Skip to main content

Full text of "La buena sombra : sainete en tres cuadros y en prosa"

See other formats


1.,    j  /"/¿^/íln^¿íhy?-z<?    íy?''t^/¿/:y 

14  0  0  EL.    TEATRO 
COLECCIÓN  DE  OBRAS  DRAMÁTICAS  Y  LÍRICAS 


i 


LH  BUENA  mm 


saínete  en  tres  cuadros  y  en  prosa 


r>e 


''SERAFÍN  Y  JOAQUÍN  ALVAREZ  QUINTERO 


CON  MÚSICA  l>Kr. 


MAESTRO    BRULL 


•'WTW^^ 


MADRID 
KLORENCIO  FISCOWICH,  EDITOR 

f Sucesor  de  Ihjos  de  A.  Gullóiu 

va,  40.  — ÜMCIVAS:  l'OZAS,— 2— 2." 
18S3 


LA  BUENA  SOMBRA 


Esta  obra  os  propiedad  de  siis  autores,  y  nadie  po- 
drá, sin  su  permiso,  reimprimirla  ni  representarla 
en  España  y  sus  posesiones  da  Ultramar,  ni  en  los 
paises  con  quienes  haya  celebrados  ó  se  celebren  en 
adelante  trutaJos  internacionales  de  propiedad  inte-, 
lectual. 

Los  íutorcs  se  reservan  el  derecho  de  traducción. 

Los  comisionados  de  la  galería  lirico-dramática 
titulada  EL  TEATRO,  deD.  FLOEENCIO  FISCO- 
WICH,  son  los  exclusivamente  encargados  de  conce- 
der ó  negar  el  permiso  de  rej)resentación  y  del  cobro 
délos  dc-reclios  de  proijiedad. 

Queda  hecho  el  depósito  que  marca  la  ley. 


LA  um  mm 


SAÍNETE    EN    TRES    CUADROS    Y    EN    PROSA 


DE 


SERAFÍN  Y  JOAQUÍN  ALYAREZ  QUINTERO 


CON  MÚSICA  DEL 


MAESTRO    BRULL 


Estrenado   en  el   TEATRO   DE  LA  ZARZUELA    el   4  de 

Marzo  de  1898 


sstiM^ieii 


I 


MADRID 

R.  Velasco,  Impresor,  Marquáa  da  Saeta  Ana,  20 
Teléfono  númsro  55t 

f  «O» 


1  01^.  f).  Juliái)  ^onisk 


/  Vejígan  esos  sinco,  que  vale  usté  más  oro  que  pesa 
la  Girai'da  con  Girardiyo  y  to! 

¡La  mare  e  Dios!  ¡  Y  que  no  hay  pa  echa  las  cam- 
panas á  vuelo  ni  pa  está  agrade sío  cuando  se  tropiesa 
con  una  persona  e  mérito  como  usté,  que  se  hase  car- 
go e  las  cosas  y  en  vé  de  darle  á  uno  una  ajogaiya 
le  tiende  la  mano  y  lo  saca  á  Jiote! 

Nunca  podremos  echa  en  orvío  er  bien  que  nos  ita 
hecho;  pero  premita  Dios  que  si  lo  orviamos  arguna 
vé,  se  nos  güervan  farsas  las  pesetas  de  tos  los  trimes- 
tres que  cobremos. 

Y  ercétera,  como  diría  Triquitraque . 


REPARTO 


PERSONAJES 


ACTOEES 


VALLE Srta.  AkAna. 

ARACELI CÁRCAMO. 

UNA  COMPRADORA González  (N^ 

UNA  GITANA Espinosa. 

SEÑA  JOSIíFA '. Arizmendi. 

ANTONLi Sea.    Blazqüez. 

REPOSO Seta.  González  (M.) 

PEPE  LULS Sb.       Romea. 

TRIQUITRAQUE Mokcayo. 

RAMOS  (Gu.irdia  municipl) Obejón. 

SEÑÓ  MANUEL Rodríguez. 

MOSQUITO Gonz.4lez. 

UN  MENDIGO Mora. 

GAI-BANA Abana. 

Vecinas  y   Vecinos 


El  derecho  de  reproducir  los  materiales  de  orquesta  de  esta 
obra  pertenece  á  D.  Florencio  Fiscowich,  á  quien  dirigirán 
BUS  pedidos  las  empresas  teatrales  que  deseen  ponerla  en 
escena. 


ACTO  ÜNICO 


CíTJ-.ái^  ID  TI  o    DPI^IlívdlE  Tío 

Klncón  de  una  calle  en  Sevilla.  A  la  derecha  del  actor,  formando  el 
rincón  con  la  pared  del  foro,  la  casa  de  señó  Manuel^  á  cuya 
puerta  hay  una  banqueta  y  dos  ó  tres  jculas  vacías.  Al  foro,  cer- 
ca del  rincón,  una  calle  angost-i  que  tuerce  y  se  prolonga  por 
dentro  hacia  la  derecha.  La  pnrte  de  pared  comprendida  entre  la 
casa  de  señó  Manuel  y  esta  calle,  está  llena  de  jaulas  de  distin- 
tos tamaños,  clases  y  formas,  con  variedad  de  pájaros.  En  el  sue- 
lo, hacia  la  puerta  de  la  casa,  también  hay  algunas.  En  el  otro 
lado  de  la  misma  pared  hay  una  prendería  donde  viven  seña  Jo- 
sefa y  Valle.  De  quicio  á  quicio  de  la  puerta,  y  en  sn  parte  alta, 
un  alambre,  del  que  pendo  algú.i  calzado  recompuesto.  Colgados 
en  la  pared  á  derecha  é  izquierda  unos  cuantos  lienzos  sin  mar- 
eo y  marcos  sin  lienzo,  una  cartera  de  vinje,  un  chaleco  y  un 
pantalón  usados,  y  en  siiio  preferente  una  chaquetilla  de  torero 
y  una  guitarra.  Junto  á  la  puerta  dos  ó  tres  muebles  viejos  y  va- 
rios cachivaches.  Una  silla  baja. 

La  calle  se  supone  que  continúa  por  la  izquierda  y  por  el  primer 
término  de  la  derecha. 

ESCENA  PRIMERA 

SEÑA  JOSEFA,  SEÑÓ  MANUEL  y  GALBANA.  VALLE,  dentro 
(Señá  Josefa  sentada  á  la  puerta  de  su  casa  haciendo  calceta;  señó  Ma- 
nuel cuidando  sus  pájaros  y  Galbana  durmiendo  en  una  silla  baja  en 
primer  término  derecha.) 

Bfüsica 

Man.  (Muy  alegre.) 

Yo  me  dirigí  á  una  niña 
en  demanda  de  su  amó, 


606991 


y  me  dijo  que  no  estaba 
pa  estafermos  como  yo. 
Niña,  no  me  mates, 
yo  le  contesté;    ' 
mírame  despasio, 
mírame  mu  bien; 
mira  que  yo  tengo 
rumbo  comodié, 
garbo  como  veinte, 
grasia  como  sien. 


Si  se  arregla  la  joroba, 

me  dijo  entonse, 
y  esas  piernas  que  paresen 

tirabusones, 
y  se  lima  las  orejas 

y  las  narises, 
y  ar  pescueso  se  hase  un  núo. 

¡pué  que  me  anime! 


¡Ay,  qué  pena,  qué  pena,  qué  pena, 
la  que  3^0  pasé!... 
Jos.  ¡Ay,  qué  alegre  que  se  ha  levantao 

er  señó  Manué! 


Valle  (Dentro.) 

Las  horas  me  paso 
yorando  mis  selos, 
y  no  hay  persona,  maresita  mía, 
que  me  dé  consuelo. 


Jos.  ¡Probesita  mi  nieta, 

qué  triste  está! 
Ya  le  he  dicho  á  su  p;;dre 
que  está  daña. 


Man.  Un  carpintero  seloso 

le  desia  á  su  aprendí: 
si  miras  á  la  maestra 


te  comes  er  birbiquí. 
Te  sierro  er  gnñote 
más  fijo  que.,er8Ó, 
te  tiro  er  miirtÍ3'0, 
te  clavo  er  formón, 
te  parto  en  sien  cuñas 
tamañas  así, 
te  jago  virutas, 
te  güervo  serrín. 


a 


Y  er  muchacho  respondía 

con  mucha  sorna: 
yo  no  miro  á  la  maestra 

por  varias  cosas: 
porque  sé  que  no  le  gusto, 

que  usté  se  enfada, 
y  que  er  sastre  de  la  esquina 

me  rompe  el  arma. 


¡  Ay,  qué  cate,  qué  cate,  qué  cate 
qué  cate  le  dio! 
Jos.  ¡Ay,  qué  alegre  que  se  ha  levantao 

este  güen  señó! 


Valle  (Dentro.) 

Tengo  yo  una  pena, 
tengo  un  sentimiento, 
un  dolorsito,  mare  de  mi  arma, 
que  me  estoy  muriendo. 


Jos.  Luego  dise  mi  nieta 

que  no  está  daña. 
Man.  Luego  dise  que  el  otro 

no  le  importa  na. 
Jos.  No  hase  más  quesalirme 

con  coplas  así. 
Man.  Es  er  diablo  de  Pepe 

quien  la  hase  sufrí. 


—  10  — 

Jos.  Yo  no  sé  qué  desirle 

pa  verla  anin^á. 
Man  .  CuaiK  io^^üerva  Pepiyo 

tose  acabará. 

Ilaltlndo 

Jos.  ¿Sabe  nsté  que  está  alegre  la  mañana,  señó 

Manué? 
Man.  No  deja  de  estarlo,  seña  Josefa.  La  alegría 

es  lo  único  que  me  quea  de   cuando  era 
*    chico. 


ESCENA  II 

DICHOS  y   MOSQUITO 
MoSQ.  (Por  la  izquierda,  muy    aprisa    y    manifestando   gran 

interés.)  ¿Ha  venío  3'a  Pepe  Luis? 

Man.  ¡Dale,   bola!   ¿Otra  ve?  Hombre,  no;  toavía 

no  ha  paresío. 

MosQ.  ¡Miste  que  seis  días  sin  da  cuenta  e  su  per- 

sona! ¡Tiene  la  sombra  er  mundo!  ¡Yo  voy 
á  di  á  buscarlo! 

Man.  ¡Haz  lo  que  niejó  te  parezca! 

MoSQ.  ¡Hasta  hu'go!  (VHse  por  el  foro  corriendo.) 

Man.  ¡Adió-!  ¡Y  descansa!.  .   ¡Cámara,  qué  poste- 

ma! ¡Esta  es  la  quinta  vé  que  me  pregunta 
hoy  por  mi  hijo! 

Jos.  ¡Ni  que  lo  hubiea  criao! 

Man.  (Descolgando   una  jaula  chica.)  SargO   al   ístaute. 

Voy  á  darle  dos  ó  tres  toques  amarÍ3''0S  á 
este  jirguero  pa  que  paezca  misto  e  canario. 

(Entrase  en  su  casa.) 


ESCENA    III 

galbana,  seña   JOSEFA  y  VALLE 

Jos.  (Liamflndo  )  ¡Niña!  jVaye! 

Valle  (saliendo  de  su  casa.)  ¿Qué  quié  usté,  agüela? 

Jos.  (^ue  te  vengas  aquí  conmigo,  mujé.  Toma: 

real  y  medio.  Pa  flores. 


—  11 


Valle 

.los. 


Valle 


Jos. 


Valle 
Jos . 

Valle 

Jos. 
Valle 

Jos. 
Valle 


Jos. 


¿Real  y  medio?  Pos  ¿qué  ha  vendió  Listé? 
Er  coya  de  perfas.  (Pausa.)  Oye  nna  cosa:  á 
vé  si  no  me  piensas  más  en  er  niño  de  señó 
Manué,  que  de  tanto  adergaeá  se  te  está 
qneando  er  peyejo  grande. 
¡Ay,  Jesú!  ¡Se  pone  usté  más  pesa  que  un 
mosquito  solo!  ¿Quié  usté  que  no  lo  sienta? 
Er  desengaño  duele  mucho.  Pero  ya  estoy 
convensía  de  que  l'epe  Luis  no  me  quiere  á 
mí  como  yo  á  é,  ni  sabe  apresiá  mi  cariño,  y 
místela:  (Haciendo  la  cruz.)  pa  mí,  como  si  lo 
hubieran  enterrao. 

