This is a digital copy of a book that was preserved for generations on library shelves before it was carefully scanned by Google as part of a project
to make the world's books discoverable online.
It has survived long enough for the copyright to expire and the book to enter the public domain. A public domain book is one that was never subject
to copyright or whose legal copyright term has expired. Whether a book is in the public domain may vary country to country. Public domain books
are our gateways to the past, representing a wealth of history, culture and knowledge that's often difficult to disco ver.
Marks, notations and other marginalia present in the original volume will appear in this file - a reminder of this book's long journey from the
publisher to a library and finally to you.
Usage guidelines
Google is proud to partner with librarles to digitize public domain materials and make them widely accessible. Public domain books belong to the
public and we are merely their custodians. Nevertheless, this work is expensive, so in order to keep providing this resource, we have taken steps to
prevent abuse by commercial parties, including placing technical restrictions on automated querying.
We also ask that you:
+ Make non-commercial use of the files We designed Google Book Search for use by individuáis, and we request that you use these files for
personal, non-commercial purposes.
+ Refrainfrom automated querying Do not send automated queries of any sort to Google's system: If you are conducting research on machine
translation, optical character recognition or other áreas where access to a large amount of text is helpful, please contact us. We encourage the
use of public domain materials for these purposes and may be able to help.
+ Maintain attribution The Google "watermark" you see on each file is essential for informing people about this project and helping them find
additional materials through Google Book Search. Please do not remo ve it.
+ Keep it legal Whatever your use, remember that you are responsible for ensuring that what you are doing is legal. Do not assume that just
because we believe a book is in the public domain for users in the United States, that the work is also in the public domain for users in other
countries. Whether a book is still in copyright varies from country to country, and we can't offer guidance on whether any specific use of
any specific book is allowed. Please do not assume that a book's appearance in Google Book Search means it can be used in any manner
any where in the world. Copyright infringement liability can be quite severe.
About Google Book Search
Google's mission is to organize the world's Information and to make it universally accessible and useful. Google Book Search helps readers
discover the world's books while helping authors and publishers reach new audiences. You can search through the full text of this book on the web
at|http : //books . google . com/
~ c ^
c c
C
< f^' CUc
((
€ <
. <Sk CC^ Ce. (.vC.
í (((^C'CC •
ce < c Ce
^(c
<c <st
«x
<c <cr
Cá<S ^'
ce
en
\3(o
12.1.7
l^tbrarfi of i\t IBlnsettnt
OF
I
COMPARATIVE ZOÜLOGY,
Af lilTAU CUUO, MmiU, IM
The glft ottit. íMmaLxjcL hJurJ^jL.^
1
Digitized by
Google
Digitized by
Google
Digitized by
Google
MEMORIAS
DI LA
• 1 1 Al 1 .A // I 1 •
iii^i.J.. 1L«4.»
Digitized by
Google
MEMOIRES
DI LA
.líí SClEITIFIii
"Antonio Álzate
yy
PobliéiioaiUdirMtliade
RAPAMi AGUILAR Y SANTILLÁN
S«C9ét«.lxe iréaa4>*^
TOME VI.
18M-18M.
MEXIOO
Imprímeme du Gouvernement Federal.
1892
Digitized by
Google
MEMORIAS
DI LA
liii cimiim
"Antonio Álzate
>>
Piblktdubijoltifinedfodi
RAFAEL AQUILAR Y SANTILLÁN
e«csetfltxle flr*3Q.*r«X
TOMO VI.
1892-18M. ^
MÉXICO
IMPRBNTA DEL GOBIEBNO FEDERAL EN EL SX- ARZOBISPADO
(Avenida Oriente 3, núm. 796}.
^Yt\.
1892
Digitized by
Google
Digitized by
Google
2VART0. POST. INVENTAM. AMERICAM
SAECULO. EXEVNTE.
CHRISTOPHORO. COLVMBO
VIRO. FORTI. HVMILI. CONSTANTI
FIDEL SCIENTIIS. ARTIBVS
NOVVM. ORBEM. APERIENTI
MEXICANA. SOCIETAS.
AB. ANTONIO. ÁLZATE. NVNCVPATA
HASCE. SVAS. LVCVBRATIONES
D. D. D
Digitized by
Google
Digitized by
Google
RESESÍ^TA.
BlUnTAX LA lUMaiA DK LA
uaiTAWA n74T17"
jLffro sao leei.
] NA vez más me es muy satísf aetorio informar á mis con-
socios acerca de los trabajos de la Sociedad dorante el
séptimo año de su existencia^ en el cual constantemente
hemos yisto su adelanto, ya por el buen nombre que go-
za en el mundo científico, ya por la importancia de las adquisi-
ciones hechas, ó ya por la constancia de sus publicaciones y del
interés de las Memorias que ha dado á lnz«
Las sesiones ordinarias se han celebrado con regularidad;
los socios han presentado trabajos originales é interesantes; han
ingresado, laboriosos socios de número y yarios sabios extranje^
ros; la correspondencia y relaciones con los principales Insti-
tutos, Academias, Sociedades y Profesores científicos del Olobo,
no sólo han continuado con la actividad que en los años ante-
Digitized by
Google
Memorial cb la Sociedad Oientífiea
rioreS; sino que han tomado un incremento considerable; 7 por
último, la Biblioteca se ha enriquecido notablemente con gran
número de yaliosas obras y ha continuado prestando su contin-
gente al público.
Trabajos presentados por los socaos.— En las doce se-
siones ordinarias celebradas en los primeros domingos de cada
mes, han sido presentados yeintitrés trabajos, los cuales cons-
tan á continuación, siguiendo el orden alfabético de sus autores :
*1. Aguüar y SantíOán Bofael. Memoria relativa al estado de
la Sociedad hasta el 31 de Diciembre de 1890.
•2. Bibliografía Meteorológica Mexicana del año 1890.
3. La lluvia en México y otras ciudades de la Repúbli-
ca durante los años 1888-90. Véase Puga.
4. Aragón Agmtín. Observaciones relativas á la enseñanza
de la Trigonometria 7 consideraciones acerca de los cálcu-
los numéricos.
*5. Qiüindo y ViUa Jesús. Apuntes de Epigrafía Mexicana.
*6, Quma Valentín. Observaciones sobre la refracción Geodé-
sica.
7; Herrera Alfonso L. Semejanza protectora general de los
Lepidópteros mexicanos del género Ithomia. Los anima-
les transparentes.
•8, Landero Carlos F. La grosularita rosa de Xalostoo.
•9, Observaciones sobre la plata alotrópica.
10. Montíel y Estrada OUberto. Utilización de las aguas, prin-
cipalmente en la Agricultura.
•11, Mendkábal Tamborrél Joaquín de, Nueva fórmula del Bino-
mio de Newton.
•12, Mottl Carlos. Observaciones seísmicas en Orizaba. Diciem-
bre de 1890 á Noviembre de 1891.
•13. Montesstcs de BaUore F. de. Étude critique des lois de ré-
partítion saisonniére des seísmos.
Digitized by
Google
"Antonio Akate. h
*15. PijuteUi Pablo. Snr le oalcnl des triangles géodésiques.
16. Fuga OuiBenHo B. Una excursión al eerro de la Estrella.
n?. j AguOor ^ amdiOáu BqfaO. El temblor del 2 de Di.
ciembre de 1890. .
•18. — < Catálogo de los temblores y fenómenos volcá-
nióos verificados en la República durante el año de 1890.
•19. y AUamirano Fernando. Excursión á Huauchinango.
•20. Spina Pedro, S. J. Síntesis elemental del Cálculo Infinite-
simal.
21. Marroquin y JRivera Manuel, Reflexiones acerca de la i^*
fluencia reiatira de los diversos elementos de un ferro-
carril sobre las tarifas de transporte.
22. Segura José C. Cuadro estadístico de la producción del pul*
que en la República durante el año de 1890 j estado que
manifiesta la introducción de pulques fino y tlachique en
la Capital en el decenio de 1880-89; con expresión de su
peso, volumen y derecho de portazgo.
23. Vaüe Felipe, Apuntes relativos á nivelación trigonomé-
trica.
Los trabajos señalados con uu asteriscc^ aparecieron ya en
las Memorias.
Como se ve, en este año la Sociedad fué honrada por dos so-
cios del extranjero con trabajos originales é inédiAs^ que fue-
ron reoibiido^ con grande aprecio.
Correspondencia y relaciones.— Día por día aumentan
de una manera notable, dando por consiguiente á la Secretaría
extraordinario incremento en sus labores.
La correspondencia remitida durante el año ha sido la si-
guiente:
Acuses de recibo 171
Pedidos de cambio y publicaciones 127
Alavuelta 298
•*
Memorial [x89a-93], T. VI, 2
Digitized by
Google
10 Memorias de la Soeiedad Científica
Delaynelta 288
Giroxdares anunciando la apertura de la Bi-
blioteca al público 7 solicitando comple-
to de obras 347
Asuntos diversos 55
Total 700
Muy grato me ei consignar que nuestras circulares en las
que se anunciaba que nuestra Biblioteca está ya al seryicio del
público y se pide el envío de nuevas publicaciones y el comple-
to de otras, Jian sido obsequiadas por varias corporaciones que
han hecho envíos do, cuantía. De entre ellas deben mencionar-
se las siguientes: Oficina Hidrográfica é Institutos Oeodésico
y Meteorológico de Berlín; Sociedad Física de Francfort sobre
el Mein; Observatorio de Marina de Hamburgo; Oficina de Me-
teorología é Hidrografía de üarlsruhe; Sociedad Húngara de
Ciencias Naturales de Budapest; Observatorio Real de Bruse-
las; Asociación de Ingenieros Industriales de Barcelona; Socie-
dad Geográfica de Madrid; Academia Nacional de Ciencias, De-
partamento de Agricultura, Observatorio Naval y Oficina Hi-
drográfica de Washington; Observatorio de Sydney; Sociedad
Real Geogntfica de Australasia en Brisbane; Academia de Cien-
cias de París; Instituto Geográfico Militar de Florencia; Círculo
Matemático de Palermo; Museo Civil de Historia Natural de
Genova; Observatorio del Seminario de Venecia; Dr. F. Gomes
Teixeira, de Porto, etc., etc.
Miembros de la Sociedad. — Durante el año han ingresa-
do como socios de número los Sres. Herrera, Montiel y Macous-
set, ocupando las vacantes de los Sres. Brun, Calderón (R-) y
Salas.
También fueron electos once socios correspondientes; dos
en el país; los Sres. Torres Quintana y Loya, y nueve en el ex-
Digitized by
Google
•ilBioiiioAlsato.ii 11
tranjero: los Sres. Barral, De Nuooio, Enestrdm, Eoenigs^ Lo-
ria, Mantin, Pittier, Polakowsky y Thomson.
Se nombraron igualmente doee socios honorarios; tres en el
país: los Sres. Baranda, Romero Rubio y Mercado, y nuere en
el extranjero: los Sres* Frazer, Friedel, Haton de la Goupillié-
re, Lancaster, Le Jolis, Salmoiraghi, Palmieri, Van Beneden
y Zeballos.
El número, pues, de miembros de la Sociedad, existentes
hasta el 31 de Diciembre de 1891, es como sigue:
Socios de número 25
Ídem correspondientes 17
Ídem honorarios 98
Total 140
Al fin de esta reseña se halla la lista detallada de iodos.
La Sociedad perdió ál Socio honorario D. Luis E. Villase-
ñor, Ingeniero Civil y Director de las obras del puerto de Ve-
racruz, que falleció en Marzo en dicha ciudad.
Publicaciones y Biblioteca.— Ha continuado regular-
mente la aparición de las Memcrias y de la Bevista Científica y
Bibliográfica. Concluyó el tomo IV y salieron ya los números
1 y 2 del V. Se ba proseguido también la impresión de la obra
Batos para la Historia del Colegio de Minería, por el socio hono-
rario D. Santiago Ramírez, Ingeniero de minas, así como las
Notas y observaciones relativas á Meteorología, Física del Olóbo y As-
tronomía del Padre Álzate, coleccionadas por el que suscribe.
Se han remitido con puntualidad las Memorias y la lista de
cambios aumentó en noventa con los siguientes:
Tacubaya. Biblioteca c Romero Rubio.»
Amiens. Sociedad Ijinneaiia.—iAngers. Academia de Cien-
cias.
Digitized by
Google
12 Memoríaa cb U Sododad Oientífioa
Barcelona. Industria é Invenciones.^ — Boziers. Sociedad de
estudio de las Ciencias Naturales.— Budapest. Sociedad Real
de esencias de Hungría. — Buenos Aires. Departamento Nacio-
nal de Higiene. Sociedad Rural Argentina. Bevista Argentina
de Historia Natural. Eemsta de Matemáticas Elementales. — Buffar
lo. Sociedad de Ciencias Naturales. — Boston. Academia Ame-
ricana de Artes y Ciencias. — Brisbane. Sociedad Real Geográ-
fica de Australasia.
Calcutta. Oficina Meteorológica. — Copenhague. Academia
Real de Ciencias de Dinamarca. — Cracovia. Academia de Cien-
cias.
Danzig. Sociedad de Ciencias Naturales. — Delft. Escuela
Politécnica. — Douai. Unión Geográfica del Norte de Francia.
— Dresden. Sociedad de Geografía. — Dublin. Sociedad Real
de Dublin.
Elbeuf. Sociedad de estudio de las Ciencias Naturales. —
Estrasburgo. Sociedad de Ciencias, Agricultura y Artes.
Florencia. Sociedad Fotográfica Italiana.— Francfort d. M.
Sociedad Física. — Francfort d. O. Sociedad de Ciencias Natu-
rales.
Gante. Sociedad de Medicina — Genova. Museo Civil de
Historia Natural.
Halle. Academia Real Leopodino-Carolinense de Natura-
listas.— Harlem. Sociedad Holandesa de Ciencias. — Havre. &o^
oiedad de Geografía Comercial.
Leedsi Sociedad Científica y Literaria.-— Lincoln. Estacióa
experimental de Agricultura. — Lisboa. Comisión de trabajos
geológicos de Portugal. Observatorio del Infante D. Luis. So-
ciedad de Ciencias Médicas. — Londres. Sociedad Real Meteo^
rológica. — Lorien t. Sociedad Bretona de Geografía. — Lacea.
Academia de Ciencias, Letras y Artes. — Lyon. Sociedad de
Geografía.
&bigdeburgo. Observatorio del Magdéburgische Zetíumg, —
Manchester. Sociedad Geológica. — Marsella. Sociedad Cientt
Digitized by
Google
"Asionio Álzate.» 18
fioa Flammarion.— Melbourne. Instituto de Ingenieros, de Vio-
tona. — Milán. Asooiaoión Médica Lombarda.
Nanoy. Soqiedad de Geografía del Este. — Ñápeles. Acade*
mía de Ciencias Físicas y Matemáticas. Sociedad Americana
de Italia. Sociedad de Naturalistas. — Niza, Observatorio (Puu-
daoión Bischoffsheim).
Oviedo. Estación Meteorológica.
Palermo. Academia Beal de Ciencias. Círculo Matemático*
II Naturalista Siciliano,
Paris. Escuela Politécnica. Servicio Geográfico del Ejérci-
to. Sociedad Botánica de Francia. Sociedad de Economía Po-
lítica. Sociedad de Geografía Comercial Sociedad Meteoroló-
gica de Francia. Sociedad para el progreso de {a Industria
Nacional. L^ Amateur Photographe. Les Annalea Photograph/iques.
Cosmos. Bevue Crénérale des Sciences Purés et Ajopliquées. Be^me Géo-
graphique Internationale. JRevue Fédagogique. La Sdenoe lUustrée^
Praga. Sociedad Beal de Ciencias de Bohemia.
Beims. Sociedad de estudio de Ciencias Naturales. — Bo-
chester. Academia de Ciencias. — Boma. Academia Pontificia
de Nuovi Lincei. Academia Beal de los Lincéanos. Dirección de
Estadística. Instituto Cartográfico Italiano. Observatorio del
Vaticano. Bassegna deUe Scienze GeologieJie in Jíaíta.-^Bosario
de Santa Fe. Bevista Escolar. — Eouen. Sociedad Normanda de
Geografía.
San Francisco. Sociedad Astronómica del Pacífico. Siena.
Academia de Físicos. Bivista Italiana di Scienze Naturali e Bo-
Uettino del Naturalista,
Trieste. Observatorio Marítimo. — Topeka. Consejo de Agri-
cultura del B. de Kansas. — Turin. Bivista di Matematéa, dirigi-
da por el Prof . G. Peano.
TJtrecht. Instituto Beal Meteorológico.
Viena. Observatorio de la Universidad Imperial. — Vilafran-
ca del Panadés. Estación Meteorológica.
Washington. Academia Nacional de Ciencias. Oficina de
Educación.
Digitized by
Google
14 Memorias de lafiooiedad Científica
La Biblioteca posee ya 2,875 tomos y 606 cuadernos, habien-
do, pues, aunaentado durante eí año, 1,163 tenaos (452 en 1890 )!
y 370 cuadernos (126 en 1890). En ella se halla ya encuader-
nada la colección completa de las Comptes Hendió {1895 -lS90)f
Mémoires ( 1 á 40 ), Mémoires presentes par divers savanis { 1 á 30 )
y Mémoires, Bapports et Documenis relatifs á VóbservaUon du Pos-
sage de Venus (8 tomos), así como los índices respectivos que la
Academia de Ciencias de París dio á la Sociedad, y que conti-
nuará remitiendo en lo de adelante. La Sociedad debe sentirse
orguUosa, tanto por el valor é importancia de tal donativo, co-
mo por la singular distinción que con ella ha recibido del primer
cuerpo científico del Mundo, y no debemos olvidar que á los so*
oíos Hbrmite y Mbndizábál Tamborrel les somos deudores
de nuestro profundo agradecimiento por el tesoro que tiene la
, honra de poseer nuestra Biblioteca, única en la República en
que actualmente pueden consultarse las obras citadas.
Las donaciones hechas por socios y otras personas y las pu-
blicaciones recibidas en cambio, constan circunstanciadamente
al final del presente informe.
La Biblioteca se ha abierto al público sin interrupción todos
los días de trabajo de 4 á 9 pm., gracias á nuestro ilustrado con-
socio el Sr. Lie. Ramón Manterola y á la protección del Minis-
terio de Gobernación; Durante el año han concurrido 1,524 lec-
tores, de los cuales 503 cqnsultaron obras científicas, 798 obras,
literarias y 221 periódicos.
Para concluir informaré que la Sociedad recibió ya de ma-
nos del G. Presidente de la República la medalla de bronce que
obtuvo en la Exposición Universal de París de 1889, así como
la medalla y diploma que el Gobierno mexicano acordó á todos
los expositores del país.
Taeubaya, Bnero 10 de 1892.
£1 Secntsrio G«ntnl,
Bafabl Aguilab T SaKTIIíLAK.
Digitized by
Google
"Antonio Álate. II 15
LISTA GENERAL
De los lUexiibros de la Sociedad " Álzate " existentes hasta el 81
deJiüiodel892.
Sooios fundadores.
1. Aguüary SantiRán Bf^faélf Miembro del Observatorio Meteo-
rológico Central, Preparador de Física y Quimica en la
Escuela Normal.
2. Marrogu{n y Bivera Manuel^ Ingeniero civil, Miembro de la
Comisión Exploradora del Rio Nazas.
3. Puga Guillermo J?., Ingeniero geógrafo y topógrafo, Astró-
nomo del Observatorio Nacional de Tacubaya, Profesor
de la Escuela N. Preparatoria.
4. SoUrzano y Solchaga Agapito.
5. VéUjs Daniel -3f., Doctor en Medicina, Mayor del Cuerpo Mó-
dico Militar, Profesor en el Hospital Militar.
Socios de número por el orden en que han ingresado.
6. González QxmilOf Astrónomo del Obser-
vatorio Nacional de Tacubaya 30 Mayo 1886.
7. Herrera y Gutiirrez Mariano^ Doctor en
Medicina y Farmacia 30 „ „
8. Calderón Juan B., Farmacéutico 25 Julio „
9. Mateos Juan, Ingeniero geógrafo, civil y
topógrafo 3 Abril 1887.
Digitized by
Google
10 Memorias d» la 6ott«daá Científica
10. Vargas CMeam Vicente 25 Marzo 1888.
11. Feimbert y Manteróla Jiaio 29 Abril 1888.
12. Cbiribay Francisco, Ingeniero topógrafo,
Conservador del Gabinete de Topo-
grafía de la Escuela N. de Ingenieros. 28 ,, 1889.
13. Vergara Bartolo^ Ingeniero civil 28 „ „
14. Lópejs Guerrero Bicardo, Ingeniero civil,
Oficial de sección en el Ministerio de
Comunicaciones y Obras Públicas ... 28 „ „
15. ffflwaFoZewí/n, Ingeniero geógrafo 28 Julio „
16. Vade Felipe M., Ingeniero geógrafo 25 Agosto „
17. Solórzano y Arriaga FranciscOj Farmacéu-
tico 29 Sept. „
18. Gálindo y Villa Jesús, Miembro del Insti-
tuto Médico Nacional ^ - 29 Octubre „
19. -árag<5» -á^fw^ím, Ingeniero topógrafo.. .. 30 Marzo 1890.
20. Ordóñez Esequid, Ingeniero de la Comi-
sión de la Carta Geológica 25 Mayo „
21. Domínguez Norherfo, Ingeniero topógrafo
y Ensayador 29 Junio „ '
22. Segura José (7., Ingeniero agrónomo, Pro-
fesor en la Escuela N. de Agricultura. 28 Sept. „
23. Herrera Alfonso i.. Miembro del Institu-
to Médico Nacional, Ayudante -Natu-
Talista en el Museo Nacional 2 Agosto 1891.
24. MontíeHy Estrada Otíberto, Ingeniero civil,
Jefe de Sección en el Ministerio de Co-
municaciones y Obras públicas 2 : „ , „ '
2^. Macousset Boque 6 S^t. „
Digitized by
Google
u Antonio Altttt.f« 17
Socios oorrespondientos.
Anárade Dr. Nemorío, Profesor de ^J^ímica
general en el Instituto Científico Pachnca.
14 Febrero 1892.
Barrál Jorge, Director del Laboratorio ex-
perimental fundado por J. Á. Barral. . París.
5 Julio 1891.
Beristain Serqfín, Capitán de Ingenieros,
Naturalista de la Comisión Geográfico -
Exploradora Tacubaya.
14 Febrero 1892.
BerteUi P. Timoteo, Director del Observato-
rio Geodinámico del Colegio áUa Querce. Florencia^
14 Febrero 1892.
Borsari Femando, Presidente de la Socie-
dad Americana de Italia Ñápeles.
14 Febrero 1892.
BorgeUi 'Pvohsor Angelo.. ,
14 Febrero 1892.
Cctunga Paulo, Ingeniero HuejuÜa.
14 Febrero 1892.
De Nuccio JDr. Erasmo, Asistente á la Clíni-
ca de la Universidad Ñápeles.
6 JuUo 1891.
Enestrom Dr. Gustavo, Director de la BMio^
theoa Matemática Estoeolmo.
2 Agosto 1891.
OiovannoBH P. Juan, Director del Observa-
torio Ximeniano Florencia.
14 Febrero 1892.
Gomes Teixeira Dr. F., Profesor en la Acá-
kPoUtécnioa* Porto.
14 Febrero 1892.
Memorial [x89fl*93l» T. VI, 2
Digitized by VjOOQIC
á
18 Memorias de la Sociedad Científica
K<migs G.f Secretario de la Sociedad Ma-
temática de Francia, Profesor en el Co-
legio de Francia , París.
' 2Agpstol89L
Loria CHnOf Profesor en la Universidad
Real Genova.
2 Agosto 1891.
Loi^a Ismaélf Ingeniero topógrafo de la Co-
misión de Limites con Guatemala . • • • San Juan Bautista.
6 Septiembre 1891.
Máldonado Alberto, Ingeniero de minas. . . - Aguascalientes.
27 Mayo 1888.
ManHn Jorge, Naturalista París.
6 Septiembre 1891.
Medd Juan, Farmacéutico Pátzcuaro.
31 Marzo 1889.
Montessus de BaMore F. de, Capitán de Arti-
llería, Inspector de estudios en la Escue-
la Politécnica París.
23 Febrero 1890.
Mota Carlos, Propietario y Director de la
Estación seísmica en Orizaba Orizaba.
26 Febrero 1888.
Orozco Enrique, Conservador del Museo de
Historia Natural del Colegio del Estado,
Profesor en la Escuela Normal para
Profesores Puebla.
25 Septiembre 1887.
Peano José, Profesor de Cálculo Infinitesi-
mal en la Universidad Real* Turín.
' 3 Julio 1892.
PitHer Enrique, Director del Instituto Físi-
co-Geográfico Nacional • . S. José (Coitft.Rioa).
!• Noviembre 1891.
Digitized by
Google
««Aiitoiio AkaU.M
PoUkowéhy Br. H Berlín.
2 Agosto 1891.
Puente y Olea Manuel de la^ Ingeniero de
minas Sevilla.
23 Febrero I89a
Baig y Torres Bqfad^ Director de la c Cró-
nica Científica, » etc. Barcelona.
14 Febrero 1892.
StajifDr. Oión, Miembro de la Academia
Imperial de Ciencias Viena.
14 Febrero 1892.
Sytnans Jorge J., ^Miembro de la Sociedad
Seal de Londres, Secretario de la So-
ciedad Real Meteorológica Londres.
3 Jnlio 1892.
Tkirion P. JTtdifn, S. 7., Director del Obser-
yatorio de la Compañía de Jesús Lovaina.
14 Febrero 1892.
Thomson J. F^ Secretario honorario de la
Real Sociedad Geográfica de Anstralasia Brisbane.
5 JnUo 1891.
Torres Quintero Gregorio, Profesor norma-
lista. « Colima.
l?NoYÍembrel89L
Ventosa Vicente^ Astrónomo en el Observa-
torio de Madrid Madrid.
14 Febrero 1892.
Socios honoiarios en el país.
Aguilera José &., Ingeniero de la Comisión
de la Carta Geológica México.
30 Bnero 1887.
Digitized by VjOOQIC
20 M6moriMd«l*8oeitdidOI«ntífoa
Altamiram JOt. Femando^ Director del Ins-
tituto Médico Nacional México.
26 Mayo 1889.
Anguiano Ange\ Ingeniero civil, Director
del Obserratoño Astronómico Nacional .
de Tacubaya Tacubaya.
28 Agosto 1887.
Baranda Lie. Joaquín, Ministro de Justicia
é Instrucción Pública México.
4 Enero 1891.
Barcena Mariano, Director del Obserratorio
Meteorológico Central, Profesor en la
Escuela Nacional de Agricultura México.
25 Enero 1885.
Barroeta Dr. Gregorio, Profesor y Director
del Observatorio del Instituto San Luis Potosí.
28 Julio 1885.
BoníBa José A., Ingeniero, Director del Ob-
servatorio del Instituto Zacatecas.
28 Jdio 1885.
Calderón Melchor, Ensayador. México.
30 Enero 1887.
CappdleUi S. J* Enrique, Presbítero, Rector
del Colegio de San Juan Nepomuceno. Saltillo, Coah.
26 Septiembre 1886.
Contreras Manuel M., Ingeniero de minas.
Profesor en la Escuela N. Preparatoria
y en la Escuela Normal para Profeso-
res México.
29 Mayo 1887.
Crespo y Martines Gílberio, Ingeniero de mi-
nas, Oficial Mayor del Ministerio de Fo-
mento México* '
24J«niol888.
Digitized by
Google
Ej^stein IHdorúf Profesor de Matemátioaa y
M eoánioa «. México*
29AbKÍll88&
Fernández Iióal McMtelf Ingeniero topógra^
fo, Ministro de Fomento.* . . • México.
2á Junio 1888.
Femánáes Leandro, Ingeniero geógrafo 7 ci-
TÍ1, Oficial Mayor del Ministerio de Co-
municaciones y Obras Públicas México.
28 Julio 1888.
Femándejf Vicente, Profesov de Química y
Director «del Observatorio Meteotológi*
co del Colegio del Ebtado * . • • Guanajuato.
28 Julio 188&
Ferrari Pares Femando, Ingeniero, Director
del Mnseo de la Comisién €toográfico-
Exploradora, Prdésoír en la Escuela
Normal * Tacnbaya.
30 Enero 1887.
Flores Dr. Beyes G., Médico del Hospital de
Belén Guadalajanu
11 Octubre 1885.
€hrc(a Chibas Antonio, Ingeniero topógrafo,
Profesor en la Escuela Normal para
Profesoras México.
27 Febrero 1887.
Oerste 8. J. Áquües, Presbítero México. .
24 Abril 1887.
Gongálee Benigno G., Ingeniero topógrafo.
Director del Observatorio Meteorológi-
co del Colegio del Estado Puebla.
18 Noviembre 1885.
Herrera Affonso, Farmacéutico, Profesor en
las Escuetos Normal y de Medicina. . * Afétice. .
Qttúbre 1884,
Digitized by
Google
n
Memorial áé la So^MaJTOientífioa
Landero Carlos F, de, Ingeniero de minas. Pachnea.
- 24 Jnnio 1888.
LecH Mariano f Direotor de la ESecuela de Ins-
traooión Seoundaiía. . . . . .- ' León.
28 Julio 1886.
Lean Br. Nicolás, Director del Museo Hi-
ohoacano ; Morelia.
28 Febrero 1886.
Manierola lAc. JRamón, Regidor de Instnic^
ción primaria. Profesor en la Escuela
Normal para Profesores, Jefe de la Sec-
ción 1! del Ministerio de Qobemación.
15 Noviembre 1885.
Martines Gracida Manuel, Oficial Mayor del
Qobiemo del Estado
29 Enero 1888.
Mena Manuel M., Farmacéutico, Profesor
de Química General en el Colegio del
Estado
27 Julio 1890.
MendiMdbal y Tamborrel Joaquín de, 2? As-
trónomo de la Comisión de límites con
Guatemala, Ingeniero geógrafo, topó-
grafo 7 militar Méuco.
28 Febrero 1886.
Mercado Lie. Manuel M., Oficial Mayor del
Ministerio de Gobernación México.
4 Enero 1891.
Mwmo Aniceto, Profesor de Historia Natu-
ral en el Colegio Preparatorio Orizaba.
27 Marzo 1887.
Moreno Süvestre, Abogado, Rector del Co- -
legio Preparatorio • Oriiabai
' 27 MaMo 1887.
Taeubaya.
Oaxaca.
Puebla.
Digitized by
Google
Peñ^fid Antonio^ Doctor en Medicinal Di-
rector general de Estadistíca • Mixioo.
30 Enero 1887.
PíreM Chuman Ignacio^ Ingeniero de la cia-
dad de V^racroz....... Veracraz.
31 Agosto 1890,
Péree Miguel^ Subdirector del Observatorio
Meteorológico Central, Profesor en la
Escuela de Ingeniaros y en el Colegio^
Militar • México.
25 Enero 1885.
Qtftntona TeodorOj Teniente Coronel de In-
genieros, Encargado del servicio foto-
gráfico del. Observatorio Nacional Tacubaya.
31 Marzo 1889.
Bamíres José, Doctor en Medicina, Secreta-
rio del Consejo Superior de Salubridad,
Profesor en el Instituto Médico Nacio-
nal México.
. 28 Agosto 1887.
Bamire» Manuel, Ingeniero topógrafo, Pro-
fesor en la Escuela Normal para Profe-
soras y en el Colegio Militar •• . . ,, .
31 Agosto 1890.
Bamires Santiago, Ingeniero de minas, an-
tiguo alumno del Colegio de Minería*. ,|
27 Febrero 1887.
Bamos Joaquín M., Ingeniero de minas, an*
tiguo alumno del Colegio de Minería •• „
30 Marzo 1890.
Beyes Vicente, Ingeniero civil y arquitecto. „
. 31 Marzo 1889.
Bodrigms Bey Frandsoo, Ingeniero topógra-
fo, Profesor en la Encaela Nacional de
Digitized by
Google
#
M IfemoriMdélaSooMadOientíflea
Ingenieros, Calculador en el Obsérvate*
rio Nacional de Tacnbaya Mézleo.
26 Marzo 1888.
Homero Búbio Lie. Manuel, Ministro de Go^
bemaoión, .-. Mélico.
4 Enero 1891.
Rovirosa José N,, Ingeniero topógrafo, Pro-
fesor en el Instituto del Estado de Ta- ^
bajsoo .' San Juan Bautista.
• ^ 15 Noviembre 1885-
Sánchez Jesús, Doctor en Medicina, Conser-
vador del Gabincíte de Historia Natural
en la Escuela Nacional Preparatoria. . México.
25 Enero 1885.
Spina, 8. J., Pedro, Presbítero, Rector del
Colegio Católico del Sagrado Corazón
de Jesús Puebla.
29 Octubre 1884.
Urbina Mamtél, Dootor en Medicina, Profe-
sor en el Museo Nacional y en la Escue-
la Nacional Preparatoria* México.
28 Agosto 1887.
VíUadaMunuelM., Dootor en Medicina, Pro-
fesor en el Museo Nacional México.
29 Octubre 1884.
Sooím honorarios en el eztnm'ero.
D^Abbadie Antonio, Miembro del Instituto
7 de la Oñcina de Longitudes
28 JuUo 1889.
Agassut Prqf. AUjandro, Director del Museo
París.
Digitized by
Google
" Antonio Álzate, m 25
de Zoología Comparada del Colegio Har-
ward Oambridge,
14 Febrero 1892.
Ameghino Dr, Florentino, Director de la
c Revista Argentina de Historia Natu-
ral.» ^ La Plata.
14 Febrero 1892:
Backlund Osear, Miembro de la Academia
Imperial de Ciencias S. Petersbttrgo.
31 Agosto 1890.
Berthélot Marcelino, Secretario Perpetuo de
la Academia de Ciencias, Profesor en el
Colegio de Francia París.
14 Febrero 1892.
Berirand José, Secretario perpetuo de la
Academia de Ciencias, Miembro de la
Academia Francesa, Profesor eu la Es-
cuela Politécnica *. „
14 Febrero 1892.
Bet^ Francisco, Director del Obsei*vatorio
deLaPláta LaPlata.
2 íebreto 1890.
Bigourdan Guillermo, Astrónomo del Obser-
vatorio de' París París.
21 Agosto 1890.
Bonúparie Príncipe Botando „
14 Febrero 1892.
Bouqueide la Orye A., Miembro del Institu-
to y de la Oficina de Longitudes, Inge^
niero hidrógrafo de la Marina . ¿ ....'. . „
28 Julio 1889. '
Christie OuUtermo, Astrónomo Real, Direc-
tor -del Observatorio Oreenwich.
•14 Febrero 1892.
Memorias I1899-93J, T. VI, 4
Digitized by
Google
26
Memorias de la Sociedad Oientifica
Camu A., Miembro del Instituto y de la
Oficina de Longitudes, Profesor en la
Escuela Politécnica Parí^.
2 Pebreyo 1890*
Darapshy Luis^ Doctor en Medicina Taltal, Chile.
29 Septiembre 1889.
Denza Francisco, Bamabita, Director de los
Observatorios de Moncalieri y del Va-
ticano.. Bopia.
28 JuUo 1889.
Doesburgh G. de Vriesvan, Naturalista, Miem-
bro de la Sociedad Entomológica de Ho-
landa. - Kralingen.
31 Marzo 1889.
Faye H. A, E., Miembro del Instituto, Pre-
sidente de la Oficina de Longitudes, Pro -
fesor en la Escuela Politécnica Paris.
2 Febrero 1890.
Favaro Antonio, Profesor en la Universidad
Beal de Padua, Director de la Edición
Naeionid de las obras de Galileo, . . Padua*
29 Septiembre 1889.
Félix Juan, Doctor en Ciencias Katurales^
Agregado á la Universidad Leipzig.
27 Mayo 1888.
Ferrari, S. J. Chispar E., Presbítero, Direc-
tor del Observatorio Astronómico del
Gianícolo ,., Roma»
' 28JuUol899.
JFblte F., Director del Observatorio Beal de
Bélgica * Ucde.
2 Febrero 1890.
For^ferW;., Director del Observatorio Beal. Berií^
2 Febrero 1890.
Digitized by
Google
•' Antonio Abate, n
27
Fou^ F., Miembro del Instituto, Profe-
sor en el Colegio de Francia París.
28 Julio 1889.
Frajper Per$ifor, Doctor en Ciencias, Profe-
sor en el Instituto Franklin Filadelfia.
1? Febrero 1891.
Friedel Carlos, Miembro del Instituto, Pro-
fesor en la Facultad de Ciencias París.
4 Enero 1891.
GotddDr. Benjamín A., ex- Director de la
Oficina Meteorológica Argentina Cambridge, Mass.
14 Febrero 1892.
Hann Julio, Director ^el Instituto Imperial
de Meteorología, Profesor en la Univer-
sidad. Viena.
2 Febrero 1890.
Haion de la Goupüliére, Miembro del Ins-
tituto, Director de la Escuela de Mi-
nas . París.
4 Enero 1891.
Héümatm Gustavo, Subdirector del Instituto
Beal Meteorológico de Prusia Berlín.
29 Septiembre 1889.
Hdmert A. R, Director del Beal Instituto
Geodésico Potsdam.
2 Febrero 1890.
Hermile Carlos, Miembro del Instituto, Pro-
fesor en la Facultad de Ciencias París.
2 Febrero 1890.
Holdm Prqf. Eduardo 8., Director del Ob-
servatorio Lick Monte Hamilton. Cal.
14 Febrero 1892.
Janssen Julio C, Miembro del Instituto y
de la Oficina de Longitudes, Director
Digitized by
Google
28
MemoríM de la Sociedad Científica
del Observatorio de Astronomía Física. Meudon»
2 Febrero 1890.
Lacroix Alfredo, Doctor en Ciencias Natura-
les, Preparador en el Colegio de Francia. París.
28 Julio 1889.
Lagratige Carlos, Astrónomo del Observato-
rio'Real, Profesor en la Escuela Politéc-
nica Uccle.
. 2 Febrero 1890.
Lancaster Alberto, Secretario y Bibliotecario
del Observatorio Real de Bélgica. .... „ .
7 Junio 1891.
Langley Prqf. Samuel P., Director del Insti-
tuto Smithsoniano Washington*
14 Febrero 1892.
Lapparent Alberto de. Ingeniero de minas.
Profesor en el Instituto Católico París.
28 Julio 1889.
Le Jolis Au^to, Doctor en Ciencias, Di-
rector de la Sociedad JS^^ciopal de Cien-
cias naturales y matemáticas Cherborgo.
6 Septiembre 1891,
Lenk Juan, Doctor en Ciencias Naturales,
A gregado & la Universidad Leipzig.
28 Mayo 1888.
MáUet Prof. J. W., Profesor de Química en
la Universidad de Virginia Cbarlotteyille.
14 Febrerp 1892.
Mascart Eleuterio E., Miembro del Institu-
to, Director de la Oficina Central Me-
teorológica, Profesor en el Colegio de
Francia , 'París.
2 Febrero 1890.
Müne Edwards AJfonso, Miembro del Insti«
Digitized by
Google
MAntonioAU«l«.ii
20
tatOy Director del ^ub60 do Hi&ioria
Natural .......••..,... París.
31 Agosto 1890.
Pálmieri ZuiSj Director del Observatorio
Vesnbiano , ... . , . Ñapóles.
2 Agosto 1891.
Perrotin J,, Correspondiente del Instituto
de Francia, Director del Observatorio. Niza.
31 Agosto 1890. -
Phüfppi Bodolfo A.y Director del Museo Na-
cional Santiago.de Chile.
29 Setiembre 1889.
PicJceríng Prqf, Eduardo C, Director del Ob-
servatorio del Colegb Harward ..*.«. Cambridge, Mass.
14 Febrero 1892.
PigeeUi PalblOj Ingeniero, Profesor de Geo-
desia en la Universidad BeaL Genova.
31 Agosto 1890.
Potíer A., Miembro del Instituto^ Ingeniero
de minas, Profesor en la Escuela Poli-
técnica. «j. París.
.2 Febrero 1890.
Benou EmüianOy Director del Observi^torio
del Parque de San Mauro Saa Mauro, oerca
28 Julio 1889. de París.
Biva Palacio ViceniSf General, Ministro Ple-
nipotenciario de México en España. . . Madrid.
2 Mayo 1886.
Bo88i Miguel E.j Director del Ar^bivo Geo-
dinámico Central ; Boma.
28 Julio 1889.
Saimoiraghi Angelo, Ingeniero, Director de
la Oficina c La Filotéeniaa. » Milán.
4Eoevol891.
Digitized by
Google
80
Memorias de la Sociedad (Hentífioa
GlasgoT
SchiapareUi José F., Miembro correspon-
diente del Instituto de Francia^ Direc-
tor del Real Observatorio de Brera. . . Milán.
2 Febrero 1890.
Spée Abate E., Astrónomo en el Observato-
rio Real de Bélgica Uccle.
2 Febrero 1890.
Tacchini Pedro, Director del Real Observa-
torio del Colegio Romano y de la Ofici-
na Central de Meteorología y Geodiná-
mica Roma.
2 Febrero 1890,
Thomson 8ir Guittermo (Lová Kelvin), Aso-
ciado extranjero del Instituto de Fran-
cia. Profesor en la Uni^versidad de Glas-
gow
14 Febrero 1692.
Tisserand /., Miembro del Instituto y de la
Oficina de Longitudes, Director del Ob-
servatorio, Profesor en la Facultad de
Ciencias ¿ ;
2 Febrero 1890.
Van Beneden P. J., Asociado extranjero del
Instituto de Francia, Profesor de Zoolo-
gía, Anatomía y Paleontología compara-
das en la Universidad Católica Lovaina.
4 Enero 1891.
Von Bezold Guillermo, Director delReal Ins-
tituto Meteorológico Prusiano Berlín.
2 Febrero 1890.
Weiss Edmundo, Director del Observatorio
Imperial, Profesor en la Universidad. . Viena.
2 Febreiro 189d.
ZébaUos Dr. Estanislao 8., Ministro de Re-
París.
Digitized by
Google
"Antonio Alelóte. H 81
laciones Exteriores, Presidente de la -
Sociedad Rural Argentina Baenos Aires.
1? Noviembre 1891.
ZeñQer'CcarloB 7., Profesor de Física y As-
tronomía en la Escuela Politécnica . . • Praga*
2 Febrero 1890.
Hiembios de la Sociedad existentes hasta el 31 de Julio de lá92.
Socios de número 25
Socios coitespondientes 31
Socios honorarios en el país 47
Socios honorarios en el extranjero 62
Total 165
La noticia relatÍTa al aumento que tuyo la Biblioteca, se ha-
llará en la Semita.
-is«'^rvi%s*^r»
Digitized by
Google
Digitized by
Google
ALGUNAS OBSIDIANAS DE MÉXICO
POB
EZEQUIEL ORDÓÑEZ
Socio de núA«ro, Infeniero <k la Cmiáóa Oeolótka 4o HésácOé '
LAMINA I.
Existen en el pafs mnohas localidades abundante» en obsi-.
dianas, ya como un representante vitreo de ryolttas ó rocas con
exceso de siliza, ó más generalmente asociadas á las andesitas
piroxénicas y anfibólícas de las que conocemos el interesante
papel que desempeñan en las formaciones eruptiras terciarias
de nuestro suelo.
Las obsidianas caracterfsticaSy es decir, aquellas en que la
masa de la roca casi no envuelve un sólo elemento eristalino re-
conocible, son muy frecuentes en algunos lugares; y así tene-
mos por ejemplo, el curioso cerro de las Navajas con enormes
cantos arredondados esparcidos confusamente en distintos pun-
tos de la montaña.
Pero es más interesante notar la insensible gradación que
se presenta frecuentemente en las rocas andesiticas^ una gra-
dual diminución del elemento microlítieo se observa para d^ar
simplemente un magma amorfo sembrado de diminutas oiista-
Homoriai li89t^J, T. VI, 6
Digitized by
Google
84 Memorias d« la Sociedad Científica
litas. Algunas veces los elementos cristalinos de la roca, aun-
que en pequeña cantidad constantes, conviene mejor definirla
por el tipo andesítico á que pertenecen. Las subdivisiones in-
termediarías de AndesUas óbsidiánicas j Obsidianas andesiiicas tie-
nen, pues, para nosotros gran valor; y un buen número de nues-
tras rocas designadas antiguamente bajo el nombre íq pórfidos
(raquíticos pertenecen á estas dos subdivisiones.
Las obsidianas negras de bordes translucientes han sido co-
nocidas em Jüé^icó desde' la más alii^ antigüedad j asi yemos
cómo nuestros indios dieron á conocer con este material las pri-
meras manifestaciones de su industria, aprovechando su dure-
za y fácil quebradura en aristas cortajntes, para la fabricación
de cuchillos, agujas, etc. Cerca de las reventazones de obsidia-
nas en cEl Durazno,! inm^iato í Zacualtipana se conservan
aún algunos lugares favoritos para la fabricación de dichos uten-
silios, á juzgar por el gran ^úm^ro de fragmentos cortantes,
cuchillos imperfectos y trozos más ó menos grandes de obsidia-
na con huellas de separaciones regulares de esquirlas indudable-
mente practicadas por la mano del hombre. ,
En algunas obras extranjeras hemos, visto menci^onadas al-
gunas obsidianas de México en la exposición de las fqrm^ cris-
talitícas de estaa rocas, y en nuestras preparaciones microscó-
picas se repiten con absoluta semejanza dichas formas, mencio
nadas ya por los autores. ^
Para dar oierto orden sistemático á las diferentes obsidianas
dequjenpS vamos á ocupar, podremos gubdividirlas según la na-
turaleza ó aspecto de las formas que caracterizan su prpmorfis-
mo; es decir, el principio de individualización, que según deter-
minadas condiciones tiendan á predominar.
Pero antes consideremos aquellas desprovistas totalmente
"Hie elementos cristaliticos, tales como las que abundan en el
oerro de las Navajas y en la cPeña de lacf AguiUs,» cerca del
c Jacal,'» caracterizadas únicamente por la gran cantidad de bur-
btijas gaseosas esparcid^ en su masa.
Digitized by
Google
uAMtottloAk»i0iu 36
<i^^%»>^\^^>^^\^>^^^^^»^^<^^^>>y^^%^^<»^»^i^»^\^^»^»^^»^^^^i^^^»»M^'^i»»^^>^<v^»^«»*»»»»^*M^M»^^^»^>»»^»^^^^^^>^^>^^*
OMdiaúas o<m bturbt(ja8. ' '*
El color dotniMiite 4e ostÁQ obmdiAnas de las loealidades
antes citadas, es el negro verdoso ]»ardii2CO j alg^a» aoeUMina*
das; sn lustre es por lo general vitreo, sus boi4es eortantes ^en
translucientés y su fractura es concoide no muy {Perfecta. M
carácter meramente distintivo de estas obsidianas esimmten*
so reflejo sedoso en la superficie y que se nota solamente en de*
terminada posición.
Observadas estas obsidianas al microscopio, manifiestan una
infinidad de burbujas de variadas dimensiones distribuidas en
sa masa; algunas de ellas se agrupan formando regueros que
definen el carácter fluidal de la roca. La forma de las burbujas
obedece á cierto alargamiento, ¿obre todo,*en los regueros flm^
dales; angostas en sus extremos, terminando en una fina punta
y anchas en su medio, algunas aparecen mtiy sinuosas, otras
semejan verdaderas gotas. (Fig. 1 )•
Guando la roca no presenta indicios de iJgún movimiento
^uidal, como es particularmente el caso para urna obsidiana de
la misma cPeda de las Águilas, i las burbujas presentan for^
mas circulares ó más generalmente elipticas A ovoidea y nunca
de extremidades aguzadas, las cuales dadas sus dimensiones
aparecen cortadas por la superficie de las preparaciones micros^
cópicas con aspecto de simples cavidades como lo manifiesta la
figura 2.
Vemos, pues, cómo en el caso de un movimieuto fluidal la
forma de las burbujas ha cedido fácilmente ó se ha modificado
al impulso de este esfuerzo;
£1 contorno de «ada una de estas cavidades se halla rodea-
do de usa penumbra obscura debida á la desigual refrangibili-'
dad entM el magma que la envuelve y el gas contenido en su
interior.
Cuando las burbujas de mayores ¿Ktmensiones han sido cor-
Digitized by
Google
80 Memorias 49 laBoelAdaOUntífloa
tadas en las superficies de la preparación, la penumbra se de-
bilita y el contomo de las burbujas se reconoce por finas líneas.
La forma y pequenez relativa de las burbujas de gas en la
masa de estas obsidianas se explicaría iácilmiente, suponiendo
la paita amorfa en cierto estado de fluidez, dotada de tno cimien-
tos tumultuosos por efecto de la presión de los gases despren-
didos; y uüa vez aprisionado un rolumen cualquiera 4e gas,
subdiridirse y esparcirse en la masa de la roca en el momento
de su consolidación bajo la forma de pequeños glóbulos ó bien
por un fenómeno de repulsión ocasionado por diferencia de den-
sidades.
M. Lapparent cita en su obra de Geología una obsidiana 6n
nodulos, de Bohemia, rica en burbujas de gas y exenta de in
olusiones cristalinas como las que hemos observado de las Na-
vajas y Peña de las S^guilas. Parece, pues, por estos ejemplos,
que existe cierto grado de incompatibilidad entre la presencia
de burbujas gaseosas y la producción de cristalitas en la masa
de una misma obsidiana y la hipótesis que hemos expuesto pa-
ra explicar la presencia de burbujas, se adaptaría muy bien á
esta cirouBStansia, pues esos movimientos tumultuosos dificul-
tarían el principio de una individualización suponiendo igual-
mente un rápido enfriamiento.
Hemos dicho que estas obsidianas presentan todas reflejos
sedosos en su superficie en cierta posición, provenidos sin du-
da por la reflexión de la luz en las paredes de cada una de es-
tas cavidades, haciendo notar que solamente en las obsidianas
con burbujas que conocemos, tiene lugar el fenómeno y se pue-
de asegurar, sin ptrevio examen microscópico, la presencia de
burbujas gaseosas en toda obsidiana con reflejos de este género.
Yon Lasaulx observa que en las obsidianas en que aparecen
sisteman de innumerables hendeduras paralelas, algunas veces
presentan un viso colorido en su superficie. Es de creerse que
este fenómeno sea del mismo género del que hemos observado
en las obsidianas con barbujas*
Digitized by
Google
87
OMdiáBAB sin indiuioiat.
En el cerro del Jaoftl, cerca de la montaña de laa Nayajas,
kemoB encontrado obsidianas notablemente desprovistas de in-
olnsiones oristaUticas y aun de burbujas gaseosas. Su fractura
es perfectamente concoide y en su superficie se perciben muy
finas estrias radiantes} su lustre es YÍtreo, su color verde obs-
curo y en sus bordes muy transluoientes se asemeja mucho al
vidrio de las botellas.
En estas obsidianas sin inclusiones hemos observado la ma-
yor transparencia en sus esquirlas; lo que es natural de pensar
pues los elementos cristalíticos (longulitas, globulitas, etc.) di-
ficultan el paso de la lus por absorción. Las obsidianas de Ma*
ravatío en el Estado de Michoacán, en un estado avanzado de
promorfismo, casi no presentan transparencia en sus bordes.
De una barranca, un kilómetro al Norte de la población de
Altotonga en el Estado de Veraeruz, nos fué remitida una ob-
sidiana de color negro puro, lustre intonsamente vitreo y frac*
tura concoide. En algunos lugares de su superficie se observan
líneas finas paralelas, además de las estrías radiantes que hemos
notado ya en la fractura concoide de otnis obsidianas.
Está esencialmente caracterizada, por la ausencia completa
de inclusiones cristaUtioas y burbujas gaseosas, presentando al
microscopio su magma totalmente amorfo, recorrido en todas
direcciones por líneas sinuosas, tocándose las unas á las otras,
verdaderas circunvoluciones, afectando las formas más bizarras
y eapriehosas. Más que una explicadón detallada de la sinuo-
sidad de estas lineas, la figura adjunta dará una idea clara. Es-
tas líneas obedecen en lo general á un particular alargamiento
hada una misma dirección, ó lo que es lo mismo, un marcado
fenómeno de esourrimiento atestiguado aún más cuando expe-
rimentan alguna desviación al tropezar con fragmentos de hie*
rro magnético esparcido en la masa. (Fig.[6).
Digitized by
Google
MemoríM cb la 8ocÍ«dft4 Científica
Es fácil reconocer que estas lineas opacas sinuosas, no son
sino el resultado de una curiosa división 6 hendimiento de esta
pasta amorfa, análoga en su resultado á la división perlítica f re-
cuentemente observada en algunas retinitas y aun en las mis-
mas obsidianias, Pero mientras que en la división perlitioa el
hendimiento ha tenido lugar posteriormente á la oonsolidación
definitiva de la roca, en la que nos ocupamos, por el contrario,
las líneas de separación ó agrietamiento, digamos, han edtado
sometidas á los movimientos fluidales del magma no aún con-
solidado. Este simple hecho es suficiente para establecer una
legítima diferencia entre ambos modos de división, á no ser que
se suponga como pudiera acontecer que un magma'consolidado
de estructura perlítica hubiese sufrido una incompleta rafusión
que hubiera modificado la primitiva forma de la división per-
lítica.
En algunos lugares de la preparación se observan lagunas
de otro magma ligeramente colorido con finas líneas más fuer-
temente eoloridas, paralelas á la dirección de escurrimiento del
resto del magma.
Obsidianas con globulitas.
En la misma Peña de las Águilas, fuera de las obsidianas
con burbujas, hemos encontrado también buenos tipos de otras
notablemente devitrificadas con la producción casi ezelosiva de
globulitas. A la simple vista estas obsidianas son de eolor par-
do obscuro con manchas más ó menos grandes, negras, distri-
buidas generalmente de una manera irregular; el conjunto toma
un aspecto cosi brechif orme.
Las formas que afectan los elementos, oristalítícos como re-
sultado del promorfismo ó de las sucesivas tendencias á formas
intermediarias ó semioristalinas en un medio vitreo, son de tal
naturaleza, que su presencia en las obsidianas de que nos ocU'^
pamos pueden maiñfestalr oleraimente esas distintas faMs jra
Digitized by
Google
/
^Antonio Alnie.ii 89
perfeotamoDate .reparables ,uixas de otras ó ya con cacacteres co;-
mones.
üe ha reconocido la forma globulitica como el tipo primor-
dial de formación. Es decir, el principio de las acciones mole-
oulares qve.por efecto de afinidades químicas .tiendan á reunir-
se, dando icomo forma, tal vc^z solamente cfparpiifi un glóby^lo 6
un cuerpo arredondado, suponiendo para esto un medio conye-
nientemente fluido y otras particulareí^ condiciones. Experien-
cia& sobre el azufre, por ejepplo, en ví^ de cristalización en
condi^pnes apropiadas apoyan esta idea, y veamos cómo núes*
tros tipos de obsidianas nos ponen en frente de pruebas seme*
jantes;
La obsidiana de las Águilas, de la que antes describimos su
aspecto exterior, llevada al campo del microscopio en aumentos
de 60 diámetros solamente, deja ver manchas irregulares nu-
bosas con un aspecto granudo ó compuestas de finísimos pun-
tos obscuros. Los espacios que separan estas manchas, dejan
pasar más la luz y en este fondo claro se observan delgadas ban-
das ó hilos sinuosos coloridos débilmente en amarillo. Cierta
tendencia al alargamiento e^ las manchas granudas y la sinuo-
sidad de los hilos amarillentos, hacen aparecer al conjunto con
un marcado carácter de. escurrimiento ó fluidalidad cuya mar-
cha se nota fuertemente desviada cuanÍ9o se opone uno que otro
cristal pequeñísiipo de sanidino. Con un aumento de 600 diár
metros, las manchas granudas se resuelven en aglomeraciones
de pequeñas globulitas^ de las cuales muchas aparecen ya con
este poder, transparentes en su centro, haciendo notar una gra-
dual diminución ei^ la cantidad de estas dobulitas, hasta dejar
espacios casi totalmente desprovistos, que son los lugares don*
de aparecen los hilos ó delgadas bandas amarillentas que igual-
mente se resuelven en globulitas de mayores dimensiones, yux-
tapuestas Is^s unas á las otras como verdaderas margaritas, ó
bien en muy pequeñas longulitas agrupadas algunas veces.
Estos hilos co^tituidos de grandes globulitas relái^vamen-
Digitized by
Google
40 MemoríaB de la Sodedad Cioatífioa
fe, 7 de longulibasy seria el restdtado de la fnsióii, digamos asi,
de las pequeñas globulitas que en aglomeraciones como hemos
visto se hallan en la masa de la rocaf y entonces los espacios
alumbrados y desprovistos de toda inclusión y que separan i
los hilos de las agrupaciones globulíticas, serían los Ideares an-
tes ocupados por estos pequeños cuerpos y que han concurrido
á la formación de las series margaríticas y longulíticas que al-
canzan ya dimensiones perceptibles.
Basta la simple inspección con fuertes aumentos al micros-
copio de esta obsidiana de las Águilas, para que acuda iniliedia-
tamente esta hipótesis que no tiene nada de inverosímihi dada
la condición general de los elementos cristaliticos hacia formas
más y más perfectas, digamos así, en su desarrollo.
Un tipo bastante claro de transición de la forma globulítica
á la de margaritas y longulitas, nos lo ofrepe la obsidiana negra
de El Durazno, cerca de Zacualtipán, en el Estado de Hidalgo.
Las globulitad de dimensiones relativamente grandes, son de
forma un poco irregular, con marcadas tendencias á unirse las
unas á las otras bajo la forma de rosario. La condición general
en esta roca es la de unirse tres ó cuatro globulitas provistas en
ambos extremos de dos pequeñas agujas ó triquitas muy delga-
das como si éstas hubieren sido el resultado de lá unión de un
mayor número de globulitas alineadas. Otras veces se observan
longulitas aisladas de mayores dimensiones con sus extremos
ensanchados. (Fig. 3).
Estas formas aunque aisladas las unas de las otras, se apro-
ximan lo bastante para constituir agrupaciones en zonas para-
lelas como por efecto de movimientos Anídales en la roca, tanto
más, cuanto que el alargamiento de las triquitas se hace según
esta dirección.
Este otro ejemplo nos hace ver la insensible gradación ha-
cia la regularidad en la forma; y la hipótesis que reconoce esta
marcha paulatina hasta las figuras enteramente definidas de los
elementos cristalinos, tiene múltiples demostraciones, obsetvan-
Digitized by
Google
" Antonio Alíate, n 41
do en el magma vitreo de muchas rocas la evolución^ las fases
de la cristalizaci^Dy cuyo germen una vez producido necesita la
preexistencia de aquellas condiciones requeridas para la oom-
pleta producción de un individuo cristal.'
Obsidianas con triquitas.
Al lado de las formas simples de triquitas como producto de
aglomeración de globulitas debemos mencionar la obsidiana del
Volcán de las Vírgenes en la Baja California. Esta obsidiana
es de color negro, fractura concoide y lustre resinoso á vitreo.
Su devitrificación se realiza en formas triquítioas bizarras y cree-
mos que la expresión de Fouqué se adapta muy bien á esas
formas: c tienen la apariencia de cabellos entrelazados, > más S
menos confusamente. (Fig. 4.)
La forma más común de las triquitas de esta obsidiana es
con aspecto dé una infinidad de hilos encorvados en todos sen-
tidos y radiando de un centro comúü. En otras los lulos son cor-
tos y no encorvados, como estrellas; un sólo hilo contorneado
aparece más allá y por último hiladas de globulitas constituyen
margaritas de aspectos igualmente muy variados.
En algunos lugares de las preparaciones encontramos finos
regueros de longulitas cuyos alargamientos acusan un movi-
miento fluida!, haciendo notar que on el trayecto de estos re-
gueros de longulitas casi no aparecen las triquitas. ' ^
Estas son opacas por lo general j pero muy fuertes aumen-
tos las hacen aparecer débilmente transparentes.
Obsidianas oon longulitas.
El promorfismo ó dé vitrificación alcanza un máiduuia de
desarrollo en las obsidianas de Maravatío^en ^ Estado de Mi*
Memorias [iSQa^al, T. VI, 6 ,
Digitized by
Google
42 MemoiiaB de la Sociedad Científica
ohoacáA 7 sus formas más comunes son las loogulitaS; es decir,
cuerpos alargadoa, transparentes, yisibles al microscopio en la
mayoría de los casos bajo aumentos no muy fuertes.
Las múltiples yariedades de obsidianas de Maravatío pueden
referirse á tres clases principales por su color y aspecto exte-
rior en obsidianas negras, agrisadas, pardas y rojas, presentan-
do las dos primeras grandes analogías al microscopio. Las ob-
sidianas negras tienen lustre vitreo á resinoso, fractura concoide
y la transparencia en sus bordes cortantes es casi insignificante,
su color en la superficie generalmente uniforme, algunas yeces
se observan angostas bandas alternando con otras de un color
algo más claro.
Gomo hemos dicho, un gran número de longulitas envuelve
el magma exclusivamente vitreo de estas obsidianas formando
regueros paralelos que acusan en la roca haber sufrido movi-
mientos fiuidales.
De estas cristalitas las unas son rectas y las líneas que de-
finen sus contornos son paralelas, otras ligeramente ensanchadas
en sus dos extremos y algunas ligeramente curvas.
En estas obsidianas negras generalmente acompañan á las
longulitas, triquitas simples y finos regueros de muy pequeñas
globulitas.
Las obsidianas pardas presentan igual aspecto al microsco-
pio en cuanto á la forma de las longulitas. Las globulitas raras
veces aparecen y nunca se observan las triquitas. (Fig. 5).
Los lugares donde las longulitas se agrupan en mayor nú-
mero le comunican á la roca su color pardo.
El nombre de obsidianas jaspeadas les convendría muy bien,
pues á la simple vista éstas obsidianas presentan bandas de co-
lor pardo alternando con cintas negras formando un agradable
contraste.
La más notable obsidiana de Maravatío es^la roja. 8e halla
generalmente con mc^nohaQ más ó menos grandes de color ne-
gto y su lustre ^ casi resinoso.
Digitized by
Google
•'Antonio Alsate. II 48
Las preparaciones manifiestan al miorosoopio un magma de
color rojo naranjado bastante intenso aun en las más delgadas
láminas, mezclándose de la más extraña é irregular manera á
otro magma enteramente transparente é incoloro que correspon-
de á las manchas negras observadas á la simple vista en la ro-
ca en masa.
Este magma incoloro envuelve longulitas en buen número
igualmente transparente^ é incoloras con alineamientos que de-
finen el carácter fluidal de la roca. Algunos puntos obscuros so
hallan esparcidos, y lo más notable en esta masa vitrea es la pre-
sencia de pequeñas arborizaciones caprichosas, unas opacas y
otras transparentes, de un color rojo de sangre.
El magma rojo anaranjado contiene menor número de lon-
gulitas 7 algunas de ellas son coloridas á juzgar por las que se
hallan desprendidas, por decirlo así, de la parte colorida y cu-
yo color muy semejante á ésta se hace sensible en el magma
transparente.
Los movimientos fluidales de la roca se definen claramente
por las lineas sinuosas coloridas que esta pasta anaranjada de-
ja percibir debido á la mezcla irregular con la parte vitrea trans-
parente. El aspecto de esta roca tal como lo acabamos de des-
cribir, da lugar á considerarla como el resultado de la imperfecta
unión ó mezcla de dos magmas de distinta naturaleza, si es po-
sible, puesto que dan lugar á cristalitas coloridas de diferente
manera, así como probablemente de distinta densidad y varia-
dos estados de fusión en el momento de su mezcla, dada la man-
cha irregular que se observa claramente en el magma colorido.
Mézioo, lUy» d« 1892.
Digitized by
Google
44 Memorias de U Sociedad Científica
Qaelqnes obsidiemies du Mexiqae par M. E. Ordd&ez^ Ingéniear
de la Commlsslon Géologiqno.
Le bút que s'est proposé Pauteur dans sa note, c^est de pré-
ciser les gisements des diyerses varietés d^'obsidiennes et de
donner une classificatíou des types du promorfisme qui predo-
mine relativement dans chacune d'elles.
II les a di visees comme suit: 1? Ohsidiennes á 6MZ?es.— 2?
ObsidiennesdépourvuesdHncltísions. — 3? Obsidietmes glohuUtiqms.
— 4 ? Ohsidiennes iriquitiques, — 5 ? Ohsidiennes longrüitiques, II est
fait mention de cellos qui oflErent á la fois plusieurs de ees for-
mes e t de la prés^nce f réquente dans un méme gisement de deux
ou plus de ees varietés. II fait noter également que les ohsi-
diennes ábuUes i^aaeuses se trouvent presque toujours dépour-
vues d'inelusions; oeoi provient des mouvements tumultueux
qui se produisent avant de la consolidation definitivo de la ro-
che: il 7 a I^ naturellement un obstado pour toute production
qui tend á une forme semicristalline.
Dans quelques obsidiennes dépourvues d'inolusionS| on ob-
serve qu'elles sont formées de deux masses de coloration dis-
tincte, melangées irréguliérement.
L' obsidienne de < El Durazno » ( Zacualtipan, État de Hidal-
go) est tres curíense; elle présente 1' insensible transformation
des formes globulitiques en longulites et triquites indiquant
le perfeotionnement des formes, De méme, dans l'obsidiane de
«Peña de las Águilas» (Hidalgo), des globulites de plus gran-
des dimensions de quelques longulites semblent étre le résultat
de la fusión de tres petits glóbulos. L'auteur sígnale enfin les
Digitized by
Google
" Antonio Alíate, h 45
obsidiennes de Maravatio (Miohoaoan) notamment la yarieté
rouge, remarquable par le mélange irrégulier de deux magmas
yitreuz de nature et coloration distinote, lesquels ne sont pas
également dévitrifíés.
Plusieurs savants étrangers ont fait mention des obsidien-
nes da Mexique, peut Stre méme des gisements oitésparl'au-
tenr^ á en juger par la ressemblance des éléments de promor-
fisme.
M«xioo, Mfti 1892.
<•»
Digitized by
Google
Digitized by
Google
M»^^^^^^^>^A^^*^^^^^^^^^»^^^^^^#»^%^^^»»^^^^^^^^^^^»^^A^^^^^^^^»<^^^^^^^^^»^^^^^^^^^
Explicación de la lámina I.
Pig. 1. — Barbajas gMeotas aUigadas - x 100. Obaidiaiía dtl ceno de lai Nava-
jaa, Bitado d« Hidalgo.
Pig. 2. — Borbajat cortadas por la soperficie de la preparaeión * x 80. Obsidiana
de la Pefia de las Agailas, cerca de la Pella del Jacal, Estado de Hi-
dalgo.
Pig. 3. —Agregados globalitíoos - x800. Obsidiaoa de "BI Darasno, u cerca de
£acaaltípAn, Estado de Hidalgo.
Pig. 4.— Triqaitas - x800. Obsidiana del Volcán de las Vírgenes. BajaOaliíomia.
Pig. 5. — Longalitas - x 100. Obsidiana parda de KaraTatío. Estado de IGcboa-
can.
Pig. tf . — Bi^raetara de la obsidiana de Altotonga, Estado de Veraeras.
Digitized by
Google
Digitized by
Google
MÉXICO Seísmico
F. DE MONTES SUS DE BALLORE.
Socio corrcspondieftte en París,
Capitán de Artillería, Inspector de estudios en la Escuela Potit^nica.
AHjA^MII^A, XI).
Bnire todos loa fenómenos natjiirales Jos seísmicos son to-
davía de los más desoonooidos y aun misteriosos. La causa de
nuestra ignorancia en lo que les toca es evidente, porque se pro-
ducen en el interior de la corteza terrestre, del todo inaccesible
al hombre. Por eso ^ han buscado las cansas de los temblores
de tierra, sea en la atpiósfera, sea en los espacios cósmicos, y
basta ahora la seismología no ha sido más que una rama de la
meteorología.
£1 catálogo de las teorías é hipótesis enunciadas sobre tem-
blores llenaría voltimenes. Tal vez ningún fenómeno de la físi-
ca del globo ha dejado de ser puesto en concomitancia con las
sacudidas seísmicas. Las posiciones de los astros, los choques
de cometas y estrellas fugaces, las fases de la luna, los movi-
mientos del aire, la altura del barómetro, el viento, hasta el có*
Memorias IZ892-93J» T. VI, 7
Digitized by VjOOQIC
60 Memorias de la Sodedad Científica
lera y aun últímamente la influenza misma, han sido conside-
rados como teniendo relación con ellos^ Es muy fácil, en efecto,
buscar y descubrir en el inmenso número de temblores de que
se ha tenido noticia, algunos que se hayan verificado simultá-
, neamente con algún fenómeno favorable á las teorías á priori,
por extravagante que sea.
En trabajos anteriores publicados por la Sociedad c Alza-
te, :» ^ he mostrado por medio de unas 50,000 sacudidas acaeci-
das en todas lab partes del mundo, que no tienen relación nin-
guna con las horas del día, las culminaciones de la luna y las
estaciones astronómicas. De todas las leyes enunciadas sobre
los temblores, estas tres son las más comunmente aceptadas
por los seismólogos. Las demás no me parecen de bastante se-
riedad para merecer el trabajo inmenso de su refutación numé
rica; tal vez se podría hacer una excepción en favor de la rela-
ción con las estaciones climatéricas, pues que algunos sabios
creen que la precipitación del agua atmosférica aumentando en
ciertos meses, disuelve entonces las capas minerales con más
energía, con lo que se producirían movimientos interiores en
mayor número en dichas épocas, y se manifestarían por medio
de Ttti máximum de vibraciones. Esta cuestión particular la tra-
taré posteriormente, aunque el efecto no me parezca adecuado
ala causa.
Todo esto no es verdadera ciencia, y ya es tiempo de buscar
ahora lógicamente las causas de los seísmos y en dónde se pro-
ducen; cansas que deben de buscarse no en el exterior, sino en
"^l iñterioí* mismo de la corteza terrestre, presentándose justa-
mente en esto las dificultades, pues que no podemos alcanzar
su punto de origen. Los geólogos que se han dedicado á la cues-
tión y son pocos, hablan de deslizamientos de estratificaciones
unas sobre otras, causados por el enfriamiento secular de la tie-
rra yla contracción consiguiente,* de hundimientos de terrenos
I Véase Memorias, Tomo III, pág. 105 y tomo IV, pág. 277.
Digitized by
Google
' Antonio AlzAto. M 51
bajo la infiueneia de las aguas subterráneas; de descomposioio-
nes químioas espontáneas; de explosiones producidas por la in-
filtración de las aguas marinas y su llegada al contacto del nú-
cleo incandescente y fluido que muchos suponen en el interior
de la tierra; pero cuya existencia no se ha demostrado todavía^
etc. A mi parecer no hay en estas teorías más que hipótesis ar-
bitrarias, y antes de medirse con las causas eficientes, se deben
investigar los caracteres geográficos y geológicos de las regio-
nes en las cuales los temblores son más frecuentes é intensos.
Es probable que las sacudidas terrestres no tengan su ori-
gen á gran profundidad como se cree generalmente. Sin que
ésta pueda fijarse exactamente, los casos en que no han sido
sentidos en el fondo de las mismas, son bastante numerosos p¿\
ra que se consideren como un fenómeno relativamente super-
ficial. Por* consiguiente es de suponer que intervengan la natu-
raleza y constitución geológicas del terreno, así como la forma
del relieve geográfico y topográfico, y que sin duda las regio-
nes del mundo en que tiembla frecuentemente se diferencian
de las otras por caracteres especiales de este orden. En efecto,
muchas veces se han hecho varias observaciones de esta clase*
Ponemos á continuación las principales.
Se ha notado que en la cordillera de los Andes, la más im-
portante del mundo, tiembla con frecuencia desde el Cabo do
Hornos hasta el estrecho de Behring, mientras que en las cos-
tas americanas del Atlántico, que mueren sobre el Océano por
deoUves insensibles en los llanos de las Repúblicas Argentina
y Brasileña, no están sacudidos sino aquellos puntos, cuyo re-
lieve es suficientemente accidentado, como en las República
de México y Venezuela. Esto ha hecho suponer que las regio"
nes seísmicas siguen las lineas de los mayores accidentes del
globo y por consiguiente las de resistencia míuim^. Pero esta
regla no se muestra siempre verdadera;, y se pueden men9Íonar
regiones, npiuy instables, ajunque muy llanas, como la Hungría
mientras que ep^ el Himalaya tiembla muy poco, con excepción
Digitized by
Google
52 Memorias de la Sociedad Científica
del Assam y del Cachemira. Así la condición de declives abrup-
tos no parece suficiente.
Se ha dicho también que los terrenos muy quebrados, como
la Andalucía, están frecuentemente expuestos á los choques te-
rrestres. Tampoco esta ley se muestra general :*no tiemblaen
todas estas regiones.
Unos han pretendido que los seismos están más comunes
en terrenos modernos, y otros al contrario en los más antiguos,
dándose al parecer buenas razones en ambos casos. Todo esto
no es más que confusión y por fin no se sabe casi nada.
Por consiguiente la primera cuestión que hay que resolver es
la de saber si las regiones séismicas se diferencian de las otras
por su constitución geológica, su posición relativamente á las
grandes líneas geográficas del globo, y en fin, sus rasgos topo-
gráficos. Si asi se ataca al origen mismo de los seismos, en todo
caso se aproximará más á su descubrimiento, y esto será un pro-
greso notable en seismología: es lo que estoy emprendiendo.
Este conjunto de las condiciones simultáneas, pero com-
plexas, que caracterizan las regiones séisiñicas, creo haberlo des-
cubierto. No hay sin embargo lugar de darlo á conocer actual-
mente al público, porque podría muy bien acontecer que fuese
algo modificado en sus detalles á medida que fuese avanzando
en su desarrollo. Me contentaré con dar por ahora una serie de
memorias particulares relativas á cada país, y creo que los miem-
bros de la Sociedad c Álzate » leerán con gusto lo que trata de
México.
Además de los mapas que acompañan á las monografías de
los grandes terremotos, los mapas séismicos generales han sido
establecidos de dos maneras. Mállet (Fourth report upan ihefacU
and iheory qfearthquakephenomefia; Transácttons qftheBrifish As-
sociaHon/or ihe advancenient qfscience^ 185S) ha dado el de todo
el mundo. Este trabajo del sabio y fainoso seismólogo, hecho
en una época en que faltaban los documentos mucho más que
ahora, para nada sirve, porque p'hrece que en muchos casos el
Digitized by
Google
" Antonio áls&ie. n 5S
autor se eontentó con yaluar casi arbitrariamente la frééuenoia
7 la intensidad de los seisnaos en Varios países.
O'Reilly fTraneacUona qfihe royal Méh Aoademy^ Se^ptember
1SS4J ha dado nn mapa seismológióo de Inglaterra y ( 1. c. Marefa
1886) nn catálogo sóismioo de Europa y países vecinos. PerO'
ha caído en un error grave apuntando tedos ó casi todos los lu
gares en que ha sido señalado un choque. Por consiguiente en
nuestra época de numerosas comunicaciones telegráficas acon-
tecerá que, con tal método, y «obre todo en casos en que los te-
rremotes sacuden grandes superficies, se cubrirán los mapas
con puntos que no tendrán ninguna importancia bajo el punte
de vista seísmico, y la delincación denlas regiones verdadera-
mente seísmicas se hará del todo imposible ó á lo menos arbi*
traria. No importa, en efecte, conocer los lugares en donde tem-
bló, sino aquellos en donde se originaron las sacudidas ó sea
los centros seísmicos. Por eso los temblores ligeros que se per-
ciben sobre áreas pequeñas, tienen más importancia que los
fuertes temblokres, cuyos centros casi nunca se pueden estable
cer claramente. *
El número de estos centros en un país y la frecuencia nor-
mal de las sacudidas que en ellos tienen su punto de partida,
serán los elementos de la determinación de lo ^ue puede lla-
marse la c seismicidad» ó c actividad seísmica» de la región.
Así presentado el problema, no faltan las dificultades. En
primer lugar los documentos séismicos son algo raros, con ex-
cepción de ciertos países como México, Italia, Suecia, Japón,
Filipinas, Indias Orientales; páralos demás se deben buscar
cuidadosamente las relaciones de los viajeros y de personas afi-
cionadas á esta interesante ciencia. Muchas ocasiones se sabe'
muy bien cuántas veces tiembla al año normalmente en regio-
nes determinadas, y del todo se Ignora si los países vecinos son
más 6 menos frecuentemente sacudidos. Por ejemplo en Zan-
te, Barbiani observó cuidadosamente durante 40 años, y no i^e
puede decir si tiembla tanto en la costa vecina de Orecia.-
Digitized by
Google
54 Memorias de la Sociedad Científica
(generalmente en un país Los temblores se atribuyen á la ciu-
dad principal ó capital. Por ejemplo, se conocen numerosas sa-
cudidas para Méiioo, y sin embargo mostraré más lejos que e^
Anábuac basta esta ciudad por el Sur es muy notable y que los
temblores allí sentidos vienen en su mayor parte de Oaxaoa y
la Mixteca.
Con excepción de los países anteriormente citados, los do-
cumentos seísmicos van disminuyendo cada año en los trabajos
científicos; es que ahora los meteorologistas los rehusan, y con
razón, y que los geólogos no los quieren todavía.
En ciertos países se presentan los temblores con mucha fre-
cuencia durante días, meses y años, desapareciendo después ca-
si oon^letamente. Estas series deben considerarse en lo gene-1
ral como anormales y no se debe tener cuenta de ellas. Es e
caso desusar de una crítica muy delicada.
El interior del Asia, la China, las Indias, casi toda el Áfri-
ca, el Norte de México y el Brasil están completamente desco-
nocidos bajo el punto de vista seísmico. Aun en países desde
hace mucho tiempo civilizados no dejan de faltar, hasta en Eu-
ropa misma.
Se ve bien cuántas causas de errores van á presentarse.
En una investigación de esta clase es necesario conservar á
la obra un carácter de uniformidad y para esto buscar un me-
dio de representación numérica. Tres elementos se presentan
para definir la seismicidad de una región determinada: el nú-*
mero de centros seísmicos y el número y la intensidad de las
sacudidas. El número de qentros depende demasiado de la va-
riedad de las informaciones. Por lo que toca á la intensidad la
considero como un factor accesorio. Queda, pues, solamente
la frecuencia normal de las sacudidas. Para darle una definición
que pueda cifrarse, supongamos que en una región de superficie
S haya ^ido apuntada en p años un número n de días de tem-
blores (en otra Memoria he dado ya razón de esta unidad ei^
vez de la sacudida simple). En un año se presentarán normal-
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. II 56
mente — días de temblones, y ^ — medirá la superficie de es-
te pais en el ctial temblará una rez al año. Mieutras máa peque-
ña sea más frecuentes serán los temblores. Fot eensignietitOy
la seismicidad de nna región está en raaón inrersa de sa super-
ficie. Es el medio de representación numérica que me parece
más á prepósito. Se la puede defender diciendo, por ejemplo,
qne si para la lluria no se tenia el udiómetro, el mejor proce-
dimiento pára'definirla, á lo menos proyisiettahnente, sería dar
el numero de días de lluvia, fis pro1>able.que la repartición asi
determinada de las lluvias sobre el mundo no diferiría mucho
de la que resulta de las medidas ttdiométricas. Be verdad que
se emplean aparatos seismográfícos en varios países; pero ten-
go que establecer mi trabajo de una manera uniforme.
En este sentido es en el que doy el mapa seísmica adjunto
de la República Mexicana. Hace veinte años que las sacudidas
están apuntadas con bastante ouldade^ particularmente en las
partes centrales y meridionales del país para qne se conozca
bien la seismicidad de sus diversas regiones. No es el «aso de
la Baja California, de la parte N O. de Sonora, ni tampoco do Mé-
xico septentrional, comprendiendo los Estados de Sinaloa, Du-
rango, Cliihuabua oriental, Zacatecas, San Luis Potosí, Coa-
huila, Norte de Nuevo León» Campeche y en fin de Yucatán.
Por lo que toca á la Baja California no se puede expresar ^
cifras su seismicidad, aunque de un desastre seísmico acaecido
en La Paz y de indicios si uo de erupción á lo menos de acti-
vidad del volcán de las Vírgenes, se puede suponer alguna fre-
cuencia de los temblores. Parece que en el Norte de la Bepú-
blica y en Yucatáa apenas se. conocen estos fenómenos. Al
contrario en Sonora y Chihuahua, á lo largo y de los dos lados
de la sierra que se extiende desdé Tucson en Ariiioüa hasta Du.
rango, y sobre todo en su declive accidental, están sacudidos
con bastante frecuencia j energía. La cifra 19,001 ktnc. del in-
verso de su seismicidad debe sin embargo considerarse como
provisoria.
Digitized by
Google
^0 Memorias de la Sociedad Científica
'^ '^"El Centro y Sur de Méxi^ desde la alta meseta del Ana-
huac hasta el istmo de TehuantepeO; óomprende nueve regiones
séismieasu Estas dlyisiooes han sido determinadas por el agru-
pamlento de los centros y los rasgos geográficos principales del
terreno, como la sierra que se extiende desde el Cabo Corrientes
hasta la línea de Orizaba al cerro de San Felipe, y que le sirre
de medio de convergencia con la Sierra Madre. Estit última
no ha partido entre sí regiones séismicas diferentes, porque los
temblores de Acapulco, de Chilpanoingo y de la Mixteca, no pue-
den separarse, á lo menos en oí mayor número de casos. He
aquí estas regiones:
1). AnáHUAO septentrional, desde Zacatecas hasta Que-
rétaro, con su declive oriental. (Guanajuato, Jacala, Linares,
La Luz, Matehuala, Montemorelos, Peñamiller, Querétaro, Ra-
yón, Sau Ciro, Tula de Tamaulipas, Villa Mier y Noriega, Za-
catecas).
2). Anáhuao meridional ó sea la meseta alta de México
y Puebla con su falda oriental hasta él Atlántico ( Amecameca,
Atotonilco, Chicontepec, Huejotzingo, México, Papantla, Pue-
bla, Tenancingo, Tezcoco, Tlaxcala y Toluca ).
3 ), El Ce^OBUCO hasta Mazatlán ( Acaponeta, Ahuacattán,
Geboruco y Mazatlán ).
4). La Cuenca del Lago de Chápala, sin derramamiento
hasta el Océano, hasta la falda Occidental del Anáhuac, y por
el Sur hasta la sierra del Cabo Corrientes. ( Aguascalientes, Co-
cula, Guadalajara, Morelia, Ocotlán, Pátzcuaro, La Piedad, San
Cristóbal, Sayula, Tepatitlán, Tlalpujahúa, Zamora y Zapopan).
5). El Colima y sus alrededores hasta el Rio do las Balsas.
(ApatzingO; Ciudad Guzm&n, Cloalcomán, Colima, Manzanillo,
Tecqmán, Tonila y Zapotlán)«
6). La región del Jorxtllo hacia una línea, sin definición
natural, que pasa al Oeste de Acapulco y deja al Este una se-
rie de numerosos centros seísmicos. ^Airio, Coahuayutla, Coyu-
ca, Jorullo y Tacámbaro).
Digitized by
Google
" Antonio Álzate, n 57
7). tiUERBERO y la MiXTECA hasta Jamiltepec. (Acapuloo^
Alcozauoa, Atlixco, Ayutla, Cbiautla; Ghilapa, Chilpancingo,
Dos Arroyos, Dos Caminos, Huajuapam, Huamuxtitláni Igua-
la, Jamiltepec, Jaztlahuaca, Mezcala, La Mixteca, San Marcos,
Santa Catalina, Silacayoapan, Teloloapam, Tenancingo, Tixtla,
Tlapa, Tlaxiaoo, Totoltepec, y Xocbitepec).
8). OaxaCa, desde el pico de Orizara hasta Tehuantepec,
con las faldas orientales de la sierra donde sale el Bío Coatza-
coalcos. ( Chalehicomula, Choapan, Córdoba, Cuieatlán, Domin-
gcullo, Esperanza, Ixtlán ó Villa Juárez, Jalapa, Juehitán, Nil-
tepec, Oaxaca, Orizaba, Pochutla, Salina Cruz, San Carlos Yau-
tepec, San Pedro Tolox, Tecamaohalco, Tehuacán, Tehuanter
peo, Tequisistlán, Tlacolula y Tonalá).
9). COATZACOALCOS, comprendiendo la costa del Atlántico
desde Veracruz hasta Comalcaloo con parte de Chiapas y casi
todo el Istmo de Tehuantepec. ( Chiapa, Huimanguillo, Minati-
tlán, San Andrés Tuxtla, San Cristóbal las Casas, San Juan Bau-
tista, Tlacotalpa, Tuxtla y Veracruz).
Tal vez asombrará que la región volcánica de México sea el
triángulo muy alargado formado por las líneas Ceboruco-Co-
lima- Tuxtla, y cuya línea media sigue aproximadamente la Sie-
rra Madre, no forme región séismica distinta. Aquí se ve la uti-
lidad de mi trabajo. A priori se habría podido suponer que esta
región constituye la más instable de la Bepública,* pero no es
así, pues por el contrario esta región volcánica, que al mismo
tiempo es la de los terrenos plutónicos en el centro del país, se
presenta en el cuarto lugar por lo que toca á la frecuencia de
los temblores, después de Guerrero, Oaxaca y Chápala. Hay
más, si de esta región volcánica se quita Chápala, su seismici-
dad disminuye mucho y queda en el séptimo ó en el octavo lu-
gar. Se ve, pues, que los volcanes aun muy activos y los tem-
blores no siempre tienen relación.
Guerrero y Oaxaca vienen á la cabeza de las regiones seís-
micas y casi con el mismo grado de seismicidad, y en seguida
Memorias [1891-931, T. VI, 8
Digitized by VjjQOQIC
58 Memorias de la Sociedad Científica
Chápala. Es de notar que el Auáhnac meridional 6 sea la me-
seta central de México se muestra con gran estabilidad, aunque
la ciudad de México tenga el mayor número de terremotos co-
nocidos, j que en Europa sea famosa por los demás que ha su-
frido en lo pasado. Pero es que, como ya lo he dicho, se le atri-
buye en las relaciones la mayor parte de las sacudidas que en
realidad le vienen de Guerrero y Oaxaca. Se notará también
de paso que los alrededores del JoruUo, á la verdad actualmen-
te extinguido, y de los volcanes todavía muy activos, el Colima
y el Ceboruco, tienen una seismicidad pequeña. Es un hecho
contrario á las teorías ordinarias, y se encuentran en varios pun-
tos del mundo.
Concluir algo de estas observaciones aisladas y no concer-
nientes más que á México, no tendría valor ninguno; se debe
esperar la publicación de mapas semejantes para todo el uni-
verso.
Paiís» Maya 1892.
Digitized by
Google
>• Antonio Alíate. M 59
Le Mezl^eSittidqve par M. F. Oe MemtMnu ie Balto«^ CayiteiM
d' ArtOlmie^ Iisfeetoir its étate a l'^le PdytooliBitie.
fPIjJkJN'OIZM ID.
L' antear do c Mezique SUmique» que nona publiona ioi a ét6
amené k a'ocouper des iremblementa de ierre á la suite d'une
miasion da goavememeat fran^aia auprés de oelai da Salvador
(1881-1885). Témoin de nombreasea aeeoasaea daña ce paya
d'une extreme inatabilité et fameax par lea catastrophea dont
il a été le tiiéafape, il a' aper^at bien vite qne le pina grand chaca
régnait dans cette partíe de la pbysiqne da globe, qae lea opi-
nions les píos opposées étaient émises, enfin que laa théoriea
en cours étaient oomplétement erronées, et mdme antiacienti-
fiqaes au premier chef, poisqne la plupart allaient cheroher
les canses des séismes dans Patmosphére onP espace cosmiqne,
alora qne ees terribles phénoménes se passent manifestement
dans Pecoree terrestre, non ailleurs, et y prennent naiasance.
C'était abanrde!
Pour poser soientifiqnement les bases dn probléme sismi-
que P antear s'est imposé un programme quMl développe petit
á petit avec la plus grande patience. Le yoici:
1? Gonstítuer un vaste catalogue des secousses connues
dans tons les pay9 du globe. ( II en posséde actnellement 60000).
2? Réfuter au moyen de ce catalogue les principales lois
éuoncées sur les relations des tremblements de terre avec les
phénoménea météorologiques et cosmiques. (Les leetenrs des
mémoires de la Société c Álzate» ont en connaissance des ré*
Digitized by
Google
60 Memorias do la fiootedad Oientifica
sultats les plus importauts de oette reoherche purement statís-
tique ).
3? Déterminer par des chifEres la sismicité relative de tou-
tes les régioDS du globe^ ou établir une géographie sismique ge-
nérala. L'auteuT est paryjeJiK á. cette partie .du programzM et
la Seeiété c Álzate» publieoe qui oonoenxe L^ Mexique;
4® Bapprocher les caries sismiques des cartes hypsométri-
ques et géologiques pour montrerque: lesséismessontunphéno-
méne purement géólogique, et pour un pays donné leur fréquence et
leur intcnsUé résultent nécessairement de la simultanéité de certaines
conditions bien definies de rel^fet de nature géologique du ierrain.
Cesconditions simultanees, l'auteur les aoup^nue. Leur
énoiicé rósultera du développement de la 4***' et demiére par-
tie de son programme. Si leur déoouyerte ne suffit pas á déter-
miner la ou les causes primordiales des tremblements de terre,
du moins il aura posé des bases yraiment scientifiques k la sis*
mologie, but que l'auteur considere oomme assez grandpour
satiéfaire son amíbition.
Para, Mal IS9SU
#•»
Digitized by
Google
LA NOCIÓN DEL TIEMPO EN LOS ANIMALES.
EL TIEMPO Y LA BIOLOGÍA.
ALFONSO L. HERRERA
Socio do número,
lyadsnte - yat«rallote en ol M nieo Sadonal 7 en el Iiutftato Médica
La idea del tieiapo resulta de la
comparación eatre el estado sucesi-
vo y el de la coexistencia, estados
que nos revela la memoria dándonos
¿ c<mocer el orden y sucesión de las
impresiones ftncas y mondes que
experimentamos, después que los
acontecimientos que las produjeron
han dejado de existir.— Limá.
1 ? A igualdad de las demás ventajas que puedan poseer las
especies de animales respecto á la lucha por la vida, tendrán
más probabilidades de sobrevivir aquellas en que la noción del
tiempo y de su economía e3té más desarrollada, cuando una y
otra revistan el carácter de una necesidad.
2? En igualdad de las otras condiciones del desarrollo de
los organismos, abstracción hecha de las causas aceleradoras,
retardadoras ó conservadoras, el perfeccionamiento orgánico p
crece con el tiempo. En la unidad de tiempo es p, en 2, 3, 4. . . .
unidadesjde'tiempo será:
P^pxt
Digitized by
Google
62 Memorias de k Sociedad Oientíftoa
El perfeccionamiento total (1^) Representado por el perfec-
cionamiento en la anidad de tiempo más el que corresponde k
i unidades de tiempo.
3? En igualdad de las otras condiciones de la vida de los
organismos; la fórmula biológica fundamental supone al factor
tiempo:
Condiciones iavorables C^J iguales á las favorables gene-
rales más las de tiempo (t); las desfavorables representadas
en esta fórmula convencional por la suma de las desfavorables
generales Cd) yls^ desfavorables de tiempo (t).
He aquí los tres j)rincipios que üos ocuparemos en demos-
trar, sin que nos dis^l^a de nuestro propósito la muy seria con-
sideración de que son ó deben ser ya conocidos y que autores
competentes se hayan ocupado en establecerles y discutirles:
pues tal vez no se les ha reunido en una sola Memoria.
Es una verdad perfectamente adquirida que el hombre y va-
rios animales miden el tiempo á veces con pasmosa exactitud
y dan pruebas de ello de mil maneras. Personas hay que duran-
te la noche saben la hora muy aproximadamente y algunas has-
ta se proponen despertar en momento determinado y siempre
consiguen su objeto sin sufrir equivocaciones notables. Los mú-
sicos ejercitados, como después lo demostraremos, poseen una
noción del tiempo perfecta, segurísima.
En los animales se manifiesta noción análoga, particularmen-
te en el gallo, el asno y algunos otros (Aniblycercus hohsericeusf
pájaro-reloj del Estado de Veracruz) que con frecuencia ha-
cen oir su voz á horas determinadas.
Los murciélagos de la caverna de Gacahuamilpa (Monmps
Chüonycteris ) se ocultan durante A día en los salones más re-
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. M 68
motos y obsourosy haeta en el de los Órganos, que está situa-
do k más de seis kilómetros de la únioa entrada de dicha ca-
verna, y periódicamente salen al exterior, como si por uu medio
seguro hubieran calculado la llegada de la noche.
Pero en muchos casos de la naturaleza de los anteriores es
imposible decidir si hay una verdadera noción del tiempo ó, lo
que es más posible, si las variaciones periódicas en el medio ex-
temo ó interno determinan ciertas manifestaQÍones también pe-
riódicas. No puede demostrarse que los animales diurnos se re-
cojan durante la noche porque en su sensdrium hayan calculado
y medido la duración del día; por lo contrario, se demuestra que
disminuyendo la intensidad de la luz por una causa cualquiera,
un eclipse por ejemplo, los animales diurnos se recogen precipi-
tadamente (las gallinas) y entran en actividad varios de los noc-
turnos, •
El Sr. Dr. D. Alfredo Dugés, que ha tenido la bondad de
darnos útilísimos consejos para la riddacción de esta Memoria,
nos comunicó dos observaciones asaz curiosas.
Ha visto durante un eclipse total de sol que los murciélagos
salían de sus guaridas como lo hacen constantemente al termi-
nar la tarde^ se ha cerciorado además de que las mulos metale^
ras de Guanajuato relinchan á las doce del día, hora en que se
acostumbra darles sus alimentos.
(Hay sólo una clase de correlaciones de este orden, entre
el tiempo qtle mide el gran reloj de la Naturaleza y los fenó-
menos etológicosT Y si no es asi, 4 cómo demostrar que algunas
especies' tienen esta noción, si parece imposible aislarlas de las
▼ariaciones periódicas del medio, variaciones netamente funcio-
nales algunas veces, y someterlas á influencias cuya periodici-
dad dependa de la voluntad del experimentador y cuya acción
venga á revelarse por un acto volitivo, consciente, del animal
en que se experimenta!
Uno de los medios que con este fin pueden aplicarse es la
observación de los animales que al verse perseguidos simulan
Digitized by
Google
6é Memorias de k Sodedád Científica
durante oierto tiempo la inmoyilidad de un cadáver: gracias á
este artificio sus perseguidores les abandonan como tienen cos>
tumbre de hacerlo siempre que se encuentran con presas muer-
tas ó que así lo parecen.
El Tlacuache (Btdelpkis virginiana)^ las ratas, el Equidno, el
Pangelín, muchos reptiles saurianos, tienen esta curiosa costum-
bre. Una especie de armadillo de la América del )i\a ( Tolypeuh
tes tridnctus) se enrolla tomando la forma de una bola mien-
tras que pasa el peligro;^ el Erizo de Europa procede de igual
manera y si se le ataca una segunda vez permanece inmóvil más
tiempo que la vez precedente ; si se le molesta de nuevo, ó recono-
ce la inutilidad de este artificio 6 permanece sin moverse más de
un cuarto de hora. En los articulados es muy común este me-
dio de defensa, especialmente en los coleópteros. El Thaptor
óblongus, por ejemplo, pequeño insecto que abunda en México,
y según el Sr. D. Julio Flohr, vive al estado de larva én el in-
terior de la madera, cuando sale de sus galerías marcha con
extraordinaria precaución atento á los naás débiles ruidos, á las
vibraciones más insignificantes del suelo en que camina, que
tan pronto como se producen le hacen entrar en alarma; con-
trae sus antenas y sus miembros, que se aplican fuertemente
contra el cuerpo y se introducen en surcos especiales, de tal
modo que el animal reproduce la forma de una crisálida de Díp-
tero* y pierde por completo su primer aspecto que despertaría
la codicia de sus enemigos. Eiste estado subsiste durante un
tiempo variable según las condiciones y la voluntad del indivi-
duo, que pasado cierto número de segundos estira sus miembros
poco á poco, con lentitud y precauciones inauditas. A veces,
cuando se le golpea fuertemente y se le arroja á gran di8tanoil^
en el momento en que cesa el ataque ejecuta movimientos muy
1 On the hiJúti, straoture and relations of TUypeutet conurus, J. Hnríe.
London. 1874.
2 Tor este moÜTO té ka dado el nombre de pupoida i otra especie de fkétptor.
Digitized by
Google
«^Atttidttio Áhtáié. .1
«5
débiles; oMlimp^roepUfaJcis^ tau'el fia de estimr k^patli qMhfi
quedado en pomáÚJkineámofáá óv^ttkeiü la antena qné nof hübd^
tíempo de«Dloeardé lamaneramáaadeouadat. tfi^ ThapM co-
rre por tina pared y se ler desprende 'de eUa'euaveióenie, no «6^
oAifta^pctiende'alfpnio.de Atui)1atf808.quB muchas veoea no llégj^'
al suelQ y queda-snépeádido de.itna aoia pata^ din que por ea^
to haga patontea&nainovimieAtos. '')
He aq«í «1 vestítoido de los experimentos que keinoe ilevaP
do k término e^ esle kiAeresmiíe anobídeo y alguno» otros anl^
males: ..'■-> ;.^ N ,
en un mismo individuo^ en Jas miemos condiekms,
IndhrldoM Dnradon del perfs*
duTboptor. dodelnmovUkUd.
o I-'IS*
6 3 08
c .1 05
á.:..' 3 05 ^^
c....: .......o 08' *
/ .....V. 1 05 ^
g::.:.. .::........ 4 00 '
• a : 1 08
a (algún tíempo después) 1 08
a „ :. •. 1 Ó8
a „ 1 07
■ PortéOto.a.. ....;., O 13
„ O............. :. O 13
„•■■ •.....'...,.; ;.. .:..!.. O 13
,) o---'". ....••- O 11
„ a O Í8
Se ve que entre los siete priméroS'itidWduoá sélo 'dos per-*
Memorias 11899-93], T. VI, O
Digitized by
Google
661 HemorUa d%U 8ooi«d«d (Sentiftea
QióoiU deO^^OSVÁ 4^00*, por tármiiko medüo de 8!«42\
i Libi^ o^ndiotonas del ataque f aeron idóntieaa en tedos loa «a-
808rs€( arrojai)a sobre elSoseotO; de laáltarade un eemtimqtro,
lA]^ bolita de papel; .Supuse que esta difeomimaea el pedido
dedafio^aTilxdAd aetía una oanaa poderosa de «eleoeiiSa.; pero de
diez y ocho individuos de Thapior que puae al alcanee de una
gl41i|i|ai<Mk)is fueron /deroradqa^ así losiquejeataban nxtbectoareal-
I4^nte eomolos que eiUoraron Itusgo ea él período de.inmoTiU-.
dad y los que continuaron moviéndose. ' .
\^. .3^pn»4Íd0Mtwtir élegq^rioMiito QOttloflíPJ^^ otras
aves menos voraoMvV^ .^ o » >A ., ' m -.^s •;; ;• v/ ^l.., - ^ ..■
2? El período de inmovilidad varia según las especies.
Dandfo d«l perfodo
BppedM de liuectot. d« Inmorllldod que
' t dguM al primer ataque.
Necróbia rnfipes 3"00*
Thaptorí. '. . . .". . . ;. . ;. . . . . . ;. .V. ' i oot'ítaír,
Canthans nigra * 5 50
Ctirculionido.r> b 08
Dermeste^^ . J. . . . 2 30
Eipecka de cr^fip^áceca. \ i,
ForceUio ff^ifionfis ó \s\
\
No ij¡9pgQ)dato8 numéricos p.recispQ jespe.«ítQ al período \de
inmovili^jftd^e los' vertebrados. .£1 Tli^JUAoJia peni^anece sin
moverse, f visees hasta una hora, el f¡ri99 bi^i^A quince minutos.'
3? ^lipexiodo deinmovilifkí4.varía, segM Ja clase dd ataque y
su duracií^n. ; , «^
Siempre al ataque más brusco, más intenso, corresponde el
Digitized by
Google
I
/
i¿ÁÉM^Iákáé.'^-^'
Sujetándole eiitt^ioa dedos y dej6iidol6 cfter OMQ^. »
SatoiidiéMkde^algimw HkooieiUQsü.b^ «.•••, ^ 1 lOí
C!ampvüniénd<>lexM>n k pnaaba del 4eda v. .*.* 1 20 \
Idem«OBLim.&agaiéiiéo de lae«e-'.ui..«.^..4' 2 02'
BqaiMbeaersofairesa dono una gota dé agttiL. O 20
AmpnkandftiBMi palian ^t. •••..«. «w^l.. •'.<.•. 8 00 '
Se comprende por estos experimentos que el Thqpíar juzga
de la intensidad del peligro y de las fuerzas de su enemigo se-
gún la clase del ataque; aumenta ó disminuye vduntariámmU
el período de inmorilidad según las necesidades del momento:
si se hade chocar con éi tin infiyidé^ d«^stipM^aespeciey una
hormiga^ mi pequeño Dmnestes^ no maniiesta el meaor sobre-^
salto. 1 '
Guando se emprenden esitoréxperimentos deben evitarse la
▼ibraoiAu dé' la mesa, la^oorné^tes de aire, los ruidos repenti-
nos qué pudieran influir masó menos en los resultados. Cuan-
do el Tháptár percibe algo anormal^ comiensa por detenerse si
estaba ^' nlarcha, luego agita «us'antepas & un lado y otro y
si la causa de su temor desaparece yuebre á efi^V^^^er su ca-
mino; pero 0Í por el coirtravío alimenta pocoá poco manifiesta
nn sobresaltó creciente, es4xm3e las a&tenas, sé prepara k to-
mar la posición acostumbrada,' y si el ruido aumenta de pron-
to, con la Télocidad del rriámpágo contrae todos stis miembros.
T en efecto, cuando el nieimtruo Insectívoro se acerca poco á
poco, cea cierta indiferencia, ño debe despertarse su atención
con bmsbos movimiento»; m, {weciso que las patas se escondan
lentamente; si por elconéiaiio^ el ataque es repentino^ se acude
al recuiso supremo y después de una contracción violenta del
Thaptor su ehemigo se encuenti^a con un cuerpo insensible, in-
diferente, idanimado.
Este Coleóptero intcvwanie observa, reflexiona, juzga en
Digitized by
Google
66
Bfemori«i ^]|^M#d«iOÍMitiftca
fin con HDA precisión admirablAs. £1 instinto no le guía sino la
inteligencia, y sólo el más ciego, el más inmutable de los ins-
tintos podría dictarnos Itiopfaitón oontraftia:'
4? JEl período Je- simúlacién vatidt según ¡k^vohmiaiM^mimál
y algunas veces aumenta 'pfogri(¡k>imente sise Pi^j»^^ ataques.
Después del ataque >ol animal Tuehre^sUpriii&^r 'espado, y
si antes díé que se bbvrti de«u m«mo£Íarii^'h«pr»8Üón coiterior
se vuebreá incomodada, queda .inm^l por. lo oeiMávi mayor
tiempo. '
; Iiidlrldott. .
Duración del peno-
Necrobit^n^fipes (macho J. Primor ataqm
)-. 3»00*
w-
Seguftduí.
ft
.. 4 00
Thapior óblongus.
a. Primer
tí
.. 0 05
' •• •»
q. Segitndo.
t*
.. 1 15
■ '■' n ■ .
b. Primiec ,
v
.. 0 10
''>f
hé 86gQ>ido
>♦
.. 0 50
F(m¡eUio^nmca9H4e
^, Primer <
w •
.. ,0 17
' ' ' '»K ',
^a» Segundo
»»
.. ,0 2»
Dermestes.
a. Primer
»
.. 2 80
>»
a« ¿iegundo
»
.. ao 00
Cktntharis mgra.
a. Primer
?»
.. a- 18
if
a. Segundo.
*-1> '
.. 3 30
Curoulionido.
ü. Primer
ff
;. 0 09
>»
a. Sdgandor
>♦
.. 0 18
líeiiipm.
a»- Primer
>»
;. 0 3&.
.»
0.' Sesgando
' '>t
.. 0 86
' V
ü. Tercera
»»
.. 0 -80
»
a. Cuarto
tí
.. 0.35
' í» '
a. Quiuta
M
.. 1 '3a»
»
a. Sexto
>f
.. l;06
.,.'.»» .-. '•'
a. Séptimo ,
'• »
... 1 40
Digitized by
Google
II
^
^^^^^l^»^^^^*»^»^^>^^^»^W<W^^»W^IM*»W^<WMW^»«» ■■ S»'M'^^»M^^^^»^»W^^Wi^H«V^^
ChrfsamOa. a. Priiper ataque. • 8»20? '^
„ ' . o. Segtmdb' ,¿ :. • ."flhf'SD
„ a/-Teweró ' „ •;.^ ^ 2 85 - '
,V' ' a« "Ottarto • „\.'''6 Oft' •^' "
* .-r '. , • ■--■:.' ' .f- ''■
Oteas- Yems^ caand<y se i*«pite el ataque doQ'f^cdéneUel '
animal no vuelve á oontraerjuusnúeoibroSf paveco ^eoraocerla
muttH<kd de este media de defensa 7 emprepde^l&'fnga'lo Inás
velozmente que puede. Bste resultado ee-^^h^igue de una na-'
ñera segrura cuando se coniináa la exoitaoiétt tan pronto como
el iciBeoto abandona el estódo de reposO; y aun los que le pre-
sentan durante mayor número de minutos, si se les molesta sin'
cesar cuando están inmóviles, iambién emprenden ia fuga y He*-
ga un momento en o( que por ningún medSo se consigue dete-
nerles. PeroHiunpocoafUes^^tennhkelperioéhdsihmtoí^^
se produce un ruido Hgero cerca del TJm^j^, se frota la'super^
ficie áe la meeh con un mango de phima, dicho periodo auínen-
ta las primeras ocasiones : el animal supone que aun está pr6-
úmo su enemigo»
Bl instínto mide la duración de ese estado y obra él solo en
el animal, ó bien las modificaciones en el medio explican estos
fenómenos: falso, absolutamente falso. He aquí otras pruebas
que agregaremos á las anteriores:
Dos dfas seguidos, á <hora determinada, observé un Thap-
ior, y después de interrumpir muchas veces el fin de su período
de simulación frotando la mesa como se ha dicho,- llegó á no
preocuparse por este ruido inofensivo. En un principio le Itacía
detenerse é la mitad de su camino y hasta los miembros se con-
traían débilmente, pero después le escuchaba oon absoluta in-
diferencia.
En cuanto á la acción de. lais condiciones exteriores, hemos
procarado eliminarla cuanto ha sido posible. Las que vienen
Digitized by
Google
70 Memorial ddkfiotftdftdOieiitíftea
á obrar por intermedio de los sentídoB no tienen influencia al-
guna. Amputando las antenas, después del largo periodo de re
poso que por esta eausa se^ protoca, yuehran á presentarse los
mismos v{énd^enos y de ij^ual manera. Tampoco varían los re-
STÜtados' guardando ^n Thapior ^n una caja en la que no recibe
luz, auuí^e éUa se someta» tapada, á la acción del sol: de lo que
se deduce que ni la luz ni la temperatura influyen en el fenó-
meno^ Eh la noche se pueden repetir los 'mismos «xpermMñtos
oúidqviera que sea la elaae de ilnminaeión. ¡ v
Es indudable quo' na influyen los caaibke'periódiM élonsi^
guientet k la respiradón y á la digestión: la falta de aire y ali-
mentos ni después ^e Teinticúatvo horas modifican el oaráeter
del insecto, que sigue manifestando heiohos etológioós ídéntieos,
yá sea que se le guarde en una caja metídica, ó se le sumerja
bajo^ HgMá. Axlem&% el animal que soporta varias horas esta
dt^ta absoluta^ no abMidonariá el período de tD]ii0<nHdad des^
ptiés de algunos segundos con el fin de buscar aEmentos; rñ es
posible que eéte rep^o voluntarlo dificulte su respiraeión;
En las patas de una Oamihms nigra, cuando se le coloca iso'
b^ el dorsa después de atemorizarla fuertemente, llegan ¿ ob«
servarse movimientos convulsivos de los últhnos artejos que
podrían hacer creer en la intervención dé la latíga muscular,
pues ella debe presentarse con poca diferencia después de de>
terminado número dé segundos.
Pero en el Thaptor este faetor'es nulo porque un mismo in
dividuo puede permakee^r inmóvil con la niisma f aoifidad des-
de un segundo hasta siete, ocho minutos y aun mucho más.
Por otra pacte, los miembros contraídos no están «en la po-
sición favorable para que sobrevenga la fatiga-.
Las emociones repentinas que en el hombre producen una
inmovilidad más ó menos pasajera, si se verificaran en los in-
sectos podrían provocarla tal vez por determinado tiempo* Pe-
ro es normal en el hombre que la primera de varías emociones
repentinas sea la qué produzca ese estado y no todas las que ai-*
Digitized by
Google
*^A3akÉÍoAM».n Tí
giMti; ni mesioa ftán qoe la pérdida de los movinaieiitoa sea más
duradera ea la^eoMoián iBinecliatamentíe posterior, eoiiio Süce*
de en AThqpttír. Atm los Beptiles (Phrjfnomma)otreQen esta
parttenlaridad* En los inseotoa snoede Jo eontrariOy pnes que el
segundo ataqneoi^gina un perfodo de simnlaoión más prolonga-
do. Sin embargo, jeri&reaectóñ fisiológipa poedeilustcaornos so^
bre el origen de la ooskuBLhre fn# \:enimos oonsiderando ( inde-
pendientemente de la nooión del tiempo), pues las especies ha>
bráa aprendido A conocer las yentajas de la inmovilidad causada
por el terror y deq>nés ya no tomó parte en esto anacto:8Ímple>
mente re&9]\ sino tin> adio Yoloutaño.
J^e hay. ei»JoB:indÍTÍddo6 actoales p&rdida inToluntaria de
los moTÍmi^nbos^ sino perdida volontaria é incompkta, porque
1? Cuando se golpea al TA^^píor fuertemente, en el instante
exk que eesa el ataq^oe^ ejecuta movimientos muy débiles, casi
impereeptiblas, con eLfin de retraed los artejos que han queda*
do wi posioíáii incómoda; con uda lente pueden yerse, además^
ligeiSA osoiiaeiones á^ los palpos.
2? M período de simulación, euando persiste la causa de
alarma» pee ligera que sea,, aumenta notablemente y puede pro*
lonipairs^ por, muchos minutos (hay para cada individuo un pe-
ii(4o fijo, inyaááble: el Thaptor permanece en reposohasta que
tvanaeurren los seguidos de. reglamento, permítasenos la p^dar
bi^ auiiqne su enemigoise aleje ¿muchos metros de distancia:
esta prudente medida es aún má3 necesaria cuando se producen
ruidos sospeohoe\os oerea del anúnal y
3? £1 iii^^tQ.^ gqia se experio^enta, como /acabamos dein*
diearloi ^nthiáa iifvu^ó^l aunqaesu enemigo. 8íe ex^ovieutre ya
á gran distancia. En el momento en que principia el período de
reposo.^ upa Hecrqbia ae la encierra en una caja perfectamen-
te tapada y>se la deposita sobre un polvo fino ( de carbonato d^
sosa) ; luego que haii transcurrido los minutos seáalado^^ se abre
la <^ija y siemj^e se pcuentra al insecto .oompIei^i;a^nte. ii^¿-
vilf sin que se bajean seüalade en el polvo las huellas de sus p»í
Digitized by
Google
72 Memorias de iá SoeMad Oientífica
sos; lo que •íA saoede euando se deja pasar mis tiempo del re*
glameniorio. El f enámeno tieiie lugar lo mkmo cuando la os)a
eBi& cerca que ctaando está lejos. del observadoiüy encerrada eti
un armario donde no hay yibraeíones ni corrientes de aire,
Cveemos haber demostrado por lo taato que la periodicidad
de la simulación no depende de las circoastancias exterioresy
si de la voluntad del animal qu^' mide A tiempo con bastante
exactitud.
Y no es extraño el fenómeno ni particular á estooi iuTCvte*
brados: desde el hombre hasta seres tan inferiores yiene pre*
sentándose esta facultad de la medida del tiempo^ ^el tiempo
q«e es preciso que economice y mida exactamente un set cual-
quiera cuya existencia se relaciona y depende en parte de las
Tariaciones regulares del medio cósmico.^
El hombre es el ser que. posee la nocida deL tiempo de usa
manera más completa y así lo demuestran claramente por ^em<i
pío los músicos ejercitados. Los animales fiiarmóaicos q^e dan*
zan á compás (perro, caballo, asno), los q:ue retienen buea nú-
mero de temas poco complicados y los repiten con exactitud
(MimuSf CarpodactisJ poseen la noción del tiempo^aunqueieii me-
nor grado. En general todos los seres que presentan l|t f aeoHad
de la fonación sujetan sus gritos á una medida poco variaMe.
