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Full text of "Los dos tratados del papa, i de la misa"

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OBRAS  ANTIGUAS 


DE  LOS 


ESPAÑOLES   REFORMADOS. 

TOMO       ' 


1  [FERDINANDO  DE  TEXEDA]  Carrascon.  1633. 

2  JUAN  PÉREZ  :    Epistola  Consolatoria.  1560. 

3  JUAN  PÉREZ  ?    Imajen  del  Antecristo  i  Carta 

a  Felipe  II.  155.^. 

4  JUAN  DE  VALDES.     Dos  Diálogos  :    Mercurio 

i  Carón.     Lactantio  i  el  Arcediano.  1528? 

5  RAIMUNDO    GONZÁLEZ    DE   MONTES  :     Artes 

de  la  Inquisizion  Española.  1567. 

6  CIPRIANO    D   VALERA  :     Los     dos     Tratados 

del  Papa,  i  de  la  Misa.  1599. 


LOS  DOS  TRATADOS 

DEL  PAPA,  I  DE  LA  WSA. 

ESCRITOS 

POR  CIPRIANO  D.  y  alera; 

I  POR  ÉL  PURLIGADOS 

PBiniERO  EL  A.  1588,  LUEGO  EL  A.  1599: 

1 

AHORA  FlELBi£NTE  REIMPRESOS. 


«  Toüus  ioJusUtle  nalla  caplu- 
liorest,  quam  eorum,  quicum 
máxime  fallunt ,  id  agunt,  ut  Tiri 
boni  esse  videantur.  n 

Gic,  dt  O/fic,  Lib.  I,  eap.  xiii. 


Año  de  MDCCGLI. 


Vil 


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11- 


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uÁfOftÜ  .<?* ' 


% 


/■ 


JbiL  año  de  4  588  dio  á  luz  Cipriano  D.  Val- 
lera, el  presente  volumen.  Ahi  pongo  la 
Portada  i  los  raros ,  i  oscuros  versos ,  al 
respaldo,  que  entonzes  prefijó  á  su  libro. 
Reimprimo  los  versos ,  porque  tal  vez  en 
ellos ,  haya  alguna  nolizia  encubierta, 
azerca  de  la  Obra  i  de  su  Autor.  El  volu- 
men ,  en  8.''  español ,  tiene  488  pajinas ,  i 
cada  una  de  estas ,  34  renglones.  Además 
tiene  ocho  hojas  al  prinzipio ,  i  cuatro  al 
fin.  I  es  notable,  que  la  fecha  puesta  al 
«  fin  del  Prólogo  de  1 5  de  Junio  de  4  588,  se 
dejó  intacta  en  la  2.*  Edizion ,  que  es  mi 
orijinal.  En  la  c  Typographiai»  de  J.  John- 
son ,  4824,  2  vol.  f  no  apareze  en  el  índi- 
ze  de  los  impresores  ingleses ,  el  nombre 
de  Amoldo  Eatfildo.  Al  hablar  de  esta  Edi- 
zion del  a.  4588,  dize  un  erudito  franzés: 
«  Cette  edition  est  Toriginale  de  ce  Livre, 
»  qui  est  rare,  et  recherché  des  curieux, 
»  et  on  fait  peu  de  cas  de  la  reimpression 
»  qui  en  parut  en  4  599  parce  qit'  elle  est 
»  chatrée.  »   La  exactitud  i  el  aplomo  de 


un  literato  franzés ,  son  siempre  inimita- 
bles. La  mejor  y  i  mas  completa  Edizion.  es 
la  del  a.  4599. 1  lejos  de  haber  suprimido 
en  ella ,  nada  de  la  anterior ;  Valora  aña- 
dió todos  aquUos  argumentos  de  autoridad, 
que  habia  notado  en  los  libros  modernos 
publicados  dentro  i  fuera  de  España ,  en 
el  intervalo  de  los  onze  años  que  media- 
ron de  una  Edizion  á  otra.  Esto  apareze 
claro  y  de  las  zitas  i  acotaziones  repetidas, 
que  haze  en  su  2.*  Edizion,  de  la  Silva  de 
Pedro  Mejia,  de  la  Monarquía  Eclesiástica 
de  Pineda ,  i  otros  libros.  En  la  Edizion 
del  a.  de  1588,  que  el  bibliógrafo  franzés 
llama  la  orijinal ,  i  la  buscada ,  faltan  mu- 
chas cosas  que  Valora  añadió  en  la  de 
4599.  Las  Notas  al  fin  de  este  volumen 
demuestran  mi  aserto.  I  aseguro  al  lec- 
tor, que  esta  mi  Edizion  es  tan  completa; 
que  contiene  aun  los  versos  del  respaldo 
á  la  primer  Portada ,  única  cosa  que  su- 
primió Valera  en  su  2/  Edizion.  E^ta,  se- 
gún la  Portada ,  se  imprimió  en  casa  de 
Ricardo  del  Campo.  Ese  es  el  nombre  es- 
pañolizado áe  Richard  Field,  unconozido 
impresor  en  Londres,  suzesor  i  yerno  del 
impresor  llamado  Vautrollier,  que  fué  per- 
seguido por  haber  impreso  el  Jordán us 
Brunus ,  «  Begli  Heroici  Furori. »  Ricar- 


do  Fiéld ,  imprimió  otros  libros  españoles, 
cuya  reimpresión  es  interesante ,  por  mas 
de  un  conzepto. 

En  la  que  ahora  presento  de  Los  Dos 
Tratados  ,  sigo  escrupulosamente ,  la  que 
me  sirve  de  oríjinal.  Cada  pajina  de  la 
Edizion  del  1 699  se  hallará  aqui  reimpre- 
sa  en  la  que  corresponde.  Seiszientasdiez 
pajinas  tiene  el  antiguo  volumen ,  fuera 
de  las  dos  Tablas ,  Prólogo ,  é  índize.  Las 
mismas  64  O  p.  tiene  esta  reimpresión.  Asi, 
el  que  quiera»  puede  confrontarlas  con  fa* 
zilidad.  Las  pajinas  de  la  antigua,  son  las 
de  la  presente. 

La  ortograña  solamente ,  va  moderniza- 
da aqui ,  no  las  vozes.  Asi  el  lector  ob- 
servará ,  que  se  conservan  los  antiguos 
vocablos:  añidir,  añidireis,  caireiSy  co^- 
noscan «  convenieron,  convertios  diminui- 
réis^ defuntOg  emplastro^  imdjines,  instan^ 
zia  j  por  comparazion ,  mendigantes ,  pía- 
za,  por  plazca ,  proóeza,  prostados^  san^ 
tificatrize,  vejisima:  i  oíros  \Sír\os.  I  como 
Jos  que  lean  este  volumen ,  conozerán  ya 
las  demás  obras  cuya  reimpresión  me  ocu- 
pó en  los  años  anteriores ,  dejo  de  repetir 
aquella  clase  de  advertenzias  jenerales, 
que  hize  en  ellos ,  i  que  son  aplicables  á 
esta  reimpresión. 


Tampoco  juzgo  del  caso  estenderme  á 
dezir,  cuanto  pudiera ,  azerca  de  Cipriano 
D.  Valora ,  Autor  de  este  libro.  Otros  es- 
critos suyos ,  deseo  reimprimir :  i  luego: 
cuando  ellos  acompañen  á  este,  i  ocupen 
la  atenzion  de  muchos ,  ó  siquiera  de  al-« 
gunos ;  entonzes  el  nombre  de  este  espa- 
ñol ,  i  los  de  otros  compatrizios  nuestros, 
se  presentarán  no  mal  unidos ,  i  como  fun- 
damentos primordiales  de  una  escojida  i 
jenuina  Iglesia  española.  Limitémonos 
ahora  al  libro  de  los  «Dos  Tratados.  » 

Si  lectores  eruditos  comparan  esta  obra, 
con  otras  de  su  tiempo ,  á  ella  semejan- 
tes ,  como  la  de  Viret  * ;  verán  claramente, 
que  el  libro  de  Valora  sobresale  en  mode- 
razien  i  sobriedad ,  confrontado  con  los 
otros ,  en  cuanto  á  lo  que  todos  ellos  di— 
zen ,  azerca  del  Papado ,  los  Papas ,  i  la 
Misa.  No  defiendo  á  Valora ,  ni  á  su  estilo, 
con  la  trivialidad  de  alegar  mayor  acritud 
en  otros.  Solo  aseguro,  que,  comparado 

*  Yo  la  conozo  solo  por  la  siguiente  traduc- 
zion  italiana:  uDe  Fatti  de  F^eri succesori  di 
Giesu  Chrisío ,  etc. ,  Libri  X.  Da  Messer  Pie- 
tro  Fireto  in  Francese  scritti ,  et  hora  nuova- 
mente  in  volgare  Italiano  voltio  etc.  Per  G.  L. 
Paschale.  1556.»  Un  vol.  8.^  de  735  pajinas  de 
letra  menuda  i  metida,  sin  contar  ocho  hojas  al 
prinzipio  i  otras  tantas  al  ñn. 


con  ellos,  en  las  frases  de  Valere  bai  par- 
simonia i  moderazion.  Al  pasar  la  vista 
por  los  escritos  de  R.  Barns ,  de  J.  Bale, 
i  de  semejantes  Autores ,  orijenes  i  fun* 
(lamentos  literarios  é  históricos ,  en  que 
los  Dos  Tratados  se  apoyan ,  la  mesura 
del  Autor  español  se  manifiesta  de  su- 
yo ;  i  sus  ideas  i  propios  pensamientos 
se  realzan  con  no  despreziables  mati- 
zas. 

I  si  de  esos  confrontes  puede  este  libro 
salir  airoso ,  cuando  se  le  quiera  examinar 
á  las  luzes  de  la  moderna  critica  (con  tal 
que  no  Salten  ni  sinzerídad  ni  conozimien- 
to  de  los  tiempos) ;  no  le  perjudicará ,  sino 
que  recomendará  el  examen.  Adúzcanse, 
para  el  caso,  las  obras  de  Mosheim,de 
Ranke,  Merle  d' Aubigné,  i  otros :  i  se  verá 
que  el  volumen  de  Yalera,  no  es  un  libe- 
lo, ni  una  rapsodia.  I  si  escritores  de 
contrarias  sectas  pueden  desdeñarle  i  aun 
condenarle ;  no  asi  contrarestarle  ni  des* 
mentirle.  Juzgar  hoi  de  la  relijiosidad  de 
los  Papas  de  Roma ,  i  de  los  buenos  i  san- 
tos frutos  que  la  Misa  produze  donde  se 
ejecuta  i  se  mira ;  no  está  ya  limitado  al 
corto  número  de  los  que  leyeron ,  ó  lean, 
las  Memorias  de  Gasanova ,  las  Cartas  de 
Azara,  las  del. Padre  Vázquez,  ó  libros 


parezklM.  Ahora  piensan  hasta  los  mora- 
dores de  poeblos  miserables ,  i  k)  qne 
piensan  es  el  resaltado  de  lo  que  saben 
ver.  Luego  diré  yo,  cómo  lo  que  vi ,  au- 
toriza lo  que  en  Valera  he  leido. 

Que  los  ((Dos  Tratados » ,  enseñaron ,  i 
consolaron  á  vezes;  es  fázil  demostrarlo. 
Al  libro  de  Valora  confiesa  deber  doctri- 
na ,  i  consuelo ,  el  catalán  Juan  de  Ni— 
cholas  i  Sacharles :  i  el  otro  infeliz  arago- 
nés D.  Antonio  Gavin;  se  muestra  también 
reconozidó  á  la  produczion  de  Valera.  Ni 
son  solo  españoles ,  los  que  se  prendaron 
de  nuestro  Actor.  Tradujéronle  á  sus  na- 
tivas lenguas  varios  estranjeros.  En  inglés 
hai  dos  traducziones  distintas,  que  justifi- 
can mi  aserto.  El  a.  de  1 600,  se  imprimió 
en  Londres  la  de  Juan  Golburne ,  en  un 
vol.  i."",  de  558  pájs.  El  traductor,  debió 
rezibír  descanso  i  solaz  con  la  versión, 
puesto  que  la  hizo ,  cuando  estaba  preso. 
La  dedicó  al  Lord  Guarda-sellos  Sir  Tho— 
mas  Egerton  ,  i  al  fin  de  la  dedicatoria  se 
halla  asi  la  fecha :  —  a  Pieete  my  miserable 
prison  this  24  of  October  4600. »  —  I  lle- 
vaba ya  seis  años  de  cárzel:  porque  en 
la  Librería  del  Museo  Británico,  existe  una 
humildísima  carta  suya,  pidiendo  libertad, 
diríjida  al  Lord  Burghly,  con  la  fecha  de 


Fleete  H  de  Junio  de  1 594*.  La  versión 
de  Golborne ,  hecha  por  supuesto ,  de  la 
2/  Edizion  de  Valera ,  es  mui  fiel.  En  la 
páj.  438,  inserta  una  adízion ,  quedistin* 
gue  cuidadosamente  del  texto :  pero  que 
pudo  mui  bien  haberla  rezibido ,  del  mis- 
mo Yalera.  Véanse  las  Notas.  Después  de 
Golbunie,  J.  Savage  publicó  su  traduc- 
zion ,  hecha ,  dize  él  en  la  Portada ,  fielr' 
mente  de  la  Segunda  i  mejor  Edizion  del 
Orijinal.  Su  fidelidad  podia  haber  sido 
mayor;  pues haze muchas adiziones ,  que 
no  distingue  del  texto  de  Valora ,  i  aun 
alguna  que  otra  supresión ,  que  tampoco 
nota.  El  libro  de  Savage  se  pubicóen  Lon- 
dres el  a.  de  4704,  i  es  un  voL  en  4.''  es- 
pañol de  488  pajinas.  En  Madrid  he  visto 
un  ejemplar  de  este  libro.  El  traductor  no 
debió  conozer  la  traslazion  de  Golburne. 
A  lo  menos  nó  la  menziona.  Pero  esta  2.* 
versión,  prueba  el  sostenido  aprezio  que  se 
ha  hecho  de  la  obra  de  noestro  Valera,  en 
un  pais  como  Inglaterra ,  quizá  demasiado 
rico  en  este  jénero  de  literatura. 
Ahora :  la  verazidad  i  verdades  conté- 

*  Debo  esta  notizia  á  B.  B.  Wiffen ,  que  po- 
see un  ejemplar  de  la  trad.  de  Golburne,  hoi  libro 
tan  raro  como  el  orijinal  español  de  los  Dos  Tra- 
tados. 


nidas  en  los  Dos  Tratados,  reziben  para 
mi  toda  su  autoridad ,  de  lo  mismo  que 
yo  he  visto.  Habitando  por  varios  años, 
aquella  aflijida  i  desgobernada  parte  de 
Italia  que  llaman  Estados  Pontifizios,  du- 
rante los  pontificados  de  León  XII,  Pió  VIII, 
¡Gregorio  XVI.  Visitando  á  Roma  en  cua- 
tro ocasiones  distintas;  yo  he  visto  clara- 
mente los  frutos  ponzoñosos  que  produze 
el  árbol  de  la  idolatría,  i  todos  los  diver- 
sos tósigos  que  de  él  se  sacan.  El  Papa  es 
el  Dios  único ,  real  i  efectivo,  permitido  á 
aquellos  habitadores :  i  al  mismo  tiempo, 
el  Gobierno  á  cuya  cabeza  se  halla  este 
Papa,  que  se  denomina  él  mismo,  Fícario 
de  Cristo  ;  es  el  azote  mas  duro  que  pue- 
de aflijir  á  un  Pueblo.  Mientras  el  Papa,  i 
los  Cardenales ,  que  son  la  almáziga  de 
Papas ,  i  los  Prelados ,  i  el  avispero  de  je- 
suitas ,  que  dominan  á  cuantos  engañan; 
viven  en  aquellos  Estados ,  con  tan  per^ 
fecto  olvido  de  la  lei  de  igualdad  i  de 
amor,  que  hasta  exijen  culto  i  adorazion; 
el  resto  de  sus  habitadores  está  de  suerte 
abatido,  consumido  i  degradado;  que  se 
arrodillan ,  i  besan  el  suelo ,  desnudos ,  i 
mazilentos  por  el  hambre,  cuando  ese  em- 
blema de  asolazion ,  llamado  Papa ,  se 
asoma  al  balcón  de  alguno  de  sus  Palazios; 


Q  envuelto  en  éedas  i  pedrería ,  se  haze 
conduziren  andas  porlbs  templos ;  ó  pasa 
rápido  en  sus  coches,  á  gozar  de  las  fres- 
cas ,  i  encantadas  soledades  de  sus  vastas 
i  magnificas  Quintas.  To  he  visto  esa  al* 
taneria ,  i  esa  degradazion  en  la  Roma  de 
los  Papas ,  i  en  las  tierras  que  llaman  su 
Patrimonio :   i  he  visto  ambas  cosas  tan 
desenvueltas  en  todos  sus  efectos,  que 
bien  podría  corroborar  con  adiziones  de 
doble  volumen,  todas  las  pajinas  de  Valora. 
Yo  no  ignoro,  que  hombres  de  respetada 
instruczion ,  como  Constantino  Tischen— 
dorf ,  se  atreven  hoi  á  imprimir  él  Testa- 
mento Nuevo,  dirijiéndole  á  la  Piadosa 
Memoria  de  Gregorio  XFI.  Yo  no  niego, 
que  pudiese  mui  bien  Mauro  Cappellarí, 
mostrar  personal  amistad  i  benevolenzia, 
á  los  Doctores  Teólogos  que  le  besasen  la 
cruz  del  zapato.  Pero  cuando  recuerdo, 
que  el  Piadoso  Gregorio ,  dominó  á  sus 
pueblos  como  rei  tirano ,  fomentó  la  guer- 
ra zivil  de  España ,  durante  seis  años ,  i 
trató  á  la  vez  como  Reyes  de  la  Penínsu- 
la ,  á  Isabel  II  i  á  su  jesuítico  tio ;  cuando 
recuerdo ,  cómo  desollaba  á  si^s  malaven- 
turados subditos ,  para  pagar  á  las  aus* 
triacas  huestes  las  invasiones  que  se  le 
antojaba  biziesen  en  los  Estados  EciesidS'- 


ticos:  cuando  sé ,  que  se  creía  infalible, 
porque  se  UamabsT*  Soberano  lejitimo  *\ 
la  memoria  del  Piadoso  Gregorio,  no 
puede  quitar  en  mi  el  conzepto  de  la  fuer- 
za,  i  de  la  zerteza  del  libro  de  Valera.  Yo 
no  trato  de  examinar,  si  los  prozederes  de 
Gregorio  XVI  dimanaron  de  causas  ajenas 
á  su  voluntad  i  á  su  corazón.  Ni  le  traté, 
ni  le  hablé  nunca :  i  no  le  juzgo.  Digo  si: 
que  en  sus  prozederes  de  Prlnzipe ,  i  de 
Pontifize  (según  la  época  en  que  lo  fué), 
se  condujo  como  todos  los  Papas  que  des- 
cribe Valera :  i  no  como  diszipulo  de  Aquel 
que  dijo :  que  su  reinado  no  era  de  este 
mundo.  Pruebas  de  esto ,  es  cosa  bien  tri- 
vial el  presentarlas ,  si  se  requiriesen. 

Que  después  de  Gregorio  XVI ,  el  Papa- 
do observe  la  misma  via ,  i  los  Papas  no 
la  abandonen;  lo  muestra,  desde  el  primer 
punto  de  su  elevazion ,  el  reinante  Pío  IX. 
Este  Soberano ,  que  como  todos  sus  an* 
tezesores ,  se  llama  Siervo  de  los  siervos 
del  Señor ^  cuando  en  Junio  del  a.  4849 
estaba  en  Gaeta ,  mientras  por  compla- 

*  El  Papa  Gregorio  XVI ,  en  la  Obra  que  es- 
cribió cuando  solo  era  Mauro  Gapellari ,  deduze 
asi  la  infalibilidad  del  Papa :  — «  U  Papa  é  Sovra- 
no  legitimo,  Dunque  é  infalUbile, »  Esta  obra 
está  tradozida  al  español. 


zerle  se  bombardeaba  á  Roma ,  pas^  ana 
espezie  de  Revista  á  las  tropas  de  España, 
que  habían  ido  allá ,  á  autorizar  con  sus 
bayonetas  los  humfldes  deseos  del  huma- 
no Pío.  Al  aparezer  del  Papa ,  los  españo- 
les soldados  se  arrodillaron :  los  Alférezes 
humillaron ,  i  tendieron  por  el  suelo  las  ban- 
deras de  España,  que  de  propósito,  i  caso 
pensado ,  pisó  el  siervo  de  los  siervos,  pa- 
ra manifestar  asi,  bollando  el  estandarte  i 
armas  de  Castilla ,  que  el  Papa  es  Dios  en 
la  tierra ,  i  Rei  de  Reyes.  Para  dignarse 
hazer  esta  operazion,  el  amable  Pió,  hubo 
de  rogárselo  el  Padre  Fermin  Sánchez  Al- 
caraz,  hoi  Obispo  de  Cuenca.  Esterelijio- 
so,  le  pidió  luego  al  Papa  los  zapatos,  con 
que  había  pisado  las  armas  de  España ,  i 
que  eran  de  tafilete  marroquí  bordados 
con  cruzes  de  oro.  Estos  zapatos  los  fue- 
ron luego  á  visitar  i  contemplar  muchas 
personas :  i  se  los  trajo  á  España  frai  Fer- 
min. El  rasgo  de  humildad  del  Papa  Pío, 
se  refirió ,  creo ,  en  nuestra  Gazeta ,  i  en 
todos  los  periódicos.  Yo  le  leí  en  el  He- 
raldo dellOde  Junio  de  4849.  En  ese 
mismo  año ,  el  mjsmo  Pió  IX  ordenó,  que 
un  Conzilio  de  Prelados  sabios  (entre  los 
que  se  enumera  al  Padre  Fermin ) ,  inves- 
tigue el  Misterio  de  la  Conzepzion  de  la 


f^irjen ,  para  luego  declarar  por  dogma 
de  Fe,  haber  sido  conzebida  sin  mancha 
de  pecado  oríjinal.  Es  negozio ,  que  en  el 
siglo  XVII ,  costó  mucha  sangre  á  España, 
como  atestigua  Zúñiga  en  sus  Anales  de 
Sevilla :  i  las  ventajas  materiales  i  espiri- 
tuales que  de  él  recabará,  pueden  inferir- 
se del  rumbo  i  adornos  con  que  desde  el 
siglo  pasado  comenzó  á  presentarle  ,  la 
instituzion  de  la  Orden  de  Carlos  III. 

Asi ,  pues ,  el  valor  del  volumen  de  Va- 
lera  ,  tiene ,  por  desgrazia,  todavía  su  pre- 
zio:  porque  los  suzesos  á  él  posteriores, 
corroboran  cuanto  en  él  se  dize .  I  recuerde 
el  lector,  antes  de  reprobar  las  cosas  que 
en  el  libro  le  ofendan ,  lo  c[ue  se  halla  en 
lapáj.  209. 

<f  Cosas  son  estas  (se  dize  alli ) ,  que  ni 
la  pluma  honesta  debria  escreAir,  ni  las 
orejas  castas  oir.  Pero  es  menester  descu- 
brir las  vergüenzas  de  la  Corte  Romana^ 
para  que  no  engañe  mas  tiempo  d  España . » 


Dos  Tratados. 
EL    PRIMERO    ES    DEL 

Papa  y  de  su  autoridad  colegi- 
do de  su  vida  y  dotrina ,  y  de  lo 
que  los  Dolores  y  Concilios 
antiguos    y   la  misma 
sagrada  Escritura 
enseñan. 

EL     SEGVNDO     ES     DE 

la  Missa  recopilado  de  los 

Dolores  y  Concilios  y 

de  la  sagrada 

Escritura. 


Toda  planta,   que  no  plantó  mi  Padre 

celestial  9  será  desarraigada. 

Mat.^  xVf  13. 

Caida  es,  Caida  es  Babylonia,  aquella 

gran  ciudad,   porque  ella  ha  dado 

á  bever  á  todas  las  gentes 

del  Tino  de  la  yra  de  su 

fornicación.  A- 

poc.,xiy,8. 


En  casa  de  Amoldo  Hatfildo. 
Año  de  1588. 


Dos  SOIVETOS  EII  LOOE  DEgtA  ObRA. 

Vos,  qae,  hijos  de  Tros,  nefando  arrebatar 
Del  Águila  admitís ,  i  vos  que  á  retozar 
Vais  con  el  Abaddon  homizidas  besando , 
río  venze  el  Mago  aquí,  que  estáis  adulando. 

I  TOS,  que  alabais,  impíos,  fé quebrantar. 
Delante  Belzebub  profano  se  encorrar, 
I  tras  ovejas  ir,  como  león  bramando , 
río  hallaréis  aquí,  eso  que  vais  buscando. 

Mas  vos ,  que  hambreáis  por  pia  orthodoxia , 
Venid ,  hartaos  del  qu'es  verdad ,  vida  i  via : 
Entra  por  el  Verjel  deste  buen  precursor. 

Escudriñad  el  Verbo ,  i  entr'en  ti  un  Rayo 
Del  Sol  tres  vezes  santo  el  Dios  Quita-desmayo, 
Solo  Emanuel,  tu  Padre  i  Criador. 

Iberia,  este  íbero  aquí  ha  trabajado. 
Para  que  Jehova  solo  sea  invocado. 
Catad  no  rehuséis  correczion  admitir. 
Guardaos ,  como  Cain ,  tarde  os  arrepentir. 

El  Pastor  Dios  con-nos  á  zelos  provocado , 
Viendo  t'enflaquezer  quiere  so  su  cayado 
Apazentarte  ya.  Abajad  por  subir : 
De  Charybdis  huyendo  á  su  puerto  id  suijir. 

La  casa  de  tu  padre ,  oh  hija  de  Pharaon, 
Te  conviene  olvidar,  casaos  con  el  Varón, 
Que  de  tí  Morenica  es  tanto  enamorado. 

Su  yugo  es  fázil ,  dize  á  todos :  venid. 
Que  cargados  estáis,  venid,  gustad  mi  vid. 
¿Quién,  pues,  buscará  Estix?  quién  será  tan  mal- 
vado? 

P.  D.  C. 


Dos  Tratados^ 
EL    PRIMERO    ES 

DEL  PAPA  I  DE  SU  AUTO- 
RIDAD, COLEJIDO  DE 

SU  VIDA  I DOTBIKA. 

EL  SEGUNDO  ES  DE  LA. 

MISA :  EL  UNO  I  EL  OTRO  RECO- 
PILADO DE  LO  QUE  LOS  DOCTORES 

I  COnZILIOS  ANTIGUOS,  I  LA  SAGRADA 
ESCRITURA  EKSEftAIf. 

ITEN,  UN  ENJAMBRE  DE  LOS  FALSOS  MI- 
LAGROS CON  QUE  MARf A  DE  LA  VISITAZION, 
PRIORA  DE  LA  ANUIfZUDA  DE  LISBOA,  EN- 
G AfiÓ  Á  muí  muchos  :  I  DE  CÓMO  FUÉ 
DESCUBIERTA  I  CONDENADA. 

RevelazloD,  x^ii,  i. 

Fen ,  i  mostrarte  he  la  condenazion  de  la  gran 
Rameray  la  cual  está  sentada  sobre  muchas 
aguas.  I  v6rs.  15:  Las  aguas  que  has  visto 
donde  la  Ramera  se  sienta,  son  pueblos,  com- 
pañas, jentes,  i  lenguas» 


Segunda  edizioo, 
augmentada  por  el  mismo  Autor. 


En  casa  de  Ricardo   del  Campo. 
Año  de  1599. 


epístola 

AL  CHRISTIANO  LECTOR. 


di  NO  FUBSE  la  gran  nezesidad  que  nues*^ 
tra  España  tiene  de  saber  las  vicias  de  los 
PiPAs,  para  sabiéndolas  guardarse  dellos  i 
DO  hazer  caso  de  su  autoridad,  que  se  han 
contra  todo  derecho  divino  i  humano  toma- 
do sóbrelas  conszienzias,  que  Jesu  Christo, 
nuestro  Redemptor ,  con  su  muerte  i  pa- 
sión ha  hecho  libres ,  nunca  ,  Christiano 
Lector,  me  hubiera  metido  en  un  Labe- 
rinto tan  confuso  i  escabroso ,  como  es 
escrebír  vidas  de  Papas.  Porque  habéis  de 
saber ,  que  aun  los  mismos  Romanistas  no 
concuerdan ,  ni  convienen  en  el  número 
de  los  Papas :  unos  ponen  mas  ,  y  otros 
ponen  menos.  I  de  aqui  viene  que  tam- 
poco concuerden  cuanto  al  tiempo  que 
paparon  (séame  á  mi  lizito  como  de  Reí 
se  dize  reinar,  de  Papa  dezir  papar). 
Iten ,  de  aquellos  mismos  que  todos  con- 
6esan  haber  sido  Papas,  de  algunos  dellos 
unos  dizen  grandes  loores  i  encomios. 


EPÍSTOLA 

subiéndolos  hasta  los  zielos ,  otros  dizen 
desos  mismos  perrerías ,  abajándolos  has- 
ta los  infiernos.  Ejemplo  de  lo  prímero: 
San  Gregorio  (como  dize  frai  Juan  de 
Pineda,  parte  tercera,  cap.  viii,  §  I ,  de  su 
Monarchía  Eclesiástica)  fué  Papa  LXVI,  etc. 
I  no  LXIII ,  que  dize  Matheo  Palmerio: 
ni  LXIV ,  que  dize  Panvino ,  ni  LXV  que 
dize  Mariano :  ni  menos LXII ,  que  dize  San 
Antonino:  hasta  aqui  Pineda.  Jelasio  pri- 
mero ,  según  Platina ,  es  Papa  LI ,  según 
Panvino  es  L,  i  según  Jorje  Casandro, 
i  Carranza  es  XLIX.  Iten ,  Paulo  II ,  según 
Platina,  es  CCXX.  Carranza  lo  cuenta 
por  CCXIX ,  Pero  Mejia  por  CCXVUI,  Pan- 
vino  lo  cuenta  por  CCXV  ,  cinco  menos  que 
Platina.  Conforme  á  esta  cuenta  ,  Sisto  V, 
que  hoi,  año  de  4  588,  tiraniza  en  la  Igle- 
sia ,  seria  Papa ,  según  Platina ,  CCXXXVI, 
según  Carranza,  CCXXXV ,  según  Pero  Me- 
jia CCXXXIV,  i  según  Panvino  CCXXXl.  To- 
dos  estos  son  autores  Papistisimos:  los  unos 
son  Españoles  i  los  otros  Italianos.  I  si  mas 
autores  alegásemos ,  mas  desconformidad 
i  contrariedad  hallaríamos.  Desta  diver- 
*sidad  naze  el  desorden  quo  hai  en  el 
tiempo  que  algunos  Papas  paparon.  Por- 
que los  que  menos  Papas  cuentan ,  po- 


AL  CHAlSn ANO  LECTOR. 

ncn  los  años  que  quitan  á  los  cuatro ,  ó 
cinco  Papas ,  que  no  cuentan ,  á  otros  Pa- 
pas. Carranza,  en  su  Summa  Concilio* 
mm,  hablando  de  Bonifazio  111  (este  fué 
el  primer  Papa ,  como  se  dirá  en  su  vida), 
dize  estas  palabras:  Diversidad  hai  en» 
tre  los  Escritores  cuánto  tiempo  haya 
Bonifazio  terzero  sido  Papa.  Porque  de 
Platina  se  colije  que  haya  sido  nueve  me- 
ses: otros  dizen  ocho  meses  i  medio: 
otros  un  año  i  veinte  i  zinco  dias:  otros 
un  año  ,  zinco  meses  i  28  dias :  otros  di- 
zen que  murió  habiendo  sido  Papa  8 
meses  i  22  dias.  Hasta  aqui  Carranza. 
Lo  mismo  podríamos  dezir  de  otros 
muchos  Papas.  Por  ejemplo  «de  lo  se- 
gundo pondremos  á  Liberío ,  i  á  Formoso, 
sin  otros  muchos  que  podríamos  poner. 
A  Liberio ,  i  á  Formoso  los  mismos 
Papistas ,  unos  los  canonizan ,  i  otros  los 
anathematizan.  Platina  dize  que  Liberio 
fué  Arriano ,  Paifvino  dize  que  fué  Santo. 
Leed  su  vida  que  de  diversos  autores 
recopilamos.  Cuanto  á  Formoso,  Es- 
théphano  sesto ,  ó  séptimo  lo  condenó: 
también  lo  condenó  el  Gonzilio  que 
se  tuvo  en  tiempo  deste  Estéphano. 
Mas   Bomano  ^  suzesor   de  Estéphano, 


EPÍSTOLA 

i  Theodoro  i  Juan  X ,  ó  IX,  condenaron 
á  Estéphano ,  i  justiGcaron  á  Formoso :  i 
no  solamente  hizieron  esto ,  estos  tres 
Papas  ,  mas  aun  un  Conzilio  de  74  Obis- 
pos, que  se  tuvo  en  tiempo  de  Juan  X, 
hizo  lo  mismo.  Mas  con  todo  esto ,  Serjio, 
la  terzera  vez   que  fué  Papa  ,  tomó  la 
parte  de  Estéphano  contra  Formoso,  con- 
denando lo  que  tres  Papas  i  el  Conzilio 
habia  hecho ,  i  fué  cruelísimo  contra  el 
cuerpo  de  Formoso,  desenterrándolo,  i 
haziéndole  lo  que  en  su  vida  contaremos. 
Leed,  Christiano  Lector,  sus  vidas ,  ve- 
réis perros  que  se  despedazan  i  comen 
los  unos  á  los  otros :  Veréis  no  hombres, 
sino  Diab^s  encarnados.  Habéis  también 
de  advertir ,  que  en  algunos  nombres  de 
Papas  hai  gran  desconformidad :  al  áltimo 
Papa,   Juan  Platina    lo    llama  vizésimo 
cuarto  i  21 4  en  orden :  Carranza  lo  llama 
vizésimo  cuarto  ,  pero  213  en  orden. 
Pero   Mejia  lo   llama  \izésimo  cuarto, 
Panvino  lleva  otro  camino,  llámalo  vi- 
zésimo segundo,  dicho  vizésimo  terzero, 
i  dize  que  es  209  en  orden.  Desta  ma- 
nera quita  del  catálogo  zinco  Papas  ,  de 
los   cuáles    los   dos   son   Juanes :   i  es 
también    de    notar,    que    desde    Juan 


AL  CHRISTUIK)  LBCTOE. 

octavo,  que  fiíé  mala  mujer,  casi  todoii 
los  Juanes  han  sido  pestíienziales.  Leed 
sus  vidas. 

Tres  causas  hai  por  qué  algunos  nom~ 
bran  menos  Papas :  la  primera  es ,  porque 
algunos  Papas  paparon  mni  poco  tiempo. 
La  2.*  es,  porque  muchos  no  cuentan 
por  Papas  todos  aquellos  que  no  fueron 
canónicamente  elejidos.  La  3/  es,  porque 
silgunos  no  quieren  tener  por  Papas  aque- 
llos ,  que  ya  fueron  canónicamente  ele-* 
jidos »  pero  en  su  papado  se  gobernaron 
mui  mal.  Por  la  primera  razón ,  muchos 
no  cuentan  por  Papa  á  Estéphano  II ,  d 
cual  no  papó   que  tres  dias,  ó  como 
otros  cuatro.  Por  la  2.*  razón  se  esduyen 
todos  aquellos   que   fueron   elejidos  en 
tiempo' de  Zisma ,  á  los  cuales  los  llaman 
Antipapas.    Treinta  Zismas  cuenta  Pan^ 
vino ,  que  ha  habido :  en  las  cuales  unas 
yezes  hubo  cuatro  Papas ,  otras  tres,  otras 
dos.  De  aqui  es  qué  no  cuenta  á  Juan  XYIII« 
que  oíros  llaman  XVII ,  ni  á  Clemente  sép-- 
timo ,  ni  á  Qemente  octavo ,  i  por  eso 
á  Clemente  nono ,  lo  llaman  séptimo ,  ni 
á  Bendito  quinto ,  ni  á  Bendito  séptimo, 
dicho  sesto ,  ni  á  Bendito  XIII.  Por  esta 
segunda  rfizon  se  escluyen  todos  los  que 


EPÍSTOLA 

por  malas  artes,  engaño,  fuerza,  dádivas, 
ó  promesas  fueron  hechos  Papas:  á  los 
tales  los  Conzilios  i  Decretos  de  los  mis- 
mos Papas  no  los  tienen  por  Papas. 
L6ase  lo  que  el  Conzilio  Lateranense, 
qoe  se  tuvo  en  tiempo  de  Nicolao  se- 
gundo, ordenó  tocante  á  esto:  i  asi  mu- 
chos no  tienen  por  Papa  á  Constantino 
segundo :  el  cual  siendo  laico ,  i  sin  nin- 
gunas órdenes,  se  hizo  por  fuerza  Papa. 
Si  este  Decreto  se  guardase  ,  ni  Silvestre 
segundo ,  el  gran  encantador ,  ni  Bonifazio 
octavo ,  ni  Gregorio  séptimo ,  ni  una 
grande  infinidad  de  Papas  ,  que  por  ma- 
las artes ,  etc. ,  se  han  hecho  Papas ,  ha- 
bían de  nombrarse  Papas.  I  asi  muí  pocos 
quedarían  en  el  catálogo  de  los  Papas. 
La  terzera  razón  por  qué  algunos  no  son 
contados  por  Papas  es ,  que  yaque  fueron 
canónicamente  elejidos ,  pero  durante  su 
papado  fueron  abominables  ó  en  vida, 
ó  en  doctrina:  ó  en  vida  i  doctrina  jun- 
tamente. Por  esta  causa  algunos  no 
cuentan  á  Lando.  Leed  su  vida.  Por  la 
misma  causa  algunos  no  cuentan  á  Juan 
octavo ,  puta  antes  de  ser  Papa ,  i  siendo 
Papa.  Si  esta  razón  valiese ,  mui  pocos 
serian  contados  por  Papas.  Porque  to— 


AL  CHaiSIIÁlfO  IBCIW. 

dos  los  P^pes  en  jeneral  desde  Bonifa-*- 
zío  terzero ,  hasta  Sisto  quinto »  que  hoi 
tiraniza,  han  sido ,  ó  en  vida ,  ó  en  doctii- 
na  malos.  Asi.no  se  debria  contar  Boni«* 
{ázío  octavo ,  de  quien  todos  dizen  ,  que 
entró  como  Zorra,  vivi6  como  León,  i 
murió  como  Can ,  6  Perro.  I  no  fué  él  solo 
el  que  hizo  esto :  muchos  compañeros  ha 
tenido.  Estas  son  las  causas  por  qué  ala- 
gunes cuentan  menos  Papas  que  otros ,  i 
este  quitar  de  Papas  se  hallará  en  estoB 
nombres ,  Estéphano ,  Joan  ,  Clemente, 
Benedilo,  Constanzk>,  Félix.  No  hai 
vidas  de  Reyes,  ni  de  Emperadores, 
séanse  ChristianoB ,  Paganos,  Judíos,  Tun- 
cos ,  ó  Szitas ,  ó  de  cuales-<|uiera  otras 
naziones ,  tan  confusa,  i  tan  diversamente 
escritas,  como  las  vidas  de  los  Papas. 
I  lo  que  es  mas  de  marabíHar  ,  escritas, 
impresas ,  i  aprobadas  por  sus  mismos 
Papistas.  Pareze  que  el  Espiritu  santo 
ha  echado  de  propóstito  esta  confusión  en 
d  esorebir  sus  vidas.  Porque  siendo  los 
Papas ,  Reyes  i  Señores  de  Roma ,  i  Ro- 
ma (como  San  Jerónimo,  Petrarca, 
Laurerizk)  Valla ,  i  oíros  muchos  di- 
zen )  es  Babilonia ,  i  Babilonia  quiere 
dezir  Confusión ,   Uxlo  cuanfo  tos  Pa- 


IPÍSI0L4 

pas  han  hecho,  hazen  i  harán ,  es  i  será 
confusioo :  i  asi  niDgan  orden  se  podrá 
tener  en  contarlo.  I  con  qué  mas  proprío 
nombre  que  de  Babilonia  ,  ó  Confusión, 
se  puede  llamar  aquella  Iglesia»  en  la 
cual  de  tal  manera  se  ora  i  canta  en 
lenguaje  confuso  i  peregrino ,  que  uno 
no  entiende  á  otro :  i  aun  lo  que  peor  es, 
muí  muchas  vezes  el  mismo  que  ora  »  ó 
canta ,  no  enUende  lo  que  se  dize.  Hé  os, 
querido,  amigo  Lector ,  avisar  desta  con- 
fusión ,  para  que  si  en  un  autor  leyerdes: 
El  Papa  Juan  XXIV  fué  depuesto  en  el  Con- 
zilio  Gonstanziense  por  las  grandes  bella* 
querías,  i  herejías  que  en  su  presenzia ,  i 
en  su  cara  se  le  probaron  ,  i  otros  digan 
esto  haber  acontezidoal  Papa  Juan  XXIU, 
iotros  al  Papa  Juan  XXII,  no  os  marabilleis: 
porque  estos  tres  Juanes  XXll,  XXni,  XXIV 
son  un  mismo  Juan  Papa.  Cuanto  á  las  con- 
currenzias  que  pongo  de  los  Reyes  de 
España  con  los  Papas ,  he  seguido  á  Don 
Alonso  de  Carthajena ,  Obispo  de  Burgos, 
en  su  historia  Latina  de  los  Beyes  de 
España,  que  llamó  AnacephalsBosis  ,  quie» 
re  dezir ,  Recapitulazion«  El  intento  i 
motivo  que  me  ha  movido  á  escribir  estos 
dos  Tratados  del  Papa  ,  i  de  la  Misa»  no 


AL  CHRISniHO  LBCTOft. 

ha  «ido  otro  ninguno ,  sino  un  gran  de» 
seo  que  tengo  de  que  los  de  mí  nazion 
gozen  de  las  mismas  misericordias ,  que 
el  Señor  ha  hecho  en  estos  últimos  tiem<» 
pos  á  muchas  nazionesde  la  Europa,  dan* 
doles  libertad  de  conszienzia  (i  esto ,  no 
para  rienda  suelta  servir  á  las  concupts<- 
aenzias  de  la  carne:  sino  para  en  espíritu 
i  en  verdad  servir  al  Dios  vivienle,  al  cual 
servir  es  reinar).  Duéleme  mui  mucho, 
que  mi  nazion,  á  la  cual  el  Sefior  Dios  ha 
dado  tanto  injenio ,  habilidad  i  entendi«» 
miento  para  las  cosas  del  mundo  (lo  cual 
las  otras  nazi(Hies  no  lo  pueden  neg^r),  en 
las  cosas  de  Dios,  en  las  cosas ,  que  le  va 
la  salud  de  sus  ánimas ,  ó  ir  al  zielo ,  ó  ir 
al  infierno ,  sea  tan  tonta  i  tan  ziega ,  que 
se  deje  llevar  por  la  nariz,  que  se  deje  go- 
bernar, atrepellar  i  tiranizar  del  Papa, 
del  hombre  de  pecado,  del  hijo  de 
perdizion,  del  Antechristo,  que  está  sen-** 
tado  en  el  templo  de  Dios  como  Dios,  ha«> 
ziéndose  parezer  Dios:  i  lo  demás  que  San 
Pablo,  11,  Thes.,  ii,  díze :  Todo  cuanto  mal 
tienen  los  Españoles  les  viene  de  una  falsa 
persuasión  que  han  conzebido  de  la  auto* 
ridad  del  Papa.  Creen  el  Papa  ser  suzesor 
de  S.  Pedro ,  ser  Vicario  de  Ghristo ,  ser 


IPÍSTOLA 

Dios  en  la  tierra.  Creen  qne  todo  cnanto 
el  Papa  haze  en  la  tierra ,  Dios  lo  haze  en 
el  zielo :  i  que  todo  cuanto  el  Papa  des— 
haze  en  la  tierra,  Dios  lo  deshaze  en  el 
zielo.  Este  primer  Tratado  servirá  de  des- 
engañarlos :  mostrará  mui  palpable  i  evi- 
dentemente el  Papa  no  sersuzesor  de  San 
Pedro,  sino  de  Judas,  no  ser  Vicario  de 
Christo,  sino  de  Satanás  (al  cual  la  Escri- 
tura santa  llama  Prinzipe  deste  mundo  i 
dios  deste  siglo),  i  que  por  tanto  no  debe- 
mos obedezer  al  Papa,  ni  hazer  mas  caso 
del,  ni  de  lo  que  mandare  ,  que  hazemos 
de  lo  que  nuestros  mortales  enemigos  nos 
mandan.  La  voluntad  de  mi  corazón,  i  mi 
orazion  á  Dios  es  por  mi  nazion  para  que 
sean  salvos:  para  que  su  Majestad  los  libre 
de  la  potestad  de  las  tinieblas,  i  los  tras- 
pase en  el  reino  de  su  amado  Hijo. 
Querría,  si  pudiese,  en  alguna  manera  pro- 
vocar á  mi  nazion;  querría  que  tuviesen 
una  santa  envidia  á  las  otras  naziones. 
¿Por  qué  ellas,  i  no  los  Españoles,  han  de 
leer ,  i  oir  en  su  propria  lengua  la  palabra 
de  Dios,  como  está  escrita  en  la  santa  Bi- 
blia? ¿Porqué  ellas,  í  no  los  Españeles,  han 
de  rezebir  los  santos  Sacramentos  con  la 
simplicidad  ,  que  Jesu  Christo  los  insti- 


AL  CHRISniNO  LBCTOl. 

tuyo ,  i  zelebró ,  con  la  cual  mandó  á  sa 
Iglesia  que  los  administrase ,  sin  ningunas 
invenziones  humanas,  superstiziones ,  ni 
idolatrias?  Este  testimonio  doide  mi  nazion, 
que  tienen  zelo  de  Dios :  i  asi  mui  po- 
cos Españoles  veréis  ,  que  sean  atheistas, 
que  sean  sin  ninguna  relijion.  Pero  este  su 
zek)  no  es  según  szienzia :  porque  no  es 
rejido  por  la  palabra  de  Dios :  sino  por  lo 
que  manda  el  Antechristo  de  Roma :  el 
cual  les  ha  quitado  i  prohibido  la  lezion 
de  la  sagrada  Escritura.  Porque  sabe  mui 
bien  el  Antechristo,  que  si  los  Españoles  la 
leyesen,  luego  ellos  caerían  en  la  cuenta, 
i  conozerían  la  abominable  vida  de  los 
Papas,  i  su  impia  dotrina:  i  asi  los  dejarían 
i  detestarían.  I  si  España  dejase  una  vez 
al  Papa ,  el  Papa  se  contaría  ( como  dizen ) 
con  los  oleados ;  con  los  desahuziado&, 
de  quien  no  se  tiene  esperanza  ninguna  de 
vivir.  Oh  quien ,  si  pluguiese  á  Dios  ,  ya 
viese  este  dia.  I  si  el  Papa  cayese,  lue- 
go al  momento  caería  la  Misa,  i  toda 
la  demás  idolatría ,  que  el  Papa  se  ha  in- 
ventado. Esta  es  la  causa  por  qué  nuestros 
contraríes  pelean  tanto  por  entretener 
i  mantener  la  autorídad  del  Papa.  Por- 
que saben  mui  bien ,  que  caido  el  Papa, 


EPÍSTOLA 

toda  la  relijion  papistica  de  nezesidad  ha 
de  caer  por  tierra.  Esto  entendía  mai  bien 
Pedro  de  la  Fuente  (ó  Fontidonio ,  como 
otros  lo  llaman) ,  Theólogo  de  Sevilla ,  el 
cual  en  un  sermón  ,  que  hizo  en  el  Conzi^ 
lio  Tridentino ,  último  dia  de  Setiembre, 
hizo  una  gran  invectiva  contra  los  Protes- 
tantes, llamándolos  Herejes,  diziendo que 
querian  derrocar  las  dos  colunas  de  la 
Iglesia :  conviene  á  saber,  al  sacrifizio  de  la 
Misa ,  i  al  Papa .  Dezia  mas  este  Theólo- 
go, que  el  Conzilío  debia  emplear  todas 
sus  fuerzas  en  sustentarlas ,  i  tenerlas  fir- 
mes i  en  pié.  Dezia  que  la  coluna  de  la 
sede  papal ,  siendo  derribada ,  que  toda  la 
Iglesia  caería  por  tierra.  La  razón  que  da- 
ba ,  era ,  porque  los  funerales  i  obsequias 
de  la  Iglesia  van  conjuntas  i  acompaña- 
das con  las  del  Papa.  Dezia,  que  no  hai 
cosa  que  los  adversarios  procuren  mas  de 
propósito  deliberado  hazer,  que  arruinar 
al  Papa  9  etc.  Gaido  han  nuestros  contra* 
ríos  en  la  cuenta.  I  esta  es  la  causa  por  qué 
mantienen  i  adoran  (i  muchos  dellos  lo 
hazen  contra  sus  conszíenzias)  al  Papa, 
por  mas  abominable,  impio,  i  atheista  que 
sea.  Suplico  á  su  Majestad ,  envié  al  ver- 
dadero Samson ,  que  es  Christo,  el  cual  de 


AL  CREISnAllO  LICTOB* 

on  rempQJon  derrueque  del  todo  estas 
dos  colanas ,  i  asi  la  casa  de  Dagon  caiga 
toda  por  tierra,  Juezes,  xvi ,  29.  Ziertoque 
si  el  Papa  i  su  Misa  fuesen  colunas  edifica*» 
das  sobre  la  Roca,  sobre  la  Piedra  funda-* 
mental  Chrísto,  que  ni  las  puertas  del 
infierno,  ni  todo  cuanto  los  hombres  se  po- 
drían ímajinar,  nunca  prevalezerían  con- 
tra ellas.  Pero  por  no  ser  edificadas  sobre 
este  firme  fundamento,  sino  antes  sobre 
invenziones  humanas,  fázilmente  cual- 
quiera cosita ,  que  lleve  alguna  razón ,  las 
haze  bambanear.  La  cosa,  que  totalmente 
las  echa  por  tierra ,  es  la  palabra  de  Dios: 
como  con  la  ayuda  del  Señor ,  se  verá  en 
estos  dos  Tratados.  Espero  que  su  Majes- 
tad, cuya  causa  aqui  mantenemos,  sacará 
algún  fruto  deste  mi  trabajo.  A  él  lo  en- 
cargo. Porque,  como  dize  su  Apóstol, 
I ,  Corinthios  ,  iii,  7.  Ni  el  que  planta  es 
algo,  ni  el  que  riega :  sino  Dios ,  que  da  el 
crezimiento.  Su  causa  es :  á  él  se  la  enco- 
miendo. Lo  que  en  el  entretanto,  Christia- 
no  Lector ,  os  suplico ,  por  lo  que  debéis  á 
Dios,  que  os  crió,  i  por  lo  que  debéis  á 
la  salud  de  vuestra  ánima  (la  cual  si  perdié- 
sedes ,  qué  os  aprovecharía ,  si  hubiésedes 


EPÍSTOLA  AL  (XRISTIANO  LECTOR. 

ganado  todo  el  mundo) ,  que  leáis ,  consi- 
deréis i  peséis  las  razones  que  en  estos  dos 
Tratados  damos  para  confirmar  lo  que 
dezimos :  i  veáis  cuál  conforma  mas  con 
la  palabra  de  Dios,  con  lo  que  los  docto- 
res i  Conzilios  antiguos,  i  aun  con  la  ra- 
zón natural:  lo  que  nosotros  dezimos,  ó  lo 
que  nuestros  contrarios  dizen.  El  Santo  i 
verdadero,  que  tiene  la  llave  de  David,  que 
abre ,  i  ninguno  zierra :  que  zierra ,  i  nin- 
guno abre,  os  abra  la  puerta,  para  que  po- 
dáis considerar  i  adorar  su  santa  Lei.  Él 
sea  siempre  con  vos.  Amen.  A  45  de  Ju- 
nio de  1588. 

Vuestro  mui  afizionado 

hermano  en  el  Señor. 

C.  D.  V. 


TRATADO  PRIMERO 

DEL  PAPA 

T  DE   SU  AUTORIDAD. 


liA  ídolatria  (que  es  dar  la  honra,  culto  i  serví-  idoiitria. 
zío  que  á  solo  Dios  se  debe ,  á  la  criatura ,  séase 
buena  ó  mala ,  santa  ó  profana) ,  es  el  mas  enorme 
pecado  de  cuantos  hai,  i  de  cuantos  se  pueden 
ímajinar.  Porque  el  idólatra,  derecha  i  manifiesta- 
mente ,  como  traidor  que  es  á  su  Dios',  que  lo  crió, 
comete  crimen  de  lesa  majestad  contra  sn  Dios. 
Procura  el  idólatra,  cuanto  en  si  es,  echar  á  Dios 
de  su  trono ,  i  colocar  en  él  aquello  que  él  adora, 
aunque  sea  obra  de  sus  manos.  Por  ser  este,  tan 
grave  pecado.  Dios  lo  ha  castigado  mui  rigu- 
rosamente :  como  vemos  que  castigó  líos  Israc-  Exod.,  xxm, 
litas  quando  hizierpn  el  bezerro.  Por  jo  cual  el  *•»  » i>$ut.,  ix, 
Señor  los  quería  á  todos  destruir ,  sí  no  fuera  por  '^' 
Moisen ,  que  fue  mui  buen  terzero.  Pero  con  to- 
do esto,  murieron  á  cuchillo  en  aquel  día  como 
tres  mil  hombres.  I  es  de  notar  que  ni  Aaron, 
ni  los  Israelitas  no  eran  tan  tontos,  ni  tan  locos 
que  pensasen  el  bezerro ,  que  ellos  habían  hecho, 
ser  su  Dios.  Lo  que  pensaban ,  era ,  que  la  honra 
que  hazían  al  bezerro,  la  hazían  á  Dios.  I  así 
Aaron  cuando  vido  el  bezerro,  edificó  un  altar 
dehmte  del,  I  pregonó  díziendo:  Mañana  será 


2  DEL  PAPA 

tiesta  á  lehova.  Esto  dezia  por  la  represen tazion 
de  Dios,  que  él  y  los  demás  pensaban  que  se  ha- 
zia  en  el  bezerro.  Esta  manera  de  idolatría,  el 
pueblo  de  Israel  habia  visto  en  Ejipto.  Porque 
La  causa  por-  los  Ejipzios  ,  demás   de   otras  infínitas  cosas, 
que  los  Israelitas  adoraban  la  figura  de  Apis ,  que  también  se  llama- 
re. '  ba  Serapis,  que  era  nombre  de  un  buei.  Aplican 

pues  los  Israelitas  á  su  rclíjion  la  manera  de  cul- 
to que  habían  visto  en  Ejipto.  Queriendo  los  Is- 
raelitas tener  cosas  visibles  que  adorasen,  que 
les  representasen  á  Dios,  hizieron  de  propósito 
deliberado  un  bezerro  de  fundizíon ;  como  se  lee 
Exod.  xxxn. ,  4. 1  (Aaron)  formólo  con  buril,  i 
hizo  dello  [un]  bezerro  de  fundizion,  i  dijeron: 
Israel,  estos  [son]  tus  dioses,  que  te  sacaron  de 
tierra  de  Ejipto ,  etc.  Lo  mismo  dize  Dios ,  que- 
jándose del  pueblo,  á  Moisen  verso,  8.  I  David 
Psal.  CvL,  19.  Hizieron,  dize,  el  bezerro  en 
Horeb:  i  encorváronse  á  un  vaziadizo:  I  troca- 
ron su  gloria  por  la  imájen  de  un  buei  que  come 
I,  Reyet,  xii,  yerba.  I  leroboan  renovando  esta  idolatría  hizo 
'••  dos  bczerros  de  oro ,  al  uno  puso  en  Bethcl,  i  al 

otro  en  Dan.  I  dijo,  como  sus  antepasados  lo 
habían  dicho  en  el  desierto :  Esios  son  tus  dioses, 
que  te  sacaron,  ect.  I  no  es  de  creer  (como  ya  di- 
Exod.f  XXXII,  jimos), que  Aaron,  ni  los  Israelitas,  ni  leroboan 
*'  después ,  ni  su  pueblo ,  hayan  sido  tan  insensatos, 

que  pensasen  el  bezerro  ó  bezerros ,  que  ellos 
mismos  habían  poco  antes  hecho  con  sus  manos, 
ser  Dios,  cuyo  ser  es  ab  eterno.  Lo  que  pensaban 
era ,  que  Dios,  que  los  habia  sacado  de  Ejipto  re- 
presentándose en  aquel  bezerro ,  le  infundía  una 
cierta  divinidad,  i  que  por  esto  quería  ser  ado- 
rado en  él:  como  io  adoraban.  Haziendo  elfos 


t  DE  SÜ  AUTORIDAD.  3 

esto  totalmente  quitaban  el  culto,  que  á  solo 
Dios  debían,  í  lo  daban  á  la  criatura.  Por  eso 
dizc  David,  que  los  Israelitas  trocaron  la  gloria  P«a/f».Gvi,st. 
de  Dios  por  la  ímájen  de  un  bueí ,  etc.  Lo  mis- 
mo dezímos  ahora  á  nuestros  contrarios.  Ellos 
dirán  que  no  creen  que  la  imájen  de  nuestra 
Señora  de  Guadalupe,  ni  la  de  Monsarrate  sea 
la  misma  virjen  Maria  que  está  en  los  cielos.  Di- 
zen,  que  no  creen  que  el  cruzifijo  de  Burgos, 
que  es  de  palo ,  sea  el  mismo  Ghristo ,  que  está 
sentado  á  la  diestra  del  Padre.  Lo  que  creen  es, 
que  Dios  ha  infundido  en  estas ,  ó  en  otras  tales 
imájines  una  zíerta  divinidad,  por  representar 
ó  á  la  virjen  Maria,  ó  á  Ghristo  cruzificado,  ctc.« 
i  de  aqui  dizen  que  hazen  milagros :  i  por  eso 
las  reverenzian,  i  adoran.  I  de  tal  manera  fijan 
sus  ojos,  i  ponen  todo  su  entendimiento  en  hon* 
rar  i  adorar  estas  visibles  Imájines,  que  quitan 
la  honra  que  á  solo  Dios  se  debe ,  -i  la  dan  á  una 
imájen  de  palo,  hecha  por  mano  de  hombres.  I 
asi ,  en  estando  en  alguna  aflizion ,  en  lugar  de 
demandar  socorro  á  Dios  por  medio  de  su  Hijo 
Jesu  Ghristo,  unos  gritan t  Señora  mia  de  Gua- 
dalupe :  otros ,  Señora  mia  de  Monsarrate :  otros. 
Señor  Santelmo,  Señor  San  Blas,  Señora  Santa 
Lucia,  etc.  De  Dios,  ni  de  su  Hijo  Jesu  Ghristo,  no 
hal  quien  se  acuerde ,  sino  alguno  en  algún  rin- 
cón. I  si  los  otros  lo  oyen ,  Uámanlo  de  Hereje 
Lutherano  que  invocó  á  solo  Dios ,  á  solo  Jesu 
Ghristo,  i  no  á  los  santos.  Pero  Dios  nos  man-  Ptatm.i^n. 
da  que  en  el  dia  de  la  tribulazion  á  Él  invoque-  ^<utk.^  vu,  7,  < 
mos,  prometiéndonos  que  nos  oitá.  Ghristo  di-  lil!*^^i^i^/i^y\ 
zc:  Todo  cuanto  pidierdes  en  mi  nombre,  se  os  *3,  t  xvi,  ?3. 
hará.  Mas  desto  hablaremos  mas  á  la  larga  en  el 


4  DEL  PAPA 

Tratado  de  la  Misa ,  tratando  de  la  interzesion 
i  invocazion  de  los  santos.  Tornemos  ahora  al 
bezerro. 

Los  Judíos  procuran  cuanto  pueden ,  escusar 
sus  antepasados :  i  asi  echan  la  culpa  desta  pre- 
▼aricazíon  á  la  chusma  de  Ejípzios ,  que  se  jun- 

Etefid.,  xxxif,  tó  con  los  Israelitas  al  salir  de  Ejipto.  Pero  lo 
8i»f*o-  qyg  gi  Señor  dize  á  Moisen,  echa  totalmente 

la  culpa  á  los  Israelitas ,  no  haziendo  menzion 
ninguna  de  la  chusma :  i  asi  dize ,  que  es  pueblo 
de  dura  zerviz.  I  como  á  tales  los  quiere  consu- 
mir. No  escusen  pues  los  Judíos  á  sus  antepasa- 
dos. Sus  mismos  Rabinos  testifican  que  hasta 
hoi  en  dia  esta  prevaricazion  del  bezerro  aun  no 
está  del  todo  limpia.  Moisen  Gerundense,  ha- 
blando con  sus  Judíos,  dize  desta  manera :  P?in- 
gun  castigo  te  ha ,  ó  Israel ,  venido ,  en  el  cual  no 
haya,  siquiera  una  onza,  de  la  iniquidad  del  be- 
zerro. Pero  otra  no  menor  iniquidad  cometie- 
ron después  los  Judíos,  cruzificando  al  Señor  de 
la  gloria  su  Mesías ,  como  estaba  prophetizado 
Esái.  luí,  por  todo  el  capitulo,  i  Dan.  ix,  20,  i 
en  otros  lugares :  por  la  cual  tan  enorme  transgre- 
sión ,  siendo  ellos  los  ramos  naturales ,  Dios  los 
ha  cortado  de  la  oliva  siempre  verde,  que  es  su 
Iglesia ,  i  en  su  lugar  nos  ha  enjerido  á  nosotros 

Rom  it.  ^^^  Jentiles,  ramos  de  azebuche.  I  nota,  que  la 
manera  en  que  somos  enjertos,  es  bien  diferente 
de  la  común  i  natural.  Porque  no  enjerimos  aze- 
buche en  oliva ,  ni  peruétano  en  peral :  mas  al 
contrario ,  oliva  en  azebuche ,  i  peral  en  perué- 
tano. Es ,  pues',  nuestra  manera  de  ser  enjertos 
en  la  Iglesia,  i  en  su  Cabeza  Ghristo,  sobrenatu- 
rül.  Por  este  benefizio  hecho  á  los  Jentiles  el 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  5 

Psalmo  cxvii  dize:  Alabad  á  lehoYa  todos  los 
Jcntíles,  alabadlo  todos  los  pueble^ ,  etc. 

Tres  grandes  catívidades,  demás  de  otras  no 
tan  grandes,  han  padezido  los  Judíos.  La  primera     i'  CaUf  idad 
fué  enEjipto,  la  segunda  en  Babilonia,  la  ler- ^®  *•• '***•• 
zera  es  la  que  ahora  padezen  derramados  como 
lamo,  ó  como  pajas  por  el  mundo.  De  la  pri- 
mera i  de  la  segunda ,  Dios  los   avisó  cuánto 
tiempo  habían  de  estar  cativos.  Así  Dios  dijo  á 
Abrahan:  De  zicrto  sepas  que  tu  simiente  será    Jjn.  x\,iz. 
peregrina  en  tierra  no  suya ,  i  servirles  han ,  i  se-      *^ '    '*  *' 
rán  aflíjidos  400  años.  Mas  también  á  la  jente 
á  quien  servirán ,  juzgo  yo :  i  después  desto  sal- 
drán con  gran  riqueza:  como  se  dize  Exod.  xn,    3.*  CaUvidtd 
36,  37.  Cuanto  á  la  segunda  catividad  Dios  por  ^e  '•  •*"*• 
Jeremías  dize :  I  será ,  que  cuando  fueren  cum-     jerem.  xxv, 
piídos  los  70  años  visitaré  sobre  el  Reí  de  Babi-  "1 « ****•  *•• 
ionía,  etc.  Iten,  ansí  dijo  lehova:  Guando  en 
Babilom'a  se  cumplieren  los   70   años  [yo]  os 
visitaré,  i  despertaré  sobre  vosotros  mi  palabra 
buena  para  tornaros  á  este  lugar,  etc.  Del  cunt- 
plimiento  destos  70  años  habla  Daniel  cap.  ix,  2, 
ín,  Ghron.  xxxvi,  S2 ,  i  Esd.  i,  1.  Cuanto  ala      3/  Caiividad 
terzera  catividad,  en  que  han  estado  1500  años  i  deinftnitotafloi. 
mas,  i  aun  están,  i  estarán  derramados  por  el 
mundo,  sin  Reí,  sin  sumo  sazerdote,  sin  sacrifizio, 
sinPesah  (que  es  el  cordero  pascual),  sin  Pro- 
phetas ,  i  sin  otras  muchas  cosas  que  Dios  man> 
daba,  sujetos  á  naziones  estrañas,  i  no  como 
quiera,  sino  como  esclavos ,  no  hai  palabra  en  la 
Escritura  cuántos  años  haya  ^de  durar  esta  cati- 
vidad. Mas  al  contrario  el  Anjel  dize  á  Daniel 
eap.  IX,  27,  que  Jerusalen  será  destruida,  1  que 
nunca  mas  el  culto  Mosaico  i  Templo  volverá. 


n  DEL  PAPA 

Esta  terzera  catividad  es  peor  que  las  9,  por  tres 
respetos.  1,  ppr  el  tiempo :  aquella  duró  70  años? 
esta  ha  durado  1500  i  mas  años.  2,  en  la  segunda 
los  Judíos  tuvieron  Prophetas  i  milagros :  Jere- 
mías ,  Ezechiel ,  Daniel ,  etc. ,  los  tres  manzebos 
fueron  librados  del  fuego,  i  Daniel  de  los  leo- 
nes :  en  esta  no  han  tenido  Propheta  ni  milagro. 
Terzero  respeto :  en  la  segunda  tuvieron  grandes 
dignidades ,  i  riquezas :  como  el  Reí  Joachin. 
ler.  último.  Daniel  i  sus  tres  compañeros.  Mar- 
docheo,  Zorobabel:  pero  en  esta  están  muí  abati- 
dos. Es  verdad ,  que  tienen  esta  jeneral  promesa, 
que  Dios  les  ha  hecho ,  que  todas  las  vezes 
que  se  arrepentieren  del  mal  que  han  hecho ,  i 
se  convertieren  á  Dios,  que  ellos  perdonará,  i 
los  recojerá^  de  todas  las  partes  del  mundo  don< 
de  estuvieren  derramados  i  aflijidos.  I  pues 
que  Dios  no  los  recoje ,  ni  los  libra  de  una  ca- 
tividad tan  larga  i  tan  penosa ,  como  es  la  que 
padezen ,  sigúese  que  ellos  se  están  todavía  obs- 
tinados en  su  pecado,  i  que  de  veras  no  se  con- 
vierten á  Dios.  Porque  si  se  convertiesen ,  Dios 
siendo  verdadero  en  sus  promesas ,  los  recojeria. 
Pero  vemos  lo  contrario ,  que  se  están  derrama- 
dos i  en  su  cativerio  .*  luego  no  están  arrepenti- 
dos. I  así  Dios  toma  contento  en  castigarlos, 
Deut.  xxTuí,  como  díze  Moisen.  I  será  (dize  hablando  con 
6J,  64.  j^g  Judíos) ,  que  de  la  manera  que  lehova  se  gozó 

sobre  vosotros,  para  haceros  bien ,  i  para  mul- 
tiplicaros, así  se  gozará  lehova  sobre  vosotros, 
*  para  echaros  á  perder,  i  para  destruiros:  i  seréis 

arrancados  de  sobre  la  tierra ,  á  la  cual  entráis 
para  poseerla.  I  esparzirte  ha  lehova  por  todos 
los  pueblos  desde  el  un  cabo  de  k  tierra  hasta  el 


I  DE  SU    AUTORIDAD.  7 

Otro  cabo  de  la  tierra.  I  allí  senrirás  á  dioses  aje-  • 
nos  que  no  conoziste  ni  tus  padres ,  al  palo  i  á 
la  piedra,  etc.  Su  obstinazíon  i  incredulidad,  no    Diot  hsMa  ri 
conoziendo  el  dia  de  su  visitazion,  i  menospre- J'jJ^^^JjJ  *^"**^*«» 
ziando  i  matando  á  su  Mesías ,  es  la  causa  desta  su  increduaJad'! 
tan  miserable  catividad :  en  la  cual  estarán  hasta 
tanto ,  que  dejando  de  permanezer  en  su  incredu- 
lidad ,  conoscan  á  Dios ,  i  al  Ghristo ,  ó  Mesías, 
que  él  envió ;  y  asi  serán  salvos. 

Demás  de  lo  que  habernos  dicho ,  el  libro  de  los 
Juezes  está  lleno  de  los  castigos  que  Dios  hizo 
sobre  los  Israelitas  por  la  idolatría ,  los  cuales  en- 
tregaba en  las  manos  de  sus  enemigos.  Pero  como    juezet  u  19 
buen  Dios  i  Padre  misericordioso  los  tornaba,  ao.        *    «     * 
en  arrepentiéndose,  á  rehazer,  i  luego  tornaban  á 
idolatrar,  i  Dios  otra  vez  á  castigar.  Así  leemos 
que  los  Israelitas  se  tornaban   i  se    corrom- 
pían mas  que  sus  padres  siguiendo  dioses  aje- 
nos ,  sirviéndoles  i  encorvándose  delante  dellos, 
i  nada  disminuían  de  sus  obras  i  de  su  duro 
camino,  i  la  ira  de  lehova  se  encendió  contra 
Israel,  etc.  I  Débora  en  su  Cántico  dize  dellos:    JueMet^  v,  8. 
En  cscojiendo  nuevos  dioses,  la  guerra  estaba 
á  las  puertas.  Tanto  aborreze  Dios  la  idolatría, 
que  de  diez  mandamientos  que  dio ,  los  dos  pri- 
meros son  contra  la  idolatría.  Primero :  No  ten- 
drás, dize,  dioses  ajenos  delante  de  mí.  Segundo: 
No  te  harás  imájen,  ni  ninguna  semejanza  de  co- 
sa que  esté  arriba  en  el  zielo ,  etc. ;  i  luego :  No 
te  inclinarás  á  ellas,  ni  las  honrarás.  Porque  yo 
soi  lehova,  etc.  En  el  primer  mandamiento  se    dos  maneras 
prohibe  la  idolatría  interna  i  mental ,  i  en  el  se-  ^^  idolatría, 
gundo,  la  esterna  i  visible. 
Es  tan  horrendo  y  enorme  pecado  la  idola- 


8  DEL  PAPA 

'  tria,  que  Dios,  elcaal  es  justo  juez,  la  castiga 
con  el  mas  severo  castigo  de  cuantos  en  este  mun- 
do hai.  Entrega  Dios  los  idólatras  en  réptobo 
sentido ,  de  manera  que  dejados  de  la  mano  de 
Dios,  i  por  su  justo  juizío  entregados  á  Satanás, 
i  hechos  sus  esclavos ,  hazen  lo  que  no  conviene. 
Gomo  lo  cuenta  S.  Pablo.  Rom.,  i,  25 ,  dize  de 
los  idólatras,  que  mudaron  la  verdad  de  Dios  en 
mentira,  honrando  i  sirviendo  á  las  criaturas 
antes  (ó  mas)  que  á  Dios.  I  en  el  verso  28  pone 
el  castigo:  dize,  que  los  entregó  [Dios]  á 
perverso  entendimiento  (lo  cual  llamamos  re- 
probo sentido)  para  que  hagan  lo  que  no  con- 
viene. £s  á  saber,  las  abominaciones  que  luego 
cuenta.  La  respuesta  que  los  Romanistas  dan  en 
defensa  de  sus  imájines ,  es  frivola.  Dizen  que  no 
adoran  ni  honran  las  imájines ,  sino  aquello  que 
ellas  representan.  A  lo  cual  les  respondo ,  que 
tampoco  los  paganos  adoraban  las  imájines, 
sino  aquello  que  las  imájines  representaban. 
Porque  no  creian  la  imájen  de  Júpiter  ser  Jú- 
piter, sino  representar  á  Júpiter.  Cuanto  mas 
que  los  Romanistas  no  solamente  mandan  que  se 
hagan  imájines ,  que  se  reverenzien ,  mas  aun, 
que  se  adoren.  I  asi  en  la  aczion  2  del  conzUio 
Ñizeno  (no  de  aquel  santo  i  buen  conzilio  Ptizeno 
primero,  sino  del  segundo,  que  convocó  la 
cruel  Emperatriz  Irene),  se  dize:  Adoramos 
las  pinturas  de  las  imájines,  i  en  la  aczion  3: 
La  invisible  naturaleza  divina  no  se  permite 
pintar  ni  figurar.  Porque  nadie  jamás  vido  á 
Dios:  mas  adoramos  la  imájen  de  su  huma- 
nidad pintándola  con  colores.  Reverenziamos 
también,   i  adoramos   la   Imájen   de  la   ma- 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  9 

dre  de  Dios  nuestra  Señora ,  etc.  Veis  aqai  có- 
mo los  Romanistas  se  contradizen.  Por  una  parte 
dizen  que  no  adoran  las  imájines,  i  por  otra 
mandan  en  su  Gonzilio  jeneral  que  las  adoren. 
Conforme  á  esta  dotrina  del  conziüo  cantan  en 
8u  himno:  O  crux  ave^  spes  única,  hoc  passionis 
tempore:  auge  piis  iustitiam,  reisque  dona 
veniam ,  q.  d.  O  Cruz,  única  esperanza,  en  estt 
tiempo  de  la  pasión ,  augmenta  á  los  pios  la  jus- 
tizia,  i  á  los  delincuentes  conzede  perdón.  Iten, 
mostrando  la  Cruz  dizen :  Ecce  lignum  Crucis, 
venüe  adoremus:  q.  d.  Veis  aquí  el  madero  de  la 
Cruz :  venid ,  adorémoslo.  Iten ,  Crucem  tuam 
adaramus^  Domine:  q.  d.  A  tu  Cruz  adoramos,  ó 
Señor.  Thomás  de  Aquino  en  sus  Summas ,  ó  par- 
tes, hablando  de  la  adorazion ,  dize ,  que  la  Cruz 
le  debe  adorar  con  la  misma  adorazion  latría,  qu« 
el  mismo  Dios.  I  ellos  asi  lo  hazen :  i  prínzipal* 
mente  el  viernes  santo  prostados  por  tierra  adoran 
la  Cruz  i  le  ofrezen  dones :  la  cual  adorazion  dizen 
que  San  Gregorio  la  ordenó.  Pero  cómo  puede  ser 
esto  que  dizen  de  San  Gregorio  verdad ,  pues  que 
el  mismo  Gregorio ,  escribiendo  á  Sereno ,  Obispo 
de  Marsella ,  que  liabia  hecho  derribar  las  imáji- 
nes, quebrarlas  i  quemarlas,  usa  dcstas  palabras: 
Hubiéramos  loado  eso ,  si  hubieras  defendido  el 
adorar  las  imájines.  I  un  poco  mas  abajo:  Las  ^  s.  Gregorio  ye- 
cuales  hablan  sido  puestas  en  el  templo ,  no  para  imdjiDM. 
adorarlas ,  sino  solamente  para  inslrüzion  de  los 
simples.  ¿Veis  aquí  cómo  no  es  verdad  lo  que 
dizen,  que  San  Gregorio  haya  instituido  la  ado- 
razion de  la  Cruz?  £s  verdad  que  dize,  las  imá- 
jines ser  libros  de  los  idiotas,  i  jente  simple. 
Pero  perdónenos,  si  en  esto  no  convenimos 


10  D£L   PiíPA 

con  él,  por  convenir  con  lo  que  la  palabra  de 
^¿(ir.if,  19,49.  Dios  nos  enseña.  Abacuc  dize:  ¿De  qué  sirve 
la   escultura  que  esculpió  el  que   la   hizo?  i 
el  vaziadlzo ,  que  enseña  mentira  ?  ó  que  confie 
elhazedor  en  su  obra,  baziendo  muchas  imájines? 
í  Ai  del  que  dize  al  palo ,  Despiértate,  y  á  la  pie- 
dra muda.  Recuerda!  ¿El  ha  de  enseñar?  Hé 
aquí  que  él  está  cubierto  de  oro  y  de  plata, 
1  no    hai  espíritu  dentro  del.  Iten,  Jeremías: 
/er^m.  X,  8,  is  El  palo  es  instruzion  de  vanidad.  Iten,  Todo 
*^-  hombre  se  embruteze  á  esta  szíenzia.  Avergüén- 

zese de  su  vaziadizo  todo  fundidor.  Porque 
mentira  es  su  obra  de  fundizion ,  ni  hai  espíritu 
en  ellos :  Vanidad  son ,  obra  de  escarnio ,  etc. 
Por  esta  causa  dezia,  i  muí  bien,  Athanasio: 
AtbaDMio.  Guando  un  hombre  vivo  no  te  mueve  para  que 
conozcas  á  Dios,  ¿cómo  te  lo  hará  conozer  un 
Epiphenio  epis- hombre  hecho  de  palo?  Epipfaanio,  Obispo  de 
ino\ers?*^'*°*"Cipro,  como  entrando  en  una  Iglesia  viese  un 
velo  que  tenia  pintada  la  imájen  de  Ghristo ,  ó 
de  otro  santo,  mandó  que  lo  quitasen  de  alU, 
i  que  se  sirviesen  de  aquel  velo ,  de  mortaja  para 
enterrar  algún  pobre,  díziendo  estas  palabras: 
Horrible  abominazion  es  ver  en  los  templos  de 
los  Ghristianos ,  la  ¡majen  de  Ghristo ,  ó  de  al- 
gún santo,  pintada.  Demás  desto  escribió  á 
Juan,  Obispo  de  Jerusalen,  so  cuya  jurisdizion 
estaba  aquel  pueblo  de  Anablatha ,  donde  estaba 
el  velo ,  que  tuviese  cuenta ,  que  de  ahí  en  ade- 
lante no  hubiese  en  la  Iglesia  de  Ghristo  tales 
velos,  que  son  contra  lo  que  permite  la  relijion. 
Esta  epístola  plugo  tanto  á  San  Jerónimo ,  que 
la  trasladó  de  griego  en  latín.  El  mismo  Epipha- 
oio  dize ;  Acordaos ,  amados  hijos ,  que  no  pongáis 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  11 

imájines  en  la  Iglesia,  ni  en  los  zementerios. 
Has  siempre  traed  á  Dios  en  vuestros  corazo- 
nes: i  aun  mas  digo,  que  ni  en  vuestras  casas 
las  permitáis.  Porque  no  es  lízito ,  el  cristiano 
estar  suspenso  por  los  ojos,  sino  por  la  ocupazion 
del  entendimiento,  etc.  El  antiquísimo  conzilio 
Eliberino  ,  que  se  zelebró  en  nuestra  España 
(como  luego  diremos) ,  i  otros  muchos  antiguos 
conzilios,  condenaron  las  imájines,  i  muchos 
Ghristianos  Emperadores  las  prohibieron.  I 
así  Valente  i  Theodosio  escribieron  al  Prefecto  Petras  Criniius 
del  Pretorio  diziéndole :  Como  tengamos  gran  {J^iS^ipíiní!*** 
cuidado  de  mantener  en  todo  i  por  todo ,  la 
relijion  del  supremo  Dios  ,  á  nadie  permiti- 
mos, delinear,  esculpir,  jii  pintar  en  colores, 
piedra,  ni  en  otra  cualquier  materia ,  la  imájen 
de  nuestro  Salvador :  mas  mandamos ,  que  don- 
de quiera  que  se  hallare  (la  tal  imájen) ,  se  quite, 
castigando  Con  gravísima  pena  á  todos  aquellos 
que  intentaren  algo  contra  nuestros  Decretos 
i  mandamientos.  No  sean  obstinados  nuestros 
contrarios,  pues  veen  Emperadores  Ghristia- 
nos, dotores  i  conzilios  antiguos,  i  lo  que  es 
el  todo ,  la  misma  Escritura ,  prohibir  las  imá- 
jines. No  se  piensen  ser  aun  el  tiempo  pasado, 
cuando  el  ziego  guiaba  á  otro  ziego,  i  ambos 
caian  en  el  hoyo.  Ya,  bendito  Dios,  vemos.  I 
asi  no  habernos  menester  que  ellos  nos  guien ,  i 
mas  siendo  ellos  ziegos. 

Preguntóles  yo  ahora,  ¿dónde  ó  cuándo  Dios 
haya  mandado  hazer  lo  que  ellos  hazen?  Denme 
an  solo  ejemi^o  del  Viejo  ó  del  Nuevo  testamento, 
que  alguno  de  los  Patríarchas ,  Prophetas ,  Após- 
toles, ó  Mártires  de  Jesu  Ghristo  haya  hecho 


12  DEL  PAPA 

lo  que  ellos  hazen?  haya  adorado,  ó  honrado  á 
Dios,  ó  á  sus  santos  en  sus  imájines?  No  me  lo 
darán,  r^o  sean  pues  mas  sabios  que  ellos.  Guár- 

£sui.  1,  is.  dense  no  les  diga  Dios,  ¿Quién  os  demandó  esto 
de  vuestras  manos?  Ño  es  culto  este,  que  Dios 
haya  instituido :  invenzion  es  humana  i  diabó- 
lica :  así  Dios  los  castigará ,  como  castigó  á 
TCadab  i  á  Abiu ,  Lev. ,  x ,  1 ,  que  ofreszieron 
fuego  estraño  que  él  nunca  les  mandó.  Tengá- 
monos firmes  á  lo  que  Dios  nos  manda :  No  te 

£xod,  XX,  4.    harás  imájen ,  etc.  I  así  no  erraremos.  La  iglesia 

Deut.  T,  8.  Romana  ha  quitado  este  segundo  mandamien- 
to, 1  no  tiene  sino  nueve  mandamientos.  Pero 
para  hazer  diez ,  del  dézimo  mandamiento ,  que 
prohibe  la  concupiszenzia  enjeneral,  i  después 

Verdadera  di- pone  SUS  prinzipales  espezics,  ó  partes,  hahe- 
Tiaiondeioadiez  cho  dos.  Mas  los  Hebreos  no  lo  hazen  asi,  ni 
uao  ameatoc.    jqj  ¿Qj^j-gg  antiguos  así  Griegos ,  como  Latinos: 

los  cuales  ponen  por  2.^  mandamiento,  el  manda- 
OríjeDet.         miento  de  las  ímájines.  Oríjines  hom.  viii  in  £xo- 
dum,  dize:  Algunos  piensan  que  todo  esto  jun- 
tamente (entiende  el  primer  mandamiento  i  el 
segundo)  es  un  mandamiento.  Lo  cual,  si  asi  se 
tuviese ,  no  se  cumpliría  el  número  de  diez  man- 
damientos, ¿  i  dónde  estaría  la  verdad  del  Decálo- 
go (de  diez  mandamientos)?  Pero,  si  lo  dividi- 
mos ,  como  nosotros  lo  habemos  distinguido  en 
lo  ya  dicho ,  verse  ha  entero  el  número  de  diez 
mandamientos.  Así  que  el  primer  mandamiento 
es,  No  tendrás  dioses  ajenos  fuera  de  mí.  I 
el  segundo ,  No  te  harás  imájen ,  etc. :  hasta  qui 
Cüriéóitomo.   Oríjenes.  Ghrisóstomo  hom.  xlix  sobre  S.  Matheo, 
AUiaoaaio.       esposízion  2.  Athanasio,  in  Sinopsi  scripturarum; 
Ambrosio.       S.  Ambrosio  sobre  el  capítulo  vi  de  la  epístola  á 


I   DE  Sü  AUTORIDAD.  13 

losEphesios,  i  S.  leronimo  sobre  el  mismo  lu-    leronimo. 
gar,  todos  estos  Padres  poncQ  por  segundo  man- 
damiento el  mismo  que  nosotros  ponemos  contra 
las  imájenes:  i  por  3,  Pto  tomarás  el  nombre 
del  Señor,  etc.:  por  4,  Acuérdate  de  santifi- 
car ,  etc. :  por  5,  Honra  á  tu  padre  i  á  tu  madre, 
etc. :  i  por  dézimo ,  que  no  deseemos  coMa  nin- 
guna del  prójimo ,  etc.  losepho ,  lib.  in  de  las  An-  io«epho. 
tígüedades ,  cap.  vi. ,  i  Philon  en  el  libro,  que  hizo  Pbiion. 
de  los  diez  Mandamientos,  los  divide  déla  mis- 
ma manera  que  nosotros.  Si  esta  división  del 
Decálogo  es  la  verdadera  (como  lo  es,  i  como 
lo  habemos  probado  por  la  espresa  palabra  de 
Dios ,  No  te  harás  imájen ,  i  por  los  dolores  He- 
breos, Griegos  i  Latinos),  sigúese  de  aqui ,  la  Igle- 
sia Romana  ser  maldita  de  Dios :  pues  se  ha  atre-    u  igiesin  bo- 
vido  á  quitar  i  á  añadir  algo  á  la  sacrosanta,  éter-  ™¡o¡!qS¿^*^*'*' 
na,  i  inviolable lei  de  Dios,  á  la  cual  (pues  es 
perfecta,  cumplida  i  entera)  ninguno  le  ha  de 
añidir ,  ni  quitar :  conforme  á  lo  que  el  mismo 
Dios  dize:  r^o  añidireís  á  la  palabra  que  yo  os    d^^,  ,y  ^, 
mando,  ni  diminureis  della,  para  que  guardéis    Deut.,\ií.z%^ 
los  Mandamientos  de  lehova  vuestro  Dios  que    '*'"<»*'•»  ^^*»  *• 
yo  os  mando.  Si  aqui  en  cosa  tan  clara,  tan  no- 
table ,  1  de  tanta  importanzia ,  tan  á  ojos  vistas, 
i  tan  sin  vergüenza,  la  Iglesia  Romana  se  ha  atre- 
vido á  quitar ,  i  aponer ,  ¿en  qué  no  se  atreverá? 
Mirémosla  bien  á  las  manos.    El  vientre,  co- 
mo dizen ,  no  tiene  orejas.  Los  Romanistas  no 
quieren  oir  estas  cosas.  Las  imájines  en  la  pa- 
pistería ,  hinchen  los  vientres  i  las  arcas.  Gran 
tesoro  es  el  que  se  da  á  las  imájines,  azeile,  ce- 
ra, perfumes,  seda,  plata,  oro,  brocado,  pie- 
dras preciosas.  Ladrones  i  malas  mujeres  son  mui 


14  DEL  PAPA 

liberales  en  esta  parte.  Clérigos  i  Frailes,  vis^ 
ten  i  componen  sus  imájines    con  lo  que  las 

/)0u/.,  xxiii,  18.  rameras  les  han  presentado.  En  lo  cual  hazen 
contra  el  Mandamiento  de  Dios,  que  manda, 
que  ninguno  traiga  salario  de  ramera,  á  la  casa 
de  lehova ,  etc. :  la  causa  es ,  porque  Dios ,  que 
justo  i  limpio,  abomina  la  rapiña ,  detesta  lo  mal 
ganado,  con  pecado  i  suziedad.  I  la  Glosa  ín 
Deere,  dist.  xc ,  cap.  Oblationis,  determina»  que 
ninguna  cosa  que  ramera  haya  ganado,  se  ofrezca 
en  la  Iglesia.  I  para  que  el  vulgo  superstizioso 
dé  mas,  házenle  en  creyente  que  las  imájines  lloran, 
rien ,  sudan ,  i  que  hazen  otros  muchos  milagros. 
Deui.,iir,ii.  Cuenta  Moisen,  que  cuando  Dios  habló  con 
su  pueblo,  que  el  pueblo  oyó  la  voz  de  sus  palabras: 
mas  que  figura  ninguna  vido,  sino  la  voz.  Qué 
haya  Dios  querido  dará  entender  por  esto ,  el  mis- 
mo Moisen  luego  lo  dize :  Guardad  pues  mucho 
vuestras  ánimas.  Porque  ninguna  figura  vistes, 
etc. ,  i  luego :  Que  no  corrompáis ,  i  hagáis  para 
vosotros  escultura,  imájen  de  alguna  semejanza, 
figura  de  macho  ó  de  hembra.  La  vulgata  edi- 
zion,  que  es  la  que  la  Iglesia  Romana  aprueba, 
dize :  Ne  forte  decepíi  faciatisvobis  sculptam  si- 
militudinem^  aut  imaginemmasculivelfoBmincB. 
Q.  d.  Que  acaso  engañados,  no  os  hagáis  seme^ 
janza  esculpida,  ó  imájen  de  macho,  ó  hem- 
bra. Miren  nuestros  contrarios,  si  hazen  imá- 
jines de  santos  i  de  santas ,  que  son  de  machos 
i  de  hembras.  I  puesto  caso  que  el  hazer  imá- 
jines no  fuesse  contra  el  espreso  mandamien- 
oñzio  de  buen  to   de  Dios ,    sino  que  fuese  cosa  indiferente 

I!1.«Í.VkÍ.*^?-  JL  hazerlas,  ó  no :  con  todo  esto,  debria  el  buen  ma- 

probibir  la  ido* ..  .      ,    '  ,       .         ,         '        ...        •    .  j  , 

latria.  jistrado  cuando  viese  la  superstizion  i  idola* 


t  DE  SÜ  AUTORIDAD.  15 

iría  que  comete  el  vulgo  ignorante ,  prohibir  las 
imájines  i  quebrarlas :  imitando  en  esto  al  san- 
tísimo Reí  Ezechias   que  quebró  la  serpiente    Nüm.,  xxi,  s. 
de  metal ,  que  habia  hecho  Noisen ,  viendo  que 
los  Israelitas  le  quemaban  perfumes,  como  se 
cuenta  II,  Reyes,  xviii,  4.  Leed  el  capítulo.  Véase 
si  nuestros  contrarios  adornan  sus  imájines  con 
flores,  con  guirnaldas,  con  coronas,  tócanlas, 
vístenlas ,  cíñenlas ,  pónenles  sus  bolsas ,  enzíén- 
denles  zirios ,  candelas ,  lámparas ,  perfúmanlas, 
enziénsanlas,  llévanlas  sobre  los  hombros  en  pro- 
zesion,  híncanse  de  rodillas  delante  dellas,  adó- 
ranlas  demándanles  ayuda  i  socorro  en  sus  neze- 
sidades.    Leed  á  este  propósito  la  Epístola  de    Barue,  vi. 
leremías ,  que  rezita  Raruc ,  cap.  vi.  I  veréis  al  pie 
déla  letra,  lo  que  hoi  día  se  haze  en  España.  Si 
esto  no  es  idolatría  1  superstizion,  ¿qué lo  será?  Si 
hoi  día  viviera  el  buen  Rei  Ezechias,  ¿qué  les 
híziera  á  estas  imájines?  Lo  que  hizo  á  la  ser- 
piente de  metal:  quebráralas,  desmenuzáralas. 
Nuestros  contrarios  dan  sus  escusas.  Las  mis- 
mas pudieran  dar  los  Israelitas.  I  aun  podrá 
ser  que  las  dieron.  Pero  con  todas  sus  escusas  el 
buen  Rei  la  quebró.  I  no  penséis  que  esta  ser- 
piente puesta  en  alto ,  que  Ezechias  quebró ,  era 
de  poca  sinificazion.  Sabed  que  fué  figura  del  ''■  *frP!*?*®  ^* 
mismo  Ghristo,  que  había  de  ser  levantado,  i  pues-  yOguradeChrii- 
to  por   bandera ,  á  quien  siguiesen  todos  los  ^^' 
que  en  él  creyesen ,  para  que  creyendo  en  él  tu- 
viesen vida  eterna.  Gomo  los  que  miraban  á  la 
serpiente  de  metal  sanaban  de  su  enfermedad 
corporal,  así  ni  mas  ni  menos,  los  que  miran  á 
Ghristo ,  en  él  creen ,  i  á  él  siguen ,  sanan  de  sus 
enfermedades  espirituales.   Esta   interpretazion    iaan,\ii,ik. 


16  DEL  PAPA 

no  es  mía :  S.  luán  la  haze.  Cuyas  palabras  son 
estas :  I  como  Moisen  levantó  ia  serpiente  en  el 
desierto ,  ansí  es  necesario  que  el  Hijo  del  hom- 
bre sea  levantado:  para  que  todo  aquel,  que  en 
él  creyere,  etc.  Con  ser  esta  serpiente  hecha  por 
flioísen,  i  por  mandado  de  Dios^  i  con  la  sini- 
ficazion  tan  alta,  que  le  da  S.  luán,  haziéndola 
imajen  i  figura  de  Christo,  i  con  haber  durado 
en  el  pueblo  de  Dios  tantos  años,  desde  que  los 
Israelitas  estuvieron  en  el  desierto,  hasta  que 
Ezechias  reinó,  con  todo  esto,  este  buen  Rei, 
viendo  la  superstizíon  del  pueblo,  que  le  quemaba 
perfumes ,  la  echó  por  tierra  i  la  quebró.  Este 
su  buen  zelo ,  es  alabado  en  la  Escritura.  I  asi ,  II, 
Reyes,  xvni,  3 ,  se  dizen  del  estas  palabras.  Este 
hizo  lo  recto  en  ojos  de  lehova ,  conforme  á  todas 
las  cosas  que  habia  hecho  David  su  Padre.  Este 
quitó  los  Altos,  i  quebró  las  imájines,  i  taló 
ios  bosques ,  i  quebró  la  serpiente  de  metal  que 
habia  hecho  Moisen :  porque  hasta  entonzes  le 
quemaban  perfumes  los  Hijos  de  Israel ,  i  llamóle 
por  nombre  INehustan  (quiere  dezir,  cosa  de 
metal).  Pluguiese  á  Dios ,  que  los  Reyes  Chris- 
tianos  i  Cathólicos,  imitasen  el  santo  zelo  deste 
buen  Rei.  Pluguiese  á  Dios,  que  de  veras  se  qui- 
siesen informar,  i  veyr  con  sus  ojos,  qué  cosa 
sean  las  reliquias,  i  imájines  que  tienen  en  sus 
Reinos ,  i  sus  milagros ,  si  son  verdaderos ,  ó  fal- 
sos. Pero  i  ai  dolor !  que  en  nuestros  tiempos  se 
séiwe  n^í^o  Teriíica  el  refrán  viejo ,  Séase  milagro ,  i  hágalo 
y^gaoe      ^"  el  Diablo.  ¡Pluguiese  áDios,  que  demandasen 

cuenta  de  tanta  riqueza  como  se  ofreze  á  las  imá- 
jines !  ¡  O  qué  se  hallaría ! 
Los  Romanos  se  escusan  con  una  distinzion 


I  DE  SU  AUTOBIDAD.  17 

que  hazen :  dizen  que  una  cosa  es  ídolo ,  i  otra 
cosa  es  imájen.  Dizen  que  la  Leí  de  Dios  veda 
los  ídolos ,  i  permite  las  imájines ,  dizen  que  el 
ídolo  es  abominazion ,  pero  no  la  imájen.  Dizen 
que  ellos  detestan  los  ídolos,  i  honran  las  imá- 
jines. Probemos  ahora  esta  su  distinzion  de  ído- 
lo i  imájen  ser  vana.  Dios  Exod.  xx,  4,  i Deut. 
r,  8,  dize:  Pío  te  harás  Pesel.  Toda  la  dificultad 
está  en  saber  qué  cosa  sea  Pesel.  Pesel  es  palabra  Pe^^ei,  qué  sig- 
hebrea,  derívase  del  verbo  Pasal,  que  quiere  de-  n^flqoe- 
zir,  esculpir,  entallar,  ó  dolar.  I  porque  no  pen- 
sásemos (como  los  Griegos  aun  lo  piensan)  que 
solamente  Pesel,  que  es  escultura,  estatua  ó  imá- 
jen de  bulto ,  es  prohibida ,  luego  añide  Dios 
Temuna:  que  quiere  dezir,  cualquiera  figura, 
forma  efijie,  ó  imájen  pintada.  Veda  pues  las 
imájines  esculpidas,  entalladas,  doladas,  ó  pin- 
tadas :  manda  que  no  las  adoremos  ni  ias  reve- 
renzíemos.  Llamaldas  vos  como  quisierdes :  ídolos 
ó  imájines.  Ídolo  es  vocablo  Griego ,  que  es  lo 
mismo  que  en  Latín  Simulachrum ,  imago :  Si- 
mulachrum,  ó  imago ,  es  lo  que  en  Español  llaroa- 
'  mos  imájen.  Estas  cuatro  palabras ,  Pesel ,  Eído- 
lon ,  Simulachrum  i  imájen,  una  misma  cosa  son, 
una  misma  cosa  significan :  sino  que  la  primera 
es  Hebraica,  la  2  Griega ,  la  3  Latina^  la  4  Es- 
pañola. I  así  San  Ambrosio  (como  lo  nota  Ambrosio. 
Erasmo,  Annotatione  in  cap.  vm,  i.  Cor.)  por  Brasmo. 
ídolo  siempre  lee  Simulachro.  Simulachrum  Lac-  lactancio^insi. 
tanzio  lo  deriva  á  simulando :  Eidolon  se  deriva  "**' "» *^"*'*  **• 
de  Eidos,  'que  quiere  dezir  aparenzia,  6  mues- 
tra. Pareze  que  es  persona ,  i  no  lo  es :  tiene 
ojos ,  i  no  vee :  tiene  orejas,  i  no  oye :  tiene  pies,  i 
no  anda.  David ,  Psal.  cxv ,  los  pinta  mui  al  vivo. 


18  D£L  PAPA 

Miren  nuestros  contrarios  si  sus  imájines  ten- 
gan  ojos,  i  no  vean:  orejas,  i  no  oigan,  etc. 
San  Augustin,  lib.  iv,  de  Gi¥it.  Dei,  cap.  9  i  31. 
Orijenes,  lib.  vin,  cont.  Zelso  San  Zipriano  tract. 
cont.  Demetriano ,  i  San  Epipanio,  i  San  Ambro- 
sio ninguna  diferenzia  hazen  entre  ídolo  i  imájen. 
Aquinas.  Thomás  de  Aquino,  aquel  gran  capitán  de  los 
Dominicos,  pone  esta  diferenzia  (como  lo  nota 
Erasmo  en  el  paso  poco  há  alegado)  entre  ido- 
lum  y  simulachrum.  Dizeque  Simulachrum ,  es 
una  cosa  hecha  á  la  semejanza  de  alguna  cosa 
natural.  Pero  que  idolum  es :  si  corpori  humano 
addatur  caput  equinum.  Q.  d. :  si  á  un  cuerpo  hu- 
mano se  le  pusiese  una  cabeza  de  caballo.  Zierto, 
bien  ridicula  distinzion.  Concluyamos  esta  ma- 
teria con  lo  que  se  ordenó  en  nuestra  España 
en  el  conzilio  Eliberino ,  el  cual  se  zelebró  zerca 
del  año  del  Señor  de  335.  Cuyo  canon  36  fué 
(como  aun  Carranza  en  su  Summa  conciliorum 
lo  nota)  Placuit  Picturas  in  Ecclesia  esse  non 
deberé :  ne  quod  colitur  aut  adoratur ,  in  parie- 
tibus  depingatur.  Q.  d. :  Plugo  que  las  pinturas 
no  deben  estar  en  la  Iglesia.  Porque  lo  que  se  re- 
verenzia,  ó  adora,  no  se  pinte  en  las  paredes. 

Eiibera,  donde  se  zelebró  este  tan  antiguo 

conzilio ,  fué  una  ziudad  zerca  de  donde  está 

Elibera,  cía- ahora  Granada.  Eiibera  fué  destruida,  i  de  sus 

Sldff'^^      '^"ruinas  fué  Granada  edificada,  ó  augmentada.  I 

hasta  hoí  en  dia  hai  una  puerta  en  Granada  que 
se  llama  la  puerta  Delvira ,  corrompiendo  el  vo- 
cablo por  dezir  de  Eiibera.  Llamábanlo  asi  á  la 
puerta,  porque  por  alli  iban  á  Eiibera.  Si  este 
canon,  que  se  hizo  en  nuestra  España  ya  ha 
1563  años  se  hubiera  guardado  en  nuestra  Espa- 


i  DB  SU  AUTORIDAD.  19 

ña,  no  hubiera  en  nuestra  España  la  Idolatría^ 
que  ha!.  Lerántate,  Señor,  mira  por  tu  honra. 
Conviértete,  ó  confunde  (sí  no  son  de  tus  elejidos) 
á  todos  los  que  adoran  Pesel ,  las  esculturas ,  ó 
entalladuras :  ó  Temuna ,  las  pinturas,  ó  debujos. 
Todo  cuanto  habernos  dicho  contra  las  imáji- 
nes  se  entiende  de  aquellas  que  se  hazen  para 
relijion ,  servizio  i  culto ,  y  para  honrarlas ,  ser- 
virlas ,  i  adorarlas.  Las  tales  imájines  son  prohl^ 
bidas  por  la  leí  de  Dios.  I  asi  el  arte  de  entallar,  taulr'ctc^esM- 
esculpir,   pintar,  i  debujar,  cuando  no  es  para  siu,  { cátodo, 
este  fin ,  no  es  prohibida ,  sino  hzita.  Quitada 
la  superstizion  i  idolatría ,  el  arte  es  buena.  Si 
hai  pueblo  ó  nazion  que  haya  cometido  i  cometa 
idolatría  interna  i  esterna,  es  la  Iglesia  papis- 
tica.  Porque  qué  otra  cosa  vemos  en  sus  tem- 
plos ,  en  sus  casas ,  calles ,  i  encruzijadas  sino 
ídolos  y  imájines  hechas,  i  adoradas  contra  el 
espreso  mandamiento  de  Dios :  INo  te  harás  imá- 
jen?  No  ha  habido  nazion  tan  bárbara  que  pensase 
ser  Dios  aquello  que  vía  esteriormente  con  sus 
ojos.  Su  Júpiter,  su  Juno,  su  Maríe  i  su  Ve- 
nus,  etc.,  en  el  zielo  (como  ya  habernos  dicho) 
pensaban,  que  estaban ,  á  los  cuales  en  sus  imá- 
jines, que  los  representaban ,  adoraban, 
t  Muchos  de  los  Moros ,  Turcos,  i  Judíos  se  con- 
vertirían á  Ghristo ,  si  no  fuese  por  la  ofensa  i 
escándalo  de  las  imájines  que^stan  en  los  tem- 
plos. Por  eso  Paulo  Prizio  doctísimo  hebreo, 
que  se  hizo  Ghristiano  en  Pavía,  dezia,  que  con- 
venia muí  mucho  que  las  imájines  se  quitasen  de 
los  templos:  porque  ellas  eran  causa  que  muchos 
Judíos  no  80  hiziesen  Ghristianos.  Lo»  papistas 

La  iglesia  papistica  no  solamente  comete  la  *o°  idólatras. 


20  DEL  PAPA 

idolatría  que  los  Jentíles  cometian,  pero  aun 
pasa  mas  adelante.  Comete  una  idolatría  que 
ningún  pagano  ni  jentil  jamás  cometió.  Cree 
el  pan  i  el  vino  de  su  Misa  (á  la  cual  llama  sacri- 
fizío)  zelebrada  por  su  Papa,  ó  por  el  sazerdote 
hecho  por  autoridad  del  Papa ,  ser,  no  la  repre- 
sentazjon,  ni  la  comemorazion  de  la  muerte  del 
Señor ,  sino  su  verdadero  cuerpo  i  sangre ,  s^r  el 
mismo  Jesu  Ghristo ,  tamaño  i  tan  grande  como 
estuvo  en  la  Cruz :  i  así ,  como  á  verdadero  Dios 
Argumento  de  lo  adora.  Probaremos,  pues,  aquí  en  este  primer 

arabos  tratados.  Tratado  con  la  ayuda  del  Señor,  cuya  causa  aquí 

mantenemos ,  el  Papa  ser  falso  sazerdote ,  i  ver- 
dadero Antechristo,  qué  tal  idolatría,  i  otras 
muchas  mas ,  ha  inventado  en  la  Iglesia..  Iten ,  en 
el  segundo  Tratado  con  la  misma  ayuda ,  proba- 
remos, la  Misa  ser  falso  sacrifízío  y  gran  idolatría. 
I  por  cuanto  que  nuestro  prinzipal  intento  no  es 
tanto  derribar  la  mentira,  cuanto  edificar  la 
verdad ,  después  de  haber  mostrado  el  Papa  ser 
falso  sazerdote,  i  la  Misa  ser  falso  sacrifizio,  mos- 
traremos (lo  cual  es  el  argumento  que  el  Apóstol 
Argumento  de  trata  en  la  epístola  que  escribió  á  los  Hebreos) 

I?  K?l«?'*  *  '"'  Jesu  Christo  ser  el  verdadero  i  único  sazerdote. 

Hebreos.  .  /i     i.      • ' 

1  SU  santísimo  cuerpo  y  sangre,  que  ^1  ofrezio 
al  Padre  en  la  cruz ,  ser  el  verdadero  i  ünicd 
sacrifizio  con  que  .el  Padre  eterno  se  aplaca 
i  nos  rezíbe  en  m  grazia  i  amistad ,  justificán- 
donos por  Fe ,  i  dándonos  su  Espíritu  de  adop- 
zíon  mediante  el  cual  le  llamemos  Abba  (que 
quiere  dezir  Padre)  i  vivamos  en  santidad ,  i  jus- 
tizia  todos  los  dias  de  nuestra  vida ,  i  asi  sea- 
mos del  glorificados  para  reinar  con  él  para  siem- 
pre jamás. 


I  DE  SU  AUTORIDiLD.  Si 

Muí  muchos  se  marabillarán  de  que  nosotros 
con  tan  gran  constanzía ,  ó  (como  ellos  llaman) 
pertinazia,  desechemos,  condenemos,  i  abomi- 
nemos al  Papa ,  y  á  su  Misa:  i  nos  calumnian  por 
esta  infamándonos  no  solamente  entre  el  vulgo, 
mas  aun  entre  nobles  i  grandes  Señores ,  i  aun 
con  los  Reyes  i  Monarcas,  de  que  somos  fan- 
tásticos, cabezudos,  arrogantes , sedizíosos ,  re- 
beldes ,  parziales ,  i  do  otros  muí  muchos  falsos 
testimonios ,  que  nos  levantan :  con  los  cuales 
hicheo  i  rompen  las  orejas  de  los  ignorantes ,  i  de 
todos  aquellos  que  toman  plazer  en  oírlos.  Para 
pues  les  mostrar  que  no  es  una  loca  opinión 
ni  fantasía ,  lo  que  nos  lleva ,  ni  tampoco  una 
zíerta  ambizion  i  vana  gloría,  ni  otra  ninguna 
pasión ,  que  altere,  mueva ,  i  transporte  nuestros 
entendimientos  ,  sino  antes ,  un  buen*  zelo  de 
la  gloria  de  Dios ,  i  un  gran  deseo  de  ¡a  saliid 
de  nuestras  ánimas ,  daremos  en  este  nuestro 
primer  tratado ,  razón  de  lo  que  creettios  i  te- 
nemos cuanto  al  Papa,  i  cuanto  á  su  autoridad, 
•á  todo  hombre  que  la  quisiere  oír,  i  entender.  I 
prínzipalmente  sí  nos  la  demanda.  Porque  (co- 
mo dize  S.  Pedro)  debemos  estar  aparejados  para    i,  PeU.  ni,  is. 
responder  con  dulzor  i  reverenzia  á  cada  uno, 
que  nos  demanda  razón  de  la  esperanza  que 
tenemos.   La  razón  pues  que  damos  de  des- 
echar, condenar,  i  abominar  al  Papa,  i  huir  del 
como  de  pestilenzia ,  es  su  n^a  vida ,  i  impía  do- 
trina.  Iten ,  lo  que  los  Dotores  i  Gonzilios  anti- 
guos, dizen  del,  i  lo  que  la  sagrada  Escritura ,  i 
prínzipalmente  en  tres  pasos  admirables  para 
este  propósito ,  nota.  En  el  segundo  tratado^  dire- 
mos lo  que  de  la  misa,  1  de  su  síantidad  sentimos. 


22  DEL  PAPA 

Papa  i  Misa  son  las  dos  colunas  que  sustentan 
la  Iglesia  papístíca:  son  bien  antiguas.  Porque 
ja  há  sus  mil  años  que  se  comenzaron  á  edifi- 
car. Sus  prínzípios  fueron  bien  pequeños :  mas 
de  dia  en  dia ,  han  ido  creziendo ,  puliendo ,  i 
adornándose ,  hasta  venir  al  estado  en  que  hoi  dia 
las  yernos.  Porque  asi  el  Papa ,  como  la  Misa, 
son  tenidos  i  llamados  Dios.  Hanlas  hecho  mui 
hermosas ,  cubriéndolas  con  seda ,  oro ,  plata, 
brocado  i  rica  pedrería :  pero  de  dentro,  son 
superstizion,  hipocresía  1  idolatría.  Muchas  ye» 
zes  me  he  parado  á  considerar  cuál  destas  dos 
colunas,  Papa  i  Misa,  sea  mas  fuerte,  i  mas 
estimada.  Quién  contará  las  virtudes,  ecszelenzia, 
santidad,  i  divinidad,  que  dizen,  la  Misa  te- 
ner? Guán  provechosa  sea  para  todas  las  cosas 
animadal,  i  inanimadas,  vivas  i  muertas?  Con- 
siderando  esto  ,  la  Misa  me  parezia  la  mas 
prinzipal ,  i  que  por  tanto  debria  yo  comenzar 
della.  Mas  después  habiéndolo  yo  mejor  conside- 
rado ,  me  pareze  que  el  Papa ,  con  todo  esto,  es 

aazones  qaeía  prinzipal  coluna.   Las  causas  que  me  han* 
prueban  el  Papa         .  j     .  i  *  i 

ser  de  mas  auto-  movido  a  creerlo  asi,  son  estas,  que  la  causa  es 

ridadqne  la  Misa  primero  que  su  efeto  en  dignidad,  el  criador 

que  la  criatura,  el  amo,  que  el  criado,  el  sazer- 

dote,  que  el  sacrifizio  que  ofreze.  El  Papa  es ,  el 

que  ha  hecho  i  criado  la  Misa :  como  después 

plaziendo  á  Dios  lo  probaremos.  Luego  el  Papa 

es  de  mayor  dignidad ,  que  la  Misa.  I  que  el  Papa 

sea  el  amo,  i  el  sacramento  su  criado,  pruébase 

Leed  el  libro  por  esto.  Porque  el  Papa  cuando  va  de  un  pue- 

rSeS'  ^ca"^5*  ^^^  ^  ^^^^^  ®"^**  delante  de  sí,  i  aun  algunas 

uenaect.xiil'c.io  vezes  una  jornada,  ó  jornadas,  su  sacramento 

etc.  cap.  4.        enzima  de  un  caballo,(que  lleva  unacampanilla a) 


I  DB  Sü  AUTORIDAD.  2S 

coeUo,  acompañado  de  la  chusma  i  bagaje  de 
la  corte  Romana :  allí  van  los  platos  i  asadores, 
zapatos  TíejoSf  calderas  i  calderones,  1  toda  la 
escorla  de  la  corte  Romana,  putas  i  gaiteros. 
Llegado  con  esta  tan  honrada  compañía  el  Sa- 
cramento, al  lugar  á  do  ha  de  Teñir  el  Papa ,  lo 
espera  allí:  i  cuando  sabe  que  su  amo  el  Papa 
f iene  zerca  del  pueblo ,  lo  sale  á  rezebir.  Abre 
tus  ojos,  España:  ó  por  mejor  dezir,  ábratelos 
Dios ,  i  mira  en  qué  estima  el  Papa  tenga  al  Sa- 
cramento ,  al  cual ,  él  mismo  te  vende  por  tu  di- 
nero, diziendo  que  es  tu  Dios.  Frai  Juan  de  Pi- 
neda en  su  Monarchia  eclesiást. ,  parte  III ,  lib.  S3, 
§.  2 ,  dize,  que  el  primer  Papa  que  hizo  lleyar  el 
sacramento  delante  de  si ,  ñié  Renedicto  XIII  ( Es- 
pañol) ,  cuando,  temiendo,  se  fué  de  Francia  en 
Aragón :  i  dende  este,  quedó  en  costumbre  que  el 
Papa  UcTe  delante  de  si  para  su  guarda  el  santí- 
simo sacramento.  En  esto  de  llerar  los  Papas  el 
sacramento  delante  de  si,  imitan  á  los  reyes  de 
Persia,  delante  de  los  cuales  iba  un  caballo  que 
llcTaba  sobre  si  un  altar  pequeño:  en  el  cual  re- 
kizia  entre  una  poca  de  zeniza  una  llamita  del 
fuego  sagrado,  que  llamaban  Crismada.  Los  Per- 
sas reyerenziaban ,  i  adoraban  á  este  fuego,  como 
á  una  zierta  divinidad.  Asi  que  el  Rei,  para  pa- 
rezer  ser  mas  que  hombre ,  i  para  ser  adorado 
juntamente  con  la  divinidad  que  lo  acompañaba, 
salía  en  público  con  esta  pompa.  A  este  propósito 
leed  el  Emblema  de  Alziato,  Non  tibisedReh 
%íofif,  plana  17,  donde  trata  del  asnillo  que 
iba  cargado  de  misterios.  Iten,  el  que  sacri- 
fica es  de  mas  dignidad  i  estima  que  el  sacrifi- 
zio  que  ofreze:  porque  no  mira  tanto  Dios  al 


S4  DBL  PAPA 

aacrífiziOf  ó  don  que  se  le  ofresze  i  preseiUa^ 
^fi.  iT.  4.  cuanto  al  que  se  lo  ofresze.  Miró  lehoTa  (dizc 
la  Escritura)  á  Abel,  i  á  su  presente:  i  á  Gain  i 
á  su  presente  no  miró.  El  Apóstol  da  la  razón 
iTtó.xi,  4.  dizicndo:  Porfé  Abel  ofreszió  á  Dios  mayor  sa- 
crifizío  que  Gain.  £1  Papa  es  el  sazerdote ,  la 
Misa  es  el  sacrifizio  que  ofresze :  ergo,  el  Papa  es 
de  mayor  dignidad  que  la  Misa.  Por  estas  razo- 
nes, i  otras  que  podria  traer,  concluyo,  el  Papa 
ser  la  principal  coluna  que  sustenta  á  la  Iglesia 
papistica.  Della  pues  nos  comenzemos  á  asir:  no 
para  sustentarla ,  sino  para  derribarla :  i  luego 
daremos  tras  la  Misa.  I  esto  con  la  ayuda  del 
todopoderoso  Dios  Padre  i  Hijo  i  Espíritu  Santo, 
cuya  causa  aquí  defendemos. 
Papa.  A  este  nombre  Papa  le  ha  acontezido  lo  que 

Huchas  pala-  á  algunos  otros  vocablos :  los  cuales  antigua- 
teU'iSnSban  MI  ^^^  se  tomaban  en  buena  parte,  i  eran  títulos 
buena  parte,  las  honrosos ,  pero  después  con  el  tiempo  se  han 

tomM  eímalaf*  ^^^^^^  en  mala  parte ,  ejemplo  desto.  Tiranno, 
antiguamente,  quería  dezir  Rei,  i  así  el  Reí  La- 
tino (como  cuenta  Virjilio  ^neid.  7).  Llama  á 
Eneas ,  cuya  amistad  deseaba,  Tirano.  Saphista, 
quería  dezir  Sabio :  ahora  quiere  dezir  engaña- 
dor, ó  embaidor.  Hostis,  significaba  Estranjero, 
ahora  significa  Enemigo.  Asi  ni  mas  ni  menos 

-.«.í£íil?í5fPíf®  Papa,  antiguamente,  se  lomaba  en  buena  parte, 

cualquier  Obispo :    "^j  »      °     *i»  i    ^  i        u*  ^  m-  •  ^        j 

6  Ministro  se  lía-  ^  86  daba  por  título  á  los  obispos,  ó  Ministros  de 

«taba Papa.  la  palabra  de  Dios:  porque  en  la primitiya igle- 
isia  Obispo,  Ministro,  Pastor,  era  toda  uno.  Las 
riquezas  hizieron  después  la  diferenzia  que  hoi 
vemos :  leed  á  este  propósito  la  epístola  de  S.  Je- 
rónimo á  Evagrio,  tom.  II.  Que  Papa  quisiese 
dezir  lo  que  he  dicho ,  se  prueba  por  las  epístolas 


I  DB  SU  AÜTOEIDAO.  25 

délos  dolores  antiguos,  como  son  S.  Zipriana, 
Dionisio  Alejandrino  t  Jerónimo ,  Ambrosio,  Au- 
guslino,  Sidonio,  Apolinar,  i  Gregorio,  i  por 
ios  Act09  de  los  Gonzilios.  Los  Griegos  hasta  d 
día  de  hoi  llaman  á  sus  sazerdotes  Papaous,  los 
Alemanes  los  llaman  PfafTen ,  los  Flamencos  los 
llaman  Papen :  los  cuales  nombres  son  derif  ados 
del  nombre  Papa.  Que  según  Suidas,  sinifíca 
Padre  en  lengua  Siziliana.  De  todos  estos  auto- 
res no  alegaré  aqui  sino  dos.  Jerónimo  escribien^  Tomo  ir. 
do  á  Augustino  dize,  Rnégote  que  afizionadisi- 
mámente  me  encomiendes  al  santo  i  venerable 
hermano  nuestro  el  Papa  Alipio.  I  escribiendo 
á  Pamachlo,  le  dize:  Tienes  al  Papa  Epiphanio: 
i  escribiendo  á  Augustino  lo  llama  Papa:  i 
en  otro  lugar  dize:  Ecszeptoel  Papa  Athanasio 
i  Paulino.  If i  Alipio ,  ni  Pamachio ,  ni  Epiphanio, 
ni  Augustino,  ni  Athanasio,  ni  Paulino  jamás 
fueron  Obispos  de  Roma.  Entre  las  Epístolas  de 
8.  Zipriano  hai  una  cuyo  título  es  este:  Los .^P^toU lu, 
presbíteros  1  diáconos  residentes  en  Roma  (dizen) 
salud  á  Zipriano  Papa.  I  lo  que  es  de  notar,  que 
la  Iglesia  de  Roma  da  este  titulo  á  S.  Zipriano, 
el  cual  era  Obispo  de  Garthago,  i  nunca  lo  (ué 
de  Roma.  Pero  después  que  la  avarizia  i  ambi- 
zion  del  Obispo  de  Roma ,  ha  crezido  tanto  que 
se  ha  hecho  prinzipe  i  universal  Obispo ,  i  por  el 
mismocaso  Antechristo ,  como  lo  llama  S.  Grego-  j^^j^*^  no  tSutcre 
rio,  ha  quitado  también  el  titulo  de  Papa  á  los  otros  que  otro  niof  a- 
Obispos,  ¡  reser^rádoselopara  sí  solo : de  manera  ^Í^^ ^' ** 
que  no  hai  otro  Papa  sino  el  Obispo  de  Roma:  i  ™^  '^*' 
siendo  el  Obispo  de  Roma  Antechristo,  de  aqui 
▼lene,  que  el  jiombre  de  Papa  sea  tan  horrendo  i 
nefando  á  todos  los  pios:  pues  que  solamente  seda 


26  DEL  PAPA 

al  Antechristo.  Lo  que  pues  diremos ,  no  será 
contra  la  antigua  i  primera  azepzion  del  nombre 
de  Papa ,  sino  contra  la  Segunda.  El  cual  nombre 
le  conviene  mu!  bien :  porque  el  Papa  todo  se  lo 
papa :  quiere  dezir :  todo  se  lo  traga  i  engulle: 
como  él  mismo  lo  dize :  Dada  me  es  toda  potes- 
tad en  el  zielo  i  en  la  tierra.  I  asi  los  autores  mo* 
dernos  toman  este  nombre  Papa  pro  ingluvie: 
que  quiere  dezir  Tragazón :  como  lo  nota  Anto- 
nio deLebrija  en  su  Diczionario. 

Jesu  Ghrísto  nuestro  maestro,  cuya  toz  man- 
da el  Padre  que  oigamos ,  i  que  por  ella  nos  ri- 
jamos ,  nos  da  un  aviso  zierto ,  i  una  señal  infali- 
ble para  díferenziar  el  buen  árbol  del  malo ,  el 
verdadero  Ghristiano  del  falso ,  el  buen  pastor, 

JUat.  vil,  17.  del  merzenario.  £1  buen  árbol ,  dize ,  haze  buen 
fruto:  dize,  que  conozerémos  los  hipócritas  por 
sus  frutos ,  ó  obras :  asi  dize ,  hablando  de  si 
mismo :  Las  obras  que  yo  hago ,  ellas  dan  testi- 

Jitan,  V,  36.  monio  de  mi.  £1  mismo  Señor  dize ,  que  el  buen 
pastor  pone  su  vida  por  sus  ovejas :  pero  no  el 

/iMín,  X,  II.  merzenario,  antes  huye.  Los  hombres  no  pue- 
den juzgar,  sino  lo  que  veen:  el  corazón  solo 
Dios  lo  conoze.  Siguiendo  pues  este  aviso,  que  el 
Señor  nos  ha  dado ,  veamos  cuál  haya  sido  hasta 
el  dia  de  hoi  la  vida  i  dotrina  de  los  Papas :  i  asi 
los  tendremos  ó  por  buenos,  ó  por  malos :  por 
verdaderos  ministros  de  Ghristo,  ó  del  diaMo. 
I  para  dar  mayor  claridad  á  lo  que  tratamos, 
dividamos  todos  cuantos  pontifízes  ha  habido  en 

DivUioDdeíos  Roma  en  tres  partes,  ó  clases :  la  primera  con- 

S'ÍSS  d?8er"  ^"^^^  ^^^^^  '^8  que  han  sido  pontffizes  desde 
el  primero  hasta  San  Silvestre.  La  segunda  to- 
dos los  que  han  sido  desde  San  Silvestre  hasta 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  27 

fionifazio  III.  La  terzera ,  todos  los  que  han  gido 
desde  Bonífazio  IH  hasta  á  Clemente  VIII,  quehoi 
año  del  Señor  1599  tiraniza  en  la  iglesia. 

Vengamos  pues  á  la  primera  clase.  La  común  '**  ^^""<^- 
opinión  ha  sido  que  S.  Pedro  fué  el  primer  Obis- 
po de  Roma:  lo  cual  por  la  Escritura  surada  ^^iJ^^j^^^JJ^»^" 
en  ninguna  manera  se  puede  probar,  roas  antes  ma. 
lo  contrario.  Muchos  han  tratado  este  argu- 
mento :  á  ellos  remito  los  que  lo  quisieren 
saber.  Cuanto  á  mi,  parézeme  ser  imposible  lo 
que  nuestros  contrarios  dizen,  tocante  á  esta 
materia.  Primeramente  dizen ,  que  San  Pedro 
▼ivió  después  de  la  pasión  de  Christo  38  años, 
los  cuales  computan  desta  manera ,  que  estuvo 
algún  tiempo  en  Judea ,  que  después  se  fué  á 
Antiochia,  donde  fué  Obispo  7  años ,  i  qu;  de  allí 
se  fué  á  Roma ,  donde  fué  Obispo  25  años.  Asi  lo 
dize  Bartolomé  Cai*ranza  en  su  Summaconci- 
üorum.  Pero  la  epístola  de  S.  Pablo  escrita  á  los 
Calatas,  muestra  esto  no  ser  posible,  si  es  ver- 
dad lo  que  dizen ,  que  San  Pedro  no  vivió  mas 
que  38  años  después  de  Christo.  San  Pablo 
cap.  I  de  la  dicha  epístola,  cuenta  que  después  de  su 
conversión,  no  se  fué  á  Jerusalen ,  sino  á  Arabia, 
de  donde  se  volvió  á  Damasco,  i  que  tres  años* 
después,  vino  á  Jerusalen ,  donde  halló  á  Pedro: 
con  quien  estuvo  15  dias ,  no  para  aprender  del, 
sino  para  conferir  con  él :  como  lo  dize  en  el 
siguiente  capítulo.  14  años  después  desto,  vino 
otra  vez  á  Jerusalen :  donde  los  que  eran  colunas 
de  la  iglesia,  Jacobo,  Cephas,  que  es. Pedro, 
i  Juan,  le  dieron  las  manos  de  compañía.  Estos 
años  por  lo  menos  son  18 ,  tres,  dize,  i  después, 
14,  i  el  tiempo  que  pasó  desde  la  pasión  de 


28  HEt»  PAPA 

Ghristo,  basta  que  S.  Pablo  fué  á  Arabía.  Des- 
pués desto  ambos  se  hallaron  en  Antiochia: 
Gai.it,  i i.  donde  S.  Pablo  reprehendió  á  S.  Pedro  por  su 
disimulazion.  Si  aquí  estuvo  7  años ,  i  después 
S5  en  Roma  i  con  ellos  se  juntan  los  18  de  antes, 
serán  por  lo  menos  50  años ,  entonzes  no  será 
Terdad  lo  que  dízen ,  que  S.  Pedro  yítíó  38  años, 
después  de  Ghristo,  como  lo  dize  Carranza  en  su 
Summa  coociliorum,  í  mucho  menos  será  ter- 
dad lo  que  dize  Onufrio  Panvino ,  que  San  Pedro 
fué  martirizado  34  años  3  meses  i  4  dias  des- 
pués de  la  pasión  de  Ghristo:  esto  dize  én  la 
coróniea  de  los  pontífízes  romanos,  i  en  la 
nota  que  haze  sobre  Platina  en  la  vida  de  San 
Pedro.  Gomputu  los  años  que  vivió  Ss^n  Pedro 
después  de  Ghristo  desta  manera.  Desde  la 
muerte  de  Ghristo  hasta  el  segundo  año  de  la 
.  muerte  de  Glaudio  pasaron  diez  años :  todo  este 
tiempo  estuvo  San  Pedro  en  Judea  sin  salir  della, 
pasado  este  tiempo  vino  á  Roma,  donde  estuvo 
4  años  de  la  cual  se  partió  por  el  edicto  de 
Glaudio  contra  los  Judíos,  i  se  volvió  á  Jerusalen, 
de  Jerusalen  se  fué  á  Antiochia ,  donde  estuvo  7 
años :  en  el  cual  tiempo  murió  Glaudio ,  i  Nerón 
•  le  suzedió  en  el  imperio.  En.  el  prinzipio  de 
Nerón  se  tornó  San  Pedro  á  Roma:  de  donde 
pasado  algún  tiempo  se  partió ,  i  peregríhó  casi 
por  toda  Europa :  al  cabo  de  la  cual  peregrina- 
zíon  se  volvió  á  Roma  la  terzera  vez.  Desde 
la  primera  entrada  de  San  Pedro  en  Roma 
hasta  m  muerte  pasaron  24  años ,  5  meses ,  i  18 
dias :  los  cuales  juntados  con  los  diez  años ,  que 
antes  estuvo  en  Judea,  hazen  los  34  años ,  3  me- 
ses i  4  dias.  Todo  esto  dize  Panvino.  En  esto 


I  DB  Sü  AUTORIDAD.  S9 

él  hize  contra  sus  propios  aatores ,  que  dizen 
San  Pedro  haber  estado  7  años  en  Antiochia ,  i 
después  ^5  en  Roma ,  i  asi  Grazíano  en  un  De- 
creto dize,  que  S.  Pedro,  por  revelazion,  pasó  (ó 
trasladó)  su  silla,  de  Antiochia  á Roma.  I  asi  frai 
Juan  de  Pineda,  parte  ni,  líb.  SO,  cap.  5,  §.  1, 
siguiendo  esta  opinión  dize :  En  Antiochia  tuvo 
S.  Pedro  la  silla  papal  primero  que  en  Roma. 
Estacuentahaze  Carranza  en  su  Summa  concilio- 
rum  hablando  de  San  Pedro.  Estuvo,  dize,  sentado 
en  la  Cátedra  obispal  de  Antiochia  7  Años :  par- 
tido de  aqui,  vinoá  Roma  siendo  Emperador  Clau- 
dio ,  donde  estuvo  sentado  en  la  Cátedra  obis- 
pal 15  años ,  S  meses  i  3  dias.  Ya  vemos  la  cuenta 
de  Carranza  i  de  Panvino  ser  falsa :  en  esto  con- 
vienen, que  S.  Pedro  fué  cruzificado  en  Roma. 
Entre  la  muerte  del  Señor,  i  la  de  Nerón,  pasaron 
37  añps.  El  mismo  Pakivino  dize ,  que  San  Pedro 
fué  cruzificado  en  el  último  año  de  Nerón ,  luego 
serán  37  años  después  de  la  muerte  de  Christo, 
i  no  34 ,  como  él  dize.  La  Legenda  i  el  Ca- 
non, dizen:  que  San  Pedro  i  San  Pablo  fueron 
degollados  en  Roma  en  un  mismo  año ,  dia  i 
hora.  $an  Jerónimo  dize:  Pablo  fué  muerto á 
cuchillo,  i  Pedro  cruzificado.  Ensebio  dize,  que 
el  uno  fué  degollado ,  i  el  otro  cruzificado.  Pre- 
guntemos pues  ahora,  i  prlnzipalmente á  nues- 
tros Españoles ,  qué  tanto  creen  estas  cosas.  En  esio  prueba  s. 
qué  tiempo  vino  San  Pedro  á  Roma,  cuánto ^«í''?  no  haber 

/.  '^ .  j. ,  „  .    j  .^     j  *  estado  en  Roma. 

tiempo  residió  en  ella,  cuándo  manó,  de  que 
jénero  de  muerte  i  dónde  murió ;  quién  fué 
susuzesor  (porque  unos  dizen  Lino ,  otros  Cle- 
mente): .hallaremos  entre  ellos  gran  confusión, 
i  discordia:  como  ya  habemos  visto.  ¿I  cómo? 


da  Í>fiL  (APA 

¿Asi  han  de  tratar  á  los  Ghristianos,  cuya  fé  ha 
de  ser  fundada  sobre  la  palabra  de  Dios?  Yen^ 
den  por  articulo  de  fé,  el  primado  del  Papa  por 
ser suzesor  de  S.  Pedro ,  tanto  que  Bonifazio  Vni 
dize  ser  de  necessitate  salutis ,  que  no  se  puede 
salvar  el  hombre ,  que  no  lo  cree:  i  mirad  sobre 
qué  Escritura  santa  es  fundado!  Sobre  una 
legenda  i  dichos  de  hombres,  entre  si  bien  con- 
trarios. Quitada  la  causa,  se  quita  el  efecto* 
Si  San  Pedro  no  fué  Obispo  de  Roma,  sigúese, 
que  todo  cuanto  se  dize  de  la  suzesion  i  pri- 
mado del  Papa,  es  mentira  i  falsedad.  Iten, 
la  comisión  de  San  Pedro  era  ser  Apóstol  de  la 
zircunzision  entre  los  Judíos ,  i  la  de  S.  Pablo 
del  prepuzio,  entre  los  Jentiles  Gal.,  u,  7. 
Bom.  XV,  50.  xien^  g^  Pablo  dize  á  los  mismos  Romanos :  que 
predicó  el  Evanjelio,  donde  nadie  lo  habia  nom-* 
brado :  i  da  la  razón  t  Por  no  edificar ,  dize,  sobre 
ajeno  fundamento :  sigúese  de  aquí  que  S.  Pe-^ 
dro  no  estuvo  en  Roma.  Iten,  en  las  epístolas 
que  escribió  estando  preso  en  Roma ,  envía  las 
encomiendas  de  los  fieles  que  entonzes  estaban 
en  Romaf  i  jamás  haze  menzion  de  S.  Pe- 
dro. I  es  de  creer  que  lo  nombrara  si  estuviera 
en  Roma.  Leed  la  epistola  á  los  Golosenses, 
cap.  iv ,  desde  el  verso  10  hasta  el  14,  donde  dize.* 
Salúdaos  Aristarco ,  i  Marcos ,  i  Jesús ,  llamado 
Justo,  los  cuales  son  de  la  zircunzision.  Estos 
solos  son  los  que  me  ayudan  en  el  Reino  de  Dios: 
han  me  sido  consuelo.  De  lo  cual  se  sigue  que 
S.  Pedro  no  estaba  en  Roma ,  pues  no  le  ayu- 
daba, ni  le  era  consuelo.  Esta  Epistola  fué  escrita 
de  Roma.  I  en  la  2  á  Timotiieo,  cap.  iv,  SI ,  la 


I  BB  SÜ  AUTORIDAD.  31 

ctial  escribió  la  segunda  vez  que  estuvo  preso  en 
Roma  y  poco  antes  de  su  martirio :  i  en  la  epístola 
á  Philemon  ^  verso  23  i  24 ,  iten  en  la  epístola 
que  escribió  á  los  Romanos ,  ninguna  menzion 
haze  de  S.  Pedro :  al  cual  sin  duda  ninguna  en- 
viara sus  encomiendas ,  si  estuviera  en  R  oma :  i 
mas,  siendo  S.  Pedro  (como  ellos  dizen)  Obispo 
de  Roma  25  años.  Leed  el  último  capitulo  desta 
fistola  y  i  veréis  el  catálogo  que  S.  Pablo  haze. 
Desde  el  verso  5  hasta  el  15  no  haze  sino  dezir: 
saludad  á  fulano,  saludad  á  fulano,  etc.  I  lio 
nombra  á  S.  Pedro.  Porque  ni  era  Obispo  de 
Roma ,  ni  estaba  en  Roma.  Iten ,  los  Judíos  que 
habitaban  en  Roma  (como  cuenta  S.  Lúeas)  di-    ^^'J^^»  ^^vm, 
jeron  á  S.  Pablo,  cuando  vino  preso  á  Roma ,  que       ' 
no  habían  oído  ni  enlendido  nada  del :  i  le  roga- 
ron, que  les  dijese  su  opinión  desta  Secta ,  á  la 
cual  en  todos  lugares  se  contradize,  i  se  habla  mal 
della.  Por  Secta  entendían  el  Evanjelio  que  San 
Pablo  predicaba.  ¿Quién  creerá  que  S.  Pedro, 
que  había  (como  ellos  dizen)  venido   antes  á 
Roma  i  era  ministro  de  la  zircunzísion,  no  les  ha- 
bía ensefíado  ni  hablado  palabra  ninguna  del 
Evanjelio?  Estas  razones  tomadas  de  la  sagrada 
Escritura,  me  parezen  (como  lo  son)  asaz  sufi- 
zíentes  para  probar  ser  falsa  la  opinión,  que  co- 
munmente se  tiene,  que  S.  Pedro  fué  Obispo  de 
Roma ,  i  esto  25  años.  De  aquí  se  vee  claramente 
ser  pura  ignoranzia  (ó  lo  que  peores) ,  grande 
malízla ,  la  de  los  papistas ,  cuando  llaman  al  Papa 
su  suzesor  de  San  Pedro ,  vicario  de  Jesu  Ghristo, 
como  lo  fué  San  Pedro,  i  por  tanto  universal 
Obispo.  Contra  el  primado  del  Papa  hablaremos 
al  fin  deste  tratado. 


32  DEL  PAPA 

Pues  qae  S.  Pedro  no  fué  Obispo  de  Roma, 
Lino.  pongamos  á  Lino  por  primero.  Todos  los  pontí- 

lizes  de  Roma,  que  hubo  desde  Lino  hasta  Silves- 
tre, que  fué  en  tiempo  del  gran  GonstantinOt 
los  cuales  ponemos  en  la  primera  clase ,  fueron 
«n  jeneral  verdaderamente  Obispos,  varones 
santísimos,  que  con  su  buena  doctrina  i  santa 
vida,  hizieron  gran  fruto  en  la  iglesia  de  Dios: 
fueron  sal  de  la  tierra,  luz  del  mundo,  zíudad 
edificada  sobre  el  monte,  candela  enzendida  i 
puesta  sobre  el  candelero.  Estos  son  los  títulos 
con  que  Jesu  Ghristo  adorna  á  ,sus  Apóstoles  i 
ministros ,  Mat.  y.  Estos  fueron  Anjeles  de  Dios, 
conforme  á  lo  que  dize  Malachías  hablando  de 
Levi,  i  por  consiguiente  de  los  buenos  Ministros: 
la  lei  de  verdad  (dize)  estuvo  en  su  boca,  i 
iniquidad  nunca  fué  hallada  en  sus  labios:  en 
Maiac.  II,  c,  7.  paz  i  en  justizia  anduvo  conmigo ,  i  de  la  iniqui- 
dad hizo  apartar  á  muchos.  Porque  los  labios 
del  Sazerdote  guardarán  sabiduría,  i  de  su 
boca  buscarán  la  lei :  porque  Ángel  es  de  Jehova 
de  los  ejérzitos.  I  los  demás  títulos  con  que 
los  verdaderos  Ministros  son  adornados  i  com- 
puestos en  la  sagrada  Escritura :  los  cuales  no 
pongo  por  no  ser  prolijo.  Al  ñn ,  estos  buenos 
Obispos  de  Roma,  con  su  propia  sangre,  sella- 
ron el  Evanjelio,  que  habían  predicado:  i  así 
fueron  Mártires  de  Jesu  Ghristo.  Fueron  hom- 
bres pobres  en  espíritu ,  i  simples  de  corazón, 
ajenos  de  avarizia  i  de  ambízion :  fueron  verda- 
deros Obispos  porespazio  de  casi  300  años:  i 
asi  la  iglesia  del  Señor,  teniendo  tales  Minis- 
tros, fué  entonzes  bienaventurada,  bien  rica 
-en  los  ojos  de  Dios :  aunque  en  los  ojos  de  los 


I  DB  SU  AÜTOBIDAD.  3t 

hombres  contentible  í  bien  miserable ,  tal  cual 
la  pinta  el  Apóstol  en  el  cap.  xi  de  la  epistola  á 
los  Hebreos  desde  el  verso  36  hasta  el.  38.  Otros 
(dize)  esperimentaron  yituperios  i  azotes:  i 
aliende  desto  prisiones  i  cárzeles:  37 «  otros  fue- 
ron apedreados :  otros  cortados  en  piezas ,  otros 
tentados,  otros  muertos  á  cuchillo :  otros  andu- 
vieron perdidos,  cubiertos  de  pieles  de  otejas  i 
de  cabras,  pobres,  angustiados,  maltratados:  38, 
De  los  cuales  el  mundo  no  era  digno ,  perdidos 
por  los  desiertos ,  por  los  montes,  por  las  cuevas, 
i  por  las  cavernas  de  la  tierra,  etc.  Estos  bue- 
nos Obispos  llevaban  en  sus  cabezas,  no  mitras, 
sino  corozas :  no  honra ,  sino  deshonra :  no  ri- 
queza ,  sino  pobreza:  imitando  en  esto  á  su  maes- 
tro ^  tal  cual  lo  pinta  al  vivo  el  propheta  Esaias, 
cap.  Lni,  3.  Despreziado,  i  desechado  entre  los 
hombres:  varón  de  dolores,  esperimentado  en 
flaqueza ,  i  como  que  escondimos  del  el  rostro: 
menospreciado,  i  no  lo  estimamos,  etc.  Esta  era 
la  aparenzia  esterior  de  la  iglesia  primitiva :  i 
tal  ha  sido  la  de  nuestros  tiempos  desde  que  se 
comenzó  la  reformazion  de  la  iglesia.  De  setenta, 
6  ochenta  años  á  esta  parte  cuántos  han  sido 
qaemados,  ahogados,  desollados,  ahorcados, 
desterrados,  afrentados  i  muertos  de  hambre? 
Zierto  no  hai  número.  I  lo  que  es  mas  de  ma- 
rabillar,  mientras  mas  queman,  i  matan,  mas 
crezen,  i  mas  se  multiplican.  Porque  la  sangre 
de  los  Mártires ,  como  dize  Tertuliano ,  es  la  TertoUaoo. 
simiente  del  Evanjelio.  Desde  la  pasión  del 
Señor  hasta  S.  Silvestre,  que  es  el  tiempo  desta 
primera  clase,  pasaron  casi  300  años:  en  los 
cuales  los  Emperadores  de  Roma  fueron  señores 


34  DBL  PAPA 

de  España.  Los  Romanos  en  dozientos  i  tantos 
años  que  conquistaron  la  España ,  nunca  ha'sta 
Augusto  Zésar  fueron  absolutos  señores  della. 
Augusto  fué  el  primero ,  que  venzidos  los  Monta- 
ñeses i  Viscainos ,  se  hizo  absoluto  señor  de  toda 
España. 

Los  Romanistas,  como  aquellos  (que  como 
dizen),  han  tenido  el  mando  i  el  palo  mui  mu- 
chos años  ha ,  para  dar  antigüedad  i  autoridad  á 
sus  zeremonias  i  tradiziones  humanas,  falsa- 
mente han  dicho  que  las  ordenaron  muchos  des- 
tos  buenos  Obispos  de  Roma ,  que  ponemos  en 
la  primera  clase.  Así  dizen ,  que  Clemente,  Obis- 
po IV  de  Roma ,  ordenó  la  confirmazion  de  los 
mochachos ,  las  Misas  i  vestimentos  sagrados  de 
que  se  habían  de  vestir  los  sazerdotes.  No  con- 
sideran  que  fué  un  hombre  pobre ,  i  que  por  la 
predícazion  del  Evanjelio  fué  desterrado  á  las 
canterías ,  donde  cortaba  mármoles ,  í  al  fin  li- 
gándolo á  un  áncora ,  lo  echaron  en  la  mar.  £1 
D.  lilescas  en  su  hist.  pontifical ,  hablando  del  Papa 
Gayo,  dize:  Ordenó  que  ningún  lego  pudiese 
llevar  al  Clérigo  á  juizio :  ni  ningún  pagano ,  ó 
hereje  pueda  formar  acusazion  contra  hombre 
Ghristiano ,  etc.  ¿  Cómo  puade  ser  esto  verdad, 
pues  que  Cayo  vivió,  i  murió  en  tiempo  de  la 
dézima  persecuzion:  la  cual  (como  el  mismo 
Ulescas  dize)  fué  la  mas  cruel  de  todas,  i  duró 
muchos  años?  Avergüénzense,  i  acaben  los  Ro- 
manistas  de  confirmar  su  reiijion  con  mentiras. 
Ya  no  es  el  tiempo  que  solía,  cuando  el  ciego 
guiaba  al: ciego,  etc.  También  dizen  que  Evaristo, 
Alejandre  i  Sísto  V ,  VI  i  VII ,  Obispos  de  Roma^ 
hizíeron  decretos  papísticos :  como  son  la  ordena- 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  35 

zion  de  la  clerezia,  el  agua  bendita,  los  vestí- 
mentos  sagrados.  Dizen ,  que  Telesphoro ,  que  fué 
octavo  Obispo  de  Roma ,  ordenó  que  se  dijesen 
tres  Misas  el  dia  de  P^avidad.  Otros  cuidados 
tenian  entonzes  los  buenos. Obispos,  no  se  em- 
barazaban con  tales  niñerías  i  superstíziones.  La 
hartara  i  el  ózio  las  parieron.  O  cuánto  mal  hi- 
zieron  las  riquezas  á  la  Iglesia  de  Dios !  Por  esto 
el  Emperador  Fríderico,  como  hombre  sabio, 
dezia:  Detrahamus  iUis  nocentes  divUias:  hoc 
enim  faceré  opus  esí  charitatis,  Q.  d.  Quitémos- 
les (habla  del  Papa  i  de  los  eclesiásticos)  las  ri- 
quezas que  tanto  mal  les  hazen.  Porque  bazet 
esto,  es  obra  de  Caridad. 

Es  aquí  de  notar  que  treinta  zismas  ha  liabído, 
las  cuales  cuenta  Panvino  en  su  Gofónica.I  la 
que  acontezió  en  el  año  de  S5!2  entre  Gornelio  I 
Novato  la  cuenta  por  la  primera  sisma.  Esta  sola  zuiúa  t*. 
zisma  acontezió  en  la  primera  clase :  en  la  cual 
todos  los  obispos  de  Roma  fueron  buenos ,  si  no  es 
Marzelinb ,  que  ofrcszió  enzienso  á  los  ídolos:  pero 
tocándole  Dios,  se  arrepintió  en  gran  manera, 
i  asi  se  presentó  en  el  Gonzilio  que  se  tuvo  en  Sesa 
en  el  reino  de  Ñapóles ,  .donde  se  hallaron  (como 
dize'el  D.  lUescas)  300  Obispos  i  30  presbíteros, 
ó  como  díze  Platina,  180  Obispos:  donde  con 
lágrimas  pidió  á  Dios  i  á  ellos  perdón  del  gravísi- 
mo delicto  qcie  había  cometido :  de  Sesa  se  fué  á 
Roma  i  riñó  con  Díocleziano  porque  lo  había  com- 
pdído  sacrificar  á  }os  ídolos :  por  lo  cual  Díocle- 
ziano lo  mandó  matar.  Muerto  Marzelino  vacó  la 
silla  7  años  i  medio ,  i  25  días,  como  díze  lUescas 
en  la  vida  de  Marzelo ,  ó  como  díze  Platina,i  S5  días . 

La  segunda  clase  contiene  los  pontifizes  de    ^'*  ^^'^^^^ 


36  DEL  PAPA 

Roma  desde  Silvestre  I,  hasta  Bonifazío  III.  Es- 
tos no  tienen  que  ver,  ni  con  mucho,  con  los 
Pontifizes  de  la  primera  clase ,  ni  en  Tida ,  ni  en 
dotrina.  Porque  habiendo  ya  zesado  la  persecu- 
zion ,  se  comenzaron  á  dar  al  ózio  i  buen  tiempo, 
i  asi  hizieron  Cánones  i  Decretos,  con  que 
aparejaron  la  silla  al  grande  Antechristo:  los 

Arzobispos,  desta  segunda  clase  se  llamaron  Arzobispos  por 
espazio  de  200  años :  conviene  á  saber,  desde  el 
año  de  320  hasta  el  de  520:  después  del  año 
de  520  hasta  el  de  605  se  llamaron  Patriar- 

patnarc  as.  ^^^  ^^^^  ^pues^  San  Silvestre  el  primer  Arzo- 
bispo, al  cual  suzedierott  Marco,  Julio  I,  Li- 
berio. 

Liberio  Arria-     Libcrio  al  prinzlpio  de  su  pontificado  sintió 
no.  mui  bien  de  la  divinidad  del  Hijo  de  Dios:  i 

nunca,  por  mas  que  hizo  el  Emperador  Gons- 
tanzio ,  que  era  Arriano ,  le  pudo  hazer  que  con- 
denase á  Athanasio :  por  lo  cual  fué  desterrado 
de  Roma.  Theodoreto ,  lib  n,  cap.  16  de  su  his- 
toria, cuenta  el  razonamiento  que  hubo  entre 
Gonstanzio  i  Liberio  cuando  fué  desterrado :  en 
d  cual,  Liberio  se  mostró  mui  constante.  Estuvo 
Liberio  (como  díze  Platina)  tres  años  dester- 
rado. Otros  dizen  menos.  En  este  tiempo  los 
Romanos  tuvieron  un  Gonzilio ,  en  el  cual  eli- 

Feíix  11.  jíeron  por  Obispo  á  Félix  II.  Este  Félix  (como 
dize  Platina)  era  bonisimo  hombre:  i  asi  por 
su  parezer  i  por  consentimiento  de  48  Obispos, 
fueron  depuestos  Ursazio,  i  Yalente,  que  tenían 
la  parte  del  Emperador  Gonstanzio  Arriano. 
Estos  dos  se  fueron  á  Gonstanzio ,  i  se  quejaron 
de  Feli](,  rogando  al  Emperador  que  restituyese 
á  Liberio ,  el  cual  estaba  cansado  de  los  traba- 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  37 

jo8  de  8u  destierro ,  i  asi  estaba  ya  trocado  en 
opinión  por  sa  ambizion ,  i  por  el  consejo  de 
Fortunato,  Obispo  de  Aquilea.  Alzado,  pues,  el 
destierro,  i  restituido  Liberio  en  su  Obispado, 
en  todo  i  por  todo  (como  dlze  Platina)  sintió 
con  los  herejes.  Esta  restituzion  de  Liberio,  i 
deposizion  de  Félix  causó  gran  alboroto  en  Ro- 
ma ,  tanto  que  el  negozio  riño  á  las  manos ,  i 
muchos  sazerdotesi  eclesiásticos  fueron  muer- 
tos en  las  mismas  Iglesias.  Esta  fué  la  8.*  zisma.  zuma  s.* 
En  lo  que  he  dicho  de  Liberio,  i  de  Félix,  he  se-  • 

guido  á  Platina :  el  cual  en  la  vida  de  Felii  dize, 
que  en  ninguna  cosa  faltando  de  lo  que  debe 
hazer  un  Orthodoxo(un  buen  Ghristiano ) ,  fué 
cojido  de  ios  adversarios,  juntamente  con  otros 
muchos  buenos  Ghristianos,  i  asi  fué  muerto. 
Athanasio,  en  una  epístola  que  escribió  á  los  que 
Tivian  Tida  solitaria,  dize  claramente  que  Li- 
berio, después  de  pasados  dos  años  de  su  destier- 
ro, siendo  amenazado  con  la  muerte,  mudó  de 
parezer:  i  asi  firmó  contra  Athanasio.  Jeróni- 
mo en  su  Ghrónicon  dize,  que  Liberio  Tenzido 
del  fastidio  del  destierro  suscribió  á  la  herética 
pravedad.  Tomo  I.  Concil.  se  dize,  que  entrado 
Liberio  en  Roma  se  conformó  con  Gonstanzio  he- 
reje.- lo  mismo  dize  Dámaso  en  su  libro  dePon- 
títízes ,  i  Platina ,  i  Alonso  Venero  en  su  Enchi- 
rídion  de  los  tiempos,  i  Juan  Stella,  i  otros. 
Baleo  dize  que  por  ambizion:  Oigas  dize  que 
Ubmo  movido  con  el  martirio  de  Félix,  de 
miedo  que  no  lo  martirizasen,  se  conformó 
con  los  Arríanos,  i  firmó  su  doctrina.  Que  Li- 
berio después  desto  se  haya  arrepentido ,  no  se 
haze  menzion  ninguna:  i  por  eso  es  contado 


38  DEL  PAPA 

entre  los  Papas  Arríanos.  Esta  es  la  causa  por 
qué  Dámaso  su  suzésor  condenó  á  Liberio ,  i  á 
todo  cuanto  habia  hecho.  Pero  con  todo  esto 
Gregorio  TU,  el  abominable  Papa ,  como  despueí$ 
en  su  vida  veremos ,  canonizó  á  este  Liberio  Ar- 
Un  Papa  haze  ríano ,  .¡  mandó  (como  dize    el  Cardenal  Be- 

haie"^  ^^^"^^  ^*''' °®")  ^^^  su  fiesta  se  zelebrase.  Pan  vino,  gran 
Adulador  de  los  Papas  en  su  Gorónica  de  los  pon- 
tífices, lo  llama  San  Liberio.  Mirad  sí  es  verdad 
lo  que  se  dize ,  que  muchos  son  tenidos  poi*  san- 
El  Papa  yerra  tos,  cuyas  ánimas  arden  en  el  infierno.  Mirad 

en  la  fé.  g|  gj  pjp^^  puede  errar  en  la  Fó.  Escrebir  la  vi- 

da deste  Liberio  me  ha  costado  algún  trabajo. 
La  causa  ha  sido  la  diversidad  de  opiniones.  Los 
unos  lo  tienen  por  Gathólico ,  los  otros  por 
Arriano.  I  los  unos  i  los  otros  dizen  verdad. 
Porque  al  prinzipio  de  su  pontificado  fué  Ga- 
thólico (como  habemos  dicho) ,  mas  después,  sin 
arrepentimiento  ninguno  fué  Arriano.  P^otemos 
aquí  cuan  mala  bestia  sea  la  ambizion.  £1  que 
está  en  pié ,  mire  no  caiga.  INo  basta,  bien  co- 
menzar, menester  es  bien  acabar.  £1  que  perse- 
verare (dize  el  Señor)  hasta  la  fin,  será  ssflvo. 
Dios  nos  haga  la  grazia  de  domar  nuestra  am- 
bizion: que  bien  lo  habemos  todos  menester. 
Porque  no  hai  ninguno  que  no  se  tenga  por  un 
medio  Dios.  £1  nos  fortifique  en'  Us  afliziones, . 
que  por  su  nombre  padezemos.  Acordémonos 
de  Liberio.  I  qué  digo  de  Liberio?  Acordémo- 
nos de  Salomón,  que  también  comenzó,  pero 
cómo  se  gobernó  después  ?  El  Señor  nos  gebier« 
ne  hasta  la  fin.  En  tiempo  deste  Liberio  naszió  en 
la  ziudad  de  Tagasta  en  África  el  gran  doctor  i 
lumbre  de  la  Iglesia  San  Agustín.  I  en  el  m\&^ 


04  mito. 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  39 

mo  dia ,  dizen ,  que  naszió  en  la  gran  Bretaña 
Pelajio  hereje.  Gran  misericordia  de  Dios ,  que 
proTeyó  de  Antidoto  contra  la  ponzoña  de  Pela- 
jio. 

Dámaso,  Portugués,  condenó  (como  habernos 
dicho)  á  Uberio.  Fué  Dámaso  muí  deroto  i  ze- 
remonioso.  Panvino  en  su  corónica,  nota  que 
todos  los  Pontifizes  de  Roma  hasta  Dámaso 
fueron  elejidos  i  consagrados  en  un  mismo  dia: 
Piro  dize  que  después  acá  no  se  ha  guardado 
esto.  A  la  consagrazion  llaman  ahora  Gorona- 
zion,  en  el. cual  dia  se  hazesolene  triumpho  en 
Roma :  tanto  han  crezido  las  riquezas ,  poten- 
zia ,  ambizion ,  i  soberbia  de  los  que  se  llaman 
suzesores  del  Pescador;  San  Jerónimo  florezió 
en  este  tiempo ,  i  fué  mui  intimo  amigo  de  Dá- 
maso: comopareze  por  su3  escritos.  Entre  Dá- 
maso i  Ursino  fué  la  3.*  zisma:  pero  año  de  367 
Ursino  renunzió,  i  fué  hecho  Obispo  de  Ndpoles. 
Murió  Dámaso  año  de  384:  á  Dámaso  suzedió 
Sirizio. 

Sirizio(como  dize  Graziano  dist.  lxxxii)  fue  e  1 
primerb  que  vedó  el  matrimonio  á  los  sazerdotes 
del  oczidente :  de  la  cual  ordeaazion  muchas  '*®°.  ^*/  m^tn- 

.  ...  *       •     •     1         .    monto  leea  m§% 

naziones  no  hizieron  caso,  i  pnnzipalmente  abajo  en  Gregu- 
nuestra  España.  Por  lo  cual  Himerio ,  Obispo  ^*^* 
que  entonzes  era  de  Tarragona ,  escribió  á  Si- 
rizio ,  que  los  sazerdotes  de  España  no  quedan 
sujetarse  á  la  lei  que  les  mandaba  dejar  sus 
mujeres.  Lo  cual  oyendo  Sirizio  se  enojó  dizieu- 
do,  que  los  que  están  en  la  carne,  no  pueden 
agradar  á  Dios :  El  mismo  Sirizio  alega  esta  au- 
toridad, en  la  Epistola  4.*  que  escribió  á  los  Obis- 
pos de  África.  Sirizio  entendiendo  este  lugar,  de  los 


Zisma  3.* 


384. 


Sirizio. 

De  la  prohibí- 


Rom.  Tni,  8- 


40  DEL   PAPA 

casados ,  tuerze  i  arrastra  la  Escritura.  Así 
también  torzió  este  lugar  Inozenzio  primo.  Por- 
que San  Pablo  por,  Estar  en  carne:  no  entiende 
ser  casado.  Porque  désa  manera  condenaría  el 
estado  del  matrimonio,  que  Dios  instituyó  en 

Jen,  lu,  94.      el  paraíso ,  i  su  Hijo  Jesu  Ghristo  santificó  con 

/naii,  u,  ii.     su  presenzia,  haziendo  en  él  su  prímer  milagro. 

jiM.xni,  4.  Muí  bien  sabia  el  Apóstol  ser  Tenerable  en  todos 
el  matrimonio,  i  la  cama  sin  mancha.  Mui 
bien  sabia,  que  Dios  castigará  á  los  fornica- 
rios i  adúlteros:  por  lo  cual  manda,  que  los 

/,  cor.^  TU,  3,  que  no  tienen  don  de   continenzia ,  se  cáseo. 
V  1  el  mismo  defiende  la  libertad  que  él  i  Bar- 

nabas  tenían  de,  siendo  Apóstoles,  retener  sus 
mujeres  i  llevarlas  consigo.  O  no  tenemos  po- 
testad  (dize  1.^  Cor.  ix,  5)  de  traer  con  nos  una 
mujer  Hermana  (quiere  dezir  fiel)  como  los 
otros  Apóstoles ,  i  los  hermanos  del  Señor,  etc. 
San  Pablo,  pues,  con  Perdón  de  Sirizio  i  de  Ino- 
zenzio I,  por,  Estar  en  carne:  no  entiende  los 
casados,  sino  los  hombres  carnales  i  no  re- 
jenerados  por  el  Espíritu  de  Dios:  Estos  tales 
(séanse  solteros,  casados,  ó  viudos)  dlze,  que 
no  pueden  agradar  á  Dios.  I  que  sea  esto  asi 
veese  por  lo  que  luego  dize  el  mismo  Após- 

Rom.  VIII.  9.  tol,  hablando  con  los  Romanos ,  de  los  cuales 
muchos  eran  casados :  Mas  vosotros  no  estáis 
en  la  carne  sino  en  el  Espíritu:  por  cuanto 
el  Espíritu    de  Dios   mora  en  vosotros,  etc. 

£1  Papa  yerra  Por  esta  interpretazion  del  lugar  de  San  Pablo, 

aLÍ dTuéscr'i- ^'^^  ^^^^  ^^  ^*^P*  Sirizio  ¡  Inozenzio  I,  verán 
tura.  'nuestros  contrarios  (por  mas  que  lo  nieguen) 

el  Papa  poder  errar,  i  errar  en  la  interpre- 
tazion de  la  Escritura.  Murió  Sirizio ,  habíen- 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  41 

do  sido  Papa  casi  16  años  según  Platina.  Suze- 
diéronle  Anastasio  I,  Inozenzio  I,  Zózimol  i 
Bonífazio  I. 

Entre  Bonífazio  i  Eulalio  fué  la  4.^^  zisma  año    Booirasioi. 
de  420.  Eulalio renunzió,  mucho  contra  su vo-    f|5"*  *' 
luntad:  mas  con  todo  esto  fué  hecho  Obispo  en 
Gampanía.   A  Bonifazio  suzedió  Zelestino :  á 
Zelestino  suzedió    Sisto   III,  el   cual  siendo 
falsamente  acusado ,  respondió  por  sí   en  un 
sínodo.  Baso,  su  adversario,  fué  condenado.  Los 
Gonzilios   entonzes   eran  sobre   los  Papas.  A 
Sisto  suzedió  León  I,  Hilario,  Simplizio,  Félix  III, 
Gelasío  I.  A  este  Gelasio  atribuyen  aquel  no-    Geitsio  i. 
table  dicho  de  comulgar  en  ambas  espezies ,  que 
alegaremos  en  el  tratado  de  la  Misa :  á  Gelasio  I. 
suzedió  Anastasio  II. 

Anastasio  II.  tomó  la  parte  de  los  Euthíchia-    Anastasio  ii, 
nos  i  de  otros  herejes,  comunicó  con  ellos.   *^*^®* 
Para  confirmazion  desto,  leed  á   Graziano  en 
el  Decreto,  dist.  xix,  cap.  Secumdum  Eccletíce 
CathúUecB :  et  cap.  Anastasius ,  i  tomo  n.  Gonci- 
lloram,  ¡Platina.  I^o  creáis á los  aduladores  de 
los  Papas:  como  son  el  D.  Illescas,  i  los  dos 
autores  modernos  que  alega,  que  son  Alberto 
Pighio ,  i  Diego  de  GoTarruvias.  Anastasio  ha- 
ziendo  sus  nezesidades  echó  (como  dizen  Vo> 
laterrano  i  Platina)  las  tripas  en  la  nezesaria. 
Ya  en  este  tiempo  reinaban  los  Godos  en  núes-    Afio  de4i7  ios 
tra  España:  los  cuales  comenzaron  á  reinar  <^o<*o|  comenia- 

eneUa,año  del  Señor  de  417,  echando  della España!         ° 
á  los  Romanos,  i  á  otras  naziones:  reinaron 
en  ella  300  años :  á  Anastasio  suzedió  Sima- 

Cbo.  Slmacho 

Entre  Simacho  i  Laurenzio  fué  la  5.*  Zisma.    zisma  s/ 


42 


DEL  PAPA 


49S. 


mer 


sso 


Emperador. 


Sí3. 

Juan  I. 
Embajador. 


Pero  Laurenzío  renunzió,  i  fué  hecho  Obispo 
Nuzesino,  año  de  498,  como  dize  PanWno.  A 
Simacho  suzedió  Horsmida. 

M^^Ruiarca.'*'  Horsmi'da ,  Campano ,  fué  el  primero  que  de 
Arzobispo  fué  hecho  Patriarca  (como  diz£  San 
Isidro),  por  medio  del  Emperador  Justino  año 
de  520.  Poco  á  poco  van  allá.  Presto  serán 
Papas:  quiero  dezir,  absolutamente  Antechristos. 

Descomulgó  al  Este  descomulgó  al  Emperador  Anastasio ,  por- 
que dezia :  Del  Emperador  ser  imperar,  i  del 
Pontifize  obedezer.  Ya  el  Antechristo  comenzaba 
á  mostrar  sus  cuernos.  Murió  Horsmida  año  de 
523.  Reinando  en  España  Jenselarlco :.  á  Horsmi- 
da suzedió  Juan  I. 

Juan  I ,  Toscano ,  hecho  Patriarca ,  fué  enviado 
juntamente  con  otros ,  por  Embajador  de  Theo- 
dorico  Rei  de  Italia  al  Emperador  Justino. 
Aun  no  tenian  los  Obispos  de  Roma  la  abso- 
luta, O,  por  mejor  dezir,  la  disoluta  potestad, 
que  ahora  tienen.  Murió  Mártir  año  de  527. 
Ño  puedo  dejar  aquí  de  coptar  una  ridicula  histo- 
ria que  frai  Juan  de  Pineda  hablando  deste  Juan  I 
cuenta  por  milagro.  Dize,  que  para  ir  al  Empe- 
rador tomó  un  caballo  prestado ,  el  cual  después 
que  Juan  Papa  subió  sobre  él,  no  consintió  que 
la  mujer  de  su  amo  subiese  sobre  él.  A  Juan  suzedió 
Félix  III,  dicho  IV,  á  Félix  suzedió  BonifazioU. 
Entre  Bonífazio  II  i  Dióscoro  fué  la  Zisma  6.*, 
año  de  530:  á  Bonifazio  suzedieron  Juan  11,*  Aga- 
peto ,  Silverio ,  Vijilio. 

Vijilio,  Romano^  astuto  acusador  de  su  prede- 
zesor  Silverio ,  con  engaño  aspiraba  al  Pontifi- 
cado: al  cual  alcanzó  por  medio  de  Theodora 
Augusta,  i  de  Antonina  mujer  de   Belisario. 


527. 


Bonifazio  II. 

590. 

Zlsma  6/ 
VIjillo. 


I    DE  SU  AUTORIDAD.  43 

Pero  Dios^  que.  es  justo,  á  ambos  dio  el  pago.  El 
Vijilio  habia  por  astuzia 'alcanzado  el  Pontifi- 
cado, i  el  Silverio  (que  era  hijo  del  Papa  Hors- 
mida),  por  fuerza.  Está  fué  la  7.*  zismá.  En  este    ^isma  7.- 
tiempo  reinó  en  España  Theudiselo ,  ó  Theodisco. 

Pelagio ,  Romano ,  fué  el  primero  que  afirmó,    Pei»J*o. 
el  primado  de  la  iglesia  Romana,  no  depender  ^*"*^®  ^®  *°* 
ni  de  los  Gonzilios ,  ni  de  los  hombres ,  sino  del 
mismo  Ghristo,  díst.  xxi.  Pero  los  Canonistas  le 
son  contrarios  diziendo,  que  omnis  majoritas  et    Los  canonistas 
tninoritas ,  etiam  papatus  est  de  jure  positivo,  ^^  el  PapV*^"^" 
Q.  d;  que  toda  mayoría  i  menoría ,  i  aun  el  pa-  ^*^° 
pado ,'  es  de  jure  positivo.  Este  ordenó  que  los 
eclesiásticos  rezasen  (ó  murmurasen)  las  siete 
horas  canónicas,  que  son.  Maitines,  Prima ,  Ter-  nig,/*^*'**  ^'*°^' 
zia,  Sesta,  Nona ,  Visperas  i  Completas.  Ins- 
tituyó  (dize    el  D.    Illescas)  Pelagio,  que  los 
clérigos  cada  dia  rezasen  las  siete  horas,  que 
llamamos  canónicas,  i  el  mismo  Illescas  en  la 
Tida  de  Sabiniano  dize ,  Sabinlano  fué  el  primero 
que  pjuso  orden  en  el  rezar ,  partiendo  el  ofizio 
en  las  siete  horas,  que  llamamos  canónicas.  ¿Cómo 
puede  ser  Sabiniano  el  primero  que  instituyó  las 
siete  horas  canónicas ,  si  Pelagio  las  habia  antes 
instituido?  Esta  instituzion  fué  ocasión  que  los 
eclesiásticos  no  leyesen  la  Riblia.  I  asi  vemos  en 
España  que  muy  pocos  eclesiásticos  tienen  la 
Biblia  en  su  casa:  Pero  ninguno  hai  dellos  que 
no  tenga  su  Breviario :  al  cual  todos  tienen  por 
mui  Gathólico  libro:  Pero  á  la  Biblia  en  jeneral 
la  llaman  libro  de  Herejes.  Algún  dia  Dios  casti- 
gará esta  blasfemia.  En  tiempo  deste  Pelagio, 
reinó «n  España  Agila.  Juan  III  suzedió  á  Pelagio 
ano  de  561. 


44  DEL  PAPA 

Jaao  111,  coa-  Juan  III  hizo  contrarío  Decreto  al  que  su  pre- 
í¡íí?^*  »upre-  dezesor  Pelajio  había  hecho:  i  así  mandó  que 
ninguno  se  llamase  sumo  sazerdote ,  ni  universal 
Obispo ,  dist.  xax :  Un  Papa  haze ,  lo  que  otro 
deshaze:  uno  manda  lo  que  otro  desmanda.  En 
tiempo  deste,  los  Armenios  se  hizieron  Ghrístia- 
nos:  Athanajildo  reinó  en  este  tiempo  en  En- 
paña :  á  Juan  III.  suzedieron  Benedito ,  i  Pela- 
jio II. 

Peiajio  II.  Pelajio  II,  Romano,  estando  la  ciudad  zercada, 

fué  hecho  Pontifíze  sin  el  mandamiento  dtl 
Emperador,  contra  la  costumbre  que  se  tenia. 

satisraze  al  E  -  ^^^  ®*^  causa  euTíó  á  Gregorio ,  que  después  del 
perador.         '  Alé  Pontífize ,  á  Gonstantinopla,  para  satisfazer 

i  aplacar  la  ira  del  Emperador.  Murió  Pelajio 
sao.  año  de  590.  Leonojíldo  reinó  en  este  tiempo  en 

España. 

Gregorio  I.  Romano,  fué  de  mejor  vida,  i 

el  mas  doto  de  todos  los  Patriarcas  sus  prede- 

zesores:  pero  muí  zeremoníoso.  Gomo  se  vee 

por  tantas  superstiziones  que  introdujo  en  la 

iglesia.  Él  fué  el  primero  que  conzedió  indul- 

jenzias  á  los  que  en  ziertos  días  entrasen  en 

Primeros  per-los  templos:  conzedió  perdones:  pero  no  los 

dooes liQduijen- vendió  por  dinero,  como  sus  suzesores.  Del 

El  ánima  d  ^'^^  Damaszeno ,  que  sacó  del  infierno  el  ánima 

Tna«no  sale  del  de  Trajano  Emperador  infiel  ( terrible  menti- 

inflerno.  f^y  ^^^o  Mcjfa,  en  la  vida  de  Trajano,  dize  ser 

fábula  i  trufa  lo  que  se  dize  del  ánima  de  Tra- 
jano: Ulescas,  en  la  vida  de  Gregorio  I,  lo  tiene 
por  gran  verdad ,  i  condena  á  Pero  Mejia :  en 
Gregorio  I.      el  siguiente  tratado  de  la  Misa  hablaremos  mas 
Enemiziaimodei  désta  materia.  Lo  bueno  que  tuvo  Gregorio  fué, 
primado.  qu^  ^011  díchos  í  hechos  fué  enemizisimo  del 


I  DB  8Ü  AUTOBIDAD.  45 

Primado:  i  asi  escribió  contra  el  nombre  de 
Obispo  nnlTcrsal  (como  diremos  después),  en 
eontra  del  cual,  se  llamó:  Sier?o  de  los  siervos  de  i**®"^^  ^*,  ^^* 
Dios.  El  cual  título  han  retenido  todos  sus  su-   ^^ 
zesores.  Pero  hipócritamente :  pues  que  llamán- 
dose Sierros,  se  han  hecho  señores  del  mundo, 
á  quien  los  Reyes,  Emperadores,  i  Monarcas 
besan  los  pies,  i  se  tienen  por  dichosos,  si  el  Papa 
les  quiere  hazer  tanto  favor  i  merzed.  Dolíase 
muí  mucho  Gregorio,  de  que  en  el  mundo  hu- 
biese tantos  sazerdotes,  i  tan  pocos  predicado- 
res del  Evanjelio,  etc.  Deste  S.  Gregorio  cuenta 
Holdrico  Obispo  de  Augusta  en  una  Epístola,  que 
envió  al  Papa  Nicolao  I.  una  notable  historia. 
La  suma  de  la  cual  es  esta :  que  S.  Gregorio  man- 
dó que  los  sazerdotes  no  se  casasen.  Pero  que 
después,  entendiendo  que  secretamente  se  come- 
tían grandes  suziedades,  i  que  por  esta  causa 
mataban  muchas  criaturas;  mandó  que  este  De-  ¿Jíd^T'iiiego 
ereto  se  abrogase ,  diziendo  que  mej^r  era  ca-  permitido  á  los 
«arse  que  no  dar  causa  de  matar.  Porque  como  «"•^o^- 
una  vez  enviase  á  pescar,  se  hallaron  en  una  „,ii!*5¡^!Í* 

•    .         -*      .  «„«„      I  j      •-.  niños  en  un  cs- 

piszma ,  ó  estanque  6000  cabezas  de  nmos  que  en  tanque, 
ella  habían  sido  ahogados.  Lo  cual  viendo  que 
provenia  del  violento  zelíbado ,  doliéndose  Grego- 
rio de  todo  su  corazón  i  jimiendo ,  luego  al  mo- 
mento revocó  aquel  su  edicto.  Porque  no  sola- 
mente, como  el  mismo  Huldrico  dize,  no  se 
habían  abstenido  de  las  donzellas  i  casadas,  mas 
aun  se  habían  reborujado  con  parientas,  con  ma- 
chos, i  aun  con  brutos  animales.  Estos  son  los    Frutos  del  seii- 
frutos  del  zehbado  papf stico ,  i  de  su  vida  anjé-  *»do  piputico. 
lica.  Estas  cosas  considerando  el  Papa  Pío  II.  di- 
jo, que  con  gran  razón  se  les  había  prohibido  el 


46  DEL  PAPA 

Dichos  de  Pío  matrimonio  a  los  sazerdotes.  Pero  que  con  mui 

II  contra  el  leii-  tnayor  se  les  debía  restituir.  Iten,  en  otro  lugar: 

Por  ventura,  no  seria  peor  la  mayor  parte  de  los 

1»  •     .  iw    »  sazerdotes  casarse.  Porque  muchos  de  ellos  se 

Kotn  8f rioa  en      ,       .  ,     .      *  ,  .       , 

Sirizio  i  después  Salvarían  en  sazerdozío  conyugal,  que  son  conde- 
en  Pauhí  II.  nados  en  su  estéril  sazerdozio.  El  mismo  Pió  II. 
(como  lo  rectifica  Zelío  11)  deshizo  ziertos  mo- 
nasterios de  monjas  de  S.  Bríjida,  i  de  S.  Clara, 
mandándoles  que  se  fuesen  dellos,  para  que  mas 
tiempo  no  se  abrasasen ,  i  á  fin  que  debajo  de 
un  hábito  relijioso  no  encubriesen  una  ramera. 
Murió  S.  Gregorio  año  604.  En  este  tiempo  reinó 
en  España  Leonijildo  arriano,.que  martirizó  á  su 
hijo  Herminijildo. 
sabiinano.  Sabiniano,  suzesor  de  Gregorio  I,  fué  él  últi- 

mo Patriarca  de  Roma,  hombre  de  muí  para 
poco,  i  que  en  gran  manera  odió  á  su  predeze- 
sor  Gregorio,  tanto  que  procuró  hazerle  que- 
mar sus  libros.  Solamente  pondré  ahora  aquí 
una  fábulji,  que  el  Bergomeso  cuenta  por  mui 
verdadera,  déla  muerte  deste  Sabiniano.  Dize,  que 
S.  Gregorio  después  de  muerto,  aparezió  á  Sabi- 
niano tres  vezes ,  i  lo  reprendió  mui  agrámente 
porque  lo  habia  procurado  infamar :  Tero  que  el 
dicho  Sabiniano,  no  quiso  por  todo  esto  enmen- 
ün  p  o  darse:  lo  cual  visto  por  S.  Gregorio  dio  tal  golpe 

to  mata  á  otro  vi-  sobre  la  cabezá  al  Sabiniano,  que  lo  hizo  morir 
^°-  miserablemente.  Mon.  ecles.,  part.  iii ,  lib.  17,  cap. 

10.  §  I,  se*  haze  menzion  desto.  Si  esto  es  ver- 
dad, un  Papa  mató  á  otro.  Murió  Sabiniano  año 
605.  Este  Sabiniano  (dize  lUescas)  fué  el  primero 
que  puso  orden  en  el  rezar,  partiendo  el  ofizio  en 
las  siete  horas  canónicas :  lo  mismo  dijo  de  Pela- 
jio  I.  En  este  tiempo  reinó  en  España  Recaredo  Reí 


I  DE  StJ    AUTORIDAD.  47 

de  los  Godos ,  que  destruyó  la  herejía  de  los  Ar- 
ríanos ,'  la  cual  los  Godos  por  la  raayor  parte  ha- 
bían  tenido. 

La  3.*  i  última  clase ,  contiene  los  Pontífizes,  j.'ciif^. 
qae  propiamente  ahora  llamamos  Papas,  que 
son  los  verdaderos  Antechristos.  Comenzó  esta 
dase  en  Bonifazio  III ,  continúase  hasta  el  Papa 
Clemente  VIH,  que  hoi  tiraniza :  acabarse  ha  en  el 
último  Papa :  al  cual  Ghristo  matará  con  el  espí- 
ritu dé  su  boca,  como  va  matando  á  sus  predeze- 
sores.  I  así  vendrá  la  fin.  Los  Pontífizes  de  ^^»  ^*'- "  '• 
la  prímera  clase  fueron  Angeles  de  Dios,  san- 
tos en  vida  i  dotrina:  Los  de  la  9.*  fueron  hom- 
bres, sujetos  á  caer:  mas  est|fi  de  la  3.*  son  ver- 
daderamente diablos  encarnados.  I  no  digo 
esto  por  hipérbole,  ó  exajerazion,  mas  sin  figu- 
ra ninguna,  y  (como  dizen)  al  pié  de  la  letra  lo 
siento  así:  como  probaremos  por  sus  vi- 
das. 

Bonifazio  III,  que  es  el  primero  en  este  cata-     RonUazín  iii. 
logo,  fué  un  diablo,  ambiziosísimo.  Este,  siendo  p^*'"*'^  ^■^'■' 
Patriarca  de  Boma,  fué  hecho  Papa  por  medio 
del  Emperador  Phocas.  Este  Phocas  fué  adúlte- 
ro, parrizida  i  tirano.  Llamólo  parrizida,  por- 
que  mató  á   su  Señor,  Maurizio,  Emperador 
Ghristía.no ,  para  hazerse  Emperador :  como  se 
hizo.  Este  Bonifazio  III.  por  muchos  ruegos,  i 
dádivas,  que  quebrantan  peñas,  cuanto  mas  á 
Phocas,  alcanzó  de  Phocas  quelá  sede  Bomana    Phoca»  conz*?^ 
se  llamase,  cabeza   de  todas  las  iglesias.  Tres  caui^r^ÜLÍ*""»! 
miserables  cosas  áconteszieron  por  este  tiempo:  igiosias. 
el' nobilísimo  imperio  comenzó  á  caer,  el  pa-    El  imperio  cae. 
pismo  comenzó   á  levantarse :  i  el    Mahometis- 
mo se  levantó.  De  las  ruinas  del  Imperio  se  le- 


48  DEL  PAPA 

•eíeTanlI?^"*  vanlaron  estas  dos  bestias,  que  tanto  daño  han 
hecho  á  la  iglesia  de  Ghrísto:  i  cuanto  mas  ha 
ido  de  caida  el  imperio ,  tanto  mas  estas  bestias 
han  crezido.  Ya  ha  mil  años  que  la  luz  del  Evan- 
jelio  se  comenzó  á  escurezer  con  falsas  dotrínas 
i  superstiziones.  Este  miserable  primer  Papa  aun 
antes  de  cumplido  el  año  de  su  papazgo,  se  fué 
á  visitar  al  padre  de  la  ambizion  el  diablo ,  i  allá 
se  quedó  con  él.  Con  ser  este  primer  Papa,  tan 
ambízioso,  i  morir  obstinado  en  su  ambizion, 
con  todo  esto  Panvino  lo  llama  S.  Boniíazio.  En 
este  tiempo  reinó  en  España  el  mui  Gathólico  Re- 
caredo  primero. 
Bonifiíio  IV.  Á  Bonifazio  m.^uzedió  Bonifazio  IV ,  el  cual 
(como  dize  Platina)  alcanzó  del  Emperador 
Phocas  el  templo,  que  llamaban  Pantheon 
(que  quiere  dezir ,  de  todos  los  dioses) ,  por  ser 
dedicado  á  Gibele ,  i  á  todos  los  demás  dioses. 
Este  templo  dedicó  Bonifazio  á  la  bienaventurada 
Virjen ,  i  á  todos  los  Mártires :  el  cual  se  lla- 
ma ahora  Santa  Maria  la  redonda.  Hasta  aquí 
Platina.  Don  Alonso  de  Garthajena,  Obispo  de 
Burgos,  dize  en  la  vida  del  Rei  Recaredo  estas 
palabras:  Phocas  conzedíó  al  beato  Bonifazio  IV, 
Pontiíize  Romano,  el  templo  que  se  llamaba 
Pantheon ,  para  que  fuese  consagrado  en  hon- 
ra de  la  bienaventurada  María ,  i  de  todos  los 
santos :  como  mas  largamente  se  contiene  en  la 
legenda  de  aquella  fiesta :  la  cual  se  zelebra  el 
primer  día  de  fíoviembre.  Hasta  qui  este  Obis- 
po. Es  aquí  de  notar,  lo  que  dize  el  Obispo,  Pla- 
tina i  otros  muchos :  que  el  Papa  demandó  este 
templo  al  Emperador ,  i  que  el  Emperador  se  lo 
conzedió.  El  D.  Ulescas  en  su  hist.  pontif. ,  como 


1  DE  Sü  AUTORIDAD.  49 

adulador  del  Papa ,  dize  que  Bonifazio  consagró 
d  templo  t  etc.  lo  cual  dize  que  pareszió  muí 
bien  al  Emperador  Phocas«  i  no  dize  que  lo 
demandó  al  Emperador ,  por  no  parezer  que  me- 
noscababa la  autoridad  de}  Papa.  De  lo  que  liabe- 
mos  dicho  se  sigue ,  que  el  Papa  no  era  entonzes 
señor  de  Roma.  Porque  si  lo  fuera ,  no  pidiera 
este  templo  al  Emperador.  Esta  sola  razón « aun- 
que no  hubiese  otra  ninguna ,  basta  para.probar 
ser  falsa  la  dooazion ,  que  llaman  de  Constantino,  paist  dooaifon 
el  cual  fué  casi  300  años  antes:  en  la  cual  (como  de  ConstanUno. 
ellos  dizen)  hizo  al  Papa  absoluto  señor  de  Ro- 
ma, i  de  otras  muchas  tierras,  que  llaman  el 
patrimonio  de  San  Pedro.  El  Papa  ó  como  ladrón 
lo  ha  hurtado  al  £n^)erador ,  ó  como  tirano  se 
ha  por  fuerza  alzado  con  ello.  Murió  Bonifazio 
año  de  613.  En  este  tiempo  reinó  en  España  el 
mui  Gathólico  Recaredo  I. 

Theodato ,  ó  Deus  dedit ,  ordenó  que  hubiese    Deus  dedu. 
padrinos  en  el  Baptismo ,  i  que  el  compadre  no    Padrinos, 
se  casase  con  su  comadre,  ni  la  ahijada  con  el  ge  casa'  con  su 
hijo  de  su  padrino.  Murió  este  Papa  año  de  616.  comadre. 
Huiterico  reinó  en  este  tiempo  en  España.  ^'^' 

Bonifazio  V  ordenó  que  loa  ladrones  i  horai-    Bonifazio  v. 
cidas,  que  se  acojíesen  á  las  iglesias ,  ó  á  los  ze-  .  iglesias  refuj lo 
mcnterios,  no  pudiesen  ser  sacados  dellos:  Lo      '"■'«"««'«o'^e'- 
cual  ha  sido  causa  que  muchos  hagan  grandes 
▼ellaquerias ,  i  acojiéndose  á  una  iglesia  se  es- 
capan sin  castigo  ninguno ,  á  estos  llaman  Re- 
traídos. Murió  año  622.  En  este  tiempo  reinó 
en  España  Sisebuto ,  ¿  Bonifazio  V  sucedió  Ho- 
norio I.:  fué  hereje Monpthelita ,  i  portal  con- 
denado (como  lo  dize  frai  Juan  de  Pineda  part. 
m,lib.  17,  cap.  34,  §1)  en  elconzilio  vi  Gons- 


50  DBL  PAPA 

tantinopolitanOf  act.  13, 16  i  17.  Lo  cual  se  con- 
firma por  una  carta  del  Emperador  i  por  otra 
de  León  I  al  Emperador.  El  D.  Illescas ,  como 
aquel  que  no  puede  creer  que  haya  Papa  que  pue- 
da errar,  llama  á  Honorio  Santo  i  loable  pontífi- 
ze.  Panvino ,  para  escusar  á  Honorio ,  dize  los 
ejemplares  del  Gonzilio  vi  Gonstantinopolitano 
estar  corruptos:  donosa  escusa.  A  Honorio  suze- 
dió  Severino,  Juan  IV,  Theodoro,  i  Martino. 

Mirtino..  Martino  I.  ordenó  que  los  sazerdotes  truje - 

sen  coronas :  quiere  dezir,  la  cabeza  rapada ,  de- 

Coronas.  jándole  un  zerco ,  que  llaman  Corona.  En  man- 
dar esto  el  Papa  no  imitó  á  Ghristo ,  ni  á  sus 
Apóstoles:  los  cuales  nunca  fueron  de  Corona. 
Mas  imitó  á  los  sazerdotes  de  los  ídolos,  los  cua- 

Baruc^  vi,  io.  Jes  (como  dize  Baruc)  traían  la  cabeza  i  la  bar- 
ba rapada ,  i  estaban  sentados  en  las  casas  de  sus 
dioses ,  las  cabezas  descubiertas.  Miren  nuestros 
contrarios  si  sus  sazerdotes  lo  hagan  así.  En  lo 
cual ,  no  hai  que  dudar,  sino  que  imitan  á  los  sa- 
zerdotes de  los  ídolos.  Mandó  que  los*  Obispos 

Ghrisma.        Cada  año  consagrasen  la  Chrísma ,  i  la  enviasen 

Voto  de  casu-  por  sus  díózeses :  impuso  el  voto  de  castidad  á 
<^»^-  los  clérigos ,  duro  yugo  i  de  -mui  pocos  bien  lle- 

vado, como  en  Gregorio  L  habemos  notado. 
Murió  Martino  L  año  653.  En  tiempo  deste  reinó 
en  España  Sisenando :  á  Martino  suzedió  Euje- 
nio ,  i  Víteliano. 

Vitenano.  Viteliano  ordenó  el  canto  i  los  órganos  en  la 

iglesia :  mandó  que  las  horas ,  canziones ,  zere- 

oflzio  divino  monias  i  Misas,  se  zelebrasen   en  lengua  Latí- 

cniatiu.  na,  contra  lo  que  dize  el  Apóstol:  el  uso  délas 

lenguas  no  entendidas,  ser  Inútil,  i  por  tanto  no 

se  deber  usar,  sino  hubiere  interpretazion  de 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  51 

loqaese  dize«  I  Cor.  xir.  Murió  Yiteliano  año 

de  672.  En  cuyo  tiempo  Tulga  reinó  en  España.    •^'^ 

A  Yiteliano  suzedió,  Adeodato,  Dono,  Agathon. 

Agathon  I  mandó  que  las  constituziones  de    Aftihon. 
los  Pontifizes  fuesen   tenidas  por  Apostólicas,    coDstttazioaet 
como  pronunziadas  por  la  boca  de  Dios.  Blas- AposVóUcas.'^" 
phemia  grande.  En  tiempo  déste  se  zelebró  el 
?i  concillo  jeneral  en  Gonstantinopla ,   en   el 
cual  se  permitió  á  los  sazerdotes  Griegos  el  ma- .  •Jftrimonio  i 
trímonio ,  i  á  los  Latinos  se  ?edó.  Este  Agathon  muido.^^  ^^ 
envió  al  conzilio  vi  una  epístola,  en  la  cual  con- 
dena á  Honorio  I  por  Monothelita.  Murió  Aga- 
thon año  de  682. 

A  Agathon  suzedió  León  II,  Benedito  II,  Juan 
V.  Muerto  Juan  Y,  fué  la  zisma  8.^  i  fueron  zisma  s.* 
elejidos  dos  Papas,  Pedro,  i  Theodoreto;  los 
coales  depuestos,  fué  elejido  Gunon  año  de  686. 
Muerto  Gunon  año  de  687,  fué  la  cisma  9.^  i  fue*  zisma  9.* 
ron  elejijdos  dos  Papas,  Theodoro,  i  Pascual; 
los  cuales  depuestos ,  fué  elejido  Sergio  que  Pa- 
pó 13  años,  8  meses  i  13  dias:  á  Sergio  sucedió 
Jaan  YI,  Juan  YII,  Sisinio,  Constantino  I. 

Constantino  I  fué  llamado  del   Emperador    Constantino  l 
Jastiano  para  que  fuese  á  Gonstantinopla :  él  fué    £1  primer  Papi 
el  primero  que  dio  á  besar  los  pies  á  su  señor  ?05®pf¿^^  *  ***"■' 
el  Emperador.  Este  Constantino ,  contra  el  man- 
damiento de  Dios,  No  te  harás  imájen ,  etc.,    imajinc». 
mandó  que  las  imájines  fuesen  puestas  en  los 
templos  i  veneradas.  Murió  año  716.  En  tiempo 
deste  fué  la  miserable  disipazion  de  España,  que    Dfsipazion  de 
los  Moros  de  África  con  la  ayuda   del  conde  ^*P**** 
don  Julián  hízieron,  siendo  Rei  don  Rodrigo: 
el  último  de  los  Godos,  i    el  primero  desdi- 
chado. 


52  DEL  PAPA 

Gregorio  II.       Gregorio  11  i  Gregorio  III,  persisten  en  el 
Gregorio  III.   mandamiento  de  las  Imájines  contra  el  manda- 
dor tocomuiS-  ™'®"^^  ^®  ^^^®'  ^^  Emperador  León  es  desco- 
do^  mulgado  por  no  admitirlas.  El  Gtegorio  11  murió 

731.    741.       año  de  731 ,  i  el  Gregorio  III  año  74 1 .  En  tiempo 
de  Gregorio  II ,  reinó  en  España  don  Pelayo :  i  en 
tiempo  de  Gregorio  III  reinó  don  Fasila. 
Zacarías.  Zacarías  fué  el  primero  que  inventó ,  que  los 

eclnfáU^cos^con  ^^slimentos  eclesiásticos  so  adornasen  con  oro 
oro,  etc.  i  con  piedras  preziosas.  Fué  también  el  primero, 

que  atribuyéndose  una  zierta  divina  potestad, 
Hazer  i  desba-  se  tomó  contumazmente  la  autoridad  de  hazer 
zer  reyes.  |  deshazer  Reyes :  él  fué  el  primero,  que  absolvió 

los  vasallos  del  juramento  hecho  á  sus  Señores: 
lo  cual  esperimentó  Ghilderico  Rei  de  Franzia: 
al  cual  el  dicho  Zacarías  depuso,  &  petizion  de 
Pipino,  Pequeño  hijo  bastardo  de  Garlos  Mar- 
tel,  vasallo  de  Ghilderico.  En  este  Zacarías  i 
Pipino  se  verificó  el  refrán,  ün  mulo  rasca  á  otro, 
i  Hazme  la  barba,  i  hazerté  he  el  copete.  El 
Papa  había  menester  la  ayuda  de  Pipino  para 
esentarse  de  la  sujezíon  del  Emperador  de  Gre- 
zía,  que  era  su  Señor.  S.  Gregorio  escribiendo  al 
Emperador  lo  llamaba  Señor.  El  Pipino  i  los 
Reyes  de  Franzia  sus  suzesores  acordándose 
deste  benefízio  hizieron  grandes  servizios  á  la  sede 
Apostólica,  i  por  tan  leales  servidores  se  les 
Rei  de  Franzia  dió  el  nombre  de  Ghrístianíslmos.  Todo  lo  que 

Reyes  de  Franzia  ( porque  lo  que  dizen  de  la  do- 

Donuzton   de  ^^^^^^  ^®  Constantino ,   es  burlería  i  mentira, 

Constantino.       como  Laurenzio  Valla  i  otros  dolos  hombres  lo 

han  probado) :  podrá  ser,  i  aun  es  de  creer,  que 

Dios  levantará  algún  Rei  de  Francia  que  se  lo 


I  DE  Sü  AUTORIDAD.  53 

quiie:  pues  tan  mal  usa  dello.  Murió  Zacarías 

año  752.  En  tiempo  deste  reinó  en  España  don    '"- 

Alonso  I ,  llamado  Cathólico.  ca^uóuSof  ***'*' 

Esthéphano  II  (ó  como  otros  lo  llaman  III,  á    «.,x„k.L  n 
causa  que  le  prezedió  Estephano  II ,  que  no  fué 
Papa  sino  tres  ó  cuatro  dias),  siendo  apretado 
de  Aistulpho,  Rei   de  Lombardia,  en?¡ó  con 
jgran  instanzia  á  demandar  socorro  á  Pipino :  el 
cual  fué  bien  dilijente  en  servirle ,  dio  al  Papa  el 
Exarcado  quitándolo  al  Emperador.  Esta  es  la 
negra  donazion  que  falsamente  llaman  de  Cons-  coJJlSJÍÍno.  ** 
tantino.  El  Pipino  se  echó  por  tierra  delante  del    pipmobeió  ios 
Papa«  besóle  los  pies,  túvole  d  estribo  con  una  pies  ai  Papa,  etc. 
mano ,  i  con  la  otra  el  freno.  Desta  manera  el 
Rei  de  Franzia  hizo  al  Papa  rico ,  y  el  Papa,  vién- 
dose cico  ,  se  hizo  poderoso ,  altivo,  presuntuoso, 
tirano  i  Dios  en  la  tierra,  sobre  todos  los  Prínzípes 
Ghristianos ,  haziéndolos  sus  vasallos  i  feudata- 
rios. Murió  JSstéphano  año  757.  En  tiempo  deste    ^^^' 
reinó  en  España  Froíla  I. 

Paulo  I  descomulgó  al  Emperador  Constan-    ^*"*°  '• 
tino  V ,  el  cual ,  no  se  curando  de  las  locas  des- 
comuniones, perseveró  en  prohibir  lo  que  Dios 
en  su  santa  Lei  prohibe.  No  te  harás  imájen,    Bxod.\:L. 
etc.  Este  Paulo   (como  dize  Wizelio,  notable 
adulador  del  Papa)  revérenzió  mui  mucho  el 
cuerpo  de  S.  Petronilla,  hija  de  S.  Pedro:  en 
cuyo  monumento  de  mármol  (como  dize  Gar- 
sulano )  halló  este  epitaphio  escrito  de  la  propia 
mano  de  S.  Pedro  (mentira  calificada  con  supers-    Mentira  nota- 
tizíon).  A  Petronilla  hecha  de  oro,  dulzísima  ^^^* 
hija.  Illurió  Paulo,  año  767,  en  cuyo  tiempo    76?. 
reinó  Aurelio  en  España.  Hubo  gran  zisma  en  la 
iglesia  Romana,  que  fué  10,  en  la  cual  fueron    zismaio. 


54  DBL  PAPA 

elejidos  Theophilato,  que  renunzió,  i  Constantino, 
que  fué  depuesto. 
Gonstaniino  II  Constantino  11  fué  hecho  Papa  por  medio  de 
0MVdeQes°?é  ^"  hermano  Desiderio «  Rei  de  Lombardia:  aun- 
hizo  Papa.  que  había  muchos  competidores.  Acaezió  en  este 
Papa  una  cosa  bien  rara ,  que  siendo  laico  ó  se- 
glar, fué  inmediatamente  hecho  Papa.  I  por  esto, 
muchos  no  lo  cuentan  entre  los  Papas.  Hizo 
su  ofízío  de  Papa  un  año ,  mui  pontificalmente. 
EiGoniiiiode-  En  SU  tiempo  se  tuvo  uñ  Conzilio,  en  el  cual  fué 
i>oneaiPapa.  depuesto,  i  se  mandó,  que  todo  cuanto  habia 
hecho  i  ordenado  Constantino  ü  fuese  de  ningún 
yalor  i  anulado ,  «exzepto  el  Baptismo  i  Chrisma. 
Pregunto  yo  ahora  á  nuestros  contrarios,  qué 
opinión  tengan  de  los  Obispos  i  sazerdotes  que 
en  tiempo  deste  Papa,  i  con  su  autoridad  se 
hizieron?¿Qué  dizen  de  las  Misas  que  zelebraron; 
consagraron,  ó  no?  Si  no  consagraron,  pues 
que  el  Papa,  que  los  habia  ordenado,  no  era 
Papa ,  tampoco  ellos  eran  sazerdotes.  I  así ,  el 
Papa  i  ellos  todos,  fueron  degradados :  i  por  el 
mismo  caso  todos  los  que  oyeron  sus  Misas ,  ido- 
latraron ,  conforme  á  sus  propios  Cánones ,  que 
dizen ,  que  no  consagra ,  el  que  no  es  sazerdote, 
i  demás  de  ser  sazerdote,  es  menester  que  tenga 
intenzion  de  consagrar,  la  cual  si  falta,  nohai 
consagrazíon  ninguna.  Siendo  Constantino  pri- 
vado ,  fué  puesto  en  un  Monesterio ,  i  le  sacáron- 
los ojos.  Pero  su  hermano  el  Rei  Desiderio  vengó 
esta  injuria  sacando  los  ojos  á  los  que  los  habían 
sacado  á  su  hermano.  Silo  reinó  en  este  tiempo 
zisma  H.  en  España.  Zisma  11 ,  en  la  cual  fué  elejido 
Philipo :  el  cual  á  cabo  de  cinco  días  fué  depuesto» 
i  Estéphano  elejido. 


7ra. 


Adriano  I. 


I  DE  Sü  AUTQBIDAD.  55 

Estéphano  III  (ó  como  otros,  IV)  demandó    EttépbtDo iii. 
socorro  á  Garlo  Magno  contra  Desiderio ,  Rei  de 
Lombardia.  Este  Estéphano  condenó  los  hechos 
de  su  predezesor  Constantino,  condenó  el  Gon- 
zilio  Yu  de  Gonstantinopla  contra  las  imájines. 
Mandó  que  se  adorasen,  i  que  fuesen  «nzenzia- |.jJJfi*JJJ^*Jj®¡ 
das  (á  la  manera  de  los  dioses  de  los  Jentiles).  das. 
Murió  año   772.  Silo  reinó  en  este  tiempo  en 
España. 

Adriano  I  insistió  en  el  negozio  de  las  imá- 
jines :  escribió  un  libro  de  la  adorazion  dellas: 
condenó  á  Félix  i  á  todos  los  enemigos  de  las    imiijiDes. 
im^ines.  Garlo  Magno,  hijo  de  Pipino,  por  el 
benefizio  que  habia  rezebido  del  Papa  Adriano, 
que  habia  tomado  la  parte  de  Garlo  Magno  con- 
tra los  hijos  de  Garlo  Manno,  su  hermano,  los 
cuales  eran  los  herederos  del  Reino,  i  lo  hizo 
Rei,  libró  al  Papa  de  toda  molestia.  Este  Adriano 
llamó  á   Garlo  Magno  Ghrístianísimo ,  i  le  dio  Christianisimo. 
poder  de  elejir  al  Papa.  Murió  Adriano  año  795,    ^as. 
habiendo  papado  casi  24  años.  Maugareto  en 
este  tiempo  reinó  en  España.  En  tiempo  deste 
Adriano  se  tuvo  el  Gonzilio  ISizeno  u  ,  al  cual 
llaman  vn  general ,  imperando  Gonstantino  i 
Irene  su  madre :  en  el  cua^  se  determinó  las 
imájínes  deber  ser  adoradas ,  etc.  I  las  reliquias    imtfjines  ado- 
de  los  Santos  reverenziadas.  Este  Gonstantino  ''^"* 
(como  dize  Rodrigo  Sánchez,  Obispo  de  Pa- 
lenzia,  en  su  historia  de  España,  parte  m)  fué 
Emperador  en  nombre,  diez  años,  con  su  madre 
Irene  (que  lo  rejia  todo),  pasados  los  diez  años, 
él  solo   imperó  sin    su    madre.    En   lo  cual, 
dize,  que  imitó  á  Niño,  que  privó  del  rei- 
no de  Babilonia  á  su  madre  Semiramis.  Pero 


56  DEL  PAPA 

Groeidad  de    la  Irene  quitó  el  imperio  á  su  hijo  Constantino, 
'"•^'^-  i  instigada  de  un  rancor  infernal ,  le  sacó  los 

ojos :  i  así  lo  privó  de  la  vida  i  del  imperio.  Los 
Griegos  por  esto,  i  porque  queria  casarse  con 
Garlo  Magno ,  la  mjetieron  en  un  monesterio ,  i 
hizíeron  Emperador  á  INizéphoro.  Hasta  aquí 
Rodrigo  Sánchez.  Grueldad  fué  esta  terrible. 
Guando  se  oyó  que  una  madre,  por  imperar,  sa- 
case los  ojos  al  hijo,  i  le  quitase  la  vida?  I  ma- 
yormente habiendo  el  hijo  venido  en  edad  para 
heredar  i  administrar  el  hnperio  de  su  padre^ 
ya  defunlo?  Frai  Juan  de  Pineda ,  lib.  xvm,  cap. 
13  de  su  Monar.  Eclesiástica,  habla  asaz,  contra 
la  maldad,  crueldad,  i  ambizion  desta  Irene. 
León  III,  en  una  orazion  que  hizo  para  hazer 
Emperador  en  el  Gezidente  á  Garlo  Magno ,  entre 
otras  causas  para  hazerlo  da  esta :  Atento ,  dize, 
que  por  la  renunziazion  de  Augüstulo ,  á  lo  me- 
nos en  el  Gezidente,  vacaba  el  imperio :  i  aun  po- 
niendo el  negozio  en  rigor,  se  podía  también 
dezir,  que  estaba  vacante  el  imperio  de  Greziay 
pues  le  tenia  casi  tiranizado  una  mujer.  Estas 
mismas  palabras  rezita  el.D,  Illescas  en  la  vida 
de  León  III ,  i  con  todo  esto  tiene  á  Irene  por  san- 
tísima :  i  así  en  IsT  vida  de  Adriano  I  dize  della 
estas  palabras:  Era  (Irene)  hermosísima ,  i  una 
de  las  mas  exzelentes  i  señaladas  mujeres  en 
todo  jénero  de  virtudes  i  de  Ghristiandad ,  de 
todas  cuantas  la  fama  zelebra.  I  un  poco  mas 
abajo:  Irene,  como  mujer  santa  i  Gathólicaf 
cual  ella  lo  era,  i  siempre  lo  habia  sido,  etc. 
Veis  aquí  quién  fué  Irene  la  gran  patrona  i  de- 
fensora de  las  imájines.  En  hazer  adorar  las 
imájines,  pecó  contra  el  segundo  mandamiento 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  57 

(le  la  primera  tabla ,  que  dize :  No  te  harás  imá- 
jen:  i  en  matar  á  su  hijo ,  pecó  contra  la  segunda 
tabla ,  que  dize :  No  matarás.  Esta  es  la  santa 
Irene,  tan  celebrada  de  los  Papistas. 

León  III,  reconoziendo  los  benefizios  que  ha-    ^^^^  '"• 
bia  rezebido  de  Cario  Magno,  le  dio  el  título  de  ^J^¿^*  í^^  m 
Emperador,  i  lo  coronó.  Pero  con  esta  condi-  oriente  i  otro  en 
zion,  que  el  Emperador  le  prometiese  i  con  ju-  ociidentc. 
ramento  obedienzia.  Este  León  mandó  que  los  pa^Sf d?*mtjor 
Decretos  de  los  Papas  fuesen  de  mayor  autoridad  autoridad  que  los 
que  los  escritos  de  todos  los  dolores.  Habia  en  f^J dmonS.*^^* 
este  tiempo  en  Mantua,  ziudad  de  Italia,  un    cruiifljode 
Gruzifijo  de  madera,  el  cual'dezian ,  que  sudaba  Mantua, 
sangre.  Oidas  estas  nuevas ,  el  Papa  León  III  vino 
á  Mantua :  donde  visto  (como  él  dize)  el  milagro, 
mandó  que  esta  sangre  fuese  tenida  por  verda- 
dera sangre  de  Ghristo.  Este  Gruzifijo  hasta  hoi 
dia  se  vee ,  i  adora  en  Mantua.  Desta  sangre  haze 
menzion  Baptlsta  Mantuano ,  diziendo  : 

Et  quoB  purpureus  sanguis  faciebat  in  horas , 
Mira  opera  intuitus ,  credi  deberé  putavit 
Effusum  nostra  pro  libértate  crúor em, 

que  sinifican  la  idolatría,  que  habemos  dicho.     Astuiia  astuti- 

¿Qué  diablo  mas  inventara  i  levantara  para  auto-  ñiwía  "m^ifjinw 

rizar  las  imájínes ,  que  en  Grezia  #iabian  caído 

por  tierra?  Murió  León  III  año  816,  habiendo    «is- 

Papado  mas  de  SO  años.  Don  Bermudo  reinó  en 

este  tiempo  en  España. 

Estéphano  IV  (ó  quinto),  suzesor  de  León,    Bitéphano  iv. 
fué  elejido  sin  consentimiento  del  Emperador. 
Por  esta  causa ,  pasados  tres  meses,  se  fué  á  Fran- 
zia  á  desculparse  con  el  Emperador  Luis  Pió. 


58  DEL  PAPA 

Disculpa  del  Pa-  El  Luis  le  respondió :  que  lo  pasado  fuese  pasado: 

Sperado°eUon-  P®^^  ^"®  ®"  ^^  porvenir  se  guardasen  bien  de 
sentimiento  del  hazerlo  asi.  Veis  aquí  cómo  los  Papas  guardan 
Emperador.  gQg  Decretos.  Adriano  i  León,  inmediatos  prc- 
dezesores  de  Estéphano,  hizieron  el  Decreto.* 
Estéphano  no  tiene  cuenta  con  él.  Vuelto  el 
Papa  de  Franzia  á  Roma,  considerando  que 
este  Decreto  que  tal  autoridad  daba  á  los  Em- 
peradores, podria  causar  mucho  mal  á  la  sede 
Apostólica ,  i  viendo  que  el  Emperador  era  jentíl 
i  no  riguroso ,  atrevióse  á  anularlo ,  diziendo  que 
al  Clero,  Senado  i  pueblo  Romano  pertenezia 
elejir  Pontífize :  i  para  no  irritar  al  Emperador, 
doró  esta  abrogazion  diziendo,  que  los  susodi- 
chos podían  elejir  al  Pontífize  sin  lizenzia  del 
Emperador:  pero  que  no  lo  podían  consagrar 
(ó  como  ellos  llaman  coronar)  sin  la  presenzia, 
ó  del  Emperador,  ó  de  su  vicario.  Murió  Esté- 
f^n.  phano  año  817.  Don  Alonso  ü,  que  llaman  el 

Gasto ,  reinó  en  España. 
Pascual  I  fué     Pascual  I,  siguiendo  las  pisadas  de  Estéphano, 

Smiento dei°Em- ^"^ ®*®j*^^  ^^'^  ^^"^®"^*^^        del  Emperador:  i 
parador.  como  el  Emperador  se  quejase  desta  elezion, 

el  Pascual  astutamente  se  purgó.  Murió  Pas- 
8>4.  cual  año  824.  Don  Alonso  segundo  reinó  en 

España. 
Eujenio.  Eujenío  n^uzedió  á  Pascual;  en  cuyo  tiempo 

zfsmaia.        hubo  la  12  Zísma.  Que  fué  entre  Eujenío  i  Zin- 

zino.  A  Eujenío  suzedió  Valentino ,  i  á  Valentino 

Gregorio  IV. 
Gregorio  IV.       Gregorio  IV  no  quiso  ser  Papa  hasta  tanto 
Gonflrmazion  que  el  Emperador  confirmase  la  elezion.  Mu- 

del  Emperador,    ^.j^  ^g^   ¿^  g34    ^^^  j^^^^.j,^  j  ^^^^^  ^^    g^^ 

'""  paña. 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  59 

Serjio  II  fué  el  primer  Papa  que  se  mudó  el    *®''J*^  "• 
nombre:  antes  de  ser  Papa  se  llamaba  Boca  de  ^^  «««ló  »u nom- 
puerco.  Para  confirmar  la  elezion  deste  Papa, 
el  Emperador  Lotario  envió  á  Roma  á  su  hijo 
Luis.  Esta  manera  de  confirmazion  esperaban 
los  Papas ,  hasta  tanto  que  Adriano  III  ordenó, 
que  no  se  tuviese  cuenta  con  ella.  Murió  Ser- 
jio n  año   847.  Don  Ordoño    reinó   en   Es-    •^^* 
paña. 

León  IV  fué  el  primero  que  prometió  el  paraíso    '*®**°  *^- 
á  los  que  en  defensa  de  la  sede  apostólica  pelea-  ^,5©  "***  ^*  ^'" 
sen  contra  los  infieles.  Este  hizo  un  Decreto ,  que 
el  Obispo  no  fuese  condenado  si  no  hubiese  72    79  testigos  pt- 
testigos.  Él  fué  el  que  contra  el  Canon  del  Con-  "  condenar, 
zilio  Aquisgrancnse,  adornó  su  Cruz  papal  con    crüz  papal, 
piedras  preziosas ,  i  la  hizo  llevar  delante  de»  si. 
Este  dio  á  besar  sus  Pies  al  pueblo ;  dispensó  con 
Etbeleulpho,  para,  de  monje,  hazerse  Rei  de  In-    Monje Rei. 
glaterra,  año  847.   Por   este  henefízio   el   Rei 
mandó  que  cada  casa  de  Inglaterra  pagase  un 
dinero  cada  ano  al  Papa :  á  este  dinero  llamaron  d   s  n 

dinero  de  S.  Pedro :  seis  dineros  hazen  un  real  Pedro?' 
de  España.  Murió  año  855.  Don  Alonso  III  reinó 
en  España. 

Juan  VIII,  Inglesa ,  ó  por  mejor  dezir,  Juana,  juan  viii,  rs- 
línica  deste  nombre,  llamada  antes  Jilberta,  su*  i°ei*>- 
2edió  á  León  IV.  En  esta  se  cumplió  al  pie  de  la 
letra  sin  ninguna  figura  ni  alegoría ,  lo  que  dize 
S.Xuan  en  su  Apocalipse,  cap.  xvii,  de  la  Ramera 
de  Babilonia.  Porque  fué  mujer  i  Ramera.  Los  que 
quisieren  saber  su  vida ,  lean  á  Platina  eil  la  vida 
de  Juan  VIII.  Sabel.  En  8,  lib.  i.  Volat.  lib.  xxu. 
Berg.  lib.  xi.  Rocazio  de  los  mujeres  ilustres.  Fas- 
cíe,  tempor.  Mant.  in  Alphonso,  lib.  iii.  Enchiri- 


60  DEL   PAPA 

díon  de  los  tiempos.  Don  Rodrigo  Sánchez  en 
Bon  Alonso  III ,  i  á  Pero  Mejía,  en  las  Vidas  de 
los  Emperadores ,  i  en  su  Sil?a  de  varia  lezion, 
donde  haze  un  capitulo  della.  Este  Pero  Mejia 
fué  un  hombre  mui  superstizioso ,  i  todo  papís- 
tico ,  que  procuró  cuanto  pudo ,  apagar  la  luz 
del  Evanjelio,  que  en  su  tiempo  se  alumbró,  en 
Sevilla:  Perseguid  mui  mucho  al  buen  dotor 
^íerca  del  «fioEjidio:  ó  por  mejor  dezir,  áChristo,  en  Ejidio» 
i  á  otros  sus  miembros.  Con  ser  tan  gran  papista 
no  pudo  dejar  de  dezir  i  notar  una  tan  gran  in- 
famia i  bofetada  para  la  iglesia  Romana.  Zita  por 
autores  de  lo  que  dize  desta  mujer  Papa  á 
Martino,  á  Platina,  á  Sabelico,  á  San  Antonino 
en  sus  historias.  Dize,  pues,  Pero  Mejía  desta 
maicera  en  el  cap.  ix  de  su  silva.  Casi  ninguno 
hai  que  no  sepa,  ó  por  haberlo  leido,  ó  oido, 
que  hubo  una  mujer  que  fué  Papa  andando  en 
hábito  de  hombre:  pero  porque  no  saben  todos, 
cómo  esto  pasó,  i  sea  uno  de  los  admirables 
casos  que  han  pasado  en  el  mundo ,  quíselo  es- 
crebir  aquí,  según  lo  hallo  escrito  por  autores 
verdaderos.  Fué,  pues,  una  mujer,  natural  de 
Inglaterra,  la  cual  en  su  mozedad  tuvo  desho- 
nesta conversazion  con  un  mui  grande  hombre 
en  letras ,  del  cual  siendo  mui  amada,  i  él  della, 
tomando  hábitos  de  hombre  llamándose  Juan, 
dejó  su  patria  i  naturaleza,  i  fué  con  él  á  la 
ziudad  de  Athenas ,  en  Grezia ,  en  la  cual  habia 
en  aquel  tiempo  grandes  academias  i  general 
estudio.  Donde  con  su  buen  injenio  i  mucho 
estudio ,  aprendió  i  supo  tanto ,  que  venida- 
desde  algunos  años  en  la  ziudad  de  Roma ,  toda- 
vía en  hábitos  de  hombre,  tuvo  cátedra ,  i  en- 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  61 

señó  públicamente.  En  lo  cual,  i  en  las  públicas 
disputas  llegó  á  tanta  estímazion ,  que  fué  teni- 
da por  el  mas  doto  hombre  de  su  tiempo ,  i  al- 
canzó tanto  favbr  i  autoridad  entre  todos ,  que 
Tacando  después  la  silla  apostólica  por  muerte 
de  León  IVdesle  nombre,  en  el  año  del  Señor  de  e,áfda^y*pípí 
852 ,  fué  elejida ,  creyendo  ser  hombre,  por  su-  jaaoa. 
mo  Pontifize  de  Roma ,  i  Papa  universal  en  la 
iglesia  de  Dios:  i  asi  presidió  en  aquella  silla 
dos  años  i  treinta  i  tantos  dias.  I  como  aun 
en  aquel  trono  puesta,  no  guardase  castidad ,  tu- 
To  ayuntamiento  con  un  esclavo  suyo  mui  pri- 
vado ,  en  quien  mucho  se  liaba ,  del  cual  se  hizo 
preñada :  i  lo  encubrió  con  gran  dilijenzia ,  que 
otra  persona,  sino  aquel,  no  lo  sabia.  I  como 
Dios  no  quisiese  permitir  que  tan  gran  mal  du- 
rase mas  tiempo  .*  acaeszió  así,  que  un  día  yendo 
ella  con  la  solenidad  que  solian,  á  visitar  á  San 
Itian  de  Letran ,  i  fuese  el  tiempo ,  que  había  de 
parir,  llegado,  del  peoado  secreto  plugo  á  Dios 
de  hazer  público  castigo.  Llegando  á  zíerto  lu. 
gar  entre  la  iglesia  de  San  Clemente  i  el  teatro, 
que  impropriamente  llaman  Coliseo ,  con  gra- 
ves dolores  parió  una  criatura  con  espanto  des- 
igual* de  los  que  allí  estaban,  i  juntamente  mu- 
rió allí  súbitamente:  i  fué  enterrada  sin  honra 
ni  pompa  alguna.  Por  este  caso  tan  estraño, 
que  en  aquel  lugar  pasó ,  es  común  opinión,  que, 
cuando  los  sumos  Pontifizes  después  acá  van  al  ^^  p,^  ^^^^g 
Lateranepse  templo ,  en  alegando  zerca  de  allí,  tu  ctmino  i  por 
taerzen  su  camino ,  i  no  pasan  por  aquel  lugar  4^^* 
en  detestazion  de  tan  horrible  caso.  I  tam- 
bién porque  otra  mujer  tal  como  la  dicha,  por 
ventura    no  pudiese    hazer  semejante  engaño, 


(8  DBL  PAPA 

Silla  i  para  hai  hoi  CQ  dia  una  silla  en  el  palazio  sacro  abierta 
por  lo  bajo,  para  que  se  pueda  ?er  encubiertamen- 
te, si  es  hombre  el  que  He  elije.  (já  esta  siUa 
llaman  ios  Romanistas  ahora  stefcoraria^  afrefh 
tados  delazeremoniapara  que  se  inventó,  iapU- 
candóla  á  otro  propósito.  Otra  silla  como  esta 
hai,  ó  habia,  si  no  la  han  quitado,  en  el  moneste- 
rio  de  Monte  Casino,  donde  se  han  elejido  anti^ 
guamente  muchos  Papas :  Prosigue  el  mismo 

Estatua  en  Eo-  autor.)  Dízese  también  que  hai  en  aquel  camino 
Sian?.*  **  ^*^'  una  estatua  de  piedra,  que  representa  el  parto  i 
muerte  desta  atrevida  mujer.  Hasta  aquí  Pero  Me- 
jia.  Lo  que  dize  de  la  Estatua  i  por  qué  esté  allí,  es 
mui  gran  verdad.  Pero  es  de  saber  que  la  zeremo- 
nia  de  la  silla  para  ver  si  es  hombre  ó  mujer,  no  se 

La  zeremonia  usa  ya:  la  causa  es,  porque  los  que  son  elejidos  por 
de  la  «Illa  no  se  Papas ,  se  han  habido  tan  honestamente,  auc 

usa  ya.     I  por      *^.     .      j  i  .,*•  i  ^ 

qué.  no  teniendo  mujeres  lejítimas,   se    han  mos- 

trado ser  hombres  en  las  manzebas,  rameras 
i  putas  que  tienen ,  de  las  cuales  ellos  han  habi- 
do bastardos  i  bastardas.   Serjío  tuvo  un  hi- 
».  .   •      1    jo  de  una  gran  puta  llamada  Marozia:  como 

Baro  ejemplo:  {  .     x    -.u  j  •.  .•  i-u 

padre,  bijü  i  nie- lo  cuenta  Luithprando,  escritor  antiguo,  lib.  ii, 

no  ni  bone^tu"^  también  Papa  llamado  Juan  XII ,  este  Juan  XII 
tuvo  un  bastardo ,  que  también  fué  Papa  llamado 
Juan  XIV.  Inozenzío  VIU  tuvo  ocho  hijos  i  otras 
tantas  hijas.  Pero  dejados  los  Papas  antiguos, 
vengamos  á  los  modernos.  Cuantos  bastardos 
i  bastardas  tuvo  nuestfo  español  Alejandro  VI; 
de  León  X  dizen  que  tuvo  bastardos,  i  que  Cle- 
mente VII  era  su  hijo.  I  las  demás  abominaziones 
que  del  cuenta  el  obispo  Paulo  Jovio.  Paulo  III  tu- 
bo bastardos ,  entre  los  cuales  turo  uno  el  mas 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  63 

abominable  sodomita  de  cuantos  hubo  en  sutiem* 
po,  i  por  tal  fué  muerto.  Pero  Luis  era  su  nom- 
bre. £1  Papa  Gregorio  XIII ,  que  poco  há  muríó« 
también  tuvo  bastardos  antes  de  ser  Papa,  i  aun 
siendo  Papa.  Juan  Pannonio  da  la  misma  razon« 
que  habemos  dado ,  en  estos  versos. 

Non  poterat  guisquam  reserantes  mthera  claves. 

Non  exploratis  sumere  testiculis. 
Cwr  igitur  nostro  mos  hic  jam  tempore  cessat? 

Ante  probat  sese  quüibet  esse  marem. 

Teniendo ,  pues ,  tan  ziertas  pruebas  la  iglesia 
Romana ,  no  ha  menester  ya  la  silla.  Frai  Alonso 
Venero ,  hablando  en  su  Enchiridion  de  los  tiem- 
pos, de  la  infelizidad  de  aquellos  tiempos ,  dize 
dcsta  manera :  ¿Qué  mayor  mal  queréis ,  que 
una  mujer  por  sus  astuzias  i  letras  mundanas, 
disimulando  su  sexo  .i  naturaleza ,  usurpase  la 
silla  pontifical  de  Ghristo  ?  Frai  Juan  de  Pineda, 
part.  m,  lib.  18 ,  cap.  23,  §  VI,  dize  :  Hecho  fué 
este  que  pone  admirazion ,  haberse  atrevido  una 
mujer  á  ser  vicaria  de  Dios ,  que  la  vírjen  santa 
Haría  es  habida  ^or  irregular,  por  ser  hembra, 
para  cualquiera  acto  Hierárchico  eclesiástico,  etc. 
He  sido  tan  largo  en  contar  esta  historia  de  la 
Papa  Juana ,  i  he  la  confirmado  con  tantos  auto- 
res, que  son  por  lo  menos  doze,  para  confundir 
algunos  papistas  de  nuestros  tiempos ,  los  cuales 
viéndose  tan  confusos  con  esta  Papa  (digo  Esta),  p^p^  ^^  ¿^j  j¿_ 
porque  Papa  es  de)  jénero  común ,  para  esca-  ñero  común  de 
parse,  niegan  con  gran  malizia  haber  habido  tal  g^^ieol-"****^*  ^^ 
Papa :  i  para  que  su  mentira  sea  mas  calificada, 
no  se  contentan  de  dezirlo  de  palabra,  mas  aun  lo 
e^riben  i  imprimen.  Entre  ellos  hai  un  Onu- 


64  DEL  PAPA 

phrio  Panvino,  de  la  orden,  que  llaman,  de  San 
Agustín :  este  entre  otras  muchas  notas  que 
hizo  sobre  Platina,  de  Vitis  Pontificum,  hizo  una 
bien  prolija  hablando  desta  Papa  Juana:  nie- 
ga absolutamente,  ó  por  mejor  dczir  disolutamen- 
te, haber  habido  tal  Papa.  Suprinzipal  argumento 
para  confirmar  su  opinión ,  que  trae ,  es  que  un 
tal ,  i  un  tal ,  i  un  tal ,  etc. ,  escribiendo  las  vidas 
de  los  Pontífizes,  no  hizicron  menzion  ninguna 
deste  Papa  Juan  VIII:  sigúese  pues  de  aqui,  como 
él  concluye ,  que  no  lo  hubo.  A  esto  respondo,  que 
los  autores,  que  él  alega,  ó  por  olvido,  ó  ignoran- 
zia,  ó  lo  que  es  mas  de  creer,  por  malizia,  ó  por 
lo  menos  de  vergüenza  no  hizieron  menzion 
desto.  Iten  le  respondo  como  á  Dialéctico ,  que 
el  argumento  ab  autoritate,  negando,  no  vale. 
Ejemplo :  Zizeron  no  usó  desta  palabra ,  ergo  no 
es  Latina:  será  Latina  aunque  Zizeron  no  la  haya 
usado ,  si  algún  otro  autor  Latino ,  como  Zesar, 
Livio,  Salustio,  etc.  la  usó.  Asi,  ahora,  de  la  mis- 
ma manera  respondo ,  que  ya  que  los  autores  que 
él  alega,  no  hizieron  menzion  deste  Juan  VÍQ, 
otros  i  mui  muchos  la  han  heclx) :  que  son,  como 
Pero  Mejia  los  llama,  autores  verdaderos.  El 
argumento  ab  autoritate ,  affirmando,  vale ,  pero 
no  negando.  Desta  Papa  dize  Mantuano  in  Alfon- 
so lib.  m,  haziendo  menzion  de  los  infiernos,  á 
donde  dize  que  deszendió  Juan  VIII: 

Hic  pendebat  adhuc  sexum  mentita  virilem 
Fmmina  cui  triplici  Phrigiam  diademate  mitram 
ExtoUebat  apex ,  et  Pontificalis  aduUer. 

Aqui  haremos  á  los  papistas,  i  con  mui  mayor 
razón,  las  mismas  preguntas,  que  hezimos  ha- 


1  DE  Sü  AUTOtlDAÜ.  65 

blando  de  Constantino II.  ¿Qaé  dirán  délos  Obis- 
pos i  Arzobispos  i  otros  eclesiásticos  que  ella 
ordenó,  ó  por  su  autoridad  se  ordenaron?  Qui- 
tada la  causa,  el  efeto  zesa.  Gomo  eUa,  según 
sus  Cánones,  no  era  Papa,  así  todos  estos  que 
ordenó,  no  fueron  sazerdotes:  no  zelebraron, 
00  consagraron :  todo  el  pueblo  idolatró  oyendo 
sas  misas. ¿Quién  era  entonzes  cabeza.de  la 
iglesia,  i  uniTersal  obispo?  ¿Quién  suzesor  de 
S.  Pedro?  ¿Quién  Vicario  de  Ghrísto?  Una  mujer, 
i  aun  esa,  puta  antes  de  ser  Papa,  i  siendo  Papa. 
PeroMejía,  considerando  esto,  responde,  que 
paesto  que  esta  ni  otra  mujer  alguna  no  son 
capazes  de  rezebir  carácter  alguno  de  orden, 
ni  de  hecho  ordenar  á  nadie,  ni  absolver,  i 
los  que  asi  fueron  ordenados ,  debrían  tornarse 
i  ordenar,  pero  que  la  grazia  de  los  sacra- 
mentos alcanzaba  á  los  que  con  buena  fé  los 
rezibian  por  invinzible  ignoranzia.  Respondo,  que 
86  engaña:  porque  no  son  sacramentos  los 
qoe  no  son  administrados  por  aquellos  que  Dios 
)ia  ordenado,  aunque  los  tales  tengan  muchas 
ÁRperfizíones ,  i  aunque  sean  hipócr¡tas>  como 
lo  vemos  en  las  sazerdotes  que  vivieron  en 
tiempo  de  lesu  Ghristo :  los  cuales ,  aunque  ma- 
los, pero  por  ser  del  tribu  de  Leví ,  i  llamados 
«steriormente,  sus  sacrifízios  eran  ^Bacrifizios, 
i  sus  sacramentos  eran  sacramentos.  I  asi  el 
Señor  i  sus  Apóstoles  los  tuvieron  por  tales 
hallándose  presentes  en  el  templo  cuando  los 
Bacríficaban  i  zelebraban.  Por  el  contrario, 
los  sacrifízios  que  ofrezian  i  los  sacramentos 
que  administraban  los  sazerdotes  de  Jeroboao, 
no  eran  sacrifízios,  ni  sacramentos,  por  no 


66  DEL   PAPÁ 

ner  administrados  por  los  que  Dios  habia  orde- 
nado del  tribu  de  Leví.  Digo ,  pues ,  que  Juana 
siendo  mujer  no  era  sazerdote,  no  siendo  sazer- 
dote,  ni  ordenó  ni  consagró :  i  por  tanto  los  sa- 
zerdotes  que  por  su  autoridad  fueron  ordenados, 
no  eran  sazerdotes  de  Dios ,  sino  de  Jeroboan, 
ó  de  Baal :  i  los  que  rezíbian  sus  sacramentos, 
digo  aue  no  tenian  buena  fé.  Porque  la  fé  es 
fundaaa  sobre  la  palabra  de  Dios :  La  fé ,  dize 

Rom.  X,  17.  ^j  Apóstol ,  es  por  el  oir ,  i  el  oir  por  la  palabra 
de  Christo.  Otra  consolazíon  i  quietud  de  cons- 
zienzia  tienen  aquellos,  que  creen  Jesu  Christo 
siempre  haber  sido ,  ser ,  i  que  será ,  cabeza  i 
fundamento  de  su  iglesia ,  i  que  no  hai  otra  ca- 
beza ni  fundamento  sino  él  solo :  como  lo  dize 
S.  Pablo  I,  Cor. ,  iii,  11.  P^adie,  dize,  puede  po- 
ner otro  fundamento  del  que  está  puesto ,  el  cual 
es  Jesu  Christo ,  él  solo  es  el  fundamento ,  él  solo 
es  )a  cabeza  de  su  igle;sia ,  cuyo  vicario  general 

/tf 3JI, XIV,  9s.  es  su  Espíritu:  como  él  lo  dize.  Aquel  consola- 
dor, el  Espíritu  santo,  al  cual  el  Padre  enviará 
en  mi  nombre,  aquel  os  enseñará  todas  las  cosas, 
i  os  traerá  á  la  memoria  todo  lo  que  os  he  dicho. 
Pero  Mejia  por  buena  fé  entiende  la  fé,  que 

Fédei  c«rbo- llaman  del  Carbonero.  Este  Carbonero,  estando 
^^^^'  para  morir,  dizen  que  el  diablo  le  vino  á 

tentar,  preguntándole,  qué  era  lo  que  creía, 
otros  dizen,  que  un  hombre  doto  se  lo  preguntó. 
El  cual  le  respondió :  creo  lo  que  cree  la  santa 
Madre  iglesia:  replicando  el  demonio,  qué 
cree  la  iglesia?  el  Carbonero  respondió , lo  que 
yo  creo:  i  todas  las  vezes  que  el  demonio 
preguntaba,  el  Carbonero  respondía  lo  mis- 
mo :  porque  el  pobre  hombre  ni  sabia  lo  que 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  67 

ereia,  ni  tampoco  lo  qae  creía  la  iglesia.  Era 
de  aquellos,  que,  ño  sabiendo  lo  que  creen  «•di- 
ztn  que  creen  en  Dios  *á  pies  juntiHós.  Hosio, 
obispo  Varmiense,  lib.  iii,  tratando  de  la ,  ó  con- 
tra la  autoridad  de  la  Escritura ,  tiene  por  mui 
segura  cosa  seguir  el  ejemplo  deste  Carbone- 
ro. O,  ígnoranzia  terrible,  que  no  escüsarás  ei 
pecado :  manda  Dios  que  lean  I  escudriñen  las 
Escrituras ,  i  ellos'  ni  quieren  leerlas  ni  escu- 
driñarlas. ¿Qué  escusa  tendrán  con  su  ígnoran- 
zia? San  Pedro  exorta  á  todo  fiel  Ghrístiano  ^i '«<<' "«i  «»• 
qae  eBté*aparejado  á  dar  cuenta  de  su  Espe- 
ranza. I  ¿qué  cuenta  dará  de  su  Esperanza, 
ó  Fé ,  el  que  nf  lee ,  ni  oye  palabra  de  Dios? 
Porque  aahed,  que  como  la  mecha  no  arde  en  Lti^é  lecom- 
d  candil,  ó  lámpara,  mas  de  cuanto   tiene Sf.'*Í''Jf?P^ 

7  -  1     Vi  *     .  1  Tñ:  i  por  ene. 

azeite,  asi  tampoco  la  Fe  vive,  mas  de  cuanto 
tiene  palabra  Se  Dios.  £1  que  no  lee ,  no  oye, 
no  medita  la  palabfa  de  Dios,  ¿qué Fé  puede 
tener?la  que  llaman,  de  creer  en  Dios  á  pies 
juntillosi  la' que  llaman  del  Carbonero,  que  ni 
sábelo  que  cree  la  iglesia ,  ni  lo  que  él  mismo  se 
cree.  Pero  volvamos  á  nuestra  Papa  Juana.  En  . 
tiempo  de  esta  Juana  vino  el  Emperador  Luis  II, 
hijo  de  Lothario ,  á  Roma ,  i  tomó  de  su  mano 
el  zetro  i  corona  impetíal,  i  la  bendíziqn,  como 
ellos  llaman,  de  San  Pedro.  En  tiempo  desta 
reinó  en  España  Don  Alonso  III,  como  el  obis- 
po de  Palenzia  Don  Rodrigo  Sánchez  contando 
la  vida  de  Don  Alonso  III  lo  dize.  En  su  tiempo 
(dize)  se  sentó  en  Roma  León  IV ,  Juan  VIH ,  Be- 
nedito  III,  Nicholaol  i  don  Alonso  de  Cár- 
thajena,- hablando  deste  Don  Alonso  m  en  sus 
concurrientes  nombra  á  León  IV  i  á  Juan  Inglés. 


