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Full text of "La brocha gorda : revista en un acto dividido en tres cuadros y un prólogo, en prosa y verso"

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1375 
JACINTO  MPÍLLA  >  JOAQUÍN  GONZÁLEZ  PASTOR 


La  írtela 


KEVISTA   EN  UN  ACTO 


WflDIDO  SN  TRBS  OOADRflS  í  Ü»  PnÓLOflO,  iCN  PROSA  í  Vmo,  ORIfllSAl 


ML'aiCA    i»f    LOS    MAKSIKOS 


T01fiB£»KOI»4  y  CAJLLEJA 


SEQÜNDd  EDICIÓN 


SOCitíDAi)  DE  AUTORES  ESPAÍÍOLES 
MúAex  de  Balboa,  12 

leos 


.^  VUUS  ULf/! 


pref 


GJ 


LA  BROCHA  GORDA 


Esta  obra  es  propiedad  de  sas  autores,  y  nadie  po- 
drá sin  su  permiso,  reimprimirla  ni  representarla  en 
España  ni  en  los  paises  con  los  cuales  se  hayan  cele- 
brado, ó  se  celebren  en  adelante,  tratados  internacio- 
nales de  propiedad  literaria. 

Los  autores  se  reservan  el  derecho  de  traducción. 

Los  comisionados  y  representantes  de  la  Sociedad  de 
Autores  Españoles  son  los  encargados  exclusivamente 
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duction  reserves  pour  tous  les  paya,  y  compnfl  1»  Sué- 
de,  la  Norvége  et  la  Hollando. 

Queda  hecho  el  depósito  que  marca  la  ley. 


> 


lA  BROCHA  GORDA 

REVISTA  EN  UN  ACTO 
DIÍIOIDO  BN  TRES  CIIIDROS  í  ÜN  PRÍLOQO,  O  PROSA  I  FERSO 


ORIGINAL  DK 


JACINTO  CAPELLA  y  JOAQUÍN  GONZÁLEZ  PASTOR 

múBioa  de  loa  maestros 

TOBBECfROSA  y  CAI.LEJA 


Jlstrenada  en  el  GRAN  TEATRO  el  24  de  Mayo  de 


i9or 


SEGUNDA  EDICIÓN 


MADRID 

«.  TMASOO,  Ilir..  llABQDtfS  DI  SAHTA  ASI,  U  Düf» 

Teléfono  número  661 

1909 


*--^  la  emiueme  cLeÍu6 

JdorQÍo  i^raéo 


BOEEACHO  2.° Sb.      Soleb. 

ídem  3." Castbo. 

DON  ANTONIO , Soler. 

FELIPE  EL  HERMOSO Chicotk, 

LA  FEASE Sea.    Fbamco. 

LA  ACUARELA Sbta.  Gibón  (D.) 

LA  SICALIPSIS Blahc. 

MENINA  1.* Niña  aiEÓN  (J.) 

ídem  2.» GiBÓN(C.) 

ÍDEM  3.^ Montes. 

ídem  4.»  Mi&üEL. 

MENINO  5." Niño  Girón  (M.) 

ídem  6.°... GiRÓN(A.) 

ídem  7.° ToBRiJOS. 

ídem  8° MARTÍNEZ. 

EL  PERNALES Sb.      Amato. 

UN  SENADOR Amato. 

UN  USURERO Delgado. 

UN  LUIS PONZANO. 

LA  POENARINA Sbta.  Lobeto  Prado. 

CUADRO     TERCERO 

EL  DE  MULA Sb.      Castro. 

EL  DE  PAMPLONA Ponzano. 

GUARDIA  1.» González. 

ídem  2° DeíGADO. 

EL  VENDEDOR  DEL  EATÓN BermúdEZ. 

DON  EODEIGO Eipoll, 

UN  OSO  (no  habla). 

EL  SEGIS •  Soler. 

LA  CHULA SRTA.BLANC. 

EL  AGUAERÁS  LeRETO  PRADO. 

EL  DÉCIMO Sea.    Franco. 

¡Srta.  Martín  (P.) 
Girón  (D.) 
BARAND1ARÁN. 
García. 

EL  MA:S:o Sr.      Obtiz. 

CONSERJE Llaneza. 

EDUARDO Morales. 

Aragoneses,  charro$,  valencianos,  etc.  Coro  general 


Derecha  é  izquierda,  laB  del  actor 
decorado  de  Martínez  Garí.—  Vestuario  de  D.  Jaan  Vila. 


ACTO  ÚNICO 

PRÓLOGO 

ESCENA  ÚNICA 

AI  terminar  la  sinfonía,   por  delante  del  telón  sale  PRÓLOGO    que 
será  un  caballero  vestido  de  írac,  y  recitará  los  siguientes  Tersos.- 

Ni  es  cuento  Di  es  historia,  ni  es  saine+e,  ni  es  drama 
ni  hay  en  la  farsa  tesis,  desenlace  ni  trama  ' 

es  solo  un  pasatiempo  más  modesto  y  sencillo 
que  una  frase  de  Maura  ó  un  chiste  de  Vadillo 
La  brocha  gorda  llámase;  ¿que  el  título  os  choca? 
i-ues  viene  al  pasatiempo  como  á  pedir  de  boca  '" 
Los  autores,  muy  flojos  en  el  arte  de  Apeles 
no  hicieron  tíligranas  con  tiento  ni  pinceles,' 
y  al  escribir  la  obra  dibujaron  los  trazos 
vahéndose  de  breves  y  modestos  brochazos. 
Jin  la  obra  no  hay  gotas  de  amor  correspondido 
m  hay  ninguna  señora  que  engaña  á  su  marido,' 
ni  hay  desplantes  poéticos  de  escenas  pasionales 
rom7v?     '  ""'  \^^  ^^Jídias,  ni  hay  otros  fieros'males. 
Como  ya  en  nuestros  días  triunfa  la  bagatela 
sirvenla  los  autores  con  visos  de  zarzuela- 
no  toméis  esto  en  cuenta  ni  lo  echéis  á  barato, 
y  pues  aquí  se  trata  de  pasar  un  buen  rato 
que  logréis  conseguirlo,  respetables  señores 
es  el  solo  deseo  que  tienen  Jos  autores 
JNo  08  mostréis  enojados  con  esta  bagatela 
que  os  sirven  los  autores  con  visos  dt  zarzuela 
es  solo  un  pasatiempo  más  modesto  y  sencillo' 
que  una  frase  de  Maura  ó  un  chiste  de  Vadillo...  (Mutis ) 


