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Full text of "México considerado como nación independiente y libre, ó sean algunas indicaciones sobre los deberes más esenciales de los mexicanos"

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MÉXICO 


CONSIDERADO  COMO  NACIÓN  INDEPENDIENTE  Y  LIBRE, 


SEAN  ALGUNAS  INDICACIONES 


SOBRE  LOS  DEBERES  MAS  ESENCIALES 


DI 


LOS  MEXICANOS. 


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o 


MÉXICO 


CONSIDERADO  COMO  NACIÓN  INDEPENDIENTE  Y  LIBRE, 


SEAN  ALGUNAS  INDJCACIONKS 


SOBRE  LOS  DEBERES  MAS  ESENCIALES 


DI 


LOS  MEXICANOS. 


MÉXICO 


commmAM 


COMO  NACIÓN  INDEPENDIENTE  Y  UBRE, 


O 


SEAN  ALGUNAS  INDICACIONES 


SOBRE  LOS  DEBERES  MAS  ESENCIALES 


OB 


los  mexicanos; 


POR  TADEO  ORTO. 


'&LÜ 


BURDEOS, 

IMPRENTA  DE  CARLOS  LAWALLE  SOBRINO  , 


PASEO    DR  TOÜRHY  ,   H°.  20. 


I«I2. 


233.    e.    522 


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DEDICATORIA. 


AL 


SEÑOR  D\  MANUEL  TERAN, 


CBNKB1L  DB  LA  ABWBLICA  MEXICA1!  A. 


Mi  amigo  estimado  :  la  aniistad  que 
desde  el  momento  que  nos  conocimos  el 
afío  de  1 82 1,  nos  ha  estrechado  y  culti- 
vamos, no  obstante  los  diversos  puestos  y  ' 


6 

la  distancia  que  nos  ha  separado  por  mu- 
cho tiempo,  exijen  de  mi  invar labilidad , 
como  un  deber,  que  ofrezca  d  V.  esta 
obrilla,  ensayo  de  mi  dedicación  d  los  ob- 
jetos que  creo  interesan  d  n  uestra  patria, 
esperando  la  admita,  no  tanto  por  el  mé- 
rito intrínseco,  de  que  carece,  sino  por  los 
puntos  que  abraza,  y  me  persuado  esci- 
tardn  el  celo  de  nuestros  sabios  y  hombres 
de  estado,  d  su  general  desarrollo ;  ade- 
mas  deaue  este  ofrecimiento,  por  mi  parte 

m 

es  un  testimiento  del  reconocimiento  de  las 
brillantes  cualidades  y  eminentes  virtudes 
que  adornan  dJ^.,y  por  las  que  soy  con 
respeto 


Su  atento  amigo , 
Tadbo  ORTIZ. 


üiDTi&Birancfínü 


En  este  opúsculo  que  en  borrador  ofrezco  á  mis  eom- 
patriotas ,  y  he  redactado  sin  gozar  de  salad ,  en  vane 
se  bascarán  los  adornos  de  la  elocuencia  didáctica,  ei 
estilo  seductor ,  y  mucho  menos  invenciones  originales  J 
pensamientos  nuevos ,  porque  no  escribo  para  doctrinar 
sabios  y  hombres  maduros  en  general ,  y  aunque  las  mas 
veces  me  dirijo  á  las  autoridades ,  no  por  eso  se  crea  que 
es  con  la  mira  de  enseñarles ,  sino  de  indicarles  en  re- 
sumen sos  deberes  mas  esenciales  á  fin  de  ahorrarles 
tiempo  y  trabajo ;  yo  me  encamino  directamente  al  valgo 
y  á  la  juventud;  estas  clases  son  mas  acsequibles  y  dóci- 
les para  escuchar  y  entender  las  cosas  que  les  convienen , 
porque  prescinden  de  los  adornos  y  abandonan  la  cen- 
sura, y  cuando  leen  sendas  verdades,  no  se  ocupan  de  su 
análisis ,  sino  de  la  exactitud  de  los  principios  y  las  con- 
secuencias de  las  máximas  sanas,  semejantes  á  los  jóvenes 
que  Sócrates,  aunque  con  otra  sublime  doctrina,  entre- 
tenia  en  las  plazas,  en  los  paseos  y  en  los  parages  público* 
de  Atenas,  con  quienes  conversaba  horas  enteras.  Los 
interlocutores  del  mas  virtuoso  de  los  filósofos ,  sin  co- 
mentar lo  que  se  les  enseñaba,  cogian  el  fruto.  Sócrates» 
sin  sistema  metódico ,  escitaba  el  espíritu  de  sus  conciu- 
dadanos ,  provocaba  sus  dudas ,  y  al  retirarse  á  sus  des- 
tinos cada  uno  meditaba,  razonaba,  y  todas  adquirían 
algunas  ideas  nuevas  y  justas  que  nunca  están  por  demás* 


8. 

¿Pero  el  autor?  ¡El  autor!  ¿Qué  importa  á  los  amantes 
de  su  patria,  saber  si  es  un  sabio  ó  no,  si  sus  pensa- 
mientos son  propios  ó  ágenos ,  cuando  se  enderezan  al 
bienestar  público ,  y  no  son  contrarios  ni  k  la  moral 
sana  ni  al  orden  social  ?  Aprovéchense  los  lectores  de  lo 
que  encuentren  útil  y  benéfico  sin  investigar  mas ,  y 
asunto  concluido.  Guando  no  se  trata  de  los  dogmas  de 
fé,  ni  de  atacar,  sino  por  el  contrario,  de  .sostener  la 
independencia,  las  instituciones  y  las  libertades  públicas ; 
cuando  se  escitan  la  conservación  del  orden,  el  amor 
de  las  virtudes  sociales  y  el  respeto  á  las  leyes ,  que  es  la 
primer  virtud  de  un  pueblo  libre ,  indicándose  los  debe- 
res de  los  depositarios  del  poder ,  las  obligaciones  de  los 
ciudadanos ,  y  en  resumen,  cuando  se  esplanan  los  me- 
dios mas  sencillos  y  obvios  para  que  todos  los  Mexicanos 
concurran  y  cooperen  á  trabajar  por  su  dicha  y  la  gloria 
de  la  patria,  el  examen  de  un  escrito  de  esta  naturaleza 
debe  ser,  sino  omisible,  simple,  como  es  el  juicio  del 
hombre,  que  viendo  la  hora  en  el  cuadrante ,  para  con- 
vencerse de  la  verdad  que  busca ,  no  necesita  desmontar 
la  máquina. 

No  será  estraño  que  en  vista  de  las  diversas  cuestiones 
que  agitamos,  sin  relaciones,  y  á  la  distancia  en  que  es- 
cribimos, deslumhrados,  nos  hayamos  equivocado  en 
muchos  puntos  de  los  que  tratamos ,  y  por  lo  mismo  nos 
creemos  acreedores  á  la  indulgencia  de  nuestros  com- 
patriotas. 


é  interesantes  imperios  que  podían  formar  los 
hombres  para  ser  felices  en  el  mundo  de  Colon. 
Despedazado  el  ominoso  y  carcomido  carlon 
de  la  conquista ,  y  echado  por  tierra  el  mons- 
truoso edificio  colonial  por  el  valor,  unión  y  per- 
severancia de  los  Mexicanos,  conducidos  por  él 
caudillo  de  Iguala ,  revindicados  los  derechos  de 
la  ¿ación ,  sin  ningún  auxilio  estraño ,  con  in- 
mortal gloria  de  la  patria,  naturalmente  se  subs- 
tituyó al  viejo  sistema  destruido ,  el  fundamentó 
y  base  esencial  de  toda  asociación  política  legal, 
el  principio  imprescriptible  de  la  soberanía  del 
pueblo ¿  mas  como  las  costumbres  del  país  se 
resentían  de  los  hábitos  que  imprime  una  admi- 
nistración despótica ,  rapaz  y  desmoralizada,  que 
en  el  dilatado  periodo  de  mas  de  tres  siglos  habia 
puesto  toda  su  atención  en  clasificar  y  dividir  á 
los  Mexicanos  en    otras   tantas    parcialidades, 
cuantas  eran  las  fisionomías  de  su  origen  ,  cuya 
discordancia  accidental  se  fomentaba  con  ciertas 
distinciones  y  enemistades  impolíticas,  por  el 
espíritu  de  una  legislación  ambigua  que  si  por 
una  parte  afectaba  amparar  al  débil ,  por  otra  lo 
degradaba  con  una   tutela  perpetua  y  vilipen- 
diosa, que  al  paso  que  alejaba  de  los  pueblos 
el  desarrollo  de  las  luces  é  instrucción  moral , 
con  su  riguroso  sistema  de  aislamiento,  pupilage 
y  monopolio ,  y  el  terror  pánico  que  infundía 
un  régimen  monacal  ceñudo  y  severo,  y  los  hor- 
ribles actos  de  un  tribunal  impío  de  fuego  y 


12 


sangre,  que  hacia  temblar  á  los  mismos  déspo- 
tas, no  podían  menos  que  contribuir  á  dividir 
los  ánimos  y  á  desmoralizar  y  abatir  la  razón ; 
y  no  siendo  posible  usurpar  sus  derechos  á  vo- 
luntad de  los  hombres  ,  á  lo  que  solo  es  obra 
del  tiempo,  los  primeros  encargados  de  trazar 
los  cimientos  de  la  asociación  moderna  para  di- 
rigir los  destinos  de  un  pueblo  nuevo  en  la  es- 
cena política ,  necesariamente  debian  tropezar 
á  cada  paso  con  graves  escollos  é  inconvenientes, 
á  fin  de  combinar  sobre  los  escombros  del  despo- 
tismo y  sus  fragmentos,  un  regular  régimen  ad- 
ministrativo, que  puesto  en  consonancia  con  el 
orden  público  exigido  imperiosamente  por  la 
relajación  y  la  decadencia  del  vigor  de  las  leyes 
anexos  á  todas  las  revoluciones ,  por  puras  y 
gloriosas  que  sean ,  no  desviase  su  harmonía  de 
los  intereses  comunes  de  las  diversas  clases ,  y 
los  derechos  y  exigencias  de  las  masas  de  un 
pueblo  generalmente  abyecto  ,  pero  acreedor 
por  muchos  títulos  á  tomar  parte  proporcional 
y  relativa  en  el  nuevo  orden  de  cosas,  y  aspirar 
con  razón  á  sus  adelantos  y  mejoras ,  y  al  goce 
de  una  libertad  racional ,  que  si  la  prudencia 
y  equidad  no  se  acuerdan  á  conciliar,  faltando 
el  equilibrio ,  degenera  en  licenciosa  anarquía , 
y  apoderándose  la  sinrazón  del  giro  de  los  nego- 
cios ,  la  causa  pública  se  convierte  en  escenas 
de  discordias  y  pretensiones  privadas,  que  repro- 
duciendo ,   como  por  encanto  ,   las  facciones, 


i3 

constituyen  el  teatro  patriótico  de  la  libertad , ' 
en  un  campo  vasto  de  anarquía  y  reacciones  de 
mil  cabezas  y  formas,  de  que  á  su  vez  se  sabe 
aprovechar  la  tiránica  ambición  con  pretestos 
tanto  mas  temibles ,  cuanto  que  por  ser  espe- 
ciosas pueden  alucinar  á  los  pueblos  cansados 
de  los  desórdenes  que  la  licencia ,  abusando  de 
los  sagrados  nombres  de  libertad  y  patria  sus- 
cita. 

Para  neutralizar  tan  imperfectos  y  decimbolos 
elementos  que  dejaron  por  legado  los  domina- 
dores a  México,  é  inclinar  la  marcha  de  la  revo- 
lución al  bien  procomunal,  era  indispensable 
adoptar  desde  un  principio  medidas  enérgicas, 
pero  sólidamente  apoyadas  en  principios  lumi- 
nosos y  axiomas  políticos,  afín  de  encaminar 
los  diversos  partidos  é  intereses  á  un  punto 
céntrico  de  unidad  invulnerable,  y  libre  de  los 
uros  de  las  facciones  é  influencia  de  las  pasiones 
perniciosas,  de  manera  que  logrado  que  fuese 
el  voto  favorito  de  la  independencia,  la  nación 
reunida  por  sus  representantes  deliberase  en 
calma,  y  pronunciase  espontáneamente  la  forma 
de  gobierno  mas  conforme  á  su  posición  y  cir- 
cunstancias. 

Desgraciadamente  la  anomalía  de  los  principios 
ilusorios  del  plan  proclamado  en  Iguala  carecía 
de  esta  fusión  cardinal,  y  si  bien  pudo  presen- 
tarse como  un  talismán  para  uniformar  los 
vivos  deseos  de   todos  los  Mexicanos,  escitán- 


i4 
» dolos  á  obrar  enérgicamente  á  las  órdenes  de 
un  ge  fe,  manteniendo  á  la  vez  inerme  ó  neutra- 
túado  el  poder  y  lo»  recursos  de  cierto  partido 
que  por  sus  preocupaciones,  miras  é  intereses, 
era  y  debia  reputarse  adversario  irreconciliable 
de  la  absoluta  emancipación  y  supremacía  de 
México ,  envolvía  en  sí  á  las  dificultades  de  su 
ejecución  por  la  sanción  gratuita  que  suponía 
de  parte  del  gobierno  de  España ,  é  hipotética- 
mente del  asentimiento  de  la  nación ,  el  ser  en 
lo  mas  esencial  eminentemente  anti-nacional  por 
prevenir  el  sistema  monárquico  y  el  llamamiento 
de  unas  dinastías  estrañas  al  trono  de  Güati- 
mozin,  por  el  gefe  de  la  fuerza  sin  misión  es- 
pecial para  ello ,  que  en  el  acto  de  desviarse  del 
principio  de  independencia  liso  y  llano ,  para  lo 
que  se  pudo  creer  únicamente  autorizado  por  el 
voto  uniforme  de  la  respetable  opinión  pública , 
atacó  en  sus  cimientos  los  principios  de  la  sobe- 
ranía nacional,  en  que  se  debe  escudar  toda  re- 
volución popular ,  para  legalizarse  y  llevar  con- 
sigo el  sello  de  la  estabilidad,  y  en  resumen,  por 
que  este  plan,  por  mas  que  lo  ratificaran  los 
tratados  de  Córdova,  por  agentes  sin  poderes 
regularizados,  no  podía  considerarse  por  el 
hombre  pensador  sino  como  un  simple  proyecto 
político  de  circunstancias  imperiosas ,  y  de  nin- 
guna manera  como  base  de  un  código  funda- 
mental obligatorio  en  todas  sus  partes  á  una 
nación  augusta,  que  conseguido  el  objeto  pri~ 


i5 

mortual  de  su  independencia ,  pasado  el  peligro 
j  los  momentos  de  ilusión  y  sorpresa ,  necesa- 
riamente debería  entrar  en  cuentas  y  reclamar 
derechos  de  que  nunca  pudo  despojarse  y  mu* 
cho  menos  renunciar,  aun  cuando  en  fuerza  de 
la  posición  difícil  en  que  se  encontró ,  disimulara 
al  principio.  £1  plan  de  Iguala,  por  sus  falsos  prin- 
cipios ,  no  pudo  pues  ser  útil  ni  conveniente  en 
todas  sus  partes  á  los  intereses  de  un  gran  pueblo ; 
todo  lo  pontrario;  convertido  por  su  amfibologia 
en  una  manzana  de  discordia ,  lejos  de  producir 
bienes  trascendentales ,  agravó  los  males  de  la 
patria  torciendo  la  marcha  de  la  revolución , 
inclinándola  á  íavorecer  y  fomentar  intereses 
parciales. 

Así  fue  que  considerándose  la  nación  emanci- 
pada y  en  pleno  goce  de  su  independencia  y 
soberanía  en  el  acto  de  la  entrada  triunfante  del 
ejército  en  la  capital ,  cuyo  hecho  parecía  haber 
consumado  su  misión,  desde  aquel  momento  cé- 
lebre ,  se  instaló  bajo  su  influencia  una  junta 
gubernativa  provisional ,  con  un  aparato  y  mis- 
terio tanto  mas  chocantes  cuanto  que  habiendo 
sido  nombrados  sus  miembros  conforme  á  los 
principios  proclamados  en  Iguala ,  esto  es ,  por 
su  caudillo ,  sin  la  menor  intervención  del  pue- 
blo, recayó  la  elección  en  individuos  que  en 
opinión  de  muchos,  la  mayoría  no  podía  inspirar 
confianza  al  público,  ni  por  su  capacidad  ó  mé- 
rito personal ,  ni  por  sus  ideas ,  y  mucho  menos 


16 

influir  coa  su  firmeza  y  la  sabiduría  de  sus  con* 
sejos,  en  el  ánimo  del  primer  gefe  Iturbide 
puesto  á  su  frente ,  á  fin  de  que  los  actos  guber- 
nativos primarios  tendiesen  al  bien  público  y  al 
pronto  arreglo  y  mejoras  de  los  diversos  ramos 
de  la  administración ,  que  el  gobierno  colonial , 
al  desaparecer,  había  dejado  en  el  mas  completo 
y  funesto  desorden ,  y  agotados  los  recursos  del 
erario  ,  en  unos  momentos  en  que  mas  que 
nunca  dependía  del  acierto  de  las  providen- 
cias ,  y  de  la  rectitud  y  celeridad  de  los  actos  ,  la 
popularidad  y  buena  reputación  de  los  primeros 
empleados  nacionales,  á  fin  de  contrabatan zear  el 
disgusto  general  suscitado  con  motivo  de  las  pro- 
mociones estemporáneas  de  ciertos  favoritos  que 
sin  méritos  ni  servicios  ,  de  particulares  se  trans- 
formaron ,  como  por  encanto ,  en  generales ,  y 
ocuparon  los  puestos  mas  importantes,  con  otros 
incidentes  y  desaciertos  no  menos  desagradables 
al  público  liberal  ilustrado ,  que  perjudiciales  á 
la  nación. 

La  junta  que ,  por  su  institución  mal  ó  bien 
calculada ,  y  por  lo  crítico  de  las  circunstancias 
ya  complicadas,  debió  haber  limitado  sus  funcio- 
nes al  simple  acto  del  nombramiento  de  un  go- 
bierno interino  ,  y  al  arreglo  y  promulgación  de 
la  convocatoria  para  reunir  perentoriamente  el 
congreso  general,  y  cuando  mas  á  dictar  una  que 
otra  providencia  del  momento  sobre  el  arreglo 
económico  de  los  negocios  de  la  administración 


'7 
mas  urgentes ,  usurpando  á  su  vez  los  atributo© 

de  la  soberanía ,  afectó  legislar ,  y  ajando  su 
dignidad  con  perjuicio  de  los  intereses  públicos  , 
y  mengua  de  la  popularidad  y  prestigio  del  ge* 
neral  Iturbide ,  constituido  presidente  del  con- 
sejo de  regencia,  invistió  y  condecoró  á  este  gefe 
coa  títulos  pomposos  y  dotaciones  que  recor- 
daban el  sistema  del  desastrado  y  corrompido 
gobierno  de  cuyo  yugo  los  Mexicanos  acababan 
de  escaipar.  Semejantes  demasías  no  pudieron 
menos  qtie  contribuir  al  descrédito  del  gefe  á 
quién  se  prodigaban ,  y  atribuyéndose  á  su  am- 
bición particular ,  escitaron  desconfianzas  que 
cierto  partido  conocidamente  adversario  del  pri- 
mean gefe  i  concitaba. 

Para  colmo  de  los  males  que  se  aglomeraban 
-en  J&éxico,  á  los  tres  meses  espidió  la  junta  una 
convocatoria  mal  conbinada  y  mezquina  que 
coartando  la  libre  voluntad  de  los  pueblos  en  el 
«nioo  ejercicio  directo  de  su  soberanía ,  los  obli- 
gaba á  nombrar  sus  representantes  en  determina- 
rás clases  y  categorías  que  por  la  influencia  del  es- 
píritu de  cuerpo,  su  posición  y  fueros,  necesaria~ 
rafettte  hablan  de  recaer  las  elecciones  entre  los 
empleados*  influyentes  9  muchos  de  ellos  sin  ins- 
trucción ,  y  -los  mas  sospechosos  á  la  libertad , 
ú&ando  no  foeran  contrarios  á  la  independencia, 
y  en  últkno  análisis  resultar  una  asamblea  en  su 
mayoría,  adicta  á  las  preocupaciones  añejas ,  re- 
SQ&tida  del  espíritu  de  las  facciones  y  opuesta  á 


i8 

los  verdaderos  intereses  nacionales ,  y  por  con- 
siguiente incapaz  de.  constituir  y  reformar  á 
México. 

Sin  embargo  es  preciso  confesar ,  en  obsequio 
de  la  justicia ,  que  á  pesar  de  las  aberraciones 
de  semejantes  disposiciones ,  el  espíritu  público 
y  buen  sentido  de  los  Mexicanos  progresivo ,  su- 
plió en  parte  las  incongruencias  de  los  deposita- 
rios del  poder ,  eligieudo  algunos  individuos  de 
luces  y  acendrado  patriotismo;  pero  por  una  fa- 
talidad inesperimentados  estos  en  las  prácticas  y 
teorías  parlamentarias ,  no  les  era  fácil  neutra- 
lizar á  la  par  la  influencia  de  los  partidarios  de 
los  principios  rigurosos  de  Iguala ,  y  el  de  la  opo- 
sición, fomentada  por  su  autor,  aspirando  á  apli- 
cárselos á  sí  mismo,  como  era  natural ,  ni  mucho 
menos  alimentar  el  débil  y  aislado  bando  de  los 
republicanos  que  no  dejó  de  vislumbrarse  en  el 
público,  y  aun  pronunciarse  por  la  intrepidez  de 
algunos  ilustres  diputados ,  aunque  sin  éxito  ,  en 
el  mismo  seno  del  congreso. 

Bajo  estos  auspicios  de  mal  agüero  ,  se  instaló 
el  primer  congreso  nacional  á  los  seis  meses  de  la 
emancipación  de  México  :  algunos  bien  intencio- 
nados esperaban  con  justicia  que  sus.  sabias  re- 
soluciones  ,  la  armenia  y  el  desprendimiento 
espontaneo  del  poder  por  parte  del  general  Itur- 
bide ,  ante  la  augusta  asamblea ,  cambiarían  la 
faz  de  los  negocios  públicos  y  derramarían  gene- 
rosamente un  bálsamo  en  las  llagas  del  cuerpo 


'9 
político  que  iban  acancerando  á  toda  prisa  la  so- 
ciedad j  pero  desafortunadamente  ni  la  represen- 
tación nacional ,  ni  el  primer  gefe  estuvieron  de 
acuerdo  ,  ni  se  entendieron  un  solo  momento ;  y 
este  choque  (que  un  ministerio  ilustrado  debió 
haber  evitado  ó  remediado  en  parte,  moderando 
las  pretensiones  exageradas  de  los  partidos,  á 
que  daban  lugar  el  artificioso  y  comodino  plan 
de  Iguala  y  la  desmedida  ambición  de  su  autor , 
neutralizando  en  algún  modo  el  descontento  que 
habían  concitado  las  graves  faltas  de  la  junta  y  la 
regencia),  las  anomalías  de  la  convocatoria,  y' 
especialmente  la  sanción  prematura  y  antipolítica 
de  las  formas  monárquicas,  y  llamamiento  de  los 
Bórbones  al  trono  de  México  por  el  congreso 
antes  de  constituir  la  nación,  fueron,  entre  otros 
varios  incidentes  acsesorios,  el  origen  y  la  fuente 
de  los  males  que  paralizaron  el  magestuoso  curso 
de  la  revolución  mexicana ,  y  las  causas  que  lá 
inclinaron  al  producido  de  las  calamidades  y  dis- 
turbios que  ha  sufrido  después ,  y  aun  se  resiente 
todavía  el  pueblo,  no  obstante  haberse  des- 
viado de  los.  falsos,  principios ,  constituídose  "y 
adoptado,  aunque  muchas  veces  en.  teoría*  má* 
ximas  luminosas  y  axiomas  políticos ,  que  si  por 
dicha  el  primer  icongréso  constituyente ,  esfor- 
zándose, hubiera  intentado  aplicar,  abandonando 
el  problema  del  especioso  proyecté  de  Iguala , 
ganándose  á  su  gefe,  quizá  acseqüible  al  prin- 
cipio á  los>  incentivos  de  la  verdadera  gloria ,  sin 


2ü 


duda  que  habrían  cortado  la  cabeza  á  la  hidra 
revolucionaria,  y  el  sistema  republicano,  echando 
raices»  y  perfeccionándose  con  la  experiencia,  y  á 
la  sombra  de  la  libertad ,  la  representación  na- 
cional, de  acuerdo  y  en  unión  y  conformidad 
con  el  primer  caudillo  de  Iguala ,  conducido  á 
los  Mexicanos  á  su  dicha  y  bienestar.  La  armo* 
nía  entra  los  altos  poderes  de  un  estado  naciente, 
esencialmente  al  tiempo  crítico  de  constituirse , 
es  absolutamente  un  requisito  necesario  :  sin  ella 
no  hay  administración  posible ,  ni  un  nuevo  or- 
den de  cosas,  y  la  discordia  intestina,  alimentada  y 
sostenida  mas  allá  de  lo  que  el  bien  público  exige, 
entre  cuerpos  que  traen  su  origen  de  las  manos 
y  la  voluntad  de  un  mismo  pueblo  que  deposita 
su  confianza  y  espera  su  felicidad  de  sus  manda- 
tarios ,  no  puede  menos  que  trastornar  todos  los 
principios  sociales  y  conducir  al  fin  á  las  naciones 
é  un  abismo,  cubriendo  de  eterno  oprobio  á  los 
factores  directos  ó  indirectos  de  tamaños  males ; 
pues  aun  cuando  es  bien  sabido  el  principio ,  que 
la  cosa  pública  no  se  debe  sacrificar  á  la  adquisi- 
ción de  esta  armonía  necesaria  Jr  conveniente  á 
los  poderes  de  un  Estado,  porque  ella  sin  ten- 
dencia ál  bien  público  sería  una  transacción 
traidora ;  por  otra  parte  los  grandes  cuerpos  po- 
líticos deben  persuadirse  que  las  consideraciones 
mezquinas  del  amor  propio ,  tan  perjudiciales  ya 
á  los  particulares ,  deshonran  y  lastiman  mucho 
mas  una  asamblea  en  donde  las  pasiones  ras* 


11 


treras  ion  tanto  mai  ridicula*  y  perniciosas , 
cuanto  que  están  á  la  mira  y  alcanie  de  todos  loa 
que  tienen  uu  derecho  de  esperar  servicios  im- 
portantes. El  patriotismo,  la  abnegación  y  la  cor- 
dialidad son  ios  imperiosos  deberes  de  un  con- 
greso público,  que  se  debe  baoer  respetar  mas 
bien  por  el  cumplimiento  religioso  de  sus  sagra- 
das obligaciones ,  que  por  una  vana  ostentación 
de  importancia  que  no  se  puede  apoyar  ni  en  el 
prestigio  de  la  antigüedad  de  su  existencia  y  du- 
ración, ni  en  el  sufragio  popular  inconstante,  ni 
sobre  una  simpatía  á  toda  prueba  con  una  revo* 
lucion  reciente,  y  en  una  palabra ,  una  asamblea 
nacional  verdaderamente  filosófica  y  digna  de 
constituir  y  representar  un  pueblo  libre ,  no  se 
debe  confiar ,  ni  aun  en  los  grandes  servicios  do 
utilidad  reconocidos  que  baya  prestado  al  país , 
cuando  se  declare  oon  una  oposición  ciega  y  sis- 
temática contra  un  poder  inferior  y  su  subordi- 
nado en  yerdad ,  pero  mucbo  mas  influente  por 
•us  resortes  y  actos  públicos. 

Declaradas  ostensiblemente  la  divergencia  y 
oposición  de  los  supremos  poderes ,  por  su  nin- 
guna consonancia  y  armonía ,  toda  la  nación  se 
debió  resentir  por  fuerza  de  tan  perniciosa  di- 
visión; y  mientras  se  replicaban  cuestiones  este- 
rilas  y  desagradable*,  desaten tida  la  causa  pública 
y  abandonada  la  recta  administración,  la  nación 
empeoraba  su  wierte,  y  no  veía  el  remedio  espe- 
ctffco  de  sus  malea  sino  en  el  término  de  una 


3» 

contienda  que  esponia  sus  mas  caro»  interese»  \ 
y  en  último  resultado  co avenido  México  en  ua 
rasto  campo  de  controversias  ,  las  facciones 
comenzaron  á  disputarse  el  ejercicio  de  la  sobe-* 
ranía ,  ente  colectivo  é  indivisible  que  solo  per- 
tenece á  la  nación  pronunciada  por  la  mayoría 
de  sus  legítimos  órganos.  Desde  aquel  momento 
todos  los  actos  que  se  sucedieron  ,  parecían  ínas 
bien  el  producido  de  las  pasiones  de  los  bandos  , 
y  el  resultado  de  la  violeucia  é  intrigas  que  la 
voluntad  de  la  nación  y  á  guisa  de  semejantes 
desórdenes ,  la  fuerza  armada  habia  de  venir  á 
decidir  la  cuestión. 

Apoyado  en  ella  y  en  la  división  del  congreso, 
en  parte  desconceptuado ,  el  gefe  del  ejército,  sin 
consultar  á  la  nación,  ni  contar  con  la  parte  sana 
de  sus  representantes ,  apeló  en  tan  tristes  cir- 
cunstancias al  mezquino  espediente  de  una  mi- 
serable asonada  que  lo  proclamaba  emperador , 
pretendiendo  justificar  su  usurpación  só  pre testo 
de  la  defección  del  gabinete  de  Madrid  á  los 
tratados  de  Córdova ,  y  la  represión  de  los  pro- 
gresos de  la  anarquía  para  salvar  la  patria  que 
suponia  con  algún  fundamento  en  peligro  :  este 
estraordinario  acontecimiento  que  se  procuró  le- 
galizar con  el  asentimiento  arrancado  del  con- 
greso ,  una  vez  consumado  pareció  preferible'  á 
muchos  Mexicanos  patriotas,  al  considerar  el  la- 
mentable estado  del  país,  y  la  triste  alternativa , 
de  pasar  por  él ,  ó  ver  empeñarse  una  lid  que 


*3 

necesariamente  tendría  por  resultado ,  ó  la  per- 
dida de  la  independencia ,  ó  el  advenimiento  al 
trono  de  México  de  un  príncipe  ettrangero  ad- 
versario de  su  libertad,  y  aun  de  la  misma  inde- 
pendencia, que  por  su  origen  ,  simpatías  y  rela- 
ciones evidentemente  deberia  rodearse,  y  ser  in- 
fluido en  todos  sus  consejos  y  dictámenes ,  por 
ultra  marinos ,  y  al  fin  sacrificar  los  verdaderos 
intereses  de  nacionalidad,  constituyéndose  desde 
el  solio  de  su  trono,  un  agente  eficaz  de  las  tra- 
moyas y  miras  políticas  de  los  gabinetes  es tru li- 
geros ,  conspirando,  contra  los  progresos  de  la 
libertad  de  América ;  iucidentes  posibles  rjne  al 
paso  que  humillarían  á  los  Mexicanos,  los  vendría 
&  comprometer  gravemente ,  exponiéndolos  á  la 
enemistad  de  todas  las  secciones  del  nuevo 
mundo,  que  militaban  heroicamente  contra  la 
tiranía  de  España ,  y  por  muchos  títulos  debían 
contar  con  la  uniformidad  de  sentimientos  y 
cooperación  de  México. 

Hubo  un  tiempo  en  el  cual  quizá  pudo  haber 
convenido  á  México ,  á  trueque  de  alcanzar  una 
independencia  sin  sangre ,  y  los  males  de  una 
guerra  intestina  ,  la  admisión  de  un  principe  es- 
parto] que  en  calidad  de  monarca  constitucional, 
lo  rigiese  bajo  los  auspicios  de  una  constitución 
liberal ,  dada  por  sus  representantes  y  garantida 
por  la  influencia  de  ciertas  reformas  é  institución f  • 
adecuadas  h  la  ilustración  y  necesidades,  que 
semejante  medida  exigía  á  provecho  y  beneficio 


*4 

del  pueblo  mexicano.  A  lo  méuo§  así  lo  juzgaron 
algunos  buenos  ciudadanos ,  en  unas  circuns- 
tancias difíciles  en  que  les  parecía  insoportable 
ver  á  toda  la  América  disfrutar  de  su  libertad , 
y  el  país  mas  interesante  deesa  parte  del  mundo 
gemir  en  las  cadenas,  y  al  parecer  alejarse  el  voto 
de  la  nación,  en  fuerza  de  los  desgraciados  acon- 
tecimientos de  sus  primeros  esfuerzos  reprimidos 
por  las  huestes  peninsulares;  pero  este  tiempo 
desapareció  en  el  momento  que  la  nación,  después 
de  haberse  espuesto  á  los  azares  de  una  nueva 
revolución  con  sus  propios  recursos ,  y  el  derra- 
mamiento de  su  sangre ,  triunfó  victoriosamente 
de  los  adversarios  é  implacables  enemigos  de  su 
dicha  y  bienestar. 

Por  otra  parte  el  adalid  del  imperio  se  apre- 
suró á  dar  otras  garandas  nacionales,  al  parecer 
de  buena  fé,  pronunciando  en  el  santuario  (le  las 
leyes,  á  la  faz  déla  nación,  un  juramento  sagrado 
por  el  cual  se  comprometió  á  respetar  y  guardar 
las  leyes  y  resoluciones  de  sus  representantes ,  y 
los  fueros  y  libertades  públicas;  y  siendo  el  prin- 
cipal interesado  en  el  exacto  cumplimiento  de  un 
pacto  tan  solemne,  de  cuya  observancia  dependia 
esencialmente  la  conservación  de  la  alta  dignidad 
de  un  puesto,  tanto  mas  difícil  de  sostener,  cuanto 
que  tomado  por  asalto ,  para  darle  consistencia 
y  legalizarlo  parecía  justo  esperar  que  se  afir- 
mara con  actos  positivos  de  magnanimidad,  equi- 
dad y  rectitud  *  limitando  la  ambición  y  poderío 


*5 

en  la  órbita  de  tmu  monarquía  inodcruda,  dirigida 
por  al  primor  ciudadauo,  baotada  couforme  u  lo» 
principio»  ma»  libérale» ,  en  armonía  coa  lo»  iu- 
tere»e»dul  pueblo,  y  en  cousonancia  coa  la»  luces 
dcil  «iglú ,  que  tendiese  al  üel  desempeño  da  lo» 
eminentes  obligaciones  contraído»  y  debida»  «1 
bienestar  da  la  nación  y  á  la  gloria  da  la  pátriat 
En  esta  persuasión  y  concepto  10  avinieron  á  una 
cosa  de  becbo ,  uiucbos  de  los  que  se  adhirieron 
al  imperio;  mas  tanta  ventura  no  fue  dada  á  un 
personage  que  á  pesar  da  su»  grande»  •  ervieio»  y 
sobresaliente»  oualidadef ,  no  gustaba  de  la  li- 
bertad ni  de  lai  ideal  modernas ,  carecia  de  los 
eentimiento»  sublimes  que  imprime  una  edu- 
cación ol¿»ica,  y  reetiüean  el  cultivo  del  espíritu, 
el  estudio  de  las  letras»  y  el  roce  y  trato  de  gente» 
ilustradas  y  modestas;  que  desconociendo  su  falsa 
posición  y  la  época  en  que  vivía,  sin  las  nocional 
mas  triviales  de  la  difícil  ciencia  de  la  adminis- 
tración social 9  «u  situation  fue  muy  comprometida 
y  difícil  {  y  si  sus  amigos  incautos»  en  vea  de  ins- 
tigarlo á  dar  un  paso  tan  avaluado,  le  bubieran 
insinuado  que  en  id  teatro  estrecbo  de  una  corle 
colonial,  despótica  y  corrompida,  y  en  la  escuela 
de  una  guerra  parricida,  no  se  aprenden  virtudes 
sociales,  ni  conbinaeiones  exactas  de  política ,  y 
que  ya  babian  pasado  los  tiempo»  de  las  creaciones 
de  dinastías,  quizá  no  se  deja  seducir,  y  desalu- 
cinado ,  brillando  como  un  bóroe ,  babwa  sido 
el  ornamento  de  la  patria. 


*6 

Sin  embargo  de  tan  débiles  fundamentos  y 
ruines  medios,  es  probable  que  si  el  imperio  hu- 
biera sido  dirigido  por  otros  consejeros ,  y  si  su 
campeón ,  sin  violar  sus  juramentos  y  faltar  al 
pacto  social ,  adopta  otras  medidas  ,  -  el  sistema 
monárquico  constitucional  nacionalizado,  se  hu- 
biera sostenido  á  lo  menos  durante  la  vida  de  su 
autor,  porque  es  preciso  convenir  que  no  habría 
pugnado ,  y  aun  se  amoldaba  entonces  con  las 
costumbres  del  pueblo ,  y  los  hábitos  é  inspira- 
ciones de  la  legislación  de  México.  Pero  deslum- 
brada la  magestad  con  los  homenages  de  la  servil 
lisonja  y  escesivos  inciensos,  en  vez  de  esforzarse 
á  fin  de  que  la  nación  se  constituyera  libremente 
y  adelantara  en  la  carrera  de  la  civilización  por 
medio  de  las  reformas  saludables  y  represión  de 
los  abusos  perniciosos  que  la  agobiaban ,  inspi- 
rando desconfianzas,  inició  sus  fastos  con  la  per- 
secución de  las  ideas ,  atropello  el  fuero  de  los 
diputados ,  y  transformado  el  atleta  de  la  revo- 
lución en  gladiator  de  la  libertad  mas  racional , 
disolvió  escandalosamente  el  congreso ,    y  sin 
apelar  á  la  nación,  lo  reemplazo  con  un  simulacro 
compuesto  de  los  miembros  favoritos  ó  débiles  de 
la estinguida  corporación,  y  en  resumen,  ocupado 
"únicamente  de  su  engrandecimiento  y  el  de  su 
familia ,  rodeado  de  unos  consejeros  inespertos 
y  parásitos,  y  distraído  con  los  homenages  pestí- 
feros de  una  pretendida  corte  ridicula  y  fútil , 
exigió  honorarios  incompatibles  con  Ja  miseria 


*7 
de  lo*  pueblo*  y  la  demude*  del  soldado ,  <{ue 
hubiu  ofrecido  premiar  y  no  hubiu  cumplido. 
Entretanto  lo*  rarnoi  productivo»  de  la  admi- 
nistración ,  din  fomento ,  decayeron  espantoMfe, 
mente ,  y  de  error  en  error  el  emperador  impflte* 
visado,  arrastrando  con  velo/  carrera  el  carro 
üü  su  fugas  imperio  á  iu  ruina,  acabó  pronto  coa 
precipitar  u  »u  desgraciado  autor  entre  sus  es- 
combros. 

El  pronunciamiento  de  Soto  la  Marina,  acae- 
cido por  aquel  tiempo ,  reclamando  la  libertad  y 
observancia  de  lai  leyes,  y  la*  disposiciones  de  U 
masa  de  la  nación ,  para  sacudir  el  pesado  yugo 
doméstico»  parecia  que  debiau  abrir  los  ojos  al 
ciego  gobierno  imperial ,  ó  resolver  el  problema 
de  la  servidumbre  ó  la  libertad  de  los  Mexicanos) 
pero  sofocado  este  movimiento  de  apoyo  por  la 
inconstancia  de  su  caudillo ,  y  los  manejos  in- 
sidiosos de  la  intriga ,  desapareció  como  un  me- 
teoro, aunque  no  sin  surtir  su  efecto,  pues  des- 
cubierta á  toda  Uu  la  impopularidad  y  debilidad 
de  la  administration  y  sistema  del  imperio  , 
predispuso  los  ánimos  á  cooperar  de  nuevo,  coa 
motivo  de  la  insurrección  de  la  guarnición  de  la 
plata  de  Veraoru» ,  cuyo  incideute ,  ignoble  al 
parecer  en  sus  principios ,  por  una  reunión  do 
circunstancias  y  encadenamiento  de  sucesos ,  y 
sobre  todo  por  los  coincidcnt.cn  atóntalos  del  go- 
bierno imperial  y  manifestación  hostil  do  la  na- 
ción! vino  u  producir  un  pronunciamiento  general 


28 

que  terminó  con  la  acta  de  Casamata,  y  la  depo- 
sición del  gefe  del  imperio,  iniciada  por  el  propio 
ejército  que  lo  habia  proclamado  ,  y  después 
sancionó  el  congreso. 

El  destronamiento  y  espulsion  del  general 
Iturbide,  lanzado  por  el  cuerpo  nacional  reunido 
inmediatamente ,  declarando  nulos  el  plan  de 
Iguala  y  el  convenio  de  Córdova ,  que  las  cortes 
de  España  ,  desdeñando  los  avisos  del  último 
virrey  Odonoju,  habían  desaprobado,  libertaron 
á  la  «ación  mexicana  de  tan  perniciosas  influencias 
y  trabas ;  y  luego  que  se  reconoció  el  ejecutivo 
provisional,  nombrado  por  la  asamblea,  comenzó 
esta  á  ventilar  en  su  seno  la  gran  cuestión  política 
del  sistema  de  gobierno ,  que  durante  el  periodo 
de  las  oscilaciones  se  dilucidaba  en  los  debates 
de  la  imprenta  y  los  corrillos  á  beneficio  de  la 
república  :  y  como  quiera  que  los  choques  de  las 
facciones  y  partidos  no  pueden  menos  que 
dejar  resentimientos  mas  ó  menos  fuertes  después 
del  triunfo  del  vencedor ,  y  el  débil  prestigio  de 
una  administración  interina ,  por  mucho  que  se 
afane  j  mesure,  suele  ser  iheficaz  para  modi- 
gerar,  y  no  sea  estraño  en  el  fermento  y  agitación 
de  las  grandes  revoluciones,  el  fenómeno  político 
de  adunarse  diversos  pareceres,  á  fin  de  oponerse 
á  la  política  de  los  depositarios  del  poder  é  influir 
en  los  negocios,  en  los  momentos  en  que  parecia 
que  la  mayoría  de  los  representantes ,  y  el  go- 
bierno   opinaban  por  el  régimen    republicano 


*9 

central ,  en  contradicción  de  los  partidarios  del 
sistema  federal  ,  proclamado  en  la  capital  de 
Xalisco,  y  secundado  en  Oataca  y  Yucatán,  los 
que  babian  sido  prosélitos  del  fugaz  imperio, 
viéndose  vencidos,  se  amalgamaron  con  los  ie 
este  bando.  Este  acontecimiento  interesante  y 
la  escisión  de  las  provincias  federalistas  que 
desconocieron  de  hecbo  la  autoridad  y  supre- 
macía del  congreso  y  gobierno  de  México  ,  cau- 
sando una  grande  sensación  en  los  ánimos  y  las 
ideas,  aumentaron  los  prosélitos  de  la  federación, 
y  decidieron  al  congreso ,  que  en  el  curso  de 
tantas  vicisitudes  babia  perdido  mucho  de  su 
influencia  moral ,  á  declararse  convocante  y 
disolverse,  llamando  á  la  nación  á  una  nueva 
asamblea  para  que  por  su  órgano ,  y  conforme 
á  sus  votos  emitidos  esplicitamente ,  se  consti- 
tuyese con  libertad. 

Esta  medida  conciliatoria  de  alta  política 
(testimonio*  auténtico  del  juicio  y  docilidad  de 
los  Mexicanos  en  aquella  crítica  época,  que 
si  bien  juzgaron  algunos ,  no  sin  fundamento , 
combatir  por  no  tener  datos  ciertos  de  la  rectitud 
de  los  que  la  babian  provocado ,  considerándose 
ea  un  principio  como  un  pretesto  insidioso  para 
trastornar  el  orden  y  propender  á  la  disolución 
de  un  punto  de  unidad  conveniente)  fue  el  es- 
pediente mas  eíiéaz  para  salvar  la  nave  del  listado 
que  fluctuaba  j  pueb  aunque  las  instituciones 
indicadas  se  contemplaban  por  su  perfectibilidad 


3o 

como  incompatibles  con  los  hábitos  de  la  nación, 
por  la  distancia  que  mediaba  entre  las  costumbres 
y  educación  de  México  ,  y  el  modelo  de  los 
Estados-Unidos  de  América,  á  que  se  aspiraba, 
la  deferencia  de  las  autoridades,  la  calma  y  reu- 
nion  de  los  partidos  que  parecia  habían  transigido, 
y  la  irresistible  opinión  triunfaron,  concurriendo 
todas  las  opiniones  é  intereses  libremente  al 
resultado  de  las  elecciones.  Las  transacciones 
en  política  son  tan  útiles  y  necesarias  al  cuerpo 
social,  como  lo  son  en  el  orden  físico.  El  luminoso 

m 

astro  no  sale  á  brillar  bruscamente  sobre  el  ori- 
zonte,  y  las  tinieblas  no  se  forman  y  sobrevienen 
incontinente  y  como  por  encanto.  El  dia  como 
la  luz  del  sol ,  y  la  noche  como  sus  tinieblas ,  se 
suceden  por  graduaciones  inalterables  y  prescritas 
en  las  leyes  físicas  que  dirigen  la  marcha  del 
universo  :  de  la  misma  forma  y  manera  nuestros 
órganos  no  pueden  soportar  el  brusco  movimiento 
y  paso  repentino  de  la  claridad  á  la  obscuridad, 
del  temple  cálido  escesivo  al  riguroso  frió  sin 
resentirse.  Todas  las  enfermedades  tienen  sus 
preludios,  crisis  y  convalescenciaj  y  participando 
nuestra  inteligencia  y  espíritu  de  las  enferme- 
dades dé  nuestra  flaqueza  humana ,  las  convul- 
siones fuertes  los  ciegan ,  perturban  y  exigen 
transacciones  graduales ,  á  fin  de  que  no  salten 
de  su  tipo  natural  y  estén  en  relación  y  armonía 
con  los  acontecimientos  humanos.  Por  haber 
cedido    las    autoridades    generosamente    á   los 


3i 

sentimientos  de  la  opinión  pública,  y  entendidose 
los  diversos  partidos  en  que  se  habían  dividido 
los  Mexicanos,  la  guerra  intestina  que  erainmi- 
neute  se  disipó  como  el  humo ,  y  la  nación  dando 
un  paso  gradual,  del  caos  de  la  anarquía,  al  orden 
social ,  se  puso  en  armonía  con  la  revolución 
de  los  principios  y  mejoras  á  que  debía  aspirar 
para  constituirse  fundamentalmente. 

Iustalado  el  nuevo  congreso  constituyente,  in- 
fluido por  una  mayoría  que  profesaba  los  princi- 
pios federales ,  y  supo  dirigir  el  genio  activo  de 
un  célebre  patriota ,  conocido  por  sus  servicios, 
perseverancia  republicana  y  táctica  parlamentar 
ría ,  ejercida  en  Europea  y  América ,  dictó  la 
acta  constitutiva ,  consagrando  en  ella  los  lumi- 
nosos principios .  del  sistema  federal  popular ; 
acta  que  precedió  á  la  constitución  sancionada  y 
publicada  el  4  ^e  octubre  de  1824,  y  fue  recibida 
con  júbilo  por  todos  los  amantes  de  su  patria , 
convencidos  de  que  aun  cuando  el  régimen  polí- 
tico federal ,  y  algunos  de  los  principios  consa- 
grados en  el  código. fundamental,  ofrecían  difir- 
cultades  y  no  carecían  de  imperfecciones,  como 
todas  las  obras  de  lo$  hombres,  con  el  traqscursp 
del  tiempo,  los  progresos  de  la  razón  y  las  refor- 
mas periódicas. *ju¡e  se  permitían,  llegaría  á  per- 
feccionarse, en  cuaitto.caW  es  dado  esperar  á 
las  sociedades  humabas; 

£1  magestuoso  acto  de  la  adopción  y  juramento 
de  la  constitución  mexicana,  por  todas  las  pro*- 


32 

viacias  de  la  confederación  que  ellk  instituyó  en 
Estados  independientes  entre  sí ,  y  unido9  á  un 
ponto  céntrico  de  unidad  general ,  el  nombra- 
miento de  las  autoridades  constituidas  y  el  ejer- 
cicio de  sus  funciones  legales  en  acción ,  parecía 
que  habían  consumado  la  grande  obra  y  el  fin 
y  objeto  de  la  reYolucion  de  México ,  y  que 
lograda  la  empresa  de  tantos  afanes  y  sacrificios , 
la  mayoría  de  la  nación  siempre  dócil  y  dispuesta 
a  encaminarse  a  lo  mejor,  dirigida  por  sus  fun- 
cionarios esclusivamente  á  la  observancia  de  las 
leyes  y  á  las  inejoras  sociales  para  cumplir  éus 
destinos  grandes ,  debia  prometerse  y  esperar  ^ 
■Cuando  no  ftaefo  el  apogeo  de  una  felicidad 
ideal ,  ¿  lo  *nénos  ascender  gradualmente  á  Una 
éseala  compatülivft  q»afc  el  termómetro  de  stts 
físicos  elemento*  brindaba  ét  su  magnífico  templé, 
é  fin  de  anunciarse ,  brillando  cual  astro  reful- 
gente ,  en  la  esfera  del  mundo  político ,  y  colo- 
carse honoríficamente  en  el  rabgo  de  las  nacio- 
nes cultas  que  constituyen  k  gran  familia  del 
género  humano.  Mas  tas  preocupaciones  y  vicios 
heredados ,  él  defectuoso  caos  de  la  legislación 
española ,  los  resabios  y  desconfianzas  que  dejan 
tras  sí  las  yieisitiidés  de  fas  rerolucioriesy  cam- 
bios políticos  repéftf itttfs , *  et  descuido  de  los 
pueblos  en  ti  importante  negocio  de  la  elección 
de  sus  magistrados ,  y  el  egbismo ,  intrigas  y  es- 
'{tíritn  de  partido  de  los  electores  y  personas  in- 
fluyentes,  eran  otros  tantos  obstáculos  qtte  ¿fe 


n 

oponían  á  la  /felicidad  del  pueblo  y  al  acierto  do 
sus  mandatarios ,  loe  que  marchando  por  una 
senda  nuera  y  desconocida,  con  una  máquina 
tan  complicada  y  difícil  de  conducir ,  en  el  mai 
mínimo  vayben  esponian  sus  retorta*  á  la  reía- 
jaoion  y  desconcierto  9  y  aunque  no  te  pueden 
segur  en  na  sentido  absoluto,  al  general  Victoria, 
primer  presidente  oonatiiuoional ,  rectas  inten- 
ciones ,  sin  el  mas  puro  y  desinteresado  patrio- 
tismo »  la  experiencia  y  al  genio  activo  y  crea- 
dor ,  no  se  penetró  con  un  sentimiento  religioso, 
de  la  delieadeaa  y  altos  deberes  de  su  misión 
difícil,  y  que  para  desempeñar  sus  obligaciones  ho- 
norable y  útilmente,  eran  indispensables  sacriíteios 
y  asfuerios  magnánimos  y  estraordinarios ,  y  un 
plan  sabiamente  conbinado  y  constantemente  se- 
guido por  un  ministerio  ilustrado  y  vigoroso  que 
no  se  desviara  una  línea  del  estricto  cumplimiento 
de  Ja  constitución ,  y  la  rigurosa  aplicación  de  las 
leyes  sin  distinción  de  fueros  y  personas,  una  justi- 
cia severa  en  la  distribución  de  los  empleos ,  el 
mas  tenas  empeño  en  la  educación  pública  y  pro  - 
pagacion  de  las  luces,  asidua  tendencia  á  las  refor- 
mas sociales  graduales  en  beneficio  de  las  masas, 
y  el  ejercicio  plano  de  una  libertad  legal  que  re- 
frenando la  licencia  sin  temor ,  sostubiese  á  todo 
trauce  el  régimen  constitucional  y  el  orden  pú- 
blico, una  constante  diligencia  y  solicitud  al  lo- 
me uto  de  los  ramos  de  la  administración  >  y  al 
desarrollo  de  los  inmensos  recursos  y  dotes  del 


*> 


34 

líelo  que  poseen  el  suelo  y  el  genio  de  los  Mexi- 
canos,, y  por  falta  de  administración  y  costumbres 
presentan  el  mas  mísero  y  desgraciado  pueblo 
de  la  tierra  9  y  en  una  palabra ,  un  gobierno  que 
en  sentido  inverso  de  la  administración  colonial, 
sistemáticamente  emprendiese  y  ejecutase  todo 
lo  contrario ,  con  la  firme  convicción  de  acertar. 
Por  falta  de  este  sistema ,  baber  alejado  á  los 
hombres  de  crédito  y/  provecho  del  gabinete , 
aconsejándose  de  inespertos  y  aspirantes ,  y  la 
condescendencia  ó  descuido  del  gobierno  á  las 
miras  y  pretensiones  de  un  insidioso  partido  for- 
mado y  reforzado  á  su  sombra  y  amparo,  á  pre- 
teste  de  destruir  otro  existente ,  no  menos  fu- 
nesto a  los  verdaderos  intereses  de  una  nación 
que ,  una  vez  constituida  y  regida  libremente , 
lejos  de  serle  ventajosas  las  sociedades  secretas 
que  constituyen  estos  partidos,  no  podian  menos 
que  venir  á  perjudicar  su  marcha ,  comprome- 
tiendo el  orden  público ;  ( pues  al  fin  la  existen- 
cia de  estas  ridiculas  sociedades  rivales ,  en  un 
país  libre  pero  inesperto,  deberían  convertirse  á 
la  larga,  por  la  concurrencia  de  la  ignorancia 
deslumbrada ,  los  incentivos  de  los  misteriosos 
ritos  y  aparatos  ilusorios ,  una  oposición  esci- 
tada por  una  ambición  encubierta,  y  los  pretes- 
tos  especiosos  de  la  política ,  en  aspiraciones  ar- 
bitras de  los  destinos  y  puestos,  y  en  último 
análisis ,  un  puñado  de  hombres  deliberando  en 
el  secreto  de  las  tinieblas ,  pretender  dar  la  ley 


35 

y  regirá  la  nación.)  La  nave  del  estado,  sin  piloto 
diestro  que  la  condujese  al  puerto ,  comenzó  de 
luego  á  luego  á  fluctuar  entre  las  ondas  de  una 
serie  de  borrascas ,  que  en  vano  se  trató  de  evitar 
con  el  desesperado  grito  de  TulancingO  reprimido; 
y  la  patria  común ,  constituida  con  los  sacrificios 
y  la  sangre  de  todos  sus  hijos,  considerada  desde 
entonces  como  el  patrimonio  de  algunos  pocos, 
quizá  los  menos  aptos  y  mas  desvirtuados  para 
labrar  su  felicidad  y  bienestar,  convertida  en  un 
teatro  de  escenas  de  destrucción,  vio  en  1828 
ultrajar  sus  autoridades  supremas,  hollar,  sus 
leyes  y  fueros  por  los  mismos  á  quienes  habia 
confiado  la  espada  para  su  sosten »  y  lo  que  aun 
es  mas'  sensible,  violada  la  ley  fundamental  en  el 
santuario  de  las  leyes,  cuya  violación  tubo  que 
sancionar  un  gobierno  humillado,  que  en  el  hecho 
se  hacia  participe  del  triunfo  de  la  ambición  y  la 
tirania ,  á  pesar  de  los  esfuerzos  reunidos  para 
sostener  los  principios  y  la  justicia  de  una  con- 
siderable porción  de  Estados  y  ciudadanos  ilus- 
tres que  traicionados  y  abandonados  por  la  fuerza, 
tubiéron  que  sucumbir.  Las  revoluciones  co- 
mienzan como  principia  una  grave  enfermedad , 
con  síntomas  terribles;  se  convierten  después  en 
fievres  violentas  y  graduales  á  proporción  de  los 
cáusticos  que  se  les  aplica  :  con  algunos  paliativos 
calmantes ,  toman  un  carácter  menos  desorde- 
nado y  crítico  en  la  época  que  se  creen  termi- 
nadas; pero  engañados  los  médicos,  recomiendan 


36 

en  el  mas  mínimo  desliz ,  aunque  con  preludios 
mas  benignos,  hacen,  pronto  su  crisis,  convalecen; 
mas  no  precaviéndose  en  la  dieta,  se  reproducen 
y  continúan,  hasta  que  la  salud  eurobustecida 
con  las  benéficas  transacciones  y  la  observancia 
estricta  de  los  deberes,  y  los  principios  las  ter- 
minan. Uno  y  otro  requisito  faltaron  á  la  revo- 
lución provocada  por  la  exaltación  y  preten- 
siones igaobles  de  1 828  en  México ;  ella  se  em- 
prendió para  destruir  el  ejercicio  del  poder  legal 
recaido  en  el  general  Pedraza ,  electo  presidente 
constitucional;  y  por  consiguiente  Ya  tranquilidad 
aparente  que  sobrevino  no  pudo  ser  sino  una 
trecha  de  poca  duración. 

La  administración  precaria  que  sucedió  á  la 
desastrada  revolución  contra  los  principios  cons- 
titucionales, menos  precavida,  y  ligada  por  com- 
promisos simbólicos  á  los  intereses  de^jana  fac<* 
cion,  era  imposible  que  marchase  por  vias  inde- 
pendientes y  rectas  para  nacionalizarse»  único  ar- 
britrio  que  debia  haber  adoptado  para  consoli- 
darse ,  porque  careciendo  del  prestigio  de  la 
legalidad  positiva  y  la  opinión  nacional ,  no  con* 
sideró  el  débil  apoyo  que  podia  prestarle  el  cír- 
culo estrecho  de  un  partido  quimérico  ,  que  des- 
conceptuado desde  un  principio  por  sus  graves 
escesós,  y  arrastrado  del  espíritu  de  ambición  en 
la  distribución  de  los  despojos  á  que  aspiró,  ne- 
cesariamente habia  de  encontrar  en  sus  propios 
elementos  el  principio  de  su  división  ,  y  es  bien 


8> 

que  la§  facciones  desunida*  forman  las 
defeccione*  y  al  fin  fortifica d  el  olma  de  la  mayo- 
ría nacional ,  que  redkae  de  la  esclavitud  de  los 
bandos  y  parcialidades»  la  causa  pública;  y  aun- 
que esta  administración  reconocida  por  los  actos 
oficiales  de  todas  las  autoridades  constituidas  de 
lo»  Estados»  se  intentó  afirmar  por  la  concurrencia 
y  el  consejo  de  algunos  hombres  de  juicio  y 
probidad  *  este  paso  se  dio  en  realidad  con  el 
laudable  objetó  y  la  mira  de  evitar  ó  paralizar 
una  revolución  que  amagaba»  cuando  pocos  du- 
daban que  nuestros  implacables  enemigos»  apro- 
vechándose dé  nuestras  disensiones»  osaban  inva- 
dirnos en  circunstancias  que  la  nación  desunida 
no  contaba  con  los  medios  necesarios  para  ase- 
gurar &  toda  costa  su  defensa ,  y  estaba  en  el 
o«eo  critico  de  dejar  i  un  lado  éus  justos  resen- 
timientos r  prestando  generosamente  la  taano  j 
el  ooosejo  £  un  gobierno  existente  de  hecho»  que 
á  pesfcr  de  sus  nulidades ,  era  como  el  que  mal 
interesado  en  sostener  la  independencia ,  y  pa- 
reció mát  politico  y  honroso  &  los  Imphrcialés 
presentarse  á  sus  ilusos  y  orgullosos  adversarios» 
unidos  en  sentimientos  y  cooperando  en  con* 
sonancia  con  la  administración ,  ¿  fin  de  minia* 
Parle  prestigio  y  los  auxilios  que  necesitaba »  no 
siendo»  en  aquellos  instantes  apurados»  fiieil  prer 
veer  loe  abusos  y  dilapidaciones  que  de  estos 
auxilios  brindados  por  toda  la  naoion  para  su 
datad»,,  se  cometieron ,  aunque  ooot  el  glorioso 


«8 

resultado  de  haber  combatido  y  arrojado  humi- 
llados ,  con  inmortal  gloria  de  la  patria ,  á  sus 
presuntuosos  enemigos  ,  de  las  márgenes  del  Pa- 
nuco, por  los  valerosos  esfuerzos  de  las  divisiones 
que  condujeron  á  la  victoria  los  invictos  gene- 
rales Santa- Ana  y  Téran.  Es  cierto  también  que 
este  mismo  gobierno ,  en  sus  apuros ,  ofreció  y 
daba  esperanzas  de  mejorar  su  administración 
incapaz,  cambiando  de  ministerio;  mas  no  habién- 
dolo cumplido  á  pesar  de  los  avisos  que  almas 
generosas  le  dieron ,  y  su  gefe  parecia  adherirse 
á  tiempo  de  exigirlas  célebres  facultades  estraor- 
dinarias ,  á  cuya  solicitud  concurrieron  muchos 
buenos  patriotas  con  las  mas  puras  intenciones, 
y  qn  el  sentido  de  que  estas  facultades,  reducidas 
á  proporcionar  recursos  pecuniarios ,  concurrir 
rian  con  mas  eficacia  á  combatir  a  los  Españoles 
sin  tardanza,  y  sin  comprometer  el'hpnqr  tifed&~ 
nal ,  ni  las  fortunas ,  echar  m^no*  #ef^a»n6s 
bienes  y  fincas  de  ciertas1  corporaciottés ' afearé- 
pitas  é  inútiles  á  la  sociedad ,  queá  merced  del 
descuido  de  los  legisladores ,  yacían;  dilapidan* 
dose  por  dos  ó  mas  individuos,  después  dé  haber 
caducado  el  fin  y  objeto  de  su  fundación  ,-  y  bo- 
chóse reversibles  a  la  nación  :  pero  este  gefe 
taimado  é  incapaz  de  obrar ,  parecía  empeñado 
en  su  ruina ,  y  ver  con  indiferencia  la: espatoto» 
miseria'  de  los  pueblos ,  paralizados'  lo»  giros , 
vacio  el  tesoro  y '  sid  crédito ,  ocupado  única  «♦ 
mente  en  agravar  mas  y  mas  las  rentas  públicas, 


39 
y  toda  la  nación  desconsolada  y  en  tan  grande 
decadencia  y  humillación  que  su  -  permanencia 
por  mas  tiempo  habría  ocasionado  la  escisión  de 
los  Estados ,  iniciada  en  Campeche  y  transcen- 
dental á  Yucatán ,  preparándose  la  desmembra- 
ción de  la  importante  provincia  de  Texas,  y  en 
resumen,  la  ruina  de  la  república 

Felizmente  la  parte  sana' de  la  nación ,  sü 
mayoría  siempre  sensata,  ya  eon  alguna  esperien- 
cia  después  de  la  serie  de  tan  funestas  contra- 
revoluciones y  calamidades  publicas ,  en  las  cua- 
jes no  ha  tenido  mas  parte  que  su  escesiva  doci- 
lidad y  confianza ,  y  tal  vez  la  inacción  ,  fuerte- 
mente conmovida,  reiinio  sus  votos  y  recursos 
álós  esfiíerzos  del  generaVBustamente;  vicepre- 
sidente de  la  república ,  quien  penetrado  viva- 
mente dé lw  males  de  la  patria,  y  las  justas  quejas 
^|osí3feqLÍcanos ,  cediendo  á  la  voluntad  de  la 
oj^!||on  ftública  y  alas  inthncias  de  la  división 
de  reserva  qué  el  4  de  diciembre  de  1829  ,  pro- 
clamó en  Xalapa  el  restablecimiento  del  orden  y 
las»  leyes,  se  puso  á  la  cabeza  de  un  pronuncia- 
miento patriótico ,  cuyo  plan  generalizado  y  ac- 
eeptadapor  la  mayoría  de  los  estados  mexicanos, 
fue  sancionado  después  por  el  sufragio  del  con- 
greso, que  lo  hizo  nacional,  declarando  al  mismo 
tiempo  al  general  Guerrero  moralmente  impo- 
sibilitado para  gobernar,  y  en  ejerciéio"  del  poder 
ejecutivo,  al  vice-presidénte  de  la  república.  Este 
acontecimiento  que  no  le  faltó  en  sus  principios  , 


4o 

¡Jara  ser  reputado  verdaderamente;  nacional , 
síüo  la  concurrencia  ostensible  de  alguna  de  las 
corporaciones  que  representan  al  pueblo^  que 
pudo  muy  bien  haberse  combinado  y  puestee* 
ea  armonía  con  la  fuerza  armada,  sumergió  y 
deshizo  como  el  humo,  al  gobierno  producido 
por  el  triunfo  degradante  y  violento  de  la  rebé* 
Jiop.  de  la  Acordada,  salvó  por  lo  pronto  á  la  na- 
ción del  cumulo  de  calamidades  que  la  amagan 
han,  y  lisonjeando  á  los  pueblos  coa  otras  espe- 
ranzas de  bienestar,  la  hueva  administración ,  en 
h»  circunstancias  mas  espinosas  y  difíciles,  esco- 
dada cqii  la  égide  de  Ib  ley ,  aupo  ¿sofocar  los 
conatos  y  la*  hostilidades  intestinas,  dictando 
-amebas  pravidaiicktf  Vigorosas  que  si  como  He* 
-váronr  él  sello  de  la  energía  hubiera»  sida  acoto* 
^añadas  con  el  de  la»  rigurosa  equidad*  itía  parcia- 
lidad y  las  foranas  legales  que  deben  ^nagir  á  dn 
pueblo  libre,  nada  hubieran  dejado  que  ««lesear 
en  política;  así  como  *us,disposiokMbes  coa  reé* 
pecto  á  la  prosperidad  publica ,  son  dignas  de 
elogios  y  han  merecido  la  aprobación  general. 
¿  Pero  qué  gobierno  compuesto-  de  hombres*  por 
moderados  é  ilustrados  que  sean ,  es  infalible  y 
perfecto  en  todos  los  actos  de  su  administración* 
especialmente  en  épocas  de  disturbios  y  oeeifa* 
cktae»  ?  La  verdad  es  que  México  ha  prosperado 
en  su  periodo,  y  que  si  se  ma&tiene  la  tranqui- 
lidad pública ,  nC  es  dudoso  un  porvenir  lison* 
jero,   que  en    i83a  se  afirmará  sí  los  pueblos 


4i 
Mfortftti  tm  ki  tolmwkmtxt  <U  »u*  prttiui|M*l«i»  oto- 
ffjMradoif  tU  suya  ftáfakUwiftj  lltu»  y  prohitltMl 
áopratUm  4fc  <mtii^Mkm"tlt4  lUlmtia  fettaml  *  y 
li  muían  «to  4e*Jái  la»  prt>fr*ittai**  kltt  fó  9  qito  uft 
pmldtmt*  lepl  y  dtatro  itabo  tftnptfmri*  un 

•  tantyaifcÉr ,  «rlftendo  tro  *tf*ipl»  A  ln  mmMihliá 
en  domte  1«  Mniótt,  fbrtofuitlt*  Un  *dk>  imurpt 
ootfipfttitQ  y  ItoftitifffaM  «  tributa  iUttrfc* ,  luvun* 
eUklt  á  iadtolttble  i  fulfc»  btimt9tt*go*  á  1<*  d«U 
dude»  totalare»  >d«  la  HtMtriftd  y  1*  pin. 

Kl  rrtpWb  j*#i*í  tmpfttxdttl  Muta**  tto  !<*#  hit» 
§hm  hinldt<k&t  ftiA»  rntodilei  d*  ittteiltt'a  nivela* 
el*»,  eonwMMrA  A\m  Mttfciiutot*  <|tf«  Im  «itttiti* 
jjiwü  quit  mu*  b*u  •<ttmtribtilcJt>i¿  ixilrtnílw  M 
•Mrtbb,  IhalmAmtok  tal  prGVmAiod*  la*  fliitolo 
«ny  pifian»*,  <*tta  dfttrhtxmtoidt*  U*,plr*itykta 
y  1*  tMifc  pt4*4km,  httn  nldti  i  t»r  «i  amum  IMo» 
y  tadrtl  del  ptttblo  f  n  mHtwíntimdd  dtd  nJut^ma 
ottaairi  aitriiida  y  tlriimnf  «liando  i  a**  fa»  vbiial 
fio  1»  fogUlatiltm  tftplrítokt  9t»tn|ditt*tk9  «humU 
y  m  emlviNflaciltm  d#  Id»  |wktdl[tkw  Hbm^lo*, 
y  íl  VtrtlmleitoifeltftMittr  d<*  Una  mwMiuí  tria* 
datan  bi#ri  fwtubltuidft  y  m**«  felpad*  dtt  tu  ttiMltii 
3*.  k  folia  dri  fitHftMpitM  lmtttori*fa  y  t*ftatim  ]\m> 
dñtmám  *n  til  mito  d*  Inlulum^  la  iiwmltwtai 
purn  darla  gArantU*  y  lmemiti  tav*lqiNfefalf  ¿  \m 
tbm  d#  tu  atoblftltto ,  y  urdmimmu*  provwlt»*» 

*  U  «niti»  pAblto*!  4*»  IwntkiwuMMdfli'  prtHtnfrto* 
mu «  tirita  da  ciíMtmlít  y  *tmWwwl«rtia*  ri*  \m 
dlvartitM  mut\H\m  ffita  Id  1m  i*  dirigido  ti  Irtiantafta 


4* 
aplicarle  ,  sus  beneficios ,  dejando  i  la  nación 
sutriergida  eaei  mismo  abyecto  estado  de  una 
simple  colonia j  5°,  la  marcha  de  la  admiqisU 
¿radon ,  tendiendo  siempre  al  sistema  colonial 
en  pugna  con  los  intereses  de  una  nación  \  por 
lá!  distancia  que  media  entre  las  necesidades  de 
una  simple  colonia  f  dominada  por  él  gobierno 
mas  atrasado  y  una  asociación  que  se  emancipa  * 
cóástituye  y  coloca  en  el  honroso  rango  de  las 
demás  potencias  de  la  tierna,  evidentemente  para 
wó  más  afortunada  y  dichosa;  y  en  fin -la  inob- 
servancia de  las  leyes  ,  ■  el  trastorno  dé  lós¡  prin- 
cipios, el  descuido  de  la  instrucción  y  ocupa- 
ción del: pueblo,  las  ningunas  mejoras! positivas, 
y  él  abandohode  las  obligaciones  y  los  deberes 
dé  las  autoridades,  que  olvidando  ó  ignorando 
sii  difícil  pokicion ,  han  pretendido  administrar 
en.  tiempo  dé  revolución  y  reformas,  sin  salir  de 
las  ináxknas  viejas ,  que  caducaron  con  el  nuevo 
arden  de  cosaé ,  y  exigen  distinctas  doctrinas  y 
muy  complicadas' y  laboriosas  éoribnaciones ,  y 
sobre  todo  una  aplicación  constante  y  cuidadosa 
á  la  observancia  de  las. leyes ,  y  conservación  á 
todo  trance  del  régimen  establecido  y  el  orden 
social  **por  la  »  concurrencia  eficaz  de  todas  las 
autoiiládktei  En  vista  de  esto,  la  administración 
que  se  convenga  de  la  absurdidad  de  estos  prin- 
cipios, y  obre  en  sentido  inverso,  acertará  y 
salvará  á  la  nación  de  las  reproducciones  revo- 
lucionarias que  constantemente  la  están  ama- 


43 

gando,  é  impiden  su  marcha.  Jamas  una  invo- 
lución §e  ha  emprendido  sobre  la  tierra  con  mo- 
tivos mas  justos  y  plausibles  que  la  de  México; 
pero  si  esta  revolución  de  justicia  se  perpetua  y 
no  tiene  un  término  legal  y  razonable,  degene- 
rará cada  vei  mas  y  mas  de  su  nbble  fin  y  objeto, 
y  semejante  á  Saturno  devorará  á  sus  hijos ,  y 
espondrá  sus  resultados ,  esto  es ,  el  honor ,  la 
libertad  é  independencia  de  la  patria,  y  la  dicha 
y  bienestar  del  pueblo.  ... 

£1  cúmulo  de  grandes  y  extraordinarios  acon- 
tecimientos que  en  el  curso  de  veinte  'y  cuatro 
años  se  han  reproducido  en  México,  comentando 
por  la  osada  prisión  del  virrey  Iturrigaray ;  en 
ifto8,  y  continuapdo  con  el  pronunciamiento 
de  la  independencia  en  1810  por  el  inmortal 
Hidalgo j  los  asombrólos  progreso*  de  la¿  tusar ¿ 
reocion,  favorecida  por  la  oplnióa  públl¿&  de 
las  masas,  su  decadencia  por  falta ■•< dé  unión  f 
concierto,  el  arresto  y  sacrificio  en  las  aras  de  lá 
patria,  de  sus  primeros  caudillos1; 'el  nucrb  ira^ 
pulso  de  la  revolubión  por  la  proclamación» «del 
plan  de  Iguala  en  iftai;  su  triunfo;  el  fygalz  y 
trágico  imperio  dal  general  Iturbtde;  elestalbléú 
cimiento  del  sistepia  republicana;*  la*  «adopción 
del  régiiñea  federal;  las  opiniones  que  s*>agU&| 
ron;  los^  partidos 'que  tía  formáiro?  filos  des*roeios 
de  las  (nociones ;  la  violación  abierta  de  los  ftro* 
damentos  de  la  constitución  para»' exaltar  al 
mando  al  general  Guerrero,  el  abandono  de  loa 


44 

principios  y  la  falta  de  vigor  de  las  leyes ;  la 
anarquía  y  sus  consecuencias 5  la  revolución  de 
Xalapa  en  4  de  diciembre  de  1829,  que  hizo  caer 
¿1  presidente  intruso j  la  dimisión  de  este  gefe 
del  maudo;  la  guerra  civil  que  después  fomentó; 
su  caída  y  la  pacificación  del  Sur,  a  cousectten- 
ciado  la  muerte  de  esté  hombre  desgraciado,  y 
Id  transacción  de  los  disidentes  ;  he  aquí  la  serie 
dé  .Jucoüteciuiiebtos  fecundos »  en  sucesos  acceso- 
rios y  subalternos ,  que  han  ejercitado  y  nfcán- 
tenido  a  los  ánimos  en  un  continuo  movimiento, 
actividad  ó  inquietud ,  haciendo  que  la  genera* 
ok>n  actual  se  haya  acostumbrado  á  vivir  contra» 
balanceándose  *  como  Alción  r  en  el  borrascoso 
laberinto  de  las  tempestades  políticas. 

En  medio  de  tantas  y  tan  diversas  esceáas  f 
vkistüudes  y  divergencias  de  opiniones  que  so  batt 
sucedido  y  agitado  los  espíritus  y  las  pasiones  de 
los  Mentednos,,  existe  uña  gfande  necesidad»  uü 
¡ú  tetes  naciobal  vefrdsdero  que  dominan  la  reunión 
de:  circunstancias  tú  que  nos>  encontramos»  y  la 
Vcfluntód  de; la  masa  general  de  la  nación,  y  esta 
es  la  paí  y  et  orden  legal  Social ,  por  la  itn posi- 
bilidad de  pódót  subsistir  por  mas  tiempo  una 
nación  como :  México  1  sin  esponerse  á  muchos 
peligros  y  azare* ,  y  comprometer  su  libertad  é 
independencia  y  y  la  pérdida  de  éú  honor  y  re- 
potación,  en  ese  estado  perpetuo  de  inquietudes 
é  indecisiones ;  en  ese  medio ,  entre  el  mal  y  el 
bien ,  que  ponen  en  duda  la  cuestión  del  orden, 


4* 

estabilidad  y  dicha  social;  y  aun  cuando  el  pueblo 
tubiera  la  ftierza  necesaria  para  soportar  tocaría 
ei  mal  principio  y  la  ley  que  á  cada  paso  le  da 
la  fuerza  armada ,  por  ia  relajación  de  la  disci- 
plina y  debilidad  del  poder  para  reprimirla , 
como  su  voluntad  é  interés  no  puede  ser  este , 
no  es  ai  justo  ni  político  esponerse  á  que  se  haga 
justicia  y  apele  á  sus  fuerzas  para  remediar  sus 
males ;  las  autoridades  constituidas  son  las  únicas 
que  deben  apresurara*  con  medidas  enérgicas  y 
equitativas  á  cumplir  este  decreto  ,  transigiendo 
honorable  y  cordialmente  con  todos  los  partidos 
que  abrazan  el  principio  de  la  independencia , 
contando  con  todos  los  hombres  de  bien  y  de 
luces ,  de  todas  las  profesiones  de  fé  >  sin  olvidar 
que  ios  mismos  errores  y  escesos  que  nacen  de 
las  disensiones ,  que  los  males  producidos  de  la 
licencia,  y  aun  las  mismas  opiniones  exageradas, 
en  la  caima  de  las  tormentas  políticas  preparan 
á los  hombres  a  la  moderación  y  sabiduría;  y  el 
mismo  pueblo  ya  mas  despejado,  esperimentado 
é  instruido,  )e  manifiesta  también  mas  inclinado 
y  predispuesto  á  entrar  en  las  vías  rectas  de  una 
sabia  libertad.  Después  de  los  desórdenes,  la  tran- 
sición y  vuelta  al  orden  es  natural ,  porque  es 
una  consecuencia  necesaria  la  mqjora  progresiva 
de  las  ideas;  y  aun  cuando  esta  mejora  no  se 
palpe  incontinente,  lo  mismo  que  los  ánimos  no 
se  descarrian  en  un  momento,  ella  es  consi- 
guiente ,  con  solo  el  cambio  de  autoridades ,  de 


46 

juicio  y  prudencia  ,  que  coa  uq  tacto  fino  y  de- 
licado, sepan  aprovecharse  de  los  instantes  en 
que  los  hombres  no  pueden  desconocerla  verdad. 

Se  ha  criticado  hasta  el  es  tremo,  y  se  continua 
tachando  al  pueblo  mexicano,  de  insubordinado 
é  inmoral ,  por  los  aciagos  incidentes  acaecidos 
ea  los  dias  déla  Acordada,  sin. inculcar  que  este 
atentado  altamente  sentido  y  reprobado  por 
toda  la  nación,  fue  el  resultado,  no  de  la  dispo- 
sición del  pueblo  al  pillage  y  al  desorden,  sino 
de  la  debilidad  y  las  violencias  de  dos  años  de 
abusos  y  desorganización  :  cuando  se  marcha 
por  falsos  caminos ,  y  se  desconocen  los  prin- 
cipios, no  pueden  ser  otros  los  resultados.  .Camí- 
nese por  le  senda  de  la  ley  y  la  guía  de  la  virtud, 
y  las  consecuencias  serán  diversas  :  esta  es  una 
órbita  de  la  cual  no  es  permitido  á  ninguna  au- 
toridad separarse  sin  ser  victima.  Por  lo  demás, 
cuando  los  magistrados  se  arreglan  á  la  obser- 
vancia de  estas  máximas  de  sana  moral ,  en  con- 
sonancia con  el  movimiento  de  la  naturaleza 
lento ,  pero  magestuoso  é  imperturbable  en  sus 
leyes,  todo  viene  á  cumplirse  á  su  debido  tiempo; 
al  paso  que  la  negligencia ,  la  impaciencia  y  las 
medidas  violentas  ,  obrando  en  sentido  inverso  , 
todo  lo  entorpecen  y  retardan. 

México  considerado  como  nación  indepen- 
diente y  libre ,  tiene  grandes  deberes  y  compli  - 
cados  intereses  que  llenar  para  consigo  mismo  y 
el  resto   del   mundo    civilizado,    especialmente 


4? 
aquello*  ulloi  deberé»  y  obligacione»  tnwcanden- 
talen  que  el  hombre  de  e»tado  perspicaz,  jurga  y 
examina  ooruo  inevitable»  y  enlazado»  cu  al 
orden  da  lo»  acón  t  acámenlo»  humano»,  y  en  la 
marcha  da  una  da  Jai  revolucione»  ma»  grande» 
y  «traordinarias  que  han  producido  Ion  »iglo», 
la  que  por  su  importancia  y  naturaleza ,  tarda  ó 
temprano,  suscitara  gravaí  cuestiones  an  al 
nuevo  mundo;  y  liando  avidanta  su  comple- 
mento,^» indispensable  su  preveuciou,  esforzán- 
dose an  la  esfera  da  lo  posible ,  con  una  política 
sagaz  y  pre vinera,  á  fin  da  inclinarlos  ¿  una  tan- 
danoia  laludabla  y  ventajosa  á  lo»  interese»  da 
lo*  pueblo*  y  4  lo*  alto»  de*tino*  y  derecho»  ¡n* 
hevente»  da  la  América* 

Un  vaito  imperio  emancipado,  una  da  lai  aso- 
ciaciones del  globo  mal  importante»,  constituida 
bajo  Jo*  auspicio»  de  la»  in»titueione»  ma»  libé- 
rale* que  por  »u  incomparable  situación  y  opu- 
lento» elemento»  puede  a»pirar  un  (Ha,  eu  fuer/u 
de  »u»  adelanto»  sociales,  á  pre»idir  por  »u  influen- 
cia lo»  negocio»  político»  que  agitan  un  mundo 
nuevo,  no  puede  permanecer  ai»lado  y  aspeo- 
tador  pa»ivo,  en  medio  del  inquieto  movimiento 
da  la»  revolucione»  y  continuo»  adelanto»  de  la 
civilización  de  lo»  pueblo»  que  lt  ¿rodean,  sin  e»« 
pouer»a  á  perder  cuando  mono*  el  inapreciable 
derecho  de  una  preponderancia  futura,  tanto 
ma»  fácil  de  alcanzar  y  »o»tcner,  cuanto  que 
marcada  por  la  naturaleza  de  »u  po*icion  local , 


í 


4* 

y  fundada  en  las  Jeyes  del  equilibrio  de  sus 
propio^  recursos  físicos,  nadie  se  la  podra  dis* 
putar  coa  éxito  y  razón.  En  vista  de  estos  prin« 
eipios  luminosos  y  axiomas  políticos,  es  pues 
preciso,  necesario  y  conveniente  que  los  ár-r 
titrps  de  los  destinos  de  México  no  pierdan  de 
vista ,  desde  un  principio ,  tan  grandes  é  in>- 
mensas  ventaja* ,  apresurándose  en  remover 
todos  los  obstáculos  accidentales  para  nivelar  el 
orden  físico  de  sus  elementos  materiales  con  la 
moral  de  los  pueblos  que  componen  la  nación, 
poniendo  en  movimiento  todos  los  recursos  que 
posee,  y  aun  existen  en  inacción  y  parálisis 
por  la  maligna  influencia  del  monstruoso  sistema 
colonial ,  que  se  debe  hacer  caducar  en  la  nueva 
era  de  la  independe  acia  y  libertad»  fijando  desde 
un  principio  la  piedra  angular  del  edificio  social 
moderno ,  sin  dejar  al  acaso ,  siempre  eventual  y 
sujeto  á  los  caprichos  de  la  fortuna  y  vicisitudes, 
lo  que  puede  trazarse  con  líneas  rectas,  y  redu- 
cido a  conbinaciones  calculadas  y  exactas,  em- 
prenderse, iniciarse ,  y  con  la  perseverancia ,  el 
trabajo  y  el  transcurso  del  tiempo  que  todo  lo 
vencen,  llevarse  al  cabo. 

Los  cimientos  de  un  vasto  edificio  social ,  con- 
sagrado á  la  deidad  tutelar  de  los  pueblos,  deben 
apoyarse  en  la  sana  política ,  la  razón  y  la  equi- 
dad. La  esencial  base  de  un  sistema  nuevo  razo- 
nable y  filosófico,  para  que  sea  sólido,  estable  y 
digno  de  una  patria  tan  favorecida  del  cielo,  debe 


4» 

delinearse  y  esculpirse  coa  Huens  grandiosas  y 
caracteres  indelebles ,  en  el  ánimo  de  todos  los 
Mexicanos  9  y  las  máximas  nobles  de  sus  magis- 
trados aplicarse  y  dirijirse  constantemente  al 
bien  público,  y  únicamente  al  bien  público  y  á 
la  gloria  y  prosperidad  de  la  patria. 


4 


5o 


(I) 

De  la  inviolabilidad  de  las  instituciones  poli- 
ticas  y  leyes  fundamentales. 