68  BSL  PAPA 

Benedito  III.  Beoedito  m,  muerta  Juana  de  la  manera  que 
habernos  dicho,  filé  eleJidOt  i  él  fué  el  primero 
que  se  sentó  en  la  silla  horadada ,  etc. ,  para  qué, 
ya  lo  habernos  dicho  en  Juana.  El  Emperador 
Luis  envió  para  confirmar  esta  elezíon  sus  Tica- 
ríos.  Don  Alonso  III  reinó  en  este  tiempo  en 
zuma  13.        España.  La  Zisma  13  fué  entre  este  Benedito  i 

Anastasio.  Pero  Anastasio  renunzió. 
Nicolao  I.  !Nicolao  I  fué  elejido  siendo  presente  el  Em- 

perador Luis:  Pero  partido  el  Emperador  de 
Italia,  el  Papa  hizo  muchas  constituziones,  i  en- 
tre otras  y  estas :  Que  los  laicos  no  juzgasen  la 
vida  de  los  eclesiásticos :  que  no  disputasen  en 
onioreaae'éi  m  "*"8""*  manera  de  la  autoridad  del  Papa:  Que 
ral  eoieiiásUboi  el  majístrado  Ghristiano  no  tiene  autoridad  al- 
Ji^inSo"'**""^  guna  sobre  elpontifize,  porque  el  pontífize  (co- 
El  Papa  ñama-  "*^  ^^  ^^  ^'*®)  ®*  llamado  Dios:  Antón ,  tít.  xyl 
do  Dios.         ~  Renovó  la  constituzion  que  el  ofízio  divino  se 
Oficio  divino  zelebrase  en  Latín,  aunqcfe  dispensó  con  los  de 
en  lauo.  Esclavonia  i  Polonia ,  que  lo  zelebrasen  en  su 

Blasfemia.       lengua.  Ordenó  que  las  constituziones  de  los 
Papas  fuesen  de  tanta  autoridad,  como  las  de 
los  Apóstoles.  £1  cuerno  le  va  creziendo  á  la 
Leed  arriba  á  bestia.  Esta  bestia  fué  mui  severa  contra  los  sa- 
?*íma8^abSo^á  ^^^^^^  casados.  Contra  esta  impiedad  se  opuso 
PanioiiiiPioiiHuldrico,  obispo  de  Augusta,  i  le  escribió  una 
carta  que  mostraba  bien  los  malditos  frutos  del 
zelibado.  La  suma  de  la  cual  pusimos  hablando 
La  misa  del  sa-  de  Gregorio  I ,  nótese  bien.  Este  líicolao  prohi- 

bad1?io  I? hS  d¡  ^^^  ^  ^^^«  ^^  fi«^®^  Chrislianos  que  no  oye- 
oir.  sen  misa  de  sazerdote  amanzebado:  lo  mismo 

prohibieron  otros  Pontifizes.  Si  esto  se  guar- 
dase, mui  pocas  misas  se  oirían:  pues  que 
la  mayor  parte  de  los  sazerdotes  son  aman- 


I  DE  Sü  AÜTOHIDAD.  69 

zebados.  Murió  Nioolao  año  867 ,  en  cuyo  l¡en«> 
po  reinó  en  España  Bon  Alonso  III  i  su  hijo 
DoD  Gañía.  Suzedió  á  Nicolao  Adriano  n ,  y  á 
Adriano,  Juan  IX,  que  {tros  llaman  Yin,  no  con- 
tando á Juana. 

Martlno  H,  con  engaño  i  malas  artes  fué  he-    MarUao  u,  tín 
cho  Papa  con  la  «eremonia  de  la  silla,  etc. :  fué  ¿^BmíSlSí?^ 
confirmado  sin  ninguna  autoridad,  ni  consenti- 
miento del  Emperador.  Porque  ya  los  Papas  te- 
ñan oreszidos  los  cuernos ,  i  no  se  les  daba  nada 
por  los  Emperadores.  Murió  año  de  884.  ss*. 

Adriano  III,  en  siendo  Papa,  hizo  un  Decreto,    Adriano  iii. 
que  cuando  se  hubiese  de  elejirPontifize,  no  se 
tuviese  cuenta  con  el  Emperador.-  sino  que  li- 
bremente el  Clero  i  pueblo  Romano  elijiesen  sin 
confirmazion   ninguna  del   Emperador.  Desta    ei  Emperador 
manera  el  Emperador  perdió  el  derecho  que  fe-  ^^¿  Kwf!^ 
nía  en  Roma ,  i  en  la  diezion  de  su  Pontifize.  £1  ° 
Pfq[>a  salió  con  la  suya ,  á  causa  que  el  Emperador 
eitaba  ocupado  con  la  guerra  contra  los  Norman* 
dos.  Murió  Adriano  año  de  885.  En  tiempo  deste    sas. 
reinó  Don  Garzia  en  España. 

Estéphano  Y  (ó  VI)  fiié  el  primero ,  como  dize    satéphano  v. 
Graciano  dist.  xvi,  cap.  Bnknveroy  que  mandó    saututoadeía 
qae  todos  de  nezesidad  guardasen  loa  estatutos  n^^rioa^'para 
de  la  Iglesia  Romana.  Murió  año  de  891.  En  cuyo  salud. 
tiempo  Don  Alonso  IV  reinó  en  España.  lai. 

Formoso ,  siendo  Obispo ,  fué  depuesto ,  i  jbró  Formoso. ' 
de  no  serlo  jamás :  del  cual  juramento ,  hecho  á 
Juan  Eí,  lo  absolvió  Martinoíl  por  dineros.  Muer* 
to  Estéphano  VI,  Formoso  aJcanzó  con  dádi<* 
vas  el  papado :  aunque  Seijio  se  le  opuso  mui  de 
veras:  porque  lo  pretendía  él  mismo  haber.  Pe* 
ro  Hermosa  con  sus  hermosos  dones  prevalezió. 


70  DBL  PAPA 

Dinero,  es  el  Este  fué  elEspiritü  Santo,  que  lo  elejíó.  M urfóFor- 
BjJP*r¡|"  j  JJ"'®  meso  año  de  895.  Don  Alonso  IV  peinó  en  este 
que  euje  a    apa.  ^^^^^^  en  España.  Zísma  i  4,  en  la  cual  Seijio  ID 

ziima  14         ^"^  elcjido  contra  Formoso.  Pero  no  podiendo 

seriio  ni        ™^^  ♦  renunció  i  fué  desterrado.  Muerto  Formbso 

BoniradoTí  ^"^«l^J'^o  Bonifazio  VI,  que  fué  15  días' Papa. 
Don  Alonso  IV  reiqo  en  España. 

Estéfaoo  vr.  Estéphano  VI  (ó  VQ)  fué  ingrato  á  Formóse 
que  lo  habia  hecho  Obispo:  al  cual  aborresziótan- 

GrueiPapa.  to ,  que  en  siendo  Papa,  no  se  contentando  con 
anular  i  invalidar  todo  cuanto  FormOso  habia 
hecho ,  diziendo  que  no  habia  sido  Papa  lejitimo 
ni  verdadero,  lo  hizo  condenar  en  un  Gonzilio 
que  tuvo.  Después  de  condenado,  lo  hizo  des- 
enterrar, desenterrado^  lo  desgraduó  quitándo- 
le todos  los  ornamentos  pontificales  i  vestién- 

Seijio  III  aun  doló  en  hábitos  .de  seglar:  hizole  cortar  los 
iotrat6peor.  ^^  dedos  de  la  mano  derecha,  de  los  cuales 
los  sazerdotes  se*  sirven  prinzipalmente  para^ 
su  consagrar:  los  cuales  hizo  echar  en  el  T^- 
ber.  Casi  Ib  mismo  hizo  Pascual  segundo  al 
cuerpo  de  Clemente  ÜI.  Imitó  en  esto  no  á  Ghrís- 
to,  que  manda  perdonar  las  injurias,  i  hazer 
bien  á  los  que  nos  odian ,  sino  á  Síla ,  que  hizi^ 
desenterrar  á  Mario ,  por  el  gran  odio  que  le  te- 
nia. Platind,  en  la  vida  deste  Estéphano  dize,  que 
dio  con  esto  que  hizo ,  un  mui  mal  i  escándalos» 
ejeihplo  á  sus  suzesores :  porque  de  ahi  en  ade- 
lante tomaron  los  Papas  costumbre  de  anular  lo 
que  sus  predezesores  habian  ordenado :  aunque 
Papa  contra  fuese  confirmado  con  autoridad  de  Gonzilio  lo 
contV  ComuII?.  ^«sí^^zian  con  autoridad  de  otro  Gonzilio.   I 

Romaao.  ^^^  Romano ,  suzesor  de  Estéphano ,  condenó 
todo  cuanto  habia  hecho  Estéphano ,  y  restituyó 


I  DB  SD  AUTORIDAD.  71 

en  su  honra  á  Formóse :  lo  mismo  hizieron  Theo- 
doro  n  i  Juan  X  (ó  IX).  Fueron  estos  Papas 
(como   los   llama  Platina)  monstruos:  ó  por 
mejor  dezir ,  Diablos  encarnados.  £1  Juan  X  tuvo 
UQ  Gonzüio  de  74  Obispos,  en  el  cual  fué  con- 
denado Estéphano  YII  i  Formoso  justificado. 
Nota  que  desde  el  año  de  891  hasta  el  de  903,  que  ¿¿{j^j^y**  •" 
son  18  años,  hubo  10  Papas.  Formoso,  Serjio  III, 
Boniíazio  VI ,  Estéphano  YII ,  Romano ,  Theo- 
doro  n,  Juan  X,  Serjio  ni  otra  vez^  Benedi- 
to  IV ,  León  V,  Christóphoro,  i  al  fin  Serjio  IH,  ^4jJ*J,^*.'7¿ 
al  cual  habernos  nombrado  en  este  catálogo  tres  lo  rué  áe%put% 
Tczes.  Porque  tres  vezes  fué  Papa:  la  primera  i  Benedito  ix. 
segunda  vez  fué  depuesto:  pero  la  terzera  fué 
la  verdadera :  pues  que  salió  con  la  suya.  En  la 
primera  vez  que  Serjio  fué  Papa,  fué  la  zisma  14, 
i  en  la  segunda  fué  la  zisma  15.  Murió  Estépha-    zuma  is. 
no  Vn  año  de  897.  Don  Alonso  IV  reinó  en  Es-    $91. 
paña.  Hablando  Platina  de  Benedito  ly,  dize:    Beneditoiv. 
qae  como  la  Iglesia  comenzó  á  retozar  con  las 
riquezas,  no  habiendo  prinzipe  que  impidiese 
las  vellaquerias  de  los  eclesiásticos,  que  luego 
lalizenzia  de  pecar  nos  parió  estos  monstruos  i^JIf^jJJ,*"^^^,* 
i  portentos.  Este  testimonio  tan  honroso  da  del  truoi. 
Platina. 

León  V  en  siendo  Papa  se  vído  en  grandes    León  v. 
trabajos:   porque  un   Ghristóval,  que  el  habia 
cnado  i  enzimado ,  lo  prendió  i  echó  en  la  car- 
zel:  i  no  sin  derramamiento  de  mucha  sangre: 
como  nota  Platina.  I  asi  el  Ghristóval  se  hizo     Christóphoro 
Papa,  su  violenzia,  ingratitud  i  malas  artes  fue-    Seijioiii. 
ron  el  Espíritu  Santo  que  lo  elejió.  Pero  Serjio  III,    Ub.  11,  cap.  is 
siendo  ayudado  de  Marozia  su  puta,  de  quien *"**•"'» "P*"' 
tavo  un  hijo ,  que  después  del  padre  fué  Papa 


7S  DBL  PAPA 

(como  k)  testifica  Laithprando  en  su  historia), 
depaso  al  Papa  i  lo  metió  en  un  Monesterío ,  i 
con  la  ayuda  de  su  Marozía,  que  era  famosa  í 
noble  Ramera,  se  hizo  Papa.  Este  Serjio  ffl 
competió  por  el  papado  con  Formoso :  pero  pre^ 
Taleziendo  (coBM>  en  Formoso  dijimos)  el  For- 
moso ,  Seijio  se  íaé  á  Francia :  de  donde  ToeltOy 
trató  (como  habemos  dicho)  á   Ghristóphoro. 
Cruel  Papa,     flecho  Serjio  Papa  i  acordándose  déla  injurie 
que  habia  rezebido  de  Formoso,  i  queriéndose 
vengar ,  desenterró  su  cuerpo ,  que  habia  8  añoe 
que  estaba  sepultado ,  hizolo  morir  como  si  fue^ 
ra  vivo:  cortóle  los  tres  dedos  que  le  habia  deja- 
do Estéphano ,  hizo  echar  el  cuerpo  i  lo  demás 
en  el  Tiber,  como  hidígno  de  tener  sepultara 
Ghristiana :  condenó  todo  lo  que  Formoso  habia 
hecho :  hizo  tornar  á  ordenar  los  que  habian  si- 
do ordenados  de  Formoso :  no  obstante  que  For- 
moso habia  sido  aprobado  por  Papa  de  tres  Pa- 
to que  dos  Pa-  pas ,  Teis  aquí  cómo  Estóphano  i  Serjio  condenan 
Sea  PapM^'abo-  ^  Formoso  Papa  ,  i  á  todo  cuanto  hizo :  Roma- 
nan, no ,  Theodoro  i  Juan  aprueban  á  Formoso.  En 
aar.              tiempo  destos  Papas  reinó  en  España  Don  Ra- 
miro n. 
Anastasio  III.      Anastasio  III  suzedió  á  Serjio  ÜI,  en  cuyo  tiem- 
po dizen  las  historias  que  ziertos  pescadores  ha- 
llaron el  cuerpo  de  Formoso  en  el  Tiber.  Dlzen, 
que  cuando  lo  enterraron  en  San  Pedro,  las 
imájines  de  la  iglesia  le  saludaron ,  haziéndole  un 
zierto  acatamiento  dándole  la  buena  venida.  Es- 
to es  gran  mentira :  ó  si  es  verdad,  el  diablo  les 
hizo  hazer  este  movimiento  para  mas  zegar  al 
pueblo  con  superstizion  i  engaño.  £1  Antechris- 
i,Thes,ii,9,  tg  (como  dizc  San  Pablo)  vendrá  conmiiagroe 


I   DB  SO  AUTOEIDAD.  73 

mentirosos.  Murió  Anastasio  año  de  913.  Don    su. 
Qrdoño  m  reinó  en  España. 

buido,  antes  que  fuese  Papa ,  tuvo  un  hijo  de  Lando, 
adulterio,  que  también  fué  Papa,  i  se  llamó 
laan  XI  (ó  X) ,  como  lo  díze  Pedro  Premostraten- 
96.  Este  Lando  fué  de  mala  vida ,  i  no  papó  sino 
6  meses  i  22  dias:  por  lo  cual  algunos  no  lo  cuen- 
tan entre  los  Papas. 

luán  XI  (ó  X)  suzedió  á  su  padre  Lando :  i  Juan  xi. 
fué  otro  tal  como  él,  i  peor.  Porque  fué  Papa 
mas  de  14  años.  Platina  dize  que  fué  hijo  de 
Seijio  in.  Luithprando ,  que  vivió  en  el  tiempo 
deste  Juan,  cuenta  su  mala  vida :  dize  que  Theo- 
dora  desvergonzada  ramera  mandaba  en  aquel 
tiempo  en  Roma:  la  cual  tuvo  dos  hijas,  Maro- 
zia  i  Theodora :  las  cuales ,  si  la  madre  era  gran 
pota,  las  hijas  lo  eran  mayores.  La  madre  se 
enamoró  deste  Juan  antes  que  fuese  Papa:  el 
eaal  por  medio  de  su  puta,  fué  hecho  primera- 
mente Obispo  de  Boloña,  y  después  Arzobispo 
de  Ravena:  en  el  cual  tiempo  murió  el  Papa. 
Viendo  esta  ocasión  Theodora ,  i  no  queriendo  una  puu  haze 
tener  tan  lejos  á  su  enamorado  Juan,  porque  J'^J*'"®""™**' 
Ravena  dista  de  Roma  200  millas,  hizo  que 
Joan,  dejado  el  Arzobispado,  fuese  Papa.  El 
mismo  Luithprando  lib.  m,  cap.  12,  cuenta  el 
miserable  fin  deste  Juan.  les  que  Marozia,  su  en- 
tenada digamos,  hija  de  Theodora,  lo  hizo  pren- 
der i  matar  con  un  almohada  que  le  pusieron 
sobre  la  boca ,  i  esto  fué,  porque  Marozia  queria 
liazer  Papa  á  su  hijo  Juan  Xn,  hijo  del  Papa  Ser- 
jio  m.  Pero  por  entonzes  no  pudo  serlo :  i  así 
ké  elejido  León  VI,  que  no  vivió ,  sino  7  meses:  ^^^^  al- 
mario, como^dizen,  con  tósigo  que  le  hizo  dar    Tósigo. 


74  DEL  PAPA 

Marozia  por  hazer  Papa  á  su  bastardo.  Pero 
Ettéphano  vil.  tanpoco  lo  fué  desta  vez  sino  Estéphano  VII  (ó 

Yin),  el  cual  no  gozó  muchos  años  de  supontm- 
Tósigo.  cadQ  ]|jur¡ó,  i  no  sin  sospecha  de  tósigo,  año  de 

330.  930.  Don  Sancho  I  reinó  en  España. 

Juan  XII.  Juan  XH  (ó  XI)  fué  hijo  bastardo  de  Serjio  m 

i  de  Marozia,  desvergonzada  ramera,  coipo  la 
Lib.  III,  cap.  la.  Jiama  Luithprando.  Platina  piensa  qué  este  Juan 

i  el  Juan  XI  hayan  sido  hermanos  hijos  de  Ser- 

jio  in.  La  Marozia  madre  deste  Papa,  asi  entiem- 

¥na  pota  go-  po  del  hijo  como  antes  gobernaba  la  Iglesia  Ro- 

Rom"  na!^  ^^'**'*  mana ,  así  bien  en  lo  temporal  como  en  lo  espiri- 

^,^    '  tual,  como  lo  nota  Luithprando.  Murió  año  de 

935'.  En  este  tiempo  Don  Ramiro  m  reinó  en 

España.  A  Juan  suzedió  León  YII,  Estéphano  IX, 

Martin  m,  Agapéto,  Juan  Xin. 

iiaoSííiS"'  ^*'  ^^^^  ^'^  (^  ^™ }  ^"^  ®^  ^^yoT  vellaco  de  cuan- 
tos Papas  habian  sido  hasta  su  tiempo.  Frai  Juan 
de  Pineda  en  su  Mon.  Eccles.  pag.  3,  lib.  xix,  lo 
llama  el  pecador  Juan,  i  §  I,  dize.  A  Agapeto  su- 
zedióun  monstruo  infernal  en  la  vivienda,  hijo  de 
Alberto ,  poderoso  Romano,  que  con  ruegos  i  di- 
neros i  amenazas  hizo  que  elijiesen  á  su  hijo, 
que  se  llamaba  Octaviano,  i  después  de  Papa  se 
llamó  Juan.  I  un  poco  mas  abajo :  Fué  de  mal- 
dita vivienda  en  crueldades,  i  cazas,  i  luju- 
rias deshonestísimas,  etc.  Quien  quisiere  sa- 
ber sus  vellaquerías,  lea  á  Luithprando  desde 
el  capítulo  Yi  del  lib.  6,  hasta  el  cap.  xi:fué 
El  Papa  es  acu- acusado  en  un  Sínodo  Romano  en  presenzia 
zfiíod  "enormes  ^®^  Emperador  Othon  I  i  de  que  no  rezaba  sus 
ahominaziones.  horas:  que  diziendo  misa  no  comulgaba,  que 
ordenaba  los  diáconos  en  el  establo,  que  habla 
cometido  inzesto  con  dos   hermanas ,  que  ju- 


I  D£  SU  AUTORIDAD.  75 

gando  á  los  dados  habia  invocado  á  los  demonios 
para  que  le  hiziesen  ganar,  que  habia  hecho  por 
dineros  Obispo^  á  mochachos,  que  habia  violado 
donzellas ,  que  habia  convertido  el  palazio  sacro 
enmanzebis^,  que  habia  dormido  con  Estéphana 
manzeba  desa  padre,  i  con  Reinera  viuda,  i 
con  otra  viuda  llamada  Ana ,  i  con  su  sobrina, 
que  hab'ia  hecho  zegar  á  su  padre  de  confesión, 
que  públicamente  iba  á  caza ,  que  se  habia  arma- 
do, que  habia  procurado  de  pegar  fuego,  que 
iiabia  rompido  puertas  i  ventanas  de  noche ,  que 
liabia  hecho  la  salva  en  vino  ai  diablo ,  etc.  Por    jaan  xiii  de- 
eatas  i  otras  tales  abominaziones  fué  depuesto  gjj^'***'"***^®"" 
en  el  conzilio  Romano ,  i  León  VIII  eleiido :  Pero    ^^^^  ym 
partido  que  fué  el  Emperador,  aquellas  malas 
mujeres  conquien  él  tenia  que  ver,  inzitaron  la 
nobleza  de  Roma,  prometiéndoles  los  tesoros 
de  Roma,  á  que  volviesen  á  rezebir  al  Papa  Juan 
echando  á  León :   lo  cual  hizieron.  Este  Juan    ei  Bnperador 
ordenó  que  de  ahf  en  adelante ,  el  Emperador  Jj^jJ^^^J^J,®/®" 
fuese  coronado  del  Papa  en  Roma.  £1  fin,  deste 
maldito  Papa  fué,  que  en  el  año  de  964,  i  dézi-    ts4. 
mo  de  su  pontificado ,  fué  muerto  á  puñaladas 
por  el  marido  de  una  con  quien  él  estaba  toman- 
do su  pasatiempo,  camal.  Luithprando,  lib.  vi, 
cap.  11,  dize ,  que  el  diablo  lo  hirió  de  tal  manera 
estando  cometiendo  adulterio,  que  dentro   de 
8  dias  murió.  Puede  ser  que  el  marido  se  vistió    El  marido  ha- 
en  figura  de  diablo  para  matar  al  Papa.  Leed  Jeríido  i*o*ma- 
esta  historia.  Españoles,  4  veréis  quién  sea  el  Pa-  u. 
pa,  por  quien  soléis  poner  al  tablero  vuestra  ha- 
zienda,  honra  i  vida.  Dios  por  su  misericordia  i 
por  la  honra  de  su  dijo  Jesu  Ghristo,  os  haga  la 
grazia  que  lo  conoscais.  En  tiempo  deste  tan 


76  DEL  PAPA 

dísolatoi  carnal  Papa  tíos  sazerdotes  de  Ingla- 
terra ,  que  eran  casados ,  fueron  echados  de  las 
iglesias  cathedrales :  en  este  tiempo  don  Berma- 

zisma  is.  do  reinó  en  España.  Zisma  16  entre  León  i  Be- 
nedito  año  de  963. 

Benedito  V.  Muerto  Juan  Xm,  los  de  su  parzíalidad  elijie- 
ron  á  Benedito  Y.  Pero  el  Emperador  Othon  yí- 
no  sobre  Roma,  i  compelió  á  los  Romanos  que  le 
entregasen  á  Benedito  V,  i  que  volviesen  á  re- 
zebir  á  León,  que  ellos  habían  echado  del  papado. 

León  Yin  otra  Leon  VÜL  Vuelto  á  ser  Papa,  reconoziendo  el  bien 
vei  Papa.  qyg  había  rezebído  del  Emperador ,  hizo  un  de- 

creto sinodal,  en  que  quitó  la  autoridad  de  ha- 
zer  Papa  al  Clero  i  pueblo  Romano ,  que  Garlo 

El  Emperador ^^S^^o l^habia  conzedido  ( como  dize  Grazia- 
eiije  al  Papa.      no) ,  i  la  traspasó  en  el  Emperador,  anulando  la 

Papa  contra  leí  que  Adriano  había  hecho  contra  esto.  Lo  cual 
^'^''  hizo  Leon  por  evitar  las  sediziones ,  que  soüan 

acontezer  en  las  eleziones  de  los  Papas :  i  el  Em- 
perador le  restituyó  lo  que  dízen  Gonstantino 
haber  dado  al  Papa :  ó  lo  que  Pipíno  i  Garlo  Mag- 
no le  dieron,  quitándolo  á  los  Lombardos.  Murió 

,g5  Leon  año  de  965.  En  España  reinó  don  Alon- 

so V,  que  murió  sobre  el  zerco  de  Viseo  de  una 
saeta  que  le  tiró  un  Moro. 

Juan  XIV.  Juan  XIV  (ó  XIII),  hijo  del  Papa  Juan  Xn.  Fué 

Cruel.  muí  cruel  contra  sus  enemigos ,  como  se  vido  en 

un  Pedro,  prinzipal  majistrado  de  Roma.  Frai 
Juan  de  Pineda  part.  m,  lib.  19,  cap.  1 1,  §  I,  dize 
del:  El  Papa  hizo  tener  colgado  al  Adelantado, 
de  los  cabellos,  un  dia ,  i  desnudo ,  junto  al  caba- 
llo del  Emperador  Gonstantino,  i  después  le  hi- 
zo subir  en  un  asno,  la  cara  para  atrás,  con  un 
cuero  en  la  cabeza,  i  azotarle  por  la  ziudad,  i  des- 


I  DB  SIJ   AUTORIDAD.  77 

INieslepadoeala  cárzel,  i  i  la  postre  lo  desterró 
fiara  AÍemaña.  Ma^  semejante  ííiá  á  Phalans, 
Dionisio,  Nerón  y  i  á  otros  tales  tiranos,  qneno 
i  Ghrislo,  qoe  manda  que  amemos  á  nuestros 
enemigos  i  que  les  hagamos  bien.  Este  fué,  el 
qae  baptizó  la  gran  campana  de  San  Juan  de  Le- 
tran,  i  le  poso  su  nombre.  Be  aqui  se  tomó  la 
costumbre  de  baptizar  las  campanas  i  ponerles 
nombres.  Murió  año  de  972.  En  este  tiempo  reinó 
e&  España  don  Alonso  V. 

I>ono  n  suzedió  á  Juan  XIV.  Papó  solos  tres 
'meses,  al  cual  suzedió  Benedito  VI  (ó  V),  no 
contando  al  Y,  que  fué  hecho  en  zisma.  Fué  echado 
en  la  cárzel  por  sus  vellaquerias :  donde  murió 
ahogado :  ó  como  sus  amigos  dizcn ,  de  hambre, 
por  mandamiento  de  Bonifazio  su  suzesor.  Don 
Alonso  y  reinó  en  España,  zisma  17  entre  Boni- 
fizio  i  Benedito  VI  ó  Vn. 

Bonifazio  Vn  con  malas  artes  se  hizo  Papa: 
Pero  fuélo  poco  tiempo.  Porque  los  Romanos 
consphraron  contra  él :  el  cual ,  viendo  que  no  po- 
dia  prevalezer ,  robó  todos  los  tesoros  que  halló 
en  la  iglesia  de  S.  Pedro ,  i  fuese  con  ellos  á  Gons- 
tantinopla,  donde  los  vendió,  i  pasados  algu- 
nos meses,  se  volvió  á  Roma  con  mucho  dinero. 
En  el  entre  tanto  que  él  estaba  fuera  de  Roma, 
los  Romanos  hizieron  Papa  á  Juan  XV  (ó  XIV). 
Pero  Bonifazio  corrompió  con  su  dinero  á  los 
Romanos ,  i  asi  lo  volvieron  á  rezebir  por  Papa; 
el  cual,  vuelto  á  ser  Papa,  echó  en  la  cárzel  á 
luán  XV ,  sacóle  los  ojos ,  matólo  de  hambre.  Mu- 
rió Bonifazio  año  de  976 ,  habiendo  papado  9 
«ños,  i  mas.  Del  dize  frai  Juan  de  Pineda,  par.  m, 


La  campiña  dfl 
S.  Joan  de  Letran 
ftaó  la  primera 
que  16  baptiió. 


97a. 

Dono  II. 
Benedito  VI. 

Vellaco. 

Zisma  17. 

Bonifazio  VII. 
Otmtl, 


Joan  XV. 


Crueldad. 


176. 


Juan  XVI. 


78  DBL  PAPA 

Ijb.  19,  cap.  15,  §  I.  Boni|azio  títíó  poco,  des- 
pués que  tornó  á  la  silla ,  i  murió  súbitameate,  con 
quien  los  Romanos  mostraron  el  amor  que  le  ha- 
blan tenido,  tomando  su  cuerpo  muerto,  i  dándole 
mil^golpes  i  heridas,  i  después  ló  llegaron  ata- 
do por  los  pies  á  la  plaza  de  S.  Juan  de  Letran, 
donde  le  dejaron  á'los  perros ,  etc.  Quien  tal  ha- 
ze,  dize  el  refrán  Español,  quezal  pague.  Bene- 
dito  VI  ó  VII  le  suzedió.  Don  Bermudo  UI  retoó 
en  España. 

Juan  XVI  (ó  XV),  en  siendo  Papfa,  hizo  tales 
obras,  que  fué  aborrezido  del  Gleto  i  pueblo- Ro^ 
mano.  Este,  sin  diserezion  ninguna,  daba  todo  á 
sus  parientes.  £1  cual  error ,  como  dize  Platina 
i  Estella,  vemos  que  ha  venido  hasta  nuestro^ 
tiempos.  Murió  año  de  995 :  en  este  tiempo  reinó 
en  España  Don  Bermudo  III.     . 

Juan  XVn  suzedió  á  Juají  XVI :  n)urió  en  el 
mismo  año,  habiendo  papado  solos  4  meses. 

Gregorio  V ,  Alemán  ,.fud  hecho  Papa  por  au- 
toridad del  Emperador  Oth'on  III.  Pero  vdelto  el 
Emperador  en  Alemana,  el  pueblo  i  Clero 
Romano ,  deponiendo  á  Gregorio ,  hizieron  Pape 
á  Juan  XVm (ó  XVIÍ ).  El  Gregorio  se  acojió  al 
Emperador.,  el  cual ,  enojado  con  los  Romanos, 
vino  contra  ellos ,  i  tomó  á  Roma ,  prendió  al 
Al  Papa  lesa.  Papa  Juan,  sacóle  los  ojos,  i  así  el  Papa  murió: 
can  loa  ojoa.  ^j  ^^^^^  ^^^^  su'muchó  .dinero,  habia  corrompido  á 
los  Romanos  para  que  lo  hiziesen  Papa.  Man- 
tuano ,  ni  calamitatuní  lib. ,  habia  deslo. 


Juan  xvil. 

Gregorio  V. 
Zisma  18. 

AfiO  196. 

Juan  XVIII. 


Pernices  mercántur  eguos ,  venalia  Rotnce 
Templa^  sacerdotes^  altaria^  sacr'a^  coronce^ 
Ifnes,  tkura^  preces,  ccelum  estvenate,  Deusque. 


I  BB  SU  AUTORIDAD.  79 

Qojere  dezir,  que  todo  es  Tendíble  en  Roma, 
8ée»e  sacro ,  séase  profano :  i  aun  el  mismo  Dios. 
Platina  llama   ladrón  á  este   Juan  :   el.  cual 
moerto  de  la  manera  que  habernos  bicho ,  Gre-< 
gorio  Tohió  á  ser  Papa :  este  constituyó,  que  de 
•hi  en  adelante  los  7  prinzipes  de  Alemana ,  con-  j  ^  Weciorcidel 
Tiene  á  saber ,  los  tres  Arzobispos ,  de  Magunzia,  "^ 
Treyír  i  Colonia ,  ePConde  Palatino  del  Rin,  el 
Baque  de  Sajonia ,  el  Marones  de  Brandeburg, 
i  el  Rei  de  Bohemia,  que  entonzes  aun  no  era 
ftei,  elijian  al  Emperador,  i  asi  el  imperio  se 
pasó  en  Alemana.  Murió  Gregorio  año  de  998,    9«8. 
ócomo  otros,  997.  Don  Bermudo  III  reinó  en 
eAe  tiempo  en  España.  A  este  Juan  XVIII  algu- 
nos no  lo  cuentan  por  Papa. 

Silvestre  n,  desde  su  juventud,  se  dio  á  en- ^^^'¿'¡JJr'* "  *°" 
cantismos  i  hechizerias:  el  cual,  sabiendo  que 
en  Sevilla  habla  un  Moro,  gran  maestro  en  esta 
arte,  con  el  gran  deseo  que  tenia  de  ser  perfeto 
maestro  en  eUa ,  dejada  la  Franzia ,  que  era  su 
patria t  se  fué  á  Sevilla  i  asentó  con  el  Moro:  i 
Tiéndose  ya  buen  maestro ,  se  volvió  á  Franzia, 
trayendo  consigo  un  libro  admirable  en  aquella 
arte,  que  hurtó  á  su  maestro  el  Moro,  por 
medio  de  una  hija  del  Moro ,  con  quien  Silves- 
tre se  habia  reborujado.  Este  Silvestre,  para  me- 
jor bazer  su  ofizio  de  encantador,  liizo  pacto 
eon  d  demonio ,  ofreziéndole  su  cuerpo  i  su  áni- 
ma, con  condizion  que  el  diablo  le  ayudase 
para  subirá  grandes  dignidades.  Vuelto  en  Fran- 
zia, enseñólas  artes  liberales  con  grande  aplauso: 
tuvo  notables  diszipulos,  por  cuyo  medio  fué 
hecho  Obispo  de  Remes ,  después  con  malas  ar- 
tes fué  Arzobispo  de  Ravena:  al  fin  con  la  ayu- 


80  BEL  PAPÁ 

•^9-  da  del  diablo,  vino  á  ser  Papa  año  de  999.  Qaien 

quisiere  saber  su  santa  vida ,  lea  á  Platina ,  Sa- 
bell.£n9,  lib.  n,  Volater.,lib.xxii,Berg.,  lib.  xn, 
Faszi.  temp. ,  i  á  Pedro  Premostratense,  i  á  Ben- 
non,  i  particolarmente  á  frai  Juan  de  Pineda, 
part.  m,  lib.  19 ,  cap.  15,  §  IV,  V  i  VI,  autor  bien 
moderno,  i  verá  si  digo  verdad.  Mientras  fué  Papa 
encubrió  su  arte :  pero  de  semto  no  podia  ohrklar 
la  vieja  amistad ,  c|ue  tenia  con  el  diablo.  Tenia 
en  un  secreto  lugar,  una  cabeza  de  cobre :  la  cual 
siempre  le  daba  respuesta,  de  todo  aquello  que  de- 

El  diablo  enga- mandaba  al  diablo.  Una  vez  antojósele  ai  Papa 
mis*'  ^"P"  ^°°  ^*  saber  cuánto  habia  de  ser  Papa :  preguntó ,  pues, 
al  diablo  esto:  el  diablo  le  respondió  dudosa- 
mente, como  suele,  díjole  que  no  moriría  hasta 
que  dijese  misa  en  Jerusalen.  Esta  historia 
cuenta  San  Antonino,  i  frai  Juan  de  Pineda  i  otros. 
£1  Papa  se  holgó  mucho  con  esta  respuesta, 
determinando  de  jamás  ir  á  la  ziudad  de  Jerusa- 
len. Era  costumbre  en  Roma,  que  un  zierto  día 
de  cuaresma  el  Papa  dijese  la  misa  en  la  iglesia 
de  Santa  Cruz,  que  llaman,  de  Jerusalen.  Silves- 
tre, olvidado  de  los  engaños  del  diablo ,  cddl)ró 
su  misa  en  el  lugar  dicho :  i  luego  le  dio  ana 
gran  fiebre,  entonzes  el  Papa  (como  dize  Pedro 
Premostratense),  por  el  ruido  que  hazian  los 
demonios,  sintió  su  fin  ser  llegado:  estando 
en  estas  angustias  suplicó  (como  dize  Bennon) 
que  le  cortasen  las  manos,  i  la  lengua ,  etc.  Mi- 
rad si  el  Papa,  puede  errar.  Notad  qué  vicaria 
sea  la  del  Papa ,  pues  muchos  la  hubieron  con 
malas  i  diabólicas  artes.  Advertid,  Españoles, 
qué  cosa  sea  la  misa :  pues  el  diablo  se  juega  con 
ella,  i  engaña,  como  habemos  visto  en  este  Sil- 


I  BB  8Ü  ÁÜTORIDiJ).  81 

ftstre.  Españoles  y  sed  sabios.  Papa  i  Misa  han 
sido  macho  tiempo  há,  vuestros  dioses  en  la 
lierra.  Con  haber  sido  tal  SÜTestre  II,  un  Julio 
fioseo,  Jenebrardo,  i  PanWno,  i  el  D.  Ulescas,  gran- 
des aduladores  de  los  Papas ,  afirmaron  que  no 
filé  májico  9  sino  sapientísimo  mathemático,  etc. 
Dezíd  la  verdad,  aunque  amargue.  Dios  no  tiene 
nezesidad  de  vuestras  mentiras,  para  ensalzar  su 
santa  fé  Gathólica.  En  este  tiempo  Don  Ber- 
mudo  in  reinó  en  España. 

Juan  Sicco  XIX ,  ó  como  otros ,  XVII ,  que  no    Juan  xix. 
cuentan  á  Juan  VIII  por  ser  mujer,  ni  á  Juan  XVIII 
por  ser  Antipapa ,  suzedió  en  el  papado  á  Silves- 
tre, por  los  mismos  medios  que  su  predezesor  lo 
habia  sido ,  por  ayuda  del  diablo :  i  así,  como  dis- 
lipulo  de  tal  maestro,  mandó  que  se  zelebrase  la 
Fiesta  de  las  ánimas  de  purgatorio  el  siguiente    Fiesu  de  las 
día  después  de  la  Fiesta  de  todos  santos.  Dezia  forio  aue1n"üff 
este  Papa ,  que  ola  los  jemidos  que  los  diablos  70  Juao  xix. 
daban ,  cuando  por  virtud  de  las  misas  i  ofizios 
por  defuntos  les  arrebataban  las  ánimas.  En 
tiempo  deste  (como  dize  Baconthorpio)  el  nom-    Cardenales, 
bre  de  Cardenales  comenzó  á  ser  en  estima.  Este    bi  pueblo  bo- 
Juan  XIX  quitó  la  voz  al  pueblo  Romano  en  la  °"°®  p'®"*«  *» 
elezion  del  Papa ,  diziendo  que  el  pueblo  habia 
de  ser  enseñado ,  i  no  seguido :  i  que  mayor  era 
la  dignidad  de  la  lei  *,  que  es  rejida  por  el  Espíritu    *   réai$  una 
santo ,  que  no  la  de  la  lei  secular.  Murió  año  de  ^^^  ^  *''^  ^^>- 
1003 ,  porque  aun  zinco  meses  no  fué  Papa.  Don    loas. 
Bermudo  III  reinó  en  España. 

Joan  XX  (ó  XVm)  con  malas  artes  se  hizo  Papa:    Juan  xx. 
i  es  aquí  de  notar  (como  lo  nota  el  Cardenal 
Bennon)  que  todos  los  Papas  desde  Silvestre  II 
basta  Gregorio  VII,  no  menor  vellaco  que  en- 


18  Papas  en- 
cantadores ,  en 
cuyo  ttempo  la 
dotrinadel  pur- 
gatorio creszió. 


Purgatorio. 


1909. 

Tósigo. 


Serjio  IV,  en 
encantador. 


88  DEL  PAPA 

cantador,  fueron  encantadores,  que  fueron  18 
uno  tras  otro.  En  tiempo  deste  Juan  XX  la  do- 
trina  del  purgatorio  crezíó  en  gran  manera  por 
medios  de  las  falsas  apariziones  de  Espíritus  ma- 
lignos, que  lloraban ,  jemian ,  gritaban  i  se  que- 
jaban por  los  grandes  tormentos  que  padezian 
en  purgatorio :  dezian,  que  eran  las  ánimas  de  un 
tal  i  de  un  tal :  pedían,  que  se  dijesen  tantas  mi- 
sas, tantos  treintanarios.  El  pobre  simple  vulgo 
creía  ser  verdad  lo  que  le  dezian ,  i  sacaban  el 
dinero  de  sus  bolsas ,  el  trigo  de  sus  trojas ,  el 
vino  de  sus  bodegas ,  i  la  cera  de  sus  colmenas, 
i  ofrezianlo  á  las  ánimas  de  purgatorio.  Pero 
¿quién  se  lo  comía  i  bebía?  no  las  ánimas ,  sino 
los  clérigos  i  frailes ,  sus  manzebas  i  hijitos :  las 
pobres  viejas  madrugaban  i  trasnochaban,  para 
hilar  i  juntar  blanca  á  blanca,  para  dezir  una 
misa  por  el  ánima  de  su  marido,  hermano,  ó 
hijo :  dejábalo  ella  de  comer  i  dábalo  á  los  tales 
por  cuales.  Todas  estas  visiones  i  apariziones, 
se  hazian  por  arte  del  demonio.  Señor ,  juzga  tu 
causa :  libra  tu  pobre  pueblo  de  las  manos  destos 
encantadores,  falsos  prophetas  i  embaidores. 
Abre ,  España  ,  los  ojos ,  i  vee :  cree  á  quien  con 
grande  amor  te  avisa :  mira  sí  esto  que  digo  es 
verdad,  ó  no.  Murió  Juan  XX  año  de  1009 ,  ato- 
sigado ,  como  algunos  dizen.  Don  Hernando  i 
reinó  en  Castilla  i  León. 

Serjio  IV,  Romano,  hubo  el  pontificado  por 
las  vías  acostumbradas  en  su  tiempo :  aunque 
los  aduladores  del  Papa ,  como  Platina  i  EsteUa^ 
dizen  que  fué  un  santo.  En  tiempo  deste,  el 
sol  se  escurezió ,  la  luna  parezió  hecha  sangre, 
hambre  i  pestilenzia  hubo  en  Italia ,  i  el  agua 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  83 

de  una  fuente  de  Lorena  se  convirtió  en  sangre. 
Todos  estos  eran  pronósticos  i  zertisimas  señales    PronósUcos. 
de  la  Ira  de  Dios  por  la  idolatría  que  entonzes 
reinaba.  Murió  Serjio  año  de  1012.  Don  Hernán-    lots. 
do  I  reinó  en  Castilla  i  León. 

Benedito  VU  ( ó  VIII ) ,  hijo  de  Gregorio ,  Obis-    Benedito  viii, 
po  Porluense ,  siendo  laico  se  hizo  Papa  con  la  «ncantador. 
ayuda  de  su  sobrino  Theophilato ,  grande  encan- 
tador :  este  Theophilato  fué  discípulo  de  Silves- 
tre n ,  que  aprendió  la  nigromanzia  en  Sevilla: 
como  habernos  dicho  en  su  vida.  £1  Theophilato     Theoobiuto, 
salió  gran  maestro  en  su  arte :  tanto ,  que  dan-  encantador, 
dose  á  hazer  sacrifízios  á  los  demonios  en  las 
selvas  i  montes ,  hazía  (como  dize  el  Cardenal 
Bennon)  que  las  mujeres,  enamoradas  del  por 
sus  encantismos ,  dejasen  sus  casas ,  i  se  fuesen 
tras  del.  Este,  tal  cual  era,  fué  después  Papa. 
Mientras  vivió  el  Emperador  Henrique ,  Bábaro, 
Benedito  Papó  quietamente :  pero  muerto  el  Em- 
perador ,  los  Cardenales  lo  despaparon ,  i  pu- 
sieron á  otro  en  su  lugar.  Esta  fué  la  zisma  19.    Zisma  19. 
Has  después  apaziguados,  con  buen  dinero  que    Afiode  ios4. 
les  dio    Benedito,  lo  volvieron   á   entronizar, 
echando  al  Antipapa.    Deste   Benedito   cuenta 
Pedro  Damián,  i  lo  mismo   cuenta  Antonino 
i  firai  Juan  de  Pineda,  part.  m ,  lib:  19 ,  cap.  17, 
§  m ,  1  otros ,  que  después  de  muerto  se  apa- 
rezió,  caballero  en  un  caballo  negro ,  á  un  zierto 
Obispo ,  su  grande  amigo :  este  Obispo ,  espan- 
tado con  la  Vision ,  le  preguntó  diziendo :  Cómo, 
¿no  eres  tú  el  Papa  Benedito  yadefunto?  Yo 
soi  ese,  que  dizes,  dijo  Benedito.  £1  Obispo 
le  demandó,  ¿cómo  te  va,  padre?  Respondió  el 
Papa:  En  gran  manera  soi  atormentado:  pero 


84  DBL  PAPA 

puedo  ser  ayudado.  Vé,  pues ,  i  dile  á  m¡  herma- 
no, que  ahora  es  Papa ,  que  dé  á  los  pobres  el 
tesoro ,  que  está  escondido  en  tal  parte :  demás 
desto  aparezió  á  su  hermano  el  Papa  dí^éndole: 

Purgatorio  con-  espero  que  seré  libre :  i  ojala  Odilo  Gluniazeose 
firmado  con  ral-     *^        ^        »¥r«  '   jt        ij  .«l 

sas  aptriziooes.   rogase  por  mi.  Veis  aquí  como  el  demonio  jugaba 

con  los  hombres  para  confirmar  sus  misas  i  pur- 
gatorio. Murió  Benedito  año  de  1024.  Don  Her- 
nando I  reinó  en  Castilla  i  León. 

caítldoí^''  ^°'  ^"®"  XXI  (ó  XIX)  fué  Papa  por  los  mismos 
medios  que  su  hermano :  conviene  á  saber «  por 
medio  de  su  sobrino  Theophilato ,  el  grande  en- 

Papa  laico.      cantador.  Este  Juan,  siendo  laico,  sin  haber  rc- 
zebido  ningunas  órdenes,  fué  hecho  Papa.  Murió 

103S.  año  de  1032.  Don  Hernando  I  reinó  en  Castilla  i 

León. 

Benedito  IX,  Theophilato,  el  grande  encantador,  de  quien  ya 
encantador.  habemos  hecho  menzion ,  muertos  sus  dos  tios, 
Benedito  VIH  i  Juan  XXI ,  con  sus  malas  artes  se 
hizo  Papa,  i  llamóse  Benedito  IX  (ó  VIH) :  este 
hizo  gran  caso  de  Laurenzio,  i  de  Juan  Graziano, 
Cardenales,  sus  condiszípulos ,  grandes  nigro- 
mánticos. Eran  tan  sabios  en  la  nigromanzia, 
que  sabian  lo  que  pasaba  en  Oriente  i  Poniente, 
en  Septentrión  i  Mediodía.  Muchos  se  tenian 
por  dichosos-  de  ser  sus  discípulos.  Desta  maldita 
escuela  salió  el  maldito  Hídelbrando  (que  siendo 
Papa  se  llamó  Gregorio  Vil),  el  cual,  como  lo 
cuenta  el  Cardenal  Bennon ,  tanto  mal  hizo.  Este 

El  Papa  vende  Benedito  IX,  temiéndose  del  Emperador  Henrlque, 
íioo^iSi?^ '  ^°'  vendió  su  papado  á  su  compañero  Juan  Gra- 
ziano por   mil  i  quinientas  libras,  el  cual  se 

Gregorio  VI.    Uamó  Gregorio  VI.  Platina  dize  que  Benedito 
fué  por  esta  venta  acusado  de  todos  ^  i  con- 


I  BE  SU  ICTOIIDAD. 


8S 


denado  por  d  juizio  divino.  I  ¿por  qué  no  lo  fué 
por  808  foraicaziones ,  adulterios «  idolatilas, 
nigPMüBtnzias,  enbantamentos,  exotztámos,  in- 
yoeaziones  de  demonios ,  i  por  otras  tales  abó- 
mihaziones?  Su  fin  fué,  que  un  demonio  lo  aho- 
gó. Dízen  las  liistorías^  conrietie  á  saber ,  la 
Martíniaila,  Juan  de  Goluna,  S.  Antonino ,  frai 
Juan  de  Pineda ,  i  otros ,  que  este  Theophilato ,  ó 
Benedito,  aporezió  después  de  muerto  á  un  ermi-  ^^J^*  **^"" 
taño  en  figura  muf  espantable:  porque  en  el  cuer- 
po parezia  oso,  en  la  cola  i  cabeza  parezia  asno: 
i  cómo  fuese  preguntado  por  el  ermitaño ,  cómo 
venia  tan  espantoso?  dizen  que  respondió :  por- 
que viví  en  mi  pontificado  sin  razón ,  siii  lei ,  sin 
DioSf  I  porque  ensuzié  la  silla  Romana  con  todo 
jáüerode  suzíedades.  En  tiempo  deste,  el  nombre  cardenales, 
de  Cardenal  subió  mui  alto.  Murió  Benedito  IX 
año  de  1034,-0  como  otros,  10S2.  IVota  aun  mas  ios4. 
deste  Benedito  El  en  Silvestre  III.  Don  Hernán^ 
do  I  reinó  en  España. 

Silvestre  m,  después  que  Benedito  IX  vendió  siiveatreiii. 
el  Papado ,  se  hizo  con  dádivas  Papa :  aunque 
otros  querían  á  Juan  Graziano ,  en  quien  Bene- 
dito hatbia  rraunziado  por  dinero  el  Papado.  Sil- 
vestre, en  fin ,  fué  Papa ,  pero  no  mas  de  49  dias. 
Porque  (como  dize  Platina)  el  Pontificado  babía 
venido  entonzes  á  tal  estado,  que  el  que  mas 
podía  con  dádivas ,  i  ambizion ,  no  digo  con  san- 
tidad de  vida,  ni  con  dottína ,  este  tan  solamente 
alcanzaba'  el  papado ,  siendo  los  buenos  abati- 
dos, i  echados  al  rincón,  la  cual  costumbre ,  plu- 
guiese á  Dios  no  se  tuviese  en  nuestros  tiempos. 
Pero  esto  es  nada:  peores  cosías  aun  veremos, 
ti  Dios  no  pone  la  mano.  Hasta  aquí  Platí- 


86  BEL  PAPA 

na.  Cuenta  Othpn  Frinsinjense ,  Godofrído  Vi* 
terbiense ,  i  otros  autores,  que  en  tiempo  de  Be* 

mente  en  Roma.  Benedito  £K,  Silvestre  lü ,  Gregorio  VI.  Benedlto 

Gregorio  VI.    tenia  su  silla  en  d  palazio  Lateranense ,  el  otro  la 

tenia  en  San  Pedro,   el   terzero  la  tenia  en 

£1  Emperador  S.  María  la  Mayor.  Oyendo  el  Emperador  Hen* 

en  qLe^íw  p^is  "^."®  ^^^^  revueltas ,  vino  á  Roma ,  tuvo  un  con- 
aon  depuestos.    zUio,  en  el  cual  fueron  condenados  los  dicho» 
tres  Papas ,  i  un  cuarto  elejido ,  que  se  llamó 
Gieoieate  II.    Clemente  II.  £1  Emperador  no  castigó,  como 
debiera,  estos  tres  grandes  vellacos,  sino  sola- 
mente (como  dize  Bennon)  hizo  huir  de  Roma 
á  Theophilato ,  echó  en  prisión  á  Gregorio ,  al 
cual ,  juntamente  con  Hidelbrando ,  desterró  en 
Alemana:  al  Silvestre  hizo  volver. á  su  Obispado . 
Benedito  IX,  Sabinense.  Notad  que  este  Benedito  IX  fué  tres 

?omo  *s^io*iii  ^®^®®  ^®P* '  ^*  primera ,  echado  Silvestre  UI, 
lo  faé  totes.  i  fué  privado:  la  2.^,  muerto  Clemente  II,  i  fué 
privado:  la  terzera,  muerto  Dámaso  n.  Papó 
por  intervalos  10  años ,  4  meses  i  9  dias ,  como  lo 
nota  Platina ,  lo  mismo  acontezió  á  Seijio  m,  que 
papó  tres  vezes ,  año  de  897.  Silvestre  in  fué  prí- 
1045.  vado  año  1045.  Don  Hernando  I  reinó  en  £8*^ 

paña, 
elementen.  Clemente  II,  Alaman,  fué  elejido  en  el  con- 
zilio  de  Roma  por  mandado  del  Emperador, 
siendo  depuestos  los  tres  Papas  ya  dichos.  Este 
coronó  al  Emperador  Henrique,  hizo  que  los 
Romanos  renunziasen ,  i  con  juramento ,  al  déi- 
recho  que  tenían  de  elejir  Papa.  Para  confírma- 
zion  desta  renunziazion  contaré  aqui  lo  que 
díze  frai  Juan  de  Pineda ,  part.  m ,  lib.  19,  cap.  24, 
§  n.  Dize ,  pues :  Blondo  tiene,  que  Clemente 


I  BE  Sü  ÁÜTOEIDAD.  87 

Segundo,  privó  á los  Romanos  de  la  dezionde 
los  Papas,  por  evitar  las  szismas :  mas  Granzio  i 
Saio  dizen  que  en  el  conzilio  Sutrino  se  les  pro- 
hibió ,  i  se  conzedió  al  Emperador ,  i  Naoclero  i 
Sljiberto  escriben ,  que  el  Emperador  Henríqne 
obligó  á  los  Romanos ,  con  juramento  que  les 
liizo  jurar,  que  no  se  entreiñeterJan  en  las  elezio- 
nes  de  los  Papas.  Hasta  aqui  Pineda.  Partido  de 
Roma  el  Emperador ,  los  Romanos  no  curándose 
de  su  juramento ,  atosigaron  al  Papa :  de  lo  cual  Tósigo. 
murió,  no  habiendo  sido  Papa  sino  9  meses.  Di- 
sen  que  Estéphano ,  que  le  suzedió  en  el  pontiii- 
cado ,  i  se  llamó  Dámaso  n ,  le  aderezó  el  tósigo. 
Don  Hernando  I  reinó  en  España. 

Dámaso  II,  Bábaro,  ocupó  el  pontificado  por    Dámaso  ii. 
ííierza,  sin  ningún  consentimiento  ni  del  clero, 
ni  del  pueblo  Romano.  Porque  (como  dize  Pla- 
tina) la  costumbre  entonzes  era ,  que  el  que  mas    Costumbre  de 
podia ,  ese  habla  el  pontificado.  Pero  deste  su  *>•""«  '•?*• 
pontificado  tan  ambiziosamente  alcanzado   no 
gozó,  sino  83  dias.  Porque  fué  atosigado.  La    Tósigo, 
causa  desto  fué,  que  habia  entonzes  en  Roma  un 
hombre  llamado  Gerardo  Brazuto,  el  cual,  usan- 
do de  una  cautelosa  amistad,  despachó  con  tósigo 
seis  Papas  en  espazio  de  13  años:  cuyos  nom-     s  Papas,  uno 
bres  son  estos :  Glemente  H,  Dámaso  II,  León  K,  ^JoJ*'"'  '*°'*' 
Víctor  II ,  Estéphano  IX.  i  I^icolao  n.  Viéndose 
los  Romanos  en  tantas  Zismas  i  revueltas  por 
las  negras  elezlones  de   los  Papas,   enviaron 
sus  enül>ajadores  al  Emperador  Henrique,  supli-    £|  Bmperador 
candóle  que  les  diese  Papa :  el  cual  les  envió  á  baxe  Papa. 
León  IX. 

León  IX,  viniendo  á  Roma ,  encontró  en  el  ca-    León  ix. 
mino  con  el  Abad  Gluniazense  i  con  Hidel- 


88  USL  PAPA 

brandOt  que  después  fué  Ps^a :  Los  cuales  ^  viéa- 
doio  vestido  de  pontifical,  le  persuadieroa  que 
por  ninguna  vía  entrase  en  Roma  de  aquetta 
manera:  pues  que  el  Emperador  no  tenía  autOr 
ridad  de  hazer  Papa ,  sino  el  Clero  i  pueble 
Romano.  Brunon,  que  así  se  llamaba  antes,  bir 
zo ,  como  le  aconsejaron :  i  venido  á  Roma  coDr 
fésó  su  pecado,  i  asi  lo  hizieron  Papa.  Hecho 
Papa  hizo  Cardenal  á  Hidelbrando,  i  le  fué 
mui  familiar ,  otorgándole  todo  cuanto  le  pedía. 
I  así  Hidelbrando  de  pobre  monje  vino  á  9et 
Cardenal  mui  rico:  reconzílió  Hidelbrando  con 
el  Papa  León  á  Theophilato ,  su  antiguo  señor  í 
maestro ,  que  habia  sido  depuesto  del  papado ,  i 
ahora  hipócritamente  reconziliado.  Tuvo  León 
un  Conzilio  en  Vérseles ,  donde  condenó  la  do* 
trina  de  Berengarío ,  porque  no  quería  adorar  el 
pan  Eucharistico ,  pues  era  pan ,  i  no  Dios.  Frai 
Juan  de  Pineda ,  part.  m,  lib.  19 ,  cap.  26 ,  §  E, 
dize  de  Berengarío  (aunque  enemigo  cuanto  á  hi 
dotrina)  grandes  virtudes:  Fué  (dice)  Berengarío 
hombre  de  buenas  letras ,  i  agudo  i  limosnero ,  i , 
añade  S.  Antoníno,  que  también  humilde :  de  lo 
cual  me  admiro,  etc.  I  un  poco  mas  abajo :  Fué 
también  castísimo,  i  en  tanto  grado ,  que  no  con* 
sentía  entrar  donde  él  estaba  mujer  ninguna. 
Este  León  IX ,  á  instigazion  de  la  buena  pieza 
de  Hidelbrando ,  prohibió  totalmente  el  matrimo^ 
nio  á  los  eclesiásticos.  Deste  León  IX  cuenta  Ga* 
rion,  lib  iv  de  su  historia,  que  siendo  Papa  se  fué 
con  el  Emperador  á  Alemana :  i  como  el  Empera- 
dor hubiese  convocado  un  sínodo,  que  se  tuvo  en 
Magunzía,  el  Papa  estando  en  el  Conzilio  se  quiso 
preferir  al  Obispo  Maguntino.  Pero  el  Obispo 


I  BE  SU  AUTORIDAD. 


89 


riendo  su  derecho  lo  defendió :  i  asi  el  Papa  fué 
coBttreñido  á  zederle.  Porque  los  Papas ,  aunque 
hibian  miiohas  vezes  intentado  la  tiranía  de  pre- 
finrse  á  los  otros  Obispos,  no  habian  salido  con 
flia:  la  cual  alcanzaron  en  tiempo  de  Enrique  V. 
Fi¿  Papa  zinco  años.  líiiirió  de  tósigo  que  le  dio 
Biüziaoaño  1054.  Don  Hernando  I  reinó  en  Gas- 
tilla. 

Víctor  n  fué  dos  años  i  poco  mas  Papa,  despa- 
chólo Brazato  con  tósigo.  Don  Sancho  11  reinó 
encastilla. 

Bstéphano  X  (ó  IX)  no  cumplió  el  año.  Porque 
Brazuto  lo  despaclió  presto ,  año  de  1058.  Don 
Sancho  11  reinó  en  Castilla. 

Benedito  X  (ó  IX)  fué'  eléjido  siendo  Hidel- 
brando  absenté:  pero  Hidelbrando,  que  era  en 
aqoel  tiempo  el  Espíritu  santo  que  rejia  la  corte 
Romana,  se  sintió  mui  mucho  desta  elezion:  i 
así  hizo  que  Benedito  ñiese  depuesto,  acusándolo 
de  que  por  fuerza  i  dádivas  había  habido  el  pon- 
tíieado.  Miserable  Hidelbrando,  ¿i  cómo  lo  fué  él 
desdes,  i  sus  predezesores  antes?  Cumplióse  en 
este  Benedito  el  refrán :  para  los  desdichados  se 
hizo  la  horca.  Renunzió,  pues,  Benedito  mui 
contra  su  voluntad  año  1059.  Don  Sancho  II  rei- 
nó en  Castilla. 

Depuesto  Benedito,  Hidelbrando  insistió  al 
Glero  que  elijiesen  á  Gerardo,  que  llamaron  INi- 
eolao  U.  Pero  no  lo  pudiendo  hazer  á  su  salvo 
en  Roma ,  se  fueron  á  Sena ,  i  allí  lo  elijieron. 
Nicolao,  en  viéndose  Papa,  convocó  un  sínodo 
en  Sutrío  contra  Benedito  X.  Esta  fué  la  zisma 
ti.  Lo  cual  visto  por  Benedito ,  que  era  hombre 
pazifico,  se  fué  de  Roma  dejando  el  papado,  i 


Tósigo. 

10S4. 

Victorll. 
Tósigo. 

EstépbtnoX. 
Tósigo. 

i«iS. 

Benedito  X. 


Nicolao  II. 


Zisma  9 1. 


90 


BEL  PAPA 


G.  Si  qals  pe- 
cnnia,  79  dist. 


Deereto  mal 
guardado. 

iOSi. 

Tósigo. 
Alejandre  II. 


Honorio  II. 
Ziama  99. 

AfiOl86{. 


Solos  los  Car- 
denales elUen  al 
Papa ,  i  solos  los 
Cardenales  son 
elijibles. 


asi  no  murió  de  tósigo.  Este  Nicolao  II  tuTo  otro 
Gonzilio  en  Roma,  que  llamaron  Lateranense: 
en  el  cual  mandó  que  no  fuese  tenido  por  Apos^ 
tólico ,  sino  por  apostátíco  cualquiera  que ,  ó  por 
dinero,  ó  por  favor,  ó  por  tumulto  popular, ó 
militar,  sin  unánime  consentimiento  de  los  Car- 
denales, hubiese  la  silla  de  San  Pedro :  dio  poder 
á  los  Cardenales ,  clérigos ,  i  laicos  de  descomul- 
gar! anathematizar  al  tal  Pontiíize,  como  á  la- 
drón ,  i  de  convocar  Conzilio  para  deponer  al  tal 
Papa :  i  si  no  pudiesen  convocarlo  en  Roma ,  que 
lo  convocasen  en  cualquiera  otra  parte.  Véase  si 
sus  suzesores  guardaron  este  Decreto.  Murió  Ni- 
colao II  año  de  1061  atosigado  de  Brazuto.  Don 
Sancho  II  reinó  en  Castilla. 

Alejandre  II  fué  hecho  Papa  por  la  astuta  astu- 
zia  de  Hidelbrando  sin  consentimiento  del  Em- 
perador :  por  esta  causa  los  Lombardos  elijíeron 
en  la  Dieta  que  se  tuvo  en  Basilea ,  á  Honorio 
Cadolo,  siendo  presente  el  Emperador.  Esta 
fué  la  Zisma  22.  £1  Honorio  vino  con  gran  ejér- 
zito  i  cercó  á  Roma :  pero  él,  i  los  suyos  fu(ftt>n 
deshechos ,  i  asi  quedó  Alejandre  H  en  pose- 
sión. Este  Alejandre  mandó  que  solos  los  Car- 
denales elijiesen  al  Papa.  Grandes  mutaziones 
ha  habido  en  la  elezion  del  Papa.  Primera- 
mente se  elejia  por  el  Senado ,  Clero  i  pueblo 
Romano,  con  consentimiento  del  Emperador:  des- 
pués fué  elijido  del  Clero  i  pueblo  Rom. ,  unas 
▼ezes  con  consentimiento  del  Emperador ,  i  otras 
sin  él:  después  fué  elejido  por  el  Clero:  ahora 
por  solos  los  Cardenales :  i  no  es  elijible  si  no 
es  Cardenal ,  i  presente  en  el  cónclave  cuando  se 
haze  la  elezion.  El  Espíritu  santo,  que  preside  en 


I  DE  SU  AUTOEIDAD.  91 

laelezion  del  Papa,  cada  dia  es  mas  sabio  i  mas 
avisado.  A  este  Papa  Alejandre,  Hidelbrando 
echó  en  prisión ,  alzándose  con  las  rentas  papa- 
les, 1  no  dando  al  Papa  sino  solos  zinco  sueldos 
Lozenses  al  dia.  Desta  manera  Hidelbrando  se 
enriqueszió  mui  mucho.  Alejandre ,  siendo  tan 
tiránicamente  tratado  de  Hidelbrando,  murió 
a¿o  de  1074,  i  como  se  presume,  de  tósigo  que  íot4. 
le  dio  Hidelbrando.  Don  Sancho  II  reinó  en  Gas-  Tósigo, 
tala. 

Huerto  Alejandre,  Hidelbrando,  ayudado  de    Gregorio  ni. 
sé  soldados ,  se  entronizó  sin  ningún  consentí-  ""•wwo  encinu- 
mlento ,  ni  del  clero ,  ni  del  pueblo,  temiendo  que   jj^ni^.,  ^^q. 
ú  él  se  tardaba ,  otro  fuese  elejido :  en  su  elezion  niiuion. 
ninguno  de  los  Cardenales  firmó.  I  como  el  Abad 
Gttinense  á  ella  (ya  hecha)  viniese,  el  Hidelbran- 
do le  dijo :  Mucho  te  tardaste ,  hermano.  Al  cual 
elAbad respondió:  ¡tú,  Hidelbrando,  muchote 
apresuraste,  que  antes  que  el  Papa,  tu  Señor, 
loeae  sepultado ,  has  contra  los  Cánones  usurpado 
la  silla  apostólica.  Hidelbrando,  desta  suerte  en- 
tronizado, de  qué  manera  haya  vivido,  cómo 
haya  echado  de  sí  á  los  Cardenales ,  los  cuales 
debieran  ser  testigos  de  su  vida  i  de  su  dotrina, 
cuan  miserablemente ,  haya  atormentado  al  mun- 
do, con  cuántas  herejías  lo  haya  corrompido,     p^p,  hereje. 
CQántos  bayan  sido  sus  perjurios,  i  cuan  grandes  revoltoso,  etc. 
traiziones  haya  tramado,  á  gran  pena  muchos  lo 
podrían  escrebir.  La  sangre  de  los  Christianos, 
qoe  siendo  este  el  autor  i  instigador,  ha  sido  mi- 
serablemente derramada ,  clama  al  Señor.  £1  Car- 
denal Bennon  cuenta  esta  tiránica  historia.  Este 
Hidelbrando  siendo  Papa  se  llamó  Gregorio  VU: 
filé  en  suma,  gran  vellaco ,  i  terrible  encantador: 


92  DEL  PAPA 

la  cual  arte  aprendió  deLaurenzio,  que  fuédís- 
zipulo  de  Silvestre  II.  Entre  Laurenzío,  Theophi- 
lato ,  Juan  Orazíano  i  Hidelbrando ,  GardendeSf 
hubo  estrechísima  familiaridad.  Bennon,  Car- 
denal, cuenta  una  notable  historia  deste  Papa. 

queriíTimpie^  ^^***  ♦  ^^  Bennon ,  el  Emperador  mui  muchas 
dad  del  Papa  con-  vezes  ir  á  hazer  orazion  á  la  iglesia  de  S.  María, 
nlnriSir"^"'  que  está  en  el  monte  Aventino ,  i  como  ffidel- 
brando  dilijentemente  se  inquiriese  por  sus  es- 
piones de  todo  cuanto  hazia  el  Emperador  Hen- 
rique ,  hizo  notar  el  lugar  en  que  el  Emperador 
hazia  orazion\  i  indujo  á  un  zierto  hombre  ctíú 
buena  promesa  de  dinero ,  á  que  pusiese  secre- 
tamente sobre  las  vigas  del  templo  unas  grandes 
piedras ,  las  cuales  pusiese  de  tal  manera,  que  las 
hiziese  caer  de  lo  alto  sobre  la  cabeza  del  Em- 
perador estando  en  su  orazion ,  i  así  lo  desme- 
ntiBasen.  Lo  cual ,  como  aquel  ministro  de  tan 
notable  veliaquería  se  diese  priesa  áefetuar,  i 
quisiese  poner  sobre  las  vigas  una  piedra  de  gran 
peso ,  la  piedra  con  su  gran  peso  lo  trujo  tras  si, 
i  quebrando  una  tabla  que  estaba  en  las  vigas ,  la 
piedra  i  el  miserabíe  hombre  cayeron  de  lo  alto 
en  el  suelo  de  la  iglesia  por  justo  juizio  de  Dioa, 
i  asi  fué  hecho  pedazos.  Hasta  aquí  Bennon, 
al  MCMmMtr*  Cardenal.  Este  Hidelbrando ,  demandando  res- 
puesta al  Sacramento  contra  el  Emperador,  i  no 
se  la  dando,  echó  al  Sacramento  en  el  fuego ,  por 
mas  que '  los  Cardenales  que  estaban  presentes, 
le  contradijesen.  Con  todo  esto  no  dejó  de 
perseguir  al  Emperador,  descomulgólo,  privólo, 
nombró  otro  Emperador,  al  cual  escribió  este 
verso: 
Petra  dedU  Petro^  Petrus  diadema  Rodolpho. 


I  DE  SU  áUTOBIDAB.  93 

La  piedra  dio  á  Pedro,  Pedro  (dio)  la  diade- 
dema  á  Rodolpho.  Este  Rodolpho  era  Duque  de 
SueTía.  Turbado  t^on  ésto  Henrlque,  dejando 
808  ornamentos  imperiales  se  vino  con  su  mu- 
jer i  hijo  pequeño  á  Ganusio,  en  medio  del  in- 
vierno, donde  estaba  el  Papa:  £1  Emperador 
vestido  de  paño ,  i  los  pies  descalzos ,  vino  á  las 
puertas  de  Ganusio  hecho  espectáculo  (como 
di^e  el  Gardenal  Bennon)  de  los  Ánjeles  i  de  los 
iiojnbres :  estuvo  alU  desde  la  mañana  hasta  la 
tarde  sin  desayunarse  demandando  humildemente 
misericordia.  Desmochar  es  menester  á  esta  bes- 
tia: el  cuerno  le  ha  crezido  mucho.  La  historia 
es  algo  larga,  mas  abreviarla  hemos.  Desta 
manera  estuvo  el  Emperador  tres  días :  i  cuando 
instantemente  demandaba  lizenzla  para  entrar, 
respondlasele ,  que  el  Pontiñze  aun  estaba  ocupa- 
do., que  no  le  podía  hablar.  Al  fin,  al  cuarto  día, 
rogándoselo  la  Condesa  Matilda  (la  cual ,  como 
dizela  historia,  amaba  mucho  al  Papa),  i  ro- 
gándoselo otros,  el  Papa  mandó  que  entrase. 
For  cuanto  que  esta  Matilda,  es  una  muí  prínzí- 
pal  bienhechora  de  los  Papas ,  diré  aquí  lo  que 
dize  Pineda ,  lib.  xix,  cap.  S6,  §  IV.  Estaba  (dize)  Esta  Matilda 
en  Italia  Beatriz ,  hermana  del  Emperador  Hen-  nS'de  sfpidSÍ'á 
rique  n  i  mujer  de  Bonífazío ,  Señor  de  Luca,  ios  Papas, 
de  los  cuales  nazió  la  insigne  Matilda,  mujer 
del  conde  Gofredo,  la  cual  heredó  á  sus 
padres,  i  Gofredo  gobernaba  las  tierras  de 
Laca,  Parma,  Rejío,  i  Mantua,  i  otras  de 
Italia ,  que  por  el  testamento  de  Matilda  vinie- 
ron á  poder  de  los  Papas ,  i  se  llamó  el  Patrimo- 
nio de  San  Pedro.  Entrado  el  Emperador  de- 
mandó perdón  i  dióle  su  corona ,  pero  el  Papa 


94  DEL  PAPA 

no  lo  quiso  perdonar,  ni  absolver  de  la  desco- 
munión ,  hasta  tanto  que  prometiese ,  que  con- 
forme á  lo  que  el  Papa  mandase  se  purgaria  en 
el  Gonzilio,  con  otras  ilícitas  condiziones.  Lo 

Leedtem  ante  ^"^^  '^^^'  ®^  Emperador  prometió:  pero  con  todo 
hiatoria  en  Ale-  esto  no  fué  restituido  en  su  imperio.  Después 

Jandre   ui   del  (jize  la  historia,  queelHenrique  venció  á  Rodol- 
Emperador  Fre-    ,       .  •     t>   j  i  i  i  t^        l-      15 

deque.  pho,  i  que  muerto  Rodolpho,  el  Papa  hizo  Em- 

perador á  Hermanno ,  Conde  de  Luzemburg:  al 
cual  una  mujer  mató  con  una  piedra.  I  aun  con 
todo  esto,  el  cruel  Papa  no  zesó  :  nombró  terzero 
Emperador  contra  el  buen  Henrique :  este  nue- 
vamente nombrado,  acabó  también  miserable- 
mente á  mano  de  los  imperiales.  Este  Papa,  cuan- 
to mayor  adúltero ,  i  suzio  era ,  tanto  mas  prohi- 
bió el  limpio  matrimonio  á  los  eclesiásticos. 
Frai  Juan  de  Pineda ,  part.  ni ,  lib.  19 ,  cap.  29, 
§  y ,  dize  del :  A  los  clérigos  casados  privó  del 
ofizio  divino ,  i  á  los  legos  prohibió  oir  las  misas 
de  los  tales ,  i  de  los  públicamente  amanzebados: 
i  pecan  mortalmente  los  que  oyen  misas  de  los 
tales :  aunque  se  queden  sin  oir  misa  el  dia  de 
Pascua ,  si  no  los  libra  el  Gonzilio  Gonstanziense, 
etc. ;  i  un  poco  mas  abajo:  Vino  el  mal,  que  los  legos 
hollaban  el  santísimo  Sacramento  del  cuerpo  de 
nuestro  Redentor  consagrado  por  los  clérigos  públi- 
camente casados ,  ó  amanzebados ,  i  vertían  la  san- 
gre deGhristo,  como  si  no  fuera  sacramento;  mas 
esto  se  tenga  por  indubitable  verdad,  que  los  sacra- 
mentos del  Baptismo  i  de  la  Eucharistia,  no  pierden 
cosa  de  su  valor  por  la  maldad  de  los  ministros:  i 
aquella  jentalla  creía  que  sí.  Hasta  qui  Pineda.  Toda 
la  Alemana  (como  dize  Carion,  lib.  y)  se  opuso  á  esta 
impía  prohíbizion  del  matrimonio:  la  cual  cuan- 


1  DE  SU  AUTORIOAB.  95 

do  el  Maguntino  la  propuso,  los  que  estaban  pre- 
sentes se  irritaron  tanto,  que  casi  mataron  al 
Maguntino.  A  este  propósito  leed  arriba  la  vida 
de  Sirizio  i  de  Gregorio  I.  Este  canonizó  al  Pa- 
pa Liberio ,  que  fué  Arriano ,  i  mandó  (como  lo 
dize  el  Cardenal  Bennon)  que  su  fiesta  se  zele- 
farase.  Mirad  si  yerra  el  Papa :  un  Hereje  cano-  papa  ber^e. 
niza  á  otro:  £1  Papa  Dámaso ,  que  tívíó  en  el  año" 
de  366,  condenó  á  este  Liberio,  San  Jerónimo,  que 
TÍTió  en  el  mismo  tiempo ,  lo  tiene  por  Arriano.  El  Papa  yerra. 
Pero  Gregorio  Vil  lo  santificó,  i  canonizó :  el  Pa-  CaDooiia  á  otro 

pa  Urbano  II,  que  vivió  año  de  1088,  cofirmó  SjSIdlf'^lfr ^^llro 
todo  lo  que  había  hecho  Gregorio  Vil.  Este  Gre-  Papa, 
gorio  condenó  la  dotrina  de  Berengario  tocante  al 
Sacramento.  Este  Papa  fué  el  primero  (como  se  Tranrabttaniia- 
dize)  que  metió  en  práctica  la  transubstanziazion.  ^^^' 
Al  fin  Gregorio  tuvo  mal  sin  fin:  porque  el  Empe- 
rador zelebró  el  Gonzilio  Brixiense,  en  el  cual  fué 
condenado  el  Papa  Gregorio,  i  otro  Papa  fué  hecho, 
qoesellamó  Clemente  III:  leed  un  poco  mas  abajo  á    clemente  iii 
Pascual  U(estafuélazisma23),  al  cual  elEmpera-    zuma  as. 
dor  colocó  en  la  iglesia  de  San  Pedro  en  Roma ,  ¡    a*»  loso . 
poso  en  tal  estrecho  á  Roma ,  que  fué  forzada  á 
demandar  la  paz.  Gregorio ,  viéndose  desampa- 
rado, se  huyó  á  Salerno:  donde  miserablemente 
acabó  su  vida,  año  de  1086.  Con  ser  este  Grego-     losc. 
rio  tan  abominable ,  no  faltan  papistas  que  dizen, 
que  hizo  milagros  después  de  muerto.  EID.  Ules- 
cas,  en  la  vida  deste  Gregorio  Vil,  cdmogran 
adulador  de  Papas,  dize  del:  Los  Cardenales,  jun- 
tándose en  uno  sin  mucha  disputa ,  dieron  sus  vo- 
tos unánimes  i  conformes  al  exzellentísimo  i 
no  menos  valeroso  que  santo  Hidelbrando:  I 
un  poco  mas  abajo :  I  en  particular  se  debe  esto 


96  DEL  PAPA 

al  santo  i  pradentisimo  Hidelbrando :  ano  de 
los  mas  señalados  Pontifizes  de  cuantos  la  i^e- 
sia  ha  tenido,  etc.  Mon.  Eclesiástica  lo  llama  gran 
siervo  de  Dios.  Contra  esta  diabólica  bestia  escri- 
bieron el  Cardenal  Hugo  Cándido ,  Uvalramo, 
Obispo  Neburjense,  Venerico,  Obispo  Verzelcnse, 
Rolando ,  sazerdote  Parmense ,  i  otros  muchos: 
el  Cardenal  Bennon  testifica  treze  Cardenales 
haberle  sido  contrarios.  Nunca  acabaríamos ,  si 
hubiéramos  de  contar  todas  las  vellaquerias 
deste  Papa.  Basten  las  dichas.  Clemente  DI 
fué  hecho  Papa,  depuesto  Gregorio  VIL  Papó 
Clemente  21  años ,  el  cual  muerto ,  los  de  su  par- 
Pascual  II.  zialidad  elijieron  á  Alberto,  año  de  1101.  Pas- 
Grnei  Papa  <iue  cual  11  hizo  desenterrar  el  cuerpo  de  Clemente 

quema  á  otro  Pa-j  quemarlo.  Lo  mismo  que  acontezió  á  Cle- 
mente m  acontezió  á  Formoso,  como  lo  habemos 
ya  dicho  en  Estéphano  VI  ó  Vil,  i  en  Serjio  m. 
Don  Alonso  VI  reinó  en  tiempo  deste  Gregorio  VII. 
Este  Don  Alonso  ganó  á  Toledo,  en  cuyo  tiempo, 
i  presente  el  mismo  reí ,  acontezió  en  Toledo  el 
Lib.  VI,  c.  26.  "liiagro  que  cuenta  Don  Rodrigo  ,  Arzobispo 
de  Toledo ,  en  su  historia  del  ofizio  Góthico  i 
El  ofizio  Ro-  ^^^  ofizio  Romano ,  que  fueron  echados  en  el 

raaoo  ae  quemó,  fuego  :  el  Romano  se  quemó ,  i  el  Góthico  no ,  la 

1  no  el  Góthico.  ^^^^  historia  contarémos  después  en  el  tratado  de 
la  Misa. 
Víctor  iii.  Victor  III  fué  hecho  Papa,  no  por  los  Carde- 
nales ,  ni  por  el  pueblo  Romano ,  sino  por  Matil- 
da ,  adúltera ,  i  puta  del  Papa  Gregorio  VII.  Este 
Victor  tomó,  la  parte  contra  el  Emperador,  i  con- 
tra Clemente  III.  Pero  no  hizo  lo  que  queria: 
Tósigo  en  el  P^^^"^  ^^  murió  presto  del  tósigo ,  qus  su  subdiá- 

cáiiz.  cono  le  echó  en  el  Cáliz  diziendo  Misa.  Murió 


I  DE  8U  AUTOIIDA0!  97 

ab  1088.    Don  Alonso   de  Gartajena ,  Obis-    i^ss. 
po  de  Burgos ,  hablando  del  Rei  Don  Alonso, 
que   Reinó    en   este   tiempo,    haze    menzion 
dttto. 

Urbano  EL  fué  también  hecho  Papa  porMa- 
tilda.  Este  faé  dlscipulo  de  Hldelbrando:  á  quien 
d  Cardenal  Bennon  llama  por  menosprezio  Tur- 
Imqo  :  fué  zismático ,  hereje ,  Arríano. .  Deseo-    Urbano  ii,  be- 
QUdgó  á  Clemente  terzio,  i  al  Emperador  que  '^^^ 
liabia  elejido  á  Clemente.  El  Clemente   (como  muiÜi^liV.^^' 
dize  Vizenzio)  también  descomulgó  á  Urbano: 
icomo  el  Urbano  no  quisiese  absolver  á  ningu- 
no de  aquellos  que  Hidelbrando  habia  descomul- 
gado, secretamente  se  partió  de  Roma.  Este  Pa- 
pa zdebró  muchos  conzilios :  uno  en  Melpbis, 
SjQfpmdoen  Troya,  en  Pulla,  3.^  en  Plazenzia,  4.<> 
«a  Glaramonte,  el 5.° en  Turón:  en  los  cuales 
abenói  confirmó  lo  que  Gregorio  Vil,  aquella 
buena  pieza,  hizo.  En  el  de  Glaramonte  se  conclu- 
yó pasar  en  la  tierra  santa :  i  asi  pasaron  trezien- 
tes  mil  hombres ,  i  con  ellos  Pedro  Hermitaño. 
De  este  Pedro  Hermitaño  (como  lo  nota  firai 
Joande  Pineda)  dizen  muchos  que  emanó  el  re- 
zar por  cuentas,  que  llamamos  Rosarios.  Pero 
prestóles  yo,  ¿qué  palabra  de  Dios  tengan  para 
confomar  esta  manera  de  orar,  ó  qué  ejemplo 
tomado  del  nuevo  ó  viejo  Testamento?  Es,  pues, 
invenzion  humana,  i  por  el  consiguiente,  abo- 
minable  delante  del  acatamiento  divino.    Es* 
te  Urbano  hizo  al  Arzobispo  de  Toledo  Prima-    Anobitpo   de 
do  de  toda  España.  Este  Papa  estuvo ,  de  miedo  T^'¿^^  prtnado 
de  Juan  Pagano  ciudadano  de  Roma,  escondido  ^^'P*°** 
dos  años  en  casa  de  Pedro  León:  donde  murió 
alo  de  Itm ,  en  el  mismo  año  murió  su  contra-    1099. 


98  *       DBL  PAPÁ 

rio  el  Papa  Clemente  terzero,  que  vido  tres 
Papas  siendo  él  Papa.  Don  Alonso  VI  reinó  en 
Castilla. 

Patcuain.  Pascual  n,To8cano,  fué  discípulo  de  Hid^ 

brando.  Este  Pascual,  viendo  que  lo  querian 
hazer  Papa ,  no  quiso  subir  á  la  silla  pontifical 
antes  que  el  pueblo  tres  vezes  á  Tozes  dijese: 
S.  Pedro  ha  elejido  á  Reinero  varón  bonísimo.  Este 
gastó  toda  su  vida  en  guerras «  i  sedíziones.  Re- 
novó en  un  Conzilio «  que  tuvo ,  la  descomunión 
contra  el  Emperador  Henríque  lY ,  i  fué  tanto 
su  odio  contra  él,  que  levantó  con  sus  mañas 
i  astuzias  á  Herrique  Y  contra  su  proprío  pa^ 

Hilo  contra  el  dr&*  ¿Qu^  cosa  puede  ser  mas  cruel  i  mashorren^ 

padre  iKw  ipati-  ^^  q^q  hazer  al  único  hijo ,  no  solamente  me- 

gailoo  del  Papa.       ^  ^     .      ,  ,         •     j    i      • 

'  nospreziar  a  su  padre,  sm  darle  ninguna  causa« 

desampararlo,  i  no  ayudarlo,  mas  aun  perse- 
guirlo con  mano  armada,  zercarlo,  prenderlo, 
por  engaño ,  i  así  preso,  permitir  que  muriese 

Crueldad.  una  miserable  muerte?  ¿I  quién  lo  inzitó  á  todo 
esto?  El  mismo  Papa,  que  como  sazerdote,  que 
se  llama,  había  de  exhortar  al  hijo,  á  amaría 
honrar  á  sa  padre,  como  Dios^  en  el  S.^  manda- 
miento de  su  santa  Leí ,  lo  manda.  I  aun  después 
de  muerto  el  Padre,  no  dejé  el  Papa  de  hazer  de 
las  suyas :  mandó  que  lo  desenterrasen ,  que  lo 
echasen  fuera  de  la  iglesia ,  i  que  su  cueipo  estu- 

GrueiPapa.  ^iese  zinco  años  sin  sepultura  Ghristiana.  Be 
otra  manera  manda  S.  Pedro ,  cuyo  suzesor  él  se 

/,  Pad., II,  13.  dezia  ser,  que  se  lionren  los  Reyes.  Sed,  dize, 
sqjetos  á  toda  ordenazion  humana  por  Dios:  ahora 
sea  Reí,  como  á  superior.  De  otra  manera  nos 

iiom.,xui,  i.  manda  S.  Pablo  que  los  honremos.  Toda  anima 
(dize)  sea  sujeta  á  las  potestades  superiores? 


I  DB  «ü  ÁÜTCttlDAD.  99 

porque  no  hai  potestad  sino  de  Dios,  etc.  Iten, 
escribiendo  á  Tito  le  dize:  Amonéstales  que  se 
sujeten  á  los  prínzipes  i  potestades ,  que  obe- 
dezcan y  etc.  Pero  quien  no  tiene  Tergüenza,  toda 
la  tierra  es  suya :  puede  hazer  todo  cuanto  qui- 
siere«  sin  tener  cuenta  ninguna  ni  con  Dios,*ni 
con  su  hijo.Jesu  Ghristo,  ni  con  sus  Apóstoles, 
que  mandan  que  honremos  á  los  Reyes,  i  les 
seamos  sujetos.  Jl  como  Pascual  era  hombre  in^- 
({uieto,  i  sedizioso,  tomóla  también  con  el  hijo: 
no  quiso  confirmar  los  Obispos  que  el  Herique  Y 
iiabia  nombrado.  Pero  el  Emperador  le  dio  el 
pago:  el  cual  disimulando  vino  al  Papa,  i  des- 
pués de  haberle  besado  los  pies ,  lo  hizo  prender, 
i  no  lo  quiso  sacar  de  la  prisión,  hasta  que  con- 
íímió  todos  los  dichos  Obispos,  i  que  lo  coro- 
nase. Pero  como  el  Emperador  volvió  las  espaldas 
para  dar  la  Tuelta  á  Alemán»,  luego  el  Papa, 
como  perjuro  que  era,  revoeó  todo  cuanto 
con  juramento  habia  prometido  al  Emperador,^ 
i  lo  descomulgó.  Zelebró  este  Papa  un  conzilío 
en  Gampania  de  Franzia ,  en  el  cual  quitó  las 
angeres  lejitimas  á  los  sazerdotes  de  Franzia; 
como  Hidelbrando,  su  maestro,  las  habia  quitado 
á  los  de  Alemana.  En  tiempo  deste  comenzaron 
los  Templarios.  Este  Papa  (como  ya  habernos 
dicho  en  Gregorio  VII)  hizo  desenterrar  el  ctier-^ 
po  de  Glemente  m  i  quemado.  Murió  Pascual 
silo  de  1118.  Don  Alfonso  Vil  reinó  en  Es- 

idasio  n*,  Gayetano ,  fué  hecho  con  gran  tu- 
multo Papa  sin  ningún  consentimiento  del  Em- 
perador: el  cual  hizo  un  gran  ejérzito  contra 
EoBHu  Ms0io,  temiéndok) ,  se  fué  con  los  de  su 


nt.,  ui,  t. 


El  Rmiierador 
preode  al  Papa. 


Tenplariot. 
Cruel  Papa. 


1  iit. 


Jelath)  rt. 


160  DEL  PAPA 

Dos  Pipas,      parzialidad  á  Gaeta.  El  Emperador  venido  á  R»- 

Gregorio  VIII.  ma  hizo  otro  Papa,  que  llamaron  Gregcurio  VD), 
Arzobispo  de  Braga.  Esto  hecho ,  el  Emperador 
ae  partió  de  Roma:  lo  cual  oido  por  Mmt^ 
▼ino  á  Roma  secretamente,  i  tomando  ánimfii 

Zisma9i4.  se  fa^  á  la  iglesia  de  Santa  Práxedis  á  átík 
misa  s  donde  los  del  bando  contrario  lo  acoras- 
tieron  de  tal  manera,  que  á  gran  pena  se  pudo 
escapar  de  sus  manos ,  i  asi  s^  fué  á  Pisa ,  i  de 
ahí  á  Franzia ,  donde  murió,  después  de  haber 
sido  un  año  i  algunos  dias  Papa.  Tuto  un  Gon- 
zilio  en  Colonia,  aunque  ól  no  se  halló  presenté 
en  él,  donde  el  Emperador  fué  descomulgado: 

PrivUe^io  de  ^  ^^  ^^  ordenó  que  sus  suzesores  los  Pontifizes 
Papts.  Romanos  no  podian ,  ni  debían  ser  juzgados  de 

ii<9.  nadie.  Murió  año  1119.  Don  Alonso  Vn  reinó  eft 

Castilla. 

Gaiistoii.  Calisto  U,  Borgoñon,  fué  elejido  donde  Je* 

lasio  murió ,  por  los  Cardenales  que  iban  con  üi 
la  cual  elezion  aprobaron  algunos  de  los  Carde» 
nales  que  estaban  en  Roma ,  i  en  Italia.  Hecho 
Papa  se  fué  á  Roma,  donde  fué  rezebido  min 
honoríficamente,  i  luego  envió  á  mandar  á  am 
legado ,  que  estaba  en  el  Conzilio,  que  continuase 
la  descomunión  contra  el  Emperador.  El  cual, 
temiéndose  que  no  le  acontezíese  como  á  su 
padre ,  admitió  las  condiziones  de  la  paz ,  aon- 
que  inicuas,  Tiviendo  aun  Gregorio,  qae  él 
habia  hecho  Papa.  Hecha  esta  paz,  el  ¿alisto 
se  dio  á  perseguir  á  Gregorio.  El  GregiHrio, 
viendo  su  partido  perdido,  se  fué  de  Boma  á  Su- 
trio ,  donde  le  siguió  Calisto ,  lo  prendió ,  i  coft 
gran  ignominia,  lo  trujo  á  Roma.  I  lo  m^  es 
un  monesterio.  Este  Calisto  hizo  Ifi  iglesia  ^ 


I  DB  SU  AQTOiiDAD. 


!•! 


SMttíago  de  Galizia  Ánobisptdo ,  i  híxo  «n  U- 
brodelos  milagros  de  Santiago:  eslo para  con- 
íiraiar  naa  la  idolalria « i  «mretener  mas  la  su- 
prntísion.  Murió  afio  de  11S4.  Don  Áloiiao  Vil 
relió  en  Castilla. 

Honorio  II « Boloñea,  no  entró  (como  dise  Pla- 
tina) con  baen  pie,  en  el  papado :  porque  lo  hu- 
vo  flu»  pof  ambizion ,  que  no  por  conientimien- 
to  de  buenos  hombres.  Los  Cardenales  elijieron 
por  Papa  á  Theobaldo ,  Cardenal  de  S.  Anasla- 
aia,  al  cual  llamaron  Zelestino  segundo.  Esta 
loé  la  zisma  85:  el  pueblo  quería  que  fuese  Papa 
«l'Oardenal  de  S.  Esteban.  Habia entontes  en  Ro- 
ma «1  hombre  muí  rico  llamado  León,  el  cual  bi- 
so tanto  eon  los  Cardenales ,  i  con  el  pueblo,  que 
niel  Cardenal  de  Santa  Anastasia  fiíé  Papa,  ni 
tampoco  el  de  San  Esteban ,  sino  el  que  él  quiso: 
alcoalUamaron  Honorio  U.  Este  Honorio  envió 
m  legado  Juan  Cremenie,  Cardenal  de  S.  6rí*> 
sonó  y  á  Inglaterra,  el  cual  Cardenal  en  un  Con* 
zilio  que  tuvo  en  Londres,  condenó  los  sazer- 
dotes  concubinarios  ( quiere dezir  casados),  i  él 
nísBiola  nocfab  siguiente  fué  tomado  con  el 
hurto  en  Us  manos:  cojiéronlo  con  una  mala 
OM^er:  lo  caal  (como  dize  Mateo  Parísio)  dio  no 
peipieño  escándalo  á  la  Iglesia.  Estos  tales  son 
como  los  Pharíseos,  de  los  cuales  dize  el  Sefiori 
(fout  atan  cargas  pesadas,  i  bien  difiziles  de  lle- 
var, i  póneokis  sobre  loa  hombros  de  los  hom- 
bfcs,  mas  ni  aun  con  su  dedo  las  quieren  mover. 
Murió  Honorio  año  de  i  180.  Don  Alonso  VH  re^ 
nó  en  Castilla. 

Inosenzio  n,  en  siendo  Papa,  mostró  gran  odio 
iRoJero  Bel  de  Siiüa,  conti^i  el  cual  salió 


Go■po•taltA^ 
lobUpado. 


litit 

Hooorio  U. 


ZelMtlDO  II. 
Zitnt  9S. 


Notable  tem- 
plo de  hipocre- 
sía. 


tilo. 
Inoieaiio  II. 


Anacleto  II. 
Dos  Papas. 
Zitma  ta. 


102  DIL  FAPA 

en  batalla f  i  ya  que  lolleTaba  deyenzida,  reí» 
aquí.  Tiene  el  hijo  del  Rei  i  prende  al  Papa,  i  á 
sus  Cardenales.  En  eHe  tiempo  los  RomanoÉ 
hizieron  otro  Papa,  que  llamaron  Anacleto  ñ^ 
quefuéla  Zisma  26.  El  Inozenzio  oyendo  esto^ 
compúsose  con  el  Rei ,  i  queriendo  Teñir  á  Ro* 
ma  no  se  atrevió:  i  asi  se  fué  á  Franzia,  i  ta!V0' 
un  Gonzilío  en  Glaramonte,  donde  condené  á 
Anacleto ,  i  foése  á  ver  á  Felipe  Reí  de  Franzia, 
i  después  fué  á  ver  á  Henrique  I,  Rei  de  In]^ 
térra,  i  después  á  Lothario  Rei  de  Alemana,  pa- 
ra que  lo  restituyesen  en  su  papado.  El  Lotharf»- 
Tino  con  gran  campo  sobre  Roma,  hizo  hiir  ^ 
Anacleto ,  i  asi  puso  á  su  Inozenzio  en  sn  silli. 
El  Papa  por  no  ser  ingrato  coronó  á  Lothario  por. 
Emperador.  Este  Inozenzio  ordené  que  cualquie- 
ra que  hiriese  algún  sazerdote,  ó  eclesiástíeo^ 
fuese  ipso  facto  descomulgado,  i  que  ninguno  lo 
pudiese  absolver,  sino  sdlo  el  Papa.  Gons.  xvit, 
q.  4.  Si  quis.  Murió  año  de  1 1 43.  Don  Alonso  Vü 
reinó  en  Gastilla. 

LuzioII  fué  hecho  Papa,  en  cuyo  tiempo  loa 
Romanos  no  podiendo  mas  sufrif  las  violenzlas 
i  tiranías  de  los  Papas,  elijieron  unPatrizio  Ra^ 
mado  Jordán.  Este  Patrizio  demandó  los  juros 
de  la  ziudad  de  Roma,  así  los  de  dentro,  coom 
los  defuera  de  los  muros,  dijo  que  este  derecho 
le  pertenezia  á  él,  por  razón  de  su  ofizio,  al  cual 
el  Papa  había  tanto  tiempo  usurpádose  para#í 
por  medio  de  Garlo  Magno  quitando  los  Patrizioa^ 

haíSfefu??  mÍ  ^^^^^  q**®  ®*  ^*P*  ^®  contentase  con  las  primi- 
ya  al  Papa.         zias,  dézimas ,  i  ofrendas ,  como  sus  predezeso- 

res.  El  Papa ,  viéndose  acosado  de  los  Romanos^ 
envié  sus  Embajadores  al  Emperador  Gonradd« 


ii4l. 


Luiio  II. 


I   DB  su  ÁÜXOEIDAI).  163 

rogándole  que  Tiniese  en  Italia  á  ayudarle :  lo 
cod  el  Conrado  no  pudo  hazer.  Viendo  el  Papa 
que  no  había  remedio  por  parte  del  Emperador^ 
uaó  de  una  astuzia «  i  fué  que  elperó  tiempo  en    iituiia  papal. 
<pie  lodos  los  Senadores  de  Roma  estuviesen 
jaitos  en  el  Capitolio  i  con  ellos  el  Patrizio: 
halüili  esta  oportunidad  el  Papa  fué  en  perso- 
na ,  eomo  buen  capitán ,  al  Capitolio  con  mochos 
86klaMlo8  para  destruir  totalmente  aquel  Senado. 
Luego  al  momento  la  fama  de  lo  que  pretendía 
elPqiaTold  por  Roma:  los  Romanos  tomaron 
Its  armas «  pelearon  bravamente^ntra  el  Papa, 
d  cual  recibió  tantas  pedradas  en  aquella  bata-     Papa  apedrea- 
lia,  que  poco  después  murió  dallas  año  de  1145,  2fto*di  uu!*°** 
no  habiendo  aun  cumplido  un  año  en  su  papado. 
Don  Alonso  Vil  reinó  en  Castilla.  En  tiempo 
deste  Don  Alonso  VII ,  i  papando  Eujenio  III  su-    Bujenio  ui. 
eesor  de  Luzio ,  Don  Alonso  I,  después  de  haber 
sido  27  años  Conde  de  Portugal ,  fué  hecho  Rei    Primer  Bel  de 
de  Portugal  9  habiendo  Tenzido  zinco  Reyes  Mo- '^''^^*'' 
ros:!  fué  Rei  46  años. 

Anastasio  IV  no  fué  tan  malo  como  sus  prede-  ^'^••^•»'®  í^- 
zesores.  Murió  en  el  segundo  año.  de  su  pontifi- 
cado. En  tiempo  deste  (como  cuenta  Mateo  Pa- 
rísio)  Guillermo  fué  restituido  en  su  Arzc^ispado 
de  Torque  en  Inglaterra ;  el  cual  en  el  mismo 
iftp  murió  de  ponzoña  que  le  echaron  en  el  c|¿|í*'*®  ®"  *' 
eállz  diziendo  Misa.  Don  Alonso  VII  reinó  en 
GasliUa. 

Adriano  IV,  Inglés,  hijo  de  Roberto  monje    Adriano iT. 
de  S.  Albano ,  en  siendo  elejido ,  no  quiso  ser  con- 
sagrado hasta  que  Arnoldo,  Obispo  Brixiense, 
fiíese  echado  de  Roma.  Este  Amoldo  habia  per- 
suadido á  los  Romanos  que  recobrasen  la  li- 


104  DEL  PAfÁ 

bertad  de  dejir  tos  Majistradot ,  i  de  gobernar 
8u  repábllca.  Pero  el  pueblo  ¡no  quiso  coozete 
lo  que  el  Papa  demandaba:  por  lo  cual  el  Papt 
los  descomulgó:  Al  fin  Amoldo  fué  echado  á» 
Roma,  i  los  cónsules  rennnziaron  su  ofizío.  Bu 
este  tiempo  rt  Emperador  Fndcrico  vino  á  te^ 
ma,  el  Papa  i  el  Clero  lo  encontraron  en  t¡lüm 
Entonzes  el  Emperador,  apeándose  de  sucaW 
losoieozia  del  ^®'  ««^«í^^  **  caballo  del  Papa,  i  lomó  el  eatrÜM 
Papa  porque  el  izquierdo  para  que  el  Papa  se  apease:  £1  Fsim 

2ene*^f  *c8iribo  ^  ^*®  ^^"'^  ^**  Emperador  porque  no  baftiia  !•» 
qoe habla  déte-  mado  el estríboydereeho :  deste  escarnio  el  Eoi* 
ner.  perador  se  enojó  algún  tanto,  i  respondiéndote 

sonriéndose  dijo:  Que  nunca  habia  sido  moxa 
de  espuelas.  £1  siguiente  dia  el  Papa  Tino  id 
campo  del  Emperador,  el  cual correjido  con  te 
reprensión  pasada  hizo  mejor  su  ofizio  tenié»* 
dolé  el  estribo  derecho.  Pasado  esto ,  el  Empí^ 
rador  se  quiso  coronar :  mas  el  Papa  no  lo  quiso 
coronar,  hasta  tanto  que  hubiese  echado  4e 
Pulla  á  GuiUermo  Rei  de  Sizilia,  i  esto,  que  ci 
Emperador  lo  hiziese  á  su  costa.  Vista  la  rtso» 
Inzion  del  Papa ,  los  Prinzipes  respondieron  qot 
era  menester  mayor  campo:  que  por  entornes 
coronase  al  Emperador,  i  que  voheria  con 
mayor  ejército,  i  baria  lo  que  mandaba,  i  asi 
fué  coronado  el  siguiente  dia.  Partido  el  Empe» 
rador,  el  Papa  viéndose  destituido  de  su  ayudaí 
descomulgó  al  Rei  de  Sizilia,  abschió  á  todúi 
sus  vasallos  del  juranrento  de  fideüdad.  Pero 
viendo  que  todo  esto  no  leiservia  de  nada,  instigó 
al  Enq»erador  de  Grecia  Manuel,  contra  G¿» 
Uermo  >  el  Guillermo  viéndose  tan  aproado  de« 
mandó  paz,  prometiendo  que  restituirla  todo. 


I  DB  8D  AÜTOIIDÁD.  105 

hnú  Pa|^«  por  consejo  de  algunos  Cardena- 
les qae  ganaban  con  la  guerra ,  no  se  la  quiso 
coBseder.  SI  GoíUermo  Tiendo  las  cosas  desespe- 
ndas,  hizo  ana  grande  armada  ^  con  la  cual 
hato  huir  al  Emperador:  «ercd  á  BenaTente, 
dtade  eslaba  d  Papa  co»  sus  Cardenales ,  i  pa- 
sóles «i  tanto  estrecho,  que  le  rogaron  con  la 
psiflacoalel  Guillermo  conzedié:i  asi  el  Pa- 
pe lo  declaró  Reí  de  ambas  Sizilias.  £1  Empe- 
ndor  de  Alemana  mandó  en  este  tiempo ,  que 
lí  si  Papa  enviase  sus  legados  á  Alemana ,  que 
so  fuesen  rezebídos,  mas  que  les  mandasen 
Tslfeise.  Mandó  el  Emperador  que  ninguno  ape<-  bi  Bmp«rador 
km  á  Roma ,  i  puso  su  nombre  en  las  Letras  ™p*e°e  á^^a^  *^ 
ntssdel  ttonü>re  del  Papa:  con  lo  cual  el  Papa 
leenojd  moi  mucho:  como  pareze  por  una 
cota  que  envió  quejándose  destas  cosas,  que 
el  Eoqperador  mandaba:  á  la  cual  el  Empera- 
dor ehrlstíanamente  respondió,  diziendo  en- 
tie  otras  cosas,  que  Jesu  Christo  mandó  dar  á 
Usar,  lo  que  era  de  Zésar,  i  que  asi  lo  habia 
de  hazer  el  Papa  siendp  su  Ticarío :  da  las  causas 
por  qué  bus  Cardenales  no  eran  admitidos :  por- 
foe  eran,  diae,  no  predicadores,  sino  robado- 
íes  í  cuando  ellos  hizieren  su  deber  i  ofizio,  en- 
tenzes  no  lesdqarémos  de  ayudar.  El  D.  Illescas 
en  su  hist.  pontü  en  la  vida  deste  Adriano  IV, 
pénela  carta  del  Papa:  pero  como  astuto  no 
pone  la  respuesta  del  Emperador;  la  cual  pone 
Raaeiero.  Al  fin  descomulgó  al  Emperador.  Pe- 
lo si  Papa  no  pudo  mas  mostrar  su  odio :  por- 
fw  ee  nmríó,  de  «na  mosca,  que  tragó  afío  de  unamoseama- 
IIH.  Este  Papa  conzedió  á  Henrique  segundo,  ^^ ''  ^'P"* 
iei  de  Ii^t^rror  ^  B^fiorío  de  Irlanda.  En  este 


106  DEL  PAPA 

iist.  año  de  1159  murió  Don  Alonso  VII,  que  reinó  eii 

Castilla  51  años. 

Alejandre  111,     Alejandre  III,  Senes,  fué  hecho  Papa  con  gnn 

diabólico.  revuelta:  porque  9  Cardenales,  que  tenían  la 

parte  del  Emperador:,  hizieron  Papa  al  Cardenal 

Víctor  ir.  de  San  Clemente ,  al  que  llamaron  Yictor  IV, 
muerto  Víctor,  fué  elejído  en  su  lugar  Pascual, 
i  después  Calisto,  i  después  Inozenzío.  Todos 
estos  se  opusieron  uno  tras  otro  á  Alejandre. 

ZitmaiT.        Esta  fué  una  muí  gran  Zisma,  que  fué  la  S7. 

tis9.  El  último,  que  fué  Inozenzío,  mal  de  su  grado 

renunzíó.  Duró  esta  Zísma  todo  el  tiempo  -que 
papó  Alejandre,  que  fueron  22  años.  £1  Empe- 
rador Frederieo  en  tiempo  desta  Zisma  ta?o 
una  Dieta  en  Pavía,  donde  mandó  que  el  Ale- 
jandre i  el  Papa  su  contrario ,  pareziesen,  para 
que  la  causa  se  examinase,  i  asi  aquel  solo  fíle- 
se Papa ,  que  tuviese  mas  derecho.  El  Alejan- 
dre,  haziéndose  burla  de  los  mensajeros  del 
Emperador,  soberbiamente  respondió :  £1  Pon- 
tifize  Romano,  de  ninguno  deber  ser  juzgado.  I 
luego  escribió  á  los  Prinzipes  Ghristianos ,  i  des- 
comulgó al  Emperador ,  i  á  Víctor  Papa :  En- 
vió buenos  presentes  al  Cardenal  que  tenia  sos 
vezes  en  Roma,  para  que  ganase  la  voluntad 
de  los  Romanos,  i  elijíesen  Cónsules,  que  to- 
masen su  parte:  á  esto  ayudó  mucho  Felipe 
Reí  de  Franzia.  Viendo  el  Emperador  la  obsti- 
nazion  de  Alejandre,  juntó  grande  ejérzitOt  i 
vino  á  Italia:  Venido  el  Emperador  á  Bríxia, 
Harmanno,  Obispo  de  aquella  ciudad,  que  habla 
sido  Secretario  del  Emperador,  le  persuadió 
(i  esto  por  consejo  de  Alejandre ,  que  se  temía), 
que  con  este  tan  gran  ejérzito  pasase  en  la 


I  BB  Sü   AUTORIDAD.  167 

tíent  tanta  para  hazer  la  guerra  á  los  Turcos. 
El  Emperador  moTÍdo  con  la  exhortazion  de 
Hinnanno,  pensando  que  todo  era  agua  limpia, 
i  que  no  había  engaño ,  partióse  para  hazer  la 
loenra  á  los  Turcos :  de  los  cuales  hubo  muchas 
vietorias ,  i  ganó  muchas  zludades ,  i  entre  ellas, 
h  zjadad  de  Jerusalen.  Alejandre ,  oyendo  ta- 
les i  tan  grandes  Tíctonas ,  comenzó  de  nuevo 
i  temer  que  el  Emperador  á  la  vuelta  en  Italia 
k)  querría  meter  de  nuevo  en  orden.  Para  evitar    papt  matador. 
tuMo  mal,  procuró  todos  los  medios  posibles 
pira  destruirlo  i  hazerlo  matar.  Envió ,  pues,   Estraujema  del 
ott  pintor  Que  con  sus  colores  píntase  al  natural  ^'P** 
ú  Emperador,  la  cual  pintura,  ó  retrato,  envió- 
ú  Papa  al  Soldán ,  avisándole  con  sus  cartas, 
fue  si  quería  vivir  quietamente ,   que  hiziese 
matar,  por  engaño,  aquel  á  quien  aquel  retrato 
«ipmentaba.   El   Soldán,  tomando  el  consejo 
tete  diabólico  Papa,  procuró  por  todas  las  vías 
posibles  matarlo  s  i  no  pudiendo  con  fuerza  de 
armas,  con  mañas  i  astuzias.  Estando,  pues, 
el  Emperador  en  Armenia  i  su  campo  marchan- 
do«  hazíendo  entonzes  gran  calor,  el  Empera- 
ter  ae  quiso  bañar  en  un  rio ,  i  no  quiso  que  que- 
tee  con  é\  sino  uno  desús  capellanes:  estando 
ni  solo,  fué  preso  por  los  que  el  Soldán  había 
enviado  para  que  lo  amaitinasen:  i  preso  fué 
Ifffado  por  las  selvas  i  bosques  al  Soldán ,  sin 
que  ninguno  de  los  del  Emperador  lo  sintiese, 
ai  supiese.  Su  jente  de  caballo  lo  buscó  aquel 
Üa  i  otro,  i  no  lo  hallando,  la  fama  corrió  por 
il  ijépsito  que  el  Emperador  se  había  ahogado. 
I  aM  pensando  que  fiíese  ahogado ,  se  volvie- 
lan  i  808  tierras.  £1  Emperador,  presentada  al 


Í9ñ  DBL  PAPÁ 

Soldán «  finjió  que  era  el  portero  del  Bmpen- 
dor :  mas  el  Soldán ,  conoziéndolo  mal  bien  pot 
el  retrato  que  el  buen  Papa  le  habia  en?M¡dOt 
mandó  que  le  trujesen  el  retrato  i  las  cattai 
que  el  Papa  le  üabia  enviado :  las  cuales  hizo  Wt 
en  su  presenzia.  El  Emperador  quedó  entoil* 
zes  atónito ,  i  viendo  que  su  negarse  no  le  servia 
de  nada ,  confesó  quién  era ,  i  demandó  miseri- 
cordia. El  Soldán,  vista  la  gran  bondad  i  prados* 
zia  del  Emperador,  usó  de  una  gran  jenii^ 
za  con  él ,  i  fué ,  que  le  dio  libertad  con  condizIiNi 
que  hubiese  paz  para  siempre  jamás  entre  elloei, 
i  que  pagase  cien  mil  ducados  por  su  reaea« 
te:  por  los  cuales  quedase  su  capellán,  qoe  jIm* 
tamente  con  él  había  sido  preso ,  hasta  tattto 
que  pagase.  Estos  conziertos  hechos ,  el  SoldaQ 
envió  al  Emperador,  dándole  mochos  presen* 
tes,  i  proveyéndole  de  todo  lo  nezesario  para  $m 
camino,  lo  hizo  acompañar  de  34  de  á  caballot* 
i  asi  vino  á  Brixia,  donde  paró.  Oyendo  hm 
Prinzipes  de  Alemana  la  venida  del  EmperadoPt 
vinieron  á  besarle  las  manos ,  i  á  darle  el  Pa- 
rabién de  su  vuelta.  El  Emperador  hizo  mer- 
zedes  á  los  del  Soldán,  que  le  habían  acom* 
panado ,  i  los  envió  á  su  señor.  Pasado  esto ,  el 
Emperador  tuvo  una  dieta  en  Norimberga ,  donde 
contó  lo  que  le  habia  acontezido ,  la  gran  tra^ 
zion  del  Papa ,  i  leyó  la  carta ,  que  el  Papa  habla 
enviado  al  Soldán.  Visto  esto  por  los  Prinzipeti 
prometieron  al  Emperador  su  ayuda  para  cmn* 
plir  con  lo  que  habia  prometido  al  Soldán  i  para 
castigar  al  Papa  Alejandre.  Hizose  un  gran 
campo,  el  cual  pasó  por  Italia  sin  contradhÉiOD 
aUigona ,  1  tomó  la  voelta  de  Roma.  El  Empo- 


I  DB  SU  ADTOUDAD.  189 

ridor  fovió  stu  embajadores  á  Roma»  por  los 
cuales  demandaba  (sin  bacer  menzion  ninguna 
de  la  Tdlaqueria  i  injuria,  que  el  Papa  Ale- 
jandre le  babia  becbo),  que  la  causa  de  los  Papas 
Aese  oída  i  eiiaminada,  i  que  aquel  fuese  Papa, 
qqe  mas  derecho  tenia.  I  así  la  zisma  zesase. 
<1  Alejandre,  Tiendo  su  partido  mal  P^^^a^^o,  ^^¿•¿•^^^^ 
as  boyó  de  noche  á  Gaeta,  i  de  ahí  á  Benavente,  noero.  ^ 
1  de  alli,  Testiéndose  con  los  vestidos  de  su 
cosinero,  se  Tino  á  Yenezia  en  el  año  i  7  de  su 
pontificado,  donde  se  bizo  hortelano  de  un 
Bienesierio:  de  donde  con  grande  pompa  fué 
sacado  por  mandamiento  del  Duque  de  Yenezia 
Sebastian,  i  llevado  mui  pontificalmente  á  la 
iglesia  de  S.  Marcos.  Esta  historia  cuenta  Ñau- 
dero,  Barno,  Funzioi  otros.  Oyendo  el  Empe- 
ndor  que  el  Papa  estaba  en  Yenezia,  pidió  á  los 
Itoszianos,  que  le  entregasen  su  enemigo, 
kiBibre  tan  p^mizioso ,  lo  cual  negado  por  los 
Vsoezianos ,  el  Emperador  envió  su  hijo  Otbon 
oon  una  armada  i  mandóle  que  no  pelease  basta 
qiwil  viniese.  El  mancebo,  deseoso  de  ganar 
tuna,  peleó  contra  el  mandamiento  de  su  padre 
con  los  Yenezianos,  de  los  cuales  fuévenzido, 
iJlevado  preso  á  Yenezia.  Esta  fué  una  notable 
victoria:  porque  el  Jeneral  de  los  Yenezianos, 
fve  se  lÍamaJ[>a  Zlano,  no  llevaba  sino  treinta 
lakras ,  [  Otbon  setenta  i  zinco.  Contaré  aquí 
toque  cUze  frai  Juan  de  Pineda ,  lib.  xxv,  cap.  7, 
|in.  Ziano  entró  glorioso  en  Yenezia,  ect. ;  i  un 
poco  mas  abajo :  El  Papa  le  dio  el  parabién  de 
Is  líictoría ,  i  le  dio  un  anillo  de  oro,  diziendo  que 
lele  daba  en  señal  que  le  conzedia  el  Señorío  del 
BMrqueélbalHa  ganado,  ique  queria  quele  echase 


lio  DBL  PAPA 

en  la  mar ,  para  que  como  con  arras «  oUígMe  á 
Desposorio  del  la  mar  como  á  su  esposa,  á  conservarse  siempre 
!!•?<»  u  mar!^  debajo  del  imperio  Veneziano :  i  que  aquella  zere- 
monia  quería  que  se  híziese  cada  año  por  todos 
los  Duques  venideros  en  un  dia  señalado.  I  un 
poco  mas  abajo :  la  zeremonia  pasada  fué  en  el 
dia  de  la  Aszension ,  i  el  Papa  conzedió  para  siem- 
pre en  aquella  iglesia,  en  tal  dia  como  aqud,  in- 
duljenzia  plenaria,  etc. ;  hasta  quí  Pineda.  Enso- 
berbezidocon  esta  victoria  Alejandre,  no  quiso 
hazer  paz  con  Frederico ,  hasta  tanto  que  él  mis* 
mo  en  persona  viniese  á  Yenezia  en  el  dia  que  d 
Papa  le  señalase.  £1  padre ,  con  el  amor  que  tenia 
á  su  hijo ,  liizo  todo  cuanto  se  le  mandó.  Yino, 
pues,  á  San  Marcos:  donde  el  Papa,  viéndolo 
todo  el  pueblo ,  mandó  al  Emperador  que  echan* 
dose  por  tierra  demandase  misericordia.  Lo 
cual  luego  hizo  el  Emperador.  Entonzes  el  Papa 

pescn¿o*deiEm-  P'^^  ^^  ®"®  P'®*  *^  pescuezo  del  Emperador,  que 
perador  Frideri-  estaba  prostado  por  tierra ,  i  con  boca ,  que  ha- 
^^'  bla  blasphemias,  dijo:  Escrito  está.  Sobre  el 

Pío/.  xci«  13.  xspide  i  basilisco  andarás,  i  hollarás  al  león  i 
al  dragón.  El  Emperador,  sintiéndose  afrentado 
desto,  respondió:  no  á  ti,  sino  á  Pedro.  A  lo 
cual  el  Papa ,  acozeando  el  pescuezo  del  Empe- 
Biuphema  ti-  rador ,  dijo :  I  á  mi ,  i  á  Pedro.  Entonzes  el  Empe- 
raoia.  rador  calló :  i  asi  el  Papa  lo  absolvió  de  la  desco- 

munión. Otro  semejante  caso  como  este,  aconteció 
al  Emperador  Henrique,  del  cual  habemos  ha- 
blado en  la  vida  del  Papa  Gregorio  Vil.  Las 
condiziones  de  la  paz  fueron,  que  el  Emperador 
tuviese  al  Alejandre  por  verdadero  Papa :  i  que 
le  restituyese  todo  cuanto  durante  la  guerra 
le  habia  tomado.  Hecha  la  paz ,  el  Emperador  h 


t  DB  iÜ  AüfOUDAD.  111 

(Ninid  con  «ahijo.  Cuenta  Roberto  Móntense  en 

Milii8toría«  que  Luis  Rei  deFranzia^i  Henri- 

qoe  Rei  de  Inglaterra «  yendo  á  pie  i  teniendo 

elfreno  del  caballo  ^  sobre  el  cual  iba  este  Ale- 

juMÍre,  el  uno  con  la  mano  derecha ,  f  el  otro  con 

ii  izquierda  lo  llevaron  con  gran  pompa  por  la 

lindad  de  Bojanzi  que  está  sobre  el  rio  Luera.  En 

tieii^  deste  Alejandre  levantó  Dios,  para  repri^    Valdemet  iflo 

mir  el  fausto  i  tiranía  pontifical,  á  los  Vaidenses^  ^^  ^'*'* 

óeomo  otros  los^  llamaron ,  Pobres  de  León ,  año 

ddSeñor  de  1181 ,  en  el  cual  año  murió  esta  bes- 

til.  Don  Sancho  III  reinó  en  Castilla. 

Luzlo  m  fué  por  común  consentimiento  de  Luxio  iii, 
loB  Cardenales  elejido:  el  cual  intentó  desha- 
ler  el  nombre  de  Cónsules  de  Roma.  Por  lo  cual 
1m Romanos,  enojados  mui  mucho,  lo  echaron 
de  Roma,  i  afrentaron  con  diversos  jéneros  de 
afrentas  á  los  de  su  parzialidad ,  i  aun  á  algunos 
Marón.  Murió  año  de  1 185.  Don  Sancho  III  reí-  uti. 
aéen  Castilla. 

Urbano  m  (al  cual  por  ser  turbulento  llama-    Urbano  nu 
ron.  Turbano),  como  cuenta  Alberto  Crantzio 
ensu  historia  Sajónica,  lib.  vi,  cap.  52,  babia  de- 
Iwninado  de  descomulgar  al  Emperador,  por- 
fK  le  iba  á  la  mano  i  no  le  dejaba  hazer  lo  que 
fKiia.  Pero  no  lo  hizo:  porque  se  murió  antes 
fK  él  quisiera,  año  de  1187.  Don  Alonso  Yin    t<«7- 
veteó  en  Castilla.  Los  Moros  tomaron  áJerusalen    Jemuien  to- 
tt  este  tiempo.  po,, 

Gregorio  Yin  murió  antes  que  fuese  dos  me^    Gregorio  viii' 
ees  Papa. 

Clemente  in,  luego  en  siendo  Papa ,  inzitó  los    clemente  iii« 
Prinzipes  Christianos,  como  sus  predezesores 
le  hablan  hecho,  á  la  guerra  ultramarina.  Lo 


112  DEL  PAPÁ 

cual  hazían  los  Papas,  no  taatoporcA  aereazoi' 
tamiento  de  la  Christiandad,  cuanto  por  sin 
particulares  intentos  i  provechos,  como  lo  halM- 
mos  dicho  en  Alejandre  m.  Porque  los  Priozi» 
pes  estando  tan  lejos,  i  bien  embarazados  con 
las  guerras  contra  infieles,  los  Papas  podían  ha* 
Los    Daneses  ¿er  i  hazian  todo  cuanto  quedan.  Este  Glemen* 

qaieren  sos  sa-  .      ,  i  ^   ^   i      t\ 

serdotet  casados  te  descomulgo  á  los  Daneses,  porque  quemn 
que  sus  sazerdotes  fuesen  casados  ( no  aman- 
zebados).  Murió  año  1191.  Don  Alonso  Yin  rei- 
nó en  Castilla. 
ZeiesUDo  III.  Zelestino  III,  el  siguiente  dia  después  de  ser  he- 
cho Papa,  coronó  á  Henrique  VI ,  i  sintiendo  muí 
mucho  que  Tancredo ,  hijo  bastardo  de  Bojero, 
fuese  Rei  de  Sizilia  (al  cual  los  Sizilianos  hablan 
elejido  por  Rei,  muerto  su  Rei  Guillermo  mu 
■oDja  se  casa  heredero),  el  Papa,  casó  al  Emperador  con  Gont- 

Papa."**""*  ^^^  tanza,  hija  de  Rojero,  sacándola  del  monestmo 

dePanormo,  donde  era  monja;  con  condizioB 

que  demandase  por  dote  el  reino  de  ambas  Si- 

zilias  echando  fuera  á  Tancredo ,  que  ya  lo  po- 

sizUiafeudoda-seía:  con  condizíon  que  el  Emperador  pagase 

tarta  del  Papa,    p^j  g^y  Hg¡  ^^  gizilia  SU  feudo  al  Papa:  lo  cuid 

fué  causa  de  mucho  derramamiento  de  sangre! 
Muerto  este  Emperador  Henrique,  hubo  gNn 
Zisma  en  el  imperio :  de  tal  manera,  que  apenas 
unaparrochia  convenia  con  otra:  tanta  era  la 
disensión.  Destas  contiendas  entre  los  sazerd^ 
Notable  diebo  tes ,  el  Papa  enriquezió  en  gran  manera.  PorqiKa 
feose^'con^a  7a  s^  hablan  de  concluir  en  Roma,  como  lo  notó 
Corte  Romana.    Conrado  Lichtenao,  Abad  Vesperjense:   coyas 
palabras,  por  ser  tan  dignas  de  perpetua  memo- 
ria ,  las  pondré  aquí.  Apenas  (dize)  quedó  al- 
gún Obispado,  ó  dignidad  eclesiástica,  que  no 


I  DB  Sü  AUTORIDAD. 


113 


tuviese  pleitos:  cuya  causa  se  llevaba  á  Roma: 
Pero  no  con  las  manos  vazías :  Gózate,  ó  madre 
noestra ,  Roma ,  porque  las  cataratas  de  tesoros 
se  abren  en  la  tierra,  para  que  vengan  á  ti  los  ar- 
royos i  ríos  de  dinero  en  gran  abundanzia.  Alé- 
grate sobre  la  maldad  de  los  hijos  de  los  hombres: 
Porque  para  la  recompensa  de  tan  grandes  males, 
á  tí  se  da  el  prezio.  Deleítate  con  tu  ayudadora 
la  discordia ,  que  ha  salido  del  pozo  del  infernal 
abismo ,  para  que  muchos  premios  d^  dinero  se 
te  amontonen.  Tienes  lo  que  con  sed  deseaste. 
Canta  Cantar:  Porque  por  la  malizia  de  los 
iiombres  ,^  no  por  su  pia  relijion ,  has  venzido  al 
mundo.  A* tí  trae  los  hombres,  no  su  devozion, 
sino  la  perpetrazion  de  grandes  abominazio- 
nes ,  i  la  dezision  de  los  pleitos  por  prezio  com- 
prada. Hasta  aquí  el  Abad.  Quien  esto  ahora 
d^ese ,  sería  un  hereje ,  un  Luthero.  Murió  Ze- 
lestíno  año  de  1198.  Don  Alonso  VIU  reinó  en 
Castilla. 

Inozenzio  III,  al  cual  los  historiadores  lla- 
man nozentísimo ,  tuvo  tan  grande  odio  con  el 
Emperador  Felipe,  por  haber  sido  elejido  por  los 
Prinzipes  de  Alemana,  contra  su  voluntad,  que 
dijo  estas  palabras :  O  el  pontífize  quite  la  corona    Papa  animoso. 
i  reino  á  Felipa ,  ó  Felipe  quite  al  pontífize  su 
pontificado:  i  así  levantó  contra  el  Emperador 
á  Othon ,  que  era  gran  guerrero  i  temerario. 
Derramóse  muí  mucha  sangre  por  causa  del    El  Papa  baxo 
Papa  :  hasta  tanto  que  otro  Othon ,  gran  trai-  S  Erapmdw  "" 
dor,  mató  á  Felipe,  i  asi  su  competidor  Othon 
Yino  á  Roma,  i  fué  coronado  por  el  servizio 
que    había    hecho    al   Papa.   Nótese    lo    que 
habernos  dicho  en  Alejandre  terzio  contra  él 


1198. 


Inozenzio  lii. 


114  DEL  PAPA 

Emperador.  Pero  la  amistad  no  duró  mucho 
entre  Inozenzio  i  Otbon;  Porque  Othon ,  que- 
riendo  recobrar  lo  que  los  Papas  se  habian  usur- 
pado del  imperio,  fué  descomulgado  por  el  Papa, 
i  anathematizado  cualquiera  que  dijese,  ó  tu- 
viese á  Othon  por  Emperador:  i  así  procuró 
el  Papa  que  los  Prinzipes  elijiesen  por  Empe- 
rador á  Frederico ,  Rei  de  Siziiia.  Los  Papas  son 
como  las  malas  mujeres,  que  no  aman  mas  á 
sus  rufianes  de  cuanto  las  sirven.  En  tiempo  deste 
fsis.  Papa,  que  fué  en  el  año  de  121 S ,  algunos  nobles 

de  Alsazia  (como  lo  cuenta  Hulderico  M uzio)  con- 
denaron al  Papa  por  impio :  á  causa  que  no  per- 
mitia  que  los  sazerdotes  fuesen  casados :  i  los 
Obispos  quemaron  á  zíen  personas  en  un  dia :  la 
causa  era ,  porque  dezian  estos  bombres  ser  lízílo 
al  Ghristiano  comer  carne  i  casarse  en  cualquiera 
tiempo  del  año.  Si  esta  es  herejia,  hereje  es 
I,  nm.^iv,  3.  S.  Pablo,  I,  Tim.  iv,  3,  donde  llama  apóstatas  de 
la  fé,  á  aquellos  que  prohiben  el  matrimonio,  i  las 
viandas  que  Dios  crió ,  etc.  Este  Inozenzio  m 
zelebró,  so  color  de  recobrar  la  Tierra  santa,  el 
Gonzilio  Lataranense :  pero  su  prinzipal  intento 
fué  descomulgar  al  Emperador,  i  deponerlo, 
porque  habia  tomado  algunas  ziudades  del  pa- 
confesión  au-  trimonio  de  S.  Pedro.  Salió  el  Papa  en  este  Con- 
ricuiar  impaesta  zilio  con  la  confesión  auricular :  Este  Papa  fué 
ponnozcniioiii  ^^  primero,  que  echó  esta  carga  sobre  los  Chrís- 
cáiiz  prohibido  tlanos.  Él  fué  el  primero ,  que  prohibió  el  cáliz 
á  los  laicos.        gn  jg  comunión  de  los  (que  llaman)  laicos.  Esta 

prohibizion  se  confirmó  en  el  Gonzilio  Gons- 
tanziense.  Este  condenó  por  hereje  á  Aimeríco, 
varón  doto ,  i  mandó  que  sus  huesos  fuesen 
femados  en  Paris,  i  todos  los  que  tuviesen  su 


I  DB  8Ü  AUTORIDAD.  115 

OjNuJoa.  Esto  hizo  el  Papa  (dize  fraí  Domingo 

de  Soto  en  uno  de  sus  sermones),  porque  este 

Aiflierico  había  enseñado  que  las  imájínes  debían    tagnes. 

ser  echadas  fuera  de  los  templos.  O  Papa,  ¿no  ^.^^  que  veda 

»**-  ,..-..,  J^,  j        .       **  j    Dlo§    manda   el 

vees  que  prohibe  Dios  lo  que  tu  mandas ,  i  manda  Papa, 
lo  que  tú  prohibes?  Con  razón  te  llaman  Ante* 
ehristo.  £1  Gonzílio  Eliberino,  que  se  zelebró 
eo  España  casi  en  el  mismo  tiempo  que  el  I^ize- 
no  I.*',  mandó:  que  lo  que  se  reverenzia,  ó  adora, 
no  se  pinte  en  las  paredes ,  como  al  prinzipio 
deste  tratado  dijimos.  Ordenó  este  Papa,  que 
cuando  los  Prinzipes  no  concordasen  en  la  ele- 
zion  del  Emperador ,  que  la  tal  elezion  quedase 
al  arbitrio  del  Papa.  (De  la  elezion  del  Empera- 
dor, i  de  la  autoridad  de  los  siete  Electores ,  leed 
á  Garrion,  lib.  v ,  fol.  3  i  5.  El  Papa  no  tiene  que 
fcr  en  ella.)  Mandó  que  el  Dios  Pan,  el  Dios  ¡«f ■7¿y¿"^° *^" 
oblea ,  se  guardase  en  las  iglesias ,  i  que  cuando  ""j,,^  **.\| 
lo  llevasen  á  algún  enfermo ,  que  fuese  delante  lumbre  'delante 
del  una  campanilla  con  una  lumbre.  Ordenó  ^«'  Meramente. 
que  el  Papa  deba  correjir  á  los  Prinzipes  del 
aniverso  mundo ,  i  que  ninguno  sea  tenido  por 
Emperador  que  no  fuere  coronado  por  el  Papa. 
Si  esto  es  verdad ,  sigúese  que  ni  nuestro  Espa- 
ñol don  Hernando ,  ni  su  hijo  Maximiliano ,  ni  su 
nieto  Rodolpho,  que  hoi  es  Emperador,  no  fue- 
ron Emperadores:  pues  que  ninguno  destos 
tres ,  sin  otros  muchos ,  fué  coronado  del  Papa. 
Murió  año  de  1216.  Thomás  Gantipratente,  Do-    mt. 
minicano  (como  lo  cuenta  frai  Juan  de  Pi- 
neda, lib.  XXI,  cap.  26,  §  séptimo),  escribe 
que  este  Inozenzio,  después  de  muerto,  apa- 
rezió   á  la  santa  virjen    Lutgarda    ardiendo 
en  crueles  llamas ,  i  la  dijo  que  hasta  la  fin 


116  DBL  PAPA 

del  mundo  andaría  de  aquella  manera :  i  que  por 
tres  pecados  habla  merezido  ser  condenado  para 
siempre,  sino  que  la  gloriosa  madre  de  Dios  i 
de  misericordia  le  favorezió ,  porque  había  eáiñ* 
cado  una  Iglesia  en  honra  de  su  santo  i  dolse 
nombre :  i  díze  este  autor  que  la  santa  Lutgarda 
le  dijo,  qué  pecados  habían  sido ,  masque  él,  por 
honra  del  Papa ,  no  los  quiso  escrebir.  O ,  ecle- 
siásticos ,  que  revolTeis  las  iglesias  por  yeros  pre- 
lados ,  plega  á  Dios  que  no  Tengáis  á  peor  qne 
Inozenzío :  hasta  aquí  Pineda.  Abre  los  ojos ,  Es- 
paña, i  acaba  de  entender  quién  sea  el  Papa,  á 
quien  adoras  como  á  Dios  en  la  tierra:  Don 
Alonso  IX  reinó  en  Castilla. 
Honorio  iii.  Honorio  terzio  coronó,  contra  el  descomulk 
gado  Othon  IV ,  i  Henrique  I ,  á  Frederique  II, 
hijo  de  Constanza  la  monja  ( de  la  cual  habla- 
mos en  Zelestino  III),  al  cual  Frederique,  el 
Papa  después  descomulgó,  porque  quería  ha- 
ber lo  que  era  suyo  en  Sizilía  í  en  Pulla.  Este 

j  Juschriic  no  se  Honorio  vedó  que  el  Derecho  zivil  se  leyese  en 
París.  En  tiempo  deste  Papa,  año  de  1SS3,  un 
Adán,  Obispo  Cathanense,  en  Escozia,  descomul- 
gó á  ziertos  hombres ,  porque  no  le  pagaban  las 
dézimas ,  los  de  la  ziudad  se  enojaron  tanto  con- 
obispo  quema-  tra  él ,  que  lo  quemaron  en  su  cozína.  Sentióse 

do  en  su  cozína.  tanto  desto  el  Papa ,  que  no  paró  hasta  tanto  que 
hizo  al  Reí  de  Escozia ,  que  se  llamaba  Alejandre, 

¿pj p",*^"^"**^**^  que  hizíese  ahorcará  400  dellos,  íquesushiíM 
fuesen  castrados ,  para  que  no  quedase  su  nom- 
bre en  la  tierra.  Cruel  es  esta  bestia  i  vendíca- 
1327.  tiva.  Murió  año  de  1S27.  Don  Hernando,  que 

Sevilla  ganada,  llaman  el  santo,  que  ganó  á  Sevilla ,  i  á  Córdoba, 
i  á  gran  parte  del  Andaluzía,  reinó  en  Castilla. 


I  DE  Sü  AÜT(HIIDAD.  ii7 

Gregorio  nono,  sobrino,  ó  por  mejor  dezir,    Gregorio  ix. 
de  Inozenzio  t^zero ,  tuvo  grande  odio  con- 
tn  Frederique ,  i  así  confirmó  la  sentenzia  de 
doicomunion  que  Honorio  habia  dado  contra  él, 
üo  quiso  oir  los  Embajadores  que  el  Emperador 
le  envió  para   desculparse.  Inzitó    á  muchos 
Pdfizipes  contra  él.  Lo  cual  visto  por  el  Empera- 
dor, para  huir  la  furia  del  Papa,  se  fué  para  Pa- 
lestina á  hazer  la  guerra  al  Soldán :  lo  cual  el 
Pipa  mandaba  que  híziese.  Pero  como  el  Em- 
perador hubo  pasado  el  mar,  luego  el  Papa  se 
apoderó  de  la  Pulla,  i  no  consentid  que  los 
soldados  cruzados ,  que  hablan  de  ir  á  servir  al 
Emperador  pasasen  el  mar.  El  Emperador  se 
Iwbo  allá,  donde  estaba,  mui  valerosamente,  de 
Bianera  que  ganó  á  Jerusalen,  iá  otras  ziuda- 
des,  hizo  treguas  con  el  Soldán  por  diez  años. 
Todo  lo  cual  hizo  saber  al  Papa  por  sus  Emba- 
jadores, pensando  que  el  Papa  se  liolgaria.  Mas    cruei  Papa  i 
tanto  va ,  que  el  Papa  se  alegrase  con  las  nue-  menuroso. 
vas ,  que  mandó  nuttar  á  los  que  las  habian  traido, 
porque  no  las  dijesen  á  otros,  i  echó  fama, 
que  d  Emperador  era  muerto.  Esto  hizo  el  Papa, 
á  fin  que  ziertas  ziudades  de  Pulla,  que  aun 
no  se  le  habian  rendido,  oida  la  muerte  del  Em- 
perador se  le  rendiesen.  En  esto  el  Papa  se  mos- 
tró verdaderamente  hijo  del  Diablo ,  homizida 
i  mentiroso :  i  para  que  el  Emperador  no  po- 
díase volver,  el  Papa  escribió  al  Soldán  rogán- 
dde  que  no  entregase  la  Tierra  santa  al  Empe- 
rador. Pero  el  Emperador,  puesto  todo  en  buen 
orden ,  dló  la  vuelta  para  Italia ,  i  recobró  lo  que 
el  Papa  le  habia  usurpado  en  PuUa.  Visto  esto  por 
djhfa,  tomólo  otra  vez  á  descomulgar,  acha- 


118  DBL  PAPA 

candóle  que  habia  hecho  treguas  con  el  Soldán. 
Al  fin  el  Papa ,  por  medio  de  los  Prinzipes«  úh 
solvió  al  Emperador:  pero  fué  menester  pagar 
zien  mil  onzas  de  oro  por  la  absoluzion.  O,  ziento 
i  S5  mil  onzas,  como  dize  Hist.  pontif.  en  la 
▼ida  deste  Gregorio  nono.  Pero  P^auclero «  frai 
Juan  de  Pineda,  Rerum  Germanicarum  epitoméy 
i  Garrion,  lib.  y,  dizen  zienlo  i  veinte  mil  onzas  de 
oro.  Aquí  se  vee  cuan  caramente  venda  el  Papa 
sus  mercaderías ,  que  son  bien  viles :  no  haí  mer- 
zero,  no  haí  buhonero,  ni  Aljenkifao,  que  venda  tan 
caro  su  mercadería ,  como  el  Papa  vende  su  tinta, 
papel,  zera,  i  plomo.  Partido  de  Italia  el  Empe- 
rador, luego  entendió  que  el  Papa  i  sus  confede- 
rados le  querían  quitar  el  imperio :  i  asi  dio  la 
vuelta  sobre  Italia,  i  castigó  los  rebeldes.  Lo 
cual  oido  por  el  Papa ,  lo  descomulgó  de  nuevo, 
el  cual  entonzes  estaba  en  Pavía :  i  no  podiendo 
ya  mas  sufrir  la  avarizia ,  atrevimiento  i  tiranía 
del  Papa ,  determinó  darlas  á  conozer  á  todos 
los  fieles  Ghristianos ,  para  apartarlos  del  error, 
i  falsa  relijion  de  los  Papas.  Por  esta  causa  man- 
dó á  un  varón  bien  ejerzitado  en  la  sagrada  Es- 
critura, que  en  su  presenzia  hiziese  un  sermón, 
en  el  cual  tratase  de  la  descomunión ,  i  de  la 
Iglesia  Romana.  I  acontezió,  que  acabado  d 
sermón  fueron  de  tal  manera  los  errores  de 
la  Iglesia  Romana  descubiertos,  i  las  astu- 
zias  i  engaños  de  los  Papas  tan  manifiestos, 
que  el  Emperador  escribió  al  Papa  estos 
versos, 
Roma  diu  titubans  longuis  erroribus  acta 
Corruet^  et  mundi  desinet  esse  caput. 
Que  quiere  dezir:  Roma,  que  mucho  tiempo 


I  DE  Sü  AVTORIDAD. 


119 


ha,  anda  titubeando ,  caerá ,  i  dejará  de  ser  cabe- 
za del  mundo.  iiO  cual  vemos  que  cada  dia  se  va 
mas  verificando.  ¿  Cuántos  reinos  han  dejado  la 
tirania  Romana?  £ste  Papa  mandó  que  al^t;^  TafiYiacam- 
Karia  i  á  la  Salve  Regina,  antipbona  tan  blas-  fuT' ai  altar.  *' 
phema  contra  Ghristo,  la  cual  este  Papa  él,  el 
primero,  mandó  que  se  cantase  en  los  templos, 
86  tañese  la  campana:  mandó  también  que  se 
tañese ,  cuando  alzan  á  su  Dios  de  pasta.  Es- 
te Papa  fué  grandísimo  devoto  de  San  Fran- 
zisco.  I  asi  mandó  que  los  fieles  creyesen  que 
San  Franzisco  tuvo  las  zinco  plagas.  Frai  Juan 
de  Pineda,  como  fraile  Franziscano,  trata  á  la 
krga  esta  materia,  lib.  xxii,  cap.  S3,§III;i 
capt  39 ,  §  III ,  trata  de  las  santas ,  que  se  dize 
lnl>er  tenido  las  plagas  como  San  Franzisco :  la 
cual  historia  hallaréis  al  fin  deste  libro  en  el  Enjam- 
bre de  falsos  milagros.  Este  Papa  (como  lo  nota 
frai  Juan  de  Pineda,  lib.  xxi ,  cap.  33,  §  III)  copiló  Decretales. 
i  ordenó  las  Decretales.  Las  Leyes  de  los  Papas, 
por  las  cuales  se  rijen  los  Canonistas ,  unas  se  lla- 
man Decretales,  que  son  (como  lo  nota  Pineda 
en  el  lugar  alegado)  epístolas  determinativas  de 
algunas  causas  dudosas ,  que  el  Papa  solo ,  ó  con 
parezer  de  los  Cardenales ,  compone  siendo  con- 
mutado de  alguno :  i  Decreto ,  se  llama  lo  que  el  Decreto. 
Papa  estable2e  con  consejo  de  sus  Cardenales, 
sin  ser  preguntado  de  alguno;  i  Canon,  loque  cánon. 
ae  estableze  en  Conzilio  universal:  i  es  esta 
distinzion  déla  Glosa  Ca.  Omnes,  dist.  ni,  sobre 
nn  Decreto.  Añade,  que  se  llama  Dogma,  el  es- 
tatuto en  materia  de  la  fé ,  i  Mandamiento,  lo 
que  consiste  en  materias  de  vizios,  ó  de  virtu- 
des: i  si  es   prohibitivo  se  llama  Entredicho, 


Dogma. 
Mandamiento. 


Sanzion. 


Sesto. 


Clementinas. 


1S§  D£L  PAPA 

sin  pena  señalada :  i  Sanzion ,  el  miembro  de  IK 
Lei  que  sópala  la  pena  á  los  traingresores ,  etc.; 
i  un  poco  mas  abajo :  Otras  constituzíones  ^  que 
otros  Papas  ban  hecho  despuss  acá  están  en  el 
otro  volumen ,  que  llamamos  libro  sesto ,  copi- 
lado  i  autorizado  por  el  Papa  Bonifazío  yill«  i 
publicado  por  él ,  en  el  Gonzilio  de  León  de 
Franzia ,  i  después  compuso  muchas  otras  Cle- 
mente V,  Uámanse  Glementinas,  etc.  Otras  es- 
travagantes  hizieron  muchos  Papas,  etc.:  Uámanse 

Estravagantes.  Estravagantes ,  porque  no  andan  ensertas  en  loe 
títulos  del  derecho,  como  las  otras  ordinarias ,  si^ 
no  sueltas  cada  una  por  si ,  tratando  cada  una 

Ouodiibetog.  su  materia  distinta:  bien  como  los  quódlibetM 
se  llaman  ansi,  por  ser  entre  Theólogos,  cuesli<K 
nes  singulares  tratadas  á  su  parte,  cada  cual  en  so 
materia.  Parezióme  (pues  que  se  trata  en  este  li* 
bro  de  la  autoridad  del  Papa)  poner  aquí  los 
nombres  de  las  leyes  con  que  el  Papa  rije  su  Igle* 
sia.  Jesu  Ghristo ,  única  cabeza  universal  de  su 
universal  Iglesia,  rije  su  Iglesia  con  la  palabra  de 
Dios  contenida  en  el  viejo  i  nuevo  TestamentOi 
que  llamamos  la  Biblia ,  que  tanto  nuestros  ad* 
versarlos  aborrezen  i  detestan  como  á  pestilen- 
zia,  como  á  dotrina  de  demonios:  i  poresot 
prohiben  la  lezion  de  ella,  con  tan  rigurosos  cas- 
tigos, llamándola  libro  de  herpes.  Levántate,  Se»- 
ñor,  no  duermas,  espárzanse  tus  enemigos,  i  huí- 
gan  los  que  aborrezen  tu  santa  Lei,  que  tu 
Majestad  ha  promulgado  por  la  boca  i  escritos  de 
los  santos  Prophetas  i  Apóstoles.  Murió  este  Gre^ 
gorio  IX  año  de  1241 .  Don  Hernando  III  reinó  en 
Castilla. 

zeiestinoiv.       Zelestino  cuarto,  Milanes,   tentó    perseguir 


I  DB  Sü  AUTORIDAD.  ISi 

coioto  pudo  al  buen  Emperador  Frederico;  lo 
cual  no  pudo  hazer;  porque  no  fué  Papa ,  sino 
ii  dias,  siendo  (como  se  dize)  atosigado.  Di*    Tósigo. 
ttk  iiistoria,  que  en  la  elezion  deste  Zelestino 
coarto,  un  Cardenal  inglés,  llamado  Roberto 
Sofflerton,fué  atosigado,  porque   no  suzedie-    Tósigo. 
se  á  Gregorio  nono.  Muerto   Zelestino ,  vacó 
el  papado  casi  21  riieses,  porque  el  Emperador 
pnndJó  los  Cardenales.  Mas  al  fin,  á  ruegos  del 
finperador  de  Constantinopla  Balduino,  i  de 
otros,  los  soltó.  Don  Hernando  terzero  reinó  en 
España. 

hozenzio  IV,  Ginovés,  en  siendo  Papa,  de  inozenzioiv. 
inigo  intimo  del  Emperador  Frederico  II,  se 
iiiio<enemigo  mortal.  Contaré  aquí  lo  que  Jeró- 
nimo Mario  dize  deste  Papa:  dize  del,  que  en 
sjeado  Papa,  tuvo  un  Conzilio  en  León  de  Fran- 
zli  contra  el  Emperador ,  en  el  cual ,  el  mismo 
Papa  zitó  al  Emperador.  El  Embajador  del 
Emperador  suplicaba  al  Papa,  que  se  le  diese 
tiempo  para  que  pudiese  venir  al  Conzilio :  este 
tiempo  el  Papa  no  quiso  dar :  antes  como  furio- 
10,  luego  descomulgó  al  Emperador,  i  lo  depuso, 
mandando  que  ninguno  le  diese  obedienzia,  i 
nnndó  á  los  Prinzipes,  que  elíjiesen  otro  Em* 
perador:  á  los  cuales,  de  tal  manera  solizító ,  i 
con  promesas  engañó,  que  elijieron  por  Em- 
perador á  Heorique  Landgrave  de  Turinjia :  lo 
cual  entendido  por  Frederico  II ,  se  defendió  va- 
lerosamente contra  el  Papa ,  i  ios  demás ,  basta 
tatto  que  estando  en  Pulla,  no  pudo  escaparse  de 
los  lazos  del  Papa:  donde  un  zierto  bombre  ei  Papa  iiazf 
corrompido  con  dinero  del  Papa ,  lo  atosigó.  "'^^^'JY  "*  *^"' 
las  con  todo  esto  ,  comenzó  á  convalez^r » basta  ^^'* 


12S  DBL  PAPA 

tanto  que  an  manzebo  llamado  Maníredo«  cor' 
rompido  también  con  dineros  del  Papa  (como 
algunos  dizen) ,  con  una  almohada  lo  ahogó.  En 
lo  que  toca  á  este  buen  Emperador,  no  se  debe 
dar  crédito  ni  á  Blondo,  ni  á  Platina,  ni  á  Este- 
Ha,  ni  á  Sabelico:  porque  ellos  escribiéronlo  que 
el  Papa  i  sus  aduladores  dezían  contra  este  buen 
Emperador ,  para  provocar  contra  él  á  todo  d 
mundo ,  si  pudieran.  Quien  quisiere  saber  la  tct- 
Petrut  de  Vi-  dad ,  lea  á  Petrus  de  Yineis,  en  sus  seis  libros  de 
°^'*'  epístolas.  Hasta  aquí  Mario.  En  este  tiempo  bobo 

predicM^onfra  ®"  S«cv¡a  predicadores,  que  con  gran  libertad 
el  Papa.  predicaron  la  verdad  contra  el  Papa,  i  contra 

los  Cardenales :  los  cuales  justificaban  la  causa 
del  Emperador  Frederico  II,  i  de  su  hijo  Conra- 
do :  i  atreviéronse  á  dezir ,  que  ni  el  Papa ,  ni  los 
Cardenales ,  ni  los  Obispos,  tenian  autoridad  al- 
guna, visto  que  todos  ellos  estaban  mancha- 
dos de  simonía ,  i  que  ningún  poder  tenian ,  que 
Cbrísto  les  hubiese  dado :  dezian ,  que  los  sazer- 
dotes  estando  en  pecado  mortal,  ni  ligaban,  ni 
absolvían,  ni  tampoco  consagraban,  etc.:  al  fin  de 
sus  sermones  dezian,  que  las  induljenzias  que 
ellos  anunciaban ,  no  eran  finjidas  del  Papa ,  ni 
inventadas  de  sus  perlados ,  sino  conzedidas  por 
el  omnipotente  Dios.  En  el  sobredicho  Conzl- 
lio  Lugdunense  ordenó  Inozenzio ,  que  los  Car- 
denales usasen  de  sombreros  rojos  (que  llaman 
Gapelof, PaUot,  Capelos),  i  que  usasen  de  Palios,  i  que  cabaK 
CabaUotenlaeía- gasen  g^  caballos  enjaezados.  I  esto  (como  dize 
Platina)  para  adornar  su  orden  de  Cardenales. 
Notad,  á  este  propósito  de  Cardenales,  lo  que  Pero 
Mejia,  en  la  vida  del  Emperador  Henrico  H^,  dize, 
donde  #e  haze  burla  de  pintar  á  S.  Jerónimo 


I  DE  SU  AÜTOBIDAD.  1S3 

eoa  capelo :   porque  San  Jerónimo  murió  sus 
850  años  antes  que  Inozenzío  IV  inyentase  los 
capelos.  Este  Papa  Inozenzio  IV ,  tuvo  muchos 
bastardos,  á  los  cuales,  conforme  á  la  costumbre 
papfstiea,  llamaba  sobrinos.  Hasta  el  tiempo 
déste  Papa  (como  nota  Bibliandro)  no  era  ar- 
tículo de  fé,  ni  la  leí  de  la  iglesia,  que  los  hom- 
bres adorasen  al  pan,  ni  al  vino  déla  Eucharístia. 
Este  Papa  fué  el  primero  que  crió  un  nuevo  dios  Transubtunzia- 
porsu  transubstanziazion :  aunque  es  verdad  que  d5°pan*1*deUi- 
Honorio  m  comenzó  este  edifizio.  Este  Papa  ofre-  no. 
zió  al  Rei  de  Inglaterra,  Herique  terzio,  el  Reino 
de  ambas  Sizilias,  si  lo  quería  comprar.  Muríó 
tfio  de  1854,  estando  enNápoles.  Don  Alonso  dé-    iis4. 
zimo,  que  llaman  el  sabio,  que  fué  Emperador, 
reinó  en  Castilla. 

Alejandre  cuarto.  Italiano,  lo  prímero  que    Alejandre iv. 
hizo  ñié  perseguir  á  Manfredo,  Rei  de  SiziÚa, 
i  asi  lo  descomulgó:  por  lo  cual  hubo  grandes 
revueltas  en  Italia.  En  tiempo  deste  Papa  hubo 
un  hombre  doto,  llamado  Guillermo  de  Santo     Guiíienno  de 
Amor,  el  cual  escribió  contra  la  finjida  pobreza  fñ^iMii^dicaD- 
de  los  frailes  Mendicantes :  los   cuales  libros  tea. 
dPapa  con  un  terrible  edicto  prohibió.  Afirmaba 
eate  baen  hombre,  estos  pobres  oziosos ,  i  hara- 
ganes, que  de  limosnas  vivian ,  no  estar  en  es- 
tado de  salvazion.  Este  Alejandre  cuarto,  fa- 
vorezía  de  secreto  á  Ricardo ,  hijo  de  Juan,  Rei 
de  Inglaterra ,  por  el  dinero ,  que  le  habia  pro- 
metido, sí  lo  hiziese  Emperador:  pero  en  pú-    Papadedobia- 
bfeo  daba  á  entender  que  favorezia  al  Rei  Don  ^®  co"«on- 
Alonso  dézimo  de  España ,  de  quien  ya  habia 
rezdl>klo  muí  buen  dinero.  Hombre  de  dobla- 
do corazón ,  nunca  baeno.  Murió  ano  de  126S,    ista. 


i  24  DEL  PAPA 

laei.  ó  como  otros,  1S61.  Don  Alfonso  dézimo  reinó 

en  Castilla. 
Urbano  IV.         Urbano  cuarto ,  Franzés  ,  en  siendo  Papa,  la 
tomó  contra  Manfredo ,  como  su  predezesor  Ale- 
jandre cuarto :  i  para  mejor  poderse  vengar» 
rogó  al  Rei  de  Franzia  Luis ,  que  enviase  en 
Italia  con  gran  campo  á  su  hermano  Garlos,  Con- 
de de  Provenza  i  de  Anju  ,  al  cual  nombró  Bd 
de  ambas  Sizílias.  Al  fin  Garios ,  después  de  mu- 
chos tranzes  de  guerra ,  venzió  i  mató  á  Manfredo 
cerca  de  Benavente:  i  así  tomó  en  feudo  los 
Reinos  de  Sizílía  con  el  Ducado  de   Calabria 
i  de  Pulla  ,  dándoselo  el  Papa  contra  todo  de- 
recho :  como  aquel  que  todo  cuanto  haze ,  va 
tuerto.    Este  manifiesto    latrozinio    fué   causa 
íf  *  u"d  ^^  c  ^^  ^®  muchas  muertes  que  se  siguieron.  Este  ür- 
pa«  Ghristi  á  pe-  bano  IV  instituyó ,  á  instigazion  de  una  zierta 
tiziondeuna  mn-  mujer  llamada  Eva ,  reclusa  en  tierra  de  Lieja 
jer,  a  o  e  i264.  ^j^  ^^^j  ^j  Urbano  habia  familiarmente  conozido 
antes  que  fuese  Papa),  la  gran  fiesta  del  Dioá 
Pan,  llamada  Corpus  Ghristí.  Esta  mujer  (co- 
mo cuentan  Amoldo  Bostio ,  i  Pedro  Premons- 
trátense )    tuvo    una   revelazíon ,  diabólica  sin 
duda ,  sobre  la  zelebrazion  de  la  fiesta  del  Sa- 
cramento :  la  cual  declaró  por  sus  cartas  al  Papa, 
rogándole  que  con  su  autoridad  papal  la  hízieae 
zelebrar.  Lo  cual  el  Papa  conzedió,  como  pareze 
por  una  carta,  que  en  respuesta  envió.  Esta 
carta  comienza :    ürbanm  Episcopus  servíu 
servorum  Dei,  dilectce  in  Christo  fUi(B  Bvm 
salutem ,  et  cmtera.  Urbano ,  Obispo ,  siervo  de 
ios  siervos  de  Dios ,  á  la  amada  hija  eu  Chrislo 
Eva,  salud  i  apostólica  bendizion.  Sabemos,  ó  hija, 
que  con  gran  deseo  ha  deseado  tu  ánima ,  qae 


1  DE  8Ü  AUTOEIOAD.  ISS 

iasolene  fiesta  del  cuerpo  de  nuestro  Señor  Jesu 
Grí8to   sea   instituida  en  la   iglesia  de  Dios, 
|MU«  ser  zelebrada  para  siempre  jamás,  de  los 
Mes  Christianos ,  ,etc. ;  la  carta  es  larga ,  i  por 
eso  no  la  pongo  aqui ,  contentándome  con  po- 
ner Ja  suma.  Veis  aqui,  hermanos  mios  ,  la  oca- 
aíoQ  desta  tan  solene  fiesta ,  zelebrada  con  tantas 
danzas,  castillos ,  tarascas,  juegos ,  pelas,  calles 
entoldadas  i  entapizadas :  es  el  día  de  la  gran- 
dísima superstizion  i  idolatría :  es  el  dia  en  que 
mas  YeUaquerias  se  cometen,  que  virtudes  se 
huen :  porque  ¿quién  en  aquel  dia  no  quiere  vor, 
i  ler  visto  6  vista?  i  lo  demás  que  pasa ,  que  es 
mas  de  llorar,  que  de  reir.  Es  verdad  que  el 
Papa   Honorio  terzio,  echó  los  fundamentos  i 
liizo  las  zanjas  deste  edifizio.  Murió  Urbano  IV 
año  de  IS65  ,  ó  como  otros,  1S64.  Don  Alonso    laes. 
dézimo  reinó  en  Castilla. 

Clemente  cuarto,  Franzés,  fué  cruel  i  gran     clemente  iv, 
derramador  de  sangre  como  sus  predezesores.  ^'"^'* 
Eate  llamó  en  Italia  á  Carlos ,  Conde  de  Anju, 
eentra  Manfredo ,  Rei  de  Sízília.  Garlos  venzió 
i  mató  á  Manfredo :  el  inclemente  Clemente    Siziiia  paga  ai 
hizo  á  Carlos  Rei  de  SizUia  i  de  Jerusalen ,  pero  SJÍ'p^jtí"' 
coa  condlzion  que  le  diese  cada  año  40000  du- 
cados. Bsto  fué    causa  que  una  infinidad  de 
hombres  fuesen  muertos.  Porque Conradino,  hijo 
heredero   de   Conrado,    Rei  de  Sizília,  quiso 
defender  su  derecho.  Pero  el  Carlos  lo  venzió 
1  prendió  zerca  de  Capoles ,  i  juntamente  con 
él  prendió  á  Frederique,  Duque  de  Austria ,  i  por 
consejo  del  Papa  los  degolló.  Porque  el  Garlos 
eacribió  al  Papa,  ¿qué haría  de  su  prisionero 
Conradino?  El   Papa    respondió:    La  vida  de 


126  DBL  PAPA 

Garlos,  muerte  de  Gonradino ,  etc.  Después  desto 
Adriano  quinto  demandó  socorro  ai  Emperador 
FriDuses!  ^^  Rodolfo  contra  este  mismo  Garlos.  Por  medio, 
pues ,  deste  maldito  Papa ,  ^  reino  de  lYápoles 
vino  á  los  Franzeses,  i  el  Ducado  de  Suevia  se 
*"^'  acabó.  Murió  este  carnizero  año  de  1270.  La  sede 

descante?"**  ^*^^"'^*  ^^^^  mucho  tiempo:  dos  años,  nucTC 

meses ,  i  dos  dias.  Don  Alonso  X  reinó  en  Gas- 
tilla. 
Gregorio  X.  Muerto  Glemente  IV,  los  Gardenales,  que 
eran  17,  se  juntaron  para  elejir  nuevo  pontí- 
fice, entre  los  cuales  hubo  tanta  discordia,  que 
casi  en  tres  años  no  pudieron  convenir.  Porque 
cada  uno  dellos  pretendía  ser  Papa.  £1  Rei  Fe- 
lipe de  Franzia,  i  Garlos,  Rei  de  Sizilia,  oyendo 
esta  gran  discordia,  vinieron  áViterbo,  donde 
los  Gardenales  estaban:  rogáronles  que  despa- 
pachasen, i  elijiesen  pontífíze.  Pero  toda  esta 
pena  i  ruego  de  los  Reyes  sirvió  de  nada :  i  así 
se  volvieron  sin  hazer  nada.  Tanta  era  la  ambí- 
zion  de  los  Gardenales!  Entonzes,  Juan,  Obispo 
Cardenal  Portuense,  viendo  la  gran  pertinazia 
de  los  Gardenales ,  les  dijo ,  cuando  estaban  en 
la  elezion  invocando  al  Espíritu  santo:  Señores, 
destechemos  esta  cámara:  porque  el  Espíritu 
santo  no  puede  entrar  á  nosotros  por  tantas  te- 
chumbres. Este  mismo  Gardenal,  cuando  enten- 
dió que  Gregorio  era  Papa ,  compuso  estos  dos 
versos : 

Papatus  munus  tulit  járchidiaconus  unns : 
Quempatretn  patrum  fecit  discordia  fratrum. 

Quieren  dezir :  £1  ofizio  del  papado  se  lo  llevó 
un  Arzediano :  al  cual  la  discordia  de  los  her- 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  127 

manos  hizo  Padre  de  los  Padres.  Todo  esto  cuenta 
PanTJno,  fraile  Augustino.  Yeís  aquí  lo  que  los 
mismos  Romanistas  cuentan  de  las  elezíones  de 
sos  Papas :  Veis  aquí  el  Espíritu  santo  que  pre- 
side en  sus  eleziones ,  Ambizíon.  Elejido ,  pues, 
desta  manera  Gregorio  X ,  zelebró  un  Gonzilio 
eo  León  de  Franzia  año  de  1273,  en  el  cual  se     <>"• 
liajló  presente  Miguel  Paleólogo ,  Emperador  de     Treze    vezeK 
Gonstantinopla :  el  cual  aprobó  la   dotrina  de  io>  griegos  han 
la  iglesia  Romana ,  habiendo  sus  predezesores  tanuit*  revocado 
lietAo  lo  mismo  doze  vezes ,  i  otras  tantas  revo-  ^"  dotrina  pipu- 
cado.  En  este  Gonzilio  se  ordenó ,  que  muerto  el  ^  ^'' 
Papa ,  los  Cardenales  se  enzerrasen  en  un  cón- 
clave. I  lo  demás  que  dize  Panvino  en  la  nota 
que  haze  sobre  Platina  en  la  vida  deste  Grego- 
rio X.  El  cual  Tolvió  á  renovar  la  guerra  de  la 
Tierra  santa.  Este,  en  zinco  años  que  Papó,  nunca 
Tido  á  Roma.  Murió  año  de  1276.  Don  Alonso  X     ists. 
reinó  en  Castilla. 

Inozenzio  Y,  Borgoñon,  fué  el  primer  fraile    inozenzio  v. 
Mendicante  que  fué  hecho  Papa :  por  lo  cual  favo-     Primer  fraiifí 
rczió  muí  mucho  á  sus  Dominicanos.  Murió  en  el  JJI'^pí"'*  **"* 
mismo  año  que  su  predezesor ,  habiendo  papado 
seis  meses  i  dos  dias. 

Adriano  Y ,  Jinovés ,  fué  sobrino  de  Inozen-  Adriano  v. 
zioIY,  ócomo  se  piensa,  hijo.  Este,  en  siendo 
Papa,  se  fué  de  Roma  á  Yiterbo :  de  donde  escri- 
bió al  Emperador  Rodolfo ,  que  viniese  á  ayudarle 
contra  Garlos,  Rei  de  Sizilia :  á este  Garlos  habian 
hecho  los  Papas  pasados  Rei  de  Sizilia  contra 
todo  derecho:  como  lo  notamos  en  la  vida  de 
Clemente lY ,  pero  el  Emperador,  ocupado  con 
la  guerra  de  Bohemia ,  no  pudo  socorrerlo :  no 
Papó  sino  un  mes ,  i  7  dias ,  i  asi  murió. 


128  DBL  PAPA 

Juan  XXII.  Juan  XXII  ( ó  XXI ,  ó  XX ) ,  natural  de  Lisbona, 
i  médico  en  profesión  antes  de  ser  Papa ,  fué  lla- 
mado en  Latín  Petrus  Híspanus.  Este,  aunque 
era  tenido  por  muí  doto ,  era  mui  ignorante  i 
nezio  en  gobernar.  I  como  dize  Platina ,  por  esto 
hizo  mas  daño  que  provecho  al  pontificado.  Mu- 
chas cosas  hizo ,  que  mostraron  su  locura  i  li- 
viandad. Una  cosa  tuvo  buena ,  que  ayudaba  con 
henefizios  i  con  dinero  á  la  juventud ,  cuando  via, 
que  se  inclinaba  al  estudio :  este ,  como  hombre 
loco,  se  prometia  por  las  estrellas  que  viviría 
muí  mucho:  i  asi  lo  dezia  á  todos.  Pero  mui  al  re- 
vés le  acontezió.  Porque  [en]  una  Cámara,  á  lacual 
Valerio  llama  Cámara  de  juegos,  i  Estella  la  lla- 
ma Tálamo  prezioso ,  que  él  habia  hecho  edificar 
en  el  palazio  de  Viterbo  para  su  pasatiempo ,  á 
cabo  de  cuatro  días  cayó  en  tierra  súbitamente: 
i  el  Papa  fué  hallado  entre  la  madera  i  las  piedras: 

1377.  el  cual,  al  cabo  de  7  días,  murió  año  de  1277,  ha- 

biendo papado  8  meses  i  8  días ,  siendo  Rei  Don 
Alonso  X. 

Nicolao  III.  Nicolao  III  fué  elejido  seis  meses  después 
de  la  muerte  de  su  predezesor :  porque  los  Car- 
denales no  podían  concordar :  al  fin  deste  tiem- 

Ei  Senador  de  po ,  presidiendo  en  el  cónclave  Carlos ,  Rei  de 
"''cóndaTe^' ^"  Sízilía,  como  Senador  que  era,  fué  elejido  Ni- 
colao III.  El  cual,  en  siendo  Papa,  luego  comenzó 
á  perseguir  á  Carlos :  quitóle  la  Vicaria  de  He- 
truria :  quitóle  la  potestad  de  Senador ,  que  Cle- 
mente IV  le  habia  dado :  vedó  que  ningún  Rei 
ni  Prinzipe  de  ahí  en  adelante  se  atreviese  á  de- 
mandar ni  administrar  aquel  ofizio ,  i  tomóselo 
para  sí.  Pero  Martino  IV ,  su  suzcsor,  se  lo  res- 
tituyó. Porque  asi  concuerdan  los  Papas,  que  lo 


I  DB  «ü  ÁUTOEIOAD.  1S9 

fue  uno  haze,  otro  dcshaze.  Este  Nicolao  r&-  un  Papa  d«tka- 
voMó  la  Italia  con  muchas  guerras.  I  para  mejor  ^  ^^  vie  otro 
poder  salir  con  sus  intentos,  persuadió  á  don 
Pedro ,  Reí  de  Aragón ,  que  demandase  ei  reino 
de  Siziüa ,  pues  era  suyo ,  por  parte  de  su  mujer 
Gostanza.    Este  consejo  plugo  mucho  á  Don 
Pedro,  lo  cual  fué  causa  de  mucho  derrama- 
miento de  sangre.  Murió  Nicolao  año  de  1281.     *>*'• 
Don  Alonso  X  reinó  en  Castilla . 

Martino  IV,  Francés  (Panvino  lo  llama  H),    ■•rtinoiir. 
rezibió  con  gran  humanidad  á  Garlos,  Rei  de 
Slsilia,  i  le  restituyó  la  dignidad  de  Senador,  i 
i»  demás  que  su  predezesor  le  habia  quitado: 
descomulgó  á  Don  Pedro ,  Rei  de  Aragón ,  que    Don  Pedro  det- 
hazia  grande  armada  para  venir  en  Sizilia  contra  co««ís«do. 
Garlos :  dio  su  reino  en  presa  al  primero  que  lo 
pudiese  ocupar:  absolvió  á  todos  sus  vasallos 
del  juramento  que  le  hablan  hecho  como  á  Rei, 
etc. ;  pero  de  todo  esto  el  Don  Pedro  no  hizo 
caso,  mas  antes  pasó  en  Italia,  i  ayudado  del 
Emperador  de  Gonstantinopla  Paleólogo ,  ganó  á 
Sizilia.  Los  Sizilianos  ya  tenian  gran  odio  con- 
tra los  Franzeses ,  por  sus  lujurias  i  insolenzías. 
Asi  que  conjuraron  contra  Garlos ,  i  contra  sus 
Franzeses,  i  tañendo  las  campanas,  salieron  i 
«atáronlos  á  todos ,  sin  tener  respeto  ni  á  sexo, 
ni  á  edad:  mataron  á  chicos  i  á  grandes,  á 
hombres ,  i  á  mujeres ,  aunque  estuviesen  pre- 
Hadas.  Estas  son  las  vísperas ,  que  llaman  sizi-     vísperas  sfzí- 
fianas,  tan  nombradas.  Después  desto,  el  Garlos,  '*'°*'' 
viniendo  de  Ñapóles  con  su  armada ,  fué  venzido 
i  preso ,  i  enviado  á  Aragón :  como  lo  cuenta 
Phitipa.   Este  Papa  Martino  tuvo  la  manzeba 
de  m  predezesor  Nicolao  III.  Murió  Martino 


130  DBL   PAPA 

fsit.  año  de  1285,  habiendo  papado  4  años  i  un  mes. 

Del  cual  djze  Platina,  que  hizo  muchos  mila- 
gros después  de  su  muerte.  Don  Alonso  X  reinó 
en  Castilla. 

Honorio  iv.  HonorioIV,  siguiendo  las  pisadas  de  supre- 
dezesor  Martino  lY,  confirmó  la  descomunión  i 
entredicho  contra  Don  Pedro ,  que  ocupaba  el 

1388.  reino  de  Sizilia.  Murió  Honorio  año  de  1S88, 

en  el  segundo  año  de  su  pontificado.  Don  Sancho 
el  Bravo  reinó  en  Castilla. 

Nicolao  IV.  Nicolao  IV  fué  elejido  al  cabo  de  diez  meses 
i  ocho  dias  de  sede  vacante.  En  tiempo  deste 
hubo  grandes  revueltas  en  Roma:  i  asidizen, 

IS9S.  que  murió  de  dolor  i  tristeza  año  de  1292.  Muer- 

to I^icolao,  los  Cardenales  se  fueron  de  Roma 
á  Perusio ,  para  quietamente  poder  elejir  nuevo 

Grao  vacuion  Papa.  Pero  con  todo   esto,  tantas  fueron  las 
del poaUfteado.  (jigcordias  entre  ellos,  que  en  dos  años  i  tres 
meses  i  dos  dias ,  no  pudieron  concordar.  Don 
Sancho  reinó  en  Castilla. 

zoietUDo  V.        Zdestino  Y,  después  de  tan  gran    vacazion, 
fué  hecho  Papa  por  favor  de  Carlos,  Reí  de 
Ñapóles,  i  del  Cardenal  Latino.  Este  Papa,  en 
el  primer   Consistorio  que   tuvo   (como  dize 
Christiano    Maseo ) ,    queriendo    reformar  la 
p  Papare  ha- iglesia,  quiso  comenzar  la  reformazion  de  los 
xión ,  no  TiTirá  eclesiásticos  residentes  en  Roma ,  para  dar  ejem- 
mucho.  pío  á  los  demás:  porto  cual  los  eclesiásticos  se 

conjuraron  tanto  contra  él,  que  lo  llamaban  Ton- 
to i  loco :  entre  los  cuales  habia  un  Cardenal  lla- 
mado Benedeto,  ó  por  mejor  d«*.zír,  Maledeto, 

Bonifazio  VIH.  que  dcspues;  siendo  Papa,  se  llamó  Bonifazio  Ym. 
Este,  digo,  puso  una  zierta  persona  en  el  apo- 
sento del  Papa,  la  cual  persona  dezia  por  uba  ze- 


I  DB  8Ü  AimmiDAD.  131 

bratana  muchas  noches  estas  palabras:  Zeles-  iioubie  hitto« 
tino,  Zelestíno,  renunzia:  porque  la  carga  ^  [JS'gaí'foípípí? 
mayor  de  lo  que  tus  fuerzas  pueden  llevar.  El 
Zelestíno ,  siendo  un  hombre  bueno ,  sin  engaño 
i  no  malizioso,  como  el  Maledeto,  pensó  ser 
Ángel  el  que  de  noche  le  hablaba :  i  así  por  des- 
cargo de  su  conszienzia  comenzó  á  tratar  de 
renunziar.  Lo  cual  oído  por  el  Reí  Garlos ,  le 
rogó  con  gran  instanzia ,  que  en  ninguna  mane- 
ra renunziase :  i  así  lo  deseaba  el  pueblo.  Pero 
Zelestíno  respondió :  Haré  lo  que  Dios  querrá, 
il  fin  siendo  exhortado  por  muchos  de  los  Gár* 
denales,  i  prinzipalmente  por  Maledeto,  que 
filé  su  suzesor ,  habiendo  hecho  un  Decreto  por 
consentimiento  de  todos  los  Gardenales,  que 
el  Papa  podía  renunziar,  renunzíó  habiendo  sido 
Papa  6  meses ,  i  asi  Bonifazio  fué  hecho  Papa. 
El  cual ,  en  siendo  Papa ,  temiéndose  de  la  santi- 
dad de  Zelestíno  (como  dize  Goienuzio  en  la 
historia  de  Ñapóles),  retuvo  i  prendió  á  Zeles- 
tino ,  después  de  haber  renunziado ,  ya  que  se 
iba  al  yermo ,  donde  antes  de  ser  Papa  había  vi- 
vido. Preso  desta  manera  Zelestino ,  murió  año 
de  1295.  Daba  Bonifazio,  como  hombre  astuto  i^ss, 
i  cauteloso ,  sus  escusas ,  pero  bien  frivolas.  Sea- 
se,  como  fuere  (dize  Platina),  esto  es  notorio, 
que  Bonifazio  fué  muí  ingrato  i  muí  astuto: 
pues  que  por  su  ambizion  engañó  á  un  santo 
liombre,  haziéndole  renunziar  su  papado,  i 
yéndose  al  yermo  lo  prendió  i  puso  en  un  cas- 
tillo, donde  lo  hizo  morir  antes  de  tiempo,  un 
año  i  zinco  meses  después  que  fué  hecho  Pa- 
pa. Deste  Zelestino  dize  Genebrardo,  por  au- 
toridad de  algunas  historias,  como  lo  refiere 


132  DBLPAPA 

Pineda,  lib.  xxii ,  cap.  7 ,  §  III ,  que  habia  man- 
dado este  Santo  Papa,  que  de  allí  en  adelante,  ni 
los  Papas  ni  los  Cardenales,  anduviesen  sino  en 
asnos,  como  Jesu  Ghristo,  i  como  él  anduro 
siendo  Papa,  según  Papirio  escribe,  etc.  Don  San- 
cho el  Bravo  reinó  en  Castilla. 

",2?í^'?°  P"     Bonifazio  VIII,  de  casta  de  Españoles,  fué  con 
maldito  isober-  l-  •       ■  ~      »*        / 

bio.  SU  gran  ambizion  i  engaño.  Papa  (como  en  su 

predezesorbabemos  dicho):  fué  tan  arrogante  (co- 
mo dize  Platina),  que  de  persona  ninguna,  bazia 
caso.  Contra  este  se  quejaron  á  ios  Reyes  i 
Prinzipes  Ghristianos  algunos  de  los  Cardena- 
les ,  acusándolo  de  ambizioso ,  que  contra  todo 
derecho  i  razón  se  habia  hecho  Papa ,  engañan- 
do á  Zeiestino  i  haziéndolo  prender  .*  i  lo  de- 
Historia   que  más,  que  habemos  ya  contado.  Este  Papa  odiaba 

mw iMPaMsSí  ^*°^^  ^  ^®®  Jibelinos,  que  una  vez  presentán- 
zendesureiijioo  dose  á  SUS  pies  Procheto,  Arzobispo  de  Jénova, 
para  tomar  zeniza,  el  primer  miércoles  de  cua- 
resma, el  Papa  en  lugar  de  dezir:  Acuérdate 
hombre,  que  eres  zeniza,  i  en  zeniza  te  con- 
vertirás, le  dijo:  Acuérdate  hombre,  que  eres 
Jibelino ,  i  con  los  Jibelinos,  en  zeniza  te  con- 
vertirás :  i  en  lugar  de  ponerle  la  zeniza  en  la 
cabeza ,  se  la  echó  en  los  ojos :  i  lo  privó  de  su 
Arzobispado:  aunque  después  se  lo  restituyó. 
Este  Papa  descomulgó  á  Felipe  Rei  de  Franzia, 
porque  no  quiso  dejar  sacar  dinero  de  Franzia, 
i  maldijo  á  él  i  á  su  raza,  hasta  la  cuarta  jene- 
razion.  Este  no  quiso  confirmar  al  Emperador 
Alberto ,  aunque  dos  i  tres  vezes  lo  habia  pedido, 
si  no  fuese  que  depuesto  Felipe ,  se  hiziese  Reí 
de  Franzia :  i  asi  una  vez ,  como  por  su  demasia- 
da ambizion  i  soberbia,  estuviese  fuera  de  si ,  se 


I   DB  SU  AUTORIDAD.  133 

zínjduna  espada  i  se  paso  una  corona  en  la  ca- 
beza, i  se  glorió,  que  él  era  Emperador  1  Pontí- 
fize:  i  asi  negó  la  confirmazion  al  Emperador. 
Mas  después ,  de  sí  mismo  se  la  ofrezió  por  el 
odio  que  tenia  al  Rei  de  Franzía.  La  causa  del 
odio  cuenta  Garrion,  lib.  v.  Alzó  la  descomunión  j^^"  ^«PJ  J^»» 
áDon  Pedro,  Rei  de  Aragón,  procuró  siempre  en-  ¿2?.*  ^  '**    **" 
tretener  las  discordias  en  Italia:  gloriábase  de  que 
era  portero  delzielo,  i  de  que  ninguno  lo  podia 
JQzgar :  fué  el  primero ,  que  constituyó  el  jubileo,  ''*"«'  Jubileo, 
prometiendo   induljenzias  plenarias  i  remisión  induljeniHs. 
de  pecados  á  los  que  visitasen  á  Roma.  Conde- 
nó á  los  Fraticellos,  que  dezian,  los  eclesiás- 
tíeos  deber  imitar  á  los  Apóstoles.  Compuso  el 
Sesto  de  los  Decretales ,  i  mandó  que  pública- 
mente se  leyese  en  todas  las  Universidades  ( de 
los  Decretales  leed  arriba  en  Gregorio  K).  Ca- njjf  i^'^J^'cm^^^^ 
Donizó  á  S.  Luis ,  Rei  de  Franzia ,  i  descanoni-  za. 
zóá  Harmanno  Ferrarlense,  mandándolo  desen- 
terrar í  quemar,  después  de  haber  estado  30  años 
enterrado.  Deste  Harmanno  (dizela  hist.  ponti- 
fical en  la  vida  de  Bonifazio  YUI) ,  que  había  mas 
de  20  años  que  le  tenian  en  Ferrara  por  Santo :  i 
después  se  averiguó  que  habia  sido  hereje  de 
aquellos  que  se  llamaban  Fraticellos.'  Deste  Bo- 
nifiízío  díze  Gomelio  Agrippa ,  lib.  De  vanüate 
SeimUiarum^  cap.  61:  Aqueste  es  aquel  gran  Bo- 
nifazio »  que  tres  grandes  i  admirables  cosas  hizo. 
La  1.*  que  engañando  con  un  falso  oráculo  á 
Zelestino ,  le  persuadió  que  renunziase  en  él,  el 
papado.  La  2.*  compuso  el  Sesto  de  los  Decre- 
tales ,  i  afirmó  el  Papa  ser  señor  de  todos.  La  3.'    Bonirazio  es- 
instituyó  el  Jubileo,  i  la  feria  de  las  induljen- j^'JíaVhlííí "S 
zias:  i  él  el  primero,  las  estendió  hasta  el  pur-  purgatorio. 


134  DBL  PAPA 

gatorio.  Hasta  aqui  Agríppa.  Del  Jubileo ,  abajo 
en  Nicolao  V,  i  en  Alejandre  VI,  i  Garrion,  lib.  v. 
La  fin  desta  bestia  fué ,  que  algunos  de  aquelloa 
que  por  su  temor  se  habían  escondido  en  mon* 
tes  i  en  bosques,  teniendo  á  las  bestias  fieras 
por  no  tan  crueles,  como  á  él,  que  era  Papa« 
entraron  en  Anagnia ,  donde  estaba  el  Papa  bien 
descuidado  en  casa  de  su  padre,  1  quebrando 
las  puertas  lo  prendieron  i  llevaron  á  Roma, 
donde  estuvo  35  dias,  los  cuales  pasados,  de 
is»;.  dolor  i  tristeza  murió  año  de  1304,  habiendo 

papado  8  años,  9  meses  i  17  dias.  Frai  Juan  de 
Pineda,  hablando  deste  Bonifazio  YÜI ,  lib.  xxu, 
cap.  11 ,  §  m,  dize:  Anadia,  lo  que  á  muchos  pa- 
reziómui  nuevo,  que  él  (como  escribe  también 
Papirío  Saonense)  era  señor  de  todo  el  mundo  (lo 
cual  le  contradijo  el  Rei  Philipe  de  Franzia,  etc.). 
I  un  poco  mas  abajo  dize  el  mismo  Pineda:  Dize 
Grantzio  que  para  mostrar  que  ansi  era  señor  de 
lo  temporal,  como  de  lo  espiritual :  se  mostró  ai 
pueblo  un  dia  solene  vestido  como  Papa,  de  pon- 
tifical ,  i  le  echó  su  bendizion ,  i  que  otro  dia  se 
mostró  vestido  como  Emperador ,  llevándole  un 
estoque  delante  desnudo ,  i  que  clamó  diziendo: 
Ecce  dúo  galdii  hic ,  etc.  En  que  quiso  dezir,  que 
era  señor  de  ambos  cuchillos  manual  i  espiritual. 
Entró  como  zor- Este  es  aquel  Papa  de  quien  los  historiadores 
ra,  etc.  (j¡2en ,  que  entró  como  zorra ,  vivió  como  León, 

i  murió  como  Gan,  ó  perro.  Murió  (dize  Plati- 
na) desta  manera  aquel  Bonifazio,  que  procu- 
raba poner  á  los  Emperadores,  Reyes,  Prinzi- 
pes,  nazionesi  pueblos  mas  aína  terror  que 
relijion :  el  cual  intentaba  dar  los  reinos,  i  quitar- 
los ,  despedir  los  hombres ,  i  tornarlos  á  llamar^ 


I  DB  se  AUTOBIDAD.  135 

como  86  le  antojaba  teniendo  gran  sed  de  oro, 
buscándolo  por  todas  partes ,  roas  de  lo  que  se 
paededezir.  Pandulfo  Golenuzio,  lib.  v  déla  his- 
toria de  Ñapóles,  cuenta  grandes  vellamierias 
destePapa.  Concluye  con  Bonifazio  YIII ,  dizien- 
do  lo  que  frai  Juan  de  Pineda  dize  del,  lib.  xxu, 
cap.  12 ,  §  I.  Noten  (dize)  los  ambiziosos  la  vida 
i  muerte  de  Bonifazio  en  el  Papado  tan  descubier- 
tamente procurado,  i  quien  mas  quisiere ( dize 
Pineda),  lea  á  Juan  Yilaneo,  lib.  vni  de  su  his- 
toria. I  con  haber  sido  tal,  cual  muchos  hombres 
fidedignos  lo  pintan ,  con  todo  esto ,  Clemente 
quinto  zelebró  Conzilío  en  Viena ,  donde  se  ha- 
llaron mas  de  300  Obispos  (como  dize  Pineda), 
con  gran  multitud  de  otros  prelados ,  i  así  se 
determinó  que  el  Papa  Bonifazio  habia  sido 
Gatholízisimo ,  Christiano  i  verdadero  Papa  i 
Ticario  de  Dios.  Ai  de  vosotros,  que  llamáis  á 
lo  bueno  malo,  i  á  lo  malo  bueno.  Mirad  si  el 
Papa  i  el  Conzilio  pueden  errar.  Don  Hernando  lY, 
hijo  de  Don  Sancho ,  reinó  en  Castilla. 

Benedito  XI  (ó  como  otros ,  IX) ,  Dominicano,  Beaedito  xi. 
foé  mu!  liberal  para  entretener  la  idolatría :  en 
alendo  Papa,  zitó  á  los  que  hablan  prendido  á  su 
predecesor  Bonifazio :  i  porque  no  vinieron  de- 
lante del,  los  descomulgó  como  á  contumazes. 
ibsolvió  de  la  descomunión  al  Bel  de  Franzia: 
rezibió  en  su  grazia  á  Juan ,  i  á  Jacobo ,  Carde- 
nales Golonenses,  á  los  cuales  Bonifazio  habia 
tanto  aborrezido.  Esto  se  cuenta  bueno  del,  que 
noqaiso  ver  á  su  madre  pobre ,  sino  vestida  como 
polÑre.  Murió  aun  no  nueve  meses  cumplidos 
de  su  papado,  i  como  se  cree ,  de  tósigo  que  se  Tósigo, 
le  dio  en  unos  higos  que  una  Abadesa  le  envió. 


116  MLFAPA 

130S.  año  de  1305.  Don  Hernando  cuarto  reinó  en 

Castilla. 

clemente  V.  Clemente  quinto,  Gascón,  siendo  absenté  fué 
elejida  después  de  haber  habido  grandes  diferen- 
zias  sobre  quién  habia  de  ser  Papa.  En  consin- 
tiendo en  su  elezion,  se  partió  de  Burdeos ,  donde 
era  Arzobispo ,  i  se  vino  á  León  de  Franzia» 
donde  mandó  que  todos  los  Cardenales  viniesen» 
La  Górte  Roma- Lo  cual  eilos  hizieron,  i  así  la  Corte  Romana 

Franria^afio  de^®  P^®^  ^^  Franzia  año  de  1305,  donde  estuvo 
isos,  donde  estu- casi  74  años.  Halláronse  en  la  coronazion  deste 
Tiafioí.  Clemente,  Felipe,  Reí  de  Franzia,  Carlos,  su 

hermano,  i  Juan,  Duque  de  Bretaña:  sobre 
el  cual  i  sobre  otros  doze  cayó  una  pared :  de 
lo  cual  todos  luego  murieron :  i  aun  al  mismo 
Rei  le  cupo  alguna  parte  del  mal ,  i  el  Papa  se 
vido  en  tanto  aprieto ,  que  cayó  de  su  caballo ,  i 
perdió  un  carbúnculo  que  llevaba  en  su  mitra, 
ó ,  como  la  llaman ,  Reino ,  valía  el  carbúnculo 
seis  mil  florines.  (¿Cómo  podia  este  Papa  dezír  con 
San  Pedro ,  cuyo  suzesor  dezia  ser ,  Mi  oro ,  ni 
plata  tengo?)  Acabada  la  pompa  de  la  corona- 
zion ,  hizo  muchos  Cardenales ,  Franzeses  todos. 
Envió  tres  Cardenales  á  Roma  con  potestad 
de  Senadores,  los  cuales  la  gobernasen,  i  i 
Italia  también.  Este  hizo  un  Decreto ,  que  los 
que  fuesen  nombrados  Zésares  en  Alemana, 
que  aunque  se  llamasen  Reyes  de  Romanos, 
que  con  todo  eso  el  Papa  les  diese  la  autoridad 
i  el  nombre.  Este  Clemente  fué  gran  putañero 
i  refujío  de  putas,  i  así,  por  su  plazer  i 
contentamiento,  asentó  su  Corte  en  Avíñon. 
Temolarlos  ^^^^ «  ^°  ^  año  de  1311 ,  zelebró  el  Conzilio  Vit- 
deshechos.        uense ,  en  el  jcual  crueúsimamente  deshizo  les 


1  DE  SU    AUTORIDAD.  137 

Templarios,  que  eran  mas  ricos,  que  el  mismo 
Aej  de  Franzia ,  por  haberles  sus  bienes ,  con  los 
caales  enriquezió  á  los  de  San  Juan  de  Rodas. 
Qaemó  al  gran  Maestre  de  los  Templarios  i  á 
000  de  sus  compañeros  en  París  en  presenzia  de 
loi  Cardenales.  Predicó  la  Cruzada  contra  los  Prttricdios,  Be- 
Fialicellos ,  Begardos  i  Beguinos ,  que  no  que-  J"  c óndenaSt' 
rían  adorar  el  pan  de  la  Eucharistia.  Descomulgó 
á  los  Yenezianos,  Florentínes  i  Luqueses.  Con- 
firmó la  fiesta  del  sueño  de  la  emparedada, 
de  quien  habemos  hablado  en  Urbano  IV ,  la 
cual  fiesta  se  llama  Corpus  Christi.  Canonizó 
áZelestinoY.  Pero  ¿por  qué  no  condenó  á  Boni- 
íinio  VIU ,  que  fué  traidor  á  su  Papa  i  señor 
Zelestino?  Murió  Clemente  año  de  1314.  En  el    i3i4- 
eoal  año,  como  el  Emperador  Henrique  de  Lu- 
zemburg  quisiese  venir  á  Sizilia ,  la  cual  los  mis- 
nos  Sizilianos  le  daban  i  ofrezian,  un  maldito 
bombre ,  llamado  Bernardo  de  monte  Poliziano, 
fraile  Dominico ,  que  á  propósito  se  habia  finjido 
amí  servidor  del  Emperador,  le  dio  tósigo  en  el    Tóiiga  ea  ei 
sicramento,  i  como  el  buen  Emperador  sintiese  qu^SSSóeiBní 
qae  lo  habia  atosigado ,  díjole :  Señor ,  partios  perador. 
de  aquí ,  porque  si  los  Alemanes  sienten  lo  que 
habéis  hecho ,  moriréis  de  mala  muerte.  El  mal- 
cito  Dominicano  se  fué  á  Sena ,  donde ,  como 
otro  Judas ,  rezibió  el  dinero  que  le  habían  pro- 
netído  por  su  traizion.  Pero  no  pudo  librar  á    Dominicanos  i 

^  ~  1      T\      •  •  SUR  monesterios 

sus  companeros  los  Domimcanos:  porque  mu- destmidot,  i  por 
eho8  de  ellos  fueron  muertos  en  Toscana ,  i  en  4^^- 
lombardía,  i  en  otras  muchas  partes,  ellos  i 
«tt  monesterios  perezieron  á  fuego  i  á  sangre. 
FraiJuandePineda,  lib.xxn, cap.  24 ,  §!¥, dize 
deste Clemente  estas  palabras!:DizeS.  Antonino,  i 


138  DEL  PAPA 

Juan  Víllaneo  i  Papirio ,  que  fué  mui  codizioao 
de  dineros ,  i  que  de  aquí  le  Tino  dejar  andar 
en  su  corte  tan  en  descubierto  la  simonía  en  ma- 
teria de  benefízios :  i  son  harto  ignorantes  los 

Papisfraoniaco.  <iue  dizen,  que  el  Papa  no  puede  ser  simoniaco: 
pues  de  derecho  divino  sabemos,  que  comprar, 
ó  vender  lo  sagrado  i  espiritual,  se  Uama 
pecado ,  i  es  el  de  simonía ,  etc.  Siendo 
tal  no  es  maravilla  que  haya  abonado  á  la 
Grtofacaxioo.  buena  pieza  de  Bonifazio  octavo.  Vacó  la  se- 
de dos  años ,  tres  meses ,  i  17  dias.  En  tiem- 
po destc  Papa  Don  Alonso  XI  reinó  en  Cas- 
tilla. 

Juan  XXm  (ó  XXII ,  ó  XXI) ,  después  de  ma- 
chas contiendas  que  hubo  entre  23  Cardenales, 
fué  elejido  desta  manera :  Los  Cardenales  (co- 
mo dize  San  Antonino ,  al  cual  alega  Frai  Joan 
de  Pineda) ,  no  se  pudíendo  concordar ,  dieron 
este  corte ,  que  se  pusiese  en  el  voto  deste  Juan, 
i  que  á  quien  él  nombrase  fuese  habido  por  Papa, 
Juan  xxrii  se  etc ,  i  él  se  nombró  á  sí  mismo.  I  un  poco  mas 

eiye  á  tf  mitino.  abajo  dize  Pineda :  Dize  Tito  Livio  que  los  Ro- 
manos  se  escandalizaron  de  que  Apio  Claudio  se 
elijiese  á  si  mismo  en  Dezemviro ,  i  Luzio  Furio 
Camilo  en  Cónsul ,  i  eran  paganos:  i  no  tuvo  em- 
pacho este,  de  nombrarse  Papa  siendo  Ghristia- 
no ,  etc.  Semejante  á  este  fué  Juan  XXIV ,  que  se 
elejió  á  sí  mismo.  Este  Papa  privó  á  Hugo,  Obispo 
Terrible  cruel-  Caturzense,  lo  degradó,  i  entregó  al  brazo  seglar 

dad  del  Papa.  p3j.j  qyg  |q  atormentasen ,  desollasen ,  i  quema- 
sen hasta  que  muriese.  La  causa  desta  su  gran  cruel- 
dad  fué ,  que  dezia  que  el  dicho  Obispo  había  cons- 
pirado contra  el  Papa.  Este  Juan,  fué  mui  amigo  de 
novedades :  i  asi  de  un  obispado  hazia  dos :  i  al  con- 


I  DB  8U  AUTORIDAD.  13)1 

trarío  de  dos  hazía  uno :  de  Abadía  hazía  Obis- 
pado, i  de  Obispado  Abadía.  Este  hizo  á  Zara-  b,fíj[55®"^"^ 
goza ,  Arzobispado ,  i  dióle  por  sufragáneos  zinco 
Obispados,  de  onze  que  tenia  la  provinzia  Tarra- 
conense. Este  instituyó,  en  Portugal,  la  orden     cabaUerM  de 
délos  caballeros,  que  llaman  de  Christo,  para  £Jj*^»*<* «" '*<*'*" 
qoe  peleasen  contra  los  Moros :  dióles ,  con  la  vo- 
iQDtad  de  Don  Alonso  Rei  de  Portugal,  los  bie- 
nes de  los  Templarios.  Condenó  por  herejes 
aquellos,  que  dijesen,  que  Christo  i  sus  Após- 
toles no  tuvieron  cosa  propria :  mandó  que  esta 
coestíon  no  se  disputase  en  las  universidades. 
Condenó  á  un  Pedro ,  fraile  Franzisco ,  porque  Nota  por  qué  ei 
ttliortaba  á  los  hombres  á  seguir  la  pobreza  de  m^^'^íSSíbref ! 
diristo:  por  esta  misma  causa  muchos  fueron 
condenados  i  quemados.  Este  Papa,  tan  cruel 
contra  los  que  él  llamaba  Herejes ,  erró  en  la  fé ,  i    Bi  Papa  yerra 
fué  hereje ,  porque  enseñó  que  las  ánimas  sepa-  f"  'a/ttudo 'de 
rtdas  de  sus  cuerpos  no  vian  á  Dios ,  ni  gozaban  las  áDimai . 
M  hasta  el  día  del  juizio :  porque  asi  se  lo  habia 
so  padre  enseñado  (como  dize  Maseo) ,  engaña- 
do por  las  visiones  de  un  Tundal  Irlandés.  Esta     cofanuae    la 
herejía  es  confutada  con  lo  que  dize  el  Señor  herejía  dette  Pa- 
estando  en  la  cruz  al  Ladrón :  Hoi  serás  conmi-  ^*' 
SO  en  el  paraíso,  Luc.  xxu,  43,  i  con  la  parábola 
que  el  Señor  propone  de  Lázaro:  cuya  ánima, 
dize,  que  estaba  en  el  seno  de  Abrahan,  Luc.  xvi, 
%  I  con  lo  que  dize  S.  Estévan,  Act.  vii,  59:  Se- 
ñor Jesús,  rezíbe  mi  espíritu,  imitando  en  esto  á 
sa  maestro ,  el  cual  estando  en  la  cruz  dijo :  Pa-    Luc.^  xxit,  46. 
dre,  en  tus  manos  encomiendo  mi  espíritu.  I  con 
lo  que  dize  San  Pablo  Philip.  I,  21:  A  mí  Christo,    ^  wenafentu 

rJ*       n  .       ^     •  .     j       j  •     j       !  rania  confíate  en 

[me  e^]  gananzia,  ó  viviendo,  ó  muriendo,  i  ver  á  oioai  en 
ferso  23. :  Tengo  deseo  de  ser  desatado ,  i  estar  i^^^  ^v 


140  '  BEL  PAPA 

con  Ghristo:  i  dize  que  esto  le  es  mejor:  itea 
Beles.  XII,  7,  i  el  polvo  se  torne  á  la  tierra,  etc.,  i  el 
espíritu  se  vuelva  á  Dios  que  lo  dio.  Iten  Mat. 
xxn,  23 ,  el  Señor  hablando  de  Abrahan ,  Isaac,  i 
Jacob  (los  cuales  según  el  cuerpo  eran  muertos), 
dize  que  Dios  no  es  Dios  de  muertos ,  sino  de  vi- 
vos ,  i  Luc.  XVI,  9 ,  hazeos  amigos  de  las  riquezas 
de  maldad :  para  que  cuando  faltardes  ( q .  d.  os 
murierdes),  os  reziban  en  las  moradas  eternas, 
i  U,  Cor.  y ,  8 :  Querríamos  mas  peregrinar  dd 
cuerpo,  i  ser  presentes  al  Señor.  Sigúese  de  aquí, 
que  las  ánimas  de  los  fíeles  que  mueren  en  el 
Señor ,  veen  á  Dios ,  i  gozan  del  en  partiéndose 
de  sus  cuerpos.  £n  estas  dos  cosas  consiste  nues- 
tra bienaventuranza ,  en  ver  á  Dios,  i  en  gozar 
del.  Este  Papa  envió  á  París  dos  frailes,  el  uno 
Dominicano ,  i  el  otro  Franziscano ,  para  que  di- 
señasen i  predicasen  esta  su  herejía :  á  los  cua- 
les se  opuso  Thomás  Vales ,  Dominicano  Inglés: 
por  lo  cual  el  Papa  lo  echó  en  prisión ,  opusiéron- 
se también  muchos  otros.  En  conclusión  la  uni- 
versidad de  París ,  ayudándose  del  favor  de  su 
Rei  Philipe  Hermoso ,  que  se  habla  retirado  con 
todo  su  reino  de  la  obedienzia  del  Papa ,  compe- 
lió al  Papa  á  que  se  desdijese:  como  se  desdijo 
de  miedo  de  no  perder  el  papado :  i  no  sin  son  de 
trompeta :  como  Juan  Jerson  en  el  sermón  de  la 
Pascua  lo  testifica.  Los  errores  que  ahora  con- 
taremos deste  Papa ,  son  errores  según  los  Papis^ 
tas,  mas  grandes  verdades  según  la  relijíon 
Ghristiana.  Mandó  que  las  monjas,  que  llamaban 
Beguinas ,  se  casasen :  no  podía  ver  pinturas  ni 

x^Si/ño*  píSia  iroáj'*^^  •  afirmaba  que  Jesu  Ghristo  no  había  da- 
verim^jines.      do  á  SUS  Apóstoles  otra  regla  ninguna,  sino  la  que 


I  DE  su  AUTOBIDAD.  141 

babja  dado  á  todos  los  fieles  Ghrístianos :  dezia 
qoelos  Apóstoles  nunca  hizieron  voto  de  casti- 
dad r  dezia  que  los  votos  no  hazen  perfeto  al  qae 
ios  vota ,  ni  lo  ponen  en  estado  de  perfezion. 
Aüora  tornaremos  á  sus  desvarios.  Cuenta  Juan 
deMandavíla,  lib.  i,  cap.  7,  que  este  Papa  escri- 
bid á  los  Griegos  una  carta  bien  larga :  diziendo, 
(fut  no  bai  sino  una  iglesia ,  cuya  cabeza  él  era ,  i 
que  era  vicario  de  Ghristo:  ai  cual  los  Griegos 
respondieron  en  pocas  palabras:  Tu  suma  poten-     Eespuesu  de 
zia  para  con  tus  súditos  firmemente  creemos:  p/pafiíSíen  dé 
tQ  suma  soberbia  sufrir  no  podemos :  tu  avarizia  notar. 
iiartar  no  bastamos.  El  diablo  sea  contigo :  por- 
que el  Señor  es  con  nosotros.  En  este  Laconis- 
mo, ó  brevedad,  los  Griegos  dieron  mui  bien  á 
eoteiider  todo  el  estado  papal.  Este  Papa  Juan 
declaró  por  rebelde,  zísmático,  i  hereje  al  Em- 
perador Ludovico  de  Baviera.  La  causa  (como 
dize  Jerónimo  Mario)  fué,  porque  el  Empera- 
dor ,  en  siendo  elejido  por  los  Prinzipes,  se  tomó 
la  administrazion  del  Imperio ,  sin  haber  dado 
juramento  de  sujezion  al  Papa ,  como  Clemen- 
te Y  lo  habia  mandado.  £1  Emperador  para  qui- 
tar contiendas  envió  sus  Embajadores  al  Papa, 
que  estaba  en  Aviñon,  suplicando  le  diese  auto- 
ridad i  titulo  de  Emperador.  Pero  tanto  va,  que 
el  Papa  haya  conzedido  esto ,  que  envió  mucho 
de  enhoramala  á  los  Embajadores,  i  mui  bien 
ittjariados   zitando    perentoriamente  al  mismo 
Emperador,  que   pareziese   personalmente   en 
Aviñon ,  i  se  sometiese  á  los  Decretos  de  la  igle- 
sia. Mas  d  Emperador,  conozíendo  la  Urania 
que  el  Papa  se  usurpaba  en  la  iglesia ,  i  entendien-  ^^^^  Emperador 
do  que  él  habia  rezebido  de  Dios ,  su  imperial  por  el  Papa. 


148  DBL   PAPA 

majestad,  no  se  quiso,  como  siervo ,  sujetar  al  Pa- 
pa ,  ni  venir  á  Aviñon :  mas  con  todo  esto ,  siendo 
él  amigo  de  paz ,  le  volvió  ¿  rogar  por  sus  Em- 
bajadores que  le  conzediese  jentilmente  lo  que 
le  demandaba.  £1  Papa  perseveró  en  su  obt- 
tinazion ,  i  por  el  odio  que  tenia  al  Emperador, 
descomulgó  los  Vizcondes,  álos  cuales  el  Em- 
perador habia  puesto  por  señores  en  Milán. 
Viendo  el  Emperador  esta  obstínazion,  vínose 
á  Roma  .*  donde  fué  mui  magníficamente  reze- 
bido:  demandó  á  los  Romanos  lo  que  el  Papa 
le  habia  negado.  Oído  esto  por  los  nobles  de  Ro- 
ma ,  enviaron  sus  mensajeros  al  Papa  suplicáD- 
dolé  que  se  viniese  á  Roma ,  i  que  conzediese  lo 
que  el  Emperador  le  pedia :  lo  cual  si  no  que- 
ría hazer ,  dezian ,  que  ellos  harían  conforme  á 
la  lei,  i  costumbre  antigua  de  los  Romanos, 
pero  ni  por  todo  esto  el  Papa  se  movió :  antes 
se  enojó  mui  mucho ,  i  los  echó  de  delante  de 
si  con  muchas  injurias  i  amenazas.  Lo  cual  vis- 
to por  el  pueblo  Romano,  determinó  que  se 
conzediese  lo  que  el  buen  Emperador  deman- 
daba: i  así  los  Senadores  Estéphano  i  Nica- 
lao ,  por  mandamiento  del  Clero  i  del  Pueblo, 
coronaron  al  Emperador ,  i  á  su  mujer  la  Em- 
peratriz. Lo  cual  en  sabiéndolo  el  Papa  Juan, 
hizo  grandes  prozesos  contra  el  Emperador, 
llamándolo  de  hereje,  i  dizíendo  que  habia 
cometido  crimen  de  lesa  majestad:  privólo  de 
todo  cuanto  tenia,  descomulgándolo  de  nuevo  con 
una  cruelísima  descomunión.  Hasta  aquí  Je- 
rónimo Mario.  No  faltaron  en  aquellos  tiem- 
pos Theólogos  i  Legistas ,  que  afirmaban  Ghrís- 
to,  i  sus  Apóstoles,  no  haber  tenido  cosa  de 


I  DB  8ü  AÜTORIDAB.  143 

proprio,iqae  el  Emperador  no  era  sujeto  al  Papa 
en  cosas  temporales.  Entendiendo ,  pues ,  muí 
bien  el  Emperador  i  los  nobles  de  Roma ,  las 
i^eílaquerias  del  Papa ,  i  el  pueblo  Romano  sen- 
tíáidose  mucho  del  mal  tratamiento  que  el 
ftipa  habia  hecho  á  sus  mensajeros ,  todos  de  un  tumbrc  ^eiíjir 
acuerdo  determinaron,  que  la  antigua  costum-Papi  se  renueva, 
bre  de  elejir  al  Pontífize  Romano ,  se  volviese  á 
guardar.  Conviene  á  saber,  que  el  Papa ,  siendo 
dejido  por  el  pueblo  Romano,  fuese  confirmado 
por  el  Emperador.*  i  así  elijieron  á  Pedro 
Gorbatiense ,  Minoríta ,  al  cual  llamaron  INIco-  Kicoiao  v. 
lao  y,  declarando  á  Juan  por  hereje,  tirano,  i  zisma  u. 
no  pastor,  sino  perturbador  de  la  pública  paz  de  1397. 
la  iglesia.  Este  Papa  concedió  los  diezmos  á 
Garlos  Hermoso ,  Rei  de  Franzia ,  para  la  con- 
quista de  la  Tierra  santa,  i  queriéndolos  para  con- 
tra el  Emperador  Ludovico,  Bávaro,  sintióse 
mal  del  Rei,  i  aun  peor  del  Papa,  cuando  se  supo 
fue  se  los  conzedió  á  medias ,  que  era  un  hurto 
escandaloso:  como  dize  frai  Juan  de  Pineda, 
lib. xxn,cap.  25, §¥!.  En  tiempo  deste  Papa 
(díze  Garrion,  lib.  v)  se  volvió  á  tratar  la  cues- 
tión: Si  el  Emperador  deba  deponer  al  Papa  cuan- 
do no  hiziere  su  deber  en  su  ofizio ,  i  poner  otro 
en  su  lugar:  como  lo  hizo  Othon  I,  que  depuso  al 
Papa,  habiendo  su  causa  sido  conozida  en  el  Gon- 
zilio.  En  este  tiempo  el  Papa  Juan  se  murió,  año 
de  1335,  siendo  de  90  años.  Dejó  tanto  tesoro,  i3s&. 
cuanto  ninguno  de  sus  predezesores  habia  deja- 
do, conviene  á  saber,  205000  dragmas  de  oro. 
O  como  dize  frai  Juan  de  Pineda ,  lib.  xxu,  c.  26, 
§  lY,  dejó  en  dinero  un  millón  i  setezientos  mil 
ducados:  ieq  el  márjen  dize:  Algunos  dizen  25 


144  DBLF^Á 

millones ,  etc.  Como  dijera  con  Pedro ,  c«] 
zesor  se  jactaba  ser:  Ni  tengo  oro,  ni  jrtiti 
El  Papa  recanta.  jju|g^  ^jg  j^  recantazion  que  este  Papa  hizo , 

toa  la  herejía  de  las  ánimas,  hallarse  ha 
historia  de  Pedro  Premostratense.  En  ti 
deste  Jaan,  Don  Alonso  XI  reinó  en  Castilla 
Alonso ,  hijo  de  Jaime  II ,  en  Aragón ,  i  otr< 
Alonso  en  Portugal. 

Benedito  XII.  Benedito  XII  (ó  X)  no  fué  mejor  par 
el  Emperador  Ludovico,  que  su  predi 
Juan  XXDlj  i  así  confirmó  la  descomunión 
demás  que  Juan  habia  hecho :  por  lo  ce 
Emperador  juntó  en  Alemana  todos  los  Ele 
Duques ,  Condes ,  Obispos  i  hombres  dotoi 
presenzia  de  los  cuales  mostró,  que  los  El 
del  imperio,  i  ningún  otro,  deben  elejír 
de  Romanos,  el  cual,  así  eleto ,  como  Emp« 
que  es,  puede  ejerzitar  i  administrar  el 

El  Emperador  (Je  Emperador,  sin  que  el  Papa  lo  con 

ps      Emperador  *  ^  t.  r 

sin  que  el  Papa  Mostró  demás  desto  el  buen  Emperador,  s 
io  confirme.  8ísimo  lo  que  los  Papas  dezian ,  que  la  se 
imperio  vacante ,  el  Papa  era  administrad 
imperio :  mostró  que  esto  era  contra  la  lib 
dignidad,  lei,  i  majestad  del  sacro  im 
i  que  la  buena  i  aprobada  costumbre ,  qae 
entonzes  se  habia  guardado,  era,  que  en  t 
El  Palatino  ad-  de  la  tal  vacazion ,  el  Palatino  del  Rin,  adi 

ministrador    del  ,   .  .    '  ,.        •       i.     j 

imperio :  no  el  trase  el  imperio ,  conzediese  los  feudos , 
^■P^'  pusiese  los  demás  negozios  del  Imperio 

obstante  la  Glementina.  En  conclusión,  tat 
la  bondad  deste  Ludovico,  que  el  Bened 
rezibió  en  su  amistad,  i  lo  absolvió  de  1 
comunión.  Aunque  es  verdad,  queelPap 
esto,  no  tanto  por  la  bondad  delEmpeí 


I  DB  Sü  AUTOBIDAD.  146 

cuanto  porque  le  ayudase  contra  el  Reí  de 

Fraozia ,  áfi  quien  se  temía :  1  asi ,  con  público    cn  Papa  detha- 

edícto,  anuló  1  invalidó  todo  cuanto  su  predeze-  JJ^^JJ^  <n»«  o*'o 

8or¿abia  hecho  contra  el  Emperador,  diziendo 

que  Juan  no  había  hecho  su  deber  en  deseo- 

nudgar  al  Emperador,  etc.  I  dijo  que  lo  que  el 

Bmperador  había  hecho  en  su  defensa ,  lo  había 

hecho  como  bueno ,  i  Ghristíano  Emperador.  En     HermaDa  del 

tiempo  deste  Papa  vivió  Franzisco  Petrarca, el  JJJ¡^'^"P"*«dei 

coal  tuvo  una  hermana  hermosísima :  la  cua^este 

Papa,  viejo  putañero,  compró  con  gran  dinero 

de  su  otro  hermano,  llamado  Jerardo ,  para  su 

pasatiempo :  porque  los  Papas  aborrezen  tener 

nuQeres  lejítimas,  i  aman  las  putas.  Murió  Bene- 

dito  Xn  año  de  1342.  Don  Alonso  XI  reinó  en    tsii. 

GastiUa. 

Clemente  VI  (como  dize  Jerónimo  Mario  en  GiemeateTi. 
su  Ettsebio  cativo)  fué  muí  dado  á  las  mujeres, 
noi  ambízioso,  i  deseoso  de  honra  i  potenzia, 
i  farioso  de  una  furia  diabólica.  Este  hizo  fijar 
i  las  puertas  de  las  iglesias,  escritos ,  en  los  cua- 
les, con  terribles  amenazas  i  castigos,  amenaza- 
ba al  Emperador  Ludo  vico ,  sí  dentro  de  tres  días 
Bo  hazia  lo  que  él  le  mandaba.  El  Emperador, 
siendo  hombroapazifico  i  enemigo  de  derramar 
sangre,  envió  sus  Embajadores  al  Papa,  supli- 
cándole que  le  perdonase ,  i  rezibíese  en  su  gra- 
lia.  Pero  el  Papa  respondió,  que  en  ninguna  ma- 
sera lo  perdonaría,  hasta  tanto  que  confesase 
todos  sus  errores  i  herejías,  i  se  prívase  del 
imperio ,  i  pusiese  á  si ,  á  sus  hijos ,  i  á  todo  cuan- 
to tenia  en  sus  manos  para  hazer  de  todo  ello  lo  o.n.  #i..«« 
1  I  •  L  L»     j  .  rapa  tirano, 

que  le  pareziese:  i  que  había  de  prometer  que 

ninguna  destas  cosas  volviera  á  tomar ,  sin  su 

10 


146  BEL  PAPA 

grazia  i  voluntad.  A  todo  esto  que  el  Papa  pe- 
dia, vino  el  Emperador  por  evitar  guerras  i 
muertes :  las  cuales  via  que  habrían ,  si  no  se 
sujetaba :  i  asi  juró  de  guardar  lo  que  el  Papa 
mandaba.  De  lo  cual,  el  mismo  Papa  se  espantó: 
i  nunca  pensó  que  tal  cosa  hiziera  el  Emperador. 
£1  inclemente  Clemente,  con  todo  esto  no  se 
apaziguó:  mas  de  dia  en  dia  lo  hazia  peor. 
Confirmó  todo  lo  que  Juan  XXIII  habia  hecbo 
contra  el  Emperador  Ludovico:  mandó  á  los 
Prinzipes  que  elijiesen  otro  Emperador :  quitó  ai 
Arzobispo  de  Magunzia  su  Arzobispado ,  i  privólo 
del  Eletorazgo.  La  causa  fué ,  porque  este  Ar- 
zobispo, viendo  la  inozencia  del  Emperador* 
no  le  quiso  ser  contrario.  Los  demás  Electores 
fueron  corrompidos  por  Juan ,  Reí  de  Bohemia, 
con  muí  mucho  dinero  que  les  dio ,  porque  vo- 
tasen por  su  hijo  Carlos :  i  así  lo  elíjieron  por 
Emperador:  la  cual  elezion  el  inclemente  luego 
aprobó.  El  Ludovico  dejó  la  adminístrazión  del 

El  p  h  X  ^"^P®^^^  -  P^^^  ®^  ^^P^ «  ^^  contento  con  esto, 
dar  tósigo  al  Em-  envió  quien  le  diese  tósigo  en  el  vino :  de  lo  cufi 
pcrador.  murió.  Acaba,  España,  de  conozer  esta  bestia 

tan  cruel.  Frai  Juan  de  Pineda,  lib.  xxii,  cap  28« 
§  II,  dize :  Dejemos  (al  Papa  Clei^ente  VI)  en  so 
Corte  de  Aviñon ,  donde  la  simonía  tuvo  buena 
manida  en  ios  cambalaches  de  benefizios,  etc.  Esté 
Jubileo  de  so  Papa  redujo  el  Jubileo,  de  zien  años  á  zincuenta: 
en  so  aflos.  j  ggjQ  pQj.  sacar  dinero ,  el  cual  en  su  abseazia 
se  zelebró  en  Roma,  año  de  1350.  Roniía- 
zio  VIH  lo  habia  instituido  de  zien  en  zien  años. 
Este  Clemente  sesto,  dio  autoridad  al  Obispa 
Ramberjense ,  de  absolver  aquellos  que  habi^ 
tomado    la    parte    de    Ludovico:    pero    con 


I  DB  8U  AUTORIDAD.  H7 

tres  condiciones:  la  primera,  que  le  jurasen  fide- 
lidad como'á  vicario  de  Dios :  la  2.* ,  que  creyesen 
que  el  Emperador  no  tenia  derecho  ninguno  en 
la  elezion  del  Papa ,  ni  en  deponerlo :  la  3.* ,  que 
á  ninguno  reconoziesen  por  Reí ,  ni  por  Zésary 
si  no  fuese  confirmado  por  el  Papa.  Este  Cle- 
mente sesto,  mostró  bien  claramente  la  autoridad^ 
qoe  se  tomaba  en  el  zíelo ,  en  el  purgatorio ,  i 
en  el  infierno.  Porque  en  la  bula  del  Jubileo, 
dize,  hablando  del  Peregrino,  que  viniendo  á 
Roma  á  ganar  el  Jubileo,  muriere,  en  el  camino. 
GonzedemoSf  que  si  verdaderamente  confesado 
muriere  en  el  camino ,  que  sea  libre  i  absuelto 
de  todos  sus  pecados.  I  demás  desto,  absoluta- 
mente mandamos  á  los  Anjeles ,  que  metan  en  ^  ^^  ^'n^*!"**"*** 
el  paraíso  al  ánima  enteramente  libre  de  purga-     °'        ^' 
torio.  I  en  otra  bula  dize:  No  queremos  que     Biasphenias 
la  pena  del  infierno  le  toque  en  alguna  manera.  h«»>iaeiPipi. 
fonzede  á  los  que  tomaren  la  cruzada  para  ir 
á  la  guerra ,  que  puedan  sacar  de  purgatorio 
tres,  é  cuatro  ánimas,  las  que  ellos  quisieren. 
Las  bulas  del  Papa  son  verdaderamente  burlas.    Bula  qué  cosa 
BiiDa  es  vocablo  latino ,  quiere  dezir ,  la  borbo-  '^*- 
üta  que  se  haze  en  el  agua ,  cuando  llueve :  que 
ei  una  cosa  vana  i  de  ningún  ser :  asi  hai  un  pro- 
forbio  en  latín  que  dize :  Homo  bulla ,  el  hombre 
ct  vanidad.  Pareze  que  los  Papas  pusieron  á  pro- 
posito este  nombre  á  sus  induljenzias  i  perdones, 
con  el  cual  dan  á  entender  sus  bulas  ser  burlas  i 
nulidad.  Tengámoslas,  pues,  por  tales.  Murió 
(demente  VI  de  muerte  subitánea,  no  estanda 
con  él  sino  solo  su  camarero ,  año  de  1359.  Don^    i3S3.> 
Alonso  XI  reinó  en  Castilla. 
Inozenzio  VI,  Franzés,  fuá  muí  avaro  paca    inozeiníovr. 


148  BEL  PAPA 

dar,  i  mui  liberal  para  tomar,  i  asi  daba  los  be- 

nefízios  mui  liberalmente  á  quien  mas  le  dab» 

Don  Jii  Garri-  por  ellos.  Este  envió  al  Cardenal  Español  Don 

lio  de  Aibornoi.  jQ  Carrillo  de  Albornoz ,  Arzobispo  de  Toledo, 

para  que  fuese  su  legado  en  Italia.  Fué  este  Don 
Jil  gran  guerrero  .*  i  así  fué  mas  ejerzitado  en 
las  armas  que  eti  la  Biblia.  Este  dio  en  Roma 
la  Corona  imperial  á  Carlos,  hijo  del  Rei  de 
Bohemia.  Pero  con  esta  condizion ,  que  el  Em- 
perador no  estuviese  vas  en  Roma  ni  en  Italia. 
Este  Cardenal  edificó  á  sus  propias  costas  im 
notable  Golejio  en  Boloña  para  pobres  estu- 
diantes Españoles.  Hasta  aqui  Tarapha  en  la 
vida  de  Don  Pedro.  Frai  Alonso  Venero,  en  so 
Enchiridion  de  los  tiempos,  dize,  que  este  Car- 
denal se  mandó  traer  después  de  muerto  á  la 
iglesia  de  Toledo  en  los  hombros :  i  asi  fué  traido, 
dando  el  Papa  grandes  induljenzias  á  cualquiera 
que  tomase  parte  de  aquel  trabajo.-  por  16 
cual  todos  los  pueblos  por  do  venia,  lo  salían 
¿  rezebir,  i  un  pueblo  lo  llevaba  hasta  el  otro, 
i  el  otro  hasta  el  otro,  hasta  que  vino  á  To- 
ledo. Engáñase  Venero  en  dezir  que  este  Don 
Jil  fué  en  tiempo  de  Martino  quinto.  Platina 
i  Tarapha  lo  ponen  en  tiempo  de  Inozenzio  VI. 
En  este  tiempo  se  mandó  en  las  Cortes,  qoe 
El  afio  comen-  se  tuvieron  en  Perpiñan ,  que  el  año  no  comen- 

nazionl'**"^"'  ^^^e  en  la  Encarnazion ,  que  es  á  25  de  Marzo, 
sino  en  Navidad.  Esta  costumbre  de  comen- 
zar el  año  en  la  Encarnazion  aun  se  tiene  hói 
dia  en  Inglaterra.  Este  Inozenzio,  oyendo  la 
diferenzia  que  habia  entre  el  Rei  Don  Pedro  i 
la  Reina  su  mujer,  envió  al  Cardenal  Gui- 
llermo para  hazer  las  amistades  entre  el  Rei  i 


I  BB  SD  AUTORIDAD.  149 

la  Reina,  i  los  grandes  de  Castilla ,  que  tomaban 
la  parte  de  la  Reina.  Pero  viendo  al  Rei  obstina- 
do, se  volvió  sin  hazer  nada ,  i  la  Reina  se  murió 
de  dolor  i  tristeza  pocos  dias  después.  Murió  este 
hpa  en  Aviñon  año  de  1362 . 

Urbano  V,  siendo  absenté,  i  no  Cardenal,  fué    ^'^"o  v. 
ekjido  Papa.  Este  envió  por  su  vicario  jeneral 
de  Italia  al  Cardenal  don  Jil  Carrillo,  el  cual 
ofizio  babia  administrado  en  vida  de  su  predeze- 
sorlnozenzio  VI,  como  ya  liabemos  dicho.  Este 
Papa  en  el  4.^  año  de  su  Pontificado  vino  de  Aviñon 
áRoma,  i  con  él  vinieron  los  Cardenales.  Este    insutuiion  de 
envió  en  la  cuaresma  la  Rosa  á  Juana ,  Reina  de  Jj  pJJJJ'"®®"^'* 
Sicilia,  1  hizo  un  decreto  que  cada  un  año  se 
diese  esta  Rosa  en  la  dominica  de  cuaresma,  qbe 
llaman  Lmtare,  Este  Papa  se  volvió  en  Franzia 
eon  su  Corte.  En  tiempo  deste  Urbano,  el  Arzo-     Arzobispo  de 
topo  de  Colonia  era  casado,  como  lo  cuenta  Pe-  c^'^Dit  cmdo. 
droPremostrense.  £1 D.  Illescas  en  la  vida  deste 
Urbano  quinto,  dize,  que  como  se  hubiese  perdido    Lit  cabeus  de 
la notizía  de  dónde  estaban  las  cabezas  de  los  l^bfo'perádisl 
santos  Apóstoles  Pedro  i  Pablo,  el  Emperador  hiUadas. 
trabajó  harto  con  el  Pontiñze  que  se  buscasen. 
lalfinseJiallaron  en  una  caja,  en  el  Sancta  sanc- 
toramde  San  Juan  de  Letran,  i  se  pusieron 
eael  lugar  donde  ahora  están,  etc.  Veis  aquí  la 
lartidumbre  que  nuestros   adversarios   tienen 
de  808  tan  grandes  reliquias.  Murió  Urbano  año    Tósigo, 
de  iS71 ,  i  no  sin  sospecha  de  tósigo.  Don  Hen- 
riqoe  U,  hijo  bastardo  de  Don  Alonso  XI ,  reinó 
en  Castilla. 

Gregorio  U,  sobrino  de  Clemente  VI  (sino  es 
que  fué  h^o),  fué  hecho  Cardenal  siendo  de  edad 
de  i  7  anos.  Este,  hecho  Papa « viendo  que  toda 


150  BSL  PAPA 

Italia  estaba  revuelta ,  i  que  casi  toda  le 
quitado  la  obedíenzia,  como  dize  Volatei 
por  consejo  de  Catalina  de  Sena ,  que  Ai 
fué  canonizada,  i  de  Baldo  su  preceptor,  dej 
Franzia  «evino  con  12  galeras  á  Roma,  i 

TucfreHpipVá  *^^^-  Clemente  V  pasóla  Corle  de  Roí 
Romi.  Franzia ,  donde  se  detuvo  casi  74  años.  Oii 

zen  que  Santa  Brijida,  vuelta  de  Jerusalen, 
Roma,  i  escribió  al  Papa  Gregorio  diziéndo 
el  Señor  quería ,  que  la  Corte  Romana  se^ 
se  á  Roma.  Asi  lo  dize  M asseo.  Otros ,  enl 
cuales  es  Crantzio ,  dizen :  que  el  Papa  repi 
dio  á  un  Obispo ,  porque  seguía  la  Corte 
i  no  residía  en  su  Obispado :  al  cual  el  ( 
respondió:  ¿I  vos.  Papa  de  Roma,  por  qué  n 
ejemplo  á  los  otros  volviéndoos  á  vuestro 
pado?  Asi  que  la  Corte  Romana  se  volvió  á 
á  cabo  de  74  años  por  consejo ,  ó  de  una  < 
mujeres,  ó  de  ambas:  ó  por  consejo  de  un 
po.  Este  Papa  descomulgó  á  los  Florentine 
habían  sido  las  cabezas  délas  revueltas: 
cuales,  porque  no  hazian  caso  de  la  descomí 
el  Papa  hizo  gran  guerra.  Murió  este  6r 
is7<-  año  de  1378.  En  cuyo  tiempo  reinó  en  € 

Don  Henrique  n. 
Urbinovicrae-     Muerto  Gregorio  undézimo,  el  Clero 
lisimo.  ^Yo  Romano  corrieron  á  los  Cardenales 

garles  que  elijíesen  algún  Italiano ,  i  en  : 
na  manera  Franzés ,  á  fin  que  la  Corte  R< 
no  se  volviese  á  Franzia.  I  como  comenzi 
elejir,  levantóse  entre  los  Cardenales 
contienda:  los  cuales  eran  17:  los  4  Ital 
i  los  13  Franzeses.  Los  Franzeses,  siend 
chos  mas  en  número,  bien  fázilmente  po 


I  DB  su  AUTORIDAD.  151 

preralezer,  pero  no  osaron.  Porque  los  Romanos 
estaban  en  armas ,  i  los  amenazaban  sí  no  hazian 
Papa  Italiano:  por  lo  cual,  viernes  9  de  Abril, 
liizíeron  Papa,  al  cual  llamaron  Urbano  VI, 
icomodize  Platina,  antes  que  fuese  publicado, 
oi  que  efe  supiese  que  habia  Papa ,  los  Carde- 
nales Franzeses  comenzaron  á  Calumniar,  dizien- 
do  aquella  elezion  no  ser  lejitima,  ni  valer 
nada :  pues  habia  sido  hecha  con  engaño  i  fuer- 
la ,  insistiendo  los  Romanos  con  las  armas  en 
las  manos ,  que  el  Papa  fuese  Italiano :  i  asi  los 
Cardenales  salidos  del  cónclave,  unos  se  aco- 
jieron  al  castillo  de  S.  Anjelo,  otros  á  los 
montes  para  escaparse  del  ímpetu  del  furioso 
paeblo.  Entonzes  el  Cardenal  Ursino,  que  era 
italiano,  viendo  la  gran  discordia,  que  habia  entre 
los  Cardenales,  tuvo  grande  esperanza  que  sería 
Papa.  (Este  lo  habia  mui  de  veras  pretendido.) 
Hasta  aqui  Platina.  Ocho  de  los  Cardenales 
Franzeses  se  fueron  á  Fundo ,  temiéndose  de  la 
severidad  i  crueldad  de  Urbano:  donde  por  las 
eausas  ja  dichas,  i  alegando  que  la  sede  era 
Tacante  (i  ya  entonzes  eran  18  Cardenales) ,  i 
ayudándoles  Juana,  Reina  de  Ñapóles,  elijieron  Dos  Papas. 
otro  Papa,  que  llamaron  Clemente  VII.  Esta 
Zisma  fué  la  mas  perniziosa  i  que  roas  tiempo 
dnró  que  ninguna  otra.  Porque  duró  hasta  que  zisma  a?  doró 
le  comenzó  el  Conzilio Constanziense,  quepa-'  "" 
saron  40  años,  i  aun  después  duró  diez  años,  asi 
que  duró  50  años.  Quien  quisiere  saber  la  am- 
bizion,  engaños,  astuzias,  perjuizios,  disimula- 
xiones ,  etc. ,  de  los  que  en  tiempo  de  esta  Zisma 
Paparon,  lea  á  Theodorico  de  liiem,  que  como 
te¿igo  de  vista,  compuso  hi  historia  desta  Zi^ma. 


so  afios. 


152  DBL  PAPA 

i  á  Bonín  Segnio  en  la  Historia  Florentina,  i  á 
frai  Juan  Pineda,  lib.  xxu ,  cap.  37,  §  3  i  4.  Deste 
Urbano  dize  Estella,  que  era  hombre  astiUo 
i  vindicativo,  i  que  se  acordaba  de  las  injurias 
(no  que  él  habia  hecho,  sino  que  le  hablan  hecho). 
Grantzio  dize  del,  que  era  feroz,  cruel,  inexo-. 
rabie.  1  asi ,  en  siendo  Papa ,  no  procuró  poner 
paz,  sino  hazer  guerra  para  vengarse  de  los 
Cardenales  Franzeses,  i  de  la  Reina  Juana.  Para 
hazer  esto ,  absolvió  á  los  Florentines  de  la  des- 
comunión que  Gregorio,  su  predezesor,  habia 
dado  contra  ellos :  i  esto  para  que  tomasen  su 
Cruel  Papa,  parte.  Este  Urbano  hizo  poner  zinco  Gardenaies 
en  zinco  costales,  i  asi  puestos,  los  echó  en  ia 
mar,  donde  se  ahogaron.  Deste  jénero  de  muerte 
se  escapó  Adán ,  Gardenal  Inglés :  pero  con  gran 
dificultad.  Esto  hizo  el  Papa,  porque  aquellos 
Cardenales,  tomándola  parte  de  Clemente VII, 
hablan  conspirado  contra  él.  Después  desto,  para 
mejor  confirmar  su  bando,  hizo  en  un  dia  29  Car- 
denales, tres  dellos  (como  dize  Platina)  Romanos, 
i  casi  todos  los  demás  Napolitanos.  Pandulpho 
Colenuzio,  dotisimo  jurisconsulto,  añide  ensa 
Historia  Latina  de  Ñapóles ,  otra  crueldad ,  aun 
mayor  que  esta  que  habemos  dicho :  dize  que  este 
Urbano ,  estando  en  Jénova ,  condenó  á  muerte 
Crueldad  tira-  á  tres  Cardenales :  mandóles  cortar  las  cabezas, 
nica.  cuyos  cuerpos  hizo   tostar  en  un  homo.,  i  asi 

tostados,  los  hizo  poner  en  costales,  ósaco8<4 
cuando  quiera,  que  iba  de  un  pueblo  á  otro ,  los 
llevaba  enzima  de  tres  caballos:  i  para  que  se 
entendiese  que  hablan  sido  Cardenales ,  poniaDr 
les  sus  bonetes  rojos  sobre  los  costales.  Todo 
esto  hazia  para  ser  temido ,  i  para  que  nin- 


I  DB  Sü  AUTORIDAD.  153 

guoo  se  atreviese  á  intentar  cosa  ninguna  contra 
^1.  Hasta  aqui  Golenucio.  Este  Urbano ,  no  le 
bastando  las  fuerzas  i  artes  para  vengarse  de 
'aHeina  Juana,  envió  á  rogar  á  Garlos,  sobrino 
4<i  Reí  de  Hungría ,   que  viniese  con  ejérzito 
^  ayudarle,  i  que  lo  baria  Reí  de  Mápoles. 
fisto  oyó  Garlos  de  muí  buena  gana ,  i  ayudado 
dei  Reí ,  su  tío ,  con  consejo ,  i  con  jente ,  vino ,  i 
tomó  el  reino  de  Ñapóles,  prendió  á  la  Reina 
Juana,  que  se  habia  retirado  á  Gastelnovo,  for- 
taleza de  Ñapóles ,  presa  la  hizo  matar.  Hasta 
aqui  el  Papa  era  muí  amigo  de 'Garlos:  mas 
como  la  paz  no  dure  mucho  entre  los  impíos,  este 
gran  amor  del  Papa  se  convertió  en  mui  mayor 
odio.  ¿I  por  qué ,  si  pensáis,  su  satanidad ,  se 
aiojó  tanto?  La  causa  fué,  porque  Garlos  no  quiso 
hazer,  á  petizion  del  Papa ,  Prinzipe  Gampano  al 
tolurino  (ó  como  algunos  piensan,  hijo)  del  Papa. 
Platina ,  Golenucio ,  i  otros,  cuentan  esta  histo- 
ria. No  pudiendo ,  pues ,  el  Papa  alcanzar  esto, 
tiendo  hombre  no  mui  urbano ,  nijentil,  ni  bien 
((uisto,  convertióse  á  hazer  amenazas,  con  lo 
cual  enojó  tanto  al  Reí ,  que  por  algunos  dias 
el  Papa  no  se  atrevió  á  salir  en  público.  Pero 
disimnlandoel  Papa  esta  injuria  por  algún  tiempo, 
Mse  de  Ñapóles  con  voluntad  del  Rei  á  Nocera 
por  los  grandes  calores,  como  el  Papa  dezia. 
Uegado  el  Papa  á  Nocera ,  la  fortificó ,  i  hizo 
nuevos  Cardenales :  hizo  prozeso  contra  el  Rei: 
enviólo  á    zitar  para    que    pareziese   delante 
del:  á  lo  cual  respondió   el  Rei,   que  mui 
{Mresto  vendría  á  Nocera ,  i  que  justificaría  su 
cansa,  no  solamente  con  palabras ,  mas  aun  con 
armas.  Vino,  pues,  el  Rei,  zercó  con  gran  campo 


i 54  DEL  PAPA 

la  ziudad.  •  El  Papa ,  viéndose  así  zercado ,  se 
escapó ,  i  se  fué  á  Jénova ,  donde  hizo  lo  que 
habernos  dicho  de  los  Cardenales.  Muerto  Lu- 
dovico,  Rei  de  Hungría,  i  tio  de  Garlos,  ío« 
nobles  de  Hungría  enviaron  por  Garlos ,  Rei  át 
Ñapóles ,  para  hazerlo  Rei  de  Hungría  ^  á  donde 
ido  Garlos ,  fué  muerto  por  gran  traizion  de  la 

i3ss.  que  habia  sido  Reina  de  Hungría  año  de  1385. 