—  10  — 


CUADRO  PRIMERO 


El  Olimpo.  Decoración  fantástica  á  todo  foro 


ESCENA  PRIMERA 

GRUPOS  DE   RITBENS,   de  GOYA,    del  viRECO,    de  VELÁZQUEZ;  «1 

AGUARRÁS  y  CORO   GENERAL,   formando  un  cuadro  plástico  de 

conjunto  y  visualidad 

Música 

Todos  Vestales  de  Atenea, 

los  hijos  del  pincel, 
la  figura,  el  adorno, 
la  mancha  y  el  pastel; 
la  historia  de  los  siglos 
llevamos  tras  de  sí; 
los  maestros  más  gloriosos 
son  los  que  están  aquí. 
G.  RuBENS      La  pintura  que  á  Rubens  dio  gloria, 
la  pintura  que  Rubens  soñó, 
la  pintura  de  eterna  memoria 
que  el  pincel  del  artista  creó, 
adorables,  sensibles  y  bellas 
amorosas  debimos  nacer; 
de  ese  cielo  somos  tres  estrellas 
incitando  al  amor  y  al  placer. 
G.  GoYA  Tipos  madrileños 

que  pintó  el  gran  Goya, 
obras  que  al  gran  público 
le  hicieron  feliz, 
cada  pincelada 
resulta  una  joya 
y  se  ofrece  un  mundo 
por  cada  tapiz. 
G.  Greco  Tipos  del  Greco 

mejillas  flácidas, 
carne  cobriza, 
melena  lacia, 


G.  Veláz. 


Todos 


—  11  — 

ojos  hundidos 
mística  voz, 
aspecto  triste, 
grave,  feroz. 
Pablillos  de  Valladolid 
Velázquez  así  nos  pintó, 
granujas  entrando  á  Ja  lid 
que  nadie  nunca  nos  ganó. 
Uomo  el  hambre  da  calambre, 
que  es  muy  grave  enfermedad, 
nos  batimos  con  el  hambre 
con  continua  asiduidad. 
Todos  á  nuestros  puestos, 

quietos,  callad, 
que  ha  entrado  en  el  recinto 
el  Aguarrás. 
^GUA.      (Saliendo.)  Yo  todo  lo  abraso, 
yo  todo  lo  arraso, 
no  hay  cuadro  que  pueda 
resistir  mi  acción; 
mato  los  colores, 
hago  mil  horrores, 
soy  en  la  pintura 
la  revolución. 
Es  en  la  pintura 
la  revolución. 
Atención. 
Atención. 
El  Aguarrás  es  un  líquido 
que  casi  todo  lo  arrasa, 
y  es  el  que  en  la  hispana  tierra 
nos  hace  muchísima  falta; 
fueros,  gobiernos  y  leyes 
y  otras  cuantas  cosas  más, 
deben  ser  hechos  añicos 
por  la  acción  del  Aguarrás. 
Venga  aguarrás, 
venga  aguarrás, 
para  que  arrase 
todo  lo  que  está  de  más. 
Venga  aguarrás,  etc. 
La  destrucción  simbolizo, 
Ja  destrucción  es  mi  lema, 
caiga  todo  lo  existente 


Todos 

Agua. 
Todos 
Agua. 


Todos 
Agua. 


Todos 


—  12  — 

y  formemos  una  España  nueva; 

en  vez  del  agua  de  rosas 

lo  que  nos  conviene  más 

es  fomentar  en  España 

el  consumo  de  aguarrás. 

Venga  aguarrá?, 

venga  aguarrás, 

para  que  arrase 

todo  lo  que  está  demás. 

Venga  aguarrás,  etc. 


Hablado 

Agua.         Conque  ya  lo  sabéis,  (suena  un  golpe  producido 

por  un    disco    de    cobre    que    choca  con  un  mazo  de 

bombo.)  ¿Quién  será? 

ESCENA  II 

DICHOS   y   UN   PAJE 

Paje  Un  mortal  pretende  entrar. 

Agua.  ¿Varón  ó  hembra? 

Paje  Varón. 

Agua.         Un  varón  no  puede  entrar  en  los  olímpicos 

lugares;  su  presencia  perturbaría  la  santa 

castidad  de  las  diosas. 
Paje  (insistiendo.)  Es  inglés. 

Agua.         No  importa. 
Paje  Tiene  sesenta  años. 

Agua.         ¡Que  pase!...  ¡Es  inofensivo!  Ya  lo  oís,  un 

inglés  viene  á  visitarnos. 
Todos         (Estupefactos.)  ¡Un  inglés! 


ESCENA  III 

DICHOS,  PAJE  y  EDUARDO  que  hablará  con  marcado  acento  inglés 

Paje  Adelante,  Mister.  El  Aguarrás  espera. 

Eduar.        ¿y  qué  hacer  en  el  Olimpo  el  Aguarrás? 
Agua.         Viví  en  España,  y  al  poco  tiempo  me  con- 
vencí de  que  allí  no  pintaba  ningún  papel. 


Eduar, 

Agua. 

Eduar. 

Agua. 


Eduar. 
Agua. 


Eduar , 

Agua. 

Eduar. 

Agua. 


Eduar. 
Agua. 


—  13  — 

Yo  deseo  saber  dónde  existen  los  meiores 

cuadros  del  mundo.  '' 

En  España,  indudablemente. 

¿España  ser  país  de  pintores? 

Por  entero.  En  España  todo  el  mundo  pinta 

algo,  aunque  hay  muchos  señores  que  no 

debían  pmtarna. 

¡Oh!  ¡Ser  curioso  eso! 

España,  Mister,  es  una  gran  paleta  de  pintor, 
^n  esa  paleta  hay  colores  y  procedimientos 

de  pintura.  Abrase  la  paleta,  agítese  antes  de 
usarla,  e  mmediatamente  comenzaremos  á 
ver:  Komanones,  nn/resco.  Maura,  una  acua- 
rela. Una  mancha,  Weyler.  Moret  y  Montero 
\in  pastel.  Gasset,  una  aguada.  Pasamos  des* 
pues  Ja  vista  por  los  colores  y  nos  los  encon- 
tramos  debidamente  representados  también. 
L»e  este  modo  podemos  apreciar:  Dato.ua 
lila.  Salmerón,  amarillo  sí,  amarillo  no.  Su- 
riano, un  rojo  vivo.  Cao  alejas,  un  rojo  muer- 
to aunque  sea  más  vivo  que  el  anterior 
¿Y  bánchez  Guerra? 
Un  arco  iris. 

lísted^"^"^^"^  ir  á  España  acompañado  por 

Imposible.  En  España  aún  no  ha  llegado  la 
hora  del  aguarrás.  El  día  que  suene,  ya  me 
verá  usted  á  mí  destruyendo  procedimien- 
tos y  borrando  colores  de  la  paleta  nacionaL 
y  sobre  esta,  una  vez  limpia  por  la  acción 
aei  aguarrás,  comenzaremos  á  pintar  el  cua- 
dro  del  porvenir;  una  Kspaña  joven  y  brio^ 
sa,  sin  retoques  obscuros  ni  negras  proyec- 
ciones; un  cuadro  alegre  en  el  que  sólo  pre- 
domine un  color:  el  rojo  vivo 
¿Y  eso  eerá?... 

£f°if  {?  '"'°í  f  ^'  P^^«  «i  quiere  usted 
ver  la  España  de  hoy,  tal  cual  es,  no  se  de- 
tenga, que  no  e^tá  tan  lejos  la  intervención 
del  Aguarrás. 

Pues  á  España,  (suena  otra  voz  un  golpe.) 

jA  España  I  ^ 


MUTACIÓN 


—  14  — 


CUADRO  SEGUNDO 

Una  sala  del  Museo;  cuadros  por  las  paredes;  en  el  centro  y  á  mitad 
del  escenario,  un  marco  de  gran   tamaño.    El   cuadro  va  cerrado 
por  unas  cortinas  y  estará  colocado  á  un  metro  de  altura  sobre  el 
.  nivel  del  escenario.  Las  laterales  libres. 


ESCENA  PRIMERA 

CONSERJE  y  después  MI8TER  EDUARDO 


Con, 


Eduar. 
Con. 


Eduar . 
Con. 

