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Full text of "La religiosa ilustrada : con instrucciones practicas para renovar su espíritu en ocho dias de exercicios, útiles tambien para la perfeccion de todos estados."

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Mtlfó-z.    ¿T 


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LA  RELIGIOSA 

ILUSTRADA 

CON  INSTRUCCIONES  PRACTICAS 

para    renovar  su  espíritu    en   ocho 

días  de    Exercicios ,  útiles  también 

para   la   perfección  de  codos 

estados. 

DISPUESTA 

Por  elPaDxH.e  Pedro  Ansalone, 
de  la  extinguida  Compañía  lla- 
mada de  JesUs. 

SEXTA  IMPRESIÓN. 


^ 


CON  LICENCIA 


Reimpresa  en   Lima  :   en    la    Casa  de 
ios  Niños    Huérfanos,  Ano  de  1788» 


I 


M 


* 


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•  ■■-.  • 


\  744    ^  ¡(f  ¿~¿ ^^    ^iftj* «&  ¿¿¿  t¿/e¿M ¿laza *s¿ 

.MEDITACIÓN  FREQ(VENT$ 

dff  U  Religiosa. 

l  XT  O  para  que  nací  5  Para  satvnrmea 
JL  Que  tengo  de  morir,  es  infalibles 
Dexar  de  ver  á  Dios,  y  condenarme, 
Triste  cosa  será,  pero  posible. 
Posible  ¿  y  rio^duermo^y  quiero  holgarracl 
Posible  ,¿y  tengo  amor  á  la  visible  ? 
I  Qué  higo  ?  qué  me  ocupa  l.  q  me  encanta? 
Loca  debo  de  ser,  pues  no  soy  Santá* 


fACV  LATO  RÍA 

O  Jesús  i  O  María  r 
O  Sanea  Trinidad  l 
M  salud,  v  m  vida,, 
Y  nú  felicidad 


&  «ni 


V, 


k 


L  Ilustrisimo  Señor  Jr^vbisp* 
de    Zaragoza      ba     comedido 
ochenta  dias  de  Indulgencia  á  toáoslas 

que  leyeren  ,  ü  oyeren  leer  qualauíe* 
ra  de  las  Instrucciones  de  este  Libri* 
to.  Y  los  Ilustrísimos  Señores  Obis* 
pos  de  Lérida^  Tardona  y  ^Vtbina 
conceden  también  quarenta  días  de 
Indulgencia  por  lo  dicho* 

PROTESTA. 

TOdo  quanto  en  este  Li- 
brito  se  dice,  se  ha  de 
encender  conforme  al  Decreto 
de  la  Santidad  de  Urbano  VIII. 


-■ 


JMTRODVCCION. 

PARECE  ¡obrado  atrevimiento  el 
mi'K  de  querer  llevar  luz^  á  los  CU* 
tfifiw,  donde  todo  es  luz.,  donde  el  aire 
tst'  ilustrado  del  Cielo  \  donde  es  do- 
rneútca  la  fckjm  la  gracia.  Luz,  son  las 
Reglas,  lúzalos  santos  Votos \  lúzalos  Su* 
pn  tores,  luz.  los  Padres  Espirituales,  lu% 
los  Sacramentos ,  y  luz^  todo  el  tenor  de 
la  vida  Religiosa >  pero  con  todo  eso  la 
luz.  de  la  perfección,  por  grande  que  sea^ 
Siempre  es  capaz,  de  mayores  creces  ,  y 
tsto  pretendo  yo  acarrear  con  estas  Ins* 
tracciones.  No  quiere  Teofilato^  que  la 
"Alma  Religiosa  se  pare  en  un  grado  de 
perfección,  y  diga  con  Pedro :  Bueno  es 
quedarnos  aquí  :  Bonum  est  nos  hic 
es  se.  Antes  bien  conviene  aprovechar  si* 
impre,y  no  pararse  en  un  orado  de  Vir- 
tud, y  perfecciom  sino  ir  adelante,  y  pa- 
sar a  otros :  Oportet  setiip'er  profieere, 
&  non  permanere  in  uno*,  giadu  virtu- 
tis,  &  contcinplationis,  sedad  alid  trans- 
iré. Por  que  en  el  camino  de  Dios,  el 
no  ir  adelante ¡  es  bolver  atw;  In  via  EPtí 


V* 


non  progredi,  regredí  cst.  T  el  Ilustra- 
do, y  Venerable  Paire  Calasanz^  decid 
i  este  propósito  :  Siempre  falta  la  per* 
son  a  Religiosa,  que  no  aprovecha  siempre 
en  su  tocación,  Semper  dcficic  Religio- 
sus,  qui  in  sua  vocatione  non  semper 
proficic.  En  el  camino  de  la  perfección 
no  hay  parar ;  sino  ir  adelante,  ó  bolver 
atrás ;  por  que  en  queriendo  no  ser  me* 
jores,  dexamos  de  ser  buenos.  Con  esta 
consideración ,  dice  San  Camilo  de  Le* 
lis ,  nos  hemos  de  fervorizar.  Del  Jas* 
to  esta  escrito  :  Crecerá  como  el  Cedro 
del  Líbano :  Sicut  Cedrus  Libani  muU 
tiplicabitur.  Del  Cedro  dice  Apolonio:  Que 
mee  siempre,  y  que  no  conoce  Vejezj 
Semper  cresceie  fertur,  nec  aliquando  iré 
ia  sCQC&mcm.  Tal y  dice  San  Francisco 
de  Sales ,  debe  ser  el  Alma  que  cami- 
na a  Dios.  He  aquí  pues,  el  objeto  de 
de  esta  mi  leve  fatiga :  añadir  espuelas 
a  quien  corre,  y  alas  a  quien  Vuela. 
Por  lo  que  piens*  hacer  una  cosa  del 
gusto  df  Dios,  y  grata  a  las  Esposas  de 
Chisto,  que  aspiran  siempre  a  la  cum% 
bre  de  la  perfección. 


Pag.  i 

vt  MAYOR.  GLORIA  DE  DIOS. 
LA  RELIGIOSA 

ILUSTRADAS 

INSTRUCCIÓN  PRIMERA. 

OE    I^S   FUENTES    DE     DONDE    S& 
derivan  las  imperfecciones  en  la  Religiosa. 

m 


O  ME  ANONADO,  QUAN- 

do  veo  anonadado  á  S.  Ber- 
nardo dentro  de  sí  mismo. 
„  El  Santo  protesta,  que  se  aver- 
güenza de  vivir,  por  que  aprovecha  poco  en  el 
espíritu;  y  para  librarse  de  tal  sonrojo,  se  acó- 
ge  ala  muerte:  Vivere  erubesco ,  quia  parum 
prefino;  mor,  umeo  ,  quia  non  sum  paratas:  sed 
malo  mor,,  &  misericordia  Dei  me  committere . 
yumvivenáo  Deum  ofenderé.  Yo  me  avergüen 
fe*  de  viv,r,  por  que  aprovecho  .poco  en  la  vir- 
tud. Temo  de  monr,  po*  que  no  estoy  apare- 
jado; 


i 


jadó.j  pero  .mas  estimo  morir ,  y:  acogerme  aj 
amparo  de  la  Divina'  Misericordia,-  que  v'wjerw 
áo  ,ofender  i  Dios.  Con  todo  esto,  yo  me -aco- 
jo á  una  admirable  do&rma'  que  "dio  'fe  Vir«* 
¿en  á  su  .querida,  Santa  firígííá  ,  'díciéñd<>la  ♦ 
Que '  no .  por  otra  cósase  debe  desear  Ja  "vida  | 
que  para  enmendar  las  faltas;  y  para  enmen- 
darlas, queremos,  ver  las,  fuentes  i  por'  que  á  laf 
veces-  somos  como  árboles"  4ué  caminan  í  V¿4 
hit  arbpres  ambulantes»  El  árbol  quahdb  le  com- 
baten los  vientos,  mueve  solo* las  hojas;  prro-rf 
$onca  queda  inmoble:  así  ■-.algunas  Almas  Re* 
Ugiosas,  al  viento  de  un  fervor  de  espíritu",  ¿ 
en  tiempo  de  Adviento  ,*  y  Qúáresma",  muevert 
las  ramas:  ésto  es,  enmiendam  las  faltas;  mas 
el  tronco  de  donde  ellas  nacen  /queda  en  pie% 
esto  es  ^ la,.raiz  de  las  faltas.  Ahora  pues'1:*  no- 
íiotrjos  para  arrancarlas  de  tifo  ,  vámosla  divi* 
sando*-  Á  ,  cinco  pues ,  se  reducen  las  fuente! 
#e  las.  faltas,.. 

La  primera  fuente  de  las  faltas  es  el  no 
-procurar  1¿~  perfección.  Dice  alguna:  á  mí^  mé 
-basta. u na  qiediana  virtud.  'Puedo  contentarme 
de  no-  hacer  pecados  graves,  de  no  cometcir 
veniales  voluntarios  :  en  él  resto  de  las  imper- 
fecciones no  pongo  el  pensamiento :  pero  debé9 
acordarte  ,  que  tu  vocación  grita  ,  que  quiere 
deseo  de  perfección  ;  y  quando  has  dicho  ,  es-r 
lo  me  basta^  has  caído  de. tu  fin:  Ubi  suffic?t,ibipe~ 
rjisti.  Te' dice  San  Agustín:  mira  un  poco;  te 
grita  San  Bernardo:  Si  un  negociante  se  con* 
•tentó  jamás  con  la  ganancia:  hecha  ;* nd  yq£ 
.   .    ,  .       C¿ejfci.j 


cierto;  sino  que  anhela  siempre  á  nuevas  ga<* 
nancias  :  y  solamente  se  trata  de  un  puñado  dé) 
tierra  (  que  no  es  mas  todo  lo  temporal)  .  Y 
aquí  ,  que  se  trata  de  ventajas  de  virtud,  qué 
acarrean  premios  eternos  ,  y  corona  de  gloria, 
¿quieres  tal  omisión?  Aquel  dicho  que  trae  San 
Agustín  :  Malo  quod  teme  ,  quam  quo^  spero  z 
Quiero  mas  esta  poca  comodidad  ,  este  poco  de1 
libertad  que  ahora  poseo ,  y  esta  amistad  que 
tengo  ,  que  aquel  aumento  de  gloria  que  puedo 
esperar  :  es  de  persona  que  tiene  el  coraron  en 
ios  ojos;  no  de  quien  tiene  el  corazón  en  eí 
Corazón.  Habet  cor  in  eculis,  non  in  corde.Unz 
persona  Religiosa  solia  decir  San  Pedro  Alcán^ 
tara,  puede  esperar  aquello  que  no  ve,  y  es* 
¡íera;  pero  no  lo  que  ve.  f 

La  segunda  fuente  de  las  imperfecciones  ét 
«1  amor  propio.  Miserables  de  nosotros  ,  tage 
pagados  y  colgados  de  nosotros  mismos,  siendo 
«sí,  que  no  tenemos  mayores  enemigos, 
9ue  nosotros  mismos.  Aquella  Religiosa  hace 
rnas  cuenta  de  un  poco  de  reputación,  de  urt 
resplandor  de  estimación  propia,  de  un  poco  de 
comodidad,  y  conveniencia,  que  de  la  virtud  f 
y  lo  cierto  es ,  que  lo  principal  de  una 
Religiosa  es  la  virtud:  pero  si  esta  se  junta  cor* 
una  propia  satisfacción,  se  pisa.  No  lo  hacia  así 
San  Bernardo,  que  protesta,  que  á  todo  lo  que  es 
amor  propio  ,  sentidos,  mundo  y  tierra,  se  harria 
como  un  cadáver  sin  vida:  pero  quando  se  trataba 
de  virtud,  de  perfección,  de  espíritu,  de  ob$e>» 
guios  á  Christo,  era  un,  Briareo  de  cien  brazos. 


f 


.  4y     La  Rehgwa  ilustrada. 

Jim  Argos  de  cien  ojos  í  Ad  alia  quidem  óttt*' 
ma~  mortuus  sumy  non  sentid,  non  curo,  non  atten* 
do;  si  quce  vero  Christi  sünt  ,  heec  me  vivum 
invenjunt  ,  ac  paratum:  Á  todas  las  otras  cosas, 
de  verdad  soy  muerto,  no  siento,  no  cuido,  no 
atiendo :  pero  si  Son  cosas  que  miran  á  Christo, 
estas  me  encuentran  vivo  y  solícito.  Esta  es  la 
idea  de  una  Religiosa,  muerta  al  amor  propio, 
Viva  al  amor  de  Christo.  El  medio  único  para 
llegar,  á  este  feliz  estado,  está  en  que  la  Reli- 
giosa se  venza  en  todo  por  Dios  ,  sufra  por. 
Dios  ,  y  tenga  paciencia  por  Dios,  Esto  acón- ' 
sejaba  nuestro  Padre  San  Ignacio,  para  adquirir 
la  perfección* 

La  tercera  fuente  de  las  imperfecciones  son' 
los  respetos  humanos.  Aquel  infeliz,  ¿  que  dirán? 
si  yo  no  concurro  con  la  otra  en  la  inobser- 
vancia :  si  yo  quiero  hacerme  espiritual  :  si  yá 
xne  entrego  al  retiro  ,  á  la  oración,  al  despre- 
cio de  mí  misma,  á  la  mortificación,  y  demáí 
^xercicios  espirituales?  Me  señalarán  con  el  de» 
áo  ,  se  burlarán  de  mí ,  me  llevarán  entre  len* 
guas.  ]  Oí  qué  enfermedad  tan  sutil,  y  delicada 
es  esta  !  0  quot  detrusit  ad  tnferos  infir mitas 
7>cec  delicata  ,  decía  San  Agustín.  ;  O!  á  quantos 
ha  llevado  al  infierno  está  enfermedad  delica- 
da! Por  complacer  á  una  criatura,  no  se  te  da 
nada  bolver  las  espaldas  á  tu  Criador.  Nuestro 
Padre  San  Francisco  de  Borja  solía  decir,  qu£ 
la  primera  piedra  que  debe  echar  en  el  edificio 
espiritual  el  que  quiere  darse  á  la  perfección, 
éi  el  quebrantar  el' ídolo  del  -qué  '  dirán.  T« 
*     '  bur- 


■I 


La  Religiosa  Ilustrada.       £ 

piuría  la  gente  ,  por  que  vas  pobre  f  mortifi* 
Cada,  y  despreciada;  pero  Dios  se  deleita.  Mr- 
col  se  desdeñó  de  David  ,  y  le  despreció  poc 
Jqu¡e  saltaba  delante  de  la  Arca ;  pero  Dios  se 
Complació  de  aquellos  saltos,  dice  San  Bernar*- 
do :  Bonus  ludus  :  quod  Michol  irasciiur>  Deut 
dele ftatur.  Quinao  te  viene  a  la  imaginación /.* 
¿qué  dirá  aquella  .,  qué  dirá  h.  otra,  si  yo  me 
muestro  retirada ,  observante  de  mis  Reglas,  y 
con  freqüencia  de  Sacramentos  ?  Respóndate? 
i  Qué  dirá  Dios  ?  ¿  Qué  dirá  la  Virgen?  %  Qüidfr 
rd  el  Ángel  de  mi  Guarda  ?  ¿  Qué  dirá  mi  Sap? 
to  Patriarca  ?  Tanto  despreciamos  la  cara  dk 
m  Dios  ,  -  dice  San  Gerónimo  ,  quantq  fiacémqs 
cuenta  de  la  cara  de  los  hombres;  Tantwri 
Deum  neglígimus  ,  quantum  homintim  f achín  ve.^ 
neratnur.  Aprenda  ía  Religiosa  á  despreciar  és* 
tos  vanos  respetos  por  Dios,  y  mírese  coito 
peregrina,  y  desterrada  sobre  la  tierra;y  como  aef- 
vierte  el  Venerable  Kempis, entienda  que  le  convie- 
ne hacerse  simple  por  Christo^  si  quiere  seguiría 
virda  Religiosa  i  y  persuádase  ,  q&e  Dios,  y  ella 
tolos  están  en  el  aiunáa,  comot  aconse|a  Santjfc 
Teresa  de  Jesiss.  ' 

ta  quarta  fuente  de  las  imperfecciones  ■  e& 
el  hacer  sin*  cridado  las  cosas  espirituales  ©rd3«*- 
«arias.  A  medida  de  la  dilige&di  en  las*  eosa& 
espirituales  va  el  espíritu,,  y  perfección,  Aqruéit-* 
la  oración  tenida  sin  preparación,  y  como,  §út 
fuerza.;  Aquella  Misa  ©ida  con  tanta  distracción^ 
Aquel  Oficio  Divido*  ó  ©á  rezado  en-  el  Co^a 
^¿fot  fastidio a  o  .mida   om  -foca,  atención- |J  jg 


r 


reverencia:  Aquella  Comunión,  aquélla  Confc* 
sion  hecha  con  poca  preparación,    y  poco   sen^ 
timiento,  son   reclamo»  de  imperfecciones,  y  tf- 
Jbieza,    que    embarazan    la    luz,    y    gracia    de 
Dios;  por  que:  Ccrte,  dice   S.  Gerónimo,    <¡ua*- 
lis  appares  tu  Deo,  talis  appargt  tibi  Deus.  Dios, 
dicq    San    Vicente    Ferrer  ,    se    llama    Espejo 
-  sin    mancha  :    Speculum    sine    macula.  El   es- 
pejo  te  retrata,  como  te    le   presentas^  te    r$- 
.presenta  justa, . como   tu  te   le  presentas.  Dios*  f 
dice  §an    Buenaventura   ,    no    remunera    tanto 
4as  obras ,  quanto  el  modo  como  se  hacen.'  Y 
-San  ¿arlos   Borromeo    solía    decir  ,    que    uña 
-pequeña  obra  hecha  con  el  refro  fin  de  ágrk- 
dar;  á  Dios  „  merecía    ¡incomparablemente    mas 
•-que    machas    acciones  ,    y    a<5tos    heroicos   sin 
.éste  fin.  Aquel   gran    Pintor    Zeuxis  ,  preguft- 
.  tado  una  vez  ,  ¿  por  qué  ~  fuese   tanv  tardo    ert 
.  el.  pintar  ,   pues  pasaban    años    para   perfeecio* 
;  liar  una   pintura  ?    Respondió  :   Yo    soy    tkr- 
do  en    el    pintar   ,?    por    que    pinto    para    la 
¡  eternidad:    Diu  pingo  ^    quia    ¿terrtrtaii   pingo. 
,  Aquella    obra '  espiritual    que    "haces  ¿    es  Mfa 
j  pintura  que  ha'  ¿e  durar  una   eternidad  i  r)üe« 
inira  con  quanto .  cuidado  ?    y    aterrcion  debes 
j  liacerla.   San  Vicente^  Pkul    dice r¿    que  'la  r*o- 
>  cures  hacer  cbn  Xal.  perfección  ,  y  espíritu,  co- 
rno  si,  de- ella   realmente  ;  dependiera  "la    honra 
•   de  Dios,  y   el  bien  del  Universo  ,   y-  tu  '  sal- 
vación ;  ó  como  ,sir  fuera  la    cjue    últimamente 
*.  Cfchase   el  sello,  i   todas   las  acciones  de  la 'vida. 
*<    JU  Quinta "  ftteafé  de  la^ixhyrfectibne^Vti 

Í9> 


Jí  Religiosa  es  .ej;  derramarse    sobrado   en   U* 
Cosas  exteriores.   La   mayor  parte    del   dia%  6 
_cn  el  íJLocutonQ,  ó  en  conversación,  hablando^ 
«riendo  ,.  y  quizá  .  murmurando  con  las  otras  Ré- 
Jigiosas  ,  ^¿oW  es  posible    que  él   Alma  m& 
buelva,seca  de  re$.píritu ,  y  flaca  de  virtud  ?B1 
tiempo '.,,   tque  .no    atiene*    precio  ,    sé     ma^ 
tirata  en   parlerías   ociosas.'    Dixo  bien     Di&~ 
.genes  á  un  <  Joven  ,  qué  'iba   á    Una    conven 
iacion  :.  Deteri^ r¿d0íh  bolverás:  *  peor.   Asi ¿ 
quando^tu  sales    4e     tú    Celda ,  ;$-  Aposenta 
^para  distraerte,  pemior  refáibii,   te   aseguro;, 
*que    bolverás   más /'  imperfecta;     Son   los:   to^- 
Cüiorios^  décia  .Saüta    Teresa7  de    Jesús,    lá* 
puertas  del  CieÍo  ^cerrados  ,    y &*  áet;  peHr 
:;  gro  abiertos :  y  un  Padre    de    nuestra    Com- 
pañía dexó  escrito ,  que  el  mayor  daño  de  las 
-Religiosas  acaece  por    las    especies  ,    yv  noti> 
cias.  que  les  entran  por  la  reja  >  y    Locutorio; 
-pues  las  siguen  ,  y   persiguen    en  la    Celda, 
en  el  Coro ,  y  en     la    Oracttan  :   y    que  -en 
^  declinar  la  ..reja,  y  Locutorio»  consiste  en  g&n 
/.parte  el  buen  régimen    de    su1    apetito  ,  y  jf! 
v  caminar  en  .la  perfección.  í  Ay !  de  las  "Criafoi* 
,  ras  ingratas.á    Dios ^V  «quanto   recreo    dan  ¿al 
-Alma  !  Solía  decir  San    Felipe' Neri;   &■  bea- 
ta solrtudp  !  ¡  O  í $£¡$95* "soledad V¡0 Insola  Bie- 
,  naventuranza  i  y  rSan;  Bernardo  '1    Celtce',-  %& 
Cali  cognaü CÚa&rtaffo    suñt  %    'quia   sicüt    Gk- 
tum  y.  lá    iC¿Í*^   atirwicém    viáentur    haberé 
*  quamdam    CQgn*tikv?h*  nomtnis  ,    si?  £5     préfa- 

■*ék¿  1%  ^tó^cioa  -ífc  b  r  Celda*  y  ¿tf'  x§¡§* 


í 


8.      La  Religiosa  Ilustrada;  i 

**  son  parientes  ;  por  que  así  como  Cielo  ,  y 
.Celda  tienen  cierto  parentezco  en  la  voz,  asi 
tienen  parentezco   de  piedad. 

INSTRUCCIÓN    II. 

J)E  LOS  QUATRb     VOTOS  ,    POBREZA  9 
Castidad,  Obediencia,  y  Clausura. 


