I
Mtlfó-z. ¿T
&t/
u
LA RELIGIOSA
ILUSTRADA
CON INSTRUCCIONES PRACTICAS
para renovar su espíritu en ocho
días de Exercicios , útiles también
para la perfección de codos
estados.
DISPUESTA
Por elPaDxH.e Pedro Ansalone,
de la extinguida Compañía lla-
mada de JesUs.
SEXTA IMPRESIÓN.
^
CON LICENCIA
Reimpresa en Lima : en la Casa de
ios Niños Huérfanos, Ano de 1788»
I
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\ 744 ^ ¡(f ¿~¿ ^^ ^iftj* «& ¿¿¿ t¿/e¿M ¿laza *s¿
.MEDITACIÓN FREQ(VENT$
dff U Religiosa.
l XT O para que nací 5 Para satvnrmea
JL Que tengo de morir, es infalibles
Dexar de ver á Dios, y condenarme,
Triste cosa será, pero posible.
Posible ¿ y rio^duermo^y quiero holgarracl
Posible ,¿y tengo amor á la visible ?
I Qué higo ? qué me ocupa l. q me encanta?
Loca debo de ser, pues no soy Santá*
fACV LATO RÍA
O Jesús i O María r
O Sanea Trinidad l
M salud, v m vida,,
Y nú felicidad
& «ni
V,
k
L Ilustrisimo Señor Jr^vbisp*
de Zaragoza ba comedido
ochenta dias de Indulgencia á toáoslas
que leyeren , ü oyeren leer qualauíe*
ra de las Instrucciones de este Libri*
to. Y los Ilustrísimos Señores Obis*
pos de Lérida^ Tardona y ^Vtbina
conceden también quarenta días de
Indulgencia por lo dicho*
PROTESTA.
TOdo quanto en este Li-
brito se dice, se ha de
encender conforme al Decreto
de la Santidad de Urbano VIII.
-■
JMTRODVCCION.
PARECE ¡obrado atrevimiento el
mi'K de querer llevar luz^ á los CU*
tfifiw, donde todo es luz., donde el aire
tst' ilustrado del Cielo \ donde es do-
rneútca la fckjm la gracia. Luz, son las
Reglas, lúzalos santos Votos \ lúzalos Su*
pn tores, luz. los Padres Espirituales, lu%
los Sacramentos , y luz^ todo el tenor de
la vida Religiosa > pero con todo eso la
luz. de la perfección, por grande que sea^
Siempre es capaz, de mayores creces , y
tsto pretendo yo acarrear con estas Ins*
tracciones. No quiere Teofilato^ que la
"Alma Religiosa se pare en un grado de
perfección, y diga con Pedro : Bueno es
quedarnos aquí : Bonum est nos hic
es se. Antes bien conviene aprovechar si*
impre,y no pararse en un orado de Vir-
tud, y perfecciom sino ir adelante, y pa-
sar a otros : Oportet setiip'er profieere,
& non permanere in uno*, giadu virtu-
tis, & contcinplationis, sedad alid trans-
iré. Por que en el camino de Dios, el
no ir adelante ¡ es bolver atw; In via EPtí
V*
non progredi, regredí cst. T el Ilustra-
do, y Venerable Paire Calasanz^ decid
i este propósito : Siempre falta la per*
son a Religiosa, que no aprovecha siempre
en su tocación, Semper dcficic Religio-
sus, qui in sua vocatione non semper
proficic. En el camino de la perfección
no hay parar ; sino ir adelante, ó bolver
atrás ; por que en queriendo no ser me*
jores, dexamos de ser buenos. Con esta
consideración , dice San Camilo de Le*
lis , nos hemos de fervorizar. Del Jas*
to esta escrito : Crecerá como el Cedro
del Líbano : Sicut Cedrus Libani muU
tiplicabitur. Del Cedro dice Apolonio: Que
mee siempre, y que no conoce Vejezj
Semper cresceie fertur, nec aliquando iré
ia sCQC&mcm. Tal y dice San Francisco
de Sales , debe ser el Alma que cami-
na a Dios. He aquí pues, el objeto de
de esta mi leve fatiga : añadir espuelas
a quien corre, y alas a quien Vuela.
Por lo que piens* hacer una cosa del
gusto df Dios, y grata a las Esposas de
Chisto, que aspiran siempre a la cum%
bre de la perfección.
Pag. i
vt MAYOR. GLORIA DE DIOS.
LA RELIGIOSA
ILUSTRADAS
INSTRUCCIÓN PRIMERA.
OE I^S FUENTES DE DONDE S&
derivan las imperfecciones en la Religiosa.
m
O ME ANONADO, QUAN-
do veo anonadado á S. Ber-
nardo dentro de sí mismo.
„ El Santo protesta, que se aver-
güenza de vivir, por que aprovecha poco en el
espíritu; y para librarse de tal sonrojo, se acó-
ge ala muerte: Vivere erubesco , quia parum
prefino; mor, umeo , quia non sum paratas: sed
malo mor,, & misericordia Dei me committere .
yumvivenáo Deum ofenderé. Yo me avergüen
fe* de viv,r, por que aprovecho .poco en la vir-
tud. Temo de monr, po* que no estoy apare-
jado;
i
jadó.j pero .mas estimo morir , y: acogerme aj
amparo de la Divina' Misericordia,- que v'wjerw
áo ,ofender i Dios. Con todo esto, yo me -aco-
jo á una admirable do&rma' que "dio 'fe Vir«*
¿en á su .querida, Santa firígííá , 'díciéñd<>la ♦
Que ' no . por otra cósase debe desear Ja "vida |
que para enmendar las faltas; y para enmen-
darlas, queremos, ver las, fuentes i por' que á laf
veces- somos como árboles" 4ué caminan í V¿4
hit arbpres ambulantes» El árbol quahdb le com-
baten los vientos, mueve solo* las hojas; prro-rf
$onca queda inmoble: así ■-.algunas Almas Re*
Ugiosas, al viento de un fervor de espíritu", ¿
en tiempo de Adviento ,* y Qúáresma", muevert
las ramas: ésto es, enmiendam las faltas; mas
el tronco de donde ellas nacen /queda en pie%
esto es ^ la,.raiz de las faltas. Ahora pues'1:* no-
íiotrjos para arrancarlas de tifo , vámosla divi*
sando*- Á , cinco pues , se reducen las fuente!
#e las. faltas,..
La primera fuente de las faltas es el no
-procurar 1¿~ perfección. Dice alguna: á mí^ mé
-basta. u na qiediana virtud. 'Puedo contentarme
de no- hacer pecados graves, de no cometcir
veniales voluntarios : en él resto de las imper-
fecciones no pongo el pensamiento : pero debé9
acordarte , que tu vocación grita , que quiere
deseo de perfección ; y quando has dicho , es-r
lo me basta^ has caído de. tu fin: Ubi suffic?t,ibipe~
rjisti. Te' dice San Agustín: mira un poco; te
grita San Bernardo: Si un negociante se con*
•tentó jamás con la ganancia: hecha ;* nd yq£
. . , . C¿ejfci.j
cierto; sino que anhela siempre á nuevas ga<*
nancias : y solamente se trata de un puñado dé)
tierra ( que no es mas todo lo temporal) . Y
aquí , que se trata de ventajas de virtud, qué
acarrean premios eternos , y corona de gloria,
¿quieres tal omisión? Aquel dicho que trae San
Agustín : Malo quod teme , quam quo^ spero z
Quiero mas esta poca comodidad , este poco de1
libertad que ahora poseo , y esta amistad que
tengo , que aquel aumento de gloria que puedo
esperar : es de persona que tiene el coraron en
ios ojos; no de quien tiene el corazón en eí
Corazón. Habet cor in eculis, non in corde.Unz
persona Religiosa solia decir San Pedro Alcán^
tara, puede esperar aquello que no ve, y es*
¡íera; pero no lo que ve. f
La segunda fuente de las imperfecciones ét
«1 amor propio. Miserables de nosotros , tage
pagados y colgados de nosotros mismos, siendo
«sí, que no tenemos mayores enemigos,
9ue nosotros mismos. Aquella Religiosa hace
rnas cuenta de un poco de reputación, de urt
resplandor de estimación propia, de un poco de
comodidad, y conveniencia, que de la virtud f
y lo cierto es , que lo principal de una
Religiosa es la virtud: pero si esta se junta cor*
una propia satisfacción, se pisa. No lo hacia así
San Bernardo, que protesta, que á todo lo que es
amor propio , sentidos, mundo y tierra, se harria
como un cadáver sin vida: pero quando se trataba
de virtud, de perfección, de espíritu, de ob$e>»
guios á Christo, era un, Briareo de cien brazos.
f
. 4y La Rehgwa ilustrada.
Jim Argos de cien ojos í Ad alia quidem óttt*'
ma~ mortuus sumy non sentid, non curo, non atten*
do; si quce vero Christi sünt , heec me vivum
invenjunt , ac paratum: Á todas las otras cosas,
de verdad soy muerto, no siento, no cuido, no
atiendo : pero si Son cosas que miran á Christo,
estas me encuentran vivo y solícito. Esta es la
idea de una Religiosa, muerta al amor propio,
Viva al amor de Christo. El medio único para
llegar, á este feliz estado, está en que la Reli-
giosa se venza en todo por Dios , sufra por.
Dios , y tenga paciencia por Dios, Esto acón- '
sejaba nuestro Padre San Ignacio, para adquirir
la perfección*
La tercera fuente de las imperfecciones son'
los respetos humanos. Aquel infeliz, ¿ que dirán?
si yo no concurro con la otra en la inobser-
vancia : si yo quiero hacerme espiritual : si yá
xne entrego al retiro , á la oración, al despre-
cio de mí misma, á la mortificación, y demáí
^xercicios espirituales? Me señalarán con el de»
áo , se burlarán de mí , me llevarán entre len*
guas. ] Oí qué enfermedad tan sutil, y delicada
es esta ! 0 quot detrusit ad tnferos infir mitas
7>cec delicata , decía San Agustín. ; O! á quantos
ha llevado al infierno está enfermedad delica-
da! Por complacer á una criatura, no se te da
nada bolver las espaldas á tu Criador. Nuestro
Padre San Francisco de Borja solía decir, qu£
la primera piedra que debe echar en el edificio
espiritual el que quiere darse á la perfección,
éi el quebrantar el' ídolo del -qué ' dirán. T«
* ' bur-
■I
La Religiosa Ilustrada. £
piuría la gente , por que vas pobre f mortifi*
Cada, y despreciada; pero Dios se deleita. Mr-
col se desdeñó de David , y le despreció poc
Jqu¡e saltaba delante de la Arca ; pero Dios se
Complació de aquellos saltos, dice San Bernar*-
do : Bonus ludus : quod Michol irasciiur> Deut
dele ftatur. Quinao te viene a la imaginación /.*
¿qué dirá aquella ., qué dirá h. otra, si yo me
muestro retirada , observante de mis Reglas, y
con freqüencia de Sacramentos ? Respóndate?
i Qué dirá Dios ? ¿ Qué dirá la Virgen? % Qüidfr
rd el Ángel de mi Guarda ? ¿ Qué dirá mi Sap?
to Patriarca ? Tanto despreciamos la cara dk
m Dios , - dice San Gerónimo , quantq fiacémqs
cuenta de la cara de los hombres; Tantwri
Deum neglígimus , quantum homintim f achín ve.^
neratnur. Aprenda ía Religiosa á despreciar és*
tos vanos respetos por Dios, y mírese coito
peregrina, y desterrada sobre la tierra;y como aef-
vierte el Venerable Kempis, entienda que le convie-
ne hacerse simple por Christo^ si quiere seguiría
virda Religiosa i y persuádase , q&e Dios, y ella
tolos están en el aiunáa, comot aconse|a Santjfc
Teresa de Jesiss. '
ta quarta fuente de las imperfecciones ■ e&
el hacer sin* cridado las cosas espirituales ©rd3«*-
«arias. A medida de la dilige&di en las* eosa&
espirituales va el espíritu,, y perfección, Aqruéit-*
la oración tenida sin preparación, y como, §út
fuerza.; Aquella Misa ©ida con tanta distracción^
Aquel Oficio Divido* ó ©á rezado en- el Co^a
^¿fot fastidio a o .mida om -foca, atención- |J jg
r
reverencia: Aquella Comunión, aquélla Confc*
sion hecha con poca preparación, y poco sen^
timiento, son reclamo» de imperfecciones, y tf-
Jbieza, que embarazan la luz, y gracia de
Dios; por que: Ccrte, dice S. Gerónimo, <¡ua*-
lis appares tu Deo, talis appargt tibi Deus. Dios,
dicq San Vicente Ferrer , se llama Espejo
- sin mancha : Speculum sine macula. El es-
pejo te retrata, como te le presentas^ te r$-
.presenta justa, . como tu te le presentas. Dios* f
dice §an Buenaventura , no remunera tanto
4as obras , quanto el modo como se hacen.' Y
-San ¿arlos Borromeo solía decir , que uña
-pequeña obra hecha con el refro fin de ágrk-
dar; á Dios „ merecía ¡incomparablemente mas
•-que machas acciones , y a<5tos heroicos sin
.éste fin. Aquel gran Pintor Zeuxis , preguft-
. tado una vez , ¿ por qué ~ fuese tanv tardo ert
. el. pintar , pues pasaban años para perfeecio*
; liar una pintura ? Respondió : Yo soy tkr-
do en el pintar ,? por que pinto para la
¡ eternidad: Diu pingo ^ quia ¿terrtrtaii pingo.
, Aquella obra ' espiritual que "haces ¿ es Mfa
j pintura que ha' ¿e durar una eternidad i r)üe«
inira con quanto . cuidado ? y aterrcion debes
j liacerla. San Vicente^ Pkul dice r¿ que 'la r*o-
> cures hacer cbn Xal. perfección , y espíritu, co-
rno si, de- ella realmente ; dependiera "la honra
• de Dios, y el bien del Universo , y- tu ' sal-
vación ; ó como ,sir fuera la cjue últimamente
*. Cfchase el sello, i todas las acciones de la 'vida.
*< JU Quinta " ftteafé de la^ixhyrfectibne^Vti
Í9>
Jí Religiosa es .ej; derramarse sobrado en U*
Cosas exteriores. La mayor parte del dia% 6
_cn el íJLocutonQ, ó en conversación, hablando^
«riendo ,. y quizá . murmurando con las otras Ré-
Jigiosas , ^¿oW es posible que él Alma m&
buelva,seca de re$.píritu , y flaca de virtud ?B1
tiempo '.,, tque .no atiene* precio , sé ma^
tirata en parlerías ociosas.' Dixo bien Di&~
.genes á un < Joven , qué 'iba á Una conven
iacion :. Deteri^ r¿d0íh bolverás: * peor. Asi ¿
quando^tu sales 4e tú Celda , ;$- Aposenta
^para distraerte, pemior refáibii, te aseguro;,
*que bolverás más /' imperfecta; Son los: to^-
Cüiorios^ décia .Saüta Teresa7 de Jesús, lá*
puertas del CieÍo ^cerrados , y &* áet; peHr
:; gro abiertos : y un Padre de nuestra Com-
pañía dexó escrito , que el mayor daño de las
-Religiosas acaece por las especies , yv noti>
cias. que les entran por la reja > y Locutorio;
-pues las siguen , y persiguen en la Celda,
en el Coro , y en la Oracttan : y que -en
^ declinar la ..reja, y Locutorio» consiste en g&n
/.parte el buen régimen de su1 apetito , y jf!
v caminar en .la perfección. í Ay ! de las "Criafoi*
, ras ingratas.á Dios ^V «quanto recreo dan ¿al
-Alma ! Solía decir San Felipe' Neri; &■ bea-
ta solrtudp ! ¡ O í $£¡$95* "soledad V¡0 Insola Bie-
, naventuranza i y rSan; Bernardo '1 Celtce',- %&
Cali cognaü CÚa&rtaffo suñt % 'quia sicüt Gk-
tum y. lá iC¿Í*^ atirwicém viáentur haberé
* quamdam CQgn*tikv?h* nomtnis , si? £5 préfa-
■*ék¿ 1% ^tó^cioa -ífc b r Celda* y ¿tf' x§¡§*
í
8. La Religiosa Ilustrada; i
** son parientes ; por que así como Cielo , y
.Celda tienen cierto parentezco en la voz, asi
tienen parentezco de piedad.
INSTRUCCIÓN II.
J)E LOS QUATRb VOTOS , POBREZA 9
Castidad, Obediencia, y Clausura.
D
Ebe la Esposa de Christo seguir las pU
*adas de su Celestial Esposo. Él traxo al mun-
do todas las Virtudes, y entre ellas los quatro
Votos de la Religiosa Claustral. No solo las
traxo, sino advierte el Mártir San Cipriano, no
tenga escusa quien no le sigue: Dominus , &
Deus noster quidquid docuit , fecit, ut discipulus
excusatus esse non possit , qui discit, & non fe-
~cif. Él pra&icó la pobreza con tal rigor, que
no tenia donde reclinar la cabeza : Filius au~
tefn hominis non habet ubi reclinet caput suum.