Eduar. 
Con. 


Eduar. 
Con. 


¡Vaya  un  atajo  de  locos!  ¡Y  que  tenga  que 
alternar  yo  con  todos  esos  copistas!  ¡Oh! 
Aquí  viene  mister  Eduardo.  ¿Usted  desea? 
Visitar  el  museo. 

Le  advierto  á  usted  que  los  cuadros  que 
hay  aquí  no  se  venden,  únicamente  permi- 
ten copiarlos. 

¿No  puedo  llevarme  ninguno? 
¡Pero  qué  afán  tienen  estos  ingleses  en  lle- 
várselo todo! 

Pues  me  contentaré  con  la  copia. 
Es  cuestión  de  dinero.  Empiece  usted  á  mi- 
rar y  admirar.  (Hará  la  explicación  de  todos  los 
cuadros  con  el  mismo  tono  de  voz  que  la  hacen  los 
chicos  de  los  cines.)  Fíjese.  (Se  corren  las  cortinas 
y  aparece  en  el  marco  del  centro  el  cuadro   de    'Los 

Borrachos..)  Cuadro  de  los  borrachos,  llama- 
dos vulgarmente  merluzas.  El  dios  Baco 
corona  á  uno  de  sus  subditos.  El  dios  ya 
estaba  coronado  desde  el  día  de  su  matri- 
monio con  la  diosa  Baca.  Este  cuadro  es  del 
que  se  han  sacado  más  copias  en  España  y 
en  el  extranjero. 

¿Podría  ver  alguna  copia  española? 
La  mejor  de  todas.  Un  Ministro,  un  Exmi- 
nistro y  Garibaldi;  aunque  no  se  sabe  cuál 
es  más  Baco  de  los  tres. 


■-  15  — 


ESCENA  II 

DICHOS.   MINISTRO.    EXMINISTRO   y   GARIBALDI 

Música 

Los  TRES  Voy  por  Madrid 

dando  traspiés 
y  andando  siempre, 
siempre  al  revés; 
venga  beber, 
venga  libar, 
al  dulce  son 
„  del  kake-val. 

JMiN.  Desmintiendo  á  la  gentuza 

que  me  tacha  de  merluza, 
yo  no  sé  por  qué  razón, 
.      hice  un  día  un  presupuesto 
en  el  cual  puse  un  impuesto 
que  causó  gran  sensación, 
gran  sensación, 
gran  sensación, 
por  supuesto  bajo  el  sol, 
por  supuesto  bajo  el  sol' 
no  hay  impuesto- 
más  molesto 
que  el  impuesto 
del  alcohol. 
Col,  col,  col. 
No  hay  impuesto 
más  molesto 
que  el  impuesto 
del  alcohol. 
De  wisky  ó  de  kirs, 
de  kummel  ó  de  anís, 
tomo,  sin  sentirlo, 
dos  docenas  en  un  tris, 
y  todas  ellas  son 
á  costa  del  país; 
ante  un  licor  inglés 
me  siento  yo  escocés, 
y  aun  cuando  cojee. 


—  le- 
yó sólito  bien  me  sé 
que  tengo  en  la  política 
buen  pie. 

Los  OTROS  Buen  pie. 

Gar.  Yo  soy  el  gran  Garibaldi; 

¡que  viva  la  libertad! 

Todos  La  merluza  es  el  pescado 

más  alegre  de  la  mar. 

Gar.  Aunque  sea  paisano  de  Prim. 

Los  otros      Plin,  plin,  plin,  plin,  plin,  plin. 

Gar.  y  me  guste  libar  peleón. 

Los  otros      Plon,  plon,  plon,  ploo,  plon,  plon. 

Gar.  y  aunque  siempre  esté  armando  jollín. 

ExMí.  A  mí,  plin. 

MiN.  A  mí,  plm. 

Gar.  a.  mi,  plm, 

plin,  plin,  plin,  plin,  plin,  plon. 

Todos  En  pos  de  la  alegría 

bebamos  sin  cesar; 
la  vida  acaba  pronto, 
¡qué  importa  lo  demás! 

(Jar.  Que  la  vida  es  un  popor, 

y  entre  Pinto  y  Valdemoro 
va  viviendo  un  servidor 
y  diciendo  á  lo  mejor: 
«¡¡Arriba,"  caballo  moro!!» 

Todos  Voy  por  Madrid,  etc. 


ESCENA  III 

CONSERJE,  EDUARDO  y  luego  INDALECIO  y  BALDOMERA 


Hablado 


Con.  Arrepare.  El  melitar  y  la  señora;  cuadro  de 

don  Francisco  de  Goya,  notable  pintor  ara- 
gonés. (Se  descorre  la  cortina  y  aparece  este  cua- 
dro.) 

Eduar.       Una  copia  de  este  cuadro. 
Con.  En  seguida,  el  sorche  y  la  fregatriz  que  tie- 

ne por  paisaje  la  Fuente  de  la  Teja,  (salen 

Indalecio  y  Baldomera  jaleándose  por  la  lateral  iz- 
quierda.) 


--  17 


Bal.  ¡Indalecio! 

Inda.  ¡Baldomera! 

Bal.  No  arrempujes,  tú. 

Inda.  [Desahoga!   8i   es   que   quiero  que  presu- 

Bal.  ¡Otra  que  Dios!  Pues  no  quiero 

índa.  Si  es  que  me  gustas  más  que  el  rancho  y 

que  Jas  medias  tostás.  .  ^ 

Bal.  ¡Ricontra  con  el  mañol 

ANDA.  Que  no  soy  maño,  que  soy  gato. 

Bal.  Es  lo  mismo,  ^ 

Inda.  ¡Qué  va  á  ser!  Los  gatos  tenemos  uñas. 

i5AL.  1  las  mañicas  morras  pa  todos  los  sinver- 

güenzas. 
Inda.  ¡Baldomera! 

Bal.  ¿Qué...  qué  hay? 

Inda.  Que  yo   soy   una  persona  correzta,   y  que 

cuando  cumpla  me  caso  contigo. 
fíAL.  Pues  yo  no  quiero  casarme. 

inda.  ¿Quieres  ser  mi  concubina? 

±ÍAL.  ¿Y  qué  ps  eso? 

Inda.  El  mundo,  Baldomera,  es  una  mesa  de  bi- 

llar, ¿estamos?  Allí  están  el  matrimonio  v  el 
concubinato.  ^ 

Bal.  ¡Qué  cosa  más  rara! 

bT*  El  "patrimonio  es  un  carambola  de  reunión. 

:pAL  ¿I  el  concubinato? 

¡Media  bola  y  palos!  (Ademán  de  pegar.) 

-Uejate  de  carambolas,  que  yo  no  entiendo 

QG  eso. 

Es  que  yo  quiero  ilustrarte. 
¿Sabes  lo  que  te  digo?  Que  burra  nací,  bu- 
rra  me  crie  y  burra  moriré. 
¡Qué  afán  tienes  en  alabarte! 
jPa  que  lo  sepas! 

Pero  ven  acá,  cacho  de  rosca,  si  lo  que  quie- 
ro ensenarte  es  el  lenguaje  de  las  manos. 
A  mi  no  me  sirven  pa  nada. 
¿Ni  pa  la  sisa? 
¡Tampocol 

Pues  te  enseñaré  el  de  la  machicha. 
¿Y  que  es  eso? 
ün  baile  de  actualidad. 
¡Rimoño!...  ¿Más  que  la  jota? 