D 


Ebe  la  Esposa  de  Christo  seguir  las  pU 
*adas  de  su  Celestial  Esposo.  Él  traxo  al  mun- 
do todas  las  Virtudes,  y  entre  ellas  los  quatro 
Votos  de  la  Religiosa  Claustral.  No  solo  las 
traxo,  sino  advierte  el  Mártir  San  Cipriano,  no 
tenga  escusa  quien  no  le  sigue:  Dominus ,  & 
Deus  noster  quidquid  docuit ,  fecit,  ut  discipulus 
excusatus  esse  non  possit ,  qui  discit,  &  non  fe- 
~cif.  Él  pra&icó  la  pobreza  con  tal  rigor,  que 
no  tenia  donde  reclinar  la  cabeza  :  Filius  au~ 
tefn  hominis  non  habet  ubi  reclinet  caput  suum. 
Praéticó  la  Castidad,  queriendo  nacer  de  Ma- 
dre Virgen  Purísima.  Practicó  la  Obediencia, 
hasta  la  muerte:  FaEfus  ébediens  usquz  ad  mor- 
~tem.  Pradicó  la  Clausura,  quando  con  perfeftí- 
simo 'uso  de  razón  quiso  estar  nueve  meses 
encerrado  en  el  seno  materno.  Estas  Virtudes 
profesa  la  Religiosa  Claustral,  para  parecer  me- 
jor á  su  Esposo  Jésu-Chrisfco.  Veámoslas  pues, 
ahora  por  sií  orden.  La  pobresa  es  el  Joyel  mas 
noble  de  una  Religiosa,  y  agrada  tanto  á  Dios, 
que  no  solo  le  da  el  primer  lugar  en  las  ocho 
Bienaventuranzas  $  más  te  ventajas :  ¿   las ,  Po¿ 

bres 


La  Religiosa  Rastrada.  91 

tres  de  espíritu  promete  el  premio  de  presenten 
Beati  pauperes  spiritu,  quoniam  ipsorum  est Reg~ 
num  Ccelorum.  Siendo  así  ,  que  á  las  otras  Bie** 
na  venturanzas  se  promete  de  futuro:  Beati  mit^ 
tes  ,  quoniam  ipsi  possidebunt  terram.  Beati  qui 
Ingent,  quoniam  ipsi  consolabuntur.  Beati  mund& 
cor  de  9  quoniam  ipsi  Deum  videbunt,&c.  Todks 
promesas  de  futuro ;  mas  de  los  Pobres  de  es-* 
píritu  se  dice  :  Bienaventurados  los  Pobres  de1 
espíritu  ,  por  que  de  ellos  es  (  no  dice  será  )  ej 
Reino  de  los  Cielos.  El  estar  fuera,  de  riquev 
zas  voluntariamente,  es  estar  fuera  de  la  escue* 
la  de  los  vicios,  como  dice  San  Chrisóstomo  í 
t>ivitrce  sunt  schola  rhalitia.  Más  la  voluntaria 
Pobreza  no  solo  álexa  de  los  vicios*,  sino  qué 
de  golpe  trae  al  Alma  el  Cielo  de  lajs  Virtudes  ¿ 
y  de  la  perfección  ,  según  dice"  San  Bernardo;  ; 
Magna  V  aupen  atis  penna>  qua  iaih  cito  volatur 
ád  Coelum.  El  miserable  mundano,  siempre  hamí 
briéhto  dé  ganancias ,  y  riquezas ,  no  puede 
dároste  vuelo;  porqué,  según  San  Agustín  ¿ 
fas  alas'  que  la"  fé  adaptó  al  AMa,  quedan  iri* 
hábiles  para  este  vuelo,  por  la  liga  del  »aftbí 
á  las  cosas  terrenas  ;  Amor  reriím  y  ierrenaSuni 
viscusi  est  spiritualium  pennarum.  El  arrior  de  la* 
cosas  "  terrenas  es  liga  de  Más  alas  espiritualéá 
Pues  tu  ,  dichosa  Religiosa,  que  despreciaste 
todas  las  cosas  con  el  Voto  de  Pobreza  ¿  tienen 
sfempré  libre;  y  suelto  el  vuelo  acia  Dios:  pe** 
fó  lo  malo  és j  qué  á  las  -veces  aquella  íleli*- 
giosa  que  lo  repudió  todo,  se  pierde  por,  mi 
ño  nada^-  RepudtóWatrimonios^  y   -deipüésT  néfi 

H 


r 


to.  Ld  RtUgtotd  ¡lustran A. 

Se --«acia  de  ciertas  conveniencias  sobradas  en  \% 
Celda  \  y  tal  vez  se  desvanece  de  vestir  coa 
aseo  ,  atildada,  y  bizarra  :  y  busca  delicias  in 
cilfcirs  ,  con  introducir  nuevos  usos  de  vestir  eit 
«1  Monasterio.  ¡  Ah  !  Esposa  de  Christo  !  Ti 
llevas  acuestas  la  Cruz  de  la  Religión:  mas  por 
«stas  vanidades  no  pasas  adelante,  y  te  sucede 
lo  que  advierte  San  Juan  de  la  Cruz,  del  ave 
que  tanto  le  impide  el  volar  estar  atada  á  uit 
delgado  hilo,  como  á  una  recia  maroma.  Re- 
cobrada la  Cruz  de  Christo  de  manos  de  lo* 
Persas,  quiso  el  Emperador  Heraclio,  por  su 
devoción,  llevarla  sobre  sus  hombros  por  medio 
de  Jerusalen,  vestido  de  sus  vestiduras  Reales; 
fero  quando  llegó  á  la  puerta  de  la  Ciudad  9 
camino  de  el  Calvario,,  quedó  inmoble,  sin 
poder  dar  un  paso  adelante.  Pasmado  el  Pue-» 
blo  á  este  espectáculo,  y  el  Emperador  sin  en* 
tender  la  causa  de  esta  maravilla;  el  Patriar- 
ca Zacarías,  que  se  hallaba  presente  ,  ilustrada 
con  la  luz  del  Cielo,  le  dixo:  Mira,  ó  Empe- 
rador, que  tu  por  ventura  con  este  ornato  tri-* 
tmfal,  y  pomposo,  en  llevar  la  Cruz  no  imitas 
á  JcstHChristo,  que  la  llevó  atado  con  sogas  f 
y  lleno  de  oprobios ,  Vide  hnpetator  ,  ne  isto 
friumphali  ornatu  in  Ctuce  ferenda  parum Chris~ 
ti  babiturriy  &  paupertatem  imitare.  Con  que  qui* 
tado  el  manto  Real,  caminó  felizmente.  Tanto 
digo  á  tí  ,  Religiosa,  que  llevas  acuestas  la  Cruz 
de  Christo,  que  es  la  vida  religiosa,  y  estimas 
mas  llevar  galas  encima,  y  ciertas  singularida- 
des impropias  4  tu  estado  $   pue*  advierte,   q*t* 

con. 


La  ReJi^ma  Ilustrada.         ir. 

<£mvIa Cruz  al  hombro  no  caminas,  sino  que  -es* 
tSs  inmoble  en  el  camino  de  la  virtud;  porque 
ño  imitas  la  pobreza  de  Jésu-Christo,  y  te  ale- 
das del  trage de  tu  Instituto  ,  que  te  quiere 
¿obre,  humilde,  desembarazada,  pura,  y   sencilla. 

El 'Voto  de  Castidad,  ¡quan  benemérito  es 
del  Paraíso  I  Por  que,  como  dice  San  Geróni- 
rno :  Nuptié  replent  ierram,  Virginitas  Parady- 
Ácm,  Los  Matrimonios  llenan  la  tierra,  la  Casti- 
dad puebla  •  el  Páraiso.  Esta  virtud  agrada  tanf 
íb  'á  Dios,  qué  como  dice  San  Ildefonso,,  aun-» 
cftie  la  Virgen  '  Santísima  fué  un  Cielo  de  todas 
las  virtudes,  pero  la  Castidad  la  hizo  Madre  de 
©ios:'  D'e'ísiadicitur,  opt imam  par 'tem  e.legit^ 
qui'á prima *  omniam  "fceminarwn  Deo  virginita*' 
iciii  cbíu!it¿:&  idcifzo  promemit,  ut  '-Del  filius 
ex  *e¿  Corpus  ■■  nostree  redemptioms  susciperet.  De 
esta  se'dice,  que  eligió  la  mejor  parte;  porque 
fué-  la  :'primeraf  entre  todas  í¿s  mugeres  i  que 
ofreció  á  Dios  la  Virginidad  :  y  por  eso-  mere- 
ció que  el  Hijo  cíé^Dlás  tomase, de  ella  el  Cu* 
erpó  de  nuestra  Redención/-  De  aqnu  ^han  -d^ 
sacar  motivo  de  alegría:  las  Religiosas,  pencan-? 
do>  rqiián  amadas  son  ■  'de  Dios  por  í el  :'  heemose* 
tesoro -  de  la'  'Virginidad,  Pero  se  debe:advertifjr 
que  esta  virtud  es  un  cristal  terso  ,  y:  puróy 
que  basta  empañarlo  qualquiera  sorr*ferav  sPor_  tanW 
to-^-és  necesario  ser  muy  celosa  v  y*. vivir;  coa 
ráüc na  cautela  ,  y  -te  flexión  ,  huyendo  toda*  oca^- 
sien  que  pueda  menoscabar  virtud  tan  delicaV 
efe.  La  llama, 'solia  decir  San  Cayetano,  donde 
Quiera  ^ue^roza^  si  no-  quema  f  tizna»  Y    pu§*< 

>  >  (C)  no 


r 


ii.     La  Religiosa  Ilustrada» 

no  se  quitan,  ó  se  desarraigan  las  pasiones,  si- 
no modéranse,  por  lo  que  en  esta  vida  no  se 
llega  á  estado  en  que  no  se  sienta  alguna  vez 
alguna  rebelión  de  la  carne  >  ni  que  las  pa<;ic~ 
nes  áexen  de  hacer  alguna  guerra»  quitando  á 
parte  particulares  privilegios;  así  es  siempre 
tfmy  importante  huir  las  ocasiones ;  por  que  la 
frescura,  y  flor  de  esta  .  angelical  virtud  ,  cort 
h  ocasión  mas  leve  se  ája'„y  recibe  daño.  A 
está  causa,  el  trato  con  hombre  debe  ser  siem- 
pre recatado,  grave*  y  breve.  Para  conservar 
esta  virtud,  y  conseguir  su  perfección,  es  me- 
nester guardar  con  mucho  cuidado,  y  diligencia 
tes  puertas  de  los  sentidos,  singularmente  los  ojos. 
_  El  Voto  de  la  Obediencia  es  el  reclamo  de 
visorias.  Así  habla  el  Espíritu  Santo  en  los 
Proverbios  ¡  Vit  obediení  hquetur  viEfóriat.  Pri- 
fieramente*  por  que  el  obediente  vence  todas 
Jas  dificultades,  que  tal  vez  pinta  el  amor  pro- 
pio en  las  cosas  mandadas  por  el  Superior,  que 
irmchas  veces  parecen  montes,  y  después ,  pot 
Virtud  de  la  obediencia,  son  caminos  llanos*  A 
las  veces  la  Süperíora  se  aflige,  y  congoxa  pa- 
ta encontrar  en  la  Comunidad  quien  quiera 
aceptar  ios  Oficios  que  lleva  el  Monasterio* 
Vence,  ó  Religiosa,  la  dificultad  ,  y  tendrás 
Corona  de  vicloria.  Véncete  á  tí  misma,  y  ven- 
cerás;  por  que  tanto  aprovecharás,  quanto  te 
Vencieres,  y  nada  mas.  Segundariamente,  por  que 
el  obediente  vence  todos  los  engaños ,  en  que 
puede  caer,  guiándose  por  su  propio  capricho. 
jQué  belia  ventaja  e$tt,  que  tiene  una  Perso- 

M 


La  Reh'gtos4  Ilustrad*,  ip 
na  Religiosa!  Un  Secular  no  sabe  si  la  obra 
que  emprende  es  del  gusto  de  Dios;  mas  quien 
vive  en  Religión,  tiene  la  guia  segura,  y  la  re- 
gla cierta  del  gusto  de.  Dios,  que  es  la  obe- 
diencia á  los  Superiores,  Allá  en  el  mundo  va 
perdida  una  gran  parte  de  la  vida  ,  aun.  de 
aquellos  que  viven  bien.  Por  el  contrario ,  ext 
la  Religión  el  dormir,  el  recrearse,  el  comer -t 
son  acciones  de  mucho  mérito,  siempre  que  va& 
reguladas  por  la  voluntad  de  los  Superiores, 
Así  decía  aquel  gran  Maestro  de  espíritu,  el  Ve- 
nerable Juan  de  Ávila,  que  mas  se  estimaba, 
levantar  una  paja  de  tierra  por  voluntad  de  Diosi' 
que  convertir  todo  el  mundo  por  voluntad  pro 
pia:  por  que  al  fin^  si  el  sujetare  í  la  obedi- 
encia engrandece  aun  las  obras  pequeñas;,  el 
obrar  por  voluntad  propia  disminuye  aun  las. 
grandes.  La  voz  del  Superior  es  voz  de  Dios. 
El  Niflo  Samuel  fué  llamado  muchas  veces- dé 
Dios,  y  él  pensaba  que  era  Bell  $,  po-r  qué  la- 
voz  de  Dios  se  equivoca  con  la  vo&.  de  los  Su- 
periores,. San  Juan  Climaco  llama  í  la  obe- 
diejx:i.a:  Tut&  navfgafmyQonfeBumqmÍo^mtén^ 
do  iter*  üm  navegación  segura,  m  qiíe  se  íia- 
ce  el  viaje  á  ojos,  cerrados,  sin  peligro  de  nau- 
fragio. Las  Estrellas  feas ,  que  de  sí  no  §&. 
mueven,  sino  que  se  mueven  al  movimiento,  del 
Cielo,  no  están  sujetas  í  errores  1  mas  los%FÍaí>- 
netas,  que  por  sí  mismos  hacen  camiao,  .se  ,cre'^ 
que  no  hacen  camin%  sino  errores ;  por  qi^e  so¿ 
Astros  errantes^  As{  k  Religiosa  f  que.  se  mM¿ 
ve  á  disposición  de  los  Superiores,/  no    pue^fe 


*- 


r 


i 


14.    La  Religiosa  Ilustrada. 

errar:  pero  aquella  que  se  rige  por  su  cabeza, 
está  sujeta  á  engaños.  La  perfección  de  esta 
•virtud  consiste  en  obedecer  presto  á  las  seña- 
les del  Monasterio,  y  de  la  voz  de  quien  man- 
da, y  en  obedecer  á  ciegas,  sin  mirar,  si  lo  que 
se  manda  es  á  propósito,  ó  no.  Quando  el  de- 
monio quiso  poner  en  examen  el  Mandato  Di- 
lino á  nuestros  primeros  Padres,  diciendo  :  Cur 
preccepit  vobis2.  ¿Por  qué  Dios  os  ha  mandado? 
Les  hizo  caer.  Así,  quando  examinas.  Cur  prz- 
cepita  ¿Por  qué  la  Superiora  pone  esta  cosa? 
Vas  perdiendo  el  mérito  de  la  obediencia,  y  no 
caminas  en  la  perfección.  Ten  pues,  Religiosa  , 
inas  respeto,  y  amor  á  esta  virtud  ;  pues  co- 
mo dice  San  Gregorio ,  la  obediencia  es  una 
virtud,  que  sola  ella  ingiere  en  el  Alma  las 
otras  virtudes ,  é  impresas  las  conserva  :  Obe- 
dientia  sola  virtus  esi  ,  quee  virtutes  czteras 
mentí  inserit*  instrtasque  cusíoiit. 

El  Voto  de  Clausura,  dice  María  Santísi- 
ma á  su  Dicípula  la  Venerable  Madre  de  Agre- 
da, es. el  muro  de  la  Castidad,  y  de  todas  las 
virtudes;  el  engaste  donde  se  conservan,  y  res- 
plandecen. Voto  especial  de  las  Religiosas  ,  de 
quienes  parece  dice  Job  :  St ellas  chudit ,  quasi 
■sub  signáculo.  Son  Estrellas  por  la  pureza  las 
Esposas  de  Christo,  á  hs  qualés  Estrellas  ino- 
centes las  encierra  como  debaxo  de  Sello,  y  el 
Sello  es  el  mismo  Christo,  de  donde  dice  á  su 
Esposa:  Pone  me  ¿t  signaculum  süper corluUtn. 
¡Estas  están  ungidas  con  bálsamo  delante  de  Dios: 
Sicut  odor  haUami  erurit  ante  te*  Pues  para  que 

el 


Ld  Rcli(iosa  Ilustrada.        tSt 

el  bálsamo  mantenga  la  fragancia,  y  no  se  eva- 
pore, debe  tenerse  bren  cerrado.  A  la  verdad, 
son    jardines  plantados   de  flores    de    virtudes. 
Jardines  plantados  cerrados,  y  bien  defendidos? 
Hor tus  conclusas  Sóror   mea   Sponsa,  hortus  con- 
clusus.   En  este  Jardin  convidó    la  Religiosa    a 
su  amado:  Vemos  BikBus  msus  in  Hortum  suum. 
Deaauíse  saca  la  injuria   grande    que   hace    a 
su  amado  Esposo    aquella   Religiosa,     la    qiial 
puesta  en  Clausura  con  el  Cuerpo,  no  lo   esta 
en  el  Alma,  de  donde   pasa  el  tiempo  en  los  Lo- 
cutorios. Es-  tradición,  que   la  Serpiente  que  en* 
gañó  á  Eva,  no  estaba  dentro  del  Paraíso  ,    si- 
no fuera,  y  que  Eva  se  puso  á  hablar  con  ella, 
y  sacó   aquella   universal  ruina,  que   todos  llo- 
ramos. Tú  ,  Religiosa,  que  te  pones  á  hablar  con 
aquella  Serpiente  en  el  Locutorio,  ¿  qué  puedes 
sacar  de  bueno,  sino  veneno,  y  diáámenes    se- 
glares ?   ¡Cosa  lastimosa,  que  se  vea  muge*  des- 
posada con  Christo,  tener  tal  vez  asimiento  á  un 
hombre  :  y  pasar  en  él  las  horas  en  conversa- 
ción, sin  cuidarse  de  las  censuras,  del    escán- 
dalo, y  de   la  reputación  propia!  Yo  quiero  ha- 
cer una  pregunta  á  aquella  Religiosa,  y  decir- 
la :   Si  estuvieses  en  casa  de  tu  Padre  ,  y    vi- 
niese á  menudo  un  Secular,  que  no  es  tu   her- 
mano, á   hablar  con  tígo  familiarmente  horas  en- 
teras, ¿qué  sería  de  tí  ?  ¿Y  qué  sería  de  él  ?  Pues 
¿ha  de  ser  de  peor    condición  la  Casa  de  Chris- 
to que  la  Casa  de  tu  Padre  ?    Mira  ,     que    eres, 
señalada   con  el  dedo,  de  toda   la  Comunidad.- 
Piansa  que  eres  murmurada,  y  ia  fábula  de  to- 
das, 


r 


r 


V* 


t¿.    La  Religiosa  Ilustrada. 

das.  Ten  cuidado  de  tu  reputación,  sino  lo  tie- 
nes de  tu  Alma.  Pobre  de  tí,  que  ni  eres  Re- 
i'giosa  ni  seglar,  sino  una  quimera  ,  un  ingerto 
de  Siglo,  y  de  Religión.  Haz  pues,  una  firme 
«solución  de  enmendar  el  yerro  cometido,  per- 
diendo, o  padeciendo  cualquiera  cosa  que  te  aca- 
ezca, por  no  ofender  á  Dios:  rompiendo  gene- 
rosamente qualquiera  empeño,  ocasión,  amistad  , 
o  respeto  humano.  Esta  resolución,  decía  Santa 
ieresa  de  Jesús,  es  la  que  hace  grandes  San- 

¡V  Yr,y?.  te  d'S°'  «l«e  á  fí  te  hará  una  per- 
íecla  Religiosa,  si  las  practicas.  En  tu  mano 
esta.B,en  sabes  lo  que  Dios,  sus  inspiraciones, 
tu  Prelada,  tu  conciencia,  tu  Religión,  y  tu  Ins- 
tituto  quieren  de  tí. 

INSTRUCCIÓN  III. 

DE   LA  ORACIÓN  MENTAL  ,  T  VOCAL 
y  particularmente  del  Oficio  Divino  en  el  Coro.   ' 

~  xPlica  noblemente  en  pocas  palabras  Eze- 
chias  en  su  Cántico,  estas  dos  maneras  de  oran 
*«W  pullus  hirundinis,  sic  clamaba,  meditaba? 
uf  Columba.  He  aquí  la  Oración  Mental,  y  Vo- 
cal Oraciones  ambas  necesarias ,  ambas  gratas 
al  Señor,  y  ambas  propias  de  una  Religiosa.  He 
aquí  la  Oración  Mental :  Meditabor  ut  Columba. 
1  rajaremos  de  la  Mental,  que  es  la  que  mas 
JJustra  al  Alma ;  y  después  de  la  Vocal.  La 
«ración  Mental  es  propia  de  los  Justos  ;  por  eso 
dice  David :  Os  Jústi    meditabitur    japh-ntiam.' 

Don- 


■■^■■■N 


_ 


La  ReUiiosd  Ilustrada.         1 7. 

Donde  por  el  nombre  de  vocal    se    entiende    el 
entendimiento,  que  es  como  la  boca  del  Alma  pon 
donde  entran  las  especies.  La  Oración  Vocal  es 
frías  común,  y  la  usan  aun  los  pecadores.    Una 
Religiosa  sin  Oración  Mental,  es  una  sala  obs- 
cura sin  luz;  por  que  la  Oración  ilustra  al  Al- 
má>  y  hace  que  vea  las  verdades  eternas,  lo  mu- 
cho que  Christo  padeció  por  ella,  y  la  guia  pa- 
ra alcanzar  las  virtudes  que   le  faltan*   Es    una 
nave  sin  timón;  porque  la  Oración  es  la    que 
endereza  la  navecilla  del  corazón  al  puerto  de 
la  perfección:  es  una    Ciudad    expuesta    á   ser 
presa,  y  saqueada  del  demonio.  Quando   Holo- 
fernés  quería  tomar  la  Ciudad  de  Betuliá  *    ja- 
más pudo  conseguir  su  intento  ;  por  que  Betulig, 
se  manttnia  fuerte,  y  constante :    pero    quando 
descubiertos  los  aqüedu&os  que  llevaban  el  agua 
á  lá  Ciudad,  los    rompió;    entonces  luego    co- 
menzó á  deliberar  sobre  la  entrega ,  y    lo   hu- 
biera hecho,  ano  haber  salido  la  invencible    Jur 
dith ,  inspirada  del  Cielo,  á  aquella    tan   prodi- 
giosa, y  famosa  hazaña.  El  aqüedu6to  de  la  Ciu- 
dad del  Alma    es  la  Oración,  por  donde  ;  Dios 
le  envia   el  agua  de  la  gracia.    Quando    el   de- 
monio rompe  este   aqüeduéto,  la  Ciudad  del  Al- 
ma se  rinde  al    enemigo*  Por  esto  decía    Ter- 
tuliano: Horrendum  est  diera  sim  oratiane  transp- 
ire.   Es    coSa  horrible,  y  peligrosa  pasar   un  dia 
sin  Oración.  Al  contrario  :  Una    Alma     que  es 
amiga  de  la  Oración,  abunda  siempre    de  agua 
de  gracias  del  Cielo.  El  Profeta  David  la  com- 
para á  un  árbol  plantado  junto  á  ks   corrientes 


t 


jPl*'        *M  Ripiosa  /lustrada 

SwÍ.WJR;*  ***"?«**•  «  fruto  á  su 
nm  ttt  secus  decursus  aquarum,  awd  ru»um 
sujm  daht  in  tempere  ,L.Ouere  decir  ^ 
na  el  tiempo  de  sufrir  una  injuria'  y  sé  'su ¿7 
Viene  el  tiempo  de  hacer  un"aa0  de  obS„! 
«i*   se  hace   con  prontitud.  Viene    el    Si" 

pre  se£  ta^rr  Y  VaS  ^  ^  *£** 
pre  se  saca  fruto.  Y  si  poniéndote  a   pensar    en 

S&SS  "^  **»»***>  ¿¡i  cosas  del 
iV  onas.eno,  o  del  mundo,  y  ir.il  veces  ie  has  bue'- 

c iSSÍFSS??  tenk,0-«y  teWi  Oración    Y 

es  lo  que  mas  intenta  ),  has  conseguido  un  gran 
tmimo,  y  auto  provecho  en  tu  Alma,  que  3 
que  tu  „o  lo  conozcas,  se  k>  debes  creer  ÍSaS 
ta  Teresa  de  Jesús,  qüe  te  dice:  m  e,taríe  ^ 
sm  sainada,  no  es  tiempo  perdido,  sino  de  mu- 
cka  ganancia,  por  que  se  trabaja   sin  interés. 