Es peligroso atribuir siempre estos fenómenos i la nocién del
tiempo: la MeHopélia^ Ouoopiera hace oir su canto mouótotiQ «i-
guiendo el ritmo de los movimientos respiratorios^
(Cuál es el origen de esta noción del tiempo f Aparte de la
heren<¿a que tal vez obra en los animales^ es seguro que la eos-
tambre desarrolla esta facultad, como sucede en los músicos 7
1 Dttde los m^oaniímos fiaielógioos háste lai iiMuiifefttfteioiMS paí^dui mis
QOVppUcs^ss dominan ciertas leyss de períodimdadi que reinan ana «n el AnadO ia.''
orifico, desde las combinaciones sintéticas qae para producirse d^aadsn i veces
un enorme número de días, hasta los moyimientos del universo sideral ; y hay en
efecto tina ley cronológica que arregla los techos físicos y (Químicos, otra qué se re-
tel^saoon los flsidógíces y otra^ en fin^ qu« rélns «n eY nrawéto mmXi ^'^
Digitized by
Google
en oiertos Te^tebrados filfticxMinieit»^ P^Orpuak idhcír noctówdéi
tiempo ee índií^eoM^e lá memoiiá/liií véminiBeeacm'óre^^r-
seQtaoióa mentid 4eMatePTaíb ^etranseuffe eA^iaíte^ca-
oióa de des fenómenos; y el teouei^do/el aoto'de «ecoñocer ésé
intemtlo eomo halnleiido s)áo"pMcibido antoriibfttienti. *T en
efecto, si el Thaptor no tiene reminiscencia/ deitlem]^ qüepét^
maneci&ityiiióyilá cutisa de un eiétfto átál^ttó,' ni reC4>¿oce ese
interrido^ le será imposible guardarr inmo7ÍHdit¿ durante el m^^-
md ñánáero de segundos á causa ^^ 'ñ% ataí^tte igiiai> en eoñdi*-
cienes idénticas, ni permanecer más y más tiempo eú tepdso íi
medida que se continúa la persecución de que es objeto. Tie-
ne, pues, como otros animales, 7 debe tener Memoria. Ella
esié'ííujeta A desdases de condiéióneÉírdé existencia, sin las
cuales sería itíiposible, y de iíj^ddío (leyes), sin las. que no po^
dría desarbellarse; Entre las primeWs haíy dos f ündafáentáles*,
siempre según los filosofes: que haya transcurrido cierto tietn-
po entre la percepción i^rimitíta y la renovada; y que Bea el
nüsnio ser qnieh hftya experimentado la- misma' ()?ercépciótí, co-
mo en -el Aoaso del Thaptor. La viYaoidfitó de Ifei primera impre-
sión, una de las tnás kuportantes leyes de la memoria obra eñ
nueslaro in8ecto> apenaei si puede haber im|)rél^ón lüás viV^ que
la originada p<>r el terror, el miedo de uña muette intíiediata.
La Atención debe exiátír en él Thapé^r segúií lo cómpruebáti
los experimentos anteriores. La repetición, otra íey importan-
te, tiene ó ha tenido lugar en los individuos álntétíesores^ pues
no' es creíble que uno de estos coleópteros sea atacado unA so^
la vez sin resultados funestos. - ' ■ ' '•
La Asociación DE las ioea^ es la ley más importante de la
memoria: ennuesti^o caso particiilar la idea del ataque^déé^er-
ta la idea de la defensa, éstaí la del periodo de inmovilidad, et¿.
No es posible para nosobos penetrar más't))rofundatííénte' en
la intímídad de bste fenómeáov^ " '
Ennnestt^o désautotízadóbdiícepto el TMp^y lo taisnio que
otros ártículado's,MSene%o'¿ii5n dtelÜémpo, posee intéEljencia y
Monoriai [x89a-93], T. VI, 19
Digitized by
Google
74 Mamoriai dflila 8oflMftd Oientífioa
/
memoHa; en.los aotos de bu rida mamflesta yolantad, «tonoión
j otras de las operacioues intoleotoales mí^ complicada».
Deducimos como conclusión general, según los experimen-
tos y observaciones relatados ^n la» anteriores lineas, que:
1? Los animales tienen la noción del tiempo más ó menos
exacta y desarrollada.
2? Miden el tiempo pcv las variaciones pmódicas del medio
interior ó exterior ó bien presentan fenómenos otológicos de
duración determinada independientemente de las yariaciones
del medio.
' /
Vamos á presentar con la concisión posible on cierto núme-
ro de ejemplos relativos á la importancia biológica de la noción,
economía y distribución del tiempo, así como de la utilidad que
resulta de tener en cuenta esta circtmstanoia desde el punto de
vista de varios problemas de filosofía natural. Téngase bien en-
tendido que no damos al tiempo la significación que creyó encon-
trar M. Gornevin en las obras de Darwin; que no le considera-
mos como una fuerza, como una causa eficiente de la variación,
sino como una circunstancia que acompaña á los fenómenos y
nos da la medida de la rapidez ó lentitud con que ellos se ve-
rifican. No decimos que la Zóantharia rugosa de los terrenos
paleozoicos dio origen á la ZoanUxhria perfarata de los, terrenos
mezosoicos por la acción de los miles ó millones de años que
transcurrieron entoe una y otra época: no podría darse mayor
absurdo.
B^oduccián, crecimiento^ duración de la vida. Desde la cópu-
la moment&nea del Cariacus virginianus (Venado del Valle de
México) ha^ta la prolongadísima del Bttfo comjpacHUs, hay una
gran serie de variaciones en la duración de este acto importan-
te. El venado, el conejo y la mayoría de las aves emplean en
él sólo fracciones de minuto, aup ^cuando los preludios amorosos
sean á veces muy largos; pero entonces las facultades del ani-
Digitized by
Google
*• Antonio Alnte. n T5
bal nú M absorbM pov completo, lo que si «lUM^e en el ineten-^
te de la feeandbeión. Nunoa se «OTi>rei)de?á á «m de eefeRS ee-
peoies de cópula momenlátiea -eon la foeittdad qoe 4 un £h^
á una espeeie cualquiera de sape que hasta sede^ aoqmtar uno
de sus miembros en el instante de la cópala, shi «baadonarla
por cau»a tan poderosa.^ .
En general los Tortebrados turnos no tet«í(R>las realizan
este importantísimo acto de la fecundación oon rápidos evira^
ordinaria, sin exponerse demasiadamente &t[ue les sorpren^bm'
sus numerosos enemigos.
En los inrertebrados, aunque no se palpe, no se kalla demos-
trado por la experiencia que se verifique una selección en esté
sentido, es de asegurarse que tenga efecto constantemente, pues
los Oúkx se fecundan en el «re mientras que las moscas per-
manecen unidas varias horas. Los entomologistas saben muy
bien qué fóeil es. capturar k los ortópteros y los hem^ptevos
^ UfiÜKmiaJ en el* momento dé la cópula, cuando además de la
dificultad de los movimientos de la fuga, estos hexápodoe se
manifiestan mucho menos tímidos y prudentes que en las cir-
cunstancias normales.
De la gestación del elefante que dura más de 660 días á la
del conejo qué se completa en 30; del periodo de desarrollo del
fruto de muchas plantas herbáceas anuales al mismo periodo en
el mamey por ejemplo, hay enormes diferencias. Como es.bien
sabido el tiempo de la gestación es mayor en los animales qi^
viven mucho y se comprende desde luego la cautoa de esta par-
ticularidad, pues que cada ser debe pagar á la especio un tri-
buto de nuevos individuos proporcional á los peligros de des-
trucción y aunque éstos sean iguales en dos especies que difie-
ran grandemente en cuánto ^al dicho periodo, el individuo de
una especie vive menos pero se reproduce más en menos tiem-
po que el de la otra especie que vive mayor número de años.
1 Véase Aetonplemént dts bairaciens anonres. F. Lataite. Proc. Verb. Soc.
Uno. Bordeaoz. Yol. 40, p. XXñí, 1866.
Digitized by
Google
\*
tft Ifemoriw d«JtelBQ«i«d^Cli«Btfff«*
eul te gestAiiíé» 4tifii.iard^.^.c4k)f<i6 smiwu^y te'VÍ4a4o#e á
qftiiiMeK{iiQ0spQa}^t»ttft.4i)0 Urvuta no ha podi40^i;t9npiái&&tM:
. .?J>«(9d^^6n^ BÍ;o4^oto. 4o la f^o^d^oióu sale al ^i^Wior, y4
sea un huevo, una semilla, eto;, hast^ el isu>Q|di4Q«91^<|Wiii>06
el tttieve «et.jii^iu^Bttbvenii^ pojr &í sólo & sus neeasidades, y
nlA)tt>l^n^^Mtaf4^§4|egft A esa pi9kí^ que los g^i^logosdeno-
nicas no preponderan una sobre la otra, trana^wi^. un. tiempo
YOm^bl^;. í^i 4s m^or.bay máa probabilida^os de supervivencia.
Unjijosvo de ^^ia«2^)(^^2<^:,ab{uidpuado b%jo la tierra e^.u|4s. ex-
PD^SJto,^ p^rdj^rsa 4 medida que es más dilatado su .desarrollo;
u^iefitciisqiie \(>8.,Phr¡fna8(ma nac^n. vivos, datados ya de cas]
i^^H^ l^pirerrpgativftsde^ adulto y ^x\ aptos para eo^render la
í^g^^j^i^ |nao(ie^to pportíinoOi». Dugéni). En leíp.itov;ertebra-.
dio&bajr.^epapU>s.in»uxi>er^)es de estasr.dif ensénelas: las liorras
YÍYÍpG^vM^á0ii^!tmAj^Ím^^ tos Mu^oa cuyos huevos
n^M36]a eoi el espacV^ de algunas hioras^ mientras que los hue-
vos de Culícidos tardan varios días en abvii^se.
Poi*'las u^Q^i^dos de la ineubaoi6n;lá6 ^ves se ve^i^ piás ó
m^^PiO^^ieicipue&ta^ áicondiciopes d^^vorAbles de seguridad*. No
pareoe^sar ósjta la ci^usa do los iosthit^s pars^itaiios del GueJi*
lio de Eunopay eld^ JUéxico f G^ooyi^ua) y el Tordito (Mí)lo(hr%tó),
p^esqUjd j^SrhjGKirvos de4a<,prMaael(a>de e^ta^ aspeóles (nasási
tambiéor los qi^e, pQüenvlaa oteas) ^^aoen eon. una-grau rapides}.
^Gouíqué objeto!, (Jou el $n deíque Jotí pollu^los parásitos e^íi
más deísavrolladps- cuando uasHsau sus oodkpa&erosfle'mdo y pne«
dan vesb^edes en ^sa f ^? i^sifi^iáí^ df^ la luoba por la ^vida. > •
La dumoióu de la f quitad, gf rn^ii)atLva..de las semillas es
mi^ viuriableí la han, conservado, gf anos que se hidlaroAjen ^s
tumbas, íromaiía^,( siglo II 6 III),. lo» granos de frijol que per*
manecíajU eu, el herlpario de Tournef ort desde el siglo XyiII í
mientras que las semillas oleagínossa pierdan esta faouHad al
Digitized by
Google
1t
oftbo de^^t^mioft ittM^ 7 el ici n^ k eonoe^it. algunos días:
estaydiitaia na ^ de- despveeianie.
El peorioda de la yepr0¿st4et6n^ oonfto ¿imimente se compren*
d^: v^iría moofajo eegún los easós : en la maforia de los lei^d^
teros es de\iin día, e^ los eamíyoros de dos á s^ semanas Á lo
8Q«$^; ^Buta^toqne etí Tertébrttidos muy prolífieos ^ abaolnta*
mente perpetuo (roedores).
,, Ii^jrapidef; del or^mietíto tieue uaa inmensa importencia
j en igualdad dal^^rado deadaptaoión 6, determinado tenreno,
es máfi probable la supervivencia de una especie de Malva que
eU( i^gcuEK» meses adquiere el vig^r suficiente y se encuentra en
estado dé ireproduoirs0, que en.una e^peoie de Jugkm$j de Qfner-
CMS ó de Agoi^ que demianda muchos años para llegar á su 4K>m-
ideto desa^rt'oUé.
El HtíkG 0sp$r^c^ importado de Europa al Valle de México
crece rápid^b^cite cuando su*conoha no ba adquirido la resia-
teñcia necesaria y aun no puede servirle como eficaz medio de
protección; pero ya que se ba endurecido; el crecimiento se ha-
ce e<m mayor lentitud.
Tanto en las plantas como en los animales domina una ley
gCneasal: los individuos jóvenels son los que tienen menos pro-
babilidades de poder soportar la influencia^esastrosa de lafaU
ta de aumentos, las enEermedades^ la persecución de sus ene-
migos; í y la especie que más pronto se desarrolla, en especies
afineS) es la qué mejor resiste á las innumerables causas qtie
conapirah á su aniquilamiento. En varios mamíferos que no tie«
neft anas; medio de defensa que la fuga, por ejemplo en la €K-
rafa, las crías pueden correr diez hora? después de su nacimien-
to, mientras que las Arvicciü apenas ensayan bvOí primeros pasos
después de tres ó cuatro semanas.
. Hay^na relación evidente entre el tiempo transcurrido des^'
1 Haj Tma 6xisepei¿n cariosa : la rteistenéia á !a asfixia en los anímalos rocíen
naiádniM macliv niayotqae m toa adultos.
Digitized by
Google
78 Memorial de U BoeUdid Oit&tíftoa
de que niiee él anhtial y Ue^ á la época en q«iet>ti64#teproda«
oirse y la duración de su existencia. De manera que casi siem-
pre los que no alcanzan una longevidad anormal, se reproducen
mucho más pronto que los que viren gran número de afibst Es^
ta ley viene á coadyuvar al mismo fin que la establecida á pro-
pósito de la mayor fecundidad de los animales cuya existencia
es muy efímera.
El progreso de las especies se liga Intimamente con un fac-
tor que suele desdeñarse por los naturalistas y no por eso dq'a
de ser de máxima importancia. Nos referimos á la sabia nodri-
za de la vida, la experiencia individual que en condiciones aná-
logas se enriquece tanto más cuanto más largo es el intervalo
entrQ el nacimiento y la muerte. Esta ley domina á cierta' da-
se de los fenómenos de cenogénesis de que nos habla Comevin
y aunque los caracteres adquiridos no sean hereditarios en el
concepto de Wiesmann sí los consideran de esa clase otros na-
turalistas distinguidos; además esta cuestión no debe ser dis-
cutida por nosotros que nos conformamos con seguir las opinio*
nes más generalmente admitidas, no sin lamentamos, como se
lamentan todos los investigadores en este orden de ideas, de la
oposición perpetua que hace Wiesmimn á cuanto es contrario
á sus opiniones personales.
Gomo regla general ó coincidencia frecuente debemos admi-
tir que los vertebrados de notable longevidad son de los más
inteligentes. . Siempre es más fácil la captura de los jóvenes que
la captura de los adultos; la zorra vieja evita y conoce las tram«
pas en que eaen fácilmente los individuos menos experimen-
tados.
Jorge Leiroy nos asegura que claa zorras viejas á quienes con
frecuencia obliga la necesidad á rectificar sus juicios, están me^
nos sujetas que las jóvenes á dejarse engañar por fabas apa-
riencias, y además, son más precavidas con respecto á los pe-
ligros reales. Como una alarma infundada puede hacerles per-
der sus noches de cacería y reducirlas á mna dieta inoóosoda.
Digitized by
Google
79
tienen gran interés en obserrar. El interés prodooe U atención,
la atención permite distíngnir los caracteres distintivos de un
objeto 7 la repetición de estos actos robustece al juicio que des-
pués es tan rápida como seguro. Así, pues, los animales son
perfectibles y si la organización de las especies, marea un limite
í sa perfectibilidad, es seguro que todas disfrutan más ó menos
de esa ventaja que debe encontrarse en todos los seres que tie-
nen sensaciones j memoria. »
Así tenemos que el Cuervo vive más de cien años, los Cie-
nes el triple, los rapaces pa^an del centenario; en tanto que Ips
Pichones viven veinte á veinticinco años, los Gallos quince,' d
Gorrión ( (Jarpodacus J trece.
A los que no creemos en la invariabilidad de los instintos,
nos es muy fácil admitir que las aves perfeccionan sus nidos,
y asi lo demuestran las observaciones de naturalistas competen- .
tes (Pouchet) que han notado gran diferencia entre los pnme-
ros y los lóltimos nidos que construye un mjsmo individuo.
Ahora bien, (pondrá á sn progenie querida en lugar más abri^
gado y seguro, en edificio más sólido, un Carpodaoua que ha ni-
dificado cuando más doce á trece ocasiones ó un Bi4>az que vive
eiento cincuenta años y nidifica una vez cada año, ciento cin^
cuenta veces t Los criadores de aves de corral saben perfecta-
mente que las más viejas son las más útiles para la incubación
de los huevos y la educación de los poUuelos« Las condiciones
ecológicas modificadoras del organismo indudablemente obra^
más á medida que su período de acción es mayor, y uno de esop
colosos vegetales, un Baobab, que resiste el paso de los aigbs»
cambia de condiciones mil veces más que una de tantas plantas
que sólo viven un año. Puede haber sin embargo cierta com^
peosación en lo que se refiere al progreso de la especie, pues
si la de existencia más corta se multiplica con más n^iddz que
la de larga vida, en igualdad de tiempo lo que en un caso se con-
1 »Cotmotj» dQ XMQbaia. 1? d« Joaio, W^
Digitized'by VjOOQIC
80 Memorias ^laSoOedAiCientífica
sigue por acción prolongada en pooo« individnos, se consigan
en otro caso por efecto poco prolongado sobre niwlios.
En io que se refiere á los Protozoarios no podemos- apUjoár
por ahora las consideraciones que anteoeden.^
Alimentación. Hechos extraordinariamente cuñosos podrían
referirse á propósito de las relaciones entre la alimentadón j
el tiempo: citaremos los principales.
Un inmenso número de insectos parásitos y otros inverte-
i^rados de iguales costumbres depositan sva hueros dé tal mo-
'do que cuando nazca el nucTO ser encuentre substancias nutri*
Uvas en condiciones Ventajosas de consistencia «y duración^ 6
bien está calculado el período de desarrollo del parásito en re^
iadón con el mismo período de desarrollo del animal sobre que
TÍve.
^tas armonías cronológicas son muy paténtete en los 8ikh
tíb tan bien estudiados por Fabre: Las hembras de estos inseci-
tos depositan sus huevos en la enlajada de las gaterías donde
hatyltan unos himenópteroS; los Antíiqphóreí, Un mes más tarde
ííVicenleA primeras larvas que pasan el invierno sin comer ni tno-
verse. En Abril nacen los AnthopJiora machos y las larvas qpk
han esperado hasta entonóos, durante siete meses, se fijan á kft
pelos de las patas del himenóptero; esperan un poco más hasta
que naéen los AtUhophora hembras á cuyo cuerpo se -adhieren
én el momento de la Cópula: luego, en tanto que la avispa de^
posita sus huevos en las celdillas llenas de nael que ha prepa^
rado de antemano> las larvas se dejsfn caer sobce una de las cet
idillas, abren el huevo que contiene, le devoran y pemumeoen
flotando en el cascarón: oohó días después esta primera^JwíiPa
se tranrfomiiv en una' segcmda que se aHme«fca mn la mtdr, h>
euat le basta para sus necesidades durante cinoo ó seis semaf-
nM. Bn segcáda la larVa se Üfansfohna en pseudo-evisálida'y
fi. • . . ' . ^ .. .;
1 Para la diaengión de este ponto importante, la inmortalidad de los Protozoa-
rios, Téase SaUtier, Bsiai aor la Yíe «t la 2í(h^. Paria. 1892« Ohi^. 11.
Digitized by
Google
" Antonio jáJ^. II 81
^^, .
en tal estado iiasa el seguai^p invierno, ^n la Primaverik ee in-
vierte en ima tercera lartfQ pasi inerte qne poco después |8nf re 1^
última tranaformaoión* ,{.'.. ;. . {
Tanto en los invertebrados como en I09 vertebrados se en-
cuentran muchas especies que acostumbjTftn hacer, proyiftione^
para el InvierOtOi dando pruebas de ^na inteligencia^ noti!tb|e 7
de instintos de previsión de cantidad 7 de tiempo/.extrao^inft^
ñámente cuidosos; desde los Mdamrpci del Valle de li^éxip^ q^^
almacenan bellotas, en el interior de diversas .pU^^taS))i|^t|Ei^
hormiga agrícola que siembra» cosecha 7 almacen^^ 9P^V e^: °?^
entendido de los agricultores. , r^
Como ejemplo de economía de tiempo puede citara^ ^\^^^
de los mamíferos hervíboros que violentamente arrancan la ^er^
ba, la almacenan en s\x panza 7 en seguida van á eutre,^^a^ fJ
laborioso trabajo de la runoijnación en un lugar ociúto 7 segu;
ro. Este hábito interesante es de suma itqporta,ncia parala ^€»-
guridad del animal, que en poco^ tiempo almacena en su e8t4-
mago la cantidad suficiente de jumentos, sin exponerse á que
le sorprendan sus enemigos con la misma probabilidad que si
permaneciera en esa ocupación mucho ma7or número deberás.
El almacenaje de alimeniibs que reconoce tal origen 7 conspira
á tales resultados es un hecho general que se observa en mu-
chos animales: en los CrícetuSf los Heieromys^ los GeómidíB, los
Cinocéfalos 7 Cercopitecos que pillan rápidamente los frutos 7
semillas de las huertas ó sementeras, guardando una copiosa
provisión en los buches ó abazones situados en los lados de la
cabeza.
Las aves granívoras 7 frugívoras que en unols cuantos mi-
nutos llenan su buche 7 luego se ocultan entre el follaje hasta
que termina la digestión; los ofidios que tragan sus presas sin
despedazarlas 7 después van á reposar en sus guaridas subte-
rráneaSi disfrutan degrfmdes ventabas de seguridad que no ha7,
por ejemplo, en los ciumívproSi en los Felianos partioularmentOi
que á menos de llevarse el cadáver de su presa, quedan al des-
cubierto durante el eterno ttabajo de la masticación.
MoMiriM [x89«-»3L T. VI, U
Digitized by
Google
8¿ Memorias ^élá DOciedacrCientífíca
Buhos y las Lechuzas, las tragan enteras V désp'^^s^^bihitai'i "úíiá
mLlV&fam'íotóádá'^
^ l/á^^¿í<Éaáa^áo 1¿ fófebiüíjcíón (iü^8'í/í¿t*ej^flár(í&éUté'bíti
b1aná);^¿#Mlé^fap.o é^^^
ífe^a^ílígáf tentó para W dipttóm dtí las pfeéks. 'tJn Gxrpodaetcs
4'¿e kSM'M 'ÜíÓmitó pót' minuto tiéíie tíitk 'px^óbáWHd^áes
de escapar del Accipiter que le persigue qué iióá D&ndtolcá qué
í^¿S&r%l|tíl¿í ^eá|)á6í6 'eW*6^* mfntitbfe : ésta és ^n tftida 'úná cau-
sa á¿^kai¿tí¿Wtí¿ctMfefma: '^^^ ^ - ' ■ "■ '
'1ÍÍ''tf&íaéife'd6liWas tS iáínúto's que eriipléauí M 'a'nítíiales pa«
rVlpro6uratóe*¿tiárá!iiíífetitó^ g^kuüémetit^ y está siempre
en í4l'á¿ííín''coii'1oíí'liábito6'de {ferezti, actividad 6 íraciéiiCifa d¿
c'¿daHüo;y^á''claseaé'sí!tValimMó&: ■ ' ■ -' '' -
^^'íja a^aiia.ekp^ra, eispér'a*siétíipt*e/ía 'mayor parte de éu <$xis-
tenciljk es atsoliitámente pasiva; el^gí^tb tam'bién espera juntó
al agujero del ratón,- siendo en esté caso el más paciénté'él qüjb
lleVa1ayíctot3a._ ■' ^ ' '".' " \ ''V.'^..\ . '; .'• .
' '. lía ley universal de fa econtomia de tiempo sé aplica con no-
tiftW^ exactitud en los ¡óaáos que siguen:.' / ' ' , / ^'/
•' 1 Y Á Igualdad de clase de aUtnentaciSÜ en las especies de
víaa'mas activa^ qué más cóñsümeii. ^^\ '••''"" ' ■""*'
' fef topó padece una hani'breinsáciabléVnec'eáita comer día! .
riamente un peso de alimento igual al peso de su cuerpo y iio
puede ayunar más de'd'óce \\OYíá/^XCaÜiérpe$ mexica'^iiís kgíi^-
da y precipitadamente t'ecorre sus t'etreñós dé caza átodiáhora
3el iííá; tos bafpiftíeros éxf)l<Tran \k^ corte¿aíí.'de1bs*St*bo>Jes coíi
febril actívidaílj; laVgolóndriñáé, én tiu,'íiis priiíiet^as'én desper-
tar y las. últimas que sé yé'CQg'en; váélari^n^éééanteriiétite á líódá
bÓrái'a iodo momento, lo mísí*nVo qué las ave|s maHna'á' qué efe
alejan muchas leguas de T¿ bostíí y Casi lib'descansajn'dé su íá-
tígosa labor. ' " ^' - ,
Digitized by VjOOQIC
valgarí8Ímp.Perezí^,.apRd^hÍbilK>*v}U(ÍQJft9^^
ra ridíoulaíjr mcdeatafljixar^c^i.CiginíP sis^uft^í^^
goíueef nw wov:iuxi^t<c^i. r^pfraáijÉrw s^vx^^^%^ h^,f^^e^,^\fT;
seryó B^rt^n^lps lagartos, se s^oedí>a.(Hm i^^»Yf^9J^f,de,f^9?\r^S
tres Im^^toa. .. .,.'.,..,; .., .. , ,,,, ^n.h-.o.rj .
La actividad^ fi^oló^cami^ate pftrif^ativa dp jl^ pf>9^^fii%
des nxitrUivas.y ^U^^ri8ma^^op9rjC^9lU^ef^lU
minuye, la uc^cesidad de leopi^opwpr el tieinpp e^^m^;^^ ^ ij^jffpj^
8?. A igi^ copsump (J^el ,ppgftnii5mO; lí^lpy gi^a^^^gpjjijcia-
da obra.má9 y más p.o.derp^amente á.^i^ida (^u^.Lju^
se nutren con. presa*, i^^po^ ,^[:|uuda»teS; ,?»^ pei^ivjjjj^g. ^j^
activas, m^ops r¡caaeü,p;?iiM5Ípios ae^^Ua^le^j.e^
did(i q^e e^.ifl^.difípU Ift.proWiW^i^A ^lí»a^ ;,/, ^„p
. Así el Am^elU cedrQp;urfi, que í^Qdrfft ^ey e| jj^ij^ 4? Jfrí Bffl^PSft
entre. la^ ^yes,..ei^p^coJbif^iiÍpo,U¿»ajj^J^l^p/?^i^ ^{g
cid^tos del Ligmfrwfi ,^ el .Schjftm.yjp^»Á í^xiffi}^ p^í^
vida en la más absoluta i nmovilid^dt '/..;> ,^[i >ri -.j-'-n noí, í'v^vv^\
El muy Qouoqido f^eíezpso puede,, ^{erp9iAAeo.er..>dígrijr)'^^í!^®
en ui^a misma posfior^, ejpt Iqs )>^qyies vírgen^^^eii, (ipp48,^,^¡^^^j
tra con que nutrirse,, sin q^e jaoji᧠esc^A^R l^ts pi[gvi.^^nj^5^
las especies casi innumerable^ d,e entpzoaríos qpe„gj^jr.,^^cii^l9
así flotan .^p un océano alimentií^d^ tatitos otro^<l?;gan¡l|j^l^p^Jque
se bailan en condiciones análogas, ]ao ^p y-€upi:|^(5¡saá^^%,jí^.9tilí;
zar el tiempo tau ex^ctaijaente cpppp lps.^nim^^^s^jpi|f>^^^
insectívoros, cpmo ^1 4fc^<fe hi^i4a, q^Q^poimií^fj^^^j ^/?í®9l
to cincuenta á ciento sesenta gramos de peces poqu£i^^<^j^|^
Pj^roc^halus rtibinem que debe captutar diariamente algunos
cientos de insectos casi microscópico j,^ emplean eu ^11^ mucho
más tiempo que un 'Icttrus frugjívoro,, Ip mismo qijie sucede en
las Spiztíifl ocupadas todo el día eu reeo^r semi^i^Síp/^ueñísi-
mas de Srf^ssica ó de Paspalum. ,• ;i -
Digitized by
Google
84 Mtmoriai ñé b 8óoiod«d Científioa
-En cnaiftó á la actividad de hu presan es seguro qtie el Coe-
CffgUÉ que detora larras de lépidóptero, las colecta en menos
tiempo qué el (kMapus que persigue insectos alados.
Jjúñ Btmaris ^TLQxí la costumbre de aproreohar solamente
lá cabeza 7 la sangre de las gallinas, los Biddphié deroran todo
el cuerpo; los aúimales inséctÍToros arrojan detritus indigeri-
bles del dermato esqueleto 'de los articulados; los fitófagos sólo
aprovechan una pequeña parte de los órganos vegetales que han
devoradtí, en tanto que los granívoros, los sanguívoros, los car-
nÍYoros flproTechan mucho más. unos deben procurarse mayor
cantidad de alimentos que los otros y economizar bien su tiempo.
Lo mismo én este que én otros muchos de los fenómenos
biológicos que nos han ocupado, se establecen compensaciones
que pasamos en silencio para abreviar y en el supuesto de que
siempre se tendrán en cuen^ al establecer las conclusiones á
que dé lugar nuestra investigación: en el ejemplo del Coccyeus
es indudable que si sus presas no pueden escapársele por me-
did de lá fúga;^e le ocultan gracias & su mimetismo ó alguna
otra particularidad otológica, mientras que las victimas del Cbn-
topus son más fáciles de descubrir.
3? Como corolario de los principios anteriores admitimos que
la economía del tiempo se practica más estrictamente por las
especies que resisten menos ala inanición ó tienen medios me-
nos etfcaces de capturar sus presas.
El Phfynosoma orbictilare resiste el hambre mucho más que
él Scétoponts microUpidoius y éste es mil veces más activo. El
sam4o citado, según experimentos que continuamos actualmen-
te en el Instituto Médico, pierde por la inanición un peso insig-
nificante:
Feolut. Fmo.
30 de Agosto de 1892. (Después de diez
y siete días de ayuno) 20<'-92
SdeSeptíembre 20.62
20 de ídem 20.26
Digitized by
Google
" Antonio Aliato. n 85
El Phrynosoma ha perdido de su peso 3.5 por 100 en 20 d&ts,
mientras que los animales de sangre caliente pierden por tér-
mino medio en tres hohis, por kilo dé peso, 3 gramos.' El ca-
maleón de Tabasco (Zcpherus, Coleópteros) soporta la falta de
nutrición durante diez ó doce meses:
Poeha. Peso.
22deMar2odelé92...: :.... 0««^729
6deAbriUel892 '.,: 0:695
El Chupa miel u Hormiguero de nuestras tierras calientes
tiene un órgano especial, la lengua, adaptado á la clase de sus
alimentos: si colectara las hormigas una á una (como los Sce-
Icporus) no le bastaría emplear en ello la décima parte de su yi-
da para satisfacer á la centésima parte de sus necesidades co-
tidianas de reparación.
División del trabajo. Puede asegurarse sin temor de incurrir
en notables errores que el perfeccionamiento de los organismos,
cuando se traduce desde el punto de vista de la morfología por
la existencia de aparatos especializados para cada (unción; ó
cuando la división del trabajo se traduce por la existencia de
varias clases de individuos ocupadas cada una en fines diversos,
como en las sociedades de las hormigas, tiene por resultado más
6 menos indirecto una mejor economía de tiempo, que es pro-
vechosa para la comunidad de órganos ó la comunidad de los
individuos.
lüemplos de la concordancia entre fenómenos naturales periódi-
cos y la ecología. Los vertebrados invernantes permanecen en el
estado de vida oscilante períodos más ó menos regulares: cuan-
do se eleVa la temperatura ó la humedad es propicia ( lagartos \
1 \é$M el interetante artíeolo de Gh. Richet. L'ínanition chez les animanz.
lerue Sdentifiqoe. 1891, p. 714.
Digitized by
Google
80 Memoriat de la Sociedad Científica
— ■ — — — • — • ■ - I >.i I I. . ^ I
porxxnprQcmus fiaiológioo poco.coipíiplicado comloBzai,á,^iuiien-
tar la actiyidad vital.
lia mayoría de las aves ^o son s.edeipLtarias.y ^ iafervalos re-
galares en uixaS; irr^gul/ures en otra&i ^pireaden viajes algunas
veces muy dilatados. En época d^terniii^a^a emigran hacia el
Sur en busca de condiciones biológicas favorables, para retro-
ceder hacia, el Norte en el Invierno, de tal modo que se encuen-
tran siempre con un medio de la misma temperatura; ó bien
emigran en altitud como el Trogon mexicanus.
Otras aves viajan de un lugar á otro en, busca de alimentos
determinados, como si previeran la floración ó fructificación de
ciertas especies vegetales; lo que se se observa en los Ttí^qui-
lídeos del Valle. de M^éxico, que aparecen en ciertas localidades
cuando florecen las plantas de que ellofs gustan más particular-
mente. .Estos viajes presentan á ve<^es una periodicidad que sorj-
prendp: Jas Aplpizcas (Larus) llegí^n al X^alle deJtéxico en los
días 6 á 8 de Octubre. ^ \ \ .
Pero las emigraciones son ó han s;do origípa4as por la pe-
riodicidad misma de otros muchos de los fenómenos de la na-
turaleza: aparición de plantas é insectos en épocas determina-
das^ cambio de las condiciones meteorológicas; desecación de
liegos y algunas más que pasamos en silepcio. ^ , . j
En los trópicos, ¿onde las variaciones anuale^s de ¿empéra-
tura son de mucha menor importancia que en. los países fríos
y templados, la población animal varía poco en número y cla-
se: las aves de la parte baja del Estado de Veracruz, compara-
tivamente á las del Valle de México, son mucho .más sedenta-
rias.
La vida cotidiana de la mayor parte de los animales ise di-
vide en períodos cuya duración varía con las influencias locales
ó fisiológicas y no siempre hay mativo' justificado para atribuir
la regularidad de las funciones ó costumbres á iin conocimien.
to exacto del tiempo; pues aunque no Je tuviera, la especie diur-
na se recogerá siempre durante la noche y sólo .germinará ]^
Digitized by
Google
"'^'ÁÜtóhió Altité. M • • 87
' ;Déjéttfó6 utt móíifeiito él tei'feno' de los tedios etdégicos
geiiet^áíé^ píirÜ"co¿áiderar aesdb el -jiunto dfe visti de la oronó*
bt<^ó¿Uá'úbk%tíaespecli9 de v^ei^tebtadds,' ln Ch)loDiithia dd
Vallé de ]UiSxico,'¡ioífejettiplo.'^ : iw. .
Ho aquí á'un ser tipo de la actividad: éit un minuto teoo-
rre indudablemente una milla,* bíi diez tiOras diarias de TUélo
600'm111íífe,etí diez 'años de existeñeia; volando diez horas dia-
rias ptíi'tériníno'mfeáio, 2.190,000 millasy dlaftancia mayor déla
que nos sepaira' de la luna. En esos diez años -de existencia, en
36,500 horas de trabajo, ¡qué prodigiosa cantidad de alimentos
debe colectar este hirundínido qne según sus hábitos insectí»
▼oros, consume diárlauiente lo mehoc^'dos veces e) peso de su
cuerpo! . "
Ap'enas traoscurreii; dos ó tres semanas después del nactnrien-
to del Chelidon cuando se aventura á hacer uso de sus afes bajo
la mirada vigifehte d'é la madi^e que le obliga á regalariisrr sus
movimientos y á seguirla cada día con rapidez mayor. Las pri-
meras noches se pasan aún en el nido/ pero mut^ poco tiempo des-
pués el joven se hace independiente y comienza él sólo una
terr^U^. lucha ^njbr^ sus necesidff^jes j la dificultad de satisfa-
9edí^^ yeifdad^o trabajo de ^purapién que .comi^p?a desde las
prof \^ndidadiB^ 4ftÍ<^. ^'«ft^^* ^<í»Í9í.4P96°?*^^^ .^^ fagocitis-
n^, tof^i^ue ca$L^buyeu á 1^ destrucpión dalas celdilla^ débiles
á ^etm^fiy ^f^ mamfp^táod^i^a^.en loe^ a/^tq^ todos del ani-
mal i][aaae imHfíoa.|>oco 4..pg^o de sus defectos y. su iuexpe-
t ' Ét Oháldon^B el príttievo'que comiensBa á agitarse en d^prish
eipíO He ¡a^tnakanü; dedt^ unos cuantos mohientos al arregb dje
n^^itMé^it 3^ «n legenda va á enti^gai^'á la^^aza^deí los ^sp4-
cies no'éturnás que aún vuelan en' esa hora: Ñthgáii otifo páser
' 1 Bl ChÜidon urbica de Europa, según Spallanzaní/ recorre ve\|ite mOlaá en
qninee minutos.
Digitized by
Google
88 MtinorimB de U Sociedad Oientifio»
iof^tÍTQro i^royeolia presa tan fáoily abundante y 9,\ín ^ las
soledades del Popocatepetl, á 3,800 metros de altara, en el lí«
mite de la ^egetaelÓQ; allí donde loa rayos del sol levante llegan
más pronto qne en la Uannra, nos sorprendió obserrar pequeños
grupos de yeneejos que no parecían intimidados por el frío gla-
cial de las primeras horas de la mañana y cazaban con incon-
cebible destreza á los insectosi noctámbulos que prolongan sus
correrías hasta en esos momentos.
El joven Ohelidon debe entregarse á tan temprana hora á las
mismas ocupaciones que los adultoS; los que necesitan dormir
mucho menos. Es preciso que continúe sus trabajos de cacería
dei^jie la aurora hasta que por completo desaparece la luz. Niq-
gún otro páser duerme tan poco, excepto el Cuclillo y algunos
pájaros de canto (especialmente el Turtur ri$oriu3 que hemos
oído cantar á cualquiera hora de la noche), ó los muy persegui-
dos, que sólo pueden entregarse á sus amores en medio de la
sombra, por ejemplo las especies acuátipas que observamos en
plena actividad en el lago de Pátzcuaro, en las noches del mes
de Diciembre de 1890.
En Isía primeras horas de la mañana el Chelidon revolotea cer-
ca del suelo en busca de los insectos diurnos aún entumecidos
ó de los nocturnos que todavía están en movimiento. Después
de capturar un número suficiente por entonces, va á reposar sus
fatigas y apenas comienza el arreglo de su plumaje la imperio-
sa necesidad le obliga nuevamente á emprender el vuelo: loé
insectos se mueven ya más velozmente, fuerza es describir mil
y mil vueltas para no dejarles escapar, siempte ctddando de la
dosificación previa y exacta de lá presa, porque hay algunos hi-
menópteros de aguijón envenenado, otros que se defíendMipor
verdadero mimetismo, como las mosca» del góoeto MHsUlis que
yo mismo he confundido con las abejiuif otras masque presen-
tan semejanza protectora: y «fuerza es que se jdespUegue una
prodigiosa actividad antes que los Tiranidos, las Libélulas y
otros innumerables cazadores de insectos vengan á tomar par-
te en el festín.
Digitized by
Google
'Antonio Aízat«. II 89
Más tarde, los Chélidon vnelan á algunos metros del suelo
todavía ocupados en su tarea, én tanto que otros páseres repo-
san en el follaje. En la tarde nuevas ocupaciones : una nube de
moscos revolotea pesadamente y fácil es capturar un ejemplar
cada segando; pero son presas tan pequeñas que su abundan-
cía no compensa el tiempo empleado en apresarlas. En fin, al
terminar el día aparece la armada innumerable de los insectos
crepusculares, las palomillas ( Termes )j los CnJex, los Microle-
pidópteros.
Llega por último el momento del reposo y el joven Chélidon
que gastó su tiempo en iuiitiles gorjeos, se encuentra aún ham-
briento y fatigado; pero su mémorik casi virgen no olvidará ma-
ñana tan deplorable torpeza. ^
Luego se añade á la fatal necesidad del vientre la más im-
periosa de la reproducción. Es indispensable procurarse una
compañera á fuerza de halagos y de pérdida de tiempo: si el
CMidon es hembra prevé la venida de sug hijos con una sor-
prendente exactitud: debe construir un nido, elegir el lugar más
conveniente, el alero de un tejado que defienda á la futura pro-
genie de las inclemencias del tiempo ; debe recoger el barro par-
tícula á partícula durante diez ó doce días ; disponer tan tosco
material con precauciones y prudencia, modelar el nido poco á
poco esperando la desecación de una parte para agregar la que
falta; colectar plumas ó cabellos que conserven el calor suficien-
te; entregarse, en fin, á la incubación de los polluelos durante
diez ó quince días. T el joven macho debe entonces multipli-
car su actividad con el objeto de que los alimentos que recoja
basten para él y para su compañera. La nutrición de los pollue-
los que padecen una hambre insaciable, demanda igualmente
una severa economía de tiempo: si por las lluvias, el frío 6 al-
guna otra circunstancia disminuye la abundancia de las pre-
sas; mayor aún será el trabajo de recogerlas en la cantidad ne-
cesaria.
Por último, llega la funesta estación de las emigraciones y
Memorias (1892-93I, T, VI, 12
Digitized by
Google
90 Memorias da la Sociedad Científica
entonces es preciso que el Chdidon recorra diarian^ente yein-
tenas de leguas, sin que por esto se sujete á un ayuno prolonga-
dO; incompatible con tan exagerado gasto de fuerza.
La actividad considerada según los grupos naturales. En el es-
tudio que bien podría llamarse dinámico, de las especies ó gru-
pos superiores, se nos presentan dos puntos extremos fáciles
de descubrir: especies extraordinariamente activas, especies en
alto grado perezosas; un buen número clasificadas en el térmi-
no medio. En tesis general las aves son los más activos de los
vertebrados y desde el punto de vista de su organización y fa-
cultades psiquicas; son superiores á todos los reptiles, batra-
cios y peces; su capacidad supera según ülaus, á la de ciertos
mamíferos, que siempre, excepción hecha del hombre, vienen en
seguida. Poquísimas excepciones hay en las aves respecto á los
hábitos de economía y utilización del tiempo ; tal vez sólo los vul-
túridos y otros rapaces están fuera de la regla. En los Mamí-
feros, precisamente en los más inferiores, los Edentados, por
ejemplo, encontramos á menudo hábitos inveterados de pereza,
necesidades menores, actividad insignificante: un loro es mil
veces más activo é inteligente que un Dasypus,
Las costumbres laboriosas de la abeja y otros insectos so-
ciales son bien conocidas y c si se considera el conjunto de los
fenómenos de la vida en los Hexápodos, se llega á admitir que
estos animales ocupan incontestablemente el grado más eleva-
do de la serie de los Invertebrados : á las funciones grandemen-
te diferenciadas de sus órganos vegetativos corresponden actos
muy variados, comunmente maravillosos, verdaderas manifes-,
taciones psíquicas. 9 Y estas sociedades de insectos, pálido re •
flejo de las humanas, alcanzan tan sorprendente grado de per- ^
fección por dos cualidades predominantes : actividad y división
del trabajo. Ya hemos hablado de la segunda en sus relaciones
con el tiempo, y sólo diremos de la primera que es condición in-
dispensable para que subsista una sociedad tan numerosa y de
necesidades tan complexas : estos datos son suficientes para pre-
Digitized by
Google
' Antonio Akato. n di
▼er el porvenir de los que padecemos ignorancia completa de
la economía cronológica y gastamos nuestro tiempo en no sé qué
inútiles lamentaciones 6 en el estéril y pesadísimo trahajo de la pe-
reda
Ya hemos dicho que la mayor duración de la vida enrique-
ce en alto grado el tesoro de la experiencia individual: la acti-
vidad le enriquece quizá en mayor escala, pues así como hay
una ley fisiológica, el ejercicio desarrolla el órgano y perfeccio-
na la función, hay también la ley moral correspondiente. No es
la actividad, sin embargo, el único factor del desarrollo.
LenHfud de la evolución. Considerando el tiempo desde otro
punto de vista, como circunstancia de la evolución, han afirma-
do los naturalistas más competentes que los períodos de des-
arrollo son más bien largos que cortos. Y en efecto, han sido
necesarios quince millones de años que duró la Era primaria,
cuatro la secundaria y uno la terciaria (segiin Ferriére), para
que la vida llegue á animar formas tan maravillosas, para que
de los grupos inferiores de los invertebrados se separe poco á
poco la clase más superior de los mamíferos.
Max Schulze contó en una onza de arena de Gaeta un mi-
llón y medio de conchas de Poraminíferos, y si suponemos que
en cada una de las eras se encuentra solamente un millón de
onzas de esa clase de arena, tendremos, por una parte
3.000,000.000,000 de Póraminíferos y por otra 20.000,000 de
años; en un caso, prodigioso número de seres susceptibles de va-
riación, en otro, larguísimo período evolutivo durante el cual
cambiaron profundamente las condiciones, en tanto que las pe-
queñas diferencias se fijaban y acumulaban por los medios acos-
tumbrados.
Períodos de la evolueián. Reflexionando en la eficacia posible
de estos métodos de cálculo diferencial de la naturaleza, que
acumula variaciones insignificantes en un inmenso número de
individuos; que tiende á perfeccionarlo y á cambiarlo todo; que
impulsa á las especies á subir la pendiente del progreso en tan-
Digitized by
Google
92 Memorias de la Sociedad Científica
to que ellas se ven aguijoneadas por el hambre 7 el dolor; re-
flexionando en estas transmutaciones sueesivas que significan
en todo caso períodos de evolución más ó menos limitados, po-
demos entrever una ley importante y general.
tLa vida está caracterizada en. el individuo por la creación
y la destrucción orgánicas. 1 En la especie, por la creación y la
destrucción de los individuos, y como en el individuo, en ella se
distinguen tres períodos :
.1? Período de creación: la creación domina sobre la destruc-
ción de los individuos.
2? Período de compensación ó de equilibrio: la creación y
la destrucción tienen valores próximos.
3? Período de destrucción: ésta domina sobre la creación.
El período de equilibrio es generalmente más corto que los
otros 3 el de destruccióu, según las ideas transformistas y la ter-
minología de Quatrefages, puede ser de trajismutacióii.
Generalicemos á los grupos superiores.
Los Crinoides pasan por el periodo de creación durante la
edad cambriana, después alcanzan el de equilibrio que se pror
longa hasta el principio de la época secundariaj en seguida se
encuentran en el período de destrucción. Las Oicadeas y los
Equinodermos comienzan en los terrenos paleozoicos, llegan al
equilibrio en los mezozoicos y al período de destrucción en los
cenozoicos. Algunos vegetales de existencia más efímrera reco-
rren los tres períodos en un sólo tiempo, por ejemplo, Jas Sigi*
liaría y los Lepidodendrofij exclusivas de los terrenos paleozoicos.
«Si consideramos un gran número de casos particulares lle-
garemos á admitir igualmente la mayor duración del periodo de
equilibrio y también la constancia de los otros períodos- Basta*
ría para ello suponer dos especies de animales : sea^ uno carní-
voro y el otro herví boro; éste se alimenta con vegetales, el car-
nívoro con el hervíboro: uno comienza á desarrollarse^ el otro
se encuentra en el máximum de vitalidad. Después de un núme-
ro variable de meses ó de siglos, la especio de las victimas dis-
Digitized by
Google
'•iütonio Álate. II
minaye y si oirounstancias exteriores no lo impiden^ sucumbe
y con ella la especie de los perseguidores:
fin esta fórmula a' nos representa el número de individuos
de la especie de las víctimas, más los que aumentan por la re-
producción (h'J, menos los que disminuyen por muerte natu-
ral (c' )y menos los que destruye la especie de perseguidores:
a número de individuos de dicha especie, h los que aumentan
por la reproducción, c los que mueren; x número de víctimas
para cada individuo en la unidad de tiempo. Se supone en el
primer momento a'> ajh'>b.
No discutiremos el valor d^ esta fórmula, que pudiera re-
sultar nulo en la práctica, aunque es útil para comprender fá-
cilmente la teoria]^ni tampoco es posible en el presente artículp
entrar en mayor número de pormenores sobre esta cuestión tan
delicada cuyo estudio apenas hemos iniciado.
Pero sí nos parece conveniente protestar contra las exigen-
cias de los naturalistas neófobos que quieren que aun cuando
no varíen las condiciones en cualquier período de la vida de una
especie, se produzcan cambios notables, aunque sea el período
de equilibrio casi absoluto, el más estable y dilatado.
Médoo, Septiembre 1892.
1 ReeoMeee la ley de lÍAltiiB.
Digitized by
Google
94 Memormi do la Sodédad Oi«ntifícA
La pereeptíoa da temps chei les aninuiiix. JLe imp§ et la liMogít par
Mr. le ProL üphoiuie L. Herrera, Aide • Nataraltote an Miuée Na-
tional et a Plnstítat MMícal.
RESUME.
Les expérienoes qu'a faites l'autenr sur les inseotes qai,
quand on les attaque, restent immobiles pendant un nombre
fixe de seoondes ou de minutes, et les phénoménes de périodi-
cité observes déjá chez les animaux, prouvent que la plupart
des étres ont bien la perception du temps, et peuvent la mani-
fester indépendamment des variations dans le milieu intérieur
et extérieur, ou bien ils peuvent présenter des faits ethologiques
périodiques, etant guidés par ees memas variations.
On peut considérer le degré de lenteur dos phénoménes de
la vie eomme un critérium sur et constan t, pour juger de quel-
ques uns des avantages dans la lutte: copule rapide ou momen-
táneo; durée de la gestation en rapport avec la darée de la vie,
de méme que la durée de la jeunesse, de l'état embryonnaire, de
la periodo de germination, de la faculté germinative et en fin
de la période de reproduction.
II y a des rapports siusissants entre les phénoménes pério-
diques de la vie d^une espéce et ceux qu'on observe dans Pes-
péce dont dépend l'existence de la premiére; de faits curieux
d'eoonomie; distribution du temps selon les besoins et facultes
des organismes; Cas des parásitos (CercerisJ; rapidité de la
prehensión, de la capture des proies, de beaucoup supérieure
k mesure que les espéces sont de vie plus active, ou les proies
Digitized by
Google
••Antonio Alíate. II 95
plus petites et plus actíres ou moins abondantes en principes
asaimilables; Bésistanoe á i'inanition ohez le Fhrynosoma et le
Ziíphcrus, ^
L'autear s'est oooapé aussi de la división da trayail, de la
concordance entre les phénoménes périodiques natnrels et Pe-
thologie, de Phivemation et la migration et il donne nn aperan
sur la vie du Chdidon eryíhrogaster. L'activité considérée selon
les groupes naturels, ses rapports aveo le progrés et Pexpérien-
ce individuelle, les conditions favorables du temps, sont d'une
tres grande importance; le perfeotionement organique est pro-
portionnel au temps d'évolution; en égalité d'autres avantages
dans la lutte ponr la vie, les espéces chez lesquelles la percep-
tion du temps et de son économie est mieuz développée, au-
ront plus de probabilités de survivance.
Longue durée des époques géologiques nécessaire á Pévo-
Intion. Gas des Foraminiféres. Processus de calcul différentiel
dans la nature. Établissement de trois periodos dans l'évolu-
tion des espéces: periodo de création, periodo de compensation,
periodo de destruotion; la periodo de compensation la plus lon-
gue; la periodo de destruction peut étre de transmutation. Gas
des crinoídeSy des Gjcadées. Gas particulieurs: deux espéces
isolées, Pune d'elles s'alimentant de Pautre; au bout d'un
oertain temps survient la periodo de compensation, ensuite la
periodo de destruction. Formule mathématique. Imposibilité
des changements évolutifs si les conditions ne varient point et
que Pespéce se trouve dans la période la plus longue et la plus
stable de Péquilibre.
México, Septembre 1892.
^•»
Digitized by
Google
Digitized by
Google
bibliografía
METEOROLÓGICA MEXICANA
CORRESPONDIENTE AL AÑO DE 1801
Socio fundador y de número.
Miembro del Observatorio Meteorológico CentraL
Igoilar y Santillán Rnfael.
1 Bibliografía Meteorológica Mexioana correspondiente ai año
de 1890.— Mem. Soc. cAj^zate.» IV, págs, 265 á 276.
7 Pnga Gaillermo B,
2 Cat&Iogo de los temblores de tierra y fenómenos volcánieos
verifioados en la República durante el año de 1890 Mkm^
Sea c ÁLZATE. > lY, p&gs^ 323 á 329.
Véase Puga.
Altamlrano Dr. Femando*
3 JEteseSa de una expedición científica al Estado de Michoacán.
Mtmoriai Iie9a-93J, T. VI, 18
Digitized by
Google
98 Memorial de la Sociedad Oientífioa
— cEl Estudio.» Órgano del Instituto Médico Nacional
de México. lY, págs. 62 á 65.
Contiene datos termométríoos é hipsométricos.
Álzate J. Antonio.
4 Notas 7 obserTaciones relativas á Meteorología, Física del
. Globo 7 Astronomía del sabio mexicano publicadas
por acuerdo de la Sociedad < Álzate » 7 recopiladas por Ra-
fael Aguilar 7 San tillan I socio fundador 7 primer Secreta-
rio de la Sociedad, Miembro del Observatorio Meteoroló-
gico Central. — México. Imp. del Gobierno- 8? En publica-
gíón.
Barroeta* Véase Observatorio del Instituto de San
Luis P6tosí.
Bonilla José A.^ Ingeniero, Director del Observa-
• torio del Instituto de Zacatecas.
6 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las prac-
ticadas en el Instituto de Ciencias del EiStado de Zacate-
cas, durante el año de 1890.-— RfiV. Soc. c Álzate.» 1890
á 1891, pág. 70.
6 Boletín Meteorológico -Agrícola j del Minero Onana-
jnatense. Observatorio Particular.-^ Guanajuato. Tip.de
•ÁTusto Falencia.
Periódico quincenal que comenzó á aparecer el 15 de
Abril de 1891, publicado por el Ingeniero JuanN. Contre-
ras.
7 Breves Instrucdones Meteorológieas para uso de las Ofici-
nas Telegráficas 7 Telegrafistas del Supremo Gobierno del
Estado de Zacatecas. — Zacatecas. Imp. del Hoapirfo de
Niños. 1891. 12? 21 págs. 7 2 láms.
Es una reimpresión en parte de las que publicó el Ob-
servatorio Meteorológico Central en 1883 (Boletín del Mi-
nisterio de Fomento, t. VIII, n, 17).
Digitized by
Google
w
8 Besumen de la^ observaeloiiies meteprológioas p^dbieadas en
el Colegio del Sagrado Corf^z^a de Jesús en Puebla, duran-
te el año de 1890.— San Luis Potosí. Imp. do M. Bsquiyel
7 Gomp. 1891. 2 cuadros en un pliego.
Dorantes Antonio^ Observador en ej Observatorio
de Zacatecas.
9 Besumen de las observaciones meteorológicas practicadas en
eWnstituto de Ciencias del Estado, durante el año de 1890.
Cuadro con datos mensuales y sinopsis anual.
Foaqilé F.^ Miembro del Instituto de IVanoia.
10 Noticia biográfica del Profesor Horacio Silvestri, Director
del Observatorio del Etna. (De la JSevue ScienHfique de
París).— Rev. Soc, € Álzate,! 1890 á 91, págs. 52 á 55
y 75 á 78.
Ooblerno del Distrito Federal. *
11 Mortalidad habida durante . . .* . en el Distrito Federal, com-
parada con los datos del Observatorio Meteorológico -
Magnético Central, correspondiente al mismo períodQ, so-
bre término medio de presión atmosférica, temperatura,
bñmedad, cantidad de ozono, dirección del viento y eva-
poración.— Lit. C.Montauriol y O* México. 12 cuadros.
Diciembre 1890 á Noviembre 1891.
12 ídem ídem. 2 cuadros grandes correspondientes al 1? y 2?
semestres de 1890.
Gobierno del Estado de Jalisco.— iS^or^rta de
(jhbiemo, Sección ^*
13 Cuadro que manifiesta la mortalidad habida en el Munici-
pio de Guadalajara, comparada con los datos del Obser-
vatorio Meteorológico del Estado. Marzo á Noviembre de
1891.
Digitized by
Google
100 MemoríaB de U Sociedad Citntifica
Cuadros litografiados, firmados por los Sres. A. V. Pas-
cal, Director del Observatorio y Celso G. Cevallos, Secre-
tario de Gobierno, en ]o^ cuales están las curvas de mor-
talidad y la marcha de la presión, temperatura, humedad,
ozono, viento y evaporación.
Gobierno del Estado de Zacatecas.— Sección de
Estadística.
ü Mortalidad en el presente mes en la Municipalidad dé Za-
catecas, comparada con los datos del Observatorio Meteo-
rológico del Instituto de Ciencias, correspondientes al
mismo período, sobre término medio de presión atmosfé-
rica, temperatura, humedad, evaporación, cantidad de 074O-
no y dirección y velocidad del viento.
Cuadro gráfico litografiado correspondiente al mes de
Mayo de 1891, firmado por los Sres. Antonio Dorantes, •
Observador meteorológico; Canuto Alvarez Tostado, Juez
del Registró civil y Jesús M. Castañeda, Secretario de Go-
bierno.
González Benigno G.
15 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las
practicadas en el Colegio del Estado de Puebla, durante
el año de 189C.— Rey. Soc. c Álzate.» 1891 á 92, pági-
na 22.
Hayden Everett^ de la Marina de los E. U.
16 Ciclones tropicales.— Bí>L. mens. ó. M. C. III, páginas 30
á35.
17 cLa Sombra de Arteaga.» Periódico Oficial del Gobierno
delDstado. Querétaro.
Aparecen en él semanariamente las observaciones me-
teorológicas hechas en el Colegio Civil por los Sres. Prof.
Pascual Alcocer y J. A. Septiem.
Digitized by
Google
" Antonio Alsnte. » 101
Leal Mariano.
18 Las liarlas en León. 2págs. fol. — Leen. Imp^ de la Escue
la de Instrucción Secundaria. 1891. — Miai. Soa t Alza-
te.» IV, págs. 347 á 350.
19 Observaciones meteorológicas. Resumen general
de las practicadas en la Escuela Secundaria de León, du-
rante el año de 1890.— Rev. Soc. c Álzate.» 1890 á 91
pág. 124,
y EstiHida Ignacio J.
20 Resumen general de las observaciones meteorológicas prac
ticadas en la Escuela de Instrucción Secundaría del Es«
tado en León/Estado de Guauajuato^ México, durante to*
do el año de 1890.
Cuadro con resúmenes mensuales y sinopsis anual.
Véase Periódico Oficial de Quanajuato.
Hontessns de Ballore F. de, Inspector de Estu-
dios en la Escuela Politécnica.
21 Étnde critique des lois de répartition saisonniére des seis-
mes.— Mem. Soc. < Atzate.i IV, págs. 277 á 292.
Moreno j Anda Manuel,
22 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las
practicadas en el Observatorio Astronómico Nacional de
Tacubaya, durante el año de 1890. — Rev. Soc. «Alza-
te.» 1890á91,pág.lOL
23 Observaciones meteorológicas hechas en el Observatorio
Astronómico Nacional de Tacubaya, en el año de 1889 á
1890.— Anuabio del Observatorio, Btc, para 1892,
págs. 316 á 357.
Cuadros mensuales de Dic. 1889 á Nov. 1890, con resu-
^ men general y comparación de las observaciones directas
de Sept., Oct. y Nov. de 1890 con las de los registradores
Richard de presión y temperatura*
Digitized by
Google
102
Memoríu d» U SooMiM Científica
Mottl Carlos.
34 Observaciones oéismicas en Orizabü. Agosto de 1890 á Ju-
lio de 1891.— Rbv. Soc t Álzate, ji 1890 á 91, pAgs. 13,
14, 47, 48, 71, 72, 87, 88, 103, 104, 125 y 126. 1891 á 92,
págs. 23 y 24.
Obseryaeiones meteorológicas.
En ^Aguascalientes, véase n. 25.
Culiacán
Chapultepec
Guadalajara
Guanajaato
Huejutla ^
León
Matamoros
Mazatlán
México
Mulegé
Oaxaca
Pabellón
Pnebla
Qnerétaro
Saltillo
San Luis Potosí
Tacubaya
Tampico
Túxpam
Veracniz
Zacatecas
25.
26.
13 y 25.
25.
,25.
„ 19, 20, 25 y 3h
25.
25.
,, 11, 12, 25 y 26.
25.
25.
,25.
, 8, 15, 25 y 27.
17.
, 25 y 37. .
, 25 y 28.
, 22, 23, 25 y 85.
.25.
25.
25.
, 5, 9, 14 y 25.
Obseryatorio Metooroldgieo Central de México.
S6 Boletín Mensoal. — Imp. de la Seoretaría de Fomento.^ {^oL
Tomo ni (1890), núms. 1 y 2.
Cada número contiene: Besnmen meteorológico (Ob-
Digitized by
Google
aervaiorio Genií^Al); Diario meteorológioo; AnáKsis; As-
pecto del jLiempo en los Obseryatorios oorrespOUifientes;
Mortalidad; Resumen meteorológico general (con obser-
vaciones de AguasoalienteS; GuliacáQ) Ghaputtepec, Gaa-
dalajara, Qttanajuato, Huejutla, León, Matamoros, Ma2a-
tlán, México, Mulegé, Oaxaca, Pabellón, Pachaca, Puebla,
Saltillo, San Luis Potosí, Tacubaya, Tampico, Tuxpam,
Véracruz y Zacatecas) 5 Meteorología Internacional; Seis-
mología; Red termométrica del Estado de Veracruz, etc.
Véase Hayden, Orvañanos y Villaseñor.
36 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las
practicadas durante el año de 1890. — Rev. Soc. «Alza-
te.» 1890 á 91, pág, 86.
Observatorio Meteorológico del Colegio del Es-
tado de Puebla.
27 Resumen correspondiente á cada día.^ — Nov., Dic. y resu-
men de 1890, y Enero á Octubre de 1891.
Boletines mensuales, f ol. 4 páginas cada uno, que con-
tienen las observaciones directas y los resultados deduci-
dos de los instrumentos registradores Richard.
Obserratorio Meteorológico del Instituto Cien-
tífico y Literario del Estado de San Lnls Po-
tosí.
28 Resumen de las principales observaciones correspondien-
tes al año de 1890, practicadas por el Ayudante de este
Observatorio Emilio A. Martínez y por el alumno Antio-
co Hernández, bajo la dirección del Dr, G. Barroeta, Di-
rector.
Cuadro con datos mensuales y una sinopsis anual, al
que acompafia una comparación de los resultados con las
observacioMB de once años anteriores, por el Dr. Barroe-
ta.— (Memoria de los U'obaéoe de la Junta IHreeUva del Insti
Digitized by
Google
104 HemoríM do U Sooiedad Oientífiea
tutOj etc.j durante él año escolar de 1890. 8? San Luis Poto
sí, 1891).
OrrafianoB Dr. Domingo.
29 Algunas observaciones relativas al clima de Méúoo. — Bol.
MENS. O. M. C. III, págs. 82 á 84.
Palmleri Prof* luis, Director del Observatorio
Vesubiano.
30 Observaciones simultáneas acerca del dinamismo del cráter
del Vesubio y de la gran fumarola de la solfatara de Paz-
zuoli, hechas en los años de 1888 á 90. (Del t Nuevo Ci-
mento» de Pisa).— Rev. Soc. c Álzate.» 1890 á 91, pá-
ginas 60 y 108.
31 Periódico Oficial del Gobierno del £stado de Oaana-
jnato.
Mensualmente aparecen en él los resúmenes y análisis
de las observaciones practicadas en León bajo la dirección
del Sr. Prof. Mariano Leal,
Paga Guillermo B.
32 Noticia sobre la Geología y configuración del camino de
México á Pátzcuaro. — El Estudio. Órgano del Institu-
to Médico Nacional de México. IV, págs. 94 á 102.
Contiene datos barométricos, termométricos y altimé-
trieos.
y Agnilar y Santillán BafaeL
38 Geodinámica. £1 temblor del 2 de Diciembre de 1890. —
Mem. Soc. c Álzate.» IV, págs. 131 á 138.— Crónica
Científica de Barcelona. XIV, págs. 336 á 339.
34 Catálogo de los temblores de tierra y f enó-
menos volcánicos verificados en la República Meodcana
durante el año de 1889.— Meh. Soc. cAlzate.» IV, pá-
Digitized by
Google
» Antonit Alíate, ti 10&
ginas 179 á 191.— CRÓNICA CIENTÍFICA de Barcelona.
XIV, págs. 330 á 335.
Véase Aguilar y Saíntillán.
Sifuentes S^lTudor C.
36 Resúmenes mensuales de las observaciones meteorológicas
ejecutadas en la Escuela Municipal núm. 2 de Tacubaya*
-^Boletín Bibliográfico y Escolar (Tacubaya). 1891.
36 Sociedad Científica c Antonio Álzate.» Revista Mensual
Científica y Bibliográfica. México, Imp. del Gob. 8? Nú-
meros 5 á 12 de 1890 á 91. Núms. 1 á 4 de 1891 á 92.
En los núms. 5 á 12 de 1890 á 91 : Meteorología Inter-
nacional Años de 1887 y 1888. Pág. 85.
Spina S. J. Pedro.
37 Observaciones meteorológicas del Colegio.de San Juan Ne •
pomuceno. Saltillo, Coahuila, México. — Puebla, Imp. del
Colegio Pío de Artes y Oficios, 1891. 8 págs. fol. y un
cuadro' con datos mensuales y resumen anual.
Topf Ar. Hugo.
38 Termometría veracruzana. — (México Intelediuil. Revista
Pedagógica y Científico- Literaria. Jalapa). TomoV, pá-
ginas 242 á 250 y 257 á 264.
YillaseQor Lnis E.
39 El Puerto de Vera cruz.— BOL. MKNS. O. M- C. III, páginas
58 á 67 y 105 á 117.
Se ocupa de las condiciones meteorológicas, mareas, co-
rrientes, vientos, temperatura de las aguas, etc., del
puerto de Veracruz;
Zárraga J¡fr. F«
40 Ligerísimos apuntes sobre el clima de Durasgo. — El Es-
tudio. Órgano del Instituto Médico Nacional de Mézioo.
IV, págs. 68 á 70, 108 y 104.
UemoriM [i89»»93l* T, VI, U
Digitized by
Google
106 Memorial do 1* Sociedad Oiantíflca
^^^^»^^^>^^V^V^^^'^^^^<^^^^^'w^^^^^ww^<s^V^v^^v^^>v^Vww^i^^^»VV^V^^^»'^^^'^^^»^^^»»>»^*^^^^vs»^^^
ADICIONES.
Fenómeno eléctrico. — Págs. 83 j 84. (Ensayo Literario. Co-
lección de composiciones sobre Bellas Letras, Ciencias jAr^
tes. En un yohimen. Paebiai Impreso por FéHx Haria Ley-
va, calle segunda de Mercaderes número 5. 1838).
Galiiido Agnstin.
Observaciones meteorológicas hechas en el Colegio del Estado.
Enero á Diciembre de 1875 y resumen anual. — El Estudio.
Piiblicación mensual de los trabajos leídos ante la Sociedad Médi-
co--Farmacéutica dñ Puebla. 1875 á 76. Páginas 55, 56, 72, 88,
104, 120,^136, 152, 168, 184, 200 y 216.
García CrésceiicÍo«
Influencias meteorológicas en México para el desarrollo de cier-
tas enfermedades y en particular las intermitentes. — El Es-
tudio. Publicación mensual de los trabajos leídos ante la Socie-
dad Médico 'Farmacéutica de Puebla. Págiüas 2$6 á 263.
Iberri Nemesio.
Anuncio y efectos del viento norte en el seno mexicano. — El
Museo Mexicano ó Miscelánea pintoresca de amenidades
curiosas é instructivas. México. II, 1843. Págs. 372 á 374.
Kiddle W. W.
The northers of Veracruz. — Nauticál. Magazikb. London.
1874. XLni. Págs. 129 á 132.
Masters P*
Indications of the Mexicanas northers.-i-NAUTlQAL Magazine.
London, 18i6, XV, pág. 351.
■ I L ' Norters on the coast of México in ihe Pacifiú.*— Nau-
TIOAL Magazine. London, 1840. IX, pág. 74.
Digitized by
Google
•' Antonio Alzite. II 107
Oehoa YiUagdmez Ignacio y Pedro J. Sentios.
Carta Altimétrioa. Carte Altimétrique.—l : 3 000 000.— Gra-
vee, chez Monrocq fr. — París. A. Donamette, Imp.
i
Beyes Sebastián y Pedro J. Sentios.
Carta Climatológica. Carte Climatologique. — 1 : 3 000 OCO. —
Gravee, chez Monrocq fr. — París. A. Donamette, Imp.
Esta carta y la anterior fueron hechas para ser presentadas en
la Exposición Universal de París de 1889.
Bocha M.
Del Ozono, — Su importancia en Meteorología Médica. — Méto-
dos ozonométrícos. — Un ozonógrafo automático. — ANALES
DE LA AsocJiAaÓN Labrey. Tomo I (1885). Páginas 100 á
á 105 y 132 á 136.
€ El Sol. > Diarío. (Imp. de los Bajos de San«^gustín núm. 3).
México.
En él aparecieron diariamente las observaciones hechas
en la ciudad de México á las siete de la mañana, tres de la
tarde y onpe de la noche, de termómetro, barómetro, higró-
metro, electrómetro y vientos, desde el 14 de Junio de 1824
hasta el 14 de Enero de 1820.
ABBEYIATTIBA8 EUFLEADA8.
Bol. mens. O. M. C. Boletín mensual del Observatorio Me-
teorológico Central. ,
Mem. Sog. c Álzate.» Memorias de la Sociedad Científica c An-
tonio Álzate. »
Bey. Soo. c Álzate.» Revista de la Sociedad Científica «Anto-
nio Álzate.»
#•»
Digitized by
Google
Digitized by
Google
^^^^»^#»^t»»*»^>^>^.»\»S»V^^»^'»^M»^^^»W^^«^^^^^^»^^^^^^^»^^^^^^^^^^^^>^^^^^>^^^>^^>^^^^
ALIMENTACIÓN
DESDE EL PUNTO DE HSTA DE LA HIGIENE
roa
Socio de número.
*-'W^^V\^^\y>/WV/>^*/N^/\A/\/VN*\^sr
Hay en nuestro organismo tina necesidad tan imperiosa oo*
mo irresistible: la de la alimentación. Para que sns funciones
se verifiquen con regularidad y perfección varias condiciones
son indispensables : integridad de loe elementos anatómicos tan-
to en su estructura como en su f uncionamiento, é introducción
de substancias que después de múltiples transformaciones, des-
arrollen por su conflicto y el oxigeno de la sangre estas fuerzas
▼iras que ya se traducen por calor, electricidad, moyimiento,
ya por funciones de secreción, de sensaciones, elaboraciones
nerriosas ó actividad cerebral.
Pero esta necesidad no es propia y exclusiva al organismo
humano, pues que la tienen la planta, el animal y el hombre,
Digitized by
Google
lio Memorias de la Sociedad Científica
sino que el modo de yerificarse varía y está en consonancia con
la actiyidad vital de estos distintos seres. La comparación fisio*
lógica nos lo va á demostrar; en la primera, la alimentación se
hace de una manera muy sencilla; dispersando la planta de las
clases superiores, sus raicecillas por el suelo fecundado con la
muerte de los seres superiores y purificado por la atmósfera,
chupa como por infinidad de bombas los elementos líquidos que
se convierten en savia vigorosa al empapar sus células, corre
por sus tubos, llega á sus hojas en donde el sol con sus rayos
de luz y calor y el aire con su ácido carbónico, la transforman
invitando á la planta á que respire, para que su clorofila nos de-
vuelva el aire respirable, y para que en el sabio y harmónico
conjunto de la naturaleza se mantenga el equilibrio en virtud
del cual las funciones de un ser modifican el medio en que vi-
ve, para hacerlo apto á las de otro ser.
Ascendamos en la escala de los seres y examinemos al ani-
mal. Para que las substancias que ingiera sean asimilables y
útiles, necesita someterlas á una preparaci<$n importante, nece-
sita digerirlas. Esta complicada operación está sujeta á una in-
fluencia nerviosa adecuada, de suerte que en él hay el dinamis-
mo nervioso simple y por de contado que sus órganos están
enteramente arreglados á la función que tienen que desempe-
ñar y á la naturaleza de las substaaoias que tienen que absor-
ber, así el carnívoro de fauces admirablemente armadas, tiene
su tubo digestivo corto y abundantísimas glándulas de pepsina,
mientras que el herbívoro tiene sus dientes para moler, su tubo
digestivo largo y predominando entre los elementos histológieos
de éste, los elásticos, para soportar el desarrollo exagerado de
gases que la digestión de las materias vegetales produce, y es*
tas diferencias las encontramos en los géneros, especies y aun
en las últimas ramificaciones de la clasificación animal; así
Broun en su tratado de Anatomía comparada, y al estudiar el
tubo digeatÍTO del hormiguero, que con su pegajosa lengua in-
|;iere eantídadee exorbitantes dic kormigas, señida «ntre mué
Digitized by
Google
" Antonio AlxÉio. II Ul
anexos la presencia de un cierto número de glándulas que se-
cretan un liquido ezcesiyamente alcalino que sin duda tiene por
objeto la neutralización del ácido fórmico.
En todo este grupo el dinamismo neryioso e» simple.
Llegamos ya al ser más perfecto de los que pueblan la tie-
rra, al hombre. £n él el dinamismo nervioso es ps^co-moraly
la necesidad irresistible de alimentarse es muchas veces difícil
de llenar.
Desde que la especie humana existe, es para alimentarse
para lo que ha desplegado gran parte de su actividad y de su
inteligencia.
Cuando dirigimos una mirada retrospectiva sobre la histo-
ria de la evolución de la especie humana, y vemos al hombre
combatir en los bosques primitivos contra las fieras salvajes,
para alimentarse con su carne y vestirse con sus pieles; cuan-
do le vemos en los tallos ahuecados de los árboles convertidos
en frágiles barquillas, entregarse á la inmensidad de los mares
y de los ríos, para extraer de su seno los seres que los pue-
blan, y sobre todo, cuando olvidando y desoyendo los gritos de
la naturaleza y del instinto, la madre tierna transformada en
fiera voraz despedaza al hijo, para hincar sus dientes en los pal-
pitantes y sangrientos despojos y saciar así su hambre, enton-
ces comprendemos que esa necesidad es terrible y que el saciar-
la es una condición 6Íne qua non de la existencia humana.
Las frutas de los árboles, la caza y la pesca han sido por
años y años el único alimento del hombre; por eso, en los tiem-
pos primitivos, bastaba un cambio brusco, un crudo invierno
que cubriera la tierra y los ríos de nieve, para que la especie
humana estuviese á punto de perecer, por falta de medios de
subsistencia, pues que los animales huían á regiones inaccesi-
bles; familias, tribus enteras han desaparecido en estos cata*
clismos que hoy ni siquiera sospechamos, y no era sino gracias
á la prodigiosa fecundidad de aquellas razas, como {d venir me-
jores días, los pueblos renacían de aquellos pobres vestigios fe*
nioiaaos.
Digitized by
Google
112 Memorias de la Sociedad Oientífica
Mad llegó un día feliz en que e) hombre supo cultírar la tie-
rra y domesticar animales, y desde entonces data la existencia
de las primeras sociedades y desde entonces también la huma-
nidad se hizo dueña de rus destinos. El crecimiento desmesu-
rado de la población por la rápida propagación de la especie, les
hizo caer en la penuria y les dio á conocer otra triste necesidad :
la de emigrar. Las primeras sociedades fueron tribus nómades
con grandes rebaños que sin rumbo fíjo marchaban á estacio-
narse en cualquier lug^r, hasta que nuevas calamidades y mi-
serias les hacían huir y seguir errantes. Entonces, como ahora,
como siempre, es la lucha por la existencia la que hace que el
hombre abandone el querido pedazo de tierra donde nació.
ISi hace dos mil años los Cimbros y los Teutones abandona-
ban las hermosas riberas del Báltico porque éste, inclemente,
había derramado sus aguas sobre sus campiñas y sus hogares,
haciéndoles poblar el entonces inculto centro de Europa, ahora
de esta misma Europa, culta ya pero exhausta, se desprenden
sin cesar millares de familias hambrientas y tristes pero llenas
de esperanza que vienen al nuevo mundo exuberante á que les
brindé sus frutos á cambio de la civilización que ellas nos traen ;
pero día llegará en que esta misma hoy joven y rica América no
pueda sustentar en su territorio inmenso al hombre tan prodi-
giosamente multiplicado; pero allí está la África, habitada aho-
ra casi en su mayor parte por fieras y hombres, fieras también
y que gracias á los esfuerzos de tanto valeroso explorador, co-
mo Stanley, que han roto el velo que cubría sus fantásticas re-
giones, nos ha demostrado que aguarda su turno para que en
el transcurso de los siglos la humanidad apoye allí su planta, y
ya para entonces también exploradores polares más afortuna-
dos que e} noruego Nowderosk, habrán atravesado aquellas la*
titudes de hielo y de muerte y se presentará á sus ojos un in-
menso oasis con un cielo y un suelo tan sólo comparables por
BU hermosura al cielo y suelo de nuestra tan amada patria.
En esta lenta evolución de la especie humana hay un hecho
Digitized by
Google
"•AntoniA Alnte. n 116
doimDante,* la predominancia de los cereales en la atím^niaotón
del homiNre) pues que si bien es cierto que es omniroro, no e$
menos cierto que desde que sabe cultivar la tierra es por la £«^
milia de las Oramíoeas por la que se ha inclinado, ad<^tando
naturalmetfte las que erati más adecuadas segán el clima y, el
suelo en que yivia*
Entare uosotros el maíz y el trigo fueron las preferidas. Por
esta circunstancia estaban á merced de las malas cosechas» por
vicisitudes atmosféricas ú otras causoS; y como adeosis en B«i-
rofia entera ha reinado, hasta la revolución de 98, la prohibiente
dbeoluta de exportar granos, no sólo de nación á naeiióii, wio
aun de provincia á provincia, y más aún dados los defeeiuoaos
-medios dé eomunieación, nos explicamos ahora el por qué -de
esos años de hambre que oon periodicidad y frecuencia aterra-
doras diezmaron á la Europa, sucediendo á veces que mientvas
que un pMS rebosaba de semillas y ganados el vecino perecía ;
pero las leyes prohibitivas por una parte y la dificultad é» trans-
porte por otra, les impedía auxiliarse. Pero por los progresos
4e la civilización los pueblos se ven hoy libres de los horrores
del hambre; el vapor y la electricidad han empeque&ecido las
distancias y la libertad de comercio extiende sus alas sobre to-
úo el mundo ciyilizado. Acabamos de presenciar que el coloso
del Norte vaciaba sus graneros sobre la faambrieikiá Bü8Í% y
nuestro país está siendo, por sus malas óoaeebaS; un magnifico
mercado á las semillas del pueblo amerteano.
La alimenrtaeión debe ei^v tm relaoióa do solamente con. las
condiciones sociales del individuo, sind también 4<mí el génafo
de tlrabajo y ocupacipnes de éi^te. Ei hombre que se entogue
á trabaos intelectuales necesitará mt^cho más de los pxincipioB
albuminoides que el obrero ó el labrador que trabajan sobre-to-
do con sus músculos, fiay un hecho que no querenCioe pasar pior
alto y que trae consigo un problema económico y social, impor-
tantísimo para la nación -, nos queremos teierir á la aumentación
de naestvos labradores, lia base es el iñaís, el ohiley eLfíijel;
Monorias [x893*93l, T. VI, 15
Digitized by
Google
114 MemorUs de la Sociedad Oientifioa
éste tiene entre sus elementos principios albuminoidee, el maíz
hidrooarbonados y grasosos y el chile es un verdadero condi-
mento. El mísero salario que reciben no les bastaria para su
sabsistencia, si la habitación y el trabajo en el campo, la pare-
za del aire que respiran y la tranquilidad y moralidad de sus
costumbres no contribuyeran de consuno á contrabalancear los
efectos de una alimentación que no vacilamos en llamar insu-
ficiente; en efecto, la compensación es incompleta y allí están
para comprobarlo esas razas cuya constitución raquítica y en-
clenque se acentúa más y más con el transcurso de los tiempos,
haciendo que la cantidad de trabajo que desarrollan sea infini-
tamente menor que la que debieran producir, á ser suficiente
su ración alimenticia, de suerte que los explotadores de este
desgraciado g^mio social reportan las consecuencias de su ava-
rioia.
Sentadas estas consideraciones generales definamos y clasi-
fiquemos los alimentos.
Alimento es toda substancia que introducida al organismo
sirve ó puede servir para la nutrición. Bl alimento es fuerza la-
tente que está llamada á ceder al organismo esta misma fuer-
za, la que se hará patente bajo múltiples manifestaciones.
El proceso químico- vital nutritivo que se produce en la in-
timidad del organismo, tiene lugar principalmente en los jugos
de los tejidos que viajan de célula en célula, y bajo este pun-
to de vista este organismo no es según Arnould, más que una
balanza que fluctúa constantemente entre dos movimientos, uno
de destrueción y otro de reparación.
Se han hecho varias clasificaciones de los alimentos. Unos
los dividen en sólidos y líquidos; otros en temarios y cuaterna-
rios, ambas defectuosas, pues que si bajo un punto de vista fí-
ateo ó químico fueran aceptables, higiénicamente hablando llts
tenemos que rechazar.
Cosa parecida tendríamos que argüir á los que los dividen
«I azoados y no azoados, y tanto máas, cuanto que no es el ázoe
Digitized by
Google
"AnlMiioAlttto.tt 115
lo qne nos serriría para distinguir á algunos como la grasa del
azúcar.
Haj otra clasificación que examinada superficialmente pa*
rece arreglarse perfectamente i la fisiología y que tiene innu»
merables adeptos; divide los alimentos en plásticos y respirato-
ríos. Está basada en un principio falso y no resiste á la expe-
rimentación, pues que ésta demuestra que una serie de animales
de distinta especie, á los que se ministre por único alimento
substancias que los partidarios de esta clasificación llaman plás*
ticos, continúan respirando admirablem'ente.
Por esas razones aceptamos la siguiente clasificación que
resiste á las objeciones que se le han hecho.
Los principios alimenticios se dividen en cuatro grupos pñn*
cipales:
Albuminoides. — Hidrocarbonados. — Grasosos y Minerales*
— Los primeros los subdividimos según su origen en vegeíále$q\iB
comprenden el gluten y la legumina, y ammaiks que encierraá
la albúmina, la fibrina, la caseína, la globulina y la sintonina.
Los hidrocarbonados comprenden el asúcar y Ibm féculas.
Los grasosos la manteca y la mantequilla, y por último los
minerales que comprenden el agua, el cloruro de sodio, los fos-
fatos alcalinos y terrosos, el carbonato de cal y las sales de
hierro.
En cuanto á las substancias alimenticias hacemos de ellas
dos grandes clases:
Animales y vegetales.
De la primera tres grupos: catif^, leche y huevos.
La carne puede ser de mamiferos^ de aves^ Aq peces ó de tn-
vertebrados. Las más usadas de los primeros la dan los bovinos,
ovinos y porcinos; de las aves los gallináceos y palmípedos y
de los invertebrados los moluscos y los crustáceos. Eu el se*
gando grupo colocamos la leche y sus derivados, y en el terco*
ro los huevos, que pueden ser de aves^ de reptiles ó de pesca*
dos, llamáudose en este último caso hueveras.
Digitized by
Google
116 Memorial á^Uk 8ooMid Científioa
La seganda rama comprende loa vegetales, qaeaubdiviJUmos
en cereales, que abrazan el maíz, el trigo, arroz, etc., y sus deri-
vadofl; hfwhhres, que oompreodea las raíces, tubérctUas, pcy^s,
heiMeeaSf hongos jJhUas, f por últíoio los JrtUos que dividimos
en* ^kkeo grupos que son azucarados, ácidos» feculentos^ sstrin-
gentes y aeeitosoa.
lias bebidas deben ser estudiadas muy especialmente en
elhro traba^ y por eso no me ocupo de ellas aquí, no obstante
la gran ionportaneia que tienen en el estudio de la alimentaoi^Oy
asi como tampoco de la legislación Bromatológica, medios de
oonseffvación de loe alimentos y tantas otras cuestiones relacio-
nadas con este estudia, porque me saldría del plan que me he
tiázado ai emprender este humilde trabajo.
Así, pues, reasumiré en forma de preceptos higiénicos, lo
q«ie sea <ie mayor importancia y que nunca se debe olvidar, ma-
nifostando antee que es de la obra del Sr. Profesor I>r- {>. Luis
K Buíb de donde ios he tomado:
1? Debcm temarse alimentos en cantidad suficiente, en ca-
lidad nutritivos y en especie raanados. Después de todo le di-
eho aniedormente, )a necesidad de la alimentación suficiente
noa parece demostrada. Eo pocos días no se notan las conse-
cuencias de la alimentación que no baaba; pero bien pronto se
manifiesta el desequilibrio orgánico, y si tal insuficiencia per-
siste el autofagÍ9mo traerá la inatiioión.
El hombre que comienza á sentir tales efectos busca instin-
tivamente en las substancias de ahorro, como el alcohol, algo
que le mantenga en su trabajo, en una actividad yerdaderamen-
te artificial y ministra á la niáquina humana el combustible que
salve á sus tejidos de la destrucción que la actividad vital pro-
duce. He aquí una de las causas de lo uníversalmente exten-
dido que está el uso de las bebidas alcohólicas y cómo del uso
al abuso se llega fácilmente; éste trae consigo el sinnúmero de
lesiones eirgánieas referidas al alcohoBsmo, y segán dice Lom-
brosse, el aumento progresivo de la eriminaUdadi consecuen-
cias todas de la falta de observancia de este precepto.
Digitized by
Google
" AntOBÍo Alnte. n ^^^
Coa respeto 4 lo nutritivo y variado de ellos^ desden Inego
se comprende que uo todos los alimeatos son igualmente úfixm
en elementos asimilables y por lo mismo trabajará mucho m&8
el organismo para separar estos elementos, en una substancia
que deje muebos residuos que en aquella que sea casi toda asi*
milable; por otra parte, el hombre tiene una tendencia irreí^
tibie i lo nuevo, 4 lo variado ; el estado de salud, la edad, el tem-
peramento, la constitución individual y tantas otras causas nos
hacen teaer preferencia, hoy por tal alimento y maftaaa por
otro, y como 4 la par que nutren deben tambiéa halagar, debe*
mes hacer variadas y agradables las substancias que ingeramos,
2? Deben ingerirse alimentos perfectamente mAsticaclos 6
insalivados, tanto porque una buena división favorece su ata*
que por los liquides digestivos que ulteriormente eiicontrar4ii|
cuanto para favorecer la impregnación por la saliva, iugo di-
gestívo también. De aquí que cuando falten los dientes 4 una
edad en que se necesiten, se debe recurrir 4 los artificiales*
3? Deben tomarse alimentos hasta saciar el hambre, y los
niños deben tomar alimentos con más frecuencia que los adul-
tos, y éstos que los ancianos. En efecu>, el hambre es el mejor
indicador, al estado normal, de la cantidad de substancias ali-
menticias que necesita nuestro organismo.
£n el niño, los alimentos sirven no solamente pasa su con-
servación, sino que también le suministran elementos necesao
rios para su crecimiento; 4 igualdad de circunstancias la canti-
dad debe ser relativamente mayor, y como tiene el estómago
chico y de gran poder digestivo, tiene que ingerir muy repe-
tidas veces.
4? Los niños deben tomar preferentemente alimentos hi-
drocarbonados; los adultos, albuminoides y los ancianos, éstos,
hechos excitantes.
Por sus movimientos vivísimos y continuos, por la pérdida
de calor que sufre por irradiación, y por refrescar su sangre ar-
diente, siente el niño esa inclinación instintiva 4 km dulces y
Digitized by
Google
118 Memorias do I(i Sociodad Científica
frntasy la que no se debe contrariar con el irracional pretexto
de darles substancias que si son muy nutritivas en otra edad, no
son en é^ta de la importancia fisiológica de los hidrooarbonados.
En el adulto, las funciones físicas é intelectuales le piden
substancias adecuadas para reparar las pérdidas que tales fun-
ciones producen; por eso es que la carne, los huevos, las subs-
tancias albuminoides todas, son las convenientes y las que más
apetece.
En el anciano, el tubo digestivo cansado ya y muchas veces
enfermo, necesita algún estímulo que despierte el apetito, á fin
de que ingiera substancias indispensables para su vida y he
aquí la mejor indicación de los condimentos, los cuales obran
ya sea haciendo agradables estas substancias al paladar, ó ya
favoreciendo su digestión por la hipersecreción refleja que pro-
ducen en las glándulas digestivas, sin perjuicio de ser ellos mis-
mos substancias alimenticias que el organismo asimila. Muy var
liados son los condimentos, los pudiéramos agrupar en las clases
siguientes: grasosos, azucarados, salados, ácidos y excitantes.
5? Deben tomarse alimentos condimentados, que no estén
fríos ni demasiado calientes; no deben estar alterados y no se
debe trabajar inmediatamente después de comer.
La experiencia enseña que para digerir bien los alimentos,
deben estar á una temperatura regular y es fácil comprender
por qué.
No deben"^estar alterados, porque si algunas veces la des-
composición, que no es más que la mineralización de la subs-
tancia orgánica, desarrolla microbios que no son patógenos,
otras sí lo son; estas substancias alteradas obran como verda-
deros venenos y sobre todo la cantidad de materia asimilable
es casi insignificante; así es que no imitaremos á algunos pue-
blos de Italia que ingieren algunos alimentos descompuestos.
Con respecto á la prohibición de trabajar después de comer,
sólo diremos que hay un hecho fisiológico perfectamente oom»
probado y conocido ya por los antiguos, y es, que cuando un
Digitized by
Google
•• Antoxuo Alnto. u 119
Órgano trabaja, atrae por decirlo así, la sangre, sin la cual su
fonoión se perturba; por lo mismo, si al aparato digestivo en
plena función le sustraemos la sangre para llevársela á otro ór-
gano, al cerebro por ejemplo, claro está que ni éste ni aquel des-
empeñarán con perfección su cometido y este conflicto se tra-
ducirá, unas veces en retardo de la digestión, otras en falta
absoluta de ésta, y por parte del cerebro en perturbaciones cir-
culatorias de mayor ó menor gravedad.
El reposo después de la comida es una buena costumbre, á
la que tiende el organismo racional, y que tiene el mérito de
ser recomendada por todas las personas que han llegado á edad
muj avanzada, atribuyéndole una buena parte en su conserva-
ción y salud.
6? Se debe asear la boca por laC mañana al despertar y des-
pués de cada comida.
Durante la noche, las glándulas que desembocan en la cavi-
dad bucal siguen secretando aunque con mucha lentitud.
Hay constantemente en esa cavidad innumerables gérmenes,
que con los residuos alimenticios producen una verdadera fer-
mentación.
De manera que estos depósitos que despiden un olor des-
agradable deben dificultar la digestión; por otra parte, después
de las comidas quedan entre los dientes, en las encías é impreg-
nando la cavidad porciones alimenticias que alteran aquellos.
De aquí, pues, la necesidad de obsequiar este precepto y el me-
jor modo de hacerlo es el agua, el polvo de creta finamente
pulverizado, el limpiadientes arredondeado y nunca agudo y el
cepillo blando.
En cuanto á la ración media alimenticia, diremos que des-
pués de muchas observaciones se ha convenido en las siguien-
tes cifras:
Ración de trabajo. — Pan 561. Carne 175, Grasa 83.
Ración de manutención. — Pan 829. Carne 239^ Grasa 60.
Total.— Pan 1,390. Carne 414 y Gra«a 93.
Kénoo, Julio 8 de 1892.
Digitized by
Google
120 Hemorias de k Sociedad Científica
L'AliHentetioii sons le polyt de rae de PHjg^ieiie^
par M. B. Macoiuet.
RESUME.
l>ims ce travail on táohe de démontrer l'action funeste qn'
une alimentation insaffisante exerce sur la constitution, le dé-
yeloppement et les aptitudes pliysiques et intelectuelles du peu-
pie mexioain. II fautsígnaler surtout: l'alcoolisme, né de- la
tendanoe á oompenser par la boisson 1' éxoitant naturel que l'or-
ganisttie humain doit trourer dans les alimentS; d'un cóté, et
de l'autre á empdoher au moyen de l'alcool la destruction des
elementa anatomiques, que sans cette substance seraít f átale
pour les ohangements nutritifs: les affections bépatíques et
gastro-intestinaIes,que jusqu'itun certain pointnous pourrions
placer dans le groupe précedent, produites par I'usage immo-
déré áxi pulque (boisson nationale), la artero -esclerosis a>rec
sea múltiples manifestatiobs; bémorragie cérébrale, anévrys-
meSi eto. Toutes ees affections nous expliquent la constitution
délicate et cbétive des individus de cette race, avec toutes ses
conséquences.
Sons le point de vue économico-social l'étude de 1' alimen-
tation a une importance capitale. Partout, mais plus spéciale-
ment cbez nous, le miserable salaire (de 12 á 23 sous) de nos
campagnards, ne suffit point k pourvoir aux alimenta en quan-
tité convenable (il faudrait en moyenne: pain 1390 gr., viande
414 gr., et grússe 93 gr., calcules comme ration totale de manu-
tention et de travail) pour s'acquitter des labeurs aozquels ne
Digitized by
Google
•• Antonio Alíate, n 1 21
peut resistor leur organisme et que cependant on exige d'eux:
car lear alimentátíon consiste généralement en tartíUa (pain de
maís), haricots et un assaisonnement pnissant, le chile fCapsi-
cum annuum; C. cordiforme; C. violaceum; C. dtdcis; C. arboreum}.
II faut observer, qne les albuminoídes existent en qnantité
si petite dans les haricots, qn'ils ne peuvent absolament pas
repondré aux besoins de l'organisme, eu égard k la moyenne
donnée plus bant, et k laquelle on est arrive par des expérien-
ees qui la font considérer comme indispensable ponr le fono-
tionnement parfait.
Ifexioo, Jaillet 1892.
MeoMriM Ii89a-93). T. VI. 1«
Digitized by
Google
Digitized by
Google
APUNTES
EPIGRAFÍA MEXICANA
JESÚS g'alindo y villa
Sodo de Remero.
CUARTA PABTB.
INSCRIPCIONES DIVERSAS.
CALLE DB LA FQBPEITI7A.
En la casa número 5 de esta calle, y que se baila en el re-
cinto de la ex -Inquisición, existe al pie de la escalera la curio-
sa piedra que hemos copiado en la página 197 del tomo lY de es*
tas Memorias.
La leyenda, como se ha dicho ya, es una de las más claras
que hemos encontrado, perteneciente á la época, no obstante
tener algunas ligaduras y abreviaturas; tiene la piedra una va-
ra de altura por una y media de largo, y á fin de refrescar nn
tanto la áiemoria, reproducimos en seguida la leyenda:
Digitized by
Google
114 Memorias de la Sociedad Científica
goyebnakdo el
Jll" Señor Conde de
Monterrey, stendo Inqvt-
8TD0R EL Señor Lyc."*^ don Ai£ de Peral-
ta QVB AL PRES." A8TSTB SOLO EN EL
Trybtnal de la Jnq.*" por M."*» de la
CrvDAD de México, stendo sv
OBRERO mayor BALTASAR MEXIA
Salmerón ALevACTL Mayor della
SB MBTYO la AGVA EN ESTE*S? OFPJ?
A Til DE NOVYEMBRE DE 1598.
En la casa núm. 8¿ de esta misma calle y perteneciente al
propio ediñcio, donde existen unos baños, hay un pasadizo, en-
trando á la casa, en el fondo y á la derecha: sobre su puerta y
en el muro que ve al Oriente, está otra inscripción grabada en
piedra, dentro de un marco, también de piedra.
Según parece, pintaron sobre ella hace algún tiempo, per-
diéndose la inscripción; tal Tez rasparon después las letras para
hacerlas aparecer; pero no se consiguió reconstruir el primer
renglón, desgraciadamente.
Lo que pudimos entender y sacar de allí, es lo que sigue:
nerálem HispanuB Inquisitionem
. . . ,xmo. D. J), JRaytnundo áb Arse
et hanc mexicanam J), D, Prado Alfaro et Flores
procurantibtis
Custodia ista pene coUapsa/uU AmpUori
pólitiorique forma r^ecta: et publica ins-
pectioni esí^posUa. Anno Domini MDCCCIII
et Pontificatus Pii VIL IV Quinto Jdus Decemhris.
Digitized by
Google
"Antonio Alxate.» 125
Por fortuna esta inscripción la encontramos restanrada en el
Semanario Político y Literaria qae se publicaba en México en
1820. ( Véase en el tomo I, pág. 103, el curioso articulo que trae
acerca de la Inquisición ).
Según Temos allí, la lápida que hemos copiado hallábase co-
locada en la puerta de entrada al patio de las prisiones, y mi-
rando para éste. £1 primer renglón de la leyenda decían
Carolo IV et Alotsia Regibus:
la primera palabra del segundo renglón, es:
generakm
y la primera del tercero es:
JExmo,
La versión castellana de lo que allí dice, es ésta:
c Reinando Carlos IV y Luisa; siendo inquisidor general de
Elspaña el Excmo. Sr. D. Ramón de Arce, y de México los Dres.
Prado, Flores y Alfaro, esta cárcel, que se hallaba casi arruina-
da, se reparó y mejoró, habiendo quedado abierta por algán tiem-
po para que el público la reconociese. Día 9 de Diciembre del
año del Señor, 1803, y el cuarto del Pontificado de nuestro San-
tísimo Padre Pío VIL»
Copiaremos á continuación la lápida que se encontraba en
el arco de la escalera, suponemos que en el patio principal, mi-
rando hacia dentro:
Siendo Sumo Pontífice Clemente XII; rey de Es-
paña y de las Indias Felipe V: inquisidores ge-
' merales sucesivamente los exmos. señores 2>. J%tan
de Camargo^ Obispo de Pamplona^ y D. Andrés
Orbe y Larreategui, arzobispo de Valencia: in
quisidores actuales de esta Nueva España los se-
ñores lies, D. ^edro Navarro de Isla^ D. Pedro
Anselmo Sánchez de Tagle, y 2>. Diego Mangado
y ClavijOf se comenzó esta obra á cinco de di-
ciembre de 1732 y se acabó en fin del mesmo (sic)
me^ de 1736 años á honra y gloria de Dios,
y Tesorero D. Agustiin Antonio CasiríSo
y (Mantés.
Digitized by
Google
I2d Memorias de la Sobiedad Científica
' El Sr. D. Francisco del Paso y TroDco&o, nos comunicó la
noticia siguiente relativa á una piedra que existió en el mismo
edificio de la Inquisición, piedra que hoy para en poder de un
particular.
Consta de dos caras*, teniendo la piedra de espesor seis cen-
tímetros; en su mayor largo I" 16, y de ancho 1"05.'
En el frente se lee ésta inscripción :
D. O. M.
Siendo Ijíqvisidores Apostólicos
DE ESTE TrIBVNAL DEL S.'~ OPPICIO DES-
TA Nyeva España los myy Illvstres
. . .ORES Doctores Domingo V
. . . ssAS T Argos, D. Fran.** de Estra
Y Escoyedo, D. Iv? Saenz de Mañozca
Lid? D. Bernabé de la Higyera y Amari-
lla Y Fiscal el S.**» D ~D. Anto? díj Gavió-
la SE ACABÓ esta FÁBRICA DE CÁRCELES
Secretas, para terror de la Heregia
SEGYRIDAD DE ESTOS REYNOS Y HONRA
DE Dios 1 los 27 de Setiembre de 1646.
He aquí ahora la descripción de la cara posterior:
Arriba se encuentra la imagen de la Virgen^de Guadalupe
con gran corona, todo de alto reitere. La figura está rodeada de
17 rayos á la izquierda y de 18 ¿ la derecha; descansa la ima-
gen sobre una luna con puntas vueltas hacia arriba, y sobre los
hombros de un ángel Debajo está un escudo sensiblemente cir-
cular, de alto relieve, cuya periferia está formada de ésferitas
realzadas. Dentro del campo circular se ve arriba^ un ángel ten-
dido horizontalmente hacia übajo, con una mano libre, empu-
ñando con la otra una espada: sobre el dorso se nota una cruz
Digitized by
Google
» Antonio Alnte. m 127
coronando un hemiisforio. IJl peo(xo del ángel descansa sobre la
cimera del escudo^ la cual tiene 6 los lados dos relieves en for-
ma de flor, de los cuales suben dos hojas dé palma rodeando
hacia arriba al ángel y á la<5Ímera. Debajo de ésta se ve un es-
cudo doble, como tangente el de la derecha al de la izquierda;
y en cada escudete dos fteÑCoiones, una 'Con dos ramas crucifor-
mes y otra con relieves, que en el de la izquierda (arriba), se-
mejan tres granadas; llevando el otro (abajó), otros tantos bo-
tones de flor. De suerte que las ramas cruciformes están, las
de la izquierda, abajo; las de la derecha, arriba.
^^^^»^^^^^^'»^^»^>^^^^v\»><»^'
AOUBDUOTO DE LA TLAXPANA.
Este acueducto, que antes tenninaba en la calle de la Ma«
riscala, se cotnenzó bajo el gobierno del Virrey D. Juan de
Mendoza y Luna, Marqués de Montes claros (1603 á 1607), con-
cluyéndose en 1620; correspondiendo al término de la obra, la
lápida que se halla en el Museo.
£1 acueducto constaba de más de 900 arcos de mamposteria
y ladrillo, en una extensión como de seis kilómetros. En 1852 se
comenzaron á derribar, para ampliar la avenida, prosiguiéndo-
se la destrucción en 1871^ hasta Buenavista. En 1879 se conti-
nuó el derrumbe hasta San Cosme, y por último, á mediados
del año 1889, se logró despejar hasta la garita de la Tiaxpana.
Tenía este acneducto^ entre otras inscripciones, dos: una,
en la fuente llamada de la Tlaxpana, y la otra en algún tramo
de estos arcos.
La primera, que nos lá proporciona el Sr. Orozco y Berra,
y á su vez el Sr, Mañero, decía:
Digitized by
Google
1 28 Memorias de la Sociedad Científica
Betunando en las Españas la
católica y m. Magestad del 8r. D.
Felipe T que Dios guarde y Gober-
nando en este Beym él lUmo. y
Excmo. Señar Dr. Dan Juan Antonio
Visarron y Eguiarreta Arzobispo
de la Santa Iglesia de México
Virey, Gobernador y Capitán gene-
ri4l de la Nueva España y
Presidente de la Beal Audien-
cia se Bedificó este Tramo
de 27 arcos y se hizo de nue-
vo esta fuente enq.co^ el
ag^, a, de mai? de 1737.
La segunda inscripción, que es posterior á ésta, la publicó
el Sr. Rivera y Cambas, en su México pintoresco, tomo I. Decía:
Beynando en las Es-
pañas la Cathólica
Mag. del Bey
niro. Señor D. Fhdipe V
el animoso que Dios guar-
de, Crovemando esta Nue-
va España el Exmo. Sr. Conde
de Fuendara, siendo supe-
rintendenie Juca, Conserva-
dor de propios de la No-
hüisima Ciudad de México el Se-
ñor Don Domingo IVespálaeios
y Escandon CavaU^ dd Orden
de Santiago se reedificaron estos
setenta y siete arcos, los guaren-
ta y dos al Oriente y los trein-
ta y dneo al Poniente.
Año de 1745.
Digitized by
Google
"JUtooM Abata. M lU
BX-COLEOIO DE SAN PEDBO.
(Contiguo al Templo d« la Santísloia Trinidad).
Este edificio es bajo y colocado al costado Norte del templo
cuya fachada antiquísima; cuajada de labrados, es de estilo chu-
rrigueresco.
^obre los frisos de las ventanas, y á lo largo de otro que oo-
Tria sobre ellas, leíanse estas palabras :
80LIS ORTÜ USQÜB ÁS> OCCASSUM LAUDABILE NOMBN DOMINI.
PSALM 112 y 3.
Abajo:
BáXCTVS DKUS, SaKCTUS FOBTIS, SaKCTÜS IMHORTAIíIS, Misxbsbk NOBI8.
Ocupaba una parte de aquel edificio una escuela para pár-
vulos, á cargo de la Compañía Lancasteriana.
Al entrar por la puerta principal descubríase en el fondo,
sobre una pared y arriba de otra puerta, una lápida de mármol,
como de una vara de longitud por media vara de latitud. Sobre
la lápida pudimos leer esta curiosa leyenda:
La Sala i>is Juhtas bx la Ilustre Abchioofradía ss la Bbatísima Taihxdao
BB Hizo SnVDO PRIMIOIRTO BL EXMO. Sb. Dr. D. ALONSO NufiKZ DK HaRO T PbRAL-
TA DXL COHSBJO DB S. M. DIGNÍSIMO ARZ0BI8t>0 DB M¿X100 CaBALLKRu GRAH CrüZ
Prelado bb la Rbal t distinguida Orden Bspaüola db Garlos Tbrobro k.
0UARDXAN MA70R XL SiCKoR MaRQUKS DHL VaLLB DE LA CoLINA MoNTBRO DBOÍ-
XARA DB S. M. MaBSTRABIB DB RONDA SeSOR DB LA TORRB DB ESOALBRA T Sb-
ORBTARIO DB CÁMARA DB ESTA RbAL AudIXNCU. TbSoRBRO D.
ANTONIO Anpbadb Aloaldb dbl Gbxmio D*
MaNTIBL Ck)RRALB8 T VbBDOR D" 81JCBON
DXLOADO. Sb OOHOLUTÓ T B8IBB-
Nó ASO DB 1798.
Memorial [i89«-93l. T. VI, 17
Digitized by
Google
lio Memorias de I* Sodedtd Científica
Esta piedra se halló colocada en un lagar muy malo, donde
apenas había luz; y solamente pudimos leerla, poniéndonos á la
altura de la lápida-
El edificio se reconstituyó en Febrero de este año (1892), pa-
ra instalar allí una escuela nacional.
PORTAL DB AGUSTINOS.
La leyenda que á continuación se inserta nos fué proporcio-
nada por nuestro buen amigo el Sr. D. Rafael Soto; la cual le-
yenda encuéntrase (cubierta por un escaparate de madera) en
el vértice del ángulo que forman los portales de Mercaderes y
de Agustinos, al costado occidental de la gran plaza de Armas.
La inscripción dice :
El conbento (sic) JK. de 8N.
augustin cuyo e$ este po-
rtal tiene ^^uioria (sic) del supe-
rior gobierno de esta nueba (sic) españapara
qe, no se pueda por. caxon (en) esta es-
quina. Año de 167$.
El portal que nos ocupa es hoy uno de los más grandes ade-
fesios que México posee : la destrucción de aquel lunar, tan cer-
cano á la plaza principal de la Ciudad, será costosa, pero indis-
pensable y necesaria para la belleza del sitio, requerida ya por
el gran movimiento que el kgar posee, y la rapidez con la cual
México á diario se hermosea.
Digitized by
Google
"ABioikMAltalt.1. 111
BL PABLAN.
' Célebre edificio situado en la Plaza de Armas, frente á la
Diputación. Se comenzó en 1696 y se acabó en 19 de Abril de
1703: saqueado en Diciembre de 1828, se mandó demoler por
decreto de 27 de Junio de 1843, empezándose el derrumbe lá
noche del 31 de Agosto por los presidiarios, más seiscientos hom-
bres. Tomamos al pie de la letra la parte relativa á las inscrip-
ciones que tenia el edificio en sus ángulos y en las comisas de
las puertas, y que publicó el Sr. Orozco y Berra en su artículo
Ciudad de México, del " Diccionario de Historia y de Geografía.''
*^ En la esquina que mira al Portal de Mercaderes y Dipu-
tación, se halla grabado lo que sigue:
FBBNTB AL POETAL.
ETNANDO LA CATH
Carlos n Y GorenaN-
ent>0 Correa. D. Carlos
FÉBNTE A LA DIPUTACIÓN.
MAGES TD
Con DE DE Ga
g ^ |D (Lo que sigue no se entiende).
Ujs B- (Ídem ídem).
DEL Posso se hizo esta Pab'
Que iDeo iexecutó el Cap. D. P DRO Ximenez 3)E los Co-
bos Reor. I Obr» MB AÑO 1695.
^^ En la esquina que mica 4 la Santa Iglesia Catedral j Por-
tal de Mereaderes lo signientoe
Digitized by
Google
182
HemoriM de )a Sociedad Científica
FRENTE A CATEDRAL
BEYNANDO LA C
MA
Con
DEL
Carlos II. Y Govern.
Siendo Corregí D
T DE N. R. Y. S. D
e Galve estos R'
i
8
I
^ i
■ j»
d
8
1^
_08e hizo esta Fa (lo que sigue no se entíetide).
Que IDEO iexecutó el Cap. D. P JDRO Ximénez DE los Co-
bos ReGr. I. Obr? MR AÑO 1695.
" En la esquina que mira al Palacio Nacional y Santa Igle-
sia Catedral, se halla grabado lo siguiente:
FRENTE k PALACIO.
Govern.
Montañés
del posso q
Oupo VI
po esta qua
do yi dea d
II
FRENTE Á CATEDRAL
DOCT D. luán
endo Correg' DO
Pedro Ximénes d
á 8
9ueo (y otra letra que no se entiende).
TRIST4ÍV
obos (ídem no se entiende).
Regidor de esta Ciudad y su Obrero nudori Año de 1896.
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. » 188
"Y para que conste, pongo la presente en la Ciudad de Mé-
xico, 4 catorce de Agosto de mil ochocientos cuarenta y tres.
— Antonio Pintos, notario público. — Nota. Las letras que en es-
te documento aparecen impresas con cursira, están reunidas en
el original; por ejemplo la A y la N de la palabra Tristan, en la
sexta inscripción.''
Además de este interesante artículo del Sr. Orozco y de
otras Tarias noticias acerca de este edi&cio, puede consultar el
lector: ''Colección || de || Documentos Oñcialos || relativos á la
construcción y || demolición del Parián, || y á la propiedad || re-
conocida é incontestable || que tuvo el Escmo. || Ayuntamiento
de México II en aquel edificio. || Se imprimo por acuerdo de la
misma Corporación. || México. || Impreso por Ignacio Cumplido,
calle de los Rebeldes ném: 2 || 1843.— En ^^ con XXVII pági-
nas de exposición y notas. Sigue una lámina representando la
Diputación y un costado del Parián ; más 97 páginas; fol. sep.
conteniendo 18 documento8.^
HOSPITAL R-RlATi.
Uno de los más vetustos edificios que se hallaron consagra-
dos á la beneficencia pública* Nuestro amigo el Sr, González
Obregón, en su México Viejo^ proporciónanos curiosas noticias
acelrca del edificio mencionado, y entre otras, nos da asimismo
á conocer la siguiente Real cédula por la cual mándase estable-
cer el Hospital, por los motivos que se expresan y demás cir-
cunstancias. Dice el Documento : ^
"El Príncipe. — Presidente é oy dores de la audiencia real
de la nueua España: á nos se ha hecho relación que conuiene
y es muy necessario que en essa ciudad de México se haga un
1 JíéBk» F»e/o, pági. 77 á 70.
Digitized by
Google
IZi MomoríaK do Ift Sociedad Científica
hospital donde sean onrados los yndios pobres que allí oonrren,
que dizque acaecen venir de fuera muchos dellos, y del trabajo
del camino adolecen, y que también hay muchos de los naturales
en essa ciudad que quando enferman no ay donde sean cura-
dos; é que para que tuuiessen donde se aluergar oonuenía mu-
cho hazerse el dicho hospital y proueer de lo que f uesse menos-
ter para la sustentación de los pobres del, é me ha sido supli-
cado lo mandasse proueer, ó como la mi merced f uesse; é yo,
acatando lo susodicho y el seruioio que á nuestro Señor se hará
en ello, Ji auido por bien de mandar hazer el dicho hospital: por
ende, yo vos mando que luego que esta veays, proueays cómo
en essa ciudad, en la parte que os pareciere m&s conueniente,
se haga vn hospital para los yndios pobres dessa tierra, en la obra
y edificio del qual se gasten de penas de cámara dessa Nueva
España dos mil pesos de oro, é no hauiendo penas de cámara
de que se poder hazer, se gasten de la hazienda real de su ma-
gostad, para la sustentación de los yndios pobres que en dicho
hospital viniere; ca nos por la presente mandamos á los oficia-
les de su magostad dessa nueua España, que con libramientos
vuestros y con el treslado de esta mi cédula sinado de escriua-
no público, paguen los dichos dos mil pesos para la dicha obra
y los dichos quatrocientos pesos en cada vn año para la dicha
sustentación; y que por nuestra voluntad es que el dicho hospi-
tal sea de patronazgo real, vos mando que hagays para ellas or-
denanzas conuinientes, proueays como se guarde y cumpla, y
embiareys vn treslado dellas al consejo real de las yndias para
que vistas se confirmen ó se prouea lo que más conuiniere; y
siendo el dicho hospital tan conuiniente, es justo que se dé or-
den como se acabe de edificar y se pueda bien dotar, embiamos
heys relación particular de lo que faltare para acabar el tal edi-
ficio y de dónde se proueerá y de dónde y cómo se podrá dotar
el dicho hospital para adelante; y de lo demás que cerca desto
os paresciere que deuemos ser auisados, para que visto todo se
prouea lo qne paresciere conuenir.
