio  López,  Alverá,  Llord  y  otros. 

Entre  tanto,  el  teatro  de  la  Cruz,  que  no  pudo  contras- 
tar tan  formidable  competencia,  había  cerrado  sus  puertas 
con  la  consabida  disculpa  de:  «Por  indisposición  de  varios 
actores  y  con  permiso  del  gobierno,  se  suspenden  las  re- 
presentaciones del  teatro  de  la  Cruz  hasta  nuevo  aviso». 
Pero  la  verdad  era  que  desde  que  empezó  Julio,  sus  en- 
tradas apenas  pasaban  de  un  millar  de  reales,  en  tanto 
que  la  del  Príncipe  fluctuaba  siempre  entre  siete,  ocho  y 
nueve  mil,  cifra  esta  última  que  excedía  al  lleno  de  dicho 
teatro.  Sin  embargo,  en  la  Cruz  habían  puesto  excelentes 
comedias,  de  las  que  más  público  atraían  y  lo  hubieron  lle- 
vado en  otras  circunstancias,  y  trabajaron  además  todos 
los  días  la  Carmona,  la  Baus  ó  la  Virg  y  Carretero  siempre, 
con  Pérez,  Cubas  y  Cristiani. 

El  19  de  Julio  hizo  Maiqubz  la  comedia  de  Enciso,  Cas- 
tillos en  el  aire;  el  20,  el  Aviso  á  los  casados,  del  mismo 
autor,  y  Garda  del  Castañar  en  el  21.  El  22  trabajó  en  El 
distraído,  de  Regnard,  y  en  la  comedia  en  dos  actos  El  ca- 
samentero, y  descansó  el  23,  para  que  la  compañía  de  can- 
to diese  la  ópera  El  matrimonio  secreto. 

El  24  y  los  tres  siguientes,  ejecutó  Maiquez  el  Orestes, 
acompañándole  Manuela  Molina,  María  Maqueda,  Prieto 
y  Avecilla,  con  entrada  de  más  de  ocho  mil  reales  en  cada 
noche.  El  día  28  descansó,  para  dar  al  siguiente  el  Ótelo, 
con  cerca  de  9.000  reales  de  entrada  y  que  repitió  los 
días  30  y  31.  En  este  último,  que  lo  fué  del  abono,  se  saca- 
ron 8  628  reales. 

Este  esfuerzo  gigantesco  y  del  cual  parece  imposible 
¡tMaiqubz  saliese  con  vida,  resultará  aún  mayor,  si  se  tiene 
in  cuenta  que  no  era  un  joven  el  que  lo  realizaba,  pues 
[aiqubz  había  cumplido  ya  cincuenta  años.  Pero  aquel 
tombre  enérgico  quiso,  aprovechando  el  único  momento 
in  que  se  le  dejaba  libre  su  voluntad  de  artista,  hacer  un 
mpremo  alarde  de  sus  excepcionales  talento  y  facultades. 


446  ISÍDORO   MAIQÜBZ 


Con  él  llegó  también  á  su  más  alto  grado,  la  celebridad 
del  actor  de  quien  todos  hablaban  con  admiración  cerca- 
na del  asombro;  y  este  concierto  general  de  elogios  no  se 
produjo  sin  despertar  los  celos  del  propio  Fernando  VII, 
que  tal  vez  se  acordaba  de  que  entre  los  diputados  y  lite- 
ratos presos  en  1814,  estaba  también  el  actor  Isidoro 
Maiquez.  Será  casualidad,  pero  lo  cierto  es  (aparte  de 
la  preferencia  notoria  que  el  Eey  otorgaba  al  teatro  de 
la  Cruz,  como  puede  comprobarse  en  las  listas  que  van  al 
final,  donde  se  registran  los  días  que  asistió  á  los  teatros 
en  estos  cinco  años),  lo  cierto  es,  repetimos,  que  en  las 
veces  que  Fernando  VII  asistió  al  teatro  del  Príncipe  en 
el  año  de  1818,  en  que  tanto  y  tan  bien  trabajó  Isidoro 
Maiquez,  en  ninguna  de  ellas  le  tocó  verle,  y  hasta  el 
único  día  que  durante  este  célebre  mes  de  Julio  se  presen- 
tó en  el  Principe,  eligió  uno  de  los  cuatro  aislados  en  que 
Maiquez  no  salió  á  escena.  Verdaderamente  parece  increí- 
ble, que  cuando  todo  Madrid  corría  presuroso  á  oír  á  este 
actor  célebre  tragedias  y  comedias  que  no  había  ejecuta- 
do hacía  bastante  tiempo,  no  acudiese  el  Rey,  que  tampo- 
co se  las  había  oido,  á  unir  su  aplauso  con  el  de  todo  un 
pueblo.  Los  sucesos  que  pronto  sobrevinieron,  harán  más 
sospechosa  todavía  esta  conducta  de  aquel  rencoroso  mo- 
narca. 

Descansó  la  compañía  del  Príncipe  durante  el  mes  de 
Agosto,  que  aprovechó  la  de  la  Cruz  para  reponerse  del 
forzoso  silencio  guardado  durante  aquel  memorable  Julio. 
Empezó  el  día  2  con  el  drama  en  tres  actos,  traducido  del 
francés,  titulado  El  triunfo  de  los  malos  es  pasajero  ó  la 
selva  de  Hermanstad  (1),  que  sólo  duró  otro  día.  Siguióle 


(1)  FA  triunfo  de  los  malos  es  muy  pasa/ero.  Melodrama  en  tres 
(fetos  (prosa),  traducido  del  francés.  Manuscrito  182-27  de  la  Bi- 
blioteca municipal. 

Está  tachado  el  subtítulo  de  El  héroe  desgraciado,  Belisario, 
que,  al  parecer,  también  tuvo.  Refiérese  á  los  últimos  tiempos  de 
Belisario,  va  ciego,  y  á  una  especie  de  reconciliación  con  Justinia- 
no,  después  de  descubiertas  las  intrigas  de  Narsés,  que  perece  en 
una  rebelión  de  los  búlgaros. 


CAPÍTütO   t>éclMONOVEN0  4-47 

el  drama  de  igual  clase,  El  desafío  y  el  bautizo  (1),  «cuya 
regularidad,  interés  y  buena  moral  (decía  el  anuncio), 
esperamos  merecerán  la  aprobación  de  este  respetable 
público»,  y  que,  en  efecto,  fué  mejor  recibido,  quizá  por 
tener  nuevas  decoraciones. 

La  compañía  común  de  música,  no  había  dado  señales  de 
vida,  limitándose  á  cantar,  ya  en  uno,  ya  en  otro  teatro, 
óperas  de  las  más  conocidas,  porque  eran  las  que  sabían 
mejor  los  actores,  y  trazas  llevaba  de  ser  una  sección  inú- 
til, cuando  á  principios  de  Julio  regresó  á  España  una  de 
las  actrices  de  cantado  más  famosas  que  tuvo  este  suelo 
castellano. 

Hallábase  en  Italia,  y  con  más  fama  que  nunca,  Lorenza 
Núñez  Correa,  que  desde  1803  faltaba  de  nuestros  teatros, 
como  hemos  tenido  ocasión  de  referir,  cuando  solicitó  vol- 
ver á  ellos  en  un  memorial  que  le  fué  respondido  por  la 
Real  orden  de  5  deMayo  de  1818,  admitiéndola  con  el  parti- 
do de  60  reales,  «que  es  el  mayor  que  hasta  ahora  se  ha 
concedido  á  ningún  actor»,  con  6.000  reales  de  gratifi- 
cación, UQ  mes  en  verano  para  tomar  baños,  jubilación  y 


(1)  El  desafío.  Drama  en  tres  actos,  en  prosa.  Escrito  en  fran- 
cés por  los  Sres.  MelesüUle,  Merle  y  Boirie.  Traducido  en  caste- 
llano por  D.  M.  G.  en  78 18.  Manuscrito  104-6  de  la  Biblioteca  mu- 
nicipal con  las  aprobaciones  y  licencias  de  13  Mayo  á  26  Junio  1818. 
I.a  aprobación  de  Fr.  Fernando  Carrillo  es  lisa;  pero  el  censor  civil, 
un  Sr.  Adell,  lo  reprueba  con  fecha  25  Mayo,  por  inmoral  y  ensal- 
zar el  duelo.  Se  corrigió  algo,  y  en  10  Junio  le  dejó  pasar. 

Ks  traducción  de  D.  Manuel  I3ürnardino  García  Suelto,  como  ex- 
presa otro  manuscrito  de  la  misma  Biblioteca, 

El  Si\  Cheoert:  Die/..— El  conde  de  Arancc:  liafael.— El  capitán 
Arancé:  López.  — El  marqués  de  Ormilly:  Gil,  galán.— £"/  capitán 
Florbel.  —  Ernestina:  Antera.— Julieta:  Rodríguez.  —  Germán.'^ 
(hampos.— Labri:  Santos. —  Un  oñcial:  Rubio. 

Aunfjue  inverosímil,  no  carece  de  interés  y  de  trabazón  artística. 
J  aml)ien  se  imprimió  con  el  título  El  desafio  y  el  bautizo,  drama 
'-'n  tres  actos,  en  prosa,  escrito  por  los  Sres.  Meleroille  (sic).  Merle 
7  Bóyre.  Traducida  al  castellano  por  D.  M.  S.  (sic),  Valencia, 
Monipié,  1831,  8."^  72  páginas.  Un  cuñado  duelista  obliga  á  batirse 
con  el  al  marqués,  cuando  éste  iba  á  bautizar  su  primer  hijo.  Es 
herido  el  calavera  y  como  tenía  que  llevar  una  orden  de  su  gene- 
ral, el  marqués  que  lo  sabía,  cumple  por  él  esta  ol^ligación,  con  lo 
cual  salva  su  honor  militar. 


448  ISIDORO   MAIQÜEZ 


Otras  ventajas,  y  con  la  obligación  de  cantar  sólo  diez 
días  en  cada  mes.  Aceptólas,  y  tan  pronto  llegó,  dispuso 
los  ensayos  de  la  ópersi  Los  pretendientes  (1),  traducción 
de  I pretendenti  delusi,  música  de  J.  Mosca,  estrenada  en 
Milán  en  1811  y  que  ella  había  cantado  allí  mismo.  Repre- 
sentóse el  8  de  Agosto,  «puesta,  dirigida  y  ensayada  (dice 
el  anuncio)  por  la  Sra.  Lorenza  Correa,  que  ejecutará  en 
ella  el  papel  principal.  La  ópera  estará  adornada  de  una 
decoración  nueva  é  intermediada  con  un  baile  nuevo  y 
gracioso  titulado  El  triunfo  del  amor  ó  las  amazonas.»  Can- 
táronla, además,  Teresa  Laviña,  Josefa  Spontoni,  Julián 
Muñoz,  Dionisio  López,  Alverá  y  otros,  y  en  el  baile  (que 
no  gustó)  intervinieron  la  Molina,  la  Vives,  laFabiani  y  la 
Chiquero  y  Cairón,  Ramos,  el  Panadero,  Puerta,  Ciprés  y 
Fabiani.  La  entrada  fué  enorme,  este  primer  día,  9.870 
reales-,  la  obra,  muy  bien  recibida,  alcanzó  gran  número 
de  representaciones  en  el  año.  Lorenza  cocservaba  su  voz 
incomparable,  pero  su  figura,  que  nunca  había  sido  muy 
bella,  había  perdido  mucho  por  la  excesiva  obesidad  ad- 
quirida y  que  parecía  mayor  por  lo  exiguo  de  su  esta- 
tura. 

A  mediados  de   Octubre  se  estrenó  otra  ópera.  El  turco 
en  Italia  (2),  música  de  Rossini,  especie  de  segunda  parte 


^(1)  Los  pretendientes  desengañados  (ó  Los  nomos  burlados). 
Ópera  en  dos  actos,  verso.  Biblioteca  municipal,  196-33.  Manuscrito 
con  las  licencias  de  8,  11  y  14  Agosto  de  1818. 

Barón  del  Álamo:  Alberá.— Z).''^  Eufemia:  Sra.  Lavigna.— /)o;Xa 
Emilia:  Sra.  Correa.  — Co/¿c¿í?  del  Fresno:  Muñoz.  —  /).  Serapio: 
Dionisio  López.  — Z).  Fausto:  Más.— General:  Psicheco.— Felipa: 
Sra.  Spontoni.— F/ort'/í.."  Guzmán. 

Los  pretendientes  burlados  son  un  avaro  (D.  Serapio),  y  un  vano 
(D.  Fausto),  á  quienes  Emilia  hace  creer  que  es  tonta  y  pródiga: 
la  dejan  y  se  casa  con  el  conde. 

(2)  El  turco  en  Italia.  Opera  en  prosa  en  dos  actos.  Puesta  en 
música  por  el  Sr.  Joaquín  Rossini.  Biblioteca  municipal  191-7.  Flo- 
rila,  Sra.  Correa. — Sempronio,  Sr.  Cristiani. — Selim,,  Sr.  López. — 
Narciso,  Sr.  Muñoz. — Zaida,  Sra.  \.oveio.—Albazar,  Sr.  Llord. — 
Poeta,  Sr.  Más.  — Criados  de  Sempronio,  Sra.  Spontoni  y  Sr.  Va- 
lero.— Turcos,  marineros,  gitanos  y  gitanas. 

Aparece  el  poeta  buscando  asunto  p¿ira  una  ópera;  halla  á  Zaida 
y  Albazar  y  le  cuentan  sus  cosas.  Salen  Florila^  después  Sehm,  y 


Capítulo  díioimonovbno  449 

de  La  italiana  en  Argel.  Intervinieron  en  la  representa- 
ción, además  de  la  Correa,  Loreto  García,  la  Spontoni, 
Julián  Muñoz,  D.  López,  Cristiani  y  otras  partes  de  canto. 
No  ag-radó  tanto  como  la  anterior  ni  se  ejecutó  tantas  ve- 
ces. Lorenza  Correa  siguió  aún  algunos  años  en  España; 
luego,  á  pretesto  de  que  no  le  probaba  el  clima,  se  retiró 
á  Genova,  donde  percibió  su  jubilación  mucho  tiempo.  En 
Agosto  de  1831  aun  vivia;  debió  de  fallecer  poco  después. 
Con  todos  estos  esfuerzos,  ni  con  otros  estrenos  como 
los  de  la  piececilla  lina  mañana  de  Enrique  IV  (1),  El  te- 
soro, comedia  en  cinco  actos  (2),  muy  difusa,  no  obstante 
pertenecer  á  Andrieux,  Los  huéspedes  ó  el  barco  de  va- 
por (3),  segunda  y  desconocida  obra  dramática  de   don 


luego  Narciso  y  "Sempronio ,  marido  de  Florila.  Selim  procura 
enamorar  á  Florila;  ésta  se  burla  de  él,  pues  Narciso  es  su  amante. 
Zaida,  perseguida  de  Seliiri,  se  había  refugiado  en  Italia,  y  al  verle, 
aspira  a  recobrar  su  gracia,  como  su  esposa  que  es.  Aprovecha  la 
ocasión  de  un  baile  de  máscaras  que  le  dan  al  turco,  presentándose 
disfrazada  de  igual  modo  que  Florila  y  lo  consigue.  El  poeta  está 
interviniendo  constantemente  en  la  acción. 

(1)  Una  mañana  de  Enrique  IV.  Comedia  en  prosa  en  un  acto. 
'Manuscrito  124-1  de  la  Biblioteca  municipal).  Año  1818.  Enri- 
'jue  IV,  Carretero. — EL  duque  de  Sully,  Diez.— El  barón  de  Erlan- 
'les,  Campos.— iJÍ  conde  de  Daugil,  Casanova. —  Tugiero,  Tallen 
(HÍc).—La  baronesa,  Woávi^neA.— El  doctor,  Rafael.— f/zi  cortesa- 
no, ^Sinio'^.— Pajea,  Pacheco,  Alcázar. 

También  llevo  los  títulos  de  La  caza  de  Enrique  IV,  pues  la  ac- 
<-ión  se  desarrolla  á  la  vuelta  de  la  caza.  Es  cuadro  de  costumbres 
cortesanas,  adulación,  intrigas;  el  Rey  se  burla  de  sus  cortesanos  y 
levanta  y  engrandece  á  un  Tugiero  que  casa  con  la  baronesa.    ' 

(2)  PÚ  tesoro.  Comedia  en  cinco  actos  por  Mr.  Andrieujs  del  Ins- 
tituto nacional.  Traducción  del  francés  por  J.  E.  (José  Fedriani). 
Año  de  1817.  Biblioteca  municipal  148-14.  Aprobaciones  y  licen- 
cias de  18  y  20  de  Abril  de  1818., /J.  Policarpo  Ribera,  Rafael.— 
I y.'^  Claudia,  su  esposa,  V'w^. —  Ángela,  su  hija,  Sabatini.  —  Don 
Luis,  Díe-/..  — Germán,  Ángel.— Ff/Z/íc,  Fernández. — Cecilia,  Rodrí- 
guez, segunda.—/).  Judas,  Campos.— Dupré,  Gil.— Nicolás,  Culpas. 
—  Un  escribano,  Paz. 

Comedia  muy  pesada:  interminable;  llena  de  episodios  repetidos. 
VA  tesoro  lo  buscan  los  tres  primeros;  los  demás  desean  castigarlos. 
La  escena  es  en  Cádiz.  Es  distinta  áo.  El  tesoro,  comedia  entres 
actos,  como  hemos  visto,  estrenada  en  1815. 

(3)  Los  huéspedes  ó  el  barco  de  capor.  Comedia  en  tres  actos  y 
en  prosa,  imitada  del  francés,  de  Mr.  Ricard.  Y  arreglada  al  tea- 
tro español  por  D.  José  Joaquín  de  Mora.  BibHoteca  municipal 

29 


450  tSÍDORO    MATQUBZ 


José  Joaquín  de  Mora,  pues  no  la  menciona  ninguno  de 
sus  biógrafos,  ni  el  más  completo  y  moderno  Amunáte- 
gui,  y  El  murmurador  (1),  comedia  de  Mr.  Gosse,  traduci- 
da por  el  poeta  árcade  Arístipo  Megareo,  ó  sea  el  mar- 
qués de  Casa  Cagigal,  no  pudo  la  Cruz  igualarse  en  ren- 
dimientos con  el  teatro  del  Príncipe.  Llevaba  en  princi- 
pios de  Agosto  sobre  el  otro  una  ventaja  de  más  de  diez 
mil  duros  que  habían,  según  el  reglamento,  de  repartirse 
entre  todos,  con  lo  que  se  puso  de  manifiesto  lo  absurdo 
de  aquel  arreglo. 

En  25  del  propio  mes  reanudó  el  Príncipe  sus  represen- 
taciones, y  á  primeros  de  Septiembre  se  estrenó  en  él  la 
comedia  en  tres  actos,  traducida  del  francés  por  D.  Félix 
Enciso  Castrillón,  con  el  titulo  de  Haber  de  casarse  sin  te- 
ner con  quién  (2).  En  ella  no  tomó  parte  Maiquez,  pero  sí 


117-3.  El  capitán  Quiñones,  tío  de,  Rafael.— Z).  Carlos,  capitán 
de  dragones, — D.  Félix  de  Mendoza,  comerciante.— D.  Roque,  es- 
tudiante de  leyes,  Fernández.—  Tomás,  criado.— D.^  Margarita.— 
La  baronesa,  madre  de,  Sra.  Virg. — D.^  Elena,  Sra.  Concepción. — 
/).^  Isabel. 

Un  viejo  capitán  aspira  ix  casarse  con  una  de  las  tres  jóvenes  á 
quienes  tiene  de  huésped  en  su  palacio;  pero  sucesivamente  averi- 
gua que  aman  á  su  sobrino,  á  D.  P'élix  y  á  D.  Roque,  y  acaba  ca- 
sándose con  la  vieja  baronesa. 

El  título  de  barco  de  vapor  (entonces  nuevos),  lo  da  porque  uno 
de  los  huéspedes  llega  á  Ja  quinta  en  el  que  hacía  la  carrera  del 
Guadalquivir,  pues  la  escena  pasa  cerca  de  Sevilla. 

(1)  El  murmurador.  Comedia  en  tres  actos,  escrita  en  Jrancrs 
por  Etienne  Gosse.  Traducida  al  castellano  y  en  verso  por  Arístipo 
Megareo.  P.  A.  Barcelona.  Por  D.  Agustín  llora.  Año  de  1818, 
8.",  123  páginas.  Un  ejemplar  manuscrito  125-9  de  la  Biblioteca  mu- 
nicipal con  muchos  variantes  trae  el  reparto:  D.  Juan,  Gil.—/).  Si- 
món, Rafael.— D.  Fernando,  Ángel  López.— Paa¿íVia,  Concepción. 
— D.^  Leonor,  Carmena.  —  ^¿  Sr.  Fermín,  Campos. — Eageino. 
Cubas.— /2osa,  Virg. 

Es  el  mismo  asunto  que  La  posada  ó  el  calavera,  algo  amphfica- 
do,  como  queda  dicho  más  atrás. 

(2)  Tener  (ó  Haber  en  otras  copias)  que  casarse  sin  tener  con 
quién,  ó  sea  los  riesgos  de  la  inconstancia.  Comedia  en  tres  actos. 
Traducida  del  francés  y  puesta  en  verso  por  D.  F.  E.  Castrillón. 
Biblioteca  municipal.  Manuscrito  autógrafo  69-4.  Aprobaciones  y 
licencias  de  18  de  Agosto  y  9  de  Septiembre  de  1817  y  este  doble 
reparto:  Valerio  Valmont,Ayec'ú\a.-Prieto.—  Tadeo,  Silvostri-Cris- 
tianu— Julia,  Sra.  Sánchez-Maqueda.  — Mr.  Verdefeuille,  Ortega- 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO  451 

en  la  famosa  del  mejicano  D.  Manuel  Eduardo  Gorostiza, 
Indulgencia  para  todos,  estrenada  el  14  del  mismo  y  eje- 
cutada también  en  los  siguientes. 

Cúpole  hacer  el  papel  de  D.  Severo  de  Mendoza,  hom- 
bre virtuoso  y  carácter  rígido,  censor  acre  de  los  defectos 
ágenos,  y  que  en  el  discurso  de  un  dia  se  entrega,  si  bien 
por  circunstancias  fortuitas,  á  algunos  de  los  vicios  por  él 
más  fustigados.  Como  el  hacer  casr  á  D.  Severo  es  el  re- 
sultado de  una  conjuración  tramada  por  la  familia,  con 
quien  va  á  emparentar,  sólo  hasta  cierto  punto  es  admisi- 
ble la  conclusión  que  obtiene  el  poeta  de  la  necesidad  de 
indulgencia  general,  y  sólo  bajo  cierto  y  muy  limitado 
aspecto,  resulta  D.  Severo  excesivamente  severo  con  to- 
dos y  aun  consigo  mismo.  Por  lo  demás,  y  en  cuanto  al 
arte,  la  comedia  es  de  lo  que  no  se  había  visto  desde  Mo- 
ratin,  y  en  este  elevado  Jugar  le  conserva  la  posteridad. 
Además  de  Maiqubz  hicieron  en  ella  papeles  Agustina 
Torres  (D.^  Tomasa),  Gertrudis  Torre  (Colasa),  Avecilla 
(D.  Carlos),  Caprara  (D.  Pedro),  Guzmán  (D.  Fermín)  y 
Casanova  (Gaspar)  (1). 

Después  de  algún  descanso  necesario,  pues  el  7  de  Octu- 
bre volvió  á  sentirse   doliente  (2),   estrenó  Maiquez  una 


Caprara.— Mací.  Do¿¿á/i,  Agustina-Sra.  Molina.  — Arse?iia,  Sra.  To- 
rre-Torre.—fíe¿ím/i,  Guzmán-Guzmán.— Pec/ro,  Caprara-Conta- 
dór.— Juana,  Sra.  Cabo-Sra.  González.— A'oíarío,  Guzmanito-íd. 
—  Criado,  López-íd. 

La  obra  es  de  Mr.  Caigniez  inverosímil,  pero  con  alguna  gracia, 
aunque  no  mucha.  El  matrinnonio  que  V^alerio  debe  celebrar  sope- 
ña de  perder  la  herencia  que  disfruta  provisionalmente  hasta  que 
se  case,  que  entonces  será  su  propiedad  (en  un  término  muy  corto, 
que  se  reduce  por  descuido  de  Valerio  á  siete  días),  se  la  estorba 
siempre  Mad.  Dolbán,  que  la  da  de  mujer  Casada,  y  es  la  única  que 
ama  Valerio,  Al  fin,  convencida  ella,  le  declara  que  es  soltera,  y 
se  casan,  dejando  burlado  á  Tadeo,  su  primo  (de  Valerio),  á  quien 
pasaría  la  herencia  si  no  hul)iese  boda. 

(1)  Indulgencia  para  todos.  Comedia  original  en  cinco  actos, 
por  D.  Manuel  Eduardo  de  Gorostiza.  Madrid.  1818.  En  la  impren- 
ta de  Cano,  182  páginas.  IJeva  una  dedicatorias  Anarda,  suscrita 
en  Madrid  el  1 ."  de  Agosto  de  1818  y  el  reparto  que  damos  en  el  tex- 
to. Después  se  ha  reunpreso  otras  muchas  veces  suelta  y  en  co-- 
lecciones. 

(2)  Diarto  del  7  de  Octubre:  «Por  indisposición  del  Su.  IsrooKO 


452  iSiboRO   MAIQÜEÍ5 


nueva  comedia:  El  jugador.  Habíale  ofrecido  Gorostiza 
traducir  el  de  Regnard,  y  Maiquez  se  proponía  darlo  en  la 
escena,  pues  no  estaba  satisfecho  de  la  traducción  que 
existia  en  el  archivo  del  teatro  (1);  pero,  por  motivos  que 
ignoramos,  no  fué  la  de  Gorostiza  (2),  sino  la  de  cierto 
Gabriel  José  García,  la  traducción  de  El  jugador  que 
Maiquez  representó  en  la  noche  del  26  de  Octubre.  La 
obra  debió  de  ser  acogida  con  frialdad,  porque  no  volvió 
á  ponerse  en  escena  (3). 

Maiquez  recobró  su  indomable  energía  j,  desde  el  29 
de  Octubre  á  25  de  Noviembre  hizo  sucesivamente  El  dis- 


Maiquez,  no  se  puede  poner  la  comedia  anunciada  en  el  Diario  y 
carteles  de  ayer  (El  seductor  enamorado),  y  en  su  lugar  se  repre- 
sentará El  opresor  de  su  familia.'» 

(1)  Comedia  intitulada  El  jugador  ó  daños  que  causa  el  jue- 
go. En  tres  actos  en  verso  octosílabo.  Es  también  traducción  de  Reg- 
nard y  el  arreglador  suprimió  algún  personaje  como  el  marqués  y 
el  maestro  de  juego  é  hizo  otras  alteraciones  de  menos  bulto.  Con 
todo  ello  está  bien  escrita  y  versificada  con  soltura.  Me  gus- 
ta tanto  ó  más  que  la  de  Gorostiza.  Esta  tradución  es  anterior 
á  1780  y  anónima.  A  ella  me  parece  C[ue  se  refiere  Moratín,  que  la 
cita  en'^su  Catálogo.  Creemos  no  está  impresa.  Existe  un  manuscri- 
to de  ella  en  la  Biblioteca  municipal  121-2. 

(2)  El  jugador.  Comedia  en  cinco  actos,  en  verso.  Imitada  de 
la  que  escribió  Regnard,  con  el  mismo  título  en  francés.  Por  don 
Manuel  Eduardo  de  Gorostiza.  Madrid,  imprenta  de  Repullés, 
1820,  8.°,  159  páginas. 

Suprimió  varios  personajes  y  escenas,  reduciendo  la  acción  á  sus 
térmmos  más  esenciales  y  secos,  prescindiendo  además  de  casi 
todo  el  elemento  cómico.  Sin  embargo,  está  bien  versificada  y  des- 
envuelta con  lógica  la  acción.  El  la  llama  y  con  verdad  imitación. 
Como  decimos  arriba,  esta  versión  estaba  destinada  á  Maiquez; 
pero  su  estreno  no  se  verificó  hasta  el  3  de  Junio  de  1820,  en  el  Prín- 
cipe, después  de  muerto  aquel  actor  célebre. 

(3)  El  jugador.  Comedia  francesa,  en  cinco  actos  (prosa).  De 
Mi-.  Regnard.  Traducida  al  español  por  GabrielJosé  García,  Bi- 
blioteca municipal  77-1,  con  el  reparto: 

Segundo  barba:  D.  Leandro,  padre  de  D.  Car¿o^. -Galán:  don 
Car¿os.— Dama:  /).*  Isabel. — Sánchez:  La  Condesa,  hermana  de 
/¿ía6e¿.— -Avecilla:  El  Marqués.— Barba.:  D.  Lucas,  amante  de  Isa- 
bel.— Graciosa:  Narcisa,  criada  de  Isctbel.— Gracioso:  Pegote,  cria- 
do de  D.  Carlos.— Cabo  (María):  /)."■  Tecla,  usurera.— Cristiani: 
Trijon.-. ijxizmanito:  Rinconete,  sastre.— Q\ú(\\ieva:  Fermina,  guar- 
jiicionera. —  Lledot,  Arriaga,  Valero  y  Prieto:  Lacayos.  La  escena 
es  en  Madrid.  Con  todo  es  la  más  fiel  y  completa  de  las  versiones 
y  aun  demasiado  larga.  Eso  explicará  el  poco  éxito  que  obtuvo. 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO  453 

traído ,  El  marido  según  las  circunstancias,  dos  días;  El 
celoso  confundido,  otros  dos;  Washington  ó  los  prisioneros, 
cuatro;  Indulgecia  para  todos,  tres;  La  So  fia,  dos;  El  pa- 
recido, La  liuerfanita,  Castillos  en  el  aire,  Las  juventudes 
de  Enrique  V,  dos  días,  y  La  Numancia,  otros  dos  (1). 

Había  refundido  esta  obra  de  D.  Ignacio  López  de  Aya- 
la,  D.  Antonio  Saviñón,  en  1813  y,  aunque  Maiqubz  la  ha- 
bía ejecutado  ya  algunas  veces,  quiso  hacerlo  ahora  con 
mayor  esmero  y  con  decoraciones  nuevas,  pintadas  por 
D.  Antonio  María  Tadey.  Intervinieron  en  la  representa- 
ción Agustina  Torres  (Terma),  Maiqubz  (Megara),  Aveci- 
lla (Escipión),  Caprara  (Dulcidio),  Silvostri  (Áluro)^  y  de- 
más actores  (2). 


(1)  Estas  últimas  representaciones  de  Majquez  están  referidas 
en  el  libro  de  Revilla,  con  un  total  desconocimiento  de  los  hechos. 
La  rectificación  de  todos  los  errores  allí  estampados  ocuparía  mu- 
cho espacio.  La  mejor  rectificación  está  en  las  listas  que  van  al 
final,  donde  constan  individualmente  las  obras  y  los  días  en  que  se 
hicieron,  conformes  con  las  del  Diario,  los  días  en  que  éste  las  trae. 
El  episodio  del  Pelayo  es  inexacto  porque  ni  en  Octubre  ni  en  No- 
viembre se  puso  en  escena,  pero  el  hecho  puede  ser  cierto  con  re- 
lación á  alguna  de  las  demás  obras. 

(2)  Numancia.  Tragedia  española,  rejundida  por  D.  Antonio 
Saüiñón.  Representada  en  el  teatro  del  Príncipe,  año  de  18 J 6, 
Madrid.  Por  Ibarra,  impresor  de  Cámara  de  S.  M.,  1818,  4.°,  59 
padrinas.  Lleva  el  reparto  del  primitivo  estreno: 

Áíef/ara:  Su.  Isujoko  M.\iqi:v.7..— Dul'idio:  Sr.  Joaquín  Caprara. 
—Alúro:  Sr.  Antonio  Ponce.—  Terma:  Sra.  Antera  Baus. —Scipión: 
•Sr.  Bernardo  A\ec'úlci.—  yur/firta:  Sr.  Luis  P'abiani.— Ma/?cí7io."  se- 
ñor Tomás  Contador.— Soldados. 

Es  la  de  Ayala,  refundida,  ó  mejor,  abreviada.  Ha  suprimido  el 
personaje  de  Olvia,  con  todo  lo  relativo  a  este  episodio  que  ameni- 
zaba un  poco  la  sequedad  do  la  obra  que  ahora  aparece  en  tocia  su 
dureza  espartana.  Las  frases  (jue  más  mal  sonaron  á  Fernando  \II 
pertenecen  a  la  primera  forma  con  pequeñas  variantes  como  ésta 
de  la  escena  cuarta  del  acto  segundo,  de  Saviñón  : 

Scipión,  si  te  asombra  que  padezca 
tanto  infortunio  el   numantino  oucblo 
retira  tus  legiones,  deja  el  sitio, 
no  nos  busques,  tranquilos  quedaremos. 
No  imputes  á  dureza  de  Numancia 
lo  que  hace  la  ambición  y  orgullo  vuestro 
á  impulsos  ó  del  hambre  ó  de  la  espada 
libres  nacimos,  libres  moriremos, 

que  es  la  escena  sexta  de  la  tercera  de  Ayala. 


454  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Pero  sólo  se  vio  en  la  escena  dos  dias,  el  24  y  25  de  No- 
viembre, porque  Maiquez  no  pudo  soportar  el  esfuerzo 
que  exigía  esta  obra,  después  del  mes  que  llevaba,  y  de 
nuevo  cayó  seriamente  enfermo  al  terminar  la  represen- 
tación el  25  (1).  Este  fué  el  último  día  que  trabajó  Mai- 
quez; de  modo  que  sus  postreros  acentos  en  el  teatro  fue- 
ron los  de  patria  y  libertad,  que  respondían  á  los  ideales 
que  constantemente  había  alimentado  su  pecho.  Es  en 
verdad  muy  singular  que  su  última  obra  fuese  IsíNuman- 


Tacháronse  para  la  representación  pasajes  como  este  de  la  mis- 
ma escena  de  Saviñón: 

y  aun  esto  no  bastó,  sus  armas  mismas 
volvió  Espafia  cruel  contra  su  seno, 
este  reino  infeliz  abandonado, 
desunido,  engañado,  forjó  él  mesmo 
con  sus  infaustas  manos  la  cadena 
que  había  de  oprimir  su  heroico  cuello. 

Aquel  soberbio  apostrofe  de  Megara: 

Por  nuestros  manes  juro;  por  mi  patria 
por  el  nombre  español,  por  mis  soldados 
que  han  muerto  en  esta  guerra  defendiendo 
la  libertad  de  España..  .. 
juro  morir  antes  que  trate  Roma 
al  pueblo  numantino  como  esclavo. 
Seguidme  heroicas  almas;  de  la  patria, 
de  estas  nobles  cenizas  acordaos. 
Muramos  por  vengar  á  nuestros  padres; 
por  defender  la  libertad  muramos, 

iuó  truncada  y  el  último  verso  reemplazado  por  el  de 

Por  nuestra  independencia  perezcamos. 

Fueron  atajados  también  éstos: 

Ya  misteriosos  cielos  vuestras  voces, 
ya  vuestra  oscura  providencia  entiendo, 
morimos  porque  España  en  nuestra  muerte 
sienta  su  esclavitud,  rompa  sus  yerros. 

En  general,  en  todos  los  sitios  la  palabra  libertad  fué  sustituida 
por  de  la  independencia. 

(1)  Diario  del  26:  ((Por  indisposición  del  Su.  Isidoro  Maiquez,  se 
suspende  la  tragedia  y,  nallándose  también  enfermo  el  Sr.  Andrés 
Prieto,  se  ejecutará  la  comedia  El  médico  á  palos. )> 

Diario  del  28:  «Siguiendo  la  indisposición  del  Su.  Isidoüo  Mai- 
QUHz,  no  se  puede  ejecutar  la  tragedia  anunciada;  en  su  lugar  se 
representará  la  comedia  en  tres  actos  El  hombre  agradecido.}) 


CAPÍTULO   DECIMONOVENO  455 

cia,  la  tragedia  más  española  de  toda;s  las  que  había  de- 
clamado en  su  dilatada  carrera. 

■  Este  año  se  terminó  anticipada  y  bruscamente  por  la 
inesperada  muerte  de  la  Keina  D.^  Isabel  de  Braganza,  el 
26  de  Diciembre.  Suspendiéronse  las  representaciones  (1), 
y  como  á  poco  se  sucedieron  también  los  fallecimientos  de 
los  Reyes  María  Luisa  y  Carlos  IV,  padres  de  Fernan- 
do VII,  no  pudieron  empezar  las  funciones  hasta  bien  en- 
trado ya  el  año  siguiente. 


(1)  «D.  José  Manuel  de  Arjona,  del  Consejo  de  S.  M.,  en  el  Su- 
premo de  la  Guerra,  Corregidor  de  Madrid,  etc.  Por  el  Excelentísi- 
mo Sr.  conde  de  Miranda,  mayordomo  mayor  de  S.  M.,  se  me  ha 
comunicado  con  esta  fecha  la  Real  orden  siguiente:  «El  Rey  N.  S.  en 
prueba  de  lo  muy  doloroso  que  le  ha  sido  la  prematura  é  inespera- 
da muerte  de  la  Reina  N.^  S.*^  y  considerando  animados  de  los 
mismos  sentimientos  á  los  habitantes  de  esta  corte,  ha  mandado 
que  se  cierren  por  ahora  y  hasta  nueva  orden  los  teatros  de  ella.» 
Lo  que  hago  saber  al  público  para  su  inteligencia.  Madrid,  27  de 
Diciembre  de  1818.— José  Manuel  de  Arjona. -Faustino  Domínguez, 
secretario.»  Este  bando  se  fijó  y  publicó  en  el  Diario  del  28.  Las 
funciones  se  habían  suspendido  ya  el  26. 


CAPITULO  XX 


Formación  de  1819.— Retirada  de  Bernardo  Gil.— Andrés  Prieto 
silbado  en  el  OíeZo.— Intrigas  contra  Maiquez.— Conducta  abusiva 
del  Corregidor  con  Isidoro.— Se  le  jubila  forzosamente  y  destierra 
á  Ciudad  Real.— Logra  permiso  para  ir  á  Granada.— Síntomas  de 
locura.— Decaimiento  físico. — Estalla  la  demencia  furiosa,  y  con 
ella  el  agotamiento  de  fuerzas.— Recobra  el  juicio  para  expirar 
el  17  de  Marzo  de  1820.— Su  sepultura  y  monumento.— Honores 
postumos.— Retratos  de  Maiquez. 

fL  descanso  de  más  de  tres  meses,  contribuyó  á  que 
Isidoro  Maiquez  recobrase  algo  su  apocada  y  vaci- 
lante salud,  creyéndose  en  disposición  de  continuar 
sus  fatigas  cómicas  el  año  venidero,  como  actor  y  como 
director  ó  autor  de  la  compañía  del  Principe,  cargo  que 
exigió  se  le  concediese  en  la  formación  de  1819. 

En  tanto  el  Corregidor  Arjona,  había  ido  componiendo 
las  listas,  que  como  el  año  anterior  hizo  preceder  de  un 
nuevo  reglamento,  en  el  que  introdujo  varias  reformas, 
como  la  separación  de  caudales  en  cada  compañía,  cosa 
exigida  por  el  resultado  de  la  recaudación  aislada  del  año 
último.  Ordenó  también,  que  durante  el  verano  permane- 
ciese abierto  uno  de  los  teatros,  para  lo  cual  se  pondrían 
de  acuerdo  los  actores  de  ambos.  Pero  mantuvo  la  forma- 
ción de  una  compañía,  única  de  ópera,  que  representaría 
alternativamente  en  cada  teatro,  por  lo  cual,  la  decaden- 
cia de  este  espectáculo  fu^  aún  mayor  este  auo  que  el 


458  ISIDORO   MAIQUEZ 


pasado,  no  obstante  contar  en  todo  él  con  Lorenza  Co- 
rrea (1). 

Se  nombró  autor  á  Isidoro  Maiqubz,  como  deseaba,  á 
despecho  de  Bernardo  Avecilla,  el  cual,  ofendido  por  esta 
preferencia,  renunció  también  el  puesto  que  como  actor 
gozaba  en  la  compañía.  Para  su  plaza  trájose  á  Antonio 
González,  del  teatro  de  la  Cruz,  con  harto  contento  de  Ber- 
nardo Gil,  quien,  como  tenía  poco  repertorio  en  dramas  y 
comedias  y  ya  no  era  parte  de  canto,  pues  había  perdido 
la  voz,  apenas  hallaba  ocasión  de  salir  á  escena.  Así  y 
todo,  los  desaires  que  el  público  le  hizo,  le  obligaron  á  re- 
tirarse en  este  mismo  año,  quedando  como  jubilado  desde 
el  4  de  Enero  siguiente,  aunque  conservó  el  cargo  de 
autor  (2). 

Loreto  García^  que  se  negó  á  ser  segunda  de  música, 
pasó  á  la  compañía  del  Príncipe  como  parte  de  declama- 
ción, consecuencia  del  desatinado  proyecto  de  la  sección 
única  de  cantado.  Con  estas  modificaciones  y  otras  de 
menor  importancia,  como  la  vuelta  de  Dolores  Pinto  á  esta 


(1)  Listas  de  las  compañías  cómicas  para  los  teatros  de  esta 
corte  en  el  presente  año  de  1819,  precedidas  del  reglamento... 
aprobadas  por  S.  M.  en  Real  orden  de  9  de  Marzo  de  este  añú. 
Madrid,  imprenta  de  Repulías,  plazuela  del  Ángel,  4.°,  15  pá- 
ginas. 

(2)  Gil,  que  era  aún  más  liberal  que  Maiquez,  publicó  al  año  si- 
guiente, en  unión  de  Antonio  González,  un  Manifiesto  que  dan  los 
autores  en  representación  de  los  indioiduos  de  los  teatros  de  la 
Cruz  y  del  Príncipe  al  respetable  público  de  esta  heroica  vilUí 
(Madrid,  imprenta  de  RepuUés,  1820,  4.°,  25  páginas),  destinado  á 
recabar  de  las  autoridades  las  libertades  y  privilegios  que  á  los  có- 
micos habían  concedido  las  Cortes  de  Cádiz  y  la  Regencia  de  1812, 
ante  la  resistencia  de  la  Junta  municipal.  Aspiraba  también  á  que 
se  alzasen  las  cargas  benéficas  que  agravaban  los  teatros.  Estos  y 
otros  alardes  le  octisionaron  nueva  prisión  y  proceso  en  1823,  con 
prohibición  de  representar  sin  licencia  del  Rey.  Tradujo  algunas 
obras  dramáticas  del  francés,  como  El  hombre  de  la  selva  negra  ó 
el  picaro  honrado,  como  ya  queda  dicho,  y  en  1826,  Cardillac  ó  el 
platero  de  París  y  alguna  otra.  Murió  en  Madrid  el  15  de  Mavo 
de  1832,  á  la  edad  de  sesenta  años;  En  las  Cartas  españolas  del  7 
de  Junio  de  este  año,  pág.  269  del  tomo  v,  se  han  publicado  algu- 
nas noticias  de  este  actor,  aunque  no  muy  exactas.  Hay  quien  opi- 
na, y  quizá  con  razón,  que  el  traductor  fué  el  hijo  mayor  del  mismo 

1,  que  llevaba  igual  nombre  que  su  padre. 


capítulo  vigésimo  459 


I 


corte -desde  Barcelona,  para  hacer  damas  de  última  cate- 
goría, se  imprimieron  las  listas  y  todo  indicaba  que  el  año 
se  inauguraría  como  de  costumbre,  el  día  de  Pascua,  ó  sea 
el  11  de  Abril. 

Pero  no  sucedió  asi,  por  motivos  que  ignoramos.  El  con- 
flicto debió  de  surgir  poco  antes  de  empezar,  porque  el 
Diario  que  solía  traer  las  listas  de  las  compañías  en  los 
días  de  Semana  Santa,  no  las  publica  hasta  el  30  de  Abril 
y  con  algunas  variantes  de  importancia,  como  la  falta  del 
primer  tenor  Julián  Muñoz,  sustituido  por  un  extranjero 
llamado  Miguel  Schirra,  con  el  sueldo  anual  de  40.000 
reales. 

Allanadas,  al  fin,  las  dificultades,  pudieron  empezar  el  6 
de  Mayo  el  Príncipe,  sin  Maiquez,  con  El  mejor  alcalde  el 
Rey,  que  hizo  Antonio  González,  y  la  Cruz  con  Marta  la 
piadosa,  comedia  de  Tir-so  de  Molina,  muy  bien  refundida 
por  D.  Dionisio  Solis,  que  el  año  antes  se  había  retirado 
del  teatro,  y  á  quien  Moratín  escribía  animándole  á  que 
se  dedicase  de  lleno  á  las  letras,  aunque,  con  aquel  amar- 
go dejo  que  hay  en  todas  sus  cartas,  concluía  por  decir 
que  era  mucho  mejor  cosa  no  haber  hecho  nada  en  la 
vida. 

Maiquez  había  contado  demasiado  con  sus  fuerzas.  No 
desaparecían  su  fatiga  y  tenaz  ronquera,  no  obstante  lo 
dulce  de  la  estación  primaveral.  Cierta  melancolía  que  se 
había  apoderado  de  él,  alejábale  de  sus  compañeros  y 
transigía  indiferente  con  que  Andrés  Prieto  fuese  inva- 
diendo su  repertorio.  Después  del  Pelayo,  había  hecho  Ro- 
meo y  Julieta  y  El  duque  de  Viseo  el  año  anterior.  Volvió 
á  ejecutar  el  Pelayo  á  principios  del  presente^  los  días  8,  {) 
y  10  de  Mayo,  y  luego  se  creyó  en  el  caso  de  lanzarse  á  ma- 
yores empresas,  saliendo  en  el  Ótelo  el  28  del  mismo  mes. 
Pero  sucedióle  un  fracaso  espantoso,  porque  le  silbaron 
despiadadamente:  «se  bufó»  dice  con  expresivo  laconismo 
el  curioso  del  tiempo  que  nos  da  la  noticia,  quitándole, 
por  entonces,  las  ganas  de  volver  á  semejantes  aventuras. 
P»ien  porque  creyese  á  Maiquez  complicado  en  el  desastre, 


460  ISIDORO   MAIQUEZ 


Ó  por  otras  causas,  empezó  desde  entonces  á  hacerle  una 
oposición  sorda  y  continua,  alegando  principalmente  que 
Maiqubz  no  podía  eximirse  de  cumplir  sus  deberes  de 
galán,  trabajando  como  los  demás,  siendo  asi  que  en  todo 
Mayo  no  había  salido  una  vez  sola. 

Estaban,  por  desgracia,  demasiado  abiertos  los  oídos 
del  Corregidor,  juez  protector  de  los  teatros,  para  estas 
quejas,  ya  resentido  con  Maiqubz,  por  haberse  éste  nega- 
do á  representar  la  comedia  de  su  grande  amigo  D.  Fran- 
cisco Javier  de  Burgos,  Los  tres  iguales,  asi  es  que,  una  en 
pos  de  otra,  hizo  varias  conminaciones  al  actor,  en  el  sen- 
tido de  que  atendiese  sin  demora  al  cumplimiento  de  sus 
obligaciones. 

Contestóle  Maiqubz,  con  su  altivez  ordinaria,  cosa  muy 
adecuada  para  que  el  otro  tomase  á  desacato  una  buscada 
respuesta.  Nuevamente  se  vio  el  daño  que  una  autoridad 
intemperante  y  adusta  puede  causar  sin  necesidad  y  con 
notorio  abuso  de  poder. 

Sin  respeto  ninguno  al  mérito  de  aquel  hombre  eminen- 
te y  como  si  no  hubiera  otros  medios  de  corregirle,  si  ha- 
bía habido  exceso  por  su  parte,  Arjona  hizo  prender  á  Isi- 
doro Maiqubz,  cual  si  fuese  un  delincuente  vulgar,  y 
después  de  dar  cuenta  del  hecho  al  Ministro  de  Gracia  y 
Justicia,  que  lo  era  fel  famoso  Lozano  de  Torres,  bien  co- 
nocido por  sus  tropelías,  entre  uno  y  otro  decretaron  la 
jubilación  forzosa  de  Maiqubz  y  además  su  destierro  á 
Ciudad  Real. 

Diéronle  libertad,  para  que  dispusiese  la  partida,  comu- 
nicándole la  orden  el  18  de  Junio,  y  obligándole  á  salir 
al  amanecer-del  día  siguiente,  y  como  un  reo  de  estado, 
custodiado  por  un  piquete  de  caballería. 

En  vano  las  dos  compañías,  espantadas  con  semejante 
violencia,  fueron  á  entregar  al  Rey  una  exposición  sus- 
crita por  Maiqubz,  en  la  que  daba  todas  las  explicaciones 
y  satisfacciones  posibles,  y  se  allanaba  á  representar 
cuantas  veces  le  mandasen  y  aunque  fuese  llevado  en 
brazos  á  la  escena;  el  Rey  tampoco  estaba  dispuesto  á  eu- 


Capítulo  Vigésímo  461 


mondar  los  desafueros  de  los  Ministros  é  irremisiblemente 
fué  Isidoro  conducido  al  lugar  de  su  destierro. 

En  los  tres  meses  que  allí  estuvo  se  exacerbaron  sus  pa- 
decimientos físicos,  y  peor  aun,  acentuóse  la  debilidad  de 
su  entendimiento  con  la  cólera,  el  dolor  y  el  odio  que  re- 
bosaban en  su  pecho  ante  la  inicua  conducta  con  él  se- 
guida. 

Previa  solicitud,  se  le  concedió  en  30  de  Agosto  li- 
cencia para  trabajar  en  Andalucía,  con  tal  que  no  fuese 
más  allá  de  Sevilla  (ó  lo  que  es  igual,  que  no  fuese  á  Cá- 
diz, no  sabemos  por  qué  razón),  y  resolvió  dirigirse  á  Gra- 
nada, donde  llegó  el  29  de  Noviembre,  empleando  dos 
meses  en  el  viaje,  pues  había  salido  de  Ciudad  Keal  el  25 
de  Septiembre. 

Los  tristes  pormenores  de  esta  última  etapa  de  la  vida 
de  Maiqubz  están  referidos  con  prolijidad  en  la  Vida,  es- 
crita por  Revilla.  Nosotros  pasaremos  por  encima  en  este 
periodo,  del  que  ninguna  enseñanza  se  obtiene  más  que 
la  consideración  de  cuan  miserable  es  el  estado  á  que  el 
hombre  llega  cuando  la  luz  de  la  razón  se  oscurece  ó  se 
apaga.  A  tal  extremo  llegó  el  gran  actor  Isidoro  Mai- 

QUBZ. 

El  desorden  de  sus  ideas  iba  á  la  par  de  la  pérdida  y 
ruina  de  su  salud.  La  vida  de  Maiqubz  fué  en  adelante 
una  continua  y  desgarradora  agonía.  Hubo  días  en  que 
se  le  creyó  muerto  por  haber  perdido  la  voz,  la  vista  y 
2a8i  la  respiración.  Vuelto  en  sí  comenzó  un  período  de 
locura  furiosa,  aunque  no  manifestó  intenciones  de  cau- 
sar daño  á  nadie.  Mezclando  recuerdos  de  sus  papeles 
trágicos  con  las  cosas  y  personas  que  le  rodeaban,  delira- 
ba espantosamente  y  se  agitaba  en  movimientos  convul- 
sivos, tratando  de  desasirse  de  los  que  estaban  á  su  cui- 
dado. Abrasado  por  la  fiebre  y  sin  lograr  ni  un  instante 
de  sueño,  ofreció  en  la  postrera  semana  de  su  vida  un  es- 
pectáculo dolorosísimo. 

Kn  los  últimos  instantes,  cuando  sus  fuerzas  se  agota- 
ron, enteramente  parece  que  la  razón  recobró  su  imperio. 


462  ISIDORO  maiqueZ 


Había  hecho  testamento  (1),  y  recibió  los  auxilios  de  la  re- 
ligión, expirando  dulcemente  y  sentado  en  el  lecho,  en  la 
noche  del  17  de  Marzo  de  1820  (2),  asistido  de  algunos  pa- 
rientes y  de  dos  celosos  amigos  residentes  en  Granada, 
uno  de  ellos  el  notario  eclesiástico  D.  Antonio  González, 
á  quien  había  conocido  mucho  antes,  y  el  otro  D.  Francis- 
co Jover,  quienes  sufragaron  diversos  gastos  causados  en 
la  larga  enfermedad  deMAiQUEz,  pues  éste  falleció,  como 
es  de  suponer,  en  la  mayor  pobreza. 

Jover  le  costeó  el  ataúd  y  González  la  mortaja.  Condu- 
cido á  la  parroquial  de  San  Matías,  no  pudieron  celebrar- 
se sus  exequias  en  la  tarde  del  18,  que  era  el  día  señala- 
do, por  lo  cual  se  depositó  su  cadáver  en  un  oscuro  apo- 
sento de  la  iglesia,  lleno  de  maderas  y  muebles  viejos.  Al 
día  siguiente  se  le  condujo  al  cementerio,  González  se- 
ñaló con  una  cruz  el  lugar  donde  su  cuerpo  fué  depo- 
sitado. 


(1)  Todas  nuestras  tentativas,  secundados  por  las  personas  más 
respetables  de  Granada,  para  obtener  copia  de  este  testamento,  se 
han  estrellado  ante  la  resistencia  de  cierto  Sr.  Montero,  archivero 
de  protocolos  de  la  ciudad,  quien  ni  por  sí  ni  por  otros  ha  consenti- 
do en  examinar  su  archivo;  tal  estará  él.  Por  si  más  adelante  al- 
gún curioso  es  más  afortunado,  le  advertiremos  que  el  testamento 
de  Maiquez  fué  otorgado  en  los  primeros  quince  días  de  Marzo 
de  1820. 

(2)  Revilla  dice  que  fué  el  18,  pero  la  siguiente  partida  de  defun- 
ción que  nos  ha  facilitado  nuestro  bueno  y  sabio  amigo  D.  Pedro 
Roca,  no  deja4ugar  á  dudas.  Otros  datos  coetáneos  aseguran  tam- 
bién la  fecha  del  17. 

Partida  de  defunción  de  Maiquez.— «En  elhbro  9  de  entierros  de 
la  Parroquia  de'San  Matías  de  Granada,  al  folio  106  hay  la  partida 
siguiente: 

En  la  ciudad  de  Granada,  en  diez  y  siete  días  del  mes  de  Marzo 
de  mil  ochocientos  y  veinte  años,  entregó  á  Dios  su  espíritu,  en  la 
comunión  de  Nuestra  Santa  Madre  Iglesia,  D.  Josí;  Isidoro  Mai- 
QLEZ,  de  estado  casado,  y  en  los  cuarenta  años  de  su  edad,  feligrés 
de  esta  Imperial  Parroquia  de  San  Matías,  y  fué  ungido  prinriero 
con  el  sagrado  óleo  de  la  Extremaunción,  por  causas  •  establecidas 
que  ocurrieron,  y  apacentado  después  con  el  Santísimo  Viático;  se 
le  hizo  su  correspondiente  oficio  de  entierro,  vigilia  y  misa;  quedó 
en  uso  del  derecho  ])arroquial  el  Novenario  prevenido,  y  su  cadá- 
ver fué  llevado  al  enterramiento  general.  Y  para  que  conste,  lo  fir- 
mé.—Fr.  Blas  María  Nieto.» 


capítulo  vigésimo  4B3 


No  pudieron  identificarse  sus  restos  cuando  en  1838  qui- 
sieron extraerlos  para  colocarlos  en  el  sencillo  mausoleo 
que  el  amor  á  las  glorias  de  su  arte  hizo  mandasen  cons- 
truir en  la  misma  ciudad  de  Granada  los  insignes  D.  Ju- 
lián Romea,  su  esposa  D.*  Matilde  Diez  y  el  hermano  don 
Florencio  Romea. 

El  monumento  fué  emplazado  en  el  Campillo,  junto  al 
teatro;  constaba  de  una  gradería  no  alta,  un  pedestal  de 
piedra  parda  de  Sierra  Elvira  y  una  espiga  que  termina- 
ba en  una  especie  de  jarra  con  una  corona  de  laurel  y 
cintas  pendientes  que  se  ciñen  á  la  piedra.  Es  (porque  to- 
davía se  conserva,  aunque  en  otro  lugar),  de  mármol  ne- 
gro y  lleva  las  inscripciones  siguientes.  En  la  faja  que 
rodea  la  columna  dice:  «Gloria  al  genio».  En  el  frente  del 
pedestal:  «A  la  memoria  de  Isidoro  Maiquez»,  y  en  la 
parte  opuesta:  «Dedicado  por  Julián  Romea-Matilde  Diez- 
Florencio  Romea.,  1838.» 

En  el  costado  derecho  del  mismo  pedestal:  «Otelo--Os- 
car—Cain — Hijos  de  Edipo».  Y  en  el  opuesto:  «Fenelón — 
Vano  humillado— García  del  Castañar— Ricohombre  de  Al- 
calá» (1). 

Hace  ya  algunos  años  que  este  monumento  fué  trasla- 
ladado  al  cementerio  y  colocado  en  el  sitio  mismo  de  la 
sepultura  del  artista  (2). 


fl)  Tomados  de  una  hoja  volante  descriptiva  que  se  repartió 
cuando  la  inauguración  del  monunnento.  También  se  reprodujo  con 
un  mal  grabado  que  representa  el  monumento  en  el  perióuico  El 
Panorama  del  8  de  Agosto  de  1839,  páginas  81  y  82. 

(2)  De  la  traslación  del  monunnento  da  noticia  el  siguiente  acuer- 
do del  Municipio  granadino,  documento  que  nos  ha  comunicado  el 
literato  D.  Francisco  de  P.  Valladar  por  intermedio  del  insigne  his- 
toriador D.  Francisco  Guillón  Robles.  A  dichos  excelentes  amigos 
fh'f)emos  también  la  fotografía  del  mausoleo  que  se  acompaña: 

«Comisión  de  ornato,  11  Febrero  1854. 

Siendo  de  conveniencia  y  utilidad  pübhca  la  colocaí^ión  de  una 
fuente  de  agua  para  uso  potable  en  el  sitio  del  Campillo,  y  un  pen- 
samiento recomendal)le  como  objeto  de  ornato,  si  se  coloca  en  el 
centro  de  la  Plaza  del  costado  deí  teatro,  en  lugar  del  monumento 
de  Mayquk/-.  V  en  ocasión  de  haberse  averiguado  el  sitio  en  el  Ce- 
menterio público,  donde  existen  los  restos  mortales  de  tan  oele- 


464  ISIDORO   MAIQUB¿ 


Maiqubz  dejó  una  hija  de  muy  corta  edad.  Al  recuerdo 
del  desamparo  en  que  quedaba,  los  cómicos  de  Madrid 
proyectaron  dar  en  su  beneficio  una  serie  de  funciones 
que,  al  parecer,  se  redujeron  á  una  en  Madrid,  según  ex- 
presa el  siguiente  párrafo  de  un  artículo  de  El  Censor  de 
Agosto  de  1821: 

«En  el  día  debe  fijar  la  atención  y  el  interés  del  público 
otra  huérfana,  cuyo  apellido  será  célebre  en  los  anales  de 
las  artes  mientras  subsista  la  escena.  Maiqubz  ha  dejado 
por  heredera  de  su  nombre  á  una  hija  de  corta  edad.  Los 
actores  de  esta  capital  y  la  empresa  de  sus  teatros  quie- 
ren ofrecer  á  la  sombra  del  Roscio  español  el  testimonio 
de  la  gratitud  y  de  la  veneración. 

A  este  efecto,  se  dará  en  una  de  las  primeras  noches 
de  Septiembre  una  función  extraordinaria  de  beneficio, 
en  la  que  desplegarán  sus  talentos  los  principales  acto- 
res de  representación,  música  y  baile.  El  ingreso  total 
de  la  función,  aumentado  de  las  cantidades  con  que  la 
generosidad  de  los  ciudadanos  acrezca  el  beneficio,  se 
destina  á  formar  el  dote  de  la  hija  de  Maiqubz.  La  em- 
presa renuncia  al  resarcimiento  de  los  gastos  diarios  de 
la  función,  y  los  actores  al  honorario  de  aquel  día  é  invi- 
tan á  hacer  lo  mismo  á  los  individuos  de  la  orquesta,  á 
los  actores  jubilados  y  á  los  d  más  dependientes  del  tea- 
tro, ün  amigo  de  Maiqubz  ofrece  para  aquella  función 
una  composición  alegórica  en  la  cual  se  presentará  su 
busto,  hecho  por  el  célebre  escultor  Salvatierra»  (1). 


brado  cómico,  la  Comisión,  aprovechando  esta  oportunidad  acordó: 
Proponer  al  Sr.  Alcalde,  que  para  conservarla  memoria  de  tan  dis- 
tinguido actor  de  una  manera  correspondiente  al  objeto  que  se  pro- 
pusieron sus  amigos,  se  traslade  la  columna  erigida  en  el  lado  del 
teatro  al  Cementerio  general,  y  punto  que  se  sirva  demarcíir  el  se- 
ñor Alcalde,  y  que  en  el  sitio  que  se  desocupe  en  el  Campillo  se  co- 
loque la  fuente  hoy  deshecha  y  que  está  depositada  en  los  jardines 
del  paseo  de  la  Bomba.» 

En  sesión  de  16  de  Febrero  de  1854  se  acordó  como  propone  la 
Comisión.  La  obra  se  ejecutó  en  Diciembre  del  mismo  año. 

(1)  FA  Censor',  periódico  poLitico  y  literario.  Tomo  \.  Madrid, 
1821,  8.°,  páginas  227  y  siguientes. 


MONUMENTO   A  LA  MEMORIA  DE  ISIDORO  MAiaUEZ 


:;o 


CAPÍTULO   VIGÉSIMO  467 


Sigue  que  la  invitación  á  dar  beneficios  con  el  mismo 
objeto  se  hará  á  las  compañías  de  provincias  y  otros  pro- 
yectos relativos  á  la  educación  de  la  huérfana. 

La  función  indicada  se  hizo  el  27  de  Septiembre  de  1821, 
ejecutándose  una  pieza  en  un  acto  titulada:  Apoteosis 
de  Maiquez,  una  sinfonía,  la  comedia  en  un  acto  que  el 
gran  actor  ejecutó  también  muchas  veces^  La  casualidad 
á  media  noche,  el  primer  acto  de  la  ópera  Alcira  y  el  saí- 
nete La  inocente  Dorotea,  de  D.  Juan  I.  González  del  Cas- 
tillo. 

RETRATOS     DE     MAIQÜEZ 

El  principal  es  el  pintado  por  Goya  (alto  0'92,  ancho  0'70), 
hoy  propiedad  del  Sr.  Marqués  de  Casa  Torres,  y  que  en  la 
exposición  celebrada  el  año  pasado  de  1900  de  obras  de 
aquel  insigne  pintor,  ha  podido  contemplarse.  Aunque 
bastante  maltratado  por  el  tiempo,  y  no  obstante  lo  oscu- 
ro de  los  tonos  y  fondo,  todavía  se  deja  conocer  la  gallar- 
da figura  é  interesailte  fisonomía  del  célebre  cómico.  Del 
mismo  pincel  es  otro  lienzo,  algo  posterior,  y  más  pequeño 
(alto  0'77,  ancho  0'58),  que  si  bien  con  el  mismo  traje;  se 
diferencia  en  la  fisonomía.  Está  hoy  en  el  Museo  del 
Prado. 

De  este  original  se  hizo,  como  queda  dicho,  en  1814  el 
grabado  de  Esteve,  pero  algo  amanerado,  por  querer  dar 
finura  y  delicadeza  á  las  facciones  según  el  estilo  de  la 
época.  Del  primero  de  estos  lienzos  es  el  fotograbado  que 
va  al  principio  de  este  tomo.  Del  segundo,  ó  sea  del  gra- 
bado de  Esteve,  es  reproducción  el  de  la  pág.  385. 

El  Ateneo  de  Madrid  tiene  en  la  sala  de  juntas  un  lien- 
zo de  más  de  medio  cuerpo  y  tamaño  natural,  que  repre- 
senta á  Maiquez  en  traje  romano  y  asiendo  un  puñal 
(probablemente  en  la  tragedia  Bruto  6  Boma  libre,  de  Sa- 
viñón;.  Este  retrato  fué  regalado,  según  noticias,  por  don 
Manuel  de  la  Revilla,  y  de  seguro  sería  pintado  por  h\i 
padre  D.  José,  admirador  y  biógrafo  del  cómico  á  (j^uieii 


468  ISIDORO   MAIQUEZ 


conoció  y  q[ue  «sabemos  pintaba  con  habilidad,  como  lo 
demuestra  entre  otros  su  cuadro  Caín  después  de  la  mal- 
dición divina.  Es  el  de  la  pág.  361. 

Ribelles  hizo  dos  litografías  representando  á  Maiquez 
en  los  papeles  de  Ótelo  y  Oacar,  en  las  tragedias  de 
igual  nombre,  más  para  hacer  ver  las  actitudes  y  ex- 
presión trágica  del  actor  que  para  conocer  su  fisonomía. 
Véanse  las  páginas  112  y  315. 

En  el  Semanario  pintoresco  de  1838,  á  la  cabeza  de  una 
biografía  de  Maiqubz  escrita  por  D.  José  de  la  Revilla,  se 
estampó  un  mal  grabado  en  madera,  quizá  dibujado  por 
el  mismo  Revilla,  y  que  representa  al  cómico  en  un  traje 
airoso  de  calle,  con  una  capa  en  que  se  emboza.  El  sem- 
blante tiene  alguna  expresión  parecida  al  retrato  del  Ate- 
neo, pero  las  duras  líneas  del  grabado  estropean  la  ilusión 
que  una  buena  voluntad  llega  á  producir. 

El  inspirado  escultor  D.  Valeriano  Salvatierra  modeló 
un  busto  en  yeso  representando  á  nuestro  Isidoro  con 
gran  verdad  y  en  traje  á  la  romana,  como  queda  dicho. 
Este  busto  fué  el  que  se  exhibió  en  la  función  en  honor 
del  trágico  que  se  dio  en  el  teatro  del  Principe  en  1821  y 
conserva  la  Real  Academia  de  San  Fernando.  Es  el  que 
va  á  continuación. 

No  conocemos  más  retratos  que  puedan  ofrecer  alguna 
garantía  de  auténticos,  aunque  abundan  harto  los  de  mero 
capricho  y  fantasía. 

Coincidiendo  la  muerte  de  Isidoro  Maiqubz  con  la  re- 
volución de  1820,  y  trastornos  consiguientes  á  ella,  nadie 
pensó  en  honrar  por  el  momento  su  memoria.  No  se  ce- 
rraron los  teatros  como  los  de  París  á  la  muerte  de  Taima 
ni  se  pronunciaron  discursos  fúnebres,  ni  escribieron  epi- 
cedios ni  artículos  necrológicos.  Solo  allá,  en  el  mes  de 
Noviembre,  el  periódico  político  ^¿  Universal,  publicó  un 
articulo  que  trasladamos  á  continuación  por  su  curiosidad 
é  importancia.  Sin  embargo,  en  la  memoria  de  todos  sus 
contemporáneos  persistió  su  recuerdo  y  el  de  su  admirable 


Isidoro    Maiquez 

Busto  existente  en  la  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 


óapítulo  vigésimo  471 


representación,  de  la  que  hablaron  con  entusiasmo  since- 
ro cuanto  grande  siempre  que  la  ocasión  se  les  presentó, 
y  asi  Moratín,  Martínez  dQ  la  Rosa,  Alcalá  Galiano,  Meso- 
nero Romanos,  Hartzembusch,  Revilla,  todos  de  consuno 
nos  le  presentan  como  el  primer  cómico  de  su  tiempo  y 
de  los  más  grandes  del  histrionismo  europeo. 

Y  no  fueron  sólo  los  nacionales,  sino  críticos  extranjeros 
quienes  celebraron  y  ensalzaron  el  talento  del  grande  ac- 
tor. A  fines  de  1802,  estuvo  en  Madrid  el  famoso  trágico 
inglés  John  Kemble.  Trató  mucho  á  Moratín,  que  en  su 
Diario  le  recuerda,  en  especial  al  anotar  su  visita  el  9  de 
Diciembre  de  aquel  año:  «Aquí  (en  su  casa)  Kemble:  con 
él  á  la  comedia,  en  palco». 

Le  presentó  á  sus  amigos  y  durante  el  resto  del  mes  en 
que,  por  lo  menos,  estuvo  el  inglés  en  Madrid  le  obsequió 
de  diversas  maneras.  Kemble  entabló  emistosas  relacio- 
nes con  Maiqubz,  según  afirma  Revilla,  y  «tuvo  la  mo- 
desta ingenuidad  de  confesar  que  el  trágico  español  aven- 
tajaba á  cuantos  la  opinión  designaba  como  sus  rivales.» 

El  mismo  autor  cita  también  el  dictamen  de  un  diplo- 
mático extranjero,  que  viendo  á  Maiqubz  trabajar  en  el 
Osear,  dijo  á  los  que  estaban  con  él  en  su  palco:  «Debo 
confesar  á  ustedes,  sin  que  lo  tomen  por  lisonja,  que  ni 
Taima  ni  Kemble,  á  quienes  he  visto  trabajar  muchas 
veces,  son  capaces  de  hacer  más  que  lo  que  ese  hombre 
hace  en  esta  tragedia»  (1). 


(1)     Vida,  pág.  115. 


CAPITULO  XXI 


Klogios  y  juicios  referentes  á  Isidoiío  Maiquez.  — Artículo  necroló- 
gico del  Unioersal  de  1^2,^.  —  Apoteosis  de  Maiquez,  pieza  repre- 
sentada en  1821.— Opiniones  de  Solís,  Moratín,  Alcalá  Galiano, 
Martínez  de  la  Rosa,  D.  José  de  la  Revilla,  Mesoneros  Romanos, 
Hartzembusch  y'otros. 

E  El  Universal  Observador  Español^  de  15  de  Noviem- 


bre de  1820: 


ISIDORO      MAIQUEZ 


El  fin  lastimoso  de  este  autor  tan  justamente  aplaudido 
en  vida  y  con  tanta  razón  llorado  en  muerte,  ha  sido  una 
calamidad  teatral;  el  arte  de  la  declamación  escénica,  ha 
perdido  en  él  su  mayor  ornamento;  las  musas,  su  primer 
favorito;  la  poesía  dramática,  su  primer  intérprete.  El 
teatro,  desde  que  el  malogrado  Isidoro  exhaló  el  último 
suspiro,  ha  quedado  reducido  á  un  fatal  desamparo,  y  el 
silencio  de  su  tumba  se  comunica  hasta  la  escena  en  don- 
de resonó  su  voz,  y  en  donde  tantas  veces  se  hizo  mere- 
cedor de  los  honores  del  triunfo. 

Las  personas  de  gusto  que  han  admirado  la  sublime 
habilidad  con  que  Maiquez  deleitaba  á  los  espectadores, 
y  que  han  llegado  á  conocer  lo  que  valla  en  España  un 
talento  tan  superior  en  su  arte,  asisten  ahora  á  los  teatros 
experimentando  una  sensación  penosa  mezclada   de  re- 


474  ISIDORO   MAIQÜB^ 


cuerdos  invencibles  que  muy  á  menudo  acibaran  la  diver- 
sión que  van  buscando. 

Al  contemplar  que  ya  es  eterna  su  ausencia  de  aquella 
escena  que  tanto  supo  ilustrar  con  los  esfuerzos  de  su 
aplicación  y  de  su  estudio;  al  decir:  «no  volveremos  á 
verle»,  puede  compararse  el  teatro  á  un  vasto  desierto,  en 
donde  después  de  haber  existido,  una  ciudad  poblada  y 
magnifica,  sólo  se  oye  el  lúgubre  canto  de  las  aves  noc- 
turnas. La  escena,  que  tanto  brilló  con  el  majestuoso  im- 
pulso que  supo  darle  el  Taima  de  la  España,  la  memoria 
de  lo  pasado  y  su  comparación  con  lo  presente,  son  cosas 
que  dan  margen  á  tristes  reflexiones.  ¿Y  cuánto  no  se 
agravan  si  se  piensa  que  tan  gran  talento  se  eclipsó  pre- 
cisamente en  la  época  de  la  regeneración  nacional,  cuan- 
do la  protección  concedida  al  mérito  ha  de  estar  de  acuer 
do  con  la  estimación  que  le  tribute  la  opinión  pública?... 

Maiquez,  se  ciñó  viviendo,  los  laureles  debidos  á  su 
gloria.  La  opinión  pública,  este  invariable  termómetro 
que  en  vano  intentan  destruir  los  golpes  de  la  envidia  y 
las  miserias  de  la  autoridad  despótica,  pudo  servirle  de 
consuelo,  siempre  que  tuvo  ocasión  de  experimentar  los 
desengaños  que  dan  la  ingratitud  y  las  violencias  de  los 
gobiernos  arbitrarios.  Perseguir  al  mérito  en  ^ez  de  pro- 
tejerle,  estimularle  y  vivificarle,  es  siempre  una  operación 
torpísima  y  vergonzosa.  ¿Qué  triste  fatalidad  ha  consen- 
tido que  entre  nosotros  hayan  sido  semejantes  vejaciones 
la  ocupación  favorita  de  los  que  fueron  llamados  por  la 
casualidad  ó  por  los  manejos  cortesanos  á  ser  arbitros  de 
la  suerte  de  los  demás  hombres?  Y  ya  que  la  cegue- 
dad del  acaso,  llegó  á  colocarlos  en  tan  elevados  empleos, 
¿no  hubiera  debido  pensar  que'^sólo  con  el  acierto  de  su 
administración  podrían  corregir  los  desacuerdos  del  des- 
tino y  las  equivocaciones  de  la  fortuna? 

La  naturaleza  fué  pródiga  con  Maiqubz.  El  exterior  de 
los  artistas  dramáticos  constituye  una  parte  considerable 
del  arte  en  que  se  ejercitan.  Nada  es  indiferente  para 
ellos;  ni  estatura,  ni  voz,  ni  figura,  ni  edad.  Geoffroi  de- 


CAl?ÍTÜLO   VIGÉSIMOPRIMBRO  4^5 

cia  que  hasta  los  defectos  naturales  de  los  actores  deben 
estar  sometidos  á  la  critica.  Los  actores  contraen  la  obli- 
gación de  agradar,  supuesto  que  venden  la  vista  de  sus 
personas. 

Inútil  es  gritar  contra  la  injusticia  de  los  escritores  que 
tienen  que  analizar  su  mérito;  inútil  es  también  decir  que 
son  malignos,  crueles,  bárbaros,  los  críticos  que  se  toman 
la  libertad  de  observar,  que  el  exterior  de  tal  actor  ó 
actriz,  no  está  de  acuerdo  con  los  papeles  que  represen- 
tan. «No  es  culpa  suya»...,  ésta  es  la  voz  común;  pero  esta 
voz  es  un  error. 

«Si  es  culpa  suya»,  supuesto  que  se  encargan  de  re- 
presentar los  personajes  que  no  les  convienen  y  supuesto 
que  carecen  délos  requisitos  esenciales  á  su  profesión. 
Tampoco  es  culpa  de  un  autor,  si  es  fastidioso  y  frío,  y  si 
hace  malos  versos,  supuesto  que  no.  depende  de  él  hacerlos 
mejores;  pero  si  es  culpa  suya  hacerlos,  supuesto  que 
tiene  en  su  mano,  no  escribir,  cuando  carece  del  talento 
que  para  escribir  se  necesita. 

El  único  correctivo  que  admite  esta  observación,  por  lo 
que  toca  á  los  actores  es,  que  un  cómico  superior  podrá 
enmendar  el  desafecto  con  que  le  trató  la  naturaleza,  si  á 
fuerza  de  arte  y  de  conocimientos  hace  olvidar  los  incon- 
venientes de  su  figura.  Cuando  Lekain  apareció  en  la 
escena  francesa,  el  público  reparó  que  su  personal  era 
desagradable,  su  cuello  demasiado  grueso,  su  estatura 
poco  proporcionada,  su  voz  dura  y  opaca;  pero  aun  cuan- 
do ejercía  una  profesión  en  que  los  agrados  naturales 
suelen  ser  necesarios,  encubrió  sus  defectos  á  fuerza  de 
talento.  Igual  suerte  es  la  de  Mademoiselle  Duchesnois, 
tan  célebre  en  toda  Francia.  Ciertamente  que  esta  actriz 
no  seduce  los  ojos;  pero  ha  sido  indulgente  con  ella,  la 
misma  severidad  de  la  naturaleza,  tales  y  tan  sublimes 
son  los  afectos  de  su  alma,  que  sabe  conmover  y  electrizar 
á  cuantos  han  tenido  la  dichosa  ocasión  de  asistir  á  sus  re- 
presentaciones. Un  poeta  antiguo  decía:  que  lo  que  entra 
por  ojos,  produce  más  efecto  que  lo  que  entra  por  los  oídos. 


476  iSTDOliO   MATQÜEZ 


Mademoiselle  Duchesnois,  forma  excepción  para  esta  má- 
xima; bien  es,  que  esta  excelente  actriz  es  un  prodigio 
del  genio  y  del  arte. 

Por  la  misma  razón,  Maíquez  ha  sido  en  su  línea  un 
modelo,  al  que  no  es  fácil  encontrar  copia.  Medítense  ade- 
más los  esfuerzos  que  debió  hacer  para  llegar  al  eminente 
punto  en  que  supo  colocarse;  no  echemos  tampoco  en  ol- 
vido que  Maíquez  pertenecía  á  un  país,  cuyo  gobierno  se 
ocupaba  en  entorpecer  todos  los  progresos  de  la  industria, 
y  en  ponerse  constantemente  en  acción  hostil  contra  el 
talento  en  donde  quiera  que  éste  pudiera  descubrirse. 

Esta  reflexión  realza  sobremanera  el  eminente  lugar  en 
donde  Maíquez  llegó  á  situarse.  En  Francia,  en  Inglate- 
rra y  en  otros  países  hay  escuelas,  sobran  estímulos  y  no 
existe,  sobre  todo,  encarnizamiento  alguno  de  parte  de 
los  que  mandan  contra  la  aplicación  y  el  mérito.  ¿Qué  ex- 
trañeza  debe  causar  que  en  todos  ramos  y  ciencias  se  pre- 
senten hombres  merecedores  de  la  estimación  pública? 

Los  españoles  en  esta  parte  debemos  engreírnos;  entre 
nosotros,  el  que  sabe  algo,  ha  debido  hacerse  superior  á 
los  ponzoñosos  tiros  de  la  envidia,  casi  siempre  protegida 
por  la  suspicaz  autoridad;  le  ha  sido  forzoso,  en  fin,  abrir- 
se camino  por  en  medio  de  un  matorral  peligroso,  cu- 
bierto de  zarzas  y  rodeado  de  precipicios.  Los  que  saben 
en  España  son,  bajo  este  punto  de  vista,  más  respetables, 
que  los  que  saben  en  las  naciones  extranjeras...  ¡Dichoso 
aquel  día  en  que  apagándose  la  antorcha  del  error  que- 
daron reducidos  á  su  propio  envilecimiento  todos  los  ene- 
migos de  la  razón  y  de  la  filosofía!...  ¡Infeliz  Maíquez!... 
¡Amaneció  este  día  y  apenas  le  fué  dado  gczar  de  sus  pri- 
meros resplandores!... 

Este  acreditado  actor  nació  en  Cartagena.  Desde  sus 
primeros  años  siguió  la  carrera  del  teatro,  corriendo  las 
provincias,  y  si  bien  se  descubrían  en  él  disposiciones  fe- 
lices, no  era  fácil  congeturar  el  grado  de  perfección  á  que 
debía  llegar  posteriormente. 

Acusábasele  de  ser  frío  en  la  representación,  y  aun 


CAPÍTULO    VIGÉSIMOPRIMBRO  477 

después  que  vino  á,  la  capital  y  siguió  trabajando  en  los 
Sitios,  quedó  sujeto  á  ésta  reputación,  que  no  era  injusta 
entonces,  á  pesar  de  la  inteligencia  de  que  le  dotó  la  na- 
turaleza. 

Preciso  es  creer,  sin  embargo,  que  se  hubiera  estanca- 
do en  una  honrosa  medianía,  si  la  inspiración  de  su  ge- 
nio no  le  hubiera  inspirado  que  había  en  el  mundo  otros 
modelos  y  otros  medios  de  instruirse  más  eficaces  que  los 
que  podían  ofrecerle  los  teatros  españoles.  Maiqubz  había 
oído  hablar  de  París  con  aquel  entusiasmo  que  realmente 
inspira  esta  hermosa  capital  del  mundo  civilizado;  estaba 
organizado  para  apreciar  sus  bellezas,  y  sintiéndose  ca- 
paz de  recoger  los  frutos  de  tan  útil  viaje,  lo  emprendió  á 
sus  propias  expensas.  No  se  crea  que  obtuvo  para  verifi- 
carle estímulo  ni  protección  alguna  departe  del  gobier- 
no. Esto,  entre  nosotros,  era  cosa  desconocida. 

En  España  pocos  viajaban  entonces,  y  fuera  de  ser  im- 
pelidos por  asuntos  de  comercio,  era  muy  corto  el  número 
de  los  que  traspasaban  los  limites  del  Bidasoa.  Los  minis- 
tros enviaban,  como  por  casualidad,  fuera  de  los  dominios 
españoles,  algunos  jóvenes  pintores  ó  escultores;  sólo  ha- 
bía profusión  en  los  empleos  diplomáticos,  y  no  siempre, 
para  colocarse  en  ellos,  se  consultaban  los  títulos  de  la 
aplicación  y  el  mérito. 

Maiqubz  se  aprovechó  con  tino  y  discernimiento  de  su 
Catancia  en  París  y  de  las  relaciones  que  supo  adquirirse 
á  pesar  de  la  escasez  de  sus  medios  pecuniarios.  Los  prin- 
cipales artistas  dramáticos  fueron  sus  amigos,  se  lo  con- 
cedió entrada  franca  en  los  teatros,  y  los  literatos  más 
conocidos  le  apreciaron  y  distinguieron,  y  esto  es  t?into 
más  digno  de  ebtimarse,  cuanto  Maiqubz  no  fué  nunca 
muy  diestro  en  el  idioma  francés,  circunstancia  que  prue- 
ba cuál  seria  el  tacto  de  su  conducta  y  el  concepto  que 
se  formó  de  su  entendimiento  y  de  su  activa  laboriosidad 
en  los  países  extranjeros. 

El  grande  atraso  en  que  se  hallaban  nuestros  teatros 
cuando  Maiqubz  regresó  á  Madrid,  U  falta  de  decoro  que 


478  ISIDORO   MAIQÜBZ 


reinaba  en  ellos,  la  inexactitud  en  los  trajes,  en  las  de- 
coraciones, en  el  servicio  de  la  escena,  son  cosas  harto 
sabidas  para  detenernos  en  describirlas.  El  estilo  de  nues- 
tros actores,  sistemático,  impropio  y  siempre  sujeto  á  una 
rutina  viciosa,  comenzó  á  cambiar  de  aspecto  á  su  llega- 
da; el  claro  y  oscuro  de  la  declamación  se  hizo  más  per- 
ceptible, gracias  á  sus  lecciones  y  á  su  ejemplo.  La  mo- 
dulación, el  tono,  las  entradas,  las  salidas,  la  actividad 
escénica,  la  acción,  el  aparato  teatral,  todo  se  fundió  de 
nuevo.  El  teatro  renació  de  entre  sus  propias  cenizas,  y 
si  alguna  vez  en  España  se  ofrecieron  espectáculos  dig- 
nos de  una  nación  culta,  se  establecieron  las  reglas  del 
buen  gusto  en  el  ejercicio  cómico  y  se  dio  á  entender  que 
esta  profesión  no  excluye  la  consideración  de  la  sociedad 
escogida  cuando  se  desempeña  con  nobleza  y  con  ciencia, 
para  Maiqüez  debe  ser  la  gratitud  de  los  actores;  suya 
es  la  gloría,  asi  como  fué  suyo  el  crédito  indestructible 
con  que  desde  aquel  punto  quedó  clasificado  entre  los  que 
conocen  el  encanto  de  las  artes  y  el  valor  moral  de  los  que 
las  cultivan  para  perfeccionarlas,  y  las  perfeccionan  para 
cultivarlas  y  hacer  más  noble  y  grato  el  curso  de  la  vida. 

¿Quién  no  se  acuerda  de  haber  visto  á  Maiquez  repre- 
sentando á  Ótelo,  aquella  producción  del  genio  sombrío  de 
Shakespeare;  aquel  Ótelo  tan  terrible,  que  el  mismo  Du- 
cis  se  vio  precisado  á  dulcificarle?  ¿Quién  olvida  á  Osear, 
á  Cayo  Graco,  á  Virginia,  á  Fenelón,  á  Roma  libre  y  otras 
tragedias  en  que  el  impulso  heroico  de  la  libertad  y  los 
sentimientos  del  patriotismo  recibían  por  conducto  suyo 
un  fuego,  un  alma,  un  movimiento  sublime  que  electrizaba 
y  arrebataba  á  los  espectadores  haciendo  resonar  aplau- 
sos, cuál  nunca  se  lograron  y  cuál  nunca  se  merecieron? 

Y  si  la  tragedia  debió  á  Maiquez  tantos  y  tan  señalados 
triunfos,  ¿qué  diremos  de  aquella  naturalidad,  de  aquel 
tino  y  finura,  de  aquella  ligereza  en  que  variando  los  gé- 
neros supo  amenizar  las  representaciones  cómicas  y  pin- 
tar el  ridiculo  de  los  hombres?  El  distraído,  El  vano  orgu- 
lloso, Castillos  en  el  aire  y  otras  muchas  obras  sacadas 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMBRO  479 

del  escogido  caudal  de  los  franceses,  tuvieron  en  él  un 
intérprete  profundo  y  elegante.  Si  se  trata  de  nuestras 
antiguas  comedias,  vivos  están  todavía  los  recuerdos  de 
Garda  del  Castañar^  Rey  valiente  y  justiciero,  Pastelero 
del  Madrigal  y  bastantes  otras  que,  á  pesar  de  los  defec- 
tos anejos  al  gusto  de  los  tiempos  en  que  se  escribían,  no 
dejan  por  eso  de  presentar  caracteres  fuertes  y  esencia- 
les trazados  por  manos  maestras,  y  sólo  buenos  para  ac- 
tores consumados,  dignos  de  entenderlos  y  capaces  de  re- 
presentarlos. 

El  tránsito  de  la  parte  trágica  á  la  parte  cómica  es  ope- 
ración difícil  y  atrevida;  ha  sido  el  escollo  del  gran  Tai- 
ma, y  este  actor  privilegiado,  tan  sublime  con  el  coturno, 
tropieza  y  se  cae  cuando  se  calza  el  zueco.  En  Maiquez 
había  la  fuerza,  la  gracia,  la  energía  que  traslada  los 
sentimientos  del  personaje  al  corazón  de  los  espectadores. 
Talía  no  tuvo  que  envidiar  á  Melpómene;  las. musas  de  la 
tragedia  y  de  la  comedia  vivieron  hermanadas  y  amigas 
mientras  Maiqubz,  su  primer  ministro,  manejó  sus  intere- 
ses y  gobernó  sus  estados;  su  nombre  en  el  cartel  produ- 
cía el  efecto  do  un  talismán  mágico,  y  jamás  fueron  más 
numerosas  que  las  suyas  ni  más  brillantes  que  las  que 
daba  las  audiencias  de  los  favoritos  de  la  fortuna. 

He  hablado  de  Maiqubz  como  hombre  público.  No  es  de 
mi  inspección  calificar  los  votos  de  los  que  acusan  sus 
cualidades  particulares.  Disputan  muchos  al  hombre  lo 
que  todos  conceden  al  actor.  Cuestión  es  ésta  bien  agena 
de  mi  objeto,  porque  donde  la  vida  privada  empieza  allí 
muere  la  jurisdicción  de  la  crítica.  Sólo  diré  que  en  el 
gran  combate  de  las  pasiones,  la  indulgencia  debe  estar 
en  favor  del  que  á  fuerza  de  talento  sabe  cautivar  la  es- 
timación pública.  No  son  tantos  los  genios  creadores,  y 
algo  ha  de  suplirse  al  hombre  que  después  de  tantas  fati- 
gas y  de  tantos  beneficios  como  le  debió  su  arte,  tuvo  que 
alternar  entre  los  lauros  y  las  prisiones,  entre  los  goces 
del  triunfo  y  las  tiranías  arbitrarias,  entre  la  seducción 
de  la  fortuna  y  las  humillaciones  de  la  desgracia.  Para 


480  ISIDORO   MAIQUBZ 


los  que  tanto  acusaron  á  Maiqdez  de  orgulloso,  tengo, 
sin  embargo,  aun  respuesta  eficaz  y  voy  á  hacerla  públi- 
ca. Maiqubz  padeció  mucho  porque  le  persiguieron  mu- 
cho; pero  Maiqubz  conocía  la  preeminencia  del  mérito 
ageno  y  se  gozaba  en  manifestar  lo  que  sentía.  Quéjese  de 
él  la  medianía  envidiosa;  pero  sepa,  en  desagravio  de  la 
justicia,  que  ese  Maiqubz  no  era  el  mismo  siempre;  el  ver- 
dadero talento  no  puede  prescindir  de  ser  imparcial  y  justo. 

Maiqubz  era  amigo  de  Taima;  Taima  lo  era  de  él,  y 
ambos  lo  eran  míos.  A  esta  circunstancia  debo  el  tener 
en  mi  poder  una  carta  escrita  por  nuestro  malogrado  ac- 
tor, á  aquél  gran  maestro  de  la  declamación  trágica  en 
Francia.  El  mismo  Taima  me  la  dio  en  París  hace  dos 
años,  no  me  niego  al  gusto  de  insertarla  en  El  Universal, 
y  los  lectores  sabrán  apreciar  cuan  honrosas  son  sus  pa- 
labras para  la  persona  á  quien  iban  dirigidas,  y  para  el 
que  al  escribirlas  no  esperaba  que  algún  día  contribuye- 
sen al  realce  de  su  memoria. 

La  carta  es  ésta: 

«Señor  de  Taima: 

Muy  señor  mío  y  amigo  de  mi  mayor  aprecio:  Con  mu- 
cho gusto  mío,  he  recibido  su  estimada  carta  de  23  de  Ju- 
nio, en  que  ras  renueva  los  testimonios  de  nuestra  antigua 
y  sincera  amistad.  Ni  ella,  ni  vmd.,  han  salido  nunca  de 
mi  memoria.  Presentando  yo  con  tanta  frecuencia  en  la 
escena  española  á  Orosmán,  Orestes,  Osear,  ¿podía  olvidar 
á  mi  maestro,  al  ilustre  actor  que  ha  sabido  pintar  con 
una  verdad  y  energía  tan  singulares,  las  pasiones  más 
terribles  de  los  hombres?  Lo  confieso  con  ingenuidad  y 
con  orgullo.  Á  vmd.  debo  los  progresos  que  he  podido  ha- 
cer en  un  arte  tan  difícil;  y  si  el  pueblo  español  ha  visto 
propiedad  y  decoro  en  la  escena,  naturalidad  y  belleza  en 
la  representación  de  aquellos  personajes,  se  lo  debe  tam- 
bién al  digno  modelo  que  me  propuse  imitar  y  que  tendré 
siempre  en  mi  memoria.  No  lo  dude  vmd.,  amigo  mío;  la 
conservaré  eternamente,  asi  como  conservo  la  esperanza 


capítulo   ViaÉSIMOPRIMBEÓ  481 

de  dar  á  vmd.  un  afectuoso  abrazo  si  las  circunstancias 
me  lo  permiten»,  etc. 

Inútil  es  hacer  observaciones  sobre  el  contenido  de  estas 
lineas:  son  nobles,  bien  sentidas  y  g'enerosas.  Esta  reci- 
proca estim^cióa  entre  grandes  artistas,  es  siempre  inte- 
resante y  honorífica.  Taima  me  entregó  esta  carta  para 
que  se  la  tradujese  en  francés,  y  consintió  después  que 
yo  conservase  la  original. 

La  deposito  en  la  Secretaría  del  Universal,  y  los  curio- 
sos podrán  leerla  si  dudasen  de  su  autenticidad. 

Maiqubz  murió  el  18  de  Marzo  del  presente  año.  Sus 
últimas  palabras  fueron  en  favor  de  la  libertad.  Creo  que 
ni  una  modesta  piedra  cubre  las  cenizas  del  hombre  que 
por  largo  tiempo  cautivó  el  entusiasmo  público,  ilustró  la 
escena  nacional  y  extendió  su  reputación  á  los  países 
extranjeros.  Su  muerte,  aflige  á  los  amigos  de  las  artes, 
porque  no  conocemos  rival  que  le  reemplace.  Mediten  los 
actores  españoles  lo  que  le  deben,  estudien  las  tradiciones 
que  les  ha  dado,  consideren  que  ha  sido  su  maestro,  y 
viendo  que  no  hay  un  busto  que  le  recuerde,  y  que  deja 
una  hija  en  tierna  edad,  consulten  ellos  mismos  cuáles 
son  sus  obligaciones  en  cuanto  la  suerte  en  esta  parte  les 
conceda  los  medios  de  cumplir  con  ellas. 

La  estatura  de  Maiquez  era  alta  y  bien  proporcionada; 
su  fisonomía,  expresiva,  ingeniosa,  agradable;  sus  ojos, 
vivos,  penetrantes;  su  aire,  noble,  á  veces  imponente  y 
severo;  su  trato,  afable;  su  carácter,  obstinado. 

Naturalmente  festivo,  ya  locuaz,  ya  mustio  con  exceso, 
se  le  veía  dócil  ó  rencoroso,  según  las  impresiones  que 
recibía. 

En  la  sociedad  de  hombres  instruidos,  se  expresaba  con 
facilidad;  explicaba  sus  ideas  sin  ánimo  de  sostenerlas;  y 
unas  veces  ameno,  otras  cáustico  y  mordaz,  pero  siempre 
anunciando  genio  y  talento,  Maiqubz,  tanto  en  la  escena 
como  en  su  trato  privado,  fué  un  hombre  no  vulgar  y 
digno  de  la  atención  de  sus  contemporáneos.» 


31 


482  ISIDORO  MAIQÚBZ 


II 
APOTEOSIS  DE  ISIDORO  MAIQÜEZ  ^'^ 


«EL    APOTEOSIS    DE   ISIDORO    MAIQUEZ 

Composición  alegórica  para  representarse  en  el  Teatro 
del  Príncipe  en  la  noche  destinada  para  el  beneficio  en  ob- 
sequio de  su  memoria,  y  con  el  objeto  de  formar  un  dote  que 
asegure  la  existencia  de  su  hija. 

PERSONAS 

Apolo  (Carretero).  ^  Euterpe  (Concepción  Lledot). 

El  Desaliento  (Rafael  Pérez).  Poí.imnia  (Loreto  García). 

Melpómene  (Antera  Baus).  Coro  de  artistas  españoles. 

Talía.  (Agustina  Torres).  Dos  coros  de  Ninfas  y  Faunos. 

La  escena  representa  un  bosque  de  ciprescsy  en  su  centro  el  sepulcro  de  Isi- 
doro, cubierto  con  un  grupo  de  estos  mismos  árboles  que  caerán  á  su  tiempo 
para  descubrirle.  En  el  foro  se  ve  el  Parnaso,  y  á  lo  lejos  el  Templo  de  la  Inmor- 
talidad. En  torno  del  Templo  se  ven  vagar  sombras  de  hombres  ilustres  que  se 
dirigen  á  entrar  en  su  seno.  La  Comedia  y  la  Tragedia  estarán  apoyadas  en  el 
grupo  de  cipreses,  á  cuyo  pie  se  figura  que  está  enterrado  Isidoro.  Euterpe  y  Po- 
limnia,  colocadas  al  frente  de  dos  coros  de  Ninfas  y  Faunos,  manifiestan  con  sus 
diferentes  actitudes  que  las  acompaiían  en  su  dolor.  El  Desaliento,  seguido  délos 
artistas,  aparecen  en  ademán  de  abandonar  la  senda  de  gloria  que  habían  empe- 
za  á  pisar.  Apolo,  á  un  lado  de  la  escena,  observa  cuidadosamente  este  cuadro, 

Al  correr  el  telón  se  oirá  un  ligero  preludio  de  música  fúnebre  y  pausada. 

El  Desaliento. 

Jóvenes  escuchad,  este  es  el  Pindó; 
allí  de  Apolo  la  morada  excelsa, 
entre  las  nubes  su  grandeza  esconde; 
aquellas  sombras  que  en  su  torno  vuelan 
y  giran  y  se  agitan,  fueron  antes 
hombres  ¡lustres  en  virtud  y  en  ciencias. 
Pero  ya  nada  son,  en  vano  osados 
intentaron  pisar  la  senda  incierta 

que  á  la  inmortalidad  les  conducía 

En  vano  por  lograr  tamaña  prenda 

sudosas  se  afanaron ¡Desgraciados! 

¿Qué  consiguieron?  Qué?  Vivir  en  pena, 


(1)     Bi/jliotera   muniripal    .'5-2.    Manuscrito   ron,  las   licencias 
de  í 3  de  Septiembre  de  1821. 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMBRO  483 

apurar  de  amargura  el  hondo  cáliz, 

gemir  sin  compasión si  al  menos  fueran 

llorados..,.,  si  se  vieran  algún  día 

agradecidos no;  jamás  se  aprecia 

el  mérito  sin  vida,  por  aquéllos 
que  en  vida  le  persiguen  y  le  befan. 
Homero  y  Milton,  Cámoens  y  Cervantes 

responden  á  su  vez el  orbe  sepa 

que,  si  vivos  limosna  demandaron, 
muertos  luego  yacieron  en  miseria. 
Y  tú,  caro  Meléndez,  cuya  lira 
dulcísima,  sin  par,  en  tierra  agena 
calmó  las  aguas  dé  impetuosos  ríos; 
tú,  á  quien  tu  patria  con  desdoro  niega 
la  triste  sepultura  que  concede 
á  los  que  viles  sus  derechos  huellan, 
responde  tú  también,  responde  y  dínos 
tu  triste  padecer  y  su  crudeza. 

Coro  de  Artistas. 

Artista. 

¡Qué  horror^  qué  ingratitud,  baldón  de  todos! 

Fa,  Desaliento. 

Jóvenes:  hijo  soy  de  la  experiencia; 
el  Desaliento  soy."^También  yo  quise, 
como  algunos  ceñir  viva  diadema 
de  laurel  inmortal;  pero,  arredrado 
con  los  escollos  que  á  la  gloria  cercan, 
hundí  de  nuevo  en  el  inmundo  cieno 
la  vergonzosa  frente  y  cual  culel)ra 
que  en  su  fango  se  arrastra  y  se  confunde, 
así  yo  me  abatí,  comprando  á  expensas 
de  mi  propia  humildad  y  ageno  olvido 
una  obscura  aunque  cómoda  existencia. 

Coro  de  Artistas. 

Artista. 

Huyamos,  pues;  huyamos  del  peligro. 

Apolo. 

Cobardes,  iquó  intentáis?  Temed  la  mengua 
de  semejante  acción,  de  nuestra  Patria 
el  desdoro  evitad,  sentid  la  afrenta, 
¿á  dó,  pues,  os  conduce  el  desaliento? 
¿Dónde  está  esa  constancia,  compañera 
del  genio  inseparable?  ¿A  dónde  el  riesgo 
que  el  verdadero  mérito  no  venza? 

Tened,  tened  la  planta  fugitiva 

al  Parnaso  volved allí  os  esperan 


484  ISIDORO   MAÍQÜEZ 


galardones  sin  cuento allí  los  votos 

á  par  se  satisfacen  de  las  deudas. 

El  Desaliento. 

¡Cuan  vano  prometer!  Cuántos  prestigios^, 
que  la  verdad  disipa  como  densa 
nube  de  polvo,  que  aglomera  el  Euro 
y  el  Euro  desvanece!  ¡Ojalá  hubiera 
ocasión  de  esperar  el  justo  premio 
aunque  nunca  llegara!  Entonces  esta 

balsámica  ilusión  os  diera  aliento 

pero,  ¡ay  tristes!  ni  aun  la  esperanza  os  queda. 
Empero,  ¿apetecéis  mayor  ejemplo? 
'  ¿Queréis  de  vuestros  ojos  la  evidencia? 
Pues  bien,  yo  osla  daré...  seguidme,  artistas... 
allí  yace  Isidoro...  aquella  tierra 
en  su  seno  le  encubre...  ¡ni  una  losa, 
ni  siquiera  una  flor!...  El  llanto  riega 
pero  nada  produce...  esos  cipreses 
al  acaso  se  deben,  nadie  vela 
en  su  torno...  ninguno  las  plantara. 

Coro  de  Artistas. 

¡Allí  yace  Isidoro!  ¡Qué  vergüenza! 

El  Desaliento. 

Sólo  las  Musas,  sus  cenizas  guardan; 
ellas  le  sostuvieron  en  su  adversa 
y  próspera  fortuna...  ellas  cerraron 
sus  ojos  al  morir...  ved  la  risueña 
y  sencilla  Talía...  á  Melpómene 
asimismo  mirad...  sueltas  las  trenzas^ 
el  manto  desceñido,  roto  el  velo, 
ni  cetro...  ni  corona...  ¡ay  como  muestran 
su  profundo  dolor!  También  Polimnia 
con  suspiros  sin  fin  el  aire  puebla... 
¿Y  la  sensible  Euterpe?  Toaas,  todas, 
lo  que  perdieron  saben...  Oid  sus  quejas. 

Coro  de  Ninfas  y  Faunos. 

«De  Isidoro  la  muerte  temprana 
llorad  Ninfas  del  Pindó  ornamento: 
¡Ah,  pluguiera  que  vuestro  lamento 
le  pudiese  á  la  vida  tornar!» 

Euterpe. 

Cual  el  cierzo  las  flores  agosta, 
cual  la  sombra  la  luz  nos  oculta, 
cual  el  rayo  á  la  nave  sepulta 
en  las  ondas  entrañas  del  mar; 


capítulo  vigésimoprimbro  485 


tal  la  Parca,  cortando  su  vida, 
marchitara  esperanzas  sin  cuento 
y  eclipsara  en  tan  solo  un  momento 
muchos  años  de  gloria  sin  par. 

Coro  de  Ninfas  y  Faunos. 

«De  Isidoro  la  muerte  temprana 
llorad  Ninfas  del  Pindó  ornamento: 
¡Ah,  pluguiera  que  vuestro  lamento 
le  pudiese  á  la  vida  tornar!» 

• 

POLIMNIA. 

¡Isidoro,  Isidoro!  Si  escuchas 
del  ibero  las  preces  y  el  llanto 
no  abandones  la  escena  que  tanto 
con  tu  genio  supiste  acrecer. 
Hombre  insigne,  desciende  del  cielo... 
Sombra  ilustre  tus  manes  imploro, 
que  si  fuistes  de  España  tesoro 
ya  por  siempre  modelo  has  de  ser. 

Coro  de  Ninfas  y  Faunos. 

«De  Isidoro  la  rriuerte  temprana 
llorad  Ninfas  del  Pindó  ornamento. 
¡Ah,  pluguiera  que  vuestro  lamento 
le  pudiera  á  la  vida  tornar!» 

Melpómene. 

¡Oh,  si  dado  me  fuera, 
sus  restos  animar!  ¡Oh  si  á  mi  ruego 

del  cielo  descendiera 

vivificante  fuego, 
(jue  á  mi  cariño  le  tornara  luego! 

Entonces,  soberano, 
con  su  ser  yo  mi  ser  recobraría 

y  mi  llanto  su  mano 

ál  punto  enjugaría, 
como  el  suyo  á  la  aurora  enjuga  el  día. 

Mas  ¡aj,  quimera  vana; 
inútil  suspirar...  murió  Isidoro, 

y  fuer/a  sobre  humana, 

no  habrá  que  tal  tesoro 
arrebate  al  sepulcro  y  vuelva  al  foro! 
*     Yo  le  sentí  perdido; 
yo  en  su  lecho  le  vi  desfigurado, 

y  pobre  y  perseguido 

solo  y  abandonado 
y  de  muerte  y  dolor  acongojado. 

También"  la  altiva  frente, 
que  coronara  mi  conato  un  dí;i, 

plegarse  ya  doliente 


486  ISIDORO   MAIQUBZ 


vide  y  en  su  agonía 
mi  cetro  abandonar  la  mano  fría. 

En  balde  allí  clamaba 
mi  ferviente  gemir  alzando  al  cielo; 

el  cielo  no  escuchaba 

mis  votos,  ni  mi  celo, 
el  cielo  me  negaba  su  consuelo. 

¿Y  qué?  gYa  no  veremos 
de  Koscio  al  hijo,  ni  al  rival  de  Taima? 

¿A  quién,  pues,  donaremos 

esta  escénica^palma? 
¿Quién  á  su  gusto  moverá  nuestra  alma? 

¿Quién  la  inquietud  de  Ótelo 
expresará  cuál  él?  ¿Quién  la  venganza 

de  Or estes  ó  ya  el  celo 

de  Joás,  ó  la  confianza 
que  la  virtud  de  Fe/ielón  alcanza? 

¿Quien  de  Osear  desgraciado 
el  sin  igual  penar?  ¿Quién  la  cordura 

del  Maestre  celebrado, 

de  Caín  la  locura, 
de  Orosmán  la  bárbara  ternura? 

Ninguno:  tal  destreza, 
tan  flexible  sentir,  alma  tan  fiera 

con  tal  delicadeza, 

nunca  natura  diera 
á  quien  tamaño  don  no  mereciera. 

Lloremos,  pues,  lloremos; 
lloremos  Ninfas  del  castalio  coro 

la  pérdida  que"  hacemos; 

y  al  menos  nuestro  lloro 
del  ingrato  mortal  vengue  á  Isidoro. 

Talía. 

Vengúele,  sí,  del  criminal  descuido 
en  que  yace,  de  todos  olvidado, 
el  genio  sin  igual,  que  envidia  ha  sido 
de  los  que  á  España  tanto  han  calumniado. 
El  su  profesión  ha  ennoblecido; 
él  de  su  siglo  el  gusto  ha  reformado; 
él  sólo  supo  hallar  en  su  talento 
constancia,  emulación  y  sufrimiento. 

¡Desamparada  escena,  ¿cómo  estabas? 
¿A  qué  círculo,  dime,  reducida, 
tan  pobre  y  tan  estrecho?  ¡Cuál  te  hallabas, 
mísera,  descuidada,  envilecida! 
Ora  sujeta  con  mezquinas  trabas, 
ora  con  mil  abusos  dirigida, 
sin  verdad,  sin  decoro,  sin  objeto 
de  la  servil  incuria  eras  efecto. 

¡Cuántas  veces  la  audaz  hipocresía 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMBRO  487 

destilaba  en  tus  tablas  su  veneno 
y  el  ignorante  vulgo  allí  aprendía 
á  confundir  lo  necio  con  lo  bueno! 
¡Cuántas  también  logró  la  tiranía 
deificarse  por  tí!  ¡Cuántas  tu  seno^ 
de  las  luces  del  siglo  con  ultraje, 
milagros  resonara  y  vasallaje! 

El  cómico  por  eso,  lisonjero, 
halagaba  el  mal  gusto  dorhinante: 
y  exaj erado  ó  baxo  con  rastrero 
y  uniforme  volar,  de  comediante 
alcanzaba  el  renombre  verdadero, 
no  de  artista  aplicado,  no  de  amante 
de  la  bella  y  veraz  naturaleza, 
no  de  diestro  pintor  de  su  riqueza. 

Pero  el  hombre  que  en  sí  reconocía 
la  fuerza  de  elevarse  á  ignota  altura 
mal  pudiera  sufrir  la  villanía 
de  su  primera  condición  obscura. 
Isidoro  su  mérito  sentía 
y,  burlando  la  estúpida  locura 
de  un  público  viciado  y  corrompido, 
esperó  la  ocasión  de  ser  oido. 

Viósele,  pues,  sembrar  en  mis  vergeles 
desaires  mil  por  dilatados  años, 
para  coger  perpetuas  y  laureles, 
aungue  á  costa  de  amargos  desengaños. 
¡Que  de  conjuraciones,  las  crueles 
en  su  mal  no  tramaron!  ¡Qué  de  amaños 
para  (jue  desmayara  y  se  aburriera, 
cual  SI  el  rayo  jamás  retrocediera. 

Llegó,  por  ñn,  el  suspirado  día 
de  su  justo  vencer  y  Maiquez  pudo 
en  la  escena  mostrar  lo  que  sabía, 
cuando  era  el  aura  popular  su  escudo. 
¡Cuánta  delicadeza!  ¡Qué  maestría, 
de  toda  afectación  siempre  desnudo 
sublime  ó  natural,  grave  ó  lijero, 
el  embeleso  fué  del  pueblo  ibero. 

Aun  me  parece  que  su  gesto  miro, 
expresivo,  veraz,  significante; 
aun  de  su  talle  la  elegancia  admiro, 
aun  me  hiere  su  voz  tan  penetrante, 
aun  de  sus  labios  el  fugaz  suspiro 
me  parece  escuchar,  aun  su  semblante, 
animado  por  dos  hermosos  ojos, 
>ie  me  presenta  provocando  enojos. 

El  es,  no  hay  que  dudar,  es  Isidoro: 
hacia  mí  se  adelanta;  ya  le  veo; 
ya  se  acerca  y  me  toma  el  cetro  do  oro; 
ya  le  escucho...  más  ¡ay  vano  deseo! 
;A  dó  está?  ;iDó  se  fué?  ?Por  qué  mi  lloro 
así  burla  el  destino?  ¿En  qué  Let^o 


488  ISIDORO   MAIQUBZ 


se  forjaron  los  gratos  desvarios 
que  entretuvieron  los  pesares  míos^ 

No  hay  remedio...  murió...  ¡mísera  escena! 
¿Quién  cuidará  de  tí?  Golpe  tan  fiero, 
es  preciso  decirlo,  te  condena 
de  nuevo  á  la  orfandad.  Pasó  el  lucero 
que  á  todas  daba  luz...  Así,  en  serena 
noche,  suele  brillar  radiante  Héspero 
y  encubierto  después  por  nube  ó  niebla 
lo  que  era  claridad  ser  ya  tiniebla, 

¡Isidoro  murió!... 

Coro  de  Artistas. 

Uno. 

¡Murió  Isidoro! 

El  Desaliento. 

Artistas,  ¿qué  esperáis? 

Apolo. 

Tened,  artistas: 
Piérides,  enjugad  el  triste  llanto; 
que,  si  ingratos  descuidan  sus  cenizas 
aquéllos  que  su  gloria  dividieron, 
la  fiel  posteridad  ya  le  vindica. 

Artistas  y  musas. 

¡Qué  miramos!  (Descúbrese  el  sepulcro.) 

Apolo. 

La  justa  recompensa 
que  del  sublime  genio  sólo  es  digna: 
miradle  ya  en  el  templo  colocado 
de  la  inmortalidad;  mirad  escritas 
sus  hermosas  facciones  en  el  mármol 
por  el  diestro  cincel;  ya  la  poesía 
su  nombre  llevará  de  gente  en  gente; 
ya  de  Polimnia  las  acordes  liras, 
pulsadas  dignamente,  su  triunfo 
celebrarán  á  par  de  su  osadía. 
¡Oh  musas,  coronadle!  Ninfas  bellas, 
los  himnos  entonad  de  paz  y  dicha, 
y  vosotros,  artistas  españoles, 
si  queréis  merecer  la  nombradía 
que  Isidoro  alcanzó,  como  Isidoro 
honrad  la  Patria  á  quien  debéis  la  vida. 

Coro  de  Ninfas  ¡j  Faunos  coronan  al  busto. 

¡Gloria  eterna  al  insigne  Isidoro: 


CAPÍTULO    VIGÉSIMOPRIMERO  489 

gloria  eterna  al  artista  afamado, 
que,  en  su  genio  tan  sólo  apoyado, 
alcanzara  renombre  inmortal! 

EUTERPE. 

Ni  es  el  fausto,  ni  el  oro  falace 

lo  que  el  genio  pretende  y  consigue, 

que  no  hay  premio  que  tanto  le  obligue 

cual  le  obliga  el  sencillo  laurel. 

Los  favores  de  Grandes  y  Reyes 

son  alquimia  de  un  ínfimo  precio,  • 

que,  si  bien  alucinan  al  necio^ 

valen  poco  á  los  ojos  de  aquél. 

Coro  de  Ninfas  y  Faunos. 
¡Gloria  eterna,  etc! 

POLIMNIA. 

Libre  España  de  infames  cadenas, 
á  sus  hijos  mil  premios  ofrece, 
y  su  gloria,  sin  duda  mereóe 
el  impulso  que  activa  les  da. 
Con  las  artes  la  Patria  prospera: 
Españoles,  sin  ellas  no  hay  nada; 
apreciadlas,  y  Europa  admirada, 
de  ilustrada  la  palma  os  dará. 

Coro  de  Ninfas  y  Faunos. 

¡Gloria  eterna,  etc! 

Fin. 

Puede  permitirse  la  representación  del  anterior  drama  alegórico,  en  un  acto, 
titulado:  El  Apoteosis  de  Isidoro  Mayque^. 
Madrid  12  de  Septiembre  de  1821. 


Blas  Sobrino  González. 


Gobierno  Político  Superior. 


Me  conformo  con  el  anterior  dictamen  del  Sr.  Censor.  Madrid  i3  de  Septiem- 
bre de  1821. 

Mrnz.  S.  Mrn. 

(Martinei  San  Martín.)- 


490  ISIDORO    MAIQUEZ 


III 

AJsrójyiMO 


Proyecto  de  reforma  para  los  teatros  de  la  Corte. 
Madrid.  Por  Ibarra,  1821,  4.°,  35  páginas. 

Parece  obra  de  Bernardo  Gil,  por  los  muchos  elogios 
qu«  tributa  á  su  mujer  Antera  Baus,  páginas  9  y  11. 

De  Maiquez  dice: 

«¿Cómo  sería  de  esperar  que  entre  personas  que  gene- 
ralmente han  carecido  de  aquella  educación  peculiar  á  su 
instituto,  sin  ningún  género  de  instrucción  ni  enseñanza, 
sin  la  menor  idea  de  la  teoría  de  su  arte  y,  lo  que  es  más, 
sin  estímulo  ni  recompensa  hubiesen  aparecido  de  tiempo 
en  tiempo  algunos  de  tan  singular  habilidad  como  hemos 
admirado  en  nuestros  días?  En  ellos  el  genio  ha  hecho  lo 
más  ó  lo  ha  hecho  todo.  No  dejemos  pasar  el  lugar  más  á 
propósito  de  pagar  un  justo  tributo  de  elogio  á  los  talen- 
tos cómicos  de  un  actor  y  una  actriz,  fenómenos  de  nuestra 
edad.  Eternamente  lloraremos  sobre  las  cenizas  de  Isido- 
ro Maiquez;  en  el  tiempo  que  nos  servirá  de  consuelo  el 
convencimiento  de  que  á  pesar  de  su  muerte  aun  no  ha 
perecido  la  nacional  Talla  conservada  por  una  sola  bel- 
dad á  quien  le  place  iniciar  en  sus  misterios;  hablamos  de 
la  señora  Antera  Baus,  de  esa  apreciable  actriz  en  quien 
se  reúnen  todos  los  encantos  y  las  gracias  á  que  puede 
aspirar  la  naturaleza  ayudada  con  el  arte;  actriz  que,  con 
gloria  de  nuestra  nación,  hará  de  todos  modos  honor  al 
teatro  español»  (páginas  10  y  11. 

Elogia  también  á  Lorenza  Correa  «la  célebre  cantatriz 
que  en  el  día  poseemos  en  la  capital,  después  de  haber 
brillado  en  los  primeros  teatros  de  Italia,  pudiéndonos 
gloriar  igualmente  de  otra  que  en  la  actualidad  llena  de 
admiración  el  teatro  de  Ñapóles,  y  con  no  menos  justicia 
obtiene  igual  aceptación  el  actor  español  que  está  ocu- 
pando el  de  la  ópera  italiana  en  París  (Manuel  García)» 
(página  14  ) 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMERO  491 

IV 

D.   DIONISIO  SOLÍS 


«A 

ISIDORO  MAIQUEZ 

PRIMER  ACTOR  DEL   TEATRO   DEL   PRINCIPE 

Á  tí  el  Orestes,  que  la  frente  ciñes 
de  escénico  laurel  y  del  coturno 
ibero  el  pie  sublime,  á  tí  el  Orestes 
te  ofrece  mi  amistad,  si  bien  con  miedo. 
Si  bien  con  miedo:  que  la  escasa  ofrenda 
mal  con  mi  amor,  y  con  el  que  sonando 
está  en  tu  oido,  al  pasear  la  escena 
ajílauso  popular,  con  dulce  estruendo 
é  inmensa  aclamación,  mal  se  conforma. 

Pero  si  el  rico  príncipe  á  las  aras 
con  mano  liberal,  ó  casia,  ó  mirra, 
ó  incienso  ofrece  en  las  acerras  de  oro; 
no  acaso  menos  pío,  sí  más  pobre, 
rústico  labrador  consagra  en  ellas 
ó  bien  la  rosa  que  creciendo  á  orillas 
de  límpido  raudal,  abre  á  las  auras 
el  odoroso  y  nacarado  seno; 
ó  la  candida  lis,  ó  de  sus  campos 
la  adulta  mies,  que  en  alternadas  ondas 
con  blando  soplo  el  cefirillo  mece:  , 
y  el  don  sencillo  con  afable  rostro 
mira  en  sus  auras  la  deidad,  que  nunca 
pospone  la  piedad  al  sacrificio. 

No  de  otro  modo  tú,  los  pobres  frutos 
de  la  estéril  indocta  musa  mía, 
de  amor  admite  con  propicias  señas. 
Que  otro  será  de  quien  la  sacra  musa, 
que  al  margen  mora  del  cecropio  Iliso, 
o  la  cadmea  Dirce,  inflame  el  labio 
en  tu  loor;  y  la  sonora  lira 
con  gloria  pulse,  y  de  sus  cuerdas  de  oro 
á  la  inmortalidad  trasmita  el  eco. 

El  en  metros  armónicos  celebre, 
si  tanto  es  dado  celebrar  al  plectro, 
cómo  en  tu  potestad,  cómo  á  tu  arbitrio, 
r*roteo  multiforme  del  teatro, 
obedientes  están  cuantos  afectos 
del  corazón  en  el  profundo  abismo 
se  anidan  tenebrosos:  odio,  ira, 
terror,  furor,  misericordia,  llanto, 


492  ISIDORO    MAIQUEZ 


celos,  amor;  y,  arrebatadíi  de  ellos, 

refiera  cómo  atónita  la  mente 

del  sorj)rendido  espectador  contigo 

teme,  si  temes,  en  tu  afán  se  afana, 

tus  celos  siente,  tu  furor  le  irrita, 

llora  á  tu  llanto,  y  quéjase  á  tus  quejas. 

Ora  el  impío  imites  fraticida  (1) 

(jue  las  terribles  puertas  de  la  muerte 

abrió  el  primero,  y  la  primera  sangre 

le  dio  á  beber  á  la  asombrada  tierra; 

cuando  del  cielo  la  propicia  llama 

de  Abel  baja  al  altar,  y  en  él  consume 

la  pía  ofrenda,  y  de  Cam  el  pecho 

en  sed  rabiosa  abrasa  de  delitos. 

Ora  el  que  del  Jordán  al  patrio  Sena, 

noble  francés  (2)j  las  purpuradas  cruces 

condujo  rotas,  que  en  los  sacros  muros 

tremolaron  triunfantes  de  Solima; 

que  de  rencor  ó  iniquidad  cercado, 

entre  sus  inocentes  caballeros 

muere  inocente  y  grande;  y  la  clemencia 

osa  imitar  del  Redentor  del  mundo, 

que  desde  el  leño  de  dolor  y  oprobio 

de  que  pende  sani:riento  al  morir  pide 

por  sus  verdugos  al  celeste  Padre, 

ora  el  amor  del  africano  Ótelo  (3), 

y  su  celosa  frenesía  imites: 

que  no  más  fiero  el  coronado  bruto 

en  la  arenosa  orilla  del  Idaspes 

el  rostro  muestra  al  tímido  corcillo 

que  tú  á  la  incauta  y  mísera  Edelmira 

la  alma  feroz  en  los  teroces  ojos. 

Ora,  en  fin,  pintes  del  inachio  Orestes  (4) 

la  ardiente  furia,  el  inmortal  deseo 

de  su  filial  venganza;  cuando  el  mármol 

del  muerto  con  traición  ínclito  Atrida 

mira  asomar  su  pálido  fantasma, 

y  escucha  resonar  en  sus  oidos 

el  eco  infausto  en  que  le  pide  sangre, 

sangre  no  más  el  sitibundo  espectro. 

Todo  en  tí  es  fácil,  natural,  subhme: 
y  el  alma  en  tí  de  los  pasados  héroes 
aun  la  sentimos  respirar.  Dichoso, 
dichoso  aquél  que  con  maestra  mano 
labre  á  tu  frente  candida  corona 
de  las  rosas  del  Pindó,  y  de  tu  nombre 


(1)  Caín  en  la  tragedia  de  La  muerte  de  Abel. 

(2)  Jacobo  de  Molay  en  la  tragedia  de  los  Templario,^ 
(o)  En  la  tragedia  de  este  nombre. 

(4)  En  la  presente  tragedia. 


Capítulo  vigésImoprimbro  493 

lleve  la  fama  en  el  aonio  plectro 
desde  las  arborosas  del  Pirene 
cimas  cubiertas  de  undulantes  sombras, 
al  ancho  mar  de  la  eritrea  Gades. 

Pero  á  mí,  triste,  á  quien  su  lira  Clio 
no  quiso  conceder,  ni  de  poeta 
el  científico  ardor,  me  toca  sólo 
admirarte  y  callar,  y  no  otra  cosa 
que  callar  y  admirarte,  á  tí,  que  ilustras 
el  español  teatro;  y  radioso 
brillas  en  él,  cual  brilla  entre  los  astroa 
solo  y  único  el  sol,  padre  del  día, 
en  la  desierta  intnensidad  del  cielo. 

(Dedicatoria  de  la  traíjedia  Orestes  ) 


4^4  ISIDORO   MAI^ÜB^ 


V 
D.    LEANDRO   FERNÁNDEZ   DE   MORATÍN 


A  LA  MUERTE  DEL  EXCELENTE  ACTOk 

ISIDORO    MAIQÜEZ 

Tú  sólo  el  arte  adivinar  supiste 
que  los  efectos  acalora  y  calma, 
tú  la'virtud  robustecer  del  alma 
que  al  oro,  al  hierro,  á  la  opresión  resiste. 

Inimitable  actor  que  mereciste 
entre  los  tuyos  la  primera  palma, 
y  amigo,  alumno  y  émulo  de  Taima, 
la  admiración  del  mundo  dividiste. 

¿A  quién  dejaste  sucesor  muriendo? 
¿De  quién  ha  de  esperar  igual  decoro 
la  escena  que  te  pierde  y  abandonas? 

Así  dijo  Melpómene,  y  vertiendo 
lágrimas  en  la  tumba  de  Isidoro 
cetros  depone  y  púrpura  y  coronas. 

«Tú  sólo  en  el  arte  adivinar  supiste.  Isidoro  Maiqubz, 
natural  de  Cartagena,  tejedor  de  sedas,  aficionándose 
al  teatro  desde  su  juventud,  empezó  á  representar  en 
las  compañías  cómicas  de  Valencia.  Tal  es  el  principio 
que  han  tenido  casi  siempre  los  actores  de  España.  Hijos 
de  padres  humildes,  aplicados  tal  vez  á  algún  ejercicio 
mecánico,  inclinados  á  ver  comedias  y  representarlas, 
y  resueltos,  por  último,  á  abandonar  su  oficio  por  un 
arte  en  que  es  tan  difícil  acercarse  á  la  perfección;  sas- 
tres, carpinteros,  impresores,  zapateros,  bordadores,  pe- 
luqueros, monaguillos,  soldados,  cocheros,  tejedores,  con- 
fiteros, albañiles,  esto  han  sido  en  sus  primeros  años  los 
que  con  más  ó  menos  habilidad  han  ocupado  la  escena 
española  desde  Lope  de  Kueda  hasta  nuestros  días.  Lo 
que  ciertamente  debe  asombrar,  es  que  entre  tales  có- 
micos hayan  sobresalido  algunos,  no  inferiores  en  su 
clase  á  los  más  celebrados  de  los  teatros  extranjeros. 
¡Qué  fuerza  de  talento   natural  han   necesitado  para  for- 


Capítulo  viGésiMOPiííMBRO  495 

marse  cuando  les  faltaban  los  auxilios  de  la  educación, 
de  la  instrucción,  del  trato  culto  de  la  sociedad;  en  suma, 
cuando  era  necesario  que  cada  uno  de  ellos  buscase  y 
hallara  los  principios  de  un  arte  que  nadie  enseña  entre 
nosotros!  Pero  como  sea  cierto  que  los  primeros  hábitos 
determinan  para  en  adelante  el  carácter  intelectual  y 
moral  de  los  hombres,  toda  la  habilidad  de  nuestros  me- 
jores cómicos  se  ha  reducido  siempre  á  la  imitación  de  la 
ridiculez  vulgar,  y  han  sido  muy  pocos  los  que  hayan  sa- 
bido acercarse  á  la  delicadeza,  á  la  gracia  decorosa,  á  la 
urbanidad  y  elegante  expresión  de  la  buena  comedia.  No 
llegando  á  esto,  ¿quién  deberia  exigir  de  ellos  la  subli- 
midad que  pide  la  tragedia  en  su  declamación  robusta, 
heroica,  patética  y  vehemente? 

Maiquez,  después  de  haber  representado  algunos  años 
en  Madrid,  sin  aplauso  (actor  extremadamente  frío,  que 
entendía  y  no  expresaba  sus  papeles),  pasó  á  Francia  en 
el  año  de  1799,  vio  en  París  el  teatro  francés  y  no  necesi- 
tó más.  Estudió  á  Taima  con  una  atención  reflexiva  de 
que  él  sólo  era  capaz.  La  acción,  el  gesto,  la  entonación, 
las  transiciones,  los  extremos  de  dolor,  de  alegría,  de  or- 
gullo, de  abatimiento,  de  rencor,  de  furia,  cuantos  afec- 
tos componen  la  imitación  trágica,  otras  tantas  observó  y 
retuvo,  y  como  su  defecto  Vínico  era  la  frialdad,  no  halló 
en  si  obstáculo  ninguno  que  vencer  ni  un  sólo  resabio  que 
destruir.  Aun  hizo  más.  Conoció  que  no  debía  copiar,  sino 
imitar  los  excelentes  modelos  que  veía  en  el  género  trá- 
gico y  cómico;  y  penetrada  la  razón  del  arte,  variar,  mo- 
dificar su  declamación  y  establecer  la  línea  que  debe  se- 
parar la  expresión  francesa,  de  la  que  puede  ser  agrada- 
ble á  un  auditorio  compuesto  de  españoles. 

Cuando  volvió  á  Madrid,  se  dijo  al  ver  sus  primeras  re* 
presentaciones,  que  copiaba  á  Taima  en  las  mismas  piezas 
que  él  repetía  traducidas  á  nuestra  lengua;  pero  cuando 
se  le  vio  desempeñar  otras  que  se  habían  escrito  después 
que  él  vino  de  Francia,  se  echó  de  ver  que  no  era  un  co- 
piante servil,  sino  un  profesor  eminente.  También  se  dijo 


496  ISIDORO   MAIQUEZ 


(¿qué  desaciertos  no  dice  la  envidia?)  que  en  la  tragedia 
era  muy  buen  actor,  pero  que  sólo  hacía  tragedias;  y  que 
persuadido  él  mismo  de  su  nulidad  para  los  caracteres  de 
nuestras  comedias  antiguas,  siempre  se  abstendría  de 
representarlas.  Herido  su  orgullo  (que  era  igual  á  su  mé- 
rito), conoció  la  necesidad  de  sobresalir  en  todos  los  gé- 
neros para  confundir  á  la  ignorancia,  y  lo  consiguió,  re- 
presentando personajes  y  afectos  de  tan  diferente  natu- 
raleza, que  parecía  imposible  aspirar  en  todos  ellos  á  la 
perfección  y  él  supo  hallarla.  García  del  Castañar^  Fene- 
lón,  El  vano  humillado,  Ótelo,  Orestes,  El  pastelero  del  Ma- 
drigal, La  casa  en  venta,  El  mejor  alcalde  el  Bey,  La  Jai- 
ra, El  ricohombre  de  Alcalá,  El  distraído,  Pelayo,  El  con- 
vidado de  piedra,  Numancia  destruida-^  en  suma,  las 
tragedias  extranjeras,  las  españolas,  las  piezas  ligeras 
del  teatro  francés,  las  antiguas  y  modernas  del  nuestro, 
hallaron  en  él  un  actor  que  nunca  ha  tenido  seme- 
jante. 

Ensayaba  á  sus  compañeros  en  los  papeles  que  habían 
de  hacer  con  él;  pero  nunca  trató  de  darles  una  instruc- 
ción metódica  del  arte,  ni  les  comunicó  las  máximas  que 
él  había  adoptado  como  principios  seguros  para  acertar 
en  él.  Su  habilidad  fué  un  secreto;  ni  tuvo  rivales,  ni  qui- 
^o  discípulos;  con  él  empezó  la  gloria  de  nuestro  teatro 
en  la  representación  y  con  él  acabó. 

Su  vida  fué  una  continua  alternativa  de  satisfacciones 
y  disgustos.  Empeñado  y  pobre  muchas  veces,  otras  opu- 
lento, desterrado  por  el  Gobierno  de  José  Napoleón  y  res- 
tituido después  por  él  mismo  á  la  patria.  Cuando  ésta  lo- 
gró sacudir  el  yugo  extranjero,  Maiquez,  digno  intérpre- 
te de  las  ideas  de  libertad,  excitó  el  entusiasmo  general 
con  la  imitación  de  afectos  y  acciones  heroicas,  recibien- 
do en  la  escena  coronas  y  aplausos,  hasta  que  por  último 
llegó  á  verse  otra  vez  odioso  á  la  corte,  desterrado,  falto 
de  salud  y  medios,  y  en  edad  que  no  resiste  como  la  ju- 
ventud á  los  desaires  de  la  fortuna.  En  vano  la  generosa 
amistad  de  sus  compañeros  procuró  dilatar  su  vida,  ha- 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMBRO  497 

ciéndola  menos  infeliz.  Murió  en  Granada  en  el  año  de 
1820.»  (Obras  de  D.  Nicolás  y  D.  Leandro  Fernández  de 
Moratin,  en  la  Biblioteca  de  autores  españoles;  páginas 
598  y  615)  (1). 


(1)  El  mismo  D.  Leandro  cita  otras  dos  veces  á  Maiquez  en  es- 
tos términos: 

«Si  quiere  expresar  en  música  los  afectos  celosos  de  un  héroe, 
los  ímpetus  más  feroces  déla  venganza,  observe  cómo  los  finge 
Isidoro  Maiquez  en  los  personajes  de  Ótelo,  Orosmán  y  Orestes.» 
Xotas  de  la  comedia  nueva  (Obras  postumas,  1.",  106.)" 

Y  en  carta  á  Solís,  fechada  en  Barcelona  á  2  de  Diciembre  de 
1815,  le  dice: 

«Dirá  V.  al  amigo  Maiquez  que  en  cuanto  á  enriquecer  la  patria 
escena  con  nuevos  opúsculos  es  comisión  que  no  habla  conmigo. 
Dulce  cosa  es  no  hacer  nada  y  mucho  más  dulce  el  no  haber  hecho 
nada  jamás.  Que  esté  bueno,  que  áirv.a  á  Dios  y  que  mande  cual- 
quiera otra  cosa  en  que  pueda  servirle.»  (Obras  postumas,  3.",  pá- 
gina 351.) 


32 


498  Isidoro  maiqübz 


VI 

D.     FRANCISCO     MARTÍNEZ     DE     LA   ROSA 


«Injusticia  seria,  al  hablar  de  la  tragedia  en  España, 
no  pagar  este  tributo  de  alabanza  al  extraordinario  ta- 
lento de  Isidoro  Maiqubz,  el  cual  mostró  hasta  donde 
sea  posible  hermanar  la  dignidad  con  la  sencillez;  reme- 
dar el  lenguaje  de  las  pasiones  con  la  voz,  con  el  gesto, 
hasta  con  elsilencio  mismo,  y  presentar  una  imitación 
tan  llena  de  verdad  y  belleza,  que  encantase  al  propio 
tiempo  que  destrozase  el  corazón.  Arbitro  de  moverle  á 
su  voluntad,  merced  al  talento  más  varío  y  más  flexible, 
él  hizo  admirar  al  público  español  las  obras  más  perfec- 
tas del  teatro,  y  aun  otras  de  menos  valer  debieron  á 
este  actor  ostentar  un  mérito  que  en  si  no  poseían.  Vie- 
ron los  espectadores  con  admiración  y  angustia  al  mag- 
nánimo Orosmán  luchando  con  los  zelos;  temblaron  al  v3r 
á  Ótelo  entrar  silencioso,  y  recorrer  con  los  ojos  la  funesta 
estancia;  á  Caín,  resistiendo  en  vano  el  impulso  fatal  que 
le  arrastraba  al  fratricidio;  á.  Bruto,  envolviéndose  en  el 
manto,  y  señalando  con  mano  trémula  la  cabeza  de. sus 
hijos  al  hacha  alzada  de  los  lictores;  en  una  palabra,  ad- 
miraron la  suma  perfección  á  que  puede  llegar  el  arte, 
hermoseando  en  la  imitación  á  la  misma  naturaleza. 

Los  aplausos  obtenidos  por  ese  actor  célebre,  el  mayor 
decoro  y  propiedad  que  introdujo  en  la  escena,  el  gusto 
del  público  inclinado  hacia  composiciones  de  esa  clase, 
el  cultivo  de  las  Musas  propagado  con  entusiasmo,  todo 
contribuyó  á  que  algunos  ingenios  sobresalientes  se  de- 
dicasen á  la  tragedia.»  (Apéndice  sobre  la  tragedia  espa- 
ñola, en  las  Obras  completas  de  D.  F.  Martínez  de  la  Rosa. 
París,  1845,  pág.  120.) 