Éste  Urbano  (como  lo  cuenta  Golenucio  en 
su  Historia  de  Ñapóles) ,  oida  la  cruel  muerte  de 

Crueldad  crue- Garlos ,  tomó  gran  plazer:  i  como  la  espada, 
lisima.  gQjj  qyg  Gártos  habia  sido  muerto,  le  fuese 

presentada  aun  con  su  sangre,  miró  la  espada,  ¡la 
contempló  con  suma  alegría  i  contentamiento. 
No  hizo  asi  Julio  Zésar,  siendo  pagano,  no 
Ghristiano,  no  padre  santo ,  el  cual,  como  uno 
le  presentase  la  cabeza  de  Pompeyo ,  su  mortal 
enemigo ,  dize  Plutarco ,  que  detestando  tan  gran 
maldad ,  volvió  los  ojos,  no  queriendo  mirar  la 
cabeza.  Nota  lo  que  el  mismo  Plutarco  cuenta 
de  Licurgo ,  que  perdonó  á  aquel  que  le  habia 
quebrado  el  ojo.  Traigo  estos  ejemplos  de  pa- 
ganos ,  pera  mayor  vergüenza  del  que  se  llama 
Padre  santo,  i  vicario  de  JesuGhristo.  Vicarío« 
llamo  yo  á  Urbano ,  de  Satanás ;  el  cual  desde 
el  prinzipio  fué  homizida.  £1  odio  de  Urbano,  no 
se  aeabó  en  la  muerte  de  Garlos  :  adelante  pasó. 

Cruel  odio.  Porque  un  año  después  de  muerto  Garlos, 
este  Papa  procuró  desheredar  á  los  hijos  de 
Garlos,  Ladislao  i  Juan,  aun  pequeños.  Pero 
los  de  Gaeta  los  guardaron  mui  bien.  Vudto 
el  Papa  á  Roma,  murió,  i  no  sin  sospecha  de 

Tósigo.  tósigo,  año  de  1390 ,  habiéndose  bien  cruelmente 

«390.  habido  en  su  papado,  jonzeaños  i  ocho  meses. 


1  DB  SD  AUTORIDiLD.  155 

Cuya  muerte  (como  dize  Platina)  muí  pocos 
lamentaron,  por  haber  él  sido  hombre  rústi- 
co i  inexorable.  £n  tiempo  deste   cruel  Papa    Lombardas. 
le  halló  en  Alemana  la  cruel  invenzion  de  las 
Lombardas.  En  tiempo  deste ,  reinó  en   Portu- 
gal Don  Juan  I,  hijo  bastardo  de  don  Hernan- 
do ,  Rei  de  Portugal.  Este  Don  Juan  ganó  la  Vi- 
toria de  Aljubarrota,  siendo  otro  Don  Juan  I, 
Rfi  de  Castilla.  Esta  es  aquella  batalla  de  que 
tanto  los  Portugueses  se  prezian  i  glorian  contra 
los  Castellanos :  i  asi ,  como  en  zierto  tiempo  el 
Emperador  Carlos  casi  amenazase  á   un  Em- 
iMjador  de  Portugal,  i  le  dijese:  Mirad  Em- 
bajador, que  no  hai  de  aquí  á  Portugal  muchos 
fios  que  pasar :  el  Embajador  le  respondió ;  es 
así,  porque  no  hai  mas  ríos  ahora ,  de  los  que 
había  cuando  la  de  Aljubarrota.  Por  esta  respues- 
ta 9I  Rei  de  Portugal  hizo  merzedes  al  embajador. 
Don  Juan  I ,  i  su  hijo  Don  Enrique  III ,  reinaron 
oi  Castilla. 

Déla  elezionde  Clemente  YII,  ya  asaz  habe-    clemente  Til- 
mos dicho  en  su  Antipapa  Urbano  VI ,  la  zisma 
duró  50  años.  A  Urbano  favorezia  Alemana, 
Ralla,   Inglaterra:  á  Clemente  Vil,. favorezia 
Ffanzift,  Castilla ,  Aragón ,  Navarra ,  Cataluña: 
mochos   también   hubo  que   fueron  neutrales, 
que  ni  favorezían  á  Urbano,   ni  á  Clemente. 
Este  Clemente  zelebró  un  Conzilio  en  París.  En 
tiempo  deste,  «e  levantó  la  cuestión  de  la  Con-    Caeauon  de 
zepzion  áe  la  Virjen  María  entre  la  universi- 1«  cooMprion, 
dad  de  París  i  los  Dominicanos  año  de  1387, 
i  después  fué  muí  reñida    entre  Dominicanos 
i  Franziscanos ,  i  aun   no  es    determinada  la 
eoestíon:  porque  los  Papas  han  puesto  silen- 


156  DEL  PAPA 

zio  en  ella,  por  no  menoscabar  la  loca  devozioa 
i  superstizion  del  vulgo  ignorante.  Murió  Gle- 
itts.  mente  año  de  1392.  Estos  Antipapas  enTíaron 

mui  muchas  i  muí  terribles  bulas  á  diversas 
partes  del  mundo,  echaron  mui  muchos  li- 
belos famosos  el  uno  contra  el  otro,  con  los 
cuales  se  mordian,  abominaban  i  anathemati- 
Titaioi  de  Pt-  zaban  llamándose  el  uno  al  otro  Antechris- 
^**'  to,   Zísmático,   hereje,  tirano,    ladrón,  trai- 

dor, malvado,  sembrador  de  Zizaña  i  hijo  áe 
Belial.  I  ziertamente ,  que  en  esto  que  el  uno 
dezia  contra  el  otro ,  no  mentían :  nunca  dije- 
ron en  su  vida  mayor  verdad,  porque  tan  hijo 
de  Belial ,  i  lo  demás ,  era  el  uno ,  como  el  otro. 
A  este  Clemente,  muchos  teniéndolo  por  AntK 
papa,  no  lo  cuentan  en  el  Catálogo  de  los  Papas. 
Pero  zierto  que  se  le  haze  injuria :  porque  mas 
Canónicamente  fué  elejido  que  Urbano  (si  hai 
elezion  de  Papa  que  Canónicamente  se  haga)* 
i  en  vida,  no  fué  tan  gran  vellaco :  ni  tan  erad 
como  Urbano.  Demás  desto  házese  gran  in- 
juria á  nuestra  España  i  á  Franzia,  las  cualss 
tuvieron  á  Clemente  por  verdadero  Papa,  i  á 
Urbano  por  Antipapa,  i  Antichristo,  coino 
Clemente  lo  llamaba.  I  asi,  Don  Juan  I,  Rd 
de  CastiUa,  para  que  su  reino  no  fuese  aparUh 
do  de  la  comunión  de  la  sede  Apostólica ,  hiao 
juntar  (como  lo  cuenta  Don  Rodrigo  Obispo 
de  Palenzia  en  su  historia,  hablando  dd  Rd 
Don  Juan)  los  perlados  i  hombres  dotisimos  en 
Theolojia  i  en  humanidad ,  i  los  estador  de  su 
reino :  los  cuales,  después  de  haber  bien  ezami'^ 
nado,  i  debatido  elnegozio,  declararon  ddierse 
dar  la  obedienzia  á  Clemente  Ylly  i  muerto 


Bonlfaiio  IX. 
Doi  Papas. 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  157 

Clemente  la  dieron  á  su  suzesor  Benedito  XIII, 
como  diremos. 

Booifazio  IX  Y  no  siendo  aun  de  30  años ,  fué 
ekyído  en  Roma  por  la  parzialidad  i  bando  de 
Ofbano  VI,  el  cual  (como  dize  Grantzio)  trató  á 
los  Romanos,  no  como  Obispo ,  sino  como  un 
crael  Emperador,  ó  tirano.  I  asi  hizo  matar  á 
muchos  dellos  por  sospecha  que  de  ellos  tenia. 
Bste  hizo  la  lei,  que  ningún  sazerdote  pudiese 
gozar  de  su  sazerdozio,  si  no  pagase,  al  Papa  los 
primeros  frutos,  que  llaman  Annatas:  que  es  dinero» fruto», 
todo  lo  que  el  sazerdozio  vale  en  un  año.  A  este 
Decreto  solo  los  Ingleses  resistieron,  como  lo 
nota  Platina,  Volaterrano,  Blondo,  Polidoro 
Viijilio ,  Pantaleon ,  etc.  Este  hizo  coronar  á  La- 
dislao, hijo  de  Garlos,  por  Rei  de  Ñapóles.  Ur- 
Imqo  VI  (como  en  su   vida  dijimos)  procuró 
desheredar ,  i  aun  sacar  del  mundo  á  este  La- 
dislao, por  el  odio  que  aun  tenia  al  padre,  ya 
defonto.  Este  Bonifazio  fué  muisimoniaco,  sacó 
gran  dinero  de  sus  bulas,  induljenzías,  perdones, 
i  del  gran  Jubileo  que  zelebró  en  el  año  de  1400 
en  Roma:  lo  cual,  contra  toda  lei  i  derecho, 
]Nrodigalmente  gastaba   con    sus  deudos.  Mu- 
rió año  de  1404.  Don  Henrique  III  reinó  en  Gas- 
tiUa. 

Benedito  XIII ,  ó  XI ,  Español ,  tampoco  es  con- 
tado entre  los  Papas,  por  las  mismas  causas  que 
Clemente  Vil.  Pero ,  pues  nuestra  España  i  Fran- 
zia  lo  tuvieron  por  Papa ,  no  le  quitaremos  su 
higar.  Fué  Español ,  nazido  en  Gataluña ,  llamóse 
antes  de  ser  Papa,  Pedro  de  Luna :  fué  elejido 
en  Aviñon  por  SO  Gardenales  que  tenian  el 
bando  de  Glemente  Vil .-  fué  hombre  doto,  i  dis- 


Benedito  XIII. 


Doi  Papas. 


158  DEL  PAPA 

puto  antes  que  fuese  Papa,  contra  la  autoHdad 
del  Papa :  concluyó ,  que  no  se  habia  de  temer:  d 
cual ,  por  esta  dotrina  tan  verdadera ,  fué  como 
hereje  condenado  del  Papa ,  que  entonzes-  ocu- 
paba la  silla  del  Antechristo.  Fué  Papa  hasta  que 
el  Gonzilio  Pisano  lo  depuso :  después  fué  d^ 
puesto  en  el  Gonzilio  Gonstanziense ,  el  cual, 
aunque  era  depuesto  en  dos  Gonzilios ,  no  dejó 
por  todo  esto,  de  llamarse  Papa  hasta  que  muiió 
1434.  en  su  tierra  de  Gataluñaaño  de  1424,  habienda 

sido  Papa  30  años  i  mas :  muriéndose  mandó  á 
los  Gardenales  que  en  siendo  él  muerto  elijie- 
sen  otro  Papa,  i  asi  elijieron  por  Papa  á  JU 
Muñoz ,  Ganónigo  de  Barzelona ,  al  cual  llama- 
Clemente  VIII.  ron  Glemente  VIII,  el  cual,  á  petizion  del  Ret 
Dos  Papal.       Don  Alonso  de  Aragón ,  crió  nuevos  Gardenales, 
i  hizo  todo  k)  que  los  Papas  suelen  hazer.  Pero 
como  el  Papa  Martíno  V ,  que  Jiabia  sido  elejido 
en  el  Gonzilio  Gonstanziense ,  se  hiziese  amigo 
con  el  Rei  Don  Alonso ,  el  Muñoz ,  por  mandado 
del  Rei ,  renunzió ,  habiendo  sido  Papa  4  añios, 
i  fué  hecho  Obispo  de  Mallorca :  sus  Gardenales 
de  sí   mismos   dejaron  su   ofízio.  En   tiempo 
desta  Zisma  vivió  un  hombre   doto   i   bueno 
ThcodoFkio  de  llamado  Theodorico  de  Niem,  Obispo  Verdense, 
*"•  el  cual  (como   habemos  ya  dicho)  escribió  la 

historia  desta  Zisma.  La  cual  historia  ya  casi  no 
se  hallaba:  porque  los  papistas  la  han  echado  del 
mundo :  porque  descubria  las  verdades.  Pero  año 
de  1566  se  imprimió  otra  vez ,  á  pesar  del  Papa, 
en  Basilea.  £ste  autor ,  entre  otras  cosas ,  dezia  I 
probaba ,  el  Papa  no  tener  ningún  derecho  po- 
lítico sobre  el  Emperador :  mas  al  contrario ,  que 
los  Emperadores  debrian  castigar  á  los  malos  Pa- 


I  BB  8Ü  AUTORIDAD. 


159 


loozeozio  Vil. 
Dos  Papas. 


pas:  i  aun  mas  dize «  no  ser  dignos.de  ser  llama- 
dos Emperadores ,  los  que  disimulan  con  tan 
enormes abominaziones  i  tiranías,  que  los  Pa- 
pas cometen.  En  tiempo  de  Benedito  XIII  reinó 
en  Castilla  Don  Henrique  terzero  ,  i  Don 
Jaanll. 

Inozenzio  VII  fué  elejido  en  Roma  por  suze- 
sor  de  Bonifazio  IX.  Este,  siendo  Cardenal,  re- 
prehendió la  negUjencia  i  temor  de  Urbano ,  i  de 
Bonifazio,  diziendo,  ellos  ser  la  causa  que  la 
Zisma  durase  tanto  tiempo ,  de  lo  cual  se  cau- 
saba tanto  mal  para  la  Ghristiandad.  Pero  en 
siendo  Papa  mudó  parezer ,  i  no  solamente  hizo 
lo  que  antes  tanto  reprehendia,  mas  aun,  se  eno- 
jaba muí  mucho  si  alguien  le  hablase  de  ello :  i 
tiranizó  al  pueblo  Romano  haziendo  lo  que  queria: 
pero  duróle  poco  su  papado ,  i  así  murió  año  de 
1407.  Don  Juan  II  reinó  en  Castilla. 

Gregorio  XII,  al  cual  Theodorico  de  Niem  Gregorio  xii 
siempre  llama  Errorio,  i  á  sus  secuazes  llama 
Birorianos,  fué  elejido  en  Roma  en  lugar  de 
Inozenzio  YII  viviendo  Benedito  XIII  en  Aviñon. 
Gregorio  fué  elejido  con  esta  condizion,  que 
renunziaria  al  Papado ,  si  fuese  para  bien  de  la 
iglesia:  lo  cual  confirmó  en  siendo  Papa  delante 
de  testigos  i  de  notarios  que  lo  escribieron, 
con  tal  que  Benedito  XIII  hiziese  lo  mismo.  Pero 
como  Benedito  no  quisiese  renunciar,  tampoQo 
el  Gregorio  ^so:  aunque  el  uno  i  el  otro, 
siendo  buenos  disimuladores  i  astutos,  da- 
ban esperanza  que  lo  querían  hazer,  i  asi 
nombraron  á  Savona  donde  se  viesen ,  i 
acordasen  :  pero  todo  fué  aire.  Por  esta  causa 
te  tuvo  un  gran  Gonzilio  en  Pisa ,  donde  se  ha- 


i40T. 


Dos  Papas. 


160  DBL  PAPA 

8tno  ^  a'S"^  ^*"  ^^^^  muchos  Cardenales  de  la  una  parte  i  de 
depuso  doi'pa-  la  Otra,  i  124  Theólogos ,  i  casi  300  Lejistas,  año 

fanVreCr  tens^  ^®  ^^^^'  ®°  ®*^®  Conzilio  ambos  Papas  fueron 
ose.  p,.¡yj^¿Qg^  ¡  gjj  gy  lugar  fué  elejído  Alejandre  V, 

Cretense :  toda  la  Chrístiandad  aprobó  esto ,  sino 
fué  España ,  Escozia  i  el  Conde  de  Armeniaco: 
los  cuales  tenían  firmemente  con  Benedito  Xm. 
El  Gregorio  i  el  Benedito,  no  haziendo  caso  del 
Conzilio  Pisano,  todavía  se  tenían  por  Papas: 
pero  temiéndose  no  fuesen  cojidos,  el  Grego- 
rio se  fué  á  Arimino ,  i  Benedito  á  su  tierra  de 
Cataluña.  Desta  manera  hubo  en  este  tiempo 
Tres  Papas,  tres  Papas,  Benedito  XIII,  hecho  en  Aviñon, 
Gregorio  XII ,  hecho  en  Boma ,  i  Alejandre,  Cre- 
tense, hecho  en  el  Conzilio  Pisano.  Los  poetas 
fínjen  que  Zerbero ,  portero  del  infierno ,  tenia 
tres  cabezas:  ahora  vemos  esta  fábula  verifi- 
cada en  el  Papismo,  cuyo  portero  (que  es  el 
Papa)  tenia  tres  cabezas;  i  cuanto  al  reino 
del  Antechristo ,  tan  cabeza  era  el  uno  como  el 
otro.  Gregorio  echó  del  pulpito  abajo  á  Nico- 
lao de  Luca,  porque  predicando  lo  exhortaba 
á  unión  para  bien  de  la  iglesia ,  i  hizolo  meter 
en  la  cárzel  para  castigo  del  i  ejemplo  de 
•  I41S.  otros.  Al  fin ,  en  el  año  de  1415,  los  Padres  que 

se  juntaron  en  el  Conzilio  Gonstanziense  le 
escribieron  que  viniese  al  Conzilio :  ó  que  por 
lo  menos  enviase  alguien  en  su  lugar.  Él  cual, 
viendo  que  lo  que  querían,  era  ^e renunziase« 
luego  á  la  hora  renunzió:  pero  poco  des- 
pués murió  de  dolor  i  tristeza.  Quedaba  toda- 
vía Pedro  de  Luna,  llamado  Benedito  XIII, 
contra  el  cual  Juan  /erson ,  theólogo  afamado, 
muchas  vezes  dijo  en  el  Conzilio:  No  tendrá 


I  DB  su  AÜTOEIDAD.  161 

paz  la  iglesia  mientras  Luna  viviere.  Pero  ni 
ia  aatoridad  del  Gonzilio,  ni  las  amenazas,  ni 
ruegos  que  se  le  hizieron ,  bastaron  para  hazer- 
-le  renunziar ,  i  asi  fué  Papa  liasta  que  murió, 
porespazio  de  mas  de  treinta  años.  Murió  año 
de  1424.  **«*• 

Alejandre  Y ,  Cretense ,  fué  heclio  Papa  en  el 
Gonzilio  Písano ,  como  ye  habernos  dicho.  Este 
loé  un  Alejandre  en  dar:  i  asi  él  de  si  mismo, 
como  por  donaire,  solia  dezir,  que  habia  sido 
rico  Obispo ,  pobre  Cardenal ,  i  Papa  mendigo. 
Fué  de  tan  alto  humor ,  que  estando  en  el  Con- 
ziHo  Pisano ,  privó  del  reino  á  Ladislao ,  Rei  de 
l!fipoles,  de  quien  habemos  hecho  menzion  en 
la  vida  de  Urbano  VL  Este  Alejandre  ordenó,  que  Ai«jw<lw  v. 
todos  los  Christianos  creyesen  como  artículo  quVs  ^Frantísco 
de  Fé,  que  su  S.  Franzisco  habia  tenido  las  tuvo  lías  Plagas! 
zinco  plagas  que  Jesu  Christo  le  había  impri- 
mido :  mandó  que  se  zelebrase  la  fiesta  de  las 
llagas  de  S.  Franzisco  con  solenidad.  En  esto  se 
iBostró  Alejandre  verdaderamente  Antechristo: 
paes  se  tomó  autoridad  de  hazer  nuevos  ar- 
licalos  de  Fé ,  los  cuales ,  quien  quiera  que  no 
los  creyere ,  sea,  por  el  mismo  caso,  condenado. 
S.  Pablo  nos  enseña  que  si  alguien  nos  predica-  Gdí.,  i,  a. 
re,  aunque  sea  Ángel  del  zielo,  otro  Evanjelio, 
foon  del  que  él  nos  ha  predicado,  sea  anathe- 
ma,  maldito  i  descomulgado:  tal,  pues,  fué  el 
Papa  Alejandre.  Este  Alejandre,  que  antes  se 
Hamo  Pedro  de  Candía ,  estando  en  el  artículo 
déla  muerte  (como  lo  cuenta  Theodoríco  de  Lib.  iii,cap.si. 
Niein),  dijo  que  nunca  conozió  padre,  ni  ma- 
pire,  ni  hermano ,  ni  ningún  pariente,  i  que  sien- 
do mochacho ,  vivia  demandando  de  puerta  en 

11 


Í6f 


DEL  PAPA 


I4lf. 


Tósigo. 


puerta  por  amor  de  Dios.  Dijo «  qae  an  Italiano 
fraile  Franzisco,  lo  quitó  desta  manera  de  ▼trir, 
i  le  enseñó  gramática,  i  después  lo  hizo  fraile 
de  su  orden ,  i  lo  llevó  consigo  á  Italia ,  i  que  de 
Italia  pasó  en  Inglaterra ,  i  estudió  en  Oxonia ,  i 
después  de  haber  estado  muchos  años  en  esta 
Lib.  II»,  catr.  s3.  universidad ,  se  fué  á  París ,  donde  se  hizo  maestro 
de  Theolojía,  de  allí  se  fué  á  Lombardía,  donde 
por  medio  del  Duque  Juan  Galeazo  fué  hecho  Obis- 
po  Vizentino ,  i  después  Arzobispo  de  Milán,  dea* 
pues  Cardenal,  i  al  fin  Papa.  Murió  año  de  1411. 
La  causa  de  su  muerte  (como  dize  Baptista  Pane- 
zio  en  el  sermón  vi)  fué  el  tósigo  que  su  médico 
Marsilio  Parmense,  le  dio,  por  el  dinero  que  rezibió 
del  Cardenal  Baltasar  Cosa ,  queriendo  ser  Papa* 
como  lo  fué.  Don  Juan  II  reinó  en  Castilla. 

Juan  XXIV ,  como  lo  llama  Platina,  ó  XXIII,  ó 
XXII,  por  las  causas  que  ya  habernos  dicho :  fué 
hecho  Papa  con  el  tósigo  que  hizo  dar  á  su  prede* 
zesor  Alejandre.  Este  sopo  menear  mejor  las  ar- 
mas ,  que  los  libros :  i  así  (como  lo  nota  fraf  Juan 
de  Pineda ,  lib.  xxiii ,  cap.  1 0 ,  §  III) ,  fué  hombre 
para  mucho  en  lo  temporal,  i  para  nada  en  lo  espi- 
ritual (buen  prinzipio),  alega  para  confirmazion 
desto  á  Leonardo  Aretino,  Blondo,  Flavio,  i  á 
Pío  il.  Este,  como  los  mismos  papistas  lo  testífi^- 
can,  mas  fué  hecho  Papa  por  violenzia,  que  por  li- 
bre elezion.  Porque,  como  muerto  Alejandre,  los 
Cardenales  se  juntasen  en  Boloña,para  eiejir  P»- 
pa,  este,  siendo  Legado  en  Boloña,  i  teniendo  como 
buen  Capitán  gran  número  de  soldados ,  amena- 
zó muí  mucho  á  los  Cardenales ,  si  no  eiejian 
Papa  conforme  á  su  voluntad  déi:  por  esta  cau- 
sa le  nombraron  muchos^  diziéndole,  ¿queréis 


JtttO 

gran  velUco 


XXIV, 


Estratajema 
para  ser  Papa. 


I    DB  8Ü  AÜTOEIDAD.  i6S 

Mte?  ¿queréis  estotro?  pero  él  de  ninguno  se 
contentaba:  i  como  le  rogasen  que  nombrase 
á  qoien  quería  que  fuese  Papa :  dijoles  ^  dadme 
ei  manto  de  San  Pedro ,  i  yo  lo  pondré  á  aquel 
foe  ha  de  ser  Papa.  I  como  se  lo  diesen ,  él^po-   «oubic  deiioi 
niéadoselo  sobre  si,  dijo:  Yo  soi  Papa.  (Este  de  Papa, 
caento  es  como  el  que  dizen  del  Rei  Don  Her- 
oaado,   abuelo  del  Emperador    Don   Garlos, 
Bfií  de  España :  Maestre  por  Maestre ,  séaselo 
eile:  i  desta   manera  echándose  el  hábito,  se 
hbo  Maestre   de    Santiago.)    Semejante  ele- 
zioná  esta,  fué  la  del  Papa  Juan  veinte  i  tres: 
como  lo  habernos  ya  contado.  Lo  que  hizo  el 
Papa  desplugó  á  los  Cardenales :  mas  con  todo 
eio,  tuvieron  por  bien  de  disimular  con  ello, 
í  pasar  con  la  elezion,  por  ser  el  hombre  tan 
terrible.  En  este  hombre  (como  Platina  dize) 
baUa  mas  ferozidad  i  atrevimiento,  del  que  su 
profesión  requería:  su  vida  casi  toda  era  á  la 
loldadesca :  tales  eran  sus  costumbres ,  que  mu- 
eiíaa  cosas ,  las  cuales  no  es  hzito  dezirlas ,  él  pen- 
nba  ser  lízito  hazerlas.  Tales  debian  ser  las  abo- 
oiiiaziones,  que  Platina  ha  vergüenza  de  dezirlas. 
En  siendo  Papa  escribió  al  Emperador  Sijismundo 
faelo  quería  coronar.  Comenzó  á  tener  un  Con- 
liiío  en  Roma:  al  cual,  como  el  Emperador  i  diver- 
sas naziones  no  pudiesen  libremente  venir  por  )as 
dittordias  que  el  Papa  habia  levantado  en  Italia, 
alPapa,  á  petiziou  de  casi  todas  las  naziones,  nom- 
inó, á  Gonstanzia  para  primero  de  Noviembre 
ddafio  de  1414,  i  él  mismo  quiso  hallarse  en 
dConzilio.  I  aunque  algunos  le  aconsejaron,  que 
aofiíese  al  Gonzilio,  porque  podría  ser  que  vol- 
viese de  allá  sin  pontificado ,  él  con  todo  esto  fué. 


\- 


164  DBL  PAPA 

llevando  consigo  sus  astutos  abogados  que  lo 

defendiesen ,  si  algo  le  fuese  objetado.  Gomen- 

Gonziiio  Conj-  ^óse ,  pues ,  el  Gonzilio  jeneral  por  consentimien- 
tADziense  ano  de  .     j  i   i^  t  j  i  t?  i       o—  j 

i 4 14.  to  del  Papa  Juan,  del  Emperador  Sijismundo, 

i  de  los  otros  Prínzipes  Ghristianos.  La  noche  de 
es^i?cono"^°'  Navidad  el  Emperador ,  como  Diácono ,  cantó  el 

Evanjelio ,  que  comienza :  Exiit  edictum  á  Cm- 
sare  Augusto  etc.  Sentados , ,  pues  ,  en  el  Gon- 
zilio ,  i  habiéndose  dado  á  cada  uno  lizenzia  para 
hablar  libremente:  presente  el  mismo  Empera- 
dor, se  objetaron,  i  probaron  mas  de  40  críme- 
nes i  muí  enormes  delictos  contra  el  Papa 
Papa  depuesto  Juan.  Fué ,  pues ,  mandándolo  así  el  Gonzilio, 
por  el  ConziUo.  constreñido  de  renunziar  su  Papado :  las  cauMS 

fueron,  porque  habia  hecho  dar  tósigo  al  Papa 
Papa?.""^'^  ^^  Alejandre  V  ,  pafa  hazerse  Papa  á  sí  mismo:  por- 
Papaher^e,etc.  Q*^®  ®^^  hereje,  simoniaco,  mentiroso,  hipó- 
crita, homizida,  hechizero,  jugador,  adúltero, 
sodomita ,  etc.  Por  lo  cual ,  Juan ,  mudándose 
los  vestidos ,  se  huyó  de  Gonstanzia ,  i  se  fué  á 
Friburgo:  mas  por  mandamiento  del  Gonzilio 
habiendo  sido  Papa  zinco  años ,  fué  privado  del 
Papado ,  i  de  todo  otro  ofízio :  fué  buscado,  ha- 
llado, cojido  i  echado  en  prisión  en  elGastiUo 
de  Hidelberga  en  Alemana:  donde  estuvo  pre- 
so tres  años  en  grande  aflizion :  porqué  los  que 
lo  guardaban,  eran  Alemanes,  gofos  i  zafios, 
que  ni  entendían  Latin,  ni  tampoco  Italiano,  i 
el  miserable  Papa  ni  hablaba  ni  entendía  Ale- 
ndan. Desta  prisión  después  se  huyó.  En  este 
Gonzilio  se  trató  la  cuestión.  Sí  el  Papa  e?  so- 
bre el  Gonzilio,  ó  el  Gonzilio  sobre  el  Papa. 
Goncluyóse  en  la  sesión  iv  i  v  (como  el  mismo 
Garranza.  lo  dize)  el  Gonzilio  jeneral  lejiti- 


1  DB  SU  AÜTMIDAD.  165 

mámente  convocado,  que  representa  la  Iglesia 
Gathélica  militante,  tener  su  autoridad  inme- 
diatamente de  Ghristo,  al  cual  Gonzilio  toda    eigoozIIIo  ei 
persona ,  de  cualquier  estado  y  dignidad ,  aunque  *<*^'«  *'  ^'P"- 
sea* el  mismo  Papa,  debe  obedezer  en  lo  que 
toca  á  la  Fé,  etc.  Este  Decreto  del  Gonzilio  Gons- 
tahziense  se  confirmó  en  la  sesión  3.*  y  18  del 
Gonzilio  Basiliense.  Juan  Jerson ,  Theólogo  mui    DichoK    nou- 
a&mado,  se  halló  presente  en  el  Gonzilio  Gons-  Wesd«  Jenon. 
tanziense :  el  cual,  no  solamente  de  palabra,  mas 
aun  con  escritos ,  abonó  i  zelebró  este  Decreto, 
que  el  Papa  se  sujete  al  Gonzilio.  Dize  que  este 
Beeréto  mereze  ser  fijado  en  todas  las  Iglesias, 
i.  én  todoa  los  lugares  públicos  para  perpetua 
nemoría.  Dize  ^r  perniziosos  aduladores  aque- 
ÜM  que  introduzen  esta  tiranía  en  la  Iglesia, 
qoe  el  Pontífize.  no  debe  obedezer  al  Gonzilio, 
i^  el  Gonzilio  ni  debe,  ni  puede  juzgar  al 
Pl^.  Gomo  que  el  Gonzilio  reziba  toda  su  fuerza, 
iégnidad  del  Pontifize,  i  como  que  no  pueda 
ler  convocado ,  sino  por  voluntad   del  Papa: 
como  que  no  haya  lei  ninguna  para  el  Papa  ,.i  po- 
no qae  no  se  le  deba  demandar  cuenta  de  lo  que 
Une.  Bise  que  tales  monstruosas  palabras  deben 
tmx  bien  lejos  de  nosotros :  como  aquellas  que 
ion  contrarias  á  las  leyes ,  á  la  equidad ,  i  á  la 
11X90.  Dize  que  toda  cuanta  autoridad  tiene 
li  If^esia ,  la  tiene  el  Gonzilio ,  i  que  se  debe  i 
puede  apelar  del  Papa  para  el  Gonzilio.  Dize  que    (^o„o  ¿i  t^^o 
loi  que  demandan  cuál  sea  mayor ,  el  Papa  ó  la  es  mayor  aue  u 
lgie¿i ,  hazen  ni  mas  ni  menos  que  los  que  pre-  Ifiif" "'  mtySr 
gmtany  si  el  todo  sea  mayor  que  1^  parte.  Dize  que  el  Papa, 
fne  el  Gonzilio  tiene  autoridad  i  derecho  de 
clcfir  Pontifize ,  de  juzgarlo «  i  de  deponerlo. 


166  DBLfAPA 

Todo  lo  cual  confirma  Jersoo  con  d  GonzOio 
Gonstanzíense.  Este  Gonzilio  jazgó  la  cansa  de 
tres  Papas,  Gregorio  XII ^  Benedito  XIII,  i 
Juan  XXIV ,  i  hallándolos  á  todos  tres  culpadiM« 
los  depuso ,  i  elíjió  á  Martino  Y.  Eneas  Silvio,  ^oe 
después  se  Uamó  Pío  II ,  se  halló  en  el  Gonzilio 
Basiliense ,  i  escribió  todo  cuanto  en  él  se  trató, 
subiendo  hasta  las  nubes  todo  cuanto  en  él  se  de- 
cretó. Pero  hecho  Papa,  fué  de  contrarío  parezer, 
diziendo,  que  el  Gonzilio  se  debe  sujetar  al  Papa. 
La  Universidad  de  París ,  pocos  meses  antes  q«e 
Luthero  tratase  la  cuestión  de  las  induljenztas, 
apeló  de  León  X  para  el  Gonzilio.  Este  Decreto 
del  Gonzilio  Gonstanzíense  I  Basiliense  no  i^ugo, 
ni  aun  plaze ,  á  los  aduladores,  del  Papa :  loi 
cuales ,  contra  sus  conszienzias,  hazen  a)  Papa, 
Dios  en  la  tierra  i  absoluto  Señor  de  todo.  Bn 
este  Gonzilio  fué  condenado  Juan  Wiclef ,  Inglés, 
ya  defunto,  en  Inglaterra:  porque  predíeaiía 
libremente  la  dotrina  Evanjélica,  que  deseo* 
bria  la  hipocresía  i  falsa  dotrina  Papistiea :  fue- 
ron por  lo  mismo  condenados,  i  quemados  Juan 
Hus  I  Jerónimo  de  Praga.-  los  cuales  sufneroii 
su  martirio  con  gran  constanzia  i  alegría.  Pió 
Historia  Bohé- ^^Sundo  dize  que  el  Juan  Hus,  era  mayor  en 

mica,  cap.  36.     edad  i  en  autoridad ,  pero  el  Jerónimo  lo  era  en 

dotrina  i  en  elocuenzia .-  i  un  poco  mas  adelante 
Gonstansia  de  dize :  Ambos  sufrieron  la  muerte  con  ánimo 

íSnfmodePrtgT  constante ,  i  como  que  fueran  combidados  á  al- 

gnn  banquete,  se  daban  priesa  para  Ir  al  fuego: 
en  comenzando  á  quemarse,  cantaron  un  Psalmo, 
al  cual  á  penas  la  llama  i  ruido  del  fuego  pu* 
dieron  impedir.  Ninguno  de  los  Philósopbos 
se  lee  haber  sufrido  la  maerte.con  tan  gran  ímU 


I  BB  Sü    AÜTOEIDAD.  167 

moi  esfuerzo,  como  estos  sufrieron  el  fuego. 
BsU>  dize  dellos  Eneas  SiWio ,  aunque  enemigo. 
Estos  dos  habían  venido  al  Gonzilio  ix)n  saho 
ooodQto  para  disputar  i  mantener  su  causa :  co- 
010  lo  hizíeron.  Pero  contra  toda  lei  i  razón 
fimron  condenados  i  quemados ,  no  se  les  guar- 
dando la  fé  i  palabra  que  les  habían  dado.  La 
Nizon  que  dan  los  papistas  de  haber  hecho  esto, 
68  que  no  se  ha  de  guardar  fé  á  los  herejes.  Este 
nmperde  fé,  fué  causa  que  después  se  derramó 
HMKba  sangre  en  las  grandes  guerras  que  en 
Bohemia  hubo .-  las  cuales  el  mismo  Silvio  cuenta. 
Iqí  mucho  son  de  alabar  los  Bohemos ,  que  con    Bohemos  coas- 
gran  constanzia  han  permanezido  en  la  buena  '*°'®*- 
MriDa  i  reformazion,  que  estos  santos  Márti- 
ns  de  Jesu  Ghrlsto  les  enseñaron.  I  tanto  mas 
ton  de  loar,  cuantos  mayores  trabajos  i  per- 
aocaziones  casi  200  años ,  han  padezido :  i  hoi 
db,  por  la  misericordia  de  Dios,  usan  desta  do- 
tfitea  i  reformazion,  i  de  allí  ha  cundido  á  las 
Njíoiies  comarcanas  Moravia  i  Polonia.  En  nues- 
tros tiempos  Dios  la  ha  estendido  por  Alemana, 
i  de  allí  se  ha  estendido  por  toda  la  Europa, 
i  aun  ha  pasado  el  gran  mar  Ozéano,  hasta 
ki  Indias  ha  ido ,  por  mas  impedimentos  que  el 
Ameehristo  ha  puesto  por  medio  de  sus  Inquiai- 
tees:  i  mientras  mas  quemarán,  mas  cundirá. 
FiU3qiie,  como  ya  habemos  dicho  de  Tertuliano, 
la  sangre  de  los   Mártires  es  la  simiente  del 
SvaiiíeJio.  Carranza  pone  en  su  Summa  Cond- 
Hrnrnm^  4S. errores  (como  él  llama)  de  Juan 
Widef,  i  30  de  Juan  Hus.  Quien  quisiere  saber  lo 
fne  enseñaba  Juan  Hus,  lea  á  Garrion,  lib.  Y. 
Bste  Joan  XXIV ,  escapándose ,  como  dijimos. 


t68  I>BL  PAPA 

déla  prisión,  se  vino  á  presentar  al  PapaMartino 

quinto ,  que  fué  elejido  en  el  Gonzilio  Constan- 

ziense .-  vino ,  pues ,  á  Florenzia ,  i  echóse  á  I09 

Juan  xxiff  con  pies  deMartino,  i  besólos ,  reconoziendo  que  eri^ 

ser  poriu§^vciia-  jq  Papa.  Martino,  movido  con  esta  humildad,  1q 

3ef  papado^"  es  hizo  algunos  dias  después  Cardenal  i  Obispo  Tus: 

^echo^ Obispo  i  culano.  Leed  á  Frai  Juan  de  Pineda,  lib.  xxin, 

cap.  20 ,  §  III.  O  qué  Cardenal ,  ó  qué  Obispo !  si 
es  verdad  (como  lo  fué)  lo  que  le  fué  objetado ,  i 
probado  en  el  Conzilio  Constanziense.  Mas  no  eñ 
cosa  nueva  los  Papas,  Cardenales,  i  Obispos  ser 
tales  como  este.  Pero  el  Juan ,  pasados  pocos 
meses  en  su  Cardenalazgo ,  se  murió :  i ,  como  m 
cree,  de  dolor,  año  de  1419.  Frai  Juan  de  Pine- 
da dize  que  se  sospechó  que  le  dieron  ponzoña, 
i  dize  que  fué  solemnísimamente  sepultado  en 
la  capilla  de  S.  Juan  Baptista.  Don  Juan  II  reinó 
en  Castilla. 
Martino  V.  Martino  V  fué  hecho  Papa  en  el  Conzilio  Gons-: 

lanziense,  de  cuya  elezion  el  Emperador  Sijis-; 
mundo  se  holgó  mui  mucho :  i  así  dio  las  grazía^i 
al  Conzilio  por  haber  elejido  tal  Pontifize,  i  pros-; 
trándose  por  tierra  delante  del  Papa ,  le  besó 
los  pies :  al  cual  el  Papa  abrazó  como  á  hermano^ 
i  le  dio  también  grazias,  porque  por  su  medio 
i  trabajo ,  la  Iglesia  habia  sido  pazificada  despne^ 
de  una  tan  gran,  zisma.  Pero  con  todas  estali 
amistades,  el  Papa  secretamente  se  partió  dQ 
Constanzia :  i ,  como  dize  Volaterrano ,  contra  la 
voluntad  del  Emperador :  i  así  vino  á  Florenzii^: 
donde  residió  dos  años,  tomando  buen  tiempo.  Á 
este  exhortaron  el  Emperador ,  i  los  demás  Prin-: 
zipes  antes  que  se  partiese  de  Constanzia ,  que 
diese  algún  buen  orden  para  que  la  demasiada 


I  DB  Sü  AUTORIDAD.  169 

lízenzía,  i  malas  costumbres  de  los  eclesiásticos 
se  reformasen ,  á  lo  cual  respondió  Martino:  que 
esto  se  había  de  hazer  con  el  tiempo ,  i  con  con  - 
sejo  maduro.  I  como  hipócHta  alegó  para  confir- 
mazion  de  su  respuesta  el  dicho  de  S.  Jerónimo, 
que  cada  provinzia  tiene  sus  costumbres  i  ma- 
neras: las  cuales  no  se  pueden  de  repente  quitar 
sni  gran  perturbazion  i  daño.  ¿Cuánto  mejor  hi- 
ziera,  poner  luego  la  mano  en  la  obra,  i  comenzar 
lareformazion  de  si  mismo  i  de  su  corte  Romana? 
HaUar  á  los  Papas  de  reformazion,  es  hablar-    Lot  Papas  no 
les  i  anunziarles  la  muerte.  I  esta  es  la  causa  fe"*j¡33e*'de  re- 
porqué  no  pueden  oirquese  les  hable  de  Gonzílio:  fonnasion. 
porque. saben  que  luego  cada  cual  comenzará  á 
hablar  de  reformazion ,  tam  in  capite  quam  in 
mmñbfU:  asi  en  la  cabeza ,  como  en  los  miembros. 
Acuérdanse  que  los  Conzilios  han  depuesto  Pa-  han^depuesto  pV- 
pas,  i  puesto  á  otros.  Acuérdanse  que  en  el  pafieie;iidootroa 
Gonzüio  Pisano,  que  se  zelebró  año  de  1410, 
lo^n  depuestos  dos  Papas ,  i  elejido  Alejandre: 
que  en  el  Gonzilio  Gonstanzlense ,  año  de  1416, 
faeron  depuestos  tres,  i  elejido  Martino,  i  en  el 
CoQzilio  Basiliense ,  año  de  1432 ,  fué  depuesto 
Bujenio ,  i  Amedeo  elejido.  Por  esto  los  Papas    Los  Papas  ene- 
BO  quieren  Conzilios :  i  ya  que  por  vergüenza  "¿f ***  ^*  conai- 
00  pueden  otra  cosa ,  sino  que  conzeden  que 
iiaya  Gonzilio,  el  Papa  se  guarda  bien,  como  de 
comer  «oUman,  de  hallarse  presente  en  él ,  mas 
e&?ia  sos  Legados,  los  cuales  suelen  ser  tres: 
cono  se  Tido  en  el  último  Gonzilio  Tridentino, 
^t  tantos  Papas  enterró,  i  ninguno  se  quiso 
hallar  en  él:  tómense  Ips  Papas,  no  les  -acon- 
teaca  lo  que  á  otros  Papas  ha  acontezido  en  los. 
Conzilios:  como  ya  habemos  dicho.  Por  estas 


170  DEL  PAPA 

cansas  Martino  hizo  un  Decreto  que  no  se  latie- 
se Gonzilio  después  del  Constan zíense,  antes  de 
zinco  años  pasados ,  i  que  después  del  tal  GoB- 
zilie  pasasen  diez  años,  antes  que  hubiese  otro 
Gonzilio.  Veis  aquí  la  reformazion  que  los  Papas 
aman.  Si  algún  Papa  no  es  tan  malo  en  las  cos- 
tumbres (porque  en  la  dotrina  todos  son  Ante- 
christos),  i  desea  i  procura  alguna  reformazion 
en  su  corte  Romana,  luego,  sin  duda,  no  le 
faltará  alguna  consplirazion  contra  él ,  que  le  dé 
un  zierto  bocado  con  que  lo  despachen :  ejemplo 
tenemos  en  Zelestino  V,  al  cual  su  Cardenal, 
que  después  del  fué  Papa ,  despachó:  I  en  Adria- 
no VI,  como  adelante  diremos.  Deste  Papa 
Martino,  se  dize ,  que  dispensó  con  uno  para  qoe 
se  casase  con  su  propia  hermana.  Pasadoa  dot 
años  se  fué  de  Florenzia  á  Roma.  La  causa  de  m 
jda  fué,  porque  los  rapazes  (como  dizePrai  Juan 
de  Pineda)  cantaban  en  su  vilipendio  ana  canti- 
lena, que  comenzaba: 

£1  Papa  Martino  no  vale  un  cuatrino. 
pituio  a™'4\*''  Llegado  á  Roma  (como  dize  Frai  Juan  de  Pi- 
neda), mostró  que  su  haz  era  envés,  i  el  envés 
haz :  porque  antes  del  papado  era  juzgado  por 
hombre  benigno  i  poco  astuto  i  no  sagaz ,  i  des- 
pués descubrió  ser  sagazísímo ,  i  sin  la  benigni- 
dad que  del  se  creia.  I  un  poco  mas  abajo:  Fué 
tan  codizioso  i  avariento  allegador  de  dineros, 
que  dio  gran  materia  de  escándalo,  i  señalada- 
mente porque  lo  que  mal  ganaba ,  peor  lo  repar- 
tía, etc.  Venido  á  Roma ,  se  dio  á  reparar,  no  la 
verdadera  Iglesia  de  Jesu  Christo ,  que  son  sos 
miembros,  sino  las  paredes  de  la  ziudad  i  de  los 
Xemplos:  anuló  los  Decretos  de  los  Pontlfizes, 


I  DE  Sü  AUTORIDAD.  171 

qoe  habían  sido  en  tiempo  de  la  Zisma.  Murió 
año  de  1431.  Este  privó  á  Don  Alonso,  Rei  de    *^^' 
Aragón,  del  reino  de  Ñapóles,  i  lo  dio á Luis. 
Donjuán  n  reinó  en  Castilla. 

Eujenio  IV,  Yeneziano,  fué  elejido  en  Roma,    Eujenioiv. 
maerto  su  predezesor  Martino.    Este  Eujenio, 
siendo  Papa,  se  vido  en  harto  aprieto:  tanto ,  que 
para  saWar  su  vida  ^e  quitó  sus  vestidos ,  i  en 
hábitos  de  fraile,  se  metió  con  su  compañero  en 
im  barco  de  pescador ,  que  halló :  algunos  Ro- 
manos, que  sintieron  que  se  huia,  le  tiraron 
muchas  pedradas  i  saetas.  En  fin ,  él  se  escapó, 
iae  fué  á  Florenzia,  donde  residió  algunos  años, 
i  hizo  16  Cardenales,  para  mejor  poderse  de- 
fender. Este  Eujenio  fué  zitado  del  Conzilio    consiuo  Bati- 
Basiliense  año  de  1432.  Pero  él  no  quiso  parezer,  "«"•«• 
sabiendo  que  el  Conzilio  queria  ser  sobre  el    **'** 
Papa :  i  que  pareziendo  habia  de  responder  á  las 
acosaziones  que  le  pondrían.  Eujenio,  no  pare- 
idendo ,  fué  depuesto  por  el  Conzilio ,  i  en  su 
logar  ñié  elejido  Amadeo,  Duque  de  Saboya, 
qne  se  habia  hecho  ermitaño :  al  cual  llamaron 
F^  y.  Ef  Eujenio  por  todo  esto  no   quiso    Félix  v. 
dejar  de  ser  Papa:  I  asi,  para  deshazer  el  Con- 
zíúo  Basülense,  convocó  otro  Conzilio  en  Fer- 
rara, i  de  alli  lo  pasó  en  Florenzia.  A  este  Eu-    DotPapat. 
jttiio  favorezló  el  Rei  de  Castilla  don  Juan  II, 
aunque  había  enviado  sus  Embajadores  i  hom- 
bres dotos  al  Conzilio  Basiliense,  Este  Eujenio 
hizitó  á  Luis,  Dolfin  de Franzia ,  para  que  fuese 
con  mano  armada  á  Basilea,  í   deshiziese  el 
Conzilio :  de  lo  cual  se  siguieron  grandes  ma- 
les: Este  Eujenio  fué  la  causa  de  la  desastrada 
muerte  de  Ladislao,  Rei  de  Hungría ,  aconsejan- 


172  DEL  PAPA 

dolé,  que  no  guardase  la  fá  i  palabra  dadail 
«?*Í'*5SÜ*""  Turco:  el  cual  consejo  el  pobre  manzebo,  que 

pío  de  qniaii  no  j    ^/v    -        *    ^     .       »  j»j       ¿        t 

gaarda  la  fé  ni  no  era  sino  de  22  anos ,  tomó ,  i  así  dio  sobre  el 

aua  al  inflol.  Turco ,  que  ninguna  cosa  menos  pensaba ;  por- 
que habla  paz  entre  los  dos :  el  Turco ,  vista  la 
infidelidad,  se  rehízo,  i  voWió  sobre  él :  en  la  cual 
batalla  el  Reí  fué  muerto  i  el  Cardenal 'Zesarino, 
legado  del  Papa,  i  su  ejér^to  destruido.  Suér 
lese  aquí  tratar,  si  sea  lízito  quebrantar  la  fé  i 
promesa  dada  al  infiel :  A  lo  cual  respondo  lo  que 
á  este  propósito  dizeFrai  Juan  de  Pineda,  lib.  xxm, 
cap.  28,  §  I.  No  hai  que  dudar  (dize),  sino  que  la 
fé  se  ha  de  guardar  también  al  enemigo ,  aunque 
sea  infiel,  como  al  amigo  i  Ghristiano:  la  razón 
que  da  es  esta :  Porque  la  obligazion  de  la  guar- 
dar, naze  del  derecho  natural,  que  es  indispen- 
sable ,  habiendo  sido  Dios  puesto  por  testigo  de 
la  verdad  que  cada  cual  promete  al  otro ,  etc.  Be 
manera  que  Edjenio  IV  fué  impío  en  dispensar, 
i  Ladislao  fué  perjuro  contra  Dios ,  por  mas  que 
lo  dispense  el  Papa.  Impíamente ,  pues ,  el  Con- 
zilio  Gonstanziense  quebrantó  la  fé  á  Juan  Uúb  i 
á  Jerónimo  de  Praga.  Mui  mejor  hizo  el  Empe- 
rador Don  Garlos ,  el  cual ,  siendo  bien  mozo, 
como  de  hasta  21  años,  envió  con  salvo  ^ondulo 
por  Lutero ,  el  cual  parezió  delante  del  Empera- 
dor en  Vormazia ,  i  públicamente  dio  cuenta  de 
sufé,  i  el  Emperador,  guardándole  su  palabra, 
lo  volvió  á  enviar ,  aunque  los  Españoles  le  ins* 
tigaban  que  lo  hiziese  matar :  el  espitan  Mon- 
dragon  lüzo  muí  bien  en  guardar  la  fé  qqe  había 
prometido  al  Prínzipe  de  Oranje,  cuyo  prislo^ 
Thomáa  Rendo-  ^^^^  ^^^*  ^^^^  Eujenío  hízo  quemar  muí  cruel- 
nio,  Caravelita.    laente  á  un  Franzés  llamado  Thomás  Réndohío,, 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  I7S 

Carmelita,  por  haber  dicho  que  en  Roma  se  co- 
metían grandes  abominaziones ,  i  que  la  igle- 
sia habia  menester  una  gran  reformazíon ,  i  que 
o&se  debia  temer  la  descomunión  del  Papa, 
cuando  se  trataba  de  la  gloria  de  Ghristo.  An- 
tonino,  par.  m,  tit.  S2,  cap.  10,  haze  menzion 
deste  Thomás ;  i  Baptísta  Mantuano ,  lib.  de  vita 
beata,  cap.  último ,  le  da  un  honorífico  testimo- 
nio llamándolo  Santo,  llamándolo  Mártir.  Este 
£ojenio  (como  lo  cuenta  Platina)  fué  mui  in- 
constante en  su  vida.  Al  prinzipio  de  su  ponti- 
ficado ,  guiado  por  malos  consejos ,  conturbó  las 
cosas  divinas  i  humanas.  Este  Eujenio  zelebró 
uo  conzilio  en  Florenzia  en  competenzia  del  que 
se  tenia  en  Basilea :  en  este  conzilio  Florentino 
compelió  al  buen  Patriarca  Gonstantinopolitano, 
Josepho ,  que  trasladase  la  Biblia  conforme  á  la 
Tulgata  edizion  Latina  (que  es  la  que  la  iglesia 
Romana  aprueba)  en  Griego,  para  que  esta 
traslazion  valiese  entre  los  Griegos,  como  la  otra 
vale  entre  los  Latinos.  En  este  Gonzilio,  se  con^ 
formaron  los  Griegos  en  muchas  cosas  con  los 
Latinos; pero  en  ninguna  manera  se  pudoaca*- 
bar  con  ellos  que  admitiesen  la  transubstanzia- 
zion ,  i  con  todo  esto,  el  conzilio  i  el  Papa  los 
admitieron  por  fieles,  como  abajo  en  el  tratado  de 
la  Misa,  hablando  de  la  Transubstanziazion ,  lo 
contaremos.  Murió  Eujenio ,  habiendo  sido  Papa, 
casi  16  años,  año  de  1446.  Este  Eujenio  (como  «^^s- 
se  ke  en  la  sesión  xvi  i  xvii  del  Gonzilio  Basilien- 
se)  declaró  el  dicho  Gonzilio  haber  sido  i  ser,  des- 
de que  fué  comenzado ,  lejítimamente  congrega- 
do: i  así  anuló  i  revocó  las  Bulas  que  habia  dado 
fara  disolverlo^  Don  Juan  ü  reinó  en  Castilla, 


174  DBL  PAPA 

FéUxT.  Félix  V,  no  es  contado  de  los  Papistas  por 

Papa:  fué  elejido  en  elGonzüio  Basiliense,  sien- 
Dos  Papu.      do  EujenioIV  depuesto.  El  cual  no  quiso  de- 
zitma  s«,  aflo  jar  de  ser  Papa.  Esta  fué  la  Zisma  30 ,  que 
de  143*.  ¿m.5  9  2^gQ3 .  QQ  1^3  cuales  la  Ghristiandad  se 

di¥idló  en  tres  partes :  los  unos  eran  por  Eujenio, 
los  otros  por  Félix,  los  otros  eran  neutrales, 
que  ni  tomaron  la  parte  del  uno ,  ni  la  del  otro. 
Los  que  tenían  la  parte  de  Félix,  dezian  el  Con- 
zilio  ser  sobre  el  Papa :  los  de  la  parte  de  Eiqe- 
nio  lo  negaban.  Muerto  Eujenio,  los  de  su 
parzialidad  elijíeron  a  r^icolao  Y ,  en  cuyo  tiem- 

1447.  po ,  año  de  1447,  Félix  Y  renunzió,  i  asi  zesó  la 

Zisma.  Por  esta  renunziazion  r^icolao  Y,  para 
taparle  la  boca ,  que  no  ladrase  mas ,  lo  hizo 
Cardenal  de  S.  Sabina ,  i  Legado  en  Alemana  i 
Franzia.  Juliano  Taboezio,  enla  jenealojia  de  los 
Duques  de  Saboya ,  por  Canónico  Papa,  i  varón 
santo  pregona  á  Amadeo.  Murió  Félix  dos  años 

1449.  después  de  haber  renunziado,  año  de  1449.  Don 

Juan  U  reinó  en  Castilla. 

INicolao  Y,  fué  hecho  Papa  muerto  Eujenio. 
Este  Nicolao  fué  en  un  mismo  año  Obispo ,  Car* 
denal  i  Papa.  Dio  el  Capelo  á  Amadeo,  que  re- 
nunzió al  pontificado.  Zelebró  el  Jubileo  año  de 
1450.  Bonifazio  (como  habemos  dicho  en  su  vi- 
da) fué  el  primerinventor  destos  Jubileos  de  zlen 
en  zien  años.  Estos  Jubileos  celebran  los  Papas 
de  mui  buena  gana,  por  la  gananzia  que  dellos 

Platina.  les  Tiene.  Cuéntase  deste  Jubileo,  que  como  una 

vez  la  jente  viniese  del  Yaticano  á  la  ziudad, 
que  encontraron  con  la  muía  del  Cardenal  Bar- 
bo, i  como  la  multitud  de  los  que  iban ,  i  de  los 
que  venían  fuese  mui  grande,  cayeron  algunos. 


I  DB  fiü  AUTOIIDAD.  175 

«óbrela  negra  muía,  que  ya  con  la  multitud  ha-    ub«  buU  fué 
iuacaido  en  tierra,  «obre  los  cuales  cayeron  {'•'^^^•^'•'Jjy; 
oíros  mui  muchos,  que  parezía,  que  jugaban  bret,  i mat. 
al  juego  délos  mochachos,  que  llaman.  Gresca 
el  montón,  Ise  arrojan  unos  sobre  otros.  Fué 
tanta  la  priesa,  que  200  hombres  se  molieron 
i  ahogaron  con  el  peso ,  1  otros  cayeron  en  el 
rio:  porque  esto  acaezió  sobre  la  puente,  que 
llaman,  de  Adriano.  Veis  aquí  lo  que  haze  el 
zelo  loco  sin  discrezion,  ni  Terdadera  reiijion. 
¿Cuántos  destos  estuTÍeran  mejor  en  sus  casas 
trabajando  para  mantenerse  á  sí ,  á  sus  mujeres 
i  hyos?  Pero  S.  P.  Q.  R.  Slultus  populut  gutB-    s.  p.  o.  r. 
rit  Romam  j  que  quiere  dezír,  el  tonto  pueblo 
▼a  á  Roma  (mas  el  sabio  se  está  en  su  casa). 
En  tiempo  deste  Papa  el  Turco  tomó  la  nobili-    ConstaDUnopia 
sima  ciudad  de  Constan tinopla.  Bste  Papa  era  P^^^^'^** 
ffloi  dado  á  beber ,  i  á  edificar  paredes ,  no  áni- 
mas. Platina  cuenta  sus  edificios.  Este  aprobó  lo 
qne  el  Gonzilio  Rasiliense  i  lo  que  Félix  Y  habian 
hecho:  i  asi  admitió  los  Cardenales  que  Félix 
habia  criado.  Murió  Nicolao  año  de  1455,  i  en    i4u. 
este  mismo  año,  ó  poco  antes,  murió  el  Rei 
de  Castilla  Don  Juan  segundo,  en  cuyo  tiempo 
▼ítíó  el  Poeta  Español  Juan  de  Mena :  como  pá- 
rete por  el  prinzipio  de  su  poesía ,  la  cual  le  de- 
dicó diziendo: 
ál  muí  prepotente  Don  Juan  el  segundo ,  etc. 
Galisto  III,  Español,  natural  de  Valenzia  de    Caiistoiii. 
Aragón ,  Alonso  de  Rorja ,  antes  de  Papa  llama- 
do, estudió,  i  leyó  de  Cátreda  en  Lérida,  Uni- 
venklad  de  España,  fué  dotísimo   Canonista. 
Sste,en  siendo  Papa,  puso  todo  su  estudio  enha- 
zer  la  guerra  contra  los  Turcos.  Para  lo  cual 


<76  DBL  PA?A 

tos  predicad»-  envió  muchos  Echacuer^os  (como  comunmente 

íSman  **"Echa- ^*  llaman  en  España),  que  predicasen  sus  bur- 

caerros.  las  i  índuljenzias :  ínzitó  á  los  Armenios  1  Pef" 

sas  contra  el  Turco :  Hizo  dar  garrote  á  ziertos 

rústicos,  porque  se  burlaban  destassus  Barias^ 

Prohibe  el  Papa  Ó  bulas :  Mandó  que  ninguno  apelase  del  Papá 

ffi'*^^*"*^^°"  ^*  Conzilio:  i  mas  dcstas  hiziera,  si  mas  viviera. 

Dio  demasiada  lizenzia  á  sus  sobrinos ,  i  prinzi- 

palmente  á  Rodrigo  de  Borja,  al  cual  bízo  su 

Ghanziiier ,  que  después  fué  Alejandre  VI.  Murió 

14S8.  Galisto  de  vejez  año  de  1458.  En  tiempo  deste 

reinó  en  Castilla  Don  Enrique  IV. 
Pío  II.  Pío  U  ,  Eneas  Silvio  antes  llamado ,  fué  Nota- 

rio Apostólico  en  .el  Conzilio  Basiliense :  habló 
en  sus  oraziones  i  epístolas,  contra  la  autoridad 
del  Papa  Eujenio :  pero  hecho  Papa,  mudó  la  plá- 
tica. En  siendo  Papa  luego  trató  de  hazer  la 
guerra  contra  los  Turcos :  pero  no  hizo  nada: 
porque  se  murió  presto.  Escribió  dos  libros ,  i 
mui  bien^  de  lo  que  se  trató  en  el  Conzilio  Ba- 
siliense :  los  cuales,  siendo  Papa,  procuró  escon- 
der cuanto  pudo^  i  hazer  que  no  pareziesen, 
porque  entonzes  no  queriendo  acordarse  de  lo 
que  ^ntes  había  escrito ,  pretendía ,  como  ambl- 
ziosisimo  que  era,  engrandezer  i  ensalzar  su 
autoridad  papal  mui  en  gran  manera.  Estella 
Véneto ,  hablando  del ,  dize :  que  nunca  lo  vieron 
temer  ni  á  Reyes ,  ni  á  capitanes ,  ni  á  tiranos. 
Tiranias  del  Tomó  la  parte  de  Don  Hernando  hijo  bastardo 
Papa  Pío.  de  Don  Alonso ,  al  cual  á  fuerza  de  brazos  hizo 

Reí  decapóles,  desposeyendo  á  Juan,  hijo  del 
Reí  Renato:  descomulgó  á  Sijismundo,  Duque 
de  Austria,  porque  había  castigado  á  su  Cardenal 
Nicolao  Gusano  por  sus  latrozinios:  descomul- 


I  DB  8U  ÁtTTORIDAD.  177 

góá  Gregorio  Hamburjense,  dotisimo  lejista: 
quitó  el  Arzobispado  de  Magunzia  á  Dietliero 
Áisebarjio,  porque,  como  ¿1  dezia,  sentiamal 
de  la  iglesia  Romana ,  i  paso  á  Adoíplio  de  Ma- 
sao  en  su  lugar.  Las  prinzipales  causas  de  la 
depoaizion  de  Diethero  fueron ,  porque  animo- 
samente se  oponía  á  las  injustas  exacziones  de 
los  Papas ,  con  que  robaban  las  provinzias ,  so 
color  de  la  guerra  contra  el  Turco.  Este  Pió 
liizo  á  un  mochacho  Obispo ,  porque  era  sobrino 
del  Duque  de  Borgoña,  i  hermanó  del  Duque  de 
Borbon  (como  lo  nota  fhii  Juan  de  Pineda): 
esta  elezion  fué  causa  de  grandes  males.  Privó 
al  Arzobispo  de  Benavente:  zitó  á  Jorje ,  Reí  de 
Bohemia «  so  pena  de  perder  el  reino ,  si  no  con- 
parezia :  depuso  á  muchos  Obispos  por  dinero: 
zelebró  un  Gonzilio  en  Mantua ,  donde  invalidó 
la  lei  pragmática  que  se  habia  hecho  en  Fran- 
zia,  como  cosa  perniziosa  á  la  silla  Romana: 
dlóse  mucho  á  edltícar :  hizo  á  Gorsiniano ,  lugar 
donde  nazió ,  ziudad ,  i  de  su  nombre ,  la  llamó 
Pienzía :  imitando  en  esto  á  Alejandre ,  que  de 
su  nombre  llamó  á  una  ziudad  Alejandría,  i  á 
Constantino,  que  á  Bisanzio  llamó  Gonstanti- 
nopla.  Murió  año  de  1464.    Platina  i  Sabélico    <«64. 
dizen  que  Pío  n  solía  dezir  muchas  vezes:  £1    Nota  a  este  pro- 
matrimonio con  gran  razón  haber  sido  prohibido  gíSite  d¡  p¡io 
áios  sazerdotes,  pero  que  con  mayor  razón  se  n* 
les  habia  de  restituir,  i  lo  demás  que  habernos  di- 
eho  en  la  vida  del  Papa  Gregorio  I,  que  este 
Pío  hizo  i  dijo  tocante  á  esta  materia.  Don  Henri- 
que  IV  reinó  en  Gastilla. 

Pnulo  Di ,  Uamado  antes  Pedro  Barbo ,  oyendo    Paulo  ii. 
que  su  tío  Gabriel,  que  se  llamó  Eujenío  lY, 

12 


178  DBL  TAPA 

era  Papa,  modo  su  estado  de  Tivir:  porque  de- 
jando ia  mercadería ,  á  la  cual  se  quería  dar,  se 
aplicó  á  las  letras:  pero  fué  de  duro  i  tardo 
injenio :  i  asi  ni  amó  las  letras,  ni  las  virtudes. 
Fuese,  pues,  para  Roma,  á  su  tio,  i  asi  fué  hecho 
Cardenal,  i  después  Papa.  Del  dize  Platina,  que 
eszedió  á  todos  los  Pontífizes ,  sus  predezesores, 
en  aparato  pontifical,  i  prinzipalmente  en  la 
mitra:  en  la  cual  gastó  mui  mucho  dinero, 
comprando  de  donde  quiera  que  podía,  i  por 
gran  prezio ,  Diamantes ,  Saphiros ,  Esmeraldas, 
Ghrisólitos,  Perlas,  i  otras  piedras  preziosijsimas, 
con  las  cuales  compuesto  i  adornado,  como 
otro  Aarón ,  salia  para  ser  visto  i  adorado. 

Papa  simoniaco.  pu^  muj  dilijente  en  recojer  oro ,  i  así  vendía 
los  benefízios.  Este  mandó  que  ninguno,  si  no 
Bonete  rojo.  fQgge  Cardenal,  trújese  bonete  rojo.  Presentó 
en  el  primer  año  de  su  pontificado  paño  rojo 
álos  Cardenales,  con  que  cubriesen  sus  caballos, 
ó  muías,  cuando  cabalgasen,  procuró  entre- 
tener con  armas   su   majestad  papal.   Estaba. 

Papa  contra  Pa-  ^juj  jugí  con  todos  los  Decretos  i  actos  de  Pío, 
su  predezesor:  fué  mui  ambizioso  ,  i  dióse  á 
buen  tiempo  (como  Volaterrano  dize).  Cuenta 
Estanislao  Rutheno,  que  cómo  este  Paulo  II 
leyese  ziertos  versos  compuestos  contra  él  i 
contra  su  hija  bastarda ,  que  lloró ,  i  que  se  que- 
jó á  sus  amigos  de  la  cruel  leí  del  zelibado ,  pues 
que  él  ( que  debía  ser,  no  solamente  perlado  de 
la  iglesia ,  sino  aun  ejemplo  de  contínenzia),  via 
á  su  hija,  con  gran  vergüenza ,  en  la  boca  í  en 
los  ojos  de  todos  los  de  la  ziudad:  la  cual«  aun* 
que  era  hermosísima,  mas  con  todo  esto,  dezia, 
que  le  daba  pena ,  que  se  supiese  que  era  bastar* 


I  DE  SU  AUTOIIDAD.  179 

€Ja,  sabiendo  qae  conforme  á  la  lei  pudiera 
nazerdelejítimo  matrimonio,  si  el  desventarado 
«zclibado  no  lo  hubiera  impedido.  Asi  que,  dizen, 
<|ue  intentó  restituir  el  matrimonio  á  los  ecle- 
fliíáatícos:  lo  cual  no  pudo  hazer,    porque-  se 
xnoríó.  Contra  este  zelibado  nótese  lo  que  dijo 
JPaphnuzio  en  el  Gonzilio  r^izeno  U  i  lo  que    ^^^^^^.^^'^^ 
liabemos  dicho  en  Sirizio,  Gregorio  I»  en  iSi- Paulo  ii  contra 
4solao  I,  i  en  Pió  II.  Este  Paulo  n  se  prometía  eiseiibado. 
laorgaWda,  pero  habiendo  mui  á  su  plazer  zena- 
^Ot  86  murió  súbitamente,  sin  que  nadie  lo  viese, 
año  de  147t.  £1 D.  lUescas  en  su  Hist.  pontifíc.     <^'*- 
dize  del:  Era  grandísimo  comedor  de  fruta,  i 
prinzipalmente  de  melones :  i  al  fin  ellos  le  vinie- 
ron á  matar:  porque  una  noche  que  se  halló  con 
grande  apetito ,  pidió  de  zenar  carne  i  pescado ,  i 
comió  infinito  de  todo ,  i  á  vueltas  comió  dos 
melones  enteros ,  i  otras  muchas  cosas  de  mala 
dijestion :  i  un  poco  mas  abajo :  i  de  ahí  á  media 
hora  entró  un  camarero ,  i  hallóle  caido  en  el 
suelo,  i  muerto,  que  nunca  mas  habló.  Garrion, 
lib.  y,  de  su  Historia ,  dize :  Era  Paulo  II  públi- 
camente infame  i  execrable  por  su  suzísima  lujuria 
eontra  natura :  i  fué  pública  fama  que  el  demonio 
lo  abogó   i  le  rompió  el  pescuezo ,  estando 
cometiendo  su  abominazion.  Con  ser  tal  Paulo 
n,  con  todo  esto ,  el  D.  Illescas  lo  alaba  de  libe- 
raÚsimo ,  de  limosnero ,  de  caritativo ,  i  piadoso 
para  con  los  enfermos ,  de  amigo  de  justizia  i  mui 
misericordioso.  Pero  quien  quisiere  saber  cuál 
haya  sido ,  lea  á  Platina.  En  este  acabó  Platina 
sos  vidas  de  Pontifizes :  del  cual  rezibió  notables 
daftos  i  injurias:  privóle  de  sus  bienes  i  dignidades, 
echólo  en  la  cárzel,  bizole  dar  tormento:  i  estuvo 


180  T^EL  PAPA 

Platina  en  la  cárzel  hasta  que  Paulo  murió :  como 
lo  cuenta  el  Abad  Juan  Tritemio.  DonHenrí- 
que  IV  reinó  en  Castilla. 
Sisto  I?.  Sisto  IV,  Jinovés ,  estuvo  en  el  día  de  su  coro- 

nazion  en  gran  peligro  de  su  vida ,  porque  como 
lo  llevasen  á  S.  Juan  de  Letran  en  sus  andas^ 
levantóse  tan  gran  alboroto  en  el  pueblo  con- 
tra él ,  que  le  arrojaron  piedras.  Fué  tan  li- 
beral ,  que  lo  que  habia  prometido  á  uno ,  \ú 
prometia  también  á  otro ,  i  aun  á  muchos ,  si 
muchos  se  lo  demandaban :  fué  mui  demasiado 
con  sus  parientes ,  i  prinzipalmente  con  su  so- 
brino Pedro  Rueiro ,  fraile  Franzisco ,  al  cual 
hizo  Cardenal ,  siendo  un  maldito ,  suzio ,  i  des- 
perdizíador :  murió  este  Seráphico  Minorita  con- 
sumido del  deleite  de  su  carne ,  siendo  .de  edad 
de  28  años.  Muchos  hazen  menzion  deste 
maldito  sobrino  del  Papa.  Juan  Ravisio  Textor 
dize,  que  Pedro  presbítero  Cardenal,  siendo 
Pontffize  Sisto  IV,  consumió  en  dos  años  tre- 
raaígaVitdof.^^*  zientos  mil  ducados :  i  esto  en  vanidades.  Juan 
Rivio,  Raptista  Mantuano,  i  Raptista  Fulgóso 
cuentan  terribles  monstruosidades  desta  bestia. 
Porque  no  hago  caso  de  que  andando  por  casa* 
se  vestia  de  tela  de  oro ,  de  que  los  cobertores  de 
sus  camas  eran  de  tela  de  oro :  de  que  los  ba- 
zines,  en  que  haziar  sus  nezesidades,  eran  de 
plata:  de  que  hazia  cubrir  los  zapatos  de  su 
amiga  Teresa  con  piedras  preciosas.  Todo  esto 
es  nada.  Raptista  Mantuano  en  su  Alphonso,  li- 
bro IV,  introduze  á  Pluton,  que  le  da  la  buena  ve- 
nida al  infierno.  Este  Papa  Sisto  gastó  mucho  en 
guerras ,  para  las  cuales  entretener  inventó  nue- 
vos ofizios  que  vender.  Edificó  una  solene  manze- 


I  DE  8Ü  AUTORIDAD.  181 

hla  en  Roma,  do  se  cometieseD  enormes  i  ne- 
iandos  pecados.  ¿Qué  Papa,  ó  qué  Diablo  en- 
carnado es  este?  Cada  puta  de  Roma  le  pagaba 
^lo  cual  aun  hoi  día  pagan  al  Papa)  un  julio ,  que 
C8  un  real,  cada  semana,  que  venia  á  ser  enton- 
zes   Telnte  mil  ducados:   la   renta   ha   ahora 
crezido ,  1  dizen ,  que  llega  á  cuarenta  mil  duca-  de^íjíta  uJSÍeí 
clos  de  renta  cada  año.  Mantuano  escribe  hor-  papa  de  lat  cor- 
rendas  cosas  deste  Sisto ,  i  de  su  sobrino  frai  t^^Q*** 
Pedro.  Fué  también  este  Papa  gran  guerrero ,  i 
con  injusta  causa  (como  Volaterrano  lo  testi- 
fica). Así  hizo  la  guerra  contra  Yitelio  Tipher- 
nate,  contra  Florentines,  Yenezianos,  Golone- 
ses,  i  contra  Don  Hernando,  Reí  de  Sizilia  i 
Duque  de  Calabria ,  í  contra  naciones  i  Prín- 
zipes :  quei^ia  siempre  tener  á  su  mandado  á  los 
Reyes!  Prínzipes   Ghristianos:    á  los  cuales, 
conforme  á  su  antojo,  ó  los  ensalzaba, 'ó  los 
abatía:  movió  los  Suizaros  á   que  hiziesen  la 
guerra  á  los  Lombardos ,  que  él  había  descomul- 
gado :  hizo  que  el  Jubileo  fuese  de  ií5  en  25  años:    Jubileo  de  as 
que  Bonííazio  VIH  habia  insütuido  de  zien  en  «««tñot. 
zien  años,  í  Clemente  VI  de  50  en  50 ,  í  esto  á 
persuasión  de  sus  deudos ,  que  esperaban  ganan- 
zia  deilo :  inventó  muchos  ofizios  de  escribanos, 
solízitadores,  breviadores,  í  de  notarios  apostó- 
licos :  los  cuales  vendía  por  muí  buen  dinero ,  si 
bueno  se  puede  llamar  lo  mal  ganado :  anathe- 
mátízó  á  Lorenzo  de  Médizes ,  Florentin ,  por- 
qae  había  ahorcado  á  Raphael ,  sobrino  del  mis- 
mo Papa:  aflijió  en  gran  manera  á  los  Floren- 
tines: fué  gran  defensor  de  la  sede  Romana.  £1 
dicho  Yol^iterrano,  líb.  y,  Geograp.,  cuenta  una 
terrible  impiedad  deste  Sisto  cuarto ,  la  cual  por 


188  DBL  PAPA 

SU  mandatlo  se  cometió ,  cuando  alzaban  el  §a- 
cramento:  como  lo  contaremos  después  haMando 
de  la  Misa* 
Rotarlo  Inven-     Cuenta  Leandre  Trítemio^  que  en  el  año  de 

SuJgo^'rtd ^d¡  *^^®«  ^^  ^^*"^  ^®  fíupt.  Dominicano,  movido 
isoo,  i  dMpues  por  Eíertas  visiones,  renovó  d  Rosario,  que  Ua- 
Morado  «Ao  de  ,^3^  ^^  nuestra  Señora,  al  cual  (dejado  al  rin- 
cón el  Evanjelio  de  Jesu  Ghristo)  predicaba:  i 
para  que  este  Rosario  fuese  mas  estimado  i  ado- 
rado del  ^mjde  vulgo,  Jacobo  Esprenjer,  pro* 
vinzial  en  Alemana,  lo  ensalzó  hasta  el  ado 
con  falsos  milagros ,  i  ilusiones  del  demonio :  1 
finalmente,  Sisto  IV  lo  aprobó  i  confirmó:  délo 
que  se  hizo  un  libro ,  en  cuyo  prinzipio  se  dize, 
que  la  bienaventurada  Vírjen  Maria  entró 
una  vez  en  la  zelda  del  dicho  Alano  ^  estando 
zerrada,  la  cual,  tomando  de  sus  cabellos,  le  hizo 
un  anillo ,  con  el  cual  se  desposó  con  írai  Álamo» 
que  lo  besó,  que  le  hizo  tocar  sus  tetas,  i  ma- 
marlas: I  finalmente,  que  fué  tan  familiar  con 
Alano,  como  suele  ser  la  esposa  con  el  esposo. 
Deshonestida-  ¿Quién  tendrá  pazienzia  con  tan  blaspbemas  des- 
des biasphemaa.  honestidades,  ¡  con  tan  deshonestas  blasphemiaaí? 
Zierto  yo  be  vergüenza  de  escrebirlas :  p^ro  ei 
menester  descubrir  sus  vellaquedas  i  vergüen- 
zas, para  que  España  i  todo  el  mundo  las  acabe 
de  coQOzer. 

1  por  cuanto  esta  loca  i  superstiziosa  devo- 
zion  de  rezar  el  Rosario ,  es  una  de  las  mas  prin* 
zipales  del  Papado ,  pondré  aquí  en  suma  k>  que 
los  mismos  Papistas  cuentan  delia.  £1  Breviario 
Dominicano  impreso  en  León  de  Franzia  año  de 
i578dize,  que  S.I)omingo,añode  ISdO^o  inventó 
i  predicó :  i  queeomo  se  fuese  olvidando  tina  tanta 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  183 

aanta  deYOzion « la  gloriosa  Viíjen  determinó  re- 
novarla: i  asi  aparemó  año  do  1460  (Tritemio 
^ize  1470)  áfirai  Alano:!  le  mandó,  que  él,  en 
nontbre  della,  divulgase  á  todos  los  Ghristianos 
esta  tan  neze^ria  manera  de  rezar,  prometiéndole 
cfue  eUa  confirmaría  esta  devozion  con  señales  i 
milagros,  etc.  Iten,  dize  que  el  año  de  1466,  la 
IbienaTcntorada  Yirjen,  para  mas  inflamar  los  co- 
vazones  de  todos  los  liombres  á  esta  devozion,  apa- 
rezió  al  Prior  del  convento  de  S.  Domingo  de 
Colonia ,  mandándole  que  la  predicase  al  pueblo, 
lie  dijese  las  mui  muchas  i  mui  grandes  merzedes 
que  el  Señor  hazia  á  todos  aquellos,  que  devo- 
lamente  le  oírezian  á   ella  este  psaiterio,  etc. 
Iten ,  díze  que  Sisto  IV  la  confirmó ,  conzediendo 
machas  induljenzias  á  los  que  la  rezaren :  lo  cual 
confirmaron  otros  muchos  Pontifizes.  Dize,  que 
Gregorio XIII  mandó,  año  de  1572,  que  la  fiesta 
M  Rosario  se  zelebrase  el  primer  Domingo  de 
Oetobre ,  etq.  Un  libro  hai  en  Español  impreso  en 
Bilbao  por  Mathias  Mares  año  de  1583,  que  cuenta 
Uen  á  la  larga  esta  historia  del  Rosarlo ,  ó  Psalte- 
rb,  6  Corona  de  nuestra  Señora :  folio  185  dize, 
qoe  el  Papa  Clemente  IV  i  Juan  XXII  i  Sisto  lY 
eonzedieron  por  cada  vez  que  rezaren  este  Psal- 
» toio,  TS  años  de  perdón.  Iten,InozeDzio  YlIIcon- 
zedió  induljenzia  plenaria ,  etc.  Iten ,  León  X, 
confirmando  todos  los  perdones  conzedidos  por 
los  otros  summos  Pontifizes  á  los  dichos  que  re- 
zaren, etc. ,  conzedió  de  nuevo  diez  años  i  diez 
caarentenas  de  perdón  por  cada  Rosario  entero, 
ele»  Itea,.  el  Papa  Ak^andre  YI  otorgó  á  cual-^ 
qiúeni  que  rezase  esta  Corona  induljeneia  plenas 
lia:  i  el  viernes,  doblado:  i  el  viernes  santo. 


184  DEL  PAPA 

cuantas  vezes  la  rezare ,  tantas  ánimas  de  Pur- 
gatorio. Iten,  folio  187 ,  dize:  £1  Papa  Paulo  111, 
á  instanzía  del  reverendisimo  Cardenal  Don  frai: 
Juan  de  Toledo,  Arzobispo  de  Santiago,  con- 
zedíó  á  todos  los  que  rezasen  el  Rosario ,  zinr 
zerse  bnria^defá  cuenta  i  s^is  mil  años,  i  una  induljenzia  plenaría 
muerte  de  Ghris-  por  Cada  vez.  Hasta  aquí  este  libro.  I  para  de- 
10,  ¿qué  lo  será?  ^fi-jQ  todo  en  dos  palabras :  nuestros  adversarios 
no  acaban  de  contar  las  grandes  virtudes  del 
Rosario,  confirmadas  con  muchos  milagros. 
Mirad  cuánto  ha  cundido  la  superstizion .  de 
rezar  Pater  nostres  i  Ayemarias  por  cuentas, 
cuyo  primero  inventor  fué  Pedro  Hermitaño ,  sin 
ninguna  palabra  de  Dios ,  i  sin  ningún  ejemplo 
de  Santo ,  ni  del  viejo  ni  del  nuevo  Testamento. 
He  contado  todos  estos  desvarios,  blasphemias, 
i  impiedades ,  para  que  nuestros  adversarios  se 
avergüenzen,  viendo  que  hai  quien  los  entiende.  I 
así  se  conviertan  al  Señor ,  que  es  el  solo  que  per- 
dona los  pecados :  i  esto  graziosampnte  por  su 
Ghristo :  Este  Sisto  lY  instituyó ,  año  de  1477 ,  la 
Inquisizion  d' España:  el  primer  Inquisidor  jene- 
ral  fué  frai  Thomás  de  Torquemada,  prior  Domi- 
nicano de  Segovia.  Quien  quisiere  ¿aber  mas  de  la 
Inquisizion,  lea  la  vida  de  Alejandre  VI,  que 
contaremos.  Con  ser  este  Sisto  IV  tal  cual  habe- 
mos  oido ,  con  todo  eso ,  nuestros  adversarios  lo 
estiman  mui  mucho.  I  así  Félix  Pereto ,  cuando 
fué  Papa ,  se  llamó  Sisto  V. 

Cuenta  Onuphrio  Panvino,  fraile  Augustino 
i  gran  adulador  de  los  Papas,  que  la  madre  desle 
Sisto  IV ,  estando  preñada  del ,  le  parezió  en  sue- 
ños que  S.  Franzisco  i  S.  Antonio  daban  el  há- 
bito i  cordón  de  su  orden  4  «ste  su  hijo :  por  esto 


1  BE  SU  AUTORIDAD.  185 

sueño  U  madre  lo  llamó  cuando  b  baptizaron, 
I>]tfMdieo.  Pata  addante  en  tu  mentira,  dize 
queoomo  «o  iterto  día  el  ama  lo  lavase  en  el 
t^año,  que  ú  niño  ee  desmayó ,  i  que  lo  lie? ó  casi 
muerto  á  ikt  madre,  i  que  entonzes  la  madre, 
viendo  al *hijo  eto  tal  caso,  i  acordándose  de  su 
sueño ,  prometió  i  hizo  voto ,  que  su  liijo  traería 
el  hábito  de  San  Franzisco  seis  meses ,  los  cuales 
oumplldos,  le  quitaron  el  hábito :  el  cual  quitado, 
el  niño  toItíó  otra  vez  á  enfermar ,  i  mui  mas 
^rayemente  que  antes,  siendo  ya  de  un  año: 
pero  la  madre  reiteró  el  voto ,  i  luego  estuvo 
sano:  el  cual,  siendo  de  9  años,  lo  metió  fraile 
en  un  monesterio  de  S.  Franzisco.  Hasta  aquí 
Panvino.  Veis  aquí  sobre  qué  se  funda  la  relijion  piJJc^J^J^SiSdá 
papistica:  sobre  sueños,  ilusiones  del  demonio,  sobre  snefios  i 
blsois  milagros,  i  mentiras.   Dios,   por  justo '■'•®' '""•«^®*' 
jaizio  suyo ,  los  ziega ,  i  deja  caer  en  reprobo 
tentido :  i  pues  que  no  creen  ¿  la  verdad  escrita 
i  manifestada  á  los  hombres  en  el  viejo  í  nuevo 
Testamento,  es  menester,  como  dize  San  Pa-  ir,Thet.,ih  it- 
Uo,  que  crean  á  la  mentira.  Causóse  la  muerte 
de  Sisto,  de  que  oyó  dezir,  que  el  Duque  de 
Ferrara,  contra  la  voluntad  de  Sisto,  i  sin  su 
consentimiento,  hizo  paz  con  Venezianos:  eno- 
jóse tanto  desto,  que  dentro  de  zincodias  mu- 
rió, año  de  1484.  En  cuyo  tiempo  reinaron  en    i484. 
Gistilla  i  en  Aragón  Don  Hernando  i  Doña 
Isabel. 

Inozenzio   octavo,   Jinovés,   Juan    Baptista    inoieDxioYiii 
Zibo  antes  Uatnado ,  en  siendo  Papa ,  conspiró  >»lttrto«*«*«>«- 
contra  Don  Hernando,  Rei  de  Sizília,  tomando 
la  parte  de  los  If obles  que  habían  revelado  con- 
tra el  Rei.  Pero  tiendo  que  no  le  suzedia  la  em- 


186  DEL  PAPA 

presa  como  éi  pensaba ,  hizo  paz  con  el  Rei  na 
podiendo  mas ,  con  condizion  que  el  Papa  Iw- 
biese  su  tributo ,  i  que  los  rebeldes  fuesen  peréo* 
nados :  pero  ni  lo  uno ,  ni  lo  otro  hizo  el  ReL 
Después  desto ,  el  Papa  se  dio  á  buen  tiempo:  lo 
cual  suele  acarrear  i  traer  consigo  Tanidadett 
deleites,  pasatiempos,  pompas,  gastos,  traga- 
zón, lujurias,  i  otros  tales  vizios  i  pecados.  Él 
era  de  sí  hermoso  i  de  lindo  cuerpo ,  de  lo  cual  le 
preziaba,  como  Paulo  II.  Parezió  asimismo  á 
Paulo  II  en  ser  de  duro  injenio ,  i  no  dado  á  las 
16  hijos  i  hijas  letras,  tuTo  sin  ser  casado  8  hijos  i  otras  tantas 
del  Papa.  hijas,  como  pareze  por  estos  versos  de  Harzello. 

Octo  recens  pueros  genuit ,  tolidemque  pueiloi: 
Hunc  mérito  poterit  dicere  Roma  patrem. 

Spurcities ,  gula ,  avaritia ,  atque  ignavia  dsiei^ 
Hoc^  Octave,  jacent,  quo  tegeris  tumuio. 

Quiere  dezír.*  Ocho  hijos  enjendró,  i  otras 
tantas  hijas:  á  este  con  razón  Roma  podiá 
llamar  padre.  Suziedad ,  gula ,  avarizia  i  peresa 
neglijente  yazen,  ó  Octaro,  en  este  sepulcro. 
A  los  cuales  sin  vergüenza  ninguna  ensalztf 
con  riquezas  i  dignidades :  fué  el  primer  Pa* 
pa  que  se  atrevió  á  hazer  esto  públicamente, 
sin  ningún  rodeo ,  color ,  ni  titulo  de  sobrinos* 
ni  de  sobrinas,  como  otros  solían  hazer. 
I  con  todo  esto ,  Uvizelio  lo  alaba  de  santa 
vida ,  dotrína  i  facundia.  Fué  mui  dado  á  b 
gananzia:  i  como  ni  sus  induljenzías  ptena- 
rias ,  ni  su  jubileo ,  ni  la  guerra  contra  el  Turco 
no  le  bastasen  para  hinchir  las  manos,  hallé 
una  nueva  invenzion  para  sacar  dinero :  i  fué 
que  dijo ,  que  halló  en  una  pared  el  título  de 


I  DB  m  AUTOEIDAD.  tS7 

J<  cruz  de  Ghrísto ,  Jesús  Nazareno,  Rei  délos  bi  Papa  halló  el 

/odios,  escrito  en  tres  lenguas,  Hebrea,  Griega^ }"?} hierro  de  u 

i  Latina:  i  juntamente  con  este  titulo,  halló  el  laoza.  ^ 

iiieiTo  de  la  lanza  que  pasó  el  costado  de  Ghristo. 

Fhú  Juan  de  Pineda,  lib.  xxvi,  cap.  33,  §1, 

dizc  que  Bayazeto  le  en? ió  el  hierro  de  la  lanza, 

eic ,  porque  no  diese  lugar  á  Zizímo ,  su  her- 

iBino ,  de  poder  mover  guerra  en  Turquía :  este 

etelque  luego  diré  haberse  llamado  Jeme,  etc.: 

este  Jeme ,  huyendo  de  su  hermano  Bayazeto,  se 

«ecjló  á  Rodas :  después  fué  llevado  á  Franzia, 

después  al  Papa  Inozenzio  VIH ,  después  á  r^á- 

potes,  en  tiempo  de  Alejandre  VI,  etc.  Deste 

kmt  haremos  menzion  en  Alejandre  VI.  Mirad 

eoánto  puede  la  avarizia :  fué  gran  bebedor,  i  en 

Si  tiempo  todos  los  ofizios  se  podian  haber,  i  se 

kabiaif  en  Roma  por  dinero.  Gondenó  en  un  lu- 

gir ,  que  se  llamó  Polo ,  á  8  hombres,  6  mujeres, 

i  al  Señor  del  pueblo,  por  herejes :  porque  dezian 

fie  ninguno  de  los  suzesores  de  S.  Pedro  habla 

lido  Vicario  de  Jesu  Ghristo,  sino  solos  aquellos 

fie  hablan  imitado  la  pobreza  de  Ghristo.  Murió 

Inosenzlo  año  de  1492,  reinando  Don  Hernando    <**9. 

idoila  Isabel  en  España. 

Alejandre  VI,  Español,  natural  de  Valenzia,  Aiciíandre  vi, 
hé  tan  abominable,  i  tan  sin  vergüenza,  que  sus  «bominabic. 
pioprios  papistas  lo  dizen  abiertamente.  Pan- 
Hm>,  fraile  Augustino,  en  su  vida,  dize  perrerías 
W,  i  no  sin  causa:  i  por  mucho  mal  que  dijo 
dd,  aun  dejó  mucho  que  no  dijo.  Dize ,  pues, 
fie  Alfyandre  alcanzó  tan  gran  dignidad ,  con 
A  ayuda  de  zlertos  Gardenales  corrompidos, 
de  ziega  ambizion  i  avarizia  ( buen  prinzipio), 
los  cuides  después ,  sintiendo  la  gran  •infidcli- 


188  DEL  PAPA 

dad  del  ingrato  Pontífize ,  rezibieron  ei  castigo 
que  su  servizio,  por  haber  vendido  sus  sufrajios, 
merezia :  el  prinzipal  destos  Cardenales  era  iLsca- 
nio  Esforzia,  que  se  vendió  por  grandes  dones  i 
promesas  que  Alejandre  le  hizo :  i  prínzipalmenle 
Alejandre  le  prometió,  que  lo  baria  su  Ghanzi- 
Iler :  del  cual  ofizio  mui  pocos  años  gozó  i  los  de- 
mas  sufrieron  grandes  trabajos  i  calamidades: 
unos  vivieron  en  destierro ,  otros  fueron  encar- 
zelados,  otros  fueron  violentamente  muertos* 
I  lo  demás  que  del  escribe  el  dicho  Panvino. 
Entre  otras  cosas  dize :  Algunos  padres  hubo  en 
aquella  elezion  que  prophetizaron  ( i  no  fueron 
falsos  prophetas )  que  había  sido  elejido  un  Espa- 
ñol mui  locamente «  el  cual  era  hombre  que  encQ- 
bria  la  maldad,  i  era  gran  disimulador ,  que  al  fin 
seria  una  total  ruina  para  todos ,  etc.  Verificóse 
en  los  susodichos  nuserables  Cardenales  el  refrán 
Español:  Plaze  la  traizion,  mas  no  el  traidor. 
Jerónimo  Mario ,  hablando  en  su  Ensebio  deste 
Papa,  dize :  Para  qué  contaré  los  torpes « i  nunca 
Alejandre  86 did  oidos  hechos  de  Alejandre  VI.  Este,  hecho  pacto* 
5li2**K***hí3MÍ  con  los  demonios ,  se  dio  i  entregó  en  todo  i 
Papa.  por  todo  á  ellos ,  si  por  sus  medios  i  artes  viniese 

á  ser  Papa :  lo  cuiü ,  como  los  demonios  se  lo 
prometiesen,  i  cumpliesen.  Alejandre  ordenó 
su  vida  tan  santamente ,  que  nunca  intentó  ha- 
zer  alguna  cosa,  sin  que  primero  demandase 
consejo  al  demonio  sobre  eÜo.  Este ,  en  el  año 
isot.  de  1500,  conzedió  el  Jubileo, no  solamente  á 

aquellos  que  viniesen  á  Roma ,  mas  aun  á  aque- 
llos, que  no  quedan ,  ó  no  podían  venir  á  Roma, 
El  primer  Ja-  ^^^  ^^  condizion,  que  diesen  zierta  suma  de  di- 
biieo  eo  casa.     nero.  ^  Papa  Ronifazio  YIII  conzedió ,  año  de 


I  BB  8V  AUTOIUDAD.  189 

1300,  el  Jubileo  dé  zien  en  zién  años.  £1  Papa 
Clemente  yi,  afto  de  1350,  lo  conzedió  de  50  en 
SI,  d  Fapa  Sisto  IV,  año  de  1475,  lo  conzedió  de 
SS  en  85  años;  pero  ninguno  lo  ganaba  si  per- 
Mnlmente  no  venia  Roma  .*  nuestro  Alejandre, 
noTído  del  espíritu  que  lo  hizo  Papa,  lo  con- 
zedió, no  solamente  ¿  los  que  riniesen  á  Roma, 
ñas  aun  á  los  que  se  quedasen  en  sus  tierrras: 
con  tal  que  diesen  el  dinero,  como  habemos 
dieho.  I  pues  que  tratamos  del  Jubileo,  será 
boeno  contar  aquí  la  zeremonia  que  se  usa  en 
Roma.  Entre  otras  muchas  iglesias  que  hai  en  aflo*derjíb«eof 
Boma,  1^  siete  prínzipales ,  donde  se  ganan  los 
perdones:  cada  una  de  estas  siete  iglesias  tiene 
onapuertn,  por  lo  menos,  tapiada.  De  manera, 
que  ninguno  puede  entrar  ni  salir  por  ella ,  sino 
esen  el  año  del  Jubileo.  £1  Papa  Se  Ta  á  S.  Pedro, 
qde  es  la  prínzipal  iglesia ,  va  sentado  en  unas 
odas,  las  cuales  llevan  cuatro  hombres  vestidos 
de  rojo:  llegado  el  Papa  á  esta  puerta  tapiada, 
diié  el  vei^o  9  del  Psalmo  xxiv,  AtoUite  portas 
hiñdpei  vestras ^  etc.  <,  idiziendo  esto,  da|^n 
Hitpt  con  un  martillo  de  oro,  que  tiene  en  su 
iBino:  i  en  dando  este  golpe ,  luego  al  momento 
ae'eae  toda  la  tierra ,  ladrillo  i  mezcla  que  ta- 
{Alba  te  puerta :  i  así  entra  la  jente ,  que  quiere 
ginar  .el  Jubileo,  por  aquella  puerta:  porque  si"" 
eatrase,  por  otra  puerta,  no  lo  ganaría.   La 
tapia  de  la  puerta ,  está  de  tal  manera  por  de 
tatro  miñada,  socavada  i  aparejada,  que  en 
dmdo  el  Papa  el  golpe ,  luego  cae.  I  es  tanta  la 
priesa  de  la  jente  por  entrar,  que  no  hai  Jubileo 
qiK'no  se  ahogue  alguna,  ó  algunas^ersonas.  les 
Untalasuperstizion  i  loca  devozionsin  szienzia  del 


190  DBL  PAPA 

Tulgo,  que  en  no  nada  no  deja  ni  una  pedreslta, 
ni  mezcla,  ni  tierra,  ni  polvo  de  aquella  tapia 
derribada.  Cada  uno  á  mia  sobre  tuya ,  ¡urocon 
llevar  algo,  lo  cual  guardan  por  reliquias,  i  lo 
Puerta  santa.  Uevan  á  SUS  tierras ,  á  esta  puerta  llaman  Footta 
santa.  Clemente  VI  (como  dijimos  en  su  lida) 
manda  á  Anjeles  de  paraíso  que  lleven  al  xíelo 
al  ánima  del  peregrino,  que  se  muriere  en  «t 
camino  yendo  á  Roma  á  ganar  el  Jubileo.  ¿Qaé 
tiene  que  ver  este  Jubileo ,  instituido  del  Pa^, 
con  el  Jubileo  que  Jehova,  que  es  el  Dios  Terdaát- 
ro  i  todo  poderoso ,  instituyó  cap.  xxv  del  I^evi- 
Jubiieo  que  ^^^  ^  Instituye  Dios  el  año  del  Jubileo  d^O  en  M 
Dios  intutoyó.  años,  para  que  en  él  todo  siervo  de  la  namn 
Israelítica  salga  de  servidumbre  i  tenga  libtftftd 
como  los  demás ,  i  para  que  las  posesiones  ena- 
jenadas vuelvan  á  sus  primeros  poseedores.  De 
manera  que  el  año  de  Jubileo  era  año  de  liber- 
tad jeneral  á  todos  los  hijos  de  Israel.  Los  papia^ 
tas  verdaderamente  son  ximias  que  imitan  i 
remedan ,  ó  á  los  Judíos  ó  á  las  Jentiles.  Peto 
volvamos  á  nuestro  Alejandre  VI,  el  cual  inveii|<^ 
todas  las  vias  posibles  para  sacar  dinero :  i  Mit 
hizo  un  nuevo  Golejio  de  notarios  de  breves »  que 
fueron  80 ,  cuyo  ofizio  vendía  por  750  ducado* 
cada  uno.  Creó  36  Cardenales,  ó  como  diie 
Panvino ,  43 ,  de  los  cuales ,  los  18  fueron  espa- 
ñoles, i  destos  18,  los  tres  fueron  deudos  suyos 
muí  zercanos ,  i  de  su  nombre  Borja.  Fué  bmú 
dado  á  edificar :  oía  de  muí  buena  gana  comedia» 
i  farsas:  nunca  en  Boma  los  Gladiatores,  6 
esgremidores  i  alcahuetes  tuvieron  mayor  li* 
zencia  que  en  su  tiempo:  i  nunca  el  puíeblo 
Romano  tuvo  menor  libertad :  hubo  en  su  tiempo 


I  DB  su  áUTOBIDAD.  191 

griD  malUtad  de  malsines:  i  por  la  menor 
can,  ó  palabra,  la  pena  era  muerte.  Todo  esto, 
el  Satánico  Padre ,  permitia,  por  el  amor  loco 
|ae  tenia  á  sus  hijos.  Porque  él ,  imitando  á  su 
fndeKetor  Inozenzio ,  ponia  toda  su  felizidad 
cu  engrandezer  i  enrlquezer  sin  vergüenza 
Bllguna  sus  bastardos:  al  menor  de  sus  hijos 
too  Prinzipe  en  Sizilia:  al  segundo,  llamado 
Zter,  hizo  Cardenal:  al  mayor  de  todos  hizo 
ANfue  de  Gandía :  á  este  Duque  mató  su  proprio 
kemiano  Zésar,  i  lo  echó  en  el  Tiber,  habiendo 
laboA  hermanos  zenado  aquella  noche  (como 
i»  cuenta  Panvino)  juntos  en  casa  de  su  madre 
BnoGhia.  Todo  esto  entendió  i  supo  el  Papa,  su 
|dre,ilo  disimuló:  porque  á  este  Zésar,  que 
en  el  peor  de  todos ,  amaba  el  Papa  padre  mas 
fw  á  todos :  matólo  por  ambizion  i  avarizia. 
inrto  el  hermano,  no  hizo  Zésar  caso  del  Ga- 
feb,  mas  dióse  todo  á  los  ejerzizios  militares: 
ittf,  llevando  consigo  gran  tesoro,  se  fué  á 
Fjranzia,  donde  se  casó  con  una  paríenta  muí 
ttreana  del  Rei ,  i  fué  hecho  Duque  Valentino, 
bte  Zésar,  por  medio  del  Rei  de  Franzia,  i  del 
Pipa,  sa  padre,  vino  á  hazer  todo  cuanto  quiso  en 
hdia,  £1  Rei  Luis  XII  hazia  tanto  por  el  hijo  del 
hpa  por  la  obligazion  que  tenia  al  Papa :  el  cual 
hbia  dispensado  con  él  para  dejar  su  lejítima 
VRifer,  hermana  de  Garlos,  su  predezesor,  i 
eiMrse  con  la  Duquesa  de  Rretaña ,  viuda  del 
Oírlos:  como  lo  cuenta  Pineda ,  lib.  xxvi,  c.  38, 
|1  i  9.  Quien  quisiere  saberlas  abominaziones i 
vdlaquerias  que  este  hijo  del  Papa  cometió,  lea  á 
hnvino.  Muerto  Alejandre  VI,  cayó  su  hijo 
Vmt  de  la  majestad  i  potenzia  en  que  había 


Í92  DBL  PAPA 

subido :  porque  por  mandado  del  -  R'ei  Don 
Fernando  fué  preso  i  llevado  á  España:  don* 
de  estuvo  preso  tres  años  en  el  Castillo  de  He- 
dina,  de  la  cual  prisión  se  escapó «  iseftiéal 
Rei  de  üfávarra :  al  cual  sirvió  eñ  ziertá  goenra, 
donde  de  un  arcabuzazo  fcomo  dize  Garrion) 
murió,  ó  como  dize  Pineda,  lib.  xxvii,  c.  4,§IVt 
matólo  en  Navarra  un  hijo-dalgo  de  los  Garzeses 
de  Agreda ,  de  una  lanzada.  La  hija  deste  Ale- 
jandre VI,  llamada  Lucrezia,  á  la  cual,  como 
hombre  impío  i  sin  ninguna  relijión  conozió 
carnalmente ,  se  casó  tres  vezes :  la  1.^  con  Juan 
£sforzia.  Duque  de  Epidauro:  la  2."  con  íkta 
Luis  de  Aragón,  hijo  bastardo  del  Rei  Den  Alón* 
so ,  habiéndola  su  primer  marido  el  Duque  repu- 
diado :  muerto  este  segundo  marido ,  casó  la  3.* 
vez  con  Don  Alonso,  Duque  de  Ferrara.  Bn  cuyas 
bodas  (como  lo  cuenta  Panvino) ,  el  padre  Papa 
hizo  hazer  grandes  regozijos  i  fiestas.  Ifóiad'la 
poca  vergüenza  del  Papa  Alejandre.  Por  onEpi- 
taphio  que  hizo  Juan  Joviano  Pontano ,  se  vtt 
manifiestamente  cuan  santo  i  casto  haya  sidod 
zelibado  deste  Papa ,  i  cuál  haya  sido  su  relijíon: 
dize,  pues,  hablando  de  Lucrezia, 

Hicjacet  in  túmulo  Lucrecia  nomine^  sed  re 
Thaié^  jálexandri  filia  ^  spansa^  nurus. 

Quiere  dezir :  Aquí  en  este  sepulcro  yaze  Lucre- 
zia en  nombre,  pero  en  hecho  Thais,  hija,  esposa, 
nuera  de  Alejandre.  Sanázaro,  notable  hombre 
de  aquel  tiempo,  i  exzelente  poeta,  dize  de 
Alejandre: 

Pollicitus  ccelum  Romanus,  et  iistra  sacerdo^^ 
Per  icelera ,  et  ccedei ,  ad  Styga  pandit  Uerí 


I   DB  8Ü  AÜTOBI^AD.  193 

Qaiere  desir :  El  Pontifize  Romano « que  prome- 
tía los  zielos  i  las  estrellas,  por  sus  bellaquerías 
i  noertet,  se  va  camino  del  infierno.  ítem  el 


¿^0  té  $$mpw  cupiste  Lueretia ,  Sexlut? 
O  fatum  diri  numinis:  hie  pater  esí. 
Quiere  dezir :  ¿Cómo ,  pues ,  Lucrezia ,  siempre  te 
apetecerá  Sexto?  ¡Oh  desdichado  hado !  este  es 
to  padre.  De  Alejandre  VI  dizen,  que  vendió  las 
croles,  los  altares,  i  al  mismo  Ghristo.  Todo 
esto  él  lo  habia  comprado  antes ,  i  por  eso  lo  pu-  Simonia  t  Jieiia 
do  tender :  i  asi ,  Alejandre  cometió  simonia  ^®  Ai^andre  vi. 
flomprándolo ,   i  Jiezia  vendiéndolo.  Este  Aie- 
jaiidre  es  el  que  hizo  atosigar  á  Jeme  (ó  Zózimo,    Tósigo, 
eomo  otros  lo  llaman),  hermano  del  gran  Turco 
Ityazetes,  teniéndolo  preso  en  Roma :  esto  hizo 
Al^ndre  por  dozientos  mil  ducados,  que  el 
gran  Torco  le  envió.  ¡  Qué  buen  ejemplo  para 
eonvertír  al  Turco !  Deste  Jeme  comenzamos 
á  hablar  en  InozenzioVIU,  aqui  concluiremos 
Mil  él.  El  Rei  de  Franzia ,  Garlos  VIII,  hazia  la 
guerra  al  Papa  Alejandre  dentro  en  Roma :  el 
Fapa ,  viendo  que  no  podia  resistir  al  Franzés, 
liizopaz  con  él.  Entre  otras  capitulaziones,  fué 
esta,  que  el  Papa  entregase  al  Rei  á  Jeme,  her- 
mano del  Turco.  Esto  ponia  congoja  al  Papa, 
porque  perdia  cuarenta  mil  ducados  que  el  Tur- 
eo  le  daba  cada  año,  porque  no  dejase  ir  á 
lene.  Al  fin,  el  Turco  le  prometió  dozientos 
mu  ducados:  porque  lo  hiziese  morir,  como  lo 
Irizo,  con  el  tósigo  lento.  Murió  Jeme,  con  gran 
Mor  del  Rei,  en  Ñapóles,  como  dize  Guizardi- 
Bo,  i  otros;  ó  en  Gaeta,  como  dize  Jovio:  pero 
todos  convienen  que  fué  atosigado  con  el  tósigo 

13 


194  DEL  PAPA 

que  le  hizo  dar  Alejandre.  Este  es  el  que ,  para 

BiPtpa  llama  al  mantener  su  tiranía,  llamó  al  dicho  gran  Torco 

Ref  de  F^Qzia.   Contra  el  Rei  de  Franzia:  en  lo  cual  dio  ejemplo  al 

Reí  Franzisco  de  Franzia  para  llamar  después 
al  Turco  contra  nuestro  Rei  el  Emperador  Don 
Garlos.  Este  es  el  que  mandó  cortar  ambasmanos 
i  la  lengua,  á  Antonio  Manzinello,  varón  dotísimo, 
por  una  elegante  orazion  que  había  hecho  contra 
sus  abominables  costumbres ,  suzísima  vida,  i  be- 
llaquerías nunca  oídas.  Pero  Dios,  que  es  justo, 
le  dio  el  pago :  í  fué ,  que  en  un  banquete  que  hizo 
á  ciertos  Cardenales  i  Senadores  de  Roma ,  para 
atosigarlos,  con  el  mismo  veneno  con  que  había 
atosigado  á  Jeme,  hermano  del  Turco,  los  que 
servían,  no  advírtiendo  bien,  tomando  un  fiasco 
por  otro,  dieron á  beber,  contra  su  voluntad,  dd 

Tósigo.  fiasco  que  tenía  el  tósigo,  al  Papa :  i  así,  éi  (ha- 

biendo sido  Papa  11  años),  i  algunos  Senadores 

ISAS.  i  Cardenales,  murieron ,  año  de  1503.  En  tiem- 

po deste  Papa  fué  quemado. en  Florenzia,  con 

saTonapoin  I  ^^^^^  ®"^  Compañeros ,  el  exzelente  predicador 
tu Tida i dotrlna.  Jerónimo  Savonarola,  Dominicano,  varen  ad- 
idas, mirable  en  vida  i  en  dotrina ,  año  de  1499. 
Mantuvo  la  comunión  en  ambas  espezies,  con- 
denó las  índuljenzias :  reprehendió  gravísíma- 
mente  la  mala  vida  i  gran  descuido  en  su  ofi- 
zio,  del  Papa,  Cardenales,  i  délos  demás  ecle- 
siásticos :  negó  el  primado  del  Papa :  enseñó,  las 
llaves  haber  sido  dadas  no  á  solo  Pedro ,  sino  ú 
toda  la  Iglesia :  dezia  que  el  Papa  ni  seguía  la  yi- 
da,  ni  la  dotrina  de  Christo :  pues  que  atribula 
masa  sus  índuljenzias  í  tradizionzillas,  que  no 
al  mérito  de  Christo.  Afirmó  las  descomuniones 
del  Papa  no  deber  ser  temidas,  predijo  algunas 


I  D£.  8U  AUTORIDAD.  195 

C08M,  que  habían  de  acontezer :  conviene  á  sa- 
ber, la  destruizíon  de  Floreftzia^  i  de  Roma,  i     ' 
larestaurazion  de  la  Iglesia:  las  cuales  en  nues- 
tros tiempos  han  acontezido:  por  esta  causa 
el  Conde  Franzisco  Pico  Mirandúla  lo  llamd 
MQto  propheta,.  i  lo  defendió  por  escrito  contra 
i  Papa.  Marsilio,  en  zierta  epistola,  i  Felipe 
Comineo,  en  su  historia  Franzesa,  dizen  que  tu- 
vo espíritu  prophético  r  i  otros  muchos  dotos 
varones  defienden  su  inozenzia.  £1  D.  Illescas, 
en  la  vida. de  Alejandre  YI,  hablando  de  Sa?ona- 
rola,  dize  estas  palabras :  Hubo  muchos  pareze- 
res,  i  aun  agora  no  falta  quien  juzgue  de  la  jus- 
tífieazion  deste  hecho :  no  resta  sino  remitirlo 
al  jaizio  -de  Dios ,  que  sabe  el  secreto  de  todas 
las  cosas.  Yo  oí  dezir  al  dotisimo  padre  Maestro 
finü  Manzio,  de4a  Orden  de  S.  Domingo,  que  de 
teatígo  fidedigno  i  familiar  del  Obispo  Remoli- 
00  (que  después  fué  Cardenal),- oyó  afirmar,  que 
por  toda,  la  vida  le  duró  al  Obispo  el  arrepenti- 
ODÍento  de  haber  pronunziado  esta  sentenzia ,  i 
que  para- satisfazion  della  delante  de  Dios,  ayu- 
naba tres  días  en  la  semana.  I  zierto ,  quien  lee 
algunas  cosas  espirituales  que  nos  dejó  escrip- 
taa,'  no  pensará  que  son  de  hombre  hipócrita, 
úaO'áe  un  verdadero  relijioso :  hasta  aquí  Ules- 
cas.  En  tiempo  deste  Alejandre  reinaron  en 
España  Don  Hernando  i  Doña  Isabel :  en  cuyos 
tiempos,- zerca  del  año  del  Señor  de  mil  i  qui- 
aieotos  i  iloventa  i  dos ,  poco  mas ,  ó  menos ,  seis 
notables  cosaa  adontezieron  á  España :  la  prime-     seis  notable» 
ra,  el  Papa  fué  Español,  la  segunda,  ganóse  JJ^*¿^^Ji«p^J; 
Gnmiada,  la  X^  el  descubrimiento  de  las  Indias,  zerca  d«;i  afio  de 
li  cuarta,  la  Inquisizion  de  España,  la  quinta,  ^*"' 


196  BBLPAPA 

la  santa  hermandad,  la  6.^,  la  enfermedad  de  las 
«  V*  K*^.^%f'  Bubas.  £1  Papa  Alejandre,  Español,  fué  abomí- 

ñol  abominable.      , ,  u  l  •  .        •  u*      v         i 

nable,  como  habernos  visto :  mngun  bien  hizo,  ni 

á España,  niá  tierra  ninguna  del  mundo,  síhq 

3/  Toma  de    grande  mal.  La  toma  de  Granada  hizo  gran  bicB 

irana  a.  |  España,  librándola  de  las  continuas  guerrat 

i  muertes  que  habia  entre  Ghristianos  i  Morosi 

i  desterrando  de  toda  España  la  falsa  seta  de 

3.-  Descubrí-  Mahoma.  El  descubrimiento  de  las  Indias  p<K 

miento  de  las  in-  ^j^^^  gg^ ^  gl  j^jg^  se  considera ,  que  haya  hecho  mas 

mal  que  bien,  á  las  ánimas  de  los  Españoles,  que 
allá  pasaron.  El  Obispo  Casaos,  que  fué  testigo 
de  vista ,  i  Español  natural ,  escribió  un  libro  de 
las  crueldades  que  los  Españqles  hazian  á  loa 
pobres  Indios.  Pluguiera  á  Dios,  que  los  que 
han  allá  pasado ,  hubieran  tenido  mas  zelo  de 
enseñar  i  augmentar  la  santa  fé  Gathólica  con» 
tenida  en  la  sagrada  Escritura ,  que  no  de  enrí- 
quezerse  á  sí  mismos,  i  para  enriquezerse,  matar 
i  robar  á  diestro  i  á  siniestro  (como.dizen)  aque* 
Ua  simple  jente ,  que  tenian  ánimas  razionaka 
como  nosotros,  i  por  quien  Jesu  Ghristo  era 
muerto.  Dezian  los  Indios  (como  Augustin  de 
Zarate  lo  cuenta  en  su  historia  del  Perú),  que- 
jándose: que  los  Españoles  les  quitaban  sos 
ídolos,  i  les  daban  los  ídolos  ó  imájines  de 
España  (las  cruzes  i  Vírjines  Marías,  etc«) 
que  adorasen:  dezian,  que  los  Españoles,  les 
quitaban  las  muchas  mujeres,  diziéndoles  que 
la  lei  de  Jesu  Ghristo  no  permitía,  que  una 
sola  mujer,  i  que  ellos  se  laá  tomaban  para 
Juan^  IV,  93.  sí.  Enseñáranles  á  adorar  á  Dios  en  Espíritu  i 
en  verdad,  como  él  dize  que  quiere  ser  adcMra- 
do :  de  Ídolos ,  ó  imájines ,  ni  por  pensamiento 


I  DB  su   AUTORIDAD.  197 

Be  les  había  de  hazer  menzion :  pues  que  Dios  las 
jsrofaibe  en  el  segundo  mandamiento  de  su  santa 
Xeí:  i  prinzipalmente  siendo  los  Indios  tan  da- 
dlos á  la  idolatría.  Si  la  leí  de  Jesu  Ghristo  no    Oén,,  n,  s;. 
permile  mas  que  una  mujer  conforme  á  la  pri- 
mera ínstituzion  del  matrimonio ,  ¿  por  qué  nues- 
tros Españoles  tenian  muchas  putas  i  manze- 
lias?  ¿qué  manera  de  enseñar  era  esta?  Si  el  ziego 
guia  al  ziego,  ambos  caen  en  el  hoyo.  Lo  cual  ha 
«contezido  á  nuestros  Españoles,  i  á  sus  Indios. 
^ios  les  envíe  mejores  enseñadores.  La  Inquisi-  *'  >n«i"*s*»*oD- 
zíon  se  ordenó  con  buen  zelo  i  intento :  i  como 
ya  habernos  dicho,  fué  ordenada,  antes  de  la 
guerra  deGranada,  por  el  mismo  Don  Hernando, 
•íendo  Papa  Sisto  IV :  pero  ella  de  veras  fué 
puesta  en  ejecuzion  después  de  Granada  ganada, 
en  tiempo  deste  Alejandre  VI.  Entonces  el  Reí 
Bon  Hernando  mandó,  que  todos  los  Judíos  que 
({uisiesen  vivir  en  España  se  baptizasen:  ó  si  no, 
M  fuesen  de  España:  i  así  se  fueron  (como  dize 
Sabflico)  ziento  i  veinte  mil.  Fué,  pues ,  la  In- 
firisizíon    instituida  para   enseñar   la   relijion 
Ghrístiana  á  los  Judíos  i  Moros,  que  se  hablan 
tomado  Ghristianos,  los  cuales  de  secreto  se 
?<Man  á  stts  costumbres  viejas.  Mas  ahora,  ha- 
Ueado  casi  zesado  con  Judíos  i  Moros,  se  ha  he- 
eho  de  día  en  día  mas  i  mas  tirana  contra  los 
feles,  Gathólico8,i  Orthodoxos  Ghristianos,  que 
detestando  la  idolatría  Papística  i  su  vana  supers- 
tízionf  confiesan  un  solo  Dios  Padre,  Hijo,  i 
Espirita  isanto,  deber  ser  adorado  en  espíritu  i  sefiar^iós  Inqm- 
ea  "verdad.  Su  manera  de  enseñar  á  los  que  «adores,  u  cual 
eDos  piensan  ir  errados,  es  injurias,  afrentas,  rítaqoefotmfe- 
tormentos,  azotes!  mala  vida,  sambenitos,  ga-ve. 


198'  DEL  PA^A 

leras,  cárzel  perpetua,  i  al  fin  fuego,  conque 
queman  aquellos  á  quien  Dios  por  su  misen* 
cordia  haze  constantes  en  la  confesión  de'  sa 
Hijo  Jesu  Ghristo.  Quien  quisiere  sal>erlas'M^ 
tuzias',  engaños,  estratajemas  i  crueldades  de 
que  los  Señores  Inquisidores, 'ó  por  mejor  de* 
zír,  Inquinadores  de  la  fé,  usan  con  las  pobres 
ovejas  de  Jesu  Ghristo,  deputadas  para  el 
matadero,  ó  quemadero,  lea' el  libro  que  se 
intitula  Inguisitio  Hispqnica,  (Este  libro  se  ha 
trasladado  en  Franzés ,  Inglés  i  Flamenco. )  En 
este  libro  se  pintan  al  tívo,  i  se  confirman  con 
muchos  notables  ejemplos.  Esto  es  dé  notart 
que  cuantos  han  entrado  en  la  Inquisizion ,  séase 
por  lo  que  fuere ,  todos  *  salen  afrentados  i 
con  pérdida  de  hazienda,  i  aun  muchos  de  vi- 
da ,  i  ninguno  sale  enseñado  :  tal  es  el  trata* 
miento  con  que  los  Padres  de  la  fé  los  tratan: 
no  tienen  el  ojo  á  enseñarlos ,  sino  á  robarlos  i 
matarlos.  Pluguiese  á  Dios,  que  conforme  á  la 
loable  costumbre  de  España  en  las  otras  aodien- 
zias ,  se  enviasen  juezes  de  residenzia ,  bombees 
dotos  i  desapasionados,  que  examinasen  á  los 
Inquisidores ,  i  á  los  que  están ,  i  han  estado  p^-¿ 
sos  en  la  Inquisizion:  íoh,  quése  descubriría! 
Aragón  rezibió  después  la  Inquisizion  como 
por  fuerza :  i  asi  mataron  al  primer  Inquisidor. 
Don  Pedro  de  Toledo  la  quiso  poner  en  I9á^ 
poles  año  de  1546 ,  pero  nunca  pudo  (como  lo 
cuenta  el  D.  lUescas  en  Paulo  terzero) ,  porque 
los  Napolitanos  se  defendieron  mui  bien.  Ee-> 
tando  las  cosas  en  estos  términos :  el  Papa  Paulo, 
que  ya  habia  sido  avisado  de  lo  que  en  líápo- 
les   pasaba,    despachó   un    breve  Apostólico: 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  199 

• 

por  el  cual  declaró,  pertenezer  al  Foro  eclesiás* 
tico,  i  á  la  jurisdizion  Apostólica  el  conozimíento 
de  las  causas  «tocantes  al  crimen  de  la  herejía, 
mandando  al  Vireí ,  i  á  todos  cualesquier  jue- 
zes  seglares  sobreseyesen   en    ellas,  i  no  se 
entremetiesen  á  prozeder  contra  ningún  hereje 
por  fia  de  Inquisizion ,   ni   de    otra   manera 
ninguna,  i  reservando  en  si  la  determinazíon 
de  las  tales  causas ,  como  de  cosa  conzerniente 
á  la  jurisdizion   Eclesiástica.    Hasta  aquí    el 
D,  niescas.  Algunos  años   después  un  Saya- 
vedra.  Cordobés,  hizo  creer  al  Rei  de  Portu- 
gal que  lo  enviaba  Paulo  terzero  á  él  por  su 
líanzio :  i  asi  introdujo  la  Inquisizion  en  Portu- 
gal, de  tal  manera,  que  año  de  1545  salaron  de 
Portugal  treinta  mil  Judíos.  Con  el  tiSnpo  se 
descubrió  que  el  Papa  no  lo  habia  enviado ,  i  así 
filé. condenado  á  galeras.  Otro  cuento  mui  donoso 
fce  oído  deste  Ifunzio.  Era   grandísimo  escri- 
bió ,   i   sabia  contrabazer  cualquiera  mano. 
atando  el  Nunzio  en  galeras,  vino  una  pobre 
mqer  á  suplicar  al  Jeneral  de  las  galeras,  que 
k  ayudase  con  alguna  limosna  para  casar  una 
pobre  hija  que  tenia :  el  Jeneral  le  respondió, 
que  de  biui  buena  voluntad  le.  ayudara,  mas 

3V{fi  por  el  presente ,  por  estar  nezesitado  de 
Inero,  no  pódia.  La  pobre  mujer  se  salió  llo- 
rando con  esta  respuesta:  á  la  cual,  como  el 
Ifonzio  la  viese  llorar,  le  preguntó  que  por 
qué  lloraba :  ella  le  dijo  lo  que  le  habia  pasado 
eoQ  el  General:  él  entonzes  la  consoló  dí- 
zíéndole  que  hiziese  lo  que  íe  diría.  Enton- 
tes, tomando  tinta  i  paj)el,  escribió  estas  pala- 
bcM;  Hayordomo,  vista  la  presente,  dad  tan- 


200  BEL  PAPA 

tos  mil  maraYedis  (del  número  no  me  acuerdo )« 
á  la  que  os  dará  esta  zédula.  La  cual  cédula 
el  Nunzio  firmó,  como  si  el  mi^o  Jeneral  la 
firmara.  La  pobre  mujer  se  fué  con  su  zédula 
al  Mayordomo.  El  Mayordomo  la  respondió  que 
s*e  marabillaba  de  su  Señor,  que  en  tal  tiem- 
po enviase  aquella  zédula :  pero ,  pues  que 
su  voluntad  era  tal ,  que  le  daría  lo  que  man- 
daba que  se  le  diese :  i  asi  se  lo  dio :  Venido 
el  día  en  que  el  Jeneral  tomaba  cuenta  á  su 
Mayordomo ,  el  Mayordomo  le  presentó  la  dicha 
zédula ,  la  cual  leyó  i  releyó :  i  dijo  á  su  Ma- 
yordomo. Es  verdad  que  una  tal  pobre  nuger 
vino  á  mí  á  demandarme  limosna :  pero  yo  le 
respon^  que  por  el  presente  no  la  podía  ayu- 
dar :  i  mirando  la  firma  dijo :  Esta  firma  es  mía, 
pero  yo  no  la  escrebi.  Por  esta  causa  hizo  hazer 
pesquisa  en  la  galera  quién  la  hubiese  escrito, 
i  probóse  que  el  I^unzio :  por  lo  cual  el  Jenenl 
le  quiso  hazer  cortar  la  mano :  pero  por  mego 
de  muchos  no  se  le  cortó  la  mano,  sino  filé 
puesto  al  remo:  porque  por  sus  habilidades, 
antes  no  remaba.  El  D.  lüescas,  en  la  vida  de 
Clemente  sesto,  dize  que  lo  vido  en  las  gale- 
La  inmüsizioD  ras  remando.  Una  de  las  prinzipales  .causas  de 
vaeiUB  del  País  las  revueltas  del  País  bajo :  en  las  cuales  tantev 
^'^^'  millares  de  Españoles  i  de  otras  naziones  son 

muertos,  i  tantos  millones  de  escudos  se  han 
gastado,  i  aun  el  rabo  (como  dizen)  está 
por  desollar  (pprque  cada  día  es  menester  co- 
menzar de  nuevo) ,  fué  que  el  Duque  d'ADn 
les  quiso  poner  la  Inquisízion.  Veis  aqui  los  pro- 
vechos que  la  Inquisízion  ha  traído  á  España. 


I  DB  SU  AUTOEIDAD.  SOI 

I  no  digo  estOt  como  que  yo  quisiese  que  no 
hobiese  Rei  dí  Roque,  sino  que  cada  uno 
iiízlese  i  creyese  lo  que  se  le  antojase.  Ne- 
tesarías  son  las  buenas  leyes  en  cada  repú- 
blica. Por  esto  Dios  entregó  la  espada  al  Ma- 
jistrado  para  castigo  de  los  malos,  i  loor  de  los 
buenos ,  como  dize  el  Apóstol  San  Pedro.  Sean,  /,  Ped.^  u,  i4. 
pues,  castigados  los  que  mal  hazen:  pero  no 
tiránicamente:  todas  las  leyes  permiten  al  de- 
Qncaente  saber  quién  sea  su  parte  contraria, 
i  qué  depongan  los  testigos ,  i  quién  sean ,  para 
poderíos  tachar  si  son  infames ,  ó  sus  enemigos, 
etc.  En  esta  audienzia  inquisitorial,  el  Fiscal, 

Ce  podrá  ser  que  nunca  conozió  ni  vio  al 
incóente ,  se  haze  parte,  los  testigos  ,  por  mas 
infiímes,  bellacos,  i  enemigos  que  sean,  nunca 
son  nombrados ,  i  asi  no  pueden  ser  tachados. 
Lo  cual  es  contra  toda  justizia  divina  i  hu- 
mana. Si  los  testigos  han  testificado  contra 
otto  tres,  ó  cuatro  cosas,  los  Inquisidores  le 
basen  cargo,  como  si  los  testigos  lo  hubie- 
son  dicho,  de  diez,  ó  doze  cosas  mui  mas 
horrendas  que  las  que  los  testigos  han  depuesto. 
I  asi  los  Inquisidores  pueden  hazer  cuanto 
se  les  antojare:  prinzipalmente  sabiendo  que 
00  han  de  tener  juez  de  residenzia  que  les 
haya  de  tomar  cuenta  de  lo  que  han  hecho. 
Contra  esta  tiranía  hablamos.  Pluguiese  á  la 
Majestad  divina,  que  ha  entregado  al  Rei  la 
espada,  autoridad,  imando,  sobre  todos  cuan- 
tos viven  en  sus  Reinos ,  séanse  seglares  (como 
los  Uamfem),  ó  Eclesiásticos,  de  poner  en  el  co- 
ruoQ  dd  Rei,  de  quererse  informar  de  los  toer- 


sos  DEL   PAPÁ 

los  i  agravios  que  la  Inqujsizion  haze ,  i  poner 
(como  es  su  deber)  remedio  en  ellos.  Lo  qial 
espero  que  algún  dia  el  Señor  hará.  I  venga- 
rá la  sangre  de  los  justos ,  que  la  Inquisizíoii 
injustamente  ha  derramado.  La  sangre  de  ip% 
justos  está ,  eomo  la  sangra  de  Abel ,  clamando 

//poc,  Yi,  9.  por  venganza.  Hasta  cuándo  (dizen  los  muer* 
tos  por  la  palabra  de  Dios ,  etc. ) ,  Señor  sanio 
i  verdadero,  no  juzgas  i  vengas  nuestra  san- 
gre ,  etc. 

s.*  La  Hermán-     La  Hermandad  ha  hecho  i  haze  gran  bien  á 

^*^'  España :  porque  limpia  los  caminos  i  despoblar 

dos  de  ladrones  i  salteadores ,  i  así  los  bombrpa 

pueden  caminar  seguramente ,  i  sentarse  deb^o 

de  su  higuera  i  al.pié  de  su  zepa.  Común  reífauft 

hernfanMde^Es-  ®^'  ^"®  ^^  España  hai  tres  santas  hernaanas,  k 
pafia.  santa  Inquisizion ,  la  santa  Cruzada,  i  la  3aiiU 

Hermandad,  i  ruegan á  Dios  que  los  libre  de.li^ 
una  (que  es  la  Inquisizion),  porque  de  las  otnuí 
dos  se  guardarán.  En  este  dicho  se  nota  \fí 
tiranía  de  la  Inquisizion :  de  la  cual  Dios  p^r 
e.>  Bubas.  SU  piedad  nos  libre.  Las  Bubas,  enferineda4 
hasta  entonzes  incógnita  en  España ,  trujérofl^ 
las  los  Españoles,  que  volvieron  de  las  India^i 
con  las  cuales  Dios  los  castigó,  por  tomar,  lae 
mujeres  que  no  eran  suyas:  esta  enfermedad 
tan  suzia  i  tan  contajiosa  ha  cundido  tai4|>. 
por* la  Europa,  que  ya  casi  no  se  haze  caio 
dellas.  Ya  no  se  tiene  por  jentil  hombre,  el  qiü 
no  ha  tenido  dos,  ó  tres  mudas  (como  las l|ak 
man ) :  las  otras  naziones  la  llaman  Mal  Franz^ 
los  Franzeses  las  llaman  Maladie  de  Naples.  Bu* 
fermedad  es,  con  que  Dios  castiga  aquellos  que 


I  DE  S0  AUTORIDAD.  203 

VYtñ  en  8UZÍ0  zelibado-  menospreziando  el  ma- 
trimonio, que  Dios  ordenó  en  el  paraíso  en 
t\  estado,  de  inozenzia ,  i  Jesu  Ghristo  confirmó 
baziendo  so  primer  milagro,  como  cuenta  San  uan,  n,  n 
ioan ,  en  unas  bodas  en  Gana  de  Galilea :  por 
mis  que  los  papistas  votarios  lo  llaman  Su> 
zio,  etc.  Volvamos  á  Alejandre  VI.  Del  díze  el 
Enchíridion  de  ios  tiempos,  que  dio  lizenzia  en  su 
tiempo  á  muchas  cosas  que  ni  para  su  persona, 
ñipara  su  estado,  ni  para  ser  Roma  la  que  había 
de  ser,  eran  lízitasi  honestas.  Machavelo,  en  el 
lib.  del  Prínzipe ,  cap.  xvín ,  díze  del :  No  hizo 
jamás  Alejandre  VI  otra  cosa  que  engañar  hom- 
bres, ni  jamás  pensó  en  otra  cosa  r  i  halló  sugeto 
pira  poderlo  hazer  :.i  no  hubo  jamás  hombre  que 
tofiese  mayor  eficazia  en  porfiando  afirmar ,  i 
q»  con  mayores  juramentos  prometiese  una 
eosa ,  i  que  menos  la  cumpliese :  con  todo  esto, 
1m  óiganos  le  sazedieron  siempre  bien,  etc.Gui- 
zardino ,  autor  grate  i  de  mucha  fé  ( como  el 
D.  Dlescaa  lo  díze  en  la  vida  deste  Alejandre  VI, 
in,  líb.  II  de  su  historia),  da  este  notable  testi-  * 
monío  del :  La  pésima  (díze)  naturaleza  del  Pon- 
tifee  hazia  creíble  eualquíera  iniquidad  en  él. 
QaSen  quisiere  saber  mas  deste  abominable 
Akjandre  sesto,  gran  vergüenza  de  nuestra 
Espd&a  y  lea  á  Paulo  Jovío.  Murió  Alejandre  con 
el  táalgo  que  ya  habemos  dicho  año  de  1503 ,  rei- 
Dando  en  España  Don  Hernando  i  Doña  Isabel. 

fh  m.  Senes ,  sobrino  de  Pío  n,  fué  elejido    píoiii. 
dcita  manera :  Muerto  Alejandre  VI,  su  hijo  Zé- 
«ur^  que  mató  á  su  hermano,  etc.  ,'se  alzó  con 
iodo  el  tesoro  i  joyas  del  Papa,  i  guardó  con  do- 
u  mil- hombres  el  Vaticano,  que  es  el  lugar 


204  DBL  PA1% 

donde  se  suelen  juntar  los  Cardenales  para  la 
nueva  elezion.  Hazia  esto ,  para  que  los  Carde- 
nales hiziesen  Papa  á  quien  él  quisiese.  Pero 
ellos  se  fueron  á  otro  lugar  llamado  la  Minefra. 
Lo  cual,  como  lo  supo  Zésar,  envió  allá  «a 
jente,  que  los  zercó.  Luego  la  fama  corrió  por 
Roma,  que  los  Cardenales  eran  presos,  i  que  no 
habia  sino  muertes  por  toda  Roma.  Fué  tanto  el 
temor,  que  no  parezia  sino  que  Anibal  eatii- 
▼iese  otra  vez  para  entrar  en  Roma.  En  fin ,  Zé- 
sar,  á  ruego  de  los  Romanos  i  de  los  EnÜMiJa- 
dores  de  España  i  de  Franzia ,  i  porque  fia  qoe 
no  saldría  con  su  intento ,  se  salió  con  toda  m 
jente  de  Roma:  i  asi  los  Cardenales  se  faenm 
á  su  Cónclave ,  donde  elijieron ,  después  de  ma 
luenga  contenzion,  á  Pió  III,  el  cual,  en  siendo 
Papa ,  luego  á  la  hora  conspiró  contra  los  Frafr* 
zeses ,  que  ocupaban  gran  parte  de  Italia :  pe- 
ro no  pasó  adelante ,  porque  se  murió ,  no  htt- 
biendo  sido  Papa  sino  solos  S7  días,  año  de 

Áfio  1S03.        1503. 

Jaiio  II,  guer-     Julio  II ,  Jinovés ,  sobrino  de  Sísto  IV,  Tino  por 
^^^^'  sa  grande  i  astuto  injenio,á  alcanzar  grantai 

dignidades,  i  al  fin  á  ser  Papa :  fué  hombrenlh 
turalmente  inclinado  á  la  guerra :  la  cual  indi- 
nazion ,  aun  siendo  Papa ,  no  mortificó ,  WMMWKh 
tes,  teniendo  absoluto  poder  ( como  los  Ps^poiM 
finjen tener),  la  puso  en  ejecuzion.  TuTOgMl^ 
des  guerras  con  Yenezíanos,  con  el  Rei  deF!nih 
zia ,  con  el  Duque  de  Ferrara ,  con  los  Benítfo- 
los ,  i  con  otros  Prinzipes.  Este  Julio,  en  espaito 
de  7  años  que  hizo  la  guerra ,  quitó  con  sos  dflt» 
comuniones  i  armas,  mui  muchas  cosas  á.  toa 
Prinzipes  Christianos :  ea  los  cuales  7  años  iiin- 


I  BE  su  AUTOUDAD.  SOS 

rieron  á  cuchillo  por  la  intolerable  tiranía  del  somt  hombros 
Papa  maa  de  dozientos  mil  hombrea,  i  él  de  na-  ^^j¡^l  *  *^*"" 
da  86  dolia :  imitando  en  esto  al  cruel  Nerón ,  que 
habiendo  hecho  pegar  fuego  á  Roma,  se  holgaba 
riéndola  arder ,  como  dize  el  cantar  Español  .* 

Mira  Ñero  de  Tarpeya 

A  Roma  cómo  se  ardia : 
Gritoi  dan  nifíoB  y  viejón^ 
¥  él  de  nada  se  dolia. 

Este  Julio  fué  la  causa  de  aquellsi  tan  reñida  ba- 
talla i  tan  sangrienta  de  Ravena,  entre  Españo- 
las i  Franzeses,  en  la  cual  venzidos  i  venzedores 
quedaron  perdidos.  Este,  viendo  que  con  armas 
sa  podía  yenzer  al  Réi  de  Franzia,  tentó  otra 
Via:  i  asi t  lo  descomulgó,  i  juntamente  con  él 
•lAei  de  Navarra,  que  tomaba  la   parte  de 
Ranzia ;  dio  en  presa  sus  reinos  á  quien  los  pu- 
tee ocupar:  por  virtud  desta  descomunión,  el 
U  Don  Hernando,  que  ganóá  Granada,  en-    nayana  toma- 
M  en  Navarra,  i  por  fuerza  de  armas  la  tomó,  da. 
afto  de  1512.  Guizardino,-  hablando,  lib.  u  de  su 
historia,  desta  toma  de  Navarra,  dize  estas  pala- 
bra^:  El  Rei  de  Navarra,  no  estando  aparejado, 
desesperado  de  poder  resistir,  huyó  á  la  Bierna, 
de  la  otra  parte  délos  montes  Pirineos:  £1  Rei- 
10  de  Navarra,  siendo  abandonado  (si  no  fueron 
liflrtaa  fortalezas  que  se  tenían  por  el  Rei  huido), 
vÍM>  sin  ninguna  costa ,  ni  sin  ninguna  dificultad, 
i  eslo  mas  por  la  reputazion  de  la  vezindad  de 
Vm  Ingleses ,  que  por  las  fuerzas  proprias ,  en  po- 
te dd  Rei  de  Aragón.  El  cual,  no  pudiendo 
almiar  qne  lo  poseia  lejitimamente  con  otro 
tüalo,  alegaba  la  ocupazion  haber  sido  hecha  ju- 


266  DEL   PAPA 

ridícamente  por  la  sede  Apostólica.  Las  hazañas 
del  Reí  D.  Hernando  están  sumadas  en  este  soneto= 

Junté  Aragón  con  Castilla  , 
Gané  á  Navarra  i  Granada , 

PuBe  en  Ñapóles  mi  silla , 
Conquisté  desde  Sevilla 

Otro  mundo  con  mi  armada. 
ISIS.  ' £n  este  mismo  año  1512  murió  (coaio  lo  cuen- 

ta frai  Alonso  Venero  en  su  Enchiridion  de  los 
tiempos)  Pascual,  Obispo  de  Burgos:  el  cual  or- 
vijUiad  prohi-  denó  en  su  Obispado  que  no  hobiese  Vijilias*  en 
bidas  en  Burgos,  g^g  iglesias,  por  las  disoluziones  ¡  bailes  i  otras 
cosas  de  mucha  ofensa  de  Dios ,  que  allí  pasa- 
ban ,  i  muchas  vezes  habia  lujurias ,  i  'Qtros  gnn- 
des  pecados:  hasta  aquí  Venero,  fol.  Ú7.  Por 
estas  mismas  causas  se  hablan  de  quitar  de  toda 
España.  Porque  comunmente  las  Romerías  se 
convierten  en  Ramerías.  £1 D.  lUescas,  ^n  la  vida 
de  Eujenio  primero,  dize  que  en  tiempo  deste 
Eujenio  se  zelebró  el  Gonzilio  Gabilonense ,  etc., 
en  que  se  mandó  que  en  las  iglesias  i  ermitas,' 
i  en  otras  casas  de  devozion ,  adonde  se  sude 
ir  en  Romería ,  i  hazerse  vijilias ,  no  se  hagan 
bailes,  ni  danzas,  etc.,  i  mas  abajo :  Cosa  es  esta 
que  requiere  remedio :  i  tiénelo  bueno , .  si  los 
Prelados  mandasen  zerrar  de  noche  las  casas 
de  devozion :  i  que  no  hubiese  en  ellas  la  grita  i 
poca  devozion ,  i  los  demás  inconvenientes  que 
vemos  que  hai  ordinariamente  en  semejantes  lo- 
gares, etc.  I  en  la  vida  de  Benedito  VIII  dize  el 
mismo  lUescas :  ^o  seria  malo  que  los  Prelados 
mandasen  que  nadie  quedase  de  noche  en  se- 
mejantes ermitas,  porque  se  escusarian  moi 
muchas  cosas  mal  hechas  que  allí  pasan ,  etc. 


I  BE  8Ü  AUTOEIDAD.  267 

Xste  Julio,  saliendo  ana  vez  de  Roma  con  su 
cférzito,  arrojó  la  llave  de  S.  Pedro  en  el  rio  Tiber, 
cliziendo :  Pues  que  la  llave  de  Pedro  ya  no  vale, 
^alga  la  Espada  de  Pablo:  i  asi ,  arrancó  la  espada 
de  la  vaina :  porque  como  buen  capitán ,  llevaba 
8u  espada  al  lado.  Por  este  hecho  tan  notable 
muchos  poetas  compusieron  versos :  de  los  cua- 
les pondré  aqui  cuatro  que  declaran  la  historia: 
Inde  manu  strietwn  vagina  diripit  ensem , 

Exciamansquetruci  taita  voce  referí: 
Bficgladim  Pauli  nos  nunc  defendet  ab  hoUe: 

Quandoguidem  Clavis  niljuvat  isla  Petri. 
¿Qaé  relijion  tenia  este  Papa,  que  tan  desver> 
gonzadamente  se  burlaba  de  S.  Pedro ,  i  de  San 
Pablo?  Este,  cuando  fué  hecho  Papa,  prometió 
icoBjaraipento,  que  dentro  de  dos  años  ten- 
Mi  Gonzilio.  Deste  juramento  hazc  menzion 
fraí  Bartolomé  Carranza ,  hablando  del  Gonzilio 
Lateranense,  que  se  tuvo  en  tiempo  deste  Julio. 
Has  coimo  se  pasasen  los  dos  años ,  i  años  i  años 
Blas,  i  no  se  viese  esperanza  alguna  de  Gonzilio, 
estando  el  Papa  bien   lejos  dello  (porque  los 
Gonzilios  son  mui   amargas  purgas  para   los 
Papas:  como  ya  bebemos  visto  en  el  Gonzilio  Pi- 
sanOf  Gonstanziense  i  Basilíense),  nueve  Garde- 
nales,  de  los  cuales  era  uno  Bernardino  Gara- 
njal,  Español,  se  juntaron  en  Milán,  i  con  ellos 
los   procuradores    del   Emperador   Maximilia- 
no ^  i  del  Rei  de  FranziaLuis  XII,  y  nombra- 
ron á  Pisa  para  que  en  ella  se  zelebrase  el    ConziUo  pím- 
GimziUo,  el  cual  comenzase  primero  de  ^^^^o,  nñoáean. 
tíembre  año  de  i  511 .  Las  causas  que  dieron  para 
haxerio  así ,  fueron  que  él  Papa  había  quebran- 
Udo  sü  juramento  que  habla  hecho :  pues  que 


i 


SiS  DEL  PAPA 

Papa  perjuro,  pasados  tantos  años  no  daba  muestra  nii 
de  Gonziiio  .*  i  que  por  tanto,  ellos  hablan  c< 
cado  Gonziiio  para  acusar  al  Papa  de  eac 
pecados.  Su  intento  era  privarlo  del  Pa; 
al  cual  babia  venido  por  ainbizion  i  dádlvaí 
ro  Julio,  entendiendo  esto,  mandó  que  nii 
persona ,  de  cualquier  condizion  i  estado  qo 
so  grave  pena  vaya  á  Pisa ,  i  que  nadie  obe 
ú  lo  que  aquellos  de  Pisa  decretaren  i  or 
ren :  i  nombró  á  Roma,  para  que  en  ella  «c 
Gonziiio  Late-  brase  el  Gonziiio  el  año  siguiente,  que  se 
ranense,  año  de  ¿^  comenzar  á  9  de  Abrü  de  1512.  Vivia  c 
zes  en  Padua  Felipe  Dezio ,  exzelente  juri 
sulto ,  el  cual  defendió  por  escrito  la  canas 
tos  Cardenales  contra  el  Papa.  Entonz 
Rei  de  Franzia ,  viendo  que  el  Papa  se  jo! 
con  los  Venezianos  para  bazerle  la  guerra  i 
vocó  un  Gonziiio  en  Turs ,  donde  propuso 
cuestiones:  Si  sea  lizílo  al  Papa  mover  g 
contra  algún  Prínzipe,  i  esto  sin  causa:  Si 
Prínzipe ,  defendiendo  su  tierra ,  pueda  acó; 
al  que  le  ha  acometido ,  i  quitarse  de  su  ob( 
zia?  Respondiósele ,  que  no  es  lizito  al 
mover  guerra ,  etc.  I  que  es  lizito  á  el  tal 
zipe,  defendiéndose,  hazer  lo  dicho:  i  que 
bia  guardar  la  Pragmática  por  el  Reíi 
Franzia :  que  no  se  debia  hazer  caso  de  las 
suras  i  descomuniones  del  Papa ,  si  entoni 
hiziese.  Habida  esta  respuesta,  el  Rei  la 
al  Papa ,  pidiéndole ,  ó  que  se  contentase  < 
paz :  ó  que  convocase  un  Gonziiio  jeneri 
ra  de  propósito  examinar,  i  liquidar  este 
zio.  Pero  el  Papa,  ni  lo  uno,  ni  lo  otro  ad 
Este  miserable  Julio  tuvo  fama  de  gran  so 


I  DB  8Ü  AUTORIDAD.  209 

tay  como  algunos  autores  lo  cuentan :  dizen,  que 
Ana,  Reina  de  Franzia,  envió  dos  manzebos  de 
gitan  casa  al  Cardenal  Roberto  Nanetense  para 
que  los  instruyese ,  á  los  cuales  el  Papa  abusó: 
seoiejante  cuento,  cuenta  otro  autor,  de  un  man- 
sebo  Alemán,  gran  señor,  con  quien  com^ió  el 
iDíamo  pecado  nefando.  Cosas  son  estas  que  ni 
la  ploma  honesta  debria  escrebir,  ni  las  orejas 
castas  oír:  Pero  es  menester  descubrir  las  ver- 
güenzas de  la  Corte  Romana,  para  que  no  en- 
gañe mas  tiempo  á  España.  Por  esto  perdonad- 
me, Ghristiano  letor.  Con  ser  Julio  11  tal,  con 
todo  esto  no  falta  quien  lo  alabe  de  mui  pió ,  sa- 
bio ,  prudente,  i  hombre  de  consejo  í  Ai  de  voso-    Staias,  r. 
tros,  que  dezis  á  lo  malo,  bueno,  y  á  lo  bueno, 
malo !  Hurió  Julio  año  de  1 5 1 3 ,  habiendo  papado    « *  3 . 
tu. años.  En  tiempo  deste  Papa  murió  ia Reina 
Doña  Isabel,  i  reinó  en  su  lugar  su  hija  Doña 
Juana,  que  casó  con  Don  Felipe  de  Austria ,  hijo 
éA  Emperador  Maximiliano.  I  así  se  juntó  el  Pais 
Bajo  con  España. 

León  X,  Florentin,  fué  de  su  natural,  quieto  León  x,  Aiheu- 
i  jentil :  pero  dejándose  gobernar  de  hombres  '*' 
inquietos  i  crueles ,  permitió  que  muchas  inso- 
leaziasse  cometiesen.  Este  fué  mui  dado  al  ózio, 
i  á  tomar  pasatiempos  i  deleites  carnales :  tu- 
vo mochos  bastardos:  á  los  cuales  enriquezió 
eo  gran  manera,  haziéndolos  Duques,  i  gran- 
des señores,  i  casándolos  con  grandes  seño- 
ras. Esle  León,  siendo  de  13  años,  fué  hecho 
Cardenal.  ¿Qué  edad  para  ser  pilar  de  la  Iglesia? 
Eq  su  coronazion  se  hizieron  grandísimas  fies- 
tas, que  seria  largo  contarlas.*  afirman  que 
se  eehaion  entre  la  jente  pasados  de  cien  mil 

14 


SIO  DfiL  PAPA 

ducadosy  como  lo  dize  el  Dr.  Illescas  en  la  vida 
de  León,  etc.  Crió  León  X  de  una  vez  31  Gai^ 
denales ,  entre  los  cuales  queda  hazer  á  Raphael 
ürbinas,  exzdentiskno  pintor,  para  por  esta 
Tia  recompensarle  la  gran  suma  de  dinero  que  k 
debía  por  sus  pinturas :  veis  aquí  de  qué  sirven 
los  d&pelos,  i  aun  esto  es  pasadero:  porque  se 
suele  dar  por  otras  abomínaziones.  Fué  moi  li- 
beral en  conzeder  Induljenzias,  i  mui  mas  ^ 
tomar  dinero  por  ellas,  para  enriquezer  sus  hijos. 

isis.  Año  de  1515,  León  conzedió  un  Jubileo  al  Reí 

Franzisco  de  Franzia:  este  Jubileo  pasó  par 
otras  muchas  provinzias :  Los  comisarios ,  i  Echa- 
cuervos  predicaban,  que  cualquiera  que  diese  la 
suma  del  dinero ,  que  estaba  tasado ,  sacarla  .ua 
ánima  de  purgatorio,  cual  él  quisiese.  Dezian» 
que  Dios  (conforme  á  la  promesa  hecha  á  San 

Mat^  xvi.  Pedro :  Todo  cuanto  soltares  en  la  tierra ,  será 
suelto  en  el  zielo),  hazía  todo  cuanto  ellos  quer- 
rían :  pero  dezian ,  que  no  había  de  faltar  ni  una 
blanca  de  aquello  que  estaba  tasado.  Perdo- 
naban á  quien  tomaba  este  Jubileo,  hecho ,  i  por 
hazer  (como  dizen):  esta  gananzia  desplugo 
á  muchos  píos  i  dotos :  i  asi  se  comenzó  á  tratar 
la  cuestión  de  la  autoridad  i  poder  del  Papa. 
Esta  cuestión  fué  la  ruina  del  papado.  Entre 
otros ,  se  opuso  contra  tan  insolentes  Induljen- 

Martin  Luthe-  zias  Martin  Luthero ,  i  predicó  contra  ellas  en 
'^^'  Alemana   (como  lo  dize   Bartolomé  de   Gar^ 

ranza.  Dominicano),  cuyas  palabras  son  t^ 
tas :  En  tiempo  de  León  dézimo,  se  levantó  cd 
Alemana  un  heresiarca,  Martin  Luthero .-  el 
cual  primeramente,  predicó  i  escribió  con- 
tra  las    Induljenzias   del   Pontííize.    Pespues 


I  BE  Sü  AUTORIDAD.  Sil 

contra  el  primado  de  la  Iglesia  Romana  ,  i  lúe-    cuái  haya  sido 
go  contra  el  zelibado ,  i  otros  ritos  i  costum-  tló^Viuthcro^'á 
iiKs  de  la  Iglesia  antigua.  En  esto ,  nuestro  ad-  hablar  contra  la 
wwario  Carranza  testifica  cuál  haya  sido  la  '«lesia  Romana, 
cansa  que  movió  á  Martin  Luthero  á  hablar 
contra  la  Iglesia  Romana.  Quien  quisiere  saber 
esto,  lea  la  historia  de  Eslidano.  Ekio  tomó  ia 
parte  del  Papa.  I  asi  Luthero  i  Ekio  predicaban 
ea  los  pulpitos  uno  contra  el  otro.   Guando 
león  dézimo  oyó  estas  revueltas,  condenó  por 
li«rejeá  Luthero: Luthero,  oida  esta  su  conde- 
nazion,  apeló  para  el  primer  Conzilio  jeneral.- 
imitó  en  esto  á  la  Universidad   de  París,   la 
caal  pocos  meses  antes  habia  apelado  del  mismo 
León  al  Gonzilio.  León  hizo  quemar  en  Roma 
ios  libros  de  Luthero.  Luthero,  cuando  supo    Luthero  quema 
esto ,  quemó  en  Vitemberga  el  Derecha  Ganó^  ei  derecho  cano- 
oíeo ,  que  son  los  Decretales  i  Decretos  papales,  "'^** 
(Hsiendo : *Así  me  han  hecho  á  mi,  así  les  hi¿c 
yo  á  ellos.  ¿Quién  no  se  marabíllará ,  i  espantará 
de  un  t^n  gran  ánimo,  i  atrevimiento  tan  osado, 
qoe  un  pobre  fraile  mendicante  Augustino  se 
atreviese  á  hazer  tal  afrenta  ,  i  dar  tal  bofetada? 
¿i  á  ^uién,  si  pensáis?  Al  Papa.  ¿Pío  era  el  Papa 
aijael ,  á  quien  los  potentados ,  Prínzipes ,  Re- 
yes, i  Emperadores ,  prostrados  por  tierra,  ado- 
túmn  en  aquel  tiempo  ?  ¿  Gomo ,  pues ,  un  hom 
brezillo  de  no  nada  le  dio  tal  golpe,  que  lo  dejó 
por  muerto?  No  era  Luthero,  sino  Dios,  que    /,  Cor.,  1,27. 
e^  las  cosas   bajas  para  confundir  las  mui 
il¿«.  El  hedor  de  las  bellaquerías ,  i  abomina- 
ziones  de  los  Papas,  i  de  los  Eclesiásticos  ha- 
bía sabido  hasta  el  zielo :  ya  las  iniquidades  de 
Amorreos  hablan  venido  á  su  cumbre.  I  así 


I 


212  DEL  PAPA 

Dios  derribó  la  soberbia  del  Pap? ,  qte  es  otro  - 
Luzifer.  Dios  nos  dé  grazia  para  que ,  recono- 
ziendo  un  tal  benefízio ,  le  seamos  gratos ,  i  le 
sirvamos  en  santidad  i  en  justízia  todos  los  días 
de  nuestra  vida.  Dios  por  este  medio  nos  ha  trans- 
portado de  tinieblas  á  luz,  de  cativerio  á  libertad. 
I  no  contento  con  esto ,  Luthero  vino  á  Yonnes, 
ó  Vormazia ,  donde  el  Emperador  Garlos  tuvo 
su  primera  Dieta,  presentóse  delante  del  Em- 
perador, i  de  tantos  Papistas  como  había  con 
Cáríof gMr?a*8u  ^^  *  ^*sputó ,  i  mantuvo  su  causa :  i  al  fin  se  par- 
palabra  á  Luthe-  tió ,  guardándole  el   Emperador  su   promesa, 
^^'  mejor  que  se  habia  guardado  á  Juan  Hus  i'  i 

Jerónimo  de  Praga  en  el  Gonzilio  de  Gonstanzía. 
Una  cosa  no  puedo  dejar  de  dezir  aquí:  que  á 
Luthero,  yendo  á  Vormes,  un  amigo  suyo  le 
avisó  en  el  camino  antes  de  llegar  á  Vormes ,  que 
se  guardase  bien  de  ir  á  Vormes ,  porque  harían 
del  lo  que  habian  hecho  de  sus  Übros,  á  los 
Gran  ánimo  de  cuales  habían  quemado :  al  cual ,  Luthero  con 
Luthero.  gj.g„  ánimo  respondió :  que  aunque  supiese  que 

en  Vormes  habia  tantos  Diablos  contra  él  cuantas 

tejas  habia  en  los  tejados,  que  con   todo  eso 

no  dejaria  de  parezer  allí ,  í  dar  cuenta  d^  su 

fé  en  tan  solene  compañía.  I  asi  lo  hizo.  Murió 

1522.  León  X  año  de  1522,  habiendo  oído  que  los 

Franzeses  habian  sido  venzidos ,  muertos,  presos 

i  echados  de  Ralía  por  los  Imperiales ,  i  esto  con 

León  murió  de  el  ayuda  suya.  Por  esto ,  mui  alegre  i  )*iéndose, 

aiegria.  ¿^  1^  gg|j^  ^j  ánima :  Panvino  piensa  que  de  tósigo 

Tósigo.  que  le  dieron.  Fué  un  hombre  atheistá,  queñl 

pensó  haber  zielo ,  ni  infierno  después  desta  vida: 

i  así  se  murió  sin  rezebir  los  sacramentos.  Sa- 

nazaro  dize  que  no  los  pudo  rezebir,  porque  los 


I  DE  SU  AUTO&IDAD.  S13 

había  Tendido :  i  así ,  casi  ningún  Pontifize  los 
rezibe  (como  Panvino  lo  nota  en  la  vida  de  Pió 
cuarto).  Yéese  también  claramente  su  atheismo 
[M>r  la  respuesta  que  dio  al  Cardenal  Bembo, 
que  le  había  alegado  zíerto  paso  del  Evanjello: 
ai  cual,  disolutamente  respondió  León  estas 
palabras:  Todo  el  mundo  sabe  cuánto  provecho  Leon^**"®  ^* 
haya  tiaido  á  nosotros ,  i  á  nuestra  compañía, 
aquella  fábula  de  Ghrísto.  Bien  mostró  León  con 
esta  respuesta  ser  Antechrísto.  Obedézelo,  pues, 
España,  i  tenlo  por  Vicario  de  Ghrísto.  Paulo 
iovío  escribió  la  vida  de  León  X,  donde  entre 
otras  muchas  cosas,  díze  estas  palabras:  Tuvo 
.también  León  mala  fama:  porque parezia  que  poco 
honestamente  amaba  á  algunos.de  sus  camareros 
(los  cuales  eran  de  los  mas  nobles  de  toda  Ita- 
lia), í  jugaba  con  ellos  entrañable  i  libremente. 
No  es  su  enemigo  Luthero ,  que  díze  esto  contra 
él,  sino  su  amigo ,  Italiano  í  Obispo ,  Paulo  iovio. 
Gen  ser  León  X  tal,  cual  lo  pintan  los  historia- 
dores de  su  tiempo:  con  todo  esto,  es  tanta  la 
•dolazion  del  ^.  Illescas ,  que  en  su  vida ,  §  XII, 
dize  del  estas  palabras :  Después  que  vino  al  Pon- 
(ifieadov  siempre  tuvo  cuenta  con  comer  poco ,  i 
de  manjares  no  muí  calientes :  porque  no  le  pro- 
vocasen á  deshonestidad.  Hasta  aquí  Illescas.  En 
tiempo  deste  León  reinó  en  España  el  Emperador 
Garlos. 

Adriano  VI,  Holandés,  fué  prezeptor  del  Em-  Adriano  Yi. 
peradiNrDon  Garlos,  i  por  su  medio  vino  á  ser 
OlúspodeTortosa,  Cardenal,  i  gobernador  de 
Bspaña ,  juntamente  con  Don  Franzisco  Jímenes, 
arzobispo  de  Toledo:  i  muerto  el  Papa  León, 
fué  elqido  absenté,  residiendo  en  España.  En 


i 


214  DEL  PAPA 

Siendo  Papa,  prometió  por  sus  letras  á  los  Prin- 
zipes,  que  procuraría  que  la  Górte  Romana,  h 
cual  haíbia  dado  ocasión  á  que  se  hiziesen  mu» 
chos  males,  ella  la  primera  de  todas  fuese  cor* 
rejida  i  emendada ,  á  fin  que  la  que  había  dado 
causa  del  mal,  diese  prínzipio  de  medizina  i  de 
salud :  pero  todo  fué  palabras.  Porque  siguiendo 
Adriano  las  pisadas  de  sus  predezesores  «los  An- 
techristos  de  Roma ,  se  dio  á  perseguir  á  LutherOt 
Ecolampadio ,  i  á  otros  pios  ministros  de  la  p«* 
labra  de  Dios.  Este  no  se  mudd  su  nombre :  1  ea 
costumbres  i  vida  no  fué  tan  malo  como  loa 
otros  Papas.  I  por  no  ser  tan  malo ,  muchos  di- 
Tósigo,  zen  que  fué  despachado  con  tósigo,  año  de  15S3. 
ts>s*             En  cuyo  tiempo  reinó  en  España  el  Emperador 

Don  Garlos. 
Clemente  rii.  Glemente  YU  (ó  como  otros  cuentan  VÜI  ó  DL, 
por  la  causa  que  dijimos  en  el  otro  Glemente  VD), 
Florentín ,  fué  sobrino ,  ó  como  otros  dizen,  hijo 
del  Papa  León  X.  Panvino  dize  que  fué  hijo  de 
Juliano  de  Médices,  i  de  madre  no  mui  ziertat 
ni  manifiestamente  su  lejitima  miyer.  £1 D.  Ulee*- 
cas  en  la  vida  deste  Glemente,  §  Y,  dize:  Et 
cosa  mui  de  notar,  que  habiendo  sido  Glemeote 
toda  su  Yida  liberah'simo  i  gastador,  i  jontamente 
con  esto ,  afable  i  bien  hablado ,  i  sobremaoeni 
discreto,  i  gran  negoziador,  en  viéndose  Papa^ 
no  sé  por  qué  se  mudó  de  todo  punto  en  condi* 
ziones ,  i  se  hizo  escasísimo  i  remiso.  Tanta  es 
la  mudanza  que  á  las  vezes  hazen  las  dignidar 
des  i  honras,  etc.  En  tiempo  deste  Glemente  hubo 
grandes  guerras  entre  Españoles  i  Franzeaea:  lat 
cuales  este  inclemente  atizó  asaz,  i  con  gran 
infamia  i  daño  suyo.  I  esto  por  su  inconataniiat 


1  DE  Sü  AUTORIDAD.  215 

porque  ya  era  Español,  ya  Franzés :  i  al  contra- 
río, ya  Franzés,  ya  Español.  En  tiempo  deste 
tcontezieron  tres  grandes  cosas  á  España:  la  pri-   ^i  Reí  de  Fran- 
mcra,  la  presa  de  Franzisco,  Rei  de  Franzia,  i  de  afio  isas!  ^°*'°' 
mucha  de  su  nobleza  en  Pavía :  el  cual  fué  lleva- 
do á  España :  donde  estuvo  preso :  la  2.*,  el  saco    saco  de  Roma , 
de  Roma,  como  luego  diremos,  año  de  1527,  en  <^>^- 
eite  año  nazió  el  Prínzipe  Don  Felipe,  hijo  del 
So^rador  Don  Garlos.  La  3.*,  la  coronazion    Coronazion  de 
4el •  Emperador  Don   Carlos,  Rei  de  España,  f,°,°c^'*'o»»  •*<> 
cüBoloña  de  mano  deste  Papa  Clemente,  año 
4»  1530.  En  este  mismo  año  los  Prinzipes  de  Ale- 
maña  presentaron  al  Emperador  en  la  Dieta ,  que 
«0  tuvo  en  Augusta ,  su  confesión  de  fé ,  que  Ua- 
Bttfon  confesión  Augustana:  i  porque  cuando  la    confeaiou  au- 
presentaron,  hizieron  una  pública  protestazion,  sustana. 
por  eso  de  ahi  en  adelante  se  llamaron  Protestan-    Por  qué  se  na- 
les. £1  saco  de  Roma,  que  Españoles ,  Italianos,  i  "»"  protestantes 
Alemanes  hizieron  entonzes ,  fué  tal ,  que  des  que 
Boma  es  Roma,  no  ha  habido  otro  como  él.  Veri- 
leóse el  refrán  Español :  Lo  mal  ganado  ello  i  su 
dnefio  (se  pierde),  Roma  habia  robado  todos 
iqueUos  tesoros  á  estas,  i  á  otras  muchas nazio- 
MS:  envíales  Dios  tales  ladrones,  robadores  i 
desueUacaras ,  que  ni  perdonaron  á  hombres  ni  á 
imqeret ,  ni  á  chicos,  ni  á  grandes ,  ni  á  clérigos, 
Qt  4  frailes  t  ni  á  eclesiásticos ,  ni  á  seglares.  Estos 
ladrones  (si  es  verdad  lo  que  dize  el  refrán  Es-  ]a?ron°Jen  di!¿ 
pañol)  cien  dias  ganaron  de  perdón.  El  mismo  gana  de  perdón. 
sstánieo  padre  Clemente  estuvo  preso  en  su  pro- 
ftío  GastiUo  de  Sant  Angelo :  i  los  Españoles  le 
oomposieron  un  nuevo  Pater  noster  en  coplas: 
las  cuales  cantaban  junto  á  la  ventana  del  Papa, 
pira  darle  milsica. 


216  DEL  PAPA 

Padre  nuestro  en  cuanto  Papa , 
Sois  Clemente,  sin  que  os  cuadre : 

Mas  reniego  yo  del  Padre , 
Que  al  hijo  quita  la  capa ,  etc. 

Esta  capa  era  el  estado  de  Milán ,  que  el  Papa 
pretendía  quitar  al  Emperador.  Entre  otros  qae 
escribieron  esta  historia  del  saco  de  Roma  ^  fué 
un  Español  que  vivid  en  aquel  tiempo :  el  libra 
se  intitula,  Diálogo,  en  que  particularmente  se 
tratan  las  cosas  acaezidas  en  Roma  en  el  año 
de  1527.  En  él  se  verá  mui  bien  quién  fué  el  Pa- 
pa Clemente,  i  cómo  fué  tratado,  i  justamen- 
te, de  nuestros  Españoles  él  i  toda  su  Corte 
Romana.  Cuéntala  también  Paulo  Jovío:  Joan 
Tilio  dize,  que  el  Papa  Clemente  se  rescató 
por  40000  florines.  En  tiempo  deste  Papa  acón- 
tezió  en  un  monesterio  de  Auserra ,  en  Franzia, 
una  historia  notable ,  de  lo  que  se  hizo  con  el 
sacramento  vomitado,  año  de  1526.  La  cual, 
plazíendo  á  Dios ,  contaremos  cuando  tratareiñoa' 
de  la  Misa:  porque  allí  será  su  proprio  logar. 
vmudesdePa- (^¡gmgQjg  ^"^0  grandísimos  vizlos:  fué  hechi* 

zero,  homizida,  alcahuete,  simoniaco ,  sodoroi* 
ta,  perjuro,  forzador  de  donzellas,  nigromán- 
tico ,  sacrilego.  Adornado  con  estas  piedras  tan 
preziosas ,  ejerzitabasu  ofizio papal:  que  es  nun-* 
ca  predicar  el  Evanjelio ,  sino  perseguir  á  los  qne 
lo  predican,  i  echarlos  de  la  Iglesia :  era  Giem^M 
t  rophM.' *' ^*°  (como  todos  los  demás  Papas)  otro  Diotr^es, 
III,  Juan,  IX.  ^^  ^^\tn  S.  Juan  en  su  última  epístola  dize,  que 
amaba  tener  el  primado,  etc.  I  un  poco  mas 
abajo ,  hablando  del  mismo  Diotrephes ,  dize :  I9o 
solo  no  rezibe  á  los  hermanos ,  pero  aun  prohH 


I  DE  Sü  AUTORIDAD.  217 

i)e  álos  que  los^quieren  rezebir,  i  los  echa  de  la 
Iglesia.  Notad  el  lugar ,  que  al  pie  de  la  letra  lo 
baze  asi  hoi  día  el  Papa.  Este  Clemente  pasó 
<^nFranz¡a,  i  seTído  en  Marsella  con  Franzisco, 
Heí  de  Franzia ,  con  el  cual  hizo  gran  amistad: 
l)ara  confirmazion  de  la  cual ,  dio  á  su  sobrina 
Catalina  de  Médices  en  casamiento  á  Henrique, 
liija  segando  de  Franzisco.  Esta  es  la  que  lla- 
gas Reina  madre,  tan  nombrada  en  las  histo- 
^as,  la  cual  murió  año  de  1588.  Vuelto  el  Papa 
€le  Franzia,  vivió  poco  tiempo.  Murió  en  Se- 
tiembre, año  de  1 534 ,  de  tósigo  que  fué  pues-    '''^* 
^  en  el  hamo  de  la  hacha,  con  el  cual  él ,  i  al-    tósigo, 
^nos  Cardenales  i  amigos  familiares,  fueron 
«atosigados:  Don  Carlos  reinó  en  este  tiempo  en 
Sspafia. 

Paolom,  Romano,  en  siendo  Papa,  procuró    Paulo  ni, mai- 
iwr  todas  las  vias  posibles  engrandezer  sus  bas-  ^^^^' 
lardos,  que  tenia  hartos,  i  abatir,  i  oprimir  á 
IiOthero.  Este,  para  reformar  la  Iglesia  (como  él 
dezia) ,  nombró  primeramente  á  Mantua ,  para 
€[00  en  ella  se  zelebrase  Conzilio  jeneral.  Pero 
lodo  fué  palabras :  después  nombró  á  Vizenzia: 
tampoco  se  hizo  nada.  La  terzera  vez  nombró  á 
Trento:  todo  fué  aire.  La  cuarta  vez  tornó  á 
nombrar  á  Trento:  donde  se  comenzó,  á  13de 
Besiembre  de  1545:  acabóse  año  de  1563,  en 
tiempo  de  Pió  cuarto.  De  manera  que  duró  18 
años ,  i  nanea  se  hiziera  nada,  si  no  fuera  por  lo 
ipncho  que  insistió  el  Emperador,  i  por  lo  mu- 
^qae  instigó  al  Papa  Paulo.  Porque  ya  habe- 
rnos dicho  el  odio  que  los  Papas  tengan  á  los 
Conzflioa.  Seria  nunca  acabar  querer  contar  sus 
mormesi  horrendos  vizios,  susparrizidios,  la- 


218  DEL  PAPA 

trozinios,  hechizerias,  traiziones,  Uranias,  in- 
zestos ,  i  nefandos  estupros.  Con  todo  esto ,  dijré 
algunos  notables,  para  que  ¡  oh  España !  abras  ios 
ojos,  i  acabes  de  conozer  aquel  que  adoras  co* 
mo  á  Dios  en  la  tierra,  como  á  suzesor  de  San 
Pedro,  como  á  Vicario  de  Ghristo.  Fué  Paulo  lU 
gran  astrólogo,  mago,  encantador,  i  nigro- 
mántico: i  así,  amó  i  ensalzó  á  los  que  eran 
desta  arte :  i  así  fué  muí  amigo  de  Dionisio  Ser- 
víta,  al  cual  hizo  Cardenal :  de  Gaurico  Lusitanos 
de  Zezio  i  Marzello,  notables  nigrománticos* 
Destos  quiso  saber  la  fortuna  de  sus  bastardos:  lo 
cual  ellos  le  daban  á  entender  por  sus  horós- 
copos, por  los  aspectos,  i  domizilios  de  ]|8 
estrellas  i  planetas.  Dio  á  su  propria  hermana 
Julia  Farnesia  al  Papa  Español  Alejandre  sexto, 
Tósigo.  por  haber  el  Capelo ,  como  lo  hubo :  atosigó  á  aa 

propria  madre  i  hermana :  atosigó  á  otra  herma- 
na, con  la  cual  tuvo  mala  fama.  La  causa  por 
qué  la  atosigó ,  era  porque  no  lo  amaba  á  él  tan* 
to  como  á  otros,  etc.  Siendo  Legado  enAncona« 
engañó  á  una  moza,  jentil  mujer,  dándole  pa- 
labra de  casamiento:  i  así  la  moza  fué  enga* 
nada ,  no  pensando  que  fuese  el  Legado ,  sino 
uno  de  sus  jentiles  hombres.  Deste  ayuntamieor 
to  nazió  la  buena  pieza  de  Pero  Luis ,  Prinzipe 
de  Sodoma,  Capitán  jeneral  de  la  Iglesia  Ro* 
mana ,  i  Duque  de  Parma  i  de  Plazenzia.  To- 
do el  mundo  sabe  la  nefanda  abominazion  que 
este  cometió  contra  Cosme  Cherio ,  Obispo  Fa- 
nense.  A  este  Pero  Luis ,  sus  proprios  jentUet 
hombres,  no  pudiendo  ya  mas  sufrir  sus  tira- 
nías 1  abominaziones  nefandas,  mataron  año 
de  1548.  Este  era  el  ojo  del  Padre,  sobre  quien  se 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  219 

nairaba,  i  remiraba:  i  cuando   oía  alguna  de 
sus  abominazioDes ,  no  mostraba  el  Papa  gran 
pena:  mas  como  sonriéndose  dezia,  que  su  hijo 
no  había  aprendido  aquellos  vizios  del.  Con  ser 
esto  así ,  hai  algunos  aduladores  del  Papa  que  con- 
tra su  conszienzia  dizen,  Paulo  III  haber  sido  ca- 
sado, lasi,  elD.Illescas,enlavidade8tePaulo  III, 
S  XVII  j  dize :  Fué  Paulo  III  casado ,  i  después  de 
liaber  fallezido  su  mujer ,  de  quien  le  quedó  á  Pe- 
dro liOis,  se  hizo  clérigo ,  i  alcanzó  el  Capelo,  etc.: 
$XXIII,  dize:  la  no  pensada  muerte  de  Pero  Luis, 
hijo  lejitímo  del  Papa ,  etc.  Mas  guárdase  bien 
lOescas  de  dezir  quién  haya  sido  la  madre  de 
Pero  Luis,  ni  qué  tanto  ¿empo  fuese  casado, 
ni  dónde  se  casó ,  ni  dónde  haya  vivido  casado. 
XstePaulo  atosigó  á  Fulgosio,  i  á  Gontareno,  Car-    Tósigo. 
henales ,  i  á  Juan  Baptísta  Verjerio ,  Obispo  Pó- 
tense:   porque   gustaron   cuan  dulze  i  bueno 
fiíese  Ghristo ,  i  cuan  amargo  i  malo  el  Ante- 
christo.  Paulo  Verjerio,  Obispo  Justlnopolitano, 
tiermano  del  susodicho  Juan ,  se  escapó ,  i  se  fué 
ea  Alemana ,  de  donde  le  hizo  la  guerra  con  sus 
«seritos.  En  su  tiempo  la  Iglesia  padezió  gran 
persecuzion  á  fuego  i  sangre,   etc.  Alejandre 
Famesio ,  Cardenal ,  i  su  hermano  Octavio ,  Du- 
qiw  de  Parma,   hijos  del  maldito  Pero  Luis, 
i  nietos  del  Papa ,  yendo  á  hazer  la  guerra  en 
Akmaña,  año  de   1546,  blasonaban  que  ha- 
blan de  dentmar  tanta  sangre  de  Lutheranos  en 
álemafia,  que  los  caballos  pudiesen  nadar  en 
^.  Este  Paulo  |;ozó  de  la  renta  de  cuarenta    «oooo  cortesa- 
mil  mas ,  patas ,  ó  como  las  llaman ,  Cortesanas,  °"  *°  ***"" 
<IQe  había  en  Roma.  La  renta ,  como  ya  ha- 
bernos dicho ,  es  un  Julio ,  ó  real  de  España ,  ca- 


330  DEL  PAPA 

da  semana :  multiplicad ,  i  veréis  si  el  Papa  puede 

hazer  un  gran  mayorazgo  de  la  renta  que  tiene 

Henrique  VIII  de  las  putas.  Este  Paulo  III  descomulgó  i  ana- 

p?pí'"^"°  ^e*  thematizó  á  Henrique  VHI,  Rei  de  Inglaterra,  i 

dio  en  presa  su  reino  á  quien  lo  pudiese  tomar. 

.  .3  De  todo  esto  no  se  le  dio  nada  á  este  magnáni- 

^  mo  Rei ,  i  defendió  su  reino  muí  valerosapnente, 

de  tal  manera ,  que  los  que  el  Papa  habia  inzitado 

contra  él,  ellos  mismos  le  rogaron  con  la  paz. 

Noubie  bella-  gjj  gj  prinzipio  de  su  pontificado  acontezió  una 

qaeria  que  hitíe-      ,.,.,,  '^    1       «1      « 

roD  los  Fraiiei  notable  bellaquena ,  que  los  Frailes  Franzucos 
Franiíscos     de  hizieron   en   Orlians  año  de   1534.  El  cuento 

Orllans.  ^  .       .  .,1  •       j  ■ 

es  este:  que  en  este  ano  muño  la  mujer  del 
Gorrejidor  de  Orlianst»  la  cual  se  mandó  enterrar 
simplemente  sin  pompa  ninguna.  Enterráronla, 
pues ,  en  S.  Franzisco  de  Orlians  con  su  padre 
i  abuelo.  Los  frailes,  como  la  persona  era  cali- 
ficada i  rica ,  pensáronse  que  habrían  rico  galar- 
dón, que  mandarían  dezír  muchas  misas ,  etc. 
Pero  halláronse  burlados :  porque  no  hubieron 
sino  solos  seis  escudos ,  que  les  envió  el  viado 
Gorrejidor:  de  lo  cual  los  frailes  se  enojiiron 
mui  mucho:  i  para  vangarse,  con  ánimo  dia- 
eneañ'"?*^*^***  bólico ,   sobornaron  uno  de   sus  novízios ,   al 
bio    con'  SSm^^us^  pusieron  en  lo  alto  de  la  maderazion  del 
apariiioo.  templo ,  para  que  desde  allí  hiziese  gran  ruido 

cuando  ellos  dezian  sus  maitines.  Lo  cual  hizo 
el  novizio,  dando  á  entender  que  era  ánínoa» 
(como  llaman)  pecadora  i  derramata.  Esta  ^- 
ma  fué  conjurada  de  aquellos  que  sabian  el 
misterio  de  iniquidad :  siendo  con  los  conjuros, 
preguntada  ¿quién  era?  respondió ,  que  era  el 
ánima  de  la  mujer  del  Gorrejidor ,  que  poco  an- 
tes habia  fallezido :  dezia  que  era  condenada  pa- 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  SSi 

^«siempre  jamás:  preguntada  ¿por  qué?  responde: 
I>or  Lutherana.  Los  frailes,  oido  esto ,  hazen 
Si'andes  esclamaziones ,    tienen  su  iglesia  por 
«lescomolgada,  sacan  su  sacramento  della ,  i  no 
quieren  dezir  Misa  en  ella,  sino  allá  dentro  del 
monesterio.  La  fama  corrió  luego  por  toda  la 
ziadad.  El  Gorrejidor ,  entendiendo  la  bellaque- 
lia,  llama  á  los  frailes  delante  de  la  Ghanzi- 
Uerla  de  París,  donde  la  causa  se  examinó  de- 
lante del  Ghanziller  Antonio  Pratense ,  i  se  probó 
la  bellaquería :  i  asi  los  prinzipaies  autores  de 
la  trajedia ,  Golimanno  i  Esteban  de  Arras ,  am- 
bos predicadores ,  fueron  por  pública  sentenzia 
(X>ndenados.  ¿Pero  á  qué?  á  la  vergüenza:  me- 
rezíendo  los  bellacos  mil  muertes :  pues  se  bazian 
borla  de  Dios  i  de  su  relijion ,  i  infamaban  á  los 
hombres.  Fué  tan  jentil  el  castigo ,  por  no  pare- 
zer  que  favorezian  á  los  Lutheranos. 

En  tiempo  de  este  Paulo  III  se  levantó  del  abis- 
mo i  profundo  del  infierno  la  nueva  secta ,  que 
se  llamó ,  De  la  compañía  de  Jesús ,  ó  Jesuilas:  á  Jetauas. 
los  cuales,  i  con  mui  gran  razón ,  podemos  lla- 
mar Jebusitas ,  ó  Jebuseo».  Su  primer  autor ,  in- 
ventor, ¡fundador  fue  Iñigo  Layóla :  al  cual,  para 
mas  autorizar  su  nombre ,  llamaron :  £1  padre  Ig- 
nazío.  Este  Iñigo  fué  natural  de  Guipúscua :  el 
cual ,  siendo  hombre  idiota  i  ignorante ,  se  dio  á  la 
guerra ,  i  asi  el  año ,  que  llamaron  en  España  de 
lis  comunidades  (que  fué  zerca  del  año  1520,  ó 
1521),  era  soldado  en  el  Castillo  de  Pamplona: 
el  eaal  GastUlo  estaba  por  entonzes  zercado  del 
Rd  de  Navarra,  i  de  los  Franzeses,  i  como  un 
zierto  día  los  contrarios  tirasen  al  Castillo, 
acoDtezió  que  una  de  las  pelotas  dio  en  una  pie- 


22S  DBL  PAPA 

dra  del  Castillo ,  i  la  quebró :  algunos  de  los  peda- 
zos de  la  piedra  dieron  en  los  pies  deste  soldado, 
Iñigo,  de  tal  manera,  que  no  pudiendo  tenerse 
en  pié,  dio  consigo  en  tierra.  Iñigo ,  viéndose  in»> 
potente  para  seguir  la  guerra ,  mudó  de  propósito, 
i  de  soldado  se  hizo  santuchado ,  aunque  reco- 
bró sus  pies :  i  así  se  dio  á  las  locas  devoziones 
i  superstiziones  que  los  hombres  se  han  inven- 
tado de  sí  mismos  sin  ninguna  palabra  de  Dios, 
i  así  engañan  é  todos  aquellos  cuyos  nombr;es 
no  están  escritos  en  el  libro  de  la  vida.  Ha- 
biendo ,  pues ,  íñigo  sido  soldado ,  i  hombre  igno- 
rante, se  aplicó  al  estudio ,  i  ya  que  entendía  alga 
de  la  gramática,  se  vino  á  Alcalá  de  Henares  á  pro^ 
seguir  sus  estudios,  donde,  para  ganar  mayor 
crédito  i  reputazíon  de  hombre  santo,  andaba 
descalzo:  de  la  cual  manera  de  vivir,  como  se 
riesen  i  mofasen  los  estudiantes  de  Alcalá,  íñigo, 
corrido  i  avergonzado  de  que  no  se  hiziese  caso- 
de  su  manera  de  vivir ,  dejando  á  Alcalá ,  se  fué 
á  Salamanca :  donde  los  estudiantes  hizieron  ma- 
yor burla  del ;  por  lo  cual ,  íñigo ,  dejando  i  Sa- 
lamanca ,  se  fué  á  París ,  donde  se  hizo  maestro,, 
i  ganó  opinión  de  santo ,  i  así  se  le  juntaron  dies 
compañeros ,  con  los  cuales  se  fué  á  Italia ,  i  asi 
Afio  issT  co-  año  de  1537 ,  papando  Paulo  III,  los  Jesuítas  co- 
bu8°?M  ó  Jesuítas  incnzaf  on  á  ser  conozidos  en  Italia :  pero  no  sin 

grandes  contrastes  i  contradíziones.  En  fin,  fuéles^ 
permitido  que  oyesen  confesiones:  i  por  este 
medio  alcanzaron  gran  reputazíon  de  santos, 
prinzipalmente  entre  los  ignorantes.  Estos  diez 
compañeros  se  hallaron  todos  juntos  en  Roma 
año  de  1538 ,  donde  alcanzaron  del  Papa  Paulo  IH 
confirmazion  de  su  secta ,  i  fueron  rezebidos  de- 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  SS3 

» 

bajo  de  la  protezioa  de  la  Sede  Romana :  pero 
esto  solamente  vivce  vocis  oráculo ,  remitiéndolos, 
caanto  á  la  que  toca  á  la  espedizion  de  la  per- 
petuazioq  de  su  secta  al  Cardenal  GuidicciODY 
Loquea:  i  siendo  del  ayudados,  fueron  aproba> 
dos  i  confirmados  por  letras  i  bulas  de  primero 
de  Octubre  de  1540 ,  dadas  en  Tívoli,  so  nombre 
i  título  déla  compañía  de  Jesús,  con  lizenziaí 
%akad  de  rezebir  en  su  compañía  (que  por  en- 
tonzes  era  de  diez  solamente)  hasta  sesenta  per- 
tonas.  El  año  de  1643  alcanzaron  lizenzia  del 
dicho  Paulo  III  de  poder  rezebir  en  su  compañía 
á  todos  cuantos  quisiesen :  el  cual  Paulo ,  año 
de  1545,  les  conzedió  todos  los  privilejios,  fa- 
cultades i  grazias  de  que  al  presente  gozan. 
Poco  tiempo  después  vinieron  á  Castilla  el  maes- 
tro Pedro  Fabro  i  Antonio  de  Araoz ,  i  después 
otros.  Muerto  Paulo  III,  el  Papa  Julio  III  casi 
comenzó  su  pontificado  por  la  confirmazion  desta 
socta,  año  de  1550.  Por  la  conversazíon  que  Don 
Franzisco  de  Borja,  Duque  de  Gandía  i  Mar- 
qués de  Lombai,  tuvo  con  el  dicho  Araoz ,  tomó 
gran  amor  i  voluntad  á  esta  secta,  en  lo  cual  se 
oonfirmó  mucho  mas  por  las  persuasiones  de  su 
OMijer  Doña  Leonor  de  Castro,  Portuguesa,  muí 
devota  de  los  Jesuítas :  i  así  el  Duque  se  fué  á 
Roma  en  compañía  del  dicho  Araoz ,  que  fué  el 
primer  Provinzial  en  Castilla.  Vueltos  los  dos  á    El  Duque  de 
España,  el  Duque  se  hizo  Jesuita  en  el  Colejio  ^"^*''  ^®•""•• 
de  Oñate :  donde  tomó  todas  las  órdenes.  £1  Iñigo 
Layóla  edificó  en  Roma  el  Colcjio  Alemán  para 
instruir  la  juventud  de  aquella  nazíon ,  contra 
la  dotrina ,  que  ellos  llaman  Lulherana :  i  vído 
antes  que  muriese  16  Provinziales  de  su  insti- 


S24  BEL  PAPA 

tuzion ,  i  mas  de  70  Goiejios :  el  cual  murió  en 
Roma  año  1556 ,  de  edad  de  61  años. 

Los  Jesuítas  comunmente  se  llamean ,  i  aun 
se  llaman  en  Italia  i  en  España ,  Theatinos,  pero 
no  lo  son.  Porque  los  Theatinos  tuvieron  otro 
prinzipio,  i  otra  manera  de  vivir :  fueron  ziertos 
jentiles  hombres  i  otrajente,  los  cuales,  moví- 
dos  de  devozion,  se  daban  á  oraziones ,  cantos  i 
otras  tales  obras :  i  al  prinzipio  se  llamaron  ^ 
la  compañía  del  amor  divino.  Desta  compañia  se 
hizo  Juan  Pedro  Garrafa ,  Napolitano ,  Obispo  de 
Ghieti:  el  cual,  siendo  tenido  (como  persona, 
ilustre  que  era)  por  el  prinzipali  cabeza  destos 
relijiosos ,  ellos  comenzaron  á  ser  llamados  Ghie- 
tinos ,  i  después ,  corrompiendo  la  palabra ,  por 
dezir  Ghietinos ,  fueron  llamados  Theatinos.  Esto 
pasó  en  tiempo  de  Glemente  VIL  Estos  Ghietíno» 
ó  Theatinos ,  á  causa  del  saco  de  Roma ,  se  fueron 
de  Roma  á  Ostia :  donde  hallaron-ziertas  galeras 
Venezianianas ,  en  las  cuales  se  pasaron  á  Vene- 
zia.  I  esto  fué  onze  años  antes  que  íñigo  Layóla  i 
sus  diez  compañeros  viniesen  á  Venezia  para 
pasarela  tierra  santa.  Los  Jesuítas,  no  pudiendb 
hazer  este  su  viaje,  por  las  guerras  que  había 
entre  el  Turco  i  Venezianos,  se  fueron  de  Vene* 
zia  á  Roma:  los  Romanos  pensaron  que  eran 
los  Ghietinos,  ó  Theatinos,  que  se  hubiesen  vuelto 
á  Roma,  i  asi  por  ignoranzia,  confundiero» 
estas  dos  sectas,  que  son  bien  diferentes.  El  prín- 
zipal  de  los  Theatinos ,  Juan  Pedro  Garrafa ,  fué 
después  Papa ,  i  se  llamó  Paulo  IV.  De  los  Tbea-* 
tinos  no  se  hallan  sino  pocos  colejíos ,  ó  mones- 
terios,  conviene  á  saber,  en  Venezia,  Roma, 
r^ápoles  i  Pavía.  Los  Jesuítas  se  llaman  también 


I  DB  SV  AÜTOIIDAD.  2SS 

en  Aragón  Iñigoistas  de  íñígo  so  intentor :  en 
Portagal  se  llaman  Apóstoles.  Mas  por  todo  lo 
demás  son  llamados  Jesuítas :  i  asi  son  llamados 
en  las  bolas  i  breves  de  los  Papas.  Estos  Jesuítas 
se  han  moUiplícado  en  gran  manera  en  muí  poco 
tiempo.  Porque  son  las  langostas  de  que  habla 
S.  Joan ,  cap.  ix  de  su  Re?elazion ,  que  salieron 
del  pozo  del  abismo,  cuyo  Reí,  que  es  el 
Anjd  del  abismo ,  en  Hebraico  se  llama  Abad* 
don,  í  en  Griego  Apolion :  el  un  vocablo  i  el  otro 
quiere  dezir  Destruidor.  ¿I  quien  puede  ser 
esteAbaddon,  sino  el  Papa,  que  todo  lo  papal 
destruje?  ¿I  quién  son  sus  langostas  sino  los 
Jesuítas ,  qoe  por  donde  quiera  que  pasan  todo  lo 
destruyen  i  abrasan?  Métanse  por  las  casas,  al* 
cazares  i  palazios  de  los  Prínzipes ,  Reyes  i  Mo- 
narcas ,  i  no  paran  hasta  saber  sus  íntimos  secre- 
tos í  intenziones :  inzitanlos  á  que  á  fuego  i  á 
sangre  hagan  la  guerra  á  todos  aquellos  que  no 
hablan  ni  sienten  como  ellos.  I  si  la  fuerza  i 
Tíolenzia  no  basta ,  hazen  que  por  manganillas, 
traiziones  i  ponzoñas  los  maten.  I  asi  ningún 
^eñor,  Prinzipe ,  Reí  ni  Monarca  que  no  hable, 
i  sienta  como  ellos ,  no  está  seguro  en  su  casa, 
estos  veinte,  ó  treinta  años  tenemos  hartos 


ejemplos  desto :  léanse  las  historias.  Gonozién-^ 
^olos  por  tales,  la  ilustrisima  Reina  de  Ingla- t,Í®'SÍÍtor "fií 
^erra   Doña  Isabel :  como  aquella ,  que  tanta  &•&>•  de  ingla* 
^38perlenzia  tiene  de  las  grandes  traiziones  de^''*' 
^08  lesnitas,  á  la  cual  tantas  i  tantas  vezes  han 
^iretendido  matar,  i  Dios,  Padre  de  misericor- 
^:^ia ,  la  ha  otras  tantas  vezes  librado  para  con- 
lóelo de  su  Iglesia ,  i  adelantamiento  del  reino 
e  su  Ghristo ,  i  confusión  i  menoscabo  del  An- 

15 


2S6  DEL  PAPA 

techrísto,  de  aqael  Ábaddon,  los  ha  desierrado 
desa  reino  t  mandándoles,  so  pena  de  la  vida, 

un^míuíaiR'íí?"*  ^^  entren  en  él.  Estos  Jesuítas  han  lambicB 
de  Franzit.        intentado  matar  al  Rei  de  Franzia  Henríqae  IT. 

I  así  ano  de  su  compañía,  llamado  Juaih  G«8tel« 
lo  hirió:  pero,  por  la  providenzía  de  Dios,  erró 
el  golpe,  i  queriendo  darle  en  la  garganta,  ledk^ 
en  el  labio  de  arriba ,  i  le  quebró  un  diente.  Bl 
parrizida  fué  cojido,  i  sentenziado  á  muerte 
como  traidor,  i  así  se  hizo  justizia  del  jueyes  S9 
de  Deziembre,  año  de  1594:  la  casa  donde  el 
dicho  Jesuíta  habia  nazido ,  fué  derribada ,  i  fo 
su  lugar  fué  puesta  una  pirámide,  en  la  cual  están 
escritas  en  un  mármol  con  letras  de  orólas  causas 
por  qué  se  derribó  la  casa ,  i  se  puso  la  pirámides 
que  en  Latin  dizen  desta  manera : 
Judi  viator ,  sive  sis  extraneus , 
Sive  Íncola  urbis  quoi  París  nomem  dedil  z 
Hie  alta  quce  sto  Pyramís ,  domus  fui 
Casiella ,  sed  quam  diruendam  funditus 
Frequens  Senatus  crimen  uUus  censuii. 
ffuc  me  redegit  tándem  herilis  fUíus^ 
Malis  magístris  nsus  et  schola  impía^ 
Soterícum^  etieu,  nomem  usurparUibus. 
Lo  cual  en  Español  quiere  dezir :  Oye  tú,  yian* 
dante ,  ó  seas  peregrino,  ó  habitante  de  la  ziudad^ 
La  etuat  por  ^  quien  París  dio  nombre.  En  este  lugar,  donde 
qué  Ím  Jesuitaa  yo,  alta  Pirámide  estoi,  fué  la  casa  de  Gastel:  á 

de°Franzu?'^^*  ^*  ^"®^ '  ^^  comun  acuerdo  del  Senado ,  para 
castigo  del  crimen ,  ordenó  ser  asolada.  A  esto 
me  ha  traído  el  hijo  de  mi  amo ,  por  él  haber 
tenido  malos  maestros ,  i  haberse  criado  en  escue-^ 
la  impía ,  ios  cuales,  ai  dolor,  usurpan  el  nombre 
del  Salvador  [Jesús].  Iten  estaba  escrito: 


I  DE  Sü   AÜTORIDAB.  ÍV 

D.  O.  IL-Oue  es:  JHo  Opiimo  Máximo. 

Pro  $aimm  Homriei  /r,  eíomotuitt.  ae  forüis,  Bogis^ 

tfmm  mofañduiparrieidm  pomieio$ittinuB  fñcUonii  h<gr$si 

jmiifltt^im6mttUt  qum  nupo''  ti6ominandi9  te9Íiri6u$  pió- 

49ti$  9ommn  obundií  umetot  Bomini ,  vivaque ;  Maju- 

iM$  ipoiut  imoffint  oeddéro  popiUaritvr  doeuit ,  dum 

.^omfédoro  tonua,  emUtH  numine  teeUttMm  manum  inki» 

éíkUOi  euUro  in  (aórumiuperiut  deíaio,  $t  dentium  oeeur- 

j»  fmii€itor  ntu$o ,  violare  autus  $$t.  Que  en  Bspafiol 

«Itíeredeilr: 

Por  la  salad  de  Herríque  IV,  clementísimo  i 
tortísimo  Rei ,  al  cual  el  nefando  parrizida  em- 
papado en  la  pestífera  herejía  de  la  perniziosí- 
sima  secta,  que  de  poco  acá,  pretendiendo 
nombre  de  piedad  con  sus  abominables  bella- 
qoerias ,  enseña  al  pueblo  á  matar  los  unjidos  del 
Señor,  i  á  las  vivas  imájines  de  su  Majestad, 
queriéndolo  pasar  de  parte  á  parte  se  atrevió  á 
nolar:  pero  la  Majestad  divina,  impidiendo  la 
maldita  mana,  hizo  que  el  cuchillo  hiriese  el 
labio  de  arriba ,  i  así  se  impidiese  felizísimamente 
en  los  dientes.    Iten  : 

Puito  prmtorea  tota  G€tUia  hominum  genere  nova  ae 
nuUe^m  ivporttitíonii ,  Ttti  Rentp.  turAant^  quorum  int- 
Uneíu  piaeniarii  adoíeicent  dirum  faeinut  instituerat. 

Quiere  dezir:  Desterrado  de  toda  la  Fran- 
zia  aquel  jénero  de  hombres  que  con  su  nueva  i 
peMUenzial  superstizion  conturban  la  república: 
por  cajo  instincto  i  persuasión  aquel  miserable 
manzebo  habla  acometído  una  tan  grande  abomi- 
nazion.  Iten,  se  mandó  por  el  mismo  Parlamento 
de  Paris  (que  es  la  Ghanzilleria  real  deFranzia), 
que  los  Prestes  i  estudiantes  del  colejio  de  Clara- 
monte,  i  todos  los  demás,  que  se  llaman  déla  dicha 


i 


^8  DBL  PAPÁ 

compañía,  como  corrompedores  de  la  joventad, 
perturbadores  del  reposo  público ,  enemigos  ^i 
Reí  i  del  bien  común ,  se  partiesen  dentro  dé 
tres  dias  después  de  la  publicazion  de  la  ptééeaXB 
sentenzia^de  París,  i  de  las  otras  ziodades  f 
pueblos  donde  ellos  tienen  sus  colejios ,  i  qtrinte 
dias  después  se  fuesen  fuera  de  todo  el  reino; 
so  pena  que  donde  quiera  que,  pasado  el  djchtii 
tiempo,  fueren  hallados,  sean  castigados  to- 
mo criminales ,  i  culpables  de  crimen  de  les»  ma* 
jestad:  que  sus  bienes,  que  en  alguna  maDera 
les  pueden  pertenezer,  así  muebles,  como 
raízes ,  sean  empleados  en  obras  pias :  cuja  dls- 
tribuzion  será  hecha  conforme  al  orden  que  d 
Parlamento  prescribiere.  Demás  desto  se  mandó 
á  todos  los  Vasallos  del  Rei ,  que  ninguno  de- 
Ilos ,  envié  sus  estudiantes  á  colejío  ninguno  de 
la  dicha  compañía ,  que  están  fuera  del  Reino^ 
para  en  ellos  ser  instruidos,  so  la  misma  pena  de 
lesa  majestad.  Todo  lo  que  he  dicho,  son  las  áiit- 
mas  palabras  de  la  sentenzia.  Desta  manert, 
pues ,  han  sido  desterrados  de  toda  la  Franzia  los 
Jesuítas  por  sus  traizionesi  bellaquerías.  Pero 
ellos,  como  espíritus  inquietos,  i  amigos  de  der- 
ramar sangre ,  no  han  zesado  de  hazer  de  las 
suyas :  i  así  han  imprimido  un  libro ,  en  d  caal 
dizen  perrerías  contra  el  Rei ,  i  contra  el  Parla- 
mento, que  tal  sentenzia  dio,  abonan,  santifi- 
can ,  i  canonizan  al  dicho  traidor  Juan  Gbastdi; 
inzitan  al  pueblo,  i  á  cada  uno  del,  áque  maten,  é 
por  fuerza ,  ó  por  traizion ,  á  sus  Prínzipes  i  seño^ 
res,  si  en  todo  i  por  todo  no  convinieren  con  lo  que 
los  dichos  Jesuítas  enseñan.  Este  su  desvergonza- 
do atrevimiento  ha  sido  causa,  que  el  prudentísimo 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  SS9 

Parlameoto  haya  eL  año  de  i  598  vuelto  á  confir- 
marla aentenzíat  que  había  dado  contra  los  dichos 
JesuiUs.  Don  Sebastian,  Reí  de  Portugal,  por 
hab^  dado  orejas  á  estos  Jesuítas,  i  por  haberse 
d¡^Uo  gobernar  dellos,  se  echó  á  perder  á  sí 
^písmov  i  á  su  reino.  EUos  le  metieron  en  la  ca- 
lesa«  que  pasase  en  Berbería ,  donde  él ,  Talero- 
«amenté  peleando t  filé  destruido,  i  toda  laNo- 
IQeza  de  Portugal  con  él.  fistos  Jesuítas  son  la 
cansa  de  |as  revueltas  que  bal  en  el  reino  de 
Saezia.  Los  del  reino,  siendo  Protestantes,  no 
querían  'que  el  Reí  metiese  consigo  (cuando 
▼eoia  de  Polonia),  Jesuítas :  el  Reí ,  que  se  gober- 
naba por  los  Jesuítas ,  los  quería  meter.  I  asi ,  fué 
menester  venir  á  las  manos.  Escarmienten ,  pues, 
los  demés  Prinzipes  i  Señores  en  cabezas  aje- 
nm^  i  en  ninguna  manera  permitan  en  sus  tierras 
Jesuítas.  Porque  no  sirven  sino  de  espiones,  i 
de  turbar  la  paz  pública,  revolviendo  Prinzipes 
contra  Prinzipes.  I  lo  que  peor  es,  que  todo 
«itoquehazen^lo  santifican  con  titulo,  pretes- 
to  i  color  ¡de  relijion.  Hínchanse  mui  mucho 
eon  el  título  que  se  han  tomado  de  la  compa- 
ñía de* Jesús:  como  que  los  otros  dérígos  i  firai- 
iM,  I  los.  demás  Chrístianos  fuesen  de  la  com* 
Iridia  del  diablo.  Ya  muchos  de  sus  papistas  los 
eomiaiwp  é  oler  i  conozer.  I  asi  los  Franzis- 
CQs^  Dominicos  i  otros,  no  comen  buenas  mi- 
gas (como  dizen)  con  eUos.  Concluiré  esta  ma« 
Uvia  4e  los  Jesuítas  con  una  terrible  mentira, 
que  ellos,  para  mas  ensalzar  el  reino  de  su  Rei 
Abadém  (quiere  dezir  Destruidor) ,  se  forjaron. 
Todo  el  loando  sabe  que  en  Merra  de  Saboya  hai 
ana  zkdajd,  que  se  llama  Jeneva.  Á  esta  ziudad    Jioebra. 


23a  DEL  PAPÁ 

Dios  particularmente  ha  bendezido  en  estos  úl- 
timos tiempos  con  el  verdadero  conozimieiito 
desusante  palabra:  con  estas  armas,  estaziodad 
ha  hecho  la  guerra  á  la  ignoranzia,  superstizkMi 
i  idolatría  del  papado :  i  esto  con  gran  adduítitr 
miento  del  reino  de  Jesu  Ghristo,  i  confíitioK 
del  Antechristo.  Por  esta  causa  los  Anteehristia- 
nos ,  i  prinzipalmedte  los  Jesuítas ,  tienen  gran 
ojeriza  contra  esta  ziudad ,  i  han  procurado  sú 
total  ruina  i  destruizion :  i  viendo  que  con  vio- 
lenzia  no  la  podían  destruir  (porque  Dios  la 
amparaba  i  defendia) ,  la  han  muchas  yézts  pro- 
curado infamar  con  notables  mentiras.  I  asi,  in- 
ventaron, lo  que  su  padre  el  diablo  (que  es  el 
padre  de  la  mentirá)  no  pudiera  mas  invetttar. 
Mentir»  caiifl-  Escribiéronse  unos  á  otros,  dándose  grandes  ale- 
Sufií?*  '***  '^'  grones,  que  Jeneva  se  habia  reduzido  al  gremio 

de  la  Iglesia  (como  ellos  llaman),  dezian  que  Tkeo- 
doro  de  Beza  (que  es  el  prinzipal Ministro  de  Je- 
neva, el  cual  con  sus  dotisimos  sermones  i  escritoa, 
ha  adelantado  el  reino  de  Jesu  Ghristo  en  aquella 
ziudad  por  espazio  de  mas  de  cuarenta  añofe), 
estando  para  morirse,  se  habia  arrepentido  i 
tornado  á  k  Iglesia  Gathólica :  i  queaslando  ^ 
este  santo  propósito ,  envió  á  rogar  á  los  Sefior«É 
de  Jeneva,  i  á  los  Ministros,  que  lo  vimeselí  á 
visitar,  que  tenia  que  comunicarles:  dezian  ^pw 
vinieron ,'  i  que  Beza  los  exhortó  que  se  hlzieaett 
Gathólicos.  I  que  les  habló  con  tanta  vlebemefr^ 
zia,  que  los  convertió :  i  que  asi  se  redujo  toM 
Jeneva  á  la  fé  Gathólica  Romana.  Pasaron  ade- 
lante en  su  mentir :  dijeron  que  el  Langrave  de 
Essia^  oyendo  estas jiuevas,  envió  algidnos  desoí 
jentUes  hombres  á  Jeneva  ^  para  saber  lo  que  pliK 


1  DB  SU  AUTOEIBAD.  S31 

saba,  los  cuales,  vueltos  de  Jéoeva,  dijeron, 
Jeoera  haberse  reducido  á  la  relijion  catiiólica 
Romana.  Iten ,  dijeron ,  que  sus  Jesuitas  habían 
ido  á  disputar  con  los  Ministros  del  Elector  Bran- 
deborjense:  que  los  habian  avergonzado  i  confun- 
dido. A  estas  tan  notables  mentiras  respondió  el 
dotisimoBesa:  respondieron  también  los  demás 
Ministros  de  Jeneva  brevemente,  pero  mui  al 
vivo,  pintando  á  los  Jesuitas  con  sus  proprios  co- 
lores i  matizes.  Á  esta  respuesta  me  remito.  £1 
diablo  (como  lo  pinta  nuestro  Redemptor)  dende  '^^^  *  ^^'«  *'^' 
el  prinzipio  ha  sido  homizida ,  i  no  ha  pérmanezi- 
do  en  verdad :  porque  no  hai  verdad  en  él. 
Guando  el  diablo  habla  mentira,  de  suyo  habla: 
porqoe  es  metiroso  i  padre  de  mentira.  Los 
liQos  de  tal  padre  no  pueden  ser  sino  homizidas 
i  mentirosos :  porque  de  mal  cuervo  (conforme 
al eomon  rd^an) ,  mal  huevo.  Los  tales  (sino  es 
milagrosamente)  no  pueden  dejar  su  natural, 
Guando  d  Negro  mudare  su  pellejo ,  i  el  Tigre  '^^^  *"'♦  •*  • 
aoi  manchas,  entonzes  estos  hijos  del  diablo, 
sasefia^M  á  mal  hazer,  á  matar  i  á  mentir,  po- 
drán hazer  bien ,  i  dezir  verdad.  Lo  que  estos 
Hiisflrables  han  ganado  con  su  mentir,  es  que  mui 
mochos  que  tenian  gran  opinión  dellos ,  oyendo 
sos  mentiras  tan  palpables,  i  sabiendo  que  Dios 
Bo  tiene  nezesidad  de  mentiras  para  ensalzar  su 
santa  fé  Gathólica,  no  hazen  ya  caso  dellos.  Poco 
á  poeo  entre  jente  sabia,  i  temerosa  de  Dios,  hrán 
pecdiendo  el  crédito :  i  asi  se  volverán  á  me- 
tst  en  el  pozo  del  abismo ,  de  donde  salieron. 
Forqae  Dios  aborreze  á  todos  los  que  obran  iniqui-  Ptaim.,  v,  v  i , 
dad:  éld^stnúráálos  que  hablan  mentira:  al  varón  ^"* 
de  sangre  i  de  engafío  (cuales  son  los  Jesuitas, 


9aS  DEL  PAPA 

homízídas  i  mentirosos)  abominará  Jehava.  Vo^ 
vamos  ahora  á  Paulo  lÚ ,  que  tales  monstrno»  4e 
natura  abonó,  santificó ,  adelantó,  i  eozimó.  Jfah 
rió  Paulo  m  ano  de  1549,  habiendo  aido  Papa  II 
años.  Encuyo  tiempo  reíiús  en  EspanaBoQ  Cáete. 

Julio  III, bias-     Julio  lU,  Aretino,  después  de  haber. haWdi 

pbemo.  „Q2  grande  discordia  entre  los  Gardenalea,  filé 

elejido :  el  cual,  por  cuanto  conforme  á  la  aBÜ* 

BiPapa  da  su  gua  costumbre,  puede  dar  su  capelo  á  qfám 
qu?¿e.  '  ^^^"  quisiere,  diólo  á  un  mochacho,  queseUanyib» 
Inozenzio,  al  cual  halúa  amado  siendo  Legado  m 
Botona:  i  asilo  hizo  Cardenal,  rezibiéndolo su 
su  antiguo  ofizío.  Esto  no  plug^  á  los  Gardea*^ 
les :  i  aun  uno  dellos  habló  libremente  ai  V»f§. 
diziéndole:  ¿Qué  vee  vuestra  santidad  aa 
nK>cliacho,  por  lo  cual  k>  deba  pon^  en 
gran  dignidad  ?  al  cual  el  Papa  respondió :  ¿Qué 
vistes  vosotros  en  mi ,  por  lo  cual  me  hayáis  bar 

EiPapadizeia  cho  sumo  Pontifize?  De  la  manera  que  (pota 
q^^ze  p^aa!'  ^^^  ^  el  juego  de  fortuna  v  que  ensalze  á  h»  que 

quiere)  vosotros  me  ensalzastes  sin  yo  mm»r 
zerlo ,  ensalzemos  á  este  mochacho,  i  hagáoMMla 
Cardenal,  i  asi  lo  fué.  Los  Romanos  llanMumi 
á  este  Inozenzio,  Ganimedes,  i  ai  Papa  iiaoNh 
ron ,  Júpiter.  La  fábula  de  Júpiter  i  de  su  G«^ 
nimedes  es  suzia:  por  eso  no  la  contaré.  Bl 
mismo  Jalio ,  cuando  estaba  de  goija,  dezia  de.aa 
Inozenzio,  que  era  mui  laszivo,  etcjObv  ^rf 
Vicario  de  Jesu  Chrísto!  oh,  qué  Padre  Santo  í  nal 
D.  Illescas  (aun  con  ser  adulador  de  los  Papas)  m 
le  sueltan  estas  palabras :  Dio  Julio  III  su  capeftai 
con  titulo  de  Cardenal  de  Monte,  á  un  moote- 
chito  de  quinze,  ó  diez  i  seis  años,  queteiia 
consigo,  que  le  quería  estrañisimamente,  i  le 


I  DB  su  AUT01IDAI>.  %Z$ 

i%izo  presto  bien  neo,  i  d  Zésar  le  ayudó  con 

iiartas  pensiones ,  todo  á  fin  de  ganar  la  grazi» 

<]«l  PoBtifize,  para  que  viniese  en  que  el  Con- 

9ito  se  tomase  á  resumir  en  Trento.  Hasta  aqui 

niescas  en  la  vida  deste  Julio  Oí.  Fué  Julio  mui 

fpran  blaqrfiemo  i  mal  suzio  en  sus  palabras ,  i 

iniri  mM  en  los  becbos:  usaba  de  las  mismas 

blasphemias  de  qae  los  desesperados  soldados  i 

tfriwos  suelen  usar:  las  coales  no  escribo,  por 

ser  tan  contra  la  majestad  de  aquel  buen  Dios* 

qaeeon  tanta  pazienzia  sufría  ser  blasphemado 

de  aqad,  qoe  dezia  ser  su  Vicario,  i  se  llamaba 

Padre  santo.  Padre  satánico  lo  llamo  yo.  Este 

anabá  mndM)  carne  de  puerco  i  pavones  (las 

cuales eames  son  malas  parala  gota),  por  estif 

eaua  sito  médicos  mandaban,  que  no  se  las  pu- 

riesen  en  la  mesa :  pero  por  todo  eso,  él  las  que- 

rii,  i  como  una  vez  ñolas  hubiesen  puesto,  i  el 

Pipa  cayese  en  ello,  dijo:  ¿Dónde  está  la  carne 

de  puerco?  i  como  d  mastresiala  respondiese,  que 

el  médico  habla  mandado  que  no  se  pusiese  en 

k  mesa:  el  maldito  con  boca  maldita,  despe- 

dándose  de  Dios,  con  las  mismas  palabras  que 

ki  n^oes  i  desuellacaras  en  Italia  blasphe-   Biasphemia  del 

Qan,  blasphemó  diziendo,  que  le  trujesen  la  p*|^*  ¡^^^  ^H 

carne dflí puerco.  Otra  vez,  comiendo,  le  truje- puerco. 

toa  un  pavón,  al  cual  no  se  tocó:  i  mandó  el 

Pi^  qae  se  lo  guardasen  para  la  zena.  Gomo, 

INus»  señando,  no  viese  aquel  pavón  frió,  aunque 

hUa  pavones  calientes ,  se  enojó  terriblemente ,  i 

hasplíenió,  como  solia.  Entonzes  un  Cardenal, 

fae  aenaba  con  él,  le  dijo:  Pío  se  enoje  tanto 

VQoalra  Santidad,  por  cosa  de  tan  poca  impor- 

tanzia.  Al  «nal,  Julio  respondió:  Si  Dios  se  quiso 


234 


DSL  PAPA 


phemia 
paron 


por  un 


isss. 


enojar  en  tanta  manera  por  una  manzana,  que 
echó  á  nuestros  primeros  padres  del  Paraíso, 

.Imu^'L^r'ñlil  ¿P^*^  ^^^  "^  ™®  *^'^  ^  ™*  lizilo,  que  soi  aa  Vka- 
.«m  •  nnr  ni»  ^.^  ^  enojarmc  por  un  pavón,  pues  que  el  paToa 

es  cosa  de  mayor  importanzia,  que  una  manztfiaf 
Si  esto  no  es  profanar  la  Escritura ,  ¿qué  k)  tari? 
Juan  déla  Gasa ,  Florentin ,  Arzobispo  de  Bena* 
vente ,  i  Dean  de  la  Cámara  Apostólica,  i  Naih 
zio  deste  Julio  en  Venezia,  fué  tan  nefando ,  qae 
compuso  un  libro  en  loor  del  pecado  nefiuidot 
este  libro  se  imprimió  en  Venezia ,  en  caaa  d* 
Troyano  Mavo.  Mirad  si  las  abominaziones  di 
los  Amorreos  son  venidas  al  sumo.  No  doennai 
mas ,  Señor ,  recuerda,  i  juzga  tu  causa :  mira  per 
tu  Iglesia,  que  puercos  la  destruyen.  Guala&aá 
(dízen),  tal  monazillo.  Abominable  Sodomita 
el  Papa  Julio,  abominable  Sodomita  era 
Nunzio ,  que  se  sentaba  á  juzgar  la  causa  de 
Gbristianos.  Abre  los  ojos,  España.  Este 
en  la  moneda  que  hizo  puso  este  letrero : 
Gens  qwB  non  Bervierií  tibi ,  pmihit. 
La  jente  que  no  te  sirviere,  perezerá.  En  U 
cual  muestra  Julio  terzero  ser  otro  Naboeiio- 
donosor.  Reí  de  Babilonia,  de  quien  se  dizea  ea* 
tas  palabras,  Jerem.  xxvn,  8.  Murió  Julio,  aÉo 
de  1555  i  en  cuyo  tiempo  reinó  en  España  el  Ehh 
perador  Don  Garlos. 

Marzeio  II.  Marzelo  ü,  Toscano,  no  se  mudó  el  nomine: 
este,  siendo  medianamente  doto  en  humanidad» 
se  hizo  prezeptor  de  Gramática :  i  después,  Pav* 
lo  m  lo  hizo  ayo  de  Alejandre,  su  nieto,  aleoal 
él  habia  hecho  Gardenal. siendo  mochadlo  da 

Mocbaebo  de  ^^  »ños.  ¡Qué  pilar  de  la  Iglesia!  DesU  mama 
isafioa, Cardenal  Marzelo  poco  á  poco  vino  á  ser  Gardenal,  i  dea^ 


I  BB  SU  AUTORIDAD.  S35 

Püíes  Papa.  Este  fué  uno  de  los  tres  Legados  que 
Piulo  III  envió  ai  Conzilio  Tridenlino ;  á  este,  Jf^^'^VJ  ^^ 
eomo  á  aquel  de  quien  mas  se  fiaba,  mandó  el  couiilohabieai- 
haaqne  ninguna  cosa  permitiese  dezirse  enelp^w^ubremente 

r«l.:i¡^  1      •  «j'-^^jílo  Qo«  «lente. 

uoozuio^  que  en  alguna  manera  perjudicase  a 
h  majestad  de  la  sede  Apostólica:  i  que  echa- 
K  del  Conzilio  á  todos  aquellos  que  tal  cosa 
«tentasen:  I  asi,  como  Jacobo  Nacbiantes, 
Wipo-de  Glodia  Fossa»  dijese,  que  él  no  po- 
día aprobar  el  Decreto  que  dezia:  Las  Tradi-  Biatphemit  del 
ziottes  deberse  rezebir  i  guardar  con  el  mismo  {jj^*"*®  Triden- 
fio  afecto  i  reverenzia  que  el  Evanjelio,  que 
Miaba  escrito:  Este  Marzelo  fué  la  causa  que  el 
idio  Obispo  fuese  echado  del  Conzilio:  i  co- 
t»  un  fraile  Dominico,  Gillermo  Venero,  di- 
JMe  en  el  Conzilio,  que  el  Conzilio  Constan - 
linee  babia  sido  sobre  el  Papa:  Este  Marzelo 
eatió  por  él,  i  lo  reprehendió  durísimamente :  i 
MBO  el  fraile  respondiese,  que  la  esperien- 
lia  mostraba  aquel  Conzilio  haber  sido  sobre  el 
hpa,  pues  que  lo  depuso.  El  Marzelo  le  respon- 
M:  No  es  a^.  Porque  el  Papa  de  su  propria 
«ikmiad  se  priviS :  i  aun  dijo  mas ,  que  él  podia 
flobaresto  por  una  bula  de  plomo,  i  asi,  man- 
da larablen«á  este,  que  luego  se  partiese  del 
GsnUlo.  Pedro  Pablo  Verjerío,  Obispo  Justi- 
sopolitano,  había  venido  en  este  tiempo  al  Con* 
dio:  á  este  algunos  tenían  por  sospechoso  en 
Itéotrina :  por  cuanto  habla  sido  muchas  vezes 
Ugido  del  Papa  en  Alemana.  Los  otros  dos 
teienales  Legados  del  Papa,  Polo  i  Monte,  i 
aÉntamo  el  Cardenal  de  Trento ,  i  Pacheco, 
fMTian  permitir  que  el  dicho  Yerjerio  entra-* 
wenel  GonziUo:  I  esto,  porque  no  se  dijese. 


216  DBL   PAPA 

el  Gonzilio  no  ser  libre  si  desechasen  á  Verjaio, 
hombre  mui  conozido  en  Alemana.  Pero  Mar- 
zelo ,  que  era  el  terzer  Legado  del  Papa ,  nunca 
paró ,  hasta  tanto  que  lo  vído  fuera  del  Gon- 
zilio. Muchos  de  los  Obispos «  oyendo  que  se  tra- 
taba de  echar  del  Gonzilio  á  Verjerio ,  acorda- 
ron de  escrebir  al  Papa,  que  en  ninguna  mana» 
permitiese  tal  cosa.  Porque  muchos  dirian,  qa» 
el  Gonzilio  no  era  libre ,  pues  que  del  echaban  i 
los  Obispos.  Jerónimo  Vida,  Obispo  de  GrenM>- 
na,  habia  ya  ditado  la  carta  para  el  Papa^  m 
nombre  de  los  demás  Obispos.  Lo  cual  aabkh 
por  Marzelo,  avisó  á  Vida  con  palabras 
mentisimas,  que  en  ninguna  manara  enrii 
la  carta  al  Papa:  Porque  seria  cosa  de  mui  md 
ejemplo,  que  los  Obispos  ayuntados  en  el  Oooii> 
lío  escriban  tales  cartas  al  Pontifize,  como  qiit 
le  quieran  poner  leí :  lo  cual  seria  tan  g|»n  mal- 
dad, que  serian  tenidos  por  sospechosos.  Vi4a» 
venzido  con  este  razonamiento,,  hizo  con  los 
otros  Obispos  que  la  carta  no  se  enviase.  Esmi» 
do  ya  Verjerio  para  partirse  del  Gonzilio,  faen 
á  hablar  á  Marzelo,  i  entre  otras  cosas  que  Ja 
dijo ,  le  preguntó :  Por  qué  causa  lo  echaba  dsl 
Gonzilio,  i  qué  artículos  le  podía  ^^bjelar^por 
los  cuales  quería  que  fuese  echado  de  la  so»* 
pañia  de  los  otros  Obispos?  á  esto  respondió 
Marzelo:  Porque  he  oído  que  habéis  dicho  ka 
Lcjendas  de  San  Jorje  i  de  San  Ghristóval  na 
ser  verdaderas.  Verjerio  le  respondió  t  Asi  s% 
yo  lo  he  dicho  así ,  i  asi  lo  digo  ahora :  Pero  con^ 
fiado  en  la  autoridad  del  Papa  Paolo  III,  «leaalt 
habiendo  mandado  que  la  una  Lejenda  i  laolra 
se  quitase  del  Breviario  Romana»  dize  en  la 


I  DB  su  AVTOIIDAD.  S37 

*)tfefimon  dd  dicho  Breviario,  que  él  había  man-    Las  legendas 
dado  que  se  quitasen  las  Legendas  qae  no  eran  fJe^s.  Jolje'^faí- 
Terdaderas.  Gojido  desta  manera  Marzelo ,  res-  saa   ámi  según 
poiidid:  que  no  deben  ser  tenidos  por  hombres  de  ^*°^^  '''* 
lijea  aquellos  t  que  con  la  mas  minima  cosa  pa- 
rasen consentir  con  los  Lutheranos ,  i  asi  le  dijo: 
V^,  pnes,  de  nuestro  Gonzilio.  He  dicho  esto, 
fm,  que  se  Tea,  qué  esperanza  se  deba  tener 
délos  Gonzilios  donde  el  Papa,  ó  sus  Legados 
pnsiden.  Si  alguien  con  buen  zelo  de  la  gloria 
ds  Dios  quiere  hablar,  tápanle  ia  boca:  i  si  aun 
no  quiere  callar ,  échanlo  del  Gonzilio.  Mirad  eá-    No  es  conziiio, 
no  d  Gonzilio  será  libre,  donde  no  se  permite  á  **  °°  «•  "*»"• 
osiamio  hablar  lo  que  siente?  Tal  fué  Marzelo 
mes  de  ser  Papa :  i  tai ,  i  peor  fuera  siendo  Papa, 
ai  no  lo  quitara  Dios  del  mundo ,  no  habiendo 
INftdo  sino  S3  dias.  Algunos  dizen  que  murió 
de  tósigo.  Tósigo. 

