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Full text of "Los calzones de mi mujer : juguete cómico en un acto"

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fP     PROPIEDAD      ^\ 

\h,     DE  V.  DE  LALAMA.     (JJ 


'^^a 


_^,,,    BIBLIOTECA  'S- 

sS:::7)DRAMÁTíGA 


LOS  CALZONES  DE  MI  MUJER. 

Juguete  cómico  en  im  acto,  original  de  1).  Ceferino  Sanchiz,  2)ara  rejiresentarse 
en  Madrid  el  año  de  1869. 


PERSONAJES. 


ACTORES. 


t'.AROMNA 

Micaela 

Deoobacias  '. 

Fehx 

La  acción  pasa  en  nuestros  dias. 

Sala  en  cisa  de  Deogracias.  Mesa  de  despacho  Ton  recado 
de  escribir  y  libros. 

ESCENA  PRIMERA. 

SLc.vEL.v,  limpiando  los  muebles  y  Félix  que  entra  ¡w  la 

puerta  del  fondo  en  traje  de  camino. 
Fel.  Muy  buenos  dias. . . 
Mic.  Felices. 

Fel.  Está  el  amo? 
Míe.  No  señor. 

Se  fué  á  la  compra. 
Fel.  a  la  compra 

el  amo? 
Míe.  Es  muy  maricón. 

No  debe  tardar;  ya  hace 

un  buen  rato  que  salió 

para  la  plazuela. 
Fel.  Entonces 

me  apodero  de  un  sillón. 
Míe.  Cúbrase  V. 
Fel.  No,  mil  gracias, 

hija ,  que  aprieta  el  calor. . . 

Y  no  me  estraña  sentirlo 

estando  enfrente  del  sol . . . 

— Que  hay  uno  sólo ,  se  dice  , 

mas  no  es  esa  mi  opinión,  j 
Míe.  Muchas  gracias ! 
Fel.  Es  justicia ; 

y  habrá  justos,  como  yo, 

á  millares. 
Míe.  Muchas  gracias  ! 

Fel  .  La  manila ...  (/e  dá  .una  moneda) 
.Míe.  (mirándola.)  Un  napoleón ! . .  . 

Me  voy  á  hacer  mucha  fuei-za 

para  tomarlo,  mas  por — 


que  á  V.  no  so  le  figure 

que  es  desprecio.  . . 
Fei..  a  mi?  No,  no: 

si  has  de  hacerte  un  sacriücio. . . 
Míe.  Pues. .  .muchas  gracias,  señor. 
Ful.  (La  chica  es  bastante  corta 

de  genio . . .  Qué  san  faso7i ! .) 

Y  tu  amo  compra,  en? 
Mic.  Pues  vaya, 

no  es  él  poco  compraor! 
Fkl.  Sigue,  muchacha. . .  (Oh  poder 

inmenso  de  un  Napoleón!) 
Mío.  No  sé  si  debo  enterarle. . . 
Fel.  Pues  estás  en  un  error,  (le  dá  otro.) 

Toma. . . ,  y  no  hagas  mas  paradas ; 

habla  con  resolución, 

porque  noto  con  disgusto 

que  el  mal  parado  soy  yo. — 

(jontinúa. . . 
Míe.  Pues  volviendo 

á  nuestra  conversación  , 

voy  á  decirle  ,  en  secreto , 

porque  reserv  ada  soy , 

y  tesliga  es  la  portera . . . 
Fel.  Corriente. 
Míe.  Que  mi  señor 

es  un  poco  cominero 

con  sus  puntas  de  fisgón  ; 

que  obedece  á  la  señora , 

y  tiembla ,  si  oye  su  voz, 

y  que ,  en  resumidas  cuentas  , 

es  un  bendito  de  Dios. 
Fel.  y  la  señora? 
Míe.  Compone. 

Fel.  y  qué  es  ello? 
Míe.  Qué  se  yo? 

Unos  renglones  que  pegan . . . 
Fel.  Que  pegan? 
Míe.  De  dos  en  dos. 

Fel.  Son  ricos? 
Míe.  Pues  miste ,  él  era 

empleado ,  se  cavó 

el  nienisterio ,  y  le  dejan 

cesante. .  .Probé señor. 


VN 


Los  calzones  de  mi  mujer. 


como  se  puso ! ...  En  seguida 

presentó  su  demisión. 
Fei,.  y  no  espera  alguna  herencia  ? 

Tiene  deudos'.' 
Mic.  Creo  que  no. . . 

Deudos  no  tiene  denguno , 

deudas  tiene  una  porción. 
Ff.l.  Oye ,  chica,  tienes  novio? 
Míe.  V.iya!  Y  mú  uno;  horraor, 

para  servir  á  usté . . . 
Fel.  Gracias! 

Míe.  Trabaja. .  .pero  al  reló. 

ESCENA  II. 

Dichos  y  Deogracias  por  el  foro  con  una  cesta  de  compra 

que  entrega  á  Micaela.  Esta  fe  relira. 
Deo.  El  salmón,  inmejorable, 

recien  salido  del  mar; 

y  la  carne,  y  la  ternera, 

ele  superior  calidad. 

FeUx! 
Fel.  Deogracias!  (Se  abrazan.) 

Deo.  Permite 

que  te  abrace  una  vez  más , 

y  que  en  este  abrazo  estrecho 

te  demuestre  mi  amistad. 
Fel.  Mira,  no  me  la  demuestres 

tanto ,  que  me  vas  á  ahogar '. 

No  tan  estrecho  !  Modera 

tu  impresionabilidad, 
Deo.  Yo  acabaré  en  loco  ! 
Fel.  Entonces 

estás  acabando  ya. 

Calma  tu  emoción  y  hablemos 

con  toda  formalidad,  [se  sientan.) 
Deo.  Ante  todo  ,  con  qué  comes  ? 
Fel.  La  pregunta  es  singular! 

Con  la  boca. 
Deo.  De  qué  vives, 

quise  preguntarle. 
Fel.  Ah! 