Praéticó la Castidad, queriendo nacer de Ma-
dre Virgen Purísima. Practicó la Obediencia,
hasta la muerte: FaEfus ébediens usquz ad mor-
~tem. Pradicó la Clausura, quando con perfeftí-
simo 'uso de razón quiso estar nueve meses
encerrado en el seno materno. Estas Virtudes
profesa la Religiosa Claustral, para parecer me-
jor á su Esposo Jésu-Chrisfco. Veámoslas pues,
ahora por sií orden. La pobresa es el Joyel mas
noble de una Religiosa, y agrada tanto á Dios,
que no solo le da el primer lugar en las ocho
Bienaventuranzas $ más te ventajas : ¿ las , Po¿
bres
La Religiosa Rastrada. 91
tres de espíritu promete el premio de presenten
Beati pauperes spiritu, quoniam ipsorum est Reg~
num Ccelorum. Siendo así , que á las otras Bie**
na venturanzas se promete de futuro: Beati mit^
tes , quoniam ipsi possidebunt terram. Beati qui
Ingent, quoniam ipsi consolabuntur. Beati mund&
cor de 9 quoniam ipsi Deum videbunt,&c. Todks
promesas de futuro ; mas de los Pobres de es-*
píritu se dice : Bienaventurados los Pobres de1
espíritu , por que de ellos es ( no dice será ) ej
Reino de los Cielos. El estar fuera, de riquev
zas voluntariamente, es estar fuera de la escue*
la de los vicios, como dice San Chrisóstomo í
t>ivitrce sunt schola rhalitia. Más la voluntaria
Pobreza no solo álexa de los vicios*, sino qué
de golpe trae al Alma el Cielo de lajs Virtudes ¿
y de la perfección , según dice" San Bernardo; ;
Magna V aupen atis penna> qua iaih cito volatur
ád Coelum. El miserable mundano, siempre hamí
briéhto dé ganancias , y riquezas , no puede
dároste vuelo; porqué, según San Agustín ¿
fas alas' que la" fé adaptó al AMa, quedan iri*
hábiles para este vuelo, por la liga del »aftbí
á las cosas terrenas ; Amor reriím y ierrenaSuni
viscusi est spiritualium pennarum. El arrior de la*
cosas " terrenas es liga de Más alas espiritualéá
Pues tu , dichosa Religiosa, que despreciaste
todas las cosas con el Voto de Pobreza ¿ tienen
sfempré libre; y suelto el vuelo acia Dios: pe**
fó lo malo és j qué á las -veces aquella íleli*-
giosa que lo repudió todo, se pierde por, mi
ño nada^- RepudtóWatrimonios^ y -deipüésT néfi
H
r
to. Ld RtUgtotd ¡lustran A.
Se --«acia de ciertas conveniencias sobradas en \%
Celda \ y tal vez se desvanece de vestir coa
aseo , atildada, y bizarra : y busca delicias in
cilfcirs , con introducir nuevos usos de vestir eit
«1 Monasterio. ¡ Ah ! Esposa de Christo ! Ti
llevas acuestas la Cruz de la Religión: mas por
«stas vanidades no pasas adelante, y te sucede
lo que advierte San Juan de la Cruz, del ave
que tanto le impide el volar estar atada á uit
delgado hilo, como á una recia maroma. Re-
cobrada la Cruz de Christo de manos de lo*
Persas, quiso el Emperador Heraclio, por su
devoción, llevarla sobre sus hombros por medio
de Jerusalen, vestido de sus vestiduras Reales;
fero quando llegó á la puerta de la Ciudad 9
camino de el Calvario,, quedó inmoble, sin
poder dar un paso adelante. Pasmado el Pue-»
blo á este espectáculo, y el Emperador sin en*
tender la causa de esta maravilla; el Patriar-
ca Zacarías, que se hallaba presente , ilustrada
con la luz del Cielo, le dixo: Mira, ó Empe-
rador, que tu por ventura con este ornato tri-*
tmfal, y pomposo, en llevar la Cruz no imitas
á JcstHChristo, que la llevó atado con sogas f
y lleno de oprobios , Vide hnpetator , ne isto
friumphali ornatu in Ctuce ferenda parum Chris~
ti babiturriy & paupertatem imitare. Con que qui*
tado el manto Real, caminó felizmente. Tanto
digo á tí , Religiosa, que llevas acuestas la Cruz
de Christo, que es la vida religiosa, y estimas
mas llevar galas encima, y ciertas singularida-
des impropias 4 tu estado $ pue* advierte, q*t*
con.
La ReJi^ma Ilustrada. ir.
<£mvIa Cruz al hombro no caminas, sino que -es*
tSs inmoble en el camino de la virtud; porque
ño imitas la pobreza de Jésu-Christo, y te ale-
das del trage de tu Instituto , que te quiere
¿obre, humilde, desembarazada, pura, y sencilla.
El 'Voto de Castidad, ¡quan benemérito es
del Paraíso I Por que, como dice San Geróni-
rno : Nuptié replent ierram, Virginitas Parady-
Ácm, Los Matrimonios llenan la tierra, la Casti-
dad puebla • el Páraiso. Esta virtud agrada tanf
íb 'á Dios, qué como dice San Ildefonso,, aun-»
cftie la Virgen ' Santísima fué un Cielo de todas
las virtudes, pero la Castidad la hizo Madre de
©ios:' D'e'ísiadicitur, opt imam par 'tem e.legit^
qui'á prima * omniam "fceminarwn Deo virginita*'
iciii cbíu!it¿:& idcifzo promemit, ut '-Del filius
ex *e¿ Corpus ■■ nostree redemptioms susciperet. De
esta se'dice, que eligió la mejor parte; porque
fué- la :'primeraf entre todas í¿s mugeres i que
ofreció á Dios la Virginidad : y por eso- mere-
ció que el Hijo cíé^Dlás tomase, de ella el Cu*
erpó de nuestra Redención/- De aqnu ^han -d^
sacar motivo de alegría: las Religiosas, pencan-?
do> rqiián amadas son ■ 'de Dios por í el :' heemose*
tesoro - de la' 'Virginidad, Pero se debe:advertifjr
que esta virtud es un cristal terso , y: puróy
que basta empañarlo qualquiera sorr*ferav sPor_ tanW
to-^-és necesario ser muy celosa v y*. vivir; coa
ráüc na cautela , y -te flexión , huyendo toda* oca^-
sien que pueda menoscabar virtud tan delicaV
efe. La llama, 'solia decir San Cayetano, donde
Quiera ^ue^roza^ si no- quema f tizna» Y pu§*<
> > (C) no
r
ii. La Religiosa Ilustrada»
no se quitan, ó se desarraigan las pasiones, si-
no modéranse, por lo que en esta vida no se
llega á estado en que no se sienta alguna vez
alguna rebelión de la carne > ni que las pa<;ic~
nes áexen de hacer alguna guerra» quitando á
parte particulares privilegios; así es siempre
tfmy importante huir las ocasiones ; por que la
frescura, y flor de esta . angelical virtud , cort
h ocasión mas leve se ája'„y recibe daño. A
está causa, el trato con hombre debe ser siem-
pre recatado, grave* y breve. Para conservar
esta virtud, y conseguir su perfección, es me-
nester guardar con mucho cuidado, y diligencia
tes puertas de los sentidos, singularmente los ojos.
_ El Voto de la Obediencia es el reclamo de
visorias. Así habla el Espíritu Santo en los
Proverbios ¡ Vit obediení hquetur viEfóriat. Pri-
fieramente* por que el obediente vence todas
Jas dificultades, que tal vez pinta el amor pro-
pio en las cosas mandadas por el Superior, que
irmchas veces parecen montes, y después , pot
Virtud de la obediencia, son caminos llanos* A
las veces la Süperíora se aflige, y congoxa pa-
ta encontrar en la Comunidad quien quiera
aceptar ios Oficios que lleva el Monasterio*
Vence, ó Religiosa, la dificultad , y tendrás
Corona de vicloria. Véncete á tí misma, y ven-
cerás; por que tanto aprovecharás, quanto te
Vencieres, y nada mas. Segundariamente, por que
el obediente vence todos los engaños , en que
puede caer, guiándose por su propio capricho.
jQué belia ventaja e$tt, que tiene una Perso-
M
La Reh'gtos4 Ilustrad*, ip
na Religiosa! Un Secular no sabe si la obra
que emprende es del gusto de Dios; mas quien
vive en Religión, tiene la guia segura, y la re-
gla cierta del gusto de. Dios, que es la obe-
diencia á los Superiores, Allá en el mundo va
perdida una gran parte de la vida , aun. de
aquellos que viven bien. Por el contrario , ext
la Religión el dormir, el recrearse, el comer -t
son acciones de mucho mérito, siempre que va&
reguladas por la voluntad de los Superiores,
Así decía aquel gran Maestro de espíritu, el Ve-
nerable Juan de Ávila, que mas se estimaba,
levantar una paja de tierra por voluntad de Diosi'
que convertir todo el mundo por voluntad pro
pia: por que al fin^ si el sujetare í la obedi-
encia engrandece aun las obras pequeñas;, el
obrar por voluntad propia disminuye aun las.
grandes. La voz del Superior es voz de Dios.
El Niflo Samuel fué llamado muchas veces- dé
Dios, y él pensaba que era Bell $, po-r qué la-
voz de Dios se equivoca con la vo&. de los Su-
periores,. San Juan Climaco llama í la obe-
diejx:i.a: Tut& navfgafmyQonfeBumqmÍo^mtén^
do iter* üm navegación segura, m qiíe se íia-
ce el viaje á ojos, cerrados, sin peligro de nau-
fragio. Las Estrellas feas , que de sí no §&.
mueven, sino que se mueven al movimiento, del
Cielo, no están sujetas í errores 1 mas los%FÍaí>-
netas, que por sí mismos hacen camiao, .se ,cre'^
que no hacen camin% sino errores ; por qi^e so¿
Astros errantes^ As{ k Religiosa f que. se mM¿
ve á disposición de los Superiores,/ no pue^fe
*-
r
i
14. La Religiosa Ilustrada.
errar: pero aquella que se rige por su cabeza,
está sujeta á engaños. La perfección de esta
•virtud consiste en obedecer presto á las seña-
les del Monasterio, y de la voz de quien man-
da, y en obedecer á ciegas, sin mirar, si lo que
se manda es á propósito, ó no. Quando el de-
monio quiso poner en examen el Mandato Di-
lino á nuestros primeros Padres, diciendo : Cur
preccepit vobis2. ¿Por qué Dios os ha mandado?
Les hizo caer. Así, quando examinas. Cur prz-
cepita ¿Por qué la Superiora pone esta cosa?
Vas perdiendo el mérito de la obediencia, y no
caminas en la perfección. Ten pues, Religiosa ,
inas respeto, y amor á esta virtud ; pues co-
mo dice San Gregorio , la obediencia es una
virtud, que sola ella ingiere en el Alma las
otras virtudes , é impresas las conserva : Obe-
dientia sola virtus esi , quee virtutes czteras
mentí inserit* instrtasque cusíoiit.
El Voto de Clausura, dice María Santísi-
ma á su Dicípula la Venerable Madre de Agre-
da, es. el muro de la Castidad, y de todas las
virtudes; el engaste donde se conservan, y res-
plandecen. Voto especial de las Religiosas , de
quienes parece dice Job : St ellas chudit , quasi
■sub signáculo. Son Estrellas por la pureza las
Esposas de Christo, á hs qualés Estrellas ino-
centes las encierra como debaxo de Sello, y el
Sello es el mismo Christo, de donde dice á su
Esposa: Pone me ¿t signaculum süper corluUtn.
¡Estas están ungidas con bálsamo delante de Dios:
Sicut odor haUami erurit ante te* Pues para que
el
Ld Rcli(iosa Ilustrada. tSt
el bálsamo mantenga la fragancia, y no se eva-
pore, debe tenerse bren cerrado. A la verdad,
son jardines plantados de flores de virtudes.
Jardines plantados cerrados, y bien defendidos?
Hor tus conclusas Sóror mea Sponsa, hortus con-
clusus. En este Jardin convidó la Religiosa a
su amado: Vemos BikBus msus in Hortum suum.
Deaauíse saca la injuria grande que hace a
su amado Esposo aquella Religiosa, la qiial
puesta en Clausura con el Cuerpo, no lo esta
en el Alma, de donde pasa el tiempo en los Lo-
cutorios. Es- tradición, que la Serpiente que en*
gañó á Eva, no estaba dentro del Paraíso , si-
no fuera, y que Eva se puso á hablar con ella,
y sacó aquella universal ruina, que todos llo-
ramos. Tú , Religiosa, que te pones á hablar con
aquella Serpiente en el Locutorio, ¿ qué puedes
sacar de bueno, sino veneno, y diáámenes se-
glares ? ¡Cosa lastimosa, que se vea muge* des-
posada con Christo, tener tal vez asimiento á un
hombre : y pasar en él las horas en conversa-
ción, sin cuidarse de las censuras, del escán-
dalo, y de la reputación propia! Yo quiero ha-
cer una pregunta á aquella Religiosa, y decir-
la : Si estuvieses en casa de tu Padre , y vi-
niese á menudo un Secular, que no es tu her-
mano, á hablar con tígo familiarmente horas en-
teras, ¿qué sería de tí ? ¿Y qué sería de él ? Pues
¿ha de ser de peor condición la Casa de Chris-
to que la Casa de tu Padre ? Mira , que eres,
señalada con el dedo, de toda la Comunidad.-
Piansa que eres murmurada, y ia fábula de to-
das,
r
r
V*
t¿. La Religiosa Ilustrada.
das. Ten cuidado de tu reputación, sino lo tie-
nes de tu Alma. Pobre de tí, que ni eres Re-
i'giosa ni seglar, sino una quimera , un ingerto
de Siglo, y de Religión. Haz pues, una firme
«solución de enmendar el yerro cometido, per-
diendo, o padeciendo cualquiera cosa que te aca-
ezca, por no ofender á Dios: rompiendo gene-
rosamente qualquiera empeño, ocasión, amistad ,
o respeto humano. Esta resolución, decía Santa
ieresa de Jesús, es la que hace grandes San-
¡V Yr,y?. te d'S°' «l«e á fí te hará una per-
íecla Religiosa, si las practicas. En tu mano
esta.B,en sabes lo que Dios, sus inspiraciones,
tu Prelada, tu conciencia, tu Religión, y tu Ins-
tituto quieren de tí.
INSTRUCCIÓN III.
DE LA ORACIÓN MENTAL , T VOCAL
y particularmente del Oficio Divino en el Coro. '
~ xPlica noblemente en pocas palabras Eze-
chias en su Cántico, estas dos maneras de oran
*«W pullus hirundinis, sic clamaba, meditaba?
uf Columba. He aquí la Oración Mental, y Vo-
cal Oraciones ambas necesarias , ambas gratas
al Señor, y ambas propias de una Religiosa. He
aquí la Oración Mental : Meditabor ut Columba.
1 rajaremos de la Mental, que es la que mas
JJustra al Alma ; y después de la Vocal. La
«ración Mental es propia de los Justos ; por eso
dice David : Os Jústi meditabitur japh-ntiam.'
Don-
■■^■■■N
_
La ReUiiosd Ilustrada. 1 7.
Donde por el nombre de vocal se entiende el
entendimiento, que es como la boca del Alma pon
donde entran las especies. La Oración Vocal es
frías común, y la usan aun los pecadores. Una
Religiosa sin Oración Mental, es una sala obs-
cura sin luz; por que la Oración ilustra al Al-
má> y hace que vea las verdades eternas, lo mu-
cho que Christo padeció por ella, y la guia pa-
ra alcanzar las virtudes que le faltan* Es una
nave sin timón; porque la Oración es la que
endereza la navecilla del corazón al puerto de
la perfección: es una Ciudad expuesta á ser
presa, y saqueada del demonio. Quando Holo-
fernés quería tomar la Ciudad de Betuliá * ja-
más pudo conseguir su intento ; por que Betulig,
se manttnia fuerte, y constante : pero quando
descubiertos los aqüedu&os que llevaban el agua
á lá Ciudad, los rompió; entonces luego co-
menzó á deliberar sobre la entrega , y lo hu-
biera hecho, ano haber salido la invencible Jur
dith , inspirada del Cielo, á aquella tan prodi-
giosa, y famosa hazaña. El aqüedu6to de la Ciu-
dad del Alma es la Oración, por donde ; Dios
le envia el agua de la gracia. Quando el de-
monio rompe este aqüeduéto, la Ciudad del Al-
ma se rinde al enemigo* Por esto decía Ter-
tuliano: Horrendum est diera sim oratiane transp-
ire. Es coSa horrible, y peligrosa pasar un dia
sin Oración. Al contrario : Una Alma que es
amiga de la Oración, abunda siempre de agua
de gracias del Cielo. El Profeta David la com-
para á un árbol plantado junto á ks corrientes
t
jPl*' *M Ripiosa /lustrada
SwÍ.WJR;* ***"?«**• « fruto á su
nm ttt secus decursus aquarum, awd ru»um
sujm daht in tempere ,L.Ouere decir ^
na el tiempo de sufrir una injuria' y sé 'su ¿7
Viene el tiempo de hacer un"aa0 de obS„!