Paulo  IV,  Napolitano,- Juan  Pedro  Garrafa,  Paulo iv,  ene- 
«lesUamado,  Cardenal  Chietino,  ó  Theatino,  fué  ÍJi»**  *®  ^'P'*"" 
ei^lldo  porPapa  año  1555,  con  gran  conformidad  ^^^^ 
de  los  Cardenales ,  que  deseban  contentar  á 
flenrique,  Rei  de  Franzia.  Este,  con  su  hipo- 
CRMsr  i  finjida  santidad ,  instituyó  ó  reformó ,  es- 
Mto  en  Yenezia  antes  de  ser  Papa,  la  orden 
deioi  de  la  compañía  del  Amor  divino :  los  cua- 
leii  áü  (que  era  Obispo  de  Ghieti),  se  llamaron 
(MeUnos,  ó  Theatinos:  como  lo  habernos  dicho 
eaPaolo  ni.  Esta  su  orden,  que  él  instituyó,  ó  re- 
fimnó ,  la  dejó :  i  como  estando  para  partirse  de 
▼eMiia,  sos  relijiosos  le  preguntasen :  ¿A  dónde 
ite?Élles  respondió:  Donde  yo  voi,  vosotros 
no  podéis  venir:  dándoles  á  entender  que  se 
ibeáRoma  á  ser  Papa,  si  pudiese.  Este,  antes 


93Í  DBL  PAPA 

qae  fiíeae  Papa ,  daba  á  entender ,  que  no  deiealM 
otra  cosa  que  la  reformazion  -  de  la  IgkftNrs  I 
asi  escribió  un  libro  deste  argumento,  d  eoil 
dedicó  á  Paulo  m.  Pero  en  siendo  Papa«  de  rti* 
guna  cosa  tuTo  menos  cuidado.  Quien  quiCffi 
que  leyere  este  libro ,  verá  que  casi  confirméléa 
aiticulos  de  que  acusamos  á  los  papistas:  COB-^ 
viiioBdeíaigie-  viene  á  saber ,  que  la  Iglesia  está  de  tal  nsaaoni 
•ia  aoroana.       ^^^^^  ^y^g  ^^^^  ^  q^^  y^^  j,q  ^^  Iglesia  de  Ghrislo» 

sino  del  diablo.  Dize  que  los  Papas,  tenieai» 
comezón  en  las  orejas,  se  han  amontonad» 
maestros  que  los  entretengan  en  sus  deseo»! 
concupiszenzias :  dize ,  que  por  los  Gardenalli 
i  Obispos ,  el  nombre  de  €br¡sto  es  blasphemalt 
entre  las  jentes:  que  la  potestad  de  las  Itafi» 
sirve  para  sacar  dinero:  que  los  malos  aon 
ordenados:  que  no  se  vee  otra  cosa  en  la  IgMa 
que  simonía :  que  los  perlados  son  mui  ambl- 
ziosos  i  avarientos:  que  en  los  monesterios 
se  cometen  enormes  pecados:  que  Roma'eüá 
llena  de  putas.  Estas  cosas  i  otras  tales  contíém 
aquel  libro :  habla  solamente  de  las  malas  oo#^ 
tumbres  i  vida :  pero  no  trata  de  la  falsa  dotfte 
que  en  Roma  se  enseña ,  de  la  idolatría  i  supeft^ 
tizion :  ni  habla  de  la  tiranía  con  que  á  fne^A 
i  á  sangre  son  tratados  los  que  procuran  serfir 
á  Dios  en  espíritu  i  en  verdad.  Pero  en  siendo 
Papa,  ¿cómo  lo  emendó?  Hizo  como  sus  pip- 
dezesores  Benedito  XIII,  Pió  II ,  Pió  IV  i  otroi^ 
que  antes  de  ser  Papas  hablaron  mui  bien  del 
deber  del  Papa:  pero  en  siendo  Papas ,  hiilir. 
ron  como  los  demás,  ó  peor.  Este  echó  en  la 
cárzel  algunos  frailes  Augustinos,  i  á  moclKis 
Obispos ,  i  á  gran  número  de  fieles  por  causa  da 


I  DB  tO  AUVOUDáD.  S39 

^«  niijloiit  lifioleí  dartormaoto.  Finalmente, 
hinln  lodo  ooanlo  mal  podo.  Todo  eato,  no 
poraddbaroat  no  por  inuataoaoaf  slmoniaeos 
diUMphMDoa :  ilno  por  la  relijion  Ghristíana  qoe 
palbaalian.  Dejada,  pues,  la  reformazion  al 
•Üoeon,  ocupóse  en  la  guerra  contra  nuestro  Reí 
Son  Felipe  1  contra  la  sangre  Española.  Reñega, 
pues,  BqMüa  del  Padre  que  al  hijo  quita  la  capa. 
lia  eoal,  eate  Panlo  al  Rei  Don  Felipe,  i  Gle- 
xaente  Vil  al  Emperador  Don  Garlos ,  procuraron 
<]oiCar:  como  lo  habernos  dicho  en  Clemente  VII. 
Sste Paulo,  siendo  Napolitano,  i  por  el  mismo 
€sa80  Tasallo  del  Rei,  le  fué  traidor  i  alevoso, 
domando  la  parte  del  Franzés,  enemigo  de  su 
Hei.  Panfino,  su  gran  servidor,  dize:  que  le- 
vantó una  gran  guerra  contra  el  Rei  Felipe, 
anyndándose  deFranzeses  i  de  Suizaros ,  i  renovó 
el  flejo odio.  Porque  él,  ya  dias  habia ,  que  abor- 
retía  el  nomhre  Español,  i  como  dize  Panvino, 
porinjurias  públicas  i  particulares :  i  asi  esperaba 
qoe  loa  Napolitanos  se  levantarían  contra  su 
Sel.  Eate,  siendo  Cardenal,  exhortó  á  Paulo  III 
f|Qe  Uziese  la  guerra  en  el  reino  de  Ñapóles 
á  los  Imperiales:  prometíale  su  servizio,  i  la 
ayuda  de  muchos  Napolitanos,  de  los  cuales 
<kiía ,  que  tenia  mui  muchos  dentro  del  Reino.* 
Poro  Paulo  III ,  fué  mas   sabio ,  i   no  quiso 
tonar  su  consejo.  Entendiendo ,  pues ,  el  Du- 
<pe  d'Alva  lo  que  este  Paulo  IV ,  siendo  Papa, 
Uitaba  contra  el  Rei,  para  tomar  á  Ñapóles, 
Hao  con  gran  campo  sobre  Roma ,  i  envió  una 
Wt  al  Papa,  en  la  cual  le  mostraba  todo 
taaato  habia  intentado   desde  que  fué  Papa, 
tOQtra  su  Rei,  etc.  Exhortábalo  mui  mucho  á 


940  BBl  PAPA 

U  pas:  avisábale,  qae  si  no  le  dezia,  i  esto  pnestOv 
lo  qae  quería  hazer ,  ó  cuanto  á  guerra ,  6  coasto 
á  paz ,  que  se  tuviese  por  zierto  que  la  gueifa 
«n  proclamada:  también  escribió  al  CaSÜ^  de 
ios  Cardenales  al  mismo  propósito:  i  eonw  el 
Duque  viese  que  el  Papa  prolongaba ,  paaadoa 
(piinze  días  se  entró  por  las  tierras  de  la  If^esía, 
i  tomó  muchas  dellas :  las  cuales  dezia , 
daba  para  la  Iglesia ,  i  para  el  Papa  venidero.  — 
Con  todo  esto,  nunca  el  Papa  quiso  venir  á 

QutóS  ***  **°  *"***  ^"^^  ^"®  ^y^  ***  nuevas  de  la  gran  vi 
que  el  Rei  habia  habido  contra  los  Frans 

1SS7.  en  la  presa  de  San  Quintín  año  de  1M7, 

la  cual  casi  toda  la  nobleza  de  Franzia  fué 
Muerte  del  Em- i  8att  Quintin  tomado.  Año  de  15$8  murió 
Sru^^Reiíri'' di  Emperador  Don  Carlos  en  el  mes  de  Setiembí 
logiaterraMaria,  en  España ,  i  á  17  de  noviembre  del  mismo 
*"*'  murió  María ,  Reina  de  Inglaterra ,  i  el 

Isabel ,  Reina  Pok) ,  i  reinó  en  su  lugar  Doña  Isabel :  por 
de  logiaterra.     ^  ^^  j^  ^^^j  j^^  grandes  persecuziones  de  fuegos- 

i  sangre,  cárzeles  i  destierros  que  la  Iglesia  habik^ 
padezido  en  Inglaterra  en  tiempo  de  la  Reini^ 
Haría,  zesaron.  Desta  libertad,  por  la  mise- 
ricordia de  Dios,  ha  gozado  este  reino  todos 
estos  40  años,  que.esta  magnánima  i  prodea- 
tísima  Reina  ha   reinado:  en  el  cual  tieaspo 
¡uigUterra,  re-  este  reino  ha  sido,  i  es,  refujio  i  santnarío  de 
roa?  ®      *°^*'mui  muchos  estranjeros,  los  cuales,  escapán- 
dose de  las  uñas  de  los  gavilanes,  f  de  los 
dientes  de  los  leones,  i  de  los  lobos,  se  han  aeo- 
jido  á  él.  Dios,  por  suinñnita  misericordia,  lo 
enriquesca  con  sus  riquezas  espirituales  i  tem- 
porales:  pues  que  así  ha  recojido  i  amparado 
los  pobres  estranjeros  en  tiempo  de  tanta 


I  DB  8U  AÜTOIIDAD.  i41 

^ion  1  calamidad.  En  tíempo  deste  Papa  Paulo  IV 
«romenid  la  gran  penecazion  en  BtpaJIa « i  prin- 
sjpalmeBte  ea  la  Eiudad  de  Serilla «  i  en  Yalla- 
d^Ud.  Gomenxó  esta  persecozion  en  Serilla,  Penecaxioaen 
casi  al  fin  del  año  de  1557 ,  como  laego  diremos.  Seriua. 
I«a  ziudad  de  Serilla  es  una  de  las  mas  ziviles, 
populoaas,  ricas,  antiguas,  frutiferas,  i  de 
mas  suntuosos  edifizios  que  lioi  día  hai  en  Es- 
pana  ^  ser  riquisima  se  vee  claramente,  pues 
que  todo  el  tesoro  de  las  Indias  oczidentales 
▼íene  á  ella ,  i  pues  que  della  lia  el  Rei  un  millón  i 
medio  de  ducados  cada  año.  La  cual  es  tan  gran 
renta  ,  qne  pocos  Beyes  hai ,  que  tengan  tanto 
de  todo  un  reino  entero:  es  antiquísima :  pues 
que  (si  eremos  alas  historias),  Híspalo  noveno 
Rei  de  España,  la  edificó,  del  cual  se  llamó  His- 
palia:  Hércules  la  acreszentó  antes  de  la  destruí- 
lien  de  Troya:  ser  frutifera  se  prueba  por  el 
Ajarafe ,  donde  hai  tantos  i  tantos  olivares,  de  los 
eoales  se  saca  tanta  copia  i  abundanzia  de  azeite, 
que  provee,  no  solamente  á  gran  parte  de  España, 
nas  aun  á  otras  muchas  tierras  bien  distantes  de 
España :  véese  también  por  las  vegas  de  Garmona 
i  de  Jerez ,  tan  abundantes  de  trigo :  i  por  los 
campos,  tan  llenos  de  viñas,  naranjales,  higue- 
.  ules,  granados,  i  de  otros  infinitos  frutos.  I 
^1  donde  no  se  siembra  nada,  la  tierra  produze 
1^1  macho  del  espárrago,  i  del  palmito,  etc.  Tiene 
lgl  mucho  ganado:  i  prinzípalmente  ovejuno,  del 
caal  ^Tia  mucha  lana  á  Italia  i  á  Flandes.  A  esta 
ziadad,  el  Padre  de  las  misericordias,  no  sola- 
mente ha  enríquezido  haziéndola  tan  zívil,  popu- 
losa, rica,  antigua ,  frulífera ,  i  de  suntuosos  edi- 
fizios, mas  aun  la  ha  enríquezido,  i  bendezido  en 


li 


16 


1 


24S  I>SL  PAPA 

toda  beitdinon  espiritual,  en  bienes  zelestiak» 

en  Ghristo,  escojiéndola  antes  de  la  fundazkm 

sphet,,  1, 3.     del  mando  (S.  Pablo  dize  todo  esto  de  la  ziud«d 

seviUa  !•  pri-  de  Epheso),  para  que  ella  fuese  la  primera  ziiHüid 

Bspsña donde ca-  de  nuestra  España,  que  en  nuestros  tiempos  Go- 

***-iJ'a^!"í*  *®  noziese  los  abusos,  superstíziones  i   idolatdis 

predicó  el  Evan-  ,    ,    ,  ,    .    «  '       r  ^     ^    ».  «^ 

jeiio  en  nuestros  de  la  Iglesia  Romana ,  con  que  tanto  tiempo  Es- 
tiempos.  p^gg  ha  estado  engañada,  i  conoziéndolas ,  k» 

publicase,  como  las  ha  publicado  i  divulgado» 
para  que  se  reformasen :  i  así  Jesu  Ghristo  rei- 
nase en  su  Iglesia ,  i  el  Antechristo  fuese  dester- 
rado,  destruido,  i  muerto.  Zerca  del  año  de  Í1U% 
Rodrigo  de  Va-  vivió  en  Sevilla  un  Rodrigo  de  Valer,  natural  de 
^^'  Lebrija,  en  donde  también  nazió  el  dotisimo 

Antonio  de  Lebrija ,  restaurador  de  la  lengua 
Latina  en  nuestra  España.  Este  Valer  pasó  su 
juventud ,  no  en  virtud  ni  en  ejerzizios  espiritoa* 
les ,  no  en  leer ,  ni  meditar  la  sagrada  Escritura, 
sino  en  vanos  i  mundanos  ejerzizios ,  como  la 
juventud  rica  lo  suele  hazer :  dábase  moi  mucha 
á  tener  buenos  caballos ,  i  bien  enjaezados  :  hoi 
traia  unos  vestidos,  i  mañana  otros:  dábase  mucbo 
á  jugar  i  á  cazar ,  i  á  los  demás  ejerzizios  i 
que  los  caballeros  i  hidalgos  se  dan.  En  el  me- 
dio destos  sus  vanos  ejerzizios ,  no  se  sabe  cómcH  . 
ni  por  qué  medio  Dios  lo  tocó ,  trocó ,  i  mudó  m 
otro  hombre  bien  diferente  del  primero :  de  ttl 
manera,  que  cuanto  mas  habia  antes  amado  i  se* 
guido  sus  vanos  ejerzizios ,  tanto  mas  después 
los  abominó ,  detestó ,  i  dejó ,  dándose  con  todo 
su  corazón,  i  poniendo  todas  las  fuerzas  de  su. 
cuerpo  i  de  su  entendimiento  en  ejerzizios  de 
piedad ,  leyendo  i  meditando  la  sagrada  Escri^ 
tura.  Valióle  para  esto  una  poca  de  notizia  de  la> 


I  DB  SO  ACTOilDAD.  fii3 

leagna  Lalina,  qae  tenia.  Porque  ya  ae  sabe  la 
tínnia  dd  ÁAtechristo ,  que  no  permite  en  Eaprila 
libros  de  la  sagrada  Escritura  en  lengua  vulgar. 
Muélioe,  no  entendiendo  el  misterio  que  Dios  en 
Valer  obraba,  tuvieron  tan  súbita  i  tan  gran  muta- 
zion  por  locura  i  falta  de  juizio.  Porque  este  es  d  jui- 
zio  qae  hazela  carne  de  las  cosas  espirituales  i  divi- 
nas :  llénelas  por  locura ,  tiénelas  por  borrachext 
como  lo  dize  S.  Pablo,  I ,  Cor.  i ,  18.  La  palabra    '^  ^^-^ »» ««» 
de  la  cruz  á  la  verdad  locura  es  á  los  que  se  pier- 
den :  etc.  Iten ,  verso  Si ,  plugo  á  Dios  salvar 
los  creyentes  por  la  locura  del  Evanjelio.  Iten, 
cap.  n ,  14.  El  hombre  animal  no  perzibe  las 
cosas  que  son  del  espíritu  de  Dios:  Porque  le 
sonlocura,  etc.  I  S.  Lúeas,  Actos,  n,  13,  cuenta    ^'^'•' '» " 
que  muchos,  no  entendiendo  la  súbita  mutazion 
qoe  el  espíritu  de  Dios  habia  hecho  en  los  Após- 
toles, dezian  que  estaban  borrachos.  Pero  los 
qoe  tenían  ojos ,  vían  que  no  era  locura ,  ni  bor- 
nchez,  sino  mutazion  hecha  por  la  mano  del 
AtUsimo :  vían  que  era  el  Espíritu  de  Dios ,  que 
ittOTiaá  Valer.  Mudado  desta  manera  Valer,  tenia 
gran  dolor  i  arrepentimiento  de  su  vana  vida 
psBida,  i  asi  se  empleaba  todo  en  ejerzizíos  de 
piedad,  hablando,  i  tratando  siempre  délos  prin- 
zipales  puntos  de  la  relijion  Giiristiana ,  leyendo 
i  meditando  la  sagrada  Escritura :  i  dióse  tanto 
¿leerla,  que  sabia  gran  parte  decoro:  la  cual 
aplicaba  muí  á  propósito  á  lo  que  trataba.  Te- 
Ola  cada  dia  en  Sevilla ,  donde  residía ,  con- 
tinuas disputas  i  debates  con  Clérigos  i  frailes: 
<)eziales  en  la  cara,  que  ellos  eran  la  causa 
<ie  tanta  corrupzion  ,  como  habia ,   tío  sola- 
VM&te  en  el  estado  eclesiástico ,  mas  aun  en  toda 
«república  Ghristiana:  la  cual  corrupzion,  dezia, 


244  DBL  PAPA 

ser  tan  grande ,  que  ninguna  esperanza «  ó  mai 
poca  había  de  enmienda.  Por  esta  causa  los  re- 
prehendía mui  agrámente ,  i  esto  no  por  rincones, 
sino  en  medio  de  las  plazas  i  calles ,  i  en  las  Ghi- 
das  de  SeTÜla :  que  es  el  lugar  donde  los  merca- 
deres se  juntan  dos  vezes  al  dia  para  sus  negozios: 
no  les  perdonaba  ni  popaba.  S.  Pablo  (como  lo 
cuenta  S.  Lúeas,  Act.  xvu,  16  i  17) se  deshazia 
viendo  la  ziudad  de  Alhenas  tan  dada  á  la  idola- 
tría: i  disputaba  con  los  Judíos  en  su  Sinagoga, 
i  en  la  plaza,  ó  ayuntamiento  de  hombres,  con 
los  que  le  ocurrían.  Así,  nuestro  Valer ,  viendo 
tan  noble  ziudad  como  es  Sevilla ,  dada  á  tanta 
superstizíon  i  idolatría ,  i  tan  llena  de  escribas  i 
pharíseos,  de  tantos  Clérigos  i  frailes,  disputaba 
con  ellos  en  las  plazas  i  calles :  los  reprehendía 
i  convenzia  por  la  Escritura.  El  mismo  Dios,  que 
antiguamente  hizo  hablar  á  S.  Pablo,  este  mismo 
hizo  hablar  á  Valer:  i  como  Pablo  fué  tenido 
por  novelero  i  loco ,  asi  también  Valer  fué  tenido 
por  otro  tal.  Viéndose  los  nuevos  Phariseos  tra- 
tados desta  manera,  demandábanle,  de  dónde 
le  hubiese  venido  aquella  sabiduría  i  noUzia  de 
cosas  sagradas?  ¿De  dónde  le  venia  aquella 
osadía  de  tratar  así  tan  descalzadamente  á  los 
eclesiásticos ,  que  son  los  pilares  de  la  Iglesia, 
siendo  él  seglar,  i  no  habiendo  estudiado ,  ni  dá- 
dose  á  virtud :  mas  antes  habiendo  tan  mal  em- 
pleado su  juventud  en  vanidades?  Demandábanle, 
¿conque  autoridad  hazia  esto?  ¿Quién  lo  había 
síat.j  xtx,  9s.  enviado?  ¿Que  señal  tenia  de  su  vocazion?  Estas 
mismas  preguntas  hizieron  los  viejos  Phariseos 
á.Jesu  Ghristo ,  i  á  sus  Apóstoles ,  cuando  no  po- 
dían negar  sus  bellaquerías ,  ni  podían  eon  bue- 


1  DB  su  AUTORIDAD.  S45 

nu  razones  tapar  la  boca  al  qae  les  mosira- 
im  stt  maldad.  BUrad  cómo  los  tíceos  Phariseos 
lloaLnaoTOSSoii  todos  unos,  i  hijos  del  Diablo. 
A.  ostas  preguntas  respondía  Valer  candida  i 
con^antemente.  Dezia,  que  él  había  alcanza- 
do aquella  notizia  de  cosas  sagradas ,  no  de  sus 
liediondas  lagunas,  sino  del  Espíritu  de  Dios, 
que  haze  que  ríos  caudalosos  de  sabiduría  cor- 
ran de  los  corazones  de  aquellos  que  verdade- 
ramente creen  en  Ghristo :  Dezíaies ,  que  Dios    juan^  tii,  st. 
i  la  eausa  que  trataba,  le  daban  osadía  i  atre- 
irimiento:  dezia,  que  este  Espíritu  de  Dios,  no 
estaba  atado  á  ningún  estado,  por  mas  eclesiás- 
tieo    que  fuese:  i  prinzipahnente ,    siendo  el 
estado  eclesiástico  el  mas  corrupto  i  perdido  de 
cuantos  estados  había:  dezia,  que  este  Espíritu 
habla  hecho  antiguamente  de  seglares ,  idiotas, 
I  pescadores.  Apóstoles  que  mostrasen  clara- 
mente la  zeguedad  i  ignoranzia  á  toda  la  si- 
nagoga Y  tan  enseñada  en  la  Leí ,  i  que  llamasen 
eon  su  predicazion  á  todo  el  universo  mundo 
ú.  la  szienzía  de  verdad  i  de  salud :  dezia ,  que 
Chilatole  había  enviado:  que  él  hazia,  lo  que 
haaúa  en  nombre,  i  en  autoridad  de  Ghristo :  mas 
qae  la  jenerazion  adúltera ,  que  había  ya  mucho 
tiempo   dejenerado  de  la  verdadera  raza  de 
los  hijos  de  Dios,  pedia  señal,  viendo  que  sus 
tinlcl>las  eran  muí  manifiestas  con  la  luz  i  res- 
plandor de  la  claridad.  En  conclusión ,  hablan- 
do tan  libre  i  constantemente,  fué  llamado  de 
Um  Inquisidores.  Disputó  Valer  valerosamente 
^ la  Yerdadera  Iglesia  de  Ghristo,  de  sus  mar- 
cas i  señales,  déla  justíficazion  del  hombre,  pJ^,"^Sef/!¡tíi^ 
i       i  de  otros  sem^antes  puntos  prinzipales  de  la  jion  christiana. 


Zerca  del  afio 

1545. 


S46  UBI  FAPA 

rel^loD  Ghristiana :  coya  notizM  Vakr  kMk  é» 
c«Bsad0  8in  ningún  ministerio,  ni  ayuda  hana- 
na^  sftio  por  pura  i  admirable  reTelazion  difi- 
na«  Eaeosólo  por  entonzes  su  locura  (como  ios 
Inqmaidores  la  llamaban),  i  asi,  lo  enviaron: 
pero  confiscándole  primero  todo  cuanto  tenia. 
Donoso  medio  para  hazer  á  un  loco  volver  en 
su  seso,  quitarle  sus  bienes.  Valer,  con  toda  es* 
ta  pérdida  de  bienes,  no  dejó  por  eso  de  pro- 
seguir como  habia  comenzado.  Pasados,  pues, 
algunos  años ,  por  la  misma  causa  lo  volvieron  á 
Uamar:  i  pensando  que  aun  todavía  estaba  lo- 
co, no  lo  quemaron,  mas  hiziéronlo  recantar, 
ó  desdezir :  no  en  público  auto,  sino  á  él  solo,  en 
la  If^ia  mayor  entre  los  dos  coros.  Con  toda 
so  locura  lo  condenaron  á  Sambenito  perpetuo, 
i  bien  grande,  i  á  Gárzel  perpetua.  Desta  cárxel 
perpetua  lo  llevaban  cada  Domingo  con  los  de- 
mas  penitenziados ,  á  la  Iglesia  de  San  Salvador^ 
á  oir  misa  i  sermón.  Estando  allí  sentado  oyen- 
do el  sermón,  i  siendo  prisionero,  mochas  vezes 
se  levantaba,  viéndolo  todo  el  pueblo,  icontra* 
dezia  al  predicador,  cuando  predicaba  falsa 
dotrina.  Pero  los  Inquisidores,  qoe  en  aqiMl 
tiempo  no  eran  tan  malos,  lo  escusaban,  con 
pensar  que  estaba  loco.  Validle  tambira  mol 
mocho  á  Valer  ser  Christiano  viejo,  i  no  de  ra- 
za de  ludios,  ni  de  Moros.  Al  fin,  sacáronlo  ios 
Inquisidores  t  de  la  cárzel  perpetua  de  Sevilla^ 
i  enviáronlo  á  S.  Lúcar,  almonesterio,  qoe  lia)* 
man  de  Nuestra  Señora  de  Barrameda^  donéa 
murió  siendo  de  cincuenta  anos  i  mas.  Por  oie* 
dio  deste  Valer,  muchos  que  lo  oyeron!  trataron» 
tuvieron  el  conozimiento  de  la  verdadera  reU-» 


I  DB  SU  áUT<MlIDAD.  S47 

^ion:  i  princlpalmenle  el  candido  i  bneii  Dotor    ^  „,.., 
Sjfdtet  G«iióiiig«  i  Predicador  de  U  Iglesia    ''' ''^*'''''- 
ntajTor  deBeTiUa,  qae  tanto  bien  hiio  en  Sefilla 
oon  mi  buena  vida  i  santa  dotrina.  Largo  be 
«ido  tm  contar  esta  historia  de  Valer:  pero  esca- 
sarme ha,  este  Valer  haber  sido  el  primero  que 
aü>ierlaaiente,  icón  gran  constanzia,  descubrió 
tinieblas  en  nuestros  tiempos   en  Sevilla, 
íes  desta  persecuzion  de  Rodrigo  de  Va- 
otros  muchos  fueron  perseguidos,  de  los 
cuales,  algunos  se  escaparon:  como  el  Dotor 
Juan  Pérez ,  que  se  vino  á  Jeneva ,  donde  impri- 
-ntiió   el    Testamento  nuevo,  i  otros  libros  en 
Español :  otros  se  quedaron :  de  los  cuales  mu- 
dios  perscTeraron ,  i  otros  cobraron  tanto  mie- 
^o  á  la  Inquisizion,  que  negaron  la  verdad:  i  k> 
quejpeor  es,  fueron  perseguidores  della,  como 
toé   el  Dotor  Hernán  Rodríguez,  i  el  maestro  Maeitro Blanco. 
Garzi   Arias,   que   comunmente  llamaban,  el 
maestro  Blanco.  Pero  Dios  hubo  misericordia 
del  Blanco,  i  de  lobo  lo  hizo  cordero ,  i  asi  fué 
eon  mili  gran  constanzia  quenuido.  £ste  Blanco, 
euando  Dios  lo  hizo  verdaderamente  Blanco, 
dezia  á  los  Inquisidores  libremente  en  las  ao- 
dlenzias  euando  lo  examinabeoí  ,1  xiue  mas  vallan 
paro. ir  tras  una  harria  de  asnosi  que  no  paca 
sontseM  á  juamr  matenaa  de  la  té  i  las  cuales 
cftos  no  enlendianí  £n  el  .año  de.l|56  eaUeron 
4e  Sevilla,  siete  persogas ,  entre  hombrea  -  i  jw^e- 
na^  i  Yinienm   á  ienevav  donde .  lesidieron. 
Bu  el  año  de  1S57  acontesieron  en  Sevilla  co-    issr. 
BiB  roarabiUoaas  i  dignas,  de  perpetua  meióo- 
ria.  I  ea,  que  en  on  monesterio  de  los  mas 
zélebres  i  ricos  de  Sevilla,  llamadoiS,  Isidro*  el 


S48  DBL  PAPA 

negozío  de  la  verdadera  relijíon  iba  tan  ade- 
lante, i  tan  á  la  descubierta ,  que  no  pudiendo  y& 
mas  con  buena  conszienzia  estar  allí ,  doze  de 
los  frailes,  en  poco  tiempo  se  salieron ,  unos  por 
una  parte,  i  otros  por  otra:  los  cuales,  dentra 
del  año  se  vieron  en  Jeneva ,  á  donde ,  cuando 
salieron ,  tenian  determinado  de  ir :  no  hubo  nin- 
guno dellos  que  no  pasase  grandes  tranzes  I 
peligros :  pero  de  todos  estos  peligros  los  esca- 
pó Dios,  i  con  mano  potentísima  los  trajo  á 
Jeneva.  Los  que  en  el  monesterio  se  quedaron 
(porque  es  de  notar,  que  casi  to^os  los  áú 
monesterio  tenian  conozimiento  de  la  relljioD 
Ghristiana,  aunque  andaban  en  hábitos  deiobo^, 
padezieron  gran  persecuzion:  fueron  presos, 
atprmentados ,  afrentados ,  muí  dura  i  cruelmen- 
te tratados ,  i  al  fin  muchos  dellos  quemados :  i 
en  muchos  años  casi  no  hubo  auto  de  Idquisi- 
zíon  en  Sevilla ,  en  el  cual  no  saliese  alguno  4  é 
algunos  deste  monesterio.  Entre  los  que  se  sa- 
lieron, i  vinieron  á  Jeneva,  fueron  el  Prior, 
Vicario  i  procurador  deJSan  Isidro,  i  con  ellos 
salió  el  Prior  del  Valle  de  Ecíja,  de  la  misma 
orden.  I  no  solamente.  Dios  con  su  brazo  pode- 
roso libró  de  las  crueles  uñas  de  los  Inquisidores 
á  estos  doze,  antes  que  comenzase  la  gran  par* 
seenzion  en  Sevilla ,  mas  aun  después ,  en  tiempo 
déla  gran  persecuzion ,  libró  otros  seis,  ó  siete^ 
deste  mismo  monesterio,  entonteziendo  i  ha*^ 
ziendo  de  ningún  valor  i  efecto  todos  los  estra* 
tajemas,  avisos,  cautelas,  astaziasi  engaños  de 
los  Inquisidores,  que  los  buscaron,  i  no  los 
pudieron  hallar.  Porque  á  quien  Dios  quiere 
guardar,  ¿quién  lo  destruirá? 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  849 

En  este  mismo  año  de  1557,  acontezió  también 
^tra  cosa  bien  memorable  en  la  misma  ziudad  de 
Sevilla « i  fué,  que  ano  llamado  Juliau  Hernán- 
dez (al  cual  los  Franzeses ,  por  ser  mui  pequefk> 
<]e  cuerpo ,  llamaban  Julián  le  Petit) ,  con  gran 
^eseo  i  zelo  que  tenia  de  hazer  algún  senrizro  á 
IDios,  i  á  su  patria,  sacó  de  Jeneva  dos  gran- 
<les  toneles  llenos  de  libros  Españoles ,  de  aque- 
llos que  dijiqíos  el  Dotor  Juan  Pérez  baber 
imprimido  en  Jeneva:  los  cuales  libros,  i  lo- 
^08  los  demás,  que  enseñan  verdadera  dotrina  i 
jpiedad ,  los  Inquisidores  habían  prohibido.  Por- 
gue la  jgnoranzia  i  tinieblas  del  Antechristo  no 
órnala  sabiduría  i  claridad  del  Evanjelío  de  Ghris- 
^0,  de  temor  que  tiene  que  sus  obras  no  sean 
^nveniidas,  i  redargüidas.  Llevó,  pues,  Ju- muíhoí ubrS m 
^ian,  por  gran  milagro  de  Dios,  todos  estos  seviiia. 
^libros,  i  los  metió  dentro  de  Sevilla,  i  los  repar- 
tió. Pero  al  fin  no  se  pudo  hazer  esto  tan  secreto, 
^e  no  viniese  á  las  orejas  de  los  Inquisidores' 
]N>r  medio  de  un  hombre  tímido,  i  de  un  hi- 
;póeritav  que  se  vendía  por  hermano;  i  era  un 
Jadas;  i  asi,  prendieron  á  Julián  i  á  otros  moi 
mochos.  La  presa  fué  tan  grande ,  que  se  hin- 
chieron las  canceles ,  i  aun  algunas  casas  de  par- 
ticttlares.  Ochocientos  fueron  los  que  por  la  reli-  uVdUion  eñse- 
Jion  fueron  entonzes  presos  en  Sevilla :  cosa,  que  villa. 
asombró  á  los  mismos  Inquisidores.  Hubo  entre 
estos  presos,  i  entre  los  que  después  prendieron, 
hombres  muí  sxzelentes  en  vida  i  en  dotrina: 
como  fué   el  Dotor  Constantino ,  el  maestro 
Blanco,  ellizenziado  Juan  Gonzales,  el  lizenzia- 
do  Gfaristóval  de  Losada ,  médico  i  ministro  de 
U  Iglesia  secreta  de  Sevilla,  Gbristóval  de  Aro* 


»         •  «.  -w 


25d  DSIi  PAPA 

UanOv  fraile  de  8.  Isidro «  hombre  dotl8imo,aan 
por  el  didiodeloft  Inquisidores ,  i  el  maestro  Je- 
rdnimo  Garo^  fraile  Dominico «  Olmedo,  hom- 
bre doto ,  i  el  benefiziado  Zafra.  Hubo  CambiflD 
jenterical  de  calidad,  así  hombres,  como  mor 
jeres:  entre  los  cuales  fué  el  verdaderamente 
ilustre  en  piedad  i  bondad  Don  Juan  Ponze  de 
León,  hermano  del  Conde  de  Bailen,  i  primo 
del  Duque  de  Arcos ,  i  Doña  Juana ,  mujer  del 
Señor  de  la  Higuera:  á  ia  cual,  rezien  parida, 
los  Inquisidores  dieron  tormento  que  llaman  del 
Burro ,  en  el  Castillo  de  Triana :  i  el  tormento 
fué  tal,  que  murió  del:  porque  las  cuerdas  pene- 
traron hasta  los  mismos  huesos  de  ios  moUedos 
délos  brazos,  de  los  muslos,  i  de  las  piernas, 
i  así  atormentada,  la  llcTaron  á  su  prisión  como 
muerta,  echando  sangre  en  gran  abundanzia 
por  la  boca,  habiéndosele  rompido  las  entrañas 
dentro  del  cuerpo:  al  fin,  ocho  días  después 
del  cruel  tormento,  murió,  no  teniendo' en  su 
compañía  i  asistenzia  sino  á  una  donzella,  que 
pocos  días  antes  habia  sido  atormentada  co- 
mo ella.  ¡Oh  Inquisidores,  mas  crueles  que  las 
mismas  bestias  fieras  i  ¿hasta  cuándo  sufrirá  d 
Señor  vuestras  tiranías  i  crueldades?  ¡  Oh  Espa- 
ñoles, que  tanto  amáis  á  vuestras  mujeres,  i 
que  con  tanto  zelolas  guardáis!  ¿hasta  cuándo 
sufriréis,  que  estos  malditos  viejos  de  Susana 
vean  vuestras  mujeres,  i  hijas  en  camisa,  i  á  ma* 
ñera  de  dezir  en  carnes ,  reviziándose,  i  después 
dándoles  tormento ,  i  aun  algunas  vezes  habién- 
dolas primero  requerido  de  amores  ?  { Oh  si  se  su- 
piese todo  lo  que  en  la  Inquisizion  pasa  1  Hubo 
un  Inquisidor,  que  por  grazia  i  donaire  dijo  de 


I  DB  su  AUTOKIDAD. 


Ui 


se 


«tro  8U  compañero ,  que  no  se  contentaba  con 
•aporrear  al  palpo,  sino  con  comerlo.  Dezia  estOt 
j)orque  el  Inquisidor  habla  hecho  azotar  á  una 
íermosa  moza  que  estaba  presa  por  Judia ,  i  des- 
unes durmió  con  ella ,  i  después  la  quemó.  Por 
«sta  arte  se  entenderán  las  demás,  de  que  los 
señores  Inquisidores  usan  con  las  mujeres  que 
tienen  presas.  Deste  tan  gran  número  de  pre- 
^«os,  muchos  fueron  quemados,  acontezió  que- 
Tnarios  de  veinte  en  veinte,  ó  ^oco  menos.  Los 
lernas  fueron  mui  desastradamente  tratados.  La 
^^»sa  de  Isabel  de^aena,  donde  se  recojian  los    lo  mismo 

ztfeles  para  oir  la  palabra  de  Dios ,  fué  asolada  i  !í»?AlnfV«5? 
.  "^j     j       ,  "^  j.ü  D. ct»«ut en vt- 

^sembrada  de  sal ,  para  que  nunca  mas  se  edifi-  ludoiid. 
^ae:  i  en  medio  della  pusieron  una  coluna  de 
^lármol  para  perpetua  memoria  que  allí  se  con- 
^gregaban  los  fieles  Ghristianos,  que  ellos  llaman 
Sierejes  Lutheranos:  el  lizenziado  Losada,  Mi* 
^oislro   de  la  palabra  de  Dios,   fué  quemado: 
^□uiehost  que  eran  defuntos ,  fueron  desenterra- 
dos i  queinados:  como  el  Dotor  Vargas  i  el    d.  vargas. 
^Aolor  Sjklios  Este  Ejidio  estuvo  preso  zínco    D.Ejidio. 
^iiñiMi4Mi  la  Inqnisizion ,  parte  dellos  en  el  Castillo 
^leTikna,  i  ia  resta  en  otras  partes ,  donde  lo 
^aviwoa  léduso:  también  fíié  desenterrado  el 
Ustor  Constantino ,  que  poco  antes ,  de  enfer*  ü.  GodsudUdo. 
medid  i  mal  tratamiento ,  habia  sido  muerto  en 
di  Castillo  de  Tríana :  esto  sé  del  mismo  que  se 
tiiUé  presente  á  su  muerte ,  i  le  asistió  á  su  en- 
fermedad. Con  ser  esto  así ,  los  hijos  de  mentira 
echaron  fama  que  Constantino  se  habia  muerto 
Á  li  mismo.  Esta  gran   mentira  inventaron, 
para  que  el  vulgo,  que  ni  sabe,  ni  cree,  sino 
V)  que  los  Inquisidores  le  manda  saber  i  creer, 


SS8  DSL  PAPA 

alHNrreziese  la  relijion ,  i  á  los  que  la  predica- 
ban: pues  que,  desesperados  como  Judas,  se 
mataban.  Este  Dotor  Constantino  fué  de  los  doti- 
almos  i  elocuentísimos  hombres  que  en  mu- 
chos tiempos  tuvo  nuestra  España  :  fué  confe- 
sor i  predicador  del  Emperador  i  Rei  de  España 
Don  Garlos ,  i  por  este  medio  pudiera ,  si  quisie- 
ra,- Teñir  á  grandes  dignidades,  mas  todo  lo 
meno^rezió :  como  hombre  que  no  tenia  cuenta 
con  las  Tanas  honras  deste  mundo ,  i  se  yoItIó  á 
SeWUa :  donde  fué  preso  de  la  Inquisizion ,  en 
ella  muerto,  i  por  «lia  desptes  quemado.  Casi 
PenociuioD da  por  este  mismo  tiempo,  ó  poco  después,  co- 
vaiíadoiid.        ,,^2^  1^  gf ^„  persecución  da  YaUadolid ,  donde 

D.  Gauíia.  el  Dotor  Gazalia ,  predicador  del  Emperador, 
de  los  mas  elocuentes  (como  dize  el  D.  Ules- 
cas)  en  el  pulpito  de  cuantos  predicaban  en  Es- 
paña, su  madre,  hermanos  i  hermanas,  Don 
Garlos,  caballero  cali6cado ,  i  otros  muchos  fue- 
ron quemados :  el  hijo  del  Marqués  de  Poza  i 
otros  fueron  afrentados :  la  casa  donde  se  congre- 
gaban fué  asolada  i  tratada  como  la  de  Isabel  de 
Vaena  en  Sevilla :  el  vulgo  creía  que  en  estas  catas 
se  juntaban  de  noche,  i  que  aciatbado  el  a^nüon 
apagaban  las  candelas ,  i  se  reborujaban ,  afai  te- 
ner respeto  ninguno  si  era  parienta  ó  no:  4  de 
otras  muchas  abominaziones  fueron  infaraadot. 
Mo  ton  nuevas  estas  mentiras :  muchos  años  ha, 
que  Satanás  las  ha  inventado  para  infanEiar 
Á  Eranjeho ,  i  á  los  que  lo  profesaban  :  co- 
mo se  Tee  por  las  apolojías  que  los  Padres  de 
la  Iglesia  que  entonzes  vivieron ,  liizieron  justi- 
ficando su  causa.  Leed  á  Justino  máhir,  lib.  i 
daaos  cuest.  i  respuestas ,  cuest.  126:  Tertuliano 


I  DB  8Ü  A€T0E1DAD.  253 

sa  Apcdojia:  S.  Zípriano  contra  Donetríano: 
Orljenes  eontra  Zdao :  Árnobio  en  siete  libros, 
1  prUuBipalmenteen  el  primero  contra  los  Jentiles: 
San  Ambrosio  i  Prudenzio  contra  Simacho :  i 
mui  de  propósito  S.  Augastin  en  los  primeros   « 
zinco  libros  de  Givitate  Dei^  i  Orosio,  iib.  vn. 
I>e  las  mismas  cosas  que  antiguamente  fueron  los 
Ghriatianos  falsamente  calumniados ,  desas  mis* 
mas  somos  ahora  falsamente  calumniados.  Zerca 
jdel  año  de  65 ,  Píeron  hizo  pegar  fuego  á  Roma: 
Ja    cual   ardió   nueve  días  .*  i  el  Tirano  echó 
Taiina  que  los  Ghristianos  lo  habian  hecho.  Zer- 
oa   del  año  de  170,  los  Jentiles  forzaban  con 
tormentos  á  los  criados  de  los  Ghristanos  á  de- 
zir  muchas  abominaziones  de  sus  amos:  i  entre 
otras,  que  comian  sus  criaturas.  Zelso,  phi- 
IfSsopho   Jentil,  acusaba  á  los  Ghristianos  de 
«iesleales  i  traidores :  i  dezia  que  habian  tomado 
su  relijlon  de  los  Bárbaros  i  de  los  Judios.  Ori- 
jenes  defendió  á  los  Ghristianos  con  ocho  libros 
que  escribió  contra  este  Zelso.  En  tiempo  de 
S.  Augustin  hubo  grandes  calamidades  i  guer- 
ras,  1^  cuales,  Simacho,  orador,  i  otros  mu- 
chos imputaban  á  los  Ghristianos ,  diziendo,  que 
mientras  el  imperio  Romano  habia  adorado  á  sus 
dioses,  habia  prosperado  (semejante  historia 
cuenta  Jeremías ,  que  cuando  adoraban  á  la  Reina  ^,  xuVji  7,  «'c! 
del  zielo  todo  iba  bien.  Leeldo).  S.  Augustin  escri- 
bió contra  esta   calumnia   en  ^defensa  de  los 
Ghristianos  los  libros  que  intituló,  De  la  ziudad 
de  Dios.  En  tiempo  del  glorioso  mártir  8.  Zi- 
priano ,  que  iriyió  muchos  años  antes  que  S.  Au- 
gastin ,  habia  un  Procónsul  en  África,  llamado 
Demetriano ,  grande  enemigo  de  los  Ghristianos: 


264  DBL  PAPA 

este  i  Oíros  tales  como  él,  dezian  que  todas  las 
guerras «  hambre  i  pestilenzia ,  con  que  el  mundo 
est^jMi  entonzes  aflijido,  se  debían  imputar  á 
los  Christianos:  porque  ellos  no  adoraban  los 
díoaes.  San  Zipríano  escribió  contra  este  Déme- 
triano,  diziendo,  que  no  eran  ios  Christianos,  la 
causa  destas  calamidades « sino  los  Jenülest  por- 
que, no  queriendo  adorar  al  verdadero  Dios, 
adoraban  los  falsos  dioses,  i  porque  afiijian  á 
los  Christianos  con  tantas  i  tan  injustas  perse- 
cuziones :  no  para  que  confesasen  á  Dios ,  sino 
p^ra  que  lo  negasen :  muéstrales  la  impotenzia 
de  sus  dioses,  pues  no  se  podian  defender  á  si 
miamos,  etc.  Todo  esto  pasa  al  pié  de  la  letra  en 
nuestros  tiempos :  Por  las  mismas  causas  somos 
el  dia  de  hoi  calumniados ,  i  injustamente  con- 
denados á  cruelísimos  i  afrentosísimos  jéneros 
de  muerte ,  la  misma  condizion  es  ahora  de  la 
I^^esia ,  que  era  en  tiempo  de  San  Zipriano ,  i  de 
los  demás  santos  que  habemos  nombrado:  i  como 
ellos  se  defendieron  contra  los  Jentiles,  nos 
defendemos  ahora  contra  los  Antechristianos. 
Causa  de  las Dezímosles  que  Dios,  envia  en  nuestros  dias 
Seniea.*'^"  P'®"  tantas  Calamidades  de  guerra ,  hambre  i  pesti- 
lenzia por  haber  ellos  profanado  el  cuito  diTino, 
por  haber  honrado  las  criaturas  en  lugar 
del  Criador :  ellos  no  adoran  á  Dios  en  espirita 
i  verdad ,  como  él  manda  ser  adorado :  mas  adó- 
ranlo  conforme  á  las  dotrinas  i  mandamientos 
de  ios  hombres,  i  no  adoran  á  Dios  solo,  sino 
aun  también  á  los  santos ,  i  á  sus  imájines  i 
retratos.  I  no  me  digan  que  no  adoran  las  imá- 
jines;sino  á  lo  que  representan:  pues  que  su 
Gonzilio  Mizeno  U  (no  el  primero,  que  es  santo 


I  BB  so  AUTORIDAD.  S55 

a)  f  manda  que  se  adoren  las  imájines  con 
adotazion  que  aquello  que  represen- 
ai  prinzipio  deste  tratado  habernos 
UiUk^  nuestros  adversarios,  viéndose  en 
aflizion ,  invocan  á  ios  santos  de  paraíso, 
ler  mandamiento  ni  ejemplo  ninguno  en 
uSagrada  Escritura  de  hazerlo  así ,  no  de- 
iliTOcar  sino  á  un  solo  Dios.  Iten ,  no  ba- 
que un  único  i  solo  Medianero ,  interzesor 
ado  entre  Dios  i  los   hombres ,   que  es 
>  Jesús ,  como  lo  llama  el  Apóstol ,  ellos, 
aatisfaziendo  de  la  única  interzesion  de 
»   (porque  si  se  satisfaziesen ,  bastarlesia 
t)  ,  se  inventan  muchos  medianeros ,  i  ca- 
»  8e  toma  el  suyo  para  sí.  Iten,  ellos qui- 
Itden  á  la  Lei  de  Dios  ( siendo  maldito  de 
que  tal  haze) ,  i  así  quitan  el  segundo 
niento  contra  las  imájínes :  i  para  hazer 
indamientos,  del  dézímo  hazen  dos  man- 
tos. Iten ,  no  leemos  en  la  sagrada  £s- 
que  el  Señor  haya  instituido  en  su  Iglesia 
6a  sino  dos  Sacramentos,  el  Baplismo, 
nía  ÍKena,  ellos  se  han  fabricado  siete. 
¡sen  que  ni  el  Papa,  ni  el  Gonzílio,  ni  la    £iPapa,eiCon- 
úon  no  pueden  errar ;  de  aquí  viene  que  íüJn  V'  'pi?edín 
lio  crédito  á  los  decretos  i  constituzio-  errar. 
los  Papas,    Gonzilios,    i  Inquisidores, 
i  fuesen  la  misma  palabra  de  Dios.*  i 
iguíese  á  Dios  que  no   les  diesen  mas 
que  á  la  palabra  de  Dios.  La  ignoran- 
iperstizion  i  idolatría  es  mui  común  en 
la  Romana :  el  colmo  de  todas  sus  mal- 
8,  que  persiguen  á  fuego  i  á  sangre  á  los 
iros   i  Gathóiicos    Ghristianos  ,    porque 


SS6  DBL  PAPA 

instruidos  i  gobernados  por  la  pallBÜ[)ra  de  BioSf 
adoran  á  un  solo  Dios  en  espíritu  i  verdad :  i 
porque  tienen  á  Jesu  Ghrísto  por  único  i  solo 
Medianero:  i  porque  no  añiden  ni  quitan  nada  á 
laLeideDios,  ni  á  su  palabra.  Guando,  pueSf  4 
nuestros  adversarios  dijeren ,  que  nosotros  revoi*  ^ 
Temos  el   mundo  con  nuestra  nue?a   dotrina,  « 
/,  Aey.,  xYiii,  responderles  hemos  lo  que  Elias,  inspirado  del  M 
^^'  espíritu   divino,  libremente  respondió  al   ReiK 

Achab.  ¿Eres  tú  (le  dize  Achab)  el  que  alborotas  c 
á  Israel?  Elias  le  respondió  .*  Yo  no  he  alborotador!:^  o 
á  Israel,  sino  tú,  i  la  casa  de  tu  padire ,  dejando^i^  o 
los  mandamientos  de  Jehova,  i  siguiendo  á  los*L^r 

Baales.  Vosotros,  pues  (diremos  á  nuestros  ad -S- 

versarios) ,  sois  los  que  habéis  dejado  los  man ^* 

damientos  de  Ghristo ,  i  habéis  seguido  las  tradi 
ziones  del  Antechristo,  vuestro  padre  el  Papa 
Vosotros  sois  los  que  no  adoráis  ni  honráis 
Dios ,  sino  adoráis  i  honráis  á  las  imájines  con 
el  espreso  mandamiento  de  Dios,  Exod.  xx, — 
Deut.  y ,  i  en  otros  muchos  lugares.  Acriben  núes— — 
tros  adversarios  de  entender  estas  i  otras  seme — 
jantes,  ser  las  causas  por  qué  Pios  aflije  al  mundo 
con  tantas  guerras,  hambres  pestilenzias,  i  con 
otras  diversas  calamidades  que  en  nuestros  días 
habemos  padezido,  i  aun  padezemos.  Su  Majestad, 
por  su  infinita  misericordia  i  por  su  Ghristo  Jesús 
les  abra  los  ojos  para  que  consideren  las  obras 
de  Dios ,  i  asi  se  enternescan  sus  corazones ,  i  no 
se  endurescan ,  como  Pharaon :  el  cual ,  cuanto 
mas  lo  aflíjia  Dios  por  su  rebelión  i  contumazia, 
tanto  mas  se  endurezia  contra  Dios  i  contraje! 
pueblo  de  Dios. 


I  DE  su   AUTOEIDAD.  857 

Pero  dejadas  las  historias  antiguas «  Tenga- 
mos á'  lo  que  pasa  en  nuestros  dias ,  Tengamos 
á  naesm  España.  Dios,  por  su  justo  julzio«  ha 
aiijfdo  moi  muchas  Tezes  á  España  por  espa- 
cio de  40  años  con  guerras,  hambre,  pestilen- 
zia,  i  con  otras  calamidades,  las  cuales  comen- 
zaron poco  después  de  aquella  gran  persecuzion 
<ontra  los  fieles  i  cathólicos  Ghristianos.   Esta 
persecuzion,  comenzando  en  Sevilla,  ha  cun- 
dido casi  por  toda  España  contra  jente  noble 
1  docta  (como  luego  diremos) :  ios  sazerdotes  de 
Baal  afirman  en  sus  escritos,  pulpitos,  confesio- 
nes i  pláticas,  todo  esto  deberse  imputar  á  los 
que  eUos  llaman  Herejes  Lutheranos :  el  vulgo, 
que  no  sabe,  ni  cree  otra  cosa  ninguna  sino  lo 
que  estos  Baalamitas  le  dizen  i  mandan  creer, 
lo  cree  asi.  Contaré  aquí ,  para  confírmazion  de 
lo  que  digo ,  lo  que  el  Doctor  Illescas ,  cap.  xxxi, 
«D  la  vida  de  Pío  cuarto  dize :  cuyas  palabras 
mm  estas.  Año  de  1561 ,  día  señalado  de  San  Ma- 
theo,  á  81  de  Septiembre,  Domingo  de  mañana, 
<los  horas  antes  del  dia ,  se  enzendió  un  fuego    Fuego  en  Va- 
«n  la  Costanilla  de  Valladolid ,  tan  terrible  i  es-  ^^^^oiíá. 
jmntoso,  que  sin  poderse  remediar,  en  espazio 
de  treinta  horas  arruinó  mas  de  cuatrozientas 
casas  de  las  prinzipales  i  mas  ricas  de  aquella 
insigne  Tilla.  Fué  tan  espantable,  i  casi  nunca 
Tista  calamidad  esta,  que  se  tuTo  por  cosa  mila- 
grosa: porque  no  solamente  se  quemaban  las 
casas  Tezinas  i  propincuas  á  las  que  ardían ,  si- 
no que  en  un  momento  saltaba  el  fuego ,  de  una 
calle  á  otra  bien  desviada ,  i  en  comenzando  el 
fuego  por  lo  alto  de  la  casa,  luego  toda  entera  da- 
ba consigo  en  tierra.  Perdiéronse  muchas  merca- 


SS8  DEL  PAPA 

derías ,  mucho  trigo  i  vino ,  i  otras  cosas ,  que 
con  la  mucha  furia  i  priesa  del  fuego ,  no  se  pu- 
dieron poner  en  cobro.  Vióse  toda  la  villa  en 
grandísima  tribulazion:  porque  nunca  se  podo 
saber,  cómo ,  ni  por  quién,  se  enzendió  el  fuego. 
I  todos  temían  no  fuese  alguna  conjurazion  de 
Lutheranos.  Y  un  poco  mas  abajo :  Házese  en 
Valladolid  cada  un  ano ,  día  de  S.  Matheo ,  un» 
solemnísima  prozesion,  para  rogar  á  Nuestro 
Señor,  por  medio  de  su  sagrado  Apóstol ,  teng» 
por  bien  de  librar  la  villa  de  semejante  plaga  i 
HistoriadeJuan  tribulazion.  Hasta  aquí  el  Doctor  Illescas.  A  este 
Foxio.  mismo  prq)ósito  contaré  también  aquí  un  cuen- 

to bien  donoso,  que  he  leído  en  una  historia, 
i  yo  mismo  lo  oí  contar  al  Doctor  Borneo ,  que 
en  tiempo  de  la  Reina  María,  fué  Obispo  Ba- 
dense  en  Inglaterra.  La  historia  es  esta:  En 
tiempo  del  Reí  Henrique  octavo,  un  Malary, 
maestro  en  Artes  de  la  universidad  de  Ganta- 
brijia,  fué  condenado,  por  hazer  profesión  del 
Evanjelio  de  Jesu  Ghristo ,  á  hazer  pública  pe- 
nitenzia  en  la  Iglesia  de  Santa  María  en  la 
universidad  de  Oxonia.  La  penitenzia  era,  que 
públicamente  se  desdijese ,  i  que  llevase  á  cues- 
tas un  fagote ,  para  terror  de  los  estudiantes  de 
aquella  universidad .-  i  para  que  esta  recantazion 
fuese  mas  solene,  el  Doctor  Smiteo,  Catre- 
dático  de  Theolojía  ,  predicó:  la  prinzipal  f 
única  materia  que  en  su  sermón  trató ,  fué  del 
Sacramento  del  Altar:  el  Doctor,  para  mayor 
confírmazion  i  crédito  de  lo  que  había  de  dezir 
en  su  sermón,  hizo  que  su  santa  y  Gathólica 
oblea ,  que  llaman  Sacramento  del  Altar,  fuese 
colgada  delante  del  en  el  pulpito.  A  este  aspee- 


I  DE  se  lUTORÍDAD.  359 

^cuJo  concarrió  mui  mucha  jente,  así  estu- 
^liantes,  como  ziudadanos:  los  cuales  oian  ei 
sermón  con  gran  atenzion.  Apenas  el  Doctor 
había  llegado  á  la  mitad  de  su  sermón ,  cuando 
<)e  improviso  se  oyó  en  la  Iglesia  una  toz  de  uno 
que  gritaba  en  la  calle,  Fuego,  Fuego.  La  causa 
<ie  que  grítase  Fuego,  Fuego ,  fué,  que  viniendo 
por  la  calle,  vido  que  una  cliiminea  se  quemaba: 
i  conforme  al  uso  de  Inglaterra  en  tal  caso,  gri- 
taba por  la  calle.  Fuego,  Fuego.  Guando  los 
qae  estaban  dentro  de  la  Iglesia,  zerca  de  la 
puerta,  oyeron  Fuego t  Fuego,  ellos  también 
comenzaron á  dezir:  Fuego ^  Fuego:  i  asi,  de 
boca  en  boca  fué  Fuego ,  Fuego ,  hasta  los  Doc- 
tores ,  i  hasta  el  mismo  que  predicaba :  el  cual, 
en  oyendo  dezir :  Fuego ,  Fuego,  quedó  atónito 
del  gran  temor  que  conzibió ,  i  marabillándose 
qué  seria  aquello,  comenzó  á  alzar  los  ojos  i  á 
mirar  p>or  una  parte  i  por  otra  la  techumbre  i  pa- 
redes de  la  Iglesia.  Los  oyentes^  viéndolo  mirar  en 
^to ,  comenzaron  á  voz  en  cuello  á  gritar.  Fuego, 
Paego :  los  unos  preguntaban  á  los  otros :  ¿  dónde 
veis  el  fuego?  A  esta  pregunta  respondió  uno :  en 
lalglesía.  Apenas  elotrohabia  dicho,  en  la  Iglesia, 
cuando  en  un  momento  todos  comenzaron  á  gri- 
tar: la  Iglesia  se  quema :  los  herejes  han  pegado 
^uegoála  Iglesia.  I  aunque  ninguno  via fuego,  mas 
con  todo  esto,  por  cuanto  todos  á  una  gritaban, 
fiíego,  fuego,  cada  cual  pensaba  ser  verdad  lo  que    p^^.^^  ¡maüna- 
oia.Entonzes  de  veras  temieron:  hubo  tal  concurso  rio  en  la  iglesia 
í  tumulto  en  la  Iglesia,  que  no  se  puede  declarar  con 
palabras.  Los  que  se  han  hallado  en  semejantes  ca- 
^sjo habrán  esperimentado.  Habiéndoles,  pues, 
entrado  en  las  cabezas  esta  fuerte  imajinazion  de 


S60  BBL'PÁPl 

fuego  y  todo  cuanto  vian,  ó  oían,  les  confinnalia  j 

í  augmentaba  la  ímajinazion  conzebida.  La  prln- 
zipal  ocasión  que  les  augmentaba  la  sospecha, 
era  ver  al  que  ellos  tenían  por  Heilejet  con  su  j 

fogote:  esto  les  hazia  creer,  que  todos  los  demás  i 

Herejes  hablan  juntamente  con  él  conspirado  de  t 

pegar  fuego  á  la  Iglesia.  Augmentábales  también  j 

esta  sospecha,  que  el  pueblo,  con  su  inquietud, 
concurso  i  tumulto,  habia  levantado  una  gran  j 

polvareda  en  la  Iglesia.  Este  polvo  les  paresia 
ser  humo  del  fuego  qué  se  habian  imajinado.  Este  ^ 

concurso  fué  también  causa  que  muchos  dellos  s 

estuviesen  á  la  muerte :  porque  las  costillas  i  í 

huesos  se  les  rompieron :  de  lo  cual ,  no  pocor        '  v 
murieron.  La  jente  se  iba  á  las  puertas  de  la  j 

Iglesia :  pero  era  tanta  la  priesa  i  presa ,  que  nin- 
guno podia  salir  de  la  Iglesia.  En  fin ,  viendo  que  ^ 
no  tenían  remedio,  comenzaron  á  gritar  contra 
la  conspirazion  de  los  Herejes,  que  habian  pega- 
do el  fuego  para  quemarlos  vivos.  Era  cosa  de 
ver  aquellos  grandes  Rabinos,  aquellos  gran- 
des Doctores  correr  con  sus  ropas  luengas  de 
escarlata,  í  con  sus  enseñas  doctorales,  de  una 
parte  á  otra,  anhelando,  azezando  i  sudando, 
buscando  algún  rincón  donde  se  pudiesen  es- 
conder. En  toda  esta  compañía  no  hubo  nin> 
guno  que  mas  quieto  se  estuviese ,  que  el  pobre 
hereje  penitenziado:  el  cual,  arrojando  de  si  el 
fagote  que  traía  por  penitenzia ,  díó  con  él  sobre 
la  cabeza  de  un  fraile  que  estaba  cabe  él:  i  asi  se 
estuvo  quieto ,  esperando  lo  que  Dios  baria  d<9. 
Entre  todos  ellos  no  hubo  quien  mas  temor 
tuviese,  ni  que  mas  de  temor  gritase,  que  el  pre- 
dicador Smíteo ,  el  cual  entre  los  primeros  co- 


I  BB  SU  AUTORIDAD.  S61 

á  gritar  dende  el  pulpito,  dizíendo:  Estas 
son  las  tramas  i  aslozias  de  los  herejes  contra 
nii«  Señor,  ha  misericordia  de  mi,  Sdior,  ha  mi- 
sericordia de  mi.  Pero  su  Dios  de  pasta  (que, 
oomo  dijimos,  tenia  cabe  si  colgado),  á  quien 
llamaba  Señor,  no  lo  podía  quietar.  En  esta 
revuelta  t  ninguna   cosa  les  ponia  mas  miedo 
que   cuando  habia  de   comenzar   á  derretirse 
el  plomo  (porque  habéis  de  saber ,  que  en  Ingla- 
terra  muí  muchas  Iglesias  están  cubiertas  con 
plomo)  t  i  ya  muchos  comenzaban  á  afirmar  que 
el  plomo  derretido  caia  sobre  ellos.  Entonzes 
qnedanyi  atdnitos,  i  muchos  de  los  que  tenían 
autoridad  i  mando,  viendo  que  ni  por  fuerza ,  ni 
por  respecto  de  sus  letras,  ni  de  su  autoridad  no 
podian  nada,  mudaron  propósito,  i  comenzaron 
á   usar  de  mui  jentíles  palabras,  prometiendo 
al  que  los  sacase  de  aquel  peligro ,  aunque  fuesen 
tirados  por  las  orejas,  buena  recompensa  :  hom- 
bre liabia  que  daba  veinte  libras  (cada  libra  es 
cuarenta  reales  de  España),  otro  prometía  su 
ropa  de  escarlata,  otros  otra  semejante  cosa :  los 
que  podian ,  se  ponían  en  la  concavidad  que  hai 
entre  pilar!  pilar,  para  que  el  plomo,  que  dezian 
que  se  derretía,  no  cayese  sobre  ellos.  Maestro 
de  Golejio  hubo  que  desenclavó  una  tabla ,  i  cu- 
brió con  ella  su  cabeza  i  sus  espaldas,  para  que  el 
plomo  no  le  hiziese  mal.  Hombre  hubo ,  aunque 
era  bien  panzudo ,  que  viendo  que  no  habia  reme* 
dio  para  salir  de  la  Iglesia,  quiso  salir  por  una 
reja  quebrando  la  vidriera:  pero  teniendo' casi 
medio  cuerpo  Tuera,  se  atoró  en  la  reja,  de  tai 
manera,  que  no  era  Señor  de  si ,  i  no  podía  ir 
addantCt  ni  atrás.  Entonces,  el  pobre  monje 


S62  BBi  PAPA 

panzudo  se  vído  en  doblado  peligro:  porq 
fuego  y  ó  plomo  derretido  cayese  por  de  fuet 
parte  que  tenia  fuera  de  la  ventana  corría  pe 
i  si  cayese  de  dentro  de  la  Iglesia ,  la  parjt 
tenia  dentro  estaba  en  el  mismo  peligro. 

Otro  caso  acontezió  á  otro  Monje:  i  4^ 
un  mochacho,  viendo  que  por  la  gran  pi 
multitud  déjente,  no  podia  salir,  se  enea 
como  pudo ,  sobre  las  espaldas  i  cabezas , 
vino ,  i  se  puso  sobre  lo  alto  de  la  puerta 
Iglesia :  donde  se  quedó ,  no  podiendo  pasar 
lante.  Estando  desta  manera  sobre  lo  alto 
puerta,  vido  á  caso  entre  los  que  andab^  i 
tas  sobre  las  cabezas  de  los  otros,  un  1 
que  venia  hacia  él,  el  cual  traía  sobre  sus  e^ 
una  grande  i  ancba  cogulla :  el  mochacho » vi 
la  buena  ocasión  que  se  le  presentaba,  no  la 
perder :  i  asi  cuando  el  Monje  estuvo  zero 
se  met^enírco^  dejóse  caer  de  lo  alto  de  la  puerta  donde  es 
guiia  del  monje,  i  ignominiosamente  se  metió  en  la  cogttl| 
Monje ,  pensando  que  si  el  Monje  escapaba 
él  tan[ü)ien ,  juntamente  con  el  Monje ,  iría 
de  la  Iglesia  (como  acontezió).  En  concluaio 
Monje,  gateando  sobre  las  cabezas  de  loa  < 
al  fin  se  escapó,  llevando  sobre  si  al  moci 
metido  en  la  cogulla ,  i  por  algún  tiempo  no  i 
peso  ni  carga  ninguna  sobre  sí.  Al  fin»  d 
á  un  poco  de  tiempo ,  habiendo  el  Monje  i 
algún  tanto  sobre  si,  sintiendo  su  cogulla 
pesanda  de  lo  que  solía,  i  oyendo  la  voz.  de 
que  hablaba  de  su  cogulla:  entonzes  coomo 
nuevo  á  temer  muí  mucho  mas  que  antes  ci 
estaba  entre  la  jente  presado ,  pensando,  i  eati 
de  veras,  que  el  mal  espíritu,  que  había  pegí 


I  BE  Sü  AUTORIDAB.  863 

^uego  en  la  Iglesia,  se  había  metido  en  su  cogulla: 
i  luego  al  momento  comenzó  á  conjurar  al  espíritu, 
cjizíendo :  En  nombre  de  Dios  i  de  todos  los  sautos 
>o  te  mando  que  digas  quién  eres  tú  que  estás  sobre 
raía  espaldas.  Al  cual  el  mochacho  respondió :  Yo 
80i  el  mochacho  de  Bdtran  (asi  se  llamaba  su  amo). 
Mas  yo  te  conjuro  (dize  el  Monje)  en  el  nombre 
de  la  indivisible  Trinidad,  que  tú,  espíritu  maligno, 
me  digas  quién  eres ,  i  de  dónde  has  venido ,  i  que 
te  Tayas  de  aquí.  Al  cual  el  mochacho  respondió: 
yo  aoi  el  mochacho  de  Beltran:  yo  os  suplico,  se- 
llor,  qaeme  dejéis  ir:  i  diziendo,  probó  á  salirse  de 
la  cogulla,  la  cual,  con  el  peso,  i  con  el  estribar  del 
mochaeho  para  salirse  della,  comenzó  á  rasgarse 
sobre  las  espaldas  áú  Monje.  £1  Monje ,  cuando 
entendió  bien  el  negozio ,  sacó  al  mochacho  de  la 
cogulla*  El  mochacho ,  cuando  se  vido  fuera  de  pe* 
ligro,  tomó  (como  dizen)  las  calzas  de  Villadiego, 
corriendo  cuanto  pudo.  En  el  entretanto  que  esto 
pasaba ,  los  que  estaban  fuera  de  la  Iglesia ,  miran- 
do por  todas  partes ,  i  viendo  que  no  habia  cosa 
ninguna  por  qué  temer,  marabillábanse  de  verlos 
en  tal  aprieto,  i  hazian  señas  i  muestras  á  los  que 
cataban  en  la  Iglesia,  para  que  se  quietasen,  i  á 
grandes  vozes  les  dezian,  que  no  habia  por  qué 
temiesen.  Pero  por  cuanto  los  que  estaban  en  la 
Iglesia  no  podían,  por  el  gran  ruido  i  estruendo 
que  dentro  había,  oír  lo  que  seles  dezia,  interpreta- 
ron las  señas  que  se  les  hazian ,  á  la  peor  parte,  como 
qoe  lodo  de  fuera  de  la  Iglesia  ardiese  en  vivas 
llamas,  i  que  por  el  gotear  del  plomo  derretido ,  i 
por  lo  que  de  muchas  partes  caía,  debían  estarse 

dentro  déla  Iglesia,  i  no  aventurarse  á salir  fuera. 

Asi  que  las  señas  i  vozes  les  acrezentó  muí  mucho 


264  DEL  PAPÁ 

mas  el  temor.  Esta  confusión  duró  por  espazio 
de  algunas  horas.  El  siguiente  dia,  i  aun  por 
toda  aquella  semana,  se  fijaron  mui  muchas 
zédulas  á  la  puerta  de  la  Iglesia :  la  una  dezia: 
Si  alguien  hubiese  hallado  un  par  de  zapatos^- 
que  se  hablan  perdido  ayer  en  la  Iglesia  de  santa 
María:  otra  dezia:  Si  alguien  hubiese  hallado 
una  ropa :  en  otra  se  rogaba  que  se  restituyese 
un  bonete:  en  otra,  que  una  zintura.  con 
una  bolsa  con  zierto  dinero  se  habla  perdido: 
en  otra  se  demandaba  un  anillo ,  ó  otras  seme- 
jantes cosas:  porque  casi  no  hubo  persona  en 
la  Iglesia  que  no  perdiese,  ó  se  olvidase  algo. 
Cuanto  al  pobre  penltenzlado ,  mandáronle,  que 
por  cuanto  á  causa  deste  tumulto  no  habú 
hecho  su  penltenzla  como  convenía,  que  el  dia 
siguiente  la  hiziese  en  ía  Iglesia  de  santa  Fri- 
desuida,  i  así  lo  hizo.  Estas  historias  del  fuego 
de  Roma,  del  fuego  de  Yalladolld,  I  del  ima- 
jinarlo fuego  de  Oxonla,  confirman  mui  bien 
lo  que  habemos  dicho ,  que  los  pobres  Ghristia*- 
nos  han  sido  en  todos  tiempos  calumniados,  i 
injustamente  condenados :  por  eso  son  llamados 
ovejas  destinadas  para  el  matadero,  ó  quema- 
dero. Dios ,  que  es  justo ,  no  dejará  sin  castigo 
estas  tan  grandes  mentiras ,  tan  falsos  testimonios, 
i  tan  fieras  crueldades :  su  día  vendrá  á  los  In- 
quisidores, aunque  se  tarde.  Porque  la  san- 
gre de  los  justos,  santos,  fieles  i  Gathóllcos 
Ghrlstlanos  que  han  derramado ,  grita  ddante 
jpoc,  VI,  10.  (jeDíQg^  como  la  sangre  de  Abel,  dlzlendo:  ¿Hasta 
cuándo ,  Señor  santo  I  verdadero ,  no  juzgas  i 
vengas  nuestra  sangre  de  los  que  moran  en  la 
tferra?  A  los  cuales  se  les  respondió :  que  reposa^ 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  265 

sen  un  poco  de  tiempo,  hasta  que  sus  eonsier- 
vo8  fuesen  cumplidos ,  i  sus  hermanos ,  que  tam- 
bién habian  de  ser  muertos ,  como  ellos.  Espere- 
mos ,  pues,  este  dia  con  pazienzia.  Si  Dios  algún 
<lía  haze  misericordia  á  Sevilla,  será  razón  que 
esle  monesterío  de  San  Isidro  se  convierta  en 
Universidad ,  donde  la  Theolojia  prinzipalmcnte 
se  profese.  Las  rentas  del  monesterio ,  que  son 
grandes,  bastan  i  aun  sobran  para  mantener  la 
dicha  Unírersidad :  i  la  casa  asolada  de  Isabel  de 
Vaena  se  convierta  en  una  pública  Iglesia ,  donde 
se  predique  la  palabra  de  Dios ,  i  los  Sacramen- 
tos sean  administrados  conforme  á  la  instítuzion 
de  Jesu  Ghristo ,  sin  añadirles  ni  quitarles.  Tan 
grandes  i  mayores  cosas  que  estas  ha  hecho  Dios 
en  nuestros  tiempos. 

Ho  será  fuera  de  nuestro  propósito  contar  aquí 
lo  que  el  D.  Ulescas  Quenta  haber  acontezido  en 
España  en  tiempo  deste  Paulo  IV,  tocante  al- 
gran  número  de  Españoles  de  Relijion  (que  él 
llama  Lutheranos),  que  se  descubrió.  Sus  pala- 
bras son  estas :  Solian  en  los  años  pasados  pren- 
derse i  quemarse  herejes  Lutheranos ,  cual  & 
cual  en  España :  pero  todos  los  que  se  castigaban 
eran  estranjeros.  Tudescos,  Flamencos,  ó  In- 
gleses, etc. ,  de  los  que  venían  á  estos  reinos.  I  un 
poco  mas  abajo:  Solian  otros  tiempos  salir  á  los 
Cadahalsos ,  i  tener  Sambenitos  en  las  Iglesias, 
ientes  viles  i  de  ruin  casta .-  pero  en  estos  años 
poetreros  habemos  visto  las  cárzeles  i  los  ca- 
dahalsos, i  aun  las  hogueras,  pobladas  de  jen- 
te  de  lustre :  i  aun  (lo  que  es  mas  de  llorar)  de 
ilustres,  i  de   personas  (que  al  parezer  del 
mundo)  en  letras  i  envida,  hazían ventaja  mui< 


266  DBL  PAPA 

grande  á  otros ,  etc.  I  un  poco  mas  abajo :  Vino 
el  negozio  á  términos ,  que  ya  tramaban  entre  sí 
una  terriblisima  conjurazion.  Tal ,  que  »  acae»- 
ziera,  á  no  se  descubrir  tan  aina  (según  después  se 
entendió),  corría  toda  España  riesgo  grande  de 
perderse,  etc.  I  un  poco  después:  Prendiéronse 
oon  grandísimo  secreto,  i  con  singular  dilijenzia 
en  Valladolid,  el  D.  Gazalla,  con  zinco  hermanos 
sayos ,  i  su  propria  madre.  En  Toro  fué  preso 
Herrezuelo,  i  otros  muchos  en  Zamora,  i  en  Pe- 
drosa,  muchos  hombres  i  miy eres,  monjas,  casa- 
das i  donzellas  ilustres  i  de  mucha  calidad ,  etc. 
lien:  Hubo  entre  los  quemados  algunas  Monjas 
bien  mozas ,  i  hermosas:  las  cuales,  no  contentas 
con  ser  Lutheranas,  habían  sido  dogmatizadoras 
de  aquella  maldita  dotrina,  etc.  I  un  poco  mas 
abijo :  Eran  todos  los  presos  de  Valladolid ,  Sevi- 
lla i  Toledo,  personas  harto  calificadas,  etc.  Iten: 
Eran  tantos  i  tales,  que  se  tuvo  creído,  que  si  dos 
ó  tres  meses  mas  se  tardaran  en  remediar  este  daño, 
se  abrasara  toda  España:  i  viniéramos  á  la  mas 
áspera  desventura,  que  jamás  en  ella  se  ha  visto. 
Hasta  aquí  el  D.  Ulescas.  De  lo  cual  concluiremos, 
que  Dios  ha  revelado  la  luz  de  su  Evaiyelio  en 
España  á  jente  docta,  i  ájente  de  lustre,  ilustre 
i  nobles  cuando  le  plazerá,  hará  la  misma  mise- 
ricordia al  vulgo  i  jente  coman.  En  España ,  en 
viendo  á  uno  muí  letrado  i  muí  docto,  luego  di- 
zen,  que  es  tan  docto,  que  está  en  peligro  de  ser 
Lutherano :  i  no  hai,  casi ,  casa  noble  en  España 
que  no  haya  habido  en  ella  alguno,  ó  algunos  de  la 
nUjion  reformada.  Su  Majestad ,  por  su  Ghristo 
nuestro  Redemptor,  augmente  el  número  pa- 
ra su  gloria,  i  confusión  del  Antechrísto.  Pero 


I  DE  se  AUTORIDAD.  267 

TFolvieodo  á  Paulo  iV ,  murió  en  Agosto  año  de 
1559,  habiendo  papado  4  años  í  casi  tres  meses.     iss9. 
Duró  la  sede  vacante  4  meses  i  7  días,  siendo  Rei 
de  España  don  Felipe  II. 

Pío  IV,  fliilanés,  no  fué  mui  grato  ni  amado     píoIV. 
de  su  predezesor  Paulo  IV ,  el  cual  Paulo  pública 
i  abiertamente  habló  contra  él  en  el  consistorio, 
diziendo  que  habla  por  malos  medios  procurado 
el  Arzobispado  de  Milán.  Gonoziendo,   pues, 
Pío  el  mal  ánimo  de  Paulo  IV  contra  si,  se  partió 
de  Roma:  de  la  cual  estuTO   absenté  todo  el 
Uempo  que  Paulo  IV  papó.  Pero  muerto  Paulo, 
i  siendo  él  elejido  al  cabo  de  grandes  discordias 
de  4  meses  i  7  días  de  sede  vacante ,  se  vengó 
del.  Porque,  muchas  cosas  que  Paulo  habia  man-  ^apa  contra  ?•- 
dado,  desmandó  Pío,  i  asi  pronunzió  al  Em-  ^** 
perador  Don  Garlos  i  á  su  hijo  Don  Felipe ,  Reyes 
de  España,  ser  inozentes  i  sin  culpa  ninguna, 
i  los  absolvió  de  todo  cuanto  Paulo  IV  les  habia 
objetado:  confirmó  la  resígnazion  del  Imperio 
€}ae  Don  Garlos  había  hecho  en  su  hermano  Don 
Hernando ,  la  cual,  Paulo,  nunca  mientras  vivió, 
quiso  aprobar  ni  confirmar:  restituyó  á  M.  An-    AsibiioBene- 
tooio  Columna  su  patrimonio,  del  cual  Paulo  ¿^¿ruñoVf mu- 
lo habia  privado :  hizo  otras  cosas  semejantes  lo  iv. 
en  despecho  de  su  predezesor  Paulo  IV ,  las  eua- 
es   cuenta  Panvipo    en    su    vida.    Dize  este- 
mismo  Panvino  de  Pío  IV,  que  en  siendo  Pon- 
tifize,  luego  se  hizo  hombre,   tomando  otras 
costumbres  i  maneras  ( no  mejores ,  sino  peo- 
res). Porque  el  que  hasta  cntonzes ,  habia  sido 
tenido  por  humano,  paziente,  bienhechor,  jen- 
Ul  i  no  avariento,  de  repente  parezió  que  habia 
madado  su  naturaleza.  La  silla  papales  tal,  que 


268  DEL  PAPA 

el  que  una  vez  se  sienta  en  ella ,  si  era  no  tan 
malo  antes ,  se  haze  malo :  i  si  era  malo ,  se  haze 
peor,  i  al  fin  pésimo:  como  acontezió  á  este 
Pío  lY.  El  mismo  Panvino  dize,  que  Pió  no  tenia 
en  su  rostro ,  andar  i  meneos  gravedad,  que  era 
risueño ,  mas  de  lo  que  convenia  á  la  majestad 
que  representaba :  dize  del ,  que  fué  de  buena 
vida  i  fama,  todo  el  tiempo  que  vivió  sin  cargo, 
i  aun  mientras  tuvo  cargos  i  ofizios  debajo  de 
los  Pootífizes,  sus  predezesores.  Siendo  Papa, 
dio  grandes  muestras  de  buen  Pontífíze ,  en  el 
entre  tanto  que  se  tuvo  el  Gonzilio  de  Trente 
Hipocreiia  del  (nota  la  hipocresía ,  finje  ser  bueno ,  mientras 
Papa  pío.  jj^j  Gonzilio ).  Acabado  el  Gonzilio ,  Pió,  usando 

de  gran  libertad ,  hizo  muchas  cosas  que  no  pla- 
zian  á  todos.  I  un  poco  mas  abajo:  Era  (Pío) 
tragón  i  bebedor:  i  prinzipalmente  á  comer: 
porque  en  la  zena  era  sobrio :  era  dado  á  delei- 
tes i  plazeres:  era  abiertamente  colérico:  era 
envidioso,  pero  de  secreto:  era  impaziente  en 
oir ,  difízil  i  amargo  algunas  vezes  en  sus  rea- 
puestas, deseoso  de  mandar,  astuto,  simulador, 
i  disimulador,  cuando  via  que  le  convenia:  te- 
meroso, pero  atrevido  en  disimular  su  temor: 
era  mal  quisto.  Todo  esto  dize  del  su  amigo  Pan- 
vino  ,  i  aun  mucho  mas.  Aunque  es  verdad  qae« 
como  adulador  de  Papas ,  dize  con  todo  esto 
grandes  bienes  del.  ¿Pero  qué  virtudes  puede 
tener  un  hombre  sujeto  á  tan  manifiestos « i  enor- 
mes pecados?  Dize  del,  que  tenia  una  singu- 
lar memoria :  i  así  á  propósito  i  de  improviso 
rezitaba  planas  enteras  de  los  antiguos  juris- 
consultos, de  los  poetas,  i  historiadores  (pero 
no  de  la  Biblia,  la  cual,  creo,  que  nunca  leyó:  por- 


I   DE  SU  AUTORIDAD.  8§9 

4iue  de  su  profesión  no  era  Theólogo,  sino  ju- 
risconsulto) :  del  dize  también ,  que  rezibió  todos 
los  sacramentos  de  la  Iglesia  con  gran  devoziop, 
de  las  manos  del  Cardenal  Borromeo,  su  so- 
l>rínOt  bijo  de  su  hermana:  lo  cual  no  leemos 
(cuanto  á  lo  que  yo  sé),  dize  el  mismo  PanTino, 
que  haya  acontezído  á  alguno  de  los  Pontífizes. 
lEÍ  Dolor  niescas  hablando  de  Pascual  II,  dize, 
que  murió  habiendo  primero  rezebido  los  santos 
Sacramentos:  de  los  otros  Papas  no  me  acuerdo 
que  diga  tal  cosa.  La  causa  es  (como  dize  Sana- 
zaro  hablando  de  León  X) ,  que  los  Papas  sien- 
do grandes  simoniacos ,  han  vendido  los  Sacra- 
mentos, i  asi  no  los  tienen  para  sí.  O  por  mejor    Los  Papas  no 
hablar,  la  causa  es,  que  los  Papas  tienen  i  dizcn  untrnln^M^r- 
en  su  corazón  que  no  hai  Dios :  i  asi  cuando  qae  son  Atheis- 
están  enfermos,  i  se  veen  morir,  no  tienen  cuen-  '*'* 
ta  ninguna  con  los  sacramentos,  ni  con  la  reli- 
jion  Ghristiana.  I  asi  se  mueren  como  puercos. 
Cste  Pío  IV  ordenó  una  confesión  de  fé  que 
Han  de  hazer  todos  los  que  hubieren  de    ser 
Obispos :  la  cual  Panyino  pone  en  su  vida :  esta 
confesión  es  un  sumario  de  todas  las  ignoranzias, 
superstiziones  i  idolatrías  del  Antechristianismo, 
<S  Papado.  El  estudio  deste  Papa  fué  adquerir 
dinero  á  tuerto  i  á  derecho :  i  asi  hubo  muí  mu- 
cho :  el  cual  gastó  con  sus  deudos  i  amigos ,  i 
en  edificar :  á  lo  cual  era  mui  dado.  Murió,  i  co- 
mo fué  pública  voz  i  fama  en  Roma ,  en  brazos 
de  su  manzeba  (lo  cual  no  va  mui  fuera  de  cami- 
no, pues  su  amigo  Panvíno  dize  del,  que  era  dado 
á  deleites  y  plazeres)j  año  de  1565,  i  como  dize 
el  mismo  Panvino ,  causósele  la  muerte  (morbo 
6X  victut  iiUemperantia  hausto) ,  que  quiere  de- 


S70  DKL  PAPA 

zír,  de  desorden  en  el  comer,  de  tragar:  su  vien- 
tre era  su  Dios ,  habiendo  papado  casi  seis  afios,  i 
reinando  en  España  nuestro  Rei  Don  Felipe  II. 

En  tiempo  deste  Pió  IV ,  año  de  1568 ,  acon- 
tezíó  en  Sevilla  un  caso  bien  estraño,  el  cual,  si 
fuera  mas  adelante,  i  los  Inquisidores  se  descuida- 
ran un  poco  mas  de  lo  que  se  habian  descuidado^ 
ptidiera  ser  que  diera  todo  el  papismo  en  tierra: 
Año  de  1S63  la  ^  *  ^^  menos ,  rezibiera  notable  daño.  El  caso  es 
confesión  ftié  ca-  este :  hubo  algunos  en  Sevilla ,  mas  curiosos  de  lo 
ía^ddpípado?*  ^^^  convenia  al  papismo :  los  cuales  muí  amar- 
gamente se  quejaron  á  los  Inquisidores,  de  los 
Clérigos  i  frailes ,  de  que  abusaban  de  la  con- 
fesión (como  otros  también  antes  de  entonzes 
La  confetioii  habian  abusado ),  para  requebrarse  i  hazer  el 
sirve  de  aicahue-  ^mor,  con  las  honestas  matronas,  i  con  las  don- 
zellas,  i  para  los  demás  fines,  que  de  tales 
prinzipíos  suelen  suzeder.  Parezióle  al  santo 
ofizio ,  que  los  tales  Confesores  debían  ser  cas- 
tigados. Pero  por  ser  el  negozio  zíego ,  i  que 
ninguno  en  particular  era  acusado ,  sino  en  je- 
neral,  hizieron  un  edicto,  que  publicaron  por 
todas  las  Iglesias  del  Arzobispado  de  Sevilla, 
mandando,  que  toda  persona,  de  cualquier  es- 
tado i  condizion  que  fuese ,  que  hubiese  sabido, 
oido,  ó  entendido  de  algún  fraile,  ó  clérigo ,  séase 
quien  fuese,  que  hubiese  á  este  fin  abusado 
del  sacramento  de  la  confesión,  con  su  hija  ó 
hijas  de  confesión ;  que  la  tal  persona ,  so  pena 
de  gravísima  pena,  lo  denunziase  al  santo  ofizio 
dentro  de  30  días.  Pregonado  este  decreto ,  fué 
tanta  la  multitud  de  mujeres  que  de  sola  Sevi- 
lla iba  á  la  Inquisizion  á  acusar  á  sus  suzios  con- 
fesores, que  veinte  notarios  con  otros  tantos 


I  DB  Sü  AUTOBIOAD.  271 

Enquteidoreí  no  batlaran  para  tonmr  las  depo* 
siziooea.  YiéBdoset  pues,  los  Inquisidores  muí 
RsifiglidoB,  1  no  podiendo  despachar  el  negocio 
&an  losp  W  días,  dieron  otros  30 ,  i  aun  estos  SO 
no  iMMlaiido,  otra  i  otra  vez  prolongaron  el 
tiampo.  Muchas  honestas  matronas  i   muchas 
iefloras    de  calidad  tenían  dentro  de  si  gran 
guerra :  por*una  parte  el  escrúpulo  de  la  conzien- 
BÍ«,  de  incurrir  en  la  sentenzia  d%  descomunión, 
ijue   los  Inquisidores  habían  puesto  á  las  que 
no  denunziasen,  las  moTía  á  ir,  por  otra  par- 
tee ^  tenían  miedo  de  que  sus  maridos  se  harían 
Belofios  teniendo  mala  sospecha  delias ;  i  asi ,  ni 
osaban ,  ni  hallaban  tiempo  oportuno  para  ir  á 
hablar  con  los  Inquisidores.  Pero  al  íin ,  desi- 
muladas  i  rebozadas ,  conforme  á  la  costumbre 
del  Andaluzía,  iban  lo  mas  secretamente  que 
podían  á  los  Inquisidores.  Por  disimulada  i  se- 
cretamente que  ellas  fueron,   no  dejaron  mu- 
chos maridos,  que  las  andaban  amaitinando,  de 
saber  dónde  iban:  lo  cual  fué  causa  de  gran- 
des zelos.  Por  otra  parte,  era  de  reir,  ver  á  ios 
padres  dé  confesión,  clérigos,  i  frailes,  andar 
tristes  y  mustios ,  i  cabezicaídos  por  la  mala  cons- 
zienzia  que  tenían,  esperando  cada  hora  i  mo- 
mento cuando  el  Familiar  de  la  Inquisízíon  les 
bnbia  de  echar  Ja  mano.  Muchos  delios  se  pensa- 
ban que  había  de  venir  sobre  ellos  una  gran  per- 
secazion ,  i  aun  mayor  de  la  que  los  Lutheranos 
padezian  en  aquel  tiempo.  Pero  todo  su  temor 
^  toé,  que  viento  i  humo  que  pasó.  Porque  los 
Inquisidores ,  Tiendo  con  la  esperienzia,  el  gran 
mo  que  á  toda  la  Iglesia  Romana  resultaría, 
pues  que  los  Eclesiásticos  serian  menosprezia- 


272  DEL  PAPA. 

dos  i  monstrados  con  el  dedo ,  i  el  Sacrameoto 
de  la  Confesión  seria  no  tan  preziado  ni  esti-  — j 
mado  como  antes,  no  quisieron  ir  mas  adelante  ^^ 
ea  el  negozio ,  mas  interponiendo  su  autoridad,  ^  J 
pusieron  perpetuo  silenzio  en  todo  lo  pasado:  ^  m 
como  si  nunca  hubiera  acontezido:  i  asi,  nin-  — .■ 
gun Confesor  fué  castigado,  ni  aun  aquellos,  «.  m 
cuyas  bellaquerías  sufízientemente*  se  habían 
probado:  lo  chai  quitó  gran  congoja  al  orden 
Eclesiástico ,  i  toda  su  tristeza  se  les  conVertid  ei 
gozo.  Pero  su  día  les  vendrá  á  los  tales,  i  á  I 
Inquisidores ,  que  solaparon  tan  gran  bellaqu 
ría  i  abominazion.  Los  cuales ,  perdonando  á  su 
amigos  i  domésticos  padres  de  confesión ,  con 
vertieron  todo  «su  odio  i  furia  contra  sus  enemi — M^i- 
gos  los  Lutheranos:  i  asi,  los  persiguieron  S^  ^ 
fuego  i  á  sangre,  no  solamente  en  Sevilla  i  Valla — ^^' 
dolid,  mas  aun  en  muchas  partes  de  España.  K^  ^ 
desta  manera  Jesu  Christo  fué  otra  vez  conde—  '^- 
nado  en  sus  miembros ,  i  Barrabás  suelto.  Zerc^^^^  -^ 
del  año  de  1550,  un  Don  Pedro  de  Gdrdova»^  ^* 
clérigo,  se  servia  de  la  Confesión  para  abusa 
desús  devotas.  Zerca  delaño  de  1576,  porseme — 
jante  negozio,  fueron  condenados  en  el 
muchos  Theatinos,  ó  Jesuítas,  que  llainaro 
alumbrados,  el  prinzipal  de  los  cuales  se  Uamab 
el  Padre  Fernán  Dálvares,  que  murió  en  gal 
ras.  En  Sizilia ,  no  há  muchos  años ,  acontezí 
otro  caso  semejante,  r^otad  lo  que  dize  Machia 
velo  á  este  propósito,  lib.  m,  cap.  1.^  de  sus  dis 
cursos.  No  alego  á  Macbiavelo ,  porque  lo  tenga 
por  pío,  que  por  un  impío  político  lo  tengo:  la 
historia  que  cuenta  alego. 
pío  y.  Muí  pocos  ha  habido  (como  dize  Panvino  en 


I  BS  8U  AÜTOUBAD.  S73 

la  Tíd«  dette  Papa)  de  todos  loa  Pontífixes  Roma- 
nos t  .qae  ^e  Un  bajos  priDSiploSt  i  en  tan 
Iweve  tiempo  haya  Tenido  á  tan  grandes  dignida- 
cias  9  como  Pió  Y.  Porque  siendo  fraile  Dominico, 
Mn.niognn  ofizio,  vino  á Roma  ápie,  i  dentro 
cié  qulnze  años  alcanzó  todos  estos  ofizios :  fué 
Inquisidor,  fué  Obispo ,  fué  Cardenal,  fué  Papa. 
Su  nombre  de  la  pila  fué  Antonio ,  por  haber  na- 
zido  dia  de  S.  Antonio :  siendo  de  quinze  años 
se  metió  fraile  en  un  monesterio  de  Dominicos, 
i   fué  llamado  Miguel:  este  nombre  tuvo  hasta 
<|ue  fué  Papa :  i  entonzes ,  ni  se  quiso  llamar  An* 
tonto ,  que  era  el  nombre  de  su  Ghristianismo: 
ni  se  -quiso  llamar  Miguel ,  que  era'el  nombre  de 
811  Dominicanismo,  mas  llamóse  Pió  V.  El  cual 
nombre  le  convino  mui  bien ,  por  la  figura  que 
llaman  Antiphrasis,  como  cuando  á  un  negro  Ua- 
mamos  Juan  Blanco:  llamóse,  pues.  Fio,  siendo 
impío.  De  su  elezion  se  puede  mui  bien  dezir  lo 
cftie  Juan,  Obispo  i  Cardenal  Portuense,  dijo 
(  como  lo  cuenta  Panvino)  de  Gregorio  X. 
f^uem  patrem  patrum  feeit  tUscordia  fratrum, 
X«a  discordia  que  habia  entre  los  Cardenales, 
hizo  Papa  á  Pió  Y.  Hecho  Papa,  dio  una  pes- 
Ulenzial  bula  contra  la    serenísima  Reina    de 
Inglaterra ,  defensora  de  la  verdadera  i  Cathólica 
P^ ,  en  la  cual  absolvia  á  todos  sus  subditos  del 
juramento  de  fidelidad  que  le  habían  hecho ,  i 
exhortaba  á  los  Prínzipes  Christianos  á  tomar 
las  armas  contra  ella.  Este  rayo  tan  furioso  i 
%>rutal,no  hizo  mal  ninguno ,  todo  se  convertió 
en  humo :  no  se  oyó  que  un  zierto  trueno ,  i  un 
z.lerto  estallido  como  de  rayos,  ó  cohetes  de 
niochachos.  I  asi  su  bula  fué  burla,  fué  una 

18 


S74  BEL  PAPA 

borboUitav  que  cuando  Uiieye  se  haze  en  elcgua, 
i  luego  se  deshaze.  £1  que  trujo  esta  küa  á 
Inglaterra,  fué  cojido  i  sentenziado  á  moerte, 
como  traidor:  i  asi,  fué  arrastrado  i  descuartiza^ 
do ,  sin  que  su  dios  en  la  tierra ,  que  es  el  Papa«  lo 
pudiese  valer,  ni  aun  del  infierno  sacar ^  con 
todas  cuantas  misas  se  han  dicho  por  ü.  I 
la  Reina  en  su  reino  vite  i  reina,  triumplnndo 
de  sus  enemigos,  manteniendo  i  defendiendo  la 
santa  Fé  cathóliea,  i  haziendo  su  reino  Asilo, 
refaíio  i  santuario  de  los  pobres  estranjeros, 
que  de  tantas  partes  de  la  Europa,  huyendo 
de  la  tiranía  del  Antechrislo  Romano,  se  han 
recojtdo  á  él  en  estos  40  años.  £1  hrazo  pode- 

Pw/.  xcvii,  7.  j^Q  del  Altísimo,  del  Dios  abastado,  cuyo 
nombre  es  Jehova ,  ha  hecho  esto :  á  él  sea  la 
gkHria  para  siempre  jamás ,  Amen :  Porque  no  hai 
otro  Dios  que  éi.  Avergüénzense ,  pues,  los  que 
sirren,  i  adoran  á  las  imájines  entalladas:  los 
que s^ alaban  de  los  ídolos:  pues  no  les  pueden 

Pin  V  quita  de  socorrer ,    ni   ningún  bien  hazer.  Este  Impío 

los  autom  con  4^^*  quitó  de  losfamosos  poetas  Italianos,  oomo 
mn  verdad  ha- del  Petrarca  i  del  Bocazio,  todo  aquello  que 
tríei'^pSp?  e?c°'  ^^  «ran  Ubertad  i  verdad ,  habían  dicho  del 
'     '  Papa  i  de  la  Corte  Romana,  i  de  los  Eclesiásti- 
cos. Porque  habéis  de  saber,  que  antes  que  Dios 
levantase  á  Luthero,  i  á  los  demás  que  le  han 
suzedido,  los  Italianos,  i  prínzipalmente  los 
sutiles  i  libres  injenios  de  los  Florentines,  han 
sido  los  que  han  pintado  al  Papa ,  á  su  Górte  Ro- 
mana, i  ásus  eclesiásticos  con  sus  vivos  colo- 
res i  propríos  malizes.  Leed  al  Dante,  al  Petrar- 
ca, i  al  Bocazio  (pero  mirad  no  sean  de  los  que 
este  Papa  ha  castrado),  i  veréis  sí  digo  fardad. 


I  DB  so  AUTORIDAD.  S75 

TWgQenza  para  nuestros  Españoles,  que 
irfÉii  de  tan  libres  i  de  tan  baenos  injeniosf 
lÉi  italianos ,  que  asi  se  apocan  i  abaten 
riotfrcaelavos  del  Papa ,  i  no  osando  chis- 
¿1,  por  mayores  bellaquerías  que  le 
Libertad  de  conszíenzlas ,  libertad. 
mk  afuera  Papa,  el  soberbio  Antechristo. 
0#.dest08  lugares  que  Pió  V  ha  castrado, 
teo»  después  entre  ios  notables  dichos 
totees  doctos,  que  han  hablado  contra  el 

MnnóPio  Y,  primero  de  Mayo  de  1572^ 
>  üon  Felipe  Rei  de  España. 

)gorio  XUI ,  Bolones ,  que  antes  se  llamaba    Gregorio  tiii. 
Boncompagno ,  se  sentó  en  la  silla  del  An- 
SID  á  quinze  de  Mayo  de  1572.  Papó  13 

poco  mas,  ó  menos.  Este,  siendo  Papa, 
6  el  odio  de  su  predezesor  Pió  V  contra  la 
tde  Inglaterra:  i  asi  procuró  por  todas  las 
XMÍbles,  ya  por  fuerza  (como  se  tido  en  la 
la  que  envió  á  Irlanda ,  la  cual  hubo  mi- 
le  fin),  ya  por  astuzias  i  engaños  (como  se 
sn  d  gran  traidor  Paret,  i  otros  que  envió, 
MBliien  hubieron  miserable  fin ,  siendo  be- 
snrtos  conforme  á  sus  deméritos) ,  hazerle 
rt  mal  posible.  Pero  de  todos  estos  mal- 
iftientos  libró  Dios  á  la  Reina.  I  al  fm  el 
01  Bios,  justo  juez,  castigó  á  Gregorio  ma- 
lte d  cuerpo  i  enviando  su  ánima  al  in- 
!•  Pública  voz  i  fama  fué  en  Roma ,  que 
Siio,  antes  de  ser  Papa,  i  aun  siendo  Papa, 
m  manzeba ,  de  la  cual ,  como  padre ,  pero 
SiUtímo ,  ni  aun  santo ,  sino  carnal ,  tenia 
Ipiles,  que  le  dezian  tales  grazias,  que  lo  ha- 
rehrt  i  siendo  Papa,  fué  tal  la  grazia  que  Pili* 


276  DBL  PAPA 

pico  8U  hijíto  le  dijo ,  que  el  Papa ,  su  padre ,  le 
dló  seis  mil  escudos  de  renta.  Advertid ,  EqpiÁo- 
les«  en  qué  se  emplea  el  patrimonio,  quelluiiais 
de  8.  Pedro.  I  no  es  este  solo ,  el  que  lo  ha  em- 
pieado  asi:  como  lo  habernos  visto  en  las  ^as  de 
los  Papas.  Este  Gregorio  no  hubo  menester  la  le- 
remonia  de  la  silla :  porque  ya  mui  bien  se  «ÜMa 
qneera  hombre,  i  no  mujer.  En  tiempo  deale 
Papa  fué  la  mui  reñida  i  sangrienta  batalla  entre 
Portugueses  i  Moros  en  África :  en  la  cnal  unt- 
rieron  tres  Reyes.  Muerto  en  esta  batalla  d  Reí 
Don  Sebastian ,  el  Cardenal  Don  Henríqoe ,  her- 
mano del  Rei  Don  Juan  ID,  abuelo  de  Don 
Sebastian,  fué  elejido  por  Rei,  el  cual,  como 
otro  Ánio ,  fué  Rei  i  sazerdote :  del  dize  VíijUio, 
^neid. ,  III : 

Aftr  4Íniut^  rex  idem  hominum,  Plutbifftu  ioeerttái. 

.  Deste  Cardenal  dizen  los  Portugueses,  que  nazió 

con  eclipse  de  Luna ,  i  que  con  eclipse  de  Luna  mé 

murió.  Papando  Gregorio  XIII,  año  de  1581,  «. 

ó  8S ,  acontezió  en  Yalladolid  un  caso  bien  es— 

Crueldad   de  traffo.  Habia  en  Yalladolid  un  caballero  califica 
padre.  ¿^^  ^|  ^yg|  ^^j^i^  ¿^^  ^^^^^  ^q  ¡3  inquisjzion,  las 

cuales ,  perseverando  constantemente  en  la  bae 

na  relijion,  que   hablan  aprendido   del   boen.^^^'' 
Doctor  Cazalla,  i  de  otros  Mártires  de  Jesa  ^-^ ^ 
Christo,  fueron  condenadas  á  ser  quemadas.   ^^ 
El  padre,  que  era  papistísimo,  suplicó  á  ios  ^^^^ 
Inquisidores,  que  se  las  dejasen  llevar  á  su  casa,     ^  * 
para  hazerlas  instruir.  Lo  cual  los  Inquisidores,      «^ 
por  el  gran  crédito  que  tenían  del,  le  conzedie-      — 
ron :  traídas  á  casa ,  el  padre  hizo  cuanto  pudo 
para  apartarlas  de  su  constante  propósito.  El 
cual,  viendo  que  no  las  podía  convenzer,  traía 


I.  DB  »V  AUTORIDAD.  S77 

dérigoe  i  frailes  para  que  disputasen  con  ellas. 
Pero  todas  sos  disputas  no  les  sirvieron  de  nada: 
fiorqueel  Señor,  como  lo  prometió,  Luc.  xxi,  f  5, 
leo  <Uó  boca  i  sabiduría,  á  la  cual,  los  nuevos 
Phariseos,  clérigos  i  frailes,  no  podian  resistir,  ni 
contradesir.  Viendo,  pues,  el  padre,  que  todo 
cnanto  hazia,  no  le  servia  de  nada ,  él  mismo  se 
§aá  á  8U  bosque,  i  cortó  la  leña,  i  la  hizo  traer  á 
Yaíladolíd,  i  él  mismo  pegó  el  fuego:  i  asi  fueron 

rimadas.  I  no  hai  por  qué  nos  marabíllemos 
to ,  pues  que  el  Señor,  en  el  mismo  lugar  de  ^^-^  **'»  *•• 
San  Lúeas ,  nos  avisó  que  asi  habla  de  acontezer. 
fiareis,  dlze,  entregados  aun  de  vuestros  Padres 
i  hermanos,  i  parientes  i  amigos,  i  matarán  de 
nosotros,  i  seréis  aborrezidos  de  todos  por  causa 
de  mi  nombre.  Hasta  aquí  trabajos  i  miserias 
para  los  pobres  fieles:  Pero  lo  que  luego  añide 
•I  Señor,  es  nuestro  consuelo:  mas  un  pelo, 
dize«  de  vuestra  cabeza  no  perezerá:  en  vuestra 
ppoienaia. poseeréis  vuestras  ánimas.  Asi  las  po- 
Mjeroa  estas  dos  bienaventuradas,  i  gozan 
aAora  de  aquella  gloria  zelestial ,  que  el  Señor, 
por  quien  murieron,  les  tenia  antes  de  la  fun- 
daxion  del  mundo  aparejada.  Este'  tan  cruel 
padre  sin  duda  que  pensaba,  que  hazia  gran 
iMnrlzk)  i  Dios  en  hazer  lo  que  hizo  contra  sus 
J^iae.  Desto  también  nos  ha  avisado  el  Señor.  La 
iioca  Tiene  (dize)  cuando  cualquiera  que  os  ma- 
>,  pensará  que  haze  servizío  á  Dios.  I  para  que 
dasmayemos,  sino  que  tengamos  ánimo  en  Juan,\yt,2. 
afliziones ,  d  Señor  al  fin  del  capítulo  dizé: 
eosas  os  he  hablado ,  para  que  en  mí 
tengáis  paz:  en  el  mundo  tendréis  apretura: 
icoi^d,  yo  he  venzido  al  mundo.  EsteGre- 


178  SBL  FAf  A 

fOffiOt  no  teniendo  qué  eorrejir  en  si  misrn»*  ni 
eo  tus  Edesíástieos ,  ni  cuaalo  á  vida  >  ni  comté 
á  dotrína,  se  dio  á  eorrejir  el  Gsdendario,  aali* 
sipando  diez  días  al  año.  A  este  Calendario  ttamó 
Gregoriano  para  perpetuar  su  nombre.  Sn  eat» 
tímnpo  todos  los  reinos  de  España  se  reonicroni 
los  cades ,  desde  la  entrada  de  los  moros  en  Be* 
palla  4  que  ha  ya  sus  880  i  tantos  años  «habian 
aMO  divididos.  I  asi ,  Don  Felipe ,  nuestro  Mi 
MMi  reina  en  toda  España.  De  lo  intimo  de  mi 
eofiBon  suplico  á  mi  Dios,  le  áé  i  eonozer  qtíiéb 
sea  ri  Papa. 
sis(»v.  FéBx  Pereto,  que  se  llamó  Sisto  quinto,  na- 

zkS  ato  de  15S1 ,  á  13  de  Deziembre,  en  un  al* 
dea  de  SJ5  ó  30  casas,  que  se  llama  MontaMo, 
zeroa  de  la  ziudad  de  Fermo ,  que  es  en  la  Marea 
do  Aneona.  Buen  prinzipio  para  España :  naiié 
8iM  quinto  en  el  año  de  Si ,  en  el  afio  de  la 
Hambre.  Cumplióse  en  este  Sisto  qninto,  lo  que 
oomanmente  se  dice  en  España :  Rei  por  natora, 
i  Papa  por  ventura.  Porque  su  padre  foé  tan 
pobre ,  que  guardaba  puereos.  Fébx ,  siendo  hm»- 
dMCbaelo,  se  erió  mui  pobremente:  pero  moa* 
trtndo  alguna  habilidad  de  injenio,  ona  jentil 
nni|er  lo  vistió  por  amor  de  Dios  del  bébitode 
San  Franzísco ,  i  rogó  al  guardián  que  lo  reií> 
biese  en  su  convento ,  donde  estudió  gramática, 
lójica,  pbilosophfa  i  su  Tbeolojia  escolástiea: 
en  las  cuales  szienzias  aprovechó.  Alin,  siendo 
3ra  ée  edad ,  fué  becho  Inquisidor.  En  el  cual  ofi» 
zio  se  bubo  de  tal  manera «  que  pocos  podían 
snfrir  su  crueldad :  i  asi  acontezió  que  hizo  llamar 
ddante  de  si  á  un  magnifico  Yeneziano ,  el  caal 
venido,  lo  trató  mui  descortés  i  inhumana* 


I  DB  fü  AUTORIDAD.  179 

mente.  I  como  ú  ientíl  hombre  no  estufiese 
aeoetnmbrRdo  á  oir  ules  injorias  i  afirentas, 
«inlitfee  moi  mocho.  Gomo  pareze  por  to  que 
de^NMi  hizo  pan  vengarse  del  Señor  Inquisi- 
dor. De  ahi  á  pocos  dias ,  este  jentU  hombre  se 
ooeontró  con  el  Inquisidor :  al  cual ,  como  lo  vido, 
mandó  á  su  criado  que  con  un  l)uen  palo  que 
traía,  abajase  la  ferozidad  del  infelize  Pereto. 
Siendo  el  infelize  desta  manera  apaleado ,  se  vol- 
vió i  Roma,  i  cuenta  al  Papa  Pió  cuarto  su  infe- 
liiidad,  quejándose  mui  mucho  del  Magnifico: 
indignado  con  esto  el  Papa ,  volviólo  á  enviar  á 
Yenezia  con  mucha  mayor  autoridad  i  poder. 
Taelto  9  pues ,  Félix  á  Yenezia,  presentó  á  la  Se- 
¿oria  su  comisión.  La  Señoria,  como  pr/idente    Notable  hecho 
i  aábia,  que  no  ignoraba  el  injenio  revoltoso  de  y^^*^*^  *** 
•qael  hombre,  i  entendia  muí  bien  que  venia 
con  deseo  de  vengarse,  mandó  luego  enzender 
ima  candela  de  zera,  mandando  prezisamente  á 
Fólix,  que  antes  que  aquella  candela  se  consu- 
miese, él,  si  era  sabio ,  se  saliese  de  su  dominio  i 
jorísdizion.  £1  infelize,  no  podiendo  hazerotra 
coaa,  ae  volvió  otra  vez  á  Roma  á  quejarse  ai 
Papa.  £1  Papa,  viendo  que  este  hombre  era  pro- 
jfiio  para  su  servizip,  lo  hizo  Maestro  de  su  paia- 
2Ío.  I>espues  desto,  como  la  Inquisizion  de  Espa- 
da, que  sehaze  temer  de  todo  hombre,  por  mas 
«Ito  que  sea,  i  amar  de  ninguno,  tuviese  por  sos- 
pechoso de  herejía  al  Arzobispo  de  Toledo ,  el 
Yapa  envió  á  Félix  en  España  para  que  oyese 
esta  causa.  Por  este  tiempo  acontezió  que  el  je- 
Bcral  de  los  Franziscos,  que  es  la  suma  dignidad 
entre  eUos ,  muriese.  Esta  dignidad  conzedió  el 
Papa  á  F^ix,  al  cual  el  mismo  Papa  pocos  años 


S90  DBL.PAPA 

después,  hizo  Cardenal.  En  conciusion ,  amer^o 
Gregorio  Xni ,  Félix «  por  medio  de  los  boeaos 
amigos  que  tuvo  en  España ,  fué  hecbe  Papa,  i 
Uanoiáse  Sisto  V :  tomó  este  nombre  por  memofia  de 
SistoIV,  el  cual  fué  fraile  Fr  anzisco  como  él.  Zierto 
las  cosas  que  se  leen  deste  Sisto  IV  son  tan  abo- 
minables, quemerezen  que  su  memoria  sea  sepul- 
tada con  perpetuo  olvido  «n  el  infierno,  juntamen- 
te con  él.  Leed  su  vida,  que  de  diversos  autores 
recopilamos.  Con  todo  esto,  Félix  se  quiso  llamar 
Sisto  V,  porque  pensó  ser  otro  Sisto  IV^  i  aun 
peor.  Este ,  en  siendo  Papa ,  como  que  no  hubiese 
que  correjir  ni  emendar  en  si ,  en  su  corte  Jfto- 
miiiía,  en  su  Roma,  en  su  Babilonia,  la  cual,  cuanto 
á  eoistumbres,  es  madre  de  todas  las  fornicaziones,  «>  ^ 
í  abominaziones  mas  que  bestiales,  i  cuanto  á  la 
dotrina ,  es  Escuela  de  error,  i  Templo  de  herejía 
(eomo  lo  dize  su  afamado  Petrarca  ya  ha  sos  260 
afiós) ,  dase,  como  digo,  como  si  no  tuviese  que 
baxtr  en  su  casa ,  á  querer  correjir ,  i  hazer  á  su 
modo  las  casas  ajenas.  I  así,  por  lodas  las  vías 
posibles,  por  engaños,  astuzias,  traiziones  i  vio- 
lenzias,  ha  procurado  deshazer  la  gran.quietod  i 
felicidad  del  reino  de  Inglaterra ,  sobornando  i 
animando,  impiísimos  hombres  i  abominables 
traidores,  prometiénddes  lo  que  ni  ;él  tiene  para 
si 9  ni  á  otro  puede  dar:  por  lo  menos  dBeioo 
de  los  zielos ,  si  sacasen  del  mundo  áJa  ilustrisi- 
ma  Beina  de  Inglaterra ,  que  en  tanta  paz ,  i  con 
tanta  clemenzia,  tan  prudentísimamente  ha  go- 
bernado su  reino  por  espazio  de  cuarenta  años. 
Bn  el  cual  tiempo  Dios  ha  bendezido  este  Rei- 
no con  riquezas  temporales ,  con  gran  abun- 
danzla  de  cosas,  nezesarías  para  el  cuerpo « i  con 


1  DS  8Ü  AUTOIIDAD.  SSt 

igtiesas  espirituales ,  que  es  la  predicazion  del 
B^mi(feUo.  De  todas  estas  traiziones,  Dios,  como 
íMím  misericordioso,  á  pesar  del  Antechristo 
É4kNna,  ha  librado  á  la  Reina.  Bebiente,  pues, 
I>4Pbimí  de  enojo.  También  este  Papa  la  lia  to- 
eontra  el  Hustrisimo  Rei  de  Navarra,  i 
8u  primo  hermano  el  Prínzipe  de  Conde, 
iMh^matizándolos  i  privándolos  de  todo  cuanto 
Sanea,  habido  i  por  haber,  i  prinzipaimente 
Éi>  derecho  indubitable  que  el  Rei  de  Navarra 
á la  Coronado  Franzia  faltando  linea  recta 
íulina.  Dios,  pOr  su  infinita  bondad,  haya 
liMTícordia  de  su  pobre  Iglesia ,  la  cual  este 
jMecfaristo  en  estos  Prinzípes  persigue.  Leván- 
lift^  Señor,  i  ahuyenta  tus  enemigos,  quiebra  los 
aemiM  á  esta  bestia ,  para  que  no  haga  mas  mal 
pobres  hijos :  acaba  de  matar  al  Antechristo 
el  Espíritu  de  tu  boca,  con  la  predicazion 
MEvaDjelio.  El  Dios  de  paz  quebrante ,  i  ^Tea- 
&4*é  Satanás  debajo  de  nuestros  pies,  i  ensalze 
t  'mt  Hijo  Jesu  Christo ,  sujetándole  todas  las 
roaao  debajo  de  sus  pies,  i  poniéndolo  por  Cabe- 
im  mhre  todas  las  cosas  á  la  Iglesia :  la  cual  es  su  ^^^''*«  '>  >  *  - 
swrpo ,  i  él  es  la  plenitud  della :  el  cual  hinche 
h»  cosas  en  todos. 
Jtete  Chrístianisimo  Prinzípe  de  Conde ,  á  quien 
V  anathematizó ,  fué  muerto  con  ponzoña 
•fe  de  1588.  En  este  mismo  año ,  Henrique  III,  Bi  Rei  de  Fran- 
mti  de  Franzia,  hizo  matar  al  Duque  de  Guisa,  gJq^ífeToilísl! 
lotie dia hizo  matar  al  Cardenal,  hermano  del 
Giriaa:  la  causa  fuépoi'que  el  Duque  había  cons- 
lirado  de  matar  ai  Rei ,  i  alzarse  con  el  Reino. 
VnM  también  poco  después  (pero  de  su  muerte 
Mural)  la  madre  del  Rei.  La  muerte  del  Duque 


982  mu,  FAFA 

de  Guisa  I  de  au  hermano  faé  eanaa  que  michas 
ziudadea,  i  las  mas  priazipales  de  Fraaaiat  «a  re- 
belaaen  contra  el  Rei ,  como  Partos  RitaQ«  leoOf- 
Toloea  i  otras.  El  año  siguiente «  que  filé  di  l|tt9, 
elRei  Tino  sobre  Paris ,  i  la  paso  en  gran  «pcieto. 
Los  de  París ,  yiéndose  en  tal  estado « determina- 
ron no  haber  otro  remedio  para  librarse  de  la 
miseria  en  que  estaban ,  sino  matar  al  Bel.  Pro- 
meten grandes  premios  al  que  lo  matare :  i  así 
no  fidtaron  algunos  desesperados  que  se  ofrezie- 
un  Fraile  Do-  roQ  á  hazerlo.  De  todos  estos,  un  fraile  Dominico 
^¿¡^¡fg^ ¿¡^ÜÜ^j/l  llamado  Clemente,  fué  preferido  á  los  demás: 
hombre  indoto ,  i  de  vida  no  muí  honesta.  I  por 
tú  muchas  vezes  había  sido  castigado  con  la  dis- 
salina  del  GouTento.  Este  vino  al  campo  del  Bei, 
fittjiendo  que  tenia  negozios  de  grandisima  im- 
portanzia  que  tratar  con  el  Reí.  El  Rd,  siendo 
afizionadísimo  afrailes ,  manda  que  entre.  Entrado 
el  fraile ,  hincase  de  rodillas  delante  del  Reí ,  qae 
estaba  sentado :  el  Reí ,  para  oirio  mejor,  dobló  un 
poco  el  cuerpo :  entonzes  el  maldito  Sioon,  sa- 
cando un  cuchillo,  que  traía  para  este  propósito 
emponzoñado ,  mételo  al  Rei  por  las  entrañas,  £1 
Reí ,  sintiéndose  herido,  dio  vozes:  á  las  vozes  con- 
currieron muchos,  los  cuales  á  puñaladas  mataron 
al  inclemente  Clemente,  aunque  el  Reí  mandaba 
que  no  lo  matasen.  Esta  herida  del  Rei  cansó 
gran  tristeza  i  dolor  en  el  campo  del  Reí :  i  por 
á contrario,  gran  alegría  entre  los  enemigos,  loa 
cuales  en  el  mismo  instante  á  vozes  preguntaban 
si  el  cuchillo  del  fraile  había  sido  bien  agudo. 
El  Rei  la  siguiente  noche  murió,  habiendo  nona- 
brado  por  suzesor  al  Rei  de  Navarra ,  aa  eaiad«« 
que  era  el  mas  zercano  deudo :  el  cual  ae  llana 


I  DB  0Ü  AÜTOIIDAD.  MS 

Banriqae  lY.  Guando  Im  niiefat  del  Rei  maeito 
^■ieroB  á  Rohm,  «I Papa  Siato  V liizo  on  soieiie 
rMHNMmtoirto  en  el  Consistorio  de  los  Cárdena- 
lM«  á  11  deán  Septiembre  de  1580 1  donde  no 
sofaiinaiite  oompara  la  traizion  .deste  maldito 
Hominicano  con  el  hecho  de  Eleazar  i  de  Jadilh, 
mas  ann  dize,  que  los  eszedió:  de  Eleazar,  se 
liaze  menzion,  I,  Macha,  ti,  el  cual,  viendo  á 
tm  elefante  mas  poderoso  que  los  otros,  armado 
ele  armas  reales,  parezléndole  que  el  Rei  Antioco 
estarla  en  di,  entregándose  para  libertar  su  pueblo, 
i  para  adquirirse  nombradla  eterna ,  corrió  á  el 
^^nte  animosamente  por  medio  del  escuadrón, 
matando  á  diestro  i  á  siniestro,  i  derribando  á  una 
parte  i  á  otra,  hasta  que  vino  debajo  del  elefante;  i 
poniéndose  debajo  del,  lo  matói  el  elefante  cayó  JudUk,  xiu,  i«. 
«n  tierra  sobre  ól ,  i  él  murió  alli.  Judith  cortó  la 
cabeza  á  CHophernes.  La  guerra  que  hazia  Antioco 
I    Olophemes  iontra  el  pueblo  de  Dios ,  era  in- 
Jajwta ;  mas  la  guerra  que  Henrique  III  hazia  con- 
la  liga,  que  habla  conspirado  contra  él  para 
latarlo,  i  qnitarle  el  reino,  era  justísima.  De  ma- 
I,  qoe  eoanto  á  esto  no  era  tirano.  Demás  desto, 
^^rlfieado  i  nrariendo  fué  de  la  misma  relijion  de  la 
liga:  como  parezeen  su  fin.  Porque  en  aquellas  po- 
oaA  horas  que  Tiviódespuiss  de  herido ,  se  confesó, 
comulgó,  i  oleó.  Pero  dejadas  estas  razones  huma- 
'xias.  Tengamos  á  la  Escritura  sagrada.  Por  la  Eserl* 
Unra  consta ,  Baúl  haber  sido  implo  Rei ,  hipócrita, 
tiraio,  desechado  de  Dios:  i  asi  dize  Dios  á  Samud:    ¡i  Sam.,  xvi,  4. 
2|ia8tacaándohas  tú  de  llorar  á  Saúl,  habiéndolo 
jc  desechado,  que  no  rdne  sobre  Israel  ?  i  le  man- 
da que  ?aya  á  nnjir  por  Rei  á  uno  de  los  hijos 
de  Isaf  t  este  fué  David ,  i  en  el  mismo  capitulo 


t84  DBL  FAPA 

▼eno  14 ,  se  dize:  El  espirita  de  Jehova  se  apartó 
áé  Saúl,  i  atormentábalo  el  espíritu  malo  de 
▼a;  <jon  ser  tal  Saúl ,  con  todo  esto  no 
Dios  á  Samuel ,  ni  á  ninguno  otro  que  lo  maten — 
I  asi  David  (aunque  Dios  lo  había  elejído,  i  Sa- 
muel anjido  por  Reí ) ,  cuando  dos  vezes  se 
presentó  manifiesta  ocasión  de  poder  matar 
Sanl  9  con  todo  esto  no  lo  mata.  I  asi,  cuando  Da- 
vid i  los  suyos  estaban  escondidos  de  miedo 
Saúl  en  una  cueva  (como  se  cuenta ,  I,  Sam.  xxi?)w>  O* 
Saúl  entró  á  hazer  sus  nezesidades  en  la  misuiwii  ■  ^> 
cueva:  entonzes  los  de  David  le  aconsejaron  qoc^^^^^c 
no  perdiese  la  ocasión :  sino  que  matase  á  Sanl*  M^« 
Pero  David ,  enseñado  en  mejor  escuda  que  ellos«.  ^Bt «% 
les  responde ,  Jehova  me  guarde  -de  hazer 
cosa  contra  mi  Señor,  i  Unjido  de  Jebova,  que  y< 
estienda  mi  mano  contra  él :  porque  es  Unjido 
Jehova :  i  no  solamente  no  lo  mató ,  mas  aon  l^M     ^ 
pesó  de  haberle  cortado  la  orilla  de  su  veatídOr^^-'^i 
cpmo  si  le  hubiera  hecho  en  esto  alguna  gran^.^^*^ 
afrenta.  I  eap.  xx  vi  del  mismo  libro  se  cuenta,  qa^M^MP^ 
David  i  Abisal  vinieron  de  noche  al  campo  de  S«d.  M.mmjHO^ 
i  qoe  lo  hallaron  durmiendo,  etc« ;  entonces  ▲bi-^^:'^ 
sai  di{o  á  David :  Entregado  ha  hoi  Dios  á  tu  ene-^^v^ 
migo  en  tus  manos:  ahora ,  pues ,  herirlo  he  yo.  c»'^^  f 
te  ruego,  con  la  lanza  con  la  tierra  de  un  golpe,     ^^ 
ño  segundaré.  I  David  respondió  á  Abisal:  lio  k»X 
roaleí:  porque  ¿quién  estendl<^  su  mano  en  Un- .^na 
jido  de  Jehova,  i  fué  inozente?'i  tomóá  dealB^' 
David:  Vive  Jehova,  que  si  Jehova  no  lo  hiere. 9 
ó  que  su  día  llegue  para  que  muera,  que  deseo- ^tf^^^ 
diendo  en  batalla  -muera ,  Jehova  me  guarde  úm  ^^      ^ 
estender  mí  mano  en  el  Unjido  de  Jehova ,  ele  ^^-^^' 
//,  sam,,i.     I  enando  uno  le  trujo  las  nuevas  de  la  miiert»^ 


I  DB  8Ü  IFTOIIDAD.  285 

de  Saúl  disíendo ,  que  él  lo  había  acabado  de  ma- 
tar,  ¿qaé  le  da  David  por  aibrizias?  Dízele :  ¿cómo 
no  hobiste  temor  de  estender  tu  mano  para  ma-* 
taral  Unjido  de  Jehova?  entonzes  Da?id  man- 
dé á  ano  que  lo  matase,  el  cual  lo  hirió,  í  asi 
murió,  i  dijo  David.  Tu  sangre  [sea]  sobre  tu 
cabeza,  pues  que  tu  boca  atestiguó  contra  tí,  di- 
ziendo:  Yo  maté  al  Unjido.  de  Jehova.  I  ende- 
chó David  á  San! ,  etc.  De  lo  cual  concluiremos 
cuan  impíamente  haya  hecho  este  fraile,  i  los  que 
fueron  de  su  consejo ,  en  matar  á  su  Reí :  i  cuan, 
impíamente  el  Papa  haya  hecho  en  alabar  i  cano-, 
nizar-este  hecho.  ¿Qué  revelazion  tenía  Sisto  Y 
de  que  Dios  hubiese  totalmente  dejado  á  Hen- 
ríque  III ,  por  la  cual  prohibiese  que  no  se  le 
hiziesen  las  obsequias  i  honras  que  se  suelen  ha- 
zer  por  los  mjuertos ,  i  aun ,  mandó  que  no  ro- 
gasen á  Dios  por  él?  Samuel  i  David,  zertisima 
revelazíon  tenían,  que  Saúl  era  dejado  de  Dios ,  i 
que  como  tal ,  había  caído  en  reprobo  sentido: 
pero  con  todo  esto  lo  dejan  vivir,  i  no  conspiran 
contra  su  muerte.  En  nuestros  días ,  si  un  Prínzi- 
pe,  aéase  Hereje  (como  lo  llaman),  ó  Gathólico,  en 
todo  i  por  todo  no  obedeziere  á  todo  cuanto  le 
manda  el  Papa ,  aunque  sea  quitarle  el  reino ,  i 
darlo  á  otro,  luego  será  maldito  i  descomulgado 
cuanto  al  cuerpo  i  cuanto  al  ánima ,  i  el  mas  vü 
hombre  (si  creemos  á  Sisto  V)  lo  puede  con  bue- 
na conszienzia  matar:  i  este  tal  que  lo  hubiere 
muerto,  habrá  hecho  una  obra  mui  nferítoria 
i  mui  santa,  por  la  cual  meresca  ser  canonizado. 
¿Qué  relijion  Ghristiana  es  esta,  que  uno  sea  ca- 
nonizado por  haber  cometido  lo  que  espresamen" 
te  es  prohibido  (como  lo  habernos  por  ejemplos 


986  hbl  fápa 

ya  probado)  en  la  palabra  de  Dios?  ¡  Oh  tíempos, 
oh  costumbres!  Pero  su  dia  á  los  tales  Tendrá:  lio 
se  escaparán  estos  Puercos  sin  su  S.  Martin  (co« 
modizen). 

Concluyamos  con  Sísto  V,  diziendo  que  mu»' 
lió  en  Septiembre,  año  de  1590,  al  cualsazedió 
Urbano  Vn,  que  papó  ifí  días.  Al  fin  del  ano 
de  1590  le  suzedió  Gregorio  XIV,  que  murió  en 
Septiembre  de  1591.  A  Gregorio  XIV  suzedió 
Inozenzio  EC,  que  papó  poco  tiempo.  Be  manera 
que  en  espazio  de  14  meses  murieron  cuatro  Pa- 
pas :  Sisto ,  Urbano ,  Gregorio  i  Inozenzio :  i  es  de 
creer  que  los  mas  dellos,  ó  todos  cuatro,  murieron 
de  tósigo.  Porque  no  es  muerto  Brazuto  que  les  dó 
tósigo.  Este  Brazuto  mató  con  tósigo  seis-  Papas 
(como  lo  habernos  contado  en  Dámaso  II).  Año 
de  1502,  muerto  Inozenzio  IX,  le  suzedió  Ciernen- 
Un  Capuchino  te  VIII,  ó  IX,  ó  X.  Papando  este  Clemente,  año 
Eefde*F?í?iu''  ^  *5^^'  un  fraile  Capuchino,  insügado  por  los  Je- 

suitas,  intentó  matar  alRei  deFranzia,  Henrí^ 
que  IV.  Pero  su  traizíon  fué  descubierta :  i  asi  fuá 
cojido.  En  tiempo  deste  Papa,  en  Septiembre  de 
1598 :  murió  elRei  Don  PheUpe  ü,  de  edad  de  7S 
años,  suzedióleDon  Phelipe  III,  hijo  del  suso- 
dicho Don  Felipe  II ,  i  de  la  hija  del  Emperador 
Maximiliano  i  de  la  Emperatriz  Doña  Maria  de 
Austria ,  hermana  del  Rei  Don  Felipe  II.  Dios  le 
Rei  queleiVsS-  haga  grazía  que  conforme  á  sudeber  i  ofizio  de  Rei 
grada  Escritura,  medite  (Jp  noche  i  de  dia  la  Lei  del  Señor,  i  cum- 
pla lo  que  Dios,  Deut.,xvii,  18,  manda  que  el  Rei 
haga:  Cuando  se  asentare  (dize  Dios  hablando 
del  Rei)  sobre  la  silla  de  su  reino,  hazerse  há  e»^ 
crebir  ellibro  de  la  Lei,  etc.  El  cual  tendrá  consigo, 


1  DS  80  AtTOBIOAD.  S87 

i  leerá  en  él  todos  los  días  de  sa  vida  (notad ,  Es- 
ff&Mfíim  Y  qae  manda  Dios ,  que  el  Rei  lea  la  sa^ 
gwiéhi  Escritura « i  laego  dize  el  para  qué  la  ha 
itoleer) ,  para  que  aprenda  á  temer  á  Jehova « su 
Dtos,  para  guardar  todas  las  palabras  de  aques- 
te'-Leá^  1  estos  estatutos  para  hazerlos:  Para 
gne  no  se  eleve  su  corazón  sobre  sus  hermanos, 
i^Wb  aparte  del  mandamiento  á  diestra  ni  á  si- 
ntoütnii  porque  tenga  luengos  días  en  su  reino,  él, 
í  WOM  hijos ,  etc.  I  no  solamente  manda  Dios  que 
ékWM  lea  la  sagrada  Escritura,  mas  aun  tam- 
MM  manda ,  que  los  Capitanes,  cuando  están 
Wia  guerra,  la  lean.  Asi  manda  á  Josué,  capí*  /otit^,  i,  s. 
tan  jeneral  i  belicosísimo  del  pueblo  de  Dios, 
diaiálidole :  £1  libro  de  aquesta  Lei,  nunca  se 
apartará  de  tu  boca:  mas  de  día  i  de  noche 
naeditarás  en  él  i  para  que  guardes  i  hagas  con- 
Rmie  á  todo  lo  que  en  él  está  escrito.  Porque 
Stttonzes  harás  prosperar  tu  camino,  i  enton- 
Eaéentenderás.  Dios  por  su  infinita  bondad  ha- 
ga grazía  á  nuestro  Rei  í  Señor,  á  sus  Gapíta- 
DM  I  Gobernadores,  que  lean  la  Escritura  (lo 
and  IMos  les  manda,  i  el  Papa  se  lo  prohibe) ,  pa- 
ra que  rejidos  por  ella ,  gobiernen  bien  sus  súb- 
düos. 

Aunque  por  lo  que  ya  habernos  dicho ,  se  vee 
danmente  los  Papas  (quiero  dezír,  desde  Bonifa- 
zioHI,  que  fué  año  de  605,  hasta  Clemente  VIII 
6X,  que  hoi  tiraniza)  ser  de  mala  vida,  i  de  peor 
dolrina,  por  lo  cual  no  son,  ni  en  ninguna  manera 
paeden  ser  suzesores  de  S.  Pedro,  ni  Vicarios 
ik  Christo,  sino  verdaderos  Antechristos ,  pero 
cea  todo  esto ,  para  mayor  confirmazion  lo  con- 
untaremos  con  razones  i  dichos  notables  de 


388  DBL  PAPA 

los  Dolores  de  la  Iglesia,  i  con  Decretos  de 
Gonziiios  antiguos,  i  prinzipalmente  con  tres 
pasos  de  la  sagrada  Escritura,  admirables  para 
este  propósito.  Pero  antes  que  esto  hagamos, 
pondremos  zíertos  antiguos  Refranes  Españoles, 
que  muestran  cuál  sea  la  vida  de  los  Eclesiásti- 
cos, i  cómo  debamos  huirlos. 

La  Lengua  Española,  no  solamente  es  elocuen^ 
te  i  copiosa,  mas  aun  también  es  senlenziosa. 
Tiene  mui  muchos  proverbios,  que  llamamos 
Refranes:  los  cuales  son  unos  dichos  breveSf 
sentenziosos  i  verdaderos,  admitidos  por  tales 
de  un  común  consentimiento ,  i  esto  de  ya  luen- 
go tiempo.  A  tales  proverbios,  en  todas  len- 
guas ,  así  los  dotos  como  los  indotos ,  dan  gran 
crédito.  Porque  son  unos  primeros  prinzipios, 
que  los  Latinos  llaman  Per  se  nota ,  contra  los 
cuales,  cualquiera  que  hablare,  será  tenido  por 
nezío  i  ignorante.  Que  la  lengua  Española  sea 
tan  rica  en  Refranes  i  breves  senteazías ,  mués- 
tralo mui  á  la  clara  el  libro  que  llaman  Zeles- 
tina  (digo  la  primera  parte,  que  lo  demás  es 
contrahecho),  libro  zierto  de  leer,  si  tratara 
otra  materia.  Muéstralo  también  el  libro  de 
Refranes ,  que  recolijió  el  Comendador  Hernán 
^uñez,  profesor  eminentísimo  de  Relhóríca  i 
Griego  en  Salamanca.  Cuyo  intento  no  sola- 
mente fué  recolejir  tanta  infinidad  de  Refira* 
nes  Españoles ,  mas  aun  quería  (si  la  muerte  no 
lo  impidiera)  glosarlos  i  declararlos:  como  hi- 
zo Erasmo  en  los  Proverbios  Latinos.  Zierto  si 
el  Comendador  saliera  con  su  intento ,  nuestra 
lengua  Española  tuviera  un  gran  tesoro.  Mas 
direisme:  ¿A  qué  propósito  dezis  esto,  tratan- 


I  DE  SU  AUTOBIBAD.  S89 

do  del  Papa  i  de  sus  Eclesiásticos?  A  lo  cual  res- 
pondo, que  mui  á  propósito  he  dicho  estoi  por- 
que alegaré  aquí  muchos  Refranes  Españoles,  los  t^f  f '""1*  r^?' 
cuales  con  gran  brevedad ,  i  con  grandísima  ver-  eos. 
dad,  nos  pintan  al  natural  i  con  vivos  colores 
la  vida  de  Clérigos  i  de  Frailes ,  i  de  todos  los 
demás  eclesiásticos,  desde  el  monazillo  que 
ayuda  á  Misa,  hasta  el  mismo  Papa.  Estos  mui 
verdaderos  Refranes,  claramente  hablan  de  la 
mala  vida,  de  los  engaños,  astuzias  i  hipo- 
cresía, de  los  eclesiásticos,  de  su  avarizia,  ro- 
baina,  lujuria,  ambizion  y  simonía,  etc.  I  así 
nos  mandan  que  los  huyamos.  Todos  los  si- 
guientes Refranes  son  sacados  del  dicho  libro  del 
Comendador. 

De  la  mala  vida  de  los  Eclesiásticos, 

Sin  Clérigo  i  palomar,  ternas  limpio  tu  lugar.     Mala  Tida. 

Si  boo  negozio  trazedes  frade,  podéis  falar  de 
la  calle  (Portuguez). 

Entráis ,  Padre,  sin  lizenzia;  ó  os  sobra  favor, 
ó  falta  vergüenza. 

Gregos,  Frades,  pegas  é  choyas,  do  ao  demo 
las  cuatro  joyas  (Gallego):  Clérigos,  frailes,  pi- 
cazas i  grajas,  do  al  diablo  tales  cuatro  alhajas 
<  ó  joyas). 

Fraile  ni  Judío,  nunca  buen  amigo. 

Hize  á  mi  hijo  monazillo,  i  tórneseme  dia- 
blillo. 

Quien  quiere  su  hijo  bellaco  del  todo ,  métalo 
iMisario ,  ó  mozo  de  Coro. 

Mozo  Mísero ,  i  Abad  ballestero,  i  fraile  cortés, 
<-eniego  de  todos  tres. 

Monja  para  parlar,  i  fraile  para  negociar,  ja- 

19 


Lujuria. 


ÁTarizIa. 


más  se  Tído  tal  par. 

Ni  amistad  con  fraile,  ni  con  monjil  qve 
ladre. 

Ni  fies  en  monje  prieto ,  ni  en  amor  de  nieto. 

Ni  á  fraile  descalzo ,  ni  á  hombre  callado « ni  á 
mi^er  barbuda,  no  le  des  posada. 

Nanea  ?ide  de  cosas  menos,  que  de  Abriles  i 
OUspos  buenos. 

Bendita  la  casa  que  no  tiene  corona  rasa 
re  dezir  rapada).  Este  Refrán  es  tomado  del 
Italiano.  Beata  quella  casa  che  non  ha  chierica 
rasa. 

Ni  fies  mujer  de  Fraile,  ni  barajes  con  al- 
caide. 

Ni  muía  mohína,  ni  moza  Marina,  ni  pojo  ¿^ 
la  puerta ,  ni  Abad  por  vezino. 

Ni  fraile  por  amigo ,  ni  Clérigo  por  vezino. 

Ni  buen  fraile  por  amigo,  ni  malo  por  ene- 
roigo. 

Por  las  haldas  del  vicario,  sube  la  moza  al  cam- 
panario. 

Muchas  vezes,  de  hombres  casados.  Clérigos  y 
soldados  no  son  amados. 

Obispo  de  Calahorra  haze  los  asnos  de  Co- 
rona. 

Ni  de  fraile,  ni  de  monja,  no  esperar  de  rezebir 
nada. 

Si  con  monja  quieres  tratar,  cúmplete  de 
guardar. 

El  fraile  que  pide  pan,  carne  toma,  si  se  la  dan. 

De  los  vivos  muchos  diezmos ,  de  los  muertos 
mucha  oblada  (Q.  D. ofrenda),  en  buen  año  bue- 
na renta ,  i  en  mal  año  doblada. 

Al  cabo  del  año,  mas  come  el  muerto ,  que  el 


I  DB  8Ü  AÜIÜIIDAD.  S$l 

sano  (esto  se  entíe&de  por  las  oíreodas  que  los 
Bdesíástícos  lieoen  por  las  ánimas  de  parga- 
torío). 

Andad,  diablos ,  tras  aquel  finado,  que  no 
mandó  nada  (Q.  D.  á  los  clérigos  que  lo  enterra- 
ban no  dejó  dinero  para  Misas ,  etc. ). 

Hurtar  el  puerco,  i  dar  los  pies  por  amor  de    itpóGresit. 
Dios. 

üfiaa  de  gato,  i  hábitos  de  beato. 

Cuentas  de  beato,  i  uñas  de  garabato. 

La  Cruz  en  los  pechos,  i  el  diablo  en  los  he- 
chos. 

Haz  lo  que  dize  el  fraile ,  i  no  lo  que  haze. 
(Son,  pues,  phariseos  hipócritas.) 

Sea  milagro,  i  hágalo  el  Diablo. 

La  cárzel  i  la  cuaresma,  para  los  pobres  es 
hecha. 

Camino  de  Roma,  ni  muía  coja,  ni  bolsa  floja,  simonía. 
(Q.  D.  que  el  que  va  á  Roma  por  algún  j^e^ 
nefizio,  ó  por  mejor  dezir  malefizio ,  ha  de- tener 
buena. cabalgadura  para  volar,  si  pudiese.*  de 
miedo  que  otro  no  se  adelante ,  i  se  lo  coja.  I  no 
basta  ir  presto ,  es  menester  también  llevar  la 
bolsa  fornida  para  comprar  el  benefízío :  k)  cual 
es  simonía .) 

Roma,  Roma,  la  que  á  los  locos  doma,  i  á  los 
«oerdos  no  perdona. 

Qaien  tiene  pie  de  altar,  come  pan  sin  amasar,    oziosídid  na- 

No  hai  casa  harta,  sino  donde  hai  Corona  dre  de  mucbor 
rapada.  "*^^^'- 

Quien  es  Conde,  i  desea  ser  Duque,  métase 
ralle  en  Guadalupe. 

(Que  la  fortuna,,  como  ellos  Uaman,  i  no  el 

«piritu  Santo,  elija  al  Papa.) 


998  DEL  PAPA 

Reí  por  natura,  y  Papa  por  Tentara. 
(Que  debamos  huir  de  los  eclesiásticos,  vée» 
por  lo  dicho,  i  por  este  Refrán.) 
Al  fraile  hueco,  soga  verde  i  almendro  seco. 
Siendo ,  pues ,  esto  asi  (como  estos  verdaderi 
simos  Refranes  lo  afirman),  bienaventurados  soi 
los  que  conoziéndolos  se  apartan  dellos,  ha 
jertm^  Li,  6.    zieodo  lo  que  Dios  por  Jeremías  manda.  Huii 
(dize)  de  en  medio  de  Babilonia,  i  escapad  cad 
uno  su  ánima:  porque  no  perescais,  á  cau 
de  su  maldad,  etc.  I  no  temáis  la  pobreza:  por 
que  Dios  es  Dios  de  toda  la  redondez  de  la  tíer 
p$aL  ciLTu,  9.  ra:  él  os  proveerá.  Porque  si  (como  dize  David 
Dios  es  el  que  da  mantenimiento  á  la  bestia*:  ú 
los  hijos  de  los  cuervos,  que  claman  [á  él]  con 
forme  á  lo  que  el  mismo  Dios  pregunta  á  Job 
Job,  xixix,  3.  ¿Quién  preparó  (dize)  al  cuervo  su  caza,  cuan 
do  sus  pollos  dan  vozes  á  Dios  perdidos  sin  ca 
mida?  Si  Dios  tiene  cuenta  con  las  bestias ,  co 
los  cuervos ,  i  con  los  corvezuelos ,  i  los  mantie — 
ne,  ¿cuánto  mas  mantendrá  al  hombre,  hetho  ^ 
su  semejanza ,  i  comprado  con  la  sangre  de  su 
Hijo  nuestro  Ghristo?  mayormente  si  el  tal  hom- 
bre, aborreziendo  la  superstízion  i  idolatría,  dese^i 
servir  á  su  Criador  en  santidad ,  i  en  jastizia? 
?taL  xixvii,  Mozo  fué   (dize  el  bien  esperimentado   en  la 
'^'  potenzia  i  en  las  misericordias  de  Dios  David}, 

i  he  envejezido,  y  no  he  visto  justo  desampara- 
do, ni  su  simiente  que  busque  pan.  INunca  faltará 
al  pió,  pues  no  falta  á  la  bestia,  de  donde,  que  de 
aqui,  que  de  allí,  satisfaga  á  su  nezesldad :  ejem- 
plo, los  cuervos  que  trujeron  pan  i  carne  á 
/.  Bey.,  XVII,  •.  Elias,  i  las  migas  que  Abacuc  trujo  á  Daniel  estan- 
Dan^  XIV,  Ja.  do  en  el  foso  de  los  leones. 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  293 

Con  todo  lo  que  he  dicho  de  la  mala  vida  de 
los  Eclesiásticos ,  no  dejo  de  confesar,  como  es  la 
verdad,  que  entre  ellos  haya  algunos  buenos,  y  ho- 
nest08«  i  deseosos  de  servir  á  Dios,  que  mas  pecan 
por.ignoranzia,que  por  malízia:  los  cuales,  cuan- 
do el  Señor  les  hará  misericordia  de  conozer  los 
▼izios  cuanto  á  vida  y  cuanto  á  dotrina,  los  re- 
prehenderán :  i  si  esto  no  bastare,  se  saldrá  de  en- 
tre ellos:  como  en  todos  tiempos  el  Señor  siempre 
ha  entresacado:  i  prinzipalmente  en  nuestros 
tiempos,  i  los  ha  hecho  notables  Predicadores 
del  Evanjelio  de  su  hijo  JesuGhristo.  Su  Majes- 
^d  haga  la  misma  misericordia  á  los  demás :  á 
fin  que  el  reino  del  Antechristo  caiga  del  todo 
por  tierra,  i  el  de  su  Ghristo  sea  ensalzado.  Ven- 
gamos ahora  á  las  razones. 

Dos  imperios  Romanos  ha  habido,  al  primero  .  "^^l*  A"***^*^*** 
llamaremos  viejo,  i  al  segundo  nuevo.  El  uno 
y  el  otro  comenzó  de  muí  bajos  prinzipios ,  y 
fueron  poco  á  poco  tanto  subiendo ,  que  han  lle- 
gado á  ser  los  mayores  i  mas  poderosos  impe- 
rios, qué  jamás  en  todo  el  mundo  ha  habido,  ni 
aun  habrá.  £1  primero  tuvo  su  prinzípio  en  dos 
pastores,  Rómulo  y  Remo,  su  hermano .-  los  cua- 
les hízieron  un  recojedero  de  malhechores  i 
delincuentes,  i  como  un  puerto  donde  se  aco- 
jiesen  y  escapasen :  vínose  á  hazer  de  aquella 
moltitud  una  ziudad,  que  llamaron  Roma.  Ró- 
malo,  no  pudiendo  sufrir  compañero  en  el  im- 
perio, mató  á  su  hermano  Remo.  Desde  esta 
ziudad  hízieron  muchas  fuerzas  y  agravios  á  los 
pueblos  comarcanos,  no  solamente  robándoles 
sus  haziendas»  mas  aun  á  sus  hijas  donzellas. 
Esta  fué  la  primera  causa  de  la  guerra:  acaba>* 


194  DSL  PAf  A 

da  edta  guerra ,  tuvieron  otras  mui  muchas  i  mui 
grandes:  en  las  cuales  se  acrezen taren ¡  eon- 
qaezieron  tanto ,  que  no  contentos  con  Italia, 
hizieron  también  guerra  á  naziones  estrañas,  i 
salidos  de  sus  limites,  acometieron  á  Alnca,  i  á 
Priniipio  del  Asia.  Desta  manera  fueron  de  dia  en  dia  cre- 

i!f nueYo imperio  ^'^"^^  hasta  tanto,  que  se  levantó  en   Roma 

otro  Prinzipe  y  Señor ,  como  entremetiéndose  en 
la  misma  silla  del  imperio,  i  como  aliado  del 
Emperador  Romano.  Este  nuevo  Prinzipe  no 
daba  ninguna  muestra  al  prinzipio,  como  que 
pensase  disminuir  nada  de  la  autoridad  del  Em- 
perador: pero  tenia  solamente  cuidado  de  lo% 
negozios  de  la  Iglesia:  i  todo  el  tiempo  qoe 
en  esto  se  ocupaba ,  florezian  las  fuerzas  del  Em- 
perador, i  del  imperio.  Pero  después  comen- 
zó á  pensar,  cómo  sacaría  fruto  para  si,  de  aque- 
lla opinión  de  relijion  i  ¿antidad  que  tenia:  i 
para  venir  á  esto ,  no  dudó  de  pedir  al  Empe- 
rador, que  por  su  autoridad  él  tuviese  el  prinzi- 
paáo  sobre  todas  las  Iglesias.  La  causa  que  este 
nuevo  Prinzipe  alegaba,  era  que  Roma  habla  sido 
siempre  señora  del  mundo :  que  por  tanto  era 
justo,  que  el  Obispo  de  aquella  ziudad  prezedieae 
á  los  otros  Obispos  en  grado  i  dignidad.  Cosa  ftié 
difizilisima  alcanzar  esto.  Porque  puesto  que  loe 
Emperadores  pasaron  por  ello,  empero  losDbla- 
pos  de  las  otras  naziones  animosamente  le  con- 
tradezian,  alegando  lejitimas  causas,  por  las 
cuales  le  resistían,  no  queriendo  reconozer  al 
Obispo  de  Roma,  sino  por  hermano,  compañe- 
ro t  i  igual  en  potestad  con  ellos.  Con  todo 
esto,  el  de  Romano  aflojaba  nada:  masahin* 
cal»  perpetuamente  por  salir  con  la  suya,  hasta 


I  DE  fiV  AUTORIDAD.  S9S 

|ue  alcanzó  del  Emperador  Phocas,  que  ma- 
ib  á   8u  buen*señor  i  Emperador  Maurizio ,  lo 
¡ae  quería:   i  asi  se  llamó  Obispo  universal,    Boniftiio iii. 
todo  lo  demás  que  le  plugo.  I  veis  aquí ,  co- 
no la  Ticja  Roma  fué  fundada  sobre  un  parrizi-  ¿ado soEreptrrl- 
Bo  y  i  la  nueva,  que  es  el  Papado ,  sobre  otro.  En  zidio. 
«lo  del  primado ,  el  Papa  fué  bien  contrario  á    Mar.^  i,  .4i,  t 
QRiristo ,  el  cual ,  agrámente  reprehendió  seme-  ^^^-^  **"»  **• 
Mlle   debate  i  ambizion  en  sus  diszipulos.  Pe- 
^  habido  el  Papa  por  benefizio  de  los  Empe- 
(ttfDreá  á  esta  alteza,  ya  de  abi  en  adelante  se 
rtrerió  á  prometerse  mayores  cosas :  pero  pro- 
tCNilendo  muí  de  espazio  i  con  gran  disimula- 
tion.   Casi  zien  años  después  de  la  muerte  'del 
gran  Constantino,  el  Imperio  fué  muí  debilita- 
lio  s  perdió  á  Franzia,  Inglaterra  i  Alemana:  los 
ttmnos  tenian  ocupada  la  Italia ,  los  Vándalos 
la    África.   Fué  tanta  la  disipazion,   que  los 
Soiperadores ,  dejando  á  Roma,  que  es  en  el 
Ozidente ,  se  pasaron  á  Gonstantinopla ,  donde 
Mideron  su  asiento.  El  Obispo  de  Roma,  vien-  gi papt, tomtn- 
do  la  disipazion  del  Imperio,  no  quiso  perder  la  do  ocasión  de  la 
ocasión X  i  así,  él  de  su  parte,  arma  una  cuestión  f¿?¿J2í  ^niw 
oontra  el  Emperador:   la  prinzipal  causa  fué,  la  (ü>edieniia  ai 
que  el  Emperador  mandó  que  se  quitasen  las  ^"iperad<>r- 
eatatuas  i  imájines  de  los  templos .-  á  este  man- 
dubíento  resistió  el  Papa ,  tanto ,  que  se  atrevió 
A^idescomolgar  al  Emperador:  ¡  tanto  le  habia  ya 
ttmtdo  el  cuerno !  En  este  tiempo  se  levantó 
Hahoma  en  Oriente,  que  quitó  muchas  tierras 
üilin^rio.  Con  todo  esto,  los  Emperadores  que- 
flaa  que  se  entendiese,  que  toda  la  dignidad, 
poUnzIa,  i  majestad  que  tenia  el  Papa ,  dependía 
Mies.  Para ,  pues ,  librarte  el  Papa  desta  suje- 


S96  DEL  PAPA 

zion,  i  déla  guerra  que  le  hazia  en  Italia  el  Reí 
de  Lombardía,  pensó  una  buena?  i  fué  levantar 
de  su  mano  á  otro ,  cual  él  quisiese ,  i  nombrarle 
Emperador  de  Romanos,  elcuai,  reconoziendo 
el  benefízio,  se  tuviese  por  dichoso  de  hazerle 
plazer,  i  servirle  en  todo  lo  que  él  quisiese:  i  asi 

fuéheihoEm"^®^^*^»  '  declaró  por  Emperador  á  Cario  Mag- 
rador:  i  por  quél  no ,  el  cual  habia  ahuyentado  al  Reí  de  Lom- 
bardía ,  enemigo  del  Papa ,  de  toda  Italia.  Esto 
fué  causa  de  grandes  enojos  1  quejas  entre  los 
Emperadores  del  Oriente,  i  los  de  Ozidente: 
i  no  solamente  entre  ellos,  sino  aun  entre  las 
Iglesias  de  la  una  parte  1  de  la  otra.  De  todo  esto 
es  la  causa  la  avarizia  i  ambizion  del  Papa  de 
Roma.  Muchas  contiendas  hubo  después  entre 
Italianos ,  Franzeses  i  Alemanes  sobre  la  elezion 
del  Emperador.  Pero  al  fin ,  siendo  Emperador 
Othon  terzero.  Duque  de  Sajonia,  i  siendo  Pa- 
pa Gregorio  quinto ,  Alemán ,  se  dio  orden  qae 
siete  Eletores  elijiesen  al  Emperador  ( como  en 
la  vida  deste  Gregorio  quinto  habemos  dicho): 
esto  se  hizo  para  zerrar  la  puerta  á  jentes  estre- 
nas ,  que  ninguno ,  sino  Alemanr,  fuese  Emper»* 
dor.  Levantáronse  después  entre  el  Papa  i  ^i 
Emperador  grandes  revueltas,  no  podiendo  d 
Emperador  mas  sufrir  la  inmensa  arroganzia  i 
ambizion  del  Papa.  Léanse  las  historias  de  Hen- 
rico  III  i  IV,  de  Frederico  I  i  ü ,  i  aun  sin  ir  mas 
lejos,  las  de  nuestros  tiempos  del  Emperador 
Gárh)  quinto ,  cuyo  ejérzito  saqueó  á  Roma  en 
el  año  de  1527 ,  i  prendió  al  Papa  Glemeifte  VII« 
i  lo  tuvo  preso.  Este. Clemente  queria  quitar  la 
capa  al  Emperador ,  como  los  Españoles  lo  can- 
taban á  la  ventana  del  Papa ,  teniéndolo  preso: 


I  DB  8Ü  AUTORIDAD.  297 

^^mo-  lo  habernos  contado  en  la  Tida  deste  Gle- 
manle.  También  Paujo  IV  quiso  qaitar  la  capa 
<  naeatro  Rd  Don  Felipe  segundo:  queriale 
quitar- el  reiiro  de  Ñapóles:  pero  el  ejérsíto 
dei  Rei;  cuyo  Capitán  era  el  Duque  d*Alva,  lo 
puso  en  tal  aprieto ,  que  se  contentó  de  Iiazer  la 
paz;   i  prinzipalmente  oyendo  la  presa  de  San 
Quíntiii,  que  fué  año  de  1557 ,  como  en  la  vida 
deate  Paulo  cuarto  dijimos.  Ha  venido  el  Papa 
tan  soberbio,  que  lia  heclio  una  forma  de  jura- 
mento t  la  cual  haze  que  jure  el  Emperador,  que 
lolia  ser  su  amo  i  señor  (i  así  San  Gregorio  lla- 
maba  al  Emperador   Maurizio,   Señor).  Pero 
ahora  es  su  criado  i  vasallo.  Esta  forma  deju-    Jurameatoque 
ramento  contiene :  Que  el  Emperador  por  to-  ¿J?,? iSpí*'*' 
das  las  vías  posibles  conserve,  acrezíente  i  de- 
fienda los  bienes  de  la  Iglesia  Romana ,  i  de  los 
Pontifizes,  su  dignidad,  sus  privilejios  i  sus 
B^crtVoñ.  I  desta  manera  ningún  Emperador, 
li    no  quiere  ser  tenido  por  infame  i  fementido, 
lo  osa  contradezir  en  nada.  Pondré  aqui  eljura- 
naento  que  el  Emperador  Garlo  quinto  hizo  al 
Psnpa  Clemente  Vn,  ó  VIU,  año  de  1530 ,  cuando 
fa^  coronado.  Ego  Carolus  Romanorum  Rex,     Primer  jura- 
•«o.  Q.  D.  Yo  Garlos ,  Rei  de  Romanos,  que  con  ™5JÍ  "**' ^"'*'" 
Xbl  ayuda  de  Dios  tengo  de  ser  Emperador,  prome- 
to ,  protesto ,  afirmo  i  juro  á  Dios ,  i  al  bienaven- 
Uuraéo  San  Pedro ,  que  de  aqui  en  adelante  seré 
pvotflietor  i  defensor  del  sumo  Pontiñze ,  i  de  la 
tanta  Iglesia  Romana  en  todas  sus  nezesidades 
i  ittilidades,  guardando  i  conservando  sus  po- 
MBiones ,  dignidades  i  juros ,  etc.  Acabado  de  ha* 
tar  este  juramento,  Don  Garlos  fué  hecho  Rei 
de  Lotnbardía.  Después  de  hecho  Rei  de  Lom- 


S98  DEL  PAf  A 

3.*  juramento,  bardia ,  hizo  otro  juramento  en  esta  forma :  Ei 

Cárolus^  etc.  Yo  Garlos «  Reí  de  Romanos  fi- 
Lombardos,  prometo  i  juro  por  el  Padre «  Hijo  ft 
Espíritu  santo,  i  por  el  madero  de  ia  Tifitcrnt 
carne,  i  por  estas  santas  reliquias,  que  si  ptnitf— 
tiéndoloel  Señor,  viniere á ser  Emperador,  ytm 
ensalzaré  la  santa  Romana  Iglesia ,  la  sant¡€li& 
della,  i  á  su  Retor,  cuanto  me  fuere  podble;  ft 
que  no  perderá  por  mi  voluntad,  consejo,  coa-* 
sentimiento ,  ni  por  mí  exhortazion,  vida,  míem* 
bro ,  ni  la  honra  que  tiene ,  i  no  haré  en  Bomm 
decreto  ni  ordenazion  ninguna,  de  todo  coaii* 
to  perteneze  á  su  Santidad ,  ó  á  los  Romanos,  sin 
vuestro  consentimiento,  í  todo  lo  que  peiteno> 
ziere  á  nuestro  poder  de  la  tierra  de  S.  Fedro, 
luego  lo  restituiré,  i  á  cualquiera  que  yo  entre- 
garé el  gobierno  de  Italia ,  haré  que  jure  que  seré 
ayudador  de  su  Santidad  para  defender  ¿i  tient 
deS.  Pedro  cuanto  pudiere:  Asi  Dios  me  ayu- 
de, i  por  estos  santos  Evanjelios  de  Dioe,  etc. 
Bi  Emperador  Hecho  este  segundo  juramento,  Don  Gárloe  M 
^líSro^san  ^^^0  Canónigo  de  S.  Pedro,  i  después  cabdle- 
Pedro.  ro  de  S.  Pedro.  Estos  dos  juramentos  battnéü 

en  la  historia  del  Marqués  de  Pescara,  líb.  x.  Vela 
aquí  cómo  va  el  mundo  al  revés ,  el  Papa,  de  so- 
jeto  del  Emperador,  se  ha  hecho  su  Sdlor* 

Esto  que  he  dicho  del  prinzipio  i  creszimiciH 
to  del  Papa,  se  trata  mas  á  la  larga  en  OM 
Informazion ,  que  se  presentó  ¿  los  Prinzipes  I 
estados  del  Imperio ,  siendo  Emperador  Don  Gár*^ 
los,  nuestro  Rei  i  Señor.  De  aqui  conclairénUiSi 
que  la  autoridad ,  que  el  Papa  se  gloria  tenor  ^  ns 
es  de  jure  divino,  ni  aun  humano,  sino  diiMU- 
eo:  con  astuziase  enjírió  en  ella:  con 


'    I   DE  8ü  AUTORIDAD.  M9 

ajenas  (como  dize  Daniel)  la  entretUTo  i  en- 
tretendrá, hasta  tanto  que  Dios  con  la  fuerza  i  vir- 
tud de  su  palabra  lo  mate.  De  lo  dicho  se  ve  el 
Papado  siendo ,  como  es ,  edificado  sobre  hipo- 
cresía, astttzia,  avarizia,  ambizion,  i  tiranía,  no  ser 
edificado  sobre  la  firme  piedra ,  que  es  Jesu  Ghrísto, 
que  S.  Pedro  confesó  diziendo :  Tú  eres  el  Mesías    ^«'m  »vi,  h. 
hijo  de  Dios  vivo.  I  si  el  papado  no  es  edificado 
sobre  Ghrísto,  tampoco  el  Papa  es  Cabeza  ni  Obis- 
po universal  de  la  Iglesia  de  Dios,  sino  de  la  del 
diablo.  I  que  no  sea  universal  Obispo,  lo  confirma- 
réprobaado  con  breves  y  claras  razones,  que  S.  Pe* 
dro,  cuyo  sazesor  dizen  ser  el  Papa,  no  fué  Obis- 
po universal  de  la  Iglesia.  1 .'  razón.  S.  Clemente,     i.«  razón. 
Obispo  de  Roma,  escribiendo  (como  nuestros  ad-    ciement  ad  Ja- 
versarios  dizen)  á  Santiago,  lo  llama  Hermano  cobum. 
del  Señor,  Obispo  de  los  Obispos,  Gobernador 
de  la  Iglesia  de  Jerusaien,  I  db  todas  las  db- 

MAS  QÜK  HAI  BU  TODO   BL   HIENDO.    Si  estO  eS 

verdad,  sigúese  que  no  lo  era  S.  Clemente,  aunque 
era  Obispo  de  Roma.  2.*  Iten,  en  el  primer  Con-    »•*  "«>"• 
zttío  Christiano  de  quien  S.  Lucas  haze  menzion    ^^^^^  *'* 
en  su  historia,  S.  Pedro  no  preside,  como  Obispo 
universal,  sino  Santiago :  el  cual  oye  á  cada  uno, 
y  entre  ellos  oyó  á  S.  Pedro,  i  después  que  todos 
hubbron  hablado,  Santiago,  como  presidente, 
eoDdnye  diziendo  en  el  verso  19.  Por  lo  cual  yo 
Juzgo  que  los  que,  etc.  Leed  el  capítulo,  i  veréis 
ser  verdad  lo  que  digo.  I  con  todo  esto,  elD.  liles*- 
cas,  como  adulador  de  los  Papas,  dize  en  su  parte 
1,161. 80,  S.Pedro  haber  presidido  en  este  Conzilio 
comosomo  Pontífize.  3.^  Iten,  los  Apóstoles  (eomo    3/  raxon. 
el  ipismo  S.  Lucas  lo  cuenta),  oyendo  que  Samarla 
había  rezibídola  dotrina  del  Evanjelio,  envía- 


^0  DBL  PA.PA. 

ron  allá  á  Pedro,  y  á  Juan,  para  que  les  enseña- 
sen i  instruyesen  mas  por  entero.  ¿Quiéa  enviará 
ahora  al  Papa  á  predicar?  Zierto  es  que  ni  am 
el  Gonziiio  se  atreverá:  i  aunque  se 
el  Gonziiio ,  el  Papa  no  lo  hará  ,  diziendo 
es  inmediato  á  Dios.'  Pero  los  Apóstoles  en — 
vian  á  Pedro,  i  Pedro,  como  fiel  miembro  d< 
k.^  rason.        la  Iglesia,  obedeze,  va,  i  predica.  4.*  íleo,  San 
Gdíat,^  II,  li.  blo  reprehende  á  S.  Pedro:  porque  (como  lo  di — 
ze  el  mismo  S.  Pablo)  lo  merezia :  S.  Pedro  lo 
escucha  i  admite  la  reprehensión.  Kole  responde» 
que   era  inmediato    á  Dios,  que  era  Obispo 
universal ,  i  por  tanto  mayor  que  él :  no  le  res- 
ponde, que  nadie  lo  debia ,  ni  podia  reprehen- 
der, ni  demandarle  cuenta  por  qué  lo  haga  asi* 
ó,  asi:  como  los  Papas  responden  ahora,  i  ama 
ya  ha  muchos  años,  á  los  Reyes,  Emperadores 
i  aun  á  los  Gonzilios  jenerales.  Es  tanta  la  des- 
vergüenza de  algunos  de  nuestros  adversarioav 
que  con  dezir  San  Pablo :  venido  Pedro  á  Antío- 
chía  le  resistí  en  la  cara ,  etc. ,  i  verso  14 ,  dizer 
Los  cuales,  como  vide  que  no  caminaban  dere- 
chámente  á  la  verdad  del  Evanjelio ,  dije  á  Pe- 
dro delante  de  todos,  etc.  Gon  todo  esto  dizent 
que  S.  Pablo  no  reprehendió  á  S.  Pedro,  sino  á 
otro  que  se  llamaba  Gephas:  leed  al  Dector  DleS' 
cas,  parte  i,  fol.  21,  cuyas  palabras  son  estas :  Án* 
tes  que  S.  Pedro  viniese  á  Roma,  dizen  qoe 
tuvo  competenzia  en  Antiochia  con  S.  Pablo, 
etc.  niescas  no  cree  lo  que  S.  Pablo  testifica  desla 
competenzia,  i  por  eso  como   dudando   dize: 
Dizen.  ¿Qué  crédito  daremos  á  un  taU  qae  pone 
i.^TMom,        en  duda  lo  que  S.  Pablo  afirma?  Gualquiera  qae 
//,  i%eff.,  u,  t.  será  aquel  Antechristo,.  que  San  Pablo  llame 


1  DE  8U  AUTOIIDAD.  301 

hijo  de  perdizion  i  hombre  de  pecado,  se  sentará 
en  el  Templo  de  Dios,  i  como  añide  S.  Juan,    -^^«<^»*^n» « 
«B  la  lindad  qae  tiene  siete  montes.  Esta  ziudad 
(eomolo  declara  S.  Jerónimo,  i  otros  muclios) 
es  Roma :  solo  el  Papa  se  sienta  en  el  Templo  de 
INos,  en  la  ziudad  de  siete  montes,  que  es  Ro- 
ma. Ergo,  solo  el  Papa  es  aquel  Antechristo. 
•.» Iten,  en  el Conzilio  Nizeno  I, que  el  buen Em-    •' "*'^° * 
perador  Constantino  convocó  para  confundir  y 
destruir  la  herejía  de  Arrio ,  que  con  boca  blas- 
phema  quitaba  la  divinidad  á  Jesu  Ghristo ,  los 
Legados  del  Obispo  de  Roma  se  sientan,  no  en  el 
primer  lugar,  ni  en  el  2.^,  ni  aun  en  el  S.°,  sino 
en  el  4.^^  Ei^o,  el  Obispo  de  Roma  no  era  enton- 
ces Cabeza  ni  Obispo  universal  de  la  Iglesia.  En 
eite  .Conzilio  fiizeno  se  pusieron  ios  limites  que 
los  Patriarcas  habian  de  tener ,  á  los  cuales  se  les 
<fai  la  misma  autoridad  sobre  sus  Iglesias,  que  el 
Obispo  de  Roma  tenia  sobre  sus  Iglesias  comar- 
canas. Los  Papistas  han  hecho  cuanto  han  po- 
dido por  falsificar  este  Decreto  (como  saben  los 
que  han  leido  las  historias).  Leed,  á  este  pro- 
pósito el  Conzilio  Garthajinense  VI,  de  quien 
tiiego  haremos  mención.  El  Cardenal  Gusano, 
aUegando  al  Conzilio  Nizeno ,  muestra  la  reali- 
dad de  la  verdad ,  diziendo  lo  que  se  sigue :  El    Mb.  n  ^«  ««n- 
Obispo  de    Roma  frecuentemente   es  llamado  ^JJ^Íj^*'"***'"' 
de  los  antiguos  Patriarca ,  ó  Arzobispo :  y  en  el 
Gonxilio  I^izeno  se  le  da  tanta  autoridad  como 
4  los  demás  Patriarcas.  De  aquí  vemos  cuánta 
autoridad  haya  el  Papa  ganado  de  nuevo  en  núes- 
Uros  tiempos,  mas  de  la  que  las  sacras  y  anti- 
guas constituciones  le  dan ,  i  todo  esto  por  una 
Gontinuazion  i  costumbre  de  una  obedienzia 


Ui  DIL  PAPA 

servil.  JNi  Julio,  que  entoozes  era  Obispo  4< 
Roma ,  ni  sus  Legados ,  que  estaban  en  este  CSo»- 
zilio,  se  opusieron  contra  este  Decreto.  I  «M 
mas,  que  este  mismo  Decreto  fué  confiroNidc 
después  en  el  Gonziiio  Antiozeno ,  i  en  el  GeM- 
tantinopolitano.  En  el  primer  Gonziiio  Eplw- 
sino,  Zirilo,  en  el  2.^  Dióscoro,  Patriarcas  de 
Alejandría,  presiden :  aunque  ios  Legados  éé 
Obispo  de  Roma  se  hallaron  presentes.  En  ei 
Gonziiio  y  Gonstantinopolitano,  Menas,  coflM 
Patriarca  de  la  ziudad  donde  se  tenia  el  GoiMri* 
lio,  preside.  En  el  Gonziiio  general,  que  se  Ivte 
en  Aquilea,  S.  Ambrosio,  Obispo  de  Milán,  preÉi- 
de ,  i  no  el  Obispo  de  Roma :  aunque  el  GoDil' 
lio  se  tenia  en  Italia.  Pero  ¿para  qué  es  menestéi 
alegar  tantos  Gonzilios :  pues  que  en  en  Gonzi- 
iio se  oyó,  i  determinó  esta  cuestión,  oidas  am- 
bas partes?  El  Obispo  de  Roma  se  tomaba,  eon 
titulo  de  Patriarca,  mucha  autoridad  sobre  iafl 
Iglesias  de  África :  de  tal  manera,  que  los  Hb^ 
máticos  de  África  se  acojian  á  él ,  como  á  refiiffo. 
conziiioMUey.  Por  esta  causa  el  Gonziiio  Mile?itano,  en  qMá 
coD  ra  e  pr  ma-  ^  j^^y^  g  Augustin,  i  gran  número  de  Padr«i| 

pronunzió  descomulgados  todos  aqudlos  qiie 
apelasen  para  la  otra  parte  de  la  mar.  El  Obíí* 
po  de  Roma,  sintiéndose  mucho  desto,  énvM 
sus  Legados  al  Gonziiio  Garthaj.  VI  (en  el  eaM 
también  S.  Augustin  se  halló),  para  defender  Sil 
derecho.  Esta  cuestión  se  trató  mui  de  veras' en 
este  Gonziiio,  siendo  Obispos  de  Roma  Zozhno, 
Bonifazio  i  Zelestino  uno  tras  otro.  Aurelkif 
Arzobispo  de  Garthago,  donde  el  Gonziiio  se 
tenia,  presidió  en  él,  i  no  los  Legados  del  Papa, 
aunque  estaban  presentes,  los  cuales  eran  tres. 


I  DB  SO   AÜTOUDAO.  303 

F«iU8ti&o  Obispo,  Felipe,  i  Asello,  presbíteros. 
>s  habia  el  Obispo  de  Roma  enviado  al  Con-* 
Garthajinense  para  que  defendiesen  la  au- 
toridad,  que  (como  ellos  dezian)  el  Gonzílio 
^i^eno  habia  dado  al  Obispo  de  Roma:  convie- 
ne 4  saber,  que  se  pudiese  apelar  al  Obispo  de 
Koma  de  la  sentenzia  que  cualquiera  Metro- 
politano hiüiiese  dado.  Un  Daniel ,  que  era  no- 
tmiio,  le  JÓ  el  capitulo  v,  todo  entero,  del  Gonzi- 
Ho  Sardizense,  el  cual  el  Obispo  de  Roma  dezia, 
pero  con  gran  mentira ,  que  era  del  Gonzilio 
^izeno.  El  Papa  sabe  dar  quid  pro  quod,  co- 
mo buen  boticario ,  cuando  es  para  su  prove- 
cho. Todos  los  Obispos  i  Arzobispos  se  mara- 
biUaron  i  dijeron,  que  nunca  tal  cosa  habian  leido 
eu    el  Gonzilio  ríizeno:  i  asi  mandaron,  que 
se  leyese  el  mismo  Gonzilio  Nizeno ,  que  ellos 
tenian  en  escrito.  Leyóse,  i  no  se  halló  palabra 
^e  tal  apelazion:  los  Legados  Romanos  insis- 
tian  que  si.  Fué ,  pues ,  menester  envidr  ziertos 
hombres  á  Gonstantinopla,  á  Alejandría,  i  aun 
^  la   misma  Roma,  para  que   trujesen    otros 
ejemplares  del  GonziUo  Nizeno.  Dentro  de  un  p«f 3flSSb1e!-/o"' 
^&o   se  trujeron,  i  prinzípalmente  se  trujo  el 
mismo    Orijinal,    que   en    Gonstantinopla   se 
Saardaba:    leyéronse,   i    en   ninguno    destos 
ejem^ares  se  halló  menzion,  ni  aun  cosa  que 
üiese  sospecha  deste  privilejio,  que  los  Romanos 
alegaban  haberles  sido  conzedido  en  el  Gonzi- 
lio lUzeno.  Escribióse,  pues,  una  carta  de  un 
tM>n8entimlento  del  Gonzilio  Gartliaj.   al  Obis- 
po de  Roma ,  en  la  cual  le  dizen  que  tal  cosa  no 
se  ha  hallado  en  el  Gonzilio  Nizeno :  mas  an- 
tes lo  contrario:  conviene  á  saber,  que  elObis- 


304  DEL  PAPA 

fin  aquellos  P®  ^®  Roma  8C  cntrctuvicsc  dentro  de  sus  limí^ 
tiempos  cual-  tes  y  términos,  como  los  otros  Papas  i  Melro^ 
iiím!ibí^pip^a°  *°  Politanos:  i  que  por  Unto,  si  era  sabio,  qoe  de  «b/ 
en  adelante  se  contentase  con  su  Diócese  i 
prefectura,  y  que  no  entrase  en  posesión  i^ 
na.  Esta  carta  firmaron  230  Padres,  i  entre 
ellos  los  mismos  tres  Legados  del  Papa,  ya  nom» 
brados.  Si  el  Papa,  i  sus  Legados  se  atrevieroD 
á  falsificar  un  Gonzilio,  cuando  no  usaban  de  la 
tiranía  de  que  ahora  usan,  ¿qué  habrán  hecho  des- 
pués acá,  en  casi,  mil  i  dozientos  años,  que  han 
pasado  después  deste  Gonzilio  Garthajinense 
hasta  este  año  de  1598.  ¿Quien  hazeun  zesto,  h»* 
rá  ziento.  I  no  es  de  marabillar  que  se  hayan 
atrevido  á  falsificar  los  Gonzilios,  pues  que  sin 
vergüenza  ninguna  han  quitado  de  la  Leí  de  DíM 
el  segundo  mandamiento:  No  te  harás  imá- 
jen ,  etc. ,  i  viéndose  con  nueve  mandamientos 
han  hecho  del  dézinio  mandamiento  >,  No  desea- 
rás, dos  mandamientos:  como  al  prinzipio 
deste  Tratado  notamos.  Nuestro  Español  Car- 
ranza, en  su  Summa  Gonciliorum,  ningún  Canon 
pone  deste  Gonzilio  Garthajinense  VI,  habiendo 
tantos  en  él :  la  causa  es ,  porque  en  él  se  des- 
cubre la  falsedad  del  Obispo  de  Roma ,  alegando 
del  Gonzilio  Nizeuo,lo  que  nunca  habia  deter- 
minado el  Gonzilio:  sino  antes  lo  contrario. 
Solamente  haze  un  sumario,  i  bien  brere,  di- 
ziendo  que  el  Gonzilio  determinó  que  se  deman- 
dase de  ios  Obispos  Orientales  el  ConzUio 
Nizeno :  pero  no  dize  á  qué  propósito.  Astazta 
grande.  Llama  á  este  Gonzilio  Garthaj.,  pro- 
vinzial ,  habiendo  sigo  general.  También  Panví- 
fK>  lo  llama  provinzial:  con  todo  esto,  ambos 


1  DE  SU  AUTORIDAD.  305 

confiesan  haberse  hallado  en  él  217  Obispos»  i 
tres  I«egado8  del  Papa :  ¿qué  le  falta  para  ser  je- 
iieral  ?  Los  Papistas,  cuanto  pueden,  se  q^uieren 
olvidar  deste  Gonzilio  Carthaj.  VI,  aunque  el 
PanTÍno  dize,que  fué  confirmado  en  Trullo. 
También  Grazíano  usó  de  la  misma  malizia ,  in- 
terpretando las  palabras  del  Gonzilio :  que  nin- 
guno apele  para  la  otra  parte  de  la  mar ,  dize: 
Ck>n  tal  que  no  sea  al  Obispo  de  Roma.  La  causa  Maldita  es  la 
por  qué  se  mando  en  el  Gonzilio  Garthajinense  VI  (s]om  que  cor- 

^       ^  1     ji    .      .  .    j    1  rompe  el  texto. 

que  no  se  apele  de  la  otra  parte  de  la  mar ,  era 
porque  los  zismáticos  de  África,  condenados 
por  los  buenos  Obispos  de  África  apelaban  á 
Roma :  manda,  pues,  el  Gonzilio  que  no  apelen: 
sino  que  el  negozio  se  concluya  en  África  sin  salir 
della.  I  asi,  la  conclusión  deste  GonziUo  fué: 
Que  el  Obispo  de  Boma  no  rezibiese  los  que 
fuesen  descomulgados  por  los  Obispos  de  África, 
ni  rezibiese  las  apelaziones  de  los  que  hablan 
sido  condenados  en  África :  i  que  los  que  apela- 
sen á  él,  fuesen  por  el  mismo  caso  descomul-  % 
gados.  Las  razones  sobre  que  este  Gonzilio  se 
funda ,  las  cuales  envió  á  Zelestlno ,  Obispo  de 
Roma,  son  estas :  Que  en  ningún  Gonzilio  se  ha 
tal  cesa  determinado.  Mas  que  al  contrario,  el 
Gonzilio  Nizeno  da  el  cargo  de  los  Obispos  i 
Eclesiásticos  al  Metropolitano :  dize  que  la  gra- 
cia del  Espíritu  S.  asistirá  á  cada  provinzla  para 
juzgar  las  controversias :  Que  cada  uno  que  se 
sintiere  agravado ,  pueda  apelar  al  Gonzilio  pro- 
vinzial:  porque  mas  es  de  creer,  que  Dios  Inspi- 
rará mas  á  un  gran  número  de  sazerdotes  que  se 
¡untan  en  un  Gonzüio ,  que  no  á  un  hombre  solo, 
«te.  Be  lo  que  habemos  alegado  del  GonziUo 

20 


306  DEL  PAPA 

GartUajinense  VI,  se  vee  claramente  cuan  falso 
sea  lo  que  el  Papa  dezia ,  que  en  el  Gonzílio  Ni- 
zeno  se  le  había  dado  el  Primado.  I  aun  con  todo 
esto,  no  falta  en  nuestros  tiempos  quien  renueva 
esta  mentira  :  I  asi  el  D.  Illescas ,  en  la  vida  de 
Bonifazio  III,  dize  en  la  nota  marjinal  estas 
palabras :  Phocas  declaró  por  lei ,  que  la  Iglesia 
Romana  es  la  cabeza  de  la  Iglesia  universal.  Iteo, 
dize :  Siempre  después  acá  se  ha  tenido  i  tiene 
[  por  todos  los  fieleis  i  cathólicos  Ghristianos  por 

cosa  averiguada ,  i  sin  disputa ,  esta  superioridad 

de  la  iglesia  Romana:  como  el Gonzillo  Pfizeno, 

cap.  VI ,  i  Raimundo  Rufo  lo  prueba  estensisima- 

mente  contra  los  herejes  deste  tiempo  por  ami- 

Afiodeeao.      gos  d& novedades,  etc.  En  el  Gonzilio  Garthaji- 

nense  VII  también  se  debatió  la    materia  del 

Primado.  La  causa  fué  esta:  que  Juan,  Obispo 

de    Gonstanlinopla ,    viéndose    favorezido    del 

Emperador  Maurizio,  se  llamaba  Obispo  de  los 

Obispos ,  i  Obispo  universal :  i  esto  por  ser  él 

/  Obispo  de  la  ziudad  donde  el  Emperador  residía. 

El  Maurizio,    queriendo   ensalzar  su  ziudad  i 

abajar  á  Roma ,  lo  entretenía  i  mantenía.  Pro- 

nunzióse ,   pues ,  en  este  Gonzilio  Anathema, 

no  contra  Juan  Gonstantinopolitano ,   mas  en 

universal  contra  cualquiera  que  tomase  el  titulo 

Doctores  con-  de  Obispo  universal.  Los  doctores  que  en  aquel 

tra  el  primado,    ¿jempo  vivieron ,  testifican  esto.  I  prinzipalmente 

tfi^í  pñSSÍo  **"  San  Gregorio.  Léanse  sus  epístolas  76,78,  80, 

85  del  lib.  primero ,  i  la  188  i  194  del  lib.  ii. 

En  ninguna  deslas  epístolas  dize  S.  Gregorio, 

que  el  dicho  Juan  haga  tuerto  á  S.  Pedro ,  ni 

que  retenga ,  ni  usurpe  el  derecho  i  titulo  de  los 

Obispos  de  Roma :  mas  protesta  que  es  título  pro- 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  307 

fano,  sacrilego  I  precursor  del  Antechrísto.  I  en 
^  Rejisiro,  Üb.-iy,  cap.  8i,  no  duda  el  mismo 
S«  Gregorio  de  pronunziar.  Aquel  ser  precuUBor 
^el  Antechrísto,  que  se  permitiese  ser  llamado 
uni  versdi  i  summo  Pontifize.  Leed  á  este  propósito 
al  mismo  Gregorio,  lib.  iv,  epist.  76,  78,  30, 
-üb.  TU ,  epist.  69. 1  en  la  epístola  35,  que  escribió 
A  Juan  y  Obispo  de  Gonstantínopla ,  que  se  usur- 
paba este  título ,  dize  .*  Todo  cuanto  ha  sido  pro- 
phetizado  se  cumple :  El  Rei  de  soberbia  (conviene 
Á  saber «  el  Antechristo)  zerca  está :  i  lo  que  es 
abominazion  dezirlo ,  un  ejérzito  de  sazerdotes  se 
•fte  apareja.  I  en  una  epístola  que  escribió  al  Em- 
perador Maurizio ,  dize :  Yo  atrevidamente  digOf 
que  cualquiera  que  se  llama  Universal  Sazerdo- 
te,   ó  desea  ser  llamado  en  su  altivez,  ó  es 
precursor  del  Antechristo:  pues  que  ensober- 
l>eziéndose  se  prefiere  ¿  los  demás,  i  con  no 
Uesigaal  soberbia  va  por  el  camino  de  error.  Por- 
q^e  como  aquel  perverso  quiere  ser  tenido  por 
Dios  sobre  todos  los  hombres,  asi  ni  mas  ni  me- 
nos, séáse  quien  fuere,  cualquiera  que  quiere 
cfue  él  sok)  sea  llamado  Sazerdote  sobre  los  otros 
S^azerdbtes ,  etc.  Ebrardo ,  Arzobispo  Salisbur-    Notable  razo- 
Jense,  hablando  en  un  Gonzilio  que  se  tuvo  en  ««mientoquchi- 

^i*.     ••  j^*».«-#«.  ..*o  ADrardo  Mlia* 

Ratisbona ,  zerca  del  año  de  1840,  para  reprimir  baílente. 
la  insolenzia  i  tiranía  de  los  Papas,  dize  estas 
I>alabras:  Si  no  fuésemos  ziegos,  sentiríamos 
debajo  de  titulo  de  Pontifize  un  lobo  cruelísimo 
-^n  hábitos  de  Pastor.  Los  Romanos  Pontífizes    Bn  qué  se  em- 
Craen  armas  contra  todos  los  Christianos,  atre-  P*®*"  *®*  ^'V**- 
viéndose,    engañando,   i    sembrando  guerras 
ele  guerras:  engrandezidos  matan  las  ovejas, 
echan  la  paz  i  concordia  del  mundo :  sacan  del 


30S  DBL  PAPA 

infierno  guerras  ziTíles  i  domésticas  sedízloneBí 
debilitan  de  dia  en  dia  mas  i  mas  las  fuerzas  de 
todos  los  hombres  para  de  todos  trinmpbar, 
para  tragarse  á  todos ,  i  para  poner  á  todos  en 
servidumbre  i  cativerlo.  Habrá  (dize)  170  años 
que  Hidelbrando  (este  se  llamó  Gregorio  yn)j 
so  color  de  relijion ,  echó  los  fundamentos  del 
imperio  del  Antechristo :  este  fué  el  prkniu'o  que 
comenzó  esta  abominable  guerra:  la  cual  sos 
suzesores  han  continuado  hasta  el  dia  de  hoi: 
i  luego:  Los  Pontífízes  de  Babilonia  desean 
reinar,  no  pueden  sufrir  igual.  Greedme  á\;ni, 
que  he  hecho  la  esperienzia:  no  zesarán  hasta 
tanto  que,  habiendo  abatido  al  Emperador,  ha- 
biendo deshecho  la  majestad  del  imperio  Romano, 
Al  pie  déla  le-  i  habiendo  oprimido  los  verdaderos  Pastores,  por 

do  t<Sio*e«tT^"^*  misma  via  deshagan  todo  cuanto  hai,  todo 
lo  pongan  debajo  de  sus  pies,  i  se  sienten  en 
el  templo  de  Dios,  i  se  ensalzen  sobre  todo  lo 
que  es  adorado.  £1  que  es  siervo  de  los  siervos, 
desea,  como  si  fuese  Dios,  ser  señor  de  los 
señores :  nuevos  consejos  revuelve  en  su  pecho, 
para  constituirse  un  proprio  imperio:  muda  leyes, 
estableze  las  suyas:  mancha,  roba,  despoja, 
i  mata  este  hombre  perdido, al  cual  suelen  Ua- 

Titulo  del  Pipa,  mar  Antechristo ,  en  cuya  frente  está  escrito  d 
nombre  de  Blasphemía ,  Dios  soi ,  errar  no  puedo. 
En  el  templo  de  Dios  está  sentado,  enseñorease 
por  todo:  i  lo  demás  que  podréis  leer  en  d 
libro  vil  de  los  Anales  de  Aventíno ,  foU  685.  Si 
357  años  ha,  los  Papas  eran  tales,  cuando 
la  malizía  no  habla  aun  venido  al  sumo ,  ¿qué 
tales  serán  los  Papas  de  nuestros  tiempos?  Zierto, 
muí  peores.  Porque  los  malos  no  aprovechan  en 


I  DE  Sü  AUTORIDAD.  309 

Otra  cosa, « sino  en  hazerse  mas  malos.  Arnniplio, 
Obíapo  de  Orllans,  abiertamente  llamó  al  Papa 
jÉkDtiBclaiBi» ,  en  el  GonziUo  Remense ,  que  se  tino 
usas  ha  de  560  años :  San  Bernardo ,  que  títIó 
en  el  año  de  1150 ,  llama  en  el  n ,  lu  i  iv  libro  de 
laa    Gonsideraziones,  al  Papa,  Antechrísto.  El 
Jkbad  Joachin  Galabrés ,  que  vivió  350  años  ha, 
llama  al  Papa  Antechrísto.  Zerca  del  año  de  1101 
vivió  Fluenzio,  Obispo  ,  que  llamó  al  Papa  Ante* 
cfartsto.  Zerca  del  año  de  1245  vivió  Nicolao  Ga- 
llo, el  cual,  viendo  la  deformazion  de  la  Iglesia, 
escribió  un  libro ,  al  cual  intituló  Ígnea  Sagitta^ 
Saeta   de  fuego,  contra  los  Papas.  Marsilio, 
liombre  doto,  escribió  mas  ha  de   200  años 
contra  el  Papa ,  i  contra  sus  leyes.  Gasi  en  el 
mismo  tiempo  vivió  Migud  Zesenas ,  jeneral  de 
los  Menores,  el  cual  abiertamente  llamó  al  Papa 
A.ntechristo.  Mas  de  200  i  tantos  años  ha ,  que 
Juan    Wiclef  escribió  i  predicó   en  Inglaterra 
contra  el  Papa,  i  reformó  muchos  abusos  pa- 
pistioos.  Lo  mismo  hízieron  después  Juan  Hus 
i     Jerónimo  de  Praga  en  Bohemia.  Franzisco 
Petrarca,  Italiano,  que  naszió  año    de  1304,^'^* 
i     murió  año  de  1374,  escribió  mui  de  Teras    p«^'<^*- 
contra  el  Papa,  i  contra  su  corte.  Léase  su 
SSpistoU  20 ,  en  la  cual  llama  á  la  corte  papal 
IBcíbüonia,  i  Ramera  Babilónica,  que  está  sen- 
tía da  sobre  las  aguas,  Madre  de  todas  lasído- 
Ici  irías   i  puterías.    Léase  su  soneto   92,  que 
comienza,  BeFempia Babilonia,  etc. ,  que  en  Es* 
,  palabra  por  palabra ,  suena  desta  manera: 
U  impia  Babilonia,  de  donde  es  huida.  Toda 
vergüenza,  donde  todo  bien  es  fuera.  Alber- 
go de  dolor ,  Madre  de  errores :  Soi  huido  por 


Arnulpho. 


Bernardo. 


Joachin. 


Fluenzio. 


Nicolao  Gallo. 


Marsilio. 


Zeaenas. 


Wiclef. 


Juan  Hus. 
Jerónimo 


de 


310  DEL  PAPA 

alongar  la  vida.  Iten,  el  soneto  106 ,  qae  comien- 
za: Fiamma  d'  al  ciel  su  le  tue ,  etc.  Flama  dd  zíelo 
sobre  tos  crisnejas  (ó  encrespados  cabellos).' Mal* 
vada,  que  de  la  fuente  i  de  la  bellota  (quiere 
dezir,  de  beber  agua  i  comer  pobre  vianda); 
para  empobrezer  á  otro  eres  rica  i  grande :  Pues 
que  de  mal  obrar  tanto  te  gozas.  Nido  de  traí- 
ziones ,  en  quien  se  empolla  cuanto  nial  por  el 
mundo  hoi  se  estiende.  Sierva  de  vino,  de  lechos 
i  de  vianda:  En  quien  lujuria  haze  su  últfnoia' 
prueba:  Por  tus  cámaras  mochachas  i  viejo» 
Van  retozando ,  i  Belzebub  en  medio ,  Con  fue- 
lles, con  fuego,  i  con  espejos.- IVo  fueste  criada 
en  pluma  á  la  sombra.  Mas  desnuda  al  viento; 
descalza  entre  las  puyas.  Ahora ,  pues ,  vive  de 
manera  que  el  hedor  suba  á  Dios.  Iten ,  el  soneto 
107,  que  comienza,  L'avara  Babilonia ,  etc.  La 
avara  Babilonia  ha  colmado  el  saco  de  ira  de  Dio$, 
i  de  vizios  impíos  i  perversos :  Tanto ,  que  re- 
bienta,  i  ha  hecho  sus  dioses,  no  á  Júpiter,  ni 
á  Pallas ,  mas  á  Venus  i  á  Bacco.  Esperando  ra- 
zón me  atormento  i  consumo,  etc.  I  cuatro 
versos  mas  adelante :  Sus  ídolos  serán  por  tierra 
tendidos ,  etc.  Iten,  el  soneto  108,  quecomi^za: 
Roma,  umpio  Fontana  di  dolore,  etc.  Fuente  de  dolor,  albergo 
de  herejía.  ^^  ¡j.^  ^  EscuBLA  de  errores,  i  Templo  de  henjfa» 
Ya  Roma ,  ahora  Babilonia  falsa  i  perversa ,  por 
quien  tanto  se  llora  i  se  sospira. 

Oh,  botica  de  engaños,  oh  prisión  de  ira,  Dod 
bien  muere,  i  el  mal  se  mantiene  i  cria.Infieriu>de 
vivos:  un  gran  milagro  será ,  Si  contigo  Ghríato 
al  fin  no  se  aira.  Fundada  en  casta  i  humilde 
pobreza ,  ¿  Contra  tus  fundadores  alzas  los  am- 
nos?  Puta  descarada,  ¿  do  has  puesto  tu  esperanza? 


I  DE  Sü  AUTOBIDÁD.  311 

¿En  tas  adiilteros,  en  las  mal  ganadas  Riquezas 
tantas?  etc.  Si  el  Petrarca  dijo  esto,  i  con  gran 
razón  i  verdad ,  contra  el  Papa,  i  contra  su  corte 
papal,  260  añoshá,  i  mas,  ¿qué  dijera  ahora, 
cuando  la  mallzia ,  tiranía ,  impiedad  i  idolatría 
del  Papa  i  de  su  corte  ha  venido  al  sumo?  £1 
Dante,  autor  mas  antiguo  que  el  Petrarca ,  i  el 
Bocazío ,  contemporáneo  del  Petrarca ,  tampoco 
adularon  al  Papa :  otro  tanto  dijeron  como  Pe- 
trarca. Dante,  en  el  vii  canto  del  infierno  acusa  Daoie. 
al  Papa  de  avarízia.  En  el  canto  xi,  en  el  6.^ 
círculo ,  lo  acusa  de  herejía :  en  el  canto  xv  lo 
acusa  dé  sodomía :  en  el  canto  xix  lo  acusa  de  si- 
monía. (Estas  son  las  4  virtudes  cardinales  que  dinaV/iíde^PapIs 
se  hallan  en  los  Papas),  avarizia,  herejía,  sodo-  avarízia,  herejía* 
mía,  i  simonía.  El  Bocazio  en  su  2.*  Novella  de  Jíí.*""*''  *  ''""^ 
la  primera  jornada  de  su  Decameron,  díze  en  socaxio. 
nombre  de  un  judío  llamado  Abrahan ,  que  toda 
la  corte  Romana,  desde  el  mayor  hasta  el  menor, 
pecaban  .en  jeneral  deshonestísimamente  en  el 
pecado  de  lujuria :  i  no  solamente  en  la  natural, 
mas  aun  en  la  ^odomítica  sin  ningún  freno ,  sin 
ningún  remordimiento  áe  conszienzia  ni  ver- 
güenza, etc.:  dize,  que  ni  tenían  santidad ,  ni  de- 
vozion,  ni  buenas  obras^  etc.  I  en  otros  muchos 
lugares  hazelo  mismo.  Estos  tres,  Dante,  Pe- 
trarca 1  Bocazio,  son  escritores  antiguos.  Ita- 
lianos, ¡padres  de  la  lengua  Italiana ,  i  bien  es- 
perimentados  en  los  negozios  del  Papa  i  de  su 
corte.  Sanazaro,  Italiano,  exzelentísimo  Poeta  de  Sanazaro. 
nuestros  tiempos,  hablando  del  Papa,  dize  en  sus 
Ej^grammas : 

In  Vaticano  noster  laiet^  hvnc  tamen  a/to, 

ChrUte  vides  cmlo^  proh  dahr,  et  pateris? 


312  DEL  PAFA 

Quiere  dezir:  en  el  Vaticano  (que  es  el  palazio 
de  S.  Pedro  en  Roma),  el  nuestro  [bá]:l>aro]  está 
escondido.  Mas  con  todo  esto,  tú,  Ghristo,  Tees. 
á  este  desde  tu  alto  zielo ,  ai  dolor,  i  lo  sufreil? 
¿Qué  pudo  mas  dezir  Luthero ,  ni  GalTído ,  ni  los 
demás  escritores  modernos,  que  contra  elP«*, 
pa  i  contra  su  corte  Romana  han  escrito ,  qne 
lo  que  estos  sus  Italianos  han  dicho?  El  Petrar- 
ca la  llama,  Impía  Babilonia,  Madre  de  er<* 
rores.  Desea  que  fuego  del  zielo  caiga,  i  te 
abrase  (tales  abominaziones  habia  ^isto  ett  ella)? 
llámala ,  Nido  de  traiziones ,  etc. ,  Glotona ,  Liija- 
riosa.  Dize,  que  ya  Dios  no  puede  tener  mas  pa- 
zienzia  con  ella,  etc.  Dize  que  sus  Ídolos  seráb 
echados  por  tierra,  etc.:  llámala,  Fuente  de  dolor, 
Albergo  de  ira ,  Escuela  de  errores,  Templo  de 

mana  wrten?»  *^®'^®i^*t  ®'C-  Mirad  SÍ  el  Papa  puede  errar  en  la 
fé.  fé.  I  es  de  notar,  que  el  Papa  Pió  quinto,  como 

en  su  vida  dijimos,  ha  hecho  quitar  todos  estos 
lugares ,  que  de  Petrarca  i  de  Bocazio  iiaberaos 
aqui  alegado.  La  causa  es ,  que  no  quiere  que  lot 
hombres  sepan  sus  bellaquerías,  abominaziones 
i  impiedades :  sino  que  lo  tetígan  por  santo ,  1 
por  Dios  en  la  tieri'a.  Gran  vergüenza  era  para 
el  Papa ,  que  autores  Italianos  i  taii  nombnidos^ 
(¡ue  libros  Italianos  1  impresos  en  Italia,  tan  re* 
dondamente  dijesen  sus  bellaquerías  dé\  1  de 
Thomás  Ren-  los  suyos.  Zcrca  del  año  1430  yvfíó  Thomáa 
donio.  Rendonio,  Garmelita,  del  cual  ya  habernos  he^ 

cho  menzion  en  la  vida  de  Eujenio  lY ;  estQ,en 
sus  sermones ,  que  predicó  en  Italia  i  en  Franzia, 
dezia ,  que  en  Roma  se  cometían  grandes  i^bo» 
minazíones ,  etc.  Por  lo  cual  el  Papa  Eujenio  PT 
lo  hizo  quemar  en  Roma.  Mas  há  de  ziento  i 


I  DE  su  AUTORIDAD. 


313 


Savoranolo. 


tantos  añusque  Laurenzio  Valla,  patrizio  Ro-    Laurenzíu  va- 
mano,  se  opuso  al  Papa ,  i  llamó  á  Roma  Rabilo-Hn- 
nia.  Por  lo  cual  fué  desterrado:  mas  el  Reí  de 
Capoles  lo  rezibió,  i  entretuvo  mut  honorífica- 
niente^  Jerónimo  Savonarola,  fraile  Dominico, 
predicó  en  Italia  el  Papa  ser  Antechristo ,  etc.  Por 
^o  aquella  nuestra  maldita  Bestia  Española, 
Mejandre  VI,  lo  hizo  quemar  cruelisimamente 
en  Florenzia,   como  dijimos  en  la  vida  deste 
Alejandre  VI.  De  ochenta  años  á  esta  parte ,  in- 
finitos han  sido,  los  Alemanes,  Franzeses,  In; 
filesesy  Italianos,!  aun  Españoles ,  i  de  otras 
naziones,  que  han  escrito  contra  el  Papa,  i  contra 
ia  dotrfna  papistica.  Léanse  sus  obras,  i  conside- 
róse sus  razones  confipntándolas  con  ia  palabra 
^«  Dios,  que  es  el  verdadero  i  único  nivel  i  re- 
8lt  con  que  toda  vida  i  dotrina  se  ha  de  reglar 
^  informar.  Volvamos  ahora  ai  Primado  que  el 
J^ckpst  como  otro  DIotrophes  (de  quien  S.  Juan 
y^ze  menzion  en  su  terzera  Epístola),  ama  tener, 
^  «<i  lo  asnrpa.  S.  Augustin  escribió  una  historia, 
que  dedara  muí  bien  la  igualdad  del  Obispo  de 
**6ma  con  los  demás  Obispos.  Donato  (dize  S. 
Augustin)  de  casas  negras ,  del  cual  los  Dona- 
ttstas   tomaron  su  nombre,  habla  gravemente 
acusado  á  Zeziliano ,  Arzobispo  de  Garthago  .*  el 
Bmperador  Constantino  ,««iendo  la  causa  simple- 
niente  eclesiástica ,  la  cometió  á  Miltiades ,  Obispo, 
de  Boma,  i  á  otros  ziertos  Obispos  de  Italia,  Fran- 
cia, i  España.  Si  fuera  jurisdizion  ordinaria,  no 
fuera  menester  comisión  del  Emperador,  ni  de 
nombrarle  asesores.  Mas  esperad  un  poco ;  Dó- 
nalo fué  condenado  por  los  susodichos :  el  cual, 
viéndose  condenado ,  apeló  para  el  Eníiperador, 


///,  /van,  IX. 


Epftt.  axil. 


314  DEL  PAPA 

el  cual  remitió  la  apelazion  al  Arzobispo  Arela- 
lense  para  que  aprobase,  ó  desaprobase  la  senten- 
zia,  que  el  Obispo  de  Roma  i  sus  asesores  habían 
dado.  ¿Dónde  estaba  entonzes  el  Primado  -del 
Papa,  su  jurisdizion,  su  sentenzia  sin  ningant 
apelazion ,  su  conozer  i  oír  todas  las  apelaiio- 
nes,  su  plenitud  de  potestad  de  que  tanto  ae 
gloría  ?  I  no  dirán ,  que  el  Emperador  era  ínñtA, 
ó  Urano:  porque  era  el  Gran  Constantino,  que 
á  la  cuenta  que  ellos  hazen ,  se  despojó  de  ana 
buena  parte  del  Imperio  para  dársela  á  ellot. 
Que  el  Gran  Constantino  haya  constituido  á 
Miltiades  por  juez ,  juntamente  con  los  demáa, 
para  oiría  causa  de  Zeziliano,  Onuphrio Pan- 
vino  lo  testifica  en  la  nota  que  haze  sobre  Pla- 
tina en  la  vida  de  MíUia*des :  i  confírmalo  cot 
Optato  Milevitano  en  su  primer  libro,  i  con 
loque  dize  Ensebio,  lib.  x,  cap.  5  de  su  histo- 
ria Eclesiástica.  Pero  Panvino,  como  adulador 
del  Papa ,  ninguna  menzíon  haze  de  lá  ap^- 
zion  que  habernos  dicho:  porque  menoscaiMdMt 
la  autoridad  que  los  Papas  se  han  tomadla 
El  Emperador  Cuanto  al  convocar  Conzilios,  los  Etaperado* 
liho^inenie^' ^^^  convocaban  los  jenerales,  los  Patríaicai 
i  Metropolitanos  convocaban  los  ConziUoas  na* 
zionales,  ó  proviriziales.  Los  Patriarcas,  I  ^ 
los  Obispos  de  Roma ,  presidian  en  los .  Gonxl: 
lios  que  se  tenian  en  súS  Patriarcados.  Por- 
que el  Obispo  de  Roma  no  les  exzedia,  *Bi  fin 
dignidad,  ni  en  potenzia:  siendo  todos  ig&abs 
Epístola  ad  Li- '  debajo  de  una  cabeza ,  Ghristo.  Asi  lo  dfae 
berium  Episco- Athanasio  escribiendo  á  Libedo ,  Obispo  de  1^0- 
Dl^irapiTc""?"»-  ma.  Todos  (dize)  los  Apóstoles  son  iguales  en 
iat-  honra  i  potenzia.  Así  S.  Zipriano ,  mas  antiguo 


I  DB  SU  AUTORIDAD.  315 

que  Athanasio ,  No  hai,  dize,  que  un  Obispado 
X^or  todo  éí  mundo ,  del  cual  cada  Obispo  tiene 
auparte.  Iten:  Que  ninguno  de  su  tiempo  «« Bpiscoporim!"' 
^íjo,  ni.  hizo  Obispo  de  Obispos,  ni  ha  por 
lírania  sujetado  sus  compañeros  á  obedezerle. 
Jten ,  se  queja,  que  los  profanos  zismáticos  se 
:Tetiraban  al  Obispo  de  Roma.  Dize  que  no  había  Lib.  i,  epist.  i.' 
sino  zlertos  hombres  perdidos  i  desesperados, 
^ae  hiziesen'esto ,  haziéndose  creer  que  los  Obis- 
pos de  África  tuviesen  menor  poder  que  el  de 
Boma.  S.  Jerónimo,  á  este  mismo  propósito,  gp^¿f¿uJ[¿*£v^" 
dize  I  Donde  quiera  que  ha!  Obispo,  séase  en  grtum. Repeiitur 
Boma ,  ó  en  Eug^abio :  séase  en  Constantinopla,  {f,ní ^H^eronym' 
é  en  Rejio,  una.  misma  dignidad  tiene,  i  un  ad Nepotunum. 
misino  sazerdozio :  las  riquezas,  ni  la  pobreza 
no  lo  hazen  ni  superior,  ni  inferior.  I  asi,  los 
Motores  antiguos ,  como  Ireneo ,  Tertuliano ,  Hi- 
lario ,  Zipriano,  etc. ,  cuando  escribian  al  Obispo 
.<ieRoma,  no  le  daban  los  gloriosos  títulos ,  que 
los  aduladores  de  nuestros  tiempos  le  dan  ahora: 
Santísima  Padre ,  beatísimo  Papa ,  Sumo  Pon- 
tifiíe.,  S^ñor  nuestro ,  i  Dios  en  la  tierra :  Ilamá- 
l)anlo  Hermano,  Goepíscopo,   Compañero  en 
ofizio  c  i  otros  semejantes  títulos,  que  olían  i 
amor  i  simpUzidad  Ghrístiana ,  i  noáadúlazion 
i  dt¡teZ|  con  que  los   miserables  Papas    se 
biochan  i  quedan  mui  ufanos.  I  si  ¿aquellos 
Mees- les  patezia,  que  el  Obispo  de  Roma  se 
desmandaba,  ó  faltaba  en  algo  (pues  era  hom- 
bre), ó  en  vida,  ó  en  dotrlna;  avisábanle :  i  si  era 
meaeiter,  lo  reprehendían.  Desta  manera  tra- 
f¿  S.  Zjpríano ,  í  bien  rudamente,  á  Estéphano, 
Obispo  de  Ron^a:  i  noima  vez  acaso,  sino  mu- 
cb».  Ireneo  reprehendió  á  Víctor  de  que  habla 


316  DSL  PAPA 

por  ana  impudente  ambizion  descomulgado  las 
Iglesias  de  Asia  por  la  diferenzia  de  sekbrar  la 
Pascua.  ¿Quién  se  atrevería  áhazeresto  ahora^ 
aunque  el  Papa  fuese  otro  Juan  YIII,  XII,  XIII, 
XIV ,  XXIII  ó  XXIV ,  fuese  otro  Bonifazio  YIH,  otro 
Silvestre  U,  otro  Gregorio  VII,  otro  Alejando  VI, 
Paulo  m  i  IV,  ó  Pío  V.  ?  De  jure  divino,  todoslos 
Obispos  son  iguales,  i  asi,  como  hermanos,  se  ha- 
bian  de  avisar  i  correjir  los  unos  á  los  otros.  Si  hai 
alguna  diferenzia  de  Mayoría,  ó  Menoría*  esta  ks 
viene  dejure  positivo:  como  los  mismos  Canonistas, 
coando  la  verdad  los  aprieta ,  confiesan  diziendo: 
Quodomnii  Majorüai  et  Minoritas^  etiam  Pa- 
patus ,  eit  dejure  positivo :  Toda  Mayoría  ó  Me- 
noría, i  aun  el  mismo  Papado ,  es  dejure  positivo: 
quiere  dezir ,  que  los  hombres  la  han  hecho.  I  yo 
aun  adelante  paso :  Digo  que  la  Mayoría ,  que  el 
Papa  se  ha  usurpado  sobre  todas  las  Iglesias, 
siendo  contra  el  Cordero  del  Apocalipse ,  i  contra 
sus  santos ,  no  es  dejure  divino,  jii  tampoco  ha- 
mano  :  digo  que  es  de  jure  diabólico :  que  es  una 
tiranía  infernal ,  contra  la  cual  todo  el  mando  se 
babia  de  levantar,  como  contra  un  fuego  i  inzen- 
dio  jeneral ,  que  á  cada  uno  le  toca.  Nótese  aquí 
kí  que  notamos  en  la  vida  de  luán  XXIV ,  donde 
se  probó  por  Decreto  del  GonziÜo  Constanziense 
i  Basiliense,  el  Papa  ser  siyeto  al  Conzilio, 
i  lo  demás  que  allí  dijimos.  Parézeme  que  no 
digo  esto  á  tontas  i  á  locas ,  como  dizen, 
sino  con  mui  gran  razón:  como  lo  habernos 
sufizientemente  probado  por  dichos  de  loa  Pa- 
dres i  Decretos  de  los  Gonzilios  antiguos.  I 
si'  no  hubiese  quien  lo  dijese ,  su  propia  vida  i 
dotrína ,  que  al  prinzipio  contamos ,  son  evldmi- 


I  DE  SU  AUTOBIDAD.  317 

tisimoa  testimonios  qae  confirman  lo  que  digo* 
'l^or  mi  Tida,  paos,  dellos  podrá  cada  mío  ver 
(ai  no  ca  que  de  muiignoraniia  afectada  se  quiere 
hmxmr  tonto ,  looo ,  i  ziego )  los  Papas ,  que  son 
los  que  han  ¿do  Pontifizes  Romanos  desde  Boni- 
lazío  m ,  que  fué  criatura  del  adúltero ,  parri- 
zída  »   i  tlranno  Emperador  Phocas ,  hasta  Ole-    ^^^  «^^  «^*- 
mente  VHI  ^  ó  X ,  que  hoi  tiraniza,  haber  sido 
notados  casi  todos  (léanse  sus  historias)  de  terri- 
bles, enormesinefandosvízios  i  pecados:  han  sido 
hecbizeros,  homizidas,  malquistos,  revolvedores 
de  repúblicas  i  reinos,  inquietos,  vindicativos,  al- 
cahuetea, simonlacos,  sodomitas,  perjuros,  in- 
zestuoaos,  nigrománticos,    sacrilegos,  impíos, 
sin  ningún  Dios,  ni  relijion.  Siendo ,  pues,  tales, 
concluyamos ,  noser  suzesores  de  S.  Pedro ,  sino 
de  Judias :  no  ser  vicarios  de  Ghristo ,  sino  del 
Diablo,   i  ser  verdaderamente  el  Antechristo. 
Pero  ahora,  para  mayor  confirmazion  de  lo  di- 
cho ,    alegaremos  ziertos  pasos  de  la  Sagrada 
Eacrítura,  los  cuales  los  mismos  papistas  en- 
tienden ,  i  interpretan  del  Antechristo :  conside- 
raremos ,  si  lo  que  la  Escritura  dize,  que  hará  i 
dirá  el  Antechristo,  lo  haze  i  dize  el  Papa:  i 
iristo  que  la  dotrina  i  vida  del  Papa ,  es  la  misma 
que  la  que  la  Escritura  dize  que  será  del  Ante- 
christo:  concluiremos   por   su    propria   con- 
fesión de   los  papistas ,   el   Papa  ser  Ante- 
christo. 

EL  primer  paso  es  tomado  de  Daniel,  cap.  xit    ^«"t  ^ir  ^R' 
que  dize:  i  elRei  hará  á  su  voluntad  (por  Rei 
asi  en  este  lugar,  como  cap.  viii ,  S3  i  24 ,  se  en- . 
tiende  Antioco ,  gran  perseguidor  del  pueblo  de 
Bios:  este  Antioco  fué  figura  del  Antechristo,  que 


con 


di  8  BBL  PAPA 

es  el  Papa.  Antioco  qaemó  la  Biblia ,  levantó  al 
DiosMauzim,  prohibió  el  matrimonio,  lilzo  ído- 
los de  oro  i  de  plata ,  adornólos  con  ricos'  orna- 
mentos, etc. ,  lo  mismo  haze  el  Papa).  Prosigue 
Baniel :  i  ensoberbezerse  ha ,  i  engrandezerse  ha 
sobre  todo  Dios :  i  contra  el  Dios  de  los  dioses 
hablará  marabillas ,  i  será  prosperado ,  hasta  que 
ia  ira  sea  acabada :  porque  hecha  está  deternilna- 
zion.  I  del  Dios  de  sus  Padres  no  curará ,  ni  del 
atnor  de  las  mujeres :  ni  curará  de  Dios  alguno: 

-on'que  ""nt"  {^""Q"®  ®^^'®  ^^^  *®  engrandezerá ,  etc.  Tres 
christo  será  mar- notables  marcas  nota  aqui  Daniel,  las  cuales 
^'^^'  dize  que  tendrá  el  Antechristo :  en  cualquiera, 

'  pues,  que  las  viéremos,  tengámoslo  por  ijite- 

laTa  M^'on  *"  ^"®'^^-  ^*  ^•*»  que  no  conozcrá  al  Dios  de  sus 
Padres:  2.^,  que  no  se  curará  del  amor  de  las 
mujeres :  3.^ ,  que  no  hará  caso  de  Dios  algunorla 
causa  de  todo  esto,  dize,  que  es  su  soberbia.  £1 
Papa,  siendo  de  raza  de  Ghrístianos,  que  h^n  ado- 
rado al  verdadero  Dios ,  Padre  de  nuestro  Señor 
Jesu  Ghristo,  ha  introduzido  en  la  Iglesia  de  Dios, 
donde  tiene  su  silla,  la  idolatría  i  superstizion,  man- 
dando invocar  en  las  afliziones  i  calamidades ,  á 
otro,  ó  á  otros  que  Dios ,  contra  el  espreso  man- 

Bxod.,  XI.     damiento  de  Dios,  No  tendrás  dioses  ajenos  de- 
lante de  mi :  i  contra  lo  que  él  manda  por  su 

Ptai.  L,  so.  Propheta :  Invócame  en  el  dia  de  la  tribulazion. 
No  hai  mandamiento  de  Dios,  ni  en  el  viejo,  ni  en 
el  nuevo  Testamento,  que  nos  mande  invocar  á  otro 
ninguno  que  á  solo  Dios:  ni  hai  ejemplo  de  Patriar- 
ca, Propheta ,  ni  Apóstol  que  haya  invocado  sino 
.¿  solo  Dios.  Porque  ¿cómo  invocarán  á'aquel, 

flow.,  X,  t*.    en  el  cual  no  han  creído  ?  como' dize  S.  Pablo. 
En  un-  solo  Dios  creemos,  á  él  solo  invoque- 


I  DE  SU  AÜTOIIDAD.  319 

*ilQS.  £l  Papa  ha*  introduzido  en  la  Iglesia  esta 
^ueva  dotrina  de  invocar  á  otro  que  á  Dios.  Es, 
pues  9  Antechristo.  ¿Quién  haproiiibido  que  los 
GlirfatiaDos  lean  la  Lei  del  Señor ,  los  libros  de 
los  Prophetas ,  i  de  los  Apóstoles  i  Evanjelistas? 
Bl   Papa.  ¿Quién  quema  estos  sacrosantos  li- 
bros 9  i  á  aquellos  que  para  instruczion  de  sus 
conszienzías  los  leen?  El  Papa.  ¿Quién  se  ha  to- 
mado autoridad  de  perdonar  pecados,  i  esto 
por  dinero,  siendo' solo  Dios  el  que  los  perdona, 
i  SK*<^^08amente?  El  Papa.  ¿Quién  ha  hecho  ado- 
rnar un  pedazillo  de  oblea ,  diziendo,  que  es  el 
verdadero  Dios  que  crió  zielo  i  tierra?  El  Papa. 
Es  y  pues ,  Antechristo,  que  ni  honra  ni  adora  al 
I>ios  de  sus  Padres ,  que  se  ha  manifestado  á  sus 
fieles  en  los  libros,  que  el  Papa   quema.  La 
segunda  marca  es ,  que  no  se  curará  del  amor  de 
las  mujeres :  quiere  dezir ,  que  abominará  el  ma-    B*  Paptabomi' 
trinionio  so  color  de  castidad ,  santidad  i  de  obra  52c  I)"'' íídíSdl 
meritoria.  El  Papa  ha  abominado  tunlo  el  estado 
del  raatrímotiio ,  que  ha  hecho  lei  que  níngim 
Papa ,  íSardenal,  Patriarca,  Arzobispo ,  Obispo, 
I>ean  ^  Arzedidno,  Clérigo,  ni  fraile,  Diácono, 
ni  subdiácono ,  ni  monja  ninguna  se  case.  ¿I 
por  .qué?  por  pura  hipocresía:  por,  venderse  al 
TQlgo  ignorante  por  santos ,  por  Anjeles ,  que 
no  tienen  carné,  por  totalmente  espirituales:  i 
los  miserables,  menospreziando  el  medio,  que 
Í>ios  les  presenta  del  matrimonio  ,  mas  quieren 
abfíisarse ,'que  casarse:  i  asi  Dios  los  entrega 
en  afeCos  vergonzosos  i  deshonestos ,  i  se  en- 
xienden  en  sus  concupiszenzias,  como  lo  dize 
S.  Pablo :  son  fornicarios ,  adúlteros,  inzestuosos,    j)^^^  |, 
i  lo  demás  que  el  Apóstol  dize.  Estos  son  los'fro- 


320  DEL  PAPA 

tos  de  sa  zelíbado ,  de  sa  vida  anjélica  i  no  en 
carne ,  de  su  voto  de  castidad,  tan  de  machos  to- 
//,  Tim.,  IV,  2.  tado,  i  tan  de  pocos  guardado.  Destos  tales  ansa 
el  mismo  San  Pablo  á  su  diszipolo  Timoteo, 
diziendo ,  que  con  hipocresía  hablarán  mentira, 
teniendo  cauterizada  la  conszienzia :  que  prohi- 
birán el  matrimonio.  ¿Qué  nazion  ha  habido  en 
el  \nundo  tan  bárbara ,  tan  cruel,  tan  tirana,  i 
tan  sin  Dios,  que  haya  prohibido  el  matrimonio 
á  tantos  millares  de  hombres  i  mujeres ,  como 
hoi  día  hai  de  clérigos ,  frailes,  i  monjas?  Sdo 
el  Antechristo  haze  tal  leí :  solo  el  Papa ,  la  haze: 
laego  el  Papa  es  Antechristo,  que  no  quiere 
amar  á  su  lejitima  mujer ,  sino  á  las  Gam'medes 
i  putas.  Mucha  pena,  i  en  muchos  años,  ha 
tomado  el  Papa,  para  hazer  que  esta  su  tan 
tiránica  lei  se  guardase :  muchos  pueblos  i  na- 
ziones  le  resistieron,  viendo  que  era  lei  tirana 
i  perjudizial  á  la  república.  Porque  los  Clérigos 
i  frailes ,  no  teniendo  proprias  mujeres,  i  siendo 
hombres  holgazanes ,  que  viven  en  ózio ,  i  en 
hartura ,  la  cual  vida  inclina  al  hombre  á  lujaría, 
dábanse  tras  de  las  mujeres  i  hijas  de  sus  vezinos 
Ei  Gonziiio  m- i  amigos.  En  el  Gonzilio  INizeno  se  propuso 
rio  *^pefmue?  el  ^^®  negozio :  pero  por  consejo  del  buen  Paph- 
niatrimonio.  nuzlo  no  se  efetuó.  S.  Gregorio  prohibió  el 
matrimonio :  pero  después ,  enseñado  por  la 
esperienzia  de  las  6,000  cabezas  de  niños,  que 
se  hallaron  en  un  estanque,  la  anuló  i  invali- 
dó :  como  habernos  dicho  en  su  vida :  nótese  lo 
que  habernos  dicho  al  mismo  propósito  en  la 
vida  de  Sirizio ,  el  cual  tan  á  pospelo  alegó  el  di- 
cho de  San  Pablo :  Los  que  están  en  la  carne  no 
pueden  agradar  á  Dios.  I  lo  que  notamos  en 


I  DB  8Ü  AUTORIDAD.  821 

Nicolao  I ,  i  en  la  vida  de  Pío  II,  i  de  Paulo  II,  la 
eaperíenzia  asaz  muestra  el  día  de  hoí,  cuan 
Impía  i  tiránica  sea  esta  leí.  I  puesto  que  fuete 
J^aena,  no  se  guarda.  Lo  mejor  seria  dejar  á 
cada  ano  la  libertad  que  Dios  le  da ,  i  no  poner 
lazos  á  la»  conszienzias.  El  que  puede  pasar  sin 
oasarse ,  mui  bien  hará  si  no  se  casa :  i  prínzipal- 
cuente   el  Ministro,  en  tiempo  de  persecuzion, 
ha  de  estar  libre  para  predicar  la  palabra  de 
,  donde  quiera  que  lo  llamen.  Pero  el  don 
ele  continenzia  no  se  da  á  todos :  i  sí  se  da  á  al- 
sanos ,  no  es  perpetuo.  Lo  mas  seguro ,  pues ,  es 
jpara  no  ofender  á  Dios ,  i  para  no  ensuzíar  su 
«cuerpo ,  que  es  templo  del  Espíritu  santo ,  i  por 
^anto  ha  de  estar  bien  limpio ,  que  cada  uno  tenga 
sa  mujer,  como  nos  lo  aconseja  S.  Pablo ,  i  cada    A  Ct.,  yh. 
«:ana  tenga  su  marido :  á  pesar  del  Papa ,  que  es 
.ikntechn8to,mandandolocontrario.  LaS.^marca    Ki  Pipa  et 
«a ,  qne  el  Antechristo  de  ningún  Dios  hará  cuenta:  ■'^®*•*•• 
quiere  dezir ,  que  será  atheista ,  hombre  sin  nin- 
gún Dios,  ni  relijion.  Esto  al  pie  de  la  letra  i 
bien  claramente  lo  habemos  visto  en  muchos 
IPapas ,  los  cuales,  ni  Tíviendo  ni  muriendo,  Xxky\^ 
ron  relijion  ninguna.  No  es  uno  solo  el  que  ha  Bonirazio  viii. 
«ntrado  en  el  Papado  como  raposa,  vivido  en  el 
IPapado  como  león ,  i  muerto  como  perro.  Léanse 
sus  vidas.  La  razón  de  todo  esto  da  Daniel, 
diziendo :  Porque  sobre  todo  se  engrandezerá. 
£1  Antechristo,  que  es  el  Papa,  se  ha  hecho 
Obispo  universal ,  Cabeza  de  la  Iglesia ,  abso- 
luto, ó  disoluto   Señor,  así  en  lo  temporal, 
como  en  lo  espiritual,  sobre  todos  los  Monarcas, 
Beyes,  i  Prínzipes  del  mundo,  que  los  puede 
quitar  i  poner  cuando  se  le  antojare,  í  nadie 

2t 


SSS  DBL   PAPA 

le  debe  preguntar ,  ¿por  qué  lo  hazes  así  ?  I  asi 
haze  que  los  Emperadores,  Reyes  i  grandes  se- 
ñores se  prostren  por  tierra  en  señal  de  Tasallaje, 
homenaje  i  sujezion ,  i  le  besen  los  pies,  i  adoren. 
El  Papa  verdaderamente  es  soberbio ,  como  el 
Diablo,  que  dijo  á  Ghristo:  Todo  esto  te  daré, 
si  prostrado  me  adorares :  i  asi  tendrá  el  pago 
que  tuvo  el  Diablo.  Lo  cual  da  á  entender  Danld, 
ver.  36  deste  cap.  xi,  diziendo,  que  será  pros- 
perado, hasta  que  la  ira  sea  acabada:  porque 
hecha  está  determinazion :  i  en  las  últimas  pala- 
bras deste  capitulo  dize :  i  vendrá  hasta  su  fin,  i  no 
tendrá  quien  le  ayude.  Este  es  el  consuelo  del 
Ghristiano,  que  su  enemigo  i  perseguidor  el  Ante- 
cliristo ,  el  Papa  de  Roma ,  acabará  como  mereze, 
i  asi  la  Iglesia  será  libre  de  su  tiranía. 
3.«  paso.  El  segundo  paso  es  de  S.  Pablo  á  los  Thesa- 

//,  rA«f.,ifi  s.  lonizenses,  donde  claramente  i  sin  figura  nin- 
guna llama  al  Antechristo  hombre  de  pecado, 
i  hijo  de  perdízion,  que  se  opone  i  levanta  contra 
todo  lo  que  es  Dios ,  ó  divinidad :  tanto  ,  que 
se  asienta  en  el  Templo  de  Dios,  como  Dios, 
vers.  t.  haziéndose  parezer  Dios ,  i  mas  abajo.  £1  cual 

vendrá  por  operazion  de  Satanás  con  grande 
potenzia ,  i  señales  i  milagros  mentirosos ,  i  con 
todo  engaño  de  iniquidad  [obrando]  en  los  que 
perczen,  etc.  Los  mismos  papistas  confiesan 
hablar  aqui  San  Pablo  del  Antechristo.  Veamos 
ahora  si  el  Papa  haga  estas  mismas  cosas :  i  si  las 
Antechristo  ^^^e,  es  Antechrísto.  Por  Antechristo  no  debe- 
qué  cosB  sea.  *  mos  entender  un  hombre  solo  que  haya  de  hazer 
i  acontezer:  sino  debemos  entender  un  estado, 
una  silla,  una  suzesion  de  hombres,  un  impe- 
rio levantado  contra  Ghristo :  pero  con  nombre 


I DB  SU  AirroaioAD.  Ii3 

i  Ululo  dePutor*  i  Obispo  de  la  Iglesia « i  con 
Utiilo.de  Vicario  del  mismo  Jesu  Ghiisto :  llamarse 
ba  oon  hipocresía  i   finjida  humildad   Sieno 
<i€  loo  Sierf os  de  Dios :  mas  con  soberbia  dia- 
Jbdllca  80  hará  Señor  de  todos.  Este  imperio  del 
A.fttechri8to  se  comenzó  en  el  tiempo  de  S.  Pablo« 
oomo  él  lo  testlKca  diziendo:  Porque   ya  se 
obra  el  misterio  de  iniquidad:   solamente  que 
el  que  ahora  domina,  domine  hasta  que  sea  qui^ 
aado.  Esto  será  cuando  ei  Señor  lo  matará  coll     Verso  7. 
el  Bspiritu  de  su  boca  (como  luego  dize  el  Apds^ 
lol).   I  ya  habemos  probado  que  el  Papa ,  que  es 
el  Antechrísto,  ha  edificado  su  reino  poco  á  poco 
de  la  ruina  del  imperio  Romano.  Todo  esto  no 
jl^uede  convenir  á  un  solo  hombre,  sino  &  un 
estado  i  con'dizion  de  hombres.  Antechristo  es 
palabra  Griega/  que  quiere  dezir  Contrario  á 
Ghristo*  Veamos  algunas  cosas  en  que  el  Papa    juan^  vi,  u. 
se  oponga  á  Ghristo.  El  pueblo  quiere  hazer  á  oposiitones  en- 
Ghristo  Rei:  pero  Ghrisio  no  quiere  serlo :  Por-  p®  ¿'**'**'®  *  *' 
que  su  reino  r  como  él  dize ,  no  es  deste  mundo.     ^ ,  oposIzíod 
£1  Papa^  sin  demandarlo  ni  quererlo  el  pueblo, 
se  ha  hecho  Rei  universal  sobre  todos  los  Reyes 
deste  mundo :  i  asi  ios  quita  i  pone  á  su  fantasía. 
8.^  Opos.  Ghristo,  siendo  Dios,  se  abatió,  i  se    Phifíp,,u^B, 
hizo  hombre ,  i  esto  para  salvarnos  recouzilián-    a.*  opoiiiion. 
donos  con  el  Padre.  £1  Papa ,  siendo  hombre,  se 
hazé  Dios ,  diziendo,  que  tiene  autoridad  i  poder 
ea  el  infierno ,  echando  en  él  á  quien  quisiere, 
i  aun  sacando  del  (si  se  le  antojare),  como  di- 
zea,  que  S.  Gregorio,  Papa,  sacó  el  ánima  del    ^  ^stü  propó- 
Emperador  Trajano ,  que  fué  infiel  i  perseguí-  ^Uo  leed  i  Da- 
dor de  la  Iglesia.  Tiene  autoridad  en  el  Purga-  JJ.ÍSSS''  df  loi 
torio ,  sacando  del ,  como  dizen,  que  cada  día  defuotos. 


324  DBLPAPA 

saca,  ánimas :  tiene  autoridad  en  la  tíerra«  ügan- 
do  i  absolviendo  á  quien  quisiere :  Tiene  también 
autoridad  en  el  zielo,  metiendo  en  él  á  quien 
quisiere «  mandando  á  los  Ánjeles  que  lle?en  el 
ánima «  de  quien  le  pluguiere,  sin  pasar  por  las 
penas  de  Purgatorio :  como  se  lee  en  la  Bula,  que 
el  Papa  Clemente  VI  conzedió  á  aquellos  que, 
yendo  á  Roma  á  ganar  el  Jubileo ,  murieren  en 
el  camino.  Todo  esto  dize  el  Papa  que  puede 
bazer ,  i  asilo  dizen  sus  aduladores.  Pero  todo 
es  mentira  para  condenarnos  i  llevamos  consigo 
3/  oposizion.  á  casa  de  su  padre  el  Diablo.  3.^  Opos.  Gbristo 
/uan,  V.39.  nos  manda  que  escudriñemos  las  Escrituras:  i 
da  la  razón ,  porque  por  ellas  lo  conozerémos. 
El  Papa  manda ,  i  so  gravísima  pena ,  que  no  las 
leamos ,  ni  veamos ,  de  miedo  que  tiene  que  nos- 
otros, conoziendo  á  Gbristo  leyendo  las  Escri- 
toras,  lo  conoscamos  á  él  por  Antecbristo:  i  para 
ocupamos  con  algo,  mándanos  leer  legendas 
ftbulosas ,  mándanos  rezar ,  el  rosario,  que  re- 
nové Alano  con  tanta  mentira  i  impiedad ,  como 
dijimos  en  la  vida  de  Sisto  cuarto,  mándanos 
rezar  tantos  Pater  nosters  i  tantas  Ave  Marias 
ddante  de  un  Gruzifíjo ,  delante  de  la  imájen 
de  la  virjen  María,  ó  deste  ó  del  otro  santo,  ó 
santa.  £1  Papa  León  conzedió  á  una  gran  Sefiora 
llamada  Isabel,  perdón  de  todos  sus  pecados,  si 
hincada  de  rodillas  en  su  aposento  dijese  ddante 
de  la  imájen  de  algún  santo,  ó  santa,  zinco 
Pater  nosters  i  zinco  Ave  Marias.  Mirad  qué 
tiene  que  ver  el  Ave  María  con  el  Gruzifijo, 
nidPater  noster  con  la  virjen  María?  ¿Qué  ora- 
zion  es  esta ,  cuando  el  que  ora ,  ni  sabe ,  ni  en- 
tiende lo  que  pide?  ¡  Oh  zeguedad ,  oh  ignoranzía! 


4.*  Oposición. 
Mat,t  ^if  38. 


Jerem.y  II,  is. 
s.*  Oposizion. 


I  DE  SÜ  AUTORIDAD.  325 

<^.*  Opos.  Ghristo  llama  á  sí  á  todos  los  traba- 
jados i  aflijidos  en  sus  conszienzías ,  para  re- 
catearlos. El  Papa  manda  que  Tamos  á  la  Viíjen 
m aria,  á  los  santos,  i  á  las  santas.  Esto,  ¿qué  cosa 
es,  sino  dejar  la  fuente  de  agua  v¡?a  (como  dize 
Jeremias),  i  cavarse  zisternas  que  no   pueden 
retener  el  agua?  Otras  muchas  oposiziones  hai 
entre  Ghristo  i  el  Papa ,  pero  no  pondremos  sino 
la  fínal  de  todas,  que  Ghristo  sube  con  gran  trium- 
ptio  al  zielo ,  i  se  sienta  á  la  diestra  de  su  Padre,  i 
el  Papa  deziende  al  infierno  ignominiosamente, 
i  cae  en  el  fondón  del  infierno  en  compañía  de 
Judas t  cayo  suzesor  es,  i  allí  será  atormentado 
por  8U  proprio  padre  el  Diablo  para  siempre  ja* 
znás.  Veis  aquí  cómo  el  Papa  es  adversario ,  i  se 
opone»  i  levanta  contra  todo  lo  que  es  Dios,  ó 
«ÜYÍnidad,  i  se  sienta  en  el  Templo  de  Dios,  ha- 
ziéndose  Dios.  Por  lo  que  dize  el  Apóstol,  que 
el  Antechristo  se  sienta  en  el  Templo  de  Dios ,  da 
^  entender  9  que  el  Antechristo  no  será  Turco, 
ni  Moro,  niJudio,  ni  Pagano,  sino  Ghristiano ,  i 
que  pn^e  la  relijion  Ghristiana.  El  Papa  está 
sentado  en  Roma ,  ziudad  mui  antigua  en  la  re- 
lijion Ghristiana,  donde  tantos  buenos  Obispos 
bobo  por  espazio  de  casi  300  años :  los  cuales 
con  so  sangre  sellaron  la  dotrina  que  habían  pre- 
dicado: i  aun  ahora,  con  toda  la  tiranía  del  An- 
tecliristo,  Dios  tiene  su  Iglesia  en  Roma,  como 
lateniaenSodoma,  donde  estaba  Lot  con  sufa* 
milla.  Es  denotar  lo  que  dize  S.  Pablo,  que  la  ve- 
i^a  del  Antechristo  será  con  grande  potenzia, 
señales  i  milagros  mentirosos :  i  todo  esto  hará 
por  operazion  de  Satanás.  De  aquí  se  vee  que  también'^' miu- 
también  el  Diablo  baze  sus  milagros :  lo  cual  con»  groa. 


326  DEL  PAPA 

firma  el  refrán  Español :  Séase  milagro ,  i  hágala 

el  Diablo.  Pero  para  engañar.  ¿Quién  ignora 

la  suma  potenzia  del  Papa  ?  Atrévese  el  Papa  á 

Mat.^  xxYiii,  dezir  de  si  mismo ,  lo  que  Ghristo  díze  de  sí,  IM» 

'*'  est  mifii  omnis  patestas.  Toda  potestad  roe  es 

dada.  ¡Ohblasphemia  intolerable!  Cuánto  á  so» 
señales  i  milagros  mentirosos,  el  mundo  eM 
lleno :  sds  proprios  papistas ;  si  tienen  algún  en- 
tendimiento, se  avergüenzan  deílos.  Pero  los 
simples,  los  idiotas ,  d  vulgo ,  los  creen* i  tiene» 
por  verdaderos  milagros :  i  mas  aína  morirán  por 
ellos,  que  por  la  dotrina  de  los  Propbetas^  ni  de 
los  Apóstoles ,  ni  aun  del  mismo  Jesu  Ghristo :  la 
cual  totalmente  ignoran.  ¡  Oh  zeguedad  ignorante 
Milagros  Bien-  i  ignoranzia  ziega !  ¿  Cuántas  i¿nájines  han  ha- 

droftos.  blsdo?  ¿Cuántas  han  sudado,  i  aun  gotas  de 

sangre?  Al  cruzifijo  de  Burgos,  cree  la  jente  Ig- 
norante, que  le  creze  la  barba  i  los  cabeUos,  I 
aun  las  uñas.  ¿Qué  de  milagros,  dizen ,  quehazén 
las  imájines  de  nuestra  Señora  de  Guadalupe,  i  la 
de  Monsarrate?  ¿Cuántos  cativos  sacan,  cuántos 
muertos  resuzitan ,  á  cuántos  ziegos  dan  la  tIs^ 
tá?etc.  0«esto,  que  dellas  dizen,  es  mentira*,  f 
por  tanto  no  se  debe  creer :  ó  verdaderamente 
hazen  estos  milagros:  si  los  házen,  digo  que 
es  por  operazion  de  Satanás*,  para  que  los  incíñé- 
dulos,  que  no  quieren  creer  álá  verdad,  crean  á 
//,  nei.,  II,  ii.  la  mentira :  como  Sftn  Pablo  en  este  mismo  ca- 
pitulo nos  io  avisa ,  para  que  nos  guardemos  de 
creer  tales  milagros,,  que  no  son  fundados  sobre 
palabra  de  Dios.  De  los  milagros  se  dirá  mA 
en  el  tratado  de  la  Misa.  Dios  nos  manda,  que 
no  hagamos  imájen ,  ni  semejanza  ninguna ,  ete.« 
que. no  la  adoremos  ni  le  hagamos  Péverentia« 


I  DE  Sü  AUTORIDAD.  397 

JEl  Papa  manda  que  hagamos  ímájines ,  que  las 
adoremos  i  reverenziemos.   Para   hazer  creer 
el  Purgatorio ,  ¿  qué  de  milagros ,  qué  de  «ue-    Pu'g«torio. 
nos,  visiospes  1  apariziones  ha  habido?  solo  uno 
contaré,  que  he  leído  en  el  Enchiridion  de  los 
tiempos ,  que  compuso  frai  Alonso  Venero :  dize, 
pues,  desta  manera,  fol.  118.  Junto  alano  del  Se- 
ñor de  1164,  aparezió  en  visión  un  ermitaño 
santo,  ya  defunto,  ai  Obispo  Ligonense ,  i  dijole, 
que  habian  muerto  por  todas  las  partes  con  él    De  soo*o  hom- 
treinU  milhombres,  i soloS.  Bernardo  habiavo-  íf^ijjjj** "?¿^J 
lado  al  zielo  sin  alguna  pena ,  i  tres  habían  dezen-  purgitoiio,  i  to- 
dido  al  Purgatorio ,  i  todo  el  resto  al  infierno  en  ^óflerno**®"™**  ** 
perpetua  danazion.  Hasta  aqui  Venero.  El  que 
euenta  esto  no  era  idiota,  sino  Predicador,  i  de 
la  orden  de  los  Predicadores.  ¿Quién  no  creerá  á 
un  santo  ermitaño,  venido  del  otro  mundo?  ¿á 
un  Obispo,!  aun  Predicador?  Oh  bienaventu- 
rado Obispo ,  que  supo  lo  que  pasó  en  el  zielo. 
Purgatorio,   i    infierno.   Bendito   sea   nuestro 
Dios ,  que  nos  ha  abierto  los  ojos ,  i  nos  ha  he- 
cho entender  estas  tales  apariziones  ser  ilusiones 
del  demonio.  Para  confirmazion  desta  nuesUra    ¿^  ^y,^  ,y^ 
dotrina ,  léase  la  parábola,  que  propone  nuestro 
Salvador,  del  rico  avariento,  el  cual  rogaba  á 
Jkbrahan,  que  enviase  á  Lázaro,  ya  defunto,  á 
la  casa  de  su  padre,  para  que  dijese  á  sus  cinco 
hermanos,  lo  que  él  pasaba.  Pero  Abrahan  le 
respondió:  á  Moisen  i  á  los  Prophetas  tienen, 
<^iganlos :  á  los  cuales  si  no  oyen ,  tampoco  se 
persuadirán  si  alguno  se  levantare  de  los  muer- 
tos. Luc,  XVI.  Asi  que  el  Ghristiano  que  lee,  es- 
cudriña i  medita  la  sagrada  Escritura ,  sabe  que 
todo  esto  que  dizen  del  Purgatorio ,  es  mentira: 


3S8  DBL  PAPA 

por  mas  que  el  Papa  lo  quiera  hazer  artículo  de 
fé.  Si  fuese  articulo  de  fé,  seria  fundado  sóbrela 
Escritura:  no  es  fundado,  luego  no  es  articulo 
de  fé.  ítem ,  si  fuese  articulo  de  fé ,  8e;pa  uno  de 
lo6  doze  del  Símbolo  de  los  Apóstoles ,  no  lo  es, 
luego  no  es  artículo  defé,  sino  es  (comodezia 
el  Dotor  Constantino)  Cabeza  de  lobp:  sirre 
de  mantener  vientres  oziosos.  Concluyamos, 
pues ,  esto  de  los  falsos  milagros  del  Antechrísto, 
Mai.y  iLxiv,  14.  ^^  lo  <iu^  <^i2e  el  Señor :  Levantarse  han  falsos 
Ghristos,  i  falsos  Prophetas,  i  darán  señales 
grandes  i  prodijios:  de  tal  manera,  que  enga* 
ñarán,sies  posible,  aun  á  los  escojldos.  Bien 
nos  ha  avisado  nuestro  Redemptor,  bien  nos  ha 
avisado  su  Apóstol  S.  Pablo.  Miremos,  pues,  por 
nosotros :  que  ya  no  pecaremos  de  ignoranzia: 
Avisados  estamos.  I  como  Daniel,  para  consolar- 
nos, nos  avisó  del  miserable  fin  del  Antechrísto, 
asi  también  S.  Pablo,  i  aun  mas  claramente  que 
Daniel,  dize,  que  el  Señor  lo  matará  con  elE^i- 
ritu  de  su  boca,  i  con  la  claridad  de  su  venida  lo 
quitará.  Lo  cuaA  vemos  que  se  va  cumpliendo 
cada  día  mas  i  mas.  ¿Cuántos  reinos  i  provin- 
zias  conozen  ya  el  Papa  ser  Antechrísto?  ¿i  cómo 
han  venido  á  este  conozimíento?  no  forzados, 
sino  leyendo  i  oyendo  la  palabra  de  Dios.  Bien 

ei^íp"  e¿pí!>hv  ««iJÍo  «ra  el  Papa  en  prohibir  la  Biblia,  en  pro- 
bir  u  sagrada  Ka- hibir  la  lezlon  de  la  sagrada  Escrítura:  bien 
critura.  entendía,  que  de  allí  le  había  de  venir  todo  su 

mal,  i  total  ruina  i  perdizíon.  Pero  mandóle  yo. 
El  Señor  (dize  San  Pablo)  lo  matará  con  el  Es^ 
pírítu  de  su  boca:  con  su  palabra,  con  la  Escritura 
sagrada,  con  la  dotrina  del  viejo  i  nuevo  Tes- 
tamento, con  la  Biblia,  que  tanto  él  aborrese. 