CAPÍTULO   VIGÉ8IM0PRIMBR0  499 

VII 

D.  ANTONIO  ALCALÁ  GALIANO 


«Si  de  la  compañía  cómica  del  teatro  de  la  Cruz  pasa- 
mos á  la  del  Príncipe,  que  por  algunos  años  había  sido  la 
de  los  Caños  del  Peral,  variamos  de  escena,  pasando  á  la 
preferida  por  la  gente  de  superior  esfera,  si  ya  no  por  los 
primeros  literatos.  Era  el  repertorio  del  teatro  favorecido 
casi  todo  de  las  piececillas  francesas  traducidas,  y  de  tra- 
gedias asimismo  vertidas  del  francés  ó  del  italiano.  En 
todas  ellas  brillaba  Isidoro  Maiqubz,  tan  aventajado  en 
el  género  cómico  cuanto  en  lo  trágico,  de  no  comunes  do- 
tes naturales  y  adquiridas,  sienc^o  más  las  primeras,  aun- 
que no  aparentes,  porque  entre  ellas  se  encontraba  la  ca- 
pacidad de  aprovechar  asombrosamente  cortos  estudios. 
Maiqubz  había  empezado  su  carrera  por  ser  poco  grato  al 
público,  por  el  cual  estuvo  á  punto  de  ser  silbado,  tachán- 
dole principalmente  de  frío,  acaso  porque  era  natural; 
pero  habiendo  ido  á  París  y  hecho  allí  una  corta  estancia, 
durante  la  cual  oyó,  admiró  y  trató  al  célebre  Taima,  vol- 
vió á  su  patria  no  imitador  ajustado  de  los  actores  france- 
ses, sino  creador  de  un  arte  nuevo  adaptable  y  bien  adap- 
tado á  la  lengua  española.  No  tenía,  con  todo,  conoci- 
mientos literarios,  quedándose  en  este  punto  inferior  á 
nuestros  actores  del  diá  presente,  aun  los  de  segundo  or- 
den; y  hasta  no  sabía  medir  el  verso,  pues  en  los  que  da- 
cía,  solía,  equivocándose,  alterar  la  cantidad,  pasándolos 
con  quitarles  ó  añadirles  sílabas  á  la  calidad  de  prosa. 
Pero  tenía  la  superioridad  mental,  á  que  dan  los  france- 
ses, y  á  su  imitación  los  ingleses,  y  damos  hoy  los  espa- 
ñoles cuando  no  queremos  ser  puristas  el  título  de  genio, 
y  esto  lo  era  como  actor  en  grado  eminente  y  no  disputa- 
ble. Su  alta   estatura,  su  rostro  expresivo,  sus  ojos  llenos 


^Óó  ÍSlbOtlO    MAIQUBÍ5 


de  fuego,  su  voz  algo  sorda,  pero  propia  para  conmover; 
la  suma  nataralidad  de  su  tono  y  en  su  acción,  su  vehe- 
mencia, su  emoción,  y  auQ  lo  intenso,  á  falta  de  lo  fogoso 
de  la  pasión  en  los  lances  ya  terribles  ya  de  ternura  pro- 
funda, constituían  un  todo  digno  de  ponerse  á  la  par  con 
los  primeros  de  su  clase  de  todas  las  naciones.  Era  junta- 
mente maestro,  aunque  los  discípulos  no  supieron  conser- 
var todo  cuanto  de  él  aprendieron,  pero  bajo  su  dirección 
le  ayudaban  del  modo  más  satisfactorio  posible  Prieto  y 
Caprara,   muy  decaídos  luego  que  le  perdieron  de  vista-, 
conservaban  con  todo  buena  parte  de  su  escuela,  hacién- 
dose oir  con  gusto  aun  el  segundo,  no  obstante  su  desagra- 
dable acento  extranjero,   siendo  napolitano,  esto  es,  pro- 
nunciando  con  algo  del  más  desagradable  tono  del  peor 
dialecto  de  Italia.  No  fué  tan  feliz  con  su  mujer  Antonia 
Prado,  de  la  cual  sacó  un  poco,  pero  sin  poder  curarla  del 
achaque  de  afectación  copio  mujer  presumida.  En  el  Ótelo, 
de  Ducis,  mala  imitación  de  Shakespeare,  en  Los  venecia 
nos,  de  Arnault,  obra  de  poquísimo  valor,  y  como  la  prime- 
ra, malisimamente  traducida  por  una  misma  persona,  en 
el  Polinice  y  el  Orestes,  de  Alfieri,  puestos  en  hermosos 
versos  y  lenguaje  por  Saviñón,  el  uno  con  el  título  de  los 
Hijos  de  Edipo,  y  por  D.  Dionisio  Solís,  el  segundo,  y  en 
La  de  muerte  Abel,  de  Legouvé,  pieza  de  corto  valor,  pero 
á  la  cual  una  bellísima  versión  del  ya  citado  Saviñón   dio 
realce,  daba  representados  la  compañía  deMAiQUBz  y,  so 
bre  todo,  por  el  que  era  su  cabeza,  los  más  perfectos  mo 
délos  que  en  su  clase  se  han  visto  en  los  teatros  de  Espa 
ña.  Inútil  es  citar  caracteres  cómicos  en  los  cuales  no  pa 
recta  Maiqlbz,  que  representaba  un  papel  sino  que  era  e 
personaje  representado;  tal  era  la  naturalidad   de  su  ex 
presión  y  modos.  Aunque  poco  aficionado   á  nuestro   tea 
tro  antiguo,  quiso  una  vez  representar  El  pastelero  del  Ma 
drigal,   y    admiró   al   público    en    la   personificación    de 
impostor,  ya  humilde,  ya  altivo.  Hasta  arrebató  aplausos 
representando  la  mala  comedia  de  Comella,   cuyo  título 
es  María  Teresa  de  Austria  ó  El  buen  hijo,  pero  esto  lo 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMBRO  501 

hizo,  si  á  punto  de  lograr  que  se  repitiese  varias  noches 
tan  pobre  pieza,  sacrificando  su  mérito  artístico  en  su  de- 
seo de  captarse  el  favor  del  vulgo  con  bufonadas.  Mai- 
QUEz  era  de  condición  violenta,  soberbio,  por  estar  ufano 
de  su  mérito,  nada  sufrido  con  los  grandes  y  poderosos, 
altivo  y  dominador  con  los  pequeños  é  inferiores.  Asi  lo 
bueno  y  malo  de  su  carácter  le  atrajo  frecuentes  desven- 
turas. En  el  año  de  1806  hubo  de  salir  de  Madrid,  no  me 
acuerdo  si  desterrado,  como  lo  fué  después  y  como  lo  es- 
taba cuando  en  1820  le  sobre,vino  la  muerte.»  (Recuerdos 
de  un  anciano.  Madrid,  1878,  pág.  74.) 


502  ISIDORO   MAIQÜEZ 


VIII 

DE     D.     RAMÓN     DE     MESONEROS     ROMANOS 


«Á  esta  traDsformación,  á  este  progreso  de  nuestra  es- 
cena, había  presidido  la  superior  inteligencia  de  un  colo- 
so del  arte,  el  insigne  actor  Isidoro  Maiquez,  que  rayaba 
por  entonces  (1815),  en  el  cénit  de  su  gloria.  Este  genio  in- 
mortal, este  actor  incomparable,  había  importado  en 
nuestra  escena  la  tragedia  clásica,  y  en  las  sublimes 
creaciones  de  Racine,  de  Shakespeare,  de  Alfieri,  de  Quin- 
tana y  de  Ayala,  se  había  colocado  á  una  altura  tal,  que 
nadie  hasta  ahora  le  ha  llegado  á  disputar,  y  excitaba  en 
sumo  grado  el  entusiasmo,  ó  más  bien  el  delirio  del  pú- 
blico, aunque  atrayéndose  también  la  envidia  ó  los  celos 
de  un  Gobierno  suspicaz  y  meticuloso  por  extremo.  Cada 
vez  que  Maiqubz  se  presentaba  en  el  papel  de  Bruto^ 
en  la  tragedia  de  Alfieri,  en  el  de  Pelayo,  en  la  de  Quin- 
tana, ó  en  el  de  Megara,  en  La  Numancia,  se  reforzaba  el 
piquete  de  guardia  de  teatro,  doblaba  el  Alcalde  de  corte, 
presidente,  su  ronda  de  .alguaciles;  y  cuando  Maiquez 
prorrumpía  con  aquel  acento  fascinador,  con  aquel  fuego 
que  le  inspiraba  su  inmenso  talento  y  sus  facultades  ar- 
tísticas, en  aquellos  famosos  versos: 

Y  escrito  está  en  el  libro  del  destino 
que  es  líbrela  nación  que  quiero  serlo... 


A  fundar  otra  España  y  otra  patria 
más  grande,  más  feliz  que  la  primera. 

A  impulsos,  ó  del  hambre  ó  de  la  espada. 
¡Libres  nacimos!  ¡Libres  moriremos! 

El  público,  electrizado,  se  levantaba  en  masa  á  aplaudir 
y  á  victorear;  los  soldados  de  la  guardia  tomaban  las 
armas,  y  el  Alcalde  presidente  destacaba  los  alguaciles  á 


CAPÍTULO    VIGÉSIMOPRIMBRO  5Ó3 

decir  al  actor  que  mitigase  su  ardimiento  ó  suprimiese 
aquellos  versos,  á  lo  cual  él  se  negaba  con  altivez.  En  las 
tragedias  de  Atalia,  Osear,  Orestes,  Ótelo ^  Polinice  y  otras, 
excitaba  otro  género  de  interés,  luciendo  en  todas  su  sin 
igual  talento,  su  expresión  sublime,  su  figura  teatral,  su 
traje  escultural  y  clásico. 

Y  esta  reunión  de  circunstancias,  que  rarísima  vez  se 
reúnen  en  una  persona,  geducian,  avasallaban  de  tal  modo 
á  un  público  apasionado,  que  no  recuerdo  haberlo  visto 
igual  en  nuestro  teatro,  ni  en  los  extranjeros.  Ni  eran 
tan  sólo  las  grandes  creaciones  de  la  Musa  trágica,  las 
que  ofrecían  á  Maiqubjz  sus  más  preciados  laureles;  la 
festiva  Talia,  en  su  diversa  expresión,  le  brindaba  tam- 
bién con  su  favor,  y  aquel  portentosa  talento,  de  quien 
decía  Solís,  al  final  de  la  magnifica  dedicatoria  con  que  le 
acompañó  su  traducción  de  Orestes: 

Todo  en  tí  es  fácil,  natural,  sublime, 
y  el  alma  en  tí  de  los  pasados  héroes 
aun  la  sentimos  respirar... 

y  el  ilustre  Moratln,  en  aquel  admirable  soneto  que  le 
consagró  á  su  muerte: 

Inimitable  actor,  que  mereciste 
entre  los  tuyos  la  primera  palma 
y  amigo,  alumno  y  émulo  de  Taima, 
ía  admiración  del  mundo  dividiste... 

Sabia  también,  en  las  delicadas  creacciones  dramáticas 
antiguas,  expresar,  con  asombrosa  flexibilidad,  las  perso- 
nas y  caracteres  más  opuestos.  García  del  Castañar,  El  rico 
hombre  de  Alcalá,  El  pastelero  del  Madrigal,  Cuantas  veo 
tantas  quiero,  El  astrólogo  fingido,  etc.,  y  hasta  en  la  co- 
media moderna,  tan  diversa  en  su  mecanismo  y  aplica- 
ción, se  ostentaba  el  grande  Isidoro  á  una  altura  supe- 
rior. El  vano  humillado,  Castillos  en  el  aire,  El  celoso  con- 
fundido. El  distraído.  El  calavera,  y  otras  de  carácter  y 
de  costumbres,   formaron   á   Mai^ubz   un  repertovio  taq 


504  ISIDORO    MAIQUBZ 


propio,  que  el  mismo  Romea  me  decía  «que  no  se  atrevía  á 
tocarle». 

En  el  año  de  1818,  y  á  causa  de  un  esfuerzo  tan  conti- 
nuado, adoleció  Maiquez  de  una  terrible  enfermedad  que 
le  puso  á  las  puertas  de  la  muerte,  y  el  público  de  Madrid, 
consternado,  acudía  ansioso  á  su  casa,  á  informarse  de  su 
salud,  demostrando  el  vivísimo  interés  que  le  inspiraba 
el  grande  actor;  y  cuando,  restablecido  milagrosamente, 
tornó  á  pisar  la  escena,  presentándose  en  la  tragedia 
Niño  II,  con  estos  versos  que  coincidían  casualmente  con 
su  situación: 

Sí,  guerreros,  el  cielo  me  ha  salvado; 
Nuevo  don  es  el  aire  que  respiro. 
De  su  inmensa  bondad; 

el  entusiasmo,  los  vivas,  el  frenesí  del  público  no  cono- 
cieron limites,  arrojando  al  ]^ro8GQmo  por  primera  vez,  co- 
ronas, palomas  y  versos;  demostración  que  excitó  la  sus- 
picacia del  Gobierno  y  de  la  autoridad.  Era  á  la  sazón  Co- 
rregidor de  Madrid,  D.  José  Manuel  de  Arjona,  persona  de 
cuenta  en  aquella  época,  con  sus  puntas  de  literato,  y  no 
pudiendo,  ni  resistir,  ni  contemplar  impasible  aquella 
continua  ovación  del  soberbio  actor  (cuyo  orgullo  era 
igual  á  su  talento),  y  pretendiendo  dominarle,  le  propuso, 
ó  intimó,  en  su  calidad  de  juez  protector  de  los  teatros  del 
reino,  la  orden  de  poner  en  escena  una  insípida  comedia 
titulada  Los  tres  iguales,  escrita  por  su  amigo  el  célebre 
D.  Javier  de  BurgoS;  y  habiéndose  negado  rotundamente 
Maiquez  á  tal  exigencia,  el  Corregidor  Arjona,  achacán- 
dolo á  desacato,  le  comunicó  la  orden  de  destierro  á  Ciu- 
dad Eeal,  en  los  términos  que  eran  usuales  en  aquella 
época,  es  decir,  poniéndole  un  carruaje  á  la  puerta,  y 
obligándole  á  subir  en  él.  En  vano  el  pueblo  (que  llenaba 
la  calle  de  Santa  Catalina,  en  que  Maiquez  tenía  su  habi- 
tación)^ prorrumpió  en  exclamaciones  de  indignación;  la 
tropa  dispersó  los  grupos  y  acalló  estas  voces,  el  grande,  y 
el  inmortal  Maiquez  fué  arrancado  de  su  trono  y  lanzado  á 


CAPÍTULO   VIGÉSIMOPRIMBRO  505 

Ciudad  Real  y  después  á  Granada,  donde  no  pudiendo  ha- 
cerse superior  á  tamaña  injusticia,  contrajo  una  enfer- 
medad, que  primero  le  hizo  perder  la  razón  y  después  la 
vida.  Perdóneme  el  lector  si  ante  la  sombra  de  aquella 
figura  colosal  del  arte  me  he  distraído  ó  apartado  algún 
tanto  del  curso  de  mi  narración.»  (Memorias  de  un  se- 
tentón, natura?  y  vecino  de  Madrid,  escritas  por  D.  Ramón 
de  Mesonero  Romanos.  Tomo  primero:  1808-1823.  Nueva 
edición,  con  notas  y  adiciones,  Madrid,  1881,  4.^  pági- 
nas 201-204.) 


506  IIJIDORO    MAIQUBZ 


IX 

D.    JUAN    EUGENIO   HARTZENBUSCH 


«Pasaron  años,  apareció  en  la  escena  española  Mai- 
QUEZ,  el  rival  digno  del  honor  de  Taima,  como  le  ha  lla- 
mado el  más  digno  rival  de  Moliere;  resonaron  las  bóve- 
das de  nuestro  teatro  con  los  gemidos  de  Ótelo,  de  Mon- 
casin,  de  Osear,  de  Niño,  de  Bruto;  lioró  el  público  español 
en  la  escena  y  aplaudió  entusiasmado  al  que  le  hacia  llo- 
rar; rindió  el  público  español  solemne  homenaje  y  adora- 
ción á  Melpómene...  y  entonces...  ¿Por  qué  entonces  no 
se  vio  poblado  de  tragedias  nuestro  teatro?» 

«La  única  persona  de  quien  recibía  consejos  Maiqubz 
en  lo  perteneciente  á  su  arte  era  el  apuntador  Solis.  En- 
sayaba Isidoro  un  dia  el  papel  de  García  del  Castañar,  y 
llegando  al  conocido  verso  «yo  sé  la  mujer  que  tengo», 
aquél  gran  actor  dio  á  la  frase  una  expresión  fuerte  de 
resentimiento,  de  enojo.  Solís  le  interrumpió  para  decirle 
que  García,  hallándose  tan  seguro  de  la  virtud  de  su  es- 
posa, debía  pintar  esta  seguridad,  esta  tranquilidad  en 
aquellas  palabras.  Maiqubz  se  rindió  al  punto  á  una  ob- 
servación tan  justa. 

En  la  tragedia  de  Numancia  acostumbraba  Maiqubz 
también  á  pronunciar  con  énfasis  aquellos  dos  versos  de 
Megara: 

Escipión,  carne  humana  nos  mantiene; 
la  sangre  de  los  cuerpos  beberemos. 

Solís  le  replico:  «Si  ve  Escipión  que  le  dan  á  gritos,  esa 
respuesta,  le  parecerá  una  fanfarronada,  se  reirá  de  ella 
y  creerá  que  el  general  numantino  en  nada  piensa  menos 
(|ue  en  cumplirla;  es  necesario  que  se  vea  ahí  la  calma 


CAPÍTULO   VIGÉSIM0PRIME3R0  507 

terrible  del  hombre  que  ha  tomado  una  resolución  cruel, 
pero  firme,  irrevocable.»  Maiqubz  contestó:  «Todos  los 
galanes  que  antes  que  yo  han  hecho  este  papel,  gritaban 
aquí;  y  con  un  auditorio  acostumbrado  á  esto,  si  no  chillo 
disgusto  y  la  tragedia  pierde.»  Se  ve  por  los  dos  ejemplos 
citados  que  Solis  conocía  el  arte  de  la  declamación,  y  por 
el  postrero  que  Maiqubz  conocía  al  público.» 

(Ensayos  poéticos  y  artículos  en  prosa.  Madrid,  184S, 
S.^,  páginas  230  y  188.) 


508  ISIDORO    MAIQUBZ 


X 

DE   D.    JOSÉ   DE   LA    REYILLA 


«Después  de  haberse  elevado  Maiquez  á  la  mayor  altu- 
ra de  su  mérito  escénico,  no  fué  por  eso  impecable  res- 
pecto del  arte.  Alguna  vez  no  penetró  bien  el  espíritu  de 
los  poetas;  alguna  vez  se  dejó  llevar  más  allá  de  lo  que 
permite  la  verdad.  Pero  estos  pequeños  lunares,  que  so- 
lamente se  dejaban  ver  muy  de  tarde  en  tarde,  en  medio 
de  raógos  muy  sublimes^  no  podían  de  modo  alguno  dis- 
minuir su  mérito.  Al  contrario,  quedó  tan  fuertemente 
impresa  en  la  memoria  del  público  la  inmensa  suma  de 
bellezas  que  tan  prodigiosamente  sembraba  en  la  repre- 
sentación de  cualquiera  obra  dramática,  que  difícilmente 
las  olvidarán  cuantos  han  tenido  la  suerte  de  verle  tra- 
bajar en  su  mejor  época,  esto  es,  desde  el  año  14  hasta 
el  18  inclusive.  ¡Quién  podrá  borrar  de  su  alma  la  impre- 
sión dolorosa  que  recibía  al  salir  de  la  boca  de  nuestro 
actor  el  ahogado  y  profundo  suspiro  que  exhalaba  Mon- 
casin  al  escuchar  los  nombres  de  sus  jueces!  ¡Qué  pecho, 
por  endurecido  que  estuviese,  podía  soportar  el  extrema- 
do terror  que  infundía  Ótelo  en  el  quinto  acto,  en  donde 
cada  movimiento  de  Isidoro,  aun  el  más  leve,  era  un 
pensamiento,  un  mudo  intérprete  del  feroz  designio  de 
aquel  bárbaro  africano!  Su  acento  eminentemente  trági- 
co; aquellas  inflexiones  de^voz,  ya  terribles,  ya  patéticas; 
aquel  «¡Edelmira!»  pronunciado  de  un  modo  que  no  se 
comprende,  parece  que  aun  resuena  en  nuestros  oídos. 
Ninguno  de  cuantos  le  oyeron  es  capaz  de  explicar  la  na- 
turaleza del  acento  que  Maiquez  empleaba;  mezcla  in- 
comprensible de  ternura,  de  sentimiento,  de  ira  y  despe- 
cho, cuando  al  pretender  Yocasta  reprimir  el  enojo  de  Po- 
linice contra  Eteocle  diciendo  estas  palabras: 


CAPÍTULO    V1G¿SIM0PRIMBR0  509 

Los  delitos 
jamás  con  sangre  fraternal  se  vengan: 

Respondía  aquél  con  esta  amarga  y  dolorosa  recon- 
vención. 

¿Y  por  qué  tú  me  hiciste  hermano  suyo'^ 

Vehemente  y  expresivo  con  la  palabra,  lo  era  en  la  ac- 
ción muda  hasta  un  punto  increíble.  Al  presentarse  Poli- 
nice en  el  palacio  de  Etéocle,  desde  el  fondo  del  foro  se 
pintaban  en  los  ojos  de  Isidoro  los  dos  opuestos  senti- 
mientos de  este  personaje:  el  amor  á  su  madre  y  el  odio  á 
su  hermano.  Ya  en  brazos  de  aquélla,  volvía  el  rostro  á 
contemplar  á  éste,  y  con  un  juego  fisionómico,  delicado  y 
vehemente,  pintaba  con  mudo  lenguaje  el  odio,  el  despre- 
cio y  la  venganza;  y  antes  que  hablase,  ya  los  espectado- 
res experimentaban  el  ansia  y  agitación  producidos  por 
el  presentimiento  de  una  catástrofe  espantosa.  En  la  re- 
presentación de  Niño  II  conseguía  que  este  personaje,  á 
pesar  de  su  crimen,  se  presentase  á  la  memoria  bajo  un 
aspecto  tan  favorable  que  obligaba  á  lamentar  su  trági- 
co fin.  En  efecto,  Maiquez  daba  á  Niño  tal  colorido  de 
bondad  con  su  acento  patético,  que  hacia  simpatizar  con 
él  á  todos  los  espectadores.  ¿Cómo  era  posible  compren- 
der aquel  tono  singular  de  sorpresa  con  que  exclamaba 
al  reconocer  la  voz  de  su  amada;  «¡Elcira!  ¡Cielos!  ¡Es 
posible!»  sin  tener  la  expresión  y  vehemencia  que  la  na- 
turaleza le  había  concedido?  Estas  dotes  singulares  le  ha- 
cían admirable  en  La  muerte  de  Abel.  ¡Qué  transiciones 
tan  bellas!  ¡Qué  sueño  funesto  tan  bien  pintado  con  el  co- 
lorido del  sentimiento  y  del  rencor!  Cain,  en  la  persona 
de  Maiquez,  era  un  león  furioso  á  quien  no  aterraba  la 
cólera  celeste.  Pero  lo  que  puso  el  colmo  á  sus  triunfos 
teatrales,  fué  la  tragedia  de  Osear.  Poco  elogio  será  de- 
cir que  se  oscureció  á  sí  mismo  respecto  de  las  demás  tra- 
gedias: hasta  entonces  jamás  se  había  hecho  tan  visible 
el  imperio  que  aquel  actor  eminente  ejercía  en  el  alma  de 
los  espectadores.  El  delirio  de  Osear  á  consecuencia  de 


5lO  ISIDORO   MAÍQÜE¿ 


haber  asesinado  á  su  mayor  amigo,  le  pintó  Maiqubz  de 
una  manera  que  no  se  puede  describir:  los  ojos  inertes  y 
desencajados,  lívido  el  rostro,  entreabierta  la  boca,  el  ca- 
bello desordenado,  los  pasos  azarosos,  débil  el  movimien- 
to de  su  cabeza,  la  voz  reconcentrada  y  lánguida,  los  bra- 
zos moviéndose  en  razón  de  las  impresiones  momentáneas 
de  los  sentidos;  todo  anunciaba  el  estado  lamentable  de 
un  alma  virtuosa,  arrastrada,  á  pesar  suyo,  al  crimen,  y 
devorada  por  los  remordimientos.  ¡Qué  espantoso  recuer- 
do aquel  que  le  reproducía  la  escena  sangrienta  de  que 
había  sido  causa!  ¡Qué  movimiento  de  horror  al  pronun- 
ciar estas  palabras! 

gritos,  sollozos,  lágrimas,  espadas,  sangre... 

Puede  asegurarse  que  al  pronunciarlas  nuestro  trágico, 
á  todos  los  espectadores  se  les  erizaban  los  cabellos,  y  un 
frío  intenso  discurría  por  sus  venas.  Tal  era  la  fuerza  de 
expresión  de  Maiquez. 

El  defecto  más  notable  de  este  célebre  actor  consistió 
en  el  estudio  poco  detenido  que  hizo  en  la  propiedad  de 
los  trajes.  Y  en  esto  fué  tanto  más  reprensible,  cuanto 
que,  habiendo  hecho  bastantes  innovaciones  en  el  decoro 
de  la  escena,  y  teniendo  tanto  ascendente  sobre  el  público, 
todos  hubieran  suscrito  gustosos  á  reformas  útiles,  auto- 
rizadas por  el  único  actor  que  podía  esperar  el  silencio  y 
aprobación  de  los  espectadores.  Pero  él  siempre  prefirió 
la  elegancia  á  la  verdad-,  y  en  esto  únicamente  suscribió 
al  gusto  que  siempre  había  reinado  en  el  vulgo,  y  de  que 
aun  se  conservan  restos,  el  cual  tolera  de  mala  gana  la 
propiedad  como  el  traje  no  sea  bonito.  Sin  embargo,  debo 
decir,  en  obsequio  de  la  verdad,  que  en  esa  parte  fué  dó- 
cil, puesto  que  para  vestir  cual  convenía,  consultaba  el 
parecer  de  D.  Dionisio  Solís,  literato  y  erudito  bien  cono- 
cido en  la  república  literaria. 

Por  lo  demás,  es  preciso  conceder,  á  pesar  de  la  igno- 
rancia y  de  la  medianía  orguUosa,  que  Isidoro  fué  siem- 
pre en  la  escena  grande  y  sublime.  Era  tan  susceptible 


CAt>ÍTÜLO   VIGÉSIMOPRIMERO  511 

de  expresar  todos  los  trasportes  volcánicos  del  alma,  como 
los  más  delicados  acentos  de  la  ternura  y  de  la  humani- 
dad. Feroz  en  Ótelo,  terrible  en  Orestes,  patético  y  enér- 
gico en  Osear  y  en  Niño,  sublime  en  Atalía,  cómico  cual 
ninguno  en  El  pastelero  del  Madrigal  y  en  La  esposa  de- 
lincuente-^ dulce,  sensible  y  respirando  piedad  evangélica 
en  Fenelón\  jamás  actor  alguno  supo  tomar  tan  diversas 
formas,  desaparecer  de  la  mente  de  los  espectadores,  y 
presentar  en  lugar  suyo  la  imagen  del  héroe  que  fingía: 
manejar  tan  diestramente  los  recursos  del  arte  y  desen- 
trañar las  pasiones,  los  caracteres  y  las  situaciones  con 
la  soberana  inteligencia  que  Isidoro  Maiquez.» 
( Vida  de  Maiquez,  páginas  95-100.) 


APÉNDICES 


33 


APÉNDICE   1 


Fragmento  de  un  Diario  de  Madrid  del  viernes  27  de  Agosto  de 
1802,  que  se  imprimió,  volvió  á  recoger  y  fué  sustituido  por  otro 
distinto. 


«Habiendo  cesado  en  la  Empresa  de  los  Teatros  de  esta 
Corte  D.  Melchor  Ronci,  celoso  siempre  el  Gobierno  y  la 
Junta  de  Teatros,  presidida  por  el  Excmo.  Sr.  Goberna- 
dor del  Consejo,  del  interés  y  derecho  del  público,  que  le 
tiene  notorio  á  qué  no  se  le  prive  de  las  diversiones  y  es- 
cenas teatrales,  ha  determinado  facilitárselas  por  los  me- 
dios más  sencillos  y  eficaces,  formando  dos  compañías, 
que  por  el  tiempo  que  resta  del  presente  año  cómico,  tra- 
bajen con  esmero  y  puntualidad,  llenando  las  obligacio- 
nes que  tenía  dicho  empresario,. á  lo  que  se  han  pres- 
tado y  contribuido  generosamente  los  individuos  que  se 
mencionan,  conducidos  del  deseo  de  servir  al  público  de 
esta  Corte;  en  cuya  consecuencia,  se  han  realizado  por 
medio  de  sus  apoderados  dichas  compañías  en  la  forma 
siguiente: 

«Los  comií  ionados  de  las  compañías  de  cómicos  de  los 
coliseos  de  la  calle  de  la  Cruz  y  del  Príncipe,  en  cumpli- 
miento de  las  órdenes  del  Excmo.  Sr.  Gobernador  del  Con- 
sejo, del  encargo  particular  de  la  Comisión  nombrada 
por  S.  E,,  y  queriendo  llenar  al  mismo  tiempo  la  confian- 
za que  sus  compañeros  han  puesto  en  ellos,  y  conciliar 
con  el  interés  general  los  intereses  particulares  do  tantos 


5ié 


ISIDORO   MAIQUEZ 


individuos  á  quienes  el  aprecio  del  público,  el  derecho  á 
la  jubilación  ú  otros  motivos  hacen  acreedores  á  la  con- 
sideración, han  formado  las  siguientes  listas,  que  son,  en 
su  juicio,  las  que  menos  perjuicios  ocasionarán  á  los  ac- 
tores y  mejor  podrán  satisfacer  al  público: 

Compañía  del  Coliseo  del  Principe  eti  el  de  los  Caños  del  Peral. 


De  carácter 
no.    .     .     . 


De  carácter  Jocoso 


De  cantado.. 
Sobresaliente. 


ACTORES 

Los  Sres.  Isidoro  Maiquez.  .  . 

Juan  Carretero.    .  . 

Rafael  Pérez.  .     .  . 

Agustín  Roldan.  .  . 

Josef  Navarro..     .  . 

Manuel  Herrando.  . 

Manuel  León.  .     .  . 

Josef  González.     .  . 

Vicente  García.  .  . 

Tomás  López..     .  . 

Antonio  Martínez.  . 

Miguel  Garrido.   .  . 

Eugenio  Christiani.  . 

Francisco  López.  . 
Juan  Antolín  Miguel. 

Manuel  García.    .  . 

Vicente  Camas.    .  . 

Lázaro  Calderi.    .  . 

Agustín  Llopis.    .  . 


Partido  diario. 

40  reales. 

32 

)) 

27 

)) 

19 

» 

15 

» 

14 

» 

13 

» 

13 

» 

32 

-» 

22 

» 

15 

); 

32 

» 

90 

)> 

20 

)> 

13 

)) 

30 

)) 

27 

» 

22 

)) 

29 

)> 

ACTRICES 


'litado. 


Apuntadores. 


Supernumerario..     . 
Compositor  de  músi- 
ca  


Las  Sras.  Andrea  Luna.  .     . 

Antonia  Prado.    . 

Josefa  Luna.    .     . 

Rosa  García.    .     . 

Manuela  Montéis. 

Gertrudis  Torre. . 

Joaquina  Briones. 

Manuela  Morales. 

(    Lorenza  Correa.  . 

•     •     .       Vicenta  Laporta.. 

(    Joaquina  Torre.  . 

í    Dionisio  Solís.  .    . 

.     .     .  (    José  de  Lamo..     . 

Gabino  Sierra..     . 

Juan  Manuel  Martínez 


D.  Pal)]o  del  Moral. 


40 
36 
32 
28 
28 
22 
18 
14 
36 
26 
18 
17 
12 
10 
13 

20 


APÉNDICES 


517 


Compañía  del  Coliseo  de  la  calle  de  la  Cruz, 


De    carácter 
ciano.  .     .     . 


De  carácter  Jocoso. 


De  cantado. 


Para  suplir  segun- 
dos y  terceros.  .     . 


ACTORES 

í.os  Sres,  Manuel  García  Parra. 
Antonio  Ponce.  .  . 
Joaquín  Caprara.  . 
Antonio  Ortigas. 
Juan  Rivas.  .  .  . 
Pablo  Parra.  .  .  . 
Juan  de  Mata..  .  . 
,  Braulio  Hidalgo.  .  . 
Josef  Cortés.  .  .  . 
Antonio  Pinto.  .  . 
Francisco  Baca.  .     . 

José  Diez 

Mariano  Querol.  .  . 
José  García  Ugalde.. 

José  Oros 

José  Berteli.  .  .  . 
Josef  Ez  nos.  .  .  . 
Josef  Rigal 


40  reales 

32   » 

27   )> 

19   » 

15   » 

14   » 

13   )) 

1Q 

13   » 

32   )) 

22   )) 

15   » 

32   )) 

20   ). 

20   )) 

30   » 

20   )) 

20   » 

Rafael  Palomera. 


22 


De  cantado. 


Apuntadores. 


ACTRICES 

Las  Sras.  Rita  Luna.  .     . 
Coleta  Paz. .     . 
Josefa  Virg.     . 
Joaquina  Arteaga 
María  Rivera. . 
Antonia  Zarate. 
Manuela  Correa. 
4    I^ureana  Correa 
'    '     '  )    Mariana  Calino. 
(    Blas  Flores.      . 
.    .  í    Josef  de  Casas.' 
I    Francisco  Farelo 


Compositor  de 
sica.     .     .     . 


D.  Blas  de  Laserna. 


40  reales. 

32 

24 

28 

22 

16 

16 

36 

24 

17 

12 

10 

20 


Nota.  El  galán  tendrá  todas  las  obligaciones  anexas  á  esta 
parte,  y- los  privilegios  que  le  son  propios,  según  la  ley  de  ejer- 
cicio.» 


«La  señora  Antonia  Prado,  en  consideración  á  que  esta- 
ba colocada  de  primera  dama  en  el  teatro  de  los  Caños,  y 
á  que  lo  ha  sido  anteriormente  en  el  del  Príncipe,  alter- 
nará en  dicha  parte  con  la  Sra.  Andrea;  y  no  pudiendo 


518  ISIDORO   MAIQUBZ 


dárselas  los  intereses  en  el  todo  de  primera  dama,  por 
no  cargar  á  las  compañías,  ni  hacer  ejemplares  de  parti- 
das dobles,  se  la  aproximará  cuanto  sea  posible  á  dicho 
partido,  y  la  alternativa  se  entenderá  en  hacer  aquellas 
comedias  que  sean  de  su  carácter  y  ser  primera  dama  en 
ausencias  y  enfermedades  de  la  Sra.  Andrea,  que  ocupa 
la  dicha. 

»Las  señoras  Rita  Luna  y  Lorenza  Correa,  tendrán  los 
intereses  y  privilegios  anexos  á  las  partes  que  ocupan; 
pero  como  el  mérito  de  una  y  otra  es  tan  singular  y  los 
cómicos  tienen  aún  mayor  interés  que  el  público  en  reco- 
nocerlo y  distinguirlo,  han  tenido  por  justo  asignarlas, 
además  de  los  sueldos  fijados  á  sus  partes,  alguna  canti- 
dad, que  si  no  recompensa  el  mérito,  á  lo  menos  da  un 
testimonio  de  cuanto  lo  aprecian,  y  de  que  solamente  su 
pobreza  es  la  causa  de  no  igualar  el  premio  á  los  ta- 
lentos. 

»En  atención  á  las  obligaciones  que  los  graciosos  Mi- 
guel Garrido  y  Mariano  Querol,  están  continuamente 
desempeñando  sin  ser  relativas  á  su  parte,  tales  como  los 
figurones  en  el  uno,  y  en  el  otro  las  operetas  y  tonadillas, 
como  también  al  extraordinario  aprecio  que  de  ellos  hace 
el  público,  sin  embargo  de  haber  cedido  en  mucha  parte 
su  trabajo  en  el  día,  por  haber  variado  las  circunstancias, 
se  les  considerará,  en  punto  á  intereses,  del  mismo  modo 
que  anteriormente  en  su  mayor  trabajo,  pero  no  se  enten- 
derá así  con  los  que  les  sucedieren. 

»Las  compañías  cómicas  carecen  de  medios  pecuniarios 
para  recompensar  el  mérito  en  cuantos  tienen  alguno  que 
los  distingue  del  resto  de  sus  compañeros,  pero  en  con- 
sideración del  celo  que  el  actor  Isidoro  Maiqubz  ha 
mostrado  en  sus  observaciones  teatrales,  en  adquirir  co- 
nocimientos á  costa  de  estudio  y  de  fatigas,  y  en  dar  á  su 
escena  más  decoro  y  regularidad  que  hasta  aquí  ha  tenido, 
se  le  dará  precisamente  descanso  cuando  ejecute  la  com- 
pañía en  que  se  halle  alguna  ópera  seria  ó  bufa,  opereta 
ó  pequeña  pieza  de  verso  y  música,  para  que  pueda  en 


APÉNDICES  519 


estos  intervalos  llevar  á  la  perfección  la  regularidad  y  el 
decoro  á  que  ha  dado  principio. 

»Ninguno  de  los  contenidos  en  las  anteriores  listas^  po- 
drá excusarse  al  trabajo  que  le  pertenezca  y  se  le  mande 
por  el  primer  actor,  ni  á  salir  á  los  acompañamientos 
desde  quinto  galán  y  quinta  dama  inclusive,  y  cantar  los 
coros,  según  la  ley  de  ejercicio;  la  armonía  entre  todos, 
el  buen  servicio  del  público  y  la  completa  satisfacción  del 
Gobierno,  tales  son  los  deseos  de  los  comisionados  que 
han  obtenido  la  distinción  de  que  se  le  encargue  la  for- 
mación de  estas  compañías  y  su  arreglo. 

»Los  comisionados  propondrán  á  la  Junta  en  qué  térmi- 
nos deberán  los  actores  hacer  el  cobro  de  sus  intereses  y 
la  pensión  que  deberán  percibir,  y  de  qué  modo  las  seño- 
ras Rita  Luna  y  Lorenza  Correa. 

»Los  partidos  que  van  asignados,  sirven  sólo  de  regla 
Para  el  reparto  que  se  hará  de  los  productos  de  los  teatros, 
deducidas  cargas  y  gastos;  de  forma,  que  si  las  entradas 
doblasen  lo  que  importan  los  partidos  diarios,  tomarán  los 
actores  dos  veces  el  asignado,  y  si  se  triplicasen  tres. 

^Igualmente  los  referidos  comisionados  han  pensado 
que  por  lo  que  resta  del  año,  hasta  la  próxima  Cuaresma, 
los  individuos  que  quedan  excluidos  de  estas  listas  y 
hablan  hecho  contrato  con  D.  Melchor  Konci,  perciban  la 
media  parte  perteneciente  á  aquélla  en  que  estuviesen 
colocados,  según  ley  de  ejercicio,  y  evitar  en  lo  posible 
la  indigencia  y  el  dolor  á  que  se  veían  reducidas  si  se 
quedasen  excluidos  á  mitad  de  año,  cuyo  esfuerzo  es  el 
mayor  que  en  circunstancias  tan  apuradas  pueden  hacer 
las  compañías;  pero  los  individuos  comprendidos  en  este 
caso  deberán  conformarse  con  lo  que  de  ellos  disponga  la 
Junta  en  los  términos  que  propondrían  los  comisionados, 
que  así  en  esto,  como  en  todo  lo  que  sucesivamente  ocu- 
rriere, se  protestan  obedientes  á  las  sabias  disposiciones 
del  Gobierno,  á  quien  suplican  les  permita  imprimir  esta 
lista  del  modo  que  la  presentan.— Madrid  22  de  Agosto 
de  1802.— Antonio  Pinto.  — Rafael  Pérez.— Dionisio  Solls.» 


520  ISIDORO   MAIQUBZ 


«Cuando  la  Junta  y  el  público  debían  esperar,  que  á 
imitación  de  sus  compañeros,  suscribiesen  también  los 
actores  Isidoro  Maiquez,  Josef  Navarro,  Josef  González, 
Antonia  Martínez,  Eugenio  Christiani,  Manuel  Garcia,  Joa- 
quín Caprara,  Antonia  Prado,  Gertrudis  Torre,  Joaquina 
Briones  y  Manuela  Morales,  á  quien  se  premiaba  y  distin- 
guía en  el  plan  formado  por  dichos  sus  compañeros  para 
esta  formación,  con  la  particularidad  que  en  él  se  advier- 
te, se  ha  experimentado  todo  lo  contrario,  sin  embargo  de 
haber  dicho  antes  que  estaban  prontos  á  obedecer  al  Go- 
bierno, y  á  pesar  de  las  suaves  persuasiones  que  se  les 
han  hecho,  se  han  resistido  absolutamente  á  alistarse  en 
dichas  compañías,  por  cuyo  motivo  quedan  excluidos  de 
ellas.» 


APÉNDICES  521 


APÉNDICE  II 

Sobre  las  subvenciones  concedidas  á  los  teatros  por  el  Rey  José 
Bonaparte  (I). 

(Documentos  del  Archivo  del  Palacio  Real.) 

«Libranzas  despachadas  por  cuenta  de  los  fondos  seña- 
lados para  gastos  de  la  Cámara. 

Mes  de  Febrero  de  1809. 

En  12  de  Febrero,  para  adornar  el  tapicero  los  palcos 
de  S.  M  en  los  teatros,  6.000  reales. 

En  18  de  id.,  al  Contador  de  teatros  D.  Juan  Antonio 
Peray,  9.216  reales  por  los  palcos  reales  en  los  teatros  de 
la  Cruz  y  del  Principe,  y  2.816  por  los  id.  id.  de  los  Caños 
del  Peral  hasta  el  14  del  mismo  Febrero. 

En  20  de  id.,  á  D.  Santiago  Panati,  á  cuenta  de  la  con- 
signación hecha  por  adición  al  budget  de  gastos  de  este 
mes,  se  le  pagaron  40.510  reales  17  maravedís. 

El  presupuesto  de  teatros  de  dicho  mes  de  Febrero  fué 
en  totalidad  de  90.000  reales. 

Marzo  de  1809. 

Teatros,  23.040  reales. 

Conciertos,  14.000  Id. 

Libranzas  de  este  mes:  Á  D.  Santiago  Panati,  Director 
de  la  ópera  italiana  á  cuenta  de  los  palcos,  8.000  id. 

A  D.  Juan  Antonio  Peray,  por  los  palcos  de  la  Cruz  y 
del  Príncipe,  5.120  id. 

Abril  de  1809. 
Presupuesto  para  teatros,  100.000  reales. 
Librado  con  fecha  13,  por  el  importe  de  las  representa- 


(l;  Debemos  á  la  bondad  de  nuestro  ilustre  amigo  el  Sr.  D.  Luis 
Carmena  el  sij^uiente  importante  documento  por  él  copiado  del  Ar- 
chivo de  Palacio,  que  hemos  utilizado  en  el  texto,  y  que  tanto  ilus- 
tra la  historia  del  teatro  español  en  el  período  de  la  ocupación  fran- 
cesa. 


522  ISIDORO    MAIQUEZ 


ciones  dadas  por  los  actores  de  la  ópera  italiana  desde  el 
primer  Domingo  de  Cuaresma  hasta  el  último  dia  de 
ella,  58.950  id. 

Más  para  la  ópera  italiana,  1.122  id. 

Más  para  la  ópera  italiana,  9.040  id. 

ídem  id.  id.,  14.613  id. 

ídem  id.  para  teatros,  10.580  reales  y  10  maravedís. 

Más  para  los  actores  de  ópera,  21.451  reales. 

Mayo  de  1809. 

Presupuesto.—  Teatro  del  Principe,  por  anticipación, 
50.000  reales. 

ídem  id.  por  el  mes,  20.000  id. 

Teatro  italiano,  50.000  id. 

Libranzas.— Á  D.  Antonio  Pinto,  50.000  reales  de  anti- 
cipación y  20.000  de  mesada  hasta  la  conclusión  de  los 
200.000  anuales  que  le  están  consignados  por  S.  M.  al  tea- 
tro del  Principe. 

Á  D.  Isidoro  Maiqubz,  actor  del  'teatro  del  Principe, 
9.000  reales  por  via  de  gratificación  que  S.  M.  se  ha  dig- 
nado concederle. 

Á  D.  Santiago  Panati,  Director  de  la  ópera  por  la  con- 
signación que  tiene  hecha  S.  M.  á  este  teatro,  y  son  por 
la  del  presente  raes  de  Mayo,  50.000  reales. 

Junio  de  1809. 

Presupuesto.— Tentvo  del  Principe,  20.000  reales. 

ídem  Caños  del  Peral,  50.000  id. 

Libranzas.— ÁD.  Manuel  Gaviria,  tesorero  de  la  Com- 
pañía cómica  del  teatro  del  Principe,  20.000  reales  por  la 
consignación  mensual  destinada  al  mismo  teatro  por  S.  M. 

A  Isidoro  Mayqubz,  actor  trágico  del  teatro  del  Prín- 
cipe, 3.000  id.  de  gratificación. 

La  consignación  á  la  ópera  italiana  por  el  mes,  50.000 
ídem. 


APÉNDICES  523 


Julio  de  1809. 

Libranzas.— A  D.  Manusl  Gaviria,  Tesorero  del  teatro 
del  Principe,  la  consiguación  mensual  asignada  á  este 
teatro,  20.000  reales. 

A  los  dependientes  de  la  ópera  italiana  para  el  pago  de 
los  actores,  músicos  y  otras  personas  por  la  consignación 
mensual,  50.000  id. 

Para  adornar  los  palcos  reales  en  los  teatros  de  Madrid, 
10.281  reales  y  11  maravedís. 

Agosto  de  1809. 

A  D.  Manuel  Gaviria,  la  consignación  mensual  para  el 
teatro  del  Príncipe,  20.000  reales. 
Al  teatro  de  la  ópera,  50.000  id. 

Septiembre  de  1809. 

A  D.  Manuel  Gaviria  para  el  teatro  del  Príncipe,  20.000 
reales. 

Consignación  mensual  á  la  ópera  italiana,  50.000  rea- 
les, más  18.826  reales  y  17  maravedís  del  artículo  de  gas- 
tos imprevistos  del  budgét  del  mes  de  Agosto,  y  358  rea- 
les y  17  maravedís  en  crédito  abierto  para  los  teatros  del 
mes  de  Octubre.  Total,  69.185  reales. 

Octubre  de  4809. 

"Libranzas.—k  la  ópera  italiana,  46.200  reales, 
ídem  al  apoderado  de  la  orquesta  y  asentista  de  la  ilu- 
minación, .3.441  reales  y  17  maravedís. 

La  consignación  á  D.  Manuel  Gaviria  para  el  teatro  det 
Principe,  20.000  reales. 

Noviembre  de  1809. 

Libranzas.—k  D.  Santiago  Panati,  Director  de  la  ópe- 
ra, por  el  importe  de  pagos  hechos  al  Sr.  Lefebre  en  los 
meses  de  Septiembre  y  Octubre  por  la  gratificación  que 


524  ISIDORO   MAIQUEZ 


S.  M.  le  tiene  concedida  de  400  reales  cada  noche  de  gran 
baile,  7.200  reales. 

Á  los  actores,  boleras,  músicos  y  asentista  de  la  ilumi- 
nación, por  la  consignación  mensual,  50.000  Id. 

Asignación  del  teatro  del  Principe,  20.000  Id.    * 

Diciembre  de  1809  d  Mayo  de  1810. 

En  cada  uno  de  dichos  meses,  50  000  reales  á  la  ópera 
italiana  y  20.000  al  teatro  del  Principe. 

Junio  de  1810. 

En  6  de  este  mes  se  libraron  á  favor  de  los  músicos  ex- 
cluidos en  la  nueva  organización  de  la  música  del  teatro 
de  la  ópera,  20.424  reales  y  17  maravedís. 

En  12  de  id.,  á  favor  de  D.  Pedro  Rachelle,  músico  de 
la  ópera,  por  sus  sueldos  devengados  hasta  el  7  de  Junio, 
4.233  reales. 

En  12  de  id.,  á  Francisco  Baus,  asentista* del  alumbrado 
de  la  ópera,  en  pago  de  su  crédito,  5.342  reales  con  17 
maravedís. 

En  14  de  este  mes  se  libraron  á  favor  de  Isidoro  May- 
QUBZ  5.000  reales;  á  Rosario  García,  2.500;  y  á  Gertrudis 
Torre  otros  2.500,  por  vía  de  gratificación  de  S.  M. 

En  28  de  id.,  al  teatro  de  la  ópera,  50.000  reales. 

Julio  de  1810. 

Al  teatro  del  Príncipe,  20.000  reales. 
Al  de  la  ópera,  50.000  id. 
ídem  id.  por  atrasos,  30.000  id. 

Agosto  de  1810. 

Libranzas. ^Con  fecha  18,  á  José  Vallejo,  por  copias  para 
el  concierto  dado  en  Palacio  el  día  15  de  id.,  188  reales. 
Al  teatro  del  Príncipe,  20.000  id. 

Septiembre  de  1810. 
Con  fecha  4  se  librpron,  á  favor  de  los  artistas  y  actores 


APÉKDlCJBS  5^5 


de  la  suprimida  ópera,  que  marchan  á  Italia,  su  patria, 
62.630  reales. 

En  6  de  id.  se  libraron,  á  favor  de  los  individuos  y  ar- 
tistas de  la  suprimida  ópera,  que  han  quedado  en  esta 
corte,  por  sus  sueldos  atrasados  del  mes  de  Diciembre  de 
1809,  22.755  id. 

En  la  misma  fecha,  6  de  Septiembre,  á  favor  de  tres 
actores  de  la  suprimida  ópera  italiana,  que  son  María 
Marchesini,  Petronila  Marchesini  y  Francisco  Albertare- 
Ui,  por  la  gratificación  ó  regalo  que  S.  M.  les  ha  concedido, 
considerada  en  una  mesada  de  sus  sueldos  á  cada  uno, 
15.000  id. 

En  5  de  id.,  á  Carlos  Espontoni,  individuo  de  la  música 
suprimida  de  la  ópera  italiana,  1.977  id. 

En  6  de  id.,  á  favor  de  Alejo  Lebrunier,  individuo  del 
baile  de  la  suprimida  ópera,  por  sus  sueldos  hasta  fin  de 
Julio  último,  915  id. 

En  11  de  id.,  á  Eamón  Cortés,  cobrador  de  billetes  de  la 
suprimida  ópera,  por  sus  sueldos  hasta  fin  de  Julio  último, 
915  id. 

Al  teatro  del  Principe,  20.000  id. 

Octubre  de  1810. 

Con  fecha  10,  á  D.  Gaspar  Ronci,  en  representación  de 
su  hija,  como  bailarina  del  teatro  italiano,  800  reales. 

En  id.,  al  Sr.  Piatoli,  por  el  importe  de  la  mesada  que 
S.  M.  ha  concedido  á  todos  los  individuos  del  teatro  italia- 
no, que  se  restituyen  á  su  pais,  2.400  id. 

En  id.,  á  D.  Juan  Saez,  por  el  crédito  que  han  transmi- 
tido á  su  favor  Fernanda  Lebrunier  y  Mr.  Lebrunier,  del 
haber  que  debían  percibir  como  bailarines  del  teatro  de 
la  ópera,  2.466  reales  22  maravedís. 

En  15  de  id.,  á  los  individuos  de  la  orquesta  del  teatro 
de  la  ópera,  por  sus  respectivos  sueldos  hasta  fin  de  Julio 
último,  en  que  cesó  la  representación,  25.493  reales  con 
12  maravedís. 

En  id.  id,  á  los  dependientes  del  teatro  de  la  ópera,  por 


526  ISIDORO   MAIQUEZ 


SU8  cuentas  y  haberes  devengados   hasta  fin   de  Julio, 
58.900  reales  24  maravedís. 

Por  la  consignación  mensual  correspondiente  á  Octubre, 
del  teatro  del  Principe,  se  libraron  á  D.  José  Barbieri, 
como  agente  de  dicho  teatro,  20.000  reales  (1). 


(1)  Este  D.  José  Barbieri,  es  sin  duda  alguna  el  abuelo  materno 
del  inolvidable  maestro,  mi  querido  amigo  del  alma,  D.  Francisco 
Asenjo  Barbieri.  Estuvo  casado  con  la  hermosa  bailarina  Paulita 
Luengo,  que  falleció  en  edad  juvenil  todavía,  el  año  1809.  Conservo 
en  mi  colección  un  primoroso  manuscrito,  fechado  en  el  mismo  año 
de  1809,  y  que  lleva  por  título  aAfectos  del  más  fino  de  los  esposos 
á  la  717 ás  amada  esposa.  En  la  sensible  muerte  de  D:^  Popula 
Maura  Luengo,  su  esposo.  Canto  Epicedio."»  Ostenta  á  la  cabeza 
de  la  primera  plana  un  dibujo  á  pluma  con  alegorías  y  atributos 
mortuorios,  y  un  lema  latino.  Consta  de  veintidós  octavas  reales, 
algunas  buenas,  y  menos  que  medianas  otras;  y  aludiendo  á  los 
encantos  que  en  el  baile  producía  su  consorte,  dice  en  una 
do  ollas: 

Yo  en  mil  fiestas  la  vi  danzar  graciosa 
entre  otras  bellas  Ninfas  de  Ciprina, 
alegre,  diestra,  ufana  y  decorosa 
cautivándome  más  el  alma  fina; 
mas  ¡ay!  qualquier  escena  me  es  ya  odiosa, 
pues  no  veo  á  mi  Paida  peregrina; 
mudanzas  son  del  tiempo  y  de  la  suerte, 
mudanzas  más  amargas  que  la  muerte. 

El  D.  José  Barbieri  fué  después  director  de  bailes  y  tomó  parte 
activa  en  estos  espectáculos.  Así  lo  demuestra  un  libreto  que  tengo 
á  la  vista,*y  que  se  titula:  <cEa  función  de  la  aldea.  Loa  que,  en  ce- 
lebridad del  día  de  nuestro  augusto  y  católico  monarca  el  señor 
Don  Fernando  VII  (que  Dios  guarde),  ha  do  representarse  en  el  Co- 
liseo de  la  Cruz  el  día  30  de  Mayo  de  1815.  Madrid,  imprenta  que 
fué  de  García.  Año  1815.  Con  licencia.»  El  texto  de  la  Loa,  escrito 
en  verso,  ocupa  25  páginas  en  4."  y  una  vuelta  en  l)lanco;  y  á  con- 
tinuación viene  el  argumento  del  baile.  Se  titula  éste:  (cFíf/aro,  ó  la 
precaución  inútil.  Bayle  pantomimico,  en  un  acto,  para  execu- 
tirse  en  el  teatro  de  la  Cruz  el  día  30  de  Mayo,  en  celebridad  del 
día  de  nuetitro  Augusto  Soberano  el  Señor  Don  Fernando  yjl- 
Dirigido  por  el  Sr.  Jos''  Barbieri,  director  de  Baijles  del  refe- 
rido teatro,»  El  reparto  del  baile  es  como  sigue: 

Ttosina,  pupila:  Sra.  Antonia  Molino. 

Almaüiüa  (El  Conde  de):  Josí:  Baubuíhi. 

Isabel,  criada:  Teresa  Baus. 

Fígaro,  barbero:  José  González. 

Bartolo,  tutor  de  Rosina:  Gregorio  Alverá. 

Úon  Basilio,  maestro  de  «?í/.<í¿ea:  Pedro  González. 


APÉNDICES  527 


Noviembre  y  Diciembre  de  1810. 

Á  D.  José  Barbieri,  agente  del  teatro  del  Príncipe, 
20.000  reales,  por  la  consignación  de  cada  uno  de  estos 
meses. 

Enero  de  1811. 

Budget  de  gastos  (extracto),  aprobado  por  S.  M.  el  3  de 
Enero  de  1811. 

Por  mes.  Por  año. 

1.°  Sueldos  y  gajes,  tanto  parala 
Cámara  como  para  la  guarda- 
rropa   32.000  384.000 

2.°     Música 23.000  276.000 

S.**     Gastos  de  vestuario  para  S.  M.  20.000  240.000 

4.^    Teatro  del  Principe 20.000  240.000 

5.^     Regalos 20.000  240.000 

6.°     Gastos  de  Secretaría.  .     .     •     .  1.500  18.000 
7.°     Id.   de  vestuario    para   los  de- 
pendientes de  servidumbre.  10.000  120.000 


Total 126.500      1.518.000 


Son  ciento  veintiséis  mil  quinientos  reales  por  cada 
mes,  y  un  millón  quinientos  diez  y  ocho  mil  por  año.— El 
Superintendente  general,  el  conde  de  IVÍelito. 

En  todos  los  meses  del  año  1811,  se  libró  á  favor  del 
agente  del  teatro  del  Príncipe,  D.  José  Barbieri,  la  can- 


Toda  esta  larga  historia  de  Barbieri,  primero  como  agente  tea- 
tral y  luego  como  director  de  bailes,  debió  contribuir  á  i\\i(i  en  sus 
últimos  años  se  le  nombrase  ah^aide  del  teatro  de  la  Cruz,  cargo 
(jue  ejercía  por  los  de  18.30  á  3.5,  según  lo  que  tengo  oido  decir  á'su 
nieto,  que  allí  pasó  algunos  años  á  su  lado,  despertándose  en  él  al 
oir  á  los  cantantes  de  ópera  italiana  la  afición  al  arto  de  la  música, 
en  el  que  tanto  había  de  brillar  más  tarde,  y  recibiendo  las  prime- 
ras lecciones  de  solteo,  del  profesor  de  la  orquesta  de  dicho  teatro 
de  la  Cruz,  D.  .losé  Ordóñez,  Mayorito,  á  instancias  y  por  consejo 
del  D.  José  Barbierj. 


5^8  ISIDOfeO   MAIQÜB2 


tidad  mensual  de  20.000  reales  que  tenia  consignada  para 
dicho  teatro. 

Año  de  1812. 

En  los  meses  de  Enero  á  Junio,  se  siguió  librando  á  don 
José  Barbieri,  la  cantidad  mensual  de  20.000  reales  para 
el  teatro  del  Principe. 

Julio  de  1812. 

En  11  de  este  mes,  se  han  librado  á  favor  de  D.  José 
Barbieri,  agente  del  teatro  nacional  del  Príncipe,  por 
importe  de  las  funciones  gratis  que  éste  ejecutó  en  los 
días  19  de  Marzo  y  22  de  Mayo  de  1810,  8.000  reales. 

Los  meses  de  Agosto,  Septiembre,  Octubre  y  Noviem- 
bre de  1812,  si  bien  tienen  marcado  presupuesto,  no  tienen 
copia  de  los  libramientos,  y  sólo  en  el  presupuesto  corres- 
pondiente á  Agosto,  constan  los  20.000  reales  para  el  tea- 
tro del  Principe;  pero  ni  en  este  mes  de  Agosto,  ni  en  su 
anterior  Julio,  consta  que  se  hubiera  pagado  la  asigna- 
ción al  dicho  teatro. 

De  esta  manera  espléndida,  protegía  á  teatros  y  actores 
el  Monarca  Josef  Napoleón,  durante  su  efímero  reinado, 
y  por  Real  decreto  de  21  de  Diciembre  de  1809,  organizaba 
también  la  música  en  su  capilla  y  cámara,  fijando  para 
este  servicio  la  captidad  de  25.000  reales  mensuales. 

Luis  Carmena  y  Millán. 


APÉNDICES 


529 


APÉNDICE  III 

Listas  de  las  compañías  de  los  teatros  de  Madrid 
desde  1791,  en  que  entró  Isidoro  Maiquez,  hasta  1819  (O. 

1791  1792.  (De  24  de  Abril  á  21  de  Febrero). 


Compañía  de  M.  Martínez 
(Príneipe). 

Damas.— 1.^  María  del  Rosario 
Fernández. 

2."^  Rita  Luna. 

Terceras.  Nicolasa  Palomera  y 
Antonia  de  Prado  (de  canta- 
do y  ron  obligación  de  suplir 
una  á  otra). 

Manuela  Montéis  y  Victoria 
Ferrer  {de  representado). 

4.'*  Lorenza  Correa. 

.")."  María  Morante  {nueva,  de 
Cádiz). 

6.*  Antonia  Febre  Orozco. 

7.*  Petronila  Correa. 

8.*  María  Concha. 

.S'o6re.sa¿/e/iía.— Francisca  Mo- 
rales {de  la  Isla). 

Galanes.— \."  Antonio  .Robles. 

2.°  José  Huerta. 

.3.°  Tomás  Ramos. 

4.°  Francisco  Ramos. 

5."  Vicente  .Sánchez,  Camax 
(sólo  de  cantado). 

6."  Manuel  íionzález. 

7.**  Alfonso  Navarro. 

8.°  Vicente  Romero. 

9.**  IsiDOKQ  Maiquf.z  {con  obli- 
fjación  de  hacer  gef/undos, 
nuevo). 

10.  Luis  Moncín. 

11.  José  Corroa. 


12.  Felipe  Ferrer. 

13.  Paulino  Martínez  {con  obli- 
gación de  hacer  terceros). 

Sobresaliente.— Jua-n  Ramos. 

Graciosos.  — \.°  Miguel  Garrido. 

2.°  Juan  Antolín  Miguel. 

Supernumerario  para  las  dos 
compañías.— Fra.ncisco  Ló- 
pez. 

Barbas.— 1.°  Vicente  García. 

2.®  Vicente  Ramos. 

Ve/eíe.— Antonio  de  Prado. 

Apuntadores.  —  !.'^  Fermín  del 
Rey. 

2.**  Antonio  Capa. 

Cobrador .—luMis  Orberá. 

Guardarropa.— Pi.nior\'\o  Melén- 
dez. 

Compositor. — D.  Pablo  del  Mo- 
ral. 

Compañía  de  E.  Ribera 

(Cruz). 

Damas. — 1.*  Juana  García  Hii- 
galde. 

2.*  Andrea  Luna. 

Terceras.  Polonia  Rochel  {de  re- 
presentado). 
María  Pulpillo  {de  cantado). 

4.*  Joaquina  Arteaga. 

5.*  Rosa  García. 

6.*  Teresa  Rodrigo. 

7.*  María  Josefa  Virg. 


(1)  De  una  vez,  por  todas  advertimos,  que  estas  listas  son  las 
deíinitivas  y  que  rigieron  durante  el  año.  El  Diario  publicó  en 
algunos,  otras  que  fueron  luego  modificadas,  así  romo  las  que  el 
Corregidor  imprimió  sueltas  en  1818  y  1819. 

31 


é3Ó 


ISIDORO   MAIQÜBá 


8.^  Luisa  Alcázar. 
9.^^  Rosa  Garzoni  (nuena,  de  /<i 
Isla  de  León). 

10.  Valeria  Calvera(/i.atíca). 

11.  Angela  Rifatierra  (/iií(?í?a). 
Sobresalienta  de  tersos.— 3 onei'a 

Luna. 

Id.  de  cantado. —CdLtalina  Tor- 
desillas. 

Supernumeraria  de  nersos.— 
María  Ribera. 

Galanes.  —  Primeros.  Vicente 
Merino  y  Manuel  García  Pa- 
rra. 

2."  Félix  de  Cubas. 

3."  Rafael  Ramos. 

4."  Tadeo  Paioniino. 

5."  Juan  Codina. 

().°  Francisco  García    Tortillas. 

7."  Juan  Carvajal  {de  la  Isla  de 
León). 

y.''  Mariano  Raboso  (de  CójUz). 


9."  José  Valles. 

10.  José  Galván. 

11.  Felipe  Pallares  (/meco;. 
Gracioso.s.  —  1 .°  Mariano   Que- 

rol. 

2."  José  García  Hugalde  y  Al- 
cázar. 

Vtí/eíe.— Mariano  Puchol. 

Barbas.  — 1.°  Manuel  déla  To- 
rre. 

2."  Joaquín  de  Luna. 

Supernumerario.— José  Espejo. 

Apuntadores.— 1.^  Joaquín  Ta- 
pia. 

2.°  Miguel  Armendáriz. 

Cobrador.  —  Baltasar  Hiñes- 
trosa. 

Guardarropa.  —  Diego  Rodrí- 
guez. 

Compositor.  —  D.  Blas  do  la 
Serna. 


1792-1793  (De  8  de  Abril  á  12  de  Febrero). 


Compañía  de  M.  Maktínkz 
(Cruz). 

Damas.— 1.^  María  del  Rosario 
Fernández. 

2.^  Josefa  Luna. 

Terceras.  Manuela  Montéis  (de 
representado). 
Antonia  de  Prado  (de  can- 
tado). 

Cuartas.  Victoria  Ferrer  (de  re- 
presentado). 

Lorenza    Correa    (de    can- 
tado). 

5."*  Antonia  Febre  Orozco. 

()."  Petronila  Morales. 

7.*  María  Concha. 

8.^  Manuela  Morales. 

<S'o6res'rt/¿6Viía.— Joaquina  Fuen- 
tes. 

Galanes.  — 1.°  Antonio  Robles. 

2."  José  Martínez  Huerta. 

o."  l'oniás  Ramos. 

4."  Francisco  Ramos. 

."»."  V^icente  Sán(;hez,  (Jamas. 

0."  Ignacio  Hernández. 


7.*'  Isidoro  Maiquez  (co/l  obli- 
gación de  suplir  los  segun- 
dos y  terceros). 

8."  A'^icente  Romero.  » 

9."  Felipe  Ferrer. 

10.  José  Cortés. 

Sobresaliente.— ioaé  Garcilaso. 

Barbas.—!.'^  Vicente  García. 

2.°  Vicente  Ramos. 

Supernumerario.  — Manuel 
Martínez. 

Graciosos.— X.'^  Miguel  Garrido. 

2."  Juan  Antolín  Miguel. 

Sobresaliente  de  gracioso  para 
ambas  compañía».  —  Fran- 
cisco Lüpez. 

A 'e/tíítí.  — Antonio  de  Prado. 

Apuntadores.— 1.^  Fermín  dtil 
Rey. 

2."  Antonio  Capa. 

Cobrador. — Juan  Antonio  Fer- 
nández. 

(Guardarropa.  —  Antonio  Me- 
léndez. 

Compositor.  — \).  Pablo  del  Mo- 
ral. 


ÁP]é:iíDICB8 


53Í 


Compañía  de  E.  Ribera 

(Principe) . 

Damas.— l.^  Juana  García  Hu- 

galde. 
¿.*  Andrea  Luna. 
Terceras.    Polonia    Rochel  (de 

representado). 

María  Pulpillo  (de  cantado). 
A.^  Joaquina  Arteaga. 
5.^  Angela  Rifatierra, 
6/  María  Isabel  Correa. 
7.*  Rosa    García   (reieaada    de 

cantado). 
8.*  Luisa  García  Alcázar. 
9."  Teresa  Rodrigo. 
Supernumeraria  de  terceras  ij 

cuartas  de   representado.— 

María  Ribera. 
Sobrecalienta  de  cantado.  — Ca- 
talina. Tordesillas, 
Galanes.  —  1.°    Manuel   García 

Parra.   ' 
2.°  Félix  de  Cubas. 
3.«  Rafael  Ramos. 
4."  José  Ibáñez  (de  Cádis). 
5."  Juan  Codina. 


6.**  Francisco  García. 

7."  Ignacio  Segura. 

8."  Manuel  Márquez. 

9.°  Vicente  Serrano  (de  Pam- 
plona). 

10-  Pedro  de  Cubas  (nuevo). 

Sobresaliente. — José  Gálvez. 

Barbas.— 1.^  Manuel  de  la  To- 
rre. 

2.°  Joaquín  de  Luna. 

Supernumerario.— Mariano  Ge- 
neroso. 

Graciosos.  — 1."  Mariano  Que- 
rol. 

2."  José  García  Hugalde  y  Al- 
cázar. 

Ve/tííe.— Mariano  Puchol. 

Apuntadores.  —  L°  Joaquín  de 
Tapia. 

2."  Miguel  Arniendáriz. 

Co¿ra(¿or. —Baltasar  Ines- 
trosa. 

Guardarropa.  —  Diego  Rodrí- 
guez. 

Clompositor.— D.  Blas  de  la 
Serna. 


SobresoAienta  de  ambas  compañías:  Rita  Luna,  con  todas  lat 
preeminencias  de  primera  dama. 


1793-1794.  (De  31  de  Marzo  á  4  de  Marzo). 


(^o.mpaísÍa  j;f:  M.   Martínez 
(Príncipe). 

hamas.  —  Pr'unerañ.  María  del 
Rosario  F'ernández  y  Fran- 
cisca Laborda. 

2/  Josefa  Luna. 

Terceras.  Manuela  Montéis  (de 
representado). 
.\ntonia  Prado  (de  cantado). 

(  uartas.  Victoria  Ferrer  (de  re- 
presentado con  obligación  de 
xuplir  seff  andas  damas). 
Lorenza  Correa  (de  cantado 
con  13  reales  de  ración  y 
obliaación  de  alternar  fon 
la  Prado). 

5.*  Antonia  Febre  Orozco. 

G.*  Petronila  Correa. 


Galanes. — 1.°  Antonio  Robles. 
2.°  José  Martínez  Huerta. 
3."  Tomás  Ramos. 
4.°  Francisco  Ramos. 
5.°  Vicente    Sánchez  (Camas). 
6.°  Miguel   Rodríguez    (nueno). 
7.°  Vicente  Romero. 
S.°  Felipe  Ferrer. 
Sobresaliente.  —  Isidoro    M  a  i  - 

QUEZ. 

Barbas.— í.^  Vicente  García. 

2.°  Vicente  Ramos. 

Graciosos.  —  í.°  Miguel   Ga- 
rrido. 
/2."  Juan  Antoh>  Miguel. 

Veyeíe.— Antonio  de  Prado. 

.Apuntadores.  — 1.°   P'ermín    del 
Rey. 

2."  Antonio  Capa. 


532 


ISIDORO   MAIQüEZ 


Cobrador.— 3 imn  Antonio  Fer- 
nández. 

Guardarropa.  —  .Vntonio  Me- 
léndez. 

Compañía  dk  E.  Riijkua 

(Cruz). 

Damas.— Primeras.  Juana  Gur- 
da y  Rita  Luna. 

2.*  Andrea  Luna. 

'J'erceras.   Polonia    Rochel    (de 
representado). 
María  Pulpillo  (de  cantado). 

Cuartas.  María  Ribera  (de  re- 
presentado). 

Joaquina    Arteaga  (de  can- 
tado). 

Ti.''  María  Isabel  Correa. 

G."^  Rosa  García. 

Galanes.  —  1."  Manuel  García 
Parra. 


2.°  Félix  de  Cubas. 

3."  Rafael  Ramos. 

4.»  José  Valles. 

5.°  Juan  Codina. 

6."  Francisco  García. 

7.°  Ignacio  Segura. 

8.°  Pedro  de  Cubas. 

Sobresaliente.  —  José/  Ordóñez 
(el  Mayor ito). 

Barbas.  — l."^  Manuel  de  la  l'o- 
rre. 

2.°  Joaquín  de  Luna. 

Graciosos.— 1.°  Mariano  Querol. 

Segundos.  José  García  y  Al- 
cázar. 

Ve/eíe.— Mariano  Puchol. 

Apuntadores.- 1.'^  Joaquín  de 
Tapia. 

2.°  Miguel  Armendáriz. 

Cobrador.— Baltasar  Inestrosa . 

Guardarropa.  —  Diego  Rodrí- 
guez. 


Gracioso  supernumerario  de  ambas    compañías.  —  Francisco 
López. 
Apuntador  para  las  dos  compañías.— Juan  Martínez. 
Compositor  de  música  de  los  dos  coliseos.— D.  Blas  de  la  Serna. 


1794-1795  (De  20  de  Abril  á  17  de  Febrero). 


Compañía  de  M.  Martínez 
(Cruz). 

Damas.— \.^  Andrea  Luna  (¿/i- 
terinamente). 

2.^  Josefa  Luna  (suplirá  prime- 
ras). 

Terceras.  Manuela  Montéis  (de 
representado).  - 
Antonia  Prado  (de  cantado). 

Cuartas.  Victoria  Ferrer  (supli- 
rá segundas  y  terceras). 
Mariana  Márquez,  de  Cádiz 
(de  cantado). 

5.'^  Antonia  Febre  Üi'ozco. 

().'"■  Petronila  Correa. 

Sobresalienta.  —  Gabriela  La- 
porta  (nueoa,  de  los  Reales 
Sitios). 

Galanes.  — 1i.^^  Antonio   Robles. 

2."  José  Martínez  Huerta. 

3."  Tomás  Ramos. 


4."  Francisco  Ramos  (de  can- 
tado). 

5.°  Vicente  Sánchez  Camas  (de 
ídem). 

6.°  Braulio  Hidalgo  (nueüo). 

7.°  Vicente  ílomero  (de  can- 
tado).      ,    ■ 

8.°  Felipe  Ferrer.. 

9.°  José  Márquez  (nueco). 

10.  Sebastián  Bríñole  (de  can- 
tado). 

Sobresaliente.  —  Jnnn  Espinosa 
(de  Valencia). 

Barbas.— 1.^  Vicente  García. 

2.°  Vicente  Ramos. 

S  up  ernumerario .  —  Antonio 
Pinto. 

Graciosoíí.  —  \.°  Miguel  Garrido. 

2."  Juan  Antolín  Miguel. 

Suj)ernum erario .  —  F  r  a  n  c  i  s  ( •  o 
López. 

Vejete.-^ Xniomo  Prado. 


APÉNDICES 


533 


ApLuiíadores.~l.°  Fermín  del 
Rey. 

2."  Antonio  Capa. 

3.°  José  del  Amo. 

Supernumerario  para  la^  dos 
no mpa/lias.— Juan  Martínez. 

Cobrador.  — Juan  Antonio  Fer- 
nández. 

Criiardarropa.  —  Antonio  Me- 
néndez. 

Compañía  de  E.  Kiueka 
(Príncipe). 

/)ama^\— Primeras.  Juana  Gar- 
cía y  Rita  Luna. 

2.''  Juana  Sánchez  {de  Málaga). 

Terceras.    Polonia   Rochel'(í¿e 
representado). 
Lorenza  Correa  ((¿tí  cantado). 

Cuartas.  María  Ribera  {de  re- 
presentado). 

Joaquina  Arteaga  {de  can- 
tado). 

5.^  Rosa  García. 

6.**  Manuela  Correa  {nueüa). 


Galanes.  —  L°  Manuel  García 
Parra. 

2.»  Félix  de  Cubas. 

3.°  Rafael  Ramos. 

4.°  José  Valles. 

5.°  ManuelBux  {nueüo). 

6.«  Juan  Codina. 

7.^  Francisco  García  {de  can- 
tado). 

8.°  Pedro  Cubas  {de  id.) 

9.°  Joaquín  Sabater  (nueoo). 

Barbas.— 1.°  Manuel  de  la  To- 
rre. 

2.°  Joaquín  de  Luna. 

Graciosos. — 1.°  Mariano  Querol-. 

2.°  José  García  Ugalde. 

Supernumerario.— José  Dobla- 
do {de  Málaga). 

Ve/tííe.  — Mariano  Puchol. 

Apuntadores.  —  1.°  Joaquín  de 
Tapia. 

2.°  Miguel  Armendáriz. 

Cobrador. — Baltasar  Inestrosa. 

Guardarropa.  —  Diego  Rodrí- 
guez. 

Compositor  de  ambas  compa- 
ñías.— D.  Blas  de  la  Serna. 


1795-1796.  (De  5  de  Abril  á  9  de  Febrero). 


( oMPAJsÍA  DE  M.  Martínez 
(Príncipe). 

Damas.  -1.*  Andrea  Luna  (i/t- 
terinamente). 

I'"  Josefa  Luna  (suplirá  prime- 
ras). 

■  '■  '  Manuela  Montéis  {de  repre- 
sentado). 

'■>.'  A ntonia  Prado  (de  cantado) . 

4.''  Victoria  Ferrar  (de  repre- 
sentado). 

4.''  Mariana  Márquez  (de  can- 
tado). • 

•").'  V^icenta  Laporta. 

6.*  Petronila  Correa. 

Sobresalienta  de  ambas  roni- 
/)a/¿/'as.— Mariana  Moutón  y 
Fiermejo. 

(.(Uiuies.—  l.°  vVntonio  Robles. 

2."  José  Martínez  Huerta. 


3."  Tomás  Ramos. 

A.^  Francisco  Ramos  {de  can- 
tado). 

5.°  Vicente  Sánchez  Camas  (de 
(cantado). 

6.°  Braulio  Hidalgo  (suplirdter- 
ceros. 

7."  Agustín  Roldan  (nueoo). 

8.°  Vicente  Romero  (de  can- 
tado). 

9."  Felipe  P'errer. 

10.  José  (Jortés  (nueoo). 

W.  Sebastián  Bríñole  (de  can- 
tado). 

Sobresaliente.  —  Isidoro  Mai- 

QUEZ. 

Barbas.— \.^  Vicente  García. 
2."  Vicente  Ramos. 
Supernumerario.—  \ ntonio  So- 
to r/i  aero;. 
Graciosos.  — \.^  Miguel  (iarrido. 


534 


ISIDORO   MAIQUEZ 


2."  Juan  Antolín  Miguel. 

Saper  numerario .  —  Francisco 
López. 

Vejete. — Antonio  Prado. 

Apuntadores.—  1.°  Fermín  del 
Rey. 

2.°  Antonio  Capa. 

3."  José  del  Amo. 

Cobrador. — Juan  Antonio  Fer- 
nández. 

Guardarropa.  —  Antonio  Me- 
néndez. 

Compañía  de  Luis  Navariío 
(Cruz). 

Damas.— i. "■  Rita  Luna. 

2.^  Gabriela  Laporta. 

3.*  Polonia  Rochel  (de  repre- 
sentado). 

3.*  Lorenza  Correa  (de  can- 
tado). 

4.*  María  Ribera  Cí¿e  represen- 
tado). 

4.*  Joaquina  Arteaga  (de  fru- 
tado). 

5.*  Rosa  García. 

6.*  Antonia  Febre  Orozco. 

7.*^  María  Bríñoli  (nuera). 

8.*  Manuela  Correa. 

Galanes.—  l.°  Manuel  (jarcia 
Parra. 

2."  Félix  de  Cubas  (suplirá pri- 
meros). 


S.''  Rafael  Ramos. 

4.P  José  Valles  (s.uplirá  segun- 
dos). 

5.°  Manuel  Rux. 

6.°  Joaquín  íSabaterr^«ap¿z>á  ter- 
ceros). 

7.°  Juan  Codina. 

8."  Francisco  García  (de  can- 
tado). 

9."  Luis  Cortinas  (nueüo,  decan- 
tado). 

10.  Pedro  Cubas  (de  cantado). 

11.  Sebastián  Bríñole. 
Sobresaliente.—  Luis  Navarro. 
Barbas.—!.^  Antonio  Pinto. 
2.°  Joaquín  Luna. 
Supernumerario.  —  Antonio 

Soto. 

Graciosos. —  1  "  Mariano  Que- 
rol. 

2,°  José  García  Ugalde. 

Supernumerario.  —  Francisco 
López. 

Vejete. — Mariano  Puchol. 

Apuntadores.—  L°  Joaquín  de 
Tapia. 

2."  Miguel  Armendáriz. 

Supernumerario  para  las  dos 
compañías.— insin  Martínez. 

^'o^rr/cíor.— Baltasar  Inestrosa . 

Guardarropa.  —  Diego  Rodrí- 
guez. 

Compositor  de  ambas  compa- 
ñías.-D.  Blas  de  la  Serna. 


1796-1797.  (De  27  de  Marzo  á  28  de  Febrero). 


Compañía  de  Francisco  Ramos 
(Cruz). 

Damas.  — l.^  Andrea.  Luna. 

2.*  Josefa  Luna. 

3.*  Manuela  Montéis  (de  repre- 
sentado). 

3.*  Antonia  Prado  (de  cantado). 

4.*  Victoria  Ferrer  (de  repre- 
sentado). 

4.*  Mariana  Márquez  (de  con- 
tado). 

T.^  Vicenta  Laporta. 

6.*  Josefa  Virg  (nueüa). 


7.^  Petronila  Correa. 

8.*  María  Bríñoli. 

Galanes. — 1."   Antonio  Robles. 

2.«  José  M.  Huerta. 

3.°  Tomás  Ramos. 

4.®  Francisco  Ramos  (de  can- 
tado). , 

5.°  Vicente  Sánchez  Camas  (de 
cantado). 

6.°  Joaquín  Sabater. 

7."  Agustín  Roldan. 

8."  Felipe  Ferrer. 

9."  Sebastian  Bríñoli  (de  can- 
tado). 


APÉNDICES 


535 


10.  José  Cortés. 
Sobresaliente.  —  Isidoro   Mai- 

QUEZ. 

Barbas.  — \°  Vicente  García. 

2.**  Vicente  Ramos. 

S  upe  r  numerar  ¿o. — Antonio 

Soto. 
Graciosos.— 1°  Miguel  Garrido. 
2.°  Juan  Antolín  Miguel. 
Supernumerario.  —  Francisco 

López. 
Vejete. — Antonio  Prado. 
Apuntadares.  — Los  mismos  que 

el  año  anterior. 
Cobrador  y  guardarropa.— Id. 

(  uMPAÑÍA  DE  Luis  Navarro 
(Príncipe). 

Damas. — L*  Rita  Luna. 

2.*  y  sobresalienta.  —  Mariana 
Bermeja. 

.3.*  Polonia  Rochel  (de  repre- 
sentado). 

3.*  Lorenza Correa(í/eca/ií«¿o). 

4.*  María  Ribera  (de  represen- 
tando). 


4.^  Joaquina  Arteaga. 

5.*  Rosa  García. 

6.*  Antonia  Febre  Orozco, 

7.*  Manuela  Correa. 

Galanes.—  1.°  Manuel  García 
■  Parra. 

2.°  Félix  de  Cubas. 

3."  Rafael  Ramos. 

4.°  Braulio  Hidalgo. 

5.°  José  Rojo  (nuevo). 

6.°  Pedro  Cubas  (de  cantado). 

7.°  Juan  Codina. 

8,"  Francisco  García  (de  can- 
tado). 

9.°  Luis  Cortinas  (de  cantado). 

Sobresaliente. —  Luis  Navarro. 

Barbas.— l.'^  Antonio  Pinto. 

2.*^  Joaquín  Luna. 

Supernumerar  i  o.  —  Antonio 
Soto. 

Graciosos.— 1.*^  Mariano  Querol . 

2.°  José  García  Ugualde. 

Sa/>tír/a¿/Herar/o.— Fermín  Rojo 
(nueüo). 

Víí/eíe.— Mariano  Puchol. 

Apuntadores,  cobrador,  guar- 
darropa y  compositor.— Los 
mismos  que  el  año  antes. 


1797-1798.  (De  16  de  Abril  á  20  de  Febrero). 


Compañía  de  Francisco  Ramos 
(Príncipe). 

Damas. — L*  Andrea  Limn. 

2.*  Josefa  Luna. 

3.*  Manuela  Montéis  (de  repre- 
sentado). 

3.**  Antonia  Prado  (de  cantado 
U  sobresalienta  de  pi^imeras 
damas). 

4.*,  Victoria  F'error(í/é;  represen- 
tadx)). 

1*  Vicenta  Laporta  (de  can- 
tndo). 

•). '  Josefa  Virg. 

6.*  Antonia  Febre  Orozco. 

7.*  María  Bríñoli. 

Galanes.— \.^  Antonio  Robles. 

2.°  José  M.  Huerta. 


3.°  Tomás  Ramos. 

4."  Francisco  Ramos  (de  can- 
tado). 

5.°  Vicente  S.  Camas  (de  can- 
tado). 

6."  Joaquín  Sabater. 

7."  Pedro  Cubas  (cíe  ea/itacío). 

8."  Agush'n  Roldan. 

9.°  .Sebastián  Bríñoli  (de  can- 
tado). 

10.  Felipe  Ferrer. 

11.  Manuel  Herrando  Martínez. 
Sobresaliente.  —  Isidoro   Mai- 

QUEZ. 

Barbas.— 1.°  Antonio  Soto. 
2."  Vicente  Ramos. 
Supernumerar  io.-yicente  Gar- 
cía. 
Graciosos.  — L^  Miguel  (iarrido. 
2."  Juan  Antolín  Miguel. 


53G 


ISIDORO   MAIQUBZ 


Supernumerario.  —  Francisco 
López. 

V'67'fc!íe.— Antonio  Prado. 

Apuntadores,  nobrador,  guar- 
darropa \  compositor.  — Lof> 
mismos  que  el  anterior.     ' 

('OMPAÑIA  DE  Luis  Navarro 
(Cru^). 

Damas.  — 1.'^  Rita  Luna. 

2.*  Mariana  Bermeja  (suplirá 
primeras). 

S.'^  de  represe/liado  y  4.^  de  can- 
tado.—Joaquina  Arteaga. 

3.*  de  cantado.  —  Lorenza  (fo- 
rrea. 

4.^  de  representado.  — M-dría  Ri- 
bera. 

5.**  Rosa  García. 

6.*  Manueja  Correa. 

7.*  Antonia  Zarate  (nueoa,  de 
Cádiz). 


Galanes.  —  L°  Manuel  García 
Parra. 

2.°  Félix  de  Cubas. 

3.°  Rafael  Ramos. 

4.°  Braulio  Hidalgo. 

5.°  Bernardo  Gil  (de  cantado, 
nueeo). 

6.°  Francisco  García  (de  can- 
tado). 

7.°  Manuel  de  León  (para  bai- 
les). 

S.°  José  Cortés. 

Sobresaliente. —  Luis  Navarro. 

Barbas.— \.°  Antonio  Pinto. 

2.*^  Joaquín  Luna. 

Graciosos.— L°  Mariano  Querol. 

2.°  José  García  Ugalde. 

Ve/e íe.— Mariano  Puchol. 

Apuntadores,  cobrador,  guar- 
darropa y  compositor.— Los 
mismos  que  el  año  antece- 
dente. 


1798-1799.  (De  8  de  Abril  á  5  de  Febrero). 


Compañía  de  Francisco  Raaios 
(Cruz). 

Damas.  — 1.^  Andrea  Luna. 

2.*  Josefa  Luna. 

3.*^  Manuela  Montéis  (de  repre- 
sentado). 

3.*  Vicenta  Laporta  (de  can- 
tado). 

4,^  Manuela  de  Morales  (nuera, 
de  Cádiz). 

').^  María  del  Carmen  Martínez 
(nueca,  canta). 

6.*^  Antonia  Febre  Orozco. 

8o6resa¿¿e/iía.— María  Vázquez 
(nusGa). 

Galanes.— \.°  Antonio   Robles. 

2."  José  M.  Huerta. 

o.**  Tomás  Ramos. 

4.**  FYancisco  Ramos  (de  can- 
tado). 

.5."  Vicente  S.  Camas  (de  can- 
tado). 


6.°  Joaquín  Sabater  {suple  ter- 
ceros). 
7.°  Agustín    Roldan  (suple    al 

cuarto). 
8.°  Manuel    García   (nuevo,   de 

cantado). 
9.^  Antonio  Suárez  (nuer.o,  de 

Cádiz,  cantará  en  las  tres 

compañías). 
10.  Felipe  Ferrer. 
Sobresaliente.— Félix  de  Cubas. 
Barbas. — 1."  Vicente  García. 
2.°  Vicente  Ramos. 
Supernumerario.  —   Francisco 

Vaca  (nueeo). 
Graciosos.  — 1.°  Miguel  Garrido, 
2."  Juan  Antolín  Miguel. 
Supernumerario.  —  Francisco 

López. 
Vejete. — Antonio  Prado. 
Apuntadores.  — \.°  Dionisio  So- 

lís. 
2.»  Antonio  Capa. 
3.°  José  del  Amo. 


APÉNDICES 


537 


Cobrador.— ,]u.a,n  Antonio  Fer- 
nández. 

Guardarropa.  —  Antonio  Me- 
néndez. 

Compositor  de  música.  — D.  Pa- 
blo del  Moral. 

("OMPAÑÍA  DE    Lüís   Navarro 
(Príncipe). 

Damas. — 1.^  Rita  Luna. 

2.*  Josefa  Virg. 

3.^  de  representado  y  4.'^  de 
cantaxlo.-- Joaquina.  Arteaga. 

3.*  Lor e nza.  Covreai (de  cantado). 

4.**  María  Ribera  (de  represen- 
tado). 

5.*  Rosa  García. 

6.**  Manuela  Correa. 

7.*  Antonia  Zarate.  (Esta  y  la 
anterior  cantarán  cuando 
se  las  mande). 

Galanes.  —  1.°  Manuel  García 
Parra. 

2."  Bernardo  Gil  (de  cantado). 

3.°  Rafael  Ramos. 

4.°  Braulio  Hidalgo  (sap¿e  al  se- 
gundo). 


5.°  Francisco  García  (de  can- 
tado). 

^.^  Manuel  de  León  (para  bai- 
les). 

7.°  José  Cortés. 

8.°  Pascual  Más  (naeoo). 

9.°  Ignacio  Segura  (de  can- 
tado). 

10.  Manuel  Buch. 

Sobresaliente.—  Luis   Navarro. 

Barbas. — 1.°  Antonio  Pinto. 

2.°  Joaquín  Luna. 

Supernumerario .  —  Francisco 
Vaca. 

Graciosos.— 1.°  Mariano  Querol. 

2.°  José  García  Ugalde. 

Ve/eíe.— Mariano  Puchol. 

Apuntadores.— iMdin  Martínez. 

Joaquín  Tapia. 

Francisco  Farelo. 

Supernumerario.—  Miguel  Ar- 
mendáriz. 

Cobrador. — Baltasar  Inestrosa. 

Guardarropa.—  Manuel  Paja- 
rín. 

Compositor  de  música. —  Don 
Blas  de  la  Serna. 


Lista  de  la  tercera  compañía  cómica  formada  por  el  Sr.  D.  .luán 
de  Morales  de  Guzmán,  Corregidor  de  Madrid,  en  virtud  de 
Real  orden  para  que  alternando  con  las  dos  de  Madrid  sirüa 
en  los  Reales  Sitios  en  el  presente  año  de  1798. 


/  )amas.  —  í.'^  Anton'mPraáo  (con 
obligación  de  cantar  en  los 
besamanojf). 

2.*  Isabel  Calvillo  (nueva). 

3.*  Victoria  Ibáñez  (nuera). 

4.*  Carlota  Michelet  (nueva  en 
los  teatros). 

4.*  Josefa  Barlén  (graciosa  que 
ucabó  en  los  Sitios  para  can- 
tar y  suplir  á  la  tercera).  . 

").''  Francisca  Valdivia  (nueva). 

H.*  María  Bríñoli. 

1.^  Josefa  Calvillo  (baila,  ade- 
más). 

Galanes.  — \.°.  Isidoro  Maiqukz. 

2."  Félix  de  Cubas  (sol^resalien- 


te  de  primeros  en  la  de  Ra- 
mos). 
3.°  José  Rojo  (baila  además). 
4.°  Vicente  Estrella  (nuevo). 
5,"  Manuel  Hernando  Martínez. 
6."  José  González  (para  bailar 

y  arom})añamientos). 
7."  Sebastián  Bríñoli. 
Sobresalientes    de  primeros  y 

segundos.— JosO  Gálvez  (//f/c- 

nó). 
Harijas.— \.°  Antonio  .Scj^o. 
2.°  Ramón     Lázaro     Martínez 

(nuevo  en  los  teatro»). 
Graciosos.  —X."^  Ju;in   Morales 

(canta). 


538 


ISIDORO    MAIQÜBZ 


2.°  Pedro  Cubas  {nania  y  baila). 
Supernumerario.  — Fermín  A  n- 

tonio  Rojo. 
Apuntadores.  — l.*^  Eugenio  N¡- 

dal. 


2."  José  Campos. 
Supernumerario. —^oüé  Casas. 
Maquinista.  — Wcenie  Martínez 
{nueüo). 


1799-1800.  (De  24  de  Marzo  á  25  de  Febrero). 


COMIWÑÍA  DE  FkAKCISCO    Ra]MOS. 

(Principe). 

hama.s.—l.^  Andrea  Luna  (si 
.s(t  salud  se  lo  permite). 

1.'^  Antonia  Prado  (que  hará 
Junciones  de  música  y  can- 
tará tonadillas). 

Sobresalienta.  —  Josefa  Blasón 
(nucüa). 

2.**  Josefa  Luna. 

3.^  Manuela  Montéis  (de  repre- 
sentado). 

.S.*  Vicenta  Laporta  (c^a/iíará 
tres  comedias  seguidas  y  su- 
plirá cuartas). 

4.*  María  Ríos  (de  representa- 
do, nueoa). 

4.*  Manuela  de  Morales  (canta- 
rá en  dos  seguidas). 

4.^  Mariana  Galino  (nueva  en 
el  teatro). 

.3.*  Antonia  Febre  Orozco. 

6.^  Laureana  Correa  (nuera, 
cantará  'alguna  tonadilla). 

Galanes.— í.^  Ísidoro  Maiquez 
y  después  por  su  ausencia 
Bernardo  Gil.) 

2."  José  ll[ievia.(y  por  su  muer- 
te pesó  á  segundo,  el  sobre- 
saliente Juan  Carretero). 

.■!."  Rafael  Pérez  (nueoo,  supli- 
rá segundos). 

4.°  Francisco  Ramos  (de  can- 
tado, con  la  graciosa  de  mú- 
sica de  esta  fompjañía.  y  ron 
las  óperas  de  la  otra). 

1."  Vicente  S.  Camas  (de  can- 
tado, y  para  las  óperas  en 
la  htra  compañía). 

•T."  Manuel  García,  (de  cantado). 

<r>.°  Agustín  Roldan  (suplirá  ga- 
lanes). 


7."  Manuel  Herrando  (idem). 

8.°  José  González  (nueoo, para 
bailes  y  cantado). 

Sobresaliente.—  Juan  Carretero 
(luego  á  segundo,  y  hacer  to- 
dos los  meses  una  comedia). 

Barbas. —  Primeros.  Vicente 
García  y 

Antonio  Soto. 

2.°  Isidro  Adorno  (nueeo). 

Supernumerario.  —  Francisco 
Vaca. 

Graciosos.—!.^  Miguel  Garrido. 

Segundos.  Felipe  Bueno  (nue- 
üo)y 

Juan  Antolín  Miguel. 

Supernumerario.  —  Francisco 
López. 

Ve/e íe.— Antonio  Prado  (murió 
este  año). 

Apuntadores—iy  Dionisio  Solís. 

2.°  José  del  Amo. 

3."  José  Casas  (nuevo). 

Guardan-opa.  —  Antonio  Me- 
néndez. 

Compositor.-  D.  Pablo  del  Mo- 
ral. 

Compañía  di-:  Luis  Nanakko. 
((^rus). 

I)ama>i.  —  Í.'^  Rita  Luna. 

2.*^  Rosa  (García. 

3.^  Joaquina  Arleaga  (de  repre- 
sentado). 

3.*  Lorenza  Correa  (de  rap- 
tado). 

4.*  María  Ribera. 

5.^  .Tosefa  Virg. 

6.*  Manuela  Correa. 

7."  Antonia  Zarate. 

8."  Tadea  Ribera  (  nueoa). 

Sobresalienta   de   primeras    y 


APÉNDICES 


539 


segundea.  —  Coleta   Paz 

'     (nueva). 

Galanes.  —  1.°  Manuel  García 
Parra. 

2.»  Félix  de  Cubas. 

S.**  Antonio  Ponce  {nuevo). 

4.°  Braulio  Hidalgo. 

5.°  Francisco  García  (de  can- 
tado). 

6.°  Antonio  Valleverde  {nuevo). 

7."  José  Cortés. 

8.°  Manuel  de  León  (para  poner 
baíLes). 

9.**  Pascual  Mas. 

10.  Manuel  Buch. 

Sobresaliente.  —  Luis  Navarro 
(si  su  salud  se  lo  permite). 

Sobresaliente  de  primeros  y  se- 
gundos,  ij  hacer   todos    los 


meses  una  comedia  tj  ea/i- 
íar.— Bernardo  Gil. 

Barbas.— 1.°  Antonio  Pinto. 

2.**  Joaquín  Luna. 

Supernumerario. — Fra  n cisco 
Vaca. 

Graciosos.— l.'^  Mariano  Querol. 

2.°  José  García  Ugalde. 

Ve/eí(^.— Mariano  Puchol. 

De  baile.— Sandallo  Luengo. 

María  Infantes  (para  ambos  tea- 
tros). 

Apuntadores.— 1.°  Juan  Martí- 
nez. 

2.°  Joaquín  Tapia. 

3.°  Francisco  Farelo.' 

Guardarropa.-  Manuel  Pajarín. 

Compositor.  —  D.  Blas  ¿e  la 
Serna. 


1800-1801.  (De  13  de  Abril  á  17  de  Febrero). 

Compañía  del  coliseo  del  Príncipe 
bajo  la  Junta  de  Dirección  de  teatros. 


.X'íriccs.  —  Primeras.  Andrea 
Luna  y 

Antonia  Prado. 

2.*  Josefa  Luna.    ' 

2.*  María  García  (nueva). 

Partes  jocosas.  —  1.*  Manuela 
Montéis. 

2.*  Joaquina  Briones  (nueva). 

De  rantado.—í.^  Vicenta  La- 
porta  (despedida  el  mes  de 
Mayo).  En  su  lugar  la  Torre. 

2.**  Laureana  Correa. 

Artores.  —  Primeros.  Bernardo 

Juan  Carretero  (sustituto). 
Segundos.  Flafael  Pérez  y 


Agustín   Roldan  (sustituto). 

A/tcianos. — 1.**  Vicente  García. 

2.°  Tomás  López  (nuevo). 

Partes  Jocosas.— í.°  Miguel  Ga- 
rrido. 

2.°  Juan  Antolín  Miguel. 

De  cantado.— í.°  Vicente  Sán- 
chez. 

2.°  José  Oros  (nuevo). 

Bufo. — Eusebio  Fernández. 

Apuntadores. — 1.°  Dionisio  So- 
lís. 

2.°  José  del  Amo. 

.3.°  José  de  Casas. 

Maestro  de  música.— D.  Pablo 
del  Moral. 


Coliseo  de  la  Cruz,  bajo  la  misma  dirección. 


Actr ices. -Vr'\mer;is.  Rita  Luna  y 

Coleta  Paz. 

Segundas.  Rosa  García  y 

Josefa  Virg. 

Partes  Jocosas.  —  1."  Joaquina 

Artea^a. 
2.* -Mana  Ribera. 


De  cantado.— !."■  I>orenza  Co- 
rrea. 

2.*  Mariana  Galino  (la  despidie- 
ron en  Mayo. 

.Actores.  —  Primeros.  M.inuel 
García  Parra  y 

Félix  de  Cubas  (sustituto). 


540  ISIDORO    MAIQÜEZ 


Segundos.  Antonio  Fonce  y  José  Diez. 

Luis  Navarro  (Mistituto). ^  Apuntadores.—  1."  lilas  Mar/a 

Ancianos. — 1.°  Antonio  Pinto.  Flores. 

2.°  Francisco  Vaca.  2.°  Joaquín  de  Tapia. 

Partes  Jocosa»;.  —  1.°    Mariano  3.°  Francisco  Farelo:  • 

Querol.  Maestro    de  música.  — 1).   Blas 
2.°  José  García  Ugalde.  de  la  Serna. 

De  cantado.  — 1.^    Juan    Kivas  Estudiantes.— i uWé-n  Peña. 

(nuevo).  •  Tomás  Oliver. 

Segundos.  Antonio  Valleverde  y  José  Diez. 

1801.  (De  13  Junio  á  2  de  Marzo  de  1802). 

Compañía  de  los  Caños  del  Peral.  Bajo  la  dirección 

de  Isidoro  Maiquez. 


ACT 


Reales  anuales. 


j  Primeras.  Antonia  Prado  .     .  34.000 

De  ópera Carlota  Michelet 28.000 

(  2.*^  Mariana  Calino 18.000 

Supernumeraria  .     .   Josefa  Torres 6.000 

.   Francisca  Briones 3.600 

\  Ana  de  Castro 3.600 

De  por  medio.  .     .     .^  Inés  Lobera  (a)    Inés  la   Va- 
lenciana    3.600 

Joaquina  Herrando 3.000 

1.*  Antonia  de  Prado.    .     .     . 
2.^  Ventura  Laborda.     .     .     . 

^,,  „,^_^                        )  3.^  Gertrudis  Torre  (oracío^ía).  12.000 

'>^'^'^<'^o U.a  Mariana  Ramos'.  .     .     .     .  8.000 

5.^  María  Ramos 8.000 

6.^  Ana  María  Reyes.     .     .     .  8.000 

De  baile J  Paula  Luengo. 7.200 

Luisa  Sáenz 4.400 

ACTORES 

I  Juan  Muñoz 16.000 

De  ('>pera.— Tenores.]  ioHÓ  áa  XcMñdi 20.000 

/  José  Grandoti 10.000 

¡Lázaro  Calderi 15  000 

Benito  TorrelJas 2ÍI.000 

Mariano  Querol 31.000 

(  Luis  Fabiani 6.000 

\  Félix  Guillen 3.600 

Coristas.     .     ...     .(  Vicente  Galán 3.600 

)  Ángel  Valdés  ......  3.600 

\  Ignacio  Mogrovejo    ....  3.60<J 


ÁPBNDICBS 


541 


De  perno 


Car  (ínter  aiioiano. 


Carácter  Joco,so . 


Apuntadores. 


[)>'   hn¡h' 


Compositor  de  músi 
na  y  maestros.  . 

Pintor 

Sastre 

Tramoyista.     .     . 

Jónenes  meritorias. 


Isidoro  Maiquez 

1  Antonio  Martínez.  .  .  . 
I  José  Navarro  (Infantes).     . 

Francisco  Ronda.  .  .  . 
(  Lorenzo  Iriarte    .... 

ITiburcio  Solisbella  .  .  . 
Jacinto  Roldan  .... 
José  García 
Ángel  López 

I  Juan  de  Mata 

i  Salvador  Martínez  .  .  . 
/  Mariano  Querol  .... 
)  Francisco  López.  .  .  . 
i  Eugenio  Cristiani      .     .     . 

Joaquín  Suárez    .... 
'  Antonio  Pérez  y  Sanz. 
I  Antonio  María  tbáñez. 

I  José  Galino 

I  José  López 

José  Barbieri 

Sandalio  Luengo.     .     .     . 

José  Medina 

I  D.  Francisco  Federici.  .  . 
•)  8r.  Marinelli,  para  enseñar  . 
1  D.  Bernardo  Acero,  para  or- 
f        questa 

D.  Melchor  Sánchez.   .     .     . 

Carlos  Magrans 

Manuel  López.    .     .     .     .     . 

Cristobalina  Ramos.     .     .     . 

Agustina  Romero 

María  López 

Ángel  Ferrer , 


36.000 
7.000 
7.000 
7.000 
7.000 
7.000 
3.600 
3.600 
3.600 

11.000 
7.000 

13.500 
8.000 
7.000 
7.200 
4.380 
3.600 
3.300 
7.200 
7.200 
4.000 
20.000 
15  000 

12.000 


2.200 
2.200 
2.200 
2.200 


1801-1802.  (De  5  de  Abril  á  2  de  Marzo). 


LISTA   DK    ACTORES     Y    ACTRICES 
1>EL    COLISEO   DEL   PrÍNCIFK 

Damas. — Andrea  Luna. 
María  García. 

Josefa  Solís  (de  Harcelonaj. 
Joaquina  Navarro  (murió  en  el 

año). 
Antonia  Zarate. 
Matrona  de   carnnter  serio.— 

Josefa  Luna. 


De  carácter  /ocoso.  — Manuela 

Montéis. 
Joaquina  Briones. 
De  ca/iíaí/o.  —  Laureana  Correa . 
Manuela  Correa  (de   Malaya). 
A^íore*.  — Bernardo  Gil. 
Juan  Carretero. 
Rafael  Pérez. 
Agustín  Roldan. 
Miguel  Rodríguez  (supernuine-' 

rario,  de  Barcelona). 
•íosé  González  (id.  deZarayoza). 


542 


ISIDORO   MAiQtíÉÉ 


De  carácter  anciano.  — Y \cente 
García. 

Tomás  López. 

José  Diez  Cabezudo  (supernu- 
merario de  los  dos  teatros, 
fue  alujnno). 

De  carácter  Jocoso.  —  Miguel 
Garrido. 

Juan  Antolín  Miguel. 

Kanión  Pérez  {nuevo,  supernu- 
merario de  ambos). 

De  cantado.  — WcQiúQ  Sánchez 
Camas. 

José  García  (nueoo). 

Eusebio  Fernández  {para  los 
dos). 

Apuntadores.  — Dionisio  Solís. 

José  del  Amo. 

Gabino  Sierra. 

A(5fe/¿íe.— Joaquín  Luna. 

Maquinista.  —  Vicente  Martí- 
nez. 

Ase/itista.— Antonio  Soto. 

Violín  primero.— D.  Cristóbal 
Andreosi. 

Músico  de  compañía.  —  Don 
Antonio  Rosales. 

Maestro  de  esgrima.  —  Felipe 
Ferrer. 

Pintor.— D.  Antonio  Maria  Ta- 
dey. 

Guardarropa.  — \.nton\o  Me- 
néndez. 

Compositor  de  /núsica.  —  D.  Pa- 
blo del  Moral. 

Copiante.  —  Antonio  Martínez. 

Maestro  al  pia/to.  —  D.  Bernar- 
do Acero. 

ídem  de  baile.  —  Manuel  de 
León. 

ACTORES  Y  ACTRICES  DEI.  COI.ISKO 

DE  LA  Cruz 

/Jamas.  — Rita  Luna. 
Mariana  Bermejo  (sobresa- 
lienta). 


Rosa  García. 

Josefa  Virg. 

Manuela  Carmena  {/Lueoa). 

Matrona.  — MdLría.  Vázquez  (se 
fué  á  Zaragoza). 

De  carácter  /ocoso,— Joaquina 
Arteaga. 

María  Ribera. 

De  cantado.  — Lorenza  Correa. 

María  Puig  {nueva). 

AeíoA'e¿).  — Manuel  García  Parra. 

Antonio  Ponce. 

Joaquín  Caprara  {nueoo). 

Antonio  Ortigas  {nuevo). 

Alejandro  Aguirre  {nuevo). 

Manuel  Herrando. 

Ancianos. — Antonio  Pinto. 

Francisco  Vaca. 

De  carácter  jocoso.— José  Oros 
{nuevo  en  la  parte). 

José  García  Ugalde. 

De  cantado. — Tadeo  Mintegui 
{nuevo). 

Juan  Rivas. 

Apuntadores.  — Blas  María  Flo- 
res. 

José  Casas. 

Francisco  Farelo. 

Juan  Martínez  (sustituto  del  pri- 
mero). 

Agente.— Luis  Navarro. 

Guardarropa.  —  Manuel  Paja- 
rín. 

Primer  violín.  —  D.  Antonio 
Jáuregui. 

Músico  de  compañía.  ~D.  Ja- 
cinto Valledor. 

Compositor.— 1).  Blas  de  la 
Serna. 

Cop¿a/ite. -^Eusebio  Moya. 

Asentista.  — Manuel  Raso. 

Discípulos.  —  Teresa   Maseras. 

María  Pinto  (ambas  de  verso). 

Petronila  Silva  (de  música). 

Juan  Domingo  de  las  Heras 
(ídeni^. 

Santiago  Casanova  (de  verso). 


Át»]é3Nt>ÍCBS 


US 


1802.  (De  18  de  Abril  á  12  de  Agosto  por  quiebra 
del  Empresario). 

Liatais  de  las  Compañías  de  loa  tr'eíi  teatros  unidos  á  r-argo 
de  D.  Melchor  Roasi. 

COLISEO  DE  LOS  CAÑOS  DEL  PERAL 


Compañía  de  ófeka 

Damas.  — Lorenza  Correa. 

Laureana  Correa. 

Mariana  Calino. 

Manuela  Correa. 

Josefa  Felizoni. 

Tenores.  —  Manuel  García. 

José  Bertelli. 

Juan  Muñoz. 

José  Grandoti. 

/ía^'o^.— Ensebio  Fernández. 

Lázaro  Calderi. 

Doce  coristas  de  ambos  sexos. 

Compañía  dk  versos 

Damas.— 1.^  Antonia  F*rado. 

2.*  Rosa  García. 

<•  racionas. —  1.*  Gertrudis  To- 
rre. 

2.*  Joaquina  Hriones 

'.^.^  Fsancisca  Briones. 

SobresaLíenta.  —  Angeles  Or- 
tega. 

Galanes.  — \%moRO  Maiquez. 

Bernardo  Gil  (para  los  tres  tea- 
tros). 

José  Navarro. 


Joaquín  Caprara. 

Francisco  Ronda. 

Luis  Fabiani. 

Ángel  López. 

Lorenzo  Iriarte. 

Manuel  Ribera. 

Barbas. — Antonio  Martínez. 

José  Diez  Cabezudo. 

Graciosos.  -  Eugenio  Cristiani. 

José  Oros. 

Joaquín  Suárez. 

Compañía  de  baile 

Paula  Luengo. 

Antonia  Fuentes. 

Juliana  Rubio. 

María  Gómez. 

Sandalio  Luengo. 

José  González  {el  Panadero). 

Manuel  de  León. 

José  Barhieri. 

Apuntadores.  — l.'^  Antonio  Pé- 
rez Sanz. 

2."  Antonio  Ibáñez. 

3."  José  López. 

4.°  José  Galino. 

ídem  para  música.  —  \' icen  te 
Penqui. 


COLISEO   DEL   PRÍNCIPE 


/>)ama«.  —  L*  Andrea  Luna, 
2.*  Mariana  Bermejo.  2.*  Josefa 

Luna. 
'.'>.''^  Manuela    Montes  {primera 

(¡raciosa). 
1."  Mariana  Colomer  (sefianda 

ídem). 


5.*  Antonia  Perales. 

6.*  Antonia  Zarate. 

7.*  Ana  de  Castro. 

De  cantado.— Vicenta  Laporta. 

Joaquina  Torre. 

Galanes.  — 1.°  Agustín  Llopis. 

2."  Juan  Carretero. 


í)44 


ISIDORO   MAIQÜRiZ 


3.»  Rafael  Palomero. 

4.°  Agustín  Roldan. 

5.°  Braulio  Hidalgo. 

6.°  José  Casa  nova. 

7."  Manuel  Herrando. 

Barbas.— Vicente  García. 

Tomás  López. 

Juan  de  Mata. 

Galanes  de  cantado. — Vicente 

S.  Camas. 
José  Rigal. 
Gracío.S'O^.— Miguel  Garrido. 


Francisco  López. 
Juan  Antolín  Miguel. 
Apuntadores.— Dionisio  Solís. 
José  del  Amo. 
Gabino  Sierra. 

Supernumerario  de  los  tres  tea- 
tros.—¡uan  Martínez. 
Alumiios.—  Agustina  Romero. 
María  López. 
José  Torres. 
Ángel  Ferrer. 


COLISEO   DE   LA   CRUZ 


Damas. — L^  Rita  Luna. 

2.^  Coleta  Paz  {suplirá  la  pri- 
mera). 

'¿.^  Joaquina  Arteaga. 

4.^  María  Ribera. 

5.''  Josefa  Virg. 

6.*  María  Rios. 

De  cantado.— Carloia  Michelet. 

María  Puig. 

Manuela  Morales. 

Galanes.  —  1.°  Manuel  García 
Parra. 

2.°  Antonio  Ponce. 

3.**  Manuel  Ibáñez. 

4.°  Antonio  Ortigas. 


5."  Pablo  Parra. 

6.°  Eugenio  Pérez. 

7.°  José  Cortes. 

fiarlas.  — Antonio  Pinto. 

Francisco  Vaca. 

Galanes  de  cantado.  — José 
Acuña.    • 

José  Eznós. 

Juan  Rivas. 

GraezosOcS'.— Mariano  Querol. 

José  García  Ugalde. 

Apuntadores. — Blas  María  Flo- 
res. 

José  Casas. 

Francisco  Farelo. 


1802-1803.  (De  5  de  Septiembre  á  22  de  Febrero). 


Compañía  de  ópera  y  uerso  que,  por  quiebra  del  empresario  don 
Melchor  Ronzi,  cesó  de  trabajar  el  12  de  Agosto  de  1802,  y 
ahora,  reunidos,  siguen  en  el  coliseo  de  los  Caños  del  Peral 
desde  el  5  de  Septiembre. 


Compañía  dk  verso 

Antonia  Prado. 
Angeles  Ortega. 
Gertrudis  Torre. 
Joaquina  Torre. 
Francisca  Briones. 
Antonia  Zarate. 
Paula  Luengo. 
IsiDOiio  Maiquez. 
José  Navarro. 


Francisco  Ronda. 

Luis  Fabiani. 

Lorenzo  Iriarte. 

Sandalio  Luengo. 

José  Barbieri. 

Barbas. — Vicente  García. 

Joaquín  Caprara. 

Antonio  Martínez. 

Juan  Antonio  Campos. 

(i raciosos.  —  F.w¿e))\o  i  hristiaui 

Joaquín  Suárez. 


APÉNDÍCBS 


545 


Apuntador  es. -Antonio  P.  Sanz. 
Antonio  Ibáñez. 
José  López. 

De  cantado 

Carlota   Michelet  {primera   en 

óperas  serias. 
Laureana  Correa  (primera  en 

operetas). 


Joaquina  Briones. 

Manuela  Morales. 

Manuela  Correa. 

Manuel  García  (primero). 

Eusebio    Fernández    (segundo. 

En  Mayo  pasó  á  la  Cruz). 
José  Grandotí  (segundo). 
Benito  Torrellas. 
Manuel  Ribera. 


Lista  de  las  dos  compañías  del  Principe  y  de  la  Cruz,  reunidas  á 
trabajar  en  el  coliseo  de  la  Cruz,  por  incendio  del  del  Princi- 
pe y  quiebra  de  Ronzi,  arreglada  desde  /."  de  Septiembre 
de  1802.  \ 


Compañía  de  la  Cruz 

Damas. — 1.*  Rita  Luna. 

2.»  Coleta  Paz. 

3.**  Joaquina  Árteaga. 

4.*  María  Ribera. 

.5.*  Rosa  García. 

De  cantado.— Lorenza.  Correa. 

Mariana  Galino. 

Galanes.  — Ma.nuel  García  Pa- 
rra. 

.\ntonio  Ponce. 

Rafael  Palomera. 

Antonio  Ortigas. 

Pablo  Parra. 

Juan  de  Mata. 

Eugenio  Pérez. 

De  rantado.— José  Berteli. 

Lázaro  Calderi. 

Eusebio  F'ernández  (desde 
Mayo). 

Juan  Rivas. 

jSar6a«.— Antonio  Pinto. 

Francisco  Vaca. 

José  Diez  Cabezudo. 

Graciosos.— Mariano  (,Juerol. 

José  García  Ugalde. 


Apuntadores.— Blas  María  Flo- 
res. 
José  Casas. 
Francisco  Farelo. 

-     Compañía  del  Príncipe 

i)amas.— Andrea  Luna. 

Josefa  Luna. 

Manuela  Montéis. 

Josefa  Virg. 

Vicenta  Laporta. 

Galanes.— Agustín  Llopis. 

Juan  Carretero. 

Rafael  Pérez. 

Agustín  Roldan. 

Vicente  S.  Camas  (canta). 

José  l-lznós  (canta). 

Manuel  Herrando. 

Braulio  Hidalgo. 

Barbas.— Tomás  Contador. 

José  Rigal. 

Graciosos.  — Miguel  Garrido. 

FYancisco  López. 

Juan  Antolín  Miguel. 

Apuntadores.— Dionisio  Solís. 

José  del  Amo. 


'áb 


546 


ISIDORO    MAIQUEZ 


1803-1804.  (De  de  10  Abril  á  14  de  Febrero). 


Compañía  de  ópera  y  verso  del  teatro  de  los  Caños  formada  por 
comisión  del  Gobernador  del  Consejo. 

Apoderado  general  y  director  c¿eesce/ia,  Isidoro  Maique/. 


Damas  de  representado.— Pñ- 
meras  iguales:  Antonia  Pra- 
do y  Andrea  Luna,  35.000 
reales  cada  una. 

Segundas,  hacer  las  tías  y  ma- 
dres. Angeles  Ortega,  "mujer 
jer  de  Luis  Escalante,  15.000. 
Francisca  Briones,  mujer  de 
Francisco  triarte,  11.000. 

Graciosas. — 1.^  Gertrudis  To- 
rre, 25.000. 

2.^  Joa9uina  Torre,  12.000. 

De  baile.  — Psiulsi  Luengo,  mu- 
jer de  José  Barbieri,  8.400. 

De  baile  y  de  verso.  —  María 
Ramos,  5.000. 

De  ópera.  —  Lorenza  Correa, 
35.000. 

Joaquina  Briones,  24.000. 

Manuela  Morales,  10.000. 

María  Cascante  {racionista), 
4.000. 

Francisca  Camino  (racionista), 
4.000. 

Galanes. — Isidoro  Maiqui:z^  di- 
rector, 40.000. 

Joaquín  Caprara,  20.000. 


Josef  Navarro,  13.000. 

Vicente  García,  26.000. 

Rafael  Pérez,  24.000. 

Antonio  Martínez,  ILOOO. 

Francisco  Ronda,  10.000. 

Miguel  Garrido,  24.000. 

Eugenio  Cristiani,  22.000. 

Joaquín  Suárez,  10.000. 

Sandalio  Luengo,  8.000. 

José  Barbieri,  6.000. 

José  Casanova  (ra'ñonista), 
6.000. 

De  (jpera.  —  Manuel  García 
35.000. 

José  Eznós,  10.000. 

Luis  Fabiani,  7.000. 

Manuel  Ribera,  4.000. 

Antonio  Pineda,  4.500. 

Ignacio  Mogrovejo,  4.000 

Compositor  de  música.  — 1).  Pa- 
blo del  Moral. 

Apuntadores.  —  Antonio  Pérez 
Sánz,  8.000. 

Antonio  Ibáñez,  4.400'. 

José  López,  4.000. 

Luis  Escalante,  3.000 


Compañía  del  teatro  de  la  Cruz. 


Damas.  — '[.^  Sra.  Rita  Luna. 
Segundas.  Josefa  Luna. 

Rosa  García. 

Josefa  Virg. 
G ¡'adosas. —  \.^    Joa(|UÍna    Ar- 

teaga. 
2.*  María  Ribera. 
De  cantado.— \\cer\tSi  Laporta. 
Martina  Iriarte. 
María  Rios. 
María  Puig. 

Sobresalienta.  —  María   <  )arcía. 
G''//rt/¿í;.s'.  — Primeros    y   segun- 


dos. Antonio  Ponce  y  Juan 

Carretero. 
José  Diez. 
.\ntonio  Ortigas. 
Agustín  Roldan. 
Pablo  Parra. 
Manuel  de  León. 
José  González  {el  Panadero). 
Barbas.  — .\r\ion\o  Pinto. 
Francisco  Vaca. 
Tomás  López. 

Graciosos. — Mariano  Ouerol. 
José  Oros. 


AtȃNr)ICES 


U1 


José  García  ügalde. 

De  catitado.  — Vicente  S.  Ca- 
mas. 

José  Berteli. 

José  Rigal. 

Eusebio  Fernández  {pa.^ó  ó  los 
Caños  en  Junio). 


Apuntadores.— Dionisio  Solís. 
José  Casas. 
Francisco  Farelo. 
Blas  María  Flores. 
Compositor.  —  D.    Blas    de    la 
Serna. 


1804-1805.  (De  1.°  de  Abril  á  26  de  Febrero). 


Compañía,  del  teatro  de  los  Caños  del  Peral. 


De  vEiisos 

Andrea  Luna,  38  reales. 
Antonia  Prado,  38. 
Angeles  Ortega,  17. 
María  Macjueda,  15. 
Francisca  Briones,  14. 
ilertrudis  Torre,  26. 
IsnyoRo  Maiquez,  40. 
Bernardo  Gil,  40. 
José  Valles,  25. 
José  Infantes,  22. 
Kugenio  Pérez,  15. 
Vicente  García,  28. 
líaíael  Pérez,  28. 
Antonio  Martínez,  15. 
Francisco  Honda,  15. 
Lilis  Fabiani,  7. 
José  Oros,  22. 
Joa(]nín  .Suárez,  14. 

De  ópera 
María  López,  36. 
Joaquina  Briones,  26. 
Manuela  Morales,  15. 
Joaquina  Torre,  15. 
Manuel  García,  40. 
Juan  Pau,  15. 
Eusebio  Fernández,  24, 


Paula 


Eugenio  Christiani,  24. 
Benito  Torrellas,  24. 
Partes    subaltermia. 

Luengo,  13. 
María  Mondragón,  8. 
Juan  Pineda,  7. 
José  Ribera,  6. 
Ignacio  Mogrovejo,  6. 
José  Casanova,  6. 
Mariano  Casanova. 
Miguel  Mondragón,  6. 
José  Barbieri,  4. 
Apuntadores. — Antonio   Pérez, 

11  reales. 
.Vntonio  Ibáñez,  7. 
José  López,  7. 
Juan  Maiquez,  6.' 
José  Maqueda,  7. 
Tramoyista.— iosé  Maiquez,  18. 
Compositores.  — D.   José    María 

Francesconi,  10. 
1).  Pablo  del  Moral,  10. 
Racionistas.  —  Andrea   Flores, 

15  reales. 
María  Cascante,  10. 
María  López,  6. 
Julián  Vilches,  8. 
Manuel  Fernández,  6. 
Manuel  Romero,  6. 


Compañía  del  nolisteo  de  la  Cruz. 


Damas,— \.^  Rita  Luna,  40  rea- 
les. 

2.*  Rosa  García,  .^2. 

Sobresalíentu.—  María  García, 
32  reales. 

Josefa  Luna,  28. 


Josefa  Virg,  22  (para  música  // 

oerso). 
Craciosas. —  L*  Joaquina   Ar- 

teaga,  28. 
2.'*  María  Ribera,  22. 
María  Ríos,  12. 


548 


ISIDORO   MAIQUBZ 


De  cantado.  — Wcenis.  Laporta, 

30  reales. 
Carlota  Michelet,  24. 
Isabel  Gamborino,  20. 
Martina  Iriarte,  20. 
Galanes.— ina.rí  Carretero,   36. 
Antonio  Ponce,  36 
José  Diez,  24. 
Antonio  Ortigas,  20. 
Josef  Lalinde,  13. 
Agustín  Roldan,  14. 
Manuel  León,  12, 
José  González,  12. 
Braulio  Hidalgo,  9. 
Manuel  Herrando,  6. 
José  Cortés,  6. 
Juan  de  Mata,  6. 
Barbas.— A.nton\o  Pinto,  31. 
Francisco  Vaca,  20. 
Tomás  López,  18. 
Graciosos. — Mariano  Querol,  32. 


José  García  Ugalde,  18. 

Francisco  López,  18. 

De  cantado.  — Vicente  Sánchez. 
26  reales. 

Juan  Muñoz,  18. 

.José  Rigal,  18. 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solis, 
18  reales. 

José  Casas,  12. 

Francisco  Farelo,  10. 

Blas  de  Flores  (supernumera- 
rio), 14. 

Compositor.— D.  Blas  de  la  Ser- 
na, 20. 

Tramoyista.— Francisco  Baus, 
18  reales. 

Guardarropa.—  A.  Menéndez, 
10  reales. 

Racionistas.— Ramona.  García. 

Josefa  Galindo. 

Francisca  Camino. 


1805.  (De  14  Abril  á  15  de  Mayo). 

Compañía  de  los  Caños  del  Peral. 
Director  y  apoderado,  Isidoro  Maique/. 


CDMPAiÑfA  DE  COMEDIA 
Y  TRAGEDIA 

Actrices.  —  x\ntonia   Prado,   40 

reales  de  partido. 
María  Maqueda,  20. 
Gertrudis  Tor*re  (graciosa),  26. 
Francisca  Briones,  15. 
Angeles  Ortega,  15. 
Acíores.  — Isidoro  Maiquez,  40. 
Antonio  Rosal  (de  Cádiz,    no 

vino). 
José  Infantes,  20. 
Francisco  Ronda,  15. 
Santiago  Casanova,  12. 
Barbas.  — Rafael  Pérez,  26. 
Antonio  Martínez,  15. 
Andrés  Prieto  (de  Barcelona), 

24  reales. 
Graciosos. — José  Oros,  22. 
Pedro  Cubas  (de  Cádiz). 
Joaquín  Suárez,  12. 
Individuos  para   todo.  —  Paula 

Luengo  (bolera),  12. 


María  Mondragón,  10. 

Concepción  Lledot,  7. 

María  Vargas,  6. 

Ramona  Raboso,  6. 

Mariana  Sánchez,  6. 

Ignario  Mogrovejo,  9. 

Luis  Fabiani,  8. 

Eugenio  Pérez,  10. 

Mariano  Casanova,  6. 

Manuel  Ribera,  8. 

Francisco  Hernández  (bolero), 

8  reales. 
José  Barbieri,  8. 
Jacinto  Roldan,  6. 
Apuntadores.  -  José   Maqueda, 

15  reales. 
Antonio  Pérez,  15.  Primeros  y 

segundos. 
José  López,  7. 
Antonio  Ibáñez,  7. 
Maestro  y  compositor.  — D.  José 

Franc'esconi,  12. 
Tramoyista.  —  José     Maiquez, 

18  reales. 


APÉNDICBS 


549 


De  ópera. 

Actrices.— María  López,  36. 
Joaquina  Briones,  26. 
Manuela  Morales,  20. 


Director. — Manuel  García,   40. 

Juan  Pau,  20. 

Eugenio  Cristiani,  24. 

Justo  Más  {de  Zaragoza),  22. 


Compañía  de  la  Cruz  en  1805  hasta  /."  de  Julio. 


/\<"írictís. -Primeras.  Rita  Luna, 
40  reales. 

Andrea  Luna,  34. 

•Segundas.— María  García,  32. 

Josefa  Luna,  28. 

Rosa  García,  28. 

(graciosas.— \.^  Joaquina  Ar- 
teaga,  28. 

2.^  María  Ribera,  22. 

Josefa  Virg,  22. 

De  múfiica.  —  Primeras.  Lau- 
reana  Correa,  30  reales  y 

Vicenta  Laporta,  30. 

Carlota  Micnelet,  20. 

Isabel  Gamborino,  20. 

Martina  Iriarte,  20. 

Acíore.s'.  — Primeros.  Juan  Ca- 
rretero, 36  y 

Antonio  Ponce,  36. 

Antonio  Ortigas,  32. 

José  Díe/.,  24. 

José  Valles,  18. 

Música. — Vicente  Sánchez  Ca- 
mas, 26. 

Mariano  Ledesma,  26. 

Eusebio  F'ernández,  22. 

Agustín  Roldan,  14. 

Manuel  León,  12. 

Hraulio  Hidalgo,  9. 


José  Cortés,  6. 

Barbas.— Xniomo  Pinto,  32. 

Francisco  Baca,  20. 

Tomás  López,  20. 

Graciosos.  —  Mariano  Querol, 
32  reales. 

José  García  Ugalde,  18. 

Francisco  López,  18. 

Boleros.— José  González,  12. 

Joaquina  López,  12. 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 
18  reales. 

José  Casas,  12. 

Francisco  Farelo,  10. 

Blas  María  Flores  (supernume- 
rario), 14. 

Compositor  de  música.-D.  Blas 
Láser  na. 

Tramoyista. — Francisco  Baus. 

Guardarropa.— Antonio  Melén- 
dez. 

Racionistas.— 5 ua.n  de  Mata,  6. 

Manuel  Herrando,  6. 

José  Galindo,  10. 

Tadea  Ribera,  12. 

Teresa  Baus,  12. 

Francisca  Yervas,  12. 

Juan  Martínez,  8. 

Joaquín  González,  10. 


1805-1806. 

f  ompañia  del  Principe,  desde  el  16  de  Ar/osto  á  25  de  Marzo. 


Damas.  —  Primeras.  Andrea 
Luna,  36  reales  y 

Antonia  Prado,  36.* 

2.*  Josefa  Luna,  32. 

Graciosas.— \.^  Gertrudis  To- 
rre, 26. 

"^orrunda.  Joaquina  Briones,  26 
reales. 


FYancisca  Briones,  \h. 
María  Maqueda,  1.^. 
Bolera.— VSiXÚiy.  l>uengo. 
De  cantado.— Miivia  Lopo/,,  32. 
Joaquina  Briones. 
Manuela  Morales,  20. 
Martina  Iriarte,  2Íf). 
Actores.— 1 .°  J  uan  Carretero,  36 


550 


ISIDORO   MAIQUBZ 


I  °  José  Fedriani,  36. 

José  Infantes,  28. 

Justo  Mas,  26. 

Agustín  Roldan,  17. 

Francisco  Ronda,  15. 

Santiago  Casanova,  12. 

Luis  Fabiani,  8. 

Manuel  Ribera,  6. 

Jacinto  Roldan,  6. 

José  Barbieri,  6. 

/?o¿ero.— Francisco  Hernández, 

8  reales. 
Barbas.— KaLÍdiel  Pérez,  32. 
Tomás  López,  20. 
Supernumerario . — Antonio 

Martínez,  12. 
Graciosos.  —^Primeros.    Pedro 

Cubas,  24  y 
José  Oros,  22! 
Joaquín  Suárez,  15. 


De  cantado.  —  Manuel  García, 
36  reales. 

Juan  Pau,  20. 

Eugenio  Cristiani,  24. 

Justo  Mas. 

Compositor. — D.  José  Frances- 
coni. 

Apuntadores.  —  José  Maqueda, 
18  reales. 

Ignacio  Hernández.  10. 

Antonio  Pérez  (supernumera- 
rio), 14. 

Tramoyista. -i o^é  Maiquez,  18. 

Racionistas.  —  Mariana  Sán- 
chez. 

Ramona  Raboso. 

María  \^argas. 

Manuel  Fedriani. 

José  Casanova. 

Ignacio  Mogrovejo. 


1805-1806. 

Compañía  de  La  Oras,  desde  el  /."  de  Julio  á  27  de  Marzo. 


Damas. — Rita  Luna,  40  reales. 

María  García,  32. 

Rosa  García,  28. 

Graciosas. — 1.*  Joaquina    Ar- 

teaga,  28. 
2.*  María  Ribera,  22. 
Josefa  Virg,  22. 
/^oZera.— Joaquina  López,  12. 
De  cantado.  — \.ai\\ve3iX\ci  Correa, 

30  reales. 
Vicenta  Laporta,  30. 
Carlota  Michelet,  20. 
Isabel  Gíimliorino,  22. 
.4 eíores.— Manuel  García  Parra, 

36  reales. 
Antonio  Ponce,  36. 
Antonio  Ortigas,  32. 
Josef  Diez,  24. 
Josef  Valles,  18. 
Manuel  León,  12. 
Braulio  Hidalgo,  9. 
.íuan  de  Mata,  8. 
José  Cortés,  6. 
Bolero.— .losé  Gonz;ile/.,  12. 
Barbas.  — .\ntonio  Pinto,  32. 


Francisco  Vaca,  20. 

Sobresaliente.  —  Andrés  Prieto, 
22  reales. 

Grrícioé'os. --Mariano  Querol,  32. 

José  García  Ugalde,  18. 

Francisco  López,  18. 

D'^  cantado. — Mariano  Lodes- 
ma,26.    ' 

\'icente  Sánchez,  26. 

Ensebio  Fernández,  22. 

Apuntadores. -Dionisio  Solís,  18. 

José  Casas,  12. 

Francisco  Farelo,  10. 

Supernumerario.— Blas  de  Flo- 
res, 14. 

Compositor.  — D.  Blas  déla  .Ser- 
na. 20. 

Tramoyista.  — Francisco  Baus, 
18  reales. 

Racionistas.  —  Tadea  R ibera. 

I'Yancisca  Yerbas. 

Teresa  Baus. 

Manuel  Fernández. 

José  Galindo. 

Joaquín  González. 


APÉNDICES 


551 


1806  1807.  (De  6  de  Abril  á  10  de  Febrero). 

Compa/Ua  del  Príncipt^  que  ¿uterinamente  traba/aba 
en  los  Caños. 


Primeros. — Isidoro  Maiquez,  36 
reales. 

Manuel  García  Parra,  36. 

Segundos.— José  Infantes,  28  y 

Antonio  González,  28. 

Agustín  Roldan,  17. 

Francisco  Ronda,  12. 

Luis  Fabiani,  8. 

Juan  Maiquez,  8. 

Manuel  Ribera,  6. 

José  Barbieri,  6. 

Barbas.  — P\.aitcie\  Pérez,  32. 

Tomás  López,  20. 

Andrés  Pneto(sobresal¿ente),  24 

Graciosos.— ¡osé  Oros,  22. 

Pedro  Cubas,  26. 

Joaquín  Su  rez,  !5. 

Graxjio.so  de  carácter. — Euge- 
nio Cristiani,  24.  , 

Damas  primeras.  —  Antonia 
Prado,  36  y 

Andrea  Luna,  36. 

Josefa  Luna,  32. 

María  Maqueda,  18. 

Graciosas.— I.'-  Gertrudis  To- 
rre, 26, 


2.^  Joaquina  Briones,  26. 

Manuela  Morales,  20. 

Angela  Rifatierra,  15. 

De  cantado.—  Manuel  García, 
36  reales. 

José  Acuña,  22. 

Ensebio  Fernández,  24. 

Eugenio  Cristiani. 

Pedro  de  Cubas. 

Laureana  Correa,  30. 

Manuela  Morales. 

Joaquina  Briones. 

Angela  Rifatierra. 

Apuntadores.—  José  Maqueda, 
18  reales. 

José  López,  12. 

Ignacio  Hernández,  lU. 

Antonio  Pérez  {supernumera- 
rio), 12. 

/Joteros.— Sandalio  Luengo,  12. 

Paula  Luengo,  12. 

Compositor  de  música.  —  Don 
Blas  de  la  Serna,  20. 

Tramoyista.—  Pedro  Maiquez, 
18  reales. 


Compañía  de  la  Cruz  en  el  a/ío  de  1806  á  ISO'í 


Galanes.—  Juan   Carretero,   36 

reales. 
.\ntonio  Ponce,  36. 
.\ntonio  Ortigas,  .32. 
José  Diez,  24. 
.Santiaj^o  Casanoba,  15. 
Antonio  Martínez,  10. 
Braulio  Hidalgo,  9. 
Juan  de  Mata,  9. 
Manuel  de  León,  9. 
José  Cortés,  6. 
Manuel  Herrando,  6. 
Fiar  has. —Xniomo  Pinto  (se  ju- 

bilf>),  28. 
Antonio  Soto,  24. 


Francisco  Baca,  20. 
Gracioso*.— Mariano  Querob  32. 
Alejo  Jiménez  (sobresaliente), 

22  reales. 
José  García  Ugalde,  18. 
Damas  primeras.  — liiia.  Luna, 

36  reales  y 
María  Coleta  Paz,  36. 
María  García,  32. 
Rosa  García,  26. 
Graciosas.  —  1  ."■  Joa<j u¡ na  A rtea- 

ga,  26. 
2.*^  Josefa  Virg,  22. 
María  Ríos,  12. 
Antonia  Ponce,  8, 


552 


ISIDORO    MAIQUBZ 


Bolera. —  Joaquina   López,   12. 
De  cantado. — María  López,  30. 
Carlota  Michelet,  20. 
Isabel  Gamborino,  20. 
Mariana  Galino. 
Mariano  Ledesma,  30. 
Vicente  Sánchez  Camas,  26. 
Justo  Mas,  24. 

Apuntadores.  —  Dionisio   Solís, 
18  reales. 


José  Casas,  12. 

Francisco  Farelo,  10. 

Blas  María  Flores  (supernume- 
rario), 14. 

Maestro  de  mús¿fía.—3osé  Fran- 
cesconi,  20. 

Tramoyista.  — Vninoisco  Baus, 
18  reales. 

Guardarropa.  —  Antonio  Me- 
néndez,  18. 


1807-1808.  (De  29  de  Marzo  á  6  de  Abril). 


Compañía  dei  Principe. 


Damas.  —  1.'^  Antonia  Prado, 
40  reales. 

2.^  Josefa  Luna,  30. 

3.^  Gertrudis  Torres  (^racio^-a), 
26  reales. 

4.*  María  Ríos. 

De  ca/ito6¿o. —Laureana  Correa, 
30  reales. 

Juana  Cerezo  (de  Barcelona, 
nueva),  24. 

Josefa  Salvático  {de  Zarago- 
za, nueva),  20. 

Bolera.  — P3iU\?i  Luengo,  12. 

So  ¿r  esa  ¿i'e/ií  a.— Concepción 
Velasco  {de  Valencia),  30. 

Supernumeraria.  —  María  Ma- 
queda,  18. 

Galanes.  —  Isidoro  Mayquez, 
36  reales. 

Antonio  González,  {sobresalien- 
te del  primero,  y  por  trato 
de  ellos  iguales),  36. 

José  Infantes,  30. 

Joaquín  Caprara  {de  Cádiz),  24. 

Agustín  Roldan,  17. 

Joaquín  Suárez,  9. 

De  ca?itado.—José   Acuña,   26. 

Eusebio  Fernández,  24. 

Julián  Muñoz  {nuevo,  de  los  Si- 
tios), 16. 

Francisco  Ronda,  10. 

Luis  Fabiani,  8. 


Juan  Mayquez,  8. 

Manuel  Ribera,  6. 

De  ¿aí7e.— Sandalio  Luengo,  12. 

José  Barbieri,  6  (  baila  y  com- 
pone bailes). 

Barbas. — Rafael  Pérez,  30. 

Tomás  López,  20. 

Sobresaliente.— Andrés  Prieto, 
27  reales. 

Graciosos.  —  Pedro  Cubas,  26. 

Francisco  López,  18. 

Gracioso  de  caracteres.  — Euge- 
nio Cristiani,  24. 

Apuntadores.  —  José  Maqueda, 
18  reales. 

José  López. 

■José  Peralta  (de  Sevilla,  nuevo), 
18  reales. 

Antonio  Péi-ez  (supernumera- 
rio), 12. 

Compositor  de  música.  — D.  Blas 
Laserna,  20. 

Tramoyista.  —  José  Mayquez, 
18  reales). 

Racionistas. — Concepción  Lle- 
dot. 

María  Vargas. 

Mariana  Gras. 

Manuel  Fernández. 

Ignacio  Mogrobejo. 

Gregorio  Alverá  (para  los  dos 
teatros). 


Nota  En  este  año  se  sirvió  Su  Vlajestad,  por  Real  orden  de  17 
de  Diciembre  de  1806,  encargar  la  formación  de  las  compañías  al 
Ayuntamiento,  el  cuaLnorabró  Comisarios  para  el  efecto. 


APENDICBS 


553 


Compañía  de  La   Crus. 


Actrices.— Matia  Coleta  Paz,  40 
reales. 

María  García,  30. 

Graciosa. — 1.*  Josefa  Virg  (can- 
ta), 26. 

2.*  Isabel  Gamborino  (canta), 
20  reales. 

De  cantado.— Ma.ri3i  López,  30. 

Carlota  Michelet,  20. 

Rosario  García,  8. 

Antonia  Ponce,  8. 

Bobera.  —  Joaquina  López,  12. 

Sobr esalienta.  —  Dolores  Pinto 
(de  Barcelona,  nueoa),  30. 