Digitized by
Google
» Antonio Ahato. m l^&
"Fecha en la villa de Madrid á diea y ocho diaa del mes de
Mayo de mil é quÍDÍentos á cinquenta y tres años. — Yo el prin-
cipe,— Por mandado de su alteza, Francisco de Ledesma.^
El mismo Sr. González Obregón en sn citada otra página
84, añade: *
"Como único recuerdo del célebre Hospital, hemos encon-
trado en la parte interior del arco del centro que mira hacia el
Poniente, la siguiente inscripción, que consta de tres renglones:
Rbynando El Sr. Dn. Fbbnando VIL y siendo Virrey el
' Ex. Sr. Conde de BeBillaGigedo se bncabGo || desTa
OBRA EL 8R. CONTADOR DN. JO6EPH DE OaRCSNAS ADMINIS-
TRADOR DESTE OSPITAL REAL. || Y SB EMPEZÓ EN EL AÑO DE
1753 Y SE aOaBo sn el de 1754.
AOUBDUOTO DB BBIj6n.
Partiendo de Chapultepec, terminaba en la fuente colocada
en la plazuela del Salto del Agua. Con el objeto de hermosear
aquel rumbo, se ha derribado la arquería comprendida desde el
último punto mencionado, hasta más allá del lugar donde se
halla situada la garita que conduce á la Piedad. Sólo queda en
el Salto del Agua la bella fuente queeirné de término al acue-
ducto. Tiene' ésta dos lápidas de mármol, que refieren la histo-
ria de la arquería del modo siguiente:
Digitized by
Google
isa Memorias de la Sociedad Científica
Lápida del Norte :
Hernando la
Cathólica Magestad
del Sr. D. Carlos Tercero
Que Dios guarde, siendo vir-
rey, Oóbemador y Capita Ge-
neral desia N. E» y Presidente
de su Bl. Audiencia el Ezma, Sr,
Bayliú Frey D. AnUmio María de Bucardi
y Urstta, CaváUero Gfá Cruz
y Comendador de la ^Tecina en él Orde
de San Juan, geniühommbre de la Cáma-
ra de S. M.con entrada, tmteU gene-
ral délos reales exérciios. SiédoJuez
Conservador de los Propios y Benfas
deestaN. C. el Sr. JD. Miguel de Acedo del
Consto de S. M, y Oydoren ella, y siendo
Juez Comisionado el Sr. D. Antonio de
Mier y Terán, Begidor perpetuo de
esta N. C. se acabaron esta Arque-
ría y Caja en 20 de Marzo, de
míX detecientos setenta y nueve.
Digitized by VjiOOQIC .
"Antonio Alíate. I» 1S7
Lápida del Snr:
Se advierte de distan^
da desde la Urna en la Alver-
ca hasta esta caja 4663 j varas
y desde él fuente de Chapulte-
pee 904 Arcos, Y Tiaviendose
hecho varios espérimentos
para dar la mayor elevación^
y mas fuerte impulso á la Agua,
se consiguió el de vara y tres qu-
artas mas de la que al tiempo de es-
ta nueva Arquería tenia siendo assi
que se haülo que los señores €hver'
nadores anteriores la elevaron á la
targeapoco mas de vara. De don-
de se vee que en esta ultima cons-
trucción se ha coseguido llegase á la
de dos varas, y tres quartas de al-
titud mas de la, que en su origuen (sio)
tubo, presediendo (como vá di-
cho) varios, prolixos, y esqui-
citos experimentóse
1 Como paréntesis, diremos qne ambas inscripciones estin tradncidaí al f ran-
ees en la obra del Sr. D. Antonio García Cubas: •• Étnde Géograpbiqne, Statittiqae,
Ddseriptiye et Historiqne des titats Uois Hoxieains.n — México — 1889. Bneno se-
rá que las copiemos para que sirvan también de cotejo á las anteriores.
Dioen las Tersiones:
I' Oet aqnédne a été terminé le 20 Mars de 1* année mil sept cent loixante diz
nmd, tona le régne de Sa Hajesté Catholiqne Charles III qne Bien garde, et aona
Memorias Ix89»-93J, T. VI, 18
Digitized by
Google
1^3 Memorias 4e la Sociedad Oientífica
Muy cercana á la garita de Chapultepeo existe una fuente,
entre los arcoSi de estilo churrigueresco; tiene dos lápidas de
mármol, cada una como de una tercia, por media yara: en ellas
están esculpidas estas inscripciones:
Bbt/ en las Es-
pañas LA OATH/
Mag/ del S.» D," Pbb-
HAKDO£Lyi(Q
Dios Q." y e su
nom,» la nueva
Esp/EL Exa*S.vM-
arquez de las
Amarillas, se fa-
bricó ESTA PH/A.
r administr&tion de S. £. Don Antonio Bncareli y ürtua, Yioe-roi, Gonrerneor,
Capitaine general de la NoQveUe Eipagne, et président de l'Aadienoe Rojal, che-
Talier grand-croix et commandeor de TOrdre de San Juan, gentilhomme de la
ebambre de S. M. et lientenant géoéral des arméea; de D. Hignel de Aceyedo, jnge
eonaervenr des biens et des contríbntions de la villa, eonseiller privé et anditeur
prés an conseil de S. M. ; et de D. Antonio de Mier y Terán, joge oommissaire et
regisseor perpétaei de la ville. m
"Le nombre d'arcs des sonroee de Obapultepec au résenroir est de 90i. la lon-
gneor totale de Taquéduc ^st de 4,663 varas (0°*84). Aprés une serie d'expéríen>
ees, cntreprises k Tefifet dlobtenir une meilleure distribution on a dü elever de une
vara trois quarts, l'ancien aquéduc rehaussé par les Gouverneurs antérieurs d'une
yaia au dessus de son anclen niveau. D'oü Ton oroit que Taquéduo actual atteint
míe bauteur de deux vares trois quarts au dessus de son premier niveaa. m
Digitized by
Google
"Afitoftio Alsata. ti
139
2»
Siendo Jvkz sü-
pebin," de las o-
bbas de tabgeas y
arcos y jvez de
AGUAS, EL Sr D." Jo-
* SEPH ÁNGEL DE
CVEBAS Y AGVIRR.»
Regidor perpetv.'*
de la nov."^ c." de
MbxiooT
Nótase que no terminaron de esculpir esta última leyenda;
pues la E del vocablo México está á media acabar, lo mismo que
la Y siguiente.
Don Agustín de Ahumada y Viilalón, Marqués de las Ama-
rillas tuvo á su cargo el gobierno de la Nueva España de 1755
& 1760.
Recorriendo el acueducto, desde Ghapultepec hacia Belén,
nos encontramos casi frente á la finca conocida con el nombre
de ''Casa Colorada," una lápida alta, embutida en un estribo.
Dice:
Prosigüio esta Obra
DE ESTE Arco D, Gaspar
Hurtado de Mendoza re-
gidor Decano desta No-
bilísima Ciudad Año
DE 1764.
Digitized by
Google
1 iO Hemoríai de la Sociedad Científica
Cerca del lugar donde se bifurca la yia férrea que por allí
pasa, y que conduce al depósito de los ferrocarriles del Distrito
y á Tacubaya, encontramos en la clave de un arco, la fecha:
1768,
probablemente en la onal se acabó aquella obra, no entendién-
dose lo que «licen otras letras que aparecen borradas.
Siguiendo el acueducto hacia Belén^ y sobre un estribo, es-
tá otra lápida de mármol blanco, en la que se lee:
Hernando la Catho't Mag^ de el 8. D. Carlos
III íq, D. G,J y siendo virrey ChvJ y Cap^ Gen}
de esta N. E, el Exmo. SJ Frei J)."* Antonio María
Bucareli y Vrsita Caballero de él Orden de
S."^ Juan Comendador de la Bóveda de Toro
en él mismo Ofñ. Then,^ Gen} de los B.* Exercitos
i él Sr. Oidor D, José Bodriguee del Toro del
Cfm, de Cálfifrava Juez Super,^ Conservador
de Propios y Bentas de esta N, C. y D. Antonio
de Mier i Terán Beg}"^ Perpetuo Juejs sup}*
de esta Arquería, Se acavo Perfecta este Puente
del Sig}* tramo á fin de Maio 1772 a.*
Desde este lugar se hace visible la numeración de los arcos
sobre las claves ; estando la lápida citada precisamente entre los
arcos marcados con los nums. 565 y 566. Hasta el lugar donde
empieza la calzada de la Piedad, se contaban 633 arcos, hacien-
do todos un total de 904, como ya se ha leído en la primera do
las inscripciones copiadas.
Véase, entre otras cosas, la Memoria para la Carta Hidrográ-
fica del VdOe de México^ por D. Manuel Orozco y Berra, etc.
Digitized by VjiOOQIC
" Antonio Alnte. n 1^1
mSORIPOIONBS DB LA ¿POCA
DEL SEGUNDO CONDE DE REVILLAGiaBDO,
Tomamos de las ''Noticias de MéxicOi" por D. Franoisco
Sedaño, tomo U, páginas 137 y siguientes, las importantes ins-
cripciones que á continuación se copian:
^^ Lápidas de la entrada dd Paseo de HeviUagigedo:
En el feliz reinado del Augissto Sr. Don
Garlos IV, gobernando estos dominios el
Exmo. Sr. D. Juan Vicente de Güemes, &.
&• virrey, gobernador y capitán general
de esta Nueva España, presidente de
real Audiencia &. Institutor del buen
orden y policía, y promotor especial
de las obras públicas."
''Otra lápida puesta en frente dice:
"De aquí á la garita de la Viga
1859 varas: de aquí á la garita de
la Candelaria 1016 : de aquí al puen-
te de los cuartos 310: de aguí á la
Calzada de la Piedad 1108: de a- '
quí á la garita 2726 (son 7655 vs.)'^
"El Paseo y tramo del Puente de los cuartos á la calzada de
la Piedad se hizo de nuevo, lo demás se reparó y compuso, y
también la calzada de San Antonio Abad. Esta digresión no es-
tá puesta en la lápida."
. Digitized by
Google
Ht Memoríat de la Soo¡ed«d Oientífioa
"Lápidas de las cuatro fuentes ó aequbto-
NES DE agua de LA PLAZA KA70B.
En la de /rente á Catedral:
''Reinando felizmente el Sr. D. Garlos
IV y siendo virrey el Exmo. Sr. D. Juan
Vicente de GHiemes Pacheco de Padilla,
conde de Revillagigedo, se rebajó
esta plaza en los años de 1790 á
1793, se construyeron sus cuatro fuen-
tes, se rebajó también, redu joya-
domó el atrio de la Santa Igle-
sia Catedral, y se concluyó y
hermoseó su fachada."
"En la de frente de la puerta principal de Palacio^ con in-
clinación á la puerta de la cárcel de corte:
''El año de 1790, reynando felizmen-
te el Sr. D. Garlos IV, y siendo virrey
el ExmcSr.D. Juan Vicente de Oüe-
mes Paéheco de Padilla, conde de Be-
villagigedo se estableció el alum-
brado general en las calles de es-
ta ciudad, y los útilísimos guarda-
faroles que los cuiden y de la se-
guridad pública."
''En la de frente de la puerta que llaman del virrey, desde
el afio de 1790 al de 1793:
Digitized by VjiOOQIC
«'Antonio Alttto.rt' Ut
"En el peinado del Sr. D. Carlos IV
hallándose encargado del gobierno de es-
te reino el Exmo. Sr. D. Juan Vicente
de Pacheco Padilla, conde de Bevilla-
gigedo se levantó el plano de ésta
Giudadi se colocaron azulejos en to-
das sus calles y plazas expresan-
do sus nombres, se numeraron las
casas, se marcaron las accesorias,
se pintaron las fachadas de mu-
chos edificios y se estableció la
limpieza general,'^
''En la que estuvo en la entrada por las casas de cabildo:
''En el feliz reinado del Sr. D.
Carlos rV, y gobernando esta Nue-
va España el Exmo. Sr. D. Juan
Vicente de Güemes Pacheco de Padi-
lla, conde de Revillagigedo, se
hicieron en las principales calles
de esta ciudad, desde el año de 1790
al de 1794, 545,039 varas cuadra-
das de empedrado, 16,535 de tar-
gea, 27,317 de banqueta, colocan-
do las cañerías debajo de ellas,
formando y ordenando las plazas
del mercado.'^
Estas fuentes fueron más tarde demolidas: en su lugar se
construyeron otras; pero las lápidas, como siempre, desapare-
cieron en manos destructoras é ignorantes^
Digitized by
Google
144 Momorutfi -do la^ooiedad Científica
Seguimos copiando á Sedano:
"Frente á la entrada dd Foseo, frente á San Femando:
{ i DOKDB sor BSll LA EffT ATüA BCVBITRB DI CaELOS IV ! )
''Se hizo esta calle de árboles á costa
de la Nobilísima Ciudad, y se abrió co-
municación desde San Fernando al
paseo de Bucareli, reinando el Sr. D.
Carlos IV, y siendo virrey de estos rei-
nos el Exmo. Sr. D. Juan Vicente de
Güemes Pacheco de Padilla, conde de
Revillagigedo, en el año de 1794."
"En la fuente que estuvo frente de la horca de la Acorda-
da, en el puente llamado de Ojalá:
"Reinando felizmente el Sr. D. Car-
los IV ( que D. G. ) y gobernando el
Eixmo. Sr. D. Juan Vicente de Güemes
Pacheco de Padilla, conde de Revi-
llagigedo, se hizo este paseo lla-
mado de Ojalá, desde la Acordada
hasta la Arquería, á costa de l6s
fondos de la nobilísima ciudad,
año de 1791. '^
Digitized by
Google
•• Antonio Al^te. u 145
"Eñ la que estuvo en la esqulua de la Tlaxpana:
"Reinando el Sr. D. Carlos IV (q.
D. g.) y gobernando el Exmo. Sr.
D.Juan Vicente deüüemes Pache-
co de Padilla, conde de Bevilla-
gigedo, se renovó y empedró este
paseo y calle de la Tlaxpana
á costa de la nobilísima ciudad;
año de 1791. >^ .
"En la del arca ohato, á la entrada de Chapultepec, yendo
por la Verónica:
"En el feliz reinado del Sr. D. Car-
los IV, y gobernando esta Nueva Es-
paña el Exmo. Sr. D. Juan Vicen-
te de Quemes Pacheco de Padilla,
se hizo este paseo llamado de la
Verónica, costeado del fondo de la
lotería auxiliar, destinado para o-
bras publicas, en el año de 1792.''
"Al empezar la arquería del agua que viene de Chapultepec:
"En el año sexto del feliz reinado
de D. Carlos IV, Rey de España y de
las Indias durante el gobierno del
Exmo Sr. D. Juan Vicente' do Quemes
Pacheco de l'adilla, conde de Re-
^ tillagigedo, virrey de esta Nueva Es-
paña, se construyeron ésta casa ^
y acueducto subterráneo por la di-
rección de D. Juan Damián Or-
tiz, arquitecto de la nobilísima ciu-
dad, año de 1793."
McBonu [tl9s*93l> T. VI, 19
Digitized by
Google
\i$ Memorias de ^SoeiedA40i6ntifiea
'' En C^ultop^, al empezar el ea|iiÍA9 para 7aoHlt>ajfi, que
yaá Tolaca:
'^Aíio de 1793. Reinando felizTBepte
el l^r. D. Garlos lY siendo virrey el
S^^mo. Sr. D, Juan Vicente de Que-
mes Pacheco de Padilla, conde de Be-
yillagigedo, se dio principio en el mes
de Noviembre á este camino de Mé-
xico á Toluca, cuya latitud es de
catorce leguas, disponiendo se tomase
á réditos, sobre el pago que debe es-
tablecerse, el caudal necesario para
tan digna empresa, que encargó fd
coronel D, Bernardo Bonavia, corre-
gidor de México, y á la dirección
de D. Miguel Mascaró, ingeniero
ordinario de los reales ejércitos. ''
"En la fuente de la plazfi de Santa Catarina Mártir:
- "Reinando el Sr. D. Carlos IV y go-
bernando el Bxmo. Sr. O. Juan Vi-
cente de Quemes Pacheco de Padilla^
conde de Bevillagigedo, se fabricó
ésta fuente, costeado de los fondoá
de la lotería au&iliar, destina-
dos para obras páblioaa. Año de 1791.''
Digitized by
Google
«AnÍófrióAltaite.ii í^
PUENTE DB SAN lIzABO.
En la garita de este nombte, al Oriente de la Ciudad, y so-
bre el canal de desagüe, existe un puente de mamposteria, don-
de eomienza el antiguo camino pnra Veracruz.
Á ambos lados tiene sus bardas, también de maroposteriai
y en ellas sendas lápidas. En la que ve al Sur, j que es de már-
mol, fefdTe'ndo cómo una vara y tercia, por vaVáy media, ha'bía
unaa letras metálicas incrustadas; las huellas se conservan per-
fectHmente, al grado de poderse leer sin gran dificultad loque
Mí dice/ aun cuando la piedra está un poco deteriorada; y sería
de desearse que documentos tan curiosos para nuestra historia,
fueran cuidadosamente conservados, por hallarse expuestos a
desaparecer, por desgracia, en tiempo no muy lejano. Tenemos
motiumentos como la curiosa fuente del Salto del Agua, que se
hallan muy abandonados, rodeándoles asquerosos desechos y
maltratados por la ignorancia estúpida del vulgo. La inscripción
á que nos hemos referido antes^ dice lo siguiente:
MÍfeXIOO á 9 DB DiOIBMBRX
AWDBir96;
Bv isn nAMntWnn-^ietcaBákB. Bk¿ OvkpüBÁlfdií lAí^itt hbuiá N. 8.
Había Luisa dk BodBdn" sb oolocIÓ la BSfiírDA xqubstbb db N. A.
XOXABOA OaBLOS IV. BN LA PLAZA XATOB DB B8TA CAPITAL T Wt DIO
PBIVOIPIO i B8TB OAláBO LLAXADO DB LUISA «OB 8BQU1BÍ SAffPA
Vbbaobuz paba pbiboipiar bl oombboio t la ooxodidad p^buoa
PBOMOÜIO TAN IMFORTAITTB
OBRA AL RBY T AL BBTMO
DBSBADA POB MÍS DB DOS SIGLOS
BL ACTUAL BXMO SbÍÍOB VlBBltT DOK MlQUEL LaOBUA
ÉAB4«$Wl>«^^BBA%CIfOKlB'&. tk, iU
INSIGNB PBOfffiOTOEDB CAMINOS
BNOARGA^DO LA BZBCÜCION DB BSTfr
AL B."- TÍÜBüií^L ¿BL CÓlíSÜLAlk) ¿B ÍC. B.
morDO Fbxob t CÓbsulbb los tíiioitA dob Abtobio db Baíbooo, Dob
BoDBioo SjMSÉIIt}YÍ: MUSfttf^CNrrtÉBlta di Labbaí
Digitized by
Google
148 Memorias de U Sociedad Científica
La otra lápida pequeña mira al Norte, y en ella se lee:
Reparado
POR EL MlNlSTErtlO DE FOMENTO
1879.
PLAZA DEL BX-MBBOADO DEL "VÓLADOB."
Situada al costado Sur del Palacio Nacional, y al frente de
lá Ex-Universidad. La primera piedra del mercado la colocó
solemnemente el general Santa- Anna, la tarde del 31 de Di-
ciembre de 1841; más una inscripción, que al deeir de Carlos
María de Bustamante en su obra *' Apuntes para la historia del
Gobierno del general D. Antonio López de Santá-Anna, p&g.
30, era la siguiente:
Pr<eclarus Milicia Itepublique (sic)
Dux
Et Ltbertatis et Becoris Patrim
Fundamenta possit
Antoniüs López de Santa- Akna
Ann. M.DCCCXLI
Bustamante traduce así la inscripción :
El ilustre Jrfe del ^iército
y
Be la Bepública
Antonio López de Santa^Anna
En él año de 1841
Puso los fundamentos de la libertad de la
Patria
f desús iibras de ornato.
Digitized by
Google
"Antonio Álzate, n 149
El 15 de Febrero de 1890 quedó suprimido dicho mercado,
con beneplácito de la cultura de nuestra Ciudad; Pf^partiéndose
los vendedores, en los mercados de la Merced, San Juan, Lo-
reto, etc. Actualmente construye en la plaza mencionada el
Ayuntamiento^ un suntuoso edificio, cuyo destino ignoramos
todavía. £1 ala NO. del mercado del Volador, se manddderri*
bar en Febrero de 1892.
CASA NUM. 3 DB LA CALLE DB SAN AGUSTÍN. .
Aquí vivió el sabio y benemérito Bailón de Humboldt, que
tanto contribuyó al desarrollo de nuestra Historia, pero espe-
cialmente al de nuestra Fauna y Flora, acompañado del insig-
ne naturalista Bonpland»
En la fachada de la casa hay una lápida de mármol bl^noo,
colocada en el entresuelo^ y en la cual lápidaí con grandes ca-
racteres, se lee:
A LA MEMORIA
DE
ALEJANDRO DE HÜMBOLDT
que vivió en esta casa» en el año db 1803.
En el centesimo aniversario de su nacimiento
Los alemanes residentes en México
Setiembre 14 de 1869.
Digitized by
Google
190 MemoríM á$ k SoeMad Oientífiea
MUSOO NACIONAL.
En )a parte superior de ta puerta de entrada k etáé e«iabl€i*
einíentOy se ha pueste á descubierto rdcieateaiente la tkfstámat-
te inscripción:
Rbtvavdo bv las EspiiAs La 0. M. dvl S. D. Fhklipb V.
8IBVDO VlBBRT DI E8TI BVO IL Ex.»* S. * D. JUAH DI AoOÍA MaKQUI^
DB Gasa Fubbtb sb dio fbivoif? a bsta R*- Obra t sb aoabo a bl sb?
nXO MBS DB tu PALLBCIM^ 0OÜER NABDO EL Bx.n<»S. D. JUAN AbT? ViB
BABBOB ABlPa YlERBT T EXimOIilfDV DB SoPtldttBB
DBVTB JUBZ PriUATIOO DB BSTA R. O ASA BL 8. D. JuSKPB FraBZ VbI
tía LtBAOB DBL OoHSBJO DB Sv MaQBSTAD T SU OtDOR DBSTA RbAL
AtíDOiroiA káo DB ICD.OC.XmV.
Eh' el eeii4lro< de^ esta ínscfripeióti habfo tm escudo dtf imims
reales con atributos de España y de loa antiguo» tfiesicanos^ cu-
j0 ^icud^ fué destruido según presutnitAos k couseeuencia de
una ley promulgada poco después de la Independencia, <|ue
mandó borrar todos los escudos de armas- reales' espaftela^'^
las fachadas de los edificios públicos y particulares.
Digitized by
Google
~i~>i~x>in>"ii^ii^ij>rijfi j"i urt^Lit ' ?i ', "i ^'^T ^'^.^"1^ — ' ' ~.~ " ~
LAS RUINAS
DBL
CERRO DE QUIENGOLA
En el Distrito de Tehuantepec ( E^tatjo de Oaxaca)
por el Ingesiero
<W>i^V%«\«NMA^W'V%A^«^S/«A^W>«/V%^\^
(Nfti prtiMtadt por •! todo Guillermo B. y ñigt en le tetlftn del 6 de Noytenbre do 1892).
{JLjLBAt^JL III)
Al Poniente de la Ciudad de Tehuantepec, en la ribera de*
^^hfik del ifÍQ del mi^mo y en {rento del pueblo de la Mixtequilla;
9^ l^Yi^nta en rapidÍHÍma. pendiente, hendiendo su oima entre las
Qub^Si el cerro de Quieugola^ ,
A pri ampios de Octubre del aAe próximo pasado, el 8r. Tri-
nidad de U Sancha» organizó una expedición á dicho cerro para
-visitar las ruinaa que en él exiat^i formada por el citado señor,
los. Si?es. Adelaida Ca.rlas, Nabor García, el que suaeribO) nn
CaiSi pii^pogr^itovado p<ur U. Sü^ V* Joana Romeroy tres peoMa
qm ^<Ht^i||n, \m vÍT^JPe«*
Digitized by
Google
152 Memorias de la Sociedad Oientífica
.Habiendo salido de Tehuantepec á'las cuatro de la mañana,
llegamos á las seis á la magniSca posesión que cerca de la Mix-
tequilla tiene D* Juana Romero; una legua más adelante va-
deamos el río, y á las ocho y media nos hallábamos al pie del
cerro, en donde dejamos los caballos para poder continuar nues-
tra ^pedición. ,
La vereda que seguimos, abierta con anterioridad por peo-
nes dirigidos por nuestro guía, es en extremo escabrosa. Des-
pués de trep horas de camino llegamos -til lugar que representa
el plano. Al pie del fuerte instalamos nuestro campamento y
desde allí, abriendo brecha por entre la compacta vegetación,
llegamos á. varias de laa construcciones. Aludía siguiente^ coo-
tinoamos nuestra ex peitición al cerro del Ocote. Después dé una
caminata sumamente penosa, llegamos á la cima que está á 800
metros sobre el nivel del mar. Allí experimentamos una tem-
peratura sumamente fresca que hacía contraste con la ardien-
te de Tehuantepec á que estábamos acostumbrados. Después
de almorzar, excurnionamos por diferentes lados buscando al-
gunas ruinas de que se tienen vagas noticias; pero la vegeta-
ción por una parte y por otra la lluvia que amenazaba caer, nos
impidieron seguir nuestras investigaciones y sin lograr el ob-
jeto que nos proponíamos, volvimos á nuestro campamento al
terminar el día. Como la lluvia se habíii estacionado decidimos
volver á Tehuantepec después de tres días de permanencia en
el cerro.
Los datos tomados en esta expedición, son los que m^ han
servido para formar el presente plano. Tomados con cinta en
un terreno cubierto de vegetación y con las incomodidades de
la lluvia, carecen de exactitud ; pero dan una idea muy aproxi-
mada de la situación é importancia de las construcbiones.
Según los pocos datos históricos que existen^ en el último
tercio del siglo XV, la altiva raza zapoteca cansada del yugo
que le impusiera la imperial Mexitli,' rompió ntis cadenas en
unión de los Mixtecas y fortificada en este cerro resistió el eúi-
Digitized by
Google
"Antanio Alttie." 153
pnje y rechazó á las soberbias huestes de Ahuizot, homillando
el orgullo de la Boma del Nuevo Continente.
La historia pasó desdeñosa junto á aquella lucha de titanes
7 ahora, entre los descendientes de aquella raza indómita, sólo
algunas leyendas fantásticas recuerdan las hazañas de sus ma-
yores.
El cerro, rodeado por todos lados de escarpadas rocas, pa-
rece forjado por la naturaleza para atalaya de la libertad. En
las pocas partes por donde podía ser accesible, levantaron los
zapotecas formidables trincheras que el tiempo ha respetado.
Tres hileras de éstas, escalonadas á distintas alturas hasta lle-
gar á la meseta, hacen del lugar una fortaleza inexpugnable.
Muralla de piedra caliza y basáltica de seis metros de ancho y
de uno á cuatro de altura rodea la ultima meseta, cuya altura me-
dia es de 250 me^s sobre el nivel del mar, y tiene rellenas las
cañadas con grandes piedras hasta formar una superficie enare-
nada con suave declive hacia el SE., en la que se levantan mu-
dos y sombríos, desafiando á las edades, los monumentos que
dejaron los guerreros. A un metro de profundidad se encuen-
tran en la muralla criptas que aún conservan el osario de los
▼alientes que murieron en el combate. Por todas partes se ele-
van muros de piedra y argamaza y pequeños miradores cilin-
dricos y octogonales. Al Sureste, formando triángulo estraté-
*gico, oprimen el suelo con su peso tres formidables fuertes en
cnya cima, que hace extenso terrado, aun existen los muros de
tierra cocida que formaban las habitaciones de los generales.
Al Oriente, al pie de enhiesto pico, se levanta gigantesca pirá-
mide truncada que recuerda las colosales construidas por los
Faraones y las de Teotíhuacán y de Gholula, amplia y magnífi-
ca escalinatia descendiendo por el mismo rumbo, termina en bien
nivelado patio; en frente, otra escalinata más empinada, da ac-
ceso á un torreón asentado sobre las rocas como nido de águila
caudal.
El panorama que desde allí se observa es indescriptible.
MenoriM [1899^], T. VI, 20
Digitized by
Google
154 Memoríts de la Sociedad Científica
A más de 200 metros abajo, casi á plomo, pasa encañonado
el río ¿e Tehuantepec, yendo á extender su cauce en frente de
la Mixtequillaj sigue serpenteando entre praderas siempre ver-
des, atraviesa la ciudad que le da su nombre, retratando sus
edificios, 7 va lentamente á morir al Océano.
Al Noreste, el valle como un mar de verdura, se extiende
sin ninguna ondulación y va á desvanecerse en las faldas de la
lejana cordillera. Las aldeas blanqueando entre los penachos
de las palmeras, el humo de las cabanas disipándose como lige-
ra nubécula, el camino de fierro y los caminos carreteros como
red tendida sobre el campo, forman conjunto magnífico y en<
cantador.
Al Este se ve perfectamente marcada la costa que, 6 termi-
na suavemente para recibir las caricias del Océano, 6 introdu-
ce brusca sus abruptos peñascos para detener el empuje de las
olas que los adornan con espuma nivea. A lo lejos, como espe-
jo de plata, se extiende el lago superior, separado del mar por
angosta faja de tierra; más allá la tersa superficie del Océano
y después la azulada faja de la cordillera perdiéndose entre va*
porosos celajes.
Al Sur, el mar inmenso, el horizonte confundido con el cie-
lo, el espacio que abruma al pensamiento
¡ Cuántas veces al contemplar este paisaje, los jefes de los
sitiados reforzarían su patriotismo y su amor á la libertad !
La naturaleza va posesionándose de la obra del hombre; los
vegetales hendiendo sus raíces en los muros tienden á destruir-
los; en los sitios que hace cuatrocientos años resonaron el grito
del combate y los cantos de la victoria, sólo turba el rumor del
viento y el ruido que hacen los reptiles -entre la hojarasca.
La vida de los pueblos como la de los individuos consta de
recuerdos y esperanzas, formando aquellos las premisas para
el porvenir, siempre que los factores no hayan tenido grandes
variaciones. Por eso todos los pueblos procuran la conservación
de los monumentos que les legaron sus antepasados, 'que son
Digitized by
Google
•> Antonio Alsate-n 1^^
las páginas vivientes de su historia y en torno de los cuales se
reúnen en los días aoiagos de la^ patria para cobrar como Anteo
nuevos bríos y resistir los embates de la suerte.
Méjcico debe conservar los monumentos como el de que se
tra<ia; pues no son el producto de una raza extinta que sirvan
meramente de curiosidad, sino la página escrita por una raza
amante de la libertad y del trabajo, cuyo vigor latente espera
la voz de un mesias que la levante y la haga entrar en la comu^
nión de las razas viriles á que pertenece*
Sobre las ruinas grandiosas del antiguo Egipto so asientan
los aduares de las tribus nómadas por cuyas venas ya no corre
ni un corpúsculo de la sangro de los Faraones, y el viajero se
detiene á preguntar á los esfinges la historia de la humanidad
y no la historia de una raza que no existe. Pero sobre las rui-
nas que existen en el vasto territorio mexicano, aún late el co-
razón de razas aletargadas pero no destruidas. Despertar estas
razas, ponerlas en aptitud de luchar en el campo Sel trabajo con-
tra las hordas llenas de codicia que la Europa arroja sobre nues-
tro territorio, tal es el deber de todo buen mexicano.
La posición geográfica de México le augura en porvenir no
lejano un puesto prominente en la escena del mundo; pero ¿se-
rán las razas hijas de México las que representen el principal .
papel f ¿No seguirán siendo parias á quienes se arroje un men-
drugo del banquete con que la naturaleza les brindaraf México
al llegar al lugar que le corresponde, ¿podrá llamarse mexicano
Problemas son estos que se resolverán según la atingencia de
los gobiernos y las miras de los ciudadanos pudientes.
Conservar todo lo que pueda recordar la grandeza del pue-
blo mexicano, conservar y hacer progresar la raza que forma
su principal elemento, es lo único que puede darle personalidad
y constituir una nación autónoma y viril. De otra manera, ten-
dremos un vasto mercado en el que cada cual procure sacar el
mejor partido; pero no una raza que apoyada en sus tradicio-
nes trabaje de consuno buscando un porvenir brillante.
Digitized by
Google
156 Memorias de la Sociedad Científica
Ojalá que estas consideraciones surgidas ante las grandio-
sas ruinas del Cerro de Quiengola, encuentren eco entre los bue-
nos mexicanos.
México, NoTÍembre de 1892.
Digitized by
Google
L^8
ESTRELLAS FUGACES
DB 23 DB NOVIBMBBB DB 1892
POK BL rRortsoK
Socio HoaaorasLo.
A las 9 pm. del 28 de Noviembre de 1892, hora de las ob-
senraciones meteorológicas, buscando si había nebulosidad me
encontré con que habia una verdadera lluvia de estrellas fuga-
ces. Como JO sólo era insuficiente para contarlas, me auxilié
con mi pequeña hija Ana. Ella veía del Norte al Sur y yo del
SuT al Norte, En treinta minutos contamos cuatrocientas, y con
el fin de cerciorarme si ella no exageraba el número, pues que
contaba m&s de las que yo, fui á ocupar su sitio y me persuadí
da que contó bien, sino que ella veía á la región en donde eran
más numerosas. No estaba á nuestro alcance todo el hemisfe-
rio Norte que era en el que se presentaban y por lo mismo, sin
duda, dejamos de contar el número verdadero.
Se veían seguir todas direcciones, teniendo por centro un
Digitized by
Google
158 Memorias de U Sociedad Científica
amplio espacio del cielo, pero pudiendo estrecharlo con decir
que principalúaente entraban por Andrómeda y que de allí irra-
diaban al lugar donde se hallaba Júpiter y á Casiopea, Pléyades,
Orion, Cuadrado, etc., etc. La mayor parte, 6 á 7 sobre 10, ca-
minaban de NNE. á SSW.
Deben haber penetrado poco en la atmósfera según se infie-
re de lo corto de sus estelas y de su duración.
No permitiéndome mi mala salud libertad en mis acciones,
suspendí la observación; pero á las 10 horas 30 minutos la re-
petí por una ventana que ve al Sur y vi que la lluvia continua-
ba con la misma intensidad.
Por esta circunstancia, y porque al día siguiente el Sr. Pro-
fesor Frumencio Oalván me comunicó exprofeso que cerca de
las 12 pm, contó 170 en diez minutos en la región de Orion, así
como porque hay que añadir las que no estuvieron á nuestro
alcance (casi del cénit al W.), creo que por lo bajo cayeron á
1,000 por hora.
Ningún bólido sé yo que se haya visto esa noche, pero en U
del día 25 hacia las 9 pm, pasó uno del E. al W. con color y es-
tela verdes muy acentuados, visto por mi buen amigo el Sr. D.
Jesús Fernández.
Si referimos ahora este acontecimiento á otros anteriores,
resulta que se verificó á los 32 años 3 y medio meses de otro
análogo. En efecto, me refiero al de la noche del 9 y madruga-
da del 10 de Agosto de 1860, visto por dos ejércitos contendien-
tes : el de GU)nzález Ortega y Doblado, y el del general Miramón ¡
aquel en la loma de las Ánimas y éste en toda la parte N W. de
los egidos de Silao. Entonces fué tanto ó más abundante el nú"
mero de exhalaciones, según las noticias que me dieron ; aun-
que me inclino á lo segundo, pues ahora me dice el Sr. Ealalio
Gasea que duró el fenómeno todavía la noche del 10 después de
la batalla* Otra oircnnstanoia digna de atención cita este señor
Digitized by
Google
•> Antdaio Alíate, u 16d
j 68 que aquellas igualmente puede decirse á las de ahora, caían
de Norte á Sur, lo cual tiene que ser verdad, pues esto me re-
cuerda las interpretaciones que á esta dirección dieron los sol-
dados aquella vez: los situados al Norte la vieron como propi-
cia, y al contrario los de Silao: para aquellos el cielo venía en.
su auxilio, y para éstos el cielo los tiroteaba. Creo, pues, que
en ambas ocasiones la dirección ha sido del Norte al Sur pró-
ximamente. Volveré á tocar este punto.
Este período de 82^ años se aproxima mucho á otros obser-
vados hasta ahora: los habitantes de Cumaná presenciaron el
mismo fenómeno en 1766; después A. de Humboldt y su com-
pañero Bonpland vieron allí mismo el de 1799; en seguida vie-,
ne el descrito por el Profesor Olmsted, de Newhaven, de las
noches del 12 y 13 de Noviembre de 1833, y luego el pronosti-
cado, digamos así, por el astrónomo Olbers para 1867 y que tu-
yo lugar en 1866. Por estas fechas vemos que el fenómeno se
hA presentado en América en periodos de 33, 34 y 33 años. Aho-
ra ^1 presente, como acabamos de ver, muestra un período de
32^, pero que no forma con aquellos la misma serie puesto que
aquellos años son 1766, 1799, 1833 y 1866 y los que ahora estu-
diamos son 1860 y 1892.
Sabido es que el P. Angelo Secchi observó el del 27 de No-
viembre de 1872 en Roma, en el cual en siete horas y media
contó 13)892 exhalaciones, pero tampoco con este año forman
los nuestros el tal período.
Parece, pues, que el repetido período de los 33 años no exis-
te. Si reunimos todos estos acontecimientos en su orden crono-
lógico, los períodos que resultan no tienen, efectivamente, nin-
guna regularidad, pues son así : de 33 años, 34^ 27, 6, 6 y 20.
Por lo que respecta á la intensidad del fenómeno, se tendrá
idea por la comparación con lluvias anteriores que han pasado,
como sigue: '
Digitized by
Google
100 , Memoríat de k Sooi«^ Científica
La de 1766 según los cnmanenses fué igual á la posterior
de 1799.
Esta de 1799, de ella dijo Bonpland que en la noche del 11
al 12 de Noviembre no había en el cielo un espacio de tres ve*
oes el diámetro de la luna sin alguna exhalación.
De la del 13 de Noviembre de 1833, Olmstod, de Newhaven,
hizo subir á 200;000 las caídas de la noche del 12 al 13.
Las de 1860, vistas a<{iií la noche del 9 y madrugada del 10
(y la del 11 según el citado arriba Sr. Gasea) fué de muchos
miles según los datos que tuve y que se recuerdan todavía.
La de 1866 consta que fué abundantísima á varios observa-
torios europeos.
En la de 27 de Noviembre de 1872 ya hemos dicho que el
P. Secchi con sus ayudantes contó 13,892.
Pues bien, la de ahora, 1892, teniendo en cuenta que no con-
tamos las de todo el espacio del cielo y además que la observa-
ción no fué hecha en la madrugada, que como es averiguado es^
la hora del máximum y comprobado aquí el 10 de Agosto de
1860, resulta que ha sido por lo menos de 12,000 en esta noche.
Lo expuesto muestra la desaparición del periodo de los 33
años y confirma la observación de Olmsted de ser el mes de No-
viembre el más frecuente para el máximum de estrellas fuga-
ces: más en efecto que en Diciembre, Abril y Agosto.
Llamamos ahora la atención respecto á la dirección de la
may^ria. Se ha asentado fundándose en el estudio de las que
caen, no solamente en estas lluvias sino en las de noche á no-
che, que la dirección más común es de E. á W. y que es casi
igual el número de las que caen de S. á N. al de las de N. á S.
Hemos dicho que las de 1860 y ahora las de 1892 en su mayor
número han llevado la de N. á S. Añadiremos ahora que el Ob-
servatorio Meteorológico Central acaba de publicar que el Sr.
Pascual Borbón, de Taoámbaro, en la noche del día 4 de este
Digitized by
Google
" Antonio Álzate, n 161
mismo mes contó en la primera media uocbe 825, siendo la di-
rección de la mayoría del Norte al Sur ( nosotros hemos fijado para
las de aquí casi la misma: NNB. á SSW.). Estos hechos deben,
pues, modificar aquella conclusión asi como á la teoría con que
se explica por qué la mayoria vienen del Cste. Es, pues, de de-
searse que se tomen en consideración estos tres hechos.
Se dice por algunas personas que las vefan de distintos co-
lores : no se los negamos, aunque no fueron notados por nos-
otros, porque estando más generalmente admitido que son cuer-
pos como los bólidos ó aerolitos y manifestando éstos (en su
forma anterior) tales coloraciones, la verde principalmente, bien
pueden aquellas presentarlas y no ser visibles para todos en ra-
zón de la debilidad de su luz por la grande altura en que se pro-
duce: en efecto, se sabe que después de las mediciones hechas
por Brandes y Bezemberg, las de Alejandro Hersohell, y las del
Prof. Newton, de Newhaven ; el P. Secchi obturo como altura
media 120 kilómetros en la entrada á la atmósfera y 80 en la
salida; dije mal, debo decir para el principio de su aparición' y
para el momento de su desaparición. Son, pues, considerables
estas alturad. Ahora, puesto que la intensidad de la luz decrece
en razón del cuadrado de la distancia, es muy posible que este
gran decrecimiento sólo se afecte á las retinas muy sensibles.
Por cuanto al color rojo no será extraño que sea efecto de reac-
cián, quiero decir, que tras de la impresión del color verde vi-
niera el complementario, el rojo, en cuyo caso es mera ilusión.
Es, pues, también de desearse que la observación compro-
bara tales coloraciones pues que ellas añadirían otra pirosunción
más á las que nos dan á creer en la identidad de naturaleza de
las estrellas fugaces y los bólidos ó aerolitos,
Memoiiat [i99»»9z\, T. VI, 21
Digitized by
Google
1 02 Memorial de U Sociedad Oientífiea
Terminemos ya. Sabido es que la velocidad de estos cuer-
pos por su frotamiento en la atmósfera á la cual penetran, cru-
zan y las más veces abandonad, los calienta, los hace luminosos
y que dejan igualmente luminoso al trayecto recorrido, y que
aquella varía entre 12 y 70 kilómetros por segundo.
De la de las actuales estamos en imposibilidad de decir cuál
fué, encontrándonos desprovistos de todas especies de medios
para averiguarla y solamente para consignar lo que vimos, dire-
mos que aparentemente tenían una misma velocidad, que su
duración apenas llegaría á 2^' y, en promedio, los arcos serian de
40 ó 50 ^ Pero no se dé mucho mérito á estas apreciaciones que
á ojo no pueden tener exactitud, ni mucho menos cuando la vis-
ta tenía que andar yendo y viniendo de uno á otro puqto del
cielo y cuando mi salud alterada no me permite sostener la mi-
rada hacia lo alto.
Deseamos que las presentes observaciones sirvan para au-
mentar la lista de los datos que se coleccionan para el estadio
emprendido de las estrellas fugaces.
Una palabra más. Al escribir estas líneas no nos abandonó
el recuerdo de nuestra exhalación fiiagna perdida cuando la in-
tervención francesa: del gran aerolito de Charcas, el más colo-
sal de los 300 recogidos y descritos, de aquel que con su peso
de 780 kilogramos, sus 100 centímetros de alto y 50 de ancho,
figura hoy en el Museo de Historia Natural de París; pero que
en este momento ya no es verdad lo que de él dijo Camilo Flam-
marión: ''o'est la plus colosale des pierres tombées du oiel et
oonnues jusqu'ici C'est un échantillon respectable du
monde qui nous l'a ezpédié.'' No, ya no es verdad; tengo en mi
mano un pedacito del que pasa en el Ferrocarril Central para
México y que valúan su peso en unas 15 á 20,000 libras, |6912
& 9216 kilogramos! Este es un respetable ejemplar del mundo
que nos lo haya enviado.
Silao, 9 de Diciembre de 1893.
Digitized by
Google
LA MORTALIDAD EN LEÓN
rOR BL ntoFtsox
:M:.^x&x.A.3sro Ta^aj^i^
Sod0 iMocnrio» Director de la Escuela de lai trucdón Sectmdaria y áú Obtenratoñ»
Meteorológico de León.
(TaAnLIN^ IV).
Contando ya oon datos ciertos respecto de la mortalidad en
León, durante unos yeintinneve años, hemos formado los cua-
dros adjuntos sobre los que intentamos hacer algunas conside-
raciones*
Desgraciadamente para que nuestro trabajo fuera del todo
útil i la estadística, carecemos de dos datos esencialísimos, y
sou el censo de nuestra población y el diagnóstico exacto de la
cansa de los fallecimientos; sin embargo, si en cuanto á lo pri-
mero no podemos hacer hipótesis alguna, creemos que en lo se-
gundo no iremos del todo descaminados, contando con los datos
que algunos médicos amigos han tenido la bondad de comuni-
camos, tenemos también una falta en nuestros cuadros y es el
número mensual de las defunciones durante los primeros cator-
Digitized by
Google
1 04 Memorias jdft la Sooie^lad Científica
ce años del periodo examinado; no obstante el promedio de los
últimos quince años nos acusa esa marcha mensual con gran
exactitud, pues como puede observarse no hay año que discre-
pe, á no ser el año de 1888, en que por causas bien conocidas la
máxima se adelantó á Junio.
De las curvas formadas (Lám. IV) con sus resultados se
desprende que tenemos en el número total de defunciones, ocho
máximas 1865, 1872, 1876, 1879, 1882, 1885, 1888 y 1892, sien-
do la última la máxima maximorumj ocho mínimas en 1864,
1869, 1873, 1878, 1880, 1883, 1886 y 189Í, correspondiendo la
mínima minimorum á 1869.
Dedúcese también de la curva que la mortalidad, aunque
con sus variantes, ha venido constantemente aumentando sin
bajar á las mínimas del primer decenio.
Si el censo de la población hubiera aumentado, el hecho se-
ría fácilmente explicable; pero si continuara el mismo que en
ese decenio, el resultado sería fatal, y fatalísimo si, como real-
mente sucede, ese censo tiene una diminución.
Tratemos de explicar ó más bien de dar las causas que, en
nuestro concepto, hani venido á aumentar, en su carrera gene-
ral, el número de defunciones.
Cuatro son esas causas:
1 * 2ki extensión de la población hacia el W.
2^ La tala de nuestros tosques.
3* El aumento de depósitos de agua en las haciendas^ ranchos y
terrenos que circundan á nuestra ciudad; y
4' Xa existencia de un pésimo albañal.
Sábese perfectamente que al NW. de la ciudad se encuen-
tran extensos pantanos á las inmediaciones del parque Manuel
Gronzálezj que hacia eso^ rumbos tienen asiento principal los
depósitos de basuras y desechos do toda lá población, pasando
por esos mismos lugares el arroyo ó arroyos que llevan las ma-
terias fecales que en ellos se tiran; así que aumentando el nú-
mero de habitantes hacia esa parte de la ciudad, permanecen
Digitized by
Google
•• Antonio Álate, h 1^
más tiempo bajo la acción de los miasmas deletéreos, producto
de los desechos referidos.
Es evidente que de quince ó veinte años á la fecha se han
talado los bosques que cubrían las serranías que por todo el
NW., N. y NE. limitan nuestro valle, de una manera inconsi-
derada y sin poner los medios adecuados para reponer lo que
se destruye en arboledas; siendo también evidente que desarro-
llándose más y más cada día el cultivo de trigos, cebadas, elto.,
etc., ha aumentado también inconsideradamente lo que se lla-
ma tomas de agua para utilizar el precioso líquido en los riegos
indispensables para el crecimiento, maduración, etc., de esas
semillas.
Pues bien, si ños fijamos un poco en las condiciones de nues-
tro valle y sobre todo en la rotación y dirección de los vientos,
encontramos que durante los meses de Octubre á Diciembre y
de Enero á Abril dominan los que vienen del NNW., que atra*
vesando hoy un terreno sin árboles, no se cargan de oxígeno
como antes sucedía; que siendo Vientos fríos para nuestra loca-
lidad, pasan rasando la tierra y arrastran, al atravesar los pan-
tanoff del parque y los basureros y arroyos de esos rumbos, to-
dos los gérmenes que producen las enfermedades infecciosas y
palúdicas que reinan en ese tiempo, quedando así claramente
explicada la existencia del ^ifo, entre nosotros, en los meses de
invierno.
En el resto del año soplan como dominantes los vientos del
E., NE. y S. con sus derivados, dando por resultado que si el
aire no se purifica atravesando grandes arboledas, en cambio e$
caBonte para nuestra localidad y por tanto de absorción, no
arrastra los elementos patógenos que no encuentra á su paso
y por consiguiente disminuyen con él los padecimientos infec-
ciosos.
Creemos dejar ya probada la perniciosa influencia de las dos
primeras causas indicadas.
Veamos el efecto de la tercera: La época de los riegotr de
Digitized by
Google
106 MomorÜM d« Ift 8oeí«dad Científica
los sembrados de trigoSi cebadas, eto,, es en Octubre^ Noviem-
bre, Diciembre y Enero, de manera que la parte de terreno que,
por el escurrimiento del liquido, va quedando descubierta, su-
fre los efectos de las fermentaciones que, por su esparcimiento
en la atmósfera, dan lugar á las enfermedades palúdicas bajo
todas sus formas y que desgraciadamente se han hecho endé-
micas entre nosotros; asf que aumentando esos vasos ó tomas
se ha aumentado también uno de los orígenes del paludismo.
Quédanos por examinar la cuarta y última causa; construyó-
se no ha mucho tiempo un rudimento de albañal que no respon-
de ni en lo más mínimo á las reglas más triviales que presiden
á la formación de esos canales de desecho, dando por resultado
que no teniendo ni la forma, ni la inclinación convenienteSi es
más bien un foco de insalubridad; tiene su respiradero general
en lo que se conoce con el nombre de cárcel y forma una espe-
cie de chimenea cuyo ^ tiro se hace del lugar por donde debía
descargar á aquel por donde debía comenzar, produciendo el
que haya una constante emanaíción de elementos deletéreos que
recibe una aglomeración de individuos que se encuentran en el •
centro mismo de la ciudad.
Además, examinado dicho albañal en algunos puntos, se ha
encontrado que como no tiene la inclinación debida, no hay co-
rriente y se ha azolvado por completo, formando las infiltracio-
nes producidas un terreno fangoso y pútrido en todo su derre-
dor y que sólo queda separado del piso por una ligera capa de
tierra seca; de suerte que esto viene á aumentar sus malísimas
éondiciones haciéndolo otro centro de insalubridad. Deberemos
agregar que la cañería que trae el agua potable del ojo de agua
que está en el parque Manuel González, á las fuentes públicas,
es de barro muy poroso y corre casi paralelamente, en un largo
trayecto, al albañal, del que está separado por pequeña canti-
dad de tierra vegetal: i no pasará algo de las infiltraciones del
primero al segundo! Bien sabemos que el agua es uno de los
mejores vehículos para la propagación de los gérmenes que oo-
Digitized by
Google
"Antonio Álate, n 107
munican las enfermedades infecciosas; no olvidemos el recien-
te 7 tristísimo ejemplo de Hambnrgo en la última invasión del
cólera, cuyos males aún sufre y no lamenta con la eficacia de
que es capaz.
Como todas las causas coexisten con el aumento de morta-
lidad, creemos que queda clara y suficientemente probada nues-
tra hipótesis.
Estudiemos ahora la marcha mensual de la mortalidad: la
encontramos mínima en Febrero, aumenta con lentitud en Mar-
zo 7 Abril, rápida en Mayo, quedando casi estacionaria en Ju-
nio para elevarse rapi^ísi mámente en Julio y en Agostó, decre-
ce con igual rapidez en Septiembre, con lentitud en Octubre,
máa lenta aún en Noviembre, disminuyendo más en Diciembre
y Enero, para caer á su mínima que, como queda dicho, tiene
lugar en Febrero.
Si echamos una rápida ojeada á los cuadros producidos por
la Oficina del Registro Civil y tenemos en cuenta las indicacio-
nes de nuestros médicos, vemos que la mortalidad en los meses
de Mayo á Agosto es sobre todo de niños, dominando entre ni-
ños y adultos las enfermedades de las vías digestivas, quedan-
do para los meses restantes las pulmonares, palúdicas é infec-
ciosas; y sin embargo observamos que las víctimas de estas úl-
timas no son el mayor número.
Conocidas las causas, despréndense desde luego los reme-
dios; persuadidos estamos que éstos son obra de tiempo, de di-
nero y buena voluntad; pero mientras más tiempo transcurra
para su ejecución, más, también, tendrá que pasar para gozar
de sus beneficios.
Muy ligeramente hemos fipuntado las principales causas del
aumento de defunciones en León, desentendiéndonos intencio-
nalmente de las demás que para ello pueden influir, porque al
lado de las asentadas, nos parecen de poquísima importancia.
¡Ojalá que nuestros apuntes sirvan para emprender trabajos de
importancia en la materia I i Ojalá que apreciadas las causas se
Digitized by VjOOQIC
1 ^ Memorias ^t la Sociedad Científica
remedien los males y que dos haya tocado la suerte de poner el
dedo en la llaga! ¡ Ojalá, por fin^ que dentro de diez ó doce años
que alguno vuelva á estudiar el asunto, encuentre remediados
los males y presente á León como una ciudad modelo por su
higiene.
U6ú, Enert 26 de 1698.
Digitized by
Google
"Antonio Alnte. n
lé»
O
P5
3
O
»-t
M
M
»
O
M
I
O
EH
r=)
Ha
<1
M
P
O
M
I
O
M
^
M
<1
O
EH
P
a
o
QQ
O
.1
O
<5
I
00 *-•
s;
l^ lí^ CO CO r^ 5^
00 CO ^ ^ 'íí* CO ^¡^
*
4
IC
O
t^
á
oí
O
«—1
C^l
CO
00
00
00
1-^
00
o»
O
o>
o>
r-i
00
r-l
r-^
00
00
00
00
00
00
rH
00
OÍ
o
1
.2
S
o
i-«coccQOor^Ci^»-ic^q
*r5^0iooo;Dif5t-OiC<i
oT co' TíT CO* CO* '^" cf cí co' co'
^lOOt-OOOiO'-H
t^t^r^t^t^r^oooo^ —
oooooooooooooooooooo
Sí s
00 00
COt>»COQOCD^N«-iOOO>CO
O^OOOCOS^^CO^'ftíiOíN
cícociffríofp^'c^rcf^cí
QQ
o
oooooooooooooooooooo
o CO
lfí>
r-
a>
d
]
•^
oi
0
o
OQ
<P
fl
S
4>
Oi
a
CM
o
§
0)
3
a
o
o
«4
t^
0^
0
a
o
/ i
Monoriu li89:|»93j» T VI, 33.
Digitized by
Google
170
Memorial de la Sociedad Científica
C^
O
O
HH
PQ
M
P9
O
S «
'^ I
O
g
M
s
P4
o
i
I
J
a
1
i
iODI^O^'^i-HiCíQO'MOCOO>(MC<l
C^^COC^^CaC^^C^^COCOCQ^OCOTÍ^lf5C^^lO
Wi>»ff4Csl'«<í<COCOCOCOCOCOCO»OCOCO
<MTÍiSrH-3iScOCO(MWCOC<l(N(NCO
'ÍO0>C<l50C0OO»OO;$jHgQ0r-¡
o
co
o
X X
co
O)
co
si
00 OD
5
co
• r-l
' OÍ
O)
co
if^CO
OÍ
r -í íH r^ fH iH 1
Digitized by
Google
TEMPERATURAS DEL SUELO
OBSERVADAS BN BL
OBSERVATORIO ASTRONÓMICO SACIONAL DE TACUBAYA
Donato el afto d« 180S, por
BKCAXCADO DBL iSRVICIO MtTBOROLOOlCO BN DICHO OBSBXVATOÚO.
(Nota preitntJida ^r el toólo Agustín Aragón en la leilón de Fobroro 5 do 1893.)
Para el estudie de la temperatura de las capas superficiales
de la tierra, tiene el Observatorio cinco geotermómetros insta-
lados en los sótanos del Departamento de Fotografía Celeste,
á las siguientes profundidades: 3."00, 1~15, 0«70, 0."38 y
0."28.
Dichos termómetros son de la casa de Negretti & Zambra,
7 con el objeto de que al sacarlos de los pozos para hacer la ob-
servación de sus indicaciones no cambien al contacto del aire
exterior, están encerrados dentro de un grueso tubo de cristal
7 los depósitos cubiertos de una substancia aislante.
Digitized by
Google
172 Memorias de U Sociedad Oientífica
Las observaciones pudieron regularizarse de una manera
formal en el mes de Octubre de 1891, haciéndose cada cinco
días á las 2 pm., en vista de que la variación diurna es muy pe-
queña ó casi nula y por consiguiente la marcha de la tempera-
tura sumamente lenta.
En el siguiente cuadro, formado con los valores medios men-
suales, constan los resultados obtenidos durante el citado año
de 1892, y para que se comparen con los de igual período de
tiempo de la temperatura inedia del aire á la sombra, pongo és-
tos en la última columna:
TMipentor»
T«iniwntan del loelo á la profiíndidad d« medlu dd aira
álaiombr».
MESES. 3.-00 I.-IS O.-TO O.-SS 0.-28
Enero 15.3 13.9 13.0 12.6 12.5 11.6
Febrero. 15.1 13.8 13.4 13.1 13.1 13.7
Marzo 15.0 14.0 13.6 13.3 13.2 14.4
Abril 15.0 14.6 14.0 13.6 13.5 17.4
Alayo 15.1 15.3 15.9 16.0 16.0 18.1
Junio 15.2 15.8 16.3 16.6 16.7 17.1
Julio 15.6 15.9 16.4 16.5 16.5 16.2
Agosto 15.7 16.1 16.2 16.3 16.2 15.7
Septiembre 16.1 15.9 15.8 15.6 15.5 14.7
Octubre 16.1 15.9 15.7 15.5 15.5 13.5
Noviembre 15.9 15.6 14.7 14.1 13.9 12.2
Diciembre 15.8 14.7 13.8 13.1 13.0 12.2
Media 15.5 15.1 14.9 14.7 14.6 14.6
A 3 metros de profundidad la variación anual que se obser-
va es de 1.^2, pues la más alta temperatura que se registra es
de 16.02 en Septiembre, y la más baja 15.^0 en Marzo y Abril.
Otra particularidad que llama aquí la atención es el retardo no-
table de dichos extremos. La máxima se verifica dos meses des-
pués de los más cálidos del año ( Mayo y Junio) y la mínima
Digitized by
Google
•• Antonio Alato. n 173
igual tiempo después del mes más frío (Enero), permanecieu-
do invariable dos meses consecutivos.
A I.'^IS de profundidad la temperatura se distingue por los
mismos caracteres que á 3 metros, disminuyendo un poco el re-
tardo. La mínima tiene lugar en Febrero, sube en seguida len-
tamente, alcanza su máximo en Agosto y desciende paulatina-
mente en los meses siguientes. Su variación en el año es de 2.<^3.
A O.'^TO el retardo ya sólo se nota en la máxima, pues tiene
lugar en Julio: la mínima en Enero. La variación es de 3.^.
A 0."*38 y 0.'°28 los extremos de temperatura siguen una ley
más de acuerdo con la media ambiente, pues tienen lugar en
Enero y Junio con una oscilación de 4.^0 y ^P2 respectiva-
mente.
Los valores de las variaciones y sus diferencias entre sí, son
los siguientes:
A3.~00 L02
.... Ll
„ 1.15 2.3
..-. 1.1
„ 0.70 3.4
0.6
„ 0.38 4.0
.... 0.2
„ 0.28 4.2
Se ve, pues, que la amplitud de la oscilación disminuye á
medida que la profundidad aumenta.
Comparando ahora las temperaturas medias de cada profun-
didad con la media del termómetro libre á la sombra, resulta lo
siguiente:
A3.~00 15.05 -14.06 =a0,o9
1.15 15.1 -14.6 ^=0.5
0.70 14.9 -14.6 s=0.3
0.88 14.7 -14.6 =0.1
0.20 14.6 -14.6 =x0.0
Digitized by
Google
174 Memorial áp la Sociedad Científica
De todo lo anterior se deduce que á mayor profundidad, ma-
yor temperatura y menor amplitud en las oscilaciones; que en
la superficie los efectos del calor son más sensibles, pues ya se
ka visto que i 0."^28, 0."38 y 0.""70 la diferencia con la mecUa
del termómetro libre es igual á 0.^0, 0.®1 y 0.^3, y por último
que nuestras observaciones han sido hechas en la zona de tem-
peratura variable.
Respecto del retardo de las temperaturaSi el barón de Hum-
boldt en el "Cosmos, ''tomo IV, pág. 36, dice lo siguiente:
"Se ha observado ya que los puntos situados en una misma
línea vertical, á muy pequeña distancia bajo la superficie de la
tierra, sienten, en épocas muy diferentes, el m&ximum y el mí-
nimum que la posición del Sol y el cambio de estaciones pro-
ducen en la temperatura atmosférica. Según las observaciones
siempre exactas de Quételet, las variaciones diurnas no son sen-
sibles ya á una profundidad de 3 pies y ^. En Bruselas, termó-
metros colocados á 24 pies bajo el suelo, señalaron la tempera-
tura más elevada el 10 de Diciembre, y la máb baja el 15 de
Junio. Cuando los preciosos experimentos á que se dedicó For-
bes en las cercanías de Edimburgo, sobre la conductibilidad de
diferentes rocas, el máximum de calor se produjo el 8 de Ene-
ro en las combinaciones basálticas de Calton-Hil, á 23 pies de
profundidad."
Nuevos y más numerosos datos nos permitirán estudiar es-
ta cuestión y las leyes que en su variación sigue la temperatu-
ra del suelo.
Al presentar al señor Director del Observatorio las anterio-
res observaciones, tuvo la idea de mandar abrir un pozo de 25
ó 30 metros de profundidad, con el objeto de ampliar estos es-
tudios. Ojalá que semejante idea se lleve á cabo, pues de esta
manera podríamos averiguar, dada nuestra latitud y clima, á
qué profundidad se encuentra la capa de temperatura invaria-
ble y sí ésta es igual á la media del aire, como se ha hecho en
otros observatorios.
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. •• 176
Para que á la vista de nuestros lectores resalten más los ca-
racteres de las temperaturas obserradas, las representamos grá-
ficamente en la lámina V. Las cinco«primeras curras represen-
tan las temperaturas del suelo y la última la del aire libre á la
sombra. Todas están construidas en la misma escala.
Gomo nota final, advertiré que los termómetros usados en
estas observaciones, han sido cuidadosamente comparados con
el termómetro patrón que posee el ObservatoriOi y no se les ha
encontrado corrección alguna.
TaenUya, Febrero de 1893.
Digitized by
Google
Digitized by
Google
EL CENTENARIO
COLEGIO DE MINERÍA.
•v/W^^\^>y\^A/\r< .
El año que acaba de pasar ha sido bajo más de un concepto
notable en sus relaciones históricaS| y ofrece un campo rastisi-
mo á las reflexiones del criterio desapasionado que lo examine
bajo el aspecto filosófico; pues no solamente por los adelantos
que en él se han hecho y caracterizan lo que pudiéramos llamar
su presente, sino por los recuerdos que eyoca, con lo que nos
trasporta al pasado, ocupa en nuestro país un lugar preferente
en el cuadro del tiempo en que se van dibujando los años.
El de 1892, en efectO; trajo en el primero áe sus días pre-
sentándolo con toda la claridad de un centenariO| el recuerdo
de un hecho, digno de figurar de una manera especial en nues-
tros anales cientificQ3.
Del caos en que de una manera casi informe, se agitaban
con un carácter de vaguedad que ahora no podemos ni conce-
bir, los principios fundamentales de las ciencias rudimentarias,
brotó al fiat poderoso de una inteligencia superior, de un ánimo
resuelto y de una buena voluntad notoria, un Establecimiento
que fué la cuna de las ciencias exactas, naturales y de observa-
MemoriM Li89f93j, T VI, 2».
Digitized by
Google
178 Memorias de U Sociedad Científica
ción, que ejercen tan decisiva influencia en los adelantos del
mundo, y que han alcanzado tan justa celebridad entre nosotros.
El Colegio de Mineríai el primero de los Establecimientos
científicos de nuestra patria, abrió sus aulas el 1? de Eaero de
1792, bajo los auspicios del poder, del talento y la instrucción,
y con el auxilio eficaz y poderoso de las bendiciones del cielo.-
El 1 ? de Enero de 1892 se cumplía el primer Centenario de
tan memorable y plausible acontecimiento, que tocó presenciar
á la generación que va pasando.
No era posible que pasara inadvertida tan memorable con-
memoración, particularmente á los hijos de Minería, que en to-
do tiempo se han distinguido por el amor á su Colegio, al que
muchos de ellos han dado lustre y gloria verdadera f y en el se-
no de la Sociedad que éstos forman con el título de " Asocia
ción de Ex-alumnos del Colegio de Minería," brotó el pensa-
miento de solemnizar este glorioso Centenario.
El interés que nos inspira este Colegio, de donde han sali-
do nuestros maestros, nuestros amigos, nuestros sabios y una
gran parte de nuestros socios; la afinidad que existe entre este
Colegio y todo lo que con él relaciona, y las Sociedades cientí-
ficas, que pueden considerarse como consecuencias de aquel ,
el deseo de honrar nuestra publicación consignando en ella la
manifestación de este recuerdo; la parte que en esta manifes-
tación tomaron muchos de nuestros socios, y otras considera-
ciones de patriótico interés y de legítimo orgullo, nos deciden
—y aun pudiéramos decir nos obligan — á hacer esta reseña
histórica de la solemnidad con que los agradecidos hijos del Co-
legio de Mineria celebraron el primer centenario de su Colegio.
En la Junta general, que en observancia de sus estatutos ce-
lebró la Asociación de Ex-alumnos del Colegio de Mineria el
25 de Febrero de 1891, el socio Ingeniero de Minas D. Santia-
go Ramírez dio lectura á la siguiente iniciativa, que presentó á
la Sociedad, oon el socio Ingeniero de Minas D. Joaquín M, Ra-
mos;
Digitized by
Google
'•▲nioimo Alíate. M 170
miOIATIVA
Q^oe é, 1«. SoeisdA^ d.e Bae - aul-<Tnn -n oa ae Syfiixxexlau pxeseaa.ta.3X
loa Zxxir*aaJ.asoa dLa l^innaa q.^a.e avkaorl'bea&, aoeloa eoaa.txi-
Isia^resaitea ¿La la. azpraaobdLa. SodaAad.
8BÑORBS:
''Si creyéramos t^ier necesidad de buscar un fundamento
para fijar la iniciatíra que tenemos la honra de someter al estu-
dio de esta ilustrada Sociedad, ó de establecer un argumento
para demostrar su procedencia, sin el más ligero esfuerzo en-
contraríamos el uno y el otro en el seno mismo de la simpática
agrupación, cuyas luces en estos instantes solicitamos; en el
principio que constituye su esencia; en el objeto que es el ideal
de sus aspiraciones; en los afectos entrañables á cuya natural
comunicación debió la vida; en los recuerdos que en su modo
de ser entraña; en los individuos que la forman, y aun en el
nombre que lleva.
^ Los lazos de unión que ligan entre sí á los hermanos; que
eehan raíces en el corazón en los primeros días de la existen-
cia; que se conservan sin romperse por toda la duración de la
▼ida y que, por decirlo así, determinan la posición relativa del
hombre en la sociedad en que vive, y en la familia á que perte-
nece, deben en gran parte su estabilidad y su importancia, al
hecho significativo de que todos ellos se ligan por estrechísimo
nodo al corazón excepcional, noble y sublime, que es el santua-
rio del más grande, tierno y puro de los afectos humanos: el
amor de la Madre.
Por eso nosotros, que sean cuales fueren nuestras condicio-
nes sociales, nuestra posición individual ó colectiva, nuestro
modo de vivir, y en una palabra, todos los accidentes que nos
acompañan, nos, rodean y aun nos caracterizan en nuestra pe-
Digitized by
Google
180 Memorias de la Sootedad Oiexttifica
regrinaciÓQ por el mundo, nos distinguimos, nos llamamos y nos
reconocemos con el honroso y preciado nombre de Alumnos de
Minería^ no podemos menos de ver en cada uno de los indivi-
duos que lo llevan, algo como que nos pertenece; al recinto se-
reno y apacible en que tomamos este grato nombre, nos ligan
los recuerdos del hogar; y hacia el interesante plantel de quien
lo recibimos, sentimos los entrañables y tiemísimos afectos que
estrechan á los hijos con la Madre.
Bajo la influencia de estas consideraciones, que para nos-
otros nada tienen de violento ni de figurado, venimos hoy á pre-
sentar á la Sociedad que con su atención nos favorece, ua pen-
samiento que nos lisonjeamos será por ella benévolamente aco-
gido; y lo creemos asi, tal vez porque juzgamos con el corazón ;
porque en los instantes presentes nos consideramos como el hi-
jo que nada puede, pero que acude á sus hermanos que pueden
mucho; para solemnizar uu acontecimiento plausible en la vida
de su para todos querida Madre; porque trasladados, por los re-
cuerdos históricos, al pasado, distinguimos con toda claridad en-
tre las disipadas brumas de un siglo, el eternamente memorable
1 ? de Enero dé 1792, en que el benéfico pensamiento iniciado el
25 de Febrero de 1774 por los beneméritos sabios D. Joaquín
Velázquez de León y D. Juan Lucas de Lassaga, merced á los
talentos, á los esfuerzos, á la actividad y á la constancia del es-
clarecido sabio D. Fausto de Elhuyar, encontró s^u más comple-
ta realización en la erección del Colegio de Minería; y porque
dirigiendo la vista hacia el futuro, encontramos en muy cerca-
na perspectiva, al término de unos cuantos meses, el 1? de Ene-
ro de 1892, cuya fecha completa el primer siglo de este impor-
tante suceso.
Está dicho ya:, nuestra iniciativa está encaminada á procu-
rar la celebración del Centenario del Colegio de Minería, que
se cumplirá el 1 * de Enero del año entrante de 1892.
Esta solemnidad, que para nosotros será una verdadera fies-
ta de familia, por lo que reclama el concurso individual y edeo-
Digitized by
Google
"Antonio Altttorn 181
UTO de los Alomnos de Minería, no puede ni debe tener este
único carácter.
El Colegio de Minería faé el primer Establecimiento cien-
tífico qae se erigió en nuestro suelo; y nada más natural, por
lo mismo, que todos ios cuerpos científicos de nuestro país, acu-
dan á celebrar su centenario.
El Colegio de Minería ha dotado de mineros inteligentes á
este ramo, al que por otra parte y en diversas líneas ha presta-
do importantísimos servicios: es, por lo mismo, acreedor á la
gratitud de todo él; y ninguna ocasión se presenta tan oportu-
na y tan propicia para manifestársela.
El Colegio de Minería fué la cuna de las ciencias que tan
rápidamente se han generalizado, y que tan directamente han
influido sobre nuestros adelantos materiales é intelectuales,* con
esta voz sonora está llamando para celebrar su natalicio á to-
dos los que en estos adelantos se interesan.
El Colegio de Mineria^dió y ha dado al país patriotas para
su Independencia; soldados para sus combates; caudillos pa-
ra sus ejércitos; ingenieros para sus defensas; legisladores para
sus parlamentos; consejeros para sus consultas; profesores pa-
ra su enseñanza; sabios para sus adelantos y progresos; y por
esto la solemnidad que tiene en espectativa, debe revestir un
carácter nacional; y para dárselo, hay que llamar el concurso
de los elementos oficiales.
Hemos dicho más de lo necesario para presentar nuestro
pensamiento; y así por esto, como por no seguir abusando de
la atención con que la Sociedad nos favorece, deberíamos con-
cluir, si no fuera porque la conveniencia nos aconseja hacer al-
gunas indicaciones relativas á la manera de realizar esta solem-
nidad.
Entre los diversos medios que desde luego se presentan, el
que parece más adecuado es el de una Exposición Minera Na-
cional, á la que se invitarían á todos los Estados de la Repú-
blica; y es de suponer que todos aceptarían este convite, pues
Digitized by
Google
182 Memorial de U Sooiedftd Oientlflca
en todos hay ilastraeiÓD, en todos hay patriotismo, en casi to-
dos hay minas, en todos hay alumnos de Minería, siendo éstos
los que en algunos de ellos rigen \os públicos destinos.
Se harian figurar en esta Exposición colecciones mineraló-
gicas, geológicas, paleontológicas y metalúrgicas, científicas é
industriales, generales y locales; modelos de máquinas, apara-
tos, herramientas, explosnros, instrumentos, modelos, planos,
memorias, libros, periódicos y todo género de publicaciones mi-
neras, asi como todo lo que tenga relación con este ramo.
El local destinado á esta Exposición debería ser el Colegio
de Minería.
Durante el tiempo de la Exposición, se celebrarían por las
noches veladas científicas literarias, dedicadas á los fundadores
del Colegio; á los Profesores y Alumnos que más ventajosamen-
te se hayan distinguido, ó quetnejores servicios le hayan pres-
tado; y para estas funciones, que tendrían toda la solemnidad
posible, se invitaría á todas las Sociedades Científicas.
En estas veladas procedería hacer el Elogio Fúnebre de los
sabios á quienes se dedicaran.
Los pormenores de esta solemnidad, en su conjunto y en
sus detalles, serán del resorte de las Comisiones que se nombren
para realizarla; en esta iniciativa no se puede ni se debe más
que bosquejar el conjunto.
Si la celebración del primer Centenario del Colegio de Mi-
nexísk constituye el cumplimiento de un deber de gratitud, que
tiene una significación nacional, la iniciativa le corresponde, por
derecho y por obligación á la Sociedad de sus antiguos alum-
nos, á la que, con este objeto, se dirigen hoy los últimos de sus
miembros, en la presente exposición.
No pedimos para ella la dispensa de los trámites á que por
conveniencia y por necesidad debe sujetarse; pues únicamente
solicitamos que sea tomada en consideración para su estudio.
Si en el concepto de la Comisión, á cuyo dictamen pase este
pensamiento, debe realisarse, ella indicará los medios condu-
Digitized
b* Google
"Antonio Alsftte. II IBS
oentes para lograrlo; si no procede su realizaron, lo luirá así
presente á la Sociedadi evitándole perder el tiempo en diaonsiO'
nes inútUes."
Hay sentimientos qae existen en el corazón del hombre en
el estado latente, y que basta la ráfaga de un recuerdo para po-
nerlos en todo su vigor.
Así pasó en este caso: á medida que esta lectura iba de-
jando ver el objeto de la iniciativa, se iba despertando el sen-
timiento minero que es el núcleo de la Sociedad que con reli-
gioso silencio la escuchaba; y podemos decir sin exageración,
que tan pronto como se descubrió el pensamiento, fué unáni-
memente aprobado; pues luego que terminó esta lectura, una
salva de aplausos acogió sus últimas palabras.
El entusiasmo fué tan general como justificado; y este pen-
samiento se hubiera aprobado desde luego, á no ser porque la
oircunspección, la disciplina y el deber de los socios, los obliga-
ba á sujetarse á las prescripciones de su reglamento, y confor-
me á ellas, se pasó este documento al estudio de una Comisión
formada por bs Sres. D. Pedro J. Sentios, D. Femando Sáya-
go, D. Gilberto Crespo y Martínez, D. Luis Salazar y D. Rómu-
lo Ugalde, la que presentó un dictamen, que fué en todo favo-
rable al pensamiento.
No se pensó ya más que en realizarlo, aprovechando el tiem-
po que aún se tenía disponible; y con tal motivo, la Mesa citó
▼arias veces á Junta General, la que, por causas que no conoce-
mos, nunca tuvo verificativo,
ISn vista de este resultado, la Junta Directiva, por conduc-
to de su Secretario el Sr. D. Adolfo Medina, dirigió á los socios
Bamos y Ramírez, autores de la iniciativa, el oficio siguiente:
''Sociedad de Ex -Alumnos de Minería.— * Secretaría. — Mé^
zico. — En la Junta Directiva extraordinaria verificada el 9 del
Digitized by
Google
1 84 Memorias de U Sodedad Oientíftoa
é
corriente, se aprobó dirija á ydes. el siguiente acuerdo: '^ Dirí-
" jase atento oficio á los Sres. Ramírez y Ramos, expresándoles
" que la Junta Directira ha hecho todos los esfuerzos que en
''su mano estaban para reunir á los socios en Junta General, á
'' fin de terminar con el dictamen presentado por la Comisión,
" sobre el proyecto que ydes« se sirvieron suscribir, sintiendo
'' no haberlo logrado. Si dichos señores tienen algún medio que
'' dé ese resultado, se podrá continuar tratando de dicho asun-
'' to, asi como de las últimas proposiciones formuladas por el
'' Sr. Ramírez, al acogerse con aplauso por todos los socios y
'' en particular por los que forman la Junta Directiva, el expre-
"sado proyecto.''
Lo que comunico á vde8« para su inteligencia y fines consi-
guientes.
México, Mayo 12 de 1891. — Adolfo Medina^ Secretario. —
Sres. Santiago Ramírez y Joaquín Ramos."
Estando ausentes de esta Capital los socios á quienes iba
rotulado, cuando el Sr. Ramírez regresó, se dirigió al Sr. D. Ró-
mulo Ugalde, Secretario de la Escuela Especial de Ingenieros,
manifestándole que puesto que la Sociedad de Ex -Alumnos
declaraba no poder celebrar el Centenario del Colero, conven-
dría que sus profesores lo intentaran; y con este motivo se di-
rigieron al Sr. D. Manuel Fernández Leal, Ministro de Fomen-
to, quien como antiguo alumno acogió favorablemente el pei^-
samiento; ofreciendo, para su realización, su apoyo personal y
un auxilio pecuniario del Ministerio de su cargo.
Entonces el Sr. Ugalde comenzó á dar los primeros pasos,
abriendo una suscrición entre los profesores que secundaron es-
te pensamiento; y para proceder con mejor éxito á su realiza-
ción, se resolvió tener una Junta, para la cual se circuló lain*
vitación siguiente:
Digitized by
Google
" Antcmio Alnte. n 185
''Dirección de la Glsouela Nacional de Ingenieros. — México.
— Gircolar. — Debiendo celebrarse el Primer Centenario del
Colegio de Minería qne se cnmplirá el día 1? de Enero del
próximo año de 1892, la Esencia Especial de Ingenieros, deseo-
sa de qne este acto tenga toda la solemnidad que corresponde
á su objeto, tiene la honra de invitar á todos los ex-ÁlumnoS|
Profesores y Alumnos del expresado Colegio, suplicándoles se
sirvan concurrir á la Junta que se verificará en la Secretaria de
la mencionada Escuela el lunes 21 del corriente á las cuatro
de la tarde.
México, Diciembre 18 de 1891.— El Director y los Profesores
de la £!sctieto.^ Firmado."
En el expresado día se reunieron muchos de los señores ci-
tados: 7 el Secretario de la Escuela D. Rómulo Ugalde, mani-
festó & nombre del Director de dicho Establecimiento D. An-
tonio del Castillo, que no pudiendo este señor asistir por haber
tenido que ausentarse de la Capital, suplicaba al Profesor D.
Gilberto Crespo que presidiera la Junta; y en su defecto lo hi-
ciera el Presidente de la Asociación de ex -Alumnos.
No estando éste presente, por indicación del Sr. Crespo se
acordó que presidiera el Sr. D. Femando Sáyago, Primer Vo-
cal de la Junta Directiva de la referida Asociación.
En esta Junta el Sr. Ugalde presentó dos proposiciones, que
con cambios no sustanciales, fueron aprobadas: la una para
que se solemnizara el Primer Centenario del Colegio de Mine-
ría con una Velada artístico- literaria; y la otra para que se nom-
brara una Comisión que se acercara á los Ministros de Fomen-
to, Comunicaciones é Instrucción Pública, solicitando su apo-
yo; y para que formara un proyecto y el presupuesto relativo.
Se nombró en Comisión á los Sres. D. Mariano Villamil, D.
Antonio Anza y D. Ezequiel Pérez, á cuya Comisión se agrega-
Memorias [1893^3!, T VI, 31.
Digitized by
Google
186 MemorUa át U Soeiodad Científica
pon más tarde los Sres. D. Mateo Plowes, D*. Franciseo Gari-
bay y D. Ricardo López Guerrero.
El Sr. Sáyago propuso que para pronuneiar el Discurso Ofi-
cial se nombrara al antiguo alumno Ingeniero de Minas D. Saü*
tiago Ramírez, y se invitara al Sr. Lie. D. Justo Sierra para
leer una Poesía. Aprobadas estas postulaciones, se comisionó
para hacer esta inyitación y notificar aquel nombramiento á los
Sres. D. Rómulo ügalde, D. Alberto Hoppenstedt y I>, Bernar-
do Aragón.
Presididas unas veces por el Sr. Sáyago, otras por el 9r. Fuen-
tes y Muñiz, otras por el Sr. Méndez, continuaron las Juntas,
en las que se facultó ampliamente á la Comisión para todo lo
relativo á la realización de este pensamiento.
En uso de estas facultades, y de acuerdo con las resolucio-
nes tomadas en diversas juntas, la Comisión expidió la Circu-
lar siguiente:
'' Comisión del Centenario de Minería.— Escuela Nacional
de Ingenieros. — México. — Estando para terminar el centesimo
año de la fundación del Colegio de Minería, y siendo evidentes
las ventajas y servicios que este plantel de educación técnica
ha proporcionado á todas las clases sociales y muy particular*
mente á las empresas mineras, ferrocarrileras é indostriides;
y siendo asimismo notoria la protección decidida que desde su
fundación hasta ahora le han impartido todas las empresas do
este género, no dudamos en dirigimos á vd., suplicándole se aso-
cie con nosotros para la celebración del Centenario del Colegio
de Minería, contribuyendo con los recursos pecuniarios que á
bien tenga; tanto con el fin de verificar una velada conmemo-
rativa de dicha fundación, cuanto para inaugurar y llevar á ca-
bo una Exposición de todos los ramos relativos á la Ingenie-
ría é Industria, para lo cual también contamos con que se ser-
virá vd. enviar en época oportuna y previo aviso nuestro, los
productos ú objetos que juzgue convenientes.
Digitized by
Google
" Antonio Álsftte.n 187
La Comisión que susoriboi nombrada en Jania general por
los Profesores y ex-Alamnos del Colegio de Minería, para or-
ganizar la eelebración del Centenario, no vacila, obsequiando
las instracciones que ha recibido, en dirigirse á rd. con el £n
indicado, y espera no salir desairada en su propósito: pues á la
cultura é ilustración de vd. no pueden ocultarse las ventajas que
do la mencionada Exposición obtendrán quienes á ella oonou-
nan.
Encarecemos á vd. su pronta contestacióui por exigirlo así
la premura del tiempo oon que contamos.
Con este motivo nos es satisfactorio ofrecemos á sus órde*
nes.
México, Diciembre 30 de 1891.— Jf. Vülamü.— Mateo Plowes;
—F, Chmbaif.^E. Pérejs.^
Nota.— La correspondeneU para la Comiaión se dirigirá i la Bicaela Nacional
de Ingenieros. — Iféxioo.
Acordado que la velada se verificara en el patio del Colegio,
que estaba ocupado con bultos pertenecientes á la Exposicijón,
el Secretario' de la ESscuela 8r. Ugalde, en oficio fecha 27 de
Diciembre, suplicó al Sr. Comandante General de la Plaza en-
viase una fagina de cuarenta hombres para escombrarlo; y el
Sr. general D« Hermenegildo Carrillo, accediendo á esta solici-
tud, que contestó el 28, envió inmediatamente este auxilio.
Dos pensamientos se veían dominar en el seno de las discu-«
sienes, y que estaban intimamente ligados con la esencia del
asunto & que se referían: el de que la velada tuviera lugar en
el edifieio del Colegio; y el de que se verificara el 1? de Enero
de 1892, día del aniversario.
Estos dos pensamientos parecían incompatibles, porque á la
sasón estaba la calle de San Andrés en compostura; y la aeu-
Digitized by
Google
1S8 MemoríM de U Soeiedid (Sentífioa
mulaoión de escombros y materiales que la llenaban, haciendo
difícil aun el paso á pie, la tenían inaccesible á los carruajes.
Fué; pues, indispensable aplazar esta solemnidad; mas con
el objeto de que el Centenario no dejara de tener una conme-
moración en su fecha, en la sesión del 28 de Diciembre se apro-
bó una proposición del Sr. D. Jesús Fuentes y Muñiz, en vir-
tud de la cual el día 1? mencionado se reunirían en el Colegio
el Director, los profesores, ex -profesores, alumnos y ex -alum-
nos, para levantar y firmar un acta conmemorativa.
Esta reunión se verificó, en efecto, en la antigua Sala de De-
lincación, y en ella se levantó el acta siguiente:
" El día 1? de Enero de 1892, reunidos en el salón principal
que ocupa el centro de la crujía del frente del Colegio de lajEls-
cuela Nacional de Ingenieros, antiguo Colegio de Minería, va-
rios profesores, ex -profesores, alumnos y ex-alumnos del mis-
mo Establecimiento, con el objeto de conmemorar en su primer
Centenario la fundación de la Escuela, se constituyeron en Jun-
ta, presidiéndola á instancias de los presentes, el Sr. Ingeniero
D. Manuel Fernández Leal.
Abierta la sesión, el Señor Presidente tomó la palabra para
manifestar el objeto de la reunión, absteniéndose de entrar en
detalles porque éstos deberían darse en la velada que eon este
objeto se está organizando.
En seguida se nombró Secretario al Sr. Agmlera, quien des-
pués de tomar posesión de su cargo dio lectura al acta de la fun-
dación del Colegio.
.f A continuación se dio lectura á la presente acta que fué apro-
bada y suscrita por todos los que concurrieron á la reunión. —
M. Fernández Leal^^F. Diea de Boniüa. — Jf. M. Qmbreraa. —
Celso Acevedo. — J, B. Tamayo. — Jf. VlUainSL — J. C. Segura. —
Antonio G. Cubas. — Manuel V. de Lean. — Leandro Fernández. —
AdoVo Medina — M. Gameros.—A. V. Hoppenstedi^^E. Martínez
Baca.—Bómulo Ügtíde.—José G. Aguilera.— CárUm Sdkrier.—
Digitized by
Google
"Antonio Alíate, ti 189
Esxquieí Peres.— Ezequiel Ordóñee—F. Garíbay,— Gilberto Mon-
tid Estrada, — Bicardo López Guerrero. — Ignacio Casas. — Maxi-
miliano Olguin. — Leo!p6ldo Solazar. — Mateo Bqjas Zúñiga.^
Al día sigaiente la Comisión de que ya se ha hablado hizo
circular y fijó en la portería del Colegio, en la que mandó abrir
un registro, el aviso siguiente:
''La Comisión encargada de organizar la celebración del
Centenario del Colegio de Mineria, suplica & los señores profe-
sores, ex -profesores, alumnos y ex -alumnos de la Escuela Na-
cional de Ingenieros, se sirvan pasar á la porteria de la misma
á inscribir su nombre y domicilio en el libro dispuesto al efec-
to, para poder enviarles oportunamente la invitación á la vela-
da conmemorativa de la fundación del Colegio que próximamen-
te tendrá lugar.— Enero 2 de 1892."
Entretanto los preparativos continuaban.
Los Sres. Agea y Anza proyectaban y llevaban á cabo el
adorno del patio que debía transformarse en salón ; la Comisión,
infatigable en sus trabajos, parecía multiplicarse para atender-
los simultáneamente. Con el 8r. D. Alfredo Bablot, Director
del Conservatorio Nacional, arreglaba la parte musical en la que
se resolvió no tocar más que piezas escogidas, de la época cuyo
acontecimiento se conmemoraba; con el Sr. Coronel D. Juan
Villegas, Director del Colegio Militar, conseguía la vela que de-
bía formar el techo del salón ; y los numerosos detalles que se-
ria hasta imposible señalar, estaban cuidadosa, eficaz y oportu-
namente atendidos.
De estos preparativos da idea el siguiente suelto que ''El
Tiempo" publicó en su número del 22 de Enero:
Digitized by
Google
100 Memorial d» la SooiedAd (Kentífioa
''El Centenario del Colegio de Minería. — La eircnnstanoia
de estar todavía en compostura la calle de San Andrés y la del
fallecimiento del Sr. Ingeniero D. Eleuterio Méndez, catedri-
tico del Colegio de Minería, cuyo duelo debe guardarse, han he-
cho que de nuevo se aplace la velada inaugural con que va á
darse principio & las fiestas con que los antiguos alumnos de es-
te Colegio han dispuesto celebrar el primer Centenario de su
fundación ; y según parece, dicha velada se verificará del 26 al
27 del corriente.
Los preparativos que se hacen para esta solemnidad son tan
adecuados como significativos; y entre otros, nos ha llamado la
atención uno que revela los levantados sentimientos que siem-
pre han distinguido á los alumnos de ese Colegio.
En artísticos cuadros, colocados en los arcos del patío prin-
cipal, que se ha transformado en salón, figuran los nombres de
los fundadores, catedráticos y alumnos que más se han distin-
guido, de cuyos nombres unos nos eran completamente desco-
nocidos y otros estaban olvidados.
La presencia de estos nombres, á la vez que una manifesta-
ción de gratitud muy debida, constituye una serie de datos his-
tóricos, que conviene dar á conocer en una solemnidad de esta
naturaleza.
Sabemos que la orquesta del Conservatorio, que con el Or-
feón Alemán va á desempeñar la parte filarmónica, va á tocar
únicamente piezas clásicas de la época que se conmemora.
Creemos que, como lo deseamos, esta solemnidad tan grata
y significativa, tendrá todo el lucimiento que corresponde á su
objeto y á su importancia."
El patio del Colegio constantemente era visitado par anti-
guos alumnos, á muchos de los cuales oimos decir hondamente
oonmovidoSf que les parecía estar en los días f eliees en que sien-
do colegiales, preseneíaban los preparativos para los premios.
Digitized by
Google
'•Antonio Aliftte.H 101
Et Sr. D. Alfredo Bablot> Director del Conservatorio Nació-
nal de M^ca, aceptó gustoso la invitación que se le hizo pa*
ra desempeñar la parte musical, y en su caballerosa deferencia
fué secundado por los entendidos profesores de ese Estableci-
miento.
El Orfeón Alemán, manifestando que deseaba expresar su
gratitud á México por la honra que en 1803 dispensó al sabio
prusiano el Barón de Humboldt, en laque se distinguió el Co-
legio, ofreció concurrir con el Conserratorio en la parte musi-
cal; y esta doble circunstancia -comunicó un grande atractiro á
la parte artística.
La Comisión organizadora dirigió las siguientes invitaciones
particulares:
Á las Sociedades Científicas:
'' Al fenecer el primer siglo de la fundación del Colegio de
Minería, los hijos de este plantel, justamente orgullosos de la
oorriente de luz, ciencia y patriotismo que emanada de ese fo-
co del saber, se ha difundido por todos los ámbitos del país,
creen cumplir con el más sagrado de los deberes, dando un tes-
timonio publico de gratitud hacia los fundadores de tan nota-
ble Establecimiento.
, Con tal motivo, y ayudados eficazmente con el valioso apo-
yo del Gobierno progresista del Sr. general D. Porfirio Díaz, y
la generosa cooperación de las principales Compañías mineras
del país, se han decidido á efectuar una serie de actos conme^
morativos durimte el curso del presente año, inaugurándola con
una velada literaria y musical que se verificará á fines del pre-
senté mes.
Siendo notoria la ilustración del cuerpo científico que vd.
dignamente representa, la Comisión que suscribe, á nombre de
la Junta general de Profesores, alumnos y ex -alumnos del an-
tiguo Colegio de Minería^ tiene la honra de invitar á vd. y por
Digitized by
Google
192 MemoríM de la Sociedad Oientífioa
SU digno conducto á todos los respetables miembros de esa So-
oiedadi á fin de que se sirvan concurrir al acto mencionado."
Á la Colonia Alemana:
*^ La Comisión que suscribe, á nombre de la Junta General
de Profesores, alumnos y ex- alumnos de la Escuela de Inge-
nieros, tiene la honra de invitar á vd., y por su digno conduc-
to, á los respetables miembros de la ilustrada Colonia Alemana,
á fin de que se sirvan honrar con su asistencia la velada litera-
ria y musical que en celebración del Centenario del Colegio de
Minería, tendrá lugar el 22 del présenle mes.
'' Los lazos de cariño y simpatía que desde el tiempo del Ba-
rón de Humboldt ligan á nuestra sociedad con la Colonia Ale-
mana de que es vd. digno representante, que se han ido estre-
chando más y más hasta nuestros días, así como también la
recíproca estima y consideración que existieron entre los fun-
dadores de dicho plantel y el venerable autor del '' Cosmos,'' nos
hacen esperar que los compatriotas del sabio alemán, se unirán
á los hijos de Minería en esta solemnidad.
'' Nos es grato con este motivo reiterar á vd. las segurida-
des de nuestra distinguida consideración.''
Y á la Colonia Española:
** La Comisión que suscribe, á nombre de la Junta General
de Profesores, alumnos y ex- alumnos de la Escuela de Inge-
nieros, tiene la honra de invitar á vd., y por su digno conducto
á los respetables miembros de la Colonia Española, á la velada
literaria y musical que en celebración del Centenario del Cole-
1^0 de Minería, se verificará á fines del presente mes.
'' El valioso apoyo que la nación española y su muy ilustre
Monarca Carlos III, prestaron á la idea de nuestro sabio com-
patriota D. Joaquín de VelázqucE Cárdenas y León, para esta-
Digitized by
Google
*• Antonio Általt. h 193
blecer el gremio de Minería y bu Beal ¡Seminario; así como el
generoso desprendimiento con que esa nación dispuso más tar-
de poner al frente de dicho plantel lo más selecto de entre sus
sabios, bastarían para justificar por sí solos los motivos de es-
ta invitación. Si á esto se añaden ios lazos filiales que han liga*
do á México con Elspaña, se corroboran completamente los jus-
tos deseos que animan á los hijos de Minería para celebrar el
primer Centenario de la fundación de su Escuela en unión de
la laboriosa y distinguida Colonia Española.
Esperando se sirva aceptar nuestra invitación, nos es grato
reiterarle á vd. nuestra distinguida consideración."
£1 entusiasmo por esta significativa solemnidad no se loca-
lizaba en los alumnos: era la materia de todas las conversacio-
nes; por todas partes extendía sus preparativos; la Comisión,
tan activa como inteligente, sin cesar le allegaba elementos que
habían de contribuir á su lustre, y día con día la prensa ilustra-
da comunicaba una nueva noticia, exponía una oportuna refle-
xión ó añadía un juicioso comentario.
Entre los artículos que con este motivo vieron la luz públi-
ca, merece una particular mención el que apareció en '^ El Tiem-
po," que cedemos á la necesidad de consignar en esta reseña,
así por los datos que contiene, como por ser de uno de les más
entusiastas alumnos:
''El Centenario del Colegio Nacional de Minería. — (Dedi-
cado á la generosa Sociedad de ex- alumnos del mismo Cole-
gio).— Inútil es por demás que los alumnos de la Escuela de
Minas, incansables investigadores de la verdad por educación,
busquemos hoy fuera del legítimo criadero de todas las verda-
des la grandeza de nuestro secular Colegio, tan justamente re-
nombrado, pues ni su monumental fachada, ni la magnificencia
de su pórtico, ni sus amplios corredores, ni sus grandiosas es-
»lx89t-93J.TVI,a5.
Digitized by
Google
194 Memorias de la Sociedad Científica
caleras, y, lo diré de una ve¿, ni el apogeo de sus cienoias á la
altnra de los planteles europeos más celebrados, oonstitayen bu
verdadera gloria inmortal.
El mérito imperecedero de nuestra alma- casa estriba en sus
instituciones, hijas de sus fundadores, yirtuosos sabios nutri«
dos con las divinas enseñanzas de la Iglesia, normadas sus cos-
tumbres por esta Santa Madre y poseídos de su espíritu siem-
pre y en todo justo y beneficioso.
Siendo Jesucristo "santo," pues es él santo de los santos, "mi-
sericordioso," hasta haber descendido del cielo á redimir al hom-
bre del infierno y poseyendo por su np,turaleza infinita una " per-
petuidad" indestructible y eterna, comunica á sus hijos desde
aquí en la tierra un algo de esos " tres únicos caracteres distin-
tivos de toda grandeza/' hasta donde son susceptibles de reci-
bir estos dones, constituyendo á los hombres beneméritos en
xma providencia tangible en favor de sus semejantes.
Por eso es que en las constituciones católicas del Colegio
de Minería nos han dejado sus mil veces benditos fundadores,
como indestructibles cimientos á las ciencias naturales, esos
mismos tres principios necesarios á toda institución didascáli-
ca, si ha de ser grande, y sin los cuales se seca y muere : esos
tres principios son la " aspiración á la santidad," la " tendenoia
incesante á la beneñceucia" y el "establecimieutOv en fin, del
sólido cimiento para su estabilidad."
Los fundadores de nuestra Escuela consagraron todos sus
afanes á formar tanto católicos fervientes como distinguidos sa-
bios, habiendo logrado sacar dé sus escaños durante una centu-
ria los varones más ilustres por sus virtudes y poí» su indisputa-
ble mérito científico, quedando valorizadas nuestras afirmacio-
Digitized by
Google
» Antoaio Ák^U. » W
oes, ya por las biografías de aquellos {andadores, preoiosamente
elaboradas por el -Sr. ingeoiero Ramírez, ora por los estatutos
de nuestro Colegio, ó por la celosísima vigilaucia de los direo«
tores, prefectos, profesores y demás empleados, para sembrar
la Tirtud en el corazón de cada uno de los jóvenes alumnos, si-
guiendo el espíritu de los fundadores y de las sabias institucio-
nes por éstos mismos fundadas.
Los que nos preciamos de haber sido hijos de este plantel|
gloria perenne de México, hemos sido testigos y á la vez obje-
to de los santos esfuerzos de nueatros superiores, no sólo para
hacernos conservar la sagrada fe religiosa, ya muy inculcada
por nuestros padres, sino también en habemsis hecho avanzar
de virtud en virtud en su nunca desmentida buena crianza, con
su preclaro ejemplo práctico y con la más estnota observancia
de las instítuoiones y reglamentos muy terminantes sobre tan
importantes materias.
La grata sorpresa que ezperiment&mos los mexicanos al lle-
gar al uso de la razón y los extranjeros á nuestro país, al con-
templar por la primera vez este gigante, buscando en vano en
esta tierra otro monumento de este género tan grandioso como
nuestro palacio, revela desde luego que quienes idearon y quie-
nes ejecutaron este gran pensamiento, cuna de tantísimos otros
espléndidos también, fueron hombres de primer orden, de gran
corazón, de grandes sentimientos y de infioito amor al Continen-
te Colombino, pues que le dotaroi^L de un blasón, gloria de las
Américas y orgallo de los siglos, á los que parece desafiar por
su nunca vista construcción.
Nuestra risueña capilla, con su material magnifice^ncia, fo-
rrada de mármol y decorada con pinturas de los mejores artis-
tas, como lo prueba la preciosa Guadal upana que se ostenta en
el único altar para ella erigido, entre ricos bronces y preciosos
mármoles, nos enseñaba á reservar al culto del Todopoderoso
lo más escogido de los primores d^ la tierra, lo más rico en los
pensamientos y afectos del alma. La misa diaria obligatoria pa-
Digitized by
Google
I9t HemorÍAfl de la Sooíedad Científica
ra todos los alamnos, ayudada por dos de ellos en tomo diaria-
mente se celebraba en este lugar de oración: alli se rezaba tam-
bién el rosario, presididos por nuestro capellán, todas las no*
ches conforme lo prevenían los estatutos, según los cuales se
exigía á todps los internos cuando menos tres comuniones anua^
les, siendo la de cumplimiento de iglesia en el Sagrario Metro-
politano con nuestro Director á la cabeza, que también comul-
gaba en nuestra compañía, sirviéndosenos en seguida por la nu-
merosa servidumbre del Colegio, en la igleua misma, en el acto,
de la comunión, en amplias charolas colmadas de grandes copa s
exquisito vino de consagrar, y teniendo, por último, en esta
nuestra suntuosa capilla los prontos auxilios de un capellán que
daba también la cátedira de Religión al medio día y una plática
doctrinal después de la misa de los domingos, terminando siem-
pre este acto con la seria lectura de un severo reglamento.
Los altísimos méritos científicos de nuestros fundadores y
de sus subsecuentes directores no son ni para indicarse en es-
te imperfecto estudio. Estos están ya reseñados en parte por
el Sr. Ramírez, y asi es que después de consignar únicamente
los gloriosos nombres de los Sres. Yelázquez y de sus suceso-
res del mismo apellido, hasta el del sabio Ingeniero D. Miguel
Yelázquez de León, que hace poco falleció, de D. Fausto Elhu-
yar y de D. Andrés del Río, nos limitaremos á citar tan sólo
los de los directores que por motivo de política más que por otras
causas se sucedieron en los años de 50 á 70, poco más ó menos,
reconocidas notabilidades no sólo de nuestro Colegio, sino aun
de nuestra República, todos ellos Ministros alguna vez en al-
gún ramo de grande importancia en la política de su época y
que pusieron siempre á la Escuela de Minas, en los años de su
dirección, á cubierto de las continuas agresiones que contara
sus fondos abundantes y su deslumbrador edificio intentaron
siempre codiciosos que nunca faltan.
Los nombres de estos memorables personajes en los años
que hemos citado son los siguientes:
Digitized by
Google
"ABto&ioAlnle.if 197
El Exmo. Sr. General D. José María Tomel j MendivU; Mi-
nistro de la Guerra; D. Luis de la Rosa, Ministro de Belaeio-
nes; D. Joaquín Velázquez de León, Ministro de Fomento; lur
geniero D. Blas Baroároel, Ministro igualmente de Fomento;
el Sr. Ingeniero D. José Salazar Ilarregui, encargado también
de la misma cartera; Ingeniero D. Joaquín Mier y Terán, Mi-
nistro y director como los anteriores ; Ingeniero D^ Patricio &[ur-
phy; General D. Luis Tola; Ingeniero D. Manuel Fernández
Leal, actual Ministro de Fomento; y el inEatigable actual Sr.
Director Ingeniero D. Antonio del Castillo.
£1 indisputable mérito de estas entidades, á no haber sido
y aun ser hoy público y notorio, quedaría indeleblemente de-
terminado tan sólo con la lectura de las memorias de nuestros
anuarios, en donde se hallan impresos sus sabios discursos, ya
como directores ó como profesores de la Escuela.
Los más entusiastas encomios serían insuficientes hablan-
do do nuestros superiores para reseñar los mil cuidados, los in-
finitos desyebs y la esmerada exactitud del Sr. D. Blas Balear-
cel, ya como alumno, como jefe de sección, como prefecto de ea*
tudios, como subdirector ó como director del Colegio, y como
Ministro de Fomento, de cuyas oficinas dependió siempre Mi-
nería, y por último su benéfica influencia en esta Escuela, como
presidente ó vicepresidente de la Sociedad de ex- Alumnos has-
ta hace unos cuantos meses. Tan sólo los que hemos sido ob-
jeto de su caballerosa solicitud durante largos períodos de este
medio siglo podemos ser testigos de su inquebrantable volun-
tad para el estudio, así como para cumplir siempre con todo lo
que él creyó sus más altos deberes. Este respetable señor me*
rece por su abnegación el afecto de todos los mineros y la ve-
neración de un padre, pues que descendiendo á los más minu-
ciosos pormenores de nuestra educación, del aseo nuestro y del
Colegio, de nuestros alimentos, de nuestras enfermedades, etc.,
etc., convirtió aquel Establecimiento desde antes de 1850 en
una escuela de aquellas que los alemanes llaman tan propiamen-
te maternales.
Digitized by
Google
L.^
198 Memorias de U Sociedad Científica
Log jefes de sección, la conserjería, guardarropa, mayordo-
mía, portero, ecónomo y en general toda la servidumbre y has-
ta la misma secular campana de la puerta acostumbrada á mar-
char desde su origen al compás de los cronómetros del Obser-
Tatario, todo fué en aquella época modelo del cumplimiento del
deber, de la mayor obediencia, sumisión y respeto á nuestros
superiores, dándonos en iodo ejemplo nuestros maestros y el
más inmediato el Sr. Balcárcel.
El talento, el genio, la gloria ajena cuando es egoísta ó va-
nidosa pronto se olvida porque no deja tras de sí la huella de la
felicidad ajena, y por eso el mármol cuando las aoodoaes han
sido punibles no nos recuerda sino la perversidad de los malva-
dos que han cometido éstas y á quienes se ha erigido aquel ; pent>
cuando estas lápidas las llevamos en nuestros corazones donde
están indeleblemente grabados los beneficios recibidos, entonces
la gratitud hace callar al orgullo pronto siempre á uo reconocer
nunca el mérito ajeno, haciéndonos levantar el agradecimiento,
sí no la justicia, monumentos imperecedeix>8 á nuestros bene-
factores, y esta es la razón por qué todos los mineros amamos
y veneramos á nuestros superiores, porque además de haber si-
do sabios fueron humanos, habien\io hecho con sus virtudes fe-
lices á muchas generaciones que siempre se enternecerán al
bendecir su memoria.
Para hacer más patente la solicitud paternal que desde sus
fundadores precedió y siguió providencialmente los pasos en
favor de ese inmortal seminfirio de minas, y cuánto se cnidaba
del verdadero bienestar temporal y eterno de todos los del ra-
mo, transcribimos al fin de estas reflexiones artículos originales
de los Reglamentos del Colegio y de las leyes del Código de
Minería, y para que nuestros elogios no parezcan apasionados,
agregaremos por último las honrosas apreciaciones que de nues-
tro Colegio hicieron sabios nada sospechosos en esta materia,
el Barón de Humboldt, por ejemplo, y que sirviendo de com *
probación á nuestros asertos, sean también un mentís ¿ los que
algo aseguren en contrario.
Digitized by
Google
•I Antonio^ Alxate. n IW
II
• El Colegio de Minería dijimos que se señaló siempre por su*
misericordia, y no sin razón porque ejerció sin desoAnso esta vir-
tud, enseñándola y transmitiéndola prácticamente á todos sus
educandos, como lo fué siempre sn enseñanza eii todo, habien*
do ejercido sin iutermitetioias en altísima escala las benditas
obras de misericordia, vistiendo y no como qniera sino de gran
lujo á sus alumnos de " dotación,'' alimentando con nn banque-
te diario á sus alumnos de *' dotación" y de '* media dotación^''
é instruyendo gratis á sus numerosos alumnos internos y ex-
ternos sin distincrión alguna, pues aun los " porcionistas '^ sólo
pagaban sus alimentos. Aposentándonos no en medianos albeiv
gues, sino en suntuosos palacios, en nuestra teórica y en nnes*
tra práctica para redimir allí á los cautivos de la ignorancia,
regalándonos todos nuestros libros de texto á los alumnos de
dotación^ invitándonos á curar y á velar hora por hora, por tur-
nos de dos en dos alumnos, á nuestros enfermos; aconsejando
y corrigiendo á los que lo merecíamos; acostumbrándonos á
conducir en hombros á nuestros difuntos, alumnos ó superio-
res, á su última morada; y finalmente rogando á Dios por ellos
celebrando solemnes exequias en la capilla del Colegio ó afiis-
tiendo á la de los respectivos panteones cuando se celebraban
fuera sus funerales.
El cumplimiento de la obra de misericordia de '' enseñar al
que no sabe,'' será probablemente en este año objeto de intere-
santes reseñas, pues que la historia de esta docta enseñanza du-
rante cien años algo tiene que contar y sobre todo la de sus hi-
jos, ingenieros de todas clases que mucho la enaltecen y mucho
v«len.para que nada ganen con nuestros pobres juicios, y así
tftn sólo haremos ligerisimas reflexiones sobre algunas de li^
Digitized by
Google
200 Memorias de la Sociedad Oientífioa
relevantes cualidades morales de los mineros que fueron nues-
tros maestros^ j sobre el carácter eminentemente pedagógico
de sus enseñanzas.
No debiendo extrañar por lo dicho que sus alumnos, peda-
gogos prácticos de hecho, hayan terminado por ensayar con
éxito en la Capital y en los Estados procedimientos, métodos y
verdaderos sistemas de educación en nuestro concepto acerta-
dísimos en su mayor parte y sobre todo en una circunstancia
esencial y altamente humanitaria, en haber sido siempre mtsp
numerosas las horas de estudio diarias, y en muy corto número las
cátedras diarias que exigen la preparación de un estudio pre-
vio, no habiendo comprendido nunca muchas materias en pocos
años de carrera. Asi se evitó siempre el terror .en los alumnos
y muchas afecciones cerebrales.
Y aunque nunca se nos habló de pedagogía, pues nuestros
maestros hubieran creído perder su tiempo en estas digresiones,
siempre se nos tuvo de hecho sumergidos y conservados por nues-
tros fundadores alemanes en la misma pedagogía desde el pri-
mer momento de nuestro ingreso al Colegio hasta el último de
los diez años que allí permanecimos: siete en nuestros estudios
teóricos y tres en los prácticos, 6 infelices de nosotros si así no
se hubiera procedido, porque los fenómenos de nuestras cien-
cias si no se palpan no se aprenden nunca.
En el primer curso llamado preparatorio se nos procuró el
buen gusto literario con el continuo y castizo lenguaje de nues-
tro profesor de Gramática Castellana, ejercitándonos continua-
mente con ingeniosos problemas en Lógica y en Aritmética.
En el Primer Curso de Matemáticas, además de enormes só-
lidos de madera, había unos más grandes cartones de un metro
cuadrado, con líneas de un dedo de grueso para hacemos más
comprensibles las figuras de Geometría, y unos preciosos apun*
tes complementarios del curso, redactados por el profesor: es-
tos apuntes los puede consultar aún quien lo tenga á bien, puse
oonservamos en nuestro poder un ejemplar que contiene d^-
Digitized by
Google
"Antonio Alnie. II 201
nioioneSi reglas^ demostraciones j construcciones originales, y
que guardamos como una preciosa tradición de exactitud y ge-
nio matemáticos.
En el Segundo Curso de Matemáticas se nos hacia construir
á cada alumno en planos de cartón ó de madera con alambres,
popotes y pitas las abstractas figuras f monteas) de Geometría
descriptiva y resolver problemas prácticos de analíticas y am-
bas Trigonometrías.
En Geografía y Cosmografía jamás se nos permitió articn-
lar término alguno científico sino sobre los mismos objetos que
representaban esas palabras en las grandes esferas terrestre;
celeste, armillar ó planetaria de un metro de diámetro y sobre
las cartas murales que nos rodeaban; proyectando siempre en
el plano del pizarrón nuestras concepciones y resolviendo en es-
te y en aquellas los mil problemas que se refieren á la Geogra-
fía y á la Cosmografía.
De Mecánica, de Física y Astronomía no hablaremos, pues
que sus henchidos gabinetes, objeto de nuestro estudio en el
año escolar y de grato recreo en las conferencias anuales de
nuestros actos públicos, sirvieron para fundar estas cátedras en
la Escuela N. Preparatoria.
En Química no sólo disponíamos de cuantas substancias pa-
ra analizar, tubos, crisoles, reactivos, retortas, copelas, hornos
ó cubas pudiéramos necesitar, sino de inmensas y altísimas na-
TCB de pulida cantera para no ser perjudicados por los gases.
Los preciosos museos de Astronomía, Meteorología, Minera-
logía, Geología, Zoología y Botánica creados desde la erección
del Colegio, enriquecidos en tan largo período con los más ex-
quisitos telescopios, y con los más preciosos ejemplares y cris-
tales de todas las substancias que puede haber en el reino mi-
neral, pnestos siempre en la más estricta relación >oon los más
insignificantes caracteres distintivos, descripciones y tecnolo-
gía antigua y moderna por sus escrupulosos y asiduos prof eso-
reB| fué el bendecido Edén en el que al sabor de los exquisitos
Memorias [X893-93I, T. VI, 29
Digitized by
Google
202 Memoríáii de ht Sociedad CÜientífic*
frutos que se nos regalaban todo el año para compleiñéntar el
ejercicio de la Botánica^ aprendimos encantados por los cinco
sentidos la Historia Natural.
Pero lo que se realizó más Í\ natural; si posible f uera, es la
|>ráctica de tan rariadas materias, pues que en los caminos del
país 7 en las haciendas de beneficio y de labor, en los mismos
volcanes y barrancas, se practicó el Dibujo, la Astronomía, la
Geodesia, la Agrimensura, la Meteorología, el Laborio de mi-
nas, la Metalurgia, se hicieron mil ensayes y nivelaciones, obser-
vaciones barométricas y termométricas, realizando por último
cuantas indicaciones contenían nuestros textos, y cuyos resul-
tados no podíamos obtener dentro de los estrechos y reglamen-
tados limites de nuestros Colegios teóricos y aun prácticos.
Los idiomas Francés, Inglés y Alemán los aprendimos le-
yendo, hablando, traduciendo y analizando nuestros maternales
textos, como llamaba el Sr. Hassey á sus métodos naturales.
El Ensaye se practicó en las oficinas del Apartado de Méxi-
co, y bajo la dirección de sus diestros ensayadores, profesores
también de Minería. .
Los astros los observamos eñ sí mismos y no pintados, ha-
biendo habido alumnos en la clase de Astronomía que rara vez
abrían la tabla de logaritmos, pues que los más usuales los sa-
bían de memoria.
La Gimnasia la ejercitamos en el Colegio con los aparatos
adecuados eu m^dio de atronadora y franca alegría en dos 6 tres
horas diarias que duraba nuestro recreo, entre los alumnos in-
temos que á esa hora inundaban todas las galerías inferiores del
Colegio, entregados con verdadera delicia á juegos varoniles co-
mo el de la pelota y la esgrima; y por último, la Natación nos
la enseñaban en el estanque del Colegio, que aún existe, ó «n
los baños públicos, nuestros más deferentes y denodados com-
pañeros.