I    DE  SU  AUTORIDAD.  329 

Muehas  naziones  lo  han  desahaziado ,  sola  Espa- 
ña  i  Italia  le  da  vida.  Pero  por  mas  que  hagan, 
SQ  enfermedad  es  incurable ,  i  sin  duda  ninguna 
morirá  della. 

Bl  3.^  i  último  paso  con  que  confirmaremos    Tenoro  paso 
d  Papa  ser  Antechristo,  es  tomado  del  capítu-^^ '■*"'*'""• 
lo  xvn  de  la  Re?elazion  de  S.  luán.  Léase  to- 
do ei  capitulo.  Aquí  notaremos  los  prinzipales 
poptos.  Dize  S.  Juan ,  que  vldo  una  mujer  sen- 
tada sobre  una  bestia:  pinta  á  la  mujer  i  á  la 
bestia  con  sus  calidades  i  ornato.  Dize  que  esta 
mojer  era  la  gran  Ramera ,  la  cual  está  sentada 
sobre  muehas  aguas,  con  la  cual  han  fornicado 
los  Reyes  de  la  tierra:  dize,  que  estaba  sentada 
sobre  ana  bestia :  que  e^ta  mujer  estaba  vestida 
de  púrpura  i  de  grana ,  i  dorada  con  oro ,  i  ador- 
nada con  piedras  preziosas,  etc. ,  la  cual  tenia  en 
su  frente  el  nombre  escrito.  Misterio,  la  gran- 
de Babilonia,  madre  de  las  fornicaziones ,  i  de 
las  abomlnaziones  de  la  tierra :  que  esta  mujer 
estaba  embriagada  déla  sangre  de  los  Santos,  i 
de  la  sangre  de  los  Mártires  de  Jesús.  Dize ,  con- 
clajendo  el  capitulo,  que  esta  mujer  es  la  gran- 
de ziudad,  que  tiene  su  reino  sobre  los  Reyes 
de  la  tierra.  De  la  Bestia ,  dize ,  que  era  de  co- 
lor de  grana,  que  estaba  llena  de  nombres  de 
bJasfi^raQia,  que  tenia  siete  cabezas  i  diez  cuernos. 
8.  Juan  dize,  que  cuando  vldo  esta  mujer,  caba- 
llera sobre  su  bestia,  se  marabilló  en  gran  manera. 
El  Anjel  le  declara  ei  secreto  de  la  mujer  i  de 
la  Bestia.  La  bestia,  dize  el  Anjel,  que  has  visto,     7  cabezas  son 
foét  i  ya  no  es,  etc.  Dizele,  que  las  siete  cabe-  ^  montes,  lo  cu- 
zas  aon  siete  m(Mites,  sobre  los  cuales  se  asienta  yes^oS^peieim 
la  mujer.  Dize,  que  los  diez  cuernos  son  diez  por  la  Ramera. 


336  DEL  PAPA 

Reyes  sujetos  á  la  Bestia :  dize ,  que  estos  Reyes 

Vitoria  del  Cor-  batallaráa  contra  el  Cordero :  pero  que  el  Cor- 

,  '  dero  los  venzerá.  Dize ,  que  las  aguas  sobre  que 

Lao  aguas  son  ^«    .    ■.     i    «  ^        1.1         •  - 

coropafiss.         ^e  Sienta  la  Ramera ,  son  puemos ,  1  compañas. 

Loa  diez  BejesU®^^  i  lenguas:  dize,  que  los  diez  cuernos 

™?POT8igú?rfu  ^ '*  Bestia  aborrezerán  á  la  Ramera,  laafren- 

Bamera.  taran  i  destruirán.  ¿Quién  no  vee  debujado  i 

pintado  aqui  al  vivo  al  Antechrísto ,  al  Papa  de 

Roma?  ¿á  quién  pueden  convenir  todas  estas  co- 

La  Ramera  ea  sas,  sino  á  él  solo?  La  Ramera  es  el  Papa,  la  Bes- 

el  Papa.  ^^  ^  ^|  imperio  Romano,  sobre  quien  el  Papa 

imperioRomano!  ^  ^^  Sentado ,  i  con  quien  se  ba  alzado.  Común 
*  manera  de  hablar  en  la  Escritura  es  llamar  á  la 
idolatría  i  superstízion,  fornicazion:  á  los  idó- 
latras llama  Putas  i  Rameras.  Leed  el  capit.  de 
Jerem.  11  i  lu,  Ezec.  xvi,  Oseas ,  i,  n  ¡  m.  Llá- 
mase, pues,  el  Papa  Ramera  i  gran  Ramera,  por 
su  idolatría  i  superstízion ,  que  comete,  i  enseña 
tantos  pueblos  i  naziones.  Notad  lo  que  dijimoa  en 
el  paso  que  zitamos  de  Daniel ,  cap.  xi.  Cuanto 
mas,  que  aun  por  gran  providenzia  de  Dioa,  ha 
acontezido  esto  al  pie  de  la  letra ,  i  sin  ninguna 
figura,  pues  ha  habido  Papa  que  fué  mujer  i  gran 
Ramera.  Leed  la  vida  que  habemos  contado  de 
Juan  octavo.  Lo  que  dize,  que  la  mujer  estaba 

El  Papa  se  Tiste  ^^^^^  ^®  púrpura ,  grana ,  oro ,  etc. ,  al  píe  de  la 
como  San  Juan  la  letra  asi  se  viste  el  Papa  cuando  se  Tiste  de 
pinta  i  la  Rame*  Pontifical ,  i  prinzipalmente  el  dia  de  sa  coro- 
nazlon.  Platina,  hablando  del  Papa  Clemente 
quinto  (como  en  su  vida  dijimos),  dize,  que  en 
suGoronazion  cayó  una  pared,  que  mató  á  mu- 
chos, i  que  el  Papa,  cayendo  de  su  caballo,  per- 
dió un  carbúnculo ,  que  se  le  cayó  de  sa  tiara ,  ó 
como  ellos  llaman.  Reino,  que  valla  taia 


I  DE  SV  AUTORIDAD.  331 

»i  El  Botor  Illescas ,  cap.  xxiv,  hablando  de 
inazion  de  León  X,  dize  estas  palabras:  Fué 
énmizado  i  alegre  el  día  desta  Goronazion 
M,  que  apenas  se  acordaba  nadie  haber  visto 
aiiejante.  Porque  demás  de  otras  fiestas  que 
Btón,  que  seria  largo  contarlas,  afirman  que 
amaron  entre  la  jente ,  pasados  de  zien  mil 
>ét  Cite.  ¿  Cómo  podia  dezír  este  Papa  lo  que 
idro:  No  tengo  plata  ni  oro?  Llámase  esta 
"Babilonia,  que  quiere  dezir,  Confusión. 
le  Madre  de  fornicaziones  i  de  abominazio- 
sf  lo  es  Roma  al  pie  de  la  letra.  ¿Qué  ziudad 
'  eíi  el  mundo ,  donde  haya  tanta  confusión 
OS  í  i  tantos  millares  de  públieas  putas ,  que 
tímn  Cortesanas ,  de  las  cuales  el  Papa  tie- 
[  baena  renta :  tal,  que  puede  hazer  un  gran 
azgo?  I  esto  es  nada  en  comparazion  de 
aAnitas  abominaziones ,  que  se  cometen  en 

¿Dónde  en  la  Christiandad  se  sufre  mas 
ligo  el  pecado  nefando  que  en  Roma?  Dize 
ti  f  que  esta  mujer  estaba  embriagada  con 
|ré'de  los  Mártires  de  Jesús.  ¿A  cuántos, 
Atoa  ha  hecho  el  Papa  quemar  i  morir  á 
ú « por  dezir  i  creer,  Jesu  Christo  ser  núes- 
leo  i  sumo  Pontifize ,  Interzesor  i  Media- 
como  lo  llama  el  Apóstol?  ¿Por  creer  que 
ffpo,  que  él  ofrezió  en  el  árbol   de  la 

es  el  único  i  solo  sacrifizío  con  que  la 
Padre  se  aplaca  ?  ¿  Por  creer ,  que  por  sola 
lÁrespeto  ninguno  de  nuestras  obras  somos 
«Am?  ¿Cuánta  sangre  inozente  ha  tragado 
tmado  este  lobo  rabioso  en  nuestros  tiem- 
eaetenta,  ó  80  años  á  esta  parte,  en  Alema- 
mnsia,  Inglaterra,  i  aun  en  Italia,  i  de  4^^  ó 


3IS  lUELPAPA 

zhtcuenta  años  acá  en  nuestra  España?  Testigos 
SOD  los  fuegos  i  persecuziones  de  Sevilla ,  de  ¥a- 
lladdid,  i  de  otras  partes  en  España.  ¿Quésatís- 
fazion  hará  esta  Bestia  tan  cruel ,  por  un  JMkx 
Constantino,  única  perla  de  nuestra  España? 
¿por  un  Botor  Vargas?  ¿  por  un  Dotor  Ejidio?  ¿por 
un  Don  Juan  Poqze  de  León,  hijo  del  Conde  de 
Bailen,  1  tan  zercano  deudo  del  Buque  d* Ar- 
cos? ¿por  un  Ghristóval  de  Arellano,  dotiaimo 
por  la  confesión  de  los  mismos  Inqaistdoros? 
¿por  un  Jerónimo  Caro?  ¿por  un  Lizenziado 
Juan  Gonzales?  ¿por  un  Lizenziado  Losada?  To- 
dos estos  fueron  hombres  de  mui  buena  vida:  lo 
cual  los  mismos  Papistas,  que  loa  conozieron, 
no  pueden  negar:  i  fueron  pios  en  su  dotrina.  k 
todos  estos,!  á  otros  muchos  hombres  i  mu- 
jeres consumió  el  fuego  en  Sevilla,  ó  siendo 
condenados  vivos  ,  ó  desenterrados  siendo  ya 
defuntos.  Todos  estos  fueron  contemporáneos, 
i  asi  casi  en  un  mismo  tiempo  quemados  en  Se- 
villa; {Oh  Sevilla,  Sevilla,  que  matas  i  quemas 
los  prophetas  que  Bios  te  envía!  Nómbrame 
unoB  ocho  de  tus  siervos  del  Papa ,  que  hoi  día 
vivan  en  tí,  que  se  puedan  comparar  i  parago* 
nar,así  en  vida  como  en  dotrina,  con  los  ocíio 
que  he  nombrado,  que  entonzes  quemaale.  Go- 

jén.,  IV,  10.  jj^Q  ^^  sangre  de  Abel  gritaba  á  Bíos^  asi  tam- 
bién ahora  la  sangre  destos  Mártires  grita  á 
Bios.  Bebajo  de  las  zenizas  destos  hienaveotih 
radoe  tiene  Bios  escondidas  muchas  zenteUitaa, 
las  cuales ,  cuando  le  plazerá ,  las  soplará,  i  en- 
zenderá  de  tal  manera,  que  harán  otro  mayor 
fuego  que  el  pasado.  I  así  se  acrezentará  el 

Tertuliano,     número  de  los  fides:  porque  la  sangre  de  los 


I  BB  Sü   AUTORIDAD.  133 

Kárlírea  es   la   simiente  del  Evánjelio.   Gon- 

ÚHft  S.  Joan  su  capítulo  díziendo .-  que  esta  mu-    La  mujer  es  la 

«  la  gran  ziudad ,  que  tiene  su  rano  sobre  8"°  ^Eiudad. 

Aeyes  déla  tierra.  ¿No  es  esta  iina  manifiesta 
laicripzíon  de  la  Corte  Romana?  ¿Qué  otra 
iaáad  sino  Roma  tiene  su  Reino  sobre  los  Reyes 
kirla  tierra?  De  todo  el  mundo  iban  á  Roma: 
■s riquezas  del  mundo  se  llevaban  á  Roma:  solo 
i  Papa  era  Rei  de  los  Reyes,  i  Señor  de  los 
Mkures.  I  guayas  de  quien  le  desplazia.  De  la 
iMtia  dize  S.  Juan,  que  tenia  siete  cabezas, 
dies  cuernos :  los  cuales  el  mismo  S.  Juan  de- 
ten díziendo  ,  que  las  7  cabezas,  que  la  Restia 
iieiiey  son  7  montes.  No  faltó  al  Espíritu  santo, 
fM  habló  esto  por  la  boca  de  ¿.  Juan ,  sino 
klrir,  ROMA.  Los  antiguos  poetas,  como  Yir- 
iüa,  i  Horazio ,  que  vivieron  en  tiempo  del  Em- 
perador Augusto  Zésar,  en  cuyo  tiempo  vivió 
S„  Juan,  llaman  á  Roma  Septicollis,  de  7  colla-  7  montes. 
ÍM  fó  montes.  Los  Griegos  la  llaman  Eptalophos, 
|ae  as  lo  mismo  que  Septicollis.  Este  epíteto  le 
dan't  para  diferenziarla  de  todas  las  otras  ziuda- 
dades  del  mundo ,  Galepino :  Septicollis ,  urbis 
BfNMB  epitheton ,  á  septem  coilium  numero  im- 
pUÜmn.  ^Tertuliano,  cap.  xxxy  de  su  Apolojético 
diie:  ipsos  QuiriteSy  ipsam,  vemaculam  sep- 
iBtm  eoUium  plebem  convenio ,  etc.  Horazio  al  fin 
deauEpodon, 

JMii  quibus  septem  placuere  colles^ 
Dicere  carmen.    Habla  de  Roma, 
lyirjilio,  iEneid.  ti  : 

S§pt9mgue;  una  sibimuro  circumdedit  arces. 
IFroperzio: 
SsijiíUm  urbs  alta  jugis  toto  qwB  prwsidet  orbi. 


U4  IIBL  PAPA 

Q.  D.  la  ziudad  alta  coa  siete  cumbres «  que  es 
Señora  de  todo  el  mundo.  Los  nombres  destos 
siete  montes  son :  Capitolio  ,  Palatino ,  Qoirinal, 
AVentino,  Zelio,  Vimlnal ,  i  EMquilino.  Por  estas 
palabras  de  San  Juan  claramente  yemos ,  que  d 
Antechristo  tiene  su  silla  en  Roma :  i  no  hai  otro 
que  tenga  su  silla  en  Roma,  sino  el  Papa: 
ergo  el  Papa  es  Antechristo.  Bize  San  Joan, 

10  cuernos,  que  los  diez  cuernos  son  10  I^eyés  sujetos  ai 
Antechristo,  los  cuales  batallan  brayamente 
defendiendo  á su  Monarca  el  Antechristo:  i  dize, 
qué  batallan  contra  el  Cordero.  ¿Qué  cosa  hai 
mas  sin  fuerza ,  sin  armas ,  i  sin  astuzia  qoe  un 
Cordero?  Con  todo  eso,  este  Cordero  débil, 
simple  i  desarmado  venze  á  estos  diez  Re^es, 
que  con  furia  i  fuerza  de  leones  i  de  lobos 
arremeten  con  él,  i  no  prevalezen:  i  cuando 
no  pueden  por  fuerza ,  con  astuzia ,  como  zorras 
▼lejas ,  lo  quieren  cojer  i  matar.  Pero  el  Cor- 
dero,  Vengan,  como  vinieren,  á  todos  los 
veoze.  ¿Quién  es  este  Cordero?  Es   aquel  de 

Apoc,  XIII,  18.  quien  este  mismo  San  Juan  dize  que  es  muerto 
dttide  el  prinzípio  del  mundo.  ¿Cómo,  el  Cor- 
dero muerto  venze?  Si.  Esta  es  la  potemia 
de  Dios.  Es  aquel  Cordero,  de  quien  el  otro 

Juan^  1, 39.  San  Juan  testifica ,  diziendo :  Veis  aqui  el  Cor- 
dero que  quita  el  pecado  del  mundo.  Este  Cor- 
dero es  Jesu  Christo ,  el  cual,  con  el  espíritu  de 
su  boca  mata  al  Antechristo ,  como  ya  habernos 
dicho  tratando  el'segundo  paso  que  alegamos  de 

iiy  Thes,  II.  la  Epístola  á  los  Thesalonizenses.  Dize  mas 
S.  Juan ,  que  estos  diez  cuernos,  estos  10  reinos 
(sintiendo  la  invinzible  potenzia  del  Cordero 
impotente) ,  dejaran  al  Antechristo,  lo  afrenta- 


1  OB  SU  AUTOBIDAD.  33f 

if  i  le  harán  la  guerra,  i  lo  destruirán.  ¿Qué 
¡  «Bles  de  .ochenta  años  había  en  la  Ghristian- 
U:  que  osase  chistar  contra  el  Papa  ?  Todos 
B- sus 'Yasallos ,  todos  eran  sus  soldados,  á 

00  mandaba.  Mas  ¿cuántos  lo  han  ya  dejado 
Mshenta  años  á  esta  parte,  viendo  las  mortales 
ida»  que  ei  Cordero  con  sola  su  palabra  ha 
la  al  Papa?  Ejemplos  asaz -manifiestos  teñe- 
»  en  Alemana,  Inglaterra,  Escozia,  Dina- 
rea  i  Suezia:  también  Franzia  i  Polonia 
in  para  dejar  al  Papa.  Quien  viviere ,  oirá 

dfa  lo  mismo  de  España.  Ya  Dio»  ha  co- 
isado,  no  querrá  dejar  su  obra  imperfeta, 
i  medio  acabar.  Miirad  cómo  Daniel,  Pablo 
oan  concuerdan  i  convienen.  Todos  tres 
■  OH  Espíritu ,  que  los  hizo  hablar  ,  cuentan 

ei^  hijo  de  perdizion,  i  hombre  de  pe- 
O'  será  muí  abominable  en  su  vida ,  i  mui 

1  en  su  dotrina:  muí  rico,  muí  poderoso, 

ido  de  seda  i  de  brocado,  compuesto  con 

,  i  pedrería,  gran  guerrero,  i  perseguidor 

í3ordero,  i  de  los  que  siguen  al  Cordero. 

*nblo  nota  el  lugar  de  su  residenzia :  dize  que 
aentará  en  el  templo  de  Dios.  San  Juan  pasa 
i  adelante:  dize,  que  se  asentará  en  la  ziu- 
que  tiene  siete  montes ,  que  es  Roma :  i  así 
értfnimo  lo  entiende,  cuando  dize:  Esta  Ba-  prefar^fib.'  d" 
ntef  i  esta  Ramera  que  en  el  Apocalipse  nos  Spíritu  saocto  ei 
telada ,  no  nos  puede  sinificar  otra  cosa  que  *°  ^"*  ^''*^** 
Oks  lo  mismo  repite  en  la  vida  de  Marcos. 
tQ  ziego  es  el  que  no  vee  por  tela  de  zedazo. 
iMn  no  vee ,  que  esto  no  puede  convenir,  sino 
imente  al  Papa?  Es,  pues,  Anlechristo.  Cuan- 
i  sn  fin,  ei  Espíritu  santo  por  Daniel ,  Pablo 


i  Juan,  ya  alegados ,  dize  que  será  bien  miseraUe 
(como  ya  habernos  dicho) ,  con  lo  cual  consuela, 
conforta ,  i  anima  los  pobres  fieles  que  están 
aflijidos  i  oprimidos  con  su  tiranía.  Ven,  Sefior 
lesus.  Bien-aventurados  los  que  leen ,  i  los  qoe 
oyen  las  palabras  destas  prophezias,  i  guardan 
Apo9ai.^\^%  las  cosas,  que  en  ellas  están  escritas:  conso  el 
mismo  San  Juan  al  prinzipio  de  su  ReTelaskm 
dijo. 

Por  lo  que  habernos  dicho  de  la  Tida  i  dotrína 
de  los  Papas ,  i  por  lo  que  los  Dotores  i  Goncí 
líos  antiguos  han  dicho ,  i  aun  la  misma 
tura  sagrada ,  que  habernos  alegado ,  en 
daramente  cualquiera  fiel,  orthodoxo,  i 
thólico  Ghristiano,  que  tuviere  algún  joizio,. 
i  alguna  zentellita  de  fé,  £1  Papa  no  ser  uní — 
versal  Obispo,  no  ser  suzesor  deS.  Pedro,  n 
ser  Vicario  de  Jesu  Ghristo :  sino  al  contrario, 
suzesor  de  Judas,  ser  Vicario  de  Satanás,  seré 
hombre  de  pecado ,  i  hijo  de  perdizion ,  que 
sentado  en  el  templo  de  Dios ,  como  si  fuese  Dios- 
ser  la  Ramera  de  Babilonia ,  que  tiene  so  sí 
en  la  ziudad  que  tiene  7  montes ,  que  es  Homar 
s^  el  Antechristo,  que  en  todo  i  por  todo 
opone  á  Ghristo :  i  conosziéndolo  por  tal,  lo  abo- 
minará i  detestará.  I  así  sabrá  responder  á 
razones,  ó  por  mejor  dezir,  sinrazones  que  I 
aduladores  del  Papa ,  por  su  provecho  temporal^^ 
por  ser  Obispos ,  ó  haber  otras  dignidades  eel 
siásticas,  etc. ,  alegan :  i  muchas  vezes  contra 
propría  conszienzia ,  contra  lo  que  sienten , 
entretener  al  Papa ,  i  mantener  su  primado.  Se 
ría  nunca  acabar  querer  responder  á  todas 
objeziones,  á  todos  los  pasos  que  de  ra?^ 


I  DB  su  AÜTO&IDAD.  337 

i   trtTés  alegan.    Solamente   responderénios 
lOi  prinzipales,  sobre  los  cuales  los  demás  se 
■dan:  los  cuales  derribados,  todo  el  edifizio 
le  sobre  ellos  está  edificado,  de  nezesídad  caerá 
r  tierra.  Estos  son  dos:  Tú  eres  Pedro,  IMÍat. 
1  r  i  Apazienta  mis  ovejas ,  Juan ,  veinte  i  uno. 
isf ,  in  prohemio  Sexti  in  Glosa ,  se  dize,  que  el  g^fj  ¿'gí*"*^ 
pm  alcanzó  su  prinzípado  por  estas  palabras: 
»tff  Pétrus ,  ó  por  estas ,  Pasee  oves  meas,  Jesu 
fisto  (dizen  ellos)  dijo  á  San  Pedro :  Tú  eres    mol^  xyi,  í$. 
dro  y  i  sobre  esta  piedra  edificaré  mi  Iglesia,    tú  eret  Pedro, 
i,  k  ti  te  daré  las  llaves  del  Reino  de  los  zíe-  ^^' 
I  s  Todo  lo  que  ligares  en  la  tierra,  será  ligado 
los  zielos :  i  iodo  lo  que  desatares  en  la  tierra, 
ú  desatado  en  los  zielos.  Las  ovejas  (como    Juan^x^h. 
a  Ghristo)  conozen  la  voz  de  su  Pastor :  co- 
cemos, pues,  todo  esto,  que  dijo  Jesu  Ghristo 
lan  Pedro ,  ser  mui  gran  verdad :  pues  que  fué 
guinziado  por  la  boca  de   nuestro    Pastor, 
estro ,  i  Redemptor  Jesu  Ghristo ,  que  es  la 
una  verdad.  Pero  dezimos,  que  en  ninguna    Bespuesiaáios 
mera ,  ni  por  parte  ni  por  arte  tiene  que  ver  ,21  i?í»Vpi  con" 
i  el  Papa,  que  es  Antechristo,  ni  le  perte- firma  so  primado. 
se.  Guando  el  Papa  hiziese  la  confesión  que 
o  S.  Pedro :  Tu  eres  Ghristo ,  etc.  I  asi  lo  ere- 
le:  cuando  el  Papa  viviese  como  vivió  San  Pe- 
)  &  cuando   el  Papa  enseñase  i  predicase  la 
trilla  que  S.  Pedro  enseñó  i  predicó :  entonzes 
eODYendria.  Pero  el  Papa  es  Atheista,  tiene 
e  Fábula  la  historia  del  Evanjelio,  vive  abo- 
naUiemente,    enseña   dotrina   de    demonios 
omo  lo  habernos  probado).  Sigúese  de  aquí, 
taesto  que  Jesu  Ghristo  dize  á  S.  Pedro,  no  se 
ío  al  Papa ,  ni  en  manera  ninguna  le  convie- 

72 


338  DBL  PAPA 

iie«  Pero  para  mejor  entender  este  lugar ,  eiaiQi- 
néÍDOslo.  Ghristo  preguntó  á  sus  Diszipolos: 
¿Qoián  dizen  los  hombres,  que  es  el  hijo  dd 
hombre?  Respondiéronle:  Unos  dizen,  qae  es 
Juan  Baptista,  otros  Helias,  etc.  Pregúntales 
otra  vez  Gliristo :  i  vosotros  ¿quién  dezis  que  toi? 
Pedro  respondió :  Tú  eres  Ghristo ,  etc.  Enton- 
zea  Ghristo,  aprobando  la  confesión  de  Pedro, 
la  cual  habia  prozedido  del  Espíritu,  i  no  de  la 
carne,  le  dijo :  Tú  eres  Pedro ,  i  sobre  esta  pie- 
dra (quiere  dezir  sobre  esta  confesión  que  tú 
heziste,  díziendo ,  que  soi  hijo  de  Dios) ,  edifica- 
ré mí  Iglesia.  Be  manera  que  no  se  ha  aquí  tanto 
de  considerar  la  persona  de  Pedro,  cuanto  su 
confesión:  i  a^í  Ghristo  dize  estas  palabras, 
uo  solamente  á  Pedro,  mas  aun  á  cualquiera 
que  hiziere  la  confesión,  que  hizo  Pedro,  i 
con  la  Fé  que  la  hizo  Pedro.  Porque  la  piedra 
que  confesó  Pedro ,  que  es  la  piedra  fundameqtal 
del  esquina  sobre  la  cual  se  funda  la  Iglesia ,  la 
cual  piedra  es  Ghristo ,  no  es  fundada  sobre  Pe- 
dro, sino  Pedro  (como  dize  S.  Agustín),  es  fun- 
dado sobre  la  piedra.  Porque  nadie  puede  poner 
/,  Cor.,  II,  II.  QifQ  fundamento  (como  dize  S.  Pablo)  sino  el 
que  está  puesto:  que  es  Ghristo  Jesu:  él  solo,  i  no 
otro ,  es  el  fundamento  i  Gabeza  de  su  Iglesia:  la 
virjen  María,  Pedro,  Juan,  í  los  demás  Apósto- 
les i  fieles  Ghristianos  son  piedras  vivas  educa- 
das sobre  este  fundamento :  son  miembros  de  la 
Iglesia,  cuya  Gabeza  es  Ghristo.  Gontentarse 
debría  el  Papa  con  ser  piedra  deste  edífizió:  con 
ser  miembro  deste  cuerpo:  pero  como  no  es 
miembro ,  mucho  menos  es  Gabeza.  A  ti  (dize 
X  Ghristo)  daré  las  llaves,  etc. ,  todo  lo  que  ligares, 


1  DB  80  AUTORlbAÚ.  Ut 

eio*  Esta  promesa  haze  Ghristo,  no  solamente  á 
Pedro ,  mas  aun  á  todos  1  á  cualquiera  de  los 
A,]pdaioles :  á  todos  i  á  cualquiera  de  los  suzeso> 
Res  de  ios  Apóstoles ,  que  enseñaren  palabra  de 
Dtfos.  I  que  sea  este  el  verdadero  sentido  deste 
peeo't  veese  claramente,  por  lo  que  el  mismo 
leeu  GiiFísto  dize  Matth.  xviii,  18.  Todo  lo  que 
ligecdés  en  la  tierra,  será  ligado  en  el  zielo:  i 
UMÍo  lo  que  desaturdes  en  la  tierra,  será  desatado 
Bft  el  zielo.  ¿No' Veis  cómo  lo  mismo  que  Ghristo 
bahía  dicho  antes  á  Pedro',  eso   mismo   dize 
deepaes  á  todos  ios  Apóstoles,  i  por  las  mismas 
palabras  ?  Lo  mismo  dize  por  San  Juan  hablando    jHan,\\,i  t. 
con  lodos   los  Apóstoles,  cuando'  les'  marida 
que  Tayan  á  predicar  el'  Evanjelio :  Gomo  me 
wmlé  (dize  Ghristo)  el  Padre,  así  también  os 
eiiYio  yo.  I  como  hubo  dicho  esto ,   sopló ,  i 
dijoles :  Tomad  el*  Espíritu  santo ,  á  los  que 
aoÁtardes  los  pecados,  les  son  sueltos :  á  los  que 
loe  retotierdes,  serán  retenidos.  A  todos  igual- 
mente haze  GhristO' la  merzed ,  á  todos  igual- 
nMRte  conzede  Ghristo  el  priviíejío,  i  da  la  au- 
toridad. Es  burlería,  i  aun  impiedad,  pensar 
qae  Ghristo  resertó' casos  para  la  sede  Apostó- 
lica de  Pedro ,  los  cuáles  ni  Juan ,  ni  Jacobo ,  ni 
Pablo  9  ni  ninguno  de  los  demás  Apóstoles  pu- 
diesen despachar.   Todos  los  Apóstoles  fueron 
¡Males  en  autoridad  i  en  dignidad.  I  este  orden 
dtiró  mucho  tiempo  en  la  Iglesia  entre  los  Mi- 
itíslros  del  Evanjelio,  hasta  tanto  que  la  ava- 
lisia  i  ambizion  entró  en  ella ,  i  confundió  este 
baéD  orden ,  haziendo  al  uno  mayor ,  i  al  otro 
menor ,  por  ser  el  uno  mas  rico ,  i  el  otro  no 
taato*:  hablando  del  Primado  confirmamos  esto 


340  DEL  PAPA 

con  dichos  de  los  doctores  antiguos.  Si  Ghristo 
por  estas  palabras :  Tú  eres  Pedro ,  etc. ,  consti- 
tajerá  á  S.  Pedro,  Obispo  universal,  i  Cabeza  de 
toda  la  Iglesia,  como  ellos  dizen,  ¿á  qué  propósito 
los.  Apóstoles  trataron  después  tantas'  Yezes  la 

Cjoestion  del  Primado ,  quién  habia  de  ser  el  ma 

yor  entre  ellos  ?  San  Mateo ,  desde  el  verso  prime 

ro  hasta  el  y  del  cap.  18,  haze  menzion  desto:  = 
S.  Marcos,  cap.  ix,  desde  el  verso  33  hasta  el  37:  ^ 
S.  Lúeas,  desde  el  verso  46  hasta  el  48  del  cap — 
IX.  Cuenta  S.  Mat.,  cap.  xx,  20,  que  la  madi 
de  los  hijos  del  Zebedeo ,  i  los  mismos  hijos  (com( 
dize  S.  Marcos,  x,  35),  pidieron  á  Christo  que 
d  uno  se  sentase  á  su  diestra ,  i  el  otro  á  su  sihies — i 
tra :  por  lo  cual ,  como  dizen  ambos  Eyanjeliétas, 
se  indignaron  los  diez  Apóstoles  con  los  dos  h^ — ''^*- 
manos.  S.  Lúeas ,  cap.  xxn,  S4 ,  cuenta  que'hubo^:^  ^ 
entre  los  Apóstoles  una  contienda  sobre  ¿cuál  de — ^S" 
Uos  habia  de  ser  el  mayor?  ¿Qué  responde  JesuK.^  ^ 
Christo  á  la  pregunta  que  le  hazen  los  Apóstoles,^*  ^* 
Mat. ,  XVIII,  1 ,  Quién  $erja  el  mayor?  etc.,  pófii 
les  un  niño  en  medio,  dizeles,  que  el  que  sp  aba- 
jare como  aquel  niño,  aquel  será  el  mayor,  etc,^^ 
S.  Marcos ,  IX,  35 ,  dize:  El  que  quisiere  ser 
primero,  este  será  el  postrero,  i  siervo  de  todos. 
S.  Lúeas ,  IX ,  48.  El  que  es  menor  entre  vosotros, 
lesté  será  grande.  Christo  reprehende  á  los 
del  Zebedeo  por  su  ambiziosa  demanda :  dfzelei 
que  no  saben  lo  que  piden ,  etc.  Los  diez  se 
jan  con  ellos  por  esta  mayoría  que  pretendían. 
Dizeles  Christo  que  en  el  reino  político  hal  ma- 
yoría: i  asi  los  Beyes  i  Prínzipes  tienen .  autori- 
dad sobre  todos. :  pero  que  no  es  así  en  su  Rdno, 
que  es  ,e8pirit^al,  en  el  cual  no  hai  esta  mai 


I  DB  8Ü  AVTOBIDAD.  341 

fotí^^  ni  la  debe  haber.  Pero  vosotros,  dize 
CbrUto,  No  así,  etc.  Si  nuestros  adversarios  exa- 
nf misen  bien  esto,  avergonzarseian  del  primado 
prinzipado  que  quieren  dar  á  su  Papa :  el  cual, 
il  San  Pedro,  ni  ninguno  otro  de  los  Apostó- 
os tuvo.  Porque  sí  Ghristo  hubiera  dado  el  pri- 
mado á  San  Pedro,  sin  duda  ninguna,  cuando 
oa  oía  contender  sobre  quién  deilos  habia  de  ser 
si  ñiayor,  les  dijera:  ¿por  qué  contendéis  voso- 
\xos^  ¿No  sabéis  que  yo  he  ya  dado  el  Primado  á 
Pedro?  ¿No  sabéis  que  yo  he  hecho  á  Pedro  el 
mayor  sobre  todos  vosotros?  quietaos,  pues, 
I.  teneido  por  tal.  Lo  mismo  les  dijera  San  Pe- 
dro: Yosoi  el  que  Ghristo  ha  constituido  por 
Cabeza  de  toda  la  Iglesia ,  etc.  Mas  ni  tal  dize 
Giuristo,  pero  antes  los  reprehende  por  su  ambi- 
sloo ,  i  afectazion  de  Primado :  ni  San  Pedro 
alega,  que  Jesu  Ghristo  le  habia  dicho :  Tú  eres 
Fedrot  etc.  El  segundo  lugar  fundamental,  que 
para  mantener  el  primado  del  Papa,  nuestros  ad- 
iNKfarios  alegan ,  es ,  que  Ghristo  dijo  á  San  Pe- 
dro; ¿Amasme?  respondióle  Pedro:  Si,  Señor, 
etcL»  cntonzes  le  dijo  Ghristo:  Apazienta  mis^^p'^"*"  "»'• 
OT4^a.  Infieren  de  aquí,  que  pues  que  Ghristo    j^^^  ^^,^  ^^ 
dyo.etto  á  San  Pedro,  i  no  lo  dijo  á  ninguno  de 
loa  ÍDftros  Apóstoles,  que  por  el  mismo  caso  lo 
1^  PrJnzipe  de  los  Apóstoles.  No  consideran  la 
amnaprudenzla  y  caridad  de  Ghristo  en  confir- 
m/tt  i  consolar  á  Pedro.  Pedro  tres  vezes  habia 
ai^do  á  Ghristo :  Ghristo  le  preguntó  tres  ve- 
zpt^y  si  lo  amaba?  Pedro  las  dos  vezés  le  respon- 
dió,; Si,  Señor :  pero  á  la  terzera  se  «ntristezióc  i 
para  consolarlo ,  Ghristo  le  volvió  á  dezir :  Apa- 
ziAita  mi»  ovejas.  Gomo  ai  dijeras  Tú,  Pedror 


34Í  DEL  PAPA 

me  has  negado:  pero  baste  arrepentido,  i  has 
por  ello  demandado  perdón ,  amargamente  llo- 
rando: yo  te  perdono  tu  pecado ,  i  te  Tuehro  al 
mismo  estado ,  en  que  antes  estabas.  Apazíenta^ 
pues,  mis  ovejas :  i  para  mas  alegrarlo ,  le  dize, 
que  será  constante ,  i  que  no  lo  negará.  I  k  da 
á  entender  (como  luego  dize  el  ETanjelista)  la 
muerte  con  que  había  de  glorificar  á  Dios.  El 
mismo  cargo  i  ofizio  de  apazentar  dio  Jeso 

More,  XVI,  ts.  Giiristo  á  todos  los  Apóstoles ,  cuando  les  ma 
dé  que  fuesen  por  el  universo  mundo ,  i  predi 
casen  el  Evanjelio  á  toda  criatura :  I  cuando  le 

iaan,  xx,  33.  ^^.  Tomad  el  Espíritu  santo,  á  los  que  soltar 
dM  los  pecados ,  etc.  Asi  que  tampoco  lleva 
esto  San  Pedro  preeminenzia  ninguna  á  los 
más  Apóstoles.  Todos  son  ¡guales  en  dignidad 
1  en  autoridad ,  i  miembros  muí  prínzipales 
cuerpo  místico  de  Jesu  Ghristo,  que  es  sa  Iglesia: 
el  cual  cuerpo  (pues  no  es  monstruo)  no  tiett< 
que  una  sola  Cabeza,  que  es  Ghristo.  I  aun 
maadigo:  que  puesto  caso  que  San  Pedro  hu- 
biese sido  prfnzipe  de  los  Apóstoles,  i  de  mui 
mayor  autoridad  que  todos  ellos,  pero  con  to- 
do eso  el  Papa ,  no  siendo  suzesor  de  San  Pedro 
ni  Vicario  de  Ghristo  (como  ya  lo  habernos  pro- 
bado) ,  no  será  prínzipe  de  los  Obispos ,  ni  Obis* 
fo  universal  sobre  todas  las  Iglesias.  Contentar- 
se debria  con  ser  Obispo  de  Roma.  Mas  ni  aun 
eso  t  no  es  sino  Antechristo.  Estos  dos  son  los 
prinzipales  i  fundamentales  lugares  con  que  los 
Romanistas  se  esfuerzan  á  mantener  so  prima- 
do. I  pues  que  estos  no  lo  prueban ,  mocho  me- 
nos lo  probarán  los  demás  que  alegan:  á  los 
coales  se  puede  responder  por  lo. ya  dicho.  Una 


I  DE  Sü  AÜTOHIDAD.  343 

les  quiero  preguntar,  i  es  esta :  Si  es  ne- 
seaario  que  el  hombre  crea,  el  Papa  ser  suzesor 
de  San  Pedro ,  Vicario  de  Ghrísto ,  i  Cabeza  uni- 
renal  de  toda  la  Iglesia  (como  Bonifazio  octavo 
[o ordenó),  ¿qué  será  de  toda  la  Iglesia  Griega, 
tpie  nunca  tal  creyó  ?  ¿  Qué  será  de  todos  aquellos 
|iie  TÍTíeron  en  tiempo  de  Juana  Papa?  ¿Qué  se- 
iñftde  aquellos  que  vivieron  en  tiempo  de  Anastasio 
sapindo,  Liberio  i  Félix  segundo?  Estos  tres  Pa- 
pa* faeron  Arríanos.  Juan  XXIV  fué  hereje :  por 
to  eoal,  i  por  otras  grandes  abominaziones ,  que 
Sd  le  probaron  en  el  Gonzilio  Gonstanziense ,  fué 
depuesto.  ¿Qué  será  de  aquellos  'que  vivieron  en 
Itompo  deste  Papa  i  de  otros  herejes,  i  de  los 
Pepas  que  alcanzaron  el  papado,  ó  por  armas,  ó 
per  dádivas,  ó  por  armas  i  dádivas  juntamente? 
Loe.  tales.,  según  los  decretos  de  los  mismos 
^|Mis,  no  son  Papas.  I  con  todo  esto,  esta  es 
eesi  siempre,  i  ha  sido  ya  mucho  tiempo,  la  co- 
QUin  via  de  alcanzar  el  papado.  ¿Guantas  vezes 
ee  qoeja  desto  Platina  i  los  demás  escritores  de 
vidas  de  Papas?  ¿Qué  será  de  aquellos  que  vivie- 
rwi  en  tiempo  de  Zisma?  Treinta  Zismas  (como  sozísmas. 
Ottoljio  Panvino,  autor  papistisimo,  lo  nota), 
lie'.habido  en  la  Iglesia.  Zism»  ha  habido  que 
doró  ztncuenta  años :  porque  tantos  pasaron  in  chronico 
4iade  Clemente  VU ,  hasta  que  nuestro  Español  ^^""°««"- 
demente  VIII  renunzió,  habiendo  papado  cuatro 
olios  después  que  Benedito  Xin,  también  Español, 
OMurié  en  España.  ¿Qué  será  de  aquellos  que  vi- 
irieíoa  en  tiempo  que  hubo  cuatro  Papas  junta- 
mente, que  fueron  Víctor,  Alejandre  III,  Galisto 
mi  Pascual,  en  tiempo  del  Emperador  Frederico 
Baibtfdsa?  ¿Qué  será  de  los  que  vivieron  en 


\ 


344  DBL  PAPA 

Tres  Papal  en  tíempo  de  tres  Papas.  Benedito  VIÜ,  ó  DL,  Sil 
Roma  en  un  mía-  TMtre  III,  i  Gregorio  VI,  i  todos  tres  en  un  mism 
™^   ^^^'        tiempo  residían  en  Roma?  Benedito  tuTO  su 

en  el  palazio  Lateranense,  Silvestre  en  San  Pe- 
droy  i  Gregorio  en  Santa  DÍaria  la  mayor.  £er( 
el  Emperador  Henríque  III  los  depuso  á  todos 
tres.  Gregorio  XU ,  Benedito  XIII,  i  Alejandre  V^ 
poco  antes  que  se  tuviese   el  Gonzilio  Qons — 
tanziense,  se  descomulgaban  los  unos  á  los  otros^ 
Gregorio   habia   sido   hecho  Papa  en   Roma*. 
Benedito  en  Aviñon,  i  Alejandre  enelGonzUic 
Pisano:  ¿á  cuál  destos  tres  tendrán  por.PapaS* 
¿Qué  será  de  aquellos  que  vivieron  en  UempodeL 
seijio  111 1  Be- Papa  Serjio  III,  i  del  Papa  Benedito  IX,  ó, 
25o"de"o/f2é  "*®  ^'^8,  Vm.  Cada  uno  destos  ilos  faé 
trp«  vezes  Papa,  vezes  Papa.  Leed  sus  vidas.  Estos ,  con  filenas,^ 
mañas  1  dádivas ,  se  hazian  Papas :  pero  >aiiai 
otros  mas  fuertes ,  mas  mañosos,  i  mas 
sos,  i  echábanlos  fuera:  mas  ellos  tomaban  á&^     ^ 
cobrar  fuerzas,  i  echaban  á  los  que  los  habiaitf^^-^ 
echado;  Esto  hecho ,  tornaban  los  otros  á  echar:^  ^^ 
á  estos  otra  vez.  Estos  la  terzera  vez  (porqué  á^g     ^ 
tres  va  la  venzida,  i  la  terzera  es  la  viu^dadera),^-  ^K 
tornaban  á  hazerse  Papas.  ¿Qné  vergñenza  de^^'f 
Cabezas  de  Iglesia  de  Jesn  Ghristo  son 
erandea  sede-  ¿Q^  ^^^  ^^  aquellos  que  vivieron  en  tiempo  ái 
vacantes.  sedevacantes ,  que  duraron  mucho  tiempo,  en 

las  cuales  hubo  grandes  disensiones  i  alterazii 
nés?  Huerto  Clemente  IV,  hubo  nna  sedeva- 
cante  de  dos  años,  nueve  meses  i  dos  días.  Máerto 
Nicolao  IV,  hubo  sedevacante  de  dos  años," 
tres  meses  i  dos  días.  Muerto  Clemente  qointo, 
hubo  sedevacante  de  dos  años ,  3  meses  i  17  dias. 
Muerto  Marz^no  (eomo  dize  al  D..  ]lk»m), 


I  DE  SU  AUTORIDAD.  345 

ftcé  la  silla  de  San  Pedro  siete  años  i  medio  i 
%  'días.  I  añide  Illescas ,  que  asi  lo  afirma  Bá- 
aaso  I  otros  muchos  autores.  Pero  Platiaa  dize, 
;oe'  vacó  25  dias.  ¡Cuál  estaba  la  Iglesia  en 
iléé  tiempos !  i  Qué  miserable  fuera  la  condizion 
el  Ghristiano,  si  no  se  pudiera  salvar  si  no 
reyéra  el  Papa  ser  su  Cabeza !  ¿  Qué  liiziera  en 
«mpo  de  cuatro  Papas,  de  tres,  de  dos?  ¿En 
rimpo  de  Papas  herejes ,  Simoniacos ,  i  amanze- 
•adoSy  por  no  dezir  otra  cosa  peor:  i  de  Sede- 
aémles  tan  largas?  Pero  la  condizion  del  buen 
Miiólico  Ghristiano  es  felizisima :  su  Fé  no  se 
lUMla  sobre  hombres,  sino  sobre  su  Cabeza, 
Shtittó :  Cree  que  ya  no  puede  morir,  cree  que 
narió  una  vez  para  matar  el  pecado  de  todos 
Kfiidios  que  creen  en  él ,  mas  que  ahora  vive 
(Mínialmente,  estando  sentado  á  la  diestra  del 
^•dre,  interzediendo  por  nosotros.  Este  si  es 
tooliize,  i  tallo  habemos  menester,  i  no  el  Papa. 
kChristo,  pues,  sea  gloria  i  itnperio,  i  al  Papa 
mifasion  i  vileza :  i  todos  los  que  desean  que  el 
fteteo  de  Dios  venga,  digan  juntamente  conmigo, 
IJIIMI9  Asi  sea. 

Aiiora,  queriendo  concluir  este  Tratado  del 
Papa 9  pondremos  por  apéndize,  ó  añadidura,  i 
B«lo  con  toda  brevedad,  algunas  de  las  blasphe- 
miaBqaé  el  Papa  enseña,  ó  manda  enseñar  (por- 
qamék^  raro  d nunca,  predica  ni  lee),  por  las  cua- 
la»  se  entenderá  cuál  sea  toda  su  dotrina ,  que 
mm  manda  creer  i  adorar,  como  si  fuese  la  misma 
patebra  de  Dios.  I  guayas  de  aquel  que  no  la 
creyere ,  condénalo  á  fuego  por  perro ,  hereje, 
Lotherano.  Dios  haya  misericordia  delios ,  i  lea 

aiwtkMOjos.  Sadotrina,  pues,  es  esta  que  se  sigue. 


^46  DBL  PAPA 

ElPontífize  Romano  es  Dios :  dist.  xcvi,  cap. 
Satuevideníer.  IBaldo  in  L.  uUí.  G.  sent.  rescin. 
Dezío  in  e.  i,  de  Constituí.  Felino  in  cEgo  iV.  de 
jurefurando. 

El  Papa  no  es  hombre,  lib.  i  Sexti  de  electio- 
ne,  tít.  6.<^,  cap.  Fundamenta  in  Glossatore. 

El  Papa  ni  es  Dios,  ni  es  hombre:  in  prologo 
Glementinarum  in  Glossatore.  (En  lo  cual  se 
muestra  ser  verdadero  Antechrislo,  porque  Ghristo 
es  Dios  i  hombre.) 

A  nadie  es  lizito  querer,  ó  poder  trapasar  los 
prezeptos  de  la  sede  Apostólica :  dist.  xx ,  cap. 
INulli.  Iten,  dist.  xiietxxn. 

Cualquiera  que  no  obedeze  á  los  estatuios  del 
Papa,  es  hereje:  ibid.  in  Glossatore. 

Sacrilejio  comete  el  que  miente  al  Papa :  por- 
que él  tiene  en  la  tierra  las  vezes  de  Dios  viviente: 
de  poRnitent. ,  dist.  I,  ca.  Libenter  ignosco. 

El  Papa  es  Obispo  de  todo  el  mundo:  lib.  ▼ 
Sexti,  ca.  Foelicis  in  Gloss. 

El  Papa  tiene  el  prinzipado  de  todo  el  mundo: 
lib.  m  Sexti,  tít.  16,  cap.  Periculoso. 

Nadie  ose  dezir  al  Papa ,  Señor,  ¿por  qué  lo 
bazes  asi?  in  Extravag. ,  tom.  xxn,  tii.  5.^  cap. 
ad  Apostolatus  in  Gloss.  II,  Decretal..,  tít.  yb» 
cap.  5.^,  vide  Glossam. 

£1  Papa  por  estas  palabras :  Tu  es  P^rue^  d, 
Pasee  oves  meas^  ha  alcanzado  el  prinzipado:  m 
prooemio  Sexti  in  Gloss. 

Ningún  hombre  puedejttzgar  al  Papa:  caos.  Ut 
quaest.  2.^  ca.  Nemo.  Iten,  Aliorum,  etdistXLv 
ca.  Si  Papa:  ca.  xii,  quaest.  2.^  Ouisquisin  Gloss.: 
dist.  XL,  ca.  iVbfi  nos ,  in  Glossatore. 

A  nadie  es  permitido  juzgar  dd  joisio  dado 


I  DB  SU  AÜTOIIDAD.  347 

i  sede  Apostólica,  ni  retratar  su  sentenzia, 

(▼II ,  qaesC.  4 ,  cap.  Nemini. 

IPapa  dispensa  contra  el  Apóstol,  dist.  34,  cap. 

rin61oss.,dist.  82,  cap.  PresbiterínGÍoss., 

xr  y  c.  6 ,  cap.  autorítatem  in  Glossatore. 

Pip«  tiene  zelestial  albedrío,  lib.  i,  Decret. 

Mrli,tit.  vn^ cap.  quinto. 

Fapa  puede  mudar  la  naturaleza  de  las  co- 

Sifdem. 

Fapa,  de  nada,  puede  hazer  algo,  íbidem. 

Fapa  la  voluntad  le  sirve  por  razón  en  lo 

[Hiere  hazer,  ibidena. 

Papa  puede  dispensar  con  la  {jCí  de  Dios, 

Papa  puede  hazer  de  injustizia  justízia, 
ni. 

Papa  tiene  plenitud  de  potestad ,  rbidem.      ^ 
anta  es  la  diferenzia  entre  el  sol  i  la  luna« 
res  entre  el  Beí  i  el  Pontifize,  libr.  Decr. 
or. ,  tit.  xxxni,  Solit». 
s  Injustamente  condenados  deben  tener  res- 
onporla  Iglesia  Romana,  i  los  oprimidos 
To.  Gans.  u ,  quest.  6 ,  cap.  Ideo, 
arque  Jesu  Ghristo ,  hablando  de  sí  mismo,  ^a/.,  iixyui,  u. 
Toda  potenzia  noe  es  dada  de  mi  Padre, 
1  dzielo,  como  en  la  tierra:  concluyen  de 
los  Romanistas :  JSrgo  el  Papa  manda  ab-  nia^ri?e* obed.* 
•mente  en  el  zielo  j  en  la  tierra.  ítem ,  por-  ca.  n. ' 
Daniel  dize,  que  Dios  quita  Reyes,  i  pone    ¡>on.,  ii,  ai. 
t^  traspasa  los  Reinos  de  nazíon  en  na- 
pSrgo  (dizen  ellos)  el  Papa  tiene  autoridad    Lib.  vii  Decre- 
laponer  los  Reinos,  dándolos  á  quien  qu¡-|.ejudicttí!"*'*' 
,  I  quitándolos  á  quien  se  k  antojare.  De 
ha  tenido  que  los  Rayes  1  Emperadores ,  á 


348  DSL  PAPA 

mía  aobre  tuja,  han  comenzado  á  besailt  loa 
pies,  estando  presentes,  ó  absentes  por  aui?] 
bajadores.  De  aquí  es  que  el  mismo 
le  sirre  de  mozo  de  espuelas,  teniéndole  d  estri- 
bo á  su  Satanidad ,  cuando  sube  á  caballo.  I  aun 
el  Papa  le  riñe,  si  no  le  tiene  bien  el  Estribo.  EL^  21 
cKcfk^d"  ífP*  Bonüazio  Vm  se  dmcrgonzó  tanto,  qu«»f 
siam.  bizo  articulo  de  fe,  sm  el  cual  nmgono  se  pueda^^  J& 

salvar,  que  el  Papa  es  absoluto  Señor,  asi  en 
temporal,  como  en  lo  espiritual,  presentad! 
ea  d  Jubileo ,  para  que  todos  lo  viesen ,  con  ui 
llave  en  una  mano ,  i  con  una  espada  en  la  otra. 

m^2nt  pSiorSw"  ^*  ^•P*  ClemenU  VI,  su  suzesor,  no  se  coi 

'tentando  de  mandar  á  los  Reyes,  i  Empera — < 
dores,  se  atrevió  en  una  Bula  de  mandar  á  lo^ 
Aójeles.  Hase  concluido  i  determinado  en  la  Bo— 
Wí  del  Papa  (i  bien  rota),  que  es  su  chaniiUe — ^^^ 
rja,  que  Dios  tiene  por  bueno,  i  aprueba  todcc^^^ 
Ídem  in  rescrip-  ^uanlo  haze  el  Papa.  Que  la  voluntad  del  Papa 
to.  Bite  rescrito  la  regla  de  todo  derecho,  y  de  toda  justizia.  Q( 

na^i'oeifioado!  ®^  ^^^^  puede  hazer  en  este  mundo  absoliita- 
*  mente  todo  cuanto  Dios  haze:  visto  que.  él 
todo,  i  sobre  todas  las  cosas :  i  que  ai  él 
parezer,  se  debe  presumir  que  Dios  tamlHeo 
etdcín.^'"^*^*  ha  mudado.  Que  cuando  el  Papa  enviase  mi 
DecitiooesRo- ^^^  millares  de  ánimas  al  infierno,  nin( 
te.  BtMai  Fran-  le  puede  reprehender.  Que  su  poder  se  leatien^-'^ — 
ciMuí  de  Hipa.   ¿^  |j^j3  ^  2ielo ,  tierra ,  i  hasta  el  mismo  infier— 
PhUipp.  Decioi.  „^    Que  no  se  puede  apelar  del  á  Dips,  Que^ 
Hostieotii.      puede  dispensar  i  mandar  contra  las  Epístolas  d^ 
Ru^ñó?^^  ^*     ^-  Pablo :  como  quien  es  mayor  que  S.  Pablo,  lá^ 
Johúiaei  de    niismo  puede  hazei'  contra  el  viejo  Testaman— 
Anania,  etc.       to,  como  quien  es  mayor  que  los  autores  dei 

viejo  Testamento.  I  aun  han  pasado  mas  ade- 


I  DB  SU  AUTOHIBAI).  ^9 

laote:  Han  disputado,  ¿Si  puede  el  Papa  dis-  Dist.  u,  cap. 
pensar  contra  el  Evanjelio?  ¿Si  el  Papa  tiene  si  Papa. 
mas  poder  que  S.  Pedro?  ¿Si  el  Papa  es  simple- 
OMite hombre f  6  como  Dios?  En  summa,  elDia- 
blQ  ha  pasado  tan  adelante ,  que  se  disputaba  en 
ht  érelas,  poco  antes  que  Luthero  viniese,  i 
aun  después,  ¿Sí  el  Papa  partizipaba  de  dos 
nataralezas,  conviene  á  saber,  de  divina  i  hu- 
nana,  como  Jesu  Ghristo?  Mejor  demandaran: 
8t  ha  habido  Papa  que  fuese  hermaphrodito :  lo 
eoai  puede  ser,  pues  ha  habido  Papa  mujer.  Leed 
á  Qrasmo  Annot. ,  in.  I ,  Gaput.  i ,  Epistol.  ad 
Tfanotheum.  Disputaban  también  (dirélo  en  su 
prppr|o  Latín) :  ¿Jn  mille  Angelí  possint  sal- 
tairm  in  iummitate  digitiPQ.  D.  ¿Si  mil  Anjeles 
jpoeden  saltar  en  la  punta  del  dedo?  Iten ,  Jln 
Christui  sub  forma  escarabei  posset  salvare  ge- 
nw  humanum?  Q.  D.  ¿Si  Ghristo  en  forma  de 
cocarabafo  pudiera  salvar  al  linaje  humano  ?  Iten* 
¿Si  el  Papa  era  mas  misericordioso  que  Ghristo?  El  Papa,  según 
naqphemia.  Concluían ,  Que  sí.  La  razón  que  g^*  ,Jíg"JSswf- 
daban  es  esta :  que  en  toda  la  Escritura  no  se  lee  cor  di  os  o  que 
Jeítt  Ghristo  haber  sacado  alguna  ánima  de  Piir- 5„¿|*'®  •  *  ^^^ 
gatorio :  pero  que  el  Papa ,  por  su  gran  piedad 
i  jnisericordia ,  libraba  cada  día  una  infinidad  de 
ánimas,  i  aun  pasaban  adelante,  Goncluían  en 
sos  disputas  que  el  Papa  tenía  poder  de  desba- 
tar i  apagar  el  fuego  de  Purgatorio.  En  to- 
das^estas  cuestiones  concluían  adulando  al  Papa, 
mintiendo  contra  sus  conszíenzias ,  no  tenien- 
do; cuenta  ninguna  con  la  honra  que  á  solo 
IMbs  se  debe:  ni  con  la  de  su  hijo  Jesu 
€hristo.  I  Ga.  Quoniam  de  immuniL ,  in  vi, 
d  Papa  dize :  Ños ,  no  queriendo  menospreziar 


3M  BEL  PAf ▲ 

nuestra  justizia ,  ni  la  de  la  Iglesia  nuestra  es^ 
pota.  Bien  se  sabe  que  la  Iglesia  no  tiene  ol 
ningún  esposo,  que  á  solo  Ghristo.  I  pasa 
adelante  el  Papa :  díze,  i  manda  que  asi  ae  di( 
i  predique,  i  que  nosotros  asi  lo  creamoe, 
tanta  la  virtud ,  i  tanta  la  santidad  de  aa  silla, 
que  cualquiera  desuellacaras,  que  cualquiera, 
por  impío ,  perjuro ,  i  abominable  que  sea ,  qoei 
sentare  en  ella ,  luego  al  momento ,  por  hal 
sentado  en  ella,  se  trueca  i  muda  ea  otro 
bref  i  se  haze  santo.  Pero  oigamos  las  mismi 
palabras  que  la  misma  Bestia  habla,  como  estái 
ca.  Non  nos,  escritas  In  Ga.  Non  nos,  dist.  41 , 1  son  estasi 
din.  xLi.  bienaventurado  S.  Pedro  traspasó  en  sus  _ 

res,  juntamente  con  la  herenzia  de  inozenzia«-M^^ 
on  dote  perenal  de  méritos.  Lo  que  á  él  le  fa^m-^^^ 
oonzedido  por  la  luz  de  sus  hechos,  perteneze  ^  ^ 
aquellos,  que  son  alumbrados  con  semejant^^^ 
claridad  de  conversación.  Porque  ¿quién  podr£S'''V  '' 
dudar  ser  santo  aquel ,  á  quien  una  Cumbre  de^  ^^  ^ 
dignidad  levanta?  En  el  cual ,  si  faltan  bienes  ga — ^^^ 
nados  por  su  mérito ,  bastan  los  que  se  dan  deEt^  ^ 
predezesor  del  lugar,  etc.  Si  esto  fuese  Yerd«d««.  K^-^ 
ningún  Papa  seria  malo ,  ni  en  vida  ni  en  dotrínars  ^^  "^ 
pues  que  en  siendo  Papa ,  no  puede  errar :  entfrs  ^^ 
siendo  Papa,  es  docto  i  santo?  i  para  dezirloc^^ 
todo  en  una  palabra,  es  Dios  en  la  tierra:  i 
todo  cuanto  él  haze ,  Dios  lo  aprueba  en  el  zido. 
Pero  las  vidas,  que  habernos  contado  de  lof 
Papas,  i  aun  las  mismas  vidas  que  los  adulada 
res  de  los  Papas  han  escrito ,  nos  muestran 
contrario.  Esto  tiene  aquella  silla  papal ,  esta  es^ 
la  herenzia  que  un  Papa  hereda  de  otro ,  que  en- 
//,  r/Aef., if, 4r sentándose  uno  en  ella ,  si  era  no  tan  núüo,8e 


1  DB  8U  AÜTOBIDAP.  35  f 

Bato » i  8i  era  malo  se  haze  malísimo :  i  al  fin 
ino  86  haze  hijo  de  pNerdizion ,  hombre  de 

0 9  oponiéndose  i  levantándose  contra  todo 
>ee  llama  Dios. ó  divinidad:  tanto,  que  se 
ft  fu  el  templo  de  Dios ,  como  Dios,  hazién- 
larezer  Dios. 

taa  estas  cosas,  que  habernos  aquí  recapi- 

I  de  la  dotrina  del  Papa ,  son  blasphemias, 
qoeel  mismio  diablo,  si  se  vistiese  de  carne 
ia,  no  las  diría  mayores ,  ni  mas  horrendas. 

;  todo  esto,  España,  estás  ziega ,  i  no  vees, 
iQzes  al  Antechrísto,  al  cual,  pensando 
á  Dios,  i  honrar  á  su  Hijo  Jcsu  Ghristo, 

I I  honras?  Dios  te  haga  misericordia,  i  te 
Ofl  ojos  del  entendimiento  para  que  leas, 

i  entiendas  la  voluntad  de  Dios ,  que  su 
ad  ha  revelado  en  su  santa  Escritura ;  sin 
Bzion ,  ó  meditazion  es  imposible  el  hombre 
r  con  la  verdad.  Escudriñad  (díze  Jesu  Juan,  v,  39. 
>)  ias  Escrituras :  porque  ellas  son  las  que 
itimonio  de  mí :  i  por  consiguiente  lo  dan 
¡a  del  Antechrísto.  Guando  con  espíritu 
nildad  las  hubieres  bien  leído  i  meditado^ 
es  entenderás  cuánta  haya  sido  tu  zegue- 

ignoranzia.    Entonzes  ,    convertiéndotc 

10  tu  corazón  al  verdadero  Dios  que  te 
redimió  i  santificó,  abominarás  los  ídolos 
data ,  i  los  ídolos  de  tu  oro ,  que  tus  ma- 
madoras (como  díze  Esaias)  habían  hecho,  i  Esaias,  xxxi,  7. 
ega  i  ignorante,   ios  honrabas  i  adora- 

uiaando  que  hazias  gran  servizio  á  Dios, 
tes  los  arrogarás  de  tí,  los  desmenuza- 
M)n8umirás.  ¡Tanto  será  el  odio  que  ten- 
con  la  idolatría  f   Entonzes ,    entonzes, 


352         DBL  PAPA  t  BB  SÜ  AÜTOftIBAB. 

cuanto ,  mas  tú  que  todas  las  otras  naziones  de 
mundo,  te  has  en  estos  últimos  tiempos  abatíd< 
i  apocado ,  sirviendo  i  adorando  este  monstruo 
este  hombre  de  pecado ,  este  hijo  de  perdizion 
esta  Ramera  vestida  de  grana  i  de  púrpura,  ,  i 

adornada  con  tanto  oro  i  pedrería,  esta  Bestia m^  «, 
este  Antechristo ,  este  tu  Papa ,  este  tu  Bio«  en  k  M,  la 
tierra;  tanto  mas  teniéndote  por  avergonzada  .s^ai 
afrentada  de  lo  que  has  hecho  (porqiie  amas,  .^  ,  i 
estimas  la  honra  tanto  i  mas  que  otra  nazionJ^M^a  n) 
le  deservirás,  abominarás,  i  procurarás  su  tot^^^^ta 
ruina  i  perdizion.  Dios  te  haga  la  grazia ,  i  preste»,^  ^to, 
por.  el  sacrifizio ,  que  su  Hijo  Jesu  Ghrist(^.S^«to. 
nuestro  summo  i  único  Pontífize,  Redemptor,  «.  *,  ; 
Señor  nuestro,  le  ofrezió.  Amen. 


Para  ayuda  de  la  memoria  pusimos  aquí  ur-si-iioa 

Tabla,  en  la  cual  se  muestra  claramente  el 

Papa  ser  el  Antechristo :  lo  cual  es 

el  sumario  deste  primer 

Tratado. 


Fin  del  primer  Tratado. 


Tabla  9  en  la  cuud  mui  clara  i  suczin^ 
tamerUe  se  declara^  quién  sea  el 
ArUichristo ,  i  por  qué  marcas  se 
pueda  conozer^ 


PBIKBRAMEin'E.  Sfi  DECLARA  LA  NEZESIDAD 
DESTA  DOTRmA. 

doHO  conviene  que  la  Iglesia  Ghrístiana  i  cada 
fiel  miembro  della  conozca  á  Jesu  Ghrísto,  su 
Señor  f  1  que  con  obedienzía  siga  su  dotrlna :  asi 
es  menester  que  cada  fiel  Ghristiano  sepa  i  en- 
tienda lo  que  la  Sagrada  Escritura  enseña  del 
Antichristo :  parar  que  todos  los  fieles  de  veras  lo 
conozcan,  i  conoziéndolo  huyan  del,  i  se  guar- 
den de  sus  engaños.  Si  en  la  primitiva  Iglesia  los 
mismos  Apóstoles  avisaron  á  los  fieles  del  peligro 
i  de  la  venida  deste  gran  lobo ,  como  pareze ,  II, 
Thes.,  u,  3, 4,  etc.  I,  Juan,  n,  18  , etc.  Cuánto 
mayor  nezesídad  tememos  ahora  desta  dotrina 
en  esta  vejez  del  mundo ,  en  la  cual  abunda  la 
iniquidad ,  i  el  fin  de  todas  cosas  se  azerca. 

2.  DEL  NOMBRE  Antichristo, 
I  CÓMO  LA  S.  Escritura  habla  del. 

Antichristo  es  palabra  griega ,  que  quiere  dezir, 

contrario  á  Ghristo.  Gomo  Antipapa  se  dize,  el  que 

no  siendo  Papa ,  se  atribuye  toda  la  autoridad  i 

potestad  del  Papa :  así  aquel  es  Antichristo ,  que 

se  opone  á  Ghristo,  atribuyendo  á  si  mismo  lo* 


BEL   PAPA 

que  es  propio  de  Ghristo.  La  S.  Escritura  habit- 
en dos  maneras  del  Antichristo.  Porque  como  el 
▼ocablo  Ghristo ,  ó  unjido  se  toma  algunas 
enjeneral,  como  Psal.  gy,  15,  No  toqtíeii 
mis  unjidos:  Donde  por  unjídos  se  entiendeiB^ 
todos  los  fieles  que  tienen  comunión  con  Ghristo^ 
Iten,  se  toma  propriamente  cuando  sehaze  meo — 
zíon  de  Ghristo  nuestro  Suñor.  Así ,  por  la  pala — 
bra  Antichristo  algunas  vezes  se  entienden  eiB. 
jeneral  todos  los  que  se  oponen  á  Ghristo  en  la» 
dotrina,  como  Juan,  n,  22,  icap.  iv,  3.  Perc^ 
propriamente  se  haze  menzion  del  Antichrlato». 
cuando  se  denota  una  cabeza  de  un  abominable 
Reino :  la  cual  cabeza  se  levanta  contra  Ghristo? 
tomo  I,  Juan,  u,  18,  cuando  el  Apóstol  dlze» 
Que  el  Antichristo  habia  de  venir.  Débese 
notar,  que  como  en  la  S.  Escritura  muchas  cosa^ 
son  predichas  de  Ghristo ,  que  convenían  á  algu- 
nas personas  que  eran  tipos  i  figuras  de  Ghristo^ 
como  David ,  Salomón  ,  Zerubabel ,  etc.  Las 
cuales  propria  i  verdaderamente  se  deben  enten^ 
der  de  Gliristo ,  i  son  cumplidas  en  él :  Asi  mu— 
chas  cosas  son  predichas  del  Antichristo.  Daniel^ 
cap.  vn,  ver.  8,  20,  21, 25,  i  cap.  vm,  ver.  23, 
S4«  25,  í  cap.  XI,  ver.  ^,íTimot.,  iv,  1,  2,  3, 
que  convienen  á  algunos  tiranos  í  herejes  ^  como 
a  precursores   i   tipos   del  Antichristo:   Perc» 
propriamente  convienen  al  Antichristo,  1  tienea 
su  cumplimiento  en  él. 

3.  SI  SEA  V£NIDO  EL  ANTICHRISTO. 

Los  Papistas  dizen ,  el  Antichristo  no  ser  aun 
venido,  i  enseñan  que  ha  de  venir  de  raza  de 
Judíos,  del  tribu  de  Dan,  que  será  nazido  en 


I  DE  Sü  AUTORIDAD. 

fiabilonia,  i  criado  en  Ghorazain  i  Bethsaida, 
iten,  que  reinará  en  Jerusalen,  etc.,  i  otros 
semejantes  desTaríos  inventados  de  los  hombres 
tin  autoridad  de  la  S.  Escritura.  Pero  nosotros 
dezímos  que  el  Antichristo  es  ya  venido,  i  lo 
probaremos  con  testimonios  de  la  S.  Escritura. 
Aeonteze  aquí  á  ios  Papistas  lo  mismo  que  en 
tiempos  pasados  acontezió  á  los  Judíos ,  cuando 
Jesa  Ghristo  nuestro  Redentor  se  manifestó  en 
el  mundo.  Porque  como  los  Judíos  creian  i  con- 
fesaban con  los  Apóstoles,  que  los  Prophetas 
liabian  predicho  muchas  cosas  del  Mesías :  pero 
no  creian  ni  confesaban  que  el  prometido  Mesías 
ara  ya  venido ,  i  que  Jesús ,  nazido  de  la  vírjen 
Maria  en  Bethleem ,  era  el  verdadero  Mesías :  Asi 
1m  Papistas  el  dia  de  hoi  confiesan,  juntamente 
eoB  nosotros,  que  en  la  Escritura  sagrada  mu- 
ehat  cosas  son  predichas  del  Antichristo :  pero 
no  creen  ni  confiesan  que  él  sea  venido,  mas 
dixen ,  que  ha  de  venir ,  como  los  Judíos  dizen 
áé  Mesías.  Nosotros ,  pues ,  que  dezimos  que  el 
AalSchristo  es  ya  venido,  veamos  ahora  quién 
Y  i  por  qué  marcas  se  puede  conozer. 


4.  QmkR  SEA  EL  Antichristo  ,  t  por  qué 

MARGAS  SE  PUEDA  CONOZER. 

Esta  cuestión  ha  sido  difízil  i  escura  en  tiempos 
pasados :  pero  el  dia  de  hoi  es  muí  clara  i  fázil, 
después  que  el  Antichristo  es  manifestado.  Por- 
que como  este  es  el  verdadero  Mesías ,  en  quien 
todas  las  cosas  son  cumplidas ,  que  eran  por  el 
Espíritu  sancto  predichas  del  Mesías :  así  este  es 
i  debe  ser  verdaderamente  el  Antichristo ,  en 
quien  propriamente  se  cumplen  i  convienen  todas 


DEL  PAPA 

las  cosas  que  son  predíchas  del  Antichristo  por 
los  Prophetas  i  Apóstoles.  Consideremos ,  pues, 
lo  que  el  Espíritu  sancto  en  la  S.  Escritura  ha 
predicho  del  Antichristo.  Lo  cual  todo  distingui- 
remos en  tres  puntos. 

i.°  DEL  TIEBIPO  DE  SU  REVELAZION.  —  2.°  DEU 
LUGAR  DE  SU  ASIENTO,  Ó  SILLA.— 3.^  DB  SU 
GONDIZION  ,  VIDA  I  DOTRmA. 

í,^  El  tiempo  de  la  revelazion  del  Antichristo 
es  significado  por  Daniel,  cap.  vii,  v.  8,  cuan— 
do  díze ,  Que  el  cuerno  pequeño  subía  entre  lor 
otros  cuernos  en  la  cabeza  de  la  cuarta  bestia. 
El  Propheta  da  á  entender,  qpe  el  reino  del  Anti- 
christo se  levantaría  en  el  imperio  Romano ,  qu^ 
fué  la  cuarta  monarchía ,  significada  por  la  cuarta 
bestia.  El  Apóstol  S.  Pablo  denota  también  el 
tiempo  de  la  revelazion  i  venida  del  Antichristo, 
cuando  escribe  II ,  Thes. ,  ii ,  3.  ]$o  os  engañe  na- 
die  en  ninguna  manera.  Porque  no  vendrá  y  quef 
no  venga  antes  la  apostasia,  i  se  manifieste  eí 
hombre  de  pecado ,  el  hijo  de  perdizion.  Clara- 
mente significa  el  Apóstol ,  que  el  Antichrist(^ 
habia  de  venir  después  de  una  apostasía.  Bien  es 
verdad,  que  desde  el  tiempo  délos  Apóstoles  habia 
algunos  precursores  del  Antichristo ,  de  los  cuales 
leemos,  I,  Juan,  ii,  18,  22,  etc.,  i  que  entonze» 
se  obraba  el  misterio  de  iniquidad.  U,  Thes. ,  n» 
7.  Pero  no  podía  crezer  el  reino  del  Antichristo,, 
mientras  que  el  imperio  Romano  florezia.  Mas 
cuando  el  imperio  Romano  fuese  debilitado ,  en- 
tonzes  el  Antichristo  habia  de  ocupar  el  prlnzi- 
pado.  Lo  cual  significa  el  mismo  Apóstol  cuando 
dize.  11,  Thes.,  n ,  7 ,  8.  Solamente  el  que  ahora 
(4) 


I  DE  Sü  AUTORIDAD. 

ífuif  domine  hasta  que  iea  quitado:  i  en-* 
M  será  manifestado  aquel  inicuo. 
*  £1  lugar  donde  el  Antichristo  tendrá  su 
(tOt  es  notado  Daniel,  xiv,  45,  cuando  dize, 
wUará  las  tiendas  de  su  palazio  entre  los 
$$.  Iten,  S.  Juan  en  su  Apocal. ,  cap.  xvu, 
do  significa  al  Antichristo  por  una  mujer 
ia  de  púrpura  i  de  grana ,  i  dorada  con  oro, 
>rnada  de  piedras  preziosas  i  de  perlas ,  etc. 
ei  Terso  9  haze  espresamente  menzion  De 
^•montes ,  soiyre  los  cuales  se  asienta  la  mu- 
i  después  añide,  vers.  18.  La  grande  ziu- 
que  tiene  su  reino  sobre  los  reyes  de  la 
Yi.  I S.  Pablo  dize,  ü,  Thes.  ii,  4.  Que  el 
ickristo  se  asentará  en  el  templo  de  Dios. 
^  De  la  condizion,  vida,  i  doctrina  del  Anti- 
ito  amplamente  escribe  Daniel :  en  el  cap.  vii, 
,  dize :  Hé  aqui  que  otro  cuerno  pequeño 
a:  I  luego  añide  ^  Que  en  este  cuerno  habia 
como  ojos  de  hombre^  i  una  boca  que  ha- 
a  grandezas.  I  después ,  vers.  20  i  21.  /  «u 
\Z0r  era  mayor  que  de  ninguno  de  sus  com- 
iros ,  i  via  que  este  cuerno  hazia  guerra 
ra  los  sanctos  i  los  venzia,  I  vers.  25.  / 
^airá  palabras  contra  el  Allisimo^  i  los  Sane- 
del  Altísimo  quebrantará:  i  pensará  de 
far  los  tiempos  i  la  Lei.  I  cap.  vm,  ver.  23, 
S5.  Levantarse  ha  un  Rei  fuerte  de  cara  i 
ndido  en  dudas.  I  su  fortaleza  se  fortaleze- 
mas  no  con  fuerza  suya :  i  destruirá  mará- 
uamente ,  i  suzederle  lia  prósperamente :  i 
á  á  su  voluntad ^  i  destruirá  fuertes^  i  al 
blo  de  los  Sanctos.  I  con  su  entendimiento 
á  prosperar  el  engaño  con  su  mano  ^  i  en  su 


DBL   PAPA 

corazón  se  engrancíezerá :  i  con  paz  ttestrmérá  i 
muchos :  i  contra  ei  Prínzipe  de  los  Prinzipef 
se  levantará :  i  sin  mano  será  queifrado,  Iten« 
cap.  XI ,  ?ers.  35.  /  el  Rei  hará  á  su  vohiiUmé^ 
iensobérbezerse  ha  y  i  engrandezerse  ha  soérB 
todo  Dios:  i  contra  el  Dios  de  los  Dioses  ha^ 
Mará  marabillas ,  i  será  prosperado^  hasta  qm^ 
la  ira  sea  acabada :  porque  hecha  está  detefím-^ 
zion.  ^T,  I  del  Dios  de  sus  padres  no  curará^ 
ni  del  amor  de  las  mujeres :  ni  curará  de  Diom 
alguno:  porque  sobre  todo  se  engrandezeré^ 
38.  Mas  al  Dios  Mauzim  honrará  en  su  íugarz 
Dios  que  sus  padres  no  conozieron  :  honrarlo 
ha  con  oro ,  i  plata ,  i  piedras  preziosas ,  t  com 
cosas  de  gran  prezio.  39.  Icón  el  Dios  ajmia 
que  conozerá ,  hará  castillos  fuertes ,  ensancha- 
rá su  gloria ,  i  hazerlos  ha  Señores  sobro  mu- 
choSy  i  repartirá  la  tierra  por  prezio.  El  Apóstol 
S.  Pablo  dize :  II,  Thes. ,  n,  4,  que  el  hombre 
de  pecado  i  hijo  de  perdizion  se  opondrá  i  levan- 
tará contra  todo  lo  que  se  llama  Dios ,  ó  Divi- 
nidad: tanto  que  se  asiente  en  el  templo  de  Dios^ 
como  Dios:  haziéndose  parezer  Dios:  i  en  d 
?ers.  9.  El  cual  vendrá  por  operazion  de  Sa- 
tanás, con  grande  potenzia,  i  señales^  i  milagros 
mentirosos,  i  con  todo  engaño  de  iniquidad. 
Iten,  I,  Tím.,  iv,  2,  3.  Que  con  hipocresia 
hablarán   mentira,    teniendo  cauterizada  la 
conszienzia.  Que  prohibirán  el  matrimonio ,  • 
mandarán  abstenerse  de  las  viandas  que  Dios 
crió,  Iten,  Apoc. ,  xm,  11.  Después  vide  otra 
bestia  que  subia  de  la  tierra ,  i  tenia  dos  cuer- 
nos semejantes  á  los  del  cordero ,  mas  hablaba 
come  el  Dragón :  i  cap.  xvu«  6.  /  vide  la  muier 


DE  se  AÜTORIBAD. 

0méfiagada  de  la  sangre  de  los  Santos  ^  i  de  la 
sangre  de  los  Mártires  de  Jesús. 

Estas  prophezias  nos  easeñaQ  que  el  Antichristo 
hMa  de  ser  Rei ,  el  cual  de  pequeño  crezeria 
ivondria  á  ser  muí  grande  i  poderoso ,  con  nmi 
próspero  suzeso.  Jten ,  que  será  bktsphemo ,  ido- 
la$ra ,  sacrilego ,  superbisimo ,  astuto,  hipócri- 
tOifmnospreziador  del  matrimonio,  avaro,  gran 
Hrano  i  perseguidor  de  los  Santos ,  engañador 
i  Umsode  impiedad. 

BnuBíneinos  ahora  estos  testimonios  de  la  sa- 
grada Escritura ,  i  verse  ba  que  todos  mui  pro- 
liriaiDeiUe  convienen  al  Papa  de  Roma:  de 
nwnera ,  que  por  estas  prophezias  nos  es  mos- 
trado cómo  con  el  dedo  de  Dios  dende  el  zielo, 
fseel  Fapa  es  el  Antichristo.  Porque  si  se  consi- 
dera d  tiempo  de  su  reveiazion :  el  reino  del  Papa 
comenzó  en  la  4.*  monarchía,  cuando  el  imperio 
Romano  estaba  debilitado.  Porque  zerca  del  año 
606,  el  Papa  Bonifazio  lU  rezibió  del  Emperador 
Pliocas  (que  fué  tirano  i  mató  á  su  señor  Maurizio 
i  á  8U  mujer  i  hijos) ,  el  titulo  de  Obispo  Universal 
i  cabeza  de  la  Iglesia.  Lo  cual ,  siendo  una  vez 
oOBzedido,  los  Papas  luego  aplicaron  toda  su 
dflifenzia  para  alzarse  con  el  imperio  de  Roma  i 
de  todo  el  mundo. 

Claanto  á  la  siUa  del  Antichristo :  mui  claro  está, 
i  notorio  es  á  todos ,  que  el  Papa  tiene  su  asiento 
en  Roma ,  la  cual  es  una  ziudad  entre  dos  mares, 
Tirreno  í  Adriático  .*  i  tiene  7  montes ,  i  el  reino 
•obre  los  reyes  de  la  tierra.  Lo  cual  no  se  puede 
dezir  de  ninguna  otra  ziudad  en  todo  el  mundo. 
I  pues  que  Roma  es  en  Europa ,  i  no  en  India, 
Alia  ni  África ,  pareze  claramente  que  el  Anti- 


DEL  PAPA 

diristo  tiene  su  asiento  en  el  templo  de  Dios: 
quiere  dezir ,  en  la  Ghristiandad «  como  predijo 
S.Pablo,  II,  Thes.,  II,  4. 

La  condizion  i  estado  del  Papa  fué  al  prinzipio 
pequeño ,  pero  ha  crezido  en  gran  manera  i  coa 
grandísimo  suzeso.  De  manera  que  tiene,  no 
solamente  potestad ,  i  una  corona  como  Reí ,  mas 
tres  coronas ,  declarando  que  tiene  mayor  potes- 
tad que  todos  los  Reyes  i  Emperadores.  Gomo 
también  él  se  atribuye  los  dos  cuchillos  ó  potesta- 
des, espiritual  i  temporal :  lo  cual  es  representado 
por  los  dos  cuernos ,  Apoc. ,  xni ,  11. 

Rlasphemo  «s  el  Papa  cuando  se  dize  vicario  de 
Gfaristo ,  cabeza  de  la  Iglesia ,  que  perdona  peca- 
dos ,  que  no  puede  ser  juzgado  de  nadie ,  que  no 
puede  errar:  en  conclusión,  que  es  Dios  en  It 
tierra ,  que  puede  mudar  á  la  natura,  i  qae  tiene 
un  alvedrio  zelestial ,  i  la  plenitud  de  potestad ,  i 
que  él  puede  de  injustizia  hazer  justizia.  Vid. 
lib.  I  Decret.  Greg. ,  tit.  vn,  can.  5. 

Idólatra  es  cuando  manda  ^el  culto  de  lasimáji- 
nes ,  i  la  invocazion  de  los  Sanctos,  cuando  luize 
del  Sacramento  un  ídolo,  un  dios  Mauzim,  que 
ni  los  Apóstoles  ni  los  padres  conozieron.  Porque 
adoraron  i  honraron  á  un  solo  Dios  en  espirita  i 
verdad.  Juan,  if,  23. 

Sacrilego  se  muestra  quando  quita  á  la  Iglesia 
el  2.^  mandamiento  de  la  lei  de  Dios ,  i  á  los  laicos 
la  copa  en  la  zena  del  Señor ,  i  cuando  prohibe  al 
pueblo  Ghristiano  la  lezion  de  la  S.  Escritora 
contra  la  doctrina  i  espreso  mandamiento  de 
Ghristo.  Juan,  v,  39. 

Superbísimo  se  declara  cuando  se  haze  llevar 
sobre  hombros  de  hombres.*  como  en  tiempos 


I   BB  Sü  AUTORIDAD. 

j;»a8ado8  ae  llevaba  el  arca  del  Señor  sobre  loe 
l^&ombros  de  loe  LefUae.  Se  llama  padre  aantíei- 
ila  ntísma  santidad.  Se  atreve  á  quebrantar 
modar  las  leyes  i  ordenazlones  de  Dios ,  i  im- 
oner  nuevas  leyes  á  las  conszienzias.  Compárase 
si  mismo  al  Sol ,  i  al  Emperador  á  la  L^na. 
ib.  I  Decret.  Greg. ,  tít.  xxxm.  I  los  Emperado- 
ra i  Reyes  le  besan  lois  pies. 

Astuto  es  en  todo  su  reino :  mas  prinzipalmente 

«ando  por  medio  de  la  confesión  auricular  ha 

l)ierto  una  ventana  en  los  corazones  de  los  hom- 

res,  no  solamente  del  vulgo,  pero  aun  también 

e  los  grandes  del  mundo,  sabiendo  por  esta  via 

^◦dos  secretos. 

Es  manifiesto  hipócrita,  cuando  so  título  de 
iervo  de  los  siervos,  domina  como  Rei  de  re- 
es:  i  so  nombre  de  pastor,  se  muestra  lobo  roba- 
or :  i  so  pretesto  de  ser  suzesor  de  S.  Pedro ,  se 
celara  imitador  de  Judas.  Porque  como  Judas 
n  un  beso  i  finjida  amistad  fué  traidor  á  su 
^Señor:  asi  el  Papa ,  con  finjida  sanctidad  i  ester- 
^^^as  zeremonias,  enreda  al  pueblo  en  cadenas  i 
^azos  de  ignoranzia  i  superstizion.  Por  tanto,  el 
^:3)ismo  título  que  Ghristo  dio  á  Judas ,  Juan ,  xvn, 
"^2,  el  Apóstol  lo  da  al  Antichristo,  11 ,  Thes.,  n,  4. 
Menospreziador  es  del  matrimonio ,  cuando  lo 
^sstima  como  un  estado  camal ,  i  por  tal  lo  ha 
;]prohibido  á  todos  sus  eclesiásticos  con  tanta  se- 
"^cridad,  que  aunque  los  fornicadores  i  adúlteros' 
^canzan  fázilmenle  absoluzion  de  sus  peca- 
dos, no  hai  perdón  para  los  eclesiásticos  que  se 
ciasen  según  la  ordenazion  de  Dios ,  mas  esto  es 
xeputado  i  castigado  del  Papa  como  pecado  irre- 
misible: aunque  la  S.  Escritura  enseña.  I,  Goi.; 


DEL  PA.PA 

▼n,  9,  Que  mejor  es  casarse  que  quemarse:  i 
Heb.,  XII,  4.  Kenerable  es  en  todos  el  matrimo- 
nio. Iten,  I,  Tim. ,  m,  2.  Conviene  que  el 
(hispo  sea  marido  de  una  mujer, 

Laavarizia  del  Papa  es  insaziabte,  i  se  estiende 
por  todas  partes.  Por  diaero  perdona  pecados: 
▼ende  ofizios  eclesiásticos :  haze  mercado  de  sus 
bulas,  induljenzias ,  jubíleos,  reliquias,  misas, 
oraziones  i  Sacramentos,  i  constriñe  al  misero 
pueblo  á  comprar  sus  mercaderías ,  no  solamente 
en  los  días  que  otros  mercaderes  trafican ,  mas 
aun  también ,  i  prinzípalmente  en  las  fiestas ,  Do- 
mingos i  Pascuas,  cuando  otros  descansan.  En 
todos  los  dias  del  año  granjea ,  í  de  cualquiera 
persona  saca  dinero ,  hasta  de  los  ludios ,  i  de  las 
putas  ó  cortesanas  de  Roma. 

Tirano  i  perseguidor  de  los  Sanctos  se  declara, 
cuando  es  causa  de  tanto  derramamiento  de  san- 
gre Ghristíana ,  inzitando  á  los  Reyes  i  Prinzipes 
á  perseguir  todos  los  que  le  contradizen  i  se  apar- 
tan de  sus  idolatrías  i  superstiziones ,  para  serrir 
á  Dios,  según  su  voluntad  i  palabra;  los  cuales 
son  condenados  del  Papa  como  herejes  i  quema- 
dos, no  les  dejando  hablar,  poniéndoles  una 
mordaza  en  la  lengua.  I  por  su  estrema  crueldad 
no  perdona  á  los  mismos  Emperadores  i  Reyes, 
que  son  los  unjídos  del  Señor ,  cuando  no  ejecu 
tan  con  obedienzia  sus  tiranías :  como  las 
rías  lo  testifican  amplamente. 

Es  engañador  en  muchas  maneras.  Porque  en 
gaña  al  pueblo  con  falsa  doctrina  i  vanas  promesas 
con  magníficos  titules,  ifinjida  sanctidad, 
bulas ,  induljenzias  i  falsos  milagros ,  i  ilusioner 
del  Demonio,  etc. 


I  DE  Sü  AÜTOBIDAD. 

Es  lleno  de  impiedad ,  pues  que  no  solamente 
peca  i  se  deleita  en  pecados ,  pero  haze  también 
pecar  á  los  otros.  Porque  ha  depravado  el  culto 
de  Dios  con  idolatría :  la  autoridad  de  los  Reyes 
con  tiranía :  la  fé  pública  con  engaño :  i  la  vida  de 
sos  Eclesiásticos  con  suziedad  i  infamia,  causada 
por  el  constreñido  zelibado.  En  conclusión ,  en 
el  reino  del  Papa  se  halla  una  fuente  i  manantial 
de  abominaziones  i  escándalos,  según  el  pro- 
▼erbio ,  Cuanto  mas  zerca  de  Roma ,  tanto  peor 
Christiano.  Q.  d.  Cuanto  mas  zerca  del  Anti- 
christo ,  tanto  mas  lejos  de  Ghristo. 

Claramente^  pues^  se  puede  concluir  por  estas 
dmnostraziones  que  el  Papa  es  el  Antichristo^ 
que  la  S,  Escritura  ha  predicho ,  i  del  cual  la 
Iglesia  Christiana  tanto  ha  padezido, 

[En  la  1.^  Edizion  del  a.  de  1588,  concluye  el 
Tratado  del  Papa,  en  la  páj.  S89,  i  sigue  inmedia- 
tamente á  la  páj.  290,  el  Tratado  de  la  Misa.  Pero 
en  la  2.^  Edizion  del  a.  de  1599,  que  nos  sirve  de 
orijinal,  después  de  la  páj.  35S,  sigue  la  Tabla 
que  antezede  en  un  medio  pliego ,  doblado  á  ma- 
nera de  mapa,  ó  estado,  que  en  el  orden  de  la 
pajinatura  cuenta  solo  por  dos  pajinas.  Gomo  es 
incómodo  desdoblar  i  doblar  un  pliego  que  se  en- 
cuentra entre  las  hojas  de  un  libro ;  se  ha  reduzi- 
do  aquí  dicha  Tabla á  pajinas  del  mismo  tamaño 
qae  las  otras ,  pero  con  diversa  pajinatura  que  lo 
demás  del  volumen :  porque  realmente  en  la  Edi- 
zion antigua  no  tiene  pajinas.     Nota  del  Ed,'\ 

(11) 


355 

TRATADO  SEGUNDO, 

DE  LA  MISA 
I  DE   SU   SANTIDAD. 


m  el  ayuda  del  Señor  habernos  salido  del 
trínto,  no  de  Greta,  sino  de  otro  muy  peor, 
iij  mas  intricado  i  revuelto,  de  Roma,  del 
a,  y  de  su  Górte  Romana.  Habemos  pro- 
D,  el  Papa  ser  falso  sazerdote,  y  verda- 
í  Antechristo ,  ser  el  hombre  de  pecado  ,  i 

de  perdizíon,  ser  aquella  Ramera  de  quien 
A  San  Juan  en  su  Revelazion.    Probamos 

por  su  mala  vida,  i  impía  dotrína,  por 
08  de  Doctores  i  de  Gonzilios  antiguos,  i 
tres  notables  pasos  de  la  sagrada  Escritura, 
ra  mostraremos  la  Misa,  la  cual  es  la  se-  sumario  délo 
da  coluna  que  sustenta  y  tiene  en  pie  á  ]a  ?eT-^Tr8?ado.*"" 
sla  Romana,  ser  falso  sacrifízio,  ser  una  in. 
»on  diabólica,  ser  una  profanazion  de  la 
la  Zena ,  que  Jesu  Ghristo  nuestro  redemp- 
instítuyó.  I  si  la  Misa  es  tal  (como  lo  pro- 
Smos),  sigúese  que  la  debemos  huir  y  detes- 
:  i  asi  la  huimos  i  detestamos,  como  cosa 
denada  i  abominable  delante  del  acatamien- 
divino.  Hecho  esto ,  mostraremos ,  con  el 
ida  del  Señor  (sin  el  cual  ninguna  cosa ,  que 
ina  sea ,  podemos  hazer) ,  Jesu  Ghristo  ser  el 

24 


356  DE  LA  MISA 

verdadero  i  único  sazerdote,  i  sumo  Pontifize, 
i  su  propio  cuerpo  i  sangre,  que  él  ofreszióen 
la  cruz  á  su  Padre ,  ser  el  verdadero  i  único  sa- 
crifízio,  cuya  memoria  hazemos  todas  i  cuan- 
tas vezes  zelebramos  su  santa  Zena:  al  fin 
deste  tratado,  pondremos  una  tabla ,  en  que  mos- 
traremos, la  conformidad ,  unión  i  identidad  que 
la  santa  Zena ,  que  Jesu  Ghristo  instituyó ,  tiene 
con  la  santa  Zena  que  en  las  Iglesias  reforma- 
das se  zelebra :  luego  se  muestra  la  diferenzia, 
disconformidad  i  contrariedad  que  la  Misa ,  que 
nuestros  contrarios  zelebran ,  tiene  con  la  santa 
Zena  de  Ghristo,  que  es  la  que  ahora  nosotros 
zelebramos. 
Misa.  Gomo  el  nombre  de  Papa  no  se  halla  en  la 

sagrada  Escritura,  así  tampoco  se  halla  el  nom- 
bre de  Misa.  I  es  de  creer ,  que  si  fuera  tan  ne- 
zesario  al  Ghristiano  creer  la  autoridad  dd  Pa- 
pa ,  i  la  santidad  de  la  Misa ,  sin  la  cual  fé 
(como  ellos  dizen)  es  imposible,  que  el  hombre  se 
salve :  es  de  creer ,  digo ,  que  Jesu  Ghristo ,  ó 
sus  Apóstoles,  hubieran  hecho  alguna  menzíon 
No  bal  cosa  dello.  Porque  todo  cuanto  nos  es  nezesario  parp 
n^sSiiMiaiaúe  ^^^  salvos,  Ghristo  i  sus  Apóstoles  nos  lo  eiiae- 
la  Escritura  no  ñan.  S.  Pablo,  hablando  con  ios  Ephesios,  les 
la  diga.  ¿J2e.  Sabéis  como  nada,  que  os  fuese  útil,  he 

^ceot,  XX,  20.  fg|jyi¿Q  anunziaros  i  enseñaros  públicamente  i 
por  las  casas,  testí6cando  á  los  ludios,  iálos 
Jentiles,  la  penitenzía ,  i  la  Fé  en  nuestro  Señor 
Jesu  Ghristo.  Pero  este  santo  Apóstol ,  tan  dili- 
jente  en  enseñar  lo  que  debemos  creer,  nin- 
guna menzion  hizo  del  Papa ,  ni  de  la  Misa :  si- 
gúese de  aquí,  que  no  es  articulo  de  Fe  creer 
la  autoridad  del  Papa,  ni  la  santidad  de  la  Misa. 


I  DE  SÜ  SANfíÜÁD.  Züf 

Hts  diránme,  que  es  verdad  que  esta  palabra 
Misa  no  se  halla  en  la  Escritura :  pero  que  se  ha- 
Ma-su equivalente,  Zena  del  Señor:  i  que  sí  de- 
temo»  admitir  la  Zena  del  Señor,  que  también 
debemos  admitir  este  nombre  Misa.  A  lo  cual 
respondemos,  que  hazen  grandísima  injuria  i 
tuerto  á  la  santa  Zena  que  el  Señor  instituyó, 
díziendo  ser  lo  mismo  que  su  Misa,  la  cual  ellos 
se  han  imajinado  i  fabricado.  Porque,  cuan 
gran  diferenzia  hai  entre  la  verdad  i  la  mentira, 
iá  luz  i  las  tinieblas ,  Dios  i  Belial ,  tan  gran  di- 
ferenzia hai  entre  la  santa  Zena  i  la  prophana 
Misa.  Si  la  cuestión  fuese  del  nombre ,  si  la  san- 
ta Zena  se  ha  de  llamar  Misa ,  ó  no :  la  cuestión 
no  seria  de  grande  importanzia.  Convengamos 
eti  la  substanzia  de  la  cosa  i  llamalda  como  qui- 
sierdes.  Aunque  no  es  bien  hecho ,  cuando  el  Es- 
píritu Santo  llama  una  cosa  por  tal ,  ó  tal  nom- 
bre ,  que  el  hombre  se  atreva  á  llamarla  por  otro 
nombre.  El  Apóstol  la  llama  Zena  del  Señor,  i  /,  cor ,  xi,  20. 
no  Misa.  Llamémosla,  pues,  nosotros  Zeña  del 
Señor,  i  no  Misa.  I  prínzipalmente  habiendo 
tanta  dífei*énzia  entre  la  Zena  i  la  Misa ,  como 
veremos. 

Cuanto  al  nombre  de  Misa,  aun  entre  lo*  de^dónSesedi^a 
mismos  Romanistas  no  se  ha  concluido  de  don-  uisa.    ^  ^^    ^^ 
de  se  derive.  Unos  dizen  que  se  deriva  de  Mas, 
vocablo  Hebreo ,  que  sinifica  tributo,  ó  zenso: 
otros  dizen  que  es  Latino,  i  que  Misa  es  lo 
mismo  que  Misio,  como  Remisa  (del  cual  vo- 
cablo usan  algunos  délos  antiguos,  i  prínzipal- 
mente San  Zipriano),  es  lo  mismo  que  remisio, 
otros   dizen  otra  cosa;   Misa,   como  nuestros     Oué  cusa  sea 
eoDtrarios  la  definen,  es  un  sacrifizio,  por  el^^^*** 


358  DE  LA  mSA 

cual  se  alcanza  perdón  de  pecados  de  títos  i  de 
Ocho  razones  muertos.  Los  Romanistas  engrandezco  su  Misa: 

man  íaMUa"^'^"  ^  ®®'^  (como  ellos   dizen)   por  muchas  razo- 
nes: de  las  cuales  pondré  aquí  ocho,  que  son 
las  prlnzipales:  la  1.^  por  ser  sacrifízio  espíate- 
rio:  la  S.^  por  el  que  la  instituyó ,  que  fué  (como 
ellos  dizen)  Ghristo:  3.^  por  los  que  la  dijeron, 
que  fueron  (como  ellos  dizen )  San  Pedro ,   San 
Juan,  Capellán  (que  dizen)  que  fué  delaVir- 
jen   María,  Santiago,  i  los   demás  Apóstoles. 
4."  por  la  antigüedad  de  la  Misa :  pues  que  toda  la 
Iglesia,  desde  la  muerte  de  Ghristo  hasta  ahopa,ia 
ha  zelebrado   con  gran  reverenzia:  dizen,  que 
nunca  Dios  hubiera  permitido  que  su   Igleáa 
fuese  engañada  tanto  tiempo.  5.^  Gonfírmanla 
con  muchos  milagros,  que  las  Misas ,  i  sus  hos- 
tias consagradas,  han  hecho :  los  cuales  muestran 
la  santidad,  i  divinidad  que  hai  en    la  Misa: 
6."  Mantiénenla  diziendo,  que  en  la  Misa  hai  muí 
buenas  cosas  tomadas  de  la  sagrada  Escritura: 
como  la  epístola ,  el  Evanjelio ,  el  Hoc  est  corpui 
meum ,  el  Pater  noster ,  etc.  7."  Dizen  que  este 
sacrifízio  de  la  Misa,  fué  figurado  en  Melcfaisedee, 
/AiM.,xiT,  18.  el  cual,  siendo  Sazerdote  del  Altísimo ,  leofres- 
Maíac^i^u.    zió  Pan   i  Vino:  dizen  que  Malachías    habló 
de  la  Misa ,  cuando  dijo :  Porque  desde  donde 
el  sol  naze ,  hasta  donde  se  pone ,  mí  nombre  es 
grande  entre  las  Jentes :  í  en  todo  lugar  *se  sa- 
crifica i  ofreze  sacrifízio  limpio.  8.^  Estímanla 
por  los  grandes  provechos  que    della  rezebi- 
mos.  Concluyen  de  todo  esto,  la  Misa  ser  santa 
i  buena ,  bendita  i  divina :  i  nosotros  ser  perros 
herejes,  pues  tan  desvergonzadamente  habla- 
mos contra  una  cosa  tan  exzelente  que  Jesu 


I  DE  Sü  SANTIDAD.  359 

Ghristo  ordenó ,  sas  Apóstoles  zelebraron ,  i  to- 
da la  Iglesia  Católica  venera  y  honra ,  etc.  En 
conclusión,  la  Misa  es  su  Helena ,  por  quien  todo 
el  mundo  revuelven.  Estas  son  las  prinzipales 
rabones ,  con  que  nuestros  contrarios  mantienen 
su  Misa:  alas  cuales,  invocando  el  nombre  del 
Señor,  cuya  causa  aquí  tratamos,  i  cuya  hon- 
ra aquí  mantenemos,  responderemos  por  el  mis- 
mo orden,  que  las  habemos  propuesto.  Supli- 
cóos, Ghristiano  lector,  por  el  zelo  que  tenéis  de 
la  gloria  de  Dios,  i  por  el  deseo  que  habéis  de 
|a  salvazíon  de  vuestra  ánima ,  que  atentamente 
^ais ,  i  con  madureza  peséis  las  susodichas  ra- 
zones, y  las  respuestas  que  les  daremos,  y  lo  de- 
mas  ,  que  cuanto  á  este  propósito  diremos.  Ved 
cuál  destas  dos  dotrinas ,  convenga  i  conforme 
mas,  con  el  nivel  i  regla  de  la  sagrada  Escritura: 
i  eso  creed.  No  sois  bestia:  entendimiento  os 
ha  dado  Dios ,  i  su  Leí.  Advertid  bien ,  que  no  os 
va  en  ello ,  sino  la  salud  de  vuestra  ánima :  ser 
idólatra ,  ó  no. . 

Cuanto  á  lo  primero,  que  dizen:  La  Misa  ser     ^^  ^g^^jn  ¿e 
sacrífizio  para  alcanzar  perdón  de  pecados ,  etc.  nuestro*  contra- 
Digo  que,  hablando  con  cortesía,  la  Misa  no  es  j^^^^lg*?."**'"  ^®*- 
sacrífizio.  Porque  si  fuese  sacrífizio,  no  sería, 
propriamente  hablando,  Sacramento.  I  ellos  afir- 
man, la  Misa  ser  sacrífizio  i  sacramento.  ^^    «     , 
cual  no  puede  ser.  Porque  tanta  diferenzia  hai  sacrifitío. 
entre  sacrífizio  i  sacramento ,  cuanta  díferen-    Diferenzia  en- 
zia  haí,e!itre  dar  i  tomar.  El  sacrifizio  se  ofre- tre^^rito^ 
ze  i  presenta  á  Dios:  el  sacramento  se  toma 
i  rezibe  de  la  mano  del  Señor  por  el  minis- 
terio del  Ministro  de  su  palabra.  La  santa  Zena, 
propriamente  hablando,  no  es  sacrífizio  expía- 


360  DE  LA  BII8A 

torio,  porque  deste  hablamos  ahora:  siaai 
mentó  del  prezioso  cuerpo  i  sangre  de  ni 
Redemptor  Jesu  Ghristo.  Pero,  impropria) 
hablando,  se  puede  llamar  .Saerifizio  :  pe 
un  memorial  de  aquel  eterno  i  único  sací 
que  Jesu  Ghristo  ofrezió  á  su  padre  en  c 
Los  Padres  có-  dero  de  la  cruz :  i  asi  lo  entienden  los  P 

zena'*"acriflzio  ^"***^^  **  llaman  saerifizio,  no  entiende! 

siendo  sacramen*  la  Zena  sea  sacrifizio,  sino  memoria  dd< 

^°'  zio:  conforme  á  lo  que  dize  Ghristo  hal 

de  la  Zen^ :  Hazed  esto  en  memoria  de 
i^  Cor.,  Til.  San  Pablo  al  mismo  propósito  dize:  An 
reis  la  muerte  del  Señor  hasta  que  venga. 
Zena  no  es  saerifizio,  mucho  menos  k)  s 
Misa,  que  ellos  celebran  en  lugar  déla 
Demás  desto,  si  la  Misa  fuese  sacrifizio, 
Propiziatorio ,  que  también  llamamos  E] 
rio,  ó  seria  Eucharistico.  Quiere  dezir^  < 
zido  por  remisión  de  pecados,  ó  en  haz 
to  de  grazias.  Diránme ,  como  en  su  del 
dizen ,  que  es  sacrifizio  Expiatorio.  Yo  le 
Solo  Ghristo  es  que  esto  no  puede  ser.  Porque  no  hai  o 

sacrifico  expía,  ^^.g^.^  expiatorio ,  sino   lasóla  muerte  i 

de  Jesu  Ghristo.  Sacrifizio  Expiatorio 
que  se  haze  para  aplacar  la  ira  de  Dioi 
tisfazer  á  su  justizia,  i  haziendo  esto,  ] 
limpia  los  pecados,  á  fin  que  siendo  elp 
limpio  de  sus  máculas  i  pecados ,  i  siend 
tuido  en  pureza  de  justizia,  sea  vuelto  en 
con  Dios.  Todo  esto,  entera  i  perfetame 
zo  el  Señor,  muriendo  en  la  cruz:  i  él 
no  otro  ninguno,  sacrificó  tal  jénero  de 
zio.  Porque  la  virtud  i  eficazia  desto,  q 
Ghristo,  una  sola  vez  hizo,  es  eterna.  I 


I  DB  SU  SANTIDAD.  361 

el,  ofrezíendo  este  sacrifízio:  Todo  es  consuma- 
do (todo  es  cumplido):  quiere  dezir:  que  todo 
cuanto  era  nezesario  para  nos  reconziliar  con 
el  Padre,  para  nos  alcanzar  perdón  de  peca- 
dos, justlzia  i  salvazion,  todo  esto  fué  acabado 
i  cumplido  con  el  solo  sacrifízio,  que  Jesu 
Ghristo  ofrezió :  i  de  tal  manera  no  faltó  nada, 
que  ningún  otro  sacrifízio  puede  después  deste 
tener  lugar.  Concluiremos,  pues,  de  aquí,  ser 
una  insoportable  afrenta,  i  monstruosa  blas- 
phemia  contra  Jesu  Ghristo ,  i  contra  su  sacrifízio, 
si  alguno  ofreze  otro  sacrifízio  fuera  del  ya  ofre- 
zido,  ó  reitera  el  que  ya  Ghristo  ofrezió,  pen- 
sando por  el  tal  sacrifízio  alcanzar  remisión 
de  pecados,  reconziliarse  con  Dios,  i  haber  jus- 
lízia.  ¿I  qué  otra  cosa  se  hazeenla  Misa,  sino 
que  nosotros  seamos,  por  el  mérito  de  un  nuevo 
sacrifízio,  hechos  partizipantes  de  la  muerte  i 
pasión  de  Ghristo  ?  £1  que  quisiere  bien  enten- 
der esto  que  dezimos  del  único  sacrifízio  Expia- 
torio, i  una  sola  vez  ofrezido  i  nunca  mas  rei- 
terado, lea  la  Epístola  que  el  Apóstol  escribió 
ú  los  Hebreos,  i  prinzipalmente  el  capítulo  vii. 
Desto  trataremos  después  un  poco  mas  de  pro- 
pasito. 

La  segunda  manera  de  sacrifízio ,  que  llama-  sacrifizio  Bu- 
nios Eucharístico ,  comprehende  todos  los  ejer-  cí»»rt«t*co. 
zizios  de  Caridad:  los  cuales  cuando  se  ejer- 
zitan  con  nuestros  prójimos,  en  zierta  manera 
se  ejerzitan  con  Dios,  que  es  desta  manera 
honrado  en  sus  miembros.  Comprehéndese 
también  en  este  jénero  de  sacrifizio  nuestras 
oraziones ,  loores ,  hazimiento  de  grazias ,  y  to- 
do cuanto  hazemos  para  servir  y  honrar  á  Dios. 


362  DE  LA  mSA 

Todos  los  cuales  sacrifizíos  dependen  de  aquel 
gran  sacrifízio,  por  el  cual  somos  en  cuerpo 
i  en  ánima  consagrados  i  dedicados  por  temptos 
santos  á  Dios.  Este  jénero  de  sacrifizío  no  tie- 
ne que  ver  con  aplacar  la  ira  de  Dios,  con  al- 
canzar perdón  de  pecados ,  ni  con.merezer,  ni 
adquirir  justizia :  mas  solamente  es  para  magni- 
ficar i  glorificar  á  Dios.  Este  sacrifizio  Eucha- 
ristieo,  en  ninguna  manera  puede  ser  agradable 
á  Dios ,  sino  prozede  de  aquellos ,  que  habiendo 
por  el  otro  jénero  de  sacrifizio,  que  llamamos 
Expiatorio,  alcanzado  remisión  de  pecados, 
son  ya  reconziliados  con  él,  y  justificados.  Este 
sacrifizio  Eucharístico  es  mui  nezesario  en  la 
Iglesia :  i  i  Ai  del  día  que  el  Ghristiano  pasa,  sin 
ofrezer  este  sacrifizio  á  Dios  I  Este  es  el  inzien- 

ATo^.,!,  II.  so  i  oblazion  limpia  i  pura  que  Malaehias  pro- 
phetizó  que  la  Iglesia  de  Dios  habia  de  ofrezer. 

Aom., xii,  I.  Deste  sacrifizio  habla  San  Pablo,  cuando dize, 
que  ofrestamos  nuestros  cuerpos  en  sacrifizio 
vifo,  santo,  agradable  á  Dios ,  senrizio  razional. 

ir06.,xui,6.  Por  esta  causa  las  limosnas,  i  las  demás  bue- 
nas obras  de  los  fieles,  se  llaman  sacrifizíos 

Oteas  xiY  3.  ^^^  m^^  ^^^^  ^^"^  contento.  El  Propheta  Oseas 
exhorta  al  pueblo  á  convertirse  á  Jehova,  íde- 
zirle:  Quita  toda  iniquidad,  i  rezibe  el  bien, 
i  pagaremos  bezerros  de  nuestros  labios.  Qué. 
entienda  «1  Propheta  por  Bezerros  de  labios,  el 

Heó.^  XIII,  15.  Apóstol  lo  declara ,  cuando  dize :  Ansí  que  siem- 
pre oírescamos  por  él  á  Dios  sacrifizio  de  ala- 
banza: Es  á  saber,  fruto  de  labios,  que-confie- 

PAfVt;».,  lY,  «8.  ^^^  (^  Io^Q)  ^  su  nombre.  San  Pablo  llama  la 
liberalidad  con  que  los  Phihpenses  le  hablaA  so- 
corrido en  su  nezesidad  9  sacrifizio  de  buenolors 


I  DE  S9  SANTIDAD.  36^? 

I  toctar-las  buetaas  obras  que  los  fieles  hazen,  se 
llaman  saciifizibs, espirituales.  Su  Majestad  nos 
cié  grazia  para  que  continuamente  le  ofresca- 
itkMom  lato  sadrffizios,  1  que  cuando  se  los  ofres- 
camos,  sin  hipocresía  ninguna,  confesemos 
que  somos  siervos  inútiles ,  etc.  Porque  si  á  sus 
Apóstoles  mandó,  que  asi  lo  dijesen  i  asi  lo  ^«<^m  »v«»  «»• 
sintiesen,  aun  cuando  hubiesen  hecho  lo  que 
Oíoslas  mandaba,  ¿porqué  no  mandará  lo  mismo 
á.  nosotros ,  que  somos  en  dotrina  y  en  vida  tan 
i  nfbriores  á  sus  Apóstoles ,  que  no  somos  dignos 
de  desatar  las  correas  de  sus  zapatos?  Dios  nos 
haga  la  grazia  que  seamos  humildes  de  corazón. 
Deste  jénero  de  sacriiizio  aun  diremos  mas  des- 
pués. 

De  lo  dicho  se  vee  claramente,  la  Misa  no  ser 
aacñfizio  ni  Expiatorio  ni  Eucharistico :  i  por  el 
consiguiente,  que  no  es  sacrifizio  ninguno.  Que 
Ho  sea  Expiatorio ,  ya  lo  habemos  probado :  i  que 
no  sea  Eucharistico,  se  prueba  por  lo  que  nues- 
tros adversarios  dízen,  que  la  Misa  es  sacrifi- 
zio Expiatorio :  i  si  es  Expiatorio ,  no  es  Eucha- 
ristico. La  fuerza  deste  argumento  consiste  en  la 
regla  de  dialéctica,  quedize:  Los  miembros  di- 
videntes no  se  deben  confundir.  Baste  esto  cuan- 
to á  la  definizion  de  la  Misa:  quitado  le  habemos 
el  jénero,  probanda  que  no  es  sacrifizio ,  quitá- 
dole  habemos  la  diferenzia,  probando  que  no  es 
expiatorio.   Quitado  el  jénero  y  la  diferenzia, 
¿qué  será  el  definito?  Nada ,  ó  si  algo  es  la  Misa, 
es  priTacion  de  la  santa  Zena  de  nuestro  Maes- 
tro i  Redemptor  Jesu  Ghristo :  como  el  pecado 
es  príTazion  de  la  grazia. 

Y  no  piesen  nuestros  contraríos  que  les  con- 


364  DE  LA  MISA 

3/  i  3.*  razón  zedemos  la  Misa  ser  tan  antigua ,   eomo  eUos 
*ie  nuestros  con- la  hazen,  diziendo  que  el  Señoría  instituyó  ya 

trarios  i  nuestra,       .„^^  '  ^  .     .     u  a       "     ra- 

respuesta.  ha  1565  anos:  que  tanto  ha  que  padezio.  rii 

Gbristo  no  ins-  tampoco  les  conzedemos  que  San  Pedro,  ni  San 

tituyó  la  Misa.    Jq^^  ^  jji  ninguno  de  los  Apóstoles,  haya  dicho  lo 

«J'Sft  fp*^*ü;*®*  que  nuestros  contrarios  dizen  ser  Misa.  Falsos 

no  dieron  Misa.  /   ^.         .  i      i         *        c«         i     • 

testimonios  son  que  les  levantan.  Si  cualquiera 
que  dize  algún  falso  testimonio  contra  su  próji- 
mo, por  vil  i  abatido  quesea,  quebranta  d  no- 
no mandamiento,  quebranta  la  Leí  de  Dios,  i 
por  el  mismo  caso,  es  digno  de  muerte  eterna, 
¿puinto  mas  la  quebrantará,  i  será  digno  de  muer- 
te, el  que  á  sangre  fria  i  de  propósito  delibe- 
rado (hablo  de  los  que  se  tienen  por  letrados,  i 
no  del  vulgo ,  que  ni  lee,  ni  entiende)  levanta  fal- 
so testimonio  contra  su  Rei ,  Propheta  i  Sazer- 
dote  Ghristo ,  diziendo  que  él  haya  instituido  la 
Misa ,  en  la  cual  hai  tantas  superstiziones ,  i  ido- 
latrías :  diziendo  que  los  Apóstoles ,  vasos  esco- 
jidosde  Dios  para  anunziar  el  Evanjelio,  para 
predicarla  santa  Fé  Gathólica,  hayan  dicho  la  tal 
levan&r'faUM '^"««^  I  así  dizen  que  San  Pedro  fuóel  pnme- 
testimonios  á  Je- ro  que  cantó  Misa.  Pero  hablan  de  oiaas«8Ín 

Peírof  fíSantt'a-  *^8*''  ningún  autor.  ¿Cómo  es  posible,  que  San 
go,  etc.  Lucas ,  tan  dilijente  historiador  de  los  hechos  de 

los  Apóstoles^  haya  dejado  en  el  tintero  este  ar- 
tículo, que  nuestros  contrarios  tienen  por  tan  ne- 
zesario  para  salvarse,  como  cualquiera  de  los 
otros  doze  artículos  de  la  Fó  contenidos  en  el 
Símbolo?  I  viendo  que  este  falso  testimonio, 
que  levantan  á  S.  Pedro,  no  vale  mucho  para  con- 
firmar su  Misa,  levantan  otro  falso  testimonio 
á  Santiago :  dizen  que  Santiago  fué  el  que  dijo 
la  primera  Misa  eB  Jerusalen.  Desvergüéozaose 


I  DB  SU  SANTIDAD.  36S 

jn  in«8  :  i  sacan  á  luz  la  dicha  Misa  de  San- 
Bgo,  que  habia  estado  sepultada  unos  mil  i 
tunientos  años  por  lo  menos :  i  dan  vozes ,  Mi- 
§pro  t  Milagro !  ya  no  haí  para  que  disputar  mas: 
íes  que  es  Apóstol  el  que  ha  dicho  Misa  .*  ya  no 
)  pueden  ni  deben  mover  mas  dudas ,  tocante  á 
i  MOta  Misa,  so  pena  de  ser  hereje  i  blasphe- 
lO   quien  quiera  que  las  moviere.  Esta  Misa 
e  Santiago  (como  ellos  la  llaman) ,  se  imprimió 
n  París  ano  1560.  En  esta  Misa,  hai  una  ora- 
iott  Y  en  la  cual  se  dizen  estas  palabras :  Roga- 
dos por  los  dones  ofrezídos ,  santificados ,  pre- 
IcMOS ,  sobrezelestiales ,  inefables ,  immaculados, 
;lorio80s,  horrendos,  tremendos  i  divinos.  ¿Qué 
Dañera  de  hablar  es  esta  ?  ¿cuándo  los  Aposto- 
es  lian  usado  de  tal  forma  de  hablar?  Iten,  pa- 
!«  que  se  vea  la  mentira  á  la  clara ,  hai  en  esta 
lliMí  una  orazion  por  los  monjes  i  monjas  que 
rivian  en  los  monesterios.  Los  que  dizen ,  que 
sata  Misa  es  de  Santiago ,  debieran  leer  esto :  i 
uA  callarán.  Porque  en   tiempo  de  los  Após- 
toles, ni  habia  monjes,  ni  monjas ,  ni  moneste- 
rios :  muchos  años  después  se  inventaron  estas 
cosáis.  Demás  desto,  si  esta  es  Misa  de  Santiaco, 
augmenten  el  Gánon  :  pónganla  entre  ios  li- 
bros Canónicos  de  la  sagrada  Escritura ;  Crean 
i  hagan  todo  lo  que  en  ella  se  dize.  En  esta  Mi- 
sa, qae  llaman  de  Santiago ,  todo  el  pueblo  co- 
moigaba  debajo  de  dos  espezies :  todo  el  ofizio 
•e  faazia  en  lengua  vulgar .-  el  pueblo  cantaba  i 
respondía  á  las  oraziones:  en  ella  no  se  adoraba  ni 
el  sacramento  del  pan  ni  del  vino.  Pero  todo  es  al 
contrario  en  las  Misas  de  nuestros  contrarios, 
en  Utf  cuales  el  pueUo  no  conaulga ,  sino  una  ve^ 


366  DE  LA.  HISA 

en  el  año :  i  esa  Tez  que  comulga ,  le  quitan  la 
mitad  por  medio,  le  quitan  el  sacramento  de 
la  sangre  de  Ghristo ,  la  cual  Ghristo  mandó 
que  Todos  bebiesen  :  dizen  sus  Misas  en  len- 
gua estraña ,  que  el  pueblo  no  entiende ,  i  aun 
muchas  veces  el  mismo  que  la  dize ,  ni  sabe,  ni 
entiende  lo  que  dize :  El  pueblo  calla ,  como  8|f 
oyeM  una  farsa:  el  pueblo  adora  al  pan  i  al  vi- 
no, como  si  fuese  Ghristo,  i  no  sacramento 
del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  Lo  que  Jesu 
Ghristo  instituyó,  fué  su  santa  Zena :  i  mandé  á 
sus  Apóstoles ,  que  representaban  la  Iglesia  uni- 
versal, ó  Gathólica,  que  después  hizíesen  aque- 
llo mismo,  que  le  habian  visto  hazer.  Hazed  (di- 
ze) esto  en  memoria  de  mí :  i  S.  Pablo -hablando 
con  los  Gorinthios  (entre  los  cuales  Satanás  ya 
había  hecho  de  las  suyas ,  introduzíendo  algunos 
abusos  en  la  Iglesia  cuanto  á  la  Zena  del  Se- 
/,  Cor.,  XI, 93.  ñor) ,  dize:  porque  yo  rezebi  del  Señor,  lo  que 
también  os  he  entregado :  que  el  Señor  la  no- 
che ,  etc.  ¿I  qué  tiene  que  ver  con  esto,  que  cuen- 
ta el  Apóstol,  la  Misa?  INinguna  cosa.  Acaben, 
pues,  nuestros  contrarios  de  confundir  las  co- 
sas: acaben  de  trocar  los  nombres:  no  llamen  á 
la%ena  del  Señor  Misa:  ni  á  la  Misa  Zena  del 
Señor :  pues  no  lo  es.  Esta  Zena  del  Señor,  muí 
poco  tiempo  duró  en  su  ser  i  perfezion.  Porque 
luego,  aun  viviendo  los  Apóstoles,  se  levantaron  di- 
sensiones ,  zismas  i  herejías  cuanto  á  ella :  las  cua- 
les, S.  Pablo,  queriendo  corregir,  reduze  la  Zena 
á  su  primera  instituzion ,  como  el  Señor  la  había 
instituido  i  zelebrado,  i  mandado  que  los  fie- 
les la  zelebrasen.  Tras  estos  tiempos  vinieron 
otros :  i  el  negozio  fué  de  mal  en  peor.  Los  hom* 


I  BB  su  SAimDAD.  367 

brea  no  se  contentando  de  la  simplizidad  con 
«^ue*  d  ScAor  habia  zelebrado  su  Zena,  se  qai* 
aieron  sefialar  mostrándose  mas  sabios,  mas  pru- 
cleiites  i  atisados,  que  el  mismo  Ghristo,  su  Maes- 
tro :  I  asi  comenzaron  á  añadir  i  quitar  en  la 
Zena  del  Señor.  Mas  con  todo  esto,  por  espazio 
<le  mil  años  no  se  tocó  en  la  substanzia  de  la  Ze- 
na :  aunque  cuanto  á  lo  esterior  usaban  de  mu- 
ohas  zeremonias,  deque  Ghristo  nunca  usó:  i 
se  vestían  de  otros  ornamentos,  que  loscomu- 
zies :  lo  cual  ni  Ghristo  ni  sus  Apóstoles  nunca 
Iiizieron.  Pasados  los  mil  años  ^e  atrevieron 
los   honibres,  i  lo  que  peor  es,  con  título  de 
piedad  i  santidad^  á  tocar  á  lo  tívo  á  la  substanzia 
tle  la  santa  Zena.  Comenzaron  á  dezir ,  que  el 
pan,  no  era  pan ,  i  que  el  vino,  no  era  vino :  sino 
que  eran  convertidos,  transformados  i  transubs- 
%anziados  en  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  I  esto 
reclamando  la  sagrada  Escritura ,  y  los  Padres, 
así  de  la  Iglesia  Griega ,  como  de  la  Latina :  lo 
cual  probaremos  después  asaz  sufiziéntemente. 
Yendo  la  cosa  desta  manera,  se  concluyó  la 
Transubstanziazion  en  el  Gonzilip  Verzelense,     Conziiio  ver- 
siendo  Papa  León  IX.  Este  Papa  condenó  la  do- 
teína  de  Berengario ,  como  después  diremos  ha- 
blando del  4."  daño.  Greia  Berengario  lo  que 
la  Escritura  le  habia  enseñado ,  i  en  los  Padres 
habia  leído :  conviene  á  saber,  que  el  sacramento 
de  la  Zena  del  Señor  consistia  en  dos  cosas :  en 
materia  «(corno  la  llaman),  i  en  forma:  la  ma- 
teria es  lo  que  se  vee,  toca,  i  gusta .-  que  es  el  pan 
i  ^1  vino :  la  forma  es  lo  que  no  se  vee ,  mas  se 
cree,  el  cuerpo  y  sangre  de  Ghristo.  Veis  aquí 
la  gran  herejía  de  Berengario,  que  el  Papa  i  el 


zelense. 


^•S  DB  LA  nSA 

GonzUio ,  rejido  por  el  Papa,  condenaron.  Des^ 
puest  hablando  contra  la  Transubstanziazíon, 
probaremos  por  manifiestas  autoridades  de  la 
Baeritmra,  i  por  dichos  de  dolores  antiguost  haber 
en  el  sacramento,  verdadero  pan  i  verdadero 
i^ioa  visibles  i  tanjibles,  i  verdadero  caeipo  i 
sangre  de  Ghristo,  invisibles  i  creídos  por  Pé. 
I  eon  haber  el  Papa  mandado  que  se  creyese  la 
Transubstanziazion ,  i  el  Gonzílio  decreCádolo, 
con  todo  esto,  hubo  mui  muchos  hombres  do- 
toe  i  píos  en  aquellos  tiempos ,  que  dando  cré- 
dito á  lo  que  la  sagrada  Escritura,  i  los  Dolores 
antiguos  dezian,  no  hizieron  caso  de  lo  que  el 
Papa  y  su  Gonzilio  mandaba.  I  ann  pasaron 
como  constantes  mas  adelante :  escribieron  con- 
tra la  tal  dotrina ,  como  contraria  á  la  palabra 
de  Dios  i  á  los  Padres.  £1  Papa  Inozenzio  III 
confirmó  después  este  Decreto,  año  del  Señorl290 
i  tantos,  i  Urbano  IV,  en  honra  deste  sacra- 
mento, inventó  la  solene  fiesta  que  llaman  de  Cor- 
pus Ghristiá  petizion  de  una  emparedada,  con 
la  cual  en  tiempos  pasados  habia  tenido  dema- 
siada familiaridad.  Leed  la  vida  que  deste  Urba^ 
no  IV  escrebimos.  I  no  se  contenté  el  Diablo 
con  haber  tan  mal  tratado  el  santísimo  sacra- 
mento del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo,  ni  con 
halarle  dado  una  herida  tan  mortal:  porque  mas 
addante  pasó:  cortó,  medio  por  medio,  el  sacra- 
mento :  quitó,  digo ,  el  vino  sacramental,  que  re- 
presentaba,  sellaba  ¡juntamente  daba  (rezibién* 
dolo  con  Fé)  la  sangre  de  Ghristo.  I  así  en  el 
Gonzilio  Gonstanziense ,  do  fueron  tres  Papas 
depuestos ,  se  decretó ,  que  no  se  diese  el  sacra- 
mento 8ub  ulrague  ipeeie^  en  ambas  espezies,  si- 


1  DB  SU  sautidad.  369 

>  aolamente  en  una.  Es  verdad  que  dan  sus 
mnas ,  por  qué  se  aparten  de  la  instituzion  de 
irísto ,  i  de  lo  que  se  usaba  en  la  Iglesia.  Pero 
•  escusas  son  bien  frivolas ,  i  bien  de  reir :  co- 
ti  mas  abajo  veremos ,  cuando  trataremos  del 
^daño  que  causa  la  Misa.  I  esto  es  lo  lindo,  que 
Ddenan  por  herejes  á  los  que  reziben  el  sa- 
MMento  en  ambas  espezies  conforme  á  la  ins^ 
nafon  del  mismo  Ghristo.  Si  quieren  anti- 
edad ,  esta  manera  de  comulgar  sub  utraque 
eoie  duró  en  la  Iglesia  por  espazio  de  casi  1400 
oe :  su  comunión  en  una  espezie  es  nueva :  no 
que  180  años:  porque  tanto  ha  que  se  iii- 
Á  Gonzilio  Gonstanziense.  Una  cosa  me  lia- 
I  ohridado ,  que  ha  muchos  años  que  comenza- 
n  á  dezir  sus  Misas  sin  que  el  pueblo  eomul- 
ee:  porque  solo  el  sazerdote  se  lo  comía  y  bebia 
lo  sin  dar  parte  á  nadie.  ¿Cómo  se  podrá  dezir 
jo^  Cena  del  Señor ,  comunión ,  banquete  co- 
tn  y  propuesto  i  aparejado  para  todos  los  íie- 
?  A  esta  manera  de  Misas  llaman  Misas  pri-  ^  Misaj  privad«s 
las :  i  bien  privadas ,  hablando  con  cortesía.  ^'^'^  ^     ^^' 

msrdad  que  muchos  Cánones  i  Decretos  se 
Q  hecho  contra  estas  Misas  privadas:  pero 
lee  cómo  se  guardan.  Las  privadas  han  oli- 
tan  mal ,  que  cada  uno  ha  tenido  por  bien 
tapáhe  las  narizes ,  i  pasar  por  ellas.  Estas 
sas  se  llaman  privadas,  no  porque  se  di> 
»  privada  6  secretamente,  que  en  las  Igle- 
s  públicamente,  oyéndolas  todos  cuantos  quí- 
ten  y  se  dizen  :  mas  llámanse  así ,  porque 
pueblo  no  comulga ,  sino  solo  el  sazerdote. 
un  han  pasado  adelante,  el  Papa  da  lizenzía 
B  se  digan  estas  Misas  privadas  en  los  rincones 


370  HB  LA  MISA 

de  las  casas :  pero  la  costa  entonzes  es  doble. 
Porque  es  menester  pagar  dinero  al  Clérigo 
que  dize  la  Misa,  i  al  Papa  por  la  lizenziaque 
da  de  tener  altar  portátil,  que  así  le  llama  la. bu- 
la. Todo  esto  es  contra  la  instituzion  del  Se- 
ñor. Veis  aquí  cómo  la  santa  Zena  que  Jesu 
Ghristo  instituyó,  i  sus  santos  Apóstoles  zele- 
braroD,  se  ha  ido  poco  á  poco  desfigurando,  hasta 
tanto  que  de  Zena  del  Señor  se  ha  conTertido 
en  Misa  del  Papa.  Mírese  la  instituzion  de  la 
santa  Zena ,  i  mírese  lo  que  se  haze  i  dize  en 
la  Misa ,  i  verse  ha  sí  la  Misa  es  Zena ,  ó  la  Zena 
Misa. 
Ahora  probemos  como  un  argumento  infali- 

b^^ni^chrlstó^ni  ^^®»  *^^™^  ""*  demostrazion  palpable,  que  ni 
sus  Apóstoles  ha- Jesu  Ghristo  instituyó  la  Misa,  ni  sus  Apesto- 
ber  dicho  Mita,   ¡gg  ¡^  dijeron :  i  es  este :  Lo  que  raui  muchos 

años  después  de  la  muerte  de  Ghristo  i  de  sus 
Apóstoles  se  inventó,  i  no  de  uno,  sino  de  mu- 
chos, i  en  diversos  tiempos ,  no  lo  instituyó  Ghris- 
to ni  sus  Apóstoles  lo  hizieron :  la  Misa  que  nues- 
tros contrarios  dizen,  fué  inventada  mui  muchos 
años  después  de  la  muerte  de  Ghristo  i  de  la  de 
sus  Apóstoles ,  i  no  de  uno  sino  de  muchos ,  i  en 
diversos  tiempos ;  sigúese ,  pues ,  que  la  tal  Misa 
no  fué  instituida  de  Ghristo,  ni  sus  Apóstoles  la 
dijeron.  La  primera  parte  de  este  argftmento, 
ninguno ,  si  no  es  insensato  i  loco,  la  negará:  pe- 
ro nuestros  contraríos  negarán  la  segunda  par- 
te: la  cual  fázilmente  se  puede  probar.  Porque 
un  Papa  hizo  el  Gonfiteor ,  otro  el  Introito,  otro  el 
Ryrie-eleyson ,  otro  el  Gloria  in  excelsis ,  otro  el 
Gradual ,  otro  él  Ofertorio  ,  otro  el  Ganon, 
otro  los  Mementos ,  otro  el  Agnus  Del :  lo  mis- 


I  DB  SU  SAirriDAD.  371 

mo  digo  de  todo  lo  demás  que  se  haze  i  dize  en 
la  Misa.  Ninguna  cosa  destas  ordenó  Ghristo, 
Mno  los  Papas ,  i  en  diversos  tiempos.  Nuestros 
contrarios  (liablo  de  aquellos  que  medianamen- 
te han  leído  las  historias) ,  no  me  pueden  en  nin- 
B^ona  manera  negar,  aunque  revienten,  que  la 
Misa  desde  su  prinzipio  hasta  el  cabo ,  no  haya 
sido  hecha  por  muchos  Papas. 

Ellos  saben  muí  bien  que  Dámaso ,  que  fué 
Obispo  de  Roma  año  de  368,  ordenó  el  Confíteor,    cooflieor. 

Jelasío,  Africano,  zerca  del  año  498,  compuso    Himnos,  Coiet., 
(como  lo  dize  Nauclero)  los  Himnos ,  Collelas,  5!?? °?*?  ^If  **•» 

^  ^jii^r--     ~.j.!  ■.'^«»"»o«»  Veré 

Responsorios ,  Graduales,  i  Prefazios,  i  añidió  dignum. 
el  y'ere  dignum  et  juslum  est. 

Simadlo,  zerca  del  año  512,  ordenó  que  to-    Gloria  in  excel^ 
dos  los  Domingos  i  fiestas  prinzipales  de  los  sis. 
If  ártires  se  cantase  Gloria  in  excelsis  Deo. 

Pelagio,  cerca  del  año  556 ,  añidió  la  comemo-    Comemorazion 
razion  de  los  defuntos.  ^«  '**•  ^^^^^o%, 

Gregorio  primero,  zerca  del  año  de  600,  hizo 
las  Antíphonas ,  i  el  Introito  :  ordenó  también  ¿í!?£**r,iJí'°** » 
qae  el  Kyrie-eleyson  se  cantase  nueve  vezes,  i  AÍieiuya,  etc. 
el  Allelu-ya.  Iten,  que  elPaler  noster  se  can- 
tase á  alta  voz  sobre  la  Hostia  consagrada,  i 
ailidíó  al  Gánon  Diesqne  nostros  in  tua  pace' 
€iUpana8. 

Seijio,  que  murió  año  de  701,  ordenó  que  el 
Agnus  Dei  se  cantase  tres  vezes  antes  de  la  frac-    Agnut  Dei. 
zion  del  pan. 

Gregorio  tercero   añidió  á  la  secreta  de  la    Quorum  aolfu.* 
Misa:  Quorum  solemnitashoffíeinconspectuttiCB  oitat. 
wnajestaiis  celebratur  Domine  Deus  noster  in 
tolo  orbe  terrarum. 

Nieolao  I  añidió  las  sequenzias.  scqucntia. 

25 


37S  DB  LA  mSA 

Tanpoco  puedea  negar  que  Sisto  I  no  haya  añi- 
(lido  á  la  Misa ,  sanctus ,  sanctus ,  Sanctus  Do- 
tnimus  Deu8  Sabaoth, 
Paz.  Inozenzio,  zerca  del  año  de  405 ,  añidió  el  be- 

sarla paz. 
León  I  añidió  Orate  pro  me  fratres^  i  el  Leo 
i)eü'gra(ias«&ilc-  gratiüs :  añidió  también  al  Gánon ,  Sanctum  ta- 
lum  sacriflciuiu.  crifidum^  immaculatam  hastiam.  Iten,  Hanc 
iianc  igiiur.        ^^  oblatimem ,  etc, 

Zelestino  ordenó  el  ofertorio, 
ertoro.  Alexandre  I,   que  murió  año  de  11 7^  comen- 

zó á  corromper  el  orden  i  manera  que  Jesu 
Ghristo  i  sus  Apóstoles  tuvieron  en  zeiebrar  la 
pjn  ftin  ijvadu-  Zena:  i  asi  ordenó  el  dicho  Pontífice,  que  el  pan 
r>-  fuese  Zenzeño ,  sin  levadura :  i  no  común ,  co- 

mo antes  lo  era.  Gomo  pareze  dist.  xcni,  cap.  Si 
Agua  en  el  vi-  quis.  Iten ,  ordenó  que  se  echase  agua  en  d  vi- 
"^'  no  fie  Gonsec.  dist.  u,  cap.  Sacramento.  Iten, 

Qui  prldie  quam  añidió ,  Qui  pridie  qiiam  paterelur ,  etc.  Esto 
paieretur.  ^yj  claramente  muestra ,  que  Jesu  Ghrísto  no  ins- 

tituyó la  misa :  pues  que  tantas  personas  se  han 
ocupado,  mucho  después  déla  muerte  de  Ghristo, 
en  hazerla. 
Ti;  i'Mtur.  Bemas  desto,  el  gran  Te  igitur  clementissime 

Pater ,  que  es  uno  de  los  mas  prinzipales  re- 
miendos de  la  Misa ,  en  la  cual  se  haze  menzion 
del  Papa,  del  Obispo,  i  delRei,  muestra  asaz 
manifiestamente,  que  Jesu  Ghristo  no  hizo  la 
Misa:  porque  en  tiempo  de  Ghristo  no  habia 
Papa,  ni  Obispo. 
Gommunican-  ^^  Gommunícantes  (en  el  cual  se  haze  men- 
i<^s*  zion  de  la  santa  Virgen,  de  los  Apóstoles ,  i  de 

muchos  santos ,  que  vivieron  en  el  mundo  mui 
mucho  tiempo  después  de  los  Apóstoles,  como 


I  D8  SU  SANTIDÁt).  S73 

S.  Zipriauo,  Lorenzo ,  Grisógono,  Cosme,  Da^ 
tnían,  i  otros) ,  muestra  mui  bien  que  Jesu  Ghris- 
lo  no  hizo  la  Misa.  No  han  puesto  á  San  Pedro 
€Q  este  Gánon ,  porque  si  fuera  puesto ,  pudi^- 
rase  dezir  que  él  buscaba  su  propría  gloria.  Haí 
Cambien  un  pedazo  de  la  Misa,  i  aun  de  los 
prinzipales,  que  comienza:  iVo^ú  quogue  pee-  Nobis  quoqun 
catorUmi^  en  el  cual  se  haze  menzion  de'  aigu-  P®*^*^"'^''**^"*- 
nos  de  los  Apóstoles ,  santos  i  santas,  mezclados 
sin  orden  unosconotros  .*  como  son  Santa  Bárba- 
ra, Perpetua,  Águeda,  Luzia,  Inés ,  Zezilia,  etc., 
las  cuales  vivieron  en  el  mundo  mui-  mucho  des- 
pués de  la  muerte  de  Ghristo.  Veese,  pues,  por 
esto ,  Ghristo  no  haber  instituido  la  Misa. 

Probado  hemos  lo  que  pretendíamos,   que 
Jesu'  Ghristo  no  instituyó  la  Misa,  i  que  sus 
Apóstoles  jamás  la  dijeron :  sino  que  los  Papas 
en  diversos  tiempos  la  compusieron ,  añadiendo 
uno  un  pedazo,  i  otro  otro,  hasta  ponerla  en  el 
ser  i  estado  en  que  ahora  está ,  que  ninguna  co- 
sa tiene  que  ver  con  la  Zena  del  Señor.  Parán- 
dome algunas  vezes  á  considerar  estos  peda- 
zos, chafallos,  remiendos,  i  retazos  de  que  la 
Misa  es  hecha ,  me  ha  venido  á  la  memoria  una 
admirable  similitud  ó  comparazion  (á  mi  pare- 
zer) ,  i  creo  que  lo  mismo  parezerá  á  los  que  bien 
la  consideraren.  Hale  aconteszido  á  la  Misa,  ni    LaMisaremeo^ 
mas  ni  menos  que  á  una  Esclavina  ,  á  una  capa  JjJ'comoBscia- 

vejisima  de  un  gallofo ,  de  uno  que  demanda  de 
puerta  en  puerta.  A  la  tal  Esclavina,  mientras 
mas  vieja  se  haze,  mas  remiendos  se  le  echan: 
de  tal  manera  que  al  ñn  con  el  tiempo  no  se  vee 
en  ella,  sino  un  pedazito  aquí,  i  un  pedazito  alli 
del  paño  de  que  al  prinzipio  fué  hecha :  i«ei8te 


374  DB  LA  MISA 

paño  está  tan  usado ,  tan  gastado ,  tan  descolo- 
rídoí  tan  sin  ser,  que  no  pareze,  ni  por  pen- 
samiento, ser  lo  que  fué.  No  se  veen  en  esta  Esda- 
Tina  sino  remiendos  de  paño  roto  i  podrido ,  i 
mui  mal  puestos,  i  peor  cosidos ,  de  tal  manera, 
que  da  asco  de  verlos  á  los  que  delicadamente 
se  han  criado.  Otra  tal  Esclayina,  ni  mas  ni  me- 
nos, es  la  Missa  papística.  £1  paño  de  que  se  hizo, 
fué  la  Zena  del  Señor ,  la  cual,  no  la  zelebrando 
los  hombres  conforme  á  la  instituzion  del  Señor, 
se  envejeszió  i  perdió  su  color,  su  ser  i  Talor. 
Desta  manera  vino  uno,  i  echóle  un  pedazo,  des- 
pués Tino  otro,  i  echóle  otro,  etc.  De  manera 
que  ya  no  es  Zena  del  Señor,  sino  Misa  del  Pa- 
pa: ya  no  es  capa  de  hombre  honrado ,  sino  Es- 
davina  de  un  gallofo  desvergonzado.  Con  lo 
.  dicho  habernos  respondido  á  la  2.*  i  3.*  razón, 
con  que  nuestros  contrarios  confirman  su  Misa. 
Cuarta  razón  de     La  cuarta  razón  con  que  nuestros  contrarios 

HM*Í'*?  nuestro  P/cns»"  mantener  su  Misa  es ,  que  toda  la  Iglc- 
respúesta.  sia  cathólica,  desde  la  muerte  de  Ghristo  hasta  el 

dia  de  hoi ,  ha  zelebrado  con  grandísima  reve- 
renzia  la  Misa :  confirman  esta  su  razón  dlzien- 
do,  que  nunca  Dios ,  que  ama  á  su  Iglesia,  como 
á  su  esposa ,  hubiera  permitido,  que  fuese  tan- 
to tiempo  engañada ,  i  prinzipalmente  con  una 
superstizion  i  idolatría  tan  grande ,  como  nos- 
otros dezimos  que  es  la  Misa.  Esta  cuarta  razón 
de  nuestros  contrarios  consiste  en  dos  cosas :  en 
antigüedad  ,  i  en  que  Dios ,  que  ama  su  Iglesia, 
como  á  su  esposa,  no  permitiría,  etc.  Cuanto  á  lo 
primero  de  la  antigüedad  de  la  Misa,  respon- 
diendo á  la  segunda  i  terzera  razón  de  nuestros 
conlrarios,  mostramos  nunca  Jesu  Ghristo  haber 


I  DE  SU  SANTIDAD.  375 

ioslítuido  la  Misa ,  d¡  nunca  jamás  sus  Apóstoles 
liaberla  dicho ,  i  que  por  espazio  de  mil  años  la 
Iglesia  Gathólíca  nunca  zelebró  la  Misa ,  que  nues- 
tros contrarios  ahora  zelebran,  sjno  la  santa  Zena 
áéí  Señor :  i  aunque  andando  el  tiempo  la  Zena 
se  xelebró  con  algunas  contradizíones  humanas, 
í  zeremonias  inventadas  por  hombres ,  mas  con 
lodo  esto ,  la  santa  Zena  se  conservó  en  su  ser 
euaDto  á  la  substanzia  por  espazio  de  mil  años. 
Be  quinientos  acá ,  la  Zena  ha  dejado  de  ser  Ze- 
na, í  se  ha  convertido  cada  dia  mas  i  mas  en 
Mlía  Y  tal ,  cual  la  vemos  el  dia  dejioi ,  i  prínzipal- 
mente  desde  que  se  mandó  creer ,  como  artículo 
de  Fé,  la  transubstanzíazion,  i  la  comunión  en 
Qnii  espezie.  Ya  entonzes  totalmente  cayó  la  santa 
Zeoa,  no  solamente  cuanto  al  nombre  llamándola 
IDsa,  mas  aun  cuanto  á  la  substanzia,  como 
habimos  ya  dicho. 

Cuanto  á  la  segunda  parte,  que  traen  para 

conirmazion  de  la  primera,  conviene  á  saber, 

que  Dios ,  que  ama  á  su  Iglesia ,  no  permitirla  que 

abriese  tan  engañada ,  i  tanto  tiempo.  A  esto  les 

ifspondo ,  rogándoles  que  lean  las  historias  del 

ykio  i  del  nuevo  Testamento ,  en  las  cuales ,  si 

Ikten  las  consideran ,  hallarán  que  la  Iglesia  faltó 

i  mantuvo  errores ,  i  no  pequeños.  Pueblo  era  de 

IHos ,  Iglesia  era  de  Dios ,  i  Esposa  era  de  Dios,  i 

ntíBÁ  amada,  el  pueblo  de  Israel,  mas  con  todo 

esto «  este  mismo  pueblo  cayó  en  muchos  errores, 

auperstiziones ,  herejías  i  idolatrías :  i  no  una  vez 

acaso,  sino  muchas  i  de  propósito  deliberado. 

Leed  aquel  notable  Cántico  que  compuso  Moisen, 

Taren  de  Dios ,  que  está  escrito  en  el  Deute-    ueut.t  xxiu. 

voaomio:  allí,  digo,  hallaréis  que  aquel  pueblo. 


^76  DE  LA  BnSA 

que  aquella  Iglesia  de  Dios,  cayó  en  idolatría, 
▼erso  9 ,  díze.  Porque  la  parte  de  JehoTa  es  su 
pueblo,  Jacob  el  cordel  [ó  fuerte]  de  su  heredad. 
En  el  10  dize:  Dios  guardó  este  pueblo  como  la 
niña  de  su  ojo.  En  el  11 ,  que  Dios  llevó  este  pue- 
blo sobre  sus  espaldas,  como  el  águila,  etc.  Mas 
mirad  qué  dize  en  el  mismo  capitulo,  vers.  15,  deste 
su  pueblo  tan  querido  i  tan  amado :  mirad  si  cayó 
en  idolatría.  I  dejó  (dize)  al  Dios  que  lo  hizo,  i 
menosprezió  al  Fuerte  de  su  salud:  de^pwtáronlo 
á  zelos  con  los  dioses  ajenos,  ensañáronlo  con 
las  abominazior^es :  sacrificaron  á  los  Diablos, 
no  á  Dios :  á  los  dioses  que  no  conozieron ,  nue- 
JOB  venidos  de  zerca,  que  vuestros  padres  no  los 
£xod.t  XXXII,  temieron,  etc.  En  el  capitulo  xxxn  del  Éxodo  se 
* '"  dize,  que  todo  el  pueblo  de  Israel  apartó  los  zar- 

zillos  de  oro ,  etc. ,  i  que  Aaron  los  tomó ,  i  hizo 
dellos  el  bezerro :  1  visto  este  bezerro ,  Israel  dijo; 
Estos  son  tus  dioses,  que  te  sacaron  de  tierra 
de  Ejipto.  I  viéndolo  Aaron,  edificó  un  altar 
delante  del ,  etc. ,  como  al  prinzipio  del  primer 
tratado  dijimos.  Veis  aquí  cómo  todo  el  pueblo 
de  Israel  i  su  summo  Pontifize  Aaron  idolatrai|. 
Pasemos  adelante.  Entrados  los  Israelitas  en  la 
tierra  de  promisión,  ¿cómo  se  han?  Idolatran 
también.  Léase  el  libro  de  los  Juezes,  i  prinzipal- 
mente-el  cap.  u,  vers.  11.  I  los  hijos  de  Israel 
(dize)  hizieron  lo  malo  en  los  ojos  de  Jehova ,  i  sir- 
vieron á  los  Baales.  I  verso  19.  Mas  en  muriendo 
el  Juez ,  ellos  se  tornaban ,  i.se  corrompían  mas 
que  sus  padres ,  siguiendo  dioses  ajenos ,  sirvién- 
doles ,  i  encorvándose  delante  dellos:  i  nada  dis- 
minuían de  sus  obras ,  i  de  su  camino  duro.  Todo 
este  libro  está  lleno  de  ejemplos  desto.  Acaba* 


I  BB  SU  SANTIDAD.  S77 

:]os  los  JuezeSt  i  rejido  este  pueblo  de  Dios  por 
Reyes,  ¿cómo  se  ha?  tan  mal  i  peor  que  antes. 
Léanse  los  Prophetas  (que  llaman  mayores  i 
menores).  Este  pueblo  de  Dios,  sus  Sazerdotes 

Prinzipes  condenaban  la  buena  dotrina ,  i  per- 
leguian  á  los  santos  Prophetas  que  la  predicaban. 
Bra  tan  obstinado  .este  pueblo  en  apartarse  de 
[Nos,  que  Dios,  de  fastidiado ,  mandó  á  Esaías  J?«a.,vi,  f. 
]ae  dijese  al  pueblo  estas  palabras ,  oyendo  oid, 
1  no  entendáis :  viendo  ved ,  i  no  veáis.  Engruesa 
b1.  corazón  deste  pueblo  i  agrava  sus  oidos ,  i 
Ei^ga  sus  ojos,  para  que  no  vea  de  sus  ojos ,  ni 
oiga  de  sus  oidos ,  etc.  £1  Propheta  Jeremías  Jer. ,  xxv. 
protesta  á  todo  el  pueblo  de  Judá ,  i  á  todos  los 
moradores  de  Jerusalen  la  diiijenzia  que  Dios 
lia  puesto  para  convertirlos  á  si  de  la  idolatría ,  i 
Ko  poco  que  les  ha  aprovechado:  dízeles  que  él 
les  ha  predicado  esto  por  espazío  de  veinte  i 
tres  años,  i  que  no  lo  hablan  oido.  !Notad  que  dize 
el  Propheta ,  vers.  S ,  que  habló  esto  á  todo  el  pue- 
Uo  de  Judá,  i  á  todos  los  moradores  de  Jerusa- 
len:  i  notad  que  solo  este  pueblo  Hebreo ,  i  no 
otro  en  todo  el  mundo ,  era  entonzes  la  Iglesia 
de  Dios ,  i  mirad  si  yerra  la  Iglesia.  ¿Quién  hiere 
i  encarzela  á  Jeremías  por  sus  sermones?  Phasur, 
samino  Pontífize  del  pueblo  de  Dios.  ¿Qué  tal  /^  j^s^.^  xiz,  i«. 
era  el  estado  del  pueblo  de  Israel  cuando  Elias 
pensaba ,  que  no  habia  otro  que  él ,  que  adorase 
sd  verdadero  Dios  de  Israel?  San  Pablo  alega 
aste  lugar ,  Rom. ,  xi,  3.  Baste  esto  de  la  Iglesia 
del  Testamento  viejo:  vengamos  á  la  del  nuevo. 
Cuando    el   Yerbo  divino,    haziéndose  carne, 

irino  al  mundo ,  ¿  cuál  halló  á  su  Esposa  la  Iglesia? 

Sien  puesta  del  lodo  i  de  la  tizne.  Los  Escribas 


378  DE  LA  mSl 

i  Phariseos,  Sazerdotes  i  summos  Pontífizes,lo 
babiao  todo  corrompido  con  sus  tradiziones :  co 
mo  ahora  lo  hazen  los  Clérigos  i  Frailes ,  Obispos 
i  Papas.  Había  entonzes  tanta  corrupzion  en  el 
pueblo  de  Dios  cuanto  á  la  dotrina,  qne  había 
tres  sectas  prínzípales :  de  Phariseos ,  Saduzeos, 
i  Eseos.  Los  Phariseos,  grandes  hipócritas,  cor- 
rompían lá  Escritura  con  sus  tradiziones:  los 
Saduzeos  desvergonzadamente  negaban  la  resur- 
rezion,  i  no  admitían  Anjeles,  ni  espíritus,  como 
se  Tee  por  la  disputa  que  tuvieron  con  Ghristo  de 
la  mujer  que  había  tenido  siete  maridos.  Mat., 
xxn,  22 ,  i  en  los  Actos  xxni,  8.  Los  Eseos  tenían 
sus  opiniones   aparte,  era  una  jente  solitaria, 
como  monjes  Cartujos:  no  tenían  mujeres,  ni 
bebían  vino,  ni  comían  carne:  eran  una  jente  muí 
austera,  que  cada  día  ayunaban.  En  tiempo  que  la 
Iglesia  e'staba  dividida  en  tales  sectas ,  cuando  todo 
estaba  tan  perdido ,  vino  el  Hijo  de  Dios  al  mun- 
do, con  tales  conversó:  i  de  tales,  por  predicarles 
la  verdad ,  fué  cruzificado.  Venida ,  pues ,  la  luz 
áú  Evanjelio ,  que  Christo  i  sus  Apóstoles  predi- 
caban, ¿quién  no  la  admite,  mas  antes  mata,  i 
cruzifica  aquellos  que  la  anunziaban  ?  el  mismo 
pueblo  de  Dios ,  la  Iglesia  de  Dios ,  i  prinzípal- 
mente  los  Escribas,  i  Phariseos,  Sazerdotes  i  sum- 
mos Pontífizes:  estos  se  juntan  i  tienen  Conzillo, 
en  el  cual  concluyen  que  muera  Christo ,  i  todos 
cuantos  tal  dotrina  anunziaren : préndenlo,  i  por- 
que no  tenian  autoridad  de  malar  á  nadie,  acú- 
sanlo  con  falsos  testigos  delante  de  Pilatos ,  Asis- 
tente del  Emperador  Tiberio ,  i  eslo  en  Jerusalen 
la  santa :  i  así  fué  condenado  por  malhechor,  i 
como  tal  cruzificado :  ¡oh  qué  Iglesia!  ¡oh  qué  Con- 


I  DE  SU  SANTIDAD.  379 

litio  \  Mirad  sí  la  Iglesia,  si  el  Gonzilio,  si  el  sum-  La  iglesia,  Con- 
30  Ponlífize  pueda  errar,  i  de  hecho  yerre.  Re-  1^"*0;  i  «uniino 

..   j      ,  c.   ~  .       •    j-  •  '2    Ponllflic  pueden 

tiZilado  el  Señor  por  su  potenzia  divina ,  ¿  quién  errar  en  u  fé ,  i 
3borna  las  guardas  para  que  digan  que  sus  dis-  ^^^  errado. 
^pillos  lo  hurtaron?  ¿Quién  junta  Gonzilio  para 
BiTseguir  á  los  Apóstoles,  i  les  manda  que  no 
rBdlquen?¿Quién  hazc  matar  á  Santiago?  ¿Quién 
ase  prender  á  San  Pedro ,  para  hazerlo  morir, 
i  no  fuera  que  el  Anjel  lo  libró  ?  La  Iglesia  visible 
e  Dios,  los  Escribas  i  Phariscos,  Sazerdotes 
ttunmos  Pontifizes.  No  sin  causa  dijo  el  Señor,  Mat.j  xxiii,  37. 
ablando  con  Jerusalen.*  Jerusalen,  Jcrusalen, 
ue  matas  los  Propíietas,  i  apedreas  los  que 
t  son  enviados.  Después  acá  lo  mismo  ha  acón- 
acido :  i  dejados  los  tiempos  pasados ,  íiablemos 
le  los  nuestros  en  que  vivimos.  ¿Quién  ha  der- 
fumado  tanta  sangre  de  Mártires  por  espazío  de 
•  d  ochenta  años  acá?  los  que  se  llaman  Iglesia 
le  lesu  Ghristo:  i  prinzipalmente  los  Glérigos, 
frailes ,  Obispos  i  summos  Pontifizes :  i  lo  mismo 
larán  hasta  la  fin  del  mundo.  I  asi  Ghristo, 
lablando  de  su  segunda   venida,  cuando  ven- 
tará á  jaizio  universal ,  dize  Luc. ,  xviu ,  8.  El 
íQo  del  Hombre  cuando  viniere,  ¿hallará  Fé 
m  la  tierra?  Gomo  si  dijera :  INo.  1  en  el  cap. 
Knv   de  San  Mateo  haze  un  discurso  desto: 
reno  12 ,  dize:  i  por  haberse  multiplicado  la  mal- 
i$áf  la  caridad  de  muchos  se  resfriará.  I  verso 
14.  Porque  se  levantarán  falsos  Ghristos,  i  fal- 
ios  Prophetas ,  i  darán  señales  grandes  i  prodijios 
de  tal  manera ,  que  engañen,  si  es  posible ,  aun  á 
loe  escojídos.  I  no  pensemos,  que  estos  falsos 
Gfaristos,  i  falsos  Prophetas  serán  Turcos  ó  Ju- 
díos: serán  Ghristianos,  i  tenidos  por  tales: 


380  DE  LA  MISA 

Obispos  i  summos  Pontifízes  serán  los  prinzipales: 
como  lo  son  el  día  de  hoi. 
Parézeme  que  bastantemente  be  probado^  poi 
•     muchos  ejemplos  i  pasos  del  Testamento  TÍejo 
i  naevo,  la  Iglesia  de  Dios  poder  errar^  i  de  heebo 
haber  errado :  lo  cual  parezia  á  nuestros  contra- 
rios imposible.  Ahora  soltemos  una  duda ,  i  es 
esta :  Si  la  Iglesia  es  tal ,  que  está  sujeta  á  caer 
en  errores ,  superstíziones ,  herejías ,  i  idolatrías 
(como  lo  habemos  ya  probado),  ¿cómo  se  en- 
tenderá lo  que  dize  la  Escritura ,  que  la  Iglesia  es 
cuerpo  de  Jesu  Ghristo ,  que  la  Iglesia  es  Esposa 
pSfSiVrw  lili  ^«  Christo ,  que  la  Iglesia  es  coluna  de  Tcrdad 
do  coiuna  de  ver- fundada  sobre  firme  fundamento,  que  la  Iglesia 
^°^'  es  sin  mácula  i  sin  ruga,  i  toda  hermosa ,  que  las 

puertas  del  infierno  no  prevalezerán  contra  ella: 
i  otros  semejantes  encomios  i  loores  que  della  la 
palabra  de  Dios  testifica?  A  esto  respondemos, 
que  lo  uno  i  lo  otro  se  compádeze  mui  bien.  Por- 
que nunca  Dios  ha  dejado  caer  toda  su  Iglesia 
juntamente  en  error :  mas  antes  siempre  se  ha 
reservado  algunos  buenos ,  i  aun  algunas  yeies 
/,  fíey.,\n,i9.  síete  mil  (como  ello  dize  hablando  con  Elias), 
aunque  en  rincones ,  los  cuales  nunca  bincaron 
sus  rodillas  á  Baab  á  estos  tales  les  desplugo  el 
error  común  con  que  estaba  engañada  toda  la  Igle- 
sia en  jeneral.  Contra  este  error  estos  tales  ha- 
blaron ,  predicaron  i  escribieron :  i  las  mas  de  las 
vezes  les  costó  la  vida :  i  si  mil  vidas  cada  uno 
dellos  tuviera  ,  mil  vidas  cada  uno  dellos  por  la 
misma  causa  perdiera.  Aquella  Iglesia,  en  quien 
catbólicamente,  en  universal,  reinaba  aqud  er- 
ror, ó  herejía,  ella  i  sus  Pontífizes  los  perse- 
guían ,  condenaban  i  mataban :  £oido  cod  ^ein* 


I  DE  SU  SANTIDAD.  384 

8  lo  habernos  confirmado.  Asi  que  cuando  la 
urítura  dize :  Todo  Israel ,  Todo  Judá ,  Todos 
moradores  de  Jerusalen  se  apartaron  de  Dios, 
lalraron ,  etc. ,  debérnoslo  entender  de  tal 
Diera  en  jeneral,  que  tenga  su  exzepzion. 
■que  siempre ,  en  medio  de  estos  errores  i  ído- 
üas  tan  cathólicas ,  tan  universales ,  hubo  al- 
lí^ particulares,  qqe  Dios  reservó  Hmpios  i 
ros  oe  aquel  común  error.  Así  reservó  Dios 
loisen,  i  á  Josué ,  i  aun  algunos  otros  par  licú- 
es ,  que  no  adoraron  e]  bezerro ,  adorándolo 
[q  Israel  en  jeneral,  i  aun  el  mismo  summo 
^dote  Aaron.  Lo  mismo  diremos  del  tiempo 
los  Jnezes,  que  nunca  Dios  desamparó  su 
B8ia  :  lo  mismo  diremos  del  tiempo  de  los 
fe^  de  Israel,  i  de  Judá.  Guando  todos  idola- 
ban ,  Dios  levantaba  un  Esaías ,  un  Micheas, 
Jeremías,  un  Ezechiel ,  un  Daniel,  etc. ,  que 
irobaban  los  vizios  i  la  falsa  dotrina  i  mos- 
ban  la  verdad.  Pero  ¿á  cuál  destos  la  Iglesia 
118  summos  Sazerdotes  no  persiguieron  i  ma- 
OH?  Así  también  el  Señor  se  reservó  en  su 
mcira  venida  al  mundo  un  Simeón ,  una  Ana, 
ida «  un  Joseph ,  i  á  su  esposa  la  Yírjen  santa 
urla«  madre  de  nuestro  Salvador,  una  Santa 
aabel ,  i  á  su  hijo  S.  Juan  Baptista :  los  cuales 
Nroa  píos ,  i  sentían  muí  bien  de  la  verdadera 
yian ,  1  no  convenían ,  ni  con  Phariseos ,  ni 
a  £aduzeos,  ni  con  Eseos:  j  así  el  Señor  en 
flüpos  tan  infelízes  conservó  su  Iglesia.  I  así 
la  misma  manera  la  ha  conservado  hasta  aho- 
:  i  ahora  en  estos  últimos  tiempos  tan  calami- 
908,  quenosehallaFé,  Luc,  ^viii,  8 ,  ni  Caridad, 
al. ,  ifJiyi  t2.  Bios  reserva  algunos ,  los  cuales 


3^2  DE  LA  MISA 

opone  á  la  tiranía  del  Anlechristo  de  Roma ,  i  al 
coman  error ,  i  idolatría  de  toda  la  Iglesia  Ro- 
mana en  jeneral.  I  así   Dios  no  ha  permitido^ 
que  sa  Iglesia  totalmente  haya  sido  engañada :  ni 
jamás  lo  permitirá ,  conforme  á  su  promesa ,  Con 
vosotros  estoi  hasta  la  consumazion  del  mundo. 
Siempre,  pues,  Dios  se  ha  reservado  algunos 
que  no  han  sido  engañados  con  el  común  error: 
i  á  muchos  de  día  en  dia  va   desengañando: 
como  lo  vemos  por  la  esperienzia.  Dios,  por  su. 
infinita  misericordia ,  los  multiplique :  para  qu( 
el  número  de  sus  escojidos  se  cumpla ,  i  asi  el 

pecado  zese,  i  Ghristo  solo,  sin  ninguna compe^ 

tenzia  del  Antechrislo,  reine.  Amen. 

Heme   alargado    en    esta  cuarta   respuesta:       ' 
Porque  la  materia   lo   requiere ;   considerando  «-^ 
que  muchos  simples ,  que  no  han  oído  otra  cosa, 
se  engañan  en  esto ,  no  podiendo  entender ,  cómo 
Dios,  que  ama  su  Iglesia,  permitirla  que  tanto 
tiempo  hubiese  sido  engañada,  i  con  tal  engaño, 
de  idolatría  por  lo  menos.  I  así  ellos  i  los  demás, 
verán  no  ser  verdad  lo  que  nuestros  contrarios 
tienen  por  ^p  oráculo ,  que  la  Iglesia  visiMe  no 
puede  errar.  Dios  les  abra  los  ojos,  para  que 
viendo  vean ,  i  oyendo  oigan :  i  así  se  convier- 
Etai.,  un,  t.   tan ,  i  sean  salvos.  Amen.  Solo  Dios  es  el  que  oo 
/, Pecí , II, 99.  yerra,  mas  siempre  azierla,  solo  su  Hijo  Jesu 
Ghristo  es  aquel  que  no  pecó ,  que  no  erró ,  ni 
Etai.t  XL,  8.    jamás  engaño  se  halló  en  su  boca.  Sola  la  pala- 
bra de  Dios  permaneze  para  siempre:  i  todas 
cuantas  vezes  la  Iglesia ,  por  mas  populosa  i  apa- 
rente que  sea,  se  apartare  desia  palabra  de 
*  Dios  9  i  no  la  tuviere  por  su  nivel ,  regla  i  de- 
chado, errará:  i  mientras  mas  ae  apartare ,  mas 


I  DB  Sü  SANTIDAD.  383 

srrará.  Pero  todas  las  vezes  que  se  rijíere  por 
slla ,  azertará,  i  nunca  errará.  Porque  la  pala- 
lira  de  Dios  ^como  dize  David)  lámpara  es  pa-    ^w/.  cxix.  cv. 
ra  nuestros  pies  ,  i  lumbre  para  nuestros  ca- 
ninos. 

I«a  quinta  razón  con  que  confirman  su  Misa,  **R>xoninuci- 
m  los  grandes  milagros  que  las  Misas  i  sus  Hos- 
iatfi  consagradas  han  hecho.  Contaré  aquí  al- 
eaos (porque  quererlos  contar  todos,  seria 
mnca  acabar).  Damaszeno ,  entre  otros  grandes 
lesTarios  que  cuenta  en  el  sermón  de  los 
!>efi]Dt08  (mas  abajo  haremos  menzion  destos 
lesTarios),  cuenta  por  gran  milagro  una  verda- 
lera  fábula  i  cuento  de  viejas.  Dize ,  que  un 
sierto  Macario,  deseoso  de  saber  del  estado  de  los 
lefuntos,  habló  con  la  calaverna  de  un  defun- 
o,  etc.  I  que  la  calaverna  le  respondió,  que 
as  ánimas  de  los  defuntos  no  son  tan  atormen- 
adas  todo  aquel  tiempo  que  el  sacrifízio  déla 
Hisa  dura.  Concluyen,  pues,  de  aquí  nuestros 
entrarlos,  la  Misa  ser  santa  i  buena.  San  Zi-  iapg[g™*^°®  ***  ^^ 
>ríano,  autor  mui  antiguo  ,  auténtico,  i  Mártir 
le  Jesu  Ghrísto,  cuenta  un  estraño  milagro  que 
iconteszió  en  su  presencia :  dize ,  pues,  desta  ma- 
lera :  Siendo  yo  presente ,  de  lo  cual  yo  mismo 
loi  testigo:  Los  padres  de  una  ñifla  acaso  hu- 
fiemáo ,  i  no  teniendo,  por  el  gran  miedo ,  cuenta 
U>n  su  hija,  la  dejaron  con  el  ama,  que  la  criaba: 
si  ama,  habiéndosela  asi  dejado ,  la  llevó  al  Ma- 
lialrado:  el  Majistrado  le  dio  á  esta  niña,  de- 
lante del  ídolo,  al  cual  el  pueblo  concurria,  una 
sopa  remojada  en  el  vino  que  habia  sobrado  del 
saeriGzio  de  los  que  pereszian  :  diéronlc  esta 
sopa ,  porque  por  ser  de  tan  poca  edad ,  no  podia 


384  DE  LA   MISA 

aun  comer^carne.  Después  desto  la  madre  r 
cobró. su  hija.  Pero  tanto  pudo  ]a  niña  dezir 
'  declarar  el  horrible  acto  que  había  cometid 
cuanto  ni   antes  lo   pudo   entender  ni  huirl 
Así  que  aconteszió,  que  por  ignoranzia  la  ma- 
dre la  trujo  estando  nosotros  sacrificando  (quie 
re  dezir  zelebrando  la  Zena  del  Señor,  que  s 
zelebra  en  memoria  del  sacriGzio  que  el  Seña 
Una  vez  ofreszió).  Mas  la  niña,  mesclada  ce 
los  santos ,  no  pudiendo  sufrir  nuestra  plegaria^    -^ 
i  orazion ,  ya  con  gritos  se  atormentaba ,  ya  ce 
el  hervor  del  corazón ,  como  sí  fuera  una  ola  d 
la  mar,  se  arrojaba  de  acá  para  allá,  como  si  u 
verdugo  la  atormentara:  i  con  los    indizios  i 

muestras ,  que  la  ignorante  ánima  podía  en  su  edad      ^^ 
aun  de  simplizidad ,  confesaba  la  conszienzi^^s-a 

del  hecho.  Pero  cuando  acabadas  las  solenida ^* 

amba"^  esi>ezies  des,  el  Diácono  comenzó  á  presentar  la  copa 
entiempodesanios  que  estaban  presentes  (nota  la  comunión e 
priano.  ambas  espezies),  i  habiéndola  los  otros  tomado 

vino  ádla  su  vez  (en  tiempo  de  San  Ziprian 
aun  á  los  niños  se  daba  la  Copa) ,  la  niña  apar 
taba  su  cara  por  el  instinto  de  la  divina  majestad 
zerraba  la  boca  apretando  los  labios  i  rehusa 
ba  la  Copa.  Mas  con  todo  esto  el  Diácono  ín 
sistíó,  i  echóle  en  la  boca,  aunque  rehusaba,  de 
sacramento  de  la  Copa:  luego  comenzó  á  sollo- 
zar 1  á  vomitar.  La  Eucharistía  no  pudo  per 
manezer  en  cuerpo  i  boca  que  estaban  suzios 
Bebija  saDüfl-  La  bebida  santificada  en  la  sangre  del  Seña 
tfei  slñor.""^'^  (nota  que  llama  al  vino  de  la  Zena  bebida  santífi 
cada  en  la  sangre  del  Señor)  salióse  con  imp 
tu  de  las  entrañas  polutas.  Tanto  es  el  pode 
del  Señor ,  tanla  es  su  majestad  ,.  ele.  Hasta  aq 


I  ra  Sü  SANTIDAD.  399 

Ztpviano :  deste  milagro  haze  también  men- 
San  Agastin  en  la  Epístola  23.  Contando- 
üAt,  tan  ziertos  autores,  i  mas  San  Zipriano^ 
Iza  qae  fué  testigo  de  ti9ta ,  yo  zierto  creo^ 
p«8Ó  asi.  Pero  no  diré  lo  mismo,  del  que 
I  de  Damaszeno,  ni  del  que  ahora  contaré: 
ne  lo  cuenta  Pío  II.  Dize  Pío  II.  En  la  Descrit- 
de  Europa,  ca.xxi,  hablando  de  Estiria,  pro- 
I  de  Alemana,  estas  pala-bras :  Diz  ese,,  i  es 
pública ,  entre  tos  de  Estiria ,  haber  habido 
érto  caballero ,  al  cual  mui  muchas  vezes  le 
al  pensamiento,  de  ahorcarse.  Lo  cual  des- 
índole,  se  fué  á  una  zierla  persona  dota  á 
ndarle  remedio  contra  esta  tentazion :  e) 
}0  que  se  le  dio ,  fué  este :  que  llevase  su 
io  Sazerdote  para  que  cada  dia  le  dije- 
Isa  en  una  roca  solitaria,  donde  él  mo- 
Obedezió  el  caballero ,  i  continuó  por  un 
i  jamás  después  le  vino  á  la   memoria 
mal  pensamiento.   Rogándole    después  el 
"dote  que  lo   dejase  ir  á  ayudar  á  otro 
"dote  su  vezino,  el  cual   habia  en  otro 
e ,  que  estaba  zerca ,  de  zelebrar  la  fiesta 
dedleazion  de  la  Iglesia ,  el  caballero  se  con- 
que fuese  el  Clérigo ,  proponiendo  en  sí  de 
rio  de  ahí  á  poco ,  i  oir  Misa.  Este  caballero 
turo  después  mucho ,  ocupado  ya  con  una 
ya  con  otra.  Finalmente  se  partió  casi  á  me- 
a:  i  yendo  así  encontró  con  un  zierto  v¡- 
I  que  le  dijo ;  la  Misa  ser  ya  acabada  en  el 
nonte,  i  el  pueblo  ser  ya  partido.  Entriste- 
ose  el  jentil  hombre  con  estas  nuevas,  i  lía- 
ose  desdichado  por  no  haber  visto  aquel 
cuerpo  de  Ghristo,  el  villano  lo  comenzó 


3S6  DE  LA  MISA. 

á  consolar,  i  le  dijo :  que  si  quería  comprarlo ,  e 
le  tendería  el  mérito,  que  habia  ganado  por  habe 
oído  Misa:  i  demandó  por  prezio  al  jentilhom 
bre  su  sayo.  (Porque  sabed  que  entre  los  Papis 
tas,  uno  vende  su  mérito  á  otro ;  como  que  bu 
biese  alguien  que  hiziese  mas  de  lo  que  debe , 
asi  pudiese  hazcr  dello  lo  que  quiere).  La  ven 
ta  hecha  i  pasada,  con   todo  esto  el  caballeri 
subi^  al  monte,  i  hizo  su  orazion  en  la  Iglesia:  e 
cual  tornándose  halló  al  villano  ahorcado  de  u 
árbol.  I  jamás  después  fué  trabajado  de  mal 
tentaziones.  Hasta  aquí  el  Papa  Pío  II.  I  si  es 
fuese  verdad,  ¿quién  no  debria  adorarla  Misa' 
Pero ,  ó  ello  fué  mentira  :  ó  si  pasó  así,  fué  un 
de  los  milagros  de  Satanás  para  zegar  roas 
iffae.,  iLxiv.     jente  con  la  idolatría  de  la  Misa.  De  tales  mi 
Jiy  Thes.,  II.     lagros  nos  avisa  el  Señor,  í  su  Apóstol,  que  nof 
guardemos  de  no  ser  engañados  con  ellos.  Otro 
muchos  milagros  cuentan:  pero  respondiendo 
los  dichos ,  habremos  respondido  á  todos  cuan 
tos  podrán  contar. 
Dun  maneras     I  para   poder  responder  á  esta  quinta  obje 
de  miiagrot.       ^¡on :  sepamos  que  hai  dos  maneras  de  milagros 

unos  verdaderos,  1  otros  falsos.  Los  verdad 
ros  son  hechos  por  la  potenzía  de  Dios,  pa 
ra  confirmazion  de  la  verdad ,  i  confusión  de  la 
mentira :  tales  fueron  los  milagros  que  Dios  hi 
zo  por  medio  de  Moisen ,  i  de  otros  Prophetas: 
tales  son  los  que  hizo  Ghristo  i  sus  Apóstoles. 
Viniendo,  pues,  á  nuestro  propósito,  digo,  que 
los  milagros  que  Dios  ha  hecho  en  el  santísimo  sa- 
cramento del  /cuerpo  i  sangre  de  Ghristo,  los 
ha  hecho  para  darnos  á  entender  que  él  insti- 
tuyó este  sacramento ,  i  que  no  es  invenzion  bu- 


I  DE  Sü  SÁl^IDAD.  387 

nana.  I  esto  ha  hecho  el  Señor  para  uno  de  dos 
ines ,  el  primero  es  ahuyentar  deste  tan  alto  sa- 
^ramento  á  los  fazínerosos,  impíos  i  indignos: 
lara  este  fin  sirvió  el  milagro  que  vído  S.  Zipria* 
lo  ,  que  habernos  contado  .*  i  otros  que  el  mismo 
.utor  cuenta.  Porque,  ¿qué  pecado  actual  habia 
ometido  una  niña  de  teta,  sin  discrezion  ninguna, 
n  comer  una  sopa  remojada  en  el  vino  del  sa- 
rifizio  de  los  ídolos?  Pero  el  Señor  hizo  esto 
»ara  darnos  á  entender  cuánto  le  desplazen  los 
lomfires  que  indignamente  i  sin  consíderazion 
liaguna  reziben  la  santa  Zena,  i  que  todo  les  es 
mo  9  sentarse  á  la  mesa  del  Señor ,  i  rezebir  el 
aeramento  de  su  cuerpo  i  de  su  sangre ,  ó  señ- 
arse á  la  mesa  del  Diablo ,  i  rezebir  al  mismo  Día- 
lia.  Si  á  una  niña  de  teta  Dios,  por  justo  juizio 
uyo ,  castigó ,  como  lo  cuenta  San  Zipriano,  por 
laber  partizipado  de  la  mesa  del  Diablo ,  i  de  la 
leí  Señor,  ¿cómo  pensamos  que  castigará  aque- 
lós  que  de  edad  ya  madura ,  i  con  propósito  de- 
Iberado,  partizipan  de  ambas  mesas?  Esta  niña 
io  pudo  beber  la  Copa  del  Señor ,  habiendo  ya 
lebido  la  de  los  demonios :  no  pudo  ser  partizí- 
lante  de  la  mesa  del  Señor ,  i  de  la  mesa  de  los 
lemonios.  Porque  la  Copa  del  Señor  es  la  comu- 
nión de  la  sangre  de  Ghristo:  i  el  pan  que 
rompemos  (en  la  Zena)  es  la  comunión  del 
cuerpo  de  Ghristo.  ¿I  qué  tiene  que  ver  Ghristo 
con  el  Diablo?  Esto  no  me  lo  invento  yo,  pala- 
bras son  de  San  Pablo,  hablando  á  este  propósito  /,  Cor.,  x,  is. 
con  los  Gorinthios.  Así  que,  confesamos  que 
machas  vezes  Dios  milagrosamente  ha  castiga- 
do aquellos  que  indignamente  reziben  el  san- 
tMmo  sacramento  del  cuerpo  i  sangre  de  Ghrís- 

26 


388  DE  LA  mSA 

to.  Asilo  testifica  el  ftiismo  Apóstol,  cap.  xi,  cuan* 
do  dize :  Por  lo  caal  (quiere  dezir ,  por  haber  co- 
mido indignamente)  hai  machos  enfermos  i  débi- 
.  les  entre  nosotros,  i  machos  daermen.  (Q.  d.  son 
muertos.)  £1  segundo  fin  que  pretende  IN08  en 
los  milagros  que  haze  en  la  Zena ,  es  cuanto  á  los 
buenos.  Ha  querido  Dios  hazer  algunas  vezes 
milagros  en  la  zelebrazion  deste  sacramento  para 
mas  ilustrarlo,  para  mas  mostrar  su  exzelenzia 
i  dignidad,  i  con  esto  confirmar  mas  la  Fé  de 
los  pios  que  dignamente  ( supla  el  Señor  las 
bitas)  lo  rezibían.  I  no  solamente  en  este  sa- 
cramento ha  hecho  el  Señor  milagros,  para 
confírmazion  de  los  fieles,  mas  aun  los  ha 
hecho  en  zelebrazion  del  Baptismo.  I  asi ,  cuan- 

Af  j/.,  III,  16.  ¿^  Christo  fué  baptizado ,  San  Juan  Baptista 
Tido  los  zielos  abiertos ,  í  al  Espíritu  santo ,  que 
Tisíblemente  deszendió  en  figura  de  paloma.  I 
esto  fué  para  que  el  Baptista,  como  testigo  de 

Juan,  1, 39.  fista ,  pudiese  testificar  de  Christo  i  dezir :  Hé 
aquí  el  Cordero  de  Dios ,  que  quita  el  pecado  del 
mundo.  Admitimos,  pues,  tales  milagros ,  como 
hechos  por  la  potenzia  de  Dios  para  confírmazion 
de  nuestra  Fé. 
Falsos  milagros.  La  segunda  manera  de  milagros  son  hechos 
por  arte  del  demonio  para  engañar  los  hom- 
bres, haziéndoles  que  no  crean  la  verdadera  do- 
trina  ,  sino  la  falsa :  á  tales  milagros  llamamos 
falsos  por  una  de  dos  causas :  la  primera  por  el 
autor  dellos,  que  es  el  Diablo,  mentiroso ,  í  padre 
de  mentira:  la  segunda,  porque  tales  milagros 
engañan  á  los  hombres  que  ios  creen.  Por  ar- 
te del  demonio  ios  magos  de  Pharaon  hazian 
milagros  en  competenzia  de  Moisen.  De  tales 


t  DB  SU  SANTIDAD.  '  389 

milagros  nos  avisa  el  Señor :  levantarse  han  Mai.^  xxiv,  3^. 
(dJze)  falsos  Ghristos,  i  falsos  Prophetas  ,  i  da- 
rán grandes  señales  i  milagros,  de  tal  manera, 
!]ue  aun  los  escojidos  (si  fuese  posible)  serían 
silgañados.  Catad,  dize  el  Señor,  que  os  lo 
[16  dicho.  I  San  Pablo ,  hablando  del  Antechrísto,  //,  Thtt,^  11. 
lize ,  que  su  venida  será  según  la  operazion  de 
Saldnás ,  con  toda  potenzia ,  i  señales,  i  milagros 
Talaos,  etc.  Tales  creemos  que  fuei  >n  los  mila- 
i;ros  de  los  Magoa  de  Pharáon :  tales  son  los 
milagros  que  cuenta  Damaszeno  de  la  calaver- ^  ^^*'''™<^"*^<**'*^*** 
cía ,  i  del  ánima  de  Trajano ,  i  del  ánima  de  Falco- 
[illla  ,  que  siendo  condenadas ,  i  estando  ya  en  el 
infierno ,  se  salvaron.  Deslos  milagros  de  Da- 
maszeno hablaremos  después.  Tal  creemos  que 
fué  el  milagro  que  habemos  contado  de.  Pío  se~ 
gupdo  de  la  Misa.  En  conclusión ,  todos  los  mila- 
gros qi:ie  son  para  confirmar  cosa  que  sea  contra 
la  palabra  dé  Dios ,  son  falsos ,  i  hechos  por  arte 
del  demonio.  Contra  la  palabra  de  Dios  es,  que 
laa  ánimas ,  por  justo  juízio  de  Dios,  condenadas 
I  sepultadas  en  el  infierno,  salgan  de  allí ,  i  se 
salven.  Contra  la  palabra  de  Dios,  es  creer  que 
liaya  otro  purgatorio  que  la  sangre  de  Christo. 
Iren^Of  doctor  antiquísimo,  cuenta,  libro  pri- 
mero 9  capitulo  nono ,  que  un  zierto  Marcos ,  en- 
gañador i  hereje ,  engañaba  estrañamente  con  el 
sacramento  de  la  Eucharistía  á  los  simples.  Por- 
gue mudaba  el  color  del  vino  en  tanta  manera, 
^oe  no  parezia  sino  sangre ,  i  un  poco  de  vino 
-creszia  tanto  con  sus  encantismos ,  que  se  hinchia 
toda  la  Copa,  i  aun  rebosaba:  i  traida.  otra 
Í4opa  mayor  i  mas  capaz  ,  esta  tal ,  sin  añidirle 
«aasliquor,  se  hinchia  hasta  arriba.  ¿Creeremos 


s»o    ««tañe  to  ^°ífr^íei»»''i^:,í»o, 

J^«  ^1  \««  ^"  íSvSoVa  xe¿t  ouo.  J^  I J 


f 


1  DE  Sü  SANTIDAD.  391 

nadas  de  la  sagrada  Escritura:  como  son  la 

Istola^  el  Evanjelio ,  el  Hac  est  corpus  meum^ 

L  A  esta  objezJon  respondemos,  que  puesto 

ID  que  en  la  Misa  haya  algunas  buenas  cosas 

nadas  de  la  Escritura ,  que  no  se  sigue  por  eso, 

ft  la  Misa  sea  buena.  Porque  desa  manera  los 

lalmos ,  hechizerias  i  encantismos  serian  mui 

snOs.  Porque  eb  ellos  se  nombra  el  nombre  de 

1S9  el  nombre  del  Padre ,  del  Hijo,  i  del  Espíritu 

iC0  mui  muchas  Tezes.  I  no  hai  ensalmo ,  hechi- 

ia  ni  encantlsmo,  en  quien  estos  nombres  no 

II  nombrados ,  icón  muchos  epítetos  i  proprie- 

laa.  I  para  que  estos  nombres  tengan  mas 

mstlm ,  los  hechizeros  los  nombran  en  lenguas 

9    ellos  mismos  no  entienden:  en  Hebreo, 

a§^o ,  i  Latin.  Todo  Ta  revuelto.  En  lo  cual 

salros   contrarios  imitan   á  los   hechizeros. 

rqpie  toda  la  Misa  la  dizen  en  Latin ,  més- 

Mole  algunas  palabras  Griegas,  como  Ky- 

•elejrson  ,  Ghriste-eleyson  ,   etc. ,   mésclanle 

IJkMkn  Hebreas,  como  Sabaoth,  Osanna,  Alie- 

f a*  Pero  Ghristo,  cuando  zelebró  su  Zena,  todo 

into  habló,  lo  habló  en  lengua  vulgar,  que 

lóalos  Apóstoles,  hombres  idiotas,  entendían 

iblaban.  Concluyamos,  pues,  de  aquí,  que  no 

Ha  para  que  la  Misa  sea  santa  i  buena,  que  haya 

>lla  algunas  buenas  cosas.  Cuanto  mas  que  Todo  cuanto  hai 

I   ^e  hai  de  bueno  en  la   Misa,   está  tan  atosigado?*  ^* 

nnompido  i  dañado  con  superstizion  i  idola- 

a.f  que  no  puede  hazer  ningún  bien ,  sino  mui 

ichp  mal.  Porque  como  un  poco  de  levadura 

rrpiope  toda  la  masa,  i  un  poco  de  tósigo 

mrompe  la  mejor  vianda  que  haya  en  el  mundo» 

d  mas  exzelente  vino  mata  á  quien  lo  bebe,  si 


392  DE  LA  MISA 

le  han  echado  tantita  ponzoña  (como  tenemc 
ejemplo  en  nuestro  Español  Alejandre  Seslo,  qiL —  ^ 
por  yerro  del  que  servia ,  bebió  el  vino  atosigador  t 
qae  tenia  aparejado  para  matar  algunos  Gard< 
nales ,  que  él  había,  convidado ,  i  murió  dello)^ 
asi  ni  mas  ni  menos ,  aun  las  mismas  cosas  qui 
de  su  naturaleza  son  buenas ,  puestas  en  la  Misa 
son  tósigo  que  matan.  Después  examinaremos 
esto,  i  prínzipalmente  lo  que  los  mismos  núes, 
tros  contrarios  dizen  serlo  santísimo,  ila  misma 
santidad  de  la  Misa,  que  es,  Hoc  est 
meum:  por  ahora  digo,  que  no  lo  aplican  al  pnK 
pósito  que  Ghristo  lo  dijo :  dízenlo  tan  contrari* 
á la  instituzíon  de  Ghristo,  i  en  lengua  estrañ 
que  el  pueblo  no  entiende ,  que  infiziona  á  qui< 
lo  oye.  I  si  creéis  su  Hoc  est  corpus 
como  ellos  lo  entienden ,  caeréis  en  una  terríbl- 
herejía ,  como  lo  mostraremos  un  poco  mas  abaj) 
cuando  hablaremos  del  cuarto  daño  que  haze  L  ^ 
Misa.  De  lo  que  habernos  dicho  se  vee  claramen^- 
no  ser  vedad  lo  que  nuestros  contrarios  conclujai 
la  Misa  ser  buena ,  porque  en  ella  hai 
buenas. 

7."  razón  i  la     La  7.*  razón  con  que  mantienen  su  Ifísa 
respuesta.  ^^  ^j  sacrifizio  de  la  Misa,  fué  figurado  en 

sacrifizio  que  hizo  Melchisedec ,  el  cual ,  siendo 
Sazerdote  del  Altísimo,  ofrezió  á  Dios  pan 
vino.  Dizen  también  que  Malachias,  i,  11,  hahl> 
del,  como  ya  lo  habemos  alegado.  Cuanto  á  U 
que  dizen  de  Melchisedec,  será  menester  qu^ 
lean  i  consideren  la  historia  como  la  cuenti 

Jen,  XIV,  18.    Moisen :  de  la  cual  haze  menzlon  el  Apóstol , 
H06., vir,  1, etc.  la  aplica  á  Ghristo,  cuya  figura,  dize,quefui 

Melchisedec.  Cuenta,  pues,  Moisen,  que  Toiviend^:^ 


I  DB  Sü  SANTIDAD.  393 

Lbrahan  de  aquella  notable  Vitoria  que  Dios  le 
lió  contra  cuatro  Reyes ,  que  Melchisedec,  Rey 
e  Salen,  sacó  pan  y  vino :  dize,  que  este  Melchi- 
Bdec  era  Sazerdote  del  alto  Dios.  Nuestros  con- 
rarios,  oyendo  que  Melchisedec  era  Sazerdote, 
qae  ofrezió  pan  i  vino ,  concluyen  de  aqui,  que 
firezió  este  pañi  vino  en  sacrifizio  á  Dios:  i 
ae  esto  fué  figura  del  sacrifizio  de  la  Misa.  A 
I  cual  respondemos ,  que  Melchisedec  no  ofrc- 
ió  á  Dios  pan  ni  vino :  mas  lo  sacó ,  ó  por  me- 
»r  dezir ,  hizo  sacar ,  porque  esta  es  la  fuerza  del 
srbo  de  que  aquí  usa  Moisen :  lo  cual  conviene 
lul  bien  con  nuestra  manera  de  hablar  espa- 
lda ,  Sacó,  ó  hizo  sacar  pan  i  vino.  Si  me  pregun- 
itey  ¿para  qué  lo  hizo  sacar?  Direos:  para  recrear 
Abrahan  i  á  su  jente ,  que  venían  cansados  de 
ijnatanza,  i  hambrientos,  del  camino  que  hahian 
oeho.  Para  confirmazion  de  laque  di^o,  con- 
tntarme  he  de  alegar  á  San  Ambrosio ,  i  á  San 
Brdnímo.  Dize ,  pues ,  San.  Ambrosio  sobre  el  vii 
ipflalo  á los  Hebreos,' desta  manera:  r^i  seria  co- 
iDuevasí  Melchisedec  salió  al  camino  á  Abrahan 
Bocedor,  1  le  haya  sacado  pan  i  vino  para  re- 
«lion,  así  dól  como  de  sus  Combatientes.  Lo  Epist.  ad  £ya- 
lisiiio ,  palabra  por  palabra ,  dize  San  Jerónimo:  S'*""»  '°™*  "'• 
eia-aqui  de  qué  sirvió  el  pan  i  elvipo  que  Mel- 
Usedee  hizo  sacar.  ¿Qué  tiene ,  pues ,  que  ver  el 
«B  i  el  vino  de  Melchisedec  con  los  acziden- 
dí|  del  pan  i  del  vino  de  la  Misa?  Digo  Acziden- 
01 1  porque  ellos  niegan  haber  substanzia  de 
|Ui  ni  de  vino  en  su  Misa.  £1  Apóstol  dize,  Mel- 
dásedec  ser  figura  de  Ghristo :  i  dize  en  qué  lo 
MU:  pero  ninguna  menzion,  ni  aun  por  pen- 
samiento y.  haze,  de  sacrifizio  de  pan  ni  de  vino. 


394  DE  LA  MISA 

Porque  en  esto  Mclchisedec  no  fué  figura  ^^ 
Ghristo :  pues  que  ni  el  uno  ni  el  otro  ofrezió  ^^' 
Helchisedec  en  crífizío  de  pan  ni  de  vino.  En  tres  cosas  (si  bi^^ 
Si?a*dTchritioT  notamos  lo  que  dize  el  Apóstol),  hallaremos  qi*« 
H9b.  Til.        Melchisedec  fué  figura  de  Ghristo.  La  prímer^f 
en  que  Melchisedec  fué  Rey .-  i  no  como  quier^i 
sino  Reí  de  justizía  i  de  paz.  En  esto  fué  figuE"^ 
de  Ghristo :  el  cual  solo  es  el  verdadero  Reí  d  < 
justizia  i  de  paz.  La  2.*  es ,  que  Melchisedec  ftm^ 
Sazerdote:  i  no  como  los  sazerdotes  Levitico^Si 
los  cuales  siendo  mortales ,  muerto  uno  le  su 
día  otro :  mas  Melchisedec  fué  eterno :  1  por 
su  sacrifizio  fué  eterno  .*  como  lo  dize  el  Apóst 
hablando  del ,  desta  manera :  Sin  padre ,  sin  m; 
dre,  sin  linaje,  que  ni  tiene prinzipio de dias , 
fin  de  vida :  hecho  semejante  al  Hijo  de  Dios, 
queda  Sazerdote  eternalmente.  Veis   aquí 
Psai.cTifk.     qué  David,  hablando  con  su  Señor  el  Mesii 
que  es  Ghristo ,  le  dize :  Tú  [eres]  Sazerdote  pa 
siempre ,  según  la  orden  de  Melchisedec.  Qui 
dezir,  según  lo  fué  tu  figura  i  semejanza  Mei 
chisedec.  Gomo  Melchisedec  (en  cuanto  fué 
ra  de  Ghristo)  fué  eterno  Sazerdote ,  asi 
bien  tú ,  Mesías ,  lo  eres.  Lo  que  dize  el  Apóstol 
que  Melchisedec  era  sin  padre,  i  sin  madre,  etc. 
se  debe  entender  en  cuanto  era  figura  de  Ghrls 
to :  porque  de  otra  manera  padre  i  madre  tuvo 
i  así  algunos  piensan  que  Melchisedec  era  Sem^ 
Los  Sazerdotes ,  según  la  orden  de  Aaroa ,  er 
mortales,  i  ninguno  dellos  permanezia  para  siem—- ^ 
pre:  mas  el  de  la  orden  de  Melchisedec  es  i 
mortal  i  perpetuo.  De  la  orden  de  Aaron 
muchos :  pero  de  la  de  Melchisedec  no  hubo  sin 
uno  solo,  el  mismo  Mesias  nuestro  Redemptorí 


I  DE  SU  SANTIDAD.  395 

Sefior :  el  cual  en  cuanto  es  eterno  Hijo  de  Dios, 
no  tiene  madre :  i  en  cuanto  es  hombre  nazido 
en  este  mundo ,  cuando  vino  la  plenitud  del  tiem- 
1^ ,  no  tiene  padre.  I  como  él  es  eterno ,  así  su 
SiEerdozio  será  eterno.  Cada  dia  cantan  en  sus 
f  liperas:  Juravit  Dominus  el  non  pcenitehit  eum ,  Pta¿,  ex,  4 . 
In  ef  Sacerdos  in  ceternum  secundum  ordinem 
Mekhisedech,  Pero  yo  pongo  por  testigos  á  las 
oonszienzias  de  los  mismos  que  cada  dia  lo  can- 
tan, 8i  han  entendido  lo  que  cada  dia  cantan. 
Besta  orden  de  Melchisedec  no  esperéis  otro 
Saierdote  que  Ghristo  :  sino  es  al  Antechrísto, 
qae  dirá  serlo:  por  ser  (como  él  dize)  Vicario 
it  Ghristo.  Este  i  todos  sus  barbirrapados  i  en- 
grasados dirán  ser  sazerdotes,  según  la  orden 
da  Melchisedec,  i  no  según  la  orden  deAaron. 
Paro  ni  lo  son  según  la  orden  de  Melchisedec: 
pues  no  hai  mas  que  uno,  que  es  Ghristo :  ni  tam- 
poco lo  son  según  la  orden  de  Aaron :  pues  con 
la  muerte  de  Ghristo  zesó  el  Sazerdozio  Levi- 
tiao.  ¿Qué  Sazerdotes ,  pues,  son  los  papí^ticos? 
Segon  la  desorden  de  Baal:  i  asi  son  enemigos 
da  Dios  i  de  sus  Prophetas,  que  predican  contra 
la  idolatría. 

La  terzera  cosa  que  nota  el  Apóstol  en  que 
■akhjsedec  fué  figura  de  Ghristo,  es  que  Mel* 
cUaedec  por  razón  de  su  Sazerdozio  fué  mui  mas 
axsaimite  que  Abrahan :  i  asi  como  mayor  ben- 
dijo á  Abrahan.  I  el  mismo  Abrahan  recono- 
alando  esta  mayoría  i  superioridad  le  dio  las 
mimas  de  los  despojos.  Tal  verdaderamente  es 
Qbristo,  de  quien  dependen  la  redempzion ,  jus- 
tizia  i  santificazion ,  no  solamente  de  Abrahan, 
maa  aun  de  todoa  los  fíeles.  Veis  aquí  las  cosas 


396  DE  lA  MISA. 

•en  que ,  si  creemos  al  Apóstol,  vaso  de  £lezioD  -^ 
Melehisedec  fué  figura  de  Ghristo.  Ninguna  meo 
zion  haze  de  sacrifizio  de  pan  ni  de  vino.  L; 
'Cual  el  Apóstol  hiziera  sin  duda  ninguna,  siei 
esto  Melchisedec  fuera  figura  de  Ghristo.  El  1 
gar  que  citan  de  Malachias ,  díze  desta  manera 
Porque  desde  el  nazimiento  del  sol  hasta  su  po; 
tura  mi  nombre  es  grande  en  las  Jentes,  i  ei 
todo  lugar  se  ofreze  á  mi  nombre  perfume, 
Minhah  (que  trasladamos  Presente,  óDon)iim- 
pió,  etc.  La  vulgata  edizion,  á  quien  núes 


contrarios  dan  mas  crédito  que  al  texto  Hebreo 
trasladó:  Et  in  omni  loco  sacrificatur  et  offer 
twrnominimeo  obiatiomunda.  Quiere  óezir.  I 
todo  lugar  se  sacrifica  i  ofreze  á  mi  nombre  ofiren 
da  limpia.  De  aqni  concluyeron ,  que  esta  ofrend 
limpia  que  en  todo  lugar  se  sacrifica  i  ofrez 
es  el  sacrifizio  de  la  Misa.  Mas  siendo  la 
una  profanazíon  de  la  Santa  Zena  (como  ya  I 
habemos  probado),  nopuede  ser  Presente  ni  ofireí 
da  que  se  ofresca  á  Dios ,  i  le  sea  agradable, 
lo  cual  se  sigue  que  este  Perfume  i  Presente  de 
que  habla  Malachias,  esotra  cosa  biendiferen 
te  de  la  Misa:  es,  digo,  el  sacrifizio,  no  Ex 
pfiatorio ,  sino  Eucharístíco  de  loores  i  alabanzas 
qne  los  fieles  cada  dia  i  cada  momento  ofirezen 
á  IMos,  como  ya  habemos  dicho.  En  el  Psal- 
nio,  GXL1,  verso  segundo,  usa  d  Propheta destos 
dos  mismos  nombres  que  trasladamos.  Perfume 
i  Presente:  el  cual  lugar  ninguno  entiende  de, 
la  Misa:  Creo   que  porque  el  Propheta  dize: 
Presente  de  la  tarde:  pero  su  Misa  se  dize  á.la 
mafiana. 
Ho  es  cosa  nueva  á  Dios  euando  su  pueblo, 


I  DE  SU  SANTIDAD.  397 

lazerdotesi  Prínzipes  lo  irritaban  con  sus 
'Stiziones  i  idolatrías ,  amenazarle  que  lo 
lá,  que  no  tendría  cuenta  con  él^  i  que  se 
ría  otro  pueblo ,  que  le  sirviese  mui  me- 
con  el  cual  tendría  gran  cuenta.  S.  Pablo    ^om,,  x,  ts. 

á  este  propósito  dos  notables  pasos,  cuando 
Mas  digo  yoí  ¿  no  ha  Israel  venido  al  conos- 
alo?  Primeramente   Moisen  dize:  Yo  os  ^^^««^i  "««• 
^caré  á  zelos  con  jente  que  no  es  mía :  con 
Ignorante  os  provocaré  á  ira.  lien,  Esaías    Etai.,  lxv,  i. 
lazir :  Fui  hallado  de  los  que  no  me  bus- 
I:  manifestéme  á  los  que  no  preguntaban 
Qi ,  etc.  Lo  mismo  haze  el  Señor  en  el  lugar 
tenemos  entre  manos  de  Malachías.  Des-    Ma¿.,  i,  it. 
ido  á  los  Judíos  dize :  Yo  no  rezibo  conten- 
ílito  con  vosotros ,  dijo  Jehova  de  los  ejér- 
y  ni  de  vuestra  mano  me  será  agradable  el 
oite.  Veis  aquí   cómo  desecha  al  pueblo 
ico :  i  luego  en  el  siguiente  verso  admite  á 
íeatiles,  diziendo:  Porque  desde  donde  el 
laie,  hasta  donde  se  pone  mi  nombre  es 
le  entre  las  lentes:   i  en  todo  lugar  se 
e  á  mi  nombre  Perfume  i  Presente  limpio, 
y  pues,  Dios  que  su  Iglesia  no  estará  ya  mas    jrarc,  xvi,  is. 
rrada  en  Judea :  mas  que  se  estenderá  por 

el  mundo.  Lo  eual  se  cumplió  cuando  el 
r  envió  sus  Apóstoles  por  todo  el  mundo 
ecUoar  el  Evanjelio  á  toda  críatura.  Pro- 
za ,  pues ,  Malachías  la  vocazion  i  con-  vocazion  de  loi 
(NI  de  los  Jentiles ,  los  cuales ,  convertidos  Jentiies. 
sorazon  á  Dios ,  le  ofrezcrán  Perfume  i 
mte  limpio:  quiere  dezir,  que  le  servirán 
etilto  i  servizio  espiritual,  i  lo  adorarán 
Sj^iUi  i  en  verdad :  i  no  en  este  monte,  ni 


398  DE  LA  MISA 

en  Jerusalen  (como  dize  Ghristo  á  la  Samarf 
talla),  mas  por  todo  el  mundo.  Suelen  los  Pror 
phetas ,  cuando  quieren  hablar  de  la  vocazioi 
de  los  Jentiies ,  significar  el  culto  espiritual , 
que  los  exhortan ,  por  las  zeremonias  de  la  Lei 
I  asi,  en  lugar  de  dezir ,  que  todos  los  pueb 
se  convertirán  á  Dios ,  dizen ,  que  subirán  á  J 
rosalen :  en  lugar  de  dezir,  que  todos  los  puebl 
del  Medíodia ,  i  del  Oriente  adorarán  á  Dios 
dizen,  que  ofrezerán  las  riquezas  de  sos  tie 
por  presente.  Para  mostrar  el  grande  i  aban 
dante  conoszimiento  que  se  habia  de  dar  á  lo 
fides  en  el  Reino  de  Ghristo ,  dizen ,  que  las  hl 
jas  prophetizarán ,  los  manzebos  verán  visiones 
i  los  viejos  soñarán  sueños.  Así  ahora  Mala 
chias,  queriendo  dezir,  que  los  Jentiies 
á  Dios  en  espíritu  i  en  verdad,  dize,  que 
ofrezerán  Perfume  i  Presente ,  que  son  cósái 
que  Dios  mandaba  en  la  Lei  que  los  Judíos  I 
ofireziesen.  I  añide:  Limpio,  para  denotar  q 
este  Perfume  i  Presente  no  había  de  ser  car- 
nal ,  sino  espiritual.  ¿Qué  tiene  que  ver  esto  coi 
la  Misa ,  la  cual  es  una  invenzion  diabólica , 


profiína  la  santa  Zena?  Otros  lugares  de  la  Es- 
critura alegan  para  confirmar  su  Misa:  Pero 
con  tanta  fidelidad  i  tan  á  propósito  como  estos 
dos  de  Meichisedec ,  i  de  Malachias :  á  los  eua* 
les  por  lo  dicho  se  podrá  fáziünente  respon- 
der. 
8.*  razoD  de     La  8.^  razon  con  que  nuestros  contrarios  en- 
rioV:T  nuestra  grand«z«n  SU  Misa,  es  por  los  grandes  bienes  I 
respuesta.  provechos  que  della  reziben:  i  de  todas  estas 

razones,  i  de  otras  tales  que  alegan ,  concluyen: 
nosotros  ser  perros «  herejes,  peores  que  Juídios 


I  DB  SU  SANTIDAD. 

i  Turcos,  pues  tan  desTergonzadamente  habla- 
mo8  contra  la  Misa  ,  que  Jesu  Ghristo  instituyó, 
808  Apóstoles  la  dijeron  ,  i  toda  la  Iglesia 
Cathólica  hasta  el  dia  de  hoi  ha  zelebrado ,  etc. 
Dízen,  pues,  que  demás  de  la  oblazion  i  sacrifí- 
zio  que  Jesu  Ghristo  ha  hecho  en  la  cruz  de  su 
cuerpo  i  de  su  sangre  para  perdón  de  nuestros 
pecados,  para  reconziliarnos  con  Dios,  i  para 
alcanzarnos  la  vida  eterna ,  ha  ordenado  que 
los  Sazerdotes ,  que  son  suzesores  de  los  Após- 
toles,  consagren  en  la  Misa  el  pan  i  el  Tino ,  lo 
transubstanzien  en  el  cuerpo  i  en  la  sangre  de 
Ghristo ,  sacrifiquen  i  ofresoan  aquel  cuerpo ,  i 
aquella  sangre  á  Dios  Padre  por  la  remisión 
de  nuestros  pecados,  i  para  alcanzar  todo  lo 
que  nos  es  nezesario,  asi  al  cuerpo  como  al 
¿liiiia.  ¿I  qué  mayor  bien ,  dizen ,  puede  ser  qut 
e8te?Dizen  también  que  este  sacrifízio  aprove- 
cha á  los  defuntos  para  alivio  de  las  penas  que 
han  de  pasar  í  pasan  en  Purgatorio .-  como  ya 
zUamos  de  la  calaverna  de  Macario ,  como  lo 
cuenta    Damaszeno.    Quien    quisiere  saber  los     Provechos  de 

C)Techos  de  la  Misa ,  lea  las  Horas  Españo-  l<^  ^^^a- 
,  i  hallará  muí  muchos.  Entre  otros  que  alH 
se  cuentan,  son  estos  que  se  siguen.  La  Misa 
fale  tanto  como  la  pasión  de  Jesu  Chrito.  Iten, 
que  el  que  la  oye ,  no  se  envejeze  mientras 
la  oye.  Iten ,  que  aquel  dia  no  perderá  la  lum- 
bre de  sus  ojos.  Iten ,  que  no  morirá  mala  muer- 
te. Iten ,  que  el  que  hubiere  visto  el  corpus 
Domini ,  si  aquel  dia  muriere  súbito ,  que  se  tenga 
por  comulgado,  i  no  haya  miedo  de  condenarse: 
I  todo  esto,  dizen  ,  que  lo  dize  San  Juan  Ghri- 
sóstomo,    S.  Augustin,   S.  Jerónimo.  Porque 


400  DE  hk  MISA 

saben  levantar  falsos  testimonios.  Estos  ártica* 
los  de  Fé  han  consentido  los  Inquisidores  de 
naestra  España  mui  muchos  añps  ;  que  anduyie*^ 
sen  en  las  Horas  qjie  comunmente.se rezan.  I 
si  ahora  los  han  hecho  quitar ,  i  no  permiten  qué 
se  impriman ,  ya  en  eso  muestran  su  ignóránzia 
de  tantos  años,  que  han  permitido  i  apandado 
que  con  su  iizer^zia  se  imprimiesen.  I  el  casoes^ 
qu^  ahora  caen  en  la  cuenta ,  que  mentiras  i  abó- 
mipaziones  tan  groseras. mas  sirven  ya  el  diá  de 
hoj  para,  desengañar  al  pueblo ,  que  para  enga- 
ñarle :  i  por  eso  no  permiten  que  tales  cosas  mas 
se  impriman.  Dezimos ,  pues ,  que  la  Misa  ningún 
bien  nos  causa  t  sino  antes  grandes  males :  como 
luego  veremos. 

Ya  que  habernos  respondido  á  las  razones  con 
qué  nuestros  contrarios .  piensan  mantener  su 
Misa,  ahora,  para  mayor  coqfutazion.della,  pon- 
dremos algunos  notables,  .daños  que  causa ,  i 
grandes  absurdos'  que  nezesariamente  se  ú- 
guen  de  la  dotrina  papjstica  tocante  á  la  Misa. 
I  no  seré  mui. curioso  en  poner  aquí  todos  los 
daños  i  absurdos  que  de  la  Misa  se  siguen.  Porque 
seria  nunca  acabar.  Solamente  pondré  -los  que 
buenamente  por  el  presente  me  vienen  á  la  me- 
moria. 
Siete daflos que  ^^^^^  pues,  que  la  Misa  causa  muchos  daños: 
la  Misa  causa,  primeramente  profana  la  santa  Zena  del  Señor, 
oprimiendo,  i  menoscabando  su  muerte  i  pa^ 
sion.  2.^  Invócanse  en  ella  los  santos  ya  defuntos. 
3.^  Los  santos  ya  d^untos.son  puestos  en  ella 
por  interzesores.  .4."  El  sazerdote,  que  la.dize 
(tenga  intenzion  de  consagrar,  ó  no)^  i  el  pueblo 
que  la  oye ,  idolatra.  5.^  La  Misa  mantiene 


I  DS  Sü  SifNTIDAD.  40 1 

Otros  muchos  abusos  demás  de- la  idolatría  de  la 
Transubstanzíazion :  como  son ,  la  adorazion  de 
las  imájines ,  i  la  iriTenzíon'  del  Purgatorio ,  que 
es  un  público  Corta-bolsas.  6,^  Defraudan  en  la 
Misa  al  pueblo  de  la  mitad  del  sacramento ,  i  la 
mitad  que  dan  la  dan  tardé,  i  mal.  7.^  I  puesto 
casó  que  la  Misa  fuese  buena,  pero  dizese  en  len- 
gua estraña ,  que  el  pueblo  no  entiende  ,  i  con 
tales jestos,  meneos,  momerías,  i  monerías,  que 
mas  provocan  á  reír,  queá  devozion.  Probemos, 
pues ,  estos  siete  daños  por  el  mismo  orden  que 
los  habemos  propuesto. 

'  I  que  la  Misa  menoscabe  la  pasión  de  Gbristo,  i-^'  «iaflo. 
▼eese  claro :  porque  la  Misa ,  la  cual  se  ha  or- 
denado para  esto ,  para  que  cada  un  día  se  ofres- 
can  zien  mil  sacrifízios,  ¿que  pretende ,  sino  que 
la  pasión  de  Jesu  Ghristo ,  en  que  él  se  ofreszió  á 
sí  mismo,  i  esto  Una  sola  vez,  por  único  sacrifizio, 
quede  sepultada  i  al  rincón  ?  ¿  Quién  pensará  ser 
ndemido porla  muerte  de  Ghristo,  cuando  viere 
ana  nueva  redemzion  en  la  Misa?  ¿Quien  creerá 
sos  pecados  serle  perdonados  por  la  muerte  i 
pasión  de  Ghristo ,  cuando  viere  nueva  rermsion 
de  pecados  en  la  Misa? 

La  invocazion  es  un  tan  alto  cuito  i  servizio,  a***  daño. 
que  á  solo  Dios  se  debe.  Porque  solo  en  él  cree- 
mos. ¿Gdmo  (di^e  S.  Pablo)  invocarán  aquel  en  Rom.,  x,  i^. 
quien  no  han  creído?  De  manera  que  la  invoca- 
zkm  presupone  Fé  :  i  tal  Fé,  que  sea  fundada  so- 
bre palabra  de  Dios.  Ellos  mismos  cantan  en  su 
Misa  el  símbolo  Nizeno ,  que  comienza ,  Credo  in 
unnm  Deum,  Greo  en  un  solo  Dios.  Si  en  un  solo 
Bles  debemos  creer,  á  un  solo  Dios  debemos 
iavocar  .*  la  cual  invocazion ,  siendo  hecha  en  Fé^ 


402  BB  LA  MISA 

/oe/,  11,93.  Dios  promete,  qoe  la  oirá.  Gaalqoiera  qae  ia- 
▼ocareel  nombre  del  Señor  (dize  Joel),  escapará: 
ó  como  lo  interpreta  S.  Pablo,  Rom. ,  x,  11, i 
San  Pedro,  Act.,  n,  21,  será  salvo.  Iten,  que  solo 
Dios  deba  ser  invocado ,  pruébase  por  esta  razón: 
A  solo  el  verdadero  Dios  se  debe  ofrezer  sacrifizio 
(esto  nuestros  contrarios  no  lo  negarán):  laln- 
vocazíon  es  sacrifizio ,  como  se  dize  Psalmo  L ,  14. 
Sacrifica  á  Dios  alabanza :  ó  como  dize  la  val- 
gata  edizion ,  Sacrifica  á  Dios  Sacrifizio  de  ala- 
banza: Este  Sacrifizio  de  alabanza  manda  el 
Apóstol,  Heb.,  xiii,  15 ,  que  ofrezcamos  á  Dios.  I 
(^eas,  xiv,  3.  Ergola  invocazion,  pues  es  sa- 
crifizio, á  solo  Dios  se  debe  ofrezer.  Pero  nuestros 

y<r.,  II,  i 3.  contrarios ,  dejando  la  fuente  de  agua  viva ,  se  han 
cavado  zisternas  agujereadas  que  no  pueden  rete- 
ner el  agua :  dejan  de  invocar  á  Dios ,  i  invocan 
á  los  santos :  i  aun  algunas  vezes  á  santos  que 
no  se  sabe  quién  son :  i  que  puede  ser  qae  alga- 
nos  dellos  estén  ardiendo  en  los  infiernos.  Ejem- 
plo tenemos  desto  en  la  orazion  de  San  Roque, 
que  anda  juntamente  con  la  corona  de  nuestra 
Señora,  impresa  en  Sevilla  en  casa  de  Joan 
Gutiérrez  año  de  1581.  La  orazion  dize  desta 
manera:  Dios,  que  al  bienaventurado  Roque 
prometiste  una  tabla,  que  llevó  un  Anjel,  por- 
que el  que  piadosamente  lo  Invogabe  ,  no  sea 
ofendido  de  ninguna  aflizion  de  pestilenzia ,  etc. 
Pongo  esta  orazion  de  S.  Roque  por  ejemido, 
porque  la  tenía  á  mano:  otros  muchos  ejem- 
plos se  pueden  traer  de  sus  Misas.  Porque 
¿qué  hazen  en  todas  sus  oraziones,  qué  házená 
los  santos,  sino  invocarlos  rogándoles  que  ha- 
gan esto,  ó  lo  otro?  No  hai  mandamiento  ni  en 


I  DE  SU  SANTIDAD.  403 

d  viejo,  ni  en  el  nuevo  Testamento  en  que  Dios 
mande  invocar  á  otro  que  á  él.  Invócame  (di- 
zeBiós)  en  el  día  de  la  tribulazion ,  librar  te  lie, 
1  honrar  me  has :  nunca  dize ,  Invoca  á  tal ,  ó  á 
talÁnjel,  á  este ,  ó  al  otro  santo :  á  Abrahan,  Sa- 
nmel,  David,  Esaias,  ele.  Jesu  Ghristo,  cuan- 
do sus  Apóstoles  le  rogaron  que  los  enseñase  á 
orar,  no  les  mandó  que  invocasen  á  su  madre ,  ni 
á  tal ,  ó  tal  santo :  mas  mandóles ,  que  invocasen 
á  Dios,  i  á  él  le  demandasen  todo  cuanto  ha- 
bían menester ,  asi  para  el  cuerpo  como  para  el 
ánima.  Todo  lo  cual  se  contiene  en  la  orazion  que 
les  enseñó :  Padre  nuestro ,  etc.  I  como  no  hai 
mandamiento  de  invocar  á  otro  que  á  Dios ,  así 
no  hai  ejemplo  de  ningún  fiel ,  ni  del  viejo ,  ni  del 
naevo  Testamento ,  que  haya  invocado  á  otro  que 
á  solo  Dios.  Seguros  estamos  de  la  infinita  bon- 
dad ,  amor  i  potenzia  de  Dfos :  zlertos  estamos 
que  donde  quiera  que  estuviéremos ,  aunque  sea 
en  el  vientre  de  la  ballena ,  ó  en  la  ardiente  hor- 
naza de  fuego,  i  lo  invocáremos,  que  nos  oye. 
Pero  no  diremos  otro  tanto  de  los  santos :  cuya 
bondad,  caridad  i  potenzia,  es  limitada  icomu- 
nieada  de  aquella  infinita.  Solo  Dios  es  infinito, 
i  asi  está  en  todo  lugar.  Los  santos  son  finitos :  i 
por  eso  no  pueden  estar  en  todo  lugar,  i  asi  no 
oyen:  ni  veen  nuestras  miserias  i  nezesidades. 
I  pues  que  tratamos  deja  invocazion ,  será  razón 
dezfar  algo  de  la  orazion,  pues  así  comunmente 
La  invocazion  se  llama. 

La  orazion  es  un  familiar  coloquio  i  plática    OracioD. 
qoe  el  ánima  fiel  tiene  con  su  Dios ,  en  la  cual  le 
moestra  todas  sus  nezesidades ,  para  que  no  so- 
lamente las  oya,  como  Señor,  mas  aun  como 

27 


404  DE  LA  MISA 

Padre  las  provea :  i  cree  que  su  majestad  asi  lo 
hará :  i  así  lo  baze.  La  orazion  es  una  eleva- 
zion  del  ánima  á  Dios.  La  orazion  es  una  escala, 
por  la  cual  el  ánima  sube  desde  este  valle  de  lá- 
grimas ,  desde  este  profundo  de  miserias ,  i  pene- 
tra todos  los  zielos ,  i  no  para  hasta  presentarse 
delante  de  Dios ,  i  proponerle  todas  sus  nezesi- 
dades ,  creyendo  que  como  buen  Padre  las  ha  de 
proveer.  Esta  escala  de  la  orazion  tiene  cuatro 

escalones. 

Escala  de  la  orazion. 

t.o  La  nezesidad  nos  constriñe  á  orar. 

2.^  El  prezepto  de  Dios  lo  manda. 

3.0  La  promesa  nos  liaze  ziertos  de  ser  oídos. 

4.0  La  Fé  alcanza  lo  que  se  pide. 
El  hombre  es  de  tan  mal  natural  i  condizion, 
es  de  si  mismo  tan  altivo  i  soberbio ,  que  nunca 
se  sujetaria  á  Dios  ,*  ni  lo  invocaría ,  sino  es  que 
la  nezesidad  lo  constriña.  Por  eso  dezia  David: 
p«a/.  cxix,  71.  Bueno  es  para  mi  que  me  has  humillado  (ó  aba- 
tido):  i  un  poco  antes  habia  dicho :  Antes  que  yo 
fuera  humillado  (ó  abatido),  yo  erraba.  El  bien 
que  deste  abatimiento  sacó  David  (el  cual  debe 

p^aí.cxyi  1.    ^*^*^  ^^^^  Christiano),  es  que  se  humilló  de- 
lante de  Dios,  i  lo  invocó.  Los  santos,  viéndose 
oprimidos  con  afliziones  i  angustias,  reconozeiK 
sus  faltas ,  i  invocan  á  Dios.  Así  lo  hizo  Bavid^. 
cuando  dijo:  A  Jehova  llamé,  estando  en  an — 
gustia ,  i  él  me  respondió.  Pero  los  impíos  cuan — 
do  son  aflijidos,  blaspheman  contra  Dios,  i  des-  — 
esperan.   Esta  es  una  marca  con  que  los  bijo-^ 

Ps(i¿.  L,  is.  de  Dios  se  diferenzían  de  los  que  no  lo  son.  ^C 
2.0  escalón  es,  que  Dios  manda  que  lo  invoque' 
mos.  Invócame  en  el  día  de  la  tribulazíon.  El  3.^' 


1  DB  8U  SANTIDAD. 


4D5 


tmes^  qae  la  promesa  nos  haze  ziertos  de 
3id08.  I  asf  cuando  Dios  manda  á  David 
io invoque,  le  promete  que  lo  librará:  i  añi* 
que  euando  el  aflijído  invoca  á  Dios,   le 
gcan  «ervizio :  i  honrar  me  has ,  díze.  Iten, 
rXfllf  11»,  dize :  llamarme  ha,  i  luego  promete.* 
¡e  cesponderé :  con  él  estaré  yo  en  el  an- 
llit  (^caparlo  he,  i  glorificarlo  he.  La  sagra- 
acritura  promete  en  diversos  lugares ,  que  el 
iaiecare  el  nombre  del  Señor,  será  salvo.* 
enoúngun  lugar  promete,  ayuda,  socorro 
lüdal  que  invocare  á  otro ,  por  santo  que  sea, 
áDios.  £1  cuarto  escalón  es:  La Fé alcanza 
[ue  se  pide.  Todo  lo  que  orando  pidierdes 
\  Ghrísto),  creed  que  lo  rezibireis,  y  os  ven- 
Esta  Fé  tenia  David ,  cuando  dezia :  Jeho- 
íjtá ,  cuando  yo  clamare  á  él.  La  epístola  ú 
ÍEebreos ,  capítulo  undécimo ,  confirma  esto 
iDfUchos  ejemplos.  Leed  este  capítulo :  por- 
ep  él  se  pinta  al  vivo  la  virtud  i  eficazia  de 
é:.8inla  cual  (díze),  que  es  imposible  agra- 
4  Dios.  Si  el  corazón  no  es  sinzero ,  simple  i 
lido,pormas  que  grite  á  Dios,  no  lo  oirá: 
p  00  oyó  á  Esau ,  aunque  con  lágrimas  pe- 
jyi  oyó  á  Saúl ,  ni  á  otros  muchos  de  doblado 
\ZQ^.  I  para  hazer  al  corazón  sinzero  sola  lu 
>i^.  Ella ,  pues ,  es  la  que  alcanza  lo  que  pe- 
pe. £1  prezepto  que  nos  manda  orar ,  es  de 
I,  1  no  de  las  criaturas,  la  promesa,  que 
l^ize  ciertos  que  seremos  oidos,  Dios   la 
»,,  r  no  las  criaturas :  la  fé ,  que  alcanza  lo  que 
Ififig  esfé  en  Dios,  y  no  en  las  criaturas.  De  aquí, 
Dgran  razón ,  concluiremos,  que  esta  escala  de 
r^zíon,  que  (ales  escalones  tien^,  no  nos  lleva 


/Oe/,  !!,  23. 

Actos^  II»  ai 
Rom.^  X,  «3. 


Marc,^  XI,  24. 
Psa/.  IV,  4. 


HeO.^  XII,  17. 


466  DB  LA  MISA 

á  las  criaturas,  sino  al  Criador,  al  solo  Dios  on:: 
potente.  A  él  solo,  pues,  adoremos,  á  él  solo  in? < 
qaemos,  á  él  solo  oremos.  Porque  haziéndol 
así ,  estaremos  ziertos  que  no  seremos 
Él  nos  baga  la  grazia  que  sintamos  de  veraj 
nuestra  nezesidad  i  miseria,  i  asi  -sintiéndola  1* 
infoquemos,  ziertos  que  por  su  bondad,  prom< 
i  por  el  sacrifízio  con  que  su  unijénito  Hij* 
nos  reconzib'ó  con  él,  nos  oirá. 
3.*'  dafio.  No  hai  Misa  que  no  esté  llena  de  ¡nterzesici^BH)- 

nes  de  santos,  i  aun  el  mismo sazerdote^  qaelK~  la 
dize,  presume  ser  medianero  i  interzesor  pari^cira 
con  Dios ,  á  fin  que  perdone  los  pecados  de  aqu^  se- 
llos por  quien  dize  su  Misa,  séanse  tItos  é 
muertos :  i  no  solamente  interzede  por  los  hoi 
bres,  mas  aun  por  el  mismo  Ghristo ,  rogando 
Padre  que  lo  reziba  i  azepte  como  azeptó  el 
crifizio  de  Abel ,  de  Abraban ,  i  de  Melchlsedi 
lo  cual  trataremos  en  el  4.^  daño  que  la  Mil 
haze.  Pero  no  hai  otro  Medianero  sino  solo  Jes 
Ghristo.  La  razón  es  esta :  porque  el  que  ha  &  ^ 
ser  Medianero ,  ha  de  estar  en  grazia  de  ambav^^ 
partes  entre  las  cuales  se  haze  medianero :  pcr'-^ 
que  si  está  en  odio  con  alguna  de  las  partes,  ón< 
es  bien  querido ,  nunca  hará  nada :  siempre  s< 
tenido  por  sospechoso.  Por  eso  fué  menester* 
que  habiendo  el  hombre  ofendido  á  Dios,  i  ha- 
biéndose de  reconziliar  con  Dios ,  fué ,  digo ,  me^ 
nester,  queelreconziliador,  interzesor,  abogado 
i  medianero  fuese  verdadero  Dios,  i  Terdadera 
hombre.  Porque  si  solamente  fuera  hombre* 
fuera  pecador  conzebido  i  nazido  en  pecado: 
i  a^  no  hiziera  nada  con  Dios.  I  si  fuera  Dios 
i  no  hombre,  no  pudiera  satisfazer  á  la  jostizisi 


I  DE  SÜ  SAirriDAD.  407 

tos  muriendo  (como  murió  nuestro  Media- 
i  interzesor  Ghristo,  i  muriendo  satisfizo 
;ó  todo  cuanto  el  hombre  debia  álajustizia 
ios).  Gomo  el  pecado ,  por  haber  sido  come- 
contra  el  infinito  Dios,  era  infinito,  así  la 
por  el  pecado  fué  menester  que  fuese  in- 
I :  i  asi ,  la  hizo  el  infinito  Dios  i  hombre 
ito.  No  bai ,  pues,  otro  ningún  interzesor  ni 
¡anero  para  alcanzar  perdón  de  pecados  del 
*«,  sino  solo  Ghristo :  porque  como  no  bai  que 
Ik» ,  asi  no  hai  que  un  Medianero  entre  Dios 
hombres,  el  hombre  Ghristo  Jesús,  como 
Sao  Pablo.  Él  solo  es  el  Medianero  del  /,  rím, n,  s. 
o  Testamento ,  como  en  muchos  lugares  de 
listóla  á  los  Hebreos  lo  testifica  el  Apóstol,  mb.yiu, «,  > 
nismo  que  dijimos  de  la  Invocazion,  dezimos  **'  **' '  ^"'  '** 
íen  ahora :  que  no  hai  mandamiento  ningu- 
sDios ,  que  mande ,  poner  á  los  santos  ya  de- 
is por  interzésores ,  ni  hai  ejemplo  ninguno 
i  el  viejo  ni  en  el  nuevo  Testamento,  que 
B  fiel  los  haya  puesto  por  interzésores.  ^o 
mos  á  buscar  pan  de  tras  trigo  .*  porque  no 
e  ser  mejor  pan ,  que  el  de  trigo  .*  no  dejemos 
erto  por  lo  dudoso.  Ziertos  estamos  por  la 
m  de  Dios ,  que  Jesu  Ghristo  es  nuestro  In- 
isor:  que  los  Santos  lo  sean,  no  nos  consta 
a  sagrada  Escritura :  1  no  nos  constando,  sin 
dudando,  los  pondremos  por  interzésores. 
lo  lo  que  no  prozede  de  Fé ,  es  pecado ,  como 
ae  S.  Pablo  á  los  Romanos:  i  escribiendo  á  '^^•'  **^'  '^* 
Mbreos,  dize.*  Sin  Fé  es  imposible  agradar    ^«^m^**** 


melayamos,  pues,  de  aquí,  que  á  solo  Ghris- 
Bbemos  poner  por  nuestro  interzesor :  i  que 


408  DE  LA  MISA 

la  HSsa  desvaría  poniendo  á  otro  qae  á  GhrisU 
por  inCerzesor  para  alcanzar  perdón  de  pecado^ 
I  no  solamente  Ghrísto  fué  nuestro  mter2< 
it  Juan,  11, 1 .  muriendo ,  mas  aun  ahora  lo  es :  como  lo'  dize  S^  ^* 
Juan  en  su  Gathólica:  Hijitos  míos,  estás  cosa^ss.  ^ 
08  he  escrito  para  que  no  pequéis :  i  sí 
hubiere  pecado.  Abogado  tenenios  delante  deL 
Padre  á  Jesu  Ghristo  justo ,  etc.  Si  hubiera  mi 
s.  Juan  no  dize:  abogados  que  uno ,  S.  Juan  sin  duda  ninguna  áij< 

mosf  Sfno  AbogaT-  *"* '  Abogados  tenemos ,  i  los  nombrara.  Mas  co- 
do. *  mo  de  zierto  sabia  que  no  hai  que  un  solo  abog} 
do,  dijo:  Abogado  tenemos,  i  lo  nombró,  á  J^i 
Ghristo:  i  añidió,  Justo:  por  el  cual  tiCiilo  ex- 
cluyó todos  los  otros  hombres,  los  cuales  r  todos 
sin  sacar  ninguno ,  son  de  su  naturaleza  hijos  át 
ira ,  concebidos  i  fraguados  en  el  tieotre  ót  si 
madres  en  pecado :  como  lo  testifica  aquel 
Pia/.Li,  7.      Proj^eta  i  Rei  David.  Esta  dotrina  tan 

fera,  i  tan  llena  de  consolación ,  que  Jesu  Ghristc^^  -^ 
sea,  aun  ahora ,  nuestro  medianero  i  interzesor,  ^ 

que  lo  será  en  k>  porvenir,  Satanás  la  ha  escure    -^'^ 
zido  i  sepultado  por  muchos  años  en  la  Iglesia      ^• 

¿Quién  había  que  en  viéndoseen  nezesidad  i  mise ^ 

ria  w  acordase  de  Jesu  Ghristo  para  ponerlo 
interzesor  i  Abogado  delante  del  Padre?  une» 
acojian  á  un  santo,  ó  santa,  i  otros,  á  otro,  ó,  á  otra. 
seguneu  zelo  sin  szienzia,  i  según  su  loca 
vozion.  I  aun  algunas  vezes  ponian  por  intwzeso — 
resaquellos cuyas  ánimas  ardian  en^  el  infierno.  Hc^ 
es  exMa nueva  álos Papas,  descanonizar  á  los qu^ 
otraa  Papas  habían  canonizado  por  santos,  fijenh-- 
pío  el  Papa  Bonifazio  VIII,  que  descanonizó  á  Har<^ 
nnno  Ferrarlense,  mandándolo  desenterrar  i 
qo^mar,  dequies  de  haber  estado  trelnla  afioeren^ ' 


I  DE  8Ü  SANTIDAD.  499 

terrado :  en  el  cual  tiempo  había  sido  tenido  por 
santo,  i  como  tal  invocado  de  todos.  I  al  con- 
trario ,  Papa  ha  habido,  que  ha  canonizado  por 
santo ,  al  que  otros  habían  condenado  por  hereje. 
S.  Jerónimo  i  el  Papa  Dámaso  condenaron  por 
Anfano  al  Papa  Liberto :  pero  Gregorio  Vil  lo  ca- 
nonizó por  santo.  En  doliendo  la  muela ,  llama- 
bwi  á  santa  Polonia :  en  teniendo  mal  de  ojos, 
á  santa  Lucía:  para  la  garganta ,  invocaban  á  San 
Blaa:  para  la  pestilenzia,  á  San  Roque,  pasaban 
mas  adelante ,  i  desvergonzábanse ,  poniendo 
por  interzesora  á  la  Magdalena  para  sus  suzios 
amores.  La  que  no  se  podia  empreñar,  ponia  por 
interzesor,  ¿quién,  si  pensáis?  Al  gran  jiganton 
de  6.  Chrislíiival,  cuya  legenda  por  ser  tan  fabulo-  s/^fhíutóvafaun 
sat  el  Papa  Paulo  111  mandó  quitar  del  Breviario  «egun  ei  Papa  es 
Romano ,  que  él  hizo  correjir :  como  lo  notamos  ^ i>^*'>i<^'"- 
en  la  vida  de  Marzelo  segundo.  Cuantos  reinos,    , 
caantas  provinzias ,  cuantas  poblaziones ,  cuan- 
tas casas ,  i  cuantas  personas  habia ,  otros  tantos 
dioses  tutelares  tenian ,  á  los  cuales  ponían  por 
sus  Interzesores:  Dios  nuestro  hazedor,i  ie- 
•so:  Ghristo  nuestro  Redemptor  dormían.  Desto 
se  quejan  los  Prophetas,  i  prinzipalmente  Je-  j0r.,ii,  98;ixi, 
rsmias  cuando  dize:  Porque  al  número  de  tus  *^' 
ziodades,  ó  Juda,  fueron  tus  dioses.  Bendito  sea 
el  Señor,  que  por  su  gran  misericordia  nos  ha 
qnerido  hazer  tan  gran  merzed  en  estos  últimos 
t^mpos ,  de  renovar  i  resuzitar  esta  tan  admira- 
ble dotrina  i  tan  llena  de  consolazion ,  la  cual 
en  el  tiempo  de  las  tinieblas ,  de  la  ignoranzia, 
i  luperstizion ,  habia  estado  como  muerta  i  se- 
pultada. 
Contaré  aquí  en  breve,  un  caso  que  sobre  esl,a 


410  DE  LA  MISA 

materia  acontezíó.  Habrá  36  años,  quehablanA-  ^ 
uno  con  un  graduado ,  con  un  maestro  en  Israel  ^ 
entre  otras  cosas  le  dijo :  Jesu  Ghristo  ser  aa       ^ 
ahora  nuestro  abogado.  El  maestro  se  marabílk 
pareziéndole  nueva  dotrina  lo  que  se  le  dezis 
porque  nunca  tal  habia  oido  ni  leido.  El 
viéndolo  marabillado ,  se  marabiUó  de  su  mal 
billa:  i  para  confirmazion  de  lo  que  le  habi^ 
dicho,  le  alegó  el  paso  de  San  Juan:  Abogad»^    Jo 
tenemos  delante  del  Padre  á  Jesu  Ghristo, 
S.  Pablo  confirma  esta  dotrina.  Rom.  ,yin9  3^ 
hablando  de  Ghristo,  dize.  El  cual  está  á  ladíestr. 
de  Dios,  i  interpela  (ó  interzede)  por  nosotros.        ^^ 
Hcb.,  vn,  25.  Por  lo  cual  puede  también  salva  ^^ 
eternalmente  á  los  que  por  él  se  allegan  á  Dios,  ▼i'^^' 
viendo  siempre  para  rogar  por  ellos.  Bien  creí»   ~ 
este  maestro  que  los  Santos  eran  abogados :  ma. 
que  Jesu  Ghristo  lo  fuese,  no  lo  creia,  ni  lo  sabia. 
Si  este  siendo  maestro  en  Israel  ignoraba  esto,  ¿di 
qué  nos  espantaremos,  si  el  pueblo  Ignorante 
ignore?  ¿de  qué  nos  marabillarémos  si  las  veje- 
zaelas  no  lo  sepan?  Lo  que  digo ,  que  no  hai  otrc 
Interzesor  que  Ghristo,  cutiéndolo  cuanto  á  al — 
canzar  perdón  de  pecados :  porque  de  otra  ma — 
ñera ,  los  unos  pueden  i  deben  rogar  á  Dios  poi 
los  otros.  I  asi  San  Pablo  se  encomienda  en  Ibí 
oraziones  de  aquellos  á  quien  escribe ,  para  qu< 
megnen  á  Dios  por  él ,  i  el  mismo  Apóstol  roga- 
ba á  Dios  por  ellos.  Si  el  Sazerdote,  diziendo  si 
Misa,  dijese  que  rogaba  á  Dios  de  la  manera  qae^ 
el  Apóstol  rogaba  á  Dios  por  aquellos  á  qalem. 
escribía,  la  tal  orazion  seria  buena,  si  fuese  he- 
cha en  fé.  Pero  presumir  de  ser  interzesor,  í 
vender  su  sacrifizio  por  de  tanta  virtud  i  efica- 


1  DE  Sü  SAIITIDAD.  41 1 

zía,  como  la  misma  muerte  i  pasión  de  Gliristo, 
ya  eso  es  intolerable  i  demasiada  soberbia.  Go- 
mléiizense  á  humillar ,  i  dar  la  gloria  á  Dios :  el 
caal  solo  perdona  los  pecados,  i  esto  lo  haze  por 
la  sola  interzesion  de  Ghristo,  i  por  la  virtud  del 
ánico  sacrifizio  que  él  solo  una  vez ,  i  no  mas, 
ofirezió  á  su  Padre. 