Hasta  que  lo  veas,  será  eso.  Y  fresca  estás 
tú  si  quiés  encontrá  un  hombre  capá  de 
queré  como  nosotras.  No  tienen  arma...  Miá 
tu  hermano:  (señalando  a  Galbana.)  se  pasa  dur- 
miendo to  er  día...  Miá  tu  padre:  te  ve  con 
er  corasón  encogió  lo  mismo  qLip*  una  siruela 
pasa...  y  se  va  á  Cadi  á  vé  ar  Minuto. 
Pué  que  haya  dio  á  buscarme  un.  novio... 
No  sea  usté  mal  pensá... 
¿Y  tú  pa  qué  nesesitas  novios  de  fuera,  si 
los  tienes  en  Seviya  á  esportones?  Vamos  á 
vé:  ¿por  qué  no  le  liases  caso  á   Chicharifo? 
Agüela,  por  la  virgen;  un  hombre  tan  me- 
núo  ..  y  tan  moreniyo...  y  tan  tieso...  [Si  eso 
es' un  perro  chico  e  mojama! 
¿Y  Sebastián   er  snstre?  ¿Quiés  un  mucha- 
cho más  trabajaó  ni  más  formalito? 
To  eso  está  bien;  pero  es  mu  soso...  NLinca 
se  le  oye  un  gorpe...  Y  luego  ¿usté  no  ha 
reparao?  Tiene  toa  la  cabesa  yena  e  hurtos: 
paese  que  está  hirviendo. 
¿Y  Triquitraque?  ¿También  está  hirviendo 
iriquitraque? 

Si  no  está  hirviendo,  e>tá  pa  rompe  el  her- 
vó...  ¡Jesú,  qué  extremos  base  er  probesiyo!... 
A  ese  no  le  encuentro  más  que  una  farta: 
que  es  demasiao  valiente.  No  hase  más  que 
desirme  á  tons  horas:  (Remedándolo.)  «Niña,  á 
to  er  que  á  usté  le  estorbe,  lo  dejo  yo  zeco...» 
]Ni  que  fuea  er  só! 

(Levantándose  malhumorada.)  Vaya,  nO  sé  pa  qUÓ 

me  canso.  No  te  gusta  más  que  este  trapalón 


-  12  -  f 

de  aquí  Junto,  que  es  una  bala  perdía...  Un 

piyastre  con  mudia  labia. 
Valle  ¿Otra  te  pego?  ¿No  le  be  dicbo  a  Uisté  ya...? 

Jos.  ¿l^or  qué  no  signes  el  ejemplo  de  Araseli,  la 

hija  de  señó  Ramos,  er  (luináiyáf  Ayé  de 

mañana  me  asomé  ar  patio  y  la  vi  con  un 

novio  que  no  es  ninguno  de  los  tres  úrtimos. 

Esa  los  conose. 
VALLh.  Güen  provecho.  Pero  eso  es  tené  en  luga  de 

corasón  la  fonda  e  Madrí. 
Jos.  ¡Er  diablo  que  te  yeve!  (Entrase  en  su  casa.) 


ESCENA  IV 

VALLE,  GALBANA  y  SEÑÓ  MANUEL 
XtALB  (Bostezando  y  desperezándose  groseramente.)!  Asah!.. 

Valle  Ave  Marín,  Migué,  paeses  un  gato. 

<talb.  (De  inái  temple.)  ¿Quiés  no  zé   touta,  hija? 

(Arrastra  pcrfzosnmente  la  silla  hasta  el  segundo  tér- 
mino de  lii  Izqiwerda,  y  se  deja  caer  en  ella  desploma- 
do. Poco  después  se  diiertne. ) 

Valle  Así  me  gusta  á  mí  la  gente:  trabajaora. 

íJalb.  ¿Me  meto  yo  contigo,  hija? 

Man  .  (saliendo  de  su  casa  con  h\  jaiila  que  antes  so  Uevó,  y 

colgíialola  en  Ih  pareiU)  HoIa,  miTchacha. 

Valle  Dios  guarde  á  usté,  señó  Manué...  (a  Galbana.) 

Tú,  á  vé  si  tienes  cuenta  de  esto  mientras 

voy  aquí  junto...  (Vase  por  la  izquierda.) 

Man.  Yo  estaré  ar  cuidao. 


ESCENA  V 

GALBANA,  SEÑÓ  MANUEL,  TRIQUITRAQUE  y  RAMOS 


Kamüs 

Man. 

Ramos 


Man. 


(con  Triquitraque,  por  la  derecha.)  ¡Felises!... 
¡Hola,  güeña  gente! 

(^Encamiiiáudoso    hacia    la    izquierda    entusiasmado.) 

Hombre,  Triquitraque,  hazme  er  favo...  iNliá 
qué  mosita...  Venga  usté  pa  acá,  señó  Ma- 
nué... 

(sin  apartarse  de  su  puesto.)  ¿Qué  hay? 


Ramos 
Triq. 

Ramos 


) 


Man. 

Triq. 
Man. 
Ramos 

Man. 

Triq  . 
Ramos 


Man. 

Triq. 

Man. 
Triq. 

Ramos 

Triq  . 

Man. 

Triq. 

Ramos 

Triq. 


—  13  — 

¿\je  paese  á  nsté  pOC"?  (señalando  hacía  dentro 

¡La  mare  e  Dios!  ¡Y  que  no  zabe  gana  terre 

nn  la  criatiiral 

¡Mardita  sea!...  Si  no  fuea  por  este  condenao 

aaserdosio  qne  y(i\:\  uno  ensiina...  (Aimiiendo  a 

su  uniforme.)  ¿quiéu  le  ha  diclio  <á  Uísié  que  yo 

no  me  iba  con  esa  ahora  mismo  á  la  venta 

Eritaña? 

¡.Jé,  jé!...  (Ramos  y  Triquitraque  sa  acercan  al  puesto 

de  pflJHros.) 

¿Ha  teiiío  usté  noticias  de  Pepe  Luis? 
JS'i  ganas.  Esto}'  ya  de  é  hasta  los  pelos. 
¿IVro  qué  quié  usté,  que  er  chiquiyo  no  se 
divierta?  Esas  son  cosas  e  la  edá. 
Pos  le  van  á  salí  po  un  ojo.  Anoche  me  dijo 
su  novia  que  lo  va  á  manda  á  coge  coquinas. 
¿Zí? 

Me  alegro.  ¡Choque  usté!  Ese  está  reservao 
pa  mi  Araseli.  ¿Is'o  le  gusta  á  usté  mi  Ara- 
seli  pa  yerna? 

Si,  señó.  Pero  es  mu  calavera  mi  niño  pa 
nuero. 

(Con  pTesnnci6n.)¿Y  pué  zaberze  quién  ha  zío 
er  cauzante  de  eza  decizión  de  la  niña? 
¡Er  mi.-mo  Pepe  Luis,  con  sus  locuras! 
No  digo  que  no.  Pero  hace  tiempo  que  estoy 
yo  viendo  vení  ezas  hostialidades... 
Tií  lo  que  té  traes  ahora  son  unas  palabras 
la  má  de  sélel>res. 

Zeñó,  como  que  doy  leciones  e  guitarra  y  rne 
rozo  con  er  zeñorio,  ze  me  va  pegando  zin 
zentirlo  toa  la  prozodia  de  eza  gente... 
Es  natura...  Y  qué,  ¿se  les  da  mucho  á  las 
manos.  Triquitiaque? 

Lo  zuficiente  pa  mantené  á  los  viejos  y  pa  di 
penzando  en  alimenta  á  arguna  joven...  (Mi- 
rando á  la  casa  de  Valle  ) 

Er  moso  ehte  tiene  un  Banco  de  España  eu 
ca  deo. 

Que  no  ze  le  orvíe  á  usté  eze  encargo.  Como 
que  lo  mismo  es  ponerme  yo  á  toca,  que 
hasta  en  er  cielo  abren  los  barcones  pa  oír- 
me... Y  no  lo  digo  porque  esté  yo  delante, 
que  zi  no  estuviea  yo  aquí,  también  lo  diría. 


—  u  — 

Ma)^  .  Na,  el  hombre  e  la  suerte. 

Triq.  Cazi,  cazi. 

Ramos         Sólo  que  aquí  no  lo  habernos  conopío. 

Triq.  Po  zi  quié  usté  que  nos  bebamos  ahora  mis- 

mo media  ocena  e  chatos...  ya  zabe  usté 
,     quién  paga. 

Ramos  Mira,  cá3'ate,  por  tn  salú...  ¿Pa  qué  mentaré 
yo  siertas  cosas?  Este  arrastran  disfrá  me 
tiene  hecho  un  cursi...  En  seguía  lo  critican  á 
uno...  Yo,  antes,  cuando  era  carpintero,  hasía 
mi  santísima  volunta;  pero  lo  que  es  ahora 
que  yevo  uniforme...  francamente,  m.e  da 
cierto  reparo  entra  y  salí  en  la  taberna... 
¿Sabes  tú  lo  que  tengo  que  basé  argunas  ve- 
ses  pa  que  naide  me  vea  entra  y  salí'?  Pos 
meterme  en  eya  por  la  mañana  y  estar  jie 
ayí  hasta  anochesío. 

Man.  y  entonse,  ¿sale  usté  ó  lo  sacan? 

Ramos  Hay  de  to.  Pero,  no  crean  ustedes;  peo  toa- 

vía  que  la  droga  der  saserdosio  es  la  antipá- 
tica e  mi  mu  jé,..  Señores,  ¡tiene  un  orfato!... 
Vamos,  no  es  desagerasión:  se  pone  en  la 
ventana,  y  apenas  doblo  yo  la  esquina,  ya 

está:  (Olfíilcando  á  cada  frase.)  «TÚ    haS    bebíO... 

Y  ha  sio  aguardiente...  Y  cuatro  copas...  Y 
de  en  ca  e  \íatirde...»  ¡Porque  hasta  la  taber- 
na averigua!... 

Max.  La  curpa  la  tiene  usté  por  haberse  casao 

dos  ve.ses. 

Triq.  Ezo  ze  yama  cazarze  en  zegundas  nurcias. 

Ramos  Sí,  ¿eh?  ¡Pues  por  la  gloria  e  mis  difuntos 
que  lo  que  es  en  segundas  nursias  no  me 
güervo  yo  á  oasá  en  toa  mi  vía! 

CJai,.  (volviendo  á  bostezar  y  &  de.«pe>-ezarse.)  ¡Aaaaaan!... 

Man.  Hombre,  Garbana,  que  hay  visita. 

Gal.  ¿Vizita?.,.    (Arrastra    la  silla  hasla  la  callrjuela  del 

foro,  la  apoya  en  la  esquina  de  la  prenderla,  y  se  des- 
ploma en  ella  como  antes.) 

Ramos         Pero  oiga  usté,  señó  .Manué,  ¿es  sereno  ese? 
Triq.  Eze  lo  que  tiene  ez  un  estabiecimiento  de  la 

médula  que  no  zepué  lame. 
Ramos         Ese  lo  que  no  tiene  es  vergüensa  ninguna. 


—  15  — 


ESCENA  VI 


DICHOS  y  ARACEM 


Arac. 


Ramos 

Man. 

R\IMOS 


Akac. 

Ramos 

Arac. 

Ramos 

í\kac. 
Ramos 
Arac. 
Ramos 

Triq. 

Arac. 

Ramos 

Arac. 

Ramos 


Triq. 

Man  . 


Ramo; 


(por  el  foro.)  Pero  padre,  ^.v-jué  hase  usté  aquí 
con  toa  su  santa  carina?  ¡Su  artesa  rea  me 
ha  diclio  que  va3'a  usté  á  armosá  en  seguía. 
Su  artesa  rea  le  yania  á  su  madrasta. 
¡Qué  güeno! 

Oye:  dile  á  su  artesa  rea  que  no  le  contesto 
lo  que  se  me  ocurre  porque  hay  gente  de- 
lante. 
Ande  usté  pa  aya,  que  está  por  las  nubes  y 

luego  las  paga  conmigo.  (Vaa  irse  y  vuelve.) 

Escucha  una  cosa. 
¿Qué? 

¿Tú  has  visto  si  hay  ensima  e  la  cómoda  una 
boliya  de  esas  que  yo  yevo  pa  los  perros? 
Ensima  e  la  cómoda  no  hay  na. 
¡Ya  se  la  comió! 
i  Padre! 

¡Que  se  la  comió!  ]Si  yo  la  puse  á  propio  in- 
tento, chiqui^'a!...  ¡Uomoes  tan  curiosa!... 
No  le  haga  usté  cazo  á  zu  papá,  que  ez  un 
guazón  mu  grande. 
Vamos,  ¿se  viene  usté  ó  se  quea? 
Ya  estoy  ayí. 

(Yéndose  por  el  foro.)  También  usté  se  pone 
más  pesao... 

(viéudoiii  ir.)  ¡Místela,  señó,  místela!  ¡Va3'a 
unos  piesesitosl  ;Se  sostiene  porque  se  va 
clavando  en  las  Josas,  si  no  no  podiía!... 
Triquitraque,  ¡vamos  á  bebemos  esos  chatos 
á  la  salú  de  mi  pimpoyo! 
Vamos  aya. 

Señó  Ramos,  que  lo  aguarda  á  usté  su 
mujé...  ¿No  desia  usté  que  le  da  reparo  en- 
tra en  la  taberna? 

No  es  que  me  dé  reparo  presi=amente:  es 
que  creo  yo  (pie  debe  darme.  Que  no  es  lo 
mismo...  Anda,  vamonos,  tú.  (saie  Vaiie  por  la 

izquierda.) 


—  i6  — 

Triq.  Hasta  ahora.  (Reparando  en  Valle.)  (La  He  Pepe 

Luis.  De  hoy  no  paza  que  hahle  yo  con  eya.) 