En las expediciones científicas que repetimos durante ttes
años á los principales minerales del país, aprendimos la eqtdta-
Digitized by
Google
» Antofiio AlsaU. m
oión en exeelente^ 7 muy bien habilitabas cabalgaduras que se
nos proporcionabjan gratuitamente á todos, como premio á la
terminación de nijiestros estudios teóricos^ familiarizándonos en
ellas en el uso de las armas j con toda especie de peligros de
que esturieron plagados los camiDOS en los turbulentos años
de antes y después de 1860, enseñándosenos también á ser hom-
bres prácticos en estos peligros y en I9S de las minas.
Estamos seguros de que la pedagogía más exigente jamás
ha imaginado pirocedimiontos más adecuados y fantásticos que
los de nuestra escuela p^^ra enseñar deleitando.
Muy lejos de nosotros está la pretensión de hacer el juicio
critico del mérito científico de nuestros fundadores; de sus su-
cesoreS; así como de todas Jias mejoras que con el tiempo se hi-
cieron á nuestras cátedras. Quédese esta tarea á los sabios y
literatos como el Barón de Humboldt, D. José María Castora,
Lie. D. Manuel Uastellanos, Ingeniero D. Santiago Ramírez,
Ingeniero D. Manuel Eivera Cambas.
Otro sentímiento más nobl^ nos guía en nuestros humildes
aunque in^perecederos recuerdos, jr os el de la gratitud.
El Sr. D. Sebastián Camacho nos adiestraba desde luegp con
su elarísimo talento y sus diplomáticos modales en la clase de
Lógica, Gramática Castellana y Aritmética, que era entonces
allí el vestíbulo para todas las ciencias, en el bien pensar, el bien
hablar y el bien obrar, tres eminentes cualidades, que entre otras
muchas han eleyado á este señor Ensayador Mayor unas veces
y otras Director de la Casa de Moneda y de todas las grandes
empresas mineras y ferrocarrileras del país, á la elevada altu-
ra en que hoy todo el mundo le respeta.
El Sr. Ingeniero D. Manuel Castro, profesor secular de Pri-
mer Curso de Matemáticas, muestra de exagerada exactitud,
que jamás nos pernútió trazar una figura inconveniente Ó dejar
trunco un silogismo geomé^^p 6 algebpi^co, no tuvo nunca por
competidores en este rigorismo en el cálculo en el período de
medio mglo, sino á w$ misrnas criatoras, á sus propios discí-
ptdos.
Digitized by
Google
204 Momoriiá do la Sociedad Científioa
Seguía el Sr. D. Blas Baleároel, profesor respetaMlfsimo de
Segando Curso de Matemáticas, de Geografía y de Cosmogra-
fía. Nunca sufrió discípulo alguno suyo la más ligera repren-
sión eu la cátedra. Era tanta su dignidad, tan estricto su laco-
nismo; tan extraordinario el estímulo que con su seriedad sabia
excitar en sus alumnos, que solamente con la mirada nos impe-
lía á corregirnos unos á otros, explotando los buenos talentos
en favor de los escasos 6 de los medianos, y á adelantar en es-
te abstracto curso, el más recargado entonces del Colegio, al
grado de quo jamás turo al fin del año escolar ningún alumno
reprobado.
Venía después el Sr. D. Joaquín de Mier y Terán, colegial
de Minería, Ministro que fué también de Fomento, profesor uni-
versal de Matemáticas Puras y Mixtas en todos los Colegios na*
clónales de México y muy particularmente en Mineria, y que
á no baber sido conocido como un talento extraordinario para
el cálculo, tan sólo sus obras matemáticas, si no es que sus gran-
des virtudes le hubieran hecho inmortal.
El Sr. D. Manuel Tejaday tipo del caballero y del hombre
cristiano. Ensayador secular de la Casa de Moneda, amante has-
ta el delirio de su Colegio, del que fué alumno fundador y pro-
fesor desde antes de terminar sus estudios, tan humilde en me-
dio ^e tanto merecimiento que jamás se le vio con el sombrero
en su lugar, pues desde la portería se lo quitaba como quien
entra en un templo, y asi lo llevaba en la mano por el patio y
por las escaleras hasta llegar á su cátedra de Física.
Teníamos después al Sr. D. Manuel Herrera, maestro de ha-
bilísimos químicos hasta su muerte, y considerado como estu-
diante muy notable desde sus maestros los fundadores del Co-
legio, quienes siempre le confiaron importantes comisiones.
El Sr. D. José Salasar Üarregui, profesor de Agrimensura,
Geodesia y Astronomfl^ ex -Ministro de Fomento, primer in-
geniero geógrafo de aquella época, creador de todos los que nos
han deslumbrado después, incluyendo al mismo tan justamente
renombrado Sr. Covarrubias.
Digitized by
Google
"iBloaio Áltate." 906
Y por último, el correcto y modestísimo mineralogista Sr.
D. Antonio del Oastillo^ actaal Direotor de la Escuela de Inge*
nieros de imperecedera fama mexicana y europea.
En Religión, en Bellas Artes, en Zoología, en Botfnica, en
Idiomas, en €Kmnas»a, especialidades como los Sres. Présbite*
ros Dr. Canónigo Alamán, Barros y Velázquez de León, D. Ja-
vier Stávoli, D. Pío Bustamante y Bocha, Palacios, Hassey, D.
Jesús Corral, los Ingenieros Piñal y Heredia, los atletas Turín
y el General Ghavarría, y los doctores en Medicina D. Antonio
Carrión, médico del Colegio, y D. Antonio Balderas, profesor
de francés, quien no obstante su título científico, no se desden
ñó nunca de realzar con su robusta toz el encanto de nuestros
poéticos premios anuales, engalanados siempre por la parte más
selecta de nuestra sociedad de señoras, respetuosamente obse-
quiadas por sus caballerosos alumno! y deleitadas por los ex-
quisitos versos de los más renombrados poetas mexicanos y es-
pañoles y por los primeros famosísimos cantores y cantatrices
de la época.
Al complaciente lector que haya tenido la amabilidad de se-
guimos hasta este punto, se irá haciendo ya fatigosa nuestra
enumeración; pero no es culpa nuestra, sino del esplendor de
nuestro instituto: para cerrar brevemente, pero con broche
de oro nuestro relato, como lo intentamos al empezar, tan sólo
mencionaremos los nombres de algunos superiores ó maestros
nuestros en Mecánica racional ó aplicada, Laborio de Minas,
Ordenanzas de Miifería, análisis cualitativo y cuantitativo, be*
neficio de metales, dibujos de planos de minas y haciendas de
beneficio, administración, contabilidad y demás trabajos teóri-
cos y práetícos de nuestra carrera, cuyo sólo nombre basta pa-
ra inmortalizar toda una época, y fueron aquí y en Fresnillo los
siguientes: Ingenieros D. Miguel Bustamante, D. Juan Oe<^o
Barquera, D. Miguel Ponce de León, D. Ventura Alcérreca, D.
Próspero Ooyzueta, D. Ignacio Hierro, D. Mauricio Arriagai
D. Pascual Arenas, D. Diego Velázquez de la Cactona y el-sa-
Digitized by
Google
109 ICemoriu 4i USotMftd Cfieotífioa
bio D. MigpAl Velásiquefi de León, Director de la Esoaela práo-
tiea en Fresnillo, parienies los do$ últimos de los fundadores
del Colegio de Minería.
Por todo lo expuesto, se ye que un minero debe tener siem-
pre á mucha honra haber sido alumno de un Ciolegio del cual
México citmtífico debe fallar con satisfacción que & la mitad del
siglo caminó & la ranguardia de la ense&ánza j de la eduoaoi^
de la juventud.
Efectivamente este coloso de piedra al mismo tiempo que
moral científico y artístícoi no nació en la opulencia en ningún
sentídoj pero en medio siglo llegó á tener las gigantescas di-
mensiones que todos le conocemos hoy, habiendo llegado á su
apogeo en los años de 60 á 66, tanto por el primitivo impulso
da sus fundadores, como por los no menos elevados esf uerxos de
los no menos dignos cottinuadores de sus tit&nicos trabajoSi
hasta haber sido convertido indirectamente y sin pretenderlo
en esos mismos años, en una escuela no sólo científica, sino edu-
cativa, no sólo de Minas, sino en una moderna y única Sscuela
Normal en toda la República, pues que de sus más rematos Es-
tados enviabim allí niños tal vez con la intención de no hacer-^
los mineros, sino tan sólo hpmbres cultos y útiles para tantos
fines; habiendo salido al fin de aquel plantel como verdad9ros
apóstoles por todo nuestro territorio sus ingenieros de minas, de
metalurgia ó de agrimensura, á dar cátedras ó á escribir obras
diveesas con nqtable acierto, y á fundar los más renombrados
institutos nacionales y particulares que ha habido en la Capital
y en los atados en este segundo medio siglo, y entre otros mu-
chos, la EscueiliiN. Preparatoria, cuya fundación se realizó con
la mayor facilidad; transladando de San Andrés á San Ildefon*
80 el plan de estudios de Minería, sus gabinetes de estudio, y
i los Sres* Ingenieros Fernández Leal, Centraras, Herrera, Díaz
Covarrubias, Barroso, Garay, Ortiz de Zarate y alguno otro que
1^0 reoordamosi paraestHbleoer allí los mismos estudios de nxm-
traSse^ela y por ans HHtmps profesores.
Digitized by
Google
AliiU.it W
^^\^^^>^^^iW^^8»^^^^l^»^^^^»V<^^WMV^W»^»^^WMM^^'N«'^>^^^V^^»^#^^M^^^^»MM^M^i^<»^<^^^^^^^*»*M^V^
III >
De la grandeza de nuestro Colegio fundada en su duración
poco nos ocuparemos, pues que el objeto del Centenario no es
otro que perpetuar sus recuerdos, y sobre todo porque aunque
así no fuera, sepa el Colegio de Minería, y nuestros insignes
maestros y los paternales gobiernos que protegieron nuestra
institución, que no majaron en fierro frío sino en corazones agrá»
decidfsimos, que sin necesidad del Centenario sabríamos trans-
mitir en lo prirado á nuestros hijos la historia de nuestra ez-
cepcionar Colegio, para qué nuestra gratitud llegue ardiente,
integra y entusiasta hasta el confín de los siglos.
Por muy desinteresados que pretendamos ser, siempife ya
• unido algo de egoísmo á todas las acciones humanas, aun las
más nobles j y si queremos que nuestro Centenario tenga un lu*
gar en las edades venideras, por nuestro propio interés perpe*
tuemos las glorias de nuestro Colegio, presentándonos coü la
humildad que cuadra á discípulos agradecidos & las pueti/as de
la morada de nuestros antiguos profesores supervirientes de los
ya enumerados, para suplicarles se sirvan ennobleced nuestra
solemnidad con su respetable presencia, en la cual les yeatnos
de nuevo al lado de los ijres. Presidente y Ministros, y que ellos
mismos también lo han sido, presidiendo este acto^ recuerdo de
nuestros antiguos premios anuales. x
Así es que el resultado práctico que deseamos obtener de la
dulce reiminiscencia que hemos hecho de nuestros catedráticos,
no ha tenido otro fin después de el de hacerles á todos tan sAo
parte de la debida justicia que merecen, que el de encarecer
BU mérito para excitar á nuestros compañeros de la Sociedad
de ex -Alumnos á que tengan á bien cooperar nombrando co^
misionea especiideB que inviten á hts respetables personas de
Digitized by
Google
a08 Memorias d« U Soeiedad Oientífiea
las ya expresadas, y que Tiyan aún, para que tengamos en esta
grata noche, acaso la última de este género en nuestra vida, el
legitimo honor de yerles juntos ennobleciendo nuestro Cente-
nario con la misma deferencia y el mismo cariño con que siem-
pre lo hicieron en nuestros actos públicos y privados de los
tiempos antiguos; porque si no fueron fundadores de nuestro
Golegioi si son todas respetabilísimas personas iniciadoras y eje-
cutoras de las grandes reformas hechas de 45 á 65 y á cuyo car-
go estuvimos cpnfiados en esos tiempos de prosperidad en los
estudios, aprovechando esta oportunidad para suplicar á los ex-
presados superiores nuestros hasta hoy en todo, se sirvan per-
donar las inexactitudes é incorrecciones de todo género en que
hayamos incurrido en este desahogo de nuestro corasón hecho
de memoria y sin consultar ningún documento por no haber ha-
bido tiempo para ello; pero que quedarán ventajosamente sub-
sanadas con la publicación de los documentos que anunciamos,
y más que todo en la solemnidad del Centenario con las piezas
académicas confiadas á notables escritores.
Y si alguno de nuestros insignes maestros gime en la des-
gracia, y acaso uno de los que fueron siempre más desprendi-
dos en favor de su Colegio, desprendámonos á nuestra vez de
ruindades tan sólo dignas de corazones mezquinos; señalemos
nuestro Centenario con una obra de justicia digna de su alta
significación; cumplamos la Sociedad de ex -Alumnos con un
deber de misericordia procurándole una jubilacián, ó abriendo
una stiscrícián periódica entre todos los mineros del pais, pro-
curando aligerarle el pesado fardo de la vida en sus últimos mo-
mentos, sin alegar que nada le debamos sus alumnos ya que sus
cátedras y trabajos fueron siempre remunerados; pues todos
sabemos que los sueldos de los profesores mexicanos son tan
limitados que apenas bastan para no perecer con la familia la
víspera de la cátedra; porque sus servicios fueron siempre muy
j»uperiores á su remuneración^ porque con sus esforzadas vir-
tudes nos han labrado á los que menos un pitesente cómodo^
Digitized by
Google
>*AslonU Abato, ir 209^
poarqm sólo las almas mosquinas buscan protextos para oludir
U gratitud alogando quo todo lo deben al mérito propio, y final-
mente parque todo beneficio no*debe agradecerse por una sola
TOB) sino siempre, eternamente; dé la manera más generosa 7
ddicada. No nos retiremos á nuestra aleoba la noche de nues-
tro üei^tenario con la cabeza llena de vanidad y las manos vacías
de buenas obras, únicas monedas con que se compra la apeteci-
da inmortalidad. — Ii^^epo Oéko Acm>€dOi^
Tres días después, el mismo periódico publicó el artículo si-
guiente, que puede considerarse como comentario del anterior:
** El Centenario del Colegio N. de Mineria. — Tanto por cum-
plir con la promesa que hicimos á las personas que componen
el respetable público de México que hayan leído nuestro ante-
rior artículo, en comprobación á su contenido, y por último, pa-
ra preparar á las perdonas indiferentes ó poco conocedoras de
los pormenores de nuestra casa de educación, á que mejor dis-
fruten de los exquisitos comentarios que nuestros insignes li-
teratos tienen dispuestos para solemnizar esta festividad en la
noche del 1? de Febrero próximo, tenemos hoy la honra de ob-
sequiar & nuestros benévolos lectores con la inserción de las
apreciaciones originales que siguen, comenzando como es de
suponerse por algunas dé las muy numerosas de inapreciable
mérito del Barón de Humboldt, tanto por haberse hecho á raíz
de su fundación, como por venir aquellas de personaje tan en-
eumbrado.— CUfo Aceveéh.
Decía el Barón de ISumboldt:
^ffl geómetra más señalado que ha tenido la Nueva Espa-
fia dospués de la época de Sigdenza ha sido D. Joaquín Veláz-
l[»«9«-93l»T.VI,XJ
Digitized by
Google
jOa Memorias do Ifl SotMdMlOkntífiea
%
ques üáirdenas y León. Todaala&txixeMfMtiroBÓsiiioMy g^pié-^
sicus de, esto sabio infatigable IleTan el «ello de la mayor exa^
titud. Naeido el 21 de Jalia de 1732 ea lo interior del país, en
la hacienda de Santiago AcebodoeU» oeroai del pueblo inéÍQ de
Tizioapan, poede deoúree qrue no tuTO otro. naaestBO que i sí mi»'
mo. Siendo de edad de cuatro años pegaron bis Tiradlas á sm
padre, el cual muñó de eUasi. Un tio, cura de Jaltocaa^ se en^
cargó de su educación, y le^ biso insfañair por^ un indio llamada
Manuel Ascensio, hombre de mucho talento natural y muy ver-
sado en la historia y mitología mexicana. Yelázquez aprendió
en Jaltocan varias lenguas ludias y el uso de la escritura gero-
glífíca de los aztecas. Es de sentirse que no haya publicado na-,
da sobre este interesante ramo de antigüedades; Puesto en el
Colegio Tridentino de Móxicói casi no hajló e& é\ ni profesores,
ni libros, ni instrumentos. Con loa peque&os ausálios que se pia-
do proporcionar alH,^ ^e fortificó en las Matemáticas y en laa
lenguas antiguas. Por una feliz casuaJidad cayeron en sus ma-
nos las obras de Ne^-ton y de Baoon; aquellas le inepirarQ» el
gusto de la Astronomía y éstas le dieron el conocimiento de lof
verdaderos métodos filosóficos. Siendo como erapobre^ y no ea^
centrando ni auu en México, instrumentos ningunos, se dedicó
con su amigo Guadalajara, hoy maestro de Matemáticas en la
Academia de pintura, á hacer anteojos y cuadrantes* Al ims:
mo tiempo hacía de abogado, ocupación que ea Méadeo^ eoBao-
en, todas partes, es más lucrativa que la de observar los astrosi
y empleó las utilidadifs que le daba^u trabajo,.ea comprar iaa^
trumentos en Inglaterra. Nombrado- catedrático en la Unív^r^
sidad, acompañó al visitador D. José de Qalvefi^easu vieitacb^
la Sonora, y habiendo sido ^viado en comisión á la California,
se aprovechó del hermoso cielo de aquella península para ha-
cer un sinnúmero de observaciones astronómicas^
Fué el primero que observó allí el enorme error de longitud,
coii que todos l<^s mapas f^nter}preslMiJ»iaumikrcadoa<]^U^ par-
te del n^idvo eentin^ijite, B^melM^n^Aa grados al W« 4i^^.¿ qtt%
Digitized by
Google
ñj&st(mioAliiltiB.ii Sil
vealmeivte está. Coánd^ el abitte OlMp|>ey más délebr# por su
amov 7 declataáo asior á lus Oieticias, ^ue por )a exaotitod de
sns opemeiones; \\ég6 á Calífúi^nia, ya encontró allí al astróao-
tAo mexicano, el oual se liabla heého construir, de tablas de mi^
mosa, tm obiiervatério en Santa Ana. Yaliabía determinado la
postOtón de este pueblo indio; y asi anuneió al abate ühappe
qtie el eolipse de la luna de 18 de ÍM\o de 1769 seria visible en
Galifomia. Bl ^ómetra ^ránidés dudó d^ esta aseroión basta
que se verifieé el eclipse. Por sf sólo Yeiázquez hizo una muy
btíenat)b6ervaoi6n del pasó de Venns sobre el disco del sol el
din 3 de Jukkio de 1769; y el día simiente xsomumoó el resulta-
do al abate y á dos astrónomos españoli»», D« Vieente Doz y D.
Salrador de Medina. Bl viajero francés quedó' sorprendido de
la amotria qm había entre la observación de Velázquez y la
suya. Shi duda extrafió énooutrar en California lin mexicano
que sin pertenecer á ninguna aeademiai ni haber salido jamás
de Nueva Bspafia^ hacia- tanto como los académicos. Bu 1778
hizo Velázquaz el gran trabajo geodésioo^. del eual hemos dado
algunos resukadoe ea nuestro amálisis del atlas mesicano, y aun
volteremos á hablar euaudo tratemos de la galería de desagüe
de los lagos d,el Valle de Méxieo»
Bl servicio que este hombre infatigable hizo á su patria, fué
el establecimiento del tribunal y escuela de minaS| cuyos pro-
yeotois presentó á la Oorte. Acabó su laboriosa carrera el día 6
4e Marzo de 1786^ siendo el primer director general del Tribu-
nal de Minería^ cou lo» houorea de alcalde de Corte."
opníioií
lib px«zx0» d.e 13G5 eVBx. Xjíc. S. ai<Caaa.vfl Caatellataaos.
'^ Fué concebida sti fundación por el sabio Yelázqez de León,
quien la {«opuso al gobierno de la Metrópoli^ después de hab^r
Digitized by
Google
812 MemoriMdete8oei«dadCiaotíAoa
estableoido el Tribunal de Minería^ que tan benéfioofué á la
Naeva España. La muerte arrebató al Sr. Velázquea de hñón
anteB de que se aprobase su proyecto; maa el gobierno español,
que le acogió con beneyolencia, envió á realiaarlo al sabio D,
José Fausto Elhuyar. El rey de España había mandado á dos
jóvenes, hijos de Logaño, aventajados estudiantes de Matemi-
ticaSi ¿ estudiar las ciencias exactas en toda su extensión en
las essuelas alemanas, que en aquella época sobresalían en el
mundo científico: costeóles su educación con el propósito de
fundar en Madrid un Colegio de Minería, en que se ens^asen
y se aplicasen esas ciencias : esos jóvenes fueron D* José Faus-
to y su hermano D. Juan, quienes completaron su educación
muy lucida y brillantemente* Retomaron á Madrid en circuas-
tancias en que el gobierno hkbía aprobado el proyecto de Ve>
lásquez de León y sabídose su muerte, y ese gobierno paternal
desiste, ó por lo menos desatiende á la fundación del Oolej^o
de Minería en Madrid, y manda & D. José Fausto Elhuyar á fun-
darlo en México, y á D. Juan á fundar otro en Lima.
i Puede presentarse una prueba más culminante de la amo-
rosa solicitud del rey de España hacia las provincias de Amé-
ricat Aquellos sabios, mandados formará expensas del tesoro
real; con el designio de que pr<^agasen en la corte y en la Pe-
nínsula española el conocimiento y aplicación de las ciencias
exactas son mandados á América para que de preferencia fue-
sen instruidos los americanos, y México tuvo la gloria de ver
fundado su Colegio de Minería, antes que lo hubiese habido en
Madrid.
Y no paró en esto el interés del gobierno de España en fa-
vor de México. Fundado ya el Colegio de Minería por ^huyar,
quien trajo consigo doce alemanes peritos, que le ayudasen en
su tarea escolástica, y faltándole un catedrático de Química que
estuviese á la altura á que había llegado esta ciencia, pidiólo á
España; y el rey le ettvió á D. Andrés del fiío, á quien había,
costeado su educación igualmente en las escudas de Alemania
Digitized by
Google
• 218
7 le Iiabía hecho Tiajar por Inglaterra y Francia, para que re-
cogiese todos los conocimientos más ayansados que en ciencias
exactas habite en esas naciones, y Uerase & cabo la fundación
en Madrid de) proyectado Colegio de Mineria.
Por segunda rez frustró el gobierno de la Metrópoli la fun-
dación de ese Colegio en la corte, y donó á México otro sabio,
para que diese brillo y engrandecimiento al de Minería estable-
cido aquL
M Sr. del BSo se encargó desde su llegada de la cátedra de
IGneralogía, tomando el Sr. Elbuyar á su cargo la de Química.
i Y quién ignora los beneficios esplendentes que este Cole-
gio ha producido en México t De él Sjalieron un Chorel, que de
edad de veinte años y sin título todavía de minero, dirigió con
maestria las grandes obras de la mina '' Valenciana,'' ganando
un sueldo de mil pesos mensuales: un Báleáreélf un T^jadOj un
Camocho y tantos otros que hemos conocido y conocemos; y cu-
yo profundo saber en ciencias exactas y su aplicación nadie
puede negarles. Ese colegio mereció al sabio Barón de Hum-
boldt, de quien fué condiscípulo el ilustre del Río, los mayores
electos, llegando á decir en su Ensayo Histórico de la Nuftya
España, que no sabía qué admirar y elogiar más, si la bella y
suntuosa arquitectura de él, ó la modestia y sabiduría de sus
catedrátícos.
De éstos hace individualmente mención honorifica en diver-
sos capítulos de su obra; y con presencia de la de aquel profun-
do estadista y filósofo, nadie tampoco dudará que á principios
del corriente siglo eran muy bien conocidas, y muy bien aplica-
das en México las ciencias exactas.''
El Colegio cuyo Centenario se solemnizaba; en cuyo edifi-
cio esta solemnidad se disponía y cuyos Profesores habían he-
cho renacer la idea que había muerto ea el seno mismo de la
Digitized by
Google
214 Memonají del» Seoiedad Científica
Sociedad en qne tnvó su origen, debía tomar una parte algo más
activa, haciéndose representar en la triinma; 7 eon tal objeto
nombró al Sr« D. Adolfo Díaz Bngama, para qne á su nombre
leyera un discurso, que comprendiera la época de la nueva &«
criada al Colegio por la ley que lo trasformó en Eseuela Espe-
cial de Ingenieros.
Con este discurso, con las dos piezas de que ya hicimos mea-
ción y con la lectura del acta de fundación que debía ser la pri*
mera, y que fué confiada al Secretario de la Asociación de ex-
Alumnos, D. Adolfo Medina, quedó cvbierta la tribuna; y con
estas piezas, alternadas con las de música clásica, elegidas en
el repertorio de ia época de la f undacióii del Colegio, quedó for-
mado el siguiente
PROGRAMA,
1.— Obertura de Don Giovanni (Orquesta del
Conservatorio Nacional de Música) XóJSQiñ.
2. — Lectura del acta de fundación del Colegio de
Mineria.
8.*— Obertura de Medea ( Orquesta del Conserva-
torio Nacional de Música) : . . OAéHlWflf.
4. — Discurso oficial en conmemoración del Cen-
tenario del Colegio, por su antiguo alumno el
Ingeniero de Minas D. Santiago Bamíres.
5. — Orfeón Alemán bajo la dirección del Sr. D.
Roberto Baumbach.
6.— Sinfonía número 2 (Orquesta del Conserva-
torio Nacional de Música) A^ydbr.
7. — Discurso en representación del Colegio de
Minería, por el Profesor D. Adolfo Díaz Bu-
gama.
8. -^Orfeón Alemán.
9.** Obertura de la Flauta Mágica (Orquesta
del Conservatorio Naeionalde Música)* « Jfojorf.
Digitized by
Google
su^
lOi^^ Poesía por el Sr. lAt. D. Justo Sierra. *
11.— Obertura del Joven Enrique ( Orquesta del
Conservatorio Nacional de Música) Mébnd.
En este programa^ mi cuya redaeoi6ii nos hemos permitido
hacer ligeras modificaciones para la claridad de su objetOi figu-
raba la siguiente nota:
Las piezas ejecutadas por la Orquesta del Conservatorio N.
de Música, son de la época de la fundación del Colegio de Mi-
nería (1792).
Oportunamente se hizo circular este programa, que se agre-
gó á las invitaciones que en número de tres mil se distribuye-
ron en nuestra selecta Sociedad, y que decían así:
" Para celebrar el primer Centenario de la fundación del Co-
lepo de Minería, los hijos de este Establecimiento, contando
con el concurso del Supremo Gobierno 7 la generosa ayuda de
varías Compañías mineras del país, han determinado recordar
tan memorable acontecimiento con una velada literaria y mu-
sical, que se verificará, con asistencia del Primer Magistrado
de la Nación, eT día 1? de Febrero próximo á las 8 p. m. con-
forme al adjunto programa.
La Junta organizadora de la festividad suplica á vd. honre
este acto con su presencia.
México, Enero de 1892.
Se suplica se presente esta invitación á la entrada."
Los alumnos de Minería, siempre caballerosos, atentos y pre-
visores, para que los elevados funcionarios y los respetables
Cuerpos invitados no se resintieran de una detención involun-
1 BiU piéis no se pronnncid.
Digitized by
Google
S16 IfemoríM áib U 6ooi«dad (Hentíftoa
taria, en una de sos últimas Juntas nombraron las sigoientas
Comisiones de reoepoión:
OOMISIOVES DE BEOBPOIOir.
, Piím «1 Sr. Prisidaito y StantariM dt flitedo.
Ing. D. Antonio del Castillo.
I, y, Francisco Diez de Bonilla.
„ II Sebastián Camacho.
,f ^ Jesús Fuentes y Mu&iz.
jf ,f Leandro Fernández.
„ f^ Femando Sáyago.
if II Joaquín Ramos«
II ^^ Felipe Berriozábal.
^f II Francisco Garay.
II ^^ Francisco González Cosío.
Pan U feflor» Mpoia del Sr. Prisidtiito de la República
Ing. D. Mariano Yillamil.
yf ff Mateo Plowes.
„ i, Francisco Garibay.
II ff Ricardo López Guerrero.
Pai» el Gaeipo Dipleíaátíoo.
Ing. D. Gilberto Crespo.
II Eduardo Martínez Vaoa.
Pf Rafael Aristi.
Luis Salazar.
Francisco Hierro.
Manuel Ramírez.
91 »9
Digitized by
Google
"AnUrn -Alíate. N Í17
Ii^« D* JEtómtile Ugalde.
9, u Carlos López Gaerrero.
,, „ Gilberto Montiel.
PtiA •! AynntAmiento y GobtrnacUr d«l Dittrítt.
Ing, D. Adolfo Medina.
„ „ Celso Acevedo.
„ „ Bernardo Aragón.
Para lai 8oo¡ edades Cientificas.
Jng. D. Ignacio Peña y Ramírez.
„ ,, Manuel Velázquez de León.
,, ,f Jo8é Cé Segura.
Pai» loa Oolegioa.
Ing. D, Pedro J. Sentios.
„ Javier Stávoli,
„ Miguel Bustamante (padre).
,. Daniel Palacios.
Comitiéii par» aefiorast
Todos los ex -alumnos, profesores y alumnos.
La Comisión organizadora no omitió detalle alguno de les
que pudierftn contribuir al lucimiento de la fieÉta y á la como*
didad de los concurrentes; y con esto segundo objeto se dirigió
á la Empresa de los Ferrocarriles del Distrito, la que acogien-
do con extrema y cortés defereocia la indicación que le fué he-
cha por los comisionados, dispuso que cerca de los extremos
Oriente y Poniente del edificio del Colegio, es decir, en las es-
»r»»9t-93l»T.VI,«
Digitized by
Google
I tu MemoriM d» to BieStdad Oientffio
quinas de las calles de Yergar* y Banta Isabel, se colocaran wa-
gones en número* competente, que partiendo media hora des-
pués de concluida la velada, circularan en distintas direcciones
para conducir á las personas que quisieran utilizarlos á su re-
greso.
El Comandante General, á su vez, dispuso que una guardia
competente y la música militar respectiva, se situaran en el edi-
ficio de Minería con la anticipación necesaria y á las Órdenes de
la Comisión.
Llegó por fin el día tan esperado, 1 ? de Febrero d^ 1892, en
que a la presente generación de mineros tocó la suerte de pre-
senciar y el deber de presidir este glorioso Centenario; y ya el
patio, convertido en un elegante, artístico y significativo salón,
anunciaba por su simple aspecto, el objeto por que se encontra-
ba de tal manera engalanado.
Este patio, naturalmente bello, como todo el edificio de que
forma parte, muy poco necesita para presentarse magnifico; y
los adornos con que se ostentaba esa noche le daban un aspec-
to encantador.
Un toldo de lona, que como hemos dicho lo prestó el Cole-
gio Militar, descansando sobre una red de cuerdas, formaba el
techo; y estaba con tanto estudio colocado, que dejaba descu-
biertas las columnas, para no ocultar parte de su belleza ar-
quitectónica.
El patio, que es cuadrado, y lo separan de los corredores la-
terales veinte arcos cuya flecha mide cuatro varas, estaba cu-
bierto en su piso por una lona restirada, sobre una gruesa capa
de aserrín; y dejando en el centro tn espacio de cuatro metros de
ancho, para facilitar la entrada, tenía de uno y otro lado, distri-
biüdas en círculos concéntricos, numerosas sillas austríacas.
Los arcos se veían adornados con vistosas cortinas encar-
nadas, graciosamente recogidas por cordones de oro; diferen-
uñándose las del piso inferior de las del superior, en que las unas
eati^Mm abiertas en el centro, y las otras recogidas hacia un la-
Digitized by
Google
"Antonio llMto.u Slf
do: pequeño detalle que oontribayó no ppoo á la elegancia del
oonjanto.
En el fondo del patío, una extenaa faja ocupaba todo el
eentro de él extendiéndose de Oriente k Poniente; 7 en ella se
elcTabanna plataforma separada de resto del salón por iñstru*
montos topográficos, geo4lé8¡cos y astronómieos montados ea
sus respectivos trípíés, colocados i iguales y cortas distancias
unos de otros^ y unidos entre sí por cadenas de agrimensor, las
que formaban la barandilla.
En la esqnina del lado derecho estaba la tribuna, & cuyo la-
do en esbeltas columnas de ébano con in^uataciones de oro, se
eloTaban dos candelabros, pstilo de la época que se conmemora-
b% que representaban genios alados de bronce negro que lige-
ramente apoyados en una esfera de oro sobre columna del mis-
mo metal, sostenían diea luces.
El piso de la plataforma estaba alfombrado, y en el centro
se eleraba un dosel carmesí y oro con fondo de seda color de
crema, sostenido al parecer por alabardas y ostentando en su
centro el estandarte de la Escuela bajo las arüuui nacionales*
A uno y otro lado se habían construido vistosos, simétricos
7 significativoft trofeos, que eran, por decirlo así, la expresión
material del actual programa del Colegio: pues el uíno represen-
taba la carrera del Ingeniero de Minas, y el otA> la del Civil en
ana diversas jdases.
Bl primero estaba formado por ejemplares de rocas, mine-
rales y fósiles; muestras de fierros meteorices de los más nota-
bles que posee el Colegio; alambiques, matraces, retortas, hor-
nos de ensaye y otros aparatos de Química; un microscopio de
Naohet, goniómetros, morteros y demás útiles de Minendogia .
modelos de tiros de minas, de malacates de vía aérea para el
teasporte, compás asimutid y otros objetos de los usados en la
explotación deminaS) así como diversos aparatos metalúrgicos,
entre los que figuraba un homo de Pilta.
Bn el áegttndo abmiidabaa los materiales de oonstruocién, de
Digitized by
Google
SM Hwnomi de U Sodedad Científica
los que algunos formabati figuras geométrioas; Jos instrumen-
tos del ramo, una locomotora, un machón para puentes, moli-
nos de viento, cabrestantes, etc., todo simétricamente colocado.
Entre los instrumentos que en esta especie de muestrarios
figuraban, había dos que merecen mencionarse de una manera
especial por su interés tóstórico: la brújula de inclinación qne
usó en sus viajes el Barón de HumboMt, y que con otros obje-
tos le compró el Colegio el año de 1803, y un instrumento to-
pográfico de metal, en cuyo centro tiene grabada esta inscrip-
ción :
" Para el vso del Sr. D. Jvaqvin Velasq vez de León del Con*;
sejo, de su M, echo por D. Diego Guadalaxara Tello A. 1779.'
Debajo del dosel estaba un elegante sillón, que también cons-
tituye una reliquia histórica, pues perteneció & Hernán Cortés,
y fué prestado por la Academia de San Carlos. Bn el respaldo
tiene un escudo bordado de oro, y debajo la fecha l&2d.
Delante estaba la mesa cubierta de riquísima carpeta) y en-
óima dos grandes candelabros, un timbre de plata y el progra-
ma escrito con letra antigua á dos tintas en una hoja de perga-
mino.
A uno y otro lado estaban lo» sillones de la sala de recep-
ción del Ministerio de Fomento, que son*«Iegantísim08 por su
madera, por su forma y por su rico tapiz D' Aubusson.
En el arco que está opuesto al en que se proyectaba el do-
sel, y es el que da la entrada principal del patio, estaba el es-
cudo del Colegio, <iue consiste en un círculo formado por una
rama de encina entrelazada á otra de laurel, en cuyo centro se
cruzan en ángulo recto, con uulaio en el ponto de unión, el que-
brador y el wf ngaro, de cuyos instrumentos se hace tan frecuen-
te uso en la Jínipja y el tumbe del mineral.
' Si todos estos detalles contribuían de una manera tan direc-
ta al mérito del adorno y á la belleza del conjunto, y son dig-
nos de admiración y' de elogio, este elogio y esa admiración su-
ben de punto con los que aun nos falta tocar, y que tenían un
Digitized by
Google
"Anteaio AlMte.ii 2tl
múltíple interés, en cnanto á que constituían una parte impor-
tuite de la historia del Colegio, y una manifestación de grati-
tud de sus buenos hijos que celebraban su primer Centenario.
Desde luego, en las cornisas de los arcos inmediatos al do-
sel, se veían en caracteres de oro estas dos fechas extremas:
1798-1892
7 en cada uno de los arcos de la planta baja, entre dos bande-
ras, un escudo con un nombre esclarecido, rsspetable y digiio
de recordación.
Figuraba en primer lugar el del célebre Monarca Carlos HI
que expidió en Aranjuez el 22 de Mayo de 1783 las Ordenan-
zas de Minería, en cuyo articulo XVIEt se decreta la erección
del Colegio de Minería; que lo, dotó de sabios profesores y le
dispensó una protección decidida.
Este señor heredero de la Corona y sucesor de su hermano
el Rey Fernando VI que murió sin sucesión, reinó en España
desde el 9 de Diciembre de 1759 que llegó á Madrid, dejando
el trono de Ñapóles que ocupaba, hasta el 14 de Diciembre de
1788 que murió.
Al lado derecho estaba ei escudo que llevaba el nombre del
52? Virey de México D. Juan Vicente Güemes de Pacheco de
Padilla, segundo Conde de Bevillagigedo; el más insigne de los
que ocuparon este Vireihato, y bajo cuya administración se
abrió el Colegio de Minería.
Fu4 el sucesor del Sr. D. Manuel Ai^tonio Flores^ y ejerció
el poder desde el 17 de Octubre de 1789 hasta el 11 de Julio
de 1794.
El escudo del lado izquierdo lleraba el nombre del 46? Vi-
T&y I>. Antonio Muría de BucareH y ürsúa, BaiKoide la Orden
de San Juan, quien apoyó la Representación que el 25 de Fe-
brero de 1774 elevaron al Bey de España los Apoderados de
Minería D. Joaquín de Velázquez Cárdenas y León y D. Juan
Digitized by VjiOOQIC
tSS U«moríai do 1a Sociedad Otetí&ea
Lucas de LasMiga, en la que ae propone ia creación del Colegio
de Minería, y bajo cuya administración se erigió el Tribunal da
Minería el 4 de Mayo de 1777, se formó el proyeofco de Orde*
nanzas de Minería, que el Real Tribunal le elevó el 29 de Ma*
yo, y se tomó en arrendamiento la casa en que se erigió el Co*
legio en el Hospicio de San Nicolás, cuyo contrato se firmó el
16 de Noviembre de 1778.
Este señor gobernó la Nueva España desde el 23 de Setíem-
bre de 1771 basta el 9 de Abril de 1779 que murió.
Simétricamente colocados á uno y otro lado, ocupando io-
dos los arcos y siguiendo un orden fielmente observado, se veían
en escudo^ idénticos los nombres de los señores:
Joaquín de V&lAzqubz Cárdenas y León, el más sabio
tal vez de nuestros compatriotas, apoderado general de los mi*
ñeros, primer Director general de la Minería de Nueva Espa*
fía, autor de la Exposición del 25 de Febrero de 74, en que se
inicia, se propone, se analiza y casi se reglamenta la creación
del Colegio de Minería; autor del proyecto de Ordenanzas pre-
sentadas al Tribunal el 21 de Marzo de 1778, cuyo Titulo 14,
que en la redacción de la ley pasó á ser el 18, trata de la crea-
ción del Colegio; astrónomo, topógrafo, hidrógrafo, geógrafo,
matemático, naturalista, minero, metalurgista, jurisconsultO|
filósofo, literato, poeta, y en todo esto una eminencia, y sabia
en la verdadera acepción de la palabra.
Juan Lucas de Lassaga, mjnero distíngpiido, emprendedor
y acaudalado; apoderado general de los mineros; administrador
general del Real Tribunal de Minería; colaborador del Sr. Ve-
lázquez de León en sus principales trabajos;
Fausto DS Elhuyab, primer Director general de la Misa-
ría de Nueva España, nombrado á la muerte del 3r. D. Joaqaío
Velázquez de León para reemplazarlo; fundador y priflaer Di-
rector del Colegio de Minería; Fiscal del Tríbunalt Ministvo ko-
Digitized by
Google
"Antonio Alato.n 218
norano de la Junta general de Gomeroie, Moneda y Minas; Di-
rector general de la Minería en Eepafia, á donde regresó en
1821. El hombre á quien diebe más el Colegio de Minería.
Andrés Maküel del Río, sabio naturalista, fundador de
la clase de Mineralogía que se inauguró el 27 de Abril de 1795;
autor de la obra que durante medio siglo sirvió de texto para
la enseñanza de este ramo; el primero que estableció en el país la
explotación y Metalurgia del fierro y autor de numerosos tra-
bajos.
Francisco Antonio Bataller, primer catedrático de Fí-
sica inaugurada el 7 de Enero de 1793, minero del país y anti-
guo catadrático del mismo ramo en el Colegio de San Isidro de
Madrid.
Manuel Ruiz de Tejada, alumno fundador del Colegio,
siendo el 9? de los nombrados, con dispensa de un año y diez
meses de edad; el primero que recibió el título de Perito Fa-
cultativo de minas; el primero que recibió un empleo en el Co-
legio de Minería, cuyo Tribunal lo nombró ayudante de clases;
el primero que ingresó al profesorado, primero como interino y
después como propietario de la clase de Segundo Curso de Ma*
temáticas que obtuvo por oposición; catedrático de Física por
cerca de sesenta años y Ensayador de la Casa de Moneda de
México.
Casimiro ChovsLL, alumno que se puede ementar entre los
fundadores, pues ingresó al Colegia) en los primeros meses de
su fundación ; uno de los más grandes talentos que ha tenido el
Colegio, ocupó en todas sus clases los primeros premios; á los
pocos meses de su estancia en Quanajuato, á donde fué como
ahimno practicanta, figuraba entre los más acreditados mine-
ros; muy joven aún dirigió con notable acierto la importante
aegociaeiófi de Valeucianai en cttyó puesto lo sorprendió la gne-
Digitized by
Google
d¿4 MemorütR do U Sowedad Oientífiea
ii ' . ■ ■
rra de Independencia ¿ la qae consagró su juyentud, sus traba-
jos, su inteligencia y su vida; pues preso por el ejército realis-
ta á la toma de GuanajuatOi fué ahorcado con algunos de sus
compañeros.
Vigente ValenciAi alumno distinguido, que dedicado i la
Metalurgia de una manera especial, descubrió el medio de evi-
tar la pérdida de mercurio que causa el beneficio de patio con
el nombre de consumido^ cuyo secreto se llevó al sepulcro, don*
de lo hundieron las balas españolas, cuyos jefes lo condenaron
por insurgente.
Manuel Herrera, catedrático de Química, en cuyo pues-
to descubrió la Fotografía, al tiempo que Daguerre hacía en Pa-
rís el mismo descubrimiento; director de la Maestranza y fabri-
cación de pólvora, y minero distinguido.
Tomás Ramón del Moral, hijo del Colegio en el quei, co-
mo alumno de dotación, hizo sus estudios; sustituto de cátedras,
profesor interino de Dibujo y Delincación y propietario de esta
última clase, y de las de Topografía, Astronomía y Geodesia,
de cuyo ramo escribió una obra que por muchos años sirvió de
texto; Director interino del Colegio; Diputado al Congreso ge-
neral y á la Legislatura del Estado de México; Jefe de la Co-
misión científica de este Estado cuya Carta levantó; Coronel de
Ingenieros y sabio ameritado.
Joaquín Yelázqüez de León, sobrino del primer Director
de Minería; alumno de su Colegio, del que se separó al fin de
su carrera para incorporarse al ejército libertador, en el que se
distinguió como soldado, como oficial y como Ingeniero; Miem-
bro de la (^omisión científica del Estado de México; catedrático
de Geología, cuya clase se inauguró el 18 de Marzo de 1844;
Miembro y Secretario de la Junta Facultativa; Director del Co-
legio; fundador del Ministerio de Fomento^ opeado por la ley
Digitized by
Google
•'Antonio Alutd." 225
de 22 áé Abril de 1853; fundador de la Edouela Práctica de Mi*
nas 7 Metalurgia, para la que expidió el decreto de 30 de Julio
del mismo año; Ministro de Estado y Plenipotenciario en varias
Cortes de Europa.
Pbancisoo Díaz CovATOtüBiAS, una de nuestras glorias cien-
tíficas, que por una senda de triunfos paseó nuestro glorioso pa-
bellón por todo un hemisferio.
Alumno distinguido del Colegio, Jefe de Sección, Sustituto
de cátedras, Catedrático, primero interino y después propieta-
rio. Oficial Mayor de la Secretaría de t^omento. Jefe de varias'
Comisiones científicas, entre otras la que en 1874 fué al Asia á
observar el Paso de Venus por el disco del Solj Autor de numo:
rosos trabajos y de varias obras didácticas; Ministro Plenipo-
tenciario en Guatemala, Cónsul en París, ha dejado una estela
de luz en su brillante carrerai que alumbrará at^n á muchas
generaciones de sabios.
Maktjbl Orozoo t Bbeea, catedrático de Historia en el
Colegio, Ingeniero topógrafo, abogado, arqueólogo, historiador
7 publicista; Oficial Mayor y varias veces Encargado de ía Se^
oretaría de Fomento.
José L. BusTAMÁirriB, alüuhio de brillante capacidad y eá-
tedrático de Matemáticas.
EusüTEBOÚ MéKdbz, catodtátioá de camines eotnutfes y fe«
rrocAtritoe.
Si del papel de simples ctottistad coniéihtíéramos en pasar áf
de críticos, ya que esta parte del adornd que resefiamoii c<msti-
tnye, como lo hemos hecho notar, un dato histórico y un home-
naje de justicia, lamentarfathos, por lo menoé; no ver fighrar
otros n^mibres, dfgnofl dé eisita distinción, que mencionaretnos
»li89t-93J.TVI.».
Digitized by
Google
229 Memorial de 1a Sociedad Oientifica
para sacudirles el polvo del olvido ea que los dejó la omisión
que señalamos.
Andrés José Rodríguez, nombrado en España catedráti-
co del Colegio; designado por el 8r. Elhuyar para dar la clase
de Matemáticas, cuyas lecciones fu^»on las primeras que se die-
ron, y cuya voz fué la primera que se escuchó en el Colegio.
Luis Lindner, primer catedrático de Quimica, en cuya
clase, inaugurada el 20 de Octubre de 1796, leyó un discurso
en que dio á conocer la importancia de esta ciencia.
Salvador Sein, quien reemplazó en la clase de Fíaica al
Sr. Bataller, y quien por su dedicación y su estudio perdió la
salud, el juicio y la vida.
Manuel Cotero, hijo del Colegio, cuya cátedra de Quími-
oa regentó con éxito hasta su muerte.
iGitAClo Alcocer, á quien como naturalista se debe el des-
cubrimiento de la esmeralda en México; como minero, el déla
bonanza de la Luz que dio nueva vida á Guanajuato; como pro-
fesor el mérito de numerosos y aprovechados discípulos; y co-
mo sabio el de notables trabajos científicos,
José Sebastian Segura, que en Europa llamó la atención
en las Academias^ en los'laboratorios y en las minas, merecien-
do la distinción de que el célebre Breithaupt lo asociara á sus
delicados análisis y á sus interesantes clasificaciones; y á cuya
pericia, esfuerzos y actividad se debió la restauración del Mi-
neral de Pachuca, como lo de(^^ el decreto especial d^l Pre-
sidente Juárez.
Manuel Antonio Castro, quien del humilde puesto de
ayudante de Química, se elevó hasta la cátedra de Matemáti-
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. II 227
eas que desempeñó por má& de cuarenta afíoSi mereciendo el
título de primer matemático de nuestro país.
GÁSTULO NavarbOi discípulo del anterior y catedrático de
Segundo Curso.
Joaquín de Mier t Terán^ matemático insigne, profesor
notable, ingeniero distinguido, autor inteligente, modesto sabio,
qne entre otros cargos delicados y honrosos, desempeñó los de
Director de la Escuela de Agricultura y Ministro de Fomento.
Miguel Yelázqubz de León, ese talento colosali cuya oa«
pacidad superior abarcó todos los ramos de sa complexa profe-
sión, de cuyo cuadro se destacó para sobresalir en primer tér-
mino; que casi niño ya ocupaba el sitial del profesor en el qae
deslumhraba por la claridad de sus explicaciones y la profun-
didad de sus conocimientos; que como matemático) eomo quí-
mico, como naturalista, como beneficiador y como minero, y
posteriormente como agrónomo hizo tan extraordinarios ade-
lantos; que fundó, organizó, reglamentó y dirigió la Escuela
Práctica de Minas, de la que salieron alnmnos tan aproyecha-
dos y mineros tan inteligentes.
Próspero J. Gotzueta, á qmen todas las cienoias eran fa-
miliares, que nunca o<moeió una dificultad, qne al estudiar, ia-
yentaba y que parecía tener ciencia infusa.
Joaquín Baüírez Rojas, catedrático de Segundo Curso de
Matemáticas y minero distinguido que con notable éxito aplicó
sus conocimientos en el Mineral de Tasco.
Pío Septién, reputado y hábil químico, que llamó la aten^
eión por sus extensos y profundos conocimientos, enseñando
esta ciencia en el Colegio de la Purísima en Gaanajaato.
Los hermanos José M., Benigno y Miguel Bustamante,
que tanto se distinguieron en las ciencias naturales, cuyo nom-
Digitized by
Google
828 Memorias de la Soeiedad Qientífiea
bre ÍQcrostó Brongniard en la |f ineralogia por el silicato de
manganeso llamado Sustamanciaj j do los que, el primerp, jiuven*
tó el ingenioso gravímetro de tan fácil aplicación.
Los hermanos Robles, que en las minas, en el profesorado,
en el Gabinete, en el ejército y en la politica, desempeñaron un
papel tan importante.
Bruno AguHíAR^ á quien tanto debió el Mineral de Temas-
caltepec, donde emprendió trabajos verdaderamente mineros;
que en la Escuela de Minas de París amplificó sus conocimien-
tos, haciendo ol curso de Mineralogia con el sabio Dufrénoy;
recibiendo el título de Ensayador del eminente Dareet, después
de trabajar dos años en la Gasa de Moneda de París; que apli-
cando sus conocimientos científicos al arte de la guerra, llegó al
más elevado puesto que puede ocupar un oficial facultativo en
la difícil arma de la artillería, y á quien algún órgano de la pren*
sa postuló para Director del Colegio de Minería, cuando este car-
go quedó vacante por la muerte del Sr. D. Luis de la Bosa.
Al^USTÍN BabbosO, dedicado profesor, distinguido ingenie-
ro de minas, hábil fotógrafo y aventajado naturalista.
, Frangisoq HsBiCOdA, uno 4e los más diestros Ensayadores,
no sólo de nuestro pak, sino de todo el mundo.
Pascual Arenas, notable minero, entendido geólogo, pro-
fesor distinguido en la £!scuela Práctica de Minas.
Diego Yelázquisiz be la Oadbna, profesor de viajes en el
mismo Establecimiento, y de Química en Guanajuato, de cuyo
Colegio fué Director.
Juan B. Andonaegiti, uno de los mejor logrados frutofi( de
la Escuela Práctica, y á quien el Colegio otorgó la distinción
de dar como premio el título de su profesión,' que conquistió en
Digitized by
Google
"AoioBioAJato.H
uno de los más brillantes exámenes que se han pvesenoiado^jr
uno de los que hau heeho más patente la influencia que ejeree
la dirección pericial en la prosperidad de los negocios mineros.
Javisb Layista, que impulsado por sus afectos fraterna-
les, por sus sentimientos humanitarios y por su arrojo minero,
sucumbió en la mina de Quebradillas en Zacatecas, tratando de
cortar un incendio que se había iniciado y de salvar á los ope-
rarios que perecían.
Lucas Ala31Ín, publicista, Ministro, historiador, aventaja-
do discípulo del Sr. del Bfo en la clase de Mineralogia, y orga
nisador en Europa de la Compañía Unida de Minas que estable-
ció trabajos en Góanajuato, Pachuoa, Tasoo y otros Mineral^
de nuestro país.
Francisco Javibb de Gamboa, ese Sol que casi no tuvo
Oriente, que no ha tenido Ocaso y que las generaciones f utur
ras recibirán, como la presente y las pasadas, los torrentes de
luz que derrame en su perpetuo Meridiano, al contemplar sus
inmortales Comentarios*
José de la Borda, el más emprendedor, generoso, despren-
dido y afortunado de nuestros mineros, cuya memoria consM^
van Zacatecas, Guanajuato, Tasco, Tlalpujahua y otros Mine*
ral^ en sus gigantescas obras subterráneas, en sus grandiosos
edificios civiles y en sus majestuosos templos católicos.
T los Directores : FRANCISCO BoBLES, á quien se debió la re-
paración del Colegio cuyo edificio amenazaba ruina.
José M. Tornel t Mendívil, que hiio en él grandes me-
joras, 6 inició la época que se puede llamar de su renacimiento.
Litis de la Bosa, que en la aciaga época de la invasión
i^mericana, con su carácter de Ministro universal, pudo, y qi4-
Digitized by
Google
230 If emoríai de Ia Sociedad Científica
8% y Btípo defender sus fondos, atacados posóla codicia que se
introdujo en el Cuerpo encargado de su conseryación y su fo-
mento.
Patéicio MüBPHY, que estableció el Observatorio Meteo-
rológtcoi las clases de Esgrima y Natación é introdujo mejoras
de importancia.
Y Andrés Ibabra, y José M. Alcocer, y Antonio Ba-
rros, y Francisco Morales, y Agustín Zamora, y Mauri-
cio Arruga, y Manuel Espinosa, y Manuel Gil Pérez, y
Manuel Ojinaga, y Clemente Morón, y Guillermo Segu-
ra, y Pablo Ocampo y tantos otros que en mayor 6 menor es-
cala han contribuido á su honra y á sú prestigio
Si debieron ó no ponerse todos estos nombres, buscándoles
espacio; si por falta de éste se debieron preferir algunos de los
omitidos sobre otros de los colocados, son cuestiones de crítica
á que no nos permite entrar nuestro simple papel de narrado-
res; y como tales, no podemos menos que elogiar el pensamien-
to de lá Comisión organizadora.
En los arcos del piso superior se veían en escudos semejan-
tes, aunque más pequeños, los nombres de los Minerales si-
guientes: Guanajuato, Zacatecas, Pachuoa, Real del Monte,
Durango, Fresnillo, Sombrerete, Tepezalá, Batópilias, El Oro,
Sultepec, Temascaltepec, ¿acualtipán, Guadalcázar, Catorce,
Tasco, Huautla, Tlalpujahua, Angangueo é Ixtapan del Oro.
Para los gastos que hubo necesidad de erogar, varias Com-
pañías nuneras y algunos particulares, obsequiando la atenta
invitación que les hiso la Comisión organizadora, contribuye-
ron, lo mismo que algunas de las Secretarías de Estado.
Como no escribimos oficial sino oficiosamente, y no pode-
mos disponer más que de los documentos publicados, de algu-
Digitized by
Google
••Antonio Álzate. M 281
nos que espontáneamente se han puesto á disposición dé la So-
ciedad en cuyas Memorias se publica esta reseña y de los datos
recogidos en nuestras investigaciones particulares, no podemos
consignar la cuenta exacta de los donativos y los gastos ; lo que,
aunque noticia curiosa, no toca á nuestro propósito: y nos limi-
taremos & reproducir la noticia que sobre este punto dio " El .
Monitor Republicano'' en su número del 3 de Febrero de 1892.
Secretaría de Comunicaciones $ 200
Sr. D. Sebastián Camacho.... 100
Compañía del Real del Monte y Pachuca. 300
fj de La Blanca 100
Sr. D. Juan Andrade. .* 100
Casa de Moneda 200
Compañía minera de Cerro Colorado 100
„ de Maravillas 200
;, de San Rafael y Anexas 200
Secretaría de Fomento 200
Compañía de Zacualpan 100
Señor Gobernador de Querétaro 30
Sociedad de ex- Alumnos 100
Secretaría de Justicia... 200
„ de Hacienda 200
Compañía minera de Santa Gertrudis .... 100
Total $2,430.
Además, el Sr. D. Francisco Collgbau inteligente y acredi-
tado minero dé Catorce, remitió por conducto del Sr. D. Anto-
nio del Castillo $ 200, lo que hace un total de $ 2,630.
No sabemos si ingresaron otras cantidades; pero sí nos cons-
ta que la Compañía organizadora las distribuyó con inteUgen-
oia y con economía.
Digitized by
Google
Memorias át U Sociedad Científiea
A las siete de la noche del memorable 1 ? de Febrero, el ele-
gante salón, profusamente iluminado 7 con el adorno de que
hemos dado una ligera idea, presentaba el aspecto más bello,
más elegante y más sorprendente.
Doce focos de luz eléctrica, equidistante^ y simétricamente
colocados, derramaban á torrentes su claridad, en combinación
con cuatro graciosas estrellas de luz incandescente.
Los profesores, alumnos y ex -alumnos vestían de rigorosa
etiqueta, llevando en el ojal izquierdo del frac un distintivo que
consistía ei; una mira de raso azul y blanco, cuyos colores son
los simbólicos del Cuerpo de mineros: varios de estos sabios os-
tentaban también las condecoraciones que les han merecido sus
trabajos cientíBcos.
El vestíbulo estaba ocupado por la guardia del primer bata-
llón que debía hacer los honores al Presidente, y que tenía su
música respectiva.
Multitud de carruajes llenaban la calle, y una linea no inte-
rrumpida de caballeros y damas, que acompañadas por los hi-
jos del Colegio ingresaban al salón, ocupaban, con orden, los
numerosos asientos que llenaban el patio. El golpe de vista que
durante la función presentaba éste, es imposible de describir.
En punto de las ocho de la noche, los entusiastas preludios
del Himno Nacional, cuya patriótica oomposiciÓQ, sea dicho de
paso, se debe á un hijo del Colegio, el Sr. D. Joaquín Velázquez
de León quien siendo Ministro de Fomento abrió un concurso
7 expidió la convocatoria respectiva, aiiunciaron la llegada del
Sr. Presidente^ quien acompañado por sus Ministros, fué con-
ducido por la Comisión respectiva hasta su asiento, donde per-
maneció de pie mientras el himno se tocaba^ y concluido éste^
la música del Conservatorio, situada en el corredor, del Norte,
con admirable armonía dio principio á la parte artística en el
primer número del programa.
El Sr. Presidente ocupó el sillón histórico de que ya se ha
hablado, teniendo á su derecha á los Secretarios de Justicia D.
Digitized by
Google
M AntoDÍo Álate, u 238
Joaquín Baranda; de Hacienda, D. Benito Gómez Partas; de
Relaciones, D. Ignacio Alariacali y Oficial Mayor da Guerra D.
Ignacio E!tfC4idero; y á bu izquierda, á loa Secvetario» de Gober-
nación D. Manuel Romero Rubio; de üomuuicaeienea, D. Ma*
tiuel González 0o8io; y de Fomento, D, Manuel Fernándes
Leal: estos dos últimos llevaban el distintíVo de alumnos de
Minería. A su lado estaba el Sr.D. Antonio del CastUIoi Dtreo-
tor de la Escuela.
Un vacio hubo que lamentar en esa interesante fiesta de fa-
milia.
Previamente se habSa resuelto en una de las juntas, nom-
brar una Comisión especial, que invitara directamente á dos an-
tiguos alumnos y ameritados profesores «del Colegio: los tíres.
D. José Salazar Ilarregui y D. Blas Balcárcel.
* La expresada Comisión, al cumplir su honroso encargo, en-
eontró á estos respetables ancianoa, abatidos por la desgracia
y por las decepciones, y el primero por la enfermedad que tres
meses después — el 9 de Mayo — lo llevó al sepulcro; y estas
tristes circunstancias les impidieron asistir al Centenario de su
Colegio, al que dieron honra y prestaron importantes servicios.
Terminada la Obertura de Don Giovanni, hábilmente in-
terpretada por la orquesta del Conservatorio Naciom^l de Mú-
sicH, cuyas últimas armonías se perdieron entre los aplausos,
el Sr. D. Adolfo Medina, Secretario de la Sociedad de ex- Alum-
nos, dio lectura á la siguiente acta de fundación del Colegio de
Minería:
"En 1? de Enero de 1792, el Tribunal general compuesto
de los Sres. D. Fausto de Elbuyar, director; D. Ramón Luis de
Liceaga y D. Antonio Barroso y Torrubia, diputados generales;
y el marqués del Apartado, consultor más antiguo, estando en
la sala principal de la casa destinada provisionalmente para co-
legio, ubicada junto á la iglesia de San Nicolás, congregados en
ella para proceder á la apertura del real seminario, mandaron
á presencia del numeroso, grave y distinguido concurso de loa
Mesnoñas 11893-931, T. VI, MI
Digitized by
Google
284 Memori» do la Sociedad Científica
señores ministros de los tribunales de esta corte, de los prela-
dos y religiosos de todas comunidades y demás sugetos ilustres
de la república, eclesiásticos y seculares que asistieron á este
acto, que por el escribano D. Mariano Buenaventura de Arro*
yo, secretario del tribunal, se asentasen á la letra los quince ar-
tículos primeros del tít. 18 de las reales ordenanzas, que tratan
del modo y forma de la creaciÓD del colegio; haciendo lo mis-
mo con el reglamento provisional formado para «u régimen y
gobierno, aprobado por el superior gobierno, según aviso que
dio el vi rey en 12 de Febrero de 1790. Después se dijo por él
mismo en altas y claras voces: ''Que el real tribunal general
**de minería, en observancia de lo dispuesto por S. M., en su
*^ real nombre y bajo de las prevenciones y estatutos provísio-
'' nales que acababan de referirse, y de los demás que en lo sn-
''cesivo pudiesen calificarse convenientes para el mejor régi-
''men del colegio; erigia, fundaba y establecía en este acto el
^ real seminario de minería, bajo la real protección y con inme-
•' diata sujeción y dependencia en todas sus causas y negocios
"del propio tribunal general." Después ordenó que se recibió*
se el juramento á los empleados y colegiales que estaban pre-
sentes; y hecho, se dio posesión de rector al presbítero Dr. D.
Julián Benedicto y Martín; de vice, al Br. D. Joí*é Rafael Gil
de León; de catedrático interino de matemáticas, al espitan D.
Andrés José Rodríguez ; de maestro de idioma francés, á D. Ma-
riano Chanin; de dibnjo de figura, á D. Bernardo Gil; y del de
planos de toda especie, á D. Esteban González. Con lo que que-
dó establecido, erigido y fundado el colegio seminario, pasando
después el real tribunal en forma con los referidos empleados
y colegiales al real palacio para presentárselos al virey, dispo>-
niéndose que al día siguiente 2, se celebrase el divino sacrificio
en el convento del Hospicio. "
Después de esta lectura la misma orquesta ejecutó con el
-mismo éxito la Obertura de Medea; y concluida esta pieza, que
Digitized by
Google
•* Antonio Álzate.!
f né igualmente aplaudida, el Sr. D. Santiago Bamirez oonpó la
tribann, acompañado por los Sres. 1). Carlos Gamaebo y D. Ri-
cardo López GuerrerOy comisionados para acompañar á los ora-
dores k la tribuna, y pronunció el discurso oficial que publicó
" £1 Tiempo^ en su número del día 4.
Ooncluída la lectura de esta pieza, el Orfeón Alemán se hi-
zo escuchar con entui»iasta admiración, siendo estrepitosamen-
te aplaudido; y al terminar la sinfonía número 2 del Conserva-
torio, el Br. D. Adolfo Díaz Rugama, en represent^ación del Co*
legio leyó el discurso que le fué encomendado.
£^ Orfeón Alemán volvió á dejarse oir después del Sr. Díaz
Rugama, y el Conservatorio llenó los números siguientes del
programa,.pues el Sr. Sierra, cuya poesia estaba anunciada, no
concurrió.
A las diez y media de la noche terminó esta función, y al
retirarse el Sr. Presidente fué saludado con una marcha que
tocó la música militar.
En una de las últimas juntas celebradas con motivo de está
solemnidad, el Sr. D. Mariano Villamil hizo una proposición
que fué recibida con entusiasmo, y por consiguiente, aprobada
por unanimidad.
Llamó la atención sobre el hecho de que la apertura de las
clases en el año que comienza, tiene un carácter especial dignó
de tomarse en consideración: pues no sólo se inaugura en él un
nuevo año sino un nuevo centenario; y que en atención á estp,
debia dársele cierta solemnidad.
Propuso que la Junta se dirigiera al señor Director del Co-
legio, para que, secundando este pensamiento, diera al acto de
la próxima apertura de las clases toda la solemnidad que por
este doble carácter le corresponde.
Se nombró una Comisión que se acercara con este objeto al
señor Director^ quien acogió el pensamiento tan favorablemen-
Digitized by
Google
236 Mez&orUiB de U Sociedad Científica ^
te como era de esperar, y desde luego comenzó á tomar las pro-
videncias conducent<4M.
Con €echa 3 de Febrero expidió la sigoiente circular:
"Dirección de la Escuela Especial de Ingenieros. — Méxi-
co.— Deseando dar á la apertura de las clases de esta Bnouela
en el presente ano escolar la solemnidad posible, por coincidir
con el Segando Centenario de la inauguración del Beal Semi-
nario de Minería; y obsequiando la inictiativa de la Junta del
Centenario para su celebración, se ha fijado ésta para el dia 8 ^
del corriente, á las 12, en que se veriBcará.
Se ha invitado para presidirla al C. Ministro de Justicia é
Instrucción Pública; y para concurrir á ella á los CC. Ministros
de Fomento y de Comunicaciones y Obras Públicas; á la Junta
Directiva de Instrucción Pública y á diversas Sociedades Cien-
tíficas y directores de periódicos.
Para dar á esta fiesta científica el mayor brillo, se invita á to-
dos y cada uno de los señores profesores de esta Escuela, á ha-
blar, ó escribir discursos, sobre los progresos de las ciencias que
ensemín^ y hourar con su asistencia tan solemne acto y cere-
monial.
Ruego á vdes. se sirvan firmar de enterado al margen, acep-
tando las seguridades de mi atenta .consideración.
LibexUd y Constitución. México, Febrero 3 de 1 892. — An-
ionio del Castillo, — CC. Profesores de esta EJscuela. — Presentes.'*
Antes, por conducto de una Comisión, nombró al Profesor
de Cálculo de Probabilidades D. Miguel Pérez, para el discurso
oficial.
Además de las personas indicadas en esta circular fueron
invitados posteriormente los demás Secretarios de Estado y el
Sr. Presidente, quien debió en consecuencia presidir la función.
Esta, por indicación del Sr. Secretario de Justicia, se apla-
1 Aplatada TariaB veces etta aolemiiidad ae Terífieó el día 12.
Digitized by
Google
•• Antonio AlMie. n 297
e6 para el día 11 ; y posteriormente, babiendo manifestado al
Sr. Director el Sr. Secretario de Gobernación, que el Sr. Presi»
<lente no podía asistir ese día, quedó definitivamente aplazada
para el 12.
Los ainmnos fueron citados por medio del aviso siguiente,
que se fijó eu ia portería del Colegio:
'' La a^^tura de las clases de esta Escuela se verificará de
cina manera solemne el día 11 del actual al medio día; j citp &
ella á todos los alumnos del Establecimiento, encareciéndoles
«u puntual asistencia. "
Contando con la del Sr. Presidente, quien al fin no eoncur
Trié, se diatribuyereu las invitacioneS| que estaban redactadas
eu estos terminóse
'* El 12 del presente, á las doce del día, se verificará 4a aper-
tura (lelas clases correspondientes al presente año en (a Escuela
de Ingenieros; y debiendo celebrarse este acto de una manera
solemne, asi por eoincidir con la celebración del Primer Cente-
nario del Colegio de Minería, como porque con él se da princi-
pio á s«i Segundo Centenario Escolar, el Director y los Pro€e*
sores suplican á vd. se sirva honrar con su presencia dicbo acto
que presidirá «I Sr. Presidente de la República.
México, Febrero de 1892. "
Llegó el día señalado, y desde las diez de la mañana, dos
viúsicaH militares estaban conveuíenteroente situadas: una en
el vestíbulo j otra en uno de los corredores altos del patio, con-
Tertido en salón, cuyo adorno era con poca diferencia el mismo
que el de la velada.
El dosel era rojo y sobredi estaban los retratos de los Sres.
D. Joaquín de Velásqnez Cárdenas y León, iniciador del pensa*
miento que creó el Colegio de Minería; D. Fausto de Elhuyar,
Digitized by
Google
Memorias de U Sociedad Científica
fun<1ador de este Colegio y sa primer Director; y D. Andrés
del Río, 8u primer catedrático de Mineralogía.
En las columnas estaban colgadas cartas geológicas y mine-
ras y en diversos cortes, planos de níinas, dibajos de máquinas,
etoi; y en la platafornia, á uno y otro lado del dosel, numero-
sas muestras de minerales y rocas, artística y científicamente
colocadas.
La mayor parte de estas muestras pertenecen á la Comisión
teológica cuyo Jefe es el Director del Colegio D. Antonio del
Castillo.
En el patio estaban simétricamente colocados los aerolitos
más notables de la República, que en copia de cartón posee el
Oabinete de Mineralogía del Colegio.
Poco antes de las doce se supo que no asistiría el Presiden-
te de la República, por lo que se retiró la tropa que había acu-
dido para hacerle los honores de Ordenanza.
A la hora señalada llegaron loa Ministros dé Jii^if'ia, Fo-
mento y Gobernación, ocupando el primero el lugar de la pre^
sideneia.
En k plataforma se encontraban los Profesores de la Es-
cuela, los representantes de los Colegios y Sociedades Cientííi-
eaa, los empleados superiores de los Ministerios y varios invi-
tados de distinción.
En el patio estaban los alumnos y demás invitados.
Después de la marcha con que la música militar saludó á
los señores Ministros á su llegada, ocupó la tribuna el 8r. Se-
cretario de la Escuela D. Rómulo Ugalde y dio lectura al docu-
mento siguiente, en que consta la apertura de las cátedras el 7
de Enero de 1792, y da principio el '' Libro de tíobierno del
Real Colegio Seminario de Minería de Nueva España:"
'* Con el importante desigpnio de que siempre huviere snje*
tos educados desde su niñez en buenals eostumbres é instrnidos
en toda la doctrina necesaria para dirijir con acierto las opera-
Digitized by
Google
»AiitoBÍoAlttte.H 280
cianea, y laborío de las Minas, mandó la Beal munifioeneta de
nuestro Augusto Soberano el Señor Don Carlos 111 por Cédula
que expidió en Aranjuez á veinte y dos de Mayo de mil sete-
oientos ochenta y tres, se orease y erigiese un Colegio de Me*
talurgia^eon el titule de Beal Seminario de Minería el qual ha*
ya de estar bajo su Beal protecoiou; con inmediata sujeción y
dependencia del Real Tribunal general de Minería en todas sus
causas y negocios, y i la dirección y gobierno de su Director
general.
'' A pesar de los más eficaces deseos con que siempre pro»
curó el Tribunal general se Tiese v^ finado este tan y til esta>
bltHiimiento, se huvo de retardar por espacio de ocho años, por
distintas causas y dificultades que fueron ocurriendo, hasta que
vencidas todas llegó aquel día deseado de su abertura, que fué
el primero de Enero del año de mil setecientos noventa y dos^
'' En esta fecha se fundó y erigió dicho Seminario bajo el
Reglamento provisional que para su régimen y gobierno formó
el Stíñor Director general Dou Fausto de BIhuyar, con aproba*
eion Superior del Exmo. Señor Conde de Bevilla Gigedo, actual
Virey y Gobernador de esta Nueva España, y sin embargo de
que la Casa destinada para dicho Colegio (que fué la contigua
al Hospicio de San Nicolás en h, Calle de este nombre) se ha-
llaba sin la competente capacidad, y extensión para ladistríb««
oion de Aulas y Oficinas necesarias, se determinó ^ue en ella
se hiciese provisionalmente la fundación, con el fin deque no se
demorase por más tiempo, y entre tanto que se procedía ¿ la
compra de Sitio proporcionado, y á la construcción de la obra^
sobre que ya se estaba tratando.
'* Fue el acto de dicho establecimiento y abertura de los mas
solemnes, autorízado por el Real Tribunal general en forma de
tal, y compuesto del expresado Señor Director: de los Señores
Diputados generales D. Ramón Luis de Licei^^a, y.D. Antonio
Barroso y Torrubia; y del Señor Marques del Apartado D.Fran-
oisco de Fagoaga, Consultor mas antiguo, con asistencia de un
Digitized by
Google
240 MeiooriM de U Sociedad Científica
grave y numeroso concurso de los sugetos de primer orden. Se
dio principio asentando á la letra los quince articules primeree
del titulo diez y ocho de las Reales Ordenanzas de Miueria, el
Reglamento particular formado por el Señor Director general
para el régimen de dicho Seminario, provisionalmente aproba-
do por el Superior (j^obierno: siguiendo á esto la lectura de lo»
Títulos de los sugetos empleados en el profíio Colegio, quienes
prestando el correspondiente juramento fueron puestos en po-
sesión : del empleo de Rector, el Doctor Don Francisco Julián
Benedicto y Martin, Clérigo Presbítero, y Cura propietario que
era al tiempo de su nombramiento de la Doctrina de San Cris-
toval Ecatepeo: de Vice Rector al Bachiller Don Joseph Rafael
Gil de León Clérigo también Presbitero de este Arzobispado:
de Profesor de Matemáticas interino, al Capitán Don Andrés
Joseph Rodriguez: del Idioma Francés, Don Mariano Chanin:
del Dibujo de Figura, Don Bernardo Gil: y del de Planos de
toda especie D. Esteban González, El siguiente dia se cantó en
acción de gracias una Misa con toda solemnidad en la Iglesia
del Hospicio de los Padres Nicolaitas, que sirve de Oratorio al
Colegio, á que asistió el Real Tribunal general con los Emplea-
dos del Seminario, y los ocho Colegiales con que se abrió. Con*
cluida la Misa se incorporó el Colegio con el Real Tribunal, y
pasaron á cumplimentar al Exmo. Señor Virer, presentándose
después loé dias siguientes hasta el de la Epifanía, á los Seño-
res Ministros del Tribunal, y á la vista deí Publico. T por ulti-
mo se abrieron las Aulas el dia siete del propio mes para dar
principio i los cursos* "
Este documento se leyó original y llamó la atención de to-
dos los que pudieron verio, la intensidad y el lu-illo de la tinta,
así como- la claridad y gallardía de la letra española con que fué
escrito hace más de un siglo.
Después de una pieza de música, tocada á la conclusión ds
esta lectura, ú Sr. D. Antonio del Castillo, Director de la Es*
Digitized by
Google
mm
Alnte. .. 241
^l^^<^^^>^*»^l^^^l^^^^»«»»^^^l<»^^^'^^^>^»»^^»N^»^^^^l^^^^»»^»^^^^^>^^>^^>^W
oaela, leyó un discurso, cougratulándose de asistir al primer
Centenario de su Colegio, cuyo programa de estudios con que
inauguró su enseñanza, comparó con el actual par^ hacer yer
el desarrollo que han tenido las ciencias que en este plantel tu-
Tieron su cuna.
Entre los datos que consignó en su interesante resefia, figu-
ran los de que el número de profesores es de 27 j el de alumnos,
por término me^o, 130 al año, y para cubrir su presupuesto, se
iiepe asignada la cantidad de 79,301 pesos.
Como inmediata aplicación de las ciencias que en ese Cole-
gio se cultiTan, mencionó la Comisión Geológica de que es Je*
fe, y de cuyos trabajos se presentaba una parte en esa solem-
nidad.
A la conclusión de la pieza de música que siguió á este dis-
curso, el catedrático de Cálculo de probabilidades, Teprfa de los
errores y Física Matemática D. Miguel Pérez, dio lectura al
discurso oficial que le fué encomendado; y en esta elocuente
pieza científico -literaria, señaló las épocas aciagas por que ha
pasado el Colegio, la energía con que había luchado hasta con
el infortunio, los triunfos qae había adquirido, los títulos de glo-
ria que había conquistado.
Habló de su gloriosísimo pasado, de su brillante presente y
de su halagüeño porvenir, y mencionó los nombres más ilus-
tres de sus hijos; consagrando merecido elogio en sentida frase k
doB de sus profesores más beneméritos, que gemían en el aban-
dono y en la desgracia: los Sres. D. Blas Balcároel y D. José
Salazar Ilarregai.'
Alternando con piezas de música siguieron los discursos de
los Sres. D. Ángel Anguiano, Profesor de Elementos de Mecá-
nica Celeste y Astronomía Física; D. Francisco Garay, Profe-
sor de Puentes, Canales y Obras en los Puertos; D. Fernando
Sáyago, Profesor de Química Industrial; D. Alberto Best, Pro-
fesor de Segundo Curso de Electricidad, y D. Ezequiel Ordo-
1 Brtt último íslltoió trtí m«Mt detpaés, el 9 de ICajo.
ai89»-93Í*TVI.tl.
Digitized by
Google
342 Memorias de U Sociedad Científica
^^^^^^^w^^^^^^^^^^^^^^^^^^^p
ñez, Miembro de la Comisión Geológica: de cuyos oradores, la
mayor parte hablaron de los ramos cuya enseñanza tienen á su
óargo en el Colegio.
La marcha tocada por la música mUitar saludó á los Sres.
Ministros á su salida, poco después de las dos de la ti^rde en que
terminó este acto.
En las solemnidades científicas, literarias y artísticas cuya
reseña acabamos de hacer, se han puesto en reliere los senti-
mientos nobles y las ideas levantadas, que siempre han distin-
guido á los hijos del Colegio de Minería, de los quie ya pocos
quedan de los que pertenecieron á su primera época.
Si los que se están formando en la segunda, trasmiten este
sagrado depósito á los que sucesivamente van llegando, la ge-
neración que todavía duerme el sueño del no ser, y que dentro
de un siglo ha de venir á reemplazarnos en el lugar que ahora
ocupamos en la vida, celebrará con el lucimiento propio de la
época, el segundo Centenario de un acontecimiento que pode-
mos asegurar no se borrará del corazón ni de la memoria de los
hijos de Minería; y entonces, éstos, al detenerse en su camino
de triunfos para volver la vista hacia el pasado, nos consagra-
rán una mirada de fraternal cariño, asociando nuestro recuer-
do al recuerdo inolvidable de los ilustres fundadores del Cole-
gio de Minería.
Digitized by
Google
Lá raeda salomónica y la preyisíón del tiempo
POR BK. PIIOF9SOR
Sodo hmonrio. Director de la EKoeUi de Instruccite Secundaria y dd Obaenratorio
Meteon^ógico de León,
Mucho habíamos oido babh» de la rueda salomónioa y de la
verifioación de sus pronósticos; pero do la conocíamos y sólo
hasta hace unos cuantos días llegó & nuestro poder: sin entrar
hoy en hipótesis sobre las reglas que hayan guiado á su autor
para formarla, la describiremos muy sucintamente refiriendo-
nos á la figura adjunta, y compararemos los resultados de sus
pronósticos con los que la práctba nos ha dado en quince aflos
de constante obserTaoión meteorológica.
Como puede Terse, está formada la rueda de una larga es-
piral encerrada entre dos circunferencias concéntrícaSi dividi-
das en 28 sectores que forman 250 casillas útiles; lleva inscri-
tos en cada casilla, progresivamente, los años; empezando por
el de 1750 y terminando en el de 2000: en la corona circular ex-
Digitized by
Google
i44 Memoms de la Sodedad dentífioa
terior 7 correspondiendo á cada sector se ye una serie de letras
espaciadas sin regla fija al pareceri siendo E, E. E., F.,^ F. F.;
asi es que á cada período de nueye años corresponde una letra
ó un grupo de ellas; las indicaciones de estas letras son, para
los años que encabezan, E. estérü 6 escaso, E, E. esierilMmo ó
escasísimo, F. fértil ó fecundo, y F. F.fertüisimo ó fecundísimo ^ el
uso de esta rueda se desprende de su inspección; basta buscar
el año de que se trata, ver la letra que encabeza el sector en
que se encuentra y se obtiene Iuf>«go el^sarácter del año de que
se irata.
Muchisima confianza se tiene por algunos de nuestros agri-
cultores en los pronósticos de esa tabla, llamémosla asi: los ci-
tados agricultores dicen, conforme á ese pronóstico, que un año
es escaso cuando llueve poco; escasísimo cuando más se acen-
túa ese elemento, quedando para los fértil y fértilísimo los ex-
tremos contrarios.
Vamos á ver hasta dónde sean dignas de crédito esas pre-
dicciones, por lo menos en el yidle de León, valiéndonos de los
cuadros siguientes;
▲ÑOS.
1878.
1879.
1880.
1881
1882
1888.
1884
ÍTUMBRO
1.
flda en el d*.
"íüsáráfar
"SSSSSii'*
mÍB.
6204»
92
p.
70&.20
lOO
E.
825.44
119
E.
62d.96
127
F.
099.29
117
P.P.
900.90
184
E;
618.18
111
P.
Digitized by
Google
••AatontoAIflile.**
SI9
«^M^MM^^M^^MM^M^^M^»M^^MMMV^^V^V^MMMWM^^^^^M^%^^«^^^^/»^^^^^>^^^^^^^^^^^^^^^^**
1885.
1886.
1887.
1988.
1889.
1890.
1891.
1892.
Obserramos desde luego qae en los 15 nfios nos da I» Sa1o>
wlóúleh 7 altos estériles, 1 esterilfsimo, 4 férlUes y 8 fertilisi-
mos, MasomidoK en eH eoadro siguiente:
NUMERO 2.
786.22
130
E.
716.86
97
E.
781.87
-186
F.
869.69
K¿
P.P.
767.67
184
P.P.
867.28
146
E;
429.85
116
E.
473.20
129
ÜB.
Ssténlísinio./.
Estériles...
Fértiles •••«-
Feírtílfsimos.
Gomo údcesitÉmos mía base derta de que psartif , busésre-
lüéá lá ütútá oiecBá de agnareoogicb anualmente, raHéndónos
1892
473.20
129
1879
709.20
100
1880
825.44 ,
119
1888
900.90
7Ó6.22
134
1885
130
1886
716.86
97
1890
867.28
145
1891
429.85
116
1S78
62C52
92
1881
629.96
12t
1884
613.18
111
1887
781.87
136
1882
699.29
117
1888
869.69
152
1889
7OT.67
184
Digitized by
Google
24tf Memorias de U Sociedad Científica
para ello de los dos medios que se i:iBaa para computar la abun-
dancia 6 escasez de lluvia en un año.
Tomamos, en primer lugar, la suma de las alturas de la llu-
via en nuestros 15 años y dividiéndola por ese número de aftos
obtenemos como media del período 712"°13; dividiremos aho-
ra nuestra serie en periodos de qiertas alturas, como sigue:
Un período de dos años en que la altura se compren-
dió entre 400 y 500 y obtenemos como media. .... 451"*"52
Otro de cuatro años con altura de 600 á 700 milíme-
tros j pos da por media ....,.,,... 64Qr73
Otro de cinco años en que se obtienen de 700 á 800
milímetros y su media resulta de 75L98'
Otro de tres años con altura de 800 á 900 y su media
viene á ser de ....,,. ..,^..- 854.13
Y por último, uno de un año solamente con altura su-
perior á 900 milímetros 900.90
Aquí observamos que la altura más frecuentemente medida
está entre 700 y 800 milímetros; vienen en seguida los de 600 á
700; l^ego los de 800 á 900; siguen inmediatamente los de 400
á 500, y tpor fin los de superior á 900; y podemos decir que los
medios son los de 700 á 806 que nos da un promedio, en su se-
rie, de 751"*"98, muy semejante á la media total tomada del pe-
ríodo completo que se examina.
SegútT la frecuencia con que se presentan los años en que
se miden tales ó cuales alturas de lluvia, según dejamos expre-
sado; cla^ficaremos como fértilísimos 6 muy abundantes aque-
llos en que la altura total media de agua recogida es mayor de
800 milímetros; fértiles los en que esa altura está comprendida
entre 700 y 800; escaifos á los en que se cuente entre 600 y 700»
y escasísimos los de 400 y 500; y esto sólo para sujetarnos á las
indicaciones de la rueda y tener puntos cpmparables.
Concordaqdo ahora las indioacionea de 1^ salomónica con los
Digitized by
Google
"Antonio AIzaU.. I ' 247
resaltados prácticos deducidos de nttestiyiEUr expresada^ oonvi^
deraciooes, temos en el cuadro númet^ 2 ta dmtribucióu de la
rueda y el resultado de nuestras iuvestigaóiones en el siguiemte:
NUMERO 3.
BgcMlsinuM. BMaMi. FfrtÜM. 7ertlllUm(M.
1891
1878
1879 .
1880.
1892
1881
1885
. . 1889
1832
188& >.
1888
1884
1887
1889
1890
De la comparaoióu resulta que se acertaron por la salomó-
nioa: • .
1 Escasísimo, el de 1892.
Escaso ninguno.
1 Fértil, el de 1887 y
1 Fértilísimo, el de 1888. ['
Quedando asi demostrado, por este respecto, que fiarse en
los pronósticos de la rueda salomónica, será tanto como hacer-
lo con el del canto de los gallos antes de las diez de la noche.
Vamos ahora á buscar el acierto en el pronóstico por el nú-
mero ¿e días' de lluvia, que es otro mStódó de computar la abun-
dancia ó escasez de ese elementol * -
ITuestro cuadró primero nos dice que el número de dfas de
lluvia anual en León está comprendido entre 92, mínimo raro
y 152 máximo también muy raro; tomando, como lo hioimes
Digitized by
Google
U$ M«iiiorÍMdelii8oei«di4gieiitáft<)a
pant la altara de llavia, la madia de días lluTioaos; de la sama
de^oslS añoe dividida por 15, uoa resultan 122^ 6 en námeros
redondos 123 por aiko.
Siguiendo nuestra regla dividamos ahora el período en cin-
00 series también, para la homogeneidad de los resultados, co-
mo sigue:
Una serie de dos años en que el número de días de Uu*
yia está comprendido entre O y 100, nos da por térmi-
no medio 95
Otra de cinco años en que se comprenden los de 100 á
120 con nna media de 113
Otra de tres años para los de 120 á 180: su media es . . 129
Otra de tres años también con los de 180 á 140, dándo-
nos por término medio 135
Y por fin otra de dos añp^ con los superiores á 140 y su
media se reduce á 149
Observamos aquí que los años más frecuentes son aquellos
en que el número de días con lluvia está comprendido entre 100
7 120; vienen luego en proporción igual los de 120 á 130 y 130
á 140, quedando en la misma proporción y como raros los ex-
tremos de O á 100 y superiores á 140.
Observamos también que los valorep del número que nos ex-
presa la media de días con lluvia, difiere en la misma propor-
ción que la altara de lluvia; pues en un caso tenemos como pro-
medio 123 dias y 132 en el otro, lo que los reduciría i 128^ q^p^
dando así entre los límites de los años comuneisk
Computaremos, pues, como escasísimos los de menos de 100
días de Uavia; escasos los de 100 á 120; fértiles de 120 á 140
y fértilísimos los de más de 140.
Para oomparar son el resolta4o d^ mesti» c|Mi$cMá^n^ue
r^wumimos,
Digitized by
Google
"Anteoio Abato. II 249
NUMERO 4.
■MüfalnMÉ. XtcMot. Ftfrttl«iL TtíiOkiúu»,
1878
187ÍJ
1881
1888
1886
1880
1883. •
1890
1882
1885 •
1884
1887
1891
1889
1892
roldamos al cuadro número 2 dotíde encontramos loa datos sa-
lomónicos y resaltan acertados:
Escasísimos ninguno.
3 Escasos, los de 1879^ 1880 y 1891.
2 PértHes, los de 1881 y 1887 y
1 Fértilísimo, el de 1888.
En enta manera de computar tenemos acertados 6 pronóstl-
eos en 15 años; lo que tampoco es una proporción que seduzca
al que desea tener seguridad en sus labores y que ob8er>ra cui-
diidosamente*
Además, notamos que los 28 pronósticos en que divide el au-
tor de la rueda sus cálculos, se encuentran:
2 escasísimos.
14 escasos.
8 fértiles y
4 fértilísimos,
dando nuestros resultados de la práctica, por altura de lluvia:
2 escasísimos.
4 escasos.
5 fértiles y
4 fértilísimos.
ll«noriM [i89«^1. T. VI. «I
Digitized by
Google
250 Memorias de k Sociedad Científica
es decir, en sólo 15 años más de la mitad de años buenos; sien-
do que la salomónica señala 9 malos por 6 buenos: exactamen-
te lo contrario.
Desgraciadamente nos faltan datos sobre cosechas para po-
der tener este otro elemento de comparación que bien podrá ha-
cer aquel 6 aquellos de nuestros agricultores á quienes llegue
este ligero estudio sobr^ materia tan importante.
Queda, pues en pi^ el principio de que los pronóstíoos á lar-
go plazo no pueden haoerse aún sino fundándose en semejan-
zas con años anteriores ^ mientras que se descubren las leyes
inmutables que rigen los movimientos atmosféricos j entretan-
to llega ese dia tan deseado, para cuyo logro apenas empeza-
mos á sentar las bases : todos los que deseen obtener datos se-
guros y coutribmir á que se obtenga ese desiderátum de todo
agricultor, deben observar diariamente, anotiar en registros
apropiados sus observaciones hechas concienzudamei^te y en
instrumentos adecuados á su objeto ^ y después de largos tra-
bajos discutidos con calma y sin preocupación, habrán prestado
tin importante servicio á la ciencia, á sus descendientes y á la
humanidad^ servicio que por falta de elementos desarrollados
á su tiempo^ no podemos disfrutar por ahora sino de una ma-
nera vaga y fundándonos en los trabajos de unos cuantos que
desinteresadamente han trabajado para que algún día se forme
tin cuerpo de doctrina y se reduzcan esas leyes inmutables á
que antes hemos hecho referencia.
León, Mano 10 de 1893.
-4n»^
Digitized by
Google
MEDIOS DE DEFENSA EN LOS ANIMALES
POK BL PROFESOR
LET DE OOKSEBYACIÓN.
Los organismos resisten á las causas de dl»irt<cd($fi.— Todos log
fenómenos de la vida de los «organismos tienen por resoltado
final la conservación del indtridao y de la especie. Los actos
vitales más importantes se reducen á dos: nutrición y repro-
ducción. Se ka dicho que la vida es la nutrición ; pero en rea*
lidad no es esta sino una de las condiciones de la existencia del
individuo; que se aeompaña instantemente de una de las con-
diciones de la existencia de la especie: la reproducción. Estos
principios son más bien* del dominio de la 6siología y las inves-
tigaciones del naturalista se* extienden á otros procedimientos
de conservación que también se han considerado justamente
como de capital importanícía, por ejemplo los medios de defensa.
Si las condiciones varían, si el organismo está sometido á
Digitized by
Google
252 MemoriaB de la Sociedad Científica
la influencia de nuevos factores primarios ó secundarios, la con-
servación sólo puede verificarse si el ser se adapta, evolucionai
puede subvenir á las nuevas necesidades: se deduce otra ley:
LBY DE EVOLUCIÓN.
La especie 6 él individuo varían para conservarse, — "Primero es
ser y después el modo de ser. Indudablemente que la ley de
conservación precedió á la de evolución. Un animal que se nu^
tre, se reproduce, se defiende de sus enemigos, evita y conjura
los peligros, nos presenta el ejemplo de la ley general de con-
servación; un animal del trópico que se conduce á los pafses
del Norte y adquiere medios de defensa especiaos contra el frío,
evoluciona, nos presenta el ejemplo de la segunda ley.
La ley de conservación se manifiesta constantemente en todos ha
organismos.
La ley de evolución puede deoar de manifestarse en ciertos momen-
tos y en ciertos organismos.
Todos los animales, sin excepción alguna, se reproducen, se
alimentan, mientras que la evolución puede ser imperceptible,
i lo menos en el estado aotaal de los conocimientos, en un or-
ganismo que vive en las mismas condiciones, en las Úngulas que
se encuentran en todos los terrenos y no kan experimentado
cambios notables, en las especies panorónicas que no han evo-
lucionado, si se quiere sób en un gran número de sus indivi-
daos«
La ley de conservación se manifiesta en algunús caaos al mismo
tiempo que la ley de evolución.
La Artemia salina transformada unas veces en Artemia Mü*
Jm^senii y otras en Sranóh^us stagnáUa^ según la cantidad de
sales disueltas en el agua en que se desarrolla, ha presentado á
la vez hechos de oonservaeión y de ev*<dttoión.
£7os parece que.estae dos leyes dominan en toda la biobgía
Digitized by
Google
)*ABtoiiio Abato, n
26S
y qne ctudquier fenómeno importante observado en los anima-
les puede relacionarse con ellas.
El estudio de la ley de eyolución comprende especialmente
el origen de los organismos.
LB7 DB CONSERVACIÓN.
La especie ó el individuo resisten á Iks causas de destrucción.
Todos los organismos poseen medios de drfensa cofUra las causas
de destrucción físicas y 5to%ica^.^^Sn tendemos como causas bio-
lógicas las que se refieren por ejemplo á los enemigos, ya sean
éstos de la misma eipecie del animal que se considera 6 de es-
pecie distinta.
Los medios de defensa se clasifican en este caso de la ma-
nera que sigue:
Medios pasivos.
o. La fuga.
h El animal se oculta.
c. Se asocia con los de su dase ólos de élase
distinta.
d. Se defiende por aeroanía, homoeromiai mi-
metismo ó secreciones coloridas preser-
vadorasL
€. Se autotomisa.
/• Está provisto de una coraza natural ó arti)-
fidaly ó espinas, tubérculos, concha, oa^
pullo, etc.
g. Es fosforescente.
A. Finge la muerte.
f. Aumenta su volumen porsiedios volunta-
rios.
j, lia especie cuenta un enorme número de
( individuos.
Digitized by
Google
254
Memorias, de la Sociedad Científica
Medios activos. •<
h Mecánicos: defensa por medio de la fuerza,
espinas, mordeduras, piquetes, lapida-
ción.
m. Físicos: aparatos eléctricos.
n. Químicos: nematocistos, sagitocistos, sali-
va acre, pelos urticantes, tubos de Gu-
yier, moco, olor desagradable, substan-
cias cáusticas 6 venenosas, liquides colo-
ridos, coiTosivos, ácidos ó adherentes.
o. Sociabilidad.
p. El animal inspira repugnancia.
q. Amenaza.
MEDIOS PASIVOS.
a.^Ija fU^ra.
1 **• Principio, Coexkfe ^n otros medios, — Un Nyclibitís jamai-
eensiSf páser que so posa durante el día en las ramas cubiertas
por el musgo, en las que se disimula por su color, emprende el
vuelo tan pronto como se ve atacado.
2? Este medio es general aun á las especies provistas de armas
d^ensivas poderosas, y todos los seres dotados de órganos de loeomo»
don, recurren á la fuga en ciertas circunstancias. Los OrotaHus en-
tre los reptiles, las arañas del género Lntrodectus, aun las espe-
cies muy fuertes ó provistas de medios de defensa terribles,
emprenden la fuga cuando se ven perseguidas por un enemigo
formidable ó cuando sus procedimientos de ataque resultan in-
suficientes. Nos ha sido imposible conseguir que un mismo La-
irodectus pique varias veces la oreja de un conejo. En el primer
momento el animal confia en sus fuerzas ó su ponzoña, y si ellas
son inátiies el terror le haee emprender la fuga. Puede asegu-
rarse que siempre que es físiológioamettte posible se observará
Digitized by
Google
••Antonio Álsate." 25ft
después d^. que han entrado en juego ot^os medios de protec-
ción, aun en (jertas especies que llevan una vida oculta como
las Arvícola, pequeños roedores que salen precipitadamente de
sus subterráneos cuando se creen descubiertos por su enemi-
go; el Thaptor oUongus (coleóptero) finge la muerte hasta que
pasa el peligro y procura escaparse cuando se le sigue irritan-
do á pesar de su simulación.
b. Bl anttnal se oculta de sus enemigos.
1 ? Este 4Hedh de á/efmea es d más general en los antmaíeí,— No
consideramos oa esta sección á la homocromíay otros procedí*
mientes análogos de que se valen algunas especies para pasar
de8apercit>idias: esta cuestión merece un estudio especial.
Muchos mamíferos son en gran parte hipogeos, desde los mo-
notremos hasta los carnívoros se viene presentando tan senci-
llo n^edio de protección ; muchas de las aves, de los reptiles y
lostibatraioios, muchos, peces, como los muy curiosos que se in-
troducen en las Holoturias, un inmenso número de insectos y
otros invertebrados, se ocultan más ó menos completa y defini-
tivamente en algunos de los períodos de su vida, á ciertas ho-
ras, cuando se ocupan en satisfacer ciertas necesidades ó en
los cuidados consiguientes á la reproducción ó en fin^ cuando
no han adquirido los medios de defensa propios de los adultos.
Sucede en los Decápodos, que inmediatamente después de la
muda sus tegumentos son muy blandos y por este motivo el
animal se abriga en los agujeros.
2? Este medio de dtfensa caerte con otros medios.^^hoñ repug-
nantes zorrillos (MephitisJ durante el día se ocultan en guari-
das subterráneas» á pesar de lo temidof9 ^que son por eausa de
sus secreciones*
3? JOos animales desprovistos de medios de dtfensa en ciertas cir-
cunstancias ó en cierto periodo de su existencia, viven ocultos. — El
oso polar y otros vertebrados invernantes se sepultan bajo la
Digitized by
Google
SS6 Memorias de U Sodedtd Oientífioa
BÍ«V6 Ó la tierra durante sa suefio. Las crisálidas de^ Ghdania
aaia evolttoionan bajó el suelo; una gran mayoria de los insec-
tos depositan sus huevos bajo las cortezas ó la tierra ó en otros
lugares más 4 menos ocultos.
4? M ammal se oeuUamím abrigo ifapr^rado 6 enidmomm*
to dd XfUtqu^ recurre á un medio especial.
Los gusanos rojizos que viven en el fondo de los pantanos,
fabrican una galería en donde se ocultan en el momento del pe-
ligro. Se citan muchos anélidos que construyan tubos de ref u«
gio de la consistencia de la gelatina (MyxicoU)^ del pergamino
fOhsiopierus) 6 de los cañones de pluma (SyaUnaecia); 6 bien
forman tubos con pequeños guijarros ó con materiales caldU
reos.* Otros anélidos se refugian entre las aigas^ las madrépo^
raS; etc. Varios invertebrados marinos secretan en el momen-
to oportuno un liquido opalino que enturbia el agua y hace di-
ñcil su captura. (Pneumoderma, Jantkina, Soaphander, UfkbréUa).
En los Cefalópodos es normal la sectfeoión de tinta aun en los
embriones encerrados en su envoltura. Más adelante citaremos
el caso curioso de las Sepia.
. Periodo en que se ocuUa d ammdl,f^h9i» lombrices de tierra
viven ocultas desde que nacen hasta que mueren; pero es co-
mún en otros seres que sólo durante cierto petiodo tengan in-
terés en ocultarse, generalmente cuando sus órganos locomoto-
res ó de defensa no han llegado al último grado de su desaarro^
Uo ó bien cuando no existen todavía* Por ejemplo, los Xyforec^
y otros coleópteros que al estado larvario se ocultan en el int6*
rior de la madera. Muchos animales se ocultan durante el Sue-
ñOy en ciertos momentos de la metamorfosis ó las mudas de piel,
en la invernación, en general cuando por imposibilidad fisioló^
ipoa es más difícil conjurarlos peligros. Los animales jóvenes
están bien defendidos por el medio que consideramoSi así como
* 1 Hemos tomado una parte de los ejemplos qae no se refieren á especies me-
zieanas, dé la excelente obra de L. Onénot. Encycl. Scient. des Aide-Mémoire n?
S6A.
Digitized by
Google
•• ialoni» Aisftte. » 157
loB húeyoS) por ejemplo loé que un infceredante coleóptero' (^Xi-
xus) deposita en el interior de las partes sumergidas de los Té*
getales acuáticos.
Variedades del miMto medio de dtfensa. JSábUos noctáw^loe. —
Los JAnmx de tos jardines viven ocultos durante el dia y prote-
gidos por las sombras de la noche salen & buscar sus alimentos.
Los hábitos noctámbulos no siempre pueden comprenderse en
los medios de defensa: idgunos felianos y rapaces nocturnos em-
prenden sus correrías durante la noche para sorprender á sus
vietimas con más facilidad.
Hábitos cavernicohs. — No sólo la obscuridad d^ las cavernas
protege á sus pobladores, sino también el pequeño número en
que se encuentran ó la falta de enemigos. Los Niptus ventricth
luSy coleópteros que pululan en el guano de murciélago de las
grutas de Ixtapalapa, se propagan en mayor escala indudable-
mente que si vivieran en el exterior.
Hábitos terricoloe.'-^Ysi helnos dicho que son muy comunes
en los mamíferos ¡ se observan en el Pájaro bobo (MomotusJ que
nidifica bajo tierra, en una Lechuza (Spcotyto)^ en los perico^
fStrigopsJf en los reptiles y batracios, insectos de casi todos los
órdenes, tooluscos, crustáceos (Hippa de la costa de Veracruz).
En él país más estéril perciben las vibraciones de los pasos de
un viajero, no sólo centenares, sino miles de seres ocultos bajo
la tierra ó las piedras, en t>atite que en el exterior no se ve quizá
ni un sólo insecto. Puede asegurarse que entre los animales te-
rrestres desprovistos de aparato de locomoción aérea una gran
mayoría vive privada de la luz, en una prisión subterránea adon*
de se resguarda de la terrible lucha exterior, lucha que no ed
sólo con los enemigos, debemos advertirlo, sino también con
ciertas condicionesT inorgánicas desfavorables.
En un grupo próximo al que componen las especies térrico*
las deben comprendelrse aquellas que temporal ó perpetuamen-
te habitan el interior de las plantas ó se ocultan en el cuerpo
de algún animal de que son comensales ó parásitos, por ejem-
MemoriM 1x892-93], T VI, 88.
Digitized by
Google
S58 IfemorUa de Ift 8«&iedftd Oientifiea
pl« Im Pinnótheres abrigados en los Lamelibranquios las larras
jilófagas qne se alojan en el meáhnlto de los árboles^ los pará-
sitos del intestino.
Como principio general que constantemeñie vien^ á apo-
yar los datos de la observación, puede asegurarse qu» los ani-
males que viren al descubierto poseen medios de defensa, ho*
mocromía, mimetismo ó algún otro, que tío se enouentran en
las especies muy numerosas como ya se dijo, que llevan una
existencia oculta. Esta demostración por la negativa deeiertos
medios de defensa que se han considerado como dudoaoei nos
será muy útil más adelante.
Ventriloquia. — M. E. E. Fish ha publicado un artículo ver*
daderamente curioso sobre la ventriloquia de las aves. ' Oita
á los Túrdidos que parecen cantar en la parte muy alta de los
árboles y en realidad están én las ramas más bajas. El canto
de un Siurus aurocapiüus (aguador de copete), se oye á muy cor
ta distancia del observador y el aifimal está á una distancia con-
siderable. M. Fish oyó el silbido del Mimus carolÍHenM como si
procediera de un punto muy lejano y poco después descubrió
á una hembra ocupada en cubrir sus huevos, mientras que el
macho, por medio de su destreza de ventriloquo, procuraba des-
viar la atención del cazador alejándole de aquel sitio. íSegún et
Dr. O. G. Abbott los Troglodytea y la Ickria vuiéUs tíeneii esa cu*
riosa facultad. Oreo que ella es común no sólo en las aves sino
aun en varios mamíferos, como en el N^eélHowtua dépres^ui^ cu-
yos chirridos se oyen equivocadamente á una corta distancia y
en dirección difícil de determinar. En muchas aves de México
hemos observado la ventriloquia más ó menos desarrollada^ en
Ion An^oaiomus, Sa^/omie, Chondesies, Zonotrichia, particularmen*
te la SpieeUa saciaUs; en alto grado en las ^ves aeuáticasi las
gallinas de agua (Ballus Fúlica^ OáUintdaJ y en los Zabullido-
res (ColymbuSj Podylimbus): ni los indios de Xochimilco pueden
1 BuU. Boffslo Soe. Nat. Mrae. V, 2? 2.
Digitized by
Google
Aisale... m
precisar el punió en que han emitido uno de sus gritos desafi*
nados. Los batracios son buenos yentrflocoos, pareoe que en
alto grado el Bhynophr^mts dor^ális de Tabasoo/ Lo^ sonidos
que producen varios articulados de las tierras calientes se es-
euchan en dirección opuesta á la yerdadera* Hay por el contra-
rio muekos animales cuya voz les descubre inmediatamente,
por ejemplo» Lcmuris^ CarpodacuSj Falco.
Las especies mudas están menos ejcpuestas á las miradas
de SI» enemigos que las dotadas de voi: ella es útil como me*
dio de reconociiiiiento, particularmente en las aves sociales
(Pmlifiparm)j en la selección sexual ó en las emigraciones, i
veces como medio de atemoriear, y era de esperarse que de al*
guna manera se remediara el ineonveniente que hemos mencior
nado,
InmtmUdaá^ oeuUaeión m el momento del ataque. — Aun las es-
pecies que presentan homocromfa ó mimetismo tratan de pasar
desapercibidas por otros medios en el momento oportuno. El
£Moporu8 mierol&picbtus aeostambra trepar á los árboles siguien-
do la vertídU y ocultándose tras del tronco, de tal modo, con
tal astucia, que puede libertarse y permanecer á la misma al-
tura siempre que da vueltas bien calculadas: es además homó-
oromo eon las cortesas y particularmente en los individuos jó-
venes se nota gran semejansa entre el color general y el tono
de la corteza, y aun entre las pequeñas manchitas transversales
del dorso y las lentejillas del lAguetrum, Las Codornices ^(7yr-
tonyx monUeumae) permanecen inmóviles y silenciosas hasta que
d cazador casi lleg^ á tropezar con ellas. Puede preverse la
apiozioiaeión de una ave de presa cuando repentinamente los
páseres que cantaban y se agitaban eonfia({amente quedan in-
móviles y en silencio. Incontables son los insectos que se dejan
caer cuando se acerca un enemigo y van á perderse entre las
yerbas de poca altara; las larvas de los Piérides se enrollan
1 Bl matMfL étMbMw; J. N. Botúm. laNitaalMS. 2f mt. I, p. 16«.
Digitized by
Google
S(tO Memorias de la Sociedad Científica
bruseamente 7 raedan sobre el limbo de las bojas; otras orag^
se Suspenden de un hilo en el momento del ataque y poco des-
pués vuelven á la flor ú hoja de donde pendían; del mi^mo mo*^
do proceden las arañas.
Fabricacián de capullos^ nidos y otros r^ugios. — Ya hemos he-
cho algunas indicaciones sobre esta cuestión ; baste agregpar que
los refugios pueden oponer una resistencia caei invencible á su
destrucción ó bien pueden ser poco resistentes pero de un ¿ran
volumen. Ejemplo de lo pTimero los capullos de los Aitacm que
no podría perforar una ave insectívora; ejemplo de lo segundo
los nidos del comején 7 de una hormiga del Estado de Morelos
(lAometopum), nidos que tienen un aspecto semejante al de la
esponja y son de una consistencia muy quabradiaa: ua lAofff^'
^{«m perseguido se contenta con introducirse gradualmente ea
las celdillas de su nido, que es preciso destruir completamente
para apoderarse del animal.
La Oarpoeapsa saUUans, la Ghpapholiiha moirix y otros lepidóp-
teros presentan un notable ejemplo de la coexistencia del me-
dio defensivo por la tugti y la ocultación.^ Las larvas de la Car-
pocapsa viven en el interior de los cocos de una EuEorbiáoea y
he visto que en tanto que ellos están al descubierto» la oruga
ejecuta movimientos especiales para hacer saltar 6 deslizar á
su refugio, hasta que se encuentra en condiciones de seguridad
suficientes, en un lugar fresco 7 sombrío.
Sería inútil insistir nuevamente en el heeho bien conocido
de que los huevos ó los animales muy jóvenes están casi siem-
pre ocultos. Diremos sin embargo, que esta partíoularidad po-
dría dar alguna luz para la resolución de ciertos problemas bio-
lógicos. Según Owen, los Marsupiales han adquirido la bolsa
característica ó marsupium, porque en los países en que viven
el agua es poco abundante y podrían perderse las orfas, mien-
tras qu^ el animal encargado de cuidarlas iba á beber á un
1 Las Mmillas binoádonw, per J. Rámíref . La K^tOhile». 2? ser.» I, *p. 54.
Digitized by
Google
* Amonio Alíate, n 3^1
punta muy lejano de su madriguera* Yo supongo que las orías
de cualquier mamífero están menos expuestas á la d^struoeión
cuando la madre las lleTa consigo, pues de esta manerfk el ani-*
mal joven disfruta directamente de las prerrogativas del adul-
to. Este resultado se consigue por diversos medios: hay aves
que transportan sus huevos ó sus hijos cuando el nido queda
descubierto fCaprimidgus); las Arvicola aun incapaces de correr
se suspenden de las mamilas de su madre en el momento del
peligro y son conducidas así á un lugar distante y seguro; los
Crustáceos, los sapos (PipaJ llevan sus huevos consigo, mien-
tras que otros animales les abandonan á la voracidad de sus
enemigos. Indudablemente que en las especies vivíparas el pro*
ducto de la fecundación permanece oculto en el ovario, menos
expuesto á perderse que en las especies ovíparas: no sabemos
si tan* poderosa causa de selección daría origen á las diferencias
en este sentido. Quizá por la causa dicha abundan coi^ipárati-
vamente ciertos peces de agua dulce de la familia de los Gipri-
nodontos.
Fabricación de caminas sti)terfáneo8, — Muy generales en las
hormigas y en el comején observado por elPbro. Álzate: pnv
tegen álos insectos que van á buscar sus provisiones lejos dely
hormiguero y por lo común van á terminar á las maíces invadí^
das por alguna especie de pulgón ó sirven para comunicar dos
ó más colonias.
o. BU animal se asocia con los de su dase ó de i^aee distinta.
1? Hí comensaliama y la Hmbiosis pueden éer defensivos, — Los
comensales viven sobre el cuerpo ó en el interior del cuerpo de
un animal sin tomar de allí más alimentos ni perjudicarle; hay
simbiosis cuando el comensal y su huésped se han deformado
de una manera correlativa y su asociación es provechosa para
uno y otro.
Digitized by
Google
202 Memorias de la Sooiedftd Científica
Varios Gasterópodos viven en las madréporas y los üMfO-
(MiH8 se fijan en las colonias de AntHipafhes. He aquí otros ejem-
plos tomados de la obra de M. Ouénot:
NOMBRES' Etpeclofl con qae m oaocta ^ en 1m qoe lO refogia.
Eupagurus striatos. Crustáceos.. Suberites domuncula. Es-
ponja.
Eupagurus bemhardus. ,, Galliactis efiEaeta. Actínia.
Pontonia custos ,, Esponjas ó Pinna marina.
Pontoniaflavomaoulata. ,, Ascidías.
Galathea spongicola „ Esponjas siliciosaó.
G. spinirostris „ Comátulas.
Porcellana transversum. „ Aspergillum.
Fabia chilensis „ Recto de un Erizo.
Opiotela. Equinodermos Gbrgonidos y esponjas.
Ophiomaza obscura Comátulas.
Fieraisfer acus Peces. Holothuria tubulosa.
F. Homei „ Estómago de una Asteria.
F. dubius ,f Heleagrina.
Trachiclitfays tunicatus.. ,, Actinias.
Oaranx melampygus „ Medusas.
Naucrates ductor „ Tiburones-
Una multitud de insectos viven en plantas espinosas ó ur-
ticantes que les abrigan tan bien, como las Actinias abrigan á
ciertos invertebrados acuáticos.
Pero las aacoiaeiones más interesantes son las que se obser-
van entre el macho y la hembra de los Copépodos, Cirrípedos
y otros organismos inferiores CÁlappe^ OryíptcphialuSf lUa^ Seal-
péUum): los machos degenerados ó. imposibilitados de acudir á
un medio cualquiera de defensa (algunos no tienen ni canal ali-
mentimo ni patas toráoioas), se fijan sobre las hembras ó los
¡ndividooB hermafroditas.^
1 6eddfl8 ei ThoBicm. L'érohitíon dn mx», p. 108.
Digitized by
Google
y AAtonio AJmU. it SM
2? Za asociación de individuos ^ una misma e^ipeeie ó de especie
distinta puede ser drfensiva. — Hay casos e^ que la asooiaeióa d0
muchos individuos, sin acarrear grandes ventajas para cada uaO|
es perjudicial para todos (Pichón de paso, Ectopistes mi^ato-
riusj. Pero comunmente dicha asociación es benéfica á causa
de que la vigilancia se ejerce mejor por individuos que sólo en
ella se ocupan, en ciertos momentos, mientras que el resto de
la comunidad se entrega 6, otros trabajos. Los hábitos sociales
de los Tordos de México no contribuyen ciertamente ¿ una me*
jor división del trabajo, pues los Molothrus son los únicos que
suelen hacer un nido común, que pocas veces utilizan; pero si
contribuye á que la vigilancia sea más activa, de la misma ma«
ñera que en los monos sociales de la ludia: mientras unos se
dedican á pillar las sementeras, otros espían los movimientos
del enemigo.