Inda 
Bal 


-  18  — 

Inda.  ¡La  jota  está  muy  pasada!  Y  hoy  es  preciso 

saber  lo  que  dice  la  «Machicha». 
Bal.  ¿y  qué  dice? 

Inda.  ¡Ahora  verás! 

BMúsica 

(Baldomera  bailará  la  «Machicha.  grotescamente.) 

Inda.  El  lenguaje  de  este  baile 

es  muy  fácil  de  aprender; 
en  posición,  ¡á  la  una! 
Bal.  ¡Vamos  á  ver! 

Inda.  De  salida  pe  ponen 

así  los  abrazos, 
diciendo  á  la  pareja 
dame  un  abrazo. 
Bal.  y  la  cria  al  sorche  se  lo  da. 

Inda.  Después  que  se  termina 

por  la  vanguardia, 
se  impone  un  golpetazo 
por  retaguardia, 
se  dan  sin  miedo 
con  mucha  ilusión. 
Bal.  Cuidado  tú 

con  el  tambor, 
y  esta  figura 
de  la  cMachicha» 
qué  es  lo  que  dice. 
Inda.  ¡Toma  tripita! 

Bal.  Luego  se  hacen  movimientos 

con  los  hombros  y  los  pies. 
Inda.  Que  es  lo  mismo  que  decirme: 

melitar,  sígame  usted. 
Los  dos  Después  agarraos  y  acaramelaos 

empieza  el  meneo  y  venga  jaleo; 
ya  los  dos  se  duermen  de  pura  ilusión 
y  entra  en  la  pareja  la  dislocación. 
Esto  dice  la  «Machicha» 
que  se  baila  en  el  salón, 
y  se  expresa  su  lenguaje, 
con  la  parte  posterior. 

(Mutis.) 


—  19  — 


€0N. 

Eduar. 
Con. 


Hablado 

F'^^T'  f-\^^  enterado  usted  de  lo  que  dice 
la  «Machicha»?  ^  ** 

¡Toma  tripita! 

¡  Vaya  tripita! 


ESCENA   IV 

EDUARDO  y  CONSERJE,  (se  levanta  la  cortina  y  aparece  el  cuadro 
de  Ternera  -Las  tentaciones  de  San  Antonio.) 


Con. 


Eduar, 

Con. 

Eduar  . 

Con, 

Eduar. 

Con. 


«Las  tentaciones  de  San  Antonio».  Las  ten- 
taciones empujan;  San  Antonio  se  resiste 
La  señora  Celestina,  vendedora  de  alcahués' 
le  presenta  el  género;  San  Antonio  se  resis-' 
te    La  joven  e  dedica  una  sonrisa;  San  in- 
tonio  se  resiste.  La  señora  Celestina  quiere 
llevarse  á  lajoven;  San  Antonio  se  rS 
6 1  la  copia  de  este  cuadro^ 
Las  tentaciones  de  don  Antonio, 
iío  lo  conocí  en  Cartagena 
Pues  aquí  viene  con  sus  tentaciones. 
¿Ouáles  son? 
La  frase,  la  sicalipsis  y  la  acuarela. 


ESCENA  V 

DICHOS.  DON  ANTONIO,  la  FRASE,  la  SICALIPSIS  y  la  AGUARE- 
LA   con    trajes   de  capricho 


Frase 

Aguar. 

Sic. 

Frase 

Aguar. 

Sic. 


Música 

Yo  soy  la  frase. 
Yo  la  acuarela. 
Mi  sicalipsis 
luciendo  voy. 
Yo  soy  poética. 
Yo  soy  artística. 
Yo  sicalíptica. 


—  20     - 

Ant  .  (Con  mucho  orgullo.) 

¡Yo  soy  quien  soy! 
Las  tres  ¡Ven,  Antoñito, 

ven,  rebonito! 
Ant.  ¡Oh,  tentacionee! 

¿qué  me  queréis? 
Las  tres  ¡Ven,  retrechero, 

ven,  sandunguero, 
ven  á  mi  lado! 
Ant.  ¡No  me  tentéisl 

Frase  Yo  soy  la  frase 

arrulladora. 
Ant.  ¡l^or  i^io^>  señora! 

AcüAR.  Mira  mi  pie. 

Prabe  Mira  mi  boca 

fresca  y  riente, 
ven  que  te  tiente. 
Ant.  ¡Ay,  tiéntame! 

Frase  ¡Ay,  ven  que  me  vas  á  matar 

si  no  atiendes  mi  pasión! 
Sic.  ¡Ay,  ven  que  te  voy  á  tentarl 

AcuAR.  ¡Ay,  no  te  apartes  por  Dios! 

Sic.  ¡Ven  que  te  tiente! 

AcUAR.  ¡Ven  que  te  tiente!  \ 

Frase  ¡Ven  que  te  tiente! 

Ant.  ¡Ven,  tiéntame! 

Frase  Te  haré  caricias. 

Aguar.  Yo  te  haré  mimos. 

Sic  .  Y  yo  cosquillas. 

Ant.  ¡y  yo  qué  haré! 

¿quieres  que  te  haga  una  frase? 
¿quieres  una  acuarelita? 
¿quieres  que  te  ponga  piso 
en  el  Gobierno  civil? 
Frase  Quiero  que  no  hagas  más  frases. 

AcuAR.  Ni  pintes  más  mamarrachos. 

Sic.  y  le  digas  á  Vadillo 

que  no  me  deja  vivir. 
Ft>'ASE  Ven  que  te  tiente. 

AcuAR.  Ven  que  te  tiente. 

g,c.  Ven  que  le  tiente. 

Ant.  ¡Ay,  tiéntame! 

Las  tres  i  Ay,  Antoñito, 

ven  con  nosotras, 
ven  que  te  tientel 


—  21  — 

Ant.  ¡Caigo  en  la  red! 

Í'rase  ¡Ven,  corazón! 

AcüAR.  ¡Ven,  ilusión! 

^íc.  ¡Veo,  sandunguero! 

Ant.  ¡Ay,  qué  emoción! 

■Í^^RASE  ¡Ven,  remonín! 

^ic.  ¡Ven,  mi  cielínl 

Ant.  ¡La  última  hora 

de  un  mallorquín! 
(Terminan  bailando  y  hacen  mutis.) 

ESCENA  VI 

EDUARDO   y  CONSERJE.  (Aparece  el  cuadro  de   'San  Antonio 
y  San   Pablo») 

Hablado 

Con.  San  Antonio  y  San  Pablo,  ú  el  pan  por  las 

nubes;  cuadro.,. 

Eduar.       ¿De  Velázquez? 

Con.  No,  de  Actualidad.  San  Antonio,  que   era 

gobernador  de  Crimea,  va  á  visitar  al  com- 
panero San  Pablo,  que  estaba  muerto  de 
apetito  y  que  era  gobernador  de  Madrid. 
«¿Qué  tienes?»  pregunta  San  Antonio:  «Ape- 
tito», contesta  el  otro.  «¿Es  verdad?»  «¡El 
Evangelio!»  que  es  como  decir  la  chipén  en 
nuestros  días.  «¿Pero  aquí  no  hay  pan?» 
pregunta  San  Antonio.  «Por  las  nubes» 
contesta  San  Pablo,  y  se  lo  llevan  los  cuer- 
vos, que  son  el  símbolo  del  jesuitismo,  como 
puede  verse. 