Bl  cuarto  daño  que  dezimos  que  haze  la  Misa,    «.*  daño. 
i  este  pasa ,  i  en  ninguna  manera  se  debe  supor-     ki  sazerdote 
lar,  es  que  el  s^erdoteque  la  dize,  i  el  pueblo  que  ?e?puebioquc"a 
la  oye,  idolatra.  Guan  gran  pecado  sea  la  idola-  oye  idolatra. 
irla,  i  cuanto  lo  abomine  Dios,  mas  que  á  todos  los 
otros  pecados,  ya  lo  habernos  dicho  alprinzipio  de 
nuestro  primer  Tratado.  Dizen  nuestros  contra-    y^moridad  del 
ríos,  que  el  sazerdote  ordenado  de  Misa,  tiene  au-  sazerdote  papia- 
toridad  i  poder  de  Ghristo,  i  de  su  Vicario  el  Papa,  ^'^°' 
jwra  que  dizíendo  las  palabras  que  llaman  de  con- 
sagrazion:  Hoc  est  enim  carpus  meum  (con  tal 
que  las  diga  super  debitammateriam,  sobre  ma- 
teria competente ,  i  con  intenzion  de  consagrar), 
mudé,  convierta,  transforme  i  transubstanzie  (esta 
última  palabra  es  laque  les  piaze)  el  pan  encuer- 
po de  Ghristo ,  i  el  vino  en  sangre  de  Ghristo.  De 
manera,  quesease  el  Sazerdote  quien  quisierdes, 
TlTa  en  pecado  mortal,  amanzebado  (como  la 
mayor  parte  dellosloson ),  séase  el  mayor  bellaco 
i  iafome  del  mundo ,  pero  con  todo  esto ,  dizen 

3ae  tiene  esta  autoridad,  de  hazer  bajar  á  Ghristo 
el  zielo  en  acabando  de  dezir  las  palabras:  Hoc 
^H  enim  Corpus  meum ,  i  ponerlo  en  el  lugar  do 
estaba  el  pan  i  el  vino ;  de  manera  que  no  haya 
mas  pan,  ni  mas  vino  (porque  la  substanzia  del 
pan ,  i  del  vino ,  se  ha  desvanezido  i  anichilado), 
sino  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo :  el  cual  está 


412  DE  LA  MISA 

allí  verdaderamente,  realmente,  corporalmente 
i  carnalmente  (estos  son  sus  propríos  términos)) 
tamaño  i  tan  grande ,  tan  corpulento  i  tan  largo 
como  estuvo  en  la  cruz  ,  cuando  murió  por  nos- 
otros pecadores.  Esta  es  su  dotriiia.  I  porque 
nosotros  no  creemos  tales  desvarios,  que  m 
contra  la  palabra  de  Dios ,  i  contra  lo  que  los 
Dotores  antiguos  enseñaron  (como  lo  probare- 
mos ,  nos  condenan  por  herejes ,  nos  persiguen 
cruelisiroamente  á  fuego  i  á  sangí^ ,  peor  que  si 
fuésemos  Judíos  ó  Turcos.  Pero  otro  mas  fuerte 
que  ellos ,  á  pesar  dellos ,  nos  ha  defendido  dec 
líos,  defiende,  i  defenderá.  Quien  quisiere  saber 
mas  de  raíz  esta  su  dotrina,  lea  sus  nuevos  Con- 
zilios,  en  los  cuales  los  Papas ,  tiránieamente 
por  sus  Legados,  han  presidido,  lea  sus  Decretos, 
Decretales,  Sextos,  Glementinas  i  Extravagan- 
tes :  allí  hallará  asaz :  no  lea  la  sagrada  EscrítarSf 
porque  nada  hallará  en  ella  que  confirme  tales 
scotus  tuper  4  desvarios.  Escoto ,  uno  de  los  prinzipales  pilares 
^^"''  de  su  Iglesia,  dize,  que  aunque  el  sazerdote  no  es- 

tuviese revestido  para  zelebrar ,  ni  en  estado  de 
grazia,  ni  sobre  algún  altar,  pero  sí  dijese  ]«A 
cinco  palabras,  ó  las  cuatro,  dejado  el  £nim« 
sobre  todo  el  pan  que  está  en  la  plaza ,  ó  en  la 
panetería,  i  sobre  todo  el  vino  que  está  en  la  bo- 
dega ,  en  el  mismo  momento,  cuantos  panes  hu- 
biese en  la  panetería ,  ó  en  la  plaza ,  con  tal  que 
tenga  intenzion  de  consagrar,  serian  converti- 
dos i  transubstanziados  en  el  cuerpo  de  Jesu 
Ghristo :  i  todo  el  vino  de  la  bodega,  se  conver- 
tiría en  sangre  de  Ghristo,  por  virtud  de  las  psi- 
labras  dichas  i  pronunziadas  del  Sazerdote.  De 
aquí  viene  que  no  habiendo  pan ,  sino  cuerpo 


I  DE  SU  SAirriDÁD.  413 

<le  Ghritlo  en  d  saeramento,  lo  guardan  en  ana 
sagrarioa,  para  qae  eaando  hubiere  algún  eníér 
no,  lo  néfan  en  proateaion  con  zirioa  enzendi* 
«ioo,  pera  que  d  enfermo  lo  adore  i  lo  reziba  para 
sahratlon  de  su  ánima.  Dizen,  que  JesuGhristo 
está  de  la  manera  que  habernos  dicho ,  no  sola- 
menle  en  una  Misa,  mas  en  zien  mil,  si  tantas 
se  dijesen  en  un  momento :  i  no  solamente  está 
Codo  Ghristo  en  toda  la  Hostia ,  mas  aun  en  cual« 
^^era  partezita ,  por  mínima  que  sea :  de  manera 
«pie  Ghristo  está  en  la  hostia,  como  el  ánima 
«n  el  cuerpo ,  todo  en  toda ,  i  todo  en  cualquiera 
parte  della. 

Confirman  esta  su  dotrina  de  la  Transubstan-  q^e  coñflrmtnu 
aúazíon,  primeramente  con  la  onipotenzia  de  tramubstaniia- 
SHos:  que  pues  que  Dios  pudo  de  nada  criar  algo,  '*^°' 
^^riar  el  zielo  i  la  tierra;  i  todo  cuanto   está       ** 
«n  ellos,  cuánto  mejor  podrá  hazer  que  una  co- 
98  ae  convierta  i  transubstanzie  en  otra.  2.*  Dizen,       a.* 
«]iie  pues  Jesn  Ghristo  es  verdad  infalible,  que  ev 
iXBenester  que  lo  que  él  dize,   sea  como  él  lo 
^ze:  i  pues  él  dize  Hoc  est  corpus  meum,  Esto 
«a  mi  cuerpo,  infieren  que  el  pan  ya  no  es  pan, 
^no  cuerpo  de  Ghristo.  3.*  También  alegan  di-       s.* 
^^hos  de  dotores  para  confírmazion  de  su  opinión. 
Seapondiendo  á  estas  tres  razones  con  que  con- 
firman su  Transubstanziazion ,  me  pareze  que 
liabremoa  respondido  á  todo  cuanto  en  esta  ma- 
1;eria  nos  pueden  objetar. 

A  lo  que  dizen  de  la  onipotenzia  de  Dioa^    Respuesu  á  u 
MHittca  Dios  tal  permita  que  nosotros  la  negué»- ^on^gae 'confli^ 
«nos.  Nosotros  la  confesamos:  i  podrá  ser,  i  man it  trtniub»- 
aun  sin  podrá  ser,  mui  mejor  que  ellos.  I  así)*"»*»»*»"- 
confesamos  con  todo  nuestro  corazón  lo  que 


414  DE  LA  HISA 

díze  el  Símbolo.  Creo  en  Dios  Padre  onipotenle 
(todo  poderoso).  Loque  dezimos  es,  qae  no  es 
buena  manera  de  argumentar  de  la  potenzia  al 
acto.  Dios  por  ser  onipotente ,  puede  otra  Tez  ane- 
Jénet.,  IX,  1 1 .    gar  á  todo  el  mundo ,  como  lo  anegó  en  tiempo  de 
Noe:  i  la  maliziade  nuestros  tiempos  no  es  me- 
nor, sino  mui  mayor  que  la  de  entonzes.  Con 
toda  esta  su  onipotenzía ,  i  con  toda  naestra  es- 
tremada  malizia  sabemos  que  no  lo  anegará:  por- 
que así  lo  prometió  á  Noe,  cuando  le  dijo:  Toes- 
tablezeré  mí  conzierto  con  vosotros ,  qae  no  será 
talada  mas  toda  carne  con  aguas  del  dllavio,  ete., 
i  para  sellar  i  confirmar  esta  promesa  le  dio  Dios 
por  señal  deste  conzierto  el  Arco  del  zielo,  ete. 
Leed  la  historia.   A  este  mismo  propósito  se 
díze  en  el  Psal.  gxl,  9,  que  Dios  puso  á  las  aguas? 
término,  el  cual  no  traspasarán  ni  volTcrán  á  GU-* 
brir  la  tierra.  I  Dios  hablando  de  la  mar  con  Job,' 
cap.  XXXVIII,  10,  díze:  Determiné  sobre  ella  mi  de- 
creto, i  le  puse  puertas  i  zerrojo.  I  dije:  Hasta  acpi 
vendrás,  i  no  pasarás  adelante,  i  allí  parará  la 
hinchazón  de  sus  ondas.  Veis  aquí  cómo ,  aun- 
que Dios  de  absoluta  potenzia  pueda  anegar 
otra  vez  todo  el  mundo,  pero  no  lo  anegará.  Aaí,' 
pues ,  ahora  dezimos,  que  Ghriito  podría  hazer  lo 
que  ellos  dizen ,  aníchilar  la  substanzia  del  pan  i 
transubstanziarse  en  él:  pero  dezimos,  que  no  lo 
hará:  porque  quiere  estar  sentado  á  la  diestra 
de  su  Padre  en  el  zielo,  i  no  bajar  acá  jamás,  se- 
gún su  humanidad,  según  la  carne  que  tomó  de 
la  Vírjen,  según  la  carne  en  que  murió,  hasta 
tanto  que  venga  á  juzgar  los  vivos  i  los  muertos. 
I  asi  á  este  propósito  dijo  á  sus  Díszípulos: 
Siempre  tendréis  pobres  con  vosotros:  pero  á  mi 


I  DE  Sü  SiLHTlDAD.  415 

no  me  lendreit  siempre.  Porque  pasados  los 
cuaroita  dias  después  de  sa  resurrezion  subió  á 
lossiekM,  i  se  sentó  á  la  diestra  del  Padre,  etc. 
Beto  entendía  moi  bien  su  Apóstol  S.  Pedro,  cuan- 
do en  un  sermón  que  predicó  en  Jerusalen  dijo: 
Al  cual  [Christo]  zierto  es  menester  que  el  zlclo  "^^^^ "'» **' 
tenga  hasta  los  tiempos  de  la  restaurazion  de  to- 
das las  cosas.  I  esto  es  un  artículo  de  nuestra 
Fé,  que  confesamos  en  el  símbolo,   que  Jesu 

-  Christo  subió  á  los  zielos,  i  está  sentado  á  la  dies- 
tra de. Dios  Padre:  de  donde  ?endrá  á  juzgar  los 
▼ÍTOS  i  los  muertos.  No  vendrá,  pues,  á  transubs- 

tanziarel  pan   en  su  cuerpo.  Herejes,  asique,    Herejfa  délos 
son  nuestros  contrarios,  negando  de  hecho  este  ^*^ '  *' 
artlculo.de  Fé,  que  de  boca  confiesan  en  el  sím- 
bolo. Concluyamos  de  aquí,  que  Christo,  ya  que 
puede,  pero  que  no  quiere  transubstanziarse  en 

-  el  pan :  sino  estarse  sentado  á  la  diestra  del  Padre, 
basta  tanto  que  venga  á  juzgar,  etc. ,  como  la  sa- 
grada Escritura  lo  testifica ,  i  en  el  símbolo  lo  con- 
fesamos. 

2.®  Ló  segundo  con  que  confirman  su  transubs-  .^l^?*?"*.™!' 

t         ^*    •  ^  jj'i"     «00  de  la  iran- 

tanziazioui,  es,  que  Jesu  Christo  es  verdad  mfa-  tubatanzuiion. 
lible:  i  que  por  tanto  es  menester,  que  lo  que  él 
dize ,  sea  como  él  lo  dize :  él  dize :  Esto  es  mi  cuer- 
po: sigúese^  pues,  que  aquello  es  su  cuerpo:  i  si 
es  cuerpo  de  Christo,  no  es  pan.  Nosotros  con- 
finamos con  Esaias  i  con  San  Pedro ,  que  Jesu    ^•«*m  ""» •• 
Christo .  nunca    cometió   pecado :    confesamos    ^»  ''•''•»  "♦  "* 
que  nunca  se  halló  mentira  ni  engaño  en  su  bo- 
ca: porque  él  es  lo  que  él  de  si  mismo  dize:  El    jtutn,  xiv,  e. 
camino,  la  verdad,  i  la  vida.  También  confesa- 
mos el  haber  dicho  oon  su  propria  boca :  Esto  es 
mi  cuerpo:.!  así  creemos  que  lo  es:  porque  no 


r 


^6  DB  I«4  W$A: 

afriamos  GhrisUaoos ,  ai  negásemos  lo  que. unas- 
tro  Reí,  Propheta  i  Sacerdote  afirma.  Hasta 
aquí  coDYenimos  con  nuestros  contraríos.  La  di- 
{erenzia  que  entre  ellos  i  nosotros  hai,  es  cuanto 
al  modo :  Cómo ,  ó  en  qué  manera ,  aquello 
[ue  Jesu  Ghristo ,  por  medio  de  su  Ministro,  nos 
en  la  santa  Zena ,  sea  verdadera  i  realmente 
cuerpo  i  sangre  de  Jesu  Giiristo.  Para  poder  me- 
jor entender  esto,  será  menester  usar  de  ia  dís- 
tÍQKÍon,  que  el  Señor  usa  cap.  vi  de  S.  Juan,  que 

come™rchristOf  ^J*'  ^^^  maneras  de  comer  el  cuerpo  de  Ghristo: 
iioa carnal, i  otra  una  Carnal,  i  Otra  espiritual.  Gomunmenle  cuan- 
espiritual.         ^^  y^  Escritura  opone  la  carne  al  Espíritu ,  por 
carne  entiende  la  parte  del  hombre  no  rejene' 
rada ,  ni  sujeta  á  la  leí  de  Dios.  Asi  llamamos  á. 
los  hombres  sin  ningún  conoszimiento  de  Dios». 
hombres  carnales ,  animales,  sensuales.  Ho  se  to — 
ma  aquí  en  esta  manera.  Por  carne  se  entiende  1^ 
misma  carne  de  Gliristo ,  juntamente  con  su  san — 
gre ,  huesos  i  nervios ,  etc. ,  cual  Jesu  Ghristo  lat 
tuvo  cuando  nazió ,  i  vivió  en  este  mundo,  cuando 
murió  i  resuzitó,  etc.  La  segunda   manera  de 
manducazion ,  que  se  llama  espiritual ,  es  cuand<^ 
el  fiel  Ghristiano ,  estando  su  cuerpo  aquí  abajo, 
se  levanta  tan  alto  en  espíritu ,  que  vuela  con  las 
alas  de  la  Fé,  i  de  un  vuelo  penetra  todos  los  zi^ 
los ,  i  no  para ,  hasta  llegar  al  trono  de  la  Süyes- 
tad  de  Dios  Padre,  á  cuya  diestra  halla  sentafk) 
á  su  Redemptor ,  i  hartador  Ghristo ,  i  hallándolo 
con  gran  alegría  se  harta  del  .*  come  su  gloriólo 
cuerpo,  i  bebe  su  preziosa  sangre.  I  si  de  mui  bue- 
na gana  el  fiel  lo  come ,  de  mui  mejor  el  Señor 
se  da  á  si  mismo  para  sustentar  las  ánimas ,  que  él 
con  la  muerte  de  su  cuerpo ,  i  con  el  derrama^ 


I  DB  8Ü  «ÁRTIDAD.  417 

'iiiento  de  su  sangre  rescató.  El  que  con  su  cuer- 
po i  con  su  sangre  las  rescató,  con  su  cuerpo  í 
oon  su  sangre  las  quiere  mantener :  pero  no  car- 
nalmente ,  sino  espiritualmente  por  Fé ,  como  ha- 
bernos djcho. 

Nuestros  contrarios  creen  en  su  Misa  estar  Leed  la  recenta- 
el  cuerpo  de  Ghristo  en  la  primera  manera.  fl^mJndj^'^haier 
Creen  que  la  boca  toma ,  los  dientes  mascan ,  el  ¿    Bcnrengarid, 
garguero  traga,  i  el  estómago  rezibe  el  mismo  {}S®poJoiimíí°ab«- 
euerpo  carnal  que  nazió,  que  murió,  que  re- jo  respondiendo 
suzitó,  etc.  Quieren  entender  las  palabras  do  ** '^*  ^^"''""''• 
Ghristo  al  pie  de  la  letra :  venga  lo  que  viniere. 
'Pero  el  mismo  Ghristo ,  hablando  de  la  nezesi- 
dad  que  tenemos  de  comer  su  carne ,  i  de  beber 
su  sangre,  dize.-  Las  palabras  que  yo  os  hablo,    jaan,yi,63. 
Espíritu  i  vida  soa.  Quiere  dezir:  lo  que  os  he 
dicho  de  comer  mi  carne,  i  de  beber  mi  sangre, 
no  lo  entendáis  al  pie  de  la  letra ,  como  suena 
earnalroente :  alzad  el  entendimiento ,  i  enten- 
deldo  espiritualmente.  Los  Gapernaitas,  i  aun    juan,  yi^^o. 
muchos  de  los  Diszipulos  (como  lo  dize  S.  Juan), 
eotendian  las  palabras  de  Ghristo  carnalmen- 
te.  I  asi  dezian,  que  era  dura  cosa,  i  mur- 
muraban dello  :  á  los  cuales  Ghristo  desengaña, 
diziéndoles ,  que  entiendan  sus  palabras  espiri- 
tualmente. Veis  aquí  cómo  nuestros  contrarios 
aon    peores  que   los  Gapernaitas.   Porque  los 
Gapernaitas  no  querían  comer  la  carne  de  Ghrís- 
to,    ni  beber  su  sangre  carnalmente.  Pero  á 
ellos  no  se  les  da  nada :  sin  ningún  escrúpulo, 
ni  sin  ningún  asco ,  quieren  comer  á  Ghristo  car- 
nalmente :  mal  provecho  les  hará.  Porque  el  Es- 
píritu es  el  que  da  la  vida,  i  la  carne  (como  el  mis- 
mo Ghristo  dize,  hablando  ú  nuestro  propósito),  no 


416  DB  LA  nSA 

jaan,  vi,  63.    aprovecha  nada ,  etc.  19o  entendemos ,  paes « qoe 
el  Señor  dé  en  su  Zena  su  cueriM)  camalmente' 

Absurdo  deía^^rque  SÍ  asi  lo  entendiésemos,  seguiraeia  UB 

^raDsubUDzia-  grandísimo  absurdo,  que  Jesu  Ghrísto  cuando 
zelebró  su  Zena  tenia  dos  cuerpos  de  carne. 
Una  por  una,  el  cuerpo  que  estaba  sentado,  que 
zelebró  la  Zena,  que  tomó  el  pan  en  sos  manos, 
lo  bendijo,  lo  rompió,  i  dio  á  sus  Diszípulos,  etc., 
era  el  verdadero  cuerpo  camal  de  Ghrísto,  qae 
nazió,  que  murió,  etc. :  si  lo  que  este  cuerpo  car- 
nal tomó  en  sus  manos ,  i  lo  dio  á  los  Diszipolos, 
era  también  cuerpo  carnal  de  Ghrísto ,  sigúese 
que  Ghrísto  tenia ,  cuando  zelebró  su  Zena,  dos 
cuerpos  carnales,  uno  que  estaba  sentado,  el  eual 
se  quedaba  en  su  lugar :  i  otro ,  que  éste  sentado, 
daba  á  los  Diszipulos :  lo  cual  es  grande  absur- 
do. Pero  si  ellos  entendiesen  esta  segunda  ma- 
nera de  cuerpo ,  que  el  cuerpo  carnal  de  Gbristo 
daba  á  sus  Diszípulos ,  i  ellos  lo  tomaban,  i  k)  co- 
mían, no  ser  cuerpo  carnal,  ni  camalmente  to- 
mado i  no  caerían  en  tal  absurdo.  Asi  es  que  nos- 
otros, por  no  caer  en  este  absurdo,  i  en  otros, 
que  después  pondremos,  no  creemos  Jesu  Ghrísto 
estar  en  su  Zena  en  la  primera  manera ,  carnal- 
mente  ,  sino  en  la  segunda,  espirítualmente. 

La  tDaoducazion  Esta  segunda  manducazion  en  ninguna  ma- 
ze'en 'dos  mane-  >^era  se  puede  hacer  sin  Fé.  Porque  (como  ya  ha- 
^"**  hemos  dicho)  no  es  carnal,  sino  espirituiü.  les 

de  notar ,  que  esta  manducazion  espirítual  se  ha- 
ze  en  dos  maneras.  La  primera  por  la  predica- 

/,  Cor.,  1, 9.    zion  del  Evanjelio ,  como  lo  dize  S.  Pablo,  FM 
( dize)  es  Dios ,  por  el  cual  sois  llamados  á  la 

EpUes.,  V,  30,  corounicazíon  de  su  Hijo  Jesu  Ghrísto.  Por  la 
predicazion  del  Evanjelio  somos  hechos  carne 


Orljenes. 


Jerónimo. 


I  DB  8U  SAMIDiLD.  419 

de  la  carne*  de  GhiistOY  i  hueso  de  sos  haeéos: 
por  la'predícaasion  del  E?anjelio ,  él  nos  es  pan    ^^^^  ^>>  ^e. 
qe  Tida ,  que  deszendíó  del  zielo  para  mantener 
nuestras  ánimas:  i  por  la  predicazíon  del Evan-    /nají,  xvii,  ai. 
Jdio  somos  hechos  una  cosa  con  é\ ,  asi  como  él 
lo  es  con  el  Padre.  La  segunda  manera  de  man> 
ducazion  espiritual  se  haze  por  los  sacramentos: 
i  prínzipalmente  en  la  Santa  Zena.  Estas  dos 
maneras  de  espiritualmente  comer  el  cuerpo  de 
Ghristo ,  i  de  beber  su  sangre  por  la  predicazion 
del  Evanjelio  i  por  los  sacramentos  la  confiesan 
los  doctores  antiguos.  Oríjenes,    hom.,   xvi, 
sobre  los  Números ,  dize :  Somos  dichos  beber 
la  sangre  de  Ghristo ,  no  solamente  con  el  rito 
de  los  sacramentos ,  mas  aun  cuando  rezebimos 
sas   palabras:   lo  mismo   dize    San   Jerónimo 
sobre  el  Ecclesiast. ,  cap.  iii.  En  la  Santa  Zena 
el  fiel ,  rezibrendo  con  la  boca  del  cuerpo  esterior 
i  camalmente  el  pan  i  el  vino,  que  son  el  santí- 
simo sacramento  del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo, 
rezíbe  con  la  boca  del  ánima,  que  es  la  Fé, 
interior  i  espiritualmente,  el  verdadero  cuerpo 
í sangre  de  Ghristo,  sin  que  el  cuerpo  carnal  de 
Ghristo  baje  acá  bajo ,  ni  deje  de  estar  sentado 
á  la  diestra  del  Padre:  como  mas  largamente 
diremos  mas  abajo.  Asi  que  confesamos  el  fiel 
verdadera  i  realmente  rezebir  en  la  Santa  Zena 
tu  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo :  como  el  mismo 
Christo  lo  testifica:  Esto  es  mi  cuerpo:  Esto 
es  mi  sangre.  Pero  entendemos  estas  palabras 
Qo  camalmente,  sino  espiritualmente:  como  el 
mismo  Ghristo  las  declaró.  Porque  él  (como  ya 
habernos  dicho) ,  hablando  de  comer  su  carne,  i 
de  beber  su  sangre  (lo  cual  se  haze  en  la  Zena), 


28 


4S0  HB  Lk  MISA 

dlMt  que  esto  se  debe  entender  espiritiialmente: 
i  no  carnalmente  (como  los  Gap^maltaa,  i  aan 
algunos  de  los  Diszipulos  lo  entendían).  Mis  pa- 
labras (dize)  espíritu  i  vida  son.  I  por  tanto,  lo 
qoe  dlze  de  comer  su  cuerpo  i  de  beber  su  sangre, 
eq^ritualmente  se  debe  entender:  porque  d 
Q^irltu  es  el  que  vivifica,  i  la  carne  no  aprovecha 
nada. 

Entendiendo,  pues,  desta  manera  que  desi- 
moa,  Ghrísto  estar  presente  en  el  sacramento, 
no  seriar  menester  anichilar  la  substanzia  del  [Pan 
ni  del  Vino ,  ni  transubstanziarla  en  la  substanzia 
del  cuerpo  i  sangre  de  Ghrísto.  Gonfissamos, 
pues ,  que  en  este  santísimo  sacramento ,  demás 
de  haber  verdadero  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo, 
en  la  manera  que  ya  habemos  dicho,  i  que  d 
mismo  Señor  lo  declara,  confesamos,  digo,  que 
hai  verdadero  Pan  y  Vino  en  su  propria  sims- 
tanzia  i  ser.  Digo  que  el  pan  i  el  vino  cuanto  á 
su  •substanzia  no  han  perdido  nada:  peré  cuanto 
á  sus  cualidades ,  digo  que  han  ganado  muí  mu- 
cho. Porque  por  la  virtud  i  eficazia  de  la  Insti- 
tuzion  de  Ghristo  I  de  sus  palabras ,  dejan  de 
ser  pan  i  vino  común,  i  son  dedicados  para 
significar,  figurar,  representar  i  dar  el  verdadero 
cuerpo  i  sangre  de  Ghrísto :  i  de  tal  manera  lo . 
significan,  figuran,  representan,  sellan  I  dan, 
que  cualquiera  que  toma  este  pan ,  i  lo  come, 
toma  este  vino,  i  lo  bebe  dignamente,  conforme  ' 
á  la  instituzion  de  Ghrísto,  que  dize:  Tomad 
i  comed :  Tomad ,  i  bebed  del  todos ,  toma  i 
rezibe  verdadera  i  realmente  el  cuerpo  i  sangre 
de  Ghristo :  conforme  á  lo  que  luego  el  Señor 
dize:  Esto  es  mi  cuerpo:  Esto  es  mi  sangre. 


t  DB  SO  SANTIDAD.  421 

3^eró  Qocaraalmente,  Sino  espirítuaimenle,  por 
Té.  I  si  d  fjfin  i  el  fino  no  permaneziesen  en  su 
saiisUinzia  i  ser,  este  sacramento  no  sería  sacra- 
mentó.  Porqae  lodo  sacramento  (como  nuestros    i¿i  tacrameoto 
Mkinios  contraríos  no  pueden  negar)  consiste  com'ie^ena^i 
6D  dos  cosas  s  en  cosa  visible ,  i  terrena  ,  que  zeiesuai. 
dloa  Daman  materia ,  i  en  cosa  invisible  i  zeles- 
tid»  que  ellos  llaman  forma.  Todos  convenimos, 
que  la  invisible  i  zelestial  es  el  cuerpo  i  sangre 
ü6  Christo :  cuanto  á  la  visible  i  terrena,  haí  mui 
gran  diferenzia  entre  ellos  i  nosotros.  Porque 
nosotros  dezimos  ser  la  substanzia  del  pan  i 
del  yiBO  Juntamente  con  sus  aczidentes :  ellos 
diien  que  no  es  la  substanzia  del  pan  ni  del 
^0,  sino  solos  los  aczidentes  del  pan  i   del 
irino :  la  blancura ,  la  redondea,  el  olor ,  sabor  i 
<olor.  Gomo  que  los  aczidentes  del  pan  sustenten: 
<«oma  que  los  aczidentes  del  vino  alegren  i  con- 
iMten:  no  son   los    aczidentes    del  pan  que 
sntentan .-  sino  la  substanzia  del  pan :  no  son  los 
aeiidentes  del  vino,  que  alegran  el   corazón, 
aioo  la  substanzia  del  vino,  convertiéndose  el  pan 
I A  vino  en  la  substanzia  del  hombre  que  lo  come 
i  bebe.  Para  rezebir  en  la  Zena  espiritualmente 
d  verdadero  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo ,  es 
menester  rezd)ir  carnal  i  materialmente  verda- 
dnro  pan  i  verdadero  vino :  porque  de  otra  ma- 
nera no  habría  anaiojía ,  ó  conveníenzia  entre  la 
figura  que  es  el  pan  i  el  vino ,  i  lo  figurado ,  que 
es  d  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo. 

Los  doctores  antiguos  enseñan  esto  que  dezi- 
mos, qiie  este  sacramento  consiste  en  dos  cosas, 
ea  terrena ,  i  en  zelestial :  asi  lo  dize  Ireneo  ha- 
blando contra  los  ValenÜnianos.  Iten ,  Jeiasio, 


423  DE  LA  MISA 

Obispo  de  Roma,  el  cual  argamentt  delacm- 
jiinzion  del  pan  con  d  cuerpo  de  t^^risto,  per- 
manesziendo  ambas  naturalezas  del  pan  i  de 
Ghristo  en  su  ser :  i  por  esta  corijunzion  prueba 
la  unión  de  la  naturaleza  humana  i  divina  en 
Ghristo,  quedando  la  una  i  la  otra  en  todo  su.  ser 
i  subslanzía.  Si  en  el  Sacramento  no  hubiesf 
verdadero  pan ,  i  verdadero  vino »  el  argumento 
deJelasio  no  valdría  nada:  pero  vale,  i  prueba 
lo  que  pretende :  luego  haí  verdadero  pan  i  vino 
en  el  sacramento  de  la  Zena :  como  también  bai 
verdadera  agua  en  el  sacramento  del  Baptismo. 
Deste  mismo  argumento  usa  Theodoreto ,  como 

Origenes  tuper  un  poco  mas  abajo  diremos.  OríjenQS  díte  e»- 
Mat.,  cap.  XV.     j3g  palabras :  Así  que  lo  que  hai  material  en 

el  pan  del  Señor ,  va  al  vientre ,  i  es  echado 
por  abajo :  pero  lo  que  hai  por  orazion,  i  por 
palabra  del  Señor,  aprovecha  al  ánima  conforme 
á  la  proporzion  de  la  Fé.  I  no  me  digan  que  Ori- 
jenes  tuvo  algunos  errores,  i  que  este  es  uno 
dellos.  Porque  si  esto  fuera  error ,  los  antiguos 
doctores ,  como  S.  Jerónimo  i  Epiphanio ,  que 
recolijieron  sus  errores,  hubieran  notado  esto 
por  error ,  sí  ellos  lo  tuvieran  por  error.  Mas  nin- 
guno dellos  dize  que  Oríjencs  haya  sentido  mal 
de  la  £ucharistia,  luego  no  es  error  lo  que  Orí- 
jenes  dize ,  ni  entre  los  doctores  antiguos  fué 
tenido  por  error.  Pero  dejemos  los  arroyos,  i 
bebamos  del  agua  clara  de  la  fuente.  Dejemos 
aparte  á  los  Padres,  i  veamos  lo  que  la  sagrada 
Escritura  dize.  £1  Apóstol  S.  Pablo  muchas  ve- 
zea  lo  llama  pan ,  aun  después  de  consagrado, 
1.*  después  de  dedicado  i   hecho   sacramento  del 

/,  Cor.,  X,  16.  cuerpo  del  Señor,  1.°  El  pan  (dize)  que  partí- 


I  DE  SU  SANTIDAD.  4S3 

,  DO  es  la  comunión  del  cuerpo  de  Ghristo? 

rque  un  pan  [es  que]  muchos  somos  un        >.%  3*. 

t.  3.®  Porque  todos  partizipamos  de  uu    A  Cor ,  x,  17. 

•^De  manera  que  cualquiera  que  comiere  ^*- 

«n,  etc.  5.®  Por  tanto ,  pruébese  cada  uno    ^»  ^^^-^  *»»  *'• 

lllio,icomaasideaquelpan,etc.  En  todos  ^*- 

ligares  el  Apóstol  llama  al  pan ,  pan :  no    A  cor.,  xi,  as. 

^lo  fué,  sino  porque  lo  es.  Cuanto  al  vino, 

DO  Señor,  después  de  haberlo  hecho  sacra- 
de  su  sangre,  lo  llamó  fruto  de  vid.  I    Arar.,  ixvi,  s9, 
(dize),  que  desde  ahora  no  beberé  mas  'i^*''*^'..^*.^*  * 

hito  de  vid,  etc.  ¿Qué  cosa  es  fruto  de  vtd, 

sqpa,  sino  vino?  San  Pablo  dize:  La  copa    /,  cor.,  x,  te. 

Klizion,ála  cual  bendezimos,  ¿no  es  la 

don  déla  sangre  de  Ghristo ?Iten ,  ó  bebiere    /,  cor.,  xi,  37. 

copa  del  Señor  indignamente,  etc.  Iten,  i     j  ^^^  ^  ^^^ ,, 

le  aquella  copa.  En  estos  tres  pasos  S.  Pa- 

r  copa,  entiende  lo  contenido  en  la  copa: 

I  k>  que  su  maestro  llama  fruto  de  vid ,  ó 

feisaquí  cómo  el  Señor,  su  Apóstol,  i  los 

m  antiguos  llaman  pan  i  vino  aquello  que  en 

amento  es  visible  i  terreno :  i  por  el  .mismo 

0  admiten  transubstanziazion  ninguna:  co- 
la hai. 

i  aimple  i  sana  dotilna,  quita  muchos  ab- 

1  i  inconvenientes,  que  se  siguen  de  la 
ibstanziazion :  quita  muchos  escrúpulos  1 

M6  de  CQiiszienzía.  I  asi ,  si  el  sacramento  ^^  ^g  sacramen- 
eomo  ellos  hablan ,  porque  no  es  sacra-  to,  sino  cuando 

,  aino  cuando  se  toma  i  se  come:  Tomad,  ^e!^"*'  *  *^  ^^ 

ihristo ,  i  comed ,  i  después  dize :  Esto 
cuerpo:  luego  en  el  Sacramento  no  hai 

)  de  Ghristo ,  si  no  se  toma ,  i  se  come) 

lokeze,  se  pudre,  se  come  de  gusanos ,  lo 


4S4  IIB  LA  Wíñk 

eomen  ratones,  cuando  se  cae  en  el  sudo,  ó  se 
fíerte ,  etc.  (porque  á  todas  estas  cosas  está  sujeto 
ú  pan  i  ¥ino,  i  no  el  cuerpo «  ni  sangre  de 
Ghrtsto):  dezimos  que  el  pan  se  eninoh¿e,  se 
podre,  etc.,  el  Tino  se  derrama:  el  cual  pan  i 
▼ino  fuera  sacramento  del  cuerpo  i  sangre  de 
Ghristo,  si  lo  comieran  i  bebieran,  no  ratones, 
sino  hombres.  Si  esto  nuestros  contrarías  enten- 
diesen ,  no  habrían  menester  el  libro  que  Uamao, 
de  Cautelas  de  la  Misa ,  que  trata  qué  se  deba 
haker,  en  tales  casos  como  los  dichos.  Este  libro 
es  una  perpetua  aflizion ,  tormento.»  i  camizcria 
de  conszíenzias  que  tienen  zelo,  pero  no  según 

Rom.,  X,  2.  siienzia  (como  dize  S.  Pablo).  La  causa  es  porque 
estas  conszienzias  no  están  fundadas  sobré  firñe 
fundamento ,  sobre  la  palabra  de  Dios ,  sino  aotíre 
arena,  sobre  las  tradízíones  humanas. 

Los  que  no  quieren  entender  las  palabras  del 
Señor:  Esto  es  mi  cuerpo,  etc. ,  espiritHalmente, 
sino  carnalmente ,  caen  en  gran  herejía  iborríUs 
idolatría.  La  relijion  Ghrístiana  (como  lo  teslüea 

Athanasio.  Atbanasio  en  su  Simbolo),  Cree  que  en  Jesu 
Gbrísto  hai  dos  naturalezas,  diríná  i  humana. 
'  Cree  que  estas  dos  naturalezas  de  tal  manara 
están  unidas  i  conjuntas  en  Ghristo ,  qae  no  se 
confunden  ni  mesclan  entre  sí :  la  divina  tiene 
sos  propríedades ,  i  la  humana  las  sayas.  Como 
rf  ánima  razional  i  la  carne  son  i|n  hombie ,  asi 
la  éíTinidad  i  la  humanidad  son  un  Gkiisto. 
PrqMTiedad  es  de  la  dirinldad ,  i  no  de  otra  cosa 
que  della  sola,  estar  en  todo  lugar:  porque  es 
inmensa ,  i  infinita :  I  no  hai  otra  cosa,  que  sea 
inmensa  i  infinita :  propríedad  es  de  la  huma- 
nidad estar  en  algún  lugar ,  i  no  en  todo  lugar. 


I  DB  SÜ  SAimOAD.  4SS 

Asi  lo  testifica  el  Ánjel,  hablando  de  Ghristo 
en  cuanto  hombre.  Resuzitado  (dize)  es,  no  Afore, ivi,  e. 
está  aqui :  hé  aqu(  el  lugar  donde  lo  pusie- 
ron :  i  San  Pedro.  Al  cual  (dize) ,  es  menester  que  ^cf.,  ni,  ai. 
4  lielo  tenga  hasta  los  tiempos  de  la  restaura- 
zion  de  todas  las  cosas.  I  asi  lo  tenemos  por 
artículo  de  Fé ,  que  subió  á  los  zielos ,  que  está 
aoDtado  á  la  diestra  de  Dios  Padre,  que  de  alli 
vendrá á  juzgarlos  vivos  i  los  muertos.  El  mismo 
kfa  Ghristo  dize:  Siempre  tendréis  pobres  con 
vosotros:  mas  á  mi,  no  siempre  me  tendréis. 
Todos  estos  lugares  prueban,  Jesu  Ghristo  con- 
forme á  su  humanidad ,  i  en  cuanto  es  hom- 
bre« no  estar  aquí  abajo,  sino  en  el  zielo.  Gontra  Herejía  de  ua- 
tíU  articulo  de  Fé  hazen  nuestros  contrarios,  pintas. 
cuando  creen  que  el  cuerpo  de  Jesu  Ghristo 
está  en  cualquiera  Misa ,  i  en  cuantas  se  ze- 
lebran  todos  los  dias  por  todo  el  mundo ,  i  en 
todos  los  sagrarios  donde  lo  tienen  enzorrado, 
rtaloiente ,  corporalmente  ,  carnalmente  ,  tan 
grande  i  tamaño ,  como  estuvo  en  la  cruz.  Si 
esto  no  es  herejía,  ¿qué  será  herejía?  Nuestros 
contrarios  son  buenos  transubstanziadores:  co- 
no han  transubstanziado  el  pan  i  el  vino  en 
enerpo  á  sangre  de  Ghristo ,  de  manera ,  que  ya 
no  haya  pan,  ya  no  haya  vino,  sino  (como  ellos 
ditini)  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo:  asi  ahora 
transubstanzian  la  humanidad  de  Ghristo,  su 
Mfhe  i  su  sangre  en  la  divinidad.  Pues  que  atri- 
buyen al  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo  el  hallarse 
i  sitar  presente  en  todo  lugar  lo  cual  solamen- 
te Conviene  á  la  divinidad.  Jesu  Ghristo  es  ver- 
dadero Dios,  i  verdadero  hombre.  Pero  su  ser  Herejía  depa- 
Uos ,  no  es  su  ser  hombre :  i  su  ser  hombre ,  no  pista». 


486  DB  LA  MISA 

es  8U  ser  Dios.  Lo  uno  es  Criador ,  cuyo  ser 
es  ab  eterno :  lo  otro  es  criatura ,  enyo  ser  tavo 
prinzipio. 

Con  todo  esto  que  oyen  i  leen  nuestros  con- 
trarios (hablo  de  loa»dotos) ,  están  obstinados,  i 
endurezidos ,  i  ha  los  Dios  dejado  caer  en  tan 
reprobo  sentido,  que  creen  el  pan,  no  ser  pan, 
sino  cuerpo  de  Ghristo :  el  vino ,  no  ser  vino,  sino 
sangre  de  Ghrislo , :  así  adoran  lo  que  un  sacris- 
tán, hizo  entre  dos  hierros ,  i  el  sazerdote  le  dio 
la  forma ,  haziéndolo  su  Dios :  Guárdanlo  en  el 
sagrario:  llévenlo  á  los  enfermos,  sacánlo,  á 
pasear  en  algunas  fiestas  del  año ,  i  prinzipal- 
mente  el  día  que  llaman  Corpus  Christi,  coii.gran 
pompa ,  triumpho ,  i  majestad.  I  ,*  ai  de  aquel 
que  no  se  hincare  de  rodillas  delante  del  .*  Qner- 
ríales  preguntar,  ¿quién  les  haya  mandado  hazer 
esto?,  ¿si  saben  que  Jesu  Christo ,  lo  baya  hecho 
asf ,  ó  mandado  á  sus  Apóstoles  que  lo  hiziesen 
asi?  ^\  darán  ejemplo,  ni  mandamientQ.  I9i 
Christo  hizo ,  ni  mandó  tal  cosa ,  ni  sus  Após- 
toles ,  ni  la  Iglesia  Cathólica  hizo-  tal,  por  espa- 
zlo  de  mil  años  después  de  la  muerte  de  Gbristo: 
invcnzion  es  nueva ,  humana ,  i  diabólica ,  fun- 
dada sobre  el  mal  fundamento  de  la  tMnsni»- 
tanziazion. 

Algunas  cosas  hai  en  la  Misa  que  dan  á  entender 

no  haber  transubstanziazion :  como  cuando  dízen 

en  el  Canon  Offerimus  prcedarce  Majestati  iua 

de  tuis  donis  ac  datis ,  etc.  Q.  D.  Ofrezemos  á 

tu  ilustre  majestad  de  tus  dones,  i  de  lo  que  nos 

Estas  cruzOT,  **•*  ^^^^  hosggtia  pura,hosgg[tia8anta«hosgg[tia 

ftcgun  los  papis-  gín  mancha,  panflSsanto  de  vida  eterna ,  i  cá^ 

terid.  li'SB^®  ^^^"^  perpetua.  Una  de  dos ,  ó  por  estos 


I  DB  8Ü  SANTIDAD.  4S7 

dones  que  ofreze»  á  Dios ,   entienden  el  pan 
i  el  viiip  ün  ningana  Transubstanziazion:  ó  tran- 
subsUnsíados  en  cuerpo  i  en  sangre  de  GhrisU), 
<le  manera  que  no  haya  ni  pan,  ni  vino.  Por  la 
«muiion  que  luego  liazen ,  pareze  que  por  dones 
deban  entender  el  pan  i  el  vino  sin  transubstan- 
ziazion ninguna :  Los  cuales  dones,  ruega  el  sa- 
cerdote á  Dios ,  que  ios  azepte ,  corno  azeptó 
loe  dones  que  le  ofrezióAbel,  Abrahaii ,  i  Mel- 
chisedec  :'i  asi  dízen :  Super  quce  propUio  ac  se-     Retpicerc   en 
renovuUurespiceredigneris.etc,  Q.D.  Sóbrelos  J|J,\"endo  el'rlSíh 
cuales  [dones]»  te  dignes  mirar  con  rostro  propi-  tro. 
zio  i  sereno,  iazeptar[Ios],  como  te  plugo  azeptar 
loa  dones  de  tu  justo  siervo  Abel,  i  el  sacríiizio 
de  nuestro  patriarca  Abralian,  i  aquel  santo  sa- 
difizio  i  hostia  sin  mancha  ,  que  te  ofrezíó  aquel 
tu.  summo  sazerdote  Melchísedec.  Suplicando, 
te  rogamos ,  mandes  estos, [<lones]  ser  llevados 
por  las  manos  de  tu  santo  Anjel  a  tu  sublime  al- 
tar, delante  del  acatamiento  de  tu  divina  Majes- 
tad t  etc.  I  si  por  dones  se  cutienden  el  pan  i  el 
▼inosin  ser  transubstanziados,  ¿qué  nezesidad 
tenemos  nosotros  de  un  tal  sacrifizio  para  alcan- 
zar perdón  de  nuestros  pecados,  teniendo  el 
perfetisimo  i  abastadisímo  sacrilizio ,  que  Una 
•ola  vez  (i  que  no  debe  ser  reiterado)  ofrezió 
nuestro  Redemptor  Jesu  Ghristo  en  la  cruz,  con 
el  Guaiños  santificó  para  siempre?  Pero  dirán- 
me ,  que  por  dones  entienden ,  no  el  pan ,  ni  el 
vino  no  transubstanziados ,  mas  transubstanzia- 
dos. en  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  Si  así  lo  en- 
tienden ,  peor  está ,  que  estaba.  Porque  entonzes 
U  oraxionque  haze  el  sazerdote,  es  una  blas- ,¿¡¡^^'2^'"'* ^^' 
phemia    btasphemísima    contra  Jesu    Ghristo, 


438  DB  L4  mSA 

úaieo  Hijo  de  Dios ,  verdadero  Dios  i  hombre. 
¿Qué  soberbia ,  qué  orgullo  i  presunzipn  es  la  de 
un  miserable  pecador ,  conzebido  i  nazldo  en 
pecado  i  corrupzíon ,  i  que  en  toda  su  ^ida  no 
haxe  sino  añidir  pecados  á  pecados,  atreverse 
á  presentarse  delante  del  acatamiento  de  la  Ma- 
jestad de  Dios  Padre,  i  rogarle,  que  resíba  i 
aiepte  á  su  Hijo  Jesu  Ghrísto?  ¿I  en  qué  manera 
dixe  que  lo  azepte?  Gomo  azeptó  los  dones  de 
Abel,  de  Abrahan,  i  de  Melchisedec.  ¿No es  otra 
cosaGhristo,  que  Abel ,  Abrahan  i  Helchísedecl? 
¿No  es  otra  cosa  el  sacrifizio  de  Ghrísto,  su  pre- 
zioso  cuerpo  i  sangre,  que  él  ofrezíé,  qoe  el 
sacrifizio  de  Abel,  Abrahan  i  M elcbisedee  ,  i 
que  el  sacrifizio  de  todos  cuantos  justos  ha  habi- 
do i  habrá?  Avergüénzense,  pues,  de  asi  hablar 
de  Jesu  Ghristo ,  i  de  su  sacrifizio.  Por  una  parte 
confiesan ,  Jesu  Ghrísto  ser  igual  al  Padre  en 
esenzia  i, potenzia  (como  k)  es),  i  por  otra  parte 
ponen  á.  un  hediondo  sazerdote  por  intente* 
sor  i  medianero ,  para  que  el  Padre  lo  azepte  i 
reziba  con  rostro  propizio  y  sereno.  Ruega,  ni* 
serable  pecador,  á  Dios,  qoe  te  perdone  tus  pe* 
eados,  tus  superstiziones  i  idolatrías:  i  no  ruegoes, 
ni  interzedas  por  Ghrísto,  que  es  el  cordero 
sin  manzilla  ,  que  quita  los  pecados  del  mondo; 
él  es  el  qoe  no  cometió  pecado ,  ni  se  iM6 
engaño  en  su  boca.  No  ka  menester  que  tú  ma- 
gues á  su  Padre  por  él:  mas  tú  has  menester, 
que  él  le  niegue  por  tí.  El  mismo  Padre,  hablando 
de  su  Hijo,  dize:  Este  es  mi  amado  Hijo,  en 
el  cual  tomo  contentamiento :  á  él  oíd.  Veis  aqnf 
una  tetrible  blasphemia ,  que  el  sazerdote  dize, 
djziendo  la  Misa. 


I  DB  SU  SANTIDAD.  429 

oekiyainos,  pues,  de  lo  dicho,  que  todos 
08  oyen  Misa,  soa  idólatras,  pues  creen 
nransubstanziazion :  i  que  d  Sazerdote  que 
itt  tenga  intenzion  de  consagrar,  ó  no,  es 
idólatra.  Porque  no  solamente  él  idolatra, 
aun  haze  idolatrar  á  todos  cuantos  oyen 
Ita.  Infinitas  grazias  doi  á  mi  Dios,  que 
na  permitió  que  yo  con  los  demás  por  al- 
lnnpo  idolatrase  oyendo  Misa,  no  quiso 
fO  jamás  hiziese  idolatrar  á  otros  dizlén- 

Urzera    razón  con    que  confirman    su     s.«  cunflnnn- 
I  aKicu(o  de  la  Transubstanziazion ,  son  ^°"' 
Mades  que  alegan  de  dotores,  i  determi- 
nes de  Gonzilios.  Zitan,  pues,  á  Ireneo,  el    ireneo. 
líb.  V ,  dize :  Que  cuando  el  Cáliz  mesclado, 
an  rompido  rezibe  la  palabra  de  Dios ,  se 
Bueharistla  de  la  sangre  i  del  cuerpo  de 
to.  Tertuliano ,  lib.  iv,  dize:  Ghristo  hizo    Tertuliano. 
erpo  al  pan  que  tomó ,  i  distribuyó  á  sus 
Milos.  Oríjenes ,  super  Matheum,  cap.  xxvi,     OrUenes. 
Este  pan ,  al  cual  el  Dios  Verbo  testifica  ser 
srpo,  etc.  San  Zipriano,  sermone  de  Goena    zipriano. 
liiy  dize:  Este  pan  común,  en  carne  i  en  san- 
nodado,  procura  vida.  Iten,  en  el  mismo 
NI :  Este  pan  ,  que  el  Señor  daba  á  sus  dís- 
Mt  mudado,  no  en  efijie  (ó  aparenzia),  sino 
atora,  es  hecho  carne  del  onipotente  Ver. 
aii  Ambrosio ,  lib.  iv  de  Sacramentis ,  dize:    Ambrosio. 
•  antes  de  las  palabras  de  los  Sacramentos: 
lo  se  le  ha  aplicado  la  consagrazion ,  de 
10   haze  carne  de  Ghristo.   Ghrisóstomo,     chrisóstomo. 
hx  de  Eucharistía,   tomo  6.^  dize:  Se- 
lle es  este  sacramento  á  la  zera  aplicada 


43U 


DE  LA  MISA 


Augustino. 


Hilario. 


León. 


Damasseno. 

Teophilato. 

Anselmo. 
Hago. 


al  fuego ,  en  la  cual  ninguna  substanzia  queda: 
mas  toda  se  asemeja  al  fuego.-  así  (dizeChh- 
sóstorno )  el  pan  i  el  vino  se  consume  de  la  subs- 
tanzia  del  cuerpo  de  Ghristo.  ítem ,  hom.  Lxit 
dize:  Que  no  solamente  Ghristo  se  nos  dio  para 
que  lo  viésemos,  sino  aun  para  que  lo  tocásemos,! 
palpásemos :  i  aun  en  cuya  carne  hincásemos  los 
dientes.  Iten,  hom.  lxxxiu,  in  Mat.,  dize:  Muchos 
díze;i,  que  quieren,  i  desean  ver  la   forma  i 
figura  de  Ghristo,  i  aun   su  vestido  i  calzado. 
Pero  él  se  te  da  á  sí  mismo ,  no  solamente  para 
que  lo  veas ,  mas  aun  para  que  lo  toques.  San 
Augustin,  prolog.  in  Psalm.  xxiii,  dize¿  Ghristo 
se  llevó  á  sí  mismo  con  sus  manos ,  cuando  ea 
la  Zena  instituyó  el  sacramento  :  i  sobre  el  Psal— 
mo  XGvm ,  declarando  aquellas  palabras,  Adorad, 
el  escabelo  de  sus  pies ,  afirma ,  la  carne  de 
Ghristo  deberse  adorar  en  el  sacramento.  Lo 
cual  no  convendría  si  el  pan  permaneziese.  San. 
Hilario ,  líb.  vui  de  Trinitate,  dize :  Ghristo  está, 
en  nosotros  por  la  verdad  de  la  naturaleza,  i  no 
solamente  por  conformidad  de  voluntad :  i  dize, 
que  nosotros  verdaderamente  rezebimos  en  ht 
vianda  del  Señor  el  Verbo  carne.  León ,  Obispa 
de  Roma ,  en  la  epístola  x  que  escribió  ai  clero 
i  pueblo  Gonstantinopolitano ,  dize :  Rezibiendo 
la  virtud  de  la  vianda  zelestial  en  su  carne ,  el 
cual  es  hecho   nuestra  carne ,  pasemos.  2ytan 
á  Damaszeno ,  que  claramente ,  lib.  iv ,  cap.  14, 
Orthodoxae  fidei,  es  todo  por  ellos.  Alegan  á 
Theophilato,    que   manifiestamente  haze  men- 
zion  de  Transelementazion.  Alegan  á  otros  nue- 
vos autores:  como  Anselmo,  Hugo,  1  Ricardo 
de  sancto  Victore :  los  cuales  sin  duda  ninguna 


I  DE  SU  SANTIDAD.  4 SI 

BU  la  Transubstanziazion.   Zitan  también 

iUos :  cotno  el  Ephesino ,  que  se  tuvo  contra    Conz.  Ephes. 

rio,  en  el  cual  presidió  Zirilo:  donde  se 

estas  palabras:  Nosotros,  siendo  hechos 
lipes  del  santo  cuerpo ,  i  de  la  prezlosa 
e   de  Ghristo,   no  rezebimos  la  común 
;  i  no  como  de  un  varón  santificado  :  mas 
defámente  santificatrize ,  i  hecha  propria 
lismo  Verbo.  Zitan  al  Conzilio  Verzelense    Conz.  Verzei. 
mapo  de  León  IX,  en  el  cual  fué  condenado 
igario.  Zitan   al  Conzilio  Lateranense  en    godz.  Lateran. 
ó  de  Nicolao  II,  que  hizo  recantar  á  Be- 
JÍo :  de  cuya  recantazion  se  haze  menzion 
I  Decretos  de  Gonsecr. ,  dist.  ii ,  i  en  el  iv 
nt.  Iten  ,  alegan  otro  Conzilio  Lateranense    otro  Conz.  La- 
Bppo  de  Inozenzio  III,  del  cual  se  haze  men-  teranense. 
m  los  Decretales  de  Summa  Triniíate^cap» 
Uer ,  et  de  celebratione  Missarum^  cap, 

liartha.  Alegan  también  al  Conzilio  Cons-     Conz.  Constan- 
mse ,  en  el  cual  fué  condenado  Wiclefo,  que  ''®"*®' 
»a  la  Transubstanziazion ,  i  Juan   Hus  i 
imo  de  Praga   fueron  quemados  por  lo 
o,  Zitan   al   último    Conzilio  Tridentino.     Conz.  Triden- 
D  el  común  consenso  (como  ellos  dizen)  '^"®- 
la  la  Iglesia  Cathólíca  :  con  el  cual  consenso 
jTió  tanto  Escoto,  in  iv,  que  viendo  que  i^jj^'g JJJ"ñ"^*¿ 
i  podia    firmemente  mostrar  la  transubs-  puede  probar  m 
ilion,  ni  por   la   Escritura  sagrada,   ni  P|>r^i«  f/¿,'í»^^^^^ 
azones,  mas  por  todo  esodize,  que  él  la    comunconsen- 
ba,  por  no  ser  contrario  al  común  consenso  so  do  in  iglesia. 
Iglesia.  Viendo ,  pues ,  nuestros  contrarios 
o  á  ellos  les  pareze)  tantos  Padres ,  tantos 
¡líos  por  su  parte ,  piensan  que  todo  está 
),  i  gritan  citoria,  Vitoria  contra  estos  per* 


482  DE  LA  MISA 

HM  herejes.  Ya  no  hai  pan,  ya  no  hai  Tino,  en  el 
sacramento ,  convertidos  i  transubstansiadiM 
son  en  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo :  i  cualquiera 
que  esto  no  cree,  dizen  ser  hereje,  descomnl* 
gado,  anathematizado  i  condenado.  Pero  Tod- 
van  la  hoja ,  i  miren  i  consideren  bien  lo  qae  se 
«lg«e. 
Padres  contra     8i  nuestro  debate  i  contienda  de  la  Transnbs* 

ziaffoñ"'*'****""' ^"^*^*^°  *^  hubiese  de  liquidar,  condair  i 
aYeriguar  por  hombres ,  no  nos  faltan  otros  tan* 
tos  Padres ,  i  aun  mas ,  tan  antiguos ,  tan  doCoa,  i 
tan  pios,  como  ios  que  nuestros  contrarios  (como 
ellos  piensan)  han  armado  contra  noaotrot, 
que  armemos  contra  ellos  en  nuestra  defensa: 
i  aun  alegaremos  muchos  de  aquellos  que  han 
alegado  contra  nosotros.  Esto  hecho ,  responde* 
remos  á  todo  lo  que  contra  nosotros  han  alegado, 
irenen.  £1  primer  Padre  que  alegaron ,  es  Ireneo :  á  este 

mismo  alegaremos  nosotros ,  i  lo  pondremos  en 
la  avanguardia  por  su  antigüedad  i  autoridad. 
Dize,  pues,  Ireneo ,  hablando  contra  los  ViAen- 
tinianos  herejes ,  desta  manera :  £1  pan  terreno* 
rezebida  la  Yocazion  del  Yerbo  de  Dios «  no  es 
ya  mas  común  pan :  pero  es  hecho  Eucharístía: 
la  cual  consiste  en  dos  cosas ,  conTleñe  á  saber, 
en  eterna  i  en  zelestial.  Cuanto  á  lo  primero 
no  niega  Ireneo  la  Eucharistía  ser  pan:  lo 
que  dize  es  que  ya  no  es  pan  común :  i  luego 
dize  que  esta  Eucharistía  consiste  en  dos  cosas, 
de'  las  cuales  la  una  es  terrena ,  como  lo  es  al 
pan :  i  la  otra  es  zelestial ,  como  lo  es  el  cuerpo 
de  Ghristo.  Porque  cuan  nezesario  es  que  el 
cuerpo  de  Ghristo  esté  verdaderamente  en  el 
sacramento ,  tan  nezesario  es  que  también  el 


1  DB  8Ü  SANTIDAD. 


433 


Hin    esté  verdaderamente  en  el  sacram^to. 
Porque  de  otra  manera  el  pan ,  que  es  la  figura, 
io*1endría  analojia  ni  similitud  con  lo  figurado, 
IW  es  el  cuerpo  de  Ghristo.  Tertuliano,  lib.  i.    Tertuliano. 
sonlra  Marzion ,  dize :  Dios  no  ha  echado  fuera 
m  -  criatura  el  pan  :  pues  que  con  él  ha  repre- 
Miitedo  su  cuerpo.  Iten ,  lib.  iv  contra  el  mismo 
Iterzion ,  dize :  Al  pan  que  habia  tomado ,  i  dis- 
tribuido con  sus  Diszípulos ,  lo  hizo  su  cuerpo, 
diciendo .-  Esto  es  mi  cuerpo :  quiere  dezir  ( como 
él  iPBÍsmo  se  declara),    figura    de  mi  cuerpo. 
Orijenes  sobre  S.  Mateo,  cap.  xxvi,  dize:  Este    orijenc». 
pm,  aicuarel  Dios  Verbo  testifica  ser  su  cuerpo, 
palabra  es  nutritiva  de  las  ánimas.  Iten ,  homelia 
YU ,  sobre  el  Levitico ,  dize :  Porque  no  solamente 
en  el  Testamento  viejo ,  mas  aun  en  el  Evanjelio 
hai  letra,  que  mata.  Porque  siseguis  según  la 
tetra,  lo  que  está  dicho,  Si  no  comiéredes  la 
carne,  etc.  Iten,  horo.  ix,  sobre  el  mismo  Levi- 
tico t  dize:  No  te  asgas  de  la  sangre  de  la  carne: 
mas  antes  aprenda  la  sangre  del  Verbo ,  i  oye  al 
que  te  dize :  Porque  esto  es  mi  sangre ,  la  cual  se 
derrama  por  vosotros.  Iten,  sobre  S.  Mateo,  cap. 
xy«  dize:  El  pan  santificado,  según  lo  que  tiene 
material ,  va  al  vientre ,  i  es  echudo  por  abajo. 
Iten ,  en  el  mismo  lugar  dize :  No  la  materia  del 
pan,  sino  la  palabra  dicj^a  sobre  él,  es  la  que 
aprovecha  al  que  lo  come  no  indignumente.  lien, 
I».  Tin,  contra  Zelso,  dize:  Después  de  haber 
heeho  grazias  por  los  benefizios  que  habemos 
rizebido ,  comemos  de  los  panes  ofrezidos.  San 
ZSpriano,  lib.  i,  epístola  6,  ad  Magnum,  dize:    zipriano. 
Bl  Señor  llama  su  cuerpo  al  pan  hecho  del  ayun- 
tamiento de  muchos  granos :  I  llama  su  sangre 


434  Dfi  LA  msA 

al  líDO  esprimido  de  muí  muchos  gajos  i  gra« 
nos  de  uvas.  Iten ,  interpretando  la  orazion  do- 
minical, llama  al  pan  cuerpo  del  Señor.  Iten,*  en 
el  sermón  de  la  Zena  del  Señor ,  dize :  IVosotros 
no  aguzamos  el  diente  para  morder,  mas  sola- 
mente con  sinzera  Fé  rompemos  el  pan ,  1  lo 
comemos.  Iten ,  én  el  sermón  de  Ghrlsmate  abier- 
tamente dize :  Los  sacramentos  tienen  los  nombres 
de  aquellas  cosas  que  ellos  significan.  S.  Augostin 
usa  destas  mismas  dosmaneras  de  hablar  de  qa&~ 
usa  S.  Zípriano :  por  lo  cual  pareze  que  las  tom<^» 

del.  De  la  segunda  usó  en  la  epístola  ad  Boni 

facium ,  i  de  la  primera  cuando  dize :  Para  qo^^ 
aparejas  el  diente  i  el  vientre:  cree,  i-comiste^ 

Zipriano.         tratado  xxv  sobre  San  Juan.  I  tornando  á  S.  Zi 

priano ,  lib.  ii,  epíst.  3.* ,  ad  Gecilíom ,  dize :  Ec^ 
el  vino  se  muestra  la  sangre  del  Señor.  Iten-^^ 
contra  los  Acuarios ,  dize ,  que  no  puede  parezeKT* 
estar  la  sangre  del  Señor  en  el  cáliz ,  si  el  vin 
deje  de  estar  en  él.  I  según  nuestros  transubstan 
ziadores  no  hai  vino  en  el  cáliz;  luego  sígnese  qm 
no  hai  sangre.  Porque  este  es  el  argumento  d 
San  Zipriano.  Iten ,  en  el  sermón  de  la  Zena  de 
Señor ,  dize ,  los  símbolos  mudarse  en  cuerpo  d 
Ghristo :  pero,  de  tai  manera,  que  toma  una 
janza  del  mismo  Ghristo ,  en  el  cual  la  naturalezas- 
humana  se  vía ,  i  U^  divina  estaba  eíicondida. — - 
De  la  cual  semejanza  se  vec,  que  él  quiere  dezir. 
que  como  en  Ghristo  permanecieron  dos  nata 
ralezas,  divina   i   humana,  asi   de   la   mism 
manera,  se  han  conservado  en  este  sacrament 
dos  naturalezas  :  la  del  pan,  que  se  vee,  i  la  dé 
cuerpo  de  Ghristo,  que  no  se  vee.  Iten,  lib.  n 
epist.  3.* ,  dize :  De  la  manera  que  el  cuerpo  del 


I  DE  SU  SANTIDAD.  435 

Qor  no  puede  ser  harina  sola ,  ni  agua  sola ,  sino 
es  que  ambas  se  junten  i  copulen ,  i  se  consoliden 
con  el  ayuntamiento  1  unión  de  un  pan,  con  el  cual, 
i  con  el  mismo  sacramento,  nuestro  pueblo 
se  muestra  ser  copulado.  Athanasio ,  declarando  Athanasio. 
aquellas  palabras :  Si  alguno  dijere  palabra  con- 
tra el  Hijo  del  hombre,  perdonársele  ha:  mas 
el  que  contra  el  Espíritu  santo,  etc.,  díze: 
4 1  cnán  grande  es  el  cuerpo ,  que  todo  el  mundo 
haya  de  comer  del?  i  concluye ,  que  esto  se  ha  de 
entender  espiritualmente ,  i  que  por  esto  el  Señor 
baze  menzion  en  este  lugar  de  su  Aszension 
contra  los  Gapernaitas.  Basilio,  en  su  liturjia*  BastUo. 
llama  al  pan  del  sacramento  Antitipon  del  cuerpo 
4e  Ghristo.  Antitipon  quiere  dezir,  ejemplar  ó 
dechado  de  semejante  forma.  I  llámalo  así  des- 
pués de  la  consagrazion.  Dionisio,  de  Ecclesias.  Dionitio. 
tica  hierarchía,  capítulo  terzero,  dize:£lPon- 
tifize  descubre  el  pan  cubierto  i  individuo ,  i 
partiéndolo  en  pedazos,  etc.  San  Ambrosio,  Ambrosio. 
sobre  la  primera  epístola  á  los  Gorinthios ,  díze: 
Cuando  se  trata  que  esto  se  haga  en  memoria 
de  Ghristo,  i  de  su  muerte ,  nosotros,  comiendo 
i  bebiendo  significamos  la  carne  i  sangre  de 
Chrísto,  que  han  sido  ofrezidos.  Iten,  en  el 
misiDO  lugar  dize:  r^osotros  rezebimos  el  cáliz 
mistico  en  tipo  (ó  figura)  de  la  sangre  de  Ghristo. 
Iten,lib.  lY,  de  sacramentis,  cap.  4.^,  donde 
pone  la  mutazion  de  los  símbolos ,  trata  también 
noestra  mutazion  en  Ghristo :  mas  con  todo  esto 
no  se  transubstanzian  en  Ghristo,  los  que  rezi- 
beii  el  Sacramento.  Iten ,  en  el  mismo  cap. 
dKse:  Asi  que  afirmemos  esto ,  ¿cómo  lo  que  es 
pm «  puede  ser  cuerpo  de  Ghristo  por  consa- 


29 


436 


DE  LA  MISA 


Jerónimo. 
Chrisóstomo. 


grazion?  I  luego :  Si  tanta  fuerza  tiene  la  palabn 
del  Señor ,  que  las  cosas  que  no  eran,  comienzen 
á  ser,  ¿cuánto  mas  será  eficaz  para  hazerqoe 
sean  las  que  tienen  ser,  i  se  muden  en  otra  cosa? 
San  Jerónimo  claramente  dize  sobre  San  Mateo, 
que  en  el  pan  1  en  el  vino  es  representado  el 
cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  Ghrisóstomo,  sobre 
la  segunda  á  los  Gorinthios,  dize  :  No  solamente 
es  cuerpo  de  Ghristo  lo  que  se  nos  propoae 
en  la  mesa ,  mas  aun  los  pobres :  á  los  coaitt 
somos  obligados  á  hazerles  bien.  Porque  aquel 
que  dijo:  Esto  es  mi  cuerpo,  también  el  mittio 
dijo  con  su  boca ,  que  él  era  el  que  rezibia  d 
benefizio ,  i  que  él  estaba  nezesitado  en  loa  po- 
bres. Iten,  hom.  xi,  super  Mat. ,  in  opere  iift* 
perfecto ,  dize :  En  los  santos  vasos  no  e«tá  el 
cuerpo  de  Ghristo  ni  su  sangre:  sino  el  misterio 
del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  Iten,  sobre  dei- 
pitulo  XII  de  la  segunda  á  los  Gorinthios ,  bom. 
XXVII ,  dize :  De  la  manera  que  Ghristo  en  el  pan 
i  en  el  vino  dijo :  Hazed  esto  en  memoria  de  nú. 
Iten,  sobre  el  Psalmo  xxii  declarando  estas  {Mi- 
labras.  Aparejaste  delante  de  mí  la  me8a,dÍ2e: 
De  la  manera  que  en  semejanza  del  cueiyo  i 
sangre  de  Ghristo  se  nos  muestra  en  el  saen- 
mento  el  pan  i  el  vino,  etc.  Iten,  escribiendo á 
Zesário  contra  Apolinar  i  otros,  que  confundlaK 
la  divinidad  i  humanidad  de  Ghristo  (esta  epís- 
tola se  halló  en  la  librería  de  Florenzia),  díte: 
Porque  de  la  manera  que  al  pan ,  antes  de  ser 
santificado  ,  lo  llámanos  pan:  pero  la  gra2¡a 
divina  significando  esto ,  el  pan  mediante  el  Sar 
zerdote  es  librado  de  nombre  de  pan ,  i  es  ha- 
llado ser  digno  de  ser  llamado  cuerpo  del  Señor: 


1  DB  SÜ  SAirriDAD. 


4S7 


AüOnque  la  naturaleza  de  pan  permanezíó  en  él. 

SftB  Augustin  en  muí  muchos  lugares  es  todo    AugusUno. 

BOMlro ,  i  confirma  redondamente  nuestra  do- 

Uina.  Sobre  el  Psalmo  Lxxxn,  dize:  ^o  habéis  de 

eMaer  esto  que  tcís  :  ni  habéis  de  beber  esta 

Hftgrey  que  han  de  derramar:  Misterio  es  lo  que 

ordigo :  lo  cual ,  si  espiritualmente  se  entienda, 

lífificará.  Iten,  en  el  tratado  de  fide  ad  Petrum, 

Qip.  XIX,  llama  sacramento  de  pan  i  de  vino. 

ton,  contra  Fausto,  lib.  xx,  cap.  21 ,  dize:  La 

carne  i  sangre  de  Ghrísto  se  nos  prometió  en  el 

vkjo  Testamento  en  la  semejanza  de  las  víctimas 

(Q.  B.  de  los  animales  sacrificados) :  en  la  cruz 

raímente  se  dio :  mas  en  el  sacramento  se  zele- 

bra  por  memoria.  Consideremos  bien  estos  tres 

tiempos ,  que  nota  San  Augustin ,  i  la  gran  dife^ 

Kensia  que  hai.  De  una  manera  se  Dio  Ghristo  en 

el  Testaiftento  viejo ,  de  otra  en  la  cruz ,  i  de 

otra  en  el  Sacramento  de  la  Zena.  Iten,  de  Givitate 

M,  lib.  XXI,  cap.  25,  claramente  afirma  los  .^^^^V^uSerí" 

Inpios  no  comer  la  cosa  del  sacramento.  Q.  D.  el  de  cbristo. 

caerpo  de  Ghristo ,  i  asi  dize :  No  es  de  pensar 

qoe  eoma  el  cuerpo  de  Ghristo ,  el  que  no  está  en 

el  cuerpo  de  Ghristo ,  i  en  el  cual  Ghristo  no  está, 

ni  él  está  en  Ghristo.  Iten,  tratado  xx  sobre 

8.  loan,  dize  lo  mismo.  Iten ,  contra  Adiraanto, 

Kttlcheo,  cap.  xii,  dize:  No  dudó  el  Señor  de- 

úti  Esto  es  mi  cuerpo ,  cuando  con  todo  esto 

<Uba  la  Señal  de  su  cuerpo.  En  esto  San  Augustin 

mostrólas  palabras  de  Ghristo:  Esto  es  mi  cuerpo, 

na  se  debe  entender  al  pie  de  la  letra  como 

KKnan,  sino  por  tropo,  ó  figura :  i  así  dize ,  que 

«Ha  manera  de  hablar  es  semejante  á  la  que  ale- 

gil  del  Deuteronomio ,  la  sangre  es  el  ánima.    i>cm/m  xii,  23 


438  DE  LA  mSA 

Iten,  de  dotrina  Ghristiana,  lib.  m,  cap.  Kv 
muestra  ser  figurada  manera  de  hablar*  la  que 
Ghrísto ,  Juan  yi,  usa :  Si  no  comiéredes  lacam 
del  Hijo  del  hombre,  etc.:  la  razón  queda^eSt 
porque  pareze  que  manda  una  gran  maldad.  Por- 
que mayor  crueldad  es  comer  la  carne  de  qd 
hombre,  que  matarlo:  i  beber  su  sangre,  qiK 
derramarla.  I  por  eso  dize  San  Augustin  que  es 
figura  que  manda,  que  suave  i  provechosamente 
nos  acordemos  la  carne  de  Ghristo  haber  sido  p<Hr 
nosotros  cruzificada  i  herida.  Iten,  en  la  epistclaá 
Bonifazio,  dize:  Los  sacramentos  toman  los  nom- 
bres de  aquellas  cosas,  cuyas  son  sacramentos 
Estas  palabras,  como  ya  habemos  notado,  toffli 
San  Augustin  de  S.  Zipriano.  I  señaladamente 
nombró  el  sacramento  del  cuerpo  de  Ghristo  ler 
en  ZiERTA  manera  cuerpo  de  Ghristo :  i  luego 
dize:  El  sacramento  de  la  sangre  de  Ghristo  es 
sangre  de  Ghristo.  Iten,  sobre  el  Psalmo  tm* 
dize:  Ghristb  rezibió  á  Judas  en  su  banquete 
cuando  encomendó  la  Figura  de  su  cuerpo.  Baste 
lo  que  habemos  alegado  deste  glorioso  doetor. 

León  I.  León  I,  en  la  epístola  al  clero  i  pueblo  GonsUn- 

tínopolitano,  dize  esta  distribuzion  ser  misUcsu 
ser  vianda  espiritual,  i  que  en  ella  rezebimos  no^ 
virtud  zelestíal  para  que  nos  pasemos  (ó  conviT'' 
tamos)  en  la  carne  de  Ghristo :  el  cual  tofld^ 

zirUo.  nuestra  carne  por  nosotros.  Zirilo ,  lib.  iv,  cap.  1^^^ 

sobre  San  Juan ,  dize :  Asi  él  díd  los  pedazos  d^ 
pan  álos  fieles  diszípulos  diziendo:  Tomad  et^ 
Iten,  en  la  epístola  á  Galosirio,  dize:  Gonv^ 
niale,  pues,  que  se  uniese  (ó  copulase)  eo^'^ 
nuestros  cuerpos  en  Zierta  manera  mediante  i^J 
sagrada  carne  i  preziosa  sangre :  las  cuales  tez  ^ 


Hesichio. 


J  el  asi  o. 


Gregorio  I. 


Bertramo. 


I  DE  Sü  SANTIDAD.  439 

•8  en  el  pan  i  en^l  vino  por  la  bendizion 
cativa.  Hesichio,  lib.  xx  jsobre  elLeTílico, 
8,® ,  dize :  Por  esto  mandó  comer  las  carnes 
os  panes:  para  que  nosotros  entendiésemos, 
^llamaba  Misterio,  que  juntamente  es 
I  carne.  Jelasio  contra  Eutiches  testifica  la 
Uinzía  i  naturaleza  del  pan  i  del  vino  en 
ma  manera  dejar  de  tener  su  ser  en  la 
laristía :  i  lo  demás  que  del  arriba  habernos 
)•  Gregorio  primero  dize  en  su  Rejistro: 
ido  rezebimos ,  asi  el  pan  sin  levadura ,  co- 
sí-kudo,  somos  hechos  un  cuerpo  del  Señor 
Iro  Salvador.  Bertramo ,  en  el  libro  que  hizo 
aerpo  i  sangre  del  Señor ,  hablando  de  las 
ralezas  de  los  símbolos ,  dize ,  que  conforme 
«obstanzia  de  criaturas ,  los  símbolos  ( que 
el  pan  i  el  vino )  se  son  lo  mismo  después 
i.consagrazíon  que  eran  antes.  ¿I  para  qué 
yon  lugar  del  libro  de  Bertramo ,  pues  que 
d  libro  de  propósito  trata  este  mismo  argu- 
io,  i.  concluye  lo  mismo  que  nosotros  ahora 
nos?  Confirma  Bertramo  su  dotrina  con 
igrada  Escritura,  i  con  muchos  dichos  de 
adres:  de  Ambrosio,  Jerónimo,  Augustino, 
mzio,  etc.  I  confirmando  su  dotrina,  que 
.  misma  que  la  nuestra ,  invalida,  i  anula  la 
Metros  contrarios,  que  dizen:  £1  pan  i  el 
en  el  Sacramento  ser  el  mismo  cuerpo  i 
re  de  Ghristo  en  carne ,  i  en  huesos ,  i  en 
lOi,  que  nazió ,  que  murió  ,  que  resuzitó,  etc. 
Bertramo  dize ,  el  cuerpo  de  Ghristo  ser 
18  maneras :  uno  de  carne ,  i  de  huesos,  etc.,  .  ^^^  maneras 
lazló ,  que  murió,  etc.  I  otro  espiritual :  que  christo.^'^**" 
que  se  da  en  el  sacramento.  I  asi  dize  .*  £1 


440 


DE  LA  MISA 


espiritual  cuerpo  de  Ghriito,  i  su  espiritoal  san- 
gre está  debajo  ^e  la  cobertura  del  pan  corporal 
i  del  vino  corporal.  Escribió  Bertramo  este  libro 
del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo  á  petizioD  de 
Garlo  Magno  (como  él  mismo  lo  dize  al  fin  <lel 
libro  hablando  con  Garlo  Magno),  al  cusida 
dica  el  libro.  La  ocasión  que  tuvo  de  dedicando* 
fué  que  Garlo  Magno  (como  Bertramo  dize  al 
prinzipio  del  libro)  le  habia  preguntado :  Si  el 
cuerpo  i  sangre  de  Ghristo ,  que  se  rezibe  ea  li 
Iglesia  con  la  boca  de  los  fieles ,  si  se  rezilM  el 
misterio ,  ó  en  realidad  de  verdad.  De  manera  ^ 
ha  sus  760  años  que  este  libro  está  escrito.  Uná 
Tríthemio  da  este  testimonio  de  Bertramo;  Fié 
(dize  Trithemio)  Bertramo  mui  versado  ea  li 
sagrada  Escritura ,  i  mui  doto  en  szienzias  1»' 
manas,  fué  elocuente,  i  de  sutil  injenioito 
menos  fué  exzelente  en  vida  que  en  dotrina. 

Bernardo.  San  Bernardo,  en  el  sermón  de  la  Zena  M 
Señor,  se  muestra  ser  todo  por  nosotros  m 
la  semejanza  que  pone  del  anillo.  Ahora  para 
zerrar  este  escuadrón  de  Padres  que  babenee 
alegado  de  diversos  tiempos ,  i  de  diversas  téjif^ 
nes  contra  la  Transubstanziazion  ,  pondrenet 

Theodoreto.  uno  dotísimo  i  piísimo :  este  es  TheodoieMN 
Obispo  de  Ziro ,  que  escribió  la  historia  eclestf*' 
tica :  fiorezió  zerca  del  año  del  Señor  de  45f. 
Porque  se  halló  presente  en  el  zelebéttítt» 
Gonzilio  Galzedonense  en  compañía  de  1^ 
Obispos ,  que  condenaron  á  Dioscoro  i  á  Bi^ 
ches.  Estos  Obispos ,  con  gran  cortesía,  i  bono* 
rificos  títulos,  estando  el  mismo  Theodoreto 
presente  en  el  Gonzilio ,  lo  honraron  UamáodolB 
Gathólico  y  i  orthodoxo  Pastw ,  i  Botor  de  )> 


1  DB  80  SANTIDAD.  441 

gtosia.  Lo  mismo  testifica  León  primero,  Obispo 
te  Roma,  ea  la  Epístola  que  escribió  al  dicho 
rhMdoreto:  I  es  de  creer,  que  si  Theodoreto  no 
ialiera  bien  de  un  tan  alto  misterio ,  como  es  el 
ttcramento  del  cuerpo  y  sangre  de  Ghristo ,  que 
lili  Gonzilio  de  los  célebres  que  ha  habido ,  donde 
»  lutUaron  630  Obispos,  no  llamara  á  Theo-    eso  obispos  en 

Ionio  Cathólico  i  orthodoxo  Pastor  de  la  Igle- doníSíe^^**"" 

im^  etc.  Este  Theodoreto  habia  sido  injustamente 

invado  de  su  Obispado  en  el  Gonzilio  Ephesi- 

ia>II,  porque  no  quiso  tomar  la  parte  deEutiches, 

MKCJe:  mas  en  el  Gonzilio  Galzedonense ,  su 

Dbiapado  le  fué  restituido  con  gran  honra  i  loores. 

^  lo  que  Theodoreto  entonzes  sentía  i  enseñaba 

focante  á  la  dotrina  del  sacramento ,  era  Gathó- 

lioo«  lo  mismo  también  lo  será  ahora :  porque  lo 

Oiienio  que  entonzes  era  verdad ,  lo  es  ahora. 

Büe  Theodoreto  mui  de  veras  habla  contra  la 

rrflUQumbstanziazion  en  un  libro ,  que  quiso  Dios 

10  imprimiese  en  Roma  para  mayor  confusión  de 

loe  Romanistas ,  los  cuales  no  pueden  negar  que 

TlModoreto  sea  todo  nuestro:  mas  escúsanlo  con 

desir,  que  la  Iglesia  aun  no  habia  determinado 

eeta  cuestión  de  la  Transubstanziaziorf.  Desta 

OMUiera  el  Papa  (porque  él  es  el  todo)  podrá  ha- 

lerqoela  dotrina  que  antiguamente  era  cathólica 

I  octhodoxa,  sea  ahora  herética  i  mala ,  i  la  que 

eatonzes  era  herética  i  mala  ,  sea  ahora  cathó- 

Uea  i  buena.  Pero  S.  Pablo  dize ,  que  si  Anjel  del 

:Mo  predicare  otro  Evanjelio,  otra  dotrina,  fuera 

de^la  que  él  habia  enseñado ,  este  tal  sea  anathe. 

me.  Introduze,  pues,  Theodoreto  en  sus  Diálo-    Duiogo  i.* 

§ee  dos  personas,  que  razonan  de  cosas  buenas, 

de  cosas  tocantes  á  la  relijion  Ghristiana :  el  uno 


442  DE  LA  mSA 

se  llama  Orthodoxo,  i  el  otro  Eranistes.  Bize, 
pues ,  Orthodoxo :  ¿Sabes  por  ventura  que  Bios 
haya  llamado  al  pan  su  proprio  cuerpo?  Eraoist. 
Sélo.  Orthod.  ¿  Sabes  también  que  en  otro  lo- 
gar su  carne  se  llama  trigo  ?  Eranist.  TamlneDsé 
eso,  etc.  I  un  poco  mas  abajo.  Orthod.  EnelmiflDO 
repartir  de  los  misterios  llamó  al  pan  cuerpo ,  i 
á  la  copa  mesclada  sangre.  Eranist.  Asi  cierta- 
mente los  llamó.  Orthod.  Mas  aun  ha  podido  ser 
llamado  cuerpo  según  naturaleza,  su  cuerpo  cier- 
tamente i  su  sangre.  Eranist.  Claro  está.  OrtlKNi. 
Mas  nuestro  mismo  Salvador  trocó  los  nombres, 
i  dio  al  cuerpo  el  nombre  del  Simbolo :  i  al  con- 
trario, al  Símbolo  dio  el  nombre  del  cuerpo. 
También  en  la  misma  manera,  cuando  habia  desi 
mismo  dicho ,  que  era  vid ,  llamó  á  la  misma  UBr 
gre  Símbolo.   Eranist.   Eso  habéis  dicho  oíaí 
bien.  Pero  querría  también  aprender  la  causa  de 
la  mutazion  de  los  nombres.  Orthod.  Este  es 
el  blanco  á  quien  asiestan  los  que  hazen  pro- 
fesión de  la  relijion.  Porque  quiso  que  aquellos 
que  partizipan  de  los  divinos  misterios ,  no  pon- 
gan >  su  entendimiento  en  la  naturaleza  de  a^ 
Has  cosas  que  se  veen :  mas  que  por  la  mutaxiott 
de  los  nombres,  crean  aquella  transmutazioft 
que  por  grazia  se  ha  hecho.   Porque  el  qa€ 
/«a», XV,  1.    iiani5  á  su  cuerpo  natural,  trigo  i  pan,  i  uio^ 
bien  á  sí  mismo  se  llamó  vid ,  ese  mismo  hol^' 
ró  los  símbolos  que  se  veen,  con  el  nomb^ 
de  su  cuerpo ,  i  de  su  sangre :  ziertamente  f  ^ 
mudando  la  misma  naturaleza ,  mas  añiáitñ^  * 
grazia  á  la  naturaleza.  Eranist.  Las  cosas  mi^ 
ticas   ziertamente  se  han  dicho  místicameatr^ 
i  claramente  son  manifiestas  las  cosas  que 


I  DB  Sü  SANTIDAD.  443 

80D  notorias  á  todos.  Orthod.  Pues  que  dize  la 
Estola  i  la  vestidura  ser  llamada  del  Patriarca 
csorpo  del  Señor,  i  nosotros  habernos  entrado 
«D  plática  de  los  divinos  misterios,  dime  en 
Vialidad  de  verdad,  ¿cuyo  símbolo,  i  cuya  figura 
l^ensasser  aquella  santísima  vianda?  ¿de  la  mis- 
ma divinidad  del  Señor  Ghristo ,  ó  de  su  cuerpo 
ijNU[igre?Eranist.  Sin  duda  de  aquellas  mismas 
eoaas,  cuyos  nombres  han  rezebido.  Orthod.  ¿Bi- 
sas del  cuerpo  i  de  la  sangre?  Eranist.  Asi  lo 
d%o.  Orthod.  Mui  bien  has  dicho.  Porque  el 
9aík>r,  habiendo  tomado  el  símbolo ,  no  dize.- 
Süo  es  mi  divinidad :  mas.  Esto  es  mi  cuerpo.  Iten, 
Silo  es  mi  sangre :  i  en  otro  lugar ,  El  pan  que 
yo  daré  por  la  vida  del  mundo.  Eranist.  Todo 
eüo  es  grandísima  verdad  :  porque  son  palabras  juan,  vi,  si 
de  Dios ,  etc.  I  en  el  segundo  Diálogo.  Orthod. 
Dime ,  pues ,  ¿  cuyos  símbolos  son  los  místicos 
símbolos ,  qne  son  á  Dios  ofrezidos  de  los  Mi- 
nlslros  délas  cosas  sagradas?  Eranist.  Del  cuerpo 
i  de  la  sangre  del  Señor.  Orthod.  ¿Del  verda- 
dero cuerpo,  ó  del  no  verdadero?  Eranist.  Del 
verdadero,  etc.  Orthod.  Porque  aquellos  místi- 
eee  símbolos ,  ni  aun  después  de  la  santificazion, 
áe^n  su  proprio  ser  i  naturaleza :  porque  perma- 
nesen  en  su  primera  Substanzia ,  Figura,  i  For- 
ma, i  son  vistos  i  palpados,  ni  mas  ni  menos  que 
aBEles.  Mas  las  cosas  que  son  hechas ,  se  entien- 
den, se  creen  i  adoran  como  cosas  existentes, 
9»  se  creen.  Coteja,  pues,  la  imájen  con  el 
Afehetipo  (quiere  dezir,  con  la  cosa  cuya  es 
imájen),  i  verás  la  semejanza. . Porque  es  me- 
seeler  que  la  figura  convenga  con  la  verdad. 
Porque  aquel  mismo  cuerpo  tiene  sin  duda  su 


444  DB  LA  MISA 

primera  figura  i  forma ,  eircunscripzion ,  i  pan 
simplemente  dezirlo,  aun  la  misma  substanzla 
del  cuerpo,  etc.  Lo  que  Theodoreto  prinzípil- 
mente  pretende  probar  en  estos  Diálogos,  es  que 
como  en  el  sacramento  hai  realmente  dos  cosas, 
figura,  i  figurado,  pan  i  cuerpo  de  GhrisU),i 
estas  dos  cosas  no  están  confusas ,  mas  cada  una 
tiene  su  proprio  ser,  asi  ni  mas  ni  menos  en  Ghrii- 
to  hai  realmente  dos  naturalezas ,  divina  1  bih 
mana,  no  confusas,  nila  una  convertida  en  la 
otra.  Si  en  el  sacramento  no  hubiese  reahnes- 
te  dos  cosas ,  el  argumento  de  Theodoreto  no 
probaría  su  intento :  mas  antes  sería  por  los  h^ 
rejes ,  contra  quien  disputaba :  los  cuales  deziai 
el  cuerpo  de  Ghristo,  subiendo  á  los  zielos,  habe^ 
se  totalmente  convertido  en  naturaleza  divini. 
Gomo  ahora  nuestros  contrarios  dizen  ,  el  paB 
i  el  vino  convertirse  en  cuerpo  i  en  sangre  de 
Ghristo :  de  tal  manera,  que  no  haya  mas  pan^  ni 
mas  vino.  Deste  mismo  argumento  de  Theodo* 
reto  usa  Jelasio ,  Obispo  de  Roma,  contra  Enth 
ches,  como  ya  lo  alegamos. 

Veis  aqui  la  Vitoria  que  nuestros  contraríot 
han  ganado,  alegando  Padres  para  confirmar 
su  Transubstanziazion.  Si  muchos  han  alegado 
por  su  Transubstanziazion,  muchos  mas  babe^ 
mos  alegado  contra  la  Transubstanziazion,  ta0 
antiguos,  tan  dotos,  i  tan  pios  como  los  que 
han  zitado:  i  muchas  vezes  habemos  alegado 
los  mismos  que  ellos  alegaron.  Nuestros  contn^ 
ríos  siempre  hinchan  la  boca ,  diziendo  Padres» 
Padres.  Gomo  que  los  Padres  sean  por  ellos ,  i 
no  por  nosotros.  Pero  por  esta  disputa  que  U^ 
nemos  entre  las  manos ,  se  verá  si  los  Padres 


I  DB  Sü  SAHTIDAD.  44S 

Min  nuestros,  si  los  Padres  aprueben  i  confirmen 
iraesira  dotrina ,  i  condenen  la  de  nuestros  con- 
Imíos.  Pero  por  cuanto  ( como  dizen  los  dialéc- 
lieos )  dar  instanzia  no  es  soltar  el  argumento,  será 
baeno  responder  á  lo  que  nuestros  contrarios  han 
eoDtra  nuestra  dotrina  alegado.  Esto  haremos 
eon  la  brevedad  posible :  Porque  no  pretendemos 
hiser  aquí  largo  tratado  desta  materia.  Para, 
pnea ,  mostrar  que  lo  que  han  alegado  de  los  Pa- 
drea, no  haze  contra  nosotros ,  será  menester  ad- 
HTtfar,  que  la  misma  Escritura  sagrada  suele  darlos 
sombres  de  los  Símbolos,  señales,  ó  figuras,  á  las 
eosas  que  señalan ,  figuran  i  representan ;  i  por  el 
eontrario,  los  nombres  délas  cosas  significadas ,  i 
ílgaradas,  los  dan  alas  señales  i  figuras.  Gomo  los 
Plores  lo  notan.  Desta  manera  Ghristo  es  el  cor- 
éaco  pascual,  i  el  cordero  pascual  es  Ghristo, 
CHufiato  es  pan,  i  el  pan  es  Ghristo,  etc.  Esta  es  la 
eausa  por  qué  los  Padres ,  imitando  la  manera  de 
hMñT  de  la  Escritura ,  hablando  de  las  cosas  sig- 
nifiísadas ,  las  llaman  con  los  nombres  de  las  que 
las  significan :  i  por  el  contrario ,  hablando  de  las 
fgliras ,  les  dan  los  nombres  de  las  cosas  que 
figuran:  lo  cual  S.  Zipriano,  queyahabemos  Zipriano. 
degado ,  testifica ,  i  San  Augustin  en  la  Epístola 
que  escribió  á  Bonifazio ,  que  ya  habemos  alegado: 
i  Theodoreto ,  en  el  Diálogo ,  que  poco  ha  zita- 
nos.  Demás  desto ,  si  dilijentemente  considera- 
temos  lo  que ,  ó  mas  arriba ,  ó  mas  abajo ,  ó  en 
etifos  lugares  han  dicho ,  veremos  que  han  enten- 
ado i  testificado  esta  vianda  ser  espiritual ,  no 
eanial  de  la  boca ,  ni  del  diente  ni  del  vientre. 
¿Faraqué,  dize  San  Augustin  (como  ya  habemos 
M  alegado),  aparejas  el  diente  i  el  vientre? 


446  DE  LA  MISA 

Cree,  i  comiste.  En  la  cual  manera  de  hablar 
S.  AugusUn  imitó  ú  S.  Zipriano  (como  jahabe- 
mos  dicho).  Háse  también  de  notar  que  los  Padres 
de  una  manera  hablan  del  pan ,  i  del  irino,  antes 
de  la  consagrazion ,  i  de  otra,  después  de  la  coft- 
sagrazion.  Dizen,  que  antes  de  la  consagrazion 
son  pan  i  vino  común  i  vulgar ,  como  lo  demás. 
Pero  después  de  la  consagrazion,  niegan  ser  pan 
común ,  niegan  ser  vino  común  :  dizen«  que  hai 
en  ellos  mutazion.  Lo  cual  es  grandísima  verdad. 
Porque  el  pan  i  el  vino  por  la  consagrazioo 
Quó  cosa  sea  dejan  de  ser  pan  i  vino  común ,  i  son  dedicados 
Consagrazion.  á  qq  uso  Sagrado,  i  así  el  pan  i  el  vino  se 
hazen  santos,  ó  santificados,  dejando  de  ser 
comunes  i  profanos.  Esta  tal  mutazion  entieodea 
los  Padres  hazerse  en  el  pan  i  en  el  vino  :  mas 
no  cuanto  álasubstanzia  i  ser,  sino  cuanto  i 
las  cualidades.  La  cual  mutazion  mui  de  buena 
voluntad  admitimos.  Confesamos  que  por  la  tal 
mutazion  el  pan  i  el  vino  son  hechos  sacra- 
mentos ,  que  eficazmente  nos  significan ,  presen- 
tan, sellan,  i  dan  por  virtud  del  Espirita 
santo,  cuanto  al  ánima,  mediante  la  Fé,  el  cuerpo 
i  sangre  del  Señor.  El  que  esto  advirUerOi 
entenderá,  que  cuando  los  Padres  dizen :  en  el 
sacramento,  no  habcK  ya  mas  pan  ni  mas  vino: 
no  deberse  entender  esto  simplemente  cuanto 
á  la  substanzia ,  sino  en  Zierta  manera  en  res* 
pecto  del  que  rezibe  el  sacramento :  el  cual  no 
debe  poner  sus  ojos  en  el  pan ,  ni  en  el  vino ,  que 
son  cosas  visibles ,  terrenas  i  corruptibles :  mas 
debe  levantar  su  corazón ,  ánima  i  espíritu ,  para 
rezebir  lo  que  por  el  pan  i  por  el  vino  nos  es  sig- 
nificado: conviene á  saber,  á  Jesu  Ghrist»  senU- 


I  DB  Sü  SANTIDAD.  447 

do  á  la  diestra  del  Padre.  Tres  causas  podemos  Tres  causas  por 
dfcr  por  qué  los  Padres  hayan  tan  sublime  i  hiper-  gjyan  "dadJ'^íoi 
bólicamente  hablado  de  las  seríales.  La  primera  nombres  de  las 
(la  cual  ya  habemos  tocado),  tomando  üzenzia  ¡^g°g*J' J^fJ^**^" ■ 
de  la  Escritura ,  la  cual  lo  haze  así :  La  2.^  para 
mas  mover  los  corazones  de  los  hombres,  i 
levantarlos  á  contemplar  las  cosas  zelestíales, 
i  Inefables  merzedes  que  en  este  santísimo  sa- 
eramento  rezebimos:  pues  que  nuestras  ánirpas 
son  espiritualmente  mantenidas  i  abrevadas  con 
elprezioso  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  La  3.* 
para  mostrar  esta  representazion ,  que  dezimos 
hiizerse  en  este  sacramento,  no  ser  teátrica  ni 
de  farsantes :  mas  que  realmente  da  el  Señor, 
lo  que  de  su  parte  promete,  su  cuerpo  i  su 
sangre,  para  mantenimiento  espiritual  de  nues- 
tras ánimas :  i  que  nosoyiros  de  nuestra  parte  lo 
rezebimos  por  Fé.  A  buena  razón  siendo  Ghristo 
iHiestro  mantenimiento ,  él  se  habia  de  conver- 
tir en  nosotros :  como  lo  hazen  los  otros  man- 
tenimientos ,  que  se  convierten  en  la  substanzia 
del  que  los  come:  pero  no  es  asi  en  Ghristo: 
porque    comiéndolo    nosotros ,    nosotros   nos 
eoQvertimos  en  él,  i  somos  por  una  arcana  i 
inefable  unión  hechos  una  cosa  con  él.  i  Oh  .ad- 
mirable Misterio ,  oh  sublime   sacramento ,  oh 
suave  i  divino  banquete,  en  el  cual  rezíbiendo 
Qoeetro  cuerpo  carnalmente  con  los  dientes  pan 
i  vino,   nuestra  ánima    rezibe   espiritualmente 
por  ^é  á  Jesu  Ghristo  con  todos  sus  tesoros  i 
riquezas,  que  él  muriendo  i  resuzitando,  nos 
ganó :  porque  todo  cuanto   él  es ,   se  nos  da 
aquí ! 
Parézeme  que  lo  que  he  dicho ,  basta  para  res- 


Irrneo. 


Torlullano. 


Orijenes. 


Ziprlano. 


448  ]>S  LA  MISA. 

puesta  á  lo  que  nuestros  contraríos  han  de  tos 
Padres  contra  nosotros  alegado.  Mas  dejada  esta 
jeneral  respuesta,  respondamos  á  cada  uno  en 
particular.  Cuanto  á  Ireneo ,  que  díze :  £1  pan 
terreno  rezebida  la  invocazion  no  es  ya  mas  pan 
común,  ya  habemos  respondido  ser  Terdad, 
cuando  lo  alegamos  por  nuestra  parte.  Cnanto 
á  Tertuliano ,  dezimos  que  él  mismo  se  dedara 
dlziendo :  No  solamente  hizo  el  Señor  el  pan  qoe 
tomó  su  cuerpo  diziendo :  Esto  es  mi  cuerpo: 
mas  añidió:  Quiere  dezir,  Figura  de  mi  cuerpo. 
Cuanto  á  lo  que  dize  Orijenes,  que  el  Señor 
afirmó  el  pan  ser  su  cuerpo  ,  nosotros  no  lo  ne- 
gamos. Mas  la  controTersia  es,  cómo  lo  sea :  car- 
nalmente ,  ó  espiritualmente :  í  el  mismo  Orijen» 
se  declara,  cómo  lo  entienda,  en  los  lugares  que 
del  habemos  por  nuestra  parte  alegado.  Cuanto 
á  lo  que  dize  San  Zipriano ,  el  pan  ser  en  carne 
i  en  sangre  mudado ,  así  lo  dezimos  nosotros. 
Pero  no  entendemos  mutazion  natural,  qoe 
una  substanzia  se  convierta  en  otra.  La  muta- 
zion que  entendemos  i  que  entendió  San  ZiprianOt 
es  sacramental.  I  asi  luego  dize :  Nosotros  somos 
unidos  (ó  hechos  una  misma  cosa) con  Christo, 
no  tanto  por  un  traspasamiento  corporal,  cuanto 
por  un  espiritual.  Porque  él  se  ha  hecho  pan, 
i  carne ,  i  sangre :  él  mismo  es  vianda  i  subs^ 
tanzia  i  vida  para  su  Iglesia,  á  la  cual  llama 
su  cuerpo  dándole  partizipazion ,  etc.  Destas 
palabras  concluiremos ,  el  pan  i  el  vino  sacra* 
mentales  ser  el  cuerpo  i  sangre  de  Christo, 
ni  mas  ni  menos  que  la  Iglesia  es  cuerpo  de  Chrís- 
to:  nocorporalmente,  sino  espiritualmente.  Loque 
dize,  que  el  pan  es  mudado  no  en  efijie,sino  en  na* 


I  ra  80  8AKTIDAD.  449 

Inra  :parezeque  haze  mucho  contra  nosotros.  Pero 
«me  ha  no  ser  asi,  por  lo  que  el  mismo  S.  Zipríano 
McribeáZeziiio,  que  en  el  vino  se  muestra  la  sangre 
úéí  Señor.  Iten ,  hablando  contra  los  Acuarios, 
jibe :  Si  en  el  cáliz  deja  de  ser  el  vino ,  no  puede 
parezer  estar  la  sangre  del  Señor  en  el  cáliz.  Iten, 
ledo  lo  demás  que  ya  habemos  del  alegado  por 
nuestra  parte.  Demás  desto,  siendo  S.  Zipriano 
•mor  latinísimo,  puede  ser  que  tomó  el  vocablo 
Satino,  Natura ,  no  en  signifícazion  de  substanzia, 
áño  en  signifícazion  de  virtud ,  fuerza,  i  proprie- 
dad :  como  ios  autores  latinos  muchas  vezes  lo 
toman.  lenlamismasignificazion  se  toma  en  nues- 
tra lengua  española.  I  así  dezimos :  la  naturaleza 
ddsta  yerba,  ó  piedra,  etc. ,  es  esta ,  ect.  La  na- 
turaleza de  la  piedra  imán  es  atraer  el  hierro:  quie- 
ra dezir,  la  virtud,  ópropriedad,  etc.  Tomándola, 
pues,  en  esta  signifícazion,  convendría  mui  bien 
io  que  dize  S.  Zipriano.  Lo  que  dize  S.  Ambrosio, 
Depan  se  haze  Carne  de  Ghristo,  se  debe  entender 
sacramentalmente :  como  ya  habemos  dicho.  I  que 
lea  este  su  sentido ,  veese  por  lo  que  él  mismo  di- 
My  en  los  lugares  que  del  por  nosotros  habemos 
alegado.  Qué  sienta Chrísóstomo  déla  figura  i  de 
lo  figurado  en  este  sacramento ,  ya  lo  habemos 
dicho  alegándolo  por  nosotros.  Resta  ahora  res- 
ponder á  lo  que  dize  de  la  zera,  la  cual  aplicada  al 
fuego  se  consume :  i  aplicando  esta  semejanza, 
dize:  Así  el  pan  i  el  Vino  se  consume  de  la  subs- 
tanzia  del  cuerpo  de  Ghristo.  A  esta  objezíon  res- 
pondemos, que  la  palabra,  Pien8a,deque  usaChri- 
aéatomo,  nos  da  á  entender,  lo  que  ha  dicho,  no 
deberse  entender,  sino  en  respecto  de  nuestra 
Fé  i  conoazimiento  r  con  que  comunicando  el 


Ambro»k)' 


GhrisósComor 


460  DS  LA  MISA 

pan  i  el  vino ,  no  los  rezebimos  como  pan ,  ni  co* 
mo  vino ,  mas  levantando  el  espíritu  en  alto*  \» 
rezebimos  como  cuerpo  i  sangre  de  GhrutOt 
caya  eficaz  figura  son.  A  los  otros  dos  lugaiM 
de  Ghrisóstomo,  que  Ghristo  se  nos  díé  pan 
que  lo  viésemos ,  tocásemos  i  palpásemos  t  i 
«un  en  cuya  carne  hincásemos  los  dientes :  qué 
haya  sentido  Ghrisóstomo  del  pan  i  vino  sacra- 
mental ,  sí  sean  verdadero  pan  i  vino ,  ó  no ;  ya 
lo  habernos  asaz  claramente  mostrado  por  las 
mismas  palabras  del  proprio  Ghrisóstomo.  I  no 
es  de  creer  que  un  autor  tan  grave  se  contradiría. 
Respondamos,  pues,  cómo  se  deba  entender 
esto  que  nuestros  contrarios  alegan  del  contia 
nosotros.  Digo,  pues,  que  simple  i  proprlamente 
hablando ,  ni  el  cuerpo  ni  la  sangre  de  Gbristo 
se  veen ,  ni  se  palpan ,  ni  se  tocan  en  el  sacra- 
mento: el  pan  i  el  vino  se  veen,  palpan  i  tocan. 
£1  mismo  Ghrisóstomo  en  la  misma  homelia 
dize:  Él  nos  haze  consigo  una  (por  dezirlo  a$f) 
masa.  I  esto  no  solamente  por  Fé ,  mas  házenoa 
realmente  su  cuerpo.  Lo  mismo  dize  hom.  u 
i  LXii,  al  pueblo  Antiozeno,  diziendo  :  Píosotros, 
digo,  somos,  no  solamente  por  Fé  i  Garidad, 
mas  aun  en  realidad ,  de  verdad  hechos  i  mea- 
dados  con  el  cuerpo  de  Ghristo.  I  ninguno 
con  toda  esta  unión  dirá  que  somos  tran- 
substanziados  en  el  cuerpo  de  Ghristo.  Asi 
también  nosotros  dezimos ,  que  con  toda  la  unioD 
que  hai  sacramental  entre  el  pan  i  el  vino,  i  el 
cuerpo  i  sangre  de  Ghristo,  el  pan  no  es  tran- 
substaitziado  en  cuerpo  de  Ghristo ,  ni  el  vino  en 
su  sangre.  £i  mismo  Ghrisóstomo  dize :  No  te 
pienses  que  tomas  el  cuerpo  de  Ghristo ,  de  las 


t  DB  Sir  SANtlDAD.  ^51 

miios  de  un  hombre,  sino  de  un  Seraphin ,  etc. 
Sial pie  de  la  letra  quisiésemos  entender  esto, 
el  Ministro  no  es  ya  hombre ,  mas  se  ha  transubs* 
toiziado  en  Seraphin.  Iten,  dize,  que  Yio  de- 
bemos pensar  la  mano  del  «azerdóte  darnos  el 
alimento:  masque  debemos  entenderla  ma- 
no estendida  de  Ghristo  hazer  esto.  Con  todas 
estas  maneras  de  hablar,  ¿qué  pensamos  Ghri- 
sdetomo  haber  querido  hazer  ,  sino  sacar  el 
óttendimiento  de  los  que  comulgan  de  la  con- 
^erazion  de  las  señales  i  figuras  externas ,  vi- 
siUes  i  perezederas ,  y  hacerles  considerar  las 
zeieetiáles  i  divinas,  que  por  ellas  son  figura- 
das? Quiere,  pues,  este  glorioso  Padre,  que  de  tal 
manera  n'osotros ,  comulgando ,  zelebremos  la 
memoria  de  la  muerte  i*  pasión  de  Ghristo, 
como  8i  entonzes  en  el  mismo  instante  que 
comulgamos ,  su  cuerpo  fuese  cruzificado  por 
nosotros,  i  su  sangre  fuese  derramada.  Pluguiese 
i  Dios ,  que  todos  los  Ghristianos  comulgando 
biziesen  esta  considerazion  i  meditazíon,  otro 
fruto  sacarían  de  la  comunión.  Los  fieles  cre- 
yendo la  dotrina  Evanjélica,  i  zelebrando  la 
sania  Zena ,  se  hallan  como  presentes  á  la  con- 
deaazion  i  muerte  del  Señor:  i  esta  ea  la  me- 
moria que  se  les  manda  hazer:  I  asi  San  Pablo  q¿¿  ,„  , 
dize  á  los  Gálatas ,  que  delante  de  sus  ojos  dellos 
Ghristo  fué  condenado ,  i  cruzificado  entre  ellos. 
Cuanto  á  lo  que  nos  objectan  de  San  Au-  AugusUno. 
gostía,  que  Ghristo  se  traía  en  sus  manos,  no 
lo  negamos.  Porque  ¿  qué  inconveniente  es  que 
Jesu  Ghristo  haya  traído  con  sus  manos  su  cuer- 
po«  "Si  por  cuerpo  entendamos  el  sacramento  de 
sa  cuerpo?  I  que  esto  haya  querido  dezir ,  él  mis'^ 

30 


4M  BB  Lá  MISA 

rao  un  poco  mas  abajo  k>  da  á  entender  ^  am* 
do  dize:  Quodam  modo.  En  zierta  manera: no 
simplemente ,  A  lo  otro  que  dizen  tle  San  Angoi- 
tin,  que  la  carne  de  Ghristo  se  deba  adorar  flo 
el  sacramento.  No  negamos  la  carne  de  Ghri»* 
to,  por  cuanto  está  conjunta  con  la  divinidad, 
de  la  cual  jamás  se  apartará ,  deber  ser  adone 
da.  Porque  de  otra  manera ,  cualquiera  que  adiH 
rare  la  carne  de  Ghristo  simplemente  sin  ningu 
respecto  de  la  unión  hípostática,  que  bai  entie 
la  carne  1  la  divinidad  en  Ghristo,  ¡d(^atn- 
ria.  Porque  solo  Dios,  sola  su  divinidad  st  de* 

Deui  VI  13.  ^  adorar.  Al  Señor  tu  Dios  adorarás ,  i  á  él  solo 
servirás.  Quien  quisiere  ver  cuan  nuestro  sea 
San  Augustin ,  i  cuan  contra  la  transübstanzia* 
zion  de  nuestros  cmitrarios,  i  esto^j»  no  enm 
lugar  acaso ,  sino  en  muchos  ,  lea  lo  que  dfl 

Hilario.  ^^  habemos  alegado.  San  Hilario,  en  el  lugar  si- 

tado contra  nosotros ,  funda  su  argumento  sobre 
la  verdad  de  los  sacramentos,  los  cuales  real  i 
verdaderamente  sellan,  dan  i  presentan  lo  qae 
nos  representan.  Rezebimos ,  pues ,  en  el  sacra- 
mento del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo ,  el  verda- 
dero cuerpo  i  sangre  de  Ghristo ,  i  nos  hazeraos 
una  misma  cosa  con  él :  i  esto  espiritiialmente 
por  Fé :  como  tantas  vezes  lo  habemos  dicho.  La 
cual  unión ,  no  solamente  se  haze  en  la  Encha» 
ristfa,  mas  aun  en  el  Baptismo.  I  asi  el  mismo 
Hilario  un  poco  antes  que  dijese  aquellas  pa- 
labras de  la  Eucharistia ,  habia  dicho  lo  mismo 
del  Baptismo :  dizíendo ,  que  por  él  somos  coh- 
juntoscon  Ghristo,  i  entre  nosotros:  i  esto  no 
solamente  por  unión  de  consenso  i  voluntad, 
mas  aun  de  naturaleza.  Pongan »  pnesy  también 


I  DB  SO  SMSnWkD.  US 

trinsubiitanziazioii  en  el  agua  del  Baptumo. 
Cuanto  á  lo  que  dizen  de  León  I «  nosotros    Leun  i. 
cMíeeaoM^s  lo  mbmo  que  él  dize :  que  Chrieto 
aa  bao  nuestra  earne ,  1  que  nosotros  nos  pa- 
smos eousu  earne.  Cuanto  á  Damaszeno ,  no  hai    Dtmatseno ,  i 
que  dudar,  sino  que  sea  todo  por  ellos ,  como  f^*j"JJj**^" *" ■"* 
pareze  en  el  lugar  contra  nosotros  alegado.  Este 
Damaszeno  fué  judio  de  nazíon  i  de  profe* 
SÍDB,  hasta  tanto  que  vino  á  Gonstantinopla  i  se 
oonvertió ,  i  convertido  se  hizo  monje :  vivió 
ea  tiempo  del  Emperador  León  Isáuríco ,  zerca 
del  afío  de  720,  cuando  los  Moros,  habiendo  pa- 
aado  pocos  años  antes  el  estrecho  de  Gibraltar 
por  castigo  de  Dios ,  se  habian  apoderado  de  casi 
toda  nuestra  España.  Este  escribió  algunas  co- 
sas,  en  las  cuales  se  hallan  muchos  desvarios, 
asperstiziones  i  errores.   Pondré  aquí  algunos^ 
para  que  se  vea  el  crédito ,  que  á  tal  autor  se  de- 
ba dar.  Fué  gran  defensor  de  las  imájines :  dize, 
que  no  solamente  se  han  de  hazer,  mas  aun 
que  se  han  de  honrar,  i  reverenziar:  lo  cual  es 
contra  el  segundo  mandamiento :  No  te  harás 
lo^jen,  no  la  adorarás,  ni  la  honrarás.  Esti*- 
mó  en  gran  manera  las  reliquias  de  los  san- 
tos, i  no  duda  de  llamarlas  Fuentes  de  dones 
de  Dios.  Atrévese  á  dezir,   que  debemos  con 
Vé  honrar  los  santos  ya  defuntos.  Lo  cual  es 
btosphemia.  Porque  en  un  solo  Dios  debemos 
creer,   como  confesamos  en  el.prinzipio  del 
aimbolo  IVizeno.  Hablando  del  Purgatorio ,  cuen-  sermone  de  Dr* 
ti  para   confirmarlo  grandes  desvarios.    Estefunctis. 
cuenta  que  el  ánima  de  Trajano,  Emperador 
que  habia  sido.  Pagano,  idólatra,  i  gran  persegui- 
dor de  los  Ghristianos ,  salió  por  las  oraziones 


4B4  DB  hk  mSBk 

de  San  Gregorio  de  las  penas  del  infierno «  ele. 
lien 9  que  el  ánima  de  una  mujer,  que  se  llama- 
baFalconilia,  pagana,  salió  del  infierno,  do  estaba 
por  su  idolatría  condenada:  i  esto  por  los  ruegos 
de  una  que  él  llama  Primera  Mártir.  Frai  Juan  de 
Pineda,  lib.  xvm,  cap.  24,  §  I,  cuenta  otro 
semejante  cuento :  i  es  este.  Dize  Zonoras  («1 
cual  llama  noble  historiador),  que  la  Empera- 
triz suplicó  al  Patriarcha  i  á  los  Obispos  i  reü- 
jioso9t  que  hiziesen  orazion  por  el  alma  dd 
Emperador  Tbeóphílo ,  su  marido ,  i  que  alcan- 
zaron perdón  de  sus  culpas.  Mas  yo ,  dize  Pine- 
da, por  mui  escrupuloso  lo  tengo,  viendo  que 
murió  hereje  pertinaz.  (I  luego.)  Dejaré  mi  pare- 
zer  fundado  en  las  raizes  de  la  fé :  yna  de  las 
cuales  dize,  que  á  la  parte  en  que  cayere  el  ár- 
bol, allí  se  quedará  para  siempre:  i  otra,  que  end 
infierno  no  hai  redempzion :  i  otra,  que  la  grazia 
divide  entre  los  hijos  del  reino  i  del  infierno,  etc. 
Por  estas  mismas  causas  diremos  ser  mentira 
lo  que  dize  Damaszeno  del  ánima  de  Trajano, 
i  de  Falconilla.  Pero  Mejía  en  la  vida  de  Traja- 
no  ,.dize  ser  fábula  i  trufa  lo  que  se  dize  del  áni- 
ma de  Trajano:  El  Doctor  Ulescas  en  la  vida  de 
Gregorio  I,  lo  tiene  por  gran  verdad  i  condena 
á  Pero  Mejía.  Iten ,  dize  Damaszeno ,  que  un 
Macario,  preguntando  á  una  calavema  seca,  sa- 
bia mui  muchas  cosas  del  estado  de  los  deíim- 
tos  (¿i  qué  es  ser  nigromántico,  si  esto  no  lo  es?). 
Dize ,  pues ,  que  este  Macario  tenia  por  costum- 
bre de  rezar  por  los  defuntos ,  i  que  deseaba 
saber  si  las  tales  oraziones  les  aprovechaban  algí», 
i  si  tuviesesn  algún  conforto  con  ellas.  Dize,  que 
Dios,  amador  de  las  ánimas,  queriendo  con  muí 


I  DB  SU  SAlfTIDAD.  455 

machos  f  firmes  argumentos  declarar  esto  á  su 
áerro,  inspiró  en  la  Galaverna  que  estaba  seca, 
pakbra  de  verdad.  Porque  la  Galavema  pronun- 
iáá  estas  palabras:  Guando  tü  oras  por  los  de-    ei  purgatorio 
tatos ,  alguna  consolazionzilla  sentimos ,  etc.  J® g^"5?fj"'  *^®" 
También  cuenta,  que  uno  vido  á  su  diszipulo  (que 
iiabia  vivido  una  vida  algo  disoluta)' arder  eri  el 
fUego :  el  cual  tenia  el  cuerpo  en  la  llama  hasta 
la  garganta:  después  por  las  oraziones  del  maes- 
tro«  el  mismo  maestro  lo  vido  en  el  fuego  hasta 
ia  zintura :  después  volviendo  á  orar  por  él ,  lo 
Vido  libré  i  salvo,  sin  daño  del  fuego.  Estos  cuatro 
desvarios  tan  desvariados,  sin  otros,  que  no 
cuento ,  hallaréis  en  su  sermón  de  los  defuntos. 
Teís  aquí  los  textos  de  la  sagrada  Escritura  con 
quí  confina  su  Purgatorio.  Iten ,  para  probar 
la  resurrezion ,  zita  el  lugar  del  Jénesis ,  que  Dios    /^«.t  i^  ^* 
maíidó  á  Noé  .*  No  comáis  la  carne  con  la  sangre.  Lib.  iv,  cap.  as, 
Iten ,  otro  desvarío,  dize  en  el  capítulo  de  la  Vir-  ^^^^'  ***** 
Jinidad ,  que  si  Adán  no  pecara ,  que  los  hombres 
no  tuvieran  ayuntamiento  carnal  con  sus  mujeres 
piri  enjendrar.  I  {Jorque  vee  el  texto  de  la  Es- 
eilitira  serle  contrario,  dize  que  pudiera  Dios 
ilúdtlpllcar  los  hombres   por  otro  medio  sin 
iy^Dtamiento  de  hombre  f  mujer.  Iten ,  viendo 

gé  Safa  Basilio  llama  al  pan  i  al  vino  del 
erámento  ejemplares  del  cuerpo  de  Ghristo 
(16  cual  era  contra  él) ,  dijo  este  dicho  de  S.  Ba- 
1^  deberse  entender  del  pan  i  del  vino  antes 
(W.lá  santificazion :  lo  cual  no  es  asi.  Porque 
jlpfttí  i  el  vino  antes  déla  consagrazion  (como 
jfl  lo  habernos  probado  por  los  Padres) ,  son  pan 
1-  tino  común ,  como  lo  demás :  i  no  son  simbo- 
ki9  ni  figuras  del  cuerpo  i  sangre  de  Christo, 


4S6  n  LA  nsA 

hasta  tanto  que  se  dizen  las  palabras.  Tornad^  co- 
med :  esto  es  mi  cuerpo ,  i  no  antes.  Asi  qoe, 
pues  tal  es  Damaszeno»  dejémoslo,  i  slgafflioi 
lo  que  la  sagrada  Escritura  nos  enseña ,  lo  que 
los  Padres,  que  contra  la  TransubstanziaxioQ 
habernos  alegado,  nos  dizen:  y  aun  lo  que  la 
misma  esperienzia  de  lo  que  vemos ,  tocamos  y 
gustamos  en  el  sacramento ,  nos  muestra.  Lo  mis- 
mo respondemos  á  Theophilato ,  Anselmo ,  Ha- 
go ,  Ricardo ,  etc. ,  que  contra  nosotros  zitan.  Los 
cuales  vivieron  en  el  tiempo  que  la  santa  Zeaa 
del  Señor  iba  ya  de  caida  tiranizando  ya  los 
Papas  las  conszienzias  de  los  hombres .-  los  cua- 
les no  han  parado  hasta  tanto  que,  destruida  la 
santa  Zena,  han  hecho  de  algunas  reliquias,  re- 
lieves ,  ó  sobras  della,  su  Misa ,  tal ,  cual  el  día  de 
hoi  está,  llena  de  abusos,  superstiziones,í  ido- 
latrías. De  los  autores  modernos,  el  quémenos 
tanziaziónTo  se  ^^  ®^^*  materia  de  la  Transubstanzlazion  erró, 
puede  probar  ni  es  Escoto,  el  cual  (como  ya  habemos  dicho)  dize, 

porfaíoncs*  "'  í"®  "®  ««  P"®^®  probar  ni  por  la  Escritura,  ni 
por  razones.  Pero  quísose  engañar  porqué  asi 
lo  manda  la  Iglesia.  Gomo  que  su  Iglesia ,  qué  es 
el  Papa  i  sus  Cardenales ,  pueda  hazer  nuevos 
artículos  de  Fé ,  fuera  de  los  que  Jesa  GhríAo, 
nuestro  Rei ,  Propheta  i  Sazerdote,  nos  ordenó 
i  enseñó ,  que  son  contenidos  en  el  Símbolo' de  los 
Apóstoles. 

Respondamos  ahora  á  los  Gonzilios  que  nues- 
tros contrarios  contra  nosotros  alegan.  Cuanto 

Gonz.  fiphes.  ^  ^^  ^I"^  °^^  objectan  del  Conzilio  Ephcsino, 
en  el  cual  presidió  Zirilo,  i  Theodoreto  (a^l 
que  tan  abiertamente  es  contra  la  Transubstan* 
ziazion),  asistió  en  él,  nos  hazengratt  tuerto. 


I  DB  8Ü  aUlTIDAD. 


w 


Foripe  lo  misino  que  el  GonsiUo  .eonfieíat  con* 
&Mmos  nosotrot.  Dezimos,  qae  rezibiendo  taU 
jocramento,  rezebimost  nc  una  earne  comuna 
•mas  una  carne  santíficatrize,  que  está  con- 
junta por  una  unión  insej^arable  con  el  Verbo 
divino.  ¿Pero  cómo  la  rezebimos?  Esplritual- 
. mente  porFé,  no  carnalmente,como  nuestros 
eontrarios  dizen  que  la  reziben,  i  comen  ^  1  di- 
jleren.  Porque  hasta  que  está  dijerida ,  dizen  ellos, 
•er    carne   de    Ghristo.    Qbjectan  al  Gonzilio 
Verzelense  en  tiempo  de  Lebn  IX,  donde  Beren- 
gario  fué  condenado.  Objectan  al  Gonzilio  La- 
teranense  en  tiempo  de  Nicolao  segundo,  que 
hizo  recantar  &  Berengario.  Iten ,  al  Lateranense 
en  tiempo  de  Inozenzio  terzero.  Iten ,  al  Gonzilio 
Constanziense,  año  de  1516.  Iten,  al  Trídenti- 
■o  de  nuestros  tiempos:  en  cuyo  tiempo  tantos 
Papas  paparon,  Paulo  III,  Julio  III,  Marcelo  n, 
Paulo  IV ,  Pió  IV ,  i  ninguno  dellos  se  halló  pre- 
sente en  ¿1,  por  las  causas  que  hablando  de  los 
Papas  dijimos.  Pero  examinemos  la  recantazion 
que  el  Papa  Nicolao  segundo,  que  papó  zerca  del 
.  Éño  de  1060,  mandó  hazer  á  Berengario  en  el 
Gonzilio  Lateranense,  como  está  escrita  en  los 
iDfecretos  de  Gonsecrat.  dist.  ii,  cap.  Ego  Beren^ 
.  §ariui.  En  la  cual  fué  constreñido  á  confesar  que 
d  cuerpo  de  Ghristo  es  tratado  (ó  manoseado)  rio«. 
sensualmente  con  las  manos  de  los  sazerdotes, 
que  es  rompido ,  que  es  mascado  con  los  dientes. 
.  Preguntóles  yo,  cómo    puede  padezer   ahora 
el  cuerpo  de  Ghristo,  que  es  ya  glorificado ,  i  por 
el  mismo  caso  impatible,  i  en  ninguna  manera 
sujeto  á  estas  miserias  humanas,  estas  cosas  que 
til  Papa  i  su  Gonzilio  dizen?  £1  mismo  Glosa- 


Cont.  Venel. 

Conz.  Liiter. 

Conz.  Later. 
Cont,  GoDstant. 
Conz.  Trldent. 


Grandes  desva^ 


458  DB  LA  KSÁ 

dordelos  Decretos,, aunque  no  despuatabii de 
agudo ,  no  pudo  dejar  de  ver  ttn  tan  graa  dhgaí' 
do  como  este.  I  por  eso  dijo ,  que  esto  se  debía*, 
entender  muí  cauta  i  avisadamente.  Porque  ú* 
nolohazeisasi,  dize,  cairéís  en  un  error,  nuá 
mayor  que  el  de  Berengario.  Entendió,  pues, 
el  Glosador  muí  mejor  que  el  Papa  Ñicofato, 
ni  que  su  Goozilio  (cuyo  Espíritu  santo  el 
Papa  era),  que  en  ninguna  manera  el  cuerpo 
de  Gliristo  puede  s^r  en  el  sacramento  tocado 
con  las  manos,  ni  rompido,  ni  mascado  conloe 
dientes.  Por  esta  causa  el  Maestro  de  las  Sat 
tenzias  en  el  iv,  queriendo  emendar,  ó  solapad 
esta  tan  notable  falta,  dize,  que  esto  que  le 
mandó  dezir  á  Berengario ,  no  se  debe  entender 
del  cuerpo  de  Ghristo,  sino  de  los  Simboloei 
que  ellos  dizen  ser  los  aczidentes.  I  asi.admita 
en  aquella  manera  de  hablar  tropo,  ó  figura,  se* 
giin  la  cual  se  atribuye  á  la  cosa,  lo  que  es  de  loe 
símbolos.  Pero  si  nosotros  usásemos  desta  figo*, 
ra ,  nos  querrían  comer  los  ojos.  Ahora  enteih 
deréis  el  caso  que  se  deba  hazer  de  tal  GonzüiOi 
i    de  los  demás   Gonzilios,   que   siguieron   i . 

Akfln  desteTra-  ^^^^  *  ^^  '^^  cuales  el  Papa ,  ó  sus  Legados,  hatt 
tado  vereit  cómo  presidido:  i  ninguna  cosa  se  determinó  en  ellos  por 
do'^'ei*  GouUio  ^^^  4"^  ^^^  Pddres  se  quebrasen.la  cabeza  sobre 
Tridenttno.        ello,  que  valiese,  si  el  Papa  no  lo  aprobalNk. 

De  manera  que  solo  el  Papa,  es  el  que  hall 
ó  deohaze  Decretos  i  artículos  de  Fé,  i  iio  d  ' 

Manera  de  le- ^^"2'^'^*  Cu&n<lo  8®  zelebra  algunConzilio  (A. 

lebrar  Conziiios  cual  se  haze  de  muchos  en  muchos  años,  cooMi 

Papisticos.         q^^  ^^  hubiese  mala  vida  dé  Prelados  que  eineA** 

dar,    ni   abusos,    superstiziones ,. herejías  .dí 

idolatrías  en  la  Iglesia  4ue  correjir),  los  Migado| . 


I  DB  SO  SAHTIHAD.  459 

delPapa,  que  comunmente  son  tres  (porque  tal 
es,$a  causa  que  no  la  fia  de  uno),  tienen  gran 
enQBla  de  escrebír  al  Papa :  Esto,  ó  lo  otro  se  ha 
detnrmlnado  en  el  Gonzilio :  ¿qué  le  pareze  á  vues- 
tm  aantidad?  Entonzes  el  Papa,  ó  lo  aprueba ,  ó 
lo  écsaprúeba  borrándolo.  Si  lo  borra,  no  hai 
para  que  naas  tratar  dello,  por  mayor  verdad 
qoa  aea,  i  por  mas  proyecho  que  traiga  á  la 
IgWa.  Loque  aprueba,  escríbelo  á  sus  Legados. 
Bata  carta  que  envia  el  Papa ,  es  el  Espíritu  san- 
to que  ahora  rije  los  Gonzilios.  Este  Espíritu 
santo  no  baja  del  zielo,  mas  viene  enzerrado 
eñ  una  alforja,  ó  maleta.  Desta  manera  el  Con- 
xflieno  es  libre ,  sino  siervo ,  ¿i  de  quién?  del  Pa- 
pa, fil  cual  (como  ya  habemos  por  muchas  bastan- 
tirinas  razones  probado)  es  Antechristo.  Tíénese 
Ü  'Vransobstanziazion  por  tan  nezesario  ar- 
tMó.  para  la  salvazion  entre  nuestros  contra- 
filié  í  que  no  tienen  por  Ghristiano,  sino  por  he^ 
raje,  por  anathema ,  maldito ,  i  descomulgado 
d^níeiio  lo  cree.  En  lo  cual  hazen  gran  injuria 
¿'Ikmzüio  Florentino,  que  se  tuvo  en  tiempo 
Ife^jenio  cuarto,  año  del  Señor  de  1439.  En 
éilifliQonzflio  se  halló  presente  el  Emperador 
díi'!ÍG(f«zia,  el  Patriarca  de  Gonstantinopla  ^  i 
ttl&bkoá  Obispos  Orientales.  En  este  Gonzilio 
éeittéltíeroQ  los  Griegos  con  los  Latinos  en  la 
^U^ébzia  que  tenían  cuanto  al  Espíritu  san- 
to fj&onvenieron  también  en  otras  algunas  co»- 
aaii;  Pero  cuanto  á  laTransubstanziazion,  por 
óai  que  hizo  el  Papa  para  que  la  admitiesen, 
liiiiiea  lo  pudo  acabar  con  ellos :  i  los  Griegos 
tüfi^on  gran  cuenta  que  en  la  letra  de  uaiotí 
A^  ie  iiistése  memoria  ninguna  de  la  Transaba- 


469  BE  14  MISA 

tun2ia2ion.  Lo  cual  se  hizo  como  los  Griego» 
querían:  como  pareze  en  la  Bula  de  Eujeaie, 
que  comienza:  ExnUení  ccbU^  etlcgteiur  íam^lB 
la  cual  da  el  parabién  á  todo  el  orbe  Ghristíanftf 
de  que  la  Iglesia  Griega  i  la  Latina  hayan  oln 
vez  conformádose.  I  zierto  que  si  su  Transubt* 
tanziazlon  fuera  articulo  de  Fé,  sin  el  cual  ao 
hai  salvazion ,  mal  hubiera  hecho  la  Iglesia  Rotni- 
ma  en  admitir  los  Griegos  por  hermanos :  pim 
abiertamente  negaban  la  Transubstanziazioo. 
Nunca  bababi- Be  aquí  se  vee  ser  falso  lo  que  contra  ii(MH 
?f«J?^**?.  ÍS"'  otros  dizen  del  mutuo  consenso  de  la  Iidem 

86080  de  la  Igle-  .       .     i     i    .    »«  .  .     .      *'— 

sia  cnanto  á  la  cuanto  al  articulo  de  la  TransubstanziaziOQ.  f  or- 
transubstanziaz.  que  ni  la  Iglesia  Griega ,  ni  la  Oriental  nanea  li 
creyó :  i  así  el  dia  de  hoi  no  lo  cree :  ni  la  Lati* 
na  por  espazio  de  mil  años  lo  creyó.  Gondi^ 
mos ,  pues ,  de  todo  esto  que  habernos  dicho  i»  h 
Transubstanziazíon  ^  ser  verdad  lo  que  dijiíaolt 
que  el  que  oye  la  Misa ,  es  gran  idólatra  « i  elfis 
la  dize,  mayor. 
5* da«o  de  la     El  quinto  daño  que  causa  la  Misa  es«  qo^fk' 
^'*^''  más  de  los  dichos  cuatro  daños ,  mantiene ^ir 

chos  abusos ,  como  es  el  Purgatorio.  Caanío  ll 
Purgatorio.  Purgatorio,  dezimos  que  no  hay  otro  Ikinjió 
Purgatorio,  sinola  sangre  deGhristo,  qu0iW^ 
gó  nuestros  pecados,  por  cuya  purgación  mMV 
reconziliados  con  el  Padre  eterno.  JktSo» 
que  el  otro  Purgatorio  que  nuestros  eontraiioi 
se  han  forjado  sin  ninguna  palabra  de  Dios,tf 
una  Cabeza  de  lobo,  como  lo  llamaba  úJkKfif 
Constantino ,  el  cual,  por  causa  déla  relgion^  A 
enfermedad ,  vejez  y  dura  prisión .  murió  eo  d 
Castillo  de  Triana  entre  aquellos  crueles  Ctít- 
bes,  i  Anthropóphagos,  los  Inquinadovar,  dí|0f 


I  DR  SU  SAÜTIDA]).  461 

de  la  Fé.  El  Purgatorio  es  un  público  cortabolsas^    no  ion  inquiii- 
qfnt  sin  ninguna  Tcrgüenza ,  ni  castigo,  hurta,  ^<>f«*t  «ibo  lo- 
mba i  arrebata  lodo  cuanto  puede  para  henchir  JJ.       **  *''* 
hit  panzas  de  aquellos  vientres  oziosos  de  Clé- 
rigos j  Frailes,  i  de  todo  el  orden  eclesiástico. 
Porque  ¿de  dónde  se  han  ellos  enriquezido  tanto? 
¿De  dónde  se   han   edificado  tan  sumptuosos 
inoiiesterios ,  que  mas  parezen  Alcázares  i  pa- 
bilos de  riquísimos  Reyes  i  Prinzipl»,  que  no 
easas  de  Frailes  mendigantes,  ni   de  pobres 
Monjes,  que  en  tiempos  pasados  con  el  trabajo 
de  sos  manos  ganaban  su  sustento?  ¿De  dónde 
kehan  fundado  tantas  Capellanías,  tantos  Trein* 
laiiarios ,  tantas  Misas  rezadas  y  cantadas,  que 
Ñaman  de  Réquiem ,  sino  de  la  loca  persuasión 
del  Purgatorio?  Como  la  Misa  entretiene  al 
Purgatorio,   asi  también  el  Purgatorio  entre- 
tiene á  la  Misa.  Son  Misa  i  Purgatorio,  como 
toe  mulos,  que  uno   refriega  á  otro.  Hazian 
lee  falsos  Prophetas  encreyente   á  la  pobre  i 
ilnple  vejezita,  que  el  ánima  de  su  padre,  ma- 
iife ,  marido ,  hijo ,  hija ,  ó  de  otra  persona ,  que 
Man  quería ,  estaba  padeziendo  gravísimos  tor- 
íBBMitos  i  penas   en  Purgatorio,  i  que  deman- 
debe  algún  alivio  de  Misa,  ó  Misas,  que  se  dijesen 
for  ella.  Entonzes  la  pobre  vejezita  se  lo  qui- 
4Aa  de  la  boca ,  i  blanca ,  á  blanca ,  juntaba 
'di  blancas,  que  es  un  real ,  i  íbase  á  un  clérigo, 
l^dándole  el  real  (porque  las  Misas  se  venden  por    La  Misa  §e  ven- 
Anero) ,  rogábale  que  le  dijese  una  Misa  con  conforme  if^re- 
(gían  devozion  por  el  ánima  de  su  padre ,  ó  de  fran,  No  blanca, 
atra  persona  que  amaba.  I  si  la  vejezita  era  "°  ^"'*''  "^•*®'* 
ti^un   tanto    mas    soperstiziosa ,   íbase  á  un 
trienestMio ,  teniendo  por  zierto  los  frailes  vi- 


46^  DE  tJL  MISA 

vir  mas  relijíosa  i  santa  vida  que  los  clérigos: 
ida  al  moneslerio,  rogaba  al  sacristán,  ó  al  porterOi 
que  le  hiziese  dezir ,  i  luego ,  una  Misa.  El  Mr 
cristan,  ó  portero  dezia  que  luego,  luego,  saldlii 
un  padre  á  dezlrie  la  Misa :  i  tomaba  el  dineiO 
de  aquella ,  á  quien  fuera  mejor  dárselo ,  que  nd 
quitárselo.  Porque  Dios  sabe  la  probeza  qo6 
quedaba  en  casa  de.  la  vejezita-,  i  la  riqoezii 
superabunAnzia  que  había  en  el  monesterié» 
I  10  lindo  era ,  que  no  le  dezian  la  Misa.  Porqae 
muchas  vezes  acontezia  rezebir  mas  Misas  en  di 
dia,  que  todos  los  Sazerdotes  del  monesteii(> 
podían  dezir  en  un  mes.  I  esta  es  lá  cansa  qué 
no  pueden  dezir  todas  las  Misas  que  rezlbes; 
Pero  diréisme :  ¿Para  qué  esos  reverendos  toraitt 
mas  dinero  por  Misas  de  las  que  buenamente 
pueden  dezir?  Parézeme  que  hazíendó  eso  qué 
dezis,  roban.  A  eso  os  respondo,  que  no  ét 
les  da  nada ,  ni  hazen  conszienzia  de  engaitf 
Bo  eito  bazen  i  robar  desta  manera :  i  lo  que  peor  es  ^  que 

erfpóítoK^Síe  ^*^"^'^*^"  ^^®  *"  ^"*'^®'  ®®^  su  robaina ,  i- 
nosehade'hazer  ziendo,  que  es  mui  bien  hecho,  I  qué  es  wé^ 

S!í  veSgi^itm!  ^^^^^  hazerlo  así ,  para  que  la  devozion  del 
üom.,m, 8.        pueblo  no  sé  menoscabe:  i  el  Papa  afHíiebfl 

abona  este  hurto  por  la  causa  ya  dicha;  ¥tité 
mándales,  que  al  fin  de  cada  mes  digan  dql 
Misas,  una  pro  vivis,  i  otra  pro  defunctis:  IM 
cuales  dos  misas  dize  que  valen  tanto  botté* 
'  todas  cuantas  se  han  dejado  de  dezir ;  pórM 
muchas  que  fuesen.  Si  los  Majistrados  htíH^ 
sen  bien  su  dd)er,  buscarían,  i  hallarían  eii'''lil 
archivos  de  los  monesterios  tales  bolas,  fflft 
burlas,  tales  lizenísias  para  hurtar.  Bai^lí^' 
ehoal  Purgatorio  un  nue^o  ioitíxvio^^W^ 


I  DB  8Ü  SAUTUIAD.  468 

lal  inanera,  que  el  que  no  lo  cree ,  por  el  mismo 

QilO.  es  Hereje.  Si  lierejia  es  do  creer  lo  que  no    Los  tres  timbo- 

8% confirma,  ni  por  la  dotrina  del  Yíejo  Testa- ÍJ*c<»ften(»it 

^  .  j  1  •  iUIlli  do  lo  Que  61 

QMtOy  ni  del  nuevo ,  ni  se  contiene  en  ninguno  cbrutiano  debe 
dülpt tres  Símbolos,  délos  Apóstoles,  Píizeno,  creer, 
ni :  de  Athanasio :  los  cuales  son  un  sumario  de 
l(»;.que  el  Ohrístiano  debe  creer  tomado  de  la 
Bi¿ritura. 

ifí  6.^  daño  es ,  que  puesto  caso  que  el  sacrifizio  ».•  dafio. 
deinNisa,  ó  sacramento  del  Altar  (como  ellos 
bi^Baman),  fuese  tal  €omo  ellos  lo  pintan,  con 
Ulda  eso  no  seria  bien  administrado:  pues  que 
d^paeblaChristiano  es  defraudado  i  privado  de 
ll  .Quitad  del  sacramento.  Pues  que  no  le  dan 
fL  vÍBO  sacramental ,  que  es  el  sacramento  de  la 
sangre  que  Ghristo  derramó  por  nosotros  en  la 
(kniz.  I  cuando  rezíbe  la  otra  mitad ,  se  la  dan 
tajT^Cf  una  vez  en  el  año,  i  mal,  con  tantas  su- 
psnrtiziones  i  idolatrías  (como  habemos  ya  pro- 
va4o).  Jesu  Ghristo  instituyó  este  sacramento 
ea.^n^  1  en  vino  por  la  alta  sígnifícazion  i  alu- 
ski||i  que  tiene  el  pañi  el  vino,  con  su  cuerpo  i 
cop.sa  /sangre :  i  mandó  á  sus  Apóstoles ,  que  de 
sqiiell^  misma  manera  que  le  hablan  visto  zele- 
bi¿r  la  Zena,  ellos  la  zelebrasen  en  memoria 
de  ^muerte.  Guando  les  dio  el  pan,  dijo:  To- 
QMjA,  Comed,  estoes  mi  cuerpo:  i  cuando  les 
d^ el  vino,  dijo:  Bebed  del  todos.  Esto  es  mi 
Ifllijgr^»  I>an4o  el  vino ,  añidió  esta  palabra,  To- 
m:  i  no  sin  gran  misterio.  Porque  con  esta  pa- 
lmilla Todos,  el  Señor  nos  previno,  i  armó 
GQJiM3ra  \o^  herejes,  que  después  se  hablan  de  le- 
vaQiar  diziendo  :  Ño  Bebáis  del  vino  Todos. 
So  pueden  nogar  nuestros  contrarios  el  Señor  ha- 


464  M  LA  miA 

ber  dicho :  Bebed  del  Todos.  Ni  paeden  negii 

que  todos  los  que  rezibíerou  el  pan,  no  hayas 

ufare., xtT,  as.  bebido  del  vino.  I  asi  dize  San  Marcos:  I  be* 

bieron  del  todos.  Tampoco  pueden  negar  que 

ellos  mismos  contra  el  mandamiento  de  DÍm, 

manden  que  no  beban  del  todos.  ¿Qué  conckii- 

Herejía  délos  remos  de  aquí?  Que  son  herejes «  por  mas  que 

papistas.  1^  nieguen :  pues  así  falsifican  i  zerzenan  el  saih 

tisimo  sacramento 'que  Ghristo  instituyó.  Si  i 

uno  que  falsifica ,  ó  zerzena  la  moneda  que  Ha» 

ne  la  figura  del  Rei,  ó  del  Señor  déla  tierratfai 

leyes  mandan  que  muera ,  ¿qué  pena  merezeráel 

que  falsifica  i  zerzena  el  sacramento,  que  tiaije, 

no  la  figura  solamente  de  Ghristo ,  sino  su  pra> 

prio  cuerpo  i  sangre  ?  Gomo  Jesu  Ghrislo  se- 

iebró  su  Zena  en  pan  i  en  vino,  asi  ni  mas  ú 

menos  los  Apóstoles  la  zelebraron  después.  Laat 

el  cap.  XI  de  la  primera  Epístola  'á  los  Ga- 

rinthios ,  donde  San  Pablo  trata  de  la  zelebra- 

zion  de  la  santa  Zena.  Este  mismo  órden^  cuanla 

á  la  substanzia  déla  Zena,  se  guardó  por  espa- 

zio  de  mil  años  en  la  Iglesia,  hasta  tanto  qaStá 

manera  de  dezir,  se  lerantaron  ayer,  falsos  pro- 

phetas,  que  rompieron   este  buen  orden,  qoa 

Ghristo  instituyó,  i  sus  Apóstoles,  i  la  4^aiia 

mui  mucho  después  guardó.  Estos  se  quisiam 

mostrar  mas  sabios  que  el  mismo  Ghristo ,  i  uk 

mandaron ,  que  ningún  Ghristiano ,  si  no  filase 

Sazerdote ,  recibiese ,  cuando  comulgase,  el  vina 

3  causas  (loe  Gonsagrado.  I  dan  sus  causas ,  por  qué  lo  ítm* 

dan  por  qué  ve-  den  asi :  pero  bien  frivolas  i  ridiculas.  La  pH- 

puebío **°^®  "'  mera  es,  para  que  haya  diferenzia  entre  el  8a- 

i.t  zerdote  i  el  pueblo.  Esta  es  una  gran  soberbia  i 

altivez:   siempre  han  pretendido  tener 


1  DB  8Ü  SAKTtDAD.  idiB 

délos  pies  al  pueblo  Ghrístiano:  asi  se  llama- 
téñ  el  Clero ,  por  ser,  como  ellos  dizen ,  la  suer- 
te del  Señor:  como  que  el  pueblo,  por  quien 
flMlrió Ghristo,  fuese  suerte  del  diablo.  La  2."  eau-  a.* 

atflit  el  peligro  que  hai  de  derramársela  sangre 
ptr  las  barbas,  si  el  pueblo  la  bebiese.  Si  esta  es 
la  eausa ,  ¿por  qué  no  la  dan  á  las  mujeres ,  pues 
BO  tienen  barbas  7  ¿Por  qué  no  la  dan  á  muchos 
que,  ó  por  naturaleza,  ó  por  habérselas  rapado,  ó 
cortado,  no  tienen  barbas?  ¿Por  qué  no  man- 
dan que  todos  los  Ghristianos  anden  barbirrapa- 
dot?  ¿Por  qué  permiten  que  el  Papa  i  mucho» 
Cardenales  i  Obispos  en  Italia  crien  barba  ?  I 
ad  tto  habría  tal  peligro;  La  3.',  dizen ,  que  rezi-  3 ' 

biendo  la  espezie  del  pan ,  reziben  el  cuerpo 
de  Ghristo ;  i  por  concomitanzia  (como  ellos  lia- 
ntn) ,  reziben  la  sangre.  I  desta  manera,  dizen, 
que  debajo  de  una  espezie  reziben  ambas  co- 
sae^  el  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  ¡Oh  qué  sabios 
iMNobres  í  ¡oh  cómo  despuntan  de  agudos!  Manda 
elS^or,  que  Todos  beban,  ellos  desmandan 
dÜBlendo ,  que  no  Beban  todos :  que  basta  reze- 
Mrana  espezie.  I  esto  es  lo  lindo,  que  condenan 
ffff  herejes  á  los  que  reziben  la  Zena  en  am- 
bel  espezies ,  como  Ghristo  la  zelebró ,  i  como 
Km  Apóstoles  i  toda  la  Iglesia  por  mas  de  mil  i 
Mfios  años  la  zelebró.  Tío  miran  que  conde- 
nliidonos  á  nosotros ,  condenan  á  Ghristo ,  á 
sie  Apóstoles,  i  á  toda  la  Iglesia  de  tantos  años. 
Dittme  una  Iglesia  que  haya  comulgado  en  una 
eij^zie  por  espazio  de  mil  años  después  de  la 
noiertede  Ghristo.  Estas  razones ,  i  todas  cuan- 
tas podrán  imajínar  i  forjar  en  su  fantasía  ,  no 
bastarán  para  menoscabar,  ni  desbazor  el  orden 


4(r6  1>S  LA  MISA 

que  Ghristo  ordenó  en  su  Iglesia.  Ghristo  imH- 
tuyo  este  sacramento  en  pan  i  en  vino,  iasiV) 
distribuyó  á  sus  Apóstoles ,  i  les  mandó  que  aii 
/,  Cor.,  X,  91.  lo  hiziesen.  S.  Pablo,  como  buen  Di8zipaloob^ 
diente  á  su  Maestro,  así  zelebró  la  santa  Zem» 
distribuyendo  el  pan ,  que  es  el  sacramento  4el 
cuerpo,  i  el  vino,  que  es  el  sacramento  de li 
sangre.  Vosotros  (dize)  no  podéis  beber  la  co- 
pa del  Señor ,  i  la  copa  de  los  demonios,  etc., i 
poco  antes  habia  hecho  menzion  de  la  como- 
nion  de  la  sangre  por  la  copa,  i  de  la  partizipi- 
zion  del  cuerpo  por  el  pan.  Iten,  Todas  las  ^ts» 
que  comierdes  este  pan ,  i  bebierdes  esta  copa,  ele. 
Iten,  De  manera  que  cualquiera,  que  colDi^ 
re  este  pan ,  ó  bebiere  esta  €opa  del  Señor  in- 
dignamente ,  etc.  Iten ,  Por  tanto  pruébese  caii 
uno  á  sí  mismo ,  i  coma  así  de  aquel  pan,  i 
beba  de  aquella  copa.  Iten,  Porque  el  que  co- 
me i  bebe  indignamente ,  ele.  De  todos  los  qoc 
comulgaban  habla  S.  Pablo,  no  de  los  sazerdottt 
solos.  Este  mismo  orden  de  comulgar  en  aoh 
bas  espezies  se  guardó  por  mui  muchos  aüoi 
*     en  la  Iglesia  :  Gomo  se  vee  en  las  historias  edo* 
siásticas ,  i  en  los  escritos  de  los  Padreis :  de  loi 
cuales  alegaremos  aquí  algunos.  Nuestra  caiv 
TertoUano,  lib.  (dize  Tertuliano)  es  apaszentada  de  la  carnoi 
de  resur.  carnis.  ¿g  ^a  sangre  de  Jesu  Ghristo ,  para  que  el  ánkjH 
zipriano,  eerm.  sea  mantenida  de  Dios.  S.  Zipriano  haze  n|* 
deiapsis.  ^i^gg  Yczes  menzion  desta  comunión  en  asíA0 

espezies ,  en  pan  i  en  vino.  Léase  el  sermón  f/fs 
intituló  de  Lapsls:  en  el  cual,  no  una  vez,  ¿B0 
zinco,  ó  seis,  haze  menzioa della.  Iten ,  dize qü^ 
los  que  comulgaban ,  rezibian  el  sacramento  eofi 
la  mano.  I  da  la  razón  por  qué  dehamos  comfli' 


I  DR  Sü  SAimUAD.  467 

§pr  en  ambas  espez jes :  la  cual ,  ó  las  cuales ,  son 
úfi  otros  quilates ,  que  las  que  nuestros  contraríos 
4101  para  comulgaren  ambas espezies.  ¿Cómo,  dize 
S.  Ziprlano,  exhortaremos  al  pueblo  á  derra- 
mtnt  su  sangre  por  la  confesión  de  Ghristo,  si  les 
llegamos  la  sangre  de .  Ghristo ,  cuando  deben 
combatir?  ¿O  cómo  lo  haremos  capaz  para  beber 
la  copa  del  martirio,  si  no  es  que  primero  lo  ad- 
mitimos á  beber  la  copa  del  Señor?  Iten,  lo  que 
contamos  del  mismo  San  Zipriano ,  de  la  niña 
d0  leta ;  cuando  hablamos  de  los  milagros ,  que 
recibió  el  sacramento  en  ambas  espezies.  Gliri-  chrisóstomoiD 
adalomo,  dize:  Nosotros  no  somos  como  en  la  JJ^  ■** Cor.,  cap. 
rkj9,  lei ,  donde  el  sazerdote  se  tomaba  su  por- 
zion ,  i  el  pueblo  habia  la  resta :  mas  aquí  un  mis- 
mo cuerpo  es  dado  á  todojs ,  i  una  misma  copa: 
i  todo  cuanto  hai  en  la  Eucharistía ,  es  común  ai 
Sazerdote  i  al  pueblo.  No  pone  Ghrisóstomo 
en  .este  sacramento  la  diferenzia  que  nuestros 
contrarios  ponen  entre  el  sazerdote  i  el  pueblo: 
qpie  el  sazerdote  comulgue  en  ambas  espezies, 
I  el  pueblo  en  una  sola.  Pero  para  mayor  con- 
toiion  de  nuestro»  contrarios ,  mostremos  todos 
loa  cuatro  doctores ,  que  llaman  de  la  Iglesia,  ser 
por  nosotros :  ellos  mismos  dan  tanto  crédito  á 
la  dotrina ,  que  estos  cuatro  doctores  de  un  co- 
mma.  consentimiento  enseñan ,  que  la  tienen  por 
Bnuijelioi  S.  Ambrosio  ( como  lo  cuenta  Theodo-  Ambrosio. 
ralOi  libro  quinto ,  capítulo  xvu ) ,  hablando  con 
(d  Emperador  Theodosio  I ,  Español ,  natural  de 
IlMIca  f  que  ahora  llamamos  Sevilla  la  vieja ,  una 
legaa  de  Sevilla ,  le  dize :  ¿  Gomo ,  yo  te  ruego ,  te 
atreves  á  alargar  las  manos  manchadas  con  in- 
jQtta  matanza  i  sangre ,  para  rezebir  con  ellas 

31 


468  DB  LA  MISA 

£1  sacrameoto  mismas  el  Sacrosanto  cuerpo  del  Señoi?  ¿Óciteo 

raanM^^'en  im-  ^P^^^^f^s  ^  ^"  bocasu  venerable  sangre,  tá,  qoe 
bas  espezies.       movido  del  furor  de  la  ira,  tanta  sangre  tan  inid»' 

mente  has  derramado?  Yete,  pues,  etc.  Sozome- 
no,  lib.  vn,  cap.  24 ,  haze  también  menzion delta 
historia.  £1  mismo  San  Ambrosio  en  la  onzioii 
fúnebre  que  hizo  á  la  muerte  de  Theodosio,  hi- 
ze  menzion  de  la  penitenzia  de  Theodosio.  Si 
hubiese  muchos  Ambrosios,  habría  muchos  Tfaeo* 
dosios.  Contaré  aquí  en  breve  la  cansa  porqué 
San  Ambrosio  lo  privó  de  la  santa  Zena :  Los  de 
Thesalónica  mataron  en  un  tumulto  popolff  á 
un  tribuno:  Oyendo  esto  el  Emperador  Theo- 
dosio, se  enojó  tanto,  que  hizo  matar  siete  ai 
hombres.  Pero  Mejía,  escribiendo  la  vida  deelc 
Theodosio,  aplica  esto,  que  tanto  es  contra b 
Misa ,  á  su  Misa.  Dize ,  que  Theodosio  otro  día 
siguiente  quiso  ir  al  templo  á  hazer  orazion,  i 
oír  Misa,  como  lo  tenia  (dize)  en  costumbre,  ete- 
I  notad  la  malizia  afectada  de  Pero  Mejía:  qne 
no  alegó  autor  deste  su  dicho,  queTheodosiofiMie 
á  oir  Misa:  lo  cual  hiziera,  si  alguien  lo  dijen: 
maliziosamente  calló  el  nombre  de  TheodoreHt 
porque  hazia  contra  su  Misa ,  que  él  tanto  ado- 
raba. Dos  cosas  notemos  en  este  dicho  de  Sao 
Ambrosio:  la  primera,  que  el  que  comulgalMt 
tomaba  el  sacramento  con  sus  manos ,  i  no  se  lo 
embocaban  como  á  niño ,  cuando  le  dan  la  papa. 
Este  sacramento  no  es  de  niños,  que  no  poo- 
den  comer  vianda  sólida:  mas  es  de  jente,  qaa 
ya  tiene  discrezion,  i  puede  comer  un  ptú¿o 
de  pan  i  beber  una  taza  de  vino :  i  asi  les  diía 
Ghristo:  Tomad,  Comed:  Tomad,  Bebed.  Ha 
dize :  Abrid  la  boca ,  os  embocaré  «1  pan.  La  a^ 


t  DE  Sü  SANTIDAD.  469 

I  608a  que  debemos  en  este  dicho  de  8an 
orno  notar,  es  que  el  sacramento  se  daba  á 
les  en  ambas  especies,  en  pan,  í  en  tino, 
le,  ¿qué  provecho  haze  al  cuerpo  comer  sin 
?  Lo  uno  i  lo  otro  notamos  en  el  lugar  que 
noé  arriba  alegado  de  San  Zipriano.  Iten, 
IT^  dssacramentis,  cap.  v,  dize  el  mismo  San 
wio  estas  palabras :  En  la  dístribuzion  del 
o  y  de  la  sangre  de  Ghristo  el  sazerdoté 
:  Toma  el  cuerpo  del  Señor :  Toma  la  san- 
)  Ghristo ,  alo  cual  el  comunicante  respondía: 
u  £1  segundo  doctor  es  San  Jerónimo,  el  Jerónimo. 
hablando  sobre  Malachias,  capítulo  según- 
lize :  Los  sazerdotes  que  consagran  el  pan 
Zena,  i  distribuyen  la  sangre  del  Señor  al 
o*  San  Augustin  está  lleno  de  notables  di- 
que confirman  nuestra  dotrina  de  la  comu- 
•n  ambas  aspezies.  De  los  cuales  alegaré 
ó  dos  por  no  ser  prolijo.  ¿Cómo  (dize  Au-  Augusiino. 
10,  iíb.  V,  hipognost» ,  tom.  vii)  prometéis  la 
M  reino  de  los  zielos  á  los  niños  no  rena- 
de  agua  i  espíritu  santo,  ni  mantenidos  con  la 
i,  ni  abrevados  con  la  sangre  de  Ghristo? etc. 
la  primera  epístola  á  Januario:  Unos  (di- 
mnalgan  cada  dia  el  cuerpo  i  la  sangre 
fÍ0to,  otros  etc.  Esto  es  zertísimo,  que  en 
o  de  San  Zipriano  i  de  San  Augustin,  i 
ancho  después,  la  Eucharistía  se  daba  en 
a  espezies,  i  aun  á  los  niños:  como  lo  no- 
lamo.  Resta  el  cuarto  doctor ,  que  es  S.  Gre-  Gregorio. 
s  al  cual  con  justo  titulo  podemos  llamar 
o*  Obispo  de  Roma ,  i  así  á  su  suzesor  Roni- 
m,  podemos  llamar  Primer  Papa :  pues  que 
oqaiso  papar  llamándose  porayudadelParrí> 


470  DE  LA  MISA 

cída  Phocas,  universal.  Bize,  pues,  S.  Gregorio: 
Vosotros  habéis  aprendido  cuál  sea  la  sangre  del 
Cordero :  i  esto  no  oyendo ,  sino  bebiendo :  so 
sangre  (Quiere  dezir,  como  tantas  vezes  habe- 
rnos dicho ,  el  sacramento  de  su  sangre)  se  da- 
rama  en  las  bocas  de  los  fieles.  Veis.aqui  todo^ 
los  cuatro  doctores  de  la  Iglesia  confirman  nues- 
tra dotrina.  ¿Por  qué,  pues,  la  niegan  nuestros 
¿ontrarios?  ¿I  qué  digo  cuatro  doctores? Léanse 
todos  los  antiguos  doctores,  así  Griegos  como 
Latinos,  hallarse  ha  que  todos  son  por  nosotros. 
I  aun  mui  muchos  años  después  de  San  Gre- 
gorio ,  cuando  ya  todo  casi  que  iba  perdido, 'dmé 
esta  costumbre.  I  no  se  tenia  como  costumbre: 
mas  como  lei  inviolable.  Porque  estaba  aun  es 
pie  i  en  su  ser  la  reverenzia  de  la  institoziOB 
divina:  i  no  dudaban  ser  sacrilejio  separarlas 
Jeiasio.  cosas,  que  el  Señor  habia  juntado:  comoJda- 

sio,  Obispo  que  fué  de  Roma,  lo  habia  dicho  (como 
se  alega  de  G onsecrat.  dist.  n ,  cap.  Comperímut), 
Habernos  entendido  (dize)  que  algunos,  habiendo 
tomado  solamente  el  cuerpo  del  Señor,  se  ab- 
sentan  de  la  copa.  Los  cuales  por  cuanto  peean 
de  superstizion,  deben  ser  constreñidos  árez^ 
bír  t6do  el  sacramento  entero :  ó  que  de  todo  se 
abstengan.  Porque  la  división  deste  misterio  no 
Lospapisusson  puede  ser  sin  gran  sacrilejio.  Son,  pues,  nuestros 
«!fCTuí^M?'°'  *  contrarios  por  dicho  de  Jeiasio,  supersUzfosos 

i  sacrilegos :  pues  que  dividen  este  misterio,  Eb 
el  Gonzilio  Toledano  lU,  canon  n,i  en  la  con- 
clusión del  dicho  Gonzilo  se  manda ,  que  el  sím- 
bolo de  nuestra  Fé  se  diga  conforme  á  fo  cos- 
tumbre del  Oriente,  antes  de  la  comunión  del 
cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  La  raion  que  da  el 


I  DB  8Ü  SANTIDAD.  471 

Gonziiío  es  para  que  el  pueblo  confiese  1q  que 
creé,  i  asi  teniendo  los  cprazones  purificados 
por  Fé ,  se  alleguen  á  rezebír  el  cuerpo  i  sangré 
de  Ghristo.  Hallóse  presente  en  este  Gbnzilib  el 
Galhólico  Rei:Recaredo:  como  pareze  por  las 
oraziones  que  en  el  Gonzilio  hizo. 

Cl  séptimo  ds^ño  que  ía  Misa  causa  es,  que  7.*daflo. 
puesto  caso  que  la  Misa  fuese  buena  i  se  zele- 
bme  como  debria  ser  zelebrada,  pero  dizeSe 
efi  lengua  estraña  que  el  pueblo  no  entiende,  i 
aáD  «algunas  Tezes  el  mismo  que  dizela  Misa, 
noentiendelo  que  dize:  lo  cual  es  contra  el  man- 
damiento de  S.  Pablo,  que  manda  que  todas 
oóaas  se  hagan  dezentemente  i  con  orden :  i  ¿qué 
^esenzia  ni  orden  hai  donde  el  pueblo  oye  un 
ienáiiaje  que  no  entiende :  i  asi  no  sabe  si  el  sa- 
zmote  16  bendize  ó  maldize?£l  mismo  Apóstol 
d^,  que  el  uso  de  lenguas  no  entendidas ,  aun- 
qf¿  sea  de  alabanzas  de  Dios,  es  inútil  en  la 
I^esia :  i  por  tanto  no  se  debe  usar ,  si  no  hubiere 
jontaúaente  interpretazion .  de  lo  que  se  dize. 
Ijáase  él  cap.  xiv  de  la  primera  á  los  Gorinthios.  /,  Cor.,  %i\. 
l9iif  en  el  verso  8  dize :  Si  la  trompeta  diere 
sonido  inzierto,  ¿quién  se  aperzibirá  para  la  ba-  * 

tilUi?  Asi  también  vosotros ,  si  por  ía  lengua  no 
dtf^rdes  palabra  bien  significante,  ¿cómo  se  en* 
tenderá  lo  que  se  dize?  Porque  hablaréis  al  aire, 
eb.  1  por  eso  en  el  verso  19  dize :  En  la  Iglesia 
oíaa  fulero  hablar  cinco  palabras  con  mi  sentido 
(quiere  dezir,  que  sean  entendidas)  para  que 
eviene  también  á  los  otros ,  que  diez  mil  palabras 
¿I  lengua  (conviene  á  saber ,  que  el  pueblo  no 
4^enda).  £1  mismo  Apóstol,  verso  27,  manda, 
q|ie  si  alguien  hablare  en  lengua  (no  enten- 


472  DK  LA  miSJL 

dida)  que  haya  quien  interprete :  i  ai  no  hubiere 
intérprete  V  manda  que  no  hable  en  la  Iglesia,  i 
que  sí  habla ,  hable  á  sí  mismo  i  á  Dios  (no  alpa^ 
blo)v  porque  el  pueblo  ninguna  edificazion  resibe 
de  la  lengua  que  no  entiende.  I  por  eso  eael 
verso  26  manda ,  que  todo  se  haga  á  edífieazion 
Por  esta  causa  ^  cuando  Dios  hablaba  con  ios 
Patriarcas,  con  los  Prophetas ,  ó  con  su  pueUo  de 
Israel ,  ó  ellos  con  él,  hablábanle  en  su  lengua  ma- 
terna ,  que  todos  entendían.  Lo  mismo  hizo  JeiQ 
Ghristo  hablando  con  los  Escribas  i  PhanseoK 
hablóles  en  lengua  vulgar ,  que  era  la  que  enloD- 
zes  se  usaba  en  Judea.  Los  Apóstoles,  cuando  el 
Señor  los  envió  por  todo  el  mundo  á  predíear, 
habían  ya  rezebído  el  don  de  lenguas  para  ¡pn- 
dícar  el  Evanjelío,  i  zelebrar  loa  sacramentos  i 
cada  nazion  en  su  propría  lengua.  ¿Porqué,  poOB, 
nuestros  contrarios  no  imitan  en  esto  á  los  Apáfr- 
toles?  Enseñen,  i  zelebren  sus  sacramentos  en 
lengua  vulgar  que  todos  entiendan :  para  que  el 
pueblo  pueda  ser  edificado,  i  Dios  glorificado. 
Los  Misterios  de  la  relijion  Ghrístiana  no  son  cono 
los  Misterios  de  los  Jentíles  (cuales  eran  los  que 
llamaban  Misterios  Eleusiníos,  i  los  déla  Diosa 
Bona),  que  ¡Ai  de  aquel  que  los  revelaba !  De  aqní 
viene  que  el  sazerdote  pronunzia  las  palabiai 
de  la  consagrazion ,  no  solamente  en  lengua  fn^ 
entendida ,  mas  aun  en  tono  muí  bajo  que  na- 
die las  pueda  oír,  i  dizen  que  asi  lo  mandó  Y^ 
lio ,  Papa ,  como  lo  cuenta  el  D.  Illescas  eo  la 
vida  de  Víjilio.  El  Señor  quiere  que  su  pueblo 
Ghristiano  entienda  los  Misterios:  i  entendidos 
Lev.t  xi,  3.      los  medite.  Gomo  Dios  antiguamente  no  ama* 
Deui.,  XIV,  4.  ba  animal  que    no   ruminaba ,  i  no  permitis 


I  DK  Sü  SANTIDAD.  47S 

que  8U  pueblo  lo  comiese ,  ni  aun  gustase ,  asi 

ahora  no  ama  al  Ghristíano,  que  no  rumina ,  que 

BO  medita  la  Leí  del  Señor ,  sus  misterios ,  i  sus 

•aenunentos.  David ,  hablando  del  ejerzizio  del    Ptaí.  i,  9. 

Iioiiibre  pió,  dize,  que  de  noche  i  de  dia  medita 

k  Lei  del  Señor.  £1  Señor,  hablando  con  Josué, 

el  cual  no  era  Sazerdote,  sino  Capitán  belicosi- 

flimo ,  que  tantas  batallas  ganó ,  le  dize  estas  pala- 

inras :  £1  libro  de  aquella  Lei  nunca  se  apartará    Jotué,  i,  •.     ,. 

de  tu  boca.,  mas  de  dia  i  de  noche  meditarás  en 

él't  para  que  guardes  i  hagas,  etc.  Digan,  pues, 

asa  Misas  á  cada  nazion  en  su  lengua  vulgar,  para 

que  la  entiendan ,  1  sepan  si  es  bueno,  ó  malo  lo 

queden  ella  se  dize:  i  ñola  digan  á  todas  na- 

ademes  en  latin :  de  lo  cual  ninguna  edificazion  re- 

síbeel  pueblo,  sino  destruizion,  no  aprendiendo 

^e  superstizíon ,  i  idolatría.  Gomo  ya  lo  habemos 

probado. 

Mostrado  habemos  algunos  notables  daños  que    Absurdos  que 
It  Misa  causa :  mostremos  ahora  algunos  absur-  **  *'***  *^*""* 
dos  i  grandes  inconvenientes,  que  della  se  sigan.* 
algunos  dellos  son  contra  la  palabra  de  Dios ,  i 
eontra  la  dotrina  délos  Padres :  i  otros  son  contra 
k  misma  esperienzia,  contra  la  razón  natural,  i 
contra  el  común  sentido.  1  por  no  ser  prolijo ,  no 
pondré  sino  tres  ó  cuatro.  Dezimos  enseñados    solos  ios  fieles 
por  la  palabra  de  Dios ,  que  solos  los  fieles  rezíben  el  cuer- 
feziben  espiritualmente  i  por  Fé  en  el  Sacra-  chrístol"^'^*    " 
piénto  del  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo  el  verda- 
dero cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  ^Nuestros  con- 
Iffrios  no  se  contentando  con  esto,  dizen  no 
toíamente  los  buenos ,  píos  i  fieles ,  sino  aun  los 
malos,  impíos,  i  infieles,  los  Turcos,  Judíos,  i     i.«* absurdo 
Paganos  rezebir  el  verdadero  cuerpo  i  sangre 


474  DS  LA  MiSJL 

de  Ghristo.  I  aua  pasan  adelante :  dizen  quelas 
béistias ,  los  ratones  i  otras  sabandijas  lo  corneú, 
que '  la  humedad  lo  bumedeze ,  el  moho  lo  «Qr 
moheze ,  etc.  Su  negra  Transubstanziazioa  los 
ha  hecho  caer  en  tan  gran  absurdo  i  desraiio. 
Creen  que  en  el  Sacramento  no  bal  pan,  creen  qiú 

ziaiioñ  esíi'cim-  "^  ^®^  ^*"^'  ^^^^  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  Vecn 
sa  que  lospapis-  que'no  solamente  el  fiel,  mas  aun  el  infiel,  Tar* 

ííS,Sícf comer  el  ^^'  Pagado,  i  Judío,  el  ratón,  ect. ,  come  lo  que 
cueVpo'de  Gbris-  en  el  sacramento  había:  concluyen  de  aquí  que 
'^'  comen  i  beben  el  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo.  El 

que  les  negare,  la  Transubstanziazion ,  les  ntffr 
rá  esta  su  conclusión  ser  buena.  Pero  dejado  esto 
aparte ,  mostremos  por  la  boca  del  mismo  GhristOf 
los  impíos,  etc. ,  no  comer  ni  beber  el  cpécpo 
Juan,  VI,  53.  i  sangre  de  Ghristo.  Guenta  S.  Juan  que  elSeDor 
dize:  Si  no  comierdes  la  carne  del  Hijo  dd 
hombre  i  bebierdes  su  sangre,  no  tendréis  vidí 
en  vosotros.  Be  aquí  se  concluye,  que  no  seremos 
salvos ,  si  no  comemos  su  carne  i  bebemos  sa 
sangre.  Gomemos  i  bebemos  su  carne  i  su  sangre, 
no  solamente  cuando,  rezebimos  este  sacramento!, 
mas  aun  todas  i  cuantas  vezes  creemos  enét. 
Gree,  dize  S.  Augustin,  i  comiste.  I  luego  el 
mismo  Señor  cuenta  los  frutos  que  nezesarii- 
mente  produze  este  comer  de  su  cuerpo ,  i  beber 
de  su  sangre.  £1  que  come  (dize)  mi  carne, i 
bebe  mi  sangre ,  tiene  vida  eterna :  i  yo  lo  resuzir 
taré,  etc.  Iten  ,  el  que  come  mi  carne ,  i  bebé  B^ 
sangre ,  en  mí  permaneze ,  i  yo  en  él.  Iten ,  ¿1  qoe 
me  come ,  él  también  vivirá  por  mí.  Presupuesto 
esto ,  como  grandísima  verdad  que  e&,  i  vista 
que  los  impíos ,  los  Judíos ,  los  ratones ,  etc. ,  no 
tienen  vida  eterna ,  ni  resuzitarán  en  la  compaflía 


I  DB  8Ü  SAimDAD.  475 

de  los  fieles :  visto  que  no  permanezen  en  Christo, 
ni  Ghristo  en  ellos:  visto  que  no  vivirán  por 
Ghrísto ,  concluimos  de  aqui  que  no  comen  la 
carne  de  Ghristo ,  ni  beben  su  sangre.  Porque  si 
li  comiesen  i  si  la  bebiesen  (antes  faltaria  el  zielo 
i  la  tierra  que  la  palabra  de  Ghrísto  faltase )  los 
impíos,  Judíos ,  Turcos ,  ratones ,  etc. ,  tendrían 
▼ida  eterna ,  i  permanezerian  en  Ghristo ,  i  Ghristo 
en  ellos,  etc.  I  dezir  esto  es  grandísimo  absurdo: 
hMgo  sigúese  que  los  tales  no  comen  la  carne  de 
Ghristo 4  ni  beben  su  sangre.  Considerando  esto 
San  Augustin ,  dijo :  Los  otros  Diszfpulos  co-  Tract.  lix  íq 
míeron  Panem  Dominum ,  al  Pan  Señor ,  pero  -^ohannem. 
Judas  comió  Panem  Dominio  al  Pan  del  Señpr. 
Gomo  si  dijera :  Judas ,  no  teniendo  Fé ,  ni  rezi- 
bíendo  el  sacramento  dignamente,  no  comió  el 
cuerpo ,  ni  bebió  la  sangre  de  Ghristo ,  lo  cual 
hiEieron  los  otros  Apóstoles :  porque  tenían  Fé, 
i  lo  comieron  dignamente :  mas  Judas  solamente 
comió  i  bebió  el  sacramento  del  cuerpo  i  sangre 
de  Christo.  Iten,  De  CivUate  Dei,  lib.  xxi, 
otfi.  25 ,  díze :  no  es  de  pensar  que  coma  el  cuerpo 
de  Christo,  el  que  no  está  en  el  cuerpo  de  Christo, 
si  en  el  cual  Ghristo  no  está ,  ni  él  está  en  Christp. 
Mjjenes  sobre. aquellas  palabras:  No  lo  que  Orígenes super 
eirtra  por  la  boca  contamina  al  hombre,  etc.,  ^■'••*^»**' 
manifestísimamente  dize:  Los  impíos  no  comer 
el  caerpo  de  Ghristo.  I  da  la  razón:  porque  el 
cuerpo  (dize)  de  Christo  es  vivífico:  i  el  que  lo 
6Qfne,permaneze  en  Ghristo.  S.  Jerónimo ,  sobre  s.  lerónimo  su- 
Ssataa,  cap.  lxvi,  dize:  No  siendo  santos  ni  en  JxVif***''  ^'^' 
cuerpo ,  ni  en  espíritu ,  no  comen  la  carne  de  Je- 
sos,  ni  beben  su  sangre.  Otros  mui  muchos  luga- 
reshalenlos  Padres,  que  prueban  nuestra  dotrína. 


476  DB  hL  MISA 

lo§  impíos ,  ete. ,  no  comer  ni  beber  d  eaerpo  §^ 
sangre  de  Ghrísto :  pero  basten  por  ahora  los  qa^ 
habernos  alegado, 
absurdo.        Otro  absurdo  hai ,  i  es ,  que  habiendo  de  ser  est^ 
banquete  común  i  jeneral  á  todos,  por  lo  cual  se 
llama  comunión,  uno  solo  á  sus  solas  se  lo  come- 
i  traga  todo,  no  dando  parte  á  los  otros.  ¿Quién 
'  les  enseñó  á  hazerio  así?  No  Ghristo,  no  sus  Após- 
toles, no  la  primitiva  Iglesia.  Antiguamente  todos- 
Ios  que  asistían,  cuando  la  Zena  del  Señor  s& 
zelebraba,  comulgaban,  i  en  ambas  espexies. 
I  si  no  comulgaban ,  privábanlos  de  la  Zena.  ía^ 
cual  nuestros  contrarios  no  pueden  negar.  Así 
lo, confiesa  Jorje  Gasandro  en  la  prefazion  del li — 
bro  que  intituló,  Ordo  Romanus  de  oflíeio  Miarn^ 
Alega  para  confirmar  esto  el  Gánon  dézimo  d^ 
los  Apóstoles ,  do  se  manda  qut  todos  los  fíeles 
que  se  hallan  presentes  en  las  sagradas  soleni— 
dades  de  la  Iglesia ,  i  no  perseveran  hasta  que  la. 
misa  se  acabe,  ni  reziben  la  santa  Comunión^ 
sean  echados  de  la  Comunión.  Zita  al  Goozilic^ 
Antiozeno ,  capítulo  segundo.  En  el  cual  se  or- 
denó ,  que  todos  los  que  entran  en  la  Iglesia  d^ 
Qjos  i  no  reziben  la  santa  Gomunion ,  sean  echa— 
dos  de  la  Iglesia.  Alega  también  al  Gánon  ét  Ga— 
listo,  ó  como  otros  dizen,  de  Anacleto,  que  manda, 
que  acabada  la  consagrazion  todos  comuigoen. 
Alega  también  á  Juan  Gocbleo ,  en  el  libro  que 
intituló.  De  sacrificio  Missm^contra  Musculmn. 
Antiguamente,  dize  Gochleo,  así  los  sazerdotes, 
como  los  laicos,  todos   cuantos   se  haUaban 
presentes  al  sacrifizio  de  la  Misa,  acabada  la 
ofrenda,  comulgaban  juntamente  con  el  sazerdo- 
U ,  etc.  I  el  mismo  Gánon ,  que  ellos  dizen  en  sos 


I  DB  SV  SANTIDAD.  477 

US,  da  á  entender  esto  claramente :  pues  que 
a  menzion  deJ  pueblo  zircunstante,  ofresziente 
^manícante.  Por  lo  cual  algiAios  espositores 
Gánon  dízen ,  que  no  se  debe  dezir  el  Gánon 
la  Misa,  sino  solamente  cuando  el  pueblo 
miga.  Muchos  mas  Gonzílios  i  Padres  se  po- 
in  alegar  para  confirmar  lo  que  díze  Gasandro: 

I  aieildo  la  cosa  tan  manifiesta  ,  no  son  me- 
tísr  muchos  testigos.  Los  Griegos  hasta  el  dia 
toi  guardan  la  costumbre  antigua :  no  hai  entre 
i  ninguna  Misa  privada :  solamente  los  Domin- 
i  dJas  de  fiesta  se  zelebra  la  Zena  del  Señor, 

^eblo  comulga  en  ambas  espezies.  Vean  Los  papistas  que 
•ll:os  contrarios  qué  haya  sido  la  causa  (ie**^*^",*'*"  í  ^^ 

j  .   j    •'*"**v   ^^^  «Mjw  «  V.V  *w  v/uuow  "»^  comulgan,    son 

«r  dejado  esta  antigua  i  loable  costumbre ,  i  descomulgados, 
batido  por  ello  en  descomunión  todos  cuantos  5.S.I®-'"**""* 

__.    *  ,  ,  «  .  .  Cañones. 

II  Misa,  i  no  comulgan.  En  nuestros  tiempos 
somunion  no  se  zelebra ,  sino  una  vez  en  el 
i«  i  esta  con  daño,  con  grande  idolatría:  i 
os  los  días  del  año  no  se  haze  otra  cosa  que 
k  Misas  por  todos  los  rincones  de  las  Igle- 
\t  i  aun  en  los  de  las  casas  de  particulares 
•ninguna  Gomunion:  si  no  és  que  alguno 
m  por  devozion  comulgar.  I  muchas  ve- 

aconteze  que  ninguno  se  halla  presente  á 
is  Misas,  sino  solo  el  monazillo  que  res- 
ide :  Et  cum  Spiritu  tuo  :  cuando  el  Sa- 
dote  le  ha  dicho :  Dominus  Vobiscum  ,  El 
tor  sea  con  vosotros.  I  notad  que  el  mo-  Los  monazuios 
sHto  comunmente  suele  ser  un  bellaquillo,  berq^üiiSíf '°" 
iforme  al  refrán  ;  Hize  á  mi  hijo  mona- 
la  ,  i  tórneseme  diablillo.  ¿  Qué  tiene, 
Btt  que  ver  esta  su  Misa  privada  con  la  santa 
aa  del  Señor ,  que  es  un  banquete  público 


478 


DB  LA  nSA 


propuesto  á  toda  la  Iglesia?  Leed  el  cap.  xixL 
de  la  primera  epístola  á  los  Gorinthios ,  que  ya 
habernos  alegadb.  ¿Qué  mal ,  pues,  hazen  los  que 
convierten  la  misa  en  Zena  del  Señor :  la  cual  nun- 
ca zelebran  sin  que  toda  la  Iglesia,  ó  la  mayor 
parte  della  comulgue ,  conforme  á  la  instituzion 
de  Ghristo ,  i  á  lo  que  hizieron  sus  Apóstoles  i  la 

3.*'  absurdo.  Iglesia  por  mui  muchos  años?  £1  3.er  absurdo  es 
lo  que  antes  dijimos ,  que  si  hubiese  transubstan- 
ziazion,  Ghristo  tendría  dos  cuerpos  carnales, 
uno  el  que  estaba  sentado ,  i  otro  el  que  este  sen- 
tado comió  i  dio  á  sus  Diszipulos.  • 

4.*  ffi»turcio.  £1  cuarto  absurdo  es ,  que  ponen  el  cuerpo  de 
Jesu  Ghristo  en  diversos  lugares  en  un  mismo 
instante  en  todas  cuantas  Misas  se  dizen  por  todo 
el  mundo.  £n  esto  hazen  contra  el  orden  de 
naturaleza ,  según  el  cual  ninguna  cosa  criada, 
que  es  finita ,  puede  estar  en  diversos  lugares  » 
un  mismo  tiempo:  el  cuerpo  de  Jesu  Ghristo 
considerado  en  sí  es  finito ,  i  en  tiempo  criado: 
luego  no  puede  estar  en  diversos  lugares  ea  on 
mismo  tiempo.  Hazen  también  en  esto  contra  d 
artículo  de  Fé  que  confesamos  en  el  Símbolo, 
que  Jesu  Ghristo  está  sentado  á  la  diestra  de 
Dios  Padre,  de  donde  vendrá  (dize  el  artículo 
de  nuestra  Fé)  á  juzgar  los  vivos  i  los  muertos. 
Iten ,  hazen  contra  la  esperienzia.  Porque  viendo 
con  los  ojos  pan  i  vino ,  gustándolos  con  la  boca, 
i  oliéndolos  con  las  narizes ,  con  todo  esto  di- 
zen, que  no  hai  pan  ni  vino.  Pregúntoles  yo 
ahora :  Guando  queman  este  su  sacramento ,  por 
los  casos  que  en  el  libro  de  Gautelas  ellos  mis- 
mos mandan  que  sea  quemado,  pregúntoles 
¿qué  es  aquello  que  se  quema ,  i  se  convierte  en 


I  DB  Sü  SANTIDAD.  479 

zenizas?  No  elcaerpo  de  Ghristo,  el  cual  siendo 
ya  glorificado ,  es  impatible :  no  los  «czidentes 
del  pan,  ni  del  vino :  porque  la  substanzia  de  las 
zMiizas,  que  de  lo  que  se  ha  quemado  se  enjen- 
dni ,  no  se  puede  enjendrar  sino  de  otra  substan- 
zia ;  conforme  á  lo  que  comunmente  se  dize.  La 
¡•nerazion  de  una  cosa  es  corrupción  de  otra. 
Sfguese,  pues,  por  mas  que  les  pese,  i  que  lo 
nieguen,  que  el  pan  se  quema.  Preguntóles  tam- 
icen: Guando  el  Sazerdote  parte  la  hostia  en 
tres  partes ,  qué  es  aquello  que  parte :  Unos  di- 
zen  que  son  los  aczidentes  sin  sujeto .-  otros,  no 
les  pareziendo  buena  respuesta  esta ,  porque  los 
aézldentes  no  se  parten ,  sino  la  substanzia ,  que 
tiene  cuantidad,  por  esto,  pues,  dizen  que  nada 
mé  parte.  Esta  jente  piensa  que  somos  tontos  i 
belfos :  quierennos  hacer  del  zielo  zeboUa  (como 
dizen).  De  todos  estos   absurdos  se  librarían, 
el  eoniesasen  con  Jesu  Ghristo ,  con  su  Apóstol 
S.  Pablo ,  i  con  la  Iglesia  Gathólica ,  haber  en  este 
sacramento  verdadero  pan   i  verdadero  vino. 
del  cual  pan  i  del  cual  vino  corrompidos  se  en- 
Jendran  las  cosas  ya  dichas.  Así  que  los  gusanos 
i  lenizas  se  enjendran  i  hazen,  no  del  cuerpo 
de  Ghristo,  que  es  glorioso  y  está  sentado  á 
le  diestra  del  Padre :  ni  de  los  aczidentes ,  los 
eoales  no  tienen  otro  ser ,  sino  estar  en  algún 
adjetó  (i  ellos  dizen  que  por  milagro  los  acziden- 
tes en  el  sacramento  están  sin  sujeto),  sino  há- 
zense  del  pan  i  del  vino,  que  se  corrompió,  ó 
quemó. 

Ahora,  para  confírmazion  de  todo  lo  que  habe-  L&  esuma  en 
moa  dicho,  pondremos  un  Apéndize,  ó  añidi- grá^iifoíol^I 
tiara ,  que  mui  al  vivo  muestre  con  marabillosos  sacramento. 


480  DB  LA  nSA 

ejemplos,  la  estima  en  que  los  Papas  I  sájente^ 
que  llaman   Eclesiástica,    tengan  á  su  sacra-^ 
mentó ,  que  nos  venden  por  Dios ,  i  nosotros,  co^ 
mo  insensatos  i  demasiadamente  superstiziosos^ 
lo  compramos  á  dinero  contado.  Abre  los  ojos^ 
España ,  i  no  seas  mas  del  Papa  engañada.  EL 
Papa  Greg.  Vil,  que  antes  se  llamaba  HideLbran— 
do,  fué  (como  en  su  vida  dijimos)  terrible  i  mor^ 
tal  enemigo  del  buen  Emperador  Henrique  IV, 
i  así  á  la  desesperada  procuró  por  todos  las  fias 
i  medios  posibles ,  ya  por  fuerza,  ya  por  maña^ 
ya  por  encantismos  sacarlo   del  mundo :  i  así 
sobornó  con  promesa  de  buen  dinero  á  un  zierU^ 
hombre,  etc.,  como  en  la  vida  deste  6regorí(K 
lo  habernos  contado.  Pasa  adelante  el  Cardenal 
Benon:  dize,  que  el  Papa  habia  prophetizado 
la  muerte  del  Emperador  Henrique,   diziendo- 
á  alta  voz  desde  el  pulpito  en  la  fiesta  de  la 
Pascua  de  Resurreczion :   río  me  tengáis  por 
Papa,  mas  echadme  del  altar,  si  lo  que  os  digo, 
ao  se  cumple  entre  este  dia  i  la  Pentecoste.  I 
así  para  salir  verdadero  Propheta  en  esto  qoe 
habia  dicho ,  sobornó  ziertos  traidores  qne  secre- 
tamente matasen  al  Emperador,  como  de  he- 
cho lo  mataran ,  si  Dios  no  lo  guardara.  Dize 
mas  el  dicho  Cardenal,  que  este  Hidelbrando ,  ó 
Gregorio  Vn ,  solía  traer  siempre  consigo  un  libro 
de Nigromanzia ,  que  leerá  mui familiar:  dize. 

El  Papa  echó  la  Q"®  ^^^  ^**  Hostia  Consagrada  en  el  fuego ,  por- 

Hosua  en  el  fue-  que  demandándole  revelazíon  contra  el  Empe* 

go:  i  por  qué.      rg^or  no  le  respondió ,  i  así  la  quemó :  aunque 

los  Cardenales,  que  entonzes  estaban  con  él  y  le 

fuesen  en  esto  contrarios.  Alega  el  Cardenal 

Benon  para  confírmazion  de  lo  dicho « á  JoaOf 


t  DS  80  sautidaü.  481 

Obispo  Portuense,  secretario  del  dicho  Grego- 
li»  YII.  Caso  es  este  bien  estraño :  echar  el  sacra- 
mento en  el  faego ,  porque  conjurándolo,  no  le 
daba  respuesta  contra  el  Emperador.  No  me  pue-  ^¡/'^^  ^^"^ 
dan  negar  nuestros  contrarios  este  Papa  haber 
anradoen  la  Fé,  i  aun  haber  sido  atheista,  sin  nin- 
ipnn  Dios,  ni  relijion :  pues  quemó  á  su  Criador. 
Si  creía  ser  su  Criador,  ¿  por  qué  lo  quemó?  I  si 
no  lo  creia  (como  los  mas  de  los  Papas  no  lo 
creen)  ¿por  qué  perseguia  á  fuego  i  á  sangre  á  los 
que  no  lo  creian?  Miserable  es  el  Dios  que  puede 
aer  quemado.  El  Dios  verdadero  es  inmortal:  para 
itanpre  vive. 

Demás  desto ,  muchos  Papas  i  eclesiásticos, 
leemos  en  las  historias ,  haber  atosigado  á  los  que 
querían  matar,  dándoles  tósigo  en  el  mismo  sa- 
cramento. Pondré  aquí  dos  ó  tres  ejemplos :  el 
qne  mas  quisiere,  lea  las  vidas  de  los  Papas  i  de 
los  Emperadores.  Víctor  III  murió  año  de  1088,    victarm  ato- 
de  tosigo  que  su  subdiácono  le  echó  en  el  Cáliz.  ^i»»do  eu  el  cá- 
Bon  Alonso  de  Cartajena,  Obispo  de  Burgos, 
haze  menzion  desto ,  en  su  historia,  que  llama 
Anazephaleosís.  Guillermo  (como  cuenta  Ma-     Arzobispo  de 
teoParisio)  fué  restituido  en  su  Arzobispado  de  ^^'^^"«■^osigado 

Yorqae  en  Inglaterra  j  í  en  el  mismo  año  fué  *^"  ®^  ^*"^* 
.muerto  de  tósigo  que  le  echaron  en  el  Cáliz,  di- 
ziendo  Misa :  como  lo  dijimos  en  Anastasio  IV, 
afio  de  1146.  En  el  año  de  1314,  un  fraile  Do- 
nfiníco  dio  tósigo  en  el  sacramento  al  Empera- 
dor HenríqueVU,  Conde  deLuzehiburg :  como  lo 
eontamos  en  Clemente  V.  La  historia  es  digna 
de  ser  leída,  r^ótese  la  gran  impiedad  i  traizion   Emperador  ato- 
ad fraile ,  i  la  gran  pazienzia  del  Emperador,  sigado  en  el  sa- 
después  que  se  sintió  atosigado  ^  rogándole  al  ^^i^^"*^"^^' 


482  DE  LA  MISA 

fraile  que  se  fuese,  porque  no 'lo  matasen  sii^ 
Alemanes ,  diziéndole :  Kade  Domine ,  ios ,  Se^ 
ior,  etc.  Pero  Mejia  en  la  vida  que  escribió  dest^ 
Henrique  Vil ,  haze  menzíon  desto.  Pero  comcF 
hombre  demasiadamente  apasionado  por  su  An— 
techristo  i  por  su  Dios  Pan ,  no  lo  puede  creer. 
Cuyas   palabras  son  estas:  Murió  Henríco  YüL 
dia  de  la  Asumpzion  de  nuestra  señora ,  habien- 
do aquel  dia  rezebido  el  cuerpo  de  nuestro  Se- 
ñor Jesu  Ghristo :  en  el  cual  escriben  algunos^ 
que  le  fueron  dadas  yerbas  por  un  monje  de  !& 
érden  de  santo  Domingo,  i  que  dellas  murió  en 
el  mismo  dia.  Lo  cual  es  cosa  tan  nefanda  «^  que 
de  ningún  hombre  Ghristiano  se  debe  creer: 
cuanto  mas  de  hombre  relijioso.  Hasta  aquí  Pe- 
ro Mejia.  Mas  el  castigo ,  que  se  hizo  en  la  Tos- 
cana  i  en  Lombardia  de  los  frailes  Dominicos 
i  de  sus  monesterios,  muestra  ser  verdad  lo 
dicho.  Raphael  Volaterrano,  lib.  Geograp.  t,  ha- 
blando de  Sisto  IV ,  dize  estas  palabras:  Enten- 
diéndolo i  ayudando  elPontífize,  los  conjurados 
vienen  á  Florenzia,  i  todos  se  juntan  en  la  Igle- 
sia de  Santa  Reparada  al  tiempo  de  la  Misa  i 
del  sacrifizio.  En  el  entretanto  Salviato,  par- 
tiéndose del  templo  juntamente  con  los  suyos, 
que  estaban  secretamente  armados ,  vase ,  finjien- 
do  otro  negozio ,  á  Palazio ,  para  hablar  al  Al- 
férez :  pero  con  intento ,  que  en  comenzando  á 
hazerse  la  matanza  en  el  templo ,  él  luego  estuviese 
aparejado  para*  juntamente  con  el  majístrado, 
Impiedad.       acometer  al  Palazio.  Asi  que  habiendo  dado  se- 
ñal, cuando  fia  Hostia  se  alzase  (Nota   la  reve- 
renzia  i  respecto  que  el  Papa  i  los  suyos  tengan 
i  ju  Dios,  al  alzar,  dize,  de  la  Hostia),  Bandino 


i 


I  BB  6U  SAZITIDAD.  4BS 

pMa  de  parte  á  parte  á  Julián  de  Medlzes,  her- 
mano de  Lorenzo,  Antonio ,  que  demandó  ser  de 
los .  primeros,  arremete  á  traizion  con  Loren- 
zo t  i  hiérelo  un  poco  mas  abajo  de  la  garganta. 
Úoinoél,  á  la  gritería,  volviendo  luego  la  cara, 
so  escapase  del  golpe,  queriendo  el  otro  se- 
gundar el  golpe ,  mui  apriesa  se  acojió  á  la 
sacristía  de  la  Iglesia ,  que  estaba  mui  zerca.  En-  ei  Legado  por 
tonzes  el  Legado  del  Papa  (el  cual  habia  dado  la  ™'3¿^^^^®g  |*7 
sedal  de  matar  cuando  se  alzase  la  Hostia),  fué  Se  nfatar  el  aiur 
preso  por  los  ziudadanos,  i  llevado  de  la  Igle- <iei  sacramento. 
sia  •  i  puesto  en  prisión ,  fué  tratado  conforme  á 
SU  dignidad.  En  el  entretanto  Salviato ,  Obispo 
de  Pisa ,  que  de  industria  prolongaba  la  plática 
con  el  Alférez ,  para  ver  el  fin  del  negozio ,  fué 
luego  preso,  i  en  el  mismo  diafué  ahorcado  de 
la  Tentana  de  Palazio.  El  Papa,  oidas  estas  nue- 
v|is  •  descomulgó  á  Lorenzo  de  Medizes  (el  cual 
d^imos  que  se  escapó  huyendo),  por  haber 
puesto  sus  manos  en  los  sazerdotes  de  Dios ,  i  en 
el  Legado,  i  proclamó  guerra  abierta  contra 
Florentines.  Desta  historia ,  i  de  otras  tales  ve- 
r^Sf  España,  el  caso  i  estima  que  haga  eiPapa,  su 
JLegado ,  i  su  orden  sazerdotai  de  su  Hostia  con- 
sagrada ,  que  te  venden  por  Dios :  i  tú  te  lo  crees. 
Yeamos  también  el  caso  que  el  mismo  Diablo 
llaga  della.  Hablando  de  Silvestre  U  (que  seper- 
fizionó  en  la  nigromanzia ,  viviendo  con  el  Mo- 
ro en  Sevilla),  dijimos,  que  deseó  mucho  saber 
cuanto  tiempo  habia  de  ser  Papa.  Lo  cual  pre-  Burla  del  dia- 
guntd  al  Diablo :  el  Diablo  le  respondió,  que  no  ^^"^  ^^'^  '•  "*"• 
moriria  hasta  que  dijese  Misa  en  Jerus^len.  El 
Papa  por  Jerusalen  entendió  la  ziudad  de  Jeru- 
saleo ,  mas  el  demonio  entendió  una  Iglesia  que 

32 


4S4  tfR  LA  msi 

hai  en  Roma ,  que  se  llama  Santa  Cruz  en  Jeitt- 
otra  burla  del  salen.  I  asi  con  la  Misa  de  Jerusalen,  el  Diablo 

ciíSSnto"      '" í>urló  al  Papa:  Como  en  su  vida  dijimos.  Zci» 
Magdalena  de  del  año  del  Señor  de  1540,  poco  mas  ó  menos, 

la  Cruz.  los  Inquisidores  de  Córdoba  condenaron  (pero 

no  á  quemar)  á  una  Magdalena  de  la  Cruz,  Aba- 
desa del  monesterio  de  monjas  Franziscas,por 
enormes  delíctos ,  tratos  i  conziertos  que  bsáua 
hecho  con  el  demonio ,  cpmo  los  mismos  Inqui- 
sidores en  su  sentenzia  dijeron.  Esta,  con  ayuda 
del  demonio ,  al  cual  se  habiadado ,  haziendo  con 
él  pacto  i  conzierto  de  edad  de  nueve  años,  vino 
á  ser  tan  notable  hipócrita,  que  fué  tenida  eo 
grandísima  venerazion  i  admirazion .-  i  asi,  por 
medio  de  su  enamorado  el  Diablo ,  hizo  gran- 
des milagros.  Pero  de  aquellos,  que  habemos  dicho, 
el  demonio,  el  Antechristo  i  los  falsos  proph^ 
tas  hazer.  Mat.  xxv,  S4,  i,  II,  Thes.  ii,  9.  Contaré 
aquí  algunos:  porque  quererlos  contar  todos, 
seria  menester  otro  tanto  tiempo ,  como  los  In- 
quisidores tuvieron  cuando  la  sacaron  en  auto 
en  la  Iglesia  mayor  de  Córdoba :  el  cuaíauto  faé 
en  verano,  i  duró  desde  las  seis  de  la  mañana 
FaUos  milagros  ***8ta  las  cuatro  de  la  tarde.  En  todo  este  tiom- 

de  Magdalena  de  po  no  se  leyó  otra  cosa  que  abominaziones  i 

la  Cruz.  Msos  milagros  desta  .maldita  hembra.  Dijese 

della ,  que  cuando  habia  tormenta ,  los  mareantes 
la  invocaban  ,  1  ella  invocada  les  aparezía:  i  así 
zesaba  la  tormenta.  Iten,  se  dijo  della,  que  se 
enzendia  en  vivas  llamas,  como  un  Seraphin 
(esto  le  convenia  mui  bien ,  por  ser  de  la  orden 
del  Seváphico  San  Franzisco),  i  asi  inflamada, 
se  levantaba  en  alto ,  en  éxtasis ,  arrebatada  en 
espíritu,  i  oía  maravillas,  que  hombre  mortal 


I  DB  SU  «AUTIDAD.  495 

lo  podia  contar :  en  esto  último  se  hazia  otro  San    //,  Cor.,  \í\,  3. 

■^Bflo  t  el  cual  fué  arrebatado  hasta  el  terzer  zieío, 

l#nde  oyó,  etc.  Iten,  se  dijo  della ,  que  cuando 

lékBlttgaba ,  ella  se  levantaba  una  vara  de  medir 

llá'del  suelo,  i  asi  estando  levantada  en  el  aire 

^Mfola  el  sacramento:  el  cual  visiblemente  se 

lélta  de  las  manos  del  sazerdote ,  que  hábia  dicho 

• 'Mña,  i  visiblemente  se  iba  por  el  aire  i  se 

üMirába  en  la  boca  de  Magdalena  de  la  Cruz.  I 

ado  esto  por  arte  del  Diablo.  (De  la  misma 

nanera  la  monja  de  Lisbona,  que  llamaban  santa, 

."flBEibia  el  sacramento:  cuya  vida  al  fin  deste 

Fratado  contaremos.)  ¿Qué  diremos  deste  saCra- 

nlnito?  Si  era  Dios ,  ¿cómo  era  llevado  por  ¿1  aire 

[Mnta  confirmar  la  hipocresía  de  Magdalena  de 

tá -Craz ,  i  la  de  María  de  la  Anunziada ,  i  la  opi^ 

nioYi  que  se  tenia  dellas,  i  esto  por  arte  del 

Dtablo?  El  Sazerdote  ique  dezia  la  Misa ,  contaba 

lot^  formas  conforme  al  número  de  las  monjas 

{Oe  habían  de  comulgar :  contadas  las  consa- 

giraiba :  consagradas  hallaba  otras  tantas  como 

lud^a  antes  contado :  i  no  le  faltaba  ninguna,  sino 

sola  aquella  que  vía  ir  por  el  aire,  la  cual  entraba 

BB  Ja  boca  de  Magdalena  i  de  María.  Iten,  se 

dQO  de  Magdalena  déla  Cruz,  que  cuando  estaba 

m.ltf.huerta ,  i  acaso  .pasaba  el  sacramento  por 

Ut  eálle,   que  la  pared  de  la  huerta  se  abría, 

i  qae  ella  entonzes  lo  adoraba.  Iten,  se  dijo  della 

que  finjia  que  no  comía  en  tantos  días ,  pero  que 

té'íKiantenia  con  solo  el  sacramento  que  rezíbia. 

Folé  tan  grande  la  opinión  de  su  santidad ,  que 

1^  grandes  señorasde  España,  viéndose  en  días 

de  parií*,  enviaban  sus  mantillas  i  pañales,  en  que 

liabia  de  ser  envuelta  la  criatura ,  á  Magdalena 


486  DB  LA  MISA 

de  la  Graz  para  que  las  bendijese,  penímiAo 
que  desta  manera  las  criaturas  serian  santtt  i 
benditas.  La  misma  Emperatriz,  estando  en  éiM 
de  parir,  envió  las  mantillas  desde  VaUadoHdiíaiti 
Córdoba ,  que  es  barto  largo  camino.  A  caM 
de  la  santidad  de  Magdalena  de  la  Cruz,  maclM 
señoras,  i  nobles  de  Córdoba,  i  de  la  tierra  de 
alderredor  de  Córdoba,  se  metieron  moDJtf 
Franziscas ,  muchos  caballeros  se  metieron  fnSn 
Franziscos.  Desta  abominable  se  dijo ,  que  dik 
á  sus  íntimos  devotos  i  devotas  algunas  goliat 
de  su  sangre  menstrual,  baziéndoles  creer  qv 
era  sangre  de  Christo.  Los  Doniinjcoa,  qK 
siempre  son  émulos  de  los  Franziscos,  leífw- 
taron  otra  endiablada  en  Toledo ,  la  ccud  deiii, 
que  tenia  la  inozenzla  de  Adán,  etc.  Poré'tt 
lujurias  fueron  tan  desvergonzadas  i  tan  nAii- 
fiestas ,  que  luego  se  descubrió.  Otra  DominioÉia 
se  ha,  pocos  años  ha,  levantado  en  LisboM, 
que  dizen  que  tiene  las  zinco  llagas  de  Ghrirto, 
como  las  tuvo  San  Franzisco:  i  otras  madas 
cosas  dizen  della.  Pero  al  tiempo  doi  por  test%o: 
Ella  descubrirá  su  hipocresía  como  las  denái. 
En  el  entretanto  no  creáis  de  lijero  á  Ioá0 
/  /«an, IV,  1.  espíritu:  mas  como  nos  avisa  San  Joan,  pi9- 
bad  los  espíritus ,  si  son  de  Dios.  Porque  mnebos 
falsos  proplietas  (como  él  mismo  nos  aiisi) 
son  salidos  en  el  mundo,  etc.  I,  Thes.,y,fif 
S.  Pablo  dize:  Examinadlo  todo,  retened  lo  qse 
es  bueno :  como  lo  hizieron  los  Beroenses.  Gaalilo 
á'esta  monja  santa,  su  vida  hipócrita,  sQsñdlos 
milagros  i  ilusiones  del  demonio  con  que  engatf 
á  muí  muchos ,  i  de  cómo  fué  descubierta  i 
condenada ,  leed  el  Enjambre  de  loa  fiJsos  wi- 


I  DB  80  AÁXnmAD.  487 

lagros,  etc. « que  al  fin  deste  Tratado  hallaréis :  lo 

cmiae  ha  añadido  en  esta  segunda  impresión. 

Temando «  pues^  á  Magdalena  de  la  Cruz:  Por 

tm  enornlte  delict08«  falsos  milagros  i  menos- 

puBUoa  i  vituperios  de  la  relijion  Ghrístiana  fué 

eondenada :  pero  no  á  ser  quemada ,  sino  á  zier- 

t«8  penitenzias  i  clausuras.  Si  un  fiel  i  Gathólí- 

0(8  Qhristiano  dijera ,  como  lo  dize  San  Pablo ,  el    Bom.,  iii,  at. 

knobreser  justificado  por  la  Fé,  i  no  por  las 

obma  (porque  las  obras ,  aun  las  roas  justas  i  per- 

Masquehazemos,  son,  como  dize  Esaias,  pa-    j?«a¿.,  lxiv,6. 

fiot  manchados).   Si  dijera:  Dios,  i  no  otro 

lingano,  deber  ser  adorado  i  servido,  como  lo    mat.,  iv,  lo. 

lanondióChristo  al  Diablo,  cuando  lo  tentaba. 

Si  «(jera :  El  Antechristo  estar  sentado  en  el  tem- 

piO'de  Dios«  el  cual  se  haze  adorar  como  Dios, 

eaviolo  dize  San  Pablo,  i  que  la  residenzia  del    n.Thes.yiu 

Aolechristo  es  en  la  ziudad  que  tiene  siete  mon- 

te8f  6  cabezos  (que  es  Roma),  como  lo  dize  San    ^poc,  xvn. 

iMn.  Si  dijera :  que  no  hai  que  un  solo  sacrifizio 

Pifa  alcanzar  perdón  de  pecados,   que  es  la 

Wierte  i  pasión  de  Jesu  Ghristo,  como  lo  dize  la 

tefatnia  á  los  Hebreos,  quemáranlo  á  este  tal.  Pe-    He6,,  vu. 

té  Magdalena  de  la  Cruz ,  terrible  hipócrita ,  que 

fi^{ia  que  no  comía  en  tantos  dias:  i  preguntada 

Odíno  se  sustentaba ,  dezia  que  con  solo  el  sacra- 

Oiapto  que  rezibia:  que  por  arte  del  Diablo 

hiuúa  milagros,  i  se  hazla  invocar,  i  adorar:  i 

lQ.4aBié8  que  habemos  dicho,  esta  tal  no  muere. 

lA¥ántate,  Señor,  juzga  tu  causa.  Zerca  del    afrailes  ahor- 

IM  de  1536,  poco  mas  ó  menos,  fueron  ahor-  cados en  Sevilla. 

cam8  en  Sevilla  cuatro  frailes  Augustinos.  Estos 

bab&in  secretamente  de  noche  muerto  á  su  Pro- 

vjvisiai:  i  el  siguiente  diá,  para  no  dar  nota  ni 


488  DB  LA  mSA 

sospecha  ninguna,  dijeron  lodos  cuairo  Hiía.  1)% 
Mas  (como  ellos  mismos  después  confesiuroD)  1 1| 
no  tuvieron  intenzion  de  consagrar:  y  asi  no  l^ 
consagraron.  Pero  en  lo  demás  usafon  de  to-  I  k 
das  las  zeremonias  i  actos ,  que  hazen  los  que  1 1 
dlzen  Misa.  1 1 

Juan  Bivio,  Hb.     Para  conQrmazion  de  lo  que  he  dicho « que  ¡no-       1 1 
I,  de  Religione.  chas  vezes  los^azerdotes  papístícos  no  tienen  1n-       I  p 
tenzion  de  consagrar ,  i  que  no  teniendo  intenzion       1 1 
de  consagrar ,  hazen  á  todos  aquellos ,  que  oyen       1 1 
sus  Misas,  idolatrar:  contaré  aquí  una  notable      Ji 
historia  que  cuenta  un  autor  grave :  la  cual  ácoD-       1 1 
.tezióen  nuestros  dias.  Había  (dize  este  autor)       \¡ 
un  zierto  sazcrdote  en  esta  tierra,  etc.  Este, 
como  por  su  suzía  vida ,  i  su  increibie  rudet* 
i  ignoranzia  de  cosas  sagradas  fuese  depuesto» 
i. otro  mas  sufiziente puesto  en  su  lugar,  qo^ 
pudiese  bien,  i  con   provecho  apazentar   las 
ovejas  del  Señor,  vino  el  depuesto  ámi  cas» 
por  zierto  negozio  que  tenia.  Después  de  algit' 
ñas  pláticas,  que  tuve  con  él,  pregúntele :qa^ 
pues  que  había  mas  de  treinta  años  que  estaba 
amanzebado,  i  que  pues  tenia  de  su  manzeb^ 
algunos  hijos   ya  grandes,   pregúntele,  dlga-^ 
¿si  de  propósito,  de  veras,  i  con  todo  su  cer- 
razón se  habia  alguna  vez  arrepentido  de 
lujuria?  Respondióme,  que  algunas  vezes  se  ha- 
bla arrepentido :  come  en  el  tiempo  que  se  zd^- 
bra  el  nazimiento  del  Señor,   i  en  la  Paseoa 
de  la  Resurfezion :  Dijo ,  que  siempre  en  aqoc^' 
tiempo  hazia  cama  aparte,  i  no  dormía  po:^^ 
algunas  noches  con  su  manzeba.  Preguntéis  -^ 
¿si  finalmente  en  .algún,  tiempo  se  hubiese -d  ^ 
'Teras-  arrepentido  desta  su  abominable  Tld»^ 


I  BB  SU  SAKTIDAD.  489 

Pregúntele,  ¿si  habia  con  oraziones,  lágrimas, 
sbtpiros,  i  jemidos  demandado  perdón  á  Dios 
éjb^le  su  pecado,  i  esto  con  deliberado  propó- 
aitOt  de  ah{  en  adelante  vivir  castamente,    i 
eon  ánimo  de  mudar  su  vida  en  mejor?  I,  ¿si 
estando  arrepentido ,  si  echó  de  sí  su  manzeba 
eon  intenzion  de  nunca  mas  rezebirla?  Dijo, 
qne  nunca  tal  propósito  tuvo.  Dijele  yo:  ¿Gó- 
IDO,  pues,  casi  cada  dia  dijistes  Misa?  ¿Cómo 
oo  -hezistes  escrúpulo  de  comer  el  pan  del  Señor, 
ni  de  beber  de  su  sagrado  Cáliz ,  acusándoos 
¥«e8tra  conszienzia  de  un  tan  enorme  pecado? 
¿Ho  temistes  que  la  tierra  se  abriese,  i  que 
Yifo  os  tragase?  Insistiéndole  yo,  i  apretán- 
dMo^  al  fin  confesó,  que  él,  no  prominzian- 
éo  las  palabras  sacramentales  con  que  se  con- 
sagra el  sacramento,  no  habia  consagrado,  á 
fin   que  no  rezibiese  indignamente  el  cuerpo 
ifaangre  del  Señor.  ¿Qué  dezis?  le  dije.  Res- 
pandióme:  Digoos  lo  que  pasa,  i  es  verdad."^ 
Ai^.  ai  (le  dije):  ¿atrevistes  os  á  cometer  un 
de^lo    tan    horrendo   i   nunca  jamás    oido? 
¿Yos,  es  posible,  que  distes  una  tan  grande 
ocasión   de  una  tan   horrenda  idolatría?  El 
pnsblo,  cuando  vos  alzábades,  se  hincaba  de 
lodUlas,  se  echaba  por  tierra,  levantábalas 
maaps  bázia  el   altar,    dábase  golpes  en  los 
pedios,  i  adoraba  el  pan  i  el  cáliz  no  con- 
sagrados. ¿Qué  es  esto?  tiemblo   de   dezirlo. 
Aeré- Dios  (le   dije),   sí  no  os  arrepentís,  os 
4ará  sin  duda  en  algún  tiempo  el  castigo,  que 
por  tal  abominazíon>  i  por  tal  atrevimiento 
iMKezeis.     ¿  Para   qué   es    menester    muchas 
^dabras?  Gomo   yo  reziamente  lo  reprehen- 


4M  DB  LA  mSSk 

diese  de  palabra «  mi  galán  (el  cual,  no  eon 
palabras ,  sino  con  prisión  i  con  hierros  mereiii 
ser  castigado)  comenzó  á  escasar  su  £iUa«é- 
ziendo  no  ser  tan  grande,  i  que  noera^solOt 
mas  que  muchos  hazian  lo  mismo:  los  caaltt 
no  pensaban  ser  tan  abominable  delicto,  com 
yo  lo  hazia ,  etc.  Hasta  aaui  el  dicho  autor. 

Todos  aquellos  que  oyeron  las  Misas  destoii 

i  adoraron  el  sacrarñento,  que  alzaron;  segtt 

sus  mismos  Cánones  i  Decretos,  idolatraros. 

-  ^*L5í5*l?"iJf*  Porque  esta  es  su  Máxima ,  que  no  consagra, 

que  no  nene  in-        ^  .        j  «i 

tentiondeconsa- el  que  no  tiene  mtenzion  de  consagrar:  > 
8^^'  tampoco  consagra  el  que  no  pronunzialaspi^ 

labras  de  la  consagrazion.   Miserable  es  la  n* 
lijion  de  aquellos  que  dependen  de  la  intenziit 
de  otro.  ¿I  quién  conozela  intensión  del  ho» 
bre ,  sino  solo  Dios ,  que  escudriña  los  coráis- 
nes?  En  el  entretanto  el  hombre  estará  en  dudif 
si  es  Dios ,  el  que  adora ,  ó  no.  Por  esla  cansí 
Un  Inquisidor,  un  Inquisidor,  enemízísimo  de  GonfesoB,  coaS' 
fri'[ d^uV Adól  <1<>  oia  Misa,  temiéndose  si  el  Sazerdote  tenil 
rote,sefio'r,sie8- intenzion  de  consagrar,  ó  no,  dezia:   Aáén' 
Us  ahi.  ^^^  Señor,  si  estás  ahi.  Pensábase  este  Inquisidor 

con  esta  cautela  escaparse  de  idolatrar.  En  tíeiB|io 
del  Gonzilio  Gonstanziense  hubo  tres  Papas. 
El  Gonzilio  los  depuso  á  lodos  tres  por  sos 
bellaquerías  i  abominaziones :  i  elijió  á  Marthio 
quinto.  Estos  tres  Papas,  no  siendo  verdaderos 
Papas,  no  pudieron  ordenar  sazcrdotes,  ni  dadei 
autoridad  de  consagrar.  Así  que  todos  los  que 
oyeron  sus  Misas  conforme  á  sus  Cánones «  ido- 
latraron. Tampoco  consagraron  todos  aquettoi 
que  fueron  ordenados  en  tiempo  de  QoutíiUt 


I  DB  80  SAHTIDAD.  491 

tino  primero ,  i  de  la  Papa  Juana.  Porque  el 
Goostaotino ,  siendo  laico ,  i  sin  rezebir  órdenes 
■ingunas  ^  fué  hecho  Papa  por  la  fuerza  que  su 
kurmano  Desiderio ,  Rei  de  Lombardia ,  hizo  á 
lot  Romanos:  el  cual ^  no  siendo  sazerdote,  no 
fNido  ordenar,  ni  dar  autoridad  para  ordenar 
SMerdotes :  los  cuales ,  no  siendo  Sazerdotes ,  no 
oontagraron.  Cuanto  á  la  Papa  Juana,  no  hai 
fu»  dadar ,  sino  que  ni  ella ,  ni  los  que  ella  or- 
denó, ni  los  que  por  su  autoridad  fueron  orde- 
Bsdos  t  no  consagraron :  i  así  todos  cuantos  en 
ttaoipo  de  aquel  hombre  Papa,  i  desta  mujer 
Fqpa  adoraron  el  sacramento,  idolatraron,  según 
«It  Cánones.  Porque  ya  que  tenían  intenzion 
d»  consagrar,  pero  no  tenían  el  Carácter,  que 
Ifaman  indelébile  del  orden  Sazerdotal ,  i  el  que 
no  es  ordenado  sazerdote,  no  consagra:  i  no 
eoBtagrando,  todos  cuantos  oyen  sus  Misas  ido- 

Aliora ,  para  tener  mas  asco  de  su  sacramento.  Historia  lamen- 
MUiUuré  aqui  una  historia  que  acontezió  en  el  año  meñto^queinado' 
de  1626  en  un  monesterio  de  frailes  Dominicos 
de  ia  Tilla  de  Auserra ,  en  Franzia ,  i  en  el  día 
oelme  de  Corpus  Christi.  Había  en  el  dicho  con* 
MBto  un  fraile,  el  cual  por  vejez,  i  prinzipal- 
Mente  por  estar  comido  de  Bubas ,  no  había ,  ya 
moebos  dias,  dicho  Misa:  este,  creziéndole  la 
derozion ,  tomó  ánimo  para  dezir  Misa ,  siendo 
et  día  tan  solene.  Así  que  dijo  Misa,  i  consu- 
mió :  i  acabada  de  dezir  su  Misa ,  yéndose  por  el 
eisoitro  del  monesterio ,  su  estómago  se  le  revol- 
fió,  i  no  podiendo  dijerír  ni  retener  al  dios  que 
Indiia  rezefoido  en  cuerpo  1  en  sangre ,  lo  vomitó 
dttute  de  la  puerta  del  Capítulo.  Lo  cual  sabido» 


492  DE  LA  MISA 

luego  en  continente  se  levantó  un  gran  ramor 
por  todo  el  convento.  Unos  dezían  que  se  hizicie 
esto ,  otros  dezían  que  se  hiziese  lo  otro.  Pero 
al  fin ,  habiendo  disputado  algún  rato  sobre  eflti 
materia ,  concluyeron  que  se  pusiese  sobre  aqud 
sagrado  vómito  el  tabernáculo,  ó  tumba,  que 
suelen  poner  sobre  las  sepulturas ,  cuando  zde- 
bran  oiizio  de  Defuntos.  I  así  se  hizo;  I  eslo 
para  que  nadie  pisase  aquel  santo  sacramentil 
vómito ,  i  para  que  ningún  perro  se  lo  comiese, 
I  para  mas  honrarlo  pusieron  cuatro  zirios  ei- 
zendidos ,  á  los  cuatro  cantones  de  la  *tuiiibi. 
Hecho  esto ,  mandóse  á  los  novizios  que  canCasa 
todo  aquel  día  el  verso  del  himno  que  se  eaBH 
en  aquel  dia  de  Corpus  Ghristi ,  que  comienza: 
Tantum  ergo  Bacramentum  veneremur  ceniM» 
etc.  Quiere  dezir  .*  Reverenziemos ,  pues ,  niirandi 
á  tierra  este  gran  sacramento :  mejor  dijeran; 
Este  vómito  del  Padre  buboso.  Cantaban  tamlte 
la  Antiphona  del  mismo  dia :  ¡O  saerum 
viumf  i  Oh  que  sagrado  banquete !  Pero  por 
sagrado  que  dezian,  que  era,  no  hubo  peraotí» 
que  lo  quisiese  gustar,  ni  meter  en  su  cuerpos 
aunque  los  unos  se  exhortaban  á  los  otros» 
Porque  este  es  el  mejor  remedio ,  que  en  tal  cmo» 
según  el  libro  de  Cautelas  (que asi  las  llaraair),a8 
puede  tomar.  Como,  pues,  no  hubiese  cntr» 
todos  ellos .  quien  se  atreviese  á  -comerlo «  foft 
menester  usar  de  otra  cautela :  i  foé «  que  reco-- 
jieron  lo  mjejor  que  pudieron,  aquel  santo. ▼ómi-' 
to,  1  rayeron  mui  curiosamente  el  suelo  ddnfe 
babiacaido.  Entonzes  el  Soprior  (porque  elPtídr 
no  estaba  en  casa)  se  revistió  de  omamentop 
sagrados ,  i  llevaron  en  prozesion  el  vómito  á  tm 


I  DB.Sir  SANTIDAD.  49S 

Iglesia  con  sus  zirios  enzendídos :  unos  caii^a- 
lüfÁlo.  que  habernos  dicho:  otros  (i  estos  eran 
^8  mas  santuohados  i  mayores  hipócritas)'  sos- 
pinbanijemian  por  el  triste  espetáculo  que  vían: 
ipBks  aguó  mucho  la  fiesta.-  Llevado,  pues«  el 
viSmito  á  la  Iglesia,  fué  menester  de  nuevo  delibe- 
fS^Tftqaésedebriahazerdél.  Elparezerde  los  mas  los  papistas 
Mliguosvi  délos  mas  dotos  fué,  que  este  vómito  l"®jyjf"  ?i"J2í 

*ij  !#.  .  ji.^a    mentó  que  creen 

10066  echado  en  el  fuego ,  i  quemado  hasta  tanto  ser  su  Dios. 

que  se  convertiese  en  zeniza :  i  que  la  tal  zeniza 

SNi  guardase  en  el  sagrario.  Todo  lo  cual  se  hizo, 

OMiforme  á  lo  que  se  manda  en  su  libro  de  Gaute- 

laSt  etc.  en  tal  caso.  De  manera ,  que  los  mismos 

Puntas  concluyen,  quesu  dios  sea  quemado:llamo 

sn  dios ,  porque  su  dotrina  es  esta ,  que  el  pan  no 

tvpaQ ,  sino  cuerpo  de  Ghristo :  i  el  vino  no  es  vi- 

410^9  sino  sangre  de  Ghristo ,  todo  el  tiempo  que  se 

vim  alguna  forma,  ó  espezie  de  pan,  ó  de  vino: 

Mo  el  tiempo  que  no  estuviere  dijerido :  como  no 

loi  estaba  cuando  el  padre  buboso  lo  vomitó  con 

hrdemás. 

'Contado  habemos  el  triste  espetáculo  que  urraca quema- 
aeontezió  á  los  Dominicos  con  su  sacramento^'»***®'** 
vomitado  i' quemado,  ahora  contaremos  otro, 
qat  me  contó  uno  que  se  halló  «presente  i  fué 
testigo  de  vista ,  que  acontezió  á  los  Franziscos- 
paró  no  esasqueroso  como  el  otro.  En  el  con- 
iwiito  de  Alta-viia,  que  es  en  la  provinzia  del 
prinzipado  del  reino  de  Ñapóles ,  habia  un  fraile 
totiguo  llamado  frai  Antonio  del  Gontron,  el 
Mal  por  su  recreazion  habia  criado  una  urraca,  i 
lnhabia  enseñado. á  subirse  sobre  los  hombros,  i 

É comer  en  la  mano ,  i  otras  cosas  semejantes. 
Esta  fraile,  estando  año  de  1577,  un  sábado  de 


491  DB  LA  lOiA 

AdifiíBnto  diziendo  la  Misa  mayor  en  el 
convento,  alzóla  hostia  para  que  la  adoraafi 
(eomo  suelen):  la  urraca,  que  andaba  por  ai 
saltando ,  como  vido  la  hostia ,  pensó  qoe  snani 
le  mostraba  algo  para  dárselo :  en  el  entretanl» 
el  fraile  abajó  su  hostia,  i  la  urraca  se  qnedé 
por  allí  amaitinando  si  su  amo  le  haría  otra  ^ci 
cocos  con  alguna  cosa :  estando  ella  aii  esp^ 
rando ,  veis  aquí  donde  el  fraile  muestra  la  se- 
gunda vez  la  hostia  sobre  el  hombro :  la  urraca 
en  continente  que  la  vido,  salta  sobre  el  hombro 
de  su  amo ,  i  cójele  el  sacramento,  i  de  un  vuela 
se  puso  sobre  una  viga,  que  estaba  en  la  te- 
chumbre de  la  Iglesia.  Visto  esto  por  los  firaileti 
por  los  demás  qué  estaban  en  la  Iglesia  oyende 
la  Misa,  comiénzanla  á  llamar:  pero  ella  no 
queria  responder  ni  abajar.  Porque  cataba  ocih. 
pada  con  el  almuerzo,  que  (como  ella  pens^M^^ 
su  amo  le  habia  dado :  cuando  buenas  palabras  no 
sirvieron,  comiénzanle  á  tirar  piedras  i  palos» 
hasta  tanto  que  dieron  con  ella  en  tierra.  I  ya 
ella  habia  comido  toda  la  hostia ,  si  no  eran  alpe 
ñas  migajas  que  se  le  hablan  caído  (i  nota  qu» 
según  nuestros  contrarios.  Cada  migaja  es  Dio^ 
prenden  ala  pobre  urraca,  i  presa,  lasentsü- 
zian  á  quemar  hasta  que  fuese  convertida  sa 
zenizas:  lo  cual  se  hizo,  i  sus  zenizas  se  guar* 
daron  en  el  sagrario,  como  las  otras  del  vómitt^ 
del  padre  buboso. 