.Supernumeraria.  —  Francisca 
Camino  (de  Valladolid, 
nueoa) . 

Actores.  —1."  Juan  Carretero, 
36  reales. 

Antonio  Ponce,  36. 

Antonio  Ortigas,  30. 

José  Diez,  24. 

Santiago  Casanoba,  15. 

De  cantado. — Justo  Mas,  24. 

Vicente  Camas,  26. 

Manuel  León,  12  (baila  ij  com- 
pone bailes). 

Braulio  Hidalgo,  9. 

Juan  de  Mata,  7, 

José  Contes,  6. 


Primero  de  mágica.  — Grego- 
rio Reina. 
De  carácter  anciano.— Antonio 

Soto,  30. 
Francisco  Baca,  20. 
De  carácter  jocoso.-— Maria.no 

Querol,  32. 
José  Oros,  24. 
José  García  Ugalde,  18. 
Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 

18  reales. 
José  Casas,  12. 
Francisco  Farelo,  10. 
Blas  María  Flores,  (supernume- 
rario), 12. 
Compositor   de  música.  —  Don 

José  Francesconi,  20. 
Tramoyista.— Francisco  Baus, 

18  reales. 
Guardarropa.  —  Antonio   Me- 

néndez. 
Racionistas. — Teresa  Baus. 
María  de  la  Palma. 
María  Cabo. 
Mariana  Sánchez. 
Ramona  Camino. 
Joaquina  González. 
Antonio  Oliveros  y  Roldan. 
José  Raso. 


Año  de  1808. 


Compañías  formadas  por  el  Ayuntamiento  y  publicadas  en  el 
Diario  de  16  de  Abril  de  1808,  pero  reformadas  al  empezar  las 
funciones: 

Compañía  del  Príncipe. 


Actrices. — Manuela  Carmena. 

Josefa  Luna. 

Gertrudis  Torre. 

María  Menéndez  (ranta,  nueoa 
de  Valencia). 

Micaela  Mondragón  (canta). 

Francisca  Valdivia  (canta,  nue- 
ra). 


María  del  Rosario  García. 

María  Maqueda  (supernumera- 
ria). 

María  López  (primera  de  mú- 
sica). 

Actores. — Antonio  González. 

Josef  Infantes. 

Bernardo  Avecilla. 


554 


ISIDORO    MAIQUEZ 


Agustín  Roldan. 

Francisco  Ronda. 

Vicente  Malle  {nuevo). 

Mcinuel  Fernández  {canta). 

Pedro  Ferrer. 

Eugenio  Pérez. 

Antonio  Far  {sobresaUeiite). 

.luán  Pau  {primero  de  música, 
nuevo,  de  Cádis). 

De  carácter  anciano.—  Rafael 
Pérez. 

Tomás  López. 

Sobresaliente  de  las  dos  com- 
pañias. —iu3.n  Antonio  Cam- 
pos. 

De  carácter  jocoso. — Pedro  de 
Cubas. 


Francisco  López  {con  obliga- 
ción de  hacer  vejetes  en  am- 
bas compañías). 

Fugenio  Cristiani  {con  obliga- 
ción de  suplir  en  los  dos  tea- 
tros). 

Apuntadores.— ,]osei  Maqueda. 

.íosef  López. 

Josef  Peralta. 

Antonio  Pérez. 

Compositor  de  música.  — D.  Jo- 
sef Francesconi. 

Maestro  de  música. — D.  Ber- 
nardo Acero. 

rramoí/¿>sía.— Francisco  Haus. 

.agente.  — Ka,món  Lanzarote. 


(Jompañía  de  la  Cru:. 


Actrices.  — MdiTia,  Coleta  Paz. 

María  de  los  Dolores  Pinto. 

Josefa  Virg. 

Isabel  Gamborino  {canta). 

Manuela  Morales  {canta). 

Juana  Palomero  {canta). 

María  Cabo  {canta). 

María  Vargas  Macoca. 

María  Palma  (supernumera- 
ria). 

Josefa  Ramos  {so br esalienta). 

Carlota  Michelet  (primera  de 
música). 

Actores,— inSiW  Carretero. 

Antonio  Ortigas. 

Josef  Diez. 

Santiago  Casanova. 

Justo  Mas  {canta). 

Vicente  Sánchez  Can icis(ca/tía). 

Antonio  Roldan  {con  obliga- 
ción de  suplir  al  tercero). 

(jregorio  Alverá  {canta). 

X.  Ortiz. 

Josef  Cortés. 


Antonio  Ponce  {sobresaliente). 

Gregorio  Reyna  {primera  de 
música). 

De  carácter  anriatio.  — Antonio 
Soto. 

Francisco  Bíica. 

Sobresaliente  de  las  dos  com- 
pañias.— Juan  Antonio  Cam- 
pos. 

De  carácter  jocoso.,  —Mariano 
Querol. 

Josef  de  Oros. 

Josef  Hugalde. 

Apuntadores.— DioniHio  Solís. 

Blas  María  Plores. 

Francisco  Farelo. 

Ignacio  Hernández. 

Compositor.— D.  Blas  Laserna. 

Maestro  de  música. —  D.  Ma- 
nuel Quijano. 

Tramoyista.  —  Manuel   López. 

Guardarropa.  —  Antonio  Mo- 
néndez. 

Agente.— 3 os^df  Barbieri. 


Compañía  de  bayle  que  trabajará  en  los  teatros 


Francisco  Lefebre  {/nacstro  de 

bayle). 
í'ernanda  Lebrunier. 
Alexg  Lebrunier. 


Josefa  Lebrunier. 
Andrés  Potret. 
Paula  Luengo. 
Jooquina  López. 


APÉNDICES 


555 


Teresa  Baus. 
Victoriana  López. 
Sandalio  Luengo. 
Joaquín  González. 
D.  Francisco  Valledor  {primer 
rjolín  de  hayles). 


Ayudante  del  maestro  Lefebre. 
— Josef  Barbieri  (con  obliga- 
ción de  ser  Agente  dé  ^ua'nto 
se  ofrezca  respectioo  á  bailes 
como  igualmente  salir  en 
i'llos  guando  sea  ne  cesar io. 


XoTA.  Las  dos  compañías  cómicas  y  la  de  baylarines,  trabaja- 
rán en  los  teatros  de  la  Cruz  y  Príncipe,  y  en  el  de  los  Caños  del 
Peral  quando  les  parezca. 


1808-1809.  (De  17  de  Abril  á  20  de  Marzo). 

Compañía  del  Principe  en  Í808  (1). 


Actrices.  —  !.^  Manuela  Carme- 
na, 40  reales. 

2.*  Josefa  Luna,  30. 

Graciosas.— 1.^  .Gertrudis  'l'o- 
rre,  24. 

2.a  María  Palma,  20. 

r>e  cantado.  — \.^  María  López, 
.30  reales. 

•2.*  Concepción  í.ledot,  20. 

3.*  Micaela  Mondragón. 

María  Ríos,  12. 

Rosario  García,  8. 

Supernumeraria.  — María  Ma- 
queda. 

fie  baile. — Paula  I>uengo,  12. 

l'oresa  Baus. 

Sandalio  Luengo. 

Actores.  —.Antonio  Oon^zález, 
40  reales. 

José  Infantes,  30. 

Bernardo  Avecilla,  ¿4. 

Agustín  Roldan,  18. 

Francisco  Ronda,  15. 

Vicente  Malli  (nueoo),  6. 

Manuel  Fernández  (canta),  12. 


Luis  Fabiani,  8. 

Joaquín  Suárez,  9. 

Eugenio  Pérez,  8. 

Manuel  Ribera,  6. 

De  cantado.— Snan  Muñoz,  20. 

Barbas.— Rafael  Pérez,  30. 

Tomás  López,  20. 

Sobresalientes. --Joaquín  Capra- 
ra,  24. 

Antonio  Campos  (sobresalienec 
para  las  dos  compañías). 

(íraciosos.  — Pedro  Cubas,  30. 

Francisco  López,  20. 

Fugenio  Cristiani,  24. 

Apuntadores. — 1.°  José  Maque- 
da,  18. 

2."  José  López,  12. 

3.°  Eugenio  Vidal,  10. 

.Sobresaliente. —Antonio  Pérez, 
12  reales. 

Compositor.— D.  José  Frances- 
coni,  20. 

'/"ramot/ ¿«íct.— Francisco  Baus, 
18  reales. 

Agente. — Ramón  í>an/,arote. 


Compañía  de  la  Cruz  en  180S. 


.\,:iri>xs.-[^    Coleta    Paz,    40 

reales. 
l.^  Dolores  Pinto,  30. 


Graciosas. — Joselá  Virg,  26. 
Isabel  Gamborino  (canta),  22. 
María  Calio  (cdiiia),  IPi. 


(1)    I^  lista  de  las  ••-onipañías  publicada  en  el  hinrio  del  16,  es 
distinta,  como  acabamos  de  vei*,  pero  lu  que  rigió  es  lu  que  sigue. 


556 


ISIDORO    MAIQUEZ 


María  Vargas,  8. 

Supernumeraria.— Teresa.  Ma- 
seras, 20. 

Sobresalie/ita. —ioseía.  Ramos, 
26  reales. 

1.*  de  másiea.— Carlota  Miche- 
let,  30. 

De  ¿ai7e.— Joaquina  López,  12. 

Victoriana  López. 

Actores.— Jua.n  Carretero,  40. 

Antonio  Ortigas,  30. 

.Tose  Diez,  24. 

Santiago  Casanoba,  17. 

Antonio  Roldan,  14. 

.Tuan  de  Mata,  8. 

Gregorio  Alverá,  12. 

José  Cortés,  6. 

De  música. —Gregorio  Reina, 
26  reales. 

Vicente  Camas,  26. 

Justo  Más,  24. 


Barbas.— Antonio  Soto,  30. 
Francisco  Vaca,  20. 
Juan  Antonio  Campos,  20. 
Graciosos.  —  Mariano    Querol, 

32  reales. 
José  Oros,  24  (sobresaliente). 
José  Ugalde,  18. 
Apuntadores.  —  Dionisio    Solís, 

18.  (Salió  en  1."  de  Octubre.) 
Blas  María  Flores  (sobresalien- 
te), 14.  Desde  I.""  de  Octubre, 

primer  apunte. 
Francisco  Farelo,  10. 
Ignacio  Hernández,  10. 
Compositor  de   música. —  Don 

Blas  Láser  na,  20. 
Tramoyista.  —  Manuel   López, 

18  reales. 
Guardarropa.  —  Antonio    Me- 

néndez. 
Agente.  — iosé  Barbieri. 


1809-1810.  (De  15  de  Mayo  á  1.°  de  Junio). 

Compañía  del  Príncipe  arreglada  según  el  plan  del  Gobierno 
y  con  la  subüención  de  20.000  reales  mensuales. 


Damas. -Antonia  Prado,  36  rea- 
les. 

María  García,  36. 

Josefa  Ramos,  26. 

María  Maqueda,  20. 

Graciosas.  —  Gertrudis  Torre 
(canta),  26. 

Josefa  Virg  (canta),  26. 

Rosario  García  (canta),  15: 

María  Vargas,  10. 

Paula  Luengo,  10. 

De  ca/iíaáo.  — Carlota  Michelet, 
24  reales. 

Concepción  Lledot,  22. 

María  Cabo,  15. 

Galanes.— l'^iuOKO  Maiquk/,  40. 

Antonio  González,  34. 

Antonio  Ponce,  34. 

Antonio  Ortigas,  24. 

Bernardo  Avecilla,  14. 

Santiago  Casanova,  12. 

Antonio  Roldan,  10. 


Francisco  Ronda,  10. 

Joaquín  Suárez,  10. 

Luis  Fabiani,  10. 

José  Barbieri,  10. 

De  cantado.— inYmn  Muñoz,  22. 

Vicente  S.  Camas,  18. 

Justo  Mas,  18. 

Eugenio  Cristiani,  24. 

Barbas.— Rafael  Pérez,  30. 

Tomás  López,  18. 

Joaquín  Caprara,  24. 

Graciosos.  —  Mariano  Querol, 

30  reales.  ^ 

José  Oros,  24. 
Apuntadores.  —  Dionisio  .Solís, 

18  reales. 
Antonio  Pérez  Sanz,  10. 
José  López,  9. 
José  Maqueda,  18. 
Tramoyista.  —  Francisco  Baus, 

18  reales, 


Át>¿NDÍCÉá 


55" 


1809-1810.  (De  1.°  de  Noviembre  ¿20  de  Marzo.) 

Compañía  de  la  Cruz  bajo  la  dirección  de  Manuela  Car  mona. 


Damas.— Manaela  Carmena. 
Coleta  Paz. 
Teresa  Maseras. 
Concepción  Velasco. 
Francisca  Mondra^ón. 
De  cantado.— MaLVÍa  López. 
Isabel  Gamborino. 
María  Cascante. 
Actores.— Juan  Arriaga. 


José  Infantes. 
Pedro  Cubas  (gracioso). 
Agustín  Roldan. 
Francisco  López  (gracioso). 
Antonio  Soto  (barba). 
Francisco  Vaca  (barba). 
Juan  Antonio  Campos. 
José  García  Ugalde. 
Antonio  Martínez. 


1810-1811.  (De  1.°  de  Junio  á  I.*»  de  Junio.) 

Compañía  qfí,cial  del  teatro  del  Príncipe. 


Damas.  —  Primeras.  Antonia 
Prado,  36  reales  y 

María  García,  36. 

Josefa  Ramos,  26. 

María  Maqueda,  20. 

Gertrudis  Torre,  25. 

De  máérica.— Primeras.  Concep- 
ción Lledot,  26  y 

Rosario  García,  26. 

María  Cabo,  16. 

Josefa  Virg,  26. 

María  Vargas,  13. 

Galanes.— \s\uoKO  Maiquez,  40. 

Antonio  González,  34. 

.Antonio  F^once,  34. 

.\ntonio  Ortigas,  24. 

Bernardo  Avecilla,  20. 

Santiago  Casanova,  14. 

Manuel  Fernández,  14. 


Luis  Fabiani,  12. 

José  Barbieri,  10. 

Joaquín  Lledot,  6. 

Barbas.— Joaquín  Caprara,  24. 

Tomás  López,  18. 

Graciosos.— José  Oros,  26. 

Joaquín  Suárez,  14. 

De  música. — Julián  Muñoz,  26. 

Vicente  S.  Camas,  18. 

Justo  Mas,  20. 

Eugenio  Cristiani,  26. 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 

18  reales. 
Juan  Maiquez,  IL 
José  López,  9. 
José  Maqueda,  16. 
Antonio  Pérez,  10. 
7Vamoí/¿sía.— Francisco  Baus, 

18  reales. 


1811-1812.  (Desde  1.**  de  Junio  á  l.«  de  Marzo.) 

Compañía  del  teatro  del  Príncipe,  bajo  la  asignación 
de  20.000  reales. 

Actrices. — María  García ,  40  rea-  Gertrudis  Torre,  28, 

les.  María  Maqueda,  24. 

Rosario  García  (sobresalienta,  María  Vargas,  13, 

desde  Septiembre  en  que  en-  Antera  Baus  (se  le  subió  de  6  á 
tro),  34.  10  por  Octubre),  10. 


558 


ISIDORO  MAÍQtJEZ 


Teresa  Baus,  6. 

María  Garcieta,  6. 

Loreto  García  {entró  en  Sep- 
tiembre), 6. 

Actores.  —  Isidoro  Mayquez, 
como  Director,  30,  y  de  par- 
tido, 38. 

Antonio  Ponce,  34. 

José  Infantes,  34. 

Antonio  Ortigas,  26. 

Santiago  Casanova,  17. 

Manuel  Fernández,  14. 

Luis  Fabiani,  12. 

Joaquín  Lledot,  6. 

Bar  ¿a.?.  — Joaquín   Caprara,  26. 

Bernardo  Avecilla,  24. 

Torr>ás  López,  18. 

Graciosos.  —  Joaquín  Suárez 
21  reales. 

Gregorio  Alverá,  14. 

De  cajitado.—í uUán  Muñoz,  26. 

Vicente  Camas,  18. 


José  Liarte,  18. 

Cayetano  Ruiz  (se  fué  en  Di- 
ciembre), 12. 

Eugenio  Cristiani,  26. 

Ensebio  Fernández,  21. 

Justo  Mas,  18. 

.\ctrices  de  ca/iíac¿o.— Concep- 
ción Lledot  (salió  en  Agosto), 
26  reales. 

María  López,  26. 

Josefa  Virg  (salió  en  ¡5  de  No- 
viembre), 28. 

María  Cabo,  16. 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solís  , 
18  reales. 

José  Maqueda,  16. 

Juan  Mayquez,  11. 

Antonio  Pérez,  11. 

José  López,  10. 

7'ra?no(jista.  —  Vva.nci<iro  Baus, 
18  reales. 


1811-1812.  (Desde  1."  de  Julio  á  19  de  Marzo.) 

Compañía  del  coliseo  de  la  Crui. 


/Ja//iaá'.— Manuela  Carmona,  40 

reales. 
Coleta  Paz,  30. 
Teresa  Maseras,  24. 
María  Concha,  11. 
Vicenta  Ibáñez,  12. 
Concepción  Velasco,  26. . 
PYancisca    Belmente    (bolera), 

12  reales. 
De  cantado.  — Carlota  Michelet, 

26  reales. 
María  Cascante,  20, 
Acíore^í.— Antonio  González,  40. 
Juan  Arriaga,  28. 
Francisco  Ronda,  18. 
Vicente  Mallí,  15. 
Eugenio  Pérez,  14. 
Manuel  Ribera,  12. 
Andrés  López,  8. 


Juan  de  Mata,  12. 

Antonio  Martínez,  12. 

Barbas.— Rafael  Pérez,  30. 

Juan  Antonio  Campos,  22. 

Pedro  Paz,  18. 

Graciosos.— José  García   Ugal- 

de,  26. 
Francisco  López,  22. 
Gregorio  Reina  (tenor),  24. 
Apuntadores.— Blafi  Flores,  18. 
Eugenio  Vidal,  14. 
Francisco  Farelo,  12. 
Tramoyista.  —  Manuel    López, 

18  reales. 
Racionistas.  —  Josefa    Galindo, 

10  reales. 
Teresa  Sáncnez,  10. 
Antonia  Carrera,  8. 
José  Morales. 


APÉNDICES 


559 


1812. 

Compañía  del  teatro  del  Principe,  desde  29  de  Marzo  de  1812 ^ 
bajo  la  asignación  de  mil  duros,  hasta  W  de  Agosto  (que  se  fue- 
ron los  franceses),  del  mismo  año. 


Aetrices.—MaLría.  García  (se  fué 
con  los  franceses  el  10  de 
Agosto),  40  reales. 

Rosario  García  (el  27  de  Abril 
sefw'  non  Sainte  CroirV),  34. 

Gertrudis  Torre,  28. 

María  Maque  da,  24. 

María  Cabo,  17. 

María  Vargas,  13. 

A  ntera  Baus  (^-e  le  subió  el  par- 
tido en  Julio,  de  10  á  /5),  10. 

í.oreto  García,  6. 

J'eresa  Baus(e/iíró  en  1.^  de  Ju- 
lio con  8  de  partido),  8. 

Concepción  Lledot,  30. 

Antonia  Torre  (no  vino). 

Antonia  Romero  (ídem). 

Actores .  —  Isidoro  Mayquez, 
como  Director,  30  reales,  ij 
departido,  40. 

Antonio  Ponce,  36. 

José  Infantes  (se  fw'  en  Junio  á 
la  Coruña),  34. 

Santiago  Casanoba,  17. 

Manuel  Fernández  (se  fué  á 
Cartaqena  en  8  de  Mayó), 
14  reales. 


Luis  Fabiani,  12. 

Joaquín  Lledot,  6. 

Mariano  Casanoba,  6. 

José  Liarte  (se  fué  en  23  de 
Mayo),e>. 

Joaquín  Caprara  (se  fué  d  la 
Coruña  en.  14:  de  Junio),  2G. 

Bernardo  Abecilla,  24. 

Tomás  López,  18. 

Joaquín  Suárez,  21. 

Gregorio  Alverá,  14. 

Eugenio  Cristiani  (se  fué  en  o  de 
Agosto  con  Muñoz  y  dqIüíó 
en  /.°  de  Septiembre),  26. 

Ensebio  Fernández  (se  fue  á  la 
Coruña  en  14  de  Junio),  21 . 

Justo  Más,  20. 

José  Acuña  (no  oino). 

Dionisio  Solís,  18. 

José  Maqueda,  16, 

Juan  Mayquez  (se  fué  á  la  Co- 
ruña en  14  de  Junio),  1 1. 

Antonio  Pérez,  11. 

José  López,  10. 

Francisco  Baus,  18. 

José  Barbier,  13. 


1812. 

Compañía  del  coliseo  de  la  Cruz,  bajo  la  empresa  de  D.  Gre- 
gorio Ber mudez,  desde  Domingo  de  Resurrección  de  Í812, 
29  de  Marzo,  hasta  14  de  Diciembre. 


Actrices.  —  Manuela  Carmona 
(se  fué  á  Cádiz  en  1  .^  de  l)i- 
ciembre),  90  reales. 

l'eresa  Maseras,  .56. 

Josefa  Vir^,  70. 

Carlota  Michelet,  60. 

María  Cascante,  21. 

Rosa  Celicourt,  21. 


María  Concha,  16. 

Ramona  León,  21. 

Josefa  Ordóñez,  20. 

liolera.  —  Francisca  Belmonte 

(sejur  á  la  Corana  en  21  de 

Junio),  21. 
Josefa  Galindo  (se  fué  á  Murcia 

en  13  de  Junio),  11, 


56Ó 


tsióoíio  máiqueZ 


María  Garcieta,  11. 

Teresa  Sáuchez,  11. 

,4cíort;á.— Antonio  González  {se 
fué  á  la  Coruña  en  15  de 
Junio),  90. 

Juan  Arriaga,  56. 

Francisco  Honda,  30. 

Manuel  Martín  (se  fue'  á  la  Co- 
ruña en  16  de  Maj/o),  24. 

Vicente  Malli,  18. 

Manuel  Ribera,  12. 

Juan  Mata  (se  fue'  á  la  Coruña 
en  16  de  Mayo),  12. 

Andrés  López,  12. 

Luis  Ortigas,  12.  • 

Josef  Morales,  16. 

Boleros. — Sandalio  Luengo  (en- 
tró en  /.°  de  Agosto  y  Anto- 


nia Carreras  en  lugar  de  la 
Belmonte),  20. 
Pablo  Ciprés,  8. 
Barbas.-^Ra.fa.e\  Pérez,  70. 
Antonio  Campo,  30. 
Pedro  Paz,  30. 
Graciosos.  — José  Oros,  70. 
José  García,  26. 
Francisco  López,  26. 
De  cantado.— Julián  Muñoz  (se 
fué  á  Cádiz  en  5  Agosto),  60. 
Vicente  KSánchez  Camas,  .30. 
Cayetano  Ruiz,  18. 
P¿;iíor.  — Anselmo  Llop. 
Tramoyista. 

Apuntadores.— Blas  Flores,  24. 
Eugenio  Vidal,  15. 
Francisco  Farelo,  15. 


1812. 

Lista  de  la  compañia  del  Principe  desde  7.°  de  Octubre  de  1812 
hasta  30  de  Noviembre  de  dicho  año. 


Actrices.— MqíTÍüí  Maqueda,   36 

reales. 
Antera  Baus,  16. 
Gertrudis  Torre,  28. 
María  Cabo,  18. 
María  Vargas,  15. 
fíoZeras.— Teresa  Baus,  12. 
Loreto  García,  9. 
Antonia  Molino  (ración),  20. 
Ga¿a/ies.--IsiDORO  Mayqukz,  40. 
.Santiago  Casanoba,  20. 
Agustín  Roldan,  18. 
Luis  Fabiani,  16. 
Manuel  Fernández,  12. 


Antonio  Rubio,  12. 
Mariano  Casanoba,  9. 
Bernardo  Avecilla,  26. 
Antonio  Soto,  22. 
Tomás  López,  18. 
Joaíjuín  Suárez,  26. 
José  Barbieri,  13. 
Apuntadores.  —  Dionisio  Soiís, 

18  reales. 
José  Maqueda,  18. 
Antonio  Pérez,  12. 
José  López,  10. 
Tramoyista. — Francisco  Baus, 

18  reales. 


18121813. 


Lista  de  la  compañía  del  Príncipe  bajo  la  asignación  del  Rey 
(intruso),  desde  14  de  Diciembre  de  1812  hasta  3  de  Marzo  de  1813. 


Damas. — Antera  Baus,  30  rea- 
les. 
Gertrudis  Torre,  28. 
María  Cabo,  16. 
María  Vargas,  13. 


Boberas.— Teresa  Baus,  12. 
Antonia  Molino,  12  y 
María  Garcieta,  9. 
Loreto  García,  6. 
Teresa  Sánchez,  6. 


APÉNDICES 


561 


Josefa  Ordóñez,  6. 

Carmen  Concha/6. 

Directora  de  música. — Concep- 
ción Lledot  (diario),  52. 

G  a  la  lies  .—IswiORO  Mayquez, 
romo  director  30  reales,  y  de 
partido,  40. 

Antonio  Ponce,  36. 

Santiago  Casanova,  17. 

Luis  Fabiani,  12. 

Manuel  Fernández,  14. 

Antonio  Rubio,  12. 

Manuel  Ribera,  6. 

Luis  Ortigas,  6. 

Joaquín  Lledot,  6. 

Mariano  Casanova,  6. 

Pablo  Ciprés,  6. 

Barbas.— Ber nardo  Avecilla,  26. 


Antonio  Soto,  22. 
Tomás  López,  18. 
De   música.  —  Vicente   Camas, 

18  reales. 
Justo  Más,  10. 
Eugenio  Cristiani,  26. 
Graciosos.— Joaquín  Suárez,  25. 
Gregorio  Alverá,  16. 
José  Ugalde,  8. 
Apuntadores.  —  Dionisio  Solis, 

18  reales. 
José  Maqueda,  16. 
Antonio  Pérez,  11. 
José  López,  10. 
Tramoyista.— Francisco  Haus, 

18  reales. 
Agente.— iose  Barbieri,  13. 


1812-1813. 

Indiüiduos  de  La  compañía  del  teatro  de  la  Cruz  bajo  la  empresa 
de  D.  Gregorio  Ber mudes,  desde  el  24  de  Enero  de  1813  has- 
ta 9  de  Abril  del  mismo. 


Actrices.— Teresa  Maseras,  70 

reales. 
Josefa  V^irg,  70. 
Ramona  León,  24.  • 

Rosa  Celicurt,  24. 
Carlota  Michelet,  50. 
María  Cascante,  24. 
Francisca  Calderón,  22. 
Dominga  González,  24. 
María  de  la  O,  20. 
María  Concha,  16. 
¿3ío¿era.— Antonia  Carrera,    10. 
Actores.— Juan  Arriaga,  70. 
Francisco  Ronda,  40. 
Vicente  Mallí,  20. 
Andrés  López,  12. 


Josef  Morales,  16. 
Fortuna,  10. 

^o¿eros.— Josef  Guerra,  1. 
Andrés  Guerra,  1. 
Barbas.— Rafael  Pérez,  70. 
Antonio  Campos,  30. 
Pedro  Paz,  30. 
Graciosos.— Josef  Oros,  70. 
P'rancisco  López,  26. 
Clemente,  20. 

Apuntadores.  — Mías  Flores,  24. 
Eugenio  Vidal,  15. 
Francisco  Farelo,  15. 
Tramoyista  y  pintor.—  .Ansel- 
mo ÍJop. 


1813.1814. 

Lista  de  la  comparad,  del  teatro  del  Principe  desde  vi  18  de  Abril 
y  empezó  en  1."  de  Mayo  de  181 'i  hasta  22  de  Febrero  de  1814. 


Actrices.  —  XnXera  Baus,  36  rea-  Valladolid,  y  empezó  con  la 

les.  compañía  en  Sepi'vmbrej. 

Gertrudis  l'orre,  28  (estuco  en       María  Cabo, -18. 

yo 


562 


ISIDORO   MATQUEZ 


Rosa  Celicourt  (nueüa)y  15. 

Loreto  García,  11. 

Teresa  Sánchez,  6. 

Antonia  Mas  6. 

María  Inestrosa,  6. 

Dolores  Alonso,  6. 

Manuela  Colmena,  6. 

Concepción  Lledot,  34  (se  fué 
con  los  franceses  en  21  de 
Mayo) . 

Actores.— \'s,moKO  Maiquez,  60. 

Antonio  Ponce,  36. 

Bernardo  Avecilla, -24  (estuvo 
en  Salamanca  y  se  incorpo- 
ró en  Noviembre  con  la  com- 
pañía). 

Joaquín  Suárez,  24  {estuvo  en 
Salamanca  y  salió  en  Octu- 
bre incorporado  en  la  com- 
pañia). 

Eugenio  Cristiani,  28. 


Tomás  López,  18. 

Luis  Fabiani,  15. 

Antonio  Rubio,  14. 

Justo  Mas,  22. 

Isidoro  Pacheco  (nuevo),  12. 

Manuel  Fernández,  14  (estuvo 

en  Salamanca  hasta  Enero 

de  1814  que  se  incorporó  á 

la  compañía. 
Francisco  Casanova  (nuevo),  10. 
Luis  Ortigas,  8. 
Joaquín  Lledot,  6. 
Ramón  López  (nuevo),  6. 
Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 

18  reales. 
Antonio  Pérez,  13. 
José  López,  11. 
Tramoyista.— YTdincx^oo  Baus, 

18  reales. 
Agente.— iosé  Barbieri,  13. 


1813-1814. 

Compañía  del  teatro  de  la  Cruz  bajo  la  empresa  de  D.  Gregorio 
Bermúdez,  desde  18  de  Abril  de  181.3  á  31  de  Marzo  de  1814. 


Actrices.  —  Manuela  Carmona, 
100  reales  diarios  (vino  en  24 
de  Noviembre). 

Teresa  Maseras,  70. 

Josefa  Virg  (graciosa),  80. 

Ramona  León,  40. 

Francisca  Calderón  (canta),  25. 

María  Concha^  16. 

María  de  la  O,  14. 

Dominga  González,  14. 

Isabel  Peralta  (se  fué  en  No- 
viembre), 14. 

Antonia  Moh'no,  24. 

Antonia  Carreras,  10. 

Justa  González,  20. 

María  del  Carmen,  10. 

Paula  Concha,  10. 

Carmen  Lanzarote,  12. 

Actores.  -Juan  Arriaga,  80. 

José  Raso,  30. 


Francisco  Ronda,  50.  , 

Rafael  Pérez  (barba),  80. 

Antonio  Campos  (barba),  40. 

Pedro  Paz,  30. 

José  Oros  (gracioso),  70. 

José  García  (murió  en  Agosto), 

26  reales. 
Francisco  López  (rfracioso),  26. 
Vicente   S.  Camas  (canta),  26. 
José  Navarro  {ídem),  20. 
Gregorio  Alverá  (ídem),  24. 
Ensebio  Fernández  (ídem),  26. 
Andrés  García  (baila),  12. 
José  González  (ídem),  12. 
Palilo  Ciprés  (ídem),  12. 
Andrés  López,  12. 
Manuel  Ribera,  12. 
Blas  Flores,  24. 
Guillermo  Torre,  12. 
Francisco  Farelo,  15. 


ÁPK 


NDICBS 


563 


1814-1815. 

Lista  de  la  Compañía  del  teatro  del  Principe  desde  23  de  Febrero 
de  1814  hasta  7  de  Febrero  de  1815,  y  empezó  en  19  de  Marzo 
de  1814. 


Aeí/'¿ee«.— Antera  Baus,  40  rea- 
les (la  Baus  empezó  en  Ju- 
lio). 

Teresa  Sánchez,  14. 

Josefa  Palma,  20  {empezó  en 
Mayo  1^) 

Gertrudis  Torre,  28. 

María  Cabo,  18. 

Tomasa  Quiroga(/iaeca),  8. 

Dolores  Alonso,  6. 

Carmen  Lanzarote,  6. 

Angela  Curíoni,  50  {la  Curioni 
está  por  diario). 

Boleras.—  Rafaela  Saldoni,  15 
da  Saldoni  no  salió  desde 
Julio). 

Dolores  Gallardo  y  Ana  Morilla, 
12  (la  Gallardo  se  jué  en 
Septiembre) . 

Acíores.— Isidoro  Mayquez,  60. 

Antonio  Ponce,  40. 

Joaquín  Caprara,  26. 

Bernardo  Avecilla,  26. 

l'omás  López,  20. 


Luis  Fabiani,  18. 

Antonio  Rubio,  15. 

Justo  Mas,  22. 

Isidoro  Pacheco,  12. 

Eugenio  Cristiani,  28. 

Joaquín  Suárez,  24. 

Boleros. — Andrés  García,  12. 

Francisco  Hernández,  12  (Her- 
nández se  fué  en  Julio. 

Pablo  Ciprés,  9- 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 
18  reales. 

Antonio  Pérez,  13. 

José  López,  11. 

Agustín  Roldan,  9. 

Agente.—  José  Barbieri  (direc- 
tor de  bailes),  13. 

Tramoyista.  — Francisco  Baus, 
18  reales. 

Racionistas.  — Antonia.  Mas,  10. 

Teresa  Cobo,  10. 

Tomasa  Domínguez,  10. 

Joaquín  Lledot,  8. 

Ramón  López,  8. 


(En  este  año  se  partieron  1,202  partes  y  un  beneficio  cada  uno). 


1814-1815. 


Lista  de  la  compañía  de  la  Cruz,  desde  el  domingo  de  Pascua,  10 
de  Abril  de  1814,  hasta  el  7  de  Febrero  de  1815,  bajo  la  direc- 
ción de  D.  Gregorio  Bermúdez,  empresario  del  referido  coliseo. 


Actrices.  —  Primeras.    Manuela 

Carmona,  120  reales,  y 
Agustina  Torres,  lO^J. 
2.*  Teresa  Maseras,  W. 
3.*  Josefa  Virg  (gra'iosa),  90. 
María  Concha,  16. 
María  del  Carmen,  10. 
Dominga  González,  10. 


Paula  Concha,  10. 

María  Inestrosa,  10. 

Actores. — Primeros.  Juan  Cii- 

rretero,  120  y 
Juan  Arriaga,  70. 
Segundos  y  terceros.  José  Raso, 

45  reales. 
Francisco  Ronda,  45. 


564 


ISIDORO   MAIQUEZ 


Antonio  Silvostri,  45. 

Vicente  Fernández,  18. 

Carácter  anciano. — Rafael  Pé- 
rez, 70. 

Juan  Antonio  Campos,  40. 

Pedro  Paz,  40. 

Carácter  Jocoso.  —  Primeros. 

Mariano  Querol,  60,  y 

José  Oros,  60. 

Segundos.  Francisco  López  {con 
obligación  de  hacer  loa  ce/e- 
tes),2Q>,y       ^ 

Gregorio  Alvera  {de  cantado). 

De  cantado.— Antera.  Baus  (con 
obligación  de  eocecutar  ana 
ó  dos  funciones  de  versos 
cada  mes)  (1). 

Loreto  García  (primerie  en  to- 
das las  óperas  y  operetas,  á 
eaacepción  de  aquéllas  que  no 
sean  de  su  carácter,  en  las 
cuales  eáeecutará  el  papel 
que  se  le  reparta),  40. 

Ramona  León,  34. 

Rosa  Celicour,  20. 

Justa  González,  14. 

Actores .  —  Bernardo    Gil    (con 


obligación  de  dirigir,  repar- 
tir y  ensayar  todas  las  ópe- 
ras y  operetas),  80. 

Vicente  Camas,  26. 

Manuel  Ribera,  16. 

Gregorio  Alberá,  40. 

Andrés  López,  16. 

Lufrasio  Martínez,  26. 

Tiburcio  Manuel  Sineo,  12. 

Apuntadores.— \i\aii^  María  de 
Flores,  24. 

José  F'edriani,  24. 

José  García,  16. 

Francisco  P'arelo,  14. 

Compañía  de  baile.  — Xnionvd 
Molino,  60. 

Antonia  Carreras. 

Luisa  Valdés,  30. 

Juana  Arias,  12. 

jSandalio  Luengo,. 40. 

José  González,  40. 

José  Gamborino,  35. 

Compositor  y  maestro  de  músi- 
ca.—D.  Manuel  Quixano. 

Pintor'  y  maquinista.— T>.  An- 
selmo Llop. 


1815-1816. 

Lista  de  la  romparlía  del  teatro  del  Principe,  que  empegó 
en  26  de  Marzo  de  18 J.')  y  concluyó  en  27  de  Febrero  de  1816. 

Autor.— 1.  Maiquez. 


Actrices.— Agustina  Torres,  40 
reales. 

Lorenza  Romero  (murió  si/i  ha- 
ber salido  en  29  de  Julio). 

María  Maqueda,  24. 

Gertrudis  Torre  (graciosa),  30. 

María  Caljo  (segunda  ídem),  18, 

Teresa  Sánchez  (suplirá  segun- 
das), 14. 

J)e  cantado.-  Loreto  García,  26. 

Juana  Palomera  (nueva),  26. 

Antonia  Alonso  (ídem),  2v!. 


Josefa  Spontoni  (ídem),  12. 

De  6«¿¿6'.  — Angela  Curioni,  20, 

Leonarda    Megía    (nueva,   por 

diario),  10. 
María  Vivos  (nueva),  18. 
Actores. — Isidoro  Maiqu:/.,  (3() 
Antonio  Ponce,  40. 
Antonio  Silvostri,  20. 
Antonio  Rubio,  15. 
Barbas.— iosi(\\xin  Caprara, 
Bernardo  Avecilla,  30. 
'J'omás  López,  20. 


30. 


(1)    Antera  Baus,  pasó  al  teatro  del  Príncipe  en  Julio. 


APÉNDICES 


565 


Lais  Fabiani,  18. 

Graciosos.  —  Antonio    Guznián 

{nuevo),  26. 
.Joaquín  Suárez,  20. 
Partes  de  por  medio.  — Joaquín 

Lledot,  6. 
Ramón  López,  6. 
•fosé  Guzman,  6. 
De  cantado .  —  Julián  Muñoz,  3ü. 
Dionisio  López  (nuepo),  24. 
Eugenio  Cristiani,  28. 
.íusto  Más,  22. 
Miguel  Gomora  (naeco),  10. 


Luis  Spontoni  (ídeni),  12. 

De  6a?¿tí.— -Sandalio  Luengo,  L° 

y  dirctor,  16. 
Andrés  García,  12. 
José  Martínez,  10. 
José  Carrero,  6. 
Apuntadores.  —  Dionisio    Solís, 

20  reales. 
Antonio  Pérez,  13. 
José  López,  11. 
Tramoyista.— Yvixncm:o  Baus, 

18  reales. 


(En  este  año  se  partieron  1,403  partes). 


1815-1816. 


Lista  de  ¿a  compa/lia  de  la  Cra¿  para  1815, 
empezó  en  26  de  Marzo  hasta  27  de  Febrero  de  ISlfí. 

Autor.  — B.  Gil. 


Actrices.  —  Manuela  Carmona, 

40  reales. 
Antera  Baus,  36. 
losefa  Ramos,  2,4. 
Teresa  Maseras,  30. 
Josefa  Virg,  20. 
líamona  León,  14. 
María  Cascante,  14. 
María  Concha,  9. 
\ntores. — José    Carretero,    4n 

reales. 
Antonio  González,  40. 
Ángel  López,  22. 
Juan  .Vrriaga,  22. 
José  Raso,  17. 
Francisco  Ronda,  17. 
Vicente  Fernandez,  10. 
Manuel  Ribera,  9. 
Isidoro  Pacheco,  9. 
Andrés  López,  8. 
Manuel  Morales,  8. 
De  carácter  anciano.  —  Rafael 

Pérez,  30. 
Juan  Antonio  Cami»os,  18. 
Pedro  Paz,  16. 

José  Diez  (so/jresaliente),  21. 
f)e   caráter  jocoso.  —  Mariano 

Querol  (est^  actor  por  su  ni''- 


rito  y  antu/iledadj  hará  sólo 
los  figurones  y  algún  papel 
característico  de  gracioso,  y 
'•antará   alguna  ópera),  24. 

José  Oros  (primer  gracioso), 
30  reales. 

Gregorio  Alverá  (segundo  gra- 
cioso), 20  reales.' 

COMPAÑÍA  D1-:   (UM'KA 

Las  Sríis.  Moreno  (primeras  ab- 
solutas con  200  reales  dia- 
rios). 

.Vntera  Baus. 

Josefa  Virg. 

Ramón  León. 

Mariano  Cascante. 

Bernardo  Gil  (primer  tenor^, 
40  reales. 

I''.ufra8¡o  Martínez  (segundo  te- 
nor), I6y 

Gregorio  Alverá  (bufo). 
José  Pérez. 

COMPAÑÍA    DK   nAIl-KS 

José  Barbieri  (direHor  de  bai- 
les), 12  realos. 


566 


ISIDORO    MAIQUBZ 


José  González,  16. 

José  Gamborino,  16. 

Pablo  Ciprés,  9. 

Miguel  Lorens  {tiaeoo). 

Pedro  González  {nuevo). 

Bailarinas.  —  Antonia  Molino, 
26  reales. 

Teresa  Baus,  15. 

Antonia  Carrera,  15. 

María  González  (diario),  40. 

Justa  González,  10. 

Apuntadores.  — 'QXdi.s  María  Flo- 
res, 18. 


José  Fabiani,  12. 
José  García,  10. 
Tramoyista.— hn^elmo  Alfonso 

Llop. 
Racionistas. -^VÁrifi  del  Carmen 

Lanzarote  {hija  de  la  Miche- 

let). 
Paula  Concha. 
Dominga  González. 
María  del  Carmen  Concha. 
María  Inestrosa. 
Manuela  Pérez. 


1816-1817. 

Compañía  del  teatro  del  Príncipe  desde  14  de  Abril  de  1816  hasta 
18  de  Febrero  de  1817,  siendo  autor  Isidoro  Maiquez. 


Actrices.—!.^  Agustina  Torres, 
40  reales. 

2.*  María  Maqueda,  26. 

3.^  Gertrudis  Torre  ^graciosa), 
30  reales. 

4.^  María  Cabo  {canta),  18. 

Ramona  García  (sobresalienta, 
nueva,  de  Valencia),  26  {sa- 
lió un  día  y  no  gusto). 

Teresa  Sánchez  (suple  prime- 
ras y  segundas),  14. 

Josefa  Spontoni  Cca/iíaj,  12. 

De  cantado.— Benita.  Moreno, 
40  reales. 

Francisca  Moreno,  20. 

Actores.— ISIDORO  Mayqukz,  60. 

Antonio  Ponce,  40. 

Bernardo  Avecilla,  30. 

Joaquín  Caprara  (primer  bar- 
ba), 30. 

Tomás  López  {segundo  barba), 
20  reales. 

Antonio  Silbostri  {suplente  se- 
gundo), 20. 

Antonio  Guzmán  {aracioso),  26. 

Luis  Fabiani  (suplente  de  bar- 
bas), 18. 

Antonio  Rubio,  15. 

Ramón  López,  8. 

Joaciuín  Lledot,  8. 

José  Guzmán,  8. 


De  cantado.— 'SvXxkn  Muñoz  {r.i- 
no  después). 

Dionisio  López,  27. 

Antonio  Llord  {nuevo),  15. 

Eugenio  Cristiani  (primer  bu- 
fo), 30. 

Justo  Mas,  22.  ' 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 
20  reales. 

Antonio  Pérez,  13. 

José  López,  11. 

Juan  Maiquez  {de  Valencia),  14. 

rramoí/isía.— Francisco  Baus, 
18  {murió,  en  Agosto). 

Compañía  de  baile 

Giustina  Quatrini  {de  Barcelo- 
na, de  serio). 

María  Fabiani  (de  Lisboa,  me- 
dio carácter)! 

María  Vives  {de  serio  y  bolera), 
18  reales. 

Luisa  Valdés  {ídem),  18. 

Juan  Bautista  Cozer  {compo- 
sitor de  Milán,  carácter  se- 
rio). 

Antonio  Cayrón  {compositor  y 
grotesco,  de  Lisboa). 

Gabriel  Rodríguez  {bolero  pri- 
mero, de  Sevilla),  12. 


APÉNDICES 


567 


Andrés  García  {bolero,  §e  fue  á 
Segoma),  12. 

Manuel  León  {segundo  direc- 
tor, de  Sei^illa),  12. 

Francisco  Quatrini  {de  Barcelo- 
na). 

Manuel  Fabiani  (grotesco,  de 
Lisboa.). 


Juan   Anchinelli  {ración  de  10 

reales. 
Antonio    Fabiani    {alumno,  de 

Lisboa). 
Racionistas.-Antonm  Ponce,  12 
Cipriana,  12. 
Antonia  Camino,  12. 
Pía,  12. 


Cozer  y  la  Quatrini  tienen  mensualmente  8,800  reales. 

Cayrón  anualmente  20.000. 

La  Fabiani  y  su  padre  anual  20.000. 

Tres  racionistas  figurantas. 

En  este  año  se  ganaron  1.403  partes. 


1816-1817. 

Compañía  de  la  Cruz  desde  14  de  Abril  á  18  de  Febrero  de  1817, 
siendo  autor  Bernardo  Gil. 


Damas.— Manuela  Carmona,  36 
reales. 

Antera  Baus,  36. 

Josefa  Ramos,  24. 

Josefa  A'irg  (graciosa),  30. 

líamona  León,  14. 

ílafaela  González  (supernume- 
raria, de  Valencia),  20. 

Justa  González,  11. 

Felisa  Rodríguez  (nueüa,de  Cá- 
diz). 

De  cantado.  —  Loreto  García, 
34  reales. 

Antonia  Alonso,  18. 

María  Laviña(/iaeí?a,  de  Barce- 
lona.), 18. 

De  baile.— \nion\Si  Molino,  26. 

í,eonarda  Mejía,  20. 

Rafaela  Saldoni,  15. 

Raimunda  González  {nueva,  de 
Barcelona),  12. 

A  ngela  Curioni  (entró  en  Julio), 
18  reales. 

Teresa  Baus  {se  fué  en  Junio), 
15  reales. 

('•alanés.— ]naLn  Carretero,   .36. 

Antonio  González,  36. 

Ángel  López  fí/  bufo),  28. 

Manuel  González  (mn-rí,,  d>' 
\'o,lencia),  20 


Francisco  Ronda,  18. 

Vicente  Fernández,  12. 

Pedro  Paz,  12. 

Manuel  Ribera,  9. 

Isidoro  Paulino,  9. 

Andrés  López,  9. 

Manuel  Morales,  9. 

Rafael   López  (primer    barba), 

30  reales. 
J.  Antonio  Campos  (segundo), 

18  reales. 
José  Diez  (supernumerario),  22. 
José  Oros  {gracioso,  murió  en 

Agosto),  30. 
Mariano  Querol,  22. 
Juan  Vérez  (gracioso,  nueoo,de 

Zaragoza),  15.. 
De  cantado.  — l^evndiváo  G¡l(prz- 

mer  tenor),  36. 
Antonio  González    (nueoo,  de 

Valladolid,  segundo  tenor), 

15  reales. 
Gregorio  Alverá  {primer  bufo), 

20  reales. 
José  Segura  (nuei^o,  de  Zarago- 
za), 15. 
Miguel  Gomora,  11. 
De  baile.— iwdn  Bautista  Bar- 

l)a,  30.000. 
José  Barb¡eri(c/i>í;cíor;,  12. 


568 


ISIDORO    MAIQUBZ 


José  González  (primer  baila- 
rín). 

l<>ancisco  Bueno  (nuevo,  de 
Barcelona),  12. 

Mariano  García  (de  Cádiz),  12. 

Pablo  Ciprés,  9. 

Apuntadores.  — YMsi^  de  Flores, 
18  reales. 


José  Fedriani,  12. 
José  García,  10. 

Tramoyista.-KnseAmo  Alfonso. 
Racionistas. —  Manuela   Pérez, 

12  reales. 
Carmen  Suárez,  12. 
María  Cobo,  12. 
Valentina  Parra,  12. 


1817-1818. 

Compañía  del  tjiatro  del  Príncipe  desde  el  6  de  Abril  de  Í8í7 
hasta  3  de  Nomemhre  de  1818,  siendo  autor  Eugenio  Cristian!. 


Actrices.— Agustina.  Torres,  40 
reales. 

María  Maqueda,  26. 

Gertrudis  Torre  (graciosa),  30. 

María  Cabo  (segunda  graciosa), 
18  reales. 

Teresa  Sánchez  (suple  segun- 
das), 15. 

María  Sabatini  (sobrecalienta, 
nueva,  de  Granada),  24 

De  máé^íca.  — Benita  Moreno,  40. 

Francisca  Moreno,  20. 

Dionisia  Serrano  (nueva,  sejufí 
en  Octubre),  8. 

Josefa  Spontoni,  12. 

Rita  01iverf/i?¿eca),  12. 

De  baile.  —  Giustina  Quatrini 
(diario). 

María  Vives,  20. 

Luisa  Valdés,  18. 

María  Chiquero  (de  Valencia), 
8  reales. 

Esperanza  Fuentes  (nueva),  6. 

Antonia  Ponce,  6. 

Actor  es .— Kniomo  Ponce,  40. 

Bernardo  Avecilla,  34. 

Joaquín  Caprara  (barba),  30. 

Antonio  Siivostri  (segundo  qa- 
lán),  20. 

Juan  Ortega  (nuevo,  sobresa- 
liente de  barba,  de  Sevilla), 
20  reales. 

Tomás  López  (segundo  barba), 
20  reales. 


Luis  Fabiani,  18. 

Antonio  Rubio,  12. 

Ramón  López,  10. 

Antonio  Guzmán  (/7ra'"/o,so),  30. 

José  Guzmán,  8. 

Joaquín  Lledot,  8. 

De  música.— Te/tores.  —  Julián 
Muñoz  (de  Cádiz),  40. 

Dionisio  López,  27. 

Antonio  Llord,  12. 

/?a/o.s.  — Eugenio  Cristian!,  30. 

Justo  Más,  22. 

Miguel  Gomora,  12. 

De  />a/76'.— Juan  Bautista  Cozer. 
(diario). 

Antonio  Cayrón,  18. 

Miguel  Bures  (nuevo,  dje  Barce- 
lona), 14. 

Gabriel  Rodríguez,  12. 

José  Cañete  (de   Valencia),  12. 

Manuel  León,  12. 

Francisco  Quatrini  (diario). 

Apuntadores.  —  Dionisio  Solís, 
20  reales. 

Antonio  Pérez,  13. 

José  López,  11. 

Tramoyista.  —Felipe  Bueno 
(diario),  40. 

Racionistas.— lsa.\)c\  González. 

Carmen  Espinosa. 

María  Hernández. 

Saavedra. 

Anchinelli. 


En  este  año  se  ganaron  873  partes. 


APÉNDICES 


56Í) 


1817-1818. 

Compañía   del    teatro   de    la    Cras   desde    6  de    Abril    de   1817 
hasta  .y  de  Febrero  de  1818,  siendo  autor  Bernardo  Gil. 


Primeras.  Manuela  Carmona, 
40  reales  y 

Antera  Baus,  40. 

2.*  Josefa  Ramos,  24. 

Josefa  Virg  (graciosa),  30. 

liafaeía  Gonz<ilez,  20. 

Ramona  León,  14. 

Antonia  Ricarte,  15. 

De  m.?í¿(íVa.—Loreto García  (en- 
tró en  Julio),  28. 

Teresa  I^vifia,  28. 

Antonia  Alonso,  18. 

De  baile.— Xnionxa.  Molino,  26. 

\'icenta  Medina  {nueva  de  Gra- 
nada), 14. 

María  Fabiani  (diario). 

Manuela  Pérez,  8. 

Actores.  —  Primeros.  Juan  Ca- 
rretero, 40,  y 

Antonio  González,  40. 

Ángel  López  (//  canta),  30. 

Juan  Arriaga,  16. 

Francisco  Ronda,  18. 

Vicente  Fernández,  14. 

Isidoro  Pacheco,  10. 

Manuel  Ribera,  9. 

Manuel  Morales,  9. 

Andrés  I^jpez,  9. 

.Santos  Diez  (nueoo,  de  Seoilla), 
8  reales. 

Barbas. -RüLfael  Pérez,  30. 

José  Diez,  22. 

Juan  Antonio  Campos,  18. 


Pedro  Paz,  12. 

Graciosos.  —  1.°  Pedro    Cubas 
(canta,  de  Valencia),  30. 

2."  Juan  Pérez  (canta),  20. 

Mariano  Querol  (de  carácter), 
22  reales. 
-  De  música. — Bernardo  Gil,  30. 

Antonio  Valleverde  (nueoo,  de 
Cádiz,  murió  &n  Julio),  20. 

l^ufrasio   Martínez   (de  Grana- 
da), 15. 

Gregorio  Alverá,  20. 

Zacarías  Rodríguez  (de  Zarago- 
za), 9. 

De  baile.— Suan  Bautista  Barba 
(diario). 

José  Barbieri,  12. 

José  González  (de  Cádiz),  16. 

Mariano  García,  14. 

Pablo  Ciprés,  10. 

Manuel  Fabiani  (diario). 

Antonio  Fabiani  (íf¿em). 

Apuntadores. — Blas  María  Flo- 
res, 16. 

José  Fedriani,  14. 

José  García,  10. 

Tramoí/isía.— Anselmo  Alfon- 
so, 18. 

¡lacionistas. — José  Cubas. 

Tomasa  Cubas. 

Concepción  Cobo. 

María  López. 
'  Jerónima  Fspinosa. 


Kn  este  año  se  ganaron  1.094  partes. 


1818-1819. 

('> ni pañía  del  teatro  del  Principe  desde  22  de  Marzo  de  1818 
hasta  24  de  Febrero  de  1819,  siendo  autor  Bernardo  Aüecilla, 
tj  estando  reunidos  ton  caudales. 


Agustina  Torres,  40. 
Manuela  Molina  (nueim, 
diz),  40. 


María  Maqueda,  26: 

de  Cá-       Rafaela  Gonz.dez,  2; 

Teresa  Sánchez,  14. 


570 


ISIDORO    MAÍQUEZ 


Graciosas.  —  Gertrudis  Torre, 
30  reales. 

María  Cabo,  16, 

Actores.— Isidoro  Mayquez,  60. 

Andrés  Prieto,  40. 

José  Infantes  (se /we  á  Barcelo- 
na en  y.°  de  Mayo),  30. 

Bernardo  Avecilla,  30. 

Antonio  Silvostri,  22. 

Santiago  Casanova,  16. 

Barbas.— Joaquín  Caprara,  30. 

Tomás  López,  20, 


G/'aezosos. -Antonio  Guzmán  30. 

José  Guzmán,  10. 

Partes  subalternas.  — Luis  Fa- 

biani,  16. 
Juan  Arriaga,  12. 
Rtimón  López,  10. 
Joaquín  Lledot,  8. 
Apuntadores. — José   Maqueda, 

18  reíües. 
Antonio  Pérez  y  Sanz,  12. 
José  López,  11. 
Juan  Mayquez,  14. 


Compañía  de  ópera  para  los  dos  teatros. 


Lorenza  Correa  (entró  en  Ju- 
lio), 60  reales. 

Loreto  García,  34. 

Teresa  Laviña,  30. 

Antonia  Alonso,  18. 

Josefa  Spontoni,  14. 

Narcisa  Lorenci  (ración),  30. 

Julián  Muñoz,  40. 

Dionisio  López,  30. 

Eugenio  Cristiani,  26. 

Gregorio  Alverá,  22. 

Justo  Mas,  18. 

Antonio  Llord,  12. 

Boleros  y  boleras.  — María  Vi- 
ves, 20. 


Luisa  Valdés,  18. 
Teresa  Baus,  14. 
Antonio  Cayrón,  18.  . 
Tiburcio  López,  14. 
Pablo  Ciprés,  10. 
Racionistas.— María.   Chiquero, 

24  reales 
Concepción  Cobo,  20. 
■Jerónima  Espinosa,  20. 
Mariana  Rosales,  20. 
Manuel  Prieto,  24. 
Antonio  Valero,  20. 
Tramoyista.  — D.  Antonio  Ta- 

dey. 


En  este  año  se  ganaron  872  partes. 


1818-1819. 

Com,pañia  del  teatro  de  la  Cruz  desde  22  de  Marzo  de  1818  á  23 
de  Febrero  de  1819,  siendo  autor  Bernardo  Gil  y  reunidos  loa 
caudales. 


Damas.  —  Primeras.  Manuela 
Carmona  40  reales  y 

Antera  Baus,  40. 

María  Sabatini  (se  fué  en  HO  de 
Septiembre),  26. 

Concepción  Rodríguez,  16. 

Partes  jocosas.—  Josefa  Virg, 
30  reales. 

Felisa  Rodríguez  (nueoa),  16. 

Ramona  León,  14. 

Galanes.—  Primeros.  Juan  Ca- 
rretero, 40  y 


Antonio  González,  40. 
Bernardo  Gil,  24. 
Ángel  López,  30. 
Antonio  Valero,  22. 
Francisco  Ronda,  18. 
Vicente  Fernández,  16. 
Bai'bas.  —  llaíae\  Pérez,  30. 
José  Diez,  24. 

Graciosos.  — Peáio  Cubas,  30. 
Juan  Pérez,  18. 

Partes  subalternas.— Juan  A, 
Campos,  20. 


APÉNDICES 


571 


Isidoro  Pacheco,  10. 
Pedro  Paz,  10. 
Antonio  Rubio,  10. 
Santos  Diez,  10. 
Andrés  López,  9. 
Apuntadores.— Blas  María  Flo- 
res, 16. 
José  Fedriani,  14. 


Diego  del  Castillo  (ración),  30. 

Andrés  López. 

Boleros.— Antonisi   Molino,  24. 

María  Fabiani,  16. 

Gertrudis  Pérez,  12. 

José  González,  16. 

Mariano  García,  14. 

Vicente  Lapuerta,  14. 


Compañía  de  baile  para  los  dos  teatros. 


María  Melania  Bretón,  5.000 
reales  mensuales. 

Antonia  Molino. 

María  Vives. 

Luisa  Valdés. 

María  Fabiani. 

Gertrudis  Pérez. 

Teresa  Baus. 

Mr.  Lavatier,  5.000  reales  men- 
suales. 

Antonio  Cayrón. 

José  González. 

Mariano  García. 

Vicente  Lapuerta. 


Gabriel  Rodríguez,  12. 

Tiburcio  López. 

Pablo  Ciprés. 

José  Ramos  (ración),  40. 

Manuel  Fabiani  (ídem),  20. 

Antonio  Fabiani  (ídem.),  14. 

Racionistas.— María.  López,  20. 

Manuela  Pérez,  24. 

Tomasa  Cubas,  20. 

Rosario  Sabatini,  20. 

José  Cubas,  20. 

Zacarías,  20, 

Guillen,  20. 


1819-1820. 

Compañía  del  teatro  del  Prineijie,  desde  9  de  Marzo  de  1819 
hasta  15  de  Febrero  de  1820. 


Autor,  Isidoro  Mayqukz. 


Actrices.-  Primeras.  Agustina 
Torres,  40  reales,  y 

Manuela  Molina,  40. 

Segundas.  María  Maqueda,  26  y 

Loreto  García,  26. 

Teresa  .Sánchez,  15. 

Graciosas.  — Primeraa.  Gertru- 
dis Torre,  30  y 

Rafaela  González,  26. 

María  Cabo,  16. 

Íifderas.—Mavia.  Vives,  20. 

Rafaela  .Saldoni,  16. 

Boleroa. —  Vedro  González,  8. 

Pablo  Ciprés,  10. 

Aeíores.— Isidoro  Mayquez,  60 
(se  le  desterró  en  Julio,  fue 
jubilado  por  el  Gobier/U)  y 


no  llegó  á  salir  en  este  año. 

Murió  en  17  de  Marzo  del 

año  1820). 
Andrés  Prieto,  40. 
Bernardo  Avecilla,  40  (ocupó  el 

puesto  desde  Agosto) . 
Antonio  González,  30. 
Antonio  Silvostri,  24. 
.Santiago  Casanova,  20. 
Joatjuín  Ca^jrara  (barba),  34. 
Tomás  López  (segundo  barba), 

20  (murió  en  Noviembre  de 

este  año). 
Antonio  Guzmán  (gracioso),  32. 
Eugenio  Cristiani,  26  (le  nom- 
bró el  Gobierno  autor). 
Luis  Fabiani,  20. 


i72 


ISIDORO    MAIQUBZ 


llamón  López,  14. 
Míinuel  Prieto,  10. 
José  Guzmán^  10. 
Antonio  RubiO;^  12    {pasó  del 
teatro  de  la  Cruz  en  Julio). 


Apuntadores.— Jimn  Mayquez, 

18  reales. 
Antonio  Pérez  y  Sanz,  12. 
José  López,  11. 
Florentín  Hernández,  12. 


Compañía  de  ópera  para  los  do,>>  teatros  jxu/ándoles  ¡tor  mitad. 


Miguel  .Schirra  (40.000  reales  al 

año). 
Dionisio  López,  32. 
Antonio  Llord,  16. 
(}regorio  Alverá,  22. 
Justo  Mas,  20. 
Joaquín  Lledot,  8. 
Señoras.  Lorenza  Correa,  60. 
Teresa  La  viña,  30. 
María  López,  25. 
Josefa  Spontoni,  16. 
Antonia  Alonso,  13. 
Apuntador.— ioaé  Maqueda,  18. 
Racionistas  para  los  coros. — 
Miguel  Gomora,  30. 


Félix  Guillen,  16. 

Miguel  Flores,  14. 

José  Galindo,  14. 

Juan  Serrano,  14. 

Tomás  Ríes,  14. 

Manuel  Rodríguez,  14. 

.Señoras.  María  Herrera,  16  rea- 
les? 

Modesta  Fuentes,  16. 

María  Inestrosa,  16. 

Antonia  Garrido,  16. 

Manuela  'J'orres,  16. 

Tramoyista. — D.  Antonio  Ta- 
dev,'  40. 


1819-1820. 

(A}/upañíu  del  teaÁro  de  la  Cruz  desde  9  de  Marzo  de  IS/O 
hasta  I5.de   Febrero  de  1820. 

Autor,  Bernardo  Gil  (1). 


Actrices.—  Primeras.  Manuela 
(  armona,  40  reales  y 

Antera  Baus,  40. 

.Segundas.  Concepción  Rodrí- 
guez, 20  y         _ 

Dolores  Pmto,  lo  (de  Barce- 
lona). 

Graciosas.— íoseía.  Virg,  30. 

Manuela  Palomino,  18  (2). 

llamona  León,  14. 

/ ioleras.— Antonia  Molino,  22. 

Teresa  Baus,  16. 

Boleros.— José  González,  14. 

Mariano  García,  14. 


Actores.— .\nnn  Carretero,  40. 

Bernardo  Gil,  40. 

Ángel  López,  28. 

José   Galindo  (de    Barcelona), 

22  reales, 
Francisco  Ronda,  16. 
Vicente  Fernández,  16. 
Barbas.  — llaiael  Pérez,  30. 
José  Diez,  24. 
Juan  A.  Campos,  20. 
Pedro  Paz,  12. 
Santos  Diez,  12. 
Isidoro  Pacheco,  11. 
Antonio  Rubio,  10. 


(1)  «Se  retiró  pon  pie  le  desairó  el  público  en  4  de  l-lnero  y  se 
I  uedó  jubilado.» 

(2)  «La  Palomino  vino  nueva  y  no  hizo  más  (pie  pasar.» 


ÁtÉNDÍCBJS 


57B 


Apuntadores .—BlsiS.  María  Flo- 
res, 16. 
José  Fedriani,  14. 


Andrés  López,  9. 
Sohresaliente.  —  Vicente   Masi 
{(le  Barcelotiá). 


Compañía  de  baile  para  los  dos  teatros  pagada  por  mitad. 


Director.  — huh  Labotier,  4.080 

reales  mensuales. 
Segundo   director.   —  Antonio 

Cairón,  20. 
Antonio  Fabiani,  8. 
José  Kamrts  {diario),  30. 
José  González. 
Mariano  García. 
Pedro  González, 
Pablo  Ciprés. 
Melania    Bretón ,    4.080  reales 

mensuales. 


.Antonia  Molino. 

María  Vives. 

María  Fabiani. 

Teresa  Baus. 

Rafaela  Spras. 

fíacio /lisias.— Manuel.  Fabiani, 

18  reales. 
José  Anchinelli,  14. 
Manuel  Saavedra,  14. 
María  del  Carmen  Concha,  16. 
María  del  Carmen  Castro,  16. 
Carlota,  16. 


574  ISIDORO   MAIQUB¿ 


APÉNDICE  IV 

Funciones  ejecutadas  en  los  teatros  de  Madrid 

desde   1793    en   que    Maiquez    entró   de   sobresaliente 

hasta  1819.* 

1793-1794. 

Funciones  ejecutadas  por  la  compañía  de  Manuel  Martínez. 

Marzo  31.  — Bien  vengas  mal;  con  loa,  tonadilla  y  saínete  (1): 
á  las  cinco. 
Abril    2.— No  hubo  función  por  la  rogativa. 
3.~La  de  31  de  Marzo. 

4. — Lo  que  va  de  cetro  á  cetro  (dama,  Francisca  La- 
borda). 
8.— Caprichos  de  amor  y  celos  {F.  Labordu). 
10.— La  Jacoba  {María  del  Rosario,  la  Tirana). 
12.  — El  Tetrarca  de  Jerusalem  (dama,  la  Tirana). 
15. — La  Jarretiera  de  Inglaterra  {la  Tirana). 
17. — El  montañés  Juan  Pascual  {primer  papel  de  bar- 
ba, Antonio  Pinto). 
19.— Si  una  vez  llega  á  querer,  lá  más  fírme  es  la  mujer 
{galán,  Isidoro   Maiquez,   dama,  María   del  Ro- 
sario). 
21. — La  más  hidalga  hermosura  {Francisca  Labqrda). 
22.— La  presumida  y  la  hermosa  {id.) 
24.— También  hay  duelo  en  las  damas  {id.) 
26.— Los  falsos  hombres  de  bien  {id.) 
29.— D.  Rodrigo  de  Vivar  (id.) 


(1)  En  los  días  intermedios,  se  entiende  que  continúa  la  anterior 
comedia,  excepto  en  el  verano,  que  sólo  representa  alternativa- 
mente una  de  Jas  compañía*  y  en  los  festivos  ambas. 

En  todas  las  í'unciones,  además  de  la  comedia,  se  hacían  tonadillas 
entre  la  segunda  y  la  tercera  jornada  y  un  saínete  al  final.  Al  em- 
pezar temporada,  y  en  días  d'e  función  extraordinaria,^  solía  reci- 
tarse una  loa.  .     . 

La  entrada  varía  entre  1.500  y  5.000  reales.  Pocas  veces  baja  o 
sube  de  estas  cifras. 


APiéiNbiCBS  575 


Mayo    2. — Lo  que  puede  la  crianza  (id.) 

6. — Las  víctimas  del  amor  (Martí  del  Rosario). 

10.— Ino  y  Temisto,  tragedia  en  cinco  actos,  nueva, 
(María  del  Rosario). 

14. — El  parecido  en  la  corte. 

16.— La  Celmira,  tragedia  (F.  Laborda). 

18. — María  Teresa  de  Austria,  en  Landaw,  nueva,  de 
teatro  (María  del  Rosario). 

24.— Numancia  destruida,  tragedia  (id). 

28.— El  Carbonero  de  Londres  (id.) 

30.— La  paz  en  la  mayor  guerra,   un  acto;  La  dama 
desengañada,  nueva,  de  teatro  (id.),  iluminación, 
santo  del  Príncipe  de  Asturias. 
Junio    3. — No  hubo  teatros  hasta  el 

7.  — El  Sitio  de  Pultovva  por  Carlos  XII,  nueva,  de  tea- 
tra  (Francisca  Laborda). 

11.— El  Czar  Ivan,  de  teatro  (Laborda). 

15. — Mujer,  llora  y  vencerás  (id.) 

19. — Ver  y  creer  (id.) 

22.— El  hombre  agradecido  (id.) 

25.— El  triunfo  del  Ave  María,  de  teatro  (María  del  Ro- 
sario). 

28. — La  buena  criada  (id.) 
.Julio     l.°—Nohubo. 

15.— Doña  Inés  de  Castro,  de  teatro  (id.  y  José  Huer- 
ta); el  Indolente  (Laborda):  á  las  ocho. 

22.— El  malgastador,  de  teatro  (María  del  Rosario  y 
Antonio  Robles). 

26. — La  Margarita,  nueva,  de  teatro,  tres  actos  (María 
del  Rosario  y  José  Huerta). 

29.  — A^'o  hay  hasta 
Agosto    5. — La  escocesa  I^ambrum  (María  del  Rosario);  El 
Puerto  de  Flandes  (Laborda);  un  monólogo,  como 
introducción,  todo  nuevo,  de  teatro.  Tonadilla  por 
la  Correa,  Garrido  //  Camas. 

\2.— No  hubo  hasta 

19.— 1.a  tornaboda  de  moda,  en  tres  actos,  nueva,  de 
teatt'ü,  de  música  (María  del  Rosario,  A.  Prado 
y  Vicente  Sánchez),  d  las  siete  y  media. 

22.— El  abuelo  y  la  nieta,  de  música  (Antonia  Prado  y 
Y  Ícente  Sánchez). 


576  ISIDORO    MAÍQÜB¿ 


Alfosio '25.— El  Fénix  de  los  hijos,  t¿o¿'  actos  (Laborda),  y  e¿ 
diálogo  de  Doña  Inés  de  Castro  (María  del  Rosario 
fíj  J.  Huerta),  todo  nuevo,  de  teatro. 
26.— No  hubo  hasta 
¡Septiembre  2.— El  tirano  de  Ormuz  (La  Prado,  Lorenza  y  Camas); 
El  casado  avergonzado,  ejecutado  por  niños;  in- 
troducción y  una  pantomima,  todo  nuevo,  de  tea- 
tro. 
9.— No  hubo  hasta  el 

16.— Los  amantes  desgraciados  (María  del  Rosario, 
Laborda,  Huerta,  Lorenza  y  Petrona  Correa  y  un 
niño,  de  teatro).  Psiquis  y  Cupido  (María  del  Ro- 
sario, Laborda  y  Huerta),  tonadilla:  Correa  y  Ca- 
mas. Fin  de  fiesta,  El  ardid  militar. 
23.— iVo  hubo  hasta 

30. — El  señorito  mimado,  por  solas  mujeres,  de  subida. 
Octubre    1.°— El  abuelo  y  la  nieta  (la  Prado  y  Sánchez  Canias).^ 
2.— La  del  30. 
7.  — La  suegra  y  la  nuera  {María  del  Rosario,  Robles 

y  Garrido),  á  las  cuatro  y  media. 
9.— Caprichos  de  amor  y  celos  (la  Prado  y  Robles). 
IL— Dos  reipas  en, solo  un  día  (Laborda  y  Robles). 
14.— La  mujer  firme,  nueva,  tres  actos  (Laborda   y 
Robles).  Iluminaciófi  en  ambos  teatros. 

18.  — El    pueblo    feliz,    e/i    cuatro)    notos  (T.nhorda    // 

Robles). 
2L— El  lucero  de  Castilla  (id.) 
23.— Celos  no  ofenden  al  Sol  (Maria  del  Rosario  y 

Robles). 
25.— Lo  que  se  engañan  los  ojos  (ífi.) 
29.  — El  pretendiente  y  la  mujer  virtuosa  (id.) 
Nutiem  bre     1  .°—No  hubo  por  el  Jubileo. 

2.— El  mejor  alcalde  el  Rey  (Laborda  y  Robles). 
A.  — Loa:  El  templo  de  la  gloria;  La  restauración  de 
Astorga,  de  teatro  (María  del  Rosario  y  Robles). 
Iluminación  eii  ambos  por  el  santo  del  Rey. 
12.— Sifido  y  Etolia,  en  dos  actos,  de  teatro  (María  del 
Rosario  y  Robles).  Iluminar  ion  por  ser  cumple- 
añosi  del  Rey. 

19.  — El  amor  constante  ó  la  Holandesa,  de  teatro,  tren 

actos  (Laborda  y  Robles). 


APÍ3NDICBS  577 


Noviembre  25. — La  dama  duende  {id.) 

26.— El  Asdrúbal,  en  un  acto  (Maria  del  Rosario,  Ro- 
bles y  Huerta);  Los  esclavos  felices,  ópera  (Loren- 
za, la  Prado  y  Camas),  todo  nueoo,  de  teatro. 
Diciembre  5. — En  vez  de  El  Asdrúbal,  El  café;  Los  esclavos  y  el 
monólogo  Perico  el  de  los  palotes. 
9.— El  estudiante  sagaz  en  Puerto  de  Flandes,  de  mú- 
sica. Ilum.inación  en  ambos,  por  el  cumpleaños  de 
la  Reina. 

14.— El  genízaro  de  Hungría. 

16. — La  conquista  de  Mequinenza  por  los  Pardos  de 
Aragón,  de  teatro. 

23  y  24. — No  hubo  según  costumbre. 

25. — Marta  la  Romarantina,  segunda  parte,  de  teatro. 
l794.-Enero  7.— Federico  II  en  el  campo  de  Torgau,  de  teatro; 
El  tercero  de  su  afrenta,  paso. 

14,— Caprichos  de  amor  y  celos  ((¿ama,  Gabriela  La- 
porta,  sobresalienta  de  los  Sitios)^  sainete:  La 
dama  displicente  (Laporta).  . 

20.— El  pastelero  de  Madrigal  (Maiquez). 

24.  — Mazariegos  y  Monsalves,  de  teatro. 

29.— Carlos  V  sobre  Túnez,  de  teatro. 

30.— Los  Jueces  de  Castilla. 
Febrero    4.— Autor,  amante  y  criado,  en  un  acto;  El  Guzmán, 
de  teatro. 

10.  — La  Isabela,  ópera  bufa,  nueva,  de  teatro  (la  Pra- 
do, Lorenza,  Garrido  y  Camas).     . 

19.— Introducción.  La  buena  esposa,  en  un  acto;  Poli- 
xena,  escena  trágica,  en  un  acto,  todo  nuevo  y  de 
teatro.  (Salió  la  hija  de  Manuela  Montéis.) 

25. — Juana  la  Rabicortona,  de  teatro. 
Marzo    5. — Ceniza.. 


1793-1794. 

Funciones  de  la  compañía  de  Eusebio  Rujkka 

Marzo  31  .—Casa  con  dos  puertas  mala  es  de  guardar;  con  loa, 

tonadilla  y  sainete:  á  la»  cinco.  ' 

Abril    2. — No  hubo  teatro  por  la  Rogativa. 


&78  Isidoro  maiqüe^ 


A  hril    4.  —  A  secreto  agravio  secreta  venganza  {galán,  el  Ma- 
yoritó). 
«.  —  Los  amantes  de  Teruel  {Juana  García  y  el  Ma- 
yoríto). 
10.— El  picarillo  de  España  {id.) 

12.— El  Maestro  de  Alejandro  {Juana  y  García  Parra). 
15.  — El  negro  del  cuerpo  blanco  (id.) 
17.  —  Querer  sabiendo   querer  {Rita  Luna  y  García 

Parra). 
19. — Las  amazonas  de  Escitia  {id.) 
21.— Juez  y  reo  de  su  causa  {Rita  Luna  y  el  Mayorito). 
25.— Para  averiguar  verdades  el  tiempo  {id.) 
29. — La  Hipermenestra  tragedia  en  cinco  actos  {Jua- 
na García  y  el  Mayorito). 
■  Mayo    4. — La  invencible  castellana  {id.) 

6. — Afectos  de  odio  y  amor  (Ju%na  y  García  Parra). 
8. — El  convidado  de  piedra  {Juana  García  y  García 

Parra). 
10. — Pensar  mal  y  hablar  peor  {id). 
13. — Dar  la  vida  por  su  dama  (Rita  Luna  y  M.  García_ 

Parra). 
16. — El  Misántropo,  comedia  en  cinco  actos  {id.) 
20. — La  más  ilustre  fregona,  de  figurón  {Juana  y  Gar- 
cía Parra). 
23.— La  constancia  española,  nueva,  de  teatro  {id.) 
27.— El  viejo  y  la*niña,  de  subida  (id.) 
30. — La  Etrea,    en  un   acto;  El  esplín,  en  dos  actos, 
nueva,  de  teatro  {id.),  iluminación. 
Junio    3. — No  hubo  hasta  el 

7. — Solimán  II,  nueva,  de  teatro  {Rita  Luna  y  José 
Ordóñez). 
11. — La  Silesia,  tragedia  en  dos  actos  {Rita  Luna  y 

Ordóñez). 
15. — Amar  .después  de  la  muerte  (Rlt<t  Luna  y   Or- 
dóñez). 
19.  — Los  monteros  de  Espinosa  {id.) 
22.— No  puede  ser  {id.) 
25.  — Lorenzo    me    llamo    {Juana    Garría    //    (rar'-id 

Parra). 
27.— El  lindo  D.  Diego,  de  figurón  {id.) 
Julio    l.°-iVo  hubo. 


ÁpéNDÍCBá  579 


Julio    2.— El  Café  {Juana  Garda  y  Gareia  Parra). 

6.— Entre  el  ñonor  y  el  amor,  el  honor  es  lo  prime- 
ro {id.) 

9.— La  casa  de  campo  y  El  amor  dichoso  {id.) 

15. — No  hay  hasta  el 

29.— Los  celosos,  nueva,  en  dos  actos  {Rita  y  Ordóñes); 
Los  amantes  engañados,  e?i  un  acto:  á  las  ocho. 
Agosto    2.— La  criada  más  sagaz.  El  1.°  tío  hubo  teatros  por 
el  Jubileo. 

b.  —  No  hubo  hasta  el 

12. — El  amante  verdadero,  en  cinco  actos,  nueva  {Rita 
y  Ordóñez):  d  las  siete  y  media. 

16.— El  huérfano  inglés,  tres  actos  {id.) 

19. — No  hay  hasta  el 

26.— La  toma  de  Bresiau,  un  acto  {Andrea  y  García 
Parra);  El  triunfo  del  amor,  de  teatro  {Juana  y 
García  Parra). 
Septiembre    2. — No  hubo  hasta  el 

9. — El  padre  avariento  {Andrea  y  Cubas);  Ariadna  y 
Teseo  {Rita  y  García  Parra);  diálogo,  El  poeta  de 
guardilla  {Cubas),  de  teatro. 

14. — La  del  9,  menos  el  diálogo  que  se  sustituyó  por  el 
trinólogo  Cleopatra  y  Marco  Antonio,  por  ./aa^ia, 
García  Parra  y  Manuel  de  la  Torre. 

16.— No  hubo  hasta  el 

23.— El  embustero  engañado  {galán,  Cubas);  La  Semí- 
ramis,  nueva,  de  teatro  {Rita  y  García  Parra); 
sainte:  Las  gallegas  picadas. 

27.— El  atolondrado  {Juana  y  Cubas),  y  Orlando  furio- 
so {Juana  y  García  Parra). 

30. — No  hubo  hasta  el 
Octubre    4.— Dar  tiempo  al  tiempo  (Juana  y  García  Parra):  á 
las  cuatro  y  media. 
.").- García  del  Castañar (iVi.) 
9.— El  delincuente  honrado,  de  subida  {id.) 

14. — El  gran  visir  otomano,  de  teatro  {Rita  Luna). 

2L — La  más  heroica  piedad,  más  noblemente  pagada 
(ídem). 

23.— Tener  celos  de  sí  mismo  {id.) 

25.— El  Cid  Campeador  (Rita  y  Ffíli¿c  de  Cubas). 

27.— Tener  celos  de  sí  mismo  (Rita  y  Garría  Parra). 


6B0  ISIDORO  maíqübZ 


Xoriembre     1.° — No  hubo. 

2. — El  secreto  á  voces  (Rita  y  Garda  Pajara). 

4.— Loa,  El  triunfo  de  la  Filosofía;  Godofredo  en  Jeru- 

salem,  de  teatro  (id.) 
8.— A   buen   padre   mejor  hijo,    Antioco  y    Seleuco 

{ídem). 
12.— Píramo  y  Tisbe,  nueva,  de  teatro,  en  dos  actos 

{Juana  Garda  y  Garda  Parra). 
14.  — Hipermenestra,  tragedia  {id.) 
19. — La  niña  de  Gómez  Arias  {id.) 
23.— El  criado  de  dos  amos  {id). 
25. — Los  siete  Infantes  de  Lara  {id.) 
27.— El  bueno  y  el  mal  amigo  {id.) 
29. — Las  amazonas  de  Escitia  {Rita  y  Garda  Parra). 
Diciembre    2.— La    inocente   afortunada,   en  un   acto;  Ariadna 
abandonada  (id.),  de  subida,  y  pantomima. 
5. — El  hechizado  por  fuerza,  de  figurón  (id.) 
9.— Lograr  el  mayor  imperio  por  un  feliz  desengaño, 

de  teatro  (id.) 
16.— La  conquista  de  Madrid,  de  teatro  (id.) 
17.— Dar  la  vida  por  su  dama  (id.) 
23  y  24.— A' o  hubo. 

25.— A  un  tiempo  esclavo  y  señor  y  mágico   africano, 
de  teatro  (Juana  y  Garda  Parra), 
MM.-Enero  8.— Por  su  rey,  por  su  dama,  de  teatro  (id.) 
16.— El  feudo  de  las  cien  doncellas  (id.) 
17.— El  castigo  de  la  miseria,  de  figurón  (id.) 
20.— El  príncipe  prodigioso  (id.) 
24. — El  tirano  Gunderico,  de  teatro,  (id.) 
Febrero    1.°— Los  áspides  de  Cleopatra,  de  teatro  (Rita  y  Gar- 
cía Parra). 
8.— La  prudente  Abigail,  de  teatro  (id.) 
13.— Hombre  pobre  todo  es  trazas  (id.) 
15.— El  desdén  con  el  desdén  (id.) 
17.— El  viejo  y  la  niña,  de  subida  (Juana  y  Garda 

Parra), 
19.— El  hombre  convencido  á  la  razón  (id.) 
20.— Lograr  por  guardar  secreto;  Medea  y  Jasón,  nue- 
va, de  teatro,  por  Rita  Luna  y  Garda  Parra, 
Una  tonadilla;  Calabazas  dobles  El  viejo  burlado, 
baile  pantomímico. 


APÉNDICES  581 


Febrero  25.— La  sortija  de  Venus,  segunda  parte  {Rita  y  Gar- 
da Parra),  de  teatro. 
Mar  20    h.^Ceniza.  *■ 

1794-1795. 
Funciones  de  la  compañía  de  Manuel  Martínez 

Abril  20.— Bien  vengas  mal  si  vienes  solo,  con  loa^  tonadi- 
lla y  saínete:  (dama,  Andrea  Luna):  á  las  cinco. 
26. — Mujer,  llora  y  vencerás  (Andrea). 
30.— Reinar  después  de  morir  {id.) 
Mayo    7. — Ver  y  creer,  segunda  parte  de  doña  Inés  de  Cas- 
tro (Andrea). 
10. — La  Eugenia,  en  cinco  actos  (dama,  Gabriela  La- 

'  porta. 
13. — El  médico  de  su  honra  (Andrea). 
15.— El  príncipe  tonto  (id.) 

17.  — Para  vencer  amor  querer  vencerle  (id.) 
20.  — Primero  soy  yo  (id.) 

22.— El  montañés  Juan  Pascual  (id.) 

24.  — Los  dos  amigos,  en  cuctro  actos  (Andrea  y  Jos^' 
Huerta,  segundo  galóji). 

27.  — Peor  es  ser  juez  que  hermano,  cinco  actos  (dama, 
Gabriela  Laporta),  tonadilla  á  solo  por  la  PraAo. 

.30. — Hechos  heroicos  del  valor  godo  español,  de  teatro 
(Andrea);  primera  tonadilla,  la  Orosco  y  Sán- 
chez; segunda,  la  Prado.  Iluminación  en  ambos 
por  el  santo  del  Principe. 
Junio    4.— El  triunfo  del  Ave  María  (A/icírea). 

7.— El  fénix  de  los  criados,  de  teatro  (Andrea);  pri- 
mera tonadilla,  la  Orozco;  segunda,  la  Prado  y 
Camas. 

13. — Cristóbal  Colón,  de  teatro  (Andrea),  cantaron  la 
Prado  y  la  Orozco. 

18.  — Acrisolar  la  lealtad  á  vista  del  rigor  por  dama,  pa- 

tria y  honor  (dama,  Andrea;  galán,  Manuel  Es- 
pinosa), cantaron  lá  Prado,  Petrona  Correa  y 
Caimas. 

20.— El  Sigerico,  tragedia  (Andrea),  cantó  la  Prado. 

IZ.—No  hubo. 


582  ISIDORO   MAIQUEZ 


Jatiio  24.— La  del  20. 

25  y  26.— A^o  hubo. 

27. — La  bella  Guayanesa,  de  teatro,  cinco  actos  (An- 
drea), canta  Antonia  Prado. 
30.— No  hubo  por  venir  los  Reyes. 
Julio    1.° — El  fabricante  de  paños,  en  cuatro  actos,  de  subi- 
da {Andrea),  salió  la  Márquez  en  la  tonadilla. 
l.—No  hubo  hasta 

14. — La  razón  todo  lo  vence,  de  subida. 
18.— La  bella  pastora,  de  subida,  tres  actos,  salió  Ga- 
rrido, tonadilla  A.  Prado. 
Agosto  20,  — El  reo  inocente,  de  subida. 

23.— Los  falsos  hombres  de  bien,  de  subida. 
28.— No  hubo  hasta 
Septiembre  1.®— Triunfos  de  amor  y  lealtad  y  apariencias  de  trai- 
dor. 
5. — El  vinatero  de  Madrid. 
9.— No  hubo  hasta 
15. — Las  víctimas  del  amor. 
22.— El  premio  de  la  humanidad,  de  subida. 
2b.— No  hubo  hasta 
Octubre    4.  — LaJacoba. 

7. — El  lucero  de  Castilla. 
9. — También  hay  duelo  en  las  damas. 
11.— Pruebas  de  amor  y  amistad. 
14.— El  castigo  en  la  traición  y  triunfante  el  persegui- 
do, de  teatro. 
20.— El  hombre  agradecido. 
22. — El  mejor  alcalde  el  rey. 
24.— La  Matilde. 

27.— Gustos  y  disgustos  no  son  más  que  imaginación. 
29.  — La  marquesita. 
31.— El  buen  padre. 
Noviembre    1.° — No  hay  por  el  Jubileo  de  las  Animas. 
2.— La  del  31. 

4. — Duelos  de  amor  y  lealtad,  con  loa,  de  teatro,  todo 
nueco.  Iluminación  por  el  santo  del  Rey  en  ambos 
teatros. 
12.— Sifido  y  Etolia,  de  teatro. 
17.— Federico  II  en  Glatz,  de  teatro. 
24.— M^tzariagos  y  Monsalves, 


APÉNDICES  583 


Xoüienibre  27.— La  afrenta  del  Cid  vengada,  de  teatro. 
Dif^ienibre    3.  — Los  amantes  de  Teruel  (salió  la  Andrea  después 
de  su  enfermedad). 
9. — Loa.  Los  amigos  del  día,  un  acto;  Alejandro  en 
Oxidraca,  dos  actos,  de  teatro,  todo  nuevo. 
14.— El  abuelo  y  la  nieta,  de  música. 
18. — Carlos  V  sobre  Túnez,  de  teatro. 
22. — No  hubo  hasta 
25.  — La  Isabela,  ópera. 
\79b. -Enero  1  .• — El  parecido  de  Túnez,  de  teatro. 

21.  — María  Teresa  de  Austria  en  Landaw,  de  teatro. 
28.  — Los  jueces  de  Castilla. 
30. — Escipión  en  Cartagena,  de  teatro, 
Febrero    4.  — El  reo  inocente,  íresaeíos. 

7.— Marta  la  Romarantina,  tercera  parte,  de  teatro. 
17. — Carnaüal.  Luego  volatines. 


1794-1795. 

FUiNflONES   DE    LA   COMPAÑÍA    DE    EUSERIO    RlBEllA 

Abril  20.  — 1^1  socorro  de  los  mantos,  con  Loa  y  tonadilla, por 
la  Lorenza.  Dama,  Juana  Garda:  d  las  cinco. 
24.  — Lances  de  amor  y  fortuna  (Rita  Luna,  la  dama). 
28.— El  Rey  Enrique  el  enfermo  (Rita). 
.30.  — El  conde  de  Saldaña  (Rita  y  Félix  Cubas). 
Mayo    7.— Querer  sabiendo  querer  (/2íía). 

10. — El  picarillo  de  España  (Rita);  tonadilla  por  Ma- 
nuela Correa. 
IS.-iEI  Misántropo  (Rita). 
16. — La    Cisma  de  Inglaterra  (Rita;'sefjunda,  Juana 

Sánchez;  gracioso,  Joaquín  Doblado). 
20. — El  honor  da  entendimiento,  de  fiyurón  (Rita  y 

Querol). 
25. — Mudanzas  de    la   fortuna  y    firmezas  del  amor 

(Rita). 
27.— No  hay  contra  un  padre  razón  (id.) 
30.  — El  galeote  cautivo,  de  teatro,  (id.) 
Junio    4. — El  elector  de  Sajonia  (dama,  Gabriela  Laporía). 
6.— García  del  Castañar  (id.) 
7,  — La  moscovita  sensible,  de  teatro,  nueoa(id.) 


584  ISIDORO  MAIQUEZ 


Junio  18.  — La  Andrómaca,  nueva,  de  teatro  (Rita). 

20. — A  cado  paso  un  peligro  {Rita  y  el  gracioso  Do- 
blado). 
2d.—No  hubo. 

24. — El  parecido  de  Rusia  (Rita). 
25  y  2Q.-N0  hubo. 

28.— El  asturiano  en  Madrid,  de  figurón  (Rita). 
30.— A^o  hubo  hasta 
Julio    7.— El  amor  conyugal  ó  la  Amelia,  nueva,  de  teatro, 
(Gabriela  Laporta,  Garda  Parra,  Cubas  y  Ra- 
mos; tonadilla:  la  Lorenza  y  la  Arteaga  y  Fran- 
cisco García). 
11.— La  buena  casada  (dama,  Laporto). 
li.— No  hubo  hasta. 

28.— El  hidalgote  de  Jaca,  de  ñgurón  (Gabriela  La- 
porta). 
31.  — La  bella  serrana  (Laporta  y  Cubas). 
Agosto    1.° — No  hubo  por  el  Jubileo. 

4.— La  Zayda,  tragedia  (Juana,  restablecida  de  su 

mal). 
7.  — El  Esplín,  un  acto;  El  amor  dichoso,  otro,  de  su- 
bida (Juana). 
11. — No  hay  por  las  rogativas  y  trabajo  de  la  otra, 

compañía  hasta 
25. — La  esposa  amable,  un  acto;  Los  padres  reconci- 
liados por  sus  hijos,  nueva.  Iluminación  por  el 
santo  de  la  Reina. 
27. — La  dama  displicente. 
Septiembre    l.°—No  hubo  hasta 

9. — La  buena  nuera,  jiueca,  tres  actos. 
12.-— De  dos  enemigos  hace  el  amor  dos  amigos. 
16.— A^o  hubo  hasta 

26.— El  amante  generoso,  dos  actos;  La  niña  desdeño- 
sa, de  música. 
Octubre    4.  — La  banda  y  la  flor. 

9. — A  buen  padre  mejor  hijo. 
14. — El  castellano  adalid,  de  teatro. 
21.— Yo  me  entiendo  y  Dios  me  entiende,  de  ñgurón. 
29.— Habladme  en  entrando. 
Noviembre-  l.^—No  hay  por  el  Jubileo. 
2. —La  det  29. 


APÉNDICES  585 


Xoidembre    4.— El  perfecto  amigo,  dos  actos;  El  amor  constante, 
de  música,  todo  nuevo. 
17.— Jerusalem  destruida  por  Tito  y  Vespasiano,  de 

teatro. 
24.— El  convidado  de  piedra. 
27.— El  calderero  de  San  Germán,  de  subida. 
Diciembre    2.— El  triunfo  de  Judit,  de  teatro. 

9.— El  triunfo  de  la  inocencia,  de  teatro,  con  loa. 
16.— La  Egilona,  viuda  del  Rey  D.  Rodrigo,  de  teatro. 
19.— El  más  astuto  asturiano,  de  ñgurón. 
22. — No  hubo  hasta 

25. — Triunfos  de  honor  y   valor  en  la  corte  de  Rodri- 
go, de  teatro. 
\79b. -Enero  2.— Tener  celos  de  sí  mismo. 

7.— El  bárbaro  ascalonita,  de  teatro,  nueva. 
12. — La  moscovita  sensible,  de  teatro. 
19. — El  negro  más  prodigioso,  de  subida. 
24. — Por  su  rey  y  por  su  dama,  de  teatro. 
28.— El  filósofo  enamorado,* /ií¿eca,  de  ñgurón.  Produ- 
jo en  rada  uno  de  los  once  días  que  se  puso,  5.716, 
6.480,  5.229,  5.343,  5.875,  7.172,  3.528,  4.399,  4.108, 
2.904,  2.188  reales. 
Febrero    9.— El  mágico  finco,  nueva,  de  teatro. 
\1.  — Carnaval. 


1795-1796. 

Funciones  de  la  compañía  de  Manuel  Martínez 

Abril    5.-T-Cuantas  veo,  tantas  quiero,  con  loa,   tonadilla, 
nueva  ¡j  saJnete:  d  las  cinco. 
10.— Los  amantes  de  Teruel. 
14.  — El  mejor  alcalde  el  Rey. 
16. — El  filósofo  casado,  en  cinco  ácidos. 
20.— El  parecido  en  la  corte. 
22.— El  alba  y  el  sol. 

27.— El  villano  del  Danubio  (barba,  Soto). 
Maijo    2. — La  Sofonisba,  ópera  seria,  con  introducción,  todo 
nuevo. 
9.— El  Tetrarca  de  Jerusalem,  con  loa,  tonadilla  CVi- 
cQnta  L,aporia\     ' 


586  ISIDORO   MAIQUEZ 


Mayo  13.— El  valor    no    tiene  edad,    y  Sansón    de   Extre- 
madura. 
16. —Exceder  en  heroísmo,  la  mujer  al  héroe  mismo;  la 

Emilia. 
21.  — El  buen  labrador,  en  cuatro  actos. 
2.3.  — Federico  II,  primera  parte,  de  teatro. 
28. — La  buena  criada. 

30.— Eduardo  III,  de  teatro.  liumiiiacióti  en  ambos. 
Junio    4.— Cuando  no  se  aguarda. 

5.  — El  traidor  en  la  apariencia. 
8.— iVo  hubo,  según  costumbre,  hasta  el 
12.— La  esclava  del  Negroponto,  de  teatro. 
20.— La  J¿icoba,  en  cuatro  actos. 
22.— El  carbonero  de  Londres. 
25. — Lo  que  destruye  un  capricho  y  vale  una  reflexión: 

la  Marquesita. 
26. — La  Jarretiera  de  Inglaterra. 

30.— El  médico  de  su  honra.  {Desde  hoy,  autor  Fran- 
cisco Ramtds). 
Julio    1.° — No  hubo  por  la  venida  del  Rey. 

■2.— Al  deshonor  heredado  vence  el  honor  adquirido, 

de  subida:  á  las  ocho. 
^.— No  hubo  hasta  el 
12.— El  lucero  de  Castilla. 
13.— Efectos  de  la  ambición,  nueva,  de  teatro. 
16.— Los  dos  amigos,  de  subida. 
19.— El  premio  de  la  humanidad. 
20.— iVo  hubo  hasta  el 
25. — La  presumida  y  la  hermosa. 
27.  — La  espigadera,  primera  parte. 
Agosto    1." — No  hubo  hoy. 

9. — El  montañés  Juan  Pascual:  á  las  siete  y  media. 
11.— Saber  premiar  la  inocencia  y  castigar  la  traición. 
15. — El  culpado  sin  dehto. 
17.— A'o  hay  hasta  el 
23.  — La  cortesana  en  la  sierra. 

25. — La  buena  esposa,  en  un  acto;  I-os  amigos  del  día, 
de  teatro. 
Septiembre    l.°—No  hay. 

6.— El  amo  criado. 

7,  — El  nriatrimonio  secreto,  ópera  bufa,  nuera. 


APÉNDICES  587 


Septiembre  20.— No  hay. 

21. — El  matrimonio  secreto. 
23. — El  vinatero  de  Madrid. 
25.— A';©  hay. 

27.— El  alcalde  de  Zalamea. 
30. — No  hubo  hasta 
O'-tubre    4. — Las  víctimas  del  amor:  á  la^  cuatro  y  inedia. 
7.— El  pastelero  de  Madrigal. 

12. — Cuánto  se  engañan  los  ojos:  padecer  hasta  triun- 
far. 
14. — No  hay  virtud  sin  recompensa;  Sesostris,  Rey  de 

Egipto. 
23. — Los  Tellos  de-Meneses:  Primera  parte. 
26.  — Los  Tellos  de  Meneses:  Segunda  parte. 
30,— Celos  no  ofenden  al  Sol. 
Nooiembre  1.° — No  hubo  por  el  Jubileo  de  las  Ánimas. 
2.— La  del  30. 

4. — El  hombre  singular,  nueva,  de  teatro,  con  loa. 
Iluminación. 
14. — Las  matronas  catalanas,  de  teatro. 
18. — La  mejor  luna  africana,  id. 
23.  — Reinar  después  de  morir. 
28.— A  secreto  agravio,  secreta  venganza. 
Diciembre     1.°— El  triunfo  del  Ave  María. 

3.°— Para  vencer  amor,  querer  vencerle. 
5.— Mujer,  Hora  y  vencerás. 
9.— La  Nina,  ópera  seria,  en  dos  actos,  nueva. 
17.— El  .Sol  de  España  en  su  Oriente'  y  toledano  Moisés, 

de  teatro. 
22,  23  y  24. -No  hay. 

25.  — La  sortija  de  Venus,  primera  parte,  de  teatro. 
I79ñ.-E fiero  14.— Lo  que  va  de  cetro  á  cetro. 

17.— La  Judit  castellana,  de  teatro. 
22.  — La  Magdalena  cautiva,  nueva,  de  teatro. 
29.  — Pedro  Vayalarde,  seyunda  parte;  Anfriso  y  He- 
larda,  por  dos  niños. 
Febrero    ^.—Carnaval. 


588  ISIDORO   MAIQUBZ 


1795-1796. 

Funciones  de  la  compañía  de  Ribera 

Abril    5.~Casa  con  dos  puertas,  con  loa,  tonadilla  y  saínete: 
á  las  cinco. 
9.— Las  armas  de  la  hermosura.    . 
13.— El  ricohombre  de  Alcalá. 
15.  — Las  amazonas  de  Escitia. 
18.  — El  sabio  en  su  retiro. 
21.— El  elector  de  Sajonia. 
23.— Afectos  de  odio  y  amor  (galán,  N acarro). 
28.— Entre  el  honor  y  el  amor,  el  honor  es  lo  primero, 
de  ñgurón. 
Mayo    2.— Casarse  por  vengarse. 

5. — El  amante  honrado  (tonadilla,  Luis  Cortinas). 
9.  — El  Aníbal,  en  un  acto  {Luis  Navarro),  y  Triunfo 

del  amor,  todo  nuevo. 
13.— Mudanzas  de  la  fortuna  y  fírmezas  del  amor. 
16.— Industrias  contra  finezas. 
19. — El  prisionero  de  guerra  nucca. 
23. — Alejandro  en  la  Sogdiana,  nueva,  de  teatro. 
28.— No  puede  ser. 
30.— La  Ohm piada,  nueva,  de  teatro. 
.Junio    5. — El  dómine  Lucas,  de  ñgurón. 
S.—N^o  hubo  hasta  el 

12. — Don  Juan  de  Espina  en  Milán,  de  teatro. 
19.— El  secreto  á  voces. 
22.— El  capitán  Belisario. 
25.  — El  falso  profeta    Mahoma,    tragedia,  nueva,   de 

teatro. 
26.— Casarse  por  vengarse. 
27.  — El  calderero  de  San  Germán,  de  teatro. 
Julio     1 ."— A'o  hubo  por  la  venida  del  Rey  y  trabajar  la  otro, 
hasta  el 
6.— La  prudencia  en  la  niñez:  á  las  ocho. 
10. — La  Faustina,  en  cinco  actos. 
Vl.—No  hay  hasta  el 
19. — García  del  Castañar. 


At»ÓNÍ)lCBS  5^9 


Julio  20.  — El  buen  amigo,  de  subida,  con  arias. 

22.     El  atolondrado  y  el  trinólogo  de  Cleopatra,  de  su- 
bida. 
^1.  —No  hubo  hasta 
Agosto    2.— El  feudo  de  las  cien  doncellas. 

3.  — Los  exteriores  engañosos,  nueva. 
Íí.—No  hubo  hasta  el 
15.— El  parecido  de  Rusia. 
17.— El  príncipe  prodigioso;  sainete:  Los  currutacos 

del  día. 
21.— El  barón  del  Pinel,  de  figurón. 
24.— El  delincuente  honrado. 
25.— iVo  hay  hasta 
28.— La  buena  casada. 
29.— yVo  hay. 
30. — La  buena  casada. 
31. — Los  triunfos  de  Pelayo,  de  teatro 
^Septiembre    3.— El  hablador,  en  tres  actos. 
7. — El  mariscal  de  Birón. 
9.— No  hay  hasta  el 
*  13.— El  mariscal  de  Birón. 

14.— A'o  hay. 

20.— EUindo  D.  Diego,  de  figurón. 
22.— No  hay. 

25. — Aecio  triunfante  en  Roma;  de  teatro. 
30.— El  marqués,  nueva,  dos  actos. 
31.— El  Cid  Campeador. 
Octubre    4.— El  desdén  con  el  desdén:  á  las  cuatro  y  media. 
12.— El  carbonero  de  Toledo. 
14.— Eduardo  VIH,  de  teatro» 
lO.—Perderlo  todo  en  un  día  por  un  loco  y  ciego  amor 

y  falso  zar  de  Moscovia. 
24.— Dar  la  vida  por  su  dama. 
29.— La  vida  es  sueno. 
\uriembre     í.°—No  hubo. 
2.— La  del  SO. 

4. — Clelia  triunfante,  de  teatro^  ron  lúa. 
y. — El  picarillo  de  España. 
12. — Dido  abandonada,  de  teatro. 

20.— Un  montañés  sabe  bieif  donde  el  zapato  le  aprieta, 
nueva,  de  ñgurón. 


59Ó  ÍSÍDORO   MAIQÜB55 


Diciembre    1.°— La  verdad  en  el  engaño,  nueva,  de  teatro,  eon 
decoraciones  nuevas. 
9.— Los  hijos  de  Nadasti,  nueva,  de  teatro,  con  loa. 
18.— El  casamiento  por  fuerza,  nueva,  de  teatro. 
22,  23  y  24.— ATo  hay. 

25. — Las  fortunas  de  Andrómeda  y  Perseo,  nueva,  de 
teatro. 
1796. -Enero  2.— La  virtud  premiada,  de  teatro. 

8. — El  hionor  da  entendimiento,  de  figurón. 
17.— La  restauración  de  Madrid,  de  teatro. 
21.  — Los  áspides  de  Cleopatra. 
26.— El  cautivo  más  feliz,  cíe  teatro. 
Febrero    3. — D.  Juan  de  Espina  er^  Madrid,  de  teatro. 
9.  — Carnaval. 


1796-1797. 

Funciones  de  la  compañía  de  Francisco  Ramos 

Marzo  27. — El  amor  al  uso,  con  loa,  sainete  nuevo  y  tona- 
dilla. 
31. — El  tercero  de  su  afrenta. 
Abril    2.— El  Tetrarca  de  Jerusalem. 

6. — El  parecido  en  la  corte. 

8.  — Las  mocedades  del  Cid  (galán,  Maiquez). 
12,— Bien  vengas  mal. 
14.  —Rendirse  á  la  obligación. 
16.— P^l  genízaro  de  Hungría. 
19.— Pruebas  de  amor  y  amistad. 
21. — Los  jueces  de  Castilla. 
22.— Cuando  no  se  aguarda. 
23.  — Los  acasos,  cuatro  actos 
26. — La  posadera  feliz. 
29. — Los  falsos  hombres  de  bien. 
Mayo    4.— El  Rey  D.  Sebastián  (Maiqukz).  ' 

9.— Sifido  y  Etolia,  de  teatro. 
12.— La  más  hidalga  heymosura. 
14. — El  buen  hijo,  de  teatro. 
23.— La  Támara,  id.,  {hizo  el  2."  Maiquez). 


31.— :Vo  hubo  hasXfi 


At>éNDlCES  591 


Junio    3.— El  parecido  de  Túnez,  de  teatro. 
9. — El  lucero  de  Castilla. 
11. -El  Czar  Ivan. 
14.— Los  españoles  en  Chile. 
17.— El  mejor  alcalde  el  Rey. 
19.— El  vinatero  de  Madrid. 
20.— Caprichos  de  amor  y  celos. 
22.— El  médico  de  su  honra. 
24.— El  parecido  en  la  corte. 
25.— Mal  genio  y  buen  corazón. 
28.— La  Jacoba. 
Julio    1.°— La  virtud  consigue  el  premio,  de  subida. 
4.  — La  Isabela,  ópera  bufa,  en  dos  actos. 
18. — No  hubo  hasta  el 
24. — El  triunfo  del  Ave  María. 
27.— No  hubo  hasta  el 
31.— Mañanas  de  Abril  y  ^fayo. 
Agosto    l.°—No  hubo  por  el  Jubileo  de  la  Poreiúncula. 

2.— El  encuentro  feliz  y  el  diálogo  de  Doña  Inés  de 

Castro  {la  Prado  y  Robles),  de  subida. 
S.—No  hubo  hasta  el 
10.— El  Alcalde  de  Zalamea. 
11.— ;Vo  hubo  hasta,  el 
14;  — La  cortesana  en  la  Sierra. 
16.  — A  suegro  irritado,  nuera  prudente,  de  subida. 
22.— No  hubo. 
23  y  28.— El  Tetrarca  de  Jerusalem  (galán,  Roldan, 

con  la  Prado). 
25,  26y  27.-yVo  hubo. 
29  y  siguientes.— ATo  hubo  hasta 
Septiembre    5.— El  abuelo  y  la  nieta,  de  música. 
9, — El  matrimonio  secreto,  ópera. 
13. — Sotonisba,  ójpera. 

16.— Una  miscelánea;  primera  tonadilla  por  la  Porta; 
saincte,  Los  hombres  solos;  segunda  tonadilla  por 
la  Márquez;  Alemanda,  por  la  Prado  y  M.  de  León, 
y  boleras. 
25.— El  amo  criado  y  El  cuarto  de  la  viuda. 
Ortubre    4.— Celf>8  no  ofenden  al  Sol  (hizo  la  Vázquez  la  dama, 
y  el  galán  Isidoro  Mak^uez). 
10.  — La  Eugenia   (galán,  Isidoro,  dama,  la    Vázquez). 


592  ISIDORO  MAIQUBZ 


Octubre  14.— Introducción;  El  tirano  de  Ormuz,  ópera  en  un 
acto,  y  ñn  de  ñesta  de  varias  piezas  y  panto- 
mima. 
20.— Apeles  y  Campaspe  {la  Prado  y  Maiquez). 
24.— El  galán  fantasma  {id.) 
28.— El  Rayo  de  Andalucía,  pr /mera  paríe  {id.) 
Noviembre    l.°—No  hubo  teatros,  según  costumbre. 

2.— El  Rayo  de  Andalucía,  segunda  parte  (la  Prado 

y  Maiquez). 
4.— Loa;  tonadilla;  Las  crueldades  de  Nerón,  comedia 
en  tres  actos  (id.)  Iluminación  en  los  teatros. 
12.— La  paz  en  la  mayor  guerra;  El  indolente  y  La  pri- 
vanza perseguida,  de  teatro  {id.) 
18.— Numancia  destruida,  id.  (salió  Robles). 
23. — Es  la  Parca  más  sangrienta,  mujer,  amante  y 
airada,  id.  {salió  la  Andrea);  aria  y  cavatina,  por 
el  genovés  Féliae  Folia. 
28. — La  hija  del  aire,  primera  parte. 
Diciembre    2.— La  hija  del  aire,  segunda  parte. 
6. — La  bella  pastora. 

9.  — Morir  por  la  patria  es  gloria;  Atenas  restaurada; 
con  loa,  tonadillas  nuevas  y  fin  de  ñesta,  de  tea- 
tro. Iluminación  de  los  teatros,  por  ser  cumple- 
años de  la  Reina. 
14. — El  alba  y  el  sol,  de  teatro. 
19.— La  mejor  luna  africana,  id. 
24.— xVo  hubo  teatros,  según  costumbre. 
25.  —  Marta  la  Romarantina,  primera  parte  y  una  pieza 
de  música. 
1797. -Enero  10.— La  esclava  del  Negroponto,  de  teatro. 
18.— El  fénix  de  los  criados,  id. 
24.  —El  conde  de  Cominges  y  Hércules  y  Deyánira,  id. 

(hizo  el  segundo  Maiquez). 
30.— Los  amigos  del  día,  y  sigue  el  Hércules. 
Febrero    1.°— Lo  que  va  de  cetro  á  cetro. 
4. — La  Celmira,  tragedia. 
10.— Cristóbal  Colón,  de  teatro. 
15.— El  robo  de  las  Sabinas,  id.,  tres  actos. 
20.— Juana  la  Rabicortona,  se^^a/ií/a  parte,  de  teatro. 
28. — Carnaval. 


APÉNDICES  593 


En  el  teatro  de  los  Caños,  que  tuvo  ópera,  siguen  oratorios,  por 
la  compañía  italiana,  y  conciertos. 

En  la  Cruz,  conciertos  por  la  Lorenza,  la  Arteaga,  Vicenta  La- 
porta,  Camas  y  varios  músicos  de  la  orquesta.  Dieron  21  conciertos, 
que  produjeron  106.942  reales. 


1796-1797. 

Flncionks  de  i,a  compañía  de  Luis  Navarro 

Mano  27.— Amparar  al  enemigo^  con  loa,  saínete  y  tonadilla 
nueoa. 
Abril    I.** — Todo  es  enredos  amor. 

7.— Lances  de  amor  y  fortuna. 
12.— El  maestro  de  Alejandro. 
17.— Las  cuentas  del  Gran  Capitán. 
21.— El  mejor  amigo  el  Rey,  nueva. 
25. — El  filósofo  enamorado,  desfiguran. 
Mayo    5. — El  Misántropo. 

10.— El  Conde  de  Saldaña. 
14.— El  asturiano  en  Madrid,  dejigurón. 
20. — La  fama  es  la  mejor  dama,  nueva,  de  teatro. 
26.— El  Elector  de  Sajonia. 
30. — El  inocente  usurpador,  de  teatro. 
a.— No  hubo  hasta 
Junio    Z.— La  del  30. 

7. — Pedro  el  Grande,  Czar  de  Moscovia,  nueva,  de 
teatro. 
18. — Los  Monteros  de  Espinosa.  - 
22.  — Amar  después  do  la  muerte.    En  el  saínete  salió 

Fermín  Rojo. 
2.5.— El  esclavo  en  grillos  de  oro. 
26.— El  dómine  Lucas,  dejigurón. 
.Julio     l.° — No  hubo  hasta  el 

3. — Los  amantes  de  Teruel. 
i.— No  hubo  hasta  el 
10.— El  mariscal  de  Birón. 

11. — A'o  hubo  hasta  el  ^ 

17.— García  del  Castañar. 
18.— El  aburrido,  nueva. 

38 


594  ISIDORO    MAIQÚÉ32 


Julio  21.— La  gitanilla  de  Madrid. 

25. — De  dos  enemigos  hace  el  amor  dos  amigos. 
27.  — El  perfecto  amigo,  en   dos  actos;   La  toma  de 
Breslau,  en  tres. 
Agosto    l."—No  hubo  por  el  Jubileo  y  por  trabajar  la  otra, 
hasta  el 
7.— Para  vencer  amor  querer  vencerle. 
8.— La  Adelina,  primera  parte. 
13. — La  Adelina,  segund%  parte;  La  casa  de  Tócame 

Roque. 
16. — No  hubo  hasta  el 

21.— Cumplir  dos  obligaciones,  y  Duque  de  Sajonia. 
22.— El  jugador  inglés. 

25.— El  amor  dichoso,  en  dos  actos,  de  música;  danza 
valenciana;  diálogo  burlesco  y  bailecito. 
Septiembre    b.—No  hubo  hasta  el 

8. — La  más  constante  mujer. 
9.— No  hubo  hasta  el 
11.— La  más  constante  mujer. 
12.— A^o  hubo  hasta  el 
18.  — El  socorro  de  los  mantos. 

22. — El  hombre  de  bien,  en  dos  actos;  y  La  Andróma- 
ca,  en  uno;  El  Tribunal  del  buen  gusto,  fin  de  fies- 
ta, todo  nuevo,  y  varias  piezas  musicales  y  de- 
baile. 
Octubre    4.— Tener  celos  de  sí  mismo  (dama,  Rita  Luna). 
10. — La  banda  y  la  flor. 

14.— El  preso  por  amor  ó  el  real  encuentro,  nueva,  en 
dos  actos;  La  Posaderita,  en  un  acto,  y  Orfeo  y 
Eurídice,  melodrama  de  verso  y  música  en  un 
acto,  de  teatro. 
Moviembre  AJ^—No  hubo  teatros;  por  la  fiesta  del  día,  según  cos- 
tumbre. 
2. — El  sabio  en  su  retiro. 

4. — Loa  titulada  Eneas  en  los  Elíseos;  tonadilla;  Sa- 
mir  y  Bircea,  de  magia,  en  dos  actos;  Fatme  y  .Se-^ 
lima,  tragedia  con  música,  todo  nuevo.  Ilumina- 
ción en  los  teatros  por  ser  el  santo  del  Rey. 
18.  —  Un  montañés  sabe  bien  donde  el  zapato  le  aprieta. 
25. — Los  siete  Infantes  de  Lara  (El  traidor  contra  su 
sangre). 


APÉNDlCBá  595 


Xoüiembre  30.  — Hipermenestra,   tragedia  y  pantomima  con  mú- 
sica. 
Diciembre    4. — El  ¡nocente  usurpador,  de  teatro. 

9.  — Loa;  El  avaro,  ópera  en  dos  actos;  y  Belleroíbnte 
en  Licia,  pieza  heroica  con  transformaciones  in- 
ventadas por  D.  Antonio  Tadey,  todo  nuevo.  Ilu- 
minación, 
'¿'i.  — La  misma,  con  un  dúo  nuevo,  por  la  Lorenza 

Correa  y  la  Arteaga. 
25.  -  El  rey  es  primero,  nueva,  en  dos  actos,  y  fin  de 
fiesta,  con  baile,  todo  nuevo. 
1797. -Enero  10. -El  castellano  adalid,  de  teatro. 

14.— Guárdate    del    agua    mansa,    de   figuróm,    nue- 
ra (sic). 
15.  — El  filósofo  enamorado. 
19.— El  convidado  de  piedra. 
24.— Vencer  amor  por  amor  premiando  al  hijo  mejor  y 

Berenice  en  Tesalónica,  todo  nuevo,  de  teatro. 
30.— Triunfos  de  valor  y  honor  en  la  corte  de  Rodrigo, 
de  teatro. 
Febrero    4.— El  secreto  á  voces. 

8.  — El  grito  de  la  naturaleza,  en  dos  actos;  y  Armida 

y  Reinaldo,  todo  nuevo,  de  teatro. 
20.— La  sortija  de  Venus,  segunda  parte,  de  teatro. 
2S.  — Carnaval. 


1797-1798. 

Funciones  de  i.a  compañía  de  Francisco  Ramos 

Abril  16.— Dicha  y  desdicha  del  nombre,  con  loa  (cantaron 
Camas,  la  Prado  y  la  Orozco);  tonadilla  nueva. 

19.  — La  fuerza  del  natural  (la  hizo  Maiquez;  cantaron 
Laporta,  la  Virg  y  Camas). 

21.  — Dios  hace  justicia  á  todos  CMaiquez;  cantó  la 
Prado). 

25.— La  más  hidalga  heTmosura.  (galán,  Maiquez;  can- 
taron Camas,  Briñoli,  Laporta  y  la  Prado). 

27.— Religión,  patria  y  honor  triunfan  del  más  ciego 
amor;  La  Hirza,  tragedia  (galán,  Maiquez;  can- 
taron Camas,  Garrido  y  la  Prado). 


596  ISIDORO   MAIQUB¿ 


Mayo  2.— No  hay  que  fiar  en  amigo  y  yerro  del  entendido 
(galán,  Maiqukz;  cantó  Laporta). 
4.— El  príncipe  perseguido  y  tirano  de  Moscovia  (hiso 
el  barba  Vicente  García;  cantaron  Laporta,  Ca- 
mas y  Bríñoli). 
9.— La  ocasión  hace  el  ladrón  y  trueque  de  las  male- 
tas (cantaron  Prado,  Camas  y  Cubas),  tonadilla 
nueva. 

11.  — La  Cecilia,  segunda  parte,  de  teatro  (cantaron  la 
Prado,  la  Vírg,  Camas  y  Garrido). 

16. — La  posadera  feliz  (cantaron  la  Prado,  la  Virg, 
Camas,  Cubas  y  Bríñoli). 

18.  — Eli  triunfo  del  Ave  María  (cantaron  Laporta  y 
Camas). 

20.  — La  Talestris,  tragedia,  de  subida  (cantaron  la 
Virg  y  Camas). 

24.  — La  banda  de  Castilla  y  duelo  contra  sí  mismo 
(cantó  Laporta). 

27  —Amistad,  lealtad  y  amor  saben  vencer  el  rigor 
(cantaron  Laporta  y  Camas). 

30.— La  modesta  labradora,  en  un  acto,  y  el  diálogo 
de  Los  amantes  desgraciados  (Robles  y  la  An- 
drea); dos  tonadillas:  primera,  Laporta,  Virg  y 
.Camas;  segunda,  Laporta,  Camas,  Garrido  y  Ha- 
mos; todo  nuevo. 
Junio  3.-  Hernán  Cortés  en  Tabasco,  de  teatro;  primera  to- 
nadilla, Laporta;  segunda,  Laporta ,  la  Virg  y 
Camas. 

10. — La  Holandesa,  de  subida  (cantaron  la  Prado  y 
Camas). 

14.— Leonida,  tragedia  en  dos  actos,  nueva,  y  El  ma- 
trimonio por  razón  de  estado,  dos  actos,  de  su- 
bida, (cantaron  la  Prado,  Camas  y  Garrido). 

17.  — El  amor  al  uso  (cantaron  la  Prado,  Camas  y  Ga- 
rrido). 

23.— Ciro   reconocido,   nueva,  de    teatro   (Maiquez  y 
Robles) ;  primera  t07iadilla,  Laporta,  Camas  y  Ma- 
ría Bríñoli,  y  la  segunda  Garrido,  y  la  Prado; 
saínete  nuevo. 
30.  — Los  dos  amigos  (cantaron  Laporta  y  Camas), 
./alio    3. — La  equivocíición  y  elchisme,  en  dos  actos  (hizo  el 


APÉNDICES  591 


barba  Vicente  García);  Areo,  rey  de  Armenia,  me- 
lodrama en  un  acto  (la  Prado  y  Maiquhz  estrena- 
ron vestidos):  todo  nueov,  una  nueva  tonadilla 
Garrido,  la  Virg  y  Laporta;  ñn  de  fiesta,  El  co- 
rralón de  los  desamparados. 
Julio  16.— El  príncipe  constante. 

17.— El  matrimonio  secreto,  ópera. 

22.  — El  Guzmán  (Zo  hÍ20  Soto);  tonadilla  por  Laporta, 
la  Virg  y  Camas,  dos  saínetes,  y  la  Alemanda  de 
la  Prado. 

25.— El  vinatero  de  Madrid  (lo  hizo  Laporta  y  Mai- 
QUEz,  y  de  barba  un  aficionado;  cantaron  Lapor- 
ta, Ramos  y  Camas). 

30.  — La  presumida  y  la  hermosa. 
Agosto    6.— El  Alcalde  de  Zalamea. 

7.— Una  introducción,  (a/ia  tonadilla,  Laporta,  Ga- 
rrido y  Camas);  La  noche  de  Troya,  melodrama 
trágico  por  la  Prado  y  Maiquez;  fin  de  fiesta  y 
baile  (por'  la  Prado,  la  Ferrer,  Cubas  y  León); 
todo  nueüo,  teatro  y  vestidos. 

16.— El  dichoso  arrepentimiento,  nueva  (cantaron  La- 
porta  y  Camas  tonadilla  nueoa). 

19.— Caprichos  de  amor  y  celos. 

24.— El  mentiroso  en  la  corte. 

27. — Los  bandos  de  Verona,  Mónteseos  y  Capeletes. 
Septiembre    3.— Mentir  y  mudarse  á  un  tiempo. 

4.— El  negro  y  la  blanca,  nueva,  en  dos  actos  (tona- 
dilla nueoa  que  cantaron  Laporta,  Camas  y  Bri- 
ñoli). 

11.  — La  Adeliisia  (nueva,  en  cinco  actoé,  con  fin  de 
fie«ta  y  tonadilla  que  cantaron  Camas  y  la  Pra- 
do; todo  nuevo). 

ló.^Julio  César  y  Catón,  (Vicente  García  y  Maiquez, 
cantaron  Laporta  y  Camas,  fin  de  fiesta,  nuevo, 
y  un  terceto  que  cantaron  la  Prado,  Camas  y  Bri- 
ñoli. 

2L  — El  filósofo  casado  (caníaro/i  Laporta  y  Camas). 

28.— El  genízaro  de  Hungría. 
^>ctubre    4. — Augusto  y  Teodoro  ó  los  pajes  de  Federico,  nueva 
(Robles,  Maiquez  //  la  Andrea);  La  bella  esposa,  en 
un,  acto  (Laporta  y  Camas),  de  teatro;  fin  de  fiesta, 


598  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Octubre  10.— La  dama  duende  (hizo  el  segundo  Maiquez;  can- 
taron Laporta  y  Camas). 

12.— El  parecido  en  la  corte. 

14. — El  sol  de  España  en  su  oriente,  de  teatro;  prime- 
ra tonadilla,  Laporta,  Garrido  y  Camas;  segun- 
da, la  Prado,  Camas  y  Garrido;  saínete  nuevo, 
Las  ferias. 

20.— Como  la  luna  creciente  también  tiene  el  sol  men- 
guante (cantaron  Laporta,  la  Virg  y  Camas). 

25.— Dos  reinas  en  sólo  un  día  (cantó  la  Virg  sola). 

27. — El  severo  dictador.  Hizo  el  tercero  Sabater  (can- 
taron Laporta,  Camas  y  Garrido). 
Noviembre    2.— El  enemigo  de  las  mujeres. 

4.— Catalina  II,  emperatriz  de  Rusia,  nueva,  con  loa  y 
dos  tonadillas;  la  primera,  Laporta;  la  segun- 
da, Laporta,  Laurearía,  Garrido  y  Camas;  todo 
nuevo. 

16.— La  Parmenia,  nueva  (Maiquez  y  Robles;  cantaron 
la  Prado,  Camas  y  Garrido;  fin  de  fiesta  nuevo. 

21.  — La  restauración  de  Astorga,  de  teatro  (cantaron 
la  Prado,  la  Virg,  Camas  y  Garrido. 

28.  — La  puente  de  Mantible,  de  teatro  (cantaron  la 
Prado,  Camas  y  Garrido). 
Diciembre    2.  — Las  víctimas  del  amor  (cantaron  la  Prado,  la 
Orozco,  Camas,  Garrido  y  Ramos). 
7.— El  mejor  alcalde  el  rey. 

9.— Un  Prólogo,  por  Robles;  El  mudo,  en  dos  actos; 
tonadilla,  Camas,  Garrido  y  Laporta;  Ifigenia 
en  Tauride;  melodrama,  en  dos  actos,  por  la  Pra- 
do, Robles,  Sabater  y  Huerta,  y  fin  de  fiesta,  todo 
nuevo;  de  teatro. 

15. —Celos  no  ofenden  al  sol. 

18.— La  Jacoba  (cantaron  Laporta  y  Camas). 

20. — La  presumida  y  la  hermosa. 

22. — Una  Introducción  y  el  diálogo  de  Doña  Inés  de 
Castro,  de  teatro,  por  la  Prado  y  Robles,  y  fin  de 
fiesta:  dos  tonadillas;  primera,  Garrido,  Camas 
y  Laportí;  segunda,  la  Prado  y  Camas.  Cubitas 
el  baile  ingles. 

24.— r]l  tirano  de  Astracán,  de  teatro;  dos  tonadillas 
nuevas:  primera.  Camas,  Garrido,  Ramos  y  la 


APÉNDICES  599 


Prado;  segunda,  Laporta,  Camas  y  Cubas;  fin  de 
fiesta. 
l'ídS.-Enero  12.— El  hombre  singular,  de  teatro  (cantaron  Camas, 
Garrido  y  Laporta). 

18. — Adriano  en  Siria:  fiueoa,  de  teatro.  Hizo  el  pri- 
mero Isidoro  Maiquez;  el  barba,  Vicente  García; 
cantaron  la  Prado,  Camas  y  Garrido;  fin  de  fies- 
ta nueoo. 

24.— El  lucero  de  Castilla. 

26.  -  Sesostris,  rey  de  Egipto,  de  teatro.  (El  primero, 
Isidoro;  el  barba,  Vicente  García;  el  tercero,  Sa- 
bater);  cantaron  Camas,  Garrido  y  la  Orozco. 

29.— Duelos  de  amor  y  lealtad,  de  teatro  (cantaron  la 
Orozco,  Garrido  y  Camas). 
Febrero    5. — La  Celmira,  de  subida  (cantaron  Camas,  Garri- 
do y  la  Orozco. 

9.— Marta  la  Romarantina,  cuarta  parte,  de  teatro; 
primera  tonadilla,  la  Orozco,  Garrido  y  Camas; 
cantaron  una  Introducción  Camas  y  Garrido,  y 
un  Aria  Laureana  Correa. 

2tí.—CarnaDal. 

I.a  compañía  italiana  de  ópera  da  oratorios  en  los  Caños. 

En  la  Cruz  conciertos  (dieron  cuatro),  vocal  é  instrumentral,  por 
Lorenza  Correa,  Joaquina  Arteaga,  Vicenta  Laporta,  B.  Gil,  Ca- 
mas y  José  Grandoti,  y  en  15  de  Marzo  el  drama  de  Jephté,  en  dos 
actos,  que  siguió  hasta  el  29  inclusive,  y  el  30  á  beneficio  de  la 
Lorenza 


1797-1798. 

Funciones  de  la  compañía  de  Luis  Navarro. 

Abril  16.  — Los  empeños  de  un  acaso,  con  loa;  cantó  la  Ar- 
teaga tonadilla  nueva. 

2L— El  negro  del  cuerpo  hVánco  (cantaron  Querol,  el 
Extremeño  y  la  Arteaga). 

25.  — Industrias  contra  finezas  (ea/iíó  la  Arteaga). 

27.— Casarse  por  vengarse  (cantó  por  primera  oez  en 
Madrid,  Bernardo  Gil,  una  tonadilla  nueoa  con 
la  Arteaga). 


600  IS-IDORO   MAIQUBZ 


Mayo    4.— El  duelo  contra  su  dama  {cantaron  la  Arteaga  y 
Bernardo  Gil). 

10.— El  pícarillo  en  España  {cantó  la  Arteaga  sola). 

16.— Mudanzas  de  la  fortuna. 

19. — La  lindona  de  Galicia  {hizo  galán  barba,  Maca- 
rro; cantaron  la  Arteaga,  Gil  y  la  Zarate  por 
primera  ves). 

24.— Lo  que  puede  la  aprensión  y  violencia  del  oido, 
de  subida  {hizo  la  dama  la  Lorenza  Correa;  can- 
taron la  Arteaga.,  Gil  y  Querol. 

30.  — La  Amelia,  nueva,  de  teatro;  primera  tonadilla 
la  Arteaga;  segunda,  las  tres  Correas. 
Junio    3.  — La  moscovita  sensible,  (Íéj  teatro;  primera  tona- 
dilla, la  Arieaga  y  Gil;  segunda,  Lorenza,  Gil  y 
Castañas. 

15.— El  parecido  de  Rusia,  de  subida. 

17. — El  honor  da  entendimiento,  de  figurón. 

23.— Cristina,  reina  de  Suecia,  nueva,  de  teatro;  sai- 
nete  nuevo; primera  tonadilla,  la  Arteaga;  segun- 
da, la  Lorenza. 
Julio    9.— El  Mariscal  de  Birón. 

XO.—'Ls.'í^emivaxni^,  tragedia,  en  un  acto,  por  la  Ber- 
meja; La  posaderita,  de  música,  y  V^enus  y  Ado- 
nis, en  otro  acto,  de  teatro,  con  una  transforma- 
ción nueva. 

23.— Del  Rey  abajo  ninguno. 

24. — Los  aduladores,  en  un  acto,  Armida  y  Reinaldo, 
segunda  parte;  todo'nuevo,  de  teatro;  primera  to- 
nadilla, la  Arteaga;  segunda,  Querol;  la  Lorenza 
y  Gil;  saínete  nuevo  y  boleras. 
Agosto  10. — Los  amantes  de  Teruel. 

15.— No  puede  ser. 

21.— Un  montañés  sabe  bien  donde  el  zapato  le 
asprieta. 

23. -El  hablador. 

25.  — La  enferma  por  amor,  ópera  bufa,  nueva;  fin  de 
fiesta  y  baile  nuevo. 
Septiembre    8.— La  niña  de  Gómez  Arias. 

17. — Para  vencer  amor,  querer  vencerle. 

20.— El  esplín,  en  un  acto;  tonadilla,  la  Arteaga; 
Amina  y  Sembaxis,  trá,gico,  en  un  acto,  nuevo,  de 


APÉNDICES  601 


teatro;  tonadilla,  la  Lore/i^a,  Querol  ¡j  Gil;  fin  de 
fiesta,  nuevo. 
Septiembre  25.  —  ^  delincuente  honrado  (/iúo   el  barba    Vicente 
García;  cantaron  El  Extremeño^  Querol  y  la  Lo- 
renza). 
28.— El  amor  dichoso,  de  música. 
Octubre    4.— Fuego  de  Dios  en  el  querer  bien  {^ialió  la  Rita, 
cantaron  la  Arteaga,  Gil  y  Castañas). 
10.— El  príncipe  prodigioso  y  defensor  de  la  fe. 
14. — Quinto  Fabio  Máximo,  nueva,  de  teatro;  cantaron 

Lorenza  y  Gil;  fin  de  fiesta,  todo  nuevo. 
25. — El  calderero  de  San  Germán. 
Noriembre  '  2. — El  prisionero  de  guerra  (cantaron  Lorenza  y  Gil). 
4.  — La  Florentina,  Jocosa,  en  un  acto;  tonadilla,  pri- 
mera la  Arteaga;  Ca,dmsL  y  Re  va,  tragedia,  en  otro; 
otra  tonadilla,  la  Lorenza,  Gil  y  Manuela;  Uno 
mismo  siendo  cuatro,  en  otro,  todo  nuevo,  de  teatro. 
12.— La  escuela  de  los  celosos,  ópera  bufa,  nueva,  f/  fin 

de  fiesta. 
17.— El  desdén  con  el  desdén,  Rita  Luna;  cantaron  ki 

Arteaga  y  Gil. 
24.— El  amante  honrado,  de  subida  {cantaron  la  Lo- 
renza, Gil  y  Querol). 
28.  — La  escuela  de  los  celosos,  ópera. 
Diciembre    9.  — í7/ia  Laudatoria, /)or  Robles;  El  atolondrado;  ío- 
nadilla,  Lorenza,  Gil  y  Castañas;  Ino  y  Neifile, 
heroica,  de  teatro,  nueva. 
18.— El  hechizado  por  fuerza,  de  ñgul^ón. 
22.  — La  escuela  de  los  celosos,  ópera. 
23.— Los  áspides  de  Cleopatra,  de  teatro. 
24.— Filis  y  Demofonte,  de  magia,  nueva. 
M9S-Enero    1.°.— Los  áspides  de  Cleopatra. 
5.— El  avaro,  ópera  en  dos  actos. 
15.— Las  amazonas  de  Escitia,  de  teatro. 
20.  — Pedro  el  Grande,  Czar  de  Moscovia,  ¿d. 
27.  — A  España  dieron  blasón  las  Asturias  y  León,  ídem; 
cantó  la  Arteaga. 
Febrero    1.^— El  mayordomo  feliz,  nueva,  de  sabida. 
6.— La  más  ilustre  fregona,  de  íigurón. 
12.— Palm  is  y  Orón  te,  nueva,  de  teatro. 
20.— Carnaval, 


602  ISIDORO    MAIQÜBZ 


1798-1799. 

Funciones  de  la  compañía  de  Francisco  Ramos 

Abril  8. — Cada  uno  para  sí,  con  loa  y  tonadilla  nueoa  que 
cantaron  Laporta  y  Camas.  Suplió  terceros,  Sa- 
bater  todo  el  año. 

12.— Los  falsos  hombres  de  bien. 

14.— El  Conde  Lucanor,  cantaron  Camas  y  Laporta. 

17. — Cuánto  se  engañan  los  ojos,  cantó  Laporta. 

19.— Lo  que  va  de  cetro  á  cetro. 

21. — Apeles  y  Campaspe  (dama,  la  Yázquez),  cantaron 
Laporta  y  Camas;  saínete,  El  muerto  fingido. 

25.— Como  se  comunican  dos  estrellas  contrarias,  salió 
la  Martínez,  nueoa,  con  tonadilla;  saínete.  El  so- 
bretodo canario. 

28. — El  hombre  agradecido  {cantó  la  Martínez  sola); 
saínete,  El  am¿inte  mudo. 
Mayo    1.°— El   villano  del  Danubio;    tonadilla  nueoa,    que 
cantó  la  Morales;  saínete,  Los  payos  astutos. 
4.— El  tejedor  de  Segovia,  primera  parte;  tonadilla 

nueva,  Laporta;  saínete,  Los  hombres  solos. 
8. — El  tejedor  de  Segovia,  segunda  parte  {cantó  La- 
porta);  saínete,  Las  figuras  de  movimiento. 

11. — El  desertor  francés,  de  subida,  salió  Cubas  de  ga- 
lán, cantó  Laporta  con  Garrido;  saínete.  Los  ma- 
jos y  los  usías. 

14. — El  Alcalde  de  Zalamea,  la  hizo  Yaca,  el  barba 
nueoo,  cantó  la  Martínez;  saínete.  El  cortejo  viejo 
con  dinero  y  mozo'con  música. 

16.— A  costumbres  corrompidas,  desengaño  y  correc- 
ción, nueoa,  la  hicieron  Yaca  y  Cubas;  tonadilla 
nueoa,  Laporta  con  Manuel  Garda,  el  nuevo,  que 
fué  la  primera  oez  que  salió  al  teatro;  El  Asdrú- 
bal,  melodrama  trágico,  de  teatro;  saínete,  La 
,  criada  una  misma  y  parecer  tres:  maja,  francesa  y 
beata. 

21.— El  triunfo  del  Ave  María. 

23.— El  Tetrarca  de  Jerusalem,  la  hizo  Yázquez,  can- 


APÉNDICES  603 


taron  Garrido,  Camas  y  la  Martínez;  sainetea  El 
caballero  de  Siguenza. 
Maifo  26. — La  Adelaida  de  Suecia,  nueva,  de  teatro;  tonadi- 
lla nueva,  Laporta,  la  Martínez  y  Garrido;  saí- 
nete, La  academia  de  música.  (Dos  decoraciones 
nuevas.) 

3L— El  fénix  de  los  criados,  de  teatro;  tonadilla  nue- 
va, por  García  y  la  Morales;  saínete.  Los  viejos 
alegres. 
Junio    4.  —  El  reo  inocente;  tonadilla,  Laporta  y  Camas; 
saínete,  El  hidalgo  de  Barajas  y  el  abate  Man- 
dingón. 
6. — Los  españoles  en  Chile,  cantaron  García  y  La- 
porta;  saínete.  La  lotería,  primera  parte. 
8.— Sueños  son  bienes  y  males,  cantaron  Laporta, 
Garrido  y  .Camas;  saínete.  La  lotería,  segunda 
parte. 

11  y  12.~.¥o  hubo. 

13.— Cuando  no  se  aguarda. 

14.— A'o  hubo. 

15.— El  ayo  de  su  hijo,  nueva,  en  dos  actos;  tonadilla 
del  Zorongo,  que  cantaron  Garrido  y  la  Morales; 
Séneca  y  Paulina,  nueva,  en  un  acto, ^.Andrea,  Ro- 
bles y  Vicente  García;  tonadilla  segunda,  Lapor- 
ta, Garrido  y  Manuel  García,  de  teatro;  fin  de  ftes- 
ta.  Los  dos  locos  fingidos. 