ESCENA  VII 

CONSERJE,  EDUAKDO    y   después   el   PERNALES 

Eduar.  ¿Y  el  Prometeo  encadenado  del  Tiziano^ 

toN.  ¿Quiere  usted  verlo? 

Eduar.  Ya  lo  creo. 

■Con.  Le  advierto  á  usted  que  está  muy  pasado. 


—  22  — 

porque  á  Prometeo  le  encadenaron  porque 

quería  robar  el  sol,  y  hoy  hay  quien  roba  la 

luna  y  anda  suelto  por  ahí. 
Eduar  .       ¿Anda  suelto? 
Con.  Aquí  tiene  usted  uno  que  no  hay  quien  la 

coja. 

(sale  "el  Prrnales»  con  traje  de  bandido  de  novela.)' 

Per.  El  Pernales  en  acción, 

número  de  sensación 
que  trae  loca  á  Andalucía 
y  que  tiene  cada  día 
más  y  más  aceptación. 
Ya  sé  que  existe  algún  cuco 
que  en  mi  profesión  me  imita; 
que  en  este  país  caduco 
hay  Pernales  de  trabuco 
y  Pernales  de  levita. 
Todos,  con  gran  alborozo, 
van  robando  trozo  á  trozo 
cachos  del  suelo  andaluz; 
¡y  hay  para  mí  un  calabozo 
y  para  ellos  una  cruz! 
Si  de  la  riqueza  en  pos 
van  por  caminos  iguales, 
que  me  digan,  ¡vive  Dios! 
cuál  es,  entre  ambos  Pernales 
más  Pernales  de  los  dos.  (Mutis.) 

ESCENA  VIII 

CONSERJE  y  EDUARDO,  (se  descorre  la  cortina,  y  en  vez  del  cua^ 
dro  de  Rubens  «Las  tres  gracias»  aparece  un  guardia) 

Con.  «Las  tres  gracias»,  cuadro  de  Rubens,  com- 

pletamente sicalíptico. 

Eduar.       No  veo  las  tres  gracias  por  ninguna  parte. 

Con.  Porque  el  gobernador  las  ha  mandado  al 

Juzgado  por  inmorales. 

Eduar  .       ¿Y  este  guardia? 

Con.  Es  la  única  gracia  que  tolera  el  gobernador. 

Eduar.       ¿Y  no  hay  copias  de  ese  cuadro? 

Con.  Una  que  es  de  actualidad. 

Eduar.       ¿Y  se  titula? 

Con.  La  Película. 


—  23  — 

ESCENA   IX 

DICHOS   y   PELÍCULA 

Película     ¿Se  hablaba  aquí  de  desgracias? 
Pues  yo  soy  Ja  más  inmensa. 
Tengo  buenas  cualidades; 
yo  me  interno  en  las  conciencias, 
encojo  los  corazones, 
hago  llorar  á  Jas  piedras, 
pinto  el  crimen  á  Jo  vivo, 
hago  del  terror  la  fiesta,     - 
robo,  mato,  quemo,  rajo, 
enseño  á  la  gente  necia 
cómo  un  tren  se  descarrila, 
cómo  roban  en  Siberia, 
cómo  se  mata  á  un  gran  duque, 
cómo  se  raptan  las  hembras, 
hago  crímenes  sin  cuento... 
en  fin,  soy  una  novela 
de  Luis  del  Val  á  lo  vivo, 
que  es  como  mejor  se  enseña. 
Como  gracia,  tengo  gracia 
trasnochada  y  pasadera. 
Toda  película  cómica 
se  reduce  á  una  carrera 
de  obstáculos,  que  hace  siempre 
reir  á  la  concurrencia. 

(Corriendo  y  marcando  todo  lo  que  dice.) 

Un  perro  golfo  que  pasa 
por  la  puerta  de  una  tienda, 
el  perro  tiene  apetito, 
caiga  con  una  libreta, 
y  el  tendero,  dando  voces, 
emprende  veloz  carrera. 
A  las  voces  del  tendero 
viene  siempre  una  pareja 
de  guardias  que  le  preguntan 
y  corren  que  se  Jas  peJan; 
después  y  tras  de  los  guardias 
van  un  cura  y  una  vieja, 
un  sereno  y  un  cartero, 


—  24  — 

un  golfo,  una  verdulera, 
una  señora  casada, 
una  muchacha  soltera, 
dos  amas  de  cría,  un  sorche, 
seis  pollos  en  bicicleta, 
un  limpiabotas,  un  médico, 
un  ministro  y  una  abuela; 
todos  corren  como  gamos, 
el  cura  cae  de  cabeza 
en  un  estanque,  los  guardias 
caen  también  en  la  taberna, 
un  ciclista  cae  de  bruces, 
cae  boca  arriba  la  vieja, 
un  ama  de  cria  salta 
sobre  cuatro  bicicletas, 
la  casada  suda  el  kilo, 
echa  los  bofes  la  abuela... 
y  cuando  llegan  al  sitio 
donde  el  criminal  se  encuentra 
hace  dos  horas  que  el  chucho 
se  ha  comido  la  libreta.- (pausa.) 
A  todo  esto  en  la  sala, 
donde  la  obscuridad  reina, 
el  espectador,  que  siempre 
dispone  de  compañera, 
no  se  ha  enterado  de  nada 
y  se  ha  pasado  hora  y  media 
haciendo  mil  filigranas 
con  cuerpo,  manos  y  piernas. 
Total:  catorce  pellizcos 
que  levantan  á  cualquiera, 
algún  beso  sotto  vocee, 
un  rato  largo  de  juerga, 
¡y  la  moral  por  los  suelos, 
y  viva  la  bagatela!  (Mutis.) 


ESCENA  X 

CONSERJE  y  EDUARDO.  Se  corren  las  cortinas  y  aparece  el  cuadro 
de  «Las  Meninas» 

Con.  Fijese.  «Las  Meninas»,  cuadro  infantil  del 

señor  de  Velázquez,  que  vivió  y  murió  en  la 


Eduar. 

Con. 

Eduar. 

Con. 


—  '¿5  — 

calle  de  su  mismo  nombre  que  está  situada 

en  el  ensanche  de  Madrid. 

¿P^^^^^te  cuadro  habrán  salido  muchas  co- 

¡Muchísimas!  ¿Quiere  usted  ver  alguna? 
¡  I  a  lo  creo!  ^ 

Pues  fíjese  usted  en  esta  que  aquí  viene. 


ESCENA  Xí 

DICHOS.  Cuatro  niños  y  cuatro  niñas  vestidos  de  chulos 


Ellos 

Ellas 
Ellos 


Ellas 
Ellos 

Ellas 
Ellos 
Todos 


Ellos 


Ellas 


Ellos 

Ellas 
Ellos 
Ellas 
E[,i.os 
Ellas 
Ellos 
Ellas 
Ellos 


iñusica 

¿Puede  ser? 

Sí,  señor. 
Pues  vamos  á  caer 
con  su  permiso 
en  el  sopor. 
¿Vamos  ya? 

¡Duro  ahí! 
¿Vamos  ya? 

¡Vamos  ya! 
¡Duro  ahí! 