De  los  productos  que  me 

deja  el  arte  de  matar. 
Deo.  CiiicQ,  te  has  hecho  torero? 
Fel.  Hombre !  listas  en  tu  cabal 

juicio? 
Deo.  De  matar  hablaste. . . 

Fel.  Es  que  soy  médico. 
Deo.  Tá... 

tá. . .  tá...  tá. . . 
Fel.  Mi  ciencia  es  tuya. 

Seré  el  mas  feliz  mortal , 

si,  de  grati?,  en  tu  cuerpo 

te  la  puedo  demostrar. 

Corlarte  una  pierna  ,  ó  dos  , 

ó. . . 
Dro.  Espero  que  acabarás. 
Fel.  Lo  que  es  en  amputaciones 

soy  una  especialidad. 
Deo.  Se  agradece  la  intención! 
Fel.  Mis  curas  son  á  cual  más 

prodigiosas.  Si  enterrados 

no  estuvieran  todos  ya, 

mis  enfermos  te  dirian 

quién  es  Félix.  Mata. 
Deo.  Gran 

apellido  para  un  médico  ! 
Fel.  Me  vinieron  á  llamar 


una  vez  ,  para  la  cura 

de  cierto  pobre,  al  que  un  can 

rabioso,  en  las  pantorrillas 

dejó  del  diente  señal. 

No  se  arredro  Félix  Mata, 

ni  por  pienso ,  al  contemplar 

que  á  la  sana  pantorrilla 

ibase  á  pasar  el  mal. 

Coge  el  bisturí ;  le  corta 

con  mucha  serenidad 

la  pierna  sana;  el  enfermo 

se  empieza  á  regenerar. . . 

-Mas,  de  pronto  ,  un  constipado 

se  lo  llevó  por  allá. 
Deo.  Conque  se  murió  por  fin? 
Fel.  Pera  no  se  pasó  el  mal. 
Deo.  Ya  ! 

Fel.        y  le  dio  tiempo. 
Deo.  Si? 

Fel.  Vaya, 

si  so  pudo  confesar ! 

En  la  cabeza  un  amigo 

tuvo  una  herida,  que  ya, 

ya  !  Me  encargué  de  curársela, 

y  al  ver  que  el  lance  iba  mal , 

yo,  para  librar  el  cuerpo, 

me  decido  ,  y  qué  hago?  Zas, 

le  rebano  la  cabeza. 

Y^a  se  empezaba  á  curar . . . 
Deo.  Si,  cuando  otro  constipado 

se  lo  llevó  por  allá. 
Deo.  Es  mi  destino;  qué  quieres? 

Es  mucha  casualidad! 

En  cuanto  curo  un  enfermo 

se  me  muere. .  .Pero  bah  ! 

hé  tenido  mucha  suerte 

para  todo  lo  demás. 
Deo.  Ya  lo  veo ! 
Fel.  Mis  discípulos 

á  España  poblando  están. 
Deo.  Si,  se  conoce..  .La  gente 

se  muere  sin  resollar. 

Y  luego  dicen  que  hay  cólera  L 

Médicos  es  lo  que  hay. 

Tu  sigues  feliz. . .  soltero. . . 
Fel.  a  la  presente,  quizá; 

soy  viudo. 
Deo.  Te  casaste? 

Fel.  Preciso;  para  enviudar. . . . 
Deo.  Qué  tal  era  tu  mujer? 
Fel.  Era  una  cosa  tal  cual. 

No  chocaba  su  hermosura, 

no. . . ,  pero  si  su  fealdad. 
Deo.  Entonces.  . . 
Fel.  Me  interesaba 

por  ella ;  era  natural . . . 
Deo.  Qué  dote? 

Fel.  Dosmillonccjüs. . . . 

Deo.  Tu  interés  comprendo  ya. 
Fel.  Y  luego,  muy  buenas  prendas! 

Mira,  tenia  un  collar 

de  diez  mil  duros. 
Deo.  Las  prendas 

valían  un  dineral. 
Fel.  y  un  corazón  do  brillantes. . .  . 
Deo.  Hombre  que  corazón  tan! . . . 
Fel.  Tenia  muy  buenas  dotes. 
Deo.  (IÍI  dote  ibas  tú  á  buscar!) 
Fel.  Pero  la  suegra. . .  Tú  sabes 


Deo 


Deo 
Fei.. 


Deo 
Fki.. 
Deo 
Fel, 


Deo 
Kkl. 


Deo 
Fel. 
Deo 


Fel. 
Deo 


lo  que  i'S  suegra '! 

L;i  verdaJ, 
pnieticauícnto .... 

Ay!  amii;o, 
pues  te  puedes  contentar 
con  la  teoría!  Un  ilus  años. . . 
largos!  que  vivió  el  cainuui, 
i)  un  espárrago  mi  físico 
pudiérasc  comparar. 
Al  (in  ,  el  añ')  del  colera 
tuvo  la  amabilidad 
aquel  huésped ,  de  atacarlas  , 
y  vo  las  curó  con  tal 
Bcierto ,  puse  los  medios 
con  tino  tan  especial, 
que .... 
.  Se  salvaron  ? . . . 

Yo  dudo 
que  f'  pudieran  salvar, 
pero  \o  me  salvó  de  ellas. . . . 
— Fui!,  amigo  Deogracias , .tan 
grande  mi  gozo ,  que  estuve 
enfermo  de  gravedad. 
Por  poco  estiro  la  pata. 
.  Te  curaste  lú? 

No  tal.     . 
.  Pues  eso  te  libró ! 

Acaso 
fuese  asi,  Curado  ya, 
nie  establecí  en  Manzanares , 
donde  lo  pasé  tal  cual. 
.  (Kl  pueblo  se  habrá  qnedad.i 
reducido  á  la  mitad. ) 
A  un  escribano  curé; 
mas  dio.. .  la  casualidad, 
de  que  se  muriera,  y  tuve 
muy  deprisa  que  escapar, 
porque  me  formaron  causa , 
diciendo,  que  si  la  tal 
muerte  ,  fué  premeditada. . . 
No  la  pudo  meditar  , 
porque  curarle  y  morirse 
rué,  chico,  una  cosa  igual. 
Ay!,  quién  fuera  de  los  tuyos! 
Para  qué? 