3? La asociación de los individuos puede éer temporal ó definiti*
va, — Los Tordos, notables porque su sociedad comprende va*
rios géneros y especies (Molothrus pecoris^ Scolecophagus cyano,
cep?uüuSf Agelaius, Quiscaltis macrourus^ Xanthoc^liálus longipesj
quedan unidos perpetuamente lo mismo que los Hyrax que vi-
ven en unión de un reptil y otro mamifero; y por el contrario, los
individuos de Icterus parisorum se unen en grupos numerosos
durante la emigración. En circunstancias excepcionales una es-
peoie social se cambia eu especie solitaria, cuando es muy per-
seguida, y aunque obtenga algunas ventajas de la vida en co-
mún, como es la vigilancia más activa; pero no puede conjurar
el peligro y se decide á vivir aisladamente para ocultarse con
más facilidad. (Castor), n
Seria inútil insistir en un hecho general que habla altamen-
te en favor de los sentimientos de solidaridad de los animales:
en las colonias de aves y mamíferos cada uno de los individuos
da avisos á sus compañeros del peligro que les amenaza; el co-
nejo que es casi mudo ó por lo menos deja oir su voz muy ra-
ras veces, golpea el suelo fuertemente ooi^i la pat^ posterioreí^;
Digitized by
Google
264 Hemorias d« 1» Sooiedad Oientifioa
el Cynofnys Imdovicktnus (perro .de Itó pradeíras ), ladra de un mo-
do dara^erístíoo para despertar la alarma en el momento opor-
tuno.
4? La €bsociaúión es un medio de defensa actiúo ó pastvo.^liM
larvas copróforas de un Coleóptero de Chapultépec (Fhysonoia
translúcida) se juntan en grupos circulares de diez 6 más indi-
yii^os, dirigen su abdomen hacia el centro del círculo y con la
ayuda de uá apéndice ahorquillado retienen la repugnante ma.
sa de sus excrementos que les sirve de medio de defensa pasi-
vo; por el contrario, muchos mamíferos sociales y aun aves co-
mo las Apipizcas (Larus), atacan vigorosamente al animal que
las inquieta. Los cazadores acostumbran arrojar al aire un ca-
dáver de Apipizca é inmediatamente acuden sus compañeras,
sin preocupare del peligro y con el intento de libertar 6 ayu-
dar á la compañera que aún suponen con vida. Se refiere el ca-
so de varias golondrinas que unieron sus esfuerzos para tapiar
uno de sus nidos, en donde se había introducido cierto páser.
5? La comunidad comprende algunas veces varios individuos con-
sagrados exclusivamente á la drfensa. — " En las colonias de Hidra-
rías cuyos individuos presentan un polimorfismo comunmente
tan marcado, hay á veces fHpdractinia, Podocorpne, Hidrocora-
linas) ciertos individuos consagrados especialmente á la defen-
sa general : llevan los nombres de dactilosoides y zooides en
espiral. En laé Hidractinias están desprovistos de boca y la co-
lonia se encarga de nutrirles: llevan en su extremo un paquete
de nematocistos. En los Briozoarios, en el grupo de los CheUos-
tomus, varios individuos se modifican de una ihanera especial.
Las avicularias son una especie de i^nza que se cierra al con-
tacto de un cuerpo extraño,* las vibracularías edtán formadas
por una seda muy larga que limpia la superficie de la colonia."
(Ouénot).
En general puede admitirse ^ue los individuos más vigorosos
de una colonia, los machos y los adultos, se consagran á la de-
fensa de las hembras ó los jóvenes. Entre los insectos, la¿ ter-
Digitized by
Google
"Aat<mio Attete." 265
mitas 86 hacen notables por los soldados, de poderosas mandí-
bulas, qne están encargados ^e la defensa del nido.
Es importante recordar que muchas ocasiones los hábitos
sociales provienen de la identidad de costumbres y necesidades
de los representantes, por lo común muy numerosos, de una mis-
ma especie ó de especies diferentes: no es este un medio de
defensa. Los animales se asocian también con un fin muy dis-
tinto y sólo en la época del amor. (Selección Ifexual). Porqtra
parte, algunos de los ejemplos que se dan de los beneficios mu-
tuos entré especies distintas no mé parecen bien comprobados
todavía. Dícese que cuando se mata á los tordos, que como es
sabido se nutren en parte con los Ixodés del ganado, las roses
procuran vengar la muerte de sus amigos y se arrojan sobre el
cazador: yo nunca me he encontrado en ese conflicto.
d« Bl animal se defiende por medio de la homocromiai acromía, el
mimetismo, ó los tintes ó secreciones coloridas preservadoras.
Acromia. — El animal es más ó menos incoloro, no se desta-
ca sobre ningún medio, cualquiera que sea su forma.
Hamocromüi. — El animal se disimula á causa de la semejan-
za ó identidad de su color con los colores del medio. Puede va-
riar el color del organismo, rápidamente, en relación con las
variaciones del color del medio.
Homocromía mimética. — El animal se confunde con objetos
diversos no sólo por el color sino por igualdad ó semejanza de
otros caracteres, como la forma y las dimensiones.
Mimetismo, — El animal se asemeja auna especie bien defen-
dida.
Colores preservadores, — Por sus colores muy visibles el ani-
mal bien defendido (medios químicos) previene á sus enemigos
de la inutilidad de sus ataques.
Secreciones ooloriéhts preservadoras.-^ E\ animal secreta un lí-
MemoriM [x89a«93J, T VI, 8i.
Digitized by
Google
266 Memorias de U j^edad Oieotífiea
qtiido del color de bu cuerpo y dificalta así su peraeoaoión; se
procura un medio homócromo.
Es imposible demostrar los errores en que han incurrido
ciertos biologistas, dicen sus adversaríoSi porque si se les pre-
senta un animal que no es homócromo, explican el caso supo-
niendo que hay probablemente otro medio de defensa; si se tra-
ta de una especie muy visible que puede ser ponzoñosa ó esté
dotada de homo^omía mimética. Las excepciones no pueden
existir porque se ha tenido la habilidad suficiente para dar un
número tal de teorías, teorías de tal naturaleza, que cada caso
puede explicarse si no por unas por otras. Pero es extraño que
tantos hechos reales puedan comprenderse en alguna de tantas
teorías falsas. Las exageraciones se manifiestan en los escritos
de los Darwinistas y sus adversarios: la observación y los ex-
perimentos acabarán pronto con estas diferencias.
M. Beverchon pregunta ingenuamente ''jpor qué no se dice
que los elápidos imitan & los colubridos (y no lo contrario), con
el fin de engañar á su presa, haciéndola creer que no son peli*
grosost"^ Si así es, el medio resultó contraproducente porque
no hay animal ó persona que no tema & las coralillas de colores
brillantes mucho más que á las de colores sombríos. A un mo-
no (Áteles metisj ningún ofidio le causaba tanto terror como el
Ophibolus doliattis que á menudo le presentaba: i tal observación
es concluyente ó aun parecerá dudosat Este es un ejemplo de
los errores en que puede incurrir un naturalista competente
cuando se atiene más á los razonamientos que á los datos ex-
perimentales, y justo es decirlo, los partidarios de la evolución
también han cometido desaciertos en este punto delicado.
Es una condición indispensable para que la homocromía apa-
rezca verdaderamente útil, que los animales, tanto los superiores
como algunos de los inferiores puedan percibir el color. Según
M, F* Platean, el Profesor V. Willem duda de la importancia de
1 OoflmM. BeTue dei ioienoet «tde lean AppUcatíona» 27 Févr. 1692, p, 861.
Digitized by
Google
"Antonio Álzate. II
los resultados á que ha llegado en esta clase de inyestigaoiones
un distinguido sabio inglés, Lubbock;^ asegura haber descu-
bierto un procedimiento que resolverá la cuestión de una ma-
nera definitiva. Aun en el caso poco probable de que llegara á
demostrar que los animales no perciben el color, quedaría en
pie la curioéá objeción de que la bomocromía protege á los or-
ganismos, cuando menos, de la persecución del hombre.
Se ha dicho que á pesar de su homocromía perecen muchos
organismos. Todos los medios de defensa, aun los que son tan
evidentes como el aparato venenoso de los ofidios, deberían de-
clararse inútiles según ese razonamiento, pues que para no ci-
tar más que un caso, en la India se mataron de 1880 á 1881 más
de 400,000 serpientes, según la estadística de Fayrer!
AOROMÍA T HOXOCBOMU.
l^ Enla mayoría de los grupos zoológicos hay especies protegidas
por homocromía. — £s tan general que se le encuentra no en gé-
neros ú órdenes, sino aun de una manera más general, en los
animales de los polos ó los desiertos, en seres muy distintos,
muy lejanos unos de otros en la gerarqufa natural. No se limi-
ta á los seres terrestres, ni á los inferiores, sino que se extien-
de también á los acuáticos y á los muy superiores como los Quei-
rópteros, por ejemplo, al murciélago de Formosa en parte negro
y en parte rojo, como las hojas marchitas de un árbol en que
vive.
Encontramos hechos muy notables de homocromía ó aero*
mía en los Celenterados, Turbelarios, Nemertianos, Anélidos,
Moluscos, Crustáceos, Arácnidos, Insectos, Equinodermos, Tu-
nícados. Peces, Batracios, Reptiles, Aves y Mamíferos.'
Aun no son muy numerosos los trabajos sobre estos medios
1 Bztrait doB Archiret do Biologie pubUées par M. M. Bd. ran Boneden et
Ch. Bambeke. XII, 1892.
2 YéaM la prueba en Ouénot. e. t.
Digitized by
Google
268 Memorias de 1a Sociedad Oientifiea
de defensa que constantemente, en todos Iqs, centros científi-
t50S, dan lugar á observaciones llenas de novedad; y sin embar-
go, puede asegurarse por el examen de los documentos de que
actualmente se diapone, que la homooromía está muy genera-
lizada.
2? Las moSficctcianes anatómicas y fisiológicas que significa la
hontocromía no se limitan i los órganos ó funciones poco importantes.
— No puede comprenderse en la definición Uneana de los ver-
tebrados á un pez incoloro como los AmpMoscus y los Helmich-
thyidco (quizá formas larvarias de los Conger); tieueu la trans-
parencia del cristal y los glóbulos de la sangre incoloros.
La correlación entre algunas particularidades constitucio-
nales y el color es evidente, así como las modificaciones que el
polor sufre según la edad y el sexo. Es curioso el hecho de que;
en ciertos vertebrados, Ia$ hembras que no se reproducen, las
gallinas ^ quienes se extirpan los ovarios, adquieren la colora-
ción de los machos: así sucede por ejemplo en el FhasiantM pie-
tus de que me ha dado noticias interesantes el Sr. Lie. D. Alber-
to Icaza.
3? La Jwmocromia puede ser constante ó temporal; completa en
determinado período de la vida é incompleta más tarde; puede corres,
pender á las variaciones periódicas ó alas del medio en que vive el
animal en sus distintas edades, — Hay homocromia constante en
los reptiles de los desiertos que nacen con el color simpáticay
no le pierden jamás; varias mariposas fPapilo daunusj nos ofre-
cen un ejemplo de la homocromia temporal, pues sus larvas son
muy visibles (tienen los meídips de defensa .b|en conocidos,r las
secreciones que tanto desagradan á sus enemigos), el insecto
alado es también muy aparente cuando no se posa en floras ama-
rillas, mientr^iS que la crisálida es homócroma con las cortezas
de los árboles.
Los huevos de muchos invertebrados y de varias aves pal-
mípedas tienen el color de los objetos que les rodean y los jó-
venes que se encuentran en un nuevo medio adquieren la colo-
Digitized by
Google
"AiitooioAkate.it 2^
ración apropiada, que en ciertas ave? se cambia exkteramente
en el individuo adulto.
Es notable el caso de un páser de África (Euplectes) que en
el invierno probablemente tiene tintes protectores y en la p^-
mayera adquiere un rojo vivísimo.
Por instinto si se quiere algunos animales procuran colocar
á sus huevos en condiciones favorables de homocromía. Un
H^/drophilus que conservé para observar sus costumbres, cubrió
con fragmentos de hojas de lechuga (las únicas qu^ tenía á st^
disposición) la cara superior de su capullo ovígero, que de es-
te modo quedaba muy bien disimulado.
Varias especies de los países muy fríos cambian la librea
obscura de la Primavera por la blanca del Invierno, consiguien-
do así perfecta homocromía con la nieve.
En los Urodelos el color suele ser distinto en los tres perío-
dos de su vida. Los animales débiles ó indefensos son los que
con más frecuencia presentan hechos do homocromía.
4? Ftiede Jiaber m una misma especie variedades adapUidc^
hr del medio en que vive cada una de eUas. — El Oüulum unijplica-
tum de los Oasterópodos ofrece muchas variedades de tinte co-
rrespondientes á las que se presentan en un Penatulido sobr^
el cual vive.
5? La homocromía es total 6 parcial — Comunmente las aves
de colores protectores tienen en la región menos visible alguna
ó algunas manchas muy brillantes. Estas particularidades apo*
yan la teoría de M. Wallace, asi como la que se ha llamado de
la selección sexual. Si una ^fd estas teoríaei resultara falsa di-^
f ícilmente podríamos explicar muchos fenómenos. Si en los ma*
chos no hay homocromía puede peligrar mucho bu existencia;
pero también es importante la ornamentación sexual que atrae
y cautiva á las hembras : se satisface 6, las dos necesidades cuan-
do el color sexual es poco visible en }as circunstancias norma-
les y dominan los tintes proteejbores^ ( Cómo se explicará de otro
modo la existeucia de plumas brillantes casi siempre ocultad cu,
Digitized by
Google
270 If emori(ui de U Sociedad Oientiftca
el copete del Siurus aurocapüliMf la mancha roja que tiene en las
tectrices supra- caudales el Gorrión común (Carpodacus Ikenuh
rrhousj y queda cubierta por las alas, y otra multitud de hechos
análogos?
No se trata aquí de las señales de reconocimiento á que M.
Wallace concede justamente tanta importancia, pues que esos
ornamentos no son visibles sino rara ocasión; ni es creíble que
las manchas ocultas que aparecen en la época de los amores,
así como las manchas exclusivas del animal adulto tengan ese
destino, pues los machos de especies solitarias y pacíficas no
manifiestan interés en reconocerse.
6? Los colores de algunos animales homócromos varían rápida-
mente, entre ciertos límites , cuando varía él color del medio. — Es más
común la hotnocromia fija que la variable; pero en muchos gru-
pos se han señalado especies particularmente dotadas que cam-
bian de color de la manera más apropiada para su defensa. En
México se encuentran el Camaleón (Phrynosoma orKcuHare), lais
ranitas (Syla) y algunos otros.
Los Cefalópodos, en particular el Pulpo, cambian casi ins-
tantáneamente del amarillento claro, rosado ó gris al negruzco
6 moreno; varios decápodos se armonizan con rapidez con el co-
lor de la arena, las rocas, el rojo vinoso de las Floridas, el ver-
de de los Fucus, etc. En las arañas que viven sobre las flores
se observan fenómenos análogos, y quizá en algunos ortópte-
ros; las larvas de la Rumia crataegata y otros lepidópteros mo-
difican su color según la luz que reciben cuando se les encierra
en aparatos apropiados; las crisálidas suelen presentar fenóme-
nos idénticos ; los Lábrus pasan del verde al negruzco ; los pe-
ces planos fPleuronectesJ cambian el color de sus partes inferio-
res y ese cambio se hace más fácil por la costumbre.
De todas las formas de la homocromía esta es la que más se
acerca á la perfección, en los animales no sedentarios. Estas
modificaciones del color están regidas algunas veces (f ) por un
centro nervioso especial. ESemencievicz ha demostrado que si
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. II 271
86 excita el pedúnculo del ganglio óptico de los Cefalópodos
cambia el color en el lado correspondiente. El hecho es por lo
tanto de una importancia excepcional y nos demuestra una vez
más cuan importantes son las variaciones orgánicas que signi-
fioa la homocromia.^
7? Los actos voluntarios pueden coadyuvar ó ser indispensables
para el éxito de la bomocromia; en ciertos casos d animal acude á
medios especiales voluntarios para confundirse con el medio. Estos
principios deberían ser discutidos extensamente, pues muchos
biologistas suponen que la bomocromia ó mimetismo son pro-
cedimientos, en todos los casos^ inconscientes. Nosotros no ad-
mitimos esa generalización ni podemos comprender esa nueva
forma de voluntad inconsciente que se manifiesta por ejemplo
en la grulla común:
" Un día estaba oculto cerca de una hornaguera donde se
había establecido un par de 'grullas, dice de Homeyer, y ob-
servaba los graciosos movimientos de estos prudentes volátiles,
especialmente los de la hembra que se entregaba á los cuida-
dos de su toilette: tomó en su pico una poca de tierra y se la
untó en el dorso y las coberteras de las alas, de tal modo que
estas partes perdieron su hermoso tinte gris ceniciento toman-
do el gris moreno de tierra de sombra. Por amor á la ciencia
maté á esta ave y encontré que la materia colorante penetraba
en las plumas y no pudo separarse por medio de lavados: qui-
zá la saliva del animal había contribuido á fijarla.'' Esta ob-
servación ha sido completada por la análisis química que hizo
Mewes. Indudablemente la grulla trata de hacerse homócroma
adquiriendo el color del suelo.
M. F. Platean refiere que una especie de cangrejo que acos-
tumbra cubrirse el carapacho con algas, si se le limpia de ellas
y no las tiene á su alcance, se cubre con cualquier cosa, hasta
con pedazos de papel.
1 Yétm 1* momorU de Krakembetf, Grnndagttge einer rer^eichepider Phy-
tielosie der VerrOeen Appanie. Heldelbeig. 1886. (Según M. F. Platean).
Digitized by
Google
272 Memorias ¿e la Sociedad Científica
^Cuando se colocan en un acuario variedades de L^togor-
^ y de Ovuíumj dice Cuénot, éstos se refugian constantemen-
te sobre individuos del mismo tinte, y cuando no encuentran
Leptogorgías del color que les óonviene se alejan de ellüs.'' No
perciben los colores, no tienen conciencia del medio de protec-
ción!
Los lteduviu$ entre los Hemípteros se cubren con polvo pa-
ra ocultarse de la vista de sus víctimas. Las larvas de muchos
Lepidópteros ropaloceros escogen el lugar más apropiado para
pasar su ninfosis, el que mejor se armoniza con el tono de la
crisálida.
" En el reposo las nueve décimas de las mariposas están bien
disimuladas en los lugares que escogen habitualmente para po-
sarse; aun las diurnas, de colores muy brillantes, cierran sus
alas cuando se posan, de tal modo que sólo queda visible la ca-
ra inferior que es á veces de colores opacos y tiene dibujos es-
peciales. Los insectos parecen tener conciencia de sus medios
de protección : cuando se ven descubiertos emprenden el vuelo,
atraviesan con rapidez un espacio más 6 menos grande y des-
pués se detienen en el lugar más apropiado, que eligen por lo
común sin equivocarse, haciéndose invisibles desde ese mo-
mento. '^
Las aves acuáticas que ponen huevos muy visibles les cu-
bren con hojas cuando tienen que abandonarles. Ya hemos ci-
tado el caso de los Hydrophüus,
Hay una regla general que todos los colectores tienen oom»
probada: los animales homócromos, en el momento en que se
acerca el enemigo permanecen inmóviles, fiados en su colora-
ción protectora, y sólo en último caso emprenden la IxxgB^. (Or-
tópteros saltadores).
Estos ejemplos tal vez parecerán insuficientes para la de-
mostración de nuestra tesis: es muy común que se atribuyan
á un ciego instinto los hechos más nobles é inteligentes de los
animales, á catisa en parte del triste é inútil interés que se ha
tenido en deprimirles para ensalzar al que les deprime.
Digitized by
Google
Nov g5 im
»lttifl#ieAlHk(e*n e7<
. .^£? i^ kmcícromia no existe en ioéhs las e^p^oi^.-^E^ l«9 JS^?
rodiaeas ó BaaguiJH^as no pareee haber ese medio de defensa»
En los Torpedos np.^ observa la homocromia; pero, en eapabio
exiete otro med^p ,de proteooióa muy eficaz: las descargas eléc;
tricas. * .
En general liSS efpecies que lloran una existencia oculta
constantemente 6 las nocturnas que se ocultan bien durante el
día, están desprovistas de tintes homócromos, por ejemplo las
Zepisnf^ blan<^as de la qaverna de Qacabuamilpí^;^ mudaos ma-
míferos y aves nocturnas; las larvas de insectos que viven ei^
el interior d^ loa vegetales y son blancas muchas veces, aunqi^e
algunas tienen colores muy vivos como las orugas rojas del ma-
guey. Las especies nocturnas pueden ser hom^<iromas con el
fin de ocultarse durante el día.
Para demosti;ar el principio general de que la falta de ho»-
mocromia coincide con la existencia de otros medios de proteo*
oión, serian precisas observaciones más completas que las pu-
blicadas hasta la fecha. Podremos suponer que I09 Cathartes
(Zopilotes) son de un j^gro muy aparente porque no tienen ene^
migoa de que ocultai:se ó se defienden bastante por su olor y
otra^ particularidades f es posible que los seres cavernicolos, hi-
pogeos ó endotalos QO necesiten de la homoorpfaiaf peiH> si exa?
minamos todos los representf^ntes de un grupo zoológico con*
siderabloi, aparecerán muchas ^fiQultades que no siempre se
resuelven. No son homócromas, por ejempk); varias lameliros*
traS; esteganópodad, procelaridos; zancudas como el Corvejón
(Plegadis guaraunaj . de colores metálioofr y la^ MaMea de un ro«
sa más ó menos vivo; los machos de la mayoría de las galliná-
ceaS| trepadores como los Trogon^ paseros como las Pyranga^ el
ErgaUcus ruber, varios EQrundimdos, Rapaces como el H^potríat]-
. 1 Bara el «rtcidio de 1q9 odores en lae eepeoiee ^remíoolas puede ooneoltane
la obra de A. 8. Packard. The caye Fauna ef North Ameríca^ with remarks on the
Anatomy oí the Brain and Órígin ef the Blind Species. Mem. Acad. Nat Se. Wai-
kiiq^'1688. YI, pwrt. I.
Memoriat (x89a-93l, T. VI, 8S
Digitized by
Google
274 If emoríis de la Sodedad Oientifioa
éhxs aurcmtius de las Islas Tres Marías. Si suponemos que ep
las Pyranga no es necesaria la selección de colores simpáticos
porque haya otros medios de defensa, no sabremos explicar por
qué las hembras son de un color opaco, i no ser que se admita
la teoría de M. Wallace; en lo que se refire al Ergatíus no sa-
bemos por qué jnresenta un color rojo riro muy visible, pues
este páser no tiene un vuelo rápido, ni se oculta, es más peque-
ño que el canario y poco desconfiado.
Se comprende que es conveniente no prejuzgar en esta cues-
tión: hace algunos años se ignoraba por qué la pequeña rana
roja y azul de Nicaragua no trata de ocultarse ni tiene colores
homócromos: hubiera sido temerario presentarla como prueba
de la falsedad de la opinión general sobre esta materia, pues M.
Belt ha descubierto que tan curioso batracio no necesita ocul-
tarse desde el momento en que no hay animal que se decida á
oomerle: dispone de otro medio de defensa.
Nos sería imposible discutir la teoría de los colores sexua-
les de Bi. Wallace, que consiste sumariamente en '' que las hem-
bras de las aves que forman nidos ocultos no son homócromas
y las que construyen nidos al descubierto sí tienen colorea pro-
tectores, pues conviene que 'el animal no sea Sorprendido por
sus enemigos durante la incubación. " Esta teoría es enteramen-
te contraria á la qué pretende que los machos adquieren colo-
res muy hermosos por ser esta una ventaja notoria en la lucha
sexual. Pero hay tal número de excepciones en la aplicación
de ambas teorías, que no podríamos estudiarlas desde el pun-
to de vista muy exclusivo de la homocromia.
AOaOMIA.
1? La acromia cortíetituye un medio de drfema de utilidad más
general que la utilidad de la Aomocromia.— -Hemos tratado de de-
mostrar este principio al ocuparnos en las mariposas <tranapa-
Digitized by
Google
"Anlonio Ábate.** ^5
rentes (lihavMa)} Aunque el organismo sea sedentario, si no lo
es, con muoha mAs razón, pueden resultarle muy grandes ven-
tajas si está desprovisto de colores: su cuerpo deja pasar todos
los rayos luminosos y se confunde con cualquier medio, én cual-
quiera circunstancia.
El Profesor Moseley (citado por Wallace) dice que ''la trans«
parencia casi cristalina del cuerpo de los animales pelágicos,
constituye uno de sus más notables oiCracteres. Es tan per£ec-
ta, que muchas especies se hacen casi enteramente invisibles
cuando flotan en el agua, mientras que otaras, g^ar^adas en un
recipiente de vidrio, apenas pueden percibirse. La piel, los ner-
tíos, los músculos y otros órganos son absolutamente tránspa-
rentes; pero á iwcm d hígado y el apct/Mio digestivo aonopaóospde
tmmoreM ó amarüh ^pieles asenta flragmentoe dea
La acromía puede llegar á tal grado en los invertebrados ma-
rinos, que algunos tienen el mismo índice de refracción del agua.
Yarios celenterados, anélidos, moluscos, crustáceos, insectos,
peces y batracios (sus huevos) son transparentes.
El color casi no existe en los organismos muy inferiores oo-^
mo las Amibas, y si el desarrollo del pigmento no estuviera re-
clamado imperiofifamente por ciertas funciones fisiológiéas, no
compténderfamos por qué la selección «o ha impedido el desa-
rrollo del dicho pigmento; pero segarttmente qué latransparen*
cía absoluta no es compatible con ciertas necesidades (selec-
ción sexual, señales de reconocimiento, atracción de los insectos
por colores brillantes^ etc., etc.), y depende en algunos casos
de algas ó parásitos que dan color á los tridos ó hay pigmen-
to, como la guanina que es uii producto de desamilación.
ooLOBss namoífáMMMa, < .
]? El color preservador se encuentra en las especies hien dtfenr
didasy en algunas indefensas que las imitan (Mimetismo)* — Es
1 lUmorist ds la Sodtdad OienittM «lalaBlo AIiftte.ii Pieiank^ 1891.
Digitized by
Google
276 Memorifli do láfiooiedidOieDtífioa
muy notable el caso de las serpiente» ponzoñóead d^^ gtupo de
las Elqp8f que eomo ya se dijo san de oelores mtiy visibles**
Falta el color p^esenrader en otros muchos Ofidios temibles:
etk ciertos Crotáhtó que se oaractearizan bastante por el ruido del
cascabelj en los Cuatro- narices (Boihrops atroxj y otras varias
especies de tintes más ó menos sombríos y qne tal yee, como
el S(4hrqp8 viricUs, estáai dotadas de homocromia ofensiva.
M gran saipo de Tierra Caliente fBHfo m^ua) es color de tie-
rra y su ponzoña muy activad Algunos Himenópteros del gé-
nero JBombus, las abejas comunes» muchos Sifonóforos armadea
de nematocistois, carecen del medio complementario de.de£en*
sa en qne^ nos ocupamos. O bien son bomócromos ó bien es^ in-
necesario para ellos el color simpático. 4 Por qué entonces no
se dan á conocer á sos enemigos, que suelen atacarlesf Es di-
fícil contestar á estas objeciones^ porque para ello s^a preci-
sa la consideración de una serie numerosa de las e^icepcionea
y un conocimiento profundo de las costumbres de ciertos ani-
males. Las abejas no tienen el color muy visible de ciertos He*
Uconidos 6 Veapidcs bien defendidos y no se cKpUoa esta falta
de tinte preservador; pero el hecho es que tas golondrinas nun-
ca se atreven á comer una abeja» y es seguro que^por el modo
de yolar^ la forma y otaas particularidades se caracterizan bas-
tante estos bimenópterosfi nosotros mismos hemos sido.engv
fiados por el disfraz á^.xm Díptero inofensivo (ErietaUsJ que
reproduce los caracteres de la abeja con tal perfección que ha9*
ta presenta ensanchadas ks tibias de las patas posteriores. No
sabemos en cambio por qué siendo la Can¿hari$ qjficimUs de un
color metálioo indudablemente preservador» hay varias cantá-
ridas mexicanas de colores opacos; (será porque, según se dice,
ha^ aves (Ghmga) que laa eomenf
Es digno de advertir que en varios Nudibranquios las papi-
las que cubren al cuerpo son de un color muy visible y se au-
1 Ttee IKRillAB», Mlit Banidaiitt6,H tiéd. Yarigny, p. IM;
Digitized by
Google
» Asionio Alsi^. m B77
totonusan eon rnneha faoilidad, eomo si el inoonreniente que
resulta de una coloración impropia se eompeusara por el curio^
so mecanismo de la autotomía.
Las garzas, según Guénot, no comen al ArUm n^ ( Gaste-
rópodos), sino después de haberle lavado con agua que en par-
te separa al pigmento. Un Mamífero de México, el Procyon lo-
tar, acostombra larar sus alimentos antes de comerles; pero no
sabemos si el hecho antes citado podrá relacionarse eon este
hábito que aun no ha podido ezpliearse.
1* Substituyen en atgunoé caaos á la komooroméa. — Las Aplp^,
sia secretan en cantidad considerable un liquido opalino y des-
pués un líquido púrpura que tiñe al agua y favorece la fuga del
animal que no es hoinócromo,
2? 8é acompa^ este medio de dtfensa de homoeromía fija 6 va^
rMUe. — '^ Las Sepiolas son del color del fondo en que viven y
solamente se les descubre por la sombra que proyectan, pero
luego que se les persigue emprenden la faga y repentinamente
se ponen negras y arrojan una pequeña masa de tinta que tie-
ne cari sus dimensiones : en el acto vuelven á tomar su color cla-
ro y sigpien huyendo, de tal modo que un enemigo inexperimeni
tado s# engañará por esta estrafatgema y aun estará buscando
á su presa en la tinta negra secretada por un animal negro, cuan-
do éste ya se puso de un color claro y se halla á gran distancia.^'
Las Yantinas son violetas y en caso de neeesidad secretan
un líquido violeta: ejemplo de la coexistencia de la homocromía
fija y la secreción preservadora.
Los fisiologistas explican la eyaculación de líquidos presera
vadores por un simple reflejo, y así debe ser; ipeto el uso bien
calculado de la tinta de las Sepiolas, su cambio de color en el
momento oportuno, la dirección en que emprenden la fuga y
Digitized by
Google
978 Memorias de 1a SodedadOientífíoa
otros detalles del procedimiento se explicarán del mismo modo,
ó por un acto de la tan decantada voluntad inconsciente f
BOXOOKOltlA XnCÉTIOA/
1? El animal capia no sólo los colores sino las formas^ otros de-
taUes del medio que le rodea. -^Lñ» larvas de los Geometridos
permanecen algún tiempo erguidas, sostenidas por sus patas
posteriores y asemejándose á una pequeña varita seca y sin ho-
jas. En las larvas de una mariposa que vive sobre el Ascéktpias
ovata hay apéndices largos y encorvados que se asemejan á los
zarcillos de una planta trepadora; en México se encuentran oru-
gas con el aspecto del excremento de los pájaros; las Crisálidas
de los Bopaloceros tienen á veces gran analogía con fragmen*
tos de tallos ó cortezas.
El caso más interesante que conozco en este particular es
el que se refiere á los Arrastra -basuras (Psydie); las larvas de
estas mariposas son comunes en el Valle de México y otros paí*
seSy y acostumbran Eormar un tubo de seda en el cual viven en-
cerradas, con la particularidad de que en la parte exterior de
didio tubo fijan pequeñas varitas ó basuras. Sería interesante
observar si utilizan las basuras del color apropiado al medio que
les rodea ó indiferentemente ^rovechan las que se les presen-
ta, aun las teñidas con colores muy luminosos. Es de notar que
tan extraño medio de protección parece ser particulaormente pre*
ferido por la hembra, que según los observadores europeos, si-
gue encerrada en su abrigo después de la metamorfosis y espera
allí la llegada del macho, de tal modo que la cópula se verifica
estando éste en parte fuera del tubo y la hdmbra totiJmente
oculta.
Las modificaciones anatómicas consiguientes á la homioero*
mía mimétioa son muy profundas, por ejemplo en los ortópte-
ros del género PhifUium llamado^ hojas errantes, y ooyo cuerpo
Digitized by
Google
"Antonio Akaie. n 279
reproduce la forma de una Hoja con siis -nervadaras, su color^
eto.
2® La h&mocromia mimiHca consiste solammUmnu)d^cacione8
de estructura ó bien los actos voluntarios del animal ayudan á produ-
cir la üusián. — M. PUteau oita un miorolepidóptero que por bu
forma y otras partioularídades, asi como por su modo de volar,
imita períectamen te á uua aquena de Compuesta provista de
su vilano, que se eleva impulsada por el viento. Los Estafilini^
dos imitan los movimientos de las avispíBis, así como los Clytus;
pero estos casos pertenecen en parte al estudio del mimetismo.
£1 Yunx torquiüa imita los movimientos y silbidos de las serpien-
tes: sólo los individuos adultos se valen de este medio: se ha
visto que dos carpinteros enjaulados fueron muy aterrorizados
por esta estratagema.
En general las especies dotadas de homooromía mimética,
más aún que las dotadas de simple homocromia, guardan una
inmovilidad absoluta cuando se encuentran en peligro, con el
fin de no descubrirse por sus movimientos, que por otra parte
son casi siempre muy pausados fCholopuSy Perezoso, Bacteria^
zacatón )i
XIMBIIfMO.
He aquí sus condiciones, según M. Wallaoe:
1' La-especie mimética se encueiitrá en la misma zona que
1» especie á quien copia;* De otro modo le sería inútil este me-
dio de defensa.
, 2! La^especie mimética es siempre la menos defendida por
otros medios.
8^ La especie mimética es menos numerosa en individuos
que la especie á quien copia.
4^ Difiere del conjunto de las especies próximas.
5* La simulación, por perfecta que sea es exterior y visible
Digitized by
Google
Memorias á» U Booied%d Oitntífica
y no 86 extiende nunca á los oaraeteres internoe ó á los que no
cambian el aspecto exterior.
No se deben tomar estas condioioneo^al pie de la letra. Las
gcandes Tiptda tan parecidas á los Iéhneum<m son mneko más
numerosas «n individuos que estos Him.enópteros^ por el con-
trarioy los Sesianos de México son mucho menos abundantes que
losHimenópteros á quienes imitan. Dudamos también deque los
Coronelianos de México yivau siempre en las regiones en qoe
abundan los ElapSf y se comprende que la distribución de los
enemigos probables de estas dos clases de serpientes no ha de
ser tan limitada.
Que los caracteres internos no varíen en algunas especies
miméticas, me parece muy problemático. La Trichura ríbbeif pe-
queña falena de Centro América ha adquirido los caracteres de
las avispas y las formas y proporciones del cuerpo son tan dis-
tintas de las normales en los Lepidópteros^ que seguramente los
órganos internos han variado en su tamaño y disposición. El
mismo M. Wallace menciona á un Cuclillo de Borneo (Carpo-
coccya), que por s\x forma y cobr se asemeja á una especie de
Faisán (Euplocomus).
El mimetismo puede comprender:
1? Semejanza de colores^ isoHpia. — Por ejemplo en los Piéri-
des blancos no comestibles y en ciertos Heteroceros también
blancos y que sí son comestibles,
2? Semeianaa áe forma. — No conocemos una especie en la
cual la semejanza de forma no acompañe á la semejanza de co-
lor. Dos Heteroceros americanos (Bhamípliis inirimm y Ditíptís
candelaria) tienen las alas en parte transparentes d« las lOumUa
y gran analogía de forma oon estos fleliconidos. Los Frigani-
dos se forman una concha que les da el aspecto de los Molusoos
de agua dulce y así se libertan de la voracidad de los pecen, se-
gún Duméril,
3? Sem^fofuui de movimientos ^ actikíd.'^No foisí^^
.^emplo máa Donelnyente que el de las moseas del gteero Eris-
Digitized by
Google
«Antonia Abate, ti 2$!
taiis qw rwAíkXX d^U na^ma manara qne bus al^ejas^ Un peque^
ñeLepYdóptovo qu^e eokdtamos.^n un oapítulo de Áster y es ^fii>a
& las Trkhura^ ^we los mov>mi0njbos irregulares, como iudecir
sos^ propios de las Avispüs; en el reposo lleva las alas levanta-
das delamismamaueisaque esto8<£íioieni6^teros y como no ser
reeuótrasmAríposasj ad^m&s, son. muy cariñosos los mavimic^u-
tos de proyección de los últimos anillos- abdominales y en todp
semejantes á los que ejecutan las avispas cuando quieren he-
rir con su aguijón. Este ultimo hecho se comprende en el gru-
po que signe:
4* Semeéama en lq!{ procedimientps de afgg}Ae, — Aun cuando no
existan ponzoña ó aparatos especiales de defensa Cmedi os ac-
tivos)/.el animal imita los movimientos de. ataque de algupa
otra e8pe<He. Ai. Wallaoe hace mér^o del Dasypeltis scaber dq
la África meridional que no tiene ponzoña y se asemeja mucho
al temible Cloilios cUrjox, sobre todo cuando está atemorizado y
se arroja, sabré su enemigo silbando y con la cabeza inclinada
hacia abajo. Quizá el Zincuate (EloipUis deppei) trata de atemo*^
rizar á sus enemigos por su actitud y el ;»onido que produce^
pues asi consigue asemejarse á las serpientes.ponzoñosas. Los
Escorpiones (GerrhonoitisJ constantemente proyeptan su lengua
bifida y en esto se asemejan á los ofidios, por lo que el vulgo,
les teme, aunque iufundadanxeute, Eki Madagasoar eziste una
pequeña araña que se asenaeja á los alacranes y levanta su al>
domen cu^do se leiivquieta: d^l mismp modo proceden las Pa«
5? Semejanza en la voe. — Coa algufia duda suponemos qu«^
el Mmue p^gloütie (C^uzoutle) y el Mdanoii^ cceruíescena (Mu-
lato) imitf^Q al gvito de ^tcas aves y ii^am^eros con el obj,eto d^
protegerse; pero no contamos con observaciones personales. Ca^
lamq^j^ufa ¡fieolar %ieM el canto de una ave astuta y desconfiada,
la Icteria piriáis; MaUa mdanocej^haia, inoáta el canto de una, co-i
1 YáoBe el interesante artícnlo de DumérlI. Dict. I^ienc^ natnr. Vol. 18, p/
24, tft. D4feBMí. « ^- •"
Memorias [x893*93j, T VI, 88.
Digitized by
Google
282 Memorias de la Sociedad Científica
dorniz (Lophortyx Ghtmbdli)^ según Coues. E» posible que mí
como en Jas aves la venttik>qnía constituye un medio d« defen-
sa, también lo sea el mimetismo de canto; pero en suma, nada
podemos prejuzgar en esta Cuestión. Los monos aulladores de
la América del 8ur permanecen largas horas ocupados en pro*
ferir sus gritos poderosos que según Azara se parecen á losdet
Jaguar: ^será éste un medio de defensat
**' ■• ,
e. Autotomía.
1? En el momento del ataque, por un acto refino 6 voluntario, se
separan uno ó varios órganos del animal ó éste se divide en fragmen-
tos.— Hemos observado que si se sujeta una lombriz de tierra
por uno de sus extremos, ejerciendo cierta presión, el resto del
cuerpo que ha quedado suspendido comienza á dar vueltas al-
rededor del punto que se oprime, hasta que se rompe un poco
abajo del extremo que no está libre. Se comprende la utilidad
de este procedimiento: si una ave, por ejemplo, el Harporhyn-
éhus curvirostris (Cuitlacoche) extrae áuua lombriz de su tubo
abierto en la tierra, de una manera brusca, sólo un fragmento
del animal queda en poder de su enemigo y el resto se regene-
ra rápidamente y sigue viviendo; si el ave ha sorprendido á la
lombriz y la extrae completa, comienza á torcerse y una parte
del cuerpo puede desprenderse libertándose de* la destrucción.
Experimentalmente hemos demostrado que cuatro anillos ais-
lados de una lombriz pueden regenerarse, aunque muy lenta-
mente y estando expuestos á ser invadidos por los mohos.
Este hecho nos interesa, porque demuestra 'que la autoto-
mía es á veces volunftaria y sin duda alguna útilísima, porque
una especie que como la lombriz fácilmente pueda regenerarse
y autotomisarse, está á una distancia casi infinita de la destruc-
ción. Efectivamente no cuenta el número d^ individuos de la
langosta, por ejemplo, pero sí virtualmente.
La autotomía se ha observado en los Nemertia&os, Qaetó-
Digitized by
Google
"Antonio Alttie. n S8S
pedos, Nudibranquios; Enteropneastos, Crastáceos, Equinoder-
mos, Arácnidos, Insectos y Reptiles.
£s curioso que la autotomía se presente algunas veces con
tal frecuencia que De Saussure, en su obra sobre los Miriápo-
dos de México, se lamenta de no haber podido estudiar comple-
tamente á las ScutigerOf porque uunc^ se consiguen ejemplares
provistos de todas sus patas.
Debe comprenderse w la autotomía defensiva la que se eje-
cuta voluntariamente en las Ophioglyfha^ estrellas de mar, que
separan á voluntad un brazo aprisionado por el experimentador
en un tubo 4p vidrio ^ pero hay otras variedades de autotomía,
como la que se observa en otros Equinodermos que se ampu-
tan un brazo enfermo ó herido, y en Gn las que se han llamado
autotomía económica y autotomía reproductora ó esquisogonia.
Lajmtotamia puede ImUarse á un órgano poco importante para
la inda id animal^ m qfJte éste 8%^a dolor ni hemorragia.
El Hnistlaooaiahe {Sfneiheres mexicanue) tiene el cuerpo pro-
tegido pon espinas débilmente implantadas en la piel y que se
desprenjka. oon suma faoilidad, quedando adheridas gracias á
lad eseamitaa. mteroseópioas que llevan en la punta y están di^»
rigidaa baoia «itrás. Un hecho análogo se observa en las orugas
urtioi^ntes. Ko sal;»emos si las plumas que en muchas aves se
desprenden al moBor esfoecso (Scardqfeliaf Trogon)^ y si la piel
delicada de algunos mamíferos fOusctésJ que se desgarra- casi
con sólo tocar al animal, podrán comprenderse entre los hechos
de autotomía, así como la débil adherencia de la piel de la cola
en las ratas; pero es evidente que constituyen un medio de de^
fensa.
Pnede autotamisarse una parte importante para la vida.
Algunos organismos inferiores (Solothuria), cuando están
aiemorizados se coütraen oon fuerza y vomitan su tubo diges-
tivo, que se regenera pronto, si el enemigo llega á devorarlo.
Pero es más curioso el caso de. la Zorra y otros mamíferos que
cortan oon los dientes al miembro i^risionado en una trampa.
Digitized by
Google
2S4 MemoríAB á» la Sodédaá Científioa
La vulgar historia de tin repiái qne al caer sé divide etí me-
nudos fragmentos como un objeto de vidrio, no es probablemen-
te sino la relación exagerada' de un hecho cierto. En los Sau-
rianos la cola se autototnisa con mucha frecuehcia á causa de
un reflejo; en las serpientes de cristal fOphisaurus venirckis de Ja-
lapa) la cola comprende los dos tercios de la longitud del caer*
po y se divide en el momento oportuno^ en el Anguis/higüislBí
cola rota se regenera al cabo de algunos meses.*
2?*- Xa autotomia se verifica más comunmente "éníae espeoiee do*
fadas de^afiícultaá de regeneración; pero en algunos casos él órgano
perdido no &e regenera ó se regenera de un modo vicioso.
En los Turbelarios la facultad de regeneración estnuy per*
fecta, pero no así en los Ortópteros saltadores que pierden de
una maneva definitiva él miembro autotomtsádo.'
Cuando ks Lagartijas (Scdoporüs) pierden stí tíola suele re-
producirse viciosamente y 6 bien la nueiKa porétón «é drrige ha-
cia un lado ó bien se divide en forma de Qrquetej» En elMutseo
Nacional hay unejes^plar dec Iguába (Oyékvra arücuíata) que
en lugar del tniembro anterior de un lado lleva un muÉóo oomr
primido, largo, p^ró sin4vrtiou1aciones ni dedM;^ Bn lo» Ajolo-
tes, M. Duméril ha observado que la ámputaoiótt «^iterada de
las falanges produce pplidacttliii á otras moi^iB^uoáidAdeB, 8Íen<*
do de notar que estos Batracios 4 veces se» avratüean unos -i
otros grandes girones» de piel ó pedasos de dedo.
f. Coraza, espinas, tubérculos, concha.
En los Mamíferos se observa la coraza (Tatusia^ Armadill6)|
el engruesamiento de la piel en las partes más delicadas 6 Inás
1 W. M. Cárpentet. . Oa a peottüar antngMneiit of MoMlefria th* Oliat Sa^ka
((M.UaurtuJ. JSUl, Amor. Journ^ ser. II, p. 89,, ..,
2«Sir. J. Q. Dalyell, On the regeneration of losi Organs discharging tlie fanc«
tions of tbe Head and Viscera bj tbe Holothuria and Amphitrite. Bep. Brit. As-
toc. I8i9, Sed. p. IW; ' • -;•.•*
Digitized by
Google
"Antonio Alttie.*» SS5
ezpnesias, en el vientre del Proóyon htar; las espinas (Histri*
etdos, Erizo, Eqoidno)^ oerdas ó pelos abundantes en la región
más expuesta (bavba de Z^rn^ B¥Íua); en las avefr hay pliMMMS
eómeas (Pmra), plumas especiales (GhUlináeeas)^ en los Bepti-
les un revestimiento escamoso ó en pairte huesoso tan duro eo«
mo el de lo» lagartos, ó tubérculos eomo en el camaleón de Mé-
xico y el Moloch, ó escamas de punta a^^uda como las que tienjen
en la cola los Utomastgx j el Oachrys d^fimsor de México; en los
Batracios la piel está desnuda, pero eo algunas especies fBt^o
agua) llera muchos tubérculos; en los Peces hay espinas (Dio-
dm^ Puerco espín de mar)y escamas ó placas huesosas fLepidos*
teui^ Catán), una corasa muy dura (Trigla). No podríamos mezi^
eíonar todos los' medios análogos que se encuentran en los in-
rertebrados: en general se comprenden en tres grupos, coraza
concha y «spinas; éstas en los Erizos de mar, laa afroditas, los/
móhiseos^ los crustáceos, algunoe insectos (Hispa); la coraza
quilinosa ó* de cualquier otra naturaleza en los insectos, arác-i
nidos, crustáceos, holoturias, tunicados ; la ooncha calcárea prin»
eipaimente en los moluscos.
La piel es una de fas p«rtes del organismo más expuesta;
k la influencia del medio y aunque los órganos internos varíen
poco, ella varia mucho: hay más diferencias en la piel de IO0
Histriéidos comparados á otros roedores que en su aparato cir^
dilatorio.
ff. Fosforescencia.
1? TamiguefalUBapareBixtnpenlhhammUenel'mm^
peligro 6 sea permanente^ atemorim al enemigo.
2? — Uha tspeeU m foe/breseenie puede pvviegerse uiUisando á
uña especie fotógena. — En la India los nidos de una atecilla in*^
defensa, durante la noche resplandecen como estrellas suspeti^
didas en el follaje. En efecto, el Phceus baya, especie de Viuda,
acostumbra fijar con arcilla, en 1« anperfíeie del nido, varios
Digitized by
Google
S86 Memorias de la Sodedad Oienfcifiea
Lampirianos fotógenoB ouya laz ahuyenta á loa visitantes pe*
ligrosos, probablemente á las serpientes y oon seguridad á los
roedores.^ M. H. A. Severn ba observado que las ratas huyen
del extrafio resplandor producido por esos inseetos« Nosotros
supondríamos que un Phceus accidentalmente observó la utili-
dad de los Lampirianos como medio de defensa del nido y asi
tuvo origen esta curiosísima costumbre; pero es posible que es-
te heobo se explique por la fuerza catalítica, la NutunB enchei'
resin de los zoologistas, el instinto. «
Se han encontrado especies fosforescentes, según el autor
que hemos consultado para el estudio de esta cuestión, en los
Crustáceos, Miriipodos, Insectos, Moluscos, Briozoarios, Tuni-
cados y Peces. La pretendida fosforescencia de .los Gecos, de
un sapo de Surinam, de los huevos de rana y cierta lagartija,
y en fin de la Árdea nycHcarax y la A, ccsndea no se han estu-
diado como era de desearse. Según M. Ghtdeau los animales fo^
tógenos utilizan su luz para ver los peligros, inspirar temor á
los enemigos y otros fines.
Al decir de Mouf et, los Indios del Nuevo Mundo aprovechan
á los Cucuyos para libertarse de los moscos nocturnos; según
IL Michelet, los mismos indígenas (pareoe que también los Ja-
rochos) fijan vario» C^uouyos en sus pies para ahuyentar á las
serpientes, durante los viajes que emprenden en Ja nodie.
Es de notar que el huevo, la larva y la crisálida de los Lam-
pirianos son fosforescentes; aun el protoplasma antes de seg-
mentarse: lo que demuestra, como dice M. Gadeau, que la fa-
cultad fotógena es debida á una causa originaria primaria y
mecánica, aunque las causas secundarias puedan eliminarla ó
contribuir á su desarrollo.
M* Cuénot refiere que los Miriápodos se defienden por este
medio y que un Anélido (OdoniosyUisfyiffuraM/ brilla repentir
ñámente cuando se le irrita.
1 0adMM d« KerriUf. Lm Ibímsiu et Iw V^fétaai lAiH&miiie.
Digitized by
Google
(Antonio Álate. II SS7
li. Slmulaolón de la muerte.
1* Snd momento MpMgro ó del ataque él anmal queda mu^
¿ho tiempo inmávily indiferente á las heridas, aun á las más doloro^
«05.-^ La mayoría de los carníroroB é inseotiroros no toman pre-
sas mnertasi como si comprendieran el peligro que resalta de
comer un animal muerto por enfermedad contagiosa ó qae está
alterado por la putrefacción, y parece además que los molimien-
tos desesperados de la víctima despiertan los feroces instintos
de su verdugo. Nunca se conseguirá que una araña ó un sapo
devoren insectos mnertoSi ni que los Ajolotes coman una lom-
briz que no se mueve. 8e comprende por lo tanto la utilidad
del medio de defensa que estamos considerando, utilidad que
sufre sus excepciones; pues en otro artículo hemos referido
que las gallinas devoran lo mismo á los individuos de Thaptor
cblongus que han fingido la muerte, que á los que se mueven co-
mo de costumbre. ^
Las lúsréb de los Hydrophüus y otros coleópteros acuáticos^
al verse perseguidas acuden á un medio de defensa muy curio-
so. Según Dnméril, el cuerpo de estas larvas que momentos an-
tes presentaba anillos muy aparentes, se alarga, pierde su toni-
cidad y queda excesivamente blando f cede á los estirones, re-
siste imperturbable á los piquetes y desgarramientos, sin dar la
menor muestra de vida y asemejándose por muchos caracteres
á un cadáver medio corrompido.
M. Duméril menciona también al Ptinus pertinax. Coleópte-
ros, que permanece absolutamente inmóvil aunque se le atra-
viese con un alfiler y después se le queme alguna parte del cuer-
po. Algo semejante hemos visto en el Tlacuaohe fDidelpfUs vir-
ginianaj; Audubon describe muy bien sus artificios*
2? El animal permanece inmóvil muy poco tiempo y ala menor
1 ICtmoriM di U Sociedad GientiAea "Antonio Aliatt.ii 1892.
Digitized by
I
Google
188 Memorias ^ USoobdad Cientifioa
excitación emprende la fuga. — Lo cual B6 observa en los Crast&-
oeos del género PoroeQiq. . .
Asi vemos en los Ptintis una prudencia mayor que en el Por-
cdlfOfiíLUDqúe xmioa Y otroa«ean ig«almei»tie oob^^s. Bl Pimutf
sttfi^ todas las pruebas á que se le sujeta y sabe el por qué de
esas proebasi se obstina en permanecer inmóvil, confía en su
medio.de protección ; mientras que elPorceUio se precipita en sus
juicios^ desconfía de su estratagema é impulsado por el terror
emprende la fuga con pésimo resultado. Hablamos de actos in-
teligentes y no de. actos instintivos: el lector es muy libr^ de
llamarles como lo crea coaveniente.
En el Plñms que se deja quemar se nos presenta la impul-
sión instintiva (la fuga) vencida por la impulsión inteligente (la
simulación). Algunos salvajes de Norte América sufreu oon
una calma espantosa los tormentos, las heridas más insoporta-
bles, .por su f uersa de voluntad aumentada por el afán de apa^
rentar un gran valor: en el PHnus. esa fuerza de voluntad exi^*
te aumentada por una causa muy diversa. Y decimos quiQ existe
porque seguramente que la inercia de la voluntad no podrífi do-
Bunar al reflejo producido por una sensación dolorosa.^ No se
diga que el Piinus sufre poco por la inferiorida4.d^ su organio
zaoión ; el Didflphis que pertenece á la clase más supjdrii>r de loa
Mamiferoa sufre mucho y también dominados reflejos provoca^
dos por el dolor. .
i. Aumento de vofamen.
Según F. Müller las espinas de ciertos crusiáeeos oonstiln-
yen un medio de defensa, pues aumentan el volumen del-aai*
mal que sólo podría ser devorado en pedazos ó por un enemigo
muy grande; Mi Ouénot refiere que tin Cmstáoeo-del género
Perse^lwnuSy en el momento del peligro extiende sus largas pin-
1 Lcmgot. PliTBiologte. III, p. 268«
Digitized by
Google
periitfijqaQ.dobliiHi^. < ; i : . nf^/^
fin análogo, porque es probable qne sirva para facilitar la ex-
pulsión del contenido de las gl&ndnla^ 6 quizá para impedir la
gravedad de las heridas.
— • . ' — .' i- -.: " ''" — .yr)i ■ . ; ->»';• :•' tvCl
J. La especie comprende un enorme número de Indlvidup^ ,
1? Esie medio de protección no excluye á ningún o&'o.— Desde
el momento en que esa gran canliidaflUd«4ndividuos puede estar
cEseminada en un ifW^ espaoio,^ d^ tal mane]^ que cada uno áñ
ellos se oculte 6 se defienda por algún medio. Nó débé olVidár-
S0 qqe^ l^asta ci«|r^ puptoJa unión contnbuje á la segurid^ in-
dÍTÍdnal, especialn^ente cuando el, medio de dci^en^axio íes pasi*
▼o joomo e^i el I¡c(qpistcs tniffraioriit^t sino activo, eoflip ei^ el b^-y
sonto.' •'• .^ - ./ . . ../i
2? E$(t medio de dtfensa es más eficae en las especies pequeñas
6 en las protegidas por medios activos^ que en las muy grandes ó en
las que salo disponen de medios pasivos, A.'^pesar de este medio de ¿I^
finsa la especie puede extinguirse totalmente,
Hád tktíH lia Mó defttmit á los gi^ndes dmmfforoií ^ & los
péí^tóos iiitertebraaos. ' - " ' • - > '^^ { j > •'
He aquí la lista de algunas especies extingtMas ^^iléttíttaé
áektíttgtárs6,éegtoM/F;L^ta^ . r :r .
■■>'••' /''''■"•;• >' '. • I '". '] ' .t .í. ' i'ij
■---■'•'•- : :'r ¡ ■•. .j, ■/,-'. - ni; , 'u ^ .
Alo enqiM
1 ". ■ >. ...•,'.•.;. ,:'■'■ ^: -I .^lijíttfi*''
H0Mehttt'^ie*Hs.''^^8Má]«^Eitittdi6ttp^ !* ~ ^ -
Golfo de-México....... .....;.:... .M.:.^J um í
HácttoUnuft átigtíÉtire8tri»^8ó<^.^ltettn^^ >
téa.-^Oaa»6rnía,...;...J-;sJ....:¿.....-.;.¿¿v.j'>'í4«4» ^
ri«»»^LT.Vl,l7
Digitized by
Google
ÍÍM Memorias iélftlkHJMMfOltntíftca
Atíántíooy Paoífioo ^í; : . . : ' 1866 .
Arest
Drepanis paoifioa. — Social. — Total. — Hawai
PseadogTTpIías californianas. — Social, — Próxima. —
California. .....'.' .". .1 i'
De Galápagos.-rSociale¿— Fróxínií^.— ítaíípagosl.*'. 1680 .
De estos datds de ¿eiiíce que lais espedásr inál defendidas,
especialmente* la^tntiy grandei^,' están may ekpüestíis ^lades^
irücclóny pbt lá ííiano del hbmbré, aunqne compí^hdafa á súií
indiyidaos por milloneSi como sucedia con la Alca impennU.^
^^
^DÍOS PASIVOS.
; 'líf^/ím podrfopmt n^W 4 leB^^^idfOS*0pi»^9Ído« ea jbt obi^ de
M. Caénot j sólo diremos algnnas palailK*fTdie<4uy^d#,))99,9)y9h
dkfrftakiQ^mqi^l^jitiú^iu)^ , ,í/
Según Semper en muchas^ 0iicid^s.(ft^jrter^|padff).fllffltí;^
un gran número de glándulas que secretan pequeños corpúscu-
los muy duros y los cuales puede arrojar el molusco sobre sus
e&MttigOfe* La lapidación es practicada con freeoeneia por los
monos qua^iylii»,yjflflr%f|ft iffia^goi^ffiJWWB -fwtf Wi >fflWi<t
picfiirM- Pwft AoJ^tar las hojas del.te.en ci^^a7l«M^Af»f ; infc
cesibles, l(W)|MA^fl#ílffiui^i?«iitfiXll^ le» wo»os,.qjMy)p;|i|^^
ca4l9PAa«l .4ft ^#£l|^A.tft J J!^.4^¿<'!R 9if^ .0pbre,^ut^B^imi|;^'
1 Ibidom. 28« uinée, p. 27.
2 Dict Scionc Nator. art. Th^f^ '- í . *- '• - . ''i^ '^ :íí"* í*. '
.:.IV .1 ,:rv. : , .-. .ni.
Digitized by
Google
Brehm y sos compañeros de yiaje tuvieron que huir de las
pedradas coa qu» exk tíim •ocaséÓAJb» veofhidío&'Itas Cinocéfalos
de Abisinia.^
Nota odictonoZ.*— En el estadio del media le defensa por la
fuga es interesante ievíét <éfk ^«nksfiáenacióá W hecho muy cu-
rioso: el sueño es más ó menos p^of ün^6i seg[ún las especies y
las circtítíéfe^réiks. 'ini<Aáír a^e6'§#(P 60tpi;iem|lidas en la noche
por los mamíferos noctámbükf^í'lbéáítísa^ si^ sueño extraordi-
nariamente profundo, iñí>i%fttk*M ^üé'é^tt^'désme^rC^
den la fuga £ la teíénor alarma. Entré las t>i^meras pueden con-
táráe kl Q(í«Wn eomÚn' (Oai^édacné)j atOítoiiniquito (Spinus)
que según hemos visto en individuos a{hrisii)Dados tienen un
sueño que no intervtite()é^'iill i^kiddbaérMÍ^| fuerte: especial-
mente el Spiím^^ <|'ué^odtüikifof a 4oVmir<iMóclndose en una po-
ifidótl %xti^á| obn ^ ig^n '¿jé^ del ^ueri^O' vorticalmente. Por
el contrario, las Tórtolas (Turtur risorhtói Mtíopelia kucapteraj
est&n despiertas á cualquier hora j poi^ thá« prjdcauciones que se
tome para sorprenderlas se les éti^atrará sleknpre en plena ac-
tividad y á menudo É«r Um '&fé t^UM duttante la noche. Los J il-
gueros y Clarines (Myadestes) iJeMh ^ firaéhp büAUítfte }íj*Mó>
lo mismo iqtt^ las O^tátM {SmOcfélia). : ' ;
Antes de terminar este imperfecto trabajo haremos algunas
consideraeiones generales sobre loaf9»«dfOA.4^ri<9fi^9ai^ :
Ya hemos intentado clasificarles en ,4pP^ Jpn^B^ s^tirps y
pattvos; veamos ahora de qu6 otro9i.9^H9d^4^it0nH^l^oÁói( ^^^
susceptibles. . .víi-'^^ ,i,\i » "\">rx\\l
1 L'HoBine •( 1m AnimiMuu I, prJÍ«'K v' r o i i!'{^ ^: . m >
Digitized by
Google
Mi MemoríM4«ii&MMUCÍ6iitíñM
iMrtiéiM k TélmitU del «tÜBud ó tm inftlalo.
Medios pft^iyos.^
JM^ EfltifiM.
'Fuga.
Ooi4iaoi6a (en parte).
H(omQp]2$tfDÍa y otrqa pfooedkiiiecitoa añilo-
gop («n parte).
4,utotomía Yolttntaria. i
JFiPrmacióo, de QapuUios ^ al^rig<Wn ^¿. .
Foaforf soencia iaterm|teute, caap del Pió*
,oeus, . ; • • t
.Siffiulaci<Sn:d? la. muerte^ .;
i Aurnento de TolumeTt (en pitrte)^,
^Mordedaraa> defensa por la. fuerza». ayienlik
liapidaoión. . , . íí ,. . . ,
D^soargaftielé^trioas. :.
£kore^o^eaTeueupaas,;(en.partfi)i. ^ . : -
j3Q€iiabiIi4ad.; ^
Aspeet^^epuguauite 6 waípx^fí94wt. .
Movimientos especiales (cosquilleo que pro-
ducen en los dedos los Buprestidos; tem-
blor de los Smeiinthus que les ayuda á des-
lizarse).
Hodiot en que no inUryiene una función en ú momento del aUqno (anatómioN).
Homoéromüí (ett parfié^ ^
- Hom<H9¥»M(ateltnéti*sav
Mimetismo (en parte).
Aoromia.
Gorazai espinas 6 tubéreulea<i ..
'Air
.**iii A
Digitized by
Google
&í1wrcRxiftoM& de un reflejo á tun acto tolantufob
Simulaoión de la muerte (en parte).
EzisteneU de eentroi 6 apentos nemosoe eepecüJee.
Homooromia variable*
Fosforescencia.
Antotomía.
Aparato eléctrico.
Nematocistos, sagitocistos, tubos de Cuyier.
Exieteneia de partíenUridadee anatómíeaB en ha partee ealeriorea.
Homocromía 6 procedimientos análogos.
Mimetismo (en parte).
Acromía (en parte).
Ooraza, espinas 6 tubérculos.
BziiteneU de nedtfieaoionea anaiónieM pmdmdaa en lea digeopa intonifa.
Mimetismo y homooromia mimétioa (en parte).
Aefomia («n parte).
Fosforescencia.
Autotomía.
Aparato eléctrico. \ ., .."-.)
Digitized by
Google
MemoriM 4*1» SwMÚl <»intífteft
^S<^^^MM^^»*M»^»^MMM^M»^VM»^^»^^^^^^
Medios q^B» mm ^^tá^oMf^tn tü áiOm^a jkIiUU) jr. ff» pieifntMi aun
en el pretoplasma.
Foflforefloenoia.
Acromia.
Exiftenda de oortombreí eepecuJei. ,^
Fuga.
Ocultación.
Hábitos nocturnos.
Sociabilidad.
Simbiosis y comeusalismo.
Lentitud de movimientos.
Capulfeft y ottQS abrigos. ^ ^: •'
Simulación de la muerte.
Aumento de volumen.' ^ i • '
Defensa por la fuerza y la astucia» ^ • ► . '
Lapidación. r. . .. \
¡;, : .* V ■ •>.. ^^ . -.-'»
Existencia de vna partioolarídad en loe fendmenoe dt reprodoeci^n.
*'B¿ortti^ ivAm^ro de hidivltEhios.'
..'•».'ji-.í ; «^^ .' t./íí .'.'/ ' ♦(, .1. '■/».• . ii-i.*
Medica inoompatiUee eon el de«&nollo de ciertoa oayffWpe^atKiHJw a^ffftf anea
7 ciertoe procedimientos de aeleeción ee^nalp^ ,
Hábitos nocturnos. '^ ^
Vida subterránea.
Homooromía y otros medios análogos.
Los prooediiiMWtMrdft áefomjsrpott iMdlo4e sagítooistos y
nematooistoBy son debidos quizá á un simple reflejo. Hay mn-
ohoB medios que significan á la vei una partioaJÉádid f nÉató-
Digitized by
Google
itiáutÍMdo AAÉtfH.»
xAJefty AtA^jeroioU de tann fiiQ<46ii en el mowfpití) del «taque
(Tubos de Cavier). No podríamos señalar todos los eas^ii'.ai
^Qé «a presetiiá un ceuiyo iietiK<»» espeeiad^ é,wie fohaii ebber-
▼aeieMs. Todee loé medios de defeüM^'pttedea^SF óbUámlo
para la yariación anatómica, fisielógpda ^ etológiea,' si ^stik t»»
fiaoión ao a^janea una «rentaja <|ue •dompente coa exeeae Ú in-
eoqVeniiedle;que resnka de la pórc^arde lin siedie de pvoteo>*
lUi
mU
El eatudio. qu^ hbmpu terminad» nos «andiúie Aiae^aigotol*
leefeflexionea: - '■ i v : . ' .. ';...
. O bien todos loa seees ioeron.fOBmaáDS: & la. fea' oon «ot
órganos 6 insHníM de proteociÓD, previéiidese .^ iOakMláudeee
todo (y en eae eaao no uoaeáqftHoarÍMKiOá.btadqídskióndéane-
dks de defensa poi^teviooe&'OCÉao ae Te en el Oastor^cealofl aefe
males que ban if>rettdido 4 eritar .nueyos ^ligeos eome la(i
tsamfíaa^ la det<mAQÍóa de aernaa dé fuego, la meotndad delboaiH
bre, ete» % 6 bisfli 4.paiAb.dé orgaaismos tan inferioires como loa
sareodanes fuec«m desavroUámdsee oasi paralelamente, pot.uml
parte loAoiedka de stf^ue y por otra los de piJotaboÜni y en*
tonoes los aaimalea son suseqitiUea ide pecEeeeionarsei ó waoíái
fiearae.en su anatomía y sus instintos. Si aoeptamos esta iíupo4
stotóttMffá piedtto eosMotb» al £aetor laeba pov Ja yida un yidoc^
una importancia casi infinita, .pues yemos -que la neee^da^
de la defensa pudo babee aearreado cambios profundes eñ la
oonstf tostón de los organbarinea, en su sMkdo de.disftribiúsaa soí
bie la anpeifieie de la Tierra^ hasbi ea sos cestombMS.7Éié».
«áoter; que esa'teena ea ea ceaumen uaa dadlas ^aeirnáabaa
a^tltribnide al deearcrtlo y 4 lamult»|¿i<»dad 4» lea aeiwei^.^^^ 1
1 dome eebaa adquirido ealea medias jckd.4af eAsaf Aeabnoi^
te oa lo sabemos y nadie ¡Kidr4 teaaar la Uéteria detallada deí
de«Mtfotta4k,.HA i^rfaaQ^4<itriai^ió.dd,un4i»b^4%fiftir|#^
Digitized by
Google
MemoriM átUB9étMí(kmUAm
dog iMcBos de posolvet la cuestión eacenecal J de uM wmr
« La teoría dala Tiriaciéa ciega regida per laaeleeeióa^ la
téoríaide la^yiaei^per oaaeas meaánieaBy fiíieaiy regidaigioe)^
aenie por la aeléociiB» Be aquí na ejempla:
Segán la primera tooiia las larras de las mariposas Tarfañ
en sus colores por la iencfeñcia á la tariaeión y puedan adqui?*
rir el rojoy el azul, el yero^ el yioleta, el amarillo, el anaranja-
do, el moreno, en resumen, cualquiera de los colores simples 6
de los compuestos, que son incontables; la selección impide que
se fijen muchos de ellos y sólo procura fijar al color más apro«
piadopara la defensa ú otros usos* Los fWDes pianos, por la ten-
dencia ¿ la variación aparecieron pigmentados en-la easa*dorsa(
y no en la que se aoostombra llamar Teatral y la aeleeeíón' per^
petnó este cari<^w útil;
Segán la otra teoria lasirariarienea son más limitadas, anu
cÍM menos yagas é ivregulace#. Las larras de LopidéptarosadM
qoieren los coloree del medio que h^ rodea por efeetQ* de ka
eondieiones exteriores, y el hecho es qne se les hace yariavse-
gúb la luz que reciben (Poullen)i Bu la cara «sf iluminada de
los Peces planos no hay el ezeítaaté que provoca el desarreU»
ddi pigoaento, la luz, y M. Ounningham ha deoiostralft qne m
arttfieialmente se hace obrar 4 ese^excitante, iqMureee ei pigmen<*
to. A medida que se estudian más estos fenómenos se yan dmÑ
ottbriendo nueyas cansas mecámieaa die Tariaaián,'regidaa mtmñi
pre por las causas secundariafif.
Otro resultado de nuestros estudios es que la variedad de
loa medios de defensa, sus eCecteaá yeees terribles^ sa cumple*
ioidad eytmordinaria, su exisfamdaen todos los oii^am^mos^que
enManmea, di examen de las armas de eombatetle loa anima*
les demMstra que laf^etm esftre ellos esiaceiaate y teriiUe
y qna no hay la^ pas ni la armonía cantada per ios poetase .,
Uno de los sabios más eaolareeídos de la época preaente^M«
WáQaM» no l<^éreeasit su loabte iáteris por ei engianéeafcadm-
Digitizeáby Google
«* Antonio Alzftto.!. 297
m^^^^^^^t^^K^^t^^^K^
to de la teoría transf ormista le conduce á admitir que '^ probable-
mente los seres gosan de la yida en todos los instantes, porque
su perpetua yigilancia respecto á los peligros y aun la fuga
ante el enemigo no son sino el joyeux ejercicio de sus facult v
des 1os '' tormentos ^y ^^ miserias " de los animales tienen
poca realidad y reflejan las sensaciones imaginarias de hombres
y mujeres instruidos, si ellos se encontraran en circunstancias
semejantes."^
El insecto inmorilizado que soporta largos días las morde-
duras de una larva de Sphex; el roedor que agoniza entre las
garras de su feroz enemigo y lentamente, muy lentamente apu-
ra espantosos sufrimientos; las innumerables especies mal do-
tadas en medios de locomoción y que perecieron quemadas en
los incendios de bosques de los Estados Unidos, en una exten-
sión total de 10.274,089 acres;' los millones de insectos que pue-
den derorar las 5,000 especies de arañas de Europa; las victi-
mas incontables de los rapaces y carnívoros; en fin, el número
de seres actuales y fósiles que no mide la imaginación y Han
perecido por las inundaciones, el frío ó el hambre, seguramen-
te no darían fe de ese alegre ó jovial ejercicio de las faculta-
des, ni de las sensaciones imaginarias de que nos habla M. Wa-
llace. La existencia de las especies peligraría si los sufrimien-
tos no fueran inseparables compañeros de la muerte. No: el
miedo y el dolor reinan en la Naturaleza como soberanos abso*
lutos ó más bien como omnipotentes factores del progreso.
líézieo, Mano dé 1898.
1 fiemos indaoido eáioe párrafoB casi litentlmente, de la obra •• Le Darwioia-
vn,» trad. Varigny, p, 51.
2 Oh. S. Sargent. Baporl on Foiwts oí N. Ameríoa. 1834.
MeoMriM li89a^, T VI, 88.
Digitized by
Google
298 MemoriAB de la Sodedad <]lientífica
Moyens de déf ense dans les animaax par Mn le
Prof • Alphonse L. Herrera.
I/auteur s'est occupé des moyens de défense dans leS ani-
mauz, envisagés d'une maniere genérale et en partioulier dea
moyens de défense parmi les espéces mexioaines. H a consi-
deré:
Les moyens passifs.
!Fuiie: leur ooexistence avec d'autres moyens, leur genera-
Uté.
JExisiencetachée, — Perpétuelle ou temporaire; c^est le moyen
le plus general; Pespéoe forme un abrí ou bien elle peut utili-
ser un abri déjá existant, ou encoré elle se cache au inoment
du danger. Habitudes noctambules, cavernicoles, terricoles;
ventriloquie; immobilrté; formation des cocons, des nids et des
autres abrís; cliemins souterrains.
AssodaUons. — Commensalisme et symbiose. Associatlon des
indívidus d'une espéce ou d'espéces différentes; perpetueltes ou
tempbraires; índividus voués á la défense.
Homochromie, — Dificultes et objetions. Leur génSrafité; mo-
difíoations profondes des espéces bomocliromes; leuns varietés;
homochromie mobile; leurs rélations aveo le commensalisme;
influence des actes yolontaires sur l'efficacité de Phomochro-
mie; absense de l'homocliromie.
Achromie. — Moyen de défense plus parfait que Phomochro-
mie.
Cotdet*r prémoniíríce. — SioréHons prémonUríces.'^DBJi^ quel-
ques cas elles peuvent se substituer á l'homoohfomie cu &'ac-
oompagner de ntomoohrettie fixe <m mehñe«
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. 11 299
^^^^i^^>y>^^^^^t^>^k^iy^^K^^^^\^^^^^i^s^^\^>^^s^^^i^ñ^^Msy\^k^\^>^^^^^^^K^>^>^>^
Eomachromie mimétique, — Des couleurs et des formes du mi-
lien; en rélatíon aveo les aotes volon taires de Tanimal.
Mimétúíme. — Lenrs conditiops; ressemblance dans les cou*
lenrS) les formes, les aliares, les monvements, la maniere d'at-
taqner, la voiz.
AutoUmie. — Séparation d'nn organe ou división du corpsj
on pent conper un organe plus ou moius important et suscep-
tible ou incapable de se régénérer, ou qui pent se régénérer
d'une maniere vicieuse.
Cuirasse, piquants, tubercules^ coquüle, selou les groupes zoo-
logiques.
Phosphorescence, — Une espéce aphotogéne peut employer
pour sa défense une espéce phosphoresconte (Phceus); la lu-
miére fait élpigner l'ennemi.
Animaux quifont le mort — IndifPérence simulée aux plaies
les plus douloureuses; simulation de l'état de putréfaotion.
Espéees tres nombreuses en individus. — Gonditions de l'utilité
de ce moyen de défense.
Augmenüítion du volume. — Lapidation» — Classification des
xnoyens de défense: volontaires, passives et actives; signifient
une modification anatomique ou physiologique dans le& partios
eztérieures ou intérieures; subordination d'un réfleze á un acte
volon taire; Pexistence d'appareils nerveux ou musculaires, d'u-
ne babitude particuliére; moyens que se tronvent déj^ dans le
protoplasma; moyens incompatibles avec le développement de
certains caracteres sexuels secondaires.
Origine des moyens de défense. — La souf ranee et la lutte com-
me une des causes du progrés.
Digitized by
Google
Digitized by
Google
EMIH BISKO-MRIW DE íOm EM
MOTA
SEOdÓNDEIjAEEPTJ^LIOAMEXIOANA
TSStrS qhAT.TTTPO -7 'TTTTiTíA,
(Ix^3£1XJIl -Vil).
Sabido es qne el Gobierno Español deseoso de celebrar dig-
namente el Cuarto Centenario del descubrimiento de Améri-
ca,^ invitó con particular instancia, j entre todas las naciones
del NueYO Continente, á nuestra República, á fin de que, con
las demás hermanas, asistiera al gran certamen que debería
abrirse en Madrid en el mes de Octubre del año próximo ante-
rior.
Aceptada con singular beneplácito la invitación por parte
de nuestro Gobierno, secundóse con ardor la idea de aquel con-
curso histórico que habria por su propia naturaleza de interesar-
1 BmJ dMMto 40 9 de Bnero de 1891.
Digitized by
Google
802 Memorias de U Sootedad Oientífioa
nos no solamente por el hecho qne iba á conmemorarse, sino
también por la gran trascendencia que tendría en el campo de
la investigación para aclarar tantos y tantos puntos obscnros
en la historia de nnestras primitivas razas de América.
En efecto, aquel certamen al cual concurrieron casi todas
las repúblicas hispano -americanas y algunos países de Euro-
pa^ resultó ser un inmenso cuadro histórico, una sinopsis qmx&
única por su carácter tan especial y propio, en la cual efe sinte-
tizaron de bulto, auténticos, originales, por decirio así, las tra-
diciones y usos y costumbres de los pueblos aborigénes de Amé-
rica, ya en la época precolimibiBa, ya en la postcolombina, en
la parte más interesante de esta última.
Las importantes colecciones de la Expedición Hemenway
presentadas admirablemente en el departamento de los Estados
unidos, nos hicieron fijar la atención en la identidad existonte
entre las comarcas indígenas del Tuzayan ( Arizona) y la nues-
tra de Gasas Grandes eu el Estado de Chihuahua.^
La semejanza, mejor dicho la igualdad palmaria que se ad-
vierte entre los monumentos indígenas de Guatemala y los nues-
tros de Yucatán y de Ghiapas, eslabonó nuestros estudios, pu-
diendo así comparar con documentos exactos las investigaciones
de nuestros historiadores acerca de la nación Maya tan admi-
rable como adelantada.
El propio cuadro nos hizo debener aún más ante el asombro-
so paralelismo que resulta entre la nación Quimbaya pobladora
de buena parte del territorio de la hoy República de Golombiay
y ese otro poderoso pueblo Tarasco dueño en otro tiempo de
aquella fértil región de Hichoacán.'
1 Véase: "A jonrnal of American Ethnology aoíd Arehsdology n — 1I°<> vol: A
few tummer ceremonial <U the Tusayan puMM, bj J. Walter Fewkes.
2 Bnsayo etnográfico j arqueológico de la Prorlnela de loe Qoimbajas, en el
N^ero Beino de Granada, por Ernesto Bestrepo.-«^18SS-- Bofyotá (Ooletobia)—
Im^twáik de ln Lm, ealle 18 ato. 100 ^4? -«-62 págs.
—Estadios sobre los aborígenes de Colombia, por Bmesto Bestrepo— Prime-
ra Parte— Bogotá— 1892— 4?— 181 pá»* J nna oirtageocisáAMal^iK.
Digitized by
Google
" Antonio Ahate. » ^OS
De esta suerte y por lo que apenas hemos aaotado, puede
juzgarse la indiscutible importancia de afia Exposición que di-
ficilmente podrá reproducirse en ningún otro punto del globo.
Dividióse para su objeto en dos grandes seodoneSi que se
instaron en el soberbio palacio destinado i Biblioteca y Mu-
seos Nacionales, en el Paseo de Recoletos de Madrid. La pri-
o\era sección se denominó Exposición Hiatárioo- Americana,
quedando colocada en la planta baja del edificio; la segunda,
denominada Exposición Histórico -Euipopea eseaoialiaente de
arte retrospeetivo/ y en la cual efresbco ocuparme en otro ca*
pitnloy se. instaló en la planta alta del palacio. •
Al lamamieuto que España biso para la Históiúco- Afmeri*
cana, cotteoriieron:
Alemania.
Argentina (República).
Bolivia.
Colombia.
Costa Rica.
Cbile.
Dinamarca.
Dominicana ( República).
Ecuador.
España y sus posesiones de Ultramar.
Estados Unidos.
Guatemala.
1 tTna de ias nadones más ñetm ea leaoros tiiiUnoos, «t tin diiptfta Iqmflai:
MÍ lo ataitlgnó €ñ esta Seooión, k la cual Ueraroi, «tefrtaadA aaloDtty laa tábtiote-
eai, loa ar^lúnros, las catedrales, los museos provinoiales de la Península, lo «ás no-
table 7 hermoso en manuscritos, pergaminos, reliquias, estatuas, ornamentos, cá-
lices, cruces, armas, cuadros de tode género, etc. Valiosa fue la cooperactón pres-
tada per aílganaa oasas de la vieja nobleaa, de donde se aaosMn {tera e^düfaitlas m
péUioe, las ▼ftttstas aormadviras, ¡m arrece de los celebrados torneos, eofnsdebia-
srt euigados de relleyes, selles incontables, autógrafos de santos, príncipes y reye^
j euanto pudo contribuir al lucimiento de la Sección, para llenar su fin piini^pal :
la expodeión completa d4 Arte retioRpeotirvn. ^
Digitized by
Google
804 Memoriat de la Sociedad Científica
México.
Nicaragua.
Noruega.
Perú.
Portugal.
Suecia*
Uruguay.
Entre todo este concurso, descollaron en primer término:
Colombia por sus riquísimas piezas de oro, todas arqneológicaa
y Tatuadas en subido precio; Costa Rica por sus abundantes y
bien presentadas colecciones de cerámica y piedra; los Estados
Unidos, en la parte relativa á la Expedición Hemenway, y Es-
paña por la variedad de objetos americanos que expuso proce-
dentes de su Museo Arqueológico, entre otras una preciada co-
lección de momias humanas sud-americanas, y otra excelente
de cerámica peruana
Por lo que toca á nuestra República, muy lejos estuvo de
hacer desairado papel: antes al contrario: puede decirse que
culminó casi en primer término, por la riqueza y profusión de
sus colecciones, por el método y orden científicos que predomi-
naron en la exposición de ellas, y por la exacta sujeción que se
tuvo al programa que de antemano dio á conocer el Gobierno
Español.
México obtuvo por tal motivo, el aplauso de propios y ex-
traños, y pudo alcanzar de esta suerte el más honroso lugar, en
ol seno mismo de la Madre Patria, donde por primera vea iba
á ondear nuestro pabellón en verdadera fiesta de familia.
El contingente de México fue, pues, por esencia histórico y
en todo conforme con la índole del programa citado; formándo-
se dicho contingente por los trabajos de una Junta nombrada
por nuestro Gobierno y presidida por el Sr. D. Joaquín García
Icazbalceta, siendo los más activos colaboradores los Sres. D.
Alfredo Ghavero y D. Francisco del Paso y Troncóse, á quien
Digitized by
Google
"Antonio Alxate." 805
con sa anxiKo y sus rástos eonooiimentos en la materia 8o de-
\ñ6 en giran parte el éxito de nuestra Seootón. Ta en larga y
p^Hja reseña expone dicho señor los trabajos referentes & la
preparación dé México para el certamen, citándose á todas las
personas que á ello contribuyeron; reseña qiié va al frente del
vóluiíkinoso Catálogo especial de nuestra Sección, y que ahora
concluye de darse á la estampa en Madrid, en la tipografía de
los Sucesores de Bivadeneyra.
No debemos, sin embargo, mientras la reseña se conoce, ol-
vidar el entusiasmo y empeño del Sr. General D. Vicente Biva
Palacio, nuestro Ministro en España, para que la Exposición
toda resultase brillante y fuese digna de su objeto.
(Jna Tez eompilades todos los elementos con que se conta-
ba» enriáronse á España, asi como á una Oomisión presidida por
el mismo Sr. del Paso y Troncóse, encargada de Ueyar en el oer-
taimen la repiresentacióii de México y de hacer en el palacio de
Recoletos la instalación de nuestro material histórico.
Cápeme en suerte ser nombrado por el Supremo Gobierno
miembro de esa Comisión, junto con los Sres. Dr. D. Francis-
co Planearte, D. Francisco Sosa, D. Francisco Río de la Loza
y D. Fernando del Castillo; y me complazco ahora, terminado
ya del todo nuestro certamen, ofrecer á nuestra Sociedad ''Ál-
zate'' la presente breve nota en la cual expongo someramente
el orden bajo el cual se presentó al público nuestra Patria en el
concurso que España celebró en las postrimerías de 1892, para
conmemorar la cuarta centuria de la aparición en la geografía
de la tierra, del Continente Americano.
Debe ante todo observarse, que esta nota no tiene el carác-
ter de informe; es simplemente oficiosa, pues corresponde al
Presidente de la Comisión hacerlo ante el Gobierno. Mi objeto
es que participe nuestra Sociedad de algunos datos proporcio-
nados por boca de uno de sus miembros que fue testigo ocular
de aquel interesantísimo concurso, raro por su excepcional ca-
rácter; único en su especie en este sigb.
Memorias [1890^31» T. VI, 38
Digitized by
Google
806 If emoríai de k Sociedad Científica
Como dije antes, la Exposición Histórico- Americana que-
dó instalada en la planta baja del palacio destinado á Bibliote-
ca y Museos Nacionales, ocupando nuestra Sección, como se
advierte en el adjunto planO; el ángulo correspondiente á las
calles de Serrano j Jorge Juan.
Fueron expuestos nuestros objetos, en cinco salones, comen-
zando por el de la entrada de la calle de Serrano, y en el orden
que en seguida se expresa :
PRIMER SALÓN.
Dispusiéronse sobre pedestales hechos al efeeio, las piezas
de cartón -piedra y de yeso, hechas por el escultor D. Epitacio
Calvo, vaciadas de los mismos originales pertenecientes al Mu-
seo Nacional de México. Estas piezas, según el orden en que
fueron colocadas en Madrid, conservándoles su misma marca
alfabética, es la siguiente:*
(a). — La diosa Coatlicue. Modelo de la divinidad encontrada en
la Plaza Mayor de México el año 1790, y que representa
á la deidad de la muerte.
(b). — Tzontémoc, Modelo de un curiosísimo disco de piedra en
el cual se halla esculpida la imagen del sol poniente: el
dios de las tinieblas. ( En el Museo aun se conserva escri-
to el equívoco nombre de cuauhxicaUi dado á este ejem-
plar monolítico).
(e). — ChaJchíhuiÜicue. Modelo de la magníBca piedra represen-
tación de la diosa del agua, y que obsequió el Sr. D. Al-
fredo Chavero al Museo. Procede de Tlalmanalco.
(ch). — Cabeza colosal de diorita. Modelo de esta bellísima pie-
dra^ representación de Totee (la Luna).
1 Bn el Catálogo nuonado j qae formará el Sr. Tronooeo, podrá rene la dei>
crípoión de todas' las plecas ezpaestas.
Digitized by
Google
"Antonio Alíate.» 807
(d). — Torso humano colosal. Modelo del fragmento representa-
ción del Teomama (aquel que lleva al Sol), aegán el Sr.
Tronooso.
(e). — Lápida conmemorativa. Modelo de la conocida piedra en
la cual se marca la fecha correspondiente á la fundación
del Templo Mayor de los Aztecas: es un precioso ejem-
plar.
(f ). — La Piedra de Tigoc. Oran modelo — tamaño natural, como
todos los anteriores y los de las piezas que siguen — del
monolito conocido Yulgarmente por el nombre de Piedra
de Sacrificios.
(g). — Camaxtli. Modelo de este dios.
(h). — La Cruz del Paienque. Modelo del precioso tablero maya
que forma juego con otros dos de un palacio de las rui-
nas de aquel sitio.
(i). — La diosa de la muerte. Modelo de otra deidad que se ha-
lla en la actitud de hacer presa, y que presenta encalle-
cidas las palmas de las manos, á causa de tantas victimas
sacrificadas.
( j ).^ Piedra dd juego depeMa. Modelo colocado sobre una mén-
sula elevada, para indicar la posición que en el juego tenía
aquel disco perforado en el centro. Sabido es que gana-
ba el juego y los vestidos de todos los circunstantes, aquel
que hacia pasar la pelota por la perforación.
(k). — Modelo de un ídolo chiapaneco.
(1). — /(M> mofa. Modelo del precioso ejemplar á quien llamó
Chál-'Mool el Dr. le Plongeon (el dios Tetecateáncatl de
los nahuas).
(11).— j^{ cautivo de Cimpas. Modelo de este relieve.
Todas las piezas que acaban de citarse, colocáronse conve-
nientemente arrimadas á los muros, exceptuándose la Piedra
de Tímoc y la Coatlicue, que fie hallaban aisladas.
Entrando por el vestíbulo y en el fondo de la izquierda, se
Digitized by
Google
308 Memorial de k Sociedad Científtea
destacaba el gran cuadro conteniendo una parte de las láminas
cromolitográficas que dibujó el 8r. D. jTenaro López, y que re-
presentan el Lienzo de Tlazcala, en el cual se descñben ideo-
gráficamente las batallas de los españoles en la época 6 en los
momentos de la Conquista*
En frente de este cuadrOi y en el fondo de la derecha, se
hallaba otro lienzo de Oaxaca, interesante también, y ^opiado
por un alumno de la Escuela de Bellas Artes.
En dos dobles pupitres se colocó una serie de treinta y dos
cartones, conteniendo objetos de culto (cabecitas de barro, en
general) de los Acolhúas, Cuetlastecos, Tlateloloaa, Tepanecas
y Nahuas en general.
Copapletaba el aspecto del salón la decoración especial he*
cha en Barcelona por el artista D. Antonio Yilanova; y consis-
tente en galerías, cuyos dibujos se tomaron d^ los códices, co-
locadas sobre puertas y ventanas para sostener colgaduras : ade-
más el mismo artista, con dibujos que asimismo se le dieron,
hizo cuatro grandes escudos que se ostentaban en el pecho de
unas aves en actitud de descender, los cuales idscudos, coloca-
dos en lo alto de las paredes, llevaban represen tadoa los símbo-
los cronográficos de los anos: Caña, Con^o, Pedernal y Casa.
De uno y otro lado de la puerta de entrada al siguiente sa-
lón, dispusiéronse sobre pedestales dos estatuas de yeso, tama-
ño natural, presentadas por el Sr. Dr* D. Antonio Peñafiel, he-
chas por alumnos de la Academia de Bellas Artes, y las cuales
representaban, respectivamente, una á un guerrero azteca (el
caballero tigre J y la otra á un sacerdote, siendo notables en am-
bas, las piezas de indumentaria.
Digitized by
Google
••ABteüoAIinte.ii 809
SEGUNDO SALÓN.
JBIa una dille central se colocó el resto de bs modelos de
oavtÓB- piedra j yeso, más las piezas que seguidamente citaré.
En otros pedestales murales, dispusiéronse asimismo objetos
atslados, todos los cuales, siguiendo el propio orden que allí te^
nían, eran los siguientes:
Bn la ealle central:
( m ). — Vaso ctjeto de cuUo. Modelo en yeso, del original de piedra.
(n). — Monumento kecho de madera de nogal, primorosamente
tallado por el carpintero mexicano José María Bodriguez
y presentado por el Dr. Peñafiel. Ek la reconstrueción
en pequeña escala de uno de los famosos templos que se
hallan en las ruinas de Xochicalco ( Estado de Morolos).
(ñ) — Xod^nOi (el Señor de las flores) ó NáhuiácoÜ (el Señor
del fuego). Modelo representación de este personaje mi«
tológico. Es una de las piezas de piedra más interesan*
tes y curiosas.
(o). — Modelo de una piedra cronológica, en forma de paraleli-
pfpedo y excavada en la cara opuesta á aquella que le
sirre de base.
( p )* — QtáeiMtácóaÜ ( el dios del aire ). Modelo de la figura dé pie-
dra que representa i aquel dios en forma de culebra eth
locado su cuerpo en espiral: es una de las representacio-
nes simbólicas más curiosas y el ejemplar muy hermoso.
(q). — Modelo de una piedra paralelipipédio^, conmemorativa,
la cual en varias de sus caras lleva eñ gran tamaño es-
culpida la imagen de lUfpapáhÜ (mariposa simbólica en
cuyas alas Ueva «avajss de pedernal).
Digitized by
Google
810 MemoríM do 1» SootecM Oientáfioa
«'^'^^^^^>^^>^>'^^v^^^^>^^*s^^^^^^«^>^«^^^^^•^*^^**^^^^^^^l^^^^»>*^>w^^^^^>^w^^^^^^v«*^*^'V^w^^^>/^^^^^/^*^^/^^•'^•
Pedetliles mvnües:
(r). — Omeácatt, Modelo en yeso del cilindro de piedra que fi-
gura el ciclo mexicano de 52 años ó Xiuhmolpffli.
(s). — Cabeza humana de piedra, procedente del Estado de Ve-
racruz. Modelo en yeso. El ejemplar es notable por la
perfección con que la cabeza está hecha.
(t).— *CicIo mexicano de 52 años. Cilindro original de piedra
basáltica.
En la misma calle central se dispuso en un aparato especiali
y entre las figuras (ñ) y (o), la tira cromolitográfica del códi-
ce "Porfirio Díaz,'' facilitado para su reproducción por el Sr.
Presidente de la República; documento pictórico interesante.
El Sr. Troncóse opina que el códice es mizteco.
Á lo largo del salón y de uno y otro lado de las figuras ci*
tadaSy dejando el suficiente espacio para la circulación del pú-
blicOy se distribuyeron diez dobles escaparates ( cinco por lado ),
en los cuales se instalaron los objetos todos de cerámica y subs-
tancias diversas,^ correspondientes á distintas civilizaciones; y
siguiéndose un riguroso método de clasificación. Así pudieron
distinguirse yarios grupos: el de los objetos domésticos, cerá-
mica en general, malacates, sartales, etc.; el de los objetos de
transición entre el hogar y el templo, como hachas, discos, ins-
trumentos músicos; el de los objetos destinados al culto: ídolos,
incensarios, pipas, etc., armas en general, dardos, flechas, etc.
Divididos primeramente así los objetos, mezcladas, pero sin
confundirse, las diversas colecciones, ordenáronse en dichos
diez escaparates, de la siguiente manera:
Primer escaparate, — (a). Objetos correspondientes á la gran ci-
vilización Maya (Cerámica: ídolos en su mayor parte:
Colecciones del Instituto Campechano y de particulares).
1 Piedra, iMurro, máden, eobra, hoMO, ooneb», yeto.
Digitized by
Google
"ÁBtoaio Alttie. II 311
(b). Objetos porteneoientes á la oÍTÍlisaoión Ghontál.
Segundo escaparate. — Cerámica y objetos de dirersas substan-
cias, de la civilización Tozteca.
Tercer escaparate. — Objetos pertenecientes á los Cuetlaxtecos.
Cuarto escofMira^-^ Objetos pertenecientes á la cirilización To*
tomihuaca.
QuMo escc^raie. — Objetos diversos pertenecientes á las civi-
lizaciones Teochichimeca, Gholalteca, Tlascalteea, Ma-
ilatzinca 7 Huexotsinca.
Sexto esoaparaie. — (a). Objetos de la civilización Acolhua.
(b). Objetos de la civilización Mexicana.
Séptimo escaparate. — (a). Civilizaciones Tepaneca y Cohoisca.
(b)« — Civilización Nahua en general.
Octavo escaparate, — Civilización Nahua en general.
Noveno escaparate. — Objetos de la civilización Totonaca.
Bécmo escaparate.^ {Bk), Civilización Totonaca.
(b). Civilizaciones Otomite, Huaxteca y Pame.
En cinco pupitres se dispusieron keinta y ocbo cartones^ los
cuales contenían malacates^ sartales de cuentas, flechas y dar-
dos de obsidiana y pedernal, conchas labradas, cabecitas de ba-
rro, sellos de barro, etc., todo correspondiente á la civilización
Nf^ua en general.
Las paredes se cubrieron con las copias á la acuarela de los
lienzos y códices, hechas por alumnos de la Academia de Be-
llas Artes, bajo la inspección y dirección del Sr. Troncóse y del
artista Sr. D. José María Velasoo; y las cuales copias fueron:
el códice de Cuauhtlantzinco, el mapa de Coatlichan, el plano
de la ciudad de Cholula, el plano antiguo de México existente
en nuestro Museo, y que se dice regalado por Moteczuma á
Cortés, las tiras de la Peregrinación y de los Anales Aztecas,
cuatro códices de Boturini, los linderos de los pueblos de San
Matías, Contlantzinco y Mixquiahuala y el códice de Quauh-
quechollan existente en la Academia de Puebla. Además se co*
Digitized by
Google
812 Memoríat éé la SooMaá Científica
pió primorosa y esaotamemte al óleo^ la f odoU q«e se dice ha-
ber perteaeeido i Moteomma, y que asinñsttio ñé balia eú el
Museo Nacional.
En esta serie de cuadros, figuraron tanatbién las copias crch-
molitográfieas hechas por el 8r, D. Jenaro López, de los coc-
ees ''Colombino" y ''Dehesa," los ladrillos tan interesantes co-
mo con tanto primor esculpidos y que conocemos boy con el
nombre de Relieves de Ghiapas, la colección de Calendarios me-
xicanos y la segunda parte del Lienzo de Tlaxoala.
Por decorado^ y siguiendo el estilo del salón anterior, se co-
locaron arriba de puertas y rentanas, galerías con grecas y di-
bujos tomados de los códices j y distribuidos en lo lúto de las
paredes, escudos semejantes á los anteriores, pero sin el ave,
con los símbolos gerogUfioos de los monarcas mexicanos, dea^
de Tenoch fundador de la monarquía, hasta Tíaoc, séptimo rey^
Á la entrada del teroer salón, leran tárense sobre sendos pe^
destales, las est&tuas del Emperador Moteczuma Xoooyotzin,
y la de una india noble mexicana, lo cual 'completaba del todo
el característico, sencillo y seyero adorno de aquel rasto salón,
que encerraba, principalmente, las civilizaciones de las diversas
tribus que, reunidas ó concentradas «i un gran núcleo, consti-
tuyeron la poderosa familia Mexicana, cuyos dominios se «i-
tendieron en la inmensa zona que comprendió desde las cosrlaa
del Paeífieo á las arenosas playas del Seno Mexicano.
TEROER SALÓN.
Bh el centro y sobre pedestales, se alzaron dos monumeii-
tos en madera, reproducción en corta escala, de los orif^nalea
respectivos: el primero representaba un templo de la antigua
Xuotüían, hoy Jacona (Estado de Michoacán), descubierto, y ée-
lineado'después el modelo, por el Sr. Dr. D. Francisco Planear"
Digitized by
Google
"AntoBio Aliflt«.H M
te. EK segundo, ee la repreduocidn del célebre templo del Tajin,
que forma una pirámide, y Ke halla en el cantón de Papantla del
Estado de Yeracraz. Tan cnrioeo monnmento f ne estudiado por
el Sr. Troneoso, quien ideó la mencionada reprodueeión, la enal
fue ejecutada bajo la inspección del teniente de ingenieros D.
Femando del Oastillo, quien en la propia pirámide rectificó las
medidas de ella.
En el resto del salón, se dispusieron seis escapavatós aislan
dos, como los de la sala precedente; y en ellos se colocaron las
colecciones pertenecientes en su mayor parte al Museo Michoa-
cano y al Sr. Dr. Planearte, nuestro erudito compañero. Los
objetos todos correspondientes á la cirilisación Tarasca, que-
daron instaladas en cuatro de los escaparates, quedando de és-
tos reservaos dos : uno para un grupo de Prehistoria y otro pa-
ra objetos diversos de la tribu Matlatzinca.
Además, en cuatro dobles pupitres quedaron repartidos
treinta y dos cartones que contenían cabecitas de barro, sarta-
lesy malacates, núcleos y objetos pequeños de obsidiana, instru'*
montos diversos^ etc., de los Tarascos en su mayor parte, j de
los Pames, Matlatzincas y Tarahumares.
Los muros se cubrieron asimismo con cuadros copiados ca-
si todos por alumnos de la Academia de Bellas Artes, yon don-
de figuran: la Peregrinación de los Totomihuacas, la Genealo-;
gia de Tepetícpac, un lienzo de Michoacán, la Introducción de
la justicia española en Tlaxcala, el prinxer .códice de Guauhtin-
chán, el lienzo de Juoutácato, etc.; el códice ''Barapdc^'^ copia
cromolitográfica por el Sr. López y el cuadro original del Sr.
Yelasco: el Baño dQ Nezahualcóyotl, reproducido ya en el to>
mo I de la obra México á Wavés de los Siglos.
Pudo también lucir junto co^ los cuadros mencionados, una
preeiosa colección f otogcáficf^ de Ib^ ruinas de la Quemada, en-
viadas de Zacatecas ex- profeso para la Exposición.
El ornato consistió en las galerías de elegante forma toma*
dA de loa códMe$; en escudos con los cuatro símbolos oronográ-
Memorias [iZg^^g^], T VI, iO,
Digitizedby
Google
814 Memorias de lA SodecUd CSentifioa
fieos de los años, 7 U oonolosión de las dinastías mexieanas des-
de Ahaitzotl ootayo rey, hasta Gaatiiltémoo,
La estatua altiva y gallarda de este emperador, ooronada de
vistoso y rico penacho de plumas, erguíase sobre un pedestal,
frente á la del valeroso Xicoténcatl; ambas estatuas colocadas
á la entrada de la siguiente cuarta sala, estatuas que comple-
taban la colección de seis, presentadas, como se ha dicho, por el
Dr. Peñafíel.
OUARTO SALÓN.
Ocupaba su centro el gran modelo del Templo Mayor de
Gempoala (Estado de Yeracruz) en donde fue vencido Panfilo
de Narvaez por Hernán Cortés.
Sobre una amplísima plataforma se construyó en madera,
bajo la dirección de D. Fernando del Castillo, el citado templo,
en donde de bulto pudo verse la disposición de aquel terreno
amurallado.
Las ruinas de üempoala han sido recientemente exploradas
por el Sr. Troncóse j exhumándose de entre el polvo y el olvido
la célebre ciudad totonaca.
Sobre dos caballetes se colocaron los planos de las citadas
ruinas : el primero, dibujado por el capitán de ingenieros D. Pe-
dro P. Romero, representando el conjunto general; y el segun-
do levantado por el Sr. Castillo, explicando y detallando el re*
cinto del Templo Mayor.
En diez escaparates murales, quedó instalada la rica y es*
pléndida colección de cerámica mixteco-zapoteoa, propiedad
del Museo Oaxaquefio; notabilísima por el primor de sus figu-
ras y la exquisita elegancia del adorno simbólico, que tanto ca-
racteriza á aquella civilización.
Los objetos pequeños, cabecitas, etc., siguiéronse eoloeau-
Digitized by
Google
"AniOBio Abate. 11 815
do en papitresy figarando en este salón, oaatro, onyos cartones
contenían ejemplares de ias cirilizaciones Tlatelolca, Tepane-
ca, Matlatzinoa, Nahna, üohuisca, Tarasca j Totonaca.
Ocupaban la parte superior de dos escaparates^ dos de las
quince panoplias construidas por el Sr. Dr. Peñafiel, y de las cua-
les adelante hablaré. Otra panoplia quedó sobre un pedestal si-
tuada en el hueco de una de las ventanas del salón.
Asimismo se distribuyeron sobre los escaparates los cinco
k^MÜlis 6 asientos, hechos por el Sr. Peñafiel, todos de diversa
forma, ya rectangulares ya cilindricos; ya con respaldo ya sin
él. Figuraron además encima de todos los mismos escaparates
veinte cuadros con otras tantas grandes y magnificas fotogra-
fías enviadas por el Gobierno del Estado de Yucatán, reprodu-
ciendo vistas de las ruinas del Palenque, de Uzmal y de MiÜa.
En los derrames de las ventanas se pusieron cuadros en nú-
mero de doce con dibujos á lápiz de las ruinas de Cempoala,
dibujos hechos por el Sr. D. José María Velasco.
Por todo adorno, colocáronse galerías con grecas, sostenien-
do cortinajes, y ocho escudos con el símbolo que presenta el
atado de los años, y que, como se sabe, tiene la figura de las le-
tras Ayo entrelazadas.
QUINTO SALÓN.
Quedó en éste comprendido todo aquello que por su natu-
raleza, merecía agruparse por separado, en diferentes seccio-
nes enteramente distintas á las de los salones precedentes.
Así pues, en doce escaparates murales repartidos en toda
la sala, se distribuyeron los objetos que en seguida van á indi-
carse:
L— *(a). Trajes, armas y utensilios domésticos de los indios
bárbaros del Norte de Meneo* Los vestidos se dispusie-
Digitized by
Google
310 MemoriM éb la SoeÍ4dAd Cleniíftoa
ron 611 moAÍquíes de mimbre mandados hacer al efeoto, y
cuyo tronco teroc^inó por cabezas modeladas en yeso por
el escultor italiano Agusfco Firanzi BottinelU, tomadas de
fotografías que con toda liberalidad nos proporcionó la
Delegación de los Estados Unidos.
Las armas, escudos de enero, flechas y aróos, etc., arregUb*
ronse en los eac«{>arates,. artística y convenientemente*
( b ). Trajes y objetos diversos de indias de Michoaoi», Ve-
racruz y otros logares (enaguas, rebozos, pañuelos, gar-
gantillas, arracadas, etc.), dispuestos los tnges en mani-
quíes de mimbre.
n.-^ Lote de objetos que usan los indios de Xico para bus bai-
les. Propiedad del Sr. (Jeneral D. Porfirio Día». ^
ni.— Dos lotes: uüo de figuras humanas de camelote (típos
mexicanos), presentado por la Junta Colombina Espa-
ñola de Totuca; y el otro, de figuritas humanas de barro
(tipos y costumbres mexicanas), de la propiedad de la
Sra. D^ Josefa L. de Oómez Velaseo.
IV.— Arte plumaria antigua mexicana. En esta Sección yer-
daderamente notable, se expuso riquísima colcha de plu-
mas, de los indios de Zinacantepec ( Estado de México);
un cuadro con las armas de México; otro con la figura
del Salvador, estilo bizantino ; otro con la Virgen de Gua-
dalupe, etc.
V. — Lote de armas españolas de la época de la Conquista.
VI. — Colección de objetos eclesiásticos, presentados por el
Hmo. Sr. GiÜow, Arzobispo de Antequera; figurando
entre estos objetos: un cáliz que se dice ser de los pri-
meros franciscanos que llegaron á Méxlcoj un mantel de
altar con rico encaje regalado por Felipe U á la Catedral
de Oaxaca, y otros objetos también curiosos.
VIL — Pequeña colección antropológica, consistente en un lote
de créceos de. los incüuos Pames, Tarascos y Tarahuma-
res; y o4rd de oaatnentas; adquifidiO todo ^n las expedi-
Digitized by
Google
AlMie.» 817
ciones que bioieron el B. P. Aqtulee Gerste, 8. J.^ á Ift
región de }a TarahnmAra y el 8r. Dr. D. Matmel M. Vi-
Hada á la regióa de loa Pames en San Luis Potoef. La
parte relativa i los TarasooBi es propiedad del Sr. Dr. D.
Francisco Planearte.
(N. B. — Los cráneos se han remitido, una Tez terminado el
certamen, al Dr. E. Hamy, Director del Moseo del Trocadero
de París, y quien cuando se halló entre nosotros en Madrid, tu-
yo deseos de estudiar con detención I0/3 referidos cráneos. El Dr.
Hamy prepara una obra de Craneología, y en ella aparecerá el
estudio respectivo acerca de las piezas antropológicas citadas).
Sobre todos los doce escaparates, se colocaron sendas pano-
plias, de las quince citadas, y que presentó el Sr. Peñafiel, con
escudos (chimalli) sacados de los códices, el átlaÜ, la macana,
arcos y flechas, mazas, ondas, lanzas con punta de obsidiana ó
pedernal, banderas, el caracol de guerra, el huehuetl^ el t^ponastle,
eto., reproducción fiel de todo ese material que empleaban pa-
ra sus combates los antiguos mexicanos.
Los mismos escaparates llevaban en su pftrte superior, una
colección, de veinticuatro cuadros, conteniendo otros tantos di-
bujos á lápiz, ó á la acuarela, de antigüedades mexicanas co-
piadas por el Sr. D. José María Yelasco*
£0 cuatro dobles pupitres, se instaló el resto de objetos de
las civilizaciones Nahua, Tepaneca, Tlatelolca, Gaetlaateca, de
Casas Grandes, Totonaca, Mixteco-Zapoteca y Maya.
.Una abundantísima colección fotográfica de ruinas de ciu-
dades y representación de edificios y otra de tipos indígenas,
proporcionada por el contingente de los Estados de la Repú-
1 Un» d» li0 banéin^itM pertonai qne eotí Terdackro afán j á9nnieté§ oon-
tiUraTecoQ ti étáU da bi tnht^m rtliAivM á k MM^úéa, fae esto npientísimo
■aaerdote, tan amigo como jnstamontQ querido dt loe mexieanoe. Sa a«aencia re-
ciente de México, por tener qne Irte á radicar oeroade Florencia, haaido nnánime*
mente sentida : con ella, hemos perdido á un sincere amigo, á un sabio, entendido y
eflflU eolabocader.
Digitized by
Google
818 Mamoriat de U Sociedad Oientífica
blioa y fruto asimismo de la Expedición Científica de Cempoa-
la^ se dispuso en seis grandes facistoles, distribuidos conyenien-
tómente en los ámbitos del salón.
En la calle central de éstei quedaron colocados:
!• — Dos dobles pupitres, encerrando los monetarios:
De la Academia N. de Bellas Artes.
Del Museo Nacional de México.
Del Museo Michoacano.
Del Sr. D. Teodoro Dehesa.
Del Sr. D. Antonio Gutiérrez Victory.
Del Sr. Dr. D. Francisco Planearte.
Clasificadas las monedas por colecciones y ordenados los
diferentes grupos de éstas, cronológicamente, el público
pudo yer completa la serie numismática, desde los ya ra-
ros ejemplares de Carlos y Juana, de todo el periodo co-
lonial, del de la Independencia, Imperio de Iturbide, Be*
pública. Imperio de Maximiliano y monedas actuales,
hasta aquellas de las municipalidades y de ranchos y ha-
ciendas de nuestro territorio. Comprendióse también un
lote en las colecciones de medallas conmemoratiyas, de
suerte que, en esta Sección, nada faltó para hacerla rica
y completa. Figuraron en ella, como era consiguiente,
monedas de cobre, plata y oro, y hasta las escasísimas y
raras también de madera.
II. — Dos dobles pupitres que encerraron una reducida sección
bibliográfica, y en la cual, se hallaban, entre otras yarias
obras:
La obra monumental que, en homenaje á Cristóbal
Colón, dio á la estampa la Junta Colombina de Méxicoi
bajo el título de Antigüedades Meoñeanas; compuesta di-
cha obra de dos yolúmenes: uno de texto escrito por el
Sr. Lie. D. Alfredo Chayero y otro conteniendo láminas
cromolitográficas: Códice ''Colombino,'^ Códioe ''Poffi-
Digitized by
Google
•«AiitoioA]itto.ti 81^
rio Días,'' Oódiee ''Baranda,'' Oódioe ''Dehesa,'' BeUeyes
de Chiapas y Lienso de Tlaxeala. (El texto, fo\. meo. —
MésioOi Oficina típ. de la Secretaria de Fomento, 1892.
El atlas, gran folio: láminas cromo -litografiadas por el
8r. D. Jenaro López).
Obras hüiáricas de D. Femando de Alva IxtlüxóchUl—
Anotadas por el Sr. Lio. ühavero é impresas por acner-
do del Presidente de la República. — Dos tomos, 4? — Mé-
xico, Tip. de la Secretaria de Fomento, 1891-92.
La Sibliogrqfía Mexicana dd Siglo XVI ^ov el Sr. Gar-
cía Icazbalceta, impresa en 1886. — Un yolumen en folio.
(Edición de Injo).
Apuntes históricos de México^ por D. José Fernando Ra-
mírez. (Colección de MSS. que pertenecieron al Sr. Cha-
yero, últimamente al Dr. D. Rafael Lucio y ahora al Ma-
sco Nacional).
AnaHes del Museo NaciovjoH de México. (Todo lo que
hasta hoy va publicado).
Invención de la Sania Crwrpor Santa Elena. Coloquio
escrito en mexicano por el Br. D. Manuel de los Santos
y Salazar. Traducido al castellano por P. P. T, — Méxi-
co. Imprenta del Museo Nacional. — 1890. — 4?, 51 p&gs.
Apuntes de Epigrafía MexicanOj por Jesús Galindo
y Villa. — Tomo I (Epigrafía de la Ciudad de México*
2* edición de la Sociedad "Álzate"). — México, Impren*
ta del Gobierno Federal, 1892.— 4?, 201 págs. (Fáltala
parte de Apéndice para completar el yolumen, el cual
pronto acabará de darse á la estampa).
— — Álbum de fotografías del Estado de Morolos, y otras
obras importantes, cuya noticia aparecerá en el Catálo-
go respectiyo.
III.— -Un primoroso escaparate central, en el que se instalaron
objetos preciosos de oro, obsidiana, concha, hueso y ala-
bastro | como idoUtos, pendientes, anillos, bezotes, espe-
Digitized by
Google
S80 MemorUs de l»0o(Miid Oientifiea
Íoi| VMOB, etoM todo artíttíoaiKíeiite cok^sado.) (Diversas
coleocioneB).
En los huecos de pared^ se hallaban oa«adroS; representando :
el árbol de la Noche Triste, pintura original del Sr. Yelasco ; una
copia exacta^ al óleo, del plano de la Ciudad de México hecho
en 1736, 7 cuyo original se conserva en el Museo Nacional; una
copia al óleo, del que se dice ser el estandarte que trigo Hernán
Cortés á la Conquista (el original es propiedad también del Mu-
seo).; una colección fotográfica de vistas. del Estado de Jalisco
(Guadalajara principalmente), y una pequeña coleceión de He-
ráldica Mexicana.
En el hueco de una de las ventanas se colocó el busto en már-
mol, propiedad de la Academia.de Bellas Artes, de D. Jerónimo
Antonio Gil, introductor del grabado en México.
Réstame ahora hablar, aunque someramente, de la ''Carta
geográfica del Imperio Mexicano y demás naciones descubiertas
y conquistadas por los españoles durante el Siglo ZVI, en el te-
rritorio perteneciente hoy á la República iJáexicana^" por el Sr.