Que  se  hizo  pa  los  chulos 

este  schottis  infantil. 
Mueve,  nena,  las  caderas  á  compás 
porque  hará  más  elegante  por  detrás 
marca  más  los  suaves  movimientos  de  costao 
y  verás  como  hace  un  poco  menos  desahogao 
Veo,  nene,  que  te  arrimas  por  demás 
y  es  posible  que  te  ganes  dos  guantas 
¡por  detrás! 

¿Por  detrás? 
Te  daré,  chiquilla,  dos  patas. 
¿Vas  á  darme  otra  vez  la  matraca? 
[Naturaca!  ¡Acabaca! 
Pues  te  advierto  que  yo  no  doy  coba. 
¡Ay,  qué  boba!  ¡No  da  coba! 
En  seguida  te  armo  yo  un  jaleo 
I  Ya  te  veo!  ¡Qué  mareo! 
¡Jesús,  hijo,  cuánta  guasa  y  fetidez' 
¡Fetidez!  ¡Anda  diez! 


—  26  — 


Ellas 
Ellos 

Ellas 

Todos 


Ellas 
Ellos 


Todos 


¿Me  quieres,  meniDO? 

Te  quiero,  menina. 

¿Me  querrás? 

¡Ya  verás 

qué  rneoina  más  chula  tendrás. 
El  schottis  infantil 
me  gusta  mucho  á  mí 
por  io  chulapo  que  es, 
y  sirve  pa  el  solaz, 
y  en  él  hay  equidaz 
con  manos  y  con  pies; 
se  baila  cori  primor 
y  es  comprometedor 
para  cualquier  desliz; 
el  schottis  infantil 
me  gusta  mucho  á  mí 
y  á  las  gachítí. 
[Ay,  qué  baile  tan  chulapo, 
yo  bailando  moriré! 
¡Cíñete! 

¡No  podré! 
Que  si  ciño 
más  pronto  caeré. 
¡Ay,  qué  placer 

^  que  me  da  usted! 


ESCENA  Xn 


CONSiiRJE  y  EÜUARDO 


Hablado 

Eduar.        ¿y  el  cuadro  de  «Doña  Juana  la  loca»? 
Con.  Lo  verá  usted  en  todas  las  casas  de  huéspe- 

des de  á  diez  reales  con  principio. 
Eduar.        El  original. 

Con.  Al    momento.   (Se   levanta  la  cortina  y  aparece  el 

cuadro  de  «Doña  Juana  la  loca..)    Doña  Juana  la 

loca,  velando  el  cuerpo  inerte  de  su  inolvi- 
dable esposo  don  Felipe,  el  justamente  lla- 
mado hermoso,  por  sus  cualidades  físicas. 
Doña  Juana  estaba  completamente  mocha- 
les por  su  marido,  y  don  Felipe  que  tenía 


—  27  — 

mucho  cartel  con  las  señoras,  espichó  á  con- 
secuencia del  cartel.  Doña  Juana  la  loca 
con  razón,  perdió  la  razón,  que  es  tal  como' 
la  representa  el  cuadro,  en  el  momento  que 
un  viento  huracanado  soplaba  y  uno  de  los 
cortesanos  soplaba  también.  Rodean  al  ca- 
dáver dos  velas;  el  viento  amenaza  con  ti- 
rar las  velas.  Doña  Juana  quiere  besar  por 
última  vez  á  su  esposo  y  el  fraile  de  enfren- 
te aguanta  la  vela. 

ESCENA  XIII 

DICHOS  y  FELIPE    que   entra    precipitadamente    con  traje  de  auto- 
movilista 


¡Buenas  tardesl 
¡Don  Felipe! 


¿Se  sabe  algo  de  Juana? 
¿Pero  no  está  loca? 
¡Estaba!  Ahora  el  loco  soy  yo. 
¿Y  cómo  ha  sido  eso? 
Muy  sencillo.  ¡Se  me  escapó! 
¡Ella!...  ¡Tan  celosal.  . 

¡Coba!...  Si  se  we  escapó  con  el  chofer.  Paré 
el  automóvil  porque  tenía  necesidad  de  ba- 
jar á... 
¡Basta! 

Y  al  querer  subir,  puso  ella  la  mano  en  el 
treno  del  motor  y  había  que  ver  al  chofer 
cómo  apretaba...  la  manivela. 
¿Y  dónde  está  ahora? 

En  Madrid.  Un  amigo  me  ha  escrito  dicién- 
dume  que  le  parecía  que  haría  carrera. 
¿Y  qué  tal? 

La  hace,  porque  mire  usted  la  postal  que 
me  ha  mandado  en  la  que  está  con  un 
amigo. 

(Mirando  la  postal.)  Pero  este  no  es  su  traie 
porque  la  toca...  ^ 

No;  ¡la  toca  el  amigo  que  se  ha  retratado 
con  ella!  ¡bi  está  completamente  cambiadal 
JVi  este  es  precisamente  su  traje,  ni  este  es 


~  28  - 


precisamente  su  peinado,  ni  este  es  precisa- 
mente el  dedo  que  estiraba  antes. 

Con.  Ya  veo  que  es  otro. 

Eduar.        ¿E  usted  no  tiene  noticias? 

Fel.  Si,  hoy  he  recibido  carta,  con  un  sello  para 

la  contestación. 

Con.  ¿y  qué  dice? 

Fel.  Escuchen  ustedes.  (Leyendo.) 

«Felipe  de  mi  vida: 
Pensarás  que  yo  Foy  una  perdida 
porque  hace  ya  tres  meses  que  no  he  escrito; 
¡no  me  juzgues  perdida,  Felipito!  ^ 
Desde  que  llegué  aquí,  ya  hace  diez  meses, 
he  pasado  fatigas  y  reveses 
hasta  alcanzar  lo  que  alcanzado  llevo; 
lógrelo  todo  á  costa  de  trabajo, 
siempre  andando  de  arriba  para  abajo... 
¡Si  vieras,  Felipín,  cómo  me  muevo! 
Ahora  ya  soy  dichosa; 
la  vida,  para  mi,  ya  es  otra  cosa 
desde  que  con  el  chauffer  rompí  el  lío... 
¡era  el  chauffer,  Felipe,  mucho  tío! 
Después  de  aquella  acción,  digna  de  loa, 
mehice  untraje  encarnao,  me  compré  un  boa, 
y  aunque  aquí  los  negocios  no  están  buenos, 
me  saco  cuatro  duros  cuando  menos. 
Hoy  en  Madrid  se  pierde  el  tiempo  en  balde, 
gracias  a  un  nuevo  bando  del  alcalde; 
ordena  dicho  bando 
ir  por  las  calles  sin  hablar  y  andando; 
y  lo  mismo  de  noche  que  de  día 
prohibe  vocear  la  mercancía, 
indicando  a  sus  dueñas 
que  la  deben  vender  sólo  por  señas. 
¡Calcula  si  el  aprieto  es  gordo  y  grave 
para  las  que  se  encuentran  en  mi  caso! 
¡Hijo,  cualquiera  sabe 
dar  con  la  seña  pa  salir  del  paso! 
En  fin,  Felipe  hermoso, 
escríbeme,  no  seas  perezoso; 
con  las  señas  asi:  Juana  de  tal, 
■j  turno  de  la  derecha.  Colonial. 

Ya  lo  sabe  el  cartero 
y  lo  sabe  también  el  camarero; 


-.   29  ^ 


allí  estoy,  y  si  hiciera  una  salida 
ya  sabe  á  lo  que  en;  vuelvo  en  seguida. 
No  sigo  porque  no  nae  da  la  gana; 
recibe  un  fuerte  abrazo  de  tu  Juana.» 