«i* se hace con prontitud. Viene el Si"
pre se£ ta^rr Y VaS ^ ^ *£**
pre se saca fruto. Y si poniéndote a pensar en
S&SS "^ **»»***> ¿¡i cosas del
iV onas.eno, o del mundo, y ir.il veces ie has bue'-
c iSSÍFSS?? tenk,0-«y teWi Oración Y
es lo que mas intenta ), has conseguido un gran
tmimo, y auto provecho en tu Alma, que 3
que tu „o lo conozcas, se k> debes creer ÍSaS
ta Teresa de Jesús, qüe te dice: m e,taríe ^
sm sainada, no es tiempo perdido, sino de mu-
cka ganancia, por que se trabaja sin interés.
¡m diras,__ que no sabes tener Oración Men-
tal. Te engañas, si piensas, que para tener ora-
tíon es menester Teología, ó sutileza de genio,
J gran sabiduría. Quanto mas simple te hace
tanto mas se te comunica Dios : Et cum simpl'd-
íus sermoematio ejus. Ponte delante de Dios v
pídele una limosna de su misericordia ! una
migaplla que caiga de la mesa de los Santos : una
ojeada de la- Bondad Divina: Revela Domino
causam tUM, (3 ij>se faeht. Dile á Dios tus
1I¥-
-»*•-
La Religiosa Ilustrada, xp.
miserias, tus necesidades, y él hará lo demás.
Intérnate en la Pasión del Señor, y allí en-
contrarás todos los bienes \ y jamás te faltará
materia : por que aquí está todo , como decia
el ilustrado Juan Ximeno, de nuestra Compa-
ñía. Renueva muchas veces la memoria de la
presencia de Dios, que es un medio muy efi-
caz para adquirir la perfección: y quando no
tengas otra materia, ponte delante de aquel Se-
ñor, y gózate de mirar su Divino Rostro $ y de
aquella conversación con Dios saldrás tan satis-
fecha de las cosas del Cielo , que te causarán
fastidio las de la tierra. jO! quan sucia, y vil mé
parece la tierra quando pongo los ojos en el
Cielo, decia nuestro Padre San Ignacio. Y el
Santo Abad Salvino, quando salía de Oración,
por espacio de una hora no podia abrir los ojos
á mirar ai mundo , por que estaba apacentado
de Dios , y las cosas del Cielo.
La Oración Vocal es verdaderamente agra-
dable á Dios ; y el mismo Christo quiso ser el
Autor, dictando por su misma boca la nobilísi-
ma Oración del Padre nuestro. Estas , quando
se rezan en comunidad , son mas eficaces para
alcanzar las gracias ; pues como dice San Am-
brosio: Las Oraciones de muchos, es imposible
que Dios las desprecie. Y San Bernardo dice;
Videtur Deus orationem communitatis. Dios tiene,
por decirlo así , cierto respeto á las Oraciones
de la Comunidad : y si tal vez la persona no
es grata á Dios , será acepta su Oración pos
respeto á las otras. Las Religiosas tienen esta
( D ) TW»
r
t<*. £a Reí torosa Ilustrad t.
ventaja, que tienen por obligación de.su InstU
tuto, rezar el Oficio Divino en el Coro; cosa
que debe causar mucho júbilo á la Comunidad ,
que mientras ios otros duermen, ellas cantan Sal-
inos al Señor. Estas son aquellas Estrellas, de
quienes dice Dios : Dum me laudarcnt astro, ma-
tutina* San Benito, Fundador de tan bella har-
mcnía> en el vientre de su Madre Abundancia-
le oyeron cantar alabanzas á Dios, formando de
aquel regazo un Coro* juntamente con su her-
iriaña Escolástica* De donde deben aprender sus
;hijas5 quan empeñado estaba este Santo en el
Coro, quando quiso practicarlo antes de nacer.
Pero no puedo en cosa tan importante dexar de
•lamentarme, que en algunas Comunidades, bas-
tante numerosas, se reduzca el Coro á doce, ó
.quince Religiosas* por que basta qualquiera cau-
.-sá»' por., leve que sea, para dexarlo* Tan poco
caso se hace de cosa de tanto momento , que
se puede llamar el alma, y honra del Monas-
teterio. Los impedimentos por lo. mas" son prer
testos j y se alegan escusas para cubrir el te-
rdio> el fastidió, y la tibieza. Algunas dexan pa-
sar semanas, algunas meses, algunas anos, que
• no se acercan al Coro. Gran lastima es esta.
.Sin duda las tales no saben lo que pierden, ni lo
.iñucho que agrada á Dios exercicío tan santo ;
.que si lo supieran, tengo por cierto, que aun
ks ma$ impedidas no faltaran* Yo quiero con-
: firmar la importancia del Coi o con algunas hisr
tonas muy del caso, que muestran el aprecio
•gue Je él hace, el Cíelo* Se *ee-en las Chroni-
cas
L¿i Religiosa Ilustrada. 21.
cas de San Francisco, que Fray Andrés de Bo-
lonia, estando un dia en su Celda, recreándo-
se con la compañía del Niño, jesús* que se le
había aparecido visiblemente, oyó el señal de la
campana, que llamaba á Vísperas. Pensó un
poco lo que' debía hacer, si dexar las Vísperas,
ó dexar a Jesús; y resolvió de ir al Coro. Des*
pues, concluidas las Vísperas, bolvió á la Cel-
da, y encontró al Santísimo Niño, que le aguar-
daba, y dixo, que si se hubiera quedado, y ao
hubiera ido á las Vísperas, se hubiera desapa-
recida sin saludarlo. En tiempo de San. Ped^o
Noiasco, llegada la hora de Maitines, los Frai-
les, por no sé qué causa, sin culpa de ello»,
no se hallaron á tiempo en el Coro -.s* He
aquí, que la Virgen Santísima entoné: Domi-
ne, labra mea aparies^.y los Angeles respondie-
ron luego. En ía vida de San Bernardo se lee,
que estando en el Coro, vio un Ángel, que con
gran diligencia escribía en iin pergamino fa$
Monges que asistían : 5 ero- ú ik^r- conque es-
cribía era muy diverso ; por que i unos escri-
bía con letras de oro, á otros de^- plata», i Qi&os
de tinta ,yá otros de agua. Entendió el SAMÉ»
lo que significaba. Con om escribía i los que.
rezaban el Oficio con peífedisimo. fervor: coa
plata á los de menos fe vor, pero que, estaban
limpias de corazón : con tinta á los que tenida
distracciones no. plenamente voluntarias: y ^
aguará los; que volmitariamente se distaraíaip*
Pe ¿onde se saca, con qué atención, y $ev^-r
©ion se debe asistir en. el^Ccaro^ai ^ QficiQ J$¡$
vi-»
r
*f
'*** £¿ Rclivio<a f lustrad*.
ríno. Confúndanse pues, hs que, ó hablan, 4
ríen, ó cometen inmodestias, ó van divagando
con el pensamiento en distracciones. Sería muy
bueno aplicar el pensamiento á la Pasión del
Señor, y repartirla de esta manera : En los
Maitines pensar en el sudor de Christo en el
Huerto: En Laudes, los Azotes: En Prima, la
Coronación de Espinas : En Tercia, el llevar
Ja Cruz : En Sexta la Crucifixión : en Nona
Ja Muerte de Christo: En Vísperas el Deseen'
dimiento de la Cruz : Y en Completas, la Se-
pultura. Bello modo sería este, para bol ver del
Coro rica de- méritos, y santos pensamientos.
H
INSTRUCCIÓN IV.
DE LA FREQUENTE COMUNIÓN.
E aquí , que me hallo en el elemento
mas necesario de la vida espiritual, en la fuen-
te de donde se deriva á una Alma Religiosa to-
ca la perfección, que es la Santa Comunión, de
quien dice San Dionisio Areopagita : Neminem
contíngh perfici, nisi per Bivinissimum Sacra-
fnentum. Ninguno hay que pueda perfeccionarse,
sino es por el Divino Sacramento; y así, na-
die espere perfección, si se aparta de acercar-
le á menudo á este manjar Eucarístico. En
dos extremos suele dar la Religiosa , en mate-
ria de la Sagrada Comunión ; esto es , en mu-
cha freqüencia, ó en mucha infreqüencia. Algu*
lus quieren -comulgar, todos los días. Este ex*
tre-
mmm
Ld Religiosa Rustráda. i i*
tremo quando se hace con consejo del Padre
Espiritual, no es vicioso, sino virtuoso, pues di-
ce San Agustín : Accipe quotidie, quod quofidig
tibi prosit. Y el Decreto de la Sagrada Con-
gregación, dado á 12. de Febrero de 1679.
no prohibe á la Religiosa este uso quotidiano
del Sacramento del Altar. He aquí sus pala-
bras: Si qua vero purh ate mentís eniteant , de
fcrvorejspiritus ita incaluerint, ut digna frequen-
ti orí y aut quo.tidiana SanStissimi Saeramenti per-
ceptione videri possiní, cum Mis á Superioribur
prmittatur. EL otro extremo es la mucha mire*
qüeneia, la qual puede ser en dos maneras ; la
una intolerable, la otra tolerable, pero no' loa-
ble. La intolerable es , quando una Alma que
vive en los Claustros, dexa pasar semanas sin
recibir este Sacrosanto Sacramento: Estasé pue-
de comparar á un Mercader sin caudal, á uri
Soldado sin espada, á un Doclor sin libros:
pues para una Religiosa, el Divino Sacramento
Jo es todo, San Juan Chrisóstomo dice, que el
mayor dolor que debe, sentir un Christiano, es
el estar privado de aquel Sagrado neótar de
íos escogidos : Unus sit nolis dolor , hac esca
privari. Si esto decia de un Christiano, ¿qué
diría de una Religiosa ? Vergüenza es, que se
encuentre tal vez una Religiosa, á quien aver-
guencen muchas Seglares, que no dexan pasar,,
ayunas de este Divino Pan, una semana. Y á la
verdad, ¿ quanta incomodidad le cuesta á una
Señora el comulgar ? Ha de adornarse según su
estado, ha de depender de Carrozas, y de Cria-
do^
r
■
24. La Religioso Vwtrddd.
cíós, ha de vencer conversaciones domésticas :
y con todo e^o9 todo lo sufre por ir á la Iglesia
para hacer una tan noble acción. Pues una Re-
ligiosa no tiene mas que hacer, que caminar de
su Celda al Comulgatorio, y aun esto poco no ha-
ce por un total tedio, y fastidio: Pues ¿qué
maravilla, que la tal Religiosa sea inob-
servante, inmortiflcada, esté sujeta á tentacio-
nes, y asaltos del demonio ? Festínate ergo ,
grita San Ignacio Mártir, frequenter accederé ai
Eucharistiam ; quando enim assidue hoc agitar ,
expelluntur potestates Sathance. Apresuaros pues,
á llegaros con freqüencia á la Eucharistía ;
por que quando esto se hace con freqüencia ,
se rebaten las potestades de Satanás.
La freqüencia tolerable, mas no laudable ,
es de la' Religiosa que comulga solo cada ocho
dias. Eso puede pasar, mas no se puede ala-
bar, debiéndose hacer mas veces á la semana.
¿ Quantas ventajas se hallan en la Comunión ?
Allí crece la Fé ; por que con el Sacramento ,
el conocimiento de Dios es mayor. Los Dicí-
pulos, que iban á Emaus, en todo el camino no
conocieron á Christo; pero después le conocie-»
ron, quando partió el Pan, que significa el Sa-
cramento : Et cognoverunt éum m frattione Pa-
ñis. Crece la esperanza ; por que viendo que
Christo sé te da á sí mismo, no puedes temer,
que no te haya de dar la gloria: pues como
dice San Agustín : Plus est quod dcdit , quam
quod promisit. Mas es lo que nos ha dado , y
nos da cada vezque comulgamos, que lo que
ha
ha Refiaiosa ilustrada, i r .
ha prometido. Se aumenta la caridad con Dios;
por que el Alma estrechándose mas con él, mas
le ama : y también crece la caridad con los
próximos ; por que este Sacramento disipa to-
das las sombras de aversión, siendo manjar de
amor, en el qual se unen los fieles, hechos par-
tícipes de la mesa de Christo, en quien van á
unirse, como muchas lineas á un mismo punto.
A mas, que en este Sacramento hallan consue-
lo los tribulados, fortaleza los tentados, y fer-
vor los tibios; por que es Maná del Cielo , que
tiene todos los sabores para todos los gustos»
Ahora mira de quantos bienes te privas con es-
casear las Comuniones.
Mas yo quiero oir las escusas de quien tie-
ne dificultad de comulgar algunas veces en i&
semana, para quitarle el error. La primera es-
cusa es, por que dice que se encuentra tibia,
y no se atreve á llegar á comulgar. Pues yo sé
decirte, que por eso mismo debes freqüentar la
Comunión. Si dixese una enferma: Yo no quie-
ro Médico, por que estoy enferma, sería digna
de risa. Antes por que estás enferma, debes que-
rer al Médico. Así tu, por que estás enferma en
el alma, debes llegarte á Christo, que es Médi-
co. Sentimiento incinuado de San Buenaventu-
ra : Licet íepide accedas, fiducialiter confidas de
misericordia Dei ; quia quo magis ceger, magis
indi ge s* Aunque con tibieza llegues, confia con
firme esperanza de la misericordia Divina;
por que quanto mas enferma estás, mas necesitan
de Médico,
U
r
•
16 * La Religiosa Ilustrada.
La segunda escusa es: Por que no soy díg*
tía. Y yo te digo: ¿Y quándo serás digna?
Con esto probarlas, que jamás hablas de comul-
gar, por que jamás eres digna. Estaba una vez
Santa Catalina de Sena en un rincón de la
Iglesia, y no quería llegarse á la Eucaristía ,
juzgándose indigna, y se le apareció Chrístó
nuestro Bien, y la reprehendió, diciéndola: ¿Por
qué no iba á la Comunión ? Y respondió : Se-
ñor, por que no soy digna. Y entonces replicó
Christo: tu no eres digna ; pero yo soy digno
de tí. Vé, y comulga. ¿Quién jamás es digno
de recibir aquel Señor ? Aunque tu fueras
otra Santa Clara, Teresa, ó Rosa de Lima ,
no fueras por tí digna. Por eso la Iglesia acos-
tumbra repetir tres veces, antes de dar el Pan
de los Angeles : Domine, non sion dignus , por
los pensamientos, por las palabras, y por las
obras; para que confesándonos indignos, nos ha-
gamos dignos, como dice San Agustín : Suff.cit
ad meritum eógnoseere, quod non babes merilum.
Júzgate, Religiosa, indigna ; pero freqüenta la
Comunión con pureza de corazón, fé viva, te-
mor santo, y amor grande , que es la mejor
disposición para subir á una elebada perfección.
La tercera escusa es : Por que no estoy
dispuesta. Yo te digo, que si no estás dispues-
ta hoy, aun menos dispuesta estarás mañana :
Qui non est hodie, eras ir,] ñus aptus erft. Este
impedimento depende de tí, disponte. ¿ Quien
te embaraza disponerte, sino tu misma? ¡AhPa-
die! Que me hallo iiena de imperfecciones, y
La Re1i¡>io<a Ilustrada. t*j.
vacía de virtudes ,! j O válgame Dios ! si acaba-
ses de entender , que el decirte que comulgues
con freqüencia, no es porque ya eres perfecla ,
y virtuosa, sino para que lo seas; y lo procures
con mas veras! Así te engaña el enemigo co*
capa de humildad, y reverencia, para no fre-í
quemar este Sacramento estorbando el bien, y
remedio de tu Alma. Quita las imperfecciones, y
no dexes las Comuniones, y verás efectos pro-*
¿igiosos en tu Alma.
La quarta escusa es: Por que tengo una
perturbación , estoy embarazada de entendk
miento. Ya sé, que á qualquiera perturbación ¿
á qualquiera embarazo, poíleve. que sea, lo pri-*
jDero que hace la Religiosa es, dexar la Comu*
«ion. Pues yo te digo, que quantas mas per-*
turbaciones tengas, tanto debes llegarte á ésta
Divina mesa, por que solo -Christo puede traer
al Alma toda serenidad, y poner en tranquilla
dad todos los pensamientos, como advierte el Ve--
nerable Padre Maestro Fray Luis de Granada.