Para  curar 
á  mi  esposa . . .  que  es  espo.sa 
en  sentido  literal! 
Pero  es  un  mal  incurable. 
Pues  de  qué  padece? 

Ay! 
el  que  padece  soy  yo  ! 
Mi  esposa  ha  dado  en  llevar 
los  calzones,  y  los  lleva 
con  mucha  tranquilidad. 
Y  yo  compro. .  .y  ella  sisa  ! 
y  porque  no  sé  guisar, 
no  guiso,  que  si  supiera 
no  estaría  por  acá, 
sino  en  la  cocina,  haciendo 
algún  puding  ó  algún  flan. 
Leyendo ,  yo  no  sé  dónde , 
que  existe  "un  tal  Jorge  Sand 
que,  siendo  hembra,  con  calzomv 
se  viste;  sin  mas  ni  mas 
imitarle  se  propuso 
en  su  literario  afán. 
— Que  has  de  saber,  que  mi  espusa 
(para  que  sea  cabal 


Los  calzones  do  mi  mujer. 

todo)  tandiieu  hace  versos 
con  mucha  fecundidad. 
Hace  sonetos  que  ,  chico  , 
te  juro  que  hacen  llorar  ! 
ktor  lo  malosj  y  heregías. . . . 

Fel   llonibrc,  elegías  dirás. 

Deo.  No,  no,  que  heregías  son. 
Luego  ,  en  vez  do  repasar 
la  ropa  vieja,  i'epasa 
á  Víctor  Rugo  y  Uumás, 
y,  lloran  los  chicos?. .  .Bueno, 
que  los  acallo  papá; 
cualquier  otra  cosa,  es  cosa 
de  papá;  vamos ,  no  hay 
paciencia  !  — Yo  no  deseo 
á  mis  enemigos,  mas 
que  una  mujer  que  componga 
y  que  no  sepa  planchar, 
que  solo  guise  novelas 
y  algún  drama  de  puñal , 
y  veneno  ,  y  dispáralos, 
(que  lo' son  en  realidad) 
y  que  remiende  en  poesía 
y  no  sepa  remendar! 

Fki..  y  tu  mujer,  tiene. . .  genio  ! 

Deo.  Si  tiene  genio!. . .  Infernal ! 

Fel.  y  qué  tal  escribe? 

Deo.  Tiene 

una  letra  regular. . . . 

Fel.  .\  qué  género  se  inclina '! 

Deo.  Al  masculino ! 

Fel.  (Aguavá!) 

Deo.  También  es  republicana. 

Fel.  Sí!  Qué  dices?..  .  Eso  mas? 
Pobre  política  !  A  qué 
manos  has  ido  a  parar  ! 
Asi  estás  tú  ! . . . 

Deo.  Ella  ha  forjado 

en  su  mente  cierto  plan, 
guardándose  la  cartera 
de  hacienda. .. 

Fel.  No  elige  mal. 

Deo.  Y'  todo  es  una  friolera, 
si  lo  comparamos ,  á 
lo  que  ya  me  tiene  frito 
y  archi-frilo.  Pues  verás; 
como  va  de  hombre  vestida, 
se  ha  llegado  á  figurar 
que  es  hombre ,  y  se  vá  al  café 
y  al  teatro  ,  cómo  si  tal 
cosa  ,  y  tiene  amigos. .  .  —  Eso 
es  lo  que  me  írrita  más. 
Y  estoy  celoso ,  y  rabioso  , 
y  estoy  estallando  ya, 
se  mehacen  los  dedos  huéspedes 
y  me  voy  á  suicidar 
o  á  tomarte  á  ti  por  médico! . . . 

Fel.  Eso  es  una  atrocidad. 

Un  remedio  se  me  ocurre  ! 

Deo.  De  veras? 

Fel.  Eccolo  quá. 

Ella  quiere  ser  el  dueño 
de  la  casa ,  no  es  verdad? 
Pues  bien,  que  lo  sea! 

Deo.  Eso 

se  le  ha  ocurrido  á  ella  ya. 

Fel.  No  me  comprendes. — Tu  espora 
quiere  ser  hombre  y  mandar? 
Pues  tú  hazte  mujer  ,  y  deja 


que  impere  su  voluntad. 

lilla  convierte  las  sayas 

en  chaquet  y  en  levisac  ? 

Convierte  tú  la  levita 

en  sayas,  y  santa  paz. 

Que  ella  corra  con  los  gastos, 

como  es  justo  y  natural; 

que  sea  quien  mande  en  casa, 

no  como  lo  fué  hasta  acá, 

in  párlibuf,  no  señor  , 

que  sea  el  hombre  en  total . 

Hagamos  una  comedia, 

y  ánimo,  y  ello  dirá. 

La  doncella,  que  es  muchacha 

vivaracha  y  perspicaz, 

nos  prestará  ayuda.  Acaso 

la  curaremos. 
Deo.  Quizá. 

Y  .si ,  al  menos  ,  se  constipa 

me  quedaré  en  libertad. 
C.\R.  [dentro.)  Deogracias  !  Que  están  llorando 

los  chicos. . .  Ven  á  ajustar 

la  cuenta  á  la  cocinera! . . . 

Vete  á  la  tienda. . . 
Deo.  Ahiestá! 

Fel.  Pues  vamonos,  (tiaiísc  por  el  foro.) 

ESCEN.\  III. 

Carolina  por  ¡a  puerta  de  la  derecha,  vestida  de  Jwmbre¡ 

Car.  Es  preciso. 

que  vayas. . .  Por  ningún  lado 

parece.  . .  se  habrá  marchado? 

No. . .  sin  pedirme  permiso! . . 

{arrellanándose  en  una  butaca.) 

Goces  de  la  vida  física. 

En  fin,  en  tanto  que  llega, 

escribiré  alguna  entrega 

de  Memorias  de  una  tísica.  i> 

Los  Maninis  y  Guijarros 

no  estarán  de  buen  humor 

con  mi  calma,  (mirando  su  petaca.) 
Pues  señor, 

apenas  tengo  cigarros! 