D. Antonio García Cubas.
Notable y digno de alabanza^ prolijo y concienssudo es todo el
trabajo, que revela paciencia y estudio. Nada hay que falte en
la carta, relativo á lo que ella en su titulo indica: I^ parte geo-
gráfica, las expediciones todas cuyos itinerarios se encuentran
perfectamente marcados, todo en ello es elaro y metódico.
La carta que se exhibió es la original, y entiendo que aun no
se da á luz; pero sí existe impresa ( aunque tampoco ha circula-
do) una ''Memoria"^ en la cual nos da cuenta el Sr. García Cu-
bas: I. De la Geografía AnUgiui de México: Cartas geroglificas de
los mexicanos, división política del país en la segunda década del
siglo XVI, y noticias acerca de la población. —II . Destfw&rímte»-
1 Memoria pan sorvir á la Carta General del Imperio Mexieano, etc., por An-
tonio García Ctibas — México — Oficina iip. dt la Secretaría dt Fomento -^1892 —
Fol.,67pé|i.
Digitized by
Google
•Antonio Abate. M 881
ios y conquistas: Viajes y descubrimientos de los españoles en el
mar del Norte, con espeoifíoación y noticia de los descubridores :
Cristóbal Colón, Vicente Yáñez Pinzón, Juan Ponoe de León,
Francisco Hernández de Córdoba, Juan de Grijalva, Hernán
Cortés y Alonso Alvares de Pineda: Descubrimientos y con- 1
quistas en el interior del país, dándola notioia de la expediaión t
de Cortés, de la Ciudad Antigua de Méj^ico, y de las ^Kpedieio- {
nes realizadas por Gonzilo de Sandoral, Pedro de Alvarado y I
Luis Marín; noticia de los Misioneros, de la expí^lición de Cor- I
tés á las Hibueras, las coaquistas de Juan Ákarez Cbi<M>, Alón* 1
so de Áralos, Francisco Cortés y Die^ de Mazariegos; de
la Provincia de Pánueo, Gobierno de México, Conquista de la ¡
Nueva Galicia, descubrimiento de Nueve México; noticia acer* |
ca de Fray Marcos de Niza, de Franciaeo Vázquez Coronado y i
otros conquistadores, de los dos Montejo, del célebre cerro del
Mixtón y del Peñol de Noebjstlán, de los Reinos de la Nueva \
Vizcaya y de Nuevo Leóu, etc. Incluye en esta parte el Sr. Gar^^
eia Cubas, una curiosa lista de las poblaciones fundadas por los
españoles durante el siglo XVI, con especificación de la fecha
de la f undaeiáQ y el nombre del fundador. — III. Vioáes y descur
brimieí^oé m d mar dd Sur: Abraza desde el año 1527 en ade-
lante, citándose las expediciones y conquistas que después ee
llevaron á e&bo hasta teraainar el siglo XVI. Basta la simple
relación de la materia de que tratan Carta y Memoria, para juz*
^arse de la importancia deltrabajo eipuesto por el Sr. García
Cubas.
Finalmente, el publico pudo lograr ver instalado el modelo
4«1 Calendario Aifteca^ ^ tamafie natural, y que se colocó en el pa-
tio de deseaciso coRtigao i nuestro deparjbameato«
1 Quedó f aera de lugar üstd XOpdelo, ^r baberse inutilixado el primero que 86
biso, al transportarse de México á Madrid. Su sitio primitivo era el que ocupó la
primera parte del lienio de Tlaxcala, en el primer salón.
i(i89f93LT.VI,41
Digitized by
Google
* 3 22 Memorias de la Sociedad Üentífica
*. *
En resumen: como habrá podido «bservarse, túvose parti-
cular empeño en que todas las secciones del programa estuvie-
sen representadas, en la parte que á nosotros estuvo encomen-
dada. La Prehistoria tuvo su lugar, aunque pequeño, en este
gran conjunto; y siguiendo la ordenación y clasificación, pudié*
ronse estudiar en globo desde las oÍTÍlizaciones del Norte en
las cuales figuraron la Tarahumara en Sonora y Chihuahua y
la Pame en San Luis Potosí, hasta la Maya en las apartadas re-
giones de Ghiapas y Yucatán.
Y para que nada faltase, exhumáronse cráneos y osamentas,
armáronse panoplias, trajéronse vestidos de los propios indios,
.y de esta suerte el público inteligente que visitó nuestros salo-
nes, pudo formarse cabal juicio del grado de adelanto y de cul-
tura que habían adquirido los pueblos del Anáhuac en el mo-
mento de descubrirse el Continente, y cuando el g^iio español
despedazó los blasones de las dinastías mexicanas con la punta
de su espada.
Tomaron, pues, asiento, en el concurso de nuestra Sección,
la Etnografía, la Antropología, la Indumentaria, la Panoplia, la
Numismática, la Heráldica, la Estatuaria, las Artes cerámica,
plumaria, etc., la Pictografía, la Epigrafía, la Bibliografía, etc.,
etc.
Tal fue nuestro certamen, y ttd el papel que deeempeñó con
honra nuestro País, en la Exposición Histórico- Americana de
Madrid.
México, Junio 1893.
Digitized by
Google
"Antonio Álzate. II
828
EXPLICACIÓN DEL CROQUIS.
a. — Coatlicue.
b. — Tzontémoo.
c. — Chalchihuitlicae.
ch.— Totee.
d. — Torso humano colosal.
e. — Piedra conmemoratva.
£•— Piedra de Tízoc.
g. — Gamaxtli.
h. — Cruz del Palenque.
i, — Diosa de la muerte.
k. — ídolo ohiapaneco.
1. — ídolo maya,
11. — Cautivo de Chiapas.
m. — Vaso sagrado.
n. — Templo de Xot5hioal»o.
ñ. — El Xochipilli.
A, A, A. — Pupitres.
B. — Lienzo de Tlaxcala.
C, — Lienzo de Oaxaca.
D.— Diván.
o. — Urna cronológica.
p. — Quetzal cóatl.
q. — Piedra de Itzpapálotl.
r. — Monumento de Jacona.
s.— Templo del Tajin.
t. — Modelo de Cempoala.
u. — Panoplia.
V, V, V. — Facistoles.
w. — Escaparate central.
a.' — Estatua del Guerrero (ca-
ballero tigre).
b.' — Estatua del Sacerdote.
c/ — Estatua de la india noble
mexicana.
ch.' — Estatua de Moteczuma II.
d.' — Estatua de Cuauhtémoc.
e.' — Estatua de Xicoténcatl.
1 á 38; — Escaparates.
E,— Códice "Porfirio Díaz."
P. — Busto en mármol de D. Je-
rónimo Antonio Gil.
G. — Calendario Azteca.
I
I
I
Nota. — Las flechas iidican el sentido del movimiento del
público.
#•»
Digitized by
Google
Digitized by
Google
UNE NOUIÍELLE ESPECE DE LECANlll DU IXIP
Fftr Hr. 1« ProC
J, D. A, OockerelL
(Note présentée par M. le Dr. AUr. Dug^).
Le Dr. Alfr. Dugés a eu labonté de m'envoyer de nombreux
ezemplaires tant alcooliques que TÍyants, d'un íntéressani Le-
oaniam tronvé sur le Schimts mótte h, Guanajuato. Get inseote
f ut euToyé il y a quelquea années, h, f en M. Liohtenstein qui le
reoonnut oomme nouveau et luí donna le nom de Leeaniutn scMni.
Je n'ai pu savoir s'il a été publié quelque chose sur ce sujet,
et c^BSt pour oe motif que je déorís ici cet inseote en adoptant
le nom de Liohtenstein.
Lecanium sohini| Liohl.
FemeCU, Environ 6 mm de long, 8 de large et 3 de haut.
Ovale allongée, convexo, brillante, vert gai, souvent a^ec une
petíte tache bruñe allongée sur le miliou du dos. Les jeunes
sont plus jaunátres; les yieuzpucerons mortes deviennent brun
foncé: bouillies arec de la sonde caustique elles rendent le li-
Digitized by
Google
326 Memorían do U Sociedad Científica
quide brun. Les pucerons aeches qui ont séjourné dans 1' aloool
paraissent platón d'ane couleur d'oore claire. Antennes á 8 ar-
tioleSy quoique chez un individu apparement anomal. Je n'en
aie trouvé que 7. Troisiéme artiole le plus long, et trés-longí
2*»e 4 eme etS*"** subégauxj 2*™* et 5*»' portant ua long poil;
gtoe g^ 8 eme í^.peu-prés égaux et plus courts que le 5*'»% ?*"•
le plus court.
Pattes p&les: tibia de deux bous tiers plns long que le fé-
mur: tarse plus de moitié aussi long que le tibia, Poils noueux
du tarse exoeptionnellement robustos, pas trés-longs. Digitu-
les des griflEes petits, Trochanter avec un long poil.
Plaques anales brun foncé, courtes; cdtés externes á-peu-
prés égaux. Bords aveo de uombreuses épines mousses.
Oeufs ovale allongés.
Male. Eeaille d'enyiron 2 mm de long; allongé, avec les ex-
trémités arrordies, vitré; sans couleur, granuleux, plus ou moins
carémé; aveo deux lignes blanches commengant á l'encoche
anale et marchant presque paralléles jusqu'au bord antérieur.
II y a aussi une ligne blanche en travers de la partie postérieu-
re de l'écaille.
Les femelles sont ahondantes sur les rameaux du schinus,
tandis que les males se rencontrent surtout sur les feuilles.
Cette espéce appartient á la deuxiéme serie de Signoret qui
renferme des individus de formes plus ou moins analogues,
maís difEérents quant au reste. Par sa couleur rert brillant elle
ressemble á L, viride de Geylan.
C'est le cinquiéme Lecanium tronvé au Medique; les autres
sont: L. SáUei, Signoret; L. hesperidum^ L.; Z. termmaliae, Gkll;
L, deae, Bem. Un autre fLec. vermcosumj a été indiqué par
erreur comme mexicain; il est de Montevideo.
Las Cruces, New Mexioo, U. S. A. Join 81, 1893.
Digitized by
Google
LA ROCA DEL CALENDARIO AZTECA
POB
Socio de número, Ingeniero de la Comisión Geolófirica Mexicana.
IajLM.lNA. VIH)
El estado de civilización y el desarrollo de la industria en
las primeras razas que habitaron el Anáhuac, se puede apreciar
fácilmente si fijamos nuestra atención en los múltiples y varia-
dos objetos, á la vea que numerosos documentos, que enrique-
cen actualmente nuestros museos y bibliotecas. Día á día se
descubren otros muchos por el espíritu de escudriñar y resol-
ver los grandes misterios que aún envuelve la primera edad his-
tórica de nuestro suelo. En aquellos objetos admiramos sobre
todo la representación gráfica de las ideas, tan exacta como es
posible: verdaderos libros cuyas páginas grabadas en las rocas
más duras que tenían á su aloance, en las piedras que por sus
brillantes ooloreS| su dureza y escasez relativa eran apreciadas
Digitized by
Google
828 Memorias de k SociedAd Científica
por ellos mismos con yalor inestimable, se habían de oonserrar
indelebles al través de los siglos para que por su medio se hicie-
ra la Inz; 7 vengan más tarde á completar el cuadro de conoci-
mientos (con un contingente valioso como el de todas las razas
en su principio) acerca de la historia general de la humanidad.
Si la inteligencia bajo una forma peculiar se manifiesta en
los pueblos del Anáhuac, civilización sui generis que asombra,
el trabajo físico, el trabajo manual no es menos ostensible,
una vez que escaseaban los instrumentos apropiados que ahora
conocemos, cuando los metales no eran conocidos y que apenas
los principios generales de mec&nica comentaban á servir de
base, tal vez á grandes creaciones futuras.
La piedra era, pues, el elemento mineral que empleaban, des-
de la afilada punta que había de arrancar las entrañas de la víc-
tima hasta venir á ser el emblema de los dioses, desde el pe-
queño amuleto suspendido en los labios del guerrero, hasta la
representación sublime de la idea. He ahí el secreto de la civi-
lización de un pueblo seminómade, el completo aprovechamien-
to del material que era f&cilmente accesible á sus manos.
•••
No haj objeto que más atraiga la atención del que contem-
pla estas reliquias, como el enorme monolito conocido con el
nombre de Calendario Azteca 6 Piedra dd Sol, Nos es conocida
desde hace poco más de un siglo (Dic. de 1790), que casualmen-
te fué encontrada al nivelar el pavimento de la plaza maji^or de
la -ciudad de México cerca de su ángulo S. E., con la cara labra-
da vuelta hacia abajo. La forma de esta gran mole basáltica se
aproxima á la de un paralelipipedo de dos caras opuestas muj
desarrolladas. Sobre una de estas caras se halla saliente un ci-
lindro de base perfectamente circular cuyo diámetro mide 3 '"Sé.
El cilindro sobresale O^'IQ solamente. Esta porción cHíndricaí
Digitized by
Google
NAB4MÍ0ÁlMto.n H9
solwe todo el dyaalo de la basares lanas impovfcantei pmea ea so-
bre la ^e se bailan esealpidas ea reUeve un gvan número de
figraasi ajganaa de laa oiialee baa sido interpretadas dif«peate*
mente por nuestros bistoiiadores y arqueólogos f asi eomolo qne
se refiere al objeto á fne fné destinado su ooijonto»
Annqoe la masa no prM^ata nn espesos nnif orme, hemos oal*
colado suTohimen redneiéadolo á fig^ofás regtilarespor oompen-*
saoión, resnUando ser aprozimadamente de 9"*- ' 774. La denr
sidftd media obtenida per Tarios eipertmentos es de 2.5S0, que
caloolado el peso total baoieodo oso de aquella oifm de toIu*
men, es igual á Sé^"'600próximanM(nte| Ta]or muy oomparaUe
al que han enoontrado algunos autores, oomo ^ caleolado por
el Barte de Hnmboldt, que tan stio difiere del presente oeroa
de dos déohnos de tonelada*
La exaota procedencia de la roca es una de las cuestiones
que despierta la curiosidad, pues nos daría la diatanda que hu-
bo de recorrer en su traosporte, p^r cierto bien difícil, hasta 1*
ciudad de México. Poco se ocupan los historiadores de este dar
to interesante, exceptuando algunos como D. Femando de Te-
zozomoc, quien asegura provenir de un lugar llamado Acúleo,
cerca de Ayotzingo, puntos al Sar de Chalco. Pero como quie-
ra que no están de acuerdo los autores sobre si la piedra encon-
' t»da en 1790 en la plaza mayor es la mismaá la que se refiere
en sus escritos D. F, de Tezosomoo, hay que buscar en sqoella
región de Acúleo» rocas enteramente sem^antes que nos auto*
ricen 4 establecer aquel punto como laeauMta procedencia^
Para llevar á ci^bo el examen petrográfico de la roea del ci^
lendario^ d día 14 de Marzo dé 1898, debido á la benevolencia
del Sr. Director del Mnaeo Nacional Du D. Manuel ürbina, se
me permitió sepanur^ en presencia del Sr. Dr. Villada, profesor
de ese plantel, pequeños fragmentos de dos á tres «entimetros
enádarados, de la parte posterior no labrada del mouoHto, de los
que se han hecho pseparaoiones en láminas delgadas pava sn
eauonen microscópico.
iIi898-93l.T.VI,42
Digitized by
Google
880 Memorial déla Sociedad Oientífica
A la simple vista^ la roea ea da oolor gris Ugeramenie xogi-
zo con pantos.disemiaados y poreiones granadaada un mineral
verdoso. La estmetura porfiroide se reconoee por 1& preaanoia
de cristalea no muy grandes do feldespato, en una pasta homo-
génea granuda; Las láminas delgadas* aji mioroseopio ofrecen
más clara la estructura ( Lám. VIII ), pues en un magaña micro-
lítico de labrad<^ y augita se ven claramente, odüitALais desarro-
llados de augita, labrador y oUvino de primera consolidación,
alrededor de los cuales se haee algunas veces sensible el esou-
rrimiento fluidal de las microlitas de segunda consolidación. El
olivino en cristales y fragmentos se presenta generalmente al-
terado dando un color amarillo anaranjado en sus bordes á 1^
lus natural y ligeramente verdoso en su medio con numerosaa
grietas transversales, é inclusiones de pequeñoagranos de hie-
rro magnético. El labrador de primera consolidación en crista-
les corroídos» un poco alterados lo mismo que la augita. En el
magma núcrolitico es notable la poca abundancia de hierro mag-
nético.
• %
Conocida ya la composición mineralógica de la roca que nos
ocupa y su exacta referencia al grupo de los basai/tos db oli-
VíHíOf nos será fácil establecer la comparación con rocas proco*
dentes del lugar indicado por el historiador, y ya preparo una
nota & este respecto que tendré la honra de presentar á esta ho •
Borable Sociedad. Baste por ahora decir que una gran parte de
la región basáltica de la cuenca de Jtiésiico se encuentra limitar
da á la rei^ón del Bur, comprendiendo el lugar que sospecha^
moe ser la procedencia. .
Aquella porción de la cuenca mexicana encierra nna mnlti*
tud de volcanes á cuyos últimos paroxismos han asistido los
primeros pobladores del Anáhuac, como lo prueban loa vestir*
Digitized by
Google
"Antonio Alíate. M S81
gio8 de su industria y las osamentas sepultadas debajo de sus
láTas.
En las snoesiyas corrientes, todas basálticas, que nos ofre-
cen esta inmensa fitja de volcanes y donde la sucesión origina
un moyiaiieiito estalonado del terreno^- se pueden observar al-
gunas diferencias en el carácter de las lavas en lo que concier-
ne á su estado más ó menos grande de fluidez y por consiguien-
te á la temperatura á que han debido presentarse al exterior.
Las. últimas corrientes y más elevadas, notablemente fluidas,
no ofrecen casi nunca minerales de primera generación, sino
simplemente un desarrollo microlitico y abundante proporción
de fierro, á diferencia de las inferiores, muy cerca de la parte
plana de la cuenca y que no han sido cubiertas, nos presentan
elementos minerales de primera generación, como en el caso de
la roca histórica que nos ocupa.
México, Julio de 1898.
I
Digitized by
Google
812 MemoríM de la SooMtA Oientifioft
hk roelie 4« Calendrler AiU^e fur M« E« OrMMu
tiPiuANO'H.m VIH).
A l^oeil nu, la roche est d'une couleur grise légérement
rougátre, aveo des points dissemlnés et des portions grenues
d'un minerai verd&tre. On reconnait la structure porphyroide
par la présenoe de cristauz pas trop grands de f eldespath dans
une páte homogéne grenue. Les lames minees oSrent au mi-
croscope la structare encoré plus claire, car dans un magma
miorolithique de labrador et d'augite on yoit d.airement des
cristauz déyeloppés d'augite, de labrador et d'olivine de pre-
miére consolidation, autour desquels se fait quelque fois sensi-
ble V écoulement fluidal des microlithes de deuziéme consoli-
dation. L'oliyine en cristauz et fragments se présente généra-
lement alteré, en donnant une couleur jaune orangé dans ses
bords k la lumiére naturelle et légérement yerdátre dans son
milieu, ayec des nombreuses creyasses transyersales, et des in-
clusions de petits grains de fer magnétique; le labrador de pre-
miére consolidation en cristauz corroídos un peu alteres ainsi
que l'augite. Dans le magma microlithique le peu d'abondau-
ce de fer magnétique est remarquable.
La roche du Oalendrier Aztéque appartient done au groupe
des hasalies á ciMne.
^i»
Digitized by
Google
fm
I o h^^^\
Un caso teratológico en una flor de calabaza
• ' i
Soaa HONORAKIO, PrOPSSOR en 9L CpLKIO OCL EitADO i» GUANAJl^ATO*
(I-ütMlíffA iXv
Entr^ láB monÉtoUóBidááefl Tegetales, una de las mils singu-
lares 7 menos comunes es la de las pelonas. Por esta palabra
se entiende ordinariailiettie la regulariz ación anormal ó aocL*
dentfü de una flor normalmente irregalar; pero ee da be llamaí
así también la melta de l^s partes de una ñor i su ti|>o folia*
rio, es deotr, la regresión de ellas al estado de hojas más 6 me-
nos bien marcada, 6 sea en el oolor 6 sea en la forma. Sabemos
en efooto que el cális^ la oorola, los estambres j el pistilo no son
más qne evotncioiiee de la hoja^ y que en muchos casos la tran-^
doWn es iaü evidente qne enalquiera la puede reconocer; no
hay paira qné inustir sobre esta lej tan conocida.
El ejemplo iqiie coneienie este articulo es un caso de ta se*
gunda oíase; se trata en efecto de una ñor de calabaza coman
Digitized by
Google
884
Memorits de la Sootedad Oie&tiáea
(Cucúrbita pepOf D. C), en la cual la corola ha tomado el color
Terde fchlorafUhieJ en lugar del amarillo anaranjado, y cuyo pe-
ciolo parece haber brotado por encima del androceo unos 61a-
mentes que en uno de los ejemplares terminan por una expan-
sión foliácea; algo como lo que se observa en la rosa proHfera,
Torbigracia.
Si examinamos la flor masculina normal de una calabaza,
encontraremos las divisiones calicinales aleznadas y adheren-
teeeiL parte á la corola; la corola, de un amarillo a;Daranjado,
tiene un tubo largo y en forma de campana, y el limbo dividido
en cinco lóbulos angulosos, plegados y de la cuarta parte de la
altura de la corola; los estambres, llevados sobre un cono hue-
co, forman un cuerpo alargado de extremidad roma.
En el vegetal que nos ocupa las flores presentan dos formas
diferentes, pero el edor de todas es de un verde franco, pare-
cido al de las hojas del mimo pie, aunque cenizo.
La más chica (núm. 1) tiene un limbo cuyas divisiones lle-
gan á más de la mitad de la flor; estos lóbulos son regulares,
óvalo -laceolados, dos de ellos terminados en un corto filamen-
to, los otros de extremidad obiosa* Los sépalos, bien separados
de la flor, tienen el aspecto de filamentos. El androceo, en fin,
casi normal, sostiene una especie de talleoito dividido en cinco
lacinias subuladas.
Lá flor máa grande ( núm*^ 2 ) presenta divi«jones oaUoinaleB
iguales á las de la anterior. La corola está dividida en oinoo ló-
bulos deaígoaleS) cuya longitud es por. término medio de la mi-
tad de la corola entera. La parte más oaraoterfstiea es el an-
droceo: encima de la columnita bailar, se ven- loa estambres
perfectamente normales, pero del ^M)ntro de ellos sale una va-
rita terminada por tres hilos delgados: uno de ellos ( a) se divi.
de en su extremidad en dos filamentos.) el'otró (b) lleva eá la
punta una expansión foliácea terminada en zarcillo; el tercero
(c), én BiXf soporta dos láminas un poco separadas umtk de otra,
7 jtaaba ea un delgado filamento.
Digitized by
Google
** Antonio AlaU. h 885
Examinadas oon una lente todas las partes de ambas flores,
presentan nervadnras bien señaladas como si fueran hojas. La
superficie externa así como el pedúnculo tiene pelos cortos y
ásperos.
Es evidente que en este caso ha habido un exceso de yigor
vegetativo 6 una aceleración del crecimiento que no ha dejado
á las hojas el tiempo do transformarse normalmente para for-
mar las diferentes partes de la flor, y se ha manifestado toda-
vía más en la flor núm. 2, en donde parece que el pedúnculo ó
sea el eje ha continuado su vegetación después de terminada
la incompleta evolución de la flor.
Me impulsó á publicar esta curiosa peloria la creencia en
que estoy de que no es común, y tal vez no haya sido figurada.
Siento haber estudiado este fenómeno en flores secas, pues es
probable que las frescas hubieran permitido un examen más
fructuoso; pero hace años que n^oibí los ejemplares de Irapua-
to, y desde entonces nó he podido conseguir otros.
De esta misma ciudad me remitieron también unas rosas
verdes: en éstas no había más monstruosidad que la del color;
era un caso do Olaranfhia pura.
GKuuuijiuitOi Julio de 1898.
fin M Tmio TL
Digitized by
Google
^ Digitized by VjiOOQIC
L
tlTIDiaE
TOMO VI DE MEMORIAS.
«»^>^»^«^>^>^»/»^>^i^>«^V«^«^^s<»>^>^«*
Table deg matiéres dn tome TI dm Mémoires*
Agullar y Santillán Rafael. Reseña relativa á la marcha de la Socie-
dad durante el nñn de 1891. (EapportturVétatdelaSociété) 7
Bibliografía Meteorológica Mexicana. Añol891. (^t-
UiographU MétéorologiqvLe Mexiraine) 97
El Ontennrio del «Vtlegio de Minería. ( Le CenUnaire de VÉeole des
Mines) 177
Cockerell J. D. A. Une nouveüe espéce de Lecanium du Mexique 325
Dug^ Alfredo. Un caso teratológico en nna flor de calabam. ( Lámi'
na IX ). {Uncoi tératélogique ehez unefieur d* une courge. Cucúrbita
j>ípo. D.C.). { Planche IX)rZ. 833
Estrada Aureliano. Las ruinas del Cerro de Quiengola. (Lámina III).
( Lei ruines zapothéques du Cerro de Quiengola ). ( Planche III. ).vn 151
Fernández Vicente. Las estrellas fugaces de 23 de Noviembre de 1892.
( Le» iu^es fiantes du 23 Novendrre 1892 ) 157
Galindo y Villa Jesús. Apuntes de Epigrafía Mexicana. 4* parte. Épi- I 'i
gí'opkie Mexicaine, ^^^ parOe) 123
Exposición Histórico -Americana de Madrid, 1892. ^
Memorias IxSga-ga), T VI, 48.
Digitized by
Google
p
BS8 Momoría» do la Sociedad CientíficA
PálllDM.
Sección Mexicana. (Lámina VII). ( Sxposiiion Eutorico-Amérícai'
m de Madrid, \%Q2. Seetion Mexieaine). (Planche VII) 302
Herrera Alfonso L. La noción del tiempo en los animales. El tiempo
j la biología. ( La notion du tempe ckez lee animaux^ Le tempe et la
hielogie) GI
Medios de defensa en los animales. ( Moyene de difenee dañe
lee animaux) ^ 251
Leal Mariano. La mortalidad en León. ( Lámina IV), La mortalüé
dañe la vüle de León), {PtanelielV) 1«3
La Rueda Salomónica j la previsión del tiempo. ( Lámina
VI ) . {La Boue Sal(mumique et laprévieiim du tempe ). {Planche 'VI), 243
Macouzet Boque. Alimentación desde el punto de vista de la Higie-
ne. ( L*<UimenUUMneoue le point de vut de V Higiene)...^* 109
MoBtessus de Ballore F. de. México seísmico. ( Lámina H). {Le Me-
tdque eiemique). {Planche II) 49
Moreno j Anda Manuel. Temperaturas del suelo observadas en el Ob-
servatorio Astronómico Nacional de Tacubaja durante el afío de
1892. ( Lámina Y). {Lee températuree dueolál ' Oheervatoire de Ta-
etibaya), {Planche V).V. yí 171
OrdóñezEzequiel. Algunas obsidianas de Mózioo. (Lámina I). (Qu«¿-
quee obeidiennee du Mexique), {Planche I) 33
La roca del Calendario Azteca. ( Lámina VIII ).' ( La roche
duCalendrierAzt¿que), { Planche FUI ) 327
Digitized by
Google
T leiGitiiFia
Digitized by
Google
Société Scientifique "Antonio Álzate.''
REVUE
Scionip i 6Mop|liipe
MBéeMitUdMInde
/»
iiiroitfPiitrTOiíiT^frffiíi;^!
«•esétulsa ir^aSiéral.
li-
1892-1893
WIMMMMMMAMMMMMMMMMMMMMMMM«M*MAM#«M
MEXIGO
Impbiuebie dü Gouyebnement Fédéiul.
1892
Digitized by
Google
Sociedad Científica. "Antonio Álzate."
■*LíujiEjií
REVISTA
KA í Bl
hAUndak^Udimeitede
RAFAEL AGUnTiAB Y SANTILLAN
mmcstmitíjo yrxTMbl
1892-1893
HEXIOO
WO FEDERA]
la Oriente a, i
S892
IMPEBNTA DEL GOBIERNO FEDERAL EN EL KX- ARZOBISPADO
(ATcnida Oriente a, núm. 796).
Digitized by
Google
Digitized by
Google
MÉXICO.
*M^^^^^»^/^^>^^»^^^^^^^^^^»»<^y^^vy^^
Bevista Oientífíoa y Bibliográfioa.
Ntes. 1-8. 1892-98.
SESIONES DE LA SOCIEDAD.
Agosto 7 de 1892.
PrMídaieU del socio D. Qnillermo B. j Fuga.
COBafifiPONJOENClA. — Del Obflerratorio Magnétioo y Meteo-
rológico de la Universidad de Coimbra, de la Dirección de Es*
tadística Miwioipal de la oiudad de Baenos Aires, de la Sociedad
Real de Ciencias de Sajonia y de la Oficina Geodáúca Imperial
de Vietia, remitiendo sus ptiblÍGacioi:ie8^ del socio honorario
Prof. Van Beneden (LoyaiBa) enviando algunos de sus traba:
jos; del Director de JEU Trábelo Nacional (Barcelona) solicitan-
do cambio; de los Sres. Prot Agassiz ( Cambridge, E. U.) y Dr.
Davls (Córdoba, Argentina), dando las gracias por su elección
de socios; de la Academia Real de Ciencias de Turin, anuncian-
do el fallecimiento de su Vibepresidente el Prof. Juan Fledobia
acaecido en Piverone el 3 de Julio pasada.
PuBUOACIOinss*'— 8e recibieron donacioajes del sodo honok
rario Joaquín de Mendizábal Tamborrel (66 tomos), del Sr.
Digitized by
Google
Pbro. Lie. Vicente de P.. Andrade (X7 tomoa) y A. B. Binnie
( Londres ) 7 por pritnofa vez laií publioaoÍD(D6B d^ la &oéi04^
de Ciencias Naturales de Friburg (Badén) y la Unión Médica
Michoacana de Morelia.
La Comisión de Publiéáciones presentó los números 11 y 12
del tomo V de las Memorias, con los cuales concluye el volumen.
Trabajos. — B. Aguilar y Santillán, Las lluvias en la Bepú-
hlica Mexicana durante el año de 1892.
Carlos Mottl, Observaciones seísmicas en Origába. JuUo^l892,
< — Noticia de los movimientos sentidos en Oriisába adíala
á 0^62"^ pm. yeHá 8^22"^ am.
Postulación y bleccíones, — Los socios Mendizábal Tam-
borrel; Aragón y Aguilar, postularon para socio correspondien-
te en París al Sr, Enrique Gauthier-^Villars.
Quedó electo socio correspondiente en el Estado de Coahui-
la el Sr. Ingeniero Elbüteeio Tejada.
En virtud de haber recibido el socio Jesús Galindo y Villa,
Secretario, una comisión de la Junta Colombina para marchar
á España, quedó electo Secretario el socio que suscribe.
Proposiciones* — Los socios Paga y Aguiiar, ^n objeto dé
qué la Sociedad tome parte de la manera que le sea posible, en
el regocijo de la celebración del 4? centenario del descubrimien-
to de América, sometieron á la aprobación de la Sociedad las
siguientes proposiciones, que quedaron de primera lectura:
1^ Qiíe la Sociedad Ctendifica tAn^onio AUatei^ inicie que se
cambie él nombre que Ueva acíucdmenle él Nuevo OonHnenteporélde
COLOMBU.
2^ Que se nombre una Comisión de nuestro seno para que
forme el proyecto de cómo debe precederse para dar esta idea
á loa demás cuerpos cientfficos, á los Congresos Geogr&fieos,
Digitized by
Google
Lá Soci^ad Mokkó oelebrtr el sábado 13 ana sesíÓQ extra-
ordinaria para darlea eegnikla leetnra y diseutírla?.
ElSeenterlo^
tíiLBBBTO MoNTiBL Estrada.
Sesión extraordinaria celebrada el 18 de Asrosto de 1802.
Presidencia del socio D. Gnillermd B. y Paga.
Las propoaioiones presentadas por los socios Paga y Agui*
lar. {nerón puestas á disensión y deiH>ués de disentidas sofieien^
temente faeroo aprobadas per todos los socios á excepción del
Sr. Mateos*
La Sodedad eligió á los socios Paga, Mehdizábal Tamborrel
y Aguilar para formar la Comisión á que se refiere ana de las
propoeiciones.
Insertamos á continnación la exposición de los socios Paga
y Agoilar que acompaña á sus. proposiciones.
Los que suseribimoe oonel deseo deque la Sociedad Gien-
tífica c Antonio Álzate» manifieste de alguna manera que toma
parte en el regocijo casi unirersal que se deja s^atir con moti-
va de la celebración del 4^ centenario del descubrimiento de
América por Cristóbal Colón en 1492, no hemos vacilado en so-
meter ante ustedes un pensamiento que por lo pronto parecerá
de poco valor pero que no dudamos que si se logra verlo reali-
zado, habremos dado una pvueba de nuestro amor á la justicia
y á la verdad histórica.
Para mejor eitplicar nuestro pensamiento y después para
Digitized by
Google
f andar las proposicionea qoe ramw á presfeniari .tondríamoB que
referir gran parte de loa aeonteeimientaa qne toyieron kigar ha*
ce cuatrocientos años y más para llegar al descubrimiento del
hermoso Continente que hoy habitamos j pero por fortuna nues-
tros dignos consocios conocen perfectamente todos esos episo-
dios históricos y no necesitan que se les recuerde los hechos
heroicos, la constancia sin límites, las horas de angustia y de
prueba del ilustre navegante á cuya intrepidez debemos que la
luz de la civilización y los resplandores de la verdadera fe ha-
yan brillado en el Continente que aun estaría perdido en el océa-
no, si las tres primeras carabelas que lo cruzaron no hubieran
sido guiadas por el ilustre genovés. Así, pues, no nos detendre-
mos eñ relatar historia tan conocida, pues estamos seguros que
cada uno de los que nos escuchan han sentido alguna vea pal-
pitar su pecho por el entusiasmoí«d recordar el momento solem-
ne en el cual, cuando Colón se hallaba casi sin esperanzas, ro-
deado de una tripulación que ya no le obedecía, perdido en un
mar desconocido, y que inesperadamente en medio del rumor
del cordaje azotado por las brisas de la noche se escuchó la
voz ^el vigía que gritaba ¡tierral
No nos detendremos, decíamos, y sin embargo al escribir es-
tos renglones, embargados por la admiración, no podemos me-
nos de señalar aquel otro episodio en el que Colón con el estan-
darte en el cual se ostentaba una cruz, puso pie en tierra ame-
ricana. Pero después de estos hechos que llenan de entusiasmo
y queliacen palpitar los corasones nobles dentro del pecho, hay
otros qme contristan y á la vez indigaan.
Considerar á Colón cargado de cadmías w. un calabozo som-
brío y de ambiente malsano, considerar á Colón olvidado por la
corte y sus amigos, y por último su aislamiento y su muerte,
son hechos que demuestran una vez más cuan poco estiman
los hombres á los genios que de tiempo on tiempo vienen á la
tierra para hacer subir k la humanidad un escalón en la larguí-
sima y difícil pendiente del adelanto y lacivilisaoión.
Colón ha sido uno de esos gcandes genios^ que rompió las
Digitized by
Google
aolnmnesde Hércules en laa ^^oales parecía se hallaba atado el
progreso del kembro; inioiando con sn portentoso deseubrimien«
to nna era nteera^ ya no con los caracteres de la Edad Media,
sino con la vigorosa energía de la chrilización moderna que pa*
so á paso ha sabido conquistar la emanciparon de ios pueblos,
los derechos del hombre y ha podido llegar á.Io que ahora se
llama el siglo de las hices«
En fin, señores, á qué segmr ensalzando al hombre que us-
tedes mismos admiran, al individuo cuyo nombre corre de boca
en boca por todo el orbe y cuya figura imponente se levanta en
multitud d« bronces en más de la mitad de las naciones de la
tierra. No queremos ya distraer más la atención de ustedes y
vamos á asentar nuestras proposiciones.
1^ Que la Sociedad Científica cAntonio Álzate» inicie que
se cambie el nombre que lleva actualmente el Nuevo Continen-
te por el de Colombia.
2'^ Que se nombre una Comisión de nuestro seno para que
forme el proyecto de cómo se debe proceder para dar esta idea
á los demás cuerpos científicos, á los Congresos geográficos, etc.
Al hacer estas proposiciones no desconocemos la dificultad
tan grande que se nos presenta, teniendo que luchar con la cos-
tumbre arraigada por más de trescientos años y sostenida en
millares de libros y plaoos donde figura el Nuevo Continente
con el nombre de América; pero á la vez hacemos notar que el
cambio que hoy proponemos no perjudica á nadie en ningún sen-
tido, y si por ejemplo la adopción de un meridiano universal que
trae consigo profundos cambios en las publicaciones hechas y
en las por hacer, además de dejar resentidas algunas naciona-
lidades por el celo de no ser ellas las que contengan el primer
meridiano, se ha adoptado y se trabaja asiduamente para llevar
á cabo la unificación del origen del tiempo. Creemos que nues-
tra proposición no encontrará contradictores y que todas las
naiiáonesiBe pondrán de acuerdo según nuestra iniciativa para
restituir bX Nuevo Gofatinenteel nombre que le oorcesponde y
llamarlo de hoy en adelante OoloMbia.
Rerista [x89t-93).-iS
Digitized by VjiOOQIC
10
Se noa podría pooier como otijooión que ya hay an país que
llevd efte noxahr^ peif<^ a^cipadamente dicemos que no remos
^ esto uu obstáculo) pues ou primer lugar el TSffdadero y pri*
mitivo Jiombre dod^a Beipúblicaes el de Nneya Granada^ y en
segundo lu^ar nada le baria que tuYÍer& el nombre de Bstados
Unidos. de«Gelombia como en la anualidad nuestros vecinos del
Norte llevan el nombre de Estados Unidos de América,
Ojalá que nuestro pensamiento encuentre eco en nuestra
Sociedad para que lo proponga, al mundo entero y oreemos que
nás tarde hemos de sentir una profunda satisfacción cuando en
medio de las msoiif estaciones, qu/s en todo el orbe se hacen pa*
ra admirar al ilustre navegante, nuestra Sociedad le haya eri-
gido el más grandioso monumento^ cuya base se halla en medio
de las aguas de lalL^tQoas tvopioates, extendiéndose desde el polo
Norte hasta el t^ábo de Hornos y sus cimas perdidas en las nu-
bes alcanzando la región de las nieves eternas.
■ Tacubaya, Agosto 7 de 1892.
Guillermo B. y Puga.
Rafael AauíLAR Y Santillán.
NUEVAS PUBUOAOIONES.
A^SOCIATION GÉODÉSiQUsiNTsmUTiONALE. Comptes-reudus
. des séances de la Gommission Permanente réunie k Floren-
ce du 8 au 17 Ootobre 1891. Bédigés par le Secrétaire per-
pétuel A. Hirsch. Suivis des Bapports sur les travaux géo-
désiques accomplis dans las différents pays pendant la der-
ni^re atinée, et plusieus mémoires annexes. Avec quatre
. cartes et planches. Berlin. 4? 234 págs.
Bbrkarb B6V. John Henvy, On some fragmente of an Uncial
Ms^<^ S. Gyril oi Aléxandida/ writted od pap3rrus. Dublin^
1892. 4 ? lams. ( Trana^ fi. Irish. Aead. )
Digitized by
Google
u
BlNNEES Alexander Riohardson. On. mean or average aniraal
Rainfall, and the ñuctuations to whioh ii, is-subject- With
an abstract of the discussion upon the paper. Edftód by Ja*
mes Porrest London. 1892. 8? 92 págs. ' -
BüELNA Lie. Eustaquio. Peregrinación délos Aztecas y Nom-
bres Geográficos Indígenas de Sináloa. 2* edición (Corregida
y aumentada con l<fe jeroglíficos del itinerario Assteca. Mé-
xico. 1892. 8? 162 págs. y 6 láms.
CappéLLETTI E. M. Resumen de las observaciones meteoroló-
gicas x>racticadas en el Colegio do Sau Juan N^pomuceno
en 1891. Saltillo, 1892.^12? 26 págs.
CüNNlNGHAM D. J. Contributions to the surface anatomy of
the cerebral hemispheres. With a chapter upon Cranio-
cerebral Topography by Víctor Horsley, etc. Dublin, July
1892. 4? 358 págs. y 8 láms.— 15 sh. (R. Irish Aoademy.
fCunningham Jáemoirs» N" VII).
DÉLANO Manuel A, Conferencias sobre la Teoría Atómica.
Londres (Burns y Oates) 1892. 12* 70 págs.
Gabnier Ch. Monographie de PObservatoire de Nice. París
(Andró, Daly & C?). 1892. Pol. 35 láms.
González Pbades Luis. Resumen general de las observacio-
nes hechas durante el año de 1891. Oviedo. 1892. 12? 8 pá-
ginas.
Macoun John. Catalogue of Canadian Plants. Part VI. — Mus-
ci. Montreal. 1892. 8? 295 págs. $0.25. (Geol.&Nat.Hist.
Survey of Canadá).
Weinek Prof, Dr. L. Magnetische und Metebrologische Beo-
bachtungen an der K, K. Sternwarte zu Prág im Jahre
1891. 52 Jahrgang. Prag. 1892. 4? 41 págs.
Digitized by
Google.
18
A
o
%
§
I
S
O
lO ií5 O lO
0> o GO íQ
t* lO <N c5
o
8
<§ Í5 S S S ^ S 65 S tí g§
O o
s
í=8
O
t- 1-1 o lO
»H tr »fa !>•
OO CD t^ OO
^ S §
co
Soí q> ift 1^ CO O
^ ¿o ^ c^ rt< "^
«OOlOOrf'^TÍ<'^rj<t*t>
5 o
CO
^
<3>
O
O
OO «o
s
co
o co 00 "*♦* o
ixD. o cq cq p
■^líSocooi^cd^
8 8
-* <ft 0Í> J5
^
co co co co
o co ^ o
Ci Oí 00 (M o co t^
1-1 iH iH »-l iH (M Cí
CQ
O
fe <5
> S
«T O
* -. -^
O 12 «5
o 5Q 1-5
^ 'S'
S 'o
Ha 5S
<tf ce
CQ CQ
a
5 9 3
&^ O ^
rt 5 g
*a ^
o
g s.
Oí o
o o
o fl
o
c8
&á
eS
s
c
£
-I
Digitized by
Google
tt
*>s
lili
I
>5
1
3
•
•
<x>
o
o
Oi
<M
rH
co
CO
d
d ;
o o t- f-H «o
O) o co "rH o>
QO co co OD -^t*
C^ '^ <^ o> efe
i> i> d d d
í^
co
o
rH
o
5
co
o
co
cj o
o
CO \o
iH CO
co co
00
o
o
co
co
0> l^ 00 r-l
O CO C^l IÍ5
^
c^ c^
se
S
oo
00
00
rH
g
§
^
i
00
s
00
rH
00
oo
i
.c5
«5
ó
*£>•
ú
O
a>
•
j3
fl
(D
d
0)
• a
m
Q
(^
a
Q
W
1^
00
00
co
o
id
lo
w
CD
§
8C0 CD <p
c^ tH 25
iS
co CD
0^
(O
O
o
o
§
00
00
O
SCO rH C^
-^ M lO
O
co
^
co
o
co
co
G> C<l
cT
'o
a
^
o
0
a
O,
O)
s
i
o
o
o
o
c8
cS
O
Q
O
as
I
I
c3
OQ
I
I
Digitized by
Google
14
ObserracíoiHS émm corresiienlioites al nes ^ Eeero de 1892.
r
ORIZASA^
HOBAS
Amputad án-
folo-Tertkal
Direcolón apft*
■^.í!'»
FBCHUS,
•
III.II1.
raite
nijSattL
b.
m.
4
5
08
p.'Ul»
0.3
W.
I.
5
8
85
V
0.2
. NW.
»>
8
50
9f
0.1
»»
)>
6
c 4
50
v
0.2
W.
»
6
31
1f
0.4
sw.
7»
7
35
if
0.2
NW.
97
11
10
17
a.m.
0.1
n
V
3
25
p.m.
0.1
»
9f
4
15
1)
0.2
tt
n
13
9
31
a.m.
0.2
t>
9J
10
02
}}
O.l
>}
1}
11
20
V
0.2
n
9}
12
43
p.m.
0.1
»
»»
5
32
V
1.8
SMJdUc wvw.
n.
10
28
JJ
0.3
N.
I.
14
11
00
a. m.
0.3
kW.
9)
11
34
tí
0.4
V
15
8
00
jt
O.l
N.
ít
8
14
f)
0.2
NW.
}}
10
55
p.m.
0.4
WNW.
V
17
5
55
a. m.
0.1
N.
19
5
03
p.m.
tjKiidhU.
99
5
08
)i
0.1
wsw.
91
21
9
1
00
31
a. m.
p.m.
0.1
0.3
Níi'w.
19
3
10
fy
0.1
WSW,
»9
23
2
25
a.m.
0.2
WNW.
M
3
08
V
1.3
»•
n
Digitized by
Google
í
1»
FBOHAi.
HOBáIL
Anplttodáa-
gnkHr«rtlc«L
BwaladcFo-
26
6
10
28
5
55
•9
12
11
21
12
05
1
04
7
28
31
6
05
6
05
8
45
a.xn«
p.m*
tf
»;
a. m.
p.m.
0.1
0.1
0.3
0.2
0.1
O.l
0.1
O.l
0.2
0.4
NW.
a Mota,
Digitized by
Google
II
<
H
O
>A
O
O
H
tí
o
Q
í
tí
Oi
m
o
3
0
d
I
^
1
o
So CO o eO ó tOC9 o 00 QOI« ^
co
ai
oo B
¿3
ÍZ¡0QC3Q^^;?ISZ;^»IK:0Q00
AQQ CQ "^ CO
ocoioo<o»-^eo<ot*io«c<i
@S<vSSoScot«cOkolo
t«AC0'^tAOC0<-4C10ieiO
COCOC^CQCOCICQCOCOCOeOCQ
-^ -^J
wÉa^s»l»?<á<SáS
I
o
o
■^1 ^i-<*H^r-l I
o
Digitized by
Google
ADDieDlA habido eo la Biblite de )i Soondad dorante i tté M.
AH£JtO A ¿A É£l^^ DfiL SEOSEtAfitO {(£»SbAL.
< Lm Dombnt d« loé donadoret «tíb con letx» cursiva; los miembros de la Sociedad se hallaii
deaigoadot co» MW) - * /i
Anntiaire ¿e Í^Obflerratoire fioyal de Bmxellei. IM. (A. ÓenU. S. J.,
• Mb.)i8« •• ' ■■••• ■ •• ^,:-":-v
Annaairedn Burean des Loaptudest 1891. FaiÍBfOavl^iet^ViU/a^^,]fi?
AlbteoKt Th. PW>TÍ«0i1del:i¿ Sestil táÜé'det beóbáieMxltlgffirliliett íti fibrlin,
Potedam uud Prag betreffend die Ver^dénMélt^eil i^olli6Íie.-^ítir El-
klaruDgder beobachteten Breitenanderoiigen . von Prof. R. Helm9rt¡.
Éni^íhind Ó.f )íb. denülierte eleiñeiit» nñd B^hcrnei^de' áés Ehükti^éohen
' CúmététimiWl. 8« St; PW^tsbtirg. 1*1: '- '^
' ■ ,- \ , ...... .' ' . . . • -.•
Báreena M,, Mb. La Industria Seríeícola en el Estado de Jalisco. 8? Méxi-
eo.l8di. ^ ..■••.• > '«^. - ■■ •;'''•' ••■-'•
MarM Qtor^, lCb« Lasaré jOaniot.d'ap^ üa tetnoili 4e ia vi« & dea do-
imménia noúT«aia (BibEothéqiie Qilón. 1^800 &9L ld9)í.^-01aiide Ber-
Báid (18»K 12?)
BuMW* «^1 Ifb. Dm ESliigli^ PreuBÉlIfehe Ifetoere'kpgtsfahe íxAtltQt Ifa
Bétliii und tfMsen Obi^emttetiiim M Potsdauí. «?^ BeritO; 1890.
Revista [ 1899-93.} •^
Digitized by
Google
18
zoneoolonizzabiledell'EritrMiedéllefinitiineregioiiietiopiohe. 8? 1890.
(Prof. F. Bor$ari, Mb,)
Barba R. Lecciones prácticas de Mecánica Agrícola con nn estadio especial
del arado mayor. 8? París, 1890 (G. B. Fuga, Mb.)
Borsari F., Mb. Etnólogo Itálica. Etruschi, Sardi e Sécnli nel XIV? Secólo
I /J)i4Vi|.df¡llí^EtáVp)^._,9?iWa^li¿ ,¡Í ;j
Berliner Zweigyerein der Dentschen Meteorologischen Gesellschaft, 1891.
(Dr. G. Helmann, Mb.)
BergetA-^^^)^|tf0^^;>^e'dw.coAl9urs.pavU aátboda inteI|éM^t^l]f de M.
Líppmann.^ 18? í^aris,^ 1891 ^Gauthier^yWlars).
Beristain. Véase Laurencio.
Blanchard Dr, B, Los aninndés páiMioi^ iniaroddcidos por el agua en el or-
ganismo. 12? Londres, 1890.
Bagneris G. Manuel de STMonlture. 12? París, 1878 fJ. PHmbert, Mb.)
^tetC. Elcopimlenl^ de las ayas. Traducido por D. Mariano Verganh
Aumentado con una introducción original del traductor de la obra. 18^
Madrid, 1890.
Beirárand 3,, Mb." Elóge iiistónque de Lóuis P'oinsot, Membre de 1 ' Institut,
^ ^ans li| 4|6anca pn^qae annueUe de I' Aeadémie des Solfraceá du 29
¡ I ' , * , ' ,
Carta (Bosquejo de una) Geológica de la Repúbljca Mexicana, formada por
una Comisión especial, bajo la dirección del Frof . Antonio del Castillo,
.. Piz^ter de ^aS^uelaN^cipnal de Ingenieros. 1889 O; 3000000} .—Carta
Minera de la Bepública» M^xici^na foj^mi^ por el lo^nieio de jpüna^ An-
tonio del Castillo, etc. 1889 (1 : 3000000) (Ingeniero Antonio del CaHüio) .
Carta General de la Bepública Mexicaoa (1 : 2000000). París.— Bosquejo de
una Carta Geológica de la id. (1 : 3000000).— Carta Minera de id.
;> (1:3090000 ).^€artadelosFerroearrües(l:200f 001^).. Ptiris^^Cbrtas
:.t( AgronómidflS(M)tii; Tri|^o, AlgodÓQjCafé), AgnOógica, Altínrftricay
Climatológica de la Bepública (1 : 3000000). (Secretatéi, d$ fbmenl»;.
CHómen^ B. BIétodo piáetico paiüa determinar eooieaMMititqá el t^pipode «f-
poiA«l6&«ti Fotogialítt. 18? Tacubaífa, l3m,^^*^E^xgmMbn HúlfmtX de
Digitized by
Google
misión Gtóographique Ezploratríoe Mexicfime. OftMogue fréoédé de
quelques notes sur son organisatSon ei ses travanx. — Notice snr les Etats
Ünls du VénézñiSla.— Le Mexlque i»r P. Biactícoiü.'^lfessagé tfaíWrf-
dent de la BépuMique Argpántine Dr. JL Jnare< Oélman, 7 MAn889.—
^pport dn Oén^nl Porfllio Diac k seis oompairiotes, 1880.— -A. de la
Bosa.' Ebtudio de lá ñfósoña y Ht[üe2a de la lengtia itteüdáaa. Goádala-
jatft«1889.~A.Sailto8co7. IkfiesUdélostastoaües. €hiadálájatá, 1889.
—A. García Cubas. Étude géographiqtie, statíbtíqne, deseriptiye et his-
torique des Etats Unis Mexicidíies. México, í^^. Cuadro |^ogr&fíco,
etc; jSfézicO; 1884. --&f. Ramfrex. Noticia histórica de la riqueza minera
de México y de su actual estado de explotación. M^óo, 1884. — Ú, de
María Campos. Datos "Mercantiles. México, I8é^.— í). Orvafiañosl En-
sayo de Gko^afía Médica y Climatología de la Repúbfiea Mexicana. Tex-
to y atlas. México, 1889.— M. Martínez Gracida y 0. D. Vázquez. Cua-
dro estadístico de la Minería en el Estado de Oaxaca. iBléxícb, 1884. — '
dchweinfiírtli Dri J. Becoleccidn y eonserración de laá plantas' para co-
lecciones botánicas, principalmente' en las regiones tk;opicales. Tacuba-
ytkf 1991f IS? (]hgeniero Femando Ftrrari Péreg¡ Uh,)
Camot Lazare, l^on Qoicliotte; PoémehéroI-eomíquepféoédÓd^ une étude
Httéraire & bistorique par O, Barrol, Mb. 1891.
CadiatX. BfiaáuelpvatíquedflrlvfileoIrielMi. Chdde^ittleiWtttiígieétreii-
trétÍMidisiiHtallatíoBS<éleotviqiies. 18t Faris, 189^ BoMi^sf O
Pekunay J*. Lois des g]:and3 tremblsKfieQts de;,t0rre et leat pré^Mop. 8?
Pwrís. imTÍCh. B. Pug^ MK) ; • . . ^
Dára^kifBr. ¿,Mb. Cajstanit [N. Jahr. f. ¿in]. 189Ó. "^'/^ ,iV í
De Nuceio Dr, E., Mb. Interpellanza sWtanellá tomata de! 29 maggio' 1890.
, Napfli.— Una parola sull'inwni;pitáDaturale. Napoli^ 1890.-YF,4eBob-
bio & De Ifuaeio^ Acqua íerruginoai^^carbonaita delle calderalle iiuTea-
no. [Com. al XIII Congresso Med. di Padoya] 8?— Beligione e Scienza.
Napoli^J«91. :,:/,.
Domínguez M. Medicación evacuante. Ensayo terapéutico. México^ 1890.
• C. F« de Landero» Estudie sobire plata alotrópica obtenida ptíir xediMoión
• eon.elJBalatefMiNMKK Méiieó, 1800<^A«Le^a. Apuntes de Hidsogra-
* fia. MáxlM, 189a- A. U Velaeoo. fiÉtudb sobre iotif en<Sm«M»etéetrl-
Digitized by
Google
•tejMó eor^loa! dMT ik%ól' telMÉqJdil^fianMiád ««Jétt^fn.* UMóé, 1810.—
(Sr,D,Lük€^óiixlUetüifrtffón}.
•■•/ " ' t' j ■ '• ' . •
jEiiM«r^ a, I l|D^^ gi^.;^bibüofr«|4úead9«3cÍ0noesMftU»émittl(|iie«. 1B90.
'-^Bov 11^1 iJxéoij^Q de Ke^^er éqi^vi^aot k rintégrfttioii d'une íonction
trígonamétriqi^, 18$9.— 3ar. un poi«t ,dii pr^bléme dea ÍBopérim«tre8.
1888.-T!^ttr ^roU patita trotea rofttb6in»tiqu»s %^trib]a6t ^n pavapt sné-
doi» Pedar Mi^iMon. ^?^.— Nouvelle ijiotioe auy up Mémoire daCb. Gold-
b^icb, relati f ^ 1^ Bimu^tion dea a^rieaf pablléii Stockbolm en 1718. 1887.
— üntbéprcmedaGoldbacl^'IietiiroáD.B.Boncoinpagul. 1885.— Enut-
, nuel ^vedesborg Sasom maieii>atik6r^ 1890.— Med^aode opi Sveden-
,, boT|p iiMiteiBatiak& ,ajrbQ^n. 188Q.--|Itt par íormler fór beraknmg mí
, ; mort»litetaxi mom paosiouakaaaor eUe^ aixdi» alutiia sallakap. ],89l4-»-Oiii
de baíoll^iipgwtatiaka ioroaleraa fór beraknmg af dodligheten under
fóratalefnadfaret, 1891. -*GTi|oeraindoVioufiA (1840-1880).— Omdennya
upplai^ f^ ChJUeia aamlade ^rbeten. 1890.— Om mal^tet for dodligheten
^ íf)om en beatamd alderakla^aa. 189|.— 3i4i^ ¿ül de matep(iatiaka atodier-
naa hi^torU i ^verlge upderfenjLtonl^undrajUlet. 1889.— Om en afhand-
ling ar AacoU rbrftnde ifitegratíon a£ dilíerentrale qyationen A^ v=:0 fbr
en gif Ten Biemannsk y ta. ] 887. — Harledning af en íormel inom den mk-
témati^cQi^at^tUcen. ,:|.S91;— i^via fer aat^. at^ den foUatandiga inr
tegralen till en difit^j^enaei^y^ation %£n; jt^ ordningenlnnehaller n arbitra-
ra konatanter^ 1886. — Anteckningar om matematikem Petrua de Dacia
r oeb ]|(iila4dniítorM.f<86lír86.t*-Oiii CkiOantora nppmt^ : **l¡hét (Me ran^
ebied««enÁn8ftditenÍnJBesiigaiif>4ieaotaaliiiieodliobanXálil«^ 1885.
— Om upptttckten af den Enleraka aummationef ormeln. 1879. — Boncom*
pAgni. Interno alia Biblietheca Matiiematiea del Dr. G. Eiieatr^m. 168S.
Suter. Bibliographiacbe notis über díe mattienmtlécfae-*UÍ8toriileben ata-
dien in der Sehweiz. 1890,— Hnltacb, ''G. J. Aljman. Greek Geometry
from Thalea to Enolid." — ^Dickatein . ÍTote bibliographiqne aur lea étndea
hi^orico^mathémf^tiQace e^ Polognf . 189SL a
mÉ» Dr. J., Mb. &Lenk Dr. B,, Mb. B^tt«ge 2tií Geologie und Pal&onto-
logie der lle^ublik MexTko. lH tbeil. Stattgarfc, 1891, i? Urna.
García Cubas A., Mb. Diccionario Geográfico, Hietórico y ttbgráfloo de la
República Mexicana. Entregaa 73 ¿ 83.
(H^miinatít Cr., líb., Compendio di alcnné leaioni di SiamolegU ienute nel¡
' Oaaervatorlo Xüneniano 'di Fir«ilae: AqnUa, 1800i««-Sj« nMve idee anll'
metttflolti. Firense, I801.---Áiit<mio Btoppaiá.-Oaaém»ioiil di Marte
Digitized by
Google
ii«»'opÍMMlii<me M'MO riliOimv¿torfD,ghnini<n> di Jimnadi Bo-
ma, 1891.-L ' Eodfiwe^ telé Ael 17 Ctiugteo 1880 ifi FkéiMe.**^Maggi
ed Ec^Hsai nel Maggio-Giugno 1891, Firense;
Girará J. BeohercheásurlefltremblettiéBtsdetcrre. París, 1890. 8? (G.B.
Pusfa, Mb.)
Gfocker. Grtm¿rt8É der Miü'eralogie, mit «iaflofoluju d«r O«o||^oti» tmd Pe-
trefactenknnde. N^mberg, 1839. (C F. de Landero, Mb.)
GrévyA. Compositions donnéea depuia 1872 aux examens de Saint^Cyr. Al-
gebre «t Géometrie. Parfg, 1891. 8? (GauihUr-ViüarietFas.)
Hann Dr. J., Mb. Ver&adexüebkett d^r Téwpenitiir ia CMetreich. Wieo,
1891. 4?^mtid!enübé^dÍ6litiftdraek-^unaTeiiip«]m<nivvw^
dem éonnbückgJpfBl; Wi«i, 180lr 8?
^»iuiG.,S.J. "Darwiia«we'f4eJtf.WaUaed. BnuellfWk Mh (JLP.A^-
Eaton de la Gou^iérCf Mb. Sar la durée de révaporation daps les gfénéra-
teurs. Parla, 1891.
" * » *
Heümann Dr. G;, Mb. Meteórt^oglsolie Volksbüeher. Bsriin, 1891.— Baricht
flber Vergleicíiende beobaebttmgeií aü Bf^genmessem yersobiedener
Konstmcktion tn Grosse Liebterfélde bel Bstiiá. BcirHni 1890, fol.
fftrmiieCh,,W}. Ooms prof^ssó i la Faculté d« Boieauea de París, r^digé
en 1882i>ai'M. Andoyev, él^e^l^rÉeóleNonllsb. i^éd^^ffe^ue^tang-
meatée. Pkris, 1891. 4^— Siir-Ies radnea de k foiuitien 8pbérÍ4|«e de
seeonde espéce. BatínÜ 4' ame leitre k M* Leveh. lAim* de laF^e- des
Se. Tonlouse].— Académie des Seienees. Disooursde M. Hermite, Pré-
sident, Ib dans la séaüee pábHque aimttélle' dn hm^ 29 déo. lé90.
Herrera Ptof, A. L., Mb. Diálisis química. Aplicaei^es del stil&to de cal.
1889.-^aéb6pteros dé MMéo. 1882,-^irota Pélwtóva k las oa^SM q«e
producen atrofia de los pelos. 1891.— AparatoS'dé li£ fonación en la Or-
to^ Vetula Maocalli y en el PühyopkU Deppei. 1885.7-Nota acerca de
los vertebrados del Valle de México.— El Valle de ííiiáco considerado
como provincia zoológica, 1890.
Hciden Prof. Ed, S,f Mb. List of records earthquakes in Caliíomia, Lower
Califomia, Oregoñ and Wasbington Territory. Bacrkmento, 1887. 8?
^ptf JliV.i£xpl»ratÍMMÍnMaxioo. OmstáeeaíromiheK.OoaatítfYiieMMi,
Digitized by
Google
Jiménez J. Manual de Administración Económica j Contabilidad Bural. Mé-
xico, 1885. .8? (Bihliokea '^Bamen» iStt^/' án TacaUya). ;
Eirschmann A. Ueber die quantitaÜTen Verhaltniase des simiütanen Hellig-
keitaHtndFarbenrCoatraatM* Leipsig. 1890. 8? (Dr. Juan Félix, Uh.)
, / , - , .
KobeU. Qrundzüge der Mineralogie. Nürnterg. 1838. 89 (C, F, de£andC'
' ro, Mb.)
f t
Kceniffi G., Mb. Sor la forme des conrbes k torsión constante. — Note snr lea
> éonrbee doni lea tangente» fto&t partía d 'un icompleze llnéaáre.-^Sur V
enploi decertaineaíotmes qUadvatiqnes.en Oéometric^GontEibiitions
h la théorie da cerde dans 1 ' e«paee« [Axk, 4e la Fac. dea So, deToulou-
sej.— -Sur la diatríbution des volnmes engendres par un contour íenné, .
toumanH} autour de toutes les droits de i ' e8paoé.--^Qk'le8 surfaoes d<Mit
le di^ peut étre ramené du plusieurs manieres ai type de Lioutille.—
Sur le Yolome engendré par un contour lié inyariablement au triédre d'
une courbe, et, en particulier, sur une propriété des courbes de M. Ber-
tran4'— Bechercbes sur les surfoces par chaqué point desquelles passent
de«x ou pluaieuffs coniques trajees snr la gori^e. [€. "B. át l'Aead;
. • def Se.}.— U^ tl^éorempí concemanli la sjurface de Stei^er, et 1' ensem-
ble de.trois eouíquea qui se ooupent d^n^ T espacQ L^ul* desSc. math.]
— Sur la détermiuation genérale du volume engendré par un contour fer-
mé gauche ou plan daña un mouYement queleonque.' [Jonr. de Math»')
-^6ur uno olasse dé formes de différeniiéUes et su^ laühéoriiedee systé-
mes d' elemente. [Acta ma;(íhematica].^^NóuTtelléi recherohes aur lea
équatíons fon¿tioneUes. [Ann. der£e. Noañnak].
LuptonN. T. PrhicápioB elemanMlea de Agricultura Gieat(ñca. Nueva York.
1889. 18? (Lie. B, Manterola, Mb.)
l4iffitte P. de. Bs^ai d ' une théorie xationneUe,<lea S<^étés dea Secouia Mu-
' taela. Pari% 1890, 8? (GauékUt^riüari U FiUJ.
' ' . .1 ■ ■ * '
lAinderQ O. F. de, Mb. Sinopsis Mineralógica ó Catálogo (lescriptiyo de los Mi-
nerales. México, 1888. 89-r-Pink Grosularit from Mexico> Í89l [Am.
Joum oí So.]
'.■'''.
LtmeoHei' A., Mb. Le climat ie la Belgique en 1890.. Bruxelles, 189L 12?
LodgeO. LeathéorieamodenieaderÉlectrittté. Eflnid'oMliiédriéiUNi-
Digitized by
Google
▼•lU. Tra4iiit4#rM4(UUeiaiaQtépArJ«fMeyJ|Mi, Iji^ieurci^ Pa-
LeyyU. ZoóohemiiBohe tJntenuctmi^g de? MilUldArmdnútfie fl^^^er] ron
Helix pomatU. München; 1890. 8? (Dreé Édix ^ ZcnJs, Mbs.)
Laurencio J. B. y^. Beriatain. Catálogo siatemático de las ares de México.
Tacubaya, 1891. 8? (S, BerUtain, Mb.)
£oKa Fk^. Qinú^ Mb. I PdMgooldi Ponoelet. Tori&o, 1889. 8?— II paMato
• il presente deUe ptlneipali tasie gM^metriohe. Torino, 1887. 4?-Il
período áureo della GeometiiaGteca. ToríHo, 1890. 4f«-*yitae opere di
F. Caaorati.—Ü teorema íoiidamentale deUa¡ Teoría delle equanone al-
gebríche. 1891. — Classifícasione delle trasíormasiopi railoñali dello spa%
sio, in particolare snlle traaformaiioni lU genere aero. 1890. -«Le traa-
formadoni radonáU delk ipaaia dalerminüibe da una auperfieie genérale
di ten'ordiaa.' 1891.«*->49ulle en ti geoiAétiiok gesevaU da formo, fonda-
mental! in oorrespondenza algébrica. 1888.
Laerotx A., Mb. Sur qnelquee enclavas dea tracbytea du Mon^D^re et en
particulier sur leurs enclaves de roches Tolcaniqaes. 1890. Note sur les
Andésites & bTpérstbéne du Catítal. 1890! fBull. Soc. Géol. Fr.]
LealM., Mb. Laa llurias en León. 1891.
Mateoi, Véase Fuga,
Memoria presentada por el Ejecutivo del Estado & la XII Legidatura Cons-
titucional. Guadalajara; 1889. 4?— -Informe sobre la Hacienda pública
dal Estadio de Jalisco, por J. M. Góm^, Ouadali^ara, lfi|9(]l. .4? (Jng. ^.
r.Poical.) , ' , ' / ' ,,
Mager H. Ueber das Pimelin-und Aselamketon. Leipzig. 1890. (Drti, Fe*
lix 4- Lenk, Wm.)
Maiáen Jl fll Wattlés and wattlé-bárks, beíng hints ort the oonservatlon and
oUltiTátlon of itrattleé, togethé^ wüb particruUm of tbeír vahte. Sydney,
1890. 8?— Notes én tÜé resins of irro Quekisland species of Araucaria.
Brisbarie, 1889. 8?— On grass-tree gum. Sydney/ 1890;* 89— Maokat.
^itrod^ction to 4>natralaaian Agricultural Practice. Sydney, 1890, 1,2?
Baiísay. Notes on the Zoology of Solomon Islands. Sydney, 1882. 8?
— Description of a new species of Therapon from the 2iíacquarí Biver.
1881. 8?— Castblnait. Essay on thelchthiology.of PortlJacksón. Syd-
' aey» 1878. 8? On aeveral naw Aualsalian Frepeh-Water-Fis^hes. .1878.
8? OnaBewQanoldFisk&omQueenslaad. 1878, 8?-nNeFBout^ Wales,
Its progrese and resource». 1887. Sydney. d?*-tProQeedings of the Geo-
Digitized by
Google
' gráphieal Soeiét:^ (/^A1lflttt]ttia [17: 8. W. má VMovÍmi Br.] Volt. I
ft n [168a-8i]. Sydney. 8?-^Tiiftii«aetioná má PrMMdiii^ di ibe B.
Geogr. Soo. of A^uinüiuiift. N. S. W. Branob. VoU. HI ft IV [1885-
86]. Sydney. 8? (J. H, Ma^Un, í, t. í-, Director deí Museo tecnoló-
gico de Sydney).
Mendkábal Tamborrtl J, de, Mb. Tablea des Logaritlimes h hnit decimales des
nombres de 1 & 125000 et des íonctions gonioüxétriques un., tang., eos.
el cot, de o«ntíinílligoiié en eeatiziiilligone ét de mtoogone en jaicrogo-
Be poof les 25000 pmnlevs aúczograes eb ftT«« sept declínales pomitous
leB Mitres rnterogonesi Paria, 1891» íol.
Miquel. Manuel pratique d ' analyse bactériólbgíque des eaux. Paris, 1891,
189 (OautMer-riüars et FiU).
átoñéétíut dé JMOrn Fiéb^Wtn LeMhrador PrAftoloiábieii. ÉMlsaarehéolo-
^tieé. Pxé£ao# U Mé¿ le láwqvis' da Madámato. Paxis, 1891, f ol.
MarUna Oraeida M., Mb. Catálogo de la Mora y la ^auna del Estado de Oa
juusa. Oüta^ea^ 1891/ 9? ./
Muttoz Tébar J, Estrellas fugases, bólidos y aerolitos. Caracas, 1891, 8?
Meteorologische Zeitschrift. Wien, 1890 }r Enero 4 Noy* 1891. (B, 4ífuilar
y Santiüán, Mb.)
Afen^vtdbal Jote, Cuarto Almanaque de Efemérides del Estado de Pue;bla pu-
ra 1892. México, 12? con un plano* , , ,
Ñavailro y Cf PMmer Directorio Estadlsüco de la Repúbhcá Méidcsná. 1888
á 1889. México, 1891, 4? (Lie, B. Manterola, Mb.)
Newman, Véase Solazar,
Oncken Oi^mermo. Historia universal escrita parcialmente p^r yeiatidés
Proíeaores aiemi|nes> bajo la diveccidn del e minei^ bistocí^gn^o
Txadfucoié^ directa del alsmáui revjÜMda por D. N#meMo Femándea Cues-
. ta. BaroeloM» 7 .tomos foL, figs, y Ums. (Hg.StaneiMeo Qo/ríbe^, Mb.)
PalmieriL., Mb. Nuovo Reometro per lo studio delle correntl tellúriche.
Napoli, 1891, 4?— Sul periodo diurno dell' electricitá atmosférica. Ki^kh
1Í,1S^,49
Pérto E. y Oaríbay F., Mb. ConteéttMi^ al otrásoulo «(He publicó el 8r. B.
Mállén, oon motÍTO d» la erítica á büS '< Elementos de Tepografía, Dre-
nage y Biego*." Méideo, 1891, 8?
Digitized by
Google
25
PUUer S,, Mb. Apuntaciones sobre el clit&a y g*eográf£a de ]« Bepúbliea de
Costa Rica. San José, 1890, 12?
PiMztíU F,, Mb. Oontribuziont alio stndié geométrico della soperñcie terres-
tre. 1888.
PhitífpiDr, B. A., Hb. Gatalogus praevitis plantanmt Iñ ftinere ad Tara-
paca a Friderico Philippi Lectarum. Santiago de Chile, 1891, fol.— JOes.
cripción de alguDoa ídolos peruanos del museo Nacional de Chile. San-
tiago, 1891, 89— Los Fósiles Terciarios y Cuartai-ios de Cliíle. Publicado
por orden deVGpbiemo. Santiago, 1887, 4?, láms.
Polalomhy H., Mb. y Opitz C. Mapa de la República de Chile. 1891.
Prescott W, Historia de la Conquista de México, con una ojeada preliminar
sobre la antigua ci,vilizaci5n de los mexicanos y con lá vida áe su con-
quistador Femando Cortés. México, 1844-45, 89, 2 tomos, Itos. ( D.
Franciteo Toro),
Prieto G. Breves nociones de Economía Política. México, 1888, lí?— Com?
pendió de Historia Universal. México. 1Ó88,']87 (Biblioteca *' Somero
JíwWo," Taoubaya). ,. . ,
Pvga Q, B. y MoUob J., Mbs. Tablas para el cálculo de la Refracción de mi-
nixtp en niin^tio. México, 1899, 8?
SagoMf Ptof, D. Gli Ósservatorii Meteorologici di Montagna. Modena, 1891
89, ]áms.~Sul calco}o delle osservazioni meteorologiche. MJodena, J 891 49
Btfína M, Snl método gráfico nel cálcelo delle ecHssi solari. Milano. 1891. 89
SuUe eclissi solari del 6 Giugno e del 16 Aprile 1893. Milano, 1891.
Beeal H. Exposition de la théorie des surfaces. Paris, 1891, 89 (Qauthier^
ViUarBttFiU.)
Sataxar A, E. y Newman C. Examen químico y bacteriológico de laa aguas
potables con un capítulo del Dr. Rafael Blanchard, sobre los animales
parásitos introducidos por el agua en el organismo! Londres, 1890, 89,
Ums. y figs.
Segura J. C, Wo(. El Maguey. Memoria sobre el cultivo y beneficio de sus
productos. Mé^co, 1891. 89, lims.
Siltestri O. Stlllé eruxionl céntrale ed eccentrica dell ' Etna scoppiate 11 18
e W Magglo 1886. Catania, 1886, 89— Sur 1 ' éruption de 1 ' Etna de mal
ReT¡stafx89a-93.)-4
Digitized by
Google
26
U> Biedel),
9pü E., H;b» Phjraiqíw »oUire« 1891. (Ana. Ofosorr. B. BruxelfesX
Stioh C. Athmung der Planzen bei yerminderter BanentoffBpannang und
bei Yerletrongen. Mwrbmg» W^ 8? (Dk. J. FeU*t Mb.)
Stidlijes T. J. Sur les racines de la fi>netiozi spliérii^iie de 8e<;onde eep^e. Pa-
ría. (Ch, Sermüe, Mb.)
Sioffaes L'abée. Coors de Mathématiques sapériextrs k l'osi^ dea Ouidi-
data k la Lioenee és Science^ Pbjynquea. Paria, ljS91, 8? (Gau^Jaer-Vi-
Uars),
SuárezJ. B. Baagoa biográficos de niños célel^res. Paris, 1878.— Rasgos bio-
gráficos de hombrías célebres moápTuop, 1832.~Ke8efia biojopr^ci^ de D.
José M. Morolos. 1877.— Nociones elementales de cipcias. Física^Me-
teorología, 1877. (BibUoUea " Bomero BuHo. ")
Towler, El Rayo Solar. N. York, 1876, 8? (Bihlidteca *'Bomro /ítí^o." )
Thiríon J,f 8, J,, Mb. La pbotographie des couleurs. Broxelles, 180^ 8?
(Rev. desQ^estions Sc;)' ,
Tkom$<m J. P., Hb. Notes on the Brísbane KiverFlooéi.-*ms H; Sir lfV9Uiam
Mac G^gor's Ascent of Mount Victoria, and Explorations of the Oweu^
Stanley Bange, British New Guinea.— Sir Willi^m Map Gregor * a tfpper
Fly River Exploration. — On the N. "É, Coast of ÉritishNew Guinea, and
some oí the «d|aoent laUnds. — The Isjand oí Eadavn*
Vkeatra Ignacio O. Pequeña Cartilla Histórica^e Colima. Colima, 1891*, 18?
Velasco A. L. Geograña y Estadística de la República Mexicana*, Tomo Vlíi
(Querétaro), IX (Oazaca). México, 1891, 8? (Secretaria de Fomento).
Vélez Dr. Daniel M.^ Mb. Coi^aideraciones sobre el puesto de socorros. Te*
sis para el concurso á la plaza de Profesor eu la Escuela Práctica Mé-
dico-Militar. México, 1891, 89
Z^HiJloe Dr, E. S. Description agréable de laBépubliquoJ^Jrg^tJne. A tra-
yers les Bergeríes. Traduit par A. Biraben. 6? Paria, 1889 — Painé y la
' Dinastía de los Zorros. 129 Buenos Aires, 1886. — Callvucurá y la Dinas-
tía de los Piedraw 2? edición. 129 Buenos Aires, IjBftp.r-Ejb l^trjfpí^ff
CiviL— Discurso pronnnci^o en la Gámapa^de IMpjotta^p^ E4íciép,j)ri-
Digitized by
Google
37
liAO diÉMli;e €l «fio «dlDÍBMiiMivo ^e ^ db Magi« 4é 18S8 4 5 ^
1884. 89 Buenos Aires, 1884.— 2» Exposición IntemaM<mail de Qnnade-
1^ 7 A^icultuní abie^Ui em ia C«|>Ual itei* ItQRÚblica AxgenUna en ]^
yo d« !L890.*-B!t>letíii del Instituto Oeográfieo Argantin^H TomoX, núm.
U, 1890.T-Ai»teoedentessobi'e Ifteituación de.ks servieioft de Correos j
TflégBaíoffjr medidas «doptadss para su reorgpaoiaación desda el 8 de
Agosto hasta el 31 de Diciembre de 1890. 8? Buenos Aires, 18M..^Ins-
tniecione& postal.üp, 1^9X.— Beglameirito de £iieonaieBdf;B postales, 1891.
—Ley de Correos, 1891.— Ley de TelégríCfos, 1801.-4 jpusejo Hscoíar del
1 1? Distrito déla Oa]»tal. Oxgan»aci6a y dá^eiplins. Buoimm Aires, 1888.
Exportation oí meat fjpom tbe Aigentiae R«pT^i>]3«. Inioiaüve of the Ru-
ral 8oeie^. Bueiios AkeB»l880. (Dr. Edtanisl«u> 8. ZéMit», Mb., Minis-
tro de Bekusiones üxioitoves de la Eep'61i>liea Affentina).
Zend^as JoU, Tablas Psycrométricas calculadas para la altura de México.
Tablas abreviadas generales^ 1889, 8?
Zengtr Prof. 1^, W.ylSh, Bescbreibung der Ausstellungs-GégenfitSnde. PW^.
1891, 89— Dié Meteotologie der Sonne und ibres syiBtemes. Wlen, 1886,
89— Die Spannungs-Elektricitat, ihre Gesetze, WlAungen-und tech-
nischen Anwenduugen. Wien, 1884, 129— Die Meteorologle der Sonne
und die TvetteSpirognose des Jabres 1886. Prag. 1887, 89
ZuJtnaw Dr. J. B. La Escuda PtixMíria ea ^Vanóla. BuesoiAir^, íS6h^
PÉbMMdotM iMuübw fnr •• eéiió SirtMl Ifirtto r ««MHim
( oUmiqíies 8«r 1m airts etii« aumnfaetMrM de la €lYaiicto<^Bretagne$
traduits de Tangíais de Samuel Parkes et de* Martin ]iar M. Delaunay.
Paria (Ch. L. OoiM). iSSe, «9 3 1.
Annnaire daáiS^eaoéa CÉdmiquea ot Bafi^pért sor lea progvés dea scienoes
Uatnaéilés^ pvdMttté i^l'AkadtaU de StoékhiOm pw Bmtífvs, tmduit
par H. D. París (Tbomine), 1837, 39 1 1.
Le Ltvre de la Naiare|nlr l«3>r. Ft. 8bfaoMaetv IKi^tenir dn T ÉMle Jaduv*
Digitized by
Google
28
trielie á, MiiydDe«. Trttdoit piMr Ad. BéMer, JPv6f. i Vhat, Agríeol» de
VÉtaJt, k 0embloii9<«-Pb78ÍqTi«^AiBtroiioinie*GliÍBiie. Pute (Mhsoii),
1865. 89 1 1,
The International SoientiBts'Dbeetory. Oontaixring %he namee, addresses,
Bpecial departmenii oí etady, etc., óí amatenr and proleasionar natu-
ralista/ ohémitS; pbysiciate, astronomero, etc.; ete., in America» Barope,
Afiia, África and Oceania. CompUed by Samuel E. Caatino. Boeton,
1882. 8? 11
Professional Papera of the Signal SerFioe. Ntols. % 3, 6*12, 14, 16 & 18.
Washington. 4? 1 1.
Mdromenanra, "por M. Fernández Leal. México, 1884. 8? 1 1.'
El Hierro, por J. Gamier. Madrid, l^Q. 12? 1 1.
Memorándum éobre el proceso del Archiduque Femando Maxliniliano de
Austria, por los 00. M. Bi7a Palacio y Lio. R. Martínez de la Torre.
México, 1867. 8? 1 1.
Disciursos leídos ante la B. Academia de Oiencias en la Recepción pública
del Sr. D. Daniel de Cortázar el 19 de Julio de 1884. Madrid, 1884. 8? 1 1.
Memoria del Secretario de Guerra y Marina. México, 1845, 8? 1 1.
Biografías 4e mexicanos distinguidos, por A. M. Onedo y Romero. --rSigüen-
za y Góngora, AlzatQ, Clavijero, Gamboa, Gama, Tresguerras y Nava-
rrete. ParierMéxico, 1889, 12? 1 1.
Biografía del general J. de San Martín, por R. de la Fuente. París, 1868. 1 1.
Introduction álaGéologiepar J, J. D'Oraaliusd'Halloy. París, 1833. 8? 1 1.
Elemente de Géoiogie par id París, 1889. 8? 1 1.
Ouüines of Mineralogy and Geology by Wm. Phillips. London, 1826. 89 1 1.
Documentos oficiales recogidos en la Secretaría prí vada de Maximiliano. Hia-
toría de la Intenrención Francesa en México, por £. Lefévre. Bruselas
y Londres, 1869. 8? 2 t.
Instruction sur l'essai des matiéres d'argent par la voie humide par M*
Gay-Lussac. París, 1832. 89 gr. 1 1.
Le Jardín des Plantes. Descríption et moeurs des mamifépes de la^énage-
né et dn Mnaéom dL<9S«|«ate NaiuüeUe parM^ Bdtatd. Paríi44< 1 1.
An epitome of the elementary principies of natural and experimental Philo-
sophy. 1*^ partBy J. Millington. Xiondon, 1823. 1 1.
BuUetia de la Soclété d '.eneojuregement pour 1 ' Induatriie Nationaja* 3ft* an-
néé.' París, 1836. 4? 1 1. .
La pluie en Belg^que par A. Lancaster. BruadeUfis^ 1884. 18? 1 1.
Journal de Phaxmaeie et da Ohimie. IStomos oom^latoa* Pana, •89 .. .
Obaerr acides mignétioaa y meteoroldgiolui del R. Colegio de Belén: .Haba-
na, 1874 y 75. Fol. 1 1. ..
La Natura 7«année.l$79(2«8eBic«(fre). VtsÓA! Lii,ioi.
Digitized by
Google
AnoArío ühivenal, por F. Mata. lOxioo, 1884. 18? 1 1.
Esoritofi postamos del Dr. J. Balines. México, 8» 1 1.
Tha MendiaQts' and Tourists' Quide to México by Ch. W. Zaremba. C3ii-
cago, 1885. 85 1 1.
ConmoYedora narración del viaje de la Comisión exploradonw''Qrinnell" al
Ooéabo ártico en los afios de 1853, 54 y 55, por A. Sonntag. México, 1882.
89 1 1
Memoria para una Bibliografía Cien tinca de México en el Siglo XIX, por el
Lie. Manuel de Olagufbel. México, 1889.
Catalogue des Cartee, Plans et autres ouvrages publiés par le Senrice Géo-
graphique de TArmée. París. 1887.
Obseryatorío Astronómico de Zacatecas. Eclipse anular de Sol que tendrá
lugar el 5 de Marzo de 1886. Zacatecas, 1884.
Las Tempestades en Espafia.
History and work of the Warner Observatory, Rocbester, N. Y. Vol. I (1883^
Report of the Canadian observations of the tramii of Venus, 6**» Dec. 1882.
La nebuleuse d' Andromédo et sa nouvelle étoile.
Cálculo de altitudes por medio de obíservaciones barométricÍEis, por D. de Cor-
tázar. Madrid, 1874.
Carta que el Ing. de minas Santiago Bamírez dirige al Sr. Ministro de Jus-
ticia é Instrucción Pública, sobre la necesidad de establecer en la carre-
ra del minero la Escuela Práctica de Minas; México, 1876.
Falb. B. Estudio sobre los temblores de tierra, fundado en la historia de la
fonnación del Universo. Valparaíso, 1877. 8?
M. 8. de Bossi. La Meteorología Endógena. Milano, 1879-1882.. 8? 2 t.
PÜBLICAjOlONSS BECIBIBA8.
A0UA80ALiXii^DB& ^vfil Instructor.^' VII, 9 á 12. Vm, 1 á 8.
Ciudad Victoria. Gobierno del Estado de Tamaulipas. Memorias. 1B89 y
18B0.
OóBDOBA. SoeÍ6dadOwBlífioe«;iiit6i»ria <' J. M. Mena.'? lUviata mensval.
U, 8 A 12. 111,144.
Digitized by
Google
CHlLPAHOmao. GoMemo délSitado éi (huffíftro. lÍMUotias. 1870^ 72^ :W,
80, 83, 86 7 88. :
GtJAKAJüÁTO. Sociedad Gaanájnatense de IngenieroB. Boletín. H, 4 y 5.
■ Observatorio del Colegio del Eatado. Observaciones meteordftgicas.
1891, Junio 7 Agosto.
Jalapa, dobiemo del Estado de Yeracruz. Memorias. 1886488 y 1888690.
León. Observatorio Meteorológico. Resumen general de las observaciones
de 1890.
Míjcico. Academia N. de Medicina. "Gaceta Médica." XXVI, 2 A 24.
xxvn, 1.
- Asociación de Ingenieros y Arquitectos. Anales. U, 12 7 13.
— — Deutsche "V^^ssenscbaftliche Verein. Mittheilungen. I, 3.
— »— Dirección general de Estadística. Boletín semestral. 1889, 3.
"El Círculo Catóüco." 1883, 84, 87 á 9a 1891, 1 á 9, 11 á 17, 19 á
22724. )
Gaceta Médico-Müitar. II, 8 á 12. lU, 1 á 3.
Instituto Módico Nacional "El Estudio." III. 25. IV, 1 6 4.
"La Medicina Científica." IV, 1 á 24.
"El Minero Mexicano." XVIÍ, 24 i 26. XVni, 1 á 17, 19 6 27. XIX,
2422.
Observatorio Met^rológico <"]!entral. Boletín mensual. Besumen de
1889. m, 1 7 2.
Revista Mflitar Mexicana. HI, 3 á 5, 7 a If, 17, 19, 21 7 23. IV, 1.
Revista Agrícola. VI, 12 á 15, 17, 19 á 24. VH 1 á 3 7 5 á 12.
■ Revista Telegrifica de México. III, 1 á 11.
-^— - Secretaría de fomento. Anales, IX. Informes y documentos de Co-
merdo, Agricultura, Minería é Industrias. Núms. 65 (Nov. 1890)
¿ 72 (Junio 1891).^Boletín de Agricultura, Minería ó Industria.
Afio I, 1 7 2 (JuUo 7 Agosto 1891).
— — Secretaría de Hacienda. Sección 7^ Noticias de amonedación. Nov.
7 Dic. 1890, 1« semestre 7 2? 7 3? trimestres del afio fiscal 18904
91, Enero k Abril, 1891. Exportaciones, 1889 á 90, I** sem. 1890
á 91. Movimiento maritimo, 1888 á 89.
Secretaria de JulMa 4 ItBirQisci4n irfiUioi. ,Memoria (De 1? Abril
1887 á 30 Nov. 1888). 1889.
Sociedad Agrícola Mexicana. Boletín. XFV, 41 á 46. XV, 1 á 41.
Sociedad Cientklea "Antenie Alcate." Memoriía y Be^rfata. IV, d á
• 12. V,l72.
Sociedad Farmacéutica Mexicana. "La Farmacia." I, 11 á Si.
~-* Bodednd Meziosna de Gtjogtafia 7 Esttdístfes. BoMia. 4* épeea;
II.1&4.
Digitized by
Google
MOKTSBBKT. Gobiemo del Estado de Nuevo León. Memoria. 1889.
MdriHiTA. Gobierno del Esta^ de Mioboacáp. Memoria. 18&Q,
Miiseo Micboacano. Anales. IV, 1 y 2.
Drizaba. Boeiedad «'Sánebea Oropeea.'' Boletín. IV, 13 i22«
PuSBLA. Col^Q del Sagrado Corazón de Jesús, Besnmen de las observa-
ciones meteorológicas, 1380.
Casa de Mi^temidad. AzM^es de la Maternidad de Puebla. N&m. L
Hospital Genend del Sitado. Boletín. I> 1 4 Itf .
Observatorio del Colegio del Iglstado. Qbservacioitea meteorológicas.
JüoíVé, IHc. y Beanmen 1888. Snero k Oct., 1891.
Saltillo. Observaciones meteorológicas del Colegio de San Juan Nepomu-
oeao. 1889 y 90.
— — *« Gobierno del Ilstsdo de Coabuüa. Memorias. 1886 á 88 y 1888 á 89.
Sak Luis Potosí, Instituto Científico y Literario. Memoria de la Junta
Directiva, 1889 y 90«
Sak Cbi^fóbal laa Cabás. Gobiemo del Estado de Chiapas. Memoria.
1890 ¿9L
Tacubata. Biblioteca pública ''Romero Bubio." Boletín Bibliogrflftco y Es
oolar. I.
"Cosmos." 1, 1.
' Observatorio Astronómico Nacional* Anuario, 1892. Boletín. 1, 2á6.
Zaoatboab. Observaciones meteorológicas del Instituto de Ciencias del Es-
iaclfl, 1890.
Alobr.. Sorvice Météorologique de 1 ' Algérie. Bulletin météorelogique. 1890,
Nov. y Dic. 1891, Enero -Sept.
AhiBNS. Société Linnéenne du Nord de la Franco. Balletin. X, 1890-1891,
211-222.
Anchers. Académie des Sciences et Belle8-Lettre8.—Stattits.— invenir de
la séance solenneUe du 2* centenaire déla íondatíen de la 1' Académie
celebré le 1« Juillet 1886.— Séance solemñelle de rentréii á% 22 Nov.
1888. Disoour8.-*La Franee Préhistorique par M. Gartaiihac. Analyse
par M. £d. Piette. 1890.
Anh Arbor, Mich. Amériosn Meteorological Journal. Vil, 2, S^ft 9. VIII,
1-7.
ANVBRS. Société Bbyále de Géograpbie. Bnlletín. XV, 1810-91, d-4. XVI,
1891-92,1.
bALTUCORB. American Chemical JoumaL XIII, 1891, 1-7.
Jolms Hopkins üniversity. Register for 1890-91.
Digitized by
Google
92
Baboklóka. Agooiaeión de iDgéjiieros Industrialee. Anuario, 1891. B«trk-
ta Tecnológieo-Indostrial. 1880 á 86 y 89. 1890, 11 ér 12. 1891, 1
áll.
Crónica Científica. XIÜ, 1890, 314 Ss Í16. XIV, 1891, 316Í383, 936
y 337.
— "Industria é Invenciones." XVI, 14 á 17 y 19 á 28.
Beal Academia de Ciencias y Artes. Concepto de la Contabilidad Ad-
ministratiYa, por D. Antonio Torrens y Monner. 1890.
Basel. Naturforschende Gesellschaft Verhandlnngen. IX, 1.
Batayia. Magnética! and Meteorological Obsenratory. ObserVfUions. XII,
1889.— Rainfall in the Easi Indian Archipelago. 1889.
Bayoknc. SociétédeClimotologiePyrénéenne. Bnlletln, 1890, 10-12. 1891,
4-e.
Bbbgamo. Ateneo di Scienze, Lettere ed Arti. Atti. X, 1889-90.
Berun. Association Géodésiqne Internationale. Comptés-Rendns. Borne,
1883; l^ce, 1887; Pribourg, Sept. 1890.
■ Dames Félix L. Bibliotlieca Zoológica. 1891.
— '■ — Friedlander & Sohn. Bericb über di^ Terlagstbfttigkeit 1890, Oct.-
Dic. 1891, Enero-Sept Naturae Novitates, 1890, 23 & 24. 1891,
• 1-^1.
C^e8ell8chaft Naturforscbender Frennde. Sitinngg-bericlite. 1874-
86, 1890.
Gesellschaft Urania. "Himmel und Erde." III, 1890-91, 1, 3-12.
IV, 1891-92, 1 & 2.
Gesellschaft für Erkonde. Verhandlnngen. XVI, 1889. XVII, 1890.
XVni, 1891, 1-8. Zeitschrift. XXIV, 1889. XXV, 1890. XXVI,
1891, 1-5.
' Hydrographische Amt. Annalen der Hydrographie nnd Maritimen
Meteorología. Vn-XVH, 1879-89. XVÜI, 1890, 12. XIX, 1891,
1-10.
' K. Akadeviie der Wissenschaften. Matthematische und Naturwia-
senchaftliohe Mittheilangan. 1890, Oct.-Dle. 1891, En.-Ag. Sit-
sungsberiohte^ 1891, I-XL.
■ ■ ' E. Geodatieohe Institut.-t-Daa Koniglich Prenssisohe Geodatiiohe
Institut. Ans amtlichen anlass herausgegeben Ton F. R. Helmert,
Director. 1890.^1>ie Schwerkraft im Hochgebirge insbesondere
in den Tyroler Alpen in G^eodatischer nnd Geologischer bezielMing
Ton F. B. Hehnert.— Das Berliner Basisnet^ 1885-1887. Jahresbe-
rioht der Director, 1890-91.
. (Chniinmrá^
Digitized by
Google
((
MÉXICO.
»^»»V»<^>»»^»^^»^^»^^<MM»^»^^^^N^^K^>^»
Bevitta Oieatifioa y 6ibIi<igráfioa.r
te."
Mtas. S-»4. 1892-9S*
SESIONES DE LA SOCIEDAD.
Septishbre 4 DB 1992.
, . Flresídeneia del socio J>. Guillermo B. y Pnga.
COBBBSPOKDEKCIA.— Del Sr. D. Bafoel Boig y Torres (Bar*
eelona), dando gracias por sa nombramiento; del Servicio G^eo-
lógico y de Historia Natural del Canadá, del Obserratorio Real
de Ghreenwich, de la Asociación Geodésica Internacional, de la
Academia Beal Leopoldino-Carolinense (Halle) y de la Direc-
ción General de Estadística remitiendo publicaciones; del Se-
cretario del Gt>biemo del Eistado de Guerrero, enviando las
noticias de temblores; delsooio Dr.Nemofio Aadndd, partici-
paMb que ha sido nombrado Director del Observaiorio M«leo^
lológico mangarado el l?tde Agosto en ^lastitirto de JPaeliMlt
y ofireeiendo enviar las observaciones y demás trabajos cientl>
fleos que se «$«eatén« < '
PUBUOAOiQiKise. ~3a recibieron por primera vez las del Ob-
fltrvatetia da.Qreeawichi del Museo de la Plata y de la ComV
sióa Meteorológica de Aññón ¡ donaciones de los 8re9« Cúrrete
Rerista [ i89«-93.] —6
Digitized by
Google
84
(Puebla) j I^r. Heirera Mofreno (Córdoba), BUeho£^he^ (P^oíb),
Délapo ^^ Qabei^óix (8attt¿go deCX^iliB^ y-^üel^ Üijc^réii ñtí 1¿
donaciones, el Secretario 'general tídúLÓ espeoialilíefñte lá aten*
ción acerca de los cuatro tomos de las Gacetas de Literatura del
P. Álzate, dadas por el Sn Cártetd. '
TRABAJOS. — Alfonso L. Herrera, La IToción del tiempo en los
animales. El tiempo y la biología.
Joaquín de Mendrt&bal Tamborrel, Tablas -A los logaritmos
de las constantes A^B y C de la fórmula de Mayer.
Carlos Mottl, Microseismos observados en Orinaba. "Juhto^u-
lio y Agosio, 1892.
Elección.— El Sb. Enrique Gauthier-Villars quedó
nombraclo socío correspondiente^ en ^arís.
Postulaciones. — Los Sres. Rafael Bischoffsheim, miem-
bro del Instituto dé Ffaneía y fundador del Observatorio de
Niza, y O. CoUandreau, Astrónomo en el Observatorio de Pa.
TÍs, fueron postulados para socios honorarios por los socios J.
Heifidii^ábal Tamborrel y B. Agnilar.
Octubre 2 de 1892. .
Presidencia del socio D. Isidoro Bpetein.
GoEaxsPONi:>BNeiA.~I>eI Museo Teylar deíBarlem, de la
Soeiddad Bvoteriana de Goimbm, de la Sociédadr de Cimam»
Naturales deNantes, de la Sociedad FSIómáfíea de loáVoaguea,
de la Ofiqina>de Estadística Oeneiral de Francia, de la Comisión
Geológica de Tejas y del Dr. F. Sansoni, Director del € QA^iy
nale di Mineralogia, Cristallografía e Petrografia» de Pavía,
aceptando caáibio; de la Academia de Ciencias de Cwtcovia, del
Observatorio de Oxford; del Instituid Real Met(M)roli6glao de'
Holanda, de la Oficina de Meteorólogia éfildf^grtifía del Qma
Digitized by
Google
Dnoaio de B»deii y de lé 1-ibeeirín P<^iédmoft de Baiidyy y C%
de París, remitiendo publicaciones.
Publicaciones. — Por primera Vez ^e recibieron las de la
Sociedad Broteriaua djO Coimbra y las del Observatorio de Ox-
ford.— Donación de los Sres. Baudry y C*, de París.
Trabajos. — Carlos Mottl, Observaciones séiemicas en Orimba^
Sept. 1892.
El Secretario general leyó una nota del socio Prof. Vicente
Fernández, en la que se ocupa de la marcha del bacróinetro.
Dicha nota es la siguiente:
8efk>r Secretario general de la Sociedad CienMfica.c Anto-
nio Alsate. » *^ Pre06nie«
Presentando más ^6 menos interóa á la Meteorología todo 1q
que ¿ ella eonmerne, ya aea* que le fuere útil, 6 ya que la per*
judique, puesto que lo uno sé «ceptará y lo ótró Btítí exolnído
de la ciencia por criterios idóneos, presenté á.la co^8idera^
cíón de esa Sociedad, hace poeee díaa, las particularidades que.
pt esentaion las lluvias durante un periodo de 14 años en Ona-
najuatto^ y llamé la atención soboe A punto 4^ cque ijuiineicpcro
to podría tomar á tales parrtteularidades como á la ley, á fai4)kiye
para pvedecir con todo «ciei^o las lluvias del pomrenir y hacera
k> creerse poseedor de tal seereto; » más como hs Uurias.de los
trece idíos posteriores mostraron una irregulaisdad ^ompltktk^
con lo cuii aquella prefteusión quedaba desn^ntida^ en esa bet
dkc encontré ún iBJempk> {laipable y elocuente que ptesentav á
les Mtlcios en esta aquí «KKiMIr y en todo el mundo ecmj^áeciíia
eisMia, con el fin de que A los haga prodentesy que n« tomen
merasi^ncidenciiis de pCÉrfedos en que se teprodnce tfd ó Cual
meteoro per la ^l|i que lo rige.
' Hioy tengo la^honra de presentar 4 «ese Cuerpo otras pai^*"
culari^ades más^ relatiras á la presión atmosférica, para apoyo
del mismo asuinto. >'. - 'i
> Las piesiraés tnáaimmv ^ ^i^o las lluvias^ faaa tenido lu-
Digitized by
Google
gar en períodos regutaMs que han Aio eada ooho y cada cua-
tro días.
Ahora bien, estas singularidades deben estudiarse bajo dos
pantos de vista: 1 ? j Realmente la presión tiene tales períodos t
2? (Son tales periodos meras casualidades t
El solo heobo de establecer esta disyuntiva muestra que
yo mismo les concedo mérito á las dichas particularidades dig-
no de atención, es verdad; pero nadie deducirá que esto sea con-
cederle competencia á un aficionado para declararlas reglas ó
leyes de la presión.
Particularidades de este género descubrió Humboldten su
permanencia en América, y llamaron la atención de los meteo-
rologistas aquellas sus palabras: cel barómetro anda eoo tal
regularidad, que con él pudieran saberse las horas del día;» y
la llaiúamü porque en Europa no pasaba lo misnkv Baejor dicho,
no se observaba lo mismo, á pesar de que el holandés X ya des-
de el afto 1722 había descubierto las variaciones diurnas de la
presión, porque otros factores le ocultaba»; hasta que la saga-
cidad y preeisión de Mr, Bamood mostraron que alli tamUéa
se verifican. Dejaron, pues, desde ese momento de aer meraa
particularidades y pasaron al rango de f eaómettos conabaales*
Este acontecimiento por tí sólo justifica el que ahora pre«
senté las dichas pártioularidadás qué se ten en la antetíor ewh
va, bajo e) doble punto de vista cobso lo establece la disyuntiva
sentada; pero advierta el aficionado que si ella propone una dn^
da, una ouestión que resolver^ no llama & tal fia SÍAO i Im) víbrea
instruidos, experimentados por muchos años y d$ talento, es4^
oir, éMcuhs de ¡afoumUad inUUcí^para rtíaoi^nar 1a$ cam^.oM
¡08 ^tdMB* Fidte unade estas condiciones y no hay eompette0Ía%
Tampoco se deduce que las cueatíones dé meteorología ex-
cluyan á alguien, nó; lo que se dedúceles que ^od» umú iAtU^
mUarse á s^^pmeta^ del cual más kusde y ¿su dabt4o tiempo, la
instrucción y expmencia que éste da, formando ^eria $iftíitiál
que, unida á la que posea, le elevarán á otro miajor. < . : -.
De dcBoarse es que sirva este npeivoiejempbreii luott^de la
Digitized by
Google
cbnoift y para ptetógio de la átánnuk «a el paiii & los aficiona*
dos á la meteorología, para aer reserradoa y para no dar como
f «lómenoe invariables 7 constanteSi Cormnlándolos como leyes
nahirales y usándolas para predecir el tiempo, i los que, como
los que he presentado, ni están utudiados por e^ar en mcubadán
la méUoroUiffia tn éL paü, ni jpued^ estudiarse en un sala Observa-
torio^ ni en el caso de que disponga de loa instrumentos nece-
sarios, porque Josfaciores de un meteoro no se locaiisan.
Si Fauraen las Filipinas, Desohevrenaen Zi*ka-Wei (Cid-
na), y Vifijsz en Ouba, han logrado predecir tales ó cuales me-
teoros con horas de antíoipaoión (80 á 100) deade un Obsermbh
rm^ ha sido porque reúnen aquellas tres condicionéis como se
▼e en sus abundantes escritos.
Son estas cuantas consideraciones, señor, las qne me hacen
ctéer dignas de ser comunicadas ahora á esa H« Sociedad las
curvas insertas, obtenidas aquí en Mayo y Junio por el baró*
metro*
A fin de dar á conocer á vd. el grado de confianza que este
instrumento therezoá,' ilcté que para servirme de él al hacer las
observaciones para servicio, del Observatorio Central, fué com-
parada su marcha con la de uno de hnrBres. 'Richard, y que sus
curvas resultaron de un paralelismo de tal semejanza, que lo
hacen admisible. Constáis así á dicho Observatorio Central.
Sírvase vd. presentar jo expuesto á esa £L Sociedad, á la vez
que aceptar mis respetos.'
Silao, 12 dd Stptidmbre de 1892.
Aswxoa Y pRoposicao^p» diveesas. -^I4i SooÍ!»dad apro-
bó laiproppsieión qn^ los ipocios Epstein y Segura hitáeron en
la seaióii pagada para que se nombre una üon^ii¿ón que estu*
die la iniciativa del socio 3Ianterola,telatiya,á I09 estudiospre-
paratorios. Los socios Aragón, Manterola, Montiel y Ordóñez
qMdsfvan designados pam ^1^ OottMBiió^^ ,
^ 8e?di^ l^rimeffa lectura 4rla inioiatíva qne U^Ot^ eoeio J^-t
Digitized by
Google
S8
tein para qae las sesUmog go. veiifiqüeti cada qmi^oe dSas lospri
meros y terceros domingos de cada mes.
Fué aprobada eon dispensa de trámites la modifieaoión qm
propusieron los socios Aragón y Mateos al avt. 2é d^ los Bstar
tutos. Dicho articulo quedó asi:
c Art. 24. Todos los trabajps de los socios deberán pasar á
una Comisión^ la cual presentará su dictamen á la Sociedad pa*
ra que ésta decida de la publicación de dichos trabajos* £slos
dictámenes los presentarán las comisiones respectiyas & más
tardar en el término de un mes, á partir del día en que ¿e pre-
senten Io)s trabajos; en basó de que la Odmisión no presente- en
dicho plazo su diotam^, la Sociedad deoidirá de.lapuUÍQaeiÓB
de aquellos.»
El Presidente comunicó el&Ueóimientadelaooio honorario
D. Vicente Beyes, Ingeniero CiíJl y Aiquiteoto, acaecido el dia<
23 del mes de Septiembre prósdmp pasado. "
.Gilbert:o MpNTpai ^STBíADA,.
mti^mtm^^^^mfiAmfi0¥^mm^^t^'0i00
bibliografía,
Méthodes de tbavail pour les laboratoires de Chimie
OEaAKIQlTB par le Dr. Lassaj^ CóhNj Professeur ék Chtmie á
VUniverstíádeKan^sberg. ISradtdtdeVdttefMndpar^.Aeker'
mann, Ingénieur civU des mines. Parts. Librairie Piífyteehmque
^ ' Bauáry etC^ 1 vol 1^ felá inglesa. STlpágs. 7fr:S0:
Esta pequeña obra será de gran ayuda á los estüdianleede
Qtrfmica y en general á todas las perséttas que se eeiMiigitfo á
Digitized by
Google
89
iIlT6s4kigllQÍDQ^8 poé^otioAS» .fiu ^^^ Jiali^ de^Qritas l|i8 mejo-
res reacciones para obtener los cuerpos orgánicos: describe Iqs
£raqas<^ de.loft .^oímicosj 1/^ l:^e^09 resultados de éstos en sus
mamputacioiiee, esUmfüaiido y |acUitan4o los trabajos práati-
oóB« Todas las. opatftoieiiea se hallao desf^iátas con minuqiosi-
dad y de un ibodo obueo, g«iaado perfectamente al químico en
sus deiérminaoionee y Sinálisis*
Sin 6^ un tratado de Qbímica no es tampoco un simple ma*
nual de manipulaciones, pues el autor ha conseguido darle un
carácter aplN>piado á las dificultades cpji que ipe tropieza en Quí*
mica, lo que no puede verse ni en uno ni en otro*
Contiene dos partas: la primera eatá destinada para ciertas
manipnlaéíoEes generales tales como destilacionesi filtracióui
Bublimacióny determitiación de pesos molecuUareSi etc., etc.; y
la segunda, más espacial, se ocupa de la bromuració^ clorura^
oióimxrepaisación de sales, oxidación, reducción, saponificaoiÓQ,
análisis elemental, etc», etc> terminando qqu un índice frf&bé*
tico que facilita mucho el uso del libro.
Lbs (Toübaktes alterkatifs d'électricité par T. H. Bhk-
KKSJ^BYf I^easeur au lUfSfd Nav(U ChUiffc de ^ Tra-
duit de la iraisiéme édiUan anglaise et augmenté d^un appendice
par W. C. BechniewskL Parts, Librairie Póíytechnique Baudry
et C^ l^figs. 2S0pág8. Tela inglesa. 7ft. 60.
Acaba de aparecer una traducción francesa de este impor-
tante libro, en el cual el autor ha reunido sus diferentes traba-
jos relativos al cálculo geométrico de los fenómenos que acom-
pañan á las corrientes alternativas.
Estos métodos, susceptibles de una gran generalización y al
mismo tiempo elementales, han dado á la obra un éxito feliz y
de la cual se han publicado ya tres ediciones inglesas.
Digitized by
Google
40
Los oatot^e eftpftukni <pxd odiitíeiieM oevpftirdA UB-iigtdM*
tesmatorias:
Self^iñduooiÓB. — lüdnodón mutua. ^-^OondBtiBadorM^-^
Aocióm 'de un oondeusador en el eivemlo^-^ Aeoión de varioe
oeÉdtosftdoi!^.^-<}oiiibittaoióu delogoMKteiwadorei eou la self^
indtt^ieióu.«^CoiidéUBadore8 tratk8fotttiadove8.«-<^0apaoidadtt««
formemente repartida.— Telefonía.-^ Transmisión de la eneiv
g(a. — Bmpleo del dinamómetro de doe earvetaa para las corrien-
tes altértiátíras.^-I3 silencio en el teléfotío.--^ Retardo magné*
tico.-^Oontrlbñción á la dinamometría ó medida del trabajo*
El traductor añadió al fin de la Obra un apéndiee^ de gran
interés relatiro á la aplicación de los métodos generales del au-
tor á algunos casos prácticos, tales como el empleo de la capa*
<fidád para equiSbrar la self -inducción ; cálculo de la capacidad
de la ftteñsa electro -motriz 4el condensador; transformación
de un sistema de potencial constante en un sistema de oomen*
te constante} sfistemás de^stoibución; transformadores*
Digitized by
Google
41
REYISTA ANUAL DE ASTRONOMÍA
DBL AÑO 1801
POB
e. BIGtOURDAN
JWsti^ónonxo adjunto mi Otoaervatorio d© Parla.
(trftdvddo de> i?«rM GMrmU da Scünees Purtt tt Ap^Uquéit de París).
El año de 1891 no presenta en esta materia descubrimiento
de importancia; pero nuestros conocimientos han sido notable*
mente aumentados en diversos ramos. Principiaremos por el
sistema solar, y pasaremos en seguida á los sistemas estelar y
el formado por las nebulosas.
19 LA TIEBBA.
La Tierra gira sobre si misma en veinticuatro horas; (pero
este movimiento es perfectamente uniformet Varias causas
pueden alterar esta uniformidad. Por ejemplo, el frotamiento
producido por las mareas es una causa de retardo; por otra par-
te, la Tierra se contrae gradualmente á causa de su enfriamien-
to, ligero sin duda, pero continuo; por esta causa su velocidad
de rotación debe ir en aumento. (Cuál es, pues, la resultante de
todas estas causas, conocidas ó desconocidas, que aceleran ó
retardan su marchat
Como medimos los grandes intervalos de tiempo por el nú-
mero de rotaciones de la Tierra, es decir, por el número de días.
Revista [ 1899-93.] —6
Digitized by
Google
48
si está rotación se retarda, por ejemplo, debe resaltar una ace-
leración aparente en los movimientos de otros cuerpos celestes,
y esta aceleración aparente será tanto más grande cuanto más
rápido tengan su morimiento estos otros cuerpos.
El movimiento más rápido del Sistema Solar, es el del pri-
mer satélite de Marte, que gira alrededor de su planeta en 7 h.
39 m.; pero hace poco tiempo que se conoce (1877), su movi-
miento no se ha determinado con bastante precisión.
Vienen en seguida las rotaciones de diversos planetas sobre
sí mismos (Júpiter, 9 h. 19 m^ Saturno, 10 h. 14 m. ); V^^ ^^'
tos son elementos que no se observan ya con bastante exactitud.
La Luna, que gira», alrededor de la Tierra en 27 días, presen-
ta entre la observación y el cálculo una diferencia (aceleración
secular de su movimiento medio ) que se explicaría por una dé-
bil diminución en el movimiento de rotación de la Tierjra, y en
consecuencia por un ligero incremento gradual de la duración
del día.
Después de la Luna, Mercurio es el que tiene el movimien-
to más rápido: gira alrededor del Sol en 88 días y sos pasos por
el Sol, obsei*vados desde hace más de dos siglos, dan posiciones
precisas que datan de algún tiempo,
M. Tisserand ha examinado^ lo que sucede en Mercurio; si
se admite que la duración del día va aumentando, se encuentra
que los pasos extremos de este planeta son entonces menos bien
representados por el cálculo que cuando se sopoiie á la dura-
ción del día un valor rigurosamente constante.
Así, pues, parece haber compensación entre las causas que
tienden á acelerar la rotación de la Tierra y las que tiendea á
retardarla de suerte que esta rotación debe ser considerada
como uniforme; en otros términos, la duración del día sidérea
es invariable.
La última Bemta Anual de Astronomia ha expuesto el esta-
do de la cuestión de la variación anual de latitudes.. Las obsaiv
1 CompUs rendus, CXIII, p. 667. Ver también el Annuaire du Burean dtt
LongUudés jmtr 289S, NotioU de la Luaa y do en aoileiméióa leetAar.
Digitized by
Google
4S
▼aciones se han oontititiado en 18&1, j la variación, real ó apa^
rente, continúa presentando marchas paralelas en los observa-
torios que se han concertado para el estadio de esta cuestión.
He aquí, en efecto, el coadro de estas observaciones:
Berlín. Praga. Potsdam.
1889 Marzo 1? -0'^03 +0''05 +0''02
„ Agostos +0.25 +0.28 +0.25
„ Noviembre 16 +0.02 O.tK) —0.08
1890 Febrero 24 -0.24 -0.29 -0.24
„ Mayo 15 —0.06 +0.05 „
„ Septiembre 12 +0.24 +0.25 „
„ Diciembre 21 —0.02 0.00 „
1891 Marzoll -0.26 -0.17 „
. En el mes de Abril último una comisión alemana ha parti-
do para Honolalu, á fin de hacer ahí observaciones correspon^
dientes; no se conocen aún los resultados obtenidos.
2? LA LUITA.