La quinta escusa es: Tengo tantos escrú-
pulos, que me veo como en una tempestad casi
ahogada. Pues yo te digo, que crecerán los es*
crúpulos, por castigo de Dios. Algunas Reli-
giosas están enceste lamentable engaño, y con-
sumen el tiempo en los escrúpulos, privándose
de muchos bienes que podrían hacer, y de al-
canzar muchas virtudes. El Señor dexó este úni-
co medio para curar los escrúpulos: es á sa-
-ber, la obediencia al Confesor ; por lo qual f
obedece á ciegas á tu Padre Espiritual^ y cesa*
^
1%. La Religiosa Ilustrada.
tan los eácrápulosí cy te aseguro, que no p*-*
drás errar, por que no permite el Señor, que
Una Aíítia padezca daño-, por que » ha obedecido
ni Confesor. Antes bien muchas veces lá casti-
ga, mas presto con angustias de espíritu, por que
no ha obedecido , queriéndose regir por su
propia cabeza, según dicen todos los Místicos.
Entre las muchas razones + que hay para
freqüentar k Comunión, una es 'considerar, que
guantas veces viene el Señor á nuestra morada)
fio se ausenta de ella sin dexar alguna merced,
ya en recompensa del hospedage que le hace-*
ínos ; ya para alhajar, y disponer dignamente la
inorada donde propone venir otras muchas ve*
ees. Estilo que conservan los Reyes, y Señores,
quando se hospedan frecuentemente en Casa
de humilde persona» Bien ciejfto es , que si no
salimos de las Comuniones muy ricos* no será
por pobreza, y cortedad de este Señor, sino
por que ni queramos, ni acertamos á pedir. Vio
una Alma Santa en cierta ocasión á Christo >
Bien nuestro, que al tiempo de comulgar los
fieles, baxabá del Cielo cargado de dones , y
después de haber comulgado todos , se los bol-»
Via al Cielo» Señor, le dixo entonces, ¿pues
como siendo rico, y liberal, no repartís entre
estos vuestros fieles esos beneficios ? Y respon*
dio el Señor i Yo los traía con deseo de dar-
los; pero nadie me ha pedido cosa: con que
jm> los buelvo, Aqutl precioso tiempo después
de la Comunión Sagrada, es el mejor, y mas
oportuno para negociar con Dios. Pide, y re-
cibirás. Llama , y te abrirán. ÍNS-
La Religiosa Ilustrada. *$•
INSTRUCCIÓN V,
DE LA RECTA INTENCIÓN*
O E ja&a k Alquimia efe trocar en om el
metal ma's plebeyo.. He aquí una Alquimia del
Cielo, que transforma en oro d$ méritos: todas
las obras. Esta es la recia intención. Una acción,
aunque de su naturaleza indiferente, con la rec-
ta intención sube sublimada hasta las Estrellas,
¡ G quanto se pierde por falta d$ reda inten4
cion l Por que es verdaderísim© Jo que dice Sari
Ambrosio ? Tantum faeify quantum intendis^zn»
to haces de bueno, quanto tienes de reda jn**
tención. Dos pasos hallo en la Sagrada Escritu-*
ra, que hacen mucho i ía presente materia. 5)1
uno es de Salomón, en ios Proverbios i. Cogita*
tiones robustt semper m cjjundantm, tos Penf
samientos de una Alma grande» y virtuosa» si~
empre abundan de mérito, Ei erario* 4# su, £°-
íazon se aumenta siempre de tesoros, de gracia;
por que quanto hace es precioso e» los ojos de
Dios. E{ otro , que atemoriza» es áe San Juan
en el Apocalipsi, eí qual escribs- é ia Obispo
de mucha virtud, y no obstante eso> le dice s
Non invenid opewk;tu& phn& eoraifo Dea me** To
no encuentro tus. obsas iknas delante de I>ios|
son huecas, soa paja» armadas á% espigas ,> mas
vacías de trigo i por que fababa la $eéta ii>*
tención, que di el meollo* á las obras $ de don-»
de dsda- David i íklwoMsM meMktí& offeram
^
t^ La Refyiñsa ilustrada.
Mil De donde dice San Agustín: Quce sunt holoca-
usta medullatd, nisi orationes bene intentionat*.
Mas vengamos á la práctica. La recia in-
tención se puede considerar en dos maneras. En
lo negativo, y positivo. En lo negativo, no ha-
ciendo las obras por ser vista, por ser alabada,
o por no mostrarse inferior á las otras. Suce-
de tal vez, que aquella Religiosa hace el Ofi-
cio de Sacristana , ú otro : se desentraña en
dádivas, y gastos; mas por fin. humano, por ser
aplaudida, por ser tenida por espléndida, y li-
beral. De esta dirá Isaías: Telas arañe* texue-
runt. Tales personas han texido telas de ara-
fia. Se desentraña la araña, y después hace una
tela vanísima, y sin sustancia, que para disipar-
ía basta un soplo de viento. Así lo hace el que
gasta, y se consume por complacer á otros, pa-
ra dexar memoria de sí. Ha texido una tela de
araña de ninguna sustancia delante de Dios:
Qui laudan cuph, rcm prethsam vili vendit ,
dice San Agustín. El que obra por ser alabado
vende una cosa preciosa á un vilísimo precio;
y después oirá, que el Señor le dice : Recepis-
ti mercedem tuam. Has recibido tu galardón, no
se te debe mas.
La intención recia, que consiste en positi-
vo, es hacer positivamente las obras oor Dios ,
diciendo con Santo Tomás: Nihil allud prccter
te , Domine, Señor, yo no quiero otro premio ,
sino á Vos mismo, y nada mas. E*ta reda in-
tención enriquece las obras, y las hace digna*
.-de comparecer delante de Dios , y alcanza la
€0-
La Religiosa Ilustrada. ?t.
corona. Dicen los Maestros de ia vida espiritual,
que esta es la manera mejor de tener la pre-
sencia de Dios á menudo, quando se obra :
Señor, yo hago esto á gloria vuestra. Santa Ma-
ría Magdalena de Pazzis, con esta leche cria-
ba las hijas, que amaestraba en el Monasterio.
Mientras ellas trabajaban con la aguja, sobre-
venia la Santa de repente, y les decia : ¿Voso-
tras por quien trabajáis ? Y quería, que fue-
sen prontas á responder : Por Dios : á mayor
gloria de Dios¿ Señalóse mucho en esta inten-
ción la Venerable Sor María Magdalena Roma-
na, de quien se escribe en su Vida, que buel-
ta á su Señor, decia : Jesús, mió, quando yo
ando, por Vos, y con Vos ando ; quando cnmo, co^
mo por Vos, duermo por Vos, y cm Vos. Y quan-
do limpiaba el trigo, la oían decir : Señor. quan-
tas piedras yo quite de este trigo, tantos peca-
dos me habéis de perdonar, y tantos a&os de
amor quiero hacer por Vos, ¡ 0 Jesús mió ! He
aquí como tenia la mano en la obra , y la
mente en Dios.
Santo Tomás enseña, que la intención es for-
ma, que especifica las obras, de manera, que
una misma acción, animada de una intención , $ij
hace un viso ; y armada de otra intención, ha-
ce otro viso diverso. Y trae, para confirmar su
Angélica Doctrina, un nobilísimo paso. Judas
entregó á los Judíos el Hijo de Dios , para
ser crucificado : Qui d vultis mihi dore, & ego
vobis eum tradam ? El Padre Eterno verdadera-
ioente lo dio para ser crucificado: Sic Deus
^
*í
$%> La ReJlpinsa Umtrddd.
¿ilcxit mundum, ut Filium suurn unigenitum da*
ret. El mismo Hijo de Dios se entregó á sí mis-
mo por nosotros: Dilexit nos, & tradilit sc-
meñpjttm pro nolis. Con todo eso, la entrega
de Christo, en Judas fué deicidio ; en el Padre,
y en el Hijo fué aero de suma virtud. ¿ Pues
por qué esta diversidad tan grande en una mis-
ma acción ? Solo por la diversidad de la inten-
ción. Judas entregó á Christo por codicia , el
Padre Eterno por, caridad, Christo por obedien-
cia : Pater dedit ex chántate, Films ex chari-
tate, & qbedientia> Judas ex cupiditate. ¡Mira
quanto hace la intención ! Dos Religiosas hacen
un mismo oficio en el Monasterio ; la una con
recia intención, la otra con intención torcida *
y teñida de vanidad ; pues aquella, de} oficio
hace un grande caudal de merecimientos, y es-*
ta acaudala fuego en el Purgatorio, como di-
ce el Venerable Padre Martinez.
Menester es entender esta verdad , que la
intención lo hace todo ; y así tale? somos, qual
es nuestra intención. Defectuosos, si ella es de-
fectuosa ; reos, si ella es rea; y perfeclos , si
ella es perfecla. Esta diferencia de intención ,
dice el Venerable Padre Pinamente , hizo que
la pobre Viuda con dos quatrinos de moneda
sobrepujase á Jas ricas limosnas de los Fari-
seos. Esta hizo, que el Sacrificio de Cain . fue-
se odioso, y el de Abel acepto : que los or-
namentos de Jezzabél le mereciesen el precipi-
cio, y los ornamentos de Judith fuesen instru-
mento! para la libertad de Israel j por que al
fin
La Religiosa /lustrada. $$
fin la voluntad es equella por quien vivimos
bien, dice San Agustín : Voluntas est, qua rette
nsivitur. Fixad los ojos en el Cielo en tiempo
de una noche serena, y mirad quantas son las
Estrellas encajadas en aquella hermosa bóveda
del Universo j todas se mueven acia un mismo
término, pero, \ ó quan diversos son sus vía-
ges ! Unas hay, que corren velozmente, que en.
sola una hora caminan muchos millones de mi-*
lias ; y hay otras, que en su comparación ape-
nas se mueven* Ahora haced cuenta, que el
Cielo sea el Monasterio donde estáis, y quan^
tas Almas viven en él , son otras tantas Estre-
llas, y que entre ellas no hay Cometas, y que
todas de acuerdo se mueven acia un mismo
término de glorificará Dios, y de perfeccionarse
á sí mismas: Pefo en esta semejanza de mo-
vimiento^ quanta desemejanza hay de velocidad ?
Hallaránse de ellas, que cada día se adelanta-
rán á grandes pasos en la virtud, pudiendo de-»
cir de ellas, que en breve tiempo han vivido
largos años, conforme el dicho del Sabio :Con*
summatuS) in brevi expUbit témpora multa. Y se
hallará quizá mas de una, que después de mu-
chos años, apenas se habrá movido de un lu-
gar, siendo vieja en la edad , y joven en el
provecho, y vecina á morir en esta su cadu-
ca niñez: Puer centum annorum morietur* ¿Be
donde pues , procederá esta disparidad tan no-
table, sino de la diversidad de intención en
obrar ? Por que las obras por la mayor parte
soa las mismas» Todas van ai Coro á un tiem-
po,
34- La Religiosa J) } mirada.
po, todas á la misma Oración, todas á lar mis-
mas observancias; pero el principio del obrar,
<íue es el corazón, no es el mismo. ¡O qué gran
cosa es la buena intención ! Salomón describe
una Alma grande, y no la compara, ni al águila
velocísima en el vuelo, ni al sonoro cisne", si-
no á una nave: Factus est, quasi navis institorir..
i Pues por qué á la nave ? ¿ Por ventura, por
que así como la nave estiende las velas para
llenarlas de viento, así el Alma eítiende los
afeólos para llenarlos de Dios? ¿O por que co-
mo la nave se ve impelida á la carrera de los
remos, así el Alma corre á Dios con las virtu-
des ? Buenas razones: Pero yo diré á mi pro*
pósito, que la cosa mas maravillosa que tiene
Ja nave, es el timón. Vosotros veis un palmo
de leño, que rige un gran navio, y el timor*
lo guia, el timón lo buelve, y el timón parece
que es la regla del viage. Así la intención, qué
es una cosa invisible, regula toda el Alma, guia
sus operaciones, y lo hace todo. Aquella Re-
ligiosa, si guia bien el timón de la inten-
cion, hará un viage felicísimo al Cielo. La otra,
que da el timón para que lo gobiernen res-
petos humanos , padecerá grande purgatorio.
Acordaos de aquellas diez Vírgenes del Evan-
gelio, de las quales cinco fueron prudentes , y
cinco necias. Todas, dice el Venerable Padre
Luis de la Puente, se previnieron de lámparas,
mas no todas de ázeite. ¿Qual es el azeite
cjue faltó á las necias ? El azeite de la recia
intención, y por eso merecieron las Vírgenes
ne-
La Religiosa Ilustrada. $$.
necias el Nescio vos. Por que las obras que
$e hacen sin reóta intención, no serán conoci-
das de Dios en el punto de la muerte, y me-
recerán oír : Nescio vos. No reconozco estas
obras por mias, y por eso doy en premio Nes-
fio vos. ¡ O Dios mío ! ¡ Qué de tesoros qué
perdemos por falta de intención !
INSTRUCCIÓN VI.
DE LA MODERACIÓN DE LA LENGUA*
que debe estar en el corazón de una Religiosa.
N
O se pueden explicar, ni declarar bien en
pocas palabras los grandes males, que nacen
del mucho hablar. La lengua, aunque instru-
mento tan pequeño, suele á las veces ocasionar
graves heridas. Por eso no hay cuerdo, que no
confíese lo que importa refrenarla, y gobernar-
la siempre con el freno de la razón. La len-
gua la debe refrenar una Religiosa con el si-
lencio, y con no murmurar. El silencio es ne-
cesario á la Comunidad ; por que de otra suer-
te los Claustros: parecerían plazas de parlerías.
De donde, quando toca la hora del silencio *
cada una debe retirarse á sus haciendas. Una
Religiosa que habla mucho, no puede ser ja-
más espiritual, ni Dios se le comunica. Dio Dios
á Moisés todo el poder, haciéndole arbitro de
los Elementos, y Señor de la Naturaleza: pe-
ro todo lo.; que alegó al Altísimo, quando le
constituyó *u Embaxador, fue el embarazo de
■*•!
'?6\ La Religiosa ¡lustrada.
$Ú lengua: Impedí tior i s , & tardiorif linguá
sum> Coii todo éso no le quitó Dios el emba^»
xazc de su lengua, sino que le dexó balbu^
cíente, y tardo de lengua $ per que aquellos
á quienes Dios quiere hacer sus familiares y ami-
bos, quiere que sean de pocas palabras ■> como-
advierte el Venerable Blosio.
Lo mismo amonesta Santiago Apóstol > di-*
tienda, que el Siervo dé Dios debe ser: Ve-*
tóx ad atcdiendum> tardus autem ad loquendum*
Y San Ambrosio i Vrímuin ófficium est linguü
rfibderatid-. Qué todo es decir, como advierte
San Bruno, que se ha de hablar poco, y con
'tolueno peso, y medida. Si quieres hablar, dice
Séneca, iio hables sino contigo mismo, hacien-
do reflexión sobre tus accione^ y reprehendiera
doláis quando no van bien : Nihíl prclerit te que $
qudfti tnhiimütfi curn áliis Voqui) & plurímum se*
tum% Del hablar mucho» al hablar nial se pasa
ton facilidad; y así* es menester que la Reli-
giosa esté muy éft sí; y quattdo es llamada
para hablar ó recrearse, hablé pocas palabras,
bien consideradas, con voz baxa, y nó entona*
ria¿ ni con riadas ; por qUé estos defeclos pa*
recen muy mal én las Esposas de Christo; y an*
tes de hábláf» piense dos veces lo que una ha
de deCif» cotno dice San Bernardo i Antequam
'Vería proferí, bis ad lima)n veniant, quafñ se**
met ad Ungüam* No ha dé salir palabra mala
de la boca de la fteligíosa-, sino todas sus con-
versaciones, así en él Locutorio, como en et
luga* de la recreación, y quiere sean . siempre
de
Tj* RelifídSd Ilustrada* "57;
>aas buenas, que edifiquen , y aprovechen
a ios oyentes, y les inflamen, y abrasen en el
.:,< >ic*s, y en deseo de la virtud, y per-*
ícu/on, X,as personas seglares se edifican eii
gran manera quando oyen tales pláticas % y con*
criben altamente de vuestro estado y persona 9
entendiendo que osti Uena de Dios- la qu$
punca trata sino de Dios., Por lo que importa mu»,
cho que la Religiosa, quando va al locutorio %
ó rexa para tratar con los de afuera, o al. lu«*
gar de la recreación con las de adentro*. Uev®
prevenidas algunas cosas buenas, y provechosas^
que les pueda decir. Y quando se hablaren algunas
impertinentes y vanas, tenga 4 p^ntxx, otras d§
edificación, para cortar y mudar la conversa-*,
cion. En esta ha de mostrar la Religiosa su bueili
entendimiento, y discreción, en. tener- deslrez^
para cercenar, y cortar pláticas impertinentes^
y saber ingerir, y ent-rerneter cosas de- Dios *
como aconseja el Ye.ue.iabte. F&te Alonso, Ro«*
driguez.