Ayer  no  hice  nada,  y  quiero 

escribir  la  entrega  hoy . . . 

Ante  todo  ,  á  acabar  voy 

el  capítulo  tercero. 
{escribiendo  y  leyendo  en  voz  alta  lo  que  escribe.) 

—  «Tomu  otra  copa  de  peñascaró  (dijo  Pata-roja,) 
que  ya  sabes  que  hoy  tengo  parnés.» 

—  «Y  si  nos  mandan  á  la  trena  ó  a  Finibusterre?» 
pregunto  Oreja  de  Perro. 

—  «No  cantar,  aunque  nos  aprieten  el  pasapán,» 
volvió  á  decir  el  bandido. 

Y  pagando  el  gasto,  salió  con  sus  seis  compinches 
de  la  taberna  de  la  Pelona  ,  y  fué  con  ellos  á  colocarse 
detrás  de  la  esquina  de  la  calle  de  Sevilla. 

Todos  sacaron  los  mondadientes  ,  y  se  pusieron  á  la 
espera. 

Era  de  noche,  y  sin  embargo,  llovía. 

Don  Cncufate  y  su  familia  salieron  i  disfrutar  del 
buen  tiempo . 

Al  Cu  llegaron  al  sitio  en  que  estaban  agazapados 
los  asesinos. 

Pasó  Don  Cncufate ,  y  el  Vizco  lo  largó  un  navajazo 
reciñiendo,  es  decir,  dando  ,  porque  el  que  lo  recibió 
fué  Don  Cucufate. 


Los  calzones  de  mi  mujer. 

Pasó  su  señora,  y  Oreja  de  perro  la  descabelló  á  la 
primera  vez  que  lo  intentó. 

Pasó  Paquita,  y  el  Pelao  la  dio  una  un  poco  baja, 
en  hueso. 

Pasó  el  perro...  y  en  vez  de  enviarle  un  viage, 
respetaron  su  vida,  pensando  vendérselo  para  hacer 
emñutidos,  á  uno  de  los  principales  salchicheros  df 
Madrid. 

Los  asesinos  huyeron;  las  victimas  quedaron  en  el 
suelo  rodeadas  de  un  mar  de  sangre. 

Los  agentes  de  la  autoridad  se  presentaron  en  el 
lugar  del  crimen,  á  las  nueve  horas  escasas  de  co- 
metido. 

Basta  por  hoy. . .  No  está  mal 
el  lenguaje.,  .  Hay  rasgos  buenos. 
Y  el  género,  por  lo  menos, 
es  agradable. . .  y  moral. 


ESCENA   IV. 

Carolina  y  Deogracl\s,  vestido  de  mujer ,  con  traje  del 

'  dia,  algo  exajerado. 

Deo.  {dirigiéndose  al  foro.) 

Mira,  prepárame  el  chál ! 
Car.  a  buena  hora,  camueso 
Deo.  Ola ,  querida! 
Car.  {reparando  en  él.)  Qué  es  eso? 

Estamos  en  carnaval? 

Qué  significa  ese  traje? 
Deo.  No  comprendo  que  te  asombre. 

Quiero  dejar  de  ser  hombre..  . 

es  decir,  en  el  ropage. 
Car.  Pero. . . 
Deo.  Tu  conducta  imito 

solamente. — Conque ,  hermosa, 

sino  mandas  otra  cosa , 

voy  á  darme  un  paseito. 
Car.  Cómo?. .  Te  vas! 
Deo.  -  Si ,  me  voy. 

Necesito  reponer 

mi  trussó  ;  que  lo  que  ayer 

no  se  hizo,  hay  que  hacerlo  hoy. 
Car.  (Por  lo  visto ,  mi  marido 

me  quiere  desespei'ar.) 
Deo.  y  me  tengo  que  probar 

con  mi  modista,  un  vestido. 
Car.  Tu  modista!. . 
Deo.  Te  contrista 

mi  modo  de  obrar? 
Car.  Pillastre ! 

Deo.  Hija,  no  tienes  tú  sastre  ? 

Pues  bien ,  yo  tengo  modista. 

Tal  vez  te  ponga  en  un  potro 

un  recelo  baladi , 

pero  he  pensado  que  asi 

se  vá  lo  uno  por  lo  otro. 
Car.  Pues  sabequ&no  me  avengo, 

y  que  no  me  dá  la  gana! . . 
Dro.  Luego  iré  á  la  castellana 

con  una  amiga  que  tengo. 
Car.  Amigas?. .   Eso  es  de  veras?. . 

Tienes  tú  amigas,  marido  ?. . 
Deo.  Pero,  señor!  Te  he  impedido 

yo  nunca  que  las  tuvieras? 

No  se  te  importen  tres  pitos 

nuestros  amantes  estreñios. 
Car.  Qué  no?. . 
Deo.  Si  nos  conocemos 

desde  muy  chiquirrititosl 


lis  chica  lie  buona  pasla; 

yo  la  lio  scguiílii  la  pista  , 

y  tengo  un  golpe  de  vista. . . ! 
0.\n.  Conque  tú  lo  iligas,  basta! 
Deo.  Tiene  un  pié. . .  .tiene  un  ilescute. 

y  una  mano  tan  gordita . . . 

Mira,  se  llama  l'ei)ita. 
tAii.  Qué  nombre  lan  vulgarote! 
Deo.  Si ,  muy  vulgar,  dices  bien  ; 

no  liay  aquí  perro  ni  cato 

que  nci. .  .Uniré  las  que  yo  trato 

hay  muchas  Pepas  también. 

Pues  si,  es  persona  muy  bella. . . 

Voy  á  ponerme  en  un  brinco. . . 

Sino  estoy  aqui  ii  las  cinco , 

es  que  comeré  Con  ella. 
Car.  No  vayas  A  abusar. . . 
iko.  ■  Híi! 

Qué !  si  es  lo  mas  campechana! . .  . 

Hace  mas  de  una  semana 

(lue  nos  hablamos  de  tú ! 

liOnque . . .  ya  vos ! . . . 
Cah.  Eh  !  Canario! 