(Vase  por  la  derecha  con  Ramos  ) 


ESCENA  VII 

GALBANA,  VALLE  y  SEÑÓ  MANUEL.   Después  PEPE  LUIS 

(Paus») 

Man.  (Desde  su  puesto.)  ¿Qiié  hny,  güeña  mosa? 

Valle         (Desde  la  prenaerírt.)  Na.  Ya  ve  usté. 

Man.  (¡Probesita!   No  piensa  más  que  en  er  des- 

castao  de  mi  hijo.) 

Valle  (Ar  probé  viejo  no  se  le  cae  er  mosito  de  la 

imaginasión.) 

Man.  (A  mi  no  me  gusta  nombrárselo,  no  se  crea 

que  yo  lo  defiendo.) 

Valle  (Yo  no  le  digo  na,  no  se  figure  que  no  sé  ha- 

bla de  otra  cosa.)  (Nueva  pausa.  Aparece  Pepe 
Luis  por  la  callejuela  del  foro,  andando  despacio  y 
mirando  á  izquierda  y  derecha  con  cierto  recelo.) 

Man.  (¡Hola!   ¡Ya  paresió  er  perdió!..  Haré  como 

que  no  lo  veo.)  (Pepe  Luis  se  acerca  á  Valle,  ésta 
lo  mira  con  desdén,  le  vuelve  bruscamente  la  espalda 
y  se  va.  Pepe  Luis  expresa  su  desagrado  con  un  gesto 
cómico.  Luego  avanza  sin  decir  nna  palabra  hasta  po- 
nerse junto  al  señó  Manuel,  que  finge  estar  abstraído 
en  el  arreglo  de  sus  pájaros,) 


ESCENA  Vm 

galbana,  señó  MANUEL  y  PEPE  LUIS 
Pepe  (Después  de  una  pausa.)  ¡Ejém! 

Man.  (volviéndose  hncia  él.)  ¡Adiós,  hombrel  Por  fin 

viniste...  (Hay  que  tené  genio,  Manué;  no 
te  ablandes.)  (Gritando  mucho,")  ¡Conteuto  me 
tienesl  (iCamará!  si  em.jieso  asi,  ¿qué  dejo 

pa  lo  Úrtimo?)  (Bajando  algo  la  voz,  pero  fingiendo 

mncho  enfrtdo.)  ¡Contento  me  tienesl  ¡Te  estás 

portando   como    nunca!    (Pepe  Luis  lo  oye  como 


—  47  — 

quien  oye  llover,  y  comiendo  con  mnchft  calma  cama- 
rones, que  lleva  en  nnft  mano.)  ¿TÚ  creeS  que  este 

probé  viejo  está  aquí  tra!)ajando  to  er  día 
pa  mantené  tus  Visios?  ¿Usté  se  figura  que 
no  hay  más  que  yevarse  por  ahí  de  diversión 
las  semanas  enteras  sin  ocuparse  de  lo  que  á 
su  padre  le  ocurra,  y  luego  veni  á  casita  con 
sus  manos  lavas  y  sus  orejas  gachas  y  una 
cara  mu  triste  pa  que  uno  lo  perdone?  jPos 
estás  equivocao,  P-pe  Luis'...  ¡Tendría  que 
vé  más  que  una  fiesta  e  toros!...  Y  lo  que  es 
tu  novia  me  paese  que  esta  úrtima  no  te  la 
pasa...  Por  supuesto,  que  lo  tienes  bien  me- 
resio...  Y  yo  creo  que  más  vale  perdé  la 
amista  de'los  cuatro  sip  vergüensas  que  te 
sonsacan  pa  que  les  cuentes  cuentos  y  pa 
divertirse  á  tu  costa,  que  er  cariño  de  una 
muchacha  tan  oabá  y  tan  rea  mosa  como 
Vaye,  y  la  güeña  volunta  de  este  probé  vie- 
jo... (sulfurándose.)  Sobre  to,  atiendas  ó  no 
atiendas  á  rasones,  que  me  tienes  mu  harto; 
y  que  en  luga  de  predicarte  otra  vé  como 
ahora,  ¡voy  á  resibirte  á  pedrásy  serrándote 
las  puertas  e  mi  casa!  ¿Te  has  enterao  bien? 
jLo  que  es  conmigo  no  se  juega!...  Y  no  te 
digo  más...  ¡Y  se  acabó  lo  que  se  daba!...  ¡Y 
cuidaito  con  lo  que  se  dise!...  (pausa.) 

PkPE  (ofreciéndole  un  puñado  á  señó  Manuel.)  ¿Quié  USfé 

unos  poouitos  e  camarones? 

Man.  (Dándole  un  golpe  en  la  mano.)  ¡Vaya  USté  en  ho- 

ramala!  ¿Cómo  voy  á  desirte  que  no  estoy 
pa  fiestas?...  ¡Y  qué  bonito  vienes!...  Disfra- 
saOjComo  de  costumbre...  Esa  chaqueta  no  es 
la  tuya...  Er  sombrero,  tampoco...  Pero,  oye, 
oye,  oye...  (Ya  ha  empeñao  er  reló.)  ¿Quiés 
hasé  er  favo  de  desiime  la  hora  que  es? 

Pepe  ¿La  hora?  Pos  miste,  papá:  (Después  de  mirar  ai 

cielo.)  po  er  só,  que  es  la  fija,  las  dié  menos 
si  neo. 

Ma\.  Dejémonos  de  historias,  Pepe  Luis.  ¿Ande 

está  tu  reló? 

Pepe  ¿Mi  reló?  ¡Desde  er  marte  que  me  fui  no 

ha  parao  de  anda  ni  un  minuto,  no  vaya 
usté  á  creerse!... 


I- 


—  IS  — 

Man  .  Güeno,  sí;  pero  yo  te  pregunto  que  dónde 

está, 

Pepk.  Señó,  usté  carcule:  andando  sin  para  desde  ' 

er  marte...  ¡vaya  usté  á  sabe  dónde  se  habrá 
dio! 

Man  .  Miá  que  no  tengo  ganas  e  reirme,  tú. 

Pepe  Ah,  no,  pos  sin  ganas  no  debe  usté  reirse. 

Man.  Esto  es  menesté  que  se  acabe,  Pepe  Luis. 

Esto  no  pué  sé... 

Pepe  No  pué  sé,  no  señó...  Escuche  usté,  papá: 

¿usté  me  va  á  creé  á  mí  lo  que  yo  le  diga? 

Man.  éigún  lo  que  sea. 

Pepe  Pos  preraita  Dios  que  si  yo  le  güervo  á  da  á 

usté  un  dijusto  más,  se  me  caiga  to  er  pelo  y 
paezca  yn  queso  e  bala  raspao,  que  es  lo  que 
más  afea  á  los  hombres...  Vi  á  darle  á  usté 
menos  rulo  que  un  canario  en  la  pelecha.  . 
Vi  á  come  na  más  que  chochos  y  arveyana^. 
y  á  to  tira...  caña  durse  de  postre,  pa  no 
hasé  gasto.  Er  vino  lo  vi  á  toma  con  cuenta- 
gotas... En  fin,  vi  á  hasé  una  vía,  que  como 
se  entere  er  Papa  va  á  queré  cartearse  con- 
migo. No  le  digo  á  usté  más. 

Man.  ísouriéndose.)  No  estás  tú  m!u-  gitano.  ¿Y  des- 

de cuando  va  á  sé  esoV 

Pepe  ^;EsoV  ¿Hoy  qué  es? 

Man.  Lunes. 

Pepe  ¿Lunes?  Güeno,  pos  desde  er  domingo  sin 

tarta.  Sí,  porque  er  sábado  vi  yo  á  tené  que 
di  al  entierro  de  uno  que  se  va  á  morí  er 
viernes. 

Man.  Güeña  piesa  estás  tú,  grandísimo  granuja,  y 

bien  me  conoses  er  flaco. 
Pepe  (Ahrazándoio.)  ¡  Es  usté  más  güenc  que  los 

mostachones  de  Utrera! 
Man  .  Pero  lo  que  es  á  tu  novia  no  te  será  tan  fasi 

conquistarla. 
Pepe  ¿La  quié  usté  yamá  y  dejarnos  solos? 

Man.  Yo  no  me  meto... 

Pepe  Ande  usté;  si  la  yamo  yo  no  va  á  salí... 

Man.  Siempre  ha  de  sé  tu  gusto...  (Acércase  á  la  casa 

de  Valle  y  llama.)  ¡Vaye,  escucha  una  pala- 
bra!... Ya  estás  servio...  Ahí  la  tienes;  prue- 
ba..  (Entrrtse  en  su  c«sa.) 


~  <9  — 
ESCENA  IX 

GALBANA,    PEPE   LUIS  y  VALLE 
(Valle  sale,  y  -.il  ver  á  Pepe  Luis  trata  de  irse) 

Alúsica 

4  EPE  (Acercándose  á  ella.) 

Óyeme,  chiqíiiya. 
que,  por  mi  salú, 
no  vale  Seviya 
lo  que  vales  tú. 
Y  aunque  no  hay  monea 
pa  comprarte  á  ti, 
toito  lo  que  puea 
voy  á  reuní. 


VALLE  (Alejándose  dt^sdeñosa  de  Pepe  Luis.) 

^,A  qué  me  buscas?  ¿A  qué  me  yaraas? 
De  tu  persona  no  quieo  3'a  na. 
Si  mi  cariño  tienes  en  poco, 
busca  quien  sepa  quererte  más. 


Pepe  <  Morenita  presiosa, 

como  el  agua  marina  sala, 

tu  cariño  no  es  cosa 

que  por  otro  se  puea  cambia. 

Ya  tú  sabes,  morena, 

que  yo  estoy  chalaito  por  ti, 

y  me  da  mucha  pena 

que  selosa  me  trates  así. 


Valle  Mentiroso,  tunante, 

que  me  clises  palabras  de  mié, 
nunca  vi  á  tu  semblante 
asomarse  esa  pena  crué. 
Dame  ya,  que  lo  quiero, 
to  er  cariño  que  en  barde  te  di, 


—  20  — 

porque  er  tu.yo,  embustero, 
hoy  pa  siempre  lo  arranco  de  aquí. 
(Devándose  una  mano  al  corazón.) 


Pepe 


|No  lo  arranques  por  tu  vía, 
dejillo  un  poquito  má, 
raíia  que  si  está  agarrao 
va  á  dolerte  de  verdá! 


Valle  Como  sé  que  vale  poco 

no  lo  quiero  retené, 
que  prefiero,  aunque  me  duela, 
arrancarlo  de  una  vé. 


PhPt 


VaILE 


Várganie  Dics,  chiquiya, 
nunca  te  he  visto  asi; 
dime  pa  perdonarme 
qué  es  lo  que  quiés  de  mi 
Haz  lo  que  se  te  antoje, 
en  la  segnridá 
de  que  pa  mí  te  has  muerto 
y  te  enterraron  ya. 


1'epe 


Valle 


Pues  por  muerto,  mi  morena,  que  yo  esté^ 

si  me  miras  como  sabes  tú  mira, 

ar  momento  te  aseguro  que  has  de  vé 

á  un  cadave  que  se  pone  aqui  á  baila. 

Cuando  yo  no  te  miraba  más  que  á  ti, 

á  otros  o](íS  tú  mirabas  con  amó, 

y  hoy  que  quieres  con  mis  ojos  reviví 

á  otros  ojos  que  los  tuyos  miro  yo. 


Pfpe 

Valle 

Pepe 

Valle 

Pepe 

Valle 


E.-o  no  pué  sé! 
¡Esa  es  la  verdal 
|Yo  lo  he  de  impedí! 
¡No  lo  impedirás! 
¡Tú  me  has  de  queré! 
¡Ya  eso  se  acabó! 


—  '¿1 


Pepe  ¡Siempre  seré  dueño 

de  tu  corasón! 
Valle  ¡Nunca  serás  dueño 

de  mi  corasón!  (Sntrase  Valle  en  su  casa.) 


ESCENA  X 

GALBANA    y   PEPE    LUfS. 

Hablado 

Pepe  (siguiendo  á  Valle  hasta  sn  puerta.)   Pero  eSCUcha, 

mujé,  avente  á  raso n es.  .  Na.  Lo  que  es  esta 
vé  se  ha  enfadao  de  veras  ..  ¡Por  vía  e  los 
moros!...  Yo  comprendo  que  tengo  er  genio 
demasiao  alegre  y  que  me  he  portao  má. . . 
pero  si  no  le  calentaran  la  cabesa  á  la  chi- 
quiya...  Esa  picara  vieja  se  yeva  to  er  día 
predicándole...  Y  luego  este  anima  me  tiene 
entre  ojos  por  las  bromas  que  yo  le  doy,  y 
también  carga  la  mano  de  lo  lindo...  Que  si 
bebo,  que  si  no  bebo,  que  si  la  orvío...  que 
si  me  ve  con  otras  mujeres.  .  ¡Así  reventaral 
Por  supuesto,  que  le  vi  á  dá  una  broma  pesa, 
pa  que  me  tome  ojerisa  con  fundamento... 
No  se  la  quita  nadie  ..  Y  va  á  sé  ahora  mis- 
mo... Pero  más  pronto  que  la  lú...  (Corre  hacia 
el  puesto  de  pájaros  y  coge  un  cordel  que  hay  en  el 
rincónv)  Yo  te  daré  asuquita,  compadre.  (Acér- 

«ase  con  precnución  á  la  silla  en  que  duerme  Galbana, 
y  ata  á  una  de  las  patas  el  cordel.)  ComO  te  des- 
piertes te  esnuco,  peaso  e  bárbaro...  No  se 
escapa,  no...  Y  ahora  á  amarra  la  otra  pun- 
ta... (Vase  corriendo  por  el  foro.  Después  de  un  mo- 
mento vuelve  á  salir,  frotándose  las  manos  de  júbilo.) 