23.  — La  Marquesita,  la  hizo  la  Vázquez,  cantaron 
García  y  la  Morales;  saínete,  Los  hijos  trocados. 

25. — A  suegro  irritado,  nuera  prudente,  la  hizo  Vaca, 
el  barba,  de  teatro,  cantaron  García  y  la  Martí- 
nez; saínete,  El  montañés  burlado. 

29.— Triunfos  de  amor  y  lealtad,  de  teatro,  cantaron 
García,  Laporta  y  Garrido;  saínete,  La  maja  y  el 
torero. 
Julio.  (En  este  verano  se  unieron  las  compañías). 

2.— No  hubo  hasta  el 
7. — La  Eugenia,  de  subida.  Desde  el  16  cesa  hasta  el 

18.— El  matrimonio  inglés,  nueva,  en  tres  actos,  de  su- 
bida, cantaron  la  Arteaga  y  Castañas;  saínete 
nuevo.  La  boda  del  maragato  con  cuatro  caras  y  la 
hija  del  ciego.  Cesa  el  28  hasta, 


601  ISIDORO    MAIQUBZ 


Áfjosto    4.  — Los  amantes  de  Teruel. 
l.—No  hubo  hasta 
Septiembre  14.— Carlos  V  sobre  Túnez,  de  teatro,  íonadilla  nuera, 
\^.—No  hubo  hasta 
OHabre    4.  — La  Pamela,  primera  parte,  cantaron  Laporta  y 
Garrido;  saínete,  I..os  tres  hermanos  llamados  Ca- 
pitanes Canales. 
8. — La  bella  guayanesa,  ca/iíó  Laporta;  sainete,  F.a 

ausencia  de  los  cortejos. 
10.— El  Sigerico,  tragedia,  de  teatro;  tonadilla  y  sai- 
nete anteriores. 
14.— La  familia  indigente,  en  un  u':to;   tonadilla,  la 
Morales  y  Garda,  de  majos;  Cadma  y  Sinorix, 
melodrama  trágico,  en  un  acto;  tonadilla  segun- 
da, Laporta,  la  Morales  y  García;  saínete,  Los 
pordioseros  fingidos,  todo  nuevo. 
20.— Al  deshonor  heredado,  vence  el  honor  adquirido, 
de  teatro;  cantaron  García  y  Laporta;  sainete,  E¿ 
tío  Bigornia. 
23.— El  cerco  de  Zamora,  de  teatro;  cantaron  García 
y  la  Morales;  sainete,  El  marido  de  cachaza  y 
prueba  de  novios  á  su  hija. 
^6.  — Las. crueldades  de   Nerón,    de   teatro;  cantaron 
Laporta  y  Garrido;  sainete,   Trápala  y  Tramoya. 
29.  — La  Adelaida  de  Suecia^  de  teatro. 
Noviembre    l.^—No  hubo. 
2. -La  del  29. 

4. — Lá  Judit  castellana,  de  teatro;  tonadilla  primera, 
García  y  la  Morales;  segunda,  Laporta,  la  Oroz- 
co  y  Garrido;  sainete,  El  marido  viejo  y  mala  ma- 
drastra. 
9.-  Federico  II,  primera  pa>rte,  de  teatro;  tonadilla 
prim.era,  nueva,  la  Morales,  García  y  Ramos;  la 
segunda,  Laporta,  García  y  Garrido;  saínete,  Don 
Chicho,  el  paje  y  la  sebera. 
19.  — La  esclava  del  Negroponto,  de  teatro;  cantaron 
Laporta,  García  y  Garrido;  sainete,  El  sorteo  de 
milicias.. 
26.  — La  mejor  luna  africana,  de  teatro;  cantó  Lapor- 
ta; sainete,  El  duende  barbero. 
28.— Luis  XIV  el  r.rande,  de  teatro;  cantaron    la-  Mo- 


At'ÉNDÍCBá  605 


rales,    García  y  Ramos;  saínete,    Los   hombres 
solos. 
Diciembre    3.  — Don  Rodrigo  de  Vivar  (cantaron  la  Morales  y 
García);  saínete.  Los  novios  fingidos  locos. 
7. — El  amor  al  uso. 

9.— La  constancia  de  Mucio  Scévola,  de  teatro;  can- 
taron Garrido,  García  y  la  Morales,  la  primera 
tonadilla,  y  la  segunda  Laporta  y  Camas,  las  dos 
eran  nuevas;  saínete  nuevo.  El  Prado  de  Madrid. 

13.-  Los  Jueces  de  Castilla  {cantaron  Laporta  y  Ca- 
mas); saínete.  El  enfermo  y  su  criado. 

15.— A^o  hubo. 

16.-La  del  13. 

17.— Federico  II,  segunda  parte,  de  teatro  (cantaron  la 
Porta  y  Camas),  saínete;  Las  tres  músicas  de  no- 
vios tuerto,  tartamudo  y  sordo. 

22.— El  ayo  de  su  hijo  y  Séneca  y  Paulina  (cantaron  La- 
porta,  Garrido  y  Camas);  ¿a¿/ieíe,  El  tahonero  y 
su  hija. 

24.— A"©  hubo. 

25.— La  conquista  de  Mequinenza  por  los  Pardos  de 
Aragón,  la  hizo  la  Yázqaez;  primera  tonadilla, 
la  Suárez,  Camas  y  Garrido;  segunda,  Laporta, 
Garrido  y  Ramos:  saínete,  El  maestro  de  capilla 
tuerto. 
Xl^.- Enero  2.  —El  abuelo  y  la  nieta,  la  hizo  la.  Vázquez  (canta- 
ron Laporta,  Garrido  y  Camas);  saínete.  El  sordo 
y  la  hidalga  tonta. 
7.— El  mayor  rival  de  Roma,  Viriato,  un  acto;  prime- 
ra tonadilla,  la  Morales  y  García;  Natalia  y  Caro- 
lina, dos  actos,  la  hizo  la  Vázquez;  segunda  tona- 
dilla Laporta,  Camas  y  Garrido;  saínete.  La  viuda 
del  agente  y  su  escribiente;  todo  nuevo,  de  teatro. 

11,— El  alba  y  el  sol,  de  teatro  (cantaron  la  Morales- 
y  García);  saínete,  VA  hablabor. 

15.  — Federico  II,  tercera  parte,  de  teatro  (cantaron 
la  Suárez,  Laporta,  Camas  y  Garrido,  saínete; 
La  Marquesa  de  Don  Simón. 

22.— El  héroe  de  la  China,  nueva,  de  teatro;  cantaron  la 
Morales  y  García);  saínete.  El  plei^to  del  albardero 
y  los  sopistas. 


tí06  isibofto  mai<^üb2 


Enero  26.  — La  Emilia,  de  teatro;  cantaron  Camas,  García  y 
la  Morales;  saínete,  El  perlático  fingido. 
29.— Carlos  XII,  Key  de  Suecia,  de  teatro;  cantaron 
Camas,  Garrido  y  Laporta  tonadilla  nuer>a;  saí- 
nete, El  engaño  sin  engaño. 
Febrero    5.'—Cra7iaoal. 
En  los  Caños  conciertos. 

1798-1799. 

Funciones  de  la  compañía  de  Luis  Navarro 

Abril  8. — Casa  con  dos  puertas,  con  loa,  tonadillas  y  saí- 
nete. 
12.— -Dar  la  vida  por  su  dama. 
16. — El  elector  de  Sajonia  (cantó  la  Arteaga  sola). 
19. — Reinar  después  de  morir. 

25.— A  secreto  agravio  secreta  venganza  {cantó  tona- 
dilla Ignacio  Segura,  nuevo). 
30.— El  Czar  de  Moscovia. 
Mayo  4.— El  conde  de  Saldaña  {salió  Yaca  por  primera  vez 
aquí). 
8. — El  prisionero  de  guerra. 

11. — Yo  me  entiendo  y  Dios  me  entiende,  de  figurón. 
16.— Afectos  de  odio  y  amor.  (Hizo  el  tercero  Mas.)  To- 
nadilla mala,  la  Lorenza  y  Gil.  Saínete,   El  sas- 
tre y  el  estudiante. 
21.— No  hay  contra  lealtad  cautelas. 
23.— Mudanzas  de  la  fortuna.  , 
25.— La  Olimpiada,  de  teatro. 
30. — La  Elfrida,  en  dos  actos;  nuemí,  de  teatro. 
Junio    6. — La  gran  Cenobia,  de  teatro. 
9.— El  parecido  de  Rusia. 
11  y  12.— A^o  hubo  teatros. 
13. — El  socorro  de  los  mantos. 
14.— A'o  hubo. 

15.— Elisa  y  Crearco,  nueva,  de  teatro. 
21.— La  Egilona,  viuda  de  D.  Rodrigo,  de  teatro. 
25.— El  criado  de  dos  amos. 
27. — Los  Sforzias  de  Milán,  de  sabida. 
.Julio    2. — No  hubo. 

3.  — El  delincuente  honrado,  de  subida  {cantáronla 


AÍ>éNDICES  607 


( 


Arteaga,  la  Lorenza  y  el  Extremeño.  Desde  el  6 
cesa  esta  compañía  hasta 
Julio   12.— La  enferma  por  amor,  ópera  nueca.  Fin  de  ñesta, 
La  disputa  entre  lo  antiguo  y  lo  moderno.  Cesa 
desde  el  18  hasta  el 
23. — El  hombre  de  bien,  en  dos  actos;  tonadilla  que 
cantaron  la  Lorenza  y  Laporta,  y  la  Andrómeda, 
en  un  acto,  de  teatro;  saínete,  Las  lavanderas  de 
Manzanares.  Decoraciones  nuevas  de  Tadei. 
30.— El  convidado  de  piedra. 
Agosto    1.° — No  hubo  hasta  el 

7. — El  real  encuentro,  en  dos  actos;  tonadilla  que 
cantaron  Laporta,  Garrido  y  García,  y  Euridice 
y  Orfeo,  melodrama:  saínete, Músicos  y  danzantes: 
de  teatro. 
14.  — La  mujer  prudente. 
16. — El  galeote  cautivo. 
20.— El  rey  pastor. 

25.— El  negro  sensible,  melodrama  nuevo,  en  un  acto; 
El  amor  al  dote,  ópera  bufa,  nueva. 
Septiembre     3. — La  buena  nuera. 

7. — El  asturiano  en  Madrid,    de  figurón;  tonadilla 
nueva  por  la  Arteaga  y  Manuel  García;  saínete 
nuevo'.  La  guerra  de  las  mujeres. 
14.— iVo  hubo  hasta  el 
18. — Las  vivanderas  ilustres,  de  teatro. 
22.— El  regañón,  nueva. 

25.— El  novio  mujer,  en  un  acto;  Hay  venganza  que  es 
clemencia,  todo  nuevo,  de  teatro,  nuevo  también, 
por  Tadei. 
Octubre    4. — Antioco  y  Selenco. 

9.— Tener  celos  de  sí  mismo. 
14.  — La  fuerza  de  la  amistad,  nueva,  de  teatro. 
23.— El  feudo  de  las  cien  doncellas,  de  teatro. 
29.  — El  dómine  Lucas,  de  figurón, 
\oi:¿ei/ibre    1." — No  hubo. 
%.-La  del  29. 
4.^ Prólogo  recitado  por  García  Parra,  El  encanto 

sin  encanto,  de  teatro.  (Días  del  Jiey). 
12. — La  muerte  de  Héctor,  nueva,  de  teatro;  tonadilla 
nueva  que  cantaron  la  Lorenza,  Gil,  la  Arteaga 


(jOS  ISlDOfeO    MaIQÜBZ 


y  Castañas;  saínete,  El  que   busca  tesoro  en  los 
infiernos. 
Nomernbre  17.— Andrómaca  y  Pirro,  de  teatro. 

22.  — El  misántropo,  de  subida. 

27.  — Para  averiguar  verdades,  el  tiempo,  de  ñgurón 
(cantaron  la  Lorenza  y  Gil);  sainete  nueüo,  La 
casa  de  locos. 
Diciembre    4.— El  rey  Enrique  el  enfermo. 

9.— Pirro  y  Casandra,  nueim,  de  teatro. 

Ib.— No  hubo. 

IQ.—La  del  9. 

17.— El  secreto  á  voces. 

20.  — El  hechizado  por  fuerza,  de  figurón. 

'2i.—No  hubo. 

25.— La  prudente  Abigail,  de   teatro  cantaron  la  Lo- 
renza, Gil  y  Querol;  sainete,  La  competencia  de 
los  sacristanes. 
l79d.-Enero  1.°— La  escuela  de  los  celosos,  ópera  bu^a. 

10. — Dido  abandonada,  de  teatro. 

16. — El  Cid  Campeador,  de  teatro. 

18. — El  calderero  de  San  Germán,  de  teatro. 

24.  — El  matrimonio  secreto  ó  los  esposos  reunidos,  e/t 
dos  actos;  tonadilla  primera,  la  Arteaga,  el  Ex- 
tremeño y  Castañas;  y  el  Telómaco,  melodrama 
en  un  acto;  segunda  tonadilla,  Lorenza,  Querol  y 
el  Eoitremeño,  todo  nuevo,  de  teatro.  Alemanda 
por  dos  niños;  sainete.  La  retreta. 
Febrero  2.  — El  castigo  de  la  miseria,  de  figurón,  cantaron 
la  Lorenza,  Cubas,  el  Extremeño  y  Castañas;  sai- 
nete. El  calderero. 
5. — Carnaval. 

En  la  Cruz  el  oratorio  Jepthc  los  días  13,  14,  16  y  18  de  Febrero. 
El  19  y  21  concierto  por  Lorenza  Correa,  Vicenta  Laporta  y  Ma- 
nuel García;  el  24  y  25  con  los  dichos  y  Camas;  el  28  oratorio  nue- 
vo Ester,  con  vestuario  y  tres  decoraciones  nuevas  de  Tadei;  si- 
guió los  días  2,  3,  4,  5,  6,  7,  9,  10,  11,  12,  13  y  14  de  Marzo.  Los  con- 
ciertos dieron  108.820  reales  (1). 


(1)  En  4  de  Abril  de  1798,  D.  Domingo  Rossi,  empresario  del  tea- 
tro de  los  Caños,  publico  la  lista  de  su  compañía  italiana  y  españo- 
la. La  última  dirigida  por  Francisco  Castellanos,  antiguó  actor  de 


APÉNDICES  609 


1799-1800. 

Funciones  de  í.a  compañía  de  Francisco  Ramos 

Mni'z-i,  24.— El  amor  al  uso,  con  loa.  Hizo  la  dama  la  Prado, 
Carretero  el  segundo;  cantaron  la  Prado  y  Ca- 
nias; saínete,  La  vuelta  del  arriero. 
28.— El  maestro  de  danzar,  el  segundo  Carretero;  can- 


los  .Sitios  y  marido  de  la  Tirana,  tenía  por  damas  á  Josefa  Blasón, 
Lorenza  Sampelayo,  Joaquina  Briones,  Joaquina  Ibáñez,  María 
liíos  y  Francisca  Amor;  y  por  galanes  á  Antonio  Ponce,  Juan  Ca- 
rretero, Rafael  Pérez,  Tomás  López,  Isidoro  Adorno  y  otros  acto- 
res, y  por  maestro  de  música  á  D,  Bernardo  Acero  y  primer  violín 
D.  Melchor  Ronzi. 

La  compañía  de  los  Caños  hizo  primero  muchas  óperas,  y  el  19 
de  Mayo  se  inauguró  la  sección  española  de  tragedia,  ejecutando 
la  Hipermeaestra,  en  la  que  hizo  el  primer  papel  la  Blasón  (por  en- 
fermedad de  Coleta  Paz,  que  había  sido  admitida  después  del  4  de 
Abril);  el  galán  Antonio  Ponce,  el  tirano  Rafael  Pérez,  la  conüden- 
te  Joaquina  Ibáñez;  Carretero  y  otros. 

Se  repitió  otros  dos  días. 

Después  la  sección  italiana  (que  agradaba  más)  hizo  varias  ópe- 
ras, y  el  5  de  Junio  se  puso  la  Celmira  otros  tres  días. 

El  17  de  Junio  el  Meleacjro,  en  que  por  primera  vez  se  presentó 
Coleta.  La  tragedia  tenía  intermedios  de  música,  duró  dos, días. 

El  29  la  Zoraida,  de  Cienfuegos,  y  baile. 

El  14  de  Julio,  Nuniancia  destruida. 

El  2  de  Agosto  el  Mitrídates,  y  baile,  como  siempre. 

El  11  de  .Septiembre  el  melodrama  trágico  Marco  Antonio  ij 
Cleopatra,  por  María  Infantes,  y  el  saínete  La  librería,  por  María 
García  y  Clemente  Gil. 

El  26  ele  .Septiembre,  Ecío  triunfante  en  Roma. 

El  31  de  Octubre,  EL  señorito  mimado.^ 

El  20  de  Noviembre,  El  desertor  francf's,  comedia. 

El  6  de  Diciembre,  Atahualpa. 

El  23  de  Diciembre,  Osmia,  tragedia. 

El  b  de  Enero  de  1799^  La  Clementina  y  un  drama  trágico  en  un 
acto,  La  Sernirands,  por  Rita  Varas. 

El  22,  El  atolondrado,  en  un  acto,  y  La  Semíramís. 

El  29,  La  Emilia,  que  acababa  de  darse  en  el  Príncipe. 

Cada  una  de  estas  obras  duró  solo  dos  ó  tres  días,  y  en  los  demás 
se  ejecutaban  óperas  italianas.  Hay  que  tener  en' cuenta  que  el 
teatro  de  los  Caños  no  trabajó  todos  los  días;  en  muchos  no  hubo 
función.  Como  se  ve,  esta  trasnochada  tentativa  de  Castellanos 
para  implantar  la  tragedia  de  allende,  fracasó  como  en  los  tiempos 
del  conde  de  .\randa.  1^1  teatro  francés  que  había  de  prosperar  ern 
yl  moderno  que  Maiqui;/  iba  á  estudiar  á  París. 

39 


610    ,  ISIDORO   MAIQUB^ 


taron  la  Prado  y  Camas;  saínete,  El  duelo  del 
viudo. 
Abril  I.**— El  severo  dictador,  de  teatro;  todos  vestidos  nue- 
vos. El  segundo  Carretero,  el  tercero  Roldan.  Sa- 
lió Rafael  á  hacer  el  barba.  Cantaron  la  Prado 
y  Garrido;  sainete,  el  de  Los  locos. 
9.— Para  vencer  amor  querer  vencerle.  Hizo  la  dama 
la  Blasón,  segundo  Carretero.  Estrenaron  vesti- 
dos de  generales  el  primero  y  el  segundo.  Canta- 
ron García  y  la  Morales;  sainete.  Casada,  viuda  y 
soltera. 

12.— El  montañés  Juan  Pascual,  dama  la  Blasón.  La 
Morales  y  García,  tonadilla  nueva;  sainete.  El 
chasco  del  centinela  y  del  tío  con  las  cuatro  so- 
brinas. 

15.  — Lo  que  puede  la  crianza,  dama  la  Blasón,  se- 
gundo Roldcui  y  Juan  tercero.  Cantaron  la  Oro:- 
co  y  Garría;  sainete.  El  enfermo  fugitivo. 

19.  —La  real  jura  de  Artajerjes,  de  teatro,  todos  vesti- 
dos nuevos  de  persas;  dama  I  %  Blasón,  segundo 
Carretero,  barba  tirano  Rajael.  Cantaron  tona- 
dilla nueva  la  Laureana,  García,  y  Camas;  sai- 
nete, El  chasco  de  los  estudiantes. 

27.— La  presumida  y  la  hermosa,  galán  Carretero,  se- 
gundo Rafael,  dama  la  Blasó'n,  gracioso  Bueno; 
tonadilla  la  de  Jer jes;  sainete.  La  casa  de  vinos. 

29.  — El  filósofo  casado,  primero  Soto,  segundo  Juan, 
tercero  Roldan,  barba  Adorno,  dama  la  Blasón; 
tonadilla  nueva,  Laporta  y  Camas;  sainete.  El 
tramposo  y  los  acreedores. 
Mayo  1." — La  Nina,  ópera  por  Manuel  García,  la  Prado, 
Laporta  y  Camas;  fin  de  fiesta//  bolero  por  Gon- 
zález. 
11.— Radamisto  y  Cenobia,  tragedia  nueva,  con  vesti- 
dos; galán  Maiqüez,  segundo  Carretero,  barba 
Rafael,  tercero  Roldan,  dama  la  Prado.  Canta- 
ron Garría,  Laporta  y  Garrido;  sainete,  Parecer 
tres  y  ser  una  maja,  francesa  y  beata. 

24.  — Cuantas  veo  tantas  quiero.  Cantaron  Laureana, 
Laporta  y  Camas;  sainete,  El  muerto  fingido. 

27,  28  v  29.— A  o  hubo  hasta  el 


APÉNDICES  611 


Mayo  3U.— El  hijo  reconocido,  cu  dos  actos,  nueva;  primero 
Carretero,  primera  la  Blasón,  barba  Rafael;  to- 
nadilla nueva,  Laporta,  García  y  Camas;  El  Hér- 
cules y  Deyanira,  melodrama;  Isidoro,  la  Pra- 
do, Carretero  y  Josefa  Luna,  con  vestidos  nuevos; 
ñn  de  ftesta,  nuevo.  Las  meriendas  3'  bodas  del 
Canal,  y  m,inup  afandangado  por  la  Prado  y 
González. 
Junio  6.— Celos  no  ofenden  al  sol,  dama,  la  Ríos.  Cantaron 
Laporta,  Camas  y  Garrido;  saínete.  El  tío  Chi- 
varro el  herrero. 
8. — La  Magdalena  cautiva,  de  subida; primero  Carre- 
tero, segundo  Adorno.  Cantaron  Laporta,  y  Ca- 
mas; saínete,  Los  hijos  trocados,  payos  y  nobles. 

12.  — La  cortesana  en  la  Sierra,  dama  la  Blasón.  Can- 
taron Laureana  y  Camas. 

14.— Scipión  en  Cartagena,  de  teatro;  la  hizo  Vicente 
García,  segundo  Carretero,  damd  la  Blasón,  ter- 
cero Pérez;  tonadilla.  Bueno,  Laporta  y  Camas; 
saínete,  El  marido  con  paciencia' y  mujer  loca. 

17. — La  Celmira,  tragedia,  de  sabida;  dama  la  Bla- 
són, tirano  Pérez.  Cantaron.  García,  Laporta  y 
Garrido;  s/iinete.  El  café  ó  erudito  á  la  moderna. 

¿2.— La  más  hidalga  hermosura,  dama  la  Blasón. 
Cantaron  Laporta  y  Camas;  saínete,  FA  tío  \'i- 
gornia  y  el  tío  Espingarda. 

:¿5.  — La  afrenta  del  Cid  vengada,  de  teatro;  primero 
Juan,  segundo  Pérez,  tercero  Maiquez,  cuarto  Ca- 
mas, dama  la  Blasón.  Cantó  Laporta;  saínete, 
I^os  tres  novios  imperfectos. 

28.  — Trampa  adelante,  gracioso  L(')pez.  Cantaron  La- 
porta  y  Camas;  saínete.  El  carretero  y  yesero. 
Julio    1.°— A^o  hubo. 

2, — La  Isabela,  ópera  bufa;  fin  de  fiesta,  nuevo,  La 

guaracna,  González. 
7.— Cesa  hasta  el 

14.— El  Tetrarca  de  Jerusalem,  c¿ama  ¿a  Blasón,  pri- 
mero Roldan.  Cantó  la  Orozco. 

Ih.— La.  espigadera,  primera  parte,  de  -subida:  dama 
la  filasón,  primero  Juan.  Cantaron  Laporta,  Ga- 
rrido y  Camas;  saínete,  K\  marido  sofocado. 


612  istboRó  maiqüeZ 


Julio  19.  — Las  víctimas  del  amor,  de  subida;  primeros  La 
Blasón  y  Roldan.  Cantaron  Laporta,  Camas  // 
Garrido;  saínete,  El  que  viene  de  la  guerra. 

22.  — Cesa  hasta  el 

25. — La  fuerza  del  natural,  dama  la  Blasón,  grariosu 
López.  Cantaron  Laporta  y  Camas;  saínete,  VA 
ayo  y  el  aldeano  tonto. 

28.— El  hombre  agradecido,  Itizo  Vaca  el  galán,  y  Mai- 
QUEZ  el  cuarto;  Cantó  Laureana;  .saínete.  Los  pa- 
yos astutos. 

■¡19.  — Cesa  hasta 
Af/osU)    4.  — El  mentiroso  en  la  corte,  dama  la  Blasón.  Can- 
tó Laureana;  saínete,  El  abate  Manguindoy. 
.1. — Introducción  para  presentar  una  cantora  {la  Ma- 
riana Calino),  la  presentó  la  Prado;  tonadilla 
nuerja;  El  Idomeneo,   melodrama  trágico  en   un 
acto,  nueoo;  galán  Maiquez,  segundo  Juan,  terce- 
ro Bernardo,  barba  Rafael,  dama  la  Prado;  todos 
vestidos  nuevos,  yjin  de  fiesta.  El  desengaño  del 
novio. 
7.— La  suegra  y  la  nuera,  de- subida. 

9. — El  enemigo  de  las  «mujeres,  de  subida;  dama  la 
Prado.  Tonadilla  nueva,  la  Morales  y  García; 
saínete.  Los  majos  vencidos. 

12.— Ciro  reconocido,  de  teatro;  dama,  la  Prado,  bar- 
ba Rafael.  Cantaron  Laureana,  García  y  Lapor- 
ta, tonadilla  nueva;  saínete,  El  cestero  y  el  sa- 
cristán. 

16. — A  suegro  irritado  nuera  prudente,  de  subida;  bar- 
ba  Yaca,  gracioso  López.  Tonadilla  nueoa,  La- 
porta  y  García;  saínete.  El  marinero  que  fué  Mai- 
quez, y  la  Prado  y  López. 

19. — No  hay  hasta  el 

24.— Cuando  no  se  aguarda. 

28.— El  i)ríncipe  constante,  dai'na  la,  Blasf'm.  Cantó 
¡^aporta;  saínete,  V.\  payo  reclutado,  gracioso 
Bueno. 

29. — No  huoo  hasta 
Scjjtiembre    2.  — La  clemencia  de  Tito,  nuera;   dama  la  Blasón, 
barba  Rafael;  tonadilla  nueva,  Laporta,  García, 
y  C'tmas;  saínete,  VA  «orteo  de  milicias. 


APÉNDICES  613 


Septiembre    9.  — La  mujer  virtuosa  y  el  pretendiente,  de  subida. 

12. — La  fiel  pastorcita  y  tirano  del  Castillo,  de  >iubida: 
dama  la  Blasón,  primero  Juan,  segundo  Roldan, 
barba  \aca,  gracioso  López.  Cantaron  la  Mora- 
les y  García;  saínete.  Los  amos  y  los  lacayos. 

16.— iVo  hay  hasta  el 

2L— El  amo  criado  ó  el  ayo  de  su  hijo,  en  dos  artos; 
dama  la  Prado,  galán  Maiquez,  segunda  Lapor- 
ta,  barba  Vaca;  tonadilla  nueva,  la  Galino  // 
García;  El  matrimonio  por  razón  de  estado,  en  dos 
actos;  dama  la  Prado, galán  Ismoiio,  barba  Vaco,. 
Soto,  gracioso  López,  segundo  Carretero,  segun- 
da Josefa  Luna. 

23. — No  hay  hasta  el 

29.  — La  dama  duende. 
O'tubre  4,  — El  poder  de  la  amistad,  dama  la  Prado.  Cantaron 
Laporta,  Laureana  y  Camas;  saínete,  l^a  enana  >' 
el  cadete. 
8. — El  filósofo  casado. 

10.  — El  Tetrarca  de  Jerusalem. 

12.— Caprichos  de  amor  y  celos. 

14. — Siroe,  nueva,  de  teatro  y  oestidos  nueros;  galón 
Bernardo,  segundo  Juan,  tercero  Roldan,  barba 
Rafael,  dama  la.  Prado.  Cantaron  Laporta,  la 
Galino  y  Garrido;  saínete  nuevo,  La  boda  del 
abate  y  médico  fingido. 

19. —  Por  íicrisolar  su  honor,  competidor  hijo   y  padre, 
galán  Bernardo,   dama  la   Prado,  barba    Vicen- 
te García.,  estrenaron  todos  oestidos  á  la  antigua 
española.  Cantaron  Laporta,  Camas  y  Garrido; 
'    saínete,  El  tío  Cilindro  y  su  hija. 

23.— El  príncipe  perseguidf)  y  tirano  de  Moscovia,  dama 
la  Prado,  galán  Bernardo,  barba  Vicente  García. 
Cantaron  Laporta  y  Camas;  saínete,  El  tramposo 
y  chasco  á  la  novia. 

28.— El  abuelo  y  la  nieta,  de  música;  dama  la  Prado, 
abuelo  Solo,  barba  Vicente,  paya  Laporta.  'Can- 
taron Camas',  Garrltlo  y  Laporta;  saínete,  K\  en- 
fermo fingido. 
\nr,e,nbrc     \.°—No  hubo. 

2,_E1  abuelo  v  la  nieta,  con  la  tonadilla  El  cochero 


614  ISlJbORO   MAIQUEZ 


Simón,  por  Laporta  y  Garrido;  ij  el  saínete,   El 
fugitivo  del  hospital,  por  Garrido. 
Noviembre    3.— El  hombre  agradecido. 

4.— El  postrer  duelo  de  España,  dama  la  Blasón, 
segundo  Pérez,  tercero  Carretero,  barba  Soto;  to- 
nadilla Laporta  y  Garrido;  y  sainete,  La  crítica 
de  las  pelucas,  nueao. 

12. — El  Demetrio,  nueva;  dama  la  Andrea,  barba  Vi- 
cente, tercero  Rafael,  galán  Gil;  tonadilla  nueoa 
Laureana,  Laporta,  Garrido  y  Camas;  saínete 
nuevo,  La  boda  del  mercader  y  la  colegiala. 

19.  — La  Támara,  de  teatro,  con  vestidos  nuevos;  dama 
la  Andrea,  barba  Soto.  Cantaron  la  Orozco,  Ca- 
mas y  Garrido;  saínete,  El  chasco  del  burro  al 
barbero;  bolero  González. 

23. — La  dama  sutil,  eti  dos  actos,  nueva;  la  Andrea,  su 
hermana  y  Laporta,  galán  Juan;  tonadilla  nueva, 
en  que  sale  el  bufo  Eusebio  con  Camas  y  Laport  %; 
el  diálogo  de  Los  amantes  desgraciados,  por  la 
Andrea,  su  hermana  y  Juan  Carretero;  sainete, 
El  renegado. 

29.— El  Rey  D.  Sebastián,  la  Andrea  y  Gil.  Cantó  La- 
porta;  sainete,  La  Nochebuena  en  ayunas,  abates 
y  majas. 
Di'üembre    3.  — El  mejor  alcalde  el  Rey.  Cantaron  Camas  y  La- 
porta;  sainete.  La  elección  de  alcalde  y  el  mudo 
fingido. 
•").  — La  hija  del  aire,  primera  parte.   Cantaron  Lau- 
reana y  Camas;  sainete,  Las  bodas  de  los  tres  ca- 
pitanes Canales. 
9.  — La  hija  del  aire,  segunda  parte.  Cantaron  Lapor- 
ta, Camas  y  Garrido;  saínete,  El  cortejo  sin  dinero 
y  Marquesa  del  Estruendo. 

14.— Catalina  11  en  Cronstad,  en  dos  actos,  nueva,  con 
vestuario  nuevo;  tonadilla  nueva;  Laporta,  Ca- 
mas y  Eusebio  el  bufo;  sainete.  La  cena  á  escote, 
con  baile  inglés,  por  González. 

16.— AV>  hubo. 

17. — Sigue  la  del  14. 

23.— El  hijo  reconocido,  dos  actos;  dama  la  Blasón, 
galán  Carretero;  tonadilla  primera,  Laporta  y 


APÉNDICES  615 


Garrido;  segunda  la  Prado,  Canias  y  Garrido; 
saínete,  Los  dos  hombres  solos;  bolero  la  Blasón  tj 
Cxonzález. 
DicÁembre  24.— A'o  hubo. 

25.— Dar  la  vida  por  su  amor  y  Fénix  de  las'  mujeres  ó 
la  Alcestes,  de  mitología,  dama  la  Prado;  prime- 
ra tonadilla  Laureana,  el  bufo  y  Camas;  segunda, 
Laporta,  Ramos,  Camas  y  Garrido,  de  buñolero; 
saínete.  Los  alcaldes  desbarbados;  bailó  gitano  la 
Prado  y  Pepe;  todo  /tuevo  y  también  el  teatro. 
ISO^^.-Enero  9.— La  lavandera  de  Ñapóles,  de  teatro;  dama  la  Pra- 
do. Cantaron  Laporta,  Camas  y  Garrido;  saínete, 
El  majo  y  la  tahonera > 

15.— Julio  César  y  Catón,  de  teatro;  dama  la  Prado, 
barba,  Vicente.  Cantaron  Laporta,  Garrido  y  Ca- 
mas; saínete.  Los  currutacos  chasqueados. 

20. — La  Isabela,  ópera;  saínete.  Músicos  y  danzantes. 

29.  — Alejandro  el  Grande  en  la  India,  nueua,  en  dos 
actos;  dama  la  Andrea  y  Gil,  Rajael,  Carretero 
y  Tomás.  Cantaron  Laporta,  Camas  y  Garrido; 
saínete.  El  caballero  de  Olmedo;  bailaron  Pepe  y 
la  Infantes.  • 
Febrero  4.  — El  estatuario  griego,  nueoa,  en  dos  actos,  dama 
La  Andrea;  Natalia  y  Carolina,  en  otros  dos  actos, 
barba  Vicente  García.  Cantaron  Laureana  y  la 
Galiuo;  saínete.  El  reverso  de  la  medalla  ó  baile 
interior. 
8. — Las  mocedades  del  Cid,  de  subida;  barba  Vicente, 
dama  la  Andrea.  Cantaron  Laureana  y  Camas; 
saínete,  Lo^  viejos  miserables  y  rumbosos  con  las 
mozas, 

12.  — El  rico  avariento,  nueoo,  de  teatro:  dama,  la  A/i- 
drea;  el  Pródigo,  Bernardo  Gil;  Lázaro,  Carrete- 
ro; el  Rico,  P'lres.  Cantaron  Laporta,  Laureana , 
Camas  y  Bernardo;  bailaron  el  minué  afandanga- 
do,  la  Pepa  Luna  y  Gonsáles;  saínete,  La  cerera 
y  Don  Chicho. 

25. — Carnaoal. 

En  los  Caños,  Ronzi,  empresario,  hace  representar  oratorios  en 
castellano,  empezando  con  la  Atalia  el  2  de  Marzo,  hasta  el  15,  quo 


616  ISIDORO   MAIQUBZ 


se  hizo  el  Xahacodoiiosor  (representado  y  cantado,  como  el  otro). 
Cantó  además  un  aria  y  una  cavatina  Laureana  Correa. 

El  22  y  23  hul)0  concierto  vocal  é  instrumental.  / 

El  27,  29  y  30,  Atalia.  (El  papel  de  Joyada,  lo  hizo  Manuel  Gar- 
cía, por  indisposición  de  B.  Gil.) 

El  31  Jiidit.  (Beneficio  de  la  Lorenza  y  paga  de  todas  sus  tareas 
en  la  Cuaresma.) 

El  1,  2,  3  y  5  de  Abril,  Jadit  (Ij. 


17991800 

Funciones  de  la  compañía  dk  Luis  Navarro 

Marzo  24.— No  siempre  lo  peor  es  cierto,  con   loa  (cantó  la, 
Lorenza  con  Querol);  saínete^  El  convite  de  baile 
entre  usías  y  majos. 
28.— Querer  sabiendo  querer  y  reina  de  Tinacria  to- 
nadilla  nueva  que  cantó  aola  la  Correa;  saínete. 
El  pleito  de  la  viuda. 
Ahril  1."— La  niña  de  Gómez  Arias,   de  suüíüm.  Hizo  Coleto 
la  dama  {cantaron  Querol  y  Lorenza  y  Manuela 
Corred);  saínete,  La  venganza  festiva. 
6.  — La  banda  y  la  flor. 

9.— Si  una  vez  llega  á  querer  la  más  firme  es  la  mujer. 
Hizo  el  galán  Bernardo.  Cantó  sola  la  Arteaga; 
saínete.  Los  dos  maridos  encontrados. 


(1)  Antes  de  esto,  al  empezar  el  año,  unida  á  la  compañía  de 
ópera  italiana,  seguía  la  española  de  tragedia,  pero  sólo  dio  las 
representaciones  siguientes: 

2  de  Mayo,  Clelia  triunfante,  por  la  Vázquez,  María  García,. 
José  Uros,  Tomás  López,  Manuel  Campuzano,  Juan  de  Mata  y 
líugenio  Pérez. 

19  de  ídem,  Ser  üe neldo  y  vencedor. 

\ ."  de  Julio,  FA  Riquimero,  Rey  de  Goda. 

23  de  ídem.  El  desmemoriado^  en  un  acto,  y  Artnida,  segunda 
parte,  melodrama. 

21  de  Agosto,  El  feliz  encuentro,  en  un  acto,  baile;  y  otra  pieza 
en  un  acto,  que  el  Diario  no  expresa. 

La  compañía  de  los  Caños  se  disolvió  cuando  á  fines  de  1799  se 
prohil)ió  representar,  ni  cantar,  en  idioma  (lue  no  fuese  castellano. 
Muchos  de  los  actores  de  la  sección  española,  y  aun  algunos  italia- 
nos, entraron  en  los  dos  teatros  oficiales  de  Madrid. 


APÉNDICES  617 


15.  — El  convidado  de  piedra,  de  sabida. 

20. — El  picarillo  en  España;  tonadilla  itueoa. 

23.— El  honor  da  entendimiento,  de  figurón. 

26.— La  criada  más  sagaz,  de  sabida',  tonq,dilla  imeni 
qae  cantaron  la  Lorenza  y  Valleverde. 
Mayo  1."— Triunfos  de  amor  y  lealtad  ó  la  Cleonice,  nueca. 
HÍ30  el  segundo  Bernardo.  Cantaron  la  Lorenza 
y  el  Extremeño. 
7.— El  prisionero  de  guerra  {cantáronla  Arteaga  y 
el  Extremeño);  saínete,  El  soltero  que  busca  no- 
vias en  el  colegio. 

11.— Selico  y  Dorisa,  naeva,  dos  tonadilíax  y  ñn  de 
fiesta. 

16. — Acmet  el  Magnánimo. 

20.  — La  buena  casada. 

24. — El  mejor  amigo  el  rey. 

27,  28  y  29.— No  hubo. 

30.  — Mirena  y  Sinifredo,  nueüa;  dos  tonadillas  nuecas. 
Junio    4.— El  viejo  y  la  niña,  de  sabida. 

11.— Quinto  Fabio  Máximo,  de  teatro;  sainetCy  La  sas- 
tra celosa. 

15.— Un  montañés  sabe  bien  donde  el  zapato  le  aprieta. 

21.— Amar  después  de  la  muerte. 

25, — Los  exteriores  engañosos,  de  sabida;  segunda, 
Coleta,  segundo,  Ponce.  Cantaron  la  Lorenza  y 
Valleoerde;  saínete,  La  viuda  y  el  tordo. 
.lalio    í.°—No  hubo  hasta  el 

7. — La  más  constante  mujer. 

8.  — I^a  cifra,  ópera  jocoseria,  nueaa;  saínete.  El  Ras- 
tro de  Madrid. 

13.— El  atolondrado,  en  un  acto;  Ariadna  abandonada, 
melodrama,  trágir-o. 

15. — \o  hay  hoMa  el 

21.— El  mariscal  de  Birón. 

22.-1^  Hipermenestra,  tragedia,  de  sabida;  dama. 
Coleta,  tirano,  Rafael.  Cantó  la  Arteaga  solo,; 
saínete,  El  extremeño  y  el  vizcaino. 

27.— El  café,  en  dos  actos,  decoración  naena;  tonadi- 
lla nueoa  por  Garría,  y  la  Arteaga;  Himeneo,  me- 
lodrama trágico  nueoo,  ^,on.  transformación. 
Agosto  L° — No  hubo, 


618  ISIDORO   MAIQUBZ 


Agosto    2.— La  del  27.  Cesa  el  5  hasta  el 
10.— El  ricohombre  de  Alcalá. 
\2.—No  hay  hasta  el 
15.— No  puede  ser. 
\Q.— No  hay  hasta  el 
*  19.— La  tía  y  la  sobr¡n¿i,  galán,  Naoarro;  tonadilla, 
nueva,  García  y  la  Tadea  Ribera;  saínete,  El  ma- 
rido sofocado. 
23. — La  escocesa  Lambrún,  en  cinco  actos. 
25.  — La  prudencia  en  la  mujer;  saínete  nueoo  de  mú- 
sica. 
30.— Las  cuatro  naciones;  tonadilla  nueva,  de  subida,. 
Concierto  de  flauta  travesera  y  fragoleto. 
Septiembre    2.— No  hay  hasta  el 

8.  — Los  amantes  de  Teruel. 
9.— iVo  hay  hasta  el 
16.— Alejandro  en  la  India,  de  teatro. 
24.— El  viaje  de  José  II  á  Munich,  en  dos  actos;  tona- 
dilla nueva  por  García  y  la  Arteaga;  Marco  An- 
tonio y  Cleopatra,  trinólogo;  Jin  dejiesta,  nuevo. 
Las  delicias. 
30.— A^o  hubo  hasta 
Octubre    4.— El  pintor  fingido,  nueva. 

14.— Cayo  Fabricio,  nueva,  de  teatro. 
22.— El  maestro  de  Alejandro. 
26. — Reinar  después  de  morir;  tonadilla  nueva. 
Noviembre     \.°—No  hubo. 

2.— El  secreto  á  voces. 

4. — La  dama  labradora,  nueva,  en  dos  actos;  tonadi- 
lla nueva  y  Armida  y  KemaXáo,  primera  parte. 
12.— La  moscovita  sensible;   saínete,  El  sopista  cubi- 

■  lete. 
20.— Casarse  por  vengarse. 
23.  — Mudanzas  de  la  fortuna. 

25. — Las  máscaras  de  Amiens,  de  teatro.  Alemanda  // 
boleras,  Luengo  y  la  Infantes,  y  ñn  de  fiesta  nue- 
vo. La  gitana  por  amor,  de  música  y  versos, 
ni'iembre  9.— La  prueba  fehz,  en  un  acto,  nueva;  Armida,  segun- 
da part^;  saínete.  El  licenciado  Farfulla,  de  mú- 
sica. 
]6.—No  hubo. 


APÉNDICES  619 


Diciembre  17.— Los  siete  Infantes  de  Lara. 

20.— Demofonte  ó  el  inocente  usurpador,  de  teatro,  y 
La  posaderita,  de  música;  baile  inglés,  María  In- 
fantes y  Manuel  de  León. 

23.— Las  máscaras  de  Amiens;  el  baile  anterior. 

24. — No  hubo. 

25.  — Los  sueños  de  Josef,  de  teatro,  tonadilla  general: 
ñn  de  fiesta.  La,  Plaza  Mayor  en  Navidad, 
1^00. -Enero  6.— Palmis  y  Oronte,  de  teatro. 

13.— El  filósofo  enamorado,  de  figurón. 

22.— Sancho  Ortíz  délas  Roelas,  tragedia  nucoa,  re- 
formada en  cinco  actos. 

30.  — La  Misantropía,  en  tres  actos,  nueoa.  Cantaron 
Lorenzo.,  Querol  y  Vallecerde;  saínete  nuevo.  Los 
abanderados  alojados. 
Febrero  17.— FA  Sansón;  tonadilla  nueva  cantada  por  Lorenza  y 
la  Arteaga,  el  bufo  y  el  Extremeño;  saínete,  FU 
ensayo  de  comedia  casera. 

25.— Carnaval. 


1800-1801. 

Fr;Ncio.\i;s  uk  i.a  compañía  del  Piu'ncipe üaio  i, a  J)Ji;i,(  (  ion 
DE  LA  Mesa  censoiua 

Abril  Vd.  — Bien  xeng&s  med  (primero,  Juan;  segundo,  Oros; 
tercero,  Roldan),  con  loajj  tonadillas;  la  prime- 
ra Laureana;  la  segunda,  Laporta  y  Camas;  saí- 
nete. El  alcalde  y  la  viuda  hipócrita. 

1^. — Numancia  destruida,  tragedia,  galán,  Rafael; 
barba,  Vicente;  segundo,'  Juan;  tercero.  Oros; 
dama,  Andrea,  y  segunda,  García,  la  nueva.  Can- 
taron Laporta,  Garrido  y  Camas;  saínete,  Los 
tres  novios  imperfectos;  graciosa,  la  Briones. 

2L— El  señorito  mimado,  ¿o  hizo  IJgalde;  la  madre, 
Pepa  Luna;  segunda,  la.  Montéis;  primera,  la 
Prado;  graciosos,  la  Briones  y  Garrido.  Canta- 
ron Laureana,  Laporta  y  Camas;  saínete,  V\  f)ayo 
y  el  soldado. 

24.— La  Eugenia. 


<>20  ISIDORO    MAIQUEZ 


Abril  29.  — Mejor  está  que  estaba. 

Mayo    2.  — El  abuelo  y  la  nieta.  Vicente,  el  ahaeío;  Tomás,  el 
padre;  la  tonta,  la  García,  ij  la  criada,  la  Brin- 
iie.^.  Cantaron  Laporta,  Garrido  y  Garrías;  saí- 
nete, Los  estudiantes  petardistas. 
<i.— La  Pa.mel£i,  primera  parte. 

10.— La  fuerza  del  natural.  Dama,  la  Prado,  y  cantó 
arias;  galán,  Gil,  que  salió  por  primera  oes  este 
año;  estrenando  todos  vestidos  á  la  italiana  anti- 
gua. Cantaron  la  Prado  y  Camas;  saínete,  La 
marcha  fingida  del  oficial. 

13.  — A  suegro  irritado  nuera  prudente. 
16.— También  hay  duelo  en  las  damas. 
21. — Lo  que  puede  la  aprensión. 

26.  — Amar  por  señas.  Dama,  Andrea;  segunda,  la 
García;  tercera,  Pepa  Luna;  primero,  Bernardo 
Gil;  segundo,  Oros;  tercero.  Roldan.  Estrenaron, 
trajes  á  la  antigua  francesa.  Cantaron  Laurearía 
y  Camas;  saínete,  La  prueba  de  novios. 

.30. — P^I  gran  Seleuco,  nueva.  Dama,  Andrea;  segunda, 
la  García;  Gil,  Juan,  Rafael  y  Oros.  Teatro  nue- 
vo. Cantaron  el  Bufo,  Laureana  y  Camas;  saine- 
te,  Tres  en  una. 
Junio  5.— Don  Lucas  del  Cigarral.  Lo  hizo  Contador;  Oros, 
el  segundo.  Cantaron  Laureana  y  Camas;  saine- 
te.  Los  acredores  y  los  hijos. 

10.  — El  parecido  en  la  corte. 

14.  — La  Camila.  Dama,  Andrea;  segunda,  la  García, 

Juan,  Bernardo  y  Vicente.  Cantó  la  Briones;  saí- 
nete, La  casa  de  vinos. 

18.— La  buena  criada. 

20.  — El  pueblo  feliz.  Galán,  Vicente;  abate,  Gil;  tona- 
dilla nueva,  Laureana  y  Garrido;  saínete.  El 
payo  astuto  y  celoso. 

26. — El  amo  criado. 

28.— El  mejor  alcalde  el  rey.  Cantaron  Garrido  y  la 
Briones;  saínete.  Las  andaluzas  y  el  indiano. 
Jallo  16. — Pablo  y  Virginia,  nueva.  Dama,  la  Garda;  se- 
gunda, Andrea;  primero,  Juan,  Gil  y  Josefa 
Luna.  Cantó  la  Torre  por  prtmerc  m':  '-ofi  Ca- 
mrjjs;  saínete,  Los  dos  libritos. 


aí»énDíces  621 


Julio  23.— El  abate  L'Epée,  nueva.  Hizo  el  mudo  la  Prado; 
el  abate,  Rafael;  dama,  la  García;  galán,  Juan; 
primer  barba,  Vicente;  segundo,  Gil.  Cantaron 
Laureana,  Eusebio  y  Camas;  saínete.  La  Acade- 
mia-de música. 
Septiembre  9. — El  Temístocles,  nueva.  Dama,  la  Prado;  galán, 
Gil;  segundo,  Juan;  tercero,  Rajael;  barba,  Vi- 
cente. Cantaron  la  Torre,  Garrido  y  Camas;  saí- 
nete, Ea  fonda  del  Escorial. 

15.— El  carbonero  de  Londres. 

19.— El  Avaro,  comedia  Jocoseria,  nueva.  Cantaron 
I^aureana  y  Camas;  saínete,  Los  dos  hombres  so- 
los; dama,  la  Prado. 

24.— El  hablador.  Hizo  el  gracioso  el  nuevo  Antonio 
Hernández;  dama,  la  Prado.  Cantaron  Laurea- 
na, Camas  y  Eusebio;  saínete.  El  sordo  y  la 
tonta. 

27.  — La  Holandesa.  Dama,  la  Prado.  Cantaron  Ca- 

mas, Eusebio  y  la  Genoveva,  nueva;  saínete,  La 

viuda  y  el  escribiente. 
Octubre    1.° — La  Acelina,  nueva.  Dama,  Andrea;  galán,  Juan; 

barba,  Vicente.  El  preso,  ópera  en  un  acto,  nueva, 

por  la  Briones,  Gil,  Laureana,  Eusebio,  Garrido 

y  Oros. 
(j.— Caprichos  de  amor  y  celos.  Dama,  la  Prado;  pri- 

mero,  Juan;  segundo.  Oros;   barba,  Antolin,  y  la 

opereta  El  preso. 
14.— La  muerte  de  Agamenón,  tragedia  nueva.  Dama, 

Andrea;  primero,   Gil;   ten -ero,   Rafael;  barba, 

Vicente.  Cantaron  la    Torre,  Camas  y  Garrido: 

saínete.  Casada,  viuda  y  doncella. 
20.— Dicha  y  desdicha  del  nombre. 
24.— El  enemigo  de  las  mujeres. 

28.  — El  príncipe  perseguido  y  tirano  de  Moscovia. 
\oricnibre    4.— El  amor  y  la  intriga,  nueva.  Dama,  Rita  Luna; 

segunda,  Andrea;  primero,  Juan;  barba,  Vicente; 

segundo,  Pinto;  segundo  galán,  Oros.  Cantaron 

la  Briones,  Garrido  y  Camas. 
{Se  paxñ  del  7  al  16  por  la  rogativa  y  siguió  VA  amor 

y  la  intriga  hftsta  el  21). 
21.— La  Maudalena  cautiva.    Dama,    Andrea;   Juan, 


t)22  ISIDORO    MAÍÍÍÜB2 


Oros,  Vicente.  Cantaron  la  Briones,  Camas  y  Ga- 
rrido; sainete,  La  virtuosa  y  la  loca. 
Nomembi-e  24.  — La  dama  sutil  ij  Natalia  y  Carolina.  Dama,  la  An- 
drea, en  ambas;  Juan,  Vicente',  segundo,  Rafael. 
Cantó   Laureana;  sainete,   Los  dos  cortejos,  el 
mercader  y  el  músico. 
28.  — Agradecer  y  no  amar. 
Diciembre    1." — Ver  y  crer.  Dama,  Andrea;  ;jalá,n,  Juan;  segun- 
do, Gil;  tercero,  Rafael;  barba,  Vicente.  Canta- 
ron Laureana  y  Camas;  sainete.  El  tío  Golondro 
Cilindro. 
3.— Don  Lucas  del  Cigarral,  de  figurón. 
6.— El  vmatero  de  Madrid. 
9.  — El  barón  de  Tqrrebaja,  ópera  nuera. 
16.— El  señorito  mimado. 
18.— La  banda  de  Castilla. 

22. — El  mágico  del  Mogol,  dos  tonadillas  nueims. 
\^0\.-Enero\0. — La  Elvira  portuguesa  //  La  niña  sagaz,    en   un 
acto,  todo  nuevo. 
14.  — La  fiel  pastorcita. 
19. — El  abate  L'Epée. 

29.— Séneca  y  Paulina  y  Adolfo  y  Clara,  ópera  nuera. 
Febrero    4.  — Los  dos  amigos  de  Dios. 
17. — Carnaval. 


1800-1801. 

Funciones  uki.  teatro  de  ea  Cuu/  iía.io  i. a  misnev  dilección 

Abril  13. — Dar  tiempo  al  tiempo. 

16.— La  esposa  persiana. 

21.— El  desdén  con  el  desden. 

29.— Yo  me  entiendo  y  Dios  me  entiende,  de  figurón. 
Mayo    3.— El  Misántropo. 

6.— Dar  la  vida  por  su  dama. 

12.— El  sabio  en  su  retiro. 

16.— Gombela  y  Suniada;  tragedia  nuera. 

20.— El  Rey  Enrique,  el  enfermo. 

23.— El  hechizado  por  fuerza,  defgurón. 

í>7.  — Hombre  pobre  todo  estrazas. 


APÉNDICES  62'i 


30.  — El  amor  dichoso,  de  mágica. 
Junio    5.— El  encanto  sin  encanto. 
10.  — La  mujer  prudente. 
17.— No  puede  ser. 

20. — Cecilia  y  Dorsán,  nueva;  galán  Ponce,  segunda 
Coleta.  Cantaron  la  Arteaga,  Rwa§  y  Castañas; 
saínete,  La  boda  del  sillero  y  ensayo  de  tragedia. 
Julio    3.  — El  pintor  fingido. 
4.— Cecilia  y  Dorsán. 
7. — El  asturiano  en  Madrid,  dejigurón. 
11.— La  tía  y  la  sobrina. 
14. — El  ricohombre  de  Alcalá. 
Agosto    8. — El  prisionero  de  guerra. 

12.  — El  barbero  de  Sevilla,  ópera  bufa;  saínete,  La  casa 

de  tócame  Roque. 
25.— Semíramis  reconocida,  nueva. 
29.— La  viuda  sutil  ó  las  cuatro  naciones. 
Se¡jiivnibre    2.— La  Faustina,  en  cinco  actos. 

4. — La  esposa  amable,  en  un  acto,   y  El  perfecto  ami- 
go, en  dos. 
Octubre    1." — La  reconciliación  ó  los  dos  hermanos,  nuera . 
10. — El  escondido  y  la  tapada. 
14.— Elisa  y  Clearco. 
20.— Industrias  contra  fine/as. 
24.  — La  orgullosa,  nueva. 

28.— Un  montañés  sabe  bien  donde  el  zapato  le  aprieta. 
Soriembre  3.— La  más  constante  mujer. 

4.— La  venganza  de  Niño,  ópera  seria,  nueva. 
(Se  pasó  del  7  al  16  por  la.  rogativa  y  siguió  la  ópera 

hasta  el  21.) 
il.— Entre  el  honor  y  el  amor,  el  honor  es  lo  primenj. 
24.— El  fnariscal  de  Birón. 
27.— García  del  Castañar. 
29.  — El  picarülo  en  España. 
Di'iembre     L"— Lances  de  amor  y  fortuna. 
3.  — El  prisionero  de  guerra. 
h.—YA  lindo  D.  Diego,  de  figurón. 
9.— .San(5ho  Ortiz  de  las  Roelas. 
16.— De  un  castigo  tres  venganzas. 
19.— Los  exteriores  engañosos. 
22.— Lisidante  y  Rodomíra,  de  mitología. 


624  ISIDORO  MaIqübz 


]SOl. -Enero  3.— El  pintor  fingido. 
7.— El  Misántropo, 
10.— La  escuela  de  los  celoso^,  ópera  bufa. 
19.— La  misantropía. 
29.— El  chismoso,  nueiva. 
Febrero    3.  — Los  trabajos.de  Job. 
17. — (^(irnoüal . 


1801-1802. 

Funciones  e.jecutadas  kn  i-:l  tiíatiío  dk  t.os  Caños  di:l  Pekai. 
DESDE  el  13  de  Junio  de  1801  hasta  3  dk  Marzo  de  1802,  p.a.to 
I. a  dirección  de  Maiquez. 

Junio  13,  14,  15  y  16. -La  dama  soldado  ó  El  amor  disí'razado, 
óp^ra  bu/a,  en  dos  actos. 
17.— No  hubo  función. 

15.  — La  misma  ópera,  y  una  alemanda. 
\^.—Nada. 

20,  21  y  22.— El  celoso  confundido,  dos  actos;  y  Felipe 

y  Juanita,  opereta  en  un  acto. 
23. — Nada. 

24  y  25.  — El  celoso  confundido  y  Felipe  y  Juanita. 
26. — El  amor  disfrazado. 
27.  — El  cuadro,  en   un  acto;  Sinfonía   Oriental,  y  La 

prueba  feliz,  en  un  acto;   con  una  <<>iiirndan:'<i . 
28,29  y  30. -ídem. 
Julio    J."— El  Celoso  y  Juanita  y  Felipe. 

2  y  3.— El  cuadro.  Prueba  feliz,  Sinfonía. 

i.— Nada. 

.").— Juanita  y  Felipe,  Prueba  feliz,  Sinfonía  Oriental. 

G.— El  cuadro,  Prueba  feliz. 

7  y  S.—Nada. 

9.  — La  corrección  maternal,  Sinfonía  de  la  Caza,  La 

Casa  en  venta. 
10,  11,  12,  13,  14  y  15.  -Nada. 

16.  — El  celoso.  Sinfonía  Oriental,  Prueba  feliz. 

17.  — El  cuadro,  Sinfonía  de  la  Caza,  Casa  en   venta 
bs.  — La  corrección,  Felipe  y  Juanita. 

19.  — Felipe  y  Juanita,  La  Caza,  La  casa  en  venta. 


APÉNDICES  625 


Julio  20. — Nada. 

21.— El  celoso,  La  prueba  feliz, 

22.  — El  faetón,  Una  sinfonía;  La  Claudia,  ópera. 

23,  24,  25,  26  y  27. -iVafZa. 

28  y  29. — El  cuadro,  La  dama  soldado. 
30. — El  cuadro.  La  corrección,  La  prueba  feliz. 
3L — La  Claudia,  Felipe  y  Juanita. 
AífoMo    \.°,2,y3.—Nada. 

4.— El  celoso.  La  casa  en  venta. 

5,  6,  7,  8,  9  y  10.  — La  Sofía,  tren  actos;  Sinfonía,  daiU\ 
W.-Nada. 

12.— El  celoso.  La  prueba  feliz. 

13,  14,  15  y  16.— El  filósofo  enamorado.  La  posaderita. 
17  y  18.— La  Sofía,  La  casa  en  venta. 
19. — La  Sofía,  La  posaderita.— 20.  Nada. 
21.— La  Sofía,  La  posaderita.— 22.  Nada. 
23  y  24.  — La  prueba  feliz.  La  caza.  La  posaderita. 
25,  26,  27,  28,  29  y  .30.— El  paje.  Sinfonía  Oriental.   El 

Califa  de  Bagdad. 
Z\.—Nada. 
Septiembre    1.°  y  2. -ir El  matrimonio  por  razón  de  Estado,  El  Ca- 
lifa. 

3  y  4.— El  filósofo  casado.  La  posaderita. 

b.—Nada. 

6  y  8.— La  prueba  feliz.  El  Califa  de  Bagdad. 

7  y  ^.—Nada. 

10.— El  ffaje.  La  caza  y  La  posaderita. 
11. — Nada. 

12  y  13.— Felipe  y  .1  nanita,  y  La  posaderita. 
H.-Nada. 

15. — La  venganza  de  Niño,  dos  actos.— ÍQ.  Nadn. 
17.— La  Sofía,  El  cuadro* 
18.— El  cuadro.  El  paje.  La  correción. 
19.— El  celoso,  La  corrección  maternal. 
20. — El  filósofo  enamorado.  Guaracha. 
21.  — La  caza.  La  casa  eii  venta.  El  Califa. 
l'i.-Nada. 

23  y  24.  — El  sordo  en  la  posada,  La  licencia. 
2^0.— Nada. 

26  y  27.— El  sordo  en  la  posada,  La  casa  en  venta 
28,29  y  30.— La  venganza  de  Niño,  íio.<?  ación;  Concierto. 

40 


í)26  Isidoro  mai<^üe2 


Octubre    J.°— I.a   veng¿inza'de    Niño,    dos    actos;  Concierto. 
—2.  Nada. 
3.4,  5,  6,  7  y  8. —  La  isla  del  placer,  ópera  bufa,  en 

dos  actos. 
9.— Nada. 
10.— La  isla  del  placer. 
U.  — El  cuadro.  El  sordo  en  la  posada. 
12.— El  filósofo  enamorado.  La  prueba  feliz. 
V¿.—Nada. 

14,  15  y  16.  —Los  dos  ayos,  tres  actos;  El  labrador  y  el 
Usía.— 17.  Nada. 

18  y  20.  — Los  dos  ayos.  El  avaro. 

19  y  21.- Nada. 

22,  23,  24  y  25.-La  isla  del  placer.  El  avaro. 

26,  27,  28,  29  y  30.  — La  viuda  consolada,  dos  actos;  La 

desdeñosa,  opereta. 
31.— La  desdeñosa,  Felipe  y  Juanita. 
\'oLHeinbre     \.^—Nada. 

2.  — La  viuda  consolada,  Juanita  y  Felipe. 

3.  — La  viuda,  La  desdeñosa. 

4.  5,  6,  7  y  8.— Las  sultanas,  tres  actos. 

9.  — La  posaderita.  La  desdeñosa,  El  avaro. 
10.— El  filósofo  enamorado,  La  posaderita.  — 11.  Nada. 
12.  — El  celoso  por  fuerza,  un  acto;  El  crédulo  desen- 
gañado, ópera  en  un  acto;  La  contradicción,  un 
acto.—\Z.  Nada. 
14  y  15. — La  viuda  consolada,  dos  actos;  La  casa  en 

venta. 
16  y  17.— La  isla  del  placer,  í;i  celoso  por  fuerza. 
18  y  19.  — Las  sultanas,  La  desdeñosa. — 20.  Nada. 
21.— Los  dos  ayos,  La  desdeñosa. 
22  y  23. -El  celoso  por  fuerza.  El  Califa  de  Bagdad. 
24.— El  Califa,  La  desdeñosa. 
25. — La  isla  del  placer.  El  Califa. 

26,  27,  28,  29  y  30. -El  hechizado  por  fuerza,   tonadi- 
lla del  Zorongo,  bolero  y  fandango, 
biciembi'e  1.°— ídem.— 2.  Nada. 

3,  4,  5,  y  6. — Los  maridos  corregidos,  cinco  actos;  El 
secreto,  opereta.— 7.  Nada. 

8.  — El  secreto.  Fandango,  El  Califa. 

9,  10,  11,  12,  13  y  14.— La  dama  voluble,  ópera  bufa. 


At»]feNl)iCBg  627 


I 


Diciembre  15  y  16.— El  hechizado,  Bolero,  El  secreto. 

17.— La  desdeñosa.  Fandango,  El  Califa.— 18.  Nada. 
19.— La  isla  del  placer,  El  celoso  por  fuerza. 
20.— La  desdeñosa,  El  secreto,  baile  inglés. 
^  21.  — El  secreto,  La  desdeñosa,  La  casualidad  á  media 
noche. 
22.— Los  tres  maridos,  La  casualidad.— 23  y  24.  Nada. 
25.— El  serrallo  del  gran  Mogol,  en  tres  actos,  inter- 
mediada de  música  y  baile. 
26,  27,28,  y  2^.— ídem,  La  casuahdad  á  media  noche. 
ZO.—Nada.  ' 

3L— El  serrallo.  La  casualidad. 
X'^l.-Enero    1.",  2,  y  3.— El  Ótelo,  El  qui  pro  quo,  opereta. 
4.— El  serrallo.  El  qui  pro  quo. 

5  y  6.— El  Ótelo,  El  qui  pro  quo. 

7.— El  Ótelo,  La  posaderita.— 8.  Nada. 

9  y  10.— Ótelo,  La  posaderita.— 11  y  12.  Nada. 
13.— El  cuadro.  El  qui  pro  quo.  Bolero. 
14.— La  desdeñosa,  El  avaro,  Qui  pro  quo. 
15. — Desdeñosa,  .Secreto,  Prueba  feliz.- 16.  Nada. 
17.— El  serrallo,  Felipe  y  Juanita. — 18.  Nada. 
19.— La  casa  en  venta,  La  casualidad,  Bolero,  Fandan- 
go, El  Califa  de  Bagdad. 
20.— Casualidad,  Bolero,  Fandango,  Califa. 
21.— Qui  pro  quo.  Casa  en  venta,  Bolero,  Fandango. 
22. -Nada. 

23  7  24.— Ótelo,  Avaro,  Fandango.— 25.  Nada. 
26,  — El  cuadro.  Bolero,  El  secreto. — 27.  Nada. 
28.— Hércules,   un  acto;  Los  amantes  engañados,  un 

acto;  La  caza,  Alemanda. 
29  y  30. — Hércules,  Alemanda,  Felipe  y  Juanita. 
3L— Hércules,  Alemanda,  Qui  pro  quo. 
Febrero    1.°  y  2. — La  dama  voluble.  Celoso  por  fuerza. -3.  Nada. 

4  y  5.  — La  Sofía,  El  (¿u¡  pro  quo. 

6  y  7.— El  celoso  confundido.  El  secreto.— 8.  Nada. 
9.  — La  dama  voluble,  La  casualidad. 

10,  U  y  12.  — El  castigo  do  la  miseriaj  tres  actos:  Bole- 
ro, Fandango,  Alemanda.  — 13.  Nada. 

14.  — El  serrallo,  Alemanda. 

15,  16,  17,  18  y  19.  — La  melomanía,  ópera  buja^  dos 
acío«;  Alemanda.— 20.  Nada. 


628  tSIÜORO  MAIQÜEZ 


Febrero  21  y  22.— La  melomanía,  Alemanda. 

23,  24  y  25. — El  sueño,  wi  acto;  La  esclava  persiana, 

ópera  en  un  acto.— 2^.  Nada. 
27.— La  melomanía,  Alemanda. 
28.  — La  esclava.  El  sueño. 
Marzo    l.°—Idem. 

2  y  3.  — Esclava,  Bolera,  Fandang-o.  68.755. 


1801-1802. 

Funciones  de  la  compañía  del  teatro  del  Príncipe 

AOrü    5. — Con  quien  vengo,  vengo,  cofi  Introducción  y  to- 
nadilla  nueva. 
9.  — La  Talestris,  tragedia. 
14.— El  solterón  y  su  criada,  nueva. 
20. — Sueños  son  bienes  y  males. 
23.— Don  Rodrigo  de  Vivar. 
27.— Adriano  en  Siria. 
Mayo    1."— Los  falsos  hombres  de  bien. 
6.  — La  Cecilia,  primera  parte. 
IL  — La  Cecilia,  segunda  parte . 
14.— El  pastelero  de  Madrigal. 
19.  — El  duque  de  Viseo,  tragedia  nueva  y  La  ópera 

cómica,  nueva. 
30. — El  severo  dictador. 
Junio    1.®— El  enemigo  de  las  mujeres, 
5.  — El  gran  Seleuco. 
8.— El  parecido  en  la  corte. 
11.— El  toledano  Moisés. 
16.— La  Eugenia. 
19.— La  bella  guayanesa. 
23. — El  tirano  del  Danubio. 
26.— Los  amantes  generosos,  nueva. 
27.  — La  posadera. 
28.— Agradecer  y  no  amar. 
Julio    1.*^— La  Jacoba.  La  dama,  laSolís. 

4.— Los  pajes  de  P'ederico,  en  dos  actos  //  El  califa, 

ópera  nueva. 
14.  — La  real  jura  de  Artajerjes. 
18.— La  suegra  v  la  nuera. 


APÉNDICES  629 


Jaliü  22.  — La  Espigadera, /(/'¿mera  joaríe. 

27. — El  negro  y  la  blanca  y  Los  dos  presos,  ópera. 
Agosto    3.— El  Mibech,  tragedia  nueva;  Un  loco  hace  ciento, 
en  un  acto,  nueva. 
IL— La  casa  en  venta,  ópera;  El  Manolo,  saínete. 
Septiembre.— Nada. 

Octubre    L— El  severo  dictador. 
5. — La  Pamela. 
7.— La  Matilde. 

9.— Dicha  y  desdicha  del  nombre. 
12.— El  amo  criado. 
14.— Julio  César  y  Catón. 

19.— La  familia  indigente,   El  preso  y   La  noche  de 
Troya. 
Noüienibre    2.  — El  amo  criado. 

4.— El  imperio  de  las  costumbres,  nueva. 
12.  — El  postrer  duelo  de  España. 
18. -El  solterón  y  su  criada. 

21.— El  diablo  predicador;  saínete,  El  corralón  de  los 
desamparados. 
Diciembre    7.  — Mejor  está  que  estaba. 

9.— El  ayo  de  su  hijo  y  El  delirio  ó  las  consecuencias 

de  un  vicio,  opereta  nueva. 
23.— El  tirano  de  Moscovia. 
\H02. -Enero    7. — Los  Tellos  de  Meneses,  priincrn  parte. 

IL— No  hay  con  la  patria  venganza  y  Temístocles  en 

Persia. 
18. — Los  Tellos  de  Meneses,  segunda  parte. 
21.— Federico  \\,  primera  parte. 
29.— El  falso  Nuncio  de  Portugal. 
Febrero    5.  — La  dama  sutil,  en  dos  actos  y  Natalia  y  Carohna, 
otros  dos. 
8.— La  suegra  y  la  nuera. 
10,— El  hipócrita,  nueva. 

17.— El  ayo  de  su  hijo;  dos  saínetes,  tonadilla  y  botero. 
22.  — La  fiel  pastorcita. 

24.— El  que  primero  llega  ó  las  seis  horas,  en  tres  ar- 
tos, nueva,  y  El  marinero,  opereta  nueva. 
26.— I>os  pajes  de  Federico,  en  dos  actos,  y  la  opereta 
El  marinero. 
Marzo    2. —Car  naval. 


630  ISIDORO    MAIQUBZ 


1801-1802. 

Funciones  de  la  compañía  del  teatro  de  la  Ciiu/. 

Abril    5.  — Antes  que  todo  es  mi  dama,  con  Introducción. 
9. — El  calderero  de  San  Germán.  Salió  Caprara. 
14.— Antioco  y  Seleuco.  Cantó  Moiiteguis  por  prime- 
ra ves. 
20.— La  Andrómaca.  Cantó  la  Puig. 
27.— El  secreto  á  voces.  Hizo  la  segunda  la  Car  mona. 
Mayo    1.— La  dama  labradora  y  Armida  y  Reinaldo. 
7. — La  Fulgencia,  nueoa. 
12.— El  delincuente  honrado. 
19.— La  banda  y  la  flor. 
23. — Las  máscaras  de  Amiens. 
30.— Clementina  y  Desormes,  nueoa. 
Junio    5. — Pirro  y  Casandro. 

9.— El  prisionero  de  guerra. 
11.— El  amante  honrado. 
16.— El  embustero  y  La  Andrómaca,  en  un  acto.  Salió 

la  Bermeja. 
22.— La  virtud  en  la  indigencia,  nueva. 
26.  — El  hombre  de  bien  y  Armida,  segunda  parte. 
Julio. — Nada. 
Agosto  18. — La  caza  de  Enrique  IV,  nueoa. 

22. — El  jugador  inglés.  Hiso  el  galán  Ortigas. 

25. — La  camarerita^  nueoa,  y  El  Marcelino,  en  un  acto, 

opereta  nueva. 
31. — La  escocesa. 
Septiembre  3.— La  gitanillade  Madrid. 

7. — La  prueba   caprichosa,   en  dos  actos,   nueoa,   y 

Marco  Antonio. 
10. — La  prueba  y  el  saínete  Las  calceteras. 
14.— El  aburrido. 
18.  — La  bella  labradora,  nueoa. 
20.— La  hidalguía  de  una  inglesa. 
24.— Para  vencer  amor,  querer  vencerle. 
28. — Los  amantes  de  Teruel. 
Octubre    1.°— Si  una  vez  llega  á  querer. 


APÉNDICES  631 


Octubre    7.— El  desconocido  y  Orfeo  y   Euridice.    Salió  Ln- 
porta.  ^ 

16. — El  Conde  de  Olbach,  nueoa. 
20.— Cayo  Fabricio. 
27. — Casa  con  dos  puertas. 
30. — Tener  celos  de  sí  mismo. 
Nooiembre  4.  — La  Safo,  en  un  acto,  nueva;  El  engañador  engaña- 
do, opereta.  Salió  la  Lorenza  Correa. 
6.— La  prueba  caprichosa,  y  la  opereta. 
12.  — La  fuerza  de  la  amistad 
19.— La  moscovita  sensible. 
26.— La  mujer  prudente. 
Diciembre    1.°— Los  trabajos  de  Tobías. 
14.— La  mujer  celosa,  nuera. 
23.— El  mágico  africano. 
1802.-£/iero  7. — El  matrimonio  casual,  nueoa. 
12. — Mirena  y  Sinifredo. 
18. — El  prisionero  de  guerra. 
21.— El  tirano  de  Hungría. 
29. — Los  exteriores  engañosos. 
Febrero    4. — La  gitanilla  de  Madrid. 

8.— El  feudo  de  las  cien  doncellas. 
12. — El  picarillo  en  España. 

16.— La  dama  labradora  y  Avmiáa, primera  parte. 
22.— Otro  faetón  distinto  también  roto  en   Valdemoro. 
23.— El  calderero  de  San  Germán. 
26.— Palmis  y  Oronte. 
Marzo    2. — Carnaval. 


1802-1803. 

Funciones  uki,  tkatro  uk  los  Caños  del  I'eiíal 

Abril  18,  19  y  20.— La  escuela  de  los  celosos,  ópera  y  terceto 
de  baile:  á  laa  ocho. 
21.— iVo  hay  función  hasta 
Moyo    7,  8,  9  y  10.  — El  precipitado,  comedia  en  cinco  actos, 
nueva]  salió  Alfaro.  El  inquilino,  opereta  nueoa  ¡j 
un  concierto  de  trompa, 
11  y  VZ.— No  hay  función. 


G32  ISIDORO   MAIQUBZ 


Mayo  13,  14,  15  y  16.— Ótelo,  tragedia  en  cinco  actos,  salió 
Maiquez.  El  marinerito,  opereta  en  un  acto. 
17  y  18.  — El  marinerito,  La  prueba  feliz,  en  un  acto  tj 

contradan2a.-T-19.  Nada. 
20,  21,  22,  23  y  24.— El  casamiento  de  Fígaro,  ópera 
nueoa  de  Mozart,  en  cuatro  actos;  primer  tenor  el 
Sr.  Manuel  García. — 25.  Nada. 
26. — El  casamiento  de  Fígaro  y  concierto  de  flauta. 
27  y  28.— El  sueño  y  La  Ópera  cómica. 
29. — El  Fígaro  y  Bolero. 

30. — Todos  formamos  castillos  en  el  aire,  nueoa,  en  dos 
actos,  y  El  preso,  en  uno,  opereta. 
Junio    1  y  2,.— ídem. 

3. -La  viuda  consolada,  en  dos  actos  y  El  secreto,  ópera. 

4. — El  Fígaro  ?/ Bolero.— 5.  Nada. 

6,  7  y  8.— El  Fígaro  y  La  casualidad  á  media  noche, 

en  un  acto. 
9  y  10. — Castillos  en  el  aire.  La  ópera  cómica  y  una 
Alemanda.— 11  y  12.  Nada. 

13  y  14.— El  vano  humillado,  en  cinco  actos,  nueoa  y 

El  secreto. — 15.  Nada. 
16,  17  y  18.  — LaNiteti,  ópera  nueoa  en  tres  actos  (sa- 
lió Bertelli).-19,  20,  21,  22  y  23.  Nada. 
24  y  25.— El  vano  humillado  y  La  prueba  fehz. 
26.— Castillos  en  el  aire  y  El  sUeño. 
27.— La  Niteti.— 28.  Nada. 

29  y  30.— El  Numa,  tragedia  en  tres  actos  y  un  Pade- 
dú,  todo  nueoo. 
Julio     1.°— El  casamiento  de  Fígaiu  (/ Fandango. 

2  y  3.— La  esposa  delincuente,  nueoa,  en  tres  actos,  y 
'     La  casa  en  ventn,  ojiercta. 

4.  — La  esposa  delincuente  y  La  Ópera  cómica. 

5.  — La  casa  en  venta,  la  Sinfonía  de  la  caza  y  La  Ópe- 

ra cómica. 

6.  7  y  8.— Nada. 

9. — LaNiteti.  Iluminación  dentro  y  fuera  del  teatro. 
10. — El  casamiento  de  Fígaro  y  baile. 
11. -La  Niteti. 

12.— Nada  por  el  incendio  del  teatro  del  Principe. 
13.— La  Niteti. 

14  y  15. — El  marinero,  El  cuadro  //  la  Sinfonía  Oriental. 


APÉNDICES  633 


Julio  16,  17  y  18.— El  aguador  de  París,  en  tres  actos,  nueoa, 
y  la  opereta  nueoaeii  un  acto,  El  Jockey. 
19.— El  celoso  confundido  y  El  Jockey. 
20.— El  celoso,  la  Sinfonía  y  baile. 
21.— La  esposa  delincuente,  sinfonía  y  baile. 
^2,.— Nada. 
23. -La  Niteti. 
24,  25,  26  y  27.— El   celoso  por  fuerza   y   El   califa  de 

Bagdad. 
28  y  29. — La  Sofía  //  la  opereta  El  engañador  enga- 
ñado. 
30.— El  celoso  por  fuer^ía.  El  engañador  y  lui  concierto 

de  trompa  y  otro  de  piano. 
31.— El  Caiifa  y  El  engañador. 
Agosto    \.°—Nada. 

2.— El  cazadorcito,  fandango,  y  sinfonía  de  La  caza  // 

El  engañador.— 3,  4,  5  y  6.  Nada. 
7.— Las  tres  sultanas. 

8.— La  corrección  maternal  y  El  engañador. 
9.— La  Sofía  y  El  cazadorcito.— 10.  Nada. 
U. — La  corrección  y  El  engañador.  Cesan  las  funcio- 
nes hasta 
Septiembre    5.  — La  esposa  delincuente  y  El  secreto.    Entrada, 
4.612  reales. 
6  y  7.— El  aguador  de  París  y  El  secreto.  Entrada, 

4.043  y  2.067. 
8.— El  aguador  y  La  esclava  persiana.  (Laureana, 
Correa,  Maiqukz,  García,  Navarro,  Torrellas  // 
Cristiani).  Entrada,  4.867. 
9.— La  esposa  delincuente  y  La  esclava,  2.12L 
10,  11  y  12.— El  casamentero,  nueva,  en  dos  artos  y  La 

esclava,  3.615,  1.222  y  3.585. 
13.— Castillos  en  el  aire  y  El  casamentero,  1.544. 
14,— El  aguador  de  París  y  El  secreto,  1.558. 
Ib.— Nada;  ensayo  general. 

16  á  23.  — Blanca  y  Moncasín,  tragedia  nueoa  en  cinco 
actos.  El  seductor  arrepentido,  opereta  nueva; 
11.309  reales  el  primer  día  y  11.988  el  último.  Los 
demás  fluctúa  entre  8,  6,  4  y  3  mil. 
24.  — El  buen  padre,  nueva,  en  un  acto;  La  |)ruoba  fe- 
liz y  el  seductor,  2.270. 


634  ISIDORO    MAIQUBZ 


Septiembre  25  y  26.— El  buen  padre,  El  reloj  de  madera,   opereta 
naeoa  y  La  prueba  feliz,  2.270. 

27,  28  y  29.— El  buen  padre,  El  reloj  de  madera  y  Los 
tutores  vengados,  en  un  acto,  nueoa.  (El  29  y  30 
en  lugar  de  la  primera  pieza,  La  casualidad  á  me- 
dia noche). 
Octubre    L°— El  sueño.  La  casualidad  y  El  reloj  de  madera, 
L044. 
2,  3  y  4.— El  amor  al  uso  (la  Prado,  F.  Briones,  Ger- 
trudis y  Joaquina   Torre,  y  Maiquez,  Cristianí, 
Macarro  y  Suárez),   tonadilla  y  el  saínete  Herir 
por  los  mismos  filos. 
5. — Nada.  (Cobramos  mes  y  medio). 
6  y  7.— El  pastelero  de  Madrigal;  tonadilla,  fandango 

y  minué  afandangado. 
8.— El  aguador  de  París  y  El  reloj  de  madera. 
9  y  10.— El  vano  humillado  y  Felipe  y  Juanita,  3.943. 

11. — El  casamentero  y  Felipe  y  Juanita,  2.650. 

12  y  13.— El  reloj  de  madera,  El  secreto  y  Los  tutores 
vengados. 

14,  15,  16  y  17.  — El  severo  dictador  {la  Prado  y  la  Or- 
tega', Maiquez,  Vicente  Garda,  Caprara  y  Ron- 
da), y  La  esclava  persiana. 

18,  19  y  20.— Los  dos  ayos  (A.  Ortega,  J.  Briones,  G. 
Torre,  María  Ramos  y  Maiquez,  Campos,  Suá- 
rez,  Fabiani),  y  Felipe  y  Juanita.  {El  19  y  20,  en 
oez  de  esta  pieza.  El  reloj  de  madera). 

21  y  22.— El  buen  padre.  La  corrección  maternal  y  El 
Califa. 

23. — Las  tramas  burladas,  ópera  en  dos  actos  {Carlo- 
ta MichQlet,  J.  Briones,  M.  Morales  y  García,  To- 
rrellas  y  Cristiani)  y  bolero. 

24  y  25.— Blanca  y  Moncasín  y  El  reloj.— 26.  Nada. 

27,  28  y  29.— El  Ofis,  tragedia  en  tres  actos,  nueoa  {la 
Prado,  Maiquez,  Navarro,  Vicente  García,  Ca- 
prara, Campos,  Ronda  y  Fabiani),  y  Los  herede- 
ros, nueoa,  en  uno  {Joaquín  Briones,  G.  Torre, 
Maiquez,  Navarro,  Cristiani,  Caprara,  Suárez, 
Campos),  8.054  el  primer  dta. 

30.— Las  tramas  burladas  y  Los  herederos. 

31. -El  Ofis  f/  El  secreto,  3.471. 


APÉNDICES  635 


\omenibre    i°—Nada. 

2.  — Las  tramas  burladas  y  Los  herederos.— 3.  Nada. 
4,  5,  6  y  7. — A  "las  cuatro  de  la  tarde:  Ótelo  ij  El  se- 
creto.—A  las  ocho.  La  Clementina,  en  dos  actos., 
iiueüaj  y  El  capítulo  segundo,  opereta  nueoa. 
8.— La   esposa  delincuente  y   El  capítulo   segundo, 

3.032. 
9. —Las  tramas  burladas,  1.750. 

10.  — El  casamentero?/  La  esclava  persiana.  — IL  Nada. 

12  y  13.— Por  la  tarde:  El  sueño,  El  capítulo  segundo 
//  El  Califa.— Por  la  noche:  La  Matilde,  en  tres  ac- 
tos, nueva,  y  Quien  porfía  mucho  alcanza,  opere- 
ta nuevo. 

14  y  \b.— Tarde:  Blanca  y  Moncasín  ¿/Quien  porfía 
mucho.— A^oe^e.-  La  Matilde  y  El  capitulo  se- 
gundo. 

16  y  17.  — La  Eugenia  y  Quien  porfía. 

18.  — La  esposa  delincuente  y  El  capítulo  segundo. 

19.— Las  tramas  burladas  y  El  celoso  por  fuerza. 

20. — La  corrección  maternal,  El  sueño  y  Felipe  y  Jua- 
nita. 

21. —  TarcZe;  El  aguador  de  París  í/ El  capítulo  segun- 
do, 7.404.— A^'oe^e."  El  viejo  y  la  niña  y  el  reloj  de 
madera,  4.816. 

22.  — El  viejo  y  la  niña  y  El  reloj,  1.820. 

2,^.— Tarde:  El  viejo  y  la  niña;  la  tonadilla,  Los  majos 
de  rumbo  y  \)o\eTO.  — Noche'.  Castillos  en  el  aire  // 
El  capítulo  segundo. 

24. — El  Ofi8  y  La  esclava  persiana,  1.888. 

25,  26  y  27. — El  abate  L'Epée  y  La  casualidad  á  media 
noche. 

2S.— Tarde:  El  abate  L'Epée  y  Quien  porfía  mucho.— 
Noche:  Las  tres  Sultanas  y  El  capítulo  segundo. 

29. —  Tarde:  El  abate  L'Epóo  y  Felipe  y  Juanita.— A^o- 
che:  La  Matilde  y  La  esclava  persiana. 

:]0.— Tarde:  El  abate  L'Epée  y  La  esclava,  6.372.— 
Noche:  El  buen  padre.  La  Clementina  //  El  secre- 
to, 1.587. 
Diciembre  í.°— Tarde:  El  abate  y  El  secreto,  2.487.  — .W;/it':  Los 
Tutores,  P]l  capítulo  segundo  y  Lo  que  pasa  entre 
herederos,  1.944. 


636  ISIDORO   MAIQUBZ 


Di''ieinbre    2. — I.as  tres  sultanas  y  El  capítulo  segundo,  1.381. 
3.— El  aguador  de  París  ¡j  La  corrección  maternal. 
i.— Nada, 
"b.— Tarde:  La  Sofía  y  La  prueba  feliz.— A'oc/iíj.'  La 

Estatira,  ópera  nueva,  en  dos  actos,  7.283. 
6  y  7. -La  Estatira,  2.385. 
S.— Tarde:  El  viejo  y  la  niña,  bolero,  y  Lo  que  pasa 

entre  herederos.— A^oc/ie;  La  Estatira,  2.155. 
9.  — Tarde:  La  Estatira,  lAb2.— Noche:  El  gusto  del 
día,  en  <^og  actos,  nueva,  y  El  error  de  un  buen 
padre,  nueva,  en  un  acto.  Minué  por  los  hermanos 
Luengo,  10.428. 

10,  11,  12  y  13.  — El  error  de  un  buen  padre.  El  gusto 
del  día  y  El  engaño  feliz,  nueva,  en  un  acto  {la 
Prado,  G.  Torre,  Joaquina  Briones,  Navarro, 
Caprara,  Cristiani  y  Suárez).  El  12  y  13,  en  vez 
de  esta  última,  El  capítulo  segundo  y  el  Minué  de 
la  corte.— 14.  Nada. 

15.—  Quien  porfía  mucho,  El  buen  padre  y  El  se- 
creto. 

16.— Los  pajes  de  Federico,  en  dos  actos.  El  capítulo 
segundo  y  El  ayo  de  su  hijo. 

17.— La  misma  y  Quien  porfía  en  lugar  del  Capítulo 
segundo. 

18.— El  vano  humillado  y  El  Cahfa. 

19. —  Tarde:  La  esposa  delincuente  y  El  Califa. — Noche: 
El  abate  L'Epée  y  el  Minué  de  la  corte. 

20.— Castillos  en  el  aire  y  El  gusto  del  día,  2.087. 

21. — La  viuda  consolada,  La  esclava  persiana  y  El  en- 
gaño feliz. 

22.— -La  Clementina,  El  error  de  un  buen  padre  //  Jua- 
nita y  Felipe. 

23.  — La  viuda  consolada,  El  error  de  un  buen  padre  // 
El  secreto.— 24.  Nada. 

2b.— Tarde:  FA  error  de  un  buen  padre,  El  gusto  del 
día  y  Quien  porfía.— A^oc/ie;  Anfitrión,  nueva,  y  El 
amor  filial,  opereta  nueva,  9.134. 

26. —  Tarde:  El  pastelero  de  Madrigal  y  El  capítulo  se- 
gundo, 6.194.— Noche:  El  abate  L'Epée  y  El  amor 
filial,  4.234. 

27.— El  abate  L'Epée  y  El  capítulo  segundo,  3.371. 


AÍ»ÉNt)tCES  637 


Diciembre  28.  — Los  dos  ayos  y  El  amor  filial,  2.729. 

30.— El    buen    pariré,    El    gusto    del    día   y  el   amor 

filial,  2.102. 
Z\.— Tarde:  El  aguador  de  París,  El  amor  filial  y  Mi- 
nué de  la  corte.— iVoe/ie;  Nada. 
\^Z. -Enero  1."  y  2.— Tarde:  El  severo  dictador,  La  prueba  feliz  y 
bolero,  7. b92.— Noche:  Una  travesura,  ópera  bufa 
nueva  en  dos  actos  y  fandango,  9.052. 
3.— Una  travesura,  4.871. 
4.— El  severo  dictador  y  La  prueba  feliz,  2.064. 
5.— La  Matilde  y  Los  tutores  vengados,  1.552. 
6.— Tarde:  El  ayo  de  su  hijo,  Los  pajes  de  Federico  // 
El  amor  ñlial.— Noche:  La  travesura  y  Minué  de  la 
corte,  6.207. 
7.— La  travesura  y  bolero. 
8. — La  lugareña  orgullosa,  nueva,  en  tres  actos  y  La 

■  casualidad  á  media  noche,  6.670. 
9.— Tarde:  La  travesura  y  fandango.— A^oe/ie;  La  lu- 
gareña y  La  casuahdad,  5.166. 
10.— La  lugareña  y  El  capítulo  segundo,  3.320. 
11.  — La  travesura  y  El  gusto  del  día. 
12.— El  abate  L'Epée  y  El  amor  filial,  3.337. 
13.— Blanca  y  Moncasín  y  Quien  porfía,  4.640. 

14.  — El  pastelero  de  Madrigal  y  El  reloj   de  made- 

ra, 2.465. 

15.  — La  lugareña  orgullosa  y  El  secreto,  3.247. 

IQ.— Tarde:  La  lugareña  y  El  secreto.— A^oc/ie.*  Una 

travesura  y  Minué  de  la  corte. 
,17.  — La  lugareña  y  La  esclava  persiana,  2.631. 

18  y  19.  — La  travesura,  bolero  y  Sinfonía  de  la  caza. 

20.— Sólo  por  la  tarde:  La  lugareña  y  Felipe  y  Jua- 
nita. 

21  y  22.  — La  familia  árabe,  tragedia  nueva  en  cuatro 
actos  y  El  capítulo  segundo,  11.323  el  primer  día 
y  5.911  el  seyundo. 

•¿'S.— Tarde:  La  familia  árabe  y  Quien  porfía.— iVoc/ie." 
La  travesura  y  bolero. 

24.— La  familia  árabe  y  El  secreto,  3.960. 

25.— El  error  de  un  buen  padre,  El  casamentero  //  La 
esclava  persiana. 

26.  — El  señorito  mimado  //  El  amor  filial,  3.217. 


tí38  isit)ORO  MaiqübZ 


Enero  27.  — La  Clementina,  Los  pajes  de  Federico  y  Felipe  y 
Juanita. 

28.-Estatira,  3.154. 

29.— El  señorito  mimado  y  El  secreto,  1.614. 

'iO.— Tarde:  La  lugareña  orguUosa  ?/  Quien  porfía.— 
Noche.  La  travesura,  3.284. 

31. -La  lugareña  y  El  capítulo  segundo,  2.317. 
Febrero    1.°— La  esposa  delincuente  y  El  amor  filial,  1.712. 

2.— TarcZe.- La  travesura  y  el  Minué,  3.217.— iVoe/ie; 

Las  tres  Sultanas  y  El  engaño  feliz,  3.497. 
3.— La  travesura  y  El  engaño,  3.184. 
4. -El  Oñs  y  Quien  porfía,  2.268. 
5. -El  viejo  y  la  niña  y  El  Califa,  2.901. 
6. —  Tarde:  El  amor   al  uso  y   El  reloj  de  madera, 
1.839.— A'oc^e:  La  lugareña  orguUosa  y  El  Califa, 
3.921  reales. 
7.— La  travesura.  Sinfonía  de  la  caza  y   el  Minué, 
1.999  reales. 

8.— El  sueño,  La  corrección  maternal  y  El  engaño 
feliz.— 9.  Nada. 

10  y  11.  — El  monte  de  San  Bernardo,  ópera  nueva 
11.337  el  primero  y  3.783  el  segundo. 

12.— El  diablo  predicador  y  El  marinerito,  9.362. 

13. — Tarde:  La  travesura.  — A^oc/ie.-  El  diablo  predica- 
dor y  El  marinerito,  8.921. 

14. —  Tarde:  El  diablo  y  El  marinerito.— A^oc/¿f.'  La  Ma- 
tilde y  El  sueño. 

15.—  Tarde:  El  diablo  y  El  marinerito. — Noche:  El  mon- 
te de  San  Bernardo. 

16.— Tarde:  El  diablo  y  E\  marinerito.  —  Noche:  La 
travesura  y  Castillos  en  el  aire. 

\7.— Tarde:  El  diablo  y  El  marinerito.  — Noche:  Los 
preceptores  y  El  secreto. 

\H.— Tarde:  El  diablo  y  El  marinerito. — Noche;  El  buen 
padre.  El  ayo  de  su  hijo  //  La  esclava   persiana. 

19.— Noche  solo:  La  travesura  y  Bolero,  4.478. 

iO.  — Tarde:  La  tí avesm^Si  y  Bolero.  — iS'oche:  La  luga- 
reña orgullosa  y  El  gusto  del  día. 

2L  —  Tardé:  El  diablo  predicador  y  El  marinerito, 
Q. 936. —Moche:  El  error  de  un  buen  padre,  La  co- 
rrección maternal  //  El  amor  íilial,  5.306. 


APéNDICBS  639 


Febrero  22.— Tarde:  El  diablo  i/  El  marinerito,  5.153.— A-oe/ie; 
Quien  porfía,  La  esclava  persiana  y  el  Manolo, 
8.359  reales. 


1802-1803. 

Funciones  del  teatro  de  la  Cruz 

Abril  18.— Cecilia  y  Dorsán  {Rita).  Tonadilla  y  saínete:  ú  las 
cuatro  y  media. 
26. — El  pintor  fingido  (Rita).  Tonadilla  y  saínete. 
29. —  Viajes  de  José  II,  tonadilla  y, fin  de  fiesta. 
.\í<n/o    3.— Casa  con  dos  puertas,  salió  Al/aro  de  galán. 
11.— El  parecido  de  Rusia,  hizo  el  segundo  Ibáñez. 
14. — El  falso  Czar  de  Moscovia. 
18. -El  Misántropo  (Rita). 
22.  — Las  amazonas  de  Scitia. 
26.  — Las  cuentas  del  Gran  Capitán. 
30. — La  Olimpiada. 
.Junio    3.  — La  banda  y  la  flor. 

5.— Pedro  el  Grande,  Czar  de  Moscovia.  Cantaron  la 

Carlota  y  Acuña. 
10.— El  esclavo  en  grillos  de  oro. 
16.— El  elector  de  Sajonia. 
19.  — El  calderero  de  San  Germán. 
Junio  22. — Antes  que  todo  es  mi  dama. 

25.— La  Florentina,  El  Telémaco  y  La  Posaderita. 
.Julio. — Nada. 
Agosto    2.— El  elector  de  Sajonia. 

4.  — El  feudo  de  las  cien  doncellas. 

6,— El   codicioso,  en  un  acto,   nueva,  y  Una  hora  de 

ausencia,  nueoa,  en  un  acto. 
10.— El  dómine  Lucas. 
16. — La  intriga  epistolar,  nuer>a. 
19.— El  criado  do  dos  amos.  v 

21.— Las  vivanderas  ilustres. 
25.— La  Adelina. 
.30.— El  fruto  de  un  mal  consejo. 
•jptiembre    2.— El  jugador. 

4.— El  asturiano  en  Madrid. 


640  ÍSIDORO   MAlQÜBZ 


Septiembre    7.— El  hablador. 

11. — A  tillo  Régulo,  por  las  dos  compañías  reunidas. 
16.  — El  delincuente  honrado,  las  dos  compañías. 
21.  — El  hombre  de  bien.  Concierto  de  clarinete?/  la 

Andrómaca. 
23.— El  Café,  dos  actos.  Tonadilla  en  que  sale  Calderi 

y  La  reforma  del  honor. 
25. —El  desdén  con  el  desdén  {la  Rita  y  la  Andrea). 
Octubre    5.— Para  averiguar  verdades  el  tiempo. 
8. — La  reconciliación. 

14. —  rar<¿e:  El  juicio  de  .Salomón,  nueva.  — A  las  ocho 
de  la  noche:  El  desertor,  ópera  nueva,  en  dos  actos 
y  el  saínete,  Las  castañeras. 
22.— El  desdén  con  el  desdén. 
23.— El  desertor,  ópera  {Lorenza). 
26.  — La  misantropía. 
Noviembre    4. — Tarde:  El  horror  y  el  honor,  nueva.— Noche:  El 
avaro,  ópera  bufa. 
6. — El  imperio  de  las  costumbres. 
10. — El  pintor  fingido. 
12.— Tarde;  El  desertor,  ópera. — Noche:  Sancho  Ortiz 

de  las  Roelas. 
19. — El  honor  da  entendimiento. 
24.— Sofía  y  Ricardo,  nueva. 

26.— Dar  la  vida  por  su  dama,  y  un  cojo  que  bailó  bo- 
leras. 
Diciembre    2.— Triunfos  de  valor  y  honor  en  la  corte  de  Rodrigo. 
6.— El  hombre  singular. 
9.  — Dido  abandonada. 
H.— Tarde  y  Noche:  La  moscovita  sensible // Quien 

quiere  no  puede,  ópera  bufa,  nueva. 
17. — Por  la  tarde:  la  ópera  Quien  quiere. 
20.— La  Fulgencia. 
23.— El  juicio  de  Salomón. 
25.— Las  míscaras  de  Amiens. 

26.— Noche:  El  engañador  engañado,  opereta,  Una  hora 
de  ausencia  y  La  gitanilla  por  amor. 
li<03.-Enero  4.-  La  ilustre  fregona. 
10.— Antioco  y  Seleuco. 

14.-  El  fruto  del  mal  consejo  ó  El  prisionero  de  guerra. 
17. — Llegar  á  tiempo,  nueva. 


Át»éNDicfes  641 


Enero  22.— Si  una  vez  llega  á  querer. 

25.— Quien  quiere  no  puede,  ópera. 
26.— El  desdén  con  el  desdén. 
27. — La  reconciliación. 

28.— El  Barón,  nueca  y  La  gitanilla  por  amor. 
Febrero    4.  — Los  exteriores  engañosos. 
7.— El  picarillo  en  España. 
8. — El  café  y  El  engañador  engañado,  opereta. 
12.— Elvira  y  Perci,  tragedia  nueva. 
14.  — El  misántropo. 

16.  —  La  lealtad,  nueva  y  La  Oda,  opereta  nueva. 

17.  -  La  banda  y  la  flor. 
18.— Los  sueños  de  Josef. 


1802-1803. 

Funciones  de  la  compañía  del  teatro  del  Príncipe 

Abril  18.  — La  Eugenia;  tonadilla  y  sainete:  á  las  cuatro  y 
media. 
22.— Bien  vengas  mal. 

25. — El  hijo  reconocido,  en  dos  actos,  La  Ópera  cómica 
y  contradanza. 
Mayo    3.— El  negro  y  la  blanca. 

7.— El  amante  honrado  (galán  Agustín  Llopis  y  terce- 
ro Rafael  Palomera). 
11.— Los  amigos  del  día  y  El  "negro  sensible,  en  un  acto 

(Llopis). 
17.— El  Tetrarca  de  Jerusalem  (salió  la  Andrea,  cantó 

la  Colomer). 
20. —Al  deshonor  heredado,  vence  el  honor  adquirido. 
24. — Para  vencer  amor,  querer  vencerle  (cantó  Rigal). 
27.— El  vinatero  de  Madrid. 
30.— Catalina  II,  emperatriz  de  Rusia. 
Junio    4. — El  abate  L'Epée. 

8.  — El  hijo  reconocido,  guaracha,  bolero  //  El  negro 

sensible. 
11.  — El  hombre  agradecido  y  tonadilla  nueva  que  can- 
tó la  Torre. 
15.— El  Fénix  de  los  criados, 

41 


642  tSlDOÜO    MATQUF5Z 


Junio  19.— A  suegro  irritado,  nuera  prudente. 

22. — El  feliz  encuentro,  en  un  acto,  el  Viriato,  en  un 
acto;  tonadilla,  saínete  y  un  pequeño  baile. 

26.— El  parecido  en  la  corte. 

28.— Natalia  y  Carolina,  monólogo  del  Cochero  Domin- 
go, baile  y  tonadilla. 
Julio    1." — El  hombre  de  las  tres  caras  ó  FA  proscripto  de 
Venecia,  nueva. 
3. — La  dama  sutil,  dos  actos;  tonadilla  y  baile. 
6.— La  familia  indigente,  en  un  acto,  Cleopatra  y  Mar- 
co Antonio,  en  un  acto;  tonadilla  y  saínete.   Ilu- 
minación. 
7. — El  Abate  L'Elpée. 

11. — La  misma.  Incendio  y  destrucción  del  teatro 
DEL  Príncipe  en  la  noche  de[>  11. 

La  compañía  siguió  trabajando  en  el  de  la  Cruz-  des- 
de el  día  " 

13.— Caprichos  de  amor  y  celos. 

15. — La  Jacoba. 

17.— La  fiel  pastorcita. 

20.— El  diablo  predicador. 

28. -El  Tetrarca. 

30. — Ver  y  creer.  Por  quiebra  del  empresario,  se  reu- 
nieron las  dos  compañías  y  las  funciones  que  hi- 
cieron unidas  están  en  la  lista  de  las  del  teatro 
di'  la  Cruz. 


1803-1804 

Funciones  de  la  compañía  del  teatro  de  los  Caños  del  Peral 

Abril  10. — A  la  siete  y  medía;  El  Ótelo  y  El  preso,  con  9.700 
reales  de  entrada.  El  11  la  misma,  ron  8.269,  //  el 
12,  con  5.393. 

13,  14  y  15.  — El  solterón  y  su  criada  y  El  preso.  El  pri- 
mer día,  4.602  reales,  2.872  el  segundo  y  2.638  el 
tercero. 

16  y  17.— El  padre  de  familia,  en  cinco  actos,  nueoa; 
sinfonía  de  La  batalla  de  Marengo  y  Una  hora  de 
ausencia,  todo  nueüo;  6.156  el  primer  día  y  6.953 
el  segundo. 


ÁPÉNDÍCBá  64í) 


Abril  18.— El  padre  de  familia  y  El  preso,  3  176. 

19  y  20.— Una  travesura  V  bolero,  4.268  y  3.408. 

21  y  22  -El  celoso  confundido  ij  El  preso,  3.122  y  2.216. 

23,  24  y  25.— A  las  ocho:  La  condesa  de  Castilla,  trage- 
dia nueva,  y  Los  dos  presos,  opereta,  8.150,  7.486 
y  3.854. 

26.— El  padre  de  familia  y  El  preso,  2.844. 

27.— El  solterón  y  Una  hora  de  ausencia,  2.963. 

28  y  29.— La  travesura;  sinfonía  de  la  caza  //  bolero, 

3.634  y  2.769. 
30. — Zoraida,  tragedia  y  Los  dos  presos,  5.259. 
Mayo    1  y  2.— ídem,  5.225  y  2.322. 

3  y  4.— La  condesa  de  Castilla  y  El  Califa,  4.611  y 

3.026. 
5  y  6.— La  familia  árabe  y  Quien  porfía,  3.669  y  2.479. 
7  y  8. — El  viajante  desconocido  y  La  casa  en  venta, 

4.069  y  4.887. 
9.— El  Califa  y  La  casa  en  venta,  3.077. 
10. — La  travesura.  Minué  de  la  corte  y  Sinfonía,  2.808. 
11.— El  celoso  confundido  y  Quien  porfía,  2.209. 
12.— El  abate  L'Epée  y  Quien  porfía,  4.582. 
13  y  14. — Palma  ó  el  viaje  á  Grecia,  ópera  nueoa  en 

dos  actos  y  una  alemanda  á  seis,  8.016  y  4.012. 
15.  — El  hipócrita,  en  cinco  actos  y  Los  dos  presos, 

5.355. 
16.— Palma,  ópera,  Sinfonía  y  alemanda,  2.741. 
17  y  18. — El  hipócrita,  alemanda  y  sinfonía  de  la  caza, 

3.254  y  2.384. 
19.— Palma,  ópera  y  alemanda,  3.585. 
20.— Una  travesura,  sinfonía  y  bolero,  3.155. 
21.— Palma,  ópera,  1.714. 
22,— El  hipócrita  y  El  secreto,  5.133. 
23. — Caprichos  de  amor  y  (?elos  y  El  secreto,  3.156. 

24,  25  y  26.— El  seductor  enamorado  y  Bion,  opereta 

nueoa,  6.216,  3.678  y  3.360. 

27.— El  solterón  y  su  criada  y  El  preso,  2.328. 

28.  — Una  travesura,  2.323. 

29.— El  seductor  enamorado  y  el  Bion,  3.455. 

30  y  31.  — La  muerte  de  Abel,  tragedia  nueoa  en  tres 
artos  y  El  luto  fingido,  opereta  nuer>a.  Entrada, 
12.106  reales  el  primer  día  y  8.982  el  segundo. 


644  lSIÍ)OttO   MAIQUBZ 


Junio    1.°— Palma,    ópera,    bolero  //  alemanda.    Entrada, 
2.514/ 

2.  — El  padre   de  familia  y  Quien   porfía.   Entrada, 

2.038. 

3.  — El  vigilante  desconocido,  bolero  ;/ Bion;  opereta, 

2.015. 
4.— Caprichos  de  amor  y  celos  y  El  preso.  Entrada, 

2.437. 
5.  — La  muerte  de  Abel?/  El  luto  fingido.  Entrada, 

9.842. 
6.— La  casa  en  venta  y  Los  dos  presos.  En  ésta  salió 

Ensebio  Fernández,  2.553. 
7. — Una  hora  de  ausencia,  padedú  y  El  marinerito, 

2.590. 
8.  — La  prueba  feliz,  El  sueño  y  Quien  porfía,  2.155. 
9. — La  muerte  de  Abel  y  El   luto  fingido;  opereta, 

9.219. 
10.— El  Casamentero  1/  El  Califa,  2.374. 
IL— La  viuda  consolada  y  El  secreto,  1.997. 
12. — Los  dos  presos  y  El  marinerito,  3.220. 
13,  14  y  15.— Radamisto  y  Cenobia,  tragedia  y  Bion, 

7.903,  2.870  y  2.126. 
16.  — La  corrección  maternal.  La  casa,  El   marinerito 

y  bolero,  2.277. 
17. — Una  travesura  y  alemanda,  2.546. 
18.— Palma,  ópera  y  fandango,  2.145. 
19. — La  muerte  de  Abel  y  Quien  porfía,  5.345. 
20,  21  y  22.  — La  buscona,  nueva,  en  cinco  actos;  tona- 
dilla de  La  dama  curiosa,  por  Laureana  y  Ma- 
nuel García,  y  un  pequeño  baile.  El  22  El  marine- 
rito  además;  7.841,  3,924  y  3.266. 
2^.— Nada,  según  costumbre. 

24,  25,  26  y  27.— La  quinta  de  Scorondón,  ópera  nueva 
en  dos  actos  y  fandango,  8.574,  3.859,  4.583  y  2.469. 
2S.- Nada. 

29.  — La  buscona  y  El  marinerito,  4.632. 
30.— Los  Preceptores  y  el  Bion,  2.3.S9. 
Julio     1.° — La  quinta  de  Scorondón,  2.83i. 

2.— El  vano  humillado  y  El  secreto,  2.827. 
3.— Castillos  en  el  aire  //  Los  dos  presos,  4.297. 
4. — Palma,  ópera,  sinfonía  y  fandango,  2.322. 


APÉNDICES  645 


Julio    5.— El  ayo  de  su  hijo  y  El  amor  filial,  3.404. 

6. — El  optimista,  /meca,  en  tres  actos  y  Quien  porfía, 

5.239. 
7. — Una  travesura  y  fandango,  3.435. 
8.— El  casamentero  y  El  preso,  2.424. 
9.— La  quinta  de  Scorondón,  la  Caza  y  bolero,  4.160. 
10. -El  Califa  y  El  preso,  5.498. 

11.  — La  corrección  maternal.  El  marinerito  í/  la  Caza, 
2.749. 

12  y  13. — El  joven  Carlos,  nueüa,  en  cinco  actos,  y  La 

Opera  cómica,  8.848 y  4.789. 

14.  — Las  tres  sultanas  y  minué  afandangado,  3.821. 

15.  — La  corrección,  El  engaño  feliz.  La  Ópera  cómica 

y  bolero  por  una  nueoa,  3. 9&1. 
16.— El  seductor  arrepentido  y  La  Ópera  cómica,  3.928. 
17.— El  joven  Carlos  y  El  secreto,  5.348. 
18. — La  buscona;  tonadilla  de  Los  majos  de  rumbo 
por  Laureana  y  García;  tonadilla  del  Zorongo 
por  la  Prado  y  Garrido,  bolero;  fandango  por  los 
Luengo,  y  polaca  por  Antonia  Oliver,  9.906. 
\9.-Nada. 

20.— Los  dos  ayos,  las  tonadillas  del  18  y  minué  afan- 
dangado, 6.355. 
21  á  31. — Función  de  gala  por  los  desposorios  del  Prín- 
cipe Don  Fernando.  El  triunfo  del  Himeneo,  loa; 
'  El  Mayor  Palmer,   nueoa  y  El  colérico,  opereta 
nueoa.   Iluminación.  El  primer  día,  11.986,  y  el 
último,  4.483. 
Agosto    \.°—Nada. 

2. — El  confidente  casual,  nueoa,  y  La  c¿isa  en  venta, 

4.649. 
3  y  4.— EP  confidente  y  El  marinerito,  4.313  y  3.234. 
5.— Ótelo,  tragedia  y  el  minué  de  La  corte,  6.004. 
6,  7  y  8.  — La  Melindrosa,  nueoa,  en  tres  actos,  la  to- 
nadilla del  Presidiario,  por  la  Prado  y  Garrido, 
7.000,  6.262  y  4.129. 
9,  10  y  11.— El  criado  de  dos  amos,  ópera  nueoa,  7.086, 

6.327  y  4.103. 
12.-1^  travesura  y  bolero,  3.903. 

13  y  14.— La   melindrosa  y  tonadill"   El  presidiario, 
'  3.548  V  4.686.  . 


646  ISIDORO    MAIQUBZ 


Agosto  15.— El  confidente  casual  y  El  colérico,  4.704. 
16.— La  quinta  de  Scorondón,  3.516. 
17.— El  joven  Carlos  y  El  secreto,  2.996. 
18. — La  melindrosa  y  El  presidiario,  2,841. 

19.  — El  criado  de  dos  amos,  ópera,  3.411. 

20.  — El  confidente  y  El  marinerito,  2.614. 
21.— El  criado  de  dos  amos,  5.366. 

22. -El  joven  Carlos  y  El  secreto,  2.313. 

23.— Palma,  ópera  y  Sinfonía,  2.335. 

24, — La  corrección,  dos  Sinfonías  y  El  ayo  de  su  hijo, 

2.413. 
25,  26,  27  y  28.— El  Cid,  tragedia  iiueüa  y  El  eclipse  de 
luna,  opereta  nueüa,  11.962,  7.964,  4.418  y  3.833. 
29.— El  criado  de  dos  amos,  2.546. 
30. — Una  hora  de  ausencia  y  La  Ópera  cómica,  2.356. 
31.— La  mehndrosa  y  El  secreto,  2.925. 
Septiembre    1.^— La  corrección.  El  ayo  de  su  hijo  y  el  Bion,  2.582. 
2.— Los  preceptores  1/  La  prueba  feliz,  2.692. 
3.— El  Mayor  Palmer  y  El  confidente  casual,  2.337. 
4.  -El  cuadro  y  El  Califa,  4.669. 
5  y  6.— El  cuadro  y  El  ayo  de  su  hijo,  1.959  y  1.865. 
7.— El  Rábula,  /lueoa,  entres  actos,  dos  sinfonías  y 

minué  afandangado,  5.509. 
8.  — La  melindrosa  y  La  corrección,  3.611. 
9.— El  criado  de  dos  amos,  2.656. 
10  y  11.— La  Condesa  de  Castilla  y  El  secreto,  3.100  v 

3.834. 
12.  — El  señorito  mimado  y  el  Bion,  2.706. 
13.-  El  criado  de  dos  amos,  2.793. 
14.— El  abate  L'Epée  y  El  eclipse  de  luna,  4.261. 
15.  — El  señorito  mimado  y  La  Ópera  cómica,  2.461. 
16.— La  melindrosa  y  La  Ópera  cómica,  2.116. 
17.— El  padre  de  familia  y  El  eclipse,  2.754. 
18.— El  abate  L'Epée  y  Quien  porfía,  6.521. 
19.— El  criado  de  dos  amos  y  Bolero,  2.641. 
20,  21  y  22.— Jenwal,  tiueoa,  y  El  capítulo  segundo, 

6.518,  4.883  y  2.877. 
23.  — Los  pajes  de  Federico,   La  Clementina  //bolero, 

3.180. 
24.— Los  pajes  y  El  cuadro,  2.503. 
25.-JenwaÍ  y  El  Califa,  5.083. 


APÉNDICES  647 


Septiembre  26. —El  ayo  de  su  hijo,  La  corrección,  Concierto  de 
violín  y  cantó  ana  inglesa  un  aria,  6.994. 
27. — El  confidente  ¡j  Una  hora  de  ausencia,  1.963. 
28.— El  padre  de  familia  y  El  secreto,  2.953. 
29.— El  Mayor  Palmer,  La  prueba  feliz  //bolero  por 

dos  chicos  de  ocho  años,  4.085. 
30.— El  buen  padre,  El  engaño  feliz  y  Concierto  de  vio- 
lín, 6.047. 
Octubre    \.°  y  2. — La  escocesa,  en  cinco  actos,  bolero  de  los  ni- 
ños y  El  buen  padre,  3.060  y  4.679. 
3.— El  criado  de  dos  amos,  ópera,  2.740. 
4. — Jenwal  y  El  capítulo  segundo,  3.864. 
5.— El  seductor  enamorado  y  La  Ópera  cómica,  2.978. 
6. — La  melindrosa  f/  Quien  porfía,  2.79L 
7. — El  vano  numillado  y  El  eclipse,  2.574. 
8.— La  escocesa  y  El  secreto,  2.522. 
9.— Jenwal  y  El  capítulo  segundo,  3.832. 
10,  11,  12  y  13.— El  celoso  y  la  tonta,  nueva,  en  cuatro 
aHos  y  El  traductor,  opereta  nueva.  Los  dos  úl- 
timos días  en  oez  de  ésta  El  buen  padre,  8.249 
y  bajó  hasta  2.000.  ' 

14.  — El  Cid,  tragedia.  El  sueño  y  Sinfonía,  5.366. 
15.— La  melindrosa  y  El  capítulo,  2.542. 
16.  — F:1  celoso  y  la  tonta  y  El  traductor,  4.848.    , 
17. —  La  escocesa  y  El  traductor,  2. .527. 
18.  — La  quinta  de  Scorondón  y  El  sueño,  3.303. 
19.— El  joven  Carlos  y  Quien  porfía,  2.572. 

20.  — Una  travesura  y  El  boler-,  4.626. 

21,  22,  23  y  24.  — Ramona  y  Roselio,  ópera  nueou,  8.021, 

4.231,  6.159  y  3.416. 
25.  — El  Gandulío,  nueva,  en  tres  actos,  2.651. 
26.— El  viaje  á  Grecia  y  El  error  d»;  un  buen  padre, 

2.843.  ' 

27.  — Una  travesura  y  el  Minué  de  la  corte,  3.852. 

28,  — El  celoso  y  la  tonta  y  La  [)rueba  feliz,  2.783. 
29.— La  buscona  y  la  (Jlementina,  2.717. 

30.— Jenwal  y  El  Califa,  4.687. 
31.— La  Matilde  y  El  confidente  casual,  2.343. 
.\ncietahre    1 . " — Srida . 

2.— Ramona  y  Roselio,  2.802. 

3.  — El  criado  de  dos  amos,  2.195. 


648  ISIDORO   MAIQUEZ 


Nooiembre    4,  5,  6  y  7.— El  mudo  incógnito,  eti  dos  actos,  iiueoa  y 
El  colérico,  10.636,  3.983,  4.588  y  2.467. 
8.  — Ramona  y  Roselio,  2.420. 
9.— Jenwal  y  El  ayo  de  su  hijo,  2.101. 

10.  — El  celoso  y  la  tonta  y  La  corrección,  2.407. 

11.— El  señorito  mimado  y  El  error  de  un  padre,  2.283. 

12  y  ÍS.— Tarde:  La  muerte  de  Abel  y  tonadilla  del 
Presidiario,  7.530  y  7.814.— Noche:  La  biblioteca  de 
zapatos,  ópera  aueoa,  en  dos  actos,  10.014  y 
5.004. 

14.— La  biblioteca  de  zapatos,  1.873. 

15. —  Tarde:  El  mudo  incógnito  y  El  colérico,  5.971.— 
Noche:  Jenwal  y  El  preso,  3.367. 

16. -La  Matilde  y  El  eclipse,  1.962. 

17.— El  criado  de  dos  amos,  2.144. 

18.— El  señorito  mimado  y  El  capítulo,  2  179. 

19.  — El  avaro,  e/i  eaaíro  actos  (A.  Prado,  G.  Torre, 
Joaquina  Briones,  Infantes,  Caprara,  Peres,  Cris- 
tiani,  Suárez,  Ronda,  etc.),  y  El  secreto,  2.862. 

20.-Tarde:  El  celoso  y  la  tonta  í/ El  Califa,  6.518.— 
Noche:  El  avaro  y  Quien  porfía,  3.635. 

21.— El  error  de  un  buen  padre,  El  cuadro  ?/  El  capí- 
tulo, 2.101. 

22..-ílamona  y  Roselio,  2.386. 

23.  —El  mudo  incógnito  y  El  avaro,  2.308. 

24.  — El  Mayor  Palmer  y  El  buen  padre,  1.921. 

25  y  26.— Macbeth,  en  (i neo  actos;  tragedia  nueoa  y 

Los  dos  presos,  opereta,  9.807  y  4.272. 
27.— Macbeth  y  El  secreto,  6.285. 
29.  — Los  preceptores  y  La  Ópera  cómica,  2.144. 
^0.— Tarde:  La  melindrosa  y  tonadilla  de  Los  majos, 
2.892.— Noche:  La  quinta  de  Scorondón,  3.730. 
Diciembre     1.°— La  escocesa  y  El  eclipse,  2.061. 

2.  — El  sueño.  El  ayo  de  su  hijo.  Cantó  ana  italiana, 

4.837. 
3. — Los  pajes  do  Federico,  La  corrección  y  la  italia- 
na, 2.991. 
4.  — Ramona  y  Roselio,  3.707. 
5. — El  avaro  y  La  casa  en  venta,  2.309. 
6. — La  buscona  y  El  colérico,  2.912. 
7.— Una  travesura,  1.774. 


APÉNDICES  649 


Diciembre    8.—  Tarde:  Macbeth  y  la  tonadilla  La  tragedia,  7.826. 
—Noche'.  La  quinta  de  Scorondón,  2.785. 

0.— Tarde:  Ramona  y  Roselio,  2.302.— Noche.  La  lu- 
gareña orguUosa  y  La  esclava  persiana,  6,127. 

10.— Palma,  ópera,  y  El  error  de  un  buen  padre,  2.069. 

II.— Tarde:  La  lugareña,  y  la  tonadilla  La  tragedia, 
0.^24.— Noche:  Castillos  en  el  aire  y  La  esclava  per- 
siana, 3.189. 

12.— El  vano  humillado  y  La  prueba  feliz,  2.000. 

13.— El  avaro,  en  cuatro  actos,  y  El  confidente  ca- 
sual, 1.940. 

14.— Tarde:  El  abate  L'Epée  y  la  tonadilla  de  Los 
toros,  3.029.— A^oc/ie."  La  real  jura  de  Artajerjes 
(A.  Prado,  A.  Luna,  Maiquez,  Infantes,  Peres, 
Caprara  y  Ronda),  y  El  colérico,  4.542. 

15.— El  abate  L'Epée  y  La  Ópera  cómica,  2.362. 

16. -El  Cid  y  El  Califa,  2.829. 

17.— Jenwal  y  Una  hora  de  ausencia,  2.096. 

ÍS.— Tarde.  La  jura  de  Artajerjes  y  El  error  de  un  pa- 
dre, 7. 2S0.— Noche:  El  pastelero  de  Madrigal  y  la 
tonadilla  El  presidiario,  4.330. 

19.— La  lugareña  orgullosa  y  La  prueba  feliz,  2.191. 

21  y  22.  — Mi  tía  Aurora,  ópera  nueoa  en  dos  actos, 
8.036  y  4.232. 

23.— El  amor  al  uso  y  El  error,  2.446. — 24.  Nada. 

25. —  Tarde:  Blanca  y  Moncasín,  tonadilla  del  Novio 
sin  novia  y  fandango,  S.6b\.— Noche:  Mi  tía  Aurora 
y  bolero,  7.258. 

26,  27  y  28.— Las  misma»,  tarde  y  noche,  con  entradas 
algo  menores. 

29.— El  avaro  //  La  esclava  persiana,  3.784. 

30.— La  lugareña  y  Quien  porfía,  2.490. 

31.—  Tarde:  La  jura  du  Artajerjes  y  El  error  de  un  pa- 
dre, 4.S89.— Noche:  Ramona  y  Roselio,  3.479. 
m)4.-Enero  1.''— Tarde:  Mi  tía  Aurora,  8.90b.- Noche:  La  Celmi- 
ra,  tragedia  en  cinco  actos  (Andrea,  A.  Ortega, 
Maiquez,  Peres,  Caprara,  Campos,  Ronda),  y  la 
tonadilla  del  Presidiario,  8.837. 
2  y  3.— La  Celmira  y  El  capítulo  segundo,  4.264  y 

3.399. 
4.— La  melindrosa  y  El  colérico,  3.142. 


650 


ISIDORO    MAIQUBZ 


Enero    5.-  Jenwal  y  El  avaro,  ópera,  2.507. 

6.  — Tarcíe.- La'Celmira  y  El  secreto,  8.369. -A^oc/ie; 

La  travesura,  6.202. 
7.— El  joven  Carlos  y  La  esclava  persiana,  3.593. 
>^.  — Tarde:  La  Condesa  de  Castilla^  tonadilla  del  Pre- 
sidiario y   La  corrección,    8,930.— A/'oc/íe."    Mi  tía 
Aurora,  ópera,  5.579. 
9  y   10.— A   secreto   agravio,   secreta  venganza,   en 
cuatro  actos  (A.  Prado,  Joaquina  Briones,  Mai- 
QUEZ,  Infantes,  Pérez,  Caprara,  Suárez,  Ronda, 
Fabiani,  etc.),  y  El  colérico,  4.514  y  3.;i78. 

11.— Mi  tía  Aurora  y  bolero,  3.990. 

12.— La  Celmira  y  El  capítulo  segundo,  2.415. 

13.— El  amor  al  uso  y  El  preso,  2.908. 

14.— La  travesura,  ópera,  3.305. 

\b.— Tarde:  El  avaro  y  La  Acelina,  6.823. ~A'0'7ié?; 
Blanca  y  Moncasín  y  Quien  porfía,  5.270. 

16.  — Las  tres  sultanas  y  Los  dos  presos,  3.336. 

17.— El  celoso  y  la  tonta  y  La  Acelina,  3.474. 

18.  — Mi  tía  Aurora,  ópera,  y  bolero,  3.046. 

19.— El  avaro  y  La  Ópera  cómica,  2.761. 

20  y  21. -El  mejor  alcalde  el  Rey  (Prado,  G.  Torre, 
Francisca  Briones,  Maiquez,  Infantes,  Peres,  Ga- 
rrido, Ronda,  Fabiani,  etc.),  tonadilla  del  Cam- 
pando í/  sainete  Don  Chicho,  5.809  y  4.114. 

22,.— Tarde:  El  mejor  alcalde,  El  campando  (la  Prado, 
Manuel  Garda  y  Garrido),  y  Don  Chicho,  5.429.— 
Noche:  La  lugareña  y  La  esclava,  5.023. 

23.—  Tarde:  La  de  ayer,  9.524.— A'oe/ie.-  Jenwal  y  (^uien 
porfía,  4.109. 

24.  — A  secreto  agravio  y  El  secreto,  2.744. 

25.-Macbeth  y  El  eclipse  de  luría,  3.003. 

26.— Mi  tía  Aurora,  2.883. 

27.— La  buscona,  y  tonadilla  de  La  tragedia,  2.964. 

28,— El  Mayor  Palmer  y  El  ayo  de  su  hijo,  2.501. 

29.—  Tarde:  El  pastelero  de  Madrigal,  tonadilla  de  í-a 
tragedia  y  El  ayo  de  su  hijo,  b.2Ab.— Noche:  El  me- 
jor alcalde  el  Rey,  tonadilla  del  Novio  sin  novia  // 
Don  Chicho,  5,357. 

30.— Mi  tía  Aurora,  3.247. 

31.— La  Melindrosa  y  El  colérico,  3.(X)8. 


APÉNDICES  651 


Febrero    \° — El  cuadro,  tonadilla  del  Campanelo  y  saínete 
Don  Chicho,  3.309. 
2. —  Tarde:  El  avaro,  en  cuatro  actos,  tonadilla  de  [^a 
tragedia  y  El  ayo  de  su  hijo,  1.217.— Noche:  Cual 
es  el  padre,  así  es  el  hijo,  en  tres  actos,  y  El  criado 
fingido,  opereta;  todo  nuevo,  9.365. 
3.— Las  tres  sultanas  y  El  capítulo  segundo,  3.188. 
4.  — La  Clementina,  El  casamentero  y  El  preso;  3.052. 
?).— Tarde:  El  Mayor  Palmer  y  Don  Chicho,  L471.— 

Noche:  La  travesura,  5.032. 
6.— El  señorito  mimado  y  Los  dos  presos,  2.856. 
7.— La  lugareña  y  La  esclava,  2.66L 
8.— El  avaro  y  La  prueba  fehz,  2.934. 
9.— Mi  tía  Aurora,  3.512. 

10.— JenwaI,  El  Campanelo  y  El  ayo  de  su  hijo,  2.600. 
11.— El  mejor  alcalde  el  Rey  y  El  eclipse,  2.741. 
12.— Tarde:  YX  hijo  reconocXáo,  tonadilla  del  Curioso 
impertinente,  saínete  de  La  jeringa  y  otro  saínete 
Los  tres  novios  imperfectos:  todo  nuevo  en  este 
teatro,  8.553.— A^oc/ie;  I^  travesura,  6.264. 
13. — Tarde:  JenwaI,  los  dos  saínetes  de  ayer  y  tonadi- 
lla del  Zorongo,  1.211.— Noche:  El  hijo  reconocido 
y  la  opereta  El  criado  fingido,  6.363. 
14. —  Tarde:  El  hijo  reconocido,  bolero,  minué  de  la 
corte,  tonadillas  del  Zorongo  y  de  La  tragedia,  //' 
saínete  El  enfermo  fugitivo,  4.S78.— Noche:  El  cria- 
do fingido,  Los  tres  novios  y  El  enfermo  fugitivo, 
8.266. 
Cuaresma:  19  á  23.— La  muerte  de  Abel  y  concierto 
por  Laureana,  Garda,  Eusebío  y  69  instrumen- 
tos.—24.  Nada. 
2b  á  4  de  Marzo.  — La  Atalía  y  concierto,  todo  nuevo. 
Marzo  5  á  12.— La  Ester  y  tercer  concierto,  todo  nuevo.— 
9,  nada,  y  el  10,  la  Atalía. 
13. — Atalía.— 14.  Ester  y  cuarto  concierto,  nuevo. 
15.— Atalía. -16.  Nada. 
17.  — El  bruto  de  Babilonia. 


652  ISIDORO   MAIQUEZ 


1803-1?04. 

Comedias  representadas  en  el  teatko  de  la  Cruz 

Abril  10.— El  mentiroso  en  la  corte. 

14.— Los  monteros  de  Espinosa. 

18.— La  nxoASi  de  cántaro,  nueoa,  refundida. 
Mccyo    2.— La  Celmira,  tragedia  (María  García). 

5.— El  montañés  en  la  corte,  figurón. 

10.— El  pleito  de  Hernán  Cortés  con  Panfilo  de  Xar- 
vaez. 

12.— El  mejor  alcalde  el  rey. 

16.— Casarse  por  vengarse. 

21.  — La  Reina  Doña  María. 

24.— No  puede  ser. 

27.— Los  Esforzias  de  Milán. 

30.— El  duque  Pentiévre,  nueva. 
Junio    4.  — De  fuera  vendrá. 

7.  — La  virtud  premiada. 

10.— La  buena  casada. 

13.— Quinto  Fabio  Máximo. 

16.  — La  prueba  caprichosa. 

18.— El  duque  de  Pentiévre. 

20.— De  fuera  vendrá. 

21.— La  espigadera,  primera  parte. 

24.— El  hechizado  por  fuerza,  ñgurón. 

29.— El  aburrido. 

Desde  1.°  á21  de  Julio  no  hubo  función. 
Julio  21. — Una  loa;  una  contradanza;  La  inocencia  defendi- 
da, en  tres  actos  y  un  fin  de  fiesta,  de  música;  todo 
nuevo. 

29. — El  castigo  de  la  miseria, ^y^/yaró/t . 
Agosto.— Nada. 
Septiembre    3.  — Por  la  puente,  .luana. 

10.  — El  anticuario. 

12.— El  duque  de  Viseo. 

19.— El  lindo  Don  Diego  y  sainete  nueoo. 

24.  — Para  vencer  amor  querer  vencerle. 

26.— El  Barón. 
Octubre    1.°— Antes  que  te  cases  mira  lo  que  haces, 


APÉNDTCRS  653 


Octubre  14.— Lo  cierto  por  lo  dudoso;  nueva,  con  bailete  y  to- 
nadilla. 
22.— Cecilia  y  Dorsán. 
31.— Juan  Labrador. 
Noviembre    4.— El  duque  de  Pentiévre. 
12.— Eduardo  IV,  nueva. 
17. — No  hay  burlas  con  el  amor. 
20.— Yo  me  entiendo  y  Dios  me  entiende,  figurón. 
25.  — La  dama  duende  (dama,  María  García). 
28.  — La  prudencia  en  la  mujer. 
Diciembre    2.— La  hermosa  fea. 

6. — El  prisionero  de  guerra. 
9.— Romeo  y  Julia,  tragedia  nueva  y  baile. 
14. — La  moscovita  sensil)le. 
19. — Entre  el  honor  y  el  amor. 

25.  — La  restauración  de   Madrid;   tonadilla   nueva   y 
baile. 
1804. -E/iero    9.— La  hermosa  fea. 

12.— No  hay  peor  sordo. 
20.  — Los  siete  Infantes  de  Lara. 
26.— Las  bizarrías  de  Belisa. 
Febrero    2.— El  mágico  de  Erivan,  nueva',  tonadilla  y  sainete 
nuevo. 
19  Cuaresma.— i\iá\i  y  Holofernes  y  baile. 
25.  — Elias  y  Acab  y  baile. 
Marzo    3  y  7.— Los  trabajos  de  Job  y  baile. 
17.  — El  diluvio  universal  y  baile. 


1804-1805. 

FuNCtONES   DHI.    TIvATRO   DE    I.OS   CaÑOS 

Abril  1 .",  2,  3  y  4.— Ramona  y  Resalió,  ópera,  en  do^  ac- 
to»: á  las  mete  y  media. 

5  y  6.  — El  escultor  y  el  ciego,  nueva.  Tonadilla  de 
La  Solitaria. 

7  y  H.—La  misma  y  la  opereta  Quien  porfía  mucho 
alcanza. 

9  y  10.— El  avaro  y  Quien  porfía. 

U.  — La  lugareña  orgullosa  y  Quien  porfía. 


654  ISIDORO   MAIQUEZ 


Abril  12  y  13.— El  solterón  y  su  criada;/  El  criado  fingido, 
opereta. 
14,  15,  16  y  17.— El  delincuente  honrado  y  La  treinta  y 

una,  opereta  nueva. 
18.— El  escultor  y  el  ciego  y  El  criado  fingido. 
19.— La  del  14. 

20.— El  escultor  y  la  treinta  y  una. 
21. — El  delincuente  1/  la  tonadilla  de  La  sortija  (Pau 

y  la  Torre). 
22,  23  y  24.  — La  Xayra,  tragedia  y  El  criado  fingido. 
25.— El  escultor,  tonadilla  de  La  sortija  y  El  error  de 

un  padre. 
26.  — El  solterón  y  tonadilla  de  La  dama  curiosa. 
27.— El  joven  Carlos  y  la  tonadilla  de  ayer. 
28.— El  señorito  mimado  y  El  criado  fingido. 
29.— La  Xayra  y  El  criado  fingido. 
30.  — Jenvval  y  Faustina  y  Quien  porñ'a. 
Mayo    1.°— Castillos  en  el  aire  y  la  opereta  de  ayer. 
2.— El  celoso  y  la  tonta  y  El  criado  fingido. 
3. — El  celoso  y  El  reloj  de  madera. 
4  y  5.— El  Filinto,  en  cinco  actos,  nueva  y  El  reloj  de 

madera. 
6.— El  solterón  y  El  reloj. 
7.— El  avaro  y  Quien  porfía, 
8.— La  lugareña  orguUosa  í/.  El  criado  fingido 
9.— Jen \v al  y  El  criado, 
10.— El  fénix  de  los  criados. 
12  y  13.  -  El  Filinto  y  Quien  porfía. 
14  y  15. —Castillos  en  el  aire  y  La  treinta  y  una. 
16  y  17.— La  Amalia,  ópera  nueva,  en  do8  actos. 
18. -El  Ótelo  y  El  criado  fingido. 

19.  — El  fénix  de  los  criados  y  El  criado  fingido. 

20.  — La  Xayra  y  Bolero. 

21.  22  y  23.— El  distraído,  nueva  y  La  prueba  feliz. 
24  y  25.— El  celoso  confundido  y  El  ayo  de  su  hijo. 
26  y  27.  — El  confidente  casual  y  El  criado  fingido. 
28  y  29.— El  filósofo  casado  y  El  secreto. 

30.  — Los  militares,  nueva,  en  tres  actos,  y  El  mismo, 

opereta  nueva. 
31  y  Junio    1.°— El  distraído  y  El  mismo. 
Junio     2  y  3. — Una  travesura,  ópera. 


APÉNDICES  655 


Junio    4  y  5. — El  vano  humillado  y  El  mismo. 

6.— El  solterón  y  El  mismo. 

7.— El  solterón,  El  sueño  y  bolero. 

8.  — Una  travesura  y  bolero. 

9.— El  distraído  y  El  secreto. 
10.— El  casamentero  y  El  mismo. 
11  y  12.— El  parecido  en  la  corte  y  El  reloj  de  madera. 

13,  14  y  15.— La  Dorotea,  nueva,  en  tres  actos,  y  Mi- 
guel Ángel,  opereta  nueva. 

16.— La  del  17.-17.  La  del  13. 
18.— La  lugareña  orgullosa  y  El  reloj  de  madera. 
19.— Una  travesura. 
20.— El  confidente  casual  y  El  mismo. 
21  y  22.— De  fuera  vendrá  y  El  mismo.— 23.  Nada. 
24  y  2b.- La  del  13.-26.  La  del  21. 
27.— El  ayo  de  su  hijo  y  El  criado  fingido.— 28.  Nada. 
29,  30,  y  1.**  de  Julio. — Aviso  á  los  casados,  nueva,  en 
cuatro  actos,  y  Miguel  Ángel. 
Julio    2.— Ramona  y  Roselio,  ópera. 

3. — De  fuera  vendrá  y  El  secreto. 

4  y  5.— La  Amalia,  ópera. 

6.— El  ayo  de  su  hijo  y  Quien  porfía. 

7.— El  señorito  mimado  y  el  monólogo  del  Cochero. 

8. — El  mudo  incógnito  y  Miguel  Ángel. 

9. — El  mudo  y  la  opereta  El  mismo. 
10.  — El  aguador  de  París  y  El  mismo. 
11. — El  aguador  y  El  reloj  de  madera. 
12. — El  aguador  y  la  tonadilla  d  tres  Los   amantes 

ocultos. 
13.— El  distraído  y  El  mismo. 

14.  — Aviso  á  los  casados  //  tonadilla. 
l.'>. — El  a\aro  y  la  tonadilla. 

16.— El  mudo  incógnito  y  El  error  de  uri  buen  padre. 

17.— El  avaro  y  l\\  mismo. 

18 — El  aguador  de  París  y  El  error  úe  un  padre. 

19  y  20.— El  cuadro  //  El  hijo  reconocido. 