Para esta te ayudara mucho, aegm advíer-.
ten los .Santos* amar^ mucho ,i JHos, » -y teneg
mucha afición. 4 las- cosas espirituales ;•• pbü- que-
de esta ma$gi¡& no- éq cacarás, m enfadarás der
pablar, rú de oír- hablan de-. Dios^ sina que ano-
tes bien gustarás de eí.ió 5 pos- qu.Q- no. es pesa~*.
dumbre, sino gusto, y recreación ^ hablas- cada
iipa de lo que, ama»- y tiene, en el. corazón Si
lio , mirad alia en et mundo quan :4^ buena,
gana habla el Mercader de $us, tratos- y nego-^
$ios¿ so, l* TO$a? y $ohx§ i&Qsa,y entpdQstieiii?*
3%. La Reíi^io>a Ilustrada.
pos gusta de oír donde se compra, y vende bien.
Y el Labrador habla de buena gana de sus tri-
gos, y cosechas. Y ei Pastor de sus corderos y
cabritos. Y en fui, cada uno habla de buena
gana de lo que toca á su oficio. Pues tu , Re-
ligiosa, que has dexado el mundo, y te has en-
cerrado en ese Monasterio para tratar de per-
fección, si amas mucho á Dios, y tienes estima
de las cosas espirituales, todo tu gusto, y re-
creación será tratar de estas cosas. Y así es
muy buena señal, quando una Religiosa gusta
de hablar, y tratar de Dios : y mala , quando
no; según aquello que dice San Juan: lpsi de
mundo sunt, ideo de mundo loquuntur. Son del
mundo, y por eso hablan de las cosas del
mundo. Tu eres de Dios, y de Dios has de hablar,
A la buena Religiosa danle en rostro las
conversaciones vanas, é imperanentes : y las
conversaciones de Dios, y de cosas buenas le
son mas dulces y sabrosas, que la misma miel.
De aquí es, que el Alma muy aficionada á Dios
para su honesta recreación, y alivio de sus tra-
bajos y enfermedades, no tiene necesidad de
distraerse en conversaciones de cosas imperti-
nentes y ridiculas ; por que estas como no
las ama, antes le acrecientan la pena, y el tra-
bajo. Lo que le consuela, y alivia es hablar, y
oír hablar de las cosas que ama y desea; y a«í,
leemos de SShtá Clara, Teresa, Catalina, y otras
Siervas de Dios, que nunca se cansaban de ha*
%blar de Dios., antes esa era su recreación , y
medio para estar mas fuertes- y sanas, y para
des-
La Religiosa Ilustrada. 39*
íescanso, y alivio de sus enfermedades y tra-
bajos: por que hablando de Dios, se ■ inflama-
ban, y encendían mas en su amor, que es muy
propio de semejantes conversaciones; como lo
vemos en aquellos dos Dicípulos, que iban ai
Castillo de Emaus hablando de estas cosas :
Nonne cor nostrum ardens erat in nobn. Y tu
quizá lo has experimentado alguna vez, salien-
do de alguna conversación espiritual mas mo-
vida, y devota que de la oración. Yo no me ma-
ravillo de esto, pues sá que el Señor tiene offe-
cido, que donde dos, ó mas se juntan á tratar
tales cosas, está él en medio, asistiendo, y com-
placiéndose.
Por el contrario, si tu trato y tus palabras
no son de Dios, sino de cosas impertinentes y vi-
ciosas, te llenarás del mil defeftos, y caerás en
grandes precipicios: In multiloquio non deertt
feccatum, dice el Espíritu Santo. Los Maestros
de espíritu comparan aquella persona que tie-
ne la boca abierta en continuas parlerías, coa
un vaso sin cobertera, el qual mandó Dios, que
fuese tenido por inmundo : Vas, quod non ha*
buerit operculum, nec ligaturam desuper,mmun»
dum erft : por que está espuesto á recibir qual-
ouiera inmundicia, y llenarse de polvo. Así la
Religiosa que no tiene cerrada la boca en tiempo
de silencio, está expuesta á recoger muchas in-
mundicias, y polvo de pecados y faltas. Lo que
claramente dice el Eclesiástico: Qui mulns uti-
tur verbir, Udit animam suam. Y San Doroteo
afirma que donde hay abundancia de palabras,. y
4<>« La Reh'gtofa Ilustrada.
poco recato en el hablar, todos los sentimientos
celestiales se apagan. Mire pues, la Religiosa ,
quan caro le cuesta un vano consentimiento
que toma en hablar palabras vanas, y sin pro-
vecho. Y no se espante si se ve poco medra^
da en el espíritu, y poco regalada de los gus^
tos del Cielo, pues tan descuidada anda en
quitar este impedimento,
L Hija de la loquacidad es la murmuración ;
por que quien habla mucho, fácilmente da en
satirizar los hechos ágenos. Este vicio tan famN
liar á quien vive dentro de los Claustros, debe
desterrar de sí quien quiere agradar á Dios, y
aprovechar en el espíritu. Un gran General de
una esclarecida Religión, en los principios de
su fundación dio á luz varias Instrucciones pa^
ra encaminar el espíritu á sus Religiosos , y lu
brarles de las ocasiones de cometer faltas. Des-*
pues hizo consulta con los Padres mas graves,
pidiéndoles, dixesen, ¿si quedaba cosa que re^
mediar ? Respondieron, que á todo se había da^
do muy buena providencia : pero que quedaba
«na puerta abierta á pecados; esto es, la mur-*
muracion. No se puede remediar por ningún
| # Superior, sino que importa que en esto cada uno
sea Superior , y Médico de sí misma, hablando.
de todos bien.
Para tratar esta tan importante materia co-
mo se debe, consideremos el principio, y pro-*
gresos de la murmuración; de esta manera le
cobraremos horror, y la abominaremos. ¡ Veo su
nacimiento, y ¡ ó qué padres tan infames la, en*,
V
La Religiosa Ilustrada. 4**
pendraron í Tiene por padre al demonio , y
fot madre á la venganza ;'por que el demonio
fué el píimef murmurador, y murmuró de Dios,
guando* dixo áEva: Cuf pttecepit vobis ? ¿Por
qué os ha mandado que rio comieseis de esta
ínanzarta ? Este es un precepto tiránico ; él tie-
ne zelo de su Divinidad* quiere ser soló á i rei-
nar, como Dios; y por que vé que comiendo ti
de esa manzana seréis como él , por eso os lo
ha prohibido. He aquí murmurado á Dios, para
Consuelo de quien es : murmurado; pues Dios
fué el primer murmurado i Y confusión de quien
murmura; pues el demonio fué el primer mur-
murador. Tiene por madre la venganza ; por que
el demonio, precipitado del Cielo, quiso ven-
garse de Dios, haciendo que una criatura tan
privilegiada de él, le ofendiese* Así que la
murmuración es venganza de Almas viles, que
no pueden vengarse de otra manera. Las Almas
grandes sé desdeñan de murmurad Advierte Ole-
astro, que quando los Israelitas murmuráronle
Moisés, fué el vulgo, y no los nobles; y se
saca de la pena que Dios dio á los murmura-
dores : Immisit Mis serpentes Ígnitos ; los qua-
les solo destruyeron la parte inferior, é ínfima i
del pueblo : DeVoravit ignis extremam castro-
rum partém*
Después de haber.. visto el principio de la
murmuración, veamos los progresos de este hor-
roroso monstruo* Veamos como se estiende por
todas partes* para que sepa la Religiosa que
debe poner todo cuidado para no alistaras ba^
m
4*. La Religiosa Jliutrai*
%p de sus varaderas, asegurándola coa Santiago,
que es vana la Religión para quien np refren*
$u lengua: Si quis existimat se Religiosum essef
non refrenans liguam suam, sed seducens cor
suum, hujus vana est Religio. El Angélico Doc-.
tor Santo Tomás reconoce quatro grandes
ramas de este pestilente árbol. La primera
es el decir cosas en perjuicio de otro. La se-
gunda, el exagerar las cosas verdaderas. La ter-
cera, echarlas al público, quando son secretas.
La quarta, enterar en las intenciones de los
otros, y sacar fuera lo que no hay, ni huvo
jamás en ellas: Detrabere dirette fit quadrupli*.
citen Uno modo, quando falsum imponit alteri*
Secundo, quando falsum auget suis verbis. Ter-
tío, quando oceultum revela*. Quarto, quando ti
quod est bonum, dicii mala intentione fa&um.
La primera rama es inventar cosas falsas
contra el próximo. Dios castiga este delito aun
en esta vida, sin aguardar al juicio, ni á la mu-
erte. Aqui levanta tribunal para castigar aque-
lla lengua que se atrevió á inventar calumnias
contra el inocente. Aquellos viejos, encanecí*
"¡ dos en el vicio, que se atrevieron á calumniar á
fu la casta Susana, tuvieron aquí en esta vida su
castigo, siendo apedreados. Este vicio, de esta
manera es difícil que pueda caber en Alma baiw
tizada: no digo Religiosa, por que no se pue-
de creer tal.
La segunda rama de este árbol pernicioso,
es* el exagerar. Aquí fácilmente se cae. Será
k falta muy ligera \ pero, la lengua que la re-
i ' £-
i
m>
La RfHgiosa. Ilustrada. 4?;
flere añade tanto de lo suyo, que ya no paree*
sino muy grave. La caridad disminuye, no au-
menta las faltas del próximo. Christo nuestro
bien en el día del Juicio no aumentará los de-
litos de los reprobos, sino que los disminuirá j
por que no les echará en la cara, ó los adul-
terios, ó los homicidios, ó los robos -y nada de
esto, sino unas cosas mas civiles : Esurivi, &
non dedistis mihi manducare *, sitivi, & non de*
distis mihi bibere\ herpes eram, (3 non colle*
gistis me j infírmusy & non visitastis me* Yo
tuve hambre, y no me disteis de comer : tuve
sed, y no me disteis de beber; estuve pasage*
to, y no me disteis hospicio ; estuve enfermo,
y no me visitasteis, &c.
. La tercera rama de este pestilente alboí es
el publicar la falta que estaba oculta, aunque
fuese verdadera. La caridad encubre las faltas,
no las saca á luz. El Ángel perturbaba las
aguas de la Piscina, para que no se viesen
las llagas de los enfermos que estaban en ella.
Tu quando te encuentras en conversaciones ,
donde se descubren las llagas agenas , seas An«
gel, que perturbes el agua ; esto es, perturba
con destreza el discurso, y salta á otra con-
versación, mudando de plática, como ya insi-
nuamos arriba.
La quarta rama de este maldito árbol t$
entrar en la intención, y no pudiendo mor-
der la acción que es buena, te pones á decir,
que el otro hace la obra buena por respetos
humanos, por ser alabado, y quieres apropiar-*
-
44* La Religiosa Ilustrada.
1% el oficio tíe Dios, á quien solo 'pertenece/
examinar los pensamientos-. Esta es una : gíatf
ihalicia,' y denota un* Corazón muy maligno*
Dexa á Dios los senos del corazón , pues él.
solo es : Scrutatot cordium. Tú alaba la obra4
Buena que ves, y no te metas en mas. El Di-*
yino Esposó dixo al Alma santa, que sus ójoV
eran de paloma : Oculi tui columbamm En los
ojos están simbolizados los pensamientos, y Fof
juicios 'del entendimiento. La paloma en todos1
íus pasos y vuelos, siempre mira' á su pecho
y corazón. Haz tii lo mismo, mira siempre tufr
defeceos» que son muchos, y no pasaras á pét&
s"ar mal de la intención de los otros, como1 di-*
ce el Venerable Padre Niererñberg. - i
No debo déxaf aquí esta perniciosa falta de
Ja lengua, y es el sembrar zizaña entfe una ?
y otra Religiosa. Esta es acción de una Alma!
sin Alma, de una persona sin reputación, y áé
íin espíritu diabólico, y verdaderamente sede-*
be desterrar de las Comunidades» Quando dé-»
bias tú apagar la llama que se enciende-, y
hierve entre dos Religiosas, lá. aumentas* con
añadir leña," con referir que la otra "ha dicho
tales, y tales palabras perjudiciales á tü 'estimación*
Fstas personas debían huirse,- como- ruina de "14
Comunidad. La fiera mas fiera del bosque \
no es él oso, ó ei kon, por que despedazan
por comer ; es la serpiente, por que iríuerdfc
por matar. Que dos personas apasionadas imir-
i^tíren, tienen la escusa "para desfogarse de ia
pasión; pe'ro "tií que llevas el ramiüete,**>t¿e-
( • ncs
<t
ha Religiosa fimtrndá . 45:.
¿iQS, pasión alguna, que pueda, excusarte,, ,•■. sin»
.que, tienes el fin de envenenar la ComunidacJ.
I)eben las. personas prudentes, no creer á raleas
novelas 5 por que quien tiene condición tan in-
Ya me que hace tales acciones, aunque mentiro^
sas, es mentirosa; y. asi no merece crédito, ~si~
lno improperio. De una muger de esta costum-
bre se refiere, que estando para morir, sacó la
lengua á .vista ,de los que la. jásistian , Jy< ,cop
'graaide dolor dixo : Esta .lengua es la; que;; ine
fondena. Pues para que á tí no te juceda otía
tanto, tenia biea, cerrada xon la llave del silen-
cio,/ para que no hable stno rmra alabar, á Dio?,
'para confesar ^tus , culpas, y. para aprovecharla
tus próximos, cuie son los fines pata que te fa
*dió su MagestacL* , - " , ■;' /.,^<?,;. , V
Í>¿ JLA . CARIDAD, T UNIQN, ENTRE
I
.J A Venerable Juana de ía Cruz- tenia
gran fomti&ríá&d con su Angei Custodio. Ror-
góla ti ira persona devota suya, le preguntase al
ylngel bendito> ¿ qué cosa\debia tener en el cue-
razo n para agradar al Señor? Y le 'bolvi$ la
respuesta, que fue, que tubtese tres- cosas rOni~
&on> silencio j, y- paz*. Estas hacen espiritual á
.una persona.; Ya hablamos arrtba de l£ oración^
y del sileaG-io^Digambs'» ahora alguna cosa de
Ja pa?,. y cajEi(iad> ^ue: debe- ■, >-e$tar¿. y reinar m
las - '
'4&. La Religiosa Ilustrada.
!as Comunidades. Pues como dicen los Maestro*
de espíritu Religioso, Comunidad quiere decir
Como unidad. Que han de estar todas tan uni«*
das , como si' fuesen todas una. Por lo qual
tío ha de haber facciones, divisiones y partidos.
San Bernardo distingue tres suertes de paz,
dos viciosas, y una virtuosa : Est pax Wa ,
est pax incrdinatdy est pax Christiana. La paz
fingida es mostrar exteriormente benevolencia ,
y abrigar en el corazón el rencor. De estas
personas se lamentaba David : Circumdederunt
fne sicut apes. Las avejas llevan la miel en la
boca, pero ocultan el aguijón con que hieren.
"Así son algunas, bellas palabras, buena cara ;
^pero el aguijón está en el corazón, ei rencor ,
y aversión en ei Alma.
La segunda paz, est pax inor dinata , paz
desordenada. Quando por mantener la paz , y
•dar gusto á la compañera se cometen faltas, é
inobservancias, como hizo Adán, que por no
-disgustar á Eva', comió de la fruta prohibida.
j Maldita paz! dar disgusto á Dios , por dar
gusto á las criaturas! No quiera Dios que se
•encuentre jamás esta paz, que mueve guerra á
-la Religión, y es causa que Dios sea ofendi-
do. Esta paz, dice el Venerable Padre Arbiol*
es perniciosísima á la Religiosa, y así debe huir
de ella, y precaverse lo mejor que pueda, por
que si no lo hace, caerá en grandes precipicios.
La tercera paz virtuosa, Christiana, y Reli-
giosa, es aquella que Christo traxo al mundo,
y quiso que la candasen Jos Angeles en su
na-
-■
La Ref idiosa fímtráda. 47.
freimiento: In térra pax. Y el mismo Christo *
la anunció á los Apóstoles en su Resureccion,
dándoles esta su salutación por que saluda i
una Comunidad Apostólica: Pax vobis. Esta
paz es -la candad que debe reinar en los Cláus,
"tros Religiosos, sin la qual, dice San Agustirt
qué los Monasterios son infiernos, y los habita-
dores son diablos : Monasterio, sunt tártara, &
habitatores sunt diaboli. Por que en donde no
hay caridad y paz, reina la ira¿ embidía, sobcr-
via, ^ mentira, murmuración, odios, juicios teme-
rarios, y falsos testimonios, como dice el Ve-
nerable Padre Séñeri.
El Santo Profeta David, queriendo descu-
brir la bella Jerusalen, con respedo á la Jeru-
salen Celestial, no la alabó por las Torres, que
-con su alteza llegaban á querer encontrar las
estrellas; ni por las murallas, que con triplica-
do recinto la declamaban tres veces Reina : no
por el Templo adornado de oro y plata, un
Cielo baxo el Cielo ; ni por el alto sitio délas
colinas, sobre las quales puesta, miraba baxo
de sí como vasallas las Provincias: por nada de
esto la alabó, solo la alabó por la paz: Posuit
fines tuos pacem. La paz pasea por las calles, la
paz reina en los • Palacios , la paz guarda las
puertas, la paz vela en sus confines: Posuit
finés tuos pacem. No hay en ella Hamo, & ho-
mo riatus est in .ea¿ Mas todos Son un corazón
-f una Alma. Así diré yo : Aunque sea una
Comunidad Religiosa rica por las pompas y
magnificencias de la Iglesia, todo esto nada
4§.. La %Rel?zió<a Ilustrada* *
¿mpqfta,. si la- caridad, la unión, la paz- no.^s.
doméstica y familiar, si hay divisiones, faccio-
nes ( y quiebras de caridad.