El  primer  deber  de  los  Mexicanos ,  sin  escep- 
cion  de  clases  y  opiniones ,  es  sin  réplica  el  sos- 
tenimiento inviolable  del  régimen  político  con- 
sagrado en  el  código  fundamental  por  la  sanción 
de  la  mayoría  absoluta  de  sus  representantes 
reunidos  con  todas  las  formalidades  legales ,  y 
adhesión  espontanea  de  la  nación  en  el  acto  au- 
téntico de  prestar  un  juramento  religioso ,  obli- 
gándose á  guardar  y  cumplir  con  estricta  obser- 
vancia su  constitución ,  poniendo  por  testigo  al 
juez  severo  y  supremo  autor  de  las  sociedades. 
De  este  sagrado  deber  emanan,  como  de  una 
fuente  pura,  todos  los  demás  comprendidos  en 
las  obligaciones  de  los  magistrados  y  ciudadanos; 
separándose  de  esta  órbita  los  lazos  que  ligan  y 
encadenan  el  orden  social  á  la  égide  de  la  ley,  que 
es  la  columna  que  sostiene  el  Estado ,  relajando 
los  resortes  de  la  máquina  social,  paralizan  el 
principio  motriz  que  da  impulso  al  vital  movi- 
miento, y  faltando  el  equilibrio  al  espíritu  de  aso- 
ciación, las  naciones  marchan  de  escollo  en  es- 
collo á  un  abismo. 


r 
t 


'll 


Los  Mexicanos,  por  un  favor  de  la  providencia, 
y  el  convencimiento  de  la  Ysceleneia  del  sistema 
federal,  patentizado  en  la  administración  de  al- 
gunos Estados  que  lian  temido  la  suerte  de  ser 
regidos  conforme  las  máxima*  prescritas  en  su 
esencia,  son  los  uniros  ,  entre  los  uuevos  estados 
americanos,  que  lian  sostenido  liasta  ahora  su 
constitución  ,  haciéndose  un  deher  de  invocarla  , 
aun  en  medio  de  las  disensiones  de  los  partidos; 
y  aunque  en  el  tumulto  de  las  sediciones  se  han 
infringido  las  hases,  y  alguna  vez  el  triunfo  de 
las  pasiones  violó  en  su  furor  el  rigor  de  sus 
principios ,  el  código  fundamental  se  presentó  y 
se  presenta  todavía  como  el  paladium  de  las  li- 
bertades públicas  y  el  punto  céntrico  de  la 
unidad  nacional. 

Todos  los  publicistas  y  moralistas  antiguos  y 
modernos ,  concuerdan  en  el  gran  principio  de 
conveniencia  y  ventajas  (pie  resultan  á  los  pue- 
blos, especialmente  recien  emancipados,  de  la 
conservación  y  custodia  de  sus  primitivo*  dogmas 
políticos  y  del  religioso  deber  de  afirmarlos  con 
actos  positivos ,  siempre  que  ellos  dimanen  de  un 
origen  legal  reconocido,  y  consagren  principios 
iimiijiosot  y  una  regular  forma  de  administra- 
ción. El  sistema  político,  sancionado  por  los  re- 
presentantes del  pueblo  mexicano ,  legitima- 
mente  nombrados,  adoptado,  reconocido  y  ju- 
rado por  toda  la  nación,  reúne»  los  requisitos 
prescritos  por  la  doctrina  de  los  publicistas  mas 


eminentes.  El  fue  libremente  pronunciado  por 
el  órgano  legal  ,  en  consonancia  y  armonía  con 
la  opinión  de  la  mayoría  nacional,  y  las  exigen- 
cias de  un  vasto  país  difícil  de  administrarse  re- 
gularmente desde  un  punto  céntrico  matriz,  sín 
ceder  á  los  intereses  y  necesidades  de  las  locali- 
dades diseminadas  algunos  de  sus  principales 
atributos.  El  ha  sido  sostenido  por  un  periodo 
de  siete  años,  y  acreditado  que  con  las  reformas 
y  retoques  prevenidos  en  la  ley,  puede  muy  bien 
connaturalizarse,  por  «lucirlo  así,  con  el  tempe- 
ramento de  nuestras  costumbres  ,  que  por  insa- 
lubres que  sean  a  una  planta  tan  delicada,  tras- 
plantada de  un  clima  clásico  y  benigno,  el  cui- 
dadoso empeño  y  los  continuos  riegos  de  manos 


puras 


al  fía  lo 


arrayí 


aran,  se  ac 


limatai 


cera  y  florecerá  en  nuestro  suelo,  conforme  ya 
se  lia  esperimentado  en  los  Estados  de  Zacatecas, 
Guanajuato,  Nuevo  León  y  otros,  en  donde  su 
cultivo  ha  sido  dirigido  por  inteligentes  y  labo- 
riosos hortelanos.  El  es  eminente  y  fecundo 
para  encaminar  el  cuerpo  social  á  una  prospe- 
ridad y  gloria  sin  límites,  y  al  goce  de  una  li- 
bertad benéfica  y  racional ,  sin  el  riesgo  de  la 
anarquía  licenciosa  y  el  tirano  despotismo;  y  en 
una  palabra,  el  régimen  político  republicano 
federal,  tal  cual  se  ha  adoptado  en  México,  es  el 
producido  de  la  mas  bella  é  ingeniosa  conbina- 
cion  de  los  Glósofos  legisladores ,  que  teórica  y 
prácticamente  aplicaron,  aunque  imperfectamen- 


5S 

te,  los  Licurgos  y  Solones  en  la  antigüedad  á  las 
repúblicas  de  Esparta  y  Atenas ,  y  se  nos  pre- 
senta particularmente  la  imagen  en  Licia  y  A- 
caia ,  modernamente  en  Suiza  y  Holanda ,  y  en 
nuestros  días  vemos  con  admiración  y  simpatía  , 
el  original  perfecto  en  la  escuela  de  los  Estados-» 
Unidos  de  América ,  de  cuyo  modelo  los  legisla- 
dores mexicanos  copiaron  tan  incomparables 
instituciones. 

Que  el  sistema  republicano  sea  el  mas  con- 
ducente y  benéfico  á  la  felicidad  de  los  pueblos, 
lo  demuestra  el  .respetable  dictamen  del  histo- 
riador Políbyo ,  sentando  que  el  gobierno  mas 
perfecto  es  aquel  que  reúne  en  sí  todas  las  ven- 
tajas del  monárquico,  aristocrático  y  democrá- 
tico, y  evita  los  inconvenientes  y  peligros  de 
estas  tres  formas,  como  el  de  Esparta.  Licurgo, 
dice  este  ilustre  escritor ,  persuadido  que  los  tres 
sistemas  enunciados  tenían  graves  inconvenientes; 
que  la  monarquía  degeneraba  en  poder  arbitra- 
rio y  tiránico;  la  aristocracia  en  administración 
injusta  y  desigual  de  algunos  particulares;  el  ré- 
gimen democrático  puramente  (que  compren- 
demos en  el  sentido  del  uso  practicado  en  la 
antigüedad,  cuando  todavía,  desconocido  el  sis- 
tema electoral,  el  pueblo  reunido  en  las  plazas 
públicas,  instigado  por  la  elocuencia  de  las  faccio- 
nes, decidía  entre  el  tumulto  y  el  desorden  las 
cuestiones  mas  difíciles)  propendía  á  una  ciega  do- 
minación sin  reglas  ni  freno  se  propuso  formar  un 


/ 


** 


54 
gobierno  mixto ,  refundiendo  estos  tres  métodos 
en  uno,  de  manera  que  el  poder  ejecutivo  que  él 
llamó  real  fuera  contrabalanzeado  por  el  poder  le- 
gislativo del  pueblo ,  y  un  tercer  orden ,  com- 
puesto de  los  ancianos  y  sabios  esperimentados  en 
los  negocios  de  la  república,  sirviese  de  contra-? 
peso  á  los  dos  primeros ,  á  fin  de  mantenerlos  en 
un  justo  equilibrio.  El  sagaz  legislador ,  continua 
el  mismo  escritor,  no  se  equivocó  en  sus  miras,  y 
ninguna  república  supo  conservar  sus  leyes,  sus 
costumbres  y  libertad  mas  tiempo  que  la  de  Es- 
parta; verdad  es  que  el  sistema  xle  este  legislador 
no  era  el  mas  adecuado  á  un  estado  estenso  de 
mucbas  atenciones,  y  tendiendo  á  engrandecerse, 
porque  el  sabio  legislador  creia  que  la  felicidad , 
el  honor  y  bienestar  de  una  nación  consistían  en 
la  conservación  de  sus  instituciones,  y  los  límites 
primitivos  y  naturales  de  su  propio  suelo ,  de 
suerte  que  por  la  justicia  ,  la  equidad  y  modera- 
ción, mas  bien  que  por^un  poder  estraordinario, 
los  Espartanos  fueran  los  arbitros  de  la  suerte  de 
la  Grecia;  pero  habiéndose  desatendido  después 
estos  sublimes  consejos,  con  el  tiempo  la  gloria  de 
su  patria  decayó. 

Semejante  orden  de  gobierno  ,  con  cortas  es- 
cepciones ,  fue  el  que  dio  impulso  entre  Griegos 
y  Romanos,  en  los  hermosos  tiempos  de  los  Aris- 
tides  y  Epaminondas ,  Fabricios  y  Curios  ,  al  ad- 
mirable espíritu  público  y  heroyco  patriotismo  de 
aquellos  grandes  pueblos,  y  el  que  facilitó  el  es- 


traordinario  engrandecimiento  ,  poderío  y  noin- 
bradia  da  la  república  romana,  en  donde  el  amor 
de  la  patria  i  fomentado  y  estimulado  por  la 
equidad  9  igualdad  y  el  ejemplo  de  magistrado* 
desprendidos  y  virtuosos,  contribuyó  mas  que  la 
fortuna ,  á  tm  gloria  y  esplendor.  Por  medio  de 
este  régimen,  que  so  podia  llamar  de  familia, 
constituida  la  patria  en  un  (dolo,  cada  ciudadano, 
influyendo  con  sus  consejos,  y  tomando  parte  en 
Jos  negocios  públicos  como  en  los  propio* ,  ne- 
cesariamente acaba  por  afectarse  y  relacio- 
narse inümameute  con  lazos  estrechos  a  la  causa 
pública,  y  los  suceso*  prospero»  y  reveses,  lo 
mismo  que  el  honor  y  la  gloria  nacional ,  se  per- 
sonifican é  inspiran  ese  amor  al  bien  público  que 
produce  la  noble  emulación  para  merecer  hono- 
rablemente las  dignidades  ,  y  de  aquí  las  gene- 
rosas impresiones  y  disposiciones  para  sacrificar 
Codo,  bienes,  reposo  y  vida,  en  obsequio  de  una 
patria  bienhechora  y  reconocida. 

El  sistema  federal  se  nos  presenta  en  la  an- 
tigüedad delineado  por  el  diestro  Plutarco  ,  en  la 
república  de  Acaia ,  que  en  tiempo  de  las  usur- 
paciones de  los  déspotas  de  M  acedonia ,  y  en 
medio  de  las  disensiones  ,  suscitadas  entre  las  re- 
públicas de  la  G  recia ,  apareció  como  un  astro 
brillante ,  cuyos  resplandores  encendieron  el 
fuego  sagrado  del  espíritu  público  y  amor  á  la 
patria,  haciendo  renacer  entre  los  Griegos  las 
esperanza?  de  la  libertad  y  el  odio  á  la  tiranía  de 


56 

los  Macedón  ios,  y  al  doméstico,  que  parecían  ha- 
berse estinguido  en  fuerza  de  la  seducción  y  el 
oro  de  Felipe  rey  de  Macedonia.  Esta  confede- 
ración ,  formada  en  su  origen  de  doce  ciudades  , 
asociadas  para  su  defensa  mutua  ,  con  unos 
mismos  enemigos  con  quienes  combatir  ,  é  idén- 
ticos aliados  con  quienes  contar ,  su  legislación 
y  sus  magistrados  eran  iguales;  su  moneda,  sus 
medidas ,  intereses  y  relaciones  entre  sí ,  eran 
comunes  á  todos.  El  magistrado  investido  del 
poder  ejecutivo  supremo ,  con  el  título  de  go- 
bernador general  de  las  doce  repúblicas  confede- 
radas ,  gozaba  de  la  misma  autoridad  que  nues- 
tros presidentes,  y  ademas  presidia  las  asambleas 
generales.  Un  consejo  de  estado  de  diez,  auxi- 
liaba con  sus  dictámenes  á  este  primer  magistrado, 
y  equivalía  á  un  ministerio ,  puesto  que  él  exa- 
minaba los  negocios  que  se  proponían  á  la 
asamblea  general ,  y  disfrutaba  de  la  iniciativa  y 
el  veto  en  las  leyes.  Independientemente  de  la 
asamblea  general ,  y  estos  magistrados  supremos 
de  la  confederación  ,  cada  ciudad  tenia  sus  ma- 
gistrados y  legislaturas  locales,  compuestos  á  se- 
mejanza de  los  de  la  Union. 

Las  leyes  generales  dimanadas  de  la  asam- 
blea ,  formada  de  los  diversos  representantes  que 
todos  los  años  nombraban  los  Estados ,  y  residían 
en  un  lugar  determinado ,  donde  se  reunían  dos 
ó  mas  veces  al  año ,  cuando  las  circunstancias  lo 
exigían,  decidían  las  cuestiones  mas  graves  y 


i 


57 
lodo*  lo*  negocios  importantes  de  la  administra- 
ción que  interesaban  ú  la  confederación  :  estas 
leyes  y  resoluciones  tendían  especialmente  á 
mantener  «1  equilibrio  de  la  Union,  y  presoribian 
que  ninguna  ciudad  ni  ciudadano  pudiesen  ao- 
ceptar  en  particular,  gratificaciones  de  un  pueblo 
ó  príncipe  estrangero;  ni  los  Estados  enviar  ó  re- 
cibir embajadas,  ni  contratar  alianzas,  sin  dar 
cuenta  ,  y  antes  de  ser  aprobado  todo  por  la 
asamblea  federal ,  y  otra  porción  de  fórmulas  y 
reglamento,  c«.(  ¡dóalico,  ú  lo.  que  moderna- 
mente  se  perfeccionaron  en  America. 

La  liga  de  los  Acaios ,  bajo  estos  principios 
tan  favorables  á  la  libertad  y  a  los  pueblos ,  no 
solamente  floreció ,  mientras  permaneció  unida  , 
•ino  que  fue  la  admiración  de  los  estados  vecinos 
que  se  apresuraron  a  solicitar  su  amistad  y  alian- 
za ,  y  pudo  resistir  á  todo  el  poder  de  Mace- 
donia ,  basta  que  las  intrigas  de  estos,  y  la  ambi- 
cian de  algunos  gefes  locales,  contituyendose 
tiranos  ,  se  segregaron  y  debilitaron  la  confede- 
ración. No  obstante ,  alimentados  los  gérmenes 
é  intereses  federales  en  los  buenos  ciudadanos , 
auxiliados  por  el  gran  patriota  Aratus,  libertaron 
á  su  patria  Siconia ,  del  yugo  del  tirano  domés- 
tico ,  y  reconociendo  por  gefe  a  su  libertador , 
este  atacó  y  venció  a  los  usurpadores  de  todas 
las  soberanías ,  y  restublecio  felizmente  en  toda 
la  Grecia  la  libertad.  Es  verdad  que  este  nuevo 
de  cosas  no  duro  mucho  tiempo;  mas  esto 


y  sosten  de  la  soberanía  y  fueros ,  con  respeto 
á  los  ataques  de  dentro  ó  fuera  de  la  federación. 
Estos  son  mas  ó  menos,  los  principios  esenciales 
que  arreglan  el  sistema  federal  ,  y  por  ellos  se 
deduce  que  no  es  tan  insólido  y  flaco  su  régimen, 
como  se  supone  por  los  que  no  lo  examinan 
profundamente  ,  pues  dando  por  sentado  una 
regular  conbinacion,  que  por  imperfecta  que  sea 
en  un  principio,  se  puede  corregir  y  perfeccionar 
cada  d¡a  mas  y  mas  ,  esforzándose  con  el  amor 
de  la  patria  y  el  desprendimiento  ,  como  no 
todos  los  Estados  pueden  ser  iguales  ,  física  y 
moralmente,  ni  en  territorio,  población,  civili- 
zación y  recursos ,  mediante  esta  institución  di- 
vina, los  pequeños  se  colocan  en  la  escala  de  los 
máximos,  y  guiados  por  un  espíritu  de  emulación 
laudable  llegan  pronto  á  nivelarse  en  poder  á 
sus  rivales,  circunstancias  que  en  cualquier  otro 
sistema  son  un  imposible  y  difíciles  de  alcan- 
zarse; y  como  por  lo  recular  los  Estados  pequeños 
deben  ser  numéricamente  mayores ,  siendo  su 
representación  moral  igual,  en  último  resultado, 
ellos  son  los  mas  interesados  en  la  conservación 
del  federalismo  ,  á  cuya  mayoría  y  pluralidad 
de  votos  ,  en  los  negocios  mas  importantes  y 
graves  que  se  tratan  y  pueden  agitar ,  sea  el  que 
fuere  el  poder  físico  de  los  grandes ,  tiene  que 
sucumbir.  Por  este  principio  vital  ,  en  nuestra 
opinión  ,  ni  el  régimen  federativo  es  tan  débil 
ni  lan  fácil  de  corromperse  por  la  influencia  de 


tfl 

uno  ó  mas  de  luí  Estados  máximos  que  podían 
aspirar  ó  interesarse  A  ello  ,  escitados  por  las 
miras  y  sugestione*  do  algún  ambiciólo. 

Se  arguye  también  ,  aun  suponiéndole  una 
regular  eonbinaeion  y  equilibrio  de  Eitados  (cir- 
cunstancia que  no  se  debe  deíatender),  que  ci- 
tando eitoi  en  continua  pugna  con  loi  poderes 
aupremoi,  cada  momento  puede  ser  disputado  y 
ponerse  en  duda  este  poder;  pero  ademas  de  ser 
esta  una  suposición  gratuita,  las  preeminencias 
y  fueros  del  gobierno  de  la  Union ,  consagrados 
en  el  código  fundamental ,  no  son  una  mera 
teoría  son  leyes  constitucionales  tan  obligatorias 
á  los  Estados  como  á  sus  individuos ,  y  así  como 
los  altos  poderes  generales  tienen  un  deber  á 
interés  real  y  positivo  en  mantener  la  unión  y 
libertades  de  los  Estado*  en  particular ,  estos 
tienen  también  obligaciones  de  no  menos  interés» 
en  respetar  y  guardar  los  de  la  federación ,  sin 
cuyas  bases  la  unión  federal  no  pasaria  de  una 
quimera,  y  en  el  caso  contrario,  esto  es;  sin  la 
estricta  observancia  de  las  leyes  fundamentales 
y  las  orgánicas  que  las  fortifican  por  ambas  partes, 
cualquier  forma  de  gobierno  es  imposible  y  por 
consiguiente  el  régimen  federativo  en  igualdad 
de  circunstancias  no  puede  ser  mas  débil  que  lo 
son  las  otras  formas  de  gobierno  conocidas , 
faltando  las  bases  en  que  todos  se  estriban  y 
apoyan. 

La  permanencia  de  las  confederaciones  suiía 


'      62 

y  holandesa  que ,  á  pesar  de  las  imperfecciones 
de  sus  elementos  y  conbinaciones ,  ha  durado 
la  primera  cinco  centurias  y  la  segunda  se  con- 
servó tres  siglos ,  son  un  testimonio  auténtico 
de  la  escelencia  y  solidez  del  sistema  federal ; 
es  verdad  que  para  conseguirlo  son  indispen- 
sables el  rigor  de  los  principios   y   la  aplica- 
ción de  los  legisladores  á  las  máximas   sanas 
y    desnudas    de   las   preocupaciones   de    pura 
localidad  9  y  que  los  magistrados  obren  cons- 
tantemente  con   rectitud  y   amor  á  las  insti- 
tuciones ,  infundiendo  la  virtud  en  los  pueblos ; 
pero   siendo  estas  cualidades  susceptibles ,    en 
fuerza    de   la  educación   clásica   de  las   clases 
acomodadas  9  y  la  generalización  de  la  instrucción 
gratuita  elemental,  en  cuanto  sea  dable   á  las 
masas ,  no  hay  que  desmayar ,  sino  perseverar 
en  ello ,  y  entonces  el  sistema  federal  sera ,  no 
solamente  posible,  sino  una  verdad  demostrada. 
Los  que  han  impugnado  el  federalismo ,  sin  poder 
negar  los  hechos  que  citamos  ,  sobre  las  confe- 
deraciones de  Acaia ,  Suiza  y  Holanda ,  refirién- 
dose á  los  dos  pueblos  modernos  ,  pretenden 
sostener  que  ellos  no  deben  servir  de  regla  ge- 
neral ,  á  causa  de  que  si  aun  se  sostiene  en  Suiza 
y '  en  Holanda  duro  lo  bastante  para  probar  su 
solidez  (que  es  nuestro  intento) ,  se  ha  debido  á 
la  anomalía  de  las  circunstancias  que  concur- 
rieron en  aquellos  países ,  á  los  defectos  de  sus 
constituciones  y  á  las  singulares  virtudes,  pobreza 


(¡3 

y  limación  local  da  loa  Suizos ,  no  menos  que 
al  carácter  particular  de  los  Holandeses ,  por 
manera  que  9  según  su  opinión  bizarra  ,  las  ano- 
malías y  basta  las  imperfecciones  de  entre  ambos 
pueblos»  en  cuanto  á  su  régimen  administrativo» 
contribuyeron  á  la  iníluencia  duradera  del  sis- 
tema federal ,  con  la  notable  diferencia  que  el 
país  de  los  Suizos  ,  pobre  y  encerrado  entro 
montañas  casi  inaccesibles,  y  el  otro  rico,  abierto 
y  compartiéndose  las  riquezas  del  comercio  del 
mundo ,  habiendo  podido  sostener  su  fede- 
ración ,  vienen  á  probar  todo  lo  contrario  de  lo 
que  pretendían  afirmar;  de  donde  deducimos 
que  el  sistema  federal  conbinado*,  sin  anomalías, 
y  lo  mas  perfecto  posible  ,  permanecerá  mas 
tiempo  que  en  Suiza  y  Holanda;  y  esto  basta  para 
probar  hasta  la  evidencia,  que  su  régimen  es 
escelen  te  y  sólido,  y  que  se  debe  afirmar  por  la 
concurrencia  de  todos  los  Mexicanos  amantes 
de  su  patria,  Es  cierto  que  Hamilton ,  escritor 
federalista ,  dice  :  «  Hay  en  el  seno  de  los  go<- 
»  hiéraos  federativos  una  debilidad  fastidiosa , 
»  una  flaqueaa  inherente ;  es  preciso  tomar  mu  - 
»  chas  precauciones  para  remediar  estos  incon»- 
»  renientü)  es  menester  asegurar  á  su  organi- 
»  «ación  todo  el  tigor  compatible  con  los  prin- 
w  cipios  de  la  libertad. » 

Adóptense  pues  estos  sensatos  consejos,  por 
los  amigos  de  tan  benéficas  instituciones,  y  ellas 
se  afirmarán!  Para  que  los  Mexicanos  lleguen  á 


conseguir  este  inmenso  bien  ,  deben  trabajai 
incesantemente,  teniendo  presente  que  una  fede- 
ración casi  perfecta  y  por  consiguiente  la  mas 
duradera,  sera  aquella  que  conlnne  las  ventajas 
de  una  asociación  ,  la  mas  fuerte  en  el  interior  , 
á  fin  de  mantener  la  unión ,  acrecentando  sus 
cuerpos,  y  lo  mas  poderosa  en  el  esterior,  para 
defenderse  contratos  ataques  del  estrangero,  sin 
perjudicar  los  intereses  estipulados  de  los  Estados. 
Pero  ¡para  que  remontarnos  á  épocas  tan  re- 
motas y  atrasadas  en  que  las  instituciones  que 
nos  ocupan  todavía  en  la  cuna  ,  no  pudieron 
llegar  al  grado  de  perfección  que  estaba  reservado 
dilucidar  con  armoniosa  espansion  al  transcurso 
de  los  tiempos ,  á  la  experiencia  de  las  genera- 
ciones de  los  siglos  y  al  genio  fecundo  de  los 
filósofos  modernos ,  amantes  de  la  humanidad  . 
y  al  fin  vemos  planteado  y  floreciente ,  dando 
opimos  frutos ,  eu  la  afortunada  tierra  de  los 
Penes,  Franklines  y  Washinglones ,  país  clásico 
de  la  libertad,  del  orden  y  asilo  de  todas  las  vir- 
tudes sociales,  que  elevando  al  hombre  at  digno 
origen  de  su  criador,  es  dirijido  constantemente 
á  su  destino  y  sin  trabas  se  ocupa  en  la  perfección 
de  un  sistema  que  tanto  ha  contribuido  y  contri- 
buirá á  la  felicidad  del  género  humano!  De  esta 
fuente  es  de  donde  los  Mexicanos  deben  beber 
las  aguas  puras,  y  sin  alejar  sus  miradas  de  una 
imagen  viva  ,  mirarse  constantemente  en  su  es- 
pejo, ■  l¡n  de  nutrir  un  plantel  de  origen  delicado 


<i5 

q^fa  exige  continuo*  riegan  y  csmeroso  cuidado 
para  libertarlo  de  los  miasmas  de  una  admósfera 
mefítica,  que  «i  no  He  purifica  con  el  rigor  de  loa 
principios  v  las  máxima*  de  la  sana  política ,  la 
moralidad  da  las  costumbres ,  la  educación  y  las 
reformas  sociales,  es  difícil  que  prospere  y  fruc- 
tifique. . 

£1  sistema  político  que  elogia  Montesquieu , 
perfeccionado  en  Norte-América ,  é  imitado  en 
México»  es  pues  el  mas  conforme  y  conveniente 
al  bienestar  de  los  Mexicanos.  En  la  autoridad 
y  representación  de  los  poderes  generales  de  la 
república»  se  encuentran,  los  poderes  legislativo 
y  ejecutivo,  suficientemente  facultados,  si  obran 
con  energía  y  cumplen  con  sus  deberes  para 
mantener  el  punto  céntrico  de  la  unidad  nacional, 
£1  Senado  que»  por  su  destino  debe  ser  un  cuerpo 
vigilante  y  moderador ,  dimanando  de  diverso 
origen  que  los  representantes  ó  diputados  del 
pueblo ,  exigiéndose  otras  calidades  para  su  de- 
sompefio ,  teniendo  la  revisión  de  las  leyes  y  la 
iniciativa  é  intervención  en  la  promoción  de  los 
altos  empleos»  y  en  los  actos  de  la  administración» 
como  consejo  de  gobierno ,  si  se  organiía  oon 
mejores  oonbinaciones  y  reglamentos ,  como  es 
posible,  es  casi  idéntico  á  la  corporación  inter- 
mediaria de  ancianos  y  sabios  que  prescribieron 
los  legisladores  antiguos,  entre  el  ejecutivo  y  los 
representantes  del  pueblo  mas  directos;  y  en 
último  análisis ,  la  oonbinacion  de  la  cámara  di 

5 


diputados ,  por  su  origen  y  objeto ,  forman  el 
complexo  del  gobierno  mixto  que  elogian  los 
publicistas  antiguos,  con  todas  sus  ventajas,  y  sin 
los  inconvenientes  de  las  distinciones  fútiles  de 
la  aristocracia  que  los  agovió  y  no  son  de  moda 
en  un  siglo  de  luces  é  igualdad,  que  desconociendo 
el  origen  del  nacimiento  accidental,  justamente 
se  inclina  y  prefiere  el  mérito  y  la  virtud  personal 
sin  excepción  de  clases. 

Probado  pues  el  origen  legal ,  la  utilidad  y  la 
escelencia  de  la  constitución  política  de  México, 
s  consiguiente  su  sostenimiento,  y  su  afirmación 
un  deber  sagrado  y  religioso,  exijído  á  la  vez  por 
los  principios  mas  luminosos  de  la  política  y  la 
moral ,  á  los  encargados  del  poder  y  á  sus  subor- 
dinados, k  De  dos  maneras  se  consagra  una  re- 
*  volucion  que  nace  del  principio  de  la  soberanía 
»  del  pueblo  ,  dice  el  grande  escritor  del  siglo  , 

■  el  señor  Chateaubriand,  haciéndola  útil  y  ra- 
il tificándola  por  el   voto  de  la  nación.   En  el 

i  primer  caso  toda  revolución  de  esta  naturaleza, 

■  qua  deja  al  pueblo  de  peor  ó  igual  condición 
>  que  la  que  tenía  antes  del  sacudimiento  ,  no 
»  autoriza  ó  legaliza  su  acta  de  nacimiento.  » 
Y  como  el  mayor  perjuicio  que  se  le  puede  inferir 
á  los  pueblos,  es  el  ataque  ó  trastorno  de  sus  ins- 
tituciones legales,  reconocidas  y  juradas,  de  ahí 
es  que  si  los  magistrados  no  aplican  toda  su  aten- 
ción á  su  estricta  observancia  y  veneración  , 
«demás  de  esponer  su  prestigio  y  autoridad,  tra» 


Ú'] 


dé'  ta  transgresión'  de  la  ley  viene  el  desorden  , 
los  crímenes,  los  atrasos  y  todas  las  calamidades 
públicas  qué  agovian  á  los  pueblos ,  forzándolos 
á  mirar  la  causa  pública  con  fría  indiferencia ,  y 
algunas  ocasiones,  sino  á  maldecir  el  nuevo  orden 
de  cosas,  a  buscar  por  sus  propias  manos  remedios 
muchas  veces  peores  que  el  mismo  mal.  No  hay 
pues  arbitrio  mas  eficaz  y  seguro ,  para  conte- 
nerlos é  inclinarlos  á  amar  y  gustar  de  las  conse- 
cuencias de  las  revoluciones,  que  proporcionarles 
en  su  misma  órbita,  su  dicha  y  bienestar.  La 
vigilante  aplicación ,  la  perse  verancia  y  el  noble 
ejemplo  de  los  depositarios  del  poder  en  la  fiel 
ejecución  de  las  leyes ,  y  la  custodia  y  conser- 
vación de  las  instituciones  políticas,  que  el  pueblo 
debe  respetar  y  obedecer  estrictamente ,  estimu- 
lado por  sus  magistrados,  lo  consiguen,  y  por  una 
consecuencia  precisa,  afirman,  popularizan  y  le- 
galizan la  revolución. 

»  «  Luego  que  un  gobierno  es  constituido  con 
»  todas  las  formas  legales  (prosigue  el  mismo  es- 
»  critor,  y  cumple  con  sus  deberes  esenciales,  se 
»  le  debe  tributar  forzosamente  homenage  y 
»  obediencia  :  no  es  justo  ni  lícito  conspirar,  ni 
»  aun  en  secreto  ,  contra  él ;  es  un  crimen  grave 
»  trastornarlo  con  la  fuerza,  y  hay  una  obligación 
»  de  benevolencia  para  con  él,  porque  las  conspi- 
»  raciones  y  la  violencia  son  contrarias  á  los  debe- 
»  res  religiosos  y  á  los  preceptos  de  la  moral.  » 
El  ilustre  Montesquieu  y  el  amable  Fenelon  son 


68 

del  mismo  sentir ;  pero  la  doctrina  de  este  mo« 
ralista  eminente  es  convincente  y  luminosa,  sobre 
la  conveniencia  y  obligación  de  sostener  y  afirmar 
las  leyes  fundamentales  de  las  naciones ,  cuando 
ellas  están  en  armonía  con  los  principios  de 
equidad  y  utilidad  del  pueblo. 

Asi  pues  que  encontrándose  combinados  con 
armonía  por  los  principios  mas  luminosos  de 
política  y  doctrina  moral ,  las  obligaciones  recí- 
procas de  los  gobernantes  y  gobernados ,  el 
sostenimiento  y  afirmación  de  las  leyes  y  régimen 
político  constitutivo,  es  preciso,  es  necesario  que 
unos  y  otros,  por  conveniencia,  utilidad  y  reli- 
giosidad ,  se  apliquen  escrupulosamente  á  guar- 
darlas y  conservarlas ,  conforme  lo  exijen  el 
.  cumplimiento  de  sus  mas  altos  deberes ,  ligados 
con  la  existencia  y  goce  de  los  derechos  mas 
sagrados,  la  libertad,  prosperidad,  el  honor  y  la 
gloria  de  la  patria. 

Por  haberse  apartado  de  este  principio  vital 
otras  naciones ,  y  algunos  de  los  nuevos  Estados 
americanos  que  nos  precedieron  en  existencia 
política,  los  vemos  aun  de  peor  condición,  y  con 
dolor  todavía  inconsútuidos ,  despedazándose  y 
fluctuando  de  sistema  en  sistema,  emborrascados 
en  el  inmenso  occéano  de  las  discordias  y  escenas 
de  sangre  y  desolación.  México,  mas  afortunado, 
favorecido  por  el  cielo,  no  obstante  sus  discordias 
y  disturbios  pasageros,  después  de  haberse  cons- 
tituido, sostiene  su  primer  forma  gubernativa,  se 


\ 


'«9 
oenpa  ya  de  sus  reformas  y  mejoras  sociales;  y 
esto  es  ya  dar  un  gran  paso  eti  la  carrera  <¿el 
orden  social  y  la  civilización;  por  cuyo  beneficio 
los  Me*icáhos  reconocidos  á  la  providencia , 
deben  aplicarse  con  un  sentimiento  religioso  la 
espresion  del  inmortal  Washington  ,  cuando  al 
rendir  homenages  á  la  mano  invisible,  decia  que 
ningún  pueblo  debía  estar  mas  reconocido  á  los 
beneficios  señalados  del  cielo,  que  el  Americano. 
El  singular  hecho  de  la  conservación  del  código 
fundamental  de  los  Mexicanos ,  aun  en  medio 
de  la  exaltación  de  las  pasiones ,  es  sin  duda  un 
fayot  especial  del  supremo  Autor  y  conservador 
de  las  sociedades ,  que  también  debe  escitar  el 
ánimo  de  los  Mexicanos  á  tributarle  justos  ho- 
menages ,  y  es  otro  motivo  poderoso  para  sos- 
tenerlo a  todo  trance. 

Los  legisladores  y  magistrados  de  México ,  al 
sancionar  y  aplicar  las  leyes ,  no  deben  olvidar 
ta  máxima  política  incontestable  ,  que  el  temor  y 
la  esperanza  son  los  dos  resortes  del  corazón 
humano,  y  el  gran  móbil  que  lo  estimula  y  hace 
obrar ,  y  por  eso  vemos  confirmado  por  la  his- 
toria y  la  esperiencia ,  que  todos  los  gobiernos 
civilizados  han  decretado  penas  severas  para  cas- 
tigar el  crimen,  especialmente  de  lesa  nación, 
y  recompensas  para  premiar  el  mérito  y  la  vir- 
tud. Esta  disciplina  exactamente  ejecutada ,  es 
el  nervio  de  un  estado  naciente ,  la  que  consti- 
tuye su  esencial  fuerza  y  vigor ,  la  que  mantient 


7# 

la  paz ,  la  armonía  y  buen  orden  en  el  interior , 
la  que  reproduce  el  mérito  y  hace  florecer  y  res- 
petar las  naciones.  Sin  este  estricto  régimen  es 
imposible  que  un  estado  nuevo  pueda  subsistir , 
porque  el  desorden  animado  con  la  impunidad , 
y  la  falta  de  vigor  de  las  leyes ,  estimulan  los 
crímenes ,  dan  pábulo  á  los  descontentos  ( que 
pupea  faltan )  para  revolucionar ,  y  entonces  la 
virtud  humillada  y  sin  honra»  desaparece.  £1 
orden ,  la  justicia  y  el  imperio  de  las  leyes ,  son 
pues  condiciones ,  $ine  qud  non3  p^ra  sostener 
la  constitución  y  dar  impulso  á  la  prosperidad 
de  los  pueblos ;  y  en  un  gobierno  republicano 
son  todavía  mas  necesarios  estos  requisitos, 
pues  siendo  por  $us  principios  mas  liberal,  es 
también  mas  inflexible  por  estar  mas  ligado  á 
formalidades  enérgicas  y  firmes ,  sin  las  cuales 
pierde  su  unidad  de  acción  y  debilita  toda  la 
fuerza,  «  En  general  las  leyes  (dice  el  elocuente 
»  Bossuet)  no  se  deben  reputar  como  tales  leyes, 
»  $i  ellas  no  tienen  en  su  escencia  algo  de,  invio- 
»  lables.  La  afección  y  el  respeto  acia  ellas ,  y 
»  las  máximas  sanas  afirolan  la  sociedad  é  inmor- 
»  talizan  los  estados.  » 

Todas  las  leyes  y  proyectos  humanos  presen* 
tan  una  suma  de  ventajas  y  de  inconvenientes. 
La  sabiduría  del  legislador  consiste  en  juzgar  de 
que  lado  se  debe  inclinar  la  balanza,  y  en  que 
consiste  su  eficacia  para  mantener  el  orden  pú- 
blico y   afirmar  el  régimen  social  político.  Al 


V 

fatonto ,  y  eonfbrme  ol  plan  que  negulmut ,  juo- 
§*ino*  eottfeniente  baoor  alguna*  indioftoiuuei 
•obre  lii  reforma  urgAulim*  que  »e  pormiíou  9 
y  peroooB  Ulile*  na  «nlaitieiiie  ni  *o*tenlinlanta 
y  nfirmftolQA  i  *ina  ¿  la*  mww  dol  *i*toma  fe* 
¿eral. 

La  eleeekm  dol  primor  magUlradu  de  la  r*» 
feteUea  o*  muy  ImporfctHa  y  auu  por uiuln*a  ,  on 
ol  (irden  pre*ovUa  pm1  la  uunulltuolan  9  parque 
adema*  de  e*tar  omuimtmdada  ii  una*  uuerpa* 
eleotarele*  entUbum ,  nt  mimbrtimleiuo  e*tempu- 
ranea  y  anlitflpadu ,  Un  margen  á  una  Mériti  de 
maneja*  ó  intriga* ,  fraguado*  de  automauo  par 
•1  *iplranti*ino  ambioiunu  y  doftmoritado,  que 
comprometiendo  el  rirden  •  o*punon  A  la  nauiun 
A  Arae*tu*  malo*  {'amontado*  pur  ol  espíritu  do 
partida.  J¿*  pue*  indi*pen*aíde  adaptar  adra 
mAtodo  i  deavJando  1*  inownbenula  de  la*  oleo- 
otoñe*  do  la»  euorpu*  delibérenlo*  permanente*, 
abreviando  la»  trámite»  y  aproximando  en  la 

Solibio  ol  perlada  dol  nombramiento  oau  ol  auto 
o  po*o*lon  dol  pre*ldeule  9  ouiuotiendo  la  eloo- 
eten  á  un  cuerpo  eleutoral  reunido  porentorla- 
mente  1  don  e*te  uuluo  objoto  on  todo*  lo*  tin- 
tado*, baja  la*  formalidad***  y  requ(*ito*  ure*orU 
lo*  peni  la*  oleonUme*  do  diputada*,  y  la*  pro- 
«ftueioAea  ma*  ounduoanto*  al  autorto  de  une 
oloooian  que  lntere*a  A  la  pa*  do  la  república , 
Aimplifloar  y  abreviáis  uonblnAndolA  do  tal  *uerte 
que  olla  *o  oon*um*  pronto  y  tranquilamente, 


}J2 


«•tas  y  otras  providencias  'se  evitarían  en 
porte  las  perniciosas  influencias  que  los  candi- 
datos exaltados  pueden  ejercer  con  los  miembros 
de  las  legislaturas ,  que  conocidos  y  tratados 
anticipadamente ,  no  es  difícil  seducirlos  é  in- 
clinarlos á  los  intereses  individuales  de  tal  ó  cual 
facción ,  y  resultar  un  presidente  parcial  y.  en 
oposición  con  los  intereses  generales  y  sentid 
mientos  de  la  nación. 

Ninguna  precaución  y  sacrificio  deben  omitir 
los  Mexicanos ,  después  de  una  amarga  esperien»- 
cia ,  para  asegurar  la  escelencia  y  rectitud  de 
una  magistratura  tan  plevada,  importante  y 
ligada  con  el  bien  público,  seguros,  como  dice  el 
juicioso  historiador  Rollin,  al  recomendar  las 
escelsas  virtudes  sociales ,  y  cualidades  morales 
y  políticas  para  gobernar ,  que  adornaron  al 
ilustre  cónsul  romano  Quinto  Cincinato,  de  que 
los  pueblos  permanecerán  constantemente  tran- 
quilos, y  serán  dichosos,  cuando  tengan  la  suerte 
de  ser  administrados  por  hombres  imparciales , 
desinteresados,  prudentes  y  equitativos. 

Por  los  mismos  principios ,  las  cualidades  exi- 
gidas á  los  senadores,  deben  realzarse  mas,  á  fin 
de  que  estos  miembros  respetables  lleven  á  tan 
ilustre  corporación  una  suma  esperiencia ,  y  un 
acopio  de  luces  y  conocimientos  prácticos  de 
todos  los  ramos  de  la  alta  administración ;  por 
manera  que  el  gobierno  pueda  contar  con  un 
verdadero  consejo  de  hombres  de  estado ,  para 


:3 

consultar  en  lo*  cano*  arduo* ,  lo*  negocios  difl- 
dios  y  delicados,  y  at  intento  convendría  que 
(Ue*on  do  una  edad  mas  madura,  y  presamente 
hubieren  ejercido   y  desempeñado  con  honor 
y  legalidad  alguno  de  los  primeros  destinos  de  la 
república ,  en  la  escala  de  gobernadora*  de  los 
Estados,  distrito  y  territorios,  secretarios ,  y  ofi- 
ciala* mayores  de  los  ministerios,  judicatura, 
oooiisarias ,  agencias  diplomáticas  y  consulados , 
¿anótales  de  brigada  y  división  ,  comandantes  y 
capitanes  de  marina ,   empleos  eclesiásticos  en 
•u  jurisdicción ,  los  gefc*  superiores  de  las  adua~ 
na*  marítimas  y  oontadurias  de  hacienda  pública, 
y  da  las  corporaciones  ó  juntas  de  los  ramos  de 
fomento ,  de   agricultura ,  minería ,  industria  , 
comercio,  educación  é  instrucción ,  y  academias 
de  ciencias  y  arte*  •  y  en  una  palabra ,  todos  los 
ciudadanos  esperimentados  por  sus  destinos  y 
carrera  magistral ,  en  los  diversos  y  complicados 
'negocios  de  la  administración  de  la  máquina 
social  do  un  vasto  Estado  ,  que  por  su  magnitud 
demanda  un  cúmulo  de  luces  y  conocimientos 
para  el  mejor  desempeño  da  las  cosas  pública*. 
Lo*  presidentes  de  ambas  cámaras ,  no  brillan 
•o  la  rspúblloa  ni  podran  adquirir  cierto  prestigio 
y  representación ,  necesaria  y  conveniente  á  su 
rango,  con  particularidad   en  las  funciones   y 
actos  público* ,  que  no  *on  incompatible*  con 
lo*  uso*  republicanos,  y  están  en  práctica  en 
todos  lo*  gobierno*  constitucionales  de  los  paise* 


74 

civilizados;  la  principal  cama  es  la  versatilidad  do 
•u  efímera  presidencia,  renovada  todos  los  meses, 
al  estilo  de  las  cortes  españolas ,  cuya  usanza 
peregrina  deben  abandonar  los  Mexicanos ,  por- 
que ademas  de  no  resultar  ningún  bien  de  ello, 
se  pierde  el  tiempo  con  tan  repetidas  elecciones , 
y  los  gefes  de  las  cámara*  no  adquieren ,  ni  los 
conocimientos ,  ni  la  práctica  necesaria  en  los  ne- 
gocios, de  lo  que  resulta  un  desorden  y  atraso  en 
su  espedicion  :  en  obvio  de  ellos ,  y  á  fin  de  ca- 
racterizar y  distinguir  á  los  presidentes ,  no  so- 
lamente convendría  nombrarlos  á  lo  menos 
durante  el  tiempo  de  las  sesiones  constitucio- 
nales periódicas,  sino  destinarles,  para  su  ha- 
bitación ,  uno  de  los  edificios  públicos ,  ó  depar- 
tamento en  palacio  para  ellos  y  los  secretarios , 
y  el  goce,  de  un  honorario  correspondiente  á  su 
dignidad  y  representación. 

Jjb.  nuera  ley  de  elecciones  aplicada  al  distrito 
y  territorios ,  conviene  que  el  congreso  de  la 
Union  la  generalize  pn  toda  la  república.  Él 
tiene  ,  como  inspector  y  regulador  de  los  nego- 
cios de  trascendencia ,  pública  autoridad  para 
ello  ,  adoptando  en  principio  la  propiedad ,  in- 
dustria ,  y  el  pago  de  contribuciones  para  elegir 
y  ser  electo ,  sin  cuya  base  la  diputación  sera 
espuria ¡  la  semilla  del  aspirantiamo  ignorante  y 
menesterosq  se  fpmentará;  no  habrá  buenas  leyes 
ni  dignidad  en  la  representación  nacional  j  y  lo 
que  es  mas  funesto,  el  urden  público  será  cons- 


7* 

Uutemonte  p§r turbado.  La  augu»ta  dignidad  di 
repreoentanta  do  una  gran  uaoiun,  e»  y  debe  »er 
muy  decora»»  y  honorífica,  y  por  lo  mUmo 
exige  á  1a  p«  cierta  independencia ,  ilu»tracioU| 
laborioildad  %  mueba  bourade*  y  probidad  i  y 
paro  impedir  que  Ion  miembro»  podrido»  y  ¡uta» 
gano»  de  la  »ooiedad  profanen  el  santuario  di 
la  ley  i  ei  preei»o  e»chih'  á  loa  entregado»  á  loi 
vicio*  del  juego  y  embriague* ,  á  lo»  quebrado» 
y  dilapidadora»  de  lo»  caudales  público»  y  piv 
vado» ,  á  lo»  empleado»  que  no  bayau  de»empe^ 
fiado  »u»  de»tino»  legal  y  fielmente  ,  á  lo»  tram* 
pa»0»  y  á  lp»  padre»  de  familia  que  abandona» 
m»  deberei,  privándolo»  terminantemente  de  Ion 
derecho»  eleetorale»  activo»  y  pa»ivo», 

I^a  grande  deftproporciou  y  bixarrla  de  alguno» 
pitado»,  contracta  y  no  guarda  proporción  ni 
armonía  con  el  mepanUmo  del  »i»tema  federal , 
raspéelo  á  la  medianía  de  otro»  extraordinaria* 
mente  de»  ni  velado»,  La»  leye»  del  equilibrio  »o- 
oial  y  la»  crece»  del  »i»tema  federal ,  demandan 
á  toda  la  confederación  mejicana  tma  modifica- 
ción útil  taludable,  en  el  ma»  alto  grado ,  á  »u» 
gyandei  intere»a»,  y  aun  á  »u  propia  e*i»tenola. 
Pora  e»u  combinación  delicada  y  difícil  debe  in- 
tentarle con  lentitud  y  prudencia »  dejando  al 
tiempo,  A  la  raxon  y  á  la  naturaleza  de  la»  co»a» 
obrar.  No  obstante  ,  quUá  no  e»tará  por  dema» 
indicar  de»de  abora  alguna»  »ubdivi»ione»9  en  con* 
towancia  con  la  política ,  y  la  afirmación  de  la 


7¿ 

integridad  del  territorio  de  la  república  ,  cuya 
conveniencia  está  demostrada  con  la  práctica  au- 
téntica de  los  Estados-Unidos  del  Norte ,  y  los 
felices  resultados  de  aquella  confederación ,  que 
debe  en  gran  parte  sus  estraordinaríos  y  asom- 
brosos progresos ,  á  esta  medida  eminentemente 
benéfica. 

Si  á  la  época  de  constituirla  nación,  sus  legis- 
ladores se  hubieran  penetrado  de  la  utilidad  y 
ventajas  que  resultan  á  los  pueblos  y  á  la  causa 
pública,  de  una  división  trazada  y  conbinada 
conforme  á  la  naturaleza  de  la  topografía  y  cons- 
trucción geológica  del  país  y  á  los  principios  del 
nuevo  orden  de  cosas;  si  las  grandes  secciones 
de  la  federación  hubieran  sido  calculadas  y  esti- 
madas en  general  con  arreglo  á  la  órbita  de  las 
antiguas  intendencias ,  y  á  erigir  uno ,  ó  cuando 
mas  dos  Estados  y  un  territorio  fuertes  en  los 
estremos  boreales  ,  para  formar  una  barrera  y 
fijar  la  línea  divisoria  entro  México  y  los  Estados 
de  América ,  con  algunas  otras  modificaciones 
secundarias  de  localidades  geográficas ,  á  bene- 
ficio de  los  pequeños  Estados,  sin  perjuicio  de  lá 
creación  conveniente  de  los  territorios  y  distritos 
en  el  ámbito  de  los  puntos  culminantes,  fron- 
terizos y  litorales  mas  importantes  abandonados, 
cuya  población  y  fomento  están  intimamente 
ligados  con  los  verdaderos  intereses  de  la  fede- 
ración entera ,  la  grave  cuestión  que  se  examina 
parecería  estemporánea  y  temeraria;    mas  ha- 


77 

biéudone  adoptado  una  nuhdivinion,  acano  minu* 
ciona  9  y  dejádona  la  piarla  abarla  á  otra*  por 
la  ley  fundamental ,  y  aun  conlirmádune  nu  ne- 
afinidad  8H  ©1  hesito  de  haherne  emaucipado  y 
constituido  últimamente  al  unvínimo  Entudo  de 
Sinaloa,  no  ai  ni  paligruno  ni  iueonnecuenie  in- 
ouloar  otra*  ,  tal  ves  man  importanten  y  eticaran 
para  neutralizar  la  inllueneia  y  poderío  denmedido 
da  Ion  Entadon  inan  grande* ,  y  aludir  hanla  loi 
intantoi  da  la  encininn  y  einma  <jue  ha  provoaado 
Vuaatan. 

Eftta  panínftula  jaman  hubiera  imaginado  rom- 
par  al  paato  y  dar  la  lay  á'toda  la  eonfaderacion, 
Alaran  la»  que  frenen  la*  circunniant  ian  de  lu  re- 
pública, cjuenin  duda  contribuirían  algo,  ni  (Ium« 
pecha,  man  relacionado  y  nimpiUico  con  Ion  lu- 
tado» litoralai  veainun,  la  hubiera  podido  oponer 
un  aontrapeno  independiante  y  legal  por  la  ¡guaír 
dad  de  rango.  Yucatán ,  nituado  en  Ion  entraman 
oriéntale» del  territorio  déla  república,  contiguo 
á  una  podarona  ponenion  enemiga,  deparado,  ain- 
lado  y  *¡n  oomunieaeionen  Ajan  y  aproximada* 

Í)UV  el  trato  de  lan  poblacione*  da  Ion  Entado* 
nmadiatoi,  mientra*  no  na  nubdivida,  entara  ma* 
aapuanto  A  lan  innidian  y  manajon  niniantron  da  Ion 
d/nooJon  y  de  Ion  advarnarion  da  México,  Júnta- 
me n  te  1q*  interenen  y  divergencia*  de  Ion  habi- 
tante* do  Campeche  facilitan  y  fkvnrecan  anta 
providencia  de  política.  La  población  de  la  pe** 
ttintula  debe  ner  en  al  dia ,  Á  lo  mano*  da  «ata 


cíenlas  mil  almas,  puesto  que  en  el  año  i8o3 
ascendía  á  mas  de  cuatro  cíenlas  sesenta  y  cinco 
mil ,  y  desde  entonces  no  ha  sufrido  ninguna 
calamidad.  La  superficie  de  5,0.77  'egua3  cuadra- 
das, y  la  población  compartida  entre  los  Estados, 
alejarían  ó  imposibilitarían  su  escisión  para  siem- 
pre, proporcionando  un  Estado  nuevo  impor- 
tante y  vigoroso,  que  Campeche,  por  su  plaza 
fuerte ,  única  de  este  orden  que  posee  México 
en  el  Atlántico,  aplaudiría;  y  con  la  colonización 
y  fomento  del  distrito  inmediato  de  Osumacinta, 
el  Estado  naciente  florecería  y  aproximaría,  por 
tierra^  por  mar,  frecuentes  y  activas  comunica- 
ciones con  los  Estados  de  Chiapas ,  Tabasco  , 
Oaxaca  y  Veracruz  ,  porque  el  genio  de  sus  ha- 
bitantes, naturalmente  Inclinado  á  la  marina,  no 
dejaria  de  impulsarse  y  cobrar  brio  con  esta  me- 
dida ,  y  los  esfuerzos  de  la  administración  de  ua 
gobierno  local,  activo  y  celoso  de  sus  adelantos. 
El  territorio  de  Colima,  colocado  en  medio  de 
los  máximos  Estados  de  Mechuacan  y  Xalisco , 
si  progresa  y  adelanta  en  la  carrera  de  la  civili- 
zación que  se  le  ha  abierto,  conviene  á  la  política 
de  la  federación  elevarlo  á  la  categoría  y  rango 
de  Estado,  agregándole  el  partido  ó  distrito  de 
Cohaguallana  ,  y  las  demás  poblaciones  cercanas 
del  grande  Occéano,  enclavadas  en  la  jurisdicción 
de  Mechuacan  ,  relacionadas  con  el  importante 
puerto  de  Manzanillo  ,  que  importa  á  los  pro- 
gresos de  la  marina  nacional  ,  fomentar  en  aquel 


79 

eseeleute  puerto!  y  unirle  lo*  distrito*  di  ftapot- 
lan  f  1  grande  y  y  Amóla  ¿  Tusoaouexoo,  contiguo 
il  Manianillo  perteneoientes  á  Italiseo.  Lo  po- 
blado* de  Meehuaean  en  t8o3,  montaba  A  trc* 
cíenlas  treinta  y  seis  mil  almas,  y  la  de  Xaliseo, 
i  mas  de  seis  eienlas  y  treinta  mil  j  y  aunque  la 
de  aquel  no  haya  hecho  grande*  progresos ,  á 
causa  de  *ui  padecimiento*  en  la  guerra  de  in- 
dependencia ,  no  debe  bajar  de  quinientas  mil 
en  la  actualidad  j  y  la  de  este  ,  que  ha  sufrido 
poeOí  a*eendera  A  un  millón,  con  una  superitóle 
de  oerea  de  diea  mil  leguas  cuadradas.  Asi  pues, 
ni  el  uno  ni  el  otro  Kstado  barian  un  gran 
sacrificio  cediendo  al  de  Colima  aquello*  terreno* 
mae  lejano*,  que  no  les  haeen  falta ,  y  que  eon 
esta  medida,  un  gobierno  loeal  eoneentrado, 
animaría ,  darla  vida  y  un  movimiento  saludable 
á  las  eomunieaeione*  y  relacione*  de  oomereio 
activo  á  beneficio  de  todo*  j  e*peeialmente  si  lo* 
habitante*  del  nuevo  Estado,  poblando  su  puerto 
de  Mau»anillo,e¡vilittan  *u  población  y  se  aplican 
ni  eultivo  eomenxado  del  eaeao ,  y  A  otro*  ramo* 
que  crecerán ,  y  e*tenderán  el  comercio  de  ea- 
¿otage  á  lo*  puerto*  de  lo*  Estados  oeeeánioo* 
vecinos, 

El  vasto  y  poblado  Kstado  de  Menino ,  á  pe*ar 
de  la  desmembración  de  su  antigua  capital,  supo- 
niendo que  ella  le  baya  arranciado  dos  dientas  mil 
alma*,  teniendo,  como  tenia  en  iBoJ,  una  probla- 
oion  de  mas  de  un  millón  y  medio ,  en  el  dia  no 


8o 

debe  dejar  de  coatar  coa  cerca  de  dos  millones , 
ep  una  área  de  5,937  legua»  cuadradas ,  poblar 
cion  gumameate  desnivelada  coa  el  justo  media 
que  la  política  de  la  federación  debe  buscar  f  y  qo 
seria  pernicioso,  sino  muy  útil  á  sus  habitantes, 
inclinarse  á  formar  dos  Estados  designados  por 
la  naturaleza  de  su  topografía,  y  los  intereses  fu- 
turos de  su  comercio  y  civilización. 

-Los  distritos  importantes  que  abrazan  y  ferti- 
lizan los  hermosos  y  opuestos  ríos  de  Mescala 
y  Tula,  destinados  a  ejercer  un  dia  un  alto  in«- 
flujo  comercial,  por. la  oportunidad  de  sus  co  • 
municaciones  internas,  que  al  fin  perfeccionaran* 
AO  muy  tarde ,  los  progresos  de  la  civilización  y 
cultura ,  abriendo  aquellos  canales  naturales  coa  el 
auxilio  de  la  industria  y  el  arte ,  parece  que  de- 
mandan la  subdivisión  del  Estado  de  Mélico 
en  dos  secciones  siempre  grandes,  y  muy  con»* 
venientes  á  la  armonía  y  equilibrio  federal. 

El  grande  Estado  de  Puebla  (que  debería 
adopt&r  el  nombre  glorioso  de  Cholula ,  en  ho- 
nor de  aquella  célebre  y  antigua  república  y  su 
grandiosa  pirámide),  con  una  población  quisa 
de  millón  y  medio ,  puesto  que  en  1 8o3  coataba 
coa  ocho  cieatas  trece  mil  y  tres  cien  tas,  y  una. 
superficie  de  2,696  leguas  cuadradas,  no  obstante 
la  subdivisión  de  ninguna  importancia  ni  tras- 
cendencia pública  del  territorio  de  Tlaicala» 
constituido  por  la  influencia  del  espíritu  del  fe* 
voritismo,  que  acordaba  el  gobierno  opresor  á  la 


8i 

antigua  traición  de  sus  indígenas,  es  también 
muy  desproporcionado  á  la  balanza  del  sistema 
político  de  los  Mexicanos,  y  no  seria  ajeno  de 
•us  propios  y  verdaderos  intereses,  y  de  los  de 
la  federación ,  reunirle  el  distrito  contiguo  á  sus 
puertas,  y  enclavado  en  su  propio  corazón,  como 
una  permuta  por  los  distritos  del  sur,  que  por 
Ghilapa  y  Tlapa,  están,  por  su  naturaleza,  como 
oonvidando  á  formar  un  estado  oocéanico  inter- 
medio entre  Oaxaca  y  el  indicado  en  las  márge- 
nes del  Mescala,  con  cuyas  providencias  y  la 
creación  del  territorio  de  Texas ,  rio  Bravo  del 
norte,  el  de  las  Balsas  ó  Colorado  de  occidente, 
Goazaooalco,  y  el  cultivo  de  los  distritos  de 
Apaohes,  Timpanoyos  y  Osumacinta,  no  sola- 
mente se  llegaría  á  asegurar  el  justo  equilibrio 
de  la  federación  mexicana,  sino  que  también  se* 
rían  infalibles  sus  creces  y  la  afirmación  de  su 
integridad  territorial. 

Si  la  confederación  mexicana  considerada  en 
general,  necesita  de  una  subdivisión  legal  y  ra- 
zonada, acomodada  á  la  topografía  natural  de  su 
suelo,  trazada  en  consonancia  con  las  exigencias 
y  esencia  del  sistema  federal ,  y  calculada  sobre 
bases  mas  sólidas  y  convenientes  á  unas  institu- 
ciones, que  los  Mexicanos  están  comprometidos 
y  en  el  deber  preciso,  no  solamente  de  sostener 
á  todo  trance,  sino  aun  á  costa  de  los  mas  gran- 
des sacrificios  y  desprendimientos,  á  propender  á 
sus  creces  gradual  y  progresivamente  ,  de  manera 

6 


82 

qué  fortificando  el  régimen  político  constante- 
mente, tienda  este  al  aumento  y  creación  de 
otros  Estados,  para  que  á  la  vez  apuntalen  el  gran 
cuerpo  social,  y  alimenten  el  principio  vital  fede- 
rativo, algunos  de  los  Estados  en  particular  de- 
mandan igual  conbi nación,  que  si  bien  es  menos 
urgente ,  no  por  eso  deja  de  interesar  á  la  admi- 
nistración espeditiva  y  local  de  ciertos  pueblos , 
que  como  entre  otros,  los  del  departamento  de 
Tuxpan,  por  la  naturaleza  de  su  posición  y  rela- 
ciones ,  pertenece  al  estado  de  Zempoala ,  deno* 
minado  de  Veracruz,  y  está  anexo  al  de  Chólula, 
llamado  de  Puebla ,  en  contraposición  del  terri- 
torio de  Pero  te ,  que  por  los  mismos  principios 
naturales  le  toca  á  Cholula,  y  las  estrañas  anoma- 
lías lo  agregaron  al  de  Zempoala.  La  simple  y  lisa 
permuta  del  uno  por  el  otro,  hecha  entre  ambos 
Estados,,  es  tan  obvia  como  racional,  y  con  ella  los 
Estados  interesados  nada  perderían;  ningún  sa- 
crificio ni  gasto  exibirían,  al  paso  que  redon- 
deando su  territorio  á  los  naturales  y  justoslímites, 
los  respectivos  habitantes,  á  no  ser  que  desconoz- 
can sus  verdaderos  intereses,  ganarían  mucho  en 
su  régimen  interior   y  adelantos   sociales.   Por 
analogía  de  principios ,  esta  medida  es  aplicable 
al  distrito  de  Istacomitan,   que  ubicado  en  el 
estado  de  Tabasco,  pertenece  á  la  jurisdicción 
del  de  las  Chiapas,  a  pesar  de  que  sus  comunica- 
ciones con  este  estén  interrumpidas ,  por  la  gran 
cordillera,  y  sin  caminos,  todas  sus  relaciones 


83 

sean  fáciles  y  rápidas  mediante  la  navegación  de 
los  ríos  con  Tabasco.  El  estado  Chapaneco,  agre- 
gado f  reunido  por  los  vínculos  mas  estrechos 
y  naturales  á  la  confederación  mexicana,  per» 
deria  muy  poco  y  ganaría  mucho  cedfendo  Ista- 
comitan,  siles  posible  en  cambio  del  distrito  lito- 
ral de  laguna  de  Términos  sin  perjuicio  de  la 
creación  del  distrito  contiguo  de  Osumacinta, 
pues  aun  cuando  este  departamento  depende 
ahora  del  estado  de  Yucatán,  en  virtud  de  una 
resplucian  legislativa  del  congreso  de  la  Union,  y 
en  algún  tiempo  estubo  agregado  á  Tabasco, 
quien  tubo  autoridad  para  segregarlo  sin  utilidad, 
puede  muy  bien  facilitarlo  en  indemnización  de 
Istacomitan  ¿  las  Chiapas ,  y  con  utilidad  de  los 
intereses -grandes  de  la  federación,  y  los  particu- 
lares dé  los  Chiapanecos  ,  ligar  mas  y  mas  este  Es* 
tado,  constituyéndolo  de  interno  en  uno  délos 
atlánticos  marítimos ,  con  tanta  mas  ventaja  pura 
la  nación,  cuanto  que  siendo  Yucatán  Estado  lito- 
ral y  abundante  de  puertos,  en  nada  se  perjudica, 
y  se  es  tiende  la  órbita  de  las  secciones  que  se  de- 
ben procurar  al  aumento  de  la  población  litoral  ^ 
y  á  la  creación  de  los  elementos  de  la  marina.  No 
hacernos  mérito  de  la  agregación  de  Huiniangui- 
11o  á  Tabasfco,  porque  por  ciertas  rivalidades,  sus 
habitantes  desconociendo  sus  intereses,  lo  repu- 
gnan. Guando  la  ignorancia  desaparezca  y  la 
razón  triunfe,  esta  reunión  natural  se  consumará, 
y  entonces  el  estado  de  Tabasco  (  uno  de  los  mas 


8$ 


"■  "ti;!  ii ',  j  :;      '  ;     "  r-    ,  ■■■  :  Tía 


De  la  necesidad  de  la  economía 
administrativa . 

Luego  que  los  hombres  pasan  del  simple  es* 
tado  natural,  ó  del  pupilage,  á  la  emancipación  y 
régimen  social  regular ,  reconocen  como  unajlp 
sus  primeras  necesidades  el  establecimiento  4é 
cierta  autoridad  pública  administrativa  que  ¿  su- 
perior á  todo  otro  poder,  dirija  la  sociedad, 
asegure  el  libre  ejercicio  de  los  derechos  y  Saeta» 
de  sus  miembros,  y  llene  por  su  parte  los  deberes 
inherentes  á  tan  delicado  encargo ;  resultando 
de  este  primer  paso ,  base  de  toda  asociación,  la 
satisfacción  recíproca  de  todos  los  hombres  reu- 
nidos. La  legitimidad  de  esta  autoridad,  fundada 
en  el  interés  común  que  precede  á  su  estableci- 
miento, se  apoya  en  la  voluntad  de  los  subordi- 
nados ,  y  por  una  consecuencia  necesaria ,  en  el 
pacto  autentico  que  resulta  de  la  sanción  de  la 
constitución  fundamental,  que  exige  magistrados 
y  empleados  para  su  custodia ,  y  la  observancia 
y  ejecución  de  las  leyes  emanadas  de  ella;  y  sefcn 
•las  que  fueren  las  denominaciones  de  los  ciuda- 
danos investidos  con  el  carácter  público  y  su- 
blima de  ejecutores  de  las  leyes,  y  administra- 


87 

dore9  de  la  justicia  ,  como  garantes  de  todos  los 
bienes  sociales ,  demandan  consideraciones , 
miramientos  y  una  retribución  honorífica,  propor- 
cionada a  sus  servicios  y  la  eficacia  y  celo  con 
que  se  supone  deben  desempeñar  sus  destinos , 
ó  hablando  con  mas  propiedad ,  sus  deberes , 
puesto  que  los  depositarios  encargados  del  poder, 
si  cumplen  con  rectitud  sus  grandes  encargos  , 
sin  otros  goces  que  la  obligación  de  llenarlos , 
primero  contraen  deberes  positivos  que  dere- 
chos ,  al  paso  que  los  derechos  de  los  otros  ciu- 
dadanos» son  condiciones  preecsistentes,  aunque 
corrqlativas  á  ciertas  obligaciones  Comunes,  por- 
que los  obtienen  directamente  de  la  naturaleza , 
y  las  autoridades  los  reciben  de  la  sociedad  que 
les  eleva  y  sostiene  ante  todas  cosas  para  que 
cumplan  las  obligaciones  impuestas  por  los  aso- 
ciados. Los  gefes  de  las  naciones  no  reciben  pues 
el  ejercicio  de  sus  funciones  para  ostentaciones 
pomposas  y  fútiles  ,  sino  para  desempeñar  y 
cumplir  graves  y  augustas  obligaciones  á  bene- 
ficio del  pueblo,  cuya  reunión  y  consentimiento, 
si  les  confiere  el  poder ,  la  autoridad  y  una  le- 
gítima recompensa  á  sus  importantes  y  útiles 
servicios ,  también  les  exige  severos  cargos, 
'  grandes  retribuciones  y  mucha  actividad  de  ac- 
ción ea  el  obrar ,  porque  los  magistrados  no  so- 
lamente son  responsables  por  1q  que  hacen  mal , 
sino  por  el  bien  que  dejan  de  hacer.  «  Guando 
»  Telémaco  descendió  al  reyno  de  Pluton  (dice 


88 

»  Fenelon  eo  su  inmortal  obra  )  á  buscar  á  Ulí- 
»  ses  9  habiendo  entrado  al  lugar  del  averno , 
»  donde  se  castigaban  los  malos  reyes ,  vio  que 
»  muchos  de  estos  eran  severamente  atormen- 
»  tados ,  no  tanto  por  los  males  que  habian  in* 
»  ferido ,  sino  precisamente  por  los  bienes  que 
»  habian  dejado  de  hacer.  Los  crímenes  que  co*- 
»  meten  los  hombres  (  continua  el  mismo  autor  ) 
»  que  provienen  de  la  negligencia  é  inobservan» 
»  cia  de  las  leyes ,  se  imputan  á  los  reyes  que  no 
»  deben  reynar  sino  con  el  fin  de  que  las  leyes 
»  gobiernen  por  su  ministerio.  »  Esta  es  una 
lección  dé  moral  aplicable  á  todos  los  magistral- 
dos  de  la  tierra. 

Los  legisladores  de  México  no  desconocieron 
estos  principios  en  armonía  con  las  máximas 
sanas  de  la  moral  y  la  política,  y  al  demarcar 
sus  deberes  á  los  magistrados  de  la  república , 
les  dispensaron  consideraciones  y  el  honorario 
correspondiente  á  su  rango ,  y  á  los  servicios 
inherentes  al  tamaño  de  su  importancia  ,  sin 
ninguna  demasia.  Algunos  estfangeros ,  mal  in- 
formados ó  prevenidos  contra  la  nación,  han  su- 
puesto en  sus  abultadas  relaciones ,  abusos  en 
esta  parte,  afirmando  que  los  Mexicanos  mas 
ávidos  y  aspirantes  que  patriotas  ,  se  distribuyen  v 
el  tesoro  público  con  escesivas  dotaciones  y  una 
clientela  inconsiderada  de  empleados  inútiles  y 
perniciosos  á  lá  administración,  llegando  hasta 
el  estremo  de  hacer  la  apología  del  sistema  co- 


89 
lonial,  y  como  á  preferir  el  régimen  monstruoso 
y  absoluto  de  la  dependencia  ignominiosa ,  por 
uno  que  otro  desacierto  que  en  el  ensayo  dq  la 
libertad  habrán  notado ,  sin  advertir  que  todos 
los  pueblos,  en  su  infancia,  cometen  errores  api} 
úa  intención;  y  en  cuanto  al  punto  de  los  sueldos 
crecidos  de  que  inculpan  á  los  Mexicanos,  están 
muy  equivocados ;  cotejen  sino  la  lista  civil  de) 
gobierno  colonial ,  y  encontraran  que  el  sueldp 
de  los  virreyes  montaba  á  sesenta  mil  pesos ,  y 
muchas  veces  á  ochenta  ipil  ademas  de  sus  grary- 
gerias  vergonzosas j  los  presidentes  comandantas 
generales,  á  ocho  mil;  los  de  los  oidores  é  inten<- 
dentes ,  á  seis  mil ;  al  paso  que  la  dotación  del 
presidente  de  la  república,  con  superior  dignidad 
y  rango  ,  como  pnojer  gefe  de  una  nación,  res- 
pecto á  la  de  un  procónsul,  no  escede  de  treinta 
y  seis  mil ;  el  de  sus  secretarios ,  de  sejs  rail  x  y 
los  gobernadores  y  comisarios  generales  de  los 
Estados ,  no  reciben  mas  de  cuatro  n^j  y  §i  lfl 
conbinacion  del  sistema  republicano  federal  bp 
exigido  en  su  administración ,  mayqr  n amero  de 
empleados  >  esto  no  es  una  invención  de  los 
Mexicanos;  todas  las  naciones  emancipadas  (y 
constituidas ,  por  su  propio  decoro  9  4ig<ú{J$d  y 
conveniencias  públicas ,  tienen  precisión  de  a,u- 
. mentar ;  *l  número  de  sus  magistrados  y  em- 
pleados subalterno^ ,  y  por  CQfi&iguie^? ,  d¡e 
acrecentar  sus  gastos;  pero  en  general  esta^^ 
cesidad  no  es  un  mal  sino  ut\  beneficio  ,  cua^flo 


9° 
los  destinos  se  calculaa  y  nivelan  con  las  venr 
tajas  y  utilidades  que  resultan  á  la  causa  pública 
y  pueden  reportar  los  pueblos.  Es  cierto  que  en 
los .  tiempos  de  ignominia  y  triste  memoria  ,   la 
lista  civil  y  militar  se  cubría  con  diez  y  medio 
millones  de  pesos ,  y  en  la  actualidad  quizá  as- 
ciende á  mas  de  diez  y  seis  millones j  mas  esto 
es  consiguiente  al  estado  de  guerra  y  al  aumento 
del  ejército  ,  que  en  tiempo  de  la  dominación  no 
pasaba  de  diez  mil  hombres ,  y  ahora  monta  á 
cuarenta  y  cinco  mil;  pero  del  deficiente  que 
resultaba  entonces  del  producto  neto  de  las  ren- 
tas de  México,  ascendiente  á  veinte  millones  de 
pesos  ,  pasaban  á  las  cajas  de  Madrid  ,  seis  mi- 
llones, y  tres  y  medio  en  clase  de  situados  a  otros 
puntos!  ultramarinos ,  mientras  que  con  la  inde- 
pendencia ,  aun  cuando    se  absucrban    en  los 
sueldos  de  los  empleados,  domiciliados,  los  gastos 
de  las  atenciones  de  la  guerra  y  algún  fomento 
á  los  ramos  úef  industria  y  educación  ,  siempre 

tedan  ten  circulación ,  y  al  fin  aumentan  y 
Ificán ;  *  ltís  capitales  '-y  laí  riqueza  pública  del 
^ís/*No:hky  pues  motivos  fundados  para  incul- 
£attÉrós,¿óbíre  'este  punto ;  y  si  existen  en  la  ad- 
ministración <  de  la  Union ,  algunos  empleados 
subalternos  y  ^perflubs ,  son  de  aquellos  mez- 
[huios  que  el  foVoritismo  de  algunos  secretarios 
;  gefes  de  oficinas  han  introducido  en  general 
ifr&tllfes  y  perniciosos ,  porque  ademas  de  que  la 
¿fcéf  jróHa  dé  éísofe  j^VenésT soldados  de  á  trescientos 


•+. 


9* 
ó  quinientos  pesos,  ignoran  hasta  los  rudimentos 
de  ortografía  y  gramática ,  no  se  puede  contar 
con  ellos  para  cosa  de  provecho  ,  y  distraen  con 
sus,  disparates  y '  atolondramientos  ,  la  atención 
de  los  oficiales  de  las  secciones,  reduciendo  estos 
ó  abollen  dolos,  lejos  de  sobrar  empleados,  faltan 
otros  indispensables  á  los  ramos  del  fomento. 
Cbn  tatas   economías,  y  la  providencia  de  no 
gratificar  con  dietas  á  los  diputados  y  senadores, 
smo  durante  el  tiempo  de  las  sesiones ,  el  ar- 
reglo  y   diminución    del    ejército    habrá    re- 
cursos sobrados,  tal  vez  sin  necesidad  de?  nuevas 
contribuciones  para  formar  direcciones  'delfo* 
mentó  de  1a  industria,  de  la  instrucción  ,  policía 
y  estímulo  de  las  ciencias •;  las  artes  y- oficios '¿-do 
la!  abertura  de  caminos  y  canales ,  de  la  coloni- 
zación y  afirmación  en  grande,  de  las  fronteras^ 
poneos  litorales •  abiertos  at  comercio ,:  del  piando 
de  árboles  y  conservación  de  los  bosques,  y  en 
sorba v  »  db   todos ;  aquellois  objetbs  descuidados 
por  el  antiguo  régimen  >  y  absolutamente  snece¿- 
sarkü  ¿ 'la ¡prosperidad  y  ama  al  iwniQT  tteila 

■  Respecto'  al  sistema  de  percepción  y:  economía 
administrativa ,':  ó  aplicación '  de  lbs  íni^isti^udos 
al  cumplinüenSbode  6tis  deberes ,  después  í  de  ^a 
mdépetadencid ;  sfetttf  se  fea  fenéjoradó  mnbbo<ao 
pueüeo^er  peor-qiie)eb  seguido*  jior?  ¡el  gobierno 
cok>mu*  ^qalsen' «¡entir1  del  céfebre  sabi^  barón 
db<  HtunbtfH  ;  ¿aoMaba' >éb  oosw  del  cobró*  de 


los  impuestos,  al  esceso  tle  25  p.  %,  es  decir, 
mas  que  el  duplo  de  lo  que  cuesta  en  Francia,  y 
sobre  los  agentes  españoles  (continua  el  mismo 
autor)  •(  la  prodigiosa  canutad  de  empleados  ,  la 
»  ociosidad  mas  grande  en  los  que  ocupan  los 
»  deslinos  superiores,  una  cstrema  complicación 
»  en  la  administración  de  la  hacienda  ,  hacen  el 
»  cobro  de  las  contribuciones  tau  lento  y  difícil, 
»  como  vejatorio  al  pueblo  mexicano.  » 

No  se  puede  negar ,  y  es  preciso  cegarse  para 
suponer  que  los  Mexicanos  no  han  ganado  nada 
con  la  independencia,  cuando  ademas  de  haber 
sacudido  un  yugo  vergonzoso  y  cuhiertose  de 
honor  y  gloria,  rescataron  y  cuentan  con  una 
patria  cara,  se  gobiernan  por  sí  mismos,  y  todos 
sus  administradores  á  porfía  han  aliviado  las 
pesedas  é  ignominiosas  cargas ,  aboliendo  al- 
gunos tributos  y  muchas  contribuciones  y  estan- 
cos an  ti -poli  ticos  y  an  ti-económicos  ,  que  como 
los  que  agobiaban  á  la  minería  y  embarezaban 
la  amalgamación  de  los  metales  preciosos  ,  in- 
ventados por  la  rapacidad  del  fisco  de  los  Espa- 
ñoles ,  han  desaparecido ;  y  á  pesar  de  que  los 
atrasos  consiguientes  á  toda  revolución  ,  y  la 
salida  súbita  de  mas  de  cien  millones  de  pesos , 
que  ha  arrancado  la  ignorancia  de  algunos  y  la 
mala  fé  y  tenacidad  de  otros  ,  del  seno  de  la 
patria ,  y  circulan  entre  nuestros  enemigos  ó  en 
países  estrangeros ,  no  han  permitido  mayores 
adelantos  ,  lo  cierto  es  que  México  ha  mejorado 


9S 

mucho,  no  obstante  sus  disensiones ,  y  si  sus 
magistrado*  se  aplican  á  las  mejoras  sociales  f  y 
sostienen  el  orden  público  con  la  observancia 
estrióla  de  la  justicia  y  las  leyes ,  los  Mexicanos 
no  retrogradaran  como  hubiera  acontecido  con 
la  dependencia  de  España. 

A  Jos  que  calumnian  á  la  nacioci ,  pintándola 
en  una  desmoralización  completa,  y  á  lbs  Mexi- 
canos inclinados  esclusivamente  al  vil  interés  de 
enriquecerse  á  espensas  del  tesoro  público,  des* 
nudos  del  amor  patrio,  de  conocimientos  y  espí- 
ritu nacional,  se  les  debe  poner  de  frente  á  pecho 
descubierto,  las  virtudes  y  el  desprendimiento 
de  la  mayoría  de  los  personages  mas  influentes 
en  el  teatro  de  nuestra  revolución,  en  cuyo  curso 
(y  esto  se  repite  con  una  satisfactíion  pura  y 
quizá  única  en  la  historia  de  los  nuevos  Estados) 
ciertamente  ninguno  ha  atesorado,  La  medio* 
cridad  en  que  viven,  atenidos  á  su  corto  sueldo, 
los  generales  Teran ,  Bravo ,  Bustamante  i  Bar- 
ragan ,  Rayones ,  Michelena ,  Pedraza ,  Santana , 
Muzquiz,  Anaya,  Parres,  Victoria  y  otros  (escep- 
tuando  al  general  Moran ,  que  pudiente  por  su 
casa ,  ha  servido  constantemente  gratis  destinos 
importantes)  que  son  los  que  mas  se  han  dis- 
tinguido y  figurado  ,  todos  por  sus  servicios  á  la 
independencia ,  y  los  mas  por  su  amor  al  orden 
y  á  la  libertad ,  es  un  testimonio  público  contra 
semejantes  imposturas  ,  pues  lejos  de  haberse 
enriquecido,  como  lo  hicieron  muchos  generales 


94- 

ygefes  españoles  ^oú;  rapacidad,  por  el  contrario, 
I09  mas  de  ello?  han  descuidado  su  corta  fortuna, 
heredada  de  sus  mayores  ,  por  atender:  a  los 
cargos  públicos  que  les  ha  conferido  la  patria ; 
y  digasé  lo  que  se  quiera  por  los  que  no  saben 
apreciar  el  honor  nacional ,  por  los  difamadores 
del  general  JVlichelena,  la  verdad  es  que  el  dinero 
lio  se  puede  ocultar;  que  se  cuente  uno  que  otro 
peculato  mezquino,  que  no  falten  ineptos  dila- 
pidadores, díscolos  y  ambiciosos,  factores  y  pro- 
vocadores de  asonadas  y  saqueos ,  es  cosa  que  se 
comprende  fácilmente  por  el  filósofo  observador 
que  no  ignora  que  todas  las  revoluciones  tienen 
sus  periodos  febriles,  sus  páginas,  sus  fasces  y  por 
último  sus  crisis. 

Los  declamadores  cáusticos  de  los  defectos  y 
calamidades  de  México ,  olvidaron  que  allí  han 
regido  y  dominado  las  desmoralizadas  autoridades 
y  mezquinas  leyes  de  una  nación  que,  en  concepto 
del  ilustre  defensor  de  los  derechos  de  América , 
el  señor  de  Prat ,  por  sus  peregrinas  doctrinas  y 
pésima  administración  y  atrasos ,  mas  bien  per- 
tenece á  África  que  á  la.  culta  Europa;  y  al  pon- 
derar nuestras  disensiones,  sin  duda  no  recuerdan 
las  horribles  escenas  que  refieren  las  historias  de 
las  grandes  revoluciones  de  Inglatera ,  la. del  91 
en  Francia,. pintada  con  horrores  y  sangre  por  el 
elocuente  JOesoduarts,  la  antigua  de  Polonia,  las 
de  España  en  nuestros  dias,  y  las  de  todas  las 
naciones  qué  nos  avanzan  muchos  siglos  en  anti* 


<* 


güedad  f  esperiencia  y  civilización ,  y  con  todo 
han  escedido  á  México  en  todo  género  de  aten- 
tados y  desaciertos. 

Por  último ,  si  en  la  administración  local  de 
algunos  Estados ,  existen  demasias  con  respecto 
á  sus  empleados  en  los  tribunales  de  justicia ,  y  '' 
en  el  gobierno ,  reduciéndose ,  como  es  de  es- 
perarse  en  los  Estados  pequeños,  el  número  de  ,.  ■,'■' 
los  jueces  superiores,  á  cinco,  y  en  los  grandes,  *\ 
á  siete;  luego  que  se  modifiquen  los  códigos  y 
se  abrevien  los  procedimientos  y  tramites^  em- 
brollados de  la  legislación  española,  se  supriman 
los  vice-gobernadores  á  sueldo,  y  se  dicte  la 
medida  arriba  indicada,  sobre  no  dar  dietas  á 
los  diputados  en  las  vacaciones,  la  administración 
de  estos  sera  mas  económica ,  y  los  ahorros  que 
resulten  se  aplicaran  á  objetos  de  educación  y 
fomento ,  y  al  exacto  pago  de  los  contingentes 
que  el  pundonor  y  delicadeza  de  los  Estados 
exige,  convencidos  de  que  la  federación  no  puede 
subsistir  sin  que  las  partes  que  la  componen  y 
representan  ,  contribuyan  por  su  parte  al  soste- 
nimiento de  su  punto  céntrico  que  tiene  que 
cubrir  los  réditos  y  amortizar  la  deuda  pública  : 
ellos  no  deben  olvidar  esta  máxima  del  profundo 
Maquiavelo,  que  las  grandes  sociedades  no 
pueden  permanecer  privadas  de  una  cabeza 
ó  punto  de  unidad  de  acción  fuerte  sin 
esponerse.  Un  gran  rio  (dice  un  político  mo- 
derno) que  crece  y  se  fortifica  con  la  reunión  de 


9« 
las  aguas  que  le  tributan  los  ríos  adjacentes,  for- 
mado! de  una  infinidad  de  riachuelo! ,  es  la 
imagen  de  una  confederación  bien  conbinada. 
Un  rio  grande ,  dividido  en  mucboi  pequeños 
ríos,  escapándose  de  su  manantial  ó  cabecera 
matriz ,  te  debilito  sin  cesar ,  y  al  cabo  te  corta 
ó  te  teca  :  esta  es  la  verdadera  imagen  de  una 
sociedad  egoísta,  6  de  la  confederación  sin  equi- 
librio y  de  existencia  quimérica. 