21  y  22  —El  padrastro,  ópera  nueva  en  dos  actos. 

23.— El  parecido  , y  El  hijo  reconocido. 

24,  25,  26  y  27.  —  VA  reconciliador,   nueva  y    Miguel 

Ángel. 
28.— Una  travesura. 


656  ISIDORO    MAtQUEZ 


Julio  29.— La  Xayra  y  Minué  de  la  corte. 

30.  — La  Dorotea  y  El  cuadro. 

31.  — La  Amalia,  ópera. 

Agosto    L°— iVarfa.— 2,  3,  4  y  5.  El  convidado  de  piedra  y  la 
tonadilla  del  Abogado. 
6.— El  padrastro,  ópera. 
7.— La  Amalia,  ópera. 
8. — El  distraído  y  El  avaro  arrepentido. 
9.— Adela  y  Brillón  {Andrea,  Maqueda,  G.    Torre, 
Valles,  Infantes,  Peres  y  Oros),  y  Miguel  Ángel. 
10  y  IL  — El  saínete  del  Avaro  y  El  trapisondista,  ope- 
reta nueva. 
12.— El  trapisondista  y  El  distraído. 
13. — Aviso  á  los  casados  y  La  prueba  feliz. 
14. — De  fuera  vendrá,  tonadilla  y  saínete  del  Avaro. 
15.— El  convidado  de  piedra. 
(Se  cerró  este  teatro  hasta  el  í.^  de  Octubre.) 
Octubre    1.**— Esopo  moderno,  en  dos  actos,  y  El  cómico,  en  un 
acto,  todo  nuevo. 
2. — La  misma,  con  la  tonadilla  del  Poeta. 
3.— El  Esopo  moderno  y  saínete  Industria  contra  mi- 
seria. 
4.— La  Amalia,  ópera  y  El  cómico  retirado. 
5.  — La  Dorotea,  tonadilla  y  saínete,  Industria  contra 

miseria. 
0.— El  reconciliador,  tonadilla  del  Abogado  y  saínete 

de  ayer. 
7.— La  Amalia  y  El  cómico  retirado. 
8.  — Eh  Esopo,  El  cómico  e  Industria  contra  miseria. 
9. — El  casamentero  y  las  dos  últimas  de  ayer. 
10,  11  y  12.  — Los  falsos  hombres  de  bien,  en  cinco  ac- 
tos (Andrea,  G.  Torre,  Maqueda,  Maiquez,  Pérez, 
Vicente  García,  Oros,   Valles,  infantes,  Suárez, 
Fabiani),  y  La  esclava  persiana. 
13.— El  distraído  y  El  cómico  retirado. 
14,  15  y  16.— La  musa  aragonesa,  en  dos  actos  y  la  ope- 
reta El    médico  turco   (María    López,  Joaquina 
Briones,  Manuel  García  y  Cristianí),  todo  nuevo. 
17  y  18.— Las  mujeres  (comedia  de  Demoustier,  tradu- 
cida por  Encíso),    nueva,  en  dos  actos  {Prado, 
Luna,    Maqueda,    Oros,    Joaquina  y    Francisca 


ÁP¿NDlCBlé  657 


Br iones,  G.    Torres  y   Valles,  Pérez  y  Oros),  to- 
nadilla del  Andaluz  embrollón,  y  sainete  La  dis- 
creta y  la  boba.  » 
Octubre  19  y  20.— El  aguador  de  París,  tonadilla  El  imán  de  la 
milicia  y  sainete  Industria  contra  miseria. 

21  y  22.— La  musa  aragonesa  y  El  médico  turco. 

23. — Los  falsos  hombres  de  bien,  tonadilla  y  sainete. 

24. — El  avaro  y  La  esclava  persiana. 

25  y  26.  — El  reconciliador  y  La  esclava.  (El  26,  El  có- 
mico.) 

27. — El  avaro  y  El  secreto. 

28  y  29.— La  Melindrosa  y  El  secreto.  (El  29,  El  có- 
mico.; 

30.— La  musa  aragonesa  y  La  esclava. 

31.— La  Dorotea,  tonadilla  y  sainete  Industria  contra 
miseria. 
Noüiemhre    1°—Nada.  (Desde  este  día  también  por  la  tarde.) 

2  y  3.— El  convidado  de  piedra,  tonadilla  del  Poeta  y 

sainete  La  discreta. 
4,  5  y  6.—  Tarde:  Temístocles  en  Persia  (Luna,  Mai- 
QUEZ,  Infantes,  Valles,  Vicente  García,  Pérez,  Eu- 
genio Pérez),  tonadilla  del  Abogado  y  sainete  El 
sueño. — Noche:  Alina  reina  de  Golconda,  ópera 
nueva  en  tres  actos. 
7.  — Aviso  á  los  casados,  ío/iacZi7/a   El  ¡maní/  sainete 

El  suceso. 
8  y  9.— El  mejor  alcalde  el  Rey,  tonadilla  La  apuesta 
de  la  sortija  y  sainete  El  agente. 

10  y  11.- El  celoso  y  la  tonta  tonadilla  La^vuelta  del 
soldado,  sainete  El  marido  sofocado.— A^oc/ie  del 
11:  La  musa  aragonesa  y  El  médico  turco. 

12,  13,  14  y  15.— Julio  César  y  Catón  (Luna,  Ortega, 
Maiquez,  Vicente  García,  Infantes,  Pérez,  Ron- 
dfL,  Eugenio  Pérez),  tonadilla  El  indolente  pol- 
trón^ de  Francesconi,  por  María  López,  Cristiani 
y  Pau,  sainete  Los  gansos.— 12  y  Ibpor  la  noche: 
Alina,  ópera. 

16,  17  y  18. — El  garrote  más  bien  dado,  tonadilla  del 
Petardista,  sainete  El  disfraz  venturoso.- 18  po/- 
la  noche:  El  distraído  y  Miguel  Ángel. 

18  á  2b  inclusivo.  — El  príncipe  perseguido  (Lí¿/ia,  Ma- 

42 


()58  Isidoro  maiqübZ 


queda,  Maiquez,  Vicente  Garda,  Pérez,  Valles, 
Garrido,  Ronda,  etc.),  tonadilla  de  La  tragedia, 
saínete  Los  estudiantes  petardistas. — Noche  del 
19:  La  Amalia,  ópera;  del  22,  Alina,  ópera,  y  del 
25,  El  médico  turco  y  La  musa  aragonesa. 
Noviembre  26  y  27.— La  violencia  del  oído  (A.  Prado,  Maqueda, 
G.  Torre,  Valles,  Pérez,  Infantes,  Oros,  Suárez), 
y  Miguel  Ángel. 

28,  29  y  30.— Mi  tía  Aurora,  ópera  y  saínete  Los  viejos 
á  la  moda. 
Diciembre    1.°  y  2.  — La  misma. — El  2  por  la  noche:  El  reconci- 
liador y  tonadilla. 
3  y  4.— Blanca  y  Moncasín,  tonadilla  De  fuera  ven- 
drá y  saiíiete,  Los  usías  contrahechos. 
5.— La  Xayra,  tonadilla  y  saínete,  los  de  ayer. 
6  y  7  —El  aguador  de  París  y  El  colérico. 
8.— El  convidado    de  piedra,  tonadilla  El  indolen- 
te, saínete  El  disfraz  venturoso;—  Noche:  Alina, 
ópera. 

9.— Ótelo,  tonadilla  La  distraída,  saínete  Industria 
contra  miseria. — Noche:  El  concierto  interrumpi- 
do, opereta  nueva,  saínete  Los  genios  encontra- 
dos y  El  médico  turco. 

10. — Ótelo  y  El  médico  turco. 

11.— El  avaro,  tonadilla  y  Los  genios  encontrados. 

12  y  13.— Cuando  no  se  aguarda,  tonadilla  y  El  es- 
quileo. 

14. — Tarde:  Una  travesura,  ópera.— Noche:  El  Faríu- 
,  lia,  tonadilla  de  La  tahona  y  saínete  Los  cómicos 

en  la  sierra. 

15. —  Tarde  y  noche  la  anterior  hecha  por  las  muje- 
res de  la  compañía. 

16.— Tarde:  El  aguador  de  ParÍ8 //  El  concierto  inte- 
rrumpido.—.Voc/ie;  la  de  las  mujeres. 

17  y  18. — La  de  las  mujeres. 

19.  — Mi  tía  Aurora  y  El  disfraz  venturoso. 

20. — La  de  las  mu/eres. 

21.  — El  cómico  retirado,  El  médico  turco  //  Los  genios 
encontrados. 

22  y  23.— Cuando  no  se  aguarda,  tonadilla  La  dama 
curiosa  y  El  sueño. 


apAndícbs  6Í)9 


Diciembre  24.— Nada.— 25  áS  de  Enero  de  1S05  por  la  tarde:  Fe- 
derico II,  primera  parte  y  el  saínete  Músicos  y 
danzantes.— iVoe/ie:  25,  Una  travesura;  26,  La 
musa  aragonesa  y  El  médico  turco;  27,  Mi  tía  Au- 
rora; 30,  El  reconciliador  y  El  concierto  interrum- 
pido; 31,  La  de  las  mujeres;  Enero  1.°,  La  Isabela, 
ópera  (Prado,  Joaquina  Briojies,  García,  Garri- 
do, Pau,  Ronda);  6,  Alina,  ópera. 
ISOb.-Enero  9.— Jenwal  y  Faustina,  tonadilla  La  apuesta  de  la 
sortija  y  saínete  Los  usías  contrahechos. 

10.— Los  falsos  hombres  de  bien,  tonadilla  y  saínete 
Los  gansos. 

11.  — La  Isabela,  ópera,  saínete  El  castigo  de  la  miseria. 

12. — La  Dorotea,  tonadilla  La  distraída,  saínete  el  de 
ayer. 

13  y  14.— El  príncipe  perseguido,  tonadilla  de  ayer, 
saínete  El  disfraz  venturoso. 

15. — El  distraído.  El  error  de  un  padre,  tonadilla  y 
saínete  Los  genios  encontrados. 

16.— Tarde:  Servirá  buenos  (A.  Prado,  Andrea,  G. 
Torre,  Francisca  Briones,  Infantes,  Valles,  Pé- 
rez, Oros,  etc.),  tonadilla  La  boda  deshecha,  saí- 
nete El  v'wiáo.— Noche:  Los  confidentes,  ópera  nue- 
ca  en  dos  actos. 

17.— Tarde:  El  Esopo  moderno,  tonadilla  La  boda 
deshecha  y  saínete  Don  Chicho.—  Noche:  la  de 
ayer. 

18.— El  señorito  mimado,  tonadilla  y  saínete  del  17. 

19,  20,  21,  22  y  23.—  Tarde:  Pelayo,  tragedia  nueoa  en 
cinco  actos,  tonadilla  E\  novio  sin  novia,  saínete 
La  vuelta  del  arriero. — Noche  del  20,  Los  confi- 
dentes, ópera  y  fandango;  23,  Ramona  y  Roselio, 
ópera. 

24.— Los  confidentes  y  Los  genios  encontrados . 

25.— Ramona  y  Roselio  y  El  sueño. 

26.— El  mejor  alcalde  el  rey. 

27.— Polayo,  tonadilla  La  necia  confianza,  saínete  La 
vuelta  del  arriero. 

28  y  29.— La  Isabela,  ópera;  saínete  El  amigo  de  todos. 

30. — El  avaro,  tonadilla  de  La  pastora;  saínete  el  de 
ayer . 


660  ISIDORO  Maiqüez 


Enero  31.  — Pelayo,  y  lo  demás  como  el  27. 
Febrero    l."y2.— El  convidado  de  piedra,   tonadilla   El  paje 
tonto,  saínete  El  castigo  de  la  miseria. 
3.— Jenwal  y  Faustina,  tonadilla  de  ayer,  sainete  El 

amigo  de  todos. 
4.— El  reconciliador,   tonadilla  y  sainete  El  disfraz 

venturoso. 
5.  — De  fuera  vendrá  y  Miguel  Ángel. 
6  y  7. — Alina,  ópera. 

8,  9  y  10.— Lucrecia,  tragedia  nueca  en  tres  actos, 
tonadilla  La  ópera  casera  y  sainete  El  sueño. 

11.— El  celoso  y  la  tonta,  tonadilla  El  paje  tonto  y 
sainete. 

12  y  13.— Termístocles  en  Persia  tonadilla  EWméin  y 
sainete  El  disfraz. 

14.— Aviso  á  los  casados. 

15.— El  parecido,  tonadilla  y  sainete  del  12. 

16,  17,  18,  19  y  20.-Carlos  V  sobre  Túnez  {Prado,  An- 
drea, Maiquez,  Infantes,  Valles,  Ronda,  Pérez, 
Vicente  García,  etc.),  tonadilla  y  sainete  La  aca- 
demia de  música. 

21,  22,  23  y  24. — El  sueño,  una  hora  de  matrimonio, 
opereta  nueva.  El  chico  y  la  chica  bolero  (la  Pau- 
la Luengo  y  uno  nueüo). 

25  y  26.— Carlos  V  y  una  hora  de  matrimonio. 
Marzo    3,   4,   5,  6  y  1. —Cuaresma.— Tarde:  \^üí  Sibila  del 
Oriente  y  Reina  de  Sabá,  nueva  y   un  pequeño 
baile. 

6,  7,  9,  10,  14,  17  y  \^.— Cuaresma. -Noche:  El  Saúl, 
oratorio  nuevo  en  dos  actos. 

24,  25,  30  y  i\.— Noche:  Jerusalem  destruida  por  Nabu- 
codonosor,  oratorio  nuevo  en  dos  actos. 

9,  10,  11,  12,  13  y  U.— Tarde:   El  purgatorio  do  San 

Patricio  y  pequeño  baile. 

17  á  26  inclusive.—  Tarde:  El  ángel  lego  y  pastor,  San 
Pascual  Bailón,  con  un  pequeño  baile. 

27  y  28. —  Tarde:  Saul^  oratorio  con  baile. 

3U  y  31  y  Abril  1,  2,  3,  4,  5  y  6.—  Tarde:  El  rico  ava- 
riento y  un  baile  nuevo. 


APÉNDICES  661 


1804-1805. 

Funciones  del  teatro  de  la  Cruz 

Abril    1.° — La  niña  de  plata,  tonadilla  y  sainete. 
6.— Merecer  para  alcanzar. 
10. — La  moza  de  cántaro. 
19.— El  filósofo  enamorado. 
24.— El  viejo  y  la  niña. 
25.— No  puede  ser. 
28.— Eduardo  IIL 
Mayo    1.** — El  pintor  fingido. 
5. — El  aburrido. 
8.— El  secreto  á  voces.   • 
12. — Llegar  á  tiempo.  Cantó  Muñoz. 
16. — El  hechizado  por  fuerza,  figurón. 
19. — La  mojigata,  nueoa  y  fin  de  fiesta,  de  música  y 

baile. 
.30.— El  juicio  de  Salomón. 
.Junio     1.— El  prisionero  de  guerra. 
7.— Juan  Labrador. 
8.— NxD  puede  ser. 

9.— Un  montañés  sabe  bien,  figurón. 
13. — La  dama  labradora  y  El  Telémaco. 
20. — Mentir  y  mudarse  á  un  tiempo. 
22.— La  esclava  de  su  galán. 
27. — La  Fulgencia  (se  paró  en  el  día  :iO). 
.Julio.r-Nada. 
Agosto  16.— La  Mojigata. 

18.  — I.,a  inocencia  defendida. 
22.— Por  la  puente,.Juana. 
25.— La  mayor  victoria. 
29.— La  dama  duende. 
31.  — La  Mojigata. 
Septiembre    1.°— La  industria  y  la  suerte. 
3.— Por  la  puente,  Juana. 

1.— El  viejo  y  la  niña,  tonadilla  nueva  por  dos  niños. 
7.  — El  castigo  cíe  la  Tn'\HeTÍdL,Jigurón .  (Desde  el  día  ÍO 
al  19  no,  por  las  Rogativas). 


662  ISIDORO   MAIQUEZ 


Septiembre  19.— Celos  con  celos  se  curan. 
23.  — El  lindo  D.  Diego,  ñguróii, 
26.— El  Duque  de  Viseo. 
28.— El  castigo  de  la  miseria. 
29. — El  suegro  y  la  nuera. 
30.— El  prisionero  de  guerra. 
Octubre    1° — Tarde:  Hay  verdades  que  en  amor. 

5.— Antes  que  te  cases. 

8.— No  puede  ser. 
10.— El  pintor  fingido. 
14.— Palabras  y  plumas. 
23.— Cecilia  y  Dorsán. 
27.— El  hechizado  por  fuerza,  figurón. 
30.— El  prisionero  de  guerra. 
31.— Juan  Labrador. 
Noüiembre    1° — No  hubo. 

2y  3.-Laáe¿31. 

4.— La  mujer  de  dos  maridos,  nueoa. 
19.— Cayo  Fabricio. 

21. — Más  sabe  el  loco  en  su  casa,  figurón. 
23.— Antes  que  te  cases. 
26.  — Quién  engaña  mas  á  quién. 
28.— Los  monteros  de  Espinosa. 
Diciembre    2.  — Los  exteriores  engañosos. 

4.  — La  Misantropía. 
12.  — La  suegra  y  la  nuera. 

14.—  Tarde:  Lo  cierto  por  lo  dadoso.— Noche:  El  día  de 
campo;   tonadilla  general,  minué  alemandado,  y 
saínete  Los  caldereros,  todo  por  las  actrices. 
17,  18  y  19.— La  de  la  noche  anterior. 
20.— Tarde:  El  vergonzoso  en  palacio.— iVoc^e.-  El  bar- 
bero de  Sevilla,  ópera  y  pequeño  baile. 
21. — La  de  ayer  noche. 
25.— Los  siete  Infantes  de  Lara. 
29. — El  barbero  de  Sevilla,  ópera. 
30. — La  función  de  las  mujeres. 
1805.-£'/iero    1.°— El  mágico  Fineo. 

15.  — El  calderero  de  San  Germán. 
19.— Yo  me  entiendo  y  Dios  me  entiende. 
22.-1^  esclava  de  su  galán  y  la  noche  de  Troya. 
25.— El  tío  yja  tía,  opereta  nueoa. 


APÉNDICES  663 


Enero  26. — El  vergonzoso  en  palacio. 

29.  — La  industria  y  la  suerte,  saínete  La  casa  de  tóca- 
me Roque. 
3L— El  tío  y  la  tía,  y  el  saínete  de  ayer. 
Febrero    4.  — La  dama  duende. 

6.— El  calderero  de  San  Germán. 
8.  — El  castigo  del  Penseque. 
12. — Sancho  Ortiz  de  las  Roelas, 
20.— La  conquista  de  Madrid. 
23.— El  abuelo  y  la  nieta,  por  las  mujeres  y  baile. 
M.— Noche:  El  tío  y  la  tía  y  La  casa  de  tócame  Roque. 
2b.— Noche:  El  barbero  de  Sevilla. 
Marzo    3. — Elias  y  Acab. 

7.— El  diluvio  universal. 
16. — San  Isidro  Labrador. 
Abril    1.°— Los  sueños  de  Josef. 


1805-1806. 

Comedias  kepkeskntadas  en   i: i,  teatro  de  lcs  Caños  del  Pekai. 

DESDE    14    l)K    AbRH.   DE    1805. 

Abril  14,  15,  16  y  17. -La  Familia  á  la  moda,  nueoa,  en  tres 
actos,  y  la  opereta  El  médico  turco,  excepto  el  17 
que  fué  Qujen  porfía  mucho  alcanza. 

18  y  19.— El  buen  padre,  un  acto,  La  tienda  de  joyería, 
un  acto,  nueoa,  y  Quien  porfía  mucho. 

20.  — La  tienda  de  joyería,  bolero  y  opereta  El  criado 
fingido. 

21  y  22.— El  celoso  confundido,  do»  actos,  bolero,  una 
tonadilla  nueoa  El  furor  dura  un  momento  y  saí- 
nete El  café. 

23  y  24.— El  faetón,  en  tres  actos,  tonadilla  El  imán 
de  la  milicia,  saínete  El  café  y  bolero. 

25  y  26.— El  avaro,  cuatro  actos,  tonadilla  El  novio 
sin  novia,  saínete  El  castigo  de  la  miseria. 

27.—  El  faetón  y  I^a  tienda  de  joyería,  tonadilla  La 
boda  impensada. 

28  y  29.  — El  galeote  honrado,  en  tres  actos,  nueoa,  y 
el  monólodo  de  Manuel  Garría,   El  poeta  cíiIí-u- 

IÍSÍ.,1 


664  ISIDORO  maiqu'bz 


Abril  30.  — El  galeote,  tonadilla  La  apuesta  de  la  sortija,  saí- 
nete La  tornaboda  en  ayunas  y  fandango. 
Mayo    1° — Las  mismas  que  el  día  anterior. 

2  y  3.— La  familia  á  la  moda  y  Miguel  Ángel. 

4.  — El  sordo  en  la  posada,  dos  actos  y  El  médico  turco, 

opereta. 
5.— El  sordo,  saínete  La  tornaboda,  tonadilla  Los  có- 
micos nuevos  y  Bolero,  y  el  saínete  del  Café. 

6.  — El  avaro,  cuatro  actos,  tonadilla  Los  cómicos, 

saínete  El  café  y  Bolero. 
7.— El  error  de  un  buen  padre,  tonadilla  La  boda  im- 
pensada, saínete  La  discreta  y  la  boba  y  Bolero. 
8  y  9.— La  lugareña  orgullosa,  tres  actos,  tonadilla 
La  boda  impensada,  saínete  El  marido  sofocado. 

10.— El  sordo  y  la  opereta  Una  hora  de  matrimonio. 

U.— El  ayo  de  su  hijo,  Bolero  y  Miguel  Ángel,  ope- 
reta. 

12  y  13. — El  sordo  en  la  posada  y  la  opereta  nueva 
El  tesoro  fingido  (María  Lopes,  Joaquina  Br io- 
nes, Manuel  Garda,  Crístiani  y  Mas). 

14. — El  sueño,  bolero  y  el  monólogo  El  poeta  calcu- 
lista. 

(Se  cerró  esta  noche  el  teatro.  Unidos  los  caudales  de 
ambas  compañías  desde  1.^  de  Julio,  reanudáron- 
se las  representaciones  en  el  de  la  Cruz  el  16  de 
Agosto). 
Agosto  16.— Bien  vengas  mal  si  vienes  solo,  tonadilla  nueoa 
Aun  en  la  mujer  celosa,  saínete  Los  tres  huéspe- 
des burfedos.  En  la  comedia.  Carretero,  Andrea 
y  Oros.  En  el  saínete,  Oros. 

19.— La  presumida  y  la  hermosa,  tonadilla  La.  iia  Uut- 
lada,  saínete  El  payo  de  centinela.  En  la  comedia, 
Prado,  Carretero  y  Cubas. 

23. — Mejor  está  que  estaba,  tonadilla  La  apuesta  de  la 
sortija,  saínete  Los  parvulillos,  nuevo.  En  la  come-  ■ 
día,  Andrea,  Carrretero  y  Cubas. 

25,— El  médico  de  su  honra,  tonadilla  nueva  A  su 
tiempo  un  desengaño^  saínete  VA  payo  noble.  En 
comedia  la  Andrea,  Eedríaní  y  Oros. 

29. — Cuantas  veo  tantas  quiero,  tonadila  á  solo  Al  fin 
se  descubre  fod-^,  saíjiete  Los  criados  simples.  En 


APÉNDICES  665 


la  comedia,  Prado,  Fedriatii  y  Oros;  en  el  saíne- 
te, Cubas. 
Agosto  30.— La  misma  del  29,  salüo  el  sainete  que  fué  E\  payo 
de  la  carta  (Cubas}. 
Septiembre    1.°— Competidor  padre  ó  hijo,  opereta  El  médico  tur- 
co (Andrea,  Fedriani  y  Cubas). 
6.— La  lavandera  de  Ñapóles,  tonadilla  Los  cómicos 
nuevos,  sainete  El  de  los  zapatos.  En  la  comedia, 
Prado,  Carretero  y  Cubas. 
10.— Mañanas  de  Abril  y  Mayo,  opereta  Una  hora  de 
matrimonio.  En  la  comedia.  Prado,  Carretero  y 
Cubas.  En  la  opereta,  María  López,  Morales,  Ma- 
nuel y  Cristiani. 
14.— La  espigadera,  sainete  El  tragábalas.  En  la  co- 
media, Maqueda  y  Carretero. 
18.  — La  posadera  ó  el  enemigo  de  las  mujeres,  opereta 
Miguel  Ángel.  En  la  comedia.  Prado,  Fedriani  y 
Cubas. 
23.— No  hay  cosa  que  no  se  sepa,  tonadilla  La  venida 
del  soldado,  \sameíe  El  ratón.  En  la  comedia,  Fe- 
driani y  Cubas. 
26.  — La  travesura,  ópera  y  baile. 

(Desde  Octubre  pasó  á  representarse  por  la  tarde  en 
el  teatro  de  los  Caños), 
^if-tubre    L°— Las  víctimas  del  amor,  Attí/ieíe  El  médico  poeta, 
tonadilla  La  tragedia.  En  la  comedia,  Andrea, 
Carretero  y  Fedriani. 
4.— El  montañés  Juan  Pascual  ¡j  la  opereta  del  Criado 
fingido.  En  la  comedia,  Andrea,  Fedrini,  Cubas  y 
Oros. 
7.— La  Doroteii,  sainete  El  escarmiento  del  indiano, 
tonadilla  VA  abogado,  /wi  la  comedia,  Prado,  Ca- 
rretero y  Oros. 
í>. — Los  jueces  de  Castilla,  tonadilla  Aun  en  la  mujer 
celosa,  etc,  sainete  Los  genios  encontrados.  En  lo 
f-omedia,  Andrea,  Carretero,  Fedriani  y  Oros. 
1  \.—Por  la  noche  y  el  17 por  la  tarde.  La  intriga  por 
las  ventanas,  ópera  nueoa,  en  dos  actos,  sainete 
La  cura  de  los  deseos.  En  ¿a  ópera,  Manuel  Gar- 
'■ia,  María  López,  Cristiani,  Brío/tes  y  Cubas. 
18,  —  La  invencible  castellana  y  la  opereta  El   mé- 


666  ISIDORO    MAIQUEZ 


dico  turco.  En  la  comedia^  Andrea,  Fedriani  y 
Oros. 
Octubre  21.— La  holandesa,  tonadilla  El  Zorongo  y  la  Polaca, 
saínete  La  hostería  del  buen  gusto.  En  la  comedia, 
Prado  y  Carretero 

24.  — El  filósofo  casado,  saínete  La  discreta  y  la  boba, 

tonadilla  Los  majos  de  rumbo.   En  la  comedia 
Prado  y  Fedriani. 

26.— EÍ  aguador  de  París  y  la  opereta  Miguel  Ángel. 
En  la  comedia,  Prado,  Fedriani  y  Cristiani. 

29. —También  hay  duelo  en  las  damas,  tonadilla  El  al- 
bañil  honrado,  saínete  La  locura  fingida  {Prado, 
Fedriani  y  Cubas). 
Nomembre    2  —La  presumida  y  la  hermosa,  tonadilla  La  apuesta 
de  la  sortija,  saínete  El  payo  de  la  carta. 

4. — Por  la  tarde:  Dejar  un  reino  por  otro  ó  el  parecido 
de  Túnez,  saínete  los  dos  libritos,  tonadilla  nue- 
oa  {Andrea,  Fedriani  y  Oros). — Por  la  noche: 
Las  esclavas  amazonas,  nueoa,  en  tres  actos  y  el 
Milton  opereta  nueva  (Prado,  Carretero  y  Cubas). 
6, — Por  la  tarde:  la  del  4  por  la  noche.— Por  la  no- 
che: El  mejor  alcalde  el  rey,  tonadilla  Al  fin  se 
descubre  todo,  saínete  La  casa  de  Tararira  (Pra- 
do, Carretero  y  Oros.) 

12.— Por  la  tarde:  El  imperio  de  las  costumbres,  saí- 
nete El  engaño  desengaño,  tonadilla  El  indolente 
poltrón  {Andrea  y  Fedriani).— Por  la  noche:  Ali- 
na, reina  de  Golconda,  ópera  en  tres  actos. 
•  15.— Alina,  reina  de  Golconda. 

16.  — La  cortesana  en  la  sierra,  tonadilla  La  equivoca- 
ción, saínete  El  payo  de  moda  {Prado,  Carretero 
y  Cubas). 

17. — La  travesura,  ópera  y  un  bailecito. 

18.  — La  dama  sutil,  en  dos  actos  y  el  Militón,  opereta. 

20. — Las  esclavas  amazonas  y  El  poeta  calculista. 

21.  — La  reina  de  Golconda,  ópera,  monólogo. 

22.— La  más  hidalga  hermosura,  saínete  Los  hombres 
solos,  tonadilla  La  dama  curiosa  {Andrea,  Fedria- 
ni y  Oros.) 

25.  — El  amo    cri¿ido,  ffainete    El  fuera^    tonadilla  El 

amante  rendido  {Prado,  Fedriani  y  Cubas). 


APÉNDICES  667 


Noüiembre  28.— El  triunfo  del  Ave  María,  saínete  Los  tres  hués- 
pedes, tonadilla  (Prado,  Fedriani  y  Cubas). 
Diciembre    l.°—Por  la  noche:  Ramona  y  Roselio,  ópera. 

3.— La  lavandera  de  Ñapóles,  saínete  Los  zapateros, 

tonadilla  La  fineza. 
4.— Por  la  noche:  Miguel  Ángel  y  el  Miltón,  dos  ope- 
retas. 
6.— El  Cid  Campeador,    tonadilla  Hombre    sensato 

(Andrea,  Carretero  y  Cubas). 
9.— Al  deshonor  heredado  vence  el  honor  adquirido,  y 
el  monólogo  de  El  poeta.  (Andrea,  Carretero  y  Fe- 
driani). Este  día  y  el  anterior  para  las  üíotimaa 
del  combate  de  Trafalgar. 

10  y  IL— Al  deshonor  heredado,  etc.,  saínete  Los  tres 
novios  imperfectos,  tonadilla  del  Torero  y  la 
maja. 

12  y  13. — Al  deshonor  heredado...  y  la  opereta  Quien 
porfía  mucho,  alcanza. 

li.—  Tarde:  Los  pardos  de  Aragón,  saínete  Los  payos 
astutos,  tonadilla  (Prado,  Fedriani  y  Oros).— 
Noche:  La  ópera  El  equívoco  y  bolero  por  los  de 
la  compañía  de  la  Cruz. 

15. — Noche:  La  travesura  y  un  bailete. 

\^.— Noche:  El  médico  turco  y  el  monólogo  de  Domin- 
go el  cochero. 

17.  — Las  víctimas  del  amor  y  la  opereta  Miguel  Ángel. 

19.  — Las  esposíis  vengadas,  en  un  acto  y  la  opereta  El 
cautiverio  aparente,  todo  nueüo. 

21.— Las  esposas  vengíidas.  Una  hora  de  matrimonio, 
opereta  y  el  saínete  Los  parvulillos. 

22.— La  travesura,  ópera  y  saínete. 

23  y  24. — A^o  hubo  teatro. 

25.— El  alba  y  el  sol,  saínele  El  hábito  no  hace  al  mon- 
je, tonadilla  (Pr«í/o,  Carretero  y  Cubas.) 

;3().  — La  travesura,  ópera,  saínete  El  payo  de  la  carta. 

31.— El  imperio  de  las  costumbres,  saínete  El  tío  níii- 
de,  tonadilla. 
lSrK).-y;/*,'íro  l°— Tardes  hasta  el  8:  Las  cárceles  de  Lamberg,  en 
finco  actos,  nueoa,  saínete  El  sutil  tramposo,  to- 
nadilla, A  su  tiempo  un  desengaño.— A^o^^/ic.'  El 
preso,   unipersonal,  de  música,  una  alemanda  á 


668  ISIDORO   MAIQUBZ 


tres,  saínete  La  tertulia  ó  imitador  de  cómicos,  por 
José  Oros,  todo  nuevo. 
Enero    4.— Noche:  La  esclava  persiana,  opereta  y  el  saínete 
El  hábito  no  hace  al  monje. 
b.— Noche:  Roselio  y  Ramona,  ó/iera  en  dos  actos  ¡j 

bolero. 
6.— Noche:  La  Alina,  reina  de  Goloconda,   ópera  en 
tres  actos. 

1.— Noche:  La  camarerita  ó  La  Amalia,  ópera  en  dos 

actos. 
8.— Tarde:  El  falso  Nuncio  de  Portugal,  saínete  Los 
criados  y  el  enfermo,  tonadilla  (Andrea,  Fedria- 
ni  y   Cubas). — Noche:  La  tienda  de  joyería  y  el 
Milton. 
^.— Noche:  El  padre  avariento  y  El  preso,  opereta. 

10.— Miguel  Ángel  y  La  Ópera  cómica. 

11.— Tarde:  La  señorita  mal  criada,  tonadilla  Los  có- 
micos nuevos,  saínete  Chiribitas  el  yesero  {Prado, 
Carretero,  Fedríani  y  Oros). 

14.— El  enemigo  de  las  mujeres,  tonadilla  y  el  saínete 
El  burlador  de  mozas.  {En  la  Cruz,  Prado-,  Fe- 
dríani y  Cubas). 

16.— No  hay  cosa  que  no  se  sepa,  tonadilla  La  trage- 
dia, saínete  El  fuera  (Andrea,  Fedríani  y  Cubas.) 

18.  — Los  Tellos  de  Menesesjor/mera  parte,  saínete  Ca- 
sada, viuda  y  soltera,  tonadilla  El  poeta,  el  músi- 
co y  la  cómica  {Andrea,  Carretero  y  Oros).    •- 

Id.— Noche:  El  criado  fingido,  opereta  y  dos  saínete  La 
discreta  y  la  Boba  y  el  del  Viudo. 

20. — El  carpintero  de  Livonia,  nueoa,  saínete  Las  be- 
sugueras,  tonadilla  El  presidiario. 

21.~Noche:  La  Isabela,  ópera. 

23.— Noche:  La  fuerza  del  natural,  saínete  Tragábalas, 
tonadilla. 

24.— Noche:  El  falso  Nuncio  de  Portugal  y  El  preso, 
opereta. 

25.— La  Isabela,  ópera. 

27.  — El  carpintero  de  Livonia,  saínete  de  El  viudo  y  to- 

nadilla. 

28.  — La  fuerza  del  natural,  saínete  Los  criados  y  el  en- 

fermo, tonadilla  La  novia  astuta. 


APÉNDICES  669 


Enero  29.— La  travesura,  ópera. 

SO.— El  Milton,  opereta,  saínete  El  sutil  tramposo. 
31.— La  gitanilla  de  Madrid,  tonadilla  El  negrito,  saí- 
nete Los  currutacos  cnasqueados. 
Febrero     I  °'- Noche:  El  cautiverio  aparente  y  El  secreto,  ope- 
retas intermediadas  con  el  Zorongo. 
2. — Noche:  El  tesoro  supuesto  y  el  criado  fingido,  ope- 
retas, y  el  bolero. 
3. — Noche:  Una  hora  de  matrimonio,  opereta,  con  La 

gitanilla  de  Madrid. 
4. — El  vinatero  de  Madrid,  saínete  Chiribitas  el  Yese- 
ro, ?/  tonadilla.  {Andrea  y  Fedriani.)-Noche:  Quien 
porfía  mucho...,  opereta  y  La  esclava  persiana. 
5. — Noche:  El  vinatero,  tonadilla,    y  el   saínete  del 

Chiribitas. 
6. —  Tarde:  Las  mismas  de  la  noche  del  día  b.— No- 
che: Mi  tía  Aurora,  ópera  en  dos  actos,  y  bolero. 
7.— Tarde.  Mi  tía  Aurora  y  bolero. 
8. — El  carbonero  de  Londres,  saínete  El  ladrón  bur- 
lado, tonadilla  Los  náufragos.  (Prado,  Carretero 
y  Cubas.) 
11.  — Los  aduladores,  en  un  acto,  saínete  Los  toros  de 

Juan  Tuerto,  nuevo,  tonadilla. 
lA.— En  defecto  délos  Aduladores  y  la  tonadilla,  >se 
mudó  el  saínete  del  Payo  de  la  carta,  y  cantó  Cu- 
bas  las  seguidillas  del  Gallinero.  La  tonadilla  fué 
Los  maestros  de  la  Raboso  ó  el  Trípili. 
Cuaresma. 

23. — El  justo  Lot  y  el  fiel  Abraham. 
¿f').— Noche:  La  Romanine  y  su  familia,  harán  equili- 
brios en  el  alambre  y  de  ^destreza  y  fuerza  en  el 
suelo,  intermediado  con  un  baile. 
Marzo    1  y  2,  por  la  noche  y  el  3  por  la  tarde:  Lo  mi^mo  que 
el  26  del  mes  antecedente. 
'¿.^Nocjie:  El  oratorio  do  Saúl,  en  dos  actos. 
10. — Noche:  Los  equilibrios. 

lo.— Tarde:  El  Rey  godo  Leovigildo  y  un  Padedu. 
20.-^  Beneficio  de  la  Romanine. 

22.-Bene/¿cio  de  la  Catalani.  Díó  un  concierto  musical. 
23.— Función  por  la,  Romanine.  El  producto  para  la 
compañía. 


670  istbORO  MaiqübZ 


Marzo  24.— El  Leovigildo  y  dos  arias  cantadas  por  la  Cata- 
lani,  cuyo  producto,  que  es  doble,  es  á  beneñcio  de 
la  compatiia. 
25  V  26.— La  Romanine. 


1805-1806. 

Comedias  representadas  en  el  coliseo  de  la  Cruz, 
DESDE  14  DE  Abril  de  1805  hasta  Marzo  de  1806. 

Abril  14. — El    desdén   con  el    desdén,  tonadilla   y    saínete 
nuevo. 

22.— Las  bizarrías  de  Belisa. 

26.— Casarse  por  vengarse,  tonadilla  nueoa. 
Mayo    2.— Reinar  después  de  morir,  tonadilla,  saínete  y  bo- 
lero. (Danza  la  Andrea.) 
8.  — Para  averiguar  verdades,  el  tiempo  el  mejor  tes- 
tigo, de  ñgurón. 

12.—  Tarde:  Rómulo  y  Ersilia,  nueva.— Noche:  La  ope- 
reta, nueva,  El  enredo  provechoso  y  saínete. 

14.— No  puede  ser  guardar  una  mujer. 

16.— Dar  la  vida  por  su  dama. 

20.  — La  banda  y  la  flor. 

25.— Sí  una  vez  llega  á  querer. 

30.— Tarde:  Los  hijos  de  Nadasti,  saínete  ¿/tonadilla 
nueva. — Noche:  El  equívoco,  ópera  nueva  en  dos 
actos,  y  un  1  aile. 
Junio    3.  — El  sabio  en  su  retiro,  Juan  Labrador. 
5.— D.  Gil  de  las  calzas  verdes. 

10.— El  picarillo  en  España,  saínete  nuevo  y  tonadilla. 

13.  — La  reconciliación  y  tonadilla  general. 

18. — Industrias  contra  finezas  (d  partir  de  este  día,  las 
funciones  fueron  por  la  noche). 

20.— La  ópera  en  dos  actos,  El  equívoco  ó  astucias 
amorosas. 

22.— Para  vencer  amor,  querer  vencerlo. 

24.— No  hay  peor  sordo  que  el  que  no  quiere  oír. 

28.— El  honor  da  entendimiento,  de  figurón.  Compa- 
ñías reunidas. 
Julio    2.— La  ventura  de  la  fea. 


APÉNDICES  671 


Julio     5.  — La  virtud  en  la  indigencia. 
8.— En  Madrid  y  en  una  casa. 
9.— Doña  Inés  de  Castro. 
11. -El  barón. 

15.— Las  astucias  amorosas,  ópera. 
18.— La  mayor  victoria. 
21.— La  industria  y  la  suerte. 
23.— Celos  con  celos  se  curan. 
25.— El  Príncipe  prodigioso. 

30.— El  hospital  del  amor,  ópera  nueva  en  tres  actos. 
Agosto    2.  — Dios  hace  justicia  á  todos. 
6. — El  parecido  de  Rusia. 
9. — El  prisionero  de  guerra. 
12.— Los  amantes  do  Teruel. 

(Desde  esta  fecha,  hasta  í.^  de  Octubre,  cesó  de  re- 
presentar la  compañía  que  Denla  haciéndolo,  pero 
actuó  en  su  lugar  la  del  Principe.) 
U'tubrc     L°— Casa  con  dos  puertas. 

5. — La  prueba  de  la  amistad. 
9. —  El  Duque  de  Osuna,  nueoa. 
17.  — La  mujer  de  dos  maridos. 
24. —Los  efectos  de  un  descuido  ó  El  sombrero  que 

habla,  nueaa. 
30.  — La  niña  de  Gómez  Arias. 
\ociembre    4. — Las  minas  de  Polonia,  nueva,  tonadilla  general. 
14.— El  falso  Czar  de  Moscovia. 
19.— Marica  la  del  puchero,  refundida. 
24.— El  convidado  de  piedra. 
30.— La  Duquesa  de  Saxonia. 
Diciembre    5.— El  Tuzaní  de  las  Alpujarras. 

9.— El  amor  y  la  intriga,  reformada  y  en  verso,  tona- 
dilla y  sainete,  nuevos. 
17.— El  dómino  Lucas,  de  figurón. 
23  y  24.— A^o  hubo  teatro. 

25.— El  moliiíéro  de  Keber  ó  aventuras  de  Tequeli. 
1806 -£,'/iero  1."— La  toma  de  Seringapatán,  en  cinco  actos,  y  una 
tonadilla  general,  todo  nuevo. 
8.— El  hechizado  por  fuerza,  de  figurón. 
12.— La  ópera  cómica  y  el  monólogo  del  Poeta. 
13. — El  parecido  de  Rusia. 
15. — El  prisionero  de  guerra. 


)^2  ISIDORO  MAIQÜEZ 


Enero  17.— Guerra  abierta, /meí?a. 
21.— El  misántropo. 

24.— El  sí  de  las  niñas^  nueva,  con  tonadilla  y  fan- 
dango, 
bebrero  12. — En  defecto  de  la  tonadilla  de  la  Atahona^  sepusío 
la  Miscelánea  del  día  1°  de  Enero. 
Cuaresma. 

23.  — La  beata  Mariana  de  Jesús,  con  un  baile. 
Marzo    A.— La  familia  de  Romanine, /la/'á  los  equilibrios, 
intermediados  con  baile. 
S.— María  Loreto  García,  de  edad  de  seis  años,  reci- 
tó un  monólogo. 
10. — Las  plagas  de  Faraón,  e/L  cinco  actos  y  un  baile. 
22.— Contra  la  mayor  maldad,  siempre  triunfa  la  ino- 
cencia, y  Peregrina  de  Hungría. 
27.  — Romanine  v  su  familia. 


1806-1807. 

Comedias  representadas  en  el  coliseo  de  los  Caños 

POR    LA    COMPAÑÍA    DEL    PrÍNCIPE    DESDE    6   DE    AlíRIL   DE    1806 

HASTA  25  DE  Febrero 

Abril  6.  — El  picarillo  en  España  (García  Parra  y  Luna), 
tonadilla  Acuña  y  el  saínete  Trápala  y  tramoya.  A 
las  ocho. 

10. — La  intriga  por  las  ventanas,  ópera  en  dos  actos  y 
bolero. 

13. — La  espigadera  (García  Parra  y  Maqueda),  saí- 
nete Los  hombres  solos. 

15. — Los  hijos  de  Edipo,  tragedia  nuetía  en  cinco  actos 
(Mayquez,  Luna  y  Pinto),  saínete  El  renegado,  to- 
nadílla  El  mayagato. 

17.— El  celoso  confundido,  eh  dos  actos  CMayquez  y 
Prado),  saínete  El  médico  poeta. 

19.  — Los  hijos  de  Edipo,  ti-agedía,  tonadilla  y  saínete 
el  mismo. 

22. — El  médico  turco,  opereta,  saínete  El  renegado. 

23.  — El  delirio  paternal,  nuecci  (García  Parra  y  Pra- 
do), tonadilla  El  novio,  saínete  El  hablador. 


Apéndicbh  673 


Abril  27.— El  escondido  y  la  tapada  (García  Parra  y  Luna), 
tonadilla  El  campanelo,   y  saínete  La  casa   de 
vinos. 
29.  — La  ópera  en  un  acto  El  delirio,  joaesía  en  verso 
(Laureana,  M.  Morales,  Joaquina  Briones  y  Ma- 
nuel García,  Fedriani,   Acuña,  Fernández  y  Pé- 
rez) y  una  pieza  nueva,  Las  tramas  de  Garulla  y 
bolero. 
Mayo    1.°— La  Xayra,   tragedia  en   cinco  actos  (Prado  y 
Mayquez),  tonadilla  y  el  saínete  La  duda  satis- 
fecha. 
2.— Castillos  en  el  aire,  en  dos  actos  (Prado  y  May- 
quez), tonadilla  y  un  baile  titulado  El  desertor. 
3.  — El  delirio,  ópera;  bolero  y  Las  tramas  de  Garulla, 

en  un  acto. 
5. — El  colérico,  opereta;  saínete  La  duda  satisfecha  y 

el  baile  de  El  desertor. 
6. — La  Ginebra   de  Escocia,   nueva,  en  cinco  actos 
{Luna  y  García).  Salió  Infantes,  saínete  Los  ma- 
jos vencidos  y  tonadilla. 
9.  — El  celoso  confundido  (Mayquez  y  Prado),  tonadi- 
lla y  el  saínete  El  sutil  tramposo. 
10.  — Mi  tía  Aurora,  ópera  en  dos  actos  y  bolero. 
12.  — Los  peligros  de  la  corte,  entres  actos  (Maiquez  y 
Prado),  tonadilla  y  el  saínete  La  cura  de  los  de- 
seos. 
14. — Todo  es  enredos,  amor  y  diablos  son  las  mujeres 
(Luna  y  García),  tonadilla?/  el  saínete  Los  dos 
hermanos. 
1.5.— Mi  tía  Aurora,  ópera  y  saínete  el  de  ayer. 
16.— El  sueño,  en  un  acto  (Prado  y  Maiquez).  FJl  mo- 
nólogo del  Poeta. 

17.  — Los  peligros  de  la  corte;  tonadilla  y  el  saínete  Los 

criados  y  el  enfermo. 

18.  — La  Ginebra  de  Escocia;  tonadilla  y  el  saínete  Los 

majos  vencidos. 

19.  — Los  hijos  de  Edipo,  tragedia,  tonadilla  y  el  saíne- 

te El  renegado. 
20. — Todo  es  enredos  amor,  tonadilla  //  sainete. 
21  y  22.— El  Demofonte  en  Tracia  (Garría  y  Prado), 

tonadilla  //  el  sainete  La  casa  de  abates  locos. 

43 


674  ÍSÍDORÓ   MAÍQÜEZ 


{En  este  día  se  cerró  el  teatro  por  fallecimiento  de  la 
Princesa  de  Asturias  hasta  el  30  de  Mayo  del  mis- 
mo año.) 
Mayo  30. — La  esposa  ó  novia  impaciente,  en  un  acto  (Prado 
y  Maiquez),  Un  cuarto  de  hora  de  silencio,  ope- 
reta, un  pequeño  baile,  titulado  El  equívoco,  todo 
nueoo. 

{En  los  meses  de  Junio  y  Julio  fio  hubo  nada.) 
'Agosto    2.— A  las  ocho:  El  opresor  de  su  familia,  naeca,  en 
cuatro  actos  (Maiquez,  Prado  y  Prieto),  tonadilla 
y  sainete. 
6.  — El  amante  honrado  (Garda,  Luna  y  Contador), 
tonadilla  y  el  sainete  La  casa  de  locos. 

8.  — El  reconciliador  (Maiquez  y  Maqueda),  tonadilla  ?/ 
el  saifiete  El  hablador. 

10.— El  delirio  paternal  (Manuel  Parra,  Rafael  y  Pra- 
do), tonadilla,  bolero  ?/  sainete. 

11.— Miguel  Ángel,  opereta;  Las  tramas  de  Garulla,  en 
un  acto  y  uji  Padedú. 

12.— Los  lacónicos,  opereta  nueva,  fandango  y  una 
pieza  jocosa  titulada  El  ventorrillo  por  la  ma- 
ñana. 

14. — Desde  el  odio  á  la  amistad,  nueua,  en  tres  actos 
(Andrea  y  Josefa  Luna,  Garda  Parra,  Infantes, 
Pérez,  López,  Contctdor,  Roldan,  González,  Cubas, 
Oros  y  Fabiani),  tonadilla,  bolero  y  el  sainete  La 
duda  satisfecha. 

15. — La  travesura,  ópera  y  bolero. 

16, 17  y  18.— La  del  día  14. 

19.— El  padre  avariento,  eti  un  acto,  Quien  porfía  mu- 
cho, opereta  y  el  sainete  Los  criados  y  el  enfermo. 

20.— El  hablador  {Prado  y  García),  tonadilla  y  el  sai- 
nete El  engañador  engañado. 

24.  — La  espigadera  {Garda,  y  Maqueda),  el  saínete  El 
payo  de  la  carta. 

COI.ISEO   DEI,    l^UÍNCIPE 

El  día  25  de  Agosto  se  estrenó  este  teatro  con  la  com- 
pañía que  estaba  en  los  Caños  destinada  para  él. 
25.— El  Pelayo,  tragedia  en  cinco  actos  (Prado  y  May- 


APÉNDICES  •   .  675 


QUEz),  tonadilla  El  paje  tonto,  saínete  El  triunfo 
del  interés. 
Septiembre     1.°— A  las  cinco:  El  opresor  de  su  familia,  e/i  et¿aíro 
a'^tos  (Prado  y  Mayquez),  tonadilla  y  el  sainete 
El  sastre  fingido. 

5.  -  Los  peligros  de  la  corte  ó  la  Sofía  (Prado  y  May- 

quez), tonadilla  y  el  sainete  El  ladrón  burlado. 

6.  —El  matriníonio  secreto,  ópera  en  dos  actos  (Gar- 

cía y  Laureana). 

11.— Pedro  el  Grande,  Czar  de  Rusia  (Garda  Parra 
y  Luna),  tonadilla,  bolero  y  el  sainete  Los  parvu- 
litos. 

16. — El  odio  á  la  amistad  (García  y  Luna.)  Tonadilla  y 
el  sainete  El  cuarto  de  la  viuda. 

18.— El  Duque  de  Osuna  (García  y  Luna).  Tonadilla  y 
el  sainete  La  familia  nueva. 

22. — El  marinerito,  opereta,  bolero  y  Las  tramas  de  Ga- 
rulla, en  un  acto. 

26.— El  ermitaño  del  monte  Posilipo,  nueva  (García 
y  Prado),  Tonadilla  y  el  sainete  El  payo  de  la 
carta. 
Octubre  1  ."—Blanca  y  Moncasín  (Prado  y  Mayquez).  Tonadilla 
y  el  sainete  Los  zapatos. 
8.— El  abate  L'Epée,  en  cinco  actos  (Prado  y  May- 
quez). Tonadilla //e¿  sainete  El  castigo  de  la  miseria. 

10.  — Miguel  Ángel,  opereta,  l)olero  y  el  sainete  Traga- 
l)alas. 

14. — El  deber  y  la  naturaleza,  nueva,  en  cinco  actos 
(García  y  Luna).  Tonadilla  y  saifiete  nuevo  Los 
majos  envidiosos. 

17.— Ramona  y  Roselio,  ópera  en  dos  actos,  y  fan- 
dango. 

20.  — El  negro  del  cuerpo  blanco  (García  y  Luna).  To- 
nadilla y  el  sainete  La  prueba  de  la  ausencia. 

22.— La  Xayra,  trayedia  en.  cinco  actos  (Prado  y  May- 
quez). Tonadilla  y  sainete  El  café. 

25.— El  hablador  (García  y  Prado).  Tonadilla  y  saine- 
te  El  hablador. ' 

28.  — El  médico  turco,  opereta,  el  baile  que  dio  primero 
en  los  Caños  Mr.  Vestris,  un  Padedú  la  Luengo  // 
Vestris  chico,  y  el  saínete  La  casa  de  vinos. 


676  ISIDORO    MAIQÜE^ 


Octubre  29.  — El  médico  turco  y  el  baile  de  la  Danzomanía  ó  el 
fanático. 
30. — El  sueño,  en  un  acto,  un  baile  nuewo,  en  un  acto, 
Los  juegos  de  París  y  el  saínete  de  El  gato. 
Noriembve    1.° — La  buena  esposa,  en  un  acto  {Garda  y  Luna),  el 
.^ainete  El  marido  desengañado,  y  un  baile  asiáti- 
co, nuevo. 
3. — La  buena  esposa,  el  saínete  del  día  primero,  bo- 
lero y  tonadilla. 
4.— Palma  ó  el  viaje  á  Grecia,  ópera  en  dos  actos  y 

saínete  nuevo  El 

6.  -  El  Príncipe  prodigioso  defensor  de  la  fe  (García 

y  Prado).  Tonadilla  y  el  saínete  La  locura  fingida. 

10.  — El  colérico,  opereta,  saínete  El  sastre  fingido,  y 

otro  más.  La  locura  fingida. 
12.— ]<]!  Ótelo,  tragedia  (Prado  ?/  Mayquez).  Tonadilla 

y  el  saínete  El  sutil  tramposo. 
15.  — El  cuadro  CMaiquez),  en  un  acto,  una  aleníanda  y 
gaveta,  nueva.   Tonadilla  y  La  novia  impaciente, 
en  un  acto  CMayquez  y  Prado). 

17.  — El  celoso  y  la  tonta,  en  cuatro  actos  (Mayquf.z  y 

Prado).  Tonadilla  y  saínete. 

18.  — El  delirio  paternal  (.García  Parra  y  Prado).  To- 

nadilla y  saínete  los  mismos  del  día  anterior. 

20.— La  lavandera  de  Ñapóles  (García  y  Prado).  To- 
nadilla y  el  saínete  ¥\  castigo  de  la  miseria. 

24.  — Demofonte,  Rey  de  Francia  {Prado  y  García). 
Tonadilla  y  el  saínete  Los  dos  hermanos. 

26.  — El  Cid,  tragedia  en  cinco  actos  (Prado  y  Mav- 
QUEz).  La  Ópera  cómica. 
Di(íembre     I." — El  vano  humillado,  en  cinco  aitos  (Prado  y  May- 
QUEzj,  y  la  opereta  El  secreto. 
.5.  — El  maestro  de  la  niña,  en  un  acto  (Maqueda,  Jo- 
sefa Luna,  la  Briones,  la  Lledot,  Mayquez,  In- 
fantes y  Prieto),  La  léamela  casada  (la  Correa, 
Briones,  Acuña,  Cristíani  y  Fernández),  opereta 
nueoa. 
9.  — Las  máscaras  de  Amiens  (García  y  Prado).  To- 
nadilla nueva,  y  el  saínete  Las  besugueras. 

15, — El  aguador  de  Parin  (Maqueda  y  González).  Tona- 
dilla y  el  saínete  El  renegado. 


APÉNDICES  677 


pi'icnihre  17.— La  gitanilla  de  Madrid  (Prado  y  García).  Toncidi- 
Ua  y  el  saínete  El  médico  poeta. — Noche:  El  maes- 
tro de  la  niña  y  la  opereta  Pamela  casada. 

19.  — La  Isabela,  ópera  e/i  dos  actos,  y  Ale m anda.— iVo- 
clie:  El  casamentero,  e/i  un  acto,  y  la  opereta  El  co- 
lérico. 

25.— El  buen  hijo  ó  María  Teresa  (Mayquez  y  Prado), 
saínete  El  Hambriento  en  Ncchebuena  y   La  giiita 
gallega  en  baile 
\S()7.-Enero  12.  — Mi  tia  Aurora,  ópera  en  dos  actos,  y  un  Padedú. 

1.5.— El  alba  y  el  sol  (Prado  y  García).  Tonadilla  y  el 
saínete  El  Mamauchí. 

19. — Se  iluminó  el  teatropor  el  Almirante,  se  recita- 
ron unos  versos  por  Rafael,  se  hizo  El  Califa, 
opereta  y  Los  ripios  del  maestro  Adam,  opereta 
nueoa. 

2L— El  triunfo  del  Ave  María  (García  y  Prado).  To- 
nadilla nueoa.  y  el  saínete  El  marido  desengañado. 

24.  — El  Califa  y  Los  ripios  del  maestro  Adam,  operetas. 

26. — El  Príncipe  prodigioso,  tonadilla  y  el  saínete  El 
enfermo. 

28.— Las  crueldades  de  Nerón  (García  y  Prado).  To- 
nadilla y  el  saínete  Trápala  y  Tramoya. 
Febrero    4.— El  celoso  confundido,  tonadilla,  bolero  y  el  saíne- 
te Engañado  quien  engaña. 
5.  — El  celoso  y  la  tonta  //  los  intermedios  del  día  an- 
terior. 
6. — El  distraido  /y  el  nionóloyo  de  El  poeta  calculista. 
H.—E\  pastelero  de  Madrigal  (Prado,  Torre,  Briones, 
Lledot  y  Mmquea,  Infantes,  González,  Pérez,  Prie- 
to,   Cubas,   etc.),  y  el   saínete  Músicos  y    dan- 
zantes. 

10.— Tarrie;  El  hablador,  y  el  saínete  Músicos,  etc.— 
Moche:  El  Príncii)0  jjerseguido  //  El  marinerito, 
opereta,  todo  por  solas  las  mujeres. 

Cuaresma. 

18.— El  godo  Rey  Leovigildo  y  un  baile. 

23.— Jerusalem  destruida,  oratorio.  (Manuel  García). 

25.— í.a  conquista  de  Sevilla,  por  el  santo  Rey  D.  Fer- 
n.'indo  (Garfia,  y  Prado),  un  baile. 


678  ISIDORO   MAIQÜBZ 


1806. 

Funciones  ejecutadas  por  algunos  individuos  del  Príncipe, 
EN  los  Caños  del  Peral,  desde  31  de  Agosto  de  1806. 

Af)osto  31.  — A  las  ocho:  La  novia  impaciente  (Prado,  Torre, 
Maiquez,  Infantes  y  Cristiani),  y  El  marinerito 
(Laureana,  M.  Morales,  Joaquina  Briones,  Gar- 
cía, Acuña,  Cristiani  y  Cubas). 
Septiembre    1.°— La  Musa  aragonesa  (Maqueda,  Torre,  Maiquez, 
Prieto,  Péreis,  Infantes  y  Oros),  y  El  Marinerito. 
2. —  El  cuadro  {Maqueda,  Lledot,   Vargas,  Maiquez, 
Prieto,  Cristiani,  Oros  y  Fabiani),  y  la  opereta 
Miguel  Ángel. 
3. — El  cuadro  y  la  opereta  El  criado  fingido. 
4.— El  matrimonio  secreto,  ópera,  en  dos  actos. 
5. — La  prueba  feliz  y  El  secreto,  opereta. 
Se  suspenden  estas  funciones  hasta  el 
17.— El  distraído  (Prado  y  Maiquez),  en  dos  actos,  El 

unipersonal.  El  poeta  calculista. 
18.--E1    Cid,   tragedia    (Prado,  Maqueda,    Maiquez, 
Prieto,  González,  Infantes,  etc.),  y  La  prueba  fe- 
liz (Prado,  la  Torre,  Maiquez  y  Ronda). . 
19.— El  sueño  y  la  opereta  Una  hora  de  matrimonio. 
20. — Mi  tía  Aurora,  ópera. 

21.— El  abate  L'Epée  (Prado,  Maqueda,  Torre,  Brio- 
nes, Maiquez,  González,  Pérez,  Prieto,  Cristiani, 
Oros  y  Contador),  y  dos  sinfonías. 
De  nuevo  se  suspenden  hasta  el 
2S.- La  del  2. 
29.— El  casamentero  (Prado  y  Maiquez),  y  El  médico 

turco,  opereta. 
30. — La  novia  impaciente,  en  un  acto.  Quien  porfía 
mucho...,  opereta,  y  un  baile  en  que  se  presentó 
Mr.  Vestris. 
Octubre    1.*^— La  travesura,  ópera. 

2. — Lo  mismo  que  el  30  de  Septiembre. 
3. — El  médico  turco,  opereta  y  un  baile,  en  dos  actos, 
titulado  El  fanático  por  el  baile,  en  el  cual  baila- 
ron las  dos  Vestris. 


APÉNDICES  679 


{Por  las  dos  compañías  desde  /.°  de  Enero  de  1807.) 

1S07. -Enero  1  y  2.— El  español  y  la  francesa,  e/i  un  acío,  Picaros 
y  Diego,  opereta,  todo  nuevo. 
3.  — La  travesura,  ópera  y  fandango. 
4.— Los  tres  maridos,  en  cuatro  actos  (Prado  y  Mai- 

QUEz),  sinfonía  y  padedú. 
7. — El  sordo  en  la  posada,  en  dos  actos  (Prado  y  Mai- 

QUEz),  y  El  preso,  opereta. 
8.— Las  máscaras  de  Amiens 
10.-  El  confidente  casual  (Prado  y   Maiquez),  y   La 

Ópera  cómica. 
2L— El  feliz  encuentro  y  ¿a  opereta  Miguel  Ángel. 
23. — El  hablador,  tonadilla  de  Garda,  el  Chico,  saine- 
te  el  Mamauchí. 
Febrero    2. — Las  crueldades  de  Nerón,  tonadilla  y  saínete. 
5. — El  distraído  y  El  poeta  calculista. 
7. — Jenwal  y  Faustina,  tonadilla  y  saínete. 


1806-1807. 

Comedias  hehresentadas  en  ei.  coliseo  de  ea  Cruz, 
DESDE  6  DE  Abril  de  1806  hasta  22  de  Marzo  de  1807. 

\//ril    6.— La  moza  de  cántaro  (Carretero  y  Rita  Luna),  to- 
nadilla y  el  saínete  El  buñuelo. 

12.  — Dejar  lo  cierto  por  lo  dudoso  (ídem),  tonadilla  //  el 
saínete  Elscarmiento  del  Indiano. 

16.  — La  dama  labradora,  en  dos  actos  (Ponce  y  Luna), 
tonadilla  //  Armida  y  Rey  naide,  segunda  parte 
(ídem). 

2L  — I^  más  constante  mujer  (Ponce  y  Coleta),  saine- 
te  y  tonadilla  nueca. 

24.  — El  criado  de  dos  amos  (Carretero  y  Coleta),  salió 
Aleteo  de  yracioso,  nueoo. 

28.— El  pretendiente  con  palabras  y  plumas  (ídem). 
M'ii/o    L°— El  pintor  fingido  (Ponce  y  Rita  Luna). 
6. — tasarse  por  vengarse  (ídeni). 

10. — El  duque  de  Pentiévre  (Carretero  y  Luna ),  tona- 
dilla, saínete  ¿/  bolero  nueoo. 


680  ISIDORO   MAIQUBZ 


•    Mayo  17.  — La  moscovita  sensible  (Carretero  y  Coleta). 

20.— No  puede  ser  guardar  una  mujer  (Lí¿/ia).—A/'oc/ie.- 
El  atolondrado,  en  un  acto  (Ponce  y  Coleta),  El 
engañador  engañado,  bolero  y  minué  alemandado. 
(En  el  día  22  se  cerró  el  teatro  por  fallecimiento  de 
la  Princesa  de  Asturias  hasta  el  día  30  de  este 
mismo  mes.) 
30. — Carlota  y  Federico,  nueva,  tonadilla  nueva  y  sai- 
nete  con  fandango  (Ponce  y  Luna). 
Junio    3.— El  atolondrado  (Ponce  y  Coleta),  El  engañador, 
opereta. 
6.— El  elector  de  Sajonia  (Carretero  y  Coleta). 
9.— También  la  afrenta  es  veneno  (Ponce  y  Coleta). 
11.— El  lindo  Don  Diego,  de  figurón  (idem). 
15.— El  convidado  de  piedra  (idem),  tonadilla,  sainete 

y  bolero. 
18.— El  criado  de  dos  amos  (Carretero  y  Coleta). 
20. — La  ópera  bufa,  nueva,  en  dos  actos.  El  maniático 
por  la  música,  con  baile,  sainete  El  día  de  campo. 
25.  — La  esposa  fiel  (Ponce  y  Coleta). 
27.— La  buena  casada  (Carretero  y  Coleta). 
29.  — La  ópera  del  Maniático. 
Julio    1."— El  prisionero  de  guerra  (Pon<e  y  Coleta). 
3. — La  dama  duende  (Coleta). 
5. — El  castigo  de  la  miseria  de  flyut*ón  (Carretero  y 

Coleta). 
7.  — La  esposa  fiel. 

9.— A  cada  paso  un  peligro  (Ponce  y  Coleta),  salió 
Orgaz  (aficionado)  á  hacer  la  parte  de  gracioso, 
tonadilla,  sainete  y  bolero. 
12.— El  doctor  Carlino,  rfe  %aró/¿.  Tonadilla  general 
Los  contrabandistas' y  los  soldados  y  un  baile,  todo 
ejecutado  por  las  señoras  actrices. 
18.  — Las  cárceles  de  Lamberg  (Carretero  y  Coleta). 
22.— El  asturiano  en  Madrid,  de  figurón  (Ponce  y  Co- 
leta), sainete,  tonadilla  y  bolero  que  baila  la  Me- 
dina, del  Sitio. 
29.— El  avaro,  ópera  bufa  en  dos  actos. 
(Desde  31  de  este  mes  hasta  1.^  d'e  Octubre  no  hubo 
nada). 
Octubre    1."— .Sancho  Ortiz,  tragedia  (Carretero  y  Rita  Luna). 


APÉNDICES  681 


Octubre    6.  — La  cisma  de  Inglaterra  (írfemj. 

10.— La  mogigata  (Ponce  y  Josefa  Virg),  bolero,  to- 
nadilla y  sainete. 
17.— El  Juez  de  su  delito,  nueüa  (Ponce  y  Coleta). 
2L— El  desdén  con  el  desdén  (Ponce  y  Luna). 
25.— El  vergonzoso  en  Palacio  (Carretero  y  Luna). 
29. — Triunfos  de  valor  y  honor  en  la  corte  de  Rodrigo 
(Carretero  y  Coleta). 
Xooienibre    3.— La  industria  y  la  suerte <¿t¿emj. 

4. -El  sepulcro  de  Adelaida,  nueva  (Ponce  y  Luna), 
tonadilla  nueaa  y  sainete  La  comedia  de  Mara- 
villas. 
10. — La  niña  de  Gómez  Arias  (Ponce  y  Coleta). 
12. — El  rey  Eduardo  III  (Carretero  y  Coleta). 
17. — El  barón  del  Pinel,  de  figurón,  tonadilla  y  sainete 

nuevo. 
19.— El  hechizado  por  fuerza,  de  ^figurón  (Ponce  y  Co- 
leta). 
24.  — Antes  que  te  cases  (Carretero  y  Luna). 
27. — El  perro  del  hortelano  (ídem),  tonadilla  y  sainete 
nueao. 
Diciembre    9.  — El  imperi  >  déla  verdad,  nueoa(idenj). 

13. — La  virtud  premiada  (Carretero  y  Coleta)-. 
16.— La  casualidad  contra  el  cuidado,  antigua  y  refun- 
dida (Ponce  y  Luna). 
25.— La  restauración  de  Madrid  (Ponce  y  Coleta). 
\9fíh¡.-Enero    l.'^— Noche:  El  perro  del  hortelano. 
2.— Noche:  La  Mogigata. 
3.  — El  prisionero  de  guerra.— íVoc/ií;;  La  casualid.'Kl 

contra  el  cuidado. 
4. — Noche:  El  lindo  Don  Diego,  de  íigyj"'in. 
5.—  Tarde:  La  buena  casada. 
ñ.— Noche:  El  perro  del  hortelano. 
8.— Don  Juan  de  Espinn  en  Madrid,  de  magia  (Ponce 

y  Coleta). 
17.  — El  atolondrado,    una  tonadilla   y  e(]uilibrios  por 

unos  Jóoenen  de  París. 
18.— F!l  desdén  con  el  desdén,  tonadilla /y  sainóte.  (.Se 

iluminó  el  teatro  por  el  Almirante.) 
19.— Si  una  vez  llega  á  (juerer. 
20.— Dejar  lo  cierto  por  lo  dudoso. 


682  ISIDORO    MAIQUBZ 


Enero  22.  — El  lindo  Don  X^ie^o,  de  figurón.  Tonadilla  nueiia 
que  cantó  Reina,  y  saínete. 
24.  — El  barón,  terceto  de  baile  y  saínete. 
26.  — Dios  me  entiende  y  yo  me  entiendq,  de  figurón. 
30. -El  barón. 
Febrero    3. — Las  bizarrías  de  Beliscí,  tonadilla  nueva  y  saínete. 
A.- Noche:  El  asturiano  en  Madrid,  defiguró?),. 
5.— El  castellano  Adalid. 

9.— Noche:  El  abuelo  y  la  nieta,  tonadilla  general  y  un 
baile,  todo  por  las  mu/eres. 
Marzo    9.— El  Diluvio  Universal  ?/  u/i  baile  (Ponce  y  Coleta). 
16.— San  Isidro  Labrador    (Carretero  y  Coleta).    Un 
baile. 


1807-1808 

Funciones  del  teatro  del  PKÍNcn^K 

Marzo    29.  — La  juventud   de  Enrique   V,   nueoa  {Prado    ij 
Maiquez),  tonadilla  y  saínete  El  engaño  desen- 
gaño. 
Abril    3.— A  secreto  agravio  {González  y  Prado),  tonadilla  // 
saínete  El  hábito  no  hace  al  monje. 
6. — El  amor  al  uso  {ídem),  saínete  El  chasco  por  ol 

honor. 
9. — La  presumida  y  la  hermosa  {ídem),  saínete  El 
viudo. 
11.— La  esposa  delincuente  {Prado  y  Maiquez),  tonadi- 
lla nueva,  saínete  D.  Chicho. 
16.— Los  falsos  hombres  de  bien  (Prado  y  González), 
tonadilla  nueva  {se  estrenó  Julián  Muñoz),  saínete 
La  fineza  en  los  ausentes. 
20.— La  P'ulgencía  {la  Velasco,  que  se  estrenó,  y  Gon- 

sález),  saínete  El  fuera. 
23.  — Los  templarios,  tragedia  nueoa,  en  cinco  actos 
{Prado  y  Maiquez),  estrenaron  todos  trajes;  sai- 
nete  Bodas  de  Jacinto  y  Antonia,  el  primer  día, 
pero  no  gustó  y  en  los  demás  se  hizo  Los  abates 
locos. 
Mayo    8.— El  precipitad..  {Prado  y  González),  tonadilla  nue- 


APÉNDICES  683 


í?a,  que  cantó  la  Seloático  por  primera  ües,  y  saí- 
nete El  tramposo. 
Mayo  12.— El  gran  bandido  (ídem),  tonadilla  una  aficionada 
y  sainete  La  vuelta  del  arriero. 

16. — La  dama  duende  \idem),  sainete  El  amigo  de 
todos. 

19.— El  buen  labrador  {la  Velasco  y  González),  sainete 
El  perlático  fingido. 

22.— El  socorro  de  los  mantos  {Prado  y  González),  saí- 
nete Las  preciosas  ridiculas. 

25.  — Los  tres  maridos  {Prado  y  Maiquez),  tonadilla, 
nueüa,  por  la  Cerezo,  y  saínete  El  payo  de  moda. 

30.  — Los  hijos  de  Agamenón  (es  el  Orestes),  tragedia 
nueva  en  cinco  actos  {ídem),  vestidos  y  teatro 
nuevos,  tonadilla  nueva,  sainete  El  duende  fin- 
gido. 
Junio  2.  — Los  peligros  de  la  corte  {ídem),  sainete  Los  dos 
libritos. 

5.  — La  madre  hipócrita,  nueva  {la   Velasco  y  Gonzá- 
lez), sainete  La  lotería.' 

8. — Celos  no  ofenden  al  sol  {Prado  y  González),  sai- 
nete  El  fuera. 

10.  — El  casamentero  {Prado  y  Maiquez),  El  engañador, 
opereta  y  bolero. 

12.  — La  dama  sutil  ( Velasco  y  González),  padedú,  tona- 
dilla y  sainete  El  médico  y  los  cautivos. 

1.3.— Jenwal  y  Faustina  {Ma*queda  y  Maiquez),  saínete 
el  de  ayer. 

1.5.— El  cuadro,  un  acto.  La  novia  impaciente,   un  aHo 
{Prado  y  Maiquez). 

17.— La  musa  aragonesa  {Maqueda  y  Maiqui:z),  saine- 
te  El  triunfo  de  las  mujeres. 

19. — El  sordo  en  la  posada  {Prado  y  Maiquez),  sainete 
El  sutil  tramposo. 

22.— Los  falsos  hombres  de  bien;  saínete  La  fineza  en 
los  ausentes. 

24.  — El  amor  y  la  intriga  {Prado  y  González),  sainete 
Los  usías  contrahechos. 

27.— El  precipitado;  sámete  El  payo  de  centinela. 

28.— La  suegra  y  la  nuera  {Prado  y  González),  saínete 
el  de  ayer. 


684  ISIDORO   MAIQUBZ 


Junio  29  y  30. — La  Fulg-oncia;  saínete  el  de  ayer. 
Jidio    1.°— Orestes,  tragedia;  saínete  El  duende  fingido. 
6.— Los  templarios;  saínete  La  casa  de  locos. 
9  --La  juventud  de  Enrique  V;  tonadilla  nueca,  salió 
la  Lledot,  sai/tete  El  engaño  desengaño. 
,  11.— El  opresor  y  su  familia  (Prado  y  Maiquez),  tona- 

dilla de  ayer  y  saínete  El  chasco  del  mantón. 

14,— Castillos  en  el  aire  (ídem),  saínete  La  locura  fin- 
gida. 

16.  — El  mayor  Palmer  {Prado  y  González),  saínete  Los 
estudiantes  petardistas. 

18. — El  avaro  {Maqueda  y  González),  saínele  El  hábito 
no  hace  al  monje. 

20.  — El  error  de  un  buen  padre,  u/i  acto;  escena  de 
baile,  por  dos  bailarínes  que  oíenen  de  París  y 
otro  baile  en  dos  actos,  titulado  La  niña  mal 
guardada. 

22.— La  corrección  maternal  {Velasco  y  González),  y 
Felipe  y  Juanita,  ópera  {Prado  y  Acuña). 

24. — La  suegra  y  la  nuera;  saínete  El  payo  de  la 
carta. 

26. — El  hijo  reconocido,  dos  actos  {Prado  y  González), 
baile  del  Barbero  de  Sevilla. 

27.~E1  hombre  agradecido  {González  y  Velasco),  tona- 
dilla nueüa  y  el  saínete  El  café. 

29.— Los  pajes  de  Federico,  dos  actos  {González  y  Ve- 
lasco),  y  el  Irnile  anacreóntico  y  otro  asiático. 

(Desde  31  cesó  la  compañía  hasta  el    16  de    Sep- 
tiembre). 
Septiembre  16. — Las  trazas  de  Garulla,  en  un  acto,  La  casa  en 
venta,  opereta  (Maiquez  y  la  Correa),  y  el  saínete 
El  médico  y  los  cautivos. 

21.— Aviso  á  los  casados,  en  tres  actos  (Maiquez  // 
Prado),  tonadilla  y  saínete  Los  majos  vencidos. 

24.  — La  tienda  de  joyería,  en  un  acto,  tonadilla  Los 
tutores  vengiidos,  en  un  acto  (Maiquez  y  Maque- 
da),  saínete  El  triunfo  del  interés. 

28.  — El  confidente  casual  {Prado  y  Maiquez),  tonadilla, 
saínete  La  familia  nueva. 

29.— El  distraído  {ídem),  tonadilla  y  saínete  el  dr 
ftyer. 


APÉNDÍCÉS  685 


Ortubre     1."— La  boba  íingida,  ó  engañar  para  reinar.  Comedia 
de   Lope,   refundida  y  puesta,  en  cuatro  actos 
{Prado  y  González),  tonadilla,  sainete  Casada,  viu- 
da y  soltera. 
4. — La  familia  á  la  moda  (ídem),  tonadilla^  sainete  La 

astucia  del  estudiante. 
7. — El  montañés  Juan  Pascual  (Velasco  y  González), 
tonadilla,  sainete  Las  besugueras. 

10.  — Ver  y  creer  (Prado  y  González),  tonadilla,  sainete 
-    La  discreta  y  la  boba. 

14.— Las  esclavas  amazonas  (ídem),  tonadilla,  sainete 
nueoo  Las  cuatro  puertas  de  calle. 

19.— El  anciano  y  los  jóvenes,  ;iae??a  (Prado  y  Mai- 
QUEz),  tonadilla,  sainete  La  casa  de  vinos. 

26.  — El  reconciliador  (Magae¿¿a  í/ Maiquez),  tonadilla, 
sainete  Los  zapatos. 

28.— El  celoso  y  la  tonta  (Prado  y  Maiquez),  tonadilla, 
sainete  Los  majos  envidiosos. 

30. — Los  dos  ayos,  en  cinco  actos  ( Velasco  y  Maique/), 
tonadilla,  sainete  El  burlador  de  mozas. 
S'oriemüre    4.— El  egoista,  en  cinco  actos  (Prado  y  Maiquez),  to- 
nadilla, sameíe  Los  currutacos  chasqueados. 

9.— Sancho  Ortiz,  tr,agedia  (Prado  y  González),  tona- 
dilla, sainete  La  cura  de  los  deseos. 

12.  — La  Celina  ó  el  mudo  de  Arpenas,  en  dos  actos 
(ídem),  se  estrenó  una  tempestad  completa,  tona- 
dilla nueoa,  sainete  Los  tres  novios  imperfectos. 

21,— Vida  y  muerte  del  Cid  ( Velasco  y  González),  tona- 
dilla, sainete  El  tío  Bigornia. 

24. — El  ermitaño  fingido,  nueva,  en  dos  actos  (Maque- 
da  y  González),  tonadilla,  sainete  El  hombre  sen- 
sato. 

28.— La  lavandera  de  Ñapóles  (Prado  y  González),  to- 
nadilla, sainete  El  Ladrón  burlado. 

29  y  30.  — El  celoso  y  la  tonta  (Prado  y  Maiquez). 
bicienibre     L"— La  esposa  delincuente  (idem),  iondiáxWa,  sainete 
El  chasco  por  el  honor. 
:í.— El  aguador  de  París  (ídem),  tonadilla,  sainete  El 

chasco  del  mantón, 
ú.  — El  mejor  alcalde  el  Rey  (ídem),  tonadilla,  sainete 
El  cuarto  de  la  viuda. 


B8()  ISIDORO  maiqüe;í 


Dir-iembre    9. — El  hijo  de  Agamenón,  tragedia  {ídem),  tonadilla, 
saínete  El  triunfo  de  las  mujeres. 
14.  — La  Isabela,  ópera  en  dos  actoa  (Prado,  Lledot  y 

Acuña,  Cubas-y  Ronda)  y  Fandango. 
16.  — Las  dichas  y  contratiempos  siempre  vienen  por 
rechazos,  nueva,  en  un  acto  (Prado  y  Maiquez) 
tonadilla  nuena,  El  secreto,  opereta. 
19. — Los  nijos  de  Edipo,  tragedia  en  cinco  actos  (Pra- 
do y  Maiquez),  tonadilla,   saitiete  El  majo  de  re- 
pente. 
25.— El  príncipe  perseguido  (Prado  y  Maiquez),  tona- 
dilla El  trípili,  sainete  de  magia  Los  cesteros. 
iSOS.-E ñero    1." — Triunfar  sólo  por  la  fe  (Velasco  y  González),  to- 
nadilla, sainete  El  sorteo  de  los  milicianos. 
4. — El  imperio  de  las  costumbres  (ídem),  tonadilla, 

sainete  El  perlático  fingido. 
7.  — El  bandido  de  Venecia  (Prado  y  Gonzúlzz),  tona- 
dilla, sainete  La  familia  nueva. 
9.— El  montañés  Juan  Pascual  (  VeZasco  y  González), 

tonadilla  y  sainete  El  fuera. 
11.— C¿italina  II,  Emperatriz  de  Rusia  (ídem),  tonadilla 

nueva,  sainete  El  ama  de  gobierno. 
18.— El  Conde  de  Korf,  nueva  (ídem),  tonadilla,  sainete 

Los  parvulitos. 
23.— (Jtelo,  tragedia  (Prado  y  Maiquez),  tonadilla,  sai- 
nete La  burla  del  mesonero. 
26.— Blanca  y  Moncasín  (ídem),  tonadilla,  sainete   El 

hábito  no  hace  el  monje. 
29.— El  anciano  y  los  jóvenes  (íc/em),  tonadilla,  sainete 
La  casa  de  vinos. 
Febrero    1." — La  casa  en  venta,  opereta;  tonadilla,  sainete  El  su- 
til tramposo. 
3.— La  melindrosa  (Prado  y  Maiquez),  tonadilla,  sai- 
nete El  marido  desengañado. 
8.  — La  huérfana  de  Saltzbourg  ó   Viaje  de  Josef  se- 
gundo, nueva  (la  Macoca  y  González),  tonadilla, 
sámete  La  alcarreña  chismosa. 
13.— Marta  la  Romarantina,  primera  parte,  de  magia 
(Prado  y  González),  sainete  Músicos  y  danzantes. 
Marzo    6.^  Un  conr-ierto  en  dos  partes  que  cantan  la  Lledot, 
Carlota,  Acuña,  Muñoz  y  Eusebio. 


APÉNDICES  68? 


Marso  13.  — Las  maravillas  de  Dios  por  Josué,  nuevo,  en  dos 
actos  (Velaseo  y  González),  y  un  baile. 
22.— El  Leovigildo  (Prado  y  González). 
26. — Josef  segundo,  tonadilla  y  sai  ríete  La  cura  de  los 

deseos. 
27. — Ótelo,  tonadilla,  saínete  La  familia  nueva. 
28  y  29. —  Volatines. 

30  y  3L— El  precipitado  (Prado  y  González),  tonadilla, 
saínete  el  del  27. 
Abril    3.  — Los  falsos  hombres  de  bien  {ídem),  tonadilla,  saí- 
nete El  de  los  Iqcos. 
5.— El  amor  al  uso  (ídem),  tonadilla,  saínete  El  duen- 
do fingido. 

Bailes  ejecutados  desde  17  de  Abril  de  1808. 

Abril  20  y  22.— Amfión,  discípulo  de  las  musas. 

2L — Las  folias  de  España,  el  Polo  del  contrabandista  y 

padedú. 
28  y  29.— Un  padedú  y  un  baile,  los  chicos  (Lebru- 
nier). 
Mayo  10, 11  y  12.— Céfiro  y  Flora. 

17.— En  los  Caños:  El  Telen laco,  nxieoo,  con  la  ope- 
reta FA  engañador  engañado. 
21  y  22.— En  el  Principe:  El  Telémaco. 
23. — La  hija  mal  guardada. 
29.— El  Amfión. 
30.  y  31— El  barbero  de  Sevilla. 


1807-1808. 

Comedias  rkprksf.ntadas  en  f.i>  comsf.o  df  i.a  Cruz 

Marzo  29.— El  viejo  y  la   Diña  (Coleta  y  Carretero),  tonadilla 
//  saínete. 
Abril    3.— El  pretendiente  con  palabras  y  plumas  (ídem). 
6.-— El  calderero  de  San  Germán  (Coleta  y  Ponce). 
10.  — Llegar  á  tiempo  (ídem). 
13.— La  banda  y  la  flor  (Coleta  y  Carretero). 
16.— El  elector  de  Saxonía. 


tí88  ISibORO  maíqüeZ 


Abril  20. — Para  averiguar  verdades,  de  figurón  {Coleta  y 
Ponce),  tonadilla  nueva. 
23.  — Los  exteriores  engañosos  (ídem). 
27.— Don  Gil  de  las  calzas  verdes  (Coleta  y  Carre- 
tero). 
30. — Las  cuentas  del  Gran  Capitán  (ídem). 
Mayo    4.— La  tía  y  la  sobrina  {Coleta  y  Ponce). 
8.  — La  criada  más  sagaz  {ídem). 
12.— El  real  encuentro  {ídem),  El  engañador  engaña- 
do, opereta  y  un  baile. 
16.— Triunfos  de  valor  en  la  corte  de  Rodrigo  (Coleta). 
20. — Dios  me  entiende  y  yo  me  entiendo,  de  figurón. 
22.— Industrias  contra  finezas  (Coleta  y  Ponce),  tona- 
dilla nueva. 
25.— Dar  la  vida  por  su  dama  {Coleta),  .^alió  de  segun- 
da la  hija  de  Pinto,  Dolores,  tonadilla  y  saine- 
te  nuevo. 
30.— Los  carboneros  de  Olbak,  nueva  {Coleía  y  Pon- 
ce),  tonadilla  nueva. 
Junio    3. — No  puede  ser  guardar  una  mujer  (ídem). 
4.— El  viejo  y  la  niña (Coíeíw  y  Carretero). 
6. — Juez  y  reo  de  su  causa  {ídem). 
9.— El  criado  de  dos  amos  (ídem). 
11. — Un  montañés  sabe  bien  donde  el  zapato  le  aprieta, 

de  figurón  (ídem). 
{Desde  Í4  de  Junio  cesó  esta  compañía  hasta  2  de 
Agosto). 
Agosto    2.— El  café,  en  dos  actos  {Coleta  y  Ponce),  tonadilla  i/ 
saínete.  El  o  y  el  ifuf'  el  baile  de  Céfiro  y  Flora. 
6. — Los  monteros  de  Espinosa  {Coleta  y  Carretero). 
7.— Un  montañés  sabe  bien  {ídem). 
8.  — Los  amantes  engañados,  en  un  acto  y  el  baile  La 

niña  mal  guardada. 
10.  — El  viajante  desconocido,  e/i  dos  actos  (Coleta). 
l\.—El  baile  del  Desertor,  un  saínete  y  una  escena 
anacreóntica  de  baile. 

14.  — La  tía  y  la  sobrina  (Coleta  y  Ponce). 

15.  —  La  dama  labradora,  en  don  actos  (ídem),  una  esce- 

na anacreóntica  de  baile,  ^y  Anita  y   iMhm,  baile 
nuero. 
17.  -Las  cuent^is  del  Gran  Capitán. 


APÉNDICES  689 


Agosto  18.— La  Sinfonía  oriental,  a/ia  escena  anacreóntica  de 

baile,  y  el  de  Anita  y  Lubín. 
19.  —  Los  monteros  de  Espinosa. 
20.— Los  amantes  engañados  y  el  baile  de  Céfiro  y 

Flora. 
21. — La  de  ayer  y  el  baile  del  Fígaro. 
22.  — El  viajante  desconocido. 
23.— La  misma  y  el  baile  de  Céfiro,  por  última  vez. 

24.  — Los  exteriores  engañosos. 

25.  — Finura,  astucia  y  embrollo,  ópera  nueva  en  dos- 

actos. 
27.— El  cadete,  nueva  (Coleta  y  Carretero). 
3L  — El  hombre  convencido  á  la  razón  (Coleta),  tona- 
dilla y  sainete. 
■Septiembre    3.— La  opereta  El  tío  y  la  tía,  y  sainete. 

7.  — Mentira  sobre  mentira,  nueva,  en  dos  actos  (Co- 
leta y  Ponce),  tonadilla  y  sainete  nuevo. 
10.— La  reconciliación  de  los  dos  hermanos  (¿a  Pinto  y 

Carretero). 
W.— Celos  con  celos  se  curan  (Coleta). 
16.  — El  ricohombre  de  Alcalá  (Coleta  y  Carretero). 
19.— El  calderero  de  San  Germán  (Coleta  y  Ponce). 
21. — El  convidado  de  piedra  ( la  Pinto  y  Ponce). 
24.— El  rey  Eduardo  III  (Pinto  y  Carretero). 
28.— El  castigo  de  la  miseria  (Pinto). 
Octubre   2.— El  ollero  do  Ocaña  (Pinto  y  Coleta). 

3.  -  La  mogigata  ( Ví>/7  í/ Po/iee),  tonadilla  y  sainete. 
8.— La  casualidad  contra  el  cuidado  (Pinto  y  Ponce). 
14.— El  negociante  de  León,  nueva  (Coleta  y  Carre- 
tero). 
16.— La  esclava  de  su  galán  (ídem). 
19.—  I^  industria  y  la  suerte  (ídem. 
21.— La  Prudencia  en  la  niñez  (García  y  Ponce). 
24.-  La  mujer  gelosa,  en  cinco  acto»  (Coleta  y  Ponce), 

sainete  nuevo. 
27.— El  dómine  Lucas,  deJUjurón  (ídem). 
.30. — La  villana  de  la  Sagra  {Coleta  y  Carretero). 
\'oriembre    4.— La  mujer  de  dos  maridos  (Coleta  y  Ponce). 

7.— No  hay  peor  sordo,  etc.  (Coleta  y  Carretero). 
10.— Las  bizarrías  de  Belisa  (ídem). 
12.— El  juez  sordo  y  el  testigo  ciego,  nueva  (idem). 

44 


690  iSÍDORO    MAÍQtJE2 


Nociembre  19.— La  moscovita  sensible  (ídem). 

21.— Las  minas  de  Polonia  (Coleta  y  Ponce). 
27.— Los  esposos  encubiertos,  nueva  (ídem). 
28.— Cecilia  y  Dorsán  (ídem). 
Diciembre    2.— Las  cárceles  de   Lamberg  (Coleta  y  Carretero)^ 
tonadilla  nueva. 
5.— Juez  y  reo  de  su  causa  (ideni). 
9.— Roberto  ó  El  bandolero  honrado,  nueva  (Coleta  y 

Ponce). 
14. — El  honor  da  entendimiento,  de  ñgurón  (ídem). 
16. — Casarse  por  vengarse  (ídem). 
17. — El  calderero  de  San  Germán  (ídem). 
19.— Los  exteriores  engañosos  (ídem). 
20. — No  puede  ser  guardar  una  mujer  (Coleta,  Cuba^f 

y  Ponce). 
22.— El  prisionero  de  guerra  (Coleta  y  Ponce). 
25.— La  Egilona,  viuda  del  rey  Don  Rodrigo,  nueva. 
(Coleta  y  Carretero),  bolero  y   saínete. 
íSOS.-Enero    1."— Matilde,  reina  de  Hungría  {ídem). 

7.— El  asturiano   en    Madrid,    de  figurón  (Coleta  y 

Ponce). 
9.— Pedro  Bayalarde,  de  magia,  segunda  parte  (ídem), 

tonadilla  general. 
27.— El  titiritero,  nueva,  en 'Anco  actos  (ídem),  tonadi- 
lla general  y  boleras. 
30.— El  filósofo  enamorado,  de  figurón  (ídem),  tonadi- 
lla general. 
Febrero    2.— Cecilia  y  Dorsán  (ídem). 

5.— Coriolano,  tragedia  nueva  (ídem). 
8.— Dejar  lo  cierto  por  lo  dudoso  (Coleta). 
10.— El  Tipo-Saib,  con  dos  bailes  de  chicos  (Coleta  y 

Carretero). 
14. — Los  amantes  engañados,  en  un  acto,  una  tonadi- 
lla general  y  un  monólogo  nuevo,  ejecutado  por 
una  aficionada  llamada  Sánchez. 
17.— El  divorcio  por  amor,   nueva  (Coleta  y  Carre- 
tero). 
27.— Un  montañés  sabe  bien,  etc.,  tonadilla  general 
y  un  baile   de  máscaras   de  los   chicos    de  Le- 
febre. 
Marzo    6. -La  pecadora  penitente,  nueva  (Coleta  y  Carretero). 


Át»¿NDicBS  mi 


Marzo  15.— El  tirano  de  Hungría  ó  Matilde  virtuosa  (ídem). 
19.— El  mejor  representante  San  Ginés  (ídem). 
26.  — El  filósofo  enamorado,    tonadilla,  bolero  y  saí- 
nete. 
'27.— Tarde:    La    anterior.— A'^o^/ie;    El   divorcio    por 

amor. 
29.— No  puede  ser  guardar  una  mujer. 
31.  — La  casualidad  contra  el  cuidado. 
Abril    3.  — La  villana  de  la  Sagra  (Coleta  y  Carretero). 
6.— No  hay  peor  sordo,  etc.  (ídem). 

En  los  meses  de  Enero  y  Febrero  dieron  también  algunas  fun- 
ciones aisladas  los  actores  de  la  Cruz.  En  29  de  Enero  se  estre- 
nó allí  el  drama  Las  mctimas  de  la  impostura,  obra  del  cómico 
Juan  Estremera,  que  luego  se  repitió  en  la  Cruz,  y  el  11  del  mismo 
mes  habría  salido  por  primera  vez  al  teatro  Josefa  Palma,  como 
dama,  en  el  El  tejedor  de  Segooia. 


1808-1809. 

I 

(>OMEDlAS   REPRESENTADAS   ÉN    EL    TEATRO  DEL   PrÍNCIPE 
DESDE   17   DE    AURIL   DE    1808. 

Abril  17.— Bien  vengas  mal  (Carmona  y  González),  tonadilla, 
saínete  El  payo  de  centinela. 

21. —I^  dama  duende  (ídem),  tonadilla,  saínete  El  payo 
de  la  carta. 

23.— A  secreto  agravio  secreta  venganza  (ídem),  tona- 
dilla, saínete  El  sastre  fingido. 

25.— Sancho  Ortiz  de  las  Roelas  (ídem),  tonadilla,  saí- 
nete El  engaño  desengaño. 

28.— Tarmpa  adelante  (ídem),  tonadilla,  saínete  Los  ge- 
nios encontrados. 

30. — El  mudo  de  Arpenas  (ídem),  tonadilla,  saínete  Ei 
gato. 
Mayo    2,  3,  4,  5  y  6.— No  se  traba/ó  por  el  motín. 

7.  8  y  9.  — El  mudo  de  Arpenas,  tonadilla  y  saínete  El 
gato. 

10.— La  dama  sutil,  en  dos  actos  (Carmona  y  Gonzá- 
lez), el  baile  de  Céfiro  y  Flora. 


692  Isidoro  maicjüéj^ 


Mayo  13.— La  esclavas  amazonas  (ídem),  tonadilla,  salió  Mu- 
ñoz y  la  Motidragón;  bolero  á  seis,  sainete  El 
trueque  de  las  criada's. 

16. — El  avaro  (Carmona  y  González),  tonadilla,  saine- 
te  Engañado  quien  engaña. 

19.— El  amor  al  uso  (ídem),  tonadilla,  salió  la  chica  de 
la  Rosa  (Loreto  García);  saínete  El  perlático  fin- 
gido. 

21. — El  engañador  engañado,  opereta  y  el  baile  gran- 
de Telémaco  en  la  isla  de  Calipso. 

23. — La  misma  opereta  y  el  baile  La  hija  mal  guar- 
dada. 

24. — Cada  uno  para  sí  (Carmona  y  González),  tonadi- 
lla (la  Lledot  y  Muñoz),  saínete  Los  payos  astutos. 

26.— El  pastelero  de  Madrigal  {Carmona  y  González), 
tonadilla,  saínete  Tragábalas. 
Junio    1."— El  socorro  de  los  mantos  {idem),  tonadilla  saine- 
te  El  abate  y  el  albañil. 
3.  — Las  tramas  de  Garulla,  en  un  arto,  y  el  baile  de 

Telémaco. 
5. —El  pastelero  de  Madrigal,  tonadilla,  saínete  iTra- 

gabalas  y  cureñas. 
6  y  7.  — El  secreto,  opereta,  el  6  con  el  baile  del  Bai-- 

bero  de  Sevilla,  y  el  7  con  el  de  Céfiro  y  Flora. 
8. — El  hijo  reconocido  {Carmona  y  González),  tonadi- 
lla, saínete  La  academia  de  música. 

10.— Marta  la  Romarantina  {Palma  y  González),  tona- 
dilla, saínete  La  vieja  enamorada. 

(Se  paró  el  Í3  por  no  haber  entradas;  el  25  y  el  26  de 
Julio  se  hicieron  dos  Junciones  en  cada  teatro  por 
la  proclamación  de  José  I). 
Julio  25.— Las  tramas  de  Garulla,  en  un  acto,  bolero,  tonadi- 
lla del  Presidiario^  y  saínete  El  payo  de  la  carta. 

2.^.— Saínete  El  sastre  ñugiáo,  fandango ,  tonadilla  La 
apuesta  de  la  sortija,  saínete  El  payo  de  centi- 
nela. 
Agosto  14,  15^  16  y  17.— Se  hizo  un  donativo  para  el  ejército, 
de  balde  los  cómicos,  músicos,  tramoyistas  y  de- 
pendientes los  tres  días,  y  el  otro  para  la  Virgen 
de  la  Novena,  y  se  ejecutó  lo  siguiente'. 

14  y  siguientes. —  Una  loa  análoga  á  las  cosas  del  día 


APÉNDICES  693 


(que  gustó    nnicho),  fandango;  El  alba   y  el  sol 
(Carmona  y  González)  y  una  tonadila.  Sacáron- 
se 21 .366  reales. 
Agosto  25,  26,  27  y  2S.—Se  hizo  en  celebridad  de  la  proclama- 
ción de  Fernando  Vil,  la  función  siguiente:  IJnoi 
loa  nueva  titulada:  Madrid  consolado,  fandango, 
El  triunfo  del  Ave  María  (Carmona  y  González),  y 
tonadilla. 
Septiembre  27. — Los  patriotas  de  Aragón,  nueva  {Carmona  y  Gon- 
zález), una  tonadilla  nueva,  saínete  El  renegado 
y  zapateado. 
O'-tubre  14.  — La  sombra  de  Pelayo,  nueva,  en  un  acto  (idem), 
tonadilla  nueva,  y  siguen  Los  patriotas  de  Aragón. 
27.— El  donado  fingido  (Maqueda  y  González),  tonadi- 
lla, saínete  La  vuelta  del  arriero. 
3L— Una  pieza  cómica  que  no  es  cómica  (Carmona  y 
González),  nueva,  en  un  acto,   bolero.  La  ¿ilianza 
de  España  con  Inglaterra,  nueva,  en  un  acto,  to- 
nadilla y  el  saínete   Las   cuatro  puertas  de  calle. 
Xoviembre    .5.— El  precipitado  (ídem),  tonadilla,  saínete  El  payo 
de  la  carta. 
8. — Las  tres  sultanas  (ídem),  tonadilla,  saínete  El  mé- 
dico y  los  cautivos. 

11.  — La  fiel  pastorcita  (ídem),  tonadilla.,  saínete  Los 

estudiantes  petardistas. 

12.  —  Sancho  Ortiz  (ídem),  tonadilla  y    el   saínete   de 

ayer. 

14.— Mi  tía  Aurora,  ópera,  en  dos  actos,  y  el  zapíiteado 
á  tres, 

16.— El  triunfo  del  Ave  Mai'ía  (ídem),  tonadilla  í/  saine- 
te  El  mantón. 

18.— Cristóbal  Colón  (ídem),  tonadilla  y  saínete  ¥A  cas- 
tigo áe¡  la  miseria. 

19,  20  y  21.— Hubo  rogativa. 

22.— El  l.ombeo  de  Zaragoza  ó  segunda  parte  de  los 
patriotas  (Carmona  y  González),  tonadilla  y  saí- 
nete lastres  novios  imperfectos.  FA  30  se  cerraron 
loa  teatros  y  se  reabrieron  el  7  de  Diciembre  bajo 
el  m,ando  francés, 
nij  icni.hre  7  y  8.  — [.a  dama  sutil,  fandango  y  la  opereta  V.l  se- 
creto. Entrada,  .332  y  344  realas. 


694  ISIDORO   MAIQUEZ 


Diciembre    9.— Los  falsos  hombres  de  bien,  344. 
12.— Cristóbal  Colón,  309. 
15.— El  hijo  reconocido,  424. 
16.— Los  pajes  de  Federico,  162. 
19.— El  ayo  de  su  hijo,  182. 

21.— Jenwal  y  Faustina,  164.— 24.  No  hubo  hasta  el  29. 
29, -El  avaro,  305. 
1809.-£'/i(íro    1.°— El  error  de  un  buen  padre,  bolero  y  la  opereta  El 
secreto,  881. 
2.— No  hubo  hasta  el 

6.— Blanca  y  Moncasín,  1.489.  — 10.  No  hubo  hasta  el 
14.— El  mudo  incógnito  y  la  opereta  Quien  porfía, 
956  reales. 
18.— A''©  hubo  hasta  el 
23.— El  cuadro,  baile  asiático,  Quien  porfía  y  el  baile 

La  hija  mal  guardada,  joor  los  Lebrunier. 
24. --El  hijo  reconocido.  El  secreto  y  baile  de  Fígaro,  por 

los  Lebrunier. 
25.— El  aguador  de  París.— 26.  No  hubo. 
27.— El  ayo  de  su  hijo  y  baile  de  Céfiro  y  Flora.— 28.  No 

hubo. 
29.  — El  hijo  reconocido,  El  secreto  y  el  baile  Fígaro. 

— 30  No  hubo. 
31.  — El  duende  fingido,   Felipe  y  Juanita  y  el  baile 
Anfión. 
Febrero    1.°  y  2.— No  hubo  hasta  el 

3.— Natalia  y  Carohna  y  baile  La  hija  mal  guardada. 

4. — No  hubo  hasta  el 

8.— El  engañador  engañado,  baile  de  Don  Quijote, 

por  los  Lebrunier. ' 
9.~No  hubo.-  10.  La  del  8.-11.  No  hubo. 
12.— El  Marcelino,  opereta  y  baile  El  desertor  francés. 
13.  — Los  amantes  engañados  y  baile  de  F;garo. 
14.— Carnaoal,  La  boda  del  tío  Carcoma,  saínete  y 

baile  El  desertor  francés. 
15. — No  hubo  hasta  el 
19.— El  secreto,  opereta,  saínete  El  duende  fingido,  el 

baile  de  Céfiro  y  P'lora. 
21  y  22.— El  engañador  engañado,  opereta,  y  un  baile 
asiático;  El  esquileo,  saínete,  y  el  baile  de  Las  mo- 
distas. 


APÉNDICES  695 


Febrero  23.— No  hubo  hasta  el 

24. — Natalia  y  Carolina  (Carmona  y  González),  Quien 
porfía  mucho,  opereta,  el  baile  Los  juegos  de  París. 

2b.— No  hubo. — 26  y  27 .  No  hubo  porque  la  compañía 
representó  en  la  Cruz. 
Marzo    1.°— Representó  la  compañía  en  el  teatro  de  la  Cruz 
hasta  el 
8. —  La  esclava  persiana,  opereta,  y  el  baile  de  Anita 
y  Lubín.  -9.  No  hubo  hasta  el 

10.— El  secreto,  opereta,  saínete  El  trueque  de  las  cria- 
das, baile,  Fígaro. 

IL— A^o  hubo  hasta  el 

12. — La  esclava  persiana,  opereta,  y  el  baile  Anita  y 
Lubín. -13  y  14.  No  hubo.— 15.  En  la  Cruz.-IQ.  No 
hubo  hasta  el 

17.  — La  esclava  persiana  y  el  baile  La  hija  mal  guar- 
dada.*- 18.  No  hubo  hasta  el 

19.— Quien  porfía  mucho,  opereta  y  el  Marcelino,  ope- 
reta, en  celebridad  del  día  del  Rey.— 20.  En  la 
Cruz.  21,  22  y  23.— A^o  hubo  hasta  el 

24  —La  travesura,  ójpera.  Cierran ^e  los  teatros. 


1808-1809. 

Comedias  representadas  en  ei.  de  la  Cruz 
DESDE  17  DE  Abril  de  1808. 

Abril  17.  — El  secreto  á  voces fCo¿(;ía  y  Carretero),  tonadilla, 
bolero  y  saínete. 
20. — \j3i  mujer  prudente  {ídem). 
23. — El  criado  de  dos  amos  {ídem),  tonadilla,  bolero  y 

sainóte. 
25.— Juez  sordo  y  tesíigo  ciego  (trfem),  tonadilla,,  fan- 
dango ¿/ sainóte. 
28.— Las  aventuras  de  Tekelí  (ídem),  tonadilla  //  bailo. 
Mayo    2,  3,  4,  5  y  6.— No  hubo  nada  por  el  motín. 

7.  — El  Duque  de  Pentievre  (Coleta  y  Carretero). 
10.  — Los  siete  Infantes  de  Lara  {ídem). 
13.— Todo  es  enredos  amor  y  diablos  son  las  mujoros 
(id.em.). 


696  ISIDORO   MAIQUBZ 


Mayo  16. --El  lindo  D.  Diego  {ídem). 

19.— Triunfos  de  honor  y  valor  en  la  corte  de  Ro- 
drigo {Ídem). 

20.— La  esclava  de  su  galán  {ídem). 

22  al  26  inclusiüe,  no  hubo  nada. 

27.— El  fanático  por  la  música,  ópera  en  dos  actos,  y 
bolero. 

29.  — La  mujer  prudente  (Coleta  y  Carretero),  y  el 
baile  de  Amfión. 

30.— La  esposa  amable,  en  un  acto,  tonadilla  //  el  baile 
del  Barbero  de  Sevilla. 
Julio  25.  — Dejar  lo  cierto  por  lo  dudoso. 

26.  — El  pretendiente  con  palabras  y  plumas. 

(Estos  dos  días  fué  por  la  proclamación  de  José  y 
dio  el  Ayuntamiento  10.000  reales  á  cada  com- 
pañía). 
Agosto  19,  20,  21  y  22.--Se  hizo  en  donatioo  para  el  ejército 
los  tres  primeros  días,  trabajando  de  balde  la 
compañía,  el  22  fué  para  una  función  para  la 
Virgen  y  se  puso  una  loa  nueva,  análoga  á  las 
circunstancias;  fandango,'  Aragón  restaurado  por 
el  valor  de  sus  hijos,  y  una  tonadilla.  Se  sacaron 
19.505  reales. 

25,  27,  28  y  29.— Se  hizo  por  la  proclamación  de  Fer- 
nando Vil,  la  función  siguiente:  Una  loa  nueva 
titulada  Triunfo  de  la  religión;  bolero;  La  toma  de 
Sepúlveda  (Coleta  y  Carretero),  y  una  tonadilla 
general.  Dio  el  Ayuntamiento  6.000  reales  á  cada 
compañía. 
Septiembre    4.— El  conde  de  Saldaña  (Coleta  y  Carretero). 

7  y  8.— La  mo/a  de  cántaro  (ídem). 

17  hasta  el  26.— Él  engaño  francés,  ó  Los  impulsos  del 
valor  de  España,  nueva,  en  un  acto  (ídem),  tona- 
dilla y  saínete  La  casa  de  tócame  Roque,  con  se- 
guidillas. 
Ortubre    1.°— Las  vísperas  sicilianas,  refundida  {ídem). 

11. — La  posaderita,  opereta.  El  regocijo  militar,  nueva, 
en  un  acto  (ídem),  y  saínete. 

14.— Sueños  hay  que  lecciones  son,  nueva  en  cinco 
actos  (ídem),  un  fin  de  fiesta,  nuevo  de  música  y 
verso,  El  juego  de  las  provmcias. 


APÉNDICES  697 


Octubre  20.  — Las  cárceles  de  Lamberg  {ídem),  y  El  juego  de  las 
provincias. 
23.— Cecilia  y  Dorsán  (Coleta  ¡j  Ortigas),  y  El  juego  de 

las  provincias. 
25.  — El  hechizado  por  fuerza,  de  figurón  (Coleta,  y  Ca- 

sanoüa). 
27. — El  engaño  francés,  en  un  acto,  tonadilla,  y  el  saí- 
nete de  Las  castañeras  picadas. 
29. — Escarmiento  á  los  traidores  ó  defensa  de  Valencia, 
nueoa,  en  cuatro  actos  (Coleta  y  Carretero),  tona- 
dilla general  Los  contrabandistas. 
Noüíembre  14.— La  Florentina,  en  un  acto,  tonadilla  El  sermón 
sin  fruto,  nueoa,  en  un  acto  y  sainete. 
2.3.  — La  mogigata  {Coleta  y  Ponce). 
2.T.— El  dómine  Lucas,  de  figurón  {ídem). 
2í^,— La  defensa  de  Gerona,  nueoa  (ídem),  tonadilla //tí- 
neral  nueoa.  El  30  se  cerraron  los  teatros  y  se 
•     enipesó  de  nueoo,  bajo  el  mando  de  los  franceses, 
el  7  de  Diciembre. 
Diciembre    7.  — La  moza  de  cántaro,  tonadilla,  bolero  y  sainete 
Entrada,  292  y  367  reales. 
9.— La  casuahdad  contra  el  cuidado,  245. 
12.  — El  convidado  de  piedra,  355. 
15.— El  fruto  de  un  mal  consejo,  414. 
16.— La  mujer  prudente,  176. 
19.  — P^l  criado  de  dos  amos,  462. 
22.-E1  pintor  fingid'»,  268.-24.  No  hubo. 
25.— Pedro  Vayaiarde,  segunda  parte.— 29.  i\o  hubo 
hasta  el 
]Sty.).- Panero  2.— El  castigo  de  la  miseria,  691.-6.  No  hubo  hasta  el 
10.  — Los  exteriores  engañosos,  248. 
12.- La  tía  y  la  sobrina,  490.  — 14.  No  hubo  h"sia  rl 
18.  — La  Fulgencia  (dama  la  ¡tamos),  679. 
23.— El  desdén  con  el  desdén.— 25.  No  hubo. 
26.— No  puede  ser.— 27.  No  hubo. 
28.— Divorcio  por  amor. 
30.— El  honor  da  entendimiento. 
Febrrro    3.— No  hubo. 

4.— La  mujer  de  (\,on  maridos,  bolero  Gon:}('ile:¡. 

h.—No  hubo. 

6.— La  mujer  de  dos  rparidos. 


í)08  ISIDORO    MAIQUEZ 


Febrero    7,  -Níxtalia  y  Carolina,  Felipe  y  Juanita.  {Por  lo  com- 
pañía del  Príncipe.) 
S.—No  hubo]  el  9,  la  del  7;  y  el  10,  no  hubo. 
11  y  12.— El  diablo  predicador. 

Cem  esta  compañía  y  en  el  teatro  dio  algunas  funcio- 
nes la  del  Príncipe. 
26  y  27.— El  fanático  por  la  música,  ópera  en  dos  ac- 
tos; el  26,  con  el  baile  La  hija  mal  guardada,  y  el 
27,  con  bolero  y  guaracha. — 28.  No  hubo. 
Marso    1.°  y  3.— La  esposa  amable,  en  un  acto,  y  el  baile  de 
Telé  maco. 
(Beneficio  de  Fernanda  y  Alcíco  Lebruniére). 
2  y  4.  —No  hubo. 

5.— El  tío  y  la  tía,  opereta,  //  el  baile  de  Don  Qui- 
'  xote. 

6,  10  y  13.  —  {Concierto    por    los    italianos    de    los 
Caños.) 
15.  — El  tío  y  la  tía,  y  el  baile^  nueao  Las   ninías   de 

Diana. 
19. — El  dómine  Lucas,  iluminación. 
20.— La  misma. 

Funciones  sueltas  que  dio  lu  conipañia  provisional 

en  los  teatros  del  Príncipe  y  de  la  Cruz  en  los  meses  de  Abril 

y  Mayo  de  7809. 

Abril  13.  — Viajes  de  José  II,  y  la  opereta  (^uién  porfía  {en  el 
Príncipe). 
14.— La  mogigata  {en  la  Cruz). 
15.— Jenwal  y  Fraustina  y  El  secreto  {Príncipe). 
16.— El  criado  de  dos  amos  y  El  Marcelino  (Cruz). 
17.— El  cuadro  y  Felipe  y  Juanita  {Príncipe). 
18.— La  casuíüidad  contra  el  cuidado  {Cruz). 
19.— El  confidente  casual  (Príncipe). 
20.  — La  esclava  de  su  galán  (Cruz). 
21.— El  donado  fingido  {Príncipe). 
22.— La  tía  y  la  sobrina  {Cruz). 
23. — El  donado  fingido  (Príncipe). 
24. — La  Fulgencia  (Cruz). 

25.— El  hijo  reconocido,  Felipe  y  Juanita  (Principe). 
26. -El  pin+or  fingido  (Cruz). 


APÉNDICES  699 


Abril  27. —El  confidente  casual  {Principé). 
28.— La  moza  de  cántaro  {Crus). 
29.— Jenwal  y  Faustina  {ídem). 
30.— La  casualidad  contra  el  cuidado  {ídem). 
Mayo    L*^— La  huérfana  de  Salzburgo  y  El  secreto  {ídem). 

2.— El  pintor  fingido  {ídem). 

3. — El  hijo  reconocido  {ídem). 

4. — No  puede  ser  {ídem). 

b.—La  del  3  y  Quien  porfía  {ídem). 

6. —  La  del  4  {ídem). 

7.  — El  donado  fingido  y  El  secreto  {ídem). 

S.—La  del  ^0  {ídem). 

9. — La  deis  y  Felipe  y  Juanita  {ídem). 
10.— El  pintor  fingido  {ídem). 
IL — El  confidente  casual  {ídem). 
12. — El  disfraz  venturoso,  monólogo  del  Cochero,  por 

José  Oros  {ídem). 
13. — El  ayo  de  su  hijo  {ídem). 
14.— La  del  12  {ídem). 
15.  — Los  viajes  de  José  II  (ídem). 
16.— El  prisionero  de  guerra  {ídem). 
17. — El  hijo  reconocido  {ídem). 
18. — Cecilia  y  Dorsán  {ídem). 
19. — La  del  15  {ídem). 
20.— La  del  18  {ídem). 
21.— La  del  17  (ídem). 
22.— La  del  16  {ídem). 
23.-La  del  Ib  {ídem). 

24. — No  puede  ser  (ídem).    Cesan  estaís  representa- 
f'iones. 


1809-1810. 
Comedias  kjkcutadas  en  el  coliseo  del  Príncipe 

DESDE  EL  26  DE  MaYO  DE  1809   QUE   EMPEZÓ  Á  TRAÍJA.IAll    LA  COMPAÑÍA 
FORMADA  POR   EL    GoHIERNO 

Mayo  26  y  27.— El  Orestes,  tragedia  en  fin^^o  arlos  (Mai- 
QLT.z;  González,  Ponne,  Prado  y  María  Garría)  // 
La  Opera  cómica  (Lledot,  Muñoz  tj  Criíftifiní), 


700  ISIDORO   MAIQUBZ 


Mayo  28  y  29.  — El  hipócrita  (Ramos  y  Gonsález),  tonadilla 
La  prueba  de  cómicos,  saínete  El  avaro  arrepenti- 
do (Virgy  Querol). 

30,  31  y  1.*'  de  Junio.— Ahve  el  ojo,  en  tres  actos  (Ma- 
ría García  y  Ponce),  tonadilla  La  alcarrana,  saí- 
nete La  discreta  y  la  boba  ( Virg  y  Oros^. 
Junio    2.—  Lo  mismo  que  el  28  del  pasado. 

4. — El  abate  L'Epée,  en  cinco  actos  (Prado  y  Gonzá- 
lez), tonadilla  El  país  de  las  monas,  saínete  Casa- 
da, viuda  y  soltera  (Torre  y  Oros). 
5. — Los  templarios,  tragedia  (Maiquez,  González, 
Ponce  y  Prado),  La  opereta  Quien  porfía  mucho 
alcanza. 
6. — No  hubo  sino  en  los  Caños,  Los  gitanos  en  la  feria, 

ópera. 
>^.—La  del  b.—ElSno  hubo  sino  en  los  Caños,  Las  bo- 
das de  Laureta,  ópera. 
9. -La  del  4. 

10. — Ópera  en  los  Caños,  La  molinera. 

M.—Ladel7. 

12.— Abre  el  ojo,  tonadilla  del  Presidiario,  f^aineie  (a 
sada,  viuda  y  soltera. 

13. — No  hubo.  En  los  Caños  Las  bodas  de  Laureta. 

14.  — El  barón,  en  dos  actos  (Magueda,  Ponce  y  Gonzá- 
lez), la  opereta  El  secreto. 

15.— Se  representó  en  los  Caños  La  molinera  y  Los 
amantes  del  dote,  óperas. 

16.— La  del  14. 

17. — Ópera  en  los  Caños,  Los  Horacios. 

18  y  19.— El  Filinto,  en  cinco  actos  (Prado,  Maiquez  y 
González),  la  opereta  Miguel  Ángel  (Michelet  y 
Lledot,  Muñoz  y  Cristianí). 

20.— La  del  9. 

21  y  23.— El  desdén  con  el  desdén  (María  García  ij 
Ponce),  tonadilla  El  médico  chas(|ueado,  saine! r 
Maridos  desengañados  (Virg  y  Querol). 

2.5,  26  y  27.— El  opresor  de  su  familia,  en  cuatro  ac- 
tos (Maqueda ,  González  y  Prado),  fin  de  fies- 
ía'Las  gallegas  celosas  (Querol,  Oros,  Torre  y 
Virg). 

28  y  29. — Los  tres  maridos  (Maqueda  y  González),  to- 


APÉNDICES  lÚi 


nadilla  Los  payos  astutos,  saínete  El  sutil  trampo- 
so (Oros  y  Torre). 
Julio     I  °— No  hubo. 

2.— El  barón  y  la  opereta  El  secreto. 
3,  5  y  7.— Castillos  en  el  aire,  en  dos  actos  (Maiquez  // 
Prado),  la  opereta  El  colérico  (Rosario,  dama).— 
El  4,QyS  no  hubo. 
9  y  10. — El  sombrero  que  habla  (María  García  y  Pon- 
ce),  tonadilla  El  indolente  poltrón,  saínete  El 
maestro  de  müsica(Vi>9  ?/  Querol).—Elll}io  hubo. 

12.— La  del  28  del  pasado  y  los  mís7nos  intermedios. 
— El  13  jio  hubo. 

14.— La  tragedia  del  Cid  (Prado,  Maiqüez,  Ponre  // 
González),  la  opereta  El  colérico  (Rosario). 

{^El  15  se  representó  en  los  Caños  la  ópera  bufa  en  dos 
actos  Las  cantoras  aldeanas,  música  de  Eioraran- 
ti  y  bolero). 

16  y  17. — La  misma  del  14.— El  18  no  hubo. 

19  y  21.— El  amor  y  la  intriga,  en  cinco  actos  (Gonzá- 
lez, Prado  y  García),  tonadilla  El  poeta,  saínete 
El  medico  poeta  (Oros  y  Torre).— El  20  y  22  no 
hubo. 

23,  24  y  26.  — La  esposa  delincuente,  en  tres  actos  (Pon- 
'  e  y  Prado),  tonadilla  El  marido  impertinente, 
saínete,  La  viuda  burlada  (Querol,  Torre  y  Virgj. 
Los  días  25  y  27  no  hubo. 

28.— El  sueño,  en  un  arto  (Prado  y  Maiquez).— El  en- 
gañador engañado,  opereta  (Carlota,  dama).  El 
29  no  hubo,  ■ 

SO.— La  opereta  de  ayer  y  el  saínete  del  Sutil  tramposo. 

31.— La  del  28  de  Mayo,  excepto  la  tonadilla  que  fué 
El  choricero.— /s7  l."c/e  Agosto  en  los  Caños,  ópe- 
ra La  molinera, 
Agtjsto  2  y  4.  — F^or  la  pu<;nt«'  Juana  (González  y  María  Gar- 
cía) tonadilla  El  buen  letrado,  saínete  La  dicha 
viene  cuando  no  se  aguarda  (Virg  y  Querol. )^El 
3  y  e¿  5  no  hubo. 
6  y  7.— Abre  el  ojo,  tonadilla  del  Presidiario,  saínete 

Casada,  viuda  y  soltera.- L7  8  y  el  10  no  hubo. 
9  y  11.  — La  dama  duende  (García  y  Ponce),  opereta 
(¿uien  porfía  mucho.  El  12  no  hubo. 


[02  ISIDORO   MAIQÜB2 


Agosto  13  y  14.  — El  distraído,  en  dos  actos  (Magueda,  Rosario, 
Torre,  Maiquez,  Pérez  y  Oros),  El  engañador,  ope- 
reta. 
15.— El  desdén  con  el  desdén  (Ponce  y  García),  la  ope- 
reta El  colérico.  Fue'  de  balde. 

16  y  18.— El  opresor  de  su  familia  {Prado,  García  y 

González),  toyiadílla  El  tío  y  los  sobrinos,  saínete 
El  médico  poeta.— ¿"í  17  y  19  no  hubo. 

2U  y  21.— El  sueño,  en  un  arto  y  El  engañador,  opereta. 
—E122  no  hubo. 

23  y  25.— No  puede  ser  guardar  una  mujer  (Ponee  y 
María  García),  tonadilla  El  compositor,  saínete 
La  discreta  y  la  boba.— ^¿  24  y  26  no  hubo. 

27  y  28.— El  hipócrita  (Ramos  y  González),  tonadilla 
La  elección  de  novio,  saínete  Los  locos  (Vírg  y 
Oros).  El  29  no  hubo. 

30.— La  Fulgencia  (García  y  González),  tonadilla  Los 
médicos  fingidos,  saínete  El  burlador  burlado  ( Vírg 
y  Querol). 
Septiembre    l.'^—La  anterior.— El  31  de  Agosto  y  el  2  no  hubo. 

3,  4  y  6.  -  La  suegra  y  la  nuera  (García  y  Ponce),  to- 
nadilla El  inglés  y  la  gaditana,  sainóte  Los  locos 
(Yirg  y  Oros).— El  b  y  el  7  no  hubo. 
8,  10  y  11.— El  amor  al  uso  (Prado  y  González),  tona- 
dilla La  venida  del  saldado,  saínete  La  merienda 
á  escote  (Vírg  y  Oros.)  El  ^^  y  el  12  no  hubo. 

13.  — El  Filinto  (Prado,  Maiquez  y  González),  El  coléri- 
co, opereta.  El  14  /lo  hubo. 

15.— El  engañador  engañado,  opereta,  saínete  El  ava- 
ro arrepentido.— ¿"í  16  no  hubo. 

17  y  18. — El  filósofo  enamorado,  de  figurón  (García  y 

Ponce),  tonadilla  El  ciego  fingido,  saínete  El  café 
( Vírg  y  Oros). — El  19  e/i  los  Caños  ópera  bufa  El 
matrimonio  secreto  y  bolero. 

2ü.— Casa  con  dos  puertas  (García  y  González),  tona- 
dilla Los  celos,  saínete  El  maestro  de  música  (Vi>9 
y  Querol).— El  21  no  hubo. 

22  y  24.— La  misma.— El  23  no  hubo. 

25.— Abre  el  ojo,  tonadilla  El  celoso  sin  motivo,  saí- 
nete La  discreta  y  la  hoha.— El  26  no  hubo. 

27.— FM  amor  ¿il  uso,  tonadilla  La  venida  del  soldado, 


At>ÉNÍ)ICES  W¿ 


saínete  El  disfraz  venturoso  (Virg  y  Oros).— El  28 
710  hubo. 
Septiembre  29.  — La  industria  y  la  suerte  (García  y  Poiice),  La  oda, 
opereta  (la  Lledot).  El  30  no  hubo. 
Octubre    1.°  y  2. — La  misma.— El  3  no  hubo. 

4.— La  dama  duende  (García  y  P once),  tonadilla  El 
poeta,  sai/itííe  El  disfraz  venturoso.— £"/ 5,  tii  el  Q 
ni  el  7  tío  hubo. 
8  y  9.— El  reconciliador  (Maqueda  y  Maiquez;,  tona- 
dilla La  nuera  en  la  fonda,  saínete  El  alcalde  ton- 
to y  discreto  (Querol,  Oros  y  Virg). 

(El  10  en  los  Caños,  La  molinera^'. 

IL-  El  sueño,  en  un  acto,  El  colérico,  opereta. 

(El  12  eti  los  Caños,  Filandro  y  el  baile  asiático  Los 
celos  en  el  Serrallo). 

13.-1,0  mismo  que  el  11.— El  14  fio  hubo. 

15  y  16.— La  violencia  del  oído  (Prado  y  Ponce),  tona- 
dilla El  pretendiente  de  amor,  saínete  El  sainete 
interrumpido  (Querol,  Virg  y  Oros). 

(El  11  en  los  Caños,  Príncipe  de  Taranto). 

18  y  20.— Jenwal  y  Faustina  (Maqueda  y  González), 
tonadilla  El  amante  rendido,  sainete  Los  genios 
encontrados  (Oros  y  Torre).— El  19  y  21  no  [hubo. 

22,  23  y  25. — Las  esclavas  amazonas  (González  y  Pra- 
do), El  secreto,  opereta.  El  24  no  hubo. 

27  y  29.— No  puede  ser,  etc.  (María  García  y  Ponce), 
tonadilla  El  compositor,  sainete  Los  genios  en- 
contrados (Torre  y  Oros).  El  26  y  28  no  hubo. 

3<)y  1."  de  Noüíembre.  —  ha  banda  y  la  flor  (García  y 
Ponce), tonadilla  La  tragedia,  sainete  El  pleito  del 
pastor  (Virg  y  Querol). 

EL  31  de  Octubre  no  hubo. 
Vooiembre    3,  5  y  6.  — El  filósofo  casado  (Prado  y  González),  tona- 
dilla El  paje  y  las  criadas,  sainete  El  maniático 
(Querol  y  Virg).— El  2  y  el  A  no  hubo. 

7.— (Desde  hoy  todos  los  días.)  La  dama  duende,  Gar- 
cía y  Ponce),  tonadilla  la  de  ayer,  saínete  El  áai- 
nete  interrumpido. 
8.  -Para  averiguar  verdades  (García  y  Ponce),  tona- 
dilla El  pretendiente  de  amor,  sainete  El  disfraís 
venturoso. 


'?04  ÍStDORO  MaiqübZ 


Noüiembre    9. — ídem. 

10,  11  y  12. — La  corrección  maternal  (iíamos  y  Gon- 
z^ález),  saínete  Alcalde  tonto  y  discreto  (Virg  y 
Querol)y  El  criado  fingido,  opereta. 

13  y  14.— La  moza  de  cántaro  {Prado  y  González),  to- 
nadilla El  trípili,  saínete  El  sastre  y  su  hijo  (Vírg, 
Oros  y  Querol). 

15.— Para  averiguar  verdades  y  la  opereta  El  criado 
fingido. 

16  y  17,  — Las  costumbres  de  hoy  día  (García,  Maiquez 
y  González),  Quien  porfía  mucho,  opereta. 

18  y  19.— Casarse  por  vengarse  (García  y  Ponce),  to- 
nadilla La  tragedia,  saínete  El  peluquero  (\irg 
y  Querol). 

20.— El  reconciliador  (Maqueda  y  Maiquez),  tonadilla 
El  abogado,  saínete  El  sutil  tramposo. 

21.— La  del  día  8;  tonadilla  de  ayer  y  saínete  El  dis- 
fraz venturoso. 

22.— Casarse  por  vengarse,  tonadilla  El  compositor. 
saínete  Alcalde  tonto  y  discreto. 

23.— El  amor  al  uso,  tonadilla  Uno  paga  y  otro  se  lleva 
•  la  alhaja,  saínete  el  de  ayer. 

24. — Jenwal  y  Faustina,  tonadilla  la  de  ayer,  saínete 
La  duda  satisfecha . 

25  y  26  —La  (  orrección.  El  secreto  y  el  saínete  de 
ayer. 

27.— La  moza  de  cántaro,  tonadilla  El  novio  sin  novia, 
saínete  el  de  ayer. 

28.— Casa  con  dos  puertas,  tonadilla  la  de  ayer,  saí- 
nete El  café. 

29.— Las  costumbres  del  día,  tonadilla  El  indolente 
poltrón,  saínete  El  café. 

30.— La.handa  y  la  flor,  tonadilla  la  de  ayer,  saínete 
El  médico  poeta. 
Diciembre     l."^— (Desde  este  día  se  bajaron  los  precios).  La  mu- 
jer de  dos  maridQs  (Prado  y  Ponce),  tonadilla   El 
médico  chasqueado,  saínete  El  no  (Virg y  Oros). 
5,  6  y  7.— La  villana  de  la  Sagra  (García  y  Ponce),  to- 
nadilla La  fingida  ausencia,  .saínete  VA  queso  de 
Casilda  (  Virg  y  Oros). 
8.  — Las  tres  sultanas  (Prado  y  Gonzále:).   tonadílln 


ApbndicbS  toS 


La  necia  confianza,  saínete  Las  socaliñas  de  Ma- 
drid (Oros,  Cristiaiii  y  Virg). 
Diciembre  íl  y  siguientes.—  La  Raquel,  tragedia  en  tres   acto.s 
(García,  Maiquez,  González,  Ponce  y  Caprara), 
La  gitanilla,  opereta  (Crístíani  y  Rosario). 

18. —Antes  que  te  cases  (García  y  González),  tonadi- 
lla Los  esposos  perdidos,  saínete  Lo  que  puede  el 
hambre  (Virg,  Crístíani  y  Oros). 

20  y  siguientes.  — La.  melindrosa  (Prado  y  Ponce), 
tonadilla  El  buñuelero,  saínete  El  payo  de  la 
carta. 

22  .--La  corrección  maternal,  La  gitanilla  por  amor  y  el 
saínete  La  duda  satisfecha.  El  24  no  hubo  por  el 
ensayo  del  Federico. 

25  y  siguientes.  — Federico  II  (María  García,  Maquez, 
Ponce  y  González),  tonadilla  El  triunfo  de  las  mu- 
jeres, saínete  La  comedia  de  Maravillas. 
ISÍO.-Enero  3.— El  mudo  de  Arpenas  (Prado  y  González),  tonadi- 
lla nueoa  en  la  que  sale  Francisco  Ramos  saínete 
El  payo  y  el  centinela. 
7. —El  convidado  de  piedra  (Prado  y  Ponce),  y  El  cria- 
do fingido,  opereta. 

12  y  siguientes.-  La  huérfana  ó  lo  que  son  los  pa- 
rientes, nueva,  en  tres  actos  (García,  Maiqukz, 
González  y  Ponce),  La  Oda,  opereta. 

\S  y  siguientes.— Las  minas  de  Polonia  (Prado,  Gar- 
cía, Ponce  y  González),  saínete  Las  lavanderas 
del  Manzanares,  tonadilla  El  buen  letrado. 

23.  — El  hombre  de  tres  caras  (García  y  González),  to- 
nadilla La  equivocación,  saínete  I^a  maja  majada 
( Virg  y  Oros). 

26.— La  Cecilia,  primera  parte,  en  dos  actos  (Prado  y 
González),  tonadilla  El  hortera  generoso,  saínete 
D.  Patricio  Luc¿is. 

29.-1^  tía  y  la  sobrina  (Prado  y  Portee),  tonadilla  E| 
ciego  fingido,  saínete  La  duda  satisfecha. 
Febrero  1  ."—La  mogigata  (Garda  y  Ponce),  y  La  gitanilla  por 
amor. 
6.  —El  aguador  de  París  (Prado  y  González),  tonadi- 
lla La  cuenta  sin  la  huéspeda,  saínete  La  relorma 
del  honor. 

45 


706  ÍSIDOÍIO    MAIQÜEÍÍ 


Febrero    9.  — Los  amantes  de  Teruel  (Ponce  y  Garría),  y  to- 
nadilla. 
■    12.  — El  Duque  de  Osuna  (Garría  y  Gon.sáles),  y  la 
opereta  El  preso. 

19.  — El  reconciliador  (Maqueda  ?/  Maiquez),  tonadilla 
Los  porfiados,  saínete  D.  Patricio  Lucas. 

¿1. — El  amor  al  uso,  tonadilla  la  de  ayer,  saínete  Las 
dos  llaves. 

•22.— Marta,  de  magia  (Prado  y  González),  tonadilla 
Los  compositores,  saínete  Las  majas  forasteras. 
Marzo    1  .—No  hubo. 

8. — El  café,  en  dos  actos,  y  Quien  porfía  mucho  al- 
canza, opereta  (Rosario,  Maiquez  y  Ponce). 

13. — Las  cárceles  de  Lamberg  (Ramos  y  Ponce),  tona- 
dilla La  aldeana  maliciosa,  saínete  La  audiencia 
encantada. 

17.— El  ricohombre  de  Alcalá  (García  y  Maiquezj,  to- 
nadilla, La  nueva  en  la  fonda,  saínete  La  tragedia 
del  buñuelo. 

19.— Una  loa  nueva,  La  clemencia  de  Tito,  en  tres 
actos,  por  los  tres  galanes  y  las  dos  damas  (besa- 
manos); El  criado  fingido,  .  opereta  (Rosario  // 
Muñoz). 

26. — Reinar  después  de  morir  (García  y  Ponce),  El 
engañador  engañado,  opereta. 

31.  — El  vano  humillado  (Prado,  Maiquez  y  Ponre),  El 
Califa,  opereta  (Lledot  y  Muñoz). 
Abril     7.— El  ricohombre  de  Alcalá  y  la  opereta  El  secreto. 

9.  — Los  dos  ayos  (Virg  y  Maiquez),  Felipe  y  Juanita. 

12.— Los  amantes  de  Teruel,  tonadilla?/  saínete,  opí^- 
reta  Los  genios  encontrados, 

14  y  15.  — Las  cárceles  de  Lamberg  //  (v>uien  porrí.i 
mucho. 

22.  — El  parecido  en  la  corte  (García  y  Maiquez),  tona- 
dilla nueoa  El  maestro  y  las  discípulas  (salieron 
las  chicas  de  la  Carlota),  saínete  La  tragedia  del 
buñuelo. 

26.  — El  convidado  de  piedra,  tonadilla  El  abogado  y 
litigantes,  saínete  La  plazuela  de  Antón  Martín  u 
la  buñolería. 

27. — El  Fénix  de  los  criados  (Prado  y  Ponce),  tonadi- 


APéNDÍCfiS  10l 


lia  El   indolente  poltrón,  saínete  El  chasco  del 
montón. 
áOHI  30.— El  sueño,  La  gitanilla,  opereta,  saifiete  El  marido 

sofocado. 
Mayo     2.— El  casamentero  (Prado  i/  Ma\qvf.7.),  tonadilla  // 
el  saínete  El  muerto  vivo. 
3. — La  del  30  del  pasado. 
4.— El  casamentero  y  La  gitanilla. 
ó. — La  juventud  de  Enrique  V  (Prado  y  Maiqukz),  to- 
nadilla El  feliz  desengaño,  saínete  El  no. 
9.— La  villana  de  la  Sagra  (García  y  Ponee),  tonadi- 
lla El  compositor,  saínete  El  labrador  y  el  usía. 

11.  — La  tía  y  la  sobrina  (Prado  y  Ponee),  El  secreto, 
opereta. 

12.— Juan  Labrador  (García,  Maiquez  y  Ponee),  tona- 
dilla El  presidiario,  saínete  Los  usías  contrahe- 
chos. 

15.— El  precipitado  (PracZo  y  González),  El  criado  fin- 
gido, opereta. 

18.— La  huerfanita  (los  tres  galanes  y  la  García),  y  El 
colérico,  opereta. 

19.— A  secreto  agravio,  secreta  venganza  (Prado  y 
González). 

22.— Juan  Labrador,  tonadilla  El  presidiario,  saínete 
Los  usías  contrahechos. 

23.— El  donado  fingido  (Maqueda  y  González.),  y  Quien 
porfía. 

26. — El  virrey  de  Ñapóles  {García  y  González),  tona- 
dilla La  curiosidad  de  las  mujeres,  saínete  Traga- 
balas. 

28. — La  huerfanita,  tonadilla  El  pretendiente  de  amor, 
saínete  Casada,  viuda  y  soltera. 

30.— Reinar  después  de  morir  (García  y  Ponee),  tona- 
dilla El  pretendiente  cómico  (salió  Casanooa), 
saínete  el  del  28. 


708  ISIDORO    MAIQÜEZ 


1809-1810. 

Comedias  representadas  por  la  compañía  de  la  Cruz 

BAJO  LA  dirección  DE  MaNUELA 'CaRMONA  DESDE  El.  1."  DE  NoVIEMURl' 

Xomembre  1.°  -Si  una  vez  llega  á  querer,  non  tonadüla   ij  saine- 
te. — A  las  cuatro. 
6.— Cecilia  y  Dorsan." 

8.  — El  negro  sensible  y  Todos  embrollados. 
lO.—Palmis  y  Oronte. 

16.— El  desdén  con  el  desdén  (Infantes  el  galán). 
20.— Los  exteriores  engañosos  {barba,  Paz). 
22.— El  mejor  alcalde  el  rey  (tonadilla  la  Casrante). 
24. — La  lindona  de  Galicia. 
28. — Los  milagros  del  desprecio,  refundida. 
30.— Casarse  por  vengarse. 
Diciembre    3.  — El  vergonzoso  en  palacio. 
6.  — La  misantropía. 
11'.  — La  judía  de  Toledo. 

15.  — La  Florentina  y  El  maestro  de  la  niña. 

16.  — Si  una  vez  llega  á  querer. 
18.— Cecilia  y  Dorsán. 