Yo no entendía por qué el Esposo trompa-
raba" las mexillas de la Esposa lia granada.:
Gente tuce sicut fragmen malí punid. La grana-
ba es fruta rústica* áspera y de corteza poco
agradable. ¿ Pues faltaban otras frutas á qu.e
^compararlas, que fuesen mas hermosas ? Pero des-
pués entendí la razón. La granada es una fru-
,|a quevcontiene dentro de sí una numerosa famjlia
Ae granitos, los quales están entre sí tan unidos y
¿brazados, que parecen identificados , parecen
¿una misma cosa, Las mexillas de la Esposa -signifT-
.<can las Comunidades, Religiosas, donde han de
.^star tan unidas entre sí , como los granos en
la granada, sin división, sin parcialidad, sin
Jfacciones, y en clausura. La una no murmure
jáe la otra. La una no satirice á la otra. La
l^na no hable con sacudimiento á la otra; sino que
unas á otras se alaben, se animen, se ayuden,
i$e sirvan, y se fervoricen en el servicio. d£
Dios, y entonces la Comunidad se hará inex-
pugnable á todo el infierno, y los demonios
conjurados, jamás podrán ultrajarla, como ase-
gura San, Basilio.-
Licurgo, al fabricar la Ciudad de Esparta,
jio quiso levantar murallas; por que decía, que
Ja .concordia de. los Ciudadanos ha de servir de
muros: por que estando aquellos unidos, nir>-
gun Exercito puede dar pena ni trabajo d Lft
^Ciudad. jCon mas razón s& difpe, decir €$to4fi
La Religiosa llrntráád. 45>-
m Comunidad; ÍÑ !■•* caridad Y unío*
es mas poderosa, que la que Licurgo .deseaba
Ai sus Ciudadanos i "Por que aquella era natu-
ral; pero ésta es sobrenatural, y procede_ de
Dios, y así será cosa verdaderamente de Dios.
Quando Jacob encontró unidas aquel as pie-
dras que le habían servido de almohada, .dúo.
VéreDótnut Dei cst hic. Así, quando en una
Comunidad veamos Unidas á las Religiosa»; di-
remos entonces nosotros: FertDomus Detesthtu
■ Imagínese la Religiosa miembro vivo del
tuerpó dé su Comunidad, y entienda, que qual^
quiera movimiento que no sea muy mesurado*
y medido con las Reglas de su Instituto, o le
causará á ella Una especie de desunión, o do-
lor en lo demás del cuerpo : por lo qual es
tnuv necesario que ande siempre muy "Unida y
hermanada con todas; (pero con ninguna ten-
drá amistad particular, que es el origen K»
.todos los despfdéhes que á veces se hallan en
las Comunidades, y cosa muy opuesta a m
realas de la verdadera caridad, ...y al, espíritu
«le la Religión.) Y para esto conduce .mucho
<me se acostumbre, á decir siempre , bien , ;y
aplaudir los dichos, y pareceres- de K^emas,
quebrantando el suyo propio, nunca porfiando ,
m pretendiendo salir con la suya: Por que el
querer 'hacer esto, es la cosa que, mas se oggf-
-ne á la caridad, y unión para con nuestros.her-
íiianos. Y para, conservarla, importa mucho, quf
quando se . nos .ofrecen á los ojos 4ac faitas fe
¿aquellas eeraonas -coa. quienes YÍv¿#o%,yvños pa^
';
I
io. La Religiosa Ilustrada.
fecén ser intolerables, pensar serlo mucho ma*
aquel juicio siniestro que nosotros de ellas ha-;
cemos, y mucho mas dañoso que no ellas pa-
ra nuestras Almas. Procure, pues, la Religiosa,
y todos apagar luego qualquiera centella da
enojo ó pesadumbre que se ofreciere con nues-
tros hermanos, cumpliendo lo del Apóstol San
Pablo : Sol non occidat stiper iracundiam ves-~
tram. ¡ O qué merecimientos ganarías, si así lo
hicieses, venciéndote á tí misma ! Mucho te
ayudará para esto, si empleas el dia en santas
meditaciones, en conversaciones fervorosas, y ea
obras puras, y bien intencionadas,
INSTRUCCIÓN VIII.
DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN SAN*
tisimop
T
Odos debemos ser muy devotos de la San»
tísima Virgen, y quien no ama á esta gran
Reina, ó no tiene corazón en el pecho, ó no
merece tenerlo: y quien no pone sus ojos ea
la belleza de esta grande Alma, y con los ojos
todo su afecro, ó es ciego, ó merece serlo :
Ata ccecus est, aut ccccus esse debct> qui ham
ftdchritudinem non amat. Pero mas en particu-
lar deben esmerarse en esta devoción las Re-
ligiosas, por que profesando la perfección , y
anhelando alcanzarla , deben ser devotas de
aquella que sustenta y alimenta con su leche á
los que caminan á la perfeccion; como dice Saa
Bue-
u^ I
La Religiosa Ilustrada, jhfc
Buenaventura: O Nutricem san&itatis , cujui
la&e nutriuntur quotquot sunt9 &> fuerunt SanSfiy
i¿ Justi\ jO Nutriz de la santidad, con cuya
leche se sustentan quantos son , y han sido
Santos y Justos! Y yo aseguro á las Religio-
sas^ que á medida de su devoción á la Virgen
Santísima, crecerá su espíritu, su perfección, y
estima de la vocación.
A mas de esto, por otro motivo deben las Re-
ligiosas profesar muy tierna devoción á la Ma-
dre Santísima, por que ella es Reina de la!
Vírgenes, y las Vírgenes consagradas en los
Claustros militan baxo de su vandera : Áddu~
centur Regí VirginsT post eum. Y ella, segur*
San Chrisóstomo, las conserva en su pureza, y
libra de manchas su candor. De donde el
Santo . exórta á todas las que se precian
de la flor de su virginidad, á acogerse baxo de
su manto, como á su refugio : Quicumque estis
Virgines ad Matrem Domini confugite villa enim
pulcherrimam, pretiosissimam, & ¡ncorruptibilem
ppssessionem patrocinio suo vobis conservabit. A
mas de esto, las Religiosas que atienden á ad-
quirir .las virtudes, deben pues, tener una idea
de donde, copiarlas. Ahora pues, á la Virgen
llamó el Idiota : Ornnium virtutum moralium
idea : Una idea de todas las virtudes morales*,
De la Virgen pueden copiar la humildad, Ist
caridad, la pureza, la modestia, la penitencia.,
en fin, todas. Yo quisiera que todas las Reli-
giosas, para empaparse en la devoción de la
Virgen, consiguiesen aquel favor que hizo Je-
(H) SUi
51. La Religiosa Ilustrada.
sus á Santa Matilde, la qual suplicando a!
Señor la diese una tierna devoción á su Madre
Santísima, se le apareció, y acercándola la bo-
ca á su corazón, le dixo: Hauries bine quid-
quid Matri mece impenderé cvpis. Saca de mi
costado lo que quisieres dar de obsequio á mi Ma-
dre. Y quedó llena de una tiernísima devoción,
y de un filial amor á la Virgen Santísima.
Mas vengamos á la práélica. Dice San Ber-
nardo: Devotio est rete cordis. La devoción es
una red de oro, que ata al corazón de María.
Mas los lazos que forman esta red, son las obras,
el amor práctico, el afeólo á obrarle. Si me
preguntan, ¿como se hace esto? Yo lo reduciré
todo á una palabra, que contiene muchas: Amo-»
re, more, ore, re* Con el amor, con las cos-
tumbres, con la boca, y con los hechos. Con
amor, amándola entrañablemente, y con afe&o
verdaderamente filial, llamándola Madre, como
hacia San Estanislao Kostka, de nuestra Compa-
ñía, diciendo : La Virgen es mi Madre: recur-
riendo á ella con verdadera confianza en todas
sus necesidades, teniéndola entre dia siempre
en la memoria. Acordaos de lo que dice San
Pedro Da miaño: F ulives Angelí , qui Beatce
Virginií habent presentían;, nos memoriam . in-
terim consclemur nos suavitate .memtrice , doñee
dulce diñe presentí ce recree>nur\ ¥A\\ es angele*,
que gozan de la presencia de la Virgen ; no-
sotros tenérnosla memoria, entre tatito ro.i Vá-
mosnos con la suavidad de la memora, hasta
-que nos recreemos con la dulzura de su prf-
sen-
v
^
ha Religiosa Ilustrada, yj.
«encía. Después more, con las costumbres, pro-r
curando quarito sea posible imitar sus virtudes,
particularmente la protunda humildad, de la qual
es Maestra, y perfecta idea. Mas ore, con la bo-
ca, gustando de hablar y oir hablar de sus vir-
tudes, rezando con devoción sus oraciones, par-
ticularmente el Santo Rosario. Por último re,
con los hechos $ pues según dice San Gregorio:
Probatio dileSttonis exhibhio est operh. La prue-
ba del amor es la obra. ¿Y qué se puede ha-
cer? Oye lo que puedes hacer cada año,, cada
mes, cada semana, cada dia, cada hora* Cada
año, celebrar sus fiestas con ayuno, Confesión y
Comunión. Cada mes, tomar el primer dia pa-
ra dar cuenta de como te has portado, espole-
ándote á la perfección. Cada Sábado , ayunar ,
celebrar sus Dolores, ya que el Sábado^está de-
dicado á su Martirio. Cada dia, tornar una de-
voción duradera y permanente, sin jamás dexar-
la, aquella en que sientas mas devoción. Cada
hora, al' tocar el relox, una Ave María á esta
gran Reina. Ahora yo, por sello á " toda esta
obra, te aseguro que si tomas de veras la de-
voción á esta gran Señora, dirás, como dice Sa-
lomón de la- Sabiduría : Vemrunt mihl omnia
lona pariter "cum illa : Te vendrán c<mi ella to-
dos los bienes.
Ea pues, Almas Religiosas, escoged á esta
benignísima Madre de Jesús por especial Maes-
tra, Madre y Abogada, invocada María, salu-
dad á María, pensad en María* honrad á Ma-
fia, glorificad siempre á María. Encomendaos i
Ma-
^
?4. L* Religiosa Ilustrada.
Maria, permaneced en la celda ó aposento con
Maria, callad con Maria, alegraos con Maria ,
doleos con Maria, velad con Maria, orad con
Maria, andad con Maria, descansad con Maria,
buscad á Jesús con Maria, cargad á Jesús en
los brazos con Maria, habitad en Nazareth con
Jesús y Maria, caminad á Jerusalén con Maria,
asistid cerca de la Cruz con Maria, llorad á
Jesús con Maria, sepultad á Jesús con Maria,
resucitad con Jesús y Maria, subid á los Cie-
los con Jesús y Maria, desead vivir, y morir
en la Religión que habéis profesado, con Je-
sús y Maria,
CIENCIA MÍSTICA, T RELIGIOSA.
Muere, si quieres vivir:
Pena, si quieres gozar :
Baxa, si quieres subir :
Pierde, si quieres ganar.
O. S. C. S. R. E. , &c.
LV
BREVES DOCUMENTOS
De todo lo que conviene á la
Religiosa para caminar á la ex-
celencia de su perfección.
¿
Qué debe hacer la buena Religiosa**
*' A
JT\ Mar á Dios,
Aborrecerse á sí misma»
Negar su voluntad.
Conformarse con la Divina*
Mortificar sus pasiones.
Atender á sus obligaciones*
Desarraigar los vicios.
Plantar Tas virtud.es.
9. Vencer los enemigos.
10. Ser muy exácla en el cumplimiento
de la 'Ley de Dios, y Preceptos déla Iglesia*
11. Guardar su Regla.
i 2. Observar los Votos de su Profesión*
13, Hacer bien.
14. Sufrir á todos, y padecer males en silen-
cio por Dios.
Qué debe hacer para vivir en paz*
I. Huir las ocasiones de pesadumbres. .
a, No replicar, rú disputar porfiadamente,
3-
2..
3-
4-
5-
6.
7-
8.
5¿. La Religiosa ¡lustrada.
3> Callar, y trabajar.
4. No entremeterse.
5;. Hacer como que no siente, ni ve, ni oye»
6. Humillarse, y procurar vivir á solo Dios,
En qué se debe exercitar mas á menudo.
1. En la caridad y compasión.
2. En la paciencia, mansedumbre, y morti-
ficación.
3. En la lección, y oración, cuidando de te-
ner en sus ocupaciones las manos en la labor,
y el espíritu en el Señor.
4. En la meditación de la Vida, Pasión y
Muerte de Christo Señor nuestro, y en los Do-
lores de su Santísima Madre, y acciones de los
jíSantos, para imitarlos.
En qué debe emplear sus lágrimas.
1. En llorar el tiempo perdido.
2. En llorar la mala vida pasada.
3. En ljorar el pecado cometido.
4. En llorar de compasión del próximo* y
ceguedad con que se vive allá en el mundo
con tanto descuido de lo eterno.
5;. Én llorar la Pasión de Jesús , y penas
de Maria, que tanto olvidamos.
6. En llorar por el deseo de la Gloria; y
premio prometido.
7. En llorar el destierro, y miserias de es-
ta vida.
A qué' ha de atender para confesarse lien.
j; A los pensamientos inmundos.
La 'Religiosa Ilústrala. J7*
2. A las murmuraciones, y malas palabra^
3. A los juicios temerarios.
4. A los defe&os públicos que comete.
* $ . A las pasiones y aficiones desordenadas*
6. A los adiós de propiedad.
7. A la perturbación de la paz.
8. Al perdimiento del tiempo.
9. A las palabras ociosas y picantes, en que
yompe y hiere la caridad.
10. A las vagueaciones del entendimiento.
11. A las obras hechas sin consideración %
sin espíritu, sin voluntad, y por costumbre.
12. A las faltas de la Divina Ley, Preceptos
de la Iglesia, Reglas de su Instituto , y transr
gresiones de los Sagrados Votos.
13. A los pecados mortales, y veniales ad-
vertidos. L
14. Al poco aprecio que hace de la exce~
leticia de su estado, y Profesión, mayor sin du-
da alguna, que todas las grandezas humanas.^
15. Al descuido con que vive de caminará
la perfección, y de procurar con veras las ver-
daderas, y sólidas virtudes.
16. Al mal empleo de las potencias, y mal
"uso de los sentidos. *
17. Ala gran tibieza, y poco espíritu cok
que se aplica á las cosas del servicio de Diosf
y bien de las Almas.
18. Al mal exemplo que da con su vida
poco ajustada-, y del abuso que hace de las lu-
ces y conocimientos con que el Señor le favo-
rece con larga mano, para <jue entable vida
pe-
;•
y 8. La Relipiosd Ilustrada.
penitente, santa, y mortificada, con que adquie*
ra gran perfección, y salve su Alma.
19. Antes que se confiese, considere en la
presencia del Señor con mucha humildad, y arre-
pentimiento , y santo propósito cada defecto en
particular , para que conozca con la luz del
Cielo, si fué venial, ó grave.
20. Al confesarse , empiece siempre por la
falta, ó faltas que le dieren mas pena, y le pa-
rezcan mas grandes , para que el demonio no
la engañe , y las calle.
Qué cosat debe huir y y cautelarse.
r. Todo peligro, y ocasión de ofender al
Señor»
2. La familiaridad con los hombres.
3. El demasiado tíato con toda suerte de
personas seglares, aurtque parezcan espirituales»
4. La especialidad de los manjares.
La compañía de las ociosas, é imperfectas»
La pésima lisonja*
El pecado, y la maldad.
Toda propiedad*
La lengua mentirosa.
El propio juicio, y voluntad ; es á sa-
6.
7-
8.
9-
ío.
ber, á sí mismo sobre toda cosa.
Qué ha de praííicar con lar Religiosas»
I. Amarlas en general, y en particular.
.2. Servirlas prontamente.
3. Mostrar que las estima como Dios manda-
4. Amonestarlas dulcemente.
La Religiosa Ilustrarla* y?.
f f. Tenerlas compasión, y sufrirlas con p**
Ciencia. . _ '.
6. Darles en todo buen exemplo, y tener cui-
dado de ser suave, y afable con todas.
Oué debe observar en el \ Ucutorioé Rex<¿
7. Visitar al Señor en su Templo, y pedir
fez ' riara servirle, y no ofenderle.
3. Cerrar los ojos á la vanidad,
t 5. Despedir presto los negocios.
4. Estar con mucha modestia, y gravedad
• Religiosa sin afedacion. ^
t £ Hablar con moderación,- y de cosas de
edificación. ... .-_.,;
6. Pedir con discreción, si se le ofrece al-
guna cosa. .