Para  dar  una  idea  de  la  teoría  focal  del  go- 
bierno español  en  México ,  consignamos  aquí  el 
inventario  de  su*  estancos  y  contribuciones  desa- 
parecidas en  la  mayor  parte  con  la  adquisición 
de  la  independencia.  Contaba  su  administración 
complicada  y  dispendiosa ,  cotí  los  estancos  de 
azogue  ,  de  alumbre ,  de  nieve ,  de  naypes ,  de 
juegos  de  gallos,  de  cobres,  de  cordobanes  (estos 
dos  se  babian  abolido  antes  de  la  emancipación) 
con  los  asientos  ó  estancos  monopolizados  de 
bulas  de  cruzada ,  de  pulques ,  vino  mescal ,  de 
oficios  vendibles  y  renunciables ,  bancos  de  pro- 
curadores, oficios  públicos  y  escribanos  y  curiales 
denominados  de  provincia;  ademas  de  los  estancos 
formales  de  tabaco ,  salinas  y  pólvora ,  todavía 
existentes ,  pero  que  los  Mexicanos  no  tardaran 
en  abolir.  La  afrentosa  contribución  del  tributo, 
es  verdad  que  desapareció  en  tiempo  de  la  cons- 
titución española ;  pero  ella  hubiera  sido  resta- 
blecida sin  la  independencia.  La  alcabala,  exis- 
tente por  desgracia  aun,  llego,  en  la  última  época 


97 
de  la  dominación,  basta  el  i(i  p.  «/„,  y  en  la  ac- 
tualidad no  escede  del  r>  p.  %.  Muchas  de  las 
onerosas  qontribuciones  afectas  á  la  amalgama- 
ción y  procedimientos  de  los  metales  preciosos , 
han  sido  abolidas  y  ya  no  existen  los  directores 
de  aduanas  y  loterías,  los  tribunales  de  cruzada, 
de  asientos  de  tributos,  y  de  la  inquisición,  com- 
puestos todos  de  un  administrador  superinten- 
dente, un  fiscal ,  un  escribano,  un  miuistro  eje- 
cutor, un  tesorero,  varios  oHciales  subalternos  y 
muchos  escribientes ,  unos  y  otros  en  general 
Europeos. 

Los  diversos  departamentos   ó  distritos    que 
forman  los  Estados ,  dirigidos  antes  de  la  inde- 
pendencia por  uua  clientela  de  favoritos  igno- 
rantes y  ávidos ,  con  el  título  de  subdelegados , 
que  reunian  monstruosamente  las  autoridades 
gubernativas  de  policía  ,  justicia  y  hacienda  ,  sin 
dotaciones,  y  con  el  5  p.  %,  de  los  tributos  que 
cobraban  vejatoria  y  arbitrariamente ,  constitu- 
yéndose en  el  hecho  tiranuelos  y  monopolistas 
absolutos  de  la  suerte  y  el  sudor  de  los  pueblos; 
en  la  actualidad  se  administran  por  ge  fes  y  jueces 
letrados ,  independientes  entro  sí ,   pagados  de 
los  fondos  públicos,  con  absoluta  prohibición  de 
comerciar.  Y  todas  estas  mejoras   ¿se  gozarian 
por  ventura  en  México  sin  la  independencia  y 
las  instituciones  federales  ? 


9» 


(III) 

i  De  las  convenientes  relaciones  con  las  poten- 
cias estrangeras. 

Aunque  el  esencial  deber  y  obligaciones  pri- 
mordiales de  los  depositarios  del  poder  de  una 
sociedad  recientemente  emancipada  y  constituida, 
sean  dedicar  toda  su  atención  á  la  observancia 
de  las  leyes ,  consolidación  del  régimen  político 
y  sostenimiento  á  toda  costa  del  orden  público, 
mediante  el  libre  ejercicio  de  su  autoridad  legal, 
y  la  cooperación  y  goces  de  los  derechos  espe-  ' 
ditos  de  los  ciudadanos;  sin  perjuicio  de  estas 
bases  capitales ,  los  principios  de  conveniencia 
y  política  generalmente  recibidos  entre  las  na- 
ciones ,  y  el  encadenamiento  y  enlazo  de  los 
intereses  de  todas  las  sociedades ,  exigen  por  una 
consecuencia  necesaria  á  su  propia  conservación, 
comunicaciones  y  relaciones  de  buena  correspon- 
dencia y  amistad»  mas  ó  menos  estrechas  con  las 
potencias  vecinas ,  y  con  aquellas  que  por  la  na- 
turaleza de  su  política  y  posición  en  el  orden  de 
los  acontecimientos  presentes  y  futuros ,  pueden 
afectar  y  ligar  de  algún  modo  sus  iutereses  con 
los  de  la  nación,  ó  por  el  contrarío  perjudicar, 
•i  no  se  atienden,  á  la  causa  pública.  Estas  rela- 


\» 


2J9 

ciooei  loa  tanto  mas  indispensables  u  mn  pueblo 
paciente 1  cuanto  que ,  constituyendo  el  derecho 
de  gentes ,  por  su  órgano  bc  estipulan  y  alcanzan 
tu*  goce*  1  y  los  derechos  y  ventajas  que  por  la 
naturafosa  y  la  equidad  tienen  y  sou  inherentes 
i  todas  las  naciones.  Mas  sin  embargo  de  esto, 
ua  gobierpo  nuevo,  al  establecerlas,  no  debe 
perder  de  vista  que  el  resultado  de  sus  negocia- 
ciones sera  mas  ó  menos  elieaz  y  saludable  a  sus 
justas  pretensiones ,  cuanto  sea  el  grado  de  esta- 
bilidad moral  y  fuerza  física  con  que  se  proseóte, 
y  el  reajze  de  las  cualidades  de  los  agentes  á 
quienes  se  cpníicn ;  puesto  que  los  fastos  de  la 
historia  antigua  y  moderna  nos  enseñan  que  el 
/éxito  da  muchos  negocios  ha  dependido  en  parle 
40  la  habilidad  de  los  gobiernos  y  las  circuns- 
tancias eventuales ,  sin  cuyo  aprovechamiento, 
que  ion  el  espediente  mas  efectivo  y  dependiente 
délos  hombres  de  Estado,  parecería  increíble  que 
unas  asociaciones  tan  reducidas  como  las  repú- 
blicas de  Holanda  ,  Yenecia ,  Genova ,  y  sobre 
todas  Pisa  ,  hubieran  llegado,  en  la  época  de  su 
florecimiento,  á  nivelarse  con  las  potencias  mas 
poderosas  de  Europa,  y  aun  á  iníluir  en  las  tran- 
sacciones y  cuestiones  mas  importantes  de  las 
HgW  que  se  formaron  en  su  época.  A  las  circuns- 
tancias y  á  la  activa  sagacidad  de  los  diplomáticos 
a nglo- americanos ,  mas  bien  que  ti  su  poder  de- 
bieron sin  duda  su  engrandecimiento  territorial 
los  Eüadot-Unidos  de  América  1  pero  sin  ostabi- 


100 

lidad  y  buen  orden  parecería  imposible  que  á  lo§ 
veinte  y  cinco  años  de  su  existencia ,  hubieran 
podido  anexar  á  su  vasto  imperio  y  afirmar ,  sin 
disparar  un  tiro ,  la  estensa  é  importante  región 
que  abraza  el  Misisipi ,  y  poco  tiempo  después, 
el  interesante  puesto  de  la  península  de  las  Flo- 
ridas ,  que  les  ha  abierto  la  puerta  del  grande 
Occéano,  y  dado  una  de  las  llaves  del  seno  mexi- 
cano, por  cuya  conservación  habian  hecho  antes, 
España  é  Inglaterra,  grandes  sacrificios. 

La  república  mexicana,  colocada  acia  el  centro 
de  América,  entre  una  grande  potencia  y  varias 
naciones  nuevas  hermanas ,  que  pueden  llegar 
un  dia  á  ser  poderosas ,  si  se  atiende  á  sus  ele- 
mentos materiales,  dominando  el  grande  Occéano 
y  una  parte  del  Atlántico  hasta  el  seno  mexicano, 
con  una  estension  litoral  de  mas  de  35o  leguas,  es- 
celentes  puertos  sobre  el  Pacífico ,  y  varios  ríos  y 
radas  abordables  en  las  regiones  atlánticas ;  una 
superficie  de  mas  de  120  mil  leguas  cuadradas 
de  terrenos  pingües ,  amenos  y  de  un  aspecto  fí- 
sico y  temple  admirable  y  delicioso,  con  una 
masa  de  población  de  mas  de  ocho  millones  de 
habitantes ,  que  con  los  progresos  de  la  civiliza- 
ción y  el  estímulo  de  la  radicación  de  familias 
estrangeras  útiles  y  laboriosas ,  llegará  á  multi- 
plicarse prodigiosamente,  y  aumentar  por  el  des- 
arrollo de  los  gérmenes  de  su  riqueza  territorial, 
sus  consumos  y  relaciones  activas  de  comercio, 
necesariamente  debe  entablar  y  sostener  diversas 


MU  * 

y  intentas  uegouiuuionen  y  ndumonen  de  polUioa 
traieendenlal  y  eotnemul,  porijue  m  ponieion  y 
eonvenieneiai  no  le  permitan  uinlurne  y  redu- 
eirne  á  una  exinlenciu  punivu  y  egointu ,  ipie  evU 
dentemente  perjudwuriuo  mu  honor  y  nun  nutura- 
lei  interesen  y  iltirrrliui*.  Kn  mmneuuenuiu  uon 
enton  nrineipion,  y  non  arreglo  á  I  un  iuterenei 
y  dentíao*  granden  de  Manicio,  en  armonía  eon 
loi  de  la  gran  uoufedtirueiou  umeriuunu ,  que 
parecen  iudiear  lu  homogeneidad  y  nitnputiun  del 
origen ,  el  idioma,  lun  nontumhren,  lu  religión, 
lai  inititueiouen  y  lu  idmitidud  du  Ion  priueipion 
de  la  eauíu  que  nontienen  Ion  uuevnn  Kntudon,  el 
gobierno  mexicano  pureoe  denignudo  eomoel  man 
á  propónito  puru  traxar  lu  línea  de  nutun  eonmnl- 
oaeionen  nintamuliuamenta,  non  lu  mira  de  Ir  ule- 
jando  de  Améritm  lu  inílueneiu  y  lu  preponde* 
ránula  de  la  inquieta  poliüoude  Kuropu,  mediante 
la  eooperatnon  de  todon  Ion  Kntudon  ügadon  por 
la  man  eitreohu  uliuuxu  tptti  libren  figuran  en  el 
mundo  de  Colon, 

La  veeiudad  y  lu  analogía  de  lun  inntitueionen 
de  Mánieo  y  Ion  Kntudon- IJuidon  de  Ajuéritut,  Ion 
interesen  de  eouiercio  y  lun  mAximun  de  unu  nuuu 
políliea,  eenvenientan  ul  nontenimieuto  del  repono 
y  Ja  pande  Ion  Kntudon  del  nuevo  mundo,  lájon 
de  provoeur  rivalidades  y  antiputfun  perniuionun, 
entre  eiton  don  gruuden  Knludon,  puntee  que  exU 
gen,  oohio  uu  deber  nugrudo,  ú  Ion  unuurgudo* 
de  mi  deiliuon  el  mantener  lu  mun  nordiul  inte» 


102 

lígeüciá  y  recíproca  armbttía ,  tfscitatido  una  fli- 
ston  dé  benevolencia  cutre  áriibas  taátiontfs  fuer- 
temente interesadas  en  adunare  y  etotfeüdfertfe 
sobre  los  puntos  capitales  de  su  mutua  seguridad, 
de  sus  adelantos  y  florecimiento,  á  fin  de  aSpfrát 
un  dia,  á  la  cabeza  de  todos  los  Estados  ameri- 
canos libres  y  bien  ordenados,  por  su  influencia, 
á  neutralizar  el  predominio  europeo  en  el  nttevo 
mundo,  y  á  mantener  en  equilibrio  la  balanza 
de  sus  intereses  generales  y  los  negocios  y  dere- 
chos peculiares  de  cada  Estado,  eta  fuerza  de  stifc 
benéficas  mediaciones  y  el  desarrollo  de  una 
sabia  política.  «  ¿Cuál  es  la  regla  de  una  sabia 
»  política  ?  dice  Cicerón  en  el  libró  de  las  leyes* 
»  ninguna  otra  que  ser  justo.  Toda  ley  que  nd 
»  ¿e  ftinde  sobre  el  modelo  de  esta  ley ,  la  tntó 
»  antigua ,  <¡{ue  nace  con  nosotros ,  que  está  im* 
»  Mresa  en  todas  las  al m ais,  no  merece  el  nombré 
»  de  ley  con  mas  título  qué  aquello  que  se  hu* 
»  biera  resuelto  en  una  asamblea  de  ladrones  f 
»  salteadores.  » 

La  cuestión  del  arreglo  de  límites ,  aunque  es 
de  importancia  y  gravedad  para  los  Mexicanos , 
fes  de  poca  entidad  para  los  Atrglo- Americano* , 
ti  ¿é  reflexiona  que  aquellos  Estados ,  cotí  'poco 
más  dé  un  terció  de  población  que  México, 
p'OSeen  yá  mas  que  el  duplo  de  superficie  terri- 
torial, y  aunque  en  general  sea  ménós  productivo, 
lá  oportunidad  de  sus  rios  navegables,  lab  llanu- 
ras, y  la  actividad  y  erférgfa  dé  sus  Watttfáles^h 


io3 

elementos  físicos  y  morales  mas  eficaces  para 
acelerar  la  población  y  el  cultivo.  La  transacción 
de  límites  es  pues  fácil  y  de  un  interés  muy 
secundario'  para  los  Estados-Unidos ,  en  compa- 
ración de  su  comercio  y  el  noble  objeto  y  fin  de 
sos  relaciones  con  México  ,  para  suponer  ó  ima- 
ginar que  su  arreglo  amigable ,  y  las  medidas  de 
seguridad  que  adopten  los  Mexicanos  para  afir- 
marlos, alteren  ó  entibien  en  lo  mas  mínimo, 
las  mas  estrechas  relaciones  de  amistad,  comer- 
cio» buena  vecindad  ,  y  mutua ,  franca  y  sincera 
correspondencia.  Conforme  á  estos  principios, 
los  administradores  de  México  deben  considerar, 
como  una  de  sus  primeras  obligaciones ,  el  cul- 
tivo de  la  amistad  con  los  Estados-Unidos  de 
América  ,  manteniendo  constantemente  cerca 
de  aquel  gobierno,  un  agente  diplomático  de 
cualidades  sobresalientes ;  y  luego  que  dirima  y 
deslinde  sus  límites  mas  naturales ,  por  tratados 
públicos  terminantes,  debe  también  ocurparse 
en  afianzarlos,  desplegando  medidas  eficaces  que 
tiendan  al  aumento  de  su  población,  cultivo  y 
seguridad  futura  ,  que  son  las  garantías  mas  po- 
sitivas para  su  conservación  j  persuadiéndose  que 
las  transacciones  no  son  infalibles  cuando  falta 
la  energía  y  el  vigor  para  hacerlas  cumplir.  «  Por 

*  solemnes  y  sinceros  que  sean  los  tratados  (  dice 
»  el  historiador  Goldomitlls)  entre  las  naciones, 

*  dios  no  pueden  ofrecer  sino  una  muy  débil 
» barrera  contra  los  intereses ,  inclinaciones  ó 


104  . 

»  las  prevenciones  de  la  rivalidad  de  los  pueblos ; 
»  ellos  ceden  muchas  veces  á  las  miras  ambiciosas 
»  de  los  encargados  de  la  dirección  de  sus  con- 
»  se  jos. » 

La  república  de  Centro-América,  limítrofe  por 
el  rumbo  opuesto ,  parece  destinada  á  seguir  la 
estrella  de  México ,  y  por  su  posición  y  circuns- 
tancias particulares ,  á  pesar  de  la  antipatía  que 
afectan  algunos  de  sus  administradores  inesper- 
tos,  los  bienes  y  los  males  que  se  disfruten  ó 
encorben  á  México ,  refluirán  en  su  salud  ó  en 
su  perjuicio  j  y  digase  lo  que  se  dijere ,  un  Es- 
tado pequeño  y  sin  rentas ,  no  es  ni  puede  ser 
verdaderamente  independiente  en  un  sentido 
tan  rigoroso  que  no  necesite  del  auxilio  y  poder 
de  sus  vecinos  mas  aproximados  para  asegurar 
su  existencia  política.  Estos  cuerpos,  semejantes 
á  los  satélites,  no  pueden  menos  que  girar  al  re- 
dedor de  sus  planetas.  México  sera  por  mucho 
tiempo  el  Júpiter  de  Guatemala  j  y  no  tiene  otro 
interés,  desde  que  con  la  mejor  voluntad  reco- 
noció auténticamente  su  emancipación ,  que  el  de 
verla  feliz  y  prosperar.  Un  tratado  especial  de 
amistad  íntima ,  y  la  residencia  de  un  ministro 
hábil  que  trabaje  en  obsequie/  de  los  Guatemal- 
tecos ,  y  en  inspirar  confianza  y  borrar  hasta  de 
la  memoria  esa  suspicacia  y  susceptibilidades  de 
algunos  de  los  hijos  de  Guatemala  contra  los 
Mexicanos  que  tienen  el  vergonzoso  é  ignoble 
fcrígen  de  las  preocupaciones  y  falsa  política ,  que 


io3 

dejaron  por  herencia  tune» tu  lo*  ceñudo*  domi- 
nadores ,  para  dividirnos  y  devorarnos ,  llenará 
eito*  objetos. 

El  arreglo  definitivo  de  los  limites  mas  natu- 
rales entre  ambos  Listados ,  bien  examinada  la 
cuestión ,  es  no  solo  fiíeil  sino  sencillo ,  cuando 
*e  considera  que  la  región  de  las  Ghiapas,  encla- 
vada entre  Yucatán ,  Tabasco  y  Oaxaca,  por  su 
topografía  9  relaciones  ó  intereses  de  comercio , 
se  afecta  y  engaza  (briosamente  á  la  confederación 
mexicana,  Estas  relaciones ,  superiores  á  todo 
otro  derecho  consuetudinario ,  se  han  pronun- 
ciado ya  en  i8q4  por  la  libre  voluntad  de  la  ma- 
yoría de  los  pueblos  de  Chiapas ,  en  virtud  de 
un  convenio  entre  México  y  Guatemala ,  y  lo 
babia  predieho  antes  el  dr.  Górdova ,  hombre 
instruido  y  de  mundo ,  tjue  á  pesar  de  ser  par- 
tidario  de  Guatemala,  decia  que  las  oommunioa- 
eiones  y  comercio  de  Cbiapas  con  su  antigua 
Metrópoli ,  se  reducían  á  traer  de  la  capital  los 
santos  óleos  en  sede  vacante;  al  paso  que  el 
tráfico  era  activo  y  de  interés  con  Oaxaca  y 
Tabasco.  Los  puntos  culminantes  que  demarca 
la  escabrosa  sierra  del  Rosario  acia  las  cumbres 
del  pueblo  de  Chanda  ,  ó  sea  la  sierra  de  Cuchi*- 
matanes  9  y  las  cabeceras  de  los  rios  que  se  des* 
prenden  de  esta  elevada  montaña,  acia  el  estable- 
cimiento inglás  de  Valiz ,  por  donde  corren  los 
rios  Bacalar  y  Hondo,  hasta  el  Atlántico ,  y  una 
linea  tirada  acia  el  pueblo  de  Güegüetlan,  en 


el  litoral  del  Pacífico  ,  parece  que  son  los  puntos. 
que  deben  servir  de  base  á  esta  demarcación  fa- 
vorecida por  la  construcción  geológica  del  país. 
Con  la  república  de  Colombia  inmediata , 
México  tiene  intereses  mas  trascendentales  que 
trazar,  y  el  primordial  es  desearle  su  unidad  á 
lo  meaos  con  Quito  ;  y  prescindiendo  abora  de 
las  relaciones  mercantiles  existentes ,  aun  antes 
de  su  emancipación ,  ( continuadas  entre  los 
puertos  de  Guayaquil  y  Acapulco  ,  Maracaybo  y 
Veracruz ,  á  causa  del  consumo  del  cacao  que 
los  Mexicanos  necesitan ;  este  tráfico  eventual  se 
suspenderá  en  fuerza  de  los  adelantos  del  cultivo 
de  este  fruto  en  Tabasco  ,  Guazacualco  ,  Colima 
y  otros  parages  que  el  gobierno  deberá  fomentar 
en  su  suelo  natural  y  primitivo  desde  la  mas  re- 
mota antigüedad)  una  política  previsora  no  debe 
olvidar  que  la  población  de  Colombia  (se  entiende 
reunido  á  lo  menos  Quito  )  aglomerada  en  los 
litorales,  agricola  y  empreadedora ,  llegara  un 
dia ,  por  su  despejo ,  el  espíritu  de  cálculo  y 
sus  soberbios  puertos,  á  formar  una  potencia 
marítima  que  en  el  caso  de  una  guerra  empren- 
dida contra  México  ,  cooperaría  ,  coa  el  auxilio 
de  sus  escuadras  ,  á  cootrabalanzear  los  esfuerzos 
de  cualquiera  potencia ,  por  la  oportunidad  de 
la  conbinacion  de  las  operaciones  de  ambas  na- 
ciones en  uno  y  otro  mar ,  de  cuyas  ventajas  ina- 
preciables no  se  pueden  lisonjear  otros  Estados 
de  América.  Con  la  mira  de  prevenir  estas  ideas, 


muy  potiblet  ea  el  curso  de  Im  acontecimiento* 
tattttiaooi,  el  gobierno  mexicano  tiene  que  tirar 
línea*  mw  en  grande  en  el  cultivo  de  la  amistad, 
y  ios  transacciones  con  el  de  Colombia ,  y  una 
íMMlldfed  de  aliarse  y  mantener  un  ministro 
ilustrado  cerca  de  su  gobierno. 

LfeS  repúblicas  del  Perú  y  Ghili,  engasada! 
mas  de  cerca  con  Colombia ,  no  obstante  la  di$- 
tancia  que  las  separa  de  México ,  no  dejan  de 
ligar  tus  intereses  de  algún  modo  con  esto ,  puet 
aunque  sus  relaciones  comerciales  sean  de  poca 
monta,  á  causa  de  la  edentidad  de  producciones, 
su  situación ,  como  potencias  marítimas ,  y  tos 
simpatías  y  causa  común  á  todos  los  nuevos  Es- 
tados 9  en  el  incidente  de  una  desavenencia 
suscitada  entre  ellos  ,  el  gobierno  mexicano 
acreditado,  podría  por  la  influencia  de  tul 
consejo»  ofrecerles  nnd  cordial  mediación ,  lo 
mismo  que  á  las  de  Botívia  y  la  Argentina.  Así 
es  que  por  tro  encadenamiento  político  y  natura!, 
México  puede  ligar  sus  intereses  mas  caros  ,  con 
todoi  los  Estados  de  América  ,  y  llegar  al  ma- 
gnifico resultado  de  la  creación  positiva  de  una 
grtmta  confederación  en  el  nuevo  mundo ,  que 
iniciada  tea  istmo  de  Panamá ,  tal  ret  estempo- 
ttJte&iftéritb ,  se  trasladó  A  Tacubaya ,  y  se  desea 
su  continuación  por  todo»  Vos  Americanos  pen- 
sedorea ,  A  Un  de  regulurranr  definitivamente  nn 
tribunal  sttpremo  t$  inexorable  de  pueblo*  sobe* 
tnhoiyllbreí  que  arreglando  el  derecho  ínter- 


io8 

nacional  de  los  diversos  Estados ,  uniforme  las 
reglas  de  su  conducta  política  esterior  con  res- 
peto á  los  demás ,  asegure  y  mantenga  el  reposo 
y  la  paz  esterior  é  interior ,  y  oponga  un  ante- 
mural á  las  pretensiones  desmedidas  que  pretenda 
suscitar  la  Europa  contra  América ,  presentendo 
á  un  mundo  de  repúblicas,  formando  una  fuerte 
liga  invencible  por  sus  simpatías ,  armonía  y 
unión  compacta  que  el  gobierno  de  México  está 
en  el  caso  de  agitar. 

Por  no  haberse  llevado  á  su  fin  y  grandioso 
objeto ,  el  resultado  de  esta  liga ,  con  motivo  de 
las  disensiones  de  los  diversos  Estados  america- 
nos, ellos  se  han  puesto  de  peor  condición,  y  de- 
savenídose  algunos,  la  Europa  ó  sus  reyes  coli- 
gados discurrían  ya,  según  los  rumores  diplomá- 
ticos y  es  casi  como  seguro  que  hubieran  inten- 
tado su  funesta  intervención,  si  la  gloriosa  re- 
volución del  pueblo  francés  no  viene  oportuna- 
mente á  desconcertar  sus  ceñudos  plañes  contra 
la  libertad  del  mundo ,  llamando  la  atención  de 
los  gobiernos  despóticos  ,  lo¿  cuales  no  pueden , 
ni  podran  transigir  jamas  de  buena  fé ,  con  la  in- 
dependencia y  libertad  de  unas  regiones  que  en 
general  usurpadas  ,  han  dependido  directa  ó 
indirectamente  de  Europa,  y  tarde  ó  temprano 
escitaran  una  revolución  general  de  principios , 
trascendentales  á  los  pueblos  gobernados  según  las 
máximas  del  pretendido  derecho  divino  ,  que/ pa- 
rece caducar  y  reemplazarse  por  el  axioma  de  las 


soberanía*  nacionales.  La  América ,  haita  la 
¿poca  de  la  revolución  del  año  de  1 83o  ,  acae- 
cida en  Parii,  debió  considerarse  eomo  aislada  en 
su*  principios;  pero  en  la  actualidad,  aunque 
mas  escudada  con  la  opinión  esparcida  de  los 
pueblos ,  no  debe  aun  olvidar  que  los  gobierno* 
de  estos  mismos  pueblos  \b  son  hostiles ,  y  aun 
cuando ,  respecto  á  las  naciones ,  la  cuestión  sea 
diferente ,  y  no  nos  vean  con  ojeriza ,  incierta* 
todavía  ,  y  sin  que  les  inspiremos  mayor  con* 
fianisa  con  una  conducta  mas  arreglada,  fuerte  y 
legal ,  mientras  ellas  no  sean  libres  ,  y  de  hecho 
su*  mandatarios  tengan  d  su  disposición  los  re*- 
cursos  forzados  de  los  pueblos  ,  debemos  preca- 
vernos ,  reparando  á  la  vez  nuestros  males  y 
verificando  lo  que  los  reyes  hubieran  ejecutado 
(esto  es ,  una  reunión  recíproca  y  eíicaa)  y  aun 
podrían  practicar,  si  poruña  fatalidad  triunfan, 
y  la  lid  del  absolutismo  se  decide  y  pronuncia 
contra  los  principios  liberales,  Reúnase  la  Amé- 
rica ,  entre  tanto  esta  cuestión  en  litis  se  decide , 
y  apelando  al  proverbio  del  inmortal  poeta  Be- 
ranger ,  invoquense  sus  sublimes  palablas  consi- 
gnada» en  estas  magníficas  frases  : 

Peuples ,  formons  une  aainte  allianoe , 
Et  donnons-nous  la  main. 

Lo*  embarazos  de  Europa  son  grandes ,  estra~ 
ordinarios  los  sucesos ,  y  el  fermento  que  se  es- 
perimenta  y  aparece  casi  en  todas  las  naciones , 
y  en  particular  en  la  hermosa  Italia,  y  en  la  parte 


seria  de  acontecimientos  dti  IBflWWa  trascen4^r 
$ia.  Este  es  pues  el  tiempo  que  k»  hombres  de  í#r 
tado  de  América  deben  emplear,  aprovechándole 
de  tan  favorables  circunstancias ,  no  para  me#r 
alarse  en  los  negocios  europeos ,  ni  manifestar 
¿atenciones  hostiles  (escepto  á  España  que  fl$ 
debe  tratar  de  inquietar  en  sus  posesione*  de  las 
Antillas  y  la  Asia ,  á  £n  de  obligarla  á  haqer  ta 
p*g  ó  reducirla  á  la  península)  sino  para  fijar  la 
posición  que  debemos  tomar  después  de  haber 
consumado  nuestra  emancipación  recíproca,  para 
ponernos  por  siempre  fuera  de  los  tiros  y  prs- 
t&asiones  de  la  denominada  Santa*- Alianza ,  4$- 
jando  á  cubierto  nuestros  derechos  y  los  de  todo 
Uft  mundo  Ubre  y  verdaderamente  indepe$? 

diente. 

Aunque  un  pueblo  naciente  necesita  por  su 
estado  infantil ,  del  apoyo  y  amistad  de  todas  las 
aciones,  para  acreditarse,  sostener  sus  derechos 
y  mantener  la  pas  y  buena  armonía  con  todas ; 
n#  teniendo  México  otras  relaciones  que  las  de 
ooflfcercio ,  con  la  mayor  parte  de  Europa ,  estas 
se  deben  limitar  al  fomento  de  este  ramo ,  me- 
diante sus  agentes  mercantiles!  que  residirán  con 
el  carácter  simple  de  cónsules  generales  encar- 
^adw  <te  negocios  ea  los  puntos  donde  mas  con* 
raoga ,  y  w  to*  demás ,  I94  cónsules  y  Tice- 
capules  pueden   muy  bieqt  de^mpeítar  estas 

i mtioms* ,  rejiucWiMto  m  política,  m  sata  parte  9 


III 

¿laprouoaioa  di  eu  ooweruu>f  abandonando  m 
loponible  el  linterna  probibiiivo  y  rebajando  pro- 
porokmalmente  la  tarilii  de  Ion  dereobon  da  en- 
trada i  que  no  nirven  niño  para  fomentar  el  con- 
trabando, dinmiuuir  Ion  counumon  y  el  tesoro 
pübüoo,  oonbinando  ente  de  manera  que  so 
•i  perjudique  la  imbuiría  del  paín. 

Eitft  regla  geueral  de  política  deberá  tener  nui 
eioepotenen ,  con  renpecto  &  la  Gran-Bretaña.  Jü 
punto  de  contado  de  lo»  dominión  de  enta  pa- 
teada eon  Mtíxico ,  nu  vanto  comercio  9  la  nim- 
patía  dftl  pueblo  ingle*  en  favor  de  nuentra 
cauna,  loi  reeurnon  que  ba  minintrado  al  gobierno 
7  á  Ion  particulares  á  beneficio  de  la  minnria,  el 
ejemplo  que  dio  íu  Uuntrado  gobierno  ,  apresu- 
rándole A  veoonoeer  la  independencia,  langaraa- 
tlan  que  no  dio  de  ella  el  noble  é  inmortal 
tniuiftro  Camrfng,  en  el  b#cbo  de  baborie 
ojmento  á  1an  miran  y  proyecto»  bontilen  de  la 
denominada  Hanla-Altamia,  y  por  último,  el  po- 
derono  auxilio  y  apoyo  que  nu  adiuininini^toa 
previtora  non  puede  preMar  en  cano  neoenario, 
bien  por  el  influyo  de  nu  mediación,  bien  por  rae 
flotan  i  exigen  relacionen  de  otra  «onbina^on  y 
naturaleza  con  la  nación,  que  empuftaudo  el 
tridente  de  fteptuno,  en  dueña  y  nefiora  abnaluta 
del  dominio  de  Ion  tnaren,  y  por  cierto*  motivoe 
politicón  tiene  man  luteren  de  4o  <ju*  nc  pierna 
comunmente ,    en   que  México  h*  fpaud*  y 

proapfirf  i 


(  IV  )    ,  ■ 

De  la  urgencia   de   la  instrucción  popular  y 
enseñanza  gratuita. 

Fácilmente  se  puede  reconocer  por  el  hombre 
menos  reflexivo  ,  siendo  palpables  los  vicios  y  el 
abandono  de  la  educación  en  México,  la  urgente 
necesidad  y  el  justo  deber  que  la  confederación 
mexicana  tiene  de  colocar  al  lado  de  la  libertad. 
reconquistada  del  yugo  eslrangero  y  doméstico  , 
-y  el  no  menos  pesado  y  funesto  de  las  preocupa- 
ciones de  mil  matizes  y  formas  f  que  durante 
.tanto  tiempo  bao  agobiado  al  pueblo  mexicano, 
nn  sistema  de  instrucción  razonado,  compacto  y 
liberal ,  que  al  paso  que  se  generaliza ,  esté  en 
armonía  con.  el  régimen  político  adoptado  por 
la  nación;  sin  cuyo  desarrollo  é  inteligencia  ,  las 
instituciones  liberales  en  pugna  constante  con  los 
hábitos  decrépitos  no  pasarán  de  bellas  teorías; 
y  ni  la  nación  podrá  amarlas  ,  ni  sostenerlas  di- 
gnamente ,  ni  representar  y  ejercer  sus  derechos 
de  supremacía  ,  y  en  una  palabra,  mucho  menos 
■hacerse  respetar  y  ponerse  á  nivel  con  el  resto 
de  las  asociaciones  cultas  de  que  se  compone  el 
mundo  civilizado.  No  negaremos  que  esta  cuestión 
grave  por  su  naturaleza ,  lo  es  quizá  mucho  mas 


Mi 

an  Menino  por  oirounAtaiidia*  prduliard*  van  rd*- 

pdflto  á  Ioa  QtroA  podido»  (Id  la  i  forra  tjito  m«A 

ó  ménoA  han  goxado  dd  cforio  trato  y  roda  nutra 

ftl ,  por  6UYQ  wmdiiato  ,  A  pcaar  dd  Ion  a*il*arKOA 

del  diipotUmo  di  vil  y  monacal ,  no  da  ja  da  pa- 

natrarie  alguna  lux ,  qua  adindjuutd  á  Ion  rayo* 

del  ftol  i  dUipa  la*  tiufohlu*  dal  oii/onta ,  y  nutra 

lai  denla*  nuba*  da  la  Imrharfo  9  no  v¡«lumhra 

]ft  fardad ,  al  puno  <pin  lo*  Mdxfoano*  mirado* 

herma  tiaamdu  Id  ,  uo  pudforou  parnihir  la  aurora 

do  AU  libertad  por  grítelo*  ,  y  todo  lo  qua  pn*a<tn 

m\  mianto  á  principio*  y  »uhar ,  lo  daban  A  la 

handllca  iiiütiniicta  dd  no  magnífico  afolo ,  y  ¿ 

la*  brillanla*  dUpnticioud*  ualurafo*  dts  nu  ganio 

facundo.  Ma*  no  porqua  lu  uuitarm  nti  mia*tion 

Ada  dilfcil    y  a*pino*a  ,  *a  daba  abandonar ;  al 

contrario,  a*ta*  mioma* oau*u*  udlilau  du  *u  favor, 

y  no  porque  la  ampra*a  puragea  lumamm  ,  lu  han 

dd  ddjar  dd  iuculcar  Ion  umign*  dd  la  humanidad, 

amanta*  ddl  hiaua*lur   y    gloria  dd   mu  patria, 

indicando  á  Ion  lagUladora*  lo*  o  i  adió*  qud  ptidddu 

conducir  al  grande  uhjdto  qua  *a  (rata  dd  aou*a- 

guir,  *in  tarnar  A  la*  praoaupacioiid*  dañina*,  y 

i'a*patando  ha*ta  ciarlo  grado  lo*  hábito*  diílaifo* 

y  paligróiq*  dd  da*arraigur  y  combatir;  paro  poan 

temible*  é  in*iguillauntd*  «muido  no  *a  truiuu  dd 

da*truir  non  violencia,  «¡no  panmadfoudo  don  la 

antorcha  dd  la  raxou. 

Hapethoo*  que  lúa  dificultada*  non  gratula*, 
mai  no  Atondo  mrmo*  lo*  incouvdufontd*  y  mala» 

A 


I* 


i«4 
que  se  aumentan  y  aumentaran  todos  los  dia* 
á  la  nación  y  á  su  gobierno  t  si  sigue  desatendida 
la  instrucción  de  la  juventud ,  no  podemos  menos 
que  escitar  la  concurrencia  de  todos  los  Mexi- 
canos f  á  fin  de  interesarlos  á  la  cooperación  del 
cultivo  del  entendimiento,  y  dar  la  estepsion  que 
sea  susceptible  á  la  ilustración  del  espíritu  de 
las  masas ,  con  relación  á  sus  exigencias  perso- 
nales ,  y  respecto  á  sus  obligaciones  y  derechos, 
sin  cuyas  máximas  gravadas  en  el  corazón  de 
la  multitud,  el  orden  social  y  la  libertad  son 
quimeras  escritas  en  pliegos  de  papel  y  la  ver- 
dadera felicidad  y  bienestar  de  las  sociedades 
principalmente  modernas,  ilusiones.  Entramos 
en  la  materia  con  sobrado  temor ,  esponiendo  , 
no  un  sistema  profundamente  razonado  ,  porque 
careciendo  de  superiores  luces»  tenemos  que 
apelar  a  las  teorías  y  métodos  seguidos  y  reco- 
mendados por  algunos  sabios ,  que  deseamos  ver 
aplicados  á  la  educación  reformada  en  México. 
De  conformidad  con  estos  principios ,  y  con  la 
mira  de  ser  útiles  á  la  juventud  mexicana  ,  ma- 
nifestaremos algunas  opiniones  sobre  un  plan 
material  de  estudios ,  los  métodos  y  los  estable- 
cimientos que  convienen  y  son  necesarios  en  el 
nuevo  orden  de  cosas ,  y  los  medios  para  sostener 
estos  planteles j,  que  si  viciados  antes  de  nuestra 
existencia  política,  con  una  administración  es- 
trangera  y  sombría ,  aislados ,  sin  protección  y 
aun  embarazados ,  produgéron  sabios  y  literatos 


n5 

ambientes,  y  mas  da  1 4o  escritores  entre  clásicos, 
regulares  y  medianos  ,  bajo  los  auspicios  de  la 
independencia  y  libertad  ,  con  un  gobierno  na- 
cional protector ,  y  un  plan  y  método  de  estudios 
ratonado  y  liberal ,  las  ciencias  ,  la  literatura , 
Uu  artes  y  la  moral  constituirán  su  emporio  en 
México. 

£1  proyecto  de  un  plan  de  educación  pública 
ratonado  y  aproximado  a  la  perfección  ,  ha  sido 
en  estos  tiempos  el  objeto  de  grandes  debates  en 
algunas  naciones  de  Europa  que  gozan  del  be- 
neficio de  la  libertad  :  la  cuestión  ha  dividido 
las  opiniones  de  los  sabios ,  pensando  unos  que 
debe  ser  abandonada  al  público  ,  y  discurriendo 
otros »  apoyados  en  la  práctica  constante  de  los 
antiguos ,  que  ella  pertenece  de  derecho  a  los 
gobiernos ,  como  tutores  y  custodios  del  edificio 
político ,  suponiendo  nada  menos  en  los  encar- 
gados del  poder ,  ideas  sanas  y  un  solícito  interés 
en  la  estenskm  y  circulación  de  las  luces  y  la 
moralidad  de  los  pueblos.  Prescindiendo  noso- 
tros de  esta  disputa  en  cuanto  al  primer  punto , 
por  cuanto  creemos  que  México ,  por  una  con- 
binaokm  de  circunstancias  particulares ,  parece 
no  estar  preparado  á  recibir  una  libertad  absoluta 
de  educación  9  en  un  sentido  tan  lato ,  que  podía 
perjudicarle ,  esponiéndose  á  que  alguna  de  las 
clases  mas  influentes  de  la  sociedad  se  apodé- 
rate esolusivamentedeella,  é  introdujese  abusos 
¿  Weas  perniciosas  á  la  libertad  en  la  mente  de 


n6 

la  juventud  y  las  masas ,  nos  ocuparemos  de  la 
segunda  parte. 

La  educación  política ,  moral  y  religiosa ,  que 
forma  á  los  hombres  de  un  Estado  regido  por 
instituciones  liberales  ,  goza  en  cierta  manera  de 
una  libertad ;  pero  esta  libertad  no  debe  traspasar 
los  límites  de  la  vida  doméstica ,  cuyo  asilo ,  en 
opinión  de  los  publicistas,  es  preciso  que  respete 
el  legislador  como  sagrado  é  inviolable;  de  donde 
se  infiere  que  los  parientes  tienen  un  derecho  in- 
contestable de  formar  á  sus  hijos  á  su  antojo,  sin 
que  nadie  pueda  censurar  con  justicia  lo  que  se 
pasa  en  el  seno  de  la  vida  privada.  Este  poder 
de  los  ciudadanos ,  ejercido  dentro  de  su  casa  , 
es  y  debe  ser  en  esta  parte ,  absoluto  como  lo 
es  el  de  los  monarcas  despóticos ,  y  por  consi- 
guiente la  libertad  de  la  instrucción  existe  y  aun 
debe  continuar  en  el  seno  de  las  familias  :  fuera 
de  esta  órbita ,  se  usurparían  los  derechos  gene- 
rales de  la  sociedad ,  encomendados  al  cuidado 
y  solicitud  del  Estado,  esto  es,  de  los  magistrados 
encargados  por  las  leyes,  de  las  acciones  públicas, 
conforme  aquel  priocipio  de  derecho,  que  lo  que 
no  pertenece  á  la  vida  privada ,  es  del  dominio 
de  la  vida  pública.  Generalmente  hablando,  estas 
han  sido  las  reglas  que  en  materia  de  educación 
han  seguido  los  mas  de  los  modernos.  Los  anti- 
guos desplegaron  miras  mas  en  grande  sobre  la 
educación ,  y  considerándola  como  la  esencial 
ba$e  de  la  asociación,  abrasaron  en  ella  todps  los 


U7 

tkbfra*  da  lo»  ciudadanos ,  orayendo  como  una 
obligación  escluslva  da  lo*  gobiernos ,  al  cuidado 
y  al  sosten  da  la  educación  clásica  y  elemental, 
prevaleciendo  la*  máxima*  da  Aristóteles.  K*to 
grande  sabio  afirma  «  que  un  bnmbre  en  el 
cuerpo  social ,  es  uu  hombre  privado ,  y  paria-* 
atea  ni  cuerpo  socml  ,  quien  liana  derecho  da 
exigir  que  anta  hombre  udopte  los  principio*  9  la 
moral  y  la*  costumbre*  recibida*.  ♦»  Sin  esto* 
principio*  lumiun*o*  au  práctica,  parece  en  efecto 
difícil  podar  Airiuar  hombre*  regido*  y  goberna- 
do* por  una*  ml«ma*  iustitucione*  y  laya*  *impá- 
ticas  y  en  armonía  con  ai  carácter  general  na- 
cional j  púa*  a*  claro  que  da  la  dUparidad  y 
dWar*idad  da  principio*  y  método*  da  instruc- 
ción •  ra«ultaria  una  eonftision  me&struosa  y  fto- 
ne*ta  á  la  unidad  nacional,  cuyo  espíritu  y  cien- 
cia a*  preciso  a*tandar  y  cultivar  con  ta*on  en 
lo*  pueblo*  moderno*  recientemente  emancipado*, 
aon  la  mira  da  nutrir  de*da  *u  infancia ,  al  prln- 
aiplo  vital  da  la  sociedad ,  para  que  *a  vigoriza  9 
fortifique  y  vaya  (orinando  una  ma*a  homogénea 
y  compacta.  K*ta*  máxima*  que  lo*  legUladore* 
no  daban  olvidar,  por  la  consonancia  <jua  guar- 
dan con  al  orden  social ,  frieron  raconocidas  por 
Afontesquleu ,  al  sentar  «  qua  asi  como  las  layas 
da  la  aduaacion  nos  preparan  á  ser  ciudadanos , 
cada  familia  particular  daba  ser  gobernada  *obr§ 
al  plan  do  U  gran  familia  qua  las  comprende  á 
todas, «  *  El  medio  mauglcafi  da  todos  para  cor* 


y.* 


i.8 

/ 

servar  la  república,  dioe  ApistóteleSi  en  $u  tratado 
de  política ,  es  el  de  educar  á  lo»  ciudadanos  ea 
el  espirita  del  gobierno.  Au<n  guando  la»  insti- 
tuciones y  las  leyes  tengan  el  carácter  de  la  optas 
profunda  sabiduría ,  todo  seca  inútil  si  los  ciuda- 
danos no  están  formados  y  fundidor,  por  decirlo 
así ,  en  el  molde  de  la  constitución  del  Estado* 
y  si  las  costumbres  no  están  impregnada*  del 
gobierno.  Cuando  los  hábitos  de  un  solo  ciudar 
daño  no  tienen  la  fisonomía  nacional,  es  porque 
la  ciudad  ó  comunidad  carece  de  ellos.  » 

£1  derecho  é  interés  que  tienen  los  gobierna», 
especialmente  en  los  Estados  nacientes  r  para  di«* 
rigir  é  inspeccionar  la  enseñanza,  es  pues,  no 
solo  incontestable ,  sino  útil  y  conveniente*  y  aun 
absolutamente  necesario  á  los  intereses  de  la  so- 
ciedad. Los  partidarios  del  sistema  de  libertad 
de  la  instrucción  pública,  temen  con  fundamento 
la  funesta  influencia,  que  los  gobiernos  ignorantes 
y  adversarios  de  las  libertades  públicas ,  pueden 
ejercer  y  mas  como  en  las  repúblicas  bien  consti- 
tuidas este  temor  es  remoto,,  por  cuanto  ( á  no 
ser  que  los  hombres  y  los  magistrados  perdieran 
el  juicio,  y  se  trastornarán  todas  las  ideas  de 
orden,  y  los,  resortes  administrativos  )  regidas  po- 
pularmente ,  no  existe  ó  no,  debe  existir  un  cmm» 
dadano  que  no  se  interese  extremadamente  en 
que  el  pueblo,  sea  ilustrado  y  dichoso j  y  como 
no  puede,  haber  dicha  sin  los  conocimientos  y  la 
moral  que  nacen  daU¿M|rucciou,  que  es  el  priu* 


it9 

eipio  9  bate » fin  y  objeto  de  luí  sociedades  libras  i 
cuando  algún  gobierno  litase  tun  temerario  ó  im- 
prudente que  tratase  de  reprimir  las  luce» ,  aca- 
barla cutí  su  existencia,  y  el  pueblo  proveerla  mas 
preoatid*  lo  mejor,  no  podemos  ni  aun  imaginar 
(gathaya  quien  contrarié  y  entorpexca  en  una 
HpÚbHca,  el  unioo  medio  posible  de  udmiuislrar 
á  los  pueblos  sin  violaucia  y  con  estublUdad  j 
pttW  sin  la  instrucción  y  las  reglas  de  los  debe- 
res qoe  se  aprenden  con  la  práctica  de  una 
btiretta  educación ,  las  naciones  reposan  sobre  un 
edifteio  sm  cimientos,  y  el  gobierno  es  un  impo- 
sible ,  *ítando  esnuesto  á  desmoronarse  á  cada 
momento  entre  los  tumultos  sediciosos  de  la 
Ignorancia  atrevida  y  el  monstruo  de  la  bar- 
barie. 

La  educación  pública  9  sistemada ,  dirigida  y 
costeada  por  los  gobiernos  antiguos ,  constituyó 
toda  su  fWaa  y  poder ;  por  ella  solamente  se 
puede  esperar  que  los  pueblos  cambien  las  ideas 
perniciosas  en  principios  sólidos  que  despleguen 
él  carácter  y  el  genio  natural  •  comprimidos  por 
las  preocupaciones  da  lu  ignorancia  que  •  como 
dice  Benedicto  XiU,  es  el  origen  de  todos  los 
males  y  la  fUente  de  todos  los  vicios,  de  esas  preo- 
CupacioTieftíjurt  adornadas  con  olas  de  plomo  y 
bói4! a  de  dfoetor,  en  ftierza  da  la  costumbre,  sue- 
lan ofuscar  aun  algunas  personas  dotadas  al  pa- 
ttiéét  46  sefttldo  común.  Por  lu  educación  y  la 
estéttrfbtfdti  las  ideas  y  la  diftision  de  tas  luces, 


i2o 

imperios  mediocres  eo  elementos,  haa  competido 
coa  lps  mas  vastos  y  florecientes ;  ppr  ell^i  Sesos- 
tris»  educando  una  generación,  levanto  a  Egipto 
á  un  grado  de  poder  y  gloria  desconocidos  hasta 
entonce?  :  ella  es  la  que  en  Grecia  y  en  particular 
Esparta,  produjo  ese  enjambre  de  héroes. y  filór 
sofpsque  son  las  delicias  y  la  admiración  de  1? 
historia  y  honran  á  la  l^umanid^d ;  \%  que  £scitó 
tan  grandes  y  tan  $ublime$  ejemplos  de  virtudes» 
valor  y  amor  $  la  patria;  la  que  constituyó  á  lop 
Romanos  legisladores  y  vencedores  del;  mundo; 
y  por  último,  ella  ha  formado  ese  puehlp  sipgUr 
lar  y  afortunado  qu#  -se  nos  presenta  por  moder 
lo  en  el  norte  de  América,  el  cual,  á  impulsos 
de  la  instrucción  política  y  moral,  llevada  h^sf^. 
los  estremos  de  las  clases  menos  acomodadas,  hfi 
ejercido  una  maravillosa  influencia  en  sus  asom- 
brosos progresos  y  en  la  consolidación  y  adelan- 
tos de  sus  instituciones,  presentándonos  una  na- 
ción única,  por  decirlo  así,  que  ha  hecho  desa- 
parecer de  su  suelo  ese  populacho  grosero ,  des- 
moralizado y  supersticioso  que  deshonra  á  las 
nationes  mas  antiguas  y  civilizadas,  y  es  el  germen 
de  las  revoluciones. 

En  jista  de  ejemplos  tan  patéticos,  y  de  la 
prodigiosa  metamorfosis  que  de  un  buen  plan  de 
enseñanza  y  de  la  espansion  de  los  conoci- 
mientos resultan  á  las  sociedades ,  es  menester 
convenir  que  la  obra  mas  digna  de  un  gobierno, 
y  el  mas  grande  servicio  que  se  puede  l^acer  £ 


121 

un  pueblo  naciente  y  atrasado  9  es  el  proporcio- 
narle! por  cuantos  medios  sean  posibles ,  y  aun 
á  costa  de  los  sacrificios  mas  difíciles,  una  sólida 
y  estensa  instruqcion.  «  Nacemos  en  las  tinie- 
blas d#  la  ignorancia  9  dico  Rollin ,  y  la  mala 
educación  añade  muchas  falsas  preocupaciones. 
£4  estudio  disipa  las  primeras  y  corrige  las  otras. 
Él  da  4  nuestros   pensamientos  y  raciocinios» 
precisión  y  exactitud ;  él  nos  acostumbra  á  ob- 
servar fl  orden  y  la  armonía  en  todas  las  ma- 
terias }  él  nos  presenta  por  guia  y  modelo  á  los 
hombres  mas  esclarecidos  y  sabios  de  la  antigüe- 
dad »  que  se  pueden  Jfonar ,  en  el  sentido  de 
Séneca»  los  maestrqiHpreoeptores  del  género 
bumano»  prestándonos lu  discernimiento,  y  sus 
miradas  nos  hacen  marchar  con  segundad  con  la 
antorcha  que  llevan  delante  estas  guías  escogidas» 
que  después  de  haber  pasado  por  el  examen  ri- 
guroso de  tantos  siglos  y  de  tantas  generaciones » 
y  haber  sobrevivido  á  la  ruina  de  tantos  imperios, 
han  merecido,  por  un  sufragio  unánime,  ser  para 
todas  las  edades ,  los  arbitros  soberanos  del  buen 
gusto»  y  los  modelos  acabados  de  lo  que  la  litera- 
tura tiene  de  mas  perfecto.  Mas  la  utilidad  del 
estudio  no  se  limita  á  la  ciencia  ;  él  da  también 
capacidad  para  desempeñar  los  negocios  y  los 
empleos. » 

Dos  ion  los  planes  de  instrucción  que  nece- 
sita un  ;  Estado  regularmente  gobernado  :  la 
primera ,  la  educación  de  los  ciudadanos »  que 


por  tu  aptitud  y  mayores  facultades  física*  y 
morales,  se  dedican  al  estadio  de  la*  'tieueia* 
clasicas ,  y  emprenden  la  carrera  de  ldft  letras , 
puede  comprenderse  en  el  primer  rango  de  lá 
civilización,  bie o  entendido  que  ella  no  debe  ser 
escipsira  á  solo  estas  categorías ,  Siúo  que  la 
puerta  ha  de  estar  abierta  á  las  clases  mas  infintas, 
é  impulsar  su  entrada  por  los  incentivos  del  píe* 
mió  y  la  recompensa j  y  la  segunda ,  la  instruc- 
ción popular  elemental  y  preparatoria  que  tienda 
á  generalizarse  y  á  difundirse  gratuitamente ,  éá 
cuanto  sea  posible,  á  espensas  del  Estado.  La 
predilección  natural  qMfclos  gobiernos  deben 
prestar  á  la  instruccio4flHÉ|*d  clases  vulgares  es 
tan  necesaria  y  urgente  ^ttanto  que  ella  es  el 
instrumento  mas  eficaz  para  imprimir  en  las  ma- 
sas los  sentimientos  de  mejoras ,  de  goces ,  de 
orden ,  humanidad ,  justicia ,  amor  á  la  patria , 
por  el  conocimiento  de  sus  instituciones ,  de  sus 
derechos ,  y  cumplimento  de  sus  obligaciones , 
¿micas  garantías  sólidas  de  lá  seguridad  de  )ás 
clases  superiores  é  influentes  que  reunidas ,  fófr- 
man  ei  apoyo  del  gobierno  y  los  estribos  del 
reposó  de  las  naciones.  «  Si  la  instrucción  ño 
tnbiertfottfo  objeto  q*e  fottüaf  á  los  hombres  efe 
«1  conocimiento  de  tes  tollas  leh*as  y  las  cien- 
cias, dice  Rollin;  si  ella  se  limitara  á  hacerle 
hábil,  eiocuenwKy  propio  para  los  riegocíos-;  y 
si  ai  cultivarse  el  espíritu  se  descuidase  dfel 
arreglo  éék  oe*ttzOtt ,  ella  fío  correspondería  é 


i*3 

todo  aquello  á  que  se  debe  aspirar ,  y  oo  nos 
cooduoifoa  á  uno  de  los  principales  fine*  para 
que  haaNoa  nacido.  Por  poco  que  se  examine  la 
nauíraleaa  dal  hombre»  sus  inclinaciones  y  su  fin» 
es  fácil  conocer  que  oo  fue  criado  para  él  mi** 
mO»t  itao  para  la  sociedad.  La  providencia  lo 
tito*  destinado  á  desempeñar  oo  empleo  :  al 
•t  miembro  de  ua  cuerpo  cuyas  ventajas  deba 
procurar ,  y  como  eu  uu  grande  coacierto  deba 
coloqane  en  estado  de  sostener  bien  á  su  patria 
para  formar  una  armonía  perfecta.  » 

Conforme  a  nuestro  propósito,  nos  parece  que 
la  universidad  y  los  colegios  reformados  y  baciados 
en  un  iodo»  se  pueden  encargar  en  Mélico,  de  la 
primor  clase  de  educación  científica.  El  proyecto 
dal  seftor  llaman ,  presentado  al  congreso  na* 
akmal  en  l&3q,  es  en*  general  sabio  •  á  proposito 
y  digAO  da  este  bombre  da  escado*  laborioso  j  ai 
te  realiae  con  algunas  adiciones,  Us  cámaras  qua 
lo  adopten  baran  ua  gran  servicio*  á  la  nación,  y 
la  juventud  marchará  sin  tro  pie  ajo»,,  pon  la»  senda 
da  la  virtud  9  al  templo  da.  laa  ciencia».  «  Eli  plan 
qpe  voy  á  propomr,  dioa  el  s*wor  Ajaman ,  se 
reducá  i  quitar  lo  auperfluo,  y  eststbleeae  to  wh 
cesaría  ;  á  dedicar  cada  uno  de  to%  esiafeLseip» 
miento*  e*i»teuta*»  á,  uot  rama  parfcteulbr  da 
enseñanza  *  y  dai?  una  direwion  uaifcyfme  i 
esta»  »  En  afecto*  al  primer  aparejaría  da  ea« 
tado  d^Wnepúbliaalv  al  detallar  st*bieo  caneer» 
udí|.  plan ,  hace  woa  distribución  san  juiciosa  y 


t*4 

sensata  de  los  colegios  existentes  en  la  ciudad 
federal ,  de  los  ramos  á  que  cada  ua$#e  debe 
aplicar,  y  de  los  recursos  con' que  se  puede  con- 
'  tar  sin  aumentar  gastos ,  que  él  con  ciertas  am- 
pliaciones ,  algunas  mejoras  materiales  de  los 
edijflpios ,  y  el  orden  económico  administrativo 
interior,  llenaría  este  objeto.  Así  es  que  planti- 
ficado y  desarrollado  por  la  junta  de  inteligentes 
que  previene  el  espresado  plan ,  cuya  compañía, 
en  nuestra  opinión ,  sería  útil  y  ventajoso  que 
se  constituyese  en  forma  de  academia  ó  instituto 
de  ciencias,  encargándose  á  la  vez  de  la  direc- 
ción de  los  estudios  ,  el  cultivo  y  fomento  de  las 
ciencias  y  literatura ,  adjudicándole  un  edificio 
propio  y  los  fondos  necesarios  para  estos  objetos. 
£1  edificio  de  la  universidad,  que  el  gobierno 
puede  adquirir ,  cambiando  el  colegio  de  San 
iPedro  y  San  Pablo  por  él ,  nos  parece  oportuno 
al  intento,  agregándole  la  colección  final  del 
museo.  Esta  casa,  situada  en  el  centro  de  la 
ciudad,  una  vez  que  se  le  quite  el  mercado  im- 
propio que  la  obstruye ,  poseyendo  ya  en  sus 
corredores  las  piezas  colosales  de  las  antigüeda- 
des mexicanas ,  y  en  su  patío  la  hermosa  estatua 
ecuestre  de  bronze  es  muy  propia;  y  puesto  que 
con  el  nuevo  proyecto  en  planta ,  quedan  con 
mucli£  razón  cerradas  las  cátedras  de  pura  fór- 
mula ,  perdedero  de  tiempo  y  dinero  de  la  uni- 
versidad ,  pasándose  útilmente  al  colegio  gene- 
ral de  la  Union  de  San  Ildefonso ,  y  al  que  se 


t»6 

designa  pura  el  tfetudio  de  ln  medicina  9  «1  des- 
tino dtA+tlaustro  de  ln  universidad ,  limitado 
unleamiattf  á  conferir  Ion  grítelo»  de  doctor,  se 
ejercerá  cumplida  y  oportunamente  en  un  edi- 
ficio próximo  al  punto  de  ln  mayor  afluencia  es- 
colar t  ó  en  el  mismo  colegio  general,  el  qua*pu- 
dléndoie  Aumentar  9  abrasando  la»  ca»a»  de  la 
esquina  del  colegio  chico  9  denominado  del  fto- 
MriOi  ofrecerá  toda»  la»  comodidade»  y  eonve- 
oienclai  nece»aria»  á  que  »e  destina  \  y  para 
dotar  el  instituto,  u  fin  de  proporcionarle  estabi- 
lidad y  lo»  medio»  necesario»  A  »u  administración 
económica  9  premios  que  distribuirá  9  y  el  esta- 
blecimiento de  una  biblioteca  y  amuehlurnieuto» 
se  le  podrían  adjudicar  parte  de  la»  finca»  que 
ftiéron  de  la  inquisición,  y  la»  del  e»tinguido 
eolegio  de  Santo». 

El  colegio  de  Lelran  ,  que  el  nuevo  proyecto 
aplica  al  estudio  de  la»  ciencia»  médica»,  reu- 
oiéndole  la»  cátedra»  de  cirugia  y  armlomía  exis- 
tente» ,  quedaría  completo  »i  »e  lo  agregan  cáte- 
dra» de  ciencia»  auxiliare»  á  la  medicina  ,  indis- 
pensable» á  la  perfección  de  e»ta  profe»ion  tan 
t'ilil  41a  humanidad  ,  como  la»  matemática»,  fí- 
sica 9  química  9  farmacia  e  historia  natural,  y  el 
establecimiento  de  una  buena  biblioteca  escogida» 
gabinete  ó  anfiteatro  anatómico  de  esqueletos 
naturales  y  formas  de  cera,  y  el  acoplo  de  todo» 
los  instrumentos  oirárgioos  y  métodos  de  ven- 
dage.  El  eolegio  seminario,  que  el  proyecto  que 


1*6 

no»  ocupa  deja ,  ^omo  debe  s#5  ab&ttdonadb  áS 
enkivó  de  las  ciencias  eclesiásticas,  y  &  fe  teología 
y  moral ,  no  por  pertenecer  al  clero  deja  ée  sfcr 
nacional ,  y  considerado  como  tai  ,  la  instrucción 
y -métodos  «de  educación  que  en  él  se  observen, 
deben  también  ser  inspeccionados  por  el  gobierno 
én  virtud  de  su  derecho  de  supremacía.  El  ie«- 
minario  de  la  capital ,  como  todos  los  de  la  re- 
pública ,  para  *p*e  sean  útiles  y  correspondan  al 
fin  y  objeto  de  su  instituto ,  necesitan  baciarse 
de  nuevo,  pues  á  pesar  de  ser  regidos  por  ecle- 
siásticos ,  están  en  el  mismo  desorden  y  relaja- 
ción que  los  seglares  en  cuanto  á  la  vida  en 
oomon,  licencias  y  distribución,  por  manera 
que  si  un  alnmno  seminarista  mexicano  viese  el 
orden ,  el  arreglo  y  estricta  observancia  de  loü 
seminarios  de  Francia ,  quedaría  asombrado  :  en 
estos,  el  retiro  (porque  generalmente  existen  en  el 
campo  6  estramuros  de  las  poblaciones) ,  el  si- 
lencio, la  vida  ascética ,  los  continuos  ejercicios 
espirituales  y  piadosos,  la  estricta  vida  común  y 
el  encierro,  constituyen  su  disciplina,  y  el  estudio 
de  la  Escritura ,  santos  padres  é  historia  ecle- 
siástica ,  son  stt  alimento j  asf  es  que ,  con  es- 
tos planteles  dignos  de  modelo,  el  clero  francés, 
ascendiente  á  treinta  y  dos  mil  individuos ,  es  el 
mas  aufttero  y  ejemplar  de  la  Iglesia.  Un  clérigo 
y  ttn  seminarista  se  buscarían  en  *  vano  por  los 
cafts ,  paseo*,  teatros  y  otros  paráges  públicos , 
frecuentados  por  lo»  sacerdotes  en  k  devota  Es- 


ii7 

pnAa,  en  Portugal»  en  b*»  América*  denominadas 
OipeAolAl*  y  en  el  mUmu  liorna,  capital  del  orba 
oriitianoj  y  todo  por  defecto  dtí  la  educación 
elemental  del  clero ,  y  la  peroicio»a  inania  da 
meaolar  la»  muñeran  y  lo»  método*  do  lo*  cole- 
gio! Wglura»,  admitiendo  la  enneñaiua,  Ion  wo- 
dale*  y  aluwuo»  a^eno»  de  la  in»truccion  y  da 
la  vocación  sagrada  da  lo»  de»iinado»  A  »er  al 
ejemplo  de  la»  virtudc»  muíale*  piadora»,  que  un 
día  lian  da  ejercer  nomo  panuira*  y  antorcha 
da  Jo*  pueblo*,  til  »emiuario  da  Menino  uacetita 
púa*  da  una  raforma  completa,  y  cambiar  da*da 
•u  va* tunanta  ridicula,  adoptando  al  va»tido  cle- 
rical ti  otro  equivalente  y  ma*  acomodado,  y  la 
aitricttt  observancia  en  cuanto  ii  la  vida  ouumn 
y  al  réginieu  da  cuidar  y  aleudar  &  loa  alumno», 
deide  al  lavado  y  calzado  ha»ta  *u  habilitación  da 
libro*  y  pa«ao  an  común  ,  acompañado*  da  un 
auperior,  cuando  ma*  do*  vece*  A  la  «amana.  I* 
educación  de  la  juvantud  dedicada  á  la  igle*ia, 
00  tanto  *e  daba  atender  al  número  cuanto  íi  »u*  , 
cualidad?»  múrala*  y  verdadera  vocación ;  y  aun 
cuando  para  aoo*aguir  *u  reforma  completa,  un 
ao»teminitinto  gratuito  y  atender  á  lo*  porme* 
ñora*  da  U  vida  en  común ,  y  un»  instrucción 
reiíglOM  oláiíoa ,  fite*e  neoeaario  reducir  »u  uA» 
maro»  liando  ente  lelaeto,  la  lleligicm  y  al  litado 
ganarían  mucho  an  un  tiempo  de  reformo*  an  qna 
mal  que  nunca  lo»  «tile*¡á*lioo»  tienen  uu  deber 
«agrado  da  dar  ejampla  á  loa  pueblo*,  con  aotoa 


I2& 

positivos  de  moderación  y  el  ejercicio  de  las  vir- 
tudes prácticas.  £1  seminario  de  la  ciudad  federal, 
así  como  todos  los  de  la  confederación,  necesita 
del  establecimiento  de  cátedras  de  escritura  sa- 
grada y  doctrina  de  los  santos  padres  ,  de  his- 
toria eclesiástica,  de  historia  profana,  y  geografía 
especialmente  de  su  patria ,  de  liturgia ,  de  loa 
idiomas  griego  y  mexicano ,  y  acaso  hasta  de  los 
elementos  de  higiene  y  agricultura ,  de  dibujo, 
música  y  de  gramática  española  ,  y  en  una  pa- 
labra ,  de  una  biblioteca  selecta  y  gabinete  geo- 
gráfico ;  y  á  fin  de  que  estos  establecimientos 
fuesen  gratuitos  ,  el  gobierno  ,  de  acuerdo 
con  los  pastores  y  los  capítulos ,  podia  reca- 
bar que  los  canónigos  desempeñasen  por  turno 
graciosamente  algunas  de  estas  cátedras,  así 
como  también  los  empleos  de  rectores  y  vice- 
rectores  de  los  seminarios.  El  edificio  que  ocupa 
el  seminario  de  México,  es  de  lo  mas  triste,  re- 
ducido é  impropio,  carece  de  todas  las  comodi- 
dades necesarias ,  y  espone  á  los  colegiales  ,  en 
tiempo  de  epidemias ,  á  ser  víctimas,  por  el  api- 
ñamiento y  estrechez  en  que  viven  ,  sin  poder 
gozar  de  ninguna  recreación,  ni  disfrutar  de  un 
jardín  y  un  lugar  destinado  á  los  ejercicios  gim- 
násticos. En  vista  de  estos  y  otros  inconvenien- 
tes, muchas  veces  se  ha  tratado  de  cambiarla 
localidad ,  se  ha  comprado  el  terreno j  pero  ha 
faltado  un  genio  y  la  energía,  y  todo  se  ha  que- 
dado, como  por  desgracia  sucede  entre  nosotros 


á  OttSft  puno,  oti  prnynoln*.  Almni  ipin  nontamon 
noli  un  ouhildu  nolnWmliro  dn  INInutnituM  lilir* 
mlei|  y  (lo  ¡<lc«nM  y  pnnnmiiioiilon  nohlrn  y  un  flu- 
Intimo  ncftüioiml  inlnrnnnilo  ru  Iiia  rnlntuiit*  nqut* 
Ulivtti  y  tumvnnimtln* ,  no  mipiio*  cptn  nn  ni  rm- 
belletuminnlo  dn  ln  *  ío«I<hI  fwlnnd ,  tu  intidm'inu 
del  fttintuiMt'io ,  tiin¡oi'fuido  tío  lonnl ,  nrni  liiril , 
Alil  y  ounviuuntiln  id  miii^uo  couvnnio  dn  llnlnu, 
tjue  el  gobierno  dnlw  ilouar  til  rlnro  nn  minino 
tídl  Otlíllrio  c|tin  dnjn,  puní  clrmolnrlo  y  nnlnudnr 
itt  pltt*tt  ttiuyor  dn  lu  <  iotiülilunioii.  1,1  rnnvrnlo 
dti  Itolen  V*  itdcvuiidu ,  y  fulmina  nfrnnn  \t%  vnn* 
Irtjrt  de  pndnrln  (inmun*  ni  ¡unliu  purliruliu*  inuin- 
dirtto,  oilumln  nn  ni  rullnjoii  dn  llnlnu  ,  yn  por 
Vltt  dti  nntupnt,  y«  tuTnnditiidolo,  p«m  propor- 
tUOttttf  «  Km  jóvnnnn  un  pnntn  dn  rjrtririo  n  ¡un- 
truootim  did  oullivo  <ln  ln«*  plmittt*  uiiia  UMmlnn 
un  lrt  medicina,  ií  lin  dn  eptn  punduu  nnlnldnenr 
un  din  vn  mi*  ptuTnipúit*  ,  jurdiun*  dn  plantan 
ituidiriimln* ,  y  aplicar  *u*  virludn*  *impln*  a  lo* 
nnfnmum,  twrviciodn  Ion  ma*  ^raiidn*  tpw  ni  clnro 
puedn  prtiMar  á  I»  liiituamdad.  I'ora  rnparar  n*!n 
hnrmono  fdilicio,  adornarlo  y  amunliltirlo  dn  tu 
don  tan  olleina*  iinwnaria*  á  la  vida  común ,  ha*- 
fnt'irt  el  prunSindn  dn  la  venia  dnl  notar  tpm  nnlá 
destinado  para  ndillrarnl  colngio,  y  aun  miando 
no  fuclun  nuHcicnln  nnln  rm<ur*o  ,  *n  podia  r\\ 
gil*  Ull  donativo  (i  Ion  párroco*  y  napcllanc*,  pro 
poreionadn  á  Ion  rnodiminiiln*  dn  mi*  rumio*  y 
uttltdnde*  Oapnllánioa*.   Noltrn  ni  colegio  dn  nii- 


i3o 

neria ,  su  método  de  enseñanza  y  las  facultades  ' 
que  en  él  existen ,  no  tenemos  motivos  sino  de 
elogiar,  y  á  escepcion  de  su  completa  reparación 
y  conclusión  de  su  portada ,  quitando  esas  inde- 
centes puertas  que  hace  muchos  años  le  desfigu- 
ran ,  y  aun  cuando  sean  provisionales  deben  pre- 
sentar otra  forma  y  no  la  de  un  corral  de  campo : 
la  compostura  y  elevación  de  su  piso  y  el  alige- 
ramiento del  peso  de  su  techo,  haciendo  desapa- 
recer el  edificio  que  lo  agobia  y  parece  destinado 
al  observatorio;  el  orden  y  clasificación  de  su 
museo  y  gabinete  j  el  establecimiento  de  una 
biblioteca ,  y  el  aumento  de  cátedras  de  idiomas 
vivos,  comenzando  por  la  enseñanza  del  español, 
cuya  gramática,  si  no  queremos  esponernos  á 
reducirnos  con  el  tiempo  á  formar  un  dialecto 
aparte  ,  es  indispensable  enseñar  y  dotar  un 
maestro  en  todos  los  establecimientos  de  instruc- 
ción pública,  y  el  método  estricto  de  la  vida  en 
común ,.  aun  para  los  diversiones  y  paseos,  pro- 
porcionando á  los  alumnos,  dentro  de  casa,  algún  as 
distracciones,  como  billar,  truco,  juego  de  pelota 
y  otros  ejercicios  gimnásticos ,  que  sera  conve- 
niente adoptar  en  todos  los  colegios  y  escuelas ; 
el  colegio  de  minería ,  ya  célebre  por  los  ilustra- 
dos miembros  que  ha  producido,  continuara 
siendo  útil  y  del  mas  alto  interés  al  Estado. 

México ,  al  paso  que  necesita  de  las  reformas 
completas  indicadas ,  y  otras  que  la  sabiduría  de 
sus  magistrados  aplicaran  á  los  establecimientos 


i3i 

alistante* ,  como  nación  independiente  y  libro , 
etigt  al  mismo  tiempo  la  creación  da  otro* 
nuevo»  plántales;  y  ademas  de  dar  una  e Habi- 
lidad dolida  y  ordenada  á  la  escuela  militar  cjua 
Oliste  oomo  provisional  y  sin  reglas  fijas  ni  edi- 
ficio propio,  lo  (pie  es  íVu il  conseguir,  adop- 
tando algunas  de  las  bases  y  principios  de  la 
escueta  politécnica  de  I* 'rancia ,  y  destinándole 
al  palacio  de  Gbapultepec ,  el  gobierno  de  la 
Union  baria  un  gran  servicio  á  la  nación,  creando 
un  liceo  general  de  ciencias  elementales ,  litera- 
tura é  idiomas  vivos  ,  ( como  el  francas ,  inglás , 
italiano  y  el  alemán )  especialmente  destinado  á 
la  instrucción  de  la  juventud,  en  la  geografía,  an- 
tigüedades é  historia  nacional ,  el  derecho  cons- 
titucional! el  de  gentes,  la  estadística  y  economía 
política ,  y  todos  los  elementos  necesarios  para 
formar  hombres  de  estado  que  sepan  gobernar 
por  principios  la  república  y  representar  con 
honor  á  la  nación  en  los  países  estrangeros,  cuya 
medida  escusaria  á  bis  padres  enviar  á  sus  hijos 
á  educarse  fuera  de  su  suelo  y  no  esponerlos 
á  estraviarse  en  una  edad  tierna  ,  y  aun 
á  recibir  impresiones,  por  la  influencia  de 
aua  tutores  á  maestros ,  contrarias  á  los  inte- 
reses de  su  pálria ,  como  hemos  visto  algunos 
poco  aprovechados  y  peor  dirigido*  ú  causa  de 
la  distancia  de  sus  familias.  Kl  nuevo  deslino, 
que  el  plan  del  gobierno  da  ó  estiende  al  colegio 
de  San  Ildefonso ,  aunque  oportuno  y  cuerdo , 


i3a 

cómo  abraza  la  enseñanza  de  todas  las  ciencias 
clásicas,  esto  es,  un  curso  completo  de  estudios , 
diverso  del  método  de  instrucción  elemental  y 
selecto  aplicado  á  determinado  número  de  jó- 
venes, que  sin  abrazar  la  carrera  de  las  letras  en 
forma ,  necesitan  únicamente  dé  ciertos  princi- 
pios y  conocimientos  generales  auxiliares  é  in- 
dispensables, para  poder  desempeñar  con  honor 
y  provecho  de  la  república,  ciertos  encargos, 
comisiones  y  puestos  que  solo  se  podran  cumplir 
aprendiendo  ciertas  máximas  en  una  escuela  por 
escelencia  nacional  en  sus  formas  y  método.  £1 
local  mas  oportuno  para  este  establecimiento, 
sería  él  palacio  de  Tacubaya ,  denominado  del 
arzobispo,  supuesto  que  en  el  nuevo  plan  en  cues- 
tión ,  nuestros  legisladores  no  olvidaran  las  ven- 
tajas ,  que  resultan  en  todo  sentido  á  la  instruc- 
ción y  á  la  moral  de  la  juventud  conforme  se 
practica  en  todos  los  países  civilizados,  de  ubicar 
los  establecimientos  de  educación  fuera  del  bu- 
llicio y  distracciones  de  las  grandes  poblaciones , 
á  fin  de  que  los. niños  viéndose  aislados  y  menos 
acosados  de  las  visitas  de  los  parientes  y  el  espí- 
ritu de  las  novedades  públicas ,  se  acostumbren 
á  la  quietud  y  reposo  que  exige  el  estudio ,  y 
vayan  abandonando  esa  costumbre  funesta  á  sus 
adelantos  y  perniciosa  á  la  moral  y  á  la  afección 
de  sus  colegas  de  frecuentes  y  aisladas  salidas , 
que  con  el  nuevo  arreglo  de  estudios  deseamos 
se  prohiban  y  solo  se  permitan  en  común  ,  acom- 


i33 

panados  de  maestros  y  superiores  alternativa- 
mente,  sin  ningún  distintivo  individual  (por- 
que los  vestidos  particulares  de  todos  los  estable- 
cimientos, aunque  deberán  prescribirse  uniformes 
y  al  estilo  corriente  del  mundo  ,  abandonándose 
esos  sacos  ridículos  que  llaman  mantos ,  y  que 
tanto  contribuyen  al  encogimiento  y  al  desaseo 
de  los  jóvenes)  que  solo  se  usaran  en  las  cere- 
monias y  asistencias  públicas  que  se  practicaran 
rara  vez.  Con  esta  medida  se  lograrían  al  mismo 
tiempo  locales  mas  vastos ,  proporcionados  de 
manera  que  cada  colegial  pudiese  disponer  de  un 
pequeño  terreno  para  cultivar  un  jardincito,  con- 
forme al  diseño  que  se  le  dé  ,  en  las  horas  de 
descanso ,  con  la  mira  de  acostumbrarlo  desde 
temprano  a  las  distracciones  honestas  y  á  los 
encantos  del  campo  que  ofrecen  las  produc- 
ciones de  la  naturaleza,  y  un  parage  amplio  para 
los  ejercicios  gimnásticos ,  como  la  lucha ,  la 
carrera,  el  juego  del  florete ,  la  montura  de  ca- 
ballos, nadar  y  otras  distracciones  que  ademas  de 
los  billares,  tiucos  y  juegos  de  pelota  y  de  tum- 
baga ,  se  deben  fomentar  en  nuestros  colegios  y 
escuelas ,  por  lo  mucho  que  contribuyen  á  des- 
plegar las  ideas ,  á  fortalecer  la  salud  de  los  jó- 
venes y  hacerlos  listos  y  vigorosos.  Contándose 
pues  con  este  edificio ,  que  el  patriotismo  de  los 
canónigos  no  dejará  de  brindar,  haciéndose  cargo 
el  gobierno  de  satisfacer  los  cincuenta  ó  mas 
pesos ,  que  parece  es  la  única  pensión  que  tiene 


134 

afecta ,  y  se  aplica  á  una  obra  pia  perteneciente 
al  convento  de  San  José  de  Tacubaya,  no  faltarían 
arbitrios  para  sostener  los  gastos  del  liceo  nacio- 
nal de  la  Union ,  amueblarlo ,  repararlo ,  darle 
biblioteca,  gabinete  ó  museo  de  instrumentos 
científicos,  planos,  antigüedades  y  productos  na- 
cionales de  los  tres  rey  no  9,  dotaciones  de  maestros 
de  idiomas ,  dibujo  ,  música  y  baile,  catedráticos 
y  demás  gastos,  económicos  á  un  gobierno  babil 
y  laborioso  que  sabe  mover  todos  los  resortes 
que  están  en  su  mano,  y  sin  necesidad  de  gravar 
á  los  pueblos,  los  mismos  individuos  que  lo 
componen ,  podran  ministrarlos. 

Guando  se  reflexiona  que  en  general  todos  los 
gobiernos ,  ya  sea  por  egoísmo  ,  conveniencia ,  ó 
por  una  consecuencia  necesaria  de  las  afecciones 
naturales  de  los  hombres ,  de  que  es  casi  impo- 
sible desprenderse,  los  mas  de  los  empleos  de  las 
secretarias ,  oficinas ,  comisiones  y  legaciones 
estrangeras  se  confieren  á  los  parientes  y  abija- 
dos de  los  empleados  mas  influentes  fen  sus  res- 
pectivos ramos ,  y  por  la  práctica,  la  costumbre 
y  aun  la  utilidad  que  basta  cierto  punto  resulta 
á  lá  sociedad  de  que  los  hijos  abrazen  la  carrera 
de  sus  padres,  ciertos  destinos  son  como  una 
especie  de  patrimonio  de  los  magistrados  y 
empleados  ,  resulta  que  siendo  por  lo  co- 
mira,  los  hijos  y  parientes  de  estos,  los  mas 
beneficiados ,  ellos  son  también  los  que  mas  se 
deben  interesar  en  lá  creación  y  sosten  de  este 


i36 

útil  attftbledmUmto ,  y  por  consiguiente  contri* 
bulr  directamente  á  iu  fundación,  dirección  y 
eeite  i  ministrando  loi  medio* ,  tanto  man  seu- 
aiUoi  y  füellai  do  realizante ,  cuanto  que  repar- 
tido! proporcionalmaute  antro  luí  empleado*, 
GQtiiMQ*  por  una  juuta  admiuiítrativa  elegida 
{lOT  tUai  A  iu  latiifaueion  ,  ciada  uno  concurriría 
«on  iu  cuota  reipeutiva  en  pequeño,  para  formar 
la  maift  á  el  teioro  general  en  grande,  A*f  e*  que 
«uniendo  luí  altuí  puderai  de  la  unión ,  á  nui 
ampiando*  eu  forma  (oo*a  que  también  iuiita- 
rian  loi  ÜUtadoi )  al  efecto  ,  y  autorizado*  para 
que  de  loi  lueldoi  que  percibeu,  deitinen  el  uno 
6  ni  doi  por  abmto  del  total  valor ,  recaudado  y 
dil  tribuido  por  iu  junta  ó  eoniejo  administra* 
tita  9  que  tambied  le  encargaría  de  la  dirección 
del  liceo,  areerno*  que  lin  que  nadie  le  reiintieía 
da  la  axibicion  mediocre  indicada  9  le  reunirían 
tai  fondoi  neeeiarioi  para  el  liceo  da  loi  varona* 
y  aun  para  otro  de  niñaij  pudiéndole  á  la  ve* 
•xigir  por  ley  una  mediana  contribución  al 
tiempo  da  librar  loi  deipaebo*  á  loi  empleadoi, 
aplicada  á  lo*  gaitoi  de  la  biblioteca ,  gabinete 
y  muieo  dal  eitableeimieoto  j  euyai  ordeuauKai 
formará  la  junta  admiuiítrativa »  lin  dejar  al  tfo- 
hJerno  inai  interveuniou  que  el  da  ampliarlas, 
modificarla*  y  aprobarían  en  uno,  del  dereobo  de 
inspección  general  que  por  el  da  iiipremauia  le 
Hierve.  Al  weuifaitar  la  idea  da  ante  lineo,  no  le 
área  que  qpinamoi  por  un  aitablauimianto  es- 


*  i36 

elusivo  álos  parientes  de  los  empleados ;  al  con- 
trario, deseamos  que  él  se  es  tienda,  conforme  á 
los  principios  republicanos ,  á  todas  las  clases  de 
la  sociedad  ,  cuyos  hijos  deberán  entrar  en  con* 
currencia ,  satisfaciendo  un  estipendio  lo  mas 
moderado  que  se  pueda ,  á  fin  de  atraer  la  con- 
currencia de  la  juventud  de  los  Estados,  que  por 
sus  circunstancias  no  puedan  emprender  seme- 
jantes establecimientos. 

Las  escuelas  de  navegación  y  náutica ,  veteri- 
naria, botánica,  farmacia  y  del  arte  octrotiz  para 
la  instrucción  de  mugeres  en  el  oficio  de  partear, 
son  también  indispensables  en  los  ♦puertos  y  en 
la  ciudad  ó  distrito  federal;  la  de  veterinaria 
quizá  convendría  adunar  con  la  escuela  militar , 
supuesto  que  no  deja  de  tener  alguna  relación , 
y  ser  útil  la  instrucción  y  los  conocimientos  de 
este  arte  á  la  caballería.  La  aplicación  de  los 
principios  y  métodos  curativos  de  la  higiene  ó  me- 
dicina de  los  animales,  es  tan  interesante  y  nece- 
saria en  los  ejércitos  como  en  los  campos ,  y  la 
sociedad  exige  su  inteligencia  considerada  como 
medida  de  economía  política.  Los  regimentos 
franceses  de  caballería  no  se  creen  bien  organi- 
zados ,  sin  el  auxilio  de  tres  ó  cuatro  oficiales 
esperimentados  en  la  veterinaria ,  encargados 
esclusivamente  del  cuidado  y  curación  de  los 
caballos.  En  México  quizá,  porque  no  se  practica 
este  sistema,  se  destruyen  ¡numerables  animales, 
y  la  caballería  de  los  mas  de .  los  cuerpos  , .  mas 


,37 

bien  parecen  esqueletos  que  bestias  destinadas  al 
duro  trabajo  y  rápidos  movimientos  de  la  guerra; 
sin  embargo  de  que,  según  estamos  informados, 
dependa  esto  en  la  mayor  parte ,  de  las  grange- 
rias  rateras  que  se  hacen  sobre  los  forrages  á 
cansa  del  punible  descuido  é  infidencias  de  al- 
gunos oficiales.  Las  escuelas  de  botánica  y  far- 
macia se  conecsionan ,  y  seria  conveniente  y 
aun  útil  establecerlas  bajo  un  mismo  techo ;  y 
ai,  como  es  de  esperarse,  el  jardin  botánico 
ejecutado  en  grande,  se  verifica  en  el  hermoso  y 
bien  situado  campo  del  éxido  denominado  de 
Concha,  á  fin  de  proporcionar  á  la  ciudad  federal 
un  nuevo  ,  agradable  é  instructivo  paseo  ,  esci- 
tando la  concurrencia  de  los  amantes  de  Flora , 
la  casa  de  campo  del  señor  Pérez  Galvez ,  viene 
como  á  medida  del  deseo ,  y  al  efecto  se  puede 
arrendar  ó  comprar ,  y  en  caso  necesario  ,  exigir 
un  derecho  de  patente  á  los  profesores  de  medi- 
cina para  su  sosten ,  puesto  que  esta  clase  apre- 
ciable  tiene  un  interés  mas  directo  en  su  creación 
y  florecimiento.  Para  la  del  arte  octrotiz,  el  bello 
sexo,  á  quien  se  podria  encomendar  su  adminis- 
tración y  cuidado  inmediato ,  quizá  no  se  escu- 
saria  de  concurrir  con  un  donativo  arreglado  y 
proporcionado  ,  recaudado ,  manejado  y  distri- 
buido por  un  consejo  de  las  principales  señoras. 