Me  paracc  que  eso  vá 

muy  (leprisa  ! 
Deo.  No,  hija,  cá, 

no  lo  creas. . .  al  contrario ! 

Se  me  afloja  el  corsé ,  y. . . 

Apriétamelo. ..  No  quieres? 
C.\R.  Ilum  ! 
Deo.  Bien,  mujer;  no  te  |al teres 

Pepita  lo  liará  por  ti.  {váse.} 

ESCEN.\   V. 

Carolina;  á poco  Micaiíl\. 
C.^R.  Está  en  su  juicio?  A  fé  mia 

que  no  me  se  responder. 

Qué  se  propone?  Lo  ignoro. 

Cuál  es  su  intención?  No  sé . 

W  Cn  y  al  cabo,  tendremos 

que  encerrarlo  en  Leganés. 

Qué  quieres?  (á  'Micaela  que  sale.) 
Mic.  Quiero  dinero. 

Car.  Dinero? 
Míe.  Si. 

Car.  y  para  qué? 

.Mic.  Vaya  una  pregunta!  Para 

comprar  algo  que  comer. 
C.AR.  Pues  no  ha  comprado  el  señor 

como  de  costumbre? 
■Míe.  Pues ! 

Qué  ha  de  comprar ?.\o  señora. 
lÍAR.  Es  estraño. 
Miü.  Ahí  verá  usté! 

Car.  y  no  hay  un  cuarto? 
Mic.  "  Ni  raedi  o . 

Car.  Pues  señor ,  esto  si  que  es  ! 
Mic.  Miste  que  Dios  ! 
Car.  y  qué  hacemos? 

Mic.  Podemos  hacer  6isí(í. 
Car.  Si;  no  me  parece  mal. . . 

Es  lo  que  debes  hacer. 
Mic.  Pues  lo  único  que  falta, 

es  el  dinero. 
Car.  SI,eh? 

Lo  único  que  no  hay ! 
.Mic.  Estamos  frescas. 
Car.  Ya  vés ! 


Los  calzones  de  mi  mujer. 

Mu:.  Pues  eso  es  bastante  triste. 
Car.  Si,  muy  triste,  ya  lo  sé. 

Si  el  tendero  nos  liara. .  . 

Podrias  probar  A  ver.  . . 
Míe.  Está  el  nombre  ya  escamáo, 

y  yo  me  espongo  á  que 

me  suelte  una  fresca. 
Car.  Entonces.  . . 

Míe.  Que  también  tengo  mi  aquel , 

aunque  probé ! 
Car.  Hay  que  quedarse 

asperges;  por  una  vez. . . 
Míe.  No  señora,  usté  ofreció, 

cuando  me  tomó,  hace  un  mes, 

á  su  servicio. . . 
Car.  Es  muy  cierto; 

pero  ,  hija ,  no  puedo  sor. 
Míe.  Pues  quédese  usté  con  Dios, 

que  yo  no  sé  vivir  del 

airo.  Déme  usté  el  salario, 

y  ahur. 
Car.  Pero  oye,  mujer; 

aguarda  á  que  el  señor  venga . . . 
Mío.  El  señor  ?  . . .  por  vida  dé  ! 

Pues  qué,  no  es  usté  el  señor? 
Car.  Ya  te  pagaré  después.. . 
Míe.  No,  no  señora;  ahora  mismo, 

y  ,  como  no ,  hago  saber 

á  toda  la  vecindad. . . 

(lo  que  ya  sabe  muy  bien.) 
Car.  Vuelve  dentro  de  una  hora, 

ó  media,  y  te  pagaré. 
Míe.  Bien ,  pero  si  no  me  pnga 

voy  á  armar  aqui  un  belén  !  (váse.) 

ESCEN.\  VI. 

Carolina,  en  seguida  üeooracias  . 

Car.  Esta  mujer  es  un  tigre 
en  figura  do  mujer, 

Deo.  (£H/ra)ifío.)  Uf !  que  calor.  Dios  Eterno! 
De  la  cabeza  á  los  pies 
vengo  sudando. .  .Esto  es 
la  sucursal  del  infierno ! 

Car.  (Mi  marido.) 

Deo.  Ah !  estás  ahi? 

Car.  No  lo  vos? 

Deo.  Me  regocijo! 

Car.  Traes  mal  humor? 

Deo.  No ! 

Car.  Pues    hijo  .  . . 

Deo.  Tengo  que  hablarte! 

Car.  a  mí? 

Deo.  Si ! 

La  custodia  de  la  esposa  ^' 

está  á  cargo  del  marido. . . 
Marido,  me  han  ofendido 
de  una  manera  espantosa! 
No  seas  alma  de  chopo 
y  toma  venganza  fiera. . . 
Ahora  mismo ,  en  la  Carrera 
me  han  dirigido  un  piropo  !! 

Car.  Cómo? 

Deo.  y  con  audacia  rara 

en  seguirme  se  h¿  obstinado.  . . 

Te  juro  que  me  ha  sacado 

los  colores  á  'a  cara  ! 

Yo  no  sosiego  hasta  ver 

lo  que  haces  lú  .no  lo  esperes. 


Lo3  calzones 


Car.  Pero. . .  era  un  hombre?. . . 

Deo.  Pues  quieres 

que  fuera  alguna  mujer?. .. 

Las  señoras  españolas 

estamos  siempre  en  un  tris . . . 

Jesús !  En  este  pais 

no  podemos  salir  solas. 

.*Lnda  suelto  tanto  pillo  !. .. 

Y  no  basta  que  una  huya. . . 
Le  di  una  tarjeta  tuya 

que  llevaba  en  el  bolsillo  , 

y  con  continente  noble 

ie  eché  un  roción  do  palabras. . . 

Es  menester  que  le  abras 

la  cabeza  de  un  mandoble  ! 
C\B.  (Está  loco ,  y  estoy  viendo 

como  en  estas  y  las  otras ! . . . ) 
Diio.  Y  siempre  somos  nosotras 

las  que  salimos  perdiendo! 