¡m  diras,__  que  no  sabes  tener  Oración  Men- 
tal. Te  engañas,  si  piensas,  que  para   tener  ora- 
tíon  es  menester  Teología,  ó  sutileza  de   genio, 
J  gran  sabiduría.  Quanto   mas  simple  te  hace 
tanto  mas  se  te  comunica  Dios  :  Et  cum  simpl'd- 
íus  sermoematio   ejus.  Ponte  delante  de  Dios  v 
pídele     una    limosna    de  su    misericordia !  una 
migaplla  que  caiga  de  la  mesa  de  los  Santos  :  una 
ojeada   de  la- Bondad    Divina:    Revela    Domino 
causam  tUM,  (3  ij>se  faeht.  Dile    á    Dios    tus 

1I¥- 


-»*•- 


La  Religiosa  Ilustrada,     xp. 

miserias,  tus  necesidades,  y  él  hará  lo  demás. 
Intérnate  en  la  Pasión  del  Señor,  y  allí  en- 
contrarás todos  los  bienes  \  y  jamás  te  faltará 
materia  :  por  que  aquí  está  todo  ,  como  decia 
el  ilustrado  Juan  Ximeno,  de  nuestra  Compa- 
ñía. Renueva  muchas  veces  la  memoria  de  la 
presencia  de  Dios,  que  es  un  medio  muy  efi- 
caz para  adquirir  la  perfección:  y  quando  no 
tengas  otra  materia,  ponte  delante  de  aquel  Se- 
ñor, y  gózate  de  mirar  su  Divino  Rostro  $  y  de 
aquella  conversación  con  Dios  saldrás  tan  satis- 
fecha de  las  cosas  del  Cielo  ,  que  te  causarán 
fastidio  las  de  la  tierra.  jO!  quan  sucia,  y  vil  mé 
parece  la  tierra  quando  pongo  los  ojos  en  el 
Cielo,  decia  nuestro  Padre  San  Ignacio.  Y  el 
Santo  Abad  Salvino,  quando  salía  de  Oración, 
por  espacio  de  una  hora  no  podia  abrir  los  ojos 
á  mirar  ai  mundo  ,  por  que  estaba  apacentado 
de  Dios  ,  y  las  cosas  del  Cielo. 

La  Oración  Vocal  es  verdaderamente  agra- 
dable á  Dios  ;  y  el  mismo  Christo  quiso  ser  el 
Autor,  dictando  por  su  misma  boca  la  nobilísi- 
ma Oración  del  Padre  nuestro.  Estas  ,  quando 
se  rezan  en  comunidad  ,  son  mas  eficaces  para 
alcanzar  las  gracias  ;  pues  como  dice  San  Am- 
brosio: Las  Oraciones  de  muchos,  es  imposible 
que  Dios  las  desprecie.  Y  San  Bernardo  dice; 
Videtur  Deus  orationem  communitatis.  Dios  tiene, 
por  decirlo  así ,  cierto  respeto  á  las  Oraciones 
de  la  Comunidad  :  y  si  tal  vez  la  persona  no 
es  grata  á  Dios  ,  será  acepta  su  Oración  pos 
respeto  á  las  otras.  Las  Religiosas  tienen  esta 
( D )  TW» 


r 


t<*.     £a  Reí  torosa  Ilustrad  t. 

ventaja,  que  tienen   por  obligación  de.su  InstU 
tuto,  rezar   el  Oficio    Divino  en  el   Coro;  cosa 
que   debe  causar  mucho  júbilo  á  la  Comunidad  , 
que  mientras  ios  otros  duermen,  ellas  cantan  Sal- 
inos al  Señor.   Estas  son  aquellas  Estrellas,     de 
quienes  dice  Dios  :  Dum  me  laudarcnt  astro,  ma- 
tutina*  San  Benito,  Fundador   de  tan  bella   har- 
mcnía>  en   el  vientre   de  su   Madre  Abundancia- 
le   oyeron  cantar  alabanzas  á  Dios,  formando  de 
aquel  regazo  un   Coro*  juntamente  con  su    her- 
iriaña   Escolástica*  De  donde  deben  aprender  sus 
;hijas5   quan  empeñado  estaba   este  Santo  en    el 
Coro,  quando  quiso  practicarlo  antes   de    nacer. 
Pero  no  puedo  en  cosa  tan  importante  dexar  de 
•lamentarme,  que   en  algunas  Comunidades,  bas- 
tante  numerosas,  se  reduzca   el  Coro  á  doce,  ó 
.quince  Religiosas*   por  que  basta  qualquiera  cau- 
.-sá»' por.,  leve  que  sea,  para  dexarlo*    Tan    poco 
caso    se  hace    de  cosa  de  tanto  momento  ,    que 
se   puede   llamar  el  alma,  y  honra  del    Monas- 
teterio.   Los  impedimentos  por  lo. mas"    son    prer 
testos  j  y  se  alegan  escusas  para  cubrir  el    te- 
rdio>  el  fastidió,  y  la  tibieza.  Algunas  dexan  pa- 
sar  semanas,  algunas  meses,  algunas  anos,    que 
•  no  se   acercan  al   Coro.    Gran  lastima    es    esta. 
.Sin  duda  las  tales  no  saben  lo  que  pierden,  ni  lo 
.iñucho   que  agrada  á  Dios  exercicío  tan   santo  ; 
.que  si  lo  supieran,  tengo  por  cierto,    que    aun 
ks  ma$  impedidas   no  faltaran*  Yo   quiero  con- 
:  firmar  la  importancia   del  Coi  o  con  algunas  hisr 
tonas   muy  del  caso,  que    muestran    el    aprecio 
•gue  Je  él  hace,  el  Cíelo*  Se  *ee-en  las  Chroni- 

cas 


L¿i  Religiosa  Ilustrada.     21. 

cas  de  San  Francisco,  que  Fray  Andrés  de  Bo- 
lonia, estando  un  dia  en  su  Celda,  recreándo- 
se con  la  compañía  del  Niño,  jesús*  que  se  le 
había  aparecido  visiblemente,  oyó  el  señal  de  la 
campana,  que  llamaba  á  Vísperas.  Pensó  un 
poco  lo  que' debía  hacer,  si  dexar  las  Vísperas, 
ó  dexar  a  Jesús;  y  resolvió  de  ir  al  Coro.  Des* 
pues,  concluidas  las  Vísperas,  bolvió  á  la  Cel- 
da, y  encontró  al  Santísimo  Niño,  que  le  aguar- 
daba, y  dixo,  que  si  se  hubiera  quedado,  y  ao 
hubiera  ido  á  las  Vísperas,  se  hubiera  desapa- 
recida sin  saludarlo.  En  tiempo  de  San.  Ped^o 
Noiasco,  llegada  la  hora  de  Maitines,  los  Frai- 
les, por  no  sé  qué  causa,  sin  culpa  de  ello», 
no  se  hallaron  á  tiempo  en  el  Coro -.s*  He 
aquí,  que  la  Virgen  Santísima  entoné:  Domi- 
ne, labra  mea  aparies^.y  los  Angeles  respondie- 
ron luego.  En  ía  vida  de  San  Bernardo  se  lee, 
que  estando  en  el  Coro,  vio  un  Ángel,  que  con 
gran  diligencia  escribía  en  iin  pergamino  fa$ 
Monges  que  asistían  :  5 ero-  ú  ik^r-  conque  es- 
cribía era  muy  diverso  ;  por  que  i  unos  escri- 
bía con  letras  de  oro,  á  otros  de^- plata»,  i  Qi&os 
de  tinta  ,yá  otros  de  agua.  Entendió  el  SAMÉ» 
lo  que  significaba.  Con  om  escribía  i  los  que. 
rezaban  el  Oficio  con  peífedisimo.  fervor:  coa 
plata  á  los  de  menos  fe vor,  pero  que,  estaban 
limpias  de  corazón :  con  tinta  á  los  que  tenida 
distracciones  no.  plenamente  voluntarias:  y  ^ 
aguará  los;  que  volmitariamente  se  distaraíaip* 
Pe  ¿onde  se  saca,  con  qué  atención,  y  $ev^-r 
©ion  se  debe  asistir  en.  el^Ccaro^ai ^  QficiQ  J$¡$ 

vi-» 


r 


*f 


'***     £¿  Rclivio<a  f lustrad*. 

ríno.  Confúndanse  pues,  hs  que,  ó  hablan,  4 
ríen,  ó  cometen  inmodestias,  ó  van  divagando 
con  el  pensamiento  en  distracciones.  Sería  muy 
bueno  aplicar  el  pensamiento  á  la  Pasión  del 
Señor,  y  repartirla  de  esta  manera :  En  los 
Maitines  pensar  en  el  sudor  de  Christo  en  el 
Huerto:  En  Laudes,  los  Azotes:  En  Prima,  la 
Coronación  de  Espinas  :  En  Tercia,  el  llevar 
Ja  Cruz  :  En  Sexta  la  Crucifixión  :  en  Nona 
Ja  Muerte  de  Christo:  En  Vísperas  el  Deseen' 
dimiento  de  la  Cruz  :  Y  en  Completas,  la  Se- 
pultura. Bello  modo  sería  este,  para  bol  ver  del 
Coro  rica  de- méritos,  y  santos  pensamientos. 


H 


INSTRUCCIÓN     IV. 
DE   LA   FREQUENTE    COMUNIÓN. 


E  aquí ,  que  me  hallo  en  el  elemento 
mas  necesario  de  la  vida  espiritual,  en  la  fuen- 
te de  donde  se  deriva  á  una  Alma  Religiosa  to- 
ca la  perfección,  que  es  la  Santa  Comunión,  de 
quien  dice  San  Dionisio  Areopagita  :  Neminem 
contíngh  perfici,  nisi  per  Bivinissimum  Sacra- 
fnentum.  Ninguno  hay  que  pueda  perfeccionarse, 
sino  es  por  el  Divino  Sacramento;  y  así,  na- 
die espere  perfección,  si  se  aparta  de  acercar- 
le á  menudo  á  este  manjar  Eucarístico.  En 
dos  extremos  suele  dar  la  Religiosa  ,  en  mate- 
ria de  la  Sagrada  Comunión  ;  esto  es  ,  en  mu- 
cha freqüencia,  ó  en  mucha  infreqüencia.  Algu* 
lus  quieren  -comulgar,  todos  los  días.  Este   ex* 

tre- 


mmm 


Ld  Religiosa  Rustráda.     i  i* 

tremo  quando  se  hace  con  consejo  del  Padre 
Espiritual,  no  es  vicioso,  sino  virtuoso,  pues  di- 
ce San  Agustín  :  Accipe  quotidie,  quod  quofidig 
tibi  prosit.  Y  el  Decreto  de  la  Sagrada  Con- 
gregación, dado  á  12.  de  Febrero  de  1679. 
no  prohibe  á  la  Religiosa  este  uso  quotidiano 
del  Sacramento  del  Altar.  He  aquí  sus  pala- 
bras: Si  qua  vero  purh ate  mentís  eniteant ,  de 
fcrvorejspiritus  ita  incaluerint,  ut  digna  frequen- 
ti  orí  y  aut  quo.tidiana  SanStissimi  Saeramenti  per- 
ceptione  videri  possiní,  cum  Mis  á  Superioribur 
prmittatur.  EL  otro  extremo  es  la  mucha  mire* 
qüeneia,  la  qual  puede  ser  en  dos  maneras  ;  la 
una  intolerable,  la  otra  tolerable,  pero  no'  loa- 
ble. La  intolerable  es ,  quando  una  Alma  que 
vive  en  los  Claustros,  dexa  pasar  semanas  sin 
recibir  este  Sacrosanto  Sacramento:  Estasé  pue- 
de comparar  á  un  Mercader  sin  caudal,  á  uri 
Soldado  sin  espada,  á  un  Doclor  sin  libros: 
pues  para  una  Religiosa,  el  Divino  Sacramento 
Jo  es  todo,  San  Juan  Chrisóstomo  dice,  que  el 
mayor  dolor  que  debe,  sentir  un  Christiano,  es 
el  estar  privado  de  aquel  Sagrado  neótar  de 
íos  escogidos  :  Unus  sit  nolis  dolor  ,  hac  esca 
privari.  Si  esto  decia  de  un  Christiano,  ¿qué 
diría  de  una  Religiosa  ?  Vergüenza  es,  que  se 
encuentre  tal  vez  una  Religiosa,  á  quien  aver- 
guencen  muchas  Seglares,  que  no  dexan  pasar,, 
ayunas  de  este  Divino  Pan,  una  semana.  Y  á  la 
verdad,  ¿  quanta  incomodidad  le  cuesta  á  una 
Señora  el  comulgar  ?  Ha  de  adornarse  según  su 
estado,  ha  de  depender  de  Carrozas,  y  de  Cria- 
do^ 


r 


■ 


24.     La  Religioso  Vwtrddd. 

cíós,  ha  de  vencer  conversaciones  domésticas  : 
y  con  todo  e^o9  todo  lo  sufre  por  ir  á  la  Iglesia 
para  hacer  una  tan  noble  acción.  Pues  una  Re- 
ligiosa no  tiene  mas  que  hacer,  que  caminar  de 
su  Celda  al  Comulgatorio,  y  aun  esto  poco  no  ha- 
ce por  un  total  tedio,  y  fastidio:  Pues  ¿qué 
maravilla,  que  la  tal  Religiosa  sea  inob- 
servante, inmortiflcada,  esté  sujeta  á  tentacio- 
nes, y  asaltos  del  demonio  ?  Festínate  ergo , 
grita  San  Ignacio  Mártir,  frequenter  accederé  ai 
Eucharistiam  ;  quando  enim  assidue  hoc  agitar  , 
expelluntur  potestates  Sathance.  Apresuaros  pues, 
á  llegaros  con  freqüencia  á  la  Eucharistía  ; 
por  que  quando  esto  se  hace  con  freqüencia  , 
se  rebaten  las  potestades   de  Satanás. 

La  freqüencia  tolerable,  mas  no  laudable  , 
es  de  la'  Religiosa  que  comulga  solo  cada  ocho 
dias.  Eso  puede  pasar,  mas  no  se  puede  ala- 
bar, debiéndose  hacer  mas  veces  á  la  semana. 
¿  Quantas  ventajas  se  hallan  en  la  Comunión  ? 
Allí  crece  la  Fé  ;  por  que  con  el  Sacramento  , 
el  conocimiento  de  Dios  es  mayor.  Los  Dicí- 
pulos,  que  iban  á  Emaus,  en  todo  el  camino  no 
conocieron  á  Christo;  pero  después  le  conocie-» 
ron,  quando  partió  el  Pan,  que  significa  el  Sa- 
cramento :  Et  cognoverunt  éum  m  frattione  Pa- 
ñis. Crece  la  esperanza  ;  por  que  viendo  que 
Christo  sé  te  da  á  sí  mismo,  no  puedes  temer, 
que  no  te  haya  de  dar  la  gloria:  pues  como 
dice  San  Agustín  :  Plus  est  quod  dcdit ,  quam 
quod  promisit.  Mas  es  lo  que  nos  ha  dado  ,  y 
nos  da  cada  vezque  comulgamos,  que     lo    que 

ha 


ha  Refiaiosa  ilustrada,     i  r . 

ha  prometido.  Se  aumenta  la  caridad  con  Dios; 
por  que  el  Alma  estrechándose  mas  con  él,  mas 
le  ama :  y  también  crece  la  caridad  con  los 
próximos ;  por  que  este  Sacramento  disipa  to- 
das las  sombras  de  aversión,  siendo  manjar  de 
amor,  en  el  qual  se  unen  los  fieles,  hechos  par- 
tícipes de  la  mesa  de  Christo,  en  quien  van  á 
unirse,  como  muchas  lineas  á  un  mismo  punto. 
A  mas,  que  en  este  Sacramento  hallan  consue- 
lo los  tribulados,  fortaleza  los  tentados,  y  fer- 
vor los  tibios;  por  que  es  Maná  del  Cielo ,  que 
tiene  todos  los  sabores  para  todos  los  gustos» 
Ahora  mira  de  quantos  bienes  te  privas  con  es- 
casear las  Comuniones. 

Mas  yo  quiero  oir  las  escusas  de  quien  tie- 
ne dificultad  de  comulgar  algunas  veces  en  i& 
semana,  para  quitarle  el  error.  La  primera  es- 
cusa es,  por  que  dice  que  se  encuentra  tibia, 
y  no  se  atreve  á  llegar  á  comulgar.  Pues  yo  sé 
decirte,  que  por  eso  mismo  debes  freqüentar  la 
Comunión.  Si  dixese  una  enferma:  Yo  no  quie- 
ro Médico,  por  que  estoy  enferma,  sería  digna 
de  risa.  Antes  por  que  estás  enferma,  debes  que- 
rer al  Médico.  Así  tu,  por  que  estás  enferma  en 
el  alma,  debes  llegarte  á  Christo,  que  es  Médi- 
co. Sentimiento  incinuado  de  San  Buenaventu- 
ra :  Licet  íepide  accedas,  fiducialiter  confidas  de 
misericordia  Dei ;  quia  quo  magis  ceger,  magis 
indi  ge  s*  Aunque  con  tibieza  llegues,  confia  con 
firme  esperanza  de  la  misericordia  Divina; 
por  que  quanto  mas  enferma  estás,  mas  necesitan 
de  Médico, 

U 


r 


• 


16 *      La  Religiosa  Ilustrada. 

La  segunda  escusa  es:  Por  que  no  soy  díg* 
tía.  Y  yo  te  digo:  ¿Y  quándo  serás  digna? 
Con  esto  probarlas,  que  jamás  hablas  de  comul- 
gar, por  que  jamás  eres  digna.  Estaba  una  vez 
Santa  Catalina  de  Sena  en  un  rincón  de  la 
Iglesia,  y  no  quería  llegarse  á  la  Eucaristía  , 
juzgándose  indigna,  y  se  le  apareció  Chrístó 
nuestro  Bien,  y  la  reprehendió,  diciéndola:  ¿Por 
qué  no  iba  á  la  Comunión  ?  Y  respondió  :  Se- 
ñor, por  que  no  soy  digna.  Y  entonces  replicó 
Christo:  tu  no  eres  digna  ;  pero  yo  soy  digno 
de  tí.  Vé,  y  comulga.  ¿Quién  jamás  es  digno 
de  recibir  aquel  Señor  ?  Aunque  tu  fueras 
otra  Santa  Clara,  Teresa,  ó  Rosa  de  Lima  , 
no  fueras  por  tí  digna.  Por  eso  la  Iglesia  acos- 
tumbra repetir  tres  veces,  antes  de  dar  el  Pan 
de  los  Angeles :  Domine,  non  sion  dignus  ,  por 
los  pensamientos,  por  las  palabras,  y  por  las 
obras;  para  que  confesándonos  indignos,  nos  ha- 
gamos dignos,  como  dice  San  Agustín  :  Suff.cit 
ad  meritum  eógnoseere,  quod  non  babes  merilum. 
Júzgate,  Religiosa,  indigna  ;  pero  freqüenta  la 
Comunión  con  pureza  de  corazón,  fé  viva,  te- 
mor santo,  y  amor  grande  ,  que  es  la  mejor 
disposición  para  subir  á  una  elebada  perfección. 

La  tercera  escusa  es  :  Por  que  no  estoy 
dispuesta.  Yo  te  digo,  que  si  no  estás  dispues- 
ta hoy,  aun  menos  dispuesta  estarás  mañana : 
Qui  non  est  hodie,  eras  ir,] ñus  aptus  erft.  Este 
impedimento  depende  de  tí,  disponte.  ¿  Quien 
te  embaraza  disponerte,  sino  tu  misma?  ¡AhPa- 
die!  Que  me  hallo  iiena  de  imperfecciones,  y 


La  Re1i¡>io<a  Ilustrada.     t*j. 

vacía  de  virtudes ,!  j  O  válgame  Dios !  si  acaba- 
ses de  entender ,  que  el  decirte  que  comulgues 
con  freqüencia,  no  es  porque  ya  eres  perfecla , 
y  virtuosa,  sino  para  que  lo  seas;  y  lo  procures 
con  mas  veras!  Así  te  engaña  el  enemigo  co* 
capa  de  humildad,  y  reverencia,  para  no  fre-í 
quemar  este  Sacramento  estorbando  el  bien,  y 
remedio  de  tu  Alma.  Quita  las  imperfecciones,  y 
no  dexes  las  Comuniones,  y  verás  efectos  pro-* 
¿igiosos  en  tu  Alma. 

La  quarta  escusa  es:  Por  que  tengo  una 
perturbación ,  estoy  embarazada  de  entendk 
miento.  Ya  sé,  que  á  qualquiera  perturbación  ¿ 
á  qualquiera  embarazo,  poíleve.  que  sea,  lo  pri-* 
jDero  que  hace  la  Religiosa  es,  dexar  la  Comu* 
«ion.  Pues  yo  te  digo,  que  quantas  mas  per-* 
turbaciones  tengas,  tanto  debes  llegarte  á  ésta 
Divina  mesa,  por  que  solo  -Christo  puede  traer 
al  Alma  toda  serenidad,  y  poner  en  tranquilla 
dad  todos  los  pensamientos,  como  advierte  el  Ve-- 
nerable  Padre  Maestro  Fray  Luis  de  Granada. 