La  medida  de  refundir  en  uno,  los  tres  colegios 
de  niñas,  existentes  en  la  capital  de  la  Union,  su 
absoluta  reforma  y  el  completo  arreglo  de  su 


i4<> 

porción  del  género  humano,  que  nos  acompaña 
en  los  goces  y  penas  de  este  valle  de  placeres  y 
amarguras ,  como  que  las  saca  de  su  elemento , 
aislándolas  y  destacándolas  de  su  destino  domés- 
tico natural,  pierden  de  su  virtualidad,  y  la  es- 
periencia  nos  enseña  que  las  mugeres  educadas 
en  los  colegios  y  conventos ,  son  las  menos  su- 
fridas, mas  disipadas,  menos  laboriosas,  las  peores 
madres  de  familia  y  no  las  mas  fíeles  consortes; 
al  paso  que  las  que  tienen  la  suerte  de  recibir 
una  educación  al  lado  de  buenos  padres  y  á  la 
vista  del  menage  de  una  casa  regularmente  ad- 
ministrada, desplegan  virtudes  sociales  y  domés- 
ticas y  son  en  último  resultado ,  mas  benéficas 
á  la  sociedad ;  por  cuyas  poderosas  razones ,  la 
política  del  legislador  debe  tender  á  la  reducción 
de  estas  casas,  y  en  donde  existen,  á  reformarlo* 
y  limitar  en  lo  posible  el  número  de  las  educandas 
á  la  esfera  de  las  huérfanas  inválidas,  y  aquellas 
personas  imposibilitadas  para  contraer  matri- 
monio. 

La  práctica  de  refundir  establecimientos,  no 
es  una  innovación ;  ella  se  verificó  hace  mucho 
tiempo  en  la  ciudad  de  México,  y  los  colegios  de 
San  Gerónimo,  Santos  Justo  y  Pastor,  San  Miguel, 
el  Rosario ,  Santos  Pedro  y  Pablo  y  Cristo ,  fun- 
dados, en  el  siglo  XVI ,  se  reunieron  é  incorpo- 
raron al  de  San  Ildefonso ,  con  utilidad  del  pú- 
blico. El  colegio  denominado  de  las  Bizcaínas , 
es  mas  que  suficiente  para  reasumir  los  de  las 


,4i 

ñifla*  y  Balen  ,  vulgarmente  llamado  da  las 
Mochas  j  eita  paso  y  la  introducción  en  el  nuevo 
plan  y  método,  que  se  le  dé,  ademas  del  apren- 
diaagede  la  cocina,  del  lavado,  costura  y  menage 
da  casa  en  comuu,  los  talleres  de  algunos  olidos 
que  pueden  ejercer  las  mugeres,  como  la  sastrería, 
bordaduria,  tejeduría,  cordonería,  zapatería  en 
fino ,  dulgerias  y  otras  preparaciones  y  procedi- 
miento! económicos  de  cousumo,  y  la  instrucción 
da  Ja  caligrafía ,  conforme  á  los  principios  orto- 
gráficos ,  la  aritmética  ,  la  gramática  castellana , 
al  dibujo,  la  música,  el  baile,  la  geografía  y  ru- 
dimentos de  la  historia ,  particularmente  de  la 
patria ,  con  los  sólidos  principios  de  la  religión , 
de  la  moral  pura ,  y  los  deberes  y  obligaciones 
da  una  muger  considerada  como  madre  de  fami- 
lia, permitiéndoles  recibir  visitas  de  sus  parientes 
y  conocidos,  sin  esos  lúgubres  enrejados ,  y  salir 
á  pasear  por  la  ciudad  en  común ,  acompañadas 
da  sus  supariorat  los  dias  de  asueto,  dándoles 
buenas  maestras  de  los  Estados  -Unidos  y  da 
Europa,  para  que  plantifiquen,  en  unión  con  las 
Mexicanas ,  el  nuevo  sistema  económico,  admi- 
nistrativo é  instructivo,  llenarían  este  interesante 
objeto, 

Adoptado  el  nuevo  plan  da  estudios  del  go- 
bierno, con  las  adiciones  que  indicamos,  una  ve* 
que  se  califiquen  útiles,  resta  examinar  el  método 
de  estudios,  distinto  del  plan  enunciado  que 
formará  al  complexo  de  la  educación  escolar, 


sin  cuyo  auxilio  y  cooperación  eficaz ,  todos  los 
planes  del  inundo  serian  sino  del  todo  inútiles , 
á  lo  menos  ilusorios  y  superficiales  én  sus  efectos; 
y  puesto  que  hemos  procurado  dilucidar  la  cues- 
tión ,  sobre  la  utilidad  y*  conveniencias  que  re* 
sultán  á  la  sociedad ,  de  un  plan  de  educación 
uniforme  ,  por  una  consecuencia  necesaria  el 
método ,  que  es  el  alma  de  la  educación ,  debe 
estar  en  armonia  y  en  consonancia  con  el  plan. 
Varios  son  los  métodos  prescritos  por  los  sabios; 
pero  preferimos  y  consideramos  como  el  mas 
acsequible  y  saludable  á  la  juventud  mexicana , 
el  del  virtuoso  Rollin,  detallado  en  su  obra  clásica 
titulada :  Tratado  de  estudios,  generalmente  se- 
guido en  Europa  ^  y  por  desgracia  casi  desconocido 
ó  ignorado  en  la  práctica  de  nuestros  colegios , 
por  lo  menos  en  nuestro  tiempo  ,  puesto  que 
nunca  lo  oimos  ni  aun  mencionar.  En  esta  obra, 
que  si  no  está  traducida  al  castellano,  el  gobierno, 
disponiendo  su  versión ,  haría  un  gran  servicio  á 
la  juventud,  se  encuentra  cuanto  hay  que  desear 
sobre  los  deberes  y  cualidades  que  deben  tener 
los  maestros ,  el  modo  de  conducir  á  los  niños , 
los  cuidados  que  exige  una  buena  educación; 
los  detalles  de  la  administración ,  cuya  solicitud 
se  ha  de  estender  a  la  par  á  los  estudios,  la  dis- 
ciplina, la  instrucción,  las  costumbres,  la  religión 
y  hasta  á  los  detalles  y  pormenores  délos  alimen- 
tos ,  vestidos ,  ejercicios  y  práctica  del  régimen 
común  ;  por  manera  que  según  su  doctrina ,  un 


i43 

director  de  un  colegio  9  do  solamente  ei  un  ins- 
titutor y  un  padre  de  fumilia,  sino  un  gefe  de  un 
pequeño  Estado,  cuya  autoridad  fuerte  y  conci- 
liadora 9  imprime  el  amor  de  los  deberes  á  una 
juventud  pronta  á  descarriante,  que  sea  al  mismo 
tiempo  el  ángel  tutelar  entre  los  maestros  rivales, 
y  el  regulador  de  la  independencia  y  libertad  de 
loa  discípulo*  en  cuanto  á  sus  inclinaciones  ho- 
nestas. «  No  diremos  (dice  el  autor  de  la  vida  de 
este  grande  hombre)  con  que  acierto  Hollin  llenó 
deberes  tan  variados  y  difíciles.  Kn  su  tratado 
de  estudios,  él  espone  las  obligaciones  del  director 
de  ún  colegio,  y  habla  con  un  respeto  que  acre- 
dita su  fidelidad.  Así  es  que  todos  los  (pie  lo  co- 
nocieron repiten  uuanimamente ,  que  trazando 
un  modelo,  se  retrató  á  sí  mismo.  Cuanto  pres- 
cribe ól  lo  practico;  aquello*  felices  artificios  para 
dulcificar  las  dificultades  del  estudio ,  sus  exor- 
taciones  particulares  llenas  de  unción  y  de  auto- 
ridad, y  sus  miras  previsoras  sobre  los  diferentes 
espíritus  y  caracteres  que  se  penetran  aun  en 
medio  del  tumulto  de  los  juegos ,  y  sus  modales 
corteses  para  con  los  profesores  y  maestros  su- 
balternos. Hábil  sobre  todo  para  realaar  ú  la  vista 
de  la  juventud,  el  ministerio  de  los  hombres  des- 
tinados A  difundir  la  instrucción  y  el  buen  ejem- 
plo, cubría  sus  defectos  y  concillaba  sus  diferen- 
cias ,  con  una  bondad  y  una  discreción  admi- 
rables. Si  percibía  el  mas  ligero  resfrio  ó  desa- 
venencia entre  los  profesores ,  los  reunia  en  un 


i44 
pequeño  convite  de  mesa;  su  elocuencia  paternal 
coordinaba  pronto  los  corazones,  y  los  convidados 
se  separaban  amigos.  Este  medio ,  según  referia 
en  su  vejez,  había  tenido  siempre  éxito;  mas  como 
se  traslució  alguna  vez  .no  dejó  de  abusarse ;  y 
sin  duda  no  le  pesaba  cuando  veia  cerca  de  sí 
•jóvenes  y  amables  profesores  que  habían  fingido 
entre  ellos  disputas  por  tener  el  placer  de  en- 
contrarse reunidos  en  su  mesa.  »  Rollin  piensa 
con  razón  que  todos  los  preceptos  de  la  educa- 
ción ,  y  los  cuidados  mas  inteligentes  serian  es* 
tériles ,  sin  el  amor  y  afecto  de  los  niños ;  este 
cariño  é  interés  fue  su  secreto  y  el  principal  re- 
curso de  sus  talentos  para  la  educación ,  mani- 
festando en  todas  sus  acciones  una  vigilancia 
continua,  y  el  gusto  que  tenia  entre  una  juventud 
dichosa  y  bien  gobernada,  tomando  parte  en  sus 
festines  y  distracciones ,  influía  en  gran  manera 
en  el  ánimo  de  sus  subordinados,  y  en  el  empeño 
de  los  maestros  á  la  instrucción*  «No  se  dice 
en  su  Tratado  de  estudios,  si  puede  haber  para 
un  hombre  de  letras  y  de  bien ,  una  alegría  mas 
pura  que  la  de  haber  contribuido  por  sus  cui- 
dados y  liberalidad,  á  formar  jóvenes,  que  hayan 
de  llegar  á  ser  hábiles  profesores ,  y  por  sus  ta- 
lentos^ el  honor  de  la  Universidad.  Esta  alegría 
me  parece  es  mucho  mas  sensible ,  cuando  estos 
servicios  se  han  hecho  gratuitamente  para  reco- 
nocer y  pagar  de  algún  modo  los  que  uno  ha 
recibido  en  situación  igual;  porque  frecuente- 


•45 

Mentó,  y  esto  no  debe  ler  motivo  de  sonrojarse, 
del  seno  de  la  pobreza  es  de  donde  salen  los  mas 
eseelentes  stigetos. »  En  resumen,  por  el  método 
deRolün,  los  preceptores,  profesores  y  directores 
de  loe  colegios  de  México ,  casi  no  tienen  otra 
cosa  cjue  hacer ,  que  practicar  su  doctrina  y  eje* 
eutar  sus  preceptos ,  en  él  encontraran  no  solo 
el  orden  directivo ,  administrativo  y  económico 
en  lo  material ,  sino  la  moral  y  los  principios  de 
la  religión ;  y  ademas  aquellas  cosas  mas  esen- 
ciales en  cuanto  á  la  disciplina  de  la  instrucoion 
elemental ,  que  conduce  progresiva  y  fácilmente 
á  la  sólida  ,  tan  descuidada  basta  ahora  en  nues- 
tros colegios ,  como  por  ejemplo  la  instrucción 
en  la  caligrafía  y  arte  de  escribir  no  solamente 
con  bellos  caracteres ,  sino  con  arreglo  a  los 
principios  ortográficos  y  gramaticales,  y  las 
formas  didácticas  de  la  persuasión  y  purea*  de 
estilo,  tanto  en  las  piezas  literarias  como  en  las 
correspondencias  de  oficio  y  epistolares,  cuya 
utilidad,  así  como  estar  al  corriente  en  la  arist* 
raétioa,  y  el  uso  de  sentar  partidas  y  llevar  libros 
de  cuenta ,  es  tan  necesaria  en  el  curso  de  la 
▼ida  del  hombre ,  y  tan  indispensable  á  su  pro- 
pio bienestar  ,  que  nuestros  legisladores  deberían 
prescribir  en  todos  los  colegios  y  escuelas ,  una 
cátedra  de  gramática  aplicada  al  idioma  usual , 
ortografía  y  composición  de  oficios  y  cartas  mi- 
sivas, una  de  caligrafía  y  dibujo,  y  otra  de  urist- 
méttea  y  método  de  sentar  partidas  y  llevar  libros 


10 


de  cuenta»,  Todo  e»to  iin  perjuicio  de  la  ente- 
ñanza  9  á  lo  méno»  en  loi  grande»  colegio»  uni- 
ventitario»  genérale»  ,  como  ie  intenta  comtítuír 
al  de  San  Ildefonso  de  la»  lengua»  antigua»  sabía», 
A  propó»ito  ,  ya  que  tocamo»  el  punto  de  eo~ 
seflar  el  eitilo  de  escribir  carta»  mi»iva»  f  desea- 
ríamo»  que  loi  preceptores  moderno»  inculcasen 
desde  la  infancia,  en  el  ánimo  de  la  juventud 
mejicana ,  cierto»  principio»  de  delicadeza  rela- 
tivo» á  conte»tacionc»  j  ó  por  mejor  decir  f  el 
deber  que  entre  gente»  de  buena  educación,  e»tá 
con»tantemente  recibido,  de  conte»tar9  aun 
cuando  no  »ea  ma»  que  actuar  recibo  tan  de»- 
cuidado  entre  no»otro» ,  por  cuya  falta  liemo» 
oído  con  »entimiento  queja»  por  toda»  par- 
te», con»tándono»  »er  fundada»  y  muy  comunes, 
aun  entre  per»ona»  con»tituida»  en  dignidad  y 
carácter  por  »u  representación. 

u  La  inteligencia  de  la»  lengua» ,  dice  Hollín  , 
»irve  como  de  introducción  á  toda»  la»  ciencia» , 
Por  ella»  aprendemo»  ca»í  »in  trabajo ,  el  cono- 
cimiento de  una  infinidad  de  co»a»  bella» ,  que 
ban  cuitado  grande»  fatiga»  á  lo»  que  la»  inventa- 
ron :  por  ella»  todo»  lo»  »iglo»  y  todo»  lo»  pai»e»  »e 
no»  abren;  ella»  no»  hacen  en  alguna  manera  con- 
temporáneo» de  toda»  la»  edade»  y  ciudadano» 
de  todo»  lo»  reyno» ,  y  no»  ponen  en  e»tado  de 
entretenernos  aun  Imita  el  dia,  con  todo  lo  que  la 
antigüedad  ha  producido  de  grande»  hombre» , 
que  parece  haber  vivido  y  trabajado  para  no»o- 


i47 

tros.  Encontramos  en  ellos  otros  tantos  maes- 
tros, cuanto  nos  es  permitido  consultar  en  todos 
tiempos ;  tantos  amigos  cuanto  que  lo  son  cons- 
tantemente y  que  pueden  serlo  de  todas  nuestras 
treguas ,  cuya  conversación  siempre  útil  y  agrá-* 
dable  enriquece  nuestro  espíritu  con  mil  cono* 
cimientos  curiosos  ,  enseñándonos  á  aprovechar, 
igualmente  de  las  virtudes  y  vicios  del  género 
humano.  Sin  el  socorro  de  las  lenguas  estos  orá- 
culos son  mudos ;  todos  sus  tesoros  se  nos  cier- 
ran ,  y  por  falta  de  llave  que  pueda  abrirnos  la 
puerta,  permanecemos  pobres  en  medio  de  tantas 
riquezas  ó  ignorantes  entre  tantas  ciencias.  Las 
lenguas  que  se  deben  enseñar  en  los  colegios 
son ,  el  griego ,  el  latin  y  el  francés  ( esto 
prescribía  Rollin  para  los  colegios  de  Francia  : 
nosotros  desearíamos  también  que  en  los  nues- 
tros se  enseñasen  los  mismos  idiomas  y  el  es- 
pañol). Yo  comienzo  por  el  último,  porque  creo 
que  por  él  es  por  donde  deben  empezar  los  es- 
tudios. » 

La  instrucción  por  principios  del  idioma  usual 
de  una  nación,  es  absolutamente  indispensable  al 
cultivo  de  las  ciencias  y  a  los  progresos  del  buen 
gusto,  y  así  lo  vemos  practicado  (escepto  en 
España  y  las  América»  que  dominó  )  en  todas  las 
naciones  cultas ,  y  sin  duda  de  este  descuido  ha 
consistido  en  parte  la  decadencia ,  ó  á  lo  menos 
la  corruptela  y  parálisis  de  una  de  las  mas  ricas 
y  armoniosas  lenguas  modernas    «  Los  Romanos, 


dice  RolKn  >  nos  han  enseñado ,  por  la  aplicación 
qtre  ponían  al  estudio  de  su  lengua ,  lo  que  debe- 
mos hacer  para  instruirnos  en  la  nuestra.  Entre 
ellos  ,  los  niños  desde  la  cuna  se  acostumbraban 
á  la  pureza  de  la  lengua ;  este  cuidado  se  consi- 
deraba como  el  mas  esencial  después  de  las 
costumbres.  Se  recomendaba,  afirma  Quíntiliano, 
á  las  madres ,  á  las  nutrices  y  á  los  doméstico* 
particularmente j  advirtiéndoles  la  vigilancia  en 
cnanto  era  posible  ,  á  fin  de  que  no  se  les  esca- 
pase jamas  una  espresion  ó  pronunciación  viciada 
ten  presencia  de  los  niños ,  temiendo  que  ettas 
primeras  impresiones  no  se  convirtiesen  en  una 
segunda  naturaleza  imposible  de  cambiar  des- 
pués. »  Sobre  el  conocimiento  (  á  lo  menos  para 
entender  las  obras )  del  griego  y  el  latín ,  en  el 
Tratado  de  estudios  que  nos  ocupa ,  se  bailan 
razones  tan  luminosas  y  convincentes  de  la 
necesidad  de  aprenderlos,  confirmadas  con  la 
doctrina  de  Plutarco ,  Cicerón  y  otros  autores 
clásicos ,  que  refiriéndonos  á  esta  obra  verdade- 
ramente selecta ,  omitimos  esplayarnos  en  el 
particular,  y  terminamos  esta  materia  recomen- 
dando el  estudio  de  la  historia  y  geografía  par- 
ticularmente nacional  y  los  principios  de  la 
economía  política  en  nuestros  colegios  y  escue- 
las ;  para  el  estudio  de  la  historia  nacional,  desea- 
ríamos que  se  formase  un  curso  elemental  divi- 
dido en  tres  épocas  ,  adoptando  para  la  antigua , 
la  historia    del    sabio  y  erudito  veracruzauo , 


«49 
Clavijero  >  oraatueato  de  la  patria ,  1a  del  11  uniré 
Gblraalpala  publieada  filiUtmftiotittí  por  el  labo» 
rimo  ó  ItUUlig^bln  patrióla,  dou  (jarlo»  María 
Bttltat&aQte  i  wm  lo  qun  lm  quedado  del  iapiea- 
tULmo  dea  Garlo*  %ütin*u  j  U  ¿pona  taodnraa  ó 
Uidk  que  notaprnadn  lodo  ni  lalnrvalo  del  rá» 
gj^aaa  ealoalal  i  ao  un  bu  puhlluatlo  aua  )  pero  ni 
gablera®  i  sirvldadow  iln  laaio*  meounnrlio* 
tíwioiOl  ¿  lalara*aatn*  n&klaaln*  eá  ni  ereldvo 
(auaque  muuliMn  un  han  extraviado)  y  nu  la» 
bibllubeea»  dn  la  iwtndral,  uaWnruldad,  araobln* 
pado  i  voleólo*  y  muiveato*  *  y  de  uaa  Juaia  de 
perieaa»  eelo*a»  ¿  lu*lrutda*i  podía  promover  *u 
redaeetaa  y  |)ubUaetiUm,  aarovetíbáadoan  dealfltt» 
Bil  Baílela*  bUuMua*  da  la  abra  Ululada  poiu» 
peiataeate  i  II I* loria  de  1a  Aitiérlna*npieatrloaal| 

{mblbwda  de  drdau  del  ar*obl*po  LoreniAOtt,  y  da 
a  e*arlie  ullbnataaatn  por  el  iae*ieaaa  (Cabrilla  § 
latllulada  :  Matarla  tfeaeral  de  Má*lea,  que  ao 
aa  kaprhaie  por  babnr*a  opun*ta  el  íl*eal  de  la 
audituawiiii  *a  tíeaipo  da  ladatuliiaplea»  á  prele*ta 
da  que  ie  aeue»ltaba  lineada  del  uan*eja  de  la- 
diai|  ella  ie  uoatpaae  de  oaan  llhroa  y  yym- 
preade  •  tegua  lo*  lalnllfjaaln*  que  la  baa  ana» 
taiaada ,  aullóla*  baporlaaln»  y  narlona* ,  anae- 
aldat  deide  1a  «<oaquUtA  ba*ta  la  ó|mmia  de  la 
revolaulou,  v  ea  Mírenla  atulllarin  tuanbo  la 
abra  que  ladfnauui*.  La  tnrnnr  ¿paua,  noatprna* 
dltudu  el  periodo  dn  la  guerra  de  íadepnadfMude 
ó  iaaurreeulou  baila  que  la  ueeiou  »a  uuuillluyói 


i5o 
se  debería  redactar ,  valiéndose  de  la  obra  del 
Dr.  Mier ,  y  el  apreciabíe  cuadro  histórico  del 
señor  Bustamente,  que  por  lá  reunión  de  docu- 
mentos importantes  y  oficiales ,  es  digno  de 
mucha  estimación.  La  enseñanza  de  este  curso 
de  la  historia  nacional ,  la  historia  antigua  de 
Rollin ,  y  el  compendio  de  las  modernas  por  An- 
quetil,  ú  otros  autores  contemporáneos ,  forma- 
ran el  complexo  del  curso  histórico  dé  los  cole- 
gios y  escuelas  de  la  república. 

El  estudio  de  la  historia ,  cuándo  se  enseña 
bien ,  afirman  todos  los  moralistas  ,  es  tan  nece- 
sario al  género  humanó  y  tan  útil  á  la  sociedad , 
x  cuanto  que  ella  es  una  escuela  general  de  moral 
para  todos  los  hombres;  ella  en  sentir  de  Séneca', 
grita  contra  los  vicios ,  descubre  las  falsas  virtu- 
des, quita  el  velo  de  los  errores  populares,  disipa 
el  prestigio  encantador  de  las  riquezas  y  de  los 
vanos  aparatos  que  deslumhran ,  y  demuestra 
que  todo  es  humo  y  que  no  hay  nada  grande  y 
sólido  sin  el  honor  y  la  virtud.  Por  ella  los  pue- 
blos saben  libremente  la  verdad,  porque  solo  ella 
tiene  el  derecho  de  juzgar  soberanamente  de  las 
acciones  de  todos  los  mortales  :  en  vano  la  adu- 
lación y  la  lisonja  exaltaran  hasta  las  nubes  el 
talento,  el  valor  y  las  empresas  de  los  personages 
y  conquistadores,  la  historia,  si  todo  este  brillo  no 
está  acompañado  de  la  equidad,  y  la  justicia , 
hará  secretamente  sus  procesos ,  pintando  los 
famosos  dominadores  y  trastornadores  del  re- 


i5i 

poso  de  las  naciones,  como  á  los  azotes  de  la 
humanidad,  y  salteadores  de  los  pueblos  que 
arrastrados  de  una  desmedida  ambición,  desoían 
con  falsos  pretestos  á  los  paises  y  perturban  la 
quietud  de  las  familias.  «  No  sin  razón ,  dice 
Rollin,  citándola  autoridad  de  Cicerón,  la  his- 
toria se  ha  considerado  siempre  como  la  antor- 
cha de  los  tiempos ,  la  depositaría  de  los  acon- 
tecimientos, el  testigo  fiel  de  la  verdad,  la  fuente 
de  los  buenos  consejos  y  de  la  prudencia ,  la 
regla  de  la  conducta  y  de  las  costumbres.  Sin 
la  historia,  estrechados  en  los  límites  del  siglo  en 
que  vivimos  y  el  país  que  habitamos ,  encerra- 
dos en  el  círculo  estrecho  de  nuestros  conoci- 
mientos particulares  y  de  nuestras  propias  re- 
flexiones ,  demoraríamos  siempre  en  una  especie 
de  infancia  que  nos  haría  estrangeros  respecto 
al  resto  del  universo,  y  en  la  mas  profunda 
ignorancia  de  cuanto  nos  ha  precedido  y  de  .todo 
lo  que  nos  rodea.  ¿  Qué  cosa  es  ese  pequeño  nú- 
mero de  años  que  abrazan  la  vida  mas  dilatada  ? 
¿  ó  que  significa  la  estension  del  país  que  podemos 
ocupar  ó  correr  sobre  la  tierra ,  sino  un  rincón» 
imperceptible  respecto  de  las  vastas  regiones  del 
universo,  y  de  esa  grande  serie  de  siglos  que  se 
han  sucedido  desde  el  origen  del  mundo  ?  » 

£1  estudio  de  la  geografía  descriptiva  del  país, 
es  desconocido  en  nuestras  escuelas ,  y  muy 
común  su  ignorancia ,  aun  entre  nuestros  sabios 
y  hombres  de  estado;  para  generalizar  sus  cono- 


i5a 

cimientos ,  necesita  el  gobierno  fomentarlo  t  y 
mientras  se  levanta  y  redacta  el  plan  general 
que  indicaremos,  convendría  disponer  la  for- 
mación de  un  compendio  en  la  parte  mate* 
rial  descriptiva  9  valiéndose  de  lo  que  hay  útil  en 
el  diccionario  general  de  Alcedo ,  en  el  Teatro 
americano  del  mexicano  cosmógrafo  Yillaseftor, 
que  aunque  los  estrangeros  lo  tienen  por  com* 
pilador,  con  los  defectos  de  su  siglo,  no  le  faltan 
conocimientos  y  mérito  \  y  en  la  estadística  de 
Mechoacan,  escrita  por  el  juicioso  Le jarza,  y 
otros  modernos  opúsculos  que  se  han  formado 
en  los  nuevos  Estados.  De  la  apreciable  obra 
del  curso  de  economía  política ,  escrita  y  publi- 
cada últimamente  por  el  señor  Florez  Estrada , 
se  puede  sacar  un  gran  partido ,  disponiéndose 
su  estudio  en  el  nuevo  arreglo  de  los  colegios , 
de  cuya  instrucción  y  conocimientos  resultaran 
á  la  juventud  en  particular,  y  a  la  nación  en  ge- 
neral ,  inmensos  bienes.  «  No  es  posible  ,  como 
demostraré  en  bu  lugar ,  dice  este  autor  en  el 
prólogo  á  su  obra  9  que  un  país  mejore  su  indus- 
tria ,  que  sus  habitantes  salgan  de  un  estado  de 
.**  «¿seria  y  descontento,  y  que  su  gobierno  acierte 
¿  tomar  las  disposiciones  oportunas  para  pro- 
mover la  felicidad  general ,  sin  que  se  estudie  y 
posea  la  ciencia  que  trata  de  la  fortuna  de  las 
naciones.  » 

Adoptado  en  nuestros  colegios  el  método  de 
estudios  que  prescribe  Rollin,  recomendamos 


1 53 

para  lai  esouelas  y  liceos  elementales  lai  novísi- 
mas máximas  que  ©1  se ftor  Naville,  pr.  de  Ginebra, 
aoaba  de  dar  á  lux,  en  utux  obra  clásica  titulada  : 
Educación  pública  considerada  en  iui  relacione! 
con  el  desarrollo  de  la*  facultades,  la  marchada 
la  cWUiaacion  y  la*  actuales  necesidades  de  la 
Franoia)  cuya  doctrina ,  afirman  todoi  lo»  inte- 
ligente^ ei  de  lo  mas  puro  y  períbolo  al  intento. 
Cierto  autor  al  analizarla ,  se  esplica  del  modo 
alguiente  :  «  En  el  concepto  de  loi  sabios  cono- 
cedores, esta  obra  en  el  producido  de  un  hombre 
que  reúne  el  espíritu  sutil  necesario,  para  elevarse 
á  los  verdaderos  principios  de  la  instrucción  pú- 
blica ♦  la  esperieucia  ,  cuyas  lecciones  son  indis- 
C entables  cuando  se  quiere  pasar  de  la  teoría  á 
\  aplicación.  Raras  veces  se  ka  ofVecido  al  publi- 
co, sobre  esta  importante  materia,  un  trabajo  en 
el  cual  todas  las  cuestiones  que  se  enlaaan,  hayan 
sido  tratadas  de  una  manera  tan  p rotonda  tomo 
luminosa.  El  autor  toma  al  nifio  á  la  edad  en 
que  es  llamado  á  recibir  los  primeros  socorros 
de  la  educación  j  le  sigue  después  en  las  diversas 
escuelas  en  que  el  gobierno  de  su  país  le  procura 
los  medios  de  adquirir  los  conocimientos  que 
reclaman  su  edad  y  su  vocación;  no  le  abandona 
sino  cuando  se  considera  suficientemente  dis- 
puesto á  cumplir  cit  el  estado  en  que  la  provi- 
dencia le  lia  colocado ,  sus  deberes  como  hom- 
bre y  como  ciudadano.  Mas ,  lo  que  sobre  lodo 
admira  y  parece  caracterizar  la  obra  del  señor 


1 54 
Naville,  es  que  el  autor  no  pierde  nunca  de  vista 
el  verdadero  objeto  y  fin  de  la  educación ,  ya 
sea  partieular  ó  pública ,  el  desarrollo  gradual  y 
completo  de  las  facultades  intelectuales  y  mo- 
rales. » 

«  Si  importa ,  dice  el  señor  Naville ,  dar  é  im- 
primir a  los  niños,  conocimientos ,  interesa  to- 
davía mucho  mas  desenvolver  sus  facultades.  De 
este  desenvolvimiento  dependen  esencialmente 
la  perfección  del  hombre ,  esto  es ,  lo  que  cons- 
tituye sus  arbitrios  y  los  medios  personales  para 
alcanzar  los  diversos  fines  que  se  propone.  Des- 
pués de  la  exactitud  que  él  puede  emplear  para 
conformar  sus  acciones  á  las  reglas  de  la  moral , 
sus  facultades  son  el  primer  elemento  de  su  dicha 
y  bienestar.  El  que  no  las  ha  perfeccionado 
suficientemente  se  encuentra  en  muchas  circuns- 
tancias ,  privado  de  las  ventajas  que  podría  sacar 
de  fós  conocimientos  que  ha  adquirido.  Que  un 
abogado  esté  profundamente  versado  en  la  cien- 
cia de  la  legislación ,  ella  le  sera  frecuentemente 
inútil ,  si  no  goza  de  la  presencia  de  ánimo  y  la 
facilidad  de  la  elocución,  que  solos  pueden  per- 
mitirle mil  veces  sacar  partido.  Poco  importa 
que  el  médico  que  nos  sangra ,  conozca  á  fondo 
todas  las  reglas  de  su  arte,  si  él  no  posee  aquella 
sagacidad  de  observación  que  le  sería  necesaria 
para  apreciar,  bajo  de  los  síntomas  ligeros  y 
fugaces  de  la  naturaleza  ,  el  mal  de  que  adoles- 
cemos.  £1  desarrollo  de  las  facultades ,  facilita  la 


i55 

adquisición  de  los  conocimientos.  La  memoria 
reunida  al  espíritu  de  observación  y  á  la  rectitud 
del  juicio,  proporcionan  hacer  rápidos  progresos 
en  la  historia  natural ,  une  el  buen  gusto  á  la 
delicadeza  y  a  la  perfectibilidad  de  los  órganos 
y  asegura  los  adelantos  en  las  nobles  artes.  Se 
pueden  hacer  notas  análogas  sobre  los  demás 
ramos  del  estudio.  Algunas  ocasiones,  las  facul- 
tades pueden  suplir  á  los  conocimientos  de  que 
se  carece.  De  esta  manera,  con  juicio,  sensatez 
y  una  imaginación  viva  ,  se  logrará  ,  sin  haber 
estudiado  el  arte  de  la  retórica,  atraerse  el  audi- 
torio. Finalmente  observaremos  que  si  la  vida 
presente  no  es  mas  que  una  preparación  para  la 
vida  futura ,  si  el  puesto  que  ocuparemos  en  un 
mundo  mejor ,  es  hasta  cierto  punto  determi- 
nado por  el  grado  de  desenvolvimiento  intelec- 
tual y  moral  que  adquirimos  aquí  en  la  tierra , 
la  perfección  de  las  facultades  de  la  juventud 
debe  ser  para  los  amigos  de  la  humanidad ,  el 
objeto  de  utia  profunda  y  religiosa  solicitud.  » 
El  virtuoso  Suizo ,  autor  del  sistema  de  la  edu- 
cación económica  y  moral ,  Simberg ,  desplega 
también  pensamientos  nobles  y  doctrinas  subli- 
mes que  se  pueden  aprovechar. 

Puede  ser  que  estos  principios  y  muchas  de 
las  máximas  que  recomendamos,  repugnen  á 
algunas  gentes,  que  demasiado  timoratas  ó  ave- 
zadas en  las  antiguas  preocupaciones  y  hábitos , 
no  se  pueden  avenir  con  el  siglo  en  que  viven,  y 


»56 
como  si  los  tiempos  y  las  circunstancias  na  hu- 
bieran cambiado  la  faz  de  la  nación  >  los  deberes 
de  los  magistrados  y  las  obligaciones  de  los  go- 
biernos y  exigencias  de  los  pueblos,  aspiran  á 
un  imposible ,  cual  es  administrarlos  sobre  rosas 
y  con  máximas  añejas ,  pretenden  detener  ó  pa- 
ralizar la  marcha  de  las  luces,  sin  considerar  que 
los  tiempos  de  la  apatía,,  ilusiones  y  restricciones» 
volaron,  y  que  viven  en  medio  del  torrente  de 
las  revoluciones  físicas  y  morales ,  que  pesando 
sobre  los  hombres,  es  citan  otras  ideas  y  demandan 
con  empeño  irresistible ,  otros  métodos  y  formas 
para  dirigirlos  y  sacarse  partido  de  un  mal  y  un 
bien  mezclados ,  pues  al  fin  una  y  otra  cosa  son 
el  producido  del  movimiento  y  las  agitaciones 
sociales  cuya  resistencia  y  oposición  exageradas , 
lejos  de  ser  un  lenitivo ,  agravan  los  males  y  em- 
peoran la  suerte  de  las  naciones  que  han  comen- 
zado á  moverse  invocando  mejoras  sociales.  La 
repugnancia  y  horror  á  las  nuevas  doctrinas  en 
todo  género ,  y  especialmente  en  materias  esco- 
lásticas y  métodos  de  instrucción»  data  en  México 
de  épocas  lejanas »  y  ella  ha  sido  una  de  tantas 
cawas  de  que  los  grillantes  talentos  de  los  Mexi- 
canos no  se  hayan  desarrollado  mas  generalmente, 
y  correspondido  en  el  todo  á  la  benéfica  in- 
fluencia de  la  estrella  de  nuestro  magnífico  cielo, 
que  no  obstante  el  aislamiento  y  cortapisas  que 
lo  constreñían,  ha  producido  en  todas  épocas, 
no  solamente  hombres  eminentes  y  literatos  en 


i5, 

todo  género ,  sino  genios  y  fenómeno»  admirable! 
que  ornarían  á  Otras  naciónos  célebres  y  antiguos. 
La  intolerancia,  que  deseamos  ver  esterminada 
en  nuestra  patria  en  materias  científicas  y  cues- 
tiones políticas ,  cuenta  sus  nobles  víctimas ,  y  ya 
desdi  el  siglo  diez  y  ocho ,  el  sabio  jesuita  de  Si- 
naloa,  Gampoy ,  fue  por  este  motivo  desterrado 
déla  capital  al  mortífero  clima  deVeracruz;  el 
célebre  literato  y  sabio  magistrado  xalisiense 
Gamboa,  arrancado  de  la  patria  y  trasladado 
por  fuerza  á  Kspafln ;  el  eminente  y  erudito  ge- 
nio xalisiense,  Portillo  Galindo,  admiración  de 
Valencia,  por  sus  vastos  conocimientos,  su  ama- 
ble índole  y  relevantes  virtudes,  arrojado  A 
Madrid  por  la  calumnia ,  suspicacia  y  despotismo 
del  arzobispo  Lorenzana,  y  otros  muchos  hom- 
bres de  provecho,  tan  grandes  y  dignos,  que  bri- 
llando en  la  misma  corte  de  España ,  á  donde  se 
enviaban  como  sospechosos ,  no  solo  se  indemni- 
zaban ,  sinb  que  reconocidos  sus  relevantes  mé- 
ritos, á  pesar  del  poder  de  sus  adversarios,  vol- 
vieron &  su  patria,  muchos  de  ellos  colmados  de 
honores  y  de  empleos,  pues  es  necesario  advertir, 
en  obsequio  de  la  justicia,  que  el  gobierno  supre- 
mo peninsular  nunca  fue,  ni  tan  arbitrario,  ni  tan 
injusto  como  el  virreinal  local ,  y  esto  prueba  la 
imposibilidad  de  gobernar  con  rectitud  ala  dis- 
tancia; pero  es  ya  llegada  la  época  de  que  los  Me- 
xicanos se  convenzan  que  el  sistema  caduco  anti- 
guo en  contradicción  con  la  libertad ,  las  institu- 


1 58 

ciones  y  el  nuevo  orden  de  cosas,  es  incompatible 
é  imposible  de  sostenerse.  £1  gobierno ,  sus  ma- 
gistrados, legisladores  y  personas  influyentes  por 
su  representación  y  carácter,  deben  abrazar  y 
profesar  otra  fé  política,  y  como  hijos  de  la  revo- 
lución ,  si  quieren  dirigirla  y  aun  salvarla  y  sal- 
varse, no  es  ni  útil  ni  justo  que  rechazen  sus  con- 
secuencias, persuadiéndose  que  los  pueblos  tienen 
ya  otras  necesidades  y  exigencias ,  y  la  nación  dis- 
tintas miras  y  objetos  á  que  dirigirse  y  encami- 
narse j  y  aun  cuando  los  Mexicanos  no  aspiren , 
ni  el  gobierno  pretenda  la  perfección  que  pres- 
cribe para  la  educación  la  república  de  Platón , 
que  es  el  concepto  de  un  Estado  fundado  esclusi- 
vamente  sobre  las  bases  de  la  virtud  en  el  que  este 
gran  filósofo ,  considerando  á  la  sociedad  como 
una  persona  moral,  sometida  á  los  mismos  debe- 
res que  un  individuo,  el  cual  no  puede  hallar  la 
felicidad  sino  en  la  práctica  de  las  virtudes ,  pre- 
tende constituir  con  argumentos  un  poco  sofís- 
ticos, y  sin  atender  ni  hacerse  cargo  de  las  en- 
fermedades de  las  sociedades  humanas  y  los  vicios 
de  la  generalidad  de  los  que  la  componen  ,  una 
sociedad  es  trao  ni  i  nanamente  dichosa,  y  no  siendo 
posible  establecer  este  bello  ideal  en  su  absoluta 
perfección,  á  lo  menos  es  necesario  apelar  y  apro- 
ximarse al  sistema  de  las  leyes  inviolables  que  al 
fin  Platón  invoca,  pasando  de  su  teoría  ideal  de  la 
república,  al  método  ó  práctica  material  depen- 
diente de  las  leyes.  En  su  primer  obra  no  existen 


leyeij  todo  reposa  en  la»  buenas  o  o*  t  umbral,  las 
cuales  estriban  en  una  educación  perfecta  j  en  1* 
segunda  todo  depende  necesariamente  de  las 
leyes.  Platón,  pretendiendo  realisar  su  república! 
en  filadlo  de  la  corrupción  de  su  tiempo,  tío  po- 
día olvidar  esta  corrupción,  y  viéndote  obligado 
á  tomar  sus  precauciones  contra  ella,  anadio  á 
la*  costumbres ,  el  freno  y  la  inviolabilidad  de 
lai  leyes  eon  las  pena*  que  le  ion  afectas.  Esta 
esencial  diferencia  supone  y  enla*a  otras  mu- 
chas, pues  cuando  las  disposiciones  de  los  ciuda- 
danos no  inspiran  conllauna,  precisamente  se 
apela  á  las  leyes  penales ,  y  en  este  caso  seria  ab- 
surdo darles  inslilucioues  y  preceptos  de  una  se- 
veridad  moral  cpie  exija  de  ellos  Imposibles, 
n  Las  leyes  de  Platón  (esto  es  el  libro  de  las  leyes) 
dlee  el  señor  Gousln,  son,  baldando  con  propie- 
dad ,  el  único  monumento  del  pensamiento  po* 
Utico  de  Platón,  puesto  que  la  República  no  es 
sino  el  Ideal  que  debe  dirigir  el  espíritu  del  le- 
gislador, al  paso  que  las  leyes  contienen  la  orga- 
nización y  legislación  positiva  que  se  pueden  ob- 
tener, realizando  juiciosamente  este  ideal  sobre 
los  datos  y  las  necesidades  de  la  bumanidad.  » 

81  la  Instrucción  clásica  y  cultivo  de  las  cien» 
CÍAS  son  necesarias  en  una  nación  bien  consti- 
tuida ,  la  educación  elemental  primaria  de  la 
masa  del  pueblo  intimo ,  es  urgente  n  indispen- 
sable y  sin  duda  muebo  mas  conveniente  &  la 
soeiedad ,  porque  ella  constituye  la  esencial  base 


i6o 

y  el  fundamento  primordial  en  que  reposa  el 
orden  social  y  et  espíritu  vital  de  una  república 
regida  popularmente,  y  por  una  hilacion  de  este 
principio  lógico ,  ella  debe  ser  mas  es  tensa*  y  ti 
es  posible ,  ilimitada.  Las  escuelas  normales  lan- 
casterianas,  establecidas  aisladamente  desde  1832 
en  México  9  aunque  protegidas  por  el  gobierno  , 
no  ha  sido  tanto  como  debiera ,  y  á  proporción 
sus  adelantos  son  lentos.  De  la  capital  parece 
que  se  han  difundido  en  algunos  Estados ,  pero 
débilmente ;  en  otros ,  como  en  el  de  Veracruz, 
se  ha  quedado  en  proyecto ,  y  en  muchos ,  como 
en  Tabasco ,  no  se  conocian ,  y  por  desgracia  de 
los  Tabasqueftos ,  no  existia  hasta  ahora  cuatro 
años,  ni  una  sola  escuela  de  primeras  letras, 
ni  un  colegio  en  forma.  Así  es  que ,  mientras  el 
congreso  de  la  Union  no  dicte  una  ley  que  adopte 
en  principio  el  sistema  de  enseñanza  lancasteriano 
gratuito ,  en  el  distrito  y  territorios ,  dirigido 
por  un  directorio  y  seminario  general  que  cuide 
de  la  instrucción ,  y  ministre  á  toda  la  federación, 
maestros  instruidos  y  bien  dotados  por  el  tesoro 
general,  escitando  á  los  Estados  á  seguir  su  ejem- 
plo ,  la  instrucción  primaria  no  progresará.  Para 
que  ella  sea  eficaz  y  completa ,  y  surta  todos  sus 
benéficos  efectos ,  es  preciso  que  á  los  principales 
elementos  de  la  enseñanza  primaria,  como  la 
lectura ,  escritura ,  el  cálculo ,  la  ortografía ,  los 
elementos  de  la  lengua  castellana ,  la  moral  ciril 
y  religiosa ,  se  añadan ,  según  las  necesidades  y 


iGi 

los  recursos  de  las  poblaciones  ,  el  diseño  linear, 
algunas  lecciones  de  ortografía,  de  comercio  ,  de 
agricultura  común ,  el  sistema  de  los  pesos  y 
medidas,  y  aun  ,  si  es  posible  ,  los  rudimentos  de 
la  historia  de  la  religión  y  la  civil  de  la  patria , 
con  los  del  espíritu  del  régimen  político,  y  las  obli- 
gaciones del  hombre  para  con  Dios,  consigo  mismo 
y  sus  semejantes ,  por  un  método  conciso  y  razo- 
nado ,  esplicado  por  los  mismos  maestros  de  es- 
critura, aproximando  en  lo  posible,  la  educación 
á  los  deberes  y  prácticas  del  sistema  paternal  de 
las  familias,  dejando  la  libertad  de  la  concur- 
rencia de  establecimientos  particulares ,  con  tal 
que  se  arreglen  á  lo  que  disponga  la  ley ,  á  fin 
de  escitar  la  emulación  y  mayor  estension;  y 
para  que  los  niños  huérfanos  é  indigentes  se  ani- 
men y  adquieran  goces ,  especialmente  los  indí- 
genas ,  y  el  hábito  de  la  decencia ,  proveer  los 
medios  de  manera  que  puedan  vivir  y  vestir  en 
común.  Las  reglas  que,  según  Quintiliano  y 
Plinio  el  menor ,  se  deben  prescribir  á  los  profe- 
sores ,  comprenderán  un  testimonio  auténtico  de 
capacidad,  índole  agradable  y  buenas  costumbres, 
con  la  mira  de  que  dirijan  á  los  niños  con  sua- 
vidad ,  y  sepan  conducirlos  á  sus  adelantos,  mas 
bien  por  los  modales ,  el  ejemplo  y  la  perseve- 
rancia de  amigos  institutores ,  que  por  los  me- 
dios perniciosos  del  temor  y  los  castigos  que 
se  deben  prescribir ,  olvidando  aquel  temera- 
rio proverbio  que  se  nos  repetía ,  y  por  una  fata- 


1 1 


lG'2 

lidad  aplicaba,  de  que  la  letra  coa  sangre  entra. 

El  modelo  que  ofrece  á  todos  los  Estados ,  el 
de  Zacatecas  ,  cuyo  benemérito  gobernador  me- 
rece bien  de  la  patria ,  en  el  hecho  de  haber  as- 
pirado últimamente  á  generalizar  la  instrucción 
primaria  hasta  en  las  mas  pequeñas  aldeas  y  úl- 
timas chozas  del  campo ,  es  de  desearse  que  se 
imite  por  todos  los  gobernadores ,  y  si  se  realiza, 
como  es  de  esperarse  de  la  perseverancia  y  vir- 
tudes del  señor  García,  el  nombre  de  este  ilustre 
y  juicioso  Mexicano  sera  inmortal,  lo  mismo  que 
el  del  apreciable  gobernador  de  Guaaajuato, 
Montes  de  Oca,  que,  según  noticias,  ha  estable- 
cido un  colegio  en  forma ,  no  solamente  bien 
reglamentado ,  sino  enriquecido  con  una  biblio- 
teca selecta  y  un  precioso  gabinete  científico. 
Es  verdad  que  no  todos  los  Estados  cuentan  con 
los  recursos  necesarios  para  semejantes  estable- 
cimientos ;  pero  con  tan  nobles  ejemplos ,  si  los 
depositarios  del  poder  se  eligen  á  propósito  por 
los  pueblos ,  y  estos  se  aplican  y  trabajan  con 
empeño  ,  no  dúdanos  que  ,  mas  ó  menos  ,  se  en- 
contrarán arbitrios  por  todas  partes  para  tan  no- 
ble objeto. 

La  existencia  de  la  escuela  normal  lancaste- 
riana  de  la  ciudad  federal ,  protegida  por  una 
junta  de  fomento  que  impulsa  sus  progresos 
constantemente,  contándose  con  la  favorable  dis- 
posición de  los  ciudadanos  respetables  y  patrio- 
tas que  la  dirijen,  y  un  presidente  tan  apreciable, 


i63 

como  el  señor  Yañez ,  que  no  perdona  medios 
para  su  mayor  solidez  y  estabilidad,  proporciona 
cuanto  hay  que  desear  y  darle  uu  impulso  acele- 
rado á  este  inmortal  método  ,  creando  un  direc- 
torio general  y  constituyendo  un  seminario  cen- 
tral en  forma ,  con  los  fondos  necesarios  y  ía 
destinación  de  uno  de  los  edificios  públicos  mas 
contenientes  ,  situado  en  el  centro  ,  y  los  corres- 
pondientes en  los  diversos  cuarteles  ó  barrios  de 
la  ciudad.  Para  la  dotación  de  los  profesores , 
gastos  económicos  de  la  casa  y  los  auxilios  que  se 
ministren  á  los  huérfanos  é  indigentes  ,  á  quienes 
se  les  debe  dar  asilo  completo ,  nos  parece  sen- 
cillo que  los  padres  de  familia  acomodados ,  los 
artesanos  y  personas  industriales,  casados,  reuni- 
dos legaimente  por  medio  de  una  junta  elegida 
por  ellos ,  recolectasen  una  módica  cotización 
mensual  t  recaudada ,  manejada  y  distribuida  por 
ellos  mismos,  conforme  á  las  disposiciones  legales 
del  directorio  encargado  á  la  vez  que  la  junta 
del  establecimiento.  Esta  medida  nos  parece 
acsequible  cuando  consideramos  la  necesidad  y 
el  interés  que  todos  los  ciudadanos  tienen  en  la 
instrucción  elemental  de  sus  hijos ,  en  cuyo  ob- 
sequio no  viene  bien  la  economía.  «  £1  filósofo 
Grates ,  dice  Plutarco ,  ansiaba  por  subir  al 
parage  mas  eminente  de  la  ciudad  para  gritar  : 
Hombres  fatuos  ,  ¿  cual  es  vuestra  locura  ,  cui- 
dando de  amontonar  riquezas  y  descuidando 
absolutamente  la   educación  de   vuestros  hijos 


i6f 
para  quienes  decÍ9  que  las  amontonáis  ?  »  Mas 
como  no  todos  los  hombres  están  en  circunstancias 
de  contribuir,  por  mas  deseos  que  se  les  suponga, 
el  gobierno ,  para  cubrir  el  resto ,  poniéndose  de 
acuerdo  con  los  obispos  mexicanos ,  que  deben 
arder  en  amor  del  prójimo ,  y  no  dudamos  que 
por  sus  virtudes,  caridad  y  rectitud,  convencidos 
de  los  beneficios  que  resultan  á  la  religión  y  al 
Estado ,  de  la  espansion  de  las  luces  de  un  pueblo 
á  quien  deben  después  de  Dios  todo  cuanto  po- 
seen ,  puede  recabar  un  donativo  proporcionado 
á  los  rendimientos  de  cada  mitra ,  que  seria  tras- 
cendental á  las  canongias ,  á  los  beneficios  ecle- 
siásticos de  utilidad  y  á  la  colación  y  goces  de 
los  individuos  que  disfrutan  de  las  pingües  cape- 
llanías muertas  sin  prestar  servicios  activos  á  la 
sociedad.  El  colegio  de  Portaceli,  negociando 
un  eambio  ó  permuta  con  los  religiosos  que  lo 
poseen ,  por  el  colegio  de  San  Gregorio  ú  otro 
de  los  edificios  pertenecientes  al  gobierno ;  seria 
el  edificio  mas  oportuno  y  conveniente  para  el 
seminario  normal  lancasteriano,  y  la  reunión  del 
directorio  y  juntas  escolásticas  de  los  padres  de 
familia  formados  en  consejos. 

En  ningún  país  escita  mas  la  solicitud  del  go- 
bierno la  educación  de  las  clases  inferiores, 
que  en  el  de  los  Estados-Unidos.  Cada  Estado 
ó  territorio  consagra  á  la  educación  de  los  niños  y 
adultos  de  las  clases  vulgares ,  una  suma  pro- 
porcionada á  sus  rentas ,  pero  siempre  bastante 


eoailderable  para  »ttbvonir  á  la  in»lruooion  de 
todo»  lo»  mene»tero»o» j  do  manera  que  »i  e*i»te 
un  Amerloano  que  no  »epn  loor  y  e»oriblr,  »e 
puede  atribuir  A  mi  falin,  Im  mayor  parto  de  lo» 
Eltódoi  afectan  á  eMo»  ^toto»  til  arrendamiento 
do  derla  cantidad  do  i  ierran ,  til  roí  imponen  una 
contribución  eapwial ,  y  lo*  man  un  (In  barí  for- 
mado un  capital  ouyo»  inlereae»  »e  apuran  al 
sostenimiento  do  la*  e»ouela»  y  lo*  maeatro», 
Aunque  no  bemo»  podido  encontrar  documento» 
que  comprendan  on  general  la  »ituacion  e*acta 
en  que  le  encuentra  la  Instrucción  olomontal  de 
lo»  Estado» ,  porque  no  on  todo*  se  publican 
dato»  estadístico» ,  por  lo»  que  ofrecen  alguno» 
publicado»  en  t  83o ,  ge  puede  establecer  aproxi- 
mativamente ,  proporción  guardada  ,  que  la  Ins- 
trucción se  baila  di(\indlda  mas  que  on  uingyna 
otra  naolon ,  y  olla  »e  puedo  lijar  á  un  escolástico 
lobro  nueve  habitantes ,  que  comparativamente 
A  la  Francia,  que  en  tflsu  »o  encontró  do  doi 
escolásticos  sobre  a  a  habitante»,  resulla  á  la  con- 
federación una  enorme  »uporloridad  j  pues  aun» 
que  en  e»te  reyno  había  algunos  departamentos 
en  donde  era  iuperlor  al  termino  medio  do  uno 
á  veinte  y  do» ,  on  otro»  muchos  era  de  uno  á 
ochenta.  Para  dar  una  idea  do  la  o»ten»ion  de 
la  Instrucción  elemental  do  e*ta  confederación , 
termináramos  con  el  cuadro  estadístico  de  do»,  Kn 
18*19  el  Kstado  de  H nova- York  ,  nitya  poblaron 
ascendía  á  »,flif$4ooo  habitante»,  po»oia  B/>Ba  oí- 


1 66 

cuelas  que  recibía  a  468*257  niños  dé  seis  a  quince 
años ,  cuya  educación  costaba  por  año  g5y  ,68o 
pesos.  En  el  de  Maine ,  con  una  población  de 
38o,ooo,  contaba  2,499  escuelas,  donde  recibían 
educación  i3;y,g3i  niños,  gastando  el  gobierno 
en  ello  la  suma  de  1 3 1*878  pesos. 

La  educación  secundaria  y  la  clásica  .guarda 
proporción  perfecta  con  la  elemental  primaria, 
y  la  feliz  ocurrencia  que  han  tenido  los  Ameri- 
canos de  dotar  á  cada  colegio  con  una  biblioteca 
selecta ,  ha  contribuido  mucho  al  desarrollo  de 
la  inteligencia  y  adelantos  de  la  juventud ,  y 
este  ejemplo  ha  sido  un  aliciente  para  que  los 
educandos  no  satisfechos  con  la  biblioteca  pú- 
blica, se  cotizen  entre  ellos  -con  entusiasmo  y 
formen  todos  los  dias  nuevas  bibliotecas  y  gabi- 
netes de  lectura  particulares  ,  que  están  bajo  la 
custodia  y  vigilancia  de  uno  de  los  profesores,  y 
á  veces  es  tan  considerable  como  la  del  estable- 
cimiento. El  cuadro  siguiente  presenta  el  número 
de  los  colegios,  los  profesores ,  las  dos  clases  de 
alumnos  que  recibían ,  y  la  importancia  de  las 
bibliotecas  existentes  en  i83o. 

Colegios  seminarios  dedicados  á  la  teo- 
logía y  ciencias  eclesiásticas,  total  21.  Es- 
tudiantes total .* 2,1*57 

De  facultad  médica ,  en  las  principales 
ciudades ,  estaWecimieatos ,  total  16.  Es- 
tudiantes   .».»  2,000 

De  derecho  y  otras  ciencias  ,  total  7... 


167 

Bibliotecas  de  los  colegios,  1 8. . .  La  escuela 
militar  que  recibe  ademas  de  los  jóvenes 
que  se  destinan  al  servicio  de  la  guerra  ,  los 
que  se  ejercitan  en  los  diversos  ramos  del 
ingenio  :  este  colegio  cuenta  estudiantes..  3oo 
£1  número  de  escuelas  primarias  existentes  en 
Francia  ,  sacado  de  un  documento  oficial ,  pre- 
sentada á  la  Cámara  de  Diputados  en  diciembre 
áe  i63i  ,  es  de  30,796 ,  número  en  verdad  des- 
proporcionado al  de  los  Estados-Unidos;  pero 
que  no  tardará  en  aumentarse  según  las  dispo- 
siciones del  actual  gobierno  y  la  nación  empeñada 
en  su  mayor  estension.  £1  número  de  colegios 
denominados  reales  asciende  á  3g  y  comprende 
10,016  alumnos ,  importando  su  subsistencia  al 
gobierno  la  suma  de  900,600  francos.  Los  lla- 
mados comuuales  ,  ó  del  cargo  de  los  ayunta- 
mientos, montan  á  33o  ,  conteniendo  26,000  es- 
tudiantes. Las  instituciones,  i3o;  las  pensiones» 
1,000,  y  los  pensionistas  s3,ooo.  La  facultad  de 
derecho  tiene  9  escuelas  y  3, 600  cursantes  :  la 
de  medicina  cuenta  3  escuelas  frecuentadas  por 
2,200  estudiantes.  La  de  teología  no  tiene  sec- 
tarios en  ninguno  de  estos  establecimientos ,  y 
solamente  hay  prosélitos  en  4  seminarios  grandes 
y  otros  pequeños  que  cuestan  al  Estado  1 ,100,000 
francos.  Se  avalúa  el  número  de  los  estudiantes 
que  reciben  una  instrucción  superior,  a  58, 000  , 
m  sin  contar  con  los  que  siguen  los  cursos  de  las 
facultades  enunciadas. 


i68 

Ea  1829,  de  loa  38  mil  pueblos  que  componen 
los  deparlaiñentos  franceses ,  i4  mil  carecían  de 
escuelas  en  lo  absoluto ,  y  800  seguían  3olamente 
el  método  espeditivo  de  la  enseñanza  mutua.  En 
invierno  el  número  de  los  escolásticos  asciende 
á  1,372  mil;  de  estos  resulta  que  mas  de  un  ter- 
cio de  los  niños  se  quedan  en  Francia  sin  los 
beneficios  de  la  educación  primaria;  y  aun  este 
número  disminuye  de  la  mitad  en  el  verano,  con 
motivo  de  que  los  padres  retienen  á  sus  hijos , 
con  el  fin  ó  pretesto  de  que  les  ayuden  en  lps 
trabajos  del  campo.  En  resumen ,  existen  en 
Francia  : 

Colegios  reales 3g 

Colegios  de  provincias  dichos  co- 
munes  . 33o 

Instituciones  ó  pupilages 1 3o 

Pensiones  ó  casas  de  educación  pú- 
blica  '. 1 ,00o 

Estudiantes  aplicados  á  una  instruc- 
ción superior 5 8, 000 

Escuelas  primarías ,  total 3o ,796 

Escolásticos  de  primeras  letras,  total.  1 ,372,000 
Gastos  afectos  á  la  instrucción  pú- 
blica elemental  y  científica,  total...  f.  6,1  i4»8a3 
El  número  total  de  nuestros  establecimientos 
científicos  y  literarios  (supuesto  que  del  de  escue- 
las vulgares  nada  dice  la  memoria  del  ministerio 
de  justicia  de  i83o)  comparado  con  él  de  loa 
Estados-Unidos  y  Francia,  debe  alarmar  y  escitar 


»60 

á  1a  vea  coa  ardor  el  celo  patriótico  de  lo»  Me* 
xlaano»  á  Un  de  que  »c  aumenten ,  y  cuando 
m*too»  aspirar  á  e»tablceer  en  todo»  lo»  libado», 
lint*  biblioteca,  un  gabinete  de  lectura,  una  aea- 
dftmU  di  nuble»  arte*  y  apreudUage  de  otieio» 
meeánlSOl  9  un  liceo  elemental ,  una  »ociedad 
de  tafeNlOi  un  colegio  y  un  »eminario,  He  aquí 
el  tftidi  At  lo»  c»lableclmiento»  de  la  eonfede- 
HlflfaltfBWlUcana : 
püHhIIWW» |    total iiiiiiiiit!iMHMiiiiiini  Q 

Alumno»  pen»lonado» ,  total,,,,,,,,,,,,,      B3fl 
A»i»tentes  de  friera,  total,,,,,,,,,,,,,,,,,  1,309 
Colegio»  de  que  tenemo»  noticia» ,,,,,,,,        \  fl 
ln»titutos  conocido»,  .,...„.,,..,.....,,,,,         4 
locuelas  laneasteriana». ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,         0 
Colegio»  ó  uaná»  de  educación  para  ni- 
tía» i  tota» tfttt*tt,«,«*<!ttt*tttttttttttttiitftftt        *ff 
Afortunadamente  la»  escuelas  comuna**  aun» 
que  mal  dirigida»  y  peor  datada»,  »oa  numerosa» 
y  frecuentada» ,  y  un  ftdta  en  la  capital  uno  que 
otro  pupilage  en  donde  »e  da  tina  regular  ins- 
trucción ¡  pero  careciendo  de  dato»  oficíale»,  omi- 
timos aventurar  nue»tra»  conjetura»  »obre  una 
materia  de  tanta  importancia  y  trascendencia, 
esperando  que  nuestros  compatriota»  se  apliquen 
á  este  género  de  Investigaciones  curiosa»  é  Inte- 
resantes, 

til  hospicio,  <\  por  mejor  decir  lo»  do»  hospi- 
cio* de  la  ciudad  federal ,  ofrecen  en  lo  material 
cuanto  bay  que  desear  para  el  Ihmento,  di»eU 


*7° 
plina  y  administración  de  estos  grandes  y  nece- 
sarios establecimientos.  En  el  plan  general  que 
indicamos ,  manifestamos  deseos  de  que  uno  de 
ellos ,  que  es  el  mas  reducido,  se  destinase  para 
residencia  y  alvergue  de  los  inválidos  ancianos , 
y  esperando  que  esto  se  verifique ,  nq^  ocupare- 
mos del  mayor.  Este  hermoso  y  va|yi^¿*dfficio 
merece  toda  la  atención  de  los  djte*/p<wto£t  fe- 
derales, que  deben  acordarle  uqa 30)iqi{£,pro- 
,  lección  y  dotarlo  con  los  fondos  necesarias  «para 
s*t  sosten  y  florecimiento.  La  confederación  me- 
jicana carece  de  un  establecimiento  que  sin  duda 
es  el  mas  interesante  al  desarrollo  de  las  artes 
industriales  y  al  estímulo  del  espíritu  de  activi- 
dad y  mejoras  sociales  en  un  pueblo  regido  por 
instituciones  liberales  :  nos  referimos  á  una  es- 
cuela formal  de  artes  y  oficios ,  que  abraze  en 
su  enseñanza,  ademas  de  las  artes  mas  necesarias 
y  ventajosas  á  los  hombres  f  como  son  la  ins- 
trucción de  la  mecánica,  hidráulica,  química 
aplicada  á  los  procedimientos  de  la  maquinaría 
y  artefactos ,  el  diseño  linear,  la  música  y  todos 
los  oficios  de  mecanismo,  inclusive  la  tipografía, 
taquigrafía  s  litografía  ,  relogería  y  otros  seme- 
jantes. Un  establecimiento  de  esta  clase  vendria 
.muy  bien  al  lado  de  la  horíandad,  debiendo  es- 
tenderse el  sostenimiento  gratuito  de  esta  apre- 
ciable  parte  de  la  sociedad ,  á  la  juventud  indi- 
gente ,  escitando  á  los  padres  de  familia  mas 
acomodados ,  á  fin  de  que  envíen  á  sus  hijos  á 


I7I 

instruirse.  Este  régimen  usado  en  alguna*  ciu- 
dades de  Europa,  es  satisfactorio  en  Roma,  donde 
hamos  visto  coa  estrema  emoción  ,  en  el  hospicio 
de  Smn  Miguel ,  á  Jos  huérfanos  de  ambos  sexos 
y  á  los  hijos  de  los  menesterosos ,  recibir  gr»- 
ciosa monte  por  preceptores  inteligentes  ,  do- 
tado» por  el  .gobierno ,  una  regular  asistencia  é 
mstruooion ,  con  arreglo  á  los  edades  y  disposi- 
cioMS,  desde  el  alfabeto  basta  el  mecamisoK)  njas 
miaacioso  de  todos  los  oficios  mecánicos,  termi- 
nando en  los  hilados,  tegidos  y  tintorerías  unop, 
y  otros  tomando  lecciones  desde  el  dibujo  linear 
hasta  la  arquitectura,  eseulptura,  pintura,  gra- 
bado, litografía,  música,  composición  vocal,  me- 
cánica ó  hidráulica  por  principios.  El  número  do 
los  huérfanos  varones  ,  y  algunos  pocos  que  con- 
tribuyen con  la  mediocre  cantidad  de  seis  pesos 
mensuales  para  su  subsistencia,  por  considerarse 
no  insolventes,  es  de  sao;  ¿1  de  mugeres,  3ooj 
ancianos  inválidos  ,  g5 j  mugeres  inválidas  9  8o. 
Total,  695. 

Es  inútil  demostrar  á  una  nación  generosa , 
humana  y  sensible,  que  para  ministrar  los  recur- 
sos y  medios  de  asistencia  de  un  hospicio  nacio- 
nal ,  que  en  los  principios  de  su  fundación  flio 
la  obra  de  un  piadoso  Mexicano,  y  establecer  en 
¿1  como  anéxala  escuela  formal  de  artes  y  oficios 
indicada,  el  congreso  debe  apelar  á  los  vecinos 
pudientes  de  la  capital ,  imponiéndoles  una  con- 
tribución especial  dedicada  á  este  piadoso  y  noble 


f. 

te:* 


17» 

• 

objeto ,  recaída  sobre  las  cosas  de  lujo j  y  con 
esta  medida  y  el  recogimiento  de  los  pobres 
acostumbrados  á  mendigar  por  las  calles  (no 
para  encerrarlos  herméticamente,  pues  conforme 
á  los  principios  liberales,  se  les  deben  dejar  cier- 
tas horas  de  libertad  para  que  á  su  antojo  entren 
y  salgan,  sino  á  fin  de  que  ganen  como  puedan, 
conducidos  racionalmente,  de  su  trabajo  el  pan), 
prohibir  la  mendicidad  y  las  limosnas  en  público, 
bajo  ciertas  multas  y  penas  aplicables  á  bene- 
ficio del  propio  hospicio. 


<c 


1,1 


(V) 

v 

D§  ¡os  beimfwios  iUI  cultivo  dfi  la¿  otenoías 

y  lm  avtvs* 

Si  les  Griego*  no  s«  hubieran  aplicado  con  un 
ardor  admirable  al  estudio  de  las  bellas  letra*  y 
al  cultivo  de  las  artes  nobles,  ni  1»  reducida 
península  de  (ireoia  habria  podido  resplandecer 
ó  inmortalizante  en  lo*  fasto*  de  1»  historia,  ni 
el  magnánimo  Periele*  embellecer  á  Atañas  coa 
lo*  mage*tuo*o*  é  inimitable*  monumento*  de 
marmol  y  bronge  que  *e  admiran  j  pero  ¿  hasta 
donde  la  fama  de  estos  ingeniosos  peninsulares 
no  *e  estendió ,  y  hasta  que  grado  remontaron 
su  gloria  y  esplendor  por  haber  perfeccionado 
la*  ciencia*  y  la*  arte*  ?  La  escuela  de  la  ciudad , 
consagrada  al  culto  de  Minerva ,  se  constituyó 
escuela  del  género  humano,  cuna  de  la  sabiduría, 
fuente  de  las  bella*  arte*  y  el  centro  del  buen 
gusto  y  de  la  perfección  de  la  mt'tsica ,  arquitec- 
tura, escultura,  pintura  y  parte  de  la  mecánica , 
que  tanto  contribuyeron  á  dulcificar  la*  cos- 
tumbre* y  civilizar  los  pueblos  antiguos ,  desar- 
rollando á  la  vex  asombrosamente  lo*  sublime* 
pensamientos  y  luminosas  ideas  de  esos  genio* 
prodigiosos  que,  sin  el  cultivo  del  entendimiento 


i74 
y  el  auxilio  de  los  principios  de  la  sabiduría 
desenvueltos ,  hubieran  dejado  de  brillar  y  re- 
lucir en  la  refulgente  aurora,  y  eclipsadose  entre 
las  tinieblas  de  la  barbarie ,  que  solamente  es 
dado  á  las  ciencias  y  á  las  artes  disipar  con  sus 
fulminantes  resplandores. 

A  medida  que  los  pueblos  abandonan  ó  se 
aplican  á  las  ciencias  y  las  artes ,  se  embrutecen 
ó  civilizan;,  véanse  sino  el  África  y  en  particular 
á  Egipto,  en  otras  épocas  tan  fecundas  en  grandes 
hombres ,  obras  colosales  y  conocimientos  só- 
lidos ;  considérese  á  la  misma  Grecia,  en  el  día 
sumergida  en  la  mas  crasa  ignorancia  y  vergon- 
zosa estupidez,  por  haberse  abandonado  las  artes 
y  descuidado  el  cultivo  intelectual ,  al  paso  que 
otras  naciones  del  septentrión  y  occidente  de 
Europa  ,  groseras  en  otro  tiempo ,  á  proporción 
que  se  han  dedicado  al  estudio  de  las  ciencias 
y  las  artes,  se  han  civilizado,  florecen ,  han  pro- 
ducido y  están  produciendo  grandes  hombres  y 
obras  sapientísimas  en  todo  género,  patentizando 
con  estos  hechos  que  la  filosofía  y  desarrollos  del 
entendimiento  humano  producidos  de  las  ciencias 
y  las  artes,  transformando  las  sociedades,  causan 
en  las  costumbres  y  en  la  inteligencia  del  género 
humano  una  saludable  metamorfosis  ,  y  que  en 
todos  los  climas  y  regiones,  los  espíritus  tienen 
iguales  dispociones,  y  el  método  y  el  estudio  son 
los  que  regulan  y  nivelan  la  diferencia.  La  jovia- 
lidad y  alegría  de  los  Franceses ,  su  cultura  en 


175 

el  trato,  su  afabilidad  é  hidalguía,  la  hospitalidad 
y  el  respeto  (jue  dispensan  al  estrangero  en  lo 
general ,  iu  franqueza  y  hasta  su  ligereza  para 
olvidar  agravios  y  transigir  querellas,  y  por 
último ,  su  tolerancia  y  delicada  decencia  en  sus 
maneras,  son  sin  duda  cualidades  debidas  en 
parte  d  los  efectos  de  la  educación  v  al  cultivo 
de  las  ciencias  y  artes  nobles  de  esta  nación 
¿generosa,  destinada  á  grandes  empresas. 

Guando  por  consecuencias  de  la  decadencia 
del  imperio  romano  la  invasión  de  los  pueblos 
bárbaros  del  norte  sumergió  á  la  Italia  en  la 
desolación  y  ruinas ,  que  destruyeron  las  luces 
y  los  monumentos  de  las  artes  y  cultura  de  esta 
vasto  edificio  social ,  parecía  que  las  ciencias  y 
las  artes ,  reducidas  ya  con  mucho  en  su  tierra 
natal  clásica ,  habían  desaparecido  para  siempre 
del  mundo,  la  espulsion  que  las  rápidas  conquis- 
tas de  los  Turcos  impulsaban  en  el  oriente  ,  de 
algunos  artistas  griegos  inteligentes ,  y  la  favo- 
rable acogida  que  los  M édicis  dieron  en  Florencia 
á  estas  familias ,  apresurándose  á  protegerlas , 
resuscltáron    las   ciencias   y   especialmente   las 
nobles  artes  en  Toscana  ,  y  difundiéndose  como 
por  encanto ,  en  casi  toda  la  Italia ,  no  tardaron 
en  salir  á  brillar  en  este  bello  cielo  los  inmor- 
tales Migueles  Ángel,  los  Rafaeles  ,  los  Ticianos, 
Perucienes,  Dominicanos,  Tintoretos,  al  lado  de 
los  Tasos,  Ariostos,  Dantes,  Petrarcas  y  Alfieres, 
que  comparables  á  Fidias  y  Praxiteles ,  y  á  Ho- 


176 
mero ,  Virgilio  y  Esquiles  ,  recordando  los  her- 
mosos tiempos  de  los  Pericles  y  Augustos,  espar- 
cieron luces  de  buen  gusto ,  que  al  fin  llegaron 
á  penetrar  y  hacer  mas  ó  menos  progresos  en 
España,  Inglaterra,  Alemania  y  particularmente 
en  Francia  en  el  brillante  reynado  de  Luis  XIV, 
siglo  de  los  Bossuet,  Massillon,  Fenelon,  Colbert, 
Racine,  Moliere,  La  Fontaine,  Riquet,  Turenne, 
Conde ,  Vauban  y  otra  porción  de  autores  clá- 
sicos que  iluminaron  sin  descarriar  la  razón ;  y 
si  en  estos  climas  sombríos ,  comparados  con  el 
despejado  de  México ,  bajo  la  influencia  del  des* 
potismo  ,  en  fuerza  de  la  energía  y  aplicación ' 
europea,  y  el  genio  de  los  Italianos  y  Franceses, 
el  entendimiento  humano,  las  ciencias  y  las  artes 
hicieron  tantos  progresos ,  reflexionando  al 
mismo  tiempo  sobre  la  actividad  y  los  adelantos 
que ,  no  obstante  la  rudeza  del  clima ,  en  mate- 
rias de  comercio  y  mecánica  se  palpan  en  Norte- 
América,  juzgad,  Mexicanos,  ¡cuales  y  cuan  gran- 
des serán  los  progresos  de  estas  ciencias  y  las  ar- 
tes útiles  y  de  buen  gusto  ,  cuando  formalmente 
se  enseñen,  fomenten  y  protejan  en  el  país  mas 
benigno  de  la  tierra ,  cuyo  brillante  cielo  y  mag- 
nífica naturaleza  están  convidando  á  un  pueblo 
dócil ,  vivaz  y  sensible  ,  á  cultivar  unas  bellezas 
no  desconocidas ,  que  á  pesar  de  los  obstáculos 
de  la  tirania,  las  preocupaciones  de  la  ignorancia, 
los  vicios  de  la  legislación,  la  parálisis  y  el 
aislamiento ,  produgéron  el  catálogo  de  hombres 


•77 

dUtinguido*  y  e*eritore*  ilustra*  de  cjue  u*  pro-» 
aentamo*  al  modelo ! 

Como,  «aguo  uue*tro  plau,  e*eribimo*  para 
la  juveutud  y  al  vul^o  ,  no*  parece  iue*eu*abla 
baeer  una  re*aña ,  y  al  mUmo  tiempo  tributar 
un  homenaje  de  reoonommieuto  y  re*peto  debido 
i  la  memoria  da  lo*  brillante*  tyeuio*  y  *abio* 
e*orUore*  mejicano* ,  cuya*  ini'utÍHable*  tarea* 
honraron  al  tiempo  en  que  viviórou,  y  pre*tando 
Hervido»  A  la  pátrnf,  cootribuyáruu  am  *u*  luoe*, 
estímulo  y  ejemplo ,  a  lu  ilu*truciuu  de  *u*  cou- 
oiudadano* ,  á  la*  mejora*  *uciule*  ,  y  á  dar  ua 
impulio  y  e*tender  lu  e*feru  de  lo*  cnnucimieutu* 
humano*  y  el  iomeuto  de  la*  meuciu*  y  Ja*  arte*, 
no  ea  maguillca*  academia*  uha*tecida*  da  ele* 
meato*  eientllico* ,  y  auxiliada*  cuu  lo*  iuveuto* 
y  doctrina*  de  la  concurreuciu  y  roete  de  mil 
sabio* ,  *luo  eu  *u*  reducido*  ^abiueta* ,  *iu  al 
comercio  del  mundo  culto ,  *iu  obra*  elá*icu* , 
*iu  iuntrumeuto*  perlados,  y  arro*tramlo  peui- 
Idamente  emburujo*  a  c*cu*e*e*  y  aun  *obrado* 
temora» ,  y  eoutra  al  torreóte  de  lu*  prevenciu- 
na*  ,  *u*ceptibilidude*  de  la  ceñudu  polilicu  é 
iutolerancia  imjuUitoriul,  luebando  cual  utlciu* , 
dieron  á  lu*  obra*  apreciubles  y  ultimo*  iuveuto* 
iii(fenio*o* ,  (pie  á  pu*ur  de  *er  poco  conocido* 
del  mundo  literario  ,  una  íjuh  oiru  obra,  rodada 
por  ea*ualidada  tuvo  lavoruble  acogida  y  «ou 
*e  admiró  en  la  ameua  Italia  y  ait  la  culta  IVau- 
4*ia.  La*  obra*  é  invento*  de  mucho*  bi*toriu~ 


178 
dores  y  1$  mayor  parte  indígenas ,  casi  descono- 
cidas en  Europa  y  aun  entre  nosotros ,  recono* 
cidas  como  clásicas  por  los  eruditos  estraugeros 
Boturini ,  Nuix ,  Garreri ,  Gemeli  y  nuestro 
críliop  historiador  Clavijero  ,  la  noble**  de  los 
pensamientos  de  los  dos  reyes  Aztecas  legisla- 
dores y  poetas  y  oradores ,  Netzahualcóyotl  y 
Netzahualpili  9  la  brillante  imaginación  de  los 
varios  poetas  heroycos  y  líricos  9  las  observacior 
ues  exactas  de  los  filósofos?  especialmente  en 
astronomía  9  aplaudidas  en  la  academia  de  cien- 
cias de  París  9  y  honrados  por  Luis  XIV;  el 
conocimiento  sólido  de  las  matemáticas  por  los 
profundos  Sigüenza,  Velazquez,  Gama  y  AUate; 
la  vasta  instrucción  en  la  botánica,  de  los  célebres 
Moziño,  Lallave  y  Montaña;  la  química,  la  medi- 
cina ,  la  literatura ,  aun  en  el  difícil  arte  dramá- 
tico ,  y  finalmente  la  jurisprudencia ,  teología  y 
la  moral ,  y  hasta  la  música,  la  pintura ,  escul- 
tura, arquitectura ,  agricultura  y  mecánica  han 
sido  cultivadas  en  México,  no  solamente  con 
éxito,  sino  con  perfección  por  muchos  de  nuestros 
compatriotas  escritores,  sin  haberse  desconocido 
la  metalúrgica ,  las  antigüedades  y  la  economía 
política ,  y  digan  lo  que  dijeren  los  estrangeros 
Paw,  Roberson,  Hay  nal,  y  los  peninsulares 
Marti  y  Delgado,  lo  cierto  es  que  nuestra  patria 
se  debe  gloriar  de  contar  antes  4e  que  los 
Estados-Unidos  produjeran  á  sus  escritores  Je- 
ferson ,  Madison ,  W.  lrving ,  el  sublime  poeta 


151) 

Gotipar,  Wardeu,  Hamillou,  treinta  y  seis  bisto* 
Fiadores ,  la  mayor  parte  dánico* ,  de  lo»  cuales 
catorce  aateoesj  treinta  y  cinco  poetan,  muehoi 
de  ello*  sublimes,  de  los  cuales  doi  latino* ,  do* 
¿picos,  dos  beroycos,  seis  dramáticos,  y  un 
compositor  de  música  y  óperas ,  y  seis  poetisast 
do  las  cuales  una  divina  y  justamente  calificada 
por  al  erudito  Feijóo  y  otros  sabios  críticos  espa<- 
AqUs,  como  un  geuio  y  la  única  musa  moderna] 
catorce  matemáticos ,  de  los  que  cuatro  proftm* 
dosj  nueve  astrónomos,  de  los  que  tres  clásicos , 
y  uno  Hay  de  Texcuco¿  nueve  botánicos ,  mine- 
ralogistas ó  naturalistas,  tres  de  los  primeros 
célebres  i  geógrafos,  agrimensores,  hidráulicos, 
mecánicos  y  músicos  compositores  de  nota  dieaj 
literatos  críticos  y  satíricos,  agrónomos  s3¿  juris» 
consultos  ,  legisladores  y  economistas  siete  ¿ 
módicos ,  die«  y  ocbo  ¡  teólogos  ,  moralistas  y 
gramáticos  seis  ¿  artistas  eminentes  y  de  reputa- 
ción 4'  i  cuy®*  obras  se  han  publicado  en  Mé- 
jico, Puebla  ,  Madrid  ,  París,  liorna  y  Veneoia , 
y  aunque  raras  en  el  dia,  no  dejan  de  encontrarse, 
y  para  que  no  quede  duda  á  los  Europeos ,  que 
uos  suponen  y  aun  exageran  nuestros  atrasos 
mas  allá  de  lo  que  el  pundonor  nacional  debe 
permitir  y  es  en  realidad ,  nos  ocuparemos  de 
esta  reseáa,  examinándola  formal  y  compendia- 
damente  por  centurias, 

mu*  XV. 
Netzahualcóyotl,  rey  de  Acolbuacan  ó  Texouoo, 


1 8o 

hijo  del  desgraciado  Ixtlilxochitl ,  destronado  y 
muerto  por  el  tirano  Tezomoc ,  fue  príncipe  de 
raro  talento  y  magnanimidad ,  recobró  su  trono 
auxiliado  de  los  Tlaxcaltecas,  y  aliado  con  su  pa- 
riente Itzcoatl ,  emperador  de  México ,  venció  al 
usurpador ,  y  dedicado  al  restablecimiento  de  su 
Estado ,  lo  hizo  florecer ,  dictando  leyes  sabias 
y  erigiendo  establecimientos  útiles ;  poeta  hábil , 
compuso  varias  canciones  heroycas  ,  conocidas  y 
apreciadas,  en  el  siglo  XVI,  por  muchos  eruditos 
Españoles.  Es  autor  de  sesenta  himnos  al  Criador; 
su  descendiente,  don  Fernando  Al  va,  tradujo  al 
castellano  dos  odas  trágicas  de  este  grande  hombre, 
en  las  que  desarrolla  con  pensamientos  nobles , 
la  inestabilidad  de  las  cosas  humanas ,  y  dan  á 
conocer  las  grandiosas  y  sublimes  ideas  del  filósofo 
mexicano  ,  y  por  la  que  inserta  Torquemada  en 
el  primer  tomo  de  su  obra ,  se  echa  de  ver  su 
rara  y  fecunda  elocuencia ;  elle  es  una  arenga 
pronunciada  por  el  príncipe  en  una  asamblea  á 
sus  generales  y  ministros. 