Una  palabra. ..  una  flor. . . 

un  requiebro . . .  una  patraña. . . 

cualquier  cosa,  todo  empaña 

el  cristal  de  nuestro  honor. 

Y  nos  casamos ,  y  olvida 
el  marido  su  deber.  . . 
El  oficio  de  mujer 

es  una  cosa  perdida  ! 
Car.  Si  es  burla ,  es  larga ;  si  veras , 

prestarte  oido  no  quiero. 
Deo.  Ah !  me  he  encontrado  al  case  ro 

al  subir  las  escaleras. 

Me  ha  dicho  ,  que  no  le  place 

que  le  causes  mas  perjuicio  , 

y  que  váá  citarte  á  juicio. .  . 

(que  buena  falta  te  hace.) 
Car.  Pagarle  yo  ? 
Deo.  Qué  te  pasa? 

Te  has  puesto  malo  quizá  7 
Car.  Yo  pagarle? 
Deo.  Claro  está. 

No  eres  el  amo  de  casa  ? 

No  llevas  los  pantalones? 

Entonces  por  qué  me  increpas  ? 

No  es  tiempo  ya  de  que  sepas 

lo  que  son  obligaciones? 

No  sé  lo  que  te  alborota 

si  con  mi  opinión  convienes ...  — 

Doblando  la  hoja;  tienes 

que  comprarme  otra  capota. 

Es  un  capricho  muy  justo, 

porque  esta,  ya  no  me  peta; 

á  más,  madama  Enriqueta 

las  llene  del  mejor  gusto. 

Cómpramela  cuanto  antes; 

luego  acaso  no  se  lleven. . . 
Car.  (incomodada.)  Claro ! 
Deo.  Los  maridos  deben 

ser  pródigos  y  galantes. 
Car.  Déjate  de  bromear, 

que  aburres  ya  y  encocoras , 

y  repara  en  que ,  á  estas  horas , 

estoy  aun  sin  almorzar. 
Deo.  Bien  ;  y  yo,  qué  le  he  de  hacer? 
Car.   Darme  dinero. 
Deo.  Querido , 

la  ley  manda,  que  el  marido 

alimento  á  la  mujer. 

Yo  no  sé  lo  que  te  pasa  , 

pero  tu  razón  se  ofusca 


de  mi  mujer. 

de  un  modo. . .   Ingeníale  ,  busca, 

no  eres  tú  quien  manda  en  casa?. . . 
Car.  Pues  me  gusta  ! 
Deo.  Además,  yo 

he  almorzado  ya. 
Car.  '     Caribe ! 

Deo.  Bah  ! . . . 

Car.  Sin  comer ,  no  se  vive  ! 

Deo.  Quién  te  ha  dicho  á  ti  que  no? 

Cosa  bien  sencilla  es. 
Car.  Pero!..  [Irritada.) 
Deo.  No ,  no  pongas  peros. 

Los  quince  días  primeros 

no  digo  ,  pero  después. . . 
Car.  Que  tal  necedad  apoyes  ! 
Deo.  Pues  qué  ,  te  parece  estraño? 

Yo  pasé  una  vez  un  año 

sin  comer.  ..  como, lo  oyes. 
Car.  Sin  comer ! 
Deo.  Si;  prenda mia. 

Car.  Y  el  hambre?... 
Deo.  Se  la  ahuyentaba. 

Car.  Más... 
Deo.  Yo  te  diré  ;  almorzaba 

cinco  ó  seis  veces  al  dia. 
Car.  Yo  que  te  oigo  y  te  hago  caso  , 

tengo  la  culpa  ! 
Deo.  Despacha 

esa  muchacha  ?  {Al  foro.)  Muchacha  , 

tráeme  el  cesto  del  repaso. 

{Entra  Micaela  con  un  cesto  lleno  de  ropa  blanca,  y 

se  retira.) 

Ajajá.  {Sentándose,  sacando  aguja ,  dedal  é hilo  ¡y  po- 
niéndose á  coser.) 
Car.  No  desatines 

y  basta  de  burlas,  ea  ! 
Deo.  Comencemos  la  tarea 

por  un  par  de  calcetines. 
Car.  Que  voy  á  armar  un  belén , 

y  que  mas  no  te  contemplo  1. . . 
Deo.  Si  tu  siguieras  mi  ejemplo. . . 

y  trabajaras  también  ! . . . 
Car.  Tienes  el  cerebro  sano  ? 
Deo.  Imítame á  mi,  que  ahora 

voy  á  tomar  profesora 

de  francés  y  de  piano.  n 

C,\R.  Profesora  ! 
Deo.  No  seas  tonto  , 

hombre,  y  no  me  desesperes  ! 

No  ves  tú  que  las  mujeres 

lo  enseñan  todo  mas  pronto? 
Car.  Marido  ,  hablemos  en  serio, 
Deo.  y  voy  á  hacer  ,  Deo  volente  , 

que  te  nombren  escribiente 

ó  auxiliar  de  un  ministerio. 
Car.  Deogracias!. . .  {Suena  dentro  la  campanilla. 
Deo.  (Sin  duda  es 

Micaela  ,  de  modista, 

ella  es  dispuesta  y  muy  lista. . . 

Dice  que  hablará  en  francés. . . 

Que  se  lo  ha  enseñado  un  pillo 

que  la  juró  amor  sincero. .  . 

Creo  que  era  un  caballero 

que  tocaba  el  organillo.) 

ESCENA    VII. 
Dichos  y  Micaela  con  velo  que  la  cubra  bien  el  rostro  y 

un  pañuluti  en  la  mano. 
Deo.  Eh !  ya  esta  aquí  mi  modista. 


C.An.  (Oiclos! ...  no  sé  como  sufro. . .) 

I>EO.  (ó  Micaela.)  Vendrá  ya  el  traje  de  prueba? 