Va  á  sé  de  un  eferto...  ¡que  hasta  ayí!  Me 
acredita  en  to  er  barrio...  ¡Ya  verás  tú  cuan- 
do arranque  er  coche! 


I-)!-) 


ESCENA  XI 


DICHOS,  ARACELI,  VALLE  y  una  COMPRADORA. 

Arac.  (Por  el  foro.)  ¿No  está  aqiií  mi  padre?  ¿En 

dónde  se  habrá  metió  ese  hombre?  ¡Ay,  qué 
sofocasión! 

Pepe  ¿Quiés  nn  abanico? 

Arac.  Entre  les  dos  van  á  matarme,  Pepe  Luis. 

Pepe  ¿Qué  me  cuentas,  mujé?  ¡La  pena  que  vi  yo 

á  tené  ese  día! 

Valle  (Asomándose  á  su  puerta.)  (¿Con  quién  habla?...) 

Pepe  (¡La  otra!  Me  alegro.) 

Valle  (¡Esa  niña  chocante!) 

Arac.  Está  mi  madrasta  que  párese  una  fiera  en- 

jaula. 

Pepe  Chiquiya,  no  te  apures  tú  mientras  yo  te 

viva  en  er  mundo...  (Valle  principia  á  manifestar 
agitación  é  impaciencia,  que  van  aumentando  por  mo- 
nieutos.  Sale  por  el  foro  una  Compradora,  cargada  de 
líos  y  paquetes,  se  acerca  á  la  tienda  de  Valle  y  exa- 
mina con  curiosidad  cuantos  objetos  hay  á  la  puerta.) 

Arac.  ¡Ay.  qué  grasioso! 

Pepe  Aquí  no  hay  más  grasia  que  la  de  esa  cara 

que  no  tiene  fin  de  bonita,  y  la  de  ese  cuer- 
po que  va  derramando  jazmines  por  donde 
pasa... 

Arac.  Miá,  Pepe  Luis,  que  las  paredes  oyen... 

Pepe  ¿Lo  dises  por  tu  novio? 

Arac.  Lo  digo  por  lo  que  lo  digo.   Yo  no  tengo 

novio. 

Pepe  ¿Pos  y  Tachuela? 

Arac.  Tachuela  es  de  pega.   No  hablo  con  é  más 

que  los  martes,  jueves  y  sábados.  Y  pa  eso,, 
de  mala  gana.  Pero  ahora  Andrés  er  de  la 
botica  me  ha  pedio  relasiones  formales... 

Pepe  Pa  los  lunes,  miércoles  y  viernes,  ¿no  eso? 

Arac.  Cabalito. 

Pepe  Pos  si  quiés  uno  pa  los  días  e  fiesta...  cuenta 

con  este  cura. 

Arac.  Quéate  con  Dios,  guasa  viva.  Vi  á  busca  á 

á  mi  padre...  (Echando  E  andar  hacia  la  izquierda.) 


—  23  — 

rKi't  Oye... 

Arac.  No  tengo  na  que  oí...  Tú  no  gastas  más  que 

jarabe  de  pico. 

Pepk  ¡Pos  jarabe  de  tu  pico  es  lo  que  yo  voy  bus- 

cando, arma  mía!  (Vase  por  la  izquierda  tras  Ara- 
celi.) 


ESCENA  XII 

GALBANA,    VALLE    y    una     COMPRADORA,     TRIQUITRAQUE    y 

RAMOS 


Ra.mos 


Tri(... 
Ramos 
Triq. 
Ramos 


(Por  la  derecha,  con  Triquitraque.)  ¡Me  huele!  ¡Así 

tuviea  yo  tan  segura  la  gloria  como  que  me 

huele!  (iMiraudo  hacia  la  izquierda.)  ¿PerO  eS  VCr- 

dá  lo  que  ven  mis  ojos? 

tQué? 

i  Pepe  Luis  con  mi  chiquiya! 

Es  verdá... 

¿Se  habrán  entendió?  ¿Sabrá  argo  er  señó 

Manué?...  Voy  á  preguntarle...  Aguárdame 

aquí.  (Entra  corriendo  en  casa  de  señó  Manuel.) 


ESCENA  XIII 


DICHOS,  menos  RAMOS 


Valle  (¡Pero   qué  ganitas    tengo   de   arranca  un 

moño!) 
Triq.  (La  ocazión  la  pinta  carva,  Frasquito.) 

CoMP.  (a  Valle.)  Diga  usté,  joven,  ¿vende  usté  mar- 

cos viejos? 

Valle  (Con  sequedad.)  No. 

CoMP.  ¿Cómo  que  no?  ¿Y  esos  que  estoy  j'^o  viendo 

aquí? 

Valle  Esos  están  de  adorno. 

CoMP.  ¡Hija,  qué  genio  gasta  usté! 

Valle  Er  que  tengo,  madre. 

CoMP.  ¡Lo  que  es  así  va  usté  á  vendé  mucho! 

Valle  Eso  es  lo  que  á  usté  no  le  importa. 

CoMP.  ¡Vaya    unas    maneras!  (Apártase  de  la  prendería 


n 


Tkio. 


COMP. 
Triq. 
Valle 
Triq. 


Valle 
Triq. 
Vai  lk 

Triq. 

\'"alle 

Triq. 


Valle 
Triq. 
Valle 
Triq. 

Valle 
Triq. 


Valle 
Triq. 


y  se   va  hacia  el  puesto   de    pájaros;  al  paso   le  dice  á 

Triquitraque:)  ¿Ha  visto  uslé  qué  arpía? 
(indignado.)  Po  zi  czo  ez  Una  arpía  ¿qué  zerá 
usté,  zeñora? 

(¡Otro  que  tal  baila!)  (Se  acerca  a  los  pájaros  y  los 
observa  con  detenimiento.) 

(Aproximándose  a  Valle )  Niña...  enjuague  usté 

eze  3'^anto  .. 

¿Quién  le  lia  dicho  ,á  usté  que  yo  yoro?... 

¿Dónde  está  er  yanto? 

Er  yanto  no  es  mesté  que  zarga  pa  que  ze 

vea...  Y  zi  hay  por  ahi  argún  mal  ange  que 

le  dé  á  usté  dijustos,  no  tiene  usté  más  que 

decírmelo... 

Y  lo  deja  usté  zeco,  ¿eh? 
Cabá.  Lo  dejo  zeco. 

¿Por  qué  no  se  gana  usté  la  vía  en  los  ba- 
ños der  río? 
¿Yo?  ¿De  qué? 
¡De  zábana! 

¡La  mare  e  Dios!  ¡Tiene  usté  gracia  y  zim- 
patías  pa  diez  y  ziete  perzoiías.. .  y  zobr;; 
tela! 

(¿Si  se  creerá  ese  que  me  voy  á  morí  porque 
é  no  me  mire?) 

Ezo,  tocante  á  usté;  que  tocante  á  mí,  usté 
ya  zabe  que  manda  en  to  mi  lao  izquierdo. 
(Y  le  voy  á  hasé  caso  á  este...  ¡Pa  que  rabie 
y  sufra!) 

Y  tocante  á  dambos  á  la  vé,  zi  usté  zalieze 
esta  noche  á  la  reja...  le  diría  yo  cuatro  pa- 
labras zentías  que  tengo  que  decirle... 

Po  si  no  es  más  que  eso...  ¡por  oirías  no  vi 
á  perdé  na!... 

Y  yo  pueo  gana  mucho...  (Sale  Pepe  luís  por 
la  izquierda  y  se  encamina  á  su  puesto,  mirando  con 
interés  á  Triquitiaque  y  á  Valle.) 

Convenio...  Pos  á  las  ocho...  |en  la  reja! 
¡Bendita  zea  eza  boca!  (Habían  bajo  ios  dos.) 


ESCENA  XIV 

DICHOS  y  PEPE  LUIS,  luego  RAMOS,  SEÑÓ  MANUEL  y  MOSQUITO 

Pepe  (¿En  la  reja  ha  dicho?...  ¿Y  con  ese?) 

CoMP.  Oiga  usté,  mosito. 

Pepe  (con  mal  uiodo.)  ¿Qué  quié  usté,  señora?  (pasea 

agitado.  La  Compradora  lo  si?ue.) 
CoMP.  (Prcsenticdcle  una    jaula  pequeña.)  Este  jil'guero, 

¿cuánto  vale? 

Pepe  (sin  dejar    de    mirar  á  Valle  y  á    Triquitraque.)    Ull 

duro. 

CoMP.  ¿Un  duro? 

Pepe  Sigo,  no,  una  perra  gorda.  Me  había  equi- 

voca©. (Encarándosele.)  ¿ÁCaSO  UO  Se  pué  UnO 
equivoca? 

CoMP.  ¡Ya  lo  creo!...  ¿Y  canta  bien? 

Pepe  Sí,  señora.  (¿En  la  reja?  Primero  me  tiro  ar 

río  que  dejarlos  habla.) 

CoMP.  Entendámonos:  ¿no  será  una  castaña? 

Pepf.  No,  señora. 

CoMP  ¿Tiene  bonita  voz? 

Pepk  Sí,  señora. 

CoMP;  ¿Y  es  de  los  que  se  cayan  en  la  muda? 

Pepe  No,  señora. 

CoMP.  ¿Y  da  notas  artas? 

Pepe  ¡Sí,  señora!  ¡Según  donde  se  cuergue! 

CoMP.  ¿Y  canta  muy  seguido? 

Pepe  (Arrebatándole    la  jaula.)   ¡Señora,    vaya   usté 

mucho  con  Dios,  que  no  vale  er  bicho  la  sa- 
liva que  estamos  gastando! 

Man.  (saliendo  de  su  casa  con  Ramos.)  ¿Qué  pasa,  hijO? 

Pepe  ¿Qué  ha  de  pasa?  ¡Que  esta  mujé  quié  ye- 

varse  á  Juan  Breva  por  una  perra  gordal 

(Señó  Manuel  y  Ramos  se  ríen.) 

CoMP.  ¿Habrá  insolente?  ¡Ya  se  lo  diré  yo  á  mi  ma- 

rido! (Va  á  irse  por  el  foro  a  tiempo  que  sale  Mosqui- 
to muy  aprisa.  Tropieza  con  él  y  se  le  caen  todos  los 
líos  y  paquetes   ) 

MosQ.  ¡Pepiyo  fiuis!...  Señora,  usté  perdone... 

CoMP.  ¡Animal!  ¿En  dónde  yeva  usté  los  ojos? 

MosQ.  ¡Pepiyo  Luis! 


—  -26  — 
Pepe  ¡Mosquito!  (se  abraznn.) 

CoMP.  Digo,  ¿eh?  (Empieza   á    recoger    sus   cosas  refunfu- 

ñando. Señó  Manuel  y  Ramos  la  miran  y  se  ríen.)  La 

cretona...  El  hilo...  ¡Adiós,  tomates!...  Los 
botones...  Los  estropajos...  ¿Y  er  melón? 
¿üónde  he  echao  er  melón?...  ¡Animas  ben- 
ditas! ¡Lo  he  dejaó  en  la  tienda  de  las  es- 
cobas! (Corre  hacia  la  izquierda.  En  este  rcomeuto 
óyese  ruiüo  de  cascabeles:  se  supone  que  arranca  el 
coche  á  que  aló  Pepe  Luis  la  silla  de  Galbana.  Tiran 
de  ella  hacia  dentro,  y  éste,  despedido,  da  algunos 
traspiés  vacilante,  sin  comprender  lo  que  le  ocurre,  y 
se  cae  encima  de  la  Compradora,  á  quien  se  agarra 
para  no  dar  con  su  cuerpo  en  tierra.  Los  líos  de  la 
Compradora  vuelven  a  rodar.  Tcdos  se  ríen  á  carcaja- 
das, señalando  á  Pepe  Luis  como  autor  de  la  broma. 
La  Compradora  se  desase  violentamente  de  Galbana 
y  lo  insulta  y  le  pega.  Galbana,  asombrado,  se  mete 
los  puños  por  los  ojos  y  mira  á  todas  partes  creyendo 
que  sueña.  Las  risas  y  la  algazara  duran  hasta  que  cae 
el  lelón.) 