19. — El  negro  sensible  y  El  maestro  de  la  niña. 
21. — El  paje  hablador  y  El  maestro  de  la  niña. 
22.  — La  Fulgencia. 

23. — El  anillo  de  Giges,  pri})iera  parte,  con  decoracio- 
nes nuevas. 
\^\0.-Enero    3.— El  perro  del  hortelano. 

9. — Aviso  á  las  solteras  ó   la  Inés,  nuer^a,  en  cinco 
actos. 
12.— Andrómaca. 

17.  — La  Isabela,  ópera. 
20.— Blanca  y  Moncaíjín. 

25. — Dar  la  vida  por  su  dama. 

26. — Palmis  y  Oronte. 

29.  — La  niña  de  plata. 
Febrero     1."— Sinfonía  de  la  caza;  dos  aviáis,  por  Gregorio  Al- 
oerá  y  Gregorio  Reina,  otras  dos  por  Eusebio  Fer- 
nández y  María  López,  dúo,  fandango  y  íin  de 
ílesta. 


APÉNDICES  709 


Febrero     3.— La  reconciliación /y  bolero. 
6. — Dar  la  vida  por  su  dama. 

9.  — Dido  abandonada,  bolero,  saínete  Músicos  y  dan- 
zantes. 
14. — Lo  cierto  por  lo  dudoso,  la  tonadilla  un  aficio-r 

nado. 
20.— La  mujer  celosa,  fandango. 

23.— El  anillo  de  Giges,  segunda  parte,  con  decoracio- 
nes nuevas,  bolero  á  tres,  sainete  nuevo  El  pleito 
del  borrico. 
2b.— La  misma  con  el  sainete  Lagarto  y  Canene. 
Marzo    6.— La  misma.  — Carnaval.— El  7  no  hubo. 
8.  — La  del  25  de  Febrero,  bolero. 
10.  — Los  locos  de  Valencia,  fandango. 

14.  — Abelardo  y  Eloisa,  nueva,  en  cinco  actos,  bolero. 
19.— La  moscovita  sensible.    Iluminación,  santo  del 

Rey  José. 
24.— Las  armas  de  la  hermosura. 
28.— El  Job  de  las  mujeres. 
Abril    2.  — El  juicio  de  Salomón. 

7. — El  diluvio  universal,  bolero,  sainete  El  duende  fin- 

g'iáo.— Desde  el  16  no  hay  hasta  el 
22.  — La  hija  del  aire,  primera  parte. 
.Mayo    1.°— Cuantas  veo  tantas  (juiero,  bolero. 

3.— El  maestro  de  la  niña,  fandango,  El  avariento*  bur- 
lado. 
4.  — Las  vivanderas  ilustres. 
8.— P>1  avaro,  fandango. 
10. — Misantropía  y  arrepentimiento. 
11.— Obras  son  amores,  minué  afandangado. 

15.  — Aviso  á  las  solteras. 
17.  — El  mejor  alcalde  el  rey. 
18.— Cecilia  y  Dorsán. 

19.— Los  amigos  del  día. 
22.— Isabel  I  de  Rusia. 

26.  — í^a  esclava  del  Negrofurnto,   baile  inglós  //  bolero. 
Sigue  hasta  el  1."  de  Junio. 


710  ISIDORO   MAIQUBZ 


1810-1811. 

Comedias  ejecutadas  en  el  coliseo  del  Príncipe 
DESDE  el  1."  de  Junio  de  1810  Á  igual  día  del  siguiente 

Junio    1."— La  novicia  ó  víctima  del  claustro  (García,  Mai- 
yuEz  y  Portee),  saínete  La  casa  de  tócame  Roque. 
—  A  las  ocho. 
6  y  8.— La  mogigata  {García  y  Ponce),  y  El  celoso  sin 

motivo,  saínete. 
10  y  11. — La  novicia  y  el  saínete  La  casa  de  Tócame 

Roque. 
13,  15  y  17.— Blanca  y  Moncasín,  tragedia,  (Gar-da, 

Virg,  Maiquez,  Ponce)  y  el  saínete  Don  Chicho. 
18,  20  y  21.— El  celoso  confundido,  en  dos  actos,  (Gar- 
cía y  Maiquez),  y  la  opereta  El  tío  y  la  tía. 
22.— La  dama  labradora  y  la  opereta  El  tío  y  la  tía. 
25.-  El  parecido  en  la  corte  (Maiquez  y  la  García),  con 

fin  de  ñesta. 
27.— El  vano  humillado  (Maiquez)  y  fin  de  fiesta  El  re- 
negado. 
29  y  el  1.°  y  2  de  Julio.— ha.  dama  labradora  y  El  Ca- 
lifa. 
Julio    4.  — La  novia  impaciente,  en  un  acto  (Rosario  García, 
Torre  y  Maiquez),  y  La  gitanilla,  opereta  (Ro- 
sario). 
6,— El  ricohombre  de  Alcalá  (María  García  y  Mai- 

quez),  y  la  opereta  del  14. 
8.— Capítulo  segundo,  opereta,  y  el  saínete  La  come- 
dia de  Maravillas. 
9  y  11.— Castillos  en  el  aire  (María  García  y  Maiquez), 

y  la  opereta  de  ayer. 
13.— Juan  labrador  (María  García,  Virg,  Lledot,  Mai- 
quez y  Ponce),  y  saínete  El  renegado. 
15.  — La  clemencia  de  Tito  (los  tres  galanes  y  María 

•    García),  y  el  saínete  La  comedia  de  Maravillas. 
16.— Juan  labrador  ^Maiquez),  y  el  saínete  de  ayer. 
18.  — Los  amantes  engañados  y  desengañados  (Ponre), 
un  acto,  y  la  opereta  El  capítulo  segundo. 


APÉNDICES  711 


Jallo  20,  22  y  23.  — La  novia  impaciente  (Maiquez),  y  la  ope- 
reta La  casa  en  venta. 

25. — La  dama  labradora  (Ponce)  y  El  médico  turco, 
opereta. 

27. — La  Celmira,  tragedia  (los  tres  galanes  y  María 
García),  saínete  El  cambio  de  la  burra. 
Agosto    L°— La  juventud  de  Enrique  V  (Maiquez),   í/ El  mé- 
dico turco. 
2.— La  corrección  maternal  (González)  y  El  médico 

turco  (García). 
3.— Las    esposas    vengadas,  y  la  opereta  El  mari- 

nerito. 
6.  —  El  Filinto  (Josefa  Ramos  y  Maiquez),  y  El  se- 
creto. 
8.— El  amo  criado  (María  García,  Maiquez,    Virg  y 
Oros),  y  el  monólogo  del  Preso. 

10.  — L  a  suegra  y  la  nuera  (Ponce),  y  El  médico 
turco. 

12.— El  distraído  (Maiquez),  y  la  opereta  El  mari- 
nerito. 

13.  — La  villana  de  la  Sagra  (Ponce),  y  fin  de  fiesta. 

14. — El  distraído  y  El  tio  y  la  tía,  opereta. 

1.5.— El  celoso  confundido  (García  y  Maiquez)  y  El  Ca- 
lifa (Rosario,  Lledot,  Cabo,  Virg,  Maiquez,  Oros 
y  Camas). 

16. — Casa  con  dos  puertas  (García  y  González),  yjín. 
de  fiesta. ' 

17.  — García  del  Castañar  (María  García,  Virg,  Lle- 
dot, Maiquez,  Ponce,  González  y  Oros),  y  fin  de 
/testa. 

20.— Los  rechazos  (Ponce),  y  la  opereta  El  criado  íin- 
gido. 

22.— El  amo  criado  (Maiquez),  y  Los  dos  presos,  ope- 
reta (Rosario,  Muñoz  y  Criztiani). 

24.--Las  costumbres  del  día  (María  García,  Maqaeda. 
Maiquez  y  González),  y  la  opereta  El  colérico. 

26.— García  del  Castañar  y  El  colérico. 

27.  — Los  exteriores  engañosos  y  Capítulo  segundo. 

29  —  FlI  picarillo  en  España  (Garda  y  González)  //,  saí- 
nete. 
31.— García  del  Castañar  y  El  medico  turco. 


712  ISIDORO   MAIQUBZ 


Septiembre     2.— El  socorro  de  los  mantos  (María  Garda,  Ramos, 
Maiquez  y  Oros),  y  Quien  porfía  mucho. 

4. — La  quinta  de  Scorondon  (Rosario  García,  Lledot, 

Virg,  Maqueda,  Muñoz,  Cristiani  y  Camas). 
9.— No  hay  peor  sordo  (Aüecilla). 

12. — Comedia  en  tres  actos  El  donado  fingido  y  La. 
opereta  Felipe  y  Juanita. 

14. — El  mejor  alcalde  el  rey,  en  cinco  actos  (García 
Torre,  Cabo,  Maiquez,  Ponce,  González,  Capra- 
ra  y  Oros),  con  decoración  nueva,  y  el  saínete  La 
Academia  de  música. 

18.— Lo  cierto  por  lo  dudoso. 

20. — El  parecido  en  la  corte  (García,  Ramos,  Torre, 
Maiquez,  Ortigas,  Caprara,  Oros,  Aüecilla)  y  la 
opereta  Los  dos  preses. 

22.  — La  esposa  delincuente  (Ramos,  Torre,  Maqueda, 
Maiquez,  Caprara). 

24.— El  mejor  alcalde  el  rey. 

25. — El  ricohombre  de  Alcalá  (García,  Torre,  Mai- 
quez, Ortigas,  Caprara,  Oros,  Cristiani,  Aüe- 
cilla). 

26.— El  sabio  en  su  retiro  (García,  Maqueda,  Virg, 
Maiquez,  Ponce). 

27.  — Los  rechazos  y  la  opereta  El  colérico. 

28,— El  cuadro,  drama  en  un  acto  (Maiquez  y  las  se- 
ñoras Baus,  Michelet  y  Vargas). 

29.— El  vano  humillado  (Garda,  Rosario  Garda,  Mai- 
quez, Ponce). 

«Nota. — Desde  niañaníi,  1.°  de  Octubre,  se  dará  principio  á  las 
representaciones  á  las  siete  de  la  noche,  suprimiendo  el  oh^ecerlas 
en  el  teatro,  mediante  á  que  se  anuncian  diariamente  en  los  pape- 
les públicos.  A  la  puerta  de  los  teatros  se  pondrán  dos  faroles  para 
la  salida.» 

Octubre  1.°— El  café  (Rosario  García,  Virg,  Maiquez,  Ponce). 
— El  mismo  día  La  novia  impaciente  (Rosario, 
Garda,  Virg,  Maiquez). 

.3.  — La  presumida  y  la  hermosa  (García,  Ramos,  Ma- 
queda, Virg,  Maiquez,  Ponce,  Ortigas,  Oros,  el 
fín  de  fiesta  Duelo  y  baile  á  un  tiempo. 

h.  —  \j\  quinta  de  Scorondon  (Rosario  Garda  primer 


APÉNDICES  713 


papel,  Lledot,    Virg,  Maqueda,  Cabo,  Oros,  Ma- 
ños, Cristiani,  Mas,  Camas,  Oros). 
Octubre     6.— Los  rechazos  í/ Felipe  y  Juanita. 
7.— Esclava  de  su  galán. 

9.  — La  huerfanita  ó  lo  que  son  los  parientes  (García, 

Maqueda,   Rosario  García  y  Virg,  Maiquez,  Pon- 
.  ce,  Gomales,  Avecilla,  Oros,  Cristiani). 
IL — Comedia  en  cinco  actos.  El  Cid  Campeador; /lará 
el  papel  de  Cid,  Vicente  Garda,  actor  retirado 
(García,  Torre,  Maiquez,  Ponce,  González). 
15.— Vida  y  muerte  del  Cid  y  noble  Martín  Peláez.  A 
petición  del  público  se  puso  en  la  formr  antigua. 
(García,  Torre,  Maqueda,    Cabo,  Vargas,  Mai- 
quez, Ponce,  González,  Vicente  García,  Caprara, 
Ortigas,  Oros,  Aüecilla). 
20.  — El  mentiroso  en  la  corte  (García,  Ranios,  Torre, 

Cabo). 
22.--L0  cierto  por  lo  dudoso. 

2^.— ópera  nueva  en  tres  actos  El  Gulistán  ó  el  Hulla 
de  Smarcanda  (Concepción,  Lledot,  Muñoz,  Cris- 
tiani, Justo  Mas,  Fernández). 
27.  — El  barón  (Virg,  Torre,  Maqueda,  Ponce,  Ortigas, 

Suárez,  Avecilla). 
29.  — Los  gemelos,  nueva,  (García,  Virg,  Torre,  Ma\- 
QUKZ,  Ponce),  y  la  opereta  I^a  esclava  persiana. 
Xooiembre     L°— Abre  el  ojo. 

.S.  — El  casamentero  (Maiquez),  Eli  médico  turco  í/  Las 

socaliñas  de  Madrid. 
4.  — García  del  Castañar  (G« reta,    Virg,  Lledot,  Mai- 
quez, Ponce,  González  y  Caprara).  El  título  que 
da  á  la  obra  es  IVo  he  de  permitir  ni  agravio  del 
Rey  abaxo  á  ninguno. 
.5.— Los  gemelos  (Maiquez). 
6.  — El  examen  de  maridos. 
7.— Bernardo  del  Carpió. 

9.— Casamentero,  y  la.s  operetas  Gitanilla  por  amor 
y  Criados  embusteros. 

10.  — La  dama  labradora,  f,a  gitanilia  por  amor. 

\\.~  Desde  este  día  función  doble.  — A  las  cuatro:  El 
mejor  alcalde  el  rey. -A  lan  siete:  La  (|uinta  df  .Sco- 
rondon, 


14  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Nooiembre  12.— El  mejor  alcalde  el  rey  (Maiquez). 
13.— ElGulistán. 

14.  —  El  hipócrita,  estreno  (María  García,   Rosario 

García,  Virg,  Torre,  Maiquez,  Portee,  González, 
Aaecillay  Casaiioüa,  Suárez  y  Contador).  Es  la  de 
Marche  na. 

15.  — A  las  cuatro:  Los  gemelos. — A  las  siete:  El  hipó- 

crita (en  ambas  Maiquee). 

16. — El  hipócrita. 

18. — A  las  cuatro:  El  hipócrita, — A  las  siete:  El  maris- 
cal de  Biron. 

19. -A  las  cuatro:  El  mariscal  de  Biron. ~A  las  siete:  El 
hipócrita. 

20.— La  presumida  y  la  hermosa  (Maiquez). 

22. — La  quinta  de  Scorondon. 

23.— El  sabio  en  su  retiro  (Maiquez). 

24.— Los  dos  ciegos,  ópera  nueva,  en  un  acto,  El  celo- 
so por  fuerza  y  Las  castañeras  picadas. 

25. — A  las  cuatro:  Celmira,  y  El  payo  déla  carta.  — A 
las  siete:  la  del  día  anterior. 

26.  — La  quinta  de  Scorondon. 

28.— Enri(]ue  V  de  Inglaterra  yRamos,  Roaario  García, 
Maiquez,  Ponce,  Caprara  y  Aüecilla). 

29.— La  novicia  (María  y  Rosario  García,  Maiqui:/, 
Ponce  y  Caprara). 

30.  — A  las  cuatro:  La  novicia^  (Maiquee).  — A  las  siete: 

Un  montañés  sabe  bien 

Dii'ienihre     l.^—La  del  anterior  de  las  siete. 

2.— A  las  cuatro:  La  quinta  de  Scorondon. -A  las  sie- 
te: Un  montañés. 
3.  — Los  templarios  (María,  García,  Maiquez,  Ponce, 
González,  Caprara  y  Apecilla).  El  mismo  día, 
opereta  El  engañador  engañado  (la  Lledot,  Muñoz, 
Cristiani,  Oros,  Camas  y  Mas). 
7.  —  El  abate  L'Epée  (hizo   Vicente  García  el  Dar- 
le mon). 
8.-- A  las  cuatro:  Los  templarios. ~A  las  siete:  El  Aba- 
te L'Epée. 
9.— A  ¿as  ct¿aíro;  El  abate  L'Epée.  — A   las  siete:   La 
mogigata. 

10. 


APÉNDICES  715 


Diciembre  11.— El  celoso  por  fuerza,  El  médico  turco,  Las  casta- 
ñeras picadas. 

12.— La  corrección  maternal.  Las  castañeras  picadas, 
El  marido  sofocado. 

13.— Los  hijos  de  Edipo  (María  y  Rosario  García,  Mai- 
QUEz,  Gonzáles  y  Caprara). 

15. — Los  rechazos,  El  engañador  engañado,  El  triunfo 
del  interés. 

16.— A  las  cuatro:  El  Conde  Saldaña. — A  las  siete:  El 
Alcalde  de  Zalamea,  dioidido  en  cinco  actos.  En 
él  hace  de  Alcalde  Vicente  García  {Rosario  Gar- 
cía, Virg,  Maqueda,  Maiquez,  Gonzáles,  Garda, 
Caprara  y  Oros)  El  mismo  día  opereta  naeaa.  La 
malicia  en  la  inocencia,  en  la  que  hizo  el  pupel  de 
Tirso  Loreto  García,  de  edad  de  diez  años  (Rosa- 
rio García,  Loreto  García,  Cabo,  Vargas,  Virg, 
Baus,  Justo  Mas  y  Cristiani). 

17. — La  misma  de  la  noche. 

19. — El  gran  Virrey  de  Ñapóles. 

20.— Las  cuentas  del  Gran  Capitán, 

21.  — Los  hijos  de  Edipo. 

22.— Un  montañés  sabe  bien 

23.— El  primer  asistente  de  Sevilla.- 24.  ídem. 

25.  — A  las  cuatro:  El  primer  asistente,  á  las  siete:  No 

hay  plazo  que  no  se  cumpla....,  dioidida  en  cuatro 
actos. 

26.  — A  las  cuatro:  García  del  Castañar  (Maiquez).— 

A  las  siete'.  No  hay  plazo. 

27.— A  las  cuatro:  No  hay  plazo. —A  las  siete:  Los  hijos 
de  Edipo. 

28.— No  hay  plazo. 

29.— Blanca  y  Moncasín  (María  García,  Virg,  Maiwui;/, 
Poiice,  Caprara  y  Aoecillaj,  ópera  El  marinerito. 

31.— El  donado  fingido,  ópera,  Quien  porfía 

Enero    L"— El  mejor  alcalde  el  rey  (Maiquez,  á  las  siete. 

2.  — Fenelón  ó  las  religiosas  de  Cambray,  conocida 
también  por  El  durjuo  de  Pentiévre,  ocrtida  en  los 
miamos  términos  que  se  ejecutó  por  primera  oez 
en  Francia.  (María  y  Rosario  García,  Maqueda, 
Virg,  ^Iaiquez,  Po/¿r'tí,  Aoecilla  y  Contador ).^F. I 
mismo  día  I>?i  oposición  á  sacristán. 


V16  ISIDORO   MAIQUBZ 


Enero    4.— Jenwal  y  Faustina. 
5.— El  barón. 
6. — A  las  cuatro:  No  hay  plazo.     A  las  siete:  I. os  dos 

gemelos. 
7.— A  las  cuatro:  El  bandido  de  Venecia  ó  el  hombre 
de  tres  caras. — A  las  siete:  La  novia  impaciente 
(Maiquez). 
'^.-^A  las  siete:  El  conde  de  Saldaña. 
9.— Las  cuentas  del  Gran  Capitán. 
10.— El  bandido  ds  Venecia. 
U. — El  dómine  Lucas. 
13.— El  aguador  de  París. 
15.  — Fenelón. 

21.— El  opresor  de  su  familia. 
23.— Cecilia  y  Dorsán. 

2^.— Tragedia  nueüa,  Osear,  hijo  de  Osián,  "co/¿  deco- 
r ación  nueva ^  pintada  por  D.  José  Rioelles,  y  el 
saínete  Las  castañeras  picadas  (María  y  Loreto 
García,  Maiquez,  Ponce,  González,  Caprara,  Aoe- 
eilla). 
27. — El  hipócrita. 

29. — El  sabio  en  su  retiro  (Maiquez). 
SO.  — Ópera  nueoa  en  dos  actos  La  Siciliana   (Lledot, 
Vargas,  Mutioz,  Cristiani,  Caprara,  Oros,  coro). 
Febrero     2.—  Fenelón  ,  á  las    cuatro.  —  A    las  siete  :  la  del 
1  día  30. 

3.— A  las  cuatro:  Fenelón.— A  las  siete:  El  aguador  do 

París. 
4.— A  las  siete:  Osear. 
.ó.  — La  casualidad  contra  el  cuidado. 
7,— Casa  con  dos  puertas. 
8.  — El  hipócrita. 
9. — Comedia  nueva  en  cinco  actos.  La  escuela  de  las 

mujeres;  saínete  Los  majos  vencidos. 
13.  — Dómine  Lucas. 
Febrero  15.— El  delincuente  honrado  (María  García,   Vargas. 
Maiquez,  Ponce,  Caprara,  Oros,  Avecilla). 
19.  — El  celoso  por  fuerza  y  El  médico  turco. 
21. --La  moza  de  cántaro. 

23. — El  marido  chasqueado,  jOi(i«a  de  música  El  triun- 
fo de  las  mujeres  y  V,\  majo  de  repente.  (En  el  ma- 


APÉNDlCfiS  7l7 


rido,  Rosario  Garda,  Virg,  Torre,  Ponce,  Aiieci- 
lla,  Oros). 
Febrero  25.—  La  siciliana. 

27.— Un  montañés  sabe... 
Marzo    1."— El  delincuente  honrado. 

3.— El  honor  da  entendimiento  (A/ifo/iío  Ponce  el  fi- 
gurón). 
6.  — La  siciliana. 

7.— Ciistillos  en  el  aire  (Maiquez),  la  opereta  La   es- 
clava persiana. 
8.— Templarios  (Maiquezj,  opereta  Felipe  y  Juanita. 
10.— El  señorito  mimado. 
IL— Escuela  de  las  mujeres. 
12.— Moza  de  cántaro. 
13.— García  del  Castañar  (Maiquez;. 
14.— El  opresor  de  su  familia. 
16.- Mi  tía  Aurora,  ópera  en  dos  actos. 
17. — Avelino  ó  el  hombre  de  tres  caras,  comedia  en 

tres  actos  (ó  El  bandido  de  Veneciaj. 
19. — Comedia  nueca  en  tren  aeíos  El  desquite  (María 
García,  Magueda,  Maiquez,  Ponce,  González,  Ave- 
cilla, Oros).  Fin  de  fiesta  Músicos  y  danzantes. 
21.— ElGulistán. 
22.— El  cuadro  //  El  triunfo  de  las  mujeres,  Músicos  y 

danzantes. 
24  — El  viejo  y  la  niña  (María  y  Rosario  Garría,  Torre, 

Maiquez^  Oros,  Cristiani,  Suárez). 
26.— El  desquite  y  Felipe  y  Juanita. 
27.— El  señorito  mimado. 
28.  — Mi  tía  Aurora. 

3L— La  melindrosa  ó  los  esclavos  Ungidos,   de  Lope 
(María  y  Rosario  García,  Virg,  Torre,  Maiquez, 
Ponce,  Caprara). 
Abril     1."— Escuela  de  las  mujeres. 
2.— La  melindrosa. 
4.— El  viejo  y  la  niña. 
.í.— Mi  tía  Aurora. 
6. — Los  amantes  de  Teruel. 

7  (Domingo  de  Ramos).— La  misma. 

8  y  siguientes.— iVo  hay  función. 

14  (Punrua).  —  'So  puede  ser,  A  las  siete  y  media. 


718  ISTDOtlO    MAIQÜB2 


Abril  16.— La  Atalía,  íZe  Llaguno,  con  un  coro  permanente 
de  levitas  de  uno  y  otro  sexo  que  imitará  en  loa 
entreactos  los  coros  griegos  y  latinos  (María 
García,  Virg,  Rosario  García,  Lledot,  Loreto 
García,  Vargas  y  Cabo,  Maiqurz,  González,  Pon- 
ce,  Caprara,  Avecilla,  Contador,  Casanova,  Fa- 
biani). 
22  —Mi  tía  Aurora. 

23.  — La  buscona  ó  el  anzuelo  de  Fenisa  {María  Gar- 
cía, Maqueda,   Torre,  Maiquez,   González,  Oros, 
Cristiani,  Avecilla). 
25.  — Escuela  de  las  mujeres. 
26. — No  puede  ser. 

27. — El  desdén  con  el  desdén  {la  María  García). 
29. — La  posadera  ó  el  enemigo  de  las  mujeres. 
Mayo    1."— A  las  ocho:  El  aguador  de  París  ;/  Los  tres  hués- 
pedes burlados. 
3.— Moza  de  cántaro  y  El  reloj  de  madera. 
4.— El  mudo  de  Arpenas  ó  la  Celina  y  La  Esclava  per- 
siana. 
6.— Filósofo  easado  ó  el  marido  avergonzado  de  serlo 
y  Los  maridos  engañados  y  desengañados  (García, 
Torre,  Virg,  Maiquez,  González,  Ponce,  Caprara, 
Cristiani  y  Fabiani). 
8.  — El  alcalde  de  Zalamea  y  Los  majos  vencidos  (Ro- 
sario García,  Maqueda,    Virg,    Maiquez,    Gon- 
zález, Avecilla,  Caprara,  Oros,  Suárez). 
9. —El  honor  da  entendimiento  y  El  engañador  enga- 
ñado. 
10.— La  melindrosa  (Maiquez;  y  El  majo  de  repente. 
11  —La  buscona  (Maiquez;  y  El  buñuelo. 
12.  — El  buen  hijo  ó  M.*  T.  de  A.  //  La  casa  de  locos 
(García,  Maqueda,  Virg,   Torre,  Cabo,   Vargas, 
Maiquez,    González,    Caprara,    Avecilla,    Oros, 
Cristiani). 
16.  — La  posadera  ó  el  enemigo  de  las  mujeres  y   Las 

castañeras  picadas. 
17.— El  cuadro,  El  marido  cha.squeado  y  El  triunfo  de 

las  mujeres. 
19.— Filósofo  casado  y  El  engañador  engañfido, 
20. -El  hipócrita. 


APÉNDICES  719 


Mayo  21.— La  siciliana  y  El  matrimonio  desigual. 

22.— El  viejo  y  la  niña  (Maiquez),  ?/  Quien  porfía  mu- 
cho alcanza. 

23.— Los  gemelos  (Maiquez),  y  El  secreto. 

24.-  ópera  El  'capítulo  segundo,  Los  rechazos  y  El 
chico  y  la  chica. 

25.— Mi  tía  Aurora  y  El  picaro  castigado. 

26.-  La  afrenta  del  Cid  vengada  y  La  comedia  de  Mdi- 
ravitias  (María  y  Rosario  García,  Virg,  Maiqukz, 
Poiice,  Caprara,  Avecilla,  Casanova). 

28.  — El  celoso  por  fuerza,  El  médico  turco  y  El  chico  y 
la  chica. 

29.— La  mogigata  y  El  reloj  de  madera. 

30.— El  anticuario  y  El  buñuelo  (García,  Maquéela, 
Virg,  Ponce,  Caprara,  Aüeeilla,  Oros,  Cristia- 
ni  (1). 


1810-1811. 

Comedias  e.tecutadas  por  la  Compañía  de  la  Cruz 
DESDE  1.°  DE  Junio 

Junio    L**— La  moza  de  cántaro. 

4.— Amar  después  de  la  muerte. 
8.— El  mejor  representante,  alemanda  á  tres.— Ib.  No 
hubo. 


(1)  En  este  año  se  promulgó  el  siguiente  decreto,  que  no  sabe- 
rnos si  llegó  á  cumplirse,  aunque  es  de  suponer  que  no,  dada  la 
forma  amljígua  y  confusa  do  su  contenido. 

«Habrá  una  Comisión  encargada  de  examinar  las  obras  dramáti- 
cas originales  o  traducidas  de  que  haya  de  componerse  el  reperto- 
rio ó  caudal  de  los  teatros  de  Madrid,  de  contribuir  á  su  mejora  y 
de  trabajar  en  los  adelantamientos  del  arte.»  Suscribe  este  decreto 
Unjuijo,  en  31  de  Diciembre  de  1810,  y  á  continuación  se  pone  la 
.íunta  de  teatros: 

D.  Leandro  V.  de  Moratín. 

ü.  .Juan  Meléndez  Valdés. 

D.  Vicente  González  Arnao. 

D.  Pedro  Estala. 

Ü.  José  Antonio  Conde. 

1).  Tomás  García  .Suelto. 

Ü.  Ramón  Moreno".— (D¿arro  de  Madrid  áa  17  de  Enero  de  1811.) 


720  ISIDORO   MAÍQÜBZ 


Junio  16.— La  dama  labradora. 

21.— El  mágico  de  Salerno,  segunda  parte. 
28.  — La  gitanilla  de  Madrid.  En  algunos  días  interme- 
dios no  hubo. 
Julio    2.— La  Isabela,  ópera,  y  fandango. 

7.— La  viuda  burlada  (salió  María  Salazar),  Armida 

y  Reinaldo. 
12.  — Industria  contra  miseria  Salió  Carlota  Michelet. 
17.— El  error  de  un  buen  padre  y  Las  esposas  ven- 
gadas 

24.  — Las  víctimas  del  amor.  Salió  Rafael  Pebres.  El  28 

sorteo  de  inedia  docena  de  cubiertos  de  plata. 

30.— Lo  cierto  por  lo  dudoso.  El  .31  no  hubo  por  enfer- 
medad de  la  Carmona.  En  los  días  intermedios 
tampoco,  alguna  que  otra  üez. 
Agosto     1 .°— Hipermenestra,  tragedia  en  cinco  actos.  El  o  sor- 
teo de  una  cadena  de  oro. 
7.— El  abate  L'Epée.  El  12  sorteo  de  400  reales. 

15.- Acmet  el  Magnánimo. 

19.— El  maestro  de  la  niña.  Rifa  de  una  escribanía  de 
plata  ó  dos  onzas  de  oro. 

21.  — Acmet  el  Magnánimo. 

22.  — Quien  quiere  no  puede  y  terceto  de  baile. 

26  -Lo  cierto  por  lo  dudoso.  Rifa  de  una  escribanía 
de  plata  ó  dos  onzas  de  oro. 

28.— La  posadera  ó  el  enemigo  délas  mn\eve^.  En  al- 
gunos días  intermedios  no  hubo. 
Septiembre    2.— Lo  cierto  por  lo  dudrtso. 
8.— La  Jarretiera. 

11.  — La  vida  es  sueño. 

18.  — Palabras  y  plumas. 

25.  — Darlo  todo  y  no  dar  nada,  también  dejó  de  haber 

función  en  algunos  días. 
Octubre  2. — Para  vencer  amor  querer  vencerle. 
6.— La  moza  de  cántaro. 
8. — A  cada  paso  un  peligro,  en  tres  actos. 
10.  — Las  víctimas  del  amor,  aria  por  una  niña  de  ocho 

años. 
12.— El  duque  de  Viseo. 
16.  — El  so.r.brero  que  habla. 
17.— La  mosc'vita  sensible. 


APÉNDKJBS  721 


Octubre  19.— Antioco  y  Seleuco. 

22.  — El  perro  del  hortelano. 

24.  — El  enredo  provechoso  {María  López,  María  Caus- 
eante, Reina,  Fernández  y  Alvera),  Eurídice  3^  Or- 
íeo  y  dos  decoraciones  nuevas  de  Tadei. 

30.— El  calderero  de  San  Germán. 
XoriemOre    4.  — Carlos  V  sobre  Túnez,  con  asalto  y  aria  de  Ma- 
ría López,  de  Fama.  (El  papel  de  Ripalda  Manuela 
Carmona,  y  el  de  Cachidiablo  José  Infantes.) 

12.  — La  mujer  prudente. 

14.— Dido  abandonada. 

17.— El  anillo  de  Giges,  primera  parte  y  el  saínete  El 
duende  fingido. 

22.— El  anillo  de  Giges,  segunda  parte  y  el  saínete  Cal- 
derero y  vecindad. 

27.  — Las  vivanderas  ilustres.  La  vuelta  del  arriero  y 
minué  afandangado. 

29. — El  feudo  de  las  cien  doncellas. 

Diciembre    2.— Tarde:  El  feudo  de  Jas  cien  doncellas.— A^oe/ie.'  El 

maestro  de  la  niña  y  la  ópera  nueva  en  un  acto  A 

perro  viejo  no  hay  tus,  tus  {por  María  López,  la 

Míchelet  y  Reina,  Fernández,  Alverá  y  Hugalde). 

4. — El  vergonzoso  en 'Palacio. 
5. — El  abate  L'Epéo. 

7.— Sansón,  aria  por  una  niña  de  diez  años,  guara- 
cha y  tonadilla  general  El  triunfo  de  las  mujeres. 

14. — La  buena  madre,  por  una  aficionada,  El  avariento 
burlado  y  Los  valientes  en  la  aldea. 

17. — Los  monteros  de  Espinosa. 

19.— La  viuda  del  malabar. 

22.  — Andrómaca. 

24,— El  católico  líecaredo,  con  dos  decoraciones  nue- 
vas de  Tadei  y  el  saínete  La  Plaza  Mayor. 
\^i\. -Enero  4.-  El  triunfo  del  Ave  María.  {EL  papel  de  Garcilaso 
Manuela  Carmona,  el  de  Tarfe  Rafael  Pérez,  y 
salen  á  caballo  por  el  patio),  saínete  El  chasco  de 
los  cesteros. 

1 1.— La  fuerza  déla  amistad  ó  Dionisio,  rey  de  Siracusa. 

1.3.— El  duque  de  Viseo. 

15,  — Los  pardos  de  Aragón. 

21.  — El  severo  dictador. 

4(; 


Í22  ISIDORO   MAIQUE2 


Enero  24. —  Al  deshonor  heredado   vence  el    honor   adqui- 
rido. 
26. — Ramona  y  Roselio  refundida  por  su  autor.  (El 

capitán  de  bandoleros  Manuela  Carmona.) 
29.  — El  traidor  contra  su  sangre.  {El papel  de  Mudarra 
la  Carmona). 
Febrero    4.  — El  mágico  Brancanelo,  seis  decoraciones  nuevas 
de  Tadei,  Los  cómicos  en  la  Sierra. 
18.  — El  hijo  reconocido  y  El  enredo  provechoso. 
21.— Juana  la  Rabicortona,  dúo  y  aria  y  el  sainete  El 
tribunal  del  buen  gusto. 
Marzo    4.-  La  Magdalena  cautiva. 

7.— El  calderero  de  San  Germán. 
9.— Carlos  V  sobre  Túnez. 
12.  — La  peregrina  doctora  y  Los  abates  locos. 
15. — El  mejor  representante,  San  Ginés. 
19. — El  Fénix  de  los  criados.  Iluminación. 
23.— El  diluvio  universal  y  La  sastra  celosa. 
30.— Saúl,  oratorio  ,y  terceto  de  baile.  — £"/  31  gratis. 
Abril    8  á  13.— A'o  hubo  por  ser  Semana  Santa. 
14.  — Catalina  II  de  Rusia  y  Pieza  de  piezas. 
18.  — La  mujer  prudente. 
19.— Blanca  y  Moncásín. 
22. — El  parecido  de  Rusia. 
24.— Los  locos  de  Valencia. 
26.  — El  Austria  en  Jerusalen,   sainete  La  b  ^da  de  los 

manchegos. 
29.— Los  sueños  de  .íohví'.  Este  papel  la  Carmona.  El 
día  de  lotería. 
Mayo    2.— Cuantas  veo  tantas  quiero. 

3. — La  conquista  de  Lara,  sainete  La  lotería. 
8.— La  reconciliación. 
10.—- El  error  de  un   linón  padre,   bolero  //  El  disfraz 

venturoso. 
12.  —  Para  vencer  amor  querer  vencerle,  sainete  El  * 

chico  y  la  chica. 
15. — San  Isidro  Labrador  //  el  sainete  La  pradera  de 

San  Isidro. 
22.— Para  averiguar  verdades  el  tiempo.  Iluminación 

por  el  santo  de  la  Reina. 
26.  — El  Trufaldino  español,  en  varios  idiomas,  íán- 


AtȎNtHCBS  ^^^ 


dango  y  minué  escocés,  y  el  saínete  La  astucia  es- 
tudiantina. 
Junio    2.— La  misantropía.  ■ 

6.-  El  maestro  de  la  niña  y  El  enredo  provechoso. 
9.— El  tejedor  de  Segovia,jori>// tíra  par íe.  • 

13.-  Afectos  de  odio  y  amor,  saínete  El  chispero. 

16.— La  esclava  del  Negroponto,  saínete  El  escarmien- 
to del  tío  Légaña. 

19.  — Para  averiguar  verdades  el  tiempo, 

20.~  La  moza  de  cántaro. 

23.— El  tirano  de  Hungría. 

26. — El  hijo  reconocido. 

27.— El    Cid    (C  armo  na ,    Coleta,    González,    Pérez, 
Arríagar  etc.) 

28.—  La  dama  labradora. 

29.  — El  hombre  singular. 


1811-1812. 

C(JMKD1AS   E.ÍECUTADAS   POR    LA    COMPAÑÍA    DEL   TEATRO   DEL  PrÍNCIPE 

DESDE  1.°  DE  Junio  de  1811  hasta  19  de  Marzo  de  1812 

Junio    1.°— Juan  labrador,  saínete  El  mal  de  la  niña  (Mai- 

QUEZ  y  P once). —A  las  ocho. 
2. — El    desdén    con    el   desdén,    saínete   el    mismo 

(Ponce). 
3.— El    Duque,    nueva,   en  cinco  actos,  saínete   el 

mismo  {García,  Torre,  Maiquez  y  Ponce).  El  5  se 

bajaron  los  precios. 
6.— La  dama  duende,  saínete  Alcalde  tonto  y  discre- 
to (Ponce). 
8.— Castillos  en  el  aire  y  El  celoso  por  fuerza  CMai- 

QUEZ  y  Pon'c). 
9.— Las  cárceles  de  Lamberg,  «ai/ieíe  Herir  por  los 

mismos  ülos  {Ponce). 
11.— El  Duque,  saínete  El  payo  de  la  carta  (Maiquez  y 

Ponce). 
12.  — El  celoso  por  fuerza.  El  onadro,  saínete  el  de 

ayer  (Maiquez;. 


1^4  ÍSlt)ORO   MA1QÜB2 


Junio  13.— Sancho  Ortiz,  tragedia,  saínete  Tragábalas  (Mai- 
QUEz  y  Ponce). 
14. — Desde  éste,  un  día  si,  otro  no. 
15  y  16.— La  del  13. 
.    18.— El  vano  humillado,  saínete  Los  payos  hechizados 
(García,  Maqueda,  Maiquez  y  Ponce). 
22  y  23. — El  convidado  de  piedra,  saínete  Los  genios 

encontrados  {Ponce). 
25. — No  haj'  peor  sordo,  saínete  Tragábalas  {ídem). 
27.  — La  dama  duende,  saínete  El  mal  de  la  niña  {ídem). 
29  y  30.  -  Las  esclavas  amazonas,  saínete  Los  dos  li- 
britos  {ídem). 
Julio    2.  — La  dama  duende,  saínete  Alcalde  tonto  (ídem). 

3.  — Los  Templarios,  tragedia,  saínete  Los  estudiantes 

petardistas  (Maiquez,  Ponce  é  Infantes). 
7— Las  Visitandinas,  ópera  en  dos  actos  {María  Ló- 
pez y  Eusebío),  saínete  Herir  por  los  mismos  filos. 
11.  — Cuantas  veo  tantas  quiero,  saínete  'EX  pleito  del 
pastor  {Infantes). 

13.  — El  mejor  alcalde  el  rey,   saínete  Los  'dos  her- 

manos. 

14.  — Mi  tía  Aurora,  ópera,  saínete  Los  estudiantes  pe- 

tardistas. 

16.— Para  averiguar  verdades.  Hizo  Ponce  el  figurón, 
saínete  el  anterior.  Este  día  fué  gratis  por  la  ve- 
nida del  Rey. 

18. — Mi  tía  Aurora,  saínete  D.  Ciriteca.  Desde  hoy  to- 
dos los  días. 

19. — Sancho  Ortiz,  tragedia,  saínete  La  academia  de 
música  f  Maiquez). 

20.— Cuantas  veo  tantas  quiero,  saínete  el  de  ayer  {In- 
fantes). 

2L — El  Duque,  e;i  dnod  netos,  y  El  engañador  (Mai- 
quez). 

22.-  Las  visitandinas,  ()pera,  sámete  D.  Ciriteca. 

23.  —  El  Cid,  tragedia,  saínete  Trápala  y  Tramoya 
(Maiquez  y  Ponce). 

24.— El  imperio  de  las  costumbres,  saínete  El  pleito  del 
pastor  {Infantes). 

26.  — El  Cid,  saínete  el  del  23. 

27.  — Las  Visitandinns,  .sameíe  Los  dos  libritos. 


APÉNDICES  725 


Julio  28.  — La  juventud  de  Enrique  V,  saínete  el  del  23. 

29.— El  hijo  de  cuatro  padres,  de  ñgarón,  saínete  Los 
genios  encontrados  (Ponce). 

30.  — Mi  tía  Aurora,  ópera,  saínete  El  payo  de  la  carta. 
•  3L— El  imperio  de  las  costumbres  y  El  engañador. 

Afjosto  -1° — ün  montañés  sabe  bien,  de  figurón,  saínete  Herir 

por  los  mismos  filos. 
3.— El  anciano  y  los  jóvenes,  saínete  El  empedrador 

(la  Torre,  la  Baus,  Maiquez,  Ponoe  é  Infantes). 
5.— Las  Visitandinas,  saínete  El  chico  y  la  chica. 
6.— El  divorcio  por  amor,  saínete  La  academia  de  mú- 
sica (Ponce  é  Infantes). 
8. — Ramona  y  Roselio,  ópera,  saínete  El  fuera. 
10. — El  anciano  y  los  jóvenes,  saínete  El  chico  y  la 

chica  (Maiquez,  Ponce  é Infantes). 
11. -García  del  Castañar,  saínete  La  discreta  y  la  boba 

(Maiquez  y  Ponce). 
12.  — La  Siciliana,  ópera,  saínete  El  fuera. 
14.  — Las  visitandinas,  saínete  Los  dos  libritos. 
15.— No  hay  peor  sordo,  saínete  El  payo  de  centinela 

(Ponce).  Gratis. 
16.  -  Los  dos  yernos,  nueca,  saínete  El  buñuelo  (María 

García,  Antera,  Maiquez,  Ponce,  Infantes,  Ca- 

prara  y  Avecilla). 
19.— El  filósofo  casado,  saínete  Los  usías  contrahechos 

(Maiquez,  Ponce  é  Infantes). 
20.  — Los  falsos  hombres  de  bien,  saínete  El  castigo  de 

la  miseria  (Po/icíí  é  Infantes). 
22.— Cuantas  veo  tantas  quiero,  saínete  El   payo  de 

centinela  (Infantes). 
23.— La    dama   duende,  saínete  El  chico  y  la  chica 

(Ponce). 
24.— Osear,  tragedia  en  cuatro  actos,  saínete  el  de  ayer. 

25.  —  P^l  carpintero  do  Livonia,  saínete  Los  zapatos 

(Infantes). 

26.  — La  escuela  de  los  celosos,  ópera  en  dos  actos. 

29. — El  delincuente  honrado,  saínete  Los  usías  contra- 
hechos (Maiquez  y  Ponce). 

31.  — Mi  tía  Aurora,  saínete  El  fuera. 

Septiembre    1."— El  carpintero  de  f.ivonia  //El  secreto,  opereta. 
A  Uis  siete. 


V26  ISIDORO   MAIQUBZ 


Septiembre    2.— La  juventud  de  Enrique  V,  La  esclava  persiana, 
opereta  (Maiquez  e  Infantes). 
3.— El  alcalde  de  Zalamea,  saínete  Los  hombres  solos 

(Ponce,  Maiquez  é  Infantes). 
4.  — Las  Visitandinas,  saínete  El  payo  de  la  carta. 
5. — La  escuela  de  los  celosos 
6. — El  alcalde  de  Zalamea,  saínete  el  del  3  {Infantes, 

Ponce  y  Maiquez). 
7.— La  esclava  de  su  galán,  saínete  Los  criados  em- 
busteros. 
8.— La  siciliana,  ópera,  saínete  El  pleito  del  pastor. 
9.  — La  esclava  de  su  galán    y  Quien  porfía  mucho, 
opereta  (Ponce). 

10. — La  fuerza  del  natural,  saínete  El  cuarto  de  la 
viuda. 

n. — Los  hijos  de  Edipo,  tragedia.  Salió  Rosario  en  la 
dama  (María  García,  Maiquez,  Ponce  y  Capra- 
pa),  saínete  el  de  ayer. 

13.— Ramona  y  Roselio,  ópera,  saínete  El  payo  de  cen- 
tinela. 

14. — La  fuerza  del  natural  y  La  esclava  persiana,  ope- 
reta. 

15. — Los  dos  yernos,  saínele  Los  payos  hechizados 
(Ponce,  Maiquez  ('  infantes). 

16.— La  huerfanita  y  El  secreto,  opereta. 

17.— El  honor  da  entendimiento,  de  figurón  y  El  enga- 
ñador engañado,  opereta  (Ponce). 

18.— Osear,  tragedia  en  cuatro  actos,  saínete  El  cas- 
tigo de  la  miseria. 

19. — Competidor  padre  é  hijo,  saínete  El  mal  de  la  niña 
(Ponce  é  Infantes). 

20.— Ramona  y  Roselio,  saínete  El  fuera. 

2\..—El  figurón  del  11  y  Los  estudiantes  petardistas 
(Ponce). 

22.  — Las  Visitandinas,  saínete  El  payo  de  centinela. 

23.— El  ricohombre  de  Alcalá,  rejundida  en  cinco  ac- 
tos, y  Felipe  y  Juanita,  opereta  (María  García,  To- 
rre^ Antera,  Maiquez,  Caprara,  Avecilla,  Suáres). 

26.— La  escuela  de  los  celosos,  ópera. 

27. — Competidor  padre  é  hijo,  saínete  Kl  trueque  de 
las  criadas  (Ponce  é  Infantes). 


APÉNDICES  727 


Septiembre  28. —  Los  hijos  de  Edipo,  saínete  el  mismo  (Maiqukz  // 
Ponee). 
29.  —El  vergonzoso  en  palacio,  saiiiete  El  renegado  {In- 
fantes). 
Octubre    1  .^—  La  moza  de  cántaro,  sainete  Los  zapatos  (Ponce). 
2.— La  dama  duende,  sainete  Trápala  y  tramoya. 
3.— La  del  /.° 

4. — El  matrimonio  secreto,  ópera  bufa. 
8. — La  novia  impaciente  y  El  marido  chasqueado,  sai- 
nete El  burlador  de  mozas  (Ponce  é  Infantes). 
9.— Orestes  {María  Garda,  Maquéela,  Maiquez),  Pon- 
ce, ÁDecilla),  sainete  Los  zapatos.  (D.  Manuel  de 
la  P rada,  Corregidor  de  Madrid). 
11.  — La  siciliana,  ópera,  sainete  El  burlador. 
12.— La  fuerza  del  natural,  sainete  Los  hombres  solos. 
13.  — Las  dos  hermanas,  nueca,y  Miguel  Ángel,  opereta. 
15.— Las  Visitandinas,  sainete  El  payo  de  centinela. 
16.— Cuantas  veo  tantas  quiero,  sainete  Los  majos  ven- 
cidos {Infantes). 
17.— La  Atalía,  tragedia  (Maiquez  y  Ponce). 
19.— Ramona  y  Roselio,  ópera,  sainete  El  chico  y  la 

chica. 
20.— El  matrimonio  secreto,  ópera. 
2L  — Los  rechazos,  un  acto.  Quien  porfía,  opereta,  sai- 
nete El  Manolo  {Ponce). 
22.--Hien  vengas  mal  y  Ei  Manolo  (Infantes). 
24.—  Los  rechazos  y  El  engañador,  opereta,  sainete  Los 

zapatos. 
25.— Juan  Labrador,  sainete  El  trueque  de  las  criadas 

(Maiquez  y  Ponce). 
26.— El  alcalde  de  Zalamea  í/  Felipe  y  Juanita,  opereta 

(Maiquez  e  Infantes). 
27.— La  ei^cuela  de  los  celosos,  ópera. 
28.— Los  hijos  de  Edipo,  tragedia  y  E\  Manolo  (Mai- 
quez y  Ponce). 
29.— La    reconciliación,   sainete   La    duda   satisfecha 

(Ponce). 
31.— Lo  cierto  por  lo  dudoso,  sainete  El  buñuelo. 
Nooiembre    2.— El  barbero  de  Sevilla,  ópera  en  cuatro  actos. 

5.— Marica  la  del  puchero  //  El  marido  chasqueado 
{Ponce  é  Infantes). 


728  ISIDORO    MAIQUEZ 


Noinemhre    7.  — El  parecido   en  la  corte,  saínete  Las  preciosas  ri- 
diculas (Maiquez  c  Injantes). 
9. — Mi  tía  Aurora,  ópera,  saínete  Los  estudiantes  pe- 
tardistas. 

10.— Los  dos  yernos,  saínete  El  castigo  de  la  miseria 
•  (Maiquez,  Ponce  é  Injantes). 

11.  — Las  Visitandinas,  saínete  El  fuera. 

12.— No  puede  ser,  mínete  La  fineza  en  los  ausentes 
yPonce). 

13.-Ladel9. 

14.— El  duque,  en  cín'^o  actos,  saínete  del  12  (Maiquez 
y  Ponce). 

l.'í.  — Ramona  y  Koselio,  ópera,  saínete  Los  hombres 
solos.  — Tartíe:  El  Cid  Campeador,  saínete  Los  es- 
tudiantes petardistas  {Ponce  é  Infantes). 

16.— El  prisionero  de  guerra,  saínete  Herir  por  los  mis- 
mos ñlos  {Ponce). 

17.  — El  convidado  de  piedra,  saínete  El  cuarto  de  la 
viuda  {ídem). 

19.— La  reconciliación,  saínete  El  Manolo  (ídem). 

20.— El  barón,  saínete  La  discreta  y  la  hoho.  {Ponce  é 
Infantes). 

21.  — El  Fenelón),  tragedia,  saínete  CasaLáa,  viuda  y  sol- 
tera TMaiquez  y  Ponce). 

23  y  24. — El  fanático  por  la  música,  ópera. 

24.— Tarde:  El  Cid,  saínete  El  payo  de  centinela. 

26.— El  astrólogo  fingido,  nueva,  en  cinco  actos,  saíne- 
te Alcalde  tonto,  etc.  {Rosario  García,  Maqueda, 
■  Torres,  Cabo,  Maiquez,  Ponce,  Infantes,  Aveci- 
lla,  etc.) 

2S.~-La  del  24  por  la  noche. 

29.— El  Tartufo,  saínete  El  paje  pedigüeño  {Ponce). 

30.— El  astrólogo,  saínete  el  de  ayer. 
Diciembre     L° — El  lindo  Don  Diego,  de  figurón,  saínete 'EX  xenQ- 
gado  {Ponce  é  Infantes). 
3.— Las  Visitandinas,  ópera,  saínete  Los  dos  libritos. 
4.— Tartufo,  saínete  El  paje  pedigüeño. 
5,  6  y  8. — La  Mérope,  tragedia  nueoa  en  cinco  actos, 
saínete  Los  Gutibambas  {María  y  Rosario  Gar- 
cía, Maiquez,  Infantes,  Caprara,  Aüecilla  y  Con- 
tador). 


APÉNDICES  729 


Diriembre    7. — Mi  tía  Aurora,  ópera,  saínete  Don  Ciriteca. 
9.  — El  fanático. 

10.  — La  posadera  ó  el  enemigo  de  las  mujeres,  saínete 
Los  tres  novios  (Ponce). 

11.— La  prueba  feliz  y  El  engañador,  opereta. 

12. —ün  montañés  sabe  bien,  etc.,  saínete  Los  genios 
encontrados  (Ponce). 

13.— Las  Visitandinas,  saínete  La  fineza  en  los  au- 
sentes. 

14.— El  Barón,  saínete  Las  preciosas  ridiculas  (Ponre 
é  Infantes). 

15. — El  hipócrita  sentimental,  saínete  El  marido  sofo- 
cado {Ponce).—  Tarde:  El  Fenelón,  saínete  El  plei- 
to del  pastor  (Maiquez,  Ponce  é  Lijantes). 

1 6.— Blanca  y  Moncasín,  saínete  el  de  ayer  noche  (Mai- 
QUEz  y  Ponce). 

18. — La  Eugenia,  en  cinco  actos,  saínete  Los  usías  con- 
trahechos (Infantes). 

20.— El  abate  L'Epée,  saínete  El  avaro  arrepentido 
(ídem). 

22.— Tarde:  Las  Visitandinas,  saínete  El  castigo  de  la 
miseria. — Noche:  Los  gemelos,  saínete  Los  zapa- 
tos (Maiquez  y  Ponce). 

2^.— Nada. 

25  y  26. — Quien  quiere  no  puede^  ópera.— Tarde:  El 
postrer  duelo  de  España,  saínete  El  duende  fingi- 
do (Ponce). 

27.— El  lindo  Don  Diego,  de  figurón,  saínete  Casada, 
viuda  y  soltera  (ídem).— Tarde:  Blanca  y  Monca- 
sín, saínete  El  duende  fingido  (Maiquez  y  Ponce). 

28.  — La  Mérope,  «amc'íe  Los  zapatos  (Maiquez  c  In- 
fantes). 

29.— El  hipócrita  sentimental  y  La  prueba  feliz  (Pon- 
ce).—  Tarde:  La  del  28  por  la  noche. 

30. — La  reconciliación,  saínete  Herir  por  los  mismos 
filos  (ídem). 

31. — El  fanático. 
\^\2.-Enero. — Desdedí:^  al  7  por  las  tardes:  El  diablo  predica- 
dor, tonadilla  general  y  El  triunfo  de  las  mujeres. 
Decoraciones  nucDus  de  Ríhelles  y  traycs  ntieoos 
(Rosario  Garda,  Maqueda,  Torre,  Varyas  y  Mai- 


730  ISIDORO   MAIQUEZ 


QUEz,  Po/ice,  Infantes,  Caprara,  Aoecilla,  Cristia- 
n¿  y  los  demás). 
Enero    1.°  -La  casaca,  en  un  acto,  El  cuento  de  la.liebre,  en 
un  acto,  nueoa,  y  el  saínete  La  reforma  del  honor. 
3.  — Las  Visitandinas,  saínete  Los  genios  encontrados. 
4. — El  Tartufo,  saínete  Los  majos  vencidos  (Ponce). 
5.— Quien  quiere  no  puede,  ópera. 
7.— El  aguador  de  París  ?/  El  engañador  (Ponce). 
8.— El  diablo  predicador,  saínete  Los  tres  novios  im- 
perfectos (Maiquez,  Ponce  é  Infantes). 
9.  — La  escuela  de  plebeyos,  en  dos  actos,  nueoa.  El 
médico  turco,  opereta  (Infantes). 
IL— La  fuerza  del  múnral' (ídem),  saínete  E\  buñuelo 

(ídem). 
12  y  13.— El  hijo  de  cuatro  padres  y  El  médico  tu^co 
(Ponce  é  Infantes).  —  Tarde:  El  delincuente  honra- 
do, saínete  El  chico  y  la  chica  (Maiquez  y  Ponce). 
14.— El  ricohombre  de  Alcalá,  saínete  Trápala  y  Tra- 
moya (Maiquez). 

15.  — La  esclava  de  su  galán,  saínele  La  duda  satisfe- 

cha (Ponce). 

16.  — Lo  cierto  por  lo  dudoso,  saínete  El  burlador  de 

mozas  (ídem). 

17.  — La  mogigata,  saínete  El  sombrerito  (ídem). 

19.  — El  diablo  predicador,  saínete  El  cuarto  de  la  viuda. 

20.— Cinna,  tragedia  nueoa,  saínete  El  triunfo  del  in- 
terés (María  García,  Maqueda,  Maiquez,  Ponce, 
Caprara,  Aoecílla). 

22.— El  aguador  de  París  y  El  médico  turco,  opereta 
(Ponce). 

23.— El  solterón  y  El  engañador  engañado  (Infantes). 

25. — Las  visitandinas,  saínete  Perico  el  empedrador. 

26.-zTarde:  La  novicia,  tragedia,  saínete  Los  payos 
hechizados  (Maiquez  y  Ponce).— Noche:  El  prisio- 
nero de  guerra,  saínete  El  marido  sofocado. 

27.  — La  novicia,  saínete  El  payo  de  centinela  CMaiquez 
y  Ponce). 

28.— El  solterón,  saínete  Los  estudiantes  petardistas. 

29.  — Los  amantes  do  Teruel,  saínete  hon  majos  ven- 
cidos. 

.30.     Kl  a.xar'',  ópera  en  dos  a,ctos. 


APÉNDICES  731 


Febrero    1.°— Los  tres  maridos,  saínete  Los  Gutibambas  {In- 
fantes). 
2.— El  Cinna,  tragedia,  saínete  Las  preciosas  (Mai- 
QUEz,  Ponceé  Infantes).—  Tarde:  E\  avaro,  ópera. 
o. — Federico  II,  rey  de  Prusia,  saínete  El  fanfarrón. 
Decoraciones  nuevas  de  Ríbelles.  El  papel  de  Fe- 
derico lo  hizo  Robles,  (Maiquez,  Ponce,  Infantes. 
8.— El  ax'dro,  ópera.— Tarde:  Federico  II,  sai/ieítí  El 

fanfarrón. 
9.  — Las  bizarrías  de  Belisa,  saínete  Los  tres  huéspe- 
des burlados  (Ponce  é  Infantes).—  Tarde:  La  del 
8  por  la  tarde. 
10  y  IL- Federico  II  y  El  fanfarrón.-  Tarde:  El  diablo 
predicador,  saínete  Los  tres  novios  (Maiquez,  Pon- 
ce  é  Infantes). 
12, 13,  14  y  15.— A^'o  hubo  nada. 
16.— La  Atalía,  tragedia  (Maiquez //  Ponce). 
18.— El  dómine  Lucas,  saínete  Los  tres  huéspedes  {In- 
fantes). 
19.— Las  bizarrías  de  Belisa,  saínete  Los  tres  huéspe- 
des {Ponce  é  Infantes). 
20.— El  alcalde  de  Zalamea,  saínete  El  Manolo  (Mai- 
quez y  Ponce). — 21.  Nada. 
22.— Saúl,  oratorio. 
25.— Reinar  después  de  morir,  saínete  El  mal  de  la 

niña  {Ponce). 
27.— El  pastelero  de  Madrigal,  arreglada  en  cinco  ac- 
tos y  El  médico  turco,  opereta  {María  Garda,  Ma- 
queda,  Torre,  Cabo,  Loreto  y  Maiquez,  Ponce,  In- 
fantes, Caprara,  Cristianí,  Avecilla,  etc.) 
Marzo    2.— La  melindrosa,  saínete  Las    castañeras  pic¿idas 
(Infantes  y  Ponce). 
3.— El  avaro,  ópera. 

4.  — El  dómine  Lucas,  de  figurón,  saínete  Las  casta- 
ñeras (Infantes). 
5.— Los  tres  maridos,  saínete  El  triunfo  del  interés 

(ídem). 
7.-EI  .Saúl. 
9.— Líi  escuela  de  los  plebeyos  y  El  cuadro  (Ponce  r 

Infante»). 
10.— Quien  quiere  no  puede,  ópera  en  dos  actos. 


732  ISIDORO   MAIQUBZ 


Marzo  11.  — No  hay  peor  sordo,  saínete  Casada,  viuda  y  solte- 
ra (Ponce). 
14.— La  gitanilla  de  Madrid,  saiaete  El  avaro  arrepen- 
tido {Infantes). 

16.  — Las  Visitandinas,  ópera,  saínete  Los  genios  en- 

contrados. 

17.  — I^a  escuela  de  los  maridos,  nueoa,  con  decoracio- 

nes nueoas,  saínete  Los  viejos  de  moda  (Maiquez). 
(El  ÍO  dio  Jin  á  sus  representaciones  y  año  cornudo 
esta  compañía.) 


1811-1812. 

Comedias  ];,ii-;cutaj)As  I'Ok   la   compañía  del  coliseo  de  la   Cruz 
DESDE  1.°  ]:)E  Julio  de  1811  hasta    19  de  Marzo  de  1812 

Julio    1.°— El  desdén  con  el  desdén,  {Carniona,  Coleta,  Ma- 
seras, Ibáñez,  González,  Pérez  y  Arriaga),  saíne- 
te El  paje  hablador,  bolero  {Francisca  Belmonte  y 
S.  Luengo). 
3.  — El  amor  al  uso,  tonadilla  y  sainete. 
5. — El  Fénix  de  los  criados,  tonadilla  y  sainete  El  novio 

rifado. 
7.— El  Cid  y  noble  Martín  Peláez,  bolero  y  sainete  El 
perlático. 
12.  —  El    Tetrarca   de    Jerusalén,    saínete  Juanito  y 

Juanita. 
15.— El  abate  L'Epée,  ionuáiW'd  y  saínete  La  casa  de 

vinos. 
16.— El  amor  al  uso,  tonadilla  y  el  sainete  La  casa  de 

vinos. 
18.  — Las  tres  sultanas^  con  baile,  saínete  El  alcalde 

proyectista. 
24.  — La  Elmira,  tragedia  nueoa  y  bailete. 
28. — El  Tetrarca  y  bailete. 

31.— Reinar  después  de  morir,  tonadilla  y  saínete  El 
cambio  de  la  burra. 
Agosto    3.  — Los  amantes  de  Teruel,  tonadilla  //  saínete  El  pi- 
capedrera, 


At»ÉNt)lCÍlg  ?BB 


Agosto    7. — El  precipitado,  tonadilla  y  saínete  Los  estudiantes 
petardistas. 

10.— La  vida  es  sueño,  tonadilla,  y  saínete  La  viuda 
burlada. 

15.— El  Fénix  de  los  criados,  saínete  El  novio  rifado. 

17.— El  Duque  de  Osuna,  saínete  La  fantasma. 

21. — El  Duque  de  Viseo,  tragedia,  saínete  El  sorteo  de 
milicias. 

24.  — La  niña  de  Gómez  Arias,  saínete  El  tramposo. 

26.— A  secreto  agravio  secreta  venganza,  saínete  Los 
segundones. 

28.— El  montañés  Juan  Pascual,  saínete  Payos  y  sol- 
dados. 

31.— Ecio  triunfante  en  Roma,  y  un  bailete. 
Septiembre    7.— El  picarillo  en  España,  tonadilla  y  saínete  El  ami- 
go de  todos. 

11.— El  mariscal  de  Biron,  tonadilla,  ?/ sai/ieíe  El  dis- 
fraz venturoso. 

13.— El  Duque  de  Osuna,  y  el  saínete  El  hidalgo  de  Ha- 
rajas. 

14.— La  misantropía  y  baílete  La  vieja  astuta. 

19.— El  amante  generoso,  tonadilla,  y  saínete  La  come- 
dia de  Valmojado. 

21. — Clelia  triunfante,  saínete  el  del  19. 

25.— El  desdén,  fandango,  y  el  saínete  Juanito  y  Juanita. 

28.— I-ll  Triunfo  del  Ave  María,  y  el  saínete  Los  majos 
de  buen  humor. 
Octubre    I."— Eduardo  y  Federica,  nueoa,  y  baile  La  astucia 
del  negrito. 
5. — Fatme  y  Selima,  en  dos  actos.  Las  esposas  venga- 
das, tonadilla  Las  tahoneras. 
8. — El  mágico  catalán  y  saínete  Las  calceteras. 

17.— Las  víctimas  del  amor,  tonadilla  y  el  saínete  Los 

gansos. 
19.— El  negro  más  prodigioso,  y  saínete  Los  curratacos 
chasqueados. 

¿4.— El  precipitado,  tonadilla,  y  saínete  Payos  y  sol- 
dados. 

25. -La  real  jura  de  Artajerjes,  í/  el   baile  Los  tende- 
ros chismosos. 

26.— Dido  abandonada,  y  el  baile  de  ayer. 


t34  isibouo  mak^übZ 


Octubre  28.— Si  una  vez  llega  á  querer,  tonadilla  í/ eZ  saínete 
El  renegado. 
30.— La  real  jura,  tonadilla  y  sainete. 
31. -Triunfar  por  la  fe,  tonadilla  La  gallega  y  sainete. 
Noviembre    3.— Eduardo  y  Federica,  tonadilla, /y  sameíe  El  chico 
y  la  chica. 
5.  —Troya  abrasada  y  sainete  Lo  que  puede  el  hambre. 
8. — El  amante  generoso,  y  sainete  Los  segundones. 
9.— No  hubo. 
10. — Ecio  triunfante  en  Roma,  sainete  Los  payos. 
12.  — El  Fénix  de  los  criados,  tonadilla,  y  sainete  Los 

estudiantes  petardistas. 
13.— Juana  la  Rabicortona,  de  magia,  tonadilla  y  un 
padedú.— 14  y  16.  No  hubo.— ib.  La  del  13. 

17  y  18.— Carlos  V  sobre  Túnez,  y  un  quinteto. — 19.  No 

hubo. 
'  20.- La  del  17  y  18. 

21  y  22.— Los  siete  Infantes  de  Lara,  tonadilla  y  saine- 
te  El  fandango  del  candil. 

23  al  25.— Los  siete  Infantes,  y  el  sainete  del  alcalde 
toreador,  en  que  sale  un  nomllo  natural. 

26y29.-No  hubo. 

27.— El  hijo  reconocido,  la  compañía  de  volatines  y  el 
baile  de  Las  modistas. 

28.— Las  esclavas  amazonas,  y  sainete  El  muerto  vivo. 

30. — El  hombre  de  tres  caras  y  sainete  El  sorteo  de  mi- 
licianos. 
Diciembre     l.'^—La  del  30.  Luego  hasta  el  5  no  hubo. 

6. — Pedro  Bayalarde,  primera  parte,  de  magia,  y  sai- 
nete. 

11.— El  sepulcro  de  Adelaida,  tonadilla,  y  el  sainete  El 
almacén  de  novias. 

14.— La  mujer  de  dos  maridos,  tonadilla,  y  sainete  El 
engaño  desengaño. 

1(5.— No  hubo. 

17.— Eduardo  y  Federica,  tonadilla,  y  sainete  El  casado 
por  fuerza. 

18  — La  clemencia  de  Tito,  y  una  pieza  nueva  La  óptica 

moral.— 20.  No  hubo. 
21. — El  amor  y  la  intriga,  tonadilla,  //  sainete  Lo  que 
son  dueñas. 


APÉNDÍCBS  ^35 


Diciembre  22,.— ídem  y  La  óptica  moral. 

23.— La  óptica  y  el  saínete  Los  parvulillos.— 24.  Nada. 
25.— Maxencio  y  Constantino,  y  el  saínete  El  hambrien- 
to en  Nochebuena. 
3L— Si  una.  vez  llega  á  querer,  tonadilla,  y  saínete  El 
paje  hablador. 
\S\2.-Enero    1.° — El  mágico  catalán,  y  saínete  Los  cómicos  en  la 
Sierra. 
3. — El  Duque  de  Osuna,  y  saínete  La  fantasma. 
4.— El  tirano  Gunderíco,  y  saínete  La  Plaza  Mayor. 
8, 10  y  14.— A'"o  hubo  nada. 
9. — La  más.  constante  mujer,  y  saínete  Lo  que  son 

dueñas. 
IL — Los  siete  Infantes  de  Lara,  í/ sa¿/ieíe  Todos  em- 
brollados. 
12.— El  católico  Recaredo,  1/  saínete  La  buñolería. 
1.5  y  16.— Luis  XIV  el  Grande,  y  saínete  Los  zapa- 
teros. 
17,  20,  21  y  22.  -TVo  hubo. 
18  y  19.— Cristina  de  Suecia.— 24.  No  hubo. 
25  al  12  de  Febrero.— ¥A  rico  avariento,  y  saínete  El 
careo  de  los  majos. 
Febrero    3,  5  y  6.— A^o  hubo. 

4.— La  niña  de  Gómez  Arias,  y  saínete  El  payo  de  la 

carta. 
7,  8  y  9.— La  fundación  de  Madrid,  y  saínete  Lagarto 

y  Canene.— 10  y  15.  No  hubo. 
16  y  17.  — Las  maravillas  de  Dios,  en  dos  actos,  saínete 

El  chasco  de  los  ees  tecos.— 18  aL22.  No  hubo. 
23.- La  del  16.-24.  No  hubo. 
25.— Ecio  triunfante  en  Koma.— 20  al  29.  No  hubo. 
Marzo    1."— El    rico  avariento,    saínete    El    cambio    de   la 
burra. 
(El  J9  dio  fin  el  año  rómico  de  1811). 


73Ó  iSitoORO   MAlQÜEZ 


18121813. 

Comedias  ejecutadas  por  la  compañía  del  Príncipe 

DESDE  29  DE  Marzo  de  1812  hasta  10  de  Agosto  del  mismo  añu 

EN    guE   SE   fueron    LOS   FRANCESES.    (Síf/ue    husta    7813. 

Marzo    29. — Pascua.— E\  Ótelo  (Rosario  García,  Maqueda, 
Maiquez,  Infantes,  Caprara,  Aoecilla),  saínete 
nuevo  La  tertulia.— A  las  siete. 
31.  — La  ilustre  fregona  (Ponoe),  saínete  Los  hombres 
solos. 
Abril    2.— El  astrólogo  fingido  (Maiquez),  saínete  El  chico  y 
la  chica. 
3. — El  perro    del  hortelano  (Ponce),  saínete  El  ha- 
blador. 
5. — El  aguador  de  París  (Infantes). 
6.— Abre  el  ojo  (Potice),  La  casa  en  venta,  opereta. 
7.— El  pastelero  (Maiquez,  Ponce  é  Infantes) y  La  casa 

en  venta. 
8.  — La  esclava  de  su  galán  (Ponce),  saínete  Los  estu- 
diantes petardistas. 
9. — El  anciano  y  los  jóvenes  (MaiquezJ,  saínete  La  ter- 
tulia. 
10. — El  hipócrita  sentimental  (Ponce),  saínete  El  pleito 

del  pastor. 
11.— El  sordo  en  la  posada  (Infantes),  La  casa  en  venta. 
l^.  —  Dicha  con  El  secreto. 

13.— El  viejo  y  la  niña  (ídem),  saínete  Tragábalas. 
14.  — La  muerte  de  Agamenón,  tragedia  nueva  (María, 
Rosario  y  Loreto  García,  Maiquez,  Ponce,  Capra- 
ra, Avecilla),  saínete,  La  embarazada  ridicula. 
16.— El  viejo  y  la  niña  (Infantes),  saínete  El  paje  pedi- 
güeño. 
17.  — El  café  (Maiquez  y  Ponce),  saínete  El  Manolo. 
19. — La  muerte  de  Agamenón,  saínete  La  embarazada 

ridicula. 
¿0.— El  sordo  en  la  posada  y  El  reloj  de  madera. 
21. — La  reconciliación    (Ponce),  saínete  Los  cómicos 
cautivos. 


APÉNDlCaS  Í3t 


Abril  22.— Los  rechazos  (íííem)  El  secreto. 

23.— La  ¡lustre  fregona,  de  figurón  {iderrí),  saínete  Los 

cómicos  cautivos. 
24.  — La  escueia  de  los  maridos,  saínete  El  chico  y  la 

chica. 
25.— El  alcalde  de  Zalamea,  saínete  Hablador  indis- 
creto. 
26. — El  astrólogo  fingido,  saínete  La  embarazada  ridi- 
cula. 
27.— La  juventud  de  Enrique  V  {Ponce  é  Infantes) 

saínete  El  buñuelo. 
28.— La  buscona  {Infantes),  saínete  El  fuera. 
29. — El  hijo  de  cuatro  padres,  de  ftgurón  {Ponce),  saí- 
nete Los  zapatos. 
30.— La  fuerza  del  natural  (Infantes),  saínete  El  som- 
brerito. 
Mayo    L**- El  convidado  de  piedra  {Ponce),  saínete  Herir 
por  los  mismos  filos. 
2.— Los  Templarios  (Maiqup:z,  Ponce  e  Infantes),  saí- 
nete Las  cuatro  puertas  de  calle. 
4.— El  mejor  alcalde  el  rey  (Maiquez),  saínete  El  ma- 
rido sofocado. 
5.— No  puede  ser  guardar  una  mujer  {Ponce),  saíne- 
te La  firmeza  en  los  ausentes. 
6.— Orestes  (Maiquez  //  Ponce),  saínete  Alcalde  tonto 
,    ,^  y  discreto. 

8.— El  prisionero  de  guerra  {Ponce),  saínete  El  mal  de 

la  niña. 
9.— Juan  Labrador  {ídem),  saínete  Las  preciosas  ridi- 
culas. 
10. — El  hechizado,  de  figurón  {por  Suárez),  saínete  El 

baile  y  el  duelo  á  un  tiempo. 
11.— Caprichos  {Infantes). 

12.— El  hechizado,  saínete  El  cuarto  de  la  viuda. 
13.— La  Celmira,  saínete  El  soldado  fanfarrón  (Mai- 
quez, Ponce  é  Infantes). 

14.  — I>a  dama  duende  {Ponce),  saínete  el  mismo. 

15.  — Los  hermanos  á  la  prueba,  nueva  {Ponce  é  Infan- 

tes), saínete  El  castigo  de  la  miseria. 
18.— García  del  Castañar  (Maiquez  y  Ponce)  saínete 
Trápala  y  tramoya. 

47     ■ 


íííS  tSIDORÓ   MÁÍQÜÉ^ 


Mayo  19.-  I.os  dos  yernos,  saínete  Las  cuatro  puertas  de 
calle. 

20.— Caprichos  de  amor  y  celos. 

22. — El  sueño,  en  un  acto,  El  Guzmán  {unipersonal, 
que  dijo  Robles),  con  decoración  nueva  y  Sancho 
Panza  en  su  gobierno,  en  un  acto,  nueva. 

23.— La  misma,  y  en  lugar  de  Sancho,  El  mal  de  la 
niña. 

25.— El  hijo  de  cuatro  padres,  sainete  Los  dos  libritos. 

26.  — La  casualidad  contra  el  cuidado  (Ponce),  sainete 
el  de  ayer. 

28.  — La  huerfanita  (Maiquez  y  Ponce),  sainete  El  ha- 
blador. 

30.— La  juventud  de  Enrique  V  (Ponce),  sainete  Don 
Ciriteca. 

3L— Macbeth,    tragedia  (María  García,    Maiqukz, 
Ponce  é  Infantes),  .saínete  El  novelero. 
Junio    \.—La  misjna  y  sainete  Alcalde  tonto  y  discreto. 

(Desde  hoy  se  descansa  martes.  Jueves  y  sábados). 
3.  — El  desdén  (Ponce),  sainete   La  cura  de  los  de- 
seos. 
5.  — Los  rechazos  ?/  El  secreto,  opereta. 
7.  — El  vano  humillado  (Maiquez  y  Ponce),  sainete 
Sancho  en  su  gobierno. 

10.— Castillos  en  el  aire  (ídem)  sainete  La  cura  de  los 
deseos. 

12.— La  espigadera  (Ponce),  sainete  El  hábito  no  hace 
al  monje. 

15.— El  desdén,  sainete  El  fanfarrón. 

17.— El  perro  del  hortelano,  sainete  El  novelero. 

19.— El  parecido  en  la  corte  CMaiquez),  sainete  El  triun- 
fo del  interés. 

21.— -Trampa  adelante  (infantes),  sainete  Los  usías 
contrahechos. 

24.— La  e.spigadera,  sainete  El  hábito  no  hace  al 
monje. 

26.  — La  tía  y  sus  herederos,  nueva  (Maqueda,  Torre, 
Antera,  Loreto,  Maiquez,  Avecilla,  Crisíiani)y  El 
engañador.  (Salió  en  esta  la  Lledot  y  pasó  Muñoz). 

29.  — El  celoso  por  fuerza,  en  un  acto  (Ponce)  El  secre- 
to y  sainete  El  pleito  del  pastor. 


At>ÉNDICBg  7¿9 


Julio    1.°— Los  rechazos,  Quien  porfía^  opereta,  y  el  sai/iete 
Las  dos  llaves. 

3. -El  barbero  de  Sevilla,  ópera. 

5.— El  prisionero  de  guerra,  saínete  Las  dos  llaves. 

8.-  El  barbero  de  Sevilla. 

lO.-El  cadete  (Po fice),  saínete  La  burla  del  pintor  ciego. 

12.— Las  Visitandinas,  ópera,  saínete  el  ayer. 

15  y  17.— Los  Tellos  de  Meneses  (Ponre),  saínete  El 
disfraz  venturoso, 

19.— La  siciliana,  ópera,  saínete  El  novelero. 

22.  — El  distraído  (Maiquez),  El  marido  chasqueado. 

24.— La  esposa  delincuente  (ídem),  El  Manolo. 

26.— La  escuela  de  los  maridos  (ídem),  saínete  Los  pa- 
yos astutos. 

29.— Aviso  á  los  casados  (Ponne),  saínete  Casada,  viu- 
da y  soltera. 

31.— Las  Visitandinas,  saínete  El  hablador. 
Agosto    2.— La  siciliana,  ópera,  saínete  Los  estudiantes  petar- 
distas. 
3.— El  barbero  de  Sevilla,  ópera. 
5.— El  distraído,  saínete  El  marido  chasqueado. 
7.  —  La  tía  y  sus  herederos,  saínete  Los  palos  de- 
seados. 
9. — La  espigadera,  primera  parte,  saínete  El  hábito 
no  hace  al  monje. 

(El  día  í  í  entraron  los  ingleses^  y  desde  aquí  se  re- 
presentó todos  los  días). 

12. — El  distraído  (Maiquez),  y  El  marido  chasqueado. 

13.— El  convidado  de  piedra,  tonadilla?/  El  triunfb  de 
las  mujeres.  Se  iluminan  los  teatros. 

14.— El  sordo  en  la  posada  (Maiquez),  El  engañador, 
opereta,  por  la  Lledot. 

16.— El  relox  de  madera,  opereta,  el  bolero,  Sinfonía 
oriental,  saínete  El  chico  y  la  chica. 

17. — El  diablo  predicador,  saínete  Los  estudiantes  pe- 
tardistas. 

20.  — El  Califa,  opereta  (Maiquez),  un  concierto  de  vio- 
lín  {Calixto),  un  aria  '{la  Lledot),  saínete  La  acade- 
mia de  música. 

22.— El  reloj  de  madera  y  El  engañador,  operetas,  y  el 
bolero  por  dó»  mujeres. 


V40  tSIDORO   MAÍCÍUB2 


Agosto  23. -El  Califa,  saínete  El  chico  y  la  chica,  minué  ¿/bolero. 
2i.— Nada. 

25. — La  espigadera,  fandango,  y  el  saínete  Los  zapatos. 
27.— El  marido  chasqueado,  El  engañador  y  el  saínete 
Los  payos  astutos. 
,  28.  -  Federico  II,  (salió  Robles  y  Maqueda,  Torre,  Mai- 

QUEZ  y  los  demás) saínete  El  renegado  ?/  manchegas. 
3L — El  convidado  de  piedra  y  la  opereta  El  engañador. 
Septiembre     2.— El  parecido  en  la  corte  (Maiquez),  El  reloj  de 
madera  y  baile  inglés. 
3.  — La  espigadera  y  El  reloj  de  madera. 
4. — El  marido  chasqueado,  El  secreto,  bolero  y  el  saí- 
nete La  burla  del  pintor. 
6.— El  reloj  de  madera.  El  engañador,  fandango?/  El 

payo  de  la  carta. 
7.— Los  rechazos,  La  casa  en  venta,  saínete  El  payo 

de  la  carta  y  minué  afandangado. 
8. — La  novia  impaciente.  El  marinerito  y  bolero. 
.30.— La  escuela  de  los  maridos,  saínete  Tragábalas. 
12. — La  espigadera  y  El  secreto. 
13.— El  donado  fingido  y  El  marinerito. 
15.— ídem,  saínete  Los  criados    enfermos  en  re^~  de  El 

marinerito. 
16.— El  hipócrita  sentimental,  saínete  El  marido  so- 
focado. 
18.— El  Cid,  hecho  poi-    Vicente   García,   La  gitanilla 

por  amor. 
21.— El  marinero,  La  gitanilla  y  bolero. 

Nota. — En  esta  noche  se  cerró  el  teatro  hasta  el  8  de  Octubre, 
que  se  empezó  sin  Cristiani,  Justo,  Ponce,  la  Lledot  y  Alverá,  por 
haberse  pasado  á  la  Cruz,  y  sin  Maiquez,  por  estar  malo. 

O-^tubre  8.  —  El  príncipe  perseguido  (por  Vicente  García  y 
Roldan),  tonadilla  del  Presidiario,  bolero  y  el  saí- 
nete Los  parvulillos. 

10.  — La  tragedia  La  \enganz3i  (en  inglés),  hecha  por 
los  oficiales .  ingleses,  y  el  fin  de  fiesta  El  alcalde 
Garrat,  cuya  entrada  faé para  los  pobres  de  hos- 
pitales. 

12.  — El  mudo,  tonadilla  La  tragedia,  saínete  El  fuera. 

14.— La  alianza  de  España,  loa  El  villlano  del  Danubio 


APÉNDICES  741 


(Vicente  García),  el  minué  escocés,   bolero,  y  el 
saínete  El  payo  de  la  carta. 
Octubre  19.  —  La  lavandera  de  Ñapóles,  tonadillla  La  reco- 
mendación, saínete  Los  payos  astutos. 

2L— El  asistente  de  Sevilla,  salió  Soto,  tonadilla  El  to- 
rero y  la  maja,  salió  Rubio,  nuevo;  saínete  Traga- 
balas. 

24.— Lo  que  puede  un  empleo,  nueva,  tonadilla  y  el  saí- 
nete El  buñuelo. 

29.  — Los  patriotas,  tonadilla  Los  hidalgos  de  Torrejón, 

saínete  La  burla  del  mesonero. 

30,  31  y  1.°  de  Noviembre.— No  hubo  por  la  entrada 

de  los  franceses. 
Noviembre    2.— El  hablador  indiscreto,  tonadillas  La  tragedia  y 
la  de  Los  hidalgos,  saínete  El  payo  de  la  carta. 

(El  3  se  cerró  y  se  fueron  los  franceses,  volviéndose  d 
abrir  el  15). 

15!— El  Príncipe  perseguido,  tonadilla  Los  hidalgos, 
saínete  La  burla  del  mesonero. 

17.— El  confidente  casual,  tonadilla  El  presidiario, 
saínete  Los  payos  hechizados. 

19, — El  mudo  de  Arpenas,  tonadilla  La  recomenda- 
ción, saínete  Los  parvulillos. 

20.— Loque  puede  un  empleo,  tonadilla  la  de  ayer, 
saínete  El  fanfarrón, 

21.— El  villano  del  Danubio,  tonadilla  La  tragedia, 
saínete  Herir  por  los  mismos  filos, 

22. --El  diablo  predicador,  bolero,  y  el  saínete  La  casa 
de  locos. 

(Desde  el  25  inclusive  no  hubo  hasta  el  15  de  Diciem- 
bre,, y  fué  por  el  Gobierno  frincés.) 
Diciembre  Ib.  — En  el  Principe  La  escuela  de  los  maridos  (G.  To- 
rre, Víry,  fíaus,  Cristianí,  Avecilla),  El  marine- 
rito,  opereta  (C.  Lledot,  Torre,  Cabo,  Avecítla, 
Mas,  Casanova),  bolero. 

1(5.— La  de  ayer. 

17.— El  barbero  do  Sevilla,  ('>pera,  bolero  y  saínete. 

18.  — El  traidor  contra  su  sangre,  bolero  y  fandango 
por  los  boleros  del  teatro  de  la  Cruz. 

19,— La  lavandera  de  Ñápeles,  la  opereta,  El  engaña- 
dor engañado,  bolero  //  fandango. 


742    ,  ISIDORO    MAIQÜEZ 


iVoía.— Desde  el  15  de  Diciembre  hasta  el  19  trabajaron  unidas 
ambas  compañías,  hasta  que  el  dicho  día  19  empezó  la  compañía 
arreglada,  siendo  director  Isidoro,  y  con  la  asignación  de  S.  M.  de 
10.000  reales  mensuales  y  el  permiso  de  las  máscaras. 

Diciembre  20.— El  alcalde  de  Zalamea,  fandango  y  El   secreto, 
opereta. 
22.— El  marido  chasqueado  y  El  engañador,  opereta  y 

el  saínete  El  payo  de  centinela. 
23.— Trápala  y  tramoya  y  El  marinerito,  baile  inglés  // 

el  saínete  de  ayer. ^24.  No  hubo. 
25.— El  pastelero  y  El  Califa  (saZ¿ó  Maiquez)  ,  y  bo- 
lero. 
28.— El  abuelo  y  la  nieta,  saínete  El  hambriento  de  No- 
chebuena. 
30. — El,  astrólogo  fingido  y  La  gitanilla,  opereta. 
ISl^.-Enero    1.°— El  mejor  alcalde  el  rey  (Maiquezj,  saínete  Los 
Gutibambas. 
3.— El  barbero  de  Sevilla,  ópera,  saínete  La  cura  de 

los  deseos. 
4.— El  sordo  en  la  posada  (Torre,  B aus,  Maiqvez  y 

Aoecílla),  y  La  casa  en  venta. 
6. — El  diablo  predicador^  tonadilla  Los  hidalgos,  bo- 
lero y  el  saínete  La  burla  del  mesonero. 
8. — El  hipócrita  sentimental,   tonadilla  la  anterior, 

saínete  Los  payos  astutos. 
9. — El  avaro  ópera,  saínete  Perico  el  empedrador. 
11.  — Las  mocedades  del  Cid  (Poncé),  bolero  y  el  saine- 
te  Los  zapatos. 
13.— El  asistente,  tonadilla  El  Presidiario,  bolero  y  el 

saínete  El  marido  sofocado. 
14.— La  huerfanita  y  El  marinerito,  opereta. 
16.— El  abuelo  y  la  nieta. 

M .—{Primer  baile  de  máscaras).  El  hipócrita,  de  Mo- 
liere, tonadilla  La  tragedia. 
18.— La  misma,  y  saínete  El  fanfarrón. 

19.  —  El   avaro ,    ópera   y   el  saínete   El    pleito   del 

pastor. 

20.  — El  engañador  y  El  secreto,  opereta,  y  bolero. 
2L— El  alcalde  de  Zalamea,  tonadilla  La  recomenda- 
ción, bolero  y  el  saínete  El  mal  de  la  niña. 


APÉNDICES  743 


Enero  22.— El  hipócrita  sentimental  y  La  casa  en  venta. 

23.— (Segundo  baile).  El  donado  fingido,  saínete  El  tra- 
gábalas. 

24.— El  parecido  en  la  corte  (Maiqüez),  tonadilla  del 
Trípili,  sainete  El  fuera. 

25. — Las  mocedades  del  Cid  y  El  marinerito. 

26.— El  Tartufo  ó  El  hipócrita  y  El  marinerito. 

27. -El  sordo  y  El  Califa. 

28.  — El  pastelero  y  El  reloj  de  madera. 

29.— El  parecido  y  El  marinerito. 

30.— El  donado  fingido  y  El  reloj 'de  madera. 

31.— García  del  Castañar  ?/ El  Calila. 
Febrero    1.° — El  avaro,  ópera,  sainete  La  cura  de  los  deseos. 
2,.— {Tercer  baile).  Las  mocedades  del  Cid,  sainete 

El  payo  de  centinela. 
3.— El  aguador  de  París  y  El  engañador. 
4.— García  del  Castañar  y  El  reloj  de  madera. 
5.— El  Sí  de  las  niñas  y  El  secreto.  {Salió  la  Rioera, 

hi20  el  barba  Ponce). 
9.  — La  Isabela,  ópera,  sainete  Los  parvulitos.— ¿"í  10 
y  11  YA  payo  de  la  carta. 

12.— El  distraído  y  La  novia  impaciente,  y  el  sainete  El 
tío  naide. 

14. — {Cuarto  de  baile).-  No  hubo. 

15.— Los  rechazos  y  La  casa  en  venta,  //  al  sainete  El 
mal  de  la  niña. 

16.— El  asistente  de  Sevilla,  tonadilla//  el  sainete  Al- 
calde tonto  y  discreto. 

17.  — El  Sí  de  las  niñas,  bolero  y  el  sainete  El  fuera. 

18.— El  café,  tonadilla  La  venida  del  soldado,  //  el  sai- 
nete La  discreta  y  la  boba. 

20.— El  hipócrita,  sainete  Trápala  y  tramoya. 

21. '-{Fué  el  quinto  de  baile.)— No  hubo. 

22.— El  avaro,  ópera,  sainete  Los  abates  locos. 

23.— El  Omasis  ó  Joseí,  trayedia  nueoa  (Baus,  Loreto, 
Varyas,  Maiqukz,  Ponce,  Aoecilla),  bolero  y  La 
gitanilla. 

25.— {Fué el  baile  sexto.) — No  hubo. 

26.--La  del  23. 

27.— La  Isabela  y  Los  payos  hechizados. 

2H.— {Séptimo  baile.}— No  hubo. 


744  ISIDORO   MAIQUEZ 


Marzo     1°  y  2.— (Octano  y  noveno  bailes.) — No  hubo.— El  3 
Ceniza,  y  no  hubo  hasta  el 
19  y  25.—  (Décimo  y  undécimo  baile.)— Hubo  más- 
caras. 
28.— Santa  Isabel  y  el  baile  de  Las  molineras  capri- 
chosas. 
30.— El  diablo  predicador,  sainete  nueoo  El  entierro  de 
,.  Don  Guillermo.  (El  31  se  prohibió  y  prendieron  á 
cinco  actores.)  Se  hizo  La  burla  del  mesonero. 
Abril    1.°— El  hipócrita  sentimental  y  El  secreto,  opereta. 

iVoía.— Por  prisión  de  cinco  actores  en  este  día  se  dio  fin  ala 
temporada. 


1812-1813. 

Lista  de  las  comedias  representadas  por  la  compañía  del  tea- 
tro DE  LA  Cruz  desde  29  de  Marzo  de  1812  hasta  14  de  Di- 
ciembre del  mismo  año  en  que  lo  cerraron  los  1''ranceses.  (Si- 
gue hasta  Í813.) 

Marzo  29. — El  picarillo  en  España  (yircf  y  Oros),  Dúo  italia- 
no (Carlota  Michelet  y  Julián),  sainete  Las  arra- 
cadas.— A  las  cuatro  y  media. 
Sí. — Las  lágrimas  de  una  viuda,  tonadilla  nueva,  sai- 
nete El  queso  de  Casilda. 
Abril    2. — Julio  César  y  Catón,  lonadilla,  sainete  Los  usías 
contrahechos, 
3. — El  amor  y  la  intriga,  sainete  Herir  por  los  mismos 

filos. 
4.— Eduardo  y  Federica,  sainete  Los  Gutibambas. 
5.— El  sepulcro  de  Adelaida. 
6.— Las  minas  de  Polonia. 

8.  — El  hospital  de  los  locos,  sainete  El  disfraz  ven- 
turoso. 
10.— La  mujer  de  dos  maridos,  tonadilla  La  Ordóñez, 

sainete  El  renegado. 
11. — Apeles  y  Campaspe,  tonadilla  y  el  sainete  El  avaro 

arrepentido. 
13. — La  toquera  vizcaína. 
15.  — El  honrado  labrador. 


APÉNDICES  745 


Abril  17.— El  mágico  Brancanelo,  tonadilla  y  el  saínete  Las 

castañeras  picadas. 
20.— La  mujer  prudente,  saínete  El  robo  de  la  burra. 
21.— El  imperio  de  las  costumbres,  saínete  Los  gansos. 
22. — Las  esclavas  amazonas,  tonadilla  y  el  saínete  El 

marido  sofocado. 
24. — La  vieja  y  el  niño,  nueva,  tonadilla  y  el  saínete  In- 
dustria contra  miseria. 
28.— La  Fulgencia,  un  dúo,?/  el  saínete  El- mal  de  la 

niña. 
29. — Los  falsos  hombres  de  bien. 
Mayo    1.°— Las  lágrimas  de  una  viuda,  tonadilla  y  el  saínete 

Herir  por  los  mismos  filos. 
2. — No  hubo,  pero  pagó  el  empresario. 
.3.— Ricardo   Corazón  de  León,  ópera  nueua  en  tres 

actos,  saínete  Los  currutacos  chasqueados. 
8.— Silvestre  y  Pascual,  nueva. 
10.— El  escultor  y  el  ciego,  dúo,  sameíe  La  casa  de 

vinos. 
12.— Ecio  triunfante  en  Roma,  tonadilla  y  el  saínete  El 

renegado. 
1.3.-  El  Duque  de  Osuna,  tonadilla  y  el  saínete  Lo  que 

puede  la  ambición. 
14. — El  hospital  del  amor  ó  de  los  locos. 
15.— El  pintor  naturalista,  /iweca,  tonadilla  y  saínete 

El  No. 
17. — Catalina  segunda  ó  la  toma  de  Okzacow,  tonadilla 

y  el  saínete  El  fanfarrón. 
21.- La  mujer  de  dos  maridos,  tonadilla,  y  el  saínete 

Las  arracadas. 
22.  — Los  muertos  fingidos,  opere  nueva  en  dos  actos, 

saínete  Maja,  francesa  y  beata. 
25.— Amo  y  criado  embusteros. 
27. — F^edro  el  Grande  Czar  de  Moscovia,  tonadilla,  y  el 

saínete  Payos  y  soldados. 
29.— La  Cecilia,  en  dos  actos,  y  un  concierto  de  (lauta 

por  PaníU  y  su  hija. 
Junio    2.— Los  muertos  fingidos,  ópera. 
4.— Si  una  vez  llega  á  querer. 
6.  — El  impostor,  nueou,  en  cuatro  actos,  saínete  l.n 

beata  habladora. 


i46  ISIDORO   MAIQUBZ 


Junio    9.— La  Toquera  vizcaína,  y  el  concierto  de  flauta. 

11.— Amo  y  criado  embusteros,  y  el  concierto. 

13. — El  regañón,  nueca. 

16,— La  vieja  y  el  niño,  un  aria  y  saínete. 

18.  — Pedro  el  Grande. 

20.— La  bella  perfumista,  ópera  /lucoa,  saínete  El  tío 
Pedro  Paz  (§ic). 

24. — Fray  Lucas  ó  el  mongío  deshecho,  nueoa,  saínete 
Los  palos  deseados. 

28.— Palmis  y  Oronte. 

30.— Jenwal  y  Faustina,  tonadilla,  y  el  saínete  Las  frio- 
leras. 
Julio    2.— El  hijo  reconocido,  concierto  de  flautas,  y  el  saí- 
nete de  ayer. 
4.— Lepoldo  el  Grande,  eo/t  arias,  saínete  El  Rastro 

por  la  mañana. 
9.— Obras  son  amores. 

11. — El  amor  logrado,  nueoa. 

14.— Eduardo  y  Federica. 

16.— Los  viajes  de  José  II  ó  El  perfecto  amigo. 

18.— La  marquesa  de  Saluzi,  nueva. 

21.  — La  más  constante  mujer. 

23.— El  hospital  de  los  locos. 

25.— El  castillo  de  Montenegro,  ópera  nueoa.  (Beneficio 
de  Muñoz.) 

28.  — El  enemigo  de  las  mujeres,  tonadilla,  y  saínete 
Los  hombres  solos. 

30. — El    buen    labrador,    tonadilla,    y   saínete   el  del 
día  28. 
Agosto    1.°— El  premio  del  bien  hablar,  bolero  y  sámete. 
4.— El  asturiano  en  Madrid. 

8.— Ocultar,  de  honor  movido,  al  agresor  el  herido, 
nueva,  tonadilla  y  el  saínete  Los  currutacos  chas- 
queados. 

13.— Triunfar  sólo  por  la  fe,  bolero,?/  el  saínete  Los 
payos  y  soldados. 

16.— El  asturiano  en  Madrid,  saínete  El  saínete  inte- 
rrumpido. 

17.— El  hijo  reconocido,  tonadilla  general  Las  panade- 
ras, Concierto  de  nautas,  saínete  Los  quintos  de 
Somosierra. 


APÉNDICES  747 


Agosto  19.— Si  una  vez  llega  á  querer,  bolero  y  el  saínete  In- 
dustria contra  miseria. 

20. —El  vinatero,  tonadilla  del  Trípili,  saínete  Trápala 
y  tramoya. 

21. — La  vieja  y  el  niño. 

22.— Carlos  V  sobre  Túnez,  tonadilla  ?/ tí¿  saínete  Ine- 
silla  la  de  Pinto. 

25.— La  Fulgencia,  tonadilla  r/e¿sa¿/it?íe  Industria  con- 
tra miseria. 

26.  — Los  muertos  fingidos,  ópera. 

28. — Juana  la  Kabicortona,  de  magia,  saínete  El  fan- 
tarrón. 

3L— El  sepuloro  de  Adelaida,  saínete  El  sueño. 
Septiembre    2.— Ricardo,  ópera,  saínete  Los  usías  contrahechos. 
4.— Catalina  segunda,  primera  parte,  saínete  El  tío 

Pedro  Paz. 
7.— Vinatero  de  Madrid,  tonadilla  y  el  saínete  del  4. 
8. — El  alba  y  el  sol,  el  quinteto  de  la  Isabela  y  un  bai- 
le. (Beneficio  de  la  Carmona.) 

14.— El  buen  labrador,  tonadilla  y  el  saínete  Alcalde 
tonto  y  discreto. 

15. — Palmis  y  Oronte,  tonadilla  y  saínete  de  ayer. 

16.  — El  monjío  deshecho  ?/  el  saínete  El  cambio  de  la 
burra. 

18.  — Los  siete  Infantes  de  Lara,  el  monólqgo  de  Domin- 
go y  unas  canciones  alusivas  al  día  2  de  Mayo. 

21.— Eduardo  y  Federica,  saínete  Los  Gutibambas. 

22.— Viajes  de  Joseí'  segundo,  saínete  Inesilla  la  de 
Pinto. 

23.— Reinar  después  de  morir  (salió  Ponce),  saínete  El 
almacén  de  novias. 

24.  — La  moza  de  cántaro,  tonadilla  //  el  saínete  El 
cafe. 

25.— El  desdén,  saínete  El  casado  por  fuerza. 

26.-1^  misantropía,  tonadilla,  saínete  La  tornaboda 
en  ayunas. 

29.— La  moza  de  cántaro,  tonadilla  y  el  saínete  El 
café. 

:jO.  — Roma  libre,  tragedia  nueoa  en  cinco  actos,  bolero 
y  el  saínete  Chiribitas  el  Ve^^e^o.  (BeneHríode  Ra- 
fael Peres.) 


748  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Octubre    6,  — El  desdén,  tonadilla//  el  saínete  El  casado  por 
fuerza. 
7.— El  barbero  de  Sevilla.  {Salieron  Crístiani,  Lledot 

y  §u  hermana,  Justo  y  Alüerá). 
9.  — El  picíirillo  en  España,  tonadilla  y  el  saínete  Los 
genios  encontrados. 

10.— Casarse  por  vengarse,  tonadilla  y  el  saínete  La 
viuda  singular. 

12.— El  asturiano  en  Madrid,  saínete  La  tornaboda  en 
ayunas. 

13.  — La  reconciliación,  tonadilla  y  el  saínete  El  chico  y 
la  chica. 

14. — Loa  Las  máscaras  de  Amiens,  saínete  El  duende. 

19.— El  pintor  fingido  y  El  engañador  engañado,  ope- 
reta. 

21.— Cecilia  y  Dorsán,  tonadilla  y  el  saínete  La  casa  de 
vinos. 

22.— El  calderero  de  San  Germán,  tonadilla  y  el  saíne- 
te El  marido  sofocado. 

23.— Muerta  y  viva  á  un  mismo  tiempo,  nueca,  El  tiem- 
po feliz,  en  un  acto,  nueva.  Tonadilla  general  Los 
contrabandistas  y  el  Zapateado.  {Benejicío  de  la 
Maseras.) 

24.— Roma  libre,  tragedia,  tonadilla  y  el  saínete  Los 
currutacos  chasqueados. 

26.  — El  perro  del  hortelano,  tonadilla  y  el  saínete  ¥A 
avaro. 

28.— Mina  en  los  campos  de  Arlaban,  nueaa,  y  La 
gitanilla  por  amor,  opereta.  (Beneficio  del  ejer- 
cito.) 

30,  3Í  y  1."  de  Noviembre  no  hubo  por  la  entrada  de 
los  franceses. 
Noviembre    2.— El  hijo  reconocido  y  La  gitanilla  por  amor. 
3.  — Los  amantes  de  Teruel. 
5.— Cecilia  y  Dorsán,  tonadilla  y  el  saínete  El  almacén 

de  novias. 
6. — La  niña  de  Gómez  Arias,  tonadilla  y  el  saínete  El 

sastre  y  su  hijo. 
8. — El  bandolero  honrado,  tonadilla  y  el  saínete  Los 
gansos. 

10.— Palmis  y  Oronte  //  La  gitanilla  por  amor. 


á^éndíCbs  749 


Nomeinbre  11.— El  triunfo  del  Ave  María,  tonadilla  y  el  saínete  El 
duende  fingido. 
13.  — La  casualidad  contra  el  cuidado  y  la  opereta  El 

secreto. 
15.— Juez  sordo  y  testigo  ciego. 
17.— La  mujer  de  dos  maridos,  tonadilla  y  el  saínete  El 

renegado. 
19.  — La  Isabela,  ópera,  saínete  Los  palos  deseados. 
21.— Las  minas  de  Polonia,  tonadilla  ?/ eZ  sai/ieíe  Los 

quintos  de  Somosierra. 
24.— El  honor  da  entendimiento,  de  figurón  ,tonadilla  y 

el  saínete  El  novio  mujer. 
25.— Lo  cierto  por  lo  dudoso  y  La  astucia  estudiantina. 
26.— El  Fénix  de  los  criados. 
27.— El  dómine  Lucas,  de  figurón. 
29.— El  duque  de  Viseo,  tragedia,  UmsiáWXdi  y  el  saínete 
El  disfraz  venturoso. 
Üir-íenibre    1.°— Eduardo  y  Federica,  tonadilla  y  el  saínete  El  dis- 
fraz venturoso. 
2.  — La  mujer  de  dos  maridos,  tonadilla  y  el  saínete  El 

sueño. 
3.— El  sepulcro  de  Adelaida,  bolero,  y  el  saínete  El 

cambio  de  la  burra. 
4.— El  dómine  Lucas,  bolero  y  saínete. 
5.— La  Isaljela,  ópera,  saínete  El  astuto  madrileño. 
7.  — Los  viajes  de  José  II  y  La  gitanilla  por  amor. 
8. — El  barbero  de  Sevilla,  ópera. 
9.— La  dama  sutil  y  El  engañador,  opereta,  y  el  saíne- 
te Los  cinco  vecinos. 
10.  — El  monjío  deshecho,  tonadilla  ?/  el  saínete  El  sas- 
tre y  su  hijo. 
11.— Los  siete  Infantes  de  Lara,  tonadilla  El  triunfo 

de  las  mujeres  y  el  saínete  El  perlático  fingido. 
12.— El  hechizado  por  fuerza,  de  jlgurón,  tonadilla// 

saínete  de  ayer. 
14.— El  buen  labrador,  tonadilla  y  el  saínete  Las  arra- 
cadas, 
{Desde  este  día  hasta  el  24  de  Enero  no  trabajaron  por 
orden  del  rey.  En  24  se  les  díó  permiso  y  se  reunie- 
ron con  otros.) 
lSl:i.-Enero  24.— El  monjío  deshecho. 


11)6  iSibOkO   MAIQÜBÍ5 


Enero  26.— El  hijo  reconocido,  tonadilla  y  fandango.  (Ca/iíó 
uno  nuevo.) 

27.— Los  viejos  maniáticos,  tonadilla  {salió  la  Calde- 
rón) y  sainete,  y  asi  los  demás  días. 

29. -Cecilia y  Dorsán. 

30.— El  vinatero  de  Madrid. 

31.— El  mágico  catalán. 
Febrero    5.  — Las  lágrimas  de  una  viuda. 
7.— Amo  y  criado  embusteros. 
8.— Si  una  vez  llega  á  querer. 
9.— El  asturiano  en  Madrid. 

10.— El  premio  del  bien  hablar. 

11.— LaToquera  vizcaina. 

12.— El  Nazareno  Sansón,  tonadilla,  y  sainete  El  rastro 
por  la  mañana. 

17.  — La  vieja  y  el  niño. 

18.— Amo  y  criado  embusteros. 

19.— El  católico  Recoiredo  y  el  sainete  Las  castañeras 
picadas. 

22.— El  médico  supuesto,  tonadilla  general,  todo  las 
actrices. 

25.  — El  mágico  de  Astracán. 

28  y  1.°  y  2  cZe  Marzo.— La  misma  y  el  sainete  E\  Ma- 
nolo, los  hombres  las  mu/eres  y  las  mu/eres  los 
hombres. 
Marzo    3,  4,  5  y  6.— No  hubo. 

7.— El  rico  avariento,  un  aria  de  coros  y  sainete. 

10. — La  dama  labr¿\dora  y  concierto  de  flautas. 

11.— Los  siete  infantes  de  Lara,  sainete  y  concierto. 

12.— Nada. 

13.— El  Arca  de  Noé,  tonadilla  y  saiuete,  y  así  los  de- 
más días. 

16.  — El  monjío  deshecho. 

17.— El  vinatero  de  Madrid. 

19. — La  boba  para  todos  y  discreta  para  sí. 

21. — El  bruto  de  Bal)ilonia. 

24.— No  hay  reino  como  el  de  Dios  y  Moro  y  cristiano 
á  un  tiempo,  sainete  El  imitador  de  cómicos.  {Be- 
neficio de  Oros.) 

27,— El  bruto  de  Babilonia. 

29. — Amo  y  criado  embusteros. 


Ai>¿Nr>iCBs  751 


Marzo  30.— Los  trabajos  de  Job,  saínete  nuevo  El  entierro  de 
Don  Guillermo.  El  3í  no  se  hizo  y  se  puso  en  su 
lugar  Los  genios  encontrados. 
Abril  3.— Elias  y  Acab,  sainete  La  comedia  de  Valmojado. 
(Beneñcio  de  Arriaga.) 
6.— Judas  Iscariote,  sainete  El  fanfarrón.  {Beneñcio 
del  Curro.) 


1813-1814. 

Comedias  ejecutadas  por  la  compañía  del  Príncipe 
DESDE  1.°  DE  Mayo  de  1813  hasta  22  de  Febrero  inclusive  de  1814. 

Mayo  1.°,  2  y  3. -La  muerte  de  Abel,  tragedia.  (Salió  Robles 
con  Antera,  Rosa  Celicour,  Teresa  Sánchez,  Mai- 
QUEZ,  Rubio  y  Fabiani),  y  El  marineríto,  opere- 
ta. A  lassiete.—Sólo  se  representa  tres  días  por 
semana, 
l.—No  hubo  por  enfermedad  de  Maiquez. 
9.— El  celoso  confundido  y  l^  gitanilla,  opereta. 

10,—  La  gitanilla  y  El  marinerito,  operetas. 

16  y  18.— El  Fenelón,  tragedia  (Maiquez),  ?/ Felipe  y 
Juanita,  opereta. 

26. — El  celoso  confundido  y  Felipe  y  Juanita. 

22. ~ Iluminación.  La  novia  impaciente  (Maiquez),  El 
secreto,  y  el  sainete  El  friunfo  del  interés. 

23, — El  Sí  de  las  niñas  y  El  secreto.  El  27  se  marcha- 
ron los  franceses. 

30  y  31,— El  Ótelo  (Maiquez),  y  el  sainete  El  triunfo  del 
interés.  Iluminarión  por  Fernando  Vil. 
Junio    6  y  7,  —  Omasís,  tragedia  (Maiqujíz)  y  El  secreto, 
opereta. 

8.— El  Fenelón,  tonadilla  El  imán  do  la  milicia,  salió 
Pacheco,  sainete  El  tramposo. 

13. — El  parecido  en  la  corte,  tonadilla  El  Trípili,  saí- 
nete Inesilla  la  de  Pinto. 

16,  17  y  20.— El  Pelayo,  tragedia,  y  El  reloj  de  madera, 
opereta. 

24  y  25.  — Los  Templarios,  tragedia,  tonadilla  La  veni- 
da del  soldado,  sainete  El  avaro  arrepentido. 


75^2  isiOoko  Maiqubz 


Junio  26.  — La  novia  impaciente^  El  reloj  de  madera  y  el  saí- 
nete El  triunfo  del  interés, 

27.— El  celoso  confundido  y  El  secreto. 

29.— El  Pelayo,  tonadilla  El  imán  de  la  milicia,  sainete 
,  El  tramposo. 

Julio    4.  — La  novicia,  tragedia,  tonadilla  El  novio  sin  no- 
via, sainete  Los  tres  novios  imperfectos. 
9.— El  día  2  de  Mayo,  tragedia  nueoa,  sainete  Músicos 
y  danzantes,  y  el  12  tonadilla  del  Trípili,  sainete 
de  Los  tres  novios  imperfectos,  y  duró  toda  la 
función  hasta  el  Í8  inclusive. 

23,  24  y  25.— La  batalla  de  los  Arapiles,  nueua  (Mai- 
QUEz,  Ponce,  Ortigas,  etc.),  El  secreto,  sainete  La 
burla  del  mesonero.  El  26  en  lugar  de  El  secreto 
y  el  sainete,  la  tonadilla  de  La  recomendación  y 
Los  franceses  en  la  Alcarria,  niieoo  {Baus,  Cabo, 
Sánchez,  Maiquez  y  Ponce),  en  un  acto,  y  en 
el  mismo  se  suspendió  por  queja  del  Empeci- 
nado. 
Agosto  6  y  8.  — La  batalla  de  Salamanca,  tonadilla  La  reco- 
mendación, sainete  El  triunfo  del  interés. 

17,  18,  19  y  22.— La  caída  de  Godoy,  nueva,  en  tres 
actos  (Baus,  Celicour,  Alonso,  Loreto,  Maiquez, 
Ponce  y  Cristiani),  y  Felipe  y  Juanita. 

27,  28,  29  y  30.— Dupont  rendido  en  los  campos  de  Bai- 
len (Baus,  Cabo,  Sánchez,  Loreto,  Maiquez,  Pon- 
ce,  Cristiani,  Fabiani  y  Contador),  nueva,  y  el  fin 
de  fiesta.  La  palabra  Constitución  y  su  sentido, 
nueva. 
Septiembre  4,  5,  6,  7  y  8. — Raquel,  tragedia,  y  El  Califa,  opereta. 
Salió  la  graciosa  Gertrudis  Torre,  y  la  Loreto 
hizo  la  parte  principal'  La  entrada  de  hoy  para 
Maiquez.  Cantó  Loreto  el  aria  de  Las  cuatro  na- 
ciones. 

12  y  13.— El  Fenelón,  tonadilla  El  tío  y  los  sobrinos, 
sainete  El  cuarto  de  la  viuda. 

15  y  16.— El  ricohombre  de  Alcalá  (Maiquez),  y  El  re- 
loj de  madera. 

19  y  20.— La  muerte  de  Abel,  y  la  opereta  Quien  porfía 
mucho. 

21.— La  caída  de  Godoy  y  El  reloj  de  madera. 


AP¿NDÍCBá  Wó 


Septiembre  24,  25  y  26.— El  Pelayo  y  el  saínete  La  Constitución. 
lliuninacióii  y  beneñcio  para  la  tropa. 
27.—  El  día  2  de  Mayo  (Baus,  Sánchez,  Maiquez,  Pon- 
ce,  Cristiani,  etc.),  tonadilla  El  presidiario,  saine- 
te  La  casa  de  vinos. 
28. — Los  Arapiles,  tonadilla  La  tragedia,  sainete  La 

Constitución. 
29  y  30.  •  Dupont  rendido  y  El  marinerito,  opereta  (Lo- 
reto,  el  marinero). 
Octubre    3. — Los  Templarios,  tragedia  (Baus  y  Maiquez)  y  El 
marinerito. 
4  y  5,  — La  novicia,  tragedia,  tonadilla  El  novio  sin 
^       novia,  sainete  Los  tres  novios  imperfectos. 
6  y  7. —  La  huerfanita  y  El  secreto. 
8.— El  celoso  confundido,  tonadilla  La  recomenda- 
ción, sainete  La  Constitución. 
10  y  n.— La  novia  impaciente,  El  sueño  y  El  Califa. 
12.— El  Tartufo  y  El  reloj  de  madera. 
14.  — Omasis,  tragedia,  sainete  nuc/uj  La  ponchada  é 

iluminación. 
20.  — El  ricohombre,  tonadilla  El  presidiario,  saínete  El 

mantón. 
2L— El  Tartufo,  tonadilla  El  imán,  saínete  VA  cuarto 

de  la  viuda. 
22,  23  y  24. — El  preso  y  Los  dos  presos,  operetas.  Salía 

Bernardo  Gil. 
ib. — El  mejor  alcalde  el  rey,  saínete  Los  zapatos,  tona- 
dilla La  chiva,  y  salió  Suárez. 
26.— El  parecido  en  la  corte,  tonadilla  El  tío  y  los  so- 
brinos, sainete  El  triunfo  del  interés. 
28  y  29.— El  diablo  predicador  (Maiquez;,  tonadilla  \\\ 

Trípili,  sainete  Los  abates. 
31.  — Dupont  rendido,  saínete  El  tío  naide,  tonadilla  la 
de  ayer. 
NoDÍembre    1.*' — No  hubo. 

2.— El  astrólogo   fingido,   tonadilla  La    venida    del 

soldado,  saínete  La  cura  de  los  deseos. 
3.  — El  liip)ócr¡ta  sentimental,  tonadilla  Doña  Toribia, 

sainete  Los  payos  astutos. 
5.  —  La  Virginia,  tragedia  nueva  {Baus,  Celicour, 
Mak^ez,  PoneSf  etc.),  sainete  El  amigo  de  todos. 

48   . 


^54  iSibORO    MAIQÜE2 


Noriembre    9- El  alcalde  de  Zalamea,   sai/icte  l.a  fineza  en  los 
ausentes. 
10.— García   del  Castañar,  tonndilla  La  equivocación, 
saínete  El  fuera. 

11.  — El  astrólogo  fingido,  saínete  el  de  ayer. 

12. — El  donado  fingido,  tonadilla  La  recomendación, 

saínete  El  fanfívrrón. 
14  y  15.  — La  escuela  de  los  maridos,  tonadilla  La  maja 

honrada,  saínete  El  doblón  de  á  ocho. 
16.— El  sordo  en  la  posada  y  Felipe  y  Juanita. 
17.  ~  El  Tartufo,  saínete  El  cuarto  de  la  viuda. 
19.— El  mejor  alcalde  el  rey,  .same íe  La  constitución. 
-   21. — Ferielón,  saínete  Los  estudiantes  petq,rdistas. 
23  hasta,  30  inclusive.— 'Lo^  rechazos,  en  un  acto  y  El 
delirio,  opereta  {salió  Bernardo  Gil),  saínete  El 
payo  de  centinela. 
Diciembre     l."-El  alcalde  de.  Zalamea,  saínete  La  fineza  en  los 
ausentes. 
2  y  3.  — Los  dos  yernos  y  El  marido  chasqueado. 
.').— La  novicia,  tonadilla  V\  campanelo,  .vameíe  Los 

tres  huéspedes. 
(5.  -  El  sordo  en  la  posada,  tonadilla  y  saínete  de  ayer. 
7,  8  y  9.— Cayo  Graco,  nueüa,  en  cuatro  actos  (Baus, 
Celícour,  Maiquez,  Ponce,  Avecilla),  tonadilla  del 
Trípili,  saínete  T^os  parvulitos. ' 
11.— El  distraído,  tonadilla  El  campando,  saínete  FA 
tragábalas. 

12.  — La  Raquel,  tonadilla  El  tío  y  los  sobrinos,  .saine- 

te  El  duende. 

13.— El  sueño,  La  novia  impaciente  y  el  saínete  El 
duende. 

18.— La  escuela  de  los  maridos,  saínete  La  cura  de  los 
deseos. 

19.— Los  gemelos,  saínete  El  café. 

2L— Los  Templarios,  ¿íaíVí,e£e  Casada,  viuda  y  .soltera. 

23.— El  Tartufo,  saínete  El  tío  naide. 

25,  26,  27  y  28. -Carlos  V  sobre  Túnez  (Maiqukz),  to- 
nadilla Los  cónicos  n\\e\o^,  saínete  La  vengan/a 
de  los  payos. 

29  y  30.  — El  diablo  predicador,  tonadilla  AI  fin  vence 
la.  mujer,  saínete  El  sutil  tramposo. 


At>ÉNl>lCÉÍS  Ihh 


Diciembre  31  y  1°  de  Enero.  —  Dupont  rendido,  sainete   Los 

locos, 
i%\A.-Enero    2  y  3.— El  pastelero  de    Madrigal  (Torre,  Sánchez, 
Cabo,  Loreto,  Maiquez,  Ponce,  Avecilla,  etc.),  to- 
nadilla, El  marido  impertinente,  sainete  Los  estu- 
diantes hambrientos. 
5,  6,  7  y  8.— La  gran  batalla  de  los  Arapiles  (Maiquezj, 
El  quid  pro  quo,  opereta,  sainete  Los  tres  huéspe- 
des burlados.  Iluminación  por  la  entrada  de  la 
Regencia. 
9,  10  y  IL— El  día  2  de  Mayo,  tonadilla  Doña  l"or¡- 
bia,  sainete  En  tocando  á  descasar  acude  todo  el 
lugar. 
12. — El  alcalde  de  Zalamea,  sainete  El  payo  de  cen- 
tinela. 
14  hasta  el  19  inclusim. — El  chasco  de  los  afrancesa- 
dos, nueva  (Torre,  Cabo,  Sánchez,  Loreto,  Mai- 
quez, Ponce,  Avecilla,  Cristiani,  Suáres,  etc.), 
sainete  El  chasco  de  los  cesteros,  de  magia. 
20.— La  escuela  de  los  maridos,  sainete  Los  zapatos, 
21. — El  celoso  confundido  {salió  la  Baus),  7  El  quid 

pro  quo. 
22.— El  astrólogo  fingido  y  la  opereta  de  ai/cr. 
23.— La  caída  de  Godoy,  tonadilla  El  tripiU,  sainete  La 

constitución. 
24. — La  huerfanita,  Sinfonía  oriental  y  el  sainete  Los 

parvulitos. 
26. — Los  dos  hermanos,  disipador  y  egoísta,  sainete  La 

casa  de  vinos. 
27  y  28. —  Cayo  Graccy,  tragedia,  sainete  La  embaraza- 
da ridicula. 
29.— El  Tartufo  y  el  sainete  Tragábalas. 
30.— La  muerte  de  Abel,  sainete  El  castigo  de  la  mi- 
seria. 
31, — El  Fenelón  y  saínete  de  ayer. 
Fí'brer<>     1." — La  del 'U. 

2  y  3.— Los  rechazos  y  El  marinerito,  opereta  {salió 

Bernardo  Gil),  sainete  El  chico  y  la  chica. 
4.  — El  donado  fingido.  Sinfonía  de  la  caza,  y  el  sai- 
nete VA  triunfo  del  interés, 
.j,  6  y  7. —  El   marido  chasqueado.   El  delirio,  opereía 


t56  iSiDOfeO   MAIQÜB2 


y  el  saínete  Los  estudiantes  petardistas.  {Bernar- 
do Gil.) 
Febrero    8.— El  ricohombre    de  Alcalá,  Miinete  El  amigo  de 
todos. 
9.-  García  del  Castañar,  saínete  VX  café. 
10.  — El  mejor  alcalde  el  rey,  saínete  Casada,  viuda   y 

soltera. 
11  y  12.— El  hipócrita  sentimental  y  Los  dos  presos, 
opereta  (salió  Gil). 

18  y  14.— El  diablo  predicador  y  El  secreto,  opereta. 
16  y  17. — Los  'i'emplarios,V/meíe  Los  genios  encon- 
trad f)s. 

18.  — Los  gemelos,  saínete  La  l)oda  por  poderes. 

19  y  20.-  El  chasco  de  los  afrancesados,  tonadilla  La 

prueba  de  los  cantores,  saínete  El  sutil  tramposo. 

21  .—El  pastelero  de  Madrigal,  tonadilla  El  campane- 
lo,  saínete  La  burla  del  mesonero. 

22.— El  diablo  predicador  (hizo  el  gracioso  la  G.  To- 
rre), tonadilla  y  saínete  el  mismo  de  ayer.  Con- 
cluyó la  temporada  en  estedia. 


1813.1814. 

COMrílJlAS   E.lEf;i!TADAS    EN    Kí,    TEATRO   DE    I.A    CkLZ 
DESDE    18     DE    AbrH.     DE     1813    HASTA'    31     DE     MaRZO     DE     181  I. 

Abril  18.  — La  holandesa. 

20.  — Palm is  y  Oronte. 

21.  — El  impostor. 

23.— El  asturiano  en  Madrid.  -. 

24.— Llegar  á  tiempo,  saínete  y  baile  El  farsal  del  pe- 
luquero holandés. 

26.  — La  C ecWiii,  primer <(  ¡)art<\  //  i'l  hnih'  a/iter/or. 

27.— El  st'pulcro  de  .\delaida. 

28.— Si  una  vez  llega  á  qutí^rfr. 

29. — Jenwal  y  Faustina. 

30.  — El  monjío  desheclto,  foncierto  de  lia  uta.  y  el  baile 
i/iyl''s. 
Mayo     1.°— Las  ai'rnas  di'  la  hermo.sura,   tonadilla  general, 
baile  La  diversión  campestre. 


APÉNDICES  757 


Mayo    4. —El  premio  de  la  humanidad,  saínete  ij  mi  mu'  es- 
cocés. 
5.— Las  lágrimas  de  una  viuda. 
6.  — El  buen  labrador. 
7.— El  trapero  de  Madrid. 
8. — La    piedad  de  Leopoldo,  toiuidilla  general,  //  el 

baile  Los  locos  de  Zaragoza. 
11.— Juez  sordo  y  testigo  ciego,  y  bolero. 
13. — Las  minas  de  Polonia 
16. — La  Cecilia  y  un  quinteto  de  baile. 
17.— Aireo  y  Tiestos,  tragedia  naeea. 
19.— Am»  y  criado  embusteros. 

20.— Las  segundas  nupcias,  nueca,  y  el  baile  I.slü  -Al- 
deanas. 
22.— El  perfecto  amigo,  tonadilla  y  el  baile  de  ayer. 
■      23.--Ladel20. 

24. — Los  expósitos,  en  <;in<^o  artos,  nueoa. 

28.— El  trapero  de  Madrid. 

29.  — La    holandesa,    un  dúo    '■antado   y  (¡uinUito  de 

baile. 
30. — Catahna  segunda,  y  el  baile  de  Ltis  aldeanas  en  la 
corte. 
Junio     L°— Triunfar  por  la  fe. 

3.— Ver  y  creer  //  bolero. 

4,  — Llegar  á  tiempo,  baile  inglr^  y  quinteto  cantado. 
6.— D.  ,íuan  de  Espina  en  Madrid,  //  el  baile  La  diver- 
sión campestre. 
9.  — Eduardo  y  Federica. 

10.  — El  niño  y  la  vieja. 

11.  — El  impostor. 

12.  — La§  segundas  nupcias  í/  bolero. 

13. --Blanca  de  Borbón,  tragedia  nueouy  y  el  baile.  Los 
indios  sorprendidos,  tambinn  nueoo. 

16.— Los  Expósitos,  «ai/ieítí  Don  Guillermo. 

18.— El  bruto  de  Babilonia,  y  el  baile  de  El  pelu(|uero 
holandés. 

20.  — P^l  catalán  Serrallonga,  tonadilla  y  noinete  José 
en  Logroño. 

25.— El  parecido  de  Rusia  y  \í\  sermón  en  Logroño. 

27.  — El  piemio  de  la  humanidad  y  el  xainetc  anterior. 

29.    Los  trabajos  de  Job  y  el  mismo  tiainete. 


758  ISIDORO   MAIQUBZ 


Julio    1.° — Mina  en  Arlaban,  una  oda patr ótica,  el  saínete  El 
remendón  y  la  prendera.  (Benejicio  para  Rafael.) 

6.— La  boba  para  los  otros  y  discreta  para  sí. 

8. — La  dama  labradora. 

9.  — La  toqiiera  vizcaina. 
lü.— El  día  feliz,  en  un  acto,  El  juego  de  las  provincias, 
un  acto,  el  polo  del  contrabandista  en  baile,  saí- 
nete huevo  La  arenga  del  tío  Pepe  en  ki  Puerta  de 
San  Vicente. 
22. — La  defensa  de  Valencia,  el  baile  El  robo  de  la 
casada,  saínete  La  comedia  de  Maravillas.  (Bene- 
ñcio  de  Arriagú,.) 

27.— Las  segundas  nupcias. 

29.— El  triunfo  de  Vitoria  y  fuga  del  rey  José,  nueva, 
saínete  nuevo  Los  toros  y  los  franceses  en  Exea  de 
los  Caballeros.  {Beneficio  de  Ronda.) 
Agosto    3.— El  premio  del  bien  hablar,  el  monólogo  del  Co- 
chero y  el  baile  inglés. 

5.— El  día  de  la  Ascensión  y  salida  del  convoy,  nue- 
va, en  dos  actos,  La  audiencia  de  Satini,  nueva,  en 
un  acto,  ¡I  bolero.  {Beneficio  para  el  ejército.) 

A^oía.— Desde  el  9  paró  la  compañía  hasta  el  14  inclusive. 

15.  — El  capitán  Belisario  //  bolero. 

17.— La  misantropía." 

19.  — Amo  y  criado  embusteros. 

20. — La  batalla  de  Pamplona  y  derrota  del  mariscal 
Soult,  nueva,  tonadilla  general  y  el  saínete  El 
chasco  del  barbero  que  afeitó  al  burro. 

23.  — El  monjío  deshecho  y  el  saínete  anterior. 

25.  — La  casualidad  contra  el  cuidador/  saínete  E\  No. 

26.  — El  valiente  Empecinado  en  los  campos  de  Alcalá, 

nueva,  en  dos  actos,  saínete  nuevo  El  juego  de  la 
ruleta  {Beneficio  de  Oros.) 
30.  — La  casualidad  contra  el  cuidado. 
31.— Los  exteriores  engañosos. 
Septiembre    L°— El  impostor. 

2.  — Un  obsequio  á  P'ernando  ó  el  espejo  mágico,  nue- 
ra, en  dos  actos,  La  constitución  vindicada,  nue- 
va, el  polo  de  El  contrabandista  y  el  baile  nuevo 
Accis  y  Calatea.  {Beneficio  de  la  Molino.) 


APÉNDICES  759 


Septiembre    7.  — El  trapero  de  Madrid. 

8.  — Las  minas  de  Polonia,  un  quinteto  de  baile,  tona- 
dilla general. 
10. — Los  niños  expósitos. 
12.  — Las  vísperas  sicilianas,  tonadilla  ij  el   sai  neto  La 

hostería  del  buen  gusto. 
14.— El  sepulcro  de  Adelaida. 
15.— El  premio  de  la  humanidad. 

16.— El  mág;co  de  Astracán  y  el  saínete  El  novelero. 
20.  — El  asturiano  en  Madrid  y  El  sermón  de  Logroño. 
22.  — Mina  en  Arlaban  y  El  sermón  de  Logroño. 
24.— Roma  libre,  tonadilla  El  triunfo  de  las  mujeres. 
26.— Día  feliz,  un  acto,  El  juego  de  las  provincias,  un 

acto,  La  arenga  del  tío  Pepe  y  el  Polo  en  baile. 
30. — Fray  Lucíis;  tonadilla  y  el  saínete  La  constitu- 
ción vindicada. 
Octubre    L°— Amo    y  criado  embusteros;  tonadilla  y  saínete 
anterior. 
2.  — El  mágico  cataláti,  saínete  Los  quintos  de    So- 

mosierra. 
5.  — La  conquista  de  Lara;  tonadilla  y  el  saínete   \íl 

santo. 
7.— El  catalán  Serrallonga,  saínete  El  remendón  y  la 

prendera. 
9.— El  Nazareno  Sansón. 
II.— Lorenzo  me  llamo,  baile  y  el  saínete  Calderero  y 

vecindad.  {Benefido  de  la  Maseras.) 
14.  — Las  máscaras  de  Amiens,  La  posaderita,  opereta. 

Hubo  iluminación. 
17,  18  y  Í9.— Rogativas. 
20.— Dar  tiempo  al  tiempo. 
21.— La  casualidad  contra  el  cuidado. 
22.— .fuez  sordo  y  testigo  ciego. 
24.— El  hijo  de  cuatro  padres. 

26.  — Los  expósitos;  toníidilla  //  el  saínete  El  sermón 

sin  fruto. 

27.  — El  premio  del  bien  hablar  y  el  saínete  de  ayer. 

28.  -  í^  viuda  de  Padilla  (Josefa  Vírg),  tragedia  nuer^a, 

baile  El  robo  de  la  casada  (por  Antonia  Molino) 
y  una  pieza  intitulada  F'^ernando  y  N;ipoleón  en 
sencilla  diversión.  (Beneficio  de  la  Vírg.) 


760  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Nomembre    2.— El  castigo  de  la  miseria. 

4.— Día  feliz  de  España,  El  tío  Pepe  en  la  Florida  y  El 

juego  de  las  provincias. 
6.— Las  segundas  nupcias,  saínete  La  tragedia  del 

buñuelo. 
8.  — Valor,  astucia  y  constancia  para  destruir  la  Fran- 
cia ó  Las  vísperas  sicilianas. 
9.— Fernando  en  Bayona,  en  dos  actos,  fin  de  fiesta 

de  varias  piezas.  (Beneñcio  de  Campos.) 
13.— La  Elmira  americana,  tragedia,  tonadilla  y  saí- 
nete nuevo  El  servil  sin  máscara. 
15.— El  monjío  deshecho. 

16.  — Eduardo  y  Federica. 
17. — El  capitán  Belisario . 
18.  — El  trapero  de  Madrid. 

19.— El  triunío  del  Lord  en  los  campos  de  Miranda, 
nuevo,  el  baile  Accis  y  Galatea,  saínete  Las  cas- 
tañeras picadas. 
22. — Las  lágrimas  de  una  viuda,  fandango. 
23.— El   carbonero  de  Tolero,  bolero  por  la,  Molino 

vestida  de  hombre. 
24.— La  viuda  de  Padilla  (saZio  ¿a  Car  mona),  saínete 

La  comedia  de  Maravillas. 
26.— Si  una  vez  llega  á  querpj-. 

27.— El  desdén,  El  farfulla  y  la  Cachucha  por  la  Molino. 
30. —  La    misantropía  y  saínete   El    remendón    y  la 
prendera. 
Diciembre    2. — La  más  constante  mujer. 
3.  — Palmisy  Oronte. 
4.—  La  misma  conciencia  acusa. 
6.— La  boba  para  los  otros,  terceto  y  saínete. 
7.  — La  mujer  de  dos  maridos. 
-S,  — Dido  abandonada. 

10.  — La  defensa  de  Tarifa  por  el  general  Copons,  nue- 
va, en  tres  actos,  tonadilla  y  saínete  Los  payos 
comisionados,  y  un  baílete  de  arlequines.  {Benefi- 
<  ¡o  de  Raso.) 
14.— Cecilia  y  Dorsán. 
■  1.5. — Guerra  abierta. 

17.  — .•X.mo  y  criado  embusteros. 
18,— Fray  Lucas. 


APÉNDICES  761 


Diciembre  19.  — La  mogigata. 

22.  —  El  hechizado  por  fuerza. 

25.— El  mágico  de  Astracán,  saiaete  La  oposición  de 
sacristanes. 

30. — Fernando  en  Bayona,  el  ñti  de  fiesta  Fernando  y 
Napoleón  en  sencilla  diversión. 
ISH.-Efiero    3,— La  dama  labradora  í/  la  opereta  El  enredo  pro- 
vechoso (salió  Easebio). 
5.— El  tiempo  feliz,  El  día  feliz  y  La  constitución  vin- 
dicada, monólogo  La  voz  de  la  patria,  recitado  por 
la  Carmona. 

12. — Mina  en  Arlaban  y  El  sermón  de  Logroño. 

15.  — Ricardo  Corazón  de  León,  ópera,  y  el  baile  Ei 
robo  de  la  casada. 

19. — Todo  es  enredos,  amor,  sainete  Los  quintos  de 
Somosierra. 

21. — Fray  Lucas. 

22.— El  ruiseñor  ó  la  patria  libre,  en  un  acto,  nuem, 
La  instalación  de  las  Cortes,  nueoa,  eu  un  acto, 
un  solo  la  Molino  y  El  juego  de  las  provincias. 

26. — La  reconciliación. 

27.— La  exclamación  de  José  Botellas  en  los  campos  de 
Miranda,  la  Cachucha  por  la  Molino  y  La  arenga 
de  la  Florida. 

29.  — Las  minas  de  l'olonia  y  el  sainete  Los  cómicos 
cautivos. 

3L  — Sancho  Ortiz,  el  baiCe  de  Apolo  y  Dafne  y  la  Ca- 
chucha de  Cádiz.  (Beneficio  de  la  Molino.) 
Febrero    4.  — El  perro  del  hortelano//  El  enredo  provechoso, 
opereta. 
i^.— El  desdén  con  el  desdén. 

7.  — El  castigo  de  la  miseria. 

8.  — La  casualidad  contra  el  cuidado. 

9.  — El  trapero  de  Madrid  y  El  farfulla.   , 
10. — El  hijo  de  cuatro  padres. 

U. — Amo  y  criado  embusteros. 

12. — \ja.  mayor  piedad  de  Leopoldo,  sainete  y  baile 

inglétf. 
14.  — El  padre  sm  hijos  ó  El  patriotismo,  nuer^a,  y  el 

baile  Accis  y  Oalatea.  (Beneficio  de  Rafael,  que 

recitó  una  oda  á  las  Corte».) 


762  ISIDORO   MAIQUBZ 


Febrero  17.— Fernando  de  Borbón  en  el  Escorial,  nueoa,  y  el 
bailf  Las  ¿ildeanas  en  la  corte  {Beneficio  de 
Arriaga.) 

19.  -La  Armida,  primera  y  segunda  parte,  sainete  La 
retreta.  (Beneficio  del  pintor.) 

27 .—  C uaresma. —  hoH  trabajos  de  Job  y  el  baile  La  di- 
versión campestre. 
Marzo    2.  — El  Nazareno  Sansón  y  bolero. 

5. — El  diluvio  y  el  baile  Las  jardineras. 

10.— Santa  Isabel , y  el  ¿a¿¿e  Los  indios  sorprendidos. 
{Beneficio  de  la  Carmona.) 

14.— Elias  y  Acab,  el  baile  Un  efecto  de  violencia.  {Be- 
neficio de  la  Carreras.) 

19.  — Doña  María  Padilla,  tragedia,  y  terceto  de  baile  é 
iluminación. 

21.— San  Ginés  y  El  robo  de  la  casada.  {Beneficio  de 
Aloerá  y  Paco  López.) 

23. — El  juicio  de  Salomón;  Moisés  y  las  tablas  de  la  ley, 
nueva,  en  un  acto.  (Beneñcio  de  Oros.) 

26.— Santa  María  Egipciaca,  un  baile  en  que  hace  la 
parte  principal  la  Molino.  (Beneficio  de  los  apun- 
tadores.) 

29.  — Los  sueños  de  Josef  (salió  Manuel  Garda  Pa- 
rra), extraordinario  y  baile.  {Beneficio  de  las 
partes  subalternas.)  Terminan  las  representa- 
ciones. 


1814-1815. 

Comedias  ejecutadas  por  la  compañía  del  Príncipe 
)i:sDK   19  DE  Marzo  de  1814  hasta  7   de   Febrero  de    1815 

Marzo  19  al  24  indas ioe.  —  llom-d.  libre,  tragedia  {Maiq^e-/.), 
concierto  por  Calixto,  armonías  y  coplas  patrió- 
ticas. Iluminación. 
26,  27  y  28.  — Omasis,  tragedia  (Maiquez),  concierto  por 

Pare/a,  y  Sinfonía  oriental. 
29.  -El  Bruto  de  Babilonia  y  baile  inglés  {Garda). 
Abril  10  y  11.  — El  Príncipe  perseguido  {Ponce  y  Sánchez), 
sainete  La  vuelta  del  arriero,  y  baile  ingh's. 


APÉNDICES  763 


Abril  12  y  13.  — Lo  que  puede  un  em^Aeo  (idem),  saínete  Trá- 
pala y  Tramoya. 

14  y  15.— El  vano  humillado  (Maiquez  //  Sánchez),  saí- 

nete Sorteo  de  milicias. 