La  quinta  escusa  es:  Tengo  tantos  escrú- 
pulos, que  me  veo  como  en  una  tempestad  casi 
ahogada.  Pues  yo  te  digo,  que  crecerán  los  es* 
crúpulos,  por  castigo  de  Dios.  Algunas  Reli- 
giosas están  enceste  lamentable  engaño,  y  con- 
sumen el  tiempo  en  los  escrúpulos,  privándose 
de  muchos  bienes  que  podrían  hacer,  y  de  al- 
canzar muchas  virtudes.  El  Señor  dexó  este  úni- 
co medio  para  curar  los  escrúpulos:  es  á  sa- 
-ber,  la  obediencia  al  Confesor  ;  por  lo  qual  f 
obedece  á  ciegas  á  tu  Padre  Espiritual^  y  cesa* 


^ 


1%.    La  Religiosa  Ilustrada. 

tan  los  eácrápulosí  cy  te  aseguro,  que  no  p*-* 
drás  errar,  por  que  no  permite  el  Señor,  que 
Una  Aíítia  padezca  daño-,  por  que  »  ha  obedecido 
ni  Confesor.  Antes  bien  muchas  veces  lá  casti- 
ga, mas  presto  con  angustias  de  espíritu,  por  que 
no  ha  obedecido  ,  queriéndose  regir  por  su 
propia  cabeza,  según  dicen  todos  los  Místicos. 

Entre  las  muchas  razones  +  que  hay  para 
freqüentar  k  Comunión,  una  es  'considerar,  que 
guantas  veces  viene  el  Señor  á  nuestra  morada) 
fio  se  ausenta  de  ella  sin  dexar  alguna  merced, 
ya  en  recompensa  del  hospedage  que  le  hace-* 
ínos ;  ya  para  alhajar,  y  disponer  dignamente  la 
inorada  donde  propone  venir  otras  muchas  ve* 
ees.  Estilo  que  conservan  los  Reyes,  y  Señores, 
quando  se  hospedan  frecuentemente  en  Casa 
de  humilde  persona»  Bien  ciejfto  es ,  que  si  no 
salimos  de  las  Comuniones  muy  ricos*  no  será 
por  pobreza,  y  cortedad  de  este  Señor,  sino 
por  que  ni  queramos,  ni  acertamos  á  pedir.  Vio 
una  Alma  Santa  en  cierta  ocasión  á  Christo > 
Bien  nuestro,  que  al  tiempo  de  comulgar  los 
fieles,  baxabá  del  Cielo  cargado  de  dones  ,  y 
después  de  haber  comulgado  todos  ,  se  los  bol-» 
Via  al  Cielo»  Señor,  le  dixo  entonces,  ¿pues 
como  siendo  rico,  y  liberal,  no  repartís  entre 
estos  vuestros  fieles  esos  beneficios  ?  Y  respon* 
dio  el  Señor  i  Yo  los  traía  con  deseo  de  dar- 
los; pero  nadie  me  ha  pedido  cosa:  con  que 
jm>  los  buelvo,  Aqutl  precioso  tiempo  después 
de  la  Comunión  Sagrada,  es  el  mejor,  y  mas 
oportuno  para  negociar  con  Dios.  Pide,  y  re- 
cibirás. Llama ,  y  te  abrirán.  ÍNS- 


La  Religiosa  Ilustrada.     *$• 

INSTRUCCIÓN  V, 
DE  LA  RECTA  INTENCIÓN* 

O  E  ja&a  k  Alquimia  efe  trocar  en  om    el 
metal  ma's  plebeyo..  He  aquí  una  Alquimia  del 
Cielo,  que  transforma  en  oro  d$  méritos:  todas 
las  obras.  Esta  es  la  recia  intención.  Una  acción, 
aunque  de  su  naturaleza  indiferente,  con  la  rec- 
ta intención  sube  sublimada  hasta  las  Estrellas, 
¡  G  quanto  se  pierde  por  falta  d$  reda    inten4 
cion  l  Por  que  es  verdaderísim©  Jo  que  dice  Sari 
Ambrosio  ?  Tantum  faeify  quantum  intendis^zn» 
to  haces  de  bueno,  quanto  tienes  de  reda  jn** 
tención.  Dos  pasos  hallo  en  la  Sagrada  Escritu-* 
ra,  que  hacen  mucho  i  ía  presente  materia.  5)1 
uno  es  de  Salomón,  en  ios  Proverbios  i.  Cogita* 
tiones  robustt   semper  m  cjjundantm,    tos     Penf 
samientos  de  una  Alma  grande»  y  virtuosa»  si~ 
empre  abundan  de  mérito,  Ei  erario*  4#  su,    £°- 
íazon  se  aumenta  siempre  de  tesoros,  de  gracia; 
por  que  quanto  hace  es  precioso  e»  los  ojos  de 
Dios.  E{  otro  ,  que  atemoriza»  es  áe    San  Juan 
en  el  Apocalipsi,  eí    qual  escribs-  é  ia  Obispo 
de  mucha  virtud,  y  no  obstante   eso>  le  dice  s 
Non  invenid  opewk;tu&  phn&  eoraifo  Dea  me**  To 
no  encuentro  tus.  obsas  iknas  delante  de  I>ios| 
son  huecas,  soa  paja»  armadas  á%  espigas  ,>  mas 
vacías  de  trigo  i  por  que  fababa  la  $eéta    ii>* 
tención,  que   di  el  meollo*  á  las  obras  $  de  don-» 
de  dsda-  David  i  íklwoMsM   meMktí&  offeram 


^ 


t^     La  Refyiñsa  ilustrada. 

Mil  De  donde  dice  San  Agustín:  Quce  sunt  holoca- 
usta  medullatd,  nisi  orationes  bene  intentionat*. 
Mas  vengamos  á  la  práctica.  La  recia  in- 
tención se  puede  considerar  en  dos  maneras.  En 
lo  negativo,  y  positivo.  En  lo  negativo,  no  ha- 
ciendo las  obras  por  ser  vista,  por  ser  alabada, 
o  por  no  mostrarse  inferior  á  las  otras.  Suce- 
de tal  vez,  que  aquella  Religiosa  hace  el  Ofi- 
cio de  Sacristana  ,  ú  otro :  se  desentraña  en 
dádivas,  y  gastos;  mas  por  fin.  humano,  por  ser 
aplaudida,  por  ser  tenida  por  espléndida,  y  li- 
beral. De  esta  dirá  Isaías:  Telas  arañe*  texue- 
runt.  Tales  personas  han  texido  telas  de  ara- 
fia.  Se  desentraña  la  araña,  y  después  hace  una 
tela  vanísima,  y  sin  sustancia,  que  para  disipar- 
ía basta  un  soplo  de  viento.  Así  lo  hace  el  que 
gasta,  y  se  consume  por  complacer  á  otros,  pa- 
ra dexar  memoria  de  sí.  Ha  texido  una  tela  de 
araña  de  ninguna  sustancia  delante  de  Dios: 
Qui  laudan  cuph,  rcm  prethsam  vili  vendit , 
dice  San  Agustín.  El  que  obra  por  ser  alabado 
vende  una  cosa  preciosa  á  un  vilísimo  precio; 
y  después  oirá,  que  el  Señor  le  dice  :  Recepis- 
ti  mercedem  tuam.  Has  recibido  tu  galardón,  no 
se  te  debe  mas. 

La  intención  recia,  que  consiste  en  positi- 
vo, es  hacer  positivamente  las  obras  oor  Dios  , 
diciendo  con  Santo  Tomás:  Nihil  allud  prccter 
te ,  Domine,  Señor,  yo  no  quiero  otro  premio  , 
sino  á  Vos  mismo,  y  nada  mas.  E*ta  reda  in- 
tención enriquece  las  obras,  y  las  hace  digna* 
.-de  comparecer  delante  de  Dios ,  y  alcanza    la 

€0- 


La  Religiosa  Ilustrada.     ?t. 

corona.  Dicen  los  Maestros  de  ia  vida  espiritual, 
que  esta  es  la  manera  mejor  de  tener  la  pre- 
sencia de  Dios  á  menudo,  quando  se  obra : 
Señor,  yo  hago  esto  á  gloria  vuestra.  Santa  Ma- 
ría Magdalena  de  Pazzis,  con  esta  leche  cria- 
ba las  hijas,  que  amaestraba  en  el  Monasterio. 
Mientras  ellas  trabajaban  con  la  aguja,  sobre- 
venia  la  Santa  de  repente,  y  les  decia  :  ¿Voso- 
tras por  quien  trabajáis  ?  Y  quería,  que  fue- 
sen prontas  á  responder  :  Por  Dios :  á  mayor 
gloria  de  Dios¿  Señalóse  mucho  en  esta  inten- 
ción la  Venerable  Sor  María  Magdalena  Roma- 
na, de  quien  se  escribe  en  su  Vida,  que  buel- 
ta  á  su  Señor,  decia  :  Jesús,  mió,  quando  yo 
ando,  por  Vos,  y  con  Vos  ando  ;  quando  cnmo,  co^ 
mo  por  Vos,  duermo  por  Vos,  y  cm  Vos.  Y  quan- 
do limpiaba  el  trigo,  la  oían  decir  :  Señor. quan- 
tas  piedras  yo  quite  de  este  trigo,  tantos  peca- 
dos me  habéis  de  perdonar,  y  tantos  a&os  de 
amor  quiero  hacer  por  Vos,  ¡  0  Jesús  mió  !  He 
aquí  como  tenia  la  mano  en  la  obra  ,  y  la 
mente  en  Dios. 

Santo  Tomás  enseña,  que  la  intención  es  for- 
ma, que  especifica  las  obras,  de  manera,  que 
una  misma  acción,  animada  de  una  intención ,  $ij 

hace  un  viso ;  y  armada  de  otra  intención,  ha- 
ce otro  viso  diverso.  Y  trae,  para  confirmar  su 
Angélica  Doctrina,  un  nobilísimo  paso.  Judas 
entregó  á  los  Judíos  el  Hijo  de  Dios ,  para 
ser  crucificado  :  Qui d  vultis  mihi  dore,  &  ego 
vobis  eum  tradam  ?  El  Padre  Eterno  verdadera- 
ioente  lo  dio   para  ser  crucificado:    Sic   Deus 


^ 


*í 


$%>    La  ReJlpinsa  Umtrddd. 

¿ilcxit  mundum,  ut  Filium  suurn  unigenitum  da* 
ret.  El  mismo  Hijo  de  Dios  se  entregó  á  sí  mis- 
mo por  nosotros:  Dilexit  nos,  &  tradilit  sc- 
meñpjttm  pro  nolis.  Con  todo  eso,  la  entrega 
de  Christo,  en  Judas  fué  deicidio  ;  en  el  Padre, 
y  en  el  Hijo  fué  aero  de  suma  virtud.  ¿  Pues 
por  qué  esta  diversidad  tan  grande  en  una  mis- 
ma acción  ?  Solo  por  la  diversidad  de  la  inten- 
ción. Judas  entregó  á  Christo  por  codicia  ,  el 
Padre  Eterno  por, caridad,  Christo  por  obedien- 
cia :  Pater  dedit  ex  chántate,  Films  ex  chari- 
tate,  &  qbedientia>  Judas  ex  cupiditate.  ¡Mira 
quanto  hace  la  intención  !  Dos  Religiosas  hacen 
un  mismo  oficio  en  el  Monasterio  ;  la  una  con 
recia  intención,  la  otra  con  intención  torcida  * 
y  teñida  de  vanidad  ;  pues  aquella,  de}  oficio 
hace  un  grande  caudal  de  merecimientos,  y  es-* 
ta  acaudala  fuego  en  el  Purgatorio,  como  di- 
ce el  Venerable  Padre  Martinez. 

Menester  es  entender  esta  verdad  ,  que  la 
intención  lo  hace  todo  ;  y  así  tale?  somos,  qual 
es  nuestra  intención.  Defectuosos,  si  ella  es  de- 
fectuosa ;  reos,  si  ella  es  rea;  y  perfeclos ,  si 
ella  es  perfecla.  Esta  diferencia  de  intención  , 
dice  el  Venerable  Padre  Pinamente  ,  hizo  que 
la  pobre  Viuda  con  dos  quatrinos  de  moneda 
sobrepujase  á  Jas  ricas  limosnas  de  los  Fari- 
seos. Esta  hizo,  que  el  Sacrificio  de  Cain .  fue- 
se odioso,  y  el  de  Abel  acepto  :  que  los  or- 
namentos de  Jezzabél  le  mereciesen  el  precipi- 
cio, y  los  ornamentos  de  Judith  fuesen  instru- 
mento! para  la  libertad  de  Israel  j  por  que  al 

fin 


La  Religiosa  /lustrada.     $$ 

fin  la    voluntad  es    equella    por   quien    vivimos 
bien,  dice  San   Agustín  :  Voluntas  est,  qua  rette 
nsivitur.  Fixad  los  ojos  en  el  Cielo    en    tiempo 
de  una  noche  serena,  y   mirad  quantas  son  las 
Estrellas  encajadas  en  aquella   hermosa   bóveda 
del  Universo  j  todas   se  mueven  acia  un  mismo 
término,   pero,   \  ó  quan  diversos  son  sus    vía- 
ges  !  Unas  hay,  que  corren  velozmente,  que  en. 
sola  una  hora  caminan  muchos  millones  de  mi-* 
lias  ;  y  hay  otras,  que  en  su  comparación  ape- 
nas se  mueven*  Ahora  haced    cuenta,    que    el 
Cielo  sea  el  Monasterio  donde  estáis,  y  quan^ 
tas  Almas  viven  en  él ,  son  otras  tantas  Estre- 
llas, y  que  entre  ellas  no  hay  Cometas,  y  que 
todas  de  acuerdo  se  mueven    acia    un    mismo 
término  de    glorificará  Dios,  y  de  perfeccionarse 
á  sí  mismas:    Pefo  en  esta  semejanza    de    mo- 
vimiento^ quanta  desemejanza  hay  de  velocidad  ? 
Hallaránse  de  ellas,  que  cada  día  se  adelanta- 
rán á  grandes  pasos  en  la  virtud,  pudiendo  de-» 
cir  de    ellas,  que  en  breve  tiempo  han  vivido 
largos  años,  conforme   el  dicho  del  Sabio  :Con* 
summatuS)  in  brevi  expUbit  témpora  multa.  Y  se 
hallará  quizá  mas  de  una,  que  después  de  mu- 
chos años,  apenas  se  habrá  movido  de  un    lu- 
gar, siendo  vieja  en  la  edad ,   y    joven    en   el 
provecho,  y  vecina  á  morir  en   esta  su    cadu- 
ca niñez:  Puer  centum    annorum  morietur*  ¿Be 
donde  pues ,    procederá  esta  disparidad  tan    no- 
table, sino  de   la    diversidad    de    intención   en 
obrar  ?  Por  que  las  obras  por  la    mayor     parte 
soa  las  mismas»  Todas  van  ai  Coro  á  un  tiem- 
po, 


34-      La  Religiosa  J) }  mirada. 

po,   todas   á  la  misma  Oración,  todas  á  lar  mis- 
mas   observancias;   pero  el  principio  del   obrar, 
<íue  es   el  corazón,  no  es  el  mismo.  ¡O  qué  gran 
cosa  es  la  buena    intención  !   Salomón  describe 
una  Alma  grande,  y  no  la  compara,  ni  al  águila 
velocísima  en  el   vuelo,    ni  al    sonoro  cisne",  si- 
no á  una  nave:  Factus  est,  quasi  navis  institorir.. 
i  Pues   por  qué  á  la  nave  ?  ¿  Por   ventura,  por 
que  así  como  la  nave  estiende    las   velas    para 
llenarlas   de  viento,   así  el    Alma  eítiende    los 
afeólos  para  llenarlos  de  Dios?  ¿O  por  que  co- 
mo la   nave  se  ve  impelida  á   la  carrera  de   los 
remos,  así  el  Alma  corre  á  Dios  con  las  virtu- 
des ?  Buenas  razones:   Pero    yo  diré  á  mi  pro* 
pósito,  que  la  cosa  mas  maravillosa    que  tiene 
Ja  nave,  es  el   timón.   Vosotros  veis  un    palmo 
de  leño,  que   rige   un   gran  navio,  y  el   timor* 
lo   guia,  el  timón  lo  buelve,  y  el    timón  parece 
que  es  la  regla  del  viage.  Así  la  intención,  qué 
es  una  cosa  invisible,  regula  toda  el  Alma,  guia 
sus  operaciones,  y   lo  hace  todo.   Aquella  Re- 
ligiosa, si   guia  bien  el    timón     de   la     inten- 
cion,  hará  un  viage  felicísimo  al  Cielo.  La  otra, 
que  da    el    timón  para   que    lo  gobiernen    res- 
petos humanos  ,    padecerá    grande    purgatorio. 
Acordaos  de  aquellas  diez  Vírgenes  del   Evan- 
gelio, de  las  quales  cinco  fueron   prudentes  ,   y 
cinco  necias.   Todas,  dice  el   Venerable    Padre 
Luis  de   la    Puente,  se  previnieron  de  lámparas, 
mas  no  todas  de    ázeite.     ¿Qual    es    el    azeite 
cjue  faltó  á  las  necias  ?   El    azeite  de  la    recia 
intención,  y    por  eso  merecieron   las    Vírgenes 

ne- 


La  Religiosa  Ilustrada.        $$. 

necias  el  Nescio  vos.  Por  que  las  obras  que 
$e  hacen  sin  reóta  intención,  no  serán  conoci- 
das de  Dios  en  el  punto  de  la  muerte,  y  me- 
recerán oír  :  Nescio  vos.  No  reconozco  estas 
obras  por  mias,  y  por  eso  doy  en  premio  Nes- 
fio  vos.  ¡  O  Dios  mío  !  ¡  Qué  de  tesoros  qué 
perdemos  por  falta  de  intención  ! 

INSTRUCCIÓN    VI. 

DE  LA  MODERACIÓN  DE  LA  LENGUA* 
que  debe  estar  en  el  corazón  de  una  Religiosa. 


N 


O  se  pueden  explicar,  ni  declarar  bien  en 
pocas  palabras  los  grandes  males,  que  nacen 
del  mucho  hablar.  La  lengua,  aunque  instru- 
mento tan  pequeño,  suele  á  las  veces  ocasionar 
graves  heridas.  Por  eso  no  hay  cuerdo,  que  no 
confíese  lo  que  importa  refrenarla,  y  gobernar- 
la siempre  con  el  freno  de  la  razón.  La  len- 
gua la  debe  refrenar  una  Religiosa  con  el  si- 
lencio, y  con  no  murmurar.  El  silencio  es  ne- 
cesario á  la  Comunidad  ;  por  que  de  otra  suer- 
te los  Claustros: parecerían  plazas  de  parlerías. 
De  donde,  quando  toca  la  hora  del  silencio  * 
cada  una  debe  retirarse  á  sus  haciendas.  Una 
Religiosa  que  habla  mucho,  no  puede  ser  ja- 
más espiritual,  ni  Dios  se  le  comunica.  Dio  Dios 
á  Moisés  todo  el  poder,  haciéndole  arbitro  de 
los  Elementos,  y  Señor  de  la  Naturaleza:  pe- 
ro todo  lo.;  que  alegó  al  Altísimo,  quando  le 
constituyó  *u  Embaxador,  fue   el  embarazo  de 


■*•! 


'?6\    La  Religiosa  ¡lustrada. 

$Ú  lengua:  Impedí  tior  i  s ,  &  tardiorif  linguá 
sum>  Coii  todo  éso  no  le  quitó  Dios  el  emba^» 
xazc  de  su  lengua,  sino  que  le  dexó  balbu^ 
cíente,  y  tardo  de  lengua  $  per  que  aquellos 
á  quienes  Dios  quiere  hacer  sus  familiares  y  ami- 
bos, quiere  que  sean  de  pocas  palabras  ■>  como- 
advierte  el  Venerable  Blosio. 

Lo  mismo  amonesta  Santiago  Apóstol  >  di-* 
tienda,  que  el  Siervo  dé  Dios  debe  ser:  Ve-* 
tóx  ad  atcdiendum>  tardus  autem  ad  loquendum* 
Y  San  Ambrosio  i  Vrímuin  ófficium  est  linguü 
rfibderatid-.  Qué  todo  es  decir,  como  advierte 
San  Bruno,  que  se  ha  de  hablar  poco,  y  con 
'tolueno  peso,  y  medida.  Si  quieres  hablar,  dice 
Séneca,  iio  hables  sino  contigo  mismo,  hacien- 
do reflexión  sobre  tus  accione^  y  reprehendiera 
doláis  quando  no  van  bien  :  Nihíl  prclerit  te  que  $ 
qudfti  tnhiimütfi  curn  áliis  Voqui)  &  plurímum  se* 
tum%  Del  hablar  mucho»  al  hablar  nial  se  pasa 
ton  facilidad;  y  así*  es  menester  que  la  Reli- 
giosa esté  muy  éft  sí;  y  quattdo  es  llamada 
para  hablar  ó  recrearse,  hablé  pocas  palabras, 
bien  consideradas,  con  voz  baxa,  y  nó  entona* 
ria¿  ni  con  riadas ;  por  qUé  estos  defeclos  pa* 
recen  muy  mal  én  las  Esposas  de  Christo;  y  an* 
tes  de  hábláf»  piense  dos  veces  lo  que  una  ha 
de  deCif»  cotno  dice  San  Bernardo  i  Antequam 
'Vería  proferí,  bis  ad  lima)n  veniant,  quafñ  se** 
met  ad  Ungüam*  No  ha  dé  salir  palabra  mala 
de  la  boca  de  la  fteligíosa-,  sino  todas  sus  con- 
versaciones, así  en  él  Locutorio,  como  en  et 
luga*  de  la  recreación,  y  quiere  sean .  siempre 

de 


Tj*  RelifídSd  Ilustrada*  "57; 
>aas  buenas,  que  edifiquen ,  y  aprovechen 
a  ios  oyentes,  y  les  inflamen,  y  abrasen  en  el 
.:,<  >ic*s,  y  en  deseo  de  la  virtud,  y  per-* 
ícu/on,  X,as  personas  seglares  se  edifican  eii 
gran  manera  quando  oyen  tales  pláticas  %  y  con* 
criben  altamente  de  vuestro  estado  y  persona  9 
entendiendo  que  osti  Uena  de  Dios-  la  qu$ 
punca  trata  sino  de  Dios.,  Por  lo  que  importa  mu», 
cho  que  la  Religiosa,  quando  va  al  locutorio  % 
ó  rexa  para  tratar  con  los  de  afuera,  o  al.  lu«* 
gar  de  la  recreación  con  las  de  adentro*.  Uev® 
prevenidas  algunas  cosas  buenas,  y  provechosas^ 
que  les  pueda  decir.  Y  quando  se  hablaren  algunas 
impertinentes  y  vanas,  tenga  4  p^ntxx,  otras  d§ 
edificación,  para  cortar  y  mudar  la  conversa-*, 
cion.  En  esta  ha  de  mostrar  la  Religiosa  su  bueili 
entendimiento,  y  discreción,  en.  tener-  deslrez^ 
para  cercenar,  y  cortar  pláticas  impertinentes^ 
y  saber  ingerir,  y  ent-rerneter  cosas  de-  Dios  * 
como  aconseja  el  Ye.ue.iabte.  F&te  Alonso,  Ro«* 
driguez. 