CoMP.  ¡Bárbaro!  ¿Me  ha  tomao  usté  por   un  col- 

chón de  mue3'e6? 
Ramos         ¡Este  ha  sio!  ¡Tiene  la  grasia  e  Dios! 


Fachada  posterior  de  la  casa  de  Valle.  íJna  ventana    practicable  con 
reja,  A  la  izquierda  del  actor  una  taberna.  Es  de  noche. 


ESCENA  XV 

TRIQUITRAQUE,  luego  VALLE 
(Suenan  las  ocho,  lejos,  en  un  reloj  de  torre.  Pausa^ 


Triq.  (Por  la  izquierda.)  Acaban  de  dá  laz  ocho  en  la 

Girarda...  Las  campanas  paece  que  me  han 
retumbao  aquí  dentro  y  que  me  han  empu- 

jao  pa  este  zitio,..  (Acércase  á  la  ventana  de  Valle 

y  luego  pasea.)  Nadie  todavía...  Pero  zardrá  la 
niña,  no  hay  cudiao.  Y  como  yo  tenga  for- 


—  27  — 

tuna,  y  zuerte  to  er  chorro  de  una  vé...  pa 
mí  que  la  elertrizo.  Traigo  aprendía  una  pa- 
labra que  le  va  á  gusta  mucho:  ercétera... 
Ze  dice  cuando  no  zabe  uno  por  dónde  zalí 
y  quié  queá  como  Dios  manda...  Ercétera... 
Hola,  ya  ziento  er  ruío  de  la  farda.  Ahí  está 
la  mocita. 

Valle  (Asomaudose  á  la  ventana.)  Güenas  noches,  Fras- 

quito. 

Triq.  Pa  mí  zon  zuperiores,  paloma. 

Valle  Pos  pa  mí  liase  muchísima  caló. 

Triq.  Ya  he  dicho  yo  que  este  verano  ze  ha  venio 

mu  pronto  la  temperatura. 

Valle  (¡Cómo  me  gustaría  que  pasara  el  otro!)  ¿Es- 

pera usté  hase  mucho  rato? 

Triq.  Desde  que  dieron  laz  ocho  en  la  Cátedra. 

Pa  esto  de  la  puntuálidá  zoy  un  barómetro. 

Valle  Ya  lo  veo. 

Triq.  (No  zé  cómo  rompe.. )  Zupongo,  niña,  que 

cuando  usté  ha  zalío  á  la  ventana  ha  zío 
porque.,  porque  eza  é  zu  volunta...  y  por- 
que... porque...  amos...  porque...  (¡Me  paece 
demaciao  pronto  pa  mete  la  ercétera!)  Quieo 
decí...  porque  no  le  zon  á  usté  der  to  indi- 
ferentes estos  peacitos... 

Valle  Pos  está  usté  equivocao  en  más  e  la  mita, 

hijo  de  mi  arma. 

Triq.  ¿Zí?  Tiene  ezo  la  má  de  zalero. 

Valle  No  sabía  yo  que  era  tan  salerosa. 

Triq.  ¿No,  verdá?   Pos  miste,  además  de  zaleroza 

ez  usté  mu  mal  intenciona,  y  mu  guazonci- 
ta...  y  mu...  mu...  ¡muí... 

Valle  ¡Juya  usté,  Triquitraque,  que  viene  el  en- 

sierro! 

Triq.  jLa  mare  e  Dios!  ¡Cuando  digo  que  tiene 

usté  la  zá  por  quintales!...  Tres  pitiyos  ze 
me  daban  á  mí  tos  los  toros,  estando  como 
estoy  delante  de  ezos  ojitos  que  zon  doz  es- 
treyas,  y  de  eza  boquita  que  ez  un  clavé...  y 
de  ezos  hoyos  e  la  cara  que  zcn  dos  rinconci- 
tos  der  cielo...  y.,  y...  y  ercétera...  (¡Ahora  zí 

que  la  he  metió  bÍen!)(Pepe  LuÍís  y  Mosquito  salen 
por  la  derecha,  donde  se  detienen  hablando.) 

Valle         Diga  usté,  ¿quiénes  son  aquéyos? 


—  28  — • 

Triq.  Mosquito  y  Pepe  Luis. 

Valle         ¿Pepe  Luis? 

Triq.  Zeguramente  vienen  á  cobrarme  er  pizo.  Ya 

me  lo  había  yo  maliciao. 

Valle  (Lo  esperaba.) 

Triq,  Le  azeguro  á  usté  que  esta  ez  una  costum- 

bre que  me  zienta  peo  que  la  leche  encima 
er  gazpacho. 


ESCENA    XVI 

DICHOS,    PEPE  LUIS   y    MOSQUITO. 

música 

Pepe  (Acercándose  á  la  ventana.) 

Güeñas  noches. 
Triq.  Güeñas  noches. 

Valle  (Me  figuro  su  intensión.) 

MüSQ.  Dios  los  guarde. 

Tí^iq.  Muchas  gracias 

(¡Qué  cumplios  zon  los  dos!) 
Pepe  Voy  á  haserte  una  pregunta. 

MosQ.  Y  la  misma  te  hago  yo, 

TkiQ.  Pos  hacerla,  y  en  zeguia 

les  daré  contestación. 
Valle  (A  cobrarle  er  piso  vienen, 

tan  seguro  como  hay  Dios, 

y  milagro  que  no  traigan 

otro  fin  argo  peo.) 

Pepe  Esa  niña  que  está  en  la  reja 

y  la  caye  alumbrando  está 
con  la  lú  de  sus  ojos  negros 
que  paresen  dos  candelas; 
esa  niña  que  vale  un  mundo, 
¿se  merese  que  su  galán 
nos  orsequie  con  cuatro  cañas 
por  la  gloria  de  su  mamá? 

Triq.  Esta  niña  que  está  en  ¡a  reja 

y  la  caye  alumbrando  está 


'      —  í9  — 

con  la  lú  de  zuz  ojos  negros 
que  parecen  dos  candelas: 
esta  niña  que  vale  un  mundo 
y  me  tiene  á  mí  por  galán, 
ze  merece. . .  no  cuatro  cañas, 
¡ze  merece  un  cañaveral 


Pepe 

MOSQ. 

Triq. 
Pepe 

Triq. 
Valle 

PtPE 


Valle 
Pepe 


Valle 

Pepe 

V^^aLLE 

Pkpe 

Valle 


Pepe 
MosQ. 


¡Pos  vamos  á  beberías! 

¡Pa  luego  es  tardel 
jY  dispense  lamosa 
por  un  istante! 
Con  zu  perinizo,  reina. 
¡Va3'a  una  grasial 
¡Sujete  usté  los  nervios 
que  poco  tarda! 

(van  hacia  la  tubernu  los  tres.  Cuando  entran  en  ella 
Triquitraque  y  M(  squilo,  llégase  Pepo  Lui.í  rapida- 
meiile  ñ  la  reja,  y  hnhla  con  Valle  lo  que  sigue.) 

¿Qué  buscas  aquí?  ¿A  qué  vienes? 

No  bu&co  na.  Vengo  á  desirte...  ¡á  jurarte! 

que  con  ese  nene  no  hablas  esta  noche  dos 

pidabras  seguías. 

¿'^ue  no? 

¡Que  no! 

¡Lo  veremos! 

¡Lo  veremos!  (Ertra  corriendo  en  la  taberna.  Sigue 
la  música.^ 

Ko  sé  qué  me  ba  dao 

ar  mirarlo  .yeg.á  junto  á  mi, 

como  en  otros  tiempos 

en  que  nunca  faltaba  de  aquí. 

No  sé  qué  me  ba  dao 

al  oí  lo  que  luego  juró, 

ér  que  pa  mí  siempre 

sólo  tuvo  palabras  de  amó. 

Sólo  sé  que  ar  verlo 

toa  mi  Siingre  en  la  cara  sentí, 

y  tuve  alegiííi,  coraje  y  tristesa, 

y  ganas  de  baserlo  cachitos  así. . . 

(saliendo  de  la  laberní  con  Triquitraque  y  Mosquito 

¡Er  viniyo  es  de  primera! 
¡Er  TÍniyo  es  superió! 


—  30  —    '' 

* 

Triq.  Ziempre  pío  cuando  pago 

de  lo  güeno  lo  mejó. 

Pepe  ¡Er  viniyo  es  cosa  rica! 

Tr-q.  (Tiene  ganas  de  estorba  ) 

Pepe  ¡Er  viniyo  es  gloria  pura! 

MosQ.  ¡Gloria  pura  de  verdá! 

Valle  (Se  propone  er  condenao 

I  que  me  aburra  der  plantón.) 

Triq.  Ya  la  niña  ze  impacienta. 

Pepe  I  ir      •    •  •  - 1 

MosQ .  I  '^^'  '^^"^^^  ^^  supeno! 

Halilado 

Pepe  ¡Viva  er  rumbo  de  Triquitraque! 

MosQ.  ¡Viva  Triquitraque! 

Pepe      •      Ya  sabía  3^0  que  donde  está  Triquitraque... 

MosQ.  Triquitraque  es  to  de  sus  amigos... 

Pepe  ¡Si  conoseremos  aquí  á  Triquitraque! 

MosQ.  Triquitraque... 

Pepe  Triquitraque... 

Triq.  Zeñores...  ¡que  ze  está  abuzando  der  Triqui- 

traque! (volviéndose  hacia  la  ventana  )  Usté  dczi- 
mule,  pimpoyo,  voy  aya. — ¡Y  Triquitraque 
tiende  á  un  hombre  más  pronto  que  la 
vista! 

Pepk  Cámara,  Triquitraque,  no  te  ofendas  tú  con 

nosotros...  Ya  te  dejamos. 

MosQ.  Lo  dejaremos,  sí;  que  se  ha  incomodao  Tri- 

quitraque. 

Pepe  Vamos  á  despedirnos  de  la  novia.  (Acercándo- 

se á  la  reja.)  Joven,  cuidc  usté  á  Triquitraque, 
que  vale  un  Perul. 

MosQ.  ¡Y  déle  usted  tila  pa  los  niervios! 

Pepe  jY  agua  de  asada! 

Triq.  (saiiaudo.)  Pero,  ¿qué  viene  á  zé  esta  guaza? 

Pepií  Ná,  Triquitraque,  no  te  arteres.  Güeñas  no- 

ches, niña,  (valle  no  contesta.  Pepe  Luis  levanta 
más  la  voz.)  ]Niña,  gücnas  noches! 

Valle  (con  desabrimiento.)  Güeuas  noches. 

Pepe  (a  Mosquito.)  (Arsa  tú  á  lo  que  te  he  encargao.) 

MosQ.  (a  Pepe  Luis.)  (Ya  verás,  va  á  tené  que  di  por 

un  paraguas.)  (Se  van  por  la  derecha.) 


ai  — 


ESCENA  XVII 

VALLE,   TRIQUITRAQUE   y   un   MENDIGO. 

Triq.  r^Ha  visto  usté  qué  graciozos,  pichona? 

Va'.le  Lo  que  he  visto  es  que  tiene  usté  mu  poca 

arma. 

Triq.  ¿Por  qué?  ¿Porque  no  los  he  tendió  aquí 

mismo?  Ezo  ha  zío  por  evitarle  á  usté  un 
espertáculo  repurnante...  Zobre  que  yo  lo 
que  quería  era  que  ze  fueran  pa  zeguí  er  pa- 
lique... 

Valli:  Ea,  pos  empiese  usté  á  desirme  cosas.., 

MeXD  .  (l'or  la  derecha.  Es  cojo.  Acérense  con  el  sombrero  en 

la  mano  :;.  Triquitraque  y  le  habla  con    voz    fúnebre.) 

Herinanito,  una  limosnita,  que  toavía  no  me 
he  dezayunao... 

Triq.  Dios  lo  ampare. 

Mend.  Ande  usté,  aunque  zea  un  centimito  na 
más,  pa  completa  pa  un  boyo...  Que  tengo 
mucha  hambre... 

Triq.  ¡Perdone,  hermano! 

Mend.  Pur  caridá...  Un  céntimo  no  lo  zaca  á  usté 
de  probé...  No  premita  Dios  que  ze  vea  usté 
nunca  como  yo  me  veo...  con  ocho  de  fami- 
lia, impedio  y  zin  poderlo  gana...  Ande  us- 
té, hermanito;  Dios  ze  lo  pagará  y  la  virgen 
der  Carmen...  ¡Que  lo  pío  con  mucha  nece- 
zidá!... 

Triq.  (Dan loie  una  moiieda.)  ¡Valiente  mosca!   Tome 

listé. 

Mend.  Dios  ze  lo  pagará  y  la  virgen  der  Carmen, 
V        hermanito. 

Triq.       '    Güeno. 

Mend.  Dios  le  dé  á  usté  mucha  zalú  y  zuerte  pa 

zeguí  zu  oficio...  No  premita  Dios  que  ze  vea 
usté  nunca  como  yo  me  veo...  con  doce  de 
familia,  impedío  y  zin  poderlo  gana... 

Valle  Vaya,  ¿quié  usté  dejarnos? 