Las observaciones físicas de la Luna por lo general se han
descuidado en los observatorios y se han dejado principalmen-
te á los astrónomos aficionados. De tiempo en tiempo se seña-
lan pequeños detalles superficiales que no habían aún sido no-
tados; otras veces se ha creído percibir modificaciones recien-
tes, pero cuya realidad es difícil de establecer de una manera
cierta, á causa de los grandes cambios de aspecto que produce
la incidencia rápida y variable de la luz solar. Siendo allí la luz
tan abundante, la fotografía tiende más y más á reemplazar la
observación ocular, y ya el Instituto Smithsoniano de Washing-
ton ha formado el proyecto de publicar una inmensa fotografía
de la Luna de 1° 9 de diámetro, es decir, á razón de 1"* por
1'^ en esta escala la Tierra estaría representada por un globo
de 7" de diámetro.
Digitized by
Google
.41
Las obsenraciones de posimón al contrario^ han sido prose-
guidas aotivameiite en los observatorios provistos de buenos
instrumentos meridianos; porque, bajo el punto de vista pr¿o
tico, el conocimiento preciso del movimiento de la Luna es muy
importante para la determinación de las longitudes terrestres.
La Cronología está también directamente interesada en el
conocimiento de estos movimientos: ha sido, en efecto, por la
contemporaneidad de ciertos hechos históricos y fenómenos ce-
lestes, porque se ha podido fijar con certidumbre las fechas co-
rrespondientes. Entre los fenómenos celestes los eclipses de
Sol y de Luna han sido casi los únicos aprovechados por los ero-*
nologistas.
Desgraciadamente las Tablas actuales de la Luna no puo- .
den dar, cuando se remontan á tiempos muy antiguos, más que
posiciones inciertas, porque este astro ha permanecido aún re-
belde á las fórmulas de la mecánica celeste; Hansen llegó á
representar las observaciones durante cien años; pero hoy sus
Tablas se apartan notablemente del estado del Oielo.
Las causas principales de esta diferencia son dos desigual-
dades cuya causa no se ha podido explicar por la teoría de la
atracción universaL Estas son: 1? La aceleración secular de
su longitud, que hace que el movimiento medio, en lugar de ser
constante como para los planetas, va aumentando. 2 ? Otra des-
igualdad cuyo período es de cerca de 300 años.
La aceleración secular de la longitud podría explicarse por
una lenta diminución del día sidéreo; pero pronto se ha visto
que otras razones parecían hacer esta diminución inadmisible.
La otra desigualdad no puede ser atribuida á la acción del Sol
cuyas perturbaciones han sido calculadas independientemente
por Hansen y por Delaunay, de dos maneras diferentes y que
han dado resultados concordantes.
El trabajo de Delaunay, que exigió un trabajo asiduo de su
autor de más de quince años, servirá de base á las nuevas Ta-
blas de la Luna que la Oficina de Longitudes próximamente
publicará, tan luego como se determine empíricamente un va-
Digitized by
Google
45
loT tan exacto como sea posible de ta segcmda desigualdad Af
que acabamos de hablar.
Se Te que hay razones poderosas que 4^ben decidir á los as*
tronemos á determinar con coidado la posición de la Lnna y &
perfeccionar sn teoría. M. Tisserand las reasume como sigue en
la Noticia que ya citamos.
1 ? La Luna, que ha desempeñado un papel capital en el es-
tablecimiento de la ley de atracción, la somete & una compro-
bación incesante, forzándola á explicar en sus menores detalleSi
todas las irregularidades de su marcha. Este profundo examen
conduce á consecuencias inesperadas: asi, al determinar por la
observación dos de las irregularidades periódicas de la Luna,
se puede deducir el aplastamiento de la Tierra y la paralaje del
Sol, y los valores obtenidos así no ceden en nada, en cuanto á
precisión, á las medidas directas que han necesitado tantas ex-
pediciones distantes.
2? El movimiento de la Luna, por razón de su rapidez, nos
muestra desde antes una causa de perturbaciones que los pla-
netas no sufrirán sino en millares de siglos; de suerte que to-
dos los progresos verificados ahora en la teoría de la Luna ser-
virán seguramente para las de los planetas en un lejano por-
venir.
3? El estudio atento del movimiento de la Luna, continua-
do durante siglos, nos proporcionará preciosos datos acerca de
la rotación de la Tierra, y nos mostrará si su duración está so-
metida á algunos cambios pequeños progresivos, cuestión que
es de la más alta importancia desde el punto de vista de la me-
dida del tiempo.
4? En fin, el conocimiento exacto del movimiento de nues-
tro satélite es indispensable á los marinos y á los viajeros, pues
en ello encontrarán, á falta del telégrafo, el medio preciso para
determinar longitudes,
(Continuará).
Digitized by
Google
i^
geó ^«t^cóOi^cot-oeceí
gM» «^ C9 oq eo lo 9« e^ eo lo «> ID
o ooooooooooo
<
i
a
o
(A
o
p^
H
05
Í5
O
H
Q
H
05
o
o
I
I
co
•H
O
O
3
o
i
!l
w "
:3
i,
a
15
»
^co K^ tD oii (0 in e^ ^ eq lA C9 u>
OOOQCX>COCQ1AI>I>OC4CÍ
*CÓ lO *H 00 l> A*^ >> ^ ^ *^ ^
oeooio<=>oooocdoeo
I»
8 e
18 ^
s
5 . tí s
» ^ a d
-S.2¿ i § ¿ i
2— o o
o
Digitized by
Google
nefata
47
ObserraeioDessUeascorr
espooMffii
los meses
AeFeb.jliiii»)
iiei892. 1
ORIZA^J^
HOBAS.
Amputad án-
1
fiüo>Tertlcal
Dirección v*-
VaUJtWo- '
nOHAS.
«.IB.
r«nt««
ralxBoMl
b.
m.
1
3
38
a.in.
0.1
• NW.
I.
8
05
tj
0.3
J)
tf
4
40
i)
0.3
f)
ff
2
11
30
p.m.
0.1
WNW.
})
3
5
00
a. m.
0.2
ff
>9
6
40
yy
0.1
>y
>J
S
8
3
40
30
- ff
p.m.
0.2
0.1
NIÍW.
ff
4
37
»
0.1
V
ft
5
13
fi
0.1
ff
»♦
7
55
fj
4.0
L ' n.
V«rtlc«l tMkc
n.
6
4
28
a. m.
0.3
NNÍJ.,
I.
6
45
)}
0.2
17
»
12
15
p.m.
0.3
ff
91
3
9
55
16
0.2
0.4
i
9
20
yy
1.6
99
8
3
37
a.m.
0.5
NB.
I.
9
3
02
ff
1.0
}>
99
16
3
34
}}
0.2
ff
^
17
6
45
f}
1.2
79
91
22
5
30
p.m.
O.l
f
99
24
6
17
ft
0.1
79
99
26
6
16
a. m.
0.2
ff
;>
1
5
33
p.m.
0.1
8.
L
2
3
19
a.m.
0.1
SSW.
99
6
25
ff
0.1
NNW.
99
4
7
16
p.m.
0.1
^.
91
5
1
51
}f
0.2
99
8
5
31
a.m.
0.1
S.
99
5
19
p.m.
0.1
>i
»
Digitized by
Google
i9
HOBAK
Amputad án
golo-TOTUeiü.
Smedon ^M-
BicaladeFo-
raoEAB.
u.m.
nntc
rel/BoML
ll.
m.
8
5
19
p.m.
0.1
s.
I.
10
7
42
jy
■ O.l
sw.
99
11
02
i)
0.2
tt
»
i 13
6
02
9}
0.3
Tf ..
If
i ^^
6
47
a. m.
0.5
^. iit.
»
8
16
})
0.2
sw.
19
9
44
19
1.3
wsw.
9f
11
44
ff
0.6
^. ¿ir.
99
15
10
05
f}
0.3
wsw.
»
17
10
7
1
03
58
ti
0.2
0.1
Nliw.
99
99
20
5
48
)t
0.1
V
>f
11
54
p.m.
ConmocidA*
>»
22
7
14
a. m.
1.0
S.350W.
99
3
11
p.m.
0.1
SW.
yy
4
33
7)
0.1
V
>»
5
10
• f
0.1
;t
yy
5
55
i}
0.2
}>
yy
6
00,
7f
0.3
if
yi
23
1
41 ,
a.m.
Ooninoclón.
yy
24
2
43
9}
0.1
SW,
yi
3
10
ly ;
0.1
>»
íy
2
47
p.m.
0.1
t;
yy
3
18
ff
0.2
f>
yi
6
35
Jf
0.1
NW.
yy
25
12
34
a.m.
0.2
NNW.
yy
2r
11
19
ij
0.1
SW.
tyy
29
6
14
>i
0.1
ff
yy
9
01
fj
0.1
9t
yf
9
44
ff
O.l
99
yt
1
50
p.m.
0.1
V
- -y>
Digitized by
Google
((
MÉXICO.
A
Bevista Oientífioa y Bibliográfica.
Núms. 5-0. 1892-98.
SESIONES DE LA SOCIEDAD.
Noviembre 6 de 1S92.
Prendencia del socio P. Guillermo B. y Paga.
COERESPONDENCIA. — De los Sres. G. J. Symons, de Lon-
dres, y Dr. J. Peano, de Tarín, expresando su agradecimiento
por haber sido nombrados miembros de la Sociedad; de la Soi
ciedad de Ciencias Naturales de Danzig, anunciando la celebra-
ción de su 150** aniversario de su instalación; de la Sociedad
Real de Sajonia, de la Comisión Geológica y de Historia Natu-
ral del Canadá, del Observatorio del Vaticano, de la Asociación
australiana para el progreso de las ciencias y del Instituto Me-
teorológico Prusiano, remitiendo sus publicaciones; de la Co-
misión Geológica y de Historia Natural de Indiana (Estados
Unidos), de la Sociedad Española de Historia Natural, de las
Sociedades de Geografía de Newcastle, dB Neuchatel y de Que-
bec, de la Institución Real de la Gran Bretaña, de la Universi-
dad de California, del Museo de Albany, N, Y., de la Oficina de
Minas de California y de la Sociedad Americana de Ingenieros
civiles, aceptando cambio de publicaciones; del Sr. Ministro de
Revista [X899-93I.— 7
Digitized by
Google
50
Hacienda comnmoando que ha ordenado á la Oficina impreso-
ra del Timbre haga las láminas qpe necesite la Sociedad para
sus Memorias; del Secretario del Qobíemo del Estado de Gue-
rrerOy enviando noticias de temblores; del socio Dr. Nemorio
Andrade, el registro do las observaciones meteorológicas he-
chas en Pachuca durante el mes de Septiembre próximo pasado.
Publicaciones. — Por primera vez se recibieron las de la
Oficina de Estadística de Francia, de la Comisión Geológica y
de Historia Natural de Indiana, de la Sociedad de Geografía de
Neuchatel, de la Universidad y de la Odcina de Minas de Cali
fomia, de la Sociedad Americana de Ingenieros civiles, del Co-
mité del África francesa, de la Sociedad de Médicos Municipa-
les de la Habana, del Museo de Quensland (Australia).
Donaciones. — Se recibieron para la Biblioteca, del socio
J. G. Aguilera, del Profesor Macfarlane ( Austin) y de la Li-
brería Baudry y Compañía, de París.
Trabajos. — Agustín Aragón, Los sofismas de cUgu/nos geó-
logos,
Carlos Mottl, Observaciones seísmicas en Orizabay Oct. 1892.
El socio Puga presentó un plano de las ruinas del cerro de
Quiengola (Tehuantepec), por el Sr, lug. Estrada.
Los socios Aragón y Mateos presentaron un dictamen acer-
ca de la previsión del tiempo.
Nombramientos. — Socios honorarios :
Rafael Bischoffsheim, Miembro del Instituto, fundador
del Observatorio de Niza. — Parfs.
O. Callandreau, Astrónomo adjunto en el Observatorio
de París.
Habiendo recibido la Sociedad una invitación para que nom-
bre su representante en la celebración del tercer centenario de
la toma de posesión por Galileo de la clase de Matemáticas en la
Universidad Real de Padua, el Presidente designó al Sr. Aa,-
Digitized by
Google
^1
ionio Favfffo, aooio honcnrario y Profesor en dichit ünirensidady
para que rspregente á la Sociedad c Álzate. >
Postulaciones y asuntos diversos.— Se dio primera
lectura á la siguiente proposición hecha por los socios Mateos
y Ordóñez: ^ ^
< La Sociedad organizará y llevará á efecto anualmente con
la colaboración de los socioSi una excursión científica con el fin
de tomar en las íocalidades que visite los datos necesarios al
estadio científico más completo de las mismas. »
El Presidente anunció que en virtud del artículo 12 de los
Estatutos, la Junta Directiva comunicará en la próxima sesión
loa nombres de los socios de número que deben ser separados
por no haber cumplido con sufi obligaciones.
Bllacretwlo Ofaml,
Bafabl Aguilab t Santiiílán.
LA PREVISIÓN DEL TIEMPO.
Los que smbsoribitnos, comisionados por la Sociedad para
dictaminar acerca del problema que sirve de rubro al presente
artículo, tenemos el gusto de someter á su aprobación el estu-
dio que^ relativo á dicho problema, hicimos en cumplimiento del
deber que nos impuso el caigo con que fuimos honrados, y por
el cual nos es grato manifestar nuestro profundo y sincero agra-
decimiento.
• ••
La previsión del tiempo es el objeto final de la Meteorolo-
gía; y filcilmente se comprende que mientras no se conozcan las
leyes que rigen á los fenómenos que tienen lugar en la atmós-
Digitized by
Google
52.
f er^ la probabilidad, más ó menos grande, con que se anuncien
los cambios de tiempo, no podrá convertirse en una verdadera
previsión. Es indudable que ningún problema puede resolver-
se sin datos: en la cuestión que nos ocupa, sólo el conocimien-
to de las leyes á que hicimos alusión puede suministrárnoslos;
luego el día que conozcamos esas leyes el problema podrá ya
resolverse.
Si hasta la fecha no se ha resuelto todavia de una manera
satisfactoria, esto depende precisamente de la ignorancia en que
nos encontramos respecto al estado de la atmósfera en un mo-
mento dado. Todas las dificultades con que se ha tropezado se
reasumen en ésta :/a?¿a de datos. Los progresos de la Meteoro-
logía están ahí para comprobar la verdad de nuestro aserto. Si
hace treinta años el estudio de dicha ciencia no condujo á los
resultados prácticos que se esperaban, fué porque los meteoro-
logistas fijaban su atención únicamente en los datos de interés
local, siendo así que para alcanzar los resultados antes dichos
es necesario el conocimiento de los recogidos en muchos pun-
tos de la tierra.
La complexidad de los movimientos atmosféricos y la difi-
cultad de observarlos al mismo tiempo en diverssos puntos de
la superficie de la tierra y á diversas alturas sobre el nivel del
mar, han constituido, á nuestro entender, él principal escollo pa-
ra llegar á una solución satisfactoria delproblema tantas veces
citado.
Siendo una verdad que los cambios atmosféricos, como to-
da clase de fenómenos, están sujetos á leyes; toda tentativa pa-
ra preverlos, debe comenzar .por el descubrimiento y conoci-
miento de las leyes hasta hoy ignoradas. Los que así proceden
entienden muy bien la cuestión.
En punto á previsiones, hay que acogerlas con mucha reser-
va, pues si para formularlas no se han tenido en cuenta todos
los datos necesarios, no deben inspirarnosi ninguna confianza.
Sólo en casos muy raros es suficiente la previsión de los prác-
tioos, como por ejemplo, en aquellas localidades donde los in*
Digitized by
Google
53
dicios 8on muy marcados y característioos^ pero está fuera de
duda que cambiando de localidad no pueden servir ya estos in*
dieios.
Hay, de consiguiente, necesidad de un criterio para apreciar
el grado de confianza do las predicciones, siempre que conoz«
camos los fundamentos que se tuvieron para formularlas. Este
criterio no puede adquirirse sino conociendo cuáles son los fac-
tores más importantes de todos los que determinan el estado
del tiempo. Un análisis completo nos enseña lo siguiente: las
corrientes aéreas constituyen los factores principales entre
aquellos cuya resultante es el estado atmosférico de un lugar
cualquiera.
Ahora bien ; para conocer las leyes de esas corrientes, es pre-
ciso averiguar el estado simultáneo de la atmósfera en una re-
gión dada ó. en todo el globo. De aquí la necesidad de estable-
cer observatorios numerosos ó simplemente estaciones meteo-
rológicas aun en los más apartados lugares de la tierra.
Suponiendo ya establecida una red completa de observato-
rios en toda la tierra^ si esos observatorios no llenan ciertos re-
quisitos, las predicciones que se hagan con los datos recogidos
en ellos, no merecerán toda nuestra confianza, poí*que para el
estudio fructuoso de los fenómenos atmosféricos, no es indife-
rente el punto de observación, debiendo desechar las instala-
ciones en las ciudades y preferir las de aquellos sitios que estén
al aire libre, que tengan un vasto hoirzonte y en donde nada
perturbe los movimientos de la atmósfera.
Por otra parte, para conocer bien la marcha de las corrien-
tes aéreas, el nacimiento y las metamorfosis de las nubes, para
examinar el complicado mecanismo de las tempestades, sus for-
mas y sui^ movimientos, es preciso observar en distintas regio-
nes de la atmósfera. Por esta razón y penetrados de lo que Biot
decía hace treinta años, que es preciso conocer las capas atmos-
féricas en donde tienen lugar los fenómenos que estudia la Me-
teorología, para que el estudio de esta ciencia sea de utilidad in
contestable, procuran hoy en día los gobiernos y los particulares
Digitized by
Google
64
erigir obserratorios en los puntos más elevados del planeta, ac-
cesibles al hombre y en donde sea posil)le la vida.
De consiguiente, una predicción hecha con Jos elementos re-
cogidos on numerosos observatorios diseminados por toda la
tierra y í diversas alturas, está fuera de duda que merece una
confianza completa; la que jamás nos inspirarán las prediocio*
nes que se hagan sin esos datos.
El problema es científico, y á pesar de su complicación, no
creemos lejano el día en que se resuelva en todas sus fases.
Lo que ha faltado han sido elementos; éstos se adquieren
en mayor número dia á día y una discusión sistemática y orde*
nada de los mismos dará más luz en las investigaciones que
cuantas hipótesis se formulen.
Arago decía en 1846:
c Jamás, cualesquiera que puedan ser los progresos de la
ciencia, los sabios de buena fe y cuidadosos de su reputación»
se atreverán á predecir el tiempo. »
El error del sabio asiarónomo no pudo ser más palmario. Y
no se culpen ni á la Meteorología ni á los métodos empleados
para el descubrimiento de sus leyes. Nada autorizaba á Arago
para lanzar esa restricción tan absoluta acerca de los futuros
alcances de la ciencia. Si en aquella época los resultados de la
previsión del tiempo eran nada satisfactorios, culpa fué de ha*
ber olvidado quienes á la Meteorología se dedicaban que, en el
estudio de los fenómenos naturales, debe uno comenzar por los
más generales, puesto que éstos están fuera del alcance de las
causas perturbadoras locales.
Nosotros, sólo podremos afirmar que el problema es cientí-
fico y que para su completa solución lo ánico que falta es el co-
nocimiento completo de las leyes que rigen los fenómenos at-
mosféricos, conocimiento que se conquistará sin duda alguna
después de un constante estudio, para gloria de los sabios en él
empeñados y beneficio de la humanidad.
M^ziee, Nimembro 6 de 1893.
AeüSTÍN Aragón. — Juan Matbos-
Digitized by
Google
fflYnATION D'OBMffi LES lAGES LÜIDHEÜX DE M
Depnis l'an 1885, lo firmament nous rend dans nos latitudes
témoins d'an phénoméne bien remarqaableí digne d'éveiller k
nn baut degré l'intérét des astrónomos et des géophysioiens.
Les obserrations qui ont été enregístrées jasqu'ici au sujet da
phénoméne appelé c les nuages lumineux de nuit^ sont, en resume;
toutefois essentiellement les suivantes.
Le phénoméne n'est pas visible, dans la latitude de Berlin,
qu'une partie de Pannée relativement courte seulement, soit du
23 mai au 11 aoút. Tandis qu'ou Pa observé les premieres an-
nées assez fréquemment avant minuit, il ne s'est manifesté dans
ees quatre derniéres années que presque aprds minuit seule-
ment. II se présente sous forme de nuages moutonneux qui
ressortent avec ciarte sur le ciel crépusoulaire. G'est par Ih par-
iiculiérement que ceux-ci se distinguent des nuages mouton-
neux ordinaires qui, pour les profoudeurs du soleil sous les-
quelles les nuages lumineux sont visibles actuellement, se des-
sinent aveo un ton sombre sur le crepúsculo éclairé. La couleur
du phénoméne est en general d'un blanc-bleu, qui vers Phori-
zon devient jaunátre ou rouge&tre.
Des levées photographiques répétées et simultanees, faites
sur divers points dans les environs de Berlin, ont demontre que
la hauteur des nuages lumineux de nuit est constante et extra-
ordinairement grande, soit ógale k 82 kilómetros. Par suite de
oette grande hauteur, le soleil, qui se trouve en dessouB de Pho-
rizon, les éclaire et ils ressortent ainsi avec ciarte sur le eré-
1 Lm joornaxiz soientifiqnea lont priás de íáire coimaltrt le pliu poniUe eett«
invitttíoD.
Digitized by
Google
66
puscule; on les distingue aussi longtempa seulement qae le so-
leil répande sur eux sa laeurj des que Pombre de la terre leur
passe par dessuS; ils deviennent invisibles, lis se montrent le
matin en general peu de temps avant le crépusoule et disparais-
sent des que le soleil s'abaisse de moins que 8^ k 10^ en des-
sous de Phorizon.
Les nuages ont déjá été trés-rares ees derniéres années. lis
ne paraissent en virón que 10 fois seulement durant Pespaoe de
temps précitéy tandis que les premieres années ils étaient beau-
ooup plus f réquents.' Leur appantion est sujette en outre á de
fortes variations; tandis que bien souvent ils se montrent sous
forme de bandes ou de taches isolées peu lumineuses, ils s'amon-
cellent quelques fois en grande quantité et aveo une forte in-
tensité lumineuse.
Leur lumiére semble étre considerable dans nos latitudeSi
particuliérement les derniers jours déla periodo, du 2 au 6 aoút.
En genérale on ne peut les apercevoir que dans le voisinage
de Phorizon et á savoir au-dessus de la partie sous laquelle le
soleil se trouve.
Les f réquentes observations des mouvements du phénomé-
ne, qui bnt aprés minuit toujours lieu de le NE di 40 o, font pré-
sumer avec beaucoup de probabilité; que ses mouvements sont
principaHement causes par le milieux resistant de Vespace de Vunivers.
Ceci concorde avec le fait que le phénoméne, six mois aprés
son apparition dans ees contrées, a été observé dans les latitu-
des meridionales de 53^ et cela aussi bien par Pobservateur mé-
téorologique Mr. Stubenrauch k Punta Arenas, que bien des fois
aussi par des pilotes de vaisseaux.
D'autres observations ont confirmé Phypothése d'une migra-
tion de ce genre^ ainsi á Grahamstown sous une latitude sud
de 33 o ^ on observa le phénoméne le 27 octobre 1890; une autre
observation se fit aussi le 17 mai 1892 d'aprés une communica^
tion par lettre á Haverford sous une latitude nord de 40^. Ces
1 €omparer les Aitroa. Nachr., Nr. 800S.
Digitized by
Google
67
époques comparées au temps d'ioi uous permettent de déduire
direotement de cette apparitioii; une migration du phénoméne
da nord au sud et retour.
Les nuaged lumineux de nnit diminuent d'année en année,
anssi bien sous le rapport de la fréquence de leur apparition
que sous le rapport de leur intensité luraineuse. Malgpé que
«dans^eu d'années le phénoméne aura entiérement disparu, íl
semble que des observations seront encoré possibles les années
' proohaines; elles nous renseigneront plus intimément encoré
sur pIuMCurs questions extrémement importantes.
D'une grande valeur seront surtout á ce sujet les mesures
de la hauteur apparente de la limite supérieure des nuages lu-
mineux k un tempSy dans le quel la limite supérieure du seg-
ment crépusculaire posséde une hauteur relativement petite, de
1 o i iQ o en virón. Ces mesures serviront á trancher la question,
consistant h savoir; si la hauteur des nuages difiEére sous diffé-
rentes latitudes géographiques. On supposera ioi; que les me-
sures se rapportent k des points, qui se trouvent dans la limite
supérieure causee par Pombre de la terre.
Le segment crépusculaire n'est, ces demiéres années, que
relativement rarement couvert en entier par les nuages lumi»
neux de nuit, et il paraissait par suite souVent douteux que le
point culminant du phénoméne soit vraiment aussi situé dans
la limite de Pombre de la terre.
II est done nécessaire, pour que ces mesures répondent au
but vouluy qu'on les répéte aussi souvent que possible dans des
intervalles de peu de minutes. On reconnaít d'ailleurs le soir
cette limite en géuéral á ce que des partios du phénoméne dis-
paraissent continuollement en elle du haut en bas, tandis que
le matin de nouvelles partios deviennent visibles dans cette U«
mite vera le haut.
La distance zénithale de la limite supérieure des nuages lu-
mineux dans la verticale du soleil; pour la latitude de Berlín,
en admettant que le phénoméne s'étende sur le segment crépu8«
colaire entier, est donnée dans le petit tablean suivant:
Digitized by
Google
%$
12.0
80
12.5
83
13.0
35
13.5
86
14.0
87
Une lonette permefctaiit en outre de ToirU limite supérien-
re da phénoméne en general pías hant qxA Poeil nn, et d'aatamt
píos hant que rintensité de lumiére de la lanetie est plus gran-
de, il est done désirable de régler k la ligne limite^ me á IqbSI
nu. On comparera l'observatíon fnite á Foeil nu á celle faite 'k
la lanette, et on tronrera facilement la ligne qoi correspond
h la vne á l'oeil nn. L'exacútade de oes mesnreB demút, qoant
& Fazimnt et h la hantenr, étre de 8' k 6', tandis qne le temps
derrait eoincider de 2 á 4 seconds prés.
Les déterminations da monTement des noages lamineax
ont également une haate valenr. EHes peayent servir de base
k la solution de la question an snjet de la densité de Fair da glo-
bo et de son monvement. II serait done Tivement á désirer qae
Pont détermin&ty aveo nne exaetitude anssi grande que possi-
ble, les positíons de eertahis points de nuages á des époqnea
différentes. Le changement de forme des nnag«s est en gene-
ral considerable^ on ne peut done déterminer des positions co>
rrespondantes de ce genre que dans des darées de temps tréft
restreintes d'une minute environ.
n est recommandable de se servir d'appareils pbotographi^
quee, anssi bien pour déterminer le lien que le monvement da
pbénoméne. Seulement des appareils, dont le rapport da diá-
metro de Ponverture k la distance du foyer est aa moins de 1:4
on pías grand encoré, conviennent k ce but. Un rapport moin-
dre fersdt que la darée d'éolairage serait trop longne et la eo&«
séquence s'en soivrait que pour des changements súbita da phé>
noméne, les particnlarités de ce demi w passeraient ini^erQiies.
Digitized by
Google
50
Poar un appareil dont le rapport da diámetro de Pouyerture est
d« 1:3| Ia durée d'éolairage est, pour différentes profondeurs
da soleil au-dessous de Phorizon, en admettant que le phénomé*
ne soit bien édairé, la suivante:
Prafendeor da ioleil
«-deMoiu de l'boru on
Doria
d'telailM»
90
16-
10
21
11
27
12
85
18
48
14
72
15
122
lies étoiles se fixant en general aínsi sur la plaque de pho-
tographie, la plaque est ainsi orientée en ooxicordance aveo le
temps.
Pour ce qui concerne. les contrées de Péquateur, il est aussi
fort ímportant d'étudier d'une maniere approfondie les époques
du passage des nuage lumineux de nuit au travers de ees con-
trées. D'aprés les observatíons recueillies jusqu'ioi, le passage
par PéqnateuT devrait s'effecteur entre le commencement de
geptembre et fin d'octobre, et le retour devrait avoir liéu du com-
mencement de mars á la fin d'avril. Le passage se fera alors,
pour une latitude sud de 20^, du milieu de septembre au milieu
de notembre, et du milieu de février au milieu d'avril, de plus,
sous une latitude nord de 20^, du milieu de mars au milieu de
mai et du milieu d'aoút au milieu* d'octobre.
Le passage par Péquateur n'est peu-étre du reste pas aussi
facile k déJuire que nous venons de la faire, par suite de la ro-
tation journaliére de la terre autour de son axe et d'autres mou-
vements particullers de Patmosphére. II semble méme qu'il ne
seraitpoint imposssible que les époques du passage soientmoins
limitées que comme nous venons de le diré.
n est en cutre probable que les nuages lumineux de nuit se
Digitized by
Google
6«
<
eomposent d'ane sorte particuliére de gaz, qui se condense par
saite da la température basse qni régne k une hanteur de 82
kilométres.
Beaucoup d'antres questions oosmíques dépendent de la na'
ture de ce gaz, par éxemple calle de la température de Paír de
Punivers et de Patmosphére k une hauteur de 82 kílométres, que
Pon peat résoudre par des^ssais comparatíFs faits au laboratoi-
re. Des levées spectrographiques de la lumiére solaire k une
basse hanteur du soleil, faites dans la saisonqui se distingue
par le phénoraéne des nuage? lumineax, sont done pour cette
raison d'une c^rande valeur. Les levées spectrographiques de-
vront étre faites aussi bien le soir, court avant le coucher du
soleil, que le matin court aprés son lever.
Les contrées de la terre situées plus au tiord, sous une la-
titude de 70^, semblent fournir du 15 juin au 15 juillet une
agglomération de ees nuages particuliérement grande, qui par
contre devient k peine visible, car le soleil dans cette contrée
et k cette époque se trouve ioujovLVS.au-^ssus de Phorizon. II
serait done alors pour ees régions particuliérement recommau-
dable de faire des levées spectrographiques de la lumiére so-
laire, lorsque le soleil a sensiblement baissé.
Les remarques qui preceden t relativos k Pimportance du
phénoméne quant aux problémes cosmiques détnoDtrent suffi-
samment que les observations nécessaires k son étude rentrent
en majeure partie dans le champ do tr&vail des astronomes et
des geophysiciens. II n'y a aucun doute que les observations
nécessaires pour résoudre ees questions ne peuvent étre faites
par un seul institui Nous prions dono tous les observateurs
qui ont intérét k activer Pélucidation de ees questions, k coopé-
rer, par un des modes d'observation précités, á Ptude des nua-
ges lumineux de nuit.*
Berlin, PObservatoire Royal, 1692, septembre.
W. POERSTER.
o. Jesse.
1 Une publicatioD de O. Jesse, traitant des "Nuages lumineiix de noitti pa-
raltra prochatnement et donnera de plus ampies detalla sur l'état de cette qneetioD.
Digitized by
Google
II
NUEVAS PUBUOAOIONES.
Annuairb de l'Obsbrvatoire Municipal de Montsoüris
pour les annóes 1892-93. París. Gauthier-Villars et fils,
18* VI-584 págs. 2 fr.
Contiene los trabajos efectuados en 1892, que se dividen en
tres secoiones principales: 1! la Meteoorologia propiamente di-
cha, confiada á M. León Descroix, que le ha añadido el magne-
tismo y la electricidad; 2^ el servicio quimico que, bajo la di-
rección de M. Lévy, estudia las variaciones de composición del
aire, de las aguas, etc.; 3* el servicio micrográñco, dirigido por
M. Miquel, que analiza no. sólo la atmósfera de las habitaciones
y de las escuelas, sino también las aguas que parece que con-
ducen los principios contagiosos de tantas enfermedades.
En este tomo se ocupa M. Descroix de estudiar también las
relaciones entre los elementos meteorológicos y ciertas enfer-
medades, estudio que llegará á ser de graudisima utilidad.
Braxjne & FlSCHER. Bestimmung der Tragheitsmomente des
Menschlichen Eorpers und seiner Glieder. Mit 5 taf, und 7
fig. Leipzig. 1892. 8? 86 págs. /Abhand. Math^Phys, Classe
K^ S&chs, Gesella. der Wissenscha/ienJ.
Censo Municipal del Departamento y de la Ciudad de Mon-
tevideo, Capital de la República Oriental del Uruguay.—
Edificación, Escuelas, I^oblación é Industrias. — Levantado
por resolución de la Junta Económico -Administrativa en
los días 25 de Septiembre, 5 de Octubre, 18 de Noviembre
de 1889 y 25 de Enero de 1890.— Montevideo. 1892. 4? 604
págs. y cartas.
Digitized by
Google
«I
GQ
<
S
a
o
o
»
o
H
O
i
m
n
o
t
<
[
O
I
I
o
"OCIO eo ^^ws
gO iqcQOoeieooioaooao
"^ o o ^ «-Í o o iH e4 e4 <-4 o
1^
3'
oooooooooooo
«ócocdmeJeócQeQi-íci'^t*^
C4
00
SSS33SS999SS
i.
80Í O OÓ O ^ «Ó IQ t>^ c' ci oS
*fló«oa3c>ioiió^eóo99eó
i
I
o o o o o eo A n CD iTd o«A
li
s
Digitized by
Google
M
[i"'
Otearracioies
tkmm
eomspoDÜMtei al m le Abril de 1892.
OItIZA.BA..
BOKAS.
falo^TertieaL
IMncrUfp apik.
SanladeFo
PICCUAS.
aLm.
nrate.
nlfUomL
h.
m.
1
6
00
a. m.
0.1
sw.
I.
3
5
55
tj
O.l
tf
tí.
6
06
)f
2.2
WSW. SSW.
'
10
08
p. m.
0.1
NW.
I.
6
2
40
jf
O.l
;;
99
5
31
91
0.2
fy
99
7
20
}}
0.9-
yy
99
7
8
25
a. m.
0.1
)f
91
8
8
31
9»
0.1
}}
}}
9
12
08
)f
Conmodtfn.
99
10
11
1
10
29
59
p.m.
2.0
NW.
tí.
15
8
42
ff
0.2
j)
I.
16
12
09
a. m.
Conmocidn.
99
17
2
30
ff
0.1
SW.
99
3
19
)j
O.l
9)
9^
3
01
p.m.
0.1
99
99
3
34
ff
0.1
NW.
99
4
11
15
00
n
0.1
01
sV,
99
11
05
jf
0.2
NW.
99
19
5
54
a. m.
0.2
WSW. SSW.
)9
5
54
p.m.
0.3
SSW.
ff
7
15
)f
0.3
NW.
99
9
03
19
0.1
J>
99
20
12
03
a. m.
Jf
Digitized by
Google
e4
nORA».
HOBAB.
rHo-nrtlni
m.a).
nnto
i!
rtlyKoMl
h.
-.
22
23
24
23
26
28
29
3Ü
5
2
9
12
12
5
■ 7
12
1
5
10
12
2
7
1
2
9
11
28
15
00
50
55
14
00
15
46
54
18
31
31
15
29
00
30
44
a. m.
p.m.
j»
a.m.
»
p.m.
I»
a.m.
»
p.m.
»
a.m.
»>
»
p.m.
«
if
O.l
o.l
0.1
0.1
0.1
01
0.1
o.l
0.1
o.l
o.l
0.1
o.l
0.1
NW.
NNW.
NW.
SW.
;»
Cownocifo.
SW.
Jl
fl
NW.
s'w.
NW.
WNW.
SW.
I- i
II
99
99
11
"
II
II
99
II
II
II
" !
II
II
>i
II
Digitized by
Google
<to
Aimeeto habido en la Biotooa de la Mad dorante el año de 1891.
AHEXO A LA BEBEfiA DEL SEOBETABIO aEHEBAL.
Bbruk. K. Geodatische loBÜtut. Zar Entstehimgsgeflchicbte der earopSii-
chen Qradmessangfi-Astronomisch- Geodatische Ortsbestlmman-
gen im Hartz, ím Jahre 1881. — Gradmeesungs-nivellement zwis-
oben SwiDemünde und Amsterdam, 1883. — Lotabweichungen, I.
1886.— Astronomiscb-GeódatiBche arbeiten, 188 1-^7. —Gewicbts-
\ bestíxnmungen für Seitenverb<tiisse in Scbematiscben Drelecks-
netzen von Ehr. Paul Simón, 1889. — Das MErkiscb-Tbünnngiscbe
Drviecksnetz, 1889. Lotabweicb ungen in der umgebuug von Berlina
1889.^Das Büttelwasser der Ostaee bei Swinemüude, 1890.
■■■ K. Meteorologiscbe Institut Abbandlungen. 1, 1-3, 1890. ~Dle re-
genverhaltniBse vom 22 bis 24 Noy. 1890 in Mitt«I-und West-
dentscbland, von Dr. G. Hellmann.— Ergebnisse der Meteorologis-
chen beobacbtungen, 1879-1885, 1890. H. 1888. 1891, 1.
ÑatuTíHssencbaf tlicbe Wocbenschrift. V, 1890, 61 & 52. VI, 1891,
1-26,28-31,83-40,42-49.
Bbbk. BoeiétéHelyétique des Sciences Naturelleg. Actes. 73" session. Da-
ros, 1890.
BiziKRK. Soclété d' étnde des Sciences Natnrelles. Bnlletin. XI, 1888. XIT,
BoeoTÁ. Anales de la Instrucción Pública de Colombia. XVIÍ, 1890, Sept.
á Dio. XVIII, 1891, Ene.-Oct.
Sociedad Colombiana de Ingenieros. Anales de Ingeniería. IV, 39-
48. V, 49.
Bologvá. R. Accademia deUe Scienze deiristituto. Rendiconto, 1889-90.
B08T0M. American Academy oí Arts and Sciences. Proceedings. XXV,
188&-90.
Rtvista [x98»-93.] —O
Digitized^by
Google
Boston. MaasaehusettB Institute of Technology. Technology Quarterley.
I, 1887-88, 2-4. H, 1888-89. IH, 1890, 4. IV, 1891, 1 & 2.
Society of Natural Historj. Proceedings. XXV, 1 & 2.
Braünsghweig. Verein für Naturwissenschaften. 6 Jahreshericht. 1887-
88 & 1888-89. *
Bbisbajtk. B. Geographical Soeietj of Anstralaoia. Queensland Branoh.
Proceediiigs aud Transactions. 1-IV. V, 1 & 2. VI, 1 & 2.
Weather Burean. Meteorological Sinopsis, 1890. -Climatological Ta-
blea, 18^9, Oct.-Dic— Table of nunfall. 1890, Eoe.-Sept.
Bristol. Naturalists' Society. Proceedings. VI, 3. Jjists, 1891.
BbuxsllIS. Aoadémie Royale des Sciences, des Lettres et des Beauz-Arts
^ de Belgique. Annuaire, 1890 & 91. Bulletins. 3* serie, XIX &
XX, 1890. XXI, 1891.
— Observatoire Boyal Anuales (Astronomie), I-IV. Annuaire, 1860-
1890.
Société Belge de Mioroscopie. Bulleiin, XVII, 1890-91, 2, 4-10.
XVm, 1891-92, 1. Aúnalos, XIV.
' Société Entomologique de Belgique, Compte-rendu. 1890, Feb.-Sept.
Société B. Belge de Géographie. Bulletin. 1890. 3-6. 1891^ 1-3.
Société R. de Botanique Bulletin. XXIX.
Société B. de Pharmacia. Bulletin. 1890, 12. 1891, 1-3, 6-7 & 11.
I Société B. Malacologique de Belgique. Procés-verbauz. XVIII,
1889, 10-16. XIX, 1890, 1-8.
■ Société Scientiñque de Bruzelles. Anuales, XIII, 1888-89.
BüOARSST. Institut Météorologique de Roumanie. Anuales, IV, 1888.
BUDAPBST. Oeologische Gesellschaft. Mittheilungen. XX, 1890, II és 12,
XXI, 1891, 1-11.
I E. Ungarische Naturwisseuschaf tliche Geselsohaf t. Hathematisohe
und Katurwissenschaf tliohe Beríohte aus Ungarn. VI, . 1887-88.
Vn, 1888-89.— Dr. B. Ulbrích. Adatok a bor-és mustelensés
madszer^hez. 1889.~MyriapodaBegniHungaríae. E commissione
Regiae Societatis Hungaricae Scientiarum Katuralium «laToravit
Dr. Eugenius Daday de Dees. 1888.
Société Hongroise de Géographie. BuUeün. XVm, 1890, 7-10. XIX,
1891, 1-7.
BUKKOS AiBSS. Anales de la Asistencia Pdblica. I, 2 á 8. II, 1 4 3.
■ Boletín de Sanidad Militar. I, 3 & 8.
, Centro Cieutífíco-Literarío. Bevista. 111,14 3.
Círculo Médico Argentino. Anales. XIH, 1890, 11 y 12. XTV, 1891,
1 á 6 y 7 á 10.
. Departamento K. de Agricultura. Boletín. XIV, 1890, 20424. XV,
1891, 1 4 16, 18 y 19.
Digitized by
Google
6r
BuxKOS AlBtS. I>6t>&rtamento N. de Higiene. Anales. I, 1 á 9.
Dirección de Estadística Municipal. Boletín mensual. 1890, Oct. 4
iHc. 1891, Enero á óept.
'«La Educación." V, 1890, 113, 115 á 126, 129 á 132.
Instituto Geográfico Argentino. Boletín. XI, 4 á 12. '
Museo Nacional. Anales. III, 6.
Revista de Matemáticas Elementales. II, 39 á 52.
Revista Argentina de Historia Natural dirigida por el Dr. Florenti-
no Ameghino. I, 1891, 1 á 5.
Sociedad Científica Argentina. Anales. XXX 1890,57^6 XXtí, 1891.
XXXn. 1891, 1 á 3.
— Sociedad Rural Argentina. Anales. XXIV, 1 á 9.
BUFFALO, N. T. Society o£ Natural Sciences. Bulletin. 1891, V, 3.
Caik. Soeiété Linnéenne de Norraandie. Bulletin, 1890.
Cairs. lustitut EgTptien Bulletin. 3* serie. 1890, 1.
CalcüTTA. Asiatio Sociéty of Bengal. Proceedings, 1890, 4-10. 1891, 1-6.
Annual Address by the President H. Beveridge, B. C. S.
— Meteorological Department. Cyclone Memoirs, Part IV, 1891.^ In-
dian Meteorological Memoirs, 1891, IV, 3.— Meteorological obser-
vations ret^orded at six stations in India. 1891, Ene. -Abril.
Monthly Weather Beview, 1891, Ene.-Abril.
Calí. Sociedad de Medicina del Cauca. Boletín. Serie 7? 44-49, 52-56.
Cambridge, Mass. Museum of Comparativo Zoology at Harward College.
Annual Report of the Curator, 1889-90. Bulletin. XVI, 10. XX,
4-8. XXI, 1-5.
r- Phildsophical Society. Proceedings. Vil, 3 & 4. —The fbundation
and early years of tbe Society by J. Willis^lark, 1891.
Caracas. Ministerio de Instrucción Pública. ''El Instructor Venezolano."
1,14 4 21.
CatanIa. Accademia Gioenia di Scienze Naturali. Atti, 4? serie. H, 1889-
1890.— Bullettino mensile. 1890, Dio. 1891, Ene.-Jun.
ClHOINNATl. Society of Natural History. Journal Xm, 4. XIV, 1 & 2.
CoDíBRA. Jornal de Scienoias matbematioas e astronómicas publicado pelo
Dr. F, GonuM Teixeira. U-VI, VII, 1-3.
— — Observatorio Meteorológico e Magnético da Universidade. Observa-
góes magnéticas, 1878-1890.— Observables meteorológicas, 1890.
Copenhague. Académie R. Danoise des Sciences. Classe des Sciences. Bu-
Uetin, 1886-89. 1890, 1-3. 1891, 1.— Mémoires, IV, V, VI, 1 & 2. VH,
1&2.
Córdoba. Oficina Meteorológica Argentina. Anales. VUI, 189L
Cbaootib. Académie des Sciences. Bulletin International. 1891. Enero-
Agesto.
Digitized by
Google
as
Chapel Hill, N. Kl £li8ha Mitchall Soientific Bocietj. JourniJ. Vil, fi.
Vin,L
Chehkitz. E. 'Sachs. Meteorologisches Institut. Jahrbaoh. 1S89, I ft II.
1890, 1.
Chrii^iania. Norwegisclie Meteorologische lustUut. JafirbpAb^ 1^889.
Danzio. Natnrfurscbende Gesellschaft. Schnften 1890, VII, 3^4.
Delpt. Éeole PoljtecbnicLue. Annales. X-VI, 1884-.1891. VU^ 1.
DoUAl. UuioQGéographiqueduNorddelaFraace. BulUtin. ^,1890. XII,
1891, Enero-Abril.
Dresden. Natorwifisenscbaftlicbe (Hsellscbaft 'Isis.'^ SitsungiBberiehte
und AbbandluDgen. 1890, Jul.-Dic.
DüBLiN. Royal Dublin Society. Proceedings. VI, VII, 1&2. Tbe Soienti-
fic Transactionfl. IV, 1-8.
— lioyal Irisb Academy. Transactions. XXIX; 1-16. "CunaingfaMA
Memoirs,'' N? VL —Proceedings, 3«* serie». I^ 4 é^ 5.
Edinburgh. Geological Society. Transactions. VI, 2.
■ Royal Physical Society. Proceedings. X, 2.
Boyal Society. Proceedings. XVII, 1889-1890.
Elbeuf. Sociétéd'étude des Sciences Naturelles. Séancas. 1891. BuUetín,
1890.
Fibenze. Istituto Geograpbico Militare. Processo verb^lle delle sédate della
Commissione Geodetica Italiana ( 1865, 67, G8, 69, 73, 75^ 78, 80,
83, 86 & 89).
Societlb Fotográfica Italiana. Bollettino. III, 10 & 11.
Frankpurt a. M. Pbysikalisohe Verein. Jabresbericbt. 1861-1890.
Fbankfurt A. O. Naturwissenschaf tuche Verein. Monatlicbe Mittheilnn-
gen, 8 Jabrg, 1890-91, 1-3&8-12.— SocietatumLitterae. 4 Jabrg, 1890.
1-6 & 9-12. 5 JArg, 1891, 1-4. Helios, 9 Jabrg, 1-3.
GaiH). Société de Médecine. Annales et Bulletin. 1891, Oct. & Noy.
Geneve. ObservfiU^ire. Resume xnétéorologique de Tannée 1890 ponr Gen^*
▼e et le Grand Saint-Bemard par A. Kammermann. 1891.
Société de Géograpbie. Le Globe. XXX, 1891, BaU. 1 & 2 «t M4-
moires.
■ Société de Pbysique et d*Histoire Naturelle. Oompte-renda, 1890.
Genova. Museo Cívico di Stbria Natural!. Annali pubblicati per cura di G.
Doria e R. Gestro. Serie 2», I-ÜI, 1881-87.
Osservatorio della R. ünivei*sitíL P. M. Garibaldl. Eclissi anulare
di solé del 17 Gingno 1890. Osservazionl magneticbe e astrofisiobe.
~OoTrelazioni fra le maccbie solarl e le'variazioni del magnete di
declinazione diurna. — Confronto del due ultimi periodi intierí di
maccbie solarí e di yariazioni declinometriobe diume.— Eclisú anu>
lari di «ole del 6 Giugno 1891.
Digitized by
Google
GmoTA. 8oei«H lignstiea di SdensM NatanOi e Oeogv^fiolie. Attí» 1880, 1,
4.1801.11,1-3.
GüATXHALA. Direocióa General de Estadística.— Tofotme de la Secretaría
de Relaciones & la Asamblea Legislativa, acerca de la captura y muerte
del general Barrundia, IBÍ^L— Memorias de las Secretarías de Fomento^
Guerra, Gobernación y Justicia; Hacienda j Crédito público, Instruc-
ción pública y Uelacionee Exteriores, 1891. 6 tomos.
Habana. Obserratorio del Real Colegio de Belén de la Compafiía de Jesús.
Obserraciones magnéticas y meteorc^ógicas. 1888, JtíL-Dic.
Hauvax. NoTaScotian Instituto of Science. ProceedingssfidTransactions.
— r— YorlpBhire Qeological and Polytedinio Socieiy. Prooeedings. New
series, XI, S.
Halli a S. E. Leop.-Carol. Deutsche Akademie der Naturiknpicber. Nova
Acta. — Knoblattch, Polarísatíon áer strablenden Warma. — Polarisation
der Warmestrablen.— &'A»/h«r, Monographia Hellebororum. — Oump-
penberg, Systema Geometrarum, I-^IV, --^Lingff, EAmmbeobachtungen.
'^SimrQthf Naektsebnecken — Pohtíg, Elepbas antíquus.— i>«]0¿^ Wes-
ta frikanische Tagscbmetterlinge. — KolU Zoogeograpbie Westafríkas.—
Bememann, Cambrisckes Scbichtensystem.-^Ziiidfcf», Gasvorkommen.
Haicbübo. Deutsche Seewarte. Monatsberichte,XV, 1890, Jun.-Dic XIII,
1888. XVI, 1891, Ene.-Abríl. Beiheít L— Deutsche Meteorolo-
gisehe Jahrburoh für 1889.^Met6erologiscbe beobaohtuBgen io
Deutachland. 1876-188J5.— Monatliche Ueberpioht der Wittenmg,
I (J876>, Ü (1877). IV (1879)-X (1885).
.' Geogn^bis^lie G^ellschaft Mittheílungeik. 1889^, U.
Hablrm. Société Holandaise des Sciences. ArclÜTes Néerlandaises des
Sciences ezaotes et naturelles. XXV, 2.
Qavbb. Société de Géographie Ck>mmercia]e. Bidletin. 189G, Not. & Dic.
—1891. Annuaire. Bulletín, En. -Abril &Jul.-Oct.
Earlsruhr. (^entralbureau für Meteordogie und Hydiographie. j^bres-
Berícht. 1884-88 & 90.
Kbw. Observatory. Kepgrt of the Eew Commlttee fo? Ikt Year endbg 0^.
81, 1890.
La PIiATa. Observa^rio* Alonarlo, 1891.
T4A{»iaiK]C. Société Vaudoise des Sciences Natojflles. BuUetio. XXyi,102
&XXVIL
LSSD8. Philosophical andLiterary Society. AnnufJ Beport, 1990-91«*-The
collection of ancient marbles at Leeds by E. L. Hicks, 1690.
I^KPflfG. Naturforschende Gesellschaf t. Sitzungsberichte. 1888-^.
E. Sachs, GeseUsclmftderWissenfehaften. Math.-PhyiiycheClasse.
Qeric^i Ü^MT €M« TfNrbaiidluQfen. 1890, Hr^. 1891, i * IL
Digitized by
Google
70
LnPZlff. Vemn für Erdkunde. Mlttbeilungen, 1890. WIssensehftftHeHe
VeroCfentlichung^n. I, Beitrage zur Qeograpbie des Festen Was-
sera. 1891.
LlCov. Soeiété Géologique de Belgíqae. ^nunles, XVI, 2. XVII. 8 & 4.
LiLLE. Soeiété de Góographie. Bulletin, 1890, Noy. & Dic. 1891, Ene.,
Mar.-Oct.
Lima. Escuela Especial de Ingeniaros. Boletín de Minas, Industria y Cons-
trucciones. VI, 9-12. VJI, 4, 7, 8 &9.
Sociedad ''Amantes de la Ciencia." "La Gaceta Científica." VI, 1890,
12. Vn, 1891, 1, 2. 4-7, 9-12. ^
LmcoLK. Agricultura! Experiment Station of Nebraska. Bulletin, IV, 2 & 3.
Lisboa. Associa^ dos Engenbeiros Civis Portnguezes. Revista de Obras
pub]icas> minas. XXI, 251 & 252, Nov. & Dic, 1890. XXII, 1891,
253-261."
— Commiss&o dos Trabalbos Geológicos de Portugal. CommunicsQ^es.
I, 1. n, 1. 1888-90.
Gazette du Portu^l Duítrée. I, 1891, 1-6. 8-11.
— • — Observatfirio do Infante D. Luis. Annaes. XXIV & XXV, 1886&87.
—Humidade do ar em Lisboa. 1856-80.— TemperiituA, 1856-75.
—Magnetismo terrestre, 1870, 74, 76 ft 82.— Observables dos Pos-
tos meteorol(»gícos, 1885.
■ Socie«)ade das Sciencias Medicas." Jornal. LV, 1891, 1, 2 & 5-8.
LoHDON. Linnean Society. Proceedings, Ag. 1891.— List, 1890-91.
— — Meteorological Office. Bcport of tbe Meteorologiral Councll to tbe
Boyal Society for tbe Year ending 31 st. Marcb 1890.
• Boyal Meteorological Society. Quarterl^v Journal. XVII, 1891, 77-79.
The Meteorological Becord. X, 38-40.
Boyal Society. Proceedings. XLVm, 295. XLIX. 296-299, COI & 302.
■ Symons's Montbiy Meteorological Magazine. 1890, Dic. 1891, Ene.-
Nov.
LORISMT. Soeiété Bretonne de Géograpble. Bulletin, 1891, 46-49.
LOUYAIK. TJníversité Catbolique. Annuaire, 1891.
LTOK. Soeiété Botanique. Bulletin trímestriel, VII, 1889, Oct.-Üic.
■ Soeiété de Géograpbie. Bulletin. IX, 4-6. X, 2 & 3.
LüCOA. B. Aecaderoia Luccbese di Sciense. Lettere et Arti, Atti, XXV.
Madrid. Dirección de Hidrografía. Bevista general de Marina. XXVII,
1890, 6. XXVm, 1891. XXIX, 1 A 5.
' La Ilustración del Profesorado Hispano -Americano -Colonial. IH,
4á7.
Memorial de IngAuieros del Ejército. VH, 1890, 23 y 24. Vm, 1891,
1 k 14. Colección de Memorias, 1891, primera parte.
Soledad Geográfica. Boletín, í i VH, IX & XXm (1876 i 1887).
Digitized by
Google
n
XXVn, 4 4 6. JCXYin, 4 á 6. XXIX, 1890, 5 y 6. XXX, 1801.
XXXI, I á 3.— Aotas del Congreso Espaüol de G^^rafía Colonial
y Mercantil,. celebrado en Madrid en los dias 4 i 10 y 12 de Noy.
1883. I y II, 1884.
Madrid, unión Ibero-Americana. III, 1888, 30, 32, 38 y 40. IV, 1889, 42 á
48, 52 y 68. V. 1890, 54. VI. 1891, 66 á 77.
BÍAODBBURO. WHtterwarte der M^gdeburgischen Zeitnng. Jahrbuch der
Meteorologiscben beobacbtiingen, 1881-1890.
Makohbstkr. Geulogical Society. Trausactions. XXI, 1890-91, 1-11.
Manila. Observatorio Meteorológico de la Compañía de Jesús. Observa-
eionas, 1890, Abril á Octubre y Diciembre. 1891, Enero y Febrero.
MAltSKILLB. Sociét^ Scientiflque Flammariun. Bulletin, 1889 & 1890.
Mkdkllik. Academia de Medicina. Anales. III, 2 á 9.
, Mklbournb. Victorian Instituto of Snrveyors. Transaotions and Prooee-
dings. I, 1874-1880. List uf members, etc.
Milano. Associiisione Medica Lombarda. Atti. 1891, 1.
— -»- B. Istitttto Lombardo di Scienxe e Lettere. BendicontL Seria 2*
XXII.
■ B. Osservatorio di Brera. Pubblicazioni. XXXVII: Andamento anua-
le e diurno della pioggianel clima di Milano per E. Pini, 1891. Os-
serrazioni meteorologicbe, 1890.
Mineo. B. Osservatorio Meteorológico -Oeodinamico. Bollettino mensile.
1890, No7. & I>io. 1891. Enero, Feb. Abril-Oet.
MiNNJBAPOLis. Qeological and Natural History Survey of Minnesota. S^ An-
nual Beport, 1889.--Biilletki u? 6: The Iron Ores of Minnesota by N.
H. & H. V. WiucheU; 1891.
MoNOAUBBi. Osservatorio Céntrale. Bollettino mensuale. X, 1890. XI,
1891.
MODENA. B. Accademia di Soienze, Lettere ed Arti. Memorie. Serie 11.
1890, VIL
MOMTEVIDBO. AaociaeióiiBaral del Uruguay. Bevista. XIX, 1890, 21424.
XX, 1891, 14 20.
— - Dirección de Estadística General. Anuario Estadístico de la Bepú-
blica Oriental del Uruguay, 1891. — Comercio exterior y movi-
miento de navegación, etc«, 1890.
«~«- Dirección general de Instrucción pública. Boletín de Ensefiansa Pri-
maria. IV, 1891, ü» 4 24.
^ Observatorio Meteorológico del Colegio Pío de Villa Colón. Boletín
mensual. II, 1890, 11. in. 1891, 144.
MOBOOü. Sooiété Impónale des Naturalistes. Bulletin, 1887, 4. 1890, 2 ft 8.
1891, 1.
Msteorologisdie beobaehtnngsn, 1889, L 1890, ISslL
Digitized by
GooQle I
7í
MOHomor. K. B. MeteorologUehe Centralsttttion. üebernofai «LUr di«
wRteniiig^híatniaM im K. Bayern. 1890, Noy. ib Die. 1891, Entro,
Uarzo-Oct. BeobaebtmiKen, XII, 1890, 3^4. 1891, 1.
Nakct. Société de Qéograpbie de TEst. Balletín, 1890, 4? trim. 1891, I?,
2? y 3« trim.
Société des Scieoees. BuUetin des séaqees, 1891, 4-7. BuUetÍQ, 2*
serie. X, 1890.
Napou. Accademia delle Soienze Fisiche e Matematiche. Bendieonto. 2?
serie. V, 1891, 1-8.
'' Societá Americaiia dltalia. Programma e Statuti, 1890.
■' Boeietá Africana d'Italia. Boltettíno. IX, 1890, 11 Se 12. X, 1891,
1-4.
Societi di Naturallati. BoUettino. Serie 1* V, L
Nbw-Tore. Academy of Sciences. Traneaetions. X*, 4-6.
■ American Chemical Soeietj. Journal. XII, 1890, 10. XIII, 18191, 1-8.
American Geographical Sooiety. Bolletíh. XXII, 4 ft^snpl. ZZHI)
1-3.
■ MioroBCopical Society. Journal. VIT, 1891.
Niw Hatxk. Connectiout Academy of Arts and Sciences. Transaetions.
vra,i. .
NiOK. Observatoire. Fondation R. Biscboffsheim. Anuales. II (1887), m
(1800) y Atlas.
Ottawa. Commission de Qédogie et d'Histoire Natnrelle du Canadá. Éap-
port annueL Nouv. serie. III, 1«~ et 2f» partios et Cartee. 1887-88;
OVXKDO. Estación Meteorológica, Resúmenes generales de las obserraeio-
nes realizadas desde 1851 basta 1890 inclusive, por D. Luis Gontáks Fra-
des. 1891.
Palkbvo. Circolo Matemático. Bendiconti. IV, 1890, 6. Y, 1891, 1-9.
n NaturaKsU Sieiliano. X, 8-12.
GbusEetU Cbimica Italiana. XX, 12. XXI, 1891, 1-10.
^ B. Accademia di Soienxe, Lettere e Belle-Artí. BuUetitno, Vn, t-6.
VIH, 3.
■ B. Osseryatorio. BoUettino meteorológico. 1800, Oct.-DIc.
PASIf» Académie des Sciences de llnstitut de Franco. Comptes Bendns
bebdoma<iaires, I^CX, 1835-1890.— Mémoires, I-in& V-XLTV.—
Mémoires presentes par divers savasts étrangers I-XXX.-^TaUes
des Comptes Rendus, 1835-1880.— TáUes d«« Mémoires.— Beoueil
de Mémoires, Rapports, et Documents relatifs k robserratian da
passage de Venus sur Is Soleil. I-UI et Atla0, S t
Digitized by
Google
MÉXICO
Bevista Oientífioa y Bibliográfioa.
Húm. 7-8. 1892-98.
SESIONES DE LA SOCIEDAD.
Diciembre 11 de 1B92.
Presidencia del aocio D. QniUermo B. y Fuga.
GOBBESPONDENOIA. — De las Sociedades de Geografía de
Brisbane (Victoria), Manchester y Oran, del Museo de Histo-
ria Nataral de Nueva York, de la Oficina Internacional de pe-
sas y medidas (Sevres), de las Oficinas de Estadística y de In-
genieros de Washington, de la Redacción del ''Echo des Alpes''
(Ginebra) y de la Academia de Ciencias de Texas, aceptando
cambio de publicaciones.
De la Comisión de Exposición Histórico -Americana y d^
la Dirección de Estadística de Montevideo, de la Sociedad Real
de Ciencias de Sajonia, de la Oficina de Ingenierps de Was-
hington y de la Escuela Politécnica de Delft, remitiendo publi-
caciones. Del Comité para la celebración del 150? aniversario
de la instalación de la Sociedad Filosófica Americana en Fila-
delfía, invitando á la Sociedad "Álzate" para que nombre un
representante en las Conferencias que se verificarán del 22 al
26 de Mayo de 1893. Del Sr. Augusto Genin solicitando una
RerUta [i89t-93.]— lo
Digitized by
Google
74
colección de las publicaciones dé la Sociedad para la Bibliote-
ca Nacional de París. Del Gobierno del Estado de Guerrero,
enviando las noticias de temblores.
Publicaciones. — Por primera vez se recibieron las de las
Sociedades de Geografía de Manchester y Brisbane, del Club
de Naturalistas de Ottawa, de la Société Scientifique du Chili (San-
tiago), y de las Oficinas de Estadística y de Ingenieros en Was-
hington.
* Donaciones. — Se recibieron para l;v Biblioteca, de los so-
cios Aguilar y Koenigs (París) y del profesor Zegers (Santiago).
Trabajos. — Carlos Mottl, Observaciones seísmicas en Orizába^
Nov. 1892.
El socio Epstein leyó algunas refutaciones á los últimos pro-
nósticos de tiempo publicados por un Sr. Contreras de Guana-
juato, haciendo ver su fracaso.
Fallecimiento. — El presidente comunicó la sentida muer-
te del Sr. profesor Mariano Herrera y Gutiérrez, acaecida el 25
de Noviembre pasado. La Sociedad "Álzate" lo contaba entre
sus socios de número desde Mayo de 188G; en ella ocupó los
puestos de Presidente y Vicepresidente en diversos años y siem-
pre le profesó cariño y adhesión.
Postulación. — Habiendo declarado el Presidente una va-
cante de socio de número, los socios Garibay, Montiel y Verga-
ra postularon para dicho titulo al Sr. Ing. Daniel Palacios.
£1 Secretarlo general,
Rafael Agüelar y SantillAn.
Digitized by^VjiOOQlC
75
Enero 8 de 1893.
Presidencia del socio D. GKxilIermo B. y Paga.
Correspondencia. — Del Comité encargado de la celebra-
ción del 70 •* aniversario del nacimiento del ilustre geómetra
francés Hermite. Miembro do la Academia de Ciencias de Pa-
rís, anunciando que ha hecho acuñar unas medallas con la efi-
gie de dicho matemático, para los que desee^i conservar un re-
cuerdo de la fiesta celebrada el 24 de Diciembre próximo pasa-
do. De la Sociedad Romana de estudios zoológicos, de la Oficina
de Estadística del Japón, de las Sociedades de Geografía de San
Quintín y del Pacífico, del Ateneo de Brescia y de las Socieda-
des de Ingenieros y Arquitectos de Roma y Turín, comunican-
do que aceptan él cambio de publicaciones. Del Observatorio
Físico Central de San Petersburgo, de la Academia de Ciencias
de Tejas, del Instituto Físico -Geográfico Nacional de Costa
Rica, de la Comisión Geológica de Tejas y de la Dirección de
Estadística de la República, remitiendo sus respectivos traba-
jos. Del Director de Correos y Telégrafos de la República Ar-
gentina, obsequiando* un ejemplar de las estampillas de correo
de á 2 y de á 5 centavos, emitidas el 12 de Octubre de 1892, en
conmemoración del 4? centenario del descubrimiento de Amé-
rica.
Publicaciones.— Se recibieron por primera vez las de la
Sociedad Romana de estudios zoológicos, de las Sociedades de
Ingenieros y Arquitectos de Roma y Turín, del Colegio de In-
genieros y Arquitectos de Ñápeles, de la Oficina de Estadística
del Japón, de la Academia de Ciencias y de la Comisión Geoló-
gica de Tojas, de las Sociedades de Geografía de San Quintín
y del Pacífico, de la Sociedad Filosófica del Cabo de Buena Es-
peranza y el Giornák di Mineralogía e CrUtaOografia del Profe-
sor Sansoni de Pavía.
Digitized by
Google
76
DOKAdOMB&— A U BibHoieea ingresaron las de los boom
Eoenigs, Halón de la €ronpiIE¿fe (París) X Agoilar j de los Sres.
Agreda j Gaatluw- Yülars.
Elbcxsonss,— Se procedió eonforme i regUnenio ila dee-
eión de los mieml»os de la Janta Direetira. El socio qne sus-
cribe propuso se nombrara al socio Bsbiel Agoilar j Santillán
Secnkorio gemaral perpeimo^ proposición qne faé afoobada por
aclamación* La Jnnia Directíra qnedó asi: Presidente, Inge-
nioro Guillermo B. j Puga (reelecto). Vicepresidente, lie Ba-
món Uanterola. Secretario general perpetuo, Bafael Aguüar j
SantílUn. Secretario, Ingeniwo Agustín Aragón. Tesorero, In-
goiiero Crilberto Mentid j Estrada.
Trabajos.— Vicente Fenándes, Las es^nOms/u^mcet de fSS
ékN09Íembreékl892.
Garios Motil, Obmrwmciomes jéisano» em Orifába^ Dicieabre,
1892.
El Secretario general leyó la Betemm ée h$ Insk^et éelmSé^
idmioék 1892.
XaMHEAUlPiTOS Y OOMiSiOXK.— Qnedó nombrado por
unanimidad socio de numero el Sr. Ingeniero Dakibl PAUL-
ÓOS, Profese» %a la Escuela Namoaal de Ingemeros.
Quedaron nombrados los socios Aguilar j el suscripto paca
proponer las r^ormas que sean conTcnientes al Reglamento, j
ka socios Epstmn, Manterola, Mateos, Segura j ViQada para
iniciar ks medios más conducentes i que las teaioncs sean más
interesantes y en general al progreso de la Sociedad.
Agustík AMAeÓK.
Digitized by
Google
77
necrología.
a SR. mmma i wmi retes.
El día 23 de Septiembre de 1892 murió en esta capital en la
2* calle de Vanegas núm. 1, el Sr. D. Vicente Reyes, Ingenie-
ro ciyil 7 Arquitecto. Por desgracia para nuestra patria los hom-
bres de su temple son muy raros* Honrado á carta cabal, de
carácter enérgico y firme, que nunca contemporizaba con todo
lo que no fuese equitativo y justo, jamás se doblegó ante el po-
derosOí aun con detrimento de sus propios intereses. De ver-
dadero talento, de profundo saber, y no con esa sabiduría su-
perficial tan común en nuestros días, ese talento y ese saber se
manifestaron en todos y cada uno de sus trabajos y escritos, aun
cuando fuesen de índole variable. Amante de decir siempre la
verdad, esto le granjeó alguna reputación de poco culto en la for-
ma y algo satírico en el habla ^ pero era que su espíritu levan-
tado no consentía falsedades ni hipocresías. ¿Qué extraño es,
pues, dados estos antecedentes y la índole general de nuestro
siglo y de nuestra sociedad, que sólo se conmueve con lo apa-
ratoso é insustancial, que haya muerto pobre, que su muerte
sólo haya sido conocida y sentida de algunos pocos y fieles ami-
gos que le acompañaron á su última morada en el cementerio
de Dolores t
Nació el Sr. Beyes en la ciudad de Cuantía de Morolos el 21
de Enero de 1850. Después de haber cursado con aprovecha-
miento las primeras letras en su ciudad natal, pasó á hacer sus
estudios secundarios el año de 1862 al Colegio dirigido por el
Sr. Ouilbault, sito en la calle del Seminario número 7, y en don-
de, así como en otros varios establecimientos análogos dirigidos
Digitized by
Google
78
por profesores extranjeros, se impartía una instrucción secun-
daria bastante sólida. Aquí también se distinguió por sus rápi-
dos adelantos en los diversos ramos de dicha instrucción.
El año de 1864 entró á la Academia de Bellas Artes para
cursar los estudios del Ingeniero civil y del Arquitecto, y lo hi-
zo, como era de esperarse, con notable aprovechamiento tanto
en la parte cientíRca como en la artística, cualidad por cierto
muy notable y bastante rara entre las personas que cursan di-
chas carreras y que demuestran hasta dónde llegaba su inteli-
gencia y su saber.
El plan de estudios de 1867 separó con poquísimo tino las
carreabas del Ingeniero civil y del Arquitecto, que tan bien se
adunaban y completaban en la rt^ferida Academia de San Car-
los. Con este motivo el Sr. Reyes pasó á concluir los estudios
de Ingeniero civil en la Escuela de Ingenieros.
Habiendo terminado sus estudios teóricos el año de 1870,
hizo su práctica de Ingeniero' civil en unión de algunos de sus
compañeros al año siguiente en el ferrocarril de Veracruz, y cu-
yos trabajos principales estaban entonces en Atoyac, Córdoba,
Metlac y Maltrata.
El año de 1872 vio coronados y recompensados sus esfuer-
zos, recibiendo por separado los títulos de Ingeniero civil en la
Escuela de Ingenieros y de Ingeniero arquitecto en la Escuela
de Bellas Artes.
Los tiempos eran entonces poco propicios para el ejercicio
de estas profesiones, así que el año de 1873 ó 1874 acudió al lla-
mamiento que le hizo el general Leyva, entonces Gobernador
del naciente Estado de Morolos, quien le confirió la clase de Ma-
temáticas y Cosmografía en el Instituto Científico y Literario
■del Estado en Cuernavaca. Por ese tiempo y en 1876 hizo una
larga serie de observaciones meteorológicas en dicha ciudad,
acerca de cuyo clima «escribió una Memoria muy interesante.
Poco después fué electo diputado á la Legislatura del Esta-
do, puesto que desempeñó hasta la caída del Gobierno de D.
Sebastián Lerdo de Tejada en la capital y la del general Leyva
Digitized by
Google
7Í
en Guernavaca. Pooo antes había sido nombrado Secretaria ge-
neral de gobierno por el mencionado general Ley va.
Regresó después á la capital de la República y entonces el
Sr. Lio. D, Ignacio M. Altamirano, Oficial Mayor del Ministe-
rio de Fomento, justo apreciador del mérito y relevantes cua-
lidades del Sr. Reyes, le nombró segundo jefe del Observatorio
Meteorológico Central, de nueva creación. Desempeñó con no-
table éxito sus labores en este Instituto, publicando multitud
de trabajos de gran mérito,' que aparecieron principalmente
en el Boletín de la Sociedad de Greografia y Estadisiica, hasta el
mes de Noviembre de 1880, en que se separó de él para pasar
á trabajar en el ferrocarril llamado de Sullivan ó de la vía an-
gosta, comenzando desde simple nivelador y transit man^ hasta
llegar á ser en poco tiempo jefe de sección; fué muy estimado
por los directores de dicho ferrocarril.
En el Observatorio Meteorológico Central instaló los instru-
mentos magnéticos é hizo una larga y regular serie de observa-
ciones que es la primera de importancia que se tiene, publican-
do la descripción y uso de los instrumentos.
Fué nombrado por el Gobierno, jefe de una de las secciones
del ferrocarril de Tehuantepec, y desempeñó asimismo y siem-
pre con brillante éxito varias comisiones, ya del Gobierno, ya
de particulares. Fué uno de los miembros más asiduos y escla^
recidos de la Sociedad de Geografía y Estadística, de la cual
fué varias veces Secretario, y nijuca faltaba á sus sesiones cuan-
do estaba en la capital Fué también uno de los miembros más
distinguidos de la Sociedad de Ingenieros de esta capital y la
nuestra lo contaba entre sus socios honorarios desde Marzo de
1889.
Se consagró con éxito al estudio de la Arqueología y al de
los idiomas indígenas.
Son numerosos los escritos que dejó sobre varios ramos.
El año de 1870 obtuvo, en unión del Sr, José L. Collazo, el
1 Yéaso Bibliografía Meteorológica Mexicana, por R. Agnilar. MemoríaSf t,
lY, págv. 26 y aiguientes.
Digitized by
Google
prendo en el concurso para un monumento nacional & Hidalgo
en Dolores, y cuyo monumento tuvo el gusto de ver concluido,
dirigido por él, después do muchas peripecias, el año de 1890.
Por último, fué nombrado por el Gobierno federal para pro-
yectar y ejecutar el .monumento á los mártires de Uruapan, al
cual consagró su saber y pericia hasta sus últimos instante», sin
haber tenido la satisfacción de verlo concluido.
Finalmente, una enfermedad contraida en el desempeño de
su profesión le llevó al sepulcro en la fecha ya citada; con él
murió uoo de los buenos hijos de México por su saber, por su
integridad y por todas las demás cualidades que le adornaron.
Sirvan estas cortas líneas como respetuoso homenaje que la So-
ciedad '' Álzate '^ rinde á su memoria.
^»^^^^^»^<^^^^^V>^*^'^^^V^^i^^
EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE CHICAGO. 1893.
COlN-O-RIfiSOS.
DEPAETAMENTO DE OIENOIAS T FILOSOFÍA.
División sreneral de Meteoroloería, Climatoloflria y Macrnetismo
terrestre.
Informo proliminar del Concité de los Oongrosoe de la Exposición para nn Oongrooo
de Meteorología, Climatología y Magnetismo terrestre.
Se ha reconocido siempre para honra de América, que el
primer Congreso Internacional de Meteorología aprobado por
los gobiernos del muiido, fué el que tuvo lugar en 1853 en Bru-
selaSi por iniciativa del Gobierno de los Estados Unidos.
De entonces acá muchas conferencias internacionales im-
portantes han tenido lugar; pero se considera que se necesita
aún mayor imidad en los métodos y asuntos meteorológicosi y
Digitized by
Google
81
qae el adelanto futuro se faoilitará mucho por medio de una
discusión relativa al estado presente de este ramo de las cien-
cias aplicadas. Atendiendo á este fin, el Comité de Congresos
ha organizado una serie de reuniones en las cuales los meteo-
rologistas y climatologistas de todos los países se reunirán pa-
ra el cambio de opiniones y para la discusión de las cuestiones
de más importancia y actualidad en este cán^po de la ciencia.
El Comité de Congresos es una organización separada que
trabaja en completa armonía con la Exposición Colombina del
Mundo ^ está reconocido por el Gobierno de los Estados Unidos,
y hasta cierto punto sostenido por los fondos suministrados por
el mismo.
La Dirección de la Exposición se ha encargado de propor-
cionar las salas de audiencia para las sesiones del Congreso y
de sufragar los gastos incidentales para dichas reuniones. Se
tomarán las medidas necesarias para la publicación y distribu-
ción de los trabajos de los diversos Congresos que tendrán lugar.
. Un Congreso de la naturaleza indicada tiene un aspecto per-
sonal y privado en el sentido de que la asistencia á él es ente-
ramente voluntaria. Por otra parte, tiene una importancia oficial
.é internacional en aquellos asuntos de interés general é inter-
nacional que serán discutidos por hombres de gran reputación
universal, que en seguida tendrán una poderosa influencia pi^
ra dar forma al curso de la legislación futura en sus naciones
respectivas.
El Comité general de los Congresos Meteorológicos, al cual
incumbe el arreglo de los detalles que pueden contribuir al éxi-
to de la asamblea, está profundamente impresionado con la im-
portancia del asunto qué se considera. El rápido progreso de
todas las ciencias durante los cincuehta años pasados nos pro-
porciona buenas razones para prever un adelanto aun más rá-
pido para lo futuro.
El objeto del Congreso será el de pasar en revista breve^
mente los adelantos que se han hecho basta hoy en cada rama
de la meteorología y sus aplicaciones á la agricultura, nayega-
Rerista [1899-931^1 x.
Digitized by
Google
ción, ingenierfay hidrátiKea, molinos de yiento, ate., y m auxilio
en las cuestiones de geologfa y en la aolimatatñón y distribaeifiB
de las plantas y animales. Tienen aún lugar en tal disensión,
el enlace entre la meteorologfa y el magnetismo terrestre, los
temblores, los volcanes, la cai<la de estrellas meteóricas, la au-
rora y la variable condición del Sol.
El asunto de- la Meteorología económica recibirá también la
debida consideración- Bajo el pnnto de vista del público el éxi-
to se mide por pesos y centavos. Del público dependen loe me-
dios de adelanto futuro, y nada mejor que guiar su interés por
medio de asuntos pr^icos.
Se consagrará también algún tiempo al asunto de la Meteo-
irologia en las escuelas. Como la importancia del conocimiento
de la lleteorologfa se itaanifíeeta porsí misma en el espíritu pú-
blico, llegará día en que se considerará deficiente una educación
escolar común, si no se ha dado por lo menos alguna instmo-
oión rudimentaria sobre este importante asunto.
La siguiente clasidoación de principios parece la más ade-
cuada para indicar el rango apropiado de los asuntes, incluyen-
do muchos que pueden relegarse á suboomités y ser disoutídos
en asambleas especiales del Congreso.
a.-— Instrumentos y métodos de observación. En esta aeo-
dón se discutiráu todas las cuestiones relativas á loe instn^-
mentos meteorológicos, observaciones, reduoeiones, eorreooio-
nes y análisis.
6.— «Hencia Meteorológica, para incluir los principios gene-
rales de la Meteorologia teórica, ciclones, tempestades aeeun-
darias, etc.
c — Climatología.
dL — Meteorología Agrícola é Higtéoiea.
t. — Meteorología Miiritima.
/« — Servicio del Tiempo del Gobierno, para iadirir loa pria-
eipioa generales de la telegrafía del tiempo, prediootoneSi Twi-
fioaeionea, tempestades eapeoiales y otroe senridoa.
f.<-**Magnetistto Tematre y Eleotnoídad
Digitized by
Google
diyendo 1m tempestades magnéticas, oampos magnéticos cós-
mieos, instrumentos eléctricos y magnéticos, relámpagos, auro-
ras, eto.
K — Clima Geológico, incluyendo asuntos tales como la épo«
ca glacial, cambios cuaternarios en el clima, clima según la flo-
ra y la fauna fósiles.
♦. — Literatura Meteorológica, Bibliografía y Biografía.
El Comité manifiesta que además de las reunioneb públicas
oficiales, habrá otras muchas conferencias privadas, personales,
y que los conocimientos adquiridos de este modo facilitarán mu-
cho la acción armónica entre los meteorologistas durante mu-
chos, años.
La Exposición se abrirá'de Mayo á Octubre de 1893; se ha
pensado reunir el Congreso Meteorológico durante la semana
que comenzará el lunes 21 de Agosto de 1393, designada gene-
ralmente para la reunión de los Congresos Científicos, para que
los que deseen asistir á otros puedan hacerlo con comodidad.
Se anunciarán con oportunidad tanto las secciones especia-
les en que se subdividirá el Congreso Meteorológico, para ma-
yor facilidad y expedición, cuanto los caballeros que tomarán
parte en los trabajos de dichas secciones.
El objeto de este informe preliminar es el de dar á conoce»
á los interesados cuálf>s han sido los primeros pasos que se han
dado para la organización de un Congreso Meteorológico y pa-
ra promover cordialmente la cooperación activa de todas las ofi-
cinas meteorológicas oficiales, é invitar á todos los individuos
y Sociedades interesadas en este ramo de las ciencias aplica-
das. Promovemos la correspondencia y las sugestiones de cual-
quiera persona que lea este informe, relativos á los asuntos que
se han de discutir; á las personas para que preparen sus Me-
morias, y la manera de ordenar los trabajos del Congreso. Se
han he<;ho esfuerzos para obtener informes especiales sobre
el estado actual de nuestros conocimientos, por algunas perso-
nas que están familiarizadas con ellos^ pero como es fácil que
el Oomité haya olvidado otros de igual importancia, el Presi-
Digitized by
Google
84
dente estimará, eomo tin favor, si al^no que se haya dedicado
á cualquiera rama de la Meteorología, quiere ponerse en comu-
nicación con el Comité. Las preguntas se dirigirán á las ofici-
nas indicadas abajo. Los documentos que expliquen los planes
del Congreso se darán á solicitud de los interesados.
Mark W. Harrington, Presidente.
H. C. Frankenfield, M. D., Vicei-residente.
Elijas Colbert. W, S. Jackman.
Charles B. Thwing. Ossian Guthrie.
WiLLiAM S. Seaverns. R. Grigsby Ohandleb.
Rtchardson Clover. Prank. H. Bigelow.
P. B. NiPHBR. G. K. Gilbert,
Oomité del Congreso General para
el Congreso Meteorológico.
^^^^»^>^»^»^^^»^^^^^»^^>^^»^v
REVISTA ANUAL DE ASTRONOMÍA
DEL AÑO 1801
G. BiaOURDAN
A^uttóaoxno adjunto al Obaetrvatorio ele Paari».
(Traducido de la Htvw GénéraU det Sciences Puret et Appli^uiee de Ptrfs).
(CCHTIHÚA.)
3? EL SOL.
Como se sabe las manchas del Sol no son siempre ignalmen-
te nnmerosaSy sino que así su número como sa importancia cre-
Digitized by
Google
S5
een ó decrecen alternativiimente. La duración del periodo es
próximamente de 11 años ^. La ultima minima turo lugar en
1889; actualmente las manchas son ya numerosas y van aser-
io más y más hasta 1894, para disminuir de nuevo hasta 1900,
época de la próxima miinma.
Los recientes eclipses totales han hecho ver que la corona
solar experimenta modificaciones cuyo período está acorde con
el de las manchas; poro se sabe poco del origen de esa especie
de aureola: Huggins la compara, en cuanto á sus cansas, á las
colas de los comutas; que se debería en su mayor parte, á ma«
teria procedente del Sol bajo la influencia de una fuerza quÍ7«á
eléctrica, variable como la superficie; que estaf uerza podría, por
consiguiente, llegar á una i ntensida(^ suficiente para compen-
sar con facilidad la gravitación, aun cerca del Sol; que muchas
partículas de la corona volverían al Sol, pero la materia que for-
ma los largos rayos no; que se diseminaría más y más para con-
tribuir tal vez á formar la luz zodiacal, cuya causa no se cono«
ce aun bastante.
La espectroscopia solar ha dado ocasión últimamente á im-
portantes trabajos, entre los cuales hay que notar el magnífico
espectro fotográfico del Profesor Bowlapd y el dibujo del es-
pectro solar de Thollon. Este último se había dedicado princi-
palmente á distinguir las rayas debidas & la absorción produ-
cida por la atmósfera terrestre (rayas telúricas). Como estas
rayas telúricas, en igualdad de circunstancias, son tanto más
intensas cuanto mayor es el trayecto de los rayos solares á tra-
vés de nuestra atmósfera, dibujaba el espectro cuando el Sol
estaba muy alto ó muy cercano el horizonte; las rayas que son
más fuertes en el segundo caso son las telúricas. Ebte trabajo,
sencillo en apariencia, es por el contrario extremadamente la-
borioso, y la muerte impidió á Thollon terminarlo. Felizmente
tuvo tiempo para completar la parte más importante, bajo el
punto de vista de las rayas telúricas, porque su dibujo compren-
de todo el intervalo de las rayas Ajb.
Digitized by
Google
4? MEEOUEIO, YEUÜS, MAETE.
Hemos llegado, pop decirlo así, al dominio particular de
Schiaparelli, quien en 1877 descubrió los canales de Marte des-
pués su desdoblamiento; en 1339 hizo ver que Mercurio gira
sobre sí mismo, no como se había creído durante mucho tiem'
po, en algunas horas, sino á 88 díasj en fin» sus observaciones
han echado por tierra la confianza casi ciega que se había teni»
do durante lóO años á la duración de la rotación de Venus, de-
ducida de antiguas observaciones y confirmada después.
El trabajo de Schiaparelli relativo á Venus no ha disipado
todas las dudas y aún coiftienzudos observadores creen que la
duración de la rotación de dicho planeta es de unas 24 horas.
6? JTIPITEE.
La gran mancha roja observada en Júpiter desde 1878, y
qne ha perdido durante algún Ciempo algo de su brillo, fué en
1891 tan brillante como en 1879, época en que llamó la atención
general. Hay qne notar que esas dob máximas de brillo se pro-
dujeron con un intervalo de doce años, duración de la revola-
ción del planeta al rededor del Sol. Se ha observado que al acer-
cársele las otras manchas se disipan ó se desvian como por un
obstáculo.
Los eclipses de los satélites de Júpiter son de muy fácil ob-
servación aun con débiles instrumentos; antes prporcionaban
una de las más preciosas ocasiones para la determinación de las
longitudes terrestres y para el cálculo de la velocidad do la lus.
Los del primer satélite, qne se observan hasta con 4 ó 3 segun-
dos de aproximación, podrian también utilizarse; respecto á los
otros satélites, la incertidumbre es muy grande á menos que se
empleara un método fotométrico como el de M. Comu.
Guando estos satélites pasan entre Júpiter y nosotros, stra-
Digitized by
Google
87
TÍ6«an el disco del planeta y presentan entonces fenómenos va-
riados. Veamos el caso ordinario; cuando el satélite entra sobre
el disco de Júpiter, se le percibe como nn pequeño disco bri-
llante qne se proyecta sobre un fondo poco menos claro; en se-
guida se le pierde gradualmente de vista porque el centro de
Júpiter es más brillante que los bordes, y á la salida se repro-
ducen las mismas apariencias en sentido inverso. Algunas ve-
ces se proyectan en negro sobre el disco del planeta, producién-
dose asi lo que se llama los pasos sombrios, que se explican
fácilmente si el brillo del satélite es notablemente inferior al
del planeta.
Uno de los fenómenos más curiosos qne han presentado es-
tos satélites, fué el observado por Barnard el 8 de Septiembre
de 1890: este hábil observador vio claramente el primer satéli-
te doble, que se proyectaba en ese momento sobre Júpiter; la
dirección de las dos partes era perpendicular á las bandas del
planeta y la sombra del satélite era perfectamente redonda. Es-
ta notable apariencia se debió sin duda á la presencia acciden^
tal de una banda obscura sobre el ecuador del satélite.
6? 8ATÜM0, ÜBA90, NEPTTTZTO.
En 1891 tuvo lugar la desaparición del anillo de Saturno.
Primero, el 22 de Septiembre la Tierra^asó por el plano del
anillo, qne no presentándonos entonces más que una raya, se
hizo invisible. Algunos dias después, el 30 de Octubre, el pla-
no del anillo pasÓ por el Sol, y no estando ilumiiia<las sus fases
no pudimos percibirlo. Cuando estas desapariciones se produ-
cen en condiciones favorables, su observación atenta, puede
descubrir su estructura; pero no fué asi en 1891.
Varias ocasiones se hati señalado dentelladuras sobre los
anillos^ pequeñas manchas blancas hacia el ecuador del plane-
ta; pero estos detalles, indicados por observadores provistos de
inainuneiiios peque&os, no.se han pereibido con instnaastalos
Digitized by
Google
S8
más poderosos; sin dnda la observación de la oposición de 1892
nos aclarará si su existencia es real.
Eii Urano se perciben de t¡emf»o en tiempo Bobre su disco
bandas débiles qfue indican sin duda la posición del ecuador del
planeta, pero que nada nos han mostrado acerca de la duración
de su rotación.
En cuanto á Neptuno no se le ha podido percibir detalle al-
guno sobre su pequeño disco de 2 segundos de diámetro.
(Continuará),
t
necrología.
El Sr. Msor Mno Herrera y Gntiírrez.
Cubre en estos momentos á la Sociedad Científica ''Antonio
Álzate'' denso luto, teniendo que lamentarse por la pérdida de
uno de sus miembros más laboriosos.
El 25 de Noviembre ultimo descendió al sepulcro á la edad
de 33 años el Profesor D. Mariano Herrera y Gutiérrez, socio de
número, dejando un vacío difícil de llenar, no sólo al lado de sus
desolados padres, sino en la sociedad entera, en la cual á pesar
de sus pocos años, habíase conquistado un honroso puesto, ad-
quiriendo justa reputación.
Nació el Sr. Herrera y Gutiérrez en la ciudad de Uroapan
(Estado de Michoaoán) el 19 de Enero de 1859. Fueron sus pa*
Digitized by
Google
dres el Dr. D. Teodoro Herrera 7 D ! Justina Ghitíérrez. La en-
sefianza de sus primeros años la recibió en Morelia, concluida
la cnal se consagró al estudio de las ciencias naturales, dirigí-
do por el señor su padro, el que comprendiendo las inclinacio-
nes de su hijo 7 los frutos que podía obtener de aquella inteli-
gencia que desde entonces indicaba 7a superioridad, no omitió
esfuerzo alguno para proporcionar á su hijo los elementos in-
dispensables á fin de que pudiera obtener la ma7or suma de co-
nocimientos. Posteriormente pasó á la ciudad de Zamora para
hacer allí sus estudios profesionales, concluidos los cuiües vino
& la capital de la República para sustentar el examen profesio-
nal que el üaerpo Legislativo le concedió en yista de los hon-
rosos certificados que acreditaban tener concluidos sus estudios.
En 28 de Octubre de 1876, es decir, á la edad de 17 años obtuvo
por unanimidad de votos el título de Profesor en Farmacia, I^a-
biéndose hecho además acreedor á que el presidente de su ju-
rado calificador hiciera de él una mención honorífica dirigién-
dole palabras honrosas en vista de los múltiples 7 bien basados
conocimientos que demostró poseer.
Concluida su carrera se radicó el Sr. Herrera en üruapan,
donde permaneció bastante tiempo no sólo dedicándose al ejer-
cicio de su profesión 7 al estudio de los productos naturales de
aquella localidad, sino también en completar los estudios 7 re-
quisitos que le faltaban para concluir su carrera de Doctor en
Medicina, 7 en 1886 vino de nuevo á esta ciudad para obtener
el título que ambicionaba; pero causas enteramente ajenas á
su voluntad le impidieron presentar su examen, 7 entre otras,
la situación por la que atravesaba su familia 7 de la que siendo
él su único apo7o, tuvo que dedicar la mayor parte de su tiem-
po á conseguir el sustento de sus padres. No por eso dejó núes*
tro sentido compañero de seguir sus estudios é investigaciones
dedicándose con especialidad á la Química, ramo en el que al-
canzó verdaderos progresos, 7 como premio á sus afanes encon-
tró un nuevo procedimiento metalúrgico de indisputable méri-
to, según el parecer de beneficiadores reputados, con el cual
Digitized by
Google
tenia esperanzas de adquirir los reonrsos neoesaridli para cubrir
las necesidades de sa familia y poder concluir su carrera. Abri-
gaba esas esperansas que estaban próximas á realizarse y reía
ya coronados muchos de sus afanes con una magnífica reputa-
ción y el aprecio de todos sus amigos, cuando el Supremo Urea»
dor quiso privarlo de la existencia, siendo victima de rápida
perniciosa que en menos de 30 horas le abrió las puertas úú se*
pulcro.
La Sociedad ''Álzate" contaba al Sr. Herrera como uno de
BUS socios más laboriosos y que siempre se preocupó no sólo por
cumplir sus deberes, sino por dar mayor realce al nombre de la
Sociedad. Ingresó como socio de número el mes de Mayo de
1886. Fué Presidente de la Sociedad en 1888; Vicepresidente
los años de 1887 y 1891.
• Los principales trabajos que presentó y que la Sociedad pu-
blicó en sus Memorias, fueron:
''La urea y su determinación cuantítatira." Tomo I, pági-
na 116«
"Preparación del ácido sebácioo.'' Tomo II, página 91.
" Análisis de la dolomía del distrito de Uruapan y sus apli-
caciones.'' Tomo III, pág, 93.
Quisiéramos no sólo apuntar los hechos principales de la vi*
da de nuestro consocio y señalar algunos de los muchos méri-
tos que conquistó, sino pintar su carácter afable, su leal amis-
tad, el cariño grande que tenia á sus padres y otras muchas coa*
lidades que lo hacian acreedor á la verdadera estimación de que
gozaba no sólo como hombre público, sino en el seno del hogar
y en la intimidad de sus mejores amigos*
Sirvan estas cortas lineas, ya que no de último tributo á lo
que merecia el Sr. Herrera, á lo menos de testimonio del parti-
cular afecto que la Sociedad "Álzate" le tenia y como muestra
de la yeneración con que recuerda su memoria.
^^■^^^^^^^^^^^^^^^^lA^^^
Digitized by
Google
91
bibliografía.
Annuatre poub l'an 1893 publié par le Bürbau des Lon-
gitudes. Paris. Gauthier-- Vülars et lüs. 18^ 7-^68 págs.,
figs. y 2 cartas ma§n^ica$. — Jjfir, 50.
Contiene las noticias siguientes : El Observatorio del Monte
Blanco, por J. Jan^sen. Correlación de los fenómenos de electri-
ÁüiñA estática y dinámica y la definición de las unidades eléctri-
cas, por A. Cornu. Discurso sobre la Aereonáutioa pronunciado
en el Congreso de las Sociedades científicas, por J. Janssen,
Discurso pronunciado en los funerales de Ossian Bonnet, por
F. Tisserand. Discursos. pronunciados en las exequias del Al-
mirante Mouches, por F^ye, Bouquet de la Grye y LoBwy. Dis-
curso pronunciado por J. Janssen 4 nombre de la Oficina de
Longitudes, en la inauguración de la estatua del General Pe-
rrier, en Yalleraugue (Gard).
Adema? tiene multitud de datos relativos a pesas y medi-
das, monedas. Estadística, Geografía^ Física, Química, Minera-
logía, Astronomía, etc.
CBtF^ L.t Direote^? de PObservatoire de 9ip de Janeivp. Le
CuMAT DE Rio de Janeiro. D'aprés les observations mó-
téorologiques faites pendant la periodo de 1851 á 1890. Rio
de Janeiro. 1892. 4? 71 págs. y XXV láminas de corvas.
Ponemos á continuación los valores normi^les anuales que
el Autor reasume en nn cuadro al fin de su importante trabajo:
Pr^ión barométrica 757.""""26. Temperatura media 23.^45.
Temperatura máxima media 31.51 (la máxima absoluto 39.<H),
Digitized by
Google
92
8 de Dio. 1889). Temperatura minima media 15.^1 (mínima
absoluta 10.^2, 1? de Sept. 1882). Humedad relativa 78. Nebu-
losidad 64. Altura de la lluvia 109l.""3. Número de días de llu-
via 127. Número de días de tempestad 30. Viento dominante
SSE.
*^^>^>^^^S^^tA^^^^^^*^^>^^V
NUEVAS PUBUOAOIONES.
A Journal of American Ethnology and ARCHABOLoay.
Editor J. Walter Pewkes. Vol. III. Boston and New York,
Honghton, Mifflin and üompany. The Biverside Press, Cam-
bridge. 1892. 8? 144 págs. y 1 lám.
Esta interesante publicación hecha bajo los auspicios de
la Hemenway Sonthwestem Archaeological Expeditum^ contie-
ne las siguientes Memorias:
An OutUne qfthe Documentary History qfthe Zuñi Tríbe^ by
A. F. Bandelier. (115 págs.)
SamatólogicaL Observatums on Indiana ofthe Southwest^ by
*Dr. Hermán F. C. Ten Kate. (26 págs.)
Pavaro Antonio. Per il terzo centenario dalla inaugurazione
dell'insegnamento di Galileo Galilei nello studio di Padova.
VII Dicembre MDCCCXCII. Firenze. TipograEa di G. Bar-
béra. 1892. Fol. 29 págs. 1 retrato y XXV documentos.
Fbrraius GarIíO F, Onoranze centenario a Gbtlileo Galilei.
Discorso pronunziato il di 7 Dicembre 1892 nell'Aula Mag-
na della B. Universitá di Padova al oospetto di S. E. il Mi-
nistro della Pubblica Istruzione rappresantante S. M. Um-
berto I Be d'Italia dal Bettore Magnifico Garlo F. Ferraris.
Padova. Stabilimento Prosperini. 1892. Fol. 7 págs. y una
lám.
Digitized by
Google
98
Hakeel & LlKDENBERG. üeber die thermo-tind piézoelektris-
ohen eigensohaften der krystalle des phlorsauren natrons,
des unterschwefelsauren kalis, des seignettesalzes, des re-
sorcÍDS^ des milchzuokers und des dichromsauren kalis. —
Mit 3 taf.— Leipzig. 1892. 8? 47págs. (Abhand. MatK^Phys.
Classe K. Sachs. OeséUs. der Wissenschqften).
Memoria presentada al Congreso del Estado por el Goberna-
dor Constitucional de Zacatecas C. General Jesús Aréohigá-
sobre el estado que guardó la Administración pública, du,
rante los cuatro años de su Gobierno, á contar desde el 16
de Septiembre de 1888 al 15 de Septiembre de 1892.— Za*
cateoaS; 1892. 4? 284 págs., estados y 4 fotografías.
Philippi Dr. B. A. Algunos peces de Chile. Con 6 láms; San-
tiago, 1892. FoL, 16 págs. (Anales del Museo Nacional de
Chüe).
El Güemul de Chile. Conllám. Santiago, 1892.
Fol., 9 págs. (Anales del Museo Nacional de Chüe).
Las focas chilenas del Museo Nacional. Con 23
l&ms. Santiago, 1892. FoL, 50 págs. (AnaHes del Museo Na-
cional de ChOeJ,
SCHUMANN E. Gesehichte der Naturforschenden Gesellschaft
ínDanzig. 1743-1892. (Festchrift zur Feier des 150 Jaeh-
rigen Bestehens der Naturforschenden Gesellschaft in Dan-
zig am 2. Januar 1893). Danzig. 1893. Commissions-Ver-
lag von Wilhelm Engelmann ii^ Leipzig. 8? 149 p^gs* 7 1^
láms.
Wbikee Pbof. Dr. L. Astronomische beobachtungen an der
E. K Stemwarte zu Prag in den Jahren 1888, 1889, 1890 und
1891, nebst zeichnungen nud studien des Mondes (Mit 9
Tafelu in Heliogravure, Photolithographie, Lithographie
und Farbendruck, 1 graphischen Uebersicht und 4 Abbil*
dungen im Texte). Prag. 1893. 4?
Digitized by
Google
H
s
o
h^
o
p^
o
En
:^
¡z;
o
H
m
o
I
I
i
I
I
s
I
I
I
O)
o
OÍ
ii
i!
r
gCD «o lO 00 ^ 9I«0 OO OO C» eO fH
M|^^§gwWH|||w
i->0>C90»<Dl0OO00OO0q
ss£S3i8sss:s3sa;
eQ^(óeM0Íooi^ioe4d
^ioaDoeoc9ooc9t»^<^oo
I ^«H f-< fH fH «^
rH O to O udoq <D <p "^ (O e^ O
• i i ; i i i •! :|2
09
va
H
H
10
É
s
3
i
Digitized by
Google
n
■ Obi
íxmm
tMm
correspondíei
itesaliei
i do Majo de mi
ORIZA.BJtL.
aOBAS
Amputad án
galo-TerUciO.
DlreecMP apa-
EMOadaFo
ncBÁS.
m.m.
renta.
ralyBoni
h.
m.
1
5
00
a.m.
0.1
sw.
I.
8
1
56
jf
.
CmimodcSii.
lí.
4
Otf
yf
1.9
S, W8W.
8
36
}} *
0.2
N. WNW.
I.
3
30
.p.m.
0.1
WNW.
II
8
11
yy
O.l
NW.
II
4
1
12
a.m.
0.1
WNW.
)t
9
02
p. m.
0.4
}f
f}
9
45
yj
0.5
NNW. WNW.
lí
10
02
II
0.1
NW.
II
5
3
00
a. m.
0.2
II
yf
6
2
34
íí
0.1
yf
V
9
20
ff
0.1
ff
•1
7
7
30
ff
0.1
II
II
9
10
II
0.1
II
fy
d
6
10
p.m^
0.3
N. W.
)f
10
2
45
a.m.
0.2
NW.
i1
1
00
p. m.
0.1
91
)f
12
10
09
.a. m.
0.1
WNW.
tt
1
10
p.m.
0.1
íí.
)}
14
6
25
ff
0.3
II
6
56
fy
0.5
N. NB.
yy
8
16
II
0.1
NB.
II
18
1
14
a.m.
Oonmoddn.
II
19
10
25
p.m.
0.2
WNW.
II
21
6
66
fy
• 0.1
fl
II
24
9
11
a. m.
o:¿
ENE.
II
9
00
p.m.
0.1
WNW.
II
29
2
05
a.m.
Conmoddii.
II
6
10
II
0.1
WNW.
ff
9
14
»
0.1
ft
V
1 ,
Digitized by
Google
9e
ObsemcioBes séismicaí comspooiiieiites i h meses
de Junio jJdIo
de 1892.
GRZZA^A^
•
ncíUB.
HOSAS.
num.
l«ntw
S^BÍi^
b.
m.
3
4
8
9
10
18
23
24
29
7
9
11
12
12
12
12
5
4
1
6
5
3
3
30
45
50
00
05
12
44
23
45
55
20
25
36
36
p.m.
»>
tt ♦
a.m.
»
p.m.
a. m.
p.m.
a.m.
0.1
0.1
0.3
Oil
0.1
1.7
0.2
0.4
0.3
0.1
0.1
0.2
ESE.
Ommoetin.
ESE.
CnmUKMii.
N. ENE.
NW.
NNW.
WNW.
ss-vi^. w.
NW.
WNW.
i
I.
n. .
I.
V
19
91
íi.
I.
99
II
II
91
19
6
7
10
11
12
19
21
22
11
1
3
8
6
11
3
6
9
12
12
55
00
50
11
30
03
16
86
43
49
05
p.m.
a.m.
p.m.
a.m.
ff
ft
V
91
p.m.
a.m.
0.3
0.1
0.1
l.l
O.l
O.I
0.2
1.5
2.0
W8W.
NW.
WNW.
Oonmocldn.
SSW.
ft
f}
ff
ConmorbSn.
s. 350 w.
I.
II
l'i.
I.
II
II
11
li.
1»
•
C. Mota.
Digitized by
Google
97
ADDieiito habido eo la Ilioteca de la Sociedad dorante el alo de 1891.
AKEZO A LA BESEff A DEL SEOBETABIO OEHEBAL.
[coNcij^TJirm].
París. L'Ammateur Photographe. 1891, 21-23.
-— AmerieaDiu Btdletin du Bonqniniste. (E. Dufostó). '7? sem, 5-12*
Les Annales Photographiqaes. 1891, 82.
— — ^ L'Attracoinie par M. C. Flammarion (€hkuthi«r-Villart). 1801.
■ Burean Central Météorologique de France. Bulle tin intemational|
180á.-«Balletin x&ensad, 1890, Not. & Die. 1891, Ene.-Oot
— - Burean des Longitudes. Annuaire, 1891. — Connaitsonce des tempt
ponr Tan 1893.— Eztirait de la Conoaissaoce des tempn, 1892.—
Ephémérides des étoiles de culmination lonaire et de longitudeponr
1891 par M. M. Loewy, 1800. •
Cosmoi, 30G-B19, 321-^833, 33(h341, 343-359.
=— Éoole.Polyteehniqne. Jeornal, 60.
Feoille des Jeones Naturalistes, 1801, 243->254.
Le Galüée. 1890, 12. 1891, 3-14.
Joomal dellndastrle Photographique (Gautbier-Villars), 1890, Not«*
& Dio. 1801, Ene.-NoT.
Musée Pédagogiqne. Bevrxe Pédagogique. XVIII, 1801. XIX, 7-11.
Le Natoraliste (£. Deyrole). 1890, 84*88. 1891, 95-07, 90-108, 110-
llf
— — — Observatoire de París. Bapport Annuel ponr Tannée 1890 présente
au CoDseil par M. le Contre-Amiral E. Mouchei, Directeor.
■ > ' 01)eerTatoire Municipal de Montsouris. Annuaire, 1891.
■ Bevue Genérale des Sciences Purés et Appliquées. (L. OHvier). 1801,
0-13, 15-22.
■ BeTue Géographique Intemationale. 1801, 188-101.
Revista (z89s-93)«->t3
Digitized by
Google
98
' P431S. Revue Scientifique. XLVI, 1890, 25 & 26. XLVII, 1891, 1, 2, 4-26.
XLVm, 1-18, 20, 21, 23 & 2i.
La Science lUuatrée, 201-211.
Service Gtéographíque de rArm>*e. Rapport sur les travaax exécutée
en 1880.— Catalogue des cart^, plans et autres ouvrages, 1890.
* ■'" Service Hydrogíaphique de la Marine. Annales Hydrographiquet,
' 1890 & 1891.
Société Afltronomique de Fran e. BuUetin, IV, 1890.
Société Botanique de Franco. Bulletin, XXXVII, 1890. Sessionex-
traordinaire k la Bochelle.
Sacíete d'ÉconomieP<^tíque, Bulletin, 188$-1890, 1891, 1&2.
Société de Géograpliie. Bulletin, 1890, 3? y 4? tvim. 1891, 19 y 29
trim, Compte Rendu des séances. 1890, 16 & 17. 1891, 2-17.
— Société d'encouragement pour Tlndustrie Nationale. Bulletin, 4* se-
rie, V, Dic, 1890. VI, 1891, Ene., Feb., Abril-Nov.
Société de Qéographie Commerciale. Bulletin, XIII, 1890-91, 1 & 2.
— Société de Topographie de France. Bulletin, 1890, Oct -Dic. 1891,
£ne.-Jun.
V Société des Ingénieurs Civils. Mémoires et Compte Bendu. 1890, Nov.
& Die.. 1891, Ene.-Oct. Aunuaire, 1891.
— ^ — Société Entomologíque de France. Bulletin, 1890, 17 k 18. 1691,
8-14.
Société Fraa<^ise de Physique. Séances, 1890, May«-Dic. 1801,
Ene.-Jul.
Société Gédogique de France. Bulletin. XVII, 1889, 10. XVm,
. 1890, 6-8. XIX, 1891, 1-5.
Société Mathématique de Franee. Bulletin, XIX, 1-^.
Société Météorologique de Fvance. Annuaire. XXXVIII, 1800. Ag.
-Dic. XXXIX, 1801, Ene.^Sept. Séances, 1806-1801.
Société Nationale d'Agriculture de Fhinoe. Bulletin, ISOO, 8-11.
1801,1-8.
V-^ — Société Zoolog^que de France. Bulletin, XV, 1890, S-10.
Philadelphia. Academy of Natural Sciences. Proceedings. 1800, Abril-
. Dio. 1801,Ene^un.
-«*-' — American Philoeopbical Society. Proceedings, 134 Ss 13S.
Franklin Institute. Journal, 1801, CXXXI & CXXXII.
Pisa, n Nuoto Cimento. XXVUI, 1800, Nov. éb Die. XXIX, 1801, 1-6.
XXX, 7 & 8.
Societá Toscana di Scienze NatüraÜ. Processi verbali. Vil, 1801,
Enero 18, Marzo 8.
Padova. Osservatorio della B. Universitá. Determinationi di aiimut ese-
guite in Giugno e Luglio 1874 con un altasimut di Bepeold ed in
Digitized by
Google
Lq^ío 1890 con un altacimtit di Pistor da G. Lorenzoni. ISQl.'^-
La velocitíi e la direzioDe del vento a Padova nel ventennio 1870-
1889. Memoria del Dott. G. Ciacato. 1891.
Padoya. R. Accademia di Scienze, Lettere ed Artí. Attiee Memoríe. VI,
1889-90.
:— Societá Veueto-T;rentina di Scienze Natorali. Atti. XII, 1. Bulle-
ttino, V. I.
Pbao. K. B. GetellBobaft der Wissensebaftea. Sitzungsberiohte. Math.-
Naturw. Glasse. 1890, II. Jahresbenobt, 1890.
■ £. K. Stemwarte. Magnetisohe und Meteorologisclie Beobachtun-
gen, 1890.
Quito. Univoraidad Central del Ecuador. Anales. Serie 4% 30-40.
Bbims. Société d'étude dea Sciences Naturdlea. Bulletin, 1891, 1.
Bio DE Janeiro. Auxiliador da Induatria Nacional. 1890, Oct.-Dic. 1891,
Ene.-Jul. y Sept.
n Braaile. 1890, IV, 11 & 12. 1891, Marxo-Sept.
Observatorio. Beviata. 1890, V, 10 á 12. 1891, Yl, 14 7. í
Revista de Egenbaria. 1890, Xn, 245 & 248. 1891,ian, 249 4 263.
Revista Marítima Brazileira. 1890, X^ 3 4 6. 1891 XI, 7 4 12.
— Sociedade de Geograpbia. Catalogo da Ebcpoeigáo de Geograpbia Sul-
Amerícana, 1889.
RoCHESTER, N. Y. Aoademy of Science. Proceedings, I, 1.
RoiíA. Accademia PontlflciadeiNuoviLincei. Atti, XLIII, 1889-90. XLIV,
1890-91, 1-2.
— — * Direzione Genérale della Statistica. Anmiario Statistico Italiano.
1887-88.
latituto Cartográfico Italiano. Edizione tascabile della grande Piaft-
tadeRoma. Edizione peí 1892. 1: 12000. —Carta Genérale della Si-
cilia, secondo i nuovi rilievi del R. Stato Maggiore con speciale in-
dicazione dell'aUimetria, dclle rete atradali e delle circoscrizioni
amministrative ed elettorali disegnata daG. E. Pritzacbe. 1 : 500GOO.
Dr. Antón Steckers Relee in den Gallalandem. 1891. 1 : lOOOOOb.
■ Rasaegua delle Scienze Geologíche in Italia. I, 1 & 2.
R. Accademia dei Linoei. Rendicontí. 4* serie. 18Q1, VII (i), 1-12.
Vn (II), 1-8.
R. Comitato Geológico dltalia. Bollettino, 1890, 11 & 12. 1891, 1, 3.
■ R. Ufficio Céntrale di Meteorología e Geodinámica. Bollettino me-
teorice. 1890, Dic. 1891. Ene.-Dic.
Societ4 degli Spettroeeopisti Italiani. Memoríe. 1890, XDC, 10-12.
1891, XX, 1-7, 9 & 10.
Speoda Vaticana. Pnbblicazioni. I, 1890. f
Rosario de Santa Fe. Revista Eacolar. I, 2, 4-6.
Digitized by
Google
' 100
t0X7SK. SooiéU des AmU des Scienoes NatoreUes. Bulletín. 1889, 1 & IL
1890, 1.
■ Socióté Normande de Géographie. BttUetin. 1891, Ene.-Jun.
S^NT-PÉTBRSBOUBG. Comité Géologique. BuUetins. IX, 1800,7&8.— Mé-
moires. V, 5 (Depots cai'bonifóres et puits artésieus dans la reglón
de Moscou par S. Nikitin. 1890).— X, I» (Le tremblement de terre
de Verny par J . V. Mouchketow. 1890).— IV, 2 (Algemeine Geo-
logische Earte von Russland, 138. Geologisohe UDiersuchungen
im Nordwestliehen Gebiet dieses blattea von A Stnckemberg.
1890).— V, 1 (Carie Géologique Genérale de la Ettsie, 57. Moscou,
Eortschewa, Jouriév^, Borovsk, Jégoriévsk, composée par S, Niki-
tin. 1890).— Vm, 2 (Die Ammoniten der unteren Wolga-Stufe
VCD A, Miohaiski. 1890).
■ ' Physikalisohe Central Observatorium. Bepertorium für Meteorolo-
gie herausgegeben von der E. Akademie der Wisaensohaf ten. Re-
digirt von Dr. H. Wild, Director. XUI, 1890.
Salbh. American AsBociation for the advancement ofBciencc. Proceedings*
XXXIX (Inclianapolis, 1890).
Ban Francisoo. Astronómica! Societyofthe Pacific. Publications. 1,1889.
n, 1890. in, 1891, 13, 15, 17 & 18.
— California Academy oy Sciences. Proceedings. 2* serie. III, 1.
San Fernando. Instituto y Observatorio de Marina. Almanaque Náutico*
1892.— Catálogo de la Biblioteca, hasta Dic 1888.— Aniaes. Observacio-
nes meteorológicas, 1890.
San José de Costa Bioa. *'La Gaceta." Diario Oficial.
Instituto Físico-Geográfico Nacional. Anales. II, 1889, 2.
■ ' ■ ■ Museo Nacional. Antigüedades de Costa Bica, por el Dr. H. Pola-
kowsky, 1890.— Memoria de la Secretaría de Gobernación, Policía
y Fomento, 1890.
San Salvador. Observatorio Meteorológico y Astronómico. Observaciones
meteorológicas. 1891, Febrero á Agosto.
Santiago de Chile. Oficina Hidrográfica. Anuario Hidrográfico de la Ma-
rina de Chile. XV, 1890.
■ Sociedad de Farmacia. Anales. VII, 1 á 8.
Sociedad de Fomento Fabril. Boletín. 1890, VII, 10 á 12.
-, Sociedad Nacional de Agricultura. Boletín. 1890, XXI, 22 á 24. 1891,
XXn, 1 á 14, 17 á 20.
. Sociedad Nacional de Minería. Boletín. 1890, II, 28 i 30. 1891, m,
31 á 36.
Siena. Bivista Italiana di Scienze Natorali e BoUettino del Naturalista.
XI, 1-9.
SlRAOUSA. Osservatorio Céntrale. 088erva]doni meteorologiche. XIV, 1880,
6-12. XV; 1891, 1-6.