16. — Castillos  en  el  aire  (ídem),  saínete  Las  besugueras. 

17. — El  Tartufo  (Ponce  y  Sánchez),  saínete  el  de  ayer. 

18  y  19.  — El  cuadro  y  la  opereta  Quien  porfía. 

20  y  21;  — Las  cárceles  de  Lamberg  (Ponce  y  Sánchez), 
saínete  Las  preciosas  ridiculas. 

22.— Lo  que  puede  un  empleo  y  Los  rechazos  (ídem). 

23.— El  alcalde  de  Zalamea  (Aüecílla  y  Sánchez),  saí- 
nete Los  payos  astutos. 

24  y  25. — El  villano  del  Danubio  (Ponce  y  Sanche:- ), 
saínete  El  renegado  ?/  bolero,  la  Saldoní,  que  salín 
por  primera  oez. 

26  al  29.— Ótelo  (salió  la  Fuentes  con  la  Sánchez,  Mai- 
QUi:z,  Ponce  y  Caprara),  bolero  y  fandango  por 
la.Saldoni,  saínete  Los  tres  huéspedes  burlados. 

30.— El  libertino  ó  el  Duque  (Maiquez  y  Sánchez),  y  un. 
baile  en  que  se  presentó  por  primera  oez  Ányelu 
Curíoni. 
Mayo    1.**  y  2.— No  hubo. 

3  y  4.  — 1.a  última  se  repitió. 

5  y  6. — La  escuela  de  los  plebeyos  (Ponce  y  Sánchez), 
saínete  Los  zapatos,  bolero  y  zorongo,  la  Gallardo 
y  Curro. 
7  y  8.— El  mudo  do  .\rpen«,s  (idem),  un  cuarteto  por 
la  Curio/U,  Saldoni,  García  y  Ciprés,  después  bo- 
lero y  guaracha,  la  Gallardo  y  el  Curro,  saínete  La 
lotería. 
0.— El  asistente  de  Sevilla  (Aoecilla  y  Scuichez),  saí- 
nete La  cura  de  los  deseos;  bolero,  la  Curioni  y 
García.— 11.  No  hubo. 

12.  —  El  Príncipe  perseguido,  saínele  í^a  vuelta  del 
arriero  y  bolero,  la  Curioni. 

13  y  14,— Las  cárceles,  saínete  El  chico  y  la  chica,  l)0- 
lero  por  la  Saldoni  y  Ciprés. 

15  y  16.— Los  rechazos,  el  baile  de  Aldeanos  y  el  saí- 

nete de  ayer. 
17  y  18.— El  chasco  de  los  arrancesíidos,  saínete  El  payo" 
de  centinela,  y  la  Rabota. por  la  Saldoni. 


71)4  ISIDORO    MAIQUBZ 


Mayo  19,  20,  21  y  22.— .Vo  hubo  por  las  rogatwas. 

23  y  24.  — El  distraído  (Avecilla  y  Sá/iehe.2),  salió  la 
Palma,  saínete  Casada,  viuda  y  soltera;  guaracha 
la  Gallardo. 

25.  — El  asistente  de  Sevilla,  saínete  Trápala;  bolero,  y 

cachucha,  la  Gallardo  y  Carro. 

26,  27  y  28.— La  corrección  maternal  (Caprara  y  Sán- 

chez), tonadíllaEl  Campanelo,  baile  El  tutor  ven- 
gado, sámete  El  renegado. 

29.— Las  cárceles,  saínete  I^os  parvulitos,  y  el  baile 
anterior. 

30.  — El  Príncipe  perseguido,  saínete  Las  preciosas  ri- 
diculas, bolero  por  la  Curíoni. 

3L— El  distraído,  saínete  El  payo   de  centinela,  y  la 
cachucha  la  Gallardo. 
Junio    í.°  y  2. -El  mejor  alcalde  el  rey  (Aüecilla  y  Sánchez), 
saínete  Los  majos  vencidos,  bolero  por  la  Saldoní. 

3.  — La  corrección.  Los  Ar¿ipiles,  El  baile  de  aldeanos, 
y  boleras  acachuchadas  por  la  Saldoní. 

4  ?/5.— El  aguador  de  París,  .saínete  La  vuelta  del 
arriero  y  las  seguidillas  de  ayer  (Ponce  y  Sánchez). 
6.— No  hubo. 

7^8  y  9.  — La  clemencia  de  Tito  (Ponce  y  Palma), 
saínete  El  castigo  de  la  miseria,  baile  El  tutor 
renegado. 

10  y  11.— A'o  hubo. 

12  y  13. — La  fuerza  del  natural  (Avecilla  y  Sánchez), 
minué  la  Gallardo,  saínete  Los  hombres  solos. 

J4  y  15.— A^o  hubo. 

16,'  17  y  18.-  El  Abate  L'Epée  {Ponce  y  Sánchez), 
baile  nuevo  El  puerto  de  Amsterdam. 

18á23.-A^o /ia¿o. 

24. — El  mejor  alcalde  el  rey;  bolero  //  saínete  Los  ma- 
jos vencidos. 

25  y  26.— Los  dos  hermanos,  disipador  y  egoista  {Pon- 
ce  y  Sánchez),  y  El  secreto. 

27,  28  y  29.  — Les  Templarios  {salió  Maiquez  ya  libre), 
baile  El  tutor  vengado. 

30.— El  Cid  Campeador  (Maiquez  y  Sánchez),  saínele 
La  embarazada  ridicula;  cachucha  y  bolero  la  Cu- 
ríoni, 


APÉNDtCBg  765 


Julio    l°—La  de  ayer. 

2,  3,  4  y  5. — El  celoso  confundido  (Maiquez,  y  salió  la 
Baus)y  sainete  Don  Chicho,  baile  nuevo  Un  efec- 
to de  la  violencia. 
6.— García  del  Castañar  (Maiquez  y  Baué),  gavota  la 

Saldoni,  sainete  El  hablador  indiscreto. 
7,  8,  9,  10  y  11.  — Federico  II,  rey  de  Prusia  (Maiquez 
y  Baus),  bolero  la  Saldoni,  sainete  El  triunfo  del 
interés. 
12  y  13.— El  sueño  (Potice  y  Baus),  La  casa  en  venta  // 

cachucha  la  Curioni, 
14, 15,  16  y  17.— Pelayo  (Maiquez  y  Baus),  el  polo  la 
Saldoni,  bolero  á  tres  y  el  sainete  Los  genios  en- 
contrados. 
18  y  19.— El  o^re^OT  ( AüecilH  y  Palma),  sainete  El  en- 
fermo fugitivo  y  bolero  la  Curioni. 

20  y  21. —  Aviso    á  los  casados  yPonce  y  Baus)  y   VA 

secreto. 

22,  23  y  24.— Ótelo  (Maiquez  y  Baus)  y  el  baile  de  VA 
Puerto  de  Amsterdam. 

2.5  y  26.  — El  pastelero  ^Maiquez  í/  Sá/ie^e^),  sainete  La 
embarazada  ridicula  y  bolero  la  Saldoni. 

27. --El  abate  L'Epée,  sainete  Los  hombres  solos,  bo- 
lero por  la  Curioni. 

28.— La  clemencia  de  Tito,  bolero  la  Gallardo,  sainete 
Trápala. 

29.  — El  mejor  alcalde  el  rey  (Aoeeilla  y  Sánrhez),  sai- 
■*    nete  Los  payos  astutos.— 30.  No  hubo. 

31.— Las  costumbres  del  día  (Maiquez  //  Baus)  y  el  bai- 
le Un  efecto  de  violencia, 
Ayosio.-^No  hubo  hasta  el  15.  » 

15,  16  y  17.  — El  Cid,  tragedia  (Maiquez  y  Baus),  baile 
nuer>o  Un  enredo  amoroso.  (Beneficio  de  Maiquez.) 

18  y  19.  — Los  tres  maridos  (Ponne  y  Palma),  sainete 
La  duda  satisfectia,  y  bolero  que  bailó  Francisca 
Fuentes. 

20.— Las  costumbres  del  día  y  La  casa  en  venta. 

21  y  22.— El  parecido  en  la  corte  (Maiquez  //  Baus)  y 

la  opereta  de  ayer. 
2:í  y  24.  — El  amigo  de  la  razón  (Maiquez  y  Pn/nia)   y 
El  secreto. 


1^^  ISIDORO    MAIQÜBZ 


Agoato  25.  — El  Cid  y  el  baile  de  El  tutor  vengado. 

26.— Castillos  en  el  aire  (Maiquez  y  Baus)  y  el  baile 

de  ayer. 
27  y  28.— El  astrólogo  fingido  (ídem),  sainete  El  amigo 

de  todos,  bolero  la  Curioni. 
29,  30  y  31.  — La  novia  impaciente,  El  hogar  patriótico, 
nueva  {ídem),  y  el  baile  nuevo  Los  KuáqueroN. 
Septiembre     í."— La  de  ayer. 

2.— Elprecipiteido  (Ponce  y  Baus),  Sinfom'a  oriental, 

sainete  Las  preciosas. 
3.— No  hubo. 

4.-r-El  villano  del  Danubio  {Ponne  y  Sá/iy/ies),  saine- 
te  El  hábito  no  hace  al  monje,  y  bolero  la  Curioni. 
5. — Aviso  á  los  casados  (Ponce  y  Baus),  sainete  el 

de  ayer. 
6  y  7.  — El  reconciliador  (Maiquez   //  Baua).  sainete 
Las  cuatro  puertas  de  challe. 

8.  — El- ricohombre  de  Alcalá  (ídem),  sainete  Cacada, 

viuda  y  soltera. 

9.  — El  abate  L'Epée  {Ponne  y  Sánchez)  sainete   La 

embarazada  ridicula  //  Sinfonía. 

10.  — El  aguador  de  París  (ídem),  sainete  Los  majos 

vencidos. 

11.  — El  celoso  confundido  (Maiquez  y  Baus),  La  casa 

en  venta. 

12  y  13.— El  filósofo  casado,  sainete  Los  parvulitos. 

14.  — El  mejor  alcalde' el  rey  y  sainete  El  payo  de 
centinela. 

15.- El  asistente  de  Se\'\\\3L  {Avecilla  y  Sánchez),  sai- 
nete La  casa  de  vinos,  y  bolero  la  Curioni. 

16,  17,  18.  19,  20,  21,  22  y  23.-Numancia,  tragedia 
(Maiquez  y  Baus),  sainete  Los  tres  novios  imper- 
fectos, bolero  y  cachucha  la  Curioni,  y  se  prohi- 
'    bió  en  este  día. 

24.  — El  precipitado  f Ponce  y  Baus),  sainete  Tra- 
gábalas. 

25. — García  del  Castañar  (Maiquez  y  Baus),  sainete  El 
triunfo  dei  interés. 

26  y  27. — El  sordo  en  la  posada  (Ponce  y  Sánchez.) 
Madama  Lorensoiii  y  su  hermano  cantaron  dos 
arias  y  dos  dúos;  sainete  Los  genios  encontrados. 


Al»¿Nt)ÍCBS  %1 


Septiembre  28.— La  novia  impaciente  (Maiquez  y  Baus),  El  secre- 
to, y  saínete  La  casa  de  vinos. 
29.— El  príncipe  perseguido  (Ponee  y  Sánchez),  tonadi- 
lla La  prueba  de  los  cantores,  y  saínete  Los  es- 
tudiantes petardistas. 
30.— El  Cid  Campeador  (ídem),  tonadilla  y  el  saínete 
de  ayer. 
U'-tubre    L°  y  2.— Las  cárceles  (ídem),  tofiadílla  El  presidiario, 
saínete  Los  abates  locos. 
3  y  4. — La  dama  duende  (Ponc.e  y  Baus),  tonadilla 
La  tragedia,  saínete  El  triunfo  del  interés. 
5.-  El  alcalde  de  Zalamea  (Averilla  y  Sánchez),  Sin- 
fonía y  El  sueño. 
6  y  7.— La  escuela  de  los  maridos  (Ponce  y  Sánchez), 
tonadilla  Los  cantores,  saínete  El  payo  de  la  carta. 
8  y  9.  — El  abate  L'Epée  (ídem),  saínete  El  triunfo  del 

interés. 
10  y  IL— El  hipócrita  ó  dos  hermanos  (Ponce  y  Baus), 
tonadilla  El  novio  sin  novia,  saínete  Tragaljalas. 
12  y  13.— Las  sultanas  (Í£¿em)  y  El  payo  de  centinela. 
14,  15,  16  y  17.— Sinfonía,  La  comedia  de  repente,  nue- 
aa  (Maiquf.z  y  Baus),  alemanda  por  Garda  y  La 
Curíoní,  y  El  Califa,  iluminación  y  se  estrenó  la 
cortina  de  Ribelles. 
18. — El  alcalde  de  Zalamea  (Aoecilla  y  Sánchez),  tona- 
dilla Los  cómicos,  saínete  Los  majos  vencidos. 
19,  20,  21  y  22.— Por  no  querer  trabajar  la  dama,  si- 
gue la  del  14,  haciendo  el  Califa  la  Loreto,  que 
DÍno  de  la  Cruz  para  ello. 
23.— El  lilósofo  casado  (MAiQUKzy  Baus),  y  El  secreto. 
24,  25,  2fiy  27.  — La  huerfanita  (ídem).  La  esclava  per- 
siana, //  un  terceto,  la  Curíoní  los  dos  primeros 
días. 
28  y  29.— El  reconciliador  (ídem),  saínete  El  hablador. 
30  y  31.-I.a8  costumbres  del  día  Cíííem),  El  distraído 
(Aoecilla  y  Sánchez). 
Noríembre    \.^— No  hubo. 

2.—  Los  gemelos  (Ponce  y  Sánchez),  saínete  El  re- 
negado. 
'i.— No  hubo  por  disponer  el  teatro  para  el  Rey  el  4. 
4,  5,  6,  7,  8  y  9.— El  teatro  sin  actores,  nuetm.  El  celo- 


?68  ISÍDORÓ  Maíqüez 


so  confundido  y  El  Califa,  baile  El  puerto  de  Ams- 

terdam,  bailó  la  Molino.  El  celoso,  eldíaquemno 

el  Rey,  y  La  prueba  feliz,  todo  Maiquez  y  Baus. 
Noviembre  10  y  11.— Cristóbal  Colón  (Ponre  y  Baus),  sainete  E\ 

cuarto  de  la  viuda. 
12,  13  y  14.— La  comedia  de  repente  y  La  novia  impa- 
ciente (Maiquez  y  Baus),  El  secreto,  sainete   El 

chico  y  la  chica.  Sinfonía  y  bolero  por  una  iiueüa 

que  no  salió  más. 
15.— Aviso  á  los  casados  (Po/ue  y  Baus),  La.  casa  en 

venta. 
16.  — El  Filinto  (Maiquez  y  Palma),  sainete  Las  cuatro 

puertas  de  calle. 
17.— Los  tres  maridos  (Ponce  y  Palma),  y  La  esclava 

persiana. 
18  y  19.— Los  gemelos  (un  día  Ponce  y  Sánnkez,  y  otro 

Maiquez,  y  la  misma  Sánchez),  El  distraído. 
¿O  y  21.  — Numancia  (Maiquez  y  Sánchez),  tonadilla  La 

venida  del  soldado,  sainete  El  triunfo  del  interés. 
22.— El  opresor  {Avecilla  y  Palma),  Sinfonía,  baile  in- 
glés y  el  sainete  El  café. 
¿3.— El  abate  L'Epée  (Ponce  y  Sánchez),  sainete  Los 

hombres  solos. 
24  y  25.— El  celoso  y  la  tonta  (Ponce  y   Baus),  sainete 

Herir  por  los  mismos  filos. 
26.— La  dama  duende  (ídem),  saínele  La  embarazada 

ridicula. 
27  y  28.— Las  sultanas,  sainete  El  castigo  de  la  miseria, 

bolero  la  Curioni. 
29.— El  mejor  alcalde  el  rey  (Ponce  y  Baus),  sainete 

Trápala,  y  alema nda  la  Curioni. 
30,— El  sordo  en  la  posada,  La  casa  en  venta,  saínete 

El  payo  de  la  carta. 
biciembre    1.°  y  2.— El  filósofo  casado  (Maiquez  y  Baus),  sainete 

Los  tres  novios,  concierto  de  flauta,  y  fandango  la 

Curioni.  (Beneficio  de  Cristian  i.) 
•^  y  4. —  El  pastelero  (Maiquez  y  Sánchez),  .saínete  Don 

Chicho,  baile  El  tutor  burlado. 
5.— Castillos  en  el  aire  (Maiquez  y  B<íi(s),  La  prueba 

feliz  y  Sinfonía. 
0.— García  del  Castañar  (ídem).  La  esclava  persiana. 


APÉNDICES  769 


Diciembre    1  y  8.— El  vano  humillado  (ídem),  Los  rechazos  y  ga- 
vota  la  Curiojü.  (Beneficio  de  Francisquet). 
9,   lU  y  11.— Pelayo  (ídem),  baile  Un  efecto  de  vio- 
lencia, saínete  El  amigo  de  todos.  (Beneficio  de  la 
Baus,  Ponce  y  Maiqukz.) 

12.— El  celoso  y  la  tonta  (Ponce  y  Baus),  Sintonía 
oriental,  saínete  Herir  por  los  mismos  filos. 

13.— Cristóbal  Colón  (ídem),  saínete  Los  genios  encon- 
trados. 

U.  —  La  escuela  de  los  maridos  {Ponce  y  Sánchez), 
saínete  El  cuarto  de  la  viuda  y  Sinfonía. 

15  y  16.— Los  dos  yernos  (Maiquez  y  Baus),  tonadilla 
Los  cómicos  nuevos,  bolero  la  Curíoní,  saínete  La 
tragedia  del  Buñuelo.  (Beneficio  de  la  Sánchez). 

17.— El  astrólogo  (Maiquez  y  Sánchez),  bolero  la  Cu- 
rioni,  tonadilla  Los  viajantes  y  saínete  La  vuelta 
del  arriero.  (Beneíicio  de  la  Cabo.) 

18  y  19.  — La  escocesa  (Ponce  y  Baus),  bolero  la  Curío- 
ní, saínete  el  de  ayer. 

•2ü.— Los -gemelos  (Ponce  y  Sánchez),  saínete  El  café, 

21. — Las  sultanas  (Ponce  y  Baus),  saínete  Los  parvuli- 
litos  y  bolero  la  Curíoní. 

¿2.— El  sordo  en  la  posada  (ídem),  y  El  sueño. 

23.— Aviso  á  los  casados  (ídBm),  y  La  casa  en  venta. 

24.-N0  hubo. 

25  hasta  31  ínclusíoe.— María  Teresa  de  Austria  (Mai- 
quez í/  Baus),  bolero  la  Cúrioni,  saínete  El  ham- 
l)riento  en  Nochebuena.  El  segundo  y  tercero  día 
fué  beneficio  de  Aoefilla  y  Caprara.  (Fué  el  Rey 
el  día  31.) 
ISíb.-Enero    L°— La  prueba  feliz // El  secreto  (Sánchez),  baile  El 
tutor  burlado.  {Beneficio  de  Andrés.) 
2.  — La  dama  duende  (Ponce  y  Baos),  saínete  Trajeá- 
balas y  Sinfonía. 
■1.  — Las  sultanas,  bailó  la  Curíoní,  saínete  La  casa 
de  vinos. 

4.  — El  mejor  alcalde  el  rey,  saínete  Los  estudiantes 

petardistas, 

5.  — La  novia  impaciente  {Ponce  y  Baus),  La  esclava 

persiana,  saínete  Los  genios  encontrados. 

6.  7  y  8.— El  duque  de  Viseo  (ídem),  baile,  tonadilla 

49 


770  ÍSIDORO    MAÍQUEZ 


La  Domínguez,  saínete  El  triunfo  del  interés.  {Be- 
neficAos  de  la  Torre,  Ponce,  Barbieri  y  Solís.) 
Enero  9  y  10.  — La  Numancia  (Maiqve?.  y  Sánchez),  saínete 
Los  tres  novios,  baile  La  molinera. 

11  y  12.— Omasis  (ídem),  tonadilla  La  Chiva,  baile  el 
de  ayer.  (Beneficio  de  Contador.) 

13.  — La  escuela  de  los  maridos  (Porice  y  Sánchez),  saí- 
nete Los  locos. 

14  y  15.  — Las  cárceles,  (ídem)  saínete  Los  estudiantes 
petardistas  y  bolero. 

16. — El  abate  L'Epée  (ídem)  y  La  casa  en  venta. 

17  y  18.— El  aguado'r  de  París  (ídem),  baile,  El  tutor 
burlado,  saínete  El  triunfo  de  las  mujeres. 

19  y  20. — El  distraído  (Aoecílla  y  Sánchez),  Los  recha- 
zos (Ponce  y  Sánchez)  y  bolero. 

21  y  22. — El  celoso  y  la  tonta  (Ponce  y  Baus)  y   El 
secreto. 

23. — Las  sultanas  (ídem),  saínete  Tragábalas  y  Sin- 
fonía. 

24.— El  precipitado (í<iem),s«i/ieíe El  payo  de  centinela. 

25.— El  hipócrita  ó  los  dos  hermanos  (Ponce  y  Sán- 
chez), saínete  La  casa  de  vinos. 

26  y  27.— La  presumida  y  la  hermosa  (Ponce  y  Baius), 
saínete  Los  zapatos,  baile  La  aldeana  espirituosa. 

28.  — El  opresor  (Aüecillay  Palma),  saínete  has  pre- 

ciosas ridiculas. 

29.  — Los  gemelos  (Ponce  y  Sánchez),  saínete  La  cura 

de  los  deseos. 
30  y  31.— El  Cid  Campeador  (ídem),  saínete  El  burla- 
dor de  mozas.  (Beneficio  de  la  Palma.) 
Febrero  1.^  hasta  el  7.— Federico  II  (oino  el  rey  el  7),  (Maiquez 
y  Sánchez),  baile  de  El  puerto  de  Amsterdam,  saí- 
nete El  fuera.  FA  1.°  fué  á  beneficio  de  la  Curioní\ 
el  3  y  4  de  Justo,  Fabíaní,  Rubio,  López,  Pérez, 
Pacheco  Roldan.    )'  se  '''¡nrluyó. 


A1>¿NDICE3S  771 


1814-1815. 

Comedias  ejecutadas   por  la  compaíñía  dkl   teatro  de  la  Cruz 
DESDE  10  DE  Abril  de  1814  hasta  7  de  Ferhkro  de  1815 

Abril  10.— El  amor  y  la  intriga  (Carmonc  y  Carretero),  la 
cachucha  la  Molino  y  sainete. 

14.-Í-E1  vergonzoso  en  Palacio,  sainete  r/  bolero.  (Luen- 
go y  la  Valdés  que  baila  por  primera  ees  en  e,'s- 
tos  teatros.) 

16. — El  desdén  con  el  desdén  (salió  Querol),  bolero  // 
sainete  de  Los  locos. 

20. — Lo  cierto  por  lo  dudoso  (Agustina  y  Siloostrij,  que 
por  primera  vez  figuran  en  estos  teatros,  la  ca- 
chucha la  Valde's. 

¿3.  — La  viuda  generosa  (Agustina),  sainete  Las  majas 
forasteras. 

25.— El  perro  del  hortelano  (Agustina  y  Carretero), 
sainete  y  gaveta. 

27.— La  Fulgencia,  bolero  la  Valdes. 

29. — El  café  (Agustina  y  Carretero),  el  polo  del  Con- 
trabandista y  manchegas. 
Mayo     I.''  y  2.— No  hubo. 

3.  -  La  Florentina,  El  sermón  de  José  Botellas;  a// 
monólogo,  Carretero,  y  ñoras  alusivos  á  Daoiz  y 
Velar  de. 
8. — Obras  son  amores  (Carmo/ia  y  Arriaga),  el  baile 
Los  celos  en  el  Serrallo. 

10.  — La  Toquera  vizcaína  y  el  baile  anterior. 

12.— Eduardo  y  Federica,  y  bolero. 

13,  — El  desdén  con  el  desdén,  y  bolero. 

15. — Amo  y  criado  embusteros. 

17.— Los  exteriores  engañosos,  cachucha  por  laValde's. 

19.— Á  secreto  agravio. 

20,  21  y  22.  ^No  hubo  por  la  rogativa. 

23.— Obras  son  amores. 

24.— FU  desdén,  an  himno  de  Arriasa,  la  cachucha,  el 
aria  de  El  Cahfa  por  la  Loreto,  sainete  Los  palos 
dtí.seados,  bal/p  Loh  <u'\r,^  íIaI  ^orraüo,  (  Vino  el  rey 
esta  noche 


772  isiDoiio  Maiqüb^ 


Mayo  30.  — El  templo  del  destino,  nueva,  ¿^ai/iete  Loí>  estu- 
diantes hambrientos,  bolero  la  Molino. 
Junio    4.  — La  moza  de  cántaro. 

6.— El  hombre  convencido  á  la  razón  //  (¿7io.s^  grupos 

de  Belzoni. 
8.  — Los  arñantes  de  Teruel,  liguen  tas  fuerzas  de 

Belsoni. 
11.— La  moscovita  sensible  y  Belzoni. 
13. — Los  amantes  engañados,  La  gitanilla,  opereta,  saí- 
nete Los  cómicos  en  la  sierra  y  baile  inglés. 
16.— El  picarillo  en  España. 
18.— Cristina  de  Suecia  y  bolero. 
20. — El  pintor  fingido  y  un  terceto  la  Loreto. 
22.— Los  expósitos. 

25. — La  casualidad  contra  el  cuidado,  seguidillas. 
27. — Dar  la  vida  por  su  dama,  y  Belzoni  juegos  hi- 
dráulicos. 
30.— Juez  y  reo  de  su  cauf-a  y  bolero. 
Julio    2.  — Antes  que  te  cases  {una  segunda  nueva  que  no 
gustó),  tonadilla  y  un  baile  nuevo  titulado  La  es- 
tatua movible. 
4.— La  dama  labradora,  el  baile  anterior  y  El  regoci- 
jo militar  en  los  campos  de  Bailón. 
7.— Casa  con  dos  puertas  y  los  equilibrios  de  Bel- 
zoni. 
9.— Cecilia  y  Dorsáii  ?/  la  suerte  de  la  bigornia  por 

Belzoni. 
11.  -  La  Florentina  //  El  engañador,  opereta. 
13.— La  maleta,  ¿ctiYe  Los  piratas  en  Argel,  e/i  el  que 
Belzoni  se  tira  desde  una  torre.  (Es  hoy  su  be- 
neficio.) 
lA.  —  La  de  ayer  menos  el  baile  que  no  gustó. 
15.  — Las  aventuras  de  Tekelí,  un  terceto  la  Loreto. 
18.— El  duque  de  Osuna  (salió  Manuel  García  Parra) 

y  el  baile  nuevo  Los  vendimiadores. 
2L  — La  más  constante  mujer  (Parra)  ?/ e¿  baile  an- 
terior. 
23. —  El  asturiano  en  Madrid,  cachucha  la  Valdrá,  saí- 
nete El  fanfarrón. 

25.  — Las  segundas  nupcias. 

26.  — Las  lágrimas  de  una  viuda. 


APÉNDICES  773 


Julio  Zl .~~La  de  ayer  una  y  compañía  de  volatines  ingle- 
ses en  la  cuerda  tirante. 
28.— Si  una  vez  llega  á  querer  y  los  volatines. 
30.  — La  mujer  prudente,  ¿a  inglesa  en  la  maroma  y 
el  inglés  en  la  cuerda  floja. 
Agosto     l.^-No  hubo. 

2.  — La  mas  heroica  piedad,   los  ingleses  y  la  inglesa 

en  el  alambre. 

3.  — La  gitanilla  por  amor,  la  inglesa  en  el  alambre  y 
'  los  ingleses  equilibrios  á  caballo.  (Beneficio  para 

la  inglesa.) 

8. — El  aburrido  y  los  ingleses. 

10.— Eduardo  III  y  los  inglese^,  (beneficio  de  ellos.) 

11. — La  misma,  un  saínete  y  el  polo  en  baile. 

13. — Don  Gil  de  las  calzas  verdes  y  baile  nueoo  titula- 
do Venus  y  Adonis. 

15.  — La  banda  y  la  flor  y  bolero. 
17.— El  viejo  y  la  niña  y  bolero. . 
19.— La  mujer  de  dos  maridos. 
21.— La  reconciliación. 

23.— El  prisionero  de  guerra. 
25.— El  calderero  de  San  Germán. 
27. — Los  viajes  de  José  II. 

28.— El  convidado  de  piedni,  y  un  íemcto  la  Lorclo. 
31.— El  hechizado,  de  figurón  (Querol),  un  solo  la  Mo- 
lino, saínete  El  barbero  y  el  Ijorrico. 
Septiembre    5.— El  atolondrado  y  la  opereta  El  Marcelino. 
7.  — La  mogigata  y^/in  de  fiesta. 
9.— La  Fulgencia,  baile  inglés  á  tres. 
1 1  .  —  La  vieja  y  el  niño. 
13.— Las  cuatro  naciones,   bolero  y  el  saínete  •Lagarto 

y  Canene. 
15. — El  prisionero  de  guerra, 
k  16.— El  dómine  Lucas  (Querol). 

20.— Juan  Labrador  y  el  baile  Las  astucias  amoroséis. 
22.— La  esposa  amable  y  la  opereta  El  eqgañador. 
25.— No  puede  ser,  etc.  {Parra  y  Querol),  baile  nueoo 

El  marinerito. 
29.— El  mágico  catalán  y  el  baile  Los  vendimiadores. 
Octubre    7.  — El  perro  del  hortelano  //  bolero. 

16.  — El  filósofo  enamorado  (Querol.)-— XZ.  No  hubo. 


V74  ISIDORO   MAIQUBZ 


Octubre  14.  -Loa  nueoa,  Don  Gil  de  las  calzas  verdes,  boleras 
la  Molino  y  Satidalio,  baile  El  sultán  generoso. 
Manchegas  la  Valdés,  la  Carreras,  González  y 
Gamborino,  Sinfonía  de  la  caza.  (Asistió  el  Rey  y 
se  estrenó  la  cortina.) 
21.  — La  moscovita  sensible. 

23.— El  Sí  de  las  niñas,  tonadilla  El  triunfo  de  las  mu- 
jeres, saínete  El  escarmiento  del  indiano. 
29.— Misantropía. 
Nooiembre     l°—No  hubo. 

2. — El  vergonzoso  en  Palacio. 
4. — Las  Vísperas  sicilianas  y  baile. 
6.— La  moza  de  cántaro. 
9. — La  niña  de  plata. 
10. — El  perfecto  amigo.  Cantaron  la  Dama,  Francisca 
y  Benita  Moreno^  arias,  dúo,  seguidillas  y  opere- 
ta en  italiano. — 11.  No  hubo. 
12.— La  mujer  prudente,  bolero  ?/  el  saínete  La  fan- 
tasma del  lugar,  aria  y  opereta  anterior  por  las 
Moreno. 
1.5.— El  santo  rey  Don  Fernando,  baile  de  La  estatua 
movible,  saínete  El  duende  fingido.  {Beneficio  de 
la  Carmona.) 
19. — La  Florentina,  un  dúo,  terceto  y  nocturno  las  Mo- 
reno, baile  nuevo    Elena.  (Beneficio   de  la  Mo~ 
^  lino). 

21.— El  santo  rey  Don  Fernando. 
23.— El  calderero  de  San  Germán. 
24.  — El  prisionero  de  guerra. 

35.— El  feudo  de  cien  doncellas;  manchegas  el  28  y  29 
cantaron  las  Moreno  con  la  misma.  (Beneficio  de 
Raso.) 
30.— Ricardo  Corazón  de  León,  ópera  (salió  Bernardo 
Gil),  baile  Los  celos  en  el  Serrallo.  ' 

Diciembre    7.  — La  Andrómaca,  saínete  Los  cómicos  en  la  sierra. 
(Beneficio  de  la  Manseras.) 
9.  — El  viejo  y  la  niña  (las  Moreno  cantan  dos  dúos  // 

un  aria.) 
10.— La  vida  es  sueño,  saínete  La  comedia  de  Maravi- 
llas (beneñfío  de  barretero.)  El  12  cantaron  las 
Moreno. 


APÉNDICES  775 


Diciembre  13.— El  lindo  Don  Diego  (Querol:  fué  su  be/ieücio),  to- 
nadilla y  el  sainete  Los  comisarios  de  funciones. 
13. — El  viejo  y  la  niña. 

16.— Reinar  después  de  morir  (beneficio  de  la  Agusti- 
na), baile  nuevo  El  hostelero  burlado,  y  fin  de 
fiesta. 
20.— El  rey  de  las  once  noches,  nueva,  sainete  La  maja 

majada  y  baile.  (Beneñcio  de  Oros.) 
22.— El  convidado  de  piedra,  rondó  la  Loreto,  sainete 

El  escolar  mendrugo.  (Beneficio  de  Siloostri.) 
25.— El  mágico  de  Astracán,  sameíe  La  oposición  de 
sacristanes. 
ISlb. -Enero    i.— La  del  25  anterior  (beneficio  de  Aloerá),  '-(íhui- 
ron  las  Moreno  y  bailó  folias  la  Molino. 
7.— La  mogigata  y  el  sainete  Los  palos  deseados. 
9. — La  Cenicienta,  ópera  nueva  (salió  Bernardo,  pasó 
la   Baus  y  cantaron  las  Moreno,  baile  La  mo- 
dista. 
21. — El  hijo  de  cuatro  píidres  (Querol),  sainete  La  viu- 
da burlada. 
23.— La  casa  tapiada,  nueva,  sainóte  El  queso  de  Casil- 
da. {Benericio  de  Carro.) 
25. — Esoi)0  el  fabulador,  nueva,  sainete  Los  cómicos 

cautivos.  (Beneñcio  de  los  apuntadores.) 
27. — Palmis  y  Oronte,  cantaron  las  Moreno.  (BeneCicio 

de  Arriaga.) 
28.— El  divorcio  por  amor,  baile  con  la  matraca  y  el 

fricaré.  (Beneficio  de  la  Valdcs.) 
29.  -El  castigo  de  la  miseria  (Querol),  sainete  Las  figu- 
ras autómatas,  tonadilla  La  gallega. 
31.— Marta  la  Romarantina,  sainete  La  tragedia  do 
Manolo  y  baile. 
Febrero    4  y  b.—La  misma  á  las  once  y  á  las  seis. 
6  y  7. — Una  ú  las  tres  y  otra  á  las  siete. 


776  ISIDORO   MAIQÜEZ 


1815-1816. 

Comedias  ejecutadas  por  la  compañía  del  teatro  Príncipe 
DESDE  26  de  Maiizo  de  1815   hasta  27  de  Febrero  de  1816 

Marzo  26,  27  y  2S.— Una  loa,  La  circular  del  buen  gusto.  El 
parecido  en  la  corte,  saínete  El  majo  de  repente  y 
bolero  á  seis.— A  las  siete. 
29  y  30.  — La  esposa  delincuente,  dos  dúos  los  Spontoni 

y  baile  La  caza  de  Diana,  nueoo. 
31.— El   astrólogo  fingido;  liolero  y  saínete  Los  par- 
vulitos. 
Abril    L°,  2,  3,  4  y  5.— El  sueño;  La  posada,  nueva,  en  u» 
acto,  dos  dúos  los  Spontoni  y  saínete  El  engaño 
'       desengaño  el  3,  4  y  5.  El  3  estuüo  el'rey  y  se  hizo 
El  amigo  de  todos. 

6.  — La  dama  duende;  bolero  y  saínete  La  cura  de  los 

deseos. 

7.  — El  duque  de  Viseo,  oals  y  saínete  El   majo  de 

repente. 

8.  — Luis  XI\^,  sinfonía,    una  aria   nueoa   Dionisio 

López,  un  duo-este  y  la  Loreto,  y  seguidillas  man- 
chegíis  entre  ocho. 
9  y  10.— Los  gemelos  y  los  intermedios  de  ayer. 

11.  — Los  dos  hermanos  ó  el  hipócrita;  fandango;  Sin- 
fonía y  Los  rechazos. 

12  y  13.— El  mejor  alcalde  el  rey,  saínete  El  tramposo 
(salió  Guzmán  por  primera  ivez  de  gracioso),  mi- 
nué afandangado. 

14,  15y  16.  — El  sordo  en  la  posada,  saínete  El  recibo 
del  paje,  bolero  y  un  aria  la  Alonso,  nueva. 

17  hasta  el  24  inclusive.— La  Atalía,  tragedia  (Agusti- 
na, Loreto,  Cabo,  Alonso,  Spontoni,  Maiquez, 
Ponce,  Caprara,  Avecilla,  etc.),  un  cuarteto  de 
baile  y  saínete  La  locura  fingida. 

25,  26  y  27.  — La  novia  impaciente;  aria  la  Palomera, 
nueva,  baile  nuevo  El  Pigmaleón  (salió  la  Mej'ía), 
saínete  La  novia  de  Pozuelo. 

28  y  29.— La  suegra  y  la  nuera;  Quien  porfía,  opereta, 
los  dos  Spontoni,  bolero. 


APÉNDICES  777 


Abril  30.— El  Fénix  de  los  criados;  bolero  (salió  la  Yioes  con 

Andrés  García)  y  la  opereta  de  ayer. 
Mayo    1.°  y  2. — La  anterior  y  el  sainete  Las  preciosas  ri- 
diculas. 
•  3  y  4. —  Las  mocedades   del  Cid;  manchegas  á  seis, 

sainete  El  ratón. 
5,  6,  7,  8  y  9.— Blanca  y  Moncasín;  bolero  y  el  sainete 
El  viudo.  (El  8  vino  S.  M.) 
10,  11  y  12.— La  Isabela;  bolero,  sainete  El  perlático 

fingido. 
13  y  14.— La  posada,  La  esclava  persiana  (salió  Gomo- 
ra),  bailó  un  solo  la  Mejia,  y  el  baile  Las  cuatro 
naciones. 
15  y  16.— La  Isabela  y  el  dicho  sainete. 

17.  — La  suegra  y  la  nuera  y  el  baile  anterior. 

18,  19,  20  y  21.-  Orestes,  tragedia,  baile  El  puerto  de 

Amsterdam,  sainete  Los  naturales  opuestos  ó  el 
matrimonio  discorde. 

22.— Las  cárceles  de  Lamberg;  bolero  (¿a  Valdés),  sai- 
nete El  fuera. 

23  y  24.— La  Eugenia;  bolero  (la  Saldoni),  sainete  El 
tío  Bigornia. 

25  y  26.— La  presumida  y  la  hermosa;  bolero  (la  Mejia), 
sainete  I^os  criados  y  el  enfermo. 

27. -La  dama  duende;  bolero  (Vioes), sainete  Las  pre- 
ciosas ridiculas. 

28  y  29.— Ramona  y  Roselio,  sainete  El  paje,  un  pade- 
»  dú  la  Mejia. 

30  y  31.  — Loa  nueoa,  baile  La  danza  asiática  (nueao), 
El  criado  ñngido  ísalió  Maños),  sainete  nueoo  Los 
forasteros  en   Madrid  y  manchegas  á  seis.  Ilumi- 
nación. 
.Junio     \.°,  2,  3,  4,  5  y  6.— La  misma.  El  3  estuvo  S.  M.  y  s<- 
hailó  la  cachucha  y  se  hizo  El  sutil  tramposo. 
7  y  8.— El  vano  humillado,  un  dúo  los  Spontoni,  sai- 
nete I-.a  familia  nueva. 
9.  -  El  ca.samentero;  vals  la  Saldoni,  bolero  la    Val- 
des,  tonadilla  Los  xnajos  de  rumbo  (los  Spontoni), 
sainete  Los  dos  viejos. 

10.— Caprichos  de  amor  ^-  '-oi^^'.  tonjidillay  Haineir  de 
ayer. 


778  ISIDORO    MAIQUEZ 


Junio  11.—  La  Isabela,  saínete  El  payo  de  la  carta. 

12,— Los  tres  maridos,  sinfonía  de  La  caza,  saínete 
Los  payos  astutos. 

13,  14,  15,  16,  17  y  18.  — El  médico  turco,  opereta,  La 
musicomanía,  nueva,  en  un  acto  (Loreto  y  Mai- 
QUEzj,  baile  nuevo  Colas  y  Juanita. 

19  y  20.— El  sofá,  nueva,  bolero  la  Curioní,  saínete  El 
payo  enamorado. 

21  y  22.— La  posadera,  saínete  Ama  loca,  Matraca  la 
Valdés. 

23,  24  y  25.  — Los  amantes  llorones  (Maiquez),  dúo  la 
Loreto  y  Dionisio,  baile  nuevo  El  matrimonio  por 
industria,  saínete  El  marido  desengañado. 

26.  — Los  dos  yernos;  holero  la  Valdés,  saínete  El  ratón. 

27  y  28. —El  casamentero,  bolero  la  Mejía,  El  criado 
fingido. 

29.— El  mejor  alcalde  el  rey;  bolero  la  Saldoní,  saine- 
te  La  cura  de  los  deseos. 

.30 —El  mejor  alcalde  el  rey;  bolero  la  Valdés,  saíne- 
te El  fuera. 
Julio  .1.**,  3,  4  y  5.— Osear,   baile  El  Pigmaleón,  saínete  Sa- 
nar de  repente. 
2.— Alina,  reina  de  Golconda  (asistió  S.  M.) 
6.  — La  Isabela,  baile  el  de  Las  cuatro  naciones. 
7  y  8. — Las  tres  sultanas,  en  ella  un  solo  la  Mejia  y 
una  aria  la  Palomera,  baile  La  danza  asiática. 

9  y  10.— El  Osear,  el  baile  La  danza  asiática  y  saínete 
El  engaño  frustrado. 

11  y  12.— La  lavandera  y  El  médico  turco. 

13.— Caprichos,  saínete  La  viuda  hipócrita,  bolero  la 
Vives. 

14  y  15.— Ramona  y  Roselio,  baile  El  matrimonio  por 
industria. 

16,  17  y  18.  — El  dehrio  p;ifernal,  el  baile  nuevo  Los  la- 
drones de  la  Calabria,  el  18  Juanita  y  Colas. 

19.  — La  posadera,  bolero  ¿a  Saldoní,  saínete  l^a  cr'^h 

de  vinos. 

20.  — La  escuela  de  los  maridos,  saínete  el  de  ayer,  \)o- 

1er o  la  Mejia. 
21  y  22.— Numancia,  tragedia,  baile  de  Las  cuatro  na- 
ciones. 


APÉNDICES  779 


.JaLio  23  y  24.— Las  tres  sultanas,  ¿«¿¿e  La  danza  asiática,  saí- 
nete Los  abates  locos. 
25.— El  pastelero,  dúo  la  Palomera,  saínete  El  hábito 

no  hace  aí  monje. 
26.— La  Isabela  y  el  saínete  de  ayer. 
27  y  28.  -  El  No  de  las  niñas,  bolera  la  Curioní,  saínete 

Lo  que  puede  el  hambre. 
29.— Roselio  y  Ramona,  saínete  El  payo  de  la  carta. 
.30  y  3L— El  ricohombre,  gabota  la  Viües,  saínete  Lo 

que  puede  el  hambre. 
Agosto     l°—No  hubo. 

2.  — La  presumida  y  la  hermosa,  saínete  El  Farfulla  de 

las  mujeres,  Zorongo  la  Valdés, 
3.— La  escuela  de  los  maridos,  saínete  el  de  ayer,  bo- 
lero la  Saldoni. 
4.— La  espigadera;  padedú  la  Mejía,  saínete  Elai?iigo 

de  todos. 
5  al  13  inclusive. — Alina,  reina  de  Golconda,  ópera. 
14  y  15.— Donde  las  dan  las  toman,  nueva,  baile  has 

amazonas  modernas,  nuevo. 
16  y  17.  — La  espigadera,  bolero  la  Curioní,  saínete  El 

hábito  no  hace  al  monje. 
18,  19,  20,  21  y  22.— Los  hijos  de  Edipo  (Maiquez),  ga- 

vota  la  Saldoni,  saínete  La  inocente,  y  21  y  22  el 

baile  Las  amazonas. 
23.  — Los  tres  maridos;  bolero  la   Valdés,  saínete  La 

cura  de  los  deseos. 
24.— El  alcalde  de  Zalamea  (Caprara,  el  Pedro  Cres- 
po), bolero  Yaldi's,  saínete  El  tío  Bigornia. 
25  y  26. — El  ricohombre,  manchegas  á  cuatro,  saínete 

í.o  que  puede  el  hambre.  {Asistió  S.  M.  y  bailó  la 

cachucha  la  Valdés.) 
27,  28^,  29,  30  y  31.— El  marínerito,  opereta.  El  joven  de 

sesenta  años,  nueva,  y  el  baile  de  Telémaco  en  la 

isla  de  Calipso. 
Septiembre    1.",  2,  3,  4,  5  y  6.  — La  anterior.  (El  día  3  asistió  Su 

Majestad,  y  bailó  la  cachucha  la.  Saldoni.) 
7,  8,  9,  10, 11  y  12.— -El  matrimonio  secreto,  c)pcra. 
1.3,  14  y  15.-1^  lugareña  orgullosa,  bolero  la  Curioni, 

saínete  El  ama  loca. 
16, 17  y  18.— El  filósofo  casado^  baile  El  matrimonio  por 


780  ISIDORO   MAIQUBZ 


industria,  saínete  La  familia  nueva  (el  17  asis- 
tió S.  M.),  manchegas  á  cuatro,  saínete  El  recibo 
del  paje,  la  cachucha  la  Váleles. 
Septiembre  19.  — El  astrólogo  fingido  (Maiquez),  sinfonía  de  La 
caza,  bolero  á  seis,  saínete  A  un  engaño  otro 
mayor. 
20,  21  y  22.— García  del  Castañar  (Maiquez),  baile  Las 
cuatro  naciones,  saínete  el  de  ayer. 

25  al  27  inclusive.— E\  preso,  opereta.  Los  herederos, 

un  acto,  baile  Colas  y  Juanita. 

28.  — La  lavandera  de  Ñapóles  y  El  criado  fingido. 

29  y  30.  — Los  rechazos,  baile,  Dido  abandonada  {se  es- 
trenó madama  Nora),  saínete  El  gato. 
OHubre    1.°,  2,  3,  4,  5,  6,  y  l.—La  misma  función.  {El  6  asis- 
tió S.  M.)  Se  hizo  el  saínete  Los  tres  novios  imper- 
fectos y  bolero  á  seis. 

8,  9  y  10.  — El  hombre  singular  {salió  Parra),  y  El  se-. 
creto. 

11. — El  celoso  confundido  (Maiquez),  y  El  médico  turco. 

12. — Castillos  en  el  aire  {ídem),  y  El  médico  turco. 

13.— La  huerfanita;  bolero  la  Saldoní,  saínete  Sanar 
de  repente. 

14, 15,  16,  17  y  18.  — Loa  nueva.  La  comedia  de  repente, 
La  travesura,  opereta,  baile  La  danza  asiática. 

19,  20  y  21. -Osear,  tragedia,  baile  Las  cuatro  naciones. 

22.— La  combinación,  nueva,  en  dos  actos.  Quien  por- 
fía, saínete  La  inocente  culpada. 

23. -La  lugareña  orgullosa  y  El  secreto,  opereta. 

24.— La  lavandera  y  La  esclava  persiana. 

25.— La  presumida  y  la  hermosa,  bolero  la  Curíoni, 
saínete  Los  criados  y  el  enfermo. 

26  y  27.— La  Isabela,  baile  El  matrimonio  por  industria. 
28,  29,  30  y  31.-Pelayo,  baile  El  puerto  de  Amsterdam. 

saínete  La  maja  resuelta. 
Noviembre    l.°—No  hubo. 

2  y  3.— La  viuda  del  Malabar;  bolero  la  Valdrs,  saí- 
nete Los  locos. 

4,  5,  6  y  7.— El  colérico,  opereta,  La  comedia  casera, 
en  dos  actos,  el  baile  nuevo  Las  sultanas.  {Asis- 
tió S.  M.) 

8  y  9.— El  matrimonio  secreto,  y  bolero  la  Vives. 


AÍ>ÉNDICES  781 


Nomeinbre   10  y  11.— Blanca  y  Moncasín,   baile  Las  amazonas, 
saínete  El  fuera. 

12,  13  y  14. — Los  dos  presos,  bolero  á  seis,  matraca  la 

Valdés,  La  comedia  nueva,  El  médico  á  palos  (se 

suspendió  por  la  Inquisición),  manchegas  á  seis. 
15,— El  sordo  en  la  posada,  en  igual  de  El  médico,  y  lo 

demás  como  ayer. 
16,  17,  18  y  19.— El  joven  de  sesenta  años  y  los  mifuuos 

intermedios. 
¿O,  21  y  22.  — El  marinerito,  El  médico  á  palos,  baile 

Juanita  y  Colas. 
23,  24,  25  y  26.— Los  dos  presos;    El  médico;   bolero, 

manchegas^  matraca.  {El  26  asistió  S.,M.  y  se 

hizo  el  saínete  La  locura  fingida). 
27  y  28. — El  abate  L'Epée,  minué  y  gavota  la  Saldoni, 

saínete  Los  dos  viejos. 
29  y  30.— El  solterón  y  su  criada;  bolero  la  Curioni, 

saínete  El  perlático. 
Diciembre     1.°,  2,  3  y  4.— Alina,    reina  de  Golconda,    saínete  El 

payo  la  carta.— El  3 par  la  tarde:  La  lugareña?/  el 

baile  de  Las  cuatro  naciones. 
5,  6  y  7.— El  avaro,  saínete  El  tío  Bigornia. 

8.  — El  tesoro,  nueva,  baile  El  matrimonio  por  indus- 

tria, saínete  Los  tres  novios.— Por  la  tarde:  La 
lavandera;  bolero  la  Vioes,  saínete  La  cura  de  los 
deseos. 

9,  10  y  11.  — La  travesura  y  el  baile  nuevo  El  fanático. 
(/O  por  la  tarde.)— ^\  tesoro;  I  plero,  saínete  L  s  es- 
tudiantes petardistas. 

12.— La  suegra  y  la  nuera,  saínete  Los  payos. astutos. 

13.  — El  mejor  alcalde  el  rey,  saínete  Ama  loca. 

14. — La  dama  duende;  bolero  la  Curioni,  saínete  Las 

preciosas  ridiculas. 
15. — Los  dos  hermanos  ó  el  hipócrita;   bolero    Vioes, 

saínete  El  ratón. 
IG.— Ramona  y  Koselio;  bolero  la  Saldoni,  saínete  el 

de  ayer. 
17  y  18. — El  sueño.  La  esclava,  persiana;  manchegas 

ú  seis. 
I  17  tarde.)— E\  F'énix  de  los  criados,   saínete  El  gato, 

bolero  á  seis. 


IS'^    ,  ISTbOftO    MAIQÜBZ 


Diciembre  19.— La  presumida  y  la  hermosa;  bolero  á  cuatro,  saí- 
nete Los  estudiantes  petardistas. 

20  y  2L — El  tesoro  y  los  rechazos;  bolero  «  tres,  saíne- 
te El  perlático. 

22.—  La  presumida  y  la  hermosa;  bolero  la  Saldoní. 

23.  — La  lugareña,  saínete  Los  criados  y  el  enfermo. 

24.— Las  cárceles  de  Lamberg^  El  colérico,  opereta. 

25,  26  y  27. —  Tarde:  El  médico  á  palos;  manchegas  (' 
cuatro.  El  criado  ñngiáo,  saínete. 

25  al  31  ínclusíce. — El  anillo  de  Giges,  primera  parte 
.    saínete  El  hambriento  en  Nochebuena  (asistió  el 
26  S.  M.) 

31.— Tárele."  Las  tres  sultanas,  El  engaño  frustrado  •// 
saínete. 
1816. -¿"/lero    1.^,  2,  3,  4  y  5.— El  anillo  de  Giges,  sainete^l  ham- 
briento, eíc-Z.^joor  la  tarde:  Las  tres  sultanas 
y  El  engaño  frustrado. 
6  y  7.— El  matrimonio  secreto;   bolero  la    Vives.— 
6  y  7  por  la  tarde:  El  anillo  de  Giges  y  El  hain- 
*   bríento. 

8,  9,  10,  11  y  12.  — La  posada,  un  acto,  El  Califa  (Lore- 
to.)  (Salió  IsmoRO  restablecido  de  su  enfer- 
medad). 

13.— El  Abelino,  saínete  La  inocente  culpada. 

14  y  15. — El  casamentero  ( A (7a«íma^  Maiquez),  la  Mu- 
sicomanía  (Loreto  y  Maiquez),  saínete  Ama  loca. 
-  14  tarde.  El  Abelino  y  La  inocente. 

16,  17  y  18.  -  La  esclava  persiana  (la  Alonso  y  Dioni- 
sio), el  baile  La  aldeana  en  la  corte,  nuevo  (salió 
la  Nora),  saínete  Los  estudiantes  petardistas. 

19. --El  celoso  confundido  (Agustina,  Gertrudis,  Mai- 
quez y  Crístiani),  baile  Juanita,  saínete  Sanar  de 
repente. 

20  y  21. — Las  costumbres  del  día  (Agustina,  Gertrudis 
y  Maiquez),  baile  y  saínete  de  ayer. —  21  tarde: 
Hlanca  y  Moncasín  (Agustina  y  Maiquez),  saínete 
A  un  engaño  otro  mayor. 

23.—  Tarde:  La  misma  (Maiquez). 

22,  23,  24,  25,  26,  27  y  28.  -El,  médico  turco,  El  espa- 
ñol y  la  francesa  Agustina  y  Maiquez),  baile  La 
danza  asiática.  El  27  asistió  S.  M.  y  se  hizo  el  sai- 


APÉNDICES  783 


nete  de  Los  locos  (Maiquez).— 25  tarde:  El  paste- 
lero (Maiquez),  bolero  la  Valdés,  saínete  La  fami- 
lia nueva. 
Enero  29  y  30.— El  amigo  de  la  razón  {Agustina,  Maiquez, 
Caprara,  Aüecilla,  Cristiani),  bolero  la  Curioni, 
saínete  El  payo  enamorado. 

31.— La  corrección  maternal  {Agustina,  Maqueda,  To- 
rre, Sánchez,  Cabo,  Caprara  y  Guzmán),  El  mari- 
nerito  {Palomera,  Torre,  Cabo,  Muñoz,  Cristiani, 
•    López,  Mas),  saínete  La  casa  de  vinos  generosos. 
Febrero     1°—La  anterior. 

2. — El  astrólogo  ñngido  {Maqueda,  Sánchez,  Torres, 
Cabo,  Maiquez,  Aüecílla,  Guzmán,  Sílüostri,  Lle- 
dó.  Rubio),  baile  Las  cuatro  naciones  {la  Vives, 
Luengo,  Garda,  Guzmán  menor,  etc.),  saínete  El 
recibo  del  paje.— Por  la  tarde:  El  Abelino,  saíne- 
te El  fuera. 

3. — Los  herederos  {Agustina,  Gertrudis,  Maiquez), 
El  billete  y  la  espada,  opereta  nueva,  música  de 
Julián  Muñoz,  tenor  del  teatro  {la  Alonso,  Jorre, 
Muñoz,  Cristiani),  saínete  El  recibo  del  paje,  bole- 
ro la  Vwes. 

4.  — Por  la  tarde:  El  Cid  Campeador  ó  vida  y  muerte 
del  Cid  y  nob^e  Martín  Peláez  {Agustina,  Maque- 
da,  Torres,  Cobo,P'once,  Caprara,  Contador ,  Aüe- 
cílla, Siloostri,  Guzmán,  Fabianí,  etc.),  saínete  La 
maja  resuelta.— A^oc/ie:  Los  herederos,  ópera.  El 
criado  fingido,  saínete  El  recibo  del  paje. 

4. — El  filósofo  casado  {Agustina,  Maqueda,  Gertrudis, 
Maiquez  Ponce,  Caprara,  Aoecilla,  Cristiani  y  Ló- 
pez), bolero  la  Curioni,  saínete  Los  genios  encon- 
trados. 

6.— La  travesura  y  bolero  con  matraca  la  Saldoní, 
saínete  El  payo  de  centinela. 

7,  8,  9  y  10. — Mi  tía  Aurora  y  bolero  la  Valdf's,  saíne- 
te El  triunfo  del  interés. 
IL — Tarde:  La  de  ayer,  saínete  El  payo  de  centinela. 
11  y  12.— Adolfo  y  Clara  ó  í^os  dos  presos,  opereta  {la 
Loreto,  Muñoz,  Cristiani,  Más,  Lójpez  y  Guzmán 
menor),  El  distraído  {Agustina,  Maqueda,  Gertru- 
dis, Cabo,  Maiquez,  Caprara,  Arecílla,  Contador, 


'<84  iSlJDORO   MAIQÜBZ 


Silüostri  y  Lledot),  nianchegas  á  í<eis  {la  Curiu- 
ni,  VÍDes,  Saldoni,  Luengo,  García  y  Martínez). 
Febrero  13  y  14.-  El  cuadro  ó  el  militar  retirado  yLoreto,  Spon- 
toni,  Caprara,  Avecilla  y  Cristiani),  sinfonía  nue- 
oa  por  el  Sr.  Miel/a,  baile  nuevo  Las  máscaras, 
sainóte  Tragábalas  y  cureñas. 

15  y  16.— Los  amantes  llorones  (Agustina,  Gertrudis, 
Maiquez,  Cristiani,  Siloostri  y  Guzmán),  saínete 
La  novia  de  Gandul,  baile  el  de  Las  máscaras. 

17  y  18.— El  aguador  de  París  {Agustina,  Maqueda,  Ger- 
trudis, Sánchez,  Ponce,  Caprara,  Aüecilla,  Cris- 
tiani, Silüostri,  etc.),  saínete  El  ratón,  baile  el  de 
Las  máscaras.  — 18  tarde:  El  Abate  L'Epée  {Agus- 
tina, Maqueda,  Gertrudis,  Sánchez,  Ponce,  Ca- 
prara, Aüecilla,  Cristiani,  Contador,  Fabianí,  et- 
cétera), fandango  la  Valdés,  saínete  El  payo  de  la 
carta. 

19.— El  alcalde  de  Zalamea,  gavota  la  Vires,  aainete 
Los  criados  y  el  enfermo. 

20.—  El  pastelero  de  Madrigal  {Agustíjia,  Maqueda, 
Maiquez  y  Ponce),  baile  El  matrimonio  por  indus- 
tria, saínete  Las  preciosas  ridiculas. 

21.  — El  ricohombre  de  Alcalá  {Agustina,  Sánchez,  Ger- 
trudis, Maiquez  y  Aüecilla)  baile  y  saínete  de  ayer. 

22  y  23.  — La  novia  impaciente  {Loreto,  Gertrudis,  Mai- 
quez y  Ponce),  Sinfonía,  nueüa,  comedia  El  cuento 
de  la  liebre  {Agustino^,  Gertrudis,  Maiquez  y  Aüe- 
cilla), saínete  Glotón  y  sin  memoria,  baile  el  de  Las 
máscaras  (Curioni,  Viües,  Saldoní,  Luengo,  et- 
cétera). Iluminación  tres  días. 

24  y  25.— El  sordo  en  la  posada  {Agustina,  Maqueda, 
Sánchez,  Gertradts,  Maiquez  y  Guzmán),  La  no- 
via impaciente,  saínete  El  m¿ir¡do  desengañado  // 
el  baile  de  Las  máscaras. 

--25,  26  y  27  tarde:  El  triunfo  del  Ave  María,  y  bolero 
la  Curioni,  saínete  La  burla  del  mesonero. 

26  y  27. — El  español  y  la  francesa  (Maiquez),  El  medico 
á  palos,  y  el  baile  de  Las  máscaras. 


Át»¿NDÍCBS  -  '^85 


1815-1816. 

Comedias  ejecutadas  por  la  compañía  de  la  Cruz 
DESDE  26  DE  Marzo  de  1815  hasta  27  de  Febrero  de  1816 

Marzo  26,  27  y  28. — Casa  con  dos  puertas,  loa  nuera  El  rega- 
lo; bolero  y  saínete. — A  las  siete. 
29  y  30.— El  amor  y  la  intriga  {salió  Die^),  saínete  El 
buñuelo  {la  dama,    la  Baus),  {asistió   S.    M.)  i/ 
bolero. 
31  y  1.°  de  A¿ri7.— Cecilia  y  Dorsán;  bolero  y  sainete. 
A¿>ri¿    2,  3  y  4. — Dar  la  vida  por  su  dama  {salió  Ángel 
López). 

5  y  6.— Doña  Inés  de  Castro  {la  Baus),  bolero,  sainete 

El  disfraz  venturoso. 
7,  8  y  9. — El  café;  tonadilla,  bolero  y  sainete  El  no- 
velero. 

10  y  11. — 1^  Toquera  vizcaína  (A mapa),  bolero,  to- 
nadilla, sámete  Los  usías  contrahechos. 

12  y  13.— Cristina  de  Suecia. 

14.  — Los  exteriores  engañoso^;  bolero,  sainete  El  majo 
escrupuloso. 

15  y  16. — Lo  cierto  por  lo  dudoso,  sainete  El  sueño. 

17  al  27.  — El  hijo  pródigo,  oratorio  sacro  nuemo,  baile 
El  robo  de  la  casada.  {Asistió  S.  M.) 

28.— El  pintor  fingido;  bolero,  sainete  Herir  por  los 
mismos  filos. 

29  y  30.— Pedro  el  Grande;   bolero,  sainete  Inesilla  la 
de  Pinto. 
Mayo     l.*'y2. — La  moscovita   sensible;   bolero,  sainete   El 
muerto  vivo. 
3,  4  y  5.  — Un  montañés  sabe  bien  donde  el  zapato  le 
aprieta;  manchegas  ú  nuatro,  sainete  E\  no. 

6  y  7.— El  misántr0))0,  tonadilla  La  venida  del  solda- 

do, sainete  Los  gansos. 
8  y  9.— El  secreto  avocas;  alemanda,  sainete  El  tío 

naide. 
10  y  11.— No  hay  peor  sordo  {Baus),  sainete  Los  cinco 

vecinos. 

50 


786  •  ISIDORO   MAIQÜB^ 


Mayo  12  y  13.— El  perro  del  hortelano,  saínete   I.os  Gut¡- 
bambas. 

14,  15,  16  y  17.— Loa  nueva,  El  hechizado  por  fuerza, 
tonadilla  La  solitaria,  saínete  Mr.  Corneta;  bolero 
y  manchegas.  {Asistió  S.  M.) 

18. — El  duque  de  Osuna,  bolero,  sainete  Industria  con- 
tra miseria. 

19. — La  casualidad  contra  el  cuidado  (Baus),  bolero, 
sainete  Alcalde  tonto  y  discreto. 

20.  — La  mogigata;  bolero,  sainete  La  boda  del  pe- 
luquero. 

21  al  25.— La  Marta  (de  magia),  t07iadillahd.s  panade- 
ras, sainete  La  hostería  del  buen  gusto. 

26  y  27.— Triunfar  por  la  fe,  sainete  La  buñolería  de 
Antóíi  Martín. 

28  y  29.—  El  tirano  de  Hungría,  sainete  Los  palos 
deseados. 

30  y  31.  — Una  loa  nueva,  El  Ricardo,  ópera.  El  barbero 
de  Sevilla,  baile  nuevo,  sainete  Las  castañeras  pi- 
cadas. Sinfonía  mihtar,  nueva  y  manchegas.  (As¿s- 
tió  S.  M.) 
Junio  í.'^  al  5.  —  La  mism((. 

6  al  12.— El  picaro  honrado  ó  el  hombre  de  la  selva 

negra,  nueva,  con  todo  el  teatro  nuevo,  sainete  El 

tío  Carcoma  (dama,  la  Baus). 
13  aZ  16. —  Loa  nueva,  La  villana  de  la  Sagra  (Batís), 

manchegas,  sainete  El  chasco  del   barbero.  (AsL'i- 

tió  S.  M.) 
17,  18  y  19.— El  juicio  de  Salomón,  tonadilla  El  triunfo 

de  las  mujeres. 
20  y  21.— Si  una  vez  llega  á  querer,  y  sainete. 
¿2. — Antes  que  te  cases,  sainete  Maridos  engañados  y 

desengañados. 
23  al  30.  — La  virtud   coronada  ó  La  Cenicienta,  ópera 
'.  (salieron  las  Moreno),  Ijalh-  El  amor  engañoso. 
Julio     1.",  2  y  3.  — La  anterior. 

4.-D¡do    abandonada,  sainete    V\   remendón    y   la 

prendera.— 5.  No  hubo. 
6.— El  prisionero  de  guerra,  sainete  el  anterior. 

7  y  S.— No  hubo. 

9  al  12.  — El  Ricardo,  ópera  (las  Moreno). 


AÍ>éNt)lCEá  78^ 


Julio  13.  — El  honor  da  entendimiento,  saínete  El  careo  de 
los  majos.— 14  y  15,  No  hubo. 

16.— La  del  13.-17.  No  hubo. 

18.— Ecio  triunfante,  El  amor  y  la  inocencia,  opereta 
{las  Moreno). — 19.  No  hubo. 

20.- La  del  Í8.-21  y  22.  No  hubo. 

23.— Dar  la  vida  por  su  dama,  bolero,  saínete  El  casa- 
do por  fuerza.  {Asistió  S.  M.) — 24.  No  hubo. 
'  25  al  30. —  Un  rasgo  de  Federico  de  Prusia  ó  el  barón 
de  Felchein,7iaec»a,  sinfonía,  sai/ieíe  El  novio  rifcido. 

31.— El  hechizado  por  ftierza,  un  aria  (¿as  Moreno)  y 
los  Nocturnos. 
Agosto.  — Desde  el  7."  hasta  el  15  no  hubo. 

15.— No  hay  peor  sordo  {Baus),  bolero,  saínete  La  duda 
satisfecha. 

17  y  18.— Juez  sordo  y  testigo  ciego;  bolero,  saínete 
Los  palos  deseados. 

19,  20  y  21.— La  vida  es  sueño;  tonadilla  y  el  saínete  El 
disfraz  venturoso. 

22. — La  casualidad  contra  el  cuidado,  saínete  Los  ge- 
nios encontrados. 

23.— La  Fulgencia,  saínete  el  de  ayer. 

24.  — La  moscovita  sensible. 

25,  26  y  27.  — Eduardo  III,  baile  nueüo  La  inocencia. 

28  y  29.^Las  dos  Armidas,  primera  y  segunda  parte, 

saínete  Los  Gutibambas. 
30.— La  joven  perseguida,  nueva,  y  el  baile  del  25. 
Septiembre    l.°  y  2.  — La  anterior. 

3  y  4.— El  Duque  de  Osuna,  saínete  El  pleito  del  pastor. 
5  y  6. — El  asturiano  en  Madrid,  saínete  El  novelero. 
7  y  8.— Casa  con  do8  puertas,  baile  nueoo.  El  salvaje 

oculto. 
9  y  10.— El  picarillo  en  España^  baile  anterior,  saine- 
te  El  barbero  que  afeitó  el  burro. 
11  y  12,  — No  puede  ser,  ío/iadi7¿a  general  Los  reclu- 
tas y  payos, 
13  y  14.  — La  viuda  generosa  y  bolero  {salió  la  Carre- 
ras), ¡saínete  El  perlático  fingido. 
15.— La  dama  labradora,  saínete  el  de  ayer. 
16,  17  y  18.— Los  siete  Infantes  de  Lara,  saínete  Herir 
por  los  mismos  filos. 


788  tsiDotio  MaíQüez 


Septietnbve  19  al  25.  — La  Cenicienta,  ópera  y  baile. 

26. — La  vida  es  sueño  {^alió  Antojiio  González),  bo- 
lero y  baile  nueüo. 
•11.  — La  ópera  La  Cenicienta. 

28,  29  y  30.— La  vida  es  sueño  {salió  la  Molino),  saínete 
El  duende  ñngulo.  (Asistió  S.  M.) 
Uc-tabre     1.° — La  misma. 

2  al  6.  — El  mágico  de  Astracán,  saínete  El  robo  de 

la  burra. 
7  al  10.  — El  convidado  de  piedra,  saínete  Los  usías 
contrahechos. 

11,  12  y  13. — El  dómine  Lu  -as,  saínete  El  fanfarrón. 

14  al  23.— Loa  nueva  El  templo  de  la  Paz,  El  delirio, 
opereta,  saínete  Los  currutacos  chasqueados,  baile 
nuer.o  La  Celina.  {Asistió  S.  M.) 
24,  2.Ó  y  26.— Las  minas  de  Polonia,  tonadilla  en  la  que 

se  presentó  Pérez,  saínete  El  sueño. 
27,  28  y  29.  — La  misantropía  {salió  la  Car  mona  después 
de  su  enfermedad)^  saínete  El  casado  por  fuerza. 
30  y  31.  — Aradín  Barbaraja,  nueva  (Baus,  León,  Gon- 
zález, Ponce,  López  y  Ronda);  saínete  El  baile  y 
duelo  á  un  tiempo. 
Noriembre     Í.^—No  hubo. 
2.-Ladel30. 
3.— El  Duque  de  Osuna. 
4,  .5  y  6. — El  Duque  de  Pentiévre  (.salió  Arríaga), 

saínete  La  fiesta  de  Comisarios. 
7. — El  hechizado,  bolero  y  saínete. 
8.  — El  desdén  con  el  desdén,  saínete    Los  currutacos 

chasqueados. 
9.— El  Duque  de  Pentiévre, 

10  y  11.  — El  Barón  de  Felcheim,  saínete  La  tragedia  del 
buñuelo. 

12,  13  y  14.— La  Florentina,  an  acto,  Los  dos  bioml)Os, 

opereta  nueva,  baile,  V\  fehz  encuentro,   nuevo. 
(Asistió  S.  M.) 
15  y  16. — La  misma  función,  en  igual  de  Los  biombos 
El  delirio,  opereta, 

17.  — El  café,  saínete  El  novelero. 

18.  — El  desdén  con  el  desdén,  saínete  Los  usías  contra- 

hechos. 


APÉNDICES  789 


Nocieinbre  19  y  20.  -  Aradín  Barbarroja,  saínete  El  rabioso  en  la 
venta. 

21  al  25.  — Víctor  ó  el  hijo  del  subterráneo,  nueoa,  saí- 

nete El  maestro  de  albardonero. 
26.— Tarde:  Aradín  í/  el  saínete  El  rabioso.— A'^oc/ie; 

Los  dos  biombos,  baile  El  Polo,  saínete  Lo  que 

puede  el  hambre. 
27  y  28.  -  A  secreto  agravio,  el  Polo,  saínete  el  de 

ayer. 
29  y  30.  — Las  ruinas  de  Babilonia,  nueoa  y  baile  aná- 
logo, saínete  La  reforma  del  honor. 
Diciembre    1.**  a¿  8.— Las  ruinas. 

3.—  Tarde:  Los  siete  Infantes  de  Lara  y  saínete. 
8.—  Tarde:  La  mujer  de  dos  maridos;  bolero//  saínete. 
9  al  12.  — Los  calaveras,  nueoa,  El  Farfulla  y  un  baile. 
10. —  Tarde:  Las  ruinas  de  Babilonia  y  bolero. 
13  al  16.  — Las  ruinas  í/  saínete. 
17.— Tarde:  Las  ruinas. 
17  y  18.— El  honor  da  entendimiento,  saínete  IXyo«  y 

soldados. 
19.— Pedro  el  Grande  y  saínete. 
20  y  21.— Los  monteros  de  Espinosa,  saínete  El  mal  de 

la  niña. 

22  y  23. -La  mujer  de  dos  maridos,  saínete  I /¿lh  dos 

llaves. 

24.— Los  calaveras,  tonadilla  La  venida  del  soldado, 
baile  La  Rosa  y  saínete. 

25,  26  y  27.— Tarde:  VA  catalán  Serrallonga,  saínete  La 
maja  majada. 

2h  al  3L— El  hom'>re  déla  selva  negra  (fíaus,  Virf), 
Caretaro,  Pórez,  López,  Oros  y  Die^),  saínete  Cal- 
derero y  vecindad. 

U.— Tarde:  .\radín. 
\^{6.-Enero    \.°  al  5.  — La  selva  negra  y  el  saínete  Calderero  y  ve- 
cindad.— 1.°  tarde:  Aradín, 
6,  7,  8  y  9.— Triunfos  de  honor  y  valor  en  la  corte  d*; 
liodrigo  (la  Carrnona  y  Carretero),  saínete   La 
comedia  de  Valmojado;  gavota  ( Vestris,    Teresa 
Baus  y  Joan  Cfonzúlez.) 
6.—  Tarde:  I^a  selva  negra. 

10,  II   y  12.— Seguir  dos  liebres  á  un  tiempo,  nueoa, 


790  ISIDORO   MAIQUBZ 


sámete  La  oposición  de  sacristanes  y  bolero  (la  Ca- 
rreras y  la  Gamborino). 
Enero  13. — El  asturiano  en  Madrid  (Querol),  saínete  El  ra- 
bioso en  la  venta. 

14. —  Tarde:  La  misma. 

14  y  15.— Eduardo  lll  (Antera,  León,  Carretero,  Pon- 
f^e.  Oros),  saínete  La  comedia  de  Valmojado,  bole- 
ro la  Baus. 

16.  — La  casualidad  contra  el  cuidado  {Antera,  Víry, 
Concha,  Oros,  López),  bolero  la  Carreras  y  Ci- 
prés, y  saínete  Las  dos  llaves. 

17.— El  café  (Antera,  Mírg,  Carretero,  Querol,  Pérez, 
Oros),  saínete  El  picaro  castigado,  bolero  la  Ca- 
rreras y  Llorens. 

18  al  21. — La  disensión  fraternal,  nueoa,  saínete  El  pa- 
dre confiado,  bolero  Teresa  Baus  y  Gamborino. 

21.— Tarde:  Las  minas  de  Polonia  (A/itera,  Ramos, 
Manuela  Pérez,  González,  López,  Oros),  saínete 
Inesilla,  bolero  y  fandango. 

22. — La  misma,  baile  Amor  vengado. 

23  y  24.— El  picarillo  en  España,  saínete  El  castigo  de 
la  miseria.— 25  tarde:  El  dómine  Lucas  (Querol), 
saínete  Inesilla  la  de  Pinto. 

25,  26  y  27,— El  diablo  mujer,  nueoa  (Antera,  Gonzá- 
lez, Pérez,  Oros,  López,  Diez,  etc.),  saínete  Los 
palos  deseados.— 25  tarde:  La  misma,  baile. 

28. — Un  montañés  sabe  bien,  etc. 

29.— Triunfar  sólo  por  la  fe  ó  la  conquista  de  Lara,  saí- 
nete Los  palos  deseados. 

30.— Cristina  de  Suecia,  en  tres  actos  (la  Car  mona. 
Ramos,  Concha,  Carmen,  González,  López,  Pérez, 
Raso,  Morales,  etc.),  saínete  Los  gansos. 

31. — Los  dos  viejos  maniáticos  ó  La  F'ulgencia  (Ramos, 
Maseras,  González,  López,  Oros,  Campos,  Paz), 
saínete  Herir  por  los  mismos  filos. 
Febrero  1.'°— A  secreto  agravio  secreta  venganza  (Car mona, 
R.  León,  González,  López,  Oros,  Raso  y  Campos), 
saínete  Las  arracadas. 
2.^Tarde:  La  misantropía (Carmo/ia,  Maseras,  Gon- 
zález, Querol,  Pérez,  Oros,  Diez,  Raso,  etc.),  saí- 
nete Las  arracadas. 


APÉNDICES  791 


Fehrero ^  2  y  3.  — La  reconciliación  {Antera,  Ramos,  Concha, 
Goiizáles,  Peres,  Oros,  Diez,  etc.),  saínete  El  plei- 
to del  pastor. 

4.  — Lo  cierto  por  lo  dudoso,  saínete  La  fantasma  del 
\\igB.T.  {Asistió  S.  M.)— Tarde:  La  reconciliación, 
saínete  El  pleito  del  pastor. 

5  al  17.  — El  mágico  de  Erivan  {Car mona.  Maseras,  R. 
León,  Carretero,  Lopes,  Pérez,  Oros,  Diez,  Raso, 
Ronda,  etc.),  saínete  Las  lavanderas  de  Man/a- 
nares.  {EL  10  asistió  S.  M.) 

\í.  — Tarde:  No  puede  ser,  saínete  El  soldado  fanfa- 
rrón {Querol  el  gracioso  en  la  comedia.) 

IS.— Tarde:  La  de  magia  anterior. 

18,  — La  vieja  y  los  dos  calaveras  {Vírg,  González,  Pé- 

rez, Oros,  López),  la  ópera  en  un  acto.  Nada  con 
exceso  ó  Los  dos  biombos  (Antera,  Gil,  Aloerá, 
López),  monólogo  El  cochero  Domingo,  por  J. 
Oros. 

19.  — La  vieja  y  los  dos  calaveras,  saínete  las  arracadas 

ij  el  monólogo  de  El  cochero. 

20.— Aradín  Barbar  roja  (/?aíí6^,  Vírg,  González,  López, 
Pérez,  Ronda,  Almrá,  etc.),  saínete  El  robo  de  la 
burra;  minué  escocés  por  la  Carreras  y  Ciprés. 

2!.  — La  joven  perseguida,  saínete  El  pleito  del  pastor, 
minué  escocés, 

22  ai  27.— El  barón  de  Uabanal,  nueoa  {Antera,  Ramo- 
na Gil,  Grog,  López,  Aloerá),  baile,  Las  moline- 
ras caprichosas,  por  Teresa  Baus,  Carreras,  Car- 
men, Concha,  José  González,  Gamborino,  Pedro, 
Ciprés,  Lloren». 

2.5,  26  y  27,— rarrfc;  Por  su  rey  y  por  su  dama  ó  Las 
máscaras  de  Amiens  {Carmona,  Maseras,  León, 
Concha,  González,  Pérez,  Oros,  López,  Ronda, 
Raso,  Aloerá,  ele.) 


792  ISIDORO   MAIQÜBZ 


1816-1817. 

Comedias  ejecutadas  desde  14  de  Abril  de  1816 
hasta  el  18  de  febrero  de  1817  en  el  teatro  del  principe, 

SIENDO    AUTOR  ISIDORO    MaIQUEZ 

Abril  14  á  17. — Cuantas  veo  tantas  quiero,  refundida  en 
cuatro  actos,  sainete  Don  Patricio  Lucas;  bolero 
por  la  Vioes  y  Rodríguez  el  nueoo,  y  manchegas. 
A  las  siete  y  media. 

18  á  21.— El  Cid,  tragedia  {Agustina  y  Maiquez),  sai- 
nete La  fineza  en  los  ausentes  y  bolero. 

22  y  23.— La  escuela  de  las  mujeres,  sainete  El  chasco 
del  mantón  y  gavota. 

24,  25  y  26. — Ver  y  creer,  baile  nueoo  El  rolio  de  Do- 
rila  (salió  Cairón  y  Anchineli). 

27  al  30.  — Las  juventudes  de  Enrique  V,  tres  actos 
(Agustina,  Maqueda,  Maiquez,  Aüecilla,  Siloos- 
tri,   López,  Guzmán   menor),  un  dúo  y  aria  las 
Moreno,  opereta  Amor  é  inocencia,  sainete  El 
g3.io.— El  28  en  igual  de  la  opereta,  el  baile  del 
Robo  de  Dorila.  (Asistió  S.  M.) 
Mayo    \°  y  3.— La  misma.  El  2  no  hubo  por  la  conmemo- 
ración de  las  PÍctimas. 
4,  5  y  6.— Ótelo,  tragedia  (Agustina,  Sánchez,  Mai- 
quez, Ponce,  Caprara),  sainete  El  fin  del  pavo. 
7  y  8.— Abre  el  ojo  y  el  baile  El  robo  de  Dorila. 
9  y  10.—  El  joven  de  sesenta  años,  en  un  acto,  el  bai- 
le anterior  y  un  concierto  de  violín  el  Sr.  Mazas 
(francés).  El  10  en  igual  del  concierto,  el  saínete 
El  trueque  de  las  criadas. 

11  y  12. — El  padre  irritado  ó  el  ardid  contra  la  obstina- 
ción, comedia  nueva  en  tres  actos,  sainete  el  de 
ayer,  bolero  la  Valdés. 

13,  14  y  15.— El  tutor  celoso,  en  cuatro  actos  (Agusti- 
na, Maqueda,  Maiquez,  Aüecilla),  un  aria  Llord, 
nueoo,  un  dúo  él  y  la  Moreno,  sainete  El  triunfo 
de  las  mujeres. 

16.— La  misma,  y  en  igual  del  sainete,  el  baile  nuero 
Los  sabovardos. 


APÉNDICES  793 


Mayo  17  y  18.— La  esposa  delincuente  (Agustina,  Gertrudis, 
Maqueda,  Maiquez,  Aüecilla,  Caprara),  un  dúo 
Dionisio  y  la  Moreno,  un  aria  la  dicha,  y  el  baile 
Los  saboyardos  {la  Vices ,  la  Yaldés,  Cairón, 
León,  AnchinelU.) 

19  y  20.— El  español  y  la  francesa,  aria,  dúo  y  baile  el 
anterior,  sainete  El  gozo  cayó  en  el  pozo.  Ilumi- 
nación. 

21. — El  cuento  de  la  liebre  (Maiquez),  una  polaca  y  una 
cavatina  la  Moreno,  baile  El  robo  de  Dorila  //  el 
sainete  Sanar  de  repente. 

22,  23  y  24. — Los  dos  ayos  bueno  y  malo,  en  cinco  ac- 
tos (Agustina,  Maqueda,  Gertrudis,  Sánchez,  Mai- 
quez, Caprara),  sinfonía  de  La  caza,  sainete  Los 
estudiantes  petardistas. 

2b  al  29.— Un  loco  hace  ciento,  baile  nueco  Ma.na 
Stuardo  (salieron  la  Quatrini  y  Cozzer,  nueoos), 
sainete  Los  payos  ilustres. 

30  y  31. — La  comedia  casera  ó  los  poetas  (Agustina, 
Gertrudis,  Maiquez,  Caprara,  Guzmán),  Sinfonía 
nueoa,  bolero  Vioes  y  Cairón,  sainete  El  viudo, 
baile  María  Stuardo.  Iluminación. 

Z\.—La  misma,  y  en  igual  de  La  comedia  casera,  Un 
loco  hace  ciento. 
.funio  1.° — La  misma. 

2  y  3.— El  parecido  en  la  corte,  refundida  en  cinco 
actos  (Agustina,  Maqueda,  Gertrudis,  Maiquez, 
Caprara,  Aoecilla,  Siloostrí,  Guzmán,  Rubio, 
Lledó  y  López),  baile  María  Stuardo. 
1  al  7. — Las  tres  sultanas,  bailó  un  solo  la  Fabiani, 
nueoa,  y  un  terceto  con  sus  hermanos,  un  baile 
grotesco  Cairón;  cantó  la  Moreno  dos  arias.  Hizo 
la  comedia  la  Ramona  (sobresalíenta)  y  no  gustó, 
los  demás  días  lo  hizo  la  Agustina  con  Maiquez, 
sainete  El  fuera. 
S  y  9. — El  celoso  por  fuerza,  baile  El  robo  de  Dorila, 
sainete  K\  matrimonio  discorde. 

10,  11  y  12,  — Horacios  y  Curiacios,  ó/)er«  í/e  Cimarosa, 
en  tres  actos  y  nueoa  (las  Moreno,  Cabo,  López, 
Mas,  Llord,  Contador,  Fabiani  y  Rubio). 

13.  — El  tutor  celoso  ^Maiquez),  Cachucha,  manchegas 


794  ISIDORO    MAJQUEZ 


y  padedú  Co^ser  ¡j  Quatrini,  saínete  Don  Patricio 
Lucas.  (Asistió  S.  M.) 
Junio  14  al  19. — Los  Horacios,  ópera. 

20  a¿  26.— Pablo  y  Virginia  (sa¿ió  la  Segura,  de  doce 
años,  é  hizo  la    Virginia),  baile  nueoo  en  cuatro 
actos  Erminda  y  Filandro  ó  la  hija  fugitiva. 
27  y  28.  — La  madrastra,  nueoa,  en  dos  actos,  baile  Ma- 
ría Stuardo,  saínete  El  burlador  de  mozas. 
29.  — El  reconciliador  {Agustina,  Maqueda,  Gertrudis, 
.Sánchez,  Maiquez,  Caprara,  Aoecilla,  Guzínán), 
saínete  El  majo  de  repente,  un  padedú   Cozzer  // 
Quatrini. 
30. —Cuantas  veo...,  saínete  El  marido  desengañado, 
manchegas  g  el  padedú  de  ayer. 
Julio    \.^ — La  del  29  de  Junio. 

2.— La  esposa  delincuente  (Maiquez),  el  padedú  y  saí- 
nete anterior. 
3.— No  hubo  por  ensayo  de  La  urraca. 
4  al  17.  — La  urraca  ladrona,  nueva,  en  cuatro  actos, 

saínete  El  sutil  tramposo. 
18  al  24.  — La  Isabela,  ópera  bufa  e'n  dos  actos  (las  Mo- 
reno, Cabo,  Spontoni,  Ponoe,  López,  Cristiani, 
Mas,  Lledot),  saínete  El  Farfulla  de  las  mujeres. 
22,  23  y  24.— El  mayor  Palmer,  baile  nueoo  La  dama 

soldado. 
25  al  28.  — La  inocencia  y  la  intriga  ó  el  robo,  en  tres 
actos,  nueüa,  un  padedú  Cozzer,  y  un  quinteto  de 
baile  en  la  comedia. 
29  y  31.— El  joven  de  sesenta  años,  baile  La  dama  sol- 
dado, aria  y  dúo  la  Moreno  y  Llord. 
31.— La  Isabela,  saínete  El  dormilón. 
Agosto    l.°—No  hubo  función  según  costumbre. 
I.  —  La  del  31  pasado. 

3  y  4.— A  viso  á  los  casados  (Agustina,  Maqueda,' Cabo, 
Spontoni,  Maiquez,  Siloostrl,  Contador,  Cristiani, 
Rubio,  etc.),  saínete  Las  astucias  desgraciadas. 
b.—La  misma,  saínete  El  payo  de  la  carta,  baile  El 

abate  enamorado. 
6. — El  sueño  (Maiquez),  saínete  La  casa  de  vinos,  y  el 

baile  de  ayer, 
y.  — La  misma  y  el  baile  de  María  Stuardo. 


APÉNDICES  795 


Agosto    8  y  9.  — El  sordo  en  la  posada  TMaiquez),  saínete  Ca- 
sada, viuda  y  soltera^  baile  María  Stuardo. 

10  al  13.  — Alina,  reina  de  Golconda  {las  Moreno,  Cabo, 
Spontoni,  López,  Llord,  Mas,  Rubio  y  Lleclot) . 

14  y  15.— El  aguador  de  París,  sinfonía  de  I^a  caza, 
saínete  La  inocente;  bolero  Yíoes. 

16.— La  corrección  maternal,  tonadilla  El  inglés  y  la 
andaluza;  sinfonía,  bolero  y  saínete  Ama  loca. 

17  al  24. — El  ayo  de  su  hijo,  baile  naeoo  Julio  César. 

25  al  28.  — La  sinfonía  oriental,  Hijo  natural  y  legítimo, 
nueoa,  en  un  acto,  el  baile  de  Julio  César  y  La  fa- 
milia de  los  inocentes,  nueoa.  (Asistió  S.  M.)  Los 
dos  últimos  días  en  igual  de  La  familia /i¿e  el  sai- 
nete  de  Los  payos  ilustres. 

29  y  30.— El  filósofo  fabulista,  dos  actos.  Amor  é  ino- 
cencia, opereta  {las  Moreno),  saínete  El  gozo  cayó 
en  el  pozo. 

Z\.  — La  misma, y  en  igual  de  la  opereta  el  concierto 
de  violín  por  Mazas. 
Septiembre    1.**  y  2.— La  suegra  y  la  nuera,  en  tres  actos,  saínete 
Los  criados  y  el  enfermo,  y  el  concierto  de  violín. 
3.— El  avaro,  saínete  Los  genios  encontrados  y  con- 
cierto. 

4,  5  y  6. — El  hijo  abandonado,  en  tres  actos,  nueoa,  el 
baile  Los  saboyardos. 

7.— El  mejor  alcalde  el  rey,  baile  El  abate  enamorado. 

8.— García  del  Castañar  (Agustina,  Gertrudis,  Mai- 
QUEZ,  Caprara,  Aoecílla,  Contador,  Gusmán, 
Síloostri,  etc.),  saínete  Las  preciosas  y  el  baile  de 
ayer. 

í>.  —  El  ricohombre  de  Alcalá  {Agustina,  Sánchez, 
Cabo,  Maiquez,  Aoecílla,  Contador,  Guzmán,  Ru- 
bio, Más,  etc.),  saínete  El  fuera. 

10.~E1  parecido  en  la  corte  {Agustina,  Maqueda,  Cabo, 
Maiquez,  Caprara,  Aoecílla,  Guzmán,  Síloostri, 
Rubio,  Lledot  y  Lc/pez),  saínete  El  hábito  no  hace  al 
monje. 

11.— El  delirio  paternal  y  el  saínete  de  ayer. 

12  y  13.— Solimán  II  ó  Las  tres  sultanas  (Agustina,  Ma- 
queda, Maiquez  y  González),  saínete  Ama  loca. 

14.  — La  dama  duendo,  saínete  el  de  ayer. 


V9G  ISIDORO   MAIQUBZ 


Septiembre  15,  16  y  17.— Por  salvar  al  delincuente,  iiaeca,  saí- 
nete Engiiñado  quien  engaña,  tonadilla  El  Cam- 
panelo. 

18,  19  y  20.  — La  madrastra,  baile  La  dama  soldado, 
saínete  El  tío  Bigornia. 

21  y  22.— El  hijo  reconocido.  El  secreto,  opereta  {por  la 
Cabo,  Sunches,  Dionisio,  Cristianí,  etc.),  saínete 
El  dormilón. 

23,  24  y  25.— Pablo  y  Virginia,  tonadilla  El  presidiario, 
saínete  Los  hidalgos  chasqueados. 

26  y  27. — La  lugareña,  padedú  Cuatrini,  saínete  A  un 
engaño  otro  mayor. 

28.— No  hubo  por  la  entrada  de  la  Reina. 

29  y  30.— La  italiana  en  Argel,  ópera  naeoa,  baile  María 
Stuardo. 
Octubre    1.** — La  misma. 

2  y  3. — El  hijo  reconocido,  baile  Julio  Qé^-dv,  saínete 

La  familia. nueva. 
4  y  5.— El  astrólogo  fingido,  e/i  cinco  actos  (Agustina, 
Maqueda,  Gertrudis,  Cabo,  Maiquez,  Ponce,  Aoe- 
'dlla,  Guzmán,  Siloostri,  López  y  Lledot),  saínete 
Músicos  y  danzantes  y  padedú. 

6  y  7. — La  italiana  en  Argel,  ópera,  baile  de  María 
Stuardo.  (Asistieron  SS.  MM.) 
8,  9  y  10.— El  Pelayo,  tragedia  (Agustina,  Sánchez, 
Maiquez,  Ponce,  Caprara,  Aüecilla,  Contador, 
Fabianí,  Rubio,  Lledot,  etc.),  saínete  Músicos  y 
danzantes. 

11  y  12.--Numancia,  tragedia  en  tres  actos  (Agustina, 
Maiquez,  Ponce,  Caprara,  Aüecilla,  Contador, 
Fabianí,  Rubio,  Lledot,  etc.).  El  médico  á  palos, 
en  tres  actos  (Maqueda,  Sánchez,  Gertrudis,  Pon- 
ce,  Caprara,  Aoecílla,  Guzmán  y  Siloostri.) 

13.— El  médico  á  palos  t/ El  secreto,  saínete  El  per- 
lático. 

14  al  24. — El  leñador,  comedia  nueoa,  en  tres  actos: 
baile  nueüo,  dirigido  por  Cairón,  Ossing  y  Obang. 
El  19  se  aumentó  el  saínete  de  Músicos  y  danzan- 
tes, porque  asistieron  SS.  MM. 
'  25.— El  médico  á  palos,  baile  Julio  César,  saínete  El 
sutil  tramposo.  (Asistieron  SS,  MM.) 


At>ÉNÍ)lCÉg  1d1 


O'Hubre  26.  — La  musicomanía,  en  un  acto,  saínete  El  chasco 
"    del  mantón,  baile  Julio  César. 

27. —  Tarde:  Numancia  ('Maiquez),  tonadilla  Los  can- 
tores, saínete  Los  genios  encontrados. 

•1%.— Tarde:  Pelayo,  saínete  El  triunfo  de  las  mujeres. 

27  y  28.  —  Noche:  La  lavandera  de  Ñapóles ,  bolero 
y  el  saínete  La  cura  de  los  deseos. 

29.— García  del  Castañar  (Maiquez),  saínete  El  marido 
desengañado. 

30  y  3L— El  vano  humillado  {Agustina,  Sánchez,  Mai- 
quez,  Caprara,  Aüecílla,   Contador,   Cristíani, 
Guzmán,  Silüostri,  Fabíaní  y  Rubio),  saínete  Ca- 
sada, viuda  y  soltera;  Sinfonía. 
Xoriembre    \.^— Nada,  según  costumbre. 

2.  — Ricohombre  de  Alcalá  (Maiquez),  saínete  Los  dos 

hermanos. 
'i.— Tarde:  La  misma  de  ayer.— Noche:  El  pastelero 
de  Madrigal  (Maiquez),  saínete  La  maja  resuelta. 
4.  — El  sordo  en  la  posada,  baile  La  dama  soldado, 

saínete  El  señorito  enamorado. 
5  al  10.— La  italiana  en  Argel,  ópera  bufa. 

10.  -  Tarde:  Abehno,  baile  Julio  César. 

lí.—La  de  ayer  tarde. 

12.— García  del  Castañar  (Maiquez),  baile  La  dama 
soldado,  saínete  Los  majos  vencidos.  (Asistie- 
ron SS.  MM.) 

13  y  14.— El  certamen  poético,  nueva,  en  un  acto,  Na- 
talia y  Carolina,  en  do»  actos,  saínete  Los  majos 
vencidos. 

15.  — Aviso  á  los  casados  {Agustina,  Maqueda,  Gertru- 
dis, Maiquez,  Aüecílla,  Contador,  Cristíani,  Sil- 
nostri,  Lledot,  etc.),  baile  María  .Stuardo,  saínete 
El  majo  de  repente. 

\h.  — Tarde:  Blanca  y  Moncasín,  tragedia  en  cinco  ac- 
tos (Agustina  y  Sánchez,  Maiquez,  Ponce,  Capra- 
ra, Avecilla,  Contador,  Fabianí). 

W.— Noche:  La  de  ayer  tarde. 

17. —  Tarde:  Las  cárceles  de  Lamberg,  baile  Julio  Cé- 
sar.—/? noche:  El  filósofo  casado  (Agustina,  Ma- 
queda, Gertrudis,  Maiquez,  Ponce,  Caprara,  Arre- 
dila, Contador,  López),  saínete  El  recibo  del  j>aje. 


798  ISIDORO   JtAÍQUÉÍ^ 


Nomembre  18  y  19.— Los  rechazos,  baile  nuevo  El  cacique  genero- 
so (salió  Lorenzo  La  Comba,  bailarín  portugués), 
sainete  La  locura  fingida. 

20  y  21.— La  urraca  ladrona,  saínete  El  amigo  de  todos. 

22,  23  y  24. — Horacios  y  Curiacios,  ópera  sería  en  tres 
actos  (las  Moreno,  Cabo,  López,  Mas,  Fabíani, 
Contador  y  Rubio). 

M.— Tarde:  La  urraca  y  el  saínete  El  amigo  de  todos. 

25,  26  y  27.— Osear,  hijo  de  Osian,  ó  el  amor  frenético, 
en  cuatro  actos  {Agustina,  Maiquez,  Ponce,  Ca- 
prara,  Avecilla  y  Síloostr i), saínete  El  fin  del  pavo. 

28,  29  y  30.— Horacios,  ópera. 

30.—  Tarde:  Pablo  y  Virginia,  baile  Julio  César. 


Diciembre 


1.** — Tarde:  El  Cid,  saínete  Sanar  de  repente. 

3.— La  huerfanita  ó  lo  que  son  los  parientes  {Agusti- 
na, Maqueda,  Gertrudis,  Segura,  Maiquez,  Pon- 
ce,  Caprara,  Crístíaní,  Contador  y  Mas),  baile 
El  abate  enamorado. 

4.— El  celoso  confundido  (Agustina,  Gertrudis,  Segu- 
ra, Maiquez,  Avecilla,  Crístíaní,  Fabíani,  Rubio, 
Lledot,  etc.),  baile  María  Stuardo,  saínete  El  fuera. 

5.— Alina,  ópera  (las  Moreno^  Cabo,  Spontoní,  López, 
Llord,  Mas,  Fabíani  y  Rubio),  saínete  Los  natu- 
rales opuestos. 

G.  — Las  costumbres  del  día  {Agustina,  Gertrudis, 
Maiquez,  Caprara,  Avecilla,  Contador  y  Crístía- 
ní), saínete  Los  naturales  opuestos,  baile  El  abate 
enamorado. 

7.— El  tutor  celoso  (Maiquez),  saínete  La  inocente, 
baile  Los  saboyardos. 

8. —  Tarde:  El  triunfo  del  Ave  María,  saínete  El  payo 
de  la  carta,  baile  Los  saboyardos.— 5  noche:  La 
inocencia  y  la  intriga,  saínete  La  inocente  culpada. 

y.  — Felayo  TMaiquezj,  La  novia  impaciente,  bolero // 

padedú.  {Asístiron  SS.  MM.) 
10  y  11. —  Los  dos  yernos,  en  cinco  actos  (Agustina, 
Spontoni,   Maiquez,   Ponce,   Caprara,  Avecilla, 
Guzmán,  Rubio,  Lledot  y  Lctpez),  l)olero  y  el  saí- 
nete El  engaiio  frustrado. 
12  V  13. — El  musulmán  generoso,  nueva,  en  tres  actos 


APÉNDICES  t9^ 


(Agustina,  Maqueda,  Gertrudis,  Caprara,  Aoeci- 
lla.  Contador,  Guzmán,  Siloostri,  Fabiani,  Ló- 
pez, Silüostri  menor),  sainete  Los  hidalgos  chas- 
queados. 
Diciembre  14.— La  presumida  y  la  hermosa,  sainete  La  casa  de 
vinos. 

\fi.— Tarde:  El  robo,  tonadilla  ha,  recomendaci  )n.— 
75  noche:  El  abate  L'Epée,  sainete  Las  astucias 
desgraciadas. 

16  y  17.— El  español  y  la  francesa  (Maiquez),  El  casa- 
mentero (Maiquez),  bolero  y  el  sainete  El  dor- 
milón. 

18— El  aguador  de  París,  sainete  Los  estudiantes  pe- 
tardistas. 

19  al  23.— Jenwal  y  Faustina,  baile  nuevo  Jason  y 
Medea. 

%%.— Tarde:  El  hijo  abandonado,  sainete  Ama  loca. 

24. — No  hubo,  según  costumbre. 

25.—  Tarde:  El  Giges,  sainete  Lo  que  puede  el  ham- 
bre.—25  noche:  Jenwal  y  Faustina,  el  baile  de 
Jason. 

26. —  Tarde:  La  de  ayer  noche. — Noche:  la  del  25  por 
la  tarde.  {Asistieron  SS.  MM.) 

27,  28  y  2^.— Tarde:  El  Giges  y  el  sainete  Lo  que  pue- 
de el  hambre.— 27,  28  y  29  noche:  Jenwal  y  el  bai- 
le de  Jason. 

80.~E1  leñador  y  el  baile  de  Jason. 

S\.^  Tarde:  El  leñador  y  el  baile  El  abate  enamorado, 
—  31  noche:  I^a  escuela  de  los  maridos,  baile  Jason 
y  Medea. 
iSí7. -Enero    X.""— Tarde:  El  leñador,  ¿/aí7e  El  robo  de  Dorila  ó  el 
abate  enamorado.—/."  noche:   La  escuela  dn  los 
maridos,  baile  María  Stuardo. 
t.—ljx.  escuela,  saínete  La  burla  del  mesonero. 
3  y  4. — El  alcalde  de  Zalamea,  sinfonía  de  Los  dos 
ciegos,  bolero  y  el  sainete  La  burla  del  mesonero. 
5  y  6.— Tarde:   Horacios  y  Curacios,  ópera  (las  Mo- 
reno, Cabo,   López,  Mas,   Fabiani,  Rubio,  Conta- 
dor, etc.) 
5. — Noche:  El  joven  de  sesenta  años  (Maqueda,  Pon- 
ce,  Arfecilla,  Cristiani,   Contador,  Guzmán,   Fa- 


800  ÍSIOORO    MAlQUBZ 


biani,  SilüosU'i,  etc.),  baile  María  Stuardo,  saitieíc 
El  triunfo  del  interés. 
Enero    6.  -  Noche:  El  español  y  la  francesa  (Maiquez)^  El  jo- 
ven de  sesenta  años,  baile  María  Stuardo.  {Asi.^- 
tieron  SS.  MM.) 
7.  — Horacios  y  Curiacios. 

8  y  9. — Isabela  ópera  bufa  en  dos  actos  (las  Moreno, 
Cabo,  Spontoni,  Ponce,  López,  Cristiani,  Mas, 
Lledot,  Silüostri  menor  y  Guzmán  menor),  saine- 
te  El  triunfo  del  interés. 

lU  y  ti.— Las  juventudes  de  Enriquue  V  (Torres,  Ma- 
.  queda,  Maiquez,  ADecilla,  Silüostri,  López,  Guz- 
mán  menor),  sinfonía  de  La  Caza,  baile  de  La 
cachucha,  sainete  El  Farfulla  de  las  mujeres. 

{2.  — Tarde:  Las  cárceles  de  Lamberg,  baile  El  robo  de 
Dorila. 

12,  13  y  14.  ■  La  celosa  convencida,  comedia  nueva  en 
cinco  actos,  traducida  del  inglés  (Agustina,  Ma- 
queda,  Sánchez,  Cabo,  Ponce,  Caprara,  Avecilla, 
Cristiani,  Guzmán,  Contador,  Silüostri,  Fabiani, 
Rubio  y  López),  bolero  y  el  sainete  Los  genios  en- 
contrados. 

15  y  16. — Horacios,  ópera 

17.  — El  mejor  alcalde  el  rey  y  el  baile  Julio  César. 

18.— Amor  é  inocencia,  opereta  en  un  acto,  (las  More- 
no), baile  Julio  Cesar,  sainete  El  triunfo  de  las 
mujeres. 

19. —  Tarde  y  noche:  El  triunfo  del  Ave  María,  tonadi- 
lla El  Campanelo,  sainete  el  de  ayer,  y  padedú. 
(Asistieron  SS.  MM.) 

20.— El  militar  veconc\\\i\áoT  (Agustina,  Maqueda,  Ger- 
trudis, Sánchez,  Cabo,  Maiquez,  Caprara,  Aveci- 
lla, Guzmán  y  Rubio),  baile  Julio  César  (la  Cua- 
trini.  Vives,  Fabiani,  Valdrs,  Cozzer,  Cuatrini  y 
Anchinelli.) 

21.-- El  Filinto  ó  el  amigo  de  la  razón,  en  cinco  actos 
(Agustina,  Maiquez  ,  Caprara  ,  Avecilla  ,  Con- 
tador,  Cristiani,  Guzmán  y  Rubio),  baile  el 
mismo  ^ 

22. — Castillos  en  el  aire  (Agustina,  Gertrudis,  Maiquez, 
Ponce,  Avecilla,  Contador  y  Guzmán),  baile  Ja- 


APÉNDICES  áOl 


son  y  Medea  (la  Cuatritii,  Vioes,  Fabiani,  Cozzer, 
Cuatríni  y  Anchinelli). 
Enero  23.— Tarde:   La  lavandera  de  Ñapóles,  ¿aí¿e  Los  sa- 
boyardos. 
23,  24  y  25.  — La  italiana  en  Argel  (las  Moreno,  Spon- 

toni,  López,  Cristiani,  Mas  y  Llord). 
26.—  Tarde:  La  italiana. 

26,  27  y  28.— Washington  ó  los  prisioneros,  nueva,  en 
tres  actos  (Agustina,  Cabo,  Maiquez,  Caprara, 
ÁDecilla,  Contador,  Guzmán,  Fabiani,  Silüostri, 
Mas,  etc.),  baile  El  escultor  engañado,  nueoo  (Yi- 
oes,  Fabiani,  Cairón,  Rodríguez,  León,  Rojas  y 
Anchinelli.) 
29,  30  y  3L — La  misma,  pero  en  lugar  de  El  escultor, 
Julio  César. 
Febrero     \°—La  misma. 

2.— Tarde:  Washingthon,  sa¿/ieíe  El  fuera.— A''oc/ie; 

Horacios. 
3.— La  corrección,  baile  Jason. 
4.— La  italiana  en  Argel. 

5,  6  y  7.  —Los  tres  hermanos  ó  la  marque  sa  de  Gange, 
nueva,  en  tres  actos  (Agustina,  Gertrudis,  Ponce, 
Caprara,  Aaecilla,  Contador,  Cristiani,  Guzmán, 
Silcostri  y  Fabiani),  sainete  El  burlador  de  mozas. 

8.  —  La  corrección   maternal  (Agustina,   Maqueda, 

Sánchez,  Gertrudis,  Cabo,  Caprara,  Guzmán  me- 
nor), baile  de  María  Stuardo  (  la  Cuatrini,  Vioes, 
Fabiani,  Cozzer,  Cuatrini,  Rodríguez  y  Fabiani), 
sámete  El  burlador  de  mozas. 

9.  —  Tarde:  La  marquesa  de  Gange,  sainete  El  perlá- 

látíco  fingido.— iVoc/ie;  La  corrección  maternal  // 
El  secreto,  sainete  El  burlador  de  mozas,  baile  Ja- 
son  y  Medea  Ua  Cuatrini,  Vioes,  Fabiani,  Coz- 
zer, Cuatrini,  Rodríguez  y  Fabiani).  (Xsistieron 
SS.  MM) 

10  y  IL  — Horacios  y  Curacios. 

12  y  13.— La  italiana  en  Argel. 

14  y  15.  — El  sordo  en  la  posada  (A//ajíí¿/ia,  Maqueda, 
Gertrudis,  Sánchez,  Ponce,  Caprara,  Guzmán, 
Fabiani,  Siloostri,  etc.),  bolero,  sainete  Los  cria- 
dos y  el  enfermo,  baile  Jason  y  Medoa. 

61 


8Óá  Isidoro  maique2 


Febrero  16,  17  y  \^.— Tarde:  El  Principo  prodigioso  {Maqueda, 
Sunches,  Cabo,  Parra,  Contador,  Siloostri,  Fa- 
biani,  Guzmán,  Mas,  Llord,  etc.),  bolero  y  el  saí- 
nete Los  criado^  y  el  enfermo. 
16,  17  y  18. — Noche:  Los  compromisos  ó  el  confidente 
sin  saber  de  qué,  en  tres  actos,  nueoa  (Agustina, 
Maqueda,  Potice,  Caprara,  Contador,  Guzmán, 
Fabiani  y  López),  saínete  Los  naturales  opuestos, 
dos  padedús  (Cozzer  y  la  Cuatríní).  (Asistieron 
SS.  MM.) 


1816  1817. 

Comedias  ejfx-utadas  en  el  teatro  de  la  Chuz 
DESDE  14  DE  Abril  de  1816  hasta  18  de  Febrero  de  1817 

Abril  14,  15  y  16.— Si  una  vez  llega  á  querer,  saínete  El  que- 
so de  Casilda,  bolero  por  Mariano,  el  de  Cádiz,  y 
la  Mej'ta.  (Asistieron  SS.  MM.) 

17  y  18.  — Eduardo  y  Federica  (salió  el  chico  de  Gonzá- 
lez), bolero  y  saínete  Herir  por  los  mismos  filos. 

19  al  23.— El  maestro  de  la  niña  (salió  la  hija  de  Gon- 
zález), baile  La  Celmira  (salieron  la  Raimunda  y 
Bueno),  saínete  La  viuda  singular.  (Asistieron 
SS.  MM.) 

24,  25  y  26.— El  criado  de  dos  amos,  en  tres  actos  (sa- 
lió Pérez,  el  gracioso),  una  aria  y  dúo  la  Lamña, 
nueva,  saínete  Los  dos  viejos. 

28;,  29  y  30.  — El  perro  de    Montargis,  nueva,  saínete 
Los  viejos  maniáticos  (salió  González,  padre). 
Mayo  1.°  á  10. — La  misma,  añadido  el  himno  del  2  de  Mayo 
los  días  3,  4  y  5.  (El  5  asistieron  SS.  MM.) 

2.— No  hubo. 

11  al  16.-  Juan  do  París  y  la  princesa  de  Navarra, 
ópera  nueva  en  dos  actos  (Loreto,  Alonso  y  Lavi- 
ña,  Gil,  Alverá  y  López),  saínete  Los  viejos  inte- 
resados. 

17.— El  embustero  engañado,  en  dos  actos,  el  baile 
Hipermenestra,7Jaesío  joor  Darba;  gustó,  pero  no 
se  hizo  más  que  este  dio.. 


At»ENDlCfefí  80S 


Mayo  18  y  19.— La  reconciliación,  saínete  El  robo  de  la  burra. 

20.  — Juan  de  París. 

21  al  24. — Eduardo  de  Escocia  ó  la  terrible  noche  de 
un  proscripto,  nueva,  en  tres  actos,  traducida  del 
'  francés  (Antera,  Rafaela,  Carretero,  López,  Pé- 

rez, Oros,  Diez,  Campos,  etc.),  bolero  y  el  saínete 
Todos  embrollados. 

2b.— La  misma  y  dos  padedús  por  Barba  y  la  Molino. 

30  y  31.  — Las  ofertas  útiles,  nueoa,  en  un  acto,  El  en- 
gañador, opereta  en  un  acto,  baile  Hiparme nestra 
y  Danao.  (Asistieron  SS.  MM.) 
Junio    1.°,  2  y  3.— La  misma. 

4,  5  y  6.— El  cerco  de  París,  nueva,  y  baile  de  más- 
caras. 
7.  — La  moza  de  cántaro  (Car mona,  Querol,  Carrete- 
ro, la  Ramos,   yifg,  Ramona  León),  saínete  El 
Chupeno,  « 

8  «¿12.— El  barbero  de  Sevilla,  ópera  bufa  en  cuatro 
actos,  música  de  Paisiello  (Laviña,  Gil,  Alverá, 
López,  González  y  Gomora),  manchegas. 

13  al  16.— Encontrar  un  imposible,  mujer  fiel  y  amigo 
firme  (Carmona  y  Carretero),  saínete  El  invisible 
apaleado;  baile,  bolero  t/  fandango. 

17,  18  y  19.— El  filósofo  enamorado  (Querol),  saínete  El 
tío  Bigornia. 

20,  21  y  22.— La  Andrómawia  (Carmona,  Ramos,  León, 
Carretero,  Pérez,  López  y  Ronda),  baile  nuevo 
Hércules  en  el  Hesperio. 

23  al  26.— La  recompensa  del  arrepentimiento,  nueva 
(Carmona,  Virg,  Rafaela,  González,  Pérez,  Juan 
Pérez),  baile  el  mismo. 

27  y  28.— El  duque  de  Osuna,  tonadilla  (salió  Segura, 
segundo  tenor,  nuevo),  saínete  La  tertulia  de  ig- 
norantes. 

29  y  30.  -  Juan  de  Calés,  nueva,  en  tres  actos  (Carmo- 
na, Virg,  Ramos,  Ramona  León,  González,  Pé- 
rez, López,  Diez,  Ronda,  Juan  Pérez),  bolero  la 
Mejia  y  González,  y  saínete  El  astuto  madrileño. 
Julio     \.°— La  misma. 

2.  — El  picarillo  en  Eapaña  (Carmona,  Ramos,  Virg. 
Gonzédez,  L(')pez,  Diez),  saínete  Mr,  Corneta. 


804  ISIDORO  ríaíqúíjS; 


Julio    3  y  4.  — El  maestro   de   la   niña;    baile  La  hija  mal 
guardada. 
5  y  6.— Eduardo  y  Federica  y  el  baile  de  ayer. 

7  al  10.  — El  mágico  de  Erivan;  bolero  la  Curioni,  sai- 

líete  La  viuda  singular. 

11  al  14.— Amor  y  obligación  ó  la  condesa  de  Orbigni, 
nuera,  en  cinco  actos  {Baus,  Rafaela  y  Ramos, 
González,  etc.),  sainete  El  soldado  fanfarrón;  pade- 
dú  Barba  y  la  Molino. 

15  al  19.— El  caballero  Yocondo  ó  en  el  arte  de  fingir 
vence  al  hombre  y  la  mujer,  ópera  nueva  (Loreto, 
Laüiña  y  Alonso,  Gil,  Aliverá,  López,  Segura,  etcé- 
tera), manchegas. 

20.— A^o  hubo. 

21  al  25.  — La  vieja  y  los  calaveras,  tonadilla  y  una 
pantomima  de.  volatines  ingleses. 

26,  27  y  28.— Las  mijaas  de  Polonia  y  los  volatines 
(Baus,  Ramos  y  Paz,  González,  Lorenzo,  Ronda, 
Ribera,  etc.) 

29,  30  y  31.— El  engañador,  opereta,  manchegas  y  otra 
pantomima  los  voloÁineros. 
Agosto    l.^—No  hubo. 

2,3  y  4.— El  duque  de  Pentiévre  (Carmona,  Ra- 
mos, León,  Carretero,  López,  Campos),  baile  La 
Celmira. 
5  y  6.— El  barbero  de  Sevilla,  ópera  (Laüiña,  Gil,  etcé- 
tera), Padedú  Barba  y  Molino. 
7.— Aventuras  de  Tekelí,  en  tres  actos  {Carmona  y 
Carretero);  sainete  La  estatua  fingida. 

8  al  11.— La  de  ayer,  un  combate  de  sable  por  los 

volatineros  ingleses  y  padeáú  Barba  y  la  Molino. 

12.— No  hubo. 

13,  14  y  15.— El  emperador  carpintero  Pedro  el  Gran- 
de, nueva,  en  tres  actos  (Carmona,  Virg,  Rafae- 
la, Carretero,  Pérez,  Diez,  Campos),  sainete  La 
comedia  de  Maravillas. 

16.  — El  filósofo  enamorado,  sainete  La  estatua  fingida. 

17.^ El  café  (Rafaela,  Virg,  Carretero,  Querol,  Pé- 
rez, López,  Alverá),  sainete  El  astuto  madrileño 

18  y  19.- Juan  de  París,  ópera  (Loreto  y  Gil),  man- 
chegas. 


APÉNDICES  805 


Agosto  20  y  21.— El  lindo  Don  Diego  (Ramos,  Rafela,  Virg  y 
León,  Carretero,  López,  Diez,  Morales),  saínete 
Herir  por  los  mismos  filos. 

"¿2  y  23.— No  hubo  función. 

24. — La  viuda  generosa  (Ramos,  Rafaela,  Virg,  León, 
Carretero,  Pérez  y  Campos),  sainete  El  paje  en  la 
obligación  y  padedú. 

25,  26  y  27.— No  hay  peor. sordo  (Baus,  Ramos,  Virg, 
Carretero,  Querol,  Pérez  y  López),  bolero  man- 
chogo  y  padedú  de  Tiroleses,  sainete  La  viuda 
burlada. 

28,  29  y  30.— El  vergonzoso  en  Palacio  (Baus  y  Ca- 
rretero), baile  nueoo  La  esclava  por  amor  ó  el 
equívoco.  ' 

3L— El  fanático  por  la  música,  ópera  en  dos  actos  (Lo- 
reto,  Laüiña,  Alonso,  Gil,  Alverd,  López,  Gonzá- 
lez). Gavota  por  la  Saldoni  y  José  González. 


Septiembre 


3,  4  y  5.— Enriqueta  y  Adolfo,  comedia  nueoa,  en  tres 
actos  (Baus,  Virg,  Carretero,  Pérez,  López,  Diez 
y  Paz),  sainete  La  audiencia  encantada.    • 
6  y  7. — El  delincuente  honrado  (Baus, .  Querol,  Gon- 
zález, Pérez,  Campos,  etc.),  sainete  La  burla  del 
pintor  ciego  y  padedú  (Barba  y  la  Molino). 
8.  —  El  Duque  de   Osuna,  sainete  y   bolero.  (Asis- 
tió S.  M.) 
9  y  10.— El  delincuente  honrado,  saineto  La  burla  del 
pintor. 

IL  — Las  segundas  nupcias,  comedia  en  tres  actos 
(Baus,  Virg,  Rafaela,  González,  Campos,  Pérez 
y  López),  sainete  El  (jueso  de  Casilda. 

12  y  13.— La  disensión  fraternal,  baile  Hipermenestra. 

14. — El  criado  de  dos  amos  y  el  baile  de  ayer  (Ramos, 
Rafaela,  Virg,  .\ngel,  López,  Pérez  y  Ronda). 

1.^  al  18.— El  Yocondo,  ópera  y  un  padedú. 

19.  —  Cecilia  y  Dorsán  (Car mona,  León,  Carretero, 
Querol,  Pérez  y  Aloerá),  sainete  Todos  embro- 
llados. 

20  y  2L— Un  montañés  sabe  bien...  (Carmona,  Carre- 
tero, Querol,  et<-.),  sainete  El  maestro  de  ronda 
(Virg  y  León). 


806  ISIDORO   MAIQUEZ 


Septiembre  22  y  23.— El  perro  del  hortelano  (Car/nona,  Virg,  Ra- 
faela, León,  Carretero,  González  menor,  Ronda 
y  Campos),  saínete  Travesuras  de  nn  barbero. 
24  y  25. — La  mujer  de  dos  maridos,  comedia  entres 
actos  (Carmona,    Virg,  González,  Pérez,  López, 
Ronda  y  Campos),  saínete. 
26.— Los  viejos  maniáticos  (Carmona,  Rafaela,  Gon- 
zález, Pérez,  López  y  Paz),  sainete  y  tonadilla. 
27. — Si  una  vez  llega  á  querer...  (Carmona  y  González), 

sainete  El  invisible  apaleado. 
2S.—No  hubo  por  la  entrada  de  la  Reina. 
29  y  30.— Loa  nueva  El  triunfo  de  la  razón  y  El  fanáti- 
co, ópera,  «/bailes  nacionales. (Asísíiero/i S»S.  MM.) 
Octubre    L"  y  2.— La  misma. 

3.  — El  maestro  de  la  niña;  tonadilla,  bolero  y  el  sai- 
nete Los  gansos. 
4  al  7. — Aradín  Barbarrpja  (Baus,  Virg,  González,  Pé- 
rez, López  y  Rond'x),  baile  Los  vendimiadores. 
8  al  13.— Las  ruinas  de  Babilonia,  sainete  El  día  de 

toros. 
14,  15  y  16.— El  dómine  Lucas  (Carmona  y  Querol), 
baile  La  hija  mal  guardada.  (Asistieron  SS.  MM.) 
17  y  18.  — La  recompensa  del  arrepentimiento  (Carmo- 
na, Virg,  Rafaela,  González  y  López). 
19  a¿  22.  — La  incertidumbre  filial,   comedia  nueoa,  en 
tres  actos  (Carmona,  Virg,  González,  Pérez,  Diez 
y  Ronda),  sainete  El  sastre  y  su  hijo. 
23  y  24. — El  engañador,  opereta  (Loreto,  Aloerá,  Ló- 
pez, etc.),  baile  Los  vendimiadores,  sainete  Iñesilla 
la  de  Pinto.— 25.  No  hubo. 
26  a¿  31.— El  coloso  de  Rodas  ó  el  temblor  de  tierra  del 
Asia,  nueoa,  tres  decoraciones  nuevas,  y  sainete. 
(Asistieron  el  27  SS.  MM.) 
Noviembre    \.°—No  hubo. 

2.— El  coloso  de  Rodas  (Baus,  León,  Justa,  Carrete- 
ro, Querol  Pérez,  López,  Diez  y  Campos). 
Z.— Tarde:  El  coloso. 
3.— El  Duque  de  Pentiévre  (Carmona  y  Carretero), 

sainete  La  beata  habladora. 
4  y  5.— Hechos  de  honor  y  valor  (Carmona  y  Ca- 
rretero). (Asistieron  SS.  MM.) 


APÉNDICES  807 


Nooiembre    6.— El  lindo  Don  Diego  {Virg  y  Querol). 
7  y  8.— El  Yocondo,  ópera. 

9.-L0S  molinos  de  Keber  ó  aventuras  de  Tckelí  (Car- 
mona  y  Carretero),  saínete  Don  Miseria.  {Asistie- 
ron SS.  MM.) 

10.— Tarde:  Los  Molinos. 

10.— El  Yocondo,  ópera. 

11.— Dar  la  vida  por  su  dama  (Carinong,  y  Carretero), 
bolero,  sainete  La  tertulia  de  ignorantes. 

12  y  13.— Encontrar  un  imposible  (Carmona  y  Ca- 
rretero). 

14  y  15. — El  barbero  de  Sevilla,  ópera. 

15.—  Tarde:  Triunfos  de  valor  y  honor. 

16.  — La  Florentina,  en  uivacto  {Carmona,  León,  Ca- 
rretero, Querol,  Pérez  y  López),  padedú^  El  adivi- 
no por  casualidad  ó  el  diamante  perdido,  comedia 
nueoa,  en  dos  actos  {Carmona,  Yirg,  Rafaela, 
Carretero,  López  y  González  menor). 

17.— Tarde:  Un  montañés  sabe  bien. 

17.— Casa  con  dos  puertas.  {Asistieron  los  Reyes.) 

18  al  22.— El  perro  de  Montargis,  sainete  Los  novios 
burlados. 

23.— Juan  de  Calés. 

24.—  Tarde:  La  misma. 

24"— El  perro  de  Montargis.  {Asistieron  los  Reyes.) 

25.— La  más  ilustre  fregona. 

26.— A  secreto  agravio. 

27  «¿30. —  La  ilustre  fregona  (Carmona  y  Querol),  y 
Luis  Mari,  primer  tenor  de  la  Compañía  italiana 
del  teatro  de  San  Carlos  de  Lisboa,  de  paso  para 
Portuf/al,  cantó  una  escena  lírica  de  Los  misterios 
Eleusinos,  música  de  Mayer.  Asistieron  los  Reyes. 

ZO.— Tarde:  El  perro  dol  hortelano. 
Diciembre    i. °— Tarde:  El  perro  df.'l  hortelano. 
i.°— Noche:  La  misantropía. 

2,  3  y  4.— Los  viejos  maniáticos  ó  la  Fulgencia,  y  los 
rantores  tenor  y  bufo  Juan  y  María  Capitani, 
italianos. 
5. — No  hubo  por  enfermedad  de  Carretero. 
G.— El  delincuente  honrado  (Baus  y  González),  El  /.n- 
pateado  //  sainete. 


808  ISIDORO   MAIQUBZ 


Diciembre    7  y  8.— La  reconciliación  (Baus,  González,  Querol), 
baile  La  Celmira. 
'S.— Tarde:  El  traidor  contra  su  padre  y  siete  Infantes 

de  Lara. 
9  y  10.— Juan  de  París,  y  baile  Celmira. 

11. — La  discusión  fraternal  í/  el  baile  Los  vendimia- 
dores. 

12,  13  y  14.— El  mágico  de  Erivan,  ^aiiiete  Los  abates 
locos  (Carmofia  y  Querol).  (Asistieron  los  Reyes.) 

15. —  Tarde:  La  misma. 

15,  16  y  17.— El  Farfulla,  de  Cruz,  arregiado  en  ópera 
de  dos  actos. 

18  y  19.— La  vida  es  sueño  (Baus  y  Ramos,  González, 
Pérez,  López,  Ronda,  Campos),  bolero  y  sainete. 

20.— Los  dos  calaveras  y  la  vieja,  baile  La  hija  mal 
guardada. 

21  y  22.— Aradín  Barbarroja  (Baus  y  González),  saine- 
te  Las  cuatro  bodas,  bolero  Barba  y  la  Molino. 
(Asistieron  SS.  MM.) 

22.—  Tarde:  La  vida  es  sueño. 

23.— La  casualidad  contra  el  cuidado. 

24. — No  hubo,  según  costumbre. 

2o,  26  y  27.— Tarde:  El  mágico  de  Erivan,  baile  de  Los 
zancos. 

25,  26  y  27.— Noche:  Los  sueños  de  Josef,  comedia  en 
tres  actos  (Baus,  González,  Querol),  sainete  El 
muerto  fingido, 

28  y  29.—  Tarde:  Los  sueños. 

28  y  29.— Ricardo  Corazón  de  León,  ópera  (Loreto, 
Laoiña,  Virg,  León,  Gil,  Alüerá,  López,  Juan  Pé- 
rez, Pacheco,  Morales). 

30  y  31.— El  vergonzoso  en  Palacio  (Baus  y  Carrete- 
ro). (Asistieron  los  Reyes.) 

21.— Tarde:  Los  sueños  de  Josef. 
\^i7.— Enero  1.°— Tarde:  El  vergonzoso  en  Palacio  (Baus,  Ra- 
jada, León,  Carretero,  Pérez,  López,  Diez),  sai- 
nete Todos  embrollados  y  ninguno  con  razón. 
1.°— Noche:  El  Ricardo,  ópera. 
2  y  3.— Un  rasgo  de  Federico  el  Grande  y  baile  inglés. 

sainete  Zampamelón. 
4.— El  fanático  por  la  música  (Loreto,  Laoiña,  Alón- 


APÉNDICES  "       809 


SO,  Gil,  Alüerá,  Lopes),  saínete  El  guapo  Zampa- 
melón. 
Enero    ó.— Tarde:  Un  rasgo  de  Federico  el  Grande  ó  el  ba- 
rón de  Felchein.— iVoc/ie;  El  fanático  por  la  música. 
6. —  Tarde:  No  puede  ser  (Baus,  Carretero,  Querol). 

—Noche:  Un  rasgo  de  Federico. 
7. — No  puede  ser... 

8  al  18. — Carlos  el  Temerario,  nueva,  con  decoracio- 

nes de  Llop.  {Baus,  Virg,  González,  Pérez,  López, 
Dij'Z,  Ronda).  El  12  se  puso  además  por  la  tarde 
y  asistieron  los  Reyes,  baile  la  Molino  y  Mariano 
Garda. 

Í9.— Tarde:  La  misma.— Noche:  El  perro  del  hortela- 
no (Carmona  y  Carretero). 

20  y  21.  — La  villana  de  la  Sagra  (Baus,  Carretero, 
Querol),  y  un  concierto  de  clarinete  por  un  portu- 
gués llamado  José  Aoelino  Canongta. 

22.— Eduardo  III  (Baus  y  Carretero),  bolero  la  Sal- 
doni  y  Bueno. 

23.— Tarc/e:  Eduardo  III. 

23,  24  y  25.— El  hijo  pródigo,  oratorio  en  tres  actos 
íLoreto,  Ramos,  Laoiña,  Gil,  Alaerá,  López,  Se- 
gura), baile  Los  electos  de  la  violencia. 

2ñ.— Tarde.  No  puede  ser...  (Baus y  Querol).— Noche: 
La  villana  de  la  Sagra  (Baus,  Rafaela,  León,  Ca- 
rretero, Querol,  Pérez,  López,  Ronda,  Paz.)  (Asis- 
tieron los  Reyes.) 

27  al  31. — Eduardo  III  (Baus,  Rafaela,  Carretero,  Ló- 
pez, Pérez,  Diez,  Juan  Pérez,  Campos),  padedú 
y  sainete. 
Febrero    \.°—La  de  ayer. 

2.— Tarde:  El  duque  de  Pentiévre  (Carmona  y  Ca- 
rretero), bolero  y  sainete. 
2  al  7.  — El  mágico  catalán  ó  amistad  más  verdadera, 
aun  en  religión  contraria  y  mágico  en  Cataluña 
(Baus  y  González),  bolero  Manuela  Pérez  y  Pa- 
blo Ciprés,  sainete.  (Asistieron  los  Reyes.) 
8.  — í^  más  ilustre  fregona  (Carmona,    Virg,  í.rñn. 

González,  Querol),  manchegas //saínete. 
9.—  Tarde:  El  mágico  catalán, 

9  y  10.— El  aflivino  por  casualidad  (Carm.ona,    Virg, 


810       •  rSIDORO   MAIQUEZ 


Rafaela,  Carretero,  López,  Campos,  Pérez),  baile 
Un  efecto  de  la  violencia  (Mejía,  Saldoni,  Bueno, 
Barba,  González,  Bueno,  García,  Ciprés). 
Febrero  11  y  12. -Los  molinos  de  Keben  ij  saínete  (Carmóna, 
Rafaela,  Carretero,  López,  González  menor,  Ron- 
da, Aloerá). 
•  13  y  14.— El  Yocondo,  ópera  (Loreto,  Laoiña,  Alonso, 
Gil,-Alüerá,  López,  Segura),  manchegas  la  Sal- 
doni y  Bueno.) 

15.— Giafar  y  Zaida  ó  las  ruinas  de  Babilonia  {Carmó- 
na, Gil,  Carretero.  González,  Diez,  Ronda,  Cam- 
pos), saínete  Los  novios  burlados  ó  el  muerto 
fingido. 

16. —  Tarde:  Los  siete  Infantes  de  Lara  (Ramos,  León, 
López,  Diez,  Ronda,  Alverá,  Campos),  manchegas 
y  el  saínete  El  guapo  Zampamelón.— A^oc/ie:  Se 
repitió  y  asistieron  los  Reyes. 

17  y  18.—  Tarde:  La  vieja  y  los  dos  calaveras,  tonadi- 
lla del  Trípili,  saínete  Zampamelón,  baile  El  de 
los  zancos. 

17  y  18. — Noche:  Las  ruinas  de  Babilonia  (Car mona, 
Gil,  Carretero,  González,  Diez,  Ronda),  saínete 
Los  novios  burlados. 


1817-1818. 

Comedias  ejecutadas  en  el  teatiíu  del  Príncipe 
DESDE  6  DE  Abril  de  1817  hasta  el  3  de  FEmiERO  de  1818, 

siendo   AUTOR  EuGENIO    CrISTIANI 

Abril  6  a  9.— Los  gemelos,  en  cinco  actos  (Agustina,  Ger- 
trudis, Sánchez,  Ponce,  Caprara,  Contador,  Guz- 
mán),  saínete  El  viudo,  baile  nuevo  La  flauta  en- 
cantada. El  8  asistió  S.  M.  y  se  hizo  el  saínete 
Las  preciosas  ridiculas, 

10  y  11.  — La  posadera,  saínete  La  novia  de  Gandul  // 
el  baile  anterior. 

12  y  13.— El  tutor  celoso,  en  cuatro  actos,  saínete  La 
fineza  en  los  ausentes,  bolero  por  la  Chiquero  y 
Rodríguez. 


APÉNDICES  811 


Abril  14,  15  y  lü.  — Abre  el  ojo  y  El  criado  fingido. 

17.  — El  mejor  alcalde  el  rey  y  la  opereta  de  ayer. 

18  y  19.— El  hombre  agradecido,  saínete  Los  naturales 

opuestos  (salió  Ortega). 

20,  21  y  22.— No  hubo  por  la  muerte  del  Infante  Don 
Antonio. 

23  y  24. — Caprichos  de  amor  y  celos,  sainete  La  casa 
de-  vecindad  (hiso  la  Sabatiní  la  dama),  bolero  la 
Fuentes. 

25. — El  parecido  en  la  corte;  bolero  Dures,  saínete  el 
de  ayer. 

26  y  27.  — El  opresor  de  su  familia;  bolero  y  el  sainete 
El  tío  Peregil. 

28^  29  y  30,  — El  enfermo  de  aprensión, /iac'í?«,  en  dos 
actos  (Agustina,  Maqueda,  Sánchez,  Ponce,  Ca- 
prara,  Contador,  Gusmán,  Ortega,  Siloostri,  Fa~ 
bianí),  baile  nueco  Ezelino  ó  Blanca  de  Rosi. 
Mayo    \.°— La  misma. 

2.— No  hubo  por  las  víctimas  de  aquel  día. 

3  al  6. — La  misma  anterior. 

7,  3  y  9. — El  médico  á  palos  y  el  baile  antaríer. 

10,  11  y  12. — Los  hermanos  á  la  prueba,  sainete  El  la- 
drón burlado. 

13  al  16.— Marco  Antonio,  ópera  bufa  nueva,  bolero  la 
Chiquero. 

17  y  18.— La  italiana  en  Argel  ópera  bufa. 

19  y  20.— El  enfermo  de  aprensión,  sainete  Sanar  de 

repente,  cachucha,  manchegas  y  el  baile  de  Ezeli- 
no. (Asistió  S.  M.  el  19.) 
21  y  22.— Gerarda  y  Dorotea,  saínete  Las  astucias  des- 
graciadas. 
23  al  29.— El  ermitaño  del  monte  Posíiipo  y  la  opereta 

del  Marineríto. 
30  y  3L  — Los  herederos,  en  un  acto,  El  criado  fingido 
baile  nueoó  El  bosque  encantado. 
.Junio  1 .°  y  2. — La  misma. 

3  y  4. — La  lavandera  de  Ñapóles  y  ni  baile  del  Bosque. 
5  y  6.— Mi  tía  Aurora,  f'jpera  (salió  la  Díonísia). 
7,  8  y  9.— Los  dos  Mendozas,  nueoa,  saínete  La  ter- 
tulia extravagante,  bolero  la  Cuatríni  y  Burés. 
10  y  U.— El  parecido  on  la  corte;  manchegas,  cachu- 


812  ISIDORO   MAIQUEZ 


cha,  bolero  la  Cuatrini,  saiiiete  A  un  engaño  otro 
mayor.  {Asistió  S.  M.) 
Junio  12,  13  y  14.— Horacios  y  Curiacios,  ópera  seria. 

15  y  16.— El  avaro  y  el  baile  de  El  bosque  encantado. 

17.— Jenwal  y  Faustina  y  el  mismo  baile. 

IH'al  21.— Marco  Antonio,  ópera  bufa,  bolero  la  Chi- 
quero. 

22  y  23.— Mañanas  de  Abril  y  Mayo;  bolero,  saínete  El 
letrado  desengañado.  (El  23  asistieron  los  In- 
fantes.) 

24  y  25.— Lo  que  son  criados,  baile  La  flauta  mágica. 

26,  27  y  28.— La  italiana  en  Argel,  ópera  bufa. 

29. — Lo  que  son  criados,  saínete  Ama  loca  y  paje  ler- 
do; bolero,  cachucha  y  manchego.  {Asistió  S.  M.) 

30.— Lo  que  son  criados,  baile  de  Ezehno. 
Julio    1.°  y  2.  — Los  tres  maridos  y  el  baile  de  ayer. 

3  y  4. — La  presumida;  bolero^  saínete  El  recluta  por 

fuerza. 
5,  6  y  7.— Natalia  y  Carolina  y  la  opereta  El  médico 

turco. 
8  y  9.  —El  heredero  universal;  bolero,  saínete  El  duen- 
de fingido. 

10, 11  y  12. — La  gran  Vestal^  ópera  nueva  en  tres  actos. 

13.— El  mejor  alcalde  el  rey;  cachucha,  saínete  Las  as- 
tucias desgraciadas.  {Asistieron  los  Infantes.) 

14,  15  y  16.— La  Vestal,  ópera. 

17  y  18.— El  desquite;  manchegas,  bolero  dos  niñas  de 
nuece  años,  saínete  La  vuelta  del  arriero  (lo  hiz^o 
la  Sabatini). 

19,  20  y  21.— Marco  Antonio,  ópera.  (El  21  no  hubo, 
según  el  Diario.) 

22,  23  y  24. — El  abuelo  y  la  nieta,  baile  nuevo  El  triun- 
fo de  Vitelio. 

27. y  28. — A  suegro  irritado  nuera  prudente  y  el  baile 
de  ayer. 

29  y  30.— La  Vestal,  ópera. 

31.— Caprichos  de  amor  y  celos,  saínete  í^a  casa  do 
vinos. 
Agosto    í.°—No  hubo,  según  costumbre. 

2  al  5.  — Los  cuervos  acusadores,  nueva,  saínete  El  tío 
Chivarro. 