Menú.  Dios  la  conzerve  á  u.-ité   tan  guapa,  herma- 

nita...  y  Dios  les  dé  á  ustedes  mucha  zalú  y 
tos  loz  hijos  que  quieran... 


Triq.  ¿Cómo  ze  le  va  á  deci  á  usté  que  ze  largue? 

Ménd.         Escuche  usté,  hermanito;  miste  como  voy... 

¿No  tendría  usté  en  zu  caza  unos  pantalon- 

ziyos  viejos  que  darme?... 
Triq.  Lo  que  tengo  en  mi  caza  ez  un  bastón  que 

ze  me  ha  orvidaó  esta  noche,  ¿zabe  usté? 
Mend.         No  ze  incomode  upté,  hermanito...  Dios  le 

dé  á  usté  mucha  zalú.... 
Triq.  ¡Zí;  pa  zegui  mi  oficio!... 

Mend.         No  premita  Dios  que  ze  vea  usté  nunca... 
Triq.  ¡Como  usté  ze  vé! 

Mend.         Con  quince  de  familia,  impedío... 
Triq.  ¡Y  zin  poderlo  gana!  ¡Aire,  aire  por  ahí! 

Mend.         Ea,  pos  güeñas  noches...  Con  Dios,  herma- 

nita. 

Valle  Adiós,  gotera.    (Vase  por  la  izquierda  el  Mendigo.) 


ESCENA  XVIII 


VAILE  y  TRIQUITRAQUE 

'I'riq  ¡La  mare  e  Dios!  ¡Ezo  es  peo  que  un  pá  de 

purgas  en  la  e.«Darda! 
Valle  (De  seguro  lo  ha  mandao  Pepe  Luis...  Nos 

va  á  dá  la  noche.) 
Triq.  Pues  como  iba  á  decirle  á  usté,  botón  de 

roza...  (De  arriba  empieza  á  caer  agua  sobro  Triqui- 
traque, que  levanta  la  cabeza    y   grita    atufado.)  ¡Me 

cazo  con  la  má!  ¿Le  paece  á  usté  que  estas 
ZOn  horas  de  regá  macetas?  (Retirase  do  la  ven- 
tana y  se  sacude  el  agua.) 

Valle  ¡Ave  María! 

Triq.  ¡Chavó,  zi  está  regando   con  un  cubo!  ¿Que 

no  tiene  usté  regaera?  ¡Poz  hija  de  mi 
arma,  coja  usté  aunque  zea  er  colaó  d"^  la 
cocina! 

Valle  ¡Esta  noche  está  mu  grasiósa  la  gente!...  No 

haga  usté  caso,  Triquitraque...  Siga  usté  con 
sus  cosas. 

Triq.  ¡Aspere  usté  que  acabe  de  gotea!   ¡Me  han 

puesto  bonito!...  ¿Pos  no  ze  están  riendo?  ¡A 
vé  zi  zubo! 


—  33   - 

Valí  F  (ron  ironía.)  Uespués  de  to,  lo  mejó  es  eso: 

reírse. 
Tkiq.  ¿a  usté  también  le  hace  gracia,  precioza? 

Valle  Arguna  me  va  hasiendo...  ([Ese  Pepe  Luisl...) 

Triq  .  (¡Estoy  aviao!) 


ESCENA  XIX 


BICHOS  y  una  GITANA    con  tres  niños,  uno  de  ellos  en  brazos 


Valle 
Triq. 

Gitana 

Triq  . 

Valle 

Gitana 


Tku.. 

<tI  !  ANA 


Triq. 
Gitana 

Valle 
Gitana 


Valle 

Triq. 
Gitana 


Triq. 
Gitana 


¿Escampa  ya? 

Ya  paece  que  escampa...  Conque,  escúcheme 

usté,  princeza...  (Oando  la  espalda  á  la  derecha.) 

(Por  la  derecha.)  Moreno,  ¿me  vas  á  dá  unos 
(^chavitos  pa  estos  chavales? 

^Volviéndose  hacia  ella  sorprendido  y  gritando  furioso.) 

¡Lo  que  te  voy  á  dá  va  á  zé  un  tiro! 
¿Otra? 

¡Ay,  San  Blá!  Mala  yerba  has  pisao...  Anda, 
güen  moso,  por  los  ojos  e  la  cara  e  tu  novia, 
que  son  dos  luseros... 
¡Largo  de  aquí! 

¿No  quiés  que  te  diga  la  güeña  ventura,  sa- 
lao?  ¿Y  tú,  morena,  no  quiés  que  te  la  diga 
tampoco? 

¡O  te  vas  ó  te  rompo  un  güezo! 
jVárgame  Dios,  bien  podías  aprende  á  sé 
más  fino  con  las  señoras'... 
¡Ay,  qué  jaqueca! 

Grandísimo  roñoso;  ¿no  me  das  arguna  co- 
sita pa  los  churumbeles?  Ten  mejores  sen- 
trañas.  Pena  te  debía  de  dá  verlos...  Miá  este 
probesito:  le  han  puesto  la  cara  las  viruelas 
que  paese  un  asiento  e  rejiya. 
¿Las  viruelas  ha  dicho?  ¿Quié  usté  irse,  de- 
monio e  gitana? 

Zi  no  te  vas  por  las  güeñas,  te  ajorco:  escoge. 
¡Adiós,  verdugo!  No  seas  asina,  que  te  va  á 
ahórrese  tu  novia,  que  tiene  er  corasón  más 
blando  que  la  carne  e  membriyo. 
¡Ni  por  ezas  conzigues  na! 
¡Ea,  pos  mala  puñalá  te  den  en  la  barriga!... 
¡Amónos,  niños!...  Tú,  salerosa,  deja  á  este 

3 


—  34  — 

mar  gaché,  que  es  mu  miserable  y  te  va  á 
trata  como  á  un  fueye...  ¡No  te  va  á  alimen- 
ta más  que  de  viento! 
Triq  .  iYa  ze  me  ajumó  á  mi  er  pescao!  ¡Fuera  de 

aquí!  ,      ,  , 

GiT^vA        ¡Dañina  víbora  te  pique!...  ¡esabono!...  ¡roiya 

e  cosina!...  ¡papé  de  prosperto!...  (va  á  irse  y 

vuelve.)  ¡Como  los  papeliyos  en  Carnavá  te 

veas:  picao  y  tirao!... 
Trio.  ¡A  vé  zi  te  cojo!  .       .     t^        -^ 

Gi  i  ^N A       jQué  me  has  de  coge,  malas  tripas!...  ¡Premita 

Dios  que  se  te  jinchen  los  pies...  y  te  jagan 

cartero!  (Vase  por  la  izqciierda.^ 

ESCENA.  XX 

VALLE  y  TRIQUITRAQUE 

Vai  i  e  Vamos,  Triquitraque,  esto  ya  no  se  pué  su- 

frí... 

Trio.  No  ze  pué  zuñí... 

Vailk  ¡Basta  de  conversasión  esta  noche,  que  io 

que  es  de  mí  no  se  burla  nadie! 

Triq  .  ¿Pero  quién  ze  burla? 

Valle  Yo  me  entiendo. 

Triq  .  Pos  yo  no. 

Valle  ¡  Pos  avive  usté  er  sentío!  (Retírase  de  la  ventana.) 

Trio  Pero  oiga  usté,  prenda...  ¡La  mare  e  Diosj 

(Fuera  de  sí.)  ¡  Mardita  zea  la  quina!  ¡Ar  prime 
probé  que  me  encuentre  lo  dejo  zecoljY  ar 
primé  guazón  que  me  hable  de  esta  nina  lo 
dejo  zeco!  ¡Y  ar  primé  pamphnozo  que  me 

estorbe  lo  dejo  zeco!  ¡Y  á  to  er  que  ze  me 
ponga  por  delante  lo  vi  á  deja  zeco!...  ¡Z-oio 

que  antes  vi  á  di  á  mi  caza  á  zecarme  yo,  que 

estoy   chorreando!  (Vase  precipitadamente  por  la 

izquierda.) 


;5:;  — 


Patio  de  una  casa  de  vecindad.  Do8  puertas  al  foro,  de  las  habita- 
clones  de  Valle  y  seüá  Josefa.  A  la  izquierda  del  actor,  en  primer 
término,  la  puerta  de  la  de  Ramos,  y  en  segundo  término  la  es- 
calera. A  la  derecha,  el  portóu  que  conduce  á  la  calle  y  la 
puerta  del  cuarto  de  Antonia,  en  primero  y  segundo  término 
respectivamente.  Corredor  del  piso  principal  á  lo  largo  del  foro, 
con  baranda  de  madera  pintada.  Deutio  de  algunos  aros  sujetos 
á  ella,  macetas  de  distintos  tamaños  con  flores.  Dos  puertas.  En 
medio  del  patio  un  pozo,  alrededor  de  cuyo  brocal,  formado  por 
una  barandilla  de  hierro,  hay  también  algunas  maceif.s.  A  la 
puerta  de  todos  los  cuartos  varías  sillas,  y  una  inmediata  al  pozo. 
Junto  al  portón  un  fiirol  encendido. 


ESCENA  XXI 

VALLE,  SEÑA  JOSEFA,  ARACELI  y  REPOSO 

(Araccli  y  Rt  poso  pasean  cogidas  del  brazo  y  Valle  sale  violentamente 
de  su  cuarto  seguida  de  seña  Josefa) 


Jos .  ¿Me  quiés  acaba  e  desi  lo  que  te  ha  pasao  en 

la  ventana? 

Valle  ¿Me  quié  usté  deja  en  pá,  señora? 

Jos.  ¡No,  que  no  quieo  dejarte! 

A.RAC.  jCuidao  con  los  perritos  rabiosos,  seña  Jo- 

sefa! 

Valle  Oye,  ¿y  á  tí  quién  te  da  vela  en  este  en- 
tierro? 

Rep.  Yama  á  tu  padre,  que  es  niunisipá. 

ÁRAC  No  hase  farta  que  yenga  mi  padre  pa  defen- 

derme á  mí. 

Valí  E  Es  claro;  con  que  vengan  los  novios  que  tie- 

nes en  artivo  servisio,  ¡gran  parada! 

Arac.  Me  basta  con  uno  que  está  fresco. 

Vallk  Tú  si  que  estás  fresca,  si  te  lo  has  yegao  á 
creé. 

Arac.  ¿Eso  es  envidia? 

Valle  ¿Envidia,  porque  quiés  coge  lo  que  yo  dejo? 


-  36  — 

ReP.  (Llevándose  á  Araeeli  hacia  la  calle.)  VamOS  á  bus- 

cá  á  tu  padre,  que  es  munisipá. 
Valte  ¡Adiós,  roló  de  repetisión! 

Arac.  (Yéndose  ccn  Reposo.;  Probesiya,  está  tocá  der 

sentio. 
Vai  le  y  tú,  ¿iv)  estás  tocá? 

Jos.  ¡A  vé  si  te  cavas,  que  tienes  una  lengua  mu 

larga! 
Valle  ¡Mejó  pa  mi!  ,       -,  , 

Jo~.  ¡Ave  Mar'a,  qué  genio  vas  echando! 

Valle  ¡Er  que  me  da  la  realísima  gana! 

Jos.  ¡Pos  anda  y  que  te  den  servesa!  (Meiiéñdose  en 

su  cuarto.)  jVas  á  acabá  conmigo! 


ESCENA  XXII 

valle    y     ANTONIA 
Ant.  (Asomándose  á  su  puerta.)  PeiO,   oiga    USté,  ¿estO 

es  una  casa  esente  ó  es  un  corra?  ¿No  sabe 
usté  que  mi  marlo  está  malo  y  que  no  pué 
con  la  cabesa  de  carga  que  la  tiene? 

Valle  ¿Y  tengo  yo  la  curpa? 

Ant.  ¿Qué  quié  usté  desí,  so  argofiía? 

Valle  ¡Lo  que  usté  ha  entendió,  so  estropajo! 

Ant.  ¡Voy  á  darle  la  untura  ar  probesito  y  sargo 

á  que  me  repita  usté  eso!  (vase.) 

Valle  ¡Sarga  usté  cuando  se  le  antoje! 


ESCENA  XXIII 

valle  y  RAMOS.  Al  final  PEPE  LUIS 

Ramos         (Por  el  portón.)  Pero  Vaye,  mujé,  ¿qué*  bicho 

te  ha  picao? 
Valle  ¿Otro?  ,    .     ^. 

Ramos         (Huyeudu  )  ¡No  vayas  á  atenta  contra  la  justi- 

sia,  valia  de  que  eres  serso  debi! 
Valle  ¿Debi?  (oesaflándoio  con  fiereza.)  ¡Pruebe  usté  a 

vé  si  es  debi!  ¿Usté  no  ha  visto  nuncaa  un 

guindñja  rcando? 
Ramos         Yo  lo  que  no  he  visto  nunca  es  una  criatura 


—  37  — 


tan  bonita  como  tú  te  pones  enfurruña.  Si 
no  mirara  por  la  seriedá  de  mi  uniforme,  te 
ganabas  un  abraso  ahora  mismo. 