Perfectamente. . .  l'resumo 

que  estará  bien. . .  Vil.  misma 

me  lo  probará. . . 
CiR,  (Es  lo  único 

que  me  faltaba! . . . ) 
Dko.  Pasemos 

á  otro  cuarto ,  que  no  es  uno 

nuestro  sexo. .  .(sefialando  á  Carolina.) 
Hay  conveniencias     , 

que  guardar  en  este  mundo. 
Mic  Le  estará  á  usté. . .  coli/lor ! 
Deo.  (Jesús!. . .  Vaya  un  ex-abrupto!) 
Míe.  Que  es  igual  que  si  dijéramos. 

de  mi  flor. 
Dko.  Es  claro!...  .Kisto! 

(Por  este  método,  soy 

yo  capaz  de  hablar  en  turco.) 
Mu:,  tomo  todo  lo  que  sale 

Je  mi  mesón. 
Deo.  ( ¡  San  Tiburciu ! ) 

.Mic.  Mesón  quhoie  decir  casa. 
Deo.  Si,  si. ..  Ya  me  lo  íiguro. . . 

Pero,  déjate  de  idiomas 

y. . .  (Después  de  esto,  el  diluvio!) 
Mic.  (Pues  no  se  figure  usté 

que  yo  he  seguido  miscur.sos. . .) 
Deo.  Por  supuesto.  .  .Pero. .  .Vamos. . . 

(Aquí  va  á  haber  un  tumulto!) 

{Entran  en  la  habitación  da  la  derecha.) 

ESCENA  YIII. 

iUrolinw,  en  seguida  Félix,  vestido  de  lacayo  con  una 
carta  en  la  mano. 

C,\ii.  Yhay  calma  que  esto  resista? 

Que  asi  á  una  mujer  se  afrente  ? 

.'Vy! ;  y  como  se  contente 

con  vestirle  la  modista !, . . 
Fel.  Don  Deogracias. . . 
0.\R.  Traed  ver! 

Fel.  Pcru . . . 

Car.  Venga!  {quitándole  la  carta.) 

Fel.  Señurito... 

C.vR.  Pues!. .  La  prueba  del  delito..  . 

Si ...  La  letra  es  de  mujer. 

No  hay  duda ! 
Fel.  "  Me  han  cncargadu 

que  espere  contestación. . . 
t'.AR.  Cumple  con  tu  obligación 

y  espérala  ,  mal  criado. 
Fel  .Mal  criadu?. . .  Hable  cun  modu 

y  vea  corau  me  llama. . . 

Pregúntele  usté  á  mi  ama 

si  yo  soy  malu  del  todu! . . . 

Vaya ! 
Car.  Me  tiemblan  las  manos 

V  apenas  sé  lo  que  leo. 

Dios  mió ! . . .  Qué  es  lo  que  veo? 

Ah  !  que  iniquidad . . .  Villanos! 

Mas  yo  me  sabré  vengar 

i.  mi  sabor  de  ese  impío. . . " 

Leamos:  —  «Querido  mió...  • 

Vaya  un  modo  de  empezar  ! 
Fel.  (Ya  la  ira  se  retrata 

en  su  semblante  ! )  Señor. . . 
Car.  ¿Qué i.. 


Los  calzones  de  mi  mujer. 

Fel.  Me  liarla  usté  el  favor 

do  leerme  la  pusdat;i?.  . . 

Car.  «Tengo  una  tristeza,  un  tedio... 
y  es  que  no  te  veo. . .  (Alerta  !) 
«Querido  ,  estoy  medio  muerta. . . » 
(Yo  te  daié  el  oiro  medio!) 
«Anoche  se  mo  lia  ocurrido 
HUÍ  plan .  .(Un  plan?.  .Qué  zozobras!) 
)or  medio  del  cual,  recubras 


«la  libertad  que  lias  perdido  ; 
«librándote  (le  esa  harpía 

ȇ  la  que  tanto  aborreces, 

»y  de  sus  ridiculeces, 

»y  de  sus  ninjadüiías. . .  « 

(Ksta  mujer  mo  imagina 
alguna  serpiente  búa. . .) 
«Mañana  parto  á  Lisboa 

»de  primera  bailarina  » 

¡Baila  ! . .  Vaya  un  par  de  apuntes! ) 

«Nos  vamos  juntos (No  es  nada!) 

«  Ya  verás  que  temporada 

«pasamos!  » (Si,  no  te  untes  ! ) 

«Podemos  salir  mañana 

«por  el  primer  tren  !  —  A  Dios. . .  » 

(  Cómo  no  salgáis  los  dos 

por  la  primera  ventana !) 

»Te  esiiero  á  cenar. . . « (Ilaz  cuenta 

que  no  vá,  niña  bonita.) 

«Tuya,  Pc|i¡ta»  (Pepita!. . . 

Hasta  el  nombre  me  rebienta!) 

fá  Félix.)  Sabes  hablar? 
Fel.  Podrá  ser . . . 

Si  usté  pregunta  cun  arte.  I . 

Yo  hablu ...  lis  que  la  mayor  parte 

no  mo  quiere  comprender. 

Para  que  mis  lábíus  chisten. . . 

(recibiendo  una  sortija  que  leda  Carolina.) 

Mejana  usté  por  la  mano. . .. 
Car.  Entre  tu  ama  y  mi . . .  hermano, 

que  relaciones  existen  ? 
Fel.  Se  tratan  cun  cunfianza. . . 

Un  abrazu. . .  algún  besitu. . . 
Car.  Es  cierto! 
Fel.  Algún  cariñitu. . . 

perú  ,  en  fin ,  todu  do  chanza. 
Car.  (Ah  que  infamo  !  Es  un  chacal!) 
Fel.  y  se  preguntan  : « Me  quieres '?  » 

«Si  te  quieru. . . »  Entre  mujeres 

es  cosa  muy  natural. 

Se  enrita  usté  ? 
Car.  Es  un  indino  !. . 

Fel.  Pues  no  comprendo ...  Si  fuera. . . 
Car.  Si  con  un  hombre  lo  hiciera 

se  me  darla  un  pepino  ! 

Basta !  Me  ahogo  por  puntos! . . 
Fel.  y  la  respuesta?. . . 
Car.  Malvado! 