7. No aceptar alguna curiosidad.
8. Evitar el preguntar nuevas de
pasa allá en el mundo, ni entenderlas*
$. Si las dixeren sin preguntarlas ,
«óco^ gusto en oirías. . # '
10. Procurar sacar de todo fruto espiritual
para su Alma, y las de los otros.
11. No fiarse sino de muy pocos;
Qué ha de hacer en su recogimiento.
I 1. Leer buenos libros para obrar lo q«é
enseñan.
%; *¿ Meditar para inflamarse.
3. Ahuyentar de sí los malos pensamiento^
* 4! Estar fcien ocupada para n<r darles ea-
(hda. ■ *
008 *•
lo que
mostrar
r
r€o. La Religiosa Ilustrada.
5. Manten» el Alma penetrada de jamo*
«tfe&os.
v 4. Acordarse que tiene á su lado el Ange!
Custodio, y que Dios la está mirando.
7. Pedirle que no la dexe sin su amparo*
$• Serle muy agradecida*
De cómo se ha de haber tn el Cor».
i» Asistir con puntualidad,
2. Desterrar del corazón los pensamiento*
malos»
3. A&uar bien la intención.
4. Pronunciar bien las palabras del Oficio
♦Divino.
1 $> Tener atención al sentido del Psalmo, é
pensar en la Pasión de Jesús, ú otra cosa uülf
y provechosa al bien de sü Alma.
\ €. Aduar con viva fé la presencia de Diosa
manantial de grandes bienes.
De como se ha de preparar para comulgar,
Ia, Hurtar el tiempo á las ocasiones vo*
1-untarias.
2. Leer algún libro devoto*
3» Recogerse interiormente.
4. Vaciarse de sí para llenarse de Dios.
5. Purificar, limpiar bien el Corazón, no so-»
lo de Jas faltas, sí también del polvo de las
imperfecciones.
6. Orar con fervor, é implorar el patroci*
Dio de la Madre Santísima.
7. Llegar á recibir al Señor ( deseando te*
fcer las virtudes de todos los Bienaventurados )
con
La Rentosa Ilustrada* 6i¿
C6n viva fé, temor santo, y amor grande.
8. Aprovecharse de huésped tan divino ^ y
pedirle con confianza favores especiales, y laa
Tiroides que mas necesita su Alma.
9. Temer que Dios la castigue por ir ir**
dignamente á recibirle^
10. Procurar entablar* y praóHcar vida nue«»
fa, santa, y fervorosa.
Qué h& de hacer despuet de comulgar.
1. Retirarse á su interior* ofrecen ai Seño*
todo el corazón, Alma, potencias, y sentidos»
2* Proponer- al Sefíor sus necesidades.
3. Resolverse- con su ayuda á enmendarías*
4. Inflamarse en su amor-, y darse toda á* su
Jlagestad : rogar por el bien de k Santa Igle^
$¡a, y salvación de las Alma»»,
5. No olvidarse del favor-qu&ha recibido*
6. Mejorarse en un todo»
7. Dar ai Señor las debidas, y afe&uosaa
gracias.
Qué ha d$ hacer m ta> Oraeim*
I. Humillarse, y examinarse bien.
3* Considerarse en- 1$ prese p¿c\$ (&-D£o&
3# Arrepentirse de sus pecados.
4. Apartar de sí los- cuidados*
j> Acordarse de la Muerte*, jtóc^ Infier-
no, y Gloria*
6. Meditar la* vidas áe tes Saatpvy esf>e«*.
tíalmente la de Jes&s, y Mana.
%' Reconoces los beneficios de DSov
i
,
#*. La Rr1iatn<d flmtr^d.
8. Pasearse por los Coros de los Santo* \
- j>. Rogar por los vivos, y difuntos.
,io. Sacar fruto concerniente á su necesidad*
Qué cosas debe entender mas.
i. La propia flaqueza. 2. La suma bon*
dad de Dios. 3. Las astucias del enemigo. 4.
La Doctrina de Christo. 5. i* *eSla **/*
prometido observar. 6. Los Votos que ha ofre-
cido, al Señor. 7. Loque pertenece á su oficio
para servir mas al Señe*.
Consideración sobre las santas Regias*
I. Quien es el Autor de ellas.
3. La causa de ellas, y su fin.
. 3. La necesidad de ellas.
4. Su utilidad.
$. Su excelencia, y perfección.
6. Los daños de su transgresión.
( 7. Los medios para bien observarla*.
8. Los impedimentos.
9. El exemplo, y la doctrina.
10. Las personas santas que las guardaron.
II. El aprecio que de ellas hicieron.
I a. De que si las guarda bien , será Santa.
En qué lugares se ha de hallar mas freqüente.
i. En el Coro. a. En su recogimiento.
3. En su obediencia. 4. En sí misma.
5. En Dios, y por Dios en todas las cosas
que ocurran al servicio de su Magestad , ai
provechp de los próximo*, y bien de la*^l™a*'
■
■
La RrSWfc» Parrada. <5?. '
Qué ha ¿Le hahlar en la recreación-
j De la vida de Christo, y su Santísima Ma-
dre,' de los Santos, y personas «templares.
¿ De los buenos deseos de aprovechar e*
«1 servicio de Dios.
, De las Virtudes Religiosas.
4.' De su Instituto, Reglas, Constituciones,
« cantas costumbres.
y y ^ los juicios de Dios, ocultos, y mam-
fiTS'De las miserias del mundo, y de los pe-
ligros de aquellos que viven en el.
7! De la seguridad de los que viven en et
estado Religioso. ¿
8. De todo aquello que puede recrear , é
instruir el espíritu en el servicio de Dios.
Qué ba de evitar en, la recreación.
I No estar solitaria, ni melancólica.
2* Ni fisgona, y bachillera con las otras.
3. Ni ligera en sus acciones, ni demasiado
libre, y poco modesta.
4. Ni habladora, ni colérica, ni impaciente,
y r1 ^molesta, ni importuna, ni desbrida,
ni murmuradora, ni quejosa de la comida, y
vestido, ni de otra cosa alguna.
o. Procurar portarse en todo de tal modo,
que á todas dé mucho exemplo, y no ofenda
á nadie ; y así todas recibirán la bendición del
Señor, que se complace, y asiste en estos depor-
tes preciosos á la flaqueza. humana, para me.
joj llevar la cruz de la Religión. ¡¿ue
Á
$4.. La Retigiota llmtraid.
Qué ha de hacer para vivir contenta,
- 1. Tener en sumo aprecio su vocación.
^ 2. Considerar, que por sus pecados mere-
cía estar ya en el infierno.
3. Que viviendo según el espíritu, y Reglas
de su Religión, seguramente irá al Cielo.
4. : Para animarse, hacer vocación racional ,
que jamás se muda, buscando razones de quin-
to mas feliz, y dichosa es el estar en Religión,
que no allá en el mundo, donde se vive coa
tantos peligros de la salvación*
$♦ Alentarse con las vidas de los Santos,
y de Christo nuestro Señor, y su Santísima
Madre.
6\ Tomar gusto en las cosas de Dios , y
freqüentar la Oración, y Comunión Espiritual $
y Sacramental, según le fuere concedido.
7. Pensar quan presto se acaba todo.
8. Buscar lo que siempre dura.
Qué ha de hacer quando está enferma.
t. Recibir con gran voluntad la enferme-
dad como venida de la mano de Dios para pro-
vecho suyo.
2. Orar al Señor, ponerse en sus manos,
ofreciéndole el corazón puro, y limpio.
3. Conformarse en toda con la voluntad y
querer de Dk>s.
4. Obedecer no solo á los Médicos del Al*
tna, sino á los del cuerpo, y Enfermeras.
5. Ser edificativa, y paciente en todo , to-
mando los remedios por mas desabridos que sean^
acQi-
La Keüfriósa ¡lustrada. ¿r.
acordándose de la hiél, y vinagre que dieron t
Christo su Esposo.
, 6. Si la enfermedad fuere grave, y peligro*
la, pedir con tiempo los Santos Sacramentos*
7. Hacer A ¿los de Fé, Esperanza, Caridad,
y Contrición, y renovar sus Votos, y Profesión.
8. Si sana, entable una nueva, santa, y fer-
vorosa vida, que le sirva de preparación para
lina feliz, y dichosa muerte en gracia de Dios*
Quales deben ser sus devociones*
t» Con la Santísima Trinidad.
2. Con la Santísima Humanidad de Christof
y con el Espíritu Santo.
3. Con Maria Santísima , á quien siempre
tendrá por Madre, por Maestra, y Abogada.
4. Con San Miguel, San Gabriel, San Ra-*
faél, y Ángel Custodio suyo, y de su Comuni*
dad, y Religión.
|. Con el Santo de su Nombre, y Patriar*
ca baxo cuya Regla vive.
6. Con San Joaquín, Santa Ana, San Josépíí,
San Juan Bautista, los Santos Apóstoles, y otros
Cn que tubiere particular motivo.
7. Que entienda, que no consiste estx de*
Vocion en rezar mucho, sino en imitar sus virtu*
des, *u oración, y limpieza de conciencia.
Qué litros serán mas á fropósitOm
i. La Doctrina Christiana.
g. La Santa Regla.
3. La Mística Ciudad de Dios*
rf*
66. Ld Ke}t/ro<a Vmtratd.
| 4. Las vidas de los Santos de su Orden , f
Otros á quienes tubiere devoción.
» $. Los Ejercicios de San Ignacio de Loyola»
6. El Rempis.
1 7. El Combate Espiritual.
8. Las Meditaciones, y Soliloquios de Saif
Í Agustín. '
9. La Perfección Religiosa del Padre Lucat
Pinelo, de la Compañía de Jesús: Jas Obras
del V. P. Rodríguez, del Padre la Puente, del
V. P. Nieremberg, especialmente la Diferencia
entre lo Temporal, y Eterno, y el Aprecio de
1* Divina Gracia.
10. El Padre Plati del bien del Estado Re-
ligioso,. Escala del Paraiso de S. Juan Climaco.
ir. San Francisco de Sales, Santa Teres*
4e Tesas* el Maestro Avila.
- 12, Fray Luis de Granada-, el Padre Munllo*
13. La Religiosa en Soledad del Padre Pw
wamonti ; la Instruida del Padre Arbiol; la En-
señada del Padre Varón, y otros tales, qu* *
«leneni á las manos.
Qué ha de hacer con 'su Prelada.
• I . Amarla como á Madre.
¿** Honrarla como á Señora.
p , Oiría comoá Maestra. .
¡4. Obedecerla prontamente.
5. No juzgarla temerariamente.
6. Sufrirla con paciencia.
7. Hacer confianza de ella.
8. EncomnwUfU- & Di©» - ■■'.
Ja Religiosa Ilustrada. 6j,
». Hablar siempre bien de ella.
ib. Respetarla en presenc.a , y defenderla
en ausencia, pues está en lugar de Dios.
Como s< ba de portar la Prelada con
sus Subditas.
i. Amarlas igualmente. • -. -
2. Mirarlas como encomendadas de Uio>.
,. Inducirlas á la observancia de la Regla,
4. Enseñarlas á ser exaftas en la guarda
de ios santos Votos.
,. Hablarlas freqüentemente de Dios, y cosa*
6. "Predicarlas con obras, y buenos exent-
píos, v amonestarlas con dulzura.
7. 'Corregirlas con suavidad.
8. Penitenciarlas con discreción. i
9. Probarlas, pero no cansarlas mas de lo
que conviene. , r ¡
10. Hacer de ellas mucha confianza, que
así las agradará mucho.
11 Tenerlas bien ocupadas.
ft. Cuidar de su vestido, y sustento.
¿,. Adelantarlas en espíritu, entendiendo
bien sus genios, é inclinaciones, para llevarlas
maiS4.a oTsus cosas despacio, aconsejándolas
en sus dudas, y consolándolas con mucha dul-
zura en sus quejas , y desabriente»— ,
15. Rogar á Dios por ellas; y tenga pre-
sente, que de todas ha de dar estrecha cuenta
"al Señor, de quien -son caras Esposas. ...
fc-S. La Religiosa ilustrada.
Qué debe hacer en tiempo de la Virita.
í. Reconocer al Visitador, como á Superior
que viene de parte de Dios.
2. Descubrir toda su Alma, sin celar cosa
alguna»
3. Responder fielmente i las preguntas que
le hiciere.
4. Si vive contenta en su vocación.
$. Si tiene algunas turbaciones, ó tentacio-
nes molestas, y. de qué medios se vale para
vencerlas. 6. Si ama, y tiene aficiona su Ins-
tituto, y á los medios que le ha dado Dios pi-
ra conseguir el fin. 7. Si siente bien de las Re-
%h^ y santas costumbres de su Religión? 8. Qué
afición tiene á las cosas espirituales, á la ora-
ción, lección de buenos libros, práctica de las
Virtudes, y mortificación. 9. Si en los Exerci-
cios Espirituales de cada dia tiente consolacio-
nes, ó sequedades ; y si es fiel á Dios en dar-
le los tiempos que para ellos hay destinados,
oró. Qué fruto saca de la Oración, y Medita-
ción, de la santa Confesión, y Comunión, Exa-
men general, y particular de la conciencia.; y
si tiene uso en hacer todas las cosas en pre-
sencia de Dios. 11. Si ruega al Señor por el
bien de la Santa Iglesia, por los que están en
pecado mortal, f benditas Almas del purgato-
rio, tan necesitadas de remedio. 12. Como se
porta en la obediencia de entendimiento, y VO-
luntad, en la pobreza, y castidad ; y si renue-
va muchas veets estos sagrados Votos. 13. A
qué virtud; o virtudes se halla mas indinada,.
u
—
■
La ReUftnsd flmtrrtrla. Gf¿
v qué roedíos pone para alcanzarlas. 14- Si des-
rues de la última Visita se siente mas, o un-
ios'aprovechada, y VȎ animo experimenta ert
sí para alcanzar la perfecc.on. 15. S, t e e
aversión, ó demasiada afic.on cor» alguna Rtl i-
giosa en particular, y por que. 16. Qut mor-*
fificaciones hace, y ti siente en **^¡¡*
decer, y sufrir injurias, y las demás cosas que
pertenecen á la Cruz de Christo. *?• C«mo hs
gobierna la Prelada, el Confesor» y Padre &s-
Jirituaí, ó Dfreftor de su Alma. >1* &t se pre-
para para la hora de la muerte, y si procura .
con veras la enmienda de vida*
Quítl dehe ser el Afinar- de- st> €eJd'a.
i. Una Imagen de Christo Crucificado , ea*
quien freqüentemente se mire como en su espejo»
2. Otra de Mariá Santísima, y de algún otsa
Santo,- para implorar su patrociaio,
». Cama pobre, un candelera, una silla, tina».
irtesV unos pocos libros espirituales, papel, tin-
tero,'y pluma para escribir: un par áz Meras,,;;.
un corta-plumas, y la materia para las labores,
ordinarias de cada tina, ssda, hilo,, agujas, es-
coba, diciplinas, silicios, y una Cruz, cuya des-
n&deí-daá entender quat debe ser el efespresndi-..
Miento de una Esposa de Jesu-Clmsío, que por-
su amor el Señor quiso mostr-clayacto en ella
para calvarnos,, y r*¡.diaÚ£íK>s, y dejarnos esaea-.
. «efianza divina* ,m i
' 1
i
1,1
i
70. %4 Re!Í£ÍO'<t Ui<trdii.
Qual será la Religiosa perfefta. ^
La que ama verdaderamente a Dios.
La que ama al próximo puramente por
La que se vence, y desprecia á sí misma.
La que no juzga, ni desprecia á nadie.
La que rinde su juicio , y
voluntad
1.
2.
Dios.
3.
4-
propia. ,
6. La que en todo re conforma con la Divina*
7. La que mortifica sus pasiones.
8. La que cumple con sus obligaciones,
Votos, y Regías exactamente.
9. La que desarraiga con valentía su*
Vicios.
ro. La que planta, bien fundada, la*
vütudes.
11. La que hace á todos bien.
12. La que sufre de todos mal.
13. La que practica en si quanto bueno a*-~
bc para las otras.
14. La verdaderamente humilde, llena de e*?-,
píiitu de caridad.
ADVERTENCIA.
>
Lea la Religiosa esta breve noticia de lo-
perteneciente á su estado, con alguna freqüen-i..
cia, y sea muy agradecida á Dios, que la ha ¡
llamado á tan excelente orden de vida, y prCM.
eur$ ser su Esposa amada.
DIOS SEA BENDITO.
AVh
M*^f^§%,W a sus mas,
rcsa.de Jesús como Re¡¡eiosa legar á
por los quaks pueie la Keugt » «
f lo sumo de la perfección, con la gra
cia Divina.
' * 1 a tWra aue no es labrada, nevará abro-
jo A tierra que «, , enten(jw
Jft y espinas, aunque sea fertu. asi el ente
«£ £ Reliaos, Sacerdotes y Wennnano,
\ Kntre muchos, siempre hablar pocu.