Para  esta  te  ayudara  mucho,  aegm  advíer-. 
ten  los  .Santos*  amar^  mucho  ,i  JHos,  »  -y  teneg 
mucha  afición.  4  las-  cosas  espirituales  ;••  pbü-  que- 
de esta  ma$gi¡&  no- éq  cacarás,  m  enfadarás  der 
pablar,  rú  de  oír-  hablan  de-.  Dios^  sina  que  ano- 
tes bien  gustarás  de  eí.ió  5  pos-  qu.Q-  no.  es  pesa~*. 
dumbre,  sino  gusto,  y  recreación  ^  hablas-  cada 
iipa  de  lo  que,  ama»- y  tiene,  en  el.  corazón  Si 
lio  ,  mirad  alia  en  et  mundo  quan  :4^  buena, 
gana  habla  el  Mercader  de  $us,  tratos-  y  nego-^ 
$ios¿  so,  l*  TO$a?  y  $ohx§  i&Qsa,y  entpdQstieiii?* 


3%.     La  Reíi^io>a  Ilustrada. 

pos  gusta  de  oír  donde  se  compra,  y  vende  bien. 
Y  el  Labrador  habla  de  buena  gana  de  sus  tri- 
gos, y  cosechas.  Y  ei  Pastor  de  sus  corderos  y 
cabritos.  Y  en  fui,  cada  uno  habla  de  buena 
gana  de  lo  que  toca  á  su  oficio.  Pues  tu  ,  Re- 
ligiosa, que  has  dexado  el  mundo,  y  te  has  en- 
cerrado en  ese  Monasterio  para  tratar  de  per- 
fección, si  amas  mucho  á  Dios,  y  tienes  estima 
de  las  cosas  espirituales,  todo  tu  gusto,  y  re- 
creación será  tratar  de  estas  cosas.  Y  así  es 
muy  buena  señal,  quando  una  Religiosa  gusta 
de  hablar,  y  tratar  de  Dios :  y  mala  ,  quando 
no;  según  aquello  que  dice  San  Juan:  lpsi  de 
mundo  sunt,  ideo  de  mundo  loquuntur.  Son  del 
mundo,  y  por  eso  hablan  de  las  cosas  del 
mundo.  Tu  eres  de  Dios,  y  de  Dios  has  de  hablar, 
A  la  buena  Religiosa  danle  en  rostro  las 
conversaciones  vanas,  é  imperanentes :  y  las 
conversaciones  de  Dios,  y  de  cosas  buenas  le 
son  mas  dulces  y  sabrosas,  que  la  misma  miel. 
De  aquí  es,  que  el  Alma  muy  aficionada  á  Dios 
para  su  honesta  recreación,  y  alivio  de  sus  tra- 
bajos y  enfermedades,  no  tiene  necesidad  de 
distraerse  en  conversaciones  de  cosas  imperti- 
nentes y  ridiculas  ;  por  que  estas  como  no 
las  ama,  antes  le  acrecientan  la  pena,  y  el  tra- 
bajo. Lo  que  le  consuela,  y  alivia  es  hablar,  y 
oír  hablar  de  las  cosas  que  ama  y  desea;  y  a«í, 
leemos  de  SShtá  Clara,  Teresa,  Catalina,  y  otras 
Siervas  de  Dios,  que  nunca  se  cansaban  de  ha* 
%blar  de  Dios.,  antes  esa  era  su  recreación  ,  y 
medio  para  estar  mas  fuertes- y  sanas,  y  para 

des- 


La  Religiosa  Ilustrada.    39* 

íescanso,  y  alivio  de  sus  enfermedades  y  tra- 
bajos: por  que  hablando  de  Dios,  se  ■  inflama- 
ban, y  encendían  mas  en  su  amor,  que  es  muy 
propio  de  semejantes  conversaciones;  como  lo 
vemos  en  aquellos  dos  Dicípulos,  que  iban  ai 
Castillo  de  Emaus  hablando  de  estas  cosas : 
Nonne  cor  nostrum  ardens  erat  in  nobn.  Y  tu 
quizá  lo  has  experimentado  alguna  vez,  salien- 
do de  alguna  conversación  espiritual  mas  mo- 
vida, y  devota  que  de  la  oración.  Yo  no  me  ma- 
ravillo de  esto,  pues  sá  que  el  Señor  tiene  offe- 
cido,  que  donde  dos,  ó  mas  se  juntan  á  tratar 
tales  cosas,  está  él  en  medio,  asistiendo,  y  com- 
placiéndose. 

Por  el  contrario,  si  tu  trato  y  tus  palabras 
no  son  de  Dios,  sino  de  cosas  impertinentes  y  vi- 
ciosas, te  llenarás  del  mil  defeftos,  y  caerás  en 
grandes  precipicios:  In  multiloquio  non  deertt 
feccatum,  dice  el  Espíritu  Santo.  Los  Maestros 
de  espíritu  comparan  aquella  persona  que  tie- 
ne la  boca  abierta  en  continuas  parlerías,  coa 
un  vaso  sin  cobertera,  el  qual  mandó  Dios,  que 
fuese  tenido  por  inmundo  :  Vas,  quod  non  ha* 
buerit  operculum,  nec  ligaturam  desuper,mmun» 
dum  erft :  por  que  está  espuesto  á  recibir  qual- 
ouiera  inmundicia,  y  llenarse  de  polvo.  Así  la 
Religiosa  que  no  tiene  cerrada  la  boca  en  tiempo 
de  silencio,  está  expuesta  á  recoger  muchas  in- 
mundicias, y  polvo  de  pecados  y  faltas.  Lo  que 
claramente  dice  el  Eclesiástico:  Qui  mulns  uti- 
tur  verbir,  Udit  animam  suam.  Y  San  Doroteo 
afirma  que  donde  hay  abundancia  de  palabras,. y 


4<>«     La  Reh'gtofa  Ilustrada. 

poco  recato  en  el  hablar,  todos  los  sentimientos 
celestiales  se  apagan.  Mire  pues,  la  Religiosa  , 
quan  caro  le  cuesta  un  vano  consentimiento 
que  toma  en  hablar  palabras  vanas,  y  sin  pro- 
vecho. Y  no  se  espante  si  se  ve  poco  medra^ 
da  en  el  espíritu,  y  poco  regalada  de  los  gus^ 
tos  del  Cielo,  pues  tan  descuidada  anda  en 
quitar  este  impedimento, 
L  Hija  de   la  loquacidad  es  la  murmuración  ; 

por  que  quien  habla  mucho,  fácilmente  da  en 
satirizar  los  hechos  ágenos.  Este  vicio  tan  famN 
liar  á  quien  vive  dentro  de  los  Claustros,  debe 
desterrar  de  sí  quien  quiere  agradar  á  Dios,  y 
aprovechar  en  el  espíritu.  Un  gran  General  de 
una  esclarecida  Religión,  en  los  principios  de 
su  fundación  dio  á  luz  varias  Instrucciones  pa^ 
ra  encaminar  el  espíritu  á  sus  Religiosos ,  y  lu 
brarles  de  las  ocasiones  de  cometer  faltas.  Des-* 
pues  hizo  consulta  con  los  Padres  mas  graves, 
pidiéndoles,  dixesen,  ¿si  quedaba  cosa  que  re^ 
mediar  ?  Respondieron,  que  á  todo  se  había  da^ 
do  muy  buena  providencia :  pero  que  quedaba 
«na  puerta  abierta  á  pecados;  esto  es,  la  mur-* 
muracion.  No  se  puede  remediar  por  ningún 
|   #  Superior,  sino  que  importa  que  en  esto  cada  uno 

sea  Superior ,  y  Médico  de  sí  misma,  hablando. 
de   todos   bien. 

Para  tratar  esta  tan  importante  materia  co- 
mo se  debe,  consideremos  el  principio,  y  pro-* 
gresos  de  la  murmuración;  de  esta  manera  le 
cobraremos  horror,  y  la  abominaremos.  ¡  Veo  su 
nacimiento,  y  ¡  ó  qué  padres  tan  infames  la,  en*, 


V 


La  Religiosa  Ilustrada.        4** 

pendraron  í  Tiene  por  padre  al  demonio  ,  y 
fot  madre  á  la  venganza  ;'por  que  el  demonio 
fué  el  píimef  murmurador,  y  murmuró  de  Dios, 
guando* dixo  áEva:  Cuf  pttecepit  vobis  ?  ¿Por 
qué  os  ha  mandado  que  rio  comieseis  de  esta 
ínanzarta  ?  Este  es  un  precepto  tiránico  ;  él  tie- 
ne zelo  de  su  Divinidad*  quiere  ser  soló  á  i  rei- 
nar, como  Dios;  y  por  que  vé  que  comiendo  ti 
de  esa  manzana  seréis  como  él ,  por  eso  os  lo 
ha  prohibido.  He  aquí  murmurado  á  Dios,  para 
Consuelo  de  quien  es :  murmurado;  pues  Dios 
fué  el  primer  murmurado  i  Y  confusión  de  quien 
murmura;  pues  el  demonio  fué  el  primer  mur- 
murador. Tiene  por  madre  la  venganza ;  por  que 
el  demonio,  precipitado  del  Cielo,  quiso  ven- 
garse de  Dios,  haciendo  que  una  criatura  tan 
privilegiada  de  él,  le  ofendiese*  Así  que  la 
murmuración  es  venganza  de  Almas  viles,  que 
no  pueden  vengarse  de  otra  manera.  Las  Almas 
grandes  sé  desdeñan  de  murmurad  Advierte  Ole- 
astro, que  quando  los  Israelitas  murmuráronle 
Moisés,  fué  el  vulgo,  y  no  los  nobles;  y  se 
saca  de  la  pena  que  Dios  dio  á  los  murmura- 
dores :  Immisit  Mis  serpentes  Ígnitos  ;  los  qua- 
les  solo  destruyeron  la  parte  inferior,  é  ínfima  i 
del  pueblo  :  DeVoravit  ignis  extremam  castro- 
rum  partém* 

Después  de  haber.. visto  el  principio  de  la 
murmuración,  veamos  los  progresos  de  este  hor- 
roroso monstruo*  Veamos  como  se  estiende  por 
todas  partes*  para  que  sepa  la  Religiosa  que 
debe  poner  todo  cuidado  para  no  alistaras  ba^ 

m 


4*.         La  Religiosa  Jliutrai* 

%p  de  sus  varaderas,  asegurándola  coa  Santiago, 
que  es  vana  la  Religión  para  quien  np  refren* 
$u  lengua:  Si  quis  existimat  se  Religiosum  essef 
non  refrenans  liguam  suam,  sed  seducens  cor 
suum,  hujus  vana  est  Religio.  El  Angélico  Doc-. 
tor  Santo  Tomás  reconoce  quatro  grandes 
ramas  de  este  pestilente  árbol.  La  primera 
es  el  decir  cosas  en  perjuicio  de  otro.  La  se- 
gunda, el  exagerar  las  cosas  verdaderas.  La  ter- 
cera, echarlas  al  público,  quando  son  secretas. 
La  quarta,  enterar  en  las  intenciones  de  los 
otros,  y  sacar  fuera  lo  que  no  hay,  ni  huvo 
jamás  en  ellas:  Detrabere  dirette  fit  quadrupli*. 
citen  Uno  modo,  quando  falsum  imponit  alteri* 
Secundo,  quando  falsum  auget  suis  verbis.  Ter- 
tío,  quando  oceultum  revela*.  Quarto,  quando  ti 
quod  est  bonum,  dicii  mala  intentione  fa&um. 

La  primera  rama  es  inventar  cosas  falsas 
contra  el  próximo.  Dios  castiga  este  delito  aun 
en  esta  vida,  sin  aguardar  al  juicio,  ni  á  la  mu- 
erte. Aqui  levanta  tribunal  para  castigar  aque- 
lla lengua  que  se  atrevió  á  inventar  calumnias 
contra  el  inocente.  Aquellos  viejos,  encanecí* 
"¡  dos  en  el  vicio,  que  se  atrevieron  á  calumniar  á 

fu  la  casta  Susana,  tuvieron  aquí  en  esta  vida    su 

castigo,  siendo  apedreados.  Este  vicio,  de  esta 
manera  es  difícil  que  pueda  caber  en  Alma  baiw 
tizada:  no  digo  Religiosa,  por  que  no  se  pue- 
de creer  tal. 

La  segunda  rama  de  este    árbol    pernicioso, 
es*  el  exagerar.   Aquí  fácilmente    se    cae.    Será 
k  falta    muy  ligera  \  pero,  la  lengua  que  la  re- 
i  '  £- 


i 


m> 


La  RfHgiosa.  Ilustrada.      4?; 

flere  añade  tanto  de  lo  suyo,  que  ya  no  paree* 
sino  muy  grave.  La  caridad  disminuye,  no  au- 
menta las  faltas  del  próximo.  Christo  nuestro 
bien  en  el  día  del  Juicio  no  aumentará  los  de- 
litos de  los  reprobos,  sino  que  los  disminuirá j 
por  que  no  les  echará  en  la  cara,  ó  los  adul- 
terios, ó  los  homicidios,  ó  los  robos  -y  nada  de 
esto,  sino  unas  cosas  mas  civiles  :  Esurivi,  & 
non  dedistis  mihi  manducare  *,  sitivi,  &  non  de* 
distis  mihi  bibere\  herpes  eram,  (3  non  colle* 
gistis  me  j  infírmusy  &  non  visitastis  me*  Yo 
tuve  hambre,  y  no  me  disteis  de  comer :  tuve 
sed,  y  no  me  disteis  de  beber;  estuve  pasage* 
to,  y  no  me  disteis  hospicio  ;  estuve  enfermo, 
y  no  me  visitasteis,  &c. 
.  La  tercera  rama  de  este  pestilente  alboí  es 
el  publicar  la  falta  que  estaba  oculta,  aunque 
fuese  verdadera.  La  caridad  encubre  las  faltas, 
no  las  saca  á  luz.  El  Ángel  perturbaba  las 
aguas  de  la  Piscina,  para  que  no  se  viesen 
las  llagas  de  los  enfermos  que  estaban  en  ella. 
Tu  quando  te  encuentras  en  conversaciones  , 
donde  se  descubren  las  llagas  agenas ,  seas  An« 
gel,  que  perturbes  el  agua  ;  esto  es,  perturba 
con  destreza  el  discurso,  y  salta  á  otra  con- 
versación, mudando  de  plática,  como  ya  insi- 
nuamos arriba. 

La  quarta  rama  de  este  maldito  árbol  t$ 
entrar  en  la  intención,  y  no  pudiendo  mor- 
der la  acción  que  es  buena,  te  pones  á  decir, 
que  el  otro  hace  la  obra  buena  por  respetos 
humanos,  por  ser  alabado,  y  quieres  apropiar-* 


- 


44*    La  Religiosa  Ilustrada. 

1%  el  oficio  tíe  Dios,  á  quien  solo  'pertenece/ 
examinar  los  pensamientos-.  Esta  es  una  :  gíatf 
ihalicia,'  y  denota  un*  Corazón  muy  maligno* 
Dexa  á  Dios  los  senos  del  corazón ,  pues  él. 
solo  es  :  Scrutatot  cordium.  Tú  alaba  la  obra4 
Buena  que  ves,  y  no  te  metas  en  mas.  El  Di-* 
yino  Esposó  dixo  al  Alma  santa,  que  sus  ójoV 
eran  de  paloma  :  Oculi  tui  columbamm  En  los 
ojos  están  simbolizados  los  pensamientos,  y  Fof 
juicios 'del  entendimiento.  La  paloma  en  todos1 
íus  pasos  y  vuelos,  siempre  mira'  á  su  pecho 
y  corazón.  Haz  tii  lo mismo,  mira  siempre  tufr 
defeceos»  que  son  muchos,  y  no  pasaras  á  pét& 
s"ar  mal  de  la  intención  de  los  otros,  como1  di-* 
ce  el  Venerable  Padre  Niererñberg.      -  i 

No  debo  déxaf  aquí  esta  perniciosa  falta  de 
Ja  lengua,  y  es  el  sembrar  zizaña  entfe  una  ? 
y  otra  Religiosa.  Esta  es  acción  de  una  Alma! 
sin  Alma,  de  una  persona  sin  reputación,  y  áé 
íin  espíritu  diabólico,  y  verdaderamente  sede-* 
be  desterrar  de  las  Comunidades»  Quando  dé-» 
bias  tú  apagar  la  llama  que  se  enciende-,  y 
hierve  entre  dos  Religiosas,  lá.  aumentas*  con 
añadir  leña,"  con  referir  que  la  otra  "ha  dicho 
tales,  y  tales  palabras  perjudiciales  á  tü 'estimación* 
Fstas  personas  debían  huirse,- como-  ruina  de  "14 
Comunidad.  La  fiera  mas  fiera  del  bosque \ 
no  es  él  oso,  ó  ei  kon,  por  que  despedazan 
por  comer  ;  es  la  serpiente,  por  que  iríuerdfc 
por  matar.  Que  dos  personas  apasionadas  imir- 
i^tíren,  tienen  la  escusa  "para  desfogarse  de  ia 
pasión;  pe'ro  "tií  que  llevas  el  ramiüete,**>t¿e- 
(   •  ncs 


<t 


ha  Religiosa  fimtrndá .     45:. 

¿iQS,  pasión  alguna,  que  pueda,  excusarte,, ,•■.  sin» 
.que,  tienes  el  fin  de  envenenar  la  ComunidacJ. 
I)eben  las.  personas  prudentes,  no  creer  á  raleas 
novelas  5  por  que  quien  tiene  condición  tan  in- 
Ya  me  que  hace  tales  acciones,  aunque  mentiro^ 
sas,  es  mentirosa;  y.  asi  no  merece  crédito,  ~si~ 
lno  improperio.  De  una  muger  de  esta  costum- 
bre se  refiere,  que  estando  para  morir,  sacó  la 
lengua  á  .vista  ,de  los  que  la.  jásistian  ,  Jy<  ,cop 
'graaide  dolor  dixo :  Esta  .lengua  es  la;  que;;  ine 
fondena.  Pues  para  que  á  tí  no  te  juceda  otía 
tanto,  tenia  biea, cerrada  xon  la  llave  del  silen- 
cio,/ para  que  no  hable  stno  rmra  alabar,  á  Dio?, 
'para  confesar  ^tus , culpas,  y.  para  aprovecharla 
tus  próximos,  cuie  son  los  fines  pata  que  te  fa 
*dió  su  MagestacL*  ,    -  "    ,    ■;'    /.,^<?,;.  ,    V 

Í>¿    JLA .  CARIDAD,  T    UNIQN,  ENTRE 


I 


.J  A  Venerable  Juana  de  ía  Cruz-  tenia 
gran  fomti&ríá&d  con  su  Angei  Custodio.  Ror- 
góla  ti  ira  persona  devota  suya,  le  preguntase  al 
ylngel  bendito>  ¿  qué  cosa\debia  tener  en  el  cue- 
razo n  para  agradar  al  Señor?  Y  le 'bolvi$  la 
respuesta,  que  fue,  que  tubtese  tres-  cosas  rOni~ 
&on>  silencio j,  y-  paz*.  Estas  hacen  espiritual  á 
.una  persona.;  Ya  hablamos  arrtba  de  l£  oración^ 
y  del  sileaG-io^Digambs'»  ahora  alguna  cosa  de 
Ja  pa?,.  y  cajEi(iad>  ^ue:  debe- ■, >-e$tar¿.  y  reinar  m 

las  - ' 


'4&.     La  Religiosa  Ilustrada. 

!as  Comunidades.  Pues  como  dicen  los  Maestro* 
de  espíritu  Religioso,  Comunidad  quiere  decir 
Como  unidad.  Que  han  de  estar  todas  tan  uni«* 
das ,  como  si'  fuesen  todas  una.  Por  lo  qual 
tío  ha  de  haber  facciones,  divisiones  y  partidos. 

San  Bernardo  distingue  tres  suertes  de  paz, 
dos  viciosas,  y  una  virtuosa  :  Est  pax  Wa  , 
est  pax  incrdinatdy  est  pax  Christiana.  La  paz 
fingida  es  mostrar  exteriormente  benevolencia  , 
y  abrigar  en  el  corazón  el  rencor.  De  estas 
personas  se  lamentaba  David  :  Circumdederunt 
fne  sicut  apes.  Las  avejas  llevan  la  miel  en  la 
boca,  pero  ocultan  el  aguijón  con  que  hieren. 
"Así  son  algunas,  bellas  palabras,  buena  cara ; 
^pero  el  aguijón  está  en  el  corazón,  ei  rencor  , 
y  aversión  en  ei  Alma. 

La  segunda  paz,  est  pax  inor dinata  ,  paz 
desordenada.  Quando  por  mantener  la  paz  ,  y 
•dar  gusto  á  la  compañera  se  cometen  faltas,  é 
inobservancias,  como  hizo  Adán,  que  por  no 
-disgustar  á  Eva',  comió  de  la  fruta  prohibida. 
j  Maldita  paz!  dar  disgusto  á  Dios  ,  por  dar 
gusto  á  las  criaturas!  No  quiera  Dios  que  se 
•encuentre  jamás  esta  paz,  que  mueve  guerra  á 
-la  Religión,  y  es  causa  que  Dios  sea  ofendi- 
do. Esta  paz,  dice  el  Venerable  Padre  Arbiol* 
es  perniciosísima  á  la  Religiosa,  y  así  debe  huir 
de  ella,  y  precaverse  lo  mejor  que  pueda,  por 
que  si  no  lo  hace,   caerá  en  grandes  precipicios. 

La  tercera  paz  virtuosa,  Christiana,  y  Reli- 
giosa, es  aquella  que  Christo  traxo  al  mundo, 
y  quiso  que  la  candasen  Jos    Angeles    en    su 

na- 


-■ 


La  Ref idiosa  fímtráda.        47. 

freimiento:  In  térra  pax.  Y  el  mismo  Christo  * 
la  anunció  á  los  Apóstoles  en  su  Resureccion, 
dándoles  esta  su  salutación  por  que  saluda  i 
una  Comunidad  Apostólica:  Pax  vobis.  Esta 
paz  es  -la  candad  que  debe  reinar  en  los  Cláus, 
"tros  Religiosos,  sin  la  qual,  dice  San  Agustirt 
qué  los  Monasterios  son  infiernos,  y  los  habita- 
dores son  diablos  :  Monasterio,  sunt  tártara,  & 
habitatores  sunt  diaboli.  Por  que  en  donde  no 
hay  caridad  y  paz,  reina  la  ira¿  embidía,  sobcr- 
via,  ^  mentira,  murmuración,  odios,  juicios  teme- 
rarios, y  falsos  testimonios,  como  dice  el  Ve- 
nerable Padre  Séñeri. 