La  Transubstanziazíon  haze  caer  á  nuestros 
contrarios  en  tantos  desvarios.  Creen  que  el 
pan  no  es  pan :  sino  cuerpo  de  Christo :  de  aquí 
viene  que  creen,  que  el  ratón,  el  gusano,  la  po» 
lilla,  la  lurraca,  etc.  come  á  Christo.  Pero  pan 


I  j¡m  mj  sÁimDAD.  498 

Asengafiartos  (si  quieren  ser  desengañados),  no- 
ten k)  qae  aquí  diremos :  i  es  que  dos  j^eros 
éa  criaturas  pueden  comer  el  sacramento.  Unas 
qse  tienen  uso  de  razón ,  i  otras  que  no  lo  tienen: 
Ímb  que  no  lo  tienen  son  las  bestias.  Estas  cria-     Lai  criaturas 
Mras  que  no  tienen  ningún  uso  de  razón ,  sola-  ¡."Sj^Ychriito* 
mente  comen  pan  i  beben  vino :  no  comen  el  ni  á  susaeramen- 
ñeramento  del  cuerpo  de  Christo ,  ni  beben  el  {e'e/p2n?**"*"" 
«iKramento  de  su  sangre :  i  mucho  menos  comen 
«I  cuerpo  de  Christo ,  ni  beben  su  sangre.  I  así 
por  comer  el  pan,  ó  no  comerlo,  ni   glorian, 
9á  penan.  Los  hombres,  que  tienen  uso  de  razón, 
«on  en  dos  maneras :  unos  reziben  el  sacramento 
dignamente,  i  otros  indignamente,  los  que  indig- 
fiíamente  reziben  el  sacramento ,  son  los  que  an- 
Ub  de  rezebir  el  sacramento  no  examinan  sus 
eonszteBzias ,  no  se  prueban  á  si  mismos :  i  todo 
'les  es  uno,  sentarse  á  la  mesa  del  Señor,  i 
tentarse  á  la  mesa  del  Diablo :  rezebir  el  santisi- 
sacramento ,  que  Jesu  Christo  les  presenta 
su  santa  Zena ,  ó  rezebir  el  ídolo ,  que  el  Papa 
lee  emboca  en  su  Misa.  Estos  tales  no  solamente 
vSBiben  el  pan,  i  vino  ( si  se  lo  dan ) ,  mas  aun  re- 
ilben  el  sacramento  del  cuerpo  i  sangre  de  Chris- 
l»i  i  esto  para  su  condenazion ,  i  no  para  su  sal-    Juan^  xui,  st. 
fizion.  I  asi  Satanás  se  entra  i  reviste  en  ellos.    Los  impíos  re- 
nsmo  se  entró  i  revistió  en  Judas  en  acabando  ^en?o  del  "cuér^ 
de  tomar  el  bocado.  Estos  tales  en  ninguna  ma-  p»  í  sangre  de 
aera   reziben   á  Christo :   por  las  causas  que  ei**  culípo"!!!  °S 
kakemos  dado ,    cuando  probamos  los  impíos  sangre  de  chris- 
■o  rezebir  á  Christo ,  no  rezebir  al  pan  Señor,  '^* 
#M  al  pan  del  Señor :  como  dize  San  Augus-  lohJ"''  "^'  *" 
Ifal  hablando  úe   Judas.   Los  que  dignamente 
reciben  el  sacramento ,  son  los  que  examinan 


496  DB  LA  mssk 

8118  conszienzias ,  cómo  están  para  con  sa  Dk», 
i  para  con  su  prójimo-  ( to  cual  llama  San  Pabto 
probarse  á  sí  mismo-:  I,  Gorinlhlos,  n).  (hl- 
Uándose  faltos  i  imperfectos ,  se  humillan  ddaim 
de  Dios,  se  arrepienten,  le  demandan  contólo 
su  corazón  perdón  i  misericordia :  i  hecho  dlo^ 
confiados ,  no  en  su  dignidad ,  sino  en  la  de 
Ghristo,  se  atreven  á  rezebir  el  .sacramenlo^ 
no  para  su  condenazion ,  sino  para  su  salvazioft. 
Porque  Ghristo  se  les  reviste,  i  los  encorpon 
en  si  mismo ,  i  él  se  encorpora  en  ellos.  Estos 
solos  son ,  los  que  no  ■  solamente  réziben  pn 
i  vino ,  mas  aun   el  sacramento  del  cuerpo  i 
sangre  de  Ghristo,  significado» por  el  pan  ipórd 
vino:  i  rezibiendb  el  sacramento  del  cuerpo' i 
sangro  de  Ghristo,  reziben  verdadera  i  realmente 
el  glorioso  cuerpo  i  sangre  de  Ghristo:  peré 
no  camalmente,  isino  espirítualmente   por  Fá,* 
como  ya  habernos  dicho.  Si  nuestros  contrarios 
admitiesen  esta  tan  verdadera  i  tan  clara,  dotii" 
na,  que  ningún   absurdo  trae  consigo,  mi0 
antes  quita  muchos ,  la  cual  la  palabra  de  Dio^ 
nos  la  enseña ,  i  los  dotores  antiguos  la  CesÜ' 
fican ,  no  creerian  qiíe  *  el  ratón ,  la  polilla  ,  ím 
pobre  urraca,  etc. ,  coman  á  Ghristo,  sino  anp<K 
co  de  pan ,  i  aun  no  de  mucha  substanzia*:  i  asi 
no  los  quemarian ,  ni  quemados  guardarían  809 
zenizas. 

No  puedo  dejar  de  contar  aquí,  lo  que  híz9L 
un  Inquisidor  en  Barzeiona  en  el  mismo  diá  d»  ' 
Corpus  Ghristi.  £1  cuentos  este.  Habrá  34  ó  Ur- 
anos ,  poco  mas  ó  menos ,'  que  habíenáo  de  salir* 
la  solene  prozesíon ,  que  ton  tan  gran  pompa, 
i  triunpho  se  suele  hazer.jior  toda  Bspaña 


I  DB.8Ü  SAHTIIDAD.  497 

este  ^a  de  Corpus  Ghristi,  i  habiendo  ya  el  Sazer- 
dibte  cantado  la  Misa  mayor,  que  en  aquel  dia 
suele  ser  la  última  (porque  todo9  los  clérigos 
qjoleren  ir  en  la  prozesion  aquel  dia) ,  acontezió, 
pues  f  que  la  hostia  consagrada ,  que  se  había  de 
poner  ^n  la  custodia,  era  tan  grande,  que  no 
capo  en  la  luneta  de  la  custodia.  Visto  esto,  el 
uparato^pard:  i  no  hubo  en  toda  aquella  tan  zé- 
l¿bVe  compañía,  quien  supiese  dezir  lo  que  en 
tal  casQ  se  debia  hazer.  Pero'  al  fin,  los  mas  pru- 
dentes de  la  compañía  fueron  de  parezer,  que  se 
dyese  otra  Misa ,  i  se  consagrase  una  hostia 
del  tamaño  de  la  luneta :  mas  érales  mui  mo- 
lesto esperar  tanto :  i  aun  también  pudo  ser,  que 
no  se  halló  clérigo  ninguno  que  no  hubiese  ya 
dicho  su  Misa ,  i  almorzado ,  para  poder  ir  en  la 
prozesion ,  la  cual  en  aquel  dia.es  mui  solene,  i 
está  mucho  en  ir  i  en  volver.  En  esta  zélebre 
compañía  se  halló  un  Inquisidor  mui  nombrado, 
llamado  Molón.  Este,  no  pudiendo  sufrir  tanta  mo  dirán  aun 
dQazlon ,  ni  esperar  tanto  tiempo ,  confiado  en  JJJ.®  J¿  ^f  Jue/- 
su.  autorúiad  inquisitorial ,  demandó  unas  tíje-  po  de  Christo: 
ras,  con  las  cuales  zerzenó  la  Hostia  consagra-  JJJJf/mJadof  Ji- 
da:  de  manera  que  la  hizo  venk  justa  con  la  guese^pues,  que 
lonSta:  i  así  salió  la  prozesion.  De  creer  es  que,  oK  ^' *'"' "^ 
unos  abominarían  la  temeridad  del  Inquisidor, 
i  jknirian  viendo  á  su  Dios  i  Criador  (que  así 
Ikman  al  sacramento )  de  tal  manera  tratado 
de  las  impías  manos  del  Inquisidor :  otros  di- 
rían otra  cosa.  Esto  es  zertisimo,  que  si  otro, 
que  el  Inquisidor,  cometiera  tai  delicto,  i  prín- 
z^almente  si  tuviera  alguna  raza  de  Christiano 
nuevo,  lio  creo  que  escapara  con  la  vida  una  por 
una,  él  perdiera  todo  cuanto  tenia.  £1  castiga 


498  DB  LA  MISA 

con  que  t\  Señor  Molón  fué  castigado  por  tu 
enorme  crimen^  fué  que  lo  prifaron  ád  oitíi 
de  Inquisidor  en  Barzelona.  Pero  porque  oi  tu 
notable  Inquisidor  no  estuviese  ozioso,  prove- 
yéronle del  ofizío  de  Inquisidor  de  Sevilla ,  des- 
de mas  pudiese  meter  las  manos ,  en  d  tiempo 
de  la  gran  persecuzion,  que  pocos  años  antee  ae 
había  levantado:  como  contamos  en  la  vida  de 
Pío  ly ,  año  de  1557.  Este  fué  el  gran  castigo  foe 
le  dieron,  mejorarlo. 

Concluiremos  este  Tratado  con  una  notiide 
historia,  que  cuenta  Don  Rodrigo «  Arzobispo  de 
Toledo,  el  cual  acabó  su  historia  ( como  ^  ole- 
mo  al  fin  della  lo  testifica)  en  el  ano  dd  Seler 
de  1843 ,  i  en  el  año  de  26  del  Rei  Don  Fernaadii 
i  en  tiempo  de  la  gran  sedevacante  de  Grega- 
rio IX,  de  manera  que  ha  ya  355  años  que  laet* 
cribió.  Dize,  pues,  el  dicho  Arzobispo,  lib.  vi, 
cap.  25,  que  el  ofizio,  que  llamaban  ToledanOi 
que  Isidro  i  Leandre  ordenaron ,  se  zelebraba  por 
toda  España,  hasta  tanto  que  el  Rei  Don  A¿s- 
so  VI,  que  ganó  á  Toledo,  á  insúnziad^  su  raojff 
la  Reina  Constanza,  que  era  Franzesa,  aaü 
áRoma  al  Papa  Gregorio  Vü,  demandándole,  (pe 
quitado  el  ofizio  Toledano,  se  usase  en  ím 
España  el  ofizio  Romano ,  etc.  I  en  el  cap.  SSi 
dize,  qué  el  Papa  Gregorio  Vil  envió,  á  pelir 
zion  del  Rei  Don  Alonso ,  á  un  Ricardo ,  Abad  de 
S.  Victor  de  Marsella,  para  que  pusiese  en  bosi 
orden  las  Iglesias  de  España.  Este  Legado  qse 
envió  el  Papa  (como  el  mismo  Arzobispo  le 
cuenta),  se  gobernó  muí  mal :  de  Caimanera,  f^ 
fué  privado  de  su  ofizio.  Antes  que  fuese  jÑ^ 
vado,  alborotó  mui  mucho  el  estado  edesidsiiee 


I  DB  8Ü  SAirriDAD.  400 

i  Comunidad  de  nuestra  España.  Porque  el  Le* 
gMÜOf  i  el  Rei  les  hazían  tomar  el  ofizio  Fran- 
Hás  y  i  dejar  el  Toledano ,  en  que  ellos  i  sus  ante- 
IMwadoa  se  habían  criado  por  espazio  de  casi  500 
aAos,  que  hubo  desde  San  Gregorio  I,  en  cuyo 
liempo  vivió  S.  Leandre  i  su  hermano  San  Isidro, 
Arzobispos  de  Sevilla,  hasta  este  Gregorio  Vü, 
ea  cuyo  tiempo  reinó  Don  Alonso  VI.  I  asi  en 
zierio  dia  para  ello  aplazado,  esta  materia  se 
trató  mui  de  veras  en  presenzía  del  Rei,  del 
Primado,  der Legado  i  del  pueblo.  £1  estado 
ecleaiástico,  la  Nobleza  (que  el  Arzobispo  llama 
Milizía),  i  elpueblo  mui  de  propósito  resistían, 
hasiendo  cuanto  podían ,  porque  su  ofizio  no  se 
mudase.  Pero  el  Rei  persuadido  de  su  mujer, 
que  era  Franzesa ,  insistía  con  amenazas  en  que 
ae  habla  de  mudar.  La  conclusión  fué  esta,  que 
fiíeron  nombrados  dos  caballeros ,  que  peleasen, 
el  uno  por  el  Rei ,  que  defendiese  el  ofizio  Fran- 
sés,  i  el  otro  por  la  Nobleza  i  comunidad  de  Es- 
IMilla,  que  mantuviese  el  ofizio  Toledano.  £1  que 
lomó  la  parte  del  Rei ,  luego  fué  venzido :  por 
lo  cual  el  pueblo  se  alegró,  viendo  que  el  caba- 
llero del  ofizio  Toledano  había  venzido.  Mas  el 
Qtí  de  tal  manera  había  sido  instigado  de  la 
Beina ,  que  no  quiso  mudarse  de  su  propósito, 
diciendo  que  el  tal  duello  (ó  combate  de  dos)  no 
era  Lei.  £1  caballero  que  peleó  por  el  ofizio  To- 
ledano fué  del  linaje  de  los  Matíenzas :  cuya  raza 
«no  hoy  dia  vive.  I  como  por  esto  hubiese  un 
-^¡^9X1  alboroto  (porque  la  Nobleza  i  pueblo  se  al- 
borotó en  gran  manera),  determinóse  que  el  libro 
del  ofizio  Toledano,  i  el  libro  del  ofizio  Fran- 
zés  fuesen  echados  en  un  gran  fuego ,  habiendo 

33 


500  DB  LA  HI8A 

El oBzio Roma- sido   maudado  que  todos  ayunasen,  i  orasen. 
DO  echado  en^ei  Habiendo ,  pues ,  devotamente  ayunado,  i  orado, 
i*e?Gótbicono/ eluu  libro  i  el  otro  fué  echado  en  el  fuego.  Pieié 
el  libro  del  oíizio  Franzés  fué  Gousohido  del 
fuego,  y   el  libro  del  ofizio  Toledano  se  le- 
vantó sin  rezebir  daño  ninguno,  sobre  todas lai 
llamas  del  gran  fuego ,  libre  i  entero.  Todo  lo 
cual  vieron ,  los  que  estaban  presentes ,  i  dieron 
grazías  á  Dios.  Pero  como  el  Reí  fuese  de  gran 
corazón  i  pertinaz  ejecutor  de  su  voluntad,  ni 
se  espantó  por  el  milagro ,  ni  se  movió  porro^ 
gos,  mas  antes  perseveró  en  su  propósito,  ame- 
nazando con  pérdida  de  hazienda  i  de  vida  á 
los  que  resistiesen:   i  asi  mandó  que  el  ofizio 
Franzés  (que  ya  era  el  mismo  que  Romano)  ae 
De  dónde  se  (^  celebrase  en  todo  su  Reino.  I  entonzes,  lodos 
do  quieren  Re- llorando  i  doliéndose,  se  comenzó  á  úezkúnr 
>«>•  fran  Español ;  Allá  van  leyes ,  do  quieren  Reyes, 

i  desde  entonzes  se  ha  conservado  en  Espada  el 
ofizio  Franzés,  asi  en  el  Psalterio ,  como  en  lo 
demás :  el  cual  Jamás  había  sido  antes  de  aquel 
tiempo  rezebido  ni  usado  en  España.  Aun(pe 
en  algunos  monesterios  se  usó  después  por  al- 
gún tiempo,  i  aun  la  translazion  del  Psalterio  se 
usa  aun  hoi  dia  en  muchas  Iglesias  cathedrafes 
i  en  monesterios.  Hasta  aquí  el  Arzobispo,  la- 
cho hai  que  notar  en  esta  historia  que  el  Arzobis- 
po cuenta.  Lo  primero,  que  ahora  quinientos 
años,  porque  tanto  ha  que  Gregorio  Vil  murió,  ei 
cuyo  tiempo  reinó  Don  Alonso  sexto,  el  oliflO 
divino  que  se  zelebraba  en  toda  nuestra  Espa- 
ña, no  era  el  oíizio  Romano,  sino  Gótidéo, 
que  llamaban  Toledano.  Este  ofizio  se  modd 
por  el  antojo  de  una  mujer Franzesá,  queinstigd 


1  DB  8U  SAirriDAB.  591 

tanto  al  Reí  su  marido «  que  á  pesar  de  todo  el 
astado  eclesiástico,  de  la  Nobleza  i  de  toda  la 
Comunidad  de  España ,  mudó  el  ofizio  antiguo. 
[ten ,  el  Papa  que  mandó  que  se  mudase  el  oíí- 
EÍo ,  fué  uno  de  los  mas  abominables  que  en  su 
Úwimpo  comieron  pan.  Muchos  escribieron  su 
rida :  fué  gran  Encantador :  hizose  Papa  á  fuerza 
ie  brazos  sin  ninguna  elezion :  fué  tirano ,  bc- 
njOt  quemó  á  su  Dios  el  sacramento  del  altar :  i 
lo  demás  que  en  su  abominable  Tida  conta- 
mos. Por  los  cuales  enormes  pecados,  absenté,  no  ^^  ConziUo  ei 
qoerfendo  comparezer ,  fué  condenado  i  priva-  p»'/ ui"por  ios 
do  en  el  Gonzilio  Brixiense,  í  Clemente  terze- ^^^'^Queriu  lo 
po  fué  hecho  Papa  en  su  lugar.  El  Legado  del  **®P°°** 
Papa ,  que  trató  este  negozio  de  la  mutazion  del 
ofizio ,  fué  también  otro  tal  como  su  amo ,  que  lo 
butíó  :  i  asi  paró  en  lo  mismo  que  su  amo  i  se- 
lor.  Fué  por  sus  bellaquerías'  (como  lo  cuenta 
Ú  Arzobispo)  privado.  En  estos  dos.  Papa  i 
Legado,  se  verificó  el  Refrán  Español:  Cual 
ybad ,  tal  monazillo.  De  aquí  verán  nuestros  Es- 
coles ,  que  el  ofizio  divino  i  translazion  del 
^salterio ,  de  que  nuestros  Antepasados  usaron 
«España  hasta  el  año  de  mil  i  ochenta ,  ó  poco 
ttísnoSj  no  fué  el  ofizio  Romano:  i  mucho  me- 
108  faélaMisa,  que  ahora  tanto  en  España  se 
tstfma.  Porque  el  ofizio  Romano,  que  antes  de 
¡oinientos  años  se  zelebraba ,  no  era  contami- 
lado  con  la  superstizion  i  idolatría ,  que  ahora 
reinos  en  la  Misa  :  como  son  la  Transubstanzia- 
lion ;  i  él  haber  quitado  la  mitad  del  sacramen- 
to á  los  fieles :  la  interzesion  i  invocazion  de  san- 
tos ,  el  Purgatorio ,  etc.  Mucho  después  fué  admi- 
tida la  Transubstanziazion  i  hecha  artículo  de  fé 


502  DB  LA  mSA 

zerca  del  año  de  1215 ,  siendo  Papa  InozenziolD. 
Aunque  es  verdad ,  que  este  Gregorio  Vil  faé 
el  primero  que  la  comenzó  á  levantar  sacándo- 
la del  inficiono.  Icón  no  ser  tan  malo,  ni  por 
pensamiento  el  ofízio  Romano,  que  entontes le 
usaba ,  ni  tenia  que  ver  en  idolatría  con  d  de 
ahora,  con  todo  eso  es  de  creer,  que  habia  gru 
diferenzia  entre  el  ofizio  Toledano  i  el  Ronnno: 
Pues  toda  España  tan  de  propósito  i  tan  de  Tcm 
se  opuso  al  Rei ,  á  la  Reina ,  al  Papa  i  á  sa  Le- 
gado :  i  no  rezibieron  el  Romano,  sino  á  mni  mi 
de  su  grado,*!  forzados  con  las  amenazar  que 
hizo  el  Rei  de  vida,  i  de  hazienda.  Nótese  tam- 
bién lo  que  dize  el  Arzobispo  del  combate  deki 
dos  caballeros,  i  lo  del  fuego,  que  luego  qnené 
al  ofízio  Romano ,  quedando  salvo  el  (k^thico.8í 
milagros  quieren ,  este  del  fuego  es  estraño. 

EID.  Illescas,  lib.  y,  en  la  vida  del  Rei  Bou 
Alonso  VI,  casi  dize  lo  mismo  que  el  Arzobisfío 
Don  Rodrigo :  porque  del  lo  tomó,  si  no  quede 
malizia  afectada  mudó  algunas  cosas:  euyatff- 
labras  pondré  aquí :  I  habiendo  (dize)  sido  ▼ela^ 
dor  el  que  defendia  la  parte  del  ofízio  GótlúoSi 
todavía  el  Rei  porfío  por  quitarle :  i  habiéndole 
echado  en  el  fuego  dos  Misales  (el  Arzobispo  ^ 
Determinóse,  que  el  libro  del  ofizio Toledaoo i 
el  libro  del  ofizio  Franzés  fuesen  echados  ea  on 
gran  fuego :  no  dize  Misales) ,  el  Romano,  nüli 
del  fuego  i  el  Góth.  no  se  quemó  en  él.  El  Arzo- 
bispo dize :  El  libro  del  ofizio  Franzés  fué  etxúft 
mido  delfuego,  i  el  lib.  del  ofizio  Tded.  se  leftB^ 
sin  rezebir  daño  ninguno.  Veis  aquí  la  manen 
de  tratar  de  nuestros  adversarios.  Dios  no  ha  00- 
nester  de  tales  mentiras  para  ensalzar  su  saola^ 


I  DB  8Ü  SAUTIDAD.  503 

Qallióljca.  I  notad  que  el  D.  ülescas  no  alega  al 
Anabispo,  de  donde  tomó  este  cuento :  porque  no 
se  Tie8e  su  desvergonzada  falsificazion.  Yo  he  ale- 
gado  al  autor  i  al  lugar :  que  es  el  lib.  vi ,  cap.  25 
i  96:  suplico  al  lector  que  lo  lea,  para  que  vea 
quién  miente :  ó  yo ,  ó  el  Dotor  Illescas.  Hablando 
yo  con  un  Guardian  de  San  Francisco  de  Méjico 
daala  felsificazion  del  D.  Illescas,  me  respondió, 
que  asi  era  como  el  B.  Ulescas  dezia ,  i  que  núes- 
troa  libros  estaban  falsificados.  Pero  yo  le  truje 
OD  libro  viejo,  impreso  en  Granada  con  las  armas 
nales,  i  le  mostré  el  lugar.  £1  pobre  Guardian 
qoadó  avergonzado. 

I  es  de  notar  (como  lo  nota  el  D.  Ulescas),  que 
por  mandado  del  Rei  de  Aragón ,  Don  Sancho  I, 
aa  dejó  de  dezir  en  Aragón  el  ofízio  Góthico ,  ó 
M oaárabe ,  i  se  irttrodujo  el  ofizio  Remano  que 
iioi  se  usa.  Bijose  la  primera  Misa  Latina  al  Primera  Hüa 
modo  Romano  en  San  Juan  de  la  Peña  á  21  de  Jj|^*  ®°  ^•P*' 
Marzo  año  de  1071.  Iten,  el  mismo  D.  Ulescas 
diie :  £1  Rei  Don  Alonso  sesto  ganó  á  Toledo  ú 
n  de  Mayo,  año  de  1083,  cuya  mezquita  mayor 
m  consagró  á  25  de  Octubre ,  año  de  1086.  Desta 
aunera  el  ofizio  Góthico  se  mudó  en  Aragón  pri- 
maro  que  en  Castilla ,  por  lo  menos  quince  años. 
Iloladt  Españoles  (que  pensáis  i  creéis  la  Misa 
I«aUna,  cual  se  dize  el  dia  de  hoi  en  España,  ser 
anliquisima  dende  el  tiempo  de  los  Apóstoles) ,  la 
primera  Misa  Latina  al  modo  Romano  haberse 
dicho  en  San  Juan  de  la  Peña  en  tiempo  del  Rei 
Don  Sancho  I,  i  asi  no  ha  en  este  año  de  1599, 
alno  528  años.  Si  no  me  creéis  á  mi,  creed  al 
]>•  Ulescas,  iá  otros  que  dizen  lo  mismo|que  yo  digo. 
Cíosa  nueva  es  la  Misa :  la  cual  echó  á  rempujo- 


504  DB  LA  MISA 

nei  de  la  Iglesia  á  la  santa  institución  de  lesa 
Ghristo :  quiero  dezir ,  á  su  santa  Zena.  Dios  os 
haga  grazia  que  la  voivai^á  poner  en  su  logar. 

Otros  también  hazen  menzion  desta  motasioar 

Jorje  Gasandro,  en  la  prefazion  de  su  libro, qoe 

intituló  Ordo  Romanus  de  offido  Missm  ^  éu 

estas  palabras :  Pero  los  Españoles ,  como  son  eo 

el  instituto  que  una  vez  han  rezebido  pertinaziri- 

mos,  retuvieron  muchos  años  los  ritos  de  M 

patria  constantísimamente.  Su  rito  se  llamabí 

rito  de  Mosárabes .-  i  llamábase  «sí  i  porque  toe 

Ghristíanos  mesclados  con  los  Alárabes  ,*  qae 

ocuparon  lo  mejor  de  España ,  usaron  del  dcm 

el  tiempo  de  San  Ildefonso,  Arzobispo  de  ToMo, 

i  de  San  Isidro ,  Arzobispo  de  Sevilla.  En  fin,  ca 

tiempo  de.  Gregorio  séptimo ,  constreñidos  por 

fuerza  por  el  Rei  Don  Alonso  'sesto ,  que  ganó  á 

Toledo,  á  instigazion  de  la  Reina  Gonstanxa, 

Condoler  i  lá-  Franzesa ,  despues  de  muí  grandes  debates,  no 

fidí'eUflzió'^RoI  sin  lágrimas  dejado  el  rito  de  su  patria,  rezibte- 

mano  en  Espafia.  ron  el  rito  Franzés ,  ó  Romano.  El  cual  rito  een 

todo  esto  no  pudo  de  tal  manera  ser  desairado, 

que  no  quedase,  i  aun  hasta  el  día  de  hoi,  en 

algunas  Iglesias  i  capillas  de  Toledo.  Esto  WÉ 

á  la  larga  se  trata  en  la  historia  jeneral  de  El- 

paña,  hecha  en  nombre  del  Rei  Don  AloBSO 

dézimo.  Hállase  también  en  la  historia  de  Bou 

Rodrigo  Toledano ,  historiador  gravísimo.  Hiit> 

aquí  Gasandro.  Juan  Vaseo  haze  menzion  deeto 

en  su  Grónjca  hablando  de  la  destruizion  de 

España ,  que  acontezió  en  tiempo  del  Rei  Doo 

Rodrigo.    Dize   este  autor    que    l(fs  Ghriilii- 

nosque  quedaron  en  España,  tuvieron  líbertod 

de  su  relijion   Ghristiana  hasta  el  tiempo 


I  DB  sü  sAirriDAD.  sos 

Rei  DoQ,  Alonso  séptimo,  en  cuyo  tiempo  pasa- 
ron' de  África  los  Almohades ,  que  no  permitieron 
i  nifigan  Ghristiano  vivir  en  la  relijion  Ghristia- 
MU  E9tos  Gliristianos  que  vivieron   entre  los 
Moros  se  llamaron  Mosórabes:  quiere  dezir,    iFéofiaNota 
■teclados  con  los  Alárabes,  isuofizio  divino, ''*•'''' ^''■'•^ 
86  llamaba  ofizio  Mosórabe ,  el  cual  habia  com- 
pimrto  San  Leandre,  i  S.  Isidro.  Dize  también: 
Este  ofizio,  aun  hasta  el  día  dehoi,  se  llama 
HoBárabe,  i  se  usa  en  Toledo  en  seis  parrochias, 
i  en  la  Iglesia  Gathedral,  en  la  capilla  del  Gar- 
deñal  Franzisco  Jiménez,  i  también  se  usa  en 
Salamanca  en  ziertos  días  del  ano  en  la  capilla 
del  Dotor  de  Talavera.   (Otros  dízen  que  se 
Uaman  Muzárabes  con  9 ,  no  con  s ,  de  Mu^a, 
Capitán  Moro  que  ganó  á  España ,  el  cual  dio 
libortad  á  los  Ghristíanos  de  vivir  en  la  relijion 
duristiana.)  Después  desto  describe  Vaseo  qué 
manera  de  ofizio  sea  este  Mosárabe ,  i  cómo  se 
zdabre.  Pero  temóme  mucho  que  el  ofizio  Mosá- 
labe,  que  ahora  en  los  lugares  susodichos  se  . 
zdebra ,  no  sea ,  ó  añídido,  ó  menguado,  i  muí  dí- 
finmite  de  aquel  que  S.  Leandre  i  S.  Isidro  compu- 
sieron ya  va  sus  mil  años.  Temóme  desto :  porque 
loe  Papas  han  sido  bien  dílij  entes  en  quitar  lo  que 
era  contrario  á  su  dotrína,  i  en  añidir  lo  que 
luusia  por  ellos :  i  asi  tengo  por  sospechosas  mu- 
i^uM  de  las  zeremonias  i  vestimentos,  que  ahora 
(eomo  dize  Vaseo)  se  usan  en  el  ofizio  Mosárabe. 
Confirmóme  en  esta  opinión,  visto  que  entre 
Oíros  nombres  de  Santos  que  se  nombran  en 
d  ofizio  Mosárabe,  se  nombran,  Ambrosio, 
Aagostíno,  Fuíjenzio,  Leandre,  Isidro.  I  no  es 
de  cre^r  que  S.  Leandre  i  S.  Isidro ,  que  compu« 

I 


506  DS  LA  msA 

síeron  este  ofizio  Góthíco ,  pusiesen  sus  nomlra 
entre  los  nombres  de  los  santos.  I  asi  creo  qv 
al  ofizio  Mosórabe  le  han  añidido ,  i  quitado  a»- 
cho  para  hazerle  tener  parentesco  con  la  Nin 
que  ahora  dizen«  i  asi  dar  á  entender  que  eii 
todo  es  uno.  Pero  séase  como  fuere :  ó  que  k 
hayan  añidido,  ó  que  le  hayan  quitado ,  ó  no: 
yo  por  mas  segura  cosa  tengo  la  simplizidaii 
modo  de  que  Jesu  Ghristo «  sus  Apóstoles  i 
Mártires  usaron  en  la  primitiva  Iglesia  en  la  zele- 
brazion  déla  santa Zena.  Tengamos,  pues,  caeiiU 
con  la  primera  instituzion,  que  cuentan  ki 
Evanjelistas  í  San  Pablo,  I,  Cor.  xi,  i  así  no 
erraremos. 

De  lo  que  habemos  dicho  en  este  apéodíxe, 
verás ,  España  mia  carísima ,  Dios ,  por  su  mise- 
ricordia ,  te  abra  los  ojos ,  el  caso  que  el  Papt  1 
sus  Eclesiásticos  hazen  del  sacramento :  por  míe 
que  dizen  ser  Dios:  i  no  pan  ni  vino.  Sirvensedél 
para  vengar  sus  injurias,  odios  i  rancpret;  i 
así  en  Florenzia  la  señal  de  comenzar  á  meter 
fué  cuando  Alzasen:  como  poco  ha  dijimoe* 
con  él  atosigan :  sírvense  del  de  Aposentador» 
enviándolo  una ,  ó  mas  jornadas  delante  M 
la  chusma  (como  al  prinzipio  deste  libro  dijiiDo4> 
Sírvense  del  para  conjuros :  como  lo  hizo  Gfó- 
gorio  séptimo ,  i  porque  el  sacramento  no  I0 
respondió ,  lo  arrojó  en  el  fuego ,  i  lo  queoMi. 
También  los  Dominicos  de  Auserra  lo  quemaren: 
i  los  Franziscos  de  Alta-vila  quemaron  k  il^ 
raca ,  i  quemando  la  urraca ,  quemaron  al  ee- 
cramento  que  había  comido ,  etc.  I  el  libro  qoA 
llaman  de  Cautelas ,  manda ,  que  en  tales  caéoi 
asi  lo  hagan.  I  cuando  el  sacramento  se  en- 


I  DB  SU  SAlITmAD.  507 

iDobeze ,  por  no  lo  haber  renovado  con  tiempo, 
odbdase  que  sea  quemado ,  i  la  zeniza  guardada. 
También  el  Inquisidor  Molón  lo  zerzenó.  Iten, 
flidibro  del  ofizio  Romano  se  quemó ,  quedando 
fll'Góthico  milagrosamente  sano  i  salvo:  como 
Don  Rodrigo,  Arzobispo  de  Toledo,  que  habe- 
•moa  alegado ,  lo  cuenta.  Iten ,  pues  que  el  Demo- 
QJQ  se  sirve  del  para  engañar ,  como  engañó  ai 
Papa ,  cuando  le  dijo ,  que  no  morirla  hasta  que 
dijese  Misa  en  Jerusalen,  como  dijimos  en  Sil- 
vestre II,  i  para  bazer  idolatrar :  como  lo  habemos 
fisto  en  Magdalena  de  la  Cruz ,  i  en  los  cuatro 
frailes  que  ahorcaron  en  Sevilla:  los  cuales  no 
tuvieron  intenzion  de  consagrar ,  i  asi  no  consa- 
giraron :  I  en  el  Clérigo  que  no  dezia  las  palabras 
de  la  consagrazion ,  i  en  los  que  ordenó  Constan- 
Uno  II  i  Juana ,  Papa :  los  cuales  tuvieron  inten- 
sion  de  consagrar,  pero  no  consagraron  f  no 
sieAdo  Sazerdotes :  como  ya  habemos  dicho.  ¿Qué 
concluiremos  de  aquí?  Dos  cosas.  La  primera, 
que  los  Papas  i  sus  Eclesiásticos  que  tal  hazen, 
son  AtheistaSy  sin  ningún  Dios,  ni  relijion.  La 
segunda,  que  su  sacramento  Mísático,  por  mas 
qfi»  ellos  digan  (aunque  muchos  dellos  mismos 
90  k)  creen)  ser  Dios,  no  es  Dios :  sino  un  ídolo 
puesto  en  lugar  de  Dios ,  i  adorado  como  Dios.  I 
si  esto  es  asi,  ¿por  qué  persiguen  á  fuego  i  á san- 
gre á  los  que  enseñados  por  la  sagrada  Escritura 
saben  mui  bien  la  Misa,  i  su  sacramento  Misático 
ser  una  profanazion  de  la  santa  Zena  del  Señor, 
ser  una  terrible  abominazion ,  i  idolatría  ?  La 
Misa  no  tiene  que  ver  con  la  santa  Zena  que 
4.  Señor  instituyó  i  zelebró  con  sus  Diszipu- 
los.  Cot^ese  la  una  con  la  otra  (lo  cual  al 


508  DB  LA  MISA 

fin  dettle  tralado  haremos),  asi  cuanto  á  la  sobs- 
tanzia  de  lo  que  se  da,  como  cuanto  á  las  zere- 
monias  con  que  se  da ,  i  Terse  ha  claramente  que 
no  hai  mas  conveníenzia  entre  la  santa  Zenaíla 
diabólica  Misa ,  que  la  hai  entre  la  luz  i  las  tinie- 
blas :  entre  lo  bueno  i  lo  malo :  entre  la  verdad! 
la  mentira :  entre  Ghrísto  i  Belial. 

Salido  he  con  la  ayuda  del  Señor,  á  quien  eoo 
todo  mi  corazón  suplico  encamine  mis  pasos ,  de 
dos  terribles  laberintos,  de  suzíedad ,  i  de  idoli- 
Del  TM^adero  tria :  que  son  el  Papa  i  su  Bfisa.  Ahora ,  con  li 
crifixio.  misma  ayuda,   entraremos  en  un  fresquisuno 

Verjel,  en  un  suavísimo  i  santísimo  huerto  i  ja^ 
din,  lleno  de  toda  consolazion  i  conforto ,  que  ce 
el  Tratado  del  verdadero  Sazerdote  i  del  verda* 
dero  sacrifizio  que  este  nuestro  summo  sazerdote 
ofrezió,  con  cocual,  siendo  nosotros  pecadoreSf 
hijos  de  ira ,  nos  reoonzilié  con  Dios.  ¡  Oh ,  qué 
buenas  nuevas!  Óyelas,  pues,  España,  i  creeufl. 
En  este  Tratado  seré  breve.  Porque  machis 
cosas  que  aquí  se  habían  de  dezir ,  las  habernos 
ya  dicho  en  la  confutazion  del  falso  sazerdote, 
que  es  el  Papa ,  i  del  falso  sacrifizio ,  que  es  li 
Misa.  I  dijímoslas  allí  para  confutar  la  mentira. 
Porque  ¿cómo  se  puede  eonfutar  la  mentira,  siao 
con  la  verdad?  ¿cómo  se  pueden  deshazer  las 
tinieblas,  sino  con  la  luz?  Andemos,  pues, de 
hoi  en  adelante  como  hijos  de  la  verdad  i  de  h 
luz. 

El  que  quisiere  saber ,  quién  sea  este  summo 
sazerdote ,  i  cuál  sea  este  su  único  i  eterno  .sacri- 
fizio, lea  la  Epístola,  que  el  Apóstol  escribió á 
los  Hebreos :  i  allí  claramente  hallará  lo  uno  i 
lo  otro.  I  no  hai  libro  en  toda  la  sagrada  EsentiH 


I  DB  8U  SAHTIDAD.  599 

ri  que  mas  de  propósito,  i  mas  exzelentemente 
trate  esis  argumento,  que  esta  epístola.  Epístola 
ztoto  digna  que  todo  fiel  Christiano-la  lea,  i 
relea ,  i  la  tome  de  memoria :  pues  en  ella  se  trata 
una  materia  tan  nezesaría,  sin  cuyo  conoszi- 
miento  i  notizia  es  imposible  que  el  hombre  se 
salve.  Porque  ¿qué  cosa  liai  mas  nezesaria ,  qi|e 
saber  quién  sea  mi  Redemptor ,  i  cómo  me  haya 
redemido,  i  así  creerlo,  i  creyéndolo  serle  grato 
por  ello ,  víTíendo  en  santidad  i  justizia  todos 
los  días  de  la  vida?  Perdone  su  Majestad  las 
Inperfezlones ,  i  supla  lo  mucho  que  falta.  Pero 
cantes  que  entremos  en  esta  materia,  digamos 
lo  que  creemos  de  Ghristo.  Confesamos  que  Jesu  Lo  que  creemos 
Ghristo  es  verdadero  Dios  ,  i  verdadero  hom-  JJ¡J*f  *olwo*d¡ 
bre :  i  que  en  euanto  Dios ,   es  igual  con   el  Ghristo. 
Pfidre,  i  con  el  Espíritu  santo:  i  en  ninguna 
cosa  menor.  Confesamos  que  en  cuanto  hombre, 
es  menor  que  el  Padre ,  i  que  el  Espíritu  santo: 
i  en  ninguna  cosa  igual.  Confesamos  estas  dos 
mituralezas  tan  diferentes ,   divina  i  humana, 
no  haber  sido  unidas  ni  conjuntas  ab  eterno, 
sino  en  tiempo :  como  lo  dize  S.  Pablo :  Cuan-    GdLt  >v,  4. 
do  vino  (dize)    el  cumplimiento  del  tiempo, 
Dios  envió  su  Hijo  hecho  de  mujer,  1  hecho 
debajo  déla  Leí,   etc.   Lo   mismo  dize  San    /uan,  1,14. 
Juan :  i  la  Palabra  se  hizo  Carne ,  i  habitó  entre 
nosotros.  De  manera,  que  desde  entonzes  se 
Dama,  i  es  verdadero  Dios  i  verdadero  hom- 
fae:  i  aun  según  esta  conjunzion  Christo  es 
menor*  que  el  Padre.  Porque  el  Padre  nos  lo 
ha  hecho,  i  dado  por  nuestro  Reí,  Propheta ,  ¡  Eiofiziodecbris- 
Sazerdote.  Los  cuales  tres  ofizios  significa  el  Rei^'¿%>be(!!'? 
BiHBbre,  Ghristo,  que  es  vocablo  Griego,  isuerdoie. 


519  DB  LA  MKA 

es  lo  mismo  qae  Mesías  en  Hebreo,  i  Uiijido 
en  nuestra  lengua  Española.  Llámase  asi,  poi^ 
que  estos  tres  jéneros  de   hombres  se  unjian 
/,«afli.,x,i.  antiguamente.    Así  leemos,   que  Samuel  unjíd. 
/,5am.,xYi,i3.  por  Reí  áSaul,  unjió  también  á  David.  Sadoc 
//,  5am.,  1, 34.  unjió  á  Salomón,  etc.  Cuanto  á  los  Prophetas, 
/,  B$y.,  XIV,  16.  lo^os  que  Elias  unjió  á  Elíseo.  Be  la  unzion  de 
los  Sazerdotes  se  lee  en  el  Exod.  xxx ,  50.  Estos 
tres  ofizios  atribuye  la   sagrada  Escritura  á 
Ghristo.  Llámalo  Rei,  Psal.  u,  6.  Yo  he  consti- 
tuido á  mi  Rei  sobre  Sion.  Iten ,  Luc.  i ,  33 ,  i  reí* 
nará  sobre  la  casa  de  Jacob  para  siempre,  i  su  reino 
no  tendrá  fin.  Iten ,  Juan ,  i ,  49 ,  i  xn ,  15.  Iten, 
Mat.,  n,  2.  Iten,  todos  los  lugares  que  dizen 
Ghristo  ser  Cabeza  de  la  Iglesia ,  confirman  Chríi- 
toser  Rei.  Es  llamado  Propheta,  Esai,  lxi,  1. 
Iten,  Luc,  if,  19.  Iten  , Deut. ,  XYni ,  15,  se 
promete  que  Dios  levantará  un  Propheta :  el  cual 
^cto$,  m,  93.   lugar ,  San  Pedro  en  aquel  exzelente  sermón  que 
^eioi,  Til,  38.  cuenta  San  Lúeas ,  lo  entiende  de  Christo ,  que  es 
el  Propheta  délos  Prophetas.  Déla  misma  manera 
lo  entiende  San  Esteban:  llámase  Sazerdote,  Psal. 
GX,  4.  Tú  eres  Sazerdote  para  siempre  según  la 
orden  de  Melcbisedec :  El  cual  se  alega  en  la 
Epístola  á  los  Hebreos  muchas  vezes:  donde 
lo  llama  único  i  perpetuo  Sazerdote.  Pero  esta 
es  la  diferenzia  que  hai  entre  los  Reyes ,  Pro* 
phetas  i    Sazerdotes   del    Testamento  viejo  i 
Ghristo.  Ellos  eran  figura  de  Christo ,  i  eran 
unjidos  con  azeite  material  i  visible :  mas  Ghristo 
es  lo  figurado ,  i  es  unjido ,  no  con  azeite  visible, 
sino  con  la  grazía  del  Espíritu  santo.  Como 
él  mismo  lo  testifica,  Luc,  iv ,  18,  declarando 
£sai.,L%M,  I.   la  Prophezía  de  Esaías,  £1  Espíritu  del  Sedor, 


I  DB  8U  SANTIDAD.  511 

DüMta  manera  deunzíon  habla elPsal.  xlv,7. 
i8te  justizía ,  í  aborreziste  la  maldad :  por  lo 
te  unjió  Dios ,  el  Dios  tuyo  con  azeite  de 
Ka  mas  que  á  tus  compañeros.  £1  cual  lu-  üeb.,  i,  a. 
el  Apóstol  entiende  de  Ghristo.  I  siendo 
sto  unjido  con  unzion  espiritual,  entende- 
M  su  reino  no  ser  deste  mundo ,  su  dotri- 
ler  zelestial ,  i  su  Sazerdozio  ser  eterno  i 

10. 

Grieto,  como  Reí  constituido  del  Padre,  go-    ofizio  de  Bel. 
na  su  Iglesia ,  i  le  da  leyes ,  las  cuales  ningún 
zipe,  ni  potentísimo  Monarca  del  mundo 
le  anular,  ni  invalidar.  Porque  es  menes- 
jue  todos,  por  potentísimos  que  sean,  lo 
noscan  por  Reí  de  los  Reyes  ,  i  Señor  de 
{eñores.  Porque  Dios  1( como  dize  S.  Pablo)  MiVi;).,  11,9,1  o. 
Izó  á  Ghristo ,  i  le  dio  nombre  que  es  sobre 
nombre :  que  al  nombre  de  Jesús,  toda  ro- 
dé lo  zelestial,  de  lo  terrenal,  i  délo  infer- 
né doble ,  etc.  Ghristo,  como  Propheta ,  nos    q^^ío  de  Pro- 
ña  la  voluntad  de  su  Padre ,  nos  muestra  lo  pbeta. 
debemos  huir ,  i  lo  que  debemos  seguir :  al 
el  Padre  nos  lo  dio  por  nuestro  Doctor, 
itro  i  cnseñador,  cuando  dijo:  Este  es  mi    Mat.,xsi\,i. 
amado,  en  el  cual  tomo  contentamiento. 
Oíd.  Ño  ,quiere  que  oigamos  otra  dotri- 
aanque  el  AnJIl  del  zielo  la  predique.  Si  Án-    G(íÍ",  h  s- 
el  zielo  (dize  S.  Pablo)  os  predicare  otro 
ijelio,  fuera  del  que  yo  os  he  predicado  (el 
él  habia  aprendido  del  Señor  Jesús),  sea 
hema.  El  ofizio  de  Sazerdote  es  presentar-    Ofizio  de  saíer- 

elante  de  la  Majestad  divina  para  aplacar  ^^^' 
a ,  i  alcanzarnos  grazia :  lo  cual  haze  ofre- 
iole  un  sacrifizio ,  que  le  sea  grato,  i  azcp- 


518  DB  LA  mSA 

to.  Esto  hizo  Jesu  Ghristo,  ofirezíéadose  á  il 
mismo  en  la  cruz.  El  cualsacrífízio.  Una  sola  Tes 
ofrezido ,  i  nunca  mas  reiterado  (porque  la  ra- 
terazíon  mostraría  haber  en  él  imperfezion),  faé 
tan  suave  i  de  tan  buen  olor  á  Dios ,  que  se  aplar 
có ,  i  aplacado  se  reconzilió  con  los  hombres :  de 
tal  manera ,  que  nos  perdonó  todos  nuestros  pe- 
cados i  nos  santificó  para  siempre.  Bestos  treí 
ofizios  trata  también  la  epístola  á  los  Hebreos. 
En  el  cap.  i  muestra  la  exzellenzia  i  nMJestad 
de  Ghristo  sobre  los  Ánjeles,  i  por  el  consi* 
guíente ,  sobre  todas  las  criaturas:  en  lo  cual  de- 
nota su  Reino.  Gap.  ih,  lo  llama  Apóstol:  que  es 
enseñador  de  la  voluntad  de  Dios :  lo  cual  hazian 
los  Prophetas.  Gap.  xm,  20 ,  lo  Uama  Gran  Pas- 
tor. Por  Pastor  entiende  Enseñador :  i  así  en  el 
irers.  7,  dijo.  Acordaos  de  vuestros  Pastores,  qoe 
os  hablaron  la  palabra  de  Dios ,  etc.  Ser  Ghris- 
to Sazerdote ,  i  su  sacrifizio  ser  su  proprio  cu^T' 
po ,  su  carne  i  su  sangre ,  que  él  mismo  ofrezió  al 
Padre  por  nosotros,  toda  esta  epístola  está  llena 
dello.  De  la  cual  yo  haré  aquí  un  breve  sumario, 
cuanto  á  lo  que  toca  á  su  Sazerdozio ,  i  Sacrifi- 
zio :  pues  esto  es  lo  que  por  ahora  prometemos 
mostrar. 

Esta  dotrína  del  Sazerdozio  i  Sacrifizio  de 
Ghristo  es  tan  necesaria  al  (ftristiano ,  que  sin 
ella  es  imposible  salvarse.  Porque  (como  diie 

Actos,  IV,  19'  s.  Pedro)  en  ningún  otro  haí  salud :  i  no  hai  otro 
nombre  debajo  del  zielo  dado  á  los  hombres  en 

somario  de  ii  que  podamos  ser  salvos.  Vengamos,  pues  •  al  so- 
breos.  mano.  El  Apóstol  muestra  en  el  cap.  i  desta 

Epístola ,  la  exzellenzia  de  Ghristo  sobre  los  Aó- 
jeles :  lo  cual  confirma  con  pasos  de  la  Escrita- 


I  DB^SÜ  SAIITIDAD.  513 

ra.  En  el  verso  3  háze  menzion  del  sacrífizio  de 
Cbrísto:  Habiendo  (dize).  hecho  la  purgazion  de 
nuestros  pecados  en  si  mismo.  Gap.  ii.  Habiendo 
el  Apóstol  probado  en  el  cap.  i  la  dignidad  de 
Ghrísto,  concluye  en  el  prinzipio  del  2.^  cap. ,  la 
obedienzia  que  se  debe  á  su  dotrina ,  i  el  gran 
castigo  que  nos  está  aparejado ,  si  la  menospre- 
zmmos:  de  la  cual  amenaza  usa   después:    i 
prinzipalmentecap.  vi,  i  cap.  x.  Gap.  ni,  compara 
á  Ghristo  con  Moisen :  prueba  Ghrísto  serle  su- 
perior. Por  lo  cual  exhorta  á  los  Hebreos  á  obe- 
dezerle,  i  á  que  no  se  obstinen  contra  Ghristo: 
.  como  sus  Padres  se  obstinaron  contra  Dios  en 
tiempo  de  Moisen.  En  el  verso  1  dize:  Gonsi- 
derad  el  Apóstol  i  Pontífize  de  nuestra  profe- 
sioQ  Ghristo  Jesús.  En  el  cap.  iv  exhorta  á  per- 
severar en  la  grazia  del  Evanjelio  ya  rezebida,  i 
abre  la  puerta  al   tratado  del  Pontificado  de 
Ghristo:  i  así  dize,  verso  14.  Por  tanto  teniendo 
un  [tan]  gran  Pontífize,  que  penetró  los  zielos, 
Jesús,  etc. ,  i  en  el  verso  15.  No  tenemos  Pontí- 
fize que  no  se  pueda  resentir  de  nuestras  Flaque- 
zas. Gap.  y,  muestra  el  Apóstol  cuál  sea  el  ofízio 
del  sumo  Sazerdote:  habla  de  la  dignidad  de 
Ghristo ,  i  de  su  ofrenda ,  i  de  la  virtud  i  efica- 
zía  della.  La  dignidad.  Hijo  eterno  de  Dios:  la 
(Prenda ,  su  carne  i  su  sangre ,  á  sí  mismo :  la  efi-    ¡j^^^^  yj,  ,y. 
cazia  de  su  sacrífizio ,  ser  oido  del  Padre ,  i  ser 
hecho  causa  de  eterna  salud  á  los  que  le  obede- 
zen  (como  lo  dize  en  el  verso  9):  verso  6  dize: 
Ghristo  es  Sazerdote  eternalmente  según  la  or- 
den de  Melchisedec.  La  cual  manera  de  hablar 
tomó  el  Apóstol  de  David ,  Psal.  ex ,  4 ,  i  la  usó 
Hinchas  vezes  en  esta  epístola ,  cap.  v ,  verso  6  i  10, 


514  VE  LA  MISA 

cap.  VI,  20;  cap.  vii,  ver.  i7  i  21,  i  en  el  verso  II 
dize,  Ser  semejante  á  Melchisedec.  Qué  orden  sei 
esta  de  Melchisedec ,  ya  lo  habernos  dicho  habUm* 
do  de  la  Transubstanziazion.  Gap.  vi,  llama  á 
Ghristo  Nuestro  Precursor  i  Pontífize,  etc.  Gap.  va, 
tomando  el  Apóstol  ocasión  de  las  últimas  pa*- 
labras  del  prezedente  capitulo :  Tú  eres  Sasa* 
dote  eternalmente  según  la  orden  de  Melcfaí- 
sedec,  comienza  á  tratar  muí  de  propósito 
quién  fué  Melchisedec ,  i  en  qué  haya  sido  seme- 
jante á  Ghristo,  Sin  padre  ( dize  ver.  3) ,  sin  madiei 
etc.  Esto  hecho,  muestra  el  Apóstol,  elSazerdozio 
de  Ghristo ,  que  es  según  la  orden  del  Melchise- 
dec, ser  mui  mas  exzelente  que  el  Sazerdono 
Levitico.  Las  causas  que  da,  son:  que  venido  el 
Sazerdozio  de  Ghristo ,  anuló  i  invalidó  el  saze^ 
dozio  Levitico :  Iten ,  el  de  Ghristo  fué  instituido 
con  juramento:  Juró  (dize)  Jehova,  i  no  se  ar- 
repentirá ,  ect. ,  Psal.  ex.  Pero  el  Levitico  fué  ins- 
tituido sin  ningún  juramento.  Iten ,  el  Sazerdo^ 
de  Ghristo  es  eterno,  i  siempre  tiene  su  s^i 
virtud:  el  Levitico  no.  Iten,  Ghristo,  quecjer- 
zitó  este  Sazerdozio  eterno ,  es  mui  mas  exscK 
lente  que  Aaron,  que  ejerzitó  el  Sazerdozio 
christo  es  núes-  Levítico.  Es ,  pues ,  de  tanta  virtud  el  sacrifizio  de 
tro  perpetuo  in-  Ghristo ,  que  habiéndolo  Una  sola  vez  ofrezide* 
terzesor.  j^^  ^j^j^^  jyg^^j.  ¿  ningún  otro  sacrifizio  expiato* 

fli5^.,vn,25.  j.|q  Porque  eternalmente  salva  á  los  que  porü 
se  allegan  á  Dios,  viviendo  siempre  para  Ro- 
gar por  ellos,  río  han ,  pues ,  menester  otro  nin- 
gún sacrifizio,  sino  la  sola  muerte  y  pasión  de 
Gliristo :  ni  tampoco  han  menester  otro  ningún 
íDterzesor  ni  medianero,  sino  á  solo  Ghristo. El 
que  no  se  contentare  con  este  solo  sacrifizio  t^i 


1  DE  8Ü  SANTIDAD.  515 

ix>n  este  solo  interzesor ,  busque  otros  mejores. 
4  este  tai  le  acontezerá,  que  dejando  la  fuente  /^r.,  11,13. 
ieagua  viva ,  se  cavará  cisternas ,  que  no  puedan 
retener  el  agua.  Iten,  este  sacriíizio  que  Una 
sola  vez  ofrezió  Ghrísto ,  es  de  tan  inmensa  vir- 
tud 9  que  ni  debe  ni  puede  ser  reiterado :  porque 
a  reiterazion  es  argumento  zertisimo  de  im- 
perfezíon :  i  esta  es  la  causa  por  qué  los  sacrífizios 
Le^iticos  fueron  tantas  i  tantas  vezes  reitera- 
dos :  porque  la  sangre  de  los  bezerros ,  i  de  los 
cabrones,  no  podia  perfetamente  santificar,  ni  á 
los  que  la  ofrezian ,  ni  aquellos  por  quien  la  ofre- 
cían. £1  que  atentamente  leyere  i  meditare 
3Ste  capítulo  séptimo  ,  no  deseará  otro  ningún 
iacrifizío ,  sino  aquel  solo  que  Jesu  Ghristo  Una 
sola  vez  ofrezió,  que  fué  á  si  mismo,  como 
vers.  27 ,  se  dize.  Cuya  memoria  manda  el  Señor 
que  refresquemos ,  todas  las  vezes  que  zelebra- 
tnos  su  santa  Zena. 

I  es  de  notar  muí  mucho  esta  palabra  Una  um vei ^Máebe 
Vbz  9  de  que  usa  aquí  el  Apóstol  i  en  el  cap.  ix,  mucho  notar. 
verso  IS,  S5,  S6,  28;  i  cap.  x,  10, 12,  14.  Por- 
que sobre  esta  palabra  Una  vez ,  funda  el  Apóstol 
su  argumento  ,  para  probar  el  sazerdozio  de 
Ghrísto,  ser  mui  mas  exzelente  que  el  Levítico. 
Porque  los  Sazerdotes  Leví ticos  reiteraban  los 
sacrífizios ,  los  cuales  ofrezian ,  primeramente 
por  sus  pecados ,  i  luego  por  los  del  pueblo :  pero    £<at.,  un,  u. 
Ghrísto  no   ofrezió  sacrífizios,  sino  uno  solo, 
conviene  á  saber ,  á  sí  mismo :  i  no  por  si  ( porque    /,  Ped.,  n,  22. 
en  él  no  hubo  pecado ,  ni  se  halló  engaño  en  su 
boca) ,  sino  por  otros.  I  este  sacrifizio  no  lo  reite- 
ró muchas  vezes',  ni  mandó  que  lo  reiterasen:  sola 
una  vez  lo  ofrezió.  En  el  cap.  vm,  recapitula  el 

34 


516  DE  LA  MISA 

Apóstol ,  lo  que  había  dicho  en  et  prezedente  ca- 
pítulo del  Pontificado  zele^tial  i  eterno  de  Ghilsto. 
En  el  cap.  jLi,  repite  tres,  ó  cuatro  vezésld  pala- 
bra Una  vez.  Gap.  x,  10,  repite  la  palabra  Una 
.    vez ,  V.  12,  un  sacrifizio,  v.  14,  Una  sola  ofrenda. 
Hasta  at[m  trata  el  Apóstol  del.  sazerdbzio  i 
Según  la  orden  sacrífízio  de  Ghrísto.  I  como  en  la  palabra.  Se- 
de MHichisedec.  gmi  ja  orden  de  Melchisedec ,  haí  gran  misterio, 
porque  con  ella  prueba  el  Apóstol  el  sazerdozio 
de  Ghristo  ser  eterno  .*  i  como  palabra  de  tanta 
importanzia  la  repite  (como  lo  habemos  visto), 
así  también   hai  gran  misterio  en  la  palabra, 
i]KA  Vez.       Una  Vez,  que  tantas  veces  repite  el  Apóstol- 
porqué  con  ella  se  prueban  dos  cosas :  la  prime- 
ra ,  que  no  hai  otro  ningún  sacrifizio  para  alcan- 
zar perdón  de  pecados,  sino  solo  el  que  Jes» 
Ghrísto  ofrezió.  La  segunda  es,  que  este  sacri- 
fizio es ,  i  será  siempre  de  tanta  virtud  i  eficazia, 
como  lo  fué  el  dia,  la  hora  i  momento,  que  Ghris- 
to lo  ofrezió:  por  lo  cual,  ni  debe,  ni  paede 
ser  reiterado ,  sin  hazerse  grandísima  injuria  á 
Ghristo :  como  si  su  sacrifizio ,  .que  él  Una  vez 
ofrezió,  no  fuese  bastante  para  alcanzar  per- 
don  de  todos  los  pecados,  i  que  por  eso  faese 
menester  otro   nuevo  sacrifizio,  ó  á  lo  menos 
reiterar  el  viejo.  Todos  cuantos  se  han  salvado, 
ó  se  salvarán ,  no  solamente  después  de  la  maerte 
de  Ghristo ,  mas  aun  antes  de  su  muerte,  desde  el 
primer  justo  Abel,  hasta  el  último,  fueron,  son, 
iiúO.,  IX,  26.    j  ggj,^jj  salvos  por  la  virtud  deste  único  siacrifi- 

zio ,  Una  Vez  ofrezido.  Otramente  fuera  ne- 
zcsar io  ,  que  Jiobíera  padezido  muchas  vezes 
desde  el  prinzipio  del  nlundo  .*  'mas  líhora,  Una 
vez  en  la  consumazion  de  los  siglos  para  desha- 


I  DB  SU  SANTIDAD.  517 

límento  del  pecado  se  presentó  por  el  sacriGzio 
de  si  mismo.  Palabras  sdn  estas  del  Apóstol: 
contra  las  cuales  no  haze  lo  que  dize  San  Juan  ^poc,  xitt, «. 
en  su  Revelazion,  que  el  Cordero  (Gliristo)  es 
muerto  desde  del  prinzipio  del  mundo.  Porque 
iesu  Ghrísto  no  murió,  sino  una  sola  vez:  i  esto 
fué  siendo  Emperador  Tiberio  Zésar,  que  habrá 
1565  años.  ¿Pues  cómo  dize  San  Juan,  que  fué 
muerto  desde  el  prinzipio  del  mundo?  A  esto 
dezimos,  que  San  Juan  quiso  dezir,  que  el  sa- 
crifizio  que  Ghristo  ofrezió,  no  solamente  apro- 
▼eehó  á  los  que  en  tiempo  áñ  Cbristo,  ó  des- 
pués vivieron ,  mas  aun  á  todos  los  que  fueron 
muí  mucho  antes  desde  el  prinzipio  del  mundo. 
Porque  todos  cuantos  antes  de  la  muerte  de 
Ghrísto  creyeron  que  la  simiente  de  la  mujer, 
que  es  Ghristo ,  había  de  quebrantar  la  cabeza 
de  la  serpiente,  que  es  el  diablo,  fueron  salvos, 
ni  roas  ni  menos  que  los  que  después  de  la  muerte 
de  Ghristo,  creen  que  e^  ya  venido ,  i  que  mu- 
riendo ha  venzido  ai  Diablo.  En  el  mismo  Dios,  isusotios  i  ios 
que  nosotros  creemos,  creyeron:  la  misma  FéS?***  ^^*  ^***J" 

^.  ^.  ."',.  .«.    Testamento  niin 

que  tenemos ,  .tuvieron :  ipor  el  mismo  sacnnzio  misma  Pé  teuo- 
de  Jesu  Ghristo  una  vez ,  i  no  mas  ofrezido,  ellos  '"<^** 
i  nosotros  somos  salvos :  los  mismos  sacramen- 
tos, cuanto  á  la  substanzia,  que  nosotros  te- 
nemos, tuvieron.  Asi  lo  testifica  S.  Pablo,  cuando    /,  cor.,  x,  a, 
dize:  Mas  no  quiero,  hermanos,  que   ignoréis  ^^^' 
que  nuestros  Padres  todos  estuvieron  debajo  do 
la  nube,   i  todos  pasaron  la  mar.   I  todos  en 
Moisen  fueron  baptizados  en  la  nube,  i  en  la 
mar.  I  todos  comieron  la  misma  vianda  espiri- 
tual. I  todos  bebieron  la  misma  bebida  espiri- 
lual :  porque  bebían  de  la  piedra  espiritual,  que  Io<9 


518  DB  LA  MISA 

seguía:  la  cual  piedra  era  Ghristo.  La  díferenzii 
que  entre  nosotros  i  eUos  hai,  es  que  ellos  creían 
Ghristo,  el  Mesías,  haber  de  venir:  í  nosotros 
creemos  haber  ya  venido  i  cumplido  todo  cnanto 
'  del  estaba  escrito.  Concluyamos,  pues^dcaqni, 
que  con  un  solo  sacrifizío,  que  Jeau  Ghrislo 
ofrezió ,  i  esto  Una  sola  vez ,  i  no  mas,  santi- 
ficó  para  siempre  jamás  á  todos  cuantos  desde 
el  prinzipio  del  mundo  han  sido,  son,  i  serán 
santificados.  El  Señor  Dios,  que  tal  míserícordií 
ha  hecho  con  nosotros ,  siendo  aun  nosotros  hi- 
jos de  ira ,  i  enemigos  suyos ,  nos  dé  grazía  pan 
que  firmes  i  constantes  perseveremos  en  esta 
Fé,  1  perseverando  vivamos  en  santidad  i  en 
justizia  todos  los  dias  de  nuestra  vida.  • 
Dos  maneras  de  La  sagrada  Escritura  (como  ya  habernos  fisto) 
sazordotes.        [jgje  menzion  de  dos  maneras  de  sazerdotes  qne 

ofrezen  sacrifizio  por  pecados :  los  unos  son  se* 
gun  la  orden  de  Aaron ,  los  otros  son  según  la 
orden  de  Melchisedec.  Según  la  orden  de  Aaron 
hubo  muchos.  Porque  siendo  mortales,  se  mo- 
rían: i  muerto  uno^  le  suzedia  otro.  Según  la 
orden  de  Melchisedec  ho  hubo  otro  sazerdote  nin- 
guno ,  sino  solo  Ghristo :  el  cual ,  siendo  eterno 
sazerdote ,  i  siendo  su  sacrifizio  de  eterna  virtud, 
no  admite  compañero  ninguno ,  porque  él  solo 
basta.  Este  sazerdozio  durará  para  siempre  ja- 
más: í  es  propio  del  nuevo  Testamento,  en  al 
cual  no  hai ,  ni  puede  haber  mas  que  un  solo  sa- 
zerdote, que  ni  tiene,  ni  puede  tener  compañero, 
ni  suzesor  en  su  ofizio.  Porque  es  eterno  Saxer- 
dote ,  i  porque  su  sacrifizio ,  Una  sola  vez  ofit- 
zido  es  de  eterna  virtud.  Goncluyamos,  pues,  de 
aquí ,  que  sí  los  sazerdotes  Misátícos,  que  dízei^ 


I  DB  SU  SAISTIDAD.  519 

ofrezer  á  Ghristo  en  sacrifizio  por  los  pecados 
délos  hombres,  son  sazerdotes  instituidos  por 
Dios,  ó  lo  son  según  la  orden  de  Aaron,  ósegun  la 
de  Melchisedec  (porque  destas  dos  solas  órdenes 
baze  menzion  la  Escritura) :  pero  ni  ellos  son  sa-    lo«  sazerdotes 
zerdotes,  según  la  orden  de  Aaron,  que  ya  con  la  "^fjn^y*  ¿^J^ 
muerte  de  Ghristo  zesó ;  ni  tampoco  lo  son,  según  de  melchisedec, 
la  orden  de  Melchisedec :  porque  según  esta  orden,  3j;'^^"ron'*^8?no 
ño  Jiai  sino  un  solo  sazerdote,  que  es  Ghristo:  deBaai.  * 
Sigúese  de  aquí ,  que  sí  son  sazerdotes ,  no  son 
instituidos  por  Dios ,  sino  por  el  Diablo :  i  así 
son  sazerdotes  de  Baal.  Plega  á  ifuestro  Dios 
i  Señor  convertirlos :  ó  si  son  vasos  de  ira,  qse- 
brarlos  con  su  vara  de  hierro ,  para  que  no  hagan 
mas  mal  á  la  Iglesia  Gathólica ,  Esposa  de  Jesu 
Ghristo ,  i  redemida  con  su  preziosa  sangre.  Es- 
pero en  mi  Dios  onipotente ,  que  algún  dia  habrá 
misericordia  de  nuestra  España ,  i  enviará  al 
verdadero  Elias ,  que  con  la  potenzia  de  la  pa- 
labra de  Dios,  mate  estos  falsos  Prophetas  i  suzios 
sazerdotes. 

Demás  del  sacrifizio  expiatorio ,  de  que  habc-    sacriiizío  Hu- 
mos hablado ,  hai  otro  que  se  llama  Eucharísti-  charwtico. 
co  t  de  hazimiento  de  grazias.   Este  sacrifizio 
ofreze ,  1  debe  ofrezer  todo  fiel  i  cathólico  Ghris- 
tiano :  i  lA)  es ,  ni  se  debe  tener  por  tal,  el  que  no 
lo  ofreze.  Qué  manera  de  sacrifizio,  sea  este,  ya 
lo  habemos  dicho  al  prinzipio  deste  Tratado  de 
la  Misa.  I  si  todo  Ghristiano  ofreze  á  Dios  este 
jéoerode  sacrifizio , sigúese  de  aquí,  que  todo 
Ghristiano,  pues,  ofreze  sacrifizio,  (^  sazerdote. 
I  por  eso  mandó  Dios  á  Moisen  ,  que  dijese  á    Exod.^  tlix,  e. 
todo  el  pueblo  de  krael  estas  palabras :  Vosotros 
seréis  mi  reino  de  sazerdotes ,  i  jente  santa.  I 


520  DE  LA  MISA 

/,  Ped.,  II,  9.  ^sí  San  Pedro ,  hablando  con  lodos  los  fíeles,  les 
dize:  Vosotros  sois  el  linaje  elejldo/el  realsa- 
zerdozio,  jente  santa,  pueblo  ganado  para  que 
anunzieislas  virtudes,  de  aquel,  que  os  ba  Ua- 
inado  de  las  tinieblas  á  su  luz  admirable,  etc. 

.fpoc,  V,  9.     San  Juan  en  su  Revelazion,  hablando  con  d 
Cordero ,  dize :  Tú  nos  has  hecho  para  nuestn 
Dios,  Reyes  i  Sazerdotes.   Concluyamos  desto 
que  habernos  dicho,  solo  Ghristo  ser  elsazerdote, 
que  ofreziéndose  á  sí  mismo,  i  esto  Una  8<^ 
vez,  nos  alcanzó  perdón  de  pecados :  i  que  to- 
dos los  fieles  son  sazerdotes,  que  no  una  vez, 
siiN)  muchas,  cada  día,  cada  hora,  i  cada  mo- 
mento (asi  habia  de  ser  ello),  ofrezen  sacnfizioi 
de  Loores  á  Dios.  ¿I  por  qué  debemos  loaré 
Dios,  i  darle  grazias?  Por  todos  los  benefizioi 
que  cada  momento  del  rezebimos  ,  cuanto  «1 
cuerpo ,  i  cuanto  al  ánima.  Mas  prínzípalmen- 
te  por  este  benefizio ,  que  pasa  á  todos ,  que  es 
el  inestimable  benefizio  que  rezebimos  de  lamae^ 
te  i  panion  de  Christo.  Por  el  pecado  del  pri- 
mer Adán  todos  fuemos  hechos  pecadores,  i 
siervos  de  pecado,  hijos  de  ira,  enemigos  ét 
Dios ,  i  condenados  á  dos  jéneros  de  muertCi 
temporal  i  eterna ,  del  cuerpo  i  del  ánima :  file- 
mos estranjeros  de'  la  república  de  llrad,  qiK 
es  la.  casa  de  Dios,  i  así  todo  lo  bueiio,  quebi- 
bia  en  nosotros ,  ó  totalmente  se  perdió  i  des- 
terró de  nosotros ,  ó  se  corrompió  i  dañó  por  el 
pecado :  de  tal  manera ,  que  ni  aun  bien  peastf 
podemos,  cuanto  menos,  bien  hazer.  La  causa  de 
Hom,,  V,  19.     todo  esto  es  el  pecado :  el  cual  (como  dize  San 
Pablo)  entró  en  el  mundo  por  Adán,  i  por  el 
pecado  la  muerte:  i  la  muerte  asi  pasó  á  le- 


I  DE  SU  SAKTIDAD.  921 

dos  los  hombres ,  en  quien  todos  pecaron.  Mas 
al' contrario,  por  la  justizia  del  segundo  Adán, 
Ghrísto ,  por  su*  obedienzia ,  por  su  muerte  i  pa- 
sión (porque  su  obedienzia  no  fué  menos  eficaz 
l^a  salvar,  que  la  inobedienzia  del  primer 
Adán  para  condenar  ú  todos) ,  somos  hechos 
justos ,  libres  de  pecado ,  hijos  i  amigos  de  Dios, 
herederos  de  Tída  eterna,  Ziudadanos  de  la 
zelestial  Jerusalen ,  deseosos  de  bien  hazer ,  ¡ 
enemigos  del  mal,  i  todo  cuanto  mal  habia  en  nos. 
otros,  se  convertió  en  bien.  Porque  la  grazía 
entró  en  el  mundo  por  Ghristo,  i  por  la  grazia  la 
Tida :  i  asi  pasó  la  grazía  á  todos  los  hombres  en 
aquel  en  quien  todos  fueron  salvos.  Oh,  mi  Dios; 
¿uán  inefable  es  tu  misericordia  i  bondad,  que 
tanto  amaste  al  mundo  pecador ,  qu^  lias  dado  á 
tu  unijénito  Hijo ,  para  que  todo  aquel  que  en 
él  cree,  no  se  pierda;  mas  haya  vida  eterna,  etc., 
Juan,  lU.  I  si  Dios  amó  tanto  al  mundo,  que  á  su 

tiroprio  Hijo  unijénito  no  perdonó,  mas  antes 
>  entregó  por  todos  nosotros,  ¿cómo  no  nos  dio 
con  él  todas  las  cosas?  Quien,  pues ,  acusará  con- 
tra los  escojidos  de  Dios:  i  lo  demás  que  S.  Pablo 
á  este  propósito,  dize,  Rom. ,  viii,  3S,  i  antes  habia 
dicho:  Encareze  Dios  su  Caridad  (ó  amor)  para  g^^  y  , 
b6n  nosotros,  que  siendo  aun  pecadores ,  Ghris- 
to murió  por  nosotros.  Luego  mucho  mas  ahora. 
Justificados  en  su  sangre ,  por  él  seremos  salvos 
de  la  ira.  Porque  si  siendo  enemigos,  fuemos 
recónziliados  con  Dios  por  la  muerte  de  su  Hijo, 
mllcho  mas  [ya]  recónziliados,  seremos  salvos 
porsú  vida,  etc.  Quienquiera  que  quisiere  sa- 
ber i  meditar  lo  que  Ghristo  hizo  i  suüió  para 
alcanzarle  perdón   de  pecados,   i  reconziharlo 


Juan^  III,  16.* 


528  DB  LA  MISA 

con  Dios ,  lea  la  historia  que  los  cuatro  BTanje- 
listas  cuentan  de  la  vida  i  muerte  de  Ghristo, 
hallará  que  toda  su  vida ,  desde  la  hora  en  que 
nazió  hasta  que  murió «  no  fué  otra»  cosa  que 
un  traslade  de  zozobras,  aflizíones,  miserias 
i  calamidades.  ¿I  qué  mayor  míseríat  que  nazer 
en  un  pesebre  entre  las  bestias?  i  en  naziendo, 
¿  fué  menester  de  miedo  de  Herodes ,  que  lo  que- 
ría matar ,  huir  á  tierra  estraña?  esta  miseria  no 
la  puede  entender,  sino  el  que  con  pobreza  ha 
sido  estranjero.  ¿I  á  qué  tierra  huyó?  Á  tierra 
de  lengua  bárbara,  i  de  reiíjion  estraña.  Gran 
Mayor  unión  es  Conforto  es  al  estranjero  hallar  jente  de  su  na- 
que u'deTa^na-  ^'^" '  P®^^  mucho  mayor  es  hallar  jente  de  ib 
zion.  relijion.  Mui  largo  seria  si  quisiese  desta*  manen 

proseguir  la  vida  de  Ghristo :  remitome  á  los 
Evanjelistas.  I  si  miserable  fué  su  vida  á  los  ojos 
de  los  hombres ,  mui  mas  miserable  i  desastrada 
fué  su  muerte.  Pues  que  como  transgresor  de  la 
Leí  divina  i  humana ,  fué  sentenziado  púbtf- 
camente  á  morir  en  cruz:  el  cual  jénero  de 
muerte  no  se  daba  sino  á  los  abominables,  qae 
enormes  delictos  i  pecados  habian  comeitido. 
I  así  la  sagrada  Escritura  pronunzió  tal  sen- 
Deuí.,\xi  s3.  i^'^zi^t  cuando  dijo:  Maldito  el  que  es  colgólo 
GdLin  1*3.  ^^  ^^  madero:  I  asi  San  Pablo,  hablando  del 
Phiüp.,  u,  8.  aJ^atímiento  de  Ghristo,  dize,  que  se  hizo  obe- 
diente hasta  la  muerte,  i  muerte  de  cruz.  I  lodo 
esto  qpe  exteríormente  padezia,  no  era  nada 
en  comparazion  de  lo  que  internamente  su  sao- 
tisima  ánima  sentia :  esto  era  el  insoportable 
peso  de  los  pecados ,  no  suyos ,  sino  de  todos  ios 
hombres ,  que  Dios  babia  puesto  sobre  él ,  por 
los  cuales  él  solo  habla  de  satisfazer:  sintió  Gbiii- 


I  DB  8U  SANTIDAD.  523 

to  tanto  este  peso,  que  orando  en  el  huerto,  dijo: 
Padre,  si  quieres,  pasa  este  vaso  de  mí:  em-    Xiic.,  xxii, 41. 
pero,  no  se  haga  mi  voluntad ,  sino  la  tuya.  I  fué 
tanta  su  angustia ,  que  un  Anjel  le  aparezió  del 
zielo,  i  lo  esforzó:  i  (con  todo  esto)  puesto  en 
agonia ,  oraba  mas  intensamente :  i  fué  su  sudor 
(eomo  el  mismo  Evanjelista  testifica)  como  go- 
tas de  sangre,  que  dezendian  hasta  tierra  :  i  así 
como  aborrido  i  desamparado  del  Padre,  por 
la  multitud  de  pecados,  no  suyos,  sino  nuestros, 
qae  llovían  sobre  él ,  gritó  con  alta  voz ,  poco 
antes  que  espírase,  diziendo:  Dios  mió,  Dios  jra/., xxvu, 46. 
mió ,  ¿por  qué  me  has  desamparado?  Veis  aquí    chritto  diiíen- 
A  Christo  meüdo  en  el  profundo  del  infierno,  J^J^  ^¿JJ^  "Jj^ 
luchando  con  la  muerte  ,  con  el  pecado ,  i  con  qué  me  has  des- 
eÜDiablo :  los  cuales  tan  con  él  en  tierra :  Pero  SX"mCTec7in- 
so  gozo  no  les  duró  mucho :  porque  Christo,  tió  la  pena  que 
ayudado  de  su  potenzia  divina ,  revolvió  sobre  SjJSfo"  eneUn- 
808  enemigos :  i  de  tal  manera  les  atropello ,  que  fiemo. 
para  siempre  los  venzió.  Esto  es  lo  que  dize  San    jícíos,  ii,  %k. 
Pedro:  al  cual.  Dios  levantó  sueltos  los  dolores 
de  la  muerte:  por  cuanto  era  imposible  ser  de- 
tenido della :  I  así  salió  Christo  vitorioso  desta 
erada  i  sangrienta  batalla,  habiendo  venzido  sus 
enemigos  í  satisfecho  al  Padre  por  nuestros  peca* 
dos  i  reconziiiádonos  con  él.  Leed  á  este  propó- 
aito  el  cap.  lid  ,  de  Esaías ,  en  el  cual  Esaias  no 
pareze  ser  Propheta ,  que  predize  lo  que  á  Chris- 
to  había  de  acontecer ,  sino  Evanjelista  que  cuen- 
ta lo  que  ya  le  habia  acontezido ,  verso  cuarto, 
dize:  Zíertamente  nuestras  enfermedades  él  las 
llevó,  1  él  sufrió  nuestros  dolores:  i  nosotros 
tavimoslo  á   él  por  azotado,  herido  i  abatido 
de  Dios,  verso  quinto.  Mas  él  fué  herido  por 


5S4  DB  LA.  lOSA 

nuestras  rebeliones,  molido  por  nuestros  peca- 
dos :  El  castigo  de  nuestra  paz  sobre  él :  i  por 
su  llaga  [hubo]  cura  para  nosotros ,  verso  sexto. 
Todos  nosotros  nos  perdimos  ^  como  ovejas: 
cada  cual  se  apartó  por  su  camino.:  mas  Jebova 
traspuso  en  el  pecado  de  todos  nosotros ,  etc^, 
i  verso  11.  I  con  su  conozimlento  justíficaiá 
mi  Siervo  justo  á  muchos  :  i  él  llevará  las 
Ei  cap.  Lili  de  iniquidades  dellos.  Capítulo  es  este  admirable 

Mesias  muí*  (fe  ^^"^^^  *®^  obstinados  Judíos ,  que  t  esperan  su 
otra  manera  de  Mesias  mui  poderoso  en  este  mundo ,  muí  gran 
\l  215?eran^"^**^*  guerrero,  que  mate  i  hienda.  Pero  aquí  el  Pro- 
pheta  lo  pinta  un  hombre  el  mas .  abatido  de 
cuantos  hombres  ha  habido,  azotado  i  herido 
de  Dios  i  de  los  hombres,  sin  ninguDa  hermo- 
sura ni  parezer : ;  tal  lo  hÁian  parado  Dios  i  Ha 
hombres!  Es  también  admirable  este  capitulo 
para  probar  la  divinidad  del  Hijo  de  Dios,  dd 
Mesías «  de  nuestro  Ghristo.  Porque  ¿  quién  pue- 
de con  la  Fé  en  él  (que  el  Propheta  Uama 
con  Hu  conozimlento )  justificar  los  hombres^ 
¿  Quién  puede  dar  justizia'  i  quitar  los.  pecados 
de  los  hombres ,  sino  solo  Dios  ?  Ghristo  haza 
esto,  luego  es  Dios.  £1  mismo  Ghristo,  Mat, cr, 
6 ,  dize ,  que  tiene  potestad  de  perdonar  pecados. 
I  asi  dijo  al  paralítico :  Gonfia ,  hijo ,  tus  peca- 
dos te  son  perdonados  T  por  lo  cual  los  Escriba 
dezian  que  blasphemaba :  i  asi  dijo  á  la  mujer 
pecadora ,  Luc,  vii,  4B.  Tus  pecados  tesoirper-' 
donados.  En  otros  muchos  lugares  haze  med- 
zion  la  Escritura  deste  abatimiento  i  caída  de 
Ghristo ,  i  del  glorioso  triumpho  que  luego  hube 
contra  sus  enemigos :  pero  baste  lo  qué  liabe- 
mos  dicho. 


I  DE  SU  SANTIDAD.  525 

Este  benefizio  de  la  muerte  i  pasión  de  Ghris- 
to,  propuesto  en  jeneral  á  todos  los  hombres, 
S.  Pablo   por   fé  se  lo  aplica  á  si  mismo,  di-     (;^/.,  11,20. 
ziéndo:  Con   Ghristo  evStoi  juntamente   encla- 
vado en  la  cruz  :  i  vivo ,  no  ya  yo :  mas  vive  en 
mi  Ghristo.  I  lo  que  ahora  vivo  en  la  carne ,  por 
la  fé  del  Hijo  de  Dios,  lo  vivo:  el  cual  me  amó* 
i  se  entregó  á  sí  mismo  por  MÍ :  el  que  quisiere    Por  Mf  murus 
gozar   deste   benefizio  propuesto  á   todos    en  christo. 
jeheral,  aprenda  de  S.  Pablo  á  por  Fé  aplicár- 
selo á  sí  mismo  en  particular.  Porque  cualquiera 
qíie  no  lo  hiziese  asi ,  téngase  por  dicho,  que  no 
gozará  del.  Solos  aquellos  son  salvos,  que  creen     Rom.y  iv,  35. 
Ghristo  ser  entregado  por  sus  delictos  proprios 
dallos,  i  que  resuzitó  por  su  justifieazion  dellos. 
£1  que  esto  en  particular  no  ci^eyere  de  si  mis- 
mo ,  será  condenado :  la  muerte  de  Ghristo  no  le 
servirá  de  nada.  Mas  el  que  lo  creyere,  será  salvo: 
i  siendo  salvo ,  está  zierto ,  que  ni  la  muerte ,  ni 
]aTida,ni  Anjeles,  ni  Prínzipados,  ni  Potesta-    Aom.,  vm,  ss. 
des,  ni  lo  presente ,  ni  lo  porvenir,  ni  la  forta- 
leza ,  ni  lo  alto ,  ni  lo  bajo ,  ni  ninguna  criatura  lo 
podrá  apartar  de  la  Garidad  de  Dios,  que  es  en 
Ghristo  Jesu,  Señor  nuestro.  Su  Majestad  aug- 
mente estaFé :  don  suyo  es.  Armado ,  pues ,  el 
Christiano,  con  tales  armas  deFé,  pazientemente, 
¡aim  mas  digo,,  alegremente,  padezerápor  Ghris- 
to. tribulazion,  angustia,  persecuzion,  hambre, 
desnudez ,  peligro ,  cuchillo ,  fuego « i  deshonra, 
l^orque  á  todas  estas  cosas  el  dia ,  que  de  veras 
creemos  en  Ghristo ,  nos  sujetamos.  Porque  no 
ha  de  ser  masesento  dellas  elDiszipulo,  que  lo 
filé  el  Maestro.  Él  nos  augmente  la  fé ,  i  nos 
haga  constantes  en   las  adversidades.   Porque 


526  DB  Lk  mink 

sin  él  nada  podemos ,  i  con  él  todo  podemos.  Esto 
PAi/ip., IV,  13. sentía  muí  bien  S.  Pablo,  cuando  dijo:  Todo 
lo  puedo  en  Ghristo ,  que  me  fortaleze.  Amando- 
/,  Cor.,  VI,  90.  nos,  pues,  Dios  con  tan  exzesívo  amor,  que  asa 
i,Ped.,ut%.  proprio  Hijo,  i  ese  unijénilo,  no  perdonó,  roas 
antes  lo  entregó  por  nosotros ,  i  siendo  compra- 
dos, no  con  oro,  ni  con  plata,  sino  con  an  ines- 
timable  tesoro ,  con  la  preziosisima  sangre  de 
Ghristo ,  Cordero  sin  ninguna  mancha ,  no  nos 
envilescamos,  no  nos  sujetemos  á  los  vizios  i 
pecados,  roas  estimémonos  mui  mucho,  apli- 
quémonos á  virtud,  pues  que  somos  amigos,  hijos, 
i  herederos  de  Dios ,  i  hermanos  i  coherederos  de 
Jesu  Christo :  Para  que  Dios  no  se  enoje  de  tener 
tales  hijos ,  mas  antes  se  alegre ;  ni  Ghristo  se 
afrente ,  mas  antes  se  honre  de  llamamos  herma- 
nos, amigos  i  compañeros. 

Muí  muchos  lugares  hai  en  la  sagrada  Escrito- 
ra ,  en  que  el  EspírUu  santo  nos  exhorta  á  víTír 
pía  i  santamente,  nías  de  todos  ellos  he  escojido 
uno ,  que  haze  mucho  al  propósito ,  por  ba- 
zerse  en  él  menzion  de  ambos  jéneros  de  saerí- 
fizios :  conviene  á  saber ,  del  Propiziatorio ,  que 
solo  Ghristo  Una  sola  vez  ofrezió,  i  del  Ea<^ 
rístico,  que  cada  momento  le  ofrezemos,  ó  por 
mejor  dezir ,  le  debriamos  ofrezer.  Exhórtanos 
Ephes^  V, «.  pues,  el  Espíritu  deDíos  por  boca  de  S.  Pablo  desta 
manera  :  Sed  imitadores  de  Díos«  como  hijos 
amados :  i  andad  en  Garidad ,  como  tamUsn 
Ghristo  nos  amó ,  i  se  entregó  á  si  mismo  por 
nosotros  por  ofrenda  i  sacrifizio  á  Dios  en  olor 
suave :  i  fornicazion ,  i  toda  inmundizía ,  ó  ava- 
rízia ,  ni  aun  se  nombre  entre  vosotros :  como 
conviene  á  santos.  Píi  palabras  torpes ,  ni  loca* 


I  DE  su  SANTIDAD.  SS7 

ras,  ni  truhanerías,  que  no  convienen.-  sino  an- 
tes hazimiento  de  grazias ,  etc.  Porque  todo  el 
capitulo  es  una  exhortazion  á  bien  vivir.  No  se 
piense  el  hombre,  que  por  llamarse  Ghristiano, 
por  ser  baptizado ,  por  dezir ,  que  cree  en  Dios, 
por  ser  criado  en  la  Iglesia ,  donde  frecuenta  los 
sermones,  i  zelebra  con  los  demás  la  santa  Ze- 
na,  no  se  piense,  digo,  que  por  esto  será  salvo: 
si  juntamente  con  esto  no  guarda  los  mandamien- 
tos de  Dios.  Si  quieres  (dize  Ghristo)  entrar  aío/.,  xix,  it. 
en  la  vida ,  guarda  los  mandamientos :  No  ma- 
tarás. No  adulterarás,  etc.  Los  hipócritas  pue- 
den hazer,  i  hazen  aquello,  pero  no  esto.  Porque 
esto  no  se  puede  hazer  sin  verdadera  y  viva  Fé, 
la  cual  los  hipócritas  i  malos  Ghristianos  no 
Uenen.  La  aparenzia  esterna,  la  fé  muerta, 
imajinaria  ioziosa  no  es  la  fé  que  justifica:  sino 
Ja  viva,  verdadera  i  dilijente,  que  produze  á 
su  tiempo  frutos  de  Caridad.  Porque  como,  el 
verdadero  fuego  no  puede  estar  sin  calentar,  í 
mientras  mayor  fuego,  mayor  calor  da ,  así  la 
verdadera  Fé  no  puede  estar  sin  bien  obrar ,  i 
cuanto  mayor  es  la  Fé,  tanto  mas  obra.  I  al 
contrario,  como  el  fuego  pintado  no  calienta, 
asi  tampoco  la  Fé  muerta  no  obra.  Porque,  ¿có- 
mo obrará  siendo  muerta?  El  Espíritu  santo 
quiere  en  nosotros  una  tal  perfezion ,  que  no  so- 
lamente hagamos  bien ,  no  cometamos  mal  nin- 
gtino ,  mas  aun  quiere  que  no  seamos  familiares 
ni  tratemos  con  ios  malos ,  cuando  los  tales,  lla- 
mándose hermanos ,  son  hipócritas ,  injustos ,  i 
impíos.  Asi  lo  manda  el  Apóstol.  Si  alguno  (dize),  /,  Cor.,  v,  n 
llamándose  hermano,  fuere  fornicario,  ó  ava- 
ro, ó  idólatra,   ó  maldiziente,  ó  borracho,  ó 


5S8  DE  LA  IDSA. 

ladrón,  con  el  lal  ni  aun  comáis.  La  «causa  por 
que  no  debamos  ser  familiares  con  los  tales,  la 
da,  II,  Thes.  iii,  14. 1  no  os  envolváis  (dize)  con 
él,  para  que  se  avergüenze :  i,  Rom.,  xvi,  17,  man- 
da que  nos  apartemos  de  los'  que  ha/en  disen- 
siones; i,  II,  Juan,  ver.  10,  se  manda  que  no  los  salu- 
demos. Tal,  pues  (como  acabamos  de  dezír),  debe 
ser  la  vida  del  Ghrístiano  para  rezebir  i  gozar 
del  benefízio  del  sacrifízío  de  Ghristo.  El  que  no 
fuere  tan  perfeto  (Porque,  ¿quién  lo  será?  Pues 
no  hai  hombre  que  no  peque,  1  pues  que  el  ja^to 
cae  siete  vezes,  quiere  dezir,  nluchas  vezes  al 
dia:  si  siete  vezes  cae  al  día,  ¿qué  hará  toda  la 
vida?  Caer,  i  levantar),  el  que,  pues;  no  fuere  tan 
perfeto,  deséelo  ser,  jima  i  llore  su  imperfezion 
delante  del  Señor .-  suplíquele  le  dé  grazia  panr 
ser  perfeto.  Crea  el  Señor  ser  tan  bueno ,  qae 
azeptará  este  buen  deseo  salida  de  corazón  con- 
trito i  molido :  i  asi  suplirá  las  faltas  de  nuestras 
imperfcziones ,  no  nos  las  imputando.  I  desta  ma- 
ñera  gozaremos  del  benefízio  del  sacrifizio ,  qae 
Ghristo,  nuestro  sumo  y  único  Pontifize  Una 
vez  ofrezió  á  su  Padre.  Probado  habernos,  solo 
Ghristo  ser  nuestro  Sazerdote ,  i  solo  su  cuerpo 
i  su  sangre,  que  él  Una  vez  ofrezió  en  lacruz,  ser 
el  útiico  i  no  reiterable  sacrrfizro  expiatorio 
con  que  nuestros  pecados  nos  son  perdonados^ 
i  nosotros  somos  para  siempre  santificados.  Ahp- 
ra  (como  prometimos)  tratemos  de  la*institO' 
zion  de  la  Santa  Zena.  I  asi  concluiremos  este 
Tratado, 
infttituzion  de  Conoziendo  el  Señor  el  gran  descuido ,  ne- 
la  Zena.  glijenzia  i  olvido  que  tenemos  de  las  cosas  qae 

tocan  á  nuestra  salvazíon ,  instituyó ,  para  que  no* 


I  DE  8U  SANTIDAD.  529 

nos  ohidásemos  del  benefizio  de  su  muerte  i 
pasión ,  el  santísimo  sacramento  de  su  prezíoso 
cuerpo,  que  él  entregó  en  la  cruz ,  i  de  su  prezio- 
sa  sangre,  qjue  él  en  su  pasión  derramó:  el  cual 
sacramento  quiso  que  nos  fuese  un  memorial 
de  todo  cuanto  él  padezió  por  nosotros ,  i  del 
benefizio  que  de  su  muerte  i  pasión  rezebimos. 
Todas  las  vezes  que  haréis  esto  (quiere  dezir,  que 
zelebrareís  la  santa  Zena ) ,  lo  liaréis  en  memoria 
de  mí ,  dize  Ghristo.  Una  sola  Tez  se  ofrezió  Ghris- 
to,.  i  con  esta  sola  ofrenda  nos  alcanzó  perdoi? 
jeneral  de  todos  nuestros  pecados.'  Pero  quiere 
que  siempre  tengamos  en  la  memoria  este  bene- 
fizio :  i  para  ayudar  á  nuestra  memoria  instituyó 
este  sacramento :  el  cual  quiere  que  rezibamos,  no 
una  vez  en  la  yida,  sino  muchas.  La  instituzion 
deste  sacramento  la  cuentan  los  Evanjelistas  Ma- 
teo ,  Marcos  i  Lucas.  Pero  mui  mas  á  la  larga  la 
cuenta  S.  Pablo,  I,  Cor.  xi,  i  aun  en  el  capítulo  x, 
comenzó  á  tratar  della.  Oigamos ,  pues ,  á  S.  Pablo 
contar  cómo  Ghristo  haya  zelebrado  su  santa  Ze- 
na, en  la  cual  instituyó  el  sacramento  de  su  cuer- 
po i  de  su  sangre. 

.  Yorezebi  (dize  S.  Pablo)  del  Señor,  lo  que  ^)  ebr.rXí.a: 
también  os  he  dado.  Esto  es ,  que  el  Señor  Jesús, 
en  la  noche  que  fué  entregado ,  tomó  el  pan :  i 
después  que  hubo  hecho  grazias ,  partiólo  i  dijo: 
Tomad ,  Gomed :  esto  es  mí  cuerpo ,  que  por  vos- 
otros es  partido.  Hazed  esto  en  mr  memoria.  Se- 
mejantamente  también  tomó  la  copa ,  después 
que  hubo  zenado ,  diziendo  :  Esta  copa  es  el 
nuevo  testamento  en  mi  sangre:  Hazed  esto,  to- 
das las  vezes  que  la  bebierdes,  en  mi  memoria. 
Porque  tedas  las  vezes  que  comierdes  este  pan. 


530  DE  LA  MISA 

i  bebierdes  desta  copa,  ananziaréís  la  muerte 
del  Señor,  hasta  que  renga.  Por  tanto  cualquiera 
que  comiere  este  pan ,  i  bebiere  desta  copa  dd 
Señor  indignamente ,  será  culpado  del  cuerpo  i 
de  la  sangre  del  Señor.  Pruébese ,  pues ,  el  hon^re 
á  sí  mismo ,  i  así  coma  de  aquel  pan ,  i  beba  de 
aquella  copa.  Porque  todo  aquel ,  que  lo  come,  i 
bebe  indignamente,  come  i  bebe  su  condenazioiif 
no  diszerniendo  el  cuerpo  del  Señor. 

Oido  habemos  cómo  el  Señor  haya  zelebrado 
su  santa  Zena,  i  en  ella  instituido  el  santis¡pio 
sacramento  de  su  cuerpo  i  de  su  sangre.  £1  mi^ 
mo  orden  que  tuTo  Jesu  Ghristo  en  zelebrarla, 
tuvieron  sus  Apóstoles,  todas  I  cuantas  vezes 
la  zelebraron..£ste  mismo  orden  se  conservó  en 
la  Iglesia  por  espazlo  (como  ya  habemos  mostra- 
do) de  mil  años.  Aunque  es  verdad  que  antes  de 
cumplidos  los  mil  años,  Satanás,  teniéndonos 
envidia  por  el  gran  benefizio,  i  conforto  qpe 
rezibíamos  con  este  sacramento ,  lo  comenzó  i 
alterar ,  añidiéndole  muchas  cosas  cuanto  á  los 
ritos  i  zeremonias.  Pero  pasados  los  mil  años: 
de  rota*batida  dio  con  todo  el  sacramento  en 
tierra,  i  en  su  lugar  levantó  un  ídolo  hecho  de 
Masa ,  cozido  entre  dos  hierros :  al  cual  adora* 
ron  i  sacrificaron ,  ni  mas  ni  menos  que  sí  fuera 
el  mismo  Dios ,  que  crió  el  zlelo  i  la  tierra.  Pero 
en  todo  este  tiempo  de  tanta  ignoranzia ,  í  ídok- 
tria ,  nunca  el  Señor  (como  ya  habemos  dicho) 
desamparó  de  todo  punto  su  Iglesia:  porque 
siempre  levantó  algún  verdadero  Propheta,  al- 
gún santo  varón  ,  ó  varones ,  que  con  zelo  de  b 
casa  del  Señor ,  i  no  teniendo  cuenta  con  el  peli- 
gro en  que  metían  su  vida ,  argüyó «  ó  argüyeron 


1  DB  8Ü  SAUTIDAD.  5lt 

al  mando,  á  la  que  se  Tendía  por  Iglesia  de  Dios, 
desta  tan  horrenda  idolatría.  Mas  particular- 
mente ha  hecho  esta  misericordia  el  Señor  en 
nuestros  tiempos,  levantando  muí  muchos  píos 
i  doctos  hombres ,  que  con  gran  zelo ,  siendo 
unos  pobres  hombrezillos ,  se  han  opuesto  á  la 
tiranía  del  Antechristo,  i  á  toda  la  potenzia  del 
mondo ,  que  estaba  encantado  i  enhechizado  con 
la  falsa  doctrina  del  Antechristo.  I  Dios  de  tal 
manera  ha  bendezido  el  trabajo  destos  (como  en 
tiempos  pasados  bendijo  el  trabajo  de  los  Após- 
toles ,  jente  baja  i  idiota ) ,  que  han  echado  por 
tierra  la  Misa ,  ó  Masa ,  ó  Dios  Pan ,  que  nues- 
tros contrarios  habian  levantado ,  i  han  vuelto  « 
poner  en  su  lugar  la  santa  Zena ,  que  el  Señor 
Jesús  la  noche  antes  que  padeziese  zelebró  con 
sus  Diszipulos.  Los  que  tienen  ojos  para  veer, 
vean :  i  los  que  tienen  orejas  para  oir ,  oigan. 
Para  que ,  pues ,  viendo  i  oyendo,  juzgue  todo  el 
mundo ,  si  es  verdad  lo  que  dezimos ,  pondré  aquí 
el  orden  que  se  tiene  en  nuestras  Iglesias ,  que 
Dios,  por  medio  destos  santos  varones,  ha  en 
nuestros  tiempos  reformado ,  cuando  se  zelebra 
la  santa  Zena.  Oye,  pues,  España,  que  en  tu 
lengua  Española  hablo,  para  que  chicos  i  grandes, 
doctos  i  indoctos  me  entiendan. 

La  FORIIA  QUB  SE  TIENE  EN  LAS  IGLESIAS 
REFORMADAS  DE  ZELEBRAR  LA  SANTA  ZeNA 
DBL   SbI^OR. 

HiS  ík  notar  j  que  el  Domingo  antes  que  se 
zelebre  la  Zena  avisa  el  Ministro  al  pueblo, 
para  que  cada  uno  se  disponga  i  apareje  para 
rezebirla  dignamente  i  con  tal  reverenzia, 
ewtt   conviene.    Lo    segundo    que    se    haze 

35 


032  DI  LA.  MISA 

es^  que  á  los  mochachos  qm  tienen  ya  edadiU^a- 
creziony  no  los  preseníanpara  rezebirla  si  prúyie- 
ro  no  est4n  bien  instruidos  i  enseriados  en  ¡a  doc- 
trina Chrisliana^  i  han  hecho  profesión  desuFé 
en  la  Iglesia,  Lo  terzero ,  que  si  hai  algunos  es- 
tranjeros ,  ó  rezien  veni€hs,  que  todavía  estén  ig* 
norantes  i  rudos  en  la  relijion ,  vienen  á  presen- 
tarse^paraser  enseñados^  en  particular  en  lo  que 
les  conviene  saber.  I  el  dia  que  la  zelebranj  el  Mi- 
nistro al  fin  del  Sermón  toca  algo  del  Misterio:  d, 
si  es  menester  y  trata  todo  el  Sermón  de  la  doeirino 
de  la  Zena^  para  declarar  al  pueblo  lo  que  el 
Señor  quiere  dezir  i  dar  á  entsnder  por  este  iftt- 
terio^ i  deque  manera  lo  debemos  rezebir. 

Después  de  haber  el  Ministro  orado  pública- 
mente  dicha  la  confesión  jeneral^  i  después  de  ha- 
ber hecho  la  confesión  de  Fé,  para  testificar  0» 
nombre  del  pueblo  que  todos  quierett  vivir  imorir 
en  la  doctrina  i  relijion  Christiana ,  dize  á  alta 
voz  desta  manera ,  puesta  la  mesa,  i  sobre  ella  el 
pan  i  el  vino. 

La  msTiTüGiON  de  la  santa  Zena  del  SeUoi. 

Oigamos  cómo  nos  instituyó  Jesu  Ghristo  su 
santa  Zena,  según  que  lo  cuenta  S.  Pablo  en  d 
capítulo  XI  de  la  primera  epist.  á  los  Gorínthios. 

Yo  rezebí  del  Señor,  etc.  (como  lo  habernos 
rezitado  en  la  plana  529). 

Lk  FORMA  DE  DESCOMULGAR  I    ESGLUIB   DE  U 

SANTA  Zena  del  SeíIor  á  los  que  no  soiñ 

DIGNOS  DE  REZEBIRLA. 

Oído  liabemos ,  hermanos ,  cómo  zelebró  el  Se- 
ñor la  Zena  con  sus  Diszípulos ,  i  en  lo  que  hixOf 
nos  muestra,  que  los  estranjeros,  es  ásahch 


I  DB  SU  SANTIDAD.  SZZ 

aquellos  que  no  son  de  la  compañía  de  sus  fieles, 
iie*deben  ser  admitidos  á  ella.  Por  tanto,  siguien- 
do esta  Vegla  en  el  nombre^i  por  la  autoridad  de 
nuestro  Señor  Jesu  Ghristo,  yo  descomulgo  á 
todos  los  idólatras ,  blasphemos ,  menosprezía- 
dores  de  Dios ,  herejes ,  i  á  todos  los  zismáticos^ 
que  hazen  sectas  aparte  por  romper  la  unidad  de 
k Iglesia:  á  todos  los  perjuros,  á  todos  los  que 
son  rebeldes  á  sus  padres  i  madres ,  i  á  sus  supe- 
riores ,  á  todos  los  sediziosos ,  vandoleros  ,  trai- 
dores ,  contenziosos  ,  adúlteros  ,  fornicarios,. 
ladrones,  salteadores,  homizidas  ,  maldizientes, 
engañadores^  avarientos ,  hecliizeros ,  i  hechize- 
ras ,  logreros ,  levantadores  de  falsos  testimo- 
nios, robadores,  embriagos,  glotones,  i  á  todos 
los  que  viven  vida  escandalosa ,  denunziándoles 
que  se  abstengan  desta  santa  Mesa:  porque  no  en- 
suzien  i  contaminen  las  sagradas  viandas  que 
día  nuestro  Señor  Jesu  Ghristo  á  sus  domésticos  i 
fi^es  solamente. 

EXHORTAZION  EN  QUE  SE  DEGLABA  CUÁL  ES  EL 
uso  I  FRUTO  DE  LA  ZeNA. 

Por  tanto ,  según  la  amonestazion  de  S.  Pable, 
cada  uno  pruebe  i  examine  su  conszienzia ,  para 
saber  si  tiene  verdadero  arrepentimiento  de  sus 
pecados ,  i  si  los  aborreze  con  dolor  de  haberlos 
oometido  contra  la  divina  bondad,  i  desea  vivir 
de  bol  en  adelante  santamente  conforme  á  la  vo- 
imitad  de  Dios.  I  sobre  todo ,  si  tiene  su  confianza 
en  la  misericordia  divina ,  i  busca  enteramente 
so  salud  en  Jesu  Ghristo ,  i  si  renunziada  toda 
enemistad  i  rancor,  tiene  buen  propósito  i  ani- 
de vivir  en  concordia  i  caridad  hermanable 


534  DE  LA  MISA 

con  sus  prójimos. 

Sí  tenetnos  este  testimonio  en  nuestro  cora- 
zón delante  de  Dios ,  en  ninguna  manera  dad^ 
mos,  que  no  nos  azepte  i  reconosca  por  sus 
hijos ,  i  que  no  endereze  el  Señor  Jesu  Ghristo  su 
palabra  á  nosotros ,  para  admitirnos  á  su  lEest, 
i  comunicamos  este  sacramento ,  que  comunicó  i 
sus  Diszípulos.  * 

I  aunque  sintamos  en  nosotros  grande  fla- 
queza i  miseria :  como  es ,  no  tener  aun  la  Fé 
perfeta,  pero  ser  inclinados  á  incredulidad,  i 
desconfianza :  i  como  es ,  no  ser  tan  enteramente 
dados  á  servir  á  Dios ,  i  con  tal  zelo  como  de- 
briamos ,  mas  haber  siempre  de  batallar  con  Iss 
concupiszenzias  de  la  carne :  no  obstante  esto, 
pues  nos  ha  hecho  el  Señor  esta  misericordia  de 
haber  impreso  en  nuestro  corazón  su  Evanjelio, 
para  resistir  á  toda  incredulidad ,  i  nos  ha  dado 
deseo  i  afízion  de  renunziar  á  nuestras  proprias 
inclinaziones  i  corrompidos  deseos,  por  segnir 
su  justizia ,  i  obedezer  á  sus  santos  mandamien- 
tos :  estemos  ziertos  que  los  vizios ,  i  las  impe^ 
feziones  que  hai  en  nosotros,  no  podrán  impedir 
que  él  no  nos  reziba ,  i  nos  haga  dignos  de  par- 
tizipar  de  sus  bienes  en  este  convite  espiritual. 
Porque  no  venimos  á  él  á  protestar  que  somos 
perfetos  ni  justos  en  nosotros  mismos, sino  ú 
contrario,  en  buscar  con  gran  deseo  nuesti» 
vida  en  Jesu  Ghristo ,  c^hnfesamos ,  que  estamos 
en  la  muerte.  Entendamos  que  este  sacrameillo 
es  una  medizina  para  los  que  están  nezesitados 
en  enfermedades  espirituales ,  i  que  toda  la 
dignidad  que  nos  pide  Ghristo ,  nuestro  Redemp- 
tor,  es  conozernos  bien  para  tener  tristeza  i  do- 


I  DB  8Ü  SANTIDAD.  535 

lor  entrañable  de  nuestros  vizios,  i  tener  todo 
naestro  deleite ,  gozo  i  contentamiento  en  solo  él. 

Creamos ,  pues ,  lo  primero  á  estas  promesas, 
que  Jesu  Ghristo ,  que  es  infalible  i  eterna  Terdad, 
pronunzió  por  su  boca .-  es  á  saber ,  que  él  ,nos 
quiere  verdaderamente  hazer  partízipes  de  su 
cuerpo  i  de  su  sangre ,  para  que  lo  poseamos  en- 
teramente :  de  tal  manera ,  que  él  viva  en  nos- 
otros, i  nosotros  en  él.  I  dado  que  no  veamos,  sino 
pan  i  vino ,  estemos  empero  ziertos ,  que  él  cum- 
ple espjritualmente  en  nuestras  ánimas  todo  lo 
que  nos  muestra  esteriormente  por  estas  seña- 
tes  visibles.  Quiero  dezir ,  que  él  es  el  pan  zeles- 
tial  para  apazentarnos  ,  i  mantenernos  en  la 
vida  eterna.  No  seamos ,  pues ,  ingratos  á  la  infi- 
nita bondad  de  Jesu  Ghristo ,  nuestro  Salvador, 
d  cual  nos  pone  delante  todas  sus  riquezas ,  i 
todos  sus  bienes  en  esta  santa  Mesa  para  distri- 
buírnoslos. Porque  en  darse  á  nosotros,  nos 
testifica ,  qué  es  nuestro  todo  cuanto  bien  tiene. 
Por  tanto,  rezibamos  este  sacramento,  como 
una  zertisima  prenda,  de  que  la  virtud  de  su  muer- 
te 1  pasión  nos  es  imputada  á  justizía,  como 
si  nosotros  mismos  la  hubiéramos  sufrido  en 
nuestras  proprias  personas,  río  seamos  de  injenio 
i  natura  tan  perversos,  que  rehusemos  de  alle- 
gamos á  gozar  deste  divino  convite,  al  cual 
tan  mansamente  nos  convida  Jesu  Ghristo  por 
su  palabra.  Mas  con  grande  estima  de  la  digni- 
dad deste  preziosísimo  don,  de  que  nos  haze 
grazia,  nos  presentemos  áél  con  ardiente  zelo, 
i  fiel  corazón ,  para  que  nos  haga  capazes  de  re- 
zebirlo. 

Para  este  fin ,  levantemos  en  alto  nuestro  áni- 


5S6  DI  LA  MISA 

mo ,  i  nuestros  corazones  allá  dond«  e^tá  Jesa 
Ghrísto  en  la  gloria  del  Padre :  de  donde  lo  es- 
peramos para  nuestra  redempzion.  I  -no  nos 
ocupemos,  ni  detengamos  en  estos  elementos,  ter- 
renas i  corruptibles.,  que  vemos  con  los  ojos,^  i 
locamos  con  tas  manos ,  para  buscarlo  en  ellos, 
como  si  estuviese  enzerrado  en  el  pan*  i  en  Á 
vino.  Porque  serán  entonzes  dispuestas  nuestras 
ánimas  para  ser  mantenidas  i  vivificadas  con  m 
substanzia,  siendo  asi  elevadas  sobre  todas  las 
cosas  terrenas,  para  llegar  hasta  el  zielo,  i  entnr 
en  el  reino  de  Dios ,  donde  él  mora.  GontenténM>- 
nos ,  pues ,  de  tener  el  pan  i  ú  vino  por  señales 
i  testimonio^,  buscando  espiritualmente  la  ver- 
dad ,  adonde  nos  promete  la  palabra  de  Dios,  qae 
la  hallaremos. 

Gomo  es  Jutn,  Hecho  esto^  distribuyen  Ips  ministros  al  pueblo 
VI,  is.  XIV,  XV,  el  pan  i  la  copa^  habiendo  primero  amonestado 
xn!,  XX I XXI  ca!  d  todos  ^  que  vengan  á  rezebirtocon  toda  reoé- 

F  od'"  *  *  *'*  ^^^*^»  *  P^  ¿rden.  Entretanto  cantan  en  k 
'*  congregazion  algunos  psatmos^  ó  leen  á  alta  voi 

alguna  cosa  de  la  Escritura ,  conveniente  á  lo 
que  por  el  sacramento  es  significado,  I.  después 
que  todos  han  comtUgado ,  hincanse  dfi  f Ofe- 
lias ,  f  hazen  grazias  desta  manera, 

HAZIHIENTO  DE  6RAZUS  DESBUES  DE  LA 
•     GOMUmON. . 

Hazémoste  perdurables  grazias  i  alaba^ias, 
eterno  i  zelestial  Padre ,  por  la  clemenzia  de 
que  has  usado, con  nosotros,  en  habernos  comu- 
nicado tan  grande  benefizio,  siendo,  como  somos, 
miserables  pecadores ,  i  habernos  hecho  partfzi- 
pes  de  la  comunión  de  tu  Hijo  Jesu  Ghnsto,  noes- 


I  DB  8Ü  SAIITIDAD.  537 

tro  Señor,  el  cual  entregaste  á  la  muerte  por 
nosotros ,  i  ahora  nos  lo  das  por  manjar  i  mante- 
nimiento de  vida  eterna.  Haznos  también  mer- 
2ed ,  que  no  permitas  que  jamás  pongamos  en 
ohjido  estas  cosas  tan  dignas  de  quien  tú  eres: 
sino  que  teniéndolas  impresas  en  nuestro  cora- 
zón, crescamos ,  i  seamos  siempre  fortificados 
en  la  Fé ,  la  cual  sea  eficaz  para  todas  buenas  obras, 
i  que  haziendo  esto,  ordenemos  i  prosigamos 
santamente  toda  nuestra  vida,  para  exaltazion 
de  tu  gloria ,  i  edifícazion  de  nuestros  prójimos, 
por  Jesu  Ghristo,  tu  Hijo,  que  en  unidad  del 
Espíritu  santo  vive  i  reina  contigo ,  Dios  verda- 
dero ,  eternalmente.  Amen. 

Hecho  esto ,  despide  el  Ministro  al  pueblo  con 
esta  beñdizion ,  con  que  Dios  mandó  que  bendi- 
jesen al  pueblo,  Núm.  vi,  24. 

£1  Señor  os  bendiga,  i  os  guarde,  el  Señor 
09  muestre  su  cara ,  i  se  apiade  de  vosotros ,  el 
Señor  vuelva  su  rostro  á  vosotros ,  i  os  sustente 
en  verdadera  prosperidad.  Amen. 

Todo  estete  dize  en  lengua  vulgar,  que  todos^ 
chicos  i  grandes ,  dolos  i  indotos,  entienden. 

Cualquiera  que,  sin  pasión  i  con  deseo  de  azei'- 
tar  con  el  camino  de  su  salvazion,  leyere  esto 
que  habernos  dicho  ,  fácilmente  entenderá  la 
Zena  que  ahora  zelebramos  en  las  Iglesias  refor- 
madas, serla  misma  que  Jesu  Ghristo,  nuestro  Rei, 
Propheta  i  Sazerdote  instituyó ,  i  que  sus  Após- 
toles, i  la  Iglesia  Gathólica,  por  muchos  zente- 
nales  de  años  zelebraron :  i  por  el  contrario, 
entenderá  la  Misa  (cual  nuestros  contrarios  la  zele- 
bran  el  dia  de  hoi) ,  no  tener  que  ver  con  la  santa 
Zena  del  Señor ,  mas  serle  en  todo  i  por  to- 


538  DE  LA.  mSA. 

do  opuesta ,  i  de  tal  manera  contraría,  que  donde 
estala  una,  en  ninguna  manera  puede  estar  la  otra: 
donde  hai  Misa ,  no  hai  Zena  del  Señor :  i  donde 
haiZena  del  Señor,  no  hai  Misa.  Porque  ¿cómo 
pueden  estar  juntas  la  luz  i  las  tinieblas ,  la  Mesa 
del  Señor ,  i  la  mesa  de  los  Demonios ,  Dios  i  Be- 
lial?I  para  que  el  pueblo  Ghristiano  de  mi  nazíon, 
por  cuya  causa ,  deseándole  servir,  he  tomado 
esta  pena  (si  pena  se  puede  llamar,  la  que  la 
persona ,  con  gran  contento  i  deseo  de  servir ,  i 
de  hazer  algún  bien,  toma),  fázílmente pueda  en- 
tender esto ,  pondré  aquí  en  una  Tabla ,  la  con- 
venienzia,  conformidad  i  unidad  que  hai  entre  la 
santa  Zena ,  que  en  nuestras  Iglesias  reformadas 
zelebramos,  i  la  santa  Zena  del  Señor:  luego 
pondré  la  diferenzia ,  desconformidad  i  contra- 
riedad que  hai  entre  la  santa  Zena ,  que  nuestro 
Ghristo  instituyó ,  i  la  profana  Misa  que  el  An- 
techristo  se  ha  inventado ,  i  vendido  por  dinero 
al  miserable  pueblo,  que  se  llama  Ghristiano. 
Aquel ,  á  quien  Dios  ha  dado  entendimiento 
para  entender,  entienda  la  voluntad  del  Señor,  i 
hágala. 


TABLA, 


JjA  cual  muestra  la  convenienzia ,  conformidad  í 
unidad  que  la  santa  Zena  que  Jesu  Ghristo  ins- 
tituyó, tiene  con  la  santa  Zena  que  en  las  Iglesia.<^ 
reformadas  se  zelebra.  De  lo  cual  se  concluye  la 
uoa  i  la  otra  ser  una  misma  Zena,  i  un  mismo  Sa- 
cramento del  prezioso  cuerpo  i  sangre  de  nuestro 
Redemptor  Jesu  Ghristo.  Luego  se  muestra  la 
diferenzia ,  disconformidad  i  contrariedad  que  la 
profana  Misa  (tal  cual  el  dia  de  hoi  se  dize)  tiencr 
con  la  santa  Zena,  que  Jesu  Giiristo  ordenó. 

La  santa  Zena  del  Señor. 

Jesu  Ghristo  mismo  ordenó  su  santa  Zena ,  I 
mandó  á  su  Iglesia  que  de  la  misma  manera 
que  él  la  habia  zelebrado ,  la  zelebrase. 

La  Zena  de  las  iglesias  reformadas, 

[Zelebrase  la  Zena  ni  mas  ni  menos  que  Jesu 
Ghristo  la  zelebró,  i  de  la  misma  manera  que 
él  mandó  que  su  Iglesia  la  zelebrase:  como 
los  Evanjelistas  lo  cuentan :  Mat. ,  xrví,  26. 
Mar. ,  XIV,  22,  Luc. ,  xxii,  19,  i  S.  Pablo, 
I,Gor. ,  XI,  24.  Luego  nuestra  Zena  es  Zena 
del  Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa, 

La  Misa  ha  sido  compuesta  por  muchos  Papas. 
Porque  un  Papa  hizo  el  Goníiteor,  otro  el 
Introito ,  otro  el  Kyrie-eleyson ,  otro  el  Glo- 
ria in  excelsis,  otro  el  Gradual,  otro  el 
Ofertorio ,  otro  el  Gánon ,  otro  los  Memen- 

35*  <*> 


I 


BE  LA  MISA. 

tos,  Otro  «I  Te  i^itur,  otro  el  Gonmunican- 
tes :  otro  ordeno  que  el  pan  de  la  Misa  fuese 
sin  levadura ,  otro  que  se  echase  agua  en  el 
vino ,  otro  mandó  que  el  pan  fuese  adorado, 
diziendo  que  no  era  pan,  sino  el  Dios  que 
crió  el  zieio  i  la  tierra  ^  etc.  Otro  hizo  el 
Agnus  Dei.  Lo  mismo  se  puede  dezir  de  todo 
cuanto  se  haze  i  dize  en  la  Misa.  Ninguna 
de  todas  estas  cosas  hizo  Ghristo ,  ni  mandó 
que  los  fieles  las  hiziesen :  diversos  Papas  i 
en  diversos  tiempos  las  inventaron.  Sigúese 
de  aqui  que  Jesu  Ghristo  ni  por  pensamiento 
instituyo  la  Misa,  ni  sus  Apóstoles  la  dije- 
ron. Luego  la  Misa  no  es  Zena  del  Señor,. 

La  santa  Zena  del  Señor, 

(  Ghristo ,  queriendo  zelebrar  la  Zena ,  no  mudó 
vestidos. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

Así  tampoco  los  Ministros  cuando  zelebran  la 
Zena ,  no  mudan  Testidos.  Luego  nuestra 
Zena  es  Zena  del  Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa, 

^£1  Sazerdote  Papistico,  queriendo  dezir  su 
Misa,  no  haze  que  vestirse,  i  revestirse,  i 
cada  vestido  que  se  viste ,  por  pequeño  que 
sea,  tiene  grandes  misterios,  que  ellos  sin 
ninguna  palabra  de  Dios  se  han  forjado  para 
tener  ennechizado  al  pobre  pueblo.  Demás 
desto,  el  sazerdote  que  dize  la  Misa  ha  de  ser 
barbirapado  i  cabezirapado ,  i  ha  de  tener 
un  zerco  de  cabellos  en  la  cabeza,  que  lia- 
\  man  Gorona :  en  lo  cual  no  imitan  á  ¿hrísto 
\  ni  á  sus  Apóstoles ,  los  cuales  nunca  fueron 
^    barbirapados ,  ni  cabezirapados :  mas  imitan 


I  DB  Sü  SANTIDAD. 

á  los  sazerdotes  de  los  Jentiles :  los  cuales, 
como  cuent^  Baruc ,  ca.  vi,  vers.  30,  te- 
nían la  cabeza  i  la  barba  rapada.  Luego  la 
Misa  no  es  Zena  del  Señor. 

La  santa  Zena  del  Señor. 

Ghrlsto  usó  del  pan  común  que  había  servido 
á  la  mesa  cuando  zenó  con  sus  Apóstoles. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

[Así  también  usamos  del  pan  común.  Luego 
nuestra  Zena  es  Zena  del  Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa. 

^£1  Sazerdote  Papistico  es  menester,  que  use 
espresamentedeotra  manera  de  pan  cozido 
entre  dos  hierros ,  (¡ue  propriamente  no  es 

San:  sino  suplicazion,  ó  oblea.  Luego  la 
[isa  no  es  Zena  del  Señor. 

La  santa  Zena  del  Señor. 
Ghristo  hizo  su  Zena  sobre  una  mesa. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

Así  también  zelebramos  la  Zena  sobre  una 
mesa :  i  no  sobre  altar.  El  altar  es  para  sa- 
crificar. Los  sdcrifízios  con  la  muerte  de 
Ghristo  han  zesado.  Luego  no  habernos 
menester  altar.  La  mesa  es  para  zenar. 
Zena  del  Señor  la  llama  San  Pablo,  I, 
Cor.,  XI,  20.  Sigúese  de  aquí  que  siendo 
Zena,  en  mesa ,  i  no  en  altar,  se  ha  de  ze- 
lebrar.  Luego  nuestra  Zena  es  Zena  del 
Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa. 

Es  menester  que  el  Sazerdote  Papistico  tenga 


DI  LA  mSA. 

un  altar « que  él  llama  consagrado :  conviene 
á  saber,  un  altar,  en  el  cual  hayaalgan 
pedazo  de  relicario  puesto  en  un  agujero  en 
medio  del  altar,  al  cual  llaman  el  Sepulcro. 
I  si  el  altar  no  es  consagrado,  es  menester 
que  haya  un  mármol,  que  llaman  Ara  con- 
sagrada, enzima  del  cual  mármol  ha  de 
haber  ziertos  pañizuelos,  que-ellos  llaman 
Corporales.  Todo  lo  cual  Durando  en  su 
libro,  que  llama  Rationale  divinorum,  con 
gran  pena  procura  declarar.  Luego  la  misa 
no  es  Zena  del  Señor. 

La  santa  Zena  del  Seüor, 

Christo  zelebrando  su  Zena  predica ,  i  enseña 
á  sus  Apóstoles. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

Nunca  se  zelebra  la  Zena  sin  aue  el  Ministro 
predique  i  enseñe  á  los  que  nan  de  comul- 
gar. Luego  nuestra  Zena  es  la  Zena  del 
Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa, 

5^£1  Sazerdote  Papistíco  dize  entre-dientes  zier- 
tas  oraziones ,  tórnase ,  i  ruéhese  al  altar: 
unas  Teces  torna  las  espaldas  al  pueblo, 
otras  la  cara :  ya  va  desde  una  parle  del 
altar  hasta  la  otra :  ya  canta  á  voz  en  cue- 
llo ,  ya  habla  bajo :  ya  alza  los  brazos ,  ya 
los  abaja :  álzanie  la  falda  teniendo  una  can- 
dela ,  ó  zírio  ardiendo.  En  suma ,  no  pareze 
sino  un  hombre  fuera  de  su  sentido ,  que  no 
sabe,  que  contenenzía  se  tener.  Digan, 
cuándo  Christo ,  ó  sus  Apóstoles  havan  he- 

\     cho  esto ,  ó  mandado  que  la  Iglesia  lohiziese. 

^    Luego  la  Misa  no  es  Zena  del  Señor. 

(4) 


I  DB  8U  SáUTIBAD. 

La  santa  Zena  del  Señor, 

Ghristo  zelebrando  la  Zena  habló  en  lengua 
vulgar  que  todos  entendían. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas, 

iTodo  cuanto  se  dize,  cuando  zelebramos  la 
Zena,  se  dize  en  lengua  Tulgar  que  todos 
entienden.  Luego  nuestra  Zena  es  Zena  del 
Señor. 

La  profana  Misa  dei  Papa. 

!n  la  Misa  se  habla  en  lengua  estraña,  la  cual  la 
mayor  parte  de  los  Sazerdotes  Misáticos  no 
entienden.  Lo  cual  enteramente  es  contrario 
á  lo  que  S.  Pablo  enseña,  I,  Gor. ,  xiv, 
donde  muestra  que  en  la  Iglesia  no  se  debe 
hablar  otra  lengua ,  sino  aquella  que  todos 
entienden.  Luego  la  Misa  no  es  üCena  del 
S  eñor. 

La  santa  Zena  del  Señor. 

En  la  Zena  Jesu  Ghristo  primeramente  rompió 
el  pan ,  i  después  lo  dió  á  sus  Apóstoles. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas, 

|E1  Ministro  zelebrando  la  Zena,  primeramente 
roippe  el  pan ,  i  luego  lo  da  a  los  comuni- 
cantes. Luego  nuestra  Zena  es  Zena  del 
Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa, 

El  Sazerdote  Papistico  en  su  Misa  no  guarda 
este  orden.  Porque  primeramente  él  dize  las 
palabras  sobre  el  pan ,  í  después  cuando  le 
plaze  lo  rompe  (ó  como  ellos  dizen,  rompe 
los  aczidentes  del  Pan,  porque  el  pan,  dizen, 


/ 


OB  LA  MI8A 

ser  transubstanziado  en  Cuerpo  de  Ghrísto), 
mas  Jesu  Ghrísto  primero  rompió  el  pan,  i 
después  dijo  las  palabras.  Luego  la  Misa  no 
es  Zena  del  Señor. 

La  santa  Zena  del  Señar. 

Ghristo ,  después  de  haber  rompido  el  pan, 
dijo :  Hoc  est  corpus  meum. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

lAsí  lo  dize  i  haze  el  Ministro  sin  añidir  ni 
quitar.  Luego  nuestra  Zena  es  Zena  del 
K    Señor. 

La  profana  Misa  del  Papa. 

^£1  sazerdote  Papístico  sin  romper  el  pan  dize 
las  palabras :  pero  no  se  contentando  con 
las  palabras  que  Ghristo  dijo ,  les  añide  un 
enimy  diziendo:  Hoc  est  enim  coipus 
meum.  Luego  la  Misa  no  es  Zena  del  Señor. 

.  La  santa  Zena  del  Señor. 

Ghristo,  sentado  á  la  mesa  con  sus  Apóstoles, 
dijo:  Tomad  i  comed. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

\ksi  lo  dize  el  Ministro :  i  nunca  zelebra  2^a, 
sin  que  también  la  Iglesia  la  zelebre  junta- 
mente con  él  comulgando  todos ,  i  no  tra- 
gándoselo uno  todo.  Luego  nuestra  Zena  es 
Zena  del  Señor. 

La  profana  Btisa  del  Papa. 

El  sazerdote  Papístico ,  estando  todos  de  ro- 
\  dillas ,  les  muestra  el  pan  i  el  vino  para  que 
\    los  adoren,  sin  dar  nada  al  pueblo:  mas 


9 


DB  SU  SANTIDAD. 

antes  como  un  tragón  se  lo  guarda  todo 
para  sí ,  i  así  se  lo  come  á  sus  solas.  Lo  cual 
es  contrario ,  no  solamente  á  lo  que  Christo 
ordenó ,  mas  aun  á  la  costumbre  de  los  an- 
tiguos. Gomo  se  vee  claramente  por  los 
Cánones  Y  que  se  dizen  de  Anacleto,  i  de 
Galisto :  donde  se  ordena ,  so  pena  de  des- 
comunión, que  todos  comulguen  después 
que  la  consagrazion  fuere  hecha.  Lo  mismo 
se  ordenó  en  los  Cánones,  que  llaman  de 
los  Apóstoles :  i  en  el  Gonzílio  Tolosano.  De 
lo  cual  se  sigue  mui  bien ,  que  la  Misa ,  tal, 
cual  la  dizen  el  dia  de  hoi,  no  fué  instituida 
por  Je9i  Gbristo ,  ni  zelebrada  por  sus  san- 
tos Apóstoles.  Lo  cual  siendo  así ,  todos  #os 
que  el  da  de  hoi  la  oyen ,  todos ,  digo,  son 
por  sus  mismos  Cánones  descomulgados.* 
pues  aue  oyendo  Misa  no  comulgan :  mas  el 
sazeraotesolo ,  i  á  sus  solas  se  lo  toma  todo 
para  sí,  i  fe  lo  come,  contra  lo  que  Christo, 
1  los  Padre}  antiguos  ordenaron.  Luego  la 
Misa  no  es  Zena  del  Señor . 


La  smta  Zena  del  Señor, 

Christo  no  sohmente  dio  el  pan,  mas  aun 
también  el  viio,  diziendo:  Bebed  del  To- 
DOS  9  Mat.,  xwi,  27 :  i  como  dize  S.  Mar- 
eos, xir,  23.  Ibebieron  del  Todos. 

Zena  de  las  Iglesias  reformadas. 

[El  Ministro  no  solanente  da  el  pan,  mas  aun 
también  el  vino ,  dziendo :  Bebed  del  Todos, 
i  Todos ,  conformeal  mandamiento  de  Chris- 
to, Beben.  Luego  luestra  Zena  es  Zena  del 
Señor. 

(7) 


OBLA  MISA 

La  profana  Misa  del  Papa. 

I  El  sazerdote  Papistico  no  da  al  pueblo  sino 
solamente  el  pan ,  no  da  el  Tino  consagrado. 
Lo  cual  enteramente  es  contrario « no  sola- 
mente á  la  ínstitozion  de  Ghristo,  mas  aoD 
á  la  costmnbre  de  los  Dotores  antiguos,  que 
faeroR  después  de  los  Apóstoles.  Los  Guaks 
10^  comulgaron  en  ambas  espezies  de  pan  i  de 
vino:  i  condenaron  á  todos  aqadtost  que 
comulgaban  en  una  espezie  solamente. 
Gomo  se  vee  de  Gonsecrat. ,  dist.  n,  cap. 
Gomperinras.  Donde  se  dize ,  que  aquellos 
que  no  reziben  el  sacramento  m  ambas  es- 
pezies son  infieles  vi  sacrilegos:  ó  eme  reko- 
san ,  ó  la  una  espezie,  ó  la  otra.  Luego  la 
l^lisa  no  es  Zena  ael  Señor. 

La  santa  Zena  del  Señor. 

Ghristo  dio  el  pan  aparte,  i  el  Tino  aparte. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

El  Ministro  da  el  pan  aparte  i  el  vino  aparte, 
creyendo  el  pan  ser  sacramento  del  cuerpo 
de  Ghristo ,  i  el  vino  ser  sacramento  de  so 
sangre.  Luego  nuestra  Zena  es  Zena  del 
Señor. 

La  profana  Mise  del  Papa, 

<K  El  sazerdote  Papistico  prineramente  consagra 
(como  él  se  lo  piensa )el  pan  i  el  vino,  i  de 
ahí  á  buen  rato  romped  pan  en  tres  partes: 
la  una  de  las  cuales  é  deja  caer  en  el  vino, 
i  asi  los  mésela  juntamente:  lo  cual  todo  se 
lo  come ,  si  no  es  un^  vez  en  el  ano  cuando 
el  pueblo  comulga  entonzes  le  da  del  pan 
consagrado.  Pero  cel  vino ,  que  él  ha  eoD- 
sagrado,  jamás  daiello  álosquecomolgao. 
¿Qué  tiene  que  vtr  esto  con  la  Zena  del 
Beñor?  Luego  la  lisa  no  es  Zena  del  Señor. 


/ 


I  DE  8D  SANTIDAD. 

La  santa  Zena  del  Señor. 

Ohristo  ordenó  su  santa  Zena  en  memoria  de 
su  muerte  i  pasión ,  i  de  que  él  ha  dado  Una 
vez  su  cuerpo  i  su  sangre  por  nosotros  en 
la  Gruz. 

Zena  de  las  iglesias  reformadas. 

La  Zena  que  zelebramos  es  en  memoria  de  la 
muerte  i  pasión  de  Ghristo,  i  de  que  él  ha 
dado  su  cuerpo  i  su  sangre  Una  vez  por 
nosotros  en  la  Gruz.  Luego  nuestra  Zena  es 
Zena  del  Señor. 

Xa  profana  Misa  del  Papa. 

£1  sazerdote  Papistico  dize  su  Misa  en  memo- 
ria de  los  Santos  i  de  las  Santas.  I  algunas 
vezes  tiene  por  santos  aquellos  cuyas  ánimas 
están  ardiendo  en  el  infierno.  Dize  también 
su  Misa  para  hallar  cosas  perdidas.  I  esto, 
con  tal  que  le  den  dinero.  Sírvese  el  sazer- 
dote de  la  Misa  como  de  un  Emplastro  ó 
droga  contra  todas  enfermedades  .*  i  lo  mejor 
es ,  que  dize ,  que  sacrifica  á  Jesu  Ghristo 
en  su  Misa ,  i  que  lo  presenta  á  Dios  Padre 
por  los  pecados  de  los  vivos  i  de  ios  defun- 
tos:  habiendo  hecho  eftto  Ghristo  Una  vez 
en  la  Gruz :  i  no  habiendo  otro  ninguno  que 
esto  pueda  hazer ,  sino  él  solo.  Porque  (co- 
mo dize  el  Apóstol,  Heb. ,  cap.  vii,  vers.  26) 
es  nezesario  que  el  Sazerdote  que  limpia  los 
pecados ,  sea  santo ,  inozente ,  limpio,  apar- 
tado de  los  pecadores ,  i  hecho  muí  mas 
sublime  que  los  zielos ,  que  no  tenga  neze- 
sidad  cada  dia  de  ofrezer  primeramente 
sacrifizio  por  sus  pecados ,  i  luego  por  los 
pecados  ael  pueblo.  Lo  cual  hizo  Ghristo 
una  vez ,  ofreziéndosc  á  sí  mismo  por  los 

(9) 


DB  LA  MSA 

f)ecados  de  todos  los  hombres.  Examínese 
a  Tida  de  los  sazerdotes  Papisticos ,  i  verse 
12 )  ha  cuan  lejos  estén  desta  limpieza  qae  ha  de 
tener  el  sazerdote  que  oíreze  el  sacrifizio 
expiatorio.  Luego  la  Misa  no  es  Zenadel 
Señor. 


Otras  muchas  cosas  hai ,  en  que  la  santa  Zena 
i  la  Misa  se  diferenzian  i  contrarían :  como  son  en 
tantos  meneos ,  jesticulaziones ,  niñerías ,  mone- 
rías i  momerías,  que  se  hazen  en  la  Misa,  qae 
Jesu  Ghristo  nunca  tal  hizo ,  ni  le  pasaron  por  el 
pensamiento.  Nunca  el  Señor  zelebrando  su  Zena 
mandó  que  se  pusiesen  los  santos  por  interzeso- 
res ,  ni  que  fuesen  invocados ,  ni  que  besasen  i 
adorasen  las  imájines ,  ni  que  orasen  por  las  áni- 
mas de  los  defuntos  que  están  en  Purgatorio ,  ni 
que  no  tomando  ni  comiendo  el  sacramento, lo 
adorasen  creyendo  ser  Dios,  ni  que  lo  guardasen 
en  el  sagrario ,  ni  que  lo  llevasen  en  prozesion  á 
pasear  por  las  calles  acostumbradas ,  estando  las 
calles  enramadas,  entoldadas,  i  cubiertas  las  pa- 
redes con  finísima  tapizería  de  seda ,  de  oro ,  i  de 
brocado,  i  con  muehos  castillos  i  danzas,  etc. 
¿Quién  les  mandó  que  hiziesen  estas  cosas? No 
Ghristo ,  no  sus  Apóstoles ,  que  con  toda  simplí- 
zidad  zelebraron  su  santa  Zena.  La  prudenzia  de 
la  carne  (la  cual  es  enemistad  contra  Dios)  las  ha 
introduzido  en  la  Iglesia  para  hazerles  olvidarla 
memoria  del  benefízio  de  la  muerte  i  pasión  de 
Jesu  Ghristo. 

Demás*  de  lo  dicho  pondremos  aquí  algunas 
historias ,  por  las  cuales  el  Ghristiano  Letor  verá 
claramente  el  caso  que  el  Papa  i  sus  eclesiásticos 


I  DB  8Ü  SAirriBAD. 

hagan  de  su  sacramento  del  altar ,  que  ellos  dízen 
ser  Dios. 

Gregorio  VII  echó  la  hostia  congrada  ea  el 
fuego,  porque  demandándole  revelazion  contra 
el  Emperador ,  no  le  respondió :  i  así  la  quemó. 

Víctor  III  murió  del  tósigo  que  su  Subdiácono 
le  eclió  en  el  cáliz  dizíendo  Misa. 

Un  Arzobispo  Eborazense ,  llamado  Guillermo, 
murió  del  tósigo ,  que  le  echaron  en  el  cáliz. 

Un  fraile  Dominico  dio  tósigo  en  el  sacramento 
al  Emperador  Henrique  VIL 

Sisto  IV  mandó  que  cuando  alzasen  la  hostia, 
comenzasen  á  matar :  i  así  se  hizo.  Esto  acontezió 
en  Florenzia. 

Un  Inquisidor  de  Barzelona,  llamado  Molón, 
zerzenó  con  unas  tijeras  el  sacramento. 

Los  cuatro  frailes  Augustinos ,  que  ahorcaron 
en  Sevilla ,  dijeron  Misa  sin  tener  intenzion  de 
consagrar.  Lo  mismo  han  hecho  otros  muchos 
sazerdotes.  I  así ,  según  sus  proprios  Cánones, 
han  hecho  idolatrar  á  todos  cuantos  oyeron  sus 
Misas. 


El  que  quisiere  confirmazion  de  todo  ctuinío  en 

esta  Tabla  se  dize,  lea  el  Lityro  intitulado 

del  Papa  i  de  su  autoridad  ^  i  déla 

Misa  i  de  su  santidad. 


I  DB  SU  SANTIDAD.  539 

.  Siendo  lo  que  habernos  dicho  de  la  Misa  ver- 
dad ,  como  lo  es,  I  como  lo  habemos  probado,  con 
muí  justo  título,  icón  muí  buena  i  sana  conszien- 
sia,  la  detestamos ,  como  una  profanazion  de  la 
santa  Zena  del  Señor.  No  hai ,  pues ,  por  qué  na- 
díe  nos  condene  por  aediziosos,  por  herejes,  ni 
por  zismáticos ,  si  abominando  la  Misa  i  huyen- 
do della,  seguímos  i  abrazamos  la  santa  Zena 
qoe  Jesu  Ghristo  instituyó ,  sus  Apóstoles  i  nues- 
tros antepasados ,  por  espazio  de  mil  años  zele- 
braron.  Pluguiese  á  Dios  por  el  único  sacrifizio 
que  su  Hijo ,  nuestro  summo  i  único  Pontífize, 
leofrezió,  que  todos  nuestros  Españoles  cono- 
zíesen  ,  como  otras  naziones  ya  lo  conozen, 
quién  sea  el  Papa ,  qué  cosa  sean  sus  Bulas,  que 

no  son  que  burlas  que  haze  de  nosotros  :  qué  co- 
sa sea  su  autoridad ,  que  no  es  que  vanidad ,  con 
que  ya  ha  muchos  años ,  nos  engaña :  conoziesen, 
que  cuando  el  Papa  nos  maldize ,  Dios  nos  ben- 
dize.  Pluguiese  á  Dios  que  conoziesen  la  santi- 
dad de  la  Misa ,  ser  satanidad :  pues  que  es  una 
profanazion  de  la  santa  Zena  del  Señor.  Bien  en- 
tiendo,  que  Jes  será  mui  difícil  hazer  esto,  por 
habernazido,  críádose,  envejezídose  en  lo  con- 
trario. Pero  seráles  muí  fázil,  si  el  Espíritu  santo 
les  haze  la  grazia  que  lean ,  cotejen ,  confieran ,  j 
confronten  lo  que  en  estos  dos  Tratados  dezimos, 
con  la  sagrada  Escritura,  qui^  es  la  palabra  de 
Dios :  por  la  cual  todo  fiel  i  Gathólico  Ghristia- 
no,  en  particular ,  i  toda  la  Iglesia  en  universal, 
se  debe  rejír  i  gobernar.  Imitarian  en  esto  nues- 
tros Españoles  á  los  de  Beroa.  Los  cuales ,  como 
cuenta  San  Lúeas  en  su  historia ,  de  los  He- 
chos de  los  Apóstoles:  Escudriñaban  las  Escrita-    Gap.  xvii,  h. 


540  DE  LA  msSk 

ras ,  para  saber  si  lo  que  les  predicaba  S.  Pablo, 
era  palabra  de  Dios ,  ó  no.  Si  lo  que  dezimos  es 
palabra  de  Dios,  ningún  tienapo,  ni  costumbre, 
por  mas  antigua  que  sea ,  debe  prevalezer  contra 
ella.  I  si  por  nuestros  pecados,  la  mentira,  íalse- 
dad  i  error ,  ha  por  poco ,  ó  mucho  tiempo  opri- 
mido i  escurezido  la  verdad ,  el  error  fe  debe  dar 
lugar ,  como  mal  que  le  pese ,  le  dará :  i  aJBila?er* 
dad  jure  postliminij  (como  dizen  las  Leyes),  en- 
trará en  su  posesión.  I  aunque  la  costumbre 
en?ejezida  mui  dificultosamente  se  d^a ,  peré 
con  todo  esto ,  ninguno  debe  preferir  la  tal  cos- 
tumbre á  la  razón  i  á  la  verdad.  Porque  la  razón 
i  la  verdad  siempre  escluyen ,  i  echan  fuera  á  la 
costumbre.  Por  tanto,  en  vano  nuestros  con- 
trarios ,  cuando  los  apretamos  i  convenzemoi 
con  la  razón ,  i  la  verdad  ,  nos  oponen  una 
antigua  costumbre,  diziendo:  En  esto  fueron 
criados  nuestros  Antepasados,  en  esto  murie- 
ron •,  en  esto  nosotros  nazimos  i  nos  criamos: 
en  esto,  pues,  queremos  morir.  Gomo  que  la 
costumbre  sea  mayor  que  la  verdad.  Esto  escomo 
el  cuento  del  otro:  Moro  fué  mi  padre.  Moro  quie- 
ro yo  ser :  no  teniendo  ninguna  otra  razón  quedar, 
Gotiumbre  sin  ^^^^  ^^  costumbre.  La  costumbre ,  sin  la  verdad, 
verdad  e«  error  no  es  que  un  error  envejezido :  i  el  error,  mien- 
So  ef  peor.**^'  tras  mas  envejezido ,  mas  peligroso  es.  Por  tanto 
(comp  dize  S.  Zjpriano  en  la  Epístola  á  Pom- 
peyo),  dejado  el  error,  sigámosla  verdad,  sabien- 
///,  Esd.t  III,  se.  do,  quecomo  dizeEsdrás,  la  Verdad  venze,  como 
está  escrito-:  la  Verdad  Vale  i  Vaierá  para  siem* 
pre,  i  vive,  i  se  enseñorea  eternalmente.  lluego 
el  mismo  S.  Zipriano  dize:  Bendito  el  Dios  de  la 
Verdad,  la  cuaJ  Verdad ,  mostrándonosla  Gbríe- 


I  DB  Sü  SANTIDAD.  541 

tOt  eñ  SU  Evanjelio,  dize:  Yo  soi  la  verdad.  Por 
lo  cual ,  si  estamos  en  Ghristo ,  si  tenemos  á 
Ghristo  en  nosotros ,  sí  permanezemos  en  la 
Tcrdad ,  i  la  verdad  permaneze  en  nosotros,  ten- 
gamos lo  que  es  verdad.  I  un  poco  mas  abajo: 
Conviene  que  si  en  alguna  cosa  la  verdad  ^e 
bambaneare,  ó  vazilare ,  que  recorramos  al  ori- 
jM  que  el  Señor  ordenó ,  i*  al  enseñamiento 
Evanjélico  i  Apostólico ,  i  de  allí  se  levante  la  ra- 
zón de  lo  que  hazemos ,  de  donde  el  orden  i  orí- 
jen  se  levantó.  I  como  el  mismo  dize  en  otro 
lugar :  No  debemos  mirar  á  lo  que  otros  hom- 
bres hayan  antes  de  nosotros  hecho ,  sino  á  lo 
que  Ghristo,  que  es  el  primero  de  todos,  haya 
becho.  La  sagrada  Escritura  es  la  zertisima  i  infa. 
lible  regla  i  nivel  con  que  se  deben  reglar,  i 
nivelar  todas  nuestras  acziones:  como  lotestifi. 
can  estos  lugares ,  que  alegaremos ,  i  otros  mu- 
cbosr'David,  Psal.  cxix,  105,  dize.:  Lámpara  esa 
mis  pies  tu  palabra ;  I  lumbre  á  mi  camino.  Esai., 
▼m ,  20 ,  se  nos  manda  que  recurramos  á  la  Leit 
i  al  Testimonio :  i  dize ,  que  los  que  no  lo  hazen 
asi,  es  porque  aun  no  les  ha  amaneeido:  es 
porque  aun  están  en  tinieblas :  es  porque  están 
siegos ,  'i  como  ziegos ,  andan  á  tienta-paredes. 
S.  Pedro,  haMando  de  la  palabra ,  ó  doctrina  de    //,  Pe<<.,  i«  ««• 
los  Prophetas,  dize :  á  la  cual  hazeis  bien  de  estar 
atentos ,  como  á  una  candela ,  que  alumbra  en 
fugar  escuro,  etc.  La  Escritura  santa  nos  enseña, 
que  Jesu  Ghristo  es  nuestro  summo  i  único  Pontí- 
fize.  Ella  nos  enseña ,  que  él  ofrezíó  Una  sola  vez 
á  si  mismo ;  con  el  cual  jsacrifizio ,  por  ser  de  infi- 
nita Tírtud ,  nos  santificó  para  siempre.  Ella  nos 
enseña ,  que  no  hai  otro  ningún  sacrifizio ,  ni  bu- 


542  DB  LA  mSA     . 

bo,  ni  habrá,  sino  solo  este,  por  el  cual  se  alcanze 
perdón  de  pecados.  Ella  nos  enseña,  que  cual- 
quiera que  ofreziere  otro  sacrifizio ,  fuera  deste, 
ó  reiterare  este ,  haze  grandísima  injuria  á 
Ghristo :  como  que  su  sacrifizio,  que  fué  el  mismo 
Ghristo,  hubiese  sido  insutiziente.  Ella  nos  en- 
seña, que  Jesu  Ghristo  ordenó  su  santa  Zena ,  la 
cual  nos  mandó  que  zelebrásemos  en  memoria 
de  aquel  sacrifizio,  que  él  Una  sola  Tez  o&ezió 
al  Padre.  Todo  esto  en  jeneral,  i  cada  cosaca 
particular ,  lo  habemos  por  la  grazia  de  Dios ,  áél 
sea  la  gloria,  bastantemente  probado.  Esto  es 
la  Terdad :  pues  que  es  palabra  de  Dios.  EstOi 
pues ,  creamos.  Su  Majestad  nos  baga  la  grazia, 
que  no  solamente  creamos  con  el  corazón  est4H 
que  nos  ha  revelado  en  su  santo  Evanjelio,  mal 
aun  nos  dé  fuerzas  i  constanzia  para  confesarlo 
por  la  boca :  i  aun  para  padezer  por  esta  Fé  i 
confesión,  cuando  nos  quisiere  probar  con  la 
Lu  que  los  pa-  persecuzíon.  Guanto  á  lo  que  los  hombjres  han 
íu*Papa^?de  su  ^^  ®^  choliaL  inventado,  que  el  Papa  es  nuestro 
Misa.  summo  Pontifize,  que  es  suzesor  de  San  Pedro, 

que  es  Vicario  de  Ghristo ,  que  es  Dios  en  la  tie^ 
ra,  i  que  como  tal  perdona  pecados,  que  saca 
las  ánimas  que  quiere  del  infierno  i  del  Purga- 
torio, que  mete  las  ánimas  que'  quiere  en  el  infier- 
no,  i  las  que  quiere ,  las  mete  en  el  zielo ;  i  que 
la  9Iisa ,  tal  cual  la  dizen  el  dia  de  hoi,  es  sacHi- 
zio  tan  expiatorio ,  como  lo  fué  la  muerte  i 
pasión  de  Ghristo ,  ninguna  destas  cosa»  nos  ense- 
ña la  sagrada  Escritura :  invenzion  es  humanal 
mentira  diabólica,  por  mas  tiempo  que  Satanás 
haya  con  ella  engañado  al  mundo.  El  Apóstol 
S.  Pablo  ,  queriendo  correjir  los  yízíos  que  en  k 


I  DE  SÚ  SAimDAD.  543 

Iglesia  de  Gorintho  se  habian  en  la  Zena  del  Señor  El  mciiorreme- 
íntrodazido ,  no  halló  mejor  remedio  que  redur  ???«^L'®'21li"ÍI' 
zirla  a  su  primer  orijen,  a  su  primera  instituzíon.  las  cosas  á  su 
I  así  dize,  I,  Cor. ,  xi.  Yo  rezebí  del  Señor,  lo  ^,"p^SP'*™®''P'*°- 
que  os  he  dado ,  etc.  Asi ,  pues,  lo  hagamos  nos* 
otros  ahora :  restituyamos  la  Zena  del  Señor ,  i 
zelebrémosla  conforme  á  su  primera  instituzion, 
como  los  Bvanjelistas  i  S.  Pablo  nos  la  cuentan: 
I  si  asi  io  hazemos ,  no  hai  por  qué  nos  tengan 
por  herejes,  sino  por  buenos,  fieles  i  Gathólicos 
Ghristiaiios:  i  por  tales  nos  tenemos,  i  tales 
somos:  aunque  con  muchas  ímperfeziones.  El 
Señor  nos  las  perdone.  Confesamos,  tenemos 
i  creemos  ,  Dios ,  por  el  mérito  de  Christo ,  ser 
nuestro  Padre ,  i  la  santa  Iglesia  Cathólica ,  ó 
universal ,  apostólica  i  orthodoxa  (cuando  se  rije 
por  la  palabra  de  Dios  revelada  en  la  sagrada 
Escritura  del  nuevo  i  viejo  Testamento ,  porque 
de  otra  manera  no  es  madre  ,  sino  madrastra), 
ser  nuestra  Madre.  ¡  I  ai  de  aquel  que  no  fuere 
hijo  deste  Padre  i  desta    Madre!  Confesamost  •* 

tenemos  i  creemos  todo  aquello  que  esta  nues- 
tra Madre  confiesa ,  tiene ,  i  cree :  todo  lo  cual 
se  contiene  en  los  libros  del  viejo  i  del  nue- 
vo Testamento.   Porque  no  hai   cosa,  ó  que  Todo  cuanto  de- 
debamos  hazer,  ó  que  debamos  creer,  que  no  ^l^^a Bwritura 
esté  escrita  en  estos  sagrados  libros.  Por  tanto  nos  lo  ensefia. 
concluiremos  este  tratado  ^diziendo ,  que  cual- 
quiera que,  aunque  fuese  Anjel  del  zíelo,  anun* 
ziare,   ó  creyere  otro   Evanjelio ,   otra   doc- 
trina fuera  de  la  que  Jesu  Ciiristo ,  i  sus  Após- 
toles nos  han  enseñado ,  lo  cual  todo  está  escrito 
en  los  libros  que  llamamos  la  sagrada  Escri-    Gdi,<,  i,  8. 
tara ,  este  tal  sea  maldito  i  execrable ,  sea  co- 


544  WL  hk  HISA 

mo  dize  San  Pablo ,  Anathema. 

Oido  habéis,  ChrisUaoo  Letor,  los  enormes 
cargos  que  hazemos  al '  Papa  ,  cuanto  á  Yidí  i 
cuanto  á  doctrina :  mas  pririzipalmente  caantoá 
la  superstizion  i  idolatría  de  la  Misa ,  que  el  di- 
cho Papa  de  sí  mismo  contra  la  palabra  de  Dios 
se  ha  inventado  i  iñtroduzido  en  la  Iglesia.  Oi^o 
también  habéis  los  enormes  cargos  que  el  Papa 
nos  haze.  Acúsanos  de.  soberbios,  cpntenziosoí 
i  arrogantes ,  que  queremos  saber  mas  que  toda 
la  Iglesia:  acúsanos  de  inobedientes  á  losMajiS' 
trados ,  revolvedores  de  Repúblicas  ,  protinzias 
i  Reinos :  acúsanos  de  Zismáticos  i  de  Herejes: 
por  lo  cual,  como  testigo,  acusador  i  juez, 
concluye  ,  que  no  somos  dignos  de  vivir  en  el 
mundo.  Pero  no  basta  acusar:  es  menester  pro- 
bar lo  que  se  dize :  i  asi  convenzer  al  acusado. 
DotDindamos  Vengamos ,  pues ,  á  la  prueba.  Júntese  un  Gonzi- 
conziiio  jenerii,  Uo  jeneral,  que  oiga  á  ambas  partes :  conzédase 
coSvoSd^íS-  á  cada  parte  hablar  Libremente :  El  Conzüio,  ba- 
*  >,  que  Olga  i  biendo  oido  á  ambas  partes,  juzgue  conforme  á 
bis  partes.  |^  alegado  i  probado,  sin  tener  respecto  ninguno  á 
persona ,  pobre  ni  rica ,  sabia  ni  ignorante ,  eeie^ 
siástica  ni  seglar :  téngase  solamente  cuenta  con 
la  justizía ,  equidad  i  verdad :  la  parte  conveni- 
da por  testimonios  de  la  sagrada  Escritura  ¿  i 
aun  de  los  Padres  i  Gonzilios  antiguos ,  como 
son  los  primeros  cuatro  jenerales,  sujétese  á  la 
zensura ,  que  el  Gonzilio  ordenare.  Parezca  el 
Papa ,  i  sus  defensores  personalmente  en  el 
Gonzilio ,  no  como  juezes  (pues  nos  acusan ,  i 
nosotros  los  acusamos ) ,  sino  £omo  acusadoreSt 
i  acusados.  Parezcamos  también  nosotcos ,  poes 
los  acusamos,  i  ellos  nos  acusan.  Este  Gonzilio 


bre 
am 


I  DE  áü  SANTIDAD.  349 

sea  convocado,  como  fueron  los  cuatro  príme^ 
rosjenerales,  el  Nizeno  I,  el  Constan tinopoli- 
taño,  el  Ephesinoi  el  Galzedonense.  Este  es  el 
único  remedio  para  quitar  las  disensiones  i  dife- 
renzías,  que  hoi  dia  hai  en  la  Iglesia  cuanto  á 
Vida  i  cuanto  á  doctrina.  Deste  remedio  en  tiem- 
pos pasados  usó  la  Iglesia  en  semejantes  casos. 
Bn  el  entretanto  supliquemos  á  nuestro  Dios 
que  mueva  los  corazones  del  Emperador  ,^  Reyes 
i  Prinzipes  Ghristianos  á  que  tomen  una  tal 
empresa  para  gloria  de  Dios,  i  quietud  de  su  Igle- 
sia :  por  medio  de  la  cual  empresa  los  vizios  i  la 
falsa  doctrina,  superstizion-,  herejía,  i  idolatría 
sean  condenadas,  i  la  virtud  i  sana  doctrina  con- 
tenida en  la  sagrada  Escritura  se  confirmen.  Pero 
díránme  nuestros  contrarios ,  que  todo  esto  se 
concluyó  en  el  último  Gonzilio  Tridentino,  i 
que  por  tanto  no  es  menester  otro  ningún  Gon- 
zilio. A  lo  cual  respondo,  lo  que  tantas  vezes 
en  este  libro  he  dicho ,  i  prinzipalniente  en  la  vida 
del  Papa  Marzelo  n,  que  este  Gonzilio  no  fué  BiConsiüoTr^ 
Libre :  pues  que  á  ninguno ,  de  quien  se  tuviese  la  ¿tbre"**  °^  '" 
menor  sospecha  del  mundo  de  no  ser  en  todo  i 
por  todo  esclavo  del  Papa ,  i  jurado  al  Papa ,  no 
se  permitió  hablar  en  él.  Nótese  lo  demás  que  allí 
á  este  propósito  dijimos.  I  lo  que  se  dijo  en  la 
plana  458  i  4S9. 

Demás  desto  dezimos ,  que  este  Gonzilio  no  £i  condUo  Tri- 
fué  Jeneral.  Porque  ¿cómo  se  llamará  el  Gon-  denuno  no  fué 
zilio  de  Trento  Gonzilio  Ecuménico ,  Universal,  J®"®"^*'- 
ó  Jeneral,  pues  que  en  él  no  se  halló  la  zen- 
téslnia  parte  de  los  Obispos  de  la  Ghristiandad?  Bn  el  conziiio 
I  que  sea  esto  verdad ,  veese  claro :  porque  en  nSroífJfncü^car- 
él  no  se  hallaron,  sino  zineo  Gardenales,  dedenaie«, 


S46  BE  LA  MISA 

4  Arzobispos,  33  los  cuales  los  tres  eran  Legados  del  Papa :  cuatro 
íogoSTos  cuaiw  ^zobispos ,  de  los  cuales  los  dos  eran  AroIm* 
cisi  todos  eriD  pos  titulares  (ó  como  los  llamamos  en  Españi, 

hÍSm?****  *  ***'  ^^  ®"*^^) '  conviene  á  saber,  Olao  Magno ,  Ar- 
zobispo que  se  intitulaba,  no  Hispalense,  sibo 
üpsalense ,  pueblo  de  Gozia ,  que  jamás  ha  i^ 
conozido  al  Papa ,  ni  á  ia  Iglesia  Romana :  el 
otro  se  llamaba  Roberto  Venant,  Arzobispo,  que 
se  llamaba ,  de  Armacana ,  en  Irlanda ,  debajo  de 
la  Corona  de  Inglaterra ,  tierra  que  tampoco  re- 
conozia  al  Papa :  á  estos  dos  pobres  Arzobispos 
Paulo  in  mantenía  dando  quince  escudos  al  mes 
al  Olao,  i  otra  cosa ' semejante  daba  al  Roberto. 
Halláronse  treinta  i  tres  Obispos ,  todos  Espaló- 
les, ó  Italianos,  eszeptos  tres  solos.  HaHárome 
también  cuarenta  i  siete  Theólogos  entre  Clé- 
rigos i  Frailes :  de  los  cuales  casi  lodos  enn 
Españoles,  ó  Italianos.  Veis  aquí  el  gran  fla- 
mero de  Obispos  con  que  comenzó  el  Gonzi- 
lio  Tridentiho:  el  cual  duró  diez  i  ocho  añoi 
por  intervalos:  en  el  cual  tiempo  se  Uivienm 
veinte  i  zínco  Sesiones,  en  mochas  de  las  cua- 
les no  se  hizo  nada  por  falla  de  quien  asis- 
tiese en  el  Gonzílio.  1  asi  en  la  8.'  Sesión  ne 
Los  Italianos  se  hizo  nada ,  sino  que  los  Italianos  transpor- 
unoiirsa^o^Bz"-  t.aTon  el  Gonzilio  á  Boloña ,  tierra  del  Papa ,  ea 
"^1 1°  T^^^^'  í  í^^^'* »  donde  se  tuvo  la  nona  Sesión :  en  la  csal 
Botona.  Peró"ios  tampoco  se  hizo  nada.  Porque  los  Españoles  i 
Bspafioies seque- los  demás,  fuera  de  los  Italianos,  se  habían 
aron  en   rento.  qyg^j^^jQ    g^    Trento   queriendo    continuar  el 

Gonzílio  en  donde  se  habia  comenzado.  La  10.* 
Sesión  se  tuvo  en  Boloña ,  en  la  cual  no  se  bfzo 
nada :  Porque  los  de  Trento  se  estaban  quedos 
esperando  á  los  de  Boloña ,  i  los  de  Boloña  espe- 


I  DB  80  SAUTIDAD.  547 

raban  á  los  de  Trento ,  i  asi  no  se  hizo  otra  cosa    Bn  muchat  te- 
en  esta  10  Sesión,  sino  una  prolongazion  para;í®°?*¡Í5*^/>W" 

j    o  .•      u         1        1  j •  «j     *  lio  de  Trento  00 

qiunze  de  Setiembre :  el  cual  día  reñido,  tampoco  se  biio  nada  por 

se  hizo  nada :   i  así  los  unos  por  los  otros,  ?'**  <*«  <!Sf« 
_      .  1  n       •!•  1  *•  vy    Mistteae  en  él. 

rompieron  el  Gonzilio  por  largo  tiempo.   En 

este  tiempo  murió  Paulo  III,  i  Julio  III  le  suzedió: 
el  cual,  á  importunazion  del  Emperador  (que  es- 
taba mui  mal  contento  de  la  translazion  i  dis- 
eontinuaziondel  Gonzilio),  mandó  que  la  siguiente 
Sesión  se  tuviese  en  Trento,  á  primero  de 
Mayo  de  1551 ,  en  la  cual  no  se  concluyó  otra 
cosa,  sino  que  la  12  Sesión  se  tuviese  en  el  pri- 
mer dia  de  Setiembre :  el  cual  dia  venido ,  tam- 
poco se  hizo  nada :  Porque  los  Perlados  aun  no 
eran  venidos.  En  la  13  Sesión  se  hallaron  se- 
senta  Obispos  i  cuarenta  i  dos  Theólogos.  En 
la  15  Sesión  no  se  hizo  nada.  En  la  16  Sesión 
no  se  concluyó  otra  cosa ,  sino  la  suspensión  del 
Oonzilio  por  dos  años.  I  asi  se  murió  Julio  III, 
Marzelo  II,  i  Paulo  cuarto ,  i  fué  elejido  Pió  IV, 
en  cuyo  tiempo  se  tuvieron  las  demás  Sesiones: 
el  número  de  los  Obispos  entonzes  creszió ,  el 
Gonzilio  se  acabó,  i  fué  confirmado  por  el  Pa- 
pa. Porque  sabed,  que  todo  cuanto  decreta  el  Gon- 
zilio no  vale  nada,  si  no  es  confirmado  por  el 
Papa.  Iten,  habéis  de  saber,  que  este  Gonzilio  se 
ha  sujetado  tanto  al  Papa ,  que  hizo  un  Decreto 
en  que  ordenó,  que  todo  cuanto  se  habia  ordena- 
do en  el  Gonzilio ,  se  entendía  con  tal  que  no  de- 
rogase á  la  autoridad  i  utilidad  del  Papa :  i  no 
solamente  el  Gonzilio  se  sujetó  al  Papa,  mas  aun 
á- cualquier  otro  Obispo.  I  asi  en  el  18  Decreto 
se  ordenó ,  que  los  Obispos ,  i  los  demás  á  quien 
pertenezería ,    pudiesen    dispensar    con    cual- 

36 


548  DB  LA  MISA 

quier  Decreto ,  ó  Decretos  deste  Gonzilio ,  con 
conozer  la  causa,  i  la  utilidad  requirírlo  así. 
Este  Decreto  fué  el  que  mas  contento  dio  á  los 
Eclesiásticos.  Porque  por  virtud  deste  Decreto 
todo  se  quedó  tan  puesto  del  lodo  como  antes 
se  estaba :  i  asi  no  se  reformó  nada.  Así  que  los 
señores  Eclesiásticos  tengan  buen  ánimo  i  alé- 
grense ,  porque  si  hai  alguna  cosa  en  este  Gon- 
zilio, que  les  paresca  demasiadamente  dura,  di- 
fícil ,  amarga  i  penosa ,  alégrense ,  digo :  porque 
fácilmente  con  dinero  habrán  díspensazion  del 
Obispo,  ó  del  Papa  por  virtud  deste  Decreto: 
la  cual  dispensazion  les  tomará  todo  tan  tierno 
i  muelle,  como  un  mollete,  i  tan  dulze  como 
la  miel.  Demás  desto ,  este  Gonzilio  no  fué  ad- 
mitido de  los  Reyes  de  Inglaterra ,  ni  de  Dina- 
marca, ni  de  los  prinzipes  Protestantes,  ni  de 
las  Repúblicas  de  Alemana ,  todos  estos  son  una 
buena  parte  de  la  Ghrístiandad  que  habita  en 
Europa.  Pero  diránme ,  que  estos  que  he  nombra- 
do, son  Herejes.  A  lo  cual  respondo:  que  silos 
tienen  por  Herejes ,  por  el  mismo  caso  los  ha- 
blan de  dejar  hablar  en  el  Gonzilio  Libremente 
lo  que  sienten.  Oído  lo  que  dizen,  debían 
disputar  con  ellos ,  i  convenzerlos  por  los  libros 
de  la  sagrada  Escritura,  i  por  lo  que  los  doctores 
t»rioí'!ie*¿^^^^^  antiguos,  rejidos  por  la  palabra  de 

darán  bien  de  ha- Dios,  creyeron  i  mantuvieron.  I  ya  que  dizen 
•abcnu'Escrííu- n"c  los  susodichos  Protestantes   son  Herejes, 
ra,  i  los  Padrea  i  ¿qué  me  dirán  délos  Reyes  de  Franzia,  á  loscut- 
?r??i¡w"*'^*'°' les  el  mismo  Papa  llama  Ghristianísimos,  por 
los  grandes  servizios  que  han  hecho  á  la  sede 
Apostólica ,  los  cuales  no  tuvieron  por  Gonzilio 
Jeneral   ni    Lejítimamente    convocado   á    este 


I  DB  SU  SAirriDÁD.  549 

de  Trento?  I  así  Franzisco  I  no  envió  al  Con- 
zilio  ningún  Perlado,  ni  Theólogo  de  todo  su 
Reino.  Ki  tampoco  su  hijo  Henrique ,  que  le  su- 
sedió  en  el  Reino ,  lo  tuvo  por  Gonzilio  Jene- 
ral :  como  se  prueba  por  la  protestazion  que  hizo 
este  Rei  por  su  Embajador  en  el  Gonzilio ,  año 
de  1551.  £1  cuento  es  este:  Jacobo  de  Amiot, 
Abad  de  Bellosana ,  Embajador  del  Rei ,  vino 
de  repente  á  Trento,  i  presentó  al  Gonzilio 
una  carta  de  su  Rei ,  cuyo  sobrescrito  dezia :  Á 
r  Asamblé  de  Trente  .*  quiere  dezir ,  á  la  Junta  de 
Trento.  Leido  este  sobrescripto ,  los  Obispos  Es- 
pañoles dieron  vozes,  diziendo,  que  la  tal  carta, 
pues  era  en  menosprezio  del  Gonzilio,  no  se 
debía  leer ,  ni  aun  abrir.  Mas  con  todo  esto ,  los 
demás  del  Gonzilio ,  después  de  haber  bien  debatí- 
do  el  negozio ,  concluyeron  que  se  debia  abrir  la 
carta  i  leer,  presuponiendo  que  el  Rei  Ghristia- 
njsimo  no  habia  usado  de  tal  sobrescrito ,  ni  por 
menosprezio  del  Gonzilio ,  ni  por  derogar  á  su 
autoridad ,  í  así  se  leyó.  La  suma  desta  carta  era, 
que  protestaba ,  como  ya  lo  habia  protestado  en 
RoiQa ,  que  él  no  podía  á  causa  de  la  guerra  en- 
▼iar  á  Trento  los  Obispos  de  su  reino.  Iten,  de-  EiBeideFran- 
zía,  que  él  no  tenia  á  este  Gonzilio  por  Jeneral,  conSiHo*TenerHi 
ni  por  Lejitimo ,  sino  por  una  Junta  particular,  ni  Lejiumo  ai 
convocada  por  el  provecho  i  utilidad  de  algu-  ^^  "^^^^^ 
DOS  particulares ,  i  no  por  el  bien  público  de  la 
Ghristiandad.  (Lo  cual  ha  de  ser  la  Prinzipal 
causa  de  convocar  Gonzilio. }  Que  él  no  piensa 
ser  obligado ,  ni  él ,  ni  sus  sujetos,  á  guardar  los 
Decretos  que  en  él  fueren  hechos  :  mas  que 
cuanto  á  esto  él  usara  de  los  remedios  ( si  los 
hubiera  menester)  de  que  sus  Antepasados  en 


5S0  DB  LA  MISA 

semejante  caso  habían  usado,  etc.  I  no  se  contentó 
el  Rd  de  Franzia  con  haber  hecho  esta  protes- 
tazion  en  Roma ,  á  en  el  Gonzílío  ,  mas  pasó 
aun  adelante,  i  envió  un  Embajador  llamado 
Marlot,  que  era  de  su  consejo,  á  la  junta  que 
tenian  los  Cantones  de  los  Suizaros  en  Bada, 
para  persuadirles  que  no  tuviesen  por  Gonzillo  á 
este  de  Trento ,  ni  hlziesen  ningún  caso  del.  Lo 
cual  él  persuadió  aun  á  los  mismos  Cantones, 
que  eran  Papistas.  También  los  Grisones ,  qat 
habian  enviado  al  Conziüo  á  Thomás  Planta,  ta 
Obispo ,  lo  hizieron  volver  á  casa ,  no  aprobando 
al  Conzilio.  No  dirán  Franzisco  i  Henríqoe  SQ 
hijo.  Reyes  de  Franzia,  ser  Lutheranoa ,  sino 
Christianísimos  (como  nuestros  adversarios,  iloi 
mismos  Papas  los  llaman) ,  los  cuales  no  tienen 
al  Conzilio  de  Trento  por  Conzilio,  sino  por 
una  junta  de  personas  particulares  para  su  pro- 
vecho particular.  £1  mismo  caso,  pues,  que  tan- 
tas naziones,  Reyes,  Prínzipes  potentísimos, i 
grandes  Repúblicas  déla  Europa,  no  solamente 
de  los  Protestantes ,  mas  aun  de  los  Papistas  («n 
pasar  á  los  Christianos  de  Asia  i  de  África ,  ée 
los  cuales  ninguno ,  que  yo  sepa :  ni  haya  leído,  se 
halló  en  este  Conzilio),  hizieron  deste  Conzilio, 
fiíGoittUioha  hazemos  nosotros:  i  asi  demandamos  Conzilio 
Lejittmo  1  Libre!  Jeneral,  Lejítimo  i  Libre,  donde  cada  uno  li- 
bremente pueda  hablar  lo  que  siente.  Examine 
i  juzgue  el  Conzilio,  i  no  solos  los  Obispos  (los 
cuales  solos  se  han  alzado  tiránicamente  contal 
voz  deliberativa), lo  que  cada  uno  dijere,  con- 
forme á  la  palabra  de  Dios.  Confiamos  que  lí 
hubiese  un  tal  Conzilio ,  Dios  nos  daría  boca  i  sa- 
biduría para  mantener  i  defender  nuestra  cansa, 


I  DB  SU  SÁRTIDAI).  551 

la  cual  es  8uya:  pues  es  la  verdad  infalible,  que 
su  Majestad  ha  revelado  en  su  sagrada  Escri- 
tura.  Cuanto  á  la  mentira  i  falsa  doctrina  de  la 
autoridad  del  Papa,  i  de  la  santidad  de  la  Misa, 
que  nuestros  contrarios  mantienen,  persiguiendo 
á  fuego  i  á  sangre  á  todos  aquellos  que  no  la 
creen,  ni  adoran,  i  por  esta  causa  revuelven 
todo  el  mundo  (como  el  dia  de  hoi  lo  vemos 
revuelto),  sabemos  de  zierto  que  perezerá :  confor- 
me aquello  que  el  Señor  dize :  Toda  planta ,  que 
no  plantó  mi  Padre  zelestial ,  será  desarraigada. 
Ya  vemos  la  hacha ,  que  es  la  palabra  de  Dios, 
puesta  á  las  raizes  de  los  dos  árboles ,  Papa  i 
Misa,  para  cortarlos. 

Suplico  al  Señor,  nuestro  Dios,  Ghristiano 
Letor,  que  os  ha  dado  deseo  i  voluntad  de  quere- 
ros informar,  i  saber  las  causas,  por  qué  no 
queramos  sujetarnos  al  Papa ,  ni  queramos  oír  su 
Misa ,  mas  antes  á  lo  uno  i  á  lo  otro  lo  deteste- 
mos ,  i  abominemos ,  le  plega  alumbrar  vuestro 
entendimiento,  para  que  comprehendais lo  que 
en  estos  dos  Tratados  se  ha  dicho  i  confirmado, 
no  por  dichos  de  hombres,  sino  del  mismo  Dios, 
de  su  sagrada  Escritura,  i  os  dé  tanto  ánimo  i 
esfuerzo ,  que  totalmente  podáis  salir  de  la  im- 
pla Babilonia  (que  es  Roma),  i  asi  librafos 
de  todas  las  enormes  abominaziones  ,  horribles 
superstiziones  ,  i  detestandas  idolatrías ,  que 
Roma  ha  inventado ,  entre  las  cuales  la  prin- 
zipal  es  la  Misa.  Estas  idolatrías  son  sin  duda 
ninguna  la  prinzipal  causa,  orijen  i  manantial 
de  todas  las  miserias,  calamidades  i  guerras» 
con  que  los  que  se  llaman  Ghristíanos ,  son  hoi 
dia  aflijidos.  Porque  si  Dios  castigó  en  la  primi- 


SS8  DE  LA  MISA 

Dios  easUffó,  i  Üia  Iglesia  con  enfermedades  í  con  muertes  á  los 
chos^auetodiS-  Corinthios,  por  los  abusos  que  hablan  ínlrodü- 
oameote  reilbeo  zido  en  la  santa  Zena ,  aun  tí  viendo  el  Apóstol 

«'    •!í"2SÍ*®;  San  Pablo,  los  cuales  él  cuenta  en  la  primen 
con    maertet    »-,..,  ,  .,  .,.  *^«_í 

con  oíros  castt-  Epístola  que  les  envío ,  ¿  que  diremos  que  hani 

9^'  ahora  este  mismo  Señor,  cuando  la  malizia,  ím- 

/;  Cor.,  XI.  piedad,  superstizion  I  idolatría  han  crezido  tanto, 
que  totalmente  han  convertido  la  santa  Zena 
del  Señor  (que  él  instituyó,  i  nos  mandó  que 
en  memoria  suya  la  zelebrásemos),  en  la  pro- 
fana Misa  del  Papa?  Zierto,  los  abusos  de  los 
Gorinthios ,  cuanto  á  la  Zena ,  no  tenían  que  ver, 
ni  con  mucho,  con  los  enormes  i  intolerables 
abusos ,  que  hoi  dia  cometen  en  su  Misa  los  que 
/,  Cor.  XI  so.  ^^  l^a^s'^  Ghristianos.  I  con  todo  esto ,  San  Pa- 
blo,  hablando  con  los  Gorinthios ,  les  dize :  Por 
lo  cual  hai  muchos  enfermos  i  débiles  entre  vos- 
otros, i  muchos  duermen  (quiere  dezir,  soQ 
muertos).  INo  hai,  pues,  por  qué  nos  marabillemos, 
si  Dios ,  fuerte  i  zelador  de  su  honra ,  castiga  boi 
dia  una  tal  idolatría ,  como  es  la  que  se  comete 
en  la  Misa ,  con  tantas  guerras ,  hambre  i  pestí- 
lenzia :  i  lo  que  peor  es ,  i  menos  se  siente ,  con 
reprobo  sentido.  I  no  hai  otro  medio ,  Christiano 
Letor ,  para  alcanzar  perdón  de  las  supersUzio- 
nes  i  idolatrías  pasadas ,  i  para  adquerir  i  con- 
servar la  grazia  de  Dios ,  de  la  cual  sola  debéis 
esperar  todo  bien  i  prosperidad ,  sino  procurar 
servirle  i  honrarle  por  todos  los  medios,  que 
os  serán  posibles ,  aplicándoos  con  todo  vuestro 
corazón  á  todo  aquello  que  le  plaze :  que  es  lo 
que  su  Majestad  ha  ordenado,  i  instituido  en  su 
santa  palabra,  huyendo  por  el  contrario  todo 
cuanto  le  podrá  desplazer,  i  ofender:  I  singa- 


I  DB  Sü  SáUTIDAD.  558 

larmente  todo  jénero  de  idolatría ,  que  él  abor- 
reze,  i  abomina  masque  á  todos  los  otros  pe- 
cados i  abominaziones :   1  como  tal  la  castiga 
(como  al  prinzípio  del  primer  Tratado  dijimos). 
Tal  es  la  Misa.  Huilda,  pues,  i  seguid  Insan- 
ia ínstítuzion  que  Jesu  Ghristo,   nuestro  Rei, 
Propheta  i  Sazerdote  summo  i  único ,  ordenó. 
Bata  es  la  santa  Zena,   como  lo  cuentan  los 
ETanjelistas  i  San  Pablo.  Hazed ,  pues ,  esto  que 
Jesu  Ghristo  ordenó ,  i  nos  mandó  que  hiziése- 
mos  en  memoria  suya  (como  por  la  misericor- 
dia de  Dios  con  toda  simplizidad ,  i  sin  ninguna 
superstizion  ni  idolatría  se  zelebra  en  nuestras 
Iglesias  reformadas),  i  azertaréis.  Todos  los 
qaeotra  cosa  hizieren,  errarán.  Dios  os  haga 
la  grazia  que  azerteis ,  para  que  no  seáis  jun- 
tamente con  este  mundo  condenado :  i  esto  haga 
por  la  virtud  i  mérito  del  sacrifizio  que  nuestro 
tamo  i  único  Pontífize  Ghristo  Una  sola  vez  le 
ofrezió.  Al  cual ,  que  vive  i  reina  con  el 
Padre  i  con  elEspíritu  santo,  sea 
eterna  gloria ,  i  perpe- 
tua  potenzia. 
Amen. 


5S4 


ENJAMBRE   DE  LOS   FALSOS    MILAGROS, 

I  ILUSIONES  DEL  DEMONIO ,  CON  QUE  HABÍA  DB 
LA  YISITAZION ,    PRIORA   DE    LA  ANXJNZIADA  DB 
LISBOA,  ENGAITÓ  i  HUÍ  MUCHOS:  I  DE 
CÓMO  FUÉ  DESCUBIERTA  I  CON- 
DENADA    AlKO     DE 
1588. 


JL  ARA  confírinazion  de  lo  que  tantas  vezes  ea 
estos  dos  Tratados  he  dicho,  que  los  Papistaa 
confírmaii  su  relijion  con  falsos  milagros  in?eiitt- 
dos  por  los  Eclesiásticos,  ó  hechos  por  arte dd 
Demonio ,  pondré  aquí  una  veríslma  historia,  que 
cuentan  dos  libros  papisticos ,  que  por  la  profi- 
denzia  de  Dios,  vinieron  á  mis  manos.  De  los  cot- 
íes con  toda  fidelidad  (como  aquel  que  ha  de  pare- 
zer  delante  del  juizio  de  Ghristo,  i  dar  cuenta,  no 
solamente  de  lo  que  ha  hecho  i  dicho,  mas  aun  de 
lo  que  ha  pensado),  he  tomado  lo  que  diré.  El  que 
no  me  diere  crédito ,  lea  los  dos  libros,  de  que  he 
tomado  lo  que  digo.  Los  autores  de  los  libros 
nombro ,  los  impresores ,  el  año  en  que  se  impri- 
mieron, i  dónde:  como  un  poco  mas  abajo  veréis. 
Bien  sé  que  nuestros  adversarios  querrían  enter- 
rar todas  estas  cosas :  porque  abren  puerta  á  los 
hombres  para  querer  entender  la  verdad :  i  yo  para 
que  la  entiendan ,  las  he  puesto  en  escrito.  £1  Se- 
ñor, que  sabe  mi  deseo ,  bendiga  mi  trabajo. 
No  teniendo  nuestros  advérsanos  firmes  pro^ 


DE  FÁU08  nLilGROS.  S55 

bas  para  confirmar  sus  nuevos  artículos  de  Fé, 
qae  han  hecho  (como  en  realidad  de  verdad  no 
las  hai),  hanlos  confirmado  con  sueños,  con 
finjídas  apariziones ,  i  visiones  de  phantasmas,  de 
espíritus f  i  de  ánimas,  que  han  venido  (como 
ellos  dízen)  del  otro  mundo.  I  por  cuanto  yo  he 
encontrado  con  un  nuevo,  grande  i  espeso  en- 
jambre de  tales  cosas ,  que  hallé  en  una  colmena 
portuguesa ,  parezióme  que  baria  bien ,  para  de 
veras  con  un  nuevo,  familiar  i  doméstico  ejemplo, 
que  son  los  que  mas  mueven ,  i  que  nadie  lo 
podrá  negar,  pues  acontezió  en  nuestra  Espa^ 
ña,  año  1588,  de  manifestarlo:  para  que  todo 
el  mundo ,  i  prinzipalmente  mis  Españoles ,  por 
los  cuales  he  tomado  la  pena:  los  acaben  de 
eoQozer,  i  conoziéndolos,  los  abominen,  i  así 
se  conviertan  á  la  santa  Fé  Gathólica,  i  ver- 
dadera relijion  de  Jesu  Ghristo,  que  está  escrita 
en  la  sagrada  Escritura.  Esta  colmena  es  María 
de  la  Vititazion,  Priora  del  Monesterio  de  la 
▲nunziada  en  Lisboa,  que  tan  tenida  fué  por 
Santa :  cuya  hipocresía  i  falsos  milagros  fueron 
descubiertos  i  condenados  públicamente ,  como 
veremos.  Oyendo  yo  mui  mucho  hablar  de  la 
gran  santidad,  admirable  vida,  1  marabiilosos 
milagros  desta ,  que  por  exzelenzia  llamaban  la 
santa  Monja,  advertí,  mis  Españoles,  en  un 
libro,  que  al  prinzipio  del  año  de  1588  publiqué, 
que  no  creyesen  de  lijero  lo  que  desta  Monja  se 
dezia.  Mis  palabras  son  estas,  páj.  419.  Otra 
Franzíscana  (había  de  dezir,  Dominicana)  se  ha 
pocos  años  ha  levantado  en  Lisboa,  que  dizen 
que  tiene  las  zinco  llagas  de  Ghristo ,  como  las 
tuvo  San  Franzlsco :  i  otras  muchas  cosas  dizen 


^56  EMÁUftB 

dclia.  Pero  al  tiempo  doi  por  te9tigo.  Ella  des- 
cubrirá 8U  hipocresía ,  como  las  demás.  En  d 
entretanto  no  creáis  de  Üjero  á  todo  espirito: 
mas  como  nos  avisa  San  Juan ,  cap.  ly,  ver.  t.* 
de  su  primera  Epístola,  probad  los  espíritus,  sisón 
de  Dios.  Porque  muchos  falsos  Prophetas  (como 
él  mismo  nos  avisa)  son  salidos  en  el  mundo, 
etc.  Dios  quiso  que  yo  escribiese  esto,  i  que 
lo  imprimiese  á  costa  de  dos  Ghristianos  mer- 
caderes  Flamencos,  los  cuales  por  el  granzelo 
que  tienen,  de  que  la  nazion  Española  partí* 
zipase  del  beuefizio  del  Evanjelio  reformado,  de 
que  Dios  ha  hecho  misericordia  á  otras  naziones, 
no  perdonaron  ni  á  costa,  ni  á  trabajo.  El  Se- 
ñor los  enriquezca  con  sus  dones  espirituales, 
i  les  augmente  la  íé.  Imprimióse,  pues,  esto  por 
dos  causas :  la  una ,  para  advertir  aquellos  que 
eran  de  Dios ,  que  no  se  dejasen  engañar  coa 
falsos  milagros :  la  otra ,  para  hazer  inescusables 
á  todos  aquellos  que ,  aun  con  toda  la  luz  dd 
Evanjelio ,  que  Dios  por  su  gran  bondad  ha  re- 
velado en  estos  nuestros  últimos  tiempos ,  creea 
á  la  mentira  confirmada  con  sueños,  i  con  falsos 
milagros:  i  no  al  Evanjelio  escrito  en  la  sagrada 
Escritura. 

El  que  es  de  Dios,  dize  el  Señor,  Juan,  yin,  47, 
las  palabras  de  Dios  oye.  Por  tanto,  estos  segmh 
dos  que  no  las  quieren  oir,  no  son  de  Dios. 
Su  Majestad,  si  los  ha  elejido  á  vida  eterna,  m 
los  ha  hecho  vasos  de  honra,  en  que  muestre  so 
nliserícordia ,  los  convierta :  i  si  son  vasos  de 
ira ,  preparados  para  muerte ,  los  confunda.  Mn- 
ehos  han  hablado  i  escrito  desta  Santa  Monja: 
pero  el  que   mas  de  propósito «   de  los  qoe 


DB  FALSOS  lOLAGROS.  557 

JO  he  oído,  ó  leido ,  ha  tratado  della ,  es  un  Este- 
han  de  Lusignan ,  fraile  Dominico :  el  cual,  reco- 
jíetido  todo  lo  que  pudo  haber  para  ensalzarla^ 
compuso  un  libro  en  Franzés,  que  dedicó  á  la  Reina 
de  Franzia ,  impreso  Ai  París  por  Juan  Bessaut, 
1586.  Al  prinzipio  del  libro  está  pintada  como 
Monja  Dominica ,  con  manto  negro ,  túnica  i  es- 
capulario blanco:  tiene  una  corona  de  espinas 
sobre  el  manto  en  la  cabeza,  el  cruzifijo  opuesto 
ea  alto  i  de  caida  hacia  ella,  con  los  rayos  de  las 
llagas  que  Tan  hasta  los  pies  i  manos  de  la  Mon- 
ja :  el  del  costado  viene  á  un  corazón ,  que  ella 
tiene  entre  los  dedos  de  la  mano  derecha :  tiene 
no  dragón  debajo  de  sus  pies,  un  fraile  Dominico 
está  hincado  de  rodillas  delante  de  ella,  i  un 
hombre  i  una  mujer  seglares.-  cuélganle  unas 
oaentas  al  lado  izquierdo.  £1  titulo  del  libro  es 

este  que  se  sigue. 

LOS 

Grandes  milagros ,  i  las  santísimas  llagas  que 
han  acontezido  á  la  reverenda  madre  Priora,  por 
el  presente,  año  de  1586,  del  monesterio  de  la 
Anunziada,  en  la  ziudad  de  Lisboa,  en  el  reino  de 
Portugal ,  de  la  orden  de  los  frailes  predicadores, 
aprobados  por  el  reverendo  padre  frai  Luis  de 
Granada ,  i  por  otras  personas  dignas  de  fé: 
eomo  se  verá  á  la  fin  del  discurso.  En  París ,  por 
Juan  Bessaut,  1586.  La  epístola  dedicatoria  dize 
desta  manera. 

jÍ  la  Christianisima  Reina  Luisa  de  Lorena^ 
Reina  de  Franzia,  espejo  de  toda  virtud, 
piedad,  i  dulzura,    salud. 
Madama ,  habiendo  yo  visto  á  vuestra  Majes- 
tad devotísima  del  santísimo    sacramento  del 


5M  BnjAHnB 

altar ,  y  del  anjéüco  Dotor  santo  Thomás  de 
Aquino ,  ea  cuya  capilla  habéis  insÜUiido  udí  io- 
leDe  prozesioa  todos  los  meses « lleTando  el  santi- . 
simo  sacramento ,  i  una  Misa  cantada  por  todos 
los  reüjíosos  de  nuestro  colejio :  i  habiendo  con- 
siderado á  causa  de  vuestra  resplandeziente  defo- 
zion ,  i  de  la  grandeza  de  vuestras  raras  Tirtodes»* 
i  perfeziones,  como  todo  hombre  bien  nazi- 
do  se  esfuerza  tanto  que  puede ,  á  os  oírezer 
cosas  mui  agradables,  yo  también  quise  enje- 
rirme  en  el  número  destos :  aunque  soi  el  menor 
dellos.  De  manera ,  que  habiendo  yo  hallado  al- 
gunos escritos  impresos  en  diversas  ziudades, 
ios  he  recojido  i  puesto  todos  juntos:  en  los 
cuales  he  hallado  los  mayores  milagros ,  i  efec- 
tos ,  que  jamás  en  nuestros  tiempos  Dios  to* 
do  poderoso  ha  obrado ,  en  la  persona  de  ima 
nobilísima,  virtuosísima,  i  relijiosisima  VíijcD^ 
la  madre  María  de  la  Visitazion ,  priora  de  la 
Anunziada  de  Lisboa,  en  el  Reino  de  Porto- 
gal  ,  devotísima  del  santísimo  sacramento ,  i 
del  dicho  Santo  Thomás  de  Aquino ;  por  coyos 
méritos  i  interzesiones  ella  ha  merézido  de 
haber  visiblemente  por  su  esposo  á  Jesu  Ghristo 
cruzificado ,  i  sus  cinco  santísimas  llagas ,  por 
medio  de  las  cuales  la  Majestad  divina  conti- 
nuamente haze  diversos  milagros  :  los  cuales 
humildemente  yo  ofrezco  en  este  libro  á  vuestra 
Majestad,  á  fin  que  tanto  mas  fervientemente 
siga ,  i  continúe  estas  sus  devoziones  que  ha  co- 
menzado ,  i  que  le  plaza  azeptar  á  esta  santísi- 
ma vírjen,  particular  sierva  de  nuestro  Señor, 
para  que  por  sus  méritos  i  interzesion  della 
vuestra  Majestad  alcanzo  lo   que  desea :  uj 


DB  FAL809  «LAGROS.  W9 

éoanto  á  lo  que  toca  á  todo  este  Reino ,  como 
también  á  toda  la  Ghristíandad.  Yo  de  mi  parte, 
Madama ,  raego  á  Dios  os  conzeda  lo  que  vues- 
tra Majestad  desea ,  con  una  muí  bienaventu- 
rada i  muí  larga  vida.  Del  convento  de  santo 
Domingo ,  de  París ,  á  20  de  Agosto ,  1586,  vues- 
tro humildísimo,  i  obedientisimo  servidor,  frai 
Esteban  de  Lusignan ,  de  la  orden  de  santo  Do- 
mingo. 

Este  Lusignan,  para  confirmazion  de  )o  que 
dJze ,  pone  tres  cartas.  La  primera  es  del  Pro- 
vtnzial  frai  Antonio  de  la  Zerda ,  enviada  á  frai 
Hernando  de  Castro ,  procurador  en  Roma  de  la 
dicha  provincia  de  Portugal ,  para  que  la  mos- 
trase al  Papa.  La  data  es  de  Lisboa,  14  de  Marzo, 
1584.  Esta  carta,  trasladada  en  Italiano,  se  impri- 
mió eo  Roma ,  i  en  Plazenzia ,  con  lizenzia  de 
la  santa  Inquisízion ,  i  después  fué  traduzida  en 
Franzés.  Todo  esto  dize  Lusignan.  Vengamos 
ahora  á  la  carta ,  que  se  había  de  mostrar  al  Papa, 
páj.  8,  dize. 

La  madre  María  de  la  Visitazion,  entró  de 
onze  años  en  el  monesterío  de  la  Anunziada,  i  de 
diez  i  seis  hizo  profesión :  en  el  cual  tiempo 
nuestro  Señor  Jesu  Ghristo  aparezió  visiblemente 
áestarelijiosa,  para  recompensarle  sus  méritos 
della,  i  la  tomó  por  su  esposa,  diziéndole las 
palabras  del  Propheta  Jeremías :  En  caridad  perpe-  Gap.  xxxi,  s. 
tna  te  amé,  por  tanto,  apiadándome  de  tí,  te 
he  atraído:  i  dende  esta  hora,  en  adelante,  él 
continúa  siempre  en  aparezerle,  conzediéndole 
muí  muchas  particulares  grazias  i  favores,  ha- 
blando i  conversando  familiarmente  con  ella, 
como  un  amigo  lo  haze  con  otro,  de  la  misma 


560  SRIAMBU 

manera  que  Dios  hablaba ,  i  platicaba  con  Moi- 
sen.  Él  le  aparezia  muchas  vezes  acompañado 
de  santos ,  i  de  santas :  como  de  María  Blagdi- 
lena  (porque  esta  relijiosa  era  muí  devota  de  h 
Magdalena,  i  la  solía  llamar  su  hermosa),  i  acom- 
pañado de  nuestro  padre  santo  Domingo ,  í  de 
Santo  Thomás  de  Aquino ,  de  santa  Catalina  de 
Sena ,  i  de  otros.  Otras  vezes  le  aparezia  solo  i 
mui  familiar,  i  le  ayudaba  á  dezir  las  horas  cañó- 
nicas ;  i  al  fin  de  cada  psalmo  ella  dezia :  Gloria 
patri ,  et  tibi ,  et  espiritui  santo.  Ó  como  dize 
fraí  Luis  de  Granada ,  et  tibi  filio ,  Q.  D.  Gloria 
al  padre,  i  á  tí,  su  hijo,  i  al  espíritu  Santo,  etc. 

Páj.  9,  dize:  Tenia  por  costumbre  de  co- 
mulgar ordinariamente ,  i  de  rezebír  á  su  cria- 
dor: i  en  este  tiempo  la  vían  las  otras  monjas 
arrebatada  en  espíritu ,  en  éxtasis,  por  luengo  es- 
pazio  de  tiempo ,  hasta  tanto  que  su  superior  la 
mandaba  ir  á  la  comunión  con  las  otras  relijio- 
sas.  I  entonzes ,  volviendo  en  si  i  obedientisíma, 
en  continente  se  iba  á  efectuar  este  aanto  mis- 
terio ,  etc. 

Páj.  10  ,  hablando  de  su  gran  caridad ,  cuenta 
un  milagro.  I  es ,  que  en  el  monesterio  habia  ana 
monja  mui  enferma ,  la  cual  tenia  esta  frenesia, 
que  en  ninguna  manera  quería  comer  vianda 
ninguna ,  pensando  que  toda  suerte  de  vianda 
estaba  emponzoñada  r  i  por  estar  tan  frenética, 
tenía  los  dientes  zerrados,  i  tenia  sus  labios  í 
enzias  cubiertos  de  inmundizia ,  t  suziedad. 
Esta  relijiosa  María ,  habiendo  compasión  de  la 
pobre  frenética ,  i  movida  de  una  ferviente  Cari- 
dad para  con  ella ,  se  la  fué  á  ver ,  i  rogándola 
que  comiese  de  un  pedazo  de  pan ,  que  le  pre- 


DE  FALSOS  MILAGROS.  561 

sentó,  la  aseguró  que  no  tenia  ponzoña  ningu- 
na. La  enferma  le  respondió:  Si  vos  coméis 
del  mismo  pan,  1  por  la  misma  parte  que  yo 
mordiere  con  mis  dientes  i  enzías  (que  estaban 
encanzeradas)  vos  mordierdes,  yo  creeré  que 
el  pan  no  tiene  ponzoña ,  i  que  es  buen  pan.  Ma- 
ría, llena  de  caridad  se  esfuerza,  i  con  un  gran 
corazón  por  no  vomitar,  le  prometió  de  hazer 
lo  que  ella  dezia :  tomó  luego  el  pan ,  i  mordió 
del  por  el  mismo  lugar  que  la  frenética  habia  mor- 
dido. I  esta  lo  hizo  con  un  alcgria  increíble :  lo 
cual  apenas  ella  habia  hecho,  cuando  nuestro 
Señor  Jesu  Ghrislo,  á  causa  desta  caridad,  se  le 
aparezió  á  la  dicha  María,  i  le  dijo :  á  causa  deste 
vuestro  acto  tan  caritativo,  yo  daré  salud  á  la 
enferma.  I  asi  la  enferma  sanó  de  su  enferme- 
dad ,  etc. 

Páj.  llf.díze:  Todas  las  vezes  que  estando 
en  el  monesterío  oía  la  campanilla  que  acom- 
pañaba al  santísimo  viático  de  nuestro  Señor, 
cuando  por  h  zíudad  lo  llevaban  á  los  enfer- 
mos ,  ella  se  prostraba  de  rodillas  en  tierra  con 
lágrimas ,  i  era  arrebatada  en  éxtasis ,  como  lo 
testifican  las  relijiosas  del  dicho  monesterío. 
Ella  es  tan  deseosa  i  hambrienta  deste  santísi- 
mo sacramento,  que  muí  muchas  vezes  Jesu 
Ghristo  se  apareze  visiblemente  á  ella:  i  él 
mismo  se  da  á  sí  mismo  á  esta  relijiosa.  El  miér- 
coles de  la  semana  santa  ella  se  fué  al  coro 
bajo,  donde  las  monjas  tienen  por  costumbre 
de  rezebir  por  una  ventana  la  santa  comunión 
de  las  manos  del  sazerdote ,  que  está  de  la  otra 
parte  de  fuera :  i  habiendo  todas  las  monjas  co- 
mulgado, i    viendo  que  no  quedaba   ninguna 


562  BHIAnttB 

hostía  consagrada  para  ella,  se  echó  en  orason 
implorando  con  lágrimas  la  grazia  de  nuestio 
Señor  Jesu  Ghristo,  á  fin  que  ella  hallase  medio 
para  comulgar,  etc.  I  un  poco  mas  abajo:  En* 
tonzes  el  sagrado  lugar  donde  se  guardaba  un 
tan  rico  tesoro ,  como  es  el  cuerpo  de  nuestro 
Señor  Jesu  Ghrísto ,  se  abrió  de  si  mismo ,  i  salió 
sin  ningún  ministerio  visible  una  de  las  formal 
consagradas:  la  cual  se  presentó  á  la  boca  de  la 
dicha  relijiosa:  la  cual  ella  rezibió  con  grandí- 
sima devozion  i  humildad.  Otro  semejante  mi- 
lagro le  acontezió  otra  vez  el  día  de  los  Ibo-^ 
zentes.  La  cual,  yendo  creziendo  siempre  en 
perfezion  i  virtud «  es  venida  á  un  tan  alto  estado, 
que  habrá  cuatro  ó  zinco  años  que  Jesu  Ghristt 
le  aparezió  cruzificado  resplandeziendo ,  dt 
cuyo  costado  derecho  salia  un,  rayo  de  fuego  qoe 
daba  en  el  costado  izquierdo  desta  relijiosa,  i 
estaba  enfrente  del  cruzifijo,  i  le  hizo,  i  dqó  en 
la  carne  della  una  marca  roja  del  tamaño  de  un 
golpe  de  lanza :  i  esta  llaga  se  abre  en  ziertos  diat, 
como  son  todos  los  viernes,  i  salen  deUa  zier- 
tas  gotas  de  sangre:  i  ella  dize  que  siente  un 
gran  dolor  en  la  dicha  llaga.  La  divina  Majestad 
ha  manifestado  estas  marabillas,  después  que  ella 
fué  hecha  priora ,  que  fué  año  de  1583 ,  al  pna- 
zipio  de  Julio ,  etc. 

Páj.  12.  Guando  ella  está  en  orazíon  en  la 
zelda  las  relijiosas  la  veen  zercada  de  resplan- 
dor, i  levantada  en  el  aire  con  gran  claridad 
que  sale  de  su  pecho ,  i  de  su  cara  que  sinifican 
la  gran  i  ferviente  caridad  i  amor  de  Dios  que  en 
ella  está.  Finalmente,  el  dia  de  Santo  Thomás 
de  Aquino,  á  siete  de  Marzo  de  1584 ,  ella  siendo 


DB  FALSOS  niLAGEOS.  &68 

de  antes  avisada  de  nuestro  Señor  Jesu  Christo, 
i4Íel  dicho  santo  Thomás,  comunicó  esta  visión 
con  su  provinziai,  i  siendo  exhortada'  del,  ella 
rezibió  por  espazio  de  nueve  dias  continuos  cada 
día  la  santísima  comunión  después  de  haberse 
confesado.  En  estos  dias  se  vieron  mui  muchos 
ÜBivores  de  Dios  con  mui  muchos  resplandores 
de  noche.  Estando  ella  en  orazion  en  el  coro  el 
dia  de  la  dicha  fiesta  de  santo  Thomás ,  después 
de  acabados  los  maitines,  entre  las  cuatro  i  las 
zinco  de  la  mañana  se  le  aparezió  Jesu  Ghristo 
resplandeziente,  cruzificado,  como  antes  se  le 
habia  aparezido  con  sus  zinco  santísimas  llagas.* 
salíanle  de  sus  pies ,  manos ,  i  costado,  rayos  de 
fuego ,  que  herían  las  manos ,  pies ,  i  costado  de 
esta  santa  relijiosa.  Las  llagas  i  marcas  queda- 
ron en  ella  mui  hermosas,  de  color  de  sangre, 
así  de  dentro  de  las  palmas  de  las  manos ,  i  de 
los  pies,  como  defuera,  correspondiendo  las  unas 
¿  las  otras ,  de  figura  redonda ,  como  de  un 
clavo.  I  el  costado  asimismo  estaba  marcado 
en  el  mismo  lugar  en  que  de  antes  ella  habia  sido 
herida :  pero  con  una  señal ,  ó  marca  mui  mas 
aparente.  Ella  confiesa  que  siente  grandísimos 
dolores  en  las  dichas  llagas ,  etc.  Al  fin  de  la  car- 
ta dize  el  provinziai  estas  palabras:  Yo  llevé 
conmigo  algunos  de  mis  relijiosos  para  que  pu- 
diesen dar  buen  testimonio  de  lo  dicho.  (I  nom- 
bre estos ) :  frai  Antonio  de  la  Zerda ,  provinziai 
de  Portugal  ( que  escribió  esta  carta ) ,  frai  Gaspar 
Leiton ,  néjente  del  Golejio  de  Lisboa ,  i  pre- 
dicador del  Rei,  frai  Luis  de  Granada,  frai 
Pedro  de  Somer ,  confesor  del  ilustrísimo  Don 
lienrique  Gardenal ,  i  que  después  fué  Rei  de 

37 


664  EKJAHBRS 

Portugal. 

La  segunda  carta  es  de  frai  Luís  de  Grana- 
da, enviada  al  Pajtriarca  de  Yalenzía.  La  data  es 
de  Lisboa  18  de  Marzo  1584.  Los  puntos  prin- 
zipales  son  estos.  En  la  pajina  16  del  libro  dize: 
Santo  Thomásle  aparezió  diez  días  antes  de  so 
fiesta,,  i  le  dijo  que  se  aparejase:  porque  el  día 
de  su  fiesta  nuestro  Señor  la  vendria  á  visitar,  i 
le  baria  una  grazia  i  favor  particular.  Conviene  i 
saber,  lo  de  la  impresión  de  las  zinco  llagas,  come 
se  ha  dicho  en  la  primera  carta,  etc.  Iten  dize:  Los 
dolores  le  duraron  zinco  ó  seis  días ,  durantes  los 
cuales  dias,  cuando  ella  daba  un.  paso  cami* 
nando ,  le  parezia  que  le  traspasaban  las  plantas 
de  sus  pies  con  clavos,  etc.  I  páj.  i 8  dize:  na 
miércoles  de  las  tinieblas  ella  estaba  en  el  tata 
con  un  gran  deseo  de  comulgar,  en  frente  ée 
una  ventana  por  la  cual  las  relíjiosas  comulga- 
ban :  al  opuesto  de  la  cual  estaba  un  altar  donde 
reposaba  el  cofrezito  del  santísimo  sacram^Uo: 
porque  el  altar  mayor  estaba  ocupado  con  d 
sepulcro,  ó  monumento,  que  en  él  se  hazia. 
Entre  estas  i  estas ,  ella  vido  abrirse  el  cofrezito, 
i  salir  dél  una  hostia  consagrada ,  la  cual  devo- 
tisimamente  ella,  rezibió,  etc.  I.  páj«  19.  EUa 
me  ha  dicho ,  que  después  de  siete  años  á  esta 
parte  siente  en  su  cabeza  todos  los  jueves  á  la 
hora  del  Ave  María,  todos  los  dolores  de  la  coro- 
na de  espinas :  tanto ,  que  la  sangre  le  sale:  i  tie- 
ne en  su  ca.beza  unos  pequeños  agujeros,  i 
punzadas  de  las  dichas  espinas ,  i  le  duran  los 
dolores  hasta  el  viernes  á  la  misma,  hora:  una 
vez  ella  tenia  grandísimo  deseo  de  comulgar 
(como  ella  mui  muchas  vezes  lo  tiene).  .Esta  vez 


DE  FALSOS  MILAGROS.  506 

ella  Tído  en  espirita  á  S.  Juan  Evanjelista  zek- 
brar.  Siendo  acabada  la  Misa,  vino  del  altar  una 
hostia  consagrada.  Entonzes  ella  volviendo  en 
sí  (porque  estaba  arrebatada  en  espíritu ),  se  ha- 
lló que  tenia  la  dicha  hostia  en  su  boca ,  etc.  Todo 
esto  que  he  escrito  (Dizefrai  Luis  de  Grana- 
da)^ ella  misma  meló  ha  contado:  I  seria  me- 
nester escrebir  mui  mucho  para  contar  todas  las 
cosas  maravillosas  que  nuestro  Señor  obra  en 
esta  mui  bienaventurada  ánima,  etc. 

La  terzera  carta  es  del  mismo  provinzial  frai 
Antonio  de  la  Zerda,  enviada  á  frai  Hernando 
de  Castro,  procurador  en  Roma  de  la  provinzia 
de  Portugal.  La  data  es,  de  Lisboa,  30  de  Mar- 
zo ,  15S5 ,  dize  desla  manera. 

Después  que  vuestra  reverenzia  se  partió  desta 
ziudad,  ha  plazido  á  nuestro  Señor  de  mos- 
trar de  día  en  dia  mui  mas  manifiestamente, 
cuánto  la  Priora  de  la  Anunzíada  le  sea  agrada- 
ble. Porque  infinitos  son  los  milagros ,  así  cor- 
porales ,  como  espirituales ,  que  por  medio  della 
él  ha  hecho  en  estas  partes.  Lo  cual  ha  sido  cau* 
sa  que  mui  muchos  caballeros  se  han  movido  á 
meterse  frailes :  á  los  cuales  yo  por  mis  manos 
les  he  dado  el  hábito.  La  fama  de  los  cuales 
milagros  se  ha  tendido  tanto ,  que  ha  venido  hasta 
los  Moros ,  que  moran  en  Alvaladí :  que  es  un 
castillo,  tres  leguas  de  Lisboa.  Tres  de  los  cuales, 
porque  parezia  que  la  hora  de  tornarse  Ghristia- 
nos  se  azercaba,  deseaban  estrañamente  ver  á 
la  Priora.  Porque  no  podían  creer  tantas  mara- 
Tillas  como  della  se  dezian.  I  dende  entonzes  el 
espíritu  santo  interiormente  los  movia ,  i  provo- 
caba ,  enzendiendo  mas  i  mas  en  sus  corazones  el 


566  JUaUOMM 

deseo  de  ver  á  la  dicha  sierva  de  Dios.  I  tanto 
les  crezia  de  día  en  día  este  deseo «  qae  mi  ék 
muí  de  mañana ,  se  partieron  todos  tres  de  Aiv»- 
ladí  para  esta  ziudad  de  Lisboa ,  sin  qae  ninguno 
dellos  se  descubriese  al  otro ,  i  rae  Tinlfiron  á 
hallar  en  este  convento ,  diziendo,  que  ellos  no 
sabían  qué  fuese  lo  que  interiormente  los  mo- 
Tiese  i  abrasase ,  con  un  tan  ferviente  deseo  de 
▼er  á  la  Priora.  I  en  el  entretanto  que  uno 
dellos  me  dezia  estas  cosas «  veis  aquí  que  viene  d 
segundo ,  i  después  el  terzero.  I  cuando  ellos  se 
bsÜaron  todos  tres  juntos «  entendieron  que  to- 
dos demandaban  una  misma  cosa.  Ellos,  viiéDdose 
inflamados  de  un  mismo  deseo ,  quedaron  en 
gran  manera  atónitos.  Yo,  viendo  que  esto  proso- 
dia de  un  movimiento  del  Espíritu  santo,  i  no 
de  curiosidad ,  como  algunos  querían  presumir, 
los  llevé  al  monesterio  de  la  Anunziada,  i  me 
voi  al  parlador,  i  de  alli  envió  á  dezir  á  la  Prio- 
ra, que  yo  la  quería  hablar,  sin  darle  á  ^tendor 
la  causa  por  que  la  hazla  llamar.  Luego  al  mo- 
mento ella  vino :  los  tres  Moros  estaban  cabe  ni 
cuando  hablábamos.  Ella  alzó  su  vdo  paralia- 
blarme.  Los  tres  Moros  á  gran  pena  la  habíiD 
visto ,  cuando  cayeron  en  tierra  de  bruzas.  I  esto 
fué  de  tal  manera,  que  fué  menester  que  algu- 
nos, que  se  hallaron  alli  presentes,  los  ayuda- 
sen á  levantar.  Gomo  se  levantaron :  volviáidoli 
otra  vez  á  mirar,  se  hincaron  de  rodillas 
dezir  palabra.  Sino  que  se  lamentaban  sin 
teniendo  un  gran  espazio  de  tiempo  los  ojos  tija*- 
dos  en  la  Priora.  I  como  yo  les  dijese :  ¿  Cómo 
no  hablaban  á  la  Priora?  Respondieron,  que  viso 
en  ella  cosas  tan  grandes  i  tan  admirables,  que 


DE  FALSOS  MILAGROS.  567 

no  iMbían  qué  se  hablar.  Habiendo  ellos  dicho  esto, 
rogaron  á  la  Priora ,  que  hiziese  que  aquel  que 
estaba  cabe  ella  los  baptizase.  Ella  les  respondió, 
que  si  querían  ser  baptizados ,  que  allí  estaba  yo 
presente,  que  los  haría  luego  baptizar :  añidiendo 
á  lo  dicho ,  que  esto  seria  muí  agradable  á  su  es- 
poso. Pasado  esto ,  yo  me  volví  trayendo  conmigo 
á  los  Moros  á  mi  convento,  aunque  con  gran 
tristeza  delios :  porque  no  quisieran  apartarse  de 
la  Priora.  De  todo  lo  cual  yo  advertí  al  Arzo- 
bispo :  el  cual  en  continente  envió  por  los  Moros: 
i  yo^  acompañado  de  algunos  padres ,  se  los  llevé. 
Uegados  que  fueron  ,  confesaron  en  nuestra 
presenzia  al  Arzobispo,  que  habían  visto  cabe 
la  Priora  á  Jesu  Ghrísto  en  forma  humana  puesto 
en  la  cruz.  El  cual  milagro  ha  sido  tan  admirable, 
que  la  fama  se  ha  tendido  por  todo  el  reino :  i  son 
venidos  á  esta  ziudad  una  gran  multitud  de  pue- 
blo para  verlos  baptizar.  £1  Arzobispo  mandó  á 
la  Priora  que  ella  les  diese  los  nombres.  La  cual, 
mandándoselo  yo ,  se  los  dio.  Al  primero  llamó 
Manuel,  al  segundo ,  Juan ,  i  al  terzero ,  Tomás. 
Los  cuales  fueron  baptizados  en  esta  casa ,  i  se 
están  con  nosotros. 

£1  segundo  milagro  que  cuenta  el  provínzial 
es  este :  Había  una  señora  de  calidad ,  la  cual 
tenia  cánzer  en  un  labio :  Esta  Señora ,  hablando 
eon  ana  doña  Yizenzia ,  lexlíjo,  que  el  siguiente 
día  le  habían  de  cortar  el  cánzer:  la  doña  Yizen- 
zia«  movida  de  compasión,  le  dio  una pezezita  de 
lienzo,  que  la  Prioi%  solía  traer  sobre  su  costado: 
diziéndole ,  que  se  la  pusiese  sobre  su  cánzer ,  por- 
que esperaba  en  Dios  que  cuando  se  lo  cortasen, 
00  sentiría  algún  dolor ,  etc.  La  Señora  lo  hizo 


55B  BIIJAMBIK 

así.  I  con  gran  devozion  prometiendo «  que  si 
esto  le  hazía  tanto  bien ,  que  cuando  le  cortasen 
el  cánzer ,  ella  no  sintiese  dolor ,  que  ella  pnbU- 
caria  cuanto  pudiese,  que  Dios,  por  los  méritos 
de  su  sierva  la  Priora ,  le  había  otorgado  esta  tas 
singular  i  admirable  merzed.  Esta  simplizídad 
no  desplugo  á  Dios :  mas  antes  le  conzedió  mas 
que  ella  había  demandado.  Porque  levantándose 
el  día  siguiente  por  la  mañana ,  se  halló  sana  i 
sin  señal  ninguna  de  que  hubiese  tenido  cánzer, 
ni  mal  ninguno ,  etc.  I  un  poco  mas  abajo.  De 
todo  esto  se  hizieron  instrumentos  por  auto  de 
escribano  público  por  mandado  de  la  ilustrisínia 
señoría  del  Cardenal. 

El  terzer  milagro  que  el  provinzial  cuenta,  es: 
Ana  Rodríguez  del  Gruzifijo ,  de  la  terzera  orden 
de  San  Franzisco,  traía  consigo  dos  *pezezitas 
de  una  cruz  de  palo  que  la  Priora  le  habia  dado. 
I  como  ella  fuese  á  visitar  un  enfermo ,  que  es- 
taba desahuzíado  de  los  médicos,  el  enfermo 
demandó  á  beber  un  poco  de  agua.  La  Ana 
tomó  una  porzelana ,  i  echó  agua  en  ella :  i  des- 
pués ,  en  presenzia  de  todos ,  tomó  una  pezezUa 
de  la  cruz  que  la  Priora  le  habia  dado,  i  haziendo 
la  señal  de  la  cruz,  la  echó  en  la  porzelant. 
La  pezezita  se  fué  luego  al  fondo ,  i  se  poso 
enhiesta  i  derecha ,  como  una  candela  en  el  can- 
delero.  Dio  á  beber  desta  agua  al  enCra'mo:  i 
luego  comenzó  á  hallarse  mejor : !  demandó  qué 
era  lo  que  le  habían  dado  que  tanto  bien  le  habia 
hecho.  Después  que  le  díjeftn  lo  que  pdsaba, 
rogó  que  le  diesen  á  beber  mas  agua  que  an- 
tes. Entonzes  le  echaron  mas  agua  en  la  po^ 
zelana :  en  la  cual  aun  estaba  la  pezezita  de 


DB  F4LS08  MILAGHOS.  569 

la  cruz.  Ana  Rodríguez ,  pensando  que  el  enfermo 
se  había,  bebiendo,  tragado  la  dicha  pezezita, 
echó  otra :  la  cual  también  se  fué  al  fondo ,  i  lle- 
gándose á  la  otra,  que  estaba  enhiesta  en  la 
porzelana ,  se  pegó  i  juntó  con  ella ,  de  tal  manera, 
que  dellas  dos  se  formó  unu  muí  linda  cruzezita: 
la  cual  movia  á  muí  gran  devozion  á  todos  aque- 
llos que  la  vian.  El  enfermo ,  apenas  había  bebido 
la  segun(^a  vez  del  agua,  cuando  luego  fué 
guarido  i  sano,  i  al  terzero  día  se  IcTantó  de 
su  i^ma,  i  se  fué  á  pasear  por  la  ziudad.  De 
esto  también  se  hizo  informazion  por  mandado 
del  ilustrísimo  Legado.  Yo  podría  (dize  el  Pro- 
▼ínzíal)  aun  contar  otras  muchas  semejantes 
cosas ,  etc.  Por  conclusión  pone  frai  Esteban  de 
Losignan  esto : 

Los  diez  particulares,  i  prinzipales  enseñamientos 
que  sacamos,  destos  maravillosos  efectos  con- 
tados en  estas  letras  misivas. 

1.*    Los  verdaderos- relijiosos ,  i  relíjiosas  son 
mui  agradables  á  Dios.  - 

2.*    La  santa  obedienzía  es  meritoria ,  i  la  Ca- 
ridad ,  humildad ,  i  simplizidad  de  vida. 

3.*    La  vírjinidad  eS  mui  agradable  esposa  de 
nuestro  Señor  Jesu  Ghristo. 

4.*    Es  menester  reverenziar  i  honrar  la  santas 
imájines. 

5.*    Los  Santos  i  Santas  de  paraíso  8(fti  inter- 
zesores ,  i  abogados  por  nosotros. 
•  6.*    iSs  menester  reconozer  la  verdad  dd  san- 
tísimo sacramento  del  altar. 

7.*    A  Dios  le  plaze  que  un  tan  grande  sacra- 


570  BHIÁMBRB 

mentó  se  reziba  machas  vezes. 

8.*  No  se  paeden  alcanzar  los  dones  i  graxias 
de  Jesu  Ghristo,  sin  dolores  ,  oraziones  i  defo- 
ziones. 

9.*  La  pasión  i  muerte  de  Jesa  Ghristo  nos  es 
provechosa  mediantes  nuestras  obras. 

10.  Los  milagros  se  han  siempre  coatinuado 
en  la  Iglesia  Gathólica «  Apostólica ,  Romana. 

Al  fin  deste  libro  de  la  Santa  Monja  estaba 
esto. 

Nuestro  santo  Padre  Sisto  quinto,  por  la  deTo- 
zion.  i  suplicazion  del  Reí  muí  Gathálico  de 
España ,  ha  ordenado  de  formar  el  prozeso  de  los 
milagros  de  Frai  Luis  de  Beltran  de  Aragón,  de 
la  orden  de  los  Frailes  de  santo  Domingo,  para 
lo  poner  en  el  número  i  catálogo  de  los  Santos 
i  bienaventurados.  Los  cuales  serán  otros  tales 
como  los  desta  Santa  Monja, 

Todo  lo  que  he  dicho  es  sacado  del  libro  Fran- 
zés  que  Frai  Esteban  escribió  en  loor  desta  santa 
Monja.  La  fama  de  la  santidad  desta  Monja  era 
tan  zélebre ,  que  el  Gardenal  Alberto ,  Austríaco, 
envió  una  informazion  al  Papa  Sisto  qointo ,  il 
cual  el  Papa  escribió  esta  carta  que  se  ngtte  tras- 
ladada de  Latin.  * 

Leímos  mui  alegremente  lo  que  procorasles 
escrebir  de  las  Yírtudes  de  la  Priora  del  Moneste- 
rio  de  la  Anunziada  de  la  santísima  Víijen  María, 
i  de  los  grandes  benefízios  que  Diosle  ha  heelio. 
Rogamos  á  la  divina  bondad  que  de  dia  en  día 
la  haga  mas  digna  de  su  grazia,  i  la  enriqaezea 
con  sus  dones  zelestiales,  para  gloria  de  SQ 
nombre,  i  alegría  de  sus  fieles.  Dada  en  Ko- 


DE  FAL806  MILAGROS.  571 

en  santa  María  con  el  anillo  del  pescador  á 
diez  de  Setiembre  1584,  i  de  nuestro  Pontifi- 
cado, etc.  Antonio  Prueba  Badulini ,  suscribió. 

Fraí  Juan  de  Pineda ,  en  su  libro  que  intituló  Lib.  xxii,  cap. 
Monarckia  EcU»iá»tica ,  impreso  en  Salamanca  ^^i  S^i'* 
por  Juan  Fernandez «  haziendo  menzion  de  las 
Santas  que  han  tenido  las  llagas  de  Ghristo,  nom- 
bra á  esta  María.  I  así  dize:  Año  de  1380  murió 
la  gloriosa  Santa  Catalina  de  Sena ,  cuya  maravi- 
llosa vivienda  escriben  S.  Antonio  i  Raimundo 
Gapuano:  i  aunque  ambos  dizen  que  le  fueron 
Impresas  las  llagas  de  nuestro  Redemptor ,  S.  An- 
tonino  afirma ,  que  á  petizion  de  la  santa  no  se 
mostraron  en  su  cuerpo,  mas  de  cuanto  á  sufrir 
increíbles  dolores.  I  Juan  Brugmano  escribe,  que 
la  Viíjen  santa  Liduvina  rezibió  las  plagas  del 
Redemptor:  sino  que  la  Virjen  suplicó  á  Dios  se 
las  encubriese ,  por  huir  el  aplauso  del  mundo : 
i  luego  crezió  el  cuero ,  i  cubrió  las  llagas.  Lo- 
renzo Surio  dize  de  la  santa  Virjen  Gertrudis 
de  Estén ,  que  en  el  año  de  mil  i  trezientos  i  cua- 
renta en  el  viernes  de  la  cruz  rezibió  las  Plagas, 
qoe  por  muchos  dias  corría  siete  vezes  sangre 
dellas  cada  día.  En  este  tiempo  se  dize  pública- 
mente, i  hai  retratos  della,  que  en  Portugal  hay 
una  relijíosa  de  la  orden  de  santo  Domingo  ,  que 
tiene  las  llagas  de  nuestro  Redemptor.  Hasta  aquí 
fm  Juan  de  Pineda.  El  mismo  autor,  part.  3.', 
Ub.  XXII,  cap.  23,  §  III,  afirma  por  cosa  mui 
averiguada,  que  su  San  Franzisco  tuvo  las  llagas 
ée  Jesu  Ghristo.  Gomo  mas  abajo  veremos. 

A  este  propósito  de  los  que  tuvieron  las  zinco 
plagas,  contaré  una  historia  admirable,  de  la 
eual  hazen  menzion   mui  muchos  de  nuestros 


572  ENJAMBRE 

adversarios,  que  la  escribieron  así  en  Alemaif 
como  en  Latín ,  en  verso  i  en  prosa.  Los  Frailes 
Dominicos  siempre  han  tenido  una  zierta  emala- 
zion ,  invidia ,  i  odio  con  los  Franziscos.  Porqae 
siendo  ambos  Mendicantes ,  no  pueden  bien  con- 
▼enir  entre  sí.  Acontezió,  pues«  en  Berna ,  qae 
es  uno  de  los  treze  Cantones  de  los  Suízaros, 
año  1507,  que  los  Franziscos  fuesen  mui  mas 
eslimados  i  acariziados  que  los  Dominicos.  Lo 
cual  los  Dominicos  sintieron  mui  mucho ,  i  ad 
consultaron  en  poner  remedio  á  tanto  mal.  Cua- 
tro de  los  prinzípales  de  su  orden  vinieron  á 
entender  las  causas  por  qué  los  Franziscos  les 
fuesen  preferidos.  Demás  de  otras ,  estas  dos  que 
diré,  hallaron  serlas  prinzipales.  La  primera,' 
que  San  Franzisco  tuviese  las  llagas  de  Ghristo: 
la  otra ,  la  reñida  cuestión ,  •que  entre  ellos  i  los 
Franziscos  había ,  si  la  santa  Vírjen  haya  sido 
conzebida  en  pecado,  ó  no.  Los  Dominicos  lo 
afirmaban,  los  Franziscos  lo  negaban.  Foresta 
causa ,  el  vulgo,  movido  de  una  loca  devozion,  i 
de  un  zelo  sin  szienzia ,  amaba  mucho  á  los  Fran- 
ziscos ,  i  no  hazia  caso  de  los  Dominicos.  Enten- 
diendo, pues,  los  Dominicos  la  causa  de  su  tan 
gran  mal ,  el  remedio  que  pusieron ,  fué  este.  To- 
maron un  simple  fraile ,  que  en  su  convento  tenían, 
mozo.santuchado,  ó  santón,  i  embabúcanlo  de 
tal  manera  con  muchas  persuasiones,  i  dánle 
unos  ziertos  bebedizos,  que  el  poco  entendi- 
miento que  tenia  se  lo  acabaron  de  quitar  áá 
todo.  Márcanle  lo  mejor  que  pudieron  las  zinco 
plagas,  házenle  creer  (i  el  tonto  a3í  lo  creyó) 
que  verdaderamente  las  tenia,  como  las  tuvo 
San  Franzisco.  I  no   paran  en   esto :  házeo- 


DE  FALSOS  MILAGROS.  573 

le  creer  que  la  santísima  vjrjen ,  Santa  Bárbara ,  i 
Santa  Catalina  de  Sena  se  le  aparezen  i  le  revelan 
grandes  cosas :  házenle  creer ,  que  Santa  María 
le  dio  la  hostia  'consagrada  roja ,  i  que  le  pre- 
sentó la  sangre  de  Ghristo ,  i  que  le  mandó ,  que 
se  fuese  al  Cabildo,  ó  Senado,  i  dijese  lo  que 
ella  le  había  mandado.  I  entre  otras  cosas  esta 
era  una ,  que  la  Santa  vírjen  había  sido  conze- 
bida  en  pecado :  i  que  por  esta  causa  en  ninguna 
manera  debían  permitir  que  los  Franziscos  habi- 
tasen en  su  ziudad :  porque  demás  de  ser  unos 
perdidos  i  sin  reformazion  ninguna ,  enseñaban 
un  gran  error ,  que  en  ninguna  manera  se  debía 
de  sufrir,  que  la  Santa  vírjen  haya  sido  conzebida 
sin  pecado.  Díjoles  también ,  que  honrasen  muí 
mucho  una  zíerta  imájen  de  la  santa  vírjen, 
la  cual  sus  frailes  por  una  zierta  arte  habían  he- 
cho que  destilase  gotas  por  sus  ojos ,  como  si 
llorase. 