Fel.  Yo. . .  Como  liabian  quedadu 

en  pasar  la  noche  junlus. . . 
Car.  Juntos.  . .  La  ira  mcabrasa, 

la  rabia  me  desespera ! . . . 
Fel.  Comu  le  ei^pera. .  . 
Car.  Le  espera?... 

Dime  !  Hay  sillas  en  tu  casa? 
Fel.  Tiene  ganas  de  palique? 

No  ha  de  halarlas?  Qué  tontuna! 
Car.  Pues  bien. . . '  que  se  siente  en  una 

y  luego. . .!  qi  j  se  abanique!!!  fvase  Felij 


Los  calzones  de  mi  mujer. 


ESCENA  IX. 


Carolina,  enseguida  Deogracias,  1/ Micaela,  que  salen  de 

la  habitación  de  la  derecha.- 
Car.  Hombre,  sin  fé  y  sin  principios, 

yo  me  vengaré  de  ti ! 
Míe.  tonque. . .  diquia  luego. . . 
Deo.  Mira, 

no  te  Yayas  ,  serafín ; 

voy  á  ponerme  el  sombrero 

V  nos  \amos  juntos. 
Car."  Si! 

Estás  fresco  1  So  tunante ! 

Cómo  que  te  vas  á  ir ! . . . 
Deo.  fá Carolina.)  Quédate  con  Dios,  hermoso. 
Car.  Hombre  infame  y  baladi , 

oiga  usté ! 
Deo.  {colviendo)  Querías  algo? 
.  Car.  (reprimiéndose.)  No ! 
Deo.  Había  creido .. . 

Car.  y 

se  vá ,  si ;  se  va  con  ella  1 

Escucha.  . .  (en  tono  menos  fuerte.) 
Deo.  Qué  quieres,  di? 

Car.  Que  te  quedes. . . 
Deo.  Kn  seguida! 

Car.  (Suplicarüe  ya.) 

Tienes  la  bondad  do  oir?. . . 
Deo.  Ah!  eso  es  otra  cosa,  fá  Micaela.)  Espérame 

en  el  portal ,  querubín. 

ESCENA   ÚLTIMA. 

Deooraoias  ,     y    Carolina. 

Deo.  Despachemos  de  una  vez ; 

di ,  que  pasa  en  esta  casa  ? 
Car.  Pasa,  que  lo  que  aqui  pasa 

no  pasa  en  Bagdad  ni  en  Fez ! 
Deo.  Vamos  con  tiento.  No  es  modo 

ese  de  hablarme,  marido. 
Car.  Pasa ,  que  eres  un  bandido 

y  pasa. . .  que  lo  sé  todo  ! 
Deo.  Ah! . . .  (fingiendo  sorpresa.) 
Car.  y  no  me  engañas,  no  hay  mus! 
Deo.  (Haciéndose  aire  con  el  abanico  y  cayendo  en  una 

butaca.) 

Desabróchame  el  corsé . . . 

porque  me  parece  qué 

me  vá  á  dar  el  patatús. 
Car.  Te  se  ha  seguido  la  pista 

y  tu  intención  se  penetra. . . 

¡enseñándole  la  carta.) 
)í!. . .  conoces  esta  letra?. . . 
Deo.  Si!. . .  La  conozco. . .  desvista. 
Car.  Me  causa  un  tormento  hondo 

tu  conducta;  y  no  te  pesa ! . . . 

Pepita! 
Deo.  Pepita?  A  esa 

la  conozco  más  d  fondo. 

Si ,  mí  conducta  es  artera 

y  ya  estoy  arrepentido. . . 


Aver. . .  Creo  que  he  leído 

en  la  carta  que  me  espera. . .  Piace  que  se  vá.) 
Car.  Oh !  se  vá  y  me  deja  sola ! . . . 

Que  pérfido  proceder! 

Y  al  amor  de  otra  mujer 

la  fé  prometida  inmola  ! 
Deo.  Tu  obraste  así  la  primera 

de  libertad  en  tu  afán, 

y  yo. . .  lo  que  no  me  dan 

en  casa,  lo  busco  fuera. 

No  me  hagas,  pues,  más  el  bú 

ni  me  quites  el  sosiego. 

La  culpa  de  mi  despego, 

hacia  ti,  la  tienes  tú. 

No  es  el  medio  más  certero 

de  atraerme,  decirme:  anda, 

mientras  me  voy  de  parranda  , 

espúmame  tú  el  puchero.» 
Car.  (Es  cierto')..  .. 
Déo.  Él  mío  es  un  acto 

natural . . . !  Y  tanto! . . .  Digo' 
Car.  (Por  la  mala  no  consigo 

nada.)  Oye,  hagamos  un  pacto. 
Deo.  Un  pacto  ?  Vamos  á  ver. 
Car.  Vivamos  en  paz. 
Deo.  Es  justa 

tu  petición ,  y  me  gusta. 
Car.  Seamos  tu  hombre,  y  yo  mujer  : 

troquemos,  sí  no  te  opones, 

los  trajes. 
Deo.  Qué  es  lo  que  fraguas'' 

Car.  Tú  me  cedes  tus  enaguas, 

yo  te  doy  mis  pantalones. 

Yo  que  (le  usarlos  me  asusto  , 

es  prenda  que  me  encocora. 
Deo.  Pues  yo  á  las  faldas ,  ahora 

les  iba  tomando  el  gusto. .  . 
Car.  Y]irométeme,  además, 

variar  de  conducta. 
Deo.  (Pues 

lo  que  has  de  desear  es 

que  no  varíe  jamás!) 
Car.  Lo  juras? 
Deo.  Lo  juro  !  (Soy 

hoy  dia,  el  héroe  de  Europa.) 
Car.  Vamos  á  cambiar  de  ropa, 

si  te  pai'ece. 
Deo.  Allá  voy. 

Pero  antes,  una  palmada 

voy  á  pedir  sin  demora. .  . 

Señores,  á  una  señora 

nunca  se  le  niega  nada. 

CAE   EL  TELÓN. 


MADRID: 

Imprenta  de  Gabriel  Alhambra, 
San  Bernardo, 73. 

1869.