Netzahualpili ,  rey  de  Texcuco  ,  hijo  del  pre- 
cedente y  de  la  señora  de  Tacuba ,  fue  digno  de 
su  padre  en  todo  :  dictó  leyes  sabias  y  las  hizo 
observar  con  tanta  integridad  que  por  la  infrac- 
ción de  una ,  sentenció  á  muerte  á  su  primogé- 
nito Huexotzitcatzin.  Dedicado  en  los  momentos 
de  reposo»  al  estudio  de  la  astronomía,  observaba 
desde  lo  mas  eminente  de  su  palacio  el  curso  de 
los  astros ,  y  llegó  á  arreglar  el  calendario  mexi- 


cerno ,  ajustaodo  las  horas  con  mucha  precisión  , 
hasta  formar  un  año  completo  de  J6u  diai,  Como 
Sócrates  y  Cicerón ,  se  hurlaba  en  secreto  del 
oultO  supersticioso  de  au  nación  :  fue  también  poet a 
moral  y  orador  eloeueule ,  y  tan  sabio  que  el 
vulgo  lo  tenia  por  encantador,  como  al  rey  don 
Momo  el  Sabio  de  ( Otilia.  Lo*  auales  mexicanos 
lupOMU  que  no  murió  ,  siuo  que  lúe  arrebatado 
prodigiosamente  á  la  región  de  las  estrellas.  Tor- 
quemada  afirma  que  también  fue  naturalista ,  y 
hace  mención  de  sus  obras, 

Pimental ,  descendiente  de  loa  reyes  de  Tex- 
cuoo  t  escribió  :  Memoria*  históricas  del  rey  no 
de  JÍQQlhuacaH ,  de  las  cuales  se  aprovecharon 
Torquemada  y  Glavigero,  para  formar  el  cómputo 
de  las  contribuciones  que  los  Mexicanos  pagaban 
á  sus  reyes,  Pimeutel ,  pariente  del  anterior ,  ó 
hijo  de  Couacotaiu  >  último  rey  de  Texcuco  , 
redactó  á  instancias  del  conde  de  Denavente  ; 
Caria  sobre  la  genealogía  de  los  reyes  de  Jcol- 
hnacan, 

Pomar  i  á  quien  los  primeros  conquistadores 
por  ftus  grandes  talentos  y  despejo ,  hicieron  es~ 
pribaoo  público  de  Texcuco,  descendiente  de  un 
hijo  bastardo  de  los  reyes  de  aquella  corte ,  es- 
orihio  :  Relación  de  las  antigüedades  políticas 
y  religiosas  de  los  Indios  Aztecas,  dirigida  al 
rey  de  España  en  i  58i4 ,  de  la  cual  aprovecharon 
algunos  escritores  españoles ,  y  existió  una  copia 
en  la  biblioteca  del  colegio  de  San  llregorio  de 


i8i 

México  ,  que  vieron  y  consultaron  Torquemada, 
Betancur  y  Ctavigero. 

Tobar-Moctezuma,  descendientede  los  empera- 
dores de  México  y  reyes  de  Texcuco,  redactó  de 
orden  del  virrey  de  México,  don  Luis  de  Velasco,* 
á  instancias  del  conde  de  Benavente  :  i°.  Memo- 
rias de  la  genealogía,  antigüedad  jr  descen- 
dencia de  los  reyes  mexicanos ;  a°.  Memorias 
de  la  descendencia  de  la  dinastía  de  Texcuco, 
cuyas  obras  rieron  y  hacen  mérito  de  ellas,  Cía- 
vigero y  Boturini.  TobadHlenominado  por  los 
Españoles  el  Cicerón  mexicano ,  en  fuerza  de  la 
elocuencia  con  que  hablaba  el  idioma  azteca  cas- 
tizo, escribió  de  orden  del  virrey  don  Martin 
Enriquez  un  grueso  volumen  intitulado  :  Historia 
antigua  de  los  reyes  de  México ,  Acolhuacan 
y  Ttacopan ,  de  cuya  obra  se  sirvió  Acosta  f 
según  ¿1  mismo  confiesa,  para  escribir  su  historia 

natural. 

SLGLQ  X\I. 

Alva  Ixtlilxochitl,  don  Fernando  de  nombre, 
pero  indígena  mexicano,  descendiente  de  los  reyes 
de  Texcuco,  escribió  en  mexicano  y  en  español* : 
i*.  Historia  de  ta  Nueva  España ;  2*.  Historia 
de  los  señores  Chilchlmecas ;  3°.  Ordenanzas 
del  rey  Netzahualcóyotl,  copiadas  por  Bbturini ; 
4*.  Relación  histórica  de  la  nación  tulteca  ; 
5*.  Varios  fragmentos  históricos;  ©>.  Cantos  del 
emperador  Netzahualcóyotl,  de  que  ya  hemos 
hecho  mención  ,  cuyas  obras  manuscritas  fueron 

* 


1 83 

muy  apreciada»  ♦  por  »u  crítica  y  veracidad ,  de 
todoi  lo»  hiitoriadorai  ettpaftole* ,  y  sirvieron  4 
Clavigero  para  formar  m  hUtoria  antigua  di 
México.  Todaí  «lian  la*  heredó  don  Cario»  8i- 
güenea  y  fróugora  9  quien  la*  depo*U¿  en  la 
Uoitanidad  de  Menino  9  y  por  desgracia  no  fue- 
ron apreciada»  como  debían  9  de  un  cuerpo  lite- 
raria que  t  lin  (|ttedrtr»e  con  una  copia  9  la*  dejé 
eatTeer  de  orden  del  conde  KevHlagigedo ,  para 
remitirla*  A  la  norte  da  Eipaña.  ( iomprenden  el 
etpeeio  de  man  de  d%P"l  aflo»  9  y  mn  un  testi- 
monio de  Ion  grande»'  talento»  de  e»te  ilustre  y 
grande  mexicano.  Alvarado-Te»omoe ,  noble 
mexicano ,  escribió  :  Crónica  mexicana,  Ayala, 
noble  texeucano  9  escribió  :  Apuntes  históricos 
d§  la  nación  mexicana,  que  abracan  el  periodo» 
desde  t  a/|'*  hasta  i  ft(b :  etta  obra  escrita  en  idioma 
náhuatl  6  aateoa  puro9  la  leyó  y  turo  en  »u  pode* 
el  caballero  Boturlni. 

Ghimalpain ,  noble  indígena,  escribió  en  cas- 
tellano 9  en  tfíaft :  i ».  Historia  mexicana  an* 
tipia  hasta  el  año  de  t5n6;  a».  en  mexicano: 
Crónica  de  México  tlesáe  #1  año  de  ro6H  hasta 
el  año  de  i5t)7i  3*.  Apuntamientos  dv  sucosos 
desde  106/f  hasta  iSat  j  4"«  Jielaoiúnes  origi- 
nales de  hs  reyes  de  Avolhnaoan }  "Mfatm  y 
otras  provincias*  desde  muy  remotos  tiempo*  ¡ 
5°.  Mktorla  de  la  conquista  d«  Afd&tco,  CUta» 
obrttfÉtataswifa»  e  xbtiéron  cnpoderdtiSigttenoat 
de  cuyo  poder  la»  copio  Boturini.  Depotifadat , 


i84 
coa  motivo  de  haber  fallecido  Sigüénza ,  ea  la 
biblioteca  del  colegio  de  San  Pedro  y  San  Pablo, 
fllí  las  leyó  Clavigero ;  pero  coa  la  es  pul  si  o  q  de 
los  jesuítas  ,  las  mas  se  han  estraviado.  Cristo , 
religiosa  historiadora,  escribió  :  i°.  Crónica  de 
las  carmelitas  de  México ;  20.  Crónica  de  las 
de  Puebla,  Duran  escribió  :  i°.  Historia  de  los 
indígenas  de  México ;  20.  Antigüedades  de  los 
indígenas  de  México.  Estas  obras  no  se  impri- 
mieron; pero  Tovar  y  Clavigero  las  elogian  y 
afirman  que  sirvieron  de  fundamento  á  la  histo- 
ria natural  de  Ácosta.  Huitzimengari ,  natural  de 
Mechoacan.y  nieto  del  rey  Cazoqtzia ,  escribió  : 
Memorias,  del  re/no  de  Mechoacan,  con  un 
mapa  anexo ,  pintado  en  un  lienzo  de  algodón 
en  1 589 ,  cuya  obra  leyó  Boturini.  Muños  Ca- 
margo  ,  noble  mestizo  tía  xcal  teca ,  intérprete  de 
los  Españoles  y  diligente  investigador  de  las 
antigüedades  de  su  patria ,  nació  en  los  primeros 
.años  de  la  Conquista ,  y,  escribió  :  Historia  de  la 
ciudad  y  república  de  Tlaxcala,  manuscrito  cu- 
rioso de  que  se  sirvió  el  historiador  Torquemada, 
«n  su  Monarquía  indiana ,  y  del  que ,  asegura 
Clavigero ,  existen  muchas  copias  en  Europa  y 
Méjico.  Muñoz  escribió  cinco  tratados  de  Teo- 
logía dogtqática,  manuscritos  existentes  en  la  bi- 
blioteca del  colegio  de  Santos  que  erigió  el  mismo 
-autor.  Naranjo ,  talento  original  y  prodkppso  en 
materias  escolásticas ,  .escribió  :  Disertaciones 
literarias  improvisadas  en  presencia  de    los 


1 85 

i 

doctores  de  la  Universidad  de  Méxko*  uuya 
obra  original  enviuda  ií  tápana  ,  umtimoniadu  de 
todos  loi  prelada  »,  <iau»ri  tul  »orpr@»a  tin  la  corte» 
que  lo  bieiéron  ob¡»po  <lo  l'iiM'Ln-lMuo.  NUa, 
noble  tlaxoaltaou ,  wmbio  dci  orden  clnl  virrey 
don  Antonio  Mtindoxa  :  I  listona  da  la  eontjuisla 
de  México,  firmada  en  iri/|8por  treinta  Caai(|itei 
Tlaxealteea»  flonocwdotm  Cumie  c^arildo,  negun 
Glavigero,  Helaoion  de  los  indios,  de  sus  ¡dolos 
%Y  de  los  ritos  de  su  gentilismo,  mami»<ir¡to 
apreciado  del  m¡»mo  (¿lavigero.  '1  erraga»  ti*oribio 
varia»  poe»iu»  impre»a»  en  Madrid  y  celebrada» 
por  Cervante».  Vola  eauribio  ;  f\  la  comedia  in- 
titulada El  asturiano  en  Amérfoa ¡  a".  Por  en» 
gahar  engañarse :  >•  Amar  d  su  semejante  ¡ 
4»,  Las  Constantes  espafkdas;  5».  Con  agravios 
faeo,yoon  etilos  euerdo :  CW  Por  los  peligms  de 
amor  oonsíguio  la  mayvr  dteha ;  7".  El  amor  §s- 
cede  al  arte ;  8y.  Si  el  amor  escede  al  arte,  ni 
arte  ni  amor  d  prudencia  ;  <)".  h%  contjuista  de 
México ;  io«.  El  heme  mayor  del  mundo  s  1 1«. 
La  pérdida  de  España  por  una  muger,  />  la 
Cavat  t  aüi  El  amor  mas  bien  premiado.  Nucutro 
poeta  dramático ,  en  »entir  de  lo»  inteligente» 
E»pañole»  de  aquel  tiempo,  lino  ignala  á  Cal- 
derón y  Lope,  »e  «prójima  tnucbo,  y  la  mayor 
parte  da  »u»  comedia»  han  nulo  apreciada»  cumio 
tngen¡o»a»,  arreglada»  al  arto,  tí  lu»  tuwtttmbreí 
y  á  la  buena  critica ,  y  merecen  imprimirse  : 
tmcribio  tamban  otra»  da  Santo»  y  eo»a»  mUtieaa, 


i86 

política  de  México ,  dedicada  al  Ayuntamiento 
déla  capital.  Encarnación,  religiosa  carmelita, 
escribió  con  mucha  crítica  :  Historia  de  lafun- 
dacion  del  convento  de  San  José  de  México. 
Escobar  escribió  :  Modo  de  invadir  la  común 
enfermedad  presente,  y  síntomas  que  en  ella 
se  esperimentan  en  los  que  la  padecen  y  han 
padecido  ;  impreso  en  México  en  1776.  Eslava 
escribió  :  Poesías  profanas  con  nombre  de  di- 
vinas, impreso  en  México  en  16 10.  Estrada  Me- 
d}nilla  doña  María  escribió  :  Relación  en  novi- 
llejos,poesía;  Descripción  de  una  corrida  de  to- 
ros en  México;  impresas  allí  en  i64i .  Farfan  es- 
cribió :  Tratado  de  medicina  y  de  todas  las 
enfermedades ,  impreso  en  México  en  i6o4>  y 
reimpreso  allí  en  1610.  Ávendaño  escribió  :  i°. 
De  Neumologia ;  20.  De  Capite ;  3o.  De  Penis. 
Guadalaxara  describió  y  levantó  la  carta  de 
Chápala  y  del  lago  de  Texcucp,  que  sirvieron  á 
Gemeli.  .  Guevara  escribió  :  De  los  perjuicios 
de  las  bancarrotas,  impreso  en  i64o.  Gue- 
vara M.  escribió  :  Amor  es  mas  laberinto,  cer- 
tamen poético,  impreso  en  México  en  i653. 
Gutiérrez,  indígena,  escribió  con  erudición  : 
Antigüedades  mexicanas ,  manuscrito  de  que 
se  sirvieron  y  copiaron  Boturini  y  Clavigero. 
Maria  Josefa  de  San  José  escribió  varias  poesías 
premaidas.  Petronila  de  San  José  escribió  :  Bio- 
grafía de  varias  personas  virtuosas,  muy  esti- 
mada de  Sigü^oza.  León  escribió  :   i°.  Diarios 


tñg 

dé  Alonso  d(t  létfon ;  *4".  Ifahwion  del  nuevo 
re/no  de  León  vn  iímjo;  por  euyo»  e»mto»  lo 
comisionó  el  gobierno  para  poblar  la  bahía  del 
Espíritu  Santo.  León  don  Manuel  oonslruytWa- 
ríai  máquina»  eurio»a»y  t'uiln»  para  fuudinione» , 
molino  I,  desagüe»  dn  mina»,  y  eonduceion  do 
aguasen  \Cnfu  y  (im  n)  primero  que  en  Mfoieo 
ensayó  el  oro  »¡n  ni  auxilio  del  friego.  Seeonser- 
van  sus  diseño*  f  mapa»  tí  instrueeiones ,  según 
afirma  fterinstain. 

Lima  Ksealada  escribió  :  ttyhtffagh  dt*  la  na» 
ttimletay  üual¡da<fa#  del  tvitft)  llamada  alblllo, 
en  respuesta  t\  tan  razone»  non  que  »n  quiere  per- 
suadir que  ti»  nocivo  ri  la  »alud  pública.  Ksta  obra 
le  escribió  non  motivo  de  la  eonlrover»ia  debatida 
entre  lo»  fl»ieo»  de  Mtfxioo,  de»de  1C77  ♦  wbre  ^ 
era  ó  no  saludable  el  1110  del  trigo  denominado 
albulo,  nuya  e»peeie  »e  oo»eobaba  en  Puebla  een 
abundan  (lia,  aun  en  lo»  afio»  de  eseaseees.  Lo»  ar- 
gumento» del  autor  ftiéron  tan  sólidos  que  el  go- 
bierno, ya  di»pue»to  eonforme  al  dictiimen  del 
T*roto-inedieato ,  ti  probibir  »u  siembra,  la  fo- 
mento non  ventaja»  de  la  nación,  »e  publicó  des- 
pue»  de  la  e»terilidad  de  $t  y  t)^i ,  en  México  año 
de  irtcja. 

LoaUa  c»eribio  :  tflxtoria  dr*  la  fUndaohm  de 
Tlaa^ala  y  de  sus  twtitm  paivialidadew  tra- 
ducida» en  caxtcllauo  de  lo»  apunte»  que  escribió 
un  cacique  de  aquella  república;  maiumerito  que 
vio  y  turo   Hnlurini  en   »u  museo  mexicano, 


Zorra  escribió  :  Lamentaciones  sobre  la  étoott* 


*   ■* 


dación  que  sufrió  México  en  1629,  impresa  en 
México  el  mismo  año.  Maazo  escribió  :  Historia 
de  la  revolución  de  Tehuantepec,  acaecida  en 
1660  y  terminada  en  1661.  Matias  Juan,  indí- 
gena ,  natural  de  Zoapecbe  ,  en  el  estado  de 
Zapotecas  ú  Oaxaca,  de  veinte  años  de  edad, 
supo  tocar  perfectamente  todos  los  instrumentos 
conocido^ ;  y  nombrado  maestro  de  capilla  de 
la  catedral  de  Oaxaca,  escribió  varias  obras  sobre 
música  ,  según  Burgoa.  Mota  ,  obispo  de  Gua- 
dalaxara ,  escribió  :  Historia,  descripción  y  es- 
tadística de  la  nueva  Galicia.  Muñoz  Molina  , 
de  trece  años  de  edad ,  defendió  en  la  Univer- 
sidad de  México»  sin  presidente,  un  acto  lite- 
rario de  theses  filosóficas  oontra  la  doctrina  pe- 
ripatética de  Aristóteles.  A  los  diez  j  seis  años 
de  edad  ,  hizo  oposición  á  la  cátedra  de  teología, 
en  competencia  del  sabio  padre  Naranjo ,  y  la 
ganó  :  poco  tiempo  después  se  opuso  á  la  cáte- 
dra de  retórica  ,  preguntando  en  el  acto  si  habia 
de  hablar  en  prosa  ó  en  verso,  lo  que  ejecutó 
brillantemente  de  ambos  modos  :  tenia  tanta 
facilidad  para  poetizar  improvisamente  en  con- 
sonancias, que  ningún  amanuense  podia  alcan- 
zar lo  (pie  dictaba.  Pasó  á  España  en  donde  se 
le  dieron  grados  de  doctor  en  varias  Universi- 
dades, premiándolo  el  gobierno  con  la  canongía 
de  maestre -escuelas  de  Mérida  de  Yucatán.  Es- 
cribió :  Elogio  en  verso  del  virrey  marques  de 


r  ¿jktjplbo,  impreso  en  México  en  tC3o.  También 
^_li|ñtjliin  otras  obrai  de  literatura  que  se  han  per- 
dido 9  y-  confirmaron  sus  vastos  conocimientos » 
según  Diax  de  Arce  y  Cogolludo. 

Muflen  de  Castro  escribió  varías  poesías  pre- 
miadas por  la  Universidad,  publicadas  en  la  obra 
intitulada  :  Triunfo  parténico,  impresa  en  Mé- 
xico en  1 683.  Ñuño/  escribió,  entre  otras  obras 
místicas  :  Exposición  literal  y  sumaria  del  de- 
creto de  los  intérpretes  del  concilio  sobre  la 
frecuente  comunión.  Parece  que  esta  obra  se 
mando  imprimir  á  Madrid  ,  y  se  perdió  en  la 
travesía.  Barrio  y  Peralta  escribió  :  t°.  Diserta- 
ción sobre  el  agua  de  la  zarza  he rmodac lilis 
ó  sen,  impreso  en  México  en  16G8;  20.  Principia 
me  dicte  et  epitomen  do  totius  humani  corporis 
fabrica,  impresa  eo  México  en  tG85.  Parra  es- 
cribió :  t°.  Catecismo  de  la  doctrina  cristiana; 
a°.  Luz  de  verdades  católicas  jr  esplic ación  de 
la  doctrina  cristiana.  Esta  obra  ha  sido  muy 
apreciada  por  los  doctrinarios,  y  reputada  sabia, 
de  estpio  agradable,  muy  erudita  y  aguda,  y  tan  en- 
vidiada que  han  pretendido  usurpársela  el  monge 
alemán  Lenga  y  el  italiano  Arda  :  se  ha  impreso 
eo  México ,  Sevilla  y  Madrid.  Reatan  escribió  : 
Arte  de  aristmética ,  y  método  de  arreglar  un 
ejercito,  impreso  en  México  en  16/19.  Rodríguez, 
catedrático  de  matemáticas  de  la  Universidad  de 
México,  escribió  :  i°.  Delegaritmis,  tratado  so- 
bre matemáticas ;  a°.  Tratatus  pr<v  mi  alium 


¥. 


*9* 
disciplinarum,  mathematicarum  et  de  com$\ 
dationem  elementarum  mathematicarum ¿% 
Geometría  especulativa;  4o-  De  aristméticá  ; 
5o.  Tratado  de  ecuaciones ,  con  tabla  alge- 
braica discursiva,  su  uso  y  su  formación;  6o. 
Arte  de  fabricar  relojes  orizontales,  verticales, 
orientales,  con  declinaciones  y  sin  ellas,  por 
senos  rectos  y  tangentes.  Todas  estas  obras  se 
encuentran  manuscritas  en  el  convento  de  la 
Merced  de  México ,  y  es  de  desearse  se  impri- 
man. Discurso  etheorológico  sobre  el  cometa 
aparecido  en  México  en  i652,  impreso  allí 
dicho  año.  Sandoval  escribió  :  Panegírico  de  la 
Providencia,  impreso  en  México  en  i645¿  tam- 
bién escribió  otras  nueve  obras  de  literatura  bas- 
tante apreciables.  Saavedra  escribió  :  El  pere- 
grino indiano,  impreso  en  Madrid  en  1699  :  este 
es  un  poema  histórico  de  la  conquista  de  Mé- 
xico ,  en  veinte  cantos  ,  muy  apreciable  y  raro, 
y  aunque  arreglado  á  las  reglas  del  arte  poética, 
es  mas  exacto  y  tiene  mas  naturalidad  y  vero- 
similitud que  el  poema  en  prosa  de  Solis.  Mereció 
este  poema  elogios  de  Balbuena ,  príncipe  de  los 
poetas  americanos  ,  y  de  Espinel  y  Lope  de  la 
Vega,  que  lo  celebraron  dedicando  varios  sonetos 
al  autor.  * 

Sigüenza  y  Góngora  ,  literato,  historiador,  an- 
ticuario, astrónomo,  matemático,  crítico  y  poeta, 
nacido  en  México  el  año  de  i645,  perfectamente 
instruido  en  las  ciencias  eclesiásticas  y  sagradas 


ig3 

oomo  sacerdote ,  se  formó  al  mismo  tiempo  un 
literato  completo,  y  perito  en  el  idioma  mexicano, 
acopió  un  número  considerable  de  escritos  y  ge- 
roglíficos  de  los  antiguos  Aztecas ,  á  costa  de 
inmensas  investigaciones ,  trabajos  y  gastos  ,  los 
cuales  reunidos  á  los  manuscritos  y  mapas  an- 
tiguos ,  que  le  dejó  legados  el  sabio  indígena , 
descendiente  de  los  reyes  de  Texcuco,  don  Juan 
de  Alta,  escribió  :  i°.  una  completa  Historia 
antigua  del  imperio  de  los  Chichimecas,  arre- 
glando astronómicamente  (porque  también  po- 
seyó profundamente  la  ciencia  celeste)  los  mo- 
numentos aztecas  y  su  cronología  acomodada  á 
las  épocas  y  á  los  anales  de  la  historia  general 
del  Mundo;  a°.  Primavera  indiana,  canto  en 
77  octavas  j    3o.  Las  glorias  de  Querétaro;  4o» 
Teatro  de  virtudes  políticas  que  constituyen 
un  buen  principe ,   obra   simbólica  -  histórico- 
poética  y  copiosa  en  selecta  erudición,  en  la  que 
se  describe  un  arco  triunfal  erigido  al  conde  de 
la  Laguna  virrey  de  México  j    5°.  Triunfo  par- 
tónico,  poesía  histórica  de  la   Universidad  de 
México,  en  obsequio  al  misterio  de  la  Concep- 
ción ;  6°.  Paraíso  occidental,  que  es  la  historia 
de  la  fundación  del  monasterio  de  Jesús  Maria ; 
7o.  Manifiesto  Jilos  Ajico  contra  los  cometas :  en 
esta  obra  intentó  Sigücnza  destruir  la  opinión 
vulgar  de  que  semejantes  fenómenos  anuncian 
calamidades  públicas  ,  con  motivo  del  cometa 
que  se  vio  en  México  en  noviembre  de  i  GBo ; 

i3 


l94 
el  autor,  sirviéndose  de  sus  vastos  y  sólidos  co- 
nocknientps  astronómicos  y  de  una  física  Jumi-r 
nosa,  trató  con  crítica  ilustrada  destruir  estps» 
errores  ,  que  no   dejaron  de  rebatible  algunos 
preocupadlos  á  quienes  no  contestó;    8o.  Libra 
astronómiQci,  impugnando  á  uno  de  sus  adversa- 
rios :  estas  obras  se  imprimieron  en  México  casi 
al  mismo  tiempo  que  »e  escribieron  ¿  90.  El  Be- 
lerofonte  matemático,  obra  curiosa  ,  seguí}  lop 
que  la  vieron ,  pues  no  se  dio  á  luz ;  10o.  Rela- 
ción histórica  de  los  sucesos  de  la  armada  de 
Barlovento,  desde  1690  basta  1691  ,  que  es  el 
triunfo  de  los  Españoles  contra  los  Franceses  en 
Haiti;  1 1°.  Trofeo  de  la  justicia  española  :  esta 
es  una  bella  descripción  de  dicbos  sucesos  en 
Haiti;  12°.  Infortunios  de  Alonzo  Ramírez,  ó  la 
historia  de  un  marinero  escapado  de  unos  pira* 
tas  en  los  mares  de  las  islas  de  Luzon ,  que  des- 
pués de  haber  girado  ó  dado  la  vuelta  del  mundo, 
vino  á  parar  solo  ea  un  pequeño  barco ,  .hasta 
las  costas  de  Yucatán,  cuyo  hecho  parece  un 
prodigio  :  también  se  imprimieron  estas  obras 
en  México/  Escribió  ademas  y  redactó  el  perió^ 
dico  titulado  :  Mercurio  volante,  y  ojra  porción 
de  obras  que  se  hap  perdido  ó  estraviado  por  no 
haberse  impreso;   así  como  también  los.  veinte 
y  ocho  volúmenes  que  en  general  r$unip  de  di- 
verso^ escritores  indígenas  ,  y   dejó  legados  al 
colegio  de  San  Pedro  y  San  Pabjq,  de  los.  cuales, 
según  Eguiara  ,  existían  en  i^jSo  ocho ;  pero  ha- 


bióndose  pasado  á  la  Universidad  coa  motivo  de 
1*  ettioaura  de  los  jesuitas »  ya  uo  se  encuentran 
lino  algunos  restos  ,  y  lo  pías  sensible  es  que  la 
grande  historia  antigua  general  de  México  ha 
sido  saqueada  ó  estraviada  por  la  incuria  de  sus 
herederos  ,  y  la  poca  estimación  ó  sea  prodiga* 
lldad  de  loa  Mexicanos  con  los  solícitos,  curiosos 
y  apreciadores  estrangero* ;  de  manera  que  solo 
por  los  elogios  y  mención  que  Garreri  y  Boturini 
hacen  de  la  obra  meritoria  titulada  :  Ciclo  grafía 
comprensiva  de  la  historia  astronómica  de  los 
Ante  cas,  los  anales  de  los  Cbichimecas ,  relativa 
&  la  transmigración  de  los  Mexicanos,  conduci- 
dos por  su  gafe  Cbicbimeqal  del  Asia  a  la  Ame* 
rica,  su  establecimiento  en  la  región  del  Anáhuac, 
las  creces  del  imperio  por  los  Ulmecas,  Tul  tecas, 
Aeolhuas  y  Gulbuas  aztecas ,  de  que  hace  men- 
ción el  autor  Sigüenza  en  el  prólogo  á  su  Paraíso 
occidental,  Betancur  en  su  Menologio,  Pinelo 
en  su  Biblioteca  occidental,  j(  Nicolás  Antonio 
en  U  Biblioteca  hispana,  se  conserva  la  memo* 
ria  de  estas  obras ,  aai  como  de  la  Genealogía 
de  los  reyes,  mexicanos ;  las  ¿notaciones  orí-» 
ticas  d  las  obras  de  Bernal  Dia*  del  Castillo  y 
Torquemado ;  el  Teatro  de  la  Metropolitana 
da  Méxioo;  Historia  de  la  Universidad ;  TW- 
banal  histérico  ;  Historia  de  la  provincia  de 
Texas;  Elegió  fúnebre  de  la  célebre  poetisa 
mexicana ,  Juana  Inéf  de  la  Cru* ;  Tratado 
de  la  esfera  ;    Vida  de  don   Alomo   de  \fis 


"I." " 


196 

Cuevas,  arzobispo  de  México;  de  cuyas  obras 
se  encuentran  constancias  auténticas;  pero  según 
Beristain,  ya  no  existen  en  la  biblioteca  de  la 
Universidad ,  sino  un  fragmento.  La  Historia 
antigua  de  los  Mexicanos  con  estampas $  Ca- 
lendario de  los  meses  jr  fiestas  de  esta  nación, 
y  la  de  reducciones  de  estancias  de  ganado 
a  caballerías  de  tierra,  trazadas  según  reglas 
de  aristmética  y  geometría ,  y  un  informé  al 
virrey  sobre  la  fortaleza  de  Ulua ,  parece  que 
también  han  desaparecido.  Tan  sabios  escritos 
sobre  diversas  y  complicadas  materias  interesan- 
tes y  curiosas ,  hicieron  que  su  reputación  saliese 
del  rincón  de  su  aislada  patria  ,  en  donde  fue 
catedrático  de  matemáticas ,  y  llegando  hasta  la 
culta  Europa  la  fama  de  su  gran  mérito,  mereció 
que  Luis  XIV  le  escribiera ,  invitándole  para  que 
pasase  á  Paris  á  iluminar  esta  nación  donde  flo- 
recían tantos  hombres  eminentes,  brindándole 
con  honores  y  pensiones,  que  el  modesto  filó- 
sofo mexicano  no  aceptó ,  prefiriendo  el  título 
de  cosmógrafo  regio  que  se  apresuró  á  enviarle 
Garlos  II ,  rey  de  España.  El  virrey  de  México, 
conde  de  Galvez ,  que  no  dejó  de  apreciarlo , 
aunque  estérilmente  ,  lo  obligo  el  año  de  1 6g3 , 
á  dejar  su  retiro  en  el  Hospital  del  amor  de  Dios, 
donde  servia,  el  humilde  pero  benéfico  empleo 
de  capellán  de  los  enfermos ,  destinándolo  á  que 
acompañara  á  don  Andrés  de  Pez  al  reconoci- 
miento del  seno   mexicano  ,  empresa  que  de- 


*97 


sempeñó  Sigüenza  á  satisfacción  de  aquel  general 
y  del  gobierno.  Los  autores  Gemeli,  en  su  Dic- 
cionario histórico  ;  Carreri ,  en  su  Giro  del 
mundo  ;  '  Boturini ,  en  su  Historia  del  museo 
mexicano ;  Mañez  ,  Pinelo  ,  Nicolás  Antonio , 
Castoreña  en  el  tomo  III  de  las  poesias  de  la 
poetiza  mexicana ,  y  otros  autores  clásicos,  tri- 
butaron en  sus  obras,  justos  homenages  al  sabio, 
erudito  y  virtuoso  genio  mexicano ,  ornamento 
de  la  patria,  que  le  debe  erigir  estatuas. 

Sigüenza  don  Gabriel,  sobrino  del  anterior, 
escribió  :  Epopeya  postuma  de  don  Carlos  Si- 
güenza y  Góngora,  impresa  en  México  en  1701. 
Tello  escribió  :  Historia  de  Xalisco  y  Nueva 
Vizcaya,  manuscrito  existente  en  la  biblioteca  del 
convento  de  San  Francisco  de  México,  estractada 
en  nueve  cuadernos.  Xu^res  ,  cacique  ,  escribió 
en  mexicano  :  Memorial  de  cosas  memorables, 
manuscrito  que  cita  Sigüenza  con  estimación. 
Zarate  escribió ,  con  el  título  de  Epigramas,  una 
obra  chistosa  y  de  una  sátira  tan  fina  y  delicada 
que,  según  Boturini,  se  le  puede  reputar  como 
el  Marcial  mexicano  :  existen  algunas  de  sus 
obras  manuscritas. 

Juana  Inés  de  la  Cruz ,  honor  inmortal  del 
bello  sexo ,  y  ornamento  de  México  ,  conocida 
allí  y  en  España  por  la  Monja  de  México ,  ó  la 
musa  moderna,  nació  el  ia  de  noviembre  de 
1 65 1,  en  el  pueblo  de  Nepantla,  situado  entre 
los  dos  volcanes  de  México.  Desde  su  infancia 


descubrió  un  ingenio  prodigioso ,  y  á  la  edad  de 
5  años  supo  leer  "escribir  y  contar  perfectamente; 
ad virtiéndosele  la  facilidad  de  esplicarsé  con 
número,  cadencia  y  medida.  Una  de  las  personas 
que  frecuentaban  su  casa  le  ofreció  una  obritá  9 
que  era  el  entretenimiento  de  la  niña ,  con  la 
condición  de  que  compusiese  una  loa  ál  misterio 
del  Sacramento,  lo  cual  ejecutó  admirablemente 
á  los  ocho  años  de  edad;  y  como  habia  oido 
decir  que  en  la  ciudad  de  México  existían  escuelas 
adonde  acudian  los  jóvenes  á  instruirse ,  rogó  á 
sus  padres  con  candor  inocente  ,  que  la  vistiesen 
de  hombre  para  ir  á  estudiar  á  ella.  De  9  años  de 
edad  la  llevaron  sus  padres  á  casa  de  su  abuelo 
materno,  vecino  de  México,  en  donde  encontró 
algunos  libros  devotos  que  devoró  con  increíble 
estudio;  observando  desde  entonces  una  rigurosa 
abstinencia ,  porque  en  su  opinión ,  los  man- 
jares embotaban  el  entendimiento.  El  bachiller 
Olivar  le  dio  allí  algunas  lecciones  de  gramática 
latina ,  y  con  solo  ellas  poseyó  con  tanta  per- 
fección el  latín  que  lo  hablaba  y  escribió  toda 
su  vida  con  una  facilidad  asombrosa ,  tanto  en 
prosa  como  en  verso,  entendiendo  las  obras  mas 
'  clásicas  de  los  antiguos  Romanos.  El  virrey , 
marques  de  Maneira,  á  donde  llegó  su  fama ,  la 
llevó  al  palacio,  y  honró  con  el  título  de  dama 
de  la  virreyna,  en  cuya  corte  fue  el  embeleso  de 
estos  señores ,  y  las  delicias  de  cuantos  concur- 
rían á  tratarla;  y  juzgando  que  aquel  estraor- 


(Vinario  ingenio  no  podia  menos  que  ser  indino , 
obligó  á  lo»  virreyes  á  rnunir  varias  personas 
doctas  para  examinarla  en  una  sesión  solemne, 
concurriendo  teólogos,  juristas ,  filósofos  y  poe- 
tas, que  dirija  ron  ú  Inris  las  preguntas  mas  difí- 
ciles sobre  asuntos  y  cuestiones  de  ciencias  y 
literatura,  en  que*  brilló  el  talento  de  la  poetisa  , 
•atiifackmdó  ri  todos  victoriosamente  á  los  17 
aft<M  de  edad,  conviniendo  y  testificando  al  virrey  ' 
la  reunión ,  que  el  talento  de  la  joven  era  pro- 
dígioió  y  su  erudición  escedia  A  su  sexo  y  edad  , 
y  aun  á  lo  que  podia  esperarse  de  un  Mbio  edu- 
cado en  las  Academias  literarias;  mus  la  modesta 
Inés,  lejos  de  envanecerse  por  los  aplausos  mere- 
cidos á  sus  conocimientos,  viendo  con  indife- 
rencia y  desinterés  el  estado  do  matrimonio  que 
Sé  le  propuso  con  ventajas ,  se  decidió  á  encer- 
rarle efi  un  claustro  \,  sin  embargo  de  que  este 
estado  ,  p&reoiéndole  imcompatible  con  el  estu- 
dió de  las  ciencias  ,  la  bacia  vacilar;  pero  al  fin , 
influida  de  los  consejos  del  padre  NuAcz,  jesuíta 
confesor  del  virrey,  se  decidió  (\  tomar  el  hábito 
de  carmelita  descalza  en  el  convento  antiguo  de 
México ;  en  donde  con  el  tos£ó  vestido ,  la  es- 
eeslva  abstinencia ,  y  en  nuésirb  concepto ,  la 
privación  del  cultivo  do  su  bcroyeo  espíritu, 
perdió  ía  salud  ,  y  por  dictVundn  de  lo*  médicos, 
salió  de  aquel  convenio  para  entrar  al  de  San 
frcrónimo,  donde  bi/,o  su  profesioh,  y  por  repa- 
ció de  17  afín* ,  en   medio  de  la   mas  estrecba 


30© 

obsér vancia ,  cootiauo  como  pudo  su  vida  lite- 
rana. 

Ya  de  religiosa ,  se  aplicó  casi  esclusivamentb, 
tal  vez  escitada  por  los  eclesiásticos ,  al  estudio  de 
la  teología  y  la  inteligencia  de  la  escritura  sagra- 
da, sin  omitir  la  lógica,  retórica,  física,  aristmé- 
tica,  matemáticas,  historia  ,  música  y  sobre  todo 
la  poesia  que  poseía  con  tanta  naturalidad  como 
elegancia ,  dejando  bastantes  pruebas  de  ello  en 
sus  sobresalientes  odas  y  otras  versificaciones, 
hasta  merecer  en  México  y  en  España  el  honroso 
renombre  de  la  décima  musa,  á  pesar  de  no 
haber  gozado  de  la  paz ,  tranquilidad  y  delicias 
que  reynáron  en  el  Parnaso,  pues  sufrió  los  tiros 
de  la  envidia ,  [y  aun  persecuciones  de  la  igno- 
rancia dentro  y  fuera  de  su  monasterio ,  que  su 
virtud ,  modestia ,  generosidad  de  alma  y  emi- 
nente mérito  ,  al  fin  la  hicéron  triunfar,  convir- 
tiendo á  sus  adversarios  en  panegiristas.  Poco 
antes  de  morir,  tal  vez  resentido  su  noble  corazón 
de  pesadumbre ,  dejó  el  estudio  de  las  humani- 
dades, abandonó  los  libros  científicos  y  se 
dedicó ,  á  instancias  de  su  confesor  el  mismo 
padre  Nuñez  que  la  habia  instado  á  abrazar  la 
vida  monástica ,  á  consultar  con  obras  ascéticas 
hasta  su  muerte,  acaecida  el  17  de  abril  de  i6g5, 
á  los  44  años  5  meses  de  edad ,  contagiada  de  la 
peste  por  haber  asistido  con  una  caridad  admi- 
rable, á  las  enfermas  de  su  monasterio.  Su  muerte 
llorada  de  todos  los  hombres  sensibles  y  amante* 


de  la  literatura  y  las  pendas ,  fue  seguida  ae  so- 
lemnes exequias ,  cuya  colección  de  piezas  apo- 
logética! publicó  González,  Sancha.  Dejó  lu 
copioia  librería,  compuesta  de  4,ooo  volúmenes, 
con  varios  mapas  e  instrumentos  matemáticos  y 
curiosidades ,  a  disposición  del  arzobispo  de 
México  Geijas ,  y  ¡  quién  sabe  á  donde  iría  á 
parar  I  El  sabio  y  erudito  don  Garlos  Sigüenia 
escribió ,  en  obsequio  de  la  heroína  mexicana , 
una  elocuente  oración  fúnebre.  Castoreña  im- 
primió en  Madrid  su  fama  postuma.  El  obispo 
de  la  Puebla ,  Santa  Gruz ,  elogio  á  la  poetisa  en 
una  carta  atenagórica ,  que  bajo  el  nombre  de 
Filotea  de  la  Cruz ,  le  dirijio  á  Inés.  También 
publicó  este  prelado  la  crítica  que  ella  babia  he- 
cho á  un  sermón  del  padre  Boira,  jesuita  portu- 
gués. El  erudito  Feíjoo  dice  :  « La  célebre  monja 
de  México,  sor  Juana  Inés  de  la  Gruz,  es  conocida 
de  todos  por  sus  eruditas  y  agudas  poesias,  y  es 
esousado  hacer  su  elegió j  acaso  ninguno  de  los 
poetas  españoles  la  igualó  en  la  universalidad  de 
noticias  de  todas  facultades. »  Pacheco ,  en  su 
obra  intitulada  :  Desahogo  erudito  del  dnimo, 
no  duda  comparar  la  poetisa  mexicana,  &  su 
famoso  paysano  Gamoens.  El  docto  Polaco» 
Kelten,  en  su  Apeles  simbólico,  formando  el 
Índice  de  los  ingenios  que  han  sobresalido  en 
todo  el  orbe  en  la  ciencia  simbólica,  pone  en 
segundo  lugar  i't  la  monja  de  México ,  por  su 
obra  intitulada  :  Neptuno  alegórico,  pareciendo 


203 

á  Kelten  de  tanto  mérito  ^que  desconfiaba  fuese 
obra  de  una  muger.  El  mismo  Feíjoo,  haciendo 
mérito  en  otra  parte ,  de  los  sobresalientes  y 
estraordinaños  conocimientos  de  Inés ,  dice  que 
aunque  su  talento  poético  es  lo  que  mas  se  ce- 
lebra ,  fue  lo  menos  que  tuvo ;  añadiendo  que 
siguió  el  gusto  de  su  siglo,  y  que  en  otro  mejor , 
hubiera  sido  por  su  genio  y  erudición ,  igual  á 
los  Leones  y  Villegas  ,  o  á  los  Melendez ,  Mora- 
tines  y  Bacas  >  y  nosotros  opinamos  que  siendo 
única  ,  no  hay  coa  quien  compararla ,  y  como 
heroína  es  digna  de  una  estatua. 

Sus  obras  son  :  i°.  Neptuno  alegórico,  im- 
presa en  México  en  i$8i;  20.  Critica  de  un  ser- 
món del  grande  orador  entre  los  mayores, 
el  padre  Antonio  Be  ira,  jesuíta  portugués ; 
impresa  en  Puebla  en  1690 ,  y  reimpresa  varias 
veces  en  México.  Solo  este  opúsculo  merece  el 
concepto  de  que  la  poetisa  de  México  tuvo 
tanto  ingenio ,  dialéctica  y  erudición  sagrada 
como  et  mayor  orador  y  teóíogo  del  siglo  X.VII , 
dice  Beristain  \  3o.  Poesías  sagradas  jr  profanas , 
a  tomos  en-4°. ,  impresas  en  Madrid ,  Sevilla  y 
Barcelona ,  seis  veces  en  1700,  y  reimpresas  des- 
pués otras  tantas;  4o'  Obras  postumas  delfeniac 
mexicano  f  décima  musa,  impresas  en  Madrid 
en  1700  cuatro  veces,  y  reimpresas  muchas  oca- 
siones. Dejó  manuscritos  súmulas  que  autógrafas 
conservaba  el  padre  Porras  :  Equilibro  motal , 
ó  direcciones  practicas  de  costumbres ,  según 


hu  wntemltiti  pmb<\Ups  t  w$umt  :  e*u  nhi'a 
la  eoaiervó  en  mi  poder  don  Curio*  tío  Nlgüen*** 
y  ttóagora  j  W/  Citnwtil  ,  n  «vtp  ¡utva  npvpHdev 
tíón  Jttetltdtitl  hi  miliiutt.  tln  <«tiya  lililí  haee 
mañoton  tialleja ,  mi  l«  viilu  qiia  a*orIMo  de  Indi 
tie  l&GriiM,  y  ne  Imprimió  mi  Mudi'ld. 

hii;mi  xvm. 

Abad  einrlbln  en  huin  y  rutilo  *nl>llnm ,  una 
obra  pladoia  llluludu  :  ffrniltM  *1p  t)pn  mmina* 
AlAP&m  (don  Pedro),  attliídrátleo  dn  muleiná» 
Üeai  de  h  TTiilvntnridncl  de  IVMxlan  9  tiwrlhlo  ¡ 
i».  Tabhu  twtivtiAmhMi*  <Íp  fot  mwlmipnhís 

'dfe  hs  phlHPhix;  ti",  ttfpmpvhtp.1  <Ip  Int  lu$itvp& 
%f  Iñtwtmlpntnt  iIp  <tlffnnot¿tp  /o.v  ¡>l<tnr>tti*t  para 

el  periodo  aun  corra  da*<í#  1 7 1 1  lumia  i^i.'I.  151 
autor  eareelmido  t1n  lo*  ttimlIoM  pura  Imprimir 
iU9  obra*  en  MMao,  l«*  mivio  A  IWU,  y  1a 
Itorbtma  ,  conociendo  *n  itiArlto  ,  la*  mandil  Im* 

Srtmlr  honrando  Á  Alareon  non  ni  nombramiento 
e  miembro  da  mu  tdauairo.  Mía  lambían  poeta 
y  geógrafo ,  dejando  en  prueba  da  ello  alguna* 
«ida* ,  y  un  plano  IgnngriUieo  de  mu  nAlrla  9  aegun 
lígnlara,  Alegre,  je*uíla  natural  (le  Veraaru*, 
enerlhln  entre  oirá*  obra*  eelebrada*,  y  ademan 
de  la  hUlnrla  de  la  nompaflfa  de  .temí*  de  Manlao, 
y  de  mi  obra  ahiwlaa  leoMglaa  Intitulada  :  /m,*//- 
IHiihuiPN iPiíhSfthuutt  en  telonio*,  oatorae  libro* 
«le  fitfittiPHtnn  i)p  tfpnntpfrltt  t  y  cuatro  da  jtPp.ithtHp& 
rfnWtw.*.  Tradujo  con  inucba  elegancia  Im  (liada 
da  Homero,  dal  griego  id  laiiu  an  ver*n,  y  *n 

4 


\"*J  1 


a<>4 

famosa  obra  en  verso  intitulada  :  La  Alejan- 
dríada,  su  Biblioteca  crítica.  Todas  estas  obras 
filaron  publicadas  en  Italia ,  estimadas  y  aplau- 
didas en  Europa ,  donde  hizo  honor  á  su  patria 
inmortalizándose ,  y  es  una  desgracia  que  este 
sabio  eminente  y  sus  escritos  sean  tan  raros ,  ó 
poco  conocidos  en  México.  Almendaris  escribió  : 
Varios  tratadas  de  las  ciencias  médicas. 

Álzate,  literato,  astrónomo,  matemático,  quími- 
co y  geopónico  ,  escribió :  i°.  Diario  literario  cíe 
México;  a0.  Observaciones  meteorológicas,  im- 
presas en  México  en  17695  3°.  Observación  del 
pa$o  del  planeta  Venus  por  el  disco  del  Sol,  pu- 
blicada en  Paris  en  1770;  4o-  Disertación  astro- 
nómica sobre  el  eclipse  de  Iq,  luna ,  observado 
en  México  el  12  de  diciembre  de  1769,  y  pu- 
blicada en  1770  y  5o.  Observaciones  sobre  física, 
historia  natural  y  artes  útiles ;  6o.  Consejos 
útiles  para  socorrer  las  necesidades  en  tiempo 
de  escaseces  de  comestibles  ;  70.  Antigüedades 
de  Xochicalco,  plaza  fuerte  de  los  antiguos 
Mexicanos,  situada  cerca  de  Cuemabaoa, 
impresa  en  México  y  traducida  al  italiano  ,  reim- 
presa en  Roma  en  i8o4 ;  8o.  Método  de  sembrar, 
trasplantar,  podar  y  sacar  fruto  de  las  moreras 
jr  morales,  para  la  cria  del  gusano  de  seda, 
impresa  en  México  en  1793 ;  90.  Memoria  sobre 
el  insecto  ¿té  grana  ó  cochinilla,  con  estampas, 
impresa  en  México  en  1777  j  10o.  Carta  geográ- 
fica de  México,  estampada  y  publicada  en  Paris 


de  órdea  de  la  Aoadtjmlft  Ae  rUmoin* ;  n*.  TVbrtw 
d  la  historia  antigua  de  Marico  de  Clavlgero,* 
ta§.  Memoria  sobre  la  seda  silvestre  de  Mtfwlco, 
y  utilidades  <¡uc  Ja  nación  puede  sacar  de  est§ 
ramo  d§  comercio :  t  ,'K  He  flexiones  de  un  pa* 
trlota  mexicano  contra  el  proyecta  de  cegar 
las  acequias  de  las  caifas  de  Marico  ¡  t/|».  t)es* 
oripcion  de  na  nuevo  Instrumento  útil  para 
elaborar  la  pólvora  enn  prontitud  y  seguridad; 
1 5W.  Observaciones  sobre  fas  esperlmenlos  eje* 
untados  en  la*  JUbrica  de  pólvora  de  Cha* 
pultepec :  tíK  Memoria  salive  mejoras  en  el 
beneficia  de  las  granas:  \f\  Método  y  dcscrlp* 
clon  ile  los  hornos  de  Aünadeti,  con  itisfruo= 
otoñes  para  estraer  el  azogue:  iH".  Descripción 
del  homo  ingfas  y  su  uso:  t</.  Noticias  de  las 
minas  de  atogne,  y  ratón  de  las  que  en  otro 
tiempo  se  han  esplotado  en  Marico:  9uH,  fíl 
modo  con  <]ue  se  hace  el  contrabando  de  aso* 
gue :  9iH.  Memoria  de  Mons  sobre  alagues, 
tradumdft  ni  «matellimo  j  w*  Knsaya  sobre  la 
siembra  y  cultiva  del  ctlnamo;  %V\  Memoria 
¿obre  el  uso  del  álcali  voldtlL  para  desvanecer 
ti  gas  mefítico  de  las  minas :  %1H.  Furias  pía* 
ms  y  cartas  al  virrey  Jievlllaglgedo  4  sobre  la 
policía  de  MMon  :  *ty,  Descripción  del  bar* 
wno  IngMs,  para  uso  de  tos  mineros  y  labra» 
dores*  Knt«  ««tilo  ttituitmno  tnmwfi  mi  nuwtm 
flontwpto ,  por  mi  ttplinmimt  A  \t\o\cmo*  trabajo* 
«impendido*  por  ni  tniímo ,  pura  «iuntar  Un  ntrn 


cios  ♦  las  artes  y  la  industria  entre  sus  compatrio- 
tas ,  el  nombre  de  gran  ciudadano  y  celoso  pa- 
triota liberal.  La  patria  le  debe  tributar  ua  jtuto 
bcmenage  de  reconocimiento,  sin  olvidar  que 
la  Academia  de  las  ciencias  en  París  •  lo  colmó 
de  elogios ,  publicó  á  sus  expensas  algunas  4a  tus 
obras,  y  honró  con  el  título  de  socio  corres* 
ponsal, 
.  Amable  escribió  :  Elementos  de  medicina^ 
obra  punlicada  en  México  en  1 8o  i .  Arce  escribió ; 
Instrucciones  sobre  impuestos,  obrita  muy 
apreciada  de  los  conocedores»  Avila  escribió : 
Juicio  médico  sobre  la  epidemia  de  Matlac- 
zagudj  impreso  en  México  en  i73g.  Dar  talache* 
guanaxuateose,  compfcso  y  ordenó  la  biblioteca 
del  Seminario  de  México»  de  donde  fue  colegial ; 
y  perseguido  allí  después  por  las  preocupaciones 
de  la  ignorancia  y  fanatismo,  pasó  á  un  pueblo 
á  servir  da  preceptor  de  primeras,  letras»  de 
donde  lo  sacó  el  sabio  Yela«quex  de  León ,  ins- 
tándole á  que  se  aplicase  al  estudio  de  las  ciencia* 
exactas,  cuyo  cultiva  emprendió  Bartolacbe  con 
mucho  calor  %  aprovechando  sobresalientemente 
en  las  matemáticas.  Escribió ;  i°.  Lecciones 
matemáticas \  obra  impreca  en  México  en  1769} 
3o.  Instrucción  para  la  cura  da  las  viruelas* 
3°..  Observaciones  astronómicas  del  paso  da 
Penas  por  el  disco  del  Sol ,  publicada»  en  Mé- 
xico y  en  Paria.  Bermudea  escribió  :  i°.  Cartas 
sobre  el  kernis.  su  composición  y  disolución  % 


io7 

impresa*  en  México  im  1789  ^  ^ü.  Descripción 
de  tas  pulmonías  y  dolores  de  costado  que 
afligen  d  México,  y  método  ¡pura  su  curación, 
impresa*  en  México  nn  rl  minuto  afloj  X  Me^ 
moría  médica  sobre  tercianas,  injlamaciones 
del  hígado  y  disenterias  9  impreso  en  h  mismtt 
ciudad  y  aflo  j  t\".  Cavia  apologética  del  nso  del 
vino  1  impresa  idem.  Cabrnra  escribió  :  Arte  dé 
pesar  aguas  y  de  medir  tierras,  impresa  en  Mé* 
íleo  en  t^4'f  Calva,  platero  do  profeaiotj,  mc- 
etinjeo  y  maquiniala,  construyó  rl  rolojs  gcomé* 
trico  que  nucsto  en  ni  castillejo  de  un  carro,  mide 
á  punto  H|o  la*  distancias  que  se  caminan.  No  es- 
trenó este  ingenioso  instrumento  publicamente  en 
México  con  buen  sucedí,  el  if\  de  julio  do  iy3H. 
DoflaGomsaga  Castillo,  natural  de  la  ciudad  de 
México,  literata  Instruida,  sin  afectación  y  muy 
tersad»  en  (as  matemáticas  y  astronomía,  escribió 
una  obrita  intitulada :  Ffemérides  ^alentada  al 
meridiano  de  México  ,  para  el  año  "1787  ,  Im- 
presa en  dicha  ciudad  en  175(1.  15n  su  prologo 
asegura  la  sabia  matrona,  que  en  su  tiempo  exis- 
tían en  México ,  ocho  Insignes  astrónomos  sus 
corresponsales  1  VA  marques  de  San  Cristóbal, 
hombre  aplicado  que  no  dejó  de  brillar  en  París 
por  sus  conocimientos,  escribió  :  Fuego  ftldrmo- 
nico  >  impreso  en  México  «ti  1 7/Í9.  Giertfliegos, 
nalUiense  ,  escribió  :  Posposición  jurídica  de  lo 
rpie  rírAí»  entenderse  por  tnenage  ó  afnnr  r/<» 
cttsa  ,  obrita  muy  apreciada  de  los  letrado*  y 


ao8 

digna  de  la  prensa.  Córdova  escribió  :  i°.  Modo 
de  leer  con  utilidad  los  autores  antiguos  de 
elocuencia,  impresa  en  Guatemala  en  1801  j 
2o.  Utilidades  que  resultan  de  que  los  naturales 
se  vistan  y  calzen,y  medios  de  conseguirlo 
sin  violencia,  corrección  ni  mandato;  obra 
premiada  por  la  sociedad  literaria  de  Guatemala, 
é  impresa  allí  en  1798,  y  es  digna  de  que  los 
amantes  del  fomento  y  civilización  de  los  indí- 
genas la  consulten.  Corichi  escribió  :  Disertación 
apologética  por  las  ciencias  y  las  virtudes , 
contra  la  que  escribió  Juan  Jacobo  Rousseau,  y 
y  le  premió  la  academia  de  Dijon,  impreso  en 
Puebla  en  1774. 

Ganancia  escribió  :  Tristes  ajes  del  águila  de 
México ,  escelente  poesía  impresa  en  México 
en  1759. 

Clavigero,  conocido  en  Italia  por  el  abate  don 
Franciso  Sjjterio,  natural  de  Veracruz,  hijo  de 
padres  ilustres  por  sus  virtudes  é  instrucción, 
después  de  haber  hecho  una  carrera  escolar  bri- 
llante en  uno  de  los  colegios  de  México,  an- 
sioso de  sus  adelantos  se  hizo  miembro  de  una 
corporación  ilustre ,  como  el  medio  más  eficaz 
para  conseguirlo  en  su  patria  y  ya  consumado 
humanista  leyó  en  la  ciudad  de  México  la  retó- 
rica, y  en  Morelia  y  Guadalaxara  fue  el  primero 
que  ^nseño  la  filosofía  moderna,  para  lo  cual 
compuso  un  curso  completo.  Trasladado  á  Italia, 
á  consecuencia  de  la  espulsion  de  los  jesuítas,  en- 


oonttfó  en  esta  tierra  hospitalaria  y  apreciadora 
del  mérito* aquellas  satisfacciones  capaces  de  con- 
solar en  la  desgracia  á  las  almas  sensiblcS|,y  esti* 
mular  el  estudio  y  la  contemplación  de  lanatu» 
ralésa,  á  que  se  habla  inclinado  desde  su  infan- 
cia, y  Uegó  á  ser  profundo  en  Bolonia,  en  cuya 
Ciudad! mereció  como  en  toda  la  Italia,  el  aprecio 
y  aun'la  admiración  de  los  sabios  que  lo  trataron, 
haciendo  honor  á  su  patria. 

Escribió  :  i°.  Historia  antigua  da  México , 
obra  eminentemente  clásica,  capas  por  sí  misma 
de  inmortalizar  el  nombre  de  nuestro  autor  :  su 
estilo  es  conciso ,  claro,  elocuente  y  de  una  cri- 
tica imparcial  y  profunda ,  su  erudición  amena  y 
adaptada  á  la  materia.  El  relevante  mérito  de 
esté  küugne  y  amable  escritor ,  no  solo  se  reco*í 
oocio  al  instante  en  Italia  sino  en  toda  Europa, 
eft  ¿laude  fub  encomiad*  por  muchos  eruditos  so 
obra  maestra,  como  una  Oe  las  mas  belfas  produc- 
ciones en  su  genero  que  se  habían  ~>isto.  La 
Italia,  Francia,  Inglaterra,  Alemania  y  Dina- 
marca, se  apresuraron  i  traducirla  y  reimpvi* 
mirh :  solamente  su  patria  humillada  entonces  f 
no  tuvo  esta  gloria ,  sin  embargo  de  haber  sido 
dedicado!  como  uua  prenda-,  á  la  Universidad 
de  México  *  i  ya  sea  por  la  decadencia  del  buen 
guato,,  ó  por  Ibs  desmesurados  miramientos  de  la 
política  opresora ,  y  a  pesar  de  baber  honrado  al 
historiador  con  el  estéril  título  de  doctor,  la  Uni- 
versidad la  mandó  archivar  en  el  polvo  de  su 

'4 


biblioteca!  contentándose  con  regalar  copias  al 
virrey,  al  regente  de  la  audiencia ,  ak  arzobispo 
y  á  otros  empleados  que  quizá  no  la  leerían  :  se- 
mejante falta  es  una  mancha  de  que  el  primer 
cuerpo  literario  de  México  no  se  podra  lavar  ja- 
mas. 2°.  Historia  de  Ut  California,  obra  postu- 
ma bastante  bien  escrita,  no  obstante  de  que 
siendo  poco  ó  nada  conocida  la  parte  superior  de 
aquella  península  en  aquella  época,  el  autor  no 
podia  trazar  un  cuadro  completo  y  exacto.  Esta 
obrase  imprimió  en  Yenecia  el  año  de  1789.  3o, 
Curso  completo  de  filosofía  moderna.  4o*  -&*- 
ciocinio  entre  Filaleto  y  Paleojilo  sobre  el  es- 
tudio de  la  física;  con  otras  varias  que  disponía 
el  autor,  y  no  salieron  á  luz  por  haber  fallecido 
de  55  años  de  edad  en  Bolonia.  Bianchi  Regio, 
sabio  profesor  italiano ,  rindió  homenage  al  es- 
critor en  una  carta  datada  el  a5  de  marzovde 
1781  en  esjo9  términos  :  <*  Nuestra  Europa  os  es- 
tará siembre  obligada  de  haberla  enriquecido  con 
una  obra  tan  singular,  que  tiene  aun  el  mérito 
de  estar  escrita  con  aquella  claridad  y  precisión 
que  convenia  á  tanta  verdad.  »  La  Universidad 
de  México  le  contestó  con  fecha  24  ele  marzo  de 
1786  que  se  gloriaba  de  ver  aparecer  su  nombre 
Colmado  de  honores  en  la  dedicación  de  una  obra, 
euya  doctrina  y  vasta  erudición  han  merecido 
la  admiración  de  los  verdaderos  sabios,  y  que 
aquella  corporación,  no  pudiendo  contener  den- 
tro de  sí  misma  bu  afecto,  deseando  manifestar 


•  II 

euafito  ©mimaba  aquella  granda  obra,  le»  consa- 
graban uña  eopla  al  ylrrwy,  al  ar*ohiipo,  ragante 
y  otro»  ttagUtradoa,  y  que  todo*  hablan  contal» 
tado  que  la  obra  tira  til  nrnamantn  v  daeoro  da 
aquel  ligio,  tilavigarn  no  lolamaata  roa  ua  labio 
eoniumadoy  JiiIoÍomo  InMoriador,  iilno  que  tam- 
blaa  poteyri  el  gfin^ti ,  ni  lailn,  §1  IVaneái  y  el  tot- 
ean© tas  perfectamente  bien,  como  lo  acredita  al 
habar  eierito  mi*  obra*  un  Italiano  y  en  eipañol. 
Loa  Vefaeriwauoa  deben  erigirle  ^alntiina. 

Dlaa  de  Olivare*  dmoHIiIii  i  /?/  Intimo  amlge 
del  hambre,  la  prudencia,  Imprein  ari  Madrid, 
Egulara,  autor  da  la  biblioteca  mexicana,  eieri- 
bio  ••  i*,  Opii*tmh>*  de  la*  bella*  letra*:  a», 
Materia*  hSftUmn  y  jurldlm*}  ¡K  tiermtme*  y 
práettea*  doctrínale*  t  \m  trabajo*  literario!  i 
ÍB¥eitlgaelonai  eurloiaa  da  e»ta  labio  arfifoo 
mexicano,  que  nía  al  primero  qua  dio  á'eonoeer 
aueitra  literatura ,  la  hacen  acreedor  |1  reflbae- 
cimiento  da  iui  compatriota»,  encovar  eierlbl©  ¡ 
Mod§  de  Invadir  la  oamun  enfermedad  pr§" 
señte9y*lntoma*  t¡ne  en  pila  *e  e*pertmentan 
en  h*  t\m  la  padeeen  y  han  padeelda,  Impraia 
en  Mé*lco  en  177c!.  Kiaovar  da  Saen»  eierlblo  \ 
1».  Praemdtka  getmtftrtea  y  meednlea  en  twt 
tratada* t  a».  Pe  la*  medida*  de  la*  tierra*/ 
3»,  De  la*  medida*  de  la*  mina*;  /{\  De  tñ*  de 
la*  agua*,  manumito  ourioio  en  la  librarla  dal 
padra  JMahardo. 

(tal  vea  eierlblo  trai  arte*,  6  mdtodo*  para' 


212 


aprender  la  lengua  griega  ,  hebrea  y  siriaca,  que 
poseyó  perfectamente ;  y  como  inteligente  en  la 
maquinaria,  construyó  una  pequeña  máquina,  de 
movimiento  continuo ,  según  afirman  las  gazetas 
de  México  de  27  de  mayo  de  1728,  en.  que  des- 
graciadamente murió  á  los  33  años  du  su  edad  , 
ejerciendo  la  abogacía. 

Gama,  nacido  en  la  ciudad  de  México :  fue  cele- 
brado su  talento  como  astrónomo  hábil  por  el  s**. 
Lalande,  clásico  astrónomo  francés,  en  su  obra  ti- 
tulada :  Conocimiento  de  los  tiempos.  Ademas  de 
haber  fijado  Gama  astronómicamente  la  latitud  de  * 
la  ciudad  de  México  con  bastante  aproximación, 
escribió :  i°.Descripcionortogrdficaunwersaldel 
eclipse  del  sol,  observado  en  México  el  a4  de  ju- 
lio de  1778,  impresa  en  dicha  ciudad  el  mismo 
apoj  a°.  Disertación  sobre  eluso  medicinal  de  las 
lagartija's  de  Guatemala*  impresa  en  la  misma 
en  1762  j.3*.  Inpugnacion  de  N.  sobre  el  ha* 
llazgo  de  Ja  cuadratura  del  círculo,  impreso  ea, 
la  gazeta  de  México;  4o-  Disertación  física  sobre 
Iq  ma<teriq  y  formación  de  las  auroras  boreales 
impreso  ;en  idetn  en  1790.  Escribió  nuestro  insi- 
gne amor  esta  obra,  con  motivo  de  la  rara 
aurora  boreal  aparecida  al  norte  de  la  capital  el 
1 4  da  no vieaibf  e  de  1789*  qiró  por  su  ostraordi- 
o^tíq  resplandor  consternó  al  vulgo;  5*.  Des- 
cripci&nhítfQriGa.f  cronológica  del.  calendario 
mexicano  y  la  piedra  simbólica  que  se  descu- 
brió enfa  plata  de  México  el  ano  de  1790, 


ai3 

impresa  en  179a.  En  esta  obra  de  crítica,  esplica 
Gama  claramente  el  sistema  de  los  calendarios 
mexicanos,  el  método  con  que  dividian  los  tiem- 
pos y  su  corrección  para  igualar  el  año  civil  con 
el  solar ,  y  otras  noticias  curiosas  é  interesantes 
sobre  los  conocimientos  astronómicos,  la  mito- 
logía y  ceremonias  del  culto  de  los  Mexicanos; 
en  <i8o4  se  reimprimió  en  Roma,  traducida  al  ita- 
liano; 6o.  Dictamen  sobre  el  método  en  que 
deben  comenzarse  a  contar  los  siglos,  impreso 
en  México  en  1802.  Dejó  también  este  sabio 
modesto  varios  manuscritos  y  entre  ellos  :  His- 
toria }*uadalupana ;  Cronología  completa  de 
los  Mexicanos ;  La  numérica  y  guenoniia  de 
los  mismos ;  Perspectiva  practica ;  y  otra  por  - 
cion  de  piezas ,  varios  pronósticos  de  calendarios 
insertos  en  las  diarios  de  México ,  que  acreditan 
sus  vastos  conocimientos,  aplicación  y  erudición, 
y  hacen  acreedor  á  que  se  le  repute  como  uno 
de  nuestros  primeros  sabios  y  fundamento  de  las 
literatura  mexicana.  Gama  (don  Gabriel  padre 
del  anterior)  escribió  :  De  los  contratos,  manus- 
crito apreciado  de  los  letrados ,  según  Beriüs  * 
tam,  y  por  lo  mimo  digno  de  la  prensa. 

Gamarra  escribió  :  i°.  Musa  americana ; 
3o.  Academia  filosófica,  impresas  en  México  en 
1774  J  3o.  Las  antigüedades  de  Xochicalco, 
impresa  en  Bolonia  en  1774 ;  4o  •  Errores  del 
entendimiento  humano  ,  impresa  en  Puebla ; 
5*.  Reflexiones  criticas  sobre  las  historias  es- 


ai4 

cogidas  del  viejo  testamento ,  impresa  en  Mé- 
xico en  177 1 ;  y  otra  porcioa  de  obras  místicas 
que  menciona  Berinstain  en  su  biblioteca.  La  villa 
de  Zamora  debe  gloriarse  de  haber  producido 
um  literato  tan  insigne  y  estimado  en  Italia. 
Gamboa»  xalisiense,  natural  de  Guadalaxara , 
escribió  :  i°.  Comentarios  d  las  ordenanzas  de 
minas,  obra  impresa  en  Madrid  en  * 771  y  en 
sentir  de  los  inteligentes  Españoles ,  es  de  sin- 
gular mérito ,  y  capaz  de  afianzarle  en  la  poste- 
ridad el  cqncepto  de  un  profundo  y  erudito 
magistrado;  20.  De  la  geometría  subterránea 
usada  en  las  minas  de  Europa;  3o.  Esplicacion 
por  alfabeto  de  algunas  voces  obscuras  en  los 
minerales  de  México  ;  4o-  índice  alfabético  de 
los  romerales  de  México;  5°,  Comercio  de  Mé- 
xico;  69.  Opúsculos  varios ;  manuscritos  depo- 
sitados en  la  biblioteca  de  la  catedral  de  México , 
en  cuya  ciudad  murió  nuestro  insigne  magistrado 
el  año  de  1794.  Víctima  del  despotismo  virrey  nal, 
fue  uno  de  los  arrancados  con  injusticia  y  vio- 
lencia de  su  patria ,  y  conducido  á  Madrid ,  en 
cuya  corte ,  ppr  sus  talentos ,  espíritu  de  mundo 
y  finos  modales  se  grangeó  la  voluntad  del  mi- 
nisterio y  de  los  Españoles  imparciales ,  y  por  su 
influencia ,  y  $ia  solicitarlo  Gamboa ,  á  pesar 
de  sus  poderosos  enemigos ,  se  le  restituyó  á  su 
patria  con  el  empleo  de  oidor ,  y  pobo  tiempo 
después  fue  promovido  á  regentear  ia  audiencia 
de  México.  Su  sabiduría  ,  patriotismo  y  virtudes 


9l3 

hacen  honor  á  U  ciudad  da  Guadalatara  su  pá- 
tria,  Guillan  escribió  :  Despertador  catequís- 
tico, impreso  en  México  en  17^4. 

Hidalgo  escribió  ;  ¿a  nueva  Ruth  ,  elogio  di 
la  indita  matrona  doña  María  liona  de  la  Parta , 
Imprimo  en  México  en  1764.  Hljar  Espinosa  es- 
cribió i  Historia  de  Meohoacan*  manuscrito 
en  ekarahivo  da  la  oatadral  da  Moralia  iu  patria, 

Larrhftaga  ft*e  autor  da  la  traducción  an 
mitro  ó  veno  haroyco  castellano ,  da  Publio 
Virgilio ,  verdón  clásica  Impresa  en  México  an 
1781 1  y  dal  Computo  eclesiástico  nuevamente 
ilustrado,  escrito  el  año  de  1790,  manuscrito 
existente  anal  convento  de  Ghurubusoo,  Larrea- 
tegi  escribió  :  Descripción  de  la  Castilloa  elds* 
ttoa,  impresa  en  México  en  1795.  Laso  Vega 
escribió  ;  Reglamento  general  de  las  medidas 
de  aguas  para  los  agrimensores  de  Md&lco, 
impreso  allí  en  1771,  Labandara,  xalislense, 
agrimensor  general  da  México ,  escribió  :  Pro* 
nósticos  de  lunaciones  y  temperamentos  del 
año ,  arreglados  al  meridiano  de  la  ciudad  do 
México  en  1768.  Fue  también  uno  de  los  pin- 
toras mas  insignes  que  hemos  tenido.  Legaría 
escribió  ;  iq.  Reducción  del  oro  y  ¡a  platas  as, 
Sus  leyes,  precios,  quintos  y  demás  derechos, 
Lope» ,  indígena  oaxacjueño  noble ,  literato  j 
muy  versado  en  las  antigüedades  «apotecas ,  es- 
cribió i  Triunfos  aclamados  contra  bandoleros, 
impreso  an  Puebla  en  1783, 


ar6 

•    Mendoza  escribió :  Noticia  del  cometa  des- 
cubierto al  occidente  de  Méoobco,  impresa  allí 
en  1723.  Mendoza  (doña  María),  natural  de  Gua~ 
naonato ,  escribió  :  Cánticos  devotos  sobre  los 
cuatro  novísimos,  impresa  en  México  en  180a. 
Montaña  escribió  :  i°.  Discurso  sobre  las  afini- 
dades botánicas ;  a°.  Modo  de  socorrer  á  los 
enfermos  en  las  epidemias,  en  los  cases  en 
que  no  haya  médico  que  asista ;  3e.  Informe 
*ú  gobierno  sobre  los  baños  del  Peñón,  los  de- 
sagües de  las  lagunas  f  ei  vómito  de  Veraeruz. 
Moziño  ,   natural  de   Temaacaltepec  3  bota- 
«¡00  y  literato  distinguido,  se  le  destinó  en  la 
«spedicion  botánica  de  Californias,  que  de  orden 
de  la  corte  de  Madrid  *e  emprendió ,  en  cuya 
^capital  lucio  sus  vastos  lientos,  escribió  :  t°. 
descripción  del  volcan  de  JuruUo,  en  iteróos 
latinos;  30.  Impugnación  de  ia  Mdrgileida  de 
Larrdhaga;  3o.  Respuesta  a  la  apología  de  Ja 
Ufargileida;  4°.  Cartas  y  sátiras  contra  los  Aris- 
totélicos y  escolásticos  de  mal  gusto ;  5o.  Dis- 
curso sobre  la  materia  médica,  publicado  ¿n 
1801 ;  y  las -demás  en  Jas  gazetas  de  México  de 
aquel  tiempo.  La  famosa  obra  de  botánica  titu- 
lada Flora  mexicana,,  que  él  y  sus  colaboradores 
trabajaron  y  sp  publicó  en  Madrid  así  como  su 
fpceleote  Descripción  del  volcan  de  JuruUo  en 
versos  latinos,  le  han  hecho  célebre  en  el  mundo 
científico  y  literario.  Muñoz  escribió  :  Elogios 


4117 

del  señor  fialafbx,  obispo  de  Puebla,  premiado 
y  publícalo  allí  en  17(18. 

Ooampo  escribió  :  Tratado  de  las  obstrue* 
eiome*  det  hígado ,  impreso  en  México.  Ordoflét 
Montako  eioribio  :  Arte  ó  nuevo  método  i* 
ensmyar  metalas  de  oro  y  plata  con  ley  de 
oro  por  awogue ,  Impreso  en  México  en  1778. 
Pono*  de  León  escribió  :  Refleja  sobre  el  mayor 
de  toáoslos  riesgos  en  que  imaginan  muy  pone 
hombres,  obra  preciosa  sobra  la  facilidad  de  per* 
der  el  juicio ,  impresa  en  México  en  1768* 

Portillo  Galindo  (don  Antonio  Lorenao  Lope»), 
natural  de  la  ciudad  de  Gvtadalaxara  en  el  Estado 
de  XaIísco,  en  donde  nació  el  aflo  de  t73o,  Aie 
un  prodigio  de  memoria  9  pues  solo  le  bastaba 
•leer  una  obra  para  que  se  lo  quedase  impresa , 
y  de  un  talento  tan  raro  y  sólido  que  de  veinte  y 
.tras  aflos  de  edad  defendió  un  acto  público  eñ 
•la  Universidad  de  México  9  de  muebas  horas  y 
un  tres  dias  consecutivos  9  brillando  su  talento 
*m  las  difíciles  cuestiones  que  esplanó  en  réplica 
aobM   la    teología,   jurisprudencia  y  cánones, 
por  lo  que  mereció  que  la  Universidad  le  dléée 
•1  grado  de  Doctor  en  todas  estas  ^facultades, 
disponiendo  en  aquel  acto  que  su  retrato  te  co- 
Jocara  en  el  salón  gofteral  para  estímulo  df)  la 
juventud.   El  célebre  F<4joo  lo  califtcd  por  un 
ingenio  aingular  y  A  pesar  de  que  el  antobispo 
Lorensana  lo  arrancó  arbitrariamente  de  sti  pá- 
tria ,  só  pretesto  de  que  Portillo  habia  censurado 


2l8 

una  de  sus  pastorales ,  sé  le  premió  con  una 
canqngía  de  Valencia,  en  cuya  ciudad  murió 
el  1 1  de  enero  de  1 780 ,  llorado  de  todas  las 
$l&ses,  que  por  sus  conocimientos,  virtudes  y 
caridad,  se  supo  captar.  Fue  también  matemático 
consumado;  escribió  :  Oración  inaugural  de  la 
Academia  de  San  Carlos  de  Valencia ,  en  la 
primera  y  pública  distribución  de  premios  que 
SUS  socios  hicieron  a  los  alumnos  de  las  tres 
nobles-artes,  impresa  en  Talencia  en  1773  y  una 
porción  de  panegíricos  escelentes  de  varios  perso- 
nages,  en  Jatin  y  castellano,  impresos  en  México. 
Su  vida  escrita  por  el  jesuíta  veracruzano  Luis 
Maneíro,  se  imprimió  en  Bolonia  en  1791 ,  y 
en  ella  se  encuentran  noticias  muy  curiosas  é 
interesantes  de  la  literatura  y  virtudes  de  este 
insigne  Xalisiensé  ornamentos  de  su  patria.  Por- 
tillo, primo  del  canónigo,  escribió  :  Vida  alegre, 
ó  máximas  para  sufrir  con  serenidad  todo  gé- 
nero de  sucesos,  obra  razonada  y  juiciosa  que 
ha  merecido  aprecio,  impresa  en  Madrid  en  1795. 
Quiles  Galiado,  obispo  de  Nicaragua,  escribió : 
De  la  situación,  climas,  montes,  ríos,  puer- 
tos y  costas  de  las  islas  occidentales,  impreso 
en  Madrid  en  1707.  Rivadeneira  escribió  1  El 
pasatiempo ,  poema  endecasílabo  en  i4  cantos, 
que  comprende  los  mas  notables  sucesos  desde 
la  creación  del  mundo  hasta  el  reynado  de  Fer- 
nando YI,  rey  de  España,  obra  que  si  no  está 
muy  arreglada  al  arte ,  es  regular  y  sobre  todo 


de  mucho  trabajo ,  #e  imprimió  en  Madrid  ea 
1752.  Revilla  escribió  :  Lunares  regulares  del 
meridiano  de  Puebla,  jr  noticias  astronómicas 
interesantes  d  la  agricultura,  d  la  medicina/  4 
la  náutica,  impresa  en  Puebla  en  1753.  Rojas  y 
Rocha  (doña  Elvira)  escribió  :  Versión  para- 
frástica, ó  sea  el  himno  Stabat  Mater  ,  impresa 
en  México  en  i8o3.  Ruiz  de  León  escribió  :  i°. 
JLa  Tebaida  indiana  :  es  una  descripción  del 
desierto  de  los  carmelitas  de  México;  a°.  La 
Hernandia ,  poema  heroico  de  la  conquista  de 
México  f  impreso  en  Madrid  en  1755.  Este 
poema  épico  no  se  puede  comparar,  dice  con 
razón  Berinstain,  a  los  que  á  imitación  de  la  Iliada 
de  Homero  y  la  Eneida  de  Virgilio,  compusieron 
los  poetas  mas  célebres  de  Europa  j  y  si  en  la 
Jerusalen  del  Taso ,  en  el  Paraíso  de  Mil  ton  9  en 
la  Luisiada  de  Camoens,  en  la  Herniada  de  Vol- 
taire,  Araucana  de  Ercilla  y  últimamente  en  otras 
muchas  se  notan  grandes  defectos ,  seria  exijir 
demasiado  que  las  leyes  de  la  difícil  epopeya,  se 
hubieran  llenado  por  un  poeta  mexicano  del 
siglo  XVIII ,  retirado  y  aislado  en  el  campo,  y  á 
.  estas  causas  y  no  al  ingenio  del  autor  deben  atri- 
buirse los  defectos  que  los  críticos  modernos 
demasiado  severos  han  encontrado  en  la  Her- 
nandia, la  que  no  obstante  su  estilo  y  pensa- 
mientos metafísicos,  mereció  en  su  tiempo  un 
elogio  bellísimo  del  poeta  español  Lugano ,  afir- 
mando que  el  poema  de  Ruiz  contiene  conceptos 


profundos ,  muchas  sentencias ,  reflexiones  dis- 
cretas y  rasgos  originales.   ' 

Salvatierra  escribió  :  i°.  Circulo  astronómico, 
impreso  en  México  en  1 756j  20.  Esplicacionpara 
sacar  por  las  reglas  de  aristmética  el  cómputo 
eclesiástico  y  las  fiestas  móbiles,  impresa  en 
idem  idem.  Sopeña  escribió  :  i°.  Elementos  de 
astronomía,  impresa  en  México;    20.  Curioso 

.  catálogo  y  serie  legitima  de  los  Sumos  Ponti- 

fíces ,  sus  hechos  principales  y  sucesos  de  su, 
tiempo  y  impreso  en  México  en  1767;  3o.  Catá- 
logo y  serie  de  los  reyes  de  España,  con  la 
noticia  de  sus  hechos  principales ,  impreso  en 
idem  idem.  Soria ,  ingenioso  y  modesto  poeta 
dramático ,  escribió  las  comedias  regulares  si- 
guientes :  i°.  Guillermo  duque  de  Aquitania; 
2°.  La  Mágica  mexicana;  3o.  La  Genoveva,  y 
otras  varias  que  se  han  represantado  en  México. 
Toxica  tradujo  él  Virgilio  ál  castellano  en  verso 
elegante ,  y  habiéndolo  enviado  á  España  con  el 
obispo  de  Puebla  Fuero,  pa^a  que  se  sujetase  á 

•  la  censura  de  los  sabios  y  se  diese  á  luz  ,  varios 
eruditos  españoles  la  aprobaron;  pero  según 
Berinstain,  no  se  ha  publicado.  También  tradujo 
ál  español  la  Carta  ovidiana  de  Dido  á  Eneas. 

"Torres  Moreno  escribió  :  Juicio  imparcial  sobre 
la  disputa  suscitada  acerca  de  si  es  saludable 
ó  perjudicial  el  trigo  llamado  álbitto  ó  blan- 
quillo, impresa  en  México  en  1777. 

Vega  escribió   :  Pronóstico  de  temporales. 


según  la  altura,  longitud/  meridiano  de  Mé- 
xico, impreso  allí  en  1757.  Vega  escribió  :  Dis- 
curro oritioo  sobre  el  uso  da  las  lagartijas  de 
Guatemala,  oomo  especifico  contra  el  canoro 
y  otros  males  venéreos,  impreso  en  México  en 
178a.  Velasco  Arellano ,  singular  ingenio  mexi- 
cano, escribió  :  i°.  Triunfo  de  Felipe  V,  poema 
heroico,  impreso  en  México  en  171 3j  20.  llanto 
por  la  muerte  del  delfín  de  Francia,  impreso 
idem  idem,'  3°.  Desengaño  moral  en  selva  libre, 
impreso  en  1711  en  idem;  4d<  Estimulo  cris- 
tiano, canto  moral  impreso  en  idem.  Villaseflor 
escribió  :  i°.  Informes  sobre  la  rebaja  de  pre- 
cio del  azogue,  que  solicitan  los  mineros,  im- 
preso en  México  en  17 12;  a°.  Observación  del 
cometa  que  apareció  en  México  en  los  meses 
de  febrero  /  marzo  de  174^1  impresa  allí  el 
mismo  afloj  3o.  Teatro  americano,  impreso  en 
México  en  1746»  Esta  obra  fue  mandada  escribir 
de  orden  de  Felipe  V,  en  tiempo  del  virrey,  conde 
Fuenclara ,  y  á  pesar  de  que  algunos  Europeos 
tratan  al  autor  mexicano  (oficial  mayor  de  la 
contaduría  de  tributos,  é  inteligente  en. el  ratnp 
de  hacienda)  de  compilador,  es  paitante  aprecia- 
ble  por  su  estilo  castizo,  trabajo  y  curiosaapotidias. 
Velaaque*  de  León ,  nacido  en  el  pueblo  Ti- 
sicapam  (Estado  de  México),  escribió  :  i°.  ¿fo* 
presentación  por  el  Tribunal  de  minería  sobre 
que  tas  utensilios,  pertrechos  jr  demos  efectos 
que  inmediata .  ó  directamente  conducen   al 


/ 


%11 

laborío  de  las  minas,  no  causen  alcabala,  im- 
presa en  México  éa  1781 ;  20.  Discurso  dirigido 
al  virrey  de  México  en  febrero  de  1771  sobre 
el  beneficio  de  las  minas  del  sur  de  Californias 
jr  demás  de  México,  manuscrito  existente  en  la 
biblioteca  de  la  catedral.  Este  sabio  ejecutó  ob- 
servaciones astronómicas  sobre  el  eclipse  de  la 
luna  en  Californias,  de  una  exactitud  tan  cabal , 
que  admiro  al  sabio  astrónomo  francés  Cbappe , 
su  concurrente ,  y  emprendió  trabajos  geodés- 
icos grandios ;  formado  por  sí  mismo ,  supo  á 
costa  de  su  laboriosidad  é  ingenio,  construir 
instrumentos  matemáticos ,  y  escitar  á  sus  com- 
patriotas al  estudio  de  las  ciencias ,  y  turo  la 
gloria  de  fundar  el  Tribunal  de  minería ,  siendo 
el  que  mas  se  interesó  en  el  fomento  de  este 
ramo;  así  pues  creemos  que  los  literatos  y  mine- 
ros mexicanos  le  deben  una  estatua. 