El  Santo  Profeta  David,  queriendo  descu- 
brir la  bella  Jerusalen,  con  respedo  á  la  Jeru- 
salen  Celestial,  no  la  alabó  por  las  Torres,  que 
-con  su  alteza  llegaban  á  querer  encontrar  las 
estrellas;  ni  por  las  murallas,  que  con  triplica- 
do recinto  la  declamaban  tres  veces  Reina  :  no 
por  el  Templo  adornado  de  oro  y  plata,  un 
Cielo  baxo  el  Cielo  ;  ni  por  el  alto  sitio  délas 
colinas,  sobre  las  quales  puesta,  miraba  baxo 
de  sí  como  vasallas  las  Provincias:  por  nada  de 
esto  la  alabó,  solo  la  alabó  por  la  paz:  Posuit 
fines  tuos  pacem.  La  paz  pasea  por  las  calles,  la 
paz  reina  en  los  •  Palacios  ,  la  paz  guarda  las 
puertas,  la  paz  vela  en  sus  confines:  Posuit 
finés  tuos  pacem.  No  hay  en  ella  Hamo,  &  ho- 
mo riatus  est  in  .ea¿  Mas  todos  Son  un  corazón 
-f  una  Alma.  Así  diré  yo :  Aunque  sea  una 
Comunidad  Religiosa  rica  por  las  pompas  y 
magnificencias  de   la  Iglesia,  todo   esto    nada 


4§..     La  %Rel?zió<a  Ilustrada* * 

¿mpqfta,. si  la-  caridad,  la  unión,  la  paz-  no.^s. 
doméstica  y  familiar,  si  hay  divisiones,  faccio- 
nes ( y  quiebras   de  caridad. 

Yo  no  entendía  por  qué  el  Esposo  trompa- 
raba"  las  mexillas  de  la  Esposa  lia  granada.: 
Gente  tuce  sicut  fragmen  malí  punid.  La  grana- 
ba es  fruta  rústica*  áspera  y  de  corteza  poco 
agradable.  ¿  Pues  faltaban  otras  frutas  á  qu.e 
^compararlas,  que  fuesen  mas  hermosas  ?  Pero  des- 
pués entendí  la  razón.  La  granada  es  una  fru- 
,|a  quevcontiene  dentro  de  sí  una  numerosa  famjlia 
Ae  granitos,  los  quales  están  entre  sí  tan  unidos  y 
¿brazados,  que  parecen  identificados  ,  parecen 
¿una  misma  cosa,  Las  mexillas  de  la  Esposa -signifT- 
.<can  las  Comunidades,  Religiosas,  donde  han  de 
.^star  tan  unidas  entre  sí  ,  como  los  granos  en 
la  granada,  sin  división,  sin  parcialidad,  sin 
Jfacciones,  y  en  clausura.  La  una  no  murmure 
jáe  la  otra.  La  una  no  satirice  á  la  otra.  La 
l^na  no  hable  con  sacudimiento  á  la  otra;  sino  que 
unas  á  otras  se  alaben,  se  animen,  se  ayuden, 
i$e  sirvan,  y  se  fervoricen  en  el  servicio.  d£ 
Dios,  y  entonces  la  Comunidad  se  hará  inex- 
pugnable á  todo  el  infierno,  y  los  demonios 
conjurados,  jamás  podrán  ultrajarla,  como  ase- 
gura  San,  Basilio.- 

Licurgo,  al  fabricar  la  Ciudad  de  Esparta, 
jio  quiso  levantar  murallas;  por  que  decía,  que 
Ja  .concordia  de.  los  Ciudadanos  ha  de  servir  de 
muros:  por  que  estando  aquellos  unidos,  nir>- 
gun  Exercito  puede  dar  pena  ni  trabajo  d  Lft 
^Ciudad.  jCon  mas  razón  s&  difpe,  decir  €$to4fi 


La  Religiosa  llrntráád.     45>- 

m  Comunidad;  ÍÑ   !■•*  caridad  Y  unío* 
es  mas   poderosa,  que  la  que   Licurgo  .deseaba 
Ai  sus  Ciudadanos  i  "Por  que  aquella  era  natu- 
ral; pero   ésta  es  sobrenatural,  y     procede_    de 
Dios,  y  así  será  cosa  verdaderamente    de  Dios. 
Quando  Jacob  encontró    unidas    aquel  as    pie- 
dras que  le  habían  servido  de  almohada,  .dúo. 
VéreDótnut  Dei  cst  hic.  Así,   quando  en  una 
Comunidad  veamos  Unidas  á  las  Religiosa»;  di- 
remos entonces  nosotros:  FertDomus  Detesthtu 
■  Imagínese  la  Religiosa    miembro    vivo    del 
tuerpó  dé  su  Comunidad,  y  entienda,  que  qual^ 
quiera  movimiento  que  no  sea  muy   mesurado* 
y  medido  con  las  Reglas  de  su  Instituto,  o    le 
causará  á  ella  Una  especie  de  desunión,  o  do- 
lor en  lo  demás  del  cuerpo  :  por    lo    qual    es 
tnuv  necesario  que  ande  siempre  muy  "Unida  y 
hermanada  con  todas;  (pero  con  ninguna  ten- 
drá amistad  particular,  que  es    el   origen   K» 
.todos  los   despfdéhes  que  á  veces  se  hallan  en 
las  Comunidades,  y  cosa  muy    opuesta    a   m 
realas  de  la  verdadera   caridad, ...y    al,  espíritu 
«le  la  Religión.)  Y   para  esto  conduce  .mucho 
<me   se  acostumbre,  á    decir   siempre  , bien  ,  ;y 
aplaudir  los  dichos,  y  pareceres- de  K^emas, 
quebrantando  el  suyo  propio,  nunca  porfiando , 
m  pretendiendo  salir  con  la  suya:   Por  que  el 
querer 'hacer  esto,  es  la  cosa  que,  mas  se  oggf- 
-ne  á  la  caridad, y  unión  para  con  nuestros.her- 
íiianos.  Y  para,  conservarla,  importa  mucho,  quf 
quando  se  .  nos  .ofrecen  á  los  ojos  4ac  faitas  fe 
¿aquellas  eeraonas  -coa.  quienes  YÍv¿#o%,yvños  pa^ 


'; 


I 


io.    La  Religiosa  Ilustrada. 

fecén  ser  intolerables,  pensar  serlo  mucho  ma* 
aquel  juicio  siniestro  que  nosotros  de  ellas  ha-; 
cemos,  y  mucho  mas  dañoso  que  no  ellas  pa- 
ra nuestras  Almas.  Procure,  pues,  la  Religiosa, 
y  todos  apagar  luego  qualquiera  centella  da 
enojo  ó  pesadumbre  que  se  ofreciere  con  nues- 
tros hermanos,  cumpliendo  lo  del  Apóstol  San 
Pablo :  Sol  non  occidat  stiper  iracundiam  ves-~ 
tram.  ¡  O  qué  merecimientos  ganarías,  si  así  lo 
hicieses,  venciéndote  á  tí  misma !  Mucho  te 
ayudará  para  esto,  si  empleas  el  dia  en  santas 
meditaciones,  en  conversaciones  fervorosas,  y  ea 
obras  puras,  y   bien  intencionadas, 

INSTRUCCIÓN   VIII. 

DE  LA  DEVOCIÓN  A  LA  VIRGEN  SAN* 

tisimop 


T 


Odos  debemos  ser  muy  devotos  de  la  San» 
tísima  Virgen,  y  quien  no  ama  á  esta  gran 
Reina,  ó  no  tiene  corazón  en  el  pecho,  ó  no 
merece  tenerlo:  y  quien  no  pone  sus  ojos  ea 
la  belleza  de  esta  grande  Alma,  y  con  los  ojos 
todo  su  afecro,  ó  es  ciego,  ó  merece  serlo  : 
Ata  ccecus  est,  aut  ccccus  esse  debct>  qui  ham 
ftdchritudinem  non  amat.  Pero  mas  en  particu- 
lar deben  esmerarse  en  esta  devoción  las  Re- 
ligiosas, por  que  profesando  la  perfección  ,  y 
anhelando  alcanzarla  ,  deben  ser  devotas  de 
aquella  que  sustenta  y  alimenta  con  su  leche  á 
los  que  caminan  á  la  perfeccion;  como  dice  Saa 

Bue- 


u^   I 


La  Religiosa  Ilustrada,     jhfc 

Buenaventura:  O  Nutricem  san&itatis ,  cujui 
la&e  nutriuntur  quotquot  sunt9  &>  fuerunt  SanSfiy 
i¿  Justi\  jO  Nutriz  de  la  santidad,  con  cuya 
leche  se  sustentan  quantos  son ,  y  han  sido 
Santos  y  Justos!  Y  yo  aseguro  á  las  Religio- 
sas^ que  á  medida  de  su  devoción  á  la  Virgen 
Santísima,  crecerá  su  espíritu,  su  perfección,  y 
estima  de  la  vocación. 

A  mas  de  esto,  por  otro  motivo  deben  las  Re- 
ligiosas profesar  muy  tierna  devoción  á  la  Ma- 
dre Santísima,  por  que  ella  es  Reina  de  la! 
Vírgenes,  y  las  Vírgenes  consagradas  en  los 
Claustros  militan  baxo  de  su  vandera  :  Áddu~ 
centur  Regí  VirginsT  post  eum.  Y  ella,  segur* 
San  Chrisóstomo,  las  conserva  en  su  pureza,  y 
libra  de  manchas  su  candor.  De  donde  el 
Santo .  exórta  á  todas  las  que  se  precian 
de  la  flor  de  su  virginidad,  á  acogerse  baxo  de 
su  manto,  como  á  su  refugio  :  Quicumque  estis 
Virgines  ad  Matrem  Domini  confugite  villa  enim 
pulcherrimam,  pretiosissimam,  &  ¡ncorruptibilem 
ppssessionem  patrocinio  suo  vobis  conservabit.  A 
mas  de  esto,  las  Religiosas  que  atienden  á  ad- 
quirir  .las  virtudes,  deben  pues,  tener  una  idea 
de  donde,  copiarlas.  Ahora  pues,  á  la  Virgen 
llamó  el  Idiota :  Ornnium  virtutum  moralium 
idea  :  Una  idea  de  todas  las  virtudes  morales*, 
De  la  Virgen  pueden  copiar  la  humildad,  Ist 
caridad,  la  pureza,  la  modestia,  la  penitencia., 
en  fin,  todas.  Yo  quisiera  que  todas  las  Reli- 
giosas, para  empaparse  en  la  devoción  de  la 
Virgen,  consiguiesen  aquel  favor  que  hizo  Je- 
(H)  SUi 


51.     La  Religiosa  Ilustrada. 

sus  á  Santa  Matilde,  la  qual  suplicando  a! 
Señor  la  diese  una  tierna  devoción  á  su  Madre 
Santísima,  se  le  apareció,  y  acercándola  la  bo- 
ca á  su  corazón,  le  dixo:  Hauries  bine  quid- 
quid  Matri  mece  impenderé  cvpis.  Saca  de  mi 
costado  lo  que  quisieres  dar  de  obsequio  á  mi  Ma- 
dre. Y  quedó  llena  de  una  tiernísima  devoción, 
y  de   un  filial    amor  á  la   Virgen  Santísima. 

Mas  vengamos  á  la  práélica.  Dice  San  Ber- 
nardo: Devotio  est  rete  cordis.  La  devoción  es 
una  red  de  oro,  que  ata  al  corazón  de  María. 
Mas  los  lazos  que  forman  esta  red,  son  las  obras, 
el  amor  práctico,  el  afeólo  á  obrarle.  Si  me 
preguntan,  ¿como  se  hace  esto?  Yo  lo  reduciré 
todo  á  una  palabra,  que  contiene  muchas:  Amo-» 
re,  more,  ore,  re*  Con  el  amor,  con  las  cos- 
tumbres, con  la  boca,  y  con  los  hechos.  Con 
amor,  amándola  entrañablemente,  y  con  afe&o 
verdaderamente  filial,  llamándola  Madre,  como 
hacia  San  Estanislao  Kostka,  de  nuestra  Compa- 
ñía, diciendo  :  La  Virgen  es  mi  Madre:  recur- 
riendo á  ella  con  verdadera  confianza  en  todas 
sus  necesidades,  teniéndola  entre  dia  siempre 
en  la  memoria.  Acordaos  de  lo  que  dice  San 
Pedro  Da  miaño:  F ulives  Angelí  ,  qui  Beatce 
Virginií  habent  presentían;,  nos  memoriam  .  in- 
terim  consclemur  nos  suavitate  .memtrice  ,  doñee 
dulce  diñe  presentí  ce  recree>nur\  ¥A\\  es  angele*, 
que  gozan  de  la  presencia  de  la  Virgen  ;  no- 
sotros tenérnosla  memoria,  entre  tatito  ro.i  Vá- 
mosnos con  la  suavidad  de  la  memora,  hasta 
-que  nos  recreemos  con  la  dulzura    de  su   prf- 

sen- 


v 


^ 


ha  Religiosa  Ilustrada,     yj. 

«encía.   Después  more,  con  las  costumbres,   pro-r 
curando   quarito  sea   posible  imitar  sus  virtudes, 
particularmente  la  protunda  humildad,  de  la  qual 
es  Maestra,  y  perfecta  idea.  Mas  ore,  con  la  bo- 
ca,  gustando  de    hablar  y  oir  hablar  de  sus  vir- 
tudes, rezando  con  devoción  sus  oraciones,  par- 
ticularmente el  Santo  Rosario.  Por    último  re, 
con  los   hechos  $   pues  según  dice  San  Gregorio: 
Probatio  dileSttonis   exhibhio   est  operh.  La  prue- 
ba del  amor  es  la  obra.  ¿Y  qué  se   puede    ha- 
cer? Oye  lo  que  puedes  hacer  cada  año,,    cada 
mes,  cada  semana,  cada  dia,  cada   hora*    Cada 
año,  celebrar  sus  fiestas  con  ayuno,  Confesión  y 
Comunión.  Cada  mes,  tomar  el  primer  dia  pa- 
ra dar  cuenta  de  como  te  has  portado,   espole- 
ándote á  la  perfección.  Cada  Sábado ,    ayunar  , 
celebrar  sus  Dolores,  ya  que   el  Sábado^está  de- 
dicado á  su  Martirio.  Cada  dia,  tornar  una  de- 
voción duradera  y  permanente,  sin  jamás  dexar- 
la,  aquella   en  que  sientas  mas  devoción.    Cada 
hora,  al' tocar  el  relox,  una  Ave  María  á  esta 
gran  Reina.  Ahora  yo,  por    sello    á  "  toda    esta 
obra,   te  aseguro  que  si  tomas  de  veras  la  de- 
voción á  esta  gran  Señora,  dirás,  como  dice  Sa- 
lomón  de  la-  Sabiduría  :  Vemrunt    mihl   omnia 
lona  pariter  "cum  illa  :  Te  vendrán  c<mi  ella  to- 
dos los    bienes. 

Ea  pues,  Almas  Religiosas,  escoged  á  esta 
benignísima  Madre  de  Jesús  por  especial  Maes- 
tra, Madre  y  Abogada,  invocada  María,  salu- 
dad á  María,  pensad  en  María*  honrad  á  Ma- 
fia, glorificad  siempre  á  María.  Encomendaos  i 

Ma- 


^ 


?4.        L*  Religiosa  Ilustrada. 

Maria,  permaneced  en  la  celda  ó  aposento  con 
Maria,  callad  con  Maria,  alegraos  con  Maria  , 
doleos  con  Maria,  velad  con  Maria,  orad  con 
Maria,  andad  con  Maria,  descansad  con  Maria, 
buscad  á  Jesús  con  Maria,  cargad  á  Jesús  en 
los  brazos  con  Maria,  habitad  en  Nazareth  con 
Jesús  y  Maria,  caminad  á  Jerusalén  con  Maria, 
asistid  cerca  de  la  Cruz  con  Maria,  llorad  á 
Jesús  con  Maria,  sepultad  á  Jesús  con  Maria, 
resucitad  con  Jesús  y  Maria,  subid  á  los  Cie- 
los con  Jesús  y  Maria,  desead  vivir,  y  morir 
en  la  Religión  que  habéis  profesado,  con  Je- 
sús   y    Maria, 

CIENCIA  MÍSTICA,  T  RELIGIOSA. 


Muere,  si  quieres  vivir: 
Pena,  si  quieres  gozar : 
Baxa,  si  quieres  subir  : 
Pierde,  si  quieres   ganar. 

O.  S.  C.  S.  R.  E.  ,    &c. 


LV 


BREVES  DOCUMENTOS 

De  todo  lo  que  conviene   á  la 
Religiosa  para  caminar  á  la  ex- 
celencia de  su  perfección. 

¿ 
Qué  debe  hacer  la  buena    Religiosa** 

*'  A 

JT\  Mar   á    Dios, 
Aborrecerse   á    sí  misma» 
Negar  su  voluntad. 
Conformarse  con  la  Divina* 
Mortificar  sus  pasiones. 
Atender  á  sus  obligaciones* 
Desarraigar   los  vicios. 
Plantar  Tas  virtud.es. 

9.  Vencer  los  enemigos. 

10.  Ser  muy  exácla  en  el  cumplimiento 
de  la 'Ley  de  Dios,  y  Preceptos  déla  Iglesia* 

11.  Guardar  su  Regla. 

i  2.  Observar  los  Votos  de  su  Profesión* 

13,  Hacer  bien. 

14.  Sufrir  á  todos,  y  padecer  males  en  silen- 
cio por  Dios. 

Qué  debe  hacer  para  vivir  en  paz* 
I.     Huir  las  ocasiones   de  pesadumbres.    . 
a,    No  replicar,  rú  disputar  porfiadamente, 

3- 


2.. 

3- 

4- 

5- 

6. 

7- 
8. 


5¿.    La  Religiosa  ¡lustrada. 

3>     Callar,  y   trabajar. 
4.     No  entremeterse. 

5;.     Hacer  como  que  no  siente,  ni  ve,  ni  oye» 
6.     Humillarse,  y   procurar  vivir  á  solo   Dios, 
En  qué  se  debe  exercitar  mas  á  menudo. 

1.  En   la  caridad   y  compasión. 

2.  En  la  paciencia,  mansedumbre,  y  morti- 
ficación. 

3.  En  la  lección,  y  oración,  cuidando  de  te- 
ner en  sus  ocupaciones  las  manos  en  la  labor, 
y  el  espíritu   en   el  Señor. 

4.  En  la  meditación  de  la  Vida,  Pasión  y 
Muerte  de  Christo  Señor  nuestro,  y  en  los  Do- 
lores de  su  Santísima  Madre,  y  acciones  de  los 
jíSantos,  para  imitarlos. 

En  qué    debe    emplear    sus    lágrimas. 

1.  En  llorar  el  tiempo   perdido. 

2.  En  llorar   la   mala  vida  pasada. 

3.  En  ljorar  el    pecado  cometido. 

4.  En  llorar  de  compasión  del  próximo*  y 
ceguedad  con  que  se  vive  allá  en  el  mundo 
con  tanto    descuido  de  lo  eterno. 

5;.  Én  llorar  la  Pasión  de  Jesús  ,  y  penas 
de  Maria,  que  tanto  olvidamos. 

6.  En  llorar  por  el  deseo  de  la  Gloria;  y 
premio   prometido. 

7.  En  llorar  el  destierro,  y  miserias  de  es- 
ta    vida. 

A  qué'  ha  de  atender  para  confesarse    lien. 
j;     A  los  pensamientos  inmundos. 


La  'Religiosa  Ilústrala.        J7* 

2.  A  las  murmuraciones,  y  malas  palabra^ 

3.  A   los  juicios  temerarios. 

4.  A  los  defe&os  públicos  que  comete. 

*     $ .     A  las  pasiones  y  aficiones  desordenadas* 

6.  A  los  adiós  de  propiedad. 

7.  A  la  perturbación  de  la   paz. 

8.  Al   perdimiento  del  tiempo. 

9.  A  las  palabras  ociosas  y  picantes,  en  que 
yompe  y  hiere  la  caridad. 

10.  A  las  vagueaciones  del  entendimiento. 

11.  A  las  obras  hechas  sin  consideración  % 
sin   espíritu,  sin  voluntad,  y  por    costumbre. 

12.  A  las  faltas  de  la  Divina  Ley,  Preceptos 
de  la  Iglesia,  Reglas  de  su  Instituto  ,  y  transr 
gresiones   de   los  Sagrados  Votos. 

13.  A  los  pecados  mortales,  y  veniales  ad- 
vertidos. L 

14.  Al  poco  aprecio  que  hace  de  la  exce~ 
leticia  de  su  estado,  y  Profesión,  mayor  sin  du- 
da  alguna,  que  todas  las  grandezas  humanas.^ 

15.  Al  descuido  con  que  vive  de  caminará 
la  perfección,  y  de  procurar  con  veras  las  ver- 
daderas, y   sólidas  virtudes. 

16.  Al  mal  empleo  de  las  potencias,  y  mal 
"uso  de  los  sentidos.  * 

17.  Ala  gran  tibieza,  y  poco  espíritu  cok 
que  se  aplica  á  las  cosas  del  servicio  de  Diosf 
y  bien  de  las  Almas. 

18.  Al  mal  exemplo  que  da  con  su  vida 
poco  ajustada-,  y  del  abuso  que  hace  de  las  lu- 
ces y  conocimientos  con  que  el  Señor  le  favo- 
rece con  larga  mano,  para  <jue    entable    vida 

pe- 


;• 


y 8.    La  Relipiosd  Ilustrada. 

penitente,  santa,  y   mortificada,  con  que  adquie* 
ra  gran  perfección,  y  salve  su  Alma. 

19.  Antes  que  se  confiese,  considere  en  la 
presencia  del  Señor  con  mucha  humildad,  y  arre- 
pentimiento ,  y  santo  propósito  cada  defecto  en 
particular  ,  para  que  conozca  con  la  luz  del 
Cielo,  si  fué  venial,  ó  grave. 

20.  Al  confesarse  ,  empiece  siempre  por  la 
falta,  ó  faltas  que  le  dieren  mas  pena,  y  le  pa- 
rezcan mas  grandes  ,  para  que  el  demonio  no 
la  engañe  ,    y  las  calle. 

Qué  cosat   debe    huir  y  y    cautelarse. 
r.     Todo  peligro,  y    ocasión   de     ofender  al 
Señor» 

2.  La  familiaridad  con  los  hombres. 

3.  El  demasiado  tíato  con  toda  suerte  de 
personas  seglares,  aurtque   parezcan  espirituales» 

4.  La  especialidad  de  los  manjares. 
La  compañía  de  las  ociosas,  é  imperfectas» 
La  pésima  lisonja* 
El  pecado,  y  la    maldad. 
Toda   propiedad* 
La  lengua  mentirosa. 
El   propio  juicio,    y    voluntad ;  es  á  sa- 


6. 

7- 
8. 

9- 

ío. 


ber,  á  sí  mismo  sobre  toda  cosa. 

Qué  ha  de  praííicar  con  lar   Religiosas» 
I.     Amarlas  en  general,  y  en  particular. 
.2.     Servirlas  prontamente. 

3.  Mostrar   que  las  estima  como  Dios  manda- 

4.  Amonestarlas  dulcemente. 


La  Religiosa  Ilustrarla*     y?. 
f    f.    Tenerlas  compasión,  y  sufrirlas  con    p** 

Ciencia.  .  _  '. 