Valle  ¿Y  usté  sabe  lo  que  se  ganaba? 

Ramos  Una  gofetá  de  cue3'0  güerto.  Por  eso  no  te 
doy  el  abraso.  Porque  á  un  cuarquiera,  le 
pegan  una  gofetá...  y  árnica;  pero  se  la  pe- 
gan ar  Munisipio  en  persona...  y  ¡la  irno- 
minia! 

Pos  como  no  se  largue  usté  pronto...  irno- 
minia  vamos  á  tené. 

Pa  irnominia  lo  que  á  mi  rae  han  dicho. 
Arguna  invensión. 
Que  ya  no  te  importa  na  Pepe  Luis. 
No  señó,  no  me  iurporta.  Y  á  usté  menos. 
Chs...  chs...  DéJHte  di  una  mijita.  A  mí  me 
importa  más  e  lo  que  tú  piensas...  porque 
lo  voy  á  casa  con  mi  Araseli. 
¿A  quién? 

A  Pepe  Luis,  (vaiie  i.o  mira  con  furor.)  (¡Casca- 
ras! ¡Qué  manera  e  mirarme!)  Con  Dios, 
mujé,que  te  alivies. ¡Y  bate  cuenta  de  que  no 
he  dicho  na!...  Y  cuidaito  con  los  escánda- 
los, ¿me  oyes?  que  mi  mujé  ha  salió...  y  yo 
no  tolero  en  la  casa  más  escándalos  que  los 

suyos.  (Vase  hacia  la  caUe.  En  la  puerta  detiene  á 
Pepe  Luis,  que  Uega.)   Hola.  ¿No  haS  visto  á  mi 

pimpoyo? 
Pepe  Sí. 

Ramos         Pos  no  te  arrimes  á  esa  otra,  que  está  que 

muerde.  (Se  va.  Valle  se  sientü  aa  primer  término.) 


Valle 

Ra.mos 
Vai  lk 

R  \MuS 

Valle 

Ramos 


Valle 

R\MOS 


ESCENA  XXIV 


VALLE  y  PEPE  LUIS 


Pepe  (Acercándose  muy  despacio  á  Valle.)  Soy  yO.  No  te 

asustes.  (Valle  le  vuelve  bruscamente  la  (spalda  y  ma- 
nifiesta desasosiego.)  Vamos,  ¿te  enfadas  porque 
no  te  he  dao  las  güeñas  noches,  verdá?  Pos 
si  no  es  más  que  eso,  güeñas  noches.  (Pausa.) 
¿Ni  por  esas  me  miras?  Mujé,  yo  creo  que 
cuando  uno  se  presenta  como  las  personas. 


—  38  — 


Valle 
Pei-k 


Valle 
Pkpe 


Valle 
Pepe 


Valle 
Pepe 


Valle 
Pepe 


Valle 


se  le  debe  contesta  si  saluda...  ¿No?...  Pos 
déjalo.  (Nueva  pansa.)  Escucha.  ¿Has  hablao 
mucho  con  Frasquito? 
(con  ira.)  De  nadie  armito  burlas,  ¿oyes  tú? 
y  tuyas  menos  que  de  nadie.  Vete,  que  no 
te  cjuieo  ni  vé. 

Muy  pronto  voy  á  dirme,  y  va  á  sé  pa  mi 
rato  Porque  yo  no  sé  si  te  habrán  dicho  que 
1)6  desidío  meterme  fraile. 
(Con  desprecio.)  ¡Qué  grasioso! 
¿Te  hase  grasia  de  veras?  Menos  má...  Sa- 
brás que  esta  noche,  sólito  como  la  una  en 
mi  cuarto,  agarré  y  me  dije:  «Pepe  Luis,  ya 
que  la  mnjé  á  quien  tú  querías  no  te  quiere, 
métete  fraile,  y  despídete  der  mundo.»  Y 
como  pa  mí  to  er  mundo  eres  tú,  aquí  me 
tienes  de  despedía. 
Güeno,  pos  dale  expresiones  ar  prió. 
Atiende,  presiosa.  ¿Ni  siquiera  que  me  atien- 
das merezco?  Ya  que  yo,  por  mi  mala  cabe- 
sa,  me  veo  privao  de  tu  queré,  quieo  pone 
de  mi  parte  to  lo  posible  pa  que  el  hombre 
que  tenga  la  fortuna  de  que  tú  le  sepij'es  la 
ropa,  sea  dirno  de  di  tan  bien  sepij'ao...  Yo 
sé  que  tu  agüela  se  ha  erapeñao  en  casarte 
con  Chichariío.   ¿No  es  verdá?  Güeno.   Chi- 

charitO  tiene  este  arto.  (liulicaudo  muy  poca  es- 
tatura.) Pero,  mírame,  prenda...  Este  arto,  ya 
digo.  Es  un  hombre  que  está  en  abreviatu- 
ra... Sales  con  é  corgao  der  braso,  y  en  vé  de 
tu  marío  va  á  párese  que  yevas  er  canasto  pa 
di  á  la  compra. 

(Con    menos    aspereza  que  hasta  aqui.)    ¿Y    CS    CSO 

to  lo  que  tienes  que  desirme? 

Tú,  escucha  y  caya.   A  Ghicharito,  además, 

le  v(!0  yo  otro  inconveniente:  er  coló.   ¡Er 

coló,  no  te  rías! 

No,  si  no  me  rio. 

Me  había  quería  párese.  Tú  eres  morenita, 

mu  morenita:   Chícharíto  es  diez  veses  más 

moreno  que  tú  ..   Se  casan  ustedes,  y  en  vé 

de  niños  van  á  resurta  onsas  e  chocolate. 

(Sonrléndcse  y  levantándose.)    ¿PerO  tÚ  haS  VCnía 

aquí  á  quearte  conmigo? 


-  39  - 

l'EPh:  ¡Várgame  Dios,  mujé,  qué  cosas   tienes!... 

No  me  negarás  que  de  tos  los  protegíos  de 
tu  agüela  er  mejó  es  Chicharito:  ¡porque  miá 
que  Sebastián  er  sastre!...  Aque3'0S  tres  hur- 
tos e  la  cabesa  no  puen  pasa:  paese  er  pro- 
be  una  carambola  e  reunión...  Y  luego  es 
una  risa  un  hombre  que  en  luga  de  nué 
tiene  un  asenso,  subiendo  y  bajando  to  er 
día. 

Va  I  LR  Pero,  ¿á  qué  te  cansas,  si  esos  son  chocheses 

e  mi  agüela?...  ¿Por  qué  no  me  hablas  de 
Triquitraque? 

Pepi'.  Por  que  temo  que  me  deje  zeco  si  se  entera, 

y  porque  me  costa  que  no  lo  quiés  pa  na, 

Vat  le  ¿Crees  tú  que  no  lo  quiero? 

Pepe  Como  que  lo  yamaste  pa  darme  selos,  cuan- 

do yo  te  los  di  con  Araseli.  Ya  ves  tú  si  es- 
toy enterao.  En  resumías  cuentas,  sala:  que 
yo,  como  fraile  5^  como  persona  y  de  toas 
maneras,  te  aconsejo  que  de  casarte  con  ar- 
guien  te  cases  conmigo.  ¿Qué  contestas  á 
eso? 

Valle  Que  no  quisiea  más  que  podé  sonarte  como 

si  fueas  un  duro:  pa  convenserme  de  que 
suenas  á  plomo. 

Pepe  No,  mujé:  la  plata  es  de  le}'',  créeme  á  mí: 

sino  que  tengo  hoja. 

Valie  Con  que  hoja,  ¿verdá? 

Pepe  Si  tú  lo  sabes...  (cogiéndole  una  mano.)  Ven  acá, 

por  los  ojos  e  tu  cara,  ya  que  he  lograo  des- 
arrugarte un  poco  físe  entresejo  tan  bonito, 
y  vamos  á  habla  comí)  dos  personas  que  se 
quieren  de  veras. 

\^ALLE  Una...  pué  sé;  pero  la  otra...  ¿Qué  has  hecho 

I>or  ahí  estos  seis  días? 

Pepe  Bien    pues    presumirlo:    despedirme    der 

mundo. 

Valle  ¿Y  no  habíamos   queao   en   que  3^0  era  er 

mundo  pa  tí? 

Pepe  Sorana,  es  que  hay  dos  mundos.  Er  viejo... 

y  er  nuevo  que  descubrió  Colón.  Er  nuevo 
eres  tú,  y  der  viejo  me  he  despedró  pa 
.«íiempre. 

Valle  No  te  creo. 


—  4Ü  — 

Pepk  ¿Que  no  me  crees?  Pero  ¿tú  no  sabes,  vari- 

ta e  nardos,  lo  que  hemos  tratao  mi  padre 
y  yo?  Pos  óyeme  bien,  y  asércate  á  mí,  y 
mírame  de  «na  vé  írente  á  frente...  que 
aunque  son  las  nueve  e  la  noche  va  á  pare- 
serme  que  sale  er  só...  Er  probé  viejo  no 
pué  ya  con  la  brega  e  los  pájaros,  y  me  ha 
dicho  que  si  yo  me  hago  un  hombre  forma 
me  regala  er  puesto.  De  mo  que  cuenta  ya 
con  que  er  puesto  es  mío.  O  nuestro,  si  quies 
tú.  Ya  con  er  puesto  é  pájaros  se  pué  viví... 
Nos  casamos  tú  y  yo...  ¡ole!  3'^  en  la  luna  de 
mié  ¡nos  comemos  tos  los  pájaros  fritos! 

Valle  (soltando  la  risa.)  (jPero   qué  sombra  tiene!...) 

Y  luego,  ¿qué  nos  vamos  á  hasé? 

Pepe  ¡Luego...  Dios  dirá!  En  teniéndote  yoá  tí  á 

la  vera  mía,  ¡vengan  terremotos  por  horas, 
como  las  funsiones  der  teatro! 

Valle  Güeno,  güeno,  güeno,  no  te  entusiasmes... 

¿Y  si  después  de  casao  te  sale  ar  paso  argu- 
na  de  esas  con  quien  te  han  visto  estos  días 
atrás? 

Pepe  ¿A  mí?  Con  ninguna  mujé  han  podio  verme. 

Valle  Pos  te  han  visto  con  una. 

Pepf  En  to  caso  me  habrán  visto  con  dos...  Con 

dos  señoras  que  me  preguntaron  por  la  caye 
e  la  Pimienta.  Las  demás  son  calurnias,  que 
me  dejan  lo  mismito  que  estaba.  Porque  la 
calurnia,  ¿sabes  tú?  viene  á  sé  como  el  agua 
clarita,  que  no  mancha  si  no  hay  porvo 
debajo. 

Valle  ¿Y  esta  vé  no  lo  hay? 

Pepe  ¡Y  aunque  lo  haiga,  mujé,  déjate  de  histo- 

rias! No  me  guarde.s  renco.  ¿No  te  he  dicho 
ya  que  de  ese  mundo  viejo  me  he  despedío? 
¡Pos  á  viví  en  er  nuevo!  Vamos  á  aposta 
cuar  de  los  dos  quié  más  al  otro,  que  por 
la  gloria  e  mi  mare  que  gano  yo  la  apuesta. 

Valle  ¿A  que  no? 

Pepe  ¿Vas  tú  á  ganarla?  ¿Me  perdonas  der  to? 

Valle  ¿No  te  he  de  perdona,  si  pa  deja  yo  de  per- 

donarte y  de  quererte  sería  menesté  que  se 
te  ca3'era  la  campani^^a  y  te  quearas  múo, 
grandísimo  piyo? 


\ 


—  41  — 

Pepe  ¡Pos  está  bien  agarra,  y  hay  labia  pa  ratol 

Valle  ¡Pos  cariño  pa  rato  habrá  tambiénl 

Pepe  (Rebosando    alegría.)      ¡Ole    la    grasia    6    DÍ0S( 

¡Viva  tu  mare  y  tu  pare,  y  siete  generasio - 
lies  pa  atrás,  y  otras  siete  pa  alante,  y  ben- 
dita sea  hasta  la  hora  en  que  te  conosí,  que 
tuve  más  suerte  que  er  gato  de  una  casa  rical 

Valle  ¿Te  vas  á  gorvé  loco? 

Pepe  ¡Lo  que  voy  ahora  mismo  es  á  levanta  de 

patiyas  á  to  er  mundo  y  á  arma  aquí  un 
jaleo  que  hasta  las  piedras  der  patio  van  á 
salí  bailando  seguiriyas! 

Valle  ¡Y  las  primeras  van  á  sé  las  mías! 

Pepe  ¡Ningunas  mejoresl  ¡Conque  arsa  ya  por  tus 

paliyos,  que  en  cuanto  tú  hagas  así  con  los 

brazos  (Levantándolos   como  si    fuese  á  bailar.)  me 

va  á  párese  que  repican  á  gloria! 
Valle  ¡Pa  mí  ya  han  repicao  hase  un  rato! 