Digitized by
Google
101
Stonthübst. Coll^^e Obserratory. Besnlts of Mettordogieali Magnetie»!
and Solar obseryations bj the Bev. W. Sidgreaves, 8; J. 1880 & 1890.
Strasbouro. Société dea Sdanoes, Agricultnre et Arte de la Baase-Alsace.
Balletin mensuel, XXV, 1891, 8.
ÓTDKET. Goverament Observatory . Meteorological Observatíons at Sydney.
1865-1877, 1890, Sept-Dío. 1891, Bne.-AWL
' Boyal Sooietyof New South Wales. Journal and Prooeedings. XXIV,
1890, 1 & 2.
Tokio. Meteorological Central Obaerratory.Annual Meteorological Report,
1888, II. 1889 & 1890.— Montbly summaríes and Monthly means, 1889.
Topera. Kansas State Board of Agrioalture. Beport, Jul. 1891.
TORINO. R. Aecademia della Sciense. Atti. XXV & XXVI, 1689-91.--08-
serrazioni Meteorologiche &tte aU'Osservatoiio della R. Univer-
ÚO, 1888-90.
' Riviata di Matemática, diretta dal Prof . G. Peano. 1891, 1, 1-5.
Societá Meteorológica Italiana. OsaerTatorío Céntrale in Moncalie-
ri. (Véate MOKOALIXBI).
TORONTO. Canadian Inatitute. Transactiona. 1, 1889-90. II, 1890-91, 1. 4^
Annual Report, 1800-91. Time-reckoning íor the 20^ Century by
S. Fleming.
Meteorological Service. Monthly Wcather Reriew. 1890, Oct.-Dic.
1891, £ne.-Ago8to.*-Report by Ch. Carpmael, IHrector. 1887.—
Toronto General Meteorological Regiater f or 1890.
ToüLOüsi. Academia dea Sciencea, Inacriptiona et Bellea-Lettres. Mémoi-
rea. 8? aerie, X, 1888.
Société de Géographie. BuUetin. IX, 1890, 9-12. X, 1891, 1-6.
Trieste. OsserTatorío MaritinM>. Rapporto Annuale, 1888.
Upsal. Obserratoire Météorologique de l'Umvenité. Bulletin menauel,
1890.
Utreoht. K. Meteorologíflch Inatttnt. An attempt to compare the instru-
menta íor absoluto Magnetic measurementa at diffierent observatories
by Dr. Van RiJokeyOrsel, 1890.— Jaarboek, 1890.
Valle w PoMPEi. "H Rosario e la Nueva PompeL" Vlí, 10-12. VIII, 1-10.
Venszia. Osservatorio del Seminario Patriarcale. Annuario Astro-Meteo-
rológico con effemeridi nautiche, 1891.— BoUettino meteorológico
compilato dal Prof. M. Tono. 1878-1888.
— '— R. latituto Véneto di Scienxe e Lettere. Memorie. XXII, I-III.
xxm.
Veeoka. Aecademia d'Agriooltura, Arti e Commeroio. Memorie. 3? serie,
liXVI.
ViLATSAKOA DEL Pasadés. Ettaoién Meteorológioa. Obaervaeiones, 1890,
1891, Mayo á Septiembre.
Digitized by
Google
102
Washimqtok. Boreau o£ Edueation. Report o£ the Commiasioner o£ Ednca-
táon, 1885-86.--The Hiatory of Federal and State aid to higber edu-
cation in tke U. 8. by P. W. Blaokmap, Ph. D. 1890.— The Tea-
chiDg and History of Mathematios in the U. 8. by F. Cajori, M.
8. 1890. \
National Academy of Sciences. Memoirs. I-I7, 1886-89.
— National Geographic Society. The National Geographic Magazine.
II, 5. m, 1-264.
Signal Office. Annual Report, 1890. Monthly WeatherReview. 1890,
Oct-Dic. & Annual Sunimary.
Smithaonian Inatítution. Annnal Beport, 1885, 1 & II. 1889.
— — ü. 8. Coast and Geodetio Survey. Beport of the Snperintendent,
1888 & 1889.
— U. 8. Department of Agricultnre. Beport of the Secretary of Agri-
culture, 1889 & 1890.— División of Bntomology, Bulletin 25.— In-
aect láfe, III, 11 & 12.-*DÍTÍ8Íon of Ghemistry. Bulletin 29.— Di-
TÍ8Íon of Vegetable Patbology. The Journal of Mycology, VI, 4.
—Papera on Hortioultural and kindred aubjects by Wm. Saun-
ders, 1891.— Beport of ' the Statiatician, 87-00. Speeíal Beport of
Chief of Weather Bureau, 1891. Beport of the Secretary of Agri-
cultore, 1891.— Beport on the uee of Maiae (Indian Oom) in £u-
rope and on the posibilitiea of ita extensión, 1891. — Burean of Ani-
mal Indnatiy. Speoial Beport on the cause and prevention of Swi-
ne plague by Th. BmÜh. 1801.
U. 8. Geological Survey. Bulletins, 58 & 61-81. 10* Annual Beport
of the Director, 1888-89, 1 & £1.
— — U. 8. Hydrographic Office. Beport on üniform System fbr SpeUing
foreing Geographical ñames 1891.— PilotOhart of theK. Atlantic
Ocean, Jan.-Dic. 1891.— The Drift of Bottle Papera in the N.
Atlantic (Suppl. to Chart of July). — A List of G^grapllical Poai-
tiona for the use of navigators and othera. 1883.— The great Storm
of the Atlantic Coaat of the ü. 8., March 11-14, 1888 by E. Hay-
den.— Telegraphio meaaurement of differences of Longitude in
1878 & 79. — ^Telegraphic determination of Longitudes in México,
Central America, etc., 1883-84, 1888-90.— Caríbean Sea and Gulf
of México, I & n.— The Weat Coast of México and Central Ameri-
ca. Table of Meridional Parta for the Terrea tríal Spheroid. — ^The
development of great circle sailing. — The average form of isolated
submarino peak8.-^£ast coast of South America firom Cape Oran-
ge to Cape Virgins, etc. — The West Coast of Sotith America oom*
prising Magellan airait. Tierra del Fuego and the outlying lalands.
— Practioal hints in regard to Weat Indian Hurricanea.— Beport
Digitized by
Google
108
on unifonn syBtem oí spelling foreing geegraphioal ñames.— He-
moir of the dangers and ioe in the N. AÜantio Ooean.— Beport of
ico and ioe moTements in the N. Atlantio Ooean. D? d? in Behring
Sea, etc. — Beport ot the International Meteorologtcal Congress,
1889.— Catalogue of Charts, Plans and other publications, Joly
1, 1891.
Washington, ü. S. Naval Observatory. Beport oftheSuperintendent. 1890.
— Observations. 1851, 52, 63, 73, 75, 76, 1 & H, 1877-83 & 86.
Weather Bareau. Bibliograpliy of Meteorology, I-IV.— Monthly
Weather Beyiew, 1891, Ene.-Sept.— Special Beport to the Secre-
oretary of Agrioulture, 1891.
WiSN. K. Akademie der Wissenschaften. Matb.— Natnrwissensohaftiiehe
Classe. Anzeiger, 1891, 1-XXI.
K. K. Centralanstalt für Meteorologíe and Erdmagnetismus. Jahr-
bach, 1889.
K. K. Gradmessnngs-Bureau. Astronomische Arbeiten. II, Uin-
genbestimmangen, 1890.
— — K. K, Natorhistorísche Hofmusenm. Annalen, V, 1890, 4.
K, K, Zoologisch-Botanisohe Gesellschaft. Verhandlniígen. XL^
1890, 3 & 4. XLI, 1891, 1 &.2.
WUrzburg. Physilcalisch-Medicinische Gesellschaft. Sitzungsberiohte.
1890, 8-10. 1891, 1-3.
Zl-KA- W£I. Obsenratoire Météorologique et Magnétíque. BuUetin mensuel.
1887, Enero-Abril & Agosto. 1888, Enero-Marzo & Jnnio. 1890, Jolio-
Dic.
#•»
Digitized by
Google
Digitized by
Google
i(
MÉXICO.
Bevista Gientífioa y Bibliográñoa»
NtfjiM. 9-10. 1892-08.
SESIONES DE LA SOCIEDAD.
FebreboS DE 1893.
Proiidencia del socio lag» Guillermo B. j Paga^
Correspondencia. — Del Sr. Ing. Daniel Palacios dando
las gracias por sn elección; de la Sociedad " Amis des Scien-
ces et Arts " de Bochechouart solicitando cambio de publica*
ciones; del Observatorio de Leyden y de la Sociedad de Histo-
ria Natural de Autun, aceptándolo; del Sr. Ministro de Fomento
suplicando á la Sociedad remita «na colección de sus publica-
ciones para que figuren ep la Exposición de Chicago; de la Sa-
ciedad Imperial de Mineralogía de San Petersburgo dando par-
te del fallecimiento de los Sres. Kokscharow y Gadoline.
PUBLICAGIONES. — Se recibieron donaciones de los socios
Fayaro (Padua), Frazer (Filadelfia) y Aguilar, y de los Sres.
Peralta (Madrid) y Stef anescu (Bucarest). Por primera vez se
recibieron: Boletín Meteorológico (Madrid) y de la Sociedad de
Geografía de Newcastle.
Trabajos. —Mariano Leal, La mortalidad en León.
Revista (Z892-93.]— 14
Digitized by
Google
loe
Manuel Moreno y Anda, Tefnperaitsras del sudo observadas en
TaetAaya en ISBí^.—Obeervadanes Meteorciógkas, 1891 9 1802.
Carlos Mott), Obeervaeianes seísmicas en Orusdba^ Enero 1893.
£1 socio Ag^ilar presentó la traducción del alemán hecha
por el socio Epstein, de una relación del viaje de la barca ale-
mana " Marseille " desde Newcastle (Nueva Gales del Sur, Aus-
tralia) hasta Mazatlán y de alli á Salina Cruz y puertos inme-
diatos.
La Comisión nombrada en la sesión anterior para que pro-
pusiera los medios que creyera convenientes para el progreso
de la Sociedad, presentó su dictamen correspondiente, el cual
quedó de primera lectura para comenzarse á discutir desde la
próxima sesión.
La Comisión de {Publicaciones dio cuenta con los números
5 y 6 del tomo VI de las Memorias y Revista.
PoSTüliAClONBS. — El Sr. Dr. Daniel Vergara Lope fué pos-
tulado como candidato para la primera vacante de socio de nú-
mero. (Aragón^ Aguüar y Herrera).
Los Sres. Profesor Marcos W, Harrington (Washington) y
Ángel y José Ortis^ Monasterio para socios honorarios. (Ara'
gón y AguUarJ,
Los Sres. Dr. Fernando Sologuren (Oaxaca), Bamón B. de
la Vega (Colima), Profesor Francisco Sansoni (Pavía) y Dr. Ra-
fael Blanchard (París), para socios correspondientes. (Aragón
y AguilarJ.
Marzo 5 08 1893.
Presideaok dd socio Ing. CMIImiuo B. 7 Poga.
Correspondencia. — De la Academia Beal de Irlanda, de
la Dirección de Estadística General del Uruguay y los Sres.
Poole hermanos, de Chicago, enviando publicaciones; de las
Sociedades de Geografía de Montpellier, de la de Estudios Cien-
tíficos y Arqueológicos de Draguignan y de la de Agricultura,
Digitized by
Google
107
CieneuuB^ Attes y Bellas Letras ae Erreux, aceptando cambio
de publicaciones; del Director del Jardín Botánico de San Luis
Missouri, aceptándolo 7 remitiendo tres tomos de sus Infor.
mes anuales; del Gobierno del Qstado de (Guerrero comunican-
do los temblores sentidos en esa región ; del Sr. socio 6. de Yries
van Doesburgh, de Kralingen, enviando la descripoióoMe una
nueva especie de Tachys.
Publicaciones. — Se recibieron por primera vez las delJar*
din Botánico de Missouri, del Museo de Historia natural do
Nueva York, de la Academia Beal de Ciencias de Baviera y el
^' Boletín de la Riqueza Pública/' de Caracas.
Hicieron donaciones á la Biblioteca los socios Frazer (Fila?
delBa), Bertelli (Florencia); Sansoni (Pavía), García Cubas, Ra-
mírez 8., Ferrari, Macouzet y Aguilar, y los Sres. Gauthier-
Villars, de París, y Poole hermanos, de Chicago,
Trabajos. — Alfonso L. Herrera,.ilí^ia« de drfensa en los anu
males.
Carlos Mottl, Observaciones seísmicas en Orufábüy Febrero,
1893.
Los socios Mateos y Aguilar presentaron sus respectivos
dictámenes acerca de los trabajos de los Sres. Moreno y Leal.
Se procedió á la discusión de los temas para estudio que pro-
puso la Comisión compuesta de los socios Manterola, Mateos,
Epstein, Segura y IHUada. Quedaron aprobados los siguientes:
UUlidad de la organizacián de un servicio meteorológico.
Sobre la posibilidad y conveniencia de reunir un Congreso Meteo-
rológico Nacional,
Sobre saneamiento de las ciudades y las habitaciones.
Nombramientos.— Socios honorarios:
Prof. Marcos W. Harbington, Director de la Oficina del
Tiempo en Washington.
Akgbl Ortiz Monasterio, ex- Comodoro de la Armada
Nacional.
Digitized by
Google
108
José Obtiz Monasterio, ex- Comodoro de la Armada Na.
oional.
Socios correapoiidientes:
Dr. Fernando SoLOCrUBEN, Profesor en el Institato de Oa-
xaca.
Profesor Francisco Sansoni, Profeser de Mineralogfa eo
la Universidad de Pavia.
Dr. Rapael Blanchard, Secretario general de la Sociedad
Zoológica de Francia, París.
Ramón R. de la Yeqa, Colima.
Quedó aceptado por nnammidad como candidato para la pn«
mera vacante de socio de numero al Sr. Dr. Daniel Yergara
Lope.
Postulación.— El Sr. Manuel Torres Torija fué preseatade
como candidato para la segunda vacante de socio de nááiero.
(Puga y Herrera).
. Abril 2 DE 1693.
PnddencU del looio Ing. QniUermo B. j Paga.
Oo&RESPONDSNClA. — D|e las Sociedades de Ingenieros Ci-
viles del Canadá y de la de Horticultura y Viticultura del Puy
de Dome, aceptando cambio de publicaciones; del Gobieeno del
Estado de Ouerrero, enviando noticias de temblores.
Publicaciones. — A la Biblioteca ingresáronlas donaciones
de los socios Frazet (Filadelfía), Pizzetti (Genova), y Koenigs
(París), y del Sr. Dr. Peñalosa (Caracas) ; por primera vez las
publicaciones de las Sociedades antes citadas.
Trabajos. — Guillermo B. y Puga, Ascensión al volcán Popo-
caUpett.
C. Mottl, Observaciones séismieas en Orisfába, Marzo, 1893.
Agustín Aragón.
Digitized by
Google
to#
EL TIEMPO Y LA BIOLOGÍA.
NOTA BIBLIOOBAJIOA ADIOIONAL.
Aikin. (Arihur). Calendar of Nature, or natural híslory of ©ach
month of tke year. 8** London, 1839.
Anófimo. Calendario entomológico, ossia osserraz. salle stagio-
nopropriealPinsettínel clima piamoñtese. Torino, 1791, 12?
Barrington (Daines). On the periodical Appearing and Disap-
pearing of certain Bircls at di£Eerent times of the year. Phil.
TranA LXII, p. ¿66.— Natoralisf s Calendar. London, 1767,
4*, 1818.
Bierkanáer (Cl.) Insectenkalender für die Jahre 1781, 1784 u.
1790.— N. Ató. Schw. Acad. III, p. 115, V, p. 819.
Blégny (Nic. de). De qnelques Papfllons^ni paraissent une fois
tous les ans sn^'les borda déla Meuse. — Ñor. Déoour. dans
la Médeoine, ?• ann., p. 188.— BiW. Ent. I, p. 32.
Bl^h (E.) On the Counterfeiting of Death, as ameans to esca-
pe from danger, in the Fox and others animáis. Mag. Nat.
Hist. ser. 2, 1, p. 566.
Brahm (Nio. J.) Insectentalender für Sammler und Oekono-
men. 2 Th. 8? Mainz 1790, 1791.— í?w. Insect., p. 127.
BveJcland (W.) On the Vitality of Toads enclosed in Stone and
Wood. Zool. Joum. V, p. 314.— Ed N. Phil. J. XIII. p, 26.
Sm. Am. J, XXm, 2, p. 272.— Isis, 1834, X, p. 988.
CeraU (A.) Obsenration sur P&ge auquel peurent parrenir les
Perroquets.— Métó. Acad. So. París, 1747.'
Chaasat {Gh,) Reoherches experimentales sur Plnanition. Uém.
Sav. étr. VIH, 438.
Digitized by
Google
tlt
Couch (J). Calendar of Nature observed at Polperro in Corn-
wall from 1817 to 1842.— Bep. Roy. Polytech. Soc. Comwall.
Mém. Aoad. Boy. Bruxelles, XI, XVIH, XIX.
Davies (J. H.) On the periodical Appearanoo of certaiQ Inseots.
Mag. Nat. Hist. ser. 1, HI, 247.
Berham (W.) A Letter eonoeming an loBeot that is eommonly
called the Death-Watch.— Phil. Tr. XXH, 832.— Badd. IV,
26.— Bibl. Ent. I, 83.
Lauglas (J. W.) Notes on the Appearanoe attd Oeoonomy of
varióos insects, etc. — Bntomologist, 1840-42. — Zoologist,
1843-48.
Buponchel (A. S.) Larga dt$ración de la mif^ó$%s.e» tt« Lepidápte-
ra. Ann. Soc, Entom. Fr. IV, 661.— IFfepm. Areh. II, 318.
Gélieu (J. de). Lettre sur la durée de la vie de la Beine Abeille.
—Bibl. Univ. Gen, 1819.— Biogr. Un. LXV, 193.
Oéné (G.) Longevidad de los Mué. Bibl, Ital. LXXV, 148.
€Homa (S.) Calendario entomológico. BibK Eqt. 136.
GodeJieu de BiviUe. Sur Faccouplement des Coosins. Aead. Se.
París, 1760.
GraeUs (M. P.) Observatioas sur la cause de l'apparition dea Cé-
brions. Ann. Soc. Ent. Fr. VI, p. 93. — ICemoria sobre la in-
fluencia de una temperatura baja en las metamorfosis de los
insectos y por consiguiente en su aparición. Bol. Acad. Bar-
celona, IX.
Jardine(W). Calendar ofOmithoIogyforl849.v^Jari;. Gontrib.
Om. 1848, p. 29. ., ,
Jenps (L.) Observations in Natural History; witb an Introduc-
tion on Habits of Obberving, as connested with the Study
of that Science; also, a Calendar of Periodic Phaenomeua
in Natural History, with Bemarks on the Jmportanoe of
such Begisters* London, 1846, 8?
Krfersiem (Ch.) Observations détachées sur l'apparition des Le-
pidópteros. Bev. Ent. II; Suppl. I-VI; BibL Ent I, 201.
Lanier. Beport on the Begistration of the PeriiOidlc Phaenome-
na of Planta and Animáis.— Bep. Brit Assoo. 1850, p. 338.
Digitized by
Google
111
Lme (H. O.) Moyana d'attaque et de dófense da flénMon.—
. Fror. Notí». XXJX. Férms. Bull. XXV, p. 349.
IA$ier (J. J.) On a »Kind of Fly ihat is Viviparoua, etc. Phil.
,. Trans. YI, p. 2,170, XIV, p. 692.
"MoroBño. Histaire d'un Perroquet né á Rome, suivie de quel-
qoes obaervations «ur la dnróe de la vie des Otseauz. Joorn.
de Phjs. LIV, p- 180.
Newbold (T. S.) Note on the periódica! Appearanoe of Colias
Elecira. Zool, p. 176, 807.
Bibond. Sur la dorée de la Vie de ceiiuns Inseotes. Journ. de
Phyg. XXX, p. 185.
JtiviUe (G. de). De Culioum Coito.— Mém, Acad. Se. III> 617.—
Eif. Inaeoi p. 238.
&% (P, J.) Table showing the Period of Arriv¡al of several
Sammer Birds of Passage, etc. Traba. Brew. Nat. Club. U,
p. 110.
Süys-Longchamps (EL de). Projet d'observatíona annnelles sur .
la Périodieitó dea Oiseauz. Bep. Brit. Assoo. 184t, Seot. p.
73.— Observationa sur les Phénoménes periodiquea dn Rég-
ne animal, .et partietúiéMnient sur les Migrations des Oi«
seaox en Belgiqne, de 1841 á 1846. — Mém. Aead. Boy. Belg.
XXI. Rer. ZooL Í849, p. 207.
Serres (M. do). Tablean da nombre des Oeufs que pondent les
divers espéces d'Oiseaux. Ann. Se. Nat. (2* S.), XIII, p. 164.
Stephetis (J. P.) Longevitv of Lepisma saccharina and other In-
sects. — Entom. Mag. % p. 526.
Teissier (J.) Recherches sur la durée de la Qestation des feme-
lles de plusieurs Animaux domestiques. — Journ. de Phys.
LXXXV, p. 406.— Isis, lir, p. 421.
Tessier (H, A.) Recherobes sur la durée de la Gestation et de
Plncubation dans les femelles de plusieurs Quad^upédes et
Oiseaux domestiques. París, 1817.
Thomson (W.) (Belfast). PeriodsofFloweringof Planta. Ann.
of Nat. Hist. XIX, p. 223. .
Vaticlier (J.) Observations sur la Léthargio périodiqae des Ohe*
Digitized by VjOOQIC
nillea des PapiUons Euphoro9yne et Dia. — ^Ann. Soe. Linn.
Par, VI, p. SU.—Féru$s. BaU. XVI, p. 153.
Viüa (A.) Kote sm alouni loMtti osseryati nel periodo dell'eclis-
se del'8 Luglio 1842. Jdil&no, 1842, 12^— Bqt. ZooL 1843,
p. 50.
WeissenbiMrn (W). Oq the Transmission o£ fizperieooe in Birds
in the form of Instínctive knowlédge: Mag. Ifak.Hist. ser,.
2, II-X, p. 50.
White (W. H.) On the Lenght of Life oC a speeies.of Parrot
Mag. Nat. Hist. ser 1, IX, p. 347. — Respecto á la longevi-
dad de las carpas yéase BulL United States Fish* Gom. II, '
p,3.
Murie (J.; On the habits structure and relations of Tol¡fpeiUe$
conurus. Lo^don, 1874.
F. Lataste. Accouplemént des batraciens aneares. Proa. Verhy
Soc. Linn. Bordaaux, Vol. 40, p. XXIII, 1886.
CK BkikeU Linanition ohez les animaux* Bev. Se 1891, p. 714.
Niemayer, Period of blindness of young Procyon lotor. Zool.
Gart VII, p. 340.
Laycoác. On a general law of Vital Periodicity. British Asso-
ciation, 1842.
Á. L. Hebrbba.
*^^»^^^^^^^^>^^^>^^»^^>^»
bibliografía.
Traite de Topographie par André Pelletan, Ingénieor en
Chef des mines, Professeur á l'École Nationale Snpérieure
des Mines. París. Librairie Polytechnique Baudry y C^
1893. 8? gr., XIX-380 págs. y 235 figs. Precio 15 fr. (Tela
inglesa).
Vamos á dar una ligera idea de esta importante obra qne
acaba de aparecer.
Digitized by
Google
lis
Sn la primera parte se hállaii algunos fmnoipios de Pímoi
y Gbodesía, esiadiandso en pavtimilar lák üebtés y la bvájnla y
las aplioaoionea de ím^ última cienda á la Topografía. En la
segunda parte ae oenpa el auiet de deseiibiErlosinstrtLineiitOBi
eonsagrando-grameaidado á la práctica de las operaciones, asi
CA^oa leirMi^rnteotos en la aaperficie oomo ea los snbtettá^
nees^ la tercera y coarta* pai^ contienen la descripci4á de dU
ekoa levantamientos per raediadel teodolito^ de la brújala y del
grafómetro. La .quinta parte trata de ht teoría de los errores,
que tiene lUi'ora tanfta«iq[dieaci6Q á la diicuedón y á la Corréceidn
de loe resaltados.
La obra contiene al Bn dos tablas : una para convertir gra-
dos centeeimaWen grados sexagesimales y viceversa; y la otra
para la reducción de les ángulos á la época median que simpli*'
fioa de gran manera los cálculos á que da lugar la orientación
de los planos por observaciones astronómicas.
DÍB BüWBNStATTÉ TON TiAHXTaNACO IM HoCHLAKDE DES AL-
TBH PÉRüi Biné kulturgeschiohtliche Studie auf Gruñd
selbstaúdiger Aufnahmen von A. Stübel üND M. ÜHLÉ.
Miteinér Karte uud 42'TafelQ iu Liohtdrud. Bresiau, Ter-
lag T. <j. T. Wiskott. — (Las ruinas de Tiahuanaco en la altU
pUmkk cM anüguo Perú. Estudio relativo á la Ustoria y á la
cultura según investigaciones propias por A. Siübel y M.
Uhte. Con un mapa y 42 láminas en fotolitografia. B^resiau
(Alemania), O. T. Wiskott, editor.— Folio.— Precio: Encua-
dernado, 140 marcos). A
Ebí» obr% b^o todo punte, de vista magiáfica, se eempone
de dos partos. La primera está escrita por el ilustre viajero y^
geólogo Dr. D. Alfonso 8tabel| fue exploró en oompáñfa del
enttaenjbe aiDericankta y geólogo Dr. D. GhiUlermo ReisS, las
monta&as y espeeiahnente les volcanes de la BepúbEca áú
Rtvbta [1899-931—15.
Digitized by
Google
tu
ISoaador 7 loa de wa parte de Ciddmbia, del Peni y de Boli-
yia. £ti el año de 1876 á 77 esUro el &. Siübel en Tiaíhnaiia-
co y examinó las famosas rainas de aquella región. La parle
primera contiene, piies, uaa deeeripeióii deéidlada y oiCtioa de
todos los objetos representados en las 42 láminas.*^ La parte
segoada está eserita por el tan laboriosa oon&o competente am*»
rioanista Or. M. UUe, aotaahnenta en 'vuge cíenttfieo á. través
de la Argentina y ^ Brasil^ para hacer estadios eqieoiales ea el
Perú y Bolivia* E¡n esta segunda part^ trata el 8r. Uhle délas
descripciones antiguas aechas por los eapaftolss (Bedro de Oie«
za de León, Garcilasso) y de los datos históricos y mitos qne
ei&ist^n sobre el origen de Uá ruinas de Tiabuanaco^ las máa an-
tiguas y grandes de toda la América del Sur. Sigue una critica
de los informes mis moderaos (desde d'Orbigny y Tsohndi ha»*
ta Squier) y una descripción geográfica y general de aquella al^
tiplanicie en la margen Sur del lago de Titicaca»
El capitulo principal de esta parte segunda es el que descri-
be minuciosamente las ruinas. Estas se dividen en dos grupos;
el principal de Ak-kapana, que ocupa unas 10 hectáreas, con-
tiene entre otros objetos io^portantes la Can^o^a puerta monol^
ta. El segundo grupo ó campo de ruinas se llama de Fumapun-
gu y ocupa una hectárea^ El Sr. Stübel hiso copias ó moldes en
yeso y masa de papel de las esculturas de las ruináis y de cetas
cop}a3 se hicieron fotografías. Las fotolitografías d^ la obva son
sin igual;, jamás hemos visto representadas con tanta claridad
las esculturas y jeroglíficos de ruinas americanas! El Sr. UUe
tratjl o^pués del material que se usaba para aquellas minas;
de la manera y arte de labrar las piedras; de la edad de Isji mi-
nas y de su origen en tiempos anti- incásicas. E) último qapí-
tulo es un trab9> científico de suma importancia sobre el ori-
geu de la peblacién y de la cultura en las altíplanicies del Pe-
i^« Segíui el Sr« Uhle som los Aimarás los autores de aq«e)las
minas- No podemos eqtrar a^ui ea detalles sobre el contenido
de cata obra monuiüental, que honra á sus autores así corno
Ú artífttft que hiao las láaimas. Nos lindtamo» á decir qué di*
Digitized by
Google
Oka otaca mBtñi» ln 4td»<^a de todod Jos iim^ritaziÍBta% y que
no d#he tfAUat 6b las Ubüoleoás de Au^rio* y é» Etoopa« Lá
ooTitiauAcióii del estadio de las éieoltarás y piedito ar^tdteo^
t6i|ii\9ameiite l^U^mdáade Tialnunaeo^ dati hidadmbleaente da**
ios importantes ed^M los nuftotes de a^ueiloA :t«abajQft'g%anteSt
eos 7 sobre sü origen. Llamamos, pues, la atenoión de todos los
sabios, de los Directores de bibliotecas, museos y Sociedades
oientíñcas acerca de este libro, cuyo precio — en yista del mag-
nifico papel y de las hermosísimas láminas que lleva (altura 52
oentÍBietros^ ancho 32 oeatimetroa)— *es bariato.
Db. H. Pox^kowskt,
Beriin, Abril 14 de 1898.
Bécbéations Mathé&utíqübs par H. Edoüabd Lugas, Pro^
feasénr de Mathómátiqoes Spéciaiet áu Lyeée Saiiit*^L6uis*
Badrís,aauthier^Villar8etFil8* 1803. 8? Tome III, 200 p&*
gisasi 6 ir. 50,
Entre hw papries del sabio inateyátioq Locas, se eneontró
deepaés de.éu muerte el manuscrito de dos nuevos tonos de
reMeacioneai matemátieas, que formarán: d ZII y IV de la ^bra,
pues el I y n han aparecido ya en épocas aúierioreSw Aoaba dé
pmblicarse el tomo III y el IV muy pronto citará conofuído.
UoA simple lectura del índice basta para apreciar el interés
que presenta la obra,. á.Ia vez divertida y eientifiea, de la cual
Henry ha dickO: ''Será para nueetro tif^O) eoa más- origittallt
dad, lo que los PrMimUpMémdé et dékokOhs de Baditet y las
Sécréationa maíhématiques de Ozanam, han sido para nuestros an-
tecedentes: el Libro por excelencia.''
El tomo ni comprende las siguientes recreaciones: 1? El
Digitized by
Google
116
MjueijfoddCmuOeány^jiteged&baiimionee depmntM. i^ Mjue*
go militar y la tornad la BasHüa. 5^ El jmga de la <ka f la 'Ht-
rraduradeeábaSo.'&f Sljuesiaamirkampdhergi6npaf¡a$fi(Mí.
7^ La EHf^ na(Á0nd ff i^juegos de Bcifo p íTeffrú.
Les Lu&üx QÉcatísfíáqxms bk GÉÓBfÉTRiE élémemtatbs par
M. P. Sauvagb, Professeur de Mathématiques (Saint-Cyr)
au Lycée de Bíóirfcpéllier. París, Gauthier-Villars et BHls,
1893, 8?, 113 págs., 3 fr.
Esta obra tiene por objeto dar á los estudiantes ideas gene-
rales aoerea de los lugares geométricos y al mismo tiempo rea-
sumir en un corto número de métodos simples, los procedimien-
tos á los cuales la mayor parte no llegan sino después de mu-
4i)k> tiempo,, pov tairteoa S. por oaBualidad» '
Eáiá dividida en cii&eo capttukei Bl primero ^éontraie-las
oondiderádionesgenerales:^ de-las 4ueM deducen lasnboionéft de
los lugares geométricos en el espacio. El segundo 80 ooupa
de los métodos generales llamados puntos notables (considera-
ciiones de simetría^ puiitfi del infiniÉo), subétitaeioneB sncesi-
v{U3, translación pásatela, Totaoián, proyecciones. Eq«1 tercera
eatáa reaBumidoB los lagares geométricos. muy mmerosos que
se encu0ntraa en el««x8o, ó que- se dedaecfn de éllos^ pero sin
dar el desarrolb de ningisna demostracíób. * Bl ouiürto está oo»*
sagrado al desatcoUo de algunos probiemas y á la inieiaeióa de
algunos otros» Todos bs ejemplos alegidoa para ei méítod#4e la»
proyecctones se refieren áseceioaes cónicas. Ea el quinto se
hallan be aplioácioñeiB^á problemai» gráficos^
Digitized by
Google
117
Cruia auténtica de la Exposición Universal Oolanéina. Publicada
por Poole Hnos. Chica^Oj 1893.
Lo|i Sre9. editordfi Po^íle HetmañoSi de Chicago, hau dado
ü lti9 reoieatazóente f puesio en venta en, toda» las agencias y
publicaciones de México^ Centro y Sud América^ así 4pmo en
las Antillas, esta obritt^ en español, traducción exacta dóla ''Au-
tentic Visitpi» Guidcto jjie Worl<f s Columbian Ézposítion and
Chfcag;o,'^ escrita por ebSr. Richard J. Murphy, Secreiario de
la Prensa de la Exposición. La edición en inglés de di^a obra
ha obtenido nna grandísima y favorable acogida en tados los
Estados Unidos. Esta- gáía tan conveniente eá reconocida por
la preipsa ser la compilación más concisa, olarat:y oom|ileta de
datos de cuánto se ha publicado hae^ la fecha, dando 6 cono*
certo¿o'4o oonoectiieiiteráclA I^pcsición Unitersal Cplombi*
íia. He aquí lo .que sobre este particular dice ^ acreditado pe*
riódico el Evening ^05^, de Gjpcago:
'^ El Sri Hiohftrd J' Kurphy, periodisÉa de estimación y re*
conocido por toda la prensa de- Chicago, li^ coíisumado un he*
chodcf grañde'acéptacióií .Qu su guía de la [Exposición ^niver-
sal Colombina, fia resuelto el problema~en iodos conceptos
* nada fácil — de presentar y clasificar^ de un modo ex{)iícíto y
' datisfajctónoy todos lc& ebjéios principales de la grand&sa Elx*
posición en una obritá que siSlo contiene 6$ páginas. •"^^
'f If na de las^nau^hAS cosas úiiles y de^an interés ^^e con*
tiene, es u«á liéta pavaayúdaiF al vístante á encontra|¡;,con to-
da facilidad la situación de las diferentes exhiláciones en todos
loa edificios. ^ ^
Digitized by
Google
U6
S
.2
O
W
m
o
M
OQ
•«
■O
II
I
J.
i
Ti
o
9 1
a-
gfH O C) CQ ^ t^ tO O «> O 0> »
^
J^.í?.
5z5íz;^^te«jzí«fcl
.11^1 bgig>
^ 1 =
t< cá'é oj ^ ló co cd <ri id «4 rQ
id
lO
t > ■ f ■ I
^ 04 O) Vo O i-l do t» lO «O «O
lo c^ lo o lo 'dj'iQ lo »o «• P iq
•w t«'e«4 goodíotpc<í^eo
t> lo 00 o ep C4 « o», lo t« «a
t ,>
i N j j M ii !Í j
iJÑ'¿-Íi|l||l ^
Digitized by
Google
lU
Obserradoies séisníiiu eemsptgUes al mes ée Agosto-de M
O-RlZAJBJk^
raOHAS.
H0BA8.
JDlnqritfpipft' [awl^Fo
3
4
2
25
3
28
7
10
9
28
9
30
9
45
10
05
10
15
10
45
11
15
11
40
12
09
12
30
12
45
12
52
1
10
4
33
é
45
3
00
10
03
11
53
1
00
2
40
3
00
6
17
8
07
9
00
3
22
9
15
2
27
3
15
a.111.
V
99
ti
>f
p.m.
»
fi
ff
a. m.
>f
p. m«
a. m*
p.m*
2
5
1
2
3
4
1
2
2
6
1
1
2
4
1.80
2
4
1
• 2
1
1.
1
1
1
1
1
1
3.00
1
1
1
NB.
99
^k
>f
99
}>
ñ.
I.
;y
99
ó.
I.
Digitized by
Google
ise
€^
BOBAS.
AmpWad*»
Slreoeldntpa.
■^»4!2r*
WtOBÁM.
I*.».
nnt»*
ralyBoaL
! "i.,
■ir .
A ■ ' '
4
3
43
p.mt
1
NW.
I.
4
54
9t
1
M
yy
.-
6
13
»
1
>f
»
6
00
99
1
t >l
w
6
2
30
fum.
1
_ ,_ -U. -
99
3
00
ff
- -r
»l
9*
5..
._3Q .
-■ ■ ff "
.1
s: ~
"77 -
6
31
yy
1
99
6
35
}}
1
NE.
99
9
00
p.m.
1
NW.
99
10
28
"
1
9)
99
11
40
9)
3
N.
99
6
4
17
a.m.
1
NW.
99
7
30
p.m.
2
yy
99
7
47
1)
3
19
91
9
32
¡9
1
9t
>>
7
11
7
30
37
99
a.m.
1
0.10
.• i;fk-
99
5
55
p.m.
3
■ NW.
99
6
09
}}
.. 4
• N.
99
6
30
ff
1
NB.
99
8
8
8
19
30
a.m.
) ErtRnud- /
' mlw»te«e<ii>- <
99
99
8
51
i>
2
■ N. '
99
11
28
f)
1
NW.
99
1
60
p.m.
1
N. ■
99
2
- 34
2
NW.
99
.
5
30
99
1
91
99
6
12
' „
2
^f
99
6
47
II
• 2
19
99
7
00
II
1
yy
99
,.
7
12
tt
1
11
91
7
-19
II
1
r '^
99
7
41
II
1
91
99
9
12
61
a.m.
Conmoddtt.
99
•
(CkmtíHuará).
Digitized by
Google
"lÉiiid ilzak"
MÉXICO.
«VM^^l^^NAtfVA^NM^^NAt^AA^A^yN^WWlW^^M
Bevista Gientífica y BibUográfioa.
Htfms. 11-12. 189fi-98.
SESIONES DE LA SOCIEDAD.
Mayo 7 de 1893.
PresidenoU del «ocio lie. Ramón Manterola, Vicepresidente.
Correspondencia.— De los Sres. Rafael Bisohoffsheim y
Octavio GaUandreao, de París, dando las gracias por su elec-
ción de miembro de la Sociedad; del socio Ing. Daniel Palacios,
presentando sus excusas por no asistir á sesión y remitiendo
dos ejemplares de su obra Tratado práctico de calderas de vapor;
del Secretario del Instituto Smithsoniano, enyiando una circular
relativa á los premios Hodgkins; del Secretario de la Sociedad
Beal de Edimburgo comunicando que en lo de adelante también
enviará sus Transactions; de la Oficina Meteorológica de Lon-
dres, del Jefe de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos,
del Instituto Meteorológico Central de Suiza, del socio Montes-
sus de Ballore y de los Sres. Baudry y C% de París, enviando
publieaeiones; del socio Dr. Polakowsky, de Berlín, remitiendo
una noticia bibliográfica relativa á una obra de Arqueología de
los Sres. Stübel y Uhle, y del socio Prof. M. Leal, un trabajo
parala«.<2Kimortad.
Revota [iSg^^sl— 16
Digitized by
Google
122
El 8Óob Manterola hizo moción á fin de que 8te inicie al Ins-
tituU 3¿uth80B¡a|io ¿b Waahingtéh, <tiÍB Ifcbíibiéb ^iiéAb ^éí-
prendido el idioma español entre los trabajos para los preiáios
Hodgkins.
PuBUGAdONES. — Donaciones de los socios Palacios, Fra-
zer (Filadelfia), Montessus de Ballore (París) y Sansoni (Pavía),
de la Srita. Luz Bivas (Guanajoato) y de los Sres. Goillaume,
Baudry y C? y Gauttier- VtUars, de París. Por^primera vez se
recibieron de la Sociedad Filomática de París, y del Colegio de
Ingenieros y Arquitectos de Palermo.
La Oomisión respectiva dio cuenta con los núms. 7 y 8 del
tomo VI de las Memorias y Sevista.
Trabajos.— B. Aguilar y Santillán, Bíbliogrqfía Metearotó-
gica Mexicana, Año 1892.
A. L. Herrera, El Hombre Prehistórico de México.
M. Leal, Los pronósticos del tiempo y la Rueda Salomónica.
P. Spina, Síntesis de OcomeMa AnaUtitía.
G. MottI, Observaciones séismicas en Orinaba, Abril 1893.
KOMBEAMIBNTOS.— Bl Sb. DB. DaNDCL YsSÍOABA LoPE,
Miembro del Instituto Médico Nacionial, fué electo por unani-
midad socio de número, en substitución del 8r« Dr» Daniel 'M.
Vélez.
El Sb» Pbof. a. W. BüTLBB/Seoretario de la Acadeihiá de
OienciiEus de Indiana (B. (J.), quedó nombrado socio corrétapoii-
ponsftl en IndiAnapoliS; á moción de los socios A. L. Héricerk y
B. Aguilar.
PoSTüLAaONKS.— El Sr. D. Pedro López Monroy, Ingenie-
ro de minas, fué postulado para socio honorario en San Luis Po-
tosí por los socios S. Bamírez, I. Epstein y B. Aj^uilar, y el Sr.
Prof. Jesús. G^asca pfira socio corresponsal en Guanajuato.
Bafael Aguilab y BAKfnffiÁiff.
Digitized by
Google
Junio 4 de 1893.
Pretidenei* del aoeio D. Iiidoro BpBtein.
PuBLTCAdONBS. — Se recibieron por primera rez las del Club
Alpino de Ginebra, de la íáociedad de Gienoias Naturales de
NanteSi del Instituto de Ingenieros y de la Sociedad Médica
de CSüle, Ingr^siM^i) lai^ dqpaoion^ de ios soobs Fraz^ (Fila-
delfia) 7 Aguilar y de los Sres. Guillaume (Sevres) y Gauthier-
Villars y Baudry (París). El socio Vergara Lope obsequió su
^\>lijo titulado: Lc^ ÁfWítíhemi^ Baroméiric^. L<f tuberculosis en
lasaltifi^d^
Jj% Copi^itión r^apectivi^ dio cuenta con 19a i^úo^s. 9 y 10 del
tomo yi d^ Jas Jfemorias y Bemsta.
Trabajos.— J. Galindo y Villa, Algunos datos rdaOoos á la
Sección Mexicana en la Ik^posicián Histórico ^Americana de Madrid
en 1892.
C. Mottl, Observaciones séismicas en OriMba, Mayo 1898.
El socio Epstein presentó su dictamen acerca del trabajo
del socio Leal, de León, relativo á la Rueda Salomónica.
PosTULAaoNnB. — Pata socios boporarios:
J. Waher Feíwkes, Bositon (CMmdo y Agmlmr).
Dr. BdMvdo íiel^r» Bevlin fQafétulo y Aguüar).
Nombramientos. — Por unanimidad quedó electo socio de
número el Sr. Manuel Torres Torija, en substitución del Sr.
%. Felipe M. Valle.
Como socio honorario en San Luis Potosí el Sr. D. PEDRO
LÓPEZ MoNROY, Ingeniero de minas.
Como socio correspondiente ^n Guanajuato, el Sr. D. JESÚS
GasgA| ProfjM^or en el Colegio del Estado.
J. Galindo y Villa.
^1 ^ w ^i> Ji^y»^»!» t0>i0»0^m0v
Digitized by
Google
124
INSTITUTO SMITHSONIANO,
WAftHllfOTOlf.
Circnlar relativa i los premios Instituidos por Hodgkins.
Ea Octubre de 1891, el caballero Tomás Jorge Hodgkíüs,
de Setauket, Naeva York, hizo un donativo al Instituto Smith-
soniano dedicando los réditos de una parte de él ''al progreso
y difusión de conocimientos más exactos con respecto á la na-
turaleza y propiedades del aire atmosférico en conexión con el
bienestar del hombre."
Con el fin de realizar los deseos del donante, el Instituto
Smithsoniano anuncia ahora los premios siguientes, que debe-
rán concederse el 1? de Julio de 1894 ó después, si hay Memo-
rias satisfactorias que entren en competencia:
1. Un premio de $ 10,000 para un tratado que contenga al-
gún descubrimiento nuevo é importante acerca de la naturale-
za y propiedades del aire atmosférico. Estas propiedades pue-
den considerarse en sus relaciones con algunaó todas las cien-
cias, no sólo con respecto á la Meteorolpgia, sino en conexión
con la higiene, ó con cualquier otro ramo de conocimientos bio-
lógicos ó fisicos.
2. Un premio de i 2,000 para el ensayo más satisfactorio
acerca de:
A) Las propiedades conocidas del aire atmosférico consi-
deradas en sus relaciones con los diversos ramos de las ciencias
naturales, é importancia del estudio de la atmósfera considera-
do en vista de estas relaciones.
B) La dirección más adecuada de las investigaciones futu-
ras en conexión con las imperfecciones de nuestro oonooimien-
Digitized by
Google
to del idro atmosférico^ y de las relaciones de este conocimiento
con otras ciencias.
El ensayo en su totalidad, deberá tender á indicar el mejor
camino para llegar á resaltados satisfactorios en conexión con
la administración futura de la institución de Hodgkins.
3. Un premio de $ 1,000 para el mejor tratado popular so-
bre el aire atmosférico, sus propiedades y relaciones (incluyen-
do las que tiene con la higiene física y mental ). Este ensayo no
debe exceder de 20,000 palabras & lo más; deberá estar escrito
en lenguaje sencillo y propio para publicarse en beneficio de la
instrucción popular.
4. Se instituirá una medalla, bajo el nombre de MeékUla de
HodgMns ád Instifuto SmitJisonianOf la cual se concederá anual-
mente ó cada dos años por importantes trabajos referentes á la
naturaleea y propiedades del aire atmosférico, ó por aplicacio-
nes prácticas de nuestros conocimientos actuales al bienestar
de la humanidad. Esta medalla será de oro, é irá acompañada de
un duplicado en plata ó bronce.
Los tratados pueden escribirse en inglés, francés^ alemán ó
italiano) y serán enviados al Secretario del Instituto Smithso-
nianO; Washington, antes del 1? de Julio de 1894, excepto los
que compitan para el primer premio, cuyo envío puede retar-
darse hasta el 31 de Diciembre de 1894.
Las Memorias serán examinadas,' y los premios otorgados
por un comité nombrado como sigue: Un miembro por la Se-
cretaria del Instituto Smithsoniano; un miembro por el Presi-
dente de la Academia Nacional de Ciencias; uno por el Presi-
dente i?ro i&n^re de la Asociación Americana para el adelanto
de las Ciencias; y él comité obrará de acuerdo con el Secreta^
rio del Instituto Smithsoniano como miembro ex offieio^ Queda
reservado el derecho de no^ conceder ningún premio^ si ajuicio
ddi comité, no sé presenta alguna Memoria de suficiente méri-
to para merecer una recompensa* Puede añadirse un comité
consultor de sólo tres europeos/ hombres de ciencia, á juicio del
Gomiité de Recompensas.
Digitized by
Google
186
ffino 86 oonoede 4 primer pre4mo 0nla^;>owi^Bimw^fla, «^
Instituto puede prorrogar el plazo hasta una {eaha post^riori ^i
se tiene la eertidumbre de que se están haciendo inyestigacio-
nes importantes relatiras i su objeto, j cuyos resultados se pre*
sentarán para optar al premio. £1 Instituto iSmithsoniano se
reserva el derecho de limitar 6 de modifioar las condiciones pa-
ra este premio, después del 1? de Didemhre de IB&i, si sojuz-
ga necesario. Si no se otorga alguno de los premios menores
i las Memorias enviadas antes del 1? de Ji;lio de 1894, se reti-
rarán estos premios de la competencia.
El motivo principal de ofrecer estos premien es el de Uamav
la atención hacia el legado de fiodgkins, y los fines para los
cuales existe; en consecuencia se «ivía esta circular á las nxxi-
versidades principales y á todas las sociedades científicas cono-
ddas por el Instituto, así como á los hombres que r^Nfesantan
á la ciencia en cada nación. Se solicitan indicaciones y reco-
mendaciones referentes á la mejor apUcaeión de esta f undaeiiki.
Probablemente podrán haceirse donativos de dinero á los es-
pecialistas ocupados en investigaciones originales sobre el aire
atmoírférico y sus propiedades. Las solicitudes para los dona-
tivos de este género, deben tener la recomendación de alguna
Academia de üienciací conocida, ó de cualquiera oAra doeta ina-
titución 6 irán acompañadas de las pmiebaa de oapaeidad del
solicitante, en la fonna cuando menos de una Memoria ya pu-
blicada por él y referente á inveatigacioaes originales*
Para evitar equivocaciones aeerca de los deseos del fonda*
dor, se repite que los descubrimientos 6 aplieaciones que se
presenten al Oomitó de Beeompensas, pueden referirse á^ual*
quiera oicAcia ó onalqtder arte sin restricción, con Uil de qjm
tengan conexión con '^ la naAoralesa y propiedades 4fA ^ At-
mosférico en rekoión con el bienestar del hfimbte/^
Se daván informes de cualquier género áeoU9Ítod4i9 laa piar*
senas que deseen entrar em coaapetenoia.
Todas laamBumioamonies hm» se tefierao á la iMtKtiUHifo
de Hodgkinsy á los Premios de HodgldMi las MbdaftlMi de UíAtT
Digitized by
Google
137
kiai, y Ite PuyioaoSbiies M iMtitaio de HodgkiM ^á 1«b so-
MtndM pava ■obymoioiías ét diñen), ^e dirigirán á S. P. Xiaíi-
gley, Secretario del Instituto Smithsoniano, Washington, U.
S.A.
WadiiiictoD, Matm II de 1893.
& P. LaUQUBrr,
''^>^^^^^^»^»<^^>^^^^^^^^^»^^^
bibliografía.
HaKÜBL PRAYlQtlK D^ÉC^iAIRAOB ÉU&CrTRIQÜS pOW iostalla-
tions paifticnlréires, maisons d'habttation, nshiés, adíes de
rétmion, eto.^pat Em. Oahen, Ingénienr des Ateliers d» oons-
truction des manu£acttires de PÉtat. — Paris, Librairie P#-
ly technique Batadry et C*^ 18?, 282 págs. y figs. (7 fr. 50, teta
inglesa).
Existen iñutílios tratados relaÜTOs al akrailnlido eléotrioo.
Taños escritos poír excelentes autores; pero oon maolia difienl-
tad se enctxentrít tino exolnsirattiente práctico 7 qne contenga
todos los detalles heoesiarios para una buena instaladén. El au-
tor del Hbro que anunciamos se ka dedicado á recoger toda ola-
tíe de datos 7 procedimientos prácticos, los lia comprobado per
sí mismo en sus trabajos personales 7 los expone de la manera
tnás clara en su libro, que será de gran utilidad á los ingenie-
ros 6 industriales, pues es muy sencillo y práctico, con el me-
nor número de teorías posible. Bn cambio no omite detalle por
minucioso que parezca; limitado á instakoiones particulares,
en este sentido tiene cuanto se pueda desear, 7 eon él, cualquie-
ra persona podrá emprender por A sola 7 llevar á buen fin sias
iúMataeioneB particulares.
Digitized by
Google
128
No yaeilamoB en recomendar esta^obrita qi¡to:preatari|pran-
dfshnos seryiciós á todo aquel que siquiera le baga una rápida
ojeada.
GuiLliAUHE (Ed.)i Qooteur és Sciences, Adjoint au Burean In-
ternational des Poids et Mesures. Unités et Étalons. fEn-
cyclopédie Scientifique des Aide-Mémaire). Petit in-8? 190
págs. 3 fr. París, Librería Gauthier-Villars.
Esta pequeña obra, que está especialmente consagrada al
estudio de todas las unidades empleadas. en la Ciencia y en la
Industria, está dividida en dos partes. La primera contiene:
I. Magmludes fískas. Elección de las magnitudes fundamenta-
les. Magnitudes deriyadas en Mecánica. Direcciones del espa-
cio. Magnitudes eléctricas y magnéticas. Relaciones entre las
magnitudes en los dos sistema. — 11. Unidades y natrones. Uni-
dades fundamentales, m^áltiplas y submúlüplas. Paso de un sis-
tema de unidades áotro. Unidades físicas y metrológicas. Pa-
trones.
Comprende la segunda: I. Unidades geométricas. Sistema
métrico. Patrones métricos. Antiguas medidas francesas. Uni-
dades británicas. Unidades rusas. El pie del Bhin y la toesa de
Viena. Ángulos planos y ángulos sólidos. Curvatura. — II. Uni-
dades cinemáticas. Tiempo. Velocidad angt^ar. Aceleración.
Aceleración angular. — III. Unidades mecánicas. Kilogramo. An-
tiguas unidades francesas de masa, línidades británicas y rji-
sas. Densidad. Momento estático. Momento de inercie. Fuer-
za. Momento de un par. Energía mecánica. Potencia. Tensión
superficial. Presión. Cantidad de movimiento.*T- IV. CoZor. De-
finiciones. Temperatura. Capacidad calorífica y Calor especifi-
co. Equivalente mecánico de la unidad de calor. La energía
vibratoria del éter. — V. Unidades déatricas. Elección de las uni-
dades. Sistema C. G. S. Belaciones entre las diversa unida-
des electromagnéticas. Relación entre las unidadets electro^-
Digitized by
Google
129
tátioas y electromagnéticas. Relación de las unidades legales.
unidades prácticas y Patrones de resistencia. Patrones de fuer
za electromotriz y de intensidad de corriente. — VI. Fotometría»
Definiciones. Unidades y Patrones f otométricos. El rendimien-
to óptico y el rendimiento total.
una bibliografía completa esta útil obrita, en la cual las di-
versas unidades de cada magnitud física están comparadas en
cuadros de doble entrada que permiten hacer las reducciones
recíprocas.
MlNEL (P.). iNTEODÜCTION A L'ÉLECTRIOITÉ INDUSTRIELLE.
PoTENTiEL. Flux de forcé. Gbandeürs électriques.
(Encyclopédie Sdentifique des Aide^MémoireJ. Paris. Gau-
thier- Villars et Fils. 1893. 8? pequeño. 2 fr. 50.
BI objeto que se propuso el autor en esta preciosa obrlta fué
el de reunir los principios de la teoría elétrioa necesarios para el
estudio de las máqninas eléctricas y del alumbrado por electri*»
cidad.
De una manera general, ninguna hipótesis se ha hecho acer-
ca de la naturaleza de los fenómenos eléctricos y se ha toma<
do como punto de partida únicamente la experiencia.
Ejste Tolumen está consagrado especialmente á la noción,
definición y medida de las magnitudes eléctricas ampere, cou«
lomb| ohm, volt y farad.
El tomo titulado CiRCurr magnétiqüe. Indüction. Ma-
chines (2 fr. 50), es continuación del anterior. Comprende seis
capítulos de los cuales el primero trata de la acción de tm cam-
po magnético sobre una corriente; el segundo está consagrado
al circuito magnético; el tercero da la ley fundamental de la in*
docción definiendo ésta y la self* inducción; el cuai*to estudia el
funcionamiento de las máquinas de corriente continua; el quin-
to trata de la aplicación del circuito magnético al estudio de las
oondiciones de funcionamiento de las máquinas eléctricas. Por
fin, en el último capítulo están agrupados los notables resultados^
Revisto [x89a-93.]<— 17
Digitized by
Google
180
de la experiencia^ que estableoen yelaoiones entre la eleotrieidad
estática, la dinámica^ el magnetismo y la luz ; el autor indica oo*
mo conseeuenoias de estos resultados las apreoiaoiones que per-
miten quizá entrever actualmente la naturaleza de los f enóme^
nos eléotrícos.
Evolución de los colores en las aves terrestres de Norte Amé^
ricaí por Oh. A. Eeeler/
Sería imposible hacer un juicio pormenorizado de las mate-
rias tratadas en las 340 páginas de que se compone este libro.
El primer capítulo contiene la discusión de los principios fun-
damentales del Darwinismo. Condiciones de la variación; he-
rencia de los caracteres adquiridos; variación y sele^cióli na-
tural; leyes de la evolución, selección sexual; naturaleza d^ la
e(q>ecie; el aislamiento; el uso y la falta de uso; selección iist#*
lógica. Esta parte comprende 132 páginas.
El segundo capitulo se refiere á los colores de las avé^ de
Norte América. Modos del cambio de plumaje. Principios ge*
nerales. Proporción y distribucióki de los colores en los género^
de Norte América. Estudio de las manchas; manchas de kíeco-
nocimiento; variaciones del color según el sexOi la edad y lac-
tación; influencia directa del medio; la distribución geográfica
como un factor de la evolución de los colores (no me pairece
exacta esta manera de expresar la idea: debería decir: evelu*
ción de los colores por la influencia de las condiciones bio]Ó|^-
cas de cada país). La obra termina con un examen pormeiioBt*
zado de los órdenes y demás grupea taxinómieos de aves de
Norte América, considerados desde el punto de vista de fsn evo*
lución.
1 OooaBÍonal Papen oí the California Academy of Sciences, ib. firolatioh oí
the coloTS of North American Birds, bj Charlea A. Keeler. 'flboi Praneuo<», CaKhr-
tiia Aeademy ef Soienoes. Janiuu^ 1898.
Digitized by
Google
181
A nn^tro entender la obra tiene por objeto la demostración
de estos principios:
Los colores de las ares no son invariables. Varían por efec-
to de la selección, la edad, el sexo, el aislamiento, el medio, la
alimentación, las circnnstancias fisiológicas individuales, el uso
ó la falta de nso (t); los caracteres adquiridos sonkereditarios.
Los colores de las aves de Norte América «e han desarrollado
á partir de formas antecesoras.
M. Keeler no incurre en uno de los defectos más frecuentes
en los nátnralistas que examinan estas ardnas cuestiones y par-
ten de una idea preconcebida exclusivista, una teoría personal
que intentan demostcar interpretando los hechos de la manera
más abstrusa y apasionada: M. Eeeler no viene á embrollar la
ciencia con una nueva hijívótesis: es ante todo y por todo ecléc-
tico. En la primera parte de su obra menciona las teorías, las
discate, toma de cada una lo que parece más fundado y acep-
table; introduce eí orden en esta espantosa confusión; intervie-
ne en la concurrencia de esas ideas, acabando con las unas, vi-
gorizando 4 Ias que parecen evidentes á la luz de una crítica
imparcial, severa y desapasionada. Bistas cualidades de nuestro
autor se manifiestan en el párrafo siguiente:
^'Los factores que han producido los tintes brillantes de
Ite iftaehos, son: £1 catabolismo del m^cho que proporciona el
excedente de energía (Geddes y Thomson); como en todos los
objetos, ^n lai^ aves debe existir algún color y su distribución es-
tá limitada (np determinada) por la naturaleza de los tegumen-
tos y las leyes generales del crecimiento (Wallace) ; generalmen-
te la hembra escoge entre varios machos al que le agrada más
por la belleza de su plumaje (Darwin); á causa del excedente
de los machos, el desarrollo de los colores y las plumas origina-
do por la selección sexual, es ventajoso para la especie, porque
se reduce el número del sexo predominante y la conservación
de la especie queda asegurada (Stoizmann); los colores de las
hembras son generalmente poco brillantes con el fin de que ellas
pucfdan defenderse de sus enemigos por medio de la homocro-
mía (Wallace)."
Digitized by
Google
182
El método de raciocinio que sigae M. Eeeler es casi siem-
pre el deductivo, particularmente en la segunda piurte. En la
primera no puedo seguirle por su mucha extensión y sólo insis-
tiré en algunos de los resultados.
Me parece muy buena la clasificación de las variaciones en
los siguientes grupos:
I. Conservadoras, Se presentan en todas direccionee entre los
límites de variación de la especie. Son producidas por la tmión
sexual de individuos diferentes.
II. Progresivas. Se deben á la acción del medio sobre todo
el organismo ó á la acción reciproca de las partes.
1. Deftnidíw. Acción directa del medio en una direocióni in*
cluyendo el uso y la falta de uso.
2. Indefinidas. Acción general del medio que produce varia-
cienes susceptibles de acumularse por selección natural;
La refutación de las teorias de Wiesmann sobre el plasma
germinativo y la no herencia de los caracteres adquiridos, me
parece muy bien conducida. Convence de que lo primero no se
ha probado y que si so heredan los caracteres adquiridos: en
el caso contrario resultaría casi indtil la investigación sobre el
origen de los colores de las aves.
Es de sentir que M. Keeler haya podido hacer tan buena
acogida á la teoría del Batmismo ó fuerza de crecimiento de M .
Cope : basta deánir la palabra para descubrir el error de estas
ideas; según Keeler, "él Batmismo es la fuerza vital que indu-
ce al crecimiento.'' Según M. Cope, "muchas de las funciones
animales son físicas y químicas, y si hay alguna que pueda pa-
recer menos explicable por estas ú otras fuerzas, es la fun-
ción de la nutrición. Probablemente en este caso la fuerza ha
sufrido una metamorfosis tal por la influencia de la fuerza ori«
ginariii en evolución, que viene á ser una distinta especie en la
categoría de las fuerzas. Se llama Batmismo. Se ve que aun
en las cuestiones de dinámica se intenta establecer nuevas es*
pecios con el resultado que era de esperarse: Claudio Bennard
á la cabeza de todos los ñsiologistas protesta contra tales afir
Digitized by
Google
^ 118
maoionesy repitiendo el aforismo de Leibnite: ''todo se rerifica
en el ouerpo viviente, como si en él no hubiera la fuerza vital''
Para M. £[eeler la especie es ''un grupo de individuos ais-
lados morfológicamente de cualquier otro grupo, al menos por
un carácter peculiar. Si un grupo no está completamente ais-
lado, sino ligado por formas intermedias con algán otro, se lla-
ma variedad." Como lo hace notar Huxley en tanto que no se
haga intervenir el carácter fisiológico de la reproducción fértil
de los individuos y la condición de que los descendientes sean
indefinidamente fértiles ínter se^ la idea de especie no puede sos •
tenerse. Es segur.o que la definición de M. Eeeler no será acep-
tada y ello es de deplorar porque este podría ser el medio de
concluir de una vez con una de las abstracciones que en el con-
cepto de Darwia, Haeckel, Huxley y Sachs, ha sido muy per-
judicial para el adelanto de la biología.
Pero este y otros detelles que paso en silencio y conloa cua^
les no estoy conforme, en nada aminoran el mérito de las brillan*^
tes investigaciones del autor norteamericano.
Terminaré el examen de la primera parte de su obra, afir-
mando que no conozco un libro más imparcial y desapasionado
en lo que se refiere á las teorías transformistas.
Hubiera sido de desear que M. Eeeler reasumiera de un mo-
do claro y preciso el contenido de cada uno de los capítulos.
Bespecto á la evolución de los colores mencionaré algunos
d^ los puntos que en mi opinión tienen bástente novedad.
Se trate de fundar este teoría: el pigmento es un producto
de desecho acumulado en los tegumentos, asi como 1q preten-
den Oeddes y Thomson en su obra sobre la evolución del sexo.
La seleoeión, ha influido en que los pigmentos unidos ei^ los
antecesores, se separen en los descendientes. En cuanto á dis-
tribución de los colores, en los 209 géneros considerados, 172
presenten el moreno, el blanco 169; en proporción semejante
se encuentran el gris, el negro y el rojo. El amarillo^ asul, ver-
de, anaranjado y púrpura son poco comunes; parecei que el mo-
reno ó gris ha sido el color primitivo ó es general por su utilidad
Digitized by
Google
como medio de defensa. Queda demostrado que en las diferen-
tes partes del cuerpo del ave se representan diferentes fases de
la eroluoión de las plumas; que la distribución del pigmento
y la formación de las manchas son debidas en mayor 6 menor
grado á las leyes de) crecimiento y á la selección. Más adelan-
te se encuentra un curioso estudio de las manchas y colores se-
gún sus usos, como medios de defensa ó reconocimiento. Las
variaciones de los colores según el sexo, la edad y la estación;
según el clima, influencia demostrada por hechos y rasonamien-
tos poderosos. Después se hace una aplicación á casos particu-
lares de todos los factores que influyen en la CTohición del co-
lor, pasando en revista á casi todos los géneros y á un número
considerable de las especies de aveé terrestres de Norte Amé-
rica, siendo esta parte la más original y de muy grande inte-
rés. No dejaré de advertir que de 10 de las aves consideradas
hay 9 de las que tenemos en México y por este motivo debemos
felicitamos.
Las láminas son muy buenas y la bibliografía muy comple-
ta, aunque me extraña que no figuren en ella las memorias de
Erukenberg sobre las relaciones entre los colores y el sisteifia
nervioso.
En resumen: M. Keeler ha hecho la obra que puede consi-
derarse como una de las joyas de la Biblioteca transformista;
no es de los naturalistas que abandonan el examen de loé he-
chos y las enseñanzas de la experiencia para establecer enfer-
miza hipótesis que muere al fin sin dejar más recuerdo que el
de su inútil existencia. M. Keeler estudia 600 especies de ani-
males, discute el origen é importancia de sus caracteres, apli-
cando una á una las teorías para llegar á resultados lógicos y
seguros*
No da por terminado el estuJUo de la cuestión t en interés
de la ciencia deberá continuar en el camino que él mismo se ha
trazado, considerando la evolución de los colorea ó de las for-
mas y las costumbres. M. Eeelér posee lie cualidades suficien-
tes para esta clase de trabajos: la modestia, para no cegar con
Digitized by
Google
m
Boa prppias opinionesi la eradi^ón para uiUizur el trabajo de
otros inyestigadores: el espíritu crítico, sereno 7 desapasiona-
do; el talento de geixeralizaoión oaraoterístioo del summum de
▼italidaid ea uo hombre cieatífioo.
México, Junio de 1898.
A. L. HÉft^ttsttA.
Obf ai <iut han ingresado á ht Bibttoteda de lá Escnela Vaoional de
Ingenieros desde la fecha de la publieaeión del Catáleg^ (Di-
demteé 31 de 1891 ) hasta rt 30 di Jnnio de laM.
América (La) Oientífioa. Naeitra Yorir, 1892 y JBbetro á Jimio
1893.
Abolla. Manual de Legislaeión de Minas* Mádirid, 189L 1
.tomo.
Alien, ülinical Stndy o£ the SkuU. Washingon. 1 tomo«
Anales de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos. Uféxleo».
Anaaleís des Mines. Pari¿, 1890 á 1892. 9 tomos.
Annales des Ponts et Chaussées. Paris, 1890 á 1892. 9 tomos.
Anuario de la Eseoéla Especial de Ingenieros. Madrid, 1878.
. 1 tome.
Blakesley. Lea Couirai^ altematUs d'électrioité* Paris, 1898#
1 toiiio.
Boletín de la Sociedad Mexicana de Gheografía y Bstadíatioa*
México.
Bol^n del Observatorio Meteorológico Central. México.
Bulletin de la Société Géplogique de Franco. Paris, 1891-92.
BoUetin o£ t)ie U» S. G^piogical Suryey. Waí^ngton, 189)>*
1892.
Cambell. Biológical teaching in the Gollege$ út the (J« S,
Washington^ 1891. 1 tomo.
Candlot. Cementa et chaux hydrauliqtnen. Icaria, 189L 1 tomo.
Digitized by
Google
1S6
Glémanoet et Vigreux. Gours pratique de traraux publios.
París, 1891. 1 tomo.
üolmeiro. Derecho Administratiyo Español. Madrid. 2 tomos.
Cos Gayón. Diccionario de Derecho Administrativo' fispafiol.
Madrid, 1860. 1 tomo,
Dana. Mineralogy. 1892. 1 tomo.
Deharme. Chemins de Fer. Paris, 1890. 1 tomo y atlas.
Delhotel. Traite de l'épuration des eanz naturelles et indos-
trielles. Paris, 1893. 1 tomo.
Demanet. Gours de constraction. Paris. 2 tomos y atlas.
Denfer. A^rchitectnre et constraction civiles. Magonerie, Pñ*
ris, 1891. 2 tomos.
Dnrand-Glaye. Chimie appiiquée á Part-de l'Ingéniear. Pa-
ris, 1885. 1 tomo.
Éoole des Ponts et Ohaussées. Doouments sur les formes mé>
talliques á grand ouvertnre, Paris, 1891. 1 tomo.
Economista {£!) Mexicano. México, 1892 y Enero á Junio 1893.
Elizalde. Gurso de Geometría Descriptiva. Madrid, 1892. 1 to-
mo y atlas.
Ferrel. Meteorology« WasUngton, 1886. 1 tomo.
Flamant. Méoanique appliquée. Hidraulique. Paris, 1891. 1
tomo.
-«-*— Bésistence des matériaux. Paris, 1886. 1 tomo.
Freixay Babasó. Legislación de Minas. Madrid, 1891. Itomo.
Friedel. Gours de Minéralogie. Paris, 1893. 1 tomo.
García Gubas. México, its trade, etc. México, 1893. 1 tomo.
GNSmez Salazar. La Minería de frente á la propiedad terrítorial.
Madríd, 1869. 1 tomo.
Hayden. Geological j9urvey of Montana and adjacent terríto-
tory. Waiahington, 1871. 1 tomo.
Hirsch & Debise. Le^ons sur les machines k vapeur. París,
1885. 1 tomo y atlas.
Instrucción de Minas. Madríd, 1880. 1 tomo.
Junta Superíor Facultativa de Minería. Golección Legislativa
de Minas. Madrid, 1889. 1 toma '
Digitized by
Google
w
Enab. Métallurgie. París, 1891. 1 tomo.
Lapparent. Gours de Minéralogie. Paria, 1890. 1 tomo.
Laroche. Traraux maritimes; Phenom&nes marins; acoM des
porta. París, 1891. 1 tomo y atlas.
Leygue. Chemíns de fer: Paris, 1892. 1 tomo.
Ma£Eeí. Derecho Administrativo. Madrid. 1 tomo.
— '— Legislación Minera. Madrid. 1 tomo.
y Figueroa. Bibliografía Mineral Hispano -Americana.
Madrid, 1871. 2 tomos.
Mária y Campos. Datos Mercantiles. México, 1892, 1 tomo.
Mémoires de la Société Géologiqne de Franee. París.
Mémoires de la Société Paléontologique Snisse.
Memorias y Revista de la Sociedad Científica ''Antonio Alza-
te. '^ México, Tomos V y VI, 1891 á 93.
Mendizábal Tamborrel. Tables des Logarihmes k huit décima*
les. Paris, 1891. 1 tomo.
Michelson. On the application oí interference methods to spec-
troscopic measurements. Washington, 1892. 1 tomo.
Mora. Manual del Geómetra. Madrid, 1890. 1 tomo.
Naturaleza (La). Periódico de la Sociedad Mexicana de His-
toria Natural. México, 1891 & 93.
Naumann. Elementos de Mineralogía. Madrid, 1891. 1 tomo.
Nivoit. Géologie appliquéeál'art de Plngénieur. Paris, 1887.
2 tomos.
Noble. Report o£ the Secretary o£ the Interior. Washington,
1891. 1 tomo.
Ordenanzas de Minería. Paris, 1854. 1 tomo.
Palacios. Apuntes para el Constructor, México, 1889. 1 tomo.
Tratado práctico de calderas de vapor. México. 1890. 1
tomo.
Pardo. Materiales de construcción. Madrid, 1891. 1 tomo y
atlas.
Pascal. Baréme des poutres métalBques. Paris, 1893. 1 tomo.
Pelletan, Traite de topographie. Paris, 1893. 1 tomo.
Pefiuelas y Fornesa. Tratado elemental de Química ánatttioa.
Madrid, 1867. 1 tomo.
Digitized by
Google
188
Poncelet. Cours de Méoaniqae appliquée auz maobÍDes. PariB,
1876. 1 tomo.
Pontzen. Travaux de terrassement, tunnels etc. París, 1891. 1
tomo.
Bandall. The Fourth International. Prison Gongress in Bus-
8ia. Washington, 1891. 1 tomo.
Baymond. Mineral Resources, West o£ the Rocky mountains.
Washington, 1874. 1 tomo.
Resal. Gonstructions métalliques. París, 1892. 1 tomo.
Ponts en maQonerie. París, 1887. 2 tomos.
Ponts métalliques. París, 1885. 2 tomos.
Reuleaux. Tratado general de Mecánica. Barcelona. 4 tomos.
Revista (La) Agrícola. México. 1892 á 93.
Reynaud. Traite d'Arcniteoture. París, 1875. 2 tomos y 2 atlas.
Rogers. The correction of the Sextants, Washington. 1 tomo.
Rosenbusch. Microscopical Physiography of the rocks making
minerals. New York, 1889. 1 tomo.
Sánchez Ocaña. La Legislación Minera. Madríd, 1892. 2 tomos.
Scientific Ameríoan. New York, 1892-93.
New York. (ArohiteotsanBuildersedition). 1892-
1893.
(Supplement). 1892-93.
Suárez Inclán. Tratado de Topografía Madríd, 1891. 1 tomo
y atlas.
Tartary, Gonstruction et exploitation des chemins de fer. Pa-
rís, 1891. 1 tomo.
Thuckerman. Index to the literature of thermodynamics.
Washington. 1 tomo.
Thurston. Traite de la Machine á Vapeur. Paris, 1893. 2 tomos.
Valdez. Manual del Ingeniero. Madríd, 1870. 1 tomo y atlas.
Vant Hoff. Stereochimie. París, 1892. 1 tomo.
Villiers. Analyse quantitative. París, 1893. 1 tomo.
Tableauxd 'analyse des seis par Yoiehumide. Pmtís, 1890.
1 tomo.
Zayas Enríquez. Los Estados línidos Mexicanos. MéxicO|1893.
1 tomo.
Digitized by
Google
180
REVISTA ANUAL DE ASTRONOMÍA
DBL AÑO 1891
<3r. BIGOURDAN
Ji.mtPÓnorxxo adjunto al Ol>8eirvatorio de Parla.
(Truducido de U Xamg CAtintU eUt Sciences Purés et Apftiquées de París).
(vawaxtL)
7? Peque&oa planetas oomprendidoa entre Marte y Júpiter.
El número de estos asteroides crece muy rápidamente, con
especialidad por las investigaciones infatigables de M. Charléis
y de M. J. Palisa. He aquí la lista de los que se han descubier-
to en 1891:
Ntlmenk Xonlira. Autor, hunr y fecha d» w dwculwtBBteotoi.
303 Josefina.... Millosewich . . Roma Febrero 12*
304 Olga Palisa. Viena „ 14.
305 Charléis Niza „ 16.
306 Unitas Millosewich . . Roma Marco 1?
307 Chariois Niza „ 5.
308 Borrelly Marsella.... „ 31.
309 Praternitas. Palisa Viena Abril 6.
810 Chariois Niza Mayo 16.
311 „ „ Junio 11.
312 „ „ Agosto 28.
313 Caldea Palisa Viena „ 30.
Digitized by
Google
140
314 Charlois Niza Stbre. 1?
315 Constancia. Palisa Viena „ 4.
316 Charlois Niza „ 8.
317 „ „ „ 11.
318 „ „ „ 24.
319 „ „ Octubre 8.
320 Palisa Viena „ 11.
321 , „ „ „ 15.
322 Borrelly Marsella.... Nbre. 27.
323 Wolfs, Berbe-
rioh Heidelberg . Dbre. 22.
El desoubrimiento de este ultimo planeta marcará una fecha
memorable en la historia de estos asteroides, por haber sido he-
cho por la fotografía.
Hasta aquí los pequeños planetas han sido encontrados, sea
accidentalmente, sea por medio de cartas celestes que se com-
paran directamente al cielo: si se ve en el telescopio un astro
que no se encuentra en la carta, está uno en presencia de una es-
trella que omitió el autor de ella, ó de un pequeño planeta nue-
vo ó antiguo, y que se reconoce en una ó dos horas, en su mo-
vimiento propio. No fué así para el (323), que fué descubierto
de la manera siguiente: el 22 de Diciembre de 1891 Max Wolf»
hábil astrónomo de Heildelberg, tomó con su anteojo fotográfí*
eo de O "^ 15 de abeirtura, una negativa de una parte de la coiiste-
lación de los gemelos; al día siguiente fotografió de nuevo la
piisma región y dio sus dos negativas á M. Berberich, quién al
compararlas reconoció dos astros que habían cambiado en el in-
tervalo del 22 al 23: uno era un planeta nuevo que recibió el nú-
mero 323, el otro pareció ser el 275 Sapiéniia, descubierto por
Palisa eu 1888.
Si muchos aficionadps pueden fácilmente preverse de instru-
mentos tan poderosos como el de Wolf, es de esperarse que el
ni&me?o de asteroides conocidos va á aumentar rápidamente y
que la cuestión va á entrar en una nueva fase.*
Digitized by
Google
141
I^os oálculos 7 observaciones que exigen los asteroides cono-
cidos, son un trabajo enorme, pero qne no debe abandonarse pa*
ra no introducir desorden. Ya varias veces se han considerado
como nueiros, planetas descabierfcos anteriormentei y otras, pla-
netas nuevos se han tomado como antiguos. Es que los calcula-
dores que se dedican á estos trabajos no son suficientes j sería
de desearse que también los astrónomos aficionados prestaran
su contingente; tendrían en esto un campo muy propio para
ejercer su actividad y encontrarían todas las indicaciones que
desearan en el excelente Traite de la détermination des orbites de$
Qométes et des pUmétes d^ Oppohfer, del cual el profesor K Pas-
quier, de la Universidad de Lovaina, ba publicado una traduc*
ción francesa, más correcta que la obra original.
La investigación de métodos expeditos de cálculo es tam-
bién muy necesaria, y para llamar la atención acerca de esto, la
Academia de Ciencias de París ha sacado á concurso para 1894
(Premio Damoiseau) la siguiente cuestión: "Perfeccionar los
métodos de cálculo de las perturbaciones de los pequeños plane-
tas concretándose á representar su posición con algunos minu-
tos de arco de aproximación, en un intervalo de cincuenta aüíos^
construir en seguida tablas numéricas que permitan determinar
rápidamente las partes principales de las perturbaciones."
8? Oometas.
En 1891 se vieron los cinco cometas siguientes:
Cometa a 1891.= 1891. I. Descubierto por Bamard en el
Observatorio Lick, el 29 de Marzo y encontrado independiente-
mente al día siguiente por Denning, en Bristol.
Cometan 1891.= 1891. II. Segunda aparición del cometa
periódico descubierto en 1884 por Max Wolf (1884 III) cuya
vuelta había sido calculada por Thraen y por L. Struve. Fué en-
contrado de nuevo muy cerca del lugar indicado, por Spitaler
en Viena el 1? de Mayo y dos días después en el Observatorio
Lick por Barsaird.
Digitized by
Google
142
Cometa c 1891.= 1891. III. Es el célebre cometa de Bnoke
calculado por Backlund y encontrado, también muy cerca del
lugar indicado, por Barnard el 1? de Agosto.
Cometa d 1891.= 1891. Y. Es la segunda vuelta del cometa
Tempels-Swift (1869 III- 1888 IV) calculado por Bossert y ha-
llado de nuevo por Barnard el 21 de Septiembre
Cometa e 1891.= 1891. VI descubierto por Barnard el 2 de
Octubre.
íios cometas cy d permanecieron siempre muy débiles y el
cometa e era muy austral, de manera que en 1891 en nuestras
regiones sólo dos cometas (a y &) hubo visibles con los instru-
mentos de potencia media. Es notable también que de los cin-
co cometas de ese año, hubo tres periódicos y cuya vuelta se ha-
bía anunciado.
El cometa Wolf (6 1891) tenía primero, según Lehman Pil-
hés, una órbita casi circular y entonces permanecía alejado de
la tierra, de suerte que era invisible para nosotros. Una pertur-
bación producida por Júpiter en 1875 alargó su órbita y dismi-
nuyó su distancia al perihelio, lo que nos permite verlo cuando
pasa cerca del Sol.
De los cometió vistos en 1891 el más célebre é interesante es
el de Encke, notable porque la duración de su revolución dis-
minuye constantemente. Para explicar esta aceleración se ha
admitido hace tiempo con Encke la existencia de un medio es-
parcido en el espacio y que produciría una resistencia que va-
ría en razón inversa del cuadrado de la distancia al SoL Pero
bajo esta forma la existencia de un medio resistente sólo es ad-
mitida hoy por un pequeño número de astrónomos.
Sin embargo, es cierto que el cometa de Encke es perturbado
en su marcha por una causa desconocida que podría ser el en-
cuentro de un enjambre de meteoritos. Seeliger, en efecto, ha
demostrado que el' encuentro con tal enjambre produciría un
efecto an&logo al del medio resistente de Encke. Es cierto que
entonces la aceleración del movimiento medio debería presentar
muy frecuentes variaciones, pero algunos astrónomos creen que
ese 68 precisamente el caso del cometa de Encke.
Digitized by
Google
ÍNDICE DE LA REVISTA.
1892-1898.
TAJ^XjEI 1>S2S AftJlLXlkllBS 13X2 LuA. RS2VUS2.
Actas de las néftiones. Agosto 1892 & Junio 1893. (Campiei JRendui des
séancei) 5,33,49,73, 105y 121
Alcocer y Septien. Observaciones meteorológicas. Querétaro, 1888 6
89 7 1889 & 90. (Ohtervatwni méUorologiquei) 467 62
Aragón 7 Mateos. La premien del tiempo. (Laprévinani du UmpsJ, 51
Aumento habido en la Biblioteca de la Sociedad dorante el año 1891.
(PubUeatioñi et dan$ repu) 17,65 7 97
Barroeta 7 Martínez. Observaciones meteorológicas. San Lois Poto-
sí, 1890. (Ob9erv<Ui(m8 méiéorotogi^ueij 94
BigonrdanG. Revista anual de Astronomía, 1891. (Eevutannueld'Ai'-
tronomie) 41,84 7 139
CappeUetti E. M. Observaciones meteorológicas. Saltillo, 1891. (Ob-
tervatiom météorologiques ) 16
Congreso Internacional de Meteorología, Climatología 7 Magnetismo
terrestre. Chicago, 1893. (Congr¿$ International de MétéorologU).. 80
Foerster & Jesse. Invitation d'observer les nuages lumineux de noit. 55
Herrera A. L. El tiempo 7 la biología. Nota bibliogr^ca adioionaL
(Letempeeilahiologie, Note bibliographique) « 109
. La evolución de los colores en las aves de Norte América^ de
M. Eeeler. (I/évoluHon det amleun da omaux par M, KUUr 180
Digitized by
Google
144
Instituto SmithBoniímo. Circular relativa & los premios Hodgkins
(Prix HodgUm) 124
Mottl Carlos. Obserraoiones seísmicas en Drizaba. Enero á Agosto
1892. (Obtervationi iitmiquei faiteM á Oriuiha). 14, 47, 63, 95, 96 y 119
Necrología ^A(&ToZo^^;
El Sr. Ing. Vicente Beyes 77
ElSr. Prof. Mariano Herrera y Gutiérrez 88
Norris, Laird & Pond. Posiciones geográficas en la Bepública Mexi-
cana, las Antillas y la América Central (FotUioni géogra^hiquei
au Mexiqíte, au» AniüUi et d(ms VAnUrique Céntrale J 12
Obrerratorio Meteorológieo Central de México. Resumen de las oV
serraciones del año 1892. (Eéeumé dei obtervaiiont météorologiquee/ai-
tei á México) 118
Pond, Laird, Holcombe & Gbmrett. Determinaciones magnéticas. (Dé*
ierminaUone moffnáiquei) 13
Puga y Agnilir. Propondén relaitivsál candió da noml)re de Aaé-
rica. (LeehangementdunomdeVAméngue) 7
BIBLIOGRAFlA.-BIBUOGRAPHIE.
Annuure du Burean des Longitudes, 1898 .«•# *••..• 91
Blakesley. Les courantes altematifo d'électricité 89
Caben. Manuel pratíque d'Éehdrage Électrique 127
Cobo. MétbodesdetrayailpourlesLaboratoIresdeCbimieorganique. 38
Cruls. Le CEmat de Rio de Janeiro 91
Guia aoténtioa de la Expostci^ de Chicago 117
Quillaume. üoités et Étalons V»
Keeler. BSvolution of tbe colora oí North American Birds 180
Lucas. Bécréations Mathématíques, m 110
Mind. Introduction k l'Éleotrícité Industrielle 129
Nuevas publicaciones. (NawkUee fubUcatwm) 10, 61 y 92
Obras que han ingresado en la Biblioteca de la Escuela Nacional de
Ingenieros 185
Pelletan. Traite de Topographie «. 112
Sanvage. Lea Lieux Géométríques en Géometrie élémentaire 116
Stubel Ai Uhle. Die Ruinen von Tmhuanaco ím Hoohlande deft Alten
Perur..... ^ 113
Digitized by
Google
Temo VI. Memonos de /a Soc/edad'A/zafá'. Lám.1^
ORDONEZ.OBSIDIANAS DE MÉXICO.
Digitized by
Google
Digitized by
Google
j
2_.
i
^ Digitized by
Google
1
Digitized by
Google
j
D
Digitized by
Google
Digitized by
Google
MCMORIAS DC LA SOCIEDAD «"ALIATC^DC MCXIOO.
MORTAUDADENIEON(EJ)
CLuiuxl
-
i"
"
i:::^-' :::: i:
^ n
1_ Ln
-IQ J
:_: iti .
-._-. t itt
-- Ht
ijt
f-^h- T
t
MOO K 1
.- -- t
^ zK ± L_. _
í t :
Digitized by
Google
Digitized by ¡LjOOQIC
Temo VI, Memorias de /e^Soc/edadAzafel Lámyífl.
<L Olivino aUeradc
i. ^^u^ila^
c^, — Zairadcr
ORDOÑCZ. LA RQOA DCL CAUENOARIO AZTECA.
Digitized by VjOOQIC
^
Digitized by
Google
Digitized by
Google
•
]
Digitized by
Google
/
^^¿s
p^»^
MEMORIAS T REVISTA
/4 S/¿/.
DE LA
EMB Cli
rr
r
i
"ANTONIO ÁLZATE"
rOSUCAlMB BAJO t^ m%MCOiÓW DM
Tomo TI (l8íí2-»3)*— Ntímeros 1 y 2.
SOMMAIRB.
MKMOlUEfí»— Rappori du Stcméiake génénil sur ] ' ¿lat de Ia Sodíté íiu 31 I>éc. 1S91.
Liste des merabres üu 31 JuitJet 1892.— Quelques obiidienncs du Medique par M* E.
Otá&Mí. ( Planche I )*^Le Mexiquc sUmSque par M, de Montessufl de Ballorc.
BETUE.— Gompie-rendudela ^éaticísdu 7 Aoüt 1892. Proposiúon de MM, Puga et Afui-
larconccmanilcchanffemcni du nom de T Amérique.— Nonvdlea pubücatioíis.— Pod-
liotii géographiquc» et déterminattons magn ¿tiques au Mcxíque, aiuc Ad tilles et dan*
l'Amérique Céntrale— Resume des observaiiona oiéléorologiquei faitea aü Saltillo en
189» parle P^ E, M. CappelEciti* S, J. — Otscrvationíi iiímiiiuea du mois de Twvier
iSgs i Ornaba par M- C. Moitl— Publicaiiotí* et dotu fegui pendant I'antiée 1B51.
MÉXICO
IMPRENTA DEL GOBIERNO KN KL EX-AHZOBr8PA0O.
( Avenida Oncnie a, niim. -jitú).
1892
Digitized by
Google
inmeDto habEdo «n la Biblioteca út^ In Sociodatl dnrmite iHi m^e?
de ^úTáo j Abril de 1892.
MaxatíAn. Observatorio Ástronómicíí -Meteorológico, Cuadro que m&ni fiesta las
presionea det aire á 0° y al nivel medio del mar, registradas en los añes d«
ISSOá 1690. México, 3892.
MíxiOü. Academia N. díi Medicina. *'Gaceta Méditm/' XXVIÍ, 5 á 8. IX ¿ XX ;
XXI, 1 á 13; XXIII, 5 á 8 y 10 á 13; XX Vi, 16 y 17. -índice "general
de los 23 primeros toYjios. 1989.— Apéodtee al tomo XT.
"El árenlo Católico." 1892. V, 1 & 7,
Gacetii Médico-Militar* líl, 6 y 7.
Instituto Médico Nacional, "El Estudio." IV. 6.
— '*La Medicina Científica," V, 6 4 9.
"Kl Minero Mexicano." XX, 5 y 6.
Observatorio Meteorológico Central. Boletín mensual. 1890, fll. 3.
Secretaría de Justicia ó [ujitruccion Páblica. Segundo Congreso Nacional
de Instrucción Pública. 1890-91. México, 1891, 4V
" Secretaría de Fomento. Monumentos del Arte Mexicano Antiguo, par el
Dr. Antonio PeñafieL Un tomo de toxto y dos de láminas. Berlín,
1890, foL
Boletín de Agricultura» Minería ó Industrias. Núm. 4* Octubre,
1891. Núm. 5, Navipml»re 1891.
— - Secretaría de Hacienda. Sección 7? Amonedaciones é introd acciones de
Toe tales preciosos, 1890-91.
— Sociedad Areola Mexicana. Eolerío. XVI. 8 á 14,
«^ Sociedad Farmacéutica Mexicana. *"La Farmacia.'' 11/3 y 4.
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Boletín, 4"? época. II» 5.
Sociedad Mexicana de Historia Natural. '* La Naturaleza." 2? serie. H, 2.
Saltillo. Colegio de San Juan Nepomuceno. Observacionóa meteorülogicas. Año
de 1891. Puebla, 1892.
Drizaba, Sociedad '^Sánchez Oropela.'" BoWtin. V, 1 a 3.
Puebla. Colegio Católico del Sagrado Corazón de Jesús. Resumen de las obser-
vactones meteorológica» . 1 89 1 .
— — Hospitiil General del Estando. Boletín. I, 19.
— - — Observatorio Meteorológico del Colegio del Estado. Observaciones. Sept.
¿ Dic. 1891 y Enero 1892. Resumen, 1S9L
Tacubaya. Biblioteca pública '^Romero Rubio/' Boletín bibliográfico y escolar,
II, 4 á 7.
'^Cosmos." I, 6 á 8.
Digitized by
Google
1
u
3.:?
'^.^'^ MEMORIAS Y REVISTA
JAN
0£ LA
liB CIT
I
1
J
'ANTONIO ÁLZATE"
rtlLtC^HM bajío Lá DUUCCIO^II DE
Tomo VI (1SÍI3-93) Números 3 y 4.
SOMMAIBB.
IIKiltaUE?^.— 1« Mcjtique «¿cmique par M. F. de M<»it«Mui de Baltore (fin), r PluncHe
I U.— 1^ percíptíon du ler-pü che< íes nt^itnaux. Le temps et la biologie par M, A L
Herrem.^BibÜDíTaiphie Méléiroíogíqite Mcaíicaine í jS^i!, par M. R. AKuilary San-
liUAn..^ I/iiijmeKtalbti soijs k point de vuede rhygíéne par M. R. Macouzet.
KKVÜK. — Publkstbnsrtdoiiíi re^uspendant I *íinné* t%qi tBiUÍce\-~Ccintpte«-irciid!iis d«
»£fti]ceí (Sepe, et ticL iB^a); marche du baromctre par M. V. F^mindei.'- BibllogTTii-
phi*. — Revue Anniiel d'Ajstroncuuie HS91) par M. ti, Bigourdan^— Resume dd obser-
van oni^ iiiítéorDlogtqitei bltu á Qucrétaro de Juillel 1B8B ji Juici 18^9 par MM, P- Al-
cocer e( J. A. Septiem. — ObKrvaiions aisnuquei df» moU de Féviier et Mar* rSgg &
Urutaba par M . C. Moni.
MÉXICO
niPKRSTA r>BIi (iOBIBRN'O ES KL aX-ARKOBIBPADO,
í Avetiida ÍJnínte a. ni'ini. 716 J,
18ÍI2
- -J
lieR auteiii^ Bont les seniR re>íponsahles di^ ses écrlt»,
Digitized by
Google
Aumento habl<tn en la Blbllot^Cii de la Sociedad dnrftBte loi meses
de HnrzoyAbrilde 18B2.
Buenos Aires. Eevmta de Muteraáticaa Elemeniftlea, 57 y 58-
Sociediiíl Rural Argentina, Armlefl. \m\. XXV, 11
Calcütta. Meteorological Department. IJeteorologícal observationa, Mayo tSSh
- — - MontbJy Wt?mlier Review, Mayo 1801.
Calí. Sociedad de Medicina del Cauca. Bníetíi. Núms. 58 y 59,
CAiaBRiDGEt Mass, Museum of CoTHpftratíve Zoology. Bulletin, XXIII, 1,
Chapkl HiLi.p N. G, ElifiliA Mitcliell Scientiño 8ociety. Journal. VIH, Jul-
Dic. 189 r.
Chevipíedqe Yoi'ksbire Gt*olo^ical & Poiyteclinic Society. Pnjeeeding». N, Se-
ries. 1892. XIL I.
Coimera. Jornal Je Seíeneina Mathemutiíias o AfitroiuimicttS. X, 4.
CINCINNATI. Soflkty of Niitural Hi§it4Try. Journal. XIV, 3 & 4. 1891-92.
CoPENHAfiüK, Acadéraií^ K Dftndiai? des Sclencm et dí»s Lettrea. Bullotiti, ÍS91,
2.~MémoÍreíí. V, 4. Vil. 3 & 4.
Cracovik. Acatlí^mie ápü ifoii?rn'es. Bnllptin Intí^matiouAL 1892, 1 & X Pwniet»
nik (MémoireB). XVIIl, 1 Rozprawy i Si^aiices ct travaux), SÉri*- II I. 1B9I.
Dresden. Nfttiirwiaíi«nscha£tiiclie Geaellsschuffc '* litis. *• Sitzungsberichte und
Abhítndiungen. Jnb-hic-, 1891.
Voreio für Krdkunde, Feí^tsübrift aur JubelfeieríleaSSjahrigfn Bestebeu».
1888, — Litteratur d^r Laudps-un<Í Volkwknnde d«fl K. Sachf**Ti, Vi.n P,
E. Ru'htert 188Í1,— WrzeicbniH von Forgcliern in wisaensehaftlicber
Lamleíí und VolkskutiHe ilittfl- Euro pus voq P, E, Ricliter. 1»SC.
Klbmj/. Bfxjiété d'Etude de« Scienees Naturt^llfH. St'ancefi I>b, 3. 1892. Mar. 15,
FíRENZE. Societf^ Fotográfica Italiana. Eullettiiio, IV, 1892, 1 & 2,
!Socii*ta Entomológica ihiliana. Bulli^ttino, 1891, I & II.
Ganl», Société ñe Médt^ciiie, A míales t^t Bulletin. 189L\ 1 & 2.
Genkvií. Soeiété de Génpraphíe. Le Globi* Bulteiin. 5? «érie. Ill, 1,
Gémova Sodfttü Linustica dv Sciüiiaf Naturaíi e Gefigmfiche Atti, 1892. III, L
GlasuoW. Pbilosoithieal So«iety Proceetling». XXH, 1890-91.
GüATRjiíALA. Dirt*i:ciÓTi Griieral de Estailiütiai. Mi*moria de la Secretaría de Fo-
meuTO. 1892. - hifoime dirigido al Wr. Ministro de Fomento por A Dr G. E.
Uui^.rrmn. comtsiinnailo espacial del Gobierno á la Expo.»ííci6u Uuivtraal de Pa*
tí*, l889.--Keeompen«n» obtenidan *»n 1» iÍJípcmiirién uní versal de PaHa, Í8S9.
Digitized by
Google
p
i
±31.3
2
'^^^'^ MEMORIAS Y REVISTA
Efiil CIEI
m
I
1 A J.
"ANTONIO ÁLZATE"
^ ftfi JÍU
Tomo YI (1892-93).— Nümeros 6 y 6.
SOMMAIBE.
ailíjiOlUE*.— L'alimentation *o»Js l« point tie vue de l'Hypíne par M. R, Macouzet.
ííinl.— Épigrapíiie Mexkahic par W. J Gatíndo y Vilb i+tcr paitieV — L«» ruírvu ia^
poth^qu» du Cerro de Quien geb iDiütrict de Tehuant^pec, £tat de Oaxaca ) par M, A,
Esiriitla. (Planche íll).—l.,ei éimlcA ñiaaitt án nj Kovcmhre iS^a par M. V. Fer-
nández»
BKVrH,, — N« 5 Bi <k— CftmpMSliFendu de la téuux du 6 Novemliie ^fl^a,— La jmSvtiion
du icmps.^Invilatinn d'obícrver les nuagei lumineux de nuit.— Nduvelle» publica-
tiubs. — Resume dei cibservation« météorotogiques faitea á Querétaro de Juillet liS^á
Juin iS^o par MM. P. Alcoc«r et J. A» Septien» — Obaervaüonü «íjimiqíiei du mou
d" Avñl iBga a Ürutaba par M. C MoilL— Fublicatíons et don* reíus pendant l'année
1891 (buUeL
\o« ; & B — CornptesHTcndus des «éancet fDéc. 1S97 et Jatvvier 1893).— Nécrologic; M,
Víc«nie Rqres* lagéttíour civii et Archjtectc^^Coikgrés lateniatiafial de Mécéanio|iav
MÉXICO
IMPKKNTA 1>EL ÜOBIKRNO KX KL EX -ARZOBISPADO,
( Avenida Onente 9, núm. 7*6 t
.&i)a
18 93
Les ButeurH «ont seulR responsables de leurs écritu.
Digitized by
SOCIEDAD CIENTÍFICA "ANTONIO ÁLZATE."
Funditü» BU Ootubro de 18S4.
Presidente, — lügenioro Guillermo B. y Puga.
Vicepresidente,^ — Lie. Ramón Manterola-
Secretario perpetuo y B í bu otegario. —Rafael Aguilar y San-
tiilán.
Prosecretario. — Ingeniero Agustía Aragón.
Tesorero. — iDgeuiero Oilberto Montiel y Estrada.
Local de la Sociedad y Biblioteca (abierta al públioo todos loa
días de trabajo de 4 á 9 pm.)
Tacubaya, Calle Real, esquina con la del Maguey.
Secretaría.— México. C«Ue de hi Palma n. 13,
Áuineiito tialiido en la Biblioteca de ¡a Sociedad durnnte I04 meses
de Mano j Abril de 1892.
PElLADláPfllA, Academy uf Natural Soíence». Procoedingt. 1891^ Hl.
Franklin Inatittite. Jonrnal. 1892, CXSXIII, 3 & 4.
Pisa. II Nuovo Cimento. 1891, XXX, 11 & 12. 181)2, XXXI, 1 & 2.
Socwta Toscana di Sclenze Naturali, ProcftMí verbali. "VIIL 15 Nüt. 1881
&17Eiie. 1892(PágB. 1-Í5).
Digitized by
Google
^
JTVj--
1
MA^ 9 1898 ^3^.^
a,ii%
ME)IORÍAS Y REVISTA
US LA
'ANTONIO ÁLZATE"
n;B'tirA&4s BAJO r^ buiErctov nc
Tomo TI {l«í)2-93).— Númerog 7 y 8.
SOMMAIREJ.
Ill-.nniRE^.— f^í étí>tlM filnnie* clu i\ Novenibrc i!?ij2 par M. %'. FernándK, ífin).—
L;^ murtahté cLini^ \,\ \illetle l^nn par M. le Vmt, M l,cal f Pbuche IV j, — 1 ei, tcin-
pcfjitürcv ihi ■*'»] í> rCíb-»efva|niie <!« lacubay^ pernilntit rannée 189a par \L Múrenoy
AiiJa tPbíschc Vi»— IjC L'etiien.iire de l'Éco e de* Mines,
RKVri*!. — L'íjngrts International de Mélcorolojcic. Llncago, 1S93. tfínl — Rcvuc ftflnnfl
d'Aiiiiatinmie ( iSyi 1 par M (j IW'4oiirdaii, í^uilch— Névrolocic: %í. le l'rof. M, Hc-
rrer* y Clmiérrcí — Híblio^rnphíc— Nítuvdlc* |>ublícaiiMnv— késtimé des i.hserva-
tioriiN iiiétéor« lagiqiiCH fMÍtCMÜi San l.uix ]\it<i<iir j]ei>da]il Tatniée iS^o pnr MiM. Burrtiev
ti el Mnniíie?.— I Jb%tfvíiiiuii» kisiniqtie* dti moi* de Mai^ Juin ei Juilkt 189a i ün-
znb^ par M . C jSLottL
MÉXICO
IMPEEXTA DEIi GOBIERK* EX EL EX -ARZOBISPADO,
(Avenida Oncpte i^ núm. 736},
1893
Lei autems sont mxún rexponsables de leiirs ácríts^
Digitized by
Goc
Ánmento Iigblilo en Iii BÍI»Hoterfi ik !íi ^ocledml iliirante Ior meses
de ^íjijo, Junio j Julio de 1SÍ)2.
13o:va.ojo!vií:.s.
( Loi nombres de los donadores cstin con kira cnntivn; los :
licmllu
de b Sociedad «c h-illan
Btnnie Ahx^ Tí. Oti mean or avemírí» annnívl lítiinfall nml th*,» íluetuationsto wbi^li
it is subjpt. Lí»iíloTi, 1K02, SV
Van Itffffdru P. J.. Mb, líísh>irt* Nnhirellt* ñ(^ la Bfileiiii^ ií Bosíip (Mpr^jiptorn
r>onp*íí*) Bruxelles, 1887»— Do. do. <Ih UBaleinedea Ba»*qu(*B (BalaeiiaBUcH-
yt'iiMs) Briixolloíí, JiSBü. — L** máíe 4<^ cerUina Cnllgtdéa i*t. itii nouveaii p'nrts
lie rvíte fimt'Uff. Bruxolleg, 1 SOÍ.—Bur la déeouverle d'im líomanl fosóle dans
l'nr^ilíj do líiipolmorulo. BrTi^tollcs, IST'l. — Vn mot sur le Helaclie (Hamioví?-
Vív; Amata du €va¡^ d'Aiiveifí. BruXelW, IS7G— Sur la pi*íserice &%ix temp»
anHeüs ft niodi*rn4*8 de la Bnlpíne de Bisruye (on Notdcaper, aux cotftsde Nor-
w^^w par M. G. A. Guldberj^, — lí>?cli(íi(dipíí í^ur qn^lques p<níisoií8 fossílea de
Belgiqíifl, Bnixelk'S, 1871. — La diplv-ibLitiidi gwographiíjue des Balénoptorftií.
Bruxidlc}*, 1S7.S.
Buiíillift. Dittioimairo L«TiivrrfíLd <rnistí>Íre et de Géograplde, París, 1847, 1 t.
ClífTiiente* Tablas ei*on(d(')pciis en f|Utó ne contienen los a uceóos eclesiásticos y
«títjularíja da EHpanft, África* Indias orintflW y occidentaloa, deade su príncí,
ido }msta al año de líU'2. Ilustradas y añadidas dcsdf» vi año de IG4¿ Ijíishi
KISií. Vídfncln, BISO, 1 t. Coity. Supplément an DJEjíiotinaire derArlilItíne*
Prnirt, 18^2, 1 t.— Dw BíhíjIIp. Le Poüitivisme t^x la Science expérlntontale,
París, 1880-Sl. 2 t. — ^Dií-tionnaír»? Unívei-sel théoriqne et pratique du Cora*
m:rrc« et de Ja Navigatíon. PariK, 1S73. 2 t, — ^í>u Monrel et Gfra'dj, L*Elec*
tricit¿ cora mn fon^e Uiot rice. Paria, 18S«1, — ^DuraTuL Precie d«a Le^oii» d'Aí-
íddteetnredonneHsriL'í^i'oIi? T{.Polyt»'cljriií|iie. Bruxrdlps, 184f).'-í;my. Cruirg
d^^R Sciencí'íi Phj'siqueíi ot riiinnques applíqiiéiis aux Art« Militaiiefí, Faibrt»
cíition dps Bou^hí*s ii Uní on lirón ze- Pnrij*, 1S49, — Gatt^L Dictiounairi* Fran-
íjüía-lCspagnol el Ki*pa;t;tK>l-Fi'3njr^nis. Lyoa, 1803, 2 t.— Lnboulayo. Dictíon-
nairedesAHs et Manufarturt^s et de TAgrieulturp. Parií?. 1877. 4 t.— Mni't^y,
La Mairhine anitiodc, Loronutii^n tfrre«ire ot aérit-niie, Pari.s, 1873. fP^ra.
Lie, Vicente (k V. Jmtvtídc).
Digitized by
Google
i
^
Z-3S,3
'-■^'^ MEMORIAS Y REVISTA
mum
'ANTONIO ÁLZATE"
^^burxDu lAJú LA iMiuceíaír &fe
RAinAEL, JkOXJlLAIÍi "^ «.AJVTlLLUkía^,
Tumo TI (1892-93).^Niíitieros 9 y 10.
SOMMAIBU.
MÍMOIREÍ!,— Ijc Centcnaire de I'École (Jes Mines (fin),— La Roue SaloraoTiiquc el la
prcviikKiTi du temps par AJ. M. Leal (Planche VI)»— Moycns dedcfcnsc dati& I» ^nii-
maux par M, A* U HcTrera.
BEWK.^ Publication» ci don* rc^íts pcndaní Fanréc 1891 ( fin \— Séances de ta Kociété
(Fívrier, Mars ct Avnl 1S93I — Le Tcmps el ]u IíioIoríc, Nntc líibliographiquc p^ír M,
A. L. Herrera,— BtW ¡o graphie.- Rezumé des obscrvatíons fñéléorologiques faites i
Mexiccj pendaní l'annéc iBija.^ Obsermiions KÚrníques du itioU d'Aoút iSga i üma-
• bapar M.C JkSotU.
MÉXICO
IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX -ARZOBISPADO,
( Avenida Onenle a, núni, 736 J,
1893
hen auteurs suiít si^iils resiwnsftlílcs úe leiii s f^t^rils*
Digitized by VjOOQIC
Auiiiciito linbido en L\ Blbliolecn de Ux Sociedad dnmute los meses
de Afnjo, JliuIo y Julio do 18 92,
AorASCALlENTES. ''El Instructor/' IX, 1 á 3.
Colima. La liltltifación iloiieriia. I, 5 á 10.
GtiANAJUATO. ObservRtorio del Colef^io del Estíido. Eí^gíatro de obaerTacione»
meteorulógieas. Mar/o 1802.
MÉXICO. Acadí-iijiaNíiciüiialdeMeditíma. Gncetn Médica. XSVII, 9itl2. XSVIlI,
1 y ±
^- El Círculo Católico, 1892, V, 9 n 12 y 14.
Bcutscliís Wiaaensliafllidht' Veri^m. MittlieOunj^en. T, 4,
-* Biblii»t€>í!a Nacional. Catálogos. 8? división, Fil«Jo^Sít y Belííts Letra».
Gacela Medito-Militar. MI, 8 ¿i 10,
Instituto Mt'ílico Xiiíñünal. El EstinUo. IV, 7.
* SiM-retavía dt? ilucieiidíi. Wí>vinjit:fito uiaiitímo extt^ríor 6 interior, 188&-
B 0. — E .X [>o r t a lí í i m es . A fi o fi se al 1 811 1 ^í>2. Pr i m »-r s« m t'S tre.
— yocípdívd Agrícola Mexir^ana. BolLaSu. 1602, XVI» 15 á 27.
Socíednil Farmacéutica Mexicana. Lft Farmrwiift. II» 5 á 7.
^ Kiüiuvlii Naciuniíl do Ingeniónos Catiilogü de la Eiblioteta. 1S92
— La Medicina Científica. V. 10 á 14
• — Seeriitai ía de Fonipntu. Geografía y Estítdít?tica de la República Mexícnua,
por A. L. VelnsL'o, Tomos X á XII (Guí^rrem, Tlaxcala y Tamaiiliprn*),
1892.— Boletín de Agricultura, Miuería é Industiias I, 6 (Üic.*lSÜl),
7 (Enero 1892 , 8 (Ftd>rero). D (Marzo). 10 (Abril) y 11 (Mnyo;.
MOREIJA. **La Unión Médiea Michoiieana/" I^ 6.
Pl^kbLA, Bolí^tín Médico da Puebla. I, 10 y 11.
— -^— Hoppital General del Estmlo. BoU-tín. I, 20 y 21.
^— Observatorio Meteorológico del Colegio del Estado. Ií#»gistro. 1802, Fe-
brero {\ AIjHL
Orizaha. S«icÍfídad * ".'Sánchez Oropeza.*' Boletín. Y, 4 á 0.
Tacubata. Biblioteca *'ríom*no Ünbio." Etjlttín Bibliogriífico y Escolar. II, 8
ál3.
Cosmos, It 9 á 13.
Observatorio Astronómico Nacional. Boletín. I, 9.
ZacatKCas. Kegií^tro de ob8erv;%cioiiefi meteorológica.*!. Mayo 1892.
Digitized by
Google
(o
¿ JU.
1L-- MEMORIAS Y REVISTA
llifi CIEl
rr
r
'ANTONIO ÁLZATE"
rUBlJC4IMkl MíiO t^ DIUSCCIOM OK
Tomo VI ( I Sí>3 -93).— Números 11 y lí
Fin tIr] tr3iiio.
SOMMAIBB.
WÍSlOlItEtí, — Moycnsdc défcn»« dans les anim^ux p.tr M» A. L. Herrera, (fin),— Ex-
pií*itioTi Hi^tonco- Améncatne de Madnd, 189a, La Sectinn McjtiLsíinc, paír M. J, Ga-
(iiitiri y Villa. (Pbnchc VU ^— Ure nauvcMc csptcí de *' Lecaoiuní" du Mcsujbc par
M, J. D, A, Ci>ckcrdl — La Roche du Caicndñer Azi¿:quepaT M. E. Ordimcx. {VVau-
cht VUJh — üñ c*s téraiokígiqüc chcr uoe ílciir d¡' mic courge par M. Á\h Dugc*
(Planche JX^.^Tablc des matiercs du icune VL
KKVtK.— Cornplcs-rendu.H des séancc»(Miá et Juin 1893 '.— Insiiiutiotí Sniithsofíicnnr,
PrÍK Hodgkíiis — Bíbliü^mphic: Cíihcn, Guillaume, Mincl, Kceler-'-Ouvrage* rceiis
dan* la Biblioiheíjuc Je FÉcólc des Ingínicürs.— Rcvuc annuel d'Astrünoniie par M.
il Rigourdan.— Tabledca matiéres de ranuéc ifigo^s.
MÉXICO
IMPRRNTA OKL (iOBlERNO BN EL KX- AiaOBISPADO,
( Avenida nncnlc n^ núm. 7v6y
1803
h^H nuteurs sont seuls responsables de leiirg fSerilK.
Digitized by
Goog
Aumento habido en Ln Blt^tloleca de 1a Sociedad dnratiie los me%m
de Sfajo» iiitiío j Julio de 1§9S,
lOontlnán.
Cracoyie. Acadámie des Soiences. Séiuices et travaux. (Rflzprawy). Serie II,
irt, líiDl. Bulletb Iut«rnational. 1892. Mayo
Denver. Colorado S<jientific Societj. ProceedÍii|?». On the ore- deposita of New-
mM\ Híll by J. B. Farísh. 1892. — Th© iiatare of th« chemical elementa by Ch.
Skeele Palmer, 1802.
DiJON. Acftdémie des Sciences, Art^ et Bel lea-Let tres, Mémolrefl. 4^ aéñe. U,
1890-91.
DuUAI. Uoioa GéograpUiíjue du Nord de la Frunce. BuEetin, XIT, Majo 4 Díc.
1891.
DiTBLIK. Hoyal Irish Acadenaj, Proceedings, 3^* sí>ries, II, 2, Mayo 1892.
EdinbüRüh. Geologicaí Society- Transactiuiia. 1892, VI, 3.
*- B. PhjBical Society. Proceedings. XI, 1.
KUIEUF. Sociétó d*Etude de» Sciences Naturellea. Majo 4, Jnn. 1? 1892, Bu lis-
tín. 1891.
FlRENZE. Societi Entomológica Italiana, Bullettino, XXDI, 3 & 4. 1891.
Sociela Fotográfica Itiilíana. BuUettino. IV, 4 & 5.
FREIBaKG I. B. NaturPorschende GeseMaclMifL Berichte, IV & V*
Ganu. Société de Médecine. Anuales et Bulletin. 1892, Marzo /I Junio,
QfiNOVA Societá Ligustlcadí Scienze Naturali e Gaogrnfiche. Attl 1892. III. 2.
Gcjate«lALA. Dirección Qeaeral de Estadística. Informe. Año de 1891.
Habana. Real Acmkinia de Ciaaciaa Médicas. Fíaicas y Naturales. Anale«.
XXVIIT, 332. XXIX, 333.
HaItIFaX. Nova Scotía Institnt* of Science. Proceedings and Transaetionft. 2**
series. I, 1.
Hambürq. Deutsche Seewarte. Annalen der Hydrographíe imd Maritimep- Me-
tííorf>logie. 1892, XX, 4-6.— Monatabríiicht. 1&9L Nov. & Dio. beiliefi 11.— Kh-
tulog der Bibliotbekj 1890. 8'*— Ueber die Bereelitiuiig eines eiusi^lnen H»oh-
oiler Nifídrigwaí*«^rs nnnli Zeit niid HiUie toh ProL Dr. C. Biirgeü,
Digitized by
Google
Digitized by
Google
Digitized by
Google
3 2044 093 252 484
Digitized by
Google
V V V V
i\ l
C (
'C^(&CCi^V o i((Ct^.
C Ce 0 0<r
c c
<?
ce COC ^^«Cc c_5c: cCQ
c c C <f c
ccc
C r <^ c c C CCd
'^~t
c (. c
cr (
C^C c^T^
< ( C ((