(Hace  mutis,  llorando.) 


Eduar. 
Con. 

Eduar. 

Con. 

Eduar. 

Con. 

Eduar. 

Con. 

Eduar. 

Con. 


ESCENA  XIV 

CONSERJE   y   EDUARDO 

¿Y  el  cuadro  de  La  Fortuna,  de  Rubens? 

Aquella  mujer  desnuda... 

Al  juzgado  de  guardia  con  las  tres  gracias, 

por  inmoral. 

¿Inmoral? 

¿Pero  usted  no  ha  visto  los  taparrabos  que 

han  mandado  hacer  para  los  angelitos  de  la 

Concepción  de  Murillo? 

¿Pero  en  este  país  hay  quien  habla  de  moral 

todavía? 

Escuche  usted  lo  que  dicen  estos  que  vienen. 

¿Quiénes  son? 

La  moral  de  España. 

;.Y  la  componen? 

Un  usureio,  un  senador  y  un  luis. 


ESCENA  XV 

DICHOS,  un  usurero,  un  SENADOR  y  un  LUIS,    que  hablan  pre- 
cipitadamente, quití.ndose  las  palabras  unos  á  otros 

Usur. 

Sen. 
Luis 

íSen. 

UsUR. 

Sen 

Luis 

Usur. 

Sen. 

Luis 

Sen 

Usur. 


¡Eecandalosol 

¡Inmoral! 

¿Usted  lo  conoce? 

Una  noche  estuve  allí. 

¿Y  cómo  se  llama? 

¡Central  Kursall 

¡Qué  nombre  más  inmoral! 

¿Y  qué  hacen  allí? 

¡Bailan  la  Machichal 

¿Quién? 

Una  francesa. 

¡Vaya  una  inmoralidad! 


Í!i 


—  30  -. 

Luis  ¿l^ero  no  la  había  prohibido  nuestro  gran 

Vadillo? 

Sen.  En  castellano  sí,  pero  en  francés  no. 

UsuB.  ¿Y  el  baile  será  sugestivo? 

♦Sen  jOh!  ¡Una  asquerosidad! 

Luis  ¿Y  en  qué  consiste? 

Sen.  Movimientos  de  cadera. 

üsüR.  ¿Nada  más? 

Sen  .  Luego  mete  la  rodilla. 

Luis  ¿Quién? 

Sen.  Ella, 

TJsuR.  ¡Ahí 

Sen.  y  viene  el  golpe  final. 

Los  DOS  ¿Y  lo  da? 

Sen.  ¡Así...  al  detrás!  (Da  un  golpe  á  cada  uno.) 

UsuR.  ¡Hace  falta  la  inquisición! 

Luis  ¡Un  escarmiento! 

Sen.  ¡Correrá  sangrel 

UsuR.  ¿Y  dónde  dice  usted  que  la  bailan? 

Sen.  ¡Eu  el  Kursal! 

Luis  ¿Se  puede  entrar  al  escenario? 

Sen  No.  No  dejan  entrar. 

Ü8UR.  Eso  yo  lo  prohibiría. 

Sen  ¿La  machicha? 

Lois  No;  el  que  no  dejen  entrar. 

ÜSUR.  Es  un  bochorno. 

Sen.  ¡Repugna! 

Luis  ¡Asqueroso!  ¿Y  á  qué  hora  ha  dicho  usted 

que  empezaban? 

Sen.  a  las  once. 

UsüR.  ¿Son  puntuales? 

Sen.  ¡Muchísimo! 

Luis  ¿Hay  butacas  de  primera  ñla? 

Sen.  ¡Los  revendedores  tendrán! 

UsuR.  ¡Hay  que  ir! 

Luis  ¡Es  necesario! 

Sen.  Yo  les  acompañaré  y  en  el  momento  del 

¡Pum!... 

ÜSUR.  Hará  el  favor  de  avisarnos. 

Luis  Para  que  no  se  nos  pase  por  alto. 

tJsuR.  Vamonos  por  las  localidades. 

Sen.  ¡Yo  no  quiero! 

Luis  ¿Por  qué? 

Sen  .  ¡Porque  estoy  abonado!  (Mutis  ios  tres.) 


31  — 


Edüar. 

Con. 

Eduar. 

Con. 

Edüar. 

Con. 

Edüar. 

Con. 


ESCENA  XVI 

CONSERJE    y   EDUARDO 

Yo  teoer  mochos  deseos  de  conoser  la  For- 

nanna  de  Rafael. 

No  la  tenemos. 

¡Oh!  Yo  querer  conoser  la  Fornarina. 

¿No  le  sería  á  usted  lo  mismo  la  del  KursaP 

¿La  de  don  Procopio? 

¡La  misma! 

¡Ya  lo  creo! 

¡Pues  aquí  viene! 


ESCENA    XVII 

CONSERJE,  EDUARDO  y  la  FORNARINA  que  antes  de  cantar  hará 
el  paseo  con  mantón  de  Manila  y  calañés 


FoRN. 


Música 

(Recitado.)  La  verdadera  machis  y  las  nuevas 
aventuras  de  don  Procopio  en  París. 

(cantado.) 

Picado  en  lo  más  vivo 

de  su  amor  propio, 

hasta  París  de  Francia 

fué  don  Procopio. 

Aquel  señor, 

que  fué  un  conquistador. 

Y  tales  cosas  raras 

vio  el  pobre  viejo, 

que  en  medio  de  la  juerga 

quedó  perplejo. 

Vio  con  estupor  grande 

que  en  el  Olimpia 

en  vez  del  baile  hacían 

Mancha  que  limvia; 

y  al  verlo  don  Procopio 

dijo:  ¡Caray! 

¡Hasta  en  París  de  Francia 

veo  los  dramas  de  Echegarayl 


—  32  — 

Al  no  ver  don  Procopio 

mujeres  bellas, 

con  su  gran  telescopio 

vio  las  estrellas. 

¡De  un  pisotón 

que  le  dio  un  señorón! 

Don  Procopio,  furioso 

y  al  rojo  vivo, 

rompió  su  telescopio 

y  el  objetivo. 

Y  ya  el  viejo  cansado 

por  los  reveses 

y  siempre  renegando 

de  los  franceses; 

en  el  primer  expreso 

vino  á  Madrid. 

¡Careciendo  de  chisme 

que  le  permita  ver  la  machísl  (Mutis.) 


ESCENA  XVIII 


CONSERJE   y  EDUARDO 

Con.  Esta  mujer  descacharra. 

Edüar.  ¿E  qué  quiere  decir  descacharra? 

Con.  ¡Que  quita  la  cabezal 

Edüar.  (Apuntando  en  el  cuaderno.)   LaS   españolaS  qui- 
tan cabeza. 

Con.  Ya  lo  creo  que  la  quitan. 

Edüar.  ¿Y  aquí  tendrían  ustedes  mesas  revueltas? 

Con.  No  faltan. 

Edüar.  ¿Podría  ver  alguna? 

Con.  Hay  que  ir  á  otra  sala  del  Museo. 

Edüar.  Pues  vamos. 

Con.  Le  gustará  á  usted  mucho. 