Zamora  escribió  :  i°.  Descripciones  poéticas 
para  el  uso  de  las  escuelas  de  letras  humanas 
de  México,  impreso  varias  veces;  20.  Epigra- 
mata4atína,  obra  clásica  escrita  en  latín  en  elogio 
de  Luis  XIV,  impresa  en  México  en  1728.  Zu- 
maga  :  este  Mexicano,  p".,  tradujo  al  castellano 
y  puso  en  música  varias  óperas  italianas,  en 
tiempo  del  virrey  duque  de  Linares  :  dos  de 
etta's  soá  :  el  Rodrigo,  drama  que  se  representó 
é  ítnprimio  en  México  en  1718;  La  Partenope  : 
abitas  sé  representaron  en  el  palacio  del  virrey, 
y  la  última  se  imprimió  también  en  1711.  Zu~ 


**3 

fltga  ( dofla  Ana  María )  f  nacida  en  la  dudad  da 
Mélico,  literata  amena,  ingeniosa»  aguda  y 
pronta»  compitió  con  los  poetas  mas  celebres  da 
su  tiempo  i  con  quienes  entró  en  certámenes, 
llevándose  muchos  premios,  escribió  i  i°,  Flo- 
rido ramo ,  canción  devota  impresa  en  México 
en  1748;  a°.  Enjugado  llanto  de  Melpomene, 
en  la  jura  de  Fernando  Vl>  impreso  en  Mélico 
en  1760)  3°.  Resucitadas  glorias  de  la  hermosa 
Callope ,  en  celebridad  del  mismo  monarca, 
impreso  tdem  ídem . 

SIGLO  XIX. 

¿acárate  escribió  :  t°.  Poema  heroico  en  oe- 
Ubridadde  la  colocación  de  la  estatua  ecues* 
tre  en  la  plaza  de  México  >  Impreso  en  dicha 
ciudad »  afto  de  i8o4|  a°.  Apuntamientos  parm 
¡a  historia  de  la  literatura  de  México  ,  manus- 
crito 1  3°.  Ensajro  panegírico  é  histórico  deb 
mérito  de  los  sujetos  distinguidos  en  México1* 
La  literatura  y  el  buen  gusto  de  este  Metioano 
distinguido,  nos  ofrecen  bastantes  conocimiento* 
en  estas  dos  obritas  que  se  deben  apresurar  ȇ 
imprimir  los  amantes  de  las  letras.  Barrasabal 
escribió  :  Trafalgar  y  Buenos* Ayres  >  raigo 
poético  en  dos  cantos ,  impreso  en  México  en 
t8o4i  y  otras  poesias  muy  estimadas  de  toe 
amantes  de  las  musas,  publicadas  en  el  diario  de 
Mélico.  Barquera  f  poeta  dramático  »  escribió  i 
t*.  La  delincuente  honrada,  6  Polibaquett 
a*.  La  seducción  castigada ;  3°.  El  triunjb  dé 


a*4 

la)  educación.  También  escribió  en  puosa  i* 
obríta.  intitulada  ;  Curso  completo  de  la  litera* 
turada  una»  niña,  cuyos  manuscritos  mere  cerneen 
e  geminados  y  darse  á  la  prensa.  Bu*  temante  (do» 
Carito*  Maria),  escritor  laborioso»  erudito  literato» 
y  magistrado  noto  r  escribió  :  Cuadro  histórico* 
déla  revolución  de  la  república  mexicana, 
obra  estimada  y  muy  curiosa  ¿interesante  por 
loi  importante*  documento*  que  el  infatigable 
autor  le  ba  reunido;  *e  bao  impre*o  vario*  tomoa 
en  México ,  y  *e  ligue  publicando.  Se  ba  beobeí 
de  ella  un  estracto  y  publicándose  en  Lo  adre* 
batiendo  bonor  i#u  autor*  Berin*tain  e*cribib  : 
Biblioteca  hitpano -americana,  obra  curiosa  poft 
el  adopto  de  notioias  que  reúne,,  de  la  cual  *e  bao 
sacado  lasóme*  de  eatfc  resefta;  pero  es  sensible  que 
este  autor  en  su*  prólogo  se  haya  estraviado  tanld 
«apolítica,  y  del  verdadero  amor  y  la  felicidad 
de, su  patria.  Ruatamante,  célebre  naturalista^ 
botánico*  matemático' y.  químico»  catedrático  dé 
química.  deLeolegk*  de  minería  de,  México  :  hájs 
noticias  de  algpuos»  escrito*  de  este  sabio  f.  que  no 
*e<handedoa.lue,  ,   " 


i 


fm 


«  Cab  rHlo  «se  wbio  entre  otra*  cosas :  Historia  ge* 
uertddti' JUémíeoenm  libro*.  Esta  obra  curiosa 
mea  sé  pub  l  toó  i. porquera  opuso  el  fiscal  de  la 
abdiénola,  árpretesüfr  de  que;  ora*  necesaria,  la 
liniMüiii  del  consejo  de; Indina. •  De;  ella *e  podría 
sacar  un«toélentee*tracto,  particularmente  desde 
la  época  de  la  conquista  basta  el  principió  de 


*m5 


la  revolución  >  ó  imprimirse  4  espensas  del  go- 
bierno para  el  uso  de  1a  j  uve  alud  en  los  colegios. 
LardUabal  (don  Manuel)  escribió  ;  Discurso 
sobre  las  penas  contrahidas  d  las  leyes  crimi- 
nales de  España  ,  impreso  en  Madrid  en  176111 
ta  donde  fue  celebrada  como  obra  maestra  por 
su  profunda  lllosoíla ,  erudición  y  sentimientos 
humanos.  Lardieahal  ( don  Miguel ,  hermano  del 
anterior)»  hombre  de  listado  f  escribió  ;  i",  apo- 
logía de  los  Agotes  de  Navarra  y  los  Chuelas 
de  Mallorca,  impresa  en  Madrid  cu  178G) 
2°i  Apología  del  mdtodo  de  estudios  del  semi- 
nario de  Hergara,  de  su  enseñanza  jr  dirección, 
Impresa  en  Victoria  en  iBoüj  >.  Amo  impor- 
tante /urgente  d  la  nación  española;  4".  Juicio 
imparcial  de  sus  corles  >  impreso  en  la  Corulla 
en  181 1.  Lisardi  escribió  ;  Vida  de  Periquito 
Sarniento,  crítica  ingeniosa  de  ciertas  costum- 
bres bizarras  de  los  Mexicanos.  Es  obra  de  bas- 
tante mérito;  se  encuentran  rasgos  de  originalidad 
y  sátira  íiua  9  que  la  asemejan  de  algún  modo  á 
muchos  de  los  pasages  del  célebre  don  Quijote , 

Íf  con  particularidad  ai  (i turnan  de  Alfarachoj 
mpresa  en  México  en  iHut . 

Mier  (cid01".)  celebre  patriota,  natural  de  Mon- 
terrey, escribió  :  1".  Sermón  panegírico  en  las 
exequias,  o  dedicación  de  la  tumba  de  Hernán 
Cortés,  obra  completa  de  elocuencia  y  erudición; 
*■»•  (hla  ó  carta  en  verso  sublime,  dirigida  desde 
au  prisión  en  un  convento  de  España ,  al  ilustre 


aa6 
Jovellaooa  ,  siendo  ministro  de  gracia  y  justicia, 
escrita  coa  bastante  gracia  y  nobleza  de  estilo , 
que  le  valió  su  libertad;  3o.  Cartas  al  Español 
en  Londres,  obra  crítica  y  muy  curiosa  por  su 
erudición;  4o-  Instrucciones  d  los  patriotas 
mexicanos ,  dirigidas  al  general  Victoria.  Esta 
obrita  escitó  el  patriotismo  y  amor  á  la  indepen- 
dencia de  sus  compatriotas ;  5°.  Contestación  d 
la  ensiclica  de  León  XII,  cuyo  opúsculo  le  me- 
reció el  concepto  de  los  sabios  de  buen  gusto  en 
América  y  en  Europa. 

Navarrete ,  insigne  poeta ,  comparable  según 
unos  y  superior  según  otros ,  á  los  poetas  espa- 
ñoles Melendez  y  Gienfuegos ,  escribió  :  i°.  el 
inmortal  poema  titulado  :  Poema  de  la  divina 
Procidencia,  obra  maestra  en  el  arte,  y  tan 
sublime  y  elevada  ,  que  su  lectura  escita  la 
admiración  de  sus  nobles  pensamientos ,  y  un 
profundo  respeto  al  ojo  invisible  que  sostiene 
y  dirige  el  Universo,  y  es  el  embeleso  de  las 
personas  de  buen  gusto  y  piedad  ,  impreso  en 
México  en  i8o8j  2o.  Panegírico  en  octavas 
reales  de  la  Virgen  de  la  Concepción ,  impreso 
ídem  idem.  Este  poeta  admirable  y  eminente 
hubiera  ilustrado  aun  á  su  patria  con  otras  obras 
clásicas  ,  si  la  parca  no  le  hubiese  privado  de  la 
vida  á  los  treinta  y  nueve  años  de  edad  en  1809. 
La  villa  de  Zamora  su  patria,  que  no  es  el  único 
hombre  grande  que  ha  producido»  debe  gloriarse 
de  contar  entre  sus  hijos  á  este  religioso  inmortal. 


Ochoa  y  Aria  escribió  :  Canoion  famosa  de 
la  vista  de  un  desengaño,  poesía  estimada,  im- 
presa en  México  y  Puebla.  Oletea  ,  célebre 
matemático ,  colaborador  do  los  trabajos  geo- 
détiioos  que  el  harón  do  Humbolt  emprendió 
aunque  imperfectamente ,  para  arreglar  la  itrea 
de  México.  Ocboa  tradujo  del  latía  en  verso 
heroico  s  las  ff ¿raídas  de  Pirgilio,  con  tanta  ele- 
gancia y  bel  lesea  do  estilo  ,  que  al  leerlas  parece 
que  aventajó  al  poeta  latino ,  y  se  han  caliHcado 
por  los  literatos  de  gusto  de  Europa  ,  que  la  han 
examinado ,  por  una  versión  maestra  y  original. 

Piohardo  escribió  :  Demarcación  de  los  llmi~ 
tes  de  Tvonas  con  la  faiisiana,  y  otros  opúsculos 
•obre  geografía  y  antigüedades  de  Mélico ;  reu- 
niendo una  de  las  bibliotecas  mas  curiosas  é 
interesantes  de  manuscritos  raros.  Quintana  Roo, 
poeta  eminente  y  profundo,  escribió  :  Oda  de  la 
independencia,  y  otras  pocsias  sueltas  de  buen 
gusto  i  impresas  en  los  diaros  de  México.  San- 
doval ,  noble  y  erudito  mexicano  neto,  escribió  : 
Arte  de  la  lengua  mexicana  .  impreso  en  Mé- 
xico en  tBto. 

Taglo ,  ingenio  noble  y  sublime ,  quien  por 
tu  purexa  de  pensamientos  elevados ,  y  su  elo- 
cuencia y  estilo  canuto,  ha  contribuido  (\  res- 
taurar el  bello  gusto  de  la  poesia ,  deeaido  última- 
mente en  México,  escribió  :  i°.  <Ma  en  elogio 
de  la  lealtad  de  los  Mexicanos ;  -r\  Oda  en 
elogio  del  barón  de  Humholl ;  >.  Oda  a  la. 
gloría  inmortal  de   los  valientes  Españoles; 


2*8 

,4o-  La  infelicidad  humana;  5o.  El  rompimiento 
de  la  libertad ;  6o.  Varias  poesías,  de  escelente 
gusto,  en  obsequio  de  la  independencia  de  su 
patria,  una  de  ellas  publicada  en  el  Cuadro 
histórico  ;  70.  Oda  en  elogio  de  la  estatua 
ecuestre  de  México.  También  tradujo  con  pri- 
mor del  italiano  al  español ,  el  Estío  y  la  Pajino  - 
día  &l  Me  tas  t  asió.  Todas  estas  obras  han  sido 
impresas  en  México  desde  1 8o3  hasta  1 8 1 1 . 

Téran,  general  de  la  república,  genio  juicioso, 
aplicado  y  muy  aprovechado  en  las  ciencias 
exactas ,  y  en  las  que  dicen  relación  con  la  car- 
rera militar ,  que  abrazó  en  defensa  de  su  patria 
desde  los  primeros  dias  de  la  guerra  de  indepen- 
dencia ó  insurrección,  abandonando,  siendo  aun 
muy  joven ,  su  reposo  y  el  estudio  del  colegio 
de  minería  por  servir  á  tan  noble  causa,  ha  hecho 
varias  observaciones  astronómicas ,  fijado  las  la- 
titudes de  muchos  puntos  de  la  provincia  de 
K  t  Texas  y  el  Estado  de  Nuevo  León ,  y  escrito 

escelentes  informes  y  efemérides  de  aquellas  re- 
giones, que  el  público  debe  desear  se  impriman. 

Gorostiza  (don  Eduardo)  ha  escrito  varias  co- 
medias ,  algunas  de  ellas  de  un  gusto  delicado , 
que  han  merecido  aplausos  en  los  teatros  de  Es- 
paña y  aprobación  de  los  conocedores :  este  esce- 
Jente  poeta  dramático  publicó  la  colección  de  sus 
piezas  en  dos  tomos ,  en  la  ciudad  de  Bruselas. 

ARTISTAS. 

Lavandera  floreció  en  la  capital  de  Xalisco  y 
en  México  como  pintor,  y  es  regular  que  en  un* 


•  •*■» 


y  otra  dudad  se  encuentren  »u»  obra»  de  pintura 
muy  elogiada»  en  »u  tiempo. 

Cabrera,  nativo  do  Ouxaca,  y  ademan  indígena 
Mapoteca  i  célebre  pintor,  que  no  tuvo  man  dea- 
gracia  para  que  bu  gloria  qucdnse  obscurecida  y 
»U»  obra»  sepultadas  en  el  olvido ,  que  haber 
florecido  en  México.  Su  infinidad  de  obra»  clá- 
alcaí  le  encuentran  en  Mcxioo ,  Puebla  ,  ¿Tasco 
y  otro»  punto» ,  y  al  examinarla»  »c  confirman 
•ü  genio  y  e»traordinario»  talento»  j  por  tnanera 
que  le  le  debe  con  justicia  el  sobrenombre  del 
Rafael  mexicano. 

Xuares  i  nativo  al  parecer  de  Puebla  :  lo»  cua- 
dro» que  »e  encuentran  en  lo»  ángulo»  del  claus- 
tro alto  del  convento  de  Han  Francisco ,  y  un 
medio  punto  de/  lo»  de»po»orio»  de  Han  Jo»e , 
existente  en  la  iglesia  de  la  Profesa ,  son  obra» 
maestra»  y  en  Moma  »e  considerarían  como  un  te» 
soroi  Ttllalpando  e»  recomendable  por  lo  mucho 
que  trabajó,  aunque  no  poseyó  im  pincel  tan 
hermoso  y  correcto  como  lo»  anteriores.  Vallejoj 
de  la  escuela  de  Cabrera  :  lo»  cuadro»  de  este 
pintor  existente»  en  el  convento  de  carmelita» 
de  San  Joaquin,  manUle»tan  que  »u  manera  el 
franca  y  agradable.  I  totora  >  nativo  de  México, 
e»  pintor  de  mucho  mérito  ,  y  »e  encuentran  de 
él ,  aunque  en  pequeño  ,  pintura»  muy  buenas , 
que  en  «tro  teatro  hubieran  desmeollado  mas 
en  grande  su  genio»  hopea,  nnturat  dn  Mónico, 
y  eéNHft?  pintor  de  la  escuela  de  Cabrera  ;  si  d 


a3o 

este  artista  se  le  hubieran  proporcionado  obras 
en  que  ejercer  su  habilidad,  se  habría  reproducido 
otro  Cabrera.  Saenz,  nativo  de  México,  dejó 
muchas  obras  clásicas ,  especialmente  al  temple* 
en  la  iglesia  de  la  soledad  de  Santa  Crue  :  también 
acompañó  al  director  de  la  Academia  de  San 
Carlos  de  México ,  Ximenez  ( español  de  mu- 
cho i^érito )  á  pintar  la  cúpula  de  la  catedral ,  y 
él  trabajó  enteramente  el  grupo  donde  se  halla 
San  Miguel,  que  desgraciadamente  no  concluyó 
sorprendido  con  la*  muerte ;  pero  lo  poco  que 
terminó  acredita  su  raro  talento. 

Gutiérrez  ,  pintor  de  mucho  mérito  ,  pero  en 
la  miseria  t  siempre  estuvo  obligado  á  asalariarse 
al  lado  de  otros  pintores  menos  clásicos,  y  al 
fin  muño  pidiendo  limosba.  En  la  Academia  de 
bellas  arles  de  México ,  existe  un  san  Garlos 
Borromeo ,  que  es  un  testimonio  de  su  natura- 
lidad y  buen  gusto.  Esquivel,  natural  de  México: 
existen  muchas  de  sus  obras;  las  mas  sobre** 
salientes  son  las  del  claustro  del  convento  de  la 
Merced ,  comparable  en  muchas  cosas  de  su  pin- 
cel ,  al  gran  Gabrera ;  su  gloria  hubiera  sido  in- 
mortal si  no  hubiera  hecrfio  de  su  noble  arte  el 
instrumento  único  para  nacer  dinero.  Sendejas, 
nativo  de  Puebla*  pintor  recomendable,  de  quien 
se  encuentran  muchas  cabezas  de  vírgenes  de 
bella  y  suma  proporción  de  estilo ,  aunque  un 
poco  timido.  Gora ,  nativo  de  Puebla  ,  escultor 
distinguido ,  dejó  muchas  obras  clásicas,  y  entre 


*3l 

ella*  la  Wrgen  del  (¿armen  del  oouveuto  de  Mó# 
nieej  ltt  tanta  Tereaa  y  »an  I \liim  del  mi*mo  eou- 
vento,  le  deben  apreciar,  Pul  i  no  intloliuque, 
indígena»  nativo  de  Mómco,  eécultor  ^ólulira  t 
miy&l  inAnitai  obra*  dejan  oonoeer  iu  genio  y 
pfttudlo,  pudfóudofte  citar  como  modelo*  mochil 
«fttttua*  entre  lo*  muiln*  do  loi  altare*  do  1a  Pro- 
íeía,  en  el  retablo  itinyov  da  i'uebla,  llamado 
vulgarmente  Ci^iín ,  y  en  la  capilla  da  tienta 
Turma,  Si  e*te  brmemrirlto  artista,  digno  de 
mejor  tuerto  y  do  la  protección  del  gobierno , 
hubiera  florecido  entiuropa,  merecería  el  renom- 
bre de  Canoha  j  pero  reducido  á  una  mezquina 
«ubiirteneia  ,  eu  ve*  do  haber  «ido  nombrado 
director  do  la  Academia  de  noble*  arlen ,  *e  ba 
viito  obligado  a  *alir  a  ti  abajar  á  lo*  pueblo*  para 
proeumr  la  *ub*i*teneia  din  una  crecida  familia  j 
tea  Uu*tre  anilla  como  buen  patriota,  en  medio 
de  mié  e*ca*cce* ,  en  publieo  que  contribuye  al 
fomeato  4e  la*  cicuela*  de  alguno*  lunarejo»  j  y 
aunque  mu  genio  tímido  y  mode*lo  lo  aUJau ,  el 
gobierno  debe  ¿guarió  del  olvido,  *eguro  de  que 
#*eUado ,  lera  uuo  de  lo*  e*eullore*  ma*  «obre» 
caliente*  del  *iglo  ¡  él  tuvo  parte  activa  eu  la  í\m- 
djgion  de  la  fiebre  e*latua  de  'folia. 

Kohaudia  y  (Caballero  ion  inteligente*  arqul- 
tectol,  y  li  *e  bj*  hubiera  estimulado  ,  hubieran 
iluMradn  uun  *u*  obra*  a  *u  pa(*  j  |>cu<o  uo  pu- 
djeotkt  *uh*i*tir  de  un  oilciu  lau  noble ,  *?»lo  y 
bu  oircuuetencia*  los  condujeron  á  abraia»'  la  car* 


rera  militar.  Paz  no  dejó  de  ser  sobresaliente 
"arquitecto. 

Ño  se  debe  olvidar  el  bello  sexo  mexicano,  que 
así  como  hizo  progresos  en  la  literatura ,  ha  so- 
bresalido en  las  nobles  artes.  Los  retratos  en  mi- 
niatura de  la  ex-marquesa  de  Villahermosa , 
pueden  presentarse  en  las  mejores  esposiciones 
de  Paris  y  Roma ,  tanto  por  lo  parecido  de  los 
individuos  que  retrata  esta  señora ,  como  por  el 
hermoso  colorido  y  lo  bien  empastado  del  tra- 
bajo; en  suma,  las  obras  de  esta  escelente  pin- 
tora pueden  entrar  en  competencia  con  lo  que 
la  Europa  ha  producido  de  mejor  gusto.  Doña 
Juliana  Azcarate  y  Pedraza  merece  una  atención 
particular  en  sus  obras ,  sobre  todo  las  de  flores. 
La  ex-marquesa  de  San  Román,  directora  hono- 
raria de  la  Academia  de  México,  ha  ejecutado  al 
olio  pinturas  escelentes,  que  existen  en  la  sala  de 
juntas  de  la  Academia,  y  hacen  honor  á  suautbr. 

No  sera  fuera  del  cfaso  tributar  aquí  un  justo 
homenage  de  gratitud  á  los  Mexicanos  que  ,  sin 
ser  artistas,  han  protegido  y  protegen  á  las  bellas 
artes ,  y  entre  ellos  se  deben  contar  el  señor 
Pérez,  obispo  de  la  Puebla ,  que  contribuyó  hasta 
su  muerte  para  sostener  la  Academia,  ademas  de 
su  influencia  ,  con  200  pesos  mensuales,  y  formó 
una  escelente  galería  de  cuadros  de  todas  las  es- 
cuelas ,  sin  pararse  en  precios ,  evitando  de  este 
modo  que  los  estrangeros  estragesen  muchos.de 
los  de  nuestros  autores,  y  algunos  de  los  del  cé- 


a33 

lebre  Murillo ,  que  poseía  en  su  colección  el  li- 
cenciado Cristo.  El  señor  don  Francisco  Tagle 
ba  desplegado  también  los  mayores  esfuerzos,  á 
fin  de  que  el  gobierno  protegiese  á  la  Academia 
y  á  los  pocos  artistas  que  quedaban.  Don  Garlos 
Icita  es  también  acreedor  á  nuestro  reconoci- 
miento por  la  galería  que  reúne ;  lo  mismo  que 
don  Francisco  Fagoaga  y  don  Agustín  Pagasa , 
estimulando  á  la  vez  el  buen  gusto  de  los  Mexi- 
canos y  la  estension  de  1$£  artes ,  así  como  lo 
ejecutó  el  ex -marques  de  Guardiola  mientras 
vivió,  -:    " 

£1  justo  elogio  que  el  señor  Beltrami,  viagero  Iz+t,  l&* 
juicioso é instruido,  tributa  al  mérito  de  los  artistas 
mexicanos  mas  célebres ,  de  todas  las  épocas  ,  y 
á  sus  distinguidas  obras,  nos  parece  preferible  al 
juicio  que  nuestras  escasas  luces  podian  formar 
para  terminar  el  cuadro  estadístico  de  tan  reco- 
mandable  materia.  El  está  pintado  con  inteligen- 
cia, veracidad  y  exactitud,  y  es  textualmente 
como  sigue  : 

«Después  déla  conquista,  el  primer  artista 
europeo  que  trajo  á  México  estos  conocimientos 
( el  primero  á  lo  méños  que  he  podido  hallar  en 
mis  investigaciones),  fue  un  tal  Arteaga.  Un  cua- 
dro suyo,  la  visitación  de  la  Virgen,  en  Santa 
Teresa  la  antigua ,  hace  conocer  que  su  pincel 
pertenecía  á  este  estilo  elevado  ,  espresivo  y  sor- 
prendente que  distinguía  entonces  á  la  escuela 
1  española.  Era  también  arquitecto ,  y  puede  ser 


%4 

*  •  i     t  §         i 


*34 
que  á  él  se  deba  la  mayor  parle  de  los  edificios 
de  la  ciudad.  Se  cree  que  un  Indio  llamado  Tel- 
pochtepico,  á  quien  se  cree  autor  de  mis  i4  cua- 
dros cronológicos ,  estudio  con  cfcte  artista  9  ha- 
ciendo grandes  progresos  :  este  indio  era  de 
Méchoacan ,  la  Ática  del  antiguo  México. 

»  Oistüvai  Yillalpando  vino  después ,  siendo 
igualmente  pintor  y  arquitecto.  En  San  Agustín 
y  San  Francisco  se  ven  escelen  tes  pinturas  suyas; 
y  si  es  cierto  que  4  p'an  de  Ia  iglesia  de  San 
AgttStin  sea  obra  suya,  se  le  puede  tener  sin 
replic%.por  el  Paladio  de  su  nación.  En  mi  con- 
»&  ^  cepto ,  es  el  edificio  mas  atrevido  y  magestuoso 
de  México  ."Pintó  en  Zelaya ,  Querétaro  y  otros 
puntos ,  donde  causó  su  pincel  la  mayor  admi- 
ración. 

y  El  reverendo  Padre  prior  de  los  Agustinos 

me  enseñó  un  cuadro  ó  pintura  sobremadera  que 
se  deja  abandonado  al  polvo  en  un  corredor  del 
convento.  Este  padre  k>  atribuye  á  Villa!  pan  do, 
sin  pensar  que  tal  vez  sea  una  de  las  mejoras 
«obras  de  Morillo.  El  cuadro  representa  un  san. 
4*edro  arrepentido  de  haber  negado  tres  veces  al 
<Sefiof«  En  él  sé  vé  la  grosería  y  la  debilidad  de  un 
humilde  pescador,,  el  arrepentimiento  humano 
tundo  á  una  divina  esperanza  que  deja  ver  en  é\x 
temblante  la  gracia,  precursora  del  Espíritu 
Santo  ,  que  debe  residir  en  su  alma.  La  postura 
y  vista  del  gallo  espresan  todos  las  amargas  re- 
convenciones qoe  le  traspasan  el  corazón  por  mi 


fHWlMMW  v  vi' 


»S6 

panto  digno  y  penetrante.  Lo  riw  sombrío  y 
triste  ea  la  soledad  da  la  escenu  i  la  vi^tb  «a  pasea 
allí  aun  la  mai  proflmda  contemplación  entre 
)on  Arbolas  apifeutas  y  eu  medio  da  mil  cuevas  y 
rouas,  Lo  romanesco  y  sublima ,  lo  terrestre  y 
eelastial ,  todo  anta  pintado  del  modo  mas  sor- 
prendente ,  y  su  argumento  recuerda  eou  vara* 
asprestan,  otros  tanto*  apóstolas  que  en  nuestros 
dú»  i  niegan  por  sus  nefandas  acciones ,  á  esté 
divino  Redentor  que  sin  oesar  ofrece  su  hipo** 
créala  á  los  damas  nomo  modelo  que  deben  iml* 
ta*t  Si  algún  amigo  nuestro  viene  A  Mellen ,  no 
deje  da  ver  asta  obra  maestra  del  arte ,  en  aaso 
da  que  esté  aun¡  paro  me  temo  que  mis  freoueu* 
ten  visitas  hayan  raaUado  damasiado  su  preciar 
y  mérito  á  los  ojos  da  estos  reverendos  padres ,: 
y  que  cedan  por  consecuencia  d  la  tantaelon  de 
hacerlo  desaparecer. 

*  El  tercer  artista  español  fue  Baltasar  Chaval, 
quien  dejó  muy  hermosos  cuadros  an  la  #Vo~ 

fo#»  *  se  noun  an  él  rasgos  del  género  de  Uuer- 
alna, 

*  El  siglo  JlVll  eontó  un  gran  numero  da  ar-* 
tistas  mejicanos ,  discípulos  Ja  mayor  parte  dé 
loa  Iras  precedentes.  Los  mas  ilustfes  fUéron 
Manual  Uraliano ,  Antonio  Aguilera  ,  Josa  Tor* 
res  |  ¿Jleineute  («opa*,  Andrés  Lope*  y  Herrera, 
denominado  el  divino ,  porque  pintaba  oott 
asombro,  Los  dos  cuadros  suyos  que  ha  visto , 
uno  au  la  catedral  y  otro  en  la  iglesia  da  .fosos  y 


236 

Mana  ,  justifican  bastante  el  epíteto  con  que  lo 
honran.  En  la  iglesia  de  la  Encarnación,  una 
Virgen  de  Guadalupe  demuestra  un  gran  ta- 
lento de  dibujo  y  colorido  ffifc<4»gwle*»t  y  el 
palacio  de  la  Inquisición  deja  ver  un  pincel  atre- 
yido,  aunque  un  poco  amanerado ,  en  las  pintu- 
ras de  Torres. 

w  >  El  XyiIJ  fue  el  siglo  de  León  X  de  México  : 
fyfi  tjpmpo,  en  que  se  vieron  brillar  artistas  cuyas 
p^ras  adornarían  con  distinción  las  mejores  ga- 
lerías de  Europa. 

f . .  »  Losfres  Rodríguez,  Luis,  Juan  y  .Nicolás,  flo- 
recían al  principio  de  este  siglo.  Las  obras  de 
Juan  en  la  catedral  y  en  la  profesa ,  merecen 
Yertamente  el  renombre  de  grande ,  con  que 
lo  ha»  distinguido  los  Mexicanos;  y  sü  san  Gris- 
tpyal  en  San  Agustín ,  es  un  pedazo  tan  gigan- 
tesco en  su  figura  como  en  la  perfección  del  arte. 
Su  pincel  tiene,  muchos  rasgos  de  Garacci ,  y  su 
dibujo  y  colorido  es  tal  vez  mas  perfecto.  Su  tío 
Luis  y  su  hermano  Nicolás  merecen  también  el 
nombre  de  Rodríguez.  Los  conventos  de  San 
Francisco  y  ¡San  Lázaro  pueden  dar  fé  de  ello. 
I^ps  tres  eran  mexicanos.     ; 

*;El  padre  Manuel»  jesuíta  mexicano,  pintaba 
admirablemente  con  ambas  manos.  La  Cena,  en 
el  refectorio  de  los  padres  fernandinos ,  es  una 
hermosa  prueba  de  su  talento. 

»  Juan  Correa  poseía  sin  duda  tanta  facilidad 
como  talento  en  la  pintura ,  pues  que  ha  llenado 


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»3«j 
Méiieo  de  sus  obras.  Su  colorido  no  a*  da  lo  * 
mas  bailo,  pero  su  composición  ai  grifada  y  nu- 
bil me,  Su*  cuadro* ,  en  la  sacristía  da  la  catedral 
y  su*  pinturas  al  fVeseo  an  Saata  Teresa  la  anti- 
gua, dan  á  conocar  un  famoso  artista :  granda  en 
todo ,  hixo  también  un  gran  número  da  discípu- 
los, todos  mejicanos,  quienes  se  han  distinguido 
mas  á  menos ,  como  Cabrera ,  Josa  Esbarra , 
Antonio  Aguillara ,  Autonio  Sancha»,  Josa  da 
Jludecindo  a  ate  ,  que  florecieron  con  otros ,  ¿ 
mediados  del  siglo  XVI 11, 

»  Algunas  pinturas  da  Cabrera  sa  llamaron 
maravilles  ameiioamix*  y  todas  fUérou  de  un 
mérito  relevante.  La  vida  da  santo  Domingo , 
pintada  por  él  an  al  claustro  dal  convento  da 
este  nombra  i  la  vida  de  san  Ignacio,  y  la  historia 
dal  aoraaon  dal  hombre  degradado  por  al  pecado 
mortal,  y  regenerado  por  la  religión  y  la  virtud, 
an  al  claustro  de  la  Profesa,  ofrecen  dos  galerías 
que  en  nada  cedan  al  claustro  de  Santa  María  la 
Nueva,  de  Florencia ,  y  el  Campo  Santo  de  Pisa* 
Me  avanturo  tal  ve»  demasiado  diciendo  que  Ca- 
brera solo,  an  estos  dos  claustros,  vale  lo  que 
todos  los  artistas  juntos  que  han  pintado  la*  dos 
magníilcas  galerías  italianas.  Cabrera  tiene  los 
contorno*  de  Corregió ,  lo  animado  de  Domini- 
quino  y  lo  patético  de  Murillo.  Sus  episodios , 
como  los  angelas,  etc. ,  son  de  uua  beldad  rara. 
En  mi  concapto ,  es  un  gran  pintor.  Fue  ademas 


s38 

turquitecto  y  escultor  en  madera;  en  fia  el  Miguel- 
Angelo  da  México. 

»  Francisco  Antonio  Vallejo ,  buen  pintor  de 
ese  tiempo,  dejó  en  el  colegio  de  San  Ildefonso  , 
preciosos  monumentos  de  su  arte ,  sobre  todo  el 
cuadro  ele  la  muerte  de  san  Francisco  Xavier. 

»  Las  pinturas  del  claustro  de  San  Fernando , 
ofrecen  también  un  artista  distinguido  en  José 
de  Paez. 

«  José  Ibarra  ,  contemporáneo  de  Cabrera ,  y 
discípulo  también  de  Correa,  ha  transmitido  ,  en 
Santa  Inés  ,  Belemitas  y  otras  partes ,  muy  her- 
írnosos modelos  á  la  posteridad. 

»  Mariano  Vasquez  es  el  Carlín  Dolce  de  Mé- 
xico', y  dignó  discípulo  de  Cabrera.  Sus  obras 
en  la  Academia  y  otras  partes ,  motivan  mi 
opinión» 

»  Las  pinturas  que  se  han  conservado  de  José 
Alcibar,  en  el  claustro  superior  del  convento  de 
San  Agustín ,  atestiguan  que  no  ha  sido  muy  in- 
ferior á  su  maestro  Ibarra.  Un  san  Luis  Gou<- 
zaga,  en  el  sagrario  de  la  catedral ,  se  ofrece  con 
un  aspecto  no  menos  digno  de  atención. 

»  Domingo  Manrique  fue  gran  oraador  y  buen 
arquitecto. 

»  A  fines  del  siglo  hubo  grandes  artistas  como 
en  las  demás  épocas. 

»  Joaquín  Esquivel  hubiera  sido  clásico  si  se 
hubiera  detenido  mas  en  sus  obras ,  que  ha  des- 
cuidado mucho.  Ponia  su  genio,  por  decirio  asi, 


*39 

en  sus  pinturas,  sin  detenerse  mucho  en  el  dibujo 
y  concordancias.  Esto  indican  por  lo  menos  tul 
cuadro*  del  claustro  de  la  Merced  ¿  iglesia  de 
Loreto.  Nació  gran  pintor  y  no  tuvo  la  paciencia 
de  llagarlo  á  ser.  Sus  obras,  á  mi  parecer»  onun» 
oian  grandes  cualidades  como  también  grandes 
defectos  i  y  no  por  esto  deja  de  ser  un  artista  de 

»  Juan  Saenx  lia  pintado  casi  todo  el  interior 
de  la  cúpula  déla  catedral,  La  muerte  lo  sopren- 
dio  en  medio  de  su  empresa»  que  concluyó  des- 
pués Rafael  Ximenex ,  director  actual  de  esta 
Academia  de  bellas  artes.  Este  pintor  ha  reem- 
plazado dignamente  al  artista  mexicano;  pero  lo 
que  queda  del  pincel  del  primero  es  una  disputa 
de  comparación  muy  importuna  para  el  amor 
propio  rival  del  segundo.  Ademas,  creo  que  est* 
«iguio  en  su  trabajo  los  estudios  y  dibujo  de  Juan 
Saanx. 

»  Manuel  Garcia  y  Juan  de  Hurtado  fueron 
grandes  pintores  en  perspectiva  y  bueno*  arqui- 
tectos. Se  les  debe  la  mayor  parte  de  los  monu- 
mentos ,  ó  los  Sancta  Sanctorum,  cuya  bailesa , 
riquezas  y  magnificencia  resplandecen  en  los  al- 
tares mayores  de  las  principales  iglesias  de 
México. 

»  £1  siglo  XVIII  ha  contado  otros  artistas  dis- 
tinguidos en  todo  género  ¿  como  los  tres  herma- 
nos José,  Mariano  y  Alejandro  Guerrero;  los  Josa 
Alfano,  Manuel  Serna,  Ignacio  Castro,  Rafael 


*4<> 

Gutiérrez,  Andrés  Yuntas,  etc.,  todos  mexicanos. 

»  En  Zalaya  se  hallan  muchos  edificios  diri- 
gidos por  un  sobresaliente  artista.  Estas  obras 
son  tanto  mas  dignas  de  admiración,  cuanto  que 
son  hijas  del  genio  de  un  criollo,  que  ni  siquiera 
vio  la  capital  de  su  país,  y  casi  nunca  salió  de  su 
pueblo.  Este  hábil  criollo,  el  señpr  Tres  guerras, 
gefe  de  una  familia  de  las  mas  distinguidas  de  la 
provincia,  ha  hecho  en  San  Francisco  y  otras 
partes»  capillas  y  altares  magníficos ,  y  todo  con 
el  mayor  desinterés ,  por  solo  el  gusto  de  hacer 
servir  á  su  país,  ese  genio  universal  en  las  bellas 
artes,  de  que  lo  ha  dotado  la  naturaleza  y  él  cul- 
tivó con  esmero.  Es  igualmente  pintor  y  escultor; 
en  una  palabra,  el  Miguel-Angelo  de  México. 

»  Estos  artistas,  continua  Beltrami,  que  fijan 
las  mejores  épocas  de  las  bellas  artes  en  México, 
han  encontrado  todos  su  perfección  en  su  propio 
genio,  sin  tener  academias,  ni  otros  estableci- 
mientos públicos  para  cultivarlo  y  hacerlo  nacer, 
y  su  siglo  Leonino  concluyó  con  el  principio  de 
una  academia  fundada  en  1781.  Desde  su  estar 
blecimiento,  ni  siquiera  un  solo  artista  ha  llegado 
á  los  Yillalpando,  Rodríguez,  Herrera,  Correa, 
Cabrera,  Ibarra,  etc.  ¿Y  porqué?  Porque  estable- 
ciendo academias  sin  buenos  modelos  y  sabios  re- 
glamentos, es  peor  que  si  no  las  fijaran  :  así  se 
hace  violencia  al  genio  que  inspira  la  naturaleza, 
y  corrigen  el  gusto  y  buen  sentido,  sin  instruirlo  : 
esto  es  desanimar  ó  detener  el  vuelo  natural  sin 


*4* 
arreglarlo  y  destruir  sin  reedificar,  cuando  no  sea 
reedificar  mal. 

»  Solemnizóse  la  apertura  de  la  academia  por 
el  concurso  del  virrey ,  de  la  audiencia ,  y  se  le 
puso  "bayo  los  auspicios  de  Carlos  tercero.  Esto 
conreóla  tanto  mas  cuanto  que  Car] oí»  tercero 
era  un  escelente  Rey ;  empero  de  esta  bondad  no 
puede  resultar  una  academia;  se  necesitan  buenos 
profesores,  y  se  debe  lisonjear  el  orgullo,  sino  na- 
cional (puesto  que  se  había  guardado  de  dejar  to- 
mar á  ios  Mexicanos  el  carácter  de  nacionalidad, 
como -se  hace  en  Italia  con  los  Italianos)  á  lo  me- 
nos popular.  Se  'la  llenó  de  Españoles ,  y  por 
consiguiente  vino  a  ser  academia  espartóla.  Sus 
discípulos,  buenos  ó  malos,  eran  los  solos  artistas 
de  derecho,  y  el  genio  mexicano  retrocedió  en- 
teramente al  siglo  pasado.  La  academia  ahora  no 
tiene  mas  que  un  bello  local ,  una  galería  regular 
y  una  colección  de  enyesados  muy  escelenfte. 
Un  gobierno  nacional  puede  darle  otro  nuevo 
vuelo j  pero  se  necesita  tiempo  porque  antes  de 
todo  tiene  que  ocuparse  juiciosamente  de  su  si- 
tuación política  y  pecuniaria ;  y  las  bellas  artes 
ruelven  á  venir  con  paso  lento.  Téngase  cui- 
dado entre  tanto  de  conservar  lo  que  les  ha  legado 
el  genio  de  sus  antiguos  artistas ,  y  tendrán  con 
que  formar  una  de  las  mejores  galerías  del 
mundo.  » 

Pero  aun  cuando  el  copioso  catalogo  de  autores 
y  artistas  eminentes,  que  forman  el  inventario 

ttf 


f 

honorífico  de  la  esclarecida  literatura  mexicana , 
no  hubiese  sido  conocido  en  Europa  en  la  época 
de  los  escritores  que  trataron  á  nuestros  ascen- 
dientes de  bárbaros,  y  acaso  hasta  el  dia  se  ignora 
según  nos  consta ,  por  una  mayoría  inmensa . 
¿  cómo  es  posible  que  el  prusiano  ,  autor  de  las 
reflexiones ,  el  inglés ,  redactor  de  la  historia  de 
América ,  y  los  Franceses  en  sus  Incas  y  la  his- 
toria filosófica  de  los  Establecimientos  ultrama- 
rinos, por  otra  parte  tan  apreciables,  después  de 
haberse  publicado  las  escelentes  obras  sobre  las 
cosas  de  México  de  los  críticos  españoles  (muchos 
contemporáneos)  Tor quemada,  Oviedo,  Acosta, 
Hernández,  Argensola ,  Herrera  ,  Solis  y  otros , 
hayan  escrito  de  buena  fé  tantas  vaciedades  é 
inexactitudes,  é  ignorado  que  los  Mexicanos  anti- 
guos hablaban  un  idioma  bello ,  copioso  y  armó- 
nico, que  habian  tenido  monarcas  instruidos,  filó- 
sofos y  legisladores ,  sabias  ordenanzas  y  leyes  de 
policit  admirables,  establecimientos  científicos  y 
de  instrucción  regulares ,  colosales,  grandiosos  y 
científicos  monumentos ,  como  las  pirámides  de 
Teutihuacan,  Gbolula  y  Zempoala  (bien  que  esta 
última  se  ha  descubierto  después),  soberbios  pala-», 
cios  de  arquitectura  bellísima,  sólida  y  con  todas 
las  reglas  simétricas  del  curioso  orden  azteco,  se- 
gún los  restos  que  á  cada  paso  se  encuentran  en 
las  excavaciones  de  las  ciudades  de  México  y  Tex- 
cuco,  y  los  admirables  existentes  en  Mi  ti  a,  inme- 
diaciones de  Oaxaca,  el  magnífico  Teocali  i  de 


*43 

Tecnostitlan ,  el  suntuoso  panteón  de  Cholea  - 
tongo ,  reunión  de  tantas  preciosidades  de  escul- 
tura ,  pintura  y  arquitectura,  que  se  puede  repu- 
tar como  el  museo  de  los  Aztecas  (este  soberbio 
monumento  fue  destruido  por  el  fanático  Her- 
nández ,  que  hizo  pedazos  la  hermosa  esmeralda 
ó  ídolo  llamado  corazón  del  pueblo) ,  el  famoso 
mercado  de  Tlaltelttlco ,  las  sólidas  calzadas  y 
acueductos  de  la  capital  de  Anahuac,  el  delicioso 
jardín  botánico  de  Huaxtepec ,  el  cultivo  y  uso 
de  la  cochinilla  ó  grana ,  y  el  tinte  de  púrpura , 
el  conocimiento  do  la  medicina ,  puesto  que  se 
aplicaban  á  la  cura  de  las  enfermedades  las  virtu- 
des específicas  de  las  plantas  simples ,  el  uso  de 
las  sales  especialmente  del  azúcar  de  caña-miel , 
estraida  del  maiz ,  aplicado  á  la  benéfica  bebida 
del  cacao  6  chocolate  inventado  por  los  Mexi- 
canos i  el  conocimiento  y  procedimientos  de  los 
metales  comunes  y  preciosos,  aplicados  á  la 
agricultura ,  como  el  cobre ,  y  al  lujo  y  ♦bello 
gusto,  como  lo  acreditan  los  instrumentos  y  ba- 
jillas  ingeniosas  é  inimitables  de  que  hace  men- 
ción Cortés  en  sus  cartas  á  Garlos  V,  y  vieron  to- 
dos los  conquistadores,  el  pulimiento  de  las  pie- 
dras comunes  y  preciosas,  el  bello  gravado  y 
relieves  de  muchos  trofeos,  y  sobre  todo  el  cul- 
tivo de  las  ciencias  exactas ,  geometría  y  astro- 
nomía ,  que  se  descubre  y  manifiesta  en  el  inge- 
nioso é  inmortal  calendario  mexicano ,  monu- 
mento eminente   y  superior  á  cuanto  dejó  la 


*44 

venerable  anfigdétt&d  de  este  género,  y  en  fin  \k 
invención  del  p&pd  de  'agave  macerado ,  él  éé* 
litado  y  artificioso  arte  del  mosaico  de  pinina» 
de  diversas  colores ,  y  ih  carioca  colección  his* 
torrea  de  lab  63  pintaras  originales  de  geróglífl- 
cos  m&tic&nús,  orientadas  con  sus  esputaciones, 
reunidas  y  entradas  á  España  por  el  primtefr 
virrey  de  México  don  Luis  Mendoza,  que  apre- 
sadas en  la  travesia  por  un  corsario  francés ,  póf 
mil  rodeos  fueron  á  parar  eñ  manOS  de  Tehebét, 
geógrafo  del  rey  xle  Francia,  de  cuyos  heredero* 
compró  á  gran  precito  Hakuit ,  capellán  del  eím- 
bajador  inglés  en  París >  habiéndose  publicado  *tt 
aquel  tiempo,  y  después  pasaron  por  inciden tfefc, 
patte  al  Vaticano  ,  en  donde  hemos  visto  ^o  ,  y 
parte  á  Viena ,  regaladas  por  un  cardenal  *1 
emperador  Leopoldo,  y  no  debiérbn  iBescootota* 
iPávir,  Ráynal ,  Marriiontel  y  especialmente  Ro» 
berson  ,  que  después  de  'afirmar  que  los  Metkér* 
ños  dieron  la  idea  del  establecimiento  de  lta 
cotreos  en  forma ,  destinados  antes  de  la  eon* 
quista  de  Méxiéo  tn  Europa,  sienta  que  el  erfton* 
dimiento  de  estofe  es  tata  Hmitado ,  que  n6  son 
capaces  de  formar  ideas  abstractas ,  y  que  es  tlatt 
Atérñ  su  idioma,  que  uo  tiene  voces  para  espHcsff 
sino  las  cosas  mas  groseras  y  sensibles,  y  esto  ya 
cuándo  en  la  Monarquía  indiana  de  Torquemafla 
aparecía  una  bella  y  sublime  oda  del  rey  de 
Texcuco  Netzahualcóyotl ,  y  corrían  traducidos 
en  lengua  mexicana  en  una  elegante  versión , 


i 

el  Kempis  y  otros  catecismo*,  obras  teológicas  y 
QO  pocas  comedias  venidas  del  latin  y  el  casto- 
U400  al  fecundo  y  culto  idioma  azteca,  por 
muchos  peritos  y  subios  humanistas  espadóles  e 
indígenas*  entre  otros  el  pudre  Sahagum  ,  y  dos 
descendientes  de  los  reyes  ,  que  probaron  la  ar- 
QUWfa  y  afluencia  del  mexicano ,  y  en  cuanto  4 
tu  riqueía  numeral ,  ya  el  erudito  Ola  vigoro,  que 
llegó  á  enumerar  basta  4&  mi  I  loaos,  lo  demostró 
em  su  kUtorio,  uní  igua  ? 

Los  monumentos  y  hechos  auténticos  que  ci- 
t#rao*t  y  otros  muchos  que  el  espíritu  de  vanda- 
lismo y  barbarie  destruyó  ,  como  lo  confirman 
lo*  rostas  mutilados  que  se  encuentran  por  todas 
partes ,  no  solamente  prueban  la  estensiou  de 
pensamientos  nobles  6  ideas  grandiosas  de  los 
antiguos  y*  modernos  Mexicanos,  sino  que  inmor- 
WlUau  á  unos ,  colocándolos  entre  los  pueblos 
inventores  y  civilizados  de  la  tierra,  y  honran  á 
los  otrps,  puesto  que  aun  antes  de  su  exisjpncia 
política,  cuentan  con  el  documento  que  mas 
estiman  las  naciones ,  que  os  la  literatura  obra 
del  gpnio  y  la  virtud ;  y  si  los  antiguos  en  medio 
de  tantas  virtudes  que  los  caracterizaron,  aun 
QOO  los  verdugos  de  sus  príncipes  y  usurpadores 
de  lt|  independencia  y  propiedad  natural,  ejercían 
Una  barbarie  ciertamente  inhumana  y  execrable 
en  tu  culto  ,  ¿qué  pueblo  de  la  tierra  se  escapó 
de  semejantes  manchas  ?  ¿  No  vimos  a  los  lio- 
m*49l  esponor  ú  los  gladiatores  en  lid  con  las 


a46 

fieras  en  los  anfiteatros ,  cuya  costumbre ,  según 
un  historiador,  tenia  su  origen  en  la  práctica  de 
los  antiguos  Europeos  de  inmolar  á  los  manes 
de  los  héroes,  los  esclavos  y  prisioneros  de  guerra? 
¿  Y  en  cierto  modo  no  eran  estas  escenas  mas 
horrorosas  y  desmoralizadas  ,  puesto  que  no 
fueron  efecto  del  fanatismo ,  sino  objeto  de  una 
diversión  pública  ?  ¡  Mas  en  fin,  este  espectáculo 
pasó  entre  gentiles  idólatras  y  aislados,  y  no 
deshonra  tanto  á  la  humanidad  ,  como  las  hogue- 
ras de  millares  de  hombres  sacrificados  en  Europa 
y  en  América ,  á  nombre  de  un  Dios  de  piedad  j 
tolerancia,  por  los  inquisidores  europeos,  mucho 
tiempo  después  que  la  luz  del  Evangelio  debia 
haber  dulcificado  sus  costumbres....! 

Con  respecto  á  la  suposición  gratuita  de  algu- 
nos de  los  autores  que  nos  ocupan ,  sobre  qué  la 
influencia  de  nuestro  clima  delicioso ,  bello  cielo 
y  magnífica  natureleza,  inclinan  á  la  molicie,  á  la 
ociosidad,  no  son  menos  contradictorios  sus 
asertos,  y  se  conoce  que  hubo  pasión  ,  envidia  ó 
ignorancia ,  pues  debieron  tener  presente ,  ya 
que  ignoraban  tantos  testimonios  corroborantes 
de  lo  contrario ,  que  los  grandes  hombres ,  las 
bellas  y  admirables  producciones ,  las  luces  ,  las 
ciencias  y  las  artes,  florecieron  y  vinieron  de  la 
India,  Media ,  Egipto,  Palestina  y  Grecia  ,  y  que 
hoy  prosperan  en  Italia  las  artes  nobles,  y  cier- 
tamente todas  estas  regiones  son  análogas  á 
nuestros  climas ,  porque  la  providencia  justa  en 


*47 
tus  decretos,  distribuye  proporcionadamente  sus 
dotes  i  todos  los  mortales ,  sin  diferencia  de 
raías,  aunque  por  lo  común  impenetrable  en  sus 
secretos  i  ha  permitido  que  los  países  templados 
hayan  sido  los  primeros  en  la  carrera  de  la  civi- 
lUacion  y  la  práctica  de  las  virtudes  sociales.  81 
hubieran  escrito  imparcialmente  los  defectos  de 
los  antiguos  Mexicanos,  serian  cuando  mas,  dei 
cargo  de  su  aislamiento  ,  y  los  ponderados  vicios 
de  los  segundos ,  la  legislación  colonial  europea, 
su  intolerancia  y  desorganización  complicada  y 
contradictoria,  sus  aberraciones,  la  escasea  de  im- 
prentas ,  la  dificultad  de  hacerse  de  buenos  IU 
bfOS)  los  exorbitantes  costos  y  trabas  que  se  opo- 
nían para  llegar  á  publicar  una  obra  que ,  ó  se 
pendía  manuscrita,  ó  se  estraviaba  en  su  remisión 
á  Espafla ,  la  arbitrariedad ,  la  injusticia  y  la 
firita  de  protección ,  las  únicas  causas  responsa- 
bles. 

Concluiremos  escitando  á  nuestros  compa- 
triotas sobre  la  necesidad  que  tiene  la  nación  de 
reunir  en  forma  y  con  autoridad  legal,  un  cuerpo 
de  sabios  y  literatos,  ó  sea  el  constituir  uno 
academia  de  ciencias  consagrada  á  su  cultivo , 
estension  y  protección ,  con  el  cargo  de  dirigir 
la  instrucción  pública  ,  y  cuidar  de  las  mejoras 
y  fomento  de  los  establecimientos  científicos 
existentes  y  los  que  convenga  crear ;  y  supuesto 
que  en  el  párrafo  de  la  instrucción  gratuita  se 
indicaron  el  edificio  de  la  Universidad  y  lat  fincas 


*48 
y  renta*  del  colegio  de  Santos  y  ex-inquisicion 
para  su  mocada  y  sosten,  nos  ocuparemos  de  los 
establecimientos  que  mas  falta  hacen  en  la  ciudad 
federal,  y  son  indispensables  y  dignos  de  tomarse 
ea  consideración  por  una  administración,  ilus- 
trada y  creadora. 

La  universidad  de  México ,  fundada  el  año  de 
1 533,  conforme  al  plan  gótico  de  la  de  Salamanca, 
contando  con  seis  cátedras  de  teología ,  cinco  de 
cánones,  dos  de  leyes,  cuatro  de  medicina,  dos 
de  artes  ó  filosofía ,.  una  de  matemáticas  ,  una  de 
retórica ,  y  dos  de  idioma  patricios ,  careció  de 
profesores  de  griego,  de  derecho  natural  y  de 
gentes  ,  de  historia  y  de  antigüedades  ,  y  eftfl 
grave  falta  y  la  inobservancia  absoluta  de  sus  cons- 
tituciones y  completo  abandono  de  la  instrucción* 
pues  solo  era  ya  un  curso  de  fórmula  la  concur- 
rencia escolar  ,  han  sido  sin  duda  la  causa  de  los 
atrasos  de  la  juventud  y  escasez  de  literatos  de  mé- 
rito tan  eminentes  en  otro  tiempo;  mas  supuesto 
que  la  Universidad,  conforme  al  plan  del  Gobierno 
presentado  á  las  Cámaras  en  1 83o,  queda  reducida 
justamente  á  conferir  según  parece  ,  los  grados 
de  Doctor  sin  necesidad  de  rentas  >  ellas  debe- 
rían ser  aplicadas  á  la  creación  y  sosten  de  una 
buena  biblioteca  pública  >  reuniendo  á  la  que 
existe  en  dicha  Universidad,  la  de  los  ex-colegios 
de  Santos  y  San  Gregorio  ,  las  de  los  conventos 
suprimidos,  muchos  de  los  manuscritos  de  histo- 
ria y.  literatura,  del  archivo  y  copias  ya  que  no 


*4g 

Maa  lo»  origínale» ,  de  los  muchos  curiólo»  ó  inte- 
resante* que  se  brillan  en  varios  conventos  y  en 
la  biblioteca  pública  Je  la  catedral.  Esta  biblioteca» 
monumento  de  la  generosidad ,  no  de  los  canó- 
nigos 9  sino  de  los  ilustren  Americano»  hermano», 
don  Cayetano  y  don  Luis  rorro»,  que  la  funda- 
ron para  utilidad  del  público  el  ofio  de  1 787 1 
legando  sus  libros  particulares ,  comprando  otros 
mucho»,  y  dejando  eon»¡dnrables  dotaciones  para 
su  fomento  y  cuidado ,  es  la  mas  clásica  y  sobre 
todo  la  mas  rica  en  manuscritos  curiosos  c  inter 
resanles ,  pues  aunque  existen  otras  quince ,  se 
forman  en  la  mayor  parte  de  obras  teológicas, 
vida»  de  santos  y  crónicas  de  las  respectivas  or- 
dene» religiosas ;  de  ella  deberá  el  gobierno  dis- 
poner ,  estraer  copias  y  aun  originales ,  á  fin.  de 
proporcionar  al  público  cien  tífico  su  lectura  y 
evitar  su  pérdida ,  como  sucedió  con  las  deposi- 
tadas en  la  Universidad ,  que  pertenecieron  á  los 
colegios  do  San  Pedro  y  San  Pablo  y  Tepoiotlan ; 
por  lo  demás ,  la  impresión  de  muchos  de  estos 
manuscritos ,  y  la  reimpresión  de  las  obras  raras 
y  muy  escasas  de  nuestros  sabios  escritores ,  coa 
la  compra  de  las  mejores  obras  estrangeras  mo- 
dernas ,  un  surtido  de  plano» ,  globos  y  esferas , 
formarían  ií  poca  costa  y  trabajo,  una  biblioteca 
digna  do  la  metrópoli. 

El  edificio  mas  acomodado  por  su  situación  es 
sin  duda  el  departamento  desocupado  en  Palacio* 
con  la  traslación  de  la  corcel  á  la  Acordada  , 


i5o 

puesto  que  en  este  punto  céntrico  los  agentes  de 
las  oficinas ,  los  representantes  y  el  publico  en- 
contrarían á  mano  donde  instruirse  y  satisfacer 
sus  dudas  en  los  momentos  de  desahogo ,  y  mas  si 
se  establece  á  la  vez  un  gabinete  de  lectura ,  abas- 
tecido de  todos  los  periódicos ,  diarios  y  revistas 
de  Inglaterra ,  Francia ,  Alemania ,  Italia  y  Amé- 
rica ,  y  en  el  departamento  bajo ,  la  oficina  del 
correo. 

La  Academia  de  nobles  artes  de  México,  fun- 
dada en  1781 ,  es  sin  duda  la  mas  antigua  y  com- 
pleta del  nuevo  mundo ,  y  su  colección  de  bacía- 
dos  mitológicos  é  históricos ,  una  de  las  mas  ricas 
y  bellas ;  no  así  su  galería  pinacotea ,  pues  aunque 
se  ven  pinturas  de  gusto ,  y  no  faltan  modelos 
de  Murillo,  Rubens,  y  si  no  nos  equivocamos,  un 
San  Juan  Bautista  del  Espafioleto ,  y  otros  cua- 
dros de  los  artistas  españoles  mas  célebres,  des- 
graciadamente se  buscan  en  vanó  las  obras  de 
nuestro  ilustre  Cabrera  y  demás  autores  nacio- 
nales, cuyo  conjunto' se  debe  llamar  justamente 
escuela  mexicana.  Una  administración  celosa  del 
honor  J  gloría  nacional,  está  en  el  deber  de  for- 
marla á  toda  costa,  y  antes  de  que  se  estravien  y 
estraigan  algunas  buenas  y  raras  pinturas  que  se 
dice  existen  en  ciertos  conventos  de  monjas ,  y 
evidentemente  en  los  de  religiosos,  estropeándose 
por  la  intemperie  y  el  polvo ,  como  las  sibilas  y 
otros  cuadros  que  se  hallan  en  una  escalera  y 
salón  de  San  Francisco  y  otras  en  el  Garmen  de 


M¿*lea,  k»  pintura»  del  \*\a  vmtiLs  en  la  catedral 
de  Puebla  y  en  el  salan  4o  reereaelanei  del  Car- 
mea  de  e»ta  ciudad,  que  por  mu  mérito  lupunema» 
ler  de  Sendeja»,  aolleltarla»  y  e»ponerla»  (can  atrai 
varia*  que  se  encontrarían)  ni  pi'ihlino  en  la  pina- 
catea  ó  galería  de  k  Academia)  y  á  fin  de  estimular 
tal  adelanto»  da  k  pintura  y  la»  arlen,  establecer 
el  linterna  de  e»po»ielone»  y  premio»  anuale»,  enfi- 
larme al  usa  recibida  en  todo»  lo»  palie»  clvlll- 
aadai. 

El  eangreso  general  tiene  un  espediente  muy 
sencillo  para  estimular  y  estender  á  paca  ca»U 
el  guato  y  florecimiento  de  la»  bella»  arte»  ,  coa 
telo  ordenar  la  Academia  en  forma  de  lleeo ,  de 
manera  que  alerto  número  de  alumno»  encuen- 
tren a§l»tencla  é  Inutruoalan  dentro  de  ella,  Invi- 
tando á  lo»  listada*  á  que  envíen  elnee  jóvenei 
Íieniianada»  por  uuenta  de  iu  tesara,  aplicada!  á 
a  escultura ,  pintura ,  arquitectura ,  gravada  y 
música,  y  aun  »1  ftiera  posible ,  en  la  mecánica  é 
hidráulica ,  cuya  »ola  medida  formarla  una  reu- 
nían de  ciento  y  veinte  jóvenes  que,  agregadnsá  lai 
[ue  la»  territorio»  y  el  distrito  destinen  par  cuenta 
le  la  Unían  a  este  Interesante  nhjeta,  canstltui* 
rían  un  almáciga  de  artista»  que  pronto  difundi- 
rían en  todo»  lo»  Kstado»  lo»  ennnelmlenlos  y  el 
helio  gusto ,  y  sobre  todo  proporcionarían  una 
tUil  y  decorosa  subsistencia  á  ttiucha»  thmilla* 
honestas;  por  cuya»  ratones  no  dudamos  se  pres= 


252 

taran  á  concurrir  guataco*  todos  1q*  magistrados 
de  los,  Estados. 

Si  el  edificio  que  fue  de  la  inquisición ,  se  des- 
tina como  esperamos,  esclusivamente  á  la  Aca- 
demia de  bellas  artes,  y  si  al  verificarlo  se  adopta 
una  buena  policía  y  orden  en  su  administración 
interior,  no  solamente  dotando  competentemente 
á  los  directores  y  maestros,  sino  proporcionando 
una  asistencia  completa  en  común  á  los  alumnos 
pensionistas,  y  un  empleado  conservador  respon- 
sable de  los  objetos  preciosos  que ,  como  las  esta- 
toa»,  pinturas,  y  especialmente  fas  baeiados  exi- 
gen ,  á  fin  de  que  se  conserven  limpios  sin  dete- 
riorarse y  mutilarse,  pnes  hemos  visto  por  este 
falta  algunas  averias.,  cjue  si  son  reparables,  no 
atendiéndose  a  su  pronto  recomposición  por 
manos  inteligentes  y  responsables,  acaban  por 
arruinarse  ;  también  notamos  la  falta  de  un  por- 
tero que  se  presente  con  modales  y  decencia  á 
la  introducción  de  loa  forasteros*  y  un  conductor 
instruido  es  indispensable  $n  estos  estableci- 
mientos, á  fin  de  que  no  desconceptué  á  la  nacipa 
y  evite  en  uoa  Academia  pública ,  ese  desorden 
y  ninguna  polieia  que  se  advierte  desde  la  en- 
trada en  ellos. 

La  colección  del  museo  mexicano  es  ya  de 
interés  en  cuanto  á  curiosidades  j  pero  si  el  go- 
bierno hace  esfuerzos  y  escoge  un  director  insr 
truido,  celoso  y  de  gusto,  se  arreglará  mejor  y 
enriquecerá  progresivamente  en  los  artículos  do 


i35 

antigüedades  aztecas,  producciones  de  lo»  tre» 
rey  no»,  curiosidades,  fenómenos  naturales  y  ob- 
jeto» de  artel;  Imita  ahora  dos  año»,  carecía  di 
do»  ramo»  de  que  abundan  nuestra  tierra  y  ma- 
ro», existia  de  la  parta  zoológica  muy  poco,  y 
de  la  perlería  casi  nada ,  siendo  tan  ricas  de  ei- 
ta»  preciosidades  la»  costa»  de  California.  f)i  su 
director  establece  relacione»  con  lo»  que  cuidan 
de  enriquecer  estos  establecimiento»  en  Europa, 
encontrara  por  medio  de  lo»  cambio»  y  permuta» 
formales ,  con  tal  que  baya  exactitud  y  delica- 
de«a,  lo»  medio»  mas  efleace»  de  abastecer  el 
museo  de  muebas  co»as  que  le  faltan,  y  por  la 
inversa  sobran  en  los  de  Europa. 

Convendría  tambimí  que  este  establecimiento 
desde  un  principio  se  colocara  en  un  edificio 
escluslvo  y  cómodo ,  en  atención  A  que  si  se  'fo- 
menta por  una  ¡unta  dedicada  tt  ello ,  y  se  pro- 
tege por  el  gobierno ,  llegará  A  ser  uno  de  los 
mas  vastos  y  copiosos ,  y  por  su  naturaleza  cxtye 
estabilidad ,  por  cuanto  con  solo  una  mudanaa, 
mucho»  de  sus  objetos  se  deteriorarían  :  en  vista 
de  esto  parece  pues  indispensable  que  continué 
en  la  l Triiversitlafl ,  puesto  que  ya  no  existirán 
allí  cátedras  rtt  los  paseos  escolares,  y  están  co- 
locados la  ellisiea  estatua  ecuestre  mexicana,  al- 
gunas antigftrriadcN  colosales  de  mérito ,  que 
aumentaran  con  las  investigaciones  del  Palenque» 
Milla,  panteón  daflbaleatongo  y  la  traslación  allí 
del  incomparable  calendario  aatcoo,  que  delie 


\ 


a54 
embellecer  el  museo  y  libertarse  con  esta  medi- 
da de  las  intemperies  del  tiempo  á  que  está  es- 
puesto en  donde  se  halla.  £1  departamento  alto 
puede  destinarse  á  las  producciones  de  las  artes  y 
la  naturaleza,  y  las  piezas  y  corredores  bajos ,  á 
las  antigüedades  mexicanas  cuya  inteligencia  ne- 
cesita un  preceptor  estudioso.  Aunque  México 
cuenta  con  un  elaboratorio  químico,  que  nece- 
sita mejorarse  en  el  colegio  de  minería ,  carece 
de  un  observatorio.  Los  manes  de  los  profun- 
dos Sigúenza ,  Álzate ,  Gama ,  Velazquez  y  otros 
distinguidos  amantes  profesores  de  la  sublime 
ciencia  celeste ,  exíjen  este  templo  astronómico 
que  á  la  vez  escitará  el  estudio  de  los  astros  á  la 
juventud.  Muchos  son  los  puntos  que  se  podían 
indicar;  pero  como  el  mas  culminante  es  la 
cima  ó  cúspide  del  cerro  de  Ghapultepec ,  es- 
peramos que  sea  preferido. 

El  jardin  botánico  del  palacio  federal ,  aunque 
curioso  y  muy  reducido,  carece  de  casi  todas  las 
plantas  preciosas,  exóticas  y  de  las  mas  intere- 
santes peculiares  á  México ;  y  cuando  aun  en  las 
ciudades  de  provincia  de  Francia,  como  en  Lion, 
Marsella,  Tolosa  y  especialmente  Monpeller, 
vimos  la  pina ,  vainilla ,  plátano*  musa  paradi- 
sum ,  el  café ,  caña-miel ,  la  pimienta  de  Ta basco, 
canela,  clavo  y  otras  plantas  curiosas  y  delicadas, 
como  el  árbol  de  las  manitas  mexicano,  el  mango 
y  el  guayavo ;  el  de  México ,  si  se  esceptua  el  de 
las  manitas  ,  parece  que  carece  de  estas  plantas  , 


a55 


y  no  conserva  ni  aun  la  memoria  de  las  preciosas 
que  en  tiempo  del  antiguo  imperio  enriquecieron 
el  jardin  de  Huaxtepec ,  conocidas  por  el  natura- 
lista Hernández ,  denominadas  kuacanas ,  mari- 
ponda  9  el  panuco ,  que  produce  el  opobálsamo  f 
que  según  Clavigcro  ,  es  tan  entunado  como  el  de 
Palestina ,  y  se  vendió  en  Roma ,  enviado  de 
México  a  precio  de  oro,  el  estoraque ,  las  gomas 
lacea ,  copal ,  cuapinoli  ó  sudeino  vegetal ,  el 
liquidambar  u  ocosote,  la  acacia  ó  goma  arábica, 
que  es  el  mezquite  ,  y  finalmente  el  drago ,  el 
mechoacan,  la  jalapa,  espinosillay  otras  drogas, 
los  hermosos  árboles  del  tamarindo  y  cañafístola, 
del  género  de  las  acacias ,  la  acacia  rosa  de  Virgi- 
nia ,  tan  común  en  Europa,  y  el  jobo,  paqui, 
ojoche,  castaño  ó  almendro  de  Goazacoalco,  el 
mamey  ,  chicozapote  ,  aguacate  ,  chirimollo  , 
nanci ,  ceiba ,  caoba ,  gateado ,  granadillo  ,  bálsa- 
mo 9  campeche  ,  moral  y  una  infinidad  de  árboles 
preciosos  y  plan  tus  que  debían  embellecer  el 
jardin  ,  y  es  preciso  plantar  y  dar  á  conocer  en 
un  nuevo  y  vasto  vergel  digno  de  la  Flora  mexi- 
cana ,  así  como  el  platanus  orientalis  que  nos 
parece  haber  visto  entre  Xalapay  la  Banderilla  , 
sobre  el  camino  de  Vcracruz  ,  y  como  el  maro- 
nier  escullís  hipocastane  ó  castaño  de  Indias  ,  la 
amelica  acedraca  ,  el  olmo  y  otros  árboles  exó- 
ticos tan  abundantes  en  los  caminos  y  paseos  de 
Europa  y  los  Estados-Unidos ,  desconocidos  en 
los  de  México. 


¿56 

El  proyecto  de  un  nuevo  jardín  botánico  en  lá 
metrópoli  de  la  Confederación  y  de  las  capitales 
de  los  Estados  ,  no  solamente  debería  combinar 
lo  útil  sino  tender  á  lo  agradable  ,  conforme  al 
uso  recibido  de  todas  las  capitales  y  no  capitales 
de  Europa  ,  esto  es ,  proporcionar  á  la  vez  á  lps 
vecinos  y  amantes  de  Flora ,  un  paseo  ameno  y 
deleitoso.  Ya  temos  indicado  en  otra  ocasión , 
como  parage  oportuno ,  al  éxido  denominado 
de  Concha,  que  corre  desde  la  azequia  por  dpnde 
termina  el  llano  en  donde  se  está  construyendo 
un  monumento  a  un  héroe  de  la  patria,  y  aunque 
parece  que  él  terreno  no  es  feraz ,  con  solo  dis- 
poner abonarlo  con  los  deshechos  de  la  ciudad , 
que  se  amontonan  en  los  muladares  diariamente 
se  fertilizarían ,  y  sin  gastos  prepararía  la  tierra 
para  el  establecimiento  definitivo  de  este  útil  y 
agradable  jardín,  que  sin  saber  por  qué  causa  se 
pensó  erigir  en  el  reducido  cementeriod  elhospital 
de  indígenas  ,  ó  en  el  retirado  y  estrecho  jardín 
de  Chapultepec ,,  sitio  cuando  mas  á  propósito 
para  semillero  ,  aclimatación  y  conservatorio  de 
plantas. 


•ií>7 


esis 


(VI) 

De  los  cstablecimientes  de   beneficencia  y 

corrección. 

Una  de  las  primeras  obligaciones  de  una  so- 
ciedad bien  constituida  y  administrada  con- 
forme á  los  principios  de  la  sana  política,  lus  má- 
ximas de  la  moral  pura  y  los  preceptos  de  la  reli- 
gión divina ,  es  atender  y  avivar  la  beneficencia  9 
haciendo  practicar  esta  gran  virtud  consoladora, 
•ublime  é  indispensable  al  género  humano,  que 
ejercida  por  los  corazones  sensibles ,  remonta  á 
los  mortales  al  origen  de  su  Criador,  asemejándo- 
los por  decirlo  asi,  A  Dios  de  quien  son  la  ima- 
gen, creando  un  universo  nuevo  en  donde  la 
omnipotencia,  sirviéndose  del  débil  brazo  del 
hombre,  hace  resplandecer  sus  maravillas  con 
mano  pródiga,  no  solamente  utilizando  la  super- 
fluidad de  las  riquezas  del  poderoso,  sino  ejer- 
citando la  concurrencia  de  los  consejos,  cui- 
dados y  protección  de  todos  ios  miembros  de  la 
sociedad  y  los  depositarios  del  poder,  que 
uniendo  sus  esfuerzos  con  armoniosa  conmise- 
ración, tributan  á  ios  menesteroso»  y  desvalidos, 
miembros  de  la  coi  ruin  patria,  los  dignos  lióme- 
nages  que  exige  de  todos  la  religión  y  la  huma- 

■7 


•¿58 

uidad.  ¿Quién  es  pues  el  hombre  que  eu  una 
sociedad  bien  ordenada ,  no  pueda  coa  sus  ar- 
bitrios respectivos  y  el  goce  de  la  salud  y  repu- 
tación, contribuir  al  fomento  y  dirección  de  los 
establecimientos  de  amparo  y  refugio,  que  de- 
mandan á  la  par  el  niño  débil ,  el  anciano  menes- 
teroso y  baldado  y  el  enfermo  desvalido  ?  ¿  Quién 
no  está  fuertemente  interesado  en  la  creación  y 
sostenimiento  de  la$  casas  de  corrección,  á  fin 
de  esperar  la  enmienda  de  sus  parientes  y  con* 
ciudadanos  estraviados ,  no  siempre  por  la  per- 
versidad del  corazón ,  sino  las  mas  veces  arras- 
trados por  los  malos  ejemplos  y  la  imperfección 
de  las  instituciones  sociales  ?  Ninguno  cierta- 
mente ;  y  de  ahí  es  que  tqdas  las  naciones  civili- 
zadas, aun  las  de  mediana  suerte,  nos  presentan 
ejemplos  en  esta  materia  interesante  dignos  de 
imitación  y  que  acreditan  á  la  vez  su  moralidad  , 
la  rectitud  de  sus  administradores ,  la  tendencia 
saludable  de  sus  instituciones  y  leyes  al  bien  de 
la  humanidad  :  decimos  de  la  rectitud  y  moralidad 
de  los  magistrados  y  ciudadanos,  porque  estamos 
convencidos  que  todos  tienen ,  no  solo  un  interés 
real,  sino  obligaciones  positivas  y  sagradas  en  la 
fundación,  el  sostenimiento  y  buena  dirección  de 
esta  clase  de  establecimientos ,  por  ser  indispen- 
sables y  ventajosos  en  el  mas  alto  grado,  á  la  po- 
lítica benéfica  que  debe  guiar  á  los  depositarios 
del  poder  al  mas  digno  brillo  y  esplendor  de  la 
religión  en  su  doctrina  esencial,  y  al  ejercicio  y 


* 


prédica  de  las  virtudes  sociales  misericordiosas , 
por  parte  de  todos  los  individuos  del  cuerpo  po- 
lítico que  debe  ser  constante  como  4o  son  la  re- 
ligión y  la  moral ,  sin  las  cuales  no  puede  haber 
Sociedad  bien  ordenada  y  dichosa. 

Si  nuestros  compatriotas  registran  los  cuadros 
estadísticos  de  las  casas  de  beneficencia  de  casi 
todas  las  poblaciones  grandes  de  Europa,  y  los 
de  una  potencia  vecina ,  que  por  la  analogia  de 
sus  instituciones  debería  ser  el  dechado ,  encon- 
trarán que  México,   á  pesar  de  la  ostenlosa  y 
aparente  piedad  de  los  dominadores,  que  casi  se 
redujo  á  acumular  mas  conventos  que  los  nece- 
sarios al  culto  divino  ( los  mas  de  ellos  estériles 
al  bien  público  y  gravosos  por  su  escesivo  número 
y  desarreglo  á  la  sociedad )  que  la  ciudad  mas 
populosa  del  nuevo  mundo  carece  de  muchos  es- 
tablecimientos de  caridad,  beneficencia  y  correc- 
ción discreta ,  y  que  contando  con  21  conventos 
de  monjas  y  otros  tantos  de,  hermanos,  apenas 
puede  enumerar  un  hospital  general ,  con  el  in- 
conveniente gravísimo  de  ser  reducido,  mal  co- 
locado y  tener  que  atender  anualmente  á  mas  de 
1 5o  mil  personas  de  todas  clases  y  enfermedades, 
y  sobre  todo  estar  sometido  el  manejo  de  sus  in- 
tereses y  dirección  ecoa<Jmica,  en  pocas  y  estra- 
fias  manos,  cuya  administración  mal  combinada, 
no  puede  menos  que  ser  viciosa  y  funesta  á  Ja  hu- 
manidad, y  según  se  manifiesta  por  los  estados  de 
sus  gastos,  con  un  ingreso  de  mas  de  ochenta  y 


a6o 

un  mil  pesos,  no  puede  cubrir  sus  atenciones,  re- 
saltándole el  espantoso  déficit  de  mas  de  treinta  y 
un  mil  pesos ,  que  en  comparación  de  los  hospi- 
tales de  Francia,  administrados  con  primor  y  ad- 
miración por  las  religiosas  de  la  *  caridad  de 
san  "Tícente  de  Paul,  sale  á  mas  de  un  ter- 
cio su  costo. 

El  mismo  desorden ,  y  acaso  mayores  defectos 
existen  en  la  casa  de  espósaos  cuyo  déficit,  no  obs- 
tante la  adjudicación  de  las  fincas  de  laex-inqui- 
sicion  que  le  hizo  el  gobierno,  es  también  crecido 
si  se  (ompara  con  el  corto  número  de  1 3o  niños 
que  comunmente  mantiene,  y  sus  rentas  corrien- 
tes. Mas  si  en  estas  casas,  que  son  las  que  se  dicen 
mejor  atendidas ,  existen  Semejantes  desórdenes, 
¡  quién  es  capaz  de  enumerar  el  horrible  estado 
en  que  yacen  las  de  San  Hipólito ,  San  Antonio 
abad  y  especialmente  la  de  San  Lázaro!  (puesto 
que  la  del  divino  Salvador  no  está  en  el  mismo, 
debido  á  la  piedad  de  don  José  Antonio  Mar- 
tínez de  los  Ríos,  celoso  amigo  de  la  humanidad, 
cuyo  nombre  debe  ser  grato  á  los  Mexicanos), 
los  dos  primeros  estaban  en  un  completo  aban- 
dono y  aun  deteriorándose  el  hermoso  edificio 
de  San  Hipólito,  porque  una  falsa  política,  ó  por 
mejor  decir,  la  temeridad,  por  no  decir  impiedad, 
lo  destinó  para  cuartel ,  y  cual  si  nuestros  sol- 
dados fueran  vándalos ,  á  guisa  del  descuido  de 
los  oficiales  y  negligencia  de  los  magistrados  á 
quienes  nada  se  les  debería  ocultar  en  cumplí- 


4 


irtt 

miento  de  »uf  deberé»  c*tii  dc»eonoeido  y  ame- 
sanando  mina  uno  de  Ion  monumento*  man  *un- 
tuo»o»  de  la  filantropía  de  lo*  Menleano* ,  Cui- 
tada por  el  venerable  Hernardino  Alvarc»}  pero 
refiriéndonos  al  de  San  y *aro,  en  donde  no  it 
pttiái  entrar  *in  botTnri*ar*e,  necc»ita  de  un  ni»* 
tema  de  policía  *evem  y  á  la  par  de  une*mero 
particular,  á  Itn  de  que  aquello*  infcliec*  vivan 
¿na»  aleado»  y  arreglado*,  proporcionándole*  un 
jardín  va»to,  ti  cercado  para  ejercicio  ydi»trae« 
cion,  ean  ab&oluta  *cparaeion  de  bombre*  y  mu  = 
gere»,áno  »cr  que  *e  canco,  cu  atención  á  que 
eitoi  mUerable»  inbribile»  pura  aplicarlo*  á  la  in= 
duatría  fltbrll ,  podrian  ejereitar»e  cu  el  cultivo 
deijardinage  pura  *u*  eon»umo*,  por  cuanto  c* 
notorio  que  lo*  alimento*  de  e*ia  cla*e  convienen 
maná  *u*  enfermedade*,  y  miliaria  la  incoo- 
tittenela  que  *c  dice  lo*  devora  y  que  por  la 
falta  de  arreglo  en  *u  adminUtraolon  lo»  tierno» 
villa  eon  c*crfndatn,  alguna  ve»  mentado»,  y  mu- 
cha» vece*  pidiendo  limo*ua  por  ta*  calle*  de  la 
ciudad,  (Y  que  todo  c*to  *e  tolere  por  la  adrnl- 
nlitraelon  de  tina  nación  civilizada  y  »en»itde  I 

A* I  e»  que  adema*  de  la  carénela  de  e»table» 
cimiento*  publico*  de  beneficencia,  debida  á  la 
rapacidad  del  gobierno  de»a*trado  colonial ,  que 
no  »olamentc  no  cuidó  de  lo»  ocluí  bo*pitale» 
que  de»de  un  principio  enhilaron,  como  el  Ani- 
dado en  Santa  Ktf  por  el  re*pelablc  y  piatlo*o 
oblipo  de  Mecboacau   dfln  Va*co  de  Quirnga, 


a6? 

modelo  de  pastores,  amor  y  caridad  para  con  gps 
ovejas ,  el  de  Huaxtepec  y  otros ,  debidos  al  celo 
de  los  hermanos  hospitalarios  de  la  caridad,  esta- 
blecidos  en  México  por  el  venerable  y  caritativo 
Berna  relino  Alvarez  y  el  antiquísimo  del  Amor  de 
Dios  fundado  por  el  primer  obispo  Zumárraga, 
sino  que  contribuyó  directa  ó  indirectamente  á 
sus  atrasos  y  decadencia ,  pues  parece  que  en  estos 
últimos  tiempos,  dejando  impunes  álps  dilapida-^ 
dores  de  las  sagradas  reptas  de  estas  casas  9  se 
echó  mano  de  sus  fondos,  aplicándolos  á  objeto* 
es t ranos,  y  acaso  á  sostener  la  tiranía,  dejando 
envueltos  en  su  ruina  al  desaparecer,  todos  los 
hospitales  y  hospicios,  que  la  piedad  de  los  Me- 
jicanos nativos  ó  avecindados  en  México ,  habia 
erigido.  Por  otra  parte,  estando  mal  situado  el 
hospital  de  San  Andrés ,  y  siendo  peligroso  al  sis- 
tema sanitario  de  una  gran  población  destinada 
á  una  inmensa  estension,  mantener  estas  casas  en 
contacto  con  el  resto  de  los  habitantes,  en  aten- 
ción á  esta  grave  circunstancia  y  á  la  mayor  área 
que  ün  establecimiento  de  esta  clase  necesita,  se- 
ría muy  conveniente  que  al  tratar  del  arreglo  de 
los  hospitales  se  destinase  al  intento  el  vasto  edi- 
ficio denominado  la  Audadela  y  factoría  de  ta- 
bacos, que  reúne  á  la  ventaja  de  «estar  fuera  de  la 
masa  de  la  población ,  la  inapreciable  de  su  ais- 
lamiento y  mayor  capacidad,  no  solamente  para 
trazar  una  distribución  mas  conforme  á  un  hos- 
pital general  y  militar,  euyos  departamentos  coa- 


»6S 

viene  subdividir  en  un  lodo,  lino  el  de  ser  mas 
ventilado  y  purificado  por  loi  ayres  del  campo, 
pudiendo  proporcionar  el  establecimiento  de  un 
jardín  de  plantas  y  árboles  útiles  á  los  miamos 
enfermos  para  sus  medicamentos  y  alimentos 
mas  comunes  y  la  recreación  de  los  convalecen» 
tes,  ademas  de  las  comodidades  de  los  departa* 
meatos  que  exigen  las  diversas  enfermedades  y 
las  crisis  de  los  pacientes,  A  fin  de  evitar  en  lo  po- 
sible el  acumulamienlo  de  camas  y  el  espectá- 
culo doloroso  de  las  agonias  y  la  muerte,  ú  los 
que  por  su  menor  gravedad  dan  esperanzas  de 
vida  6  sean  atacados  ligeramente.  Esta  medida 
libertaria  también  a  la  capital  de  la  trascenden* 
.  fMÉ-tftinttttttn  en  tiempo  de  una  pesie  epidémica,  fa- 
'  «mando  mayor  número  de  camas  y  aun  el  poder 
formar  un  verdadero  lazareto,  puesto  que  la  po- 
aioion  y  aislamiento  de  este  espacioso  edificio 
ofrece,  mediante  un  cordón  sanitario,  mitigar 
los  estragos  de  una  peste  improvisa ;  y  aunque 
*e  pudiera  objetar  que  es  de  piso  bajo  y  por  con- 
siguiente húmedo  y  susceptible  de  anegarse  en 
las  inundaciones  á  que  está  espuesta  la  ciudad, 
en  cuanto  á  lo  primero,  el  piso  bajo  es  justa* 
mente  el  que  mas  contiene  a  la  espedicion  y 
economía  del  servicio  hospitalario,  y  respecto  á 
la  humedad,  son  muy  sencillos  los  medios  de 
precaverse  de  ella ,  eleillldo  los  pisos  de  una  ó 
mas  varas  ( cuyo  sistema  debería  adoptarse  por 
regla  general  en  todos  los  ediücios  que  se  levan- 


i64 
too  en  México  ,  y  e»  muy  e»traño  que  la  policía 
no  lo  baya  prescrito  antea)  y  el  mejoramiento 
de  entarimado»  de  madera»  ma§  «olida»  y  conve- 
niente» que  el  pino.  Trasladado  el  hospital  ge- 
neral de  San  And  re»  á  la  ciudadela,  lo»  objeto» 
mano»  importante»  á  que  e»tá  destinado  »e  colo- 
carían muy  bien  en  el  desocupado,  pues  para 
ello  tiene  capacidad  y  no  e»  un  inconveniente 
sino  una  ventaja  »u  situación,  fuera  de  la  ridicula 
aplicación  que  »e  le  dio  últimamente  por  lo»  ad- 
versarios de  la  independencia;  pero  exigiendo  la» 
reforma»  y  economía  del  nuevo  plan  de  hospitales, 
una  administración  completa  de  principio»  rela- 
tivo» á  la  salubridad,  policía  y  espedieion,  al 
trosformar  este  establecimiento  y  todos  los 
al  debido  orden  de  su  instituto,  sería  de  la 
importancia  adoptar  el  uso  de  otros  muebles  de 
materias  mas  sólidas  para  el  servicio  de  \ot en- 
fermo», los  utensilios  de  yerro  colado  y  aplica- 
ción de  la  maquinaria  en  todas  las  operaciones 
de  las  cocinas  y  procedimientos  laboratorios  y 
químicos  9  practicados  en  los  hospitales  de  Eu- 
ropa con  gran  provecho  de  la  economía,  por  lo* 
ahorros  que  resultan  de  manos  y  combustibles,  y 
aun  cuando  se  eroguerf  gastos  por  lo  pronto,  te 
evitará  el  continuo  despilfarro  y  grangeria»  de 
los  manipulantes  y  rateros» 

Dedicando  este  magmflco  edificio  únicamente 
i  la  curación  y  asistencia  de  la»  enfermedades 
mas  comunes  de  los  pobre»  y  soldado*,  formando 


• 

dos  departamentos  en  grande  separados,  Gubdi- 
vidiendo estol  coa  arreglo  ó  loé  síntomas  mas  ó 
monos  grates,  y  las  diferentes  crisis  de  los  en- 
fermos, por  manera  que  los  desauciados,  los  aco- 
metidos ligeramente  y  los  convalecientes  estén 
separados ,    así   corno  deben  estarlo  los  sexos  \ 
el  sistema    sanitario  '  de     nuestros    hospitales 
mejoraría  mucho,  no  solamente  en  cuanto  á  sal- 
var mayor  número  de  la  muerte,  sino  aun  para 
hacérmenos  repugnantes,  mortíferos  y  mas  efi- 
caces los  alivios  de  la  humanidad  en  estas  casas , 
que  por  sus  circunstancias  exigen  toda  la  atención 
de  las  autoridades  supremas  y  una  perseverante 
aplicación  de  los  encargados  de  su  administración, 
dMJfea  así  es  muy  difícil  su  desempeño.  Kn  conso- 
™MHla  con  este  sistema,  se  hace  preciso  esta» 
blecer  un  hospital  separado  para  la  asistencia  de 
las  enfermedades  crónicas  incurables ,  otro  para 
la  curación  de  las  dolencias  venéreas,  uno  para 
los  ancianos  sexagenarios  menesterosos,  y  final- 
mente una  casa  hospital  para  niños  y  jóvenes  no 
adultos  que  en  el  orden  regular  de  policia,yaun 
para  hacer  ciertas  observaciones  útiles  y  particula- 
res á  la  higiene  de  esta  edad,  es  como  indispensable 
á  la  curación  y  aplicaciones  de  la  inocencia  y 
pureea  de  las  costumbres,  y  por  consiguiente  son 
de  distinto  origen  y  piden  un  método  diverso  de 
asistencia.  Los  edificios  para  estos,  los  cncon*- 
trará  el  gobierno  en  algunos  conventos  ó  cole- 
gios de  monacales,  abandonados  6  al  ahandr»-» 


•  ♦ 


na  rae,  porque  ni  tienen  estudios  ni  religiosos,  á  lo 
menos  en  comunidad  como  debería  ser  para  que 
disfrutasen  de  ellos  sin  perjuicio  del  público,  y 
del  fin  y  objeto  de  su  establecimiento ;  así  pues , 
la  administración  poniéndose  de  acuerdo  con  los 
respectivos  prelados  de  los  religiosos,  escudada 
con  la  ley ,  sin  necesidad  de  muchos  gastos ,  po- 
dría reponer  el  antiguo  colegio  de  Agustinos  de* 
nominado  San  Pablo»  cuya  posición  es  adecuada 
y  cómoda  para  los  enfermos  incurables,  propor- 
cionando el  establecimiento  de  un  jardín  y  ce- 
menterio, aplicado  á  los  convalecientes  y  muer- 
tos. Para  enfermedades  venéreas ,  se  podía  des- 
tinar el  hospital  de  Jesús ,  trasladándolo  al  que 
fue  de  naturales ,  con  la  aplicación  de  sus  Ma- 
guas rentas  de  que  fue  despojado  reunidas  ¿las 
de  Jesús,  cuyo  local  es  mas  propio  para  un  mer- 
cado central  en  forma  de  que  carece  México.  £1 
edificio  del  hospicio  viejo ,  pegado  al  nuevo,  nos 
parece  cómodo  para  morada  de  los  ancianos  se- 
xagenarios é  inválidos  mutilados ,  mancos,  tulli- 
dos y  todo  género  de  desgraciados  por  su  avan- 
zada edad  é  inutilidad  para  dedicarse  al  trabajo. 
EJ  colegio  de  Belén  de  Mercedarios,  casi  al  arrui- 
narse por  su  abandono,  para  hospital  de  los  in- 
fantes que  quizá  convendría  adjudicar  su  inme- 
diato cuidado  á  los  religiosos  mercedarios,  puesto 
que  no  pudiendo  ya  ejercer  la  caridad  con 
los  cautivos  cristianos,  por  no  existir,  que  fue  el 
fin  y  objeto  de  su  instituto ,  podían  muy  bien 


aplicante  nn  »u  lugar »  á  c»ta  obra  de  caridad » 
y  cumplir  iu  ouarto  voto  mUerioordioio. 