6.  Darles  en  todo  buen  exemplo,  y  tener  cui- 
dado de  ser  suave,  y  afable  con  todas. 

Oué  debe  observar  en  el \  Ucutorioé  Rex<¿ 

7.  Visitar  al  Señor  en  su  Templo,  y  pedir 
fez '  riara  servirle,  y   no  ofenderle. 

3.  Cerrar  los  ojos  á  la  vanidad, 
t    5.    Despedir  presto  los  negocios. 

4.  Estar  con  mucha  modestia,  y    gravedad 
•  Religiosa  sin  afedacion.  ^ 

t   £     Hablar  con  moderación,-  y    de  cosas    de 
edificación.  ...         .-_.,; 

6.  Pedir  con  discreción,  si  se  le  ofrece  al- 
guna cosa.  . 

7.  No  aceptar  alguna  curiosidad. 

8.  Evitar  el  preguntar  nuevas  de 
pasa  allá  en  el  mundo,  ni  entenderlas* 

$.     Si  las  dixeren  sin  preguntarlas , 
«óco^  gusto  en  oirías.  .  #  ' 

10.  Procurar  sacar  de  todo  fruto  espiritual 
para  su  Alma,  y  las  de  los  otros. 

11.  No  fiarse  sino  de  muy  pocos; 

Qué  ha  de  hacer  en  su    recogimiento. 
I    1.    Leer  buenos  libros  para    obrar    lo    q«é 
enseñan. 
%;  *¿     Meditar  para  inflamarse. 

3.     Ahuyentar  de  sí  los  malos  pensamiento^ 
*  4!    Estar  fcien  ocupada  para  n<r  darles  ea- 

(hda.  ■  * 

008  *• 


lo    que 
mostrar 


r 


r€o.    La  Religiosa  Ilustrada. 

5.  Manten»  el  Alma  penetrada  de  jamo* 
«tfe&os. 

v  4.     Acordarse  que  tiene    á  su  lado  el  Ange! 
Custodio,  y  que  Dios  la  está  mirando. 

7.     Pedirle  que  no    la   dexe  sin  su  amparo* 

$•    Serle    muy  agradecida* 

De  cómo  se  ha  de  haber  tn  el  Cor». 
i»     Asistir  con    puntualidad, 

2.  Desterrar  del  corazón  los  pensamiento* 
malos» 

3.  A&uar  bien  la  intención. 

4.  Pronunciar  bien  las  palabras  del  Oficio 
♦Divino. 

1     $>     Tener  atención  al  sentido  del  Psalmo,  é 
pensar  en  la  Pasión  de  Jesús,  ú  otra  cosa  uülf 
y  provechosa  al  bien  de  sü  Alma. 
\    €.     Aduar  con   viva  fé  la  presencia  de  Diosa 
manantial  de  grandes  bienes. 

De  como  se  ha  de  preparar  para  comulgar, 

Ia,  Hurtar  el  tiempo  á  las  ocasiones  vo* 
1-untarias. 

2.     Leer  algún  libro  devoto* 

3»     Recogerse  interiormente. 

4.  Vaciarse  de  sí  para  llenarse  de  Dios. 

5.  Purificar,  limpiar  bien  el  Corazón,  no  so-» 
lo  de  Jas  faltas,  sí  también  del  polvo  de  las 
imperfecciones. 

6.  Orar  con  fervor,  é  implorar  el  patroci* 
Dio  de  la   Madre  Santísima. 

7.  Llegar  á  recibir  al  Señor  (  deseando  te* 
fcer  las  virtudes  de  todos  los  Bienaventurados ) 

con 


La  Rentosa  Ilustrada*     6i¿ 

C6n  viva  fé,  temor  santo,  y  amor  grande. 

8.  Aprovecharse  de  huésped  tan  divino  ^  y 
pedirle  con  confianza  favores  especiales,  y  laa 
Tiroides  que  mas  necesita  su  Alma. 

9.  Temer  que  Dios  la  castigue  por  ir  ir** 
dignamente  á  recibirle^ 

10.  Procurar  entablar*  y  praóHcar  vida  nue«» 
fa,  santa,  y  fervorosa. 

Qué  h&  de  hacer  despuet    de   comulgar. 
1.     Retirarse  á  su  interior*  ofrecen  ai  Seño* 
todo  el  corazón,  Alma,  potencias,  y  sentidos» 
2*    Proponer-  al  Sefíor  sus    necesidades. 

3.  Resolverse-  con  su  ayuda  á  enmendarías* 

4.  Inflamarse  en  su  amor-,  y  darse  toda  á*  su 
Jlagestad  :  rogar  por  el  bien  de  k  Santa  Igle^ 
$¡a,  y  salvación  de  las  Alma»», 

5.  No  olvidarse  del  favor-qu&ha  recibido* 

6.  Mejorarse  en  un  todo» 

7.  Dar  ai  Señor  las  debidas,  y  afe&uosaa 
gracias. 

Qué  ha  d$  hacer  m  ta>   Oraeim* 

I.     Humillarse,  y  examinarse  bien. 

3*     Considerarse  en-  1$  prese p¿c\$  (&-D£o& 

3#     Arrepentirse  de  sus  pecados. 

4.     Apartar  de  sí  los-  cuidados* 

j>  Acordarse  de  la  Muerte*,  jtóc^  Infier- 
no, y  Gloria* 

6.  Meditar  la*  vidas  áe  tes  Saatpvy  esf>e«*. 
tíalmente  la  de  Jes&s,  y  Mana. 

%'  Reconoces  los  beneficios  de  DSov 


i 


, 


#*.      La  Rr1iatn<d  flmtr^d. 
8.     Pasearse  por  los  Coros  de  los  Santo*    \ 
-  j>.     Rogar  por  los  vivos,  y  difuntos. 
,io.  Sacar  fruto  concerniente  á  su  necesidad* 

Qué  cosas  debe  entender  mas. 
i.  La  propia  flaqueza.  2.  La  suma  bon* 
dad  de  Dios.  3.  Las  astucias  del  enemigo.  4. 
La  Doctrina  de  Christo.  5.  i*  *eSla  **/* 
prometido  observar.  6.  Los  Votos  que  ha  ofre- 
cido, al  Señor.  7.  Loque  pertenece  á  su  oficio 
para  servir  mas  al  Señe*. 

Consideración    sobre    las    santas    Regias* 

I.  Quien  es   el  Autor  de  ellas. 

3.  La  causa  de  ellas,  y  su  fin. 
.    3.     La  necesidad  de  ellas. 

4.  Su   utilidad. 

$.  Su   excelencia,  y  perfección. 

6.  Los  daños  de  su  transgresión. 

(   7.  Los  medios  para  bien  observarla*. 

8.  Los  impedimentos. 

9.  El    exemplo,    y    la  doctrina. 

10.  Las    personas  santas  que  las  guardaron. 

II.  El  aprecio  que  de  ellas  hicieron. 

I  a.     De  que  si  las  guarda  bien  ,  será  Santa. 

En   qué  lugares  se  ha  de  hallar    mas  freqüente. 

i.     En  el  Coro.  a.  En  su  recogimiento. 

3.     En   su  obediencia.   4.   En    sí  misma. 

5.  En  Dios,  y  por  Dios  en  todas  las  cosas 
que  ocurran  al  servicio  de  su  Magestad  ,  ai 
provechp  de  los  próximo*,  y  bien  de  la*^l™a*' 


■ 


■ 


La  RrSWfc»   Parrada.    <5?.  ' 

Qué  ha  ¿Le   hahlar  en    la  recreación- 

j      De  la  vida  de  Christo,  y  su  Santísima  Ma- 
dre,' de   los  Santos,  y  personas  «templares. 

¿     De  los  buenos  deseos  de  aprovechar  e* 
«1  servicio  de  Dios. 

,      De  las  Virtudes  Religiosas. 

4.'    De  su  Instituto,  Reglas,  Constituciones, 
«  cantas  costumbres. 
y  y      ^  los  juicios  de  Dios,  ocultos,  y  mam- 

fiTS'De  las  miserias  del  mundo,  y  de  los  pe- 
ligros de  aquellos  que  viven  en    el. 

7!    De  la  seguridad  de  los  que  viven  en  et 

estado   Religioso.  ¿ 

8.    De  todo  aquello  que    puede    recrear ,  é 
instruir  el  espíritu  en  el  servicio  de  Dios. 

Qué  ba  de  evitar  en,  la  recreación. 
I  No  estar  solitaria,  ni  melancólica. 
2*     Ni  fisgona,  y  bachillera  con  las  otras. 

3.  Ni  ligera  en  sus  acciones,  ni    demasiado 
libre,  y  poco  modesta. 

4.  Ni  habladora,  ni  colérica,  ni  impaciente, 

y  r1  ^molesta,  ni  importuna,  ni  desbrida, 
ni  murmuradora,  ni  quejosa  de  la  comida,  y 
vestido,  ni  de  otra  cosa  alguna. 

o.  Procurar  portarse  en  todo  de  tal  modo, 
que  á  todas  dé  mucho  exemplo,  y  no  ofenda 
á  nadie  ;  y  así  todas  recibirán  la  bendición  del 
Señor,  que  se  complace,  y  asiste  en  estos  depor- 
tes preciosos  á  la  flaqueza. humana,  para  me. 
joj  llevar  la  cruz  de  la  Religión.  ¡¿ue 


Á 


$4..     La  Retigiota  llmtraid. 

Qué  ha  de  hacer  para    vivir     contenta, 
-    1.     Tener  en   sumo  aprecio  su  vocación. 
^  2.     Considerar,  que   por  sus  pecados    mere- 
cía estar  ya  en  el  infierno. 

3.  Que  viviendo  según  el  espíritu,  y  Reglas 
de  su   Religión,  seguramente   irá  al   Cielo. 

4. :  Para  animarse,  hacer  vocación  racional , 
que  jamás  se  muda,  buscando  razones  de  quin- 
to mas  feliz,  y  dichosa  es  el  estar  en  Religión, 
que  no  allá  en  el  mundo,  donde  se  vive  coa 
tantos  peligros  de  la  salvación* 

$♦  Alentarse  con  las  vidas  de  los  Santos, 
y  de  Christo  nuestro  Señor,  y  su  Santísima 
Madre. 

6\  Tomar  gusto  en  las  cosas  de  Dios ,  y 
freqüentar  la  Oración,  y  Comunión  Espiritual  $ 
y  Sacramental,  según   le   fuere    concedido. 

7.  Pensar  quan  presto   se    acaba  todo. 

8.  Buscar  lo  que  siempre  dura. 

Qué  ha  de  hacer  quando  está  enferma. 
t.     Recibir   con   gran   voluntad    la  enferme- 
dad  como  venida  de  la  mano  de  Dios  para  pro- 
vecho suyo. 

2.  Orar  al  Señor,  ponerse  en  sus  manos, 
ofreciéndole   el  corazón  puro,  y   limpio. 

3.  Conformarse  en  toda  con  la  voluntad  y 
querer  de  Dk>s. 

4.  Obedecer  no  solo  á  los  Médicos  del  Al* 
tna,  sino   á  los   del  cuerpo,   y     Enfermeras. 

5.  Ser  edificativa,  y  paciente  en  todo ,  to- 
mando los  remedios  por  mas  desabridos  que  sean^ 

acQi- 


La  Keüfriósa  ¡lustrada.        ¿r. 

acordándose  de  la  hiél,  y  vinagre  que  dieron  t 
Christo  su  Esposo. 

,     6.    Si  la  enfermedad  fuere  grave,  y  peligro* 
la,  pedir  con  tiempo  los  Santos  Sacramentos* 

7.  Hacer  A  ¿los  de  Fé,  Esperanza,  Caridad, 
y  Contrición,  y  renovar  sus  Votos,  y  Profesión. 

8.  Si  sana,  entable  una  nueva,  santa,  y  fer- 
vorosa vida,  que  le  sirva  de  preparación  para 
lina  feliz,  y  dichosa  muerte  en  gracia  de  Dios* 

Quales  deben  ser  sus  devociones* 
t»     Con  la  Santísima  Trinidad. 

2.  Con  la  Santísima  Humanidad  de  Christof 
y  con  el  Espíritu   Santo. 

3.  Con  Maria  Santísima ,  á  quien  siempre 
tendrá  por  Madre,  por  Maestra,  y  Abogada. 

4.  Con  San  Miguel,  San  Gabriel,  San  Ra-* 
faél,  y  Ángel  Custodio  suyo,  y  de  su  Comuni* 
dad,  y  Religión. 

|.  Con  el  Santo  de  su  Nombre,  y  Patriar* 
ca  baxo  cuya  Regla  vive. 

6.  Con  San  Joaquín,  Santa  Ana,  San  Josépíí, 
San  Juan  Bautista,  los  Santos  Apóstoles,  y  otros 
Cn  que  tubiere  particular  motivo. 

7.  Que  entienda,  que  no  consiste  estx  de* 
Vocion  en  rezar  mucho,  sino  en  imitar  sus  virtu* 
des,  *u  oración,  y  limpieza  de  conciencia. 

Qué  litros  serán  mas  á  fropósitOm 
i.    La  Doctrina  Christiana. 
g.     La  Santa  Regla. 
3.    La  Mística  Ciudad  de  Dios* 


rf* 


66.  Ld  Ke}t/ro<a  Vmtratd. 
|  4.     Las  vidas  de  los  Santos  de  su  Orden  ,  f 
Otros  á  quienes  tubiere  devoción. 
»   $.     Los  Ejercicios  de  San  Ignacio  de  Loyola» 

6.     El    Rempis. 
1  7.     El  Combate  Espiritual. 

8.     Las  Meditaciones,  y   Soliloquios  de   Saif 

Í  Agustín.  ' 

9.  La  Perfección  Religiosa  del  Padre  Lucat 
Pinelo,  de  la  Compañía  de  Jesús:  Jas  Obras 
del  V.  P.  Rodríguez,  del  Padre  la  Puente,  del 
V.  P.  Nieremberg,  especialmente  la  Diferencia 
entre  lo  Temporal,  y  Eterno,  y  el  Aprecio  de 
1*  Divina   Gracia. 

10.  El  Padre  Plati  del  bien  del  Estado  Re- 
ligioso,. Escala  del  Paraiso  de  S.  Juan  Climaco. 
ir.  San  Francisco  de  Sales,  Santa  Teres* 
4e  Tesas*  el  Maestro  Avila. 
-  12,  Fray  Luis  de  Granada-,  el  Padre  Munllo* 
13.  La  Religiosa  en  Soledad  del  Padre  Pw 
wamonti  ;  la  Instruida  del  Padre  Arbiol;  la  En- 
señada del  Padre  Varón,  y  otros  tales,  qu*  * 
«leneni  á  las  manos. 

Qué  ha  de  hacer  con 'su  Prelada. 

•    I .  Amarla  como  á  Madre. 

¿**  Honrarla  como  á  Señora. 

p  ,  Oiría   comoá  Maestra.  . 

¡4.  Obedecerla  prontamente. 

5.  No  juzgarla  temerariamente. 

6.  Sufrirla  con  paciencia. 

7.  Hacer  confianza  de  ella. 

8.  EncomnwUfU-  &  Di©»  -     ■■'. 


Ja  Religiosa  Ilustrada.     6j, 

».    Hablar  siempre  bien   de  ella. 
ib.     Respetarla  en   presenc.a  ,  y    defenderla 
en  ausencia,  pues  está  en  lugar   de    Dios. 

Como    s<   ba    de    portar   la    Prelada    con 

sus  Subditas. 
i.     Amarlas  igualmente.  •     -.         - 

2.     Mirarlas  como  encomendadas  de  Uio>. 
,.     Inducirlas  á  la  observancia  de  la  Regla, 
4.    Enseñarlas  á  ser  exaftas  en    la    guarda 
de  ios  santos  Votos. 

,.   Hablarlas  freqüentemente  de  Dios,  y  cosa* 

6.  "Predicarlas  con  obras,    y   buenos  exent- 
píos,   v  amonestarlas  con  dulzura. 

7.  'Corregirlas  con  suavidad. 

8.  Penitenciarlas  con  discreción.  i 

9.  Probarlas,  pero  no  cansarlas  mas  de    lo 

que  conviene.  ,  r  ¡ 

10.  Hacer  de  ellas  mucha    confianza,    que 

así  las  agradará    mucho. 

11      Tenerlas  bien  ocupadas. 

ft.     Cuidar  de  su  vestido,  y    sustento. 

¿,.  Adelantarlas  en  espíritu,  entendiendo 
bien  sus  genios,  é  inclinaciones,   para   llevarlas 

maiS4.a  oTsus  cosas  despacio,  aconsejándolas 
en  sus  dudas,  y  consolándolas  con  mucha  dul- 
zura en  sus  quejas ,  y  desabriente»—    , 

15.  Rogar  á  Dios  por  ellas;  y  tenga  pre- 
sente, que  de  todas  ha  de  dar  estrecha  cuenta 
"al  Señor,  de  quien  -son  caras  Esposas.  ... 


fc-S.    La  Religiosa  ilustrada. 

Qué  debe  hacer   en  tiempo   de  la   Virita. 
í.     Reconocer  al  Visitador,  como  á  Superior 
que  viene  de  parte  de  Dios. 

2.  Descubrir    toda    su    Alma,  sin    celar  cosa 

alguna» 

3.  Responder  fielmente  i  las   preguntas  que 

le  hiciere. 

4.  Si  vive  contenta  en  su  vocación. 

$.     Si  tiene  algunas  turbaciones,  ó  tentacio- 
nes molestas,   y.  de  qué    medios    se    vale    para 
vencerlas.   6.    Si  ama,  y  tiene  aficiona  su  Ins- 
tituto, y   á  los  medios  que  le   ha  dado  Dios  pi- 
ra conseguir  el  fin.  7.  Si  siente  bien  de  las  Re- 
%h^  y  santas  costumbres  de  su  Religión?  8.  Qué 
afición  tiene  á  las  cosas  espirituales,  á    la  ora- 
ción,  lección  de  buenos  libros,   práctica   de  las 
Virtudes,  y  mortificación.   9.  Si  en    los   Exerci- 
cios  Espirituales  de  cada  dia  tiente  consolacio- 
nes, ó   sequedades  ;  y  si  es  fiel  á  Dios  en  dar- 
le los  tiempos  que  para    ellos    hay    destinados, 
oró.  Qué  fruto  saca  de  la  Oración,    y    Medita- 
ción,  de  la  santa   Confesión,  y  Comunión,  Exa- 
men general,  y  particular  de  la  conciencia.;  y 
si  tiene  uso  en  hacer  todas  las  cosas    en    pre- 
sencia de  Dios.  11.   Si  ruega  al   Señor    por   el 
bien   de  la  Santa  Iglesia,  por  los  que   están  en 
pecado  mortal,  f    benditas  Almas  del  purgato- 
rio, tan  necesitadas  de  remedio.    12.    Como    se 
porta  en    la  obediencia  de  entendimiento,  y   VO- 
luntad,   en  la   pobreza,  y   castidad  ;  y  si  renue- 
va   muchas   veets  estos   sagrados  Votos.    13.  A 
qué  virtud;  o  virtudes  se  halla  mas  indinada,. 


u 


— 


■ 


La  ReUftnsd  flmtrrtrla.     Gf¿ 

v  qué  roedíos  pone  para  alcanzarlas.  14-  Si  des- 
rues  de  la  última  Visita  se  siente  mas,  o  un- 
ios'aprovechada,  y  VȎ  animo  experimenta  ert 
sí  para  alcanzar  la  perfecc.on.  15.  S,  t  e  e 
aversión,  ó  demasiada  afic.on  cor»  alguna  Rtl i- 
giosa  en  particular,  y  por  que.  16.  Qut  mor-* 
fificaciones  hace,  y  ti  siente  en  **^¡¡* 
decer,  y  sufrir  injurias,  y  las  demás  cosas  que 
pertenecen  á  la  Cruz  de  Christo.  *?•  C«mo  hs 
gobierna  la  Prelada,  el  Confesor»  y  Padre  &s- 
Jirituaí,  ó  Dfreftor  de  su  Alma.  >1*  &t  se  pre- 
para para  la  hora  de  la  muerte,  y  si  procura  . 
con  veras  la  enmienda  de  vida* 

Quítl  dehe  ser  el  Afinar- de-  st>  €eJd'a. 

i.    Una  Imagen  de  Christo  Crucificado  ,  ea* 
quien  freqüentemente  se  mire  como  en  su  espejo» 

2.     Otra  de  Mariá  Santísima,  y  de  algún  otsa 
Santo,-  para  implorar  su  patrociaio, 

».     Cama  pobre,  un  candelera,  una  silla,  tina». 
irtesV    unos  pocos  libros  espirituales,  papel,  tin- 
tero,'y  pluma  para  escribir:  un  par  áz  Meras,,;;. 
un  corta-plumas,  y  la  materia  para  las    labores, 
ordinarias  de  cada  tina,  ssda,  hilo,,  agujas,  es- 
coba, diciplinas,  silicios,  y  una  Cruz,  cuya  des- 
n&deí-daá  entender  quat  debe  ser  el  efespresndi-.. 
Miento  de  una  Esposa  de  Jesu-Clmsío,  que  por- 
su  amor  el  Señor  quiso  mostr-clayacto  en    ella 
para calvarnos,,  y  r*¡.diaÚ£íK>s,  y  dejarnos  esaea-. 
.    «efianza  divina*  ,m    i 


'  1 

i 

1,1 


i 


70.  %4  Re!Í£ÍO'<t  Ui<trdii. 

Qual   será   la    Religiosa  perfefta.  ^ 
La  que  ama  verdaderamente  a   Dios. 
La  que  ama  al  próximo  puramente     por 


La  que  se  vence,  y  desprecia  á  sí  misma. 
La  que  no  juzga,  ni  desprecia  á  nadie. 
La    que    rinde   su    juicio  ,    y 


voluntad 


1. 
2. 
Dios. 
3. 
4- 

propia.  , 

6.  La  que  en  todo  re  conforma  con  la  Divina* 

7.  La    que  mortifica  sus  pasiones. 

8.  La  que  cumple    con    sus    obligaciones, 
Votos,   y  Regías  exactamente. 

9.  La     que    desarraiga     con    valentía    su* 
Vicios. 

ro.  La     que     planta,     bien    fundada,    la* 
vütudes. 

11.  La  que  hace   á  todos  bien. 

12.  La  que  sufre  de  todos   mal. 

13.  La  que  practica  en  si  quanto  bueno  a*-~ 
bc  para  las   otras. 

14.  La  verdaderamente  humilde,  llena  de  e*?-, 
píiitu  de   caridad. 

ADVERTENCIA. 

> 
Lea  la  Religiosa  esta  breve  noticia  de  lo- 
perteneciente  á  su  estado,  con  alguna  freqüen-i.. 
cia,  y  sea  muy  agradecida  á  Dios,  que  la  ha  ¡ 
llamado  á  tan  excelente  orden  de  vida,  y  prCM. 
eur$  ser  su  Esposa  amada. 


DIOS   SEA    BENDITO. 


AVh 


M*^f^§%,W   a    sus   mas, 
rcsa.de   Jesús    como  Re¡¡eiosa  legar  á 

por  los  quaks  pueie  la  Keugt    »      « 
f  lo    sumo  de   la  perfección,  con  la  gra 
cia   Divina. 