MUTACIÓN 


—  33    - 


CUADRO   TERCERO 

Decoración    fantástica  á  todo  foro,  procurando  que  tenga 


mucha  luz 


ESCENA  ÚNICA 

CONSERJE,  EDUARDO:  después  EL  DE  MÜLA.  EL  DE  PAMPL0N4 
GUARDIAS,  el  RATÓN.  SEGIS,  CHULA,  DON  RODRIGO,  DÉCMo' 
dos  parejas  que  bailan  «La  Girouette..  MAÑO  y  CORO  GENERAL- 
al  final  el  AGUARRÁS.  Todos  los  personajes  van  saliendo  á  medida 
que  lo  marca  el  cantable 


Con. 

Eduar. 
Con. 
Eduar. 
Con. 


Déc. 


que  le  voy  á  enseñar  es 


La  mesa  revuelta 

originalísima. 

<íHay  mujeres? 

Hay  de  todo;  es  la  mesa  del  día. 

¡Oh!  Tengo  mucho  interés. 

Pues  prepárese  usted  á  conocerla. 

Música 

(Empieza  el  número  con  los  personajes  que  se  indica 
en  la  partitura;  si  el  Director  artístico  lo  considera  pe- 
sado puede  suprimirse  todo  lo  anterior  basta  la  salida 
del  Décimo.) 

En  una  mesa  revuelta 

este  decimito  no  puede  faltar, 

soy  la  que  traigo  la  suerte, 

á  ver  á  qué  pollo  ley  voy  á  tocar. 

siempre  soy  favorecida. 

Siempre  saco  algo  de  cada  extracción 

ya  sea  un  gordo,  ya  un  chico, 

pero  cuando  menos  la  aproximación. 

Yo  llevo  la  suerte, 

¿quién  quiere  jugar? 

á  ver  á  qué  pollo 

le  voy  á  tocar. 

Ella  trae  la  suerte, 

¿quién  quiere  jugar? 

á  ver  á  qué  pollo 

le  va  ésta  á  tocar. 


—  34  — 

Déc.  Cuando  yo  toco,  cuando  yó  toco, 

cuando  yo  toco,  señores, 
les  sabe  á  poco,  les  sabe  á  poco 
á  todos  los  jugadores. 

Coro  Cuando  ésta  toca,  cuando  ésta  toca, 

pero  sin  mala  intención, 
el  mismo  coco  se  vuelve  loco 
con  una  aproximación. 

(Baile  ae  «La  Girouette>,  que  es  una  «Machicha»  baila- 
da por  dos  parejas  vestidas  con  traje  de  capricho.  Sale 
el  Maño  y  Coro  general  con  trajes  de  las  provincias.) 

Maño  Templa,  maño,  el  guitarrico, 

sal,  mañica,  á  la  ventana 

y  escucha  cómo  te  canto 

ia  jota  republicana. 
Coro  Templa  el  guitarrico, 

sal  á  la  ventana 

y  echa  tú,  mañico, 

la  jota  republicana, 

la  republicana. 


Maño  Y  además  de  la  rondalla 

y  además  del  guitarrico 
á  la  jota  aragonesa 
la  hace  falta  un  gorro  frigio. 
Que  venga  ese  gorro, 
que  venga,  que  venga, 
veréis  la  jotica 
qué  bien  que  nos  suena, 
y  puesto  que  á  voces 
lo  pide  el  país 
viva  la...  ¡reconlra, 
no  se  pué  decirl 

Coro  Que  venga  ese  gorro,  etc. 


Maño  El  amor  al  gorro  frigio 

está  en  toos  los  corazones, 
y  tendremos  ese  gorro 
aunque  sea  por  ríñones. 
Que  venga  ese  gorro,  etc. 

Coro  Que  venga  ese  gorro,  etc. 


I 


—  36  — 

3 

ESCENA  ULFIMA  ¡ 

DICHOS  y  AGUARRÁS  j 

Hablado 

Agua.  ¿Qué  le  ha  parecido  á  usted,  Mister?  ' 

Eduar.        Que  usted  tenia  razón. 

Agua.  Ya  le  dije  á  usted  que  aquí  todo  el  mundo 

pinta  algo,  aunque  sea  con  la  brocha  sorda 

(ai  público.) 

Y  la  revista  acabó, 

supongo  que  aplaudirás; 

hazlo,  te  lo  pido  yo 

en  nombre  del  Aguarrás.  (Telón.) 


FIN   DE   LA   REVISTA 


A  LOS  DIRECTORES  DE  ESCENA 


Para  las  reproducciones  de  los  cuadros  del  Museo, 
dirigirse  al  escenógrafo  Sr.  Martínez  Garí,  Castella- 
na, 6o,  que  por  un  precio  reducidísimo  les  facilitará 
lo  necesario  pasa  las  proyecciones. 

La  parodia  de  «Las  Meninas»  la  ejecutarán  cuatro 
niños  y  cuatro  niñas;  si  el  gobernador  de  la  provincia 
no  lo  tolera,  puede  encargarse  el  número  á  gente 
mayor. 

Cuando  la  tiple  encargada  de  imitar  á  la  Fornari- 
na,  no  tenga  seguridad  en  salir  airosa  de  su  trabajo, 
puede  cantar  el  número  de  La  Machicha  como  una 
cupletista  cualquiera. 

La  parte  de  El  Maño,  ó  sea  el  que  cante  la  jota 
republicana,  se  ensargará  al  primer  tenor  de  la  com- 
pañía. 


OBRAS  DE  JACINTO  CAPELLA 


La  boleta  de  alojamiento. 

A  ras  de  tierra. 

Casa  propia. 

La  gatita  blanca. 

El  recluta.    . 

La  Machaquito. 

El  guante  amarillo. 

El  palacio  de  cristal. 

La  vida  alegre. 

La  brocha  gorda. 

La  gran  noche. 

Granito  de  sal. 

Ki-tha  y  Pohn. 

Yo,  gallardo  y  calavera. 

La  boda  roja. 

La  mujer  española. 

La  eterna  revista. 

El  trust  de  las  mujeres. 

El  Garrotín. 

Los  dos  rivales. 

Biscuit-Glacé. 

El  becerro  de  oro. 


Obras  de  Joaquín  González  Pastor 


La  brocha  gorda  (1),  revista  cómico-lírica,  con  música  de  los 

maestros  Torregrosa  y  Calleja.  (Segunda  edición). 
La  gran  noche  il),entTQuxé^  lírico,  música  del  maestro  Fo- 

glietti.  (Segunda  edición).- 
Granito  de  sal  (1),  humorada  lírica,  con  música  del  maestro 

Foglietti.  (Tercera  edición). 
Ki-tha  y  Pohn  (1),  bufonada  japonesa,  música  de  los  maestros 

Cereceda  y  Calleja. 
Yo  gallardo  y  calavera...  (1),  zarzuela  cómica,  con  música  del 

maestro  Calleja. 

La  boda  roja  (1),  zarzuela  dramática,  música  del  maestro 
Carbonell. 

La  mujer  española  (1),  zarzuela  cómica,  con  música  del  maes- 
tro Foglietti. 

Por  todo  lo  alto,  entremés  lírico,  con  música  del  maestro 
Foglietti. 

La  pajarera  nacional,  humorada  lírico-fantástica-inverosímil 
con  música  de  los  maestros  Foglietti  y  Córdoba. 


(1)    En  colaboración  con  D.  Jacinto  Capella. 


Precio:  HJIfl  Peseta