Para  reparar  y  ul\\\mv  Ir»to»  cdlllcio»,  »muo- 
blarlo»  y  aoitener  lo*  ga»io#  de  iu  adminUtra» 
eluu ,  erígete*  y  <  ou*utno» ,  y  «I  minino  tiempo 
cubrir  el  delleienle  de  lo»  eitiltente»  de  San  A»* 
dm,  San  Hipólito,  ni  Divino  Salvador,  San  Aa» 
fonfó  libad  y  San  Ltaaro ,  ni  alto  gobierno  de- 
berta  recabar  una  contribución ,  ó  *ea  donativo 
perpetuo  de  toda*  Iu»  corporaeioue*  religio*ai  , 
powfcdura»  de  ílneaa  urbana*  y  rústica*  exi*tentei 
en  la  «apila!  i  sin  e*uepeion  de  la*  colVadlai  y 
hermandadei  regularuiindola  por  una  oapitauloa 
de  iu*  II iioa»  y  eapilale*  impue*loa ,  c*igi¿udolei 
up  Unto  por  ekftto  del  producido  de  »u»  utlll- 
4lflÍ6i  percibida!*  en  trimeatre*  por  una  junta 
general  de  beneficencia  mmitiluitla  y  arreglada 
legabnenle »  oompue»ta  de  loi  ciudadano»  ma* 
benemérito*  y  bien  reputado»,  y  de  lo»  tniímoi 
individuo*  de  la*  torporaeioue*  religio»ai  (aun 
euaodo  *ean  del  bello  Meto)  y  cofradía*  coutrU 
buyente* ,  &  lio  de  in*pirar  oanllanmi  y  (pillar 
toda  duda  en  la  aplicación  de  e*te  donativo  pía» 
do»o  ,  que  iudependientemdfete  del  gobierno  >  le 
deberá  Invertir  preei*arnente  en  el  »o»Um  y  recta 
administración  de  lo*  bo*pilalei  y  «a*a*  de  bene» 
licencia,  rpiedando  bajo  »u  re*pon*abilidad,  obli- 
gado» a  rendir  »u»  cumia*  al  gobierno  ,  y  e»te  al 
publico  por  medio  de  la  imprenta.  8¡  el  o*pfrltu 
de  lo*  religiosa*  e*  9  como  nn  dudatno*  ,  verdi- 


a6A 

dero  y  fundado  en  la  graa  doctriaa  del  evangelio 
y  en  el  ejemplo  práctico  de  su  divino  autor, 
estas  corporaciones  dedicadas  al  culto  ,  deben 
arder  en  amor  de  Dios  y  del  prójimo ,  y  ser  las 
primeras  que  por  la  perfección  á  que  aspiran , 
estén  mas  desprendidas  de  las  cosas  mundanas , 
y  predispuestas  a  dar  el  ejemplo   sublime  del 
ejercicio  de  la  caridad  y  virtudes  cristianas  para 
con  el  desvalido ,  destinando  una  pequeñísima 
parte  de  los  productos  de  sus  rentas,  á  tan  noble 
y  necesario  objeto,  seguros  como  están  sus  indi- 
viduos ,  de  que  sin  la  práctica  de  esta  eminente' 
virtud,  que  es  la  base  y  fundamento  de  la  obser- 
vancia de  la  verdadera  religión  católica,  las  dev'o^ 
ciones  puramente  abstractas  estéifftres  son  infruo¡¿ 
tuosas  para  la  salud  de  las  almas,  y  sin  las  buenas' 
obras  para  con  los  que  son  templos  vivos  de  Dios, 
los  templos  materiales,  sus  adornos  y  la  suntuo- 
sidad del  culto  esterior ,  no  conducen  al  verda- 
dero fia  y  objeto  grande  de  la  religión  sublime 
Se  su  divino  legislador.  No  dudándose  pues  de 
los    principios   piadosos    de    las    corporaciones 
religiosas ,  y  de  la  fervorosa  caridad  de  las  con- 
gregaciones cristianas  ,  que  en  fuerza  de  sus  eco- 
nómicas virtudes ,  han  reunido  bienes  y  acopian 
capitales  para  su  sostenimiento  y  gastos  del  culto 
divino  á  que  se  consagran  ,  se  presten  á  esta  obra 
eminentemente  cristiana.  Las  otras  clases  gra- 
vadas ya  de  muchas  maneras  y  con  otras  aten- 
ciones ,  quizá  no  tienen  una  obligación  tan  es- 


'titf 

plíelu  de  emplear  una  eorla  parta  dti  lo  que 
dedican  en  IWlone*  eeleMáailettii ,  ni  nonte* 
nlmlento  de  Ium  imiwn  de  earldad  y  benefl- 
miiqIa  y  al  alivio  de  lo*  que  taulo  uootrlbu* 
yen  ¿  ^üiüfti  ftiiioiniie* ,  puen  *ín  la  eommrrtmtiiti 
de  lo»  pueldu*  janm*  *e  ludirían  varillando  9  y  en 
Ultimo  uiiálUU,  «I  efectuarlo  no  ae  haoe  film  vuw 

f|Uf»  Wft  WlO  llri  jluMeia  diülrllmllva  ,  tlüVIll vléu» 

dolé  lo  que  dio  miando  ho  Jt>  liUo  falta  j  ol  se 
diga  que  tum  moiivo  de  ente  donativo  *e  jmrwli- 
aanítt  Um  auto*  1I0Í  mdto  ,  miando  uto  populólo 
del  verdadero ,  y  eou  noln  eennnudaar  ol^rtcm 
gaato*  entraño*  á  M  ,  turnio  por  ejemplo  el  u*o 
dfBHuriadn  de  la  eera ,  de  lo*  refVewo* ,  de  Ion 
juego»  artificíale*  ,  ilumluaelnue*  y  alguno*  ln«- 
trumento*  guerrero*  y  demonatraMone*  paganas, 
aeofttumliradn*  00  MtUleo,  eomo  ae  pratítleri  en 
la  edad  media,  y  otro*  ^anto*  auperlluo*  de  pura 
©atentación  y  vanidad,  que  evidentemente  deben 
daaagradar  á  Uto*,  Ion  convento*  y  eoíVadiai* 
&aa*o  *iu  tocar  en  lo  e*eneltd  el  producto  de  aiiíi 
renta* ,  llenarían  tan  «agrado  objeto ,  y  cumpli- 
damente *u*  nhli(jacione*  primordiales  como 
religioso*  y  ciudadano*,  convirtiéndose  en  mío-» 
délo*  de  admiración  y  respeto  del  \n\U\U  o  con 
utilidad  de  la  pal  ría  ,  á  la  que  son  acreedores  de 
cuanto  poseen  y  son,  y  finalmente  ton  csie  acto 
verdaderamente  piadoso  y  á  la  ve*  patritílleo, 
tiritar  Un  lieudíeioneié  de  millares  de  *cre*  des* 


■*■ 


dichados  ,  que  reconocidos  elevarían  ea  su  obse- 
quio votos  fervorosos  hasta  el  cielo...! 

Ademas  de  estos  establecimientos ,  la  metro  - 
poli  de  la  confederación  mexicana  necesita  de 
una  casa  de  maternidad  ó  refugio  para  asistir  y 
dar  un  asilo  discreto  á  los  partos  secretos ,  que 
por  esta  falta  y  las  preocupaciones  fundadas  6 
infundadas  de  Ja  sociedad,  el  íalso  pudor  *  apa- 
rentando desconocer  las  enfermedades  de  la  fla- 
queza humana,  prefiere  á  veces  los  crímenes;  crí- 
menes horrendos  que  interesa  á  la  moral  y  á  la 
política  evitar  á  todo  trance  y  sin  consideraciones 
fútiles.  El  nefando»  destestable  é  impío  delito  de  in- 
fanticidio no  es  estraño  en  México.,  como  en  todas 
las  ciudades  populosas ,  y  los  rastros  se  perciben 
comunmente  por  el  hombre  sensible  en  las  aze- 
quias  y  cementerios;  con  este  establecimiento 
bien  administrado ,  que  convendría  reunir  á  Id 
casa  de  espósitos ,  ministrándole  el  edificio  del 
colegio  de  niñas  (una  vez  que  al  tratar  del  arre- 
glo' de  estas  casas  de  educación  se  reúnan  todas 
en  uno)  cuyo  edificio  proporcionaría  todas  las 
comodidades  y  ventajas  conducentes ;  y  para 
gastos  de  sus  atenciones  y  dirección,  la  autoridad 
del  congreso  podría  imponer  por  una  ley  especial 
una  contribución  esclusiva  y  por  capitación  á  . 
todas  las  personas  célibes  acomodadas  ,  sin  dis- 
tinción de  sexo  ni  edad ,  en  atención  á  que  po- 
dran soportarla  en  clase  de  estraordinaria  ,  pues 
no  teniendo  ni  las  obligaciones  ni  los  gastos  del 


»7* 
los  padres  de  familia ,  pueden  contribuir  á  esta 
grandiosa  obra  de  equidad  y  rigorosa  justicia, 
cuya  percepción ,  manejo  y  distribución  lo  de- 
sempeñarán ellos  mismos  reunidos  en  una  junta 
especial  compuesta    de   los  individuos  de  mas 
confianza  y  probidad.  El   hospicio ,  ó  casa  de 
enseñanza  para  recoger  a  los  sordos  mudos,  apli- 
cando los  principios  del  inmortal  y  filantrópico 
abate  de  l'Epée ,  de  que  carece  México ,  y  bace 
mucho  tiempo  que  existe  en  los  Estados -Unidos 
de  América  ,  puede  establecerse ,  lo  mismo  que 
él  de  los  ciegos  á  nativitate ,  en  los  antiguos  hos- 
picios de  San  Jacinto  y  Santo  Tomas ;  para  sub- 
venir á  los  gastos  de  su  dirección  y  el  sosteni- 
miento de  estos  niños,  que  la  nación  debe  adoptar 
como  á  sus  hijos  predilectos ,  se  puede  imponer 
una  contribución  sobre  los  caballos  y  criados  de 
lujo,  como  pages  y  demás,  aumentando  los  esta- 
blecidos de  coches  ,  la  que  recayendo  sobre  los 
consumos  no  productivos,  y  las  clases  de  la  socie- 
dad mas  acomodadas,  no  puede  dejar  de  ser  útil 
y  fácil  su  recaudación  al  cargo   de  una  junta 
compuesta  de  los  mismos  contribuyentes ,  que 
debería  cuidar  y  dirijir  tan  filantrópicos  esta- 
blecimientos,    adjudicándoles  otros  arbitrios  y 
una  contribución  en  las  herencias  en  que  no  sean 
los  herederos  forzosos,  y  sobre  todo  cuando  estas 
recaigan  en  persoáas  estraogeras  residentes  fuera 
de  la  república ,  a  los  que  se  les  aumentará  la 
tasa  á  proporción 


27a 

La  hospedería  de  inválidos  para  militares ,  es 
de  desearse  que  no  se  quede  en  proyecto  olvi- 
dado, y  sea  cual  fuere  el  origen  de  esta  idea 
grandiosa,  la  ciudad  federal  necesita  ennoble- 
cerse con  un  monumento  digno  de  la  generosidad 
«nacional ,  que  proporcione  un  asilo  seguro ,  có- 
modo y  decente  á  los  beneméritos  ciudadanos 
que  han  espuesto  su  vida  y  derramado  su  sangre 
en  obsequio  de  la  independencia  y  libertad  de  la 
patria  común ,  quedando  inutilizados  en  su  ser- 
vicio. £1  gobierno  deberá  pues  promover  sin  tar- 
danza este  gallardo  establecimiento  bajo  las  bases 
sólidas  y  dignas  de  su  fin  y  objeto,  pidiendo  á  Tos 
religiosos  de  San  Francisco  el  convento  casi  de- 
sierto de  San  Cosme,  cuya  recolección  quizá  está 
por  demás ,  existiendo  las  de  San  Diego  y  San 
Fernando ,  que  dan  cabida  sobrada  á  estos  reli- 
giosos, y  no  se  podra  emplear  mejor,  aun  cuando 
permanecieran  allí  los  dos  ó  tres  religiosos  qtte 
domoran  y  podían  encargarse  de  su  custodia,  y 
de  la  administración  espiritual  y  culto  divino  de 
la  casa  de  inválidos.  Para  su  sostenimiento  deco- 
roso  y  dirección ,  debería  contribuir  proporcio- 
nalmente  toda  la  oficialidad  de  plana  mayor, 
mediante  una  junta  que  ellos  mismos  podrían 
nombrar  y  encargarse  de  su  administración, 
supliendo  el  gobierno  el  resto ,  y  los  gastos  de 
utensilios  y  demás  enseres  y  amueblamientos , 
que  deben  ser  decentes  y  sólidos ,  para  que  cor- 
respondan al  útil  estableciMiento  en  donde  de- 


*,1 

taran  regir  el  buen  arrian,  la  iabklurfa  y   U 
policía. 

Mobre  Ion  ertlahlccimicutu*  do  corrección  pru- 
dente, racional  y  dincrola  que  conviene  y  e» 
necesaria  mu  tti»li<  íu^íchi  tí  cierta  cla*e  de  per»onaíi, 
<jue  por  mi  edad  ,  relacione*  de  familia  y  Mira* 
"?loft  juvutiilcg  9  fiftijmi  ui\  tratamiento  euidadouó 
jf  comedido,  que  Injn*  dn  obcecarlo»  Km  corrija 
y  enmiende,  »¡n  n»pnucrlo*  &  porvcrlir»c  a*ncÍA* 
do»  y  confundido»  con  lo»  crimínalo»  dn  otra 
esfera  y  gorarquia  9  ba»f  a  afirmar  cjiín  mi  la  du- 
dad de  Mruiro  no  e*i*te  ninguno  ,  y  ni  hay  para 
ttiUgere*,  como  parece,  en  la  nana  doNan  Imca»* 
e»tá  deftalcudida  y  no  corc*poudc  a  mi  lílll 
objeto,  (Innviono  pue*  A  todo*  lo»  padre*  de 
femllla,  «  la  politiza  del  gobierno  y  A  Ion  lcgi*la 
dore»  i  cuya»  Inyn» ,  *cgun  ni  dictamen  de  un 
jurl»cou»ulfn  c*panol  celebre ,  deben  tender  a 
hacer  aborrecer  el  crimen  y  compadecer  al  dclin* 
cuente ,  la  creación  de  una  cana  de  filantropía 
en  donde  puedan  Ion  jiívono*  ro»idir  cómoda^ 
mente  en  cla*e  de  detenidos  por  falla*  y  delito» 
ligero*  4  que  cometan  contra  la  autoridad  palor* 
nal  a  juicio  de  lo*  padre»  y  juoco* ,  ó  contra  el 
érdeu  público ,  proporciomuidnlc*  en  ella  edil* 
ración  y  trabajo,  y  el  ejercicio  de  UU(\  vida  rí- 
gida y  lahm  io»a  ,  adoptando  el  *i*lema  pnuilnti- 
eiario  de  la*  uacinue»  culta* «  dn  manera  rptn  lo* 
jtWennq  vivan  de  *u  trabajo  y  *n  corrijan,  Mu  lo* 
de  la*  mugeren  podia  *acar*n  ni  prnvnrho  dnocu^ 


•74 
parlas  en  las  costuras  y  lavados  gratuitos ,  á  U 
meaos  á  las  mas  incorregibles ,  de  los  hospitales, 
hospicios  y  cárceles.  Para  sostener  los  gastos  de 
estas  caías ,  y  la  comida  de  los  presos  de  todafc 
las  cárceles  ¿  debería  aplicarse  ó  agregarse  una 
contribución  á  las  vinaterías,  pulquerías  y  pulpe- 
rías ,  que  son  los  que  mas  contribuyen  con»  mi 
trafico  á  los  descarríos  dé  la  juventud ,  especial- 
mente del  pueblo. 

La  administración  espiritual  y  el  culto  divinó 
indispensables  de  todos  estos  establecimientos, 
convendría  encargarlo  mensual  ó  anualmente,  á 
las  comunidades  religiosas ,  escitándolas  á  fin  de 
que  sie  presten  áeste  servicio,  y  á  dar  paramentos 
graciosamente  :  la  directorial  y  económica,  á 
juntas  nombradas  por  el  gobierno ,  ó  los  ayun- 
tamientos, cuidando  que  se  compongan  á  Ib 
menos  de  sesenta  miembros,  á  fin  de  que  siq 
perjuicio  de  sus  obligaciones  personales ,  esteri 
espeditos  para  asistir  uno  ó  dos '  diariamente  de 
pié,  en  los  hospitales  y  hospicios.  La  administra- 
ción interior  y  cuidado ,  esperamos  que  se 
encomiende  á  las  religiosas  de  la  caridad  de  Sati 
Vicente  de  Paul,  cuya  fundación  en  la  capital  no 
nos  cansaremos  de  recomendar ,  destinándole! 
para  su  casa  de  noviciado  el  colegió  de  niñas  de 
Belén,  y  para  su  sostenimiento  las  rentas  en 
parte  ó  en  todo  de  las  misiones  de  Filipinas.  En 
la  feliz  Francia  existen  ademas  de  estas  religiosas^ 
ejemplo   admirable    de  hospitalidad  y  virtudes 


•75 
lucióle»  y  económica» ,  la»  do  Santo  Toman  do 
Víllanueva,  Santo  K»pfritu,  Santa  MfU'tA  y  £a« 
giuido  oomon ,  con  otra»  mucbft»  qua  cridan  f 
atiendan  todos  Ion  bonpilalc»  y  ua*tt*  do  houeíl- 
eenaia  y  caridad,  como  un  prodigio  do  la  oiuaí- 
potoncia  y  con  iumtnun»  ventaja*  mi  betiftllahí 
do  h  humanidad .  de  la  rtdigion  ,  do  la  ra§r,ai  y 
dol  E»tado ,  propendiendo  con  »u  ojomplo  al 
aumonto  de  o»tu»  .cuna»  ,  A  »u  »o»tenia*ienta  por 
nu  economía  ,  y  á  la  mejora  do  loa  uoatntnbre*  y 
práctica  do  la*  virtude»  hospitalaria»  do  que 
carecen  otro»  pai»o»,  Adoptado»  Iba  principio» 
enunciado» ,  y  eatnbleeíendo  e»ta»  religiosa* ,  la 
protoccion  dtí  la  divina  procidencia  cuidara  do 
lo  doman ,  y  México  en  cuta  parto  contarla  con 
un  »¡»tema  do  beneficencia  «olido ,  »eria  ol  pafft 
ma»  afortunado,  y  tributando  lo»  debido*  borne* 
nage»  A  la  divinidad  y  &  la  religión  ,  merecería  la 
protección  del  cielo. 

Nuc»tro»  leotot e»  podran  bacer  juicio»  de  com- 
paración ,  examinando  la  diferencia  de  lo»  gan- 
to»  do  lo»  hoapitale»  de  la  capital  de  la  república, 
con  lo»  do  Burdeo». 


I    -M  ! 


Rilado  qm  manifle*$a  el  in$w#fi  y  enveto  de  múdale* 
que  ha  habido  en  el  hotpital  de  San  Amlre*%  denle 
iA,  de  enero  hanta  5i  4e  lUvimuhrv  tfa  iNu¡)( 

Cobra  (lodo  wuany  como».. ........ ,<.».>•  3f,07i    ifi    9 

Do  noveno  y  modio,. .,♦,......,.*.*. .........    .MijtiMi    |6    fi 

,    /|i.lli|H     ts     5 


'  4i^698    4    5' 

De  interinatos...... 800    o    o 

De  venta»  de  la  botica., i,33o    7    g 

De  prenda»  estravíadas  y  que  pagaron 
lo»  dependiente»! .... 1 36*    6    o 

De  entierro»  en  la»  parroquia»  pertene- 
ciente» al  hospital........ * 98    60 

De  lo»  hospitales  militare»  que  quedaron 
debiendo  en  828  son  7,375  p*.  6  g**, 
y  de  esta  cantidad  solo  abonaron  en 
el  presente  año  6,365  pf.  7  r1.  5  g1., 
restan  907  pf.  ir1.  1  g°.,  y  27,356  p§. 
6  r*#  que  importarán  la»  del  corriente 
año,  resulta  el  total  adeudo  de  28,265 
p'.  7  r*.  1  g° i.     6,565    7    & 

De  hospitalidades  de  distinguidos,  paysa- 
no»  y  militare»,  en  el  año,  2,4g5  pf.  6 
*'•  3  g**#  y  *°1°  han  pagado  en  el  año.     1 ,254     o     7 

Por  la  contrata  de  lo»  preso»,  y  60  ca- 
ma» de  libre» ,  pagó  el  Exm°.  Ayunta- 
miento...    24*000     o    o 

A  cuenta  de  (adeuda  atrasada  de  48*771 

p1.  7  r-.  7  gf.,  abonó  el  mismo 6,000    ó    6 

-  - 

Suma  el  ingreso  de  caudales. ...  81,696    o    o 

í   1  1   M  1 

Resolución. 

Ingreso  de  cándale».  ....•••     81 ,696    o    o 
Resultado  total  de  ga»tos..   11 3, 58o    4    o 

Déficit 51,786    4    o  que  rt- 


*?7 
Itillft  pii  umiIni  il*l  l»n*|titftl  y  h  toviM1  da  la*  pwvwdwm 

d«  dlvtwwMt'MtHiluftj  hablando  pililo  I»  MUiuda 4e  y»d« 

tru  pnr  «I  Kuladr»  nH.  i.  M^^Íim»,  r.  de  mm^im  da  tttáti. 
Vi  IIi  Jim  MuriuiMi  de  Víi4mH«i  wulms  ~  Vitnwte  Uurtrig, 

pWVftüdflf  IfPllW'rtl, 

Eftl»tmt  r»u  Hm'tlptHt  *lt*lr*  lioNpUaleí  iftiftlidotí 
por  I»*  ldj«*  d*  I»  twldad  ripNatt  vlwoto  dtit'Aii], 
y  dirigido*  por  una  adodoUlr«<doH  flpowal  eoin* 
piiMtA  tlr»  nitut*  otltuliiUlrodornii  ptwidldo*  por  el 
Alwtidtt  oíayotv  <!ada  uno  dr*  Im«*  adodoiMradoren 

eaii  ent<arfla<bi  iife iM-ItMtlnntien^  de  oh  hotplul, 
ó  qultm  la*  vpWftuw*  rloden  *m  mente*  y  piden 
lo  tpo*  Ip«  haw  (1*1 1»  y  neutollAit  los  lioupUalea, 
\iM  eolWnioa  np  MMiieomi ,  fwgtm  Ia  i^íloil  y  1a 
GAlldad  dn  <<ada  uno,  4  rAKuo  d«  uttairo  reatai  y 
medio  ttr»  vrilloo  <m  él  de  Ion  viejo* ,  treí)  y  medio 
«o  <M  de  lo*  olno*  eapiMloa  j  iré*  p\\  él  de  la 
mototnhlí^l ,  y  po<<o  ota*  A  ménm ,  a!  cabo  del 
uño  re*nlia  de  Ia*<<hphIa*  genérale*  de  iodo*  Ion 
hnipllale*,  el  fla*lo  de  looiooo  pe*o*i  J*a  admi* 
aUtraelmt  pre*eoNi  din  eoetUa*  AftUAlmeiUe  al 
Ayoolandeiuo,  quien  gradúa  batía  donde  alean* 
nan  la*  reni-a*  e*i*í#nte*  de  Ion  bmpbale* ,  que 
eon*l*ie  <m  done*  gratuito*  asegurado*,  alguna* 
propiedad***,  llfno*na*,  ele.,  y  el  dellell  que  re- 
tulla ¿lo*  1 00,000 pe*o*, que e*  tooy  pono  cuando 
aparece ,  |tt  *uple  el  gobierno  enn  permito  del 
minUterlo  de  jutllela. 


* 


* 


I  til 


Étfadfr  áfirórtMátibó  dé  tos  ¡¡¡délos  M  kd&píM  ¿éüetdl 

i£e  San  Andrbi  de  Burdeos. 

Enfermos  enttfaatest  diariamente;..... ...j.  4a    So  áv  jfo 

Estancias  ocupadas  inensualmente de  6oó  á  700 

Religiosas  hospitalarias 4° 

»  '.  A.    ■  .  '     ■    ■ 

Costo  de  cada  una  de  ellas  por.  año 60  p\ 

Capellanes  dos»  á  joo  p8.  cada  uno  por 

año . » 2,00 

Médicos  cuatro,  á  160  p8.  cada  uno  por 

.    año,  son «, *....,.....;....         640 

Médico  mayor  uno,  por  ápo.,. ......         $00  . 

Cirujano  ipayór  uño,  por  ano..... 120 

ayudantes  facultativos  cuatro,  á  éo  p^. 

cada  uno  por  añxr,  son...................        V4o  ? 

'jSfr viériteé  ¡fréfiitá  y  seis, '"'&  12  p\  cada 

"■   «nó  por  año. ..„ 43* 


11   1  —    ♦ 


Cucaba  total  de  gastos  del  hospital,  de  i5  a  úo,bte*  p\  a\ 


■»*« 


ftotd.  taaPrtáígíoda«h»^)ítálí*ríáS',  ¿aetoas»áef  serttelo 

*  •  • 

íe  los  hospitales ,  corret»  con  tos  procedimiento  y  atat- 
-iteración  de  las  bórítas,  y  ella*  y  los  d^mai^ealpleftaVbs 
**  ©a  mail  tenias  ¿  costa  de  l«fc  taspitales.    . 

.-:;    ■       ..;■■•  .       ••..■•       ■  •:  •  , 

>  tívspüai  de  inearabées.         ¡ 

Enfermos  penptfi&ntes.*. *,«»•,•«..,   106.  .. 

Religiosas **•':*? 9, 

Capellán 1 


*79 

Médico i 

Cirujano i 

Portero i 

Barbero i 

Sirvientos * 4 

Nota.   Los  sueldos  son  los  mismos  que  los  del  anterior. 
Totul  de  gastos. i , 10,000  p\ 


*fc 


•  •Mi 


3&D 


(VII) 

Del  fomento  de  la  agricultura  é  industria. 

La  base  y  fundamento  del  poder  real  tie  las 
sociedades  es  la  agricultura  ,  ya  sea  considerada 
como  el  principio  vital  de  la  población,  ya  como 
el  origen  material  de  la  industria  y  la  fuente  ina- 
gotable del  comercio,  que  constituyen  la  esencial 
riqueza  yja  fuerza  verdadera  de  las  naciones.  De 
los  adenVtos  del  cultivo  de  la  tierra  dependen 
pues  necesariamente  los  progresos  de  la  pobla- 
ción, civilización  é  industria  que  acumulan  los 
capitales  y  avivan  el  comercio ,  las  ciencias  y  las 
artes ,  que  hacen  la  dicha  y  bienestar  de  los  pue- 
blos. Todo  depende  pues  del  resultado  de  la  agri- 
cultura ¿  ella  mantiene  en  efecto  la  existencia  y 
vigor  interior  de  los  Estados  ,  forma  su  fuerza 
esterior,  y  atrae  la  industria  y  la  riqueza  de  fuera. 
Los  arbitrios  buscados  independientemente  de 
esta  fuent%  no  pueden  menos  que  ser  en  parte 
como  todos  los  medios  artiñciales  precarios  hasta 
cierto  punto ,  porque  estando  sugetos  á  las  vici- 
situdes humanas  físicas  y  morales ,  no  son  tan 
seguros  como  las  producciones  del  terreno  que 
rinden  á  la  vez  artículos  de  consumo  y  brazos 
consumidores  y  productores. 


*8i 

México  9  en  opinión  de  un  sabio  viajero  9  dp 
acuerdo  con  todos  los  Mexicanos  pensadores  que 
saben  apreciar  las  ventajas  de  su  país,  goga  4o  Ul 
conveniencias  mas  eminentes  para  que  su  agricul- 
tura prospere,  sin  exijir  otros  esfuerzos  por  parid 
del  hombre,  que  una  mediana  dedicación  al  tra- 
bajo :  posición  magnífica,  duhurade  clima,  ad- 
mirable variedad  de  temperaturas ,  prodigiosa  é 
incomparable  fertilidad ,  multitu4  inmensa  do 
valiosas   y    superabundantes    producciones    de 
cuanto  hay  conocido  sobre  la»  tierra ,  y  algupqs 
.artículos  peculiares  á  su  suelo  espontáneos;  [he 
aquí  el  cuadro  magestuoso  de  la  estadística,  y  los 
estraordiuarios  dotes  con  que  el  cielo  legó  á  la 
tierra  de  los  Mexicanos !  « En  el  interior  de  Mé- 
xico (dice  el  barón  de  Humbolt,  hablando  de  los 
artículos  coloniales  y  las  manos  que  los  proseen 
en  las  Antillas),  la  palabra  agricultura  recuerda 
ideas  menos  penibles  y  tristes.  El  cultivador  in- 
dígena es  pobre ,  pero  libre.  Su  estado  es  aun 
preferible  al  de  los  campesinos  de  una  gran  paitye 
de  la  Europa  septentrional,  No  existen  ni  corveas 
ni  servidumbre  en  la  N.  España.  El  númerq  de 
los  esclavos  es  casi  nulo.  El  axúear  en  la  «mayor 
parte  se  produce  por  manos  libres.  J^os  objetos 
principales  de  la  agricultura  no  son  precisamente 
aquellas  producciones  que  el  lujo  europeo  ha  d$- 
signado  un  valor  versátil  y  arbitrario.  Son  cerea- 
les, raices  nutritivas,  y  el  agave  que  es  la  vifta  de 
los  indígenas.  La  vista  del  campo  recuerda  al  vía- 


estanco) ,  cuyos  artículos  en  su  mayoría  no  ad- 
mitirían concurrencia,  por  su  calidad  y  facilidad 
de  producirse  en  las  riberas  é  inmediaciones  de 
1q$  puertos,  que  tanto  conviene  á  los  progresos  é 
intereses  locales  de  los  Estados  atlánticos  y  á  la 
mayoría  fomentar,  aun  suponiendo  pues  todos 
/estos  elementos,  reunidos  á  los  artículos  de  perlas» 
corales,  concha  de  nácar  ó  halistis  de  Californias, 
.parey,  peleterías  y 'demás  productos  del  Occéano 
Pacífico  puestos  en  movimiento  activo  en  el  co- 
mercio del  cambio,  estrangero ,  susceptible  de  es- 
¿enderse  en  fuerza  de  los  adelantes  sociales  y  pobla- 
ción al  mas  alto  grado  de  valor,  en  el  caso  de  una 
.guerra,  como  la  masa  en  grande  de  los  consumos 
jpiteríores  debe  ser  superior  y  constante,  los  agríco- 
las de  México  sufrirían  meaos  en  sus  intereses,  que 
los  de  las  Antillas  y  los  Estados-Unidos  del 
porte. 

Ademas  de  estas  eminentes  ventajas  físicas 
.propias  de  la  naturaleza  de  su  suelo  ^  por  una  feliz 
combinación  de  circunstancias,  México:  reúne  las 
^preciables  calidades  morales,  de  poseer  ó  poder 
(crear  con  facilidad  capitales  colosales  por  las.  uti- 
lidades que  dejan  la  esplotacion  de  la^  minas,  las 
empresas  agrícolas,  1$  crianza  de  ganados  y  el 
comercio ;  utilidades  que  pueden  avaluarse ,  sin 
temor  de  equivocarse,  á  un  veinte  y  cinco  por 
ciento.  El  módico  precio  de  la  mano  de  obra, 
considerada  con  relación  á  los  jornales  de  los 
Estados-Unidos  y  otros  países ,  no  deja  de  ser 


también  una  conveniencia  de  mucho  peso  al  cul- 
tivo de  la  tierra,  y  en  último  análisis,  gozando  los 
Mexicanos  de  todas  las  modificaciones  y  climas 
conocidos  en  la  superficie  de  nuestro  planeta  9 
produciendo  las  tierras  superiores  en  un  término 
medio,  cuarenta  granos  de  trigo  por  uno  de  síeínt 
bra,  como  se  verifica  en  los  afortunados  y  delfl 
ciosos  distritos  de  Querétaro,  Zelaya,  León,  Silao; 
Valle  de  Santiago  ,  en  los  Estados  centrales  mi* 
ñeros  y  mas  consumidores;  en  los  hermosos  valléi 
de  Atlizco,  Cholula,  Tesmelucan,  Tepeaca,  ChaU 
chicomula  y  en  algunas  haciendas  de  Tehuacan, 
destinados  para  ser  un  dia  graneros  del  litoral,  dé 
lál  Antillas  y  Europa,  cuyo  interesante  p  roble  mía 
06  resolverá  con  la  abertura  de  caminos  miltóf* 
y  siendo  esta  producción  en  las  tierras  inferiores» 
de  veinte  por  uno ,  al  paso  que  en  los  Estadoé*- 
Unidos  y  en  Europa  no  escede  de  seis  granos  por 
uno ,  y  en  la  América  meridional  cuando  mtfs 
llega  á  diez  y  ocho,  en  fuerza  de  tan  estraordinaríá 
fertilidad,  las  harinas  de  México  Negarían  un  diá 
á  coúcurrir  con  las  del  norte  América.  El  jo^rícíl 
4n  las  regiones  frias  es  de  dos  reales  de  plata ,  y 
en  las  cálidas  sube  á  tres.  En  la  confederación 
anglo-americana  y  en  las  Antillas ,  el  precio  del 
jornal  de  las  manos  libres,  es  por  lo  común  éutf* 
triple  ,  y  según  el  seflor  Warden ,  A  veces  llegfe 
en  el  primer  país,  A  uti  peso  y  medio ;  por  todas 
estas  ventajas  nuestra  patria  privilegiada  con  soló 
el  goce  de  sus  Instituciones ,  la  conservación  del 


m  ■ 

orden  ppblico¡  la  libertad  real  y  efectiva  del  co-, 
íaerqío  activo -de  cambios,  el  fomento  de  la  pp* 
plació  a  y  cultivo  de  los  valdios  de  las  fronteras  j 
riberas  abordables  del  litoral,  y  una  activa  y  sabia 
administración  que  estinga  todas  las  trabas  que 
han  entorpecido  la  agricultura  y  el  tráfico  inte- 
rior, dedicando  ¿oda  su  atención  á  estos  objetos, 
cualesquiera  que  sean  los  obstáculos  secundarios 
y  accesorios  de  otra  naturaleza ,  no  siendo  iosu*» 
perablesv  y  por  consiguiente  vencibles ,  nuestra 
patria  repetimos  está  destinada  coa  el  tiempo  y 
el  impulsp  de  los  adelantos  sociales  que  pasan 
jdel  ^sjte  pl- oeste  con  celeridad,  á  ser  un  mercado 
general  de  cuanto  sé  produce  en  la  redondez  del 
globo,  y  por  una  consecuencia  necesaria,  á  cons- 
tituirse México ,  el  emporio  «del  comercio  dej 
mundo  antiguo  y  moderno,. 

Mas  para  llegar  &  conseguir  tan  brillantes  rer 
£u]ladps.>  indicados  por  la  naturaleza  de  su  situa- 
ción» y  los  vastos  elementos  de  opulencia  geperitf 
que  poseemos  sin  réplica,  es  preciso  que  lop>  qvpp 
rigen  I03  destinos  de  la  patria,  trabajen  y  conbinen 
Jos  medios*.  q**e  se  desvelen,  y  sin  embriagarse  jp 
¿¿ocioars^  coji  el  simple  goce  de  su  independencia 
¡aislada  y  estéril ,  sepan  meditar  y  apreciar  en  su 
^rd^d^P  *ajpr*  á  h  par  Ja  dignidad  nacional  j 
el,  desempeño  de  sus  grandes  obligaciones  coq^- 
ti^as,  como  directores  de  una  asociación  inte.- 
pe$ant^e  ,  ípersjuwJiéndose  que  tan  inapreciables 
ventajas  fe,#&d?L}á  Ae,p peo  servirán  %\  biejí  p4- 


*1 

blioo,  titi  que  Ida  hombre*  la»  »opan  aprovechar» 
y  que  »i  no  »e  cumplen  ó  »e  retardan  por  neglU 
gencia  do  la*  primera»  autoridades ,  e»la»  llevan 
lobre  oí  una  inmensa  re»poo»ab¡lidad  do  la  que 
le»  Itni'á  ear^o»  Intrihlr-»  la  nevera  poí  leudad,  por 
euanto  eomu  fumladore»  da  un  vatio  imperio, 
•lUti  en  la  prceUa  obligación  dd  Manjar  »u»  ai* 
miento»  ootí  »olide*  y  magnitud* 

La  mayor  e»t«u»ion,  y  la  introducción  do  lodo* 
le»  objete»  cpio  pueden  contribuir  á  laocupavio* 
do  bra*o»,  ai  aumento  doJ  mdtivo,  á  la  i*iqu**a  y 
©omereio  a  que  »o  brinda  México ,  #00  piie* 
lili  oo»ft»  que  ina»  deben  lijar  la  aleueiou  de  lo» 
depoéilario*  dol  poderi  y  adema»  do)  lómenlo  d* 
le»  articulo*  del  consumo  que  10  importau  »iu 
Bfoesidad,  nomo  ol  chumo  y  otra»  droga»  que,  m 
puodou  producir  sulldenlemente  ca  Mélico , 
convendría  a  »u  pro&peridad  introducir  eu  gratule 
ItM  siembra»  y  cullivu  do  lino,  cánamo,  seda»  oora, 
vifta»,  olivo»  y  otro»  artículo»  do  lu*  pai»e»  dnjuie 
te  producen  do  la  mejor  oalidad  ,  la  oriamta  do 
1m  oveja»  merina*  y  cabra»  dol  Tibet  ya  introdu» 
oída» ,  repartida»  o»  lo»  pai»e»  quo  como  en  lo» 
fttrritorio»  do  Teta» ,  rio  bravo  dol  «orle  y  Cali» 
¿bruta»,  goaan  de  la»  ventaja»  do  clima»  análogo*, 
y  too  (I  tan  la»  lana»  fácii  *alida,  circunstancia  que 
tto  »o  ha  de  perder  de  vi»la  en  un  pat»  donde  la 
bul u»l  ría  agrícola  01  má*  fácil  y  sonedla  que  la 
lUbril  ú  lo  tuerto»  á  lo»  principio»,  Al  intrato (>  ol 
Hibierno  mediante  lo»  inoeetive»  dol  {¿rendo*  it*. 


troducira  Jas  mejores  riñas  y  cepas  de  Por- 
tugal ,  España  ,  Italia  y  Francia,  los  olivos 
de  la  Córcega  y  Genova ,  que  son  los  mas 
propios  para  un  país  montuoso ,  porque  re* 
sisten  la  intemperie  ,  el  lino  de  la  nueva 
Zelandia ,  fácil  de  connaturalizar  en  nuestro 
suelo ,  y  que ,  como  sienta  Say  ,  da  filamentos 
mas  largos ,  mas  finos  y  mas  abundantes  que 
el  Europeo ,  el  cáñamo  y  arroz  de  la  China , 
también  mas  propio  para  las  montañas ,  las 
papas  de  Bogotá  que  son  las  mas  prolíficas 
y  de  mejor  calidad ,  la  quinoa  del  Perú ,  co- 
nocida en  la  botánica  con  el  nombre  de  Chono- 
podium-quiaoa ,  que  es  un  grano  alimenticio  tan 
agradable  como  sano;  de  lima  el  delicioso  y  sano 
mas  que  todas  las  especies  de  musas  paradisum , 
denominado  en  aquella  ciudad,  plátano  de  Otaiti, 
de  donde  se  introdujo ,  las  castañas  y  plantas 
apreciables  del  género  de  las  acacias  de  Chili,  que 
cita  el  ilustre  americano  Molina  en  su  apreciable 
obra ,  el  árbol  del  pan  del  Brasil ,  y  finalmente 
los  camellos,  las  alpacas,  llamas,  vicuñas,  chin- 
chillas y  guanacos  del  Perú  y  Chili. 

Las  recompensas  que  ofrece  la  ley  de  la  materia, 
previniendo  á  nuestros  ministros  respectivos, 
que  estimulen  el  transporte  de  todos  estos  objetos, 
libertando  á  los  buques  que  los  introduzcan  en 
los  puertos  de  los  derechos  de  tonelage  ,  no  deja- 
rán de  facilitar  estas  importantes  y  útiles  empre- 
sas. También  seria  útil  estender  la  crianza  de  las 


oveja*  y  cabra*  de  California  y  Monterrey,  deno- 
minadas berrendos, 

La  estansion  del  cultivo  da  las  papas  y  el  arro* 
HO  el  interior  da  la  república ,  y  la  introducción 
de  1a  quinoa  dal  Para  ,  son  objetos  dal  mas  alto 
Ínteres  para  al  pueblo  mexicano ,  pues  espuesto 
como  está  á  las  calamidades  da  las  escaseces  da 
grano*  alguuos  años ,  por  falta  da  las  cosechas  da 
mal* ,  ¿  causa  da  la  disminución  da  la*  lluvias  ,  á 
Guando  por  uua  repeutina  ft'ialdad  atmosférica 
se  y  alan  las  sementeras ,  oomo  sucedió  en  i  iBÜ, 
y  en  1 790  (bian  que  auto*  fenómenos  iean  raros) , 
y  como  acredita  la  esperiencia,  al  hambre  ae 
ligue  la  deioladora  pasta,  cuyo  auote  ha  devorado 
mas  de  una  ve*  los  pueblos ,  cuanto  mas  se  au~ 
manten  las  siembras  de  papas  y  los  granos  fari- 
náceos ,  estará  menos  espuesta  la  población  & 
Mtos  males.  En  toda  la  América  dal  sur  son  del* 
conocida*  semejantes  calamidades,  y  no  dudamos 
imitar  cpia  esto  as  debido  á  la  estension  del  cul- 
tivo da  las  papas ,  que  constituyen  alli  la  base 
Alimenticia  de  las  masas ,  y  como  esta  planta  ,  la 
mas  prulíüca  por  su  naturaleza  >  se  acomoda  á 
todos  los  climas  y  calidades  de  terreno ,  ya  sean 
húmedos  á  secos  ,  las  cosechas  son  mas  seguras 
y  menos  espucstas  y  costosas  que  las  de  las  cerea- 
les ,  y  por  consiguiente  el  precio  as  mas  módico  : 
por  todas  astas  circoustancia* ,  cu  toda  la  Kuropa 
es  tan  comuu  y  vasto  su  cultivo,  y  de  tan  beiuV- 
lleas  miluencias ,  que  en  opinión   de    muchos, 


29* 
escritores  clásicos  ,  desde  su   introducción   lo* 

pueblos  de  esta  parte  del  mundo  eré  han  libertado 
del  hambre  y  mejorado  su  suerte  eti  tal  grado , 
que  afirman  con  sólidos  fundamentos ,  que  es  el 
regalo  mas  considerable  y  de  mayor  valor  que  Sé 
pudo  hacer  á  la  humanidad  ,  y  que  con  él  la 
América' ha  recompensado- mas  que  superabun- 
dan temen  te  todos  los  dones  de  este  género  qué 
recibió  de  Europa.  Desgraciadamente  en  México 
la  cultura  de  las  papas  es  muy  reducida ,  y  en 
comparación  de  la  que  se  observa  en  el  sur  y 
norte  de  América  y  en  Europa ,  está  circunscrita 
á  la  nada  ,  y  por  consiguiente  es  escasa  y  cara  ¿ 
proporción:.  Esta  anomalía  ha  dependido  segura- 
mente de  la  preferencia  que  se  da  al  cultivo  del 
maiz  ,  en  fuerza  de  la  costumbre  antiquísima  da 
los  naturales  que  no  conocieron  las  papas ,  y  tam- 
bién por  la  repugnancia  que  los  Españoles  y  sos 
descendientes  manifiestan  á  esta  tuberosa  aun  ea 
España ,  en  donde  basta  la  época  de  la  invasión 
de  los  Franceses ,  si  se  cultivaban  las  papas  4  eta 
para  engordar  cerdos.  Á  fin  dé  proporcionar  al 
pueblo  medios  de  existencia  más  seguros ,  y  pre- 
venir en  lo  posible  los  horrores  y  consecuencia* 
de  lá4  escaseces ,  es  pues  necesario  fomentar  y 
estt»nder  á  todo  trance  el  cultivo  de  las  papas  en 
México,  no  solamente  premiando  sino  libertando 
por  cierto  tiempo  del  diezmo,  primicias  y  de  toda 
gavela  ,  á  los  que  seMediquen  á  estas  siembras  ,  á 


la  quino*  del  Peni ,  al  arfo*  ib  1»  Chino  y  al  ár- 
bol del  pan, 

Ik  introducido*}  de  la*  marera*  de  Valencia  y 
de  Calabria,  *eriun  In*  ma*  adeeuada*  A  nue*i,roi 
ownpo*  y  *u  heneíkio  tm  la*  tierra*  man  e*tdrile* 
y  leeaii  e*pee¡almenle  en  Ion  hermo*o*  valle*  de 
Oa*aea,  planieie*  d<d  centro  del  wlmo  d«  Tehuau- 
tepw  *  la*  Mialeea* ,  Wehuuoan ,  Tepiíaea  y  otro* 
punía*  del  K*lado  de  Choluto ,  que  por  la  opor- 
(anidad  de  la  e*porlaeiun  rendirla  mucha*  utilida» 
de*¿  lo*  que  *e  dediquen  á  *u  oultivo  :  en  alguno* 
punta*  tronío  en  Tep^gi  de  U  *eda,  quUA  no  e* 
emterfu¡nente  de^onoeido.  I<o*  Oa*aquefio**  en 
f  Uta  de  la  deeadenoia  del  ?on*umo  y  pierio  da  la 
grana ,  qua  dUminuye  todo*  lo*  dia*  f  aeo*tum* 
brado*  u  la*  oj^iNu  ú>4)^#  minuoin*a*  y  prolija*  del 
cultivo  y  heneíleio  de  la  eonhmUla,  *erian  propio* 
para  beueíleiar  la  *eda,  y  *u*  venia  jai  tal  ve*  oum- 
penurtriiui  de  mueho  la  deoadeneia  de  la  grana  ¡ 
el  gobierno  de  aquel  fitUudo  baria  un  gran  *ervieio 
é  *n  pal*  *i  animara  y  eMbnulara  la*  *¡embra*  de 
morera*  y  el  heneilrio  de  la  *eda,  K*la  plañía 
exime  en  el  propio  Jetado,  y  nadie  ignora  que  en 
otro*  tiempo*  era  la  ooupaeion  favorita  de  mu» 
cha*  pueblo*  de  la  Mi*te<va  t  pero  *obre  lodo  el 
plantío  de  morera*  tendrá  ¿kíio  en  e*a*  deieyto*a* 
llanura*  que  *e  eatuniden  de*de  HuUn  ha*t*  la 
ciudad  d«  Oa**ea y  Chollan,  y  |>or  uun  fatalidad 
y  de*t)uidt>  dn  lo*  propitMai  io*  y  Ion  pueblo* ,  *e 
pifwtttan  ¿  la  vintn  d*d  viajero  lo  m¡*mo  que  la* 


♦ 


*9* 
planicies  de  Puebla,  áridas  y  desnudas  délos  en- 
cantos de  la  naturaleza  y  hermosura  que  ofrecen 
los  prados  artificiales  y  las  arboledas,  cuyos  um- 
bríales  son  tan  necesarios  á  los  viajeros  como  úti- 
les á  los  animales,  á  la'amenidad  y  salubridad  de 
la  tierra  y  abundancia  de  lluvias  y  cosechas.  Las 
moreras  de  ambas  especies  son  mas  comunes  que 
lo  que  se  piensa  en  casi  toda  la  república,  y  ade- 
mas de  las  que  hemos  visto  en  Oaxaca  y  los  con- 
tornos de  México,  que  parecen  ser  de  la  que  pro- 
duce la  fruta  negra ,  y  se  sirven  los  Valencianos , 
recordamos  haberla  visto  de  las  dos  especies  ,  en 
el  hermoso  valle  de  Mascota ,   lugar  de  nuestro 
nacimiento  ,  perteneciente  al  Estado  de  Xalisco. 
Entre  diversos  métodos  que  hemos  leido  sobre  las 
siembras  de  ese  precioso  árbol ,  recomendamos  á 
nuestros  compatriotas ,  ademas  de  los  de  nuestro 
Álzate ,  el  del  señor  Constant ,  por  ser  el  mas 
análogo  á  la  calidad  de  nuestros  terrenos,  y  por- 
que se  aprovechan  los  mas  áridos;  este  agrónomo 
belga  demuestra  con  una  serie  de  esperimentos 
curiosos  ,  que  conviene  plantar  las  moreras  en 
los  terrenos  menos  feraces  y  mas  secos,  por  cuanto 
la  hoja  que  se  produce  en  las  tierras  gruesas  y  hú- 
medas, espone  al  gusano  á  muchas  enfermedades 
y  no  rinde  la  mejor  seda.  Prefiere  también  ,  apo- 
yado en  fundamentos  sólidos  ,  el  plantío  de  se- 
millas al  de  estacadas  ó  de  ramos,  y  aconseja 
abrigar  las  plantaciones  con  cetos  ó  macisos  de 
árboles  constantemente  verdes  ,  como  el  encino 


♦ 


y  lo»  plaoi  i  á  oau»a  da  a»tar  probado  <jue  011,01 
arbole»  oon»ervan  ma»  calórico  ,  bien  que  a»ta 
precaución  aea»o  no  »eria  necesaria  en  1a  benigna 
y  deliciosa  temperatura  de  nuestra»  regione»,  l£i 
de  notarse  que  la  calidad  da  la  tierra  mas  conva* 
sísalo  á  e»ta  cultura  ,  ai  juntamente  la  (jue  ma» 
abunda  en  al  interior  y  centro  da  Mó*ieo  ,  y  por 
consiguiente  e»  fácil  vaticinar  cuanto  florecería  y 
rendirla  el  plantío  da  morera»  an  oue»tro  »uelo, 
El  medio  ma»  efieaa  para  al  fomento  da  lo»  bo»-. 
qwei  1  y  poblar  lo»  camino»  da  arboleda» ,  »eria 
conciliar  al  intere»  da  lo*  partieulare» ,  promo» 
viendo  también  al  cultivo  da  algunos  arbole»  fVu* 
tala»  1  eomo  el  castaño ,  nogal ,  almendros ,  ave- 
llano», dátile»  y  tamarindo»  tan  poco  comuna»  an 
Méfcieo. 

La  plantación  é  introducción  da  la  prolüloa 
graminaoaa  da  Guinea  e*i»tente  en  la»  Antilla»  y 
aun  en  Guatemala,  »aria  de  la  mayor  importan* 
ola  en  Méjico,  y  da  una  influencia  benéfica  para 
cubrir  la»  duna*  á  médano»  del  litoral  y  parti- 
cularmente de  Veracrua,  cuya  población  de»- 
nuda  da  todo  yardor  en  »u»  contorno».  »in  ár- 
bole»  ni  pa»ao»,  e»té  amenazada  »u  e*i»tencia  por 
al  continuo  movimiento  da  la»  duua»  <jue  la  cir- 
cundan y  e»treoban  ;  al  gobernador  de  aquel 
EUtado,  ¿  municipalidad  que  »a  empeñase  an  el 
plantiu  da  arbola»,  pa»eo»  y  jardines  an  el  barrio 
del  Santo  Gri»to,  cubriean  an  cuanto  caba 
aquellos  médano»  da  verdura,  »a  inmortalizarían 


*94 
haciendo  un  gran  servicio  á  la  humaittá&d :  ect 
raao  se  dirá  en  contra  que  el  terreno  salitroso 
por  el  ambiente  del  mar,  y  la  esterilidad  natural 
del  suelo  no  se  prestan ,  cuando  todo  lo  vencen 
los  esfuerzos  y  la  perseverancia  de  los  hombres. 
La  ciudad  de  Veracruz  es  susceptible  de  gozar 
de  un  hermoso  paseo,  si  sus  magistrados  locales  Be 
empeñan  en  ello,  y  también  de  cubrir  paulatina- 
mente de  graminaceas  los  médanos  de  arena  mo- 
vediza, sirviéndose  para  lo  primero  de  las  palmaq 
de  coroso  y  cocos ,  del  tamarindo ,  de  la  acacia 
denominada  caña-fístola ,  del  paqui  y  jobo,  de 
las  ceibas ,  encinos ,  limones ,  naranjos  agrios  y 
otra  porción  de  árboles  regionales  de  que  abunda 
la  tierra  caliente,  que  aguantan  y  resisten  los  nor- 
tes, y  no  estrañan  el  ambiente  marítimo ;  con  los 
mismos  corosos ,  los  nopales  ó  tunales  y  otras 
plantas  calaceas,  encajadas  entre  los  desechos  de 
los  muladares  y  despojos  de  las  caballerizas  que 
imprudentemente  se  arrojan  al  mar,  acaso  se 
prepararía  el  cimiento  para  la  espansion  de  la 
yerba  de  Guinea  y  otras  graminaceas.  La  indus- 
tria holandesa  ha  sabido  erigir  sobre  las  arenas 
de  la  f  ibera  del  Surinan ,  la  deliciosa  y  magnífica 
ciudad  de  Paramaribo,  cuyas  calles  y  plazas,  ade- 
mas de  estar  empedradas  de  conchuelas  y  ripios 
marítimos,  se  halla  embellecida  según  MalteBrun, 
en  su  geografía  universal ,  de  naranjos ,  jazmines 
y  otras  plantas  odonferantes  que  contribuyen  á 
la  vez  á  la  salubridad  atmosférica,  y  á  formar 


una  da  1a*  oiudada»  ma»  de)ayln»a»  du  la  Aiu¿- 
rioaequinoaaial. 

L*  mUtnii  (¿umaa  »amhradu  <m  la»  oolinu»  iri- 
4a*  del  inlarior,  qui/at  ra»i»t¡ria  por  la  nulidad  de? 
«utanaaidad,  a»tranrdinario  anrataumiento  y  ía- 
üilidad  de  multipl¡our»a  lo»  ardianta*  »urr»,  quo 
en  l0ima»a»  da  ahril  y  mayo  da»olan  lo»  pollón, 
•hooiin  da  lo  ma»  trinco  lu  prímttvtmi,  y  por  la  r?n- 
qíiíva  ra»aquadad    atiun»itíirioa,   <¿au»au  lu*  an- 
&rm«dadti»apM;oc>l¡aa»  y  la  timarla  da  lo» ganado» 
Je»  fttA*  vana»  por  fulla  dn  pu»to»  y  Uliihriula» , 
fluyo»  mala»  quigi'i  »e  logran**  rom  adiar  a«  parta 
oon  la  mtrodutuuon  da  a»ta  plualu,  lo*  prado*  ur 
•tiílmafo»  y  otra*  pranuuaiona»  qua  an»añu  la  lanría 
rural  á  lo»luhrudora»,  Marra,  no  *u  Trtttutlo  dv 
fo*bo>uiuvs  rvAtnotot,  qua  lia  Mimbrado  gratula» 
prado*  <la  pino*  »dva»tra»  en  la*  ao»tu»  da  Kran 
eia  mu»  a»iarila»,  dioa  :  «  i/,»  iiiiiiiait^i*  en  al  a»> 
tado  aotuul  da  la*  »oai*dada»  humana*,  que  *a 
habitúan  lo*  hombro*  A  dar  A  la  aulturu  da  lo* 
«bo»qu*»  lo»    mi»mo»  atildado»   qua  á  la  da  la» 
tierra*  da  pan  llavar,  aon  a»lu  dilarouaiu  impnr» 
tanta,  qua  alia  a*¡ga  nuidudo»  mánu*  miuutdo 
10»,  mano*  ¡orualaro»  y  no  tan  rapatido»  trabajo», 
'No  dudo  qua  Magua  al  na»o,  porqna  »a  n»omhru* 
rán  da  la*  ¡mn«u»u»  vantuja»  qua  la»  mullan.» 

t^o»  oortu»  progra»o»  qua  ha  bodijo  un  Mítico 
al  unitivo  d*  lo»  olivo»  plantado»  liana  muuhM* 
arto»  ro  Tuotihuyu  y  ou»í  todo»  lo»  ulradadoru» 
da  la  aapttul,  an  Talaya,  Ziuuiora  y  ulro»  punto», 


Ü96 
prueban,  no  la  esterilidad  de  la  tierra,  pues  cierta- 
mente la  lozanía  y  productos  de  este  árbol,  según 
nuestras  observaciones  en  Francia ,  Italia  y  Es- 
paña ,  son  de  mucho  mayores ,  y  aun  cuando  las 
frutas  ó  aceitunas  dé  España  sean  en  general  me- 
jores, no  asi  el  aceite,  pues  el  de  México  cuando 
está  bien  hecho  y  purificado ,  solo  es  comparable 
al  mas  esquísito  de  la  Provenza ;  y  si  su  plantío 
se  estiende  á  todas  las  tierras  eriales  de  ios  valles 
de  Tecnoxtitlan ,  Cholula,  Zelaya  y  Zamora,  li- 
bertándolo conforme  á  la  ley  de  novales  def  toda 
gabela,  los  Mexicanos  se  abastecerían  absoluta- 
mente de  este  artículo,  que  fomentado  en  Ta- 
maulipas  y  Texas,  podia  también  aspirarse  al 
abasto  de  los  Estados-Unidos j  así  como  llegará 
un  dia  en  que  estos  paises  y  el  Estado  de  Otomi- 
tas  ó  Potosí  produzcan  toda  la  cantitad  de  vino  y 
licores  que  se  consumen  en  el  interior  de  la  repú- 
,  iblioa  y  necesita  la  confederación  a  ngl  o -ameri- 
cana ,  conocida  como  es  ya  la  bella  calidad  de  la 
uva  que  se  cosecha  en  Zapotitlan,  Dolores,  y  lo 
esquísito  de  los  vinos  que  se  han  beneficiado  en 
San  Luis  de  Ja  Paz,  en  Parras  y  el  Paso  del  Norte, 
El  cáñamo  y  lino,  según  el  testimonio  de 
Villaseñor,  se  cultivaron  en  los  valles  de  Atlizco 
y  Zamora,  en  donde  los  vio  prosperar  (  así  como 
el  clavo  de  comer,  de  cuyo  cultivo  no  ha  quedado 
mas  que  la  memoria).  El  ilustre  Glavigero  afirma 
existir  silvestre  en  Meoqui ,  N.  México  y  Me- 
chuacan;  y  la  fábrica  que  por  cuenta  del  gobierno 


»97 

hubo  en  1 780  acredita  tu  beneficio  y  florecimiento 
en  Gbalco  y  otras  haciendas,  en  donde  se  cultivó  y 
reprodujo  admirablemente.  Si  se  introducen  el 
lino  de  Nueva  Zelandia  y  el  cáñamo  de  China 
(  cuyai  calidades  hemos  ya  recomendado  )  en  los 
Estados  de  Otomitas,  donde  se  han  hecho  venta- 
josos esperime n tos,  eu  Tamaulipas,  Texas  y  en 
las  riberas  abordables  de  estos  distritos,  México 
abastecería  al  consumo  de  la  marina  de  los  Es- 
tados-Unidos, Inglaterra  y  Francia ,  acelerando 
con  su  beneficio  la  población  y  cultura  de  los  rios 
Bravo  y  todos  los  que  bañan  á  Texas.  Cultivados 
pues  todos  estos  artículos  en  el  interior  y  en  los 
parages  mas  próximos  á  los  caminos  mixtos,  á  la 
Tes  que  el  cacao,  arroz,  algodón  y  tabaco  cu  las 
riberas  litorales,  el  comercio  de  esportacion  de- 
cuplaría, y  un  movimiento  general  de  acción  da- 
ría vida  á  nuestras  desamparadas  costas,  facili- 
tando trabajo  y  una  existencia  social  en  conso- 
nancia con  nuestras  instituciones ,  a  esas  hordas 
de  hombres  incultos  é  improductivos,  que  á  ma- 
nera de  árabes  habitan  las  costas  de  Zempoala,  6 
sea  Veracrus  y  Tamaulipas,  cuya  vida  aislada, 
errante  y  licenciosa  deben  procurar  corregir  sus 
autoridades  locales ,  estimulándolos  al  amor  del 
trabajo  y  á  otros  goces ,  que  al  paso  que  los  sa- 
caran del  estado  de  barbarie  en  que  yacen  su- 
mergidos, proporcionarían  brazos  y  jornaleros  al 
cultivo,  especialmente  al  de  Zempoala,  que  debe 
ir  en  decadencia  en  fucrxa  de  los  progresos  del 


comercio  libre  estendido  á  todoálos  Estados  lito- 
rales, y  si  sus  legisladores  y  gobierno,  después  de 
baber  perdido"  su  antigua  preponderancia  mer- 
cantil, no  estimulan  y  dedican  toda  su  atención 
á  los  ramos  de  agricultura,  de  tal  manera  decaída 
que  se  ven  obligados  á  abastecerse  de  azocares 
del  interior  desde  que  en'Górdova  se  arruinaron 
los  ingenios,  "que  en  otro  tiempo  no  solamente 
abastecían  sil  Estado,  sino  qué  esportaban  la  can- 
tidad de  4%,  i3s  arrobas  ,  cuyo  valor  ascendía  á 
cerca  de  millón  y  medio  de  pesos,  la  mayor 
parte  producida  en  las  inmediaciones  de  Orizaba 
y  Cor  do  va,  su  decadencia  y  la  miseria  del  Estado 
sera  evidente. 

Cuando  los  que  rigen  sus  destinos  se  persua- 
dan de  su  ventajosa  posición  para  la  agricultura, 
y  que  no  tienen  otro  recurso  para  prosperar, 
verán  con  otra  atención  é  interés  ios  progresos 
de  la  población  de  las  riberas  del  Papaloapan,  rio 
Gañas,  Goazacualco,  Tancocbapa  y  Toneladas* 
escitando  con  franquicias  la  emigración  de  las 
gentes  de  color  libres ,  y  otras  familias  aclimata- 
das de  las  Antillas  y  la  Luisiana;  pero  adoptando 
juna  política  generosa  y  libre  de  las  preocupa- 
ciones é  influencias  locales  ,  y  de  las  restriccio- 
nes del  comercio  libre  y  clausura  de  otros  puer- 
tos ,    á  que  se  inclinan  algunos  de  sus  legisla- 
dores   deslumhrados    con    el   sistema    colonial 
impracticable  en  el  estado  actual  de  la  sociedad, 
é  incompatible  con  la  independencia  y  libertad. 


*99 
Con  estas  medidas ,  la  introducción  de  la  caña 
de  Otaiti,  y  la  máquina  de  vapor  en  los  ingenios* 
el  aprovechamiento   de  la  navegación  interior 
del  río  Blanco ,  que  se  puede  verificar  desde  las 
cercanías  de  los  pueblos  de  San  Lorenzo  ó  San- 
campús,  quizá  en  buques  de  vapor  venciendo 
algunos  raudales ,  es  decir ,  á  cosa  de  seis  leguas 
de  Górdova  ,  el  azúcar,  café  y  los  frutos  de  estas 
poblaciones  y  aun  los  de  Huatuzco ,  las  maderas 
preciosas  de  gateado ,  caoba  y  otros ,  tendrían 
fácil  salida ,  y  las  vastas  haciendas  de  la  Estan- 
suela  y  demás,  que  corren  ubicadas  en  la  cañada 
de  este  río  hermoso  ,  y  aun  en  el  de  Zongolica  , 
duplicando  sus  valores,  aumentarían  su  indus- 
tria y  capitales,  aplicándolos  al  cultivo  de  las 
colmenas,  cafta-midl,  arroz,  algodón,  tabaco,  vai- 
nilla ,  pimienta  y  otras  especies ,  que  como  la 
canela ,  el  clavo  de  comer  y  moscada ,  podia  es- 
timular y  proteger  una  administración  esclarecida 
abandonando  esas  reiteradas  pretensiones  de  los 
perjudiciales  derechos  de  esportacion  que  recla- 
ma, puesto  que  mejorando  la  suerte  de  los  propie- 
tarios con  la  abertura  de  caminos  y  canales  flu- 
viales, aumentándose  los  medios  de  subsistencia, 
lo  que  es  fácil  alcanzar  generalizándose 'las  siem- 
bras de  arroz,   plátano ,  yamo  y  otras  plantas, 
seria  mas  útil  y  conveniente  imponer  una  con- 
tribución territorial,  6  una  capitación.  Rajo  estos 
grandes  y  sólidos  principios,  el  Estado  mas  ven- 
tajosamente situado,  y  el  man  feraz  y  abundante 


3oo 

de  producciones  valiosas  de  la  tierra,  por  sí  solo 
llegaría  un  día  á  rivalizar',  en  los  artículos  de 
arroz,  algodón  y  tabaco  que  esportan  los  Estados* 
Unidos  de  América ,  y  que  asciende  el,  primer 
artículo  al  inmenso  valor  de  mas  de  millón  y 
medio  de  libras ,  y  esto  sin  gozar  ni  de  la  ferti- 
lidad, ni  de.  los  frutos  peculiares  a.  nuestras  cos- 
tas y  riberas,  que  en  fuerza  de  ponderar  la 
maleza  y  plagas  de  su  clima ,  se  menosprecian  sus 
terrenos ,  sin  advertir  que  esos  defectos  existen 
en  todo  su  vigor  en  las  Antillas,  en  Colombia,  el 
Brasil  y  la  Luisiana ,  y  sin  embargo  se  han  po- 
blado ,  cultivado  y  producen  sumas  inmensas  de 
riquezas  por  la  industria  de  los  hombres.  Iguales 
providencias  podían  adoptarse  en  los  Estados  de 
Tabasco  y  Tamaulipas  y  en  una  parte  de  Oaxaca 
y  Cholula  por  Tuxpan ,  y  con  ellas  en  planta 
¡  á  qué  grado  de  prosperidad  no  Uegaria  la  agri- 
cultura y  utilidades  del  pueblo  mexicano!  ¡Cuan 
vasto  seria  el  movimiento  del  trabajo  y  mejoras 
sociales  de  los  pueblos,  y  las  creces  y  circulación 
de  capitales !  «  Acerca  de  la  importancia  de 
emplear  el  capital  en  el  cultivo  de  la  tierra ,  dice 
el  señor  Florez  Estrada  ,  sera  superfluo  que  nos 
detengamos  en  hablar  de  ello ,  pues  de  la  tierra, 
incluyendo  en  esta  voz  las  minas,  y  las  pesque- 
rías ,  se  saca  la  materia  de  todos  los  artículos 
necesarios  ,  útiles  y  agradables  al  hombre,  te- 
niendo por  esta  razón  el  trabajo  de  producir  ó 
de  apropiarse  las  primeras  materias ,  que  prece- 


3o  i 

dea  necesariamente  A  otro  cualquier  trabajo. 
Las  producciones  enteramente  espontaneas  son 
muy  pocas 5  la  gran  provisión  de  productos  en 
rama  que  forman  la  principal  parte  del  alimentó 
del  hombre,  solo  puede  conseguirse  con  la  coope- 
ración del  trabajo  y  del  capital  que  se  emplea 
en  cultivar  la  tierra.  £1  tránsito  de  la  vida  pas- 
toril á  la  agricola ,  es  el  paso  mas  importante  de 
todos  los  que  se  dan  desde  el  estado  mas  atrasado 
de  la  sociedad ,  hasta  el  de  mayor  perfección. 
Guando  se  compara  la  cantidad  de  alimento  y 
de  productos  en  rama  que  se  saca  de  una  super- 
ficie de  terreno  bien  cultivado ,  con  la  de  una 
igual  estension  de  terreno  de  la  misma  fertilidad 
destinado  al  pasto  de  rebaños;  y  cuando  se 
considera  el  estado  de  atraso  en  que  debió  ha- 
llarse la  industria  fabril  en  una  época  no  nitíy 
remota,  en  que  aun  no  habia  salido  de  su  infan- 
cia la  geometría  de  los  movimientos,  á  cuya 
ciencia  se  deben  todos  los  grandes  adelantos  dé 
la  maquinaria ,  con  que  tanto  se  aumenta  la 
cantidad  y  perfección  de  los  productos  manu- 
facturados, no  debe  sorprendernos  que  los 
antiguos  diesen  gran  preferencia  á  la  agricultura 
sobre  las  fábricas  y  el  comercio.  » 

La  admirable  diversidad  de  climas  que  en  un 
corto  espacio  de  terreno  ,  según  la  mayor  ó  me- 
nor altura  del  suelo  ofrece  la  estraordinaria  cons- 
trucción geológica  del  nuestro  ,  es  tan  ventajosa 
á  las  empresas  agrícolas ,  que  debe  estrañáMé 


3oi 

como  faltad  aun  en  México  todas  esas  produc- 
ciones de  la  China  é  islas  del  mar  Pacífico ;  mas 
cuando  se  reflexiona  el  abandono  é  ignorancia 
de  nuestros  dominadores,  después  del  primer 
periodo  de  la  colonización  que  no  dejó  de  ser 
activo  y  brillante,  no  nos  debemos  admirar,  pues 
á  pesar  de  la  apreciable  obra  de  botánica  del 
sabio  Hernández,  la  de  historia  natural  de 
Oviedo  ,  Acosta  y  otros  escritores  que  deberían 
haber  escitado  los  adelantos  agrónomos,  aplicán- 
dose casi  exclusivamente  los  Españoles  al  laborÍQ 
de  las  minas  j  al  ejercicio  del  comercio  por  las 
grandes  utilidades  que  les  fie  jaban»  especialmente 
en  tiempo  de  las  famosas,  flotas,  no  solamente  no 
introdujeron  el  cánamo  de  China ,  el  lino  y  el 
árbdf  fiel  pan  de  la  nueva  Zelandia  ,  la  canela  d$ 
Geylan,  la  cana  -miel  de  Otaiti  y  otras  frutas  q<ue 
como  el  mango ,  se  han  introducido  indirecta* 
mente  de  las  Antillas  inglesas,  rodeando  el  grande 
Occéano ,  sino  que  descuidaron  y  aun  dejaron 
perder  varios  bálsamos  que  según  Hernández, 
se  recogiaa  en  su  tiempo,  con  utilidad  de  fe  me- 
dicina y  el  comercio,  por  las  indígenas  ,  y  qut 
como  sienta  el  ilustre  Clavigero  ya  á  mediados 
del  siglo  pasado  por  no  haber  protegido  á  los 
naturalistas  mdígegnas  que  conocían  sus  benefi- 
cios y  virtudes  especificas*  se  iban  perdiendo  el 
huacanez,  maripeada,  estoraque,  liquidambar,  y 
las  goma  lacea  9  copal  y  sudeino  á  quapinoli  ,  y 
otros  conocidos »  tales  como  el  opobálsamo  de 


3o3 

Panuco ,  tan  estimado  como  el  de  Palestina  ,  con 
varias  plantas  y  drogas  tan  útiles  Como  precio- 
sas a  la  salud  y  dolencias  de  la  humanidad,  pot 
ejemplo  el  mechuacan  y  espinosilla ,  y  en  resu- 
men >  llegó  á  tal  grado  la  inercia  é  ignorancia  de 
los  farmacéuticos  españoles ,  que  existiendo  en 
Mélico  el  precioso  drago  ,  la  goma  arábiga  ,  que 
es  la  que  produce  la  verdadera  acacia  conocida 
cOn  el  úombre  de  mexquile ,  tan  abundante 
como  productiva  y  de  no  menos  consumo  en  las 
boticas  y  las  artes ,  el  agengibre  y  el  sen  que  he* 
mos  visto  en  abundancia  en  las  inmediaciones 
de  Góazacoalco ,.  se  introducían  de  fuera  como 
cosos  desconocidas,  lo  mismo  que  otras  muchas 
que  descubrirán  la»  investigaciones  científicas  y 
los  adelantos  sociales,  en  un  país  de  una  natura- 
leza tan  magnífica  como  privilegiada  por  la  pro- 
videncia. 

«  Según  este  orden  de  cosas  establecido  por  la 
naturaleza  (dice  el  sabio  Humbolt,  admirando  con 
razón  la  magostad  de  nuestro  suelo) ,  se  concibe 
que  en  un  país  montañoso  y  estenso  como  México! 
lá  variedad  de  las  producciones  indígenas  debe 
se? inmensa,  y  que  apenas  existe  una  planta  sobre 
el  resto  del  globo ,  que  no  sea  susceptible  de  ser 
cultivada  en  algún  ángulo  de  México.  A  pesar  de 
laft  investigado  nos  penosas  de  tres  botánicos  dis- 
tinguidos» los  señores  Sesse,|tfoziño  y  Cervantes, 
encargados  por  la  corte  de  examinar  las  riquezas 
Vegetales  del  país ,  falta  caucho  para  poderse  K- 


3o4 
so  ajear  del  conocimiento  de  todas  las.  plantas 
que  se  encuentran  esparcidas  ó  diseminadas  en 
las  cimas  aisladas ,  y  oprimidas  unas  sobre  otras 
en  las  vastas  florestas  del  pié  de  las  cordilleras. 
Si  aun  se  descubren  todavía  diariamente  nuevas 
plantas  y  especies  herbáceas  en  la  planicie  ó  me- 
zeta  central ,  en  los  contornos  de  la  ciudad  de 
México ,  ¡  cuantas  plantas  arborecentés  no  se 
habrán  ocultado  á  los  ojos,  de  los  botánicos  en  la 
región  húmeda  y  caliente  que  se  estiende  á  lo 
largo  de  las  cost¡as  orientales ,  desde  la  provincia 
de  Tabasco,  y  las  fértiles  riberas  del  Goazacoalco, 
hasta  Tecoluta  y  Papantla !  ¡  En  la  estension  de 
las  costas  occidentales ,  desde  el  puerto  de  San 
Blas  y  la  Sonora ,  hasta  las  llanuras  de  Tehuaiv- 
tepec  en  la  provincia  de  Oaxaca !  » 

Estas  consideraciones  manifiestan  el  alto  in- 
terés y  el  deber  sagrado  que  deben  escitar  á  las 
autoridades  de  la  Union  y  de  los  Estados,  á  pro- 
teger el  ramo  de  la  agricultura,  y  su  mayor 
estension  por  todos  los  medios  que  estén  en  sus 
facultades  y  alcanzes ;  pero  sin  reglamentar ,  ni 
mas  incumbencia  que  los  alicientes  de  las  habi- 
litaciones ,  estímulos  del  premio ,  y  el  incentivo 
de  las  franquicias  y  abastecimiento  de  las  semi- 
llas y  plantas  nuevas  brindadas  gratuitamente  } 
y  ai  intento  nos  parece  conveniente  y  aun  indis- 
pensable que  ademas  del  banco  de  avio  ya  esta- 
blecido ,  y  que  desearíamos  ver  mas  en  grande  y 
con  mayor  capital  disponible  en  beneficio  del 


3o5 

fomento,  m  crease  en  debida  forma  una  sociedad 
de  agricultura  é  industria  ,  compuesta  de  todo* 
los  propietaros  y  capitalistas  residentes  en  la 
ciudad  federal ,  constituyendo  las  subalternas  ó 
corresponsales  respectivas  en  las  capitales  de  los 
Estados  y  territorios,  organizadas  de  suerte  que  en 
fherzade  sus  trabajos,  esperimentos ,  observación 
nes  y  descubrimientos ,  por  su  influencia  ,  acti- 
vidad y  celo ,  avivasen  y  escitasen  en  toda  la 
república ,  la  ostensión  y  los  adelantos  agrícolas 
é  industriales ,  proveyendo  los  medios  para  sus 
mejoras,  y  el  aprovechamiento  y  aplicación 
paulatina  y  gradual  de  los  preceptos  de  los  me- 
jores geopónicos  ,  como  Herrera ,  Rossier,  Colu- 
mela ,  y  otros  inventos  modernos  que  se  han 
hecho  respecto  de  la  economía  rural  y  fabril,  por 
Dahamuel;  distribución  de  los  trabajos  y  maqui- 
naría para  el  cultivo  ,  sin  omitir  la  crianza  de  los 
ganados  y  los  medios  de  proveer  á  la  cura  de 
sus  enfermedades  y  mejoras  de  las  razas,  y  en  una 
palabra ,  escitar  á  la  gente  del  campo  á  remediar 
su  suerte  con  medidas  legislativas  y  alicientes 
eficaces  y  oportunos  >  á  fin  de  que  saliese  del 
empirismo ,  ignorancia  y  pupilage  en  que  yace 
parásita  por  falta  de  protección  ,  estímulos  y 
conocimientos. 