Todo  esto  al  prinzipio  se  creyó,  aquella  san- 
gre roja  fué  adorada ,  como  verdadera  sangre 
de  Chrísto ,  í  fué  enviada  ,  como  un  incompara- 
ble tesoro,  á  grandes  señores.  Hubo  gran  con- 
curso á  la  imájen  que  lloraba ,  etc.  De  tal  manera 
los  Dominicos  supieron  traer  el  agua  á  su  molino, 
que  ellos  solos  eran  tenidos  por  santos,  i  así 
se  llevaban  todas  las  limosnas,  í  devoziones 
del  pueblo,  i  los  pobres  Franziscos  estaban  al 
rincón ,  que  nadie  hazia  cuenta  dellos.  Viéndose, 
pues ,  los  Franziscos  tan  menospreziados ,  i  en- 
tendiendo (como  jente  tan  bien  ejerzitada  en 
falsos  milagros,  como  los  Dominicos,  i  los 
demás  eclesiásticos  papistas)  la  astuzia  i  engaño 
de  los  Dominicos,  pusieron  gran  dilijenzía  en 


574  BNJAMBKB 

descubrir  la  bellaquería.  Al  fin  tanto  hizieroi, 
que  se  descubrió.  Los  cuatro  prínzipales  autores 
desta  trajedia  fueron  quemados  año  f509.  Los 
demás  fueron  perdonados.  Aquellos  engañado- 
res, que  tan  desvergonzadamente  se  hazían  baria 
de  la  relljion  ,  confesaron  en  el  tormento  mvá 
grandes  abominazíones  fuera  de  las  dichas  (co- 
mo los  mismos  papistas ,  que  escribieron  esta 
historia,  lo  testifican),  en  las  cuales  el  Papa, 
enviando  para  este  propósito  un  Legado ,  poso 
silenzio:  porque  se  temió  de  perder  sus  ecle- 
siásticos ,  que  tanto  servizio  le  han  hecho ,  i  ha- 
zen  con  sus  falsos  milagros.  Porque  bien  en- 
tiende el  Papa  sus  superstiziones ,  i  idolatrías, 
de  que  su  relijion  está  llena,  haber  sido 
inventadas ,  ó  por  lo  menos  confirmadas ,  con 
semejantes  engaños  de  finjidas  apartziones  i 
revelaziones  i  de  falsos  milagros.  En  este  sen- 
tido reprobo  ios  deja  Dios  caer,  por  ellos  no 
leer  la  Escritura  sagrada  :  que  es  la  única  regla 
de  bien  vivir ,  i  de  servir  á  Dios ,  como  su  Majes- 
tad quiere  ser  servido.  Pero  volvamos  á  nuestra 
santa  Monja ,  la  cual  hasta  ahora  va  navegando 
felizisimamente  con  viento  en  popa ,  i  puesta 
en  lo  mas  alto  de  la  rueda  (que  los  Jentilet 
dezian)  de  la  Fortuna,  es,  tanto  que  ftié  po- 
sible, estimada  i  venerada  de  chicos  i  grandes, 
asi  en  Portugal,  como  fuera  del.  ¡Oh,  cuántas  vezes 
se  dijo  della.  Bienaventurado  el  vientre  que  te 
trujo ,  i  las  tetas  que  mamaste!  No  le  íaltó  para 
del  todo  ser  bienaventurada  en  este  mundo ,  sino 
que  se  muriera  entonzes.  ¡  Oh  qué  gran  santa  tu- 
viera el  infierno  1 1  Oh  qué  gran  santa  ha  perdido 
la  Iglesia  Romana !  Ahora  que  habernos  oído  el 


DE  FALSOS  MILA6B0S.  575 

Pro,  oigamos  el  Contra.  A  esta  esposa  de  Jesu 
Ghnsto,  tan  santa,  tan  caritativa ,  i  tan  milagro- 
sa, quiso  el  verdadero  Jesu  Ghristo  (no  su  esposo, 
que  era  el  diablo) ,  que  se  le  quitase  la  máscara  de 
hipocresía  con  que  cubria ,  i  encubria  todas  sus 
abominaziones ,  bellaquerías ,  superstiziones ,  i 
idolatrías.  I  asi  al  fin  del  año  de  1588,  que  fué 
el  admirable  año ,  fué  condenada :  como  lo  testi- 
fica un  libro ,  que  al  prinzipio  del  año  siguiente, 
que  fué  de  1589 ,  se  imprímió  en  Sevila:  del  cual, 
palabra  por  palabra  he  sacado  lo  que  contra  ella 
diré,  su  titulo  es  este : 

Relazion  de  la  santidad  i  llagas  de  la  madre  Ma- 
ría de  la  Visitazion,  Priora  que  fué  dele  Anun- 

'  ziada  de  Lisboa ,  i  lo  que  fué  declarado  en  la 
sentenzia  que  se  dio. 

río  pondré  todo  el  libro  ;  sino  del  tomaré  los 
prínzipales  puntos  para  mi  propósito.  Comien- 
za, pues:  Habiéndose  cometido  á  los  reveren- 
dísimos 1  llustrisimos  Arzobispos  de  Lisboa ,  i 
de  Braga,  al  Obispo  de  la  Guardia ,  al  provinzial 
de  la  orden  de  santo  Domingo ,  i  á  los  Inquisi- 
^es  desta  ziudad  de  Lisboa,  i  al  doctor  Paulo 
Alfonso,  del  consejo  de  su  Majestad,  la  averigua- 
Zion  de  las  llagas ,  i  santidad  de  María ,  Priora 
de  la  Anunziada ,  de  la  orden  de  santo  Domingo, 
los  dichos  señores  fueron  al  monesterio  sobre 
ia  dicha  averíguazion  i  examen  ,  por  testimo- 
nio de  muchas  monjas  del  dicho  monesterio, 
las  cuales  conformes  declararon  que  la  san- 
tidad de  la  Priora  era  fínjida ,  i  las  llagas  pin- 
tadas. I  acabada  la  informazíon  ,  fué  llevada 
ante  ellos  la  dicha  Príora ,  i  la  mandaron  jurar 


576  BNJAMBRE 

sobre  un  libro  misal,  i  un  Ghristo  cruzifícado, 
que  diria  verdad  de  lo  que  le  fuese  pregunta- 
do: i  si  la  dijese,  que  le  ayudase  Dios:  1  si  no, 
que  la  llevase  el  diablo.  Que  ¿cómo  dezia  que 
habia  visto  á  la  madre  de  Dios  muchas  veces? 
I  que  ¿cómo  tenia  las  llagas?  Respondió  por  el 
juramento  que  habia  hecho:  Que  entró  en  el 
monesterio  de  nueve,  ó  diez  años  de  edad,  í  que 
después  de  haber  hecho  profesión ,  siendo  de 
edad  de  diez  i  siete  años ,  estando  en  orazion  un 
dia ,  le  fué  revelado  que  Dios  la  quería  regalar, 
i  que  otro  día  asimismo,  estando  en  orazion, 
vinieron  los  Aójeles ,  i  le  pusieron  una  corona 
de  espinas  en  la  cabeza:  la  cual  se  llagó.  I  mu- 
chos días  después  estando  en  orazion ,  se  le 
aparczió  Ghristo,  cruzifícado ,  i  de  los  rayos  que 
salieron  de  sus  llagas ,  se  le  imprimieron  las  que 
ella  tenia :  Ghristo,  á  quien  ella  llamaba  es- 
poso ,  se  la  aparezió  muchas  vezes ,  i  la  estaba 
hablando ,  i  la  ayudaba  á  rezar  las  oraziones:  i  que 
confesó  al  confesor  esto ,  que  dezía :  Gloria 
Patriy  et  Tibi^et  Spiritui  Sánelo j  el  confesor  k 
dijo  que  no  lo  dijese  mas :  sino  Gloria  Patria  et 
Filio,  el  Spiritui  Sancto :  como  lo  dize  la  santa 
madre  Iglesia.  I  que  en  un  coloquio  que  tuvo  con 
el  esposo,  le  dijo  lo  que  su  confesor  le  habia 
dicho ;  i  el  esposo  le  respondió ,  que  hiziese  lo 
que  su  confesor  le  habia  mandado.  Viendo  los 
dichos  padres  que  todavía  quería  hazerse  san- 
ta, i  que  era  fínjida:  como  les  declararon  las 
otras  monjas,  la  persuadieron  á  que  dijese  la 
verdad  de  lo  que  pasaba  ,  pues  era  todo  ficzioD, 
i  así  á  ellos  les  constaba  por  la  informazion  que 
hablan  tomado ,  i  que  pidiese  misericordia :  i 


DE  FALSOS  MILAGROS.  577 

desta  manera  se  habrían  piadosamente  con  eW-d. 
Mas  perseverando  ella  que  no  había  otra  verdad 
sino  la  que  ella  dezia,  como  lo  sabía  su  esposo,  la 
dejaron.  Otro  día  en  la  visita  que  con  ella  tu- 
vieron, tomaron  jabón  duro  y  agua  caliente,  i 
lavaron  muí  bien  las  manos ,  i  las  llagas  della: 
i  cuando  comenzaron  á  hazerlo,  fínjló  tener 
grandes  dolores,  i  á  cabo  de  un  rato  que  las  ha- 
blan lavado ,  las  dichas  llagas  se  le  quitaron ;  i 
cuando  ella  vio  que  se  le  quitaron ,  dejóse  caer 
en  tierra,  i  «mpezó  á  llorar,  isospirar,  i  pedir 
misericordia,  y  echarse  á  los  pies  de  los  dichos 
Señores.  I  preguntándola  que  dijese  la  verdad: 
dijo,  que  estaba  fatigada  i  muerta,  i  que  la 
dejasen  hasta  otro  día,  i  diría  la  verdad.  I  así 
la  dejaron  con  guardia  de  monjas,  encargán- 
doles que  por  ninguna  cosa  la  dejasen  sola ,  so 
pena  de  descomunión.  Otro  día  volvieron  los 
dichos  señores  al  monesterio ,  i  hizicron  traer 
ante  sí  la  dicha  Priora,  i  preguntándola  que 
cómo  pasaba  aquel  negozio,  dijo:  Que  la  ver- 
dad era,  que  para  que  la  tuviesen  por  santa ,  se 
había  pintado  las  llagas  de  las  manos :  i  que  de 
ordinario  lo  hazia  así :  i  que  la  del  costado  so- 
las tres  vezes  la  había  hecho  con  un  cuchillo  de 
estuche.  La  una,  cuando  publicó  que  se  le  habían 
hecho  las  dichas  llagas:  La  otra  en  una  visita 
que  hizo  el  Provinzial  de  su  orden:  la  última 
esta  que  se  hizo  ahora :  que  es  como  un  rasguño 
de  alfiler.  1  que  la  corona  de  espinas  de  la  ca- 
beza ,  la  hazia  dándose  punzadas  con  un  cu- 
chillo, i  haziendo  salir  sangre:  i  que  había  he- 
cho esto  seis,  ó  siete  vezes.  Siendo  preguntada, 
que  cómo  imprimid  las  zinco  gotas  de  sangre 


578  BHJiJOULS 

de  los  pánicos,  que  dezia  que  eran  dek  llaga 
del  costado,  respondió:  Que  tenia  cuidado  de 
tomar  algunos  pánicos  de  Holanda  i  pintarios 
con  sangre:  i  cuando  le  daban  algunos  pan 
que  los  tocase  á  la  llaga ,  que  se  finjia  tener  en  á 
costado,  los  cortaba  delante  de  quien  se  los  da- 
ba ,  de  manera  que  fuesen  como  los  que  elk 
tenia,  i  ponia  aquellos  en  el  pecho,  i  sacaiía 
los  que  tenia  pintados,  i  se  los  daba.  Pregun- 
tada, que  cuando  la  vjno  á  ver  un  Moro  Al- 
calde de  los  que  residen  en  esta  ziudad  de  Lisboa, 
que  había  sido  Visrei  de  Biquinos ,  que  cómo  había 
imprimido  las  llagas  en  el  pánico  que  le  didf 
Respondió :  Que  porque  ?¡ó  que  el  Moro  se  k) 
daba  señalado,  cerró  un  poquito  la  cortina  de 
la  reja,  fínjiendo  que  por  yergüenza  de  que  no 
la  viese  poner  el  paño  eu  el  pecho ,  sacó  un  en- 
chillo  del  estuche,  i  se  picó  en  el  dedo,  de  ma- 
nera que  sacó  sangre ,  i  con  ella  pintó  el  pro- 
prio  paño ,  i  después  le  puso  en  el  pecho,  i 
empezó  á  apretarle  delante  de  todos.  1  le  sacó 
con  la  sangre  imprimido ,  i  todos  creyeron  qat 
era  de  la  sangre  del  costado.  Preguntada,  qfnt 
cómo  habia  puesto  aquellas  gotas  de  sangre  es 
el  roquete  del  Colector  del  Papa?  Respondid: 
Que  persuadiéndola  el  Colector  á  que  pusiese 
alguna  sangre  de  sus  llagas  en  el  dicho  roquete, 
que  era  cuando  azertó  á  tener  una  postilla  en 
la  mano ,  i  ella  se  la  quilo  de  manera  que  salió 
sangre ,  i  con  ella  refregó  las  manos  en  el  Mo- 
quete: i  asi  quedó  teñido  de  sangre.  Pregun- 
tada, que  cómo  se  elevaba?  i  cómo  las  monjas 
la  vieron  muchas  vezes  resplandezer  en  su  id- 
da?  Respondió,  que  enzendió  un  brasero  pe* 


DE  FALSÍÓS  MILÁ6B0S«  579 

qütño  con  poca  lumbre ,  i  ponia  delante  un  espe- 
jo V  i  que  la  lumbre  daba  en  el  espejo ,  i  el  res* 
¡Candor  del  espejo  daba  en  su  cara :  i  para  que 
pareziese  que  se  elevaba,  ponia  los  pies  en  un 
chapín ,  otras  yezes  en  un  palo ,  que  ella  tenia 
«1  propósito ,  en  que  estaba  bien  asentada ,  que 
parezia  que  estaba  en  el  aire.  Preguntada:  Qué 
¿eómo  comulgaba  en  pecado  mortal  cada  día? 
Re^ondió:  Que  siempre  tenia  confianza  que 
nuestro  Señor  la  traerla  á  tiempo  que  pudiese 
hazer  penitenzia  del  pecado,  i  que  desto  pedia 
misericordia  á  los  dichos  Señores.  Con  esto  pasa- 
ron á  tomar  mas  ioformazion ,  en  que  declararon 
las  monjas ,  que  un  dia  estando  en  capítulo,  se 
habla  levantado ,  i  hecho  lugar  á  su  lado ,  como 
para  que  allí  se  sentase  alguien :  preguntándola, 
á  qué  propósito  hazia  aquello :  Dezia ,  ¿  Pues  no 
veis  vosotras  que  ha  venido  aquí  nuestro  padre 
santo  Domingo,  i  está  aquí  asentado?  I  otras 
muchas  cosas ,  que  por  prolijidad  no  se  escriben. 
Visto  por  los  dichos  Señores  el  dicho  prozeso, 
i  las  culpas  que  del  resultan  contra  la  Priora ,  en 
seis  del  presente  mes  de  Deziembre  de  1588 
añoa  9  pronunziarbn  sentenzia  contra  ella  en  el 
fflonesterío  de  la  Madre  de  Dios  desta  ziudad,  de 
la  orden  de  S.  Franzisco,  á  donde  mandaron 
llevarla ,  i  en  su  presenzia  fué  publicada ,  i  leída 
la  sentenzia ,  que  ahora  se  dirá  .*  i  después  en 
ocho  del  dicho  mes ,  en  la  Iglesia  mayor  desta 
ziudad ,  fué  publicada  en  el  pulpito  con  alta  voz 
intelijible  estando  en  Misa  mayor.  Por  lo  cual 
deckraron ,  ser  i  haber  sido  todo  fínjido ,  con 
tolo  zelo  que  la  tuviesen  por  santa:  i  porque 
no  habla  entrevenido,  ni  invocado  al  demonio^ 

38 


580  BRIAMBHB  . 

la  condenaron  á  cárzel  perpetua ,  i  que  no  pae- 
da  confesarse,  ni  comulgar  en  ziirco  años  .*  si  no 
fuere  en  caso  de  nezesidad,  ¡  tres  pascuas  del 
año,  i  en  Jubileos:  i  que  no  trújese* velo  ni  esca- 
pulario, ni  tener  jamás  voz' en  capítulo  activa  ni 
pasiva,  ni  ser  elejida  para  ningún  ofizio:  i  que 
por  zinco  años  haya  de  comer  en  el  suelo ,  í  que 
lo  que  le  sobrare,  no  lo  puedan  dar  á  nadie,  ni 
aun  á  los  pobres :  sino  que  lo  quenien ,  í  cuando 
hayan  de  salir  del  refí torio ,  se  prostre  entiem 
para  que  todas  las  monjas  pasen  por  enzima  de- 
lia ,  i  que  los  miércoles  i  viernes  le  den  una  dis- 
ziplina  en  cuanto  durare  un  Psalmo  de  Misenn 
me»,  i  que  sea  llevada  á  un  monesterlo 'fuera  de 
la  ziudad  veinte  i  zinco  leguas,  el  rio  Tejo  arriba, 
de  la  misma  orden,  donde  esté  inclusa  en  ani 
zelda ,  i  que  no  pueda  salir  de*  la  zelda  sino  á  las 
horas  canónicas ,  i  á  Misa :  i  que  no  pueda  hablar 
con  ninguna  monja,  sino  fuere  con  una,  que 
se  la  señalare  la  Priora  de  a(fuel  monesterío,  i 
que  sea  instruida  en  la  Fé.  I  que  un  retrato  sayo 
que  tiene  la  pared  de  la  Anunziada,  lo  borren 
de  manera ,  que  en  ningún  tiempo  pueda  parezer 
que  ha  sido  allí  cosa  ninguna.*!  que  los  pañícoe 
con  las  zinco  llagas,  i  otras  cosas  suyas^,8ean 
llevadas  á  los  Inquisidores,  adonde  estuvieren, 
i  que  donde  no  los  hubiere,  al  provisor,  ó  ai 
cura.  Los  cuales  ordenarán  lo  que  se  ha  de  hazer 
dellas. 

Ahora,  para  avisar  á  todos  aquellos  que  de  ve- 
ras desean  servir  á  Ghristo,  de  cuyo  nómbrese 
llaman  Ghristianos ,  que  quieren  vivir  conforme  i 
su  santo  Evanjelio  i  leí ,  i  no  conforme  á  lo  que 
los  hombres  se  han  inventado  para  vivir  holgando, 


DE  FALSOS  MILAGROS.  58! 

haré  aquí  algunas  notas  i  consideraziones  sobre 
lo  que  se  ha  dicho  en  la  vida  desta  santa  monja 
i  en  susentenzia.  Primeramente,  cuanto  á  los  diez 
enseñamientos  que  Lusignan  saca  de  las  letras 
misÍTas,  fuera  bueno  mostrar  cuan  falsos  sean 
todos  en  jeneral ,  i  cada  uno  en  particular.  Por- 
que ningún  fundamento  tienen  sobre  la  palabra 
de  Dios ,  sino  sobre  sueños ,  falsos  milagros  i 
imajinaziones  de  una  maldita  hipócrita ,  i  sobre 
ilusiones  del  demonio,  que  se  finjía  ser  no  me- 
nos que  Ghristo.  Pero  visto  que  nuestros  adver- 
sarios han  condenado  con  pública  sentenzía  todo 
lo  contenido  en  las  cartas  de  la  santidad  i  mifa- 
gros  desta  monja  por  falso,  i  ñnjida  i  hipócrita- 
mente hecho,  yo  no  tomaré  la  pena  de  probar 
8U  falsedad.  Solamente  les  diré ,  que  cuando  qui- 
sieren probar  sus  nuevos  artículos  de  Fé,  busquen 
mejores  pruebas.  Porque  sueños  i  fallos  mila- 
gros ya  no  valen  nada.  Ya,  por  la  misericordia 
de  Dios ,  no  es  el  tiempo  que  ser  solia ,  cuando 
los  Eclesiásticos  fázilmente  engañaban  al  pue- 
blo, i  le  hazian  creer  todo  cuanto  se  les  an- 
tojaba: Bendito  sea  el  Señor  por  la  lumbre 
que  en  nuestros  tiempos  ha  dado.  Su  Majestad 
DOS  haga  la  grazia  que  nos  aprovechemos  de 
ella  :  porque  el  Siervo  que  sabe  la  voluntad 
de  su  Señor,  i  no  la  haze,  será  mui  mas  cas- 
ligado,  que  el  que  la  ignoraba.  Demás  desto, 
no  hai  cosa  en  estos  sus  diez  enseñamientos 
que  no  se  haya  ya  bastantemente  confutado 
en  los  dos  prezedentes  Tratados  del  Papa,  i 
de  la  Misa.  A  ellos,  pues,  me  remito.  Nuestro 
Redemptor  Jesu  Ghristo  dende  que  comenzó  á 
predicar  su  Evanjelio,  lo  confirmó  con  verdaderos 


SS8  BHIAMBBB 

milagros:  i  partiéndose  deste  mundo,  como  lo 
cuenta  S.  Marcos,  cap.  último  de  su  Eyanjelio, 
dejó  el  don  de  hazer  milagros  á  su  Iglesia  pam 
el  mismo  efecto  de  confirmar  la  dotrina  EfaA- 
jélica.  Este  don  duró  en  la  Iglesia  (quiero  deur, 
en  algunos  de  los  fieles ,  que  no  todos  lo  tuTi^ 
ron:  como  lo  testifica  S.  Pablo ,  I,  Cor. ,  xii,  donde 
contando  los  dones  del  Espiritu  santo ,  i  cómo 
los  reparte ,  entre  otros  dize :  I  á  otro  son  dados 
dones  de  sanidad  por  el  mismo  Espiritu :  A  otro 
operazíones  de  milagros,  etc.)  por  algún  tiempo, 
hasta  tanto  que  la  dotrina  fué  confirmada :  d 
cual  después  ha  zesado.  Aunque  Dios,  usando 
de  su  onipotenzia,  no  deja  algunas  vezes  de  ha* 
zer  milagros :  pero  esto  es  estraordínario ,  i  no 
común  como  entonzes.  Los  Antechristianos,  que- 
riendo venderse  por  Christianos,  pretenden  con- 
firmar ,  1  confirman  su  nueva ,  1  falsa  dolriM 
con  nuevos  i  falsos  milagros:  de  los  cuales loi 
libros  están  llenos :  porque  esta  es  la  prinzípal 
prueba  con  que  confirman  su  dotrina.  Cuanto 
á  lo  de  las  zinco  llagas,  no  hai  palabra  en  todo  el 
Testamento  nuevo,  ni  en  ninguno  de  los  docto* 
res  antiguos ,  que  vivieron  en  la  I^esia  di^  Bíoi 
por  espazio  de  mas  l,2(ld  años,  que  alguno  de 
los  Apóstoles ,  no  el  mui  querido  Díszjpulo  Jan, 
ni  aun  la  misma  santísima  madre  de  nuestro 
Redemptor,  las  haya  tenido :  ni  jamás  se  dijo  que 
algún  santo ,  ó  santa  en  todo  este  tiempo  las  tu* 
viese.  Cuanto  á  lo  que  yo  me  puedo  acordar  ha- 
Frímzlícof^  ^'°  ber  leido,  el  primero,  que  dizen,  que  las  tuvo, 

fué  S.  Franzisco :  i  esto  pocos  años  antes  de  so 
muerte.  El  cual  murió  año  de  12S6.  El  libro  de 
las  conformidades ,  fol.  S.^' ,  pregunta :  ¿En  qoi^ 


DB  FALSOS  MILAGROS.  58$ 

de  los  Santos ,  han  sido  las  milagrosas  llagas  de 
Ghristo  impresas?  él  mismo  se  responde :  En  nin- 
gano ,  sino  en  el  bienaventurado  nuestro  padre 
S.  Franzisco:  como  lo  testifica  la  Iglesia  Romana, 
i  manda  que  los  fieles  lo  crean ,  etc.  Después  di- 
zen  algunos ,  que  las  tuvo  santa  Gertrudis ,  año 
1340,  i  Santa  Ludivina,  dizen,  que  las  tuvo,  no  sé 
en  qué  año.  Iten ,  dizen  que  las.tuvo  Santa  Catali- 
na de  Sena,  que  murió  año  de  1380 ,  i  en  nues- 
tros dias ,  año  de  1 588 ,  fué  pública  voz  i  fama, 
que  las  tuvo  la  santa  Monja  de  Lisboa.  Lo  de 
S.  Franzisco  tiénenlo  por  tan  gran  verdad ,  que  si 
alguno  no  lo  cree,  ó  lo  duda ,  es  tenido  por  he- 
reje: el  cual,  como  hereje,  debe  ser  castigado. 
De  manera  que  es  uno  de  sus  nuevos  artículos 
de  fé.  I  asi  el  Papa  Gregorio  IX,  lo  manda  creer. 
Lo  mismo  manda  el  Papa  Alexandre  IV ,  i  dize 
que  las  vido  con  sus  proprios  ojos  :  como  lo 
testífica  en  su  bula.  Otra  semejante  bula  dio  el 
Papa  Nicolao  III,  i  el  Papa  Benedicto  XII,  el 
cual  demás  desto,  conzedió  á  los  frailes  Fran- 
ziscos ,  que  zelebrasen  la  fiesta  de  las  llagas  de 
S.  Franzisco.  Todo  esto  dize  el  libro  que  se  in- 
Utala ,  De  las  conformidades  de  S.  Franzisco  con 
Jesu  Ghristo.  Libro  lleno  de  blasphemias :  pues  ^^  j^^j^j^j 
lo  haze  igual  con  Jesu  Ghristo;  i  prueba  con  dize s. Franziscu 
machas  sinrazones  S.  Franzisco  haber  sido  mui  JIJ^™"*  JJJJ  I*' 
mas  exzelente  que  San  Juan  Baptista.  Entre  las  Juan  Baptista. 
cuales  pone  estas  :  Que  convertió  muchos  mas 
que  Juan:  que  predicó  18  años  penitenzia,  i 
instituyó  orden  de  penitenzia :  i  S.  Juan  no  pre- 
dicó sino  dos  años  i  poco  mas.  Que  Juan  rezibió 
del  Señor  la  palabra  de  penitenzia:  Franzis- 
co la  rezibió  del  Señor ,  i  del  Papa.  Lo  cual 


584  ENJAMBaE 

es  mas  ( Blasphemia  terrible  añidir  algo  al  poder 
infinito  del  Señor).  San  Juan  fué  amigo  del  es- 
poso :  el  bienaventurado  San  Franzisco  fué  seme- 
jante al  Señor  Jesu  Ghristo.  Juan  fué  singularísimo 
en  santidad  para  el  mundo:  Franzisco  fué  exzeien- 
tísimo  mas  que  todos  los  hombres ,  en  la  confor- 
midad de  sus  llagas  con  Gliristo.  San  Juan  está 
sublimado  en  la  orden  de  los   Seraphines :  el 
bienaventurado  Franzisco  está  en  la  misma  or- 
den Serápliica,  colocado  en  la  silla  de  Luzifer,  etc. 
Si  esto  no  es  hazerse  burla  de  la  relijion  Ghris- 
tiana ,   de  la  Majestad  del  Hijo  de  Dios ,  i  de 
la  santidad  de  San  Juan  Baptista,  ¿qué  lo  será? 
Frai  Juan  de  Pineda ,  Fraile  Franzisco ,  parte  3.^, 
lib.  XXII,  cap.  S3,  §111,  hablando  desü  San  Fran- 
zisco ,  dize  así :  Pocos  años  antes  de  su  muerte 
rezibió  las  plagas  de  Jesu  Ghristo  en  su  cuerpo 
viijinal ,  estando  ayunando  i  orando  la  cuaresma 
del  Archanjel  S.  Miguel,  habiéndoselas  impre- 
sado, el  mismo  Jesu  Ghristo,  como  dizen  liber- 
tino i  el  maestro  Pisano,  haberlo  revelado  el  mismo 
S.  Franzisco,  1  habiendo  sentido  terriblísimos 
dolores  cuando  se  las  imprimieron ,  etc.  Confir- 
ma su  dicho  con  dezir ,  que  Ubertino ,  i  el  maes- 
tro Pisano ,  que  es  el  autor  de  aquel  blasphrmo 
libro  de  las  conformidades,  lo  dizen  así.  Auto- 
res son  estos  dos  de  no  mui  gran  crédito.  I 
asi  con  la  fazilidad  que  ellos  lo  dijeron ,  con  esa 
misma  lo  condenaremos  nosotros. 

De  S.  Franzisco  se  dize,  que  encubría  las  lla- 
gas: de  S.  Gatalinade  Sena,  dize  Antonino,  qae 
rogó  á  Dios  que  no  se  mostrasen  en  su  cuerpo.* 
de  S.  Liduvina ,  dize  Juan  Brugmano ,  que  rogó 
lo  mismo  á  Dios,  por  huir  el  aplauso  del  mundo: 


DE  FALSOS*  MILAGROS.  585 

de  la  Gertrudis ,  díze  Surio ,  que  por  muchos  dias 
corría  siete  vezes  sangre  dellas  cada  día :  •  pero 
de  nuestra  santa  Monja  de  Lisboa ,  dizen  el  Pro- 
▼inzial  í  frai  Luis  de  Granada,  i  era  pública 
voz  i  fama ,  que  las  tenia ,  i  que  las  mostraba,  i 
que  siempre  tenian  la  sangre  fresca  con  que  pin- 
taba los   pánicos  que  le  daban.  El  Provinzial 
dize  que  la  llaga  del  costado  se  le  abria  en  ziertos 
dias  :  como  son  todos  los  viernes ,  i  que  sallan 
della  ziertas  gotas  de  sangre ,  etc.  Ziertamente 
esta  fué  mui  mas  desvergonzada  que  todas  las 
otras.  Vivió  San  Franzisco ,  i  las  demás  que  dizen 
haber  tenido  las  llagas,  en  tiempos  de  grande 
ignoranzia ,  así  de  buenas  letras ,  como  de  ver- 
dadera i  pura  relijion   Ghristiana  ,  cuando  el 
Antechristo  Romano  era  absoluto  Señor  de  todo, 
i  tenia  á  su  mandado  ambos  cuchillos,  espiri- 
tual i  temporal:  entonzes  no  habia  quien  osase 
chistar  contra  él ,  ni  quien  se  atreviese  á  dezir- 
le:  Mal  hazes:  que  no  le  costase  la  vida,  ó  poco 
menos.  Fácil  cosa,  pues,  fué  entonzes  enga- 
ñar al  pobre  simple  vulgo ,  con  semejantes  fic- 
ziones  de  llagas  i  de  otros  milagros.  Pero  ahora 
que  el  Señor  ha  dado  tanta  lumbre  de  su  Evanje- 
lio ,  bien  difízil  cosa  será  mantenerse  mucho  tiempo 
en  semejante  opinión  de  santidad.  Luego  se  huele  la 
hipocresía:  luego  levanta  Diosa  alguno  que  hable, 
i  escriba  contra  ella.  Por  tanto,  desdichada  fué  esta 
Monja,  cuanto  al  mundo,  por  haber  vivido  en  nues- 
tros dias,  i  no  en  los  de  aquellos.  Si  los  que  dizen 
haber  tenido  las  llagas,  fueran  bien  examinados,  i 
lavados  con  agua  caliente  i  jabón  duro,  no  hai  que 
dudar ,  sino  que  su  hipocresía  fuera  descubierta, 
como  la  de  nuestra  María  de  la  Yisitazion.  En  lo 


M6  BlUAMnS 

cual  fueron ,  cuanto  al  ánima ,  mas  desdichados 
que  esta:  pues  murieron  en  suhipocreria,  oob 
que  engañaron  á  muchos ,  i  aun  hasta  el  día  ée 
hoi  engañan  con  ella.  Pero  nuestra  María ,  fifieil* 
doconvenzida  de  su  hipocresía,  podrá  ser  que 
en  lo  porvenir  emplee  mejor  su  gran  injenio, 
i  que  demande  misericordia  al  Dios  que  tai 
enormemente  ha  ofendido :  i  así  su  Majestad  le 
haga  grazia,  que  de  veras  se  convierta  á  la  ver- 
dadera relijion  Ghristiana ,  que  no  se  confirma 
con  sueños ,  ni  con  falsos  milagros ,  sino  con  la 
misma  palabra  de  Dios.  Su  Majestad  le  haga 
esta  grazia  i  merzed.  Si  esta  miserable  muriera 
antes  que  su  hipocresía  fuera  descubierta,  como 
murieron  las  otras  ,  fuera  canonizada ,  como 
ellas  fueron  .*  i  fuera  tenida  por  tan  santa ,  que 
apenas  sus  Dominicos  hallaran  lugar  en  todo 
el  zielo  donde  la  asentar.  Si  como  era  Domi* 
nica ,  fuera  Franzisca ,  sus  Franziscos  la  asen- 
taran cabe  S.  Franzisco,  en  lo  mas  alto  delcoio 
de  los  Seraphines ,  junto  á  la  silla  deLuzifen  don- 
de ellos  mismos  dizen  que  está  colocado  su  San 
,  Franzísco. 

Muí  mucho  me  maravillo  de  los  señores  que 
examinaron  el  prozeso  desta  endiablada ,  desta 
verdaderamente  poseída  del  Demonio,  otra  Mag- 
dalena de  la  Cruz,  otra  tal  como  la  que  llamabaD 
en  Inglaterra,  The  holy  Mayd  of  KmU  (la 
santa  Yirjen  de  Rente),  la  cual  en  tiempo  de  Heo- 
rico  octavo ,  Reí  de  Inglaterra ,  hizo  cosas  estu- 
pendas í  grandísimos  falsos  milagros.  Contra 
la  cual  se  hizo  prozeso,  i  se  probó  todo  ser 
finjido  i  falso :  como  lo  de  nuestra  Monja.  Por 
lo  cual  fué  sentenziada  á  muerte,  i  asi  fué  eje- 


BE  FALSOS  miAGROS.  587 

culada.  Cosa  es  contra  toda  justizia  lo  que  pasa 
en  el  reino  Pontifizio,  que  uno  porque  diga, 
conforme  á  lo  que  siente  en  su  conszienzia ,  i 
conforme  á  lo  que  Dios  ha  revelado  en  su  sagra- 
da Escritura:  que  no  conoze  otro  purgatorio, 
smo  la  sola  sangre  de  Gliristo :  que  «o  conoze 
otra  justizia,  sino  la  que  se  rezibe  por  fé,  i  que 
ninguno  ha  de  ser  invocado ,  sino  solo  Dios,  por 
solo  el  medio  de  Jesu  Ghristo,  etc. ,  que  este  sin 
redempzion  ninguna  muera,  i  con  grandísima 
infamia  cuanto  al  mundo :  i  que  Magdalena  i 
María ,  i  otras  tales ,  siendo  malditas ,  blasphe- 
mas,  perjuras  en  pública  audienzia,  poseidas 
del  Diablo ,  burladoras  de  la  relijion  Ghristiana, 
de  Dios,  i  de  su  Hijo  Jesu  Ghristo,  vivan.  Es 
▼erdad  que  fueron  condenadas:  pero  no  á  ser 
quemadas  :  sino  á  ziertas  frailescas  penitenzias 
i  clausuras.  Levántate,  Señor,  juzga  tu  causa. 
Mira,  que  los  que  te  confiesan,  mueren,  i  los 
que  te  blaspheman,  viven.  Maravillóme ,  digo,  I 
mui  mucho,  destos  señores  que  condenaron 
esta  maldita  María,  que  diganen  su  sentenzia, 
que  contra  ella  dan,  estas  palabras:  Todo  lo 
que  ha  hecho  esta  Monja  ser ,  i  haber  sido  fínjido, 
con  solo  zelo  que  la  tuviesen  por  santa :  i  que 
no  habia  entrevenido  ni  invocado  al  Demonio. 
Zierto  ellos  en  esto  hablan  (perdónenme  sus 
sefiorias)  contra  su  conszienzia ,  que  les  dictaba, 
sos  milagros  haber  sido  hechos  por  arte  del  Dia- 
blo, con  el  cual  ella  sin  duda  era  familiar,  i  ese 
era  su  esposo,  su  conductor  i  guia.  Porque  ¿cómo 
pudo  ella  hazer  los  milagros  que  hizo ,  sin  que 
el  Demonio  entreviniese ,  i  sin  que  ella  lo  in- 
vocase? Lo  que  dize ,  que  Jesu  Ghristo  le  apare- 


588  BNJAMB&E 

zia,  ya  acompañado  con  santos  i  santas,  i  ya 
solo,  que  era  muí  familiar  con  ella ,  que  la  aya- 
daba  á  rezar  sus  horas,  que  era  su  esposo,  quele 
imprimió  las  llagas ,  séase  lodo  esto  tínjido  della 
para  que  la  tuviesen  poi:  santa :  como  lo  es  todo 
fínjido.  I  j»as  locos  ellos  que  la  creian,  i  oo 
iJí'^rTwi?*-^^  acordaban  de  Magdalena  de  la  Cruz.  Pero 
ro?por  arte  'del  Qué  me  dirán  de  la  monja  enferma  i  frenética, 
Demonio.  que  sanó,  como  lo  testifica  el  Provinzlal,  en  su 

carta ,  dirán  que  mintió  el  ProYinziai ,  i  que  la 
monja  m)  sanó.  I^o  lo  pienso.  Sanó ,  pues « por  el 
medio  que  cuenta  el  Provinzial:  por  milagro 
(que  el  demonio  hizo).  ¿Qué  me  dirán  de  la  seño- 
ra de  calidad  que  tenia  el  cánzer,  i  sanó?  como 
el  mismo  Provinzial  lo  testifica :  i  dize  que  todo 
esto  se  tomó  por  fé  i  por  testimonio  delante  de 
escribano  público,  por  mandado  del  Cardenal 
¿Qué  me  dirán  del  enfermo,  que  desahuziado  de 
los  médicos,  sanó  con  beber  del  agua  donde  esta- 
ba la  pezezita  del  palo  de  la  Cruz ,  que  la  Priora 
habia  dado  á  Ana  Rodríguez?  ¿Qué  me  dirán 
desta  pezezita,  que  echada  en  el  agua  se  tuTO 
enhiesta,  i  de  la  otra  que  echada  en  el  agua  se 
juntó,  i  pegó  con  la  primera,  de  tal  manera,  que 
dellas  dos  se  formó  una  mui  linda  cruzezitajla 
cual  movia  á  mui  gran  devozion  á  todos  aquellos 
que  la  Tian?  (I  esto  era  lo  que  el  Demonio  pre- 
tendía con  este  fsdso  milagro  de  la  cruz,  hazerlos 
idolatrar. )  Desto  también  se  tomó  informazion 
por  mandado  del  Legado.  ¿  Qué  dirán  de  otras 
muchas  semejantes  cosas,  que  el  Provinzial  dize 
que  podría  contar?  ¿Cómo  se  pudieron  hazer 
estas  cosas  i  las  demás,  sin  arte  del  Demonio, 
sin  él  entrevenir,  i  ser  invocado?  Preguntóles: 


BE  FALSOS  MILAGROS.  589 

¿Qué  era  aquello  que  los  tres  Moros  vieron  en 
la  Priora , .  que  eran  cosas  tan  grandes  i  tan  ma- 
ravillosas,  que  los   Moros  no  podian  liablar? 
Ellos  confesaron  al  Arzobispo  de  Lisboa,  presen- 
tes el  Provinzial  i  otros  muchos,   que  habían 
visto  cabe  la  Priora  á  Jesu  Ghristo  en  forma  hu< 
mana  puesto  en  la  cruz.  Este  milagro  se  divulgó 
por  todo  Portugal.  ¿Diráume  que  era  el  ver- 
dadero Jesu  Ghristo?  ¿ó  que  era  ilusión  del  de- 
monio ?  No  dirán  que  era  Jesu  Ghristo.  Porque 
ellos  en  su  sentenzia  dizen:  Todo  cuanto  ha 
hecho  esta  monja,  haber  sido  finjido.  Sigúese, 
pues ,  que.  fué  el  demonio ,  el  que  aparezió  en 
forma  humana.  San  Pablo  nos  avisa,  II,  Gor.  xi, 
14.  Que  Satanás   se  suele, (para  mejor  poder 
engañar)  transfigurar  en  Anjel   de  Luz.  Pero 
aquí  en  el  negozio  de  los  tres  Moros ,  Satanás 
fué  mui  mas  atrevido,  transfigurándose  en  Ghris- 
to cruzificado,  i  tomando  su  forma.  (Oh  gran 
pazienzia  de  Dios.)  I  añide  el  Provinzial :  este 
milagro  ha  sido  tan  zélebre,  i  tan  admirable, 
que  la  fama  se  ha  tendido  por  todo  el  reino,  etc. 
Luego  fué  verdadero  milagro ,  pero  de  aque- 
llos que  haze  Satanás  para  engañar  los  hom- 
bres :  i  no  fué  ficzion  de  la  Priora.  ¿Gomo  sus 
señorías  no  hazen  en  su  sentenzia  menzion  nin- 
guna ,  en  qué  manera  la  Priora  haya  hecho  apa- 
reier  á  Satanás  en  figura  de  Ghristo  cruzificado? 
¿i  en  qué  manera  se  haya  hecho  aquella  cruzezita 
tandevota?¿i  en  qué  manera  hayan  sanado  los  en- 
fermos? Lo  prinzipal  se  pasan,  porque  no  se  des- 
cubran sus  áuperstiziones  i  idolatrías.  Lo  que  le 
preguntan  es ,  ¿  cómo  dezia  que  habla  visto  á  la  Ma- 
dre de  Dios  muchas  vezes?  Délo  cual  mui  poca 


590  BRJAMBRB 

menzion  se  haze  en  las  letras.  Astuzia  grande. 
Con  esto  taparon  la  boca  al  pueblo. 

Todas  estas  cosas  fué  justo  juizio  i  casti- 
go de  Dios ,  con  que  castigó  aquellos  que  n^ 
creen  á  la  palabra  de  Dios ,  revelada  en  la  sagrada 
Escritura,  sino  creen  á  la  mentira  confirmada 
con  falsos  milagros ,  i  ilusiones  del  demonio.  Lo 
prínzipal  me  queda  aun  por  preguntar.  Pregun- 
tóles qué  era  aquella  forma  consagrada ,  como 
dize  el  Provinzial,  ó  hostia  consagrada,  como 
dize  frai  Luis  de  Granada ,  que  el  miércoles  de  la 
semana  santa  salió  del  cofrezito ,  donde  reposaba 
el  santísimo  sacramento ,  el  cual  cofrezito  se 
abrió  de  sí  mismo ,  i  salió  del  sin  ningún  minis- 
terio visible  la  dicha  hostia :  la  cual  se  presentó 
ú  la  boca  de  dicha  relijiosa,  la  cual  día  reci- 
bió con  grandísima  devozion ,  etc.  El  ProTínzial 
añide ,  que  otro  semejante  milagro  le  acontezíó 
otra  yez  el  día  de  los  Inozentes:  fral  Luis  de 
Granada  dize,  que  siendo  acabada  la  Misa, 
que  S.  Juan  Evanjelista  había  zelebrado ,  una  hos- 
tia consagrada  yino  del  altar  i  se  metió  en  la  boca 
desta  santa  monja.  De  Magdalena  de  la  Cruz  se 
dijo,  que  cuando  comulgaba,  se  levantaba  ana 
▼ara  de  medir  alta  del  suelo,  como  lo  habernos  no- 
tado en  el  Tratado  de  la  Misa ,  páj.  485:  la  hostia 
que  rezibia  la  hipócrita  Magdalena,  Franziscana, 
i  la  que  rezebia  la  hipócrita  María,  Dominicana, 
por  mas  que  los  frailes  ordenados  de  Misa  i  con 
intenzion  de  consagrar ,  las  habían  consagrado, 
murmurando  sobrellas  sus  palabras  de  eonsa- 
grazion ,  ffoc  est  enim  corpus  menm ,  no  eran 
cuerpo  de  Jesu  Ghristo:  cuyo  cuerpo  glorioso  está 
asentado  á  la  diestra  del  Padre,  i  no  ha  de  aba* 


DB  FALSOS  MILAGROS.  S9t 

jar  de  alli,  hasta  que  venga  á  juzgar  los  vivos  i 
los  muertos :  como  lo  testifica  S.  Pedro,  Actos.,  m, 
21.  Al  cual  (quiere  dezir,  á  Gliristo),  zíerlo  es 
menester  que  el  zíelo  tenga ,  hasta  los  tiempos  de 
la  restaurazion  de  todas  las  cosas.  I  así  lo  tene- 
mos por  articulo  de  fé ,  i  lo  confesamos  en  el 
Credo.  Aunque  no  hubiese  otra  prueba  para 
probar  sus  hostias  consagradas ,  su  sacramento 
del  altar ,  no  ser  el  cuerpo  de  Jesu  Ghristo ,  bas- 
taría en  buena  razón  esta ,  que  el  diablo  se  sirve 
de  sus  hostias  consagradas  i  las  lleva  por  el  aire, 
i  las  mete  en  la  boca  de  sus  devotos  i  devotas  para 
que  los  tengan  por  santos:  como  estos  dos  do- 
mésticos ejemplos  de  Magdalena  de  la  Cruz, 
Franziscana ,  i  de  María  de  la  Visitazion ,  Domi- 
nicana, lo  confirman.  Cuanto  mas,  que  hai  otras 
muchas  pruebas  tomadas  de  la  sagrada  Escritu- 
ra» i  de  los  dolores  antiguos ,  las  cuales  habemos 
notado  en  el  Tratado  de  la  Misa :  allí  las  podréis 
leer.  Este  abrirse  del  cofrezito ,  este  salirse  de 
la  hostia  consagrada,  i  venir  por  el  aire  visi- 
blemente sin  ningún  ministerio  visible  i  meterse 
en  la  boca  de  Magdalena ,  de  María ,  i  de  otras 
tales ,  por  arte  fué  del  demonio ,  él  entrevino 
i  fué  invocado.  Abrid ,  pues,  los  ojos,  Españoles, 
i  entended  .*  no  os  dejéis  engañar  en  el  primer 
articulo  de  la  relijion  Ghristiana.  Acuérdeseos 
que  el  primer  mandamiento,  que  nuestro  gran 
¿ios ,  cuyo  nombre  es  Jehova ,  nos  manda 
guardar,  No  tendrás  dioses  ajenos  delante  de 
mí.  ¿Cómo  podrá  ser  Dios,  cómo  podrá  ser 
Criador  aquello  de  que  se  sirve  el  Demonio 
para  hazer  idolatrar  al  pueblo ,  i  para  entretener 
la  fínjida  santidad  i  hipocresía  de  Magdalena, 


S92  BNJAinilB 

i  de  María ,  i  de  otros  i  otras  tales?  Nuestro  Dios 
es  santo  í  bendito ,  aborreze  la  maldad ,  hipocre- 
sía, superstízion  i  idolatría.  Por  tanto,  concluid 
que  no  es  el  verdadero  Dios  aquello  que  entretiene 
estas  abominaziones  .*  sino  falso ,  hecho  por  inven- 
ziones  de  hombres ,  i  por  su  padre  Satanás ,  qae 
los  rije.  I  esto  es  justo  juizio  i  castigo  de  Dios, 
que  los  que  no  leen ,  ni  oyen ,  ni  dan  crédito  á  la 
palabra  de  Dios  rejistrada  por  los  Santos  Pro- 
phetas  i  Apóstoles ,  sin  la  cual  no  hai  salud,  crean 
á  la  mentira ,  con  que  el  Antechristo  ,  i  su  padre 
el  diablo  los  engaña  para  llevarlos  consigo  al  in- 
fierno. Yo  bien  confieso  que  estos  que  habernos 
contado,  que  hizieron  estas  señoras,  son  milagros, 
i  que  verdaderamente  hizieron  venir  á  lo  que 
nuestros  adversarios  tienen  por  sacramento,  i  por 
cuerpo  de  Ghristo :  pero  son  de  aquellos  mila- 
gros que  los  falsos  Prophetas ,  el  Antechristo,  1  su 
padre  el  diablo  hazen.  Gomo  nos  avisó  nuestro 
Redemptor,  Mat.,  xxv,  24,  i  su  Apóstol,  II, 
Thes. ,  II,  9 ,  con  los  cuales  no  serán  engañados 
los  que  están  fundados  sobre  la  firme  piedra,  que 
es  Ghristo,  los  que  están  enseñados  con  la  palabra 
de  Dios.  Mas  los  que  están  fundados  sobre  arena, 
los  que  confirman  su  opinión  con  sueños,  con 
imajinaziones  i  tradiziones  humanas,  estos  los 
creerán  i  tendrán  por  verdaderos  milagros  que 
Dios  haya  hecho.  I  así  creyéndolos  se  perderán, 
sí  no  es  que  Dios,  habiendo  misericordia  dellos, 
los  convierta  antes  que  partan  deste  mundo. 

Goncluyamos ,  pues,  diziendo,  que  María  déla 
Visitazion,  con  perdón  de  sus  señorías ,  hizo  sos 
milagros  entreviníendo  el  demonio,  i  invocado 
della.  Porque  de  otra  manera  no  los  pudiera  ha- 


DB  FALSOS  BULAGROS.  593 

zer.  Bier\  sospecho  por  qué  lo  hayan  dicho  asi :  té- 
mense  de  dar  ocasión  de  que  algunos  comienzen 
á  pensar,  que  su  sacramento,  que  ellos  venden  por 
cuerpo  de  Ghristo ,  no  es  el  cuerpo  de  Ghristo ,  ni 
su  sacramento,  que  él  en  su  santa  Zena  haya  insti- 
tuido, sino  su  profanazion.  Si  una  vez  nuestros 
Españoles  comienzan  á  entender  esto,  el  reino  Pon- 
tifizío  caerá  de  lodo  punto :  la  cozina  de  los  clérigos 
i  de  los  frailes,  que  es  la  Misa  i  el  Purgatorio, 
estará  bien  fría:  i  así  la  demás  superstizion, 
ignoranzia,  herejía,  i  idolatría,  como  cosa  nueva, 
que  ningún  fundamento  tiene  en  la  palabra  de 
Dios,  sino  en  sueños,  falsos  milagros,  i  ilusiones 
del  demonio ,  caerán :  i  la  verdadera  i  antigua 
dotrina  del  Evanjelio  de  Ghristo  cruziGcado ,  que 
está  escrita  en  la  sagrada  Escritura ,  ñorezerá 
por  todo  el  mundo  á  pesar  del  Antechristo. 
Bendito,  i  glorificado  sea  para  siempre  el  santo 
nombre  del  Señor,  que  nos  libró  por  su  gran  mi- 
sericordia de  tales  ignoranzias,  errores,  supcrsli- 
ziones,  herejías  i  idolatrías  en  que  fuemos  cria- 
dos ;  que  nos  libró ,  digo ,  de  la  potestad  de  las 
tinieblas ,  i  nos  traspasó  en  el  verdadero  reino  de 
su  amado  hijo.  En  el  cual  tenemos  redempzion  por 
su  sangre,  remisión  de  pecados.  ¿Qué  pagaremos 
(hablando  como  el  Prophela)  á  Jehova  por  todos  ** '  *^*^*'  *'* 
sus  benefizios  sobre  nosotros?  el  vaso  de  saludes 
alzaremos  i  invocaremos  el  nombre  de  Jehova. 
Tíinguna  otra  cosa  quiere  Dios  por  todos  sus 
benefizios  \  sino  que  le  seamos  gratos  i  lo  in- 
voquemos. Desta  manera  el  número  de  los  que 
Dios  tiene  elejidos  para  vida  eterna ,  se  irá  cum- 
pliendo: i  asi  el  reino  del  pecado,  de  la 
muerte,  i  del  diablo,  que  es  reino  de  mentira. 


o94        BIUAMB&B  DB  FALSOS  MILAGROS. 

de  falsa  i  nueva  dotrina  confirmada  con  sueñoe, 
finjidos,  milagros  i  ilusiones  del  demonio  pere- 
zerá:  i  el  de  grazia,  vida,  i  de  Christo^quees 
reino  de  verdad,  de  verdadera  i  vieja  dotrioa, 
confirmada  con  la  palabra  de  Dios,  permanezerá 
para  siempre.  Al  cual,  que  es  un  Dios,  Padre, 
Hijo ,  i  Espíritu  santo ,  que  vive  i  reina ,  sea  hon- 
ra i  gloria  perpetua ,  Amen. 


TABLA, 


BN  LA  CUAL  POR  ALGUHAS  ANTITHBSES  SB   DE- 
CLARA LA  DIFERBIfZIA  I  CONTRARIEDAD  QUE  lAI 
ENTRE  LA  DOTRINA  ANTIGUA  DE  DIOS ,  CONTENmA 
EN  LA  SAGRADA  ESCRITURA,  I  ENSEÑADA  EN  LAS 
IGLESIAS  REFORMADAS :  I  LA  DOTRINA  NUEVA 
DÉLOS  HOBIBRES  ENSEf^ADA  I  MANTENIDA 
EN  LA  IGLESU  ROMANA, 
ÓPAPlSTICA. 

Jbibm.    Cap.  VI,  16. 

ján»i  dijo  Jehova^  Paraos  é  ios  caminoi  i  mi- 
rad^ i  preguntad  por  ku  Sendas  antiguas, 
cuál  sea  el  buen  camino ,  i  andad  por  él :  i 
hallaréis  descanso  para  vuestra  ánima. 


L 


A  dotrina  antigua  de  Dios  enseña,  que  la 
sagrada  Escritura  ,  por  ser  la  palabra  de 
Dios  divinamente  inspirada ,  tiene  bastantí- 
sima autoridad  de  sí  misma,  i  que  con- 
tiene toda  la  dotrina  nezesaria  á  la  piedad 


195 

i  ú  nuestra  salud ,  como  muí  claramente 
enseña  S.Pablo,  II,  Tímoth.  m,  vers.  15, 
16Í17. 

^La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  la  sagrada  Escritura ,  aunque  sea  pa- 
labra de  Dios, 'no  tendría  alguna  au- 
toridad ,  sino  fuese  por  la  aprobazion 
de  la  Iglesia:  i  que  es  dotrina  imperfe- 
ta i  manca  ,  C[ue  no  contiene  dotrina 
bastante  á  la  piedad  ni  á  nuestra  salud: 
Mas  que  este  defecto  se  debe  suplir  por 
las  tradiziones  no  escritas ,  Belarm. ,  de 
verbo  Dei  non  Bcripto^  lib.  iv. 


La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña,  que 
la  ignoranzía  de  la  sagrada  Escritura 
es  causa  i  madre  de  errores,  como  lo 
testifica  Jesu  Ghristo ,  nuestro  Señor, 
Math.,  XXII,  19,  diziendo  á  los  Sadu- 
zeos.  Erráis,  ignoi'ando  las  Escrituras  i 
la  potenzia  de  Dios:  i  por  tanto,  que 
el  deber  de  cada  fiel  Ghristiano  es  leer, 
meditar  i  escudriñar  la  sagrada  Escri- 
tura ,  como  Dios  mandó  á  su  pueblo, 
Deut ,  VI ,  7 ,  i  cap.  xn ,  32 ,  i  cap.  xvn,  19, 
Josué,  I,  8,  Esa.  vni ,  20 ,  i  Ghristo,  nues- 
tro Señor  ,  en  el  nuevo  Testamento, 
Juan,  y,  39  ,  i  como  hizieron  los  fieles 
en  tiempo  de  los  Apóstoles ,  Act. ,  xvii,  11, 
II,  Timoth. ,  ui,  15. 

La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  la  ignoranzia  es  madre  de  devo- 
^  zíon ,  i  que  es  menester ,  para  tener 
salva  la  Religión  ,  prohibir  á  los  laicos, 
ó  seglares,  la  lezion  de  la  sagrada  Es- 

39 


896 

Gritara:  pues  es  la  causa  de  muchas  he- 
9)     rejfas.  Belar.,  de  verbo D»^  lib.  n,  cap.  15, 
i  16,  Gens.  Gol. ,  f.  19. 

La  dotrína  antigua  de  Dios  enseña,  que 
muchos  engañadora  i  falsos  prophetas 
son  salidos  en  el  mundo  ,  i  por  tanto, 
que  los  fieles  dehen  probar  los  espíri- 
tus si  son  de  Dios,  I,  Juan,  iv,  verso  l.^ 
i  que  la  santa  Escritura  es  el  toque  don- 
de se  debe  hazer  esta  prueba  i  exa- 
men,  Juan,  y,  39,  Act.,  xvu,  11.  De 
manera,  que  toda  dotrína  contraría  i  re- 
pugnante á  la  Sagrada  Escritura  ^  sea  de 
Gonzilios ,  Padres ,  Doctores  antiguos  ó 
nuevos  ,  í  aun  ,  como  dize  el  Apóstol, 
de  si  mismo ,  ó  de  Anjel  del  zielo ) ,  no 
debe  ser  rezebida  ni  enseñada  en  la  Iglesia 
Ghrístíana ,  Gal. ,  i ,  8 , 1 ,  Timoth. ,  i ,  3,  i 
cap.  VI,  3,1,  Pedro,  ly,  11,  II,  Juan, x. 

'La  dotrína  nueva  de  los  hombres  enseña, 
(]ue  todos  cuantos  contradizen  al  Pape, 
í  á  sus  decretos  i  tradiziones  humanas, 
son  falsos  doctores,  i  que  el  Papa  tiene 
la  autoridad  de  juzgar  de  todas  las  con- 
troversias, i  del  verdadero  sentido  de  la 
sagrada  Escritura ,  i  que  no  es  lízíto  ape- 
lar de  su  juizio.  Befar. ,  de  verbo  Ihi 
interpr, ,  lib.  m ,  cap.  3 ,  etc. 

La  dotrína  antigua  de  Dios  enseña,  qae 
debemos  servir  á  solo  Dios :  que  es  el  cna- 
dor  i  gobernador  de  todo  el  mundo ;  sí- 
.  guiendo  la  dotrína  de  Ghrísto ,  que  dize, 
Math.,  IV,  10.,  Al  Señor,  tu  Dios,  ado- 
rarás ,  i  á  él  solo  servirás. 


\ 


597 

La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  debemos  servir ,  no  solo  á  Dios ,  sino 
también  á  los  Santos,   que  ellos  tienen 

§or  patronos  de  los  Reinos  ,  pueblos,  ¿iu- 
ades  ,  compañías ,  i  de  las  enfermedades, 
Belarm.,  de  Sanct.  beat.,  lib.  i,  cap.  12, 
Gens.  Gol.,  f.  230. 


La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña,  que 
el  lejítimo  cuito  de  Dios  ha  de  ser  fun- 
dado en  la  sagrada  Escritura  :  i  que 
Dios  quiere  ser  servido  según  su  vo- 
luntad i  palabra  en  Espíritu  i  verdad, 
Juan,  IV,  24,  i  no  según  el  parezer,  ni 
por  las  tradiziones  i  costuranres  de  los 
nombres ,  como  mui  espresamente  nos 
lo  enseña  Dios  por  su  propheta  Ezec. ,  xx, 
18 ,  diziendo  :  No  andéis  en  las  orde- 
nanzas de  vuestros  padres,  ni  guardéis 
sus  leyes ,  ni  os  contaminéis  en  sus  ído- 
los :  yo  soi  Jehova ,  vuestro  Dios ,  an- 
dad en  mis  ordenanzas  i  guardad  mis 
derechos  i  hazeldos.  Lo  mismo  enseña  Jesu 
Ghristo,  Math. ,  xv,  9 ,  diziendo :  En  vano 
me  honran ,  enseñando  dotrinas ,  manda- 
mientos de  hombres. 

La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  en  el  culto  de  Dios  se  deben  obser- 
var las  tradiziones,  zeremonias  i  cons- 
tituziones  de  la  Iglesia  Romana:  i  que 
el  derecho  Canónico  haze  de  •  tanto  va- 
lor las  constítuziones  de  los  Papas ,  como 
al  Evanjelio ,  i  que  es  nezesario  guar- 
darlas. Porque  como  dize  el  Papa  León,  IV, 
No   se  puede  bien  guardar  el  Evanjelio, 


598 


64 


si  el  hombre  no  obedeze  juntamente 
á  los  decretos  i  constituziones  de  los  Pa- 
dres. Distinct.  jiY,  cap.  Sicut^  i  Díst. 
XIX,  cap.  in  Canonicis,  i  Dist.  xx,  cap.  de 
libelUi. 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña,  qae 
el  culto  d^  las  imájines  es  cosa  abomi- 
nable ,  Deut. ,  xxvu ,  15 ,  Levit. ,  xxyi,  1, 
i  es  mui  espresamente  prohibido  en  el  S.^ 
mandamiento  de  la  Ici  de  Dios,  Exod. ,  xx, 
4,  Deut. ,  V,  8  i  9.  Iten,  ^ue  el  espí- 
ritu santo  llama  á  las  imájines  Docto- 
res de  mentira  i  vanidad,  Jerem. ,  x,8, 
Abac. ,  n,  18. 1  por  tanto ,  que  en  ningu- 
na manera  pueden  ser  admitidas  en  los 
Templos  de  los  Ghristianos ,  en  los  cuales 
Jesu  Ghristo  ha  de  ser  pintado  delante  de 
los  ojos  de  los  fieles  por  la  predicazion  del 
Evanjelio.  Gal. ,  iv ,  1 . 

^La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
aue  el  culto  de  las  imájines  es  agradable 
a  Dios ,  i  mui  nezesarío  i  provechoso  á  la 
Iglesia ,  i  que  las  imájines  son  los  libros 
;  de  los  laicos.  Por  tanto ,  el  que  enseña  lo 
\  contrario ,  es  maldito  i  anathema.  GoDCil. 
'■     Trid. ,  Ses.  9.» 

• 

/  La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  los 
Ghristianos  deben  imitar  la  fé ,  piedad  i 
buena  dotrina  de  los  santos ,  como  ellos 
imitaron  á  Ghristo,  I,  Gor.,  xif  1,  Heb.,  n, 
12,  i  cap.,  xm,  7.  Masque  en  ninguna 
manera  los  deben  invocar ,  ni  poner  en  ellos 
su  confianza. 
1  .^  Porque  la  invocazion  es  una  honra  debida  á 


/ 


599 

solo  Dios,  quedizeporsu  Propheta,  Esaí., 
XLrm,  11,  Mi  honra  no  la  daré  á  otro. 

2.^  Porque  los  Santos  estando  en  el  mundo  no 
quisieron  rezebir  esta  honra :  ni  tampoco 
los  Anjeles:  como  pareze ,  Actbs ,  x,  26, 
i  cap.  XI v^  14,  Apoc,  xix,  10,  i  c.  xxii,  9. 

3.^  Porque  nos  ignoran  i  no  conozen;  como 
lo  enseña  mui  claramente  Esaías,  lxiii  ,  16, 
diziendo :  Abrahan  nos  ignora ,  i  Israel  no 
nos  conoze  r  Tú ,  Jehova ,  eres  nuestro  Pa- 
dre i  nuestro  Redimidor. 

^e  manera  que  como  en  el  Viejo  Testamento 
los  Israelitas  eran  idólatras  i  transgresores 
de  Is^  Lei  de  Dios,  cuando  sacrificaban  ü 
otro  que  á  solo  Dios ,  asi  lo  son  el  dia  de 
hoi  todos  los  que  invocan  á  los  Santos ,  ó 
á  los  Anieles :  en  lo  cual  hazen  contra  la 
dotrina  de  Ghristo,  Mat. ,  vi,  9,  i  cap.  xi, 
28,  Juan,  xvi,  24,  i  contra  el  ejemplo  de 
todos  los  Santos,  Psal.  xxii,  6,  Nenem., 
IX,  27,  Jénes. ,  xxxii,  9,  Exod. ,  n,  25, 
i  cap.  xvn,  12,  Josué,  x,  13,  Psal.  cvii, 
i  XI ,  8,5,  etc. ,  Actos ,  iv ,  24 ,  i  cap.  xvi, 
25 ,  etc. 

I^a  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña,  que 
los  Ghristianos  deben  invocar  los  Santos, 
i  ayudarse  con  la  interzesion  deilos  para 
con  Dios :  porgue  son  sus  familiares.  Iten, 
que  es  una  opinión  falsa  i  impía  creer  que 
,  los  Santos  Qo  oran  por  los  hombres ,  i  que 
\  la  invocazion  de  los  Santos  sea  idolatría 
i  contraría  á  la  palabra  de  Dios ,  i  que  el  que 
\  asi  enseña  i  cree  es  maldito  i  anathema. 
'    Conzil.  Trid. ,  Ses.  9.» 


i 


600 


8 


La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  Jesu 
'  Ghrísto  nuestro  Señor,  siendo  verdadero 
Dios  i  verdadero  hombre ,  es  el  único  i  per- 
feto  Salvador  del  mundo ,  el  cual  dize  por 
su  Propheta,  Esaí. ,  lxiii,  3 ,  Yo  solo  pisé 
el  lagar ,  i  de  los  pueblos  nadie  fué  conmigo. 
I  del  cual  diío  el  Anjel,  Mat, ,  i,  21 ,  llama- 
rás su  nombre  Jesús :  porque  él  salvará  su 
pueblo  de  sus  pecados.  I  el  Apóstol  S.  Juan 
testifica.  I,  Juan,  i,  7,  Que  la  sangre  de 
Jesu  Ghristo ,  Hijo  de  Dios ,  nos  limpia  de 
todo  pecado. 

|La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña ,  que 
Jesu  Ghristo  no  es  perfeto  Salvador :  por- 
que dize ,  que  Ghristo  es  muerto  solamente 
por  el  pecado  orijínal ,  i  que  satisfizo  con  su 
muerte  por  la  culpa,  mas  que  Dios',  como 
justo ,  quiere  que  satisfaga  el  hombre  á  su 
justizia  por  la  pena.  Iten ,  que  la  pargazion 
de  los  pecados  se  haze  por  buenas  obras, 
satisfaziones ,  Misas ,  induljenzias ,  i  por  el 
Purgatorio.  Libr.  IV,  Sent. ,  Distinct. ,  xvn 
i  xrin. 


9 


La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  Jesu 
Ghristo  es  el  único  Medianero  entre  Dios 
i  los  hombres,  i  nuestro  abogado,  i  in- 
terzesor  delante  del  Padre ,  i  que  no  se 
puede  hallar,  ni  sé  debe  buscar  otro. 
1.^  Porque  en  ningún  otro  haí  salud  que  en 
él  solo.  Actos,  IV,  12.  2.<>  Porque  nin- 
gún otro  puede  ser  bastante  á  este  ofi- 
zio ,  sino  solo  Ghristo  ,  que  tiene  toda 
potestad  en  el  zielo  i  en  la  tierra ,  i  está 
siempre  con  los  suyos  hasta  el  fin  del  si- 


601 

glo.  Malh. ,  xxviii,  18,  20.  3.<>  Porgué 
ijhrísto  DOS  ha  amado ,  i  ama  mas  que  nin- 
gún otro ,  pues  que  se  dio  á  si  mismo  por 
nosotros  ,  i  ha  hecho  la  purgazion  de 
nuestros  pecados  en  su  propria  persona 
con  su  sangre.  Hebr.,  i,  3.  I  combída 
á  si  tan  grazíosamente  á  todos  los  car- 
gados i  trabajados.  Math.,  xi,  28.  De 
manera ,  aue  ios  hombres  no  tienen  causa 
ninguna  ae  dudar  de  su  sufizienzia ,  po- 
tenzia  ,  i  buena  voluntad :  mas  que  en 
todos  sus  trabajos  deben  acudir  á  él  so- 
lo ,  aue  testíGca  de  si  mismo ,  Juan ,  xiv , 
6 ,  Yo  soi  el  camino ,  i  la  verdad ,  i  la  vi- 
da: nadie  viene  al  Padre,  sino  por 
mi. 

Xa  dotrina  nueva  de  ios  hombres  enseña, 
que  Jesu  Ghristo  no  es  solo  Medianero, 
sino  que  también  lo  son  los  Santos  que 
reinan  con  él  en  el  zielo:  i  que  también 
Santa  María ,  madre  de  Dios ,  es  Media- 
nera i  abogada  del  jénero  humano.  Li- 
bro cuarto Sent.,Di8tinct.  xlv,  inMissale 
Parisiens. ,  in  prosa  Missae  de  Anuncia- 
tione. 


La  dotrina  apitigua  de  Dios  enseña ,  que  nues- 
tro Redemptor  Jesu  Ghristo,  por  el  per- 
feto  sacrifizio  de  si  mismo  ofrezido  una 
vez  en  la  cruz  para  deshazimiento  del 
iO^  pecado,  ha  reconziliado  todos  los  fieles 
con  Dios  su  Padre ,  i  ha  hallado  eterna 
redempzion :  de  manera ,  que  no  hai  mas 
ofrenda  por  pecado.  Hebr.,  ix,  12 ,  26, 
i  cap.  x,  12,  18. 


60S 

La  dotrína  nue^a  de  los  hombres  enseña, 
1^1    que  la  Misa  es  un  sacrifizio  por  la  remi- 
sión de  los  pecados  de  tíyos  I  de  muertos. 
Gonzíl.  Trid. ,  Ses.  6.%  Gán.  u. 

La  dotrína  antigua  de.  Dios  enseña ,  que 
somos  justificados  por  la  fé  en  Jesu  Ghristo, 
sin  las  obras  de  la  Leí.  Bon|. ,  ni ,  24 ,  28, 
Gálat. ,  II ,  16 ,  como  el  Espíritu  santo  testi- 
fica de  Abrahan ,  el  Padre  de  todos  los 
creyentes.  Greyó  ( dize)  Abrahan  á  Dios,  i 
fuéie  imputado  á  justizia.  Jénes. ,  xv,  6, 
ii/  Rom. ,  IV ,  3 ,  i  el  Apóstol  san  Pablo  añide 
expresamente:  Que  esto  no  está  escrito 
solamente  por  él :  sino  también  por  nos- 
otros ,  á  quien  será  también  imputada  la  fé 
á  justizia.  Rom.,  iv,  23,  24. 

.  La  dotrína  nueva  de  los  hombres  enseña, 

\     que  no  solamente  justifica  la  fé,  sino  también 

las  obras.  Gonzil.  Trid. ,  Ses.  6.*,  Gán.  xi. 

La  dotrína  antigua  de  Dios  enseña,  que  la 
y  fé  no  es  dudosa ,  sino  zierta  de  la  salud  que 
tiene  por  la  sangre  de  Ghristo  :  i  que  no  es 
estéril ,  sino  llena  de  obras  de  caridad ,  que 
son  frutos  de  justizia  i  de  verdadera  fé. 
Hebr. ,  xi ,  vers. ,  1 ,  Gal. ,  v ,  6 ,  Philip., 
I,   11. 

^La  dotrína  nueva  de  los  hombres  enseña ,  que 
la  particular  justificazion  de  los  hombres 
es  mui  inzierta,  i  mucho  mas  la  salud: 
de  manera ,  que  los  hombres  siempre  de- 
ben* dudar  de  su  salud ,  i  que  es  una  pre- 
sunzion ,  no  dudar  del  favor  i  de  la  grazia 
deDíos.  Gonzil.  Trident.,Ses.  6.*,  Gán.  xm, 
Gensur.  Golon. ,  fól.  96. 


is 


603 

La  dotrína  antigua  de  Dios  enseña ,  que  nues- 
tras buenas  obras,  por  ser  siempre  imper- 
fetas., nada  pueden  merezer  de  Dios,di- 
ziendoel  Propheta,  Esai. ,  lxiy,  6,  Todas 
nuestras  iustizias,  como  trapo  de  inmundi- 
zia.  I  Ghristo  nuestro  Señor  dize ,  Lúe. , 
XVII,  10,  Cuando  hoblerdes  hecho  todo  io 
que  os  he  mandado ,  dezid.  Siervos  inútiles 
somos.  • 

^'\La  dotrína  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  nuestras  buenas  obras  merezen  la 
grazía  de  Dios ,  i  la  vida  eterna.  Iten ,  que 
los  hombres  pueden  hazer  obras ,  que 
llaman ,  de  Supererogazion,  que  quiere  de- 
f  zir,  mas  aventaíadas  que  las  que  manda*  la 
!  Leí  de  Dios ,  á  las  cuales  no  son  obligados 
los  que  las  hazeh ,  i  valen  para  ayudar  á 
otros.  Belarm.,  de  Purg.  ,lib.  i,  cap.  8, 
Gen8.GoL,f.l75. 


La  dotrína  antigua  de  Dios  enseña ,  que  Jesu 
Cristo  es  la  cabeza  i  esposo  de  la  Iglesia: 
la  cual  él  gobierna  i  enseña  por  su  palabra 
i  espíritu.  I  que  el  deber  de  la  Iglesia  es 
oír  1  obedezer  á  la  voz  de  su  esposo  i  fiel 
Pastor,  según  el  mandamiento  del  Padre 
zelestial ,  Math. ,  xvii,  5,  Oid  á  él,  i  como 
14 {  también  enseña  Jesu  Christo ,  Juan ,  x ,  27, 
Mis  ovejas  oyen  mi  voz ,  i  yo  las  conosco, 
i  siguen  me. 

La  dotrína  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  el  Papa  es  cabeza  i  esposo  de  la  Igle- 
sia i  vicarío  de  Christq  en  la  tierra,  que 
tiene  las  llaves  del  paraiso  i  del  infier- 
no ,  i  que   puede  salvar  i  condenar.    I 


6>a4 

que  por  tanto,  deben  todos  obedezer  á 
sus  Decretos ,  i  estar  sujetos  á  él ,  i  que 
..M  cualquiera  que  no  obedeze  sin  contradezir 
á  sus  constítuziones ,  es  hereje.  Tomo  XXII, 
Tit.  V ,  la  Gloss. ,  2.»,  11b.  I  Decret. ,  Tit. 
VII,  cap.  9. 

• 

,  La  dotrina  antigua  de  D]os  enseña ,  que  los 
.'     Pastores  i  Ministros  de  la  Iglesia,  deben 
I      apazentar    el  *pueblo   Ghristiano  con  el 
verdadero  alimento  espiritual ,  que  es  la 
palabra  de  Dios  i  sana  dotrina  del  £?an- 
jlio,  como  Ministros  de  Ghrísto,  i  fieks 
dispensadores  de  los  misterios  de  Dios:  según 
el  mandamiento  de  Ghrísto ,  Mat. ,  xxvm, 
20,  Juan ,  xxi,  16 ,  17,  i  siguiendo  las  pi- 
sadas de  los  Apóstoles  ,  que  enseñaron  á  la 
Iglesia  lo  que  habian  rezebido  del  Señor, 
I ,  Gor. ,  XI,  83 ,  i  lo  que  era  conforme  á 
is^    las  sagradas  Escrituras ,  Actos ,  xxvi,  88, 
I,  Cor. ,  XV,  3,4. 

[La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña ,  que 
los  Eclesiásticos  deben  sacrificar,  ó  de- 
zir  Misas ,  i  cantar,  i  rezar  en  lengua 
Latina,  i  guardarlas  zeremonias  i  tra- 
diziones  de  la  Iglesia  Romana ,  i  enseñar 
al  pueblo  que  observen  todo  lo  que  los 
Papas  i  los  Gonzílios  determinaron  i 
mandaron,  aunque  no  sea  conforme  ¿ 
las  sagradas  Escrituras.  Gonzil.  Tríd., 
Ses.  última ,  etc. 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  oue  el 
1^1     uso  de  las  lenguas  no  entendidas  (aun- 
que sea  de  alabanzas  de  Dios),  es  mútil 
en  la  Iglesia  á  los  auditores  ignorantes. 


605 

Por  tanto,  que  los  que  enseñan*,  oran,  ó 
cantan  en  la  Iglesia ,  deben  usar  la  lengua 
vulgar  entendida  del  pueblo ,  para  edifica- 
zion ,  exhortazion  i  consolazion  de  todos, 
I,  Cor.,  XIV,  30,  VI,  7,  8,  etc. 

i8<La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  en  el  culto  de  Dios  se  debe  usar  la 
lengua  Latina,  i  que  seria  no  solamente 
inútil,  mas  también  dañoso  al  común  pue- 
blo ,  sí  la  S.  Escritura  se  leyese ,  ó  cantase 
en  la  Iglesia  en  lengua  vulgar.  Belarm.  de 
verbo  Deí. ,  lib.  ii ,  cap.  15. 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  los 
•Sacramentos  son  insettuidos  de  Ghristo 
para  imprimir  i  confirmar  en  nuestros 
corazones  la  verdad  de  las  promesas  de 
Dios:  i  para  que  nos  sean  saludables  re- 
quiérese de  nezesidad  que  seamos  fieles 
en  el  usar  dellos.  Porque  como  la  palabra 
de  Dios  no  creída ,  no  solo  no  aprovecha 
á  los  que  la  oyen ,  pero  los  deja  condena- 
17^  dos ,  asi  los  Sacramentos  tienen  el  mismo 
efeto,  cuando  no  se  reziben  porfé,  Math., 
xxvni ,  19 ,  20,  Rom. ,  iv ,  1 1 , 1 ,  Cor.,  xi, 
27, S9,  Heb.,  iv,  2,  i  Gap.  xi,  6. 

La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  los  Sacramentas  del  Nuevo  Testa- 
mento dan  grazia  ex  opere  opéralo :  que  es 
tanto  como  dezir,  por  la  virtud  de  la  obra 
hecha,  sin  que  haya  de  parte  del  que  los  rezibe 
buen  movimiento,  lib.  IV,  Sent.,  Distinc,  i. 


\ 


ÍLa  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  Jesu 
Ghristo ,  en  la  instituzion  de  la  S.  Zena  rom- 
pió el  pan  i  lo  dio  á  sus  diszipulos :  i  des- 


i8, 


606 

pues  el  Tino ,  diziendo ,  Bebed  del  todos, 
sin  hazer  diferenzia.  Lo  mismo  senseña  el 
Apóstol  S.  Pablo,  I,  Cor. ,  xi,  23. 

I  La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña,  aae 
el  Sacramento  del  altar  se  debe  dar  i  ais- 
pensar  en  pan  i  en  vino  solamente  á  los 
Sazerdotes :  pero  á  los  laicos  no  se  les  debe 
administrar  smo  el  pan  solo.  GonzilioTrid., 
Ses.  5.* 

É 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña «  que  el 
matrimonio  es  honorable  en  todos  esta- 
dos, Heb. ,  xin,  4 ,  i  que  mejor  es  casarse 
aue  (juemarse,  I,  Gor«  vn,  9.  Iten,  que  es 
dotrina  de  degaonios  prohibir  el  matrimo- 
nio,!, Tim. ,  IV,  3. 

[La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña « que 
el  matrimonio  es  un  estado  carnal ,  i  que 
por  tal  ha  de  ser  prohido  á  todos  los  ecle- 
siásticos, con  tanta  severidad,  que  sería 
mas  tolerable  que  un  perlado  ó  eclesiás- 
tico viviese  en  fornícazíon « que  si  se  casase 
,     lejítimamente ,  según  la  leí  de  Dios.  Porque 
I     (como  dize  Belarmino)  mayor  mal  es  á  un 
'      eclesiástico  casarse,  que  fornicar.-  i  añidiendo 
la  causa ,  dize.  Porque  el  que  así  se  casa, 
se  haze  inhábil  á  guardar  su  voto ,  lo  qoe 
no  haze  el  que  fornica.  Belarm.,  de  Mona- 
chis,  Lib.  U,  cap.  XXXIV. 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  lo 
que  entra  en  la  boca  no  contamina  al  nom- 
bre ,  M at. ,  XV ,  11 ,  i  (|ue  todas  las  viandas 
son  criaturas  limpias ,  i  que  los  fíeles  pueden 
usar  dellas  indiferentemente  con  pura  cons- 
zienzia  i  hazimiento  de  grazias.  I ,  Tim. ,  iv, 
4 ,  Tít.  I,  XV. 


i9< 


90^ 


607 

La  dotriua  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  DO  es  lizito  al  Ghrístiano  comer  de  toda 
suerte  de  viandas  en  todos  días  i  tiempos, 
so  pena  de  pecado  mortal.  Gomo  en  la 
cuaresma,  las  4  témporas ,  el  viernes ,  el 
sábado,  i  las  vijílias  de  algunos  Santos, 
Dist.  IV  ,  cap.  Statuimus. 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  el 
deber  del  hombre  pío  es  hablar  verdad ,  i 
guardar  su  fé  i  promesa ,  i  no  violar  su 
juramento,  aunque  sea  con  daño  suyo, 
Psalm.  XV,  2,  4,Zach.,yni,i6,Eph.,iv,25. 

ÍLa  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
^\  (jue  no  se  debe  guardar  fé  á  los  herejes, 
i  que  es  lizito  violar  promesa  i  juramen- 
to en  favor  de  la  Iglesia  Romana.  Go- 
mo está  concluido  en  el  Gonzilio  de 
Gonstanzia,  i  confirmado  con  la  muerte 
de  Juan  Hus,  contra  la  fé  pública  i  salvo 
conduto. 

La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña ,  que  to- 
da ánima  debe  ser  sujeta  alas  potestades  su- 
periores, que  son  los  majistrados.  Rom. ,  xm, 
1,1,  Pet.  ,11,  13. 

[La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 
que  los  eclesiásticos  no  son  sujetos  al  bra- 
zo seglar ,  ó  majistrado  político :  sino  que 
todos  han  de  ser  sujetos  al  Papa ,  el  cual 
se  compara  á  si  mismo  al  Sol  i  á  el  Em- 
perador á  la  Luna :  i  por  tanto ,  los  Empe- 
radores i  Reyes  en  señal  de  sujezlon  i  obe- 
dienziale  besan  los  pies.  Lih.  I«  Decret. 
Gregor.,  Tít.  xxxiu. 

^(La   dotrina   antigua  de  Dios  enseña,  que 
\     el  Antechristo  se  asienta  en  el  templo  de 


«08 

Dios,  como  Dios,  atribuyendo  á  si  .mis- 
mo lo  que  es  proprio  de  Dios,  II,  Thes.,  n, 
4 ,  i  que  el  lugar  de  su  asiento  es  la  gran- 
de ziudad ,  que  tiene  siete  montes  i  el  rei- 
no sobre  los  Reyes  de  la  tierra ,  Apoc.,  xvn, 

I  La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña,  que 

el  Antechristo  ha  de  venir  de  raza  de  Judíos, 

del  tribu  de  Dan,  i  que  el  lugar  de  su  reino, 

ó  silla,   será  en  Jerusalen.    Belarm. ,  de 

\     Romano  Pontíf. ,  lib.  lü,  cap.  xn  i  xin. 


La  dotrina  antigua  de  Dios  enseña,  que  pa- 
ra los  que  salen  deste  mundo  no  hai  que 
dos  caminos.  £1  zielo  para  los  fieles , .  que 
pasan  de  muerte  á  vida,  Juan,  v,  24,  i 
el  infierno  para  los  impíos  i  incrédulos; 
como  nos  enseña  muí  expresamente  S.  Juan 
Baptista,  Juan,  ni,  36.  El  que  cree  (di- 
ze )  en  el  hijo ,  tiene  vida  eterna ;  mas 
el  que  al  hijo  es  incrédulo,  no  verá  la  vida, 
mas  la  ira  de  Dios  está  sobre  él ,  i  como 
es  confirmado  en  Lázaro ,  que  fué  Ueva- 
^^^  do  por  los  Anjeles  al  seno  de  Abrahan ;  i  en 
el  neo ,  que  fué  atormentado  en  el  infier- 
no. Lúe. ,  XVI,  22,  23. 

[La  dotrina  nueva  de  los  hombres  enseña, 

3ue  hai  muchos  lugares  para  las  ánimas 
espues  de  la  muerte ,  es  á  saber  ^  el  zielo, 
el  infierno ,  los  limbos  de  los  Padres  i  de 
los  niños  que  mueren  sin  baptismo,  el  Pur- 
gatorio, i  otro  lugar  mas  honrado  junto  ai 
\     Purgatorio.  Belarm.,  de  Purgatorio,  lib.  II, 
^    Cap.  VI  i  vn. 


6§d 

Por  estas  Antítheses  entenderá  í  juzgará  fá* 
zilmente  el  Ghristiano  letor ,  cuál  sea  la  dotrina 
que  deba  creer  i  seguir  para  ser  salvo :  es  á  saber, 
la  antigua  de  Dios,  que  no  puede  errar,  ni  men- 
tir :  la  cual  es  la  verdadera  marica  de  la  Iglesia 
Ghristiana ,  Gathólica  i  Apostólica :  como  al  con- 
trario,  la  dotrina  nueva  inventadadelos  hombres, 
es  la  marca  zierta  de  la  Iglesia  Antiehristiana  i 
apostática,  la  cual  los  pios  deben  huir,  des- 
echar i  aborrezer  como  dañosa  i  engañadora; 
por  mas  que  se  gloríe  i  triumphe  con  magníficos 
títulos  i  aparato  esterno.  Pero  el  todopoderoso 
Dios  no  mira  al  esterno  parezer ;  mas  sus  ojos 
miran  á  la  verdad,  la  cual  él  ama  en  lo  íntimo. 
Jer.,  V,  3, Psal., Li,  8, 1,  Sam., xvi ,  7, Esaí.,  xi,  3. 
Vean,  pues,  losPrínzipes  i  majistrados,  qué  do- 
trina  mantengan  con  su  autoridad,  para  que  por 
un  zelo  inconsiderado  no  persigan  á  Ghristo  en 
sus  miembros;  como  en  tiempos  pasados  hizo 
Saulo ,  que  después  se  llamó  Pablo,  Act.,  ix.  Vean 
también  los  dotores  i  enseñadores  del  pueblo,  qué 
dotrina  divulguen  en  el  mundo :  para  que  no  sean 
del  número  de  los  engañadores  i  malos  obreros 
enlaviña  del  Señor,  los  cuales,  gloriándose  vana- 
mente déla  antigüedad,  santidad,  gran  número  i 
potenzia ,  acusan  á  la  dotrina  antigua  de  Dios  de 
novedad,  i  coloran  la  dotrina  nueva  délos  hombres 
con  título  i  manteo  de  Antigüedad;  mostrándose 
imitadores ,  no  de  Ghristo,  ni  de  sus  Apóstoles, 
sino  de  los  Sazerdotes,  Perlados  iAnzianos  deJe- 
rusalen,  que  siempre  se  gloriaban  de  los  Padres,  de 
lá  leí,  de  la  suzesion  de  Aaron,  del  templo,  i  de  sus 
ornamentos  i  privilejios ,  i  con  todo  esto,  resistie- 
ran i  persiguieron  á  Ghristo  i  á  sus  Apóstoles, 


610 

acusando  i  condenando  la  dotrina  del  Evanjdio 
como  nueva  i  estraña ;  como  los  Evanjdistas  lo 
testifican  mui  clara  i  ámplamente,  i  como  tam- 
bién lo  declara  S.  Pablo  en  la  primera  Epístola  i 
los  Thesalonizenses.   Gap.  n,  vers.  15  i  16. 

Ji  de  los  que  d  lo  malo  dizen  bueno\  i  alo 
bueno  malo :  que  hazen  de  la  luz  tinieblas ,  i  de 
las  tinieblas  luz^  Esai,^  y,  20. 

Miriul  que  nadie  os  engañe.  Porque  vendrán 
muchos  en  mi  nombre^  diziendo^  Vo  $ei  d 
Christo^  i  á  muchos  engañarán.  Mat^  xxiT,4. 


Fin  de  la  obra:  á  Dios  sea 
la  gloria. 


JLios  buenos  Obispos  de  Roma  difraron 
casi  300  años ,  el  primero  de  los  cuales 
fué  Lino,  i  el  último  Silvestre  I,  páj.  32. 

Los  Arzobispos  de  Roma  duraron  200 
años :  conviene  á  saber ,  desde  el  año  de 
320  ,  hasta  el  de  520 ,  páj.  36. 

Los  Patriarchas  de  Roma  duraron  desde 
el  año  de  520 ,  hasta  el  de  605  ,  páj.  36. 

Los  Papas  comenzaron  año  de  605, 
primero  fué  Bonifazio  III,  páj.  47.  Cuya 
tirania  hasta  hoi  dia  dura :  como  se  vee 
por  todo  el  progreso  del  primer  Tratado. 

Sígnense  los  nombres ,  según  la  orden 
del  Alphabeto ,  de  los  Papas  de  quien  se 
haze  menzion  en  el  primer  Tratado. 

A  Pfi; 

Adriano  I '.  55 

Adriano  III 63 

Adriano  IV 103 

Adriano  V 127 

Adriano  VI 213 

Agathon 51 

Alejandre  II 90 

40 


Alexandre  in 106 

Alexandre  IV 153 

Alexandre  V 1$1 

Alexandre  VI. , . .  ^ 1Í7 

Anastasio  II. ,.• » 41 

Anastasio  III 72 

Anastasio  IV * 103 

m 

B 

Benedito  II 51 

Benedito  DI 68 

Benedito  V 76 

Benedito  VI,  ó  V 77 

Benedito  Vni ,  ó  Vü 83 

Benedito  IX ,  ó  VIH 84 

Benedito  X,  ó  IX 89 

Benedito XI,  ó  IX 135 

Benedito  XII ,  d  X 144 

Benedito  XIII,  ó  XI 157 

Bonifazio  II 42 

Bonifazio  III 47 

Bonifazio  IV 48 

Bonifazio  V 49 

Bonifazio  VII 77 

Bonifazio  VIII 1 J2 

Bonifazio  IX 157 

c 

Galisto  II I(l( 

Calisto  m 175 


Zclestino  III Ili 

Zelestino  IV i  20 

Zelestino  V 130 

Clemente  II 86 

Clemente  III 111 

Clemente  IV 125 

Clemente  V , 1 35 

Clemente  VI 145 

Clemente  VII 155 

Clemente  VIH 214 

Clemente  IX,  ó  VII 286 

Constantino  1 51 

Constantino  II '. 54 

Cornelio 35 

CunoQ ■ 51 

D 

Dámaso  I 39 

Dámaso  11 87 

Deus-dedit,  ó  Theodato 49 

Dono  II 77 

E 

Estéphano  III,  ó  II 53 

Estéphano  IV,  ó  III 55 

Estéphano  V ,  ó  IV 57 

Estéphano  VI,  ó  V 69 

Estéphano VII ,  ÓVI 70 

EsléphanoIX,  ó  X 89 

Eujenio  II 58 


Eujenio  IV I7t 

F 

Félix  n 33 

FéHx  V m 

Formoso S9 

G 

Jelasio  1 41 

Jelasío  n 99 

Gregorio  1 44 

Gregorio  n 5S 

Gregorio  III 52 

Gregorio  IV ;.  58 

Gregorio  V 78 

Gregorio  VI - 84 

Gregorio  Vn 91 

Gregorio  VIU 111 

Gregorio  IX 117 

Gregorio  X 19S 

Gregorio  XI 149 

Gregorio  XII 159 

Gregorio  XIII 275 

Gregorio  XIV 28S 

H 

Honorio  1 49 

Honorio  II ; 90 

Honorio  m ilf 

Honorio  IV 130 

Horsmida 42 


I 


Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 
Inozenz 


o  I.., 
o  II.. 
oin. 
o  IV., 
oV.., 
o  VI. 
o  Vil. 


40 
101 
113 
121 
127 
147 
159 


O  Vm 185 


o  IX. 


286 


Juan  1 42 

Juan  ÚI 44 

JuanV 51 

JuanVm 59 

Juan  IX ,  ó  VIII 69 

Juan  XI,  ó X 73 

Juan  XII,  ó  XI 74 

Juan  XIII ,  ó  XII 74 

Juan  XIV ,  ó  XIII , 76 

Juan XVI,  ó  XV 78 

Juan  XVII,  ó  XVI 78 

Juan  XVIII ,  ó  XVn 78 

Juan XIX,  óXVn,  ó XVHI 81 

Juan  XX,  ó  XVIII,  ó  XIX 81 

Juan  XXI,  ó  XIX,  ÓXX 84 

Juan  XXII ,  ó  XX,  ó  XXI 128 

Juan XXni,  ÓXXI,  ó  XXIÍ 138 

Juan  XXIV,  ó  XXII,  ÓXXUI 162 


JuUoH 404 

Julio  m 234 

L 

Lando TJ 

LeonU 51 

Lconm 57 

LeonlV 59 

LeonV 71 

León  Vm 70 

León  IX 87 

León  X !W 

Liberio 36 

Linol 3J 

Luzio  II IW 

Luzio  in 111 

M 

Marzelino 35 

Marzelo  II 534 

Martino  1 5§ 

Martino  II 69 

Martino  IV If « 

Martino  V 16Í 

Miltiades 314 

N 

Nicolao  L . , W 

Nicolao  II W 

Nicolao  ra iW 

Nicolao  VI 1« 


Nicolao  V. . ., 174 

P 

Pascual  1 5g 

Pascual  II 9g 

Paulo  1 53 

Paulo  II 177 

Paulo  III 217 

Paulo  IV 237 

S.  Pedro 27 

Pelajio  1 43 

Pelajio  II 44 

PioII [[[Z'.[['.  176 

Pío  in 203 

PíoIV 267 

PíoV 272 

S 

Sabiniano 45 

Serjio  II 59 

Serjio  III 71 

Serjio  IV 82 

Silverio 42 

Silvestre  1 33 

Silvestre  n 79 

Silvestre  III 85 

Siraacho 41* 

Sirizio 39 

Sislo  IV 180 

SistoV 278 


T 

Theodato ,  ó  Deus-dedit 49 

ü 

urbano  H 97 

ürbanom 111 

urbano  IV 124 

Urbano  V 149 

Urbano  VI 1 50 

Urbano  Vtt ^286 

V 

Víctor  II 89 

Víctor  ra 96 

Víctor  IV 106 

Víjilio 42 

Viteliano 50 

z 

Zacarías 52 


Faltas  de  la  impresión. 


finís. 


NOTAS. 


P 


AnNA  2,  lín.  29.  —  ser  Dios.  — Así  en  la  2." 
Ediz.  Pero  la  1.*  dize :  — era  Dios. 

Páj.  3,  lín.  10.— de  palo.-— Puede  ser  que  no. 
Véase  la  reimpresión  del  Garrascon.  Páj.  14. 

Páj.  4,  lín.  34.  — Por  este.  — La  2.^  Ediz.  añade 
antes  desde — i  nota  —  etc. 

Páj.  7,  lín.  9.  —  envió.  —  Aquí  (i  siempre ,  en  casos 
iguales  en  que  no  señala  notable  diversidad  de 
pronunziazion),  se  usa  ortografía  moderna.  La 
ant.  Ediz.  dize:  —  embio. 

Páj.  8 ,  lín.  3.  —  en  reprobo.  —  Lo  mismo  se  dize 
en  la  Ediz.  1  .^  Se  alude ,  como  se  vé ,  á  la  £p.  á 
los  Rom. ,  1 ,  28 ,  i  es  de  notarse  .*  que  Valera, 
en  su  traduczion  del  Testamento  Píuevo ,  publi- 
cada el  a.  1596 ,  é  impresa  por  el  mismo  impre- 
sor R.  del  Campo ,  dize  también  —  en  reprobo. 
—Pero ,  en  la  trad.  de  toda  la  Biblia ,  publicada 
por  el  mismo  Valera ,  el  a.  1602  ,  ya  sustituyó 
las  vozes  áe -^perverso  entendimiento  —  (que 
son  las  mismas  que  mas  abajo  se  leen ) ,  ú  las 
de — «en  reprobo  sentido. » — Lo  mismo  hizo  en 
la  Ediz.  del  Testamento  Nuevo ,  que  reimprimió 
en  Amsterdam  el  a.  1625.  Ahora :  por  qué  Se- 
bastían  de  la  Enzina ,  que  adoptó  la  versión  de 
Valera ,  volvió  á  imprimir  el  a.  1708 ,  que  corri- 
jió  i  revistó  la  tr.  de  Valera ,  —  « en  reprobo 
sentido;»  —  no  puede  atribuirse  á  otra  cosa 
mas ,  que  al  descuido  de  adoptar  la  leczion  de 


a.  1596,  que  ya  en  el  a.  1602,  i  aun  en  estos 
Dos  Tratados,  enmendó  Valera ,  ó  recusó.  Por 
lo  demás ,  el  paso  de  la  £p.  á  los  Rom.  que  en 
la  versión  Vulgata  se  traduze — in  reprobum 
sensum ,  —  no  esplana  bien  la  voz  a8¿x(p.ov  del 
orij.,  que  debe  tomarse  en  sentido  activo,  por 
una  mente  incapaz  de  ejerzitar  sus  operaziones, 
ó  lo  que  es  lo  mismo,  por  una  menU  insutéa, 
un  entendimiento  que  no  entiende^  ni  dinier- 
ne:  que  esa  es  la  fuerza  de  la  voz,  i  esos  los  efec- 
tos de  la  idolatría,  que  espresó  con  gran  maestría 
Mílton  en  el  Lib.  I  del  Paraíso  perdido ,  allí 
donde  medroiamente  le  tradujo  nuestro  Jove- 
llanos  así : 

— para  probar  al  hombre,  corrompieron 
con  fraudes  i  mentiras  muí  gran  parte 
de  la  raza  mortal.  Los  desviaron 
del  Dios  que  los  criara ,  hasta  que  torpe- 
mente trocando  su  invisible  gloria 
en  la  imájen  de  un  bruto ,  muchas  vezes , 
entre  oro  i  pompa  ^  i  zeremoniai  vanas  ^ 
le  dieron  torpe  culto ,  i  adoraron 
á  Diablos ,  como  á  Dioses ,  ^  etc. 
He  colocado  variamente  los  tres  versos  últimos. 
Páj.  9 ,  lín.  23. —Grtgorio. —Errata  solo  déla  2.« 
Ediz. ,  pues  en  la  primera  dize ;  — Gregorio,— 
páj.  8 ,  lín.  26. 
Páj.  10,  lín.  26.  — Demás  d* esto, — hasta  la  voz- 
latín —  de  la  línea  23,  es  adizion  de  la  Ediz.  2.' 
Páj.  12,  lín.  7. — asi  Dios, — hasta — mandó,— 

lín.  9,  no  está  en  la  Ediz.  !.• 
Páj.  14,  lín.  12. — en  creyente ,  — quizá — encre- 
yente.— Modismo  antiguo,  igual  á— házenle 
creyente  en  <—  etc.  Házenle  que  crea. 


Páj.  15,  lín.  17.— ¿quéloserá?— -Provínzialismo 
aun  hoi  usado ,  en  el  que  se  calla  la  voz  eosa. 
¿Qué  cosa  lo  será? — ¿¿o  qué,  Señor? — suelen 
dezír  en  tierra  de  Talavera:  i  sobreentienden — 
l^qué  es  lo  que  vd.  dize? 
Páj.  17,  lín.  11.  —  I  porque, --hasta — pintada, 

—añade  la  S.^Ediz. 
Páj.  18,  lín.  25  i  siguientes  dize,  que  Elibera,  ó 
lUiberi,  es  Granada.  Por  eso,  i  aludiendo  á 
Sierra  f^evada ,  dijo  el  Horazio  español : 
—  La  cana  i  alta  cumbre 
de  Iliberi ,  clarísimo  Carrero ,  —  etc. 
Páj.  18,  lín.  ült.-~1563— es  errata.  La  l.^Ediz. 
—  1253.  --En  esta  2.»  Ediz.  debió,  pues,  de- 
zirse  — 1264. 
Páj.  19,  lín.  5. — oTerauna  — debujos. — Añádela 
2.* Ediz.  ít.  lí n.  1 1 ,  la  voz— debujar, — es  añadida. 
Páj.  19,  lín.  26.— Muchos,— etc.  Todo  el  pár- 
rafo, hasta  —  Ghristianos.  —  Es  adizion  déla 
2.»  Ediz. 
Páj.  23,  lín.    11.— a/cual,— Así:  pero  quizá 

d.  d.  —  el  cual. 
Id.,  lín.  12. — Frai  Juan, — etc.,  hasta,  —  mis- 
terios.—lin.  32,  añádela  2.* Ediz. 
Id.,  lín.  30.  — El  emblema  de  Alziato  es  el  7.<^  — 
La  tradujeron  al  Castellano,  con  los  demás, 
Bernardino  Daza ,  el  cual  le  trae  en  la  páj.  57  de 
su  Libro,  Ediz.  del  a.  1549,  i  Diego  López. 
Veas,  su  Ediz.  del  a.  1655 ,  páj.  43.  Véase  tam- 
bién la  Fábula  vni  i  lib.  4.^  en  Samaniego. 
Páj .  2  5 ,  hn .  1 3 .  — I  escribien  do ,  —  hasta — Roma, 

— lin.  19 ,  adizíonado,  en  la  2.*  Ediz. 
Páj.  26,  lin.  3.— Adiz.  en  la  2.»  Ediz.  desde  — El 
cual,— hasta  — Diczionario.— lin.  10. 


Páj.  27,  Un.  2.  — hasta,— etc.  Naturalmente  pre- 
sumirá el  lector  la  variazion  aquí.  En  la  1.* 
Edízion  dizeasí:— «Ivasta  Sisto  F^^  quehoi,  año 
del  Señor  1588,  tiraniza  en  la  Iglesia.» 

Páj.  29,  lín.  5.— Adiz.  la  2.«  Ediz.  desde— I  así,— 
hasta — Roma ,  —  lín.  8 . 

Páj.  33,  lín.  5.— aüende— por— allende,— en 
ambas  Edlzíones. 

Id. ,  lín.  23.  —  De  setenta ,  —  etc.  En  la  1  .*  Ediz. 
dize ,  por  supuesto ,  aquí :  —  «De  sesenta  ó  se- 
tenta años» —  etc. 

Páj.  34,lin.  21.  — Se  añade  en  esta  2.*Ediz.  des- 
de—El D.  Illescas  — hastar-ziego — lín.  32. 

Páj.  35,  Un.  19.  — en  la  cual— (hasta  — 25  días, 
—lín.  33,  es  adiz.  de  la  Ediz.  2.* 

Páj.  37 ,  lín.  24.  Añade  id.  desde — Tomo, — hasta 
— Venero,— .lín.  27.  I  además  varía  un  poco. 

Páj.  38,  lín.  30.  — también— Errata  de  la  2.' 
Ediz.  La  1.*- tan  bien. 

Id. ,  lín.  32.  Añade  la  2.*  Ediz.  desde— En  tiem- 
po —  hasta — Pelajio , — en  la  páj.  39 ,  lín.  3. 

Páj.  39, Un.  82.  Añade  la2.*  Ediz.  desde— El  mis- 
mo—hasta— ^África — lín.  34,  i  en  este  lugar ^  q. 
d.  el  versículo  8  del  cap.  Tni  delaEp:  á  los  Rom. 

Páj.  41 ,  Un.  5.  —  mucho:  — modismo  ant.  equiv. 
á — mui. 

Id. ,  Un.  6  i  7.— Obispo  en  Gampanía.  —  Gorr.  ei 
mismo  A.  lo  que  en  la  Ediz.  1.^  puso. — Obispo 
en  Gampaña. — I  todo  este  párrafo  está  mas 
conziso  en  la  Edízion  del  año  1588. 

Id.,  Un.  19.— Para  — hasta — Govarrubias — en  el 
renglón  25,  es  Adiz.  de  la  2.*  Ediz. 

Páj.  42 ,  Un.  13.  —  Jenselarico.  — Otros  llaman  al 
dicho — Genseleico.  —  k&i^  variados,  hai  en 


este  libro,  varios  nombres  de  Reyes  Godos. 

Páj.  42,  lín.  21. —No  puedo —hasta— sobre  él,— 
lin.  26.  Adiz.  de  laEdiz.  2.*— i  el  milagro  con- 
sistía ,  en  que  el  caballo  no  consintió ,  que  lo 
montase  una  mujer. 

Páj.  43 ,  lin.  16.— Instituyó ,  — etc. ,  hasta — ins- 
tituido—en lín.  25 ,  es  Adiz.  de  la  Edíz.  2.*— I 
sobre  lo  que  dize  en  las  líneas  27  —  32 ,  véase  la 
Ediz.  que  hize  yo  del  Montes,  páj.  282,  que 
dize  llamaban  por  mofa  biblistas  en  Alcalá ,  á 
quien  leia  la  Biblia. 

Páj.  44  ,  lín.  15.  —  Leonogildo.  —  Asi  en  las  dos 
Ediziones.  Es  el  mismo  que  vulg.  dizen  ,  Leo- 
vijildo,  I  en  la  lín.  17,  doto ,  es  ant.  por  docto. 

Id.,  lín.  23.  —  Del— por— de  él. —Así  siempre: 
como — Déste  —  por — De  éste ,  —  etc. 

Páj.  45,  lín.  25.  —  zeliba¿/o.  — Ahora,  mas  lati- 
namente dezimos :  zelibato. 

Páj.  46,  lín.  28.  — Mon.  — etc.,  hasta — I. — lín. 
34.  Adiz.  de  la  Ediz.  2.^ 

Páj.  47,  lín.  8.  — Clem.  VIII.— Enla  1.*  Ediz. 
es  —  Sisto  V. 

Id.,  lín.  25.  —  Señor  — por  suegro,  es  hoi  una 
cortés  vulgaridad. 

Páj.  48 ,  lín.  21.  —  S.  María  la  redonda ,  —es,  con 
efecto ,  lo  que  en  Roma  llaman  hoi ,  la  Rotonda^ 
ó  ü  Panteón  de  Agripa :  i  es  una  de  las  mues- 
tras mas  admirables  de  arquitectura  de  la  anti- 
gua Roma :  i  existe ,  á  pesar  del  Papa  Barberíni, 
que  quitó  de  su  techo  el  bronze  que  le  cubría: 
barbaridad  que  no  habia  suzedido  en  tiempo  de 
nuestro  Autor,  i  á  la  que  alude  el  dicho  — 
«  quod  non  fecer lint  Barban,  fecerunt 
Barbarini, » 


Julio  II 204 

Julio  III 234 

L 

Lando 78 

Lconll 51 

León  III 57 

León  IV 59 

León  V 71 

León  Vni 76 

León  IX 87 

León  X Í09 

Liberío 36 

Linol 32 

Luzio  II m 

Luzio  in 11! 

M 

Marzelino 35 

Marzelo  II 234 

Martino  1 50 

Martino  II 69 

Martino  IV 12$ 

Martino  V 168 

Miltiades 314 

Ificolao  L 68 

Nicolao  II 89 

Nicolao  m 128 

Nicolao  VI IW 


• 


Nicolao  V. . ., 174 

P 

Pascual  1 5g 

Pascual  II 9g 

Paulo  I. 53 

Paulo  II 177 

Paulo  III 217 

Paulo  IV 237 

S,  Pedro \^  27 

Pelajio  I [  43 

Pelajio  II 44 

píoii ;;;;;;  175 

Pío  in 203 

PíoIV 267 

PíoV 272 

S 

Sabíniano 45 

Serjio  II 59 

Serjio  III 71 

Serjio  IV 82 

Silverio 42 

Silvestre  1 33 

Silvestre  n 79 

Silvestre  DI 85 

Simacho 41* 

Sirizio 39 

Sisto  IV 180 

Sisto  V 278 


T 

Theodato,  ó Deus-dedit 49 

ü 

Urbano  II 97 

ürbanoin 111 

Urbano  IV 124 

Urbano  V 149 

Urbano  VI 150 

Urbano  VII ^286 

.V 

Víctor  n 89 

Víctor  in 96 

Víctor  IV. : io6 

Vijilio 42 

Vitelíano 50 

z 

Zacarías 52 


Faltas  de  la  impresión. 


finís. 


NOTAS. 


P 


AnNA  2,  lín.  29.  — ser  Dios.  — Así  en  la  2.» 
Ediz.  Pero  la  1.*  dize :  —era  Dios. 

Páj.  3,  lin.  10.— de  palo. — Puede  ser  que  no. 
Véase  la  reimpresión  del  Garrascon.  Páj.  14. 

Páj.  4,  lin.  34.  — Por  este.  — La  2.^  Ediz.  añade 
antes  desde — i  nota  —  etc. 

Páj.  7,  lín.  9.  — envió.  —  Aquí  (i  siempre ,  en  casos 
iguales  en  que  no  señala  notable  diversidad  de 
pronunziazion),  se  usa  ortografía  moderna.  La 
ant.  Ediz.  dize:  —  embio, 

Páj.  8 ,  lín.  3.  —  en  reprobo.  —  Lo  mismo  se  dize 
en  la  Ediz.  1.^  Se  alude ,  como  se  vé ,  á  la  £p.  á 
los  Rom. ,  1 ,  28 ,  i  es  de  notarse  .*  que  Valera, 
en  su  traduczion  del  Testamento  Píuevo ,  publi- 
cada el  a.  1596 ,  é  impresa  por  el  mismo  impre- 
sor R,  del  Campo ,  dize  también  —  en  reprobo. 
—Pero ,  en  la  trad.  de  toda  la  Biblia ,  publicada 
por  el  mismo  Valera ,  el  a.  1602 ,  ya  sustituyó 
las  vozes  áe-^ perverso  entendimiento  —  (que 
son  las  mismas  que  mas  abajo  se  leen),  alas 
de — «en  reprobo  sentido.  )>— Lo  mismo  hizo  en 
la  Ediz.  del  Testamento  Nuevo ,  que  reimprimió 
en  Amsterdam  el  a.  1625.  Ahora :  por  qué  Se- 
bastían  de  la  Enzina ,  que  adoptó  la  versión  de 
Valera ,  volvió  á  imprimir  el  a.  1708 ,  que  corri- 
jió  i  revistó  la  tr.  de  Valera ,  —  « en  reprobo 
sentido;»  —  no  puede  atribuirse  á  otra  cosa 
mas ,  que  al  descuido  de  adoptar  la  leczion  de 


tantas  vezes,  como  el  Dr.  niescas,  zítadaen 
esta  2.*  Edíz. ;  pero  nunca  en  la  1.%  como  se 
advirtió  ya. 
Páj.  97,  Un.  18.— En  el  de— etc.  Adiz.  hasta  — 

divino— linea  28. 
Páj.  lüü,  lin.  &.— Práxedis —en  la»  dosEdi- 
ziones.  Mejor: — Prácsedes,  — Hai,  en  el  día,  en 
Roma,  la  misma  Chiesa  di  S.  Prassede^  no 
lejos  de  S.  María  Mayor:  i  es  de  los  frailes  de 
F^allombrosa, 
Páj.  lei ,  lín.  19.  —  Grisono—áize  en  ambas Edi- 

ziones :  pero  debe  ser  Grisógono. 
Páj.  105,  lin.   12.— les  mandasen. — En  la  1.* 

Ediz.  dize: — los  manden.     . 
Id.,  lín.  14. —Letras,— por  Cartas,  ó  Des- 
pachos. 
Páj.  107,   lín.    17. —  aquel  á  quien.  —  Así  en 

ambas  Ediziones.  D.  d..«— á  aquel  á — etc. 
Páj.  112.  Al  márjen — Vesperjense. — Así  se  ha 
correjido ,  según  está  en  la  1.*  Edizion  i  en  el 
cuerpo  de  la  obra.  En  la  Ed.  2«*  el  imp.  al  már- 
jen dize  —  Vespergenso. 
Páj.  113,  b'n.  2.  —  con  las  manos  vazias.— En 

la  1.*  Ediz.  — con  la  mano  vazía  —  ele. 
Páj.  114,  lin.  27. — La  confesión  auricular,  pue- 
de dezirse  que  funda  su  orijen ,  en  la  carta  que 
el  Papa  León  el  Grande ,  escribió  el  a.  460  á  los 
Obispos  de  Gampania,  Pizeno ,  i  Samnío,  sobre 
si  era ,  ó  no ,  bien ,  que  se  hízíesen  confesiones 
por  escrito ,  que  luego  se  leyesen  en  la  congre- 
gazion ,  ó  reunión  del  pueblo.  Pero  hasta  el  año 
1215,  oséase,  como  dize  bien  nuestro  Valera, 
hasta  ese  imperioso  Pontiíize,  Inozenzio  III,  que 
sinódicamente  lo  decretó,  no  fué  obligatoria  la 


confesión  auricular^  ni  la  creenzia  en  la  Tran- 
suhstanziazion  j  ósea  la  conversión  de  una  hos- 
tia ,  en  cuerpo  de  J.  G.  El  haber  rezibido 
(imbos  dogmas,  como  de  autoridad  divina,  por- 
que así  lo  mandó  Inozenzio  III,  produjo  muchas 
provídenzias  i  dezisiones ,  enteramente  contra- 
rías á  las  Escrituras,  ó  que  no  se  fundan  en  ellas: 
desconozídas  en  los  primeros  siglos  de  la  Igle- 
sia :  i  dirijidas  á  fomentar  la  superstizion ,  i  no 
la  piedad. — Véase  el  Decreto  de  Inozenzio,  en 
los  Gonzilios,  Ediz.  de  Harduin ,  tom.  vii, 
páj.16,  17. 

Páj.  Ií5,  lín.  14.  Hasta  la  17  se  añade  todo  el 
paréntesis  en  la  2.^  Ediz. ,  i  lo  mismo  abi^o, 
cuando  zita  á  Pineda. 

Páj.  116.  Las  13  líneas  primeras  de  esta  páj.  son 
continuazion  de  la  zita  de  Pineda ,  i  por  conse- 
cuenzia,  no  están  en  Ja  l.^Ediz. 

Páj.  118,  lín.  5.  Antes  de  la  voz— -Hist.  ,— 
falta  Illescas ,  que  es  el  Autor  de  esa  Historia. 
Desde  la  línea  4, — ó  ziento, — hasta — oro  — 
linea  9,  se  añade  aquí;  i  no  está  en  la  1.* 
Ediz. 

Pájs.  118  i  119.  El  dístico  latino  le  tradujo  Va- 
lera  con  descuido ,  pues  se  quedaron  sin  tradu- 
zir,  las  dos  vozes  —  longuis  erroribus  —  o  con 
sus  luengos  errores — lo  mismo  en  esta,  que  en 
la  Ediz.  primera. 

Páj.  119,  lín.  9.  Desde  — Este  Papa  —  hasta 
—  Apóstoles.  —  Línea  31  de  la  páj.  120,  es  Adi- 
zion.  No  está  en  la  Ed.  1.*^ 

En  la  línea28— no  duermas— q.  d.  «No  pa- 
rezca, que  no  atiendes :  que  duermes. » 

Páj.  123,  lín.  4.  Nótala  costumbre  en  la  jente 


de  corona «  de  llamar  sobrinos ,  á  los  hijos.  Es 
tan  común  en  España ,  que  se  expresa  en  inu- 
merables  cantares.  Por  lo  corto,  i  ?ulgar,  puedo 
zitar  este: 

a  Los  Canónigos^  Madre , 

no  tienen  hijos: 

que  los  que  están  en  casa , 

sonsobrinitos.n 

Asi  hai  muchos.  I  en  cuanto  á  lo  que  dize  Va- 
lera  delnozenzio  IV,  véasela  Nota  puesta  sobre 
la  páj.  114,  é  Inozenzio  III,  que  es  el  caso. 

Páj.  123,  lin.  21.  I  al  márjen  zita  á  Guillermo 
de  SL  Jmoun  i  alude  á  su  obra  sobre  los  pe- 
ligros de  los  últimos  tiempos,  I  la  proposizion 
de  su  autor  es :  que  la  prediczion  de  S.  Pablo, 
II,  Tímot. ,  ui ,  1  i  sig. ,  respecto  á  los  peligros 
de  los  últimos  tiempos ,  se  cumplió  con  haber 
inventado  los  frailes  mendicantes.  Sus  Obras  se 
imprimieron  en  Paris  a.  163S ,  en  cuarto,  bajo 
la  feciía  de  Constanza,  Su  editor  fué  Juan  Gor- 
deslo ,  que  se  ocultó  bajo  el  nombre  d^  Juan 
Aletóphiio.  —Nuestro  historiador  Mariana ,  al 
referir  la  creazion  de  los  frailes  Dominicos  i 
Franziscanos ,  creo  yo ,  que  tuvo  presente  las 
obras  de  St.  Amour.  Sino  que,  Mariana  era 
taimado  i  escríbia  con  suma  cautela.  Véase  en 
8U  hist.  de  España  el  cap.  yui  ,  lib.  XII,  donde 
dize,  que  el  a.  1219,  cuando  la  lizenziai  cos- 
tumbre de  pecar  casi  habia  apagado  la  luz  <k 
la  razón ;  entonzes  se  fundaron  conventos  en 
España. 

Púj.  128,  lin.  13.  Debiera  dezir  —  ^  una  Cáma- 
ra —  etc. ,  i  no , — una  Cámara , — como  dize 
en  ambas  Ed.  l.^iS." 


Páj.  130,  Ifn.  última,  i  páj.  131 ,  lín.  1.*— s«- 
bralana  •—  sustituido  á  —  caña  hueca  —  que 
dize  la  1.* Ediz.  i  significa  lo  mismo:  i  hoi  de- 
zimos —  zerbatana. 

Páj.  145,  lín.  17  ,  al  márjen.  La  l.*Ed¡z.  dize  — 
Clemente  VI,  Putañero.— En  la 2.*  Ediz.  se  su- 
primió (i  bienhecho),  esa  última  voz. 

Páj.  146,  lin.  13.  — Eletorazgo— ó,  Electoraz- 
go  {  es  voz  poco  usada ;  Significa ,  Dignidad  i 
Autoridad  de  Elector  del  Imperio. 

Páj.  148  ,  lín.  12.  El  Golejlo  de  Bolonia  aun 
existe,  aunque  no  debiera ,  pues  caducó  su  ob- 
jeto. Si  se  fundó  para  estudiantes  pobres ,  ya  ha 
mas  de  un  siglo,  seguramente,  que  se  está 
faltando  al  tenor  de  su  fundazion :  pues  se  le 
convirtió  en  un  colejio  aristocrático ,  i  solo  para 
holgazanes ,  titulados  Caballeros ;  que  entra- 
ban, i  aun  entran,  con  el  objeto  de  cojer  un 
buen  empleo  en  el  Estado.  Lástima  es  que  las 
rentas  de  este  Golejio  no  las  utilize  el  Gobierno 
español ,  manteniendo  dos  ó  tre»  estudiantes  do 
arquitectura :  pues  para  las  que  llaman  carre- 
ras de  Universidad ,  es  ya  inútil ,  puesto  que 
hai  en  España  Universidades.  También  podría 
suprimirlo,  i  era  lo  mejor. 

Páj.  152,  líneas  1  i  2.  Laszitasdel  Historiador 
Segni,  i  de  Pineda,  son  Adizs.  déla  2.* Ediz. 

Páj.  155,  lín.  30.  Alude,  á  la  creenzia  de  ha- 
ber sido  conzebida  la  Vírjen  María ,  sin  pecado 

-  orijínal.  El  año  1850  ha  vuelto  á  resuzitaresta 
ridicula  cuestión ,  el  Papa  Pío  IX ,  con  inten- 
ziones  de  hazer  del  caso  un  Articulo  de  fé. 
Pío  IX  es ,  sin  disputa,  mas  débil  i  crédulo  teó- 
logo que  el  fraile  Dominico,  que  el  a.  1502  re- 


cojió  en  un  vol.  en  4.<'de  112  folios,  ó  224 
pajinas,  todos  los  argumentos  imajinables  en 
pro  i  en  contra,  habidos  en  cuenta  en  la  —  DU- 
putatio  sotemnis  de  Conception§B.  KirginU^ 
—  que  entonzes  hubo  entre  franziscos  i  domi- 
nicos, delante  del  Duque  de  Ferrara:  donde 
Fr.  Vizente  de  Castronovo,  probó  en  contra 
del  tal  negozío  cuanto  hai  que  probar.  Car- 
los  III  se  metió  también  en  este  asunto ,  fun- 
dando la  Orden  de  Caballería,  que  lleva  su 
nombre ;  pero  no  progresó  hasta  donde  avanza 
Pío  IX. 
Páj.  158,  lín.  10.  Pedro  de  Luna,  fué  Catalán, 

ó  Aragonés? 
Id.,  lí».    28. — la  han  echado. — ^^Así  en  ambas 
Edízs.   1.^   i   S.*    Pareze  d.    d.  ta   habian 
echado — etc. 
Páj.  161,  lín.   20.  Sobre  S.  Franzisco,  i  sus 
llagas ,  véase  el  libro  ímpr.  en  Milán  por  Go- 
tardo  Portice,   el  a.  1610,  con  el  titulo  de 
Liber  Conformitatum,  I  de  este  libro  hai  una 
reimpresión  con  estampas  grabadas  por  B.  Pi- 
cart:  tiene  por  titulo  L' Alcorán  dei  Corde- 
liers.  Amsterdan,  1734,  2  vol. ,  8.^  Contiene  el 
orijinal  latino ,  con  la  trad.  franzesa.  I  en  la 
páj.  67  del  tom.  1.**  [fol.  49  de  la  Ed.  de  Milán], 
está  la  impresión  de  las  llagas. 
Páj.  166,   lín.  22.  Juan  Huss  fué  al  ConzHio 
de  Constanza,  bajo  fe  i  salvo  conducto  que 
le  dio  el  Emperador  Sijismundo.  Pero  la  fé 
imperial  le  sirvió  de  poco.  Allí  le  quemaron 
vivo ,  donde  lleno  de  fé  i  del  amor  de  Dios,  su- 
fridestepadezimientocon  admirable  constanzia. 
Hombres  muí  doctos  han  InTcstigado  las  oau- 


sasde  tan  cruel  sentenzia,  contra  luán  Huss  i  su 
compañero,  i  ni  en  sus  opiniones,  ni  en  su  vida 
1  conducta ,  encuentran  motivo  para  ella.  De 
aquí  deduzen,  que  fué  oprimido  inicuamente 
por  sus  enemigos.  I  li^  conclusión  tie  estos 
exzeientes  i  doctos  hombres  es  justísima :  pues 
no  es  difízil  mostrar  de  4iónde  provino  la  pres- 
teza con  que  ios  Padres  del  Gonzilio  prozedie- 
ron  á  tachar  de  hereje  á  un  hombre,  que  no 
probaron  lo  fuese.  Sus  discursos-  i  escritos  ha- 
bían produzido  grande  conmozion  en  Bohemia, 
i  exzitado  en  el  pueblo  gran  odio  contra  los 
clérigos  de  toda  laya.  Obispos,  clérigos,  i  frailes, 
vieron  desde  luego ,  que  si  J.  Huss  volvía  á  su 
tierra ,  á  escribir  i  enseñar ;  ellos  perderían  sus 
honores ,  influjo ,  i  emolumentos.  Por  eso ,  no 
se  andaron  con  medios  términos ,  ni  escatima- 
ron dinero  ni  empeños ,  para  que  los  juezes, 
clérigos ,  acabasen  con  enemigo  tan  peligroso. 
— En  el  Gonzilio  había  muchos  enemigos  de 
Huss,  sedientos  de  su  sangre,  ijue  eran  Nomi- 
nalistas, i  odiábanle  porque  era  Realista:  i  como 
fueron  Nominalistas  la  mayor  parte  de  sus  jue- 
zes; salió  condenado.  Juan  Hofmann  fué  su 
mas  azerbo  perseguidor :  el  cual  era  Obispo  de 
Misnia  desde  el  a.  1413,  i  se  halló  en  aquel 
Gonzilio  con  gran  influjo.  Según  las  máximas 
de  la  Iglesia  Romana,  que  se  adhiere,  en  un 
todo,  al  prínzípio  de  Piinio  [V.  Epíst.  IX, 
Lib.  xcvii],J.  Huss  era  hereje.  También  Piinio, 
hubiera  tenido  por  herejes  á  los  Padres  Gons- 
tanzienses.  Este  es  el  prinzipio  i  fin :  i  el  circu- 
lo de  toda  autoridad  humana ,  en  materias  de 
de  Belijion.— Un  Jesuíta  bohemio,  que  está 


bien  distante  de  ser  favorable  á  J,  Huts ,  le  des- 
cribe de  esta  manera : — t^Fué  tna$  $util  fiM 
elocuente:  pero  la  gravedad  i  aúiteridaddB 
sus  costumbres »  su  vida  frugal  i  ejemplar^ 
su  pálido  i  descarnado  semblante^  tu  condi- 
zion  apazibleí,  i  su  rara  afabilidad  para  con 
toda  condizion  i  clase  de  personas^  alias  i 
bajas  i  eran  cosas  mucho  mas  persuasivas^  de 
lo  que  podia  serlo  (por  grande  que  fuese)  su 
elocuenzia, » — YéaseBohus.  Balbinus,  Epitom. 
Rer,  Bohem,  lib.  lY,  c.  y.  —  J.  Huss  fué  que- 
mado el  29  de  Mayo  del  a.  1416 ,  i  su  infortu- 
nado compañero  el  30  de  Mayo,  ó  24  horas 
después. 

Páj.  167 ,  lía.  32.  — Quien  quisiere-* etc.  Esadi- 
zioQ  de  la  2.*  Ed.  basta  —  lib,  y  ,  —  iin.  33. 

Páj.  169.  Sí  los  Papas  antiguos  temian  las  Gonzí- 
lios  f  como  dize  justamente  Yalera :  los  de  ahora 
no  debían  temerlos ,  si  los  componían  solo  jente 
de  clerezia »  Obispos ,  etc. 

Páj.  171,  lín.  30.— Dolfin.— Asi  en  ambas  Edizio- 
nes,  i  no  mal,  puesto  que  en  franzés  dizen 
Dauphin, 

Páj.  173 ,  Iin.  3.  Lo  mismo  que  ese  Carmelita  de- 
zia  Savonarola:  Ecclesia  indiget  reforma- 
tions, 

Páj.  175.  Es  injenioso  el  juego  de  sentido  que  se 
haze  ahí  del  famoso  lema  Romano  S.  P.  Q.  R. 

Páj.  177.  Toca  en  esta  páj.  el  dicho  de  Pió  n 
sobre  el  matrimonio  de  los  clérigos.  El  dicho 
corre  así  en  lailm-^u  Sacerdotibus  magna  ra- 
tione  ademptum  est  conjugium ,  sed  majore 
restituendum.  —  I  esa  misma  sentenzia  espre- 
só en  el  libro  segundo  del  Conzilio,  dizieodo: 


Fortasíis^  non  estet  pejus ,  sacerdotes  quam- 
plures  tixorari.  Quoniam  mtUti  saívarentur 
in  sacerdotio  conjúgalo^  qui  in  sterili  presby- 
teratu  damnantur.  n^l  aun ,  si  no  estaba  mal 
informado  Zelío  Segundo  Curio,  ese  mismo 
Pío  II  coUegia  qumdam  Brigidanarum  et  Cía- 
ranarum  monialium  disolvebat ,  jubens  eas 
exire^  ne  amplius  urerenttir,  ne  ve  sub  re- 
ligioso habilu  meretricem  celnrent, — I  tenía 
razón  Pió  II,  porque  este  zelibalo  forzado  de 
las  monjas ,  fué  causa ,  i  seguirá  siéndolo ,  de 
cHmenes  bien  lastimosos,  i  de  bien  bárbaros 
sacriiizios.  £1  misterio  i  el  secreto  encubre  esos 
crímenes :  i ,  por  lo  mismo ,  debían  mirar  bien 
las  Autoridades  Romanistas ,  qué  es  lo  que  ha- 
zen ,  permitiendo,  i  fomentando,  los  conventos 
de  monjas.  Yo ,  en  la  sinzeridad  de  mi  ánimo, 
creo ,  que  ningún  Gobierno  debía  permitir  mon- 
jas con  votos  perpetuos ,  é  inmutables ,  i  clau- 
sura forzada:  que  esta  clase  de  votos,  son 
enteramente  jentiiícos,  i  anticristianos :  i  que 
los  conventos  de  monjas  (á  lo  menos  en  España) 
son  unas  moradas  de  angustia  i  de  tormento, 
donde  sus  habitadoras ,  cuando  no  están  pro- 
vistas del  nepente  de  la  estupidez ,  ó  de  la  de- 
vozion  insulsa;  tienen  que  comprimir  el  corazón, 
1  enzerrar  el  alma ,  en  todas  las  estrechezes  i 
laberintos  que  les  presenta  la  hipocresía:  i  hasta 
los  momentos  postreros  de  la  vida  ocultar,  i  ni 
entonzes  revelar,  lo  que  sintieron  i  desearon. 
De  cada  convento  de  monjas ,  han  traspirado  en 
España ,  historias  trájícas ,  i  dolorosas ;  casos 
que  llenan  de  pena  los  corazones  de  hombres 
bien  fuertes.  Todos  se  cuentan  esos  casos:  no 


ha  i  pueblo  donde  no  se  refieran  s  de  ellos  se 
formaron  Hbros ,  comedias ,  cantares .-  — i ,  sin 
embargo ,  las  monjas  se  fomentan ,  se  recluían, 
se  las  llama  relijiosas:  i  en  ese  mortífero  queba- 
zer ,  de  enzerrarlas  i  de  por  vida  emparedarlas, 
se  emplean  hoi,  en  el  a.  de  1851,  una  porzion 
de  mujeres  príozipales !  Yo  pienso  ,  que  todo 
ánimo  dulze  i  cristiano,  debe^anhelar  el  dia,  en 
que  $e  rompa  esa  venda ,  que  cubre  i  aprieta 
los  ojos  de  muchos,  i  no  les  deja  distinguir 
tamañas  lástimas:  que  todo  corazón  que  se 
sienta  latir  coa  deseos  del  bien  de  los  hombres; 
dirija  esa  pasión  de  cristiano  afecto  t  no  á  apri- 
sionar á  mujeres  infeUzes ,  i  fomentar  sus  erro- 
res;  sino  á  que  desaparezcan ,  de  -una  vez  para 
siempre ,  monasterios  guardados  con  leyes  rigo- 
rosas de  sangre,  tornos,  votos  irrevocables,  é 
inmudable  santificado  zelibato.  En  España  son 
grandes  los  males  que  el  zeübato  eclesiástico 
está  causapdo.  Hasta  se  ha  forzado,  á  algunos 
legos  de  conventos ,  que  estos  años  pasados 
casaron ,  á  que  dejen  sus  mujeres :  i  á  monjas, 
ya  exclaustradas,  que  hizieron  lo  mismo ,  á  que 
dejen  sus  relaziones.  Extinguidas  las  órdenes 
relijiosas,  los  votos,  pareze,  que  dejan  de  ser 
obligatorios;  i  que. un  malaventurado  hombre, 
que  fué  lego  deeonvento ,  i  secase  luego ,  1  tuvo 
hijos ;  pareze  que  dejó  de  ser  hombre  inútil, 
dejando  la  capiUa,  i  se  convirtió  en  útil  vezioo: 
pues,  ese  pecado  legal  del  zelibato  elesiás* 
tico,  quita  á  una  mujer  su  marido,  á  unos  hi- 
jos su  padre ;  i  vuelve  á  convertir  en  lego  zélibe 
del  Carmen  (como  ya  ha  suzedido),  cuando 
nohai  fraUes  CarmditMf  al  que  casó  legal* 


mente.  Estas  cosas  pasan  en  España,  i  nos  lla- 
mamos cristianos.  Pío  II  pensaba  mas  rectamen- 
te, en  este  punto.  I  lo  mismo  el  Papa  Paulo  II, 
que  le  suzedió.  Véase  á  Valera,  á  la  vuelta. 
Páj.  178,  lin.  26.  Donde  alude  á  estos  versos 
de  Pannonio  sobre  la  hija  de  Paulo  II. 

Poníificís  Paiili  testes  ne  Roma  requiras 
Filia  quam  genuity  sat  docet  esse  marem. 

Sanctum  non  possum ,  patrem  tedicerepossum, 
Quum  video  natam^  Paule  secunde,  tuam. 

El  a.  de  1822  se  reimprimieron  en  Lima ,  en 
un  voi.  en  12.^  de  80  pajinas,  los  Cinco  Vid- 
éogos  contra  el  zelibato  Eclesiástico ,  dados  á 
luz  (yo  A  creo  por  primera  vez) ,  en  el  Perió- 
dico Español ,  que  publicó  Blanco  en  Londres, 
el  a.  de  1811. 

Páj.  181. — breviadores,  — dizen  ambas  Ediziones 
i.*  i  2.*  por  abrevindores ,  que  dezimos  ahora: 
pues  sigue  este  lucrativo  far  niente ,  entre  los 
muchos  empleos  inútiles ,  de  la  Romana  Curia 
papal ,  siendo  uno  de  tantos. 

Páj.  182,  lin.  28. — I  por  cuanto — etc.,  hasta 
la  páj.  184,  lin.  29  ,  donde  dize—  Sisto  V,  — 
hai  una  larga  adizion  en  esta2.'^Ed.  — En  la 
1.*  Edizion ,  páj.  162,  lin.  3  i  siguientes,  en  lu- 
gar de  todo  ese  párrafo ,  se  dize  lo  siguiente :  — > 
«  Mirad  si  los  papistas  ignorautes  tienen  gran 
»  ocasión  de  preziar  su  Rosario  inventado  oon 
n  falsas  ilusiones  i  milagros  del  Diablo ,  por  me- 
»  dio  de  fraí  Alano  r  i  ¡  qué  Alano !  Esposo  de 
» la  Vírjen  María ,  predicado  por  Jacobo  Pro- 
n  vinzial,  i  confirmado  por  Sisto  IV,  Padre  santo 
»de  Roma.  Con  ser  este  Sisto  tal  cual  habernos 
»  oido ,  oon  todo  esto  los  Papistas  lo  estiman 


»  mui  mucho :  tanlo  que  el  Papa  que  hoi  linni- 
n  za  año  de  1 588 ,  en  que  esta  historia  se  escri- 
»  bió,  se  puso  por  re^erenzia  í  memoria  de  él,  so 
»  nombre ,  llamándose  Sisto  V, »  etc.  I  sigue 
como  ahí ,  el  cuento  de  Panvino. 

Páj.  183.  Habla  de  un  Libro  sobre  el  Rosario.  No 
le  conozco :  pero  hai  otros  varios.  Haze  poco 
publicó  unfrai  Domingo  Díaz ,  Las  Exzeimzias 
del  Rosario.  Sevilla,  1844 ,  con  una  Lizenzia 
i  Jdvertenzias  al  frente ,  mui  curiosas ;  i  unos 
milagros  (V.  p.  e.  el  de  la  páj.  3 ) ,  que  aven- 
tajan á  estos  de  Valera. 

Páj.  186.  Antes  de  esos  versos  ,  que  son  deMaro- 
lo  t  faltan  estos  dos :  m 

Quid  guíBris  testes^  fit  mas  atU  fatmina  Cibo? 
Réspice  natorum  pignora  certa  gregem. 

Pájs.  189  i  190.  Lo  referido  aquí  sobre  el  Jubileo, 
Puertas  tapiadas  en  las  Basílicas  Vaticana ,  La- 
teranense ,  etc. ,  pasa  ahora  como  Valera  lo 
cuenta ,  según  me  dijeron  en  Roma ,  pues  aun- 
que estuve  en  ella  cuatro  vezes ,  nunca  en  año 
de  Jubileo  :  i  así ,  tapiadas  hallé  esas  puertas, 
i  tapiadas  las  dejé*  Pero  es  farsa ,  que  como  las 
de  Ganonizaziones  de  santos ,  atrae  muchajente 
forastera  á  Roma ,  i  nada  vale  ,  para  ser  vista: 
i  que ,  á  vezes ,  suele  ser  peligrosa  i  mortífera 
para  curiosos.  — Al  Papa  i  clérigos  les  reditúan 
estos  jubileos ,  oro  i  poder.  —  Cuanto  Valera 
dize  sobre  Alejandro  VI,  es,  por  desgrazia, 
bien  zierto.  JNo  conozió  ese^Papa,  en  toda  su 
vida  otro  prínzipio  de  conducta,  que  el  go- 
zar del  mundo,  vivir  en  sensualidad ,  satisfazer 
sus  apetitos  y  ambizion. 

Páj.  191,  lin.  SS.  Añade  esUS.*  £d.  desde— 


El  Reí  Luis  XII,  —  hasta  — de  una  lanzada, — 

páj.  192,  lín.  9.— Véasela  1.*  Ed.  pal  168, 
Páj.  193,  lin.  5.--Xiicf0¿ta.— Así  la  1  .*  Edíz.,i 

asi  debe  dezir,  en  vez  de  — Lucrecia,  que  se 

lee  en  la  Ediz.  2.* 
Id. ,  lin.  9. — dizen,  que  vendió — etc.  El  que  dijo 

esto  en  elegantes  disticos  latinos ,  fué  Pico  de 

la  Mírándula ,  Prinzipe  de  Garpi. 

«« Vendit  Jlexander  cruces^  aliaría ,  Chrútum: 
Emerat  illepriuSy  venderé  jure  potest. 

De  vitio  in  vitiunij  de  ñamma  Irannt  in  ignem: 
Roma  std)  Hispano  aeperit  imperio. »  —  etc. 

Solo ,  que  para  hablar  con  exactitud,  en  estos 
tiempos,  hai  que  mudar  la  (case  del  verso 
cuarto  así:  sub  Romano^  Hispania,  deperit 
imperio:  pues  aunque  la  tal  frase  no  sea  verso, 
es  verdad. 

Id.,  lín.  13.  —  Jiezia.  —  Gomo  de  Simón ^  se 
formó  la  voz  Simonía:  asi  Valera  forma  la 
voz  Jiezía ,  ó  Giezia ,  de  Jiezí  ó  Gieií.  Véa- 
se quién  era  este  en  el  Lib.  II,  délos  Reyes  [en 
la  Vulgata  ^í\\  de  los  Reyes],  cap.  v. 

Id.,  lín.  19.  Añade  la  2.*  Ediz.  desde — Déste 
Jeme —  etc. ,  hasta  —  Alejandre , — páj.  194, 
lín.  1  .* 

Páj.  196.  Toca  en  esta  páj.  Valera  el  Descubri- 
miento de  América ,  i  zita  á  las  Gasas.  Varios, 
i  muchos,  son  los  escritores  españoles  que  ha- 
blan de  este  gran  acontezimifento ,  con  toda 
verdad ,  i  espíritu  cristiano.  Guillermo  Howitt, 
no  ha  dicho  mas,  en  su  obra,  intitulada  — 
Colonizalion  and  Christianity,  Modernos, 
lo  mismo  que  antiguos,  pueden  zitarse  bastan- 
tes ,  que  escribieron  como  D.  Jorje  Juan ,  i  Don 


Antonio  de  üUoa ,  en  bus  Memorias  SeeréUu 
de  America,  Pero  contrayéndome  aquí  á  lo 
que  dize  Valera ;  acotaré  lo  que  ínzidental- 
mente  pone  el  Maestro  Fr.  Domingo  de  S.  Tho- 
más ,  en  el  Prólogo  de  su  Vocabulario  de  U 
lengua  Quichua  v  imp.  en  Valladolid  el  a.  de 
1560.  —Hablando  del  poco  fruto ,  que  el  Evan- 
jelio  hazia  entre  los  Indios;  se  expresa ,  azerca 
de  estos ,  así  : 

c<I  sinc^  son  cristianos  todos,  hasta  agora,  no 
n  es  porque  no  liaya  en  ellos  disposición  á  ser* 
» lo,  que  zierto  la  hai,  i  grande,  sino-por^tie  m 
•»  se  les  ha  predicado  la  fé  hasta  pocos  años 
»  ha ,  que  se  ha  empezado  á  hazer  algún  fructo. 
»  Antes,  la  pfínzípal  predicáztpn  que  se  les  ha- 
»  ziaera ,  «ntendeircada  uno  en  saproprío  ínte> 
»resse,  con  mui  gran  daño  déla  conservazion, 
n\  conversión  de  los  Indios,  i  infamia  del 
»  nombre  fámosisimo  de  Jesu  Ghristo  nuestro 
»  Señor «  i  del  nombre  cristiano.  Tanto ,  que 
» muchos  de  los  Indios ,  basta  agora  tienen 
»  creído,  que  cm^iano,  quiere dezir^  Robador, 
»  matador,  cruel,  etc.  Ptfrque  Tiendo  que  los 
II  que  tienen  este  nombre ,  son  comunmente  tan 
» crueles,  tan  mentirosos,  tan  carnales,  tan 
»  cobdiziosos,  i  brevemente,  tan  víziososen  todo 
»jénero  de  vizios,  con  tan  gran  libertad  i  sol- 
»tura,  i  tan  desvergonzada  i  osadamente;  tie- 
»  nen  conzebido  en  sus  entendimientos ,  que 
»  Jesu  Ghristo ,  de  quien  los  cristianos  toman 
»  el  nombre ,  les  manda  hazer  aquellas  cosas. 
»  Porque  como  ellos  tenían  tanta  obedienzia  i 
»  sus  ídolos  (que  tenían  por  Dioses) ,  que  nada 
I»  hazian  contra  sus  mandamientos  {  no  se  pue- 


»  den  persuadir  4  ni  creer,  que  con  tanta  osadía 
» i  libertad  hagan  esto  los  cristianos ,  sin  lizen^ 
n  zía  i  mandamiento  del  Señor,  cuyos  criados  di- 
n  zen  ser.  De  todo  lo  cual,  cuan  grande  infamia 
»  redunde  en  nuestro  bnen  iesu  Cristo ,  podrá 
»  entender  el  que  fuere  medianamente  cristiano, 
i>  i  tuviere  algún  zelo  á  su  honra.  I  aunque  esto 
»  pareze ,  que  va  fuera  del  Vocabulario  de  la 
n  lengua ,  i  me  he  salido  algo  del  prop^ósito  del; 
n  pero  no  del  de  Jesu  Cristo ,  cuya  honra  i  zelo 
»de  su  servizio  me  ha  hecho  bazer  lo  uno,  i 
»  haze  dezir  lo  otro. »  —  etc. ,  etc. 

Hasta  aquí  Fr.  Domingo,  escritor  nada  sos- 
pechoso, ni  sospechado  de  hereje:  d  ,cual  les 
dize  á  sus  compañeros:  que  el  buen  ejemplo  es 
la  prinzipal predicazion.llo  que  este  escritor, 
azerca  del  prozeder  español  en  América ,  dizen 
otros  de  nuestros  escritores.  I,  lejos  depare- 
zerme  esta  confesión  pública  infamante  para 
España ,  i  los  españoles ;  me  pareze  muí  loable, 
i  digna,  i  cristiana  cosa,  i  por  eso  la  he  queri- 
do corroborar  ahora  con  esa  larga  zita.  --Los 
Repartimientos  de  Indios ,  i  los  Camaricos:  son 
unos  pecados  de  los  españoles  i  en  la  domina- 
zion  de  América ,  grandes  i  sangrientos. 

Páj.  197 ,  lins.  1 1  i  12.  Compárense- con  la  páj.  42, 
líns.  23  i  24  de  la  Obra  de  Montes.  Esta  com- 
parazion  es  importante ,  i  bien  triste. 

Páj.  198,  Un.  10.  Alude,  sin  duda,  al  libro  áe  Rai- 
mundo González  de  Montes^  que  yo  reimprimí, 
traduzido  al  español,  en  el  año  de  1851 . 

Páj.  199.  —  Toca  la  historia  del  falso  Píunzio  de 
Portugal :  pero  no  es  seguro  que  él  introdujese 
allá  la  Inquisizion. 


Páj.  202,  lín.  15.  Común  refranes  en  España 
este : — a  Tres  Santas ,  i  un  honrado ;  perdie- 
dieron  al  Estado. »  — Ladrones  en  cuadriUa, 
llamaba  Cerrantes ,  con  mucha  razón ,  á  los  de 
la  Santa  Hermandad.  La  Santa  Cruzada^  toda- 
Tia  está  petando  á  España  t  la  Santa  Inqnisi- 
zion^  quiere  brotar  de  nuevo:  elHonrado  Corne- 
jo de  la  Mesta ,  aun  haze  ,  como  que  vítc. 

Id. ,  Ifn.  22.  Las  Bubas ,  ó  mal  franzés ,  ó  no  pro- 
zeden ,  ó  es  muí  dudoso  viniesen  directamente 
de  América.  Pero ,  lo  que  es  cierto  es,  que  raro 
es  el  español  sin  gálico,  cuando  no  adquirido, 
heredado. 

Páj.  203.  Desde  KolvamoSy  lin.  7,  hasta  la  lin.  25. 
Qnien ,  etc. ,  es  adizion  de  esta ,  1  no  está  en 
la  1.*  Ed.  Machavelo^  puede  ser  errata,  ó  ma- 
nera de  escribir  el  nombre  de  Macliiayelo ,  que 
ahora  españolizamos  mejor  escribiendo  Ma- 
quiavelo. 

Páj.  205,  lín.  21.  Djesde  Guizardíno,  etc.,  es 
también  adizion  de  esta  Ed.  hasta  la  lin.  7 
d^  la  páj.  206. — Biema^  es  por  supuesto, 
Beame, 

Páj.  207,  lín.  9.  Adonde  dize  c^rt^iií^,  pareze 
d.  d.  deripit.  — Estos  son  unos  versos  de 
Felipe  Melanchton  :  i  aquí  no  paso  Yalera 
tres  disticos  que  antezeden  á  esos. 

Páj.  209,  lin.  5.  A  este  caso  del  manzebo  ale- 
mán ,  alude ,  sin  duda ,  Conrado  Grebelio,  en 
el  siguiente  dístico  : 

(c  T^enit  in  lialiam ,  spectabilis  índole  rara 
Germanus:  rediit  de  puero  mulier. » 

Id.,  lin.  21.  Debe  leerse  azerca  de  este  Papa, 
la   Obra  de   Guillermo  Roscoe,  intitulada: 


c<  The  Life  audPontifieateofLM  theTentky » 
— de  la  cual  hai ,  lo  menos  zinco  edizíones ,  la 
quinta  revisada  por  su  hijo  Thomás  Boscoe.  El 
Conde  Luis  Bossí,  de  Milán ,  publicó  en  Italiano 
una  roui  buena  traduczion  de  la  obra  de  Roscoe, 
de  la  cual  se  despacharon  2,800  ejenoplares, 
casi  al  momento ;  i  tuvo  tal  azeptazion  la  obrat 
i  tales  su  mérito,  que  el  Papa  León  XII  la  inclu- 
yó en  el  Indbx  Expübgatorius. 

Páj.  SIO,  lín.  S.  La  creazion délos  31  Cardenales 
de  una  vez ,  pareze  indudable.  No  lo  es  tanto 
esa  notizia ,  de  que  intentó  hazer  también  Car- 
denal á  Rafael.  Pero  tampoco ,  hai  que  mirar  la 
cosa  como  wi  sueño  ^  pues  ya  en  estos  dias  de 
severa  critica ,  en  defensa  de  la  notizia ,  i  del 
Vasar!  que  la  da ,  como  nuestro  Valera ;  ha 
traído  pruebas  no  despreziables,  el  Profesor 
Longhena,  contra  el  caballero  C.  Fea,  que  la 
niega. 

Páj.  Sil ,  lin.  7.  La  obra  que  zita  Valera ,  bajo  el 
nombre  españolizado  de  Estidano,  se  intitula— * 
Joannis  Sleidanicommentariorum^de  Statu, 
Religionis  et  Reipublica^  Carolo  Quinto  Cüb* 
8ore,  Libri  xxvi,  un  vol.  en  S.^' mayor,  de  mas 
de  890  pájs.,  impreso  en  Estrasburgo  {Ar- 
gentorati), 

Péj.  212,  lín.  ült.  Sanazaro,— etc.  El  dístico  de 
Actio  Sannazario,  es  este: 

Sacra  sub  extrema ,  bí  forte  requiritis  hora 
CurLeonon  poterat  súmete?  F^endiderat, 

Pájs.  815—16.  Menziónase  en  ellas-^el  Saco 
de  Roma.  I  en  la  páj.  216,  lín.  8,  alude  á  Juan 
DS  Valoés,  con  las  vozes  un  Español.  Jo 

42 


réimprimi  el  Diálogo  de  Yeldes  el  a.  pasado  de 
1850 :  junto  con  otro  de  sus  Diálogos. 

Páj.  S17,  lins.ll  i  12.-- Murió  de  tósigo,— etc. 
Toma  la  notizia  de  Baleo :  pero  no  es  zierta. 
Ranke,  apoyado  en  Soriano,  dize  que  murió 
de  tristeza.  Otros,  que  de  mal  de  estómago. 

Páj.  218,  lin.  30.— Contra  Cosme  Gherio.—£l 
moderado,  i  católico  historiador  italiano  de 
nuestros  dias ,  Cario  Botta ;  recuerda  también 
esa  abominazion  nefanda.  Sobre  Pier  Luigit 
ya  noté  algo  en  el  Prólogo  i  rfotas  de  la  Carta 
á  Felipe  IIj  reimpresa. —A.  1849. — Véase. 

Páj.  220 ,  lín.  6.  Viene  calificado  Enrique  VIII  de 
prin^pe  magnánimo  I  Terrible  adulazion. 

Páj.  221,  lin.  19.Desdeaqui,  hasta — enzimo,— 
páj.  232,  lín.  3,  adizion.  En  laEd.  1.*  no  se  ha- 
bla aquí  nada  de  estos  frailes  Jesuítas.  Logóla, 

'  dezimos  hoi ,  por  el  Talle ,  i  por  el  S.  Ignazio; 
pero  Layóla ,  dize  la  Ediz.  de  Valera,  i  Gui- 
puscua.  La  l.^Ediz.  habla  de  los  Jesuítas  en 
laspájs.  195 — 96,  bajo  Paulo  IV,  porconfuQ- 
diríos  con  los  frailes  del  Amor  divino. 

Páj.  $24,  lins.  12  i  14.  — Ghieti:  Ghieünos:— se 
pronunzían  en  castellano ,  como  si  se  escri- 
biese: Quiéli:  Quietinos. 

Id. ,  lin.  20.  Dize  Fenezianianas ,  la  Ediz.  ant., 
que  ahora  dezimos  p^enezianat. — Hoi,  ó  no 
hai  Teatinos,  ó  llamamos  asi  á  los  Jesuítas;  á 
los  cuales  llama  Quevedo  Monopantos^  por- 
que eUoB  solos ,  lo  son  todo  en  el  mundo:  i  ese 
nombre ,  es  el  mismo  de  Solipsos ,  con  que  les 
distinguia  el  Jesuíta  Inchofíer,  que,  como  nues- 
tro Jesuita Mariana,  conozió  á  fondo,  las i^n- 
fermedades  de  la  Compañía  (mal  llamada)  de 


JéStís.  En  el  día ,  todo  fraile  es  jesuíta :  ó  ya  no 
hai  clérigo  católico-romano,  ni  aun  hombre, 
que  quiera  pasarlo  bien  i  honradamente,  y  quie- 
ra ser  tenido  por  ¿wen  católico-romano;  que  no 
sea  jesuíta  remachadamente  jesuita.  ¿Has  muje- 
res? Jcsuitesas  sublimadas.  En  el  dia,  los  Jesui^ 
tas  se  distinguen  en  dos  clases  :  Jesuitas  reales 
efectivos :  i  Jesuitas  fictizios  ó  aparentes:  hom- 
bres i  mujeres,  se  supone.  Ambas  clases  son 
para  un  pais,  lo  que  es  una  fuerte  cantidad  de 
opio ,  para  el  que  padeze  de  modorra.  Los  Je- 
suitas presentan  el  único  ejemplo  de  una  orden 
de  frailes ,  que  haya  sido  creada ,  suprimida,  i 
restablezida :  alabada,  maldezida,  i  de  nuevo 
alabada :  i  todo  por  la  infalible  autoridad  Pon- 
tifízía.  Realmente ,  que  se  vienen  al  pensamien- 
to los  Jesuitas ,  al  leer  los  cap.  xiii  i  xvii ,  del 
Apocalipsis ;  pues  el  a.  1773  ellos  rezibieron  una 
herida,  al  parezer,  mortal ,  que  se  la  curaron, 
ó  bizmaron,  el  a.  de  1814  :  i  á  ellos  también 
pareze  aplicable,  la  descripzíon  de  la  Bestia, 
«que  fué,  i  no  es,  aunque  es:»  porque  ellos 
existen  de  hecho ,  en  cien  partes  donde  no  es- 
tán reconozidos ,  de  derecho :  i  todavía  mas: 
ellos  han  logrado  persuadir,  á  sabios  senado- 
res, y  aun  á  hombres  literatos,  i  espíritus 
fuertes ,  que  existen ,  pero  no  como  existieron; 
i  que  son  aquellos  que  fueron ;  pero  que  todos 
los  testimonios,  antiguos  i  rezientes,  azerca 
de  su  carácter  actual,  i  presentes  i  pasadas 
operaziones ;  todas  son  meras  ficziones  de  sus 
enemigos ,  ó  cosas  que  son  i  que  eran ,  pero 
que  ya  no  son.  Embolismo  que  solo  ellos  pue- 
den practicar,  i  nadie  entender.  £1  Puseismo^ 


en  Inglaterra  é  Irlanda ,  que  es  el  hijo  bastardo 
del  papismo;  ¿qué  cosa  le  Uamarémos ,  sino 
Jesuitismo,  que  no  es,  aunque  es ?  Los  Jesuí- 
tas están  aquí  bosquejados  tal  cual  por  Valera. 
Glemens  publicó  su  «Historia  de  los  Jesuítas,  en 
Hamburgo  el  a.  1845.  Gampanella,  Giobertí,  el 
Gonde  Alexis  de  Saint-Priest  [Histoire  de  la 
Perte  des  Jesuites  ] ,  Adolfo  Boucher  [  Histoire 
Dramatique  etBomanesque  de  Jesuites],  Eduar- 
do Duller  [c<  Die  Jesuiten  wie  sie  waren  und  wíe 
sie  sind»  ] ;  í  otros  muchos ,  en  estos  años ,  han 
escrito  sobre  Jesuítas,  bien,  y  con  gran  verdad. 
Don  Nicolás  de  Azara,  á  quien  el  Padre  Vázquez, 
acusa  de  Jesuíta ,  escribió  unas  mui  curiosas 
cartas  que  se  publicaron  en  Madrid  el  a.  1846, 
como  quien  dize,  cuando  las  sotanas  i  manteos 
de  los  Padres  volvieron  á  ornar  la  Górte. — 
Todos  estos  han  escrito  algo ,  de  lo  que  fueron, 
i  de  lo  que  son  los  Jesuítas :  pero  la  destreza 
de  los  Padres ,  i  Jesuítas  de  corbatín ,  respon- 
de á  esto  I  con  prohibiziones ,  i  con  dezir  que 
no  hai  tai.  Por  eso :  léanse  las  obras  de  Pá- 
lafox;  i  quien  tenga  tiempo,  lea  las  de  Le- 
sio,  Molina,  Escobar,  Busenbaum,  Ribadenei- 
ra,  Galatayud,  i  en  estas  obras,  aprenderá 
mui  bien  á  estimar  cualquiera,  los  servicios 
morales ,  i  literarios ,  que  han  hecho  en  el  mun< 
do  los  Jesuítas.  Hoi,  suelen  ocultarse,  en  di- 
versos  países,  bajo  los  nombres  de  Redentorístas, 
Lazaristas,  Glérigos  de  Propaganda  i  otros 
apelativos;  pero  Jesuítas  son,  i  como  eran,  i 
como  fueron  se  quedan.  Pues  ya  mandó  el 
P.  Ricci :  jáut  8ÍtU  ut  aunt ,  aut  non  sinL 
Páj.  SS8,Un.  l.—iorm^nn^—dizelaEdiz.  antigua. 


Pájs.  229  i  230.  Jéneva^  dize,  por  Jinebra,  que 
arhora  dezimos;  i  Ginebra  dize  la  1.*  Ediz. 
Varió f  quizá,  para  que  lo  entendiesen  mejor 
los  estranjeros. 

Páj.  232.  De  Vergerio  toma  Valera  este  caso  de 
Inozenzio ,  hecho  Cardenal. — Mas  abajo  donde 
nombra  á  Ganimedes ,  he  puesto  asi  el  nombre, 
porque  así  le  pone  la  Ediz.  1.*— La  2.*  Ediz. 
pone ,  por  dos  vezes ,  —  Ganymides. 

Páj.  238,  lin.  3.  Esto  que  escribió  Paulo  IV 
antes  de  ser  Papa ,  se  intitula :  —  «  Consilium 
ddeetorum  Cardinalium  ^  et  aiiorum  Pras- 
latorumy  de  Emendanda  Écclesia,  S.  B.  N.  D. 
Paulo  tertioy  ipso  jubente  conscriptum  et 
exhibitum  anno  1537,  etc.  Suscriben  al  fin  de 
este  escrito,  varios  Cardenales,  Gontareno, 
Sadolebto,  i  otros.  Vol.en  4.°  de  solo  10  hojas. 

Páj.  240.  Paga  un  justo  i  voluntario  tributo  de 
respeto,  en  esa  páj.  nuestro  Valera  á  la  hospi- 
talidad de  Inglaterra.  Hoi  sigue  esta  noble  Ma- 
zion  ese  mismo  seguro  camino  de  renombre  i 
gloria. 

Páj.  243.  Esta  pajina  contiene  grande  i  buena 
doctrina.  La  creenzia  verdadera  consiste,  en 
tener  la  luz  que  condena  todo  mal ,  i  todo  prin- 
zipío  de  oscuridad.  Los  que  caminan  en  esta  luz, 
tienen  la  enseñanza  de  Dios  mismo ,  que  les  s&- 
fiala  cuáles  deben  ser  sus  caminos.  Muchos,  que 
hablan  de  la  Lei ,  jamás  la  conozieron ,  ni ,  por 
consiguiente,  rezibieron  enseñanza  de  ella:  mu- 
chos que  hablan  del  Evanjelio  de  Cristo,  no 
conozen  la  vida  i  la  inmortalidad  sacadas  á  luz, 
por  él.  ¿Quién  fué  ese  maestro  misterioso  de 
Rodrigo  de  Valer?  ¿Qué! ¿I9o  es  acaso  Cristo 


un  sufiziente  enseñador  i  maestro?  Dios  nos 
dio  en  Ghrislo  Jesús,  un  Profeta ,  al  cual  debe- 
mos oir  [Luc. ,  IX  V  35].  Cristo  Jesús,  el  Predi- 
cador unjido  del  Señor :  Cristo,  nuestro  acon- 
sejador i  guiador,  si  queremos  escucharle,  inte- 
riormente hablándonos:  Cristo  es  el  Obispo 
que  vijila  por  nosotros :  i  el  Rei  que  nos  gobier- 
na, si  queremos  seguir  su  doctrina.  I  el  que  no 
quiera  tener  á  Cristo,  que  jamás  pecó,  i  en 
cuya  boca  no  se  halló  engaño ,  por  su  regulador 
i  maestro ;  lea  su  sentenzía  en  el  Testamento 
ISuevo :  que  allí  está  consignada :  Cristo  dijo 
á  los  ministradores  de  su  doctrina :  «de  balde 
la  rezibisteis:  dadla  de  balde.»  I  el  Apóstol 
dize.-^ccNo  deseamos  el  oro,  la  plata,  ni  la 
hazienda  de  ningún  hombre. »  Trabajaban  los 
Apóstoles  con  sus  manos :  i  de  balde  enseñaban 

el  Evanjello Estas,  i  otras  cosas  aprendió 

Taler  en  aquella  escuela ,  que  es  la  luz  interior 
que  alumbra  á  todo  hombre  que  viene  á  este 
mundo.  I  en  esa  escuela ,  pueden  aprender  otros 
españoles,  sí  no  zierran  á  toda  luz  su  entendi- 
miento ,  i  leen  atentos  el  Testamento  Nuevo,  las 
Profezias ,  i  Salmos. 

Páj.  244,  lín.  7. — papaba. —  Así  la  1.'  Ediz. ,  iasi 

.    debe  dezir :  la  2.*  dize ,  papaba ,  por  errata. 

Páj.  247,  hn.  28.  —1555.— Uno  de  los  que  por 
entonze»  escapó  de  Sevilla,  ó  en  el  año  de  1557, 
lué  este  mismo  Giprian  Valera ,  que  era  fraile 
allí  en  S.  Isidro,  ó  Isidoro,  de  Sevilla.  Unas  26 
personas  escaparon ,  según  dize ,  i  se  acojieron 
á  Jinebra.  Véase  la  páj.  248. 

Pájs.  250—52.  A  estas  pajinas  puede  servir  de 
curiosa  Nota  el  siguiente  Reguebdo  inserto  en 


el  períédieo  de  Madrid — Ei  ClamarpúUicó^— 
en  su  núm.  2230 :  i  que,  á  la  letra ,  díze  asi : 

— RBCUBaDOiGNOifmioso.^GonTenímos  eon 
las  siguientes  obsenaziones  que  haze  El  Porve- 
nir de  Sevilla  en  su  número  de  8  del  actual : 

Sobre  la  puerta  que  en  la  iglesia  del  ex*con- 
vento  de  San  Pablo  llaman  de  los  Judíos  (porque 
solo  se  abria  para  que  entrasen  i  saliesen  las  infe- 
lízes  víctimas  déla  nonsaoeta  Chicharra),  existe 
zierta  pintura  al  fresco,  que  representa  un  auto 
de  fó ,  en  que  San  Fernando  lleva  sobre  «us 
hombros  hazes  de  leña  para  quemar  á  los  here- 
jes. «¡Tantum  religio  potuitsuadere  malorum!» 

lün  1812  hubieron  de  avergonzarse  nuestros 

mayores  de  haber  sido  tan candidos,  i  varias 

órdenes  de  la  autoridad  mandaron  cubrir  aque^ 
padrón  de  ignominia,  alzado  dentro  del  templo 
de  un  Dios  de  misericordia  i  zerca  del  lugar 
donde  diariamente  se  recuerda  el  sacrifizio  del 
Cordero  inmaculado,  que  dio  su  vida  por  la 
salud  de  los  hombres  i  que  no  quiere  la  muerte 
del  pecador,  sino  que  se  convierta  i  viva.  La 
operazion  debió  ser  encomendada  á  algún  fraile, 
hermano  de  hábito  de  los  inquisidores ,  el  cual, 
lejos  de  raer  la  pintura  i  esparzir  al  aire  el  pol- 
vo ,  en  memoria  de  la  zeremonia  tristísima  que 
terminaba  el  espectáculo  de  los  autos  de  fé,  se 
contentó  con  cubrir  de  yeso  aquel  sitio,  para 
poderle  quitar,  sin  detrimento  del  cuadro, 
cuando  acabara  la  cautividad  babilóniqa. 

Vinieron  los  tristes  días  de  1814 ,  i  como  uno 
de  los  presentes  que  el  agradezido  Fernando  hizo 
Á  su  pueblo  en  recompensa  de  haber  derramado 
por  él  tanta  sangre,  fué  el  restablezimiento  del 


tríbanal  de  la  Inqoisizion,  desculMídM  el  cua- 
dro, quevolfió  á  ser  tapado,  aunque  con  me- 
nos esmero,  en  1^20,  despoes^ie  haber  prometí- 
do  el  Reí  marchar  francamente  par  la  anda 
comtüuzdanaL  Guando  en  1888  invadiéronla 
España  los  hijos  de  San  Luis  para  hazer  zesar 
esa  marcha  franca^  el  Duque  dd  Infantado  quiso 
tornar  á  descorrer  la  cortina  que  ocultaba  el 
famoso  cuadro ;  pero  el  Reí  dijo  que  ya  no  era 
hora ,  i  la  memorable  antigualla  estuvo  eclip- 
sada los  diez  años  de  Calonnarde,  i  los  diez  i 
ocho  que  contamos  de  esto  que  llaman  gobierno 
representativo. 

Juzgúese  nuestra  admiración  al  ver,  en  uno  de 
los  últimos  días,  que  la  pintura  ha  sido  descdbier- 
ta,  i  que  manos  entendidas  se  proponen  restaurar- 
la, ¿il  quién  se  debe  este  acuerdo?  De  seguro  no 
será  á  los  ilustrados  curas  de  la  parroquia  déla 
Magdalena ,  sita  boí  en  la  iglesia  de  aquel  ex- 
convento ,  porque  nos  consta  que  con  sus  lá- 
grimas ,  i  hasta  con  su  sangre ,  quisieran  borrar 
asa  pajina  dolorosa  en  los  festos  de  la  relijion. 
¿Se  deberá  tal  vez  á  algún  amante  de  la  pintura, 
que  desee  no  defraudar  al  público  la  vista  de 
aquel  fresco ,  si  acaso  hai  en  él  algo  de  bueno? 
La  jenerazion  actual,  que  no  comprende  esos 
milagros  del  fanatismo ,  tomará  aquello  por  un 
aniteatro  de  jentiles ,  i  entonzes  pierde  la  fé  lo 
que  pudiera  ganar  el  buen  gusto.  ¿De  quién, 
pues,  ha  sido  ese  desacordado  acuerdo?  Sin 
dada  de  alguna  persona  imprudente,  que,  ó  no 
conoze  á  su  siglo ,  ó  lleva  su  loca  temeridad 
basta  el  punto  de  provocarle  dentro  del  san- 
tuario. 


Creemos  qae  las  autoridades  eclesiástica  i  zWú 
ignoren  completánfiente  este  negozio ,  i  qae  solo 
tardarán  en  ponerle  el  oportuno  remedio,  lo 
que  tarden  en  zerziorarse  de  lo  ocurrido.  La 
vista  de  un  auto  de  fé  dentro  del  templo  i  á  la 
presenzia  augusta  de  aquel  Dios ,  que  no  se  de- 
leita con  holocaustos^  ni  aun  de  Tíctimas  irra- 
zionales ,  es  consejo  de  Satanás ,  contra  el  que 
debemos  prevenirnos  los  bueno*  católicos. » 

Hasta  aqui  el  Clamor, 

En  lo  que  no  tienen  razón  los  periódicos,  es  en 
que  no  se^  conserve  la  pintura  que  dízen.  Yo 
creo ,  que  no  solo  debe  conservarse ,  sino  tras- 
ladarse á  lienzo ,  f  si  esta  operazion  no  es  facti- 
ble en  Sevilla^  debia  sacarse  una  buena  copia, 
i  ponerla  junto  al  cuadro  que  hai  en  el  Museo, 
del  Auto  de  Wé  de  1680:  i  si  manos  entendidas^ 
i  devotas  del  Santo  Ofizío ,  ó  los  ilustrados  cu- 
ras ó  frailes  pagan  la  exacta  copia  del  cuadro, 
deben  rejistrarse,  al  pié  de  él,  sus  nombres  i 
apellidos :  i  aun  si  quisieran  publicar  con  ricos 
grabados  en  azero ,  una  coleczion  completa  de 
todos  los  Autos  de  Fé  zelebrados  en  España; 
con  los  Prozesos  íntegros  de  los  castigados ,  i 
sus  retratos  fidedignos;  les  deberíamos  agrade- 
zer  el  que  nos  proporzionasen  con  la  enseñanza, 
el  fruto  de  tal  tesoro.  La  lástima  es,  que  no  lo 
harán. 
Páj.  S51 ,  lín.  IS.  Faena.  Asi  dize:  pero  el  recto 
modo  de  escríbir  este  apeUido  es  Baena,  Véase 
á  Montes^  reimpreso  este  año. 
PáJ.  S55,  Ifn.  8S.  Se  habla  en  la  Escritura  del 
bautismo,  de  la  zena ,  del  lavar  los  pies,  etc., 
pero,  así  como  esto  último,  no  fué  llamado  ni 


tustittiído  taeramento  (palabra  que  no  está  en 
la  Escritura) «  asi  tampoco  el  bautismo  ^  ni  la 

.  zena,  símbolos  de  la  pureza  i  de  la  fraternidad 
cristianas.  Todas  estas  tres  pajinas  últimas, 
desde  la  páj.  25S,  lín.  28,  hasta  la.páj.  266, 
última  b'n. ,  donde  dize ,  -~  Antecristo , — están 
añadidas ,  i  muí  variadas ,  de  como  se  leen  en  la 
l.*Edizion. 

Páj.  258,  lín.  13  i  siguientes.  Lo  que  refiere  aquí 
Yalera  suzedió  el  a.  de  1541 ,  i  también  lo  he 
leído  en  J.  Foxe,  — «The  Acts  and  Monuments, 
etc.,  — vol.  V,  páj.  455,  Ediz.  del  a.  1838. 
£1  que  allí  se  llama  SmÜeo,  es  el  Dr.  Smith. 

Páj.  264,  lín.   16.  En  inglés  llaman  iglesia  de 

.  St.  Fridesmde^  á  la  que  llama  aquí  nuestro 
y.  de  santa  Fridetuida. 

M}.  266,  lín.  24.  Yo  no  sé,  si  la  que  ahora,  en  el 
a.  1851,  se  llama  jente  docta,  ilustre,  i  de 
lustre ;  tiene  mayor  conozimiento  del  Evanjelio, 
que  el  vulgo  i  jente  común.  Pero  lo  que  sé,  es, 
que  el  Evanjelio  es  (mal  pecado!)  una  íetra 
muerta ,  una  de  aquellas  leyes  que  dizen ,  que 
«a  obedezen ,  pero  tío  te  cumplen.  Si  el  Evanje- 
lio se  amara ,  por  los  españoles ,  España  seria 
otra  cosa. 

Páj.  267 ,  lín.  19.  Absolvió  Pío  á  Garlos  Y  i  á  Fe- 
lipe II.— Véase  la  carta  á  Felipe  11^  reimpresa 
haze  tres  años,  i  que  viene  á  ser  el  4.^  volu- 
men de  esta  coleczion  de  Reformistas  espa- 
ñoles. 

Páj.  270 ,  lín.  4  i  siguientes.  Véase  también,  sobre 
este  caso ,  el  Libro  de  Montes ,  que  reimprimí 
antes  que  este.  Sobre  confesores  soUzitantes, 
liai  volúmenes  escritos.  I  bai  Escritores  Gasuis* 


tas ,  ó  Gasistas ,  que  han  publicado  Tratados 
sobre  el  asunto. 

PáJ.  S71,  lín.  31.  — ccque  ciento  i  humo — etc.» 
Modismo  antiguo.  Equivale  á— -sino  viento,  etc. 
La  voz  humo^  no  se  halla  en  la  1.*  Ediz.  En 
la  páj.  273,  lín.  32,  viene  otro  igual  modismo. 

Páj.  272 ,  lín.  20.  Desde— Zerca,— hasta— a^^o — 
en  la  lín.  33,  es  adízion  de  esta  Ediz.  2.*  En  la 
lín.  24.— el  Erena, — puede  serLlerena;  i  er- 
rata de  la  ant.  Ediz. 

Páj.  273,  lín.  22.  Véase  completo  este  dístico  en 
la  páj.  126. 

Páj.  274,  líns.  4—7.  Son  tributo  que  Valcra 
paga  á  la  flaqueza ,  i  al  zelo  iluso :  i  renglones 
escritos  por  un  político  miope,  ó  por  el  secta- 
rio :  i  no  por  el  cristiano,  r^uestro  elegante  i 
fanatizado  escritor  D.  A.  de  Fuen-Mayor,  llama 
piadoso ,  á  ese ,  á  quien  Y.  llama  aquí  traidor^ 
como  creo  que  lo  fué.  Pero  lo  que  yo  creo  tam- 
bién es ,  que  no  se  debe  arrastrar  ni  descuar- 
tizar ú  nadie:  que  Valera  no  podía  saber  de  fijo, 
se  halle  ese ,  ni  otro ,  en  los  infiernos :  i  que 
Isabel  de  Inglaterra,  puso  los  fundamentos  de 
la  grandeza  i  de  la  gloria  de  su  país ,  educada 
por  Ascham ,  i  siguiendo  los  consejos  de  Gui- 
llermo Gecil ,  i  prozediendo  tal  vez  menos  an- 
ticristianamente, que  sus  contrarios.  Los  planes 
de  Felton ,  los  profanos  arrojos  de  Pió  V  hubie- 
ran triunfado  seguramente ,  si  la  Reina  Isabel 
inglesa ,  hubiera  mandado,  como  nuestro  Feli- 
pe II  i  su  criado  el  Duque  de  Alba ,  arrastrar  i 
descuartizar  ó  quemar  á  muchos.  I  el  haberío 
hecho  con  Felton  (v.  páj.  275)  puede  aparezer 
á  algunos  una  razón  de  estado :  pero  siempre 


será  ana  mancha,  i  bien  negra»  de  sa  condoeU, 
i  menoscabo  de  su  buen  nombre. 

Páj.  S74.  Lo  que  dize  aquí  Y.  del  Dante,  Petrarca, 
etc.  9  es  bien  zierto.  Los  italianos  unen,  abora, 
al  recuerdo  de  esos  nombres ,  los  de  SaYonaro- 

.  la,  Ochino,  Garacciolo,  Curio,  Olimpia  MoraU, 
i  otros  de  aquellos  pasados  tiempos.  I  eneldia 
Rossetti,  Desanctis,  Glerícetti,  Achilli,  i  otros; 
corroboran  lo  que  ahi  dize  Valera.  Pero  nosotros 
tenemos  también ,  desde  los  tiempos  en  que  f  í- 
Tíó  nuestro  Arzipreste  de  Hita,  Ruiz ,  i  aun  an- 
tes :  varios ,  muchos  que  han  sabido  dezir  la 
▼erdad.  Libbrtád  de  gonzibuzias  :  ubutad! 
Póngase  en  práctica ,  ese  4)eseo  de  Valera :  i  se 
▼era,  entonzes,  si  en  España,  hubo  i  hai,  quien 
supo  i  sabe  lo  que  es  Papa. 

Pájs.  376 — 77.  Caso  bien  notable  se  refiere  aquí, 
no  contado  por  Montes. 

Páj.  280,  lin.  31.^40  añoi--  etc.  La  i.*  Edizion 
dize ,  por  supuesto — 30  a4lot.  —  Véase  alli,  la 
páj.  225,  lin.  3. 

Páj.  281,  lin.  26.  Aquí  empieza  unaadizion,  que 
no  se  lee  en  la  Edizion  1.%  i  acaba,  páj.  286, 
lin.  23,  anunzíando  la  muerte  de  Felipe  II ,  a. 
1598. 

Páj.  283,  líns.  7  i 8.  Cuéntase,  efectiTamente,  el 
caso,  en  los  vs.  43 — 46  del  cap.  vi,  lib.  I  de  los 
Macabeos.  La  2.*  Ed.  del  a.  1599,  pone  ahi  un 
( )f  que  por  innezesario,  se  ha  suprimido. 

Páj.  285,  lin.  24.— obedtziere-*dize  la  antigua 
Ediz.,  tal  Tez  del  latín  obedire:  pero  que  he 
correjido ,  por  creerlo  errata. 

Páj.  287.  En  la  1  .*  Ed.  en  lugar  de  C/ameiito  F7//, 
nombra  á  SiBto  F. 


Páj.  S88.  Don  Juan  Iriarte,  en  el  siglo  pasado,  re- 
cojió  treinta  mil  refranes.  D.  J,  Iriarte  taYa 
predileczion,  porrecojer  i  conservar  toda  clase 
de  refranes  que  leia ,  oia ,  ó  encontraba.  Los 
ponía  en  papeletas  sueltas:  i. por  cada  re- 
frán, ó  proverbio,  que  le  llevaban,  que  no 
estuviese  en  su  coíeczion ,  pagaba  un  tanto. 
Asi  reunió  unos  treinta  mil  refranes.  Estos 
refranes ,  recojidos  en  4  cajas  de  cartón ,  los 
compró  en  Londres  el  a.  1836,  el  librero  Thor- 
pe,  por  valor  de  8,000  reales.  La  mejor  edizion 
de  los  refranes,  por  Nuñez ,  el  Comendador,  es 

:  la  del  a.  1555,  impresa  en  Salamanca  en  un  vol. 
fol.  Está  reimpresa  en  este  siglo  en  4  vols.  8.^; 
pero  alterados  algunos  refranes :  como  es  uso^ 
Yo  conozco  un  clérigo  literato,  que  en  el  reirán 
de:  —  ti  clérigos^  frailes^  i  monos:  quien  ha 
visto  uno^  los  ka  visto  todos:» — varia,  cuando 
le  zita,  diziendo — mujeres^ — en  vez  de  cléri- 
gos. Con  solo  eso,  disminuye  lo  sentenzioso  del 
dicho ,  i  la  verazidad  también. 
Páj.889.  Almárjen:  dize,  que  los  refranes  que 
incluye ,  son  contra  los  eclesiásticos.  Así  es: 
pero,  no  se  entienda,  que  de  propósito  se  hi- 
zieron :  sino  que  la  esperíenzia ,  i  continuada 
observazion  de  ver  lo  que  eran  esos  eclesiásti- 
cos, en  jeneral,  ó  de  lo  que  son,  dio  consisten- 
zia ,  i  sanzionó  como  axiomas ,  esos  refranes. 

Páj.  890,  lin.  4.— monje  prieto— es  lo  que  los 
ingleses  llaman  fraile  negro ,  black  friar:  i  en 
la  lín.  7,  donde  dize  cosas^  en  ambas  Ediziones 
de  Valera ,  debe  dezir  en  singular  cosa. 

En  la  lin.  11  se  ha  puesto  en  el  italiano,  la 
propia  ortografia,  corríjiendo ,  en  esto,  no  solo 


ias  dos  Ediz.  antiguas  de  Valere,  sino  las  Edíz. 
de  los  refranes  mismos  del  Comendador,  que  en 
esta  parte  amuchiguan  en  erratas,  en  todos  los 
refranes  cstranjeros. 

Vú¡.  291,  lín.  7—10.  A  lo  mismo  dize  Quevedo: 

• 

Agora  se  me  venia 
en  figura  de  Beata 
justificada  de  ojos 
i  delincuente  de  faldas. 

Pój.  292,  lín.  26.  —Mozo  fué— etc.  Fué  es  voca- 
blo antiguo  1.*  p.  fuL  Mozo  fui.  No  es  errata. 
Así  siempre  en  la  Biblia  de  Valera,  en  la  anterior 
de  Gasiodoro  de  Reina;  i  en  otros  muchos  libros 
del  tiempo. 

Id. ,  lín.  30.— que  de  aquí,  que  de  allí — modismo 
antiguo.  —  Fa  de  aquí:  ya  de  allí. 

Páj.  304,  lín.  98.  Mañas  eran  esas  añejasen  Car- 
ranza. V.  en  las  Cartas  publicadas  por  Azagra, 
la  páj.  27. 

Páj.  305,  lín.  últ.  Ala  1.^  Ed.  añade  esta  2.*  desde 

—  aDe  lo  que»  — etc. ,  hasta — o  novedades» 

—  etc. ,  páj.  306,  lín.  15. 

Páj.  307,  lín.  11. — i  loquees,— etc.  Se  ha  cor- 
rejído,  conforme á  la  1."  Ed.  déla.  1588,  la 
errata  que  tiene  aquí  la  2."  Ed. — i  los  que — etc. 

Pájs.  307  i  308.  Hoi  mismo,  en  el  a.  1851, se 
verifica ,  lo  que  ahí  dize  Valera ,  acotando  á 
Eberardo.  Pió  IX ,  ahora ,  en  su  deseo  vertijino- 
so  de  endiosarse ,  ha  realizado  cuanto  se  re- 
prende en  esas  pájs.  con  justas  razones. 

En  la  lín.  30,  páj.  308  nos  dize  Valera,  que 
podemos  leer  todo  eso ,  en  los  Anales  de  Aven- 
tino.  Pero  será  difizíl ,  que  en  España  puedan 


leerse,  porque  están  prohibidos  por  el  índize 
Expurgatorio,  hasta  los  ejemplares  expurga- 
dos. Juan  Aventino  ,  nazió  en  Baviera  el  a.  de 
1466.  Estudió  en  Ingolsladt  i  París ,  i  fué  hom- 
bre de  gran  saber :  esplicó  los  Autores  clásicos 
en  Viena,  Ingolstadt,  i  Munich.  Fué  intimo 
amigo  de  Erasmo.  A  petizion  de  los  Prinzipes 
de  Baviera ,  escribió :  t<  Anuales  Bojorwn  Li- 
bri  VII,  que  alcanzan  hasta  el  a.  1460.  La  l.'^ 
£d.  es  de  Ingolstadt,  a.  1554,  fol.  La  ^.'^  (i 
probablemente  la  acotada  por  Valera)  es  de 
Basilea,  a.  1580.  Fol.  Añadida.  Avenüno  mu-i 
rió  el  a.  1534,  de  68  años.  Véasela  páj.  3u, 
col.  S.'  de  la  flamante  edizion  del  índize  ex- 
purgatorio impr.  en  Madrid  en  el  año  de  1844, 
por  don  Joséf  Félix  Palazios ,  Editor  de  obra* 
religiosas, 
Páj.  309 ,  Un.  16.  Zila  á  Miguel  Gesenas :  pero  no 
dize ,  que  su  zensura  contra  el  Papa ,  le  valió 
ser  zitado  á  Aviñon  el  a.  1327 ,  donde  le  quita- 
ron eljeneralato  de  su  orden.  £1  Siervo  délos 
Siervos,  no  puede  aguantar  repreliensiones  de 
nadie. — MarsUio  de  Padua ,  fué  también  frai- 
le Franzísco ,  que  escribió  fuertemente ,  contra 
el  poder  i  autoridad  de  los  Papas.  Esos  sonetos 
que  nuestro  Valeru  tradujo  mui  mal ,  aunque 
los  aduze  mui  al  propósito ,  tenemos  también 
el  gusto  los  liberóles  españoles,  de  verlos  prohi- 
bidos en  el  Ind.  Expurgat.  del  a.  1844,  páj.  363. 
En  Roma  corre  libre  el  Petrarca :  pero  en  Es- 
paña ,  donde  poquísimos  le  leen ,  i  se  nos  dize, 
quehai  libertad  de  Imprenta;  está  prohibido,  en 
parte.  Pió  V  se  ocupó  de  espurgar  los  grandes 
Escritores  de  Italia:  i  su  infalibilidad,  en  eslo, 


la  han  hecho  faliinlidad&vtñ  suczesores,  porqae 
hoi  en  Italia  corren  libremente  ^  i  aun  se  impri- 
men dentro  de  Roma ,  con  lizenzia  del  Papa, 
esos  Autores  á  quien  los  italianos  llaman,  maes- 
tros  í  guias  de  aquellos  que  saben:  Dante,  Pe- 
trarca, Bocado. 

Páj.  316,  lín.  2t.  — esde  jure  diabólico:— I  yo 
creo  que  dize  mui  bien  Valera.  Lo  que  bal  es, 
que  nadie  debía  hazer  caso  del  Papa. 

Páj.  317,  lín.  3.— Ignoranzia  afectada;  es  arma 
del  romanista. 

Páj.  3t 7 ,  lín.  21 . — «I  e/Rei  hará,»— etc.  Taltez 
seria  mejor  haber  traduzido :  — i  un  rei — etc. 
Por  lo  demás,  el  paréntesis  que  en  esta  su S.* 
Edizion  introdujo  Valera ,  interrumpe  con  mal 
efecto,  el  paso  de  Daniel.  En  la  1.*  Edizion, 
que  no  tiene  tal  paréntesis ,  está  sola  i  libre  la 
frase  del  profeta.  £1  Dios  Éíauzim  :  q.  d.  que 
tendría  por  Dios  á  la  fuerza :  ó  el  Dios  de  las 
fuerzas.  Gomo  si  dijéramos ;  el  ídolo  de  los 
inquisidores :  el  ídolo  de  los  tiranos. 

Páj.  318.  La  páj.  anterior,  esta,  i  las  siguien- 
tes 319  i  20,  contienen  también  buena  i  sólida 
doctrina  cristiana.  £1  pecado  de  la  idolatría 
supera ,  tal  vez,  á  todo  pecado:  i  los  Papas  de 
Roma  son,  haze  siglos,  los  fomentadores,  i 
mantenedores  de  la  idolatría ;  en  los  países 
donde  ellos  dominan. 

Páj.  332 ,  lín.  11.  —  Jerónimo  Caro. »  Noto  aquí 
ei  nombre ,  porque  Raimundo  González  de 
Montes  (cuya  obra ,  reimprimí  antes  que  esta), 
no  le  menzíona.  I*íólese  bien,  que  la  parte  de 
esta  pajina ,  i  la  de  la  p.  335,  que  pueden  lla- 
marse profétkasf  todavía,  respecto  á  E^aña, 


ó  están  ocultas,  6  no  se  han  cumplido  del  todo. 
La  causa ,  yo  la  investigo  en  otro  lugar.  Para 
él  invito  al  lector:  que,  entretanto,  descubrirá 
tal  vez  por  si  solo ,  la  verdad  que  enzi  erran 
estas  pajinas. 

Páj.  333,  lín.  tO.  — I  guayas,  — etc.  Modismo 
antiguo,  que  luego,  pareze  haberse  reduzido 
al  otro  de,  guai.  Véase  adelante  la  páj.  345, 
lín.  31. 

Id.,  lín.  32. —  Sepfemque  una sibi muro  circum- 
dabit  arces,-- Asi  está  el  v.  784  del  vi  déla 
Eneida.  I  en  el  v  de  Properzio ,  última  lín.  la 
S.^Ediz.  ant.  pone  fir6t5,  por  errata.  Lal.*  Ed. 
urbs,  como  debe  ser.  Véase  en  Prop.  el  Lib.III, 
Elej.  XI,  V.  57.  La  variazion  en  el  v  de  Virji- 
lío ,  está  hecha  de  propósito. 

Páj.  334,  líns.  3,  4.  En  la  1.*  Ediz.  no  se  nombran 
los  Montes. 

Pájs.  337  —  38.  Buena  i  clara  respuesta  da  aqui 
Valera  ,  á  uno  de  los  favoritos  argumentos  de 
los  Romanistas :  pero ,  ya  se  sabe ,  que  no  es 
la  única. 

Páj.  339,  lín.  4.  En  este  renglón,  debió,  á  mi 
juizio,  añadir  V.  después  de  Apóstoles :— í  á 
todos  i  á  cualquiera  de  ios  cristianos ,  que 
enseñaren,» — etc. 

Páj.  340,  lín.  5.  —  Trataron. -« La  !.•  Ediz. 
dize  bien  trataran.  Véase  en  ella,  p.  277.  La 
2.^  Ed.  tiene  esa  errata ,  que  ahora  en  esta 
se  dejó  por  descuido. 

Páj.  341.  Sobreño  haberse  dado  á  Pedro  primado 
alguno,  discurre  concluyentcmente  el  A. 

Páj.  345,  lín.  28.— raro  ó  nunca:  — es  un  lati- 
nismo por  raramente^  rara  vez. 

43 


Páj.  348,  lín.  10.  —  presentádose.— Es  errata  de 
la  S.^  Edíz.,  i  de  esta  por  descuido.  La  Ediz. 
1.*  dize  bien— presentándose.  — V.  I."  Ediz., 
páj.  285. 

Páj.  352.  Después  de  esta  páj.  sigue  eo  la  2.*  Ediz. 
una  Tabla  en  un  medio  pliego,  que  en  esta 
reimp.  se  ha  reduzido.  Véase  la  Nota  puesta  al 
fin  de  dicha  Tabla.  En  la  1.*  Ediz.  no  hai  Tabla 
ninguna,  ni  la  Advertenzia,  lín.  16, — Para 
Ayuda,  etc.  ' 

Páj.  5  de  dicha  Tabla,  lín.  25,  dize  la  antí- 
gua  Ediz.  hablat;a, pero  es  errata  por  hablará. 
Id.  últ.  lín.— con  $u  mano, — En  la  Biblia  del 
mismo  Valera  dize  :^- en  su  mano. 

Páj.  6,  lín.  Z.-- quebrado:-^ en  la  Biblia 
dize : — quebrantado. 

Páj.  356,  lín.  6.  —  Pondremos  una  Tabla. — Con 
esta  Tabla ,  se  ha  hecho ,  en  esta  reimpresión, 
lo  mismo  que  con  la  anterior.  Véanse,  la  Nota 
anterior,  i  la  Nota  al  fin  de  aquella  Tabla. 

id.  lín.  7.  — unión  ~ etc.  En  la  i.^Edizion,  está 
diferente  el  periodo :  Dize  así :  —  «  unión  i  iden- 
tidad que  hai  entre  la  Zena,  que  en  nuestras 
iglesias  reformadas  zelebramos ,  i  entre  la  Zena 
que  Ghristo  instituyó :  en  la  otra  parte  pondre- 
mos la  diversidad,  oposizion  i  contrariedad, 
que  la  Misa, — etc.»  Véasela  1.*  Ediz.,  páj.  291. 

Páj.  356,  lín.  30.— Pero  este  S.  Apóstol,— etc. 
Aquí,  i  en  otras  partes  de  la  ol)ra,  hai  un  mo- 
dismo que  no  sé  yo ,  si  deba  llamarse  Italianis- 
mo.  Los  italianos,  á  lo  menos,  le  usan  hoi  en 
dia,  i  le  usaban  en  tiempo  de  nuestro  Autor. 
Pero ,  pronunziado  con  el  azento  en  la  segunda 
vocal,  equivale  al  tic  mI«  ó  á  la  proposizíon 


menor  del  argameDlo.  Gomo  si  dijera :  Es  aeí^ 
que  esle  santo  Apóstol ,  etc. 

Páj.  359,  líns.  7  i  8.  —  tratamos— mantenemos.— 
Atrevida  frase  escribió  aquí  el  Autor.  Creo  que 
no  debió  escribirla.  Tanto  mas,  que  en  esta 
pajina ,  i  las  que  siguen ,  ya  el  A.  atribuye  al 
cristianismo  algunas  cosas,  que  no  son  mas 
que  sus  opiniones  particulares:  su  modo  de  ver 
en  relíjíon.  La  relijion  cristiana ,  siendo  esen- 
zialmente  espiritual :  no  puede  establezer,  para 
todos  igualmente,  ritos,  fórmulas,  prácticas, 
zeremonias:  ni  credos,  ó  profesiones  de  fé, 
dogmáticas^  i  zircunscríptas  por  la  voluntad 
de  los  hombres ,  i  contra  la  luz  del  Espíritu. 

Páj.  ¿t61 ,  lín.  10.--insoportable.— Asi  pone  la  1.* 
Edizion.  La  2.'  dize: — instiportable. 

Páj.  364,  lín.  3.  — 1565.  — En  la  1.*  Edizion  di- 
ze— 1555 :  —porque  está  imp.  el  a.  1588. 

Páj.  369 ,  lín.  22.  —i  bien  privadas ,  — etc.  Aquí 
alude  á  la  s¡gni6cazion ,  que  daban  á  la  voz ,  en 
aquel  tiempo.  La  Privada ,  ó  la  Nezesaria :  lla- 
maban ,  lo  que  hoi ,  con  voz  contradictoria,  de- 
zimos. El  Gomun.  — -I  bien  privadas:  —  q.  d. 
i  bien  suzías.  Los  Oratorios ,  ahora  ,  en  M a<> 
drid,  i  en  toda  España,  son  innumerables.  No 
hai  ricacho ,  no  hai  cruzado  de  yerde ,  rojo  ó 
azul ,  que  no  ponga  Oratorio  en  su  casa ,  sí  lo 
puede  poner  barato. 

Páj.  378,  lín.  7.— Eseos.—Q.  d.  los  Esenios.  Al- 
gunos de  los  judíos  actuales ,  dizen  que  Jesu 
Gristo  fué  de  la  secta  de  los  Esenios.  En  qué  se 
fundan,  para  asegurar  esto,  no  lo  dizen. — 
Todo  lo  que  nuestro  Autor  va  re6eríendo  aquí, 
desde  la  páj.  375«  hasta  la  p.  382  azerca  de  los 


errores  de  la  Iglesia  (ó  congregazion  de  cre- 
yentes en  la  verdad  revelada),  cuando  la  Iglesia 
se  deja  llevar  de  las  opiniones  humanas,  lias 
haze  infalibles;  está,  á  mí  parezer,  mui  bien 
compendiado.  Ya  se  vé :  á  los  que  se  empeñan 
aun ,  en  llamar  nuestra  Santa  Madre  la  Igle- 
iia ,  á  una  congregazion ,  ó  reunión  de  perso- 
nas ,  de  la  cual,  ellos  mismos  son  partes  com- 
ponentes ;  no  es  mui  fázil  convenzerles  ^  de  que 
su  Santa  Madre  puede  cometer,  i  comete, 
grandes  errores.  Si  los  Diputados  á  Cortes 
dijesen,  al  hablar  de  su  cuerpo  político :  nuettro 
Padre  el  Congreso :  si  los  Gonzejalcs  de  un 
Gonzejo,  dijesen,  en  igual  sazón:  nuestro 
Padre  el  Ayuntamiento :  se  reirían  de  ellos, 
mui  de  veras,  los  mismos  que  llaman  á  la  Igle- 
sia: nuestra  Santa  Madre.  En  la  historia  del 
abuso  de  las  Palabras^  no  recuerdo  ahora 
otro  mas  donoso  que  este. 

Páj.  380,  líns.  19— 21.— i  porque  Iglesia  verda- 
deramente es :  aquella  porzion  de  personas  que 
sigue  á  Cristo ,  i  á  solo  Cristo :  que  son  ver- 
daderos diszípulos :  i  le  obedezen. 

Páj.  382,  lin.  10. — experienzia,— dize  la  1.*  Edi- 
zion,  páj.  317.  La  2.*  —  experenzia:— pero ,  sin 
duda ,  por  errata. 

Páj.  383,  lín.  21.  —Este  milagro  se  halla  asi  á  la 
letra.  Véase  Cypriani  Episc.  Opera.  Edit. 
Lugduni,  1550,  páj.  3991400,  primer  vol., 
2  vol.  en  8.^  Pero  este  milagro^  1  el  siguiente,  i 
cuanto  se  dize  sobre  milagros  en  la  p.  387, 
pudo  ser  mesmerismo,  histérico,  ú otras  cosas 
que  milagros  ni  divinos,  ni  satánicos. 


Pájs.  397  i  398.  Léanse  con  atenzion.  Contienen 
sólida  i  cristiana  doctrina. 

Páj.  461 ,  iins.  8— 12.  Para  que  todo  constituya  á 
la  Misa  una  Farsa  teatral ,  obsérvese  que  no 
puede  representarse ,  ni  vale  nada ,  sin  el  apa- 
rato eszénico  del  sitio  en  que  se  representa ,  i 
sin  el  vestuario  de  sus  actores.  £1  aparato  es- 
zénico indispensable,  consiste ,  en  una  ara,  ó 
pedazo  de  piedra  bendito,  un  mantel,  puesto  so- 
bre e^  altar,  un  cáliz,  una  patena,  corporales, 
hostia,  agua,  vino,  dos  velas,  un  misal  i  una  cam- 
panilla. ~  El  vestuario  del  zelebrante,  ha  de  com- 
ponerse, por  ritual,  de  un  amito,  alba,  zingulo, 
estola,  manípulo,  casulla.  Suele  haber  un  segun- 
do actor,  que  llaman  monago:  pero  las funzíones 
de  este  las  suple  cualquiera.  I  cuando  este  cual- 
quiera, es  algún  viejo  de  70,  ó  mas  años,  no  por 
eso  deja  de  dezir:  ad  Deum  qui  letificatju- 
ventuíem  meam.  Esto  pasa  con  las  misas  re- 
facías. Las  cantadas,  son  una  espezie  de  gran 
Melodrama ,  i  requieren  mayor  vestuario ,  i  ma- 
yor aparato  eszénico.  Las  misas  de  los  Obispos, 
superan  á  esotras.  La  del  Papa,  eclipsa  á  todas. 
Los  prezios  varían,  con  arreglo  á  eso.  Un  cura 
de  aldea ,  puede  que  diga  una  misa  por  dos 
reales^  mientras  que  «sas  misas  gdrdas  son 
bocado  caro :  i,  como  las  contribuziones  indi- 
rectas, no  se  pagan,  á  tanto  fijo,  ni  de  un  modo 
claro  i  seguro.  Las  misas  mas  ridiculas  i  curio- 
sas ,  i  diversificadas ,  son  las  que  se  dizen  en 
Roma  en  la  capilla  de  Propaganda  Fide^  una 
ó  dos  vezes  al  año. 

Pájs.  403  —  406.  Toca,  en  esas  pajinas,  nuestro 
QC^    Autor  el  importante  asunto  de  la  Orazion.  Im- 


posible  sería  enumerar ,  ni  aun  en  compendio , 
en  esta  Nota,  las  ideas  que  azerea  de  la  Orazion, 
se  tienen.  Solo  intento  observar  un  error  muí 
frecuente  en  España.  Se  imprimen  en  nuestro 
pais  infinidad  de  Oraziones :  multitud  de  Tra- 
tados de  la  Orazion  :  i  hasta  bai  un  libro,  cbyo 
Autor  creo  que  es  el  jesuíta  P.  Isla,  intitulado: 
(jarte  de  Encomendarse  áDioa).  k  mas  de 
esto ,  los  confesores ,  predicadores ,  i  toda  clase 
de  jente  que  llaman  de  Iglesia,  se  proponen 0ft- 
sefíar  á  los  que  dirijen ,  á  hazer  Orazion.  Este 
es  un  error  seguramente.  Los  que  se  meten  á 
dirijír  conzienzias ,  llaman  Jrte  á  la  Ojrazion. 
Pero  quien  recapazite,  verá  claro,  que  solo 
Dios,  por  medio  de  su  Espíritu,  puede  enseñar 
á  orar  al  bombre.  Manufacturar  los  hombres  i 
vender,  libros  qixe  enseñen  á  orar,  es  burlarse 
de  la  Orazion.  Si  Dios  solo  puede  inspirar,  i 
purificar  la  Orazion ;  vender  la  Orazion  por 
dinero,  es  un  absurdo.   Pueden   comprarse 
el  papel,  la  tinta,  i  las  espresíones  de  esos  li- 
bros, ó  Artes  de  Orazion :  pero  en  ellos  no  se 
hallará  á  Cristo.  No  hai  libro,  ni  escuela,  ni 
colejio,  donde  pueda  aprenderse  á  orar.  Si 
Cristo  es  el  camino ,  Él  solo  puede  ser  el  en- 
señador,  i  el  Espíritu  el  Inspirador  de  la  Ora- 
zion. Los  que  le  buscan,  le  hallarán  seguramen- 
te :  pero  no  en  esos  Jlrtes  ó  libros :  dentro  de 
cada  hombre  está.  La  Orazion  i  el  pecado,  no 
hazen  buen  maridaje.  La  Orazion  no  consiste 
en  palabras.  Estas  pueden  agradar  á  la  fantasía: 
la  Música ,  puede  encantar  el  oído :  las  palabras 
pomposas  pueden  conmover  hasta  al  hipócríti 
superstizioso :  pero  Cristo,  el  Salvador,  puede 


no  estar  en  todo  eso.  A  los  que  pueden  liazer 
Orazion ,  él  se  la  enseña :  los  que  no  pueden^ 
dirán  palabras,  pero  no  orarán.  La  Orazion  es 
un  fázil  i  senzlllo  deber:  es  el  lenguaje  del  alma: 
no  requiere  graziosas  posturas  del  cuerpo :  ni 
palabras  simétricas :  porque,  ni  con  posturas  ni 
con  palabras,  podemos  agradar  á  Dios.  El  cora- 
zon ,  es  el  templo  único  para  la  Orazion :  Dios 
quiere  para  morada,  el  corazón  del  que  ora. 
Todo  sitio  es  bueno  para  hazer  Orazion:  en 
todos  tonos  se  puede  orar :  un  suspiro :  un 
brevísimo  pensamiento ;  pueden  ser  Orazion. 
Guando  un  niño  quiere  pan ,  pide  á  su  padre, 
sin  Arte.  — En  ese  mismo  caso  está  el  hombre 
para  con  Dios.  El  Espíritu  de  la  Orazion  inspi- 
rado ,  puede  llamarse  él  mismo  Orazion  :  por- 
que con  Él  se  tiene  que  orar :  i  sin  Él ,  es  impo- 
sible.—Este  asunto  déla  Orazion ,  repito ,  es 
mui  importante:  pero  nadie  le  aprende  de  otro, 
ni  nadie  le  enseña.  La  continua ,  i  perseverante 
lectura  del  Nuevo  Testamento ,  Profetas  i  Sal- 
mos; demuestran  esta  verdad. 

Páj.  406 ,  líns.  1  i  2.— Onipotente— dizen  las  dos 
Ediziones  orijinales.  I  así  mas  adelante. 

Páj.  410  ,  lín.  1.— 36  años.— La  1.*  Ediz.  dize  26. 

Páj.  420.  No  veo  del  mismo  modo  que  el  Autor, 
sóbrelos  tales «etcramentof.  La  voz,  no  es  de  la 
Escritura.  La  nezesídad  i  eficazia  de  los  sacra- 
mentos ,  la  considero  una  mera  opinión  de  secta, 
i  no  un  dogma  esenzial  de  la  relijlon  cristiana. 
Cree ,  i  comiste  ^  dize  nuestro  A.  en  la  p.  434. 
Lo  mismo  digo  yo  de  esos  sacramentos. 

Páj.  426,  lín.  7.— reprobo.— Así  la  l."Ediz.  La 
2.'  reprobro.  Sin  duda  errata. 


P¿j.  439,  b'o.  10.  Valera  no  Hegó  á  dezlr  miia. 

Ptfj. 439,  L'n.  5.— que  él  llamaba.— Asi  en  las 
dos  Eds.  ant.  Pareze  debía  dezír^lo  que  él 
llamaba. 

Páj.  448,  lin.  23.  Añádela  S«*Ed.desde-*¡asf-> 
basta — espiritualmenie,-*-lin.  31. 

P¿y.  450,  lín.  19.— homelia.— La  i.» Ed.— ho- 
milía :  —  que  es  mejor. 

P^.  459,  líns.  i  i  S.  Contienen  una  razón  ínje- 
niosa  í  sólida :  de  por  qué  el  Papa  nombra  tres 
Legados  en  los  Gonzilios.  ElGonziliode  Trento, 
con  los  astutos  Legados  que  le  presidieron 
humildemente^  justifica  solo,  i  de  sobra,  lo  que 
dize  ahí  Valera.  Toda  la  pajina ,  i  las  sigmcn- 
tes ,  contienen  verdades  muí  azendradas  azerca 
del  Purgatorio ,  i  las  Misas.  Estas  Californias  de 
los  Clérigos  no  se  agotarán  jamás :  antes  ere- 
zerán,  cuanto  mas  las  esploten  los  dichos 
benditos  clérigos:  digo,  en  España:  mientras 
los  españoles  crean  mas  á  embelecadores  de 
toda  laya ,  que  al  Nuevo  Testamento ,  i  á  la  luz 
interior  que  en  cada  uno  enziende  el  Espíritu 
de  verdad. 

Páj.  462,  lín.  7.  — probeza.  — LaEd.  1.*  como 
ahora :  —  pobreza. 

Páj.  472,  lín.  34.  — ruminaba.  — La  i.*  Ed.  dize 
rumiaba:  Véase  allí  la  páj.  406.  —  I  lo  mismo, 
en  la 

Páj.  473 ,  lin.  2.  rumina:  la  l.^Ed.  dize:  rumia. 

Páj.  487,  lín.  31.— I  acia  el  a.  1832,  ó  prinzi- 
pios  del  1833,  suzedió  un  caso  análogo,  en 
parte.  Véase  el  Carrascon^  reimpreso,  páj.  379. 
Solo  que  á  los  frailes  asesinos  no  se  les  ahorcó. 
Eran  monjes  de  San  Basilio  de  Madrid. 


Péj.  488,  lín.  7.— Para  etc.  —Desde  aquí ,  hasta 
lapáj.  490,  lin.  7,  — aator, — esAdizíon.  £n 
la  1."  Ed.  nada  hai  de  esta  historia  de  J.  Rivio. 
Véase  la  páj.  4S1  déla  l.^Edizion. 

Páj.  491 --93.  Se  cuenta  un  caso  muí  parezído, 
al  que  acaha  de  suzeder  en  Madrid ,  en  este  a. 
de  1851.  Un  muchacho  enfermo  también  de 
venéreo,  en  el  hospital  de  Antón  Martin,  ar- 
rojó de  la  boca  la  hostia  con  que  le  habian  via- 
ticado. El  clérigo  ó  jesuíta  D.  r^.  Gafranga, 
raspó  el  sitio  donde  la  hostia  mojada  se  había 
pegado ,  i  no  sé  qué  otras  mas  operaziones 
hizo :  pero  eso  de  comerse  ó  tragarse  la  hostia 
arrojada ;  ni  él  ni  devoto  alguno  ,  creo  que  lo 
hiziesen.  Hubo , con  tal  motivo,  música ,  misa, 
i  sermón,  que  llamaron  funzion  de  desagravios. 
I  también  hubo  clérigo  que  dijo  que  todo  ello: 
enfermo  arrojador,  clérigo  raspador,  bula,  etc., 
todo  era  caso  pensado ,  i  no  ajeno  al  Concor- 
dato en  ziernes. 

Páj.  496.'  Sobre  el  caso  del  inquisidor  Molón, 
aquí  referido,  véase  la  páj.  26  de  las  Jrtes 
de  la  Jnquisizion  ^  por,  R.  G.  de  Montes,  de 
la  Edizion  que  yo  hize. 

Páj.  505,líns.  5i  7.  — Mosórabcs,  — Mosórabe. 
—  Pareze  errata.  Mosárabes,  i  Mosárabe,  dize 
laEd.  1.*;  i  también  la  2.*,  menos  en  estos 
dos  lugares ,  i  en  la  páj.  506. 

Páj.  515 ,  lin.  12.  —  ni  aquellos.  —  Asi  las 
dos  Ediziones  antiguas,  en  lugar  de^ni  á 
aquellos. 

Id. ,  lín.  20.  —Una.  vez.  — Tanto  Valera,  como 
antes  que  él,  Gasiodoro  de  Reina,  en  sus 
trdducziones  de  la  Biblia ,  notaron  cuidado- 


fiamente ,  i  con  razón,  estas  vozes,  en  la 
Ep.  á  los  Hebr.  9  escribiéndolas  con  diversa 
letra. 

Páj.  519,  lin.  31.  Todo  cristiano  es  su  propio 
sazerdote.  Entre  cristianos  no  hai  sazerdotes. 
Los  que  se  llaman  sazerdotes,  á  diferenzia 
de  otros ,  usan  mal  de  la  voz ,  si  la  aplican  á 
otro  que  á  Cristo ,  Sazerdote  único,  i  que  está 
en  los  Zielos. 

Páj.  5fi0,  líns.  22— 25.— fuemos,-:-por— fui- 
mos 4  —  en  ambas  Ed<  antiguas.  Lo  mismo  en 
la  páj.  521  i  otras. 

Páj.  1^22,  líns.  8  i  9.— ¿fué  menester— etc.  La 
interrogazion  está  en  las  dos  Eds.  antiguas. 
Pero,  ó  falta,  i  debe  dezír,  ¿no  fué  menes- 
ter —  etc. ,  ó  es  preziso  quitar  la  interro- 
gazion. 

Páj.  531.  No  ignorará  probablemente,  quien  lea 
esta  páj.,  que  hai  cristianos,  i  aun  iglesias  ó 
comuniones,  que  ^profesan  el  cristianismo,  i 
se  abstienen  de  sacramentos ,  i  toda  otra  clase 
de  símbolos ,  zeremonias ,  prácticas ,  etc. 

Toda  esta'  Forma  de  la  Zena ,  desde  esta 
paj.  531  bástala  537,  es  iguálalo  que  se  lee 
desde  la  páj.  233  á  242  en  el  Catezisfno ,  imp. 
también  por  Ricardo  del  Campo  (Richard 
Field),ela.  1596,  3.* Ed. 

Páj.  538.  Entre  esta,  i  la  páj.  539,  hai  en  la  2.' 
Edízíon  un  medio  pliego,  igual  al  de  la  páj.  352. 
En  la  Ed.  1.",  el  contenido  de  esta  Tabla, 
abraza  tres  hojas,  ó  sea  desde  la  páj.  467  á  la 
473 i  ambas  Ediziones  difieren  algo,  aumen- 
tando esta  2.*  sobre  la  1  .*  La  prinzipal  adizion, 
es  el  párrafo  que  en  la  páj.  10  de  esta  reimpre- 


síon  eomíenza : —Demás  de  lo  dicho, — etc., 

/  hasta  el  fin  de  la  Tabla.  Esto  no  se  halla  en 
laEd.  !.• 

Páj.  539,  lin.  9.  — sus  Apóstoles. — Pareze  que 
falta,  i  debe  dezir :— i  sus  Apóstoles.  —  Pero 
asi  está  sin  la  t  ,en  las  dos  Eds.  1.» 

Páj.  541 ,  lín.  7.  — recorramos. — Asi  en  las  dos 
Ediziones,  i  vale  tanto  como  recurramos.  Véa- 
se el  renglón  Si  en  esta  misma  pajina. 

Páj.  543,  lín.  20.  — nuestra  Madre.  —  Sobre  la 
Impropiedad  de  esta  espresion ,  véase  la  Nota  á 
la  páj.  378. 

Páj.  545 ,  lin.  SI.  Dize ,  que  el  Gonzilio  de  Tren- 
to  no  fué  libre.  I  yo  digo ,  que  ni  lo  pudo  ser^ 
ni  lo  será  Gonzilio  alguno.  El  Autor  no  propo- 
ne el  remedio  que  debia  proponer.  La.  Amplia 

I  ABSOLUTA  LIBERTA.D  RELUIOSA.    Este  eS  el 

mico  remedio  contra  la  irreligión ,  á  la  par  que 
contra  la  tiranía.  £1  poder  de  un  hombre  sobre 
la  conducta ,  manifestazion ,  i  prozederes  reli- 
jiosos  de  otro  hombre ,  después  de  la  promul- 
gazion  del  Evanjelio;  quedó  completamente 
abolido ,  en  cuanto  á  cohibir  i  dirijir  lejislati- 
vamente.  Para  ser  cristiano,  la  primera  indis- 
pensable condizion  relijiosa ,  es  ser  libre ,  ab- 
solutamente libreen  puntos  de  relijion.  Quien 
practica  un  acto  relijioso  cualquiera ,  Helado 
por  la  autoridad ,  la  enseñanza  ó  la  costumbre 
de  otro ,  i  no  voluntariamente ,  i  por  su  intima 
i  propia  persuasión ,  i  conviczion ;  no  se  tenga 
por  cristiano.  Con  la  invenzion  de  la  imprenta 
el  Evanjelio  puede  estar  además  en  cada  casa, 
á  lo  menos  en  las  partes  mas  zivilizadas  del 
mundo :  cualquiera  puede  bol,  si  quiere,  leer 


las  Escrituras  dentro  de  su  casa,  i  también 
dentro  de  su  casa ,  formar  con  su  familia ,  ó  atm 
solo ,  un  templo  vivo  i  animado ,  y  dar  un  caito 
doméstico  á  Dios ;  i  dentro  i  fuera  de  su  casa 
practicar  i  seguir  las  máximoM  del  Eva^ije- 
lio ,  é  inculcarlas  á  todos  con  ei  ejemplo:  cual- 
quiera puede  enseñarse  á  bí  mismo «  siguiendo 
atento  al  Enseñador,  que  le  habla  dentro  de 
sí ,  puede  encontrar  otros  que  piensen  como 
él  i  se  le  asozien.  ¿A  qué,  pues,  comprar  coa 
dinero  la  tramoya  de  estas  prácticas  humanas^ 
que  se  llaman  Religión ,  solo  por  el  interés  i  la 
gananzia  que  prestan  á  los  ensoñadores  de 
ellas,  sean  ó  no  farsantes?  La  Autoridad coer- 
Eitiva  de  los  GonziUos,  es  á  mi  ver  tan  anti- 
evanjélica  como  la  de  los  Papas ,  en  puntos  de 
creenzia,  i  relijion.La  conzienzia,  no  se  la  pue- 
den dar  ni  quitar  al  hombre,  ni  todos  los  Papas, 
ni  todos  los  Gonzilios  del  mundo.  La  existen- 
zia  de  la  Autoridad  humana  ^  en  materias  reli- 
jiosas ,  con  facultades  penales :  es  una  de  las 
pruebas  mas  palpables,  que  presentan  los  hom- 
bres, de  ignoranzia  i  de  zeguera.  Donde  no  hai 
Libertad  Reluiosa,  no  puede  haber  verdadero 
espíritu  relijioso:  i  sin  verdadero  espíritu  relijio- 
so,  nadie  será  jamás  cristiano,  aunquepracliqus 
loque  otros  practicaron;  i  lo  que  otros  le  en- 
sekaroni  mandaron  practicar.  Que  haya  reu- 
niones de  cristianos,  llámense  Gonzilios ,  ú  otra 
cosa ,  donde  se  delibere,  se  acuerde,  se  enseñe 
i  trate ,  cuanto  sea  útil  i  conveniente  á  un  cuer- 
po, ó  comunión  de  cristianos;  es  razonable 
cosa  i  útilísima.  Que  se  obliguen  á  las  dezisio- 
Qes  de  estas  reuniones  %  los  que  voluntariamen- 


te  lo  quieran ;  también  es  ibui  razonable: 
pero  que  estas  reuniones  tengan  un  derecho  de 
compulsión  i  de  fuerza,  sobre  los  que  no  creen 
deberlas  obedezer,  ni  quieren  seguir  sus  de- 
terminaziones;  es  cosa  tiránica,  i  absolutamente 
anticristiana.  £1  Gobierno  que  obliga  á  practi- 
car una  relijion,  al  que  no  cree  en  ella,  ó  que 
permite  hazer  lo  semejante ,  á  los  que  se  llaman 
sazerdotes  de  esa  relijion ;  tiene  por  fuerza  que 
abandonar  los  prezeptos  del  £Tanjelio ,  i  cons- 
tituyendo la  peor  de  las  tiranías,  que  es  la  cle- 
rical, renegar  del  cristianismo  en  la  práctica. 
Invéntense  todas  las  argúzias  i  sofisteriasjesuí- 
ticas  imajinables:  pero  una  cosa  prev^lezerá 
en  determinado  día ,  claramente  establezida :  á 
saber :  que  no  es  cristiano ,  el  que  no  lo  es  con 
toda  su  libertad^  voluntad ^  i  conozimiento. 
I  entonzes  aparezerá  que  el  «cReinadode  Aquel 
que  murió  por  salvar  á  los  hombres,  no  es  de 
este  mundo. »  Asi  que  la  libertad  reluiosa, 
es  el  Fuero  inajenable  de  todo  cristiano ,  i  de 
todo  hombre. 

Páj.  550,  lins.  28— 32.— Examine —Dios.— 
Este  periodo  varia  de  la  1.^  Edizion :  en  la  cual 
solo  dize:  —  «Examine  i  juzgue  el  Gonzilio  lo 
que  cada  uno  dijere,  conforme  á  la  palabra  de 
Dios.  — Véase  en  la  1."  Ed.  la  páj.  485. 

Páj.  553.  Con  el  contenido  de  esta  páj.  concluye 
la  Edizion  1.*  en  su  páj.  488,  i  con  estas  pala- 
bras, después  del  «Amen.» — Fin  de  la  obra, 
á  Dios  sea  la  Gloria. 

Páj.  554  i  siguientes.  Gomo  se  dize  en  la  Nota  an- 
terior, nada  trae  la  1."  Edizion  de  estos  Mila- 
gros de  la  Monja  de  Lisboa :  pues  concluye  el 


Tratado,  con  lo  contenidoen  dicha  páj.  553.— 
Yo  me  hezerzíoradode  la  Verazídad  de  Valera, 
en  este  punto,  merzed  á  B.  B.  Wiffen ,  herma- 
no del  traductor  inglés  de  nuestro  poeta  Garzí- 
laso.  B.  B.  Wiffen  me  proporzíonó  copia  de  las 
cartas  deFr.  Luis  de  Granada ,  i  Fr.  Antonio 
de  la  Cerda,  en  italiaiio;  i  de  la  obrita  de  E.  Lu- 
signan ,  en  su  orijinal.  Posee  dichas  cartas  Joséf 
Mendham,  de  Sutton-Goldfield ,  zercadeBir- 
mingham,  autor  de  las  «Memorias  delGonzilio 
de  Trento.*»  «Política  literaria  de  la  Iglesia  de 
Boma : »  i  otras  obras . 

La  1.*  carta:  —  a  Copia  di  una  Lettera 
scritta  dai  M,  R.  P,  Fra  Luigi  di  Grána- 
la ^  etc.  In  Roma  jippresso  Giacobo  Ruffi- 
neUOy  1584.  Con  Licentia  delli  Superiori.n— 
Tiene  12  hojas  en  4.<>,  i  en  la  Portada  grabado 
unGruzifijo,  entre  la  Yirjen  i  San  Juan:  el 
Sol  i  la  Luna. 

La  S.^  carta: — aCopia  D'una  Lettera  scriUa 
dal  R,  P.  M,  F.  Antonio  delta  Cerda ,  Pro- 
vinciale  in  Portogallo,  etc.  Stampata  m 
Romaet  Ristampata  in  F'erona^  1585.  Coñ 
licenza  de  Superiori, »  —  Tiene  cuatro  hojas 
en  8.^,  i  un  grabado  en  la  Portada,  que  re- 
presenta á  una  mujer  arrodillada  ante  un  Gm- 
zifijo. 

La  obra  de  Lusignan,  tiene  este  titulo.  «  Les 
Grands  Miracles  et  ^les  Tressaincles  Playes, 
advenuz  á  la  R.  Mere  Prieure  aulourd*huy 
1586  du  Monasteire  de  1*  Anonciade,  en  la 
vllle  de  Lisbone ,  au  Royanme  de  Portugal ,  de 
Tordre  des  Freres  Prescheurs,  approuTez  par 
R.  Pere  Frere  Loys  de  Granade ,  et  autres  per- 


sonnes  digne  de  foy ,  come  se  verrá  a  la.fio  du 
discours.  —  A  Paris  Par  Jean  Bressaut,  1586.» 
26  hojas  en  4.^—1  esta  es  la  obra  que  tuvo 
presente  nuestro  Velera.  El  fraile  Lusignan  fué 
Cipriota,  ó  natural  de  Chipre.  £1  estracto  que 
de  su  obra  haze  aquí  Yalera  es  fiel.  Las  cartas 
de  Fr.  Luis  de  Graneada ,  i  Fr.  Antonio  de  la 
Zerda,  es  presumible  se  escribiesen  orijinal- 
mente  en  latin^  ó  en  castellano.  Luís  Muñoz, 
castizo  escritor  i  elegante ,  i  que  por  sus  Obras, 
mereze  bien  el  dictado,  de  Plutarco  de  nuestros 
frailes,  aunque  en  la  Vida  de  Fr.  L.  de  Granada, 
emplea  zinco  capítulos ,  en  tratar  de  este  suzeso 
de  la  Monja  de  Portugal ;  no  espresa ,  si  Gra- 
nada escribió  la  carta  en  latin ,  ó  en  español. 
En  las  Ediziones  que  tenemos  de  las  Obras  de 
Granada ,  tampoco  se  halla  inclusa  la  tal  carta: 
si  bien  es  zierto  que  la  escribió,  puesto  que 
Muñoz  no  lo  niega.  Estas  son  las  cosas  de 
España.  La  carta,  sin  duda,  se  prohibiría  por 
los  Inquisidores:  i  respetando  los  Colectores 
antiguos  i  modernos  las  determinaziones  de 
aquellos  Archipámpanos ,  no  osaron  poner  la 
carta  entre  las  demás  Obras:  ó  tal  vez  no  se  en- 
cuentre ,  por  haberla  recojido  su  propio  Autor. 
Lo  mismo  suzederá  con  las  cartas  del  Zerda: 
persona ,  que  no  es  conozída ,  como  Granada. 
La  Prioresa  de  Lisboa ,  i  la  Monja  de  Cór- 
doba, han  tenido  en  todos  tiempos  compañeras 
é  imitadoras.  I  en  todos  países ,  i  en  todas  las 
sectas.  Entre  los  estáticos  soñadores  i  Profetas 
de  estejénero,  lo  mismo  pueden  presentarse 
los  nombres  de  la  Donzella  de  Kent,  Católica 
profetisa,  i  Sor  Jermana,  la  Brasileña;  que  los 


de  Margarita  Michdson,  el  de  la  profetisa 
Wesleyana ,  i  otros :  porque  el  Catálogo  es  ere- 
zido.  Ahí  corre  por  la  Europa  la  entretenida 
historia  de  las  dos  Extáticas  donzellas  tirolesas, 
que  refiere  i  cree  el  católico  Lord  Shrewsburj. 
I  nosotros  tuvimos  á  prinzipios  de  este  siglo ,  á 
la  Beata  Clara ,  de  mas  injenio  sin  duda  que 
sus  Veneradores.  En  América  hubo  también 
mas  de  una  RaquélBaker.  El  Catálogo,  repito, 
es  crezido.  I  entre  esos  casos ,  unos  son  verda- 
deros efectos  de  simpatía  magnética:  pero 
otros  son  manifiestos  engaños  de  jente  oziosa 
i  perdida.  Creo,  que  en  estos  casos,  muchos 
caben  en  la  naturaleza ,  como  efectos ,  i  fenó- 
menos del  magnetismo  animal:  pienso,  que 
tampoco  es  dado  á  la  intelijenzia  humana, 
siempre  limitada ,  comprender,  hasta  dónde 
pueden  llegar  los  resultados  de  causas  simple- 
mente naturales :  i  dónde  comienze  lo  sobrena- 
tural ,  para  señalarlo  como  milagroso,  ó  como 
diabólico.  Pero,  aparte  de  esto ,  es  innegaíble, 
que  á  cada  paso  se  cometen ,  esta  clase  de  en- 
gaños, que  apellidamos  impropiamente /rafi¿/M 
piadosas :  porque  obran ,  como  inzentivos  po- 
derosos para  cometerlas ,  ambizion  de  aparezer 
santo,  i  de  alcanzar  poder;  codizia  de  rique- 
zas; hipocresía  útilísima  para  sobredorar  la 
escoria  asquerosa  de  todo  vizio ;  i  otros  fines 
de  tornasolada  propiedad.  Ahora  en  España 
tenemos  á  Sor  Patrozinio,  i  aun  quieren 
dezir,  que  ya  asoma  otra  monja  milagrosa  en 
el  monasterio  flamante  de  S.  Pascual  de  Ma- 
drid. El  año  de  1837  se  imprimió  en  Madrid,  en 
un  cuaderno  en  4.*^  de  43  pajinas,  la  causa 


sobre  las  Llagas  de  Sor  Patrozinio.  La  causa 
se  concluyó  con  sentenzia  del  Juez  dada  en  25 
de  NoTíembre  de  1836 ,  condenando  á  Sor  Pa- 
trozinio á  ser  trasladada  á  otro  convento,  dis- 
tante al  menos  40  leguas  de  la  Corte,  i  allí  ser 
vijilada  por  la  Superiora.  En  la  causa  apareze 
convicta  i  confesa,  de  haberse  abierto  la  noisma 
Sor  Patrozinio ,  las  llagas ,  con  un  ingrediente 
que  la  dio  elP.  Fermín  Alcaráz.  Aparezeademás 
curada  completamente  por  el  facultativo  D.  Die- 
go Argumosa,  i  también  arrepentida  de  su 
delito ,  i  acojiéndose  á  la  Real  clemenzia. — Por 
entonzes  llevaron  á  la  monja ,  ya  buena  i  sana 
de  cuerpo ,  si  no  de  alma ,  á  cumplir  su  con- 
dena. Posteriormente,  después  de  haber  estado 
olvidadas  por  varios  años  la  causa ,  la  Monja, 
i  sus  Llagas;  en  el  año  de  1845,  ó 46 ,  reapare- 
zió  en  Madrid  Sor  Patrozinio,  con  sus  Llagas 
renovadas ,  i  su  fama  de  santidad  aun  con  ma- 
yores aumentos.  Situóse  en  el  convento  de 
Jesús,  hecho  espresamente  para  ella,  donde 
fué  rezibida,  á  su  entrada,  bajo  palio,  i  grandes 
zeremonias.  Pareze,  que  desde  alli  entró  en  ne- 
goziazíones  políticas  i  relijiosas ,  con  personas 
de  superior  jerarquía ,  i  que  trataba  de  gober- 
nar España  á  su  marera.  Pues  en  la  madrugada 
del  Domingo  Si  de  Octubre  de  1849,  dia  que 
zelebraba  ella ,  á  San  Hilarión  i  á  las  Onze  mil 
Virjenes ,  la  prendieron  de  orden  del  Jeneral  i 
Ministro  Narvaez ,  la  metieron  en  una  silla  de 
posta ,  i  se  la  llevaron  á  un  convento  de  Bada- 
joz. Entonzes  se  reimprimió  su  causa  pasada, 
junto  con  el  Decreto  de  su  nuevo  destierro :  i 
se  la  cojieron  cartas  i  papeles  de  importanzia 

44 


política.  Pero  esta  Monja,  ú  semejanza  de  An 
teo,  cobra  fuerzas  ventajosas  á  cada  caida. 
Volvió  de  Badajoz :  i  el  Reí  D.  Franzisco  la 
colocó  en  un  vasto «  i  nuevo  monasterio ,  dis- 
puesto al  efecto ,  donde  por  muchos  devotos  se 
la  obsequia  i  venera  con  particular  esmero.  Al 
médico  que  la  zicatrizó  las  llagas ,  i  la  dejó  en 
completa  salud,  le  han  perseguido.  A  un  her- 
mano de  la  monja  le  ha  colocado  el  Rei  en  sa 
cuarto ,  con  empleo  honorífico.  I  á  Fr.  Fermín, 
que  apareze  en  la  causa ,  el  que  la  dio  d  ingre- 
diente, ó  menjurje,  para  llagarse;  se  le  ha  he- 
cho Obispo  de  Cuenca.  Bien  es  verdad ,  qae 
frai  Fermín,  no  debe  la  mitra  á  esa  pequenez, 
que  él  niega  (!):  ni  tampoco  á  la  aventura  de 
los  zapatos.  Merezimientos  mas  elevados  cuenta 
en  su  vida  el  Rabadán  de  Cuenca. — Sor  Patro- 
zinio ,  pues ,  otra  vez  está  en  Madrid ,  en  pleno 
goze  de  sus  renovadas  llagas ;  con  influjo  en  la 
Casa  Real ;  i  sin  que  el  severo  Argumosa  pueda 
ya  medicarla ,  ni  negar  los  hechos  referidos.  I 
concluyamos  esta  larga  Nota ,  trasladando ,  lo 
que  azerca  de  la  Monja  de  Portugal,  inserta  en 
la  páj.  438  de  su  traduczion  de  los  «  Dos  Tra- 
tados,» el  traductor  inglés  Golburne.  Aun- 
que es  una  Adizion  suyjp ,  creo  que  Valera  pudo 
sujerirsela.  Pareze  que  existiendo  en  Londres, 
ambos  á  la  vez ,  Autor  í  Traductor ,  i  ambos  en 
semejanza  de  fortuna,  pudieron  bien  cono- 
zerse.  Por  otra  parte ,  la  notizia  es  muí  espa- 
ñola. Hela  aquí. 

En  Abril  del  a.  1588 ,  Felipe  U,  Rei  de  Es- 
paña, intentó  conquistar  á  Inglaterra,  con 
su  invenzible  Armada.  La  Priora  del  Monaste- 


rio  de  la  Anunziada ,  llamada  María  de  la  Vísi- 
tazion  Y  fué  elejida  por  elRei  para  que  bendijese 
el  Estandarte  Real ,  á  causa  de  la  santidad  de 
ella.  Bendíjole  con  una  porzion  de  zeremonias: 
i  al  entregársele  al  Jeneral  de  la  Armada ,  Du* 
que  de  Medina-Sidonia ;  le  aseguró  ella  clara- 
mente victoria  i  próspero  suzeso ;  profetizando 
al  Duque,  que  volvería  hecho  Prínzípe  victo- 
rioso. El  Estandarte  fué  llevado  jen  prozesion 
por  Don  Franzísco  de  Córdoba,  que  fué  el  ca- 
ballero español  mas  alto,  que  hubo  de  encon- 
trarse allí.  Iba  á  caballo ,  para  mejor  ser  visto: 
i  la  concurrenzia  de  jente  fué  grandísima.  Ha- 
llóse presente  el  Archiduque  Alberto ,  Cardenal 
i  Gobernador  de  Portugal;  i  el  Nunzio  del 
Papa,  i  el  Arzobispo,  primer  Inquisidor  .-junto 
con  otros  Nobles ,  Prelados  i  Caballeros.  Duró 
la  zeremonia  tanto  tiempo ,  que  Alberto  se  des- 
mayó :  i  la  Santa  Monja  le  envió  una  taza  de 
caldo,  para  ella  destinada,  que  él  aceptó  de 
mui  buena  gana ,  como  presente  de  tan  santas 
manos.  Pero  en  el  mes  de  Diziembre  se  des- 
cubrió, que  la  santidad  i  milagros  de  esta  Monja, 
eran  falsos ,  i  sus  enredos  grandes :  i  fué  con- 
denada i  castigada,  como  se  refiere  en  este 
libro.  Al  fin  de  este  año  de  1588,  cuando  esta 
Santa  Monja  fué  descubierta  en  Lisboa;  se 
descubrió  también  en  Sevilla  un  tal  Padre  León, 
tenido  por  varón  de  suma  piedad  i  relijiosisimo: 
al  cual  sus  hermanos  de  hábito  acusaron ,  des- 
cubriendo ser  un  grande  hipócrita ,  i  hombre 
vizíosísimo  i  dado  á  deleites  carnales:  i  por  esto,  i 
otras  causas,  fué  preso  en  la  casa  del  Cardenal 
de  Sevilla ,  donde  la  cárzel  de  Corona  estaba. 


Eso,  en  sustanzia,  dize  GoUMirne:  notizia 
que  presumo  pudo  tener  de  Yalera ,  el  cual 
no  se  alreveria  á  darla  en  su  Libro  orijinal. 
Esta  bendizion  ád  Estandarte :  i  la  que  hizo 
la  otra  Monja  de  Córdoba,  de  los  pañales  del 
Prinzipe,  prueban  el  raro  criterio  de  Don 
Felipe  II,  el  Prudente^  que  gobernó  su 
casa,  como  sus  Estados.  -*  EL  Serenísimo 
Cardenal  Alberto,  Gobernador  entonzes  de 
Portugal,  era  también  el  Inquisidor  Jenera) 
en  aquel  Reino :  i  éi  fué  el  que  en  ^  de  Agosto 
del  a.  1588  comisionó  ai  Anobispo  de  Lisboa 
D.  Miguel  de  Castro,  para  que  con  otros»  juz- 
gase á  la  Priora.  Digo  esto ,  en  esf^cazion  de 
lo  referido  por  Golburne.  Entiendan  también, 
que  la  bendizion  del  Estandarte ,  fué  hecha  bas- 
tantes días  antes  de  que  zarpase  de  Lisboa  la 
Invenzible.  I,  por  fe,  debo  recordar  en  la  eon- 
clusíon  de  esta  larga  Nota ,  que  el  Cronista  de 
los  Bernardos,  Frai  Ctísóstomo  Henriques,  en 
el  lib.  III,  cap.  ix  de  la  Vida  da  ka  Y.  Ana  de 
San  Bartolomé,  di^e  de  la  infeliz  Monja  de 
Portugal  estas  palabras  {que  puede  estudiar 
Sor  Patrozinio) :  —  a  Humillóse  de  suerte  con 
»  el  castigo,  que  vino  á  ser  Terdaderamente 
i>  santa ,  i  acabó  la  vida  felizmente :  que  á  mu- 
»  chos ,  á  quien  las  alabanzas  desranezen ,  haze 
»  voher  en  si ,  el  terse  desestimados  i  abatidos. 
»  Dióle  nuestro  Señor  mucho  lugar  para  peoi- 
»  tenzia,  porque  ha  que  murió  muí  pocos  años.» 
I  digo  yo ,  ¿sirvióle  á  esta  desventurada,  ó  ven- 
turosa arrepentida,  el  dolor  que  debió  causarla, 
el  ver  morir  de  peiiai  de  sus  ficzlones»  al  V..  Fr. 
Luis  de  Granada,  en  el  mes  de  Diziembre  del 


»,  1588?  Alegrádúme  he  C9n  la  buena  nueva 
que  me  ha  venido :  ¡ala  casa  del  Señor  ire- 
mos I —  esclamaba  el  gran  Escritor  al  morir» 
tal  vez  recordando  el  engaño  de  la  infeliz  Prío- 
resa. 

Páj.  570,  lin.  14.— Luis  de  Beltran.—El ordinal 
franzés :  a  du  Frere  Loys  Beítrand^ »  ~  ain  el 
«^0  que  añadió  Valera.  Hoi  dezimos,  San  Luis 
Beltran. 

Páj.  581,  lin.  18.-— sueños  i  falsos— etc.  Esto  es 
ahora  mas  claro  con  el  Mesmerismo. 

Páj.  582,  lin.  5.^Este  don— etc.  Aun  es  cosa 
cuestionable  entre  teólogos  i  filósofos.  El  famo- 
so argumento  de  Hume ,  sobre  los  Milagros» 
perdió  toda  su  fuerza,  i  nada  vale:  porque  él 
llamó  milagroso  (miraculous) ,  á  lo  increíble^ 
ó  contrario  á  la  esperienzia.  Substituyendo» 
pues,  estas  palabras ,  á  la  que  él  usó  como  mó- 
nima  áeWas,  no  siéndc^o;  el  argumento  desapa- 
rece ,  i  la  cuestión  queda  como  se  estaba.  Los 
escritos  delDr.  Campbell,  Rutherford,  Dooglas» 
Middleton,  Price,  Hooker,  i  otros;  dan  gran 
luz  en  este  asunto  de  milagros.  Véanse:  junto 
con  los  de  Locke ,  Paley » Lardner,  i  otros. 

Páj,  588,  lin.  11.  — Sanó,  pues,  — etc.  Sanarla, 
ó  no.  Pero  si  sanó ,  pudo  no  ser  por  arte  dia- 
bólica. Ya  se  ha  indicado  en  la  Nota  ala  páj.  581 
el  Mesmerismo.  Los  resultados  del  magnetismo 
animal ,  el  cloroformo ,  el  telégrafo  eléctrico, 
i  otros  rezientes  descubrimientos,  renovados,  ó 
nuevos  del  todo;  hubieran  hecho  pasar  por 
brujo  ó  diablo,  al  que  se  hubiese  vahdo  de 
ellos,  haze  pocos  años.  I  sin  los  portentos  del 
magnetismo ,  i  de  la  electrizidad ,  que  ahora 


comienzan  á  ser  conozidos ,  nos  parezeria  hoi 
un9L  diabólica  facultad  ^  la  impeledora  fuerza 
del  vapor  t  i  otros  ya  comunes  inventos.  Haí 
hechos  estraordinarios ,  que  no  conzebimos ,  i 
que  sin  embargo ,  no  podemos  negar :  hechos 
que  solo  son  marabülosos^  ó  sorprendentes, 
aunque  la  ignoranzia ,  el  interés ,  ó  el  aturdi- 
miento, los  cali6que  de  milagrosos ,  ó  preterna- 
turales. Valera  vivió ,  cuando  aquellas  leyes  de 
la  naturaleza,  que  no  se  conozian«  se  calificaban 
al  punto  de  sobrenaturales  i  divinas :  ó  bien, 
de  operaziones  diabólicas,  Entonzes  también, 
era  cosa  increible  para  el  vulgo,  el  que  frailes, 
nM>njas ,  clérigos,  ó  Prelados,  engañasen  de  tal 
manera.  Ahora,  después  de  tres  siglos,  hai 
quien  adora  á  Santa  Filomena ,  quien  venera 
tos  calculadas  astuzias  del  multiforme  jesuitis- 
mo f  que  vemos  jugar  esa  maquinaria  de  Vir- 
Jenes  de  lienzo  que  pestañean ,  i  que  acuñan 
medallas  milagrosas;  ¿qué  estraño  es,  pues, 
que  Valera  se  equivocase? 


FÉ  DE  ERRATAS. 


PÁJIKAS. 

LIJSBAS.                  DIZB. 

DEBE  DEZin. 

13 

17 

añadir 

añidir 

18 

5 

Epipanio 

Epiphanio 

Id. 

31 

Llamábanlo 

Llamábanla 

21 

11 

bichen 

hinchen 

Id. 

18 

¡a 

la 

24 

25 

significaba 

significaba 

32 

26 

propia 

propria 

38 

30 

también 

(1) 

49 

28 

vellaquerías 

bellaquerías  (2) 

92 

23 

miserable 

miserable 

96 

33 

qus 

que 

137 

21 

ea 

en 

191 

2 

casa 

cosa 

227 

5 

vivasque; 

Tivasque 

272 

21 

Córdova 

Córdoba 

302 

16 

en  en 

en  un 

304 

13 

¿ 

?(3) 

333 

32 

Septemque; 

Septemque 

334 

3 

Capitolio 

Capitolino 

340 

Id. 

tuyerá 

luyera 

Id. 

5 

trataron 

trataran 

348 

10 

presentádose 

presentándose 

Tabl.  8 

18 

alvedrío 

albedrío 

(O    Véase  la  Nota  á  la  páj.  38. 

(2)  Gorrijase  lo  mismo,  las  vozes  vellaco^  vellaquiti' 
mOf  etc.,  hasta  la  páj.  isi,  que  sigue  esta  clase  de  errata. 

(3)  1  es  punto  final,  que  corresponde  á  la  cláusula  ante- 


rior. 


Tabl.  8 . 

37 

qitando 

cuando 

Id.    tO 

33 

üasione 

ilusiones 

365 

21 

callarán 

callaran 

370  14—15  como 

con — con  (1) 

372 

8 

hastía  iri 

hostíam 

376 

3 

fuerte 

suerte 

432 

26 

eterna 

terrena 

434 

25 

loma 

(2) 

460 

9 

raa 

na  —  Roma-na 

499 

29 

Matienzas 

535 

3 

primero 

primero, 

Id. 

20 

nuestro 

nuestro, 

560 

11 

08piritui 

Spiritui 

595 

31 

dedevo 

(j)  Asi  en  las  dos  Edizienes  aotígaas.  Errata  de  esta 
-sola  Edizioo.  Lo  mismo  la  siguiente. 

(s)  La  1.  *  Edil,  dize  —  tome  — ;  i  quizá  debe  dezir  <o- 
menjótoman.  En  la  Edizion  de  las  Obras  de  San  Cipriano, 
Lugduni,  15S0,  s  vol.,  no  se  encuentra  este  Sermón  de  la 
Zena.