J 


AtéNblCBá  818 


Agosto    6  y  7.— El  sordo  en  la  posada,  baile  del  Bosque,  saí- 
nete El  payo  de  la  carta. 
8,  9  y  10. — La  italiana  en  Argel,  ópera. 
11,  12  y  13.— Los  falsos  hombres  de  bien,  saínete  La 

boda  por  poderes  y  concierto  de  arpa  por  mada- 

me  Menaje. 
14  al  17.— El  leñador,  baile  de  Julio  César  en  Egipto. 
18,  19  y  20.— El  mudo  de  Arpenas  y  la  opereta  nueva 

La  elección  de  esposo. 
2ry  22. — Marco  Antonio,  ópera.  Iluminación  por  el 

parto  de  la  Reina. 
24  a¿26.— Loa  nueoa  La  gruta,  El  joven   de  sesenta 

años  y  El  marinerito,  opereta. 
27  y  28. — La  madre  hipócrita;  bolero  y  el  saínete  El 

triunfo  del  interés. 
29,  30  y  31. — La  dama  sutil j/  el  baile  nueüo  Júpiter  ó 

El  nogal  de  Benevento. 
Septiembre     ].^—La  misma  con  El  criado  fingido  en  lugar  drl 

baile. 
2,  3  y  4.— La  condesa  Genoveva,  nueva,  saínete  Los 

currutacos  chasqueados. 
5  y  6. — La  Gerarda  ó  La  Dorotea,  y  el  baile  de  María 

Stuardo. 
7  y  8.  — El  ermitaño,  un  padedú,  y  el  saínete  Engaña- 
do quien  engaña. 
9  y  10.  — Horacios  y  Curiacios,  ópera. 
11  y  12.— El  opresor  de  su  familia  , y  el  baile  de  i uWo 

César. 
13  al  16. — La  italiana  en  Argel,  ópera. 
17.— El  hombro  agradecido  t/  bolero  con  cachucha,  la 

Caatrinif  saínete  Los  payos  ¡lustres. 
18.— A  suegro  irritado  nuera  prudente,  y  lo  demás 

como  ayer. 
19  al  25.— La  melindrosa,  gainete  Don  Chicho  (hizo  la 

Prado,  la  comedia  y  el  saínete.  El  2í  fue'  además 

la  loa  de  La  gruta  'y  asistió  S.  M.) 
26  al  30.— El  buen  hijo  ó  María  Teresa,  saínete  VA  ^bXo, 

un  padedú  (Co2zer  y  Cuatrini). 
'  Octubre     1 .",  2  y  3.— La  inocencia  ó  el  robo,  baile  del  Bosque, 

el  2  y  el  S  en  igual  del  baile  el  saínete  El  tiormilón. 
4  al  10.— La  Griselda,  ópera  nueva,  en  dos  actos,  de 


814  ISIDORO   MAlQUEZ 


Paer  (las  Moreno,  Serrano,  Spontoni,  Muñoz,  Ló- 
pez, Mas  y  Llord.) 
Octubre  11,  12  y  13.— El  médico  á  palos  y  el  baile  Ezelino. 

14,  15  y  16.— El  villano  del  Danubio,  saínete  Los  malos 
criados. 

17  al  21. — Los  títeres,  saínete  El  amigo  de  todos,  con- 
cierto de  flautín  joor  un  niño. 

l^.— Tarde:  La  lavandera;  bolero  á  seis,  saínete  ha 
cura  de  los  deseos. 

21  y  22.— Marco  Antonio,  ópera. 

23.— El  mejor  alcalde  el  rey,  saínete  El  burlador  de 

mozas  y  padedú. 
24.  —  La  dama    sutil,  saínete  el  de    ayer,  baile  del 

Bosque. 
25  y  26.— El  hijo  adoptivo,  ópera  nueva,  en  dos  actos. 

saínete  Los  hidalgos  chasqueados. 
2^.— Tarde:  El  mudo  de  Arpenas,  baile  del  bosque, 

saínete  El  Farfulla  de  las  mujeres. 
27. — Los  títeres,  saínete  Los  hidalgos  chasqueados. 
28.— Horacios  y  Curiacios,  ópera. 

2%.— Tarde:   El  triunfo  del  Ave  María,  saínete  el 
del  27. 
29,  30  y  31.  — El  desquite,  baile  nuevo  Numa  Pompilio. 
Noviembre    1.^— Tarde:  pl  ermitaño,  del  monte  etc.;  saínete  El  tío 
Bigornia. 
1.°— El  desquite  y  el  baile  de  Numa.— 2.  No  hubo. 
3.— La  del  L'^  por  la  noche. 
4  y  5.— La  italiana  en  Argel,  ópera. 
6  al  21. — La  cabeza  de  bronce,  nueva,  y  el  saínete  El 
rabioso  en  la  venta.  El  12  asistió  S.  M,  y  se  hizo 
el  saínete  Los  malos  criados.  El  15  se  repitió  esta 
comedía  por  la  tarde,  y  desde  este  mismo  día  se 
hizo  el  saínete  El  duende  fingido. 

22  y  23.-  La  itahana  en  Argel. 

24  al  29.— Las  tres  sultanas  (la  Prado),  (cantó  la  Mo- 
reno y  bailaron  la  Cuatrini  y  Cozzer).  Tres  días 
fué  el  saínete  El  recibo  del  paje  y  cuatro  El  fuera. 

30.— El  mejor  alcalde  el  rey,  'Saínete  La  burla  del  me- 
sonero, fandango  y  cachucha.  (Asistió  S.  M.) 
Dicíembr^e    1.°    y  2.  — Las  sultanas  (la  Prado),  y  el  saínete  El 
fuera. 


AféNDtCBS  81.^ 


Diciembre    3  y  4.— Los  compromisos  sin  saber  de  qué  {Agustina 
y  Ponce),  la  pieza  en  un  acto,  nueva,  Las  citas. 
5  y  6.— Lo  que  son  criados;  bolero,  sainete  El  recluta 

por  fuerza. 
7  y  8. — Abre  el  ojo  y  el  baile  de  Julio  César. 
7  y  8.— Tarde;  El  villano  del  Danubio?/   La  casa  de 

vinos. 
9  y  10.— El  leñador,   Las  citas  y  el  baile  de   Julio 

César. 
IL— La  posadera  y  El  criado  fingido. 
12  al  15. — La  Griselda,  ópera. 

14.— Tarde:  Los  títeres,  sainete  El  triunfo  de  las  mu- 
jeres. 
16  y  17.— El  enfermo  de  aprensión  y  El  marinerito. 
18.— Marco  Antonio,  ópera. 
19.— Tarde:  La  garganta  del  León^,  nueva,  sainete  \iX 

sorteo  de  milicianos. 
ti. — Noche:  La  italiana  en  Argel,  ópera. 
24.—NO  hubo. 

25  al  28.—  Tarde:  La  cabeza  de  bronce,  sainete  La  bur- 
la del  mesonero. 
25  al  29.— La  garganta  del  León,  sainete  El  sorteo  de 
milicianos.  (Asistió  S.  M.)  El  28  se  hizo  el  sainete 
Los  currutacos  chasqueados,  y  el  29  La  burla  del 
mesonero.  . 
30.— Los  títeres;  pa'dedú  (Cozzer),  sainete  Los  genios 

encontrados. 
31. —  Tarde:  La  garganta  del  León,  sainete  El  triunfo 

del  interés. 
3L — Marco  Antonio,  ópera. 
ISlS.-Enero    1.° — Tarde  y  noche:  Las  de  ayer. 

2,  3  y  4.— El  matrimonio  rounido,  opereta  nueva,  bai- 
le Ezelino  bajo  los  muros  de  Basano,  sainete  Las 
astucias  desgraciadas. 
4.~Tarde:  Las  cárceles  de  Lamberg,  sainete  La  boda 

por  poderes. 
5. —El  médico  á  palos  (Maqueda,  Avecilla,  Capraru, 

Gusmán),  opereta  El  matrimonio. 
(j.-^  Tarde:  La  de  ayer. 

6,  7  y  8.  — El  católico  Recaredo  (Sabaíini  y  Pon.re), 
sainete  El  engaño  frustrado. 


816  tsiDORO  Mai<íüb2. 


Enero    9  y  10. — La  italiana  en  Argel,  ópera. 

11.— Tarde:  Recaredo  y  El  engaño  frustrado. 

11.  — El  abate  L'Epée  (Torres,  Maqaeda,  Gertrudis, 
Scuiches,  Ponce,  Cristiaiii,  Caprara ,  Aoecilla, 
Contador,  Fabiani,  Rubio),  sainete  Los  dos  her- 
manos. 

12  al  16.— El  Tetrarca  de  Jerusalem  {Agustina,  Oliüer, 
Valde's,  Spontoni,  Avecilla,  Caprara,  Fabiani, 
Ortega,  Rubio,  López,  Gusnián  menor),  sainete 
La  vuelta  del  arriero. 

17.— El  sordo  en  la  posada  {Agustina,  Sánchez,  Ger- 
trudis, Maqueda,  Ponce,  González,  Silvostri,  Ar- 
teaga,  Fabiani),  baile  María  Stuardo,  sainete  Tra- 
gábalas. 

IS.— Tarde:  La  de  ayer. 

18.  -  La  lugareña  orgullosa  {Agustina,  Gertrudis,  Ca- 
bo, Ponce,  Caprara,  Avecilla,  Guzínán,  Conta- 
dor, Silvostri,  López),  sainete  El  dormilón,  man- 
chegas  á  seis. 

19  al  24. — El  mágico  del  Mogol,  con  decoraciones  nue- 
vas de  Tadey,  sainete  Los  tres  recién  casados. 

23.  — Tarde:  La  lugareña  orgullosa,  bolero  Rita  Oli- 
ver,  sainete  Los  dos  hermanos. 

2b.— Tarde:  El  mágico  del  Mogol,  saínete  Los  recien 
nacidos. 

25  y  26.  — Los  rechazos;  en  un  acto  {Agustina,  Gertru- 
dis, Ponce,  Avecilla,  Guzmán,  Contador),  fan- 
dango la  Cuatrini,  opereta  El  matrimonio  reu- 
nido. 

27.— La  Dorotea  {Agustina,  Gertrudis,  Maqueda, 
Sánchez,  Cabo  y  Spontoni,  Avecilla,  Contador, 
Silvostri,  Guzmán,  Fabiani,  Guzmán  menor, 
sainete  El  tío  Chivarro. 

28  y  29.— Natalia  y  Carolina,  un  aria,  variaciones  y  un 
dúo  Mad.  Dounay,  Sinfonía  nueva,  la  cachucha 
la  Cuatrini,  sainete  casada,  viuda  y  soltera. 

30  y  3L— El  enfermo  de  aprensión  {Maqueda,  Gertru- 
dis, Ponce,  Caprara,  Guzmán,  Contador,  Fabia- 
ni, Silvostri,  Ortega),  sainete  El  marido  desenga- 
ñado, un  aria,  dos  variaciones  y  la  cachucha. 
Febrero    \.^  -Lade  ayer. 


ÁP¿NDICBJS  817 


Febrero  1."  y  2.—  Tarde:  La  cabeza  de  bronce;  bolero,  saínete 
El  tío  Chivarro. 

2  y  3.  — El  leñador,  bolero,  cachucha,  manchegas  y 
saínete  El  sorteo  de  milicianos. 

3. —  Tarde:  El  mágico  del  Mogol,  saínete  El  tío  Chi- 
varro. 


1817-1818. 

COMF.DIAS   E.IFXUTADAS    EN    EL   TEATRO   DE    LA    CrUZ 

DESDE  6  DE  Abril  de  1817  hasta  3  de  Febrero  de  1818 

SIENDO   AUTOR    BERNARDO   Glí, 

Abril  6  al  9.  — El  desdén  con  el  desdén  (Carmona  y  Carre- 
tero), saínete  Perico  el  emperador,  gavota  la  Fa- 
bíaní  y  Barba.  (Salió  Cubas.)  (Asistió  S.  M.) 

lü>y  11.— El  divorcio  por  amor  (Carmona,  Virg,  Carre- 
tero y  Cubas),  saínete  El  baile  y  duelo  á  un  tiem- 
po, terceto  la  Molino,  Fabianí  y  Barba. 

12  y  13.— La  mujer  prudente,  saínete  El  labrador  y  el 
usía,  bolero  la  Molino  y  González.  (Asistió  S.  M.) 

14. — El  lindo  Don  Diego  y  saínete  de  ayer. 

15  y  16.— Amo  y  criado  embusteros,  saínete  El  muer- 
to vivo. 

17  y  18.— Si  una  vez  llega  á  querer,  terceto  Alonso,  Al- 
üerá  y  Laoíña,  saínete  El  maestro  de  rondar. 

19.— Juan  de  Calés  y  bolero  la  Medina,  saínete  Los  vo- 
luntarios dragones. 

20,  21  y  22. — No  hubo  por  la  muerte  del  Infante  Don 
Antonio. 

23  y  24.— Los  dos  biombos,  opereta,  baile  nueno  El  Du- 
que de  Espoleto. 

25,  26  y  27.— El  maestro  de  la  niña  y  el  mismo  baile. 

28  y  29.  -El  pintor  fingido,  tonadilla  («a/tó  Valleverde), 
sainete. 

30.— Las  minas  de  Polonia,  «ameíe  El  padre  confiado. 
Mayo   í.°—Lamisma.—2,  No  hubo  función. 

3  al  11. — Los  Valdomiros,  nueoa,  saínete  nueno  El 
maestro  Pezuña  y  bolero  la  Fabianí. 

12.— La  reconciliación. 

52 


818  iSÍDORO    MAIQUE2 


Mayo  13  y  14.— La  esclava  de  su  galán,  sainete  El  fin  del  pavo. 
{Asistió  S.  M.) 

15  al  20.  — El  hombre  de  la  selva  negra,  saínete  El  fin 
del  pavo. 

21,  22  y  23.— El  señor  del  lugar,  opereta  nueca,  baile 
nuevo  La  hija  de  la  selva. 

24  y  25. -El  cadete. 

26,  27  y  28.  —  Amo  y  criado  embusteros  ij  bolero 
manchego,  saínete  El  caballero  de  Medina.  {Asis- 
tió S.  M.) 

29.— Ün  montañés  sabe  bien...;  tonadilla  y  saínete. 

30  y  31.— No  hay  peor  sordo,  saínete  Los  tres  novios 
imperfectos  {Asistió  S.  M.) 
Junio     1."  y  2.  — La  misma. 

3.  — El  barbero  de  Sevilla,  (¡pera,  y  un  padedú. 

4  y  5.— El  café  y  el  baile  La  hija  de  la  selva. 

6  y  7. — El  vergonzoso  en  palacio,  terceto  Vallewerde, 

Alonso  y  Aloerá. 
8  y  9. — Un  rasgo  de  Federico  y  padedú  por  la  Molino 
y  Barba. 

10  y  11.  -  Los  dos  biombos,  opereta,  saínete  Las  tramas 
de  Garulla  y  bailete. 

12. -La  casualidad  contra  el  cuidado;  tonadilla  y  saínete. 

13  y  14.— El  filósofo  enamorado. 

15.  — Un  rasgo  de  Federico;  bolero  manchego  y  saínete 
Las  tramas  de  Garulla  —16  y  17.  No  hubo. 

18  y  19. — Víctor  ó  el  hijo  del  subterráneo,  saínete  La 
maja  resuelta. 

20.— El  filósofo  enamorado. 

21. -^El  hijo  con  dos  padres  ó  la  incertidumbre  filial;  to- 
nadilla y  saínete. 

22.— El  hndo  Don  Diego;  bolero  manchego  y  el  saínete 

Las  tramas  de  Garulla.  (Asistió  S.  M.)-23.  No  hubo. 

24  al  27. — El  tirano  de  Astracán  y  el  saínete  Pancho  y 

Mendrugo.— 28  y  30.  No  hubo. 
29.  — La  misma  del  27. 
Julio     \.°  al  6.— O  la  pava  y  yo  ó  ni  yo  ni  la  pava,  nueva,  en 
un  acto.  El  tío  y  la  tía,  opereta,  La  danza  pírrica. 

7. —No  hubo. 

8  y  9.  — La  casualidad  contra  el  cuida.do,  saínete  El  aba- 
te y  el  albañil  y  bolero  manchego.  {Asistió  S.  M.) 


aí>éndicbS  81í) 


Julio  10. — El  abate  chasqueado  y  Los  dos  biombos,  opereta. 
11  al  20.— El  viejo  de  la  montaña,  nueva,  con  bailes 

análogos.— 2\.  No  hubo. 
22  y  23. -El  conde  de  Saldaña.-24.  iVo /m6o. 
25,  26  y  27. — La  disensión  fraternal  y  La  gitanilla,  ope- 
reta {salió  la  Loreto.)—2S  al  3L  No  hubo. 
Agosto    l°—No  hubo. 

2  al  b.  —  El  Príncipe  de  Catania,  ópera  nueca,  con 

bailes. 
6.--N0  puede  ser;  bolero  y  saínete. 

7.  — La  Fulgencia. 

8,  9  y  10. — Siri-Brahe  ó  las  jóvenes   curiosas,  nueva, 

un  padedú,  la  Molino,  saínete  Las  castañeras. 
11  y  12.— Viajes  de  Josef  II,  baile  La  hija  de  la  selva. 
13  y  14.  — La  recompensa  del  arrepentimiento,  sainete 

El  almacén  de  novias. 
15  y  16. — Los  siete  Infantes  de  Lara;  aria  Lauiña  y 

sainete. 
17  y  18.— La  Florentina,  en  un  acto,  bolero  y  La  gita- 
nilla, opereta. 
19  y  20.— Encontrar  un  imposible;  bolero  y  sainete. 
21.— El  perro  del  hortelano  y  sainete. 
22.— El  honor  da  entendimiento //saínete.  Iluminación 

por  elparto. 
28  y  24.— í//ia  loa,  Las  aventuras  de  Tekelí  y  sainete. 
25  a¿  31.— lya  Cenicienta,  ópera. 
Septiembre    Í.°—La  misma. 

2. — El  desdén  con  el  desdén;  bolero  y  sainete. 
3.— El  divorcio  por  amor  y  sainete. 
4  al  7. — El  tirano  de  Lituania  ó  Boleslao,  nueva,  sai- 
nete Maridos  engañados  y  desengañados. 
8  y  9.-1^  mujer  de  dos  maridos  y  saínete. 
10  y  11.  — El  pretendiente  con  palabras  y  plumas;  saí- 
nete y  un  dúo  Alverá  y  la  Alonso. 
12.— La  mujer  prudente  y  saínete. 
'     13  y  14.— La  moza  de  cántaro  y  saínete  (Carmona, 
Carretero,  Querol). 
15  y  16.— Triunfos  de  valor  en  la  corte  de  Rodrigo  y 

saínete. 
17  al  28. — El  huérfano  y  el  asesino  ó  el  valle  del  to- 
rrente, nueva.  {Asistió  el  28  S.  M.) 


820  i^lDÓRO   MAÍQÜE2 


Septiembre  29  y  30.— Juan  de  Calés,  bolero  la  Medina,  y  saínete 
nueüo. 
Octubre     1."  y  2.— Lá  misantropía  y  saínete, 
o.— El  duque  de  Osuna. 

4  y  5.— El  pretendiente  con  palabras  y  plumas. 
6  al  7.— Nadie  más  grande  hechicero  que  Brancane- 
lo  el  herrero  ó  el  mágico  Brancanelo,  en  tres  ac- 
tos (Carmofia,  López,  Arriaga,  Cubas,  etc.),  saí- 
nete El  día  de  toros  en  Sevilla.  {Asistió  S.  M.  el  14.) 
18  y  19.— La  huérfana  de  Salzbourg  y  padedú  que  bai- 
laron un  portugués  (nuero)  y  la  Molino. 
19.— Tarde:  Brancanelo. 
20  y  21. — Los  dos  Valdomiros. 
22.— La  Florentina^  la  danza  pírríca,  saínete  La  pava 

y  yo  ó  ni  yo  ni  la  pava. 
23  al  27.— El  mal  hospital  ó  el  buen  gobernador,  nueva, 

y  el  saínete  Las  astucias  conseguidas. 
2Q.— Tarde:  E\  vergonzoso  en  palacio   (Baus   y  Ca- 
rretero). 
28  y  29. -El  Yocondo. 
28.-  Tarde:  El  mal  hospital. 
30. — Otro  mentiroso  en  la  corte  ó  embusteros  amo  y 

criado. 
31.— El  mágico  Brancanelo. 
Noviembre    l.'^— Tarde:  El  Brancanelo.-- A'oe/ie:  La  esclava  de 
su  galán  (Carmona,  Carretero). — 2.  No  hubo. 
3.— La  esclava  de  su  galán. 

4,  5  y  6.— Don  Gil  de  las  calzas  verdes  {Carmona,  Ca- 
rretero,  Cubas),  saínete   El   fin  del  pavo  (Asis- 
tió S.  M.) 
7  y  8.  — El  adivino  por  casualidad  y  la  opereta  El  tío  y 

la  tía. 
9.  — Yocondo. 

10,    11   y  12.— El  ducjue  de  Nevers,    nueim,  y  baile 
en  ella. 

13.  — El  perro  del  hortelano  y  saínete. 

14.  — La  moza  de  cántaro. 
15  al  18.— Juan  labrador. 
Ib.— Tarde:  El  mal  hospital. 

19  al  22.— El  sobrino  fingido,  nueoa,  en  un  acto,  baile- 
te, y  la  opereta  El  delirio. 


APÉNDICES  821 


Xociembre  23  y  24. -Juan  labrador  (iíaas  ?/  Carretero),  saínete  Las 
astucias  conseguidas  (Asistió  S.  M.) 
25  y  26.— Aradín  Barbarroja. 
27  y  28.  — Las  ruinas  de  Babilonia. 
29  y  30.  — El  sobrino  fingido  y  la  opereta  El  delirio. 
Diciembre    L°— Si  ujia  vez  llega  á  querer,  tonadilla  y  el  sainete 
El  triunfo  de  las  mujeres. 
2.— El  picarillo  en  España. 
3.  — A  secreto  agravio  secreta  venganza. 
4  al  8.— La  Cenicienta,  ópera. 
7.—  Tarde:  Don  Gil  de  las  calzas  verdes. 
8.—  Tarde:  La  mujer  de  dos  maridos. 
9  y  10. —  Para  averiguar  verdades  el  tiempo  ó  el  hijo 
de  cuatro  padres  (Baus  y  Querol),  sainete  La  hos- 
tería del  buen  gusto.  (Asistió  S.  M.) 
11  y  12. — El  duque  de  Pentiévre. 
13.— Un  rasgo  de  Federico,  bolero  ?/  sainete. 
14.— El  tío  y  la  tía,  opereta,  y  Las  tramas  de  Garulla. 
14.—  Tarde:  Un  rasgo  de  Federico  IL 
15.— El  diamante  perdido;  El  tío  y  la  tía  y  Las  tramas 

de  Garulla. 
16  al  20.—  Los  piratas  argelinos,  nueüa,  y  baile. 
2L—  Tarde:  La  misma. 

21  y  22.— El  hechizado  por  fuerza  (C  armo  na ,    Virg, 
Carretero,  Querol),  sainete  Los  payos  en  el  ensa- 
yo. (Asistió  S.  M.) 
23.— La  Fulgencia  y  sainete.  -24.  No  hubo. 
25  al  29.— Carlos  el  Temerario  y  sainete. 
25  y  26.— Tarde:  Eduardo  III  de  Inglaterra. 
27  y  28.— Tarde:  El  catalán  Serrallonga  {hizo  Pedro 
Cubas  el  primer  y  alan),  sainete  El  muerto  fin- 
gido. 
30.— El  catalán  .Serrallonga. 

31.— El  Príncipe  de  Catania,  ó/iera  en  tres  artofi. 
3\.  — Tarde:  Bernardo  del  Carpió. 
ÍSIH.-Knero    L"  y  2.— El  í'ríncipe  de  Catania,  (Laoiña,  Alonso, 
León,  Gil,  Aloerá,  Lopes  y  Diez),  baile. 
1 .°— Tarde:  No  puede  ser  (Fíaus,  Lrjpez  y  Cubas). 
3  y  4.— El  castigo  de  la  miseria  {Car mona,  Carretero 
y  Querol),  sainete  El  careo  de  los  majos.  (Asis- 
tió S.  M.) 


822  ISIDORO    MAIQUBZ 


Enero    4.— Tarcíe;  Las  minas  de  Polonia;  saínete  i/ bolero, 
por  la  Medina  y  Ciprés. 
5  al  8.— Los  amantes  de  Teruel  {Baus  y  Carretero), 

saínete  Inesilla  la  de  Pinto. 
6.— Tarde:  La  misantropía  (Car mona  y  Querol). 
9, 10  y  11.  — El  viejo  de  la  montaña  (^attó  y  González). 

11. —  Tarde:  El  castigo  de  la  miseria. 

12  al  15.— La  Cenicienta  (Loreto,  Baus,  Laviña,  Gil, 
Alüerá  y  Cubas). 

16.— El  mal  hospital;  saínete  y  un  padedú  la  Molino. 

17. — El  marino  Juan  de  Calés. 

18  y  19.— El  honor  da  entendimiento  {Car mona.  Ca- 
rretero y  Cubas,  por  enfermedad  de  Querol). 
Una  bolera  nuev>a.  (Asistió  S.  M.) 

18.—  Tarde:  El  maestro  de  la  niña  y  El  tío  y  la  tía,  y 
bolero  la  Molino  y  González. 

20  al  24. — Eduardo  de  Escocia  (Baus  y  Carretero), 
saínete  Las  locuras  más  graciosas  por  un  engaño 
creído  y  bolero  la  Medina  y  García. 

23.— Tarde:  La  huérfana  de  Salzbourg. 

25.— La  reconciliación  (Baus  y  González). 

2b.— Tarde:  Edudiráo  de  Escocia,,  saínete  Las  locuras 
más  graciosas. 

26  a¿  31.— El  arca  de  Noé  ó  el  diluvio  universal  (Car- 
mona,  Virg,  Ramos,  León,  Carretero,  Pérez,  Cu- 
bas y  Diez),  saínete  El  novio  rifado  y  bolero. 
Febrero    1.^,2  y  3.— Tarde  y  noche:  El  diluvio  universal,  sa¿- 
nete  El  novio  rifado. 


1818. 

Comedias  ejecutadas  en  el  teatro  del  Príncu^e  desde  22  de  Mar- 
zo DE  1818  HASTA  EL  26  DE  DICIEMBRE  DEL  MISMO  AÑO,  EN  QUE  SE 
CERRÓ  POR   HABER   EALLECIDO   NUESTRA    ReINA    AQUELLA   NOCHE. 

Afargo  22  aZ  25.— García  del  Castañar  (Agustina,  Gertrudis, 
Maiquez^  Avecilla,  Caprara,  Guzmán,  Siloostri, 
Contador  y  Fabianí),  saínete  El  sutil  tramposo, 
manchegas  á  seis  (Víoes,  Valdés,  Chiquero,  Cai- 
rón,  Tiburcio,  nueeo,  López  y  Ciprés). 
26  al  29.  — El  opresor  de  su  familia  (Agustina,  Maque- 


APÉNDICES  823 


da,  Rafaela,  Prieto,  Aüecilla,  Guarnan,  Conta- 
dor ¡j  Casanooa),  bolero  y  el  saínete  La  novia  de 
Pozuelo. 
Mar^o  30  y  31.— La  huerfanitá  ('A^íísíí/ia,  Maqueda,   Gertru- 
dis, Rafaela,  Infantes,  Aüecilla,  Caprara,  Cris- 
tiani,  Contador  y  Casanooa),  saínete  La  curiosa 
burlada  y  fandango  por  la  Chiquero. 
Abril    L°  al  5.— Alina,  reina  de  Golconda,  ópera  (Loreto,  La- 
ciña,  Muñoz,  Dionisio,  Mas,  Aloerá,  Llord  y 
López). 
6,  7  y  8.— El  ricohombre  de  Alcalá  (Agustina,  Ma- 
queda, Gertrudis,  Maiquez,   Aüecilla,   Caprara, 
Guzmán,  Contador,  Casanova  y  José  Guzmán) , 
saínete  El  viudo  y  bolero  la  Valde's. 
9  y  10.— El  tutor  celoso,  e/i  cuatro  actos  (Agustina, 
Maqueda,  Sánchez,  Prieto,   Aüecilla,    Guzmán, 
Casanooa,  Fabianí  y  Lledot),  bolero  Cairón,  saí- 
nete El  recibo  del  paje. 

11  ni  14  —El  filósofo  casado,  en  cinco  actos  (Molina, 
Maqueda,  Gertrudis,  Maiquez,  Aoecílla,  Infan- 
tes, Caprara,  Cristianí,  Ramón  y  López),  man- 
chegas  á  cuatro  por  la  Vioes,  Chiquero,  Cairón  y 
Ciprés,  saínete  La  tertulia  extravagante,  un  di  a, 
y  los  otros  tres.  El  ratón. 

1.5,  16  y  17.— El  anciano  y  los  jóvenes,  en  tres  actos 
(Agustina,  Gertrudis,  Sánchez,  Prieto,  Infantes, 
Guzmán,  Casanooa,  Manuel  Prieto  y  Antonio 
Valero),  saínete  Engañado  quien  engaña  y  bolero 
la  Vioes  y  Tiburcio. 

18  a¿  21. — El  marido  según  las  circunstancias,  nueoa, 
en  dos  actos,  baile  nueoo  I^os  americanos,  saínete 
El  tío  naide. 

22,  23  y  24.  —  Polayo,  tragedia  (Agustina,  Sánchez, 
Prieto,  Aoecílla,  infantes,  Caprara,  Contador, 
Síloostrí,  Casanooa  y  Manuel  Prieto),  saínete  El 
hablador,  y  bolero. 

25  y  26.  — El  hombre  agradecido,  en  tres  actos  (Agusti- 
na, Maqueda,  Gertrudis,  Prieto,  Aoecílla,  Guz- 
mán, Contador  y  Síloostrí),  saínete  El  gozo  cayó 
en  el  pozo,  manchegas  á  '-uatro  Valdés,  f:h /quero, 
Tiflmrcio  y  Ciprés. 


824  ,  ISIDORO    MAIQUBZ 


Abril  2,1,  28  y  29.  — El  pastelero  de  Madrigal  (Agustina,  Ma- 
queda,  (Gertrudis,  Cabo,  Josefa  Paz,  Maiquez, 
Aoecilla,  Caprara,  Guzmáti,  Contador,  Fabiani 
y  Casanoüo),  saínete  Lo  que  puede  el  hambre  y 
bolero. 

30. --El  celoso  confundido  (Agustina,  Gertrudis,  Rafae- 
la, Maiquez,  Aoecilla,  Cristianí,  Fabiani,  Casa- 
noüa,  López,  Lledot  y  José  Guzmán),  baile  Los 
americanos. 
Mayo    1.®  —  La  misma.  —2.   No  hubo  por  el  aniversario 
del  día. 
3. — La  presumida  y  la  hermosa  {Agustina,  Maqueda, 
Gertrudis,  Cabo,  Prieto,  Contador,  Fabiani,  Guz- 
mán, Silüostri,  Casanoüa  y  Ramón  López),  saine- 
te  Lo  que  puede  el  hambre. 
4  al  10.  — La  esposa  delincuente  {Molina,  Gertrudis, 
Rafaela,  Maiquez,   Prieto,  Aüecilla,   Contador, 
Casanoüa  y  Ramón  López),  saínete  La  burra  re- 
quebrada. 

11  y  12.  —  El  matrimonio  secreto  {Loreto,  Lamña, 
Spontoni,  Muñoz,  Dionisio  y  Mas),  cachucha  la 
Valdés. 

13  y  14.— El  titiritero,  ^ainete  La  novia  de  Pozuelo,  ca- 
chucha^ bolero  y  fandango  {Asistieron  SS.  MM.) 

15  al  18.— El  matrimonio  secreto,  ópera  y  bolero. 

19,  20  y  21.— El  matrimonio  tratado,  nueva,  saínete 
Los  tres  hermanos  rivales, 

22  y  23. — Cuantas  veo  tantas  quiero,  en  cuatro  actos 
(Agustina,  Maqueda,  Gertrudis,  Sánchez,  Cabo, 
Maiquez,  Guzmán  y  Silüostri),  saínete  El  payo  de 
la  carta  y  bolero  la  Valdes  y  Ciprés. 

24  y  25.— El  astrólogo  fingido,  en  cinco  actos  {Molina, 
Maqueda,  Gertrudis,  Cabo,  Maiquez,  Caprara, 
Guzmán,  Silcostri  y  Casanoüa),  bolero  la  Valdés 
y  Ciprés,  saínete  Los  criados  y  el  enfermo. 

26  y  27.— La  lavandera  de  Ñapóles  {Agustina  y  Prie- 
to), saínete  La  cura  de  los  deseos  y  bolero  la  Vwes 
y  Gabriel. 

28  y  29.  — El  alcalde  de  Zalamea,  en  cinco  actos  (Rafae- 
la, Maqueda,  Gertrudis,  Prieto,  Caprara,  Conta- 
dor, Guzmán  y  Fabiani),  saineí^  La  casa  de  vinos. 


APÉNDICES  825 


Mayo  30  y  31.— El  parecido  en  la  corte  (Agustina,  Maqueda, 
Gertrudis  y  Maiquez,  Aüeeilla,  Caprara,  Guzmán, 
Silcostriy  Casanoca),  sainete  Don  Patricio  Lucas, 
padedú  la  Fabiani  y  su  hermano  Antonio. 
Junio    1.°  y  2.— Las  juventudes  de  Enrique  V  {Agustina, 
Maqueda,  Maiquez,  Aoecilla,  Siloostri,  Casanoüa 
y  José  Guzmáti),  baile  nuevo  Los  criados  astutos 
(Molino,  Vives,  Valde's,  María  Fabiani,  Chiquero, 
Cairén,  Ramos,  González  y  Tiburcio). 
3. — El  médico  á  palos  (Maqueda  y  Guzmán),  y  el  bai- 
le de  ayer. 
4  al  9.— Niño  segundo,  tragedia  nueva,  El  primo  de 
todos,  nueva.  Los  días  6,7,8  y  9,  El  fuera. 

10  y  11.  — Las  cárceles  de  Lamberg  (Molina  y  Prieto), 
bolero  y  el  sainete  El  gato. 

12,  13  y  14.-  El  solterón  y  su  criada  (Molina  y  Prieto), 
minué  afandangado,  sainete  Don  Ciriteca. 

15,  Í6  y  17.  -Mi  tía  Aurora  (Alonso,  Gertrudis,  Spon- 
toni,  Muñoz,  Cristiani  y  Mas),  bolero. 

18  al  22.— Gonzalo  Bustos  de  Lara,  tragedia  nueva,  sai- 
nete Los  malos  criados,  manchegas  á  cuatro. 

23  al  26.— Cobrar  en  vida  lo  gastado  en  su  entierro, 
nueva,  y  el  baile  del  Abate  enamorado. 

27  y  28.— Lo  que  son  criados  (Agustina  y  Prieto),  sai- 
nete El  Farfulla  de  las  mujeres. 

29  y  30. —El  Fénix  de  los  criados  (Molina  y  Prieto), 
fandango  y  el  sainete  El  tío  Bigornia. 
Julio    L'^— Sinfonía  y  Niño  seg^indo,  tragedia,  en  cinco  ac- 
tos (Agustina,  Rafaela,  Maiquez,  Avecilla,  Capra- 
ra, Silvostri,  Casanova,  Ramón  López  y  Manuel 
Prieto),  sainete  El  payo  de  centinela. 
3.— El  reconciliador  (Agustina,  Maqueda,  Rafaela. 
Maiquez,  Caprara,  Avecilla,  Guzmán  y  Casano- 
va),  baile  Los  americanos. 
4.  —  La  huerfanita  (Agustina,  Maqueda,  Rafaela, 
Cabo,  Maiquez,    Avecilla,    Caprara,    Cristiani, 
Contador  y  Casanova),  El  médico  turco,  opereta 
(Alonso,  Virg,  Muñoz,  Cristiani  y  J.  Guzmán). 
.5.  — Las  costumbres  del  día  (Agustina,  Maqueda,  Ra- 
faela, Cabo,  Maiquez,  Avecilla  y  Caprara),    VA 
médico  turco. 


826  ISIDORO   MAIQUBZ 


Julio    6  y  7. — El  español  y  la  francesa  (Agustina,  Maiquez, 

ADecilla,  Guzmán  y  Contador),  El  Califa,  opereta 

(Laoiña,    Virg ,   Rafaela,  Maiqvez,  Cristiani  y 

Contador). 

8.  — El  asturiano  en  Madrid  (Querol),  saínete  Gila  y  el 

sacristán.  {Asistieron  SS.  MM.) 
9  y  10.  — El   español  y  la  francesa  y  El  Califa  de 
Bagdad. 

11  y  12.— El  vano  humillado  {Agustina,  Maqueda,  Mai- 
quez, Aoeeilla,  Caprara,  Cristiani,  Guzmán,  Con- 
tador, Silüostri,  Fabiani  y  Casanooa),  saínete 
Gila  y  el  sacristán. 

13  al  17.  —  Los  hijos  de  Edipo,  saínete  El  duende 
fingido. 

18. — Alina  {Loreto,  Lamtia,  Muñoz,  Dionisio,  Mas,  Al- 
verá,  Llord  y  Ramón  López). 

19.-- Castillos  en  el  air'e  {Agustina,  Rafaela,  Maiquez, 
Avecilla,  Guzmán,  Contador  y  SilüOstri),  saínete 
El  majo  de  repente. 

20.— Aviso  á  los  casados  {Agustina,  Maqueda,  Cabo, 
Maiquez,  Avecilla,  Silvostri,  Contador  y  Casano- 
va),  bolero  y  el  saínete  de  ayer. 

21.— García  del  Castañar,  saínete  El  dormilón. 

22. — El  distraído  {Agustina,  Maqueda,  Rafaela,  Cabo, 
Maiquez,  Avecilla,  Caprara,  Contador,  Silvostri 
y  Lledot),  El  casamentero  {Agustina,  Maiquez, 
Avecilla,  Guzmán,  Silvostri  y  Lledot),  Sinfonía  de 
la  caza. 

23.— El  matrimonio  secreto  {Loreto,  Laviña,  Spontoni, 
Muñoz,  Dionisio  y  Mas). 

24  al  27.— Orestes  {Molina,  Maqueda,  Maiquez,  Prie- 
to y  Avecilla),  saínete  El  triunfo  de  las  mujeres. 

28. — El  sordo  en  la  posada  {Rafaela,  Maqueda,  Sán- 
chez, Cabo,  Prieto,  Caprara,  Silvostri  y  Fabiani), 
baile  Los  reclutas  de  Coimbra. 

29,  30  y  31.— Ótelo  {Agustina,  Sánchez,  Maiquez,  Ave- 
cilla,  Caprara,  Contador  y  Casanova),  saínete 
Los  genios  encontrados. 
Agosto.— Se  descansó  hasta  el  25  de  este  mes. 

2.5  y  26.  — La  comedia  casera  ó  los  poetas  {Rafaela,  Ger- 
trudis, Prieto,  Aver-illa,  Caprara.  y  Guzmán),  Sin- 


APÉNDICES  827 


fonía,  bolero  y  el  saínete  Los  tres  huéspedes  bur- 
lados. 
Agosto  27  y  28.— El  Filinto,  manchegas  y  el  saínete  Engañado 
quien  engaña. 

29.— El  escultor  y  el  ciego  {Molina,  Maqueda,  Gertru- 
dis, Cabo,  Prieto,  Avecilla,  Caprara  y  SíIdos- 
tri),  cachucha  la  Valdés,  saínete  La  curiosa  bur- 
lada. 

30 —La  presumida  y  la  hermosa  (Agustina,  Maqueda, 
Gertrudis,  Cabo,  Prieto,  Síloostrí,  Guzmán,  Con- 
tador,  Fabianí  y  Casanooa),  saínete  Los  tres 
huéspedes.  (Asistieron  SS.  MM.) 

Zl.-La  del  29. 
Septiembre    1.°,  2  y  3.— El  calavera  escarmentado,  en  un  acto 
(Agustina,  Rafaela,  Maiquez,  Crístianí  y  Siloos- 
.  tri).  Los  dos  presos,  opereta  (Loreto,  Muñoz,  Crís- 
tianí, Mas  y  J.  Guzmán),  bolero  de  la  Marica  por 
la  Baus,  que  salió  después  de  una  indisposición. 
4,  5  y  6.— Los  dos  yernos  (Agustina,  Rafaela,  Mai- 
quez, Avecilla,  Caprara,  Guzmán,  Siloostri  y  Ca- 
sanoca),  bolero  y  el  saínete  La  locura  fingida. 
7.  —  El  reconciüíidor  (Agustina  y  Maiquez),  bolero  y  el 

saínete  El  burlador  de  mozas. 
8.  —  Viajes  del   Emperador  Segismundo  (Molina  y 

Prieto). 
9,  10  y  n.— Tener  que  casarse  sin  tener  con  quien, 
nueca,  saínete  Las  astucias  desgraciadas. 

12.— El  titiritero  (Molina  y  Prieto),  saínete  El  perlático 
fingido. 

13.— El  astrólogo  fingido,  en  cinco  actos  (Molina,  Ma- 
queda, Gertrudis,  Cabo,  Maiquez,  Caprara,  Sil- 
Dostri,  Guzmán  y  Casanooá),  bolero  y  el  saínete 
de  ayer. 

II  a¿  20.  — La  indulgencia  para  todos,  en  cinco  actos, 
nueca,  saínete  La  fineza  en  los  ausentes. 

21  y  22.  — El  matrimonio  secreto,  ópera,  y  bolero. 

23.— El  solterón  y  su  criada  (Molina  y  Prieto),  bolero 
y  el  saínete  La  cura  de  los  deseos. 

21  y  25.-— I^  siciliana  ó  el  tutor  burlado,  ópera. 

26  al  30.— El  Duque  de  Viseo,  tragedia,  en  tres  actos 
(Agustina,  Prieto,  Aoccílla,  Caprara,  Síloostri, 


828  ISIDORO    MAIQUBZ 


Contador    y  Casanooa),   saínete    Los    naturales, 
opuestos,  desde  el  27  La  casa  de  vinos. 
Octubre    1.°  al  6.— Catalina  II,  Emperatriz  de  Rusia  (Molina  y 
Prieto),  saínete  El  viejo  burlado. 
7. — El  opresor  de  su  familia  (Agustina  y  Prieto),  bo- 
lero y  el  saínete  Chirivitas  el  yesero. 
8.— El  celoso  y  la  tonta  (ídem),  saínete  el  mismo. 
9.  — El  Fénix  de  los  criados  (Molina  y  Prieto),  saínete 
Los  tres  rivales. 

10.  —  La  lavandera  de  Ñapóles  {Agustina  y  Prieto), 
bolero  y  el  saínete  Las  hidalgos  chasqueados. 

11  y  12.— El  Fénix  de  los  criados,  saínete  Los  hidalgos. 

13.— El  filósofo  casado  (Molina,  Maqueda,  Gertrudis, 
Maiquez,  Aüecílla,  Caprara,  Cristianí,  Siloostri 
y  Lopes),  saínete  Los  genios  encontrados. 

14,  15  y  16.  — El  seductor  enamorado  (Molina,  Rafaela, 
Maiquez,  Avecilla,  Caprara,  Guzmán,  etc),  saine- 
íeEl  recibo  del  paje  y  manchega. 

17  y  18. -^El  médico  á  palos  (Maqueda,  Gertrudis,  Sán- 
chez, Guzmán,  Aüecílla,  Caprara,  Sílüostrí  y  Ló- 
pez), el  baile  nuevo  de  Anita  y  Lubín,  se  presenta- 
ron Mr.  de  Laboitier  y  Mad.  Melania  Bretón. 

19  y  20. — El  turco  eh  Italia,  ópera,  y  bolero. 

21  y  22. —-El  médico  á  palos  y  el  baile  de  Anita. 

23  y  24.— El  turco  en  Italia  y  bolero. 

25.— El  médico  á  palos  y  el  baile  de  Anita. 

26.  — El  jugador,  nueva,  en  cinco  actos,  saínete  La  bur- 
la y  boda  de  los  manchegos. 

27  y  28.— El  turco  en  Italia,  ópera. 

29. — El  distraído,  en  dos  actos  (Rafaela,  Maqueda, 
Gertrudis,  Cabo,  Maiquez,  Avecilla,  Caprara, 
Contador,  Casanova  y  Lledot),  Sinfonía  //bolero 
Valdés  y  Ciprés,  saínete  El  payo  de  centinela. 

30  y  31.— El  marido  según  las  circunstancias  (Rafaela, 
Maiquez,  Caprara,  Guzmán,  etc.),  baile  de  Anita 
y  Lubín. 
Noviembre    \.°—No  hubo. 

2  y  3. -El  celoso  confundido  (Agustina,  Rafaela,  Ger- 
trudis, Maiquez,  Avecilla,  Cristianí,  Fabianí  y 
Casanova),  baile  Anita  y  Lubín,  saínete  El  ladrón 
burlado. 


Al»ÉNt>ÍCBS  829 


Sociembre    4  y  5.— Caprichos  de  amor  y  celos  {Agustina^  Maque- 
da,  Gertrudis,  Sánchez,  Prieto,  Avecilla,  Silaos- 
tri,  Guzmán,   Kabiani  y  Ramón  López),  saínete 
Las  citas  {Agustina,  Sánchez,  Cabo,  Prieto,  Ca- 
pibara, Guzmán,  Sili?ostri  y   Fabiani).   {Asistie- 
ron SS.  MM.) 
6.— Las  operetas  Los  dos   presos  {Loreto,  Muñoz, 
Cristianí,  Mas  y  José'  Guzmán),  y  El  criado  fingido 
{Gertrudis,   Cabo,    Spontoni,    Muñoz,   Cristiani, 
Mas  y  Alverá). 
7.  — Washington  ó  los  prisioneros,  en  tres  actos  {Agus- 
tina, Cabo,  Maiquez,  Avecilla,  Caprara,  Guzmán, 
Silüostri,  Contador ,  Fabiani,  Casanoca  y  Ramón 
López),    bolero  y  el  sainete    Las    preciosas    ri- 
diculas. 
S.-Tarde:  La  misma.-Noche:  El  tutor  burlado,  ópera. 
9  y  10.— El  Washington  y  el  sainete  Las  preciosas  ri- 
diculas. 

11,  12  y  13.— Indulgencia  para  todos^  baile  de  Anita  y 
Lubín.  El  12  y  13  se  puso  el  sainete  El  triunfo  de 
las  mujeres. 

14.  —  Las  costumbres  del  áia  .{Agustina,  Maqueda, 
Sánchez,  Maiquez,  Avecilla,  Caprara  y  Cristia- 
ni), baile  de  Anita  y  Lubín,  sainete  La  discreta  y 
la  boba. 

15.— La  misma.—  Tarde:  El  turco  en  Italia,  ópera. 

16. — El  parecido  en  la  corte  (Agustina,  Maqueda,  Ger- 
trudis, Maiquez,  Avecilla,  Guzmán'y  Silvostri), 
bolero  y  el  sainete  Los  genios  encontrados. 

17.— La  huerfaníta  (Maiquez),  bolero  y  el  sainete  el 
mismo. 

18  y  19.  — Los  pretendientes  y  bolero. 

¿0.— Castillos  en  el  aire  {Agustina,  Rafaela,  Maiquez, 
Avecilla,  Guzmán,  Silvostri  y  Contador),  sainete 
Los  tres  recién  nacidos. 

21  y  22.— Los  pretendientes,  ópera,  y  l)olero. 

22.— Tarc/e:  Las  juventudes  de  Enrique  V,  sainete  Ei 
fuera. 

23.— La  misma,  sainete  El  fuera,  bolero  y  manchegas. 

24  y  25.— La  Numancia,  Sinfonía  oriental  y  el  sainete 
Los  tres  recién  nacidos. 


Bao  ISIbOftO  MAIQÜBZ 


Nomembre  26  y  27.- El  módico  á  palos,  saínete  Los  criados  y  el 
enfermo,  cachucha^  bolero  y  fandango. 

28.— El  hombre  agradecido  {Agustina,  Maqueda,  Ger- 
trudis, Prieto,  Avecilla,  Contador,  Guzmán  y  Sil- 
üostri),  bolero  y  el  saínete  El  gozo  cayó  en  el  pozro, 

29.  —  Tarde.  El  sordo  en  la  posada  (Rafaela  y  Prieto), 
saínete  Sanar  de  repente,  Sinfonía  de  la  caza,  bo- 
lero y  manchegas.—  Noche  y  el  30  El  escultor  y 
el  ciego  (Molina  y  Prieto),  saínete  Ama  loca. 
Diciembre    1."— El  escultor  y  el  ciego. 

2  al  5.  —  Las  tres  sultanas  (Molina,  Maqueda,  La- 
üiña,  Vives,  Prieto,  Guzmán  y  Fabiani),  con  bai- 
le análogo,  saínete  Sanar  de  repente. 
'o.— Tarde:  La  misma.— iVoc/ie:  Catalina  II,  saínete  El 

dormilón. 
9.— Un  montañés  sabe  bien  (Molina  y  Guzmán),  pa- 
dedú  la  Fabiani,  bailes  nacionales,  saínete  El  ra- 
tón. (Asistieron  SS.  MM.) 

10.— No  hubo  por  la  rogativa  que  hicieron  las  com- 
paíiias. 

11  y  12.  — La  misma  del  día  9  y  el  saínete  La  fineza 
en  los  .ausentes. 

13. —  Tarde:  La  misma  y  bailes,  —  Noche:  Las  cár- 
celes de  Lamberg  (Mo¿¿/ia  y  Prieto),  saínete  El 
ratón. 

14, 15  y  16.— Romeo  y  Julieta,  tragedia  nueva,  y  el  saí- 
nete Don  Chicho. 

17. — Los  pretendientes,  ópera. 

18.— La  lavandera  (Agustina  y  Prieto),  baile  El  abate 
enamorado,  padedü  Laboitier  y  la  Fabiani. 

19  y  20. —  Jenwal  y  Faustina,  saínete  Los  dos  her- 
manos. 

20.—  Tarde:  Las  cárceles  de  Lamberg,  saínete  Don 
Patricio. 

21  y  22.  — El  abuelo  y  la  nieta  (Agustina  y  Prieto),  saí- 
nete La  inocente  culpada. 

23.— Enrique  \  (ídem),  baile  de  Anita  y  Lubín.— 24.  No 
hubo. 

25  y  2&.^  Tarde:  Pablo  y  Virginia  (Agustina,  Maque- 
da,  Rafaela,  Sánchez,  Cabo,  Prieto,  Caprara, 
Guzmán,  Sílvostrí  y  Contador),— Noche:   Las  ju- 


At»¿Nt>lCÉ5S  831 


ventudes  de  Enrique  V,  baile  La  danzomanía,  y 
el  26  el  saínete  Los  amantes  locos  por  el  baile. 
En  esta  noche  falleció  la  reina,  en  el  2  de  Enero  la 
reina  madre  y  el  19  el  rey  padre,  por  lo  que  se  ce- 
rraron los  teatros  y  se  concluyó  la  temporada. 


1818. 

Comedias  ejecutadas  en  el  teatro  de  la  Cruz 

DESDE  22  de  Marzo  de  1818  hasta  el  26  de  Diciembre  del  mismo 

en  que  falleció  la  Reina 

Marzo  22,  23  y  24.  — Lo  cierto  por  lo  dudoso  {Car mona,  Virg, 
Sabatini,  González,  Cubas,  Diez,  Campos  y  Fer- 
nández), bolero  la  Molino  y  González,  saínete  El 
astuto  madrileño.  {Asistieron  SS.  MM.) 

25  y  26.— Apeles  y  Campaspe,  refundida  (Carmona, 
González  y  Cubas),  saínete  El  robo  de  la  burra. 

27  y  28.— Eduardo  y  Federica  {Carmona  y  González), 
bolero  Pérez  y  Puerta. 

29  y  30. — Lo  que  son  los  vecinos,  nueüa  {salió  la  Con- 
cepción Rodríguez ,  González,  Cubas,  Diez  y 
Campos),  baile  nuevo  El  rapto  malogrado  {Moli- 
no, Yiües,  Valdés,  María  Fabianí,  Gertrudis, 
Pérez,  Espinosa,  Cairón,  Ramos,  González,  Gar- 
cía y  Puerta),  saínete  La  prueba  de  la  ausencia. 

31.  — La  mujer  de  dos  maridos  {Carmona,  Virg,  Gon- 
zález, Ángel  López,  Pérez,  Cubas  y  Campos),  el 
baile  de  ayer. 
Abril  L",  2  y  3.— Reinar  después  de  morir  (/iaa.*.  Rodrí- 
guez, León,  Carretero,  A.  López  y  Cubas),  bolero 
y  sainete. 

4  y  5.— La  mujer  prudente  {Carmona,  Felisa,  Saba- 
tini, Carretero,  A.  Pérez  y  Cubas),  bolero  la  Fa- 
bianí, Hainete  La  casa  de  vecindad  de  Cádiz  {salió 
de  graciosa  la  Felisa  Rodríguez). 

6  y  7.— La  villana  de  la  Sagra  {Baus,  Felisa,  Sabati- 
ni, María  López,  Tomasa  Cubas,  Carretero,  Pé- 
rez, Ángel,  Cubas  y  Ronda),  I^a  matraca  por  la 
Pérez. 

a  y  9.  — Dar  la  vida  por  su  áama  (Carmona,  Sabatini, 


832  Isidoro  áíaiquiuZ 


Felisa,  Carretero,  Antonio,  Valero,  Cubas,  Cam- 
pos, Vicente,  I.  Pacheco,  Andrés  ij  José  Cubas), 
bolero  y  manchegas  á  cuatro  la  Molino  y  la  Fa- 
biani  con  González  y  Garda,  saínete. 
Abril  lü  al  13.— El  recto  ministro  ó  el  duque  de  Craon,  nue- 
üa,  decoración  nueva  (Baus,  Virg,  Sabatini,  Ca- 
rretero, Pérez,  Ángel,  Diez  y  Campos),  bolero  la 
Fabiani  y  García  y  saínete. 

H.  —  Un  rasgo  de  Federico  el  Grande  (Baus  y  Ca- 
rretero.) 

15.— Aradín  Barbarroja  (Baus  y  González),  bolero  y 
saínete. 

16.— El  pretendiente  con  palabras  y  plumas  (Carmo- 
na  y  Carretero),  bolero  y  saínete. 

17,  18  y  19,— El  hombre  gris,  nueoay  saínete. 

22  aZ  26.— Ricardo,  Corazón  de  León,  ópera  en  tres 
actos  ( Loreto  ,  Lamña,  Virg,  Alonso,  Spontoni, 
Muñoz,  Dionisio,  Alverá,  Mas,  etc).,  manchegas 
á  seis,  y  el  zapateado  por  Ufia  niña  de  ocho  años. 

27. — La  toquera  vizcaína  (Carmona  y  González). 

28.— Embustero,  amo  y  criado  (ít¿e7?i). 

29.— Un  montañés  sabe  bien  (ídem). 

30— El  pintor  fingido  {Carmona,  Sabatini,  González, 
Cubas,  Diez,  Campos  y  Vicente  Fernández). 
Mayo    1.®— La  moza  de  cántaro  (Carmona  y  Carretero). 
2.  —No  hubo. 

3  al  7.  — Los  moros  de  Granada,  zegríes  y  abencerra- 
jes,  de  Kotzebue,  nueva  en  tres  actos  (Carmona, 
Sabatini,  Paz,  González ,  Pérez,  Diez,  Ronda, 
etcétera),  saínete. 
8,  9  y  10.— El  delincuente  honrado  (Baí¿s  y  Gil),  saí- 
nete El  baile  y  duelo  á  un  tiempo.  Bailó  la  chinga 
la  Felisa. 

11  y  12.— El  emperador  carpintero  (Carmona  y  Carre- 
tero), baile  nuevo  Los  reclutas  del  Coimbra  (Moli- 
no, Vives,  Fabiani,  Chiquero,  Gertrudis,  Pérez, 
Espinosa,  Caírón,  J.  González,  Tiburcio,  Maria- 
no, Puerta,  Ramos  y  Rodríguez). 

13  a¿  17.— El  picaro  honrado  ó  el  hombre  de  la  selva 
negra  (Baus  y  Virg,  Carretero,  Ángel,  Pérez, 
Cubas  y  Diez),  saínete. 


APÉNDICES  838 


Mai/o  18.  — Eduardo  III  (Batís  y  Carretero). 

19  y  20.— El  vergonzoso  en  Palacio  (ídem),  tonadilla 
El  Trípili  ó  los  maestros  de  la  Raboso,  saínete  Al- 
calde tonto  y  discreto;  zapateado  por  una  nina  de 
ocho  años,  manchegas. 

21  al  24.— La  comedianta,  nueoa,  saínete  La  merienda 
de  horterillas,  baile  Los  reclutas  de  Coimbra. 

25,  26  y  27.— La  peña  negra  ó  Ramona  y  Roselio  (Lnrí- 
ña,  María  López,  Muñoz,  Dionisio,  Altera,  Más 
ij  Llord),  manchegas  la  Molino,  la  Fabiani,  Gon- 
zález y  Mariano. 

28  y  29.— La  esclava  de  su  galán  (fíaas  y  Carretero). 

30  y  31.— No  puede  ser  (Baus  y  González),  fin  de  fies- 
ta nuevo  La  oposición  á  las  fiestas,  bailes  naciona- 
les^ la  chinga  por  Felisa.  (Asistieron  SS.  MM.) 
.Junio     1 ."  —La  misma  Junción. 

2  y  3.- La  toquera  vizcaína  y  el  fin  de  fiesta  an- 
terior. 
4.— Él  anillo  mágico  de  la  reina  Berta^  nueva,  l.olero 

y  saínete. 
5. — Juan  de  Calés  (Carmona  y  González). 

6  y  7.— La  vieja  y  los  calaveras  ( Yirg  y  González),,  sai- 

nete  y  el  Uail^  de  Los  reclutas  de  Coimbra. 
8,  9  y  10. — Celos  con  celos  se  curan  (Carmona  y  Ca- 
rretero), bolero  y  sainóte. 

11  an6. -El  perro  de  Montargis  (Baus  y  González), 
bolero  de  la  Coleta  y  sainete. 

17  y  18.— De  fuera  vendrá  ó  la  tía  y  la  sol»rina  (Carmo- 
na y  Carretero),  bolero  y  sainete. 

19,  20  y  21.— El  mágico  de  Astracán  (ídem),  y  sainete. 

22,  23  y  24.— El  misántropo  y  la  coqueta,  nueva,  y 
sainete. 

2.5.  — El  amo  criado  (Carmona  y  Gil). 

26.— Ramona  y  Roselio. 

27  y  28.— Mi  tía  Aurora;  bolero  y  sainete. 

29.— El  prisionero  de  guerra  (Baux  y  Gil),  bolero  y 
sainete. 

30.— El  hijo  de  cuatro  padres  (Baus  y  González). 
.Julio     L"  y  2.— El  sobrino  fingido,  en  un  acto  (Baus,  Viry, 
María  López,  Carretero,  Pérez,  Cubas,   Diez  y 
Campos),  El  criado  fingido  (Spontoni,  Gertrudis, 

53 


834  ISIDORO    MAIQUE¿ 


Felisa,  Muñoz,  Cristiaiii,  Aloerá  y  Mas),  saineíe 
Los  aficionados  al  teatro,  y  un  monólogo  titulado 
Mariquita  la  golosa,  por  una  nitm  de  ocho  años. 
Julio    3. — I'Muardo  en  Escocia  (Baus  y  Carretero),  saínete 
I.a  inocente  Dorotea. 
4  y  5. — Don  Gil  de  las  calzas  verdes  (Carmona,   Con- 
cepción, María  López,  Carretero,  Pérez,  Valero  y 
Cubas),  saínete  el  de  ayer. 
6  y  7. — Juan  labrador  (Baus  y   Carretero),  bolero  y 
saínete. 
■  8.-- El  vergonzoso  en  Palacio  (ídem),  bolero  í/ saínete. 
(Se  cerró  en  esta  noche  hasta  el  2  de  Agosto.) 
Agosto    2  y  3. — El  triunfo  de  los  malos  es  pasajero  ola  selva 
de  Hermanstad,  nueva,  saínete  El  sueño. 
4  y  .5.  — Antes  que  te  cases,  bolero  y  saínete. 
6. -La  reconciliación  (Baus  y  González),  cachucha/jor 

la  Pérez,  y  síiinete. 
7.— El  mal  hospital  (Carmona  y  González),  cachucha 

por  la  Pérez  y  saínete. 
8  y  9.  — La  misantropía  (ídem),  bolero  la  Molino  y  Gon- 
zález, y  saínete. 
10  al  13. — El  desafío  y  el  bautizo,  nueva. 
14  y  15.  — Encontrar  un  imposible  (Carmona,  y  Carre- 
tero). 
16  y  17.— La  toquera  vizcaína  (Carmona  y   González), 

saínete  Las  cuatro  bodas  y  b'>lero. 
18  a/ 21. —  Los  pretendientes,   ópera  nueva,  (salió  la 
Loi'ejiza),   baile  nuevo  El  triunfo  del  amor,  que 
duró  un  día,  poniéndose  los  otros  en  su  lugar  un 
padedú,  por  los  Fabiani. 
22.— El  perro  del  hortelano  (Carmona  y  Carretero). 
23.— Lo  cierto  por  lo  dudoso  (Carmona  y  González), 

bolero  y  saínete. 
24  al  27.  — Los  pretendientes,  y  el  {)adedii    la  Fabiani. 

(Asistieron  el  2."¡  .S.S.  MM.) 
28.— El  avariento    burlado  (Vírg,  Concepción,  Ángel, 
Cubas,  etc.),  el  padedú  anterior  y  Una  mañana  de 
Enrique  IV  (Carmona  y  Carretero). 
29.  — El  amo  criado. 

3U  y  3L — El  duque  de  Osuna  (Carmona  y  Gonzále:). 
bolero  la  Pérez  y  Puerta,  saínete. 


APÉNDICES  835 


Septiembre     1."    El  desdén  con  el  desdén  (Carmona  y  Carretero)^ 
bolero  y  saínete. 
2,  3  y  4. — El  huérfano  y  el  asesino  ó  El  valle  de  To- 
rrente (Concepción,  María  Fabiani,  Carretero, 
Peres,  Cubas  y  Diez). 

5  y  6. — El  avariento  burlado,   Una   mañana  de  Enri- 

que IV  y  padedú  los' Fabiani. 

1  al  10. — Los  pretendientes  y  el  padedú  la  Fabiani. 
\\,  12  y   13.- El  tesoro,  nueva,  sainete  El  maestro 

Pezuña. 

14.— La  tía  y  la  sobrina  {Carmena  y  Carretero),  baile 
inglés  y  sainete. 

15  y  16.— La  moza  de  cántaro  (ídem),  sainete  y  con- 
cierto de  violín  D.^  Antonia  Vinetti. 

17.— El  delincuente  honrado  (Carmona  y  Gil). 

18,  19  y  20.— La  espigadera  ( Virg  y  Carretero  y  la  Lo- 
reto  y  la  Alonso,  para  lo  cantado),  bolero  y 
sainete. 

21  y  22.— Triunfos  de  valor  en  la  corte  de  R-odrigo 
(Carmona  y  Carretero). 

23.— Los  pretendientes,  ópera. 

24  y  25. -Los  moros  de  Granada  (Carmona  y  Gonzá- 
lez), cachucha  y  sainete. 

26.— La  mujer  de  dos  maridos  (ídem),  bolero  y  sainete. 

27  y  28.— Los  moros  de  Granada. 

29  y  30. — Los  pretendientes  y  un  padedú. 
Octubre    1.°— Los  pretendientes. 

2  al  5.— El  convidado  de  piedra  (Carmona  y  Gil),  bo- 

lero á  tres  y  sainete. 

6  al  11.— El  diluvio  universal  {Carmona  y  Carretero), 

bolero  y  sainete. 

12  y  13. — La  niña  do  Gómez  Arias  (Carmona  y  Gon- 
zález). 

14  y  15.— El  turco  en  Italia,  ópera  nueva,  un  padedú 
saínete  los  bailarines  nuevos.  La  venganza  del 
Zurdillo.  (Asistieron  SS.  MM.) 

16,  17  y  18.— El  Duque  de  Belmar,  drama  nuevo,  en 
cuatro  actos  {Carmona,  María  López,  González, 
Pévez,  Valero,  Diez,  Campos,  etc.) 

19  y  20.— La  villana  de  la  .Sagra  (Baus  y  Carretero). 

21  y  22.— No  hay  peor  sordo  (ídem),  sainete  //  matraca. 


836  iSlDOkO   MAlQÜfiZ 


Oclubre  23.  — No  puede  ser  (Bausy  González). 

24  (d  31.— El  mágico  de  Salerno,  ¿fegunda  parte,  con 
dos  decoraciones  nuevas,   bolero  la  Baua  y  Gon- 
zález, saínete. 
Xoüietnbre     X.^—Xo  liabo. 

2  y  'i.— La  misma  de  magia. 

4  y  5.— El  hombre  gris  (Baus  ij  Gil). 

tí,  7  y  8.  — El  barco  de  vapor^  nueva,  baile  Los  reclu- 
tas de  Cf  imbra,  saínete  Las  castañeras  picadas. 
8  Tarde:  Pedro  Bayalarde. 

9.— El  hijo  de  cuatro  padres,  figurón  {Baus  y  Gon- 
zález.) 

tu.— No  puede  ser. 

U.— Juan  Labrador. 

12  y  13. — La  tía  y  la  sobrina  {Car mona  y  Carretero), 
bailes  nacion¿iles.  {Asistieron  SS.  MM.) 

14  y  15.— Las  aventuras  de  Tekeli  (Carmona  y  Ca- 
rretero), bolero  y  saínete. 

15. —  Tarde:  La  niña  de  Gómez  Arias,  bolero  ¿/saínete. 

16.  — La  esclava  de  su  galán  (Baus  y  Carretero),  bolero 
y  saínete. 

17  al  20.  — Los  amantes  engañados  {ídem),  el  baile  nue- 
vo, en  dos  actos,  La  danzomanía  y  saínete. 

21.— La  vida  es  sueño  {ídem),  bolero  y  saínete. 

2,2,.— Tarde:  La  misma.— Noche:  La  disensión  frater- 
nal, en  tres  actos  {Baus  y  González),  y  el  baile  an- 
terior. 

23.  — La  vida  es  sueño,  bolero  y  saínete. 

24.  — La  disensión  fraternal,  bolero  y  síiinete. 
25.— El  prisionero  de  guerra,  bolero  y  saínete. 
26. — Los  pretendientes. 

27.— La  niña  de  Gómez  Arias. 
28.  — Las  minas  de  Polonia  (Baus  y  González). 
29. —  Tarde:  La  misma. 

29  y  30. — Los  pretendientes,  ópera,  y  padedú. 
Diiiembre     l.^  y  2.  -  Los  Valdomiros  (Baus  y  (Jonzález). 
3. — Antes  que  te  cases. 
4. — Amo  y  criado  embusteros  {Carmo/K^  //  González}. 

5  y  ñ.— Tarde:  Juan  de  Calés. 

6  y  7. — Ricardo,  ópera.  (Loreto  y  Muñoz). 
^.— Tarde:  La  anterior. 


APÉNDICES  837 


nifiembre    8  y  9.— Edimrdo  de  Escocia  {Baus  y  Carretero). 

10.— No  hubo  por  la  rogatioa. 

11  y  12. — Los  pretendientes. 

13. —  Tarde:  Celos  con  celos  se  curan  (Carmo/ia  y  Ca- 
rretero).—Noche:  El  prisionero  de  guerra. 

14.— Celos  con  celos  se  curan. 

15  y  16  —El  huérfano  y  el  asesino. 

17  al  20.  — El  murmurador,  tiueca,  bolero  y  sainete. 

20.— Tarde:  Eduardo  en  Escocia  (Baas  y  Carretero), 
y  sainete. 

21.  — La  comedianta,  en  tres  actos  (Baus  y  Gil),  baile 
La  danzomanía. 

22  y  23,  — La  capilla  de  Glestorn,  nueaay  y  sainete. 

24.— No  hubo. 

25.  — tarde  y  26  noche:  El  convidado  de  piedra  (Car- 
mona  y  Gil). 

2b.— Noche  y  26  tarde:  La  capilla  de  Giestorn  y  sainete. 
Por  el  fallecimiento  en  esta  noche  de  nuestra  Rei- 
na se  cerró  el  teatro  y  se  acabó  temporada. 


índice  de  personas  que  se  citan  en  el  texto 


Acero,  D.  Bernardo;  páginas  10, 

98  V  132 
Acuna,  José;  98,  101,  126,    129, 
.   275  y  287. 
Agencio,  Jacomo;  425. 
Alcalá  Galiano,  D .  Antonio,  8, 

145,  260,  261,  471  y  499. 
Alfaro,  .losé;  87, 126, 128, 131  y  220 
Alfieri,  V.;  10,  12,209,234,271, 
.  322,  355,  363,  364  y  384. 
Alemán,  D.  Lucas;  357. 
Alonso,  Antonia;   381  y  393. 
Alonso,   Dolores;  343.^ 
Altes  y  Gurena,  D.  Francisco; 

436.  ■ 
Alvarez  García,  José;  151  y  187. 
Al  verá,  Gregorio;  333,  413,  428, 

445  y  448. 
Amuñátegui,  M.  L.  de;  450. 
Andrieux,  Mr.;  245,  393,  442  y 

449. 
Anelli,  A.;  406,  420,  421  y  422. 
Antillón,  D.  I.;  128. 
Antolín,   Juan;  30,  82  y  117. 
.Vntonio,  Infante  Don;  294. 
.\paricio,  Fr.  Juan  José;  294. 
.\rellano.  I).  Vicente  Rodríguez 

de;    57,  63,  93,  108,  127,  128, 

129, 149, 167, 171,  188, 244,  269, 

310  y  404. 
Ariona,  D.  José  Manuel  de;  418, 

431,  455,  457,  460  y  504. 
Armona,  D.  José  A.  de;  20. 
Arnaud,  Mr.;  55. 
Arnault,  Mr.;  12,  143,  144  y  310. 
Arriaga,  Juan;  53,  302,  320,  357 

y  368. 
Arriaza,  D.  Juan;   117,  144,  145, 

1.52,  171, 172,  261,  278,  279,  290, 

369,  371  y  372. 
Arteaga,  Joaquina;  31,   56,57, 

83,117,  126,  129,160.176,196, 

212  V  266. 


Arteaga,  D.  José  de;  201. 
Ascargota,  D.  M.;  173. 
Astorga,   Marqués  de;  91  v  92. 
Auber,  D.;  353. 
Aubi^nac,  Mr.  D.;  403  y  409. 
Avecilla,  Antonio;  133. 
Avecilla,   Bernardo;     102,    104, 

108,  227,  274,  3  JO,  303,  309,  311, 

316,  323,  326,  336,  343,  367,  372, 

390,  391,  403,  409,  419,  422,  424, 

433,  434,  438,  444,  451  y  458. 
Avellaneda.   D.   Francisco   de; 

400. 
Ayala,  D.  Ignacio  López  de;  54 

y  453. 
Barbieri,  D.  Francisco;  87,  93, 

98,  163,  190,  218,  219,  234,  236, 

y  268. 
Barbieri,  José;  98, 126,  241  y  268. 
Bacarela,  Francisco;  132. 
Barcia,  D.  Rocjue;  347. 
Barcia  Pavón,  D.  Ángel  de;  41 

y  208. 
Barón,  D.  Joaquín;  264 
Barrera,  D.  Cayetano  Alberto 

de  la;  376. 
Bastos,  María;  133. 
rSaus,  Antera;  67,  %,    153,274, 

307,  317,  334,  335,  336,  337,  344, 

347,  348,  355,  360,  367,  372,  376, 

38í),  374,  397,  399,  411,  414,  426, 

440,  445,  482  y  490. 
Baus,  Francisco;  221,  287,  300  y 

414. 
Baus,  Joaquina;  287,  337  y  415. 
Baus,  Teresa;  414. 
Bazo,  D.  Antonio;  188  y  322. 
Beaumarchais,  Mr.  de;  55,  127, 

131, 179. 
Belmonte,  Francisca;  332. 
Bellosartes,  D.  M.  de,  155. 
Benitoa,  D.  Isidoro;  121. 
Bena,  1).  Carlos  de;  363. 


810 


ISIDORO    MAIQÜBZ 


Bermejo,  María;  26,  53  y  60. 

Bermúde/,  D.  Gregorio;  288, 
328,  343,  367,  372  y  379. 

líertati,  N;  128. 

Berteli,  José;  137,  159  y  160. 

Berton,  E.  M.;  211  y  237. 

Bessiéres,  Mariscal;  292. 

Bianchi,  F.;92. 

Biévre,  Mr.;  172. 

Blanco,  Casimira;  133. 

Blasón,  Josefa;  66. 

Boieldieu,  Mr.  de;  186. 

Boire,  Mr.,  409. 

Boisie,  Mr.;  396. 

Bon,  J.;  202. 

Botti.  D.  Domingo;  204  v  277. 

Bouiílv,  J.  N.;  131, 155, 169  y  225. 

Bravo',  D.  Manuel;  216  y  217. 

Bretón  de  los  Herreros",  1).  Ma- 
nuel; 323,  354  V  440. 

Brifaut,  Mr.;  436 

Bringas,  D.  Juan  José  de. 

Bríñole,  María;  60. 

Bríñole,  Sebastián;  28,  60  y  133. 

Briones,  Francisca;  10,  98,  136, 

147. 158,  160,  175, 197,  209,  210, 
216  y  221. 

Briones,  Joaquina;  10,  62,  82,  98, 
103, 105,  106,  117, 126,  129,  130, 
138,  146,  148,  150, 152,  155,  156, 

158. 159,  160, 169,  170,  173, 174, 
175, 184, 185, 188,  190,  191,  196, 
198,  201,  204,  205,  210,  211,  216, 
221,  222,  226,  227,  238,  244  v 
267. 

Bruni,  N;  174. 

Burgos,  D.  F.  J.  de;  181, 182,  460 

y  504. 
Burgos,  D.  Miguel  de;  323  y  407. 
Caballero,  D.  José  Antonio;  94, 

124,  162,  252  y  256. 
Cabo,  María;. 108,  299,  316,  347, 

348,  373,  374,  39),  400,  403  v 

424. 
Cáceres  v  Laredo,  D.  Teodoro; 

57. 
Cadalso,  D.  J.;  167. 
Caigniez,  Mr.  de;  403  y  451. 
Cairón,  Antonio;  399  y  448. 
Calderi,  Lázaro;  98,  99, 105,  107, 

126   129  V  135. 
Calderón,  b.  Pedro;  11,  18,  55, 


57,  67,  83,   167,  193,  245,  279, 

288,  322  y  383. 
Calvo,  José;  263. 
Calzada,   D.    Bernardo   M.   de; 

326.  i 

Calle,  D.  Teodoro;  112,  143,  144, 

187  y  330. 
Camas  V.  Sánchez,  N'icente. 
Cambronero,  D.  Carlos;  13  y  14. 
Camino,    Francisca ;    169 ,   175, 

183  y  186. 
Campos,  Juan  Antonio;  130,  186, 

320  V  357. 
Cañizares,  D.  José  de;  234,  302  v 

401. 
Capa,  Antonio;  133. 
Caprara,  Jofiquín;  48,  102,  103, 

108,  117,  130, 131,  138,  148,  150, 

152, 155,  168, 172,  174, 184,  187, 

198,  202,  203,  275,  300,  303,  307. 

311,  323,  325,  332,  367,  372,  391, 

403,  422,  424,  434,  438,  451  v 

500. 
Carbonero,   D.   Luis;   134,   142, 

163  y  166. 
Carderera,  D.  Valentín;  203. 
Carlos  IV,  294. 
Carlos,  Infante  Don;  294. 
Carmena   Millán,   D.   Luis;   92, 

299,  357,  376,  403  y  521,. 
Carmona,  Manuela;  9,  196,  288, 

299,  301,  320,  328,  332,  343,  351, 

357,  360,  368,  401,  412,  420,  429, 

434  y  445. 
Carnerero,  D.  J.  M.-  169,  303  y 

306. 
Carnicer,  D.  A.;  353. 
Carreras,  Antonia;  368  y  374. 
Carretero,  Juan;  9,  59,  66,  82, 

116,  117,  126, 150, 160,  164, 167, 

171, 196,  219,  220,  232,  2:33,  246, 

268,  276,  279,  288,  299,  344,  345, 

351,  368,  381,  412,  420,  440,  445, 

449  y  482. 
Carrillo,  Fr.  Fernando;  447. 
Caruso,  L.;  390. 
Casa-Cagigal,   Marqués  de;  1.53, 

388,  435  y  450. 
Casanova,  Francisco;  97. 
Casanova,  Mariano;  105. 
Casanova,   Santiago;  221.   3(i3. 

309,  316  y  451. 


ÍNDICE 


841 


Casa  Torres,  Marqués  de;  467. 
Cascante,  María;  302  v  320. 
Castañedo,   D.   Juan;'  139,   252, 

255  y  259. 
Castaños,  D.   F.   Javier;   289  v 

375. 
Castel;  428. 

Castro,  D.  Adolfo  de;  273. 
Castro,  Ana  de;  87  V  98. 
Castro,  D.  Guillen  de;  53  y  182. 
Castro,  D.  Manuel  de;  148. 
Catalani,  Angélica;  227. 
Ceballos,  D.  Pedro;  294  v  358. 
Celicourt,  Rosa;  344  y  355. 
Cervantes,  Miguel  de;  374. 
Cienfuegos,  D.  N.  .\.;  167  v  168. 
Cimarra,  D.;  10,  148  y  404^ 
Cladera,  D.  Cristóbal;  351. 
Clatisel,  General;  73. 
Clavijo  y  Fajardo;  130. 
Colomer,  Mariana;  127. 
Collín  d'Harleville,   Mr.;    105, 

129,  168  y  181. 
Cornelia,  Luciano  Francisco;  32, 

33,   37,   55,   63,    99,   106,    107, 

128,   1.59,   173,    188,   211,   228, 

2.37,  244,  269,306,  317  y  377. 
Concha,  José;  175  y  271. 
Concha,  María;  30  y  320. 
r:ontadoF ,  Tomás;  309,  323,  347 

V  404. 
Contini,  C;  3.53. 
Copons,  D.  Manuel;  185. 
Corneille,    P. ;   111,   154,   182  y 

324. 
Correa,  José;  30  y  133. 
Correa,    Laurr-aña;    10,  66,  67, 

70,  82,  92,  106,  126,  129,   132, 

146,  148,  149,  1.5f),  152,  155, 
159,  160,  163,  166,  170,  174, 
185,  186,  188,  195,  215,  228, 
233,  238,  244  v  287. 

Correa,   Lorenza;  10,  29,  30,  70, 
83,  121,  126,  127,  128,  129,  132, 

147,  148,  154,  1.59,  160,  163, 
164,  165,  196,  266,  3.53,  377, 
403,  4.34,  447,  448,  449,  458, 
190  V  518. 

r  orrc.i,   Manuela;  67,  106,  126, 

v  im. 

Correa,   Pctronil.-i;  .30,  .55  v  133. 
rortesi,  L.;  376. 


Cozzer,  Juan  B.;  399. 

Cristiani,  D.  Esteban;  97,  196, 
175,201,  210,  212  y  228. 

Cristiani,  Eugenio;  10,  97,  102, 
104,  105,  107,  129,  130,  138, 
146,  147,  148,  1.50,  152,  156, 
159,  166,  169,  170,  174,  175, 
185,  186,  188,  198,  2ü2,  205, 
208,  213,  215,  220,  226,  227, 
237,  244,  300,  305,  316,  317, 
325,  332,  333,  336,  343,  367, 
372,  390,  393,  406,  407,  419, 
433,  445  y  449. 

Cruz  V  Cano,  D.  Ju.-in  de  la; 
208.  "^ 

Cruz,  D.  Ramón  de  la;  7,  11, 
24,  25,  31,  52,  55,  57,  70,  107, 
no,  120,  148, 164,  208,  210,  234, 
320  V  383. 

Cubas;  Félix;  60,  64,  67,  83  n 
133. 

Cubas,  Pedro;  60,  97,  223,  226, 
245,  302,  420,  426  y  445. 

Cuéllar,  D.  Jerónimo;  54. 

Cuesta,  D.  Gregorio  de  la;  78, 
87,  89,  93,  120  y  165. 

Champein,  Mr;  107. 

Chenier,  José;  71,  310  y  355. 

Cherubini,  N.;  131  y  159. 

Chica,  María  de  la;  133. 

Chiquero,  María;  448. 

Dalayrac,  N.;  103, 107, 175,  21 1  \ 
316. 

Dalmani-Naldi,  A.;  353  v  376. 

De  Belloy,  Mr  ;  188  y  30"^. 

Delavigne,  Casimiro;  352. 

Pelrieu,  Mr.;  205. 

Demoustier,  Mr.;  204. 

Desfontaines-Lavallée,  Mr.;  IW. 

Desforges,  Mr.;  108. 

Destouches,  N.;  107  y  130. 

Devionne,  Mr.;  174. 

Diamante,  Juan  B.;  182  y  303. 

Díaz  Moreno,  D.  Manuel;  87. 

Diderot,  D.;  168  v  169. 

Dieulaíoy,  Mr,;  226. 

Diez,  José;  88,  131, 162,  229,  279, 
360  y  412. 

Diez,  Matilde;  162,  263  y  463. 

Diez  González,  D.  Santos;  76, 
77,  78,79,87,  88,  93,  95,  101, 
104,    120,   121,    123,    125,   1:^5, 


842 


ISIDORO    MAIQUBZ 


139,    148,   154,    155,    161,    162, 
166  y  327. 

Ducis,  Mr.;  12,  112,  158,  187  v 
330. 

Duchesnois,  Mlle.;  73. 

Dufresny,  Mr.;  109. 

Dumaniant,  Mr.;  229. 

Dupaty,  Mr.  M.;  149  y  225. 

Diipont,  General;  349. 

Diival,  A.;  103,  148,  227,  238, 
268,  320  y  411. 

Empecinado,  El;  270,  344,  348  v 
351. 

Enciso  Casti ilion,  D.  Félix;  48, 
103,  108,  110,  129,  130,  160, 
173,  184,  186,  197,  201,  204, 
206,  207,  211,  226,  228,  229, 
236,  237,  238,  244,  246,  276, 
278,  279,  293,  295,  301,  350, 
351,  373,  376,  383,  387,  389, 
391,  393,  397,  403,  409,  411, 
421,  422,  438,  445  y  450. 

Enríquez  Gómez,  A.;  54. 

Escamilla,  D.  Pedro;  403. 

Escovar,  D.  Narciso  Díaz  de;  23. 

Espejo,  José;  31. 

Estala,  D.  Pedro;  64  y  122. 

Esteve,  D.  José;  277. 

Estove,  D.  Pablo;  10. 

Estrada,  D.  J.;  169. 

Etienne,  Mr.;  211,  237,  316,  .321 
y  376. 

Eznós,  José;   129,  159, 160  y  186. 

Ezpeleta,  D.  J.  Bautista;  217. 

Fabiani,  Luis;  108,  131,  173,  197, 
211,  221,  227,  244,  331,  348, 
355,  404,  421  v  448. 

Fabiani,  María;  353,  399  v  448. 

Fabre  d'Eglantine,  Mr.;  108, 197 
y  307. 

Farinelli,  C.  B.;  131. 

Farelo,  Fran  isco;  83. 

Favart,  Mr.;  108. 

Faviéres,  Mr.;  211. 

Febre  Orozco,  A.;  30,  55,  56,  60 
y  67. 

Federici,  D.  Francisco;  107  v 
112. 

Fedriani,  José;  220,  227,  428,  442 
y  449.  .     ' 

Fernández,  Eusebio;  82,  117, 
126,   129,  132,   159,   160,    175, 


186,   188,   201,   205,   211,   228, 

238,  244,  316  y  325. 
Fernández,  María  del  Rosario; 

7,  23,  26,  31,35,133,  207  y  307. 
Fernández,  Paulino;  93. 
Fernández,  D.  Pedro  Pascasio; 

185. 
Fernández  Figueró,  D.*  Magda- 
lena; 170. 
Fernando    VII;    173,   237,  288, 

289,   294,   295,   351,   358,    369, 

374,  401  y  446. 
Ferrer,  Felipe;  30  y  133. 
Ferrer,  Victoria;  29. 
Fetis;  147  y  210. 
Figueras,  Josefa;  133. 
Figueroa  y   Córdoba,    1).   J.   v 

D.  F.;  167. 
Filidor;  227. 
Florentín,  Manuel;  24. 
Flores,  Blas;  83. 
Forner,  D.  J.  P.;  63. 
Francesconi,  José   María ;    196, 

197,  201,  210,  211,  212,  233  v 

268. 
Fuentes,  Antonia;  126  y  368. 
Fuentes,  Simón  de;  133. 
Fuerte  Mijar,  Marqués  de;   136; 

139,   142,   143,  154,   181,   190, 

213,   214,   218,   219,  224,   231, 

232,  252  y  292. 
Fuerte  Híjar,  Marquesa  de;  168. 
Galindo,  Josefa;  332. 
Galino,-  Mariana;  83,  93,  97,  99, 

106,  107  V  126. 
Gálvez,   D>    María  Rosa;    121, 

174,  215  y  226. 
Gálvez,  José;  24  y  60. 
Gallego,  D.   J.   Nicasio,   310    v 

369. 
Gamborino,  Isabel;  196,  228,  276, 

302  y  374. 
García,  Francisco;  25  y  133. 
García,  Gabriel  José;  452. 
García,  Loreto;  10,  101,  229,  265, 

268,   310,   317,   320,   329,   347, 

353,   367,   368,   371,   374,   382, 

387,   390,   391,   393,   394,   399, 

413,  414,  434,  445,  449,  458  v 

482. 
García,  Magdalena;  23. 
García,  Manuel;  10,  .59,  61,  62, 


índice 


843 


66,  67,  106,  117,  126,  127,  128, 
129,  132,  135,  136,  137,  138, 
145,  146,  147,  148,  149,  150, 
151,  152,  155,  159,  160,  163, 
166,  167,  170,  174,  175,  185, 
186,  187,  188,  190,  191,  198, 
201,  204,  205,  210,  211,  214, 
216,  217,  219,  222,  223,  225, 
226,  229,  230,  233,  238,  240, 
242,  244,  245,  267,  268,  369  v 
376. 

García,  Manuel,  hijo;  62. 

García,  D   Manuel;  187  y  330. 

García,  María;  9,  67,  82,  160, 
171,  196,  197,  212,  227,  228, 
246,  276,  287,  300,  301,  303, 
304,  305,  307,  309,  310,  316, 
320,  323,  325,  329  y  332. 

García,  Paulina;  62. 

García,  Ramona;  171,  188,  353  v 
399. 

García,  Rosa;  60,  70,  83,  103, 
117,  126,  131,  196,  229  v  265. 

García,  Rosario;  10,  229,  265, 
287,  299,  303,  305,  306,  307, 
309,  316,  317,  320,  323,  329  y 
332.  * 

García,  Vicente;  30,  55,  82,  117, 
127, 148, 152, 156, 158,  168, 198, 
206,  209,  210,  308  y  334. 

García  de  Arrieta,  D.  A.;  100. 

García  de  la  Huerta,  D.  Vicente; 
198  y  302. 

García  de  la  Prada,  D.  Manuel; 
320  y  332. 

García  de  Quevedo,  D.  José  He- 
riberto;  279. 

García  Hugalde,  JOsé;  83,  117, 
126,  246,  302  y  320. 

García  Hugalde,  Juana;  30,  37, 
45,  47,  51,  64,  195  v  266. 

García  Luna,  José;  25. 

García  Malo,  D.  Ignacio;  279. 

Gar'cía  Parra,  Manuel;  31,  53,  64, 
70,  83,  117,  121,  126,  137,  1.54, 
1.56,  163, 164,  220,  232,  234,  236, 
238,  243,  258,  266,  267,  409  y 
418. 

García  .Suelto,.  D.  M.  Bernardi- 
no;  315,  435  y  447. 

García  Suelto,  D.  Tomás;  1.54, 
168,  182,  197  y  327. 


García  Villalta,  D.  José;  330. 

Garnier  González,  D.  Francisco; 
348  y  352. 

Garrido,  Miguel;  30,  82,  94,  96, 
106,117,127,163,  165,166,  170, 
175,  186  y  207. 

Garro,  Juana;  17. 

Gasea  y  Medrano,  D.*^  María; 
228. 

Gasó,  D.*^  Blanca  de;  347. 

Gazzaniga,  J.;  99. 

Gesner,  C;  403. 

Gil,  Bernardo;  10,  56,  67,  70,  82, 
106,  117,  127,  129,  131,  138, 
150,  160,  164,  195,  197,  198, 
202,  337,  354,  360,  367,  369, 
372,  376,  380,  394,  396,  399. 
413,  434,  441,  458  y  490. 

Gil  y  Zarate,  D.  Antonio;  337  > 
349. 

Godínez  de  Paz,    1).  José;   264. 

Godoy,  D.  Diego;  156  y  157. 

Godoy;  64,  68,  218,  219,  225, 
231,  232,  233,  239,  241,  242,  243, 
244,  252,  291  y  294. 

Goldoni,   Carlos;   106,  175  y  3:^3. 

Gómez  Basurto,  D.  M.;  169. 

Gómez  de  Avellaneda,  D.**  Ger- 
trudis; 277. 

Gomora,  A.;  421. 

González,  Antonio;  236,  265, 
269,  271,  273,  275,  283,  285, 
286,  288,  3(X),  303,  305,  309, 
310,  316,  320,  332,  360,  401, 
411,  426,  434,  458  y  459. 

González ,  José;  66,  126,  374 
y  448. 

González,  Rafaela;  412,  426, 
438^444. 

González  Barreiro,  1).  Ángel; 
252  y  360. 

González  del  (bastillo,  D.  Igna- 
cio; n,  131,273,  .371  y  467. 

González  Estéfani,  1).  F.;  72,  82 
y  169. 

González  Velázquez,  D.  Zaca- 
rías; 374, 

Gorostiza,  D.  Manuel  Eduardo: 
103,  451  y  452. 

Gosse,  Mr.  K.;  387,  388  y  4.50. 

Goya,  D.  Francisco;  384  y  467. 

Grandoti,  José;  60,  98,  99  y  159. 


844 


ISIDORO    MAIQUBZ 


Gi'enier,  Mr.;  107. 
Gretrv,  Mr.;  394. 
C.rimáldi,  D.  J.;  169  y  440. 
Ouerra  y  Alarcón,  D.  A.;  9. 
rTiiillén  "^Robles,    D.    Francisco; 

463. 
(luznián,  Antonio;  52,  143,  382, 

388,  390,    392,    400,    403,    406, 

409,  422,  421,  434,  444  y   451. 
Giizmán,  María  de;  133. 
Hadot,  Mad.;  406. 
llartzenbusch,   D.   J.   E. ;    158, 

323,  471  y  506. 
lleredia,  D.  José  María  de;  355. 
Mermosilla,  Marqués  de;  224. 
Hernando,  Manuel;  60. 
Heros,   D.  Nicolás  de  los;  252, 

255  y  259. 
Hoffman,    Mr.;    106,    132,    174, 

211  V  216. 
Hoz  y  Mota,  D.  J.  de  la;  105. 
Huerta,  Josefa;   302. 
Ibáñez,  Bartolomé;  133. 
Ibáñez,  JOvSé;    333. 
Ibáñez,  Manuel;  60. 
Ibáñez,  Victoria;  16. 
Inestrosa,  Baltasar;  133. 
Infantado,  El  Duque  del;   294  y 

358. 
Infantes  ó  Navarro,  José;  55,  105, 

106, 107, 108, 110,  129,  130, 131, 

138,  146,  147, 148,  150,  158, 168, 

174, 184, 187,  198,  201,  202,  204, 

209,  220,  274,  284,  286,  302,  320, 

325  y  434. 
Iñíguez,  D.  José  María;  349. 
Iriarte,  Martina;  196  y  221. 
Iriarte,  D.  Tomás  de;   107,  155, 

188  y  331. 
Isabel  de  Braganza;  455. 
Isla,  Conde  dé;  243. 
Isouard,  N.;  205,  211,  225,  376 

y  428. 
Isusquiza,  D.  I),  de;  185. 
Jáuregui,  Antonio;  132. 
Jérica,  D.  Palflode;  278. 
José   Bonaparte;  289,   292,  293, 

295,297,  298,305,321,334  y  350. 
Jouy,  Mr.;  226  y  420. 
Jovellanos;33,  197y  209. 
Junot,  Mariscal;  292. 
Kemble,  J.;  471. 


Kotzebué,  F.;  63,  100  y  442. 
Laborda,  Francisca;  37. 
Laborda,  Ventura;  67,  96,  106, 

109  y  336. 
La  Chebeaussiére;  175  y  316. 
Ladvenant,  María;  308. 
Lafond,  Mr.;  73. 
Laporta,  Gabriela;  37,  64  y  228. 
Laporta,  Vicenta;  55,  61,  67,  82, 

159  y  196. 
Laserha,  D.  Blas  de;  10, 132 y  268. 
Laviano,  M.  F.  de;  27  y  324. 
Laviña,  Teresa;   382,    413,  428, 

445  y  448. 
Laugier,  Adolphe;  71. 
Lebrunier,  Los  hermanos;  383. 
Ledesma,  Mariano;  228  y  268. 
Legouvé,  Mr.  G.;  12  y  169. 
Leiva,  D.  Francisco,  de;  308. 
Lemercier,  Mr.  N.;  148. 
Lemierre,  Mr.;  26. 
Lernotitey,  Mr.;  174. 
León,  José  de;  287. 
León,  Manuel;  52,  126  y  399. 
León,  Ramona;  53, 357, 368  v  426. 
Leopold,  Mr.;  409. 
Leval,  General;  359. 
Lista,  D.  Alberto;  420  y  436. 
Lobera,  Inés;  98. 
Lombia,  Juan;  347. 
Longchamps,  Mr.;  186. 
López,  Ángel;  106,  129,  360,  368, 

394,  411  y  428. 
López,  Dionisio;   382,   393,  404, 

407,409,413,421,445,448  y  449. 
López,   Francisco;   60,  97,   165, 

196,  224,  228,  300,  302  v  320. 
López,  María;  10,  97,  196,  197, 

201,  205, 210,  211,  215,  216,  226, 

246,  302,  320,  325  y  328. 
López,  D.  Santiago;  270. 
Luengo,  Paula;  98,  112, 1^,   175 

y  221. 
Luengo,  Sand.;  98,  112  v  374. 
Luna,  Andrea;  24,  28,  3Í,  37,  47, 

53,  59,  65,  70,  82,  117,  127,  137, 

150, 163,  168, 172, 176, 178,  185, 

187, 195, 197,  201,  205,  206, -210, 

220,  232,  234,  236,  244  y  265. 
Luna,  Josefa;  24,  31,  47,  82,  117, 

171  y  aí51. 
Luna,  Rita;  9, 15, 23, 25  y  siguien- 


índice 


846 


tes,  31,  32,  37,  38  y  siguientes, 
51,53,  56,59,62,  64,65,66,81, 
83,  84,  117,  118,  119,  125,  126, 
128,  147, 149,  157, 167,  171,' 195, 
196,  228,  233,  237,  246,  249,  256, 
257,  258,  259,  260,  261,  262,  263, 
264,288,  304  y  518 

Luna,  Joaquín;  23,  24,  25,  47, 
133  V  256. 

Llaguho,  D.  Eugenio;  160,  188, 
316  y  369. 

Llanos,  Pedro;  16. 

Lledot,  Concepción;  102, 202, 286, 
287,  299,  300,  306,  316,  317,  320, 
336  y  482. 

Llop,'  Joaquín;, 430. 

Llord,  A.;  445. 

Maífei,  Escipión;  322. 

Maiquez,  el  padre,  Isidoro;  15 

V  16. 

Maiquez,   José;  15,  16,  220,  223, 

274,  280,  287  y  2%. 
Maiquez,  Juan;  15,  280,  281, 287 

V  332. 

Malibrán,  Mad.;  62  y  267. 

Maqueda,  José;  220  v  340. 

Maqueda,  María;  1Ó5,  108,  131, 
204,  220,  227,  286,  299,  303,  325, 
390,  393,  4(XJ,  403  v  444. 

Marchena,  D.  J.;  3Ó7,  309  y  321. 

María  Antonia  deXápoles,  Doña; 
233. 

Marinelli  (?);  98. 

Marivaux;  108  y  '¿9t). 

Marmont,  Mariscal;  348. 

Marqués  y  Espejo,  D.  Antonio; 
131,145, 150  y  412. 

Márquez,  Mariana;  55. 

Mars,  Mlle.;  73  v  306. 

-Marsolüer,  Mr.';  102,  107,  127, 
211  y  317. 

Martí,'  D.  Francisco  de  I*.;  87, 
105, 170,  347,  352, 3.59,  408  v  423. 

Martínez,  .Antonio;  97,  129,  131, 
187  y  302. 

Martínez,  Francisca;  133. 

Martínez,  Manuel;  20,  23,  37,  47, 
51,61,  65  y  169. 

Martínez,  María:  6J. 

Martínez,  I).  Pedro  Matías,  279. 

Martínez  de  la  liosa,  1).  Fran- 
cisco; 335,  360,471  y  198. 


Mas,  Justo;  226,  300,  316,  317, 

333,  338,  348,  374  y  404. 
Maseras,  Teresa;  320,  357  y  368. 
Mata,  Juan  de;  97,  221  y  276. 
Mathet,  ü.  M.  P.;  358. 
Matos  Fragoso,  D.  Juan  de;  409 

y  436. 
Mayer,  J.;  377y  390. 
Méhul;  174,  216  y  317. 
Meiía,  Leonarda;  382. 
Melón,  D.  J.  A.;  156 
Mellesville,  Mr.  de;  447. 
Méndez,  María;  133. 
Mendíbil,  D.  Pablo;  322. 
Mendinueta,  D.  Miguel  de;  133 

y  136. 
Mendoza,  D.  Andrés  de;  156  v 

157. 
Menéndez  y  Pelayo,  D.  M.;  309 

y  436. 
Merino,  Alfonsa;  87. 
Merino,  Vicente;  31,  49  y  133. 
Meseguer,  D.  F'rancisco;  369. 
Mesonero  Romanos,  D.  Ramón 

de;  8,  23,  24,  28,  295,  339,  471 

y  502. 
Metastasio;  131  y  305. 
Michel;  155. 
Michelet,  Carlota;  10,  93,  97,  99. 

105,  106,  107, 126, 148,  152,  159, 

160,  196,  299,  306,  320  y  329. 
Miñano,  D.   Andrés;   145  y  152. 
Mircourt,  Mr.  de;  413'. 
Moctezuma,  Conde  de;  391   y 

429. 
Mogrovejo,  Ignacio;  220  y  221. 
Mofiére;  111,  154, 185,  188,  309  v 

420. 
Molina,  Manuela;  434,  444  y  445, 
Molino,  Antonia,  368,  369,  374, 

429,  434  y  448. 
Molins,  Marqués  de;  440. 
Mon,  D.  Arias;  259  y  358. 
Monojy,  Mariscal;  ¿93. 
Moncíñ,  Luís;  109  y  140. 
Mondragón,  María;  211. 
Montéis,  Manuela;  29,  82,   127, 

165  y  166. 
Montrosor,  J.  H.;  376. 
Monvol,  Mr.,  149  y  306. 
Mora,  D.  José  J.'  de;  436,  437, 

4 19  V  450. 


H4tí 


ISIDORO    MAIQUBZ 


Moral,  D.  Pablo  del;  10,  83,  132, 

197  y  217. 
Morales,  Manuela  de;   61,    138, 

148,    170,   190,    205,211,220, 

238  y  268. 
Morales,  Petronila;  133. 
Morales  Guzmán,  D.  Juan  de;  64 

y  69. 
Morante,  María;  30. 
Moratín,  D.  Nicolás  F.  de;  209. 
Moratín,  D.   Leandro    Fernán- 
dez de;  8,  48,  63,  75,  76,  78, 

79,85,87,88,  89,  134,  152,  155, 

156,  157,    212,   229,   251,   270, 

276,  287,  299,   304,  308,   322, 

325,  332,  338,  358,  380,  391,  392, 

427,  459,  471,  494  y  497. 
Moreno,  Benita;  10,  376,  377,  399, 

404,  424  y  434. 
Moreno,  D.  Custodio;  358. 
Moreno,  Francisca;  10,  376,  377, 

404  y  434. 
Moreno,   D.   Francisco  Javier; 

376. 
Moreno,  Las  hermanas;  353,  376, 

382,  399,  407,  420  y  422. 
Moreno,  D.  José  Eustaquio;  135, 

162,  190  y  266. 
Moreno,  D.  Tadeo;  275. 
Moreto,  D.  A.;  11,  57,  193,  322, 

383  y  409. 
Morillo,  D.  Pablo;  351. 
Moro,  Rafaela,  133. 
Mosca;  10  y  448. 
Mozart;  129. 

Muñoz,  D.*^  Francisca;  229. 
Muñoz,  Julián;  10, 196,  269,  300, 

316,  317,  329,  332,  393,  420,  422, 

445,  448,  449  y  459. 
Muñoz,  Juan;  93,  98,  99,  106, 107 

y  126. 
Muñoz,  Miguel;  264  y  265. 
Murat,  Joaquín;  295'. 
Napoleón,   El   Emperador;  293, 

294,  295,  296  v  298. 
Navarro,  D.  Andrés;  78,  88,  120, 

121,  123,  135,  139, 162  y  163. 
Navarro,  Joaquina;  66. 
Navarro,  Luis;  47,  56,  62,  67,  88 

y  133. 
Nííb,  D.  Francisco  Mariano;  131. 
Norieya,  Josefa;  263. 


Ogirando,  D.  G.  de;  155  y  277. 
Olavide;  76,  307  y  323. 
Olivares,  Juliana;  133. 
Olivér,  D.  Miguel;  128. 
Oliver,  Tomás;  88. 
Ordejón,  D.  Ignacio  de,  132. 
Ürdóñez,  Juan  Luis;  133. 
Oros,  José,  9,  82,  104,  108,  117, 

120,  197,  201,  204,  206,  209,  211, 

215,    221,  227,  245,  276,    300, 

305,   316,  320.  329,   357,   368, 

375,  401,  411,  V  414. 
Ortega,  Angeles;  104,  108,  148, 

152, 168,  172,  204,  220  y  222. 
Ortigas,  Antonio;  228,  279,  300, 

303,  305,  328  y  351. 
Ortiz  y  Sanz,  D.  José;  271. 
Osorio,  Manuel,  263. 
Osorio  y  Bernard,  D.  M.;  138. 
Osuna,  D.^  María  J.  P.  Duquesa; 

70  y  93. 
Pacheco,  Manuela;  61. 
Paér,  F.;  422. 
Palacios  Marqués  de;  169. 
Palafox,  D.  José  de;  291. 
Palma,  Josefa;  372  y  373. 
Palomera,  Juana;  381  y  393. 
Palomera,  Nicolasa;  20,  29  y  133. 
Palomino,  Tadeo;  133. 
Pariseau,  Mr.;  326. 
Parra,  Pablo;  126. 
Pastor,  D.  J.  Francisco;  105  y 

131. 
Pavesi.  E.;420. 
Pau,  Juan,  196,  201,  205,  211  y 

226. 
Paz,  María  Coleta;  9,  59,  67,  83, 

126,  128,  156, 160, 196,  246,  263, 

264,  265,  268,  276,  278,  279,  302, 

320,  328  y  329. 
Paz,  D.  Narciso;  306  y  317. 
Paz,  Pedro;  357. 
Paz,  D.  Timoteo;  295. 
Pedrell,  D.  F.;  61, 146,  147,  150  v 

187. 
Pehzzoni,  R.;  126. 
Pelletier-Volnieranges,  Mr.;  331 . 
Pellicer,  D.  C;  162,  217, 229  v  251 . 
Pellicer,  D.  J.  A.;162. 
Peña,  Julián;  88. 
Perales,  Marqués  de;  252,  255, 

259,  275,  285  y  287. 


ÍNDICE 


847 


Perav,  D.  Juan  Antonio;  134  y 
14L 

Pérez,  Eugenio;  104,  203,  209, 
220  V  222. 

Pérez;  Josefa;  133. 

Pérez,  Rafael;  .59,  66,  82,  104, 
105,  108,  117,  131, 136, 159, 160, 
168,  173,  184, 187, 198,  201,  202, 
206,  209,  215,  220,  236,  275,  283, 
285,  286,  300,  306,  320,  350,  357, 
360,  368,  401,426,  445  y  482. 

Pérez  Valiente,  D.  J.;  181. 

Perrault,  C;  376. 

Picard;  104,  108,  174,  206  y  277. 

Piccinni,  Alejandro;  205  v  403. 

Pigault-Lebrun,  Mr.;  '173  y  395. 

Pinto,  Antonio;  67,  83,  117, 126, 
128,  136,  1.37,  139, 140, 156, 157, 
162,  171,  196,  212,  219,  222,  223, 
239,  252,  287  y  299. 

Pinto,  Dolores;  440  y  458. 

Pirón,  A.;  207. 

Pixerecourt,  Mr.;  184  y  390. 

Planard,  Mr.;  435. 

Plano,  D.  J.  Francisco  del;  85  y 
123. 

Plantade,  Mr;  174  y  326. 

Ponce,  .\ntonia;  287. 

•Ponce,  Antonio; 9,  59,  67,  83, 117, 
126,  128,  156, 157, 164, 167, 196, 
212,  219,  227,  228,  232,  246,  276, 
278,  287,  300,  301,  303,  304,  305, 
307,  309,  310,  316,  325,  333,  336, 
338,  .343,  347,  355,  367,  368,  372, 
390  y  419. 

l*once,  Juan;  25. 

Porcel,  D.  José  Antonio;  323. 

Poveda,  Ü.  Agustín  Juan  de;  3.54. 

Prado,  Antonia;  15, 17  y  siguien- 
-  tes,  23,  29,  37,  50,  54, '55,  .59,  60, 
65,  67,  70,  81,  82,  90,  93,  94,  95, 
96,  97,  lOíJ,  101,  103,  1ÍJ6,  107, 
108,  110,  112,117,124,126,129, 
130,  131,  137,  1.38,146,147,148, 
1.55,  1.56,  1.57,  1.58,  163,  165,  168, 
169,172,174,  176,184,186,188, 
J95,  198,  201 ,  202,  204,  209,  21 1, 
215,  216,  220,  224,  227,  232,  236, 
237,  244,  24.5,  271,^4, 286,  288, 
299,  302,  305,  307,  319,  4íX>,  424, 
425  y. 517. 

Prado,  Antonio  de;  17  v  30. 


Prado,  Vicenta;  19. 

Prieto,  Andrés;  220, 221,  238,  271, 

281,  286,  287,  434,  435,  438,  445, 

454,  459  y  500. 
Puccita,  V.;  424. 
Puchol,  María;  133. 
Puig,  María;  93. 
Pulpillo,  María;  31  y  133. 
Quaisin,  Mr.;  390. 
Quatrini,  Justina;  399. 
Querol,  Mariano;  9,  31,  64,  83, 

94,  96,  101,  103,  105,  106,   117, 

120,   124,    126,   128,   146,   156, 

165,   196,   212,   228,   229,   246, 

269,  276,  279,   300,   304,   343, 

368,  418  y  444. 
Quescida,  Ana  de;  133. 
Quintana,  D.  M.  J.;  182,  209, 

239,  246,  252,  276,   291,  292, 

327  y  369. 
Rabadán,  D.  Diego;  370. 
Raboso,   Mariana;  223 
Racine,  J.;  316. 
Ramírez,  D.  N.;  152. 
Ramos,  Francisco;  51,  53,  61, 

62,  65,  133  y  268. 
Ramos,  Josefa;  299, 301, 320  y  401 
Ramos,  Juan;  49  y  148. 
Ramos,  María;  106  y  175. 
Ramos,  Mariana;  96  y  103. 
Ramos,  Rafael;  133. 
Ramos,  Tomás;  133. 
Ramos,  Vicente;  133. 
Raynouard,  Mr.;  269 
Re^nard,   Mr.;  201,  445  y  452. 
Rema,  Gregorio;  320. 
Reveroni  Saint-Cyr.;  159  y  237. 
ReviJla,   D.    Manuel  do  la;    8, 

48,  203,  218,  230,  296,  303,  361, 

385,  419,  453,   461,  462,  467, 

468,  471  y  508. 
Rey,  Ferm'ín  del;  57,  133  y  169.- 
Reyes,  Ana  María;  96. 
Reynalte,  D.  Rafael;   252,  255, 

259  y  264. 
Reynoldí,  D.  Miguel;  135. 
Ribelles,  D.  José;  209,  277,  310, 

315,  324,  325,  374  y  468. 
Ribera,  E.;  24,  2.5,  28,  31,  37  y  47. 
Ribera,  María;  83,  117,  1.56,  157, 

1%,  224,  229  y  338. 
Rifatierra,  .\ngela;  31. 


848 


ISibObO    MA1QÜB2 


Kigali  José;  196. 

Kíbs,   María;  66. 

Kivas,  Antonio  de;  L33. 

Kivas,  Juan;  83. 

Robles,  Antonio;  30,  35,  49,  53, 

54,  55,  57,  65,  66,  133,  148,  223, 

268,  325,  330  v  344. 
Rochel,  Polonia;  31,  56, 64, 133  v 

304. 
Rodrigo,  Teresa;  31. 
Rodríguez,  Concepción;  434,  439 

y  440. 
Rodríguez  de  Ledesma,  D.  F.; 

78,  169,  209  y  210. 
Roger;    175. 
Rojas,  Agustín;  17. 
Rojas  Zorrilla,  D.F.;  18,  57  y  301. 
Rojo,  Fermín;  165. 
Roldan,  Agustín;  48,  49,  82,  221, 

275,  279  y  302. 
Romea,  Florencio,  463. 
Romea,  Julián;  162  y  463. 
Romero,  Lorenza;   382. 
Romero,  Vicente;  30. 
Ronda,  Francisco;  97,'104,  130, 

148,   158,   159,   168,    187,  220, 

245,  357  y  426. 
Ronzi,  D.    Melchor;  67,   92,   93, 
.    95,  96,  98,    117,   124,    125,  127, 

128,   129,   132,   133,   134,    135. 

136,  165,  379  y  516. 
Ropavejero,  D.  F'elipe;  9. 
Rosales,  D.  Antonio;  10. 
Rósete,  D.  P.;17. 
Rossini,  J.;  10.  353,  376,  377,  403, 

407  y   448. 
Ruano,  Juan  r*edro;  133. 
Saavedra,  D.  Francisco;  65. 
Sabatini,  María;  422  y  424. 
Saint  Prix,  Mr.  de;   180. 
Sala,  Adelaida;  353. 
Salas,   D.     Francisco  Gregorio 

de;  115  V  235. 
.Salieri;    128. 

Salvatierra,  D.   Valeriano;   468. 
Sánchez,  D.  Julián;  348. 
Sánchez,  Teresa;  108,  343,   344, 

347,  368,  372  y  390. 
Sánchez,  Vicente;    30,  67,    82, 

117,  127,160,  196  y  300. 
Sánchez  Barbero,  D.  P'rancisco; 

278,  279  V  290. 


San  Juan,  Marqués  de;  324. 
.Sanz,  Antonio  Pérez  y;  13,  274, 

288  y  300. 
Sarraláe,   D.   Miguel;  274,   308. 

309  y  326. 
Satini,  D.  Juan;  350  y  351. 
Sauvigny,  Mr.;  57. 
Saviñon;  D.    A.;  170,   234,   334, 

360,  363,   364,  444  y  453. 
.Schirra,  Miguel;  459. 
Sedaine,  Mr.;   227  y  394. 
Serrano,  Dolores;  422. 
Silvela,  D.  Manuel;  87  v  156. 
Silvostri,  Antonio;  131,''326,  387, 

390,  400,    403,   409,   422,   424, 

444  y  453. 
Sograñ,  N.;  404. 
Solié;  106  y  149. 
Solís,   D.   Antonio;   53,   67,  147 

y  167. 
Solís,  D.  Dionisio;  82,  100,  136, 

137,  138,   146,   158,   187,   219, 

220,  221,  223,   237,   271,    300, 

308,   322,   338,    349,   354,   355, 

369,   384,   400,   404,   405,   427, 

436,  459  y  506. 
.Solís,  Josefa;  60. 
Solisbella,  Tiburcio;  97. 
.Solo  de  Zaldívar,  D.  Bruno;  37. 
Sort,  D.  Narciso;  175. 
Sotelo,  (?;;  359. 

Soto,  Antonio;  55,  60,  279  y  302. 
Soult,  Mariscal;  351. 
Spontini;  226  y  420. 
Spontoni,  Josefa;  381,  382,  400, 

407,  422,  424,  448  y  449. 
Spontoni,  Luis;  381  y  382. 
Suárez,   Joaquín;  104,  105,  106, 

108,   129,  130,   148,    150,   156, 

198,  309  y  343. 
.Sunsalde,  D.  Manuel  de;  326. 
Tadey,   D.  Antonio  María;  132, 

423  y  453. 
Taima,  Francisco;  59,  71  y  si- 
guientes,  110,  145,    158,  180, 

468,  471,  474,480,  495  y  499. 
Talle vrand.  El  Príncipe  de;  294. 
4'amayo,  D.  Manuel;  287,  321  v 

354. 
Tapia,    1).  Fuuenio  de;   103,  166 

\   329. 
Tapia,  Joac|UÍn;  83. 


ÍNDICE 


849 


Thuring,  General;  428. 

Tiran,  Juan;  128. 

Tirana  La,  \ .  Fernández,  Ma- 
ría del  Rosario. 

Tirso  de  Molina;  6G,  305,  H08,  ;374, 
427  y  459. 

Tordesillas,  Cafalina;  138. 

Torre,  D.  D.  de  la;  i56  v  304. 

Torre,  Gertrudis,  52.  96",  99,  100, 
103,  104  V  siguientes,  110,  112, 
126,  129,  131,  1.38,  146,  147, 
148,  150,  152,  156,  169,  173, 
175,  183,  185,  188,  201,  204, 
221,  227,  274,  286,  299,  305, 
309,  325,  335,  343,  353,  390, 
400,  406,  434  y  451. 

Torre,  Joaquina;  147,  205  y  211. 

Torre,  Manuel;  24,  31,  304  v  324. 

Torrellas,  Benito;  98,  99,  101, 
106,  107,  146,  152,  155,  159  v 
205. 

Torres,  Agustina;  66,  143,  ;326, 
:S44,  ;368,  380,  381,  390,  m\, 
400,  403,  406,  407,  422,  424, 
134,  438,  444,  451,  457  y  482. 

Torres,  Josefa;  97. 

Trigueros;  26,  128,  167,  170, 176, 
271,  277  y  424. 

Urquijo,  D.  Mariano  Luis  de; 
69,  77,  90,  124,  251  y  299. 

Vaca,  Francisco;  61,  83,  126, 
128,  212,  228,  276,  279  y  302. 

Valdés,  Gertrudis;   16. 

Valdés,  Luisa;  368,  374, y  390. 

Valmar,  Marqués  do;  64,  278  v 
291. 

V^alladar,  Francisco;  382. 

Valladar,  U.  Francisco  de  Pau- 
la; 16,  47  y  463. 

Valladares,  D,  Antonio;  57,  121. 
130,  351  V  358. 


LO  y 

Valles,  José;  195,  197,  202  y  209. 
Valles  y  Codes,  D.  J;  169  y  309. 
Valleverde,  Antonio;  83. 
Vargas,  María;  188  y  317. 
\'argas  y  Ponce,  D.  José;   277. 
Vázquez,  María;  55  y  61. 
Vega,    Lope  de;   lil,  167,    176, 

196,  204,233,  305,  308  y  434. 
Velasco,  Concepción;  269,  271, 

273,  275,  286,  287,  302,  320  v 

440. 
Vestris,  Armando;  243  v  353. 
Vial;  211. 
Vico,  Antonio;  9, 
Viegas,  D.  Simón  de;  183. 
Villanueva,   D.  Juan  de;  id'.)  \ 

240. 
Villaviciosa,    D.    Sebastián  de; 

400. 
Villegas,  Francisco  de;  57. 
Villegas,  Juan  Bautista,  54. 
ViUes,  Mr.;  211. 
Viñuela,  D.  Juan  de;  222. 
Virg,  .losefa;  9,  52,  55,  67,  83, 

117,    126,   196,  212,    228,  246, 

276,  279,  286,  299,  301,  303,  309, 
•317,   325,   ;128,   329,   351,    357, 

368,  401,  440  y  445. 
Vives,  María;  382  y  448.   • 
Voltaire;71,77,  322y  326.      . 
Wellington,  Lord;  348,351  y  370. 
Zamora,  D.  A.;  105  y  205. 
Zarate,  Antonia;  56  y  337. 
Zarate,  D.  Fernando  de;  .308. 
Zarate,  María  de;  56  y  133. 
Zavala  y  'Zamf)ra,  D.   Gaspar; 

54,57,  123,  150,  160,   172,  173, 

184,  216,  227,  289,  291,  292,  305, 

306,  327,  335,  349,  406  y  408. 
Zeno,  Apostólo:  334  y  Ú2,. 


54 


índice  general 

Págiifas. 

Prólogo 7 

Capítulo  I.— Nacimiento  y  familia  de  Isidoro  Maiquez,— 
Educación.— Su  gusto  por  el  teatro  y  primeros  ensayos. 
—Su  matrirñonio.— Mérito  artístico  de  su  mujer  Anto- 
nia Prado. — Logra  Maiquez  entrar  en  las  compañías  de 
Madrid.— Los  teatros  de  la  corte.— Personal  de  ambos. 
—Rita  Luna:  sus  primeras  representaciones.— Escasos 
progresos  de  Maiquez  en  el  arte  (1768-1793) 15 

Capítulo  IL — Asciende  Maiquez  á  sobresaliente  de  la  com- 
pañía de  M.  Martínez.- Primer  galán  que  ejecuta.— 
Abandona  á  sus  compañeros  en  el  año  siguiente. — Pro- 
gresos de  Rita  Luna.  — Vuelta  á  Madrid.  — Defectos  de 
Maiquez  en  cuanto  actor.— Disensiones  conyugales.— 
Cambios  en  las  compañías.  -¡Siempre  de  sobrecaliente! 
(1793-1798; 35 

Capítulo  IIL — Maiquez  primer  actor  de  los  Sitios. — Altera- 
ciones en  el  personal  de  las  compañías.— Aparición  en 
el  teatro  del  famoso  tenor  Manuel  García.— Grandes 
éxitos  de  Rita  Luna.  — Maiquez  primer  actor  en  Madrid. 
—Entrada  en  el  teatro  de  Rafael  Pérez,  Juan  Carrete- 
ro, Coleta  Paz  y  Antonio  Ponce,  todos  excelentes  acto- 
res.—Proyecta  Maiquez  ir  á  París. — Oposición,  de  los 
Comisarios  que  cede  ante  el  apoyo  de  Godoy.— Sale  Mai- 
quez de  España.— Taima  ó  Isiuoiio  Maiquez  (1798-1800)..        59 

Capítulo  IV.— Cambios  importantes  en  la  organización  de 
los  teatros.— La  Mesa  censoria:  trastornos  que  causa. 
—  Llegan  estas  noticias  á  Francia  y  Maiquez  regresa 
para  ver  que  se  le  había  excluido  de  las  compañías.— 
Vueltaá  París  (1800) 75 

Capítulo  V.  — Posición  difícil  en  que  se  halló  Maiquez  al 
volver  de  Francia.— Recházale  la  Junta  de  reforma.— 
Organiza  una  compañía  para  el  teatro  de  los  Caños  del 


852  ISIDORO  maiqüez 


Páginas. 

Peral. — Dificultades  que  la  Mena  le  suscita.—  Personal 
de  su  compañía.  — Abre  aquel  teatro  el  13  de  Junio  de 
1801.— Su  primera  salida.— Representa  en  toda  clase  de 
obras.  — Enumeración  de  las  principales.— Sátiras. — Es- 
treno del  Ótelo  y  entusiasmo  que  produce.— Juicios  so- 
bre esta  representación  (1801-1802) 91 

Capítulo  VI.— Decadencia  de  los  teatros  del  Príncipe  y  de 
la  Cruz  por  los  desaciertos  de  la  Junta  de  reforma.— ^w 
disolución.— Proyectos  pafa  reemplazarla.— Empresa  de 
D.  Melchor  Ronzi.— Intenta  excluir  á  Maiquez  y  no  lo 
consigue.— Estreno  de  El  oaiio  humillado. --Que¡as  con- 
tra Ronzi. — Incendio  del'teatro  del  Príncipe.— Quiebra 
de  Ronzi.  — Los  teatros  administrados  por  los  cómicos. 
—Forman  nuevas  compañías.  — Maiquez  y  la  Junta.— 
Maiquez  director  de  los  Caños.— Estreno  de  Blanca  y 
Moncasin. Sátira  de  Arriaza. — Otras  obras.— Óperas 
de  Manuel  García.  — Estreno  de  La  lugareña  orgullosa 
y  de  El  barón.  —  Estreno  de  Zeidar.  —  Fin  del  año 
cómico  (1802-1803) 117 

Capítulo  VIL— Organización  de  las  compañías  en  1803. — 
La  Condesa  de  Castilla  y  otras  obras.  — Memorable  es- 
treno de  La  muerte  de  A¿e¿.— Sátira  de  Arriaza.  -  Otros 
varios  estrenos  de  óperas  y  dramas.— Refundiciones  del 
teatro  de  Lope  de  Vega. -Críticas  y  sátiras  contra  la 
declamación  de  Maiquez.— isí  Diario  de  Madrid.— El 
regañón  general.  — Enivenos  de  El  optimista  de  D.  Ja- 
vier de  Burgos  y  de  El  Cid  de  García  Suelto.  — Fracaso 
de  El  Rábula  de  D.  Simón  de  Viegas.— Representación 
de  Mac6eí/i  (1803-1804) KU 

Capítulo  VIIL  — Nuevos  ataques  satíricos  al  teatro  de  los 
Caños.— Costesta  Maiquez  en  la  prensa.— Formación  de 
Iconipañías  orí  1804.  -  Apertura  de  los  coliseos  y  obras 
que  ejecutan.- Maiquez  en  Orosmán. — Estreno  de  El 
riiéííraií/o. —Discordia  entre  los  actores  de  los  Caños. — 
Salen  Bernardo  Gil  y  Caprara.— Estrenos  de  Maiquez: 
La  Dorotea,  El  reconciliaaor,  Esopo  moderno.  La 
musa  aragonesa,  Pelayo  y  Lucrecia  Paa^í.- Estrenos 
musicales  de  García.  — Oratorios.— Estreno  de  La  mogi- 
VY/r/,  en  ol  teatro  do   I:-   Cruz  0804-180.')) 189 


ÍNDICE  853 


Páginas . 

Capítulo  IX.— Isidoro  Maiquez  y  el  Subdelegado  de  tea- 
tros.— Compañías  y  funciones  de  1805.— Manuel  García 
y  sus  monólogos.  — Prohibición  de  La  muerte  de  Abel.— 
Maiquez  abandona  el  teatro  de  los  Caños  y  es  destemi- 
do.— Se  cierra  el  teatro  y  disuelve  la  Compañía.— Anto- 
nio Pinto  encargado  deformar  otra. — Su  proceder  en 
esta  comisión. — Disgusto  de  Manuel  García  y  otros  ac- 
tores.—Nueva  compañía  de  los  Caños  ó  del  Príncipe.— 
Obras  que  ejecuta.  —  Proyecto  de  reconstrucción  del 
teatro  del  Príncipe. — Estreno  en  la  Cruz  de  El  sí  de  las 
/u/í«s  (1805-1806; 213 

Capítulo  X.— Vuelta  de  Maiquez  á  los  teatros  de  Madrid. 
—Condiciones  depresivas  en  que  le  admiten  sus  compa- 
ñeros.- Los  hijos  de  Edipo:  su  estreno.  — Muerte  de  la 
Princesa  de  .4sturias  y  suspensión  de  las  representa- 
ciones.—Estreno  de  El  opresor  de  su  familia,  comedia 
de  Enciso. — Inauguración  del  nuevo  teatro  del  Príncipe. 
—Funciones  extraordinarias  en  los  Caños.  — Brillante  y 
última  campaña  de  Rita  Luna  en  el  teatro  de  la  Cruz 
(1806-1807) 231 

Capítulo  XI.— Vuelve  á  la  Villa  de  Madrid  la  dirección  y 
administración  de  los  teatros.— i2e<7/ame/i£o  que  dicta. 
—Nuevas  compañías.  —  Retirada  imprevista  de  Rita 
Luna.— Sustituyela  Coleta  Paz.— Origen  y  costumbres 
de  esta  actriz. —  Otras  jubilaciones  importantes.— Sale 
de  España  Manuel  García.— Apertura  de  los  teatros.— 
Estreno  de  Los  Templarioa  y  del  Orestes.—  X'dc'dciones 
del  teatro  del  Príncipe.  — Estrenos  dfi  varias  obnis  de 
menor  interés.- Estreno  en  la  Cruz  del  Coriolano  de 
Sánchez  Barbero.--! labilidad  de  José  Maiíjuez  como  tra- 
moyista.—Celo  de  Maiquez  por  la  dignidad  de  su  profe- 
sión (1807-1808) 251 

Capítulo  XII.— Nuevos  disturbios  en  la  compañía  del  Prín- 
cipe.—Quedan  excluidos  en  la  nueva  formación  Mai- 
quez y  Antonia  Prado.— Catástrofe  del  Dos  de  Muye- 
le cierran  los  teatros. — Salida  de  los  franceses.  — Explo- 
sión de  entusiasmo  patriótico. — Piezas  dramáticas  que 
lo  reflejan. — Vuelta  de  los  franceses. — Decadencia  de 
los  espectáculos.—  Peregrinación  de  Isidoro  Maiquez 


854  ISIDORO   MAIQUBZ 


Páginas. 

en  provincias.— Regresa  y  es  preso  y  desterrado  á  Fran- 
cia.—Traído  y  puesto  al  frente  del  teatro  oficial  español 
subvencionado  por  el  rey  intruso.— Funciones  que  dan. 
— Nueva  compañía  en  la  Cruz  dirigida  por  Manuela  Car- 
mona.— Ejecuta  Maiquez  la  Raquel,  de  Huerta.  -Otras 
obras.— Año  cómico  de  1810  á  1811.— Estreno  de  La  iio- 
oicia  ó  la  oÍGtima  del  c¿aíísíro.— Actividad  de  Maiquez. 
—Retiro  de  la  Prado.— Estreno  de  El  hipócrita,  de  Mar- 
chena.— Estreno  del  Osear.— Óperas  en  este  período.— 
El  teatro  de  la  Cruz  (1808-1811; 283 

Capítulo  XIII.— Nuevas  compañías.— Gana  terreno  la  re- 
surrección de  nuestro  antiguo  drama. — Refundiciones. 
—Estreno  de  la  Mérope  y  del  Cinna.— En  la  Cruz  estre- 
na Moratín  La  escuela  de  los  maridos.— E\  hambre  en 
Madrid.— Soledad  de  los  teatros.— Nuevo  año, — Cambio 
de  empresa  en  la  Cruz.  — Maiquez  representa  La  muer- 
te de  Agamenón  y  Macbeth.—Otvsis  obras.— Salen  los 
franceses  de  Madrid.— Estreno  de  Roma  libre. — Des- 
membración de  las  compañías.— Maiquez  enfermo.— 
Otra  vez  los  enemigos  en  Madrid.— Varios  cambios  en 
los  teatros.  — Estreno  del  Omasis. — Repetición  de  El  si 
de  las  niñas. — Bailes  de  máscaras.— ¿"Z  entierro  de  Don 
Guillermo  y  prisión  de  los  cómicos  que  lo  ejecutaron.— 
Clausura  del  teatro  del  Príncipe  (1811-1813).    ....      319 

Capítulo  XIV. — Ultima  salida  de  los  franceses.— Patrio- 
tismo de  los  madrileños  reflejado  en  el  teatro. — Estreno 
de  El  Dos  de  Mayo,  al  que  siguen  otras  muchas  piezas 
patrióticas  en  ambos  teatros.  — Regreso  de  Bernardo  Gil. 

—  Estrena  Maiquez  la  Virginia  de  Solís  y  Cayo  Graco. 

—  Llegada  de  la  Regencia. — Renuévanse  las  representa- 
ciones de  piezas  políticas  (1813) 343 

Capítulo  XV.— Nueva  formación  de  compañías.— Salida  á 
escena  de  Antera  Baus.— Continúan  las  representaciones 
políticas.  — Prisión  de  Maiquez  como  liber¿il.  — Entrada 
del  Rey  y  de  los  ingleses.— Desbordamiento  poético.— 
Maiquez  en  UberUid.—El  hogar  patriótico,  de  Arriaza, 
con  la  Profecía  del  Pirineo,  recitada  por  Maiquez,  y  El 
desenfado,  por  Cristiani  y  Avecilla.— Otras  piezas  de 
circunstancias.- Mayor  novedad  en  las  representacio- 


ÍNDICE  855 


Páginas, 

nes  de  la  Cruz.— Estreno  de  La  Cenicienta,  ópera.— 
Aparición  de  las  hermanas  Moreno  en  las  tablas  (1814). .      367 

Capítulo  XVI.  — Vuelve  la  Villa  de  iMadrid  á  encargarse  de 
los  teatros.  — Forma  las  compañías  con  varias  partes 
nuevas.— Agustina  Torres:  su  mérito.— Entrada  en  los 
teatros  de  Madrid  de  Antonio  Guzmán,  después  célebre 
gracioso.— Los  músicos  de  la  orquesta  contra  los  cómi- 
cos.— Retrato  de  Maiquez  grabado  por  Esteve  como  tes- 
timonio de  aplauso  público.— Dedicatoria  del  Orestes. — 
Estrenos  en  este  año.  — Utilidades  de  los  cómicos.  — Los 
estrenos  en  la  Cruz  (1815-1816)_. 379 

Capítulo  X VIL— Estreno  de  la  notable  comedia  antigua 
refundida  Cuantas  ceo  tantas  quiero,  por  Isidoro  Mai- 
quez.—Otras  representaciones.— Ganancias. —  Los  re- 
vendedores de  entonces.  — Estreno  del  drama  La  urra- 
ca ladrona.— Otros.  -  Obras  nuevas  en  la  Cruz.— Muer- 
tes de  Francisco  Baus  y  de  José  Oros  (1816-1817)..     .     .      399 

Capítulo  X VIH.  — Maiquez  excluido  de  las  compañías  de 
Madrid  en  1817.— Versos  satíricos  que  le  dirigen. — Cómo 
quedan  organizadas  las  compañías.— Estrenos  en  el 
Príncipe.- Mayor  importancia  de  las  óperas.  — Estrenos 
del  Marco  Antonio,  La  Vestal,  La  Griselda  y  El  inclu- 
sero.—F.xito  inusitado  del  melodrama  La  cabeza  de 
¿ro/icí?.- Ultimas  y  extraordinarias  salidas  á  escena  de 
Antonia  Prado. — Época  de  los  melodramas. — Estreno  de 
algunos  en  la  Cruz:  El  oiejo  de  la  montaña,  El  huérfa- 
no y  el  asesino  ó  el  calle  del  torrente. — Antonia  Molino 
y  el  Corregidor  Moctezuma '<1"817-1818) 417 

<^  apítulo  XIX.— Nuevo  reglamento  de  teatros  inspirado 
por  Isidoro  Maiquez  al  volverá  los  de  Madrid.  — Forma- 
ción do  compañías.— Obras  en  este  año.— Estreno  do 
Niño  //,  — Enfermedad  de  Maiquez.  —Trabajo  ¡mi)0rtan- 
te  de  Andrés  Prieto.- Primera  salida  á  escena  do  Con- 
cepción Rodríguez.  — Estrenos  en  el  teatro  de  la  Cruz.— 
El  Duque  de  Craón,  El  hombre  gris,  La  comedian- 
ta,  El  anillo  mágico  de  la  reina  Berta  y  Los  moros  de 
Granada.  -  Memorables  representaciones  de  Maiquez 
en  el  mes  de  .lulio  de  1818,  en  el  cual  trabajó  veintisiete 
días  y  en  quince  obras  diferentes.— Regreso  á  España  de 


856  ISIDORO   MAIQÜBZ 


Páginas. 

Lorenza  Correa. — Operas  que  ejecuta. — Los  pretendien- 
tes.— El  turco  en  Italia. — Estrena  Maiquez  la  comedia 
de  Gorostiza  Indulgencia  para  todos,  El  Jugador  y  la 
Numancia,  reformada  por  D.  Antonio  Saviñón. — Enfer- 
ma nuevamente  Isidoro  Maiquez.  — Muerte  de  la  Reina 
Isabel  de  Braganza.-Ciérranse  los  teatros  (1818).  ...      431 

Capítulo  XX.— Formación  de  1819.— Retirada  de  Bernar- 
do Gil.— Andrés  Prieto  silbado  en  el  Ótelo. — Intrigas 
contra  Maiquez.— Conducta  íibusiva  del  Corregidor  con 
Isidoro.— Se  le  jubila  forzosamente  y  destierra  á  Ciu- 
dad Real.  — Logra  permiso  para  ir  á  Granada.— Sínto- 
mas de  locura.  — Decaimiento  físico.— Estalla  la  demen- 
cia furiosa  y  con  ella  viene  el  agotamiento  de  fuerzas. — 
Recobra  el  juicio  para  expirar  el  17  de  Marzo  de  1820.— 
Su  sepultura  y  monumento.  — Honores  postumos.— Re- 
tratos de  Maiquez 457 

Capítulo  XXL— Elogios  y  juicios  referentes  á  Isidoro  Mai- 
quez.—Artículo  necrológico  de  El  Universal  de  1820.— 
Apoteosis  de  A/a¿gae5,  pieza  representada  en  1821.— Opi- 
niones de  Kemble,  Solís,  Moratín,  Alcalá  Galiano,  Mar- 
tínez de  la  Rosa,  D.  José  de  la  Revilla,  Mesonero  Roma- 
noSj  Hartzenbusch  y  otros 473 


Apéndice  I. — Fragmento  de  un  Diario  de  Madrid,  extnx- 

vagante,  de  1802 515 

Apéndice  II.  — Documentos  relativos  á  la  subvención  del 

teatro  español,  por  José  Bonaparte 521 

Apéndice  III. — Listas  de  compañías  de  los  teatros  de  Ma- 
drid, desde  1794  á  1819 529 

Apéndice  IV.— Obras  representadas  en  los  mismos  desde 

•      1801  á  1819 574 


índice  de  los  fotograbados 

Páginas. 


lletrato  de  Maiquk/ '> 

Rita  Luna  en  La  esclaüci  del  Xegroponto oU 

Caricatura  de  Rita  Luna 43 

Maiquez  en  Oíe¿o 113 

Retrato  de  Lorenza  Correa 164 

Maiquez  en  Orosmán 199 

Retrato  de  Joaquín  Caprara 203 

Retrato  de  MicuEí.  Garrido 208 

Escultura  que  representa  á  Rita  Luna 247 

Medallón  con  retrato  de  Rita   Luna 260 

Rita  Luna  por  Goya 262 

Retratos  de  Manueí.  García  Parra. 267 

Maiquez  en  Osear. 315 

Busto  de  Antera  Baus 336 

Retrato  de  Juan  Carretero 345 

Maiquez  en  Roma  libre 361 

Retrato  de  Maiquez,  graljado  por  Esteve 385 

Retrato  de  Antonio  Guzmán 388 

Retrato  de  CoNf;EP(;i(')N  Rodríguez 439 

Monumento  sepulcral  de  Isidoro  Maiquez 465 

Busto  de  Maiquez  por  1).  V.  Salvatierra 469 


EPtR  ATAS 


Página. 


Linea. 


Dice. 


Léase. 


63 

36 

1796 

1795 

76 

9 

Laurisio 

lM.uriso 

76 

41 

Pianito 

Moliere 

87 

21 

enrrostrada 

enrostrada 

104 

12 

nuevo 

novel 

126 

9 

excelente 

el  excelente 

133 

40 

recursos 

socorros 

i38 

-7 

se  le 

(sobre  el  le) 

139 

33 

D.  Santos) 

sobra  el  paréntesis) 

139 

34 

informe, 

informe) 

149 

I  5 

el  mismo 

el  mismo  Arellano, 

209 

6 

excute 

execute 

216 

5 

música,  italiano 

música  italiano. 

219     • 

26 

excluidos 

fuera 

220 

2 

quedaban  fuera 

desaparecían 

233 

penúltima 

dcel 

(sobra) 

240 

linea  última 

lEn  algunos  pliegos 

quedó  sin  estampar  el  4  de  la 

lista  de  precios  que  le  corresponde.) 

243 

Í9 

ejecutado 

ejecutado  antes 

246 

26 

en  cuando 

en  cuanto 

259 

3? 

Luna; 

Luna  y 

296 

24 

aunque 

si  bien 

299 

24 

y  Carmona 

y  la  Carmona 

3oi 

2 

los  Ramos 

la  Ramos 

322 

3o 

déla 

de  la  de 

325 

28 

imprimrla 

imprimirla 

401 

29 

unes 

uno 

404 

36 

Francisco 

Francisca 

4T9 

8 

á 

sobre 

419 

21 

la 

su 

433 

16 

otra 

otro 

436 

i.'ya.» 

comedia 

obra 

448 

i3 

Molina 

Molino 

454 

29 

truncada 

truncado 

Al 


PN      Cotarelo  y  Mori,  Emilio 
2788       Isidoro  Maijuez  y  el  teatro  í^¿^ 
i     M23C6   de  su  tiempo 


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