'  *  1      a  tWra  aue  no  es  labrada,  nevará  abro- 
jo A  tierra  que        «,  ,  enten(jw 
Jft  y  espinas,  aunque  sea  fertu.  asi  el  ente 

«£  £  Reliaos,  Sacerdotes   y  Wennnano, 
\      Kntre  muchos,  siempre  hablar  pocu. 
I     sír   rr-Sesía  '«todas  las  cosas  que  h<-, 

CÍT'  ^porfiar  mucho,    especialmente    en, 
CT    H^rí^dos  con  alegría  moder,da. 

tí>  «incrnnq.  cosa  hacer  burla. 
I     Sunca  prender    a   nadie  sin  discreaon, , 

^•t^tbjk  sin  pensarlo  bi*n  yen- 
andarlo' mucho  á  nuestro  Señor,  para  que  no. 
hable  cosa  que  le   desagrade.  ftVHeráusa 

\u  Jamás  escusarse,  sino  en  muy  probóle  can  a 
,2    Nunca  decir  cosa  suya,  digna     de.   lo     , . 

como  Jf  p  **"*•  ?«|MS1 
nc  espetan*»  que  habrá.  px«¥«chPfJ   $  «tigft 


■ 

72.     ¿folios  espirituales 

sea  con  humildad,    y   con    consideración ,    que 
aquellos  son  dones  de  la  mano  de  Dios. 

13.  Nunca  encarecer  mucho  las  cosas,  sino 
con  moderación  decir  lo  que  siente. 

14.  En  todas  las  pláticas,  y  conversaciones 
siempre  mezcle  algunas  cosas  espirituales,  y  con 
esto  evitará  palabras  ociosas,  y  murmuraciones. 

15.  Nunca  afirme  cosa,  sin  saberlo  primero. 

16.  Nunca  se  entremeta  á  dar  su  parecer  en 
todas  las  cosas,  sino  se  le  piden,  ó  la  caridad 
lo  demanda* 

17.  Quando  alguno  hablare  cosas  espiritua- 
les, oirías  con  humildad,  y  como  dicípulo  y  y 
tome  para  sí   lo  bueno  que  dixere. 

18.  Á   tu  Superior,  y  Confesor  descubre  todas 
tus  tentaciones,  é   imperfecciones,    y    repugnan- 
cias, para  que  te   dé  consejo,   y  remedio    para  ' 
vencerlas. 

19.  No  estar  fuera  de  la  Celda,  ni  salir  sin 
causa,  y  á  la  salida    pedir  favor   á  Dios  ,    para 

I  no  ofenderle. 

20.  No  comer,  ni  beber,  sino  á  las  horas 
acostumbradas,  y  entonces  dar  muchas  gracias 
á    Dios. 

2i.  Hacer  todas  las  cosas,  como  si  reanímen- 
te estuviese  biendo  á  su  Magestad,  y  por  esta 
vía   gana  mucho  una  Alma. 

22.  Jamás  de   nadie  oigas,   ni  digas  mal,   si-' 
rio  de  tí  misma  ;  y  quando  te  holgares  de   esto  ? 
vas  bien  aprovechando. 

23.  Cada  obra  que  hiciere?,  dirígela  á  Dios,' 
ofreciéndosela,  y  pídele  quesea  para  su  honra, 
y  gloria»  -4» 


de  tonta  Teresa  de  Jestt?.     7?. 

o,    Guando  estubieres  alegre,  no  sea  con  «- 

-  JdemSas,  sino  con    alegría  humüde  ,  - 

iiJCM     flfaKle   v  edincativa. 

"<'  £mp're  te  imagina  sierva    de    todos,  y 

en  tod';  Sera  i  Chr.sto  nuestro  Señor,    y 

de  la  obediencia,  como  si  te  lo  mandase  Jesu- 
rVirUtn  en  tu  Prior,  ó  Prelado. 
C  f  En  Siquiera  obra,  y  hora  examina  tu 
conclenrm;  y  vistas  tus  faltas,  procura  la  en- 
venda con  el  Divino  favor;  por  este  cammo 
'  ¿tránzalas   la  perfección. 

28.  No  pienses  faltas  agenas,  sino  las  virtu- 
des    v  tus  propias  faltas. 

a  o  Andar  siempre  con  grandes  deseos  de  pa- 
decer por  Christo,  en  cada  cosa,  y  ocasión.      . 

t  Sga  cada  dia  cnqüenta  ofrecimientos  a 
Dios  de  sí,  y  esto  haga  con  grande  fervor,  y 

deseo  de  Dios.  „  •'  •       * 

*  1  Lo  que  medita  por  la  mañana,  traiga  pre- 
sente'todo  el  dia,  y  en  esto  ponga  mucha  dili- 
gencia, por  que  hay    grande  provecho. 

,«  Guarde  mucho  los  sentimientos  que  el  Se- 
norlé  comurnque,  y  ponga  por  obra  los  deseos 
oue   en  la  oración  le  diere. 

„  Huya  siempre  la  singularidad,  quanto  le 
fuere   posible;  que  es   mal   grande  para  la  Co- 

mUí  t*  Ordenanzas,  y  Regla  de  su  Religión 
léalas  muchas  veces,  y  guárdelas  de  veras.     * 
,5    En  todas  las  cosas  mire  la  providencia  de 
Dios,  y  sabiduría,  y  en  todas  le  alabe,      30. 


\'f 


74.    Xv»V»í  ¡riwVfffM'^. 

36.  Despegue  el  corazón  de  todas  las  cosa*, 
y  busque,  y  hallará   á  Dios. 

37.  Nunca  muestre  devoción  de  fuera,  que 
no  haya  dentro:  pew>  bien    podrá   encubrir    la 

devoción. 

38  La  devoción  interior  no  la  muestre  ,  sino 
con  gíaode  necesidad.  Mi  secreto  para  mí,  dicen 
San  Francisco,  y  San  Eernardo. 

39.  De  la  comida,  si  está  bien,  o  mal  gui- 
sada, no  se  queje  ,  acordándose  de  la  hiél ,  y 
vinagre  de  Tesu-Christo. 

40°.  En  la  mesa  no  hable  á  nadie,  ni  levan- 
te los  ojos  á  mirar  á  otra. 

41.  Considerar  la  mesa  del  Cielo,  y  ei  man- 
jar de  ella,  que  es  Dios,  y  los  convidados,  que 
son  los  Angeles.  Alce  los  ojos  á  aquella  mesa , 
deseando  verse  en  ella. 

42.  Delante  de  su  Superior  (  en  el  qual  de- 
be mirar  a  Jesu-Christo )    nunca     nable    sino 

,1o  necesario,  y  con  gran  reverencia. 

43.  Jamás  hagas  cosa,  que  no  puedas  ha- 
cer delante  de   todos. 

44.  No  llagas  comparación  de  uno  a  otro , 
'cor  que  es  cosa  odiosa. 

45.  Guarido  algo  te  reprendieren,  recíbelo 
con  humildad  interior,  y  exterior,  y  ruega  a 
-Dios  por  quien  te  reprendió. 

46.  Ouando  un  Superior  manda  una  cosa, 
no  digas  que  lo  contrario  manda  Otto-,  su* 
Piensa  que  todos  tienen  santos  fines,  y  obed.ce 
i  lo  que   te    manda.  . 

47.  En  cosas  <jue  no  le  va,  m  le  viene  ^  no 


de  Sa«ta  aftaritf  rf«  Jmi'  ,  *f» 

„«  curiosa,  en  hablarla»,  ni  preguntarlas.     • 
•     .8    Tensa  presente  la  vida  pasada  para    .lto- 
Taíf  y    a§  tibieza  presenten  lo    que   le  falta 
2r  «dar  de  aquí  al  Cielo   para  yiv.rcon  te- 
mor, que  es  causa  de   grandes  bienes.  . 
lo    Lo  que  le  dicen  los  de  casa  haga  siemr 
«re   st  no  es  contra  la  obediencia,  y  responda- 
*L'con  humildad,  y  blandura.                .        ■  >ti 
*c¿    Cosa  particular  de  convida,  o  vestido,  r#> 
Ja  pi'da,  sino  «s  con  grande   necesidad. 

/i    jamás  dexe  de  humillarse,  y  mortificarse 
basta  la  muerte  en  todas  las  cosas. 

V2    Use  siempre  hacer  muchos  años  de  amor, 
't>or  "que  encienden,  y  enternecen  el  Alma,    y  - 
V'C  Hadados  de  todas "las  demás  virtudes. 
Jjbfr^a  todas  las  cosas  al  Padre  Eterno,  jün- 
'  tamente  con  los  méritos  de  su  Hijo  Jésu-Christo. 
Y?.  Con  todos  sea  mansa,,  y  consigo  rigurosa. 
56.  En  las  fiestas  de'  los  Santos   piense  S»s 
írktiides,  y  pida  al  Señor  se  Jas  4é,  . 

<  7.  Con  el  examen  de  cada  noche  tenga  cuidat#- 
<b'  El  dia  que  comulgare,  la  oración  sea  ver^qve 
siendo  tan  miserable  ha  de  recibir  á  Dios  5:  y 
la  oración  de  la  noche,  de  que  le,ha  recibido^ 
S9t  Nunca,  siendo  Superior  ,  reprenda  .« 
Jiadie  con  ira,  sino  quando  sea  pasada,  y  así, 
aprovechará  la  reprensión.         .. 

60.  Procure  mucho  la  perfección,  y  devoción, 
.5  con  ellas  hacer  todas  las  cosas. 

61.  Exercitarse  mucho  en  el  temor  del  Se- 
Jíor,que  trae  el  Alma  compungida,  y  humillada. 

6a.  Mirar  bien  quan  presto  se  mudan  las  per- 
sonas, y  quan  poco  hay  que  fiar  de  ellas  ;  \  7 
Wjsjwc  bi«(»de  Dios,  que  a9.se  »uda. 


Í7#-     'AVÍm  espirituales.*'        ^ 
63.  Las  cosas  de  su  Alma  procure  tratar  CS* 
•su  Confesor  espiritual,  y  doclo,;  á  quien    las 
comunique,  y  siga  en  todo.  ' ^  •    fI ! 

64.  Cada  vez  que  -comulgare,  pida  á-D'oS 
algún  don,  por  la  gran  misericordia  con  que 
-ha  venido  á  sil  pobre  Alma. 
■i  tf$„  Aunque  tenga  muchos  Santos  por  Abogaí» 
dos,  séalo  en  particular  de.  San  Joseph  , 4*& 
alcanza  mucho  con   Dios. 

66.  En  tiempo  de  tristeza,  y  turbación  nb 
ttexes  las  buenas  obras  qus  solías  hacer  de  ora^. 
cion,  y  penitencia,  por  que  el  demonio  procu- 
ra inquietarte,  por  que  ladexes;  ames  tengas 
mas  -que  solías,  y  verás  quan  presto  el  Señdf 
te  favorece. 

-  67.  Tus  tentaciones,  é  imperfecciones  *o  co- 
muniques <:on . las  mas  desaprovechadas  de  casa  , 
^úé  te  harás  daño  á  tí,  y  á  las  otras,  sino  con  las 
zfcas  perfectas. 

68.  Acuérdate  que  no  tienes  mas  de  una  Alma, 

•  ni  feas  de  morir  mas  de  una  vez,  ni  tienes   mas  *  de 

lina  vida  breve,  y  una  cuenta  particular  5  ni   hay 

mas  de  ¿na  gloria,  y  esta  eterna,  y  darás  de  mano 

•á  muchas  cosas. 

60.  Tu  deseo  sea  de  ver  á  Dios;  tu  temor  , 
,  si  le  has  de  perder;  tu  dolor   que  no  le  gozas; 
y  tu  deseo,  de  lo  que  te  puede  llevar  alia,  y  vi- 
virás con  gran  paz. 

70.  Hijas,    resolución;   por    que  la  graneles 

resoluciones  son  las   que  hacen   grandes  baatos. 

Por  las  entrañas  de  Jesús    encargo    a   i* 

•  Religiosa,   no  dexe  pas*r   semana   alguna  sin  que 

lea  estos    Celestiales    Avisos,   si    WWv'rsC 

fervorizáis  y-  Ttntv*}*  *  as&ritu.     j  ZW 


FLORILEGIO   MARIANO. 

NOVENA 

A  LA  CONCEPCIÓN  INMACULADA 

DE  LA    PURÍSIMA  VIRGEN, 
MARÍA, 

CON    QUE    SE    PUEDE    DISPONER  L& 
Religiosa  gara,  celebrar  su  Festividad* 

JL  Uesta  de"  rodilla?  telante  de  mm  Imagen  dé- 
la Virgen  Santísima,  saludará. á  esta  gran  Rei^ 
na}  diciendoi  Dios  te  salve,  &c*  j  después;  dirá 
.W  .tofo  el  fervor  posible ;  Dios  mío,  en  quien? 
JÚkoj».  y  espero,  y  a  quien  ama  sobre  todas  las 
«psasj;  pésame  de  haberos  ofendido,  solo  por  set 
Vos  quien  sois,  y  propongo*  firmemente  nunca 
Sias  pecar.  Dadme  Señor  vuestra  gracia*  Amen* 

ORACIÓN  PARA  EL  DÍA  PRIMERO* 

1  Urísima  Virgen  María,  Madre  Santísima  íe 
Jesús,  fragante,-  y  blsmqmsin^  Ja^minvcnyo  to* 
tal,  y  purísimo  candor  nunca  le  dismiiM^ó 
.  mancka  alguna  de?  la  culpa  original?  Por  esta 
•rertogativa.iaa  singular  M  •'#*  ©6  ^&#& 


fifí 


7$."   Florilegio  Mariano. 

otra  pura  criatura  la  ha  logrado,  ?té  sur)liti|  hu* 
raildemente  me  alcances  del  Rey  Divino,  que  yo, 
para  imitar  tu  limpiisimo  candor,. conciba  y  man- 
tenga siempre  en  mi  Alma  un.perfe&o  odio,  y  su- 
mo aborrecimiento  á  la  culpa;  y  que  me  con- 
cedas' el  favor  qire  en  esta  Novena  te  gíáoj  si 
hubiere  de  ser  para  gloria  de  Dios,  obsequio  til» 
yo,  y  provecho  espiritual   de  mi  Alma.  A<me*. 

Rezarás  tres  Ave     Marras,  prosiguiendo  la 
misma  diligencia   los  ocho  dias  r/stantes. 


p 


^ORACIÓN  PARA  EL  DÍA  SEGUNDO. 


Urísima  Virgen  María,  Madre  Santísima  de 
Jesús,  Flor  milagrosa  de  la .  .Yara  de  Jesé  ,  que 
"desde  la  raiz  de  tu  admirable  Concepción  bro- 
maste cpri  la  bellísima  hermosura  de  la  gracia  , 
tan  abundante,  y  copiosa,  que  por  ella  baxó  á 
descansar  en  tí,  y  a  tomarte  desde  entonces  por 
su  mas  amada  Esposa  el  Espíritu  diVir.o  :  Pdr 
«esta    incomparable  dicha  ,   te    suplico     humil- 

" demente,  consigas  del  mismo  Soberano  Espí- 
ritu, que  infunda,  y  conserve  siempre  en  mi  Alma 
la  gracia  divina,  para  que  ennoblecida,  y  hermo- 
seada  con  tan  celestial  adorno,  la  tome  también 

£>or  su  Esposa,  y  la  dote  de  todos  sus  nobilísi- 
mos dones.  Amen. 

ORACIÓN  PARA  EL  DÍA  TERCERO/ 

P 

1     Urísima  Virgen  María,'  Madre  Santísima    3e 

vJesus,  Azúcete  tséregrih*,  éjuViim'  concíbféfc- 

¿o- 


fbrilmo  Mariano.  V' 

*d  v  tócieído  entre  las  espinas  de  tan  mu  me* 
d  Recato,  gozaste  siempre  entero  el  can- 
rabies  pecadora,  B  { {    t  e  de  unil  ad~ 

6  enfermedades  ,    mantenga  yo  -«emp« 

Alma  el  candor  de  una  concenaa  pura,   y    «1 

íusTre  de  una  constante  virtud.  Amen. 

I  ORACIÓN  PARA  EL  DÍA  QUARTO. 

P  «a  Virgen  toa,  f^^tcí 
Tesus.  Mística  Rosa,  que  pata  florecer ,   y  "J 
¿mprecon  duplicada   "^sura  *n    elj^m 

d£  5  ¡¡fiEES  tu    rignanuSi^p;*- 
X^SSBSS  Srlad/for  la  de  Dioj 

Tos  Revés,  que  me  justifique  stempre  por  la  gra- 
da  P7ra  que  siempre  florezca,  y  reine   en   mv 

ORACIÓN   PARA  EL  DÍA  QUINTO. 
P  UrWmaVikenMária,  Madre  Santííim^e 

■ 


1 


8o.     Florilegio.  Mariana 

XU  feliz,  y  milagrosa  Concepción,  del  color  Watt- 
co,  y  encarnado  de  la  mas  firme  pureza    virgi- 
nal, y  de  una  perpetua,  y  maravillosa  modestia, 
por  prenuncio  felicísimo  de  que   para  ser,  como 
tu  le   pintas,  candido  y   rubicundo,  se  había  de 
ver  en  ti  encarnado  el  Divino  Verbo,  que  es  e-i 
Candor  de  la  eterna  luz  :  Por  el  realce  que  die- 
ron  matices  tan  hermosos  á  tu  Celestial  belle* 
2a,  te  suplico  humildemente,  que  pues    tu    sa- 
.bes  muy  bien  que  la. virtud  de  la  modestia  es 
importantísima  para  conservar  entera  la  pure- 
za de   Alma,  y   cuerpo,  me  alcances   de  tu  pre- 
cioso Hijo,  que  yo  la  observe,  y  guarde  siem- 
bre con  perfección.   Amen.  

*    ORACIÓN    PARA    EL  DÍA    SEXTO. 

X.  Urísima  Virgen  María,  Madre  Santísima  de 
Tesus,  admirable  Girasol,  que  desde,  que  te  coa- 
cebiste,  miraste,  y  seguiste  siempre  con  tan  in- 
violable constancia  á  el  Sol  Divino  (aun  quarw 
do  estuvo  nublado,  y  obscurecido  en  su  Pa- 
sión Sagrada),  que  jamás  apartaste  de  él  tu  in- 
terior-vista,  y  amor:  Por  esta  nobilísima  exce- 
lencia  te  suplico  humildemente  me  alcances  del 
mismo'  Divino  Sol,  que  yo  le  mire,  .y  le  siga 
siempre,  teniéndole  continuamente  presente,  y 
.  cumpliendo  en  todo  su  santísima  voluntad.  Ame* 

ORACIÓN  PARA  EJL   DÍA   SÉPTIMO. 


i 


p 


Urísima  Virgen  Mana,    Madre   8**¡**J 
tte  Jesu»,  N«do  «  guita. siempre ■«  •toU^-.w 


Florilegio  Maridm.  8r# 

candor  de  una  perpetua  inocencia ,   Unido  ton 
la  fragancia    de  una    profundísima   humildad, 
.fragancia  tan  penetrante ,  y    acTiva,    que  exá- 
lándose  de  tí  en    la  tierra    desde    tu    dichosa 
Concepción,  subió  hasta  lo  mas  alto  del  Cielo  f 
y  atraxo  al  Rey  de  la  Gloria  á  coriceoirse  ert 
tu  purísimo  vientre,  para  ser  fruto  de  tan  ad- 
mirable  flor:  Foreste  glorioso  triunfo,   qué   te 
Jjizp  en  los  humanos,  angélicos,  y  divinos  ojos 
#  la  criatura  mas  feliz,    te  suplico  humildemente 
Rípe  alcances  de  tu  precioso  Hijo   el   humildísi-. 
..rno  Jesús,  que  para  que  yo  .florezca   siempre   á 
imitación  tuya  como  el  nardo,  logre  con  el  can- 
.clor  de  una  vida  inocente, ,  ria  fragancia,  de  la 
verdadera  humildad,  Amen* >.  ;■-'. ■*■'.-* 

OIUCION  PAHA^i,,DIA  OCTAya  > 

:  Urísíniá  .Virgen  Mirla,  Madre  Santísima  de 

*J&us,  Manco/ y  morado  fcirio  ;  blanco |   por   h 

^pureza  de  la  Fe,  que  mantuviste  siem^rgibviví- 

sima  deseé-  qué  empesaste  á  vivir  ;  y    morado  f 

•  por  los  agudos  dolores,  que:  como  espada  de  dos 
tilos  traspasaron  tu  inmaculada  Alma  en  la  Pa- 
sión, y  Miarte  de  tu  amabilísimo  Hijo,  que  pa- 

-  ra  que  los  \ pudieses  tolerar  sin  ■  desfallecer,   te 

'  adornó '  desdé  tu  Concepción  limpiisima  de  una 

-invencible  fortaleza:  Por  estas  singulares,  y  tan 

realzadas   perfecciones,  te  suplico    humiídemen- 

•  te  me  alcances  de  tu  precioso  Hijo,   que   yo 
i  tenga,  y  conserve  siempre  una  pura    fe  de  to* 

•  dos  sus  Misterios,  y  los  tuyos,  para  quesüs  tor- 
mento^, y  tus  dolores  estén  presentes  siempre 


-n 


si.        Floteo  Mmm*'     . 

Late  con  atención  mi  entendimiento,)  m*"* 
?on  eli  intenso,  uerno,  y  compasivo  afeÜQ  *- 
Voluntad.  Amen.  - 

ORACIÓN  PARA  EL  DÍA  NOVENO. 

- 

P  Urísíma  Virgen  María,  Madre  tantísima  efe  ^ 
Jesus,Huerto  en  quien  el  mismo  Rey- de  la  GHmH 
•cwitóiardmero  Divino,  plantó  de'su  mano  lasn,f 
Jbles,  y  hermosas  ■flortS-.de'  todas  las  mas  «celer, 
He*  anudes,  y  para  que  nunca  tupre.se  entrada  en 
*1  la  serpiente  infernal,  lé  dispuso  dos  veces  cerra- 
do, enU  vid*,  y  en  k  molerte,  a  toda  culpa,  gravé, 

¿loria,  que  en  tí  «salta  de  haber  logrado    t«* 
1,  ¡SMSm*  tüperMlM  ma  vtdí  desde  d  p^ 
mero,  hasta  el  .último,  .el  adorno  de  .U  MU 
gracia,  to  suplico  humildemente,  que J»  *£>£ 
Tan-. numerables  instantes  de   mi   yi«i*  ,.L>P   &■ 
carecido  de  aquel  celestial  adorno '  f?^s««£ 
cas,  dispongas  con  tu   poderosa  Mterpewpa  q*e 
"Jo  carezca   de  él   en  el,  último^ p»ÍA  «U*,*i 
consiaas    tú  el   singular   gusto,  y.yio   '»*  <*- 
S  Sicidad  de  que  en  mi     »«*»*   ogre 
'S /ruto   de    1*    preciosa    muerte, id^W  ama- 
bilísimo   Hijo  i  y   que  este,  con  :  el  P#Are,  yjl 
Espíritu  'Santo  viva,  y  reine  Siempre  e»  «nj   pt* 
.  la  Gracia  ,  y   yp.(  acompañando  ti»  4uM">«M 
voces)  lo  alabe  eternamente  en  la  Gloria.  M*¡>> 

LAÚS  DEÓ,  &  B.  M.  V.' 


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