I sír rr-Sesía '«todas las cosas que h<-,
CÍT' ^porfiar mucho, especialmente en,
CT H^rí^dos con alegría moder,da.
tí> «incrnnq. cosa hacer burla.
I Sunca prender a nadie sin discreaon, ,
^•t^tbjk sin pensarlo bi*n yen-
andarlo' mucho á nuestro Señor, para que no.
hable cosa que le desagrade. ftVHeráusa
\u Jamás escusarse, sino en muy probóle can a
,2 Nunca decir cosa suya, digna de. lo , .
como Jf p **"*• ?«|MS1
nc espetan*» que habrá. px«¥«chPfJ $ «tigft
■
72. ¿folios espirituales
sea con humildad, y con consideración , que
aquellos son dones de la mano de Dios.
13. Nunca encarecer mucho las cosas, sino
con moderación decir lo que siente.
14. En todas las pláticas, y conversaciones
siempre mezcle algunas cosas espirituales, y con
esto evitará palabras ociosas, y murmuraciones.
15. Nunca afirme cosa, sin saberlo primero.
16. Nunca se entremeta á dar su parecer en
todas las cosas, sino se le piden, ó la caridad
lo demanda*
17. Quando alguno hablare cosas espiritua-
les, oirías con humildad, y como dicípulo y y
tome para sí lo bueno que dixere.
18. Á tu Superior, y Confesor descubre todas
tus tentaciones, é imperfecciones, y repugnan-
cias, para que te dé consejo, y remedio para '
vencerlas.
19. No estar fuera de la Celda, ni salir sin
causa, y á la salida pedir favor á Dios , para
I no ofenderle.
20. No comer, ni beber, sino á las horas
acostumbradas, y entonces dar muchas gracias
á Dios.
2i. Hacer todas las cosas, como si reanímen-
te estuviese biendo á su Magestad, y por esta
vía gana mucho una Alma.
22. Jamás de nadie oigas, ni digas mal, si-'
rio de tí misma ; y quando te holgares de esto ?
vas bien aprovechando.
23. Cada obra que hiciere?, dirígela á Dios,'
ofreciéndosela, y pídele quesea para su honra,
y gloria» -4»
de tonta Teresa de Jestt?. 7?.
o, Guando estubieres alegre, no sea con «-
- JdemSas, sino con alegría humüde , -
iiJCM flfaKle v edincativa.
"<' £mp're te imagina sierva de todos, y
en tod'; Sera i Chr.sto nuestro Señor, y
de la obediencia, como si te lo mandase Jesu-
rVirUtn en tu Prior, ó Prelado.
C f En Siquiera obra, y hora examina tu
conclenrm; y vistas tus faltas, procura la en-
venda con el Divino favor; por este cammo
' ¿tránzalas la perfección.
28. No pienses faltas agenas, sino las virtu-
des v tus propias faltas.
a o Andar siempre con grandes deseos de pa-
decer por Christo, en cada cosa, y ocasión. .
t Sga cada dia cnqüenta ofrecimientos a
Dios de sí, y esto haga con grande fervor, y
deseo de Dios. „ •' • *
* 1 Lo que medita por la mañana, traiga pre-
sente'todo el dia, y en esto ponga mucha dili-
gencia, por que hay grande provecho.
,« Guarde mucho los sentimientos que el Se-
norlé comurnque, y ponga por obra los deseos
oue en la oración le diere.
„ Huya siempre la singularidad, quanto le
fuere posible; que es mal grande para la Co-
mUí t* Ordenanzas, y Regla de su Religión
léalas muchas veces, y guárdelas de veras. *
,5 En todas las cosas mire la providencia de
Dios, y sabiduría, y en todas le alabe, 30.
\'f
74. Xv»V»í ¡riwVfffM'^.
36. Despegue el corazón de todas las cosa*,
y busque, y hallará á Dios.
37. Nunca muestre devoción de fuera, que
no haya dentro: pew> bien podrá encubrir la
devoción.
38 La devoción interior no la muestre , sino
con gíaode necesidad. Mi secreto para mí, dicen
San Francisco, y San Eernardo.
39. De la comida, si está bien, o mal gui-
sada, no se queje , acordándose de la hiél , y
vinagre de Tesu-Christo.
40°. En la mesa no hable á nadie, ni levan-
te los ojos á mirar á otra.
41. Considerar la mesa del Cielo, y ei man-
jar de ella, que es Dios, y los convidados, que
son los Angeles. Alce los ojos á aquella mesa ,
deseando verse en ella.
42. Delante de su Superior ( en el qual de-
be mirar a Jesu-Christo ) nunca nable sino
,1o necesario, y con gran reverencia.
43. Jamás hagas cosa, que no puedas ha-
cer delante de todos.
44. No llagas comparación de uno a otro ,
'cor que es cosa odiosa.
45. Guarido algo te reprendieren, recíbelo
con humildad interior, y exterior, y ruega a
-Dios por quien te reprendió.
46. Ouando un Superior manda una cosa,
no digas que lo contrario manda Otto-, su*
Piensa que todos tienen santos fines, y obed.ce
i lo que te manda. .
47. En cosas <jue no le va, m le viene ^ no
de Sa«ta aftaritf rf« Jmi' , *f»
„« curiosa, en hablarla», ni preguntarlas. •
• .8 Tensa presente la vida pasada para .lto-
Taíf y a§ tibieza presenten lo que le falta
2r «dar de aquí al Cielo para yiv.rcon te-
mor, que es causa de grandes bienes. .
lo Lo que le dicen los de casa haga siemr
«re st no es contra la obediencia, y responda-
*L'con humildad, y blandura. . ■ >ti
*c¿ Cosa particular de convida, o vestido, r#>
Ja pi'da, sino «s con grande necesidad.
/i jamás dexe de humillarse, y mortificarse
basta la muerte en todas las cosas.
V2 Use siempre hacer muchos años de amor,
't>or "que encienden, y enternecen el Alma, y -
V'C Hadados de todas "las demás virtudes.
Jjbfr^a todas las cosas al Padre Eterno, jün-
' tamente con los méritos de su Hijo Jésu-Christo.
Y?. Con todos sea mansa,, y consigo rigurosa.
56. En las fiestas de' los Santos piense S»s
írktiides, y pida al Señor se Jas 4é, .
< 7. Con el examen de cada noche tenga cuidat#-
<b' El dia que comulgare, la oración sea ver^qve
siendo tan miserable ha de recibir á Dios 5: y
la oración de la noche, de que le,ha recibido^
S9t Nunca, siendo Superior , reprenda .«
Jiadie con ira, sino quando sea pasada, y así,
aprovechará la reprensión. ..
60. Procure mucho la perfección, y devoción,
.5 con ellas hacer todas las cosas.
61. Exercitarse mucho en el temor del Se-
Jíor,que trae el Alma compungida, y humillada.
6a. Mirar bien quan presto se mudan las per-
sonas, y quan poco hay que fiar de ellas ; \ 7
Wjsjwc bi«(»de Dios, que a9.se »uda.
Í7#- 'AVÍm espirituales.*' ^
63. Las cosas de su Alma procure tratar CS*
•su Confesor espiritual, y doclo,; á quien las
comunique, y siga en todo. ' ^ • fI !
64. Cada vez que -comulgare, pida á-D'oS
algún don, por la gran misericordia con que
-ha venido á sil pobre Alma.
■i tf$„ Aunque tenga muchos Santos por Abogaí»
dos, séalo en particular de. San Joseph , 4*&
alcanza mucho con Dios.
66. En tiempo de tristeza, y turbación nb
ttexes las buenas obras qus solías hacer de ora^.
cion, y penitencia, por que el demonio procu-
ra inquietarte, por que ladexes; ames tengas
mas -que solías, y verás quan presto el Señdf
te favorece.
- 67. Tus tentaciones, é imperfecciones *o co-
muniques <:on . las mas desaprovechadas de casa ,
^úé te harás daño á tí, y á las otras, sino con las
zfcas perfectas.
68. Acuérdate que no tienes mas de una Alma,
• ni feas de morir mas de una vez, ni tienes mas * de
lina vida breve, y una cuenta particular 5 ni hay
mas de ¿na gloria, y esta eterna, y darás de mano
•á muchas cosas.
60. Tu deseo sea de ver á Dios; tu temor ,
, si le has de perder; tu dolor que no le gozas;
y tu deseo, de lo que te puede llevar alia, y vi-
virás con gran paz.
70. Hijas, resolución; por que la graneles
resoluciones son las que hacen grandes baatos.
Por las entrañas de Jesús encargo a i*
• Religiosa, no dexe pas*r semana alguna sin que
lea estos Celestiales Avisos, si WWv'rsC
fervorizáis y- Ttntv*}* * as&ritu. j ZW
FLORILEGIO MARIANO.
NOVENA
A LA CONCEPCIÓN INMACULADA
DE LA PURÍSIMA VIRGEN,
MARÍA,
CON QUE SE PUEDE DISPONER L&
Religiosa gara, celebrar su Festividad*
JL Uesta de" rodilla? telante de mm Imagen dé-
la Virgen Santísima, saludará. á esta gran Rei^
na} diciendoi Dios te salve, &c* j después; dirá
.W .tofo el fervor posible ; Dios mío, en quien?
JÚkoj». y espero, y a quien ama sobre todas las
«psasj; pésame de haberos ofendido, solo por set
Vos quien sois, y propongo* firmemente nunca
Sias pecar. Dadme Señor vuestra gracia* Amen*
ORACIÓN PARA EL DÍA PRIMERO*
1 Urísima Virgen María, Madre Santísima íe
Jesús, fragante,- y blsmqmsin^ Ja^minvcnyo to*
tal, y purísimo candor nunca le dismiiM^ó
. mancka alguna de? la culpa original? Por esta
•rertogativa.iaa singular M •'#* ©6 ^&#&
fifí
7$." Florilegio Mariano.
otra pura criatura la ha logrado, ?té sur)liti| hu*
raildemente me alcances del Rey Divino, que yo,
para imitar tu limpiisimo candor,. conciba y man-
tenga siempre en mi Alma un.perfe&o odio, y su-
mo aborrecimiento á la culpa; y que me con-
cedas' el favor qire en esta Novena te gíáoj si
hubiere de ser para gloria de Dios, obsequio til»
yo, y provecho espiritual de mi Alma. A<me*.
Rezarás tres Ave Marras, prosiguiendo la
misma diligencia los ocho dias r/stantes.
p
^ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO.
Urísima Virgen María, Madre Santísima de
Jesús, Flor milagrosa de la . .Yara de Jesé , que
"desde la raiz de tu admirable Concepción bro-
maste cpri la bellísima hermosura de la gracia ,
tan abundante, y copiosa, que por ella baxó á
descansar en tí, y a tomarte desde entonces por
su mas amada Esposa el Espíritu diVir.o : Pdr
«esta incomparable dicha , te suplico humil-
" demente, consigas del mismo Soberano Espí-
ritu, que infunda, y conserve siempre en mi Alma
la gracia divina, para que ennoblecida, y hermo-
seada con tan celestial adorno, la tome también
£>or su Esposa, y la dote de todos sus nobilísi-
mos dones. Amen.
ORACIÓN PARA EL DÍA TERCERO/
P
1 Urísima Virgen María,' Madre Santísima 3e
vJesus, Azúcete tséregrih*, éjuViim' concíbféfc-
¿o-
fbrilmo Mariano. V'
*d v tócieído entre las espinas de tan mu me*
d Recato, gozaste siempre entero el can-
rabies pecadora, B { { t e de unil ad~
6 enfermedades , mantenga yo -«emp«
Alma el candor de una concenaa pura, y «1
íusTre de una constante virtud. Amen.
I ORACIÓN PARA EL DÍA QUARTO.
P «a Virgen toa, f^^tcí
Tesus. Mística Rosa, que pata florecer , y "J
¿mprecon duplicada "^sura *n elj^m
d£ 5 ¡¡fiEES tu rignanuSi^p;*-
X^SSBSS Srlad/for la de Dioj
Tos Revés, que me justifique stempre por la gra-
da P7ra que siempre florezca, y reine en mv
ORACIÓN PARA EL DÍA QUINTO.
P UrWmaVikenMária, Madre Santííim^e
■
1
8o. Florilegio. Mariana
XU feliz, y milagrosa Concepción, del color Watt-
co, y encarnado de la mas firme pureza virgi-
nal, y de una perpetua, y maravillosa modestia,
por prenuncio felicísimo de que para ser, como
tu le pintas, candido y rubicundo, se había de
ver en ti encarnado el Divino Verbo, que es e-i
Candor de la eterna luz : Por el realce que die-
ron matices tan hermosos á tu Celestial belle*
2a, te suplico humildemente, que pues tu sa-
.bes muy bien que la. virtud de la modestia es
importantísima para conservar entera la pure-
za de Alma, y cuerpo, me alcances de tu pre-
cioso Hijo, que yo la observe, y guarde siem-
bre con perfección. Amen.
* ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO.
X. Urísima Virgen María, Madre Santísima de
Tesus, admirable Girasol, que desde, que te coa-
cebiste, miraste, y seguiste siempre con tan in-
violable constancia á el Sol Divino (aun quarw
do estuvo nublado, y obscurecido en su Pa-
sión Sagrada), que jamás apartaste de él tu in-
terior-vista, y amor: Por esta nobilísima exce-
lencia te suplico humildemente me alcances del
mismo' Divino Sol, que yo le mire, .y le siga
siempre, teniéndole continuamente presente, y
. cumpliendo en todo su santísima voluntad. Ame*
ORACIÓN PARA EJL DÍA SÉPTIMO.
i
p
Urísima Virgen Mana, Madre 8**¡**J
tte Jesu», N«do « guita. siempre ■« •toU^-.w
Florilegio Maridm. 8r#
candor de una perpetua inocencia , Unido ton
la fragancia de una profundísima humildad,
.fragancia tan penetrante , y acTiva, que exá-
lándose de tí en la tierra desde tu dichosa
Concepción, subió hasta lo mas alto del Cielo f
y atraxo al Rey de la Gloria á coriceoirse ert
tu purísimo vientre, para ser fruto de tan ad-
mirable flor: Foreste glorioso triunfo, qué te
Jjizp en los humanos, angélicos, y divinos ojos
# la criatura mas feliz, te suplico humildemente
Rípe alcances de tu precioso Hijo el humildísi-.
..rno Jesús, que para que yo .florezca siempre á
imitación tuya como el nardo, logre con el can-
.clor de una vida inocente, , ria fragancia, de la
verdadera humildad, Amen* >. ;■-'. ■*■'.-*
OIUCION PAHA^i,,DIA OCTAya >
: Urísíniá .Virgen Mirla, Madre Santísima de
*J&us, Manco/ y morado fcirio ; blanco | por h
^pureza de la Fe, que mantuviste siem^rgibviví-
sima deseé- qué empesaste á vivir ; y morado f
• por los agudos dolores, que: como espada de dos
tilos traspasaron tu inmaculada Alma en la Pa-
sión, y Miarte de tu amabilísimo Hijo, que pa-
- ra que los \ pudieses tolerar sin ■ desfallecer, te
' adornó ' desdé tu Concepción limpiisima de una
-invencible fortaleza: Por estas singulares, y tan
realzadas perfecciones, te suplico humiídemen-
• te me alcances de tu precioso Hijo, que yo
i tenga, y conserve siempre una pura fe de to*
• dos sus Misterios, y los tuyos, para quesüs tor-
mento^, y tus dolores estén presentes siempre
-n
si. Floteo Mmm*' .
Late con atención mi entendimiento,) m*"*
?on eli intenso, uerno, y compasivo afeÜQ *-
Voluntad. Amen. -
ORACIÓN PARA EL DÍA NOVENO.
-
P Urísíma Virgen María, Madre tantísima efe ^
Jesus,Huerto en quien el mismo Rey- de la GHmH
•cwitóiardmero Divino, plantó de'su mano lasn,f
Jbles, y hermosas ■flortS-.de' todas las mas «celer,
He* anudes, y para que nunca tupre.se entrada en
*1 la serpiente infernal, lé dispuso dos veces cerra-
do, enU vid*, y en k molerte, a toda culpa, gravé,
¿loria, que en tí «salta de haber logrado t«*
1, ¡SMSm* tüperMlM ma vtdí desde d p^
mero, hasta el .último, .el adorno de .U MU
gracia, to suplico humildemente, que J» *£>£
Tan-. numerables instantes de mi yi«i* ,.L>P &■
carecido de aquel celestial adorno ' f?^s««£
cas, dispongas con tu poderosa Mterpewpa q*e
"Jo carezca de él en el, último^ p»ÍA «U*,*i
consiaas tú el singular gusto, y.yio '»* <*-
S Sicidad de que en mi »«*»* ogre
'S /ruto de 1* preciosa muerte, id^W ama-
bilísimo Hijo i y que este, con : el P#Are, yjl
Espíritu 'Santo viva, y reine Siempre e» «nj pt*
. la Gracia , y yp.( acompañando ti» 4uM">«M
voces) lo alabe eternamente en la Gloria. M*¡>>
LAÚS DEÓ, & B. M. V.'
■
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