Pepe  ¡Ole  los  manojitos  e  flores!  (Entrase  Valle  en  su 

cuarto  corriendo . ) 


ESCENA  XXV 

pepe  luis,  ANTONIA,    que  sale    y    entra;   luego  TRIQUITRAQUE, 

<3espués,  sucesivamente,  VECINOS  y  VECINAS,  ARACELI,  REPOSO, 

VALLE  y  SEÑA  JOSEFA 


Pepe 

Ant. 
Pepe 


Ant. 


Pepe 

Ant. 
Pepe 


(Yendo  de   un   lado   á   otro  y  llamando.)  ¡Antonia! 

¡Niñas!  ¡A  vé  si  se  anima  la  gente! 

(Asomándose  á  su  puerta.)  ¿Qué   hay? 

Que  quieo  que  me  preste  usté  la  guitarra  e 
SU  marío,  pá  arma  aquí  ahora  mismo  un  ja- 
leito  probé. 

¿Y  quién  le  ha  dicho  á  usté  que  yo  tengo 
humó  de  jaleos?  ¿No  sabe  usté  que  mi  ma- 
río se  muere? 

Señora,  ¿qué  se  ha  de  morí?  ¡No  se  haga 
ulsté  ilusiones! 

¡Ay,  por  Dios,  vaya  una  ocurrensia! 
Déjese  usté  de  cuentos  y  venga  la  guitarra 
ya,  que  apenas  er  señó  Juan  la  oiga  da  un 
sarto  en  la  cama  y  se  pone  güeno. 


—  42  

Ant.  Voy  cá  ponerle  la  cataplasma  y  sargo  en 


seguía. 


Pepe  (a   Triquitraque,  que  viene   de    la  calle.)  Hombre, 

yegas  que  ni  de  encargo. 

Triq.  ¿Te  aludes  á  mí? 

Fepe  ¡Se  me  ha  metió  en  la  cabesa  alegra  este  pa- 

tio, que  paese  un  sementerio! 

Triq.  Pos  cuenta  conmigo,  aunque  estoy  más  que- 

mao  que  er  zó. 

Pepe  ¡Esto  marcha  a  to  escape!  ¡A  vé!  ¿Dónde 

se  han  metió  las  prinsesas  de  este  palasio? 
(Llamando.)  ¡Araselü  ¡Refugio!   ¡María  Pepal 

(Asómause  algujos   vecinos   y    vecinas    al   corredor.) 

¡Bajen  ustés!...  En  la  caye  también  hay  mu- 
chachas... (Llamando  desde  la  puerta.)  ¡NiñaS, 
aquí  toas,  que  hay  que  canta  y  baila  hasta 

que  amanezca!  (Por  la  escalera  y  la  puerta  de  la 
calle  salen  vecinos  y  vecinas.  Con  estas  últimas  vienen 
Araceli  y  Reposo.) 

Música 

Coro  ¡Viva  quien  tiene  alegría 

y  caliá, 
pa  mete  á  la  gente  en  fiesta 

con  volunta! 
Ya  tenemos  esta  noche 

la  juerga  arma, 
pa  que  luzca  er  que  la  tenga 

su  habiliá. 
La  que  menos  de  las  niñas 

sabe  baila, 
y  er  que  menos  de  los  mosos 

sabe  canta. 

Hablado 

Jos.  (saliendo  con  Valle.)  (Er  demonio  de  Pepe  la 

ha  güerto  der  revés.) 
Ant.  (saliendo  con  una  guitarra.)  Aquí  está  la  guitarra. 

Pepe  Pos  venga,  y  á  baila  hasta  la  fin  der  mundo. 

Arac.  (¿Se  han  arreglao  estos  dos?) 

Ant,  Voy  á  darle  la  pírdora  á  Juan.  (vase.  siéntanse 

Valle,  Señii  Josefu  y  algunos  vecinos  y  vecinas.) 


—  43 


ESCENA  ULTIMA 


dichos;  ramos,  seño  MANUEL  y  MOSQUITO 


Ramos  (Por  el  portón,  con  los   dos   iillimos    )  ¿No  lo  dije? 

¡Ya  está  er  palio  que  arde!  . 
Man.  a  la  paz  e  Dios. 

Varios         Güeñas  noches. 
MosQ.  ¡Siga,  siga  la  fiesta! 

Pepe  Conque,  niñas,  á  vé  si  bailamos  esas  segui- 

riyas. 
Ramos  ¡Éso,  seguirÍ3'as,  que  es  lo  que  á  mí  me  en- 

siende  la  sangre! 
Man,  ¿Quién  va  á  bailarlas? 

TrIQ.  (con  resolución,  feñalando   á   Valle.)  Esta  mOCita 

y  .yo- 

Pepe  ¿Qué?  (a  Vaiie.)  (Tú  no  bailas  más  que  con- 

migo.) 

Valle,  ¡Ay,  Triquitraque,  si  usté  supiera  que  se  me 
ha  torsío  un  pie!...  Baílalas  tú  con  Frasqui- 
to, Keposo. 

Triq,  (¡La  mare  e  Dios!  ¡No  zé  me  cuaja  na  esta 

noche!) 

Rep.  (saliendo  á  bníiar.)  Yo  110  sé  baila,  pei'O  sc  hará 

lo  que  se  puea. 

Pepe  ¿No  has  de  sabe,  presiosa?...  Andando,  que 

yo  voy  á  toca  y  á    canta  ..  (siéntase.   Sale    Anto- 
nia. Pepe  lA\is  canta  y  toca  la  guitarra.  Algunas  mu- 
chachas tocan   las   castañuelas.   í.os    demás   vecinos  y 
vecinas  llevan  el  compás  con  las  palmas.) 
Pepe  (cantando.) 

La  que  no  tenga  novio 

que  á  bailar  sarga, 
que  3''o  sé  que  bailando 

novio  se  saca. 

I>a  que  lo  tenga, 
si  no  baila  su  novio, 

que  se  esté  quieta. 

Ramos  (Tirando  el  kepis  á  los  pies  de  Reposo.)  ¡Ole!  ¡Hasta 

el  Ayuntamiento  se  descompone  viendo  es- 
tas cosas! 
MosQ.  ¡Ole!  ¡Viva  mi  barrio! 


—  44  - 

M.AN.  ¡Vamos  á  la  segunda! 

Un  vecino  ¡Bien  por  la  pareja! 

Otro  ¡Bien  por  er  cantaó! 

Ant  .  Voy  á  darle  la  friega  á  Juan. 

Pepe  La  puntiya  es  lo  que  va  á  darle.  —¡A  la  otra, 

á  la  otra!  (cantando.) 

Para  encontrá  pareja 

de  seguiriyas 
sa  menesté  una  carga 
de  simpatías. 
Que  no  hay  morena 
que  baile  con  un  uioso 
si  no  le  peta. 
Ramos         ¡Ole,  saleritos  ahí! 
Triq.  (¿Qué  quié  zinificá  eza  copla?) 

Man  .  ¿Se  ha  fijao  en  la  coplita  er  bailaó? 

MosQ.  ¡Que  jate  cabos  er  bailaó! 

Pepe  ¿Qué  dise  á  eso  er  bailaó? 

Tbiq  (Amostazado.)  ¡  Er  bailaó  le  va  á  rompe  la  cara 

á  uno! 
Pepe  Hombre,  se  me  figura  que  eso  es  habla  de- 

masió. 
Triq.  Es  que  zi  tú  has  cantao  eza  coplita  con  ze- 

gunda,  yo  no  te  lo  conziento. 
Vai  le  Pos  lo  menos  la  ha  cantao  con  tersera  ó  con 

cuarta.  (Algunos  se  ríen.) 

Triq.  ¿Qué?  ¿Pero  es  que  estoy  yo  haciendo  aquí 

un  papé  farzo? 
MosQ.  j>!e  paese! 

Triq.  ¿Quién  ha  dicho  me  paece,  que  lo  vi  á  deja 

zeco? 
Pepe  Lo  ha  dicho  Mosquito,  pero  me  lo  ha  quitao 

á  mí  de  la  boca. 

Triq.  ¡Pos  ahora  verás!   (faca  una  navaja  y  la  abre.  Las 

mujeres  gritan.  Los  hombres  tratan  de  sujetarlo.) 
Pepe  (Echando  mano  á  una  silla  )  ¡PoS  vei'ás  ahora! 

ValiE  (poniéndose  entre  ambos.)  ¡Déjalo,  Pepe  Luis! 

Ramos         ¡Arto  á  la  justisia! 

Man.  [Muchacho!   (sostienen  unos  á  Pepe   Luis  y  otros  á 

Triquitraque.) 

MosQ.  ¡No  te  pierdas,  Pepiyo! 

Triq.  ¡Zortarme,  hace  er  favo! 

Jos.  ¡Virgen  de  los  Reyes! 

Arac.  ¡No  correrá  la  sangre,  no  hay  cuidao! 


—  45  — 


Ramos 


Triq. 
Ramos 
Pepe 
Ramos 

Pepe 

Ramos 

Triq. 
Pepe 

Triq. 

Vali-e 

Triq. 

Arac. 

Pepe 
Ramos 


Pepe 
Arac. 

Pepe 


Ramos 
Triq. 


Valle 


¡Arto  á  la  justisia,  canela!  (con  energía.)  Tú^ 

Triquitraque,  guárdate  esa  navaja.  Tú,  Pepe 

Luis,  suerta  esa  siya. 

Es  que... 

¡Ya  te  estás  cayando! 

Si  no  fuea  ])or... 

Y  tú  también,  ó  vais  los  dos  á  la  casiya.  ¡Miá 

que  yo  no  me  caso  con  nadie! 

Lo  creo:  tienes  de  sobra  con  tu  mujé. 

(Aparte  á  Pepe  Luis.)  (No  me  hagaS  reí,  QUC  GS- 

toy  en  f unsiones ) 

¡La  mare  e  Dios!... 

Son  cosas  e  la   vía,  Triquitraque.  To  te  ha 

pasao  por  meterte  donde  no  te  yamaban. 

Tampoco  lo  ziento  gran  coza.  Ya  me  yama- 

rán  en  otros  laos. 

Este  siempre  tan  fino. 

Niña,  usté  zí  que  es  más  fina  que  un  cora. 

(A  Ramos.)  Padre,  ya  ha  visto  usté  cómo  me 

ha  plantao  este  granuja. 

Mujé,  yo  sólo  te  había  dao  argunas  bromas. 

Más  que  por  na  lo  siento  porque  yo  contaba 

contigo  pa  que  rae  mataras  á  disgustos  á  mi 

mujé. 

No  te  apures:  otro  sardrá. 

Esta  misma  noche  me  ha  pedio  relasione& 

en  serio  er  porvorista  de  ahí  ar  lao. 

Pos  miá  tú,  ese  le  conviene  á  tu  padre.  ¡A  vé 

si  estando  un  dia  tu  madrasta  sola  vuela  la 

casal  (Risas  generales.) 

¡Choca  ahí;  tú  me  has  comprendió! 
(Otra  esgracfa:  tengo  yo  ca  gorpe  que  paezco 
un  martiyo,  y  naide  ze  ríe.  Y  en  cuanto  esie 
guazón  abre  la  boca...  ¡ya  está!) 

(ai  público,  señalando  á  Pepo  Luis.) 

Ya  que  ha  coiiseguio 
er  perdón  de  su  padre  y  su  novia, 
danos  tus  aplausos,  y  siga  la  racha 

de  su  güeña  sombra. 


vm 


Madrid,  Ayosfo  1897. 


OBRAS  DE  LOS  MISMOS  AUTORES 


Esgrmia  y  amor,  juguete  cómico  en  un  acto  y  en 
prosa. 

Belén,  I2,  ptincipal,  juguete  cómico  en  un  acto  y 
en  prosa. 

Güito,  juguete  cómico-lírico  en  un  acto  y  en  prosa. 

La  media  naranja,  juguete  cómico  en  un  acto  y  en 
prosa. 

El  lío  de  la  flauta,  juguete  cómico  en  un  acto  y  en 
prosa. 

El  ojito  derecho,  entremés  en  prosa. 

La  reja,  comedia  en  un  acto  y  en  prosa. 

La  buena  sombra,  sainete  en  tres  cuadros  y  en  prosa. 


ARCHIVO  Y  COPISTERIA  MUSICAL 


PARA  GOANOE  í  PEOUEÑA  ORQUESTA 


PEOPIEDAD   DE 


FLORENCIO  FISCOWÍCH.  EDITOR 


"  Habiendo  adquirido  de  un  gran  número  de  nuestros  me- 
jores Maestros  Compositores,  la  propiedad  del.  derecho  de 
reproducir  los  pajisles  de  orquesta  necesarios  á  la  represen- 
tación y  jejecución  de  sus  obras  musicales,  hay  un  completo 
surtido  de  instrumentales  que  se  detallan  en  Catálogo  sepa- 
rado  á  disposición  de  las  Empresas. 


«■  ?-. 


PUNTOS  DE  VEKTA 


En  casa  de  los  corresponsales  de 
esla  Galería  ó  acudiendo  al  editor, 
que  concederá  rebaja  proporcionada 
al  pedido  á  los  libreros  ó  agentes.