Ademas  de  estas  atribuciones,  pedia  encar- 
garse esta  sociedad  del  establecimiento  formal  de 
escuelas  rurales ,  de  la  dirección  de  un  perió- 
dico semanal  ó  mensal  para  publicar  sus  actas» 

30 


3o6 

transacciones  y  todos  los  inventos  é  instrucciones 
que  facilita  el  uso» ,  y  la  construcción  de  las  má- 
quinas mas  sencillas  y  económicas ,  como  las  de 
desgranar  el  maiz,  limpiar  el  arroz,  despepitar  el 
algodón ,  prensarlo  9  y  limpiar  y.  acomodar  las 
lanas,  el  uso  de  los  molinos  de  viento  y  la  per- 
fección de  los  de  agua  ,  casi  desconocidos  entre 
las  clases  pobres  que  podian  ser  habilitados  de 
ellas  á  costo  y  costas  y  al  crédito,  á  fía  de  enten- 
derlas ,así  como  todos  ios  procedimientos  sencillos 
de  la  agricultura ,  esquilmos,  sistemas  de  podar, 
ingertar  y  conservar  las  frutas ,  y  cultivar  las 
plantas  de  jardinage ,  proporcionándoles  cate- 
cismos agrónomos  fáciles  y  razonados ,  pero 
compendiados  :  la  práctica  y  el  uso  de  los  pozo* 
artesianos  en  los  parages  y  haciendas  escasas  de 
aguas  y  manantiales,  este  benéfico  invento,  que  se 
Labia  creido  costoso ,  se  acaba  de  demonstrar 
últimamente  en  Paris ,  que  no  e9cedera  de  i,5oo 
pesos ,  y  si  se  introduce  en  México  en  los  ter- 
renos susceptibles,  evitará  el  pernicioso  uso  de 
esos  pestilentes  algibes ,  que  envolviendo  mias- 
mas y  efluvios  malignos  y  pestíferos  en  las  aguas 
represas,  especialmente  en  la  estación  de  las  se- 
cas, deben  tener  grande  influencia  en  las  hydro- 
fobias ,  epizootias  y  otras  enfermedades  que  se 
esperimentan  en  los  ganados ,  y  quizá  no  dejan 
de  tener  parte  ¿n  las  epidemias  crueles  del 
matlazaquat  y  demás  dolencias  á  que  contri- 
ta||pen  esos  estanques  corrompidos ,  situados  en 


los  contornos  de  las  casas  de  las  granjas  y  en  no 
pocos  pueblos  del  norte  y  oriente  de  México , 
y  de  algunos  de  los  Estados  de  Cholula  y 
Oaxaca,  que  por  desgracia  espuestos  á  los  rever* 
beros  del  sol  á  causa  de  la  falta  de  árboles ,  están 
en  la  horrible  usanza  de  beber  de  ellos  á  la  vea 
las  gentes  y  los  animales,  sin  tomar  ninguna 
precaución. 

Rara  local  de  sus  reuniones ,  trabajos ,  oficina 
y  depósito  de  su  archivo,  librería  y  museo  de  esta 
sociedad,  pues  deberá  reunir  las  maderas,  fósiles, 
tintes,  semillas,  muestras,  modelos  de  máquinas 
y  utensilios,  se  le  destinará  alguno  de  los  edificios 
públicos,  y  podia  convenirle  uno  de  los  departa- 
mentos de  la  casa  del  Estado,  pues  importa  mu** 
cho  que  estas  compañías  tengan  un  alojamiento 
propio  ó  designado  ,  á  fin  de  radicarías  ,  porque 
componiéndose  de  hombres ,  es  bien  sabido  que 
estos  se  aficionan  de  sus  propiedades  y  mani- 
fiestan apego  al  lugar  de  su  mansión j  y  para 
ayuda  de  gastos ,  puesto  que  sus  individuos  de* 
berán  contribuir  por  su  parte ,  conforme  á  la 
práctica  de  todas  las  sociedades  de  este  género  , 
con  una  pequeña  suma  mensual  para  formar  su 
tesoro  particular ,  el  congreso  baria  un  servicio 
á  la  nación  imponiendo  una  contribución  per-» 
sonal  á  todos  los  individuos  que  poseyendo  fin- 
cas rústicas  y  urbanas  en  la  república ,  existen 
en  paises  estrangeros ,  sean  ó  no  mexicanos ,  á 
no  ser  que  estén  empleados  por  eí  gobierno , 


¿•8 

recargando  de  dos  Untos  mas  á  los  forasteros 
respecto  de  los  nacionales.  Constituida  esta 
sociedad  por  una  ley  especial ,  con  facultades  de 
atender  ella  misma  á  la  formación  de  sus  estatu- 
tos y  nombramiento  de  un  consejo  administra- 
tivo económico  y  directivo  amovible,  que  apro- 
bará el  gobierno,  tenemos  esperanzas  fundadas 
de  los  adelantos  y  florecimiento"  de  la  industria 
rural  y  fabril  de  la  república ,  y  mucho  mas  ú  se 
enlaza  y  pone  en  armonía  con  la  interesante  y 
patriótica  junta  del  banco  de  avio,  cuyos  celosos 
y  activos  miembros  merecen  ya  por  sus  ensayos 
y  trabajos  bien  de  la  patria  ¿  y  si  á  los  individuos 
de  su  consejo ,  y  á  toda  la  corporación  se  les 
acuerdan  ciertas  consideraciones  honoríficas  que 
nada  cuestan,  y  las  mas  veces  escitan  á  los  hom- 
bres á  la  virtud  y  al  desempeño  de  las  obliga* 
ciones  contraidas ,  y  á  formar  una  noble  emula- 
ción y  el  espíritu  de  cuerpo  ,  que  son  los  princi- 
pios vitales  de  estas  congregaciones  inmortales  y 
útiles  en  el  mas  alto  grado ,  cuando  son  bien 
dirigidas ,  al  género  humano  y  a  los  adelantos 
sociales.  Una  medalla  de  oro ,  plata  ó  cobre , 
con  emblemas  y  símbolos  oportunos  9  graván- 
dose el  nombre  del  autor  ó  inventor  de  una 
memoria,  máquina  ó  cosa  semejante,  un  retrato» 
estatua  ó  busto  colocado  en  un  salan,  recordando 
al  público  el  servicio  hecho  por  un  hombre  de 
talento,  ó  por  la  munificencia  y  generosidad 
defcpudientir,  una  obra  dritfra  distribuida,  y  el 


3*9 
panegírico  correspondiente  en  los  actos  públi  • 
eos  y  en  los  diartos,  son  los  incentivos  de  que  un 
gobierno  ilustrado  y  fomentador  se  vafe  para 
escitar  lo»  talentos,  la  aplicación  de  las  cora*- 
paftías  y  la  dicha  y  bienestar  de  los  pueblo». 

«  Las  medallas ,  las  recompensas  acordada»  á 
lo»  particulares  que  mejoran  h  agricultura  y  la» 
plantaciones,  no  son,  según  un  economista;  dil* 
el  Mflor  Noirot,  en.su  Tratado  de  la  cultura  de 
l&fbosqjies,  mas  que  un  lujo  de  legislación;  pero 
es  difícil  acordarse  con  esta  opinión ,  cuando  es 
olaro  que  solo  el  ejemplo  puede  conducir  á  lo» 
habitantes  del  campo  i  adoptar  nuevos  método» 
do  cultura,  y  que  los  que  dan  el  ejemplo,  estiman 
co«&o  un  gran  premio  estas  recompensas  honorí- 
fica». » 

Concluiremos  esta  reseña  indicando  á  nuestros 
legisladores  algunos  medios  para  mejorar  la  triste 
suerte  de  los  pobres  arrendatarios,  que  espuestos 
ha¿ta  ahora  á  la  versatilidad  y  caprichos  de  al- 
gunos propietarios  tan  inhúmanos  como  igno- 
rantes:, yacen  en  el  estado  mas  abyecto  e  im- 
productivo en  casi  toda  la  república,  y  nos  consta? 
lo»  males  y  perjuicios  que  se  le  sigue  á  esta  clase 
frpfeciable  de  la  sociedad ,  y  á  la  agricultura  y 
población,  en  coheecuencta  de  su  estado  precario 
y  las  vejaciones  que  los  administradores  de  la» 
haciendas  y  dueños  de  las  tierras  les  infieren , 
despojándolos  muchas  veces  con  arbitrariedad 
absoluta,  de  sus  pobres  choias,  y  aqti  de  algunos 


\ 


3i* 
paciones  del  coaquistador  de  Mélico  ,  í  vendé* 
al  crédito ,  y  bajo  hipoteca!  y  plazo» ♦  á  las  po- 
blaciones escasas  de  terreno,  y.  i  los  particulares 
que  lo  soliciten  las  tierras  que  no  pueden  cul- 
tivar. Las  ventajas  que  estas  disposiciones  ofre- 
cerían ,  comparadas  con  los  inconvenientes  que 
pueden  alegarse  en  su  contra  por  los  avenados 
en  las  máximas  erróneas  del  sistema  colonial,, 
y  que  se  fcutren  de  las  preocupaciones,  desoyendo 
los  clamores  de  la  humanidad  y  desentendiéndose 
tle  los  resortes  mas  eficaces  del  orden  social » 
que  no  san.  oíros  que  el  sacrificio  de  una  pequeña 
parte  de  los  intereses  individuales  al  bien  común* 
$on  tan  evidentes  y  fundadas  como  obvias,  y 
fútiles  las  contrarias.    «  Con  dificultad  podra  la 
ley  i  sin  perjudicar  mas  á  méno$  el  derecho  de 
propiedad,  dice  el  señor  Florez  Estrada,  intervenir 
£4  determinar  la  duración  del  arriendo,  ni  W 
pedida  de  las  tierras  que  debe  cultivar  cada  la- 
brador; pero  es  indispensable  para  qu«t  progrftte 
la  industria ,  que  remueva  los  obstáculo*  que 
.pOnen  en  contradicción  los  intereses  d^l  pro- 
pietario y  del  colono r  y  que  entr?  tila  no  influya 
]a  calidad  de  U  riqueza  arrendada  en  la  validación 
del  contrato  del  arriendo.   Mié&tras  subsistan 
,]#$  leyes  de  la  amortización  civil  y  eoleaiástica , 
M  itáoesaria  par*  modfcrar  y  reprimir  ».  ya  que 
no  todos  ,  varios  de  los  perniciosos  efectos ,  y 
poanr  «q  armonía  estos  distintos  intereses ,  que 
se  apruebe**  por  ana  lfey  los  arriendos  de  tiempo 


3i3 

¡limitado  de  la  propiedad  amortizada ,  y  que  se 
reconoaoa  el  derecho  que  al  colono  le  asiste  de 
redamar  el  capital  y  el  trabajo  que  en  ella  bajá 
empleado  ¡  y  que  ya  que  esta  propiedad  tenga 
el  privilegio  de  no  poder  venderse,  á  lo  menos 
no  tenga  el  de  no  poder  arrendarse  en  los  tér- 
minos en  que  otra  no  amortizada.  Dé  otro  modo 
estas  leyes  retraerán  al  colono  de  hacer  ninguna 
mejora  importante  en  la  tierra  que  cultiva;  pues 
en  vea  de  conciliar  sus  intereses  con  los  del  pro- 
pietario ,  los  disgregan  y  ponen  en  una  continua 
Jucha*  siendo  el  resultado  final  que  el  colono  en 
perjuicio  suyo ,  del  mismo  propietario  y  de  la 
sociedad  entera,  no  saque  de  la  tierra  el  producto 
que  pudiera  sacar.  » 

*  En  Tosoana ,  el  gran  duque  Pedro  Leopoldo 
arrendó  ¿enfiteusis  (prosigue  el  mismo  autor)  por 
cuatro  generaciones  ,  casi  todas  las  tierras  de  la 
corona  y  una  gran  parte  de  las  del  clero  conqpr 
diendo  al  colono  la  facultad  de  renovar  el  ar- 
riendo, siempre  que  antes  de  concluirse  el  términb 
pague  al  propietario  el  importe  de  cinco  rentas 
Tetadas  por  el  precio  que  entonces  tengan  les 
fincas  en  venta.  El  buen  resultado  que  produjo 
«sta  no  bastante  ponderada  disposición ,  escedSe 
ooft  mucho  á  las  esperanzas  que  al  darla  pudo 
hdber  concebido  el  legislador,  pues  con  ella  logré 
arrancar  al  dominio  de  Isa  aguas  las  provincias* , 
cuya  agricultura  es  en  el  dia  la  asas  floreciente, 
de  toda  la  Italia.  Con  dificultad  se  concebirá  una 


3i4 

ley  que  mas  bien  concilio  los  diferentes  intereses 
á  que  hay  que  atender ;  los  del  propietario  y  los 
del  consumidor.  Con  esta  ley  en  fin  no  dudo  que 
los  países  que  la  adopten ,  verán  progresar  rápi- 
damente la  agricultura ,  pues  con  ella  el  colono 
se  enriquece  ,  estando  seguro  de  que  él  y  6u 
posteridad  disfrutarán  de  las  utilidades  ,  y  la  so- 
ciedad vé  cumplido  en  todas  sus  partes  el  objeto 
de  sus  ley  e6  primitivas,  el  cual  fue  proteger  la 
propiedad  territorial,  no  para  beneficio  esclusivo 
del  dueño  de  ella ,  sino  para  el  de  todos  los  aso- 
ciados ,  no  para  que  el  propietario  por  codicia , 
obstinación  ó  capricho  haga  que  susfincas  no  pro- 
duzcan  ,  sino  para  que  se  saquen  de  la  tierra  los 
mas  productos  posibles ;  ni  la  indudable  justicia 
de  las  leyes  relativas  á  la  prescripción  se  apoya 
en  otro  principio  que  en  esta  general  conve- 
niencia. » 

^De  los  progresos  cíe  la  agricultura  ó  industria 
agrícola,  dependen  inmediatamente  los  adelantos 
de  la  industria  artificial  y  fabril,  que  es  aquella  que 
enseña  al  hombre,  después  del  aprovechamiento 
del  rey  no  vegetal,  á  servirse  de  los  rendimientos 
y  riquezas  de  los  reynos  mineral  y  animal ;  y  si 
los  Mexicanos  poseen  los  mas  vastos  elementos 
del  primero,  la  naturaleza  no  fué  menos  pródiga 
en  los  segundos.  Luego  que  los  que  rigen  los 
destino?  de  México  dirijan  el  residuo  de  la  po- 
blación central  ya  considerable ,  y  fomenten  sis- 
temáticamente la  emigración  de  gentes  estran- 


3i5 

geras  laboriosas ,  acia  los  países  templados  y  fér-t 
tiles  fronterizos  que  bañan  los  rios  Bravo,  Puerco* 
Colorado  y  Sabinas  en  el  Atlántico  ,  y  los  de 
Zaguanacoas  ó  Colorado  de  Occidente ,  Gila  y 
Timpanoyos,  abordables  al  comercio,  los  esquil* 
mos  de  los  ganados  bacuno  y  caballar,  los  cueros, 
sebos  y  lanas,  y  las  pieles  de  los  hermosos  ciervos 
mexicanos,  de  las  cabras  de  Monterrey  ,  de  los 
berrendos  ,  zorros  ,  osos ,  nutrias,  cíboles,  casto- 
res ,  halistes  ó  concha  de  nácar ,  los  corales ,  las 
perlas,  él  carey,  y  aun  los  despojos  de  la  ballena 
y  cachalote,  y  otra  porción  de  artículos  abando- 
nados por  falta  de  brazos,  que  se  pueden  fomen- 
tar formando  compañías  sobre  bases  liberales , 
constituirían  una  suma  de  riqueza  valiosa  y  es- 
traordinaria  al  movimiento  del  comercio  activo,, 
y  mucho  mas  si  en  aquellas  regiones  se  introdu^ 
con  los  merinos,  las  cabras  del  Tibet  y  los  caballos 
árabes  y  frisones.  Por  otra  parte  existiendo  ra 
en  las  inmensas  llanuras  de  los  ríos  Bravo  y  Texas 
á  millares  los  ganados  bacuno  y  caballar,  y  de* 
biendo  esperarse  mucho  de  los  establecimientos 
sólidos  formados  por  el  ilustrado  general  Teran 
en  aquellos  paises ,  muy  breve  rivalizarán  *  en  el 
ramo  de  pieles  y  esquilmos,  don,  el  rio  de  la 
Plata  y  Montevideo  >  constituyendo  un  -artículo 
dees(tortacion  importante  hasta  ahora  casi  des- 
conocido en  México,  que  puesto  en  movimiento 
á  la  par  de  los  adelantos  de  la  población  ,  él  por 
sí  solo  hará  florecer  aquellas  interesantes  regio* 


f 


»    • 


3i6 

nes,  destinadas  a  formar  et  antemural  de  la 
repiiblica. 

La  industria  mineral  en  México ,  á  pesar  de 
sus  adelantos  en  cuanto  a  los  metales  preciosos , 
está  muy  distante  de  su  prosperidad  relativa- 
mente á  los  metales  comunes ,  y  los  fósiles  nece- 
sarios á  ios  procedimientos  de  las  artes  indus- 
triales, y  á  la  concurrencia  de  los  artículos  espor* 
tables.  La  ninguna  explotación  de  unos ,  como 
el  hierro  y  el  cinabrio  ,  y  la  mezquina  de  otros , 
corno  el  cobre,  estaño,  plomo,  el  vitriolo,  el 
alumbre ,  azufre ,  nitro  ,  potasa  y  otros ,  cierta* 
mente  no  es  debida  á  la  escasez  de  estos  meta- 
les y  fósiles,  sino  á  la  incuria,  abandono  y  versa- 
tilidad de  la  administración  colonial ,  que  por 
una  política  siniestra  ,  su  sistema  de  monopolios 
y  miras  de  dependencia  contradictorias ,  6  aspi- 
raba y  quería  emprenderlo  todo ,  embarazando 
con  reglamentos  perjudiciales  la  concurrencia , 
ó  desanimando  á  los  empresarios  con  medidas 
fiscales  ó  desdeños ,  por  fuerza  paralizaba  las 
empresas  mejor  conbinadas  y  de  esperanzas;  todo 
dependía  del  estado  y  de  la  duración  de  la  paz 
ó  de  las  guerras  marítima^,  y  en  medio  de  estas 
fluctuaciones ,  ninguna  especulación  de  las  que 
Sfc  dirigían  á  las  esplotaciones  del  mercurio  y 
el  hierro  podía  prevalecer ,  no  obstante  el  buen 
resultado  del  mineral  de  Durasno  cerca  de 
Guanaxuato,  que  e*í  1802  produjo  700  quintales 
de  azogue  ,  y  que  los  metales  contienen  una  H- 


3 1 7 

bra  de  azogue  por  carga  :  es  verdad  que  esta  mina 
esta  en  el  dia  inundada ,  á  causa  de  haberse 
esplotado  mal  ,  y  quizá  no  tendría  cuenta  be- 
neficiarla; pero  ¿por  ventura  es  ella  la  única  que 
se  encuentra  en  la  república  ?  No  ciertamente  ^ 
por  fortuna  existen  en  Gassavé  cerca  déla  ciudad 
de  México,  en  San  Gabriel  inmediato  al  real  del 
Doctor ,  en  los  Pregopes  no  lejos  de  Tasco ,  ea 
Centeno  inmediato  á  Zelaya,  eu  Durango  y  sobre 
todo  ea  Chica  contiguo  á  Guanaxuato,  en  donde 
según  las  observaciones  del  señor  Chovel ,  este 
mineral  ,  los  del  Rincón  ,  Centeno  y  el  Gigante 
son  dignos  de  llamar  la  atención  de  los'Mexicanos. 
£1  seftor  Humbolt  afirma  como  testigo  ocular  ♦ 
que  el  mineral  de  Chica  de  cinabrio  es  extraordi- 
nariamente rico,  aunque  poco  abundante j  mas 
esto  se  puede  atribuir  á  no  haberse  profundizado 
los  trabajos »  ni  dirigídose  en  debida  forma  hasta 
dar  con  el  verdadero  cuerpo  de  la  veta ;  pero 
siendo  evidente  su  riqueza  y  su  pureza  comparada 
según  el  mismo  autor  ,  al  mejor  de  Almadén ,  el 
Gobierno  general  y  el  particular  de  Guanaxuato 
prestarían  un  gran  servicio  á  la  nación  y  a  la 
minería,  si  por  medio  de  los  estímulos  de  los 
privilegios  temporales ,  franquicias  y  demás  re- 
sortes escitan  el  celo  do  una  compañía  á  su  espkn 
tacion ,  entrando  los  gobiernos  á  la  empresa  ea 
calidad  de  accionistas.  Este  objeto  es  del  Aas  alto 
interés  al  Eatado ,  pues  teniendo  la  República 
necesidad  de  cerca  de  veinte  mil  quíntales  anua- 


3i8 

les  de  azogue  para  su  consumo,  entrado  en  cuenta 
el  aumento  de  este  metal  á  proporción  de  los 
progresos  de  la  minería,  puesto  que  en  1746  ,  se 
consumían  cinco  mil ,  y  en  1 80a ,  quince  mil ,  y 
aun  cuando  en  la  actualidad  no  ascienda  á  quince 
mil  quintales  ,  es  claro  que  ira  en  aumento  ,  y 
sin  buscarlo  en  su  propio  suelo,  siendo  ya  escasos 
los  paises  estrangeros  que  lo  producen  en  pequeña 
cantidad ,  en  el  caso  de  una  guerra  marítima  ó 
continental  de  Europa  ,  llegaría  á  subir  á  un 
precio  escesivo  :  ademas  de  este  posible  incidente 
poseyendo  como  posee  México  ,  los  medios  de 
sacudir  este  tributo  que  hasta  ahora  ha  rendido 
á  Europa  sin  necesidad  absoluta,  es  necesario  que 
se  prepare  para  sacudirlo  con  provecho  y  honor, 
así  como  debe  hacerlo  relativamente  al  hierro  y 
el  acero  >  artículos  aun  mas  urgentes ,  conocidos 
como  son  ya  los  minerales  superabundantes  de  los 
Estados  de  Zacatecas,  Nasas  ó  Durango,  Xalisco, 
en  Tecatitlan  y  Jayamitla,  Mechuacan,  Otomitas 
ó  Potosí  y  en  otra  porción  de  parages  en  donde 
abunda  este  metal  estraordinariámente,  encon- 
trándose en  el  cerro  de  Mercado  en  los  contornos 
de  Durango  ,  en  masas  enormes  y  en  su  estado 
nativo ,  cuyo  mineral  hemos  sabido  con  placer 
que  se  ha  comenzado  á  beneficiar  por  una  compa- 
ñía de  los  intrépidos  y  laboriosos  Ingleses,  cuyos 
individuos  nos  han  llevado  y  proporcionado  tantos 
bienes  y  utilidades  desde  el  momento  que  con  tan 
buena  fe,  como  ventajas  recíprocas  para  sí  y  para 


3i9 

los  Mexicanos ,  se  han  aplicado  á  la  esplotacion 
de  los  metales  preciosos  ,  si  se  favorecen,  quizá 
no  tardarán  en  dedicarse  á  la  de  los  comunes 
especialmente  de  azogue  y  hierro ,  y  así  progre- 
sivamente hasta  especularen  la  del  cobre,  es- 
taño, plomo  y  otros  metales  abundantes.  Un* 
compañía  que  se  reuniese  bajo  lo»  auspicios  y 
distinguida  protección  de  las  autoridades  respec- 
tivas ,  á  fin  de  esplotar  en  debida  forma  las  minas 
de  hierro  do  Tecatitlan ,  Zacatecas ,  Santa  Cruz 
cerca  de  Zelaya ,  y  aun  las  de  Potosí ,  que  son 
los  puntos  mas  céntricos ,  y  en  donde  por  las 
distancias  de  los  puertos  tiene  mayor  precio  el 
hierro  y  el  acero,  haría  su  negocio  y  á  la  vez  un 
alto  servicio  á  la  nación ,  y  por  consiguiente  ella 
debería  ser  no  solamente  favorecida,  sino  auxi- 
liada y  aun  habilitada  en  parte  por  los  gobiernos 
interesados,  respecto  que  este  género  de  empre- 
sas son  por  su  naturaleza ,  fin  y  objetos  verda  * 
deramente  nacionales  y  patrióticas ,  puesto  que 
tienden  á  abaratar  una  materia  de  primer  orden 
y  necesidad  para  todas  las  artes ,  y  á  libertar  á 
la  nación  de  esos  tributos  ominosos  y  perjudi- 
ciales á  la  prosperidad  pública,  á  que  quiso  como 
forzarla  una  aciaga  administración  de  tristes  re- 
cuerdos ,  tan  rapaz  como  estúpida. 

Las  ricas  y  abundantes  minas  de  cobre  de  Santa 
Clara ,  Guetano  é  Ingaran ,  en  el  Estado  de  Me- 
chuacan ,  muchas  no  distantes  de  los  ríos  tribu- 
tarios del  Zacatula  por  donde  se  pueden  trans- 


3*o 

portar  al  puerto  de  Siguantanejo  ,  producen,  el 
cobre  eo  su  estado  nativo  de  diversas  calidades  9 
ya  oxidulo  ya  vidrioso  9  y  alguno  tan  estimado 
como  el  mejor  de  Coquiobo  y  Gopiapo  en  Chili. 
£1  mineral  de  cobre  y  otro  de  azogue ,  que  se 
esplotáron  en  San  Gregorio  cerca  del  pueblo 
de  Azuchitlan  ,  a  dos  leguas  de  las  márgenes  de 
los  ríos  de  Zacatula  y  las  Truchas  ,  por  cuenta 
del  gobierno  español  á  principios  del  siglo  décimo 
séptimo ,  son  dignos  de  fijar  la  atención  de  loa 
gobiernos  interesados,  y  de  los  especuladores 
particulares ,  porque  estando  situados  estos  mi- 
nerales (abandonados)  én  puutos  oportunos  para 
su  esportacion,  y  como  á  las  puertas  de  un  puerto 
que  puede  llegar  á  ser  famoso,  no  dejarían  da 
rendir  utilidades  de  consideración;  finalmente 
la  masa  de  cobre  que  presenta  la  enorme  moch- 
tafiade  Tequila,  a  quince  leguas  de  Guadalaxara, 
en  las  cercauias  de  los  rios  grandes  de  Piginto  j 
Aguacatepec  ó  Purificación  tributarios  del  Pací- 
fico ,  cuyos  inumerables  y  superabundantísimos 
minerales  hemos  visto  hace  algunos  años,  por 
ser  aquel  parage  punto  de  tránsito  para  la  villa 
de  Mascota  nuestro  país  natal ,  y  según  recor- 
damos especies,  nos  parece  que  esplotada  en 
forma  por  una  compañía ,  solo  aquella  montaña 
toda  mineral  y  de  varias  calidades  de  cobre, 
podía  abastecer  cuanto  necesita  el  comercio  de 
la  Asia,  China  y  una  parte  de  Europa,  habilitado 
hasta  ahora  de  Chili ,  cuyo  precio  aunque  ha  ba- 


jado ,  se  sostiene  generalmente  á  diez  y  ocho 
pesos  el  quintal.  El  estaño  de  Tecualticbi  real 
junto  a  las  riberas  navegables  del  Tololotlan  ,  y 
los  minerales  de  este  metal  muy  comunes  en  el 
Estado  de  Xalisce  y  otros  punios ,  como  Tasco  , 
Mextitlan,  G-uanaxuato,  con  los  plomos  del  Car- 
donal ,  Tamaulipas  y  Monterrey ,  no  dejarán 
también  de  interesan  al  comercio  de  esportacion, 
cuando  sean  beneiiciados-  en  regla,  pues  no  dis- 
tan mucho  de  algunos  ríos  y  puertos  adyacentes 
á  la  navegación  del  Bravo  y  otros ,  por  donde 
se  espOFtarian  con  economía  y  ventajas. 

El  alumbre  es  muy  abundante,  y  se  encuentra 
en  su  estado  nativo  en  una  mina  existente  cerca  de 
Tehuantepec.  En  las  colecciones  de  varios  objetos 
de  utilidad  que  hicimos  en  el  Istmo  para  el  mu- 
seo nacional ,  y  que  saquearon  y  destruyeron  los 
revolucionarios  de  Acayucan  en  1828,  cuando 
intentárou  acabar  con  nuestra  existencia ,  reu- 
nimos una  gruesa  cantidad  de  este  alumbre  ,  y 
el  poco  que  escapó  del  furor  de  aquellos  sedi- 
ciosos, se  le  ofreció  con  otras  cosas,  al  respetable 
vice-gobernador  del  Estado  de  Veracruz ,  don 
Mauuel  Arguelles  ,  quien  lo  reconoció  por  de 
muy  buena  calidad;  la  opinión  de  este  ilustrado 
mexicano  bastante  inteligente  en  las  ciencias  na- 
turales y  la  química ,  nos  convenció  de  las  ven- 
tajas de  su  beneficio.  El  nitro  no  es  menos  co- 
mún en  los  contornos  del  pueblo  de  Güegüetlan 
cerca  de   Soyallepce ,  es  decir  á  los  bordes  del 


rio  Papaloapan  ,  donde  se  benefició  con  éxito  y 
se  esportó  hace  dos  siglos.  Las  minas  de  azufre 
natural  del  pueblo  deTaximaroa,  cinco  leguas  dis- 
tante de  Mará  vatio ,  beneficiadas  en  otro  tiempo 
por  cuenta  del  gobierno,  son  bastante  abundantes, 
y  si  se  trabajaran  formalmente  dejarían  rendi- 
mientos de  consideración.  La  alcaparrosa  ó  vi- 
triolo estraordinaríamente  común  en  muchos 
puntos ,  lo  xnispio  que  el  salitre  y  el  muriato  de 
sosa  denominado  en  el  país  tequezquite ,  deben 
ser  objetos  de  esportacion  de  mucha  cuanlia  y 
utilidad  ,  luego  que  con  la  abertura  de  los  cami- 
nos mixtos  haya  economía  de  transportes ,  par- 
ticularmente el  muriato  que  se  eflorece  en  todas 
las  llanuras  centrales ,  singularmente  en  las  de 
Perote ,  y  muchos  puntos  del  Estado  de  Potosí  , 
no  muy  distante  de  los  puertos  y  caminos  mas 
frecuentados  :  su  valor  y  consumos  en  los  mer- 
cados de  Europa  son  de  consideración. 

Aunque  no  faltan  en  México  piedras  preciosas, 
y  en  la  antigüedad  se  encontraron  abundante- 
mente las  esmeraldas ,  amatista ,  rubies ,  corne- 
linas ,  venturinas  ( de  estas  piedras  vimos  una  en 
la  villa  de  Mascota  en  poder  del  platero  don  José 
María  Guerra ,  de  mayor  tamaño  que  la  esme- 
ralda de  la  Misteca  de  que  vamos  á  hacer  men- 
ción) y  otras  de  que  pagaban  tributo  muchos 
pueblos  especialmente  los  Mis  tecos  y  Zapotecos, 
según  afirman  el  ilustre  Glavigero  y  otros  autores, 
refiriéndose  al  testimonio  de  los  antiguos  registros 


3*3 

de  las  matrículas  de  las  contribuciones  :  en  la  ac- 
tualidad creemos  que  se  ha  perdido  hasta  la  me- 
moria de  las  localidades  donde  se  producían  estos 
tesoros ,  que  si  se  buscasen  no  dejarían  de  ser  de 
algún  interés  á  la  industria  y  al  comercio,  á  pro- 
porción que  la  civilización  avance  en  los  puntos 
donde  existen ;  y  ciertamente  que  cuando  se  re- 
cuerda el  inapreciable  valor  de  la  esmeralda,  que 
el  fanatismo  del  misionero  Fernandez  redujo  á 
polvo  en  el  pueblo  de  Achiutla,  cuya  esmeralda 
asegura  Burgoa  y  otros  autores  coetáneos,  que 
medía  cinco  dedos  de  largo  y  dos  de  grueso,  con 
la  particularidad  de  tener  gravado  en  bajo  relieve, 
un  idolo  llamado  corazón  del  pueblo,  tan  bien 
esculpido  que  un  Español  ofreció  en  vano  sobre 
la  marcha  tres  mil  pesos  por  ella.  £1  objeto  dtj 
esplotar  estas  magníficas  y  colosales  piedras  prd* 
ciosas  v  no  debe  ser  despreciable ,  así  como  el 
cristal  de  roca ,  conocido  por  los  antiguos  en  la 
provincia  de  Goazacoalco,  en  donde  se  esplotaba, 
lo  mismo  que  en  Gozamaluapan ,  y  otros  del 
Estado  de  Zempoala ,  y  tributaban  homenage  de 
este  artículo  al  imperio. 

Los  mármoles  jaspes  y  pórfidos  preciosos, 
aunque  desgraciadamemte  desusados  en  México, 
como  en  todos  los  pueblos  donde  han  dominado 
el  mal  gusto  y  ningunos  pensamientos  nobles  y 
sensibles ,  se  encuentran  en  las  montañas  de  Gal- 
polalpan ,  por  el  camino  de  Toluca  acia  el  Monte 
de  las  Cruces ,  en  muchos  puntos  de  Nayarít , 


3?4 

Cadereita,  y  en  graa  cantidad  el  preciosa  y  trans~ 
paréate  alabastro  de  Tecali  cantera  á  seis  teguas 
de  Puebla ,  comparable,  al  alabastro  oriental 
transparente  qué  coma  una  suma  rares^,  sa  en- 
cuentra una  columna  salomónica  en  la  biblioteca 
del  Vaticano  de  Roma ,  y  dos  en  uno,  <fc  los  re- 
tablos ó.  altares  de  la  iglesia  de  San  Marcos.,  ó 
catedral  de  Venecia.  Las  canteras  dé  diversas 
clases  y  bonitos  colores ,  son  bastante  comunes 
y  conocidas ,  asi  como  el  yeso ,  talco ,  ópakx  y 
otras  piedras,  y  varias  sales  y  cale»,  para  que  nos 
ocupemos  de  ella;  pero  ya  que  tenemos  la  dicha 
de  ser  libres ,  que  formamos  una  graa  nación, 
y  tenemos  héroes  que  inmortalizar  y  presentar 
en  nuestras  plazas  y  establecimientos  públicos ; 
puesto  también  que  hemos  entrado  en  la  carrera 
d&  la  civilización  y  adquiriremos  sentimientos 
nobles ,  sublimes  principios,  bello  gusto  y  máxi- 
mas de  moral ,  no  tardaremos  en  hacer  uso  de 
los  mármoles  y  bronzes  en  nuestros  templos, 
para  rendir  homenages  religiosos  á  la  divinidad 
por  los.  grandes  bienes  qup  hemos  adquirido-,  y 
deseamos  conservar  bajo  sus  auspicios,  ¡patria  y 

y  libertad 1-  sin  cuyas  inapreciable*  prendas 

la  existencia,  y  demás  goces  son  como  iadifer 
reates á  las.  almas  generosas;  en  las. plazas  y  par 
rages  públicos,  para,  recordar  el  denuedo  y  los 
servicios  de  nuestros  héroes ,  tributarles  nuestro 
reconocimiento  y  ofrecerlos  por  modelo  i  lamas 
remota  posteridad,  y  en  los  cementerios  para 


3a5 

depositar  entre  las  tumbas  y  catafalcos,  los  restos 
mortales  y  las  cenizas  de  estos  mismos  heroo^  y 
los  de  nuestros  parientes ,  amigos  y  conciu&gfe 
nos  distinguidos  por  sus  virtudes  y  mérito  ,  tfíf[ 
mos  pues  que  no  estará  por  demás  manifestar  la 
utilidad  de  formar  una  compañía  con  el  fin  y 
objeto  de  esplotar  estos  mármoles*  estableciendo 
dos  máquinas  de  cerrar  en  Gadereita  y  en  Tecali, 
é  en  tos  puntos  donde  mas  convenga ,  á  fin  de 
proporcionar  á  precios  cómodos  estas  materias 
qué  no  podrán  menos  que  escitar  el  buen  gusto 
*  y  el  cultivo  de  las  nobles  artes ,  y  por  lo  mismo, 
ebmo  ihedida  económica  y  taller  para  ocuptor  á 
los  genios  y  á  las  masas,  ser  digna  de  la  protección 
del  gobierno  y  de  la  habilitación  del  banco  de 
avio  á  su  debido  tiempo.  La  máquina  de  cerrar 
mármoles  que  hemos  visto  en  los  Pirineos ,  en 
Bañeras  de  Bigorre,  es  bastante  sencilla,  y  á 
manera  dé  molino  de  agua  se  maneja  por  tres 
ó  tenatro  hombres,  y  no  cuesta  en  Francia  arriba 
«dé  dos  ó  tres  mil  pesos ,  produciendo  según  los 
P  infcttnes  que  tomamos  las  utilidades  de  un  10 
P-  Y<>,  y  si  &n  México  dá  pridcipio  el  gusto  de 
estatuas,  sepulcros,  altares,  relieves,  molduras, 
chimeneas ,  mesas  y  de  mas  á  que  se  aplican  los 
mármoles  en  las  naciones  civilizadas  que  prote- 
gen las  artes  y  el  bello  gusto,  el  consumo 
de  festós  artículos  llegará  á  ser  de  utilidad  y  de 
mucho  provecho  á  la  industria  y  ocupación  de 
los  Mexicano^  de  diversas  clases. 


3*6 

Las  esplotaciones  metalúrgicas  ea  México  son 
útiles  y  muy  poco  nocivas  á  la  salud  por  la  feliz 
tunstancia  de  existir  en  los  climas  mas  beni- 
»9,  salutíferos  y  fértiles  de  nuestro  suelo  ,  don 
apreciable  de  que  no  pueden  lisonjearse  los  otros 
pueblos  que  se  dedican  al  beneficio  de  los  meta- 
les preciosos;  de  sus  progresos  han  dependido  la 
población  y  cultura  de  una  porción  de  distritos , 
las  creces  de  los  consumos,  de  los  productos  de 
la  tierra ,  y  el  movimiento  del  comercio  interior 
y  esterior ;  y  como  luego  que  la  nación  recobró  s 
sus  derechos ,  atendió  y  protegieron  sus  autori-  * 
dades  el  ramo  de  la  mineria ,  libertándolo  de 
los  monopolios  y  trabas  que  la  ignorancia  ,  ó  sea 
mala  fé  de  los  dominadores  le  impusieron ,  no 
solamente  estancando  el  azogue  y  todos  los  ele- 
mentos necesarios  á  su  amalgamación ,  sino 
recargándolo  de  contribuciones  que  estaba  reser- 
vado á  la  administración  nacional  abolir  en  la 
mayor  parte,  declarando  libre  de  todo  derecho 
la  introducción  del  azogue  ,  y  escitando,  á  toda» 
las  naciones  á  la  esplotacion ,  con  cuyas  sabias 
y  patrióticas  medidas  debidas  en  mucha  parte,  á 
los  esfuerzos  del  ilustrado  y  activo  don  Lucas  Ala* 
man  ,  se  ha  dado  un  impulso  tan  acelerado  á  la 
minería,  que-de  seis  millones  á  que  habia  que- 
dado reducida  la  esplotacion  y  acuñación  por 
causas  de  los  atrasos  de  la  revolución  de, once 
años ,  y  la  salida  dé  muchos  capitales  ,  en  el  año 
de  29  ascendió  una  y  otra  á  cerca  de  16  millones 


* 


3a^ 

en  las  cinco  casas  de  moneda  existenles  ,  y  muy 
probablemente   pronto  montará  á  mayor  can- 
tidad que  la  que  produjo  en  los  años  mas  flore- 
cientes, de  la  época  de  la  dominación ,  que  fue 
de  37  millones.  ¿  Qué  argumentos  en  contra  de 
.nuestra  independencia  alegará  el  señor  Presas. , 
escritor  español ,  quien,  á  fin  de  escitar  á  las  na- 
-piones  á  cooperar  á  nuestra  reconquista»  asegura 
6Q  £u  Juicio   imparcial  sobré  las  principales 
-causas  de  la  revolución  de  América,  (que  np 
.  tiene  sino  el  nombre  de  imparcial )  que  conti- 
nuando México  independiente  de  los  monopo- 
lios, de  la  tiranía  y  la  desorganización  del  gobierno 
español,   podia    asegurar  que  dentro  de   poco 
tiempo  no.se  acuñaría  la  pequeña  cantidad.- de 
cien  mil  pesos  ?  ¡  Y  esta  es  la. nación  mas  incapaz 
de  gobernarse ,  y  una  administración  franca  y 
generosa  que  estingue  el  monopolio  y  las  trabas , 
dt  y  *bre  sus  puertas  á  todos  los  capitalistas  para  el 
laborío  de  las  minas,  se  le  calumnia  aun  con  exa- 
geraciones !  £1  público  sin  embargo  espera  aun 
mas  franquicias  del  buen  juicio  de  los  Mexicanos; 
y  si  la  pólyora  y  la  sal  se  desestancan ,  ya  porque 
-este  sistema  caducó ,  como  porque  libres  estos 
.  artículos  resarcirían  conjrentajas  y  mayores  uti- 
lidades ,  imponiendo  una  contrihucion  á  los  que 
.se  dediquen  á  su  beneficio  ,  ahorrándose  emplea- 
Idos  y  sueldos. 

La  administración  haría  también  un  gran  ser- 
vicio á  la  clase  de  los  mineros  de  escasa  fortuna  , 


3*8 

$i  por  los  arbitrios  que  están  á  su  disposición  *  y  , 
los  que  se  pueden  reunir  del  cuerpo  de  los  mine- 
ros, volríéndolos  á  formar  en  compañía  ó  corpo- 
ración,  en  cuanto  sea  compatible  con  las  institu- 
ciones federales  ,  se  establecen  bancos  de  arrio  y 
rescate  qué  habiliten  sobre  hipotecas  >  y  con  un 
corto  premio  áJg*  que  careciendo  de  capital ,  se 
▼en  obligados  á  abandonar  ó  suspender  ta*  J**~ 
bore$,  ó  á  malbaratar  á  vil  precio  sus  pastas  p«m* 
atender  á  sus  rayas.  Los  Estados  mineros  pre*- 
*  tarian  también  un  gran  servicio  á  la  humanidad, 

si  se  ocupasen  de  Jas  mejoras  sociales  y  de  la 
hospitalidad  que  reclaman  las  inapreciables  cla- 
ses que  se  emplean  en  los  trabajos  materiales  y 
pggjteglimientos  metalúrgicos,  que  por  su  natura- 
leza ,  y  aun  cuando  el  clima  sea  salutífero,  no 
dejan  de  afectar  en  edad  mas  temprana  á  estos 
operarios,  de  ciertas  enfermedades  que  en  nues- 
tro país  natal  llaman  cascarse,  y  es  una  afee-  *  . 
cion  al  pecho  que  suele  parar  en  tisis,  como 
resultado  de  las  repentinas  variaciones  atmos** 
féricas  y  el  tránsito  súbito  del  «alórico  al  fresco , 
ó  de  un  ambiente  mefítico  á  otro  ventilado  y 
puro.  Una  hospedería  erigida  para  puertas  eda- 
des, ó  los  que  se  impojgbilitasen  para  el  trabajo ; 
£,  donde  se  les  ministrasen  todos  los  recursos  que 
reclama  la  humanidad,  una  escuela  gratuita 
para  la  enseñanza  de  sus  hijos,  y  un  hospital  paré 
curar  especialmente  las  enfermedades  contraidas 
en  los  trabajos  de  las  tuinas ,  llenaría  tan  lauda- 


3*9 
liles  objetos  y  colmarían  de  bendiciones  á  les 
promovedores ,  fundadores  y  directores  de  estos 
útiles  y  necesarios  establecimientos j  y  para  ♦cos- 
tear «en  parte  los  gastos  y  erogaciones  qae  exige* 
las  edificios  materiales,  y  su  servicio  y  sosted» 
quui  no  seria  difícil  conseguir  que  estas  gentes 
««sudas  formasen  un  banco  de  ahorros ,  y  baje 
ciertos  reglamentos  contribuyesen  eemaualtnen&e 
-con  una  pequeña  cantidad ,  cubriendo  el  restó 
tutt  contribución  á  manera  de  donativo  impuesto 
lom  los  capitalistas  y  accionistas  mineros ,  re» 
ooÉdbda  y  distribuida  por  ellos  mismos ,  come 
directores  de  los  establecimientos,  puesto  que 
los  gobiernos  no  deberían  tener  otra  intervención 
i|ue  una  inspección  protectora  y  benévola,  y 
escitar  su  creación  bajo  un  plan  ilustrado ,  libe* 
n&y$iautr&picó. 

át'propósito,  ya  qme  tratamos  de  minerales  y  loé 
medios  de  aliviar  las  enfermedades  peculiares  á 
loa  veinte  y  cinco  6  treinta  mil  mineros  opera- 
rios, llamamos  también  la  atención  benéfica  de 
nuestros  sensibles  y  dóciles  compatriotas  á  un 
objeto  que  interesa  á  la  salud  de  muchos.  Las 
aguas  minerales  y  termales  se  encuentran  en 
muchos  parages  oportuno* de  la  república;  pero 
esto  «o  basta  para  ser  útiles  á  la  humanidad  y 
corresponder  á  los  beneficios  de  la  pwtádeücia j 
es  menester  que  se  examinen  sus  virttiBes,  que 
se  den  á  conocer  y  se  faciliten  los  medios  de 
frecuentarlos  con  economía  y  comodidades,  y  al 


4 


•% 


33o 

mismo  tiempo  encontrar  á  lo  menos  en  los  mas 
cercanos,  á  las  poblaciones  grandes ,  los  auxilios 
medicales  y  de  subsistencia,  á  fin  de  facilitaran 
uso  y  frecuencia.  Una  administración  paternal  y 
atenta  á  cuidar  y  ocurrir  á  todas  las  necesidades 
de  la  sociedad ,  no  solamente  deberá  promover 
estos  establecimientos,  sino  también  esforzarse 
en  protegerlos,  haciendo  examinar  ó  publicar 
las  cualidades  y  las  virtudes  de  las  aguas,  prove- 
yendo por  una  ley  á  su  fomento  y  sosten  ;*tar 
manera  que  los  propietarios  ó  los  pueblos  doSde 
existen ,  construyan  edificios  públicos  formales , 
donde  se  encuentren  hospitalidad,  abrigo  y  los 
medios  de  existencia,  á  precios  cómodos.  Los 
gobiernos,  con  la  mir^  de  cooperar  por  su  parte 
á  su  fomento,  podrían  conceder  á  los  propieta- 
rios, sean  pueblos  ó  hacendados ,  alguno&|fem- 
legios  ó  dispensa  de  las  contribuciones ,  sietiijpre 
que  mantuvieran ,  con  arreglo  á  las  ordenanzas 
que  se  prescriban ,  dichos  baños ,  y  para  poblar 
y  cultivar  las  tierras  de  los  que  están  en  parages 
despoblados ,  se  deberían  libertar  las  familias  que 
se  domicilien,  de  las  gavelas  comunes  y  gene- 
rales á  los  demás  pueblos : ,  con  estas  y  otras  dis- 
posiciones análogas ,  tendríamos  baños  en  debida 
fórína,  no  solo  para  los  enfermos ,  sino  como  en 
los  Pujwúos  en  Francia  y  en  todas  las  naciones 
civiliza^,  puntos  de  distracción,  reunión  y 
conctuseeneia  para  las  clases  acomodadas,  que 
en  la  bella  estación  salen  de  las  ciudades  á  gozar, 


33 1 

con  utilidad  de  los  pueblos  y  beneficio  de  su 
salud,  de  las  delicias  del  campo.  Los  baños  del 
Paflón  situados  en  las  goteras  de  la  capital  de  la 
federación ,  exigen  estas  prevenciones ,  porque  á 
pesar  de  ser  frecuentados ,  no  se  encuentran  au- 
xilios, y  no  todos  los  enfermos  tienen  las  como*  » 
didades  para  ir  y  volver  diariamente  á  tomarlos, 
protegiendo  el  gobierno  general  este  útil  estable- 
cimiento ,  breve  se  levantaría  una  bonita  pobla- 
ción, en  el  ámbito  mas  alto  y  libre  de  las  inun- 
daciones de  la  falda  del  cerro  del  Peñón ,  cuyos 
edificios  convendría  construí^  sobre  postes  de 
madera  y  que  se  formasen  del  mismo  material, 
á  fin  de  libertarlos  de  las  humedades j  y  con  la 
mira  de  obtener  y  disfrutar  de  jardines  y  bos- 
ques» estercolar  y  abonar  con  los  desechos  de  la 
ciudad  que  se  desperdician  las  tierras  de  los  con- 
tornos ,  reconstruyendo  la  calzada ,  adornándola 
oon  árboles  y  limpiando  el  canal  que  conduce  al 
Paflón.  Los  baños  eminentemente  benéficos 
para  las  dolencias  de  gota  y  reumatismo  de  Ato- 
tonilco  el  alto ,  ubicados  en  el  hermoso  valle  de 
Ixtlahuaca,  á  dos  leguas  de  distancia  de  la  po- 
blación, están  deshabilitados  de  todo  y  son  dignos 
de  fijar  la  atención  del  gobierno  del  Estado,  és-  * 
pecialmente  desde  que  con  tanto  acierto  como 
cordura,  se  ha  fijado  la  residencia  de  la  adminis- 
tración en  Tolucaj  y  no  dudamos  que  el  ilus- 
trado, péfbiota  gobernador  Muzquiz,  al  paso  que 
st  ocupará  de  embellecer  esta  nueva  capital  con 


33* 

aJemedas  f  plateas ,  y  tn  las  btereiosas  entradas , 
cota  arboledas  particularmente  al  través  de  lá4e- 
lilciúsa  llanura  que  atedia  entre  Lerafea  y  Toluoa  » 
multiplicando  él  precioso  árbol  de  Macpal*o<¿ 
ehitl  esclusivameate  nacional*  Uatíaado  iulgar- 

*  mente  de  tas  mónitas ,  bien  sea  por  estacará  é 
po*  simiente,  aprovechándote  del  ántrquísitaó  :jr 
uitiéo  árbol  madre  de  esta  especie  qub  existe  ea 
la  falda  de  Ib  colina  boreal  de  na  'barrio  de  la 
ciudad,  4¡ué  sNsitece  resguardarse  y  póüerse  á  w- 
bierto  con  üü  cercado  6¿me  (tu^o  árbol,  «¿í 
o6rao  <el  'que  ee  vápn  el  patío  del  convente  .de 
San  Francisco  de  la  misma  diudad ,  lian  héobo 
célebre  en  el  cuando  á  Tolnéa,  dfecia  el  ilustre  pa- 
triota I>.  Mier  >  éscitaudb  &  sus  vecinos  á  >su  es- 
timación y  plantío  cuando  con  motivo  de  ba- 
bemos  tefiígiado  en  ácptellá  ciudad  ^  estuvimos  á 
visitarlo  juntos  en  t6*3  )  bo  se  olvidará  del  fo- 
inento  de  los  baños  termales  de  Atotonileó  4  en 
donde  pikede  fundarse  una  poblabion  éampefttfé 
y  regular,,  que  no  dudamos  atraerá  lá  eohcvr* 
reacia  de  México  &  beneficio  de  la  ciudad  f  ra¿ 
llm  dé  Toluoa  té  Ittlahuaoat  Las  benignas  y  delfr» 
«osa*  aguas  knikiek-alek  del  ptteblo  de  Zmapé* 
eoaro ,  sobré  el  caminó  dé  México  á  Morelia  ¿  prir 

*'  cus  admirables  y  específicas  virtudes  se  frebúen* 
táron  antiguamente  J  al  gobierne)  db  Mechoboan 
perteáece  ra  cuidado  y  fomento*  así  como  á  los 
de  Guanaxuato,  Qtiérétata  y  Xalisco,  ift  de  San 
Luis  dé  la  Pac  y  Salátitlan  cttrcá  de  Guadalaxara, 


333 

coqipavahtee  jm>mu  bondad  y  abundancia  á  las 
que  existe*  contigua*  4  Quezaltenango.  en  G.«Ai- 
temal*.  Para  atender  al  mérito  curativa  y  I4  pá- 
lida, medical  de  los  establecimiento*  de  «ate  ge- 
neto»  se  podía  encargar  su  desempeño»  y  tóate* 
4I  ouferpa  de  módicos*  remudo.  qp  eoneejos¡  aoar 
dánpooe,  exigiéndole  una  pequeña  ootizaQief 
peoparcionüda  á  las.  utilidades  y  vapulación*  pwr 
eeoal  aplicada  i  mantanei;  conatAntemenAe  u* 
faoubetiYo  director  con  su  bólioa,  que  afcendies* 
gratuitamente  á  las.  olaus  necesitadas*,  y  par  «* 
}uttt>  estipendio  &  Iw  acomodadas.  -  *  • 

.  La- naturaleza,  dicp  eL  ingenioso  portjqg^  Jti- 
*xeida,  e*  un  libix»  que  abrió  Qioe  i  todas!  k» 
kotahvesgr  pero  les.  cerró»  el  epígrafe  da  susí  capír 
tulaa?  una  administración  laborioaa  y  persea» 
rento  dedicada  al  cumplimiento]  de  sus,  deberes* 
que  na  toa  otaros  qu*  constituir  y  labrar  Uftfc. 
eidbd  dé  sus  comitente*,  penetra  en  ciento  mod# 
loa.  ateanos  de  la  peotideoejat,.  cuando*  por  s£ 
justa*  y  aocctada*.  disgMickmea^  abce  la  pueirt* 
dahtaabajo,  cirilieao^ttÉlelantot  y  mejoras  sor 
oíales»  á  los  pueblos;  JMpplos  gobievnos.se  desenr 
§afiea,.eeto  no  consiste*  en  teorías, JM¿fo«  sinoen 
medidas,  prácticas*  de  induat¡gflpt  y  un  ejercicio 
ooaünuado  de  ocupaoiones»  que  á  la.  par  coditos 
aetabfecimientos  de*  instrucción  pública,  conr 
duccan  á  las  naciones  í  la  moralidad,  y  los  pue- 
blos de  infelices  é<  inquietos-  vienen  á  ser  dichor 
sos  y  subordinados  á  la  leyjf  todas  laa>proridenr 


334 

cias  que  se  aparten  de  estos  objetos  sagrados,  por 
brillantes  que  aparezcan,  serán  inútiles  é  iluso- 
rias; es.  pues  absolutamente  conveniente  y  nece- 
sario proporcionar  trabajo  y  hacer  laboriosas  á 
todo  trance  y  á  costa  de  sacrificios  las  naeiones: 
£1  pueblo  mexjcano  9  digno  por  su  docilidad  y 
predisposiciones  naturales,  de  mejor  suerte»  es- 
pecialmente las  clases  mixtas  y  la  indígena,  qm 
por  la  falta  de  educación  y  ocupación  laboriosa 
y  ordenada,  debida  á  la  impolítica  del  sistema  co- 
lonial, pisándolas  riquezas  de  su  suelo  yace  (no 
nos  contaremos  de  repetirlo  )  el  pueblo  mas  aba- 
tidair.Suserable  de  la  tierra:  mas  contándose  con 
sn  bella  índole,  con  una  protección  saludable  y 
solícita  de  parte  de  los  magistrados,  á  la  sombra 
de  la  libertad,  sin  duda  llegará  á  un  grado  dé 
moralidad ,  civilización  y  prosperidad  descono* 
cida,  y  por  mas  que  Mal  tus,  citado  y  rebatido  en 
jarte  por  el  señor  Florez  Estrada ,  olvidándote 
'  de  los  inventos,  magníficos  trabajos  y  obras  colo- 
sales é  ingeniosas  de  lo*  antiguos  Mexicanos,  y 
de  la  funesta  influenqgjMbé  el  yugo  de  los  Eu*- 
ropeos  ha  tenido  en  llPS$adencia  de  la  mora- 
lidad, del  cg^ácter  y  energía  de  esta  desgraciada 
nación  tan  mal  apreciada  como  vilmente  calum- 
niada, afirme  que  en  los  Mexicanos  por  natura- 
leza inertes  y  perezosos ,  existe  una  no-disposi- 
ción á  consumir,  se  demostrará  todo  lo  con- 
trario, así  como  se  ha  probado  su  idoneidad  para 
las  ciencias  y  las  artp ,  cuyas  disposiciones  sos- 


335 

tiene  el  noble  barón  de  Humbolt»  en  su  clásica 
obra  del  Ensayo  político,  y  ya  había  rebatido 
antes  victoriosamente  el  ilustre  veracruzano 
Glavigero  en  su  inmortal  obra  de  la  Historia 
antigua' de  México,  refutando  al  impostor  Paw» 
y  4  otros  estrangeros  adversarios  de  las  virtudes» 
energia  y  apreciables  cualidades  morales  de  los 
Mexicanos. 

•  En  virtud  de  la  independencia  de  México ,  y 
desde,  que  contamos  con  patria  y  una  adminis- 
tración nacional ,  no  obstante  nuestras  inquie- 
tudes ,  digan  lo  que  quieran  sus  adversarios ,  no 
nos  cansaremos  de  repetir  que  el  pueblo  mexi- 
cano ha  ganado  y  mejorado  mucho  su  suerte 
física  y  moralmente,  y  á  pesar  de  los  atrasos  con- 
siguientes á  toda  revolución»  por  pura  y  gloriosa 
que  sea»  y  aun  cuando  en  nuestro  modo  de  pen- 
sar no  se  haya  hecho  cuanto  deseamos »  porque 
hay  ciertas  cosas  que  son  obras  del  tiempo »  y 
porque  es  difícil  desarraygar  incontinenti  ciertos 
hájbitos  y  preocupaciones»  con  solo  los  beneficios 
de  un  gobierno  popular  regular » los  goo$|  de  la 
libertad  individual »  de  imprenta »  de  industria » 
puesta  que  se  han  abolido  y  se  abolirán  todos 
los  estancos ,  y  de  comercio  que  por  restringido 
que  sea »  siempre  es  de  concurrencia  estrangera» 
y  no  está  reducido  á  los  monopolistas  de  Cádiz» 
y  en  fin  con  la  rebaja  de  los  derechos  de  alca- 
bala» derecho  vejatorio  y  funesto  á  la  industria , 
que  poco  á  poco  se  estinguira»  y  la  introducción 


336 

de*'  grande»  capitales  ■,  máquinas  y  otros  artículos 
para  el  laborío  de*  las  minas,  ei  jornalero,  el  pro*» 
pietario,  e\  minero  y  el  comerciante  mexicatas 
kan  participado  del  inmenso  é  inapreciable  hita 
de  la  independencia  y  libertad  de  la  patria  ¿  iu** 
dependencia  tanto  mas  gloriosa  y  estimada  A 
cnanto  que  la  alcanzamos*  sit*  el  mas  mfariaeo 
auxilio  estraño  ,  y  por  solo  la  voluntad  y  te»  esí- 
ftierzos  del  pueblo*  mexicaao^^JLos  progresos  rá- 
pido» que  en  eas£  todos  lose  ramos  hizo»  México 
sin»  ningún  conato  por  parte  de  la  administsacioxi 
en  lozanos  de  i8a5  y  1&26  cuando  disfrutó:  de 
quietud  interior;  y  lia  prosperidad  que  goza;  desde 
i8£k*  debida  á  la  juiciosa  administración/  actual', 
prueban  que  el  país  eon  solo  el  sostenimiento 
del  orden  publico  florecerá  mucho  mas-  y  llegará 
á  un  grado  de  poder  y  civilización  incapaz  dt 
haberse .conseguido  jamas,  dependiendo  del  pue* 
blo  mas  atrasado  y  peor  gobernado  de  Eurojraj 
y  si  en  algunas  épocas  ó  episodios  desgraciado*, 
el  Gobierno  se  ha  visto  escaso  de  recursos  y  y 
para»  cubrir  sus  inmensos  gastos  que  absueeve 
un  numeroso  ejército  indispensable  por  los  un«- 
timienftes  hostiles  de  España  ,  ha  tenido!  que 
ocurrir  para  cubrir  sus  atenciones ,  á  la»  aduanas^ 
recargando  los  derechos*  de  importación  é  mter> 
nación ,  también  ha  dispensado  todos  los.  de 
esportacion  de  los  fruto* indígenas,  y  aun  cuando 
nosotros  no  opinemos  por  el;  recargo  escesivo 
de  los  efectos  esfratigeros,  cuándo  consideramos 


que  en  los  tiempos  de  la  dominación  se  exigían , 
y  ademas  satisfacían  á  su  entrada  en  Cádiz  i5 
p.  °/oi  y  á  su  salida  para  Voracruz  7  ;  total ,  aü 
p,  %  que  reunidos  al  mayor  costo  de  la  marina 
española  y  las  comisiones ,  no  podían  menos  de 
ier  como  lo  eran,  mucho  mas  subidos  los  precios, 
y  por  consiguiente  dificultar  que  el  pueblo  se 
'Tíldese }  así  es  que  con  solo  el  beneficio  de  la 
ooncurrencia  del  comercio  estrangero ,  vemos 
las  mercancías  mas  baratas ,  y  al  pueblo  mejor 
y  mas  generalmente  vestido.  Es  verdad  que 
después  de  la  emancipación ,  los  restricciones 
y  prohibiciones  de  ciertos  artículos  ban  paralizado 
loa  goces  y  consumos  del  pueblo ,  y  aun  dismi- 
nuida los  derechos  de  entrada ,  aumentando  el 
contrabando  y  la  desmoralización;  pero  este  mal 
ha  sido  en  parte  suspendido,  y  lo  sera  según  com- 
prendemos ,  hasta  que  los  telares  últimamente 
introducidos  produzcan  sus  saludables  efectos. 

En  México  puede  llegar  á  ser  de  mucho  in- 
terés al  pueblo  y  á  los  progresos  del  tráfico  in- 
terior! el  ramo  de  manufacturas  de  consutnos  de 
primera  necesidad»  especialmente  cuando  ten- 
gamos caminos  de  ruedas,  puesto  que  se  producen 
y  existen  todos  los  artículos  y  materias  en  bruto 
necesarios  en  abundancia,  y  no  falta  predisposi- 
ción natural  en  las  masas  de  las  poblaciones  &  este 
género  de  trabajos!  acreditados  por  algunos  pro- 
gresos .parciales  que  en  varias  épocas  se  hicieron, 
ascendiendo  su  valor  de  7  &  8  millones  de  pesos, 

91 


¥ 


3*8  * 

á  pesar  de  la  ninguna  protección  y  aun  oposición 
de  parte  de  un  gobierno,  que  no  tenia  otro  interés 
que  el  de  una  dependencia  absoluta  y  mercenaria 
de  la  metrópoli ,  la  contemporización  con  los 
monopolistas  que  le  daban  la  ley,  como  á  toda 
administración  menesterosa,  y  la  imperfección 
de  los  procedimientos,  de  las  pésimas  máquinas, 
mal  tratamiento  de  los  obreros  é  insalubridad 
de  las  localidades,  que  con  tanta  justicia  como 
veracidad  reprueba  el  señor  Humbolt  j  y  si  el 
gobierno  colonial  no  hubiera  entrabado ,  ó  hu- 
biese prestado  su  atención  á  las  manufacturas , 
las  poblaciones  habrían  aumentado  considera- 
blemente su  industria  y  moralidad  ,  y  México 
ademas  de  haberse  abastecido  de  cuanto  necesi- 
tábale encontraría  con  fábricas  de  papel,  cristales 
planos  y  de  uso ,  losas  y  porcelanas ,  y  de  todo 
cuanto  necesitan  las  clases  menos  acomodadas. 
Las  que  en  nuestro  concepto  debería  fomentar 
de  preferencia  una  administración  ilustrada  na- 
cional ,  serían  ademas  de  las  conocidas  y  de  uso 
común  en  el  vulgo,  de  lana  y  algodón,  cómo 
pañetes,  gergas,  gerguetillas,  bayetas  y  fresadas, 
mantas,  cocos,  jamanes,  cotonías,  panas,  caní- 
culas y  colchas  dé  algodón;  las  de  franelas  y 
coletas  ó  mahones  de  algodón  de  color  que  llaman 
coyote ,  y  es  común  en  las  costas  de  Tomatlan 
y  otros  puntos,  siendo  un  género  propio  para 
vestimenta  del  pueblo ,  y  las  manufacturas  de 
crea,  lona  y  brínes  para  el  mismo  objeto,  luego 


33» 

que  las  siembras  y  beneficio  del  lino  te  produccau; 
lai  de  ebanistas  para  muebles  de  maderas  pre- 
ciosas y  sólidas ,  á  íln  de  sacar  al  giro  industrial 
la  caoba,  caobilla,  gateado  de  las  costas,  y  en  el 
interior  el  cedro ,  ciprés ,  granadülo  ,  tapincirap 

Lia  preciosa  y  estimada  denominada  bálsamo , 
i  ftmdioiones  de  utensilios  de  bierro  colado , 
de  ouobillos  y  bajilla  de  acero  ,  macbetes  y  otros 
instrumentos  de  agricultura  9  artes  y  usos  co- 
munes que  parece  que  faltan ,  y  seria  fácil  em- 
prender y  fomentar  escogiendo  los  parages  mas 
á  propósito  por  las  inclinaciones  y  hábitos  de  las 
gentes ,  y  comodidades  de  los  elementos  de  lo- 
calidad, como  abundancia  de  combustibles  y 
aguas  corrientes. 

En  las  poblaciones  internas  de  Guapas,  Etla , 
Gholula ,  Tlascala ,  Texouco ,  Querétaro ,  Tulan- 
cingo,  Toluca,  León,  Páccuaro,  Xeres,  Zapotlan, 
Sayula ,  Durango ,  Chihuahua  *  Paso  del  Norte  y 
Santa  Fé  de  nuevo  México,  nos  parece  que  podian 
establecerse  oportunamente  los  ingenios,  ó  telares 
de  moderna  invención  para  manufacturas  mixtas, 
ó  de  lana  y  algodón ,  y  en  Puebla ,  Oaxaca , 
México ,  Morelia  ,  Potosí  y  Guadalaxara ,  las  d« 
papel  de  todas  clases ,  cristales ,  vidrios  planos , 
botellas,  locas  y  porcelanas  finas,  ebanistas,  guan- 
terías y  otras  cosas  de  lujo  ya  trabajadas ,  en  los 
artículos  de  galones,  cordones,  tirantes  y  demás, 
que  no  se  desconocen  y  consumen  ;  mereciendo 
el  pueblo  de  México  protección  especial  en  el 


ramo  de  la  cera  aplicado  á  las  formas  por  los 
adelantos  qué  ha  hecho  desde  que  se  ha  dedicado 
á  representar  los  monumentos  antiguos ,  las  fi- 
guras mitológicas  y  las  costumbres  y  vestimentos 
del  pueblo,  por  cuyas  causas  este  arte  en  nuestro 
concepto  industrial  y  estimado  de  loé  estran- 
géros,  debería  fomentarse,  creándose  una  escuela 
práctica  de  enseñanza  por  principios,  á  fin  deque 
no  se  pierda  cómo  ha  acontecido  al  precioso 
mosaico  de  plumas  de  los  antiguos  Mexicanos-, 
que  no  estaría  por  demás  resuscitar . 

La  fábrica  de  papel  establecida  en  San  Ángel, 
a  pesar  de  disfrutarse  aguas  en  abundancia ,  que 
es  uno  de  los  elementos  esenciales  de  estos  es- 
tablecimientos ,  .parece  que  no  ha  correspondido 
á  las  esperanzas  del  señor  Sosaya ;  mas  esto , 
según  estamos  informados,  ha  consistido  en  que 
el  propietario  no  la  ha  atendido  ó  dirigido  per- 
sonalmente, y  se  ha  fiado  de  personas  poco  aptas, 
confirmando  esto  la  mala  calidad  del  papel ,  del 
cual  nos  consta  que  no  se  podia  hacer  usó ,  no 
obstante  las  disposiciones  benéficas  del  gobierno 
en  sus  oficinas;  también  se  atribuye  su  decaden- 
cia á  la  falta  y  escasez  de  hilas  que  se  introdu- 
cían de  fuera  j  pero  esto  terminará  luego  que  las 
poblaciones  grandes,  buscando  agentes  activos  9 
se  dediquen  á  este  género  de  industria  ,  y  entre- 
tanto debería  intentarse  cómo  se  ha  pensado 
aplicar  él  agave  ó  maguey  macerado  de  la  es- 
pecie mas  fina ,  de  cuyo  espediente  se  sirvieron 


34. 
coa  éxito  loa  antiguos  Mexicanos,  é  hicieron  un 
regular  papel ,  también  8c  podía  intentar  hacer 
uso  de  los  capullos  del  gusuno  de  seda  silvestre, 
llamados  de  madroño,  abundantes  un  Mechua- 
can,  en  las  Mistecas  y  otros  muchos  puntos,  de 
cuyo  espediente  creemos  se  sirven  los  Chinos , 
mezclándolo  con  otros  materiales,  y  sacan  una 
buena  calidad  de  papel.  El  consumo  de  este  ar- 
ticulo en  la  República  deberá  ascender  ú  mas  de 
un  millón  y  medio  de  pesos  ,  puesto  que  antes 
de  la  libertad  ya  montaba  ú  mas  de  un  millón,  y 
en  el  dia  se  han  aumentado  y  aumentarán  con- 
siderablemente los  consumos  ,  respecto  á  los 
adelantos  de  las  comunicaciones  sociales ,  mayor 
suma  de  negocios  agitados  en  el  país ,  y  lo  que 
invierten  mas  de  treinta  imprentas  que  sudan 
diariamente  en  toda  la  confederación,  y  no  pa- 
saban de  tres  ó  cuatro  antes  de  la  emancipación. 
Esperamos  que  estos  nuevos  adelantos,  y  el  uso 
de  la  hoja  de  maíz  uplicudo  ul  procedimiento 
del  papel ,  animarán  una  compañía  en  debida 
forma  á  emprender  y  utilizur  tu  fábrica  de  San 
A.ngel  y  otras  en  los  puntos  que  convenga  ,  se- 
guros áe  que  estableciéndolas  y  dirigiéndose  con 
economía  y  cuidado,  dejarán  grande»  utilidades 
i  los  accionistas  proporciouando  una  industria 
bajo  todos  aspectos  útil  y  venlujosa  ul  país. 

En  tiempo  de  Villusenor  eran  ya  célebres  y 
dichosos  por  su  iudustría  fabril ,  los  pueblos  d« 
Marinalco  y  Temasealtepi 


>j 


.■(>.'< 


34* 

Estado  de  México ,  y  la  aplicación  de  las  muge- 
res  de  este  último  al  tejido  de  paños  de  rebozos, 
es  digna  de  apreciarse ,  así  como  fomentarse  él 
amor  al  trabajo  y  dedicación  á  los  oficios  mecá- 
nicos de  los  hombres  del  primero.  En  el  Estado' 
de  Guanaxuato  es  de  notarse  la  dedicación  é  in- 
clinación á  las  fábricas  de  hierro,  como  ameses 
y  armas  de  los  vecinos  de  San  Luis  dé  la  Paz,  y 
en  San  Miguel  el  Grande  á  las  de  algodón  y  lana , 
cuyas  colchas  y  mangas  ó  sarapes  de  un  tejido 
sólido  y  bonitos  colores,  son  dignos  de  llamar  la 
atención  y  de  protejerse  por  el  banco  de  avio  / 
es  tendiendo  la  mano  á  todos  los  pueblos,  que  á 
pesar  de  la  imperfección  de  sus  telares,  y  la  falta 
de  conocimientos  técnicos  en  el  arte,  adelantaron 
y  sin  duda  adelantarán  mas  con  la  introducción 
y  habilitación  de  los  nuevos  procedimientos  y 
máquinas ,  hasta  entrar  en  concurrencia  con  los 
efectos  estrangeros  de  cierta  clase,  únicos  medios 
de  fomentar  la  industria,  sin  aumentar  el  contra- 
bando y  los  rigores  prohibitivos.  «  La  perfección 
de  una  máquina  ó  el  descubrimiento  de  otra 
níSeva ,  dice  el  señor  Florez  Estrada ,  ha  de  re- 
bajar necesariamente  el  precio  de  los  productos, 
y  como  toda  baja  de  consideración  en  el  precio 
de  un  artículo ,  surte  siempre  el  efecto  de  que  la 
demanda  de  él  sea  mayor ,  en  vez  de  que  los 
adelantamientos  en  la  maquinaría  hagan  que  se 
disminuya  la  demanda  del  trabajo  y  la  cuota  de 
los  jornaleros  ,  y  se  empeore  la  suerte  de  la  clase 


343 

trabajadora ,  cuando  no  surtan  el  efecto  contra- 
rio,  á  lo  menos  no  causan  el  que  enuncian  los 
autores  á  quienes  asustan  los  progresos  de  las 
facultades  productivas  de  las  artes.  Una  prueba 
evidente  de  esta  verdad  la  tenemos  en  las  incom- 
parables mejoras  que»  se  hicieron  en  las  máqui- 
nas de  la  manufactura  de  algodón  en  Inglaterra, 
pues  aunque  se  inventó  máquina  que  en  alguna 
de  las  operaciones  suple  el  trabajo  de  mil  indi- 
viduos ,  por  ejemplo ,  el  torno  para  hilar ,  sin 
embargo,  como  el  pedido  de  los  productos  de  es- 
tas manufacturas  es  también  á  causa  de  la  baja 
de  su,  precio  incomparablemente  mayor,  á  pesar 
de  los  progresos  asombrosos  de  la  maquinaria 
en  este  ramo  de  industria ,  se  emplea  hoy  un 
número  de  trabajadores  mas  que  cuadruplo  que  . 
el  que  se  empleaba  hace  sesenta  afios  cuando  aun 
no  se  habían  descubierto  las  principales  máquinas 
con  que  se  hacen  los  mas  de  los  trabajos.  Por 
otra  parte  siendo  necesario  menos  capital  en  un 
ramo  de  industria  en  que  se  introduce  una  nueva 
máquina ,  lo  regular  es  emplear  en  otro  ramo 
de  industria  el  capital  que  se  ahorra,  y  aun  cuando 
el  primero  dejase  sin  ocupación  algunos  brazos , 
el  segundo  los  emplearía.  £1  solo  inconveniente 
que  pudieran  causar  al  trabajador  las  nuevas  má- 
quinas ,  es  obligarlo  alguna  vez  á  mudar  de  tra* 
bajo ;  pero  este  es  muy  pequeño  respecto  de  las 
grandes  ventajas  que  traen  así  al  individuo  que 
trabaja ,  como  á  toda  clase  trabajadora  en  gene* 


344 

ral.  Un  artesano  que  está  habituado  á  un  ramo 
de  industria ,  fácilmente  puede  ejecutar  otro  di- 
ferente ;  un  tejedor  de  lienzos  pronto  sabe  tejer 
algodones  ó  paños ;  y  un  fundidor  de  hierro  sabe 
pronto  las  operaciones  de  fundir  el  plomo.  » 

Todas  estas  operaciones  del  fomento  de  agri- 
cultura é  industria  aplicadas  paroial  y  gradual- 
mente ,  unas  por  las  leyes  y  los  cuidados  de  los 
altos  poderes  de  la  Union ,  por  ser  de  su  resorte 
y  pertenecer  á  los  intereses  generales  de  la  na- 
ción ,  y  otras  por  las  autoridades  de  los  Estado* 
respectivos  ,  conducirían  sin  duda ,  en  el  hecho 
de  iniciarse  y  ejecutarse  perseverantemente,  á  un 
resultado  general  dichoso ,  cual  es  el  bienestar 
y  la  prosperidad  del  pueblo.  La  multiplicación  y 
divergencia  de  trabajos  complicados ,  emprendi- 
dos á  la  vez  ó  gradualmente ,  aunque  no  carecen 
de  enlace  y  armonía ,  pudieran  muy  bien  causar 
algún  retardo  en  sus  resultados,  y  en  el  com- 
plemento de  los  grandes  y  altos  objetos  á  que  los 
Mexicanos  deben  aspirar ;  pero  lo  cierto  del  caso 
será  que  si  ellos  se  abrazan  con  patriotismo  y 
buena  fé  por  los  ciudadanos,  y  los  magis- 
trados desplegan  energia  y  constancia ,  aun 
cuando  parezcan  un  imposible  á  los  estrechos 
cálculos  de  la  inesperiencia  y  á  la  tiranía  ilimi- 
tada de  las  preocupaciones  y  contrariedades ,  al 
fin  no  dejaran  de  surtir  los  saludables  efectos 
que  se  proponga  el  legislador ,  especialmente  en 
ün  país  en  donde  la  naturaleza  se  brinda  pródiga 


345 

á  lo»  conato»  de  los  hombre» ,  y  lo»  depositarios 
del  poder  pueden  estar  seguro»  que  no  »e  esfbr» 
uráa  en  vano  para  colocar  al  pueblo  mexicano 
•a  la  afortunada  e»fera  de  otra»  naoiones,  que 
para  llegar  al  astado  floreciente  de  civilización  é 
industria  que  no»  pre»entan  como  dechado  y 
modelo»  han  tenido  que  luchar  y  vencer  innume- 
rable» obstáculo»  peculiares  á  la  naturaleza  de  su 
suelo  ingrato. 

La  administración  general  de  la  Union »  de 
cuya  aotividad  y  verdadero  patriotismo  nos  con- 
gratularemos sinceramente ,  ha  prevenido  ya  en 
parte  algunos  délos  pensamientos  que  indicamos, 
introduciendo  no  solamente  escelentes  máquinas 
eoonómicas  y  perfeccionadas  para  establecer  en 
forma  fábricas  de  tejidos  de  algodón  y  lana»  sino 
maestros  en  el  arte  que  enseñarán  á  los  Mexicanos 
los  procedimientos  por  principios  y  el  orden 
económico  y  administrativo  de  polioia  descono- 
cido hasta  ahora  en  la  República ,  ouyos  útiles 
conocimientos  no  dudamos  que  se  dilhndiran  en 
toda  la  federación  por  el  celo  de  las  autoridades 
respectiva»  á  beneficio  de  los  pueblos ,  los  ouales 
no  dejaran  de  oonocer  la  necesidad  que  tienen 
especialmente  á  los  prinoipios,  de  dar  una  favora- 
ble acogida  y  apreciar  á  los  laboriosos  estrangeros 
que  introduzcan  en  el  país  todo  género  de  indus- 
tria y  artes  mecánicas ,  persuadiéndose  que  no 
es  solamente  el  oro  y  la  plata  riqueza  afectiva 
como  vulgarmente  se  supone»  sino  que  el  trabajo 


346 

y  la  industria  del  hombre  son  también  una  verda- 
dera riqueza,  y  ademas  el  fundamento  de  la  pros* 
peridad  de  las  naciones ,  y  que  un  mecánico  y 
un  obrero  son  semejantes  á  una  mina  en  bonanza 
y  un  verdadero  capital  fijo  acumulado  en  el  país 
que  les  dio  el  ser  ,  los  educó  y  enseñó  su  arte  u 
oficio  á  costa  de  tiempo ,  gastos  y  fatigas ,  y  por 
consiguiente  respecto  á  la  producción  de  la  ri- 
queza son  lo  mismo  que  una  máquina  que  vale 
dinero  y  paga  el  principal  y«  el  interés  en  el  país 
donde  se  aplica  y  ejéree  el  mecánico  su  industria, 
haciendo  circular  en  él  una  riqueza  llevada  de  su 
patria,  que  es  su  talento  adquirido  en  ella;  no  es 
pues  perjudicial,  como  algunos  espíritus  mezqui- 
nos han  pretendido ,  la  introducción  de  brazos 
industriales  estrangeros  en  ningún  país  por  ade- 
lantado que  se  suponga,  y  mucho  menos  en  uno 
atrasado  como  el  nuestro;  por  el  contrario,  bajó 
todos  los  puntos  de  vista  económicos,  es  útil  y  se 
debe  foníentar,  escitar  y  proteger  todo  estrangero 
laborioso  que  se  radique,  ya  sea  comerciante, 
capitalista,  ya  sea  artesano  ú  obrero,  por  cuanto 
si  lleva  fondos  ,  como  es  costumbre  en  el  comer- 
ciante ,  los  ha  de  hacer  circular  y  ha  de  ser  por 
fuerza  arrendatario ,  consumidor  y  aviador  de 
operarios,  y  si  es  industrial  ó  mecánico,  aumen^ 
tara  el  producto  y  la  riqueza ,  abaratará  los  artí- 
culos de  consumo  con  la  concurrencia ,  y  en  re- 
sumen, todos  facilitarán  trabajo,  consumos,  goces 
y  civilización  al  pueblo ,  é  incremento  los  mas  á 


»   /■ 


la  población;  utilidades  patentes  que  aun  cuando 
regresaran  á  su  patria ,  llevándose  una  parte  de 
su  capital  adquirido  con  sus  propios  fondos  é 
industria,  no  por  eso  dejarían  de  haber  contri- 
buido al  aumento  de  los  capitales »  industria  y 
riqueza  nacional.  «  El  origen  de  la  portentosa 
industria  y  prosperidad  de  la  Gran-Bretaña ,  dioe 
el  señor  Florez  Estrada,  fue  la  buena  acogida  que 
dio  la  reyna  Isabel  al  ejército  de  artesanos  á  quie- 
nes la  persecución  de  Felipe  II  de  España ,  hiio 
huir  de  Flandes  y  buscar  en  Inglaterra  un  asilo 
y  una  ocupación  que  encontraron  y  que  fue  mas 
útil  a  los  naturales  que  se  la  dieron ,  que  á  los 
estrangeros  que  la  buscaron.  Así  es  que  desde 
entonces  el  estrangero  en  Inglaterra  es  mas  pro- 
tegido por  las  leyes  que  en  ninguna  otra  nación 
de  Europa.  »  « Guando  ocurrió  la  revocación  del 
edicto  de  Nantes,  afirma  el  mismo  autor,  la  reyna 
de  Suecia ,  Cristina  ,  dijo  que  Luis  XIV  se  habia 
cortado  el  brazo  izquierdo  con  su  brazo  derecho. 
El  gran  Federico  ,  aludiendo  á  los  Franceses  que 
emigraron  con  este  motivo  y  que  se  establecieron 
en  Prusia ,  dice  que  antes  de  la  llegada  de  los 
Franceses  no  se  hacian  sombreros ,  ni  medias ,  ni 
sargas ,  ni  ninguna  tela  de  lana  al  telar ,  y  que  la 
industria  de  los  Franceses  enriqueció  á  su  país  de 
todas  las  fábricas,  no  solo  de  los  primeros  consu- 
mos ,  sino  de  las  de  lujo ,  y  en  una  palabra  ,  ase- 
gura este  principe  filósofo,  que  Berlin  tuvo  desde 
entonces  plateros,  joyeros,  relojeros  y  escultores 


348 

en  la  capital  y  en  el  campo  ,  tabaco  y  fruto»  es- 
celentes  cu  tierras  arenosas ,  que  con  el  beneficio 
que  les  dio  esta  gente  industriosa,  se  convirtieron 
en  huertas  amenas  y  deliciosos  jardines. 


349 


(vm) 


De  la  benéfica  influencia  del  comercio  libre,  y 
i  funestas  consecuencias  del  sistema  prohi- 
bitivo. 


Desarrollados  todos  los  gérmenes  y  elementos 
de  la  riqueza  pública  en  el  interior  de  un  Estado, 
se  llega  como  por  una  consecuencia  precisa,  al 
brillante  resultado  del  comercio  del  cambio  es- 
terior,  sin  cuyo  fin  y  objeto  los  esfuerzos  de  las 
sociedades  serian  sino  del  todo  estériles ,  á  lo 
menos  parásitos,  y  estacionarios  los  adelantos  de 
su  civilización.  La  disminución  de  los  salarios , 
el  entorpecimiento  de  la  industria ,  la  parálisis 
de  la  agricultura  y  el  comercio  interior  ,  la  mi- 
seria, la  desmoralización  y  barbarie  son  el  premio 
y  las  consecuencias  que  la  providencia  ba  decre- 
tado á  las  sociedades  cuya  legislación  y  princi- 
pios administrativos  tienden  á  aislarse  ,  cuando 
por  un  necio  orgullo  y  temeraria  ceguedad ,  se 
encaminan  al  triste  y  mezquino  sistema  de  alejar 
desdeñosamente  de  sus  puertos  con  medidas 
probibitivas  y  tarifas  exorbitantes  la  benéfica  y 
vivificante  concurrencia  de  todos  los  pueblos  de 
la  tierra ,  reduciéndose  á  las  relaciones  forzadas 
y  monótonas  del  interior  ,  que  ni  pueden  ser  tan 


35o 

numerosas  y  variadas  entre  sí,  ni  dejar  con  mu- 
cho las  utilidades  y  ventajas  que  brindan  el  trá- 
fico y  activo  cambio  practicado  entre  diversas 
naciones,  cuya  concurrencia  hace  estraer  los 
productos  de  la  tierra ,  abarata  los  artículos,  cria 
nuevas  necesidades,  aumenta  los  consumos  y 
avivándose  las  empresas  agrícolas  é  industriales, 
acrecéntan  el  valor  de  las  tierras ,  dan  trabajo 
á  las  masas  y  multiplican  los  derechos  del  fisco; 
así  es  que  por  una  feliz  conbinacion,  que  no 
puede  menos  que  dimanar  de  la  inmensa  sabi- 
duría del  supremo  autor  que  todo  lo  ha  creado, 
los  pueblos  mas  aislados  y  de  las  regiones  mas 
remotas  y  estrañas  ,  vienen  á  aproximarse ,  au- 
xiliarse y  ligar  mutuamente,  y  en  fuerza  del  ma- 
ravilloso sistema  de  las  permutas,  facilitándose 
las  travesías  de  inmensos  occéanos ,  el  Chino ,  el 
Inglés  y  el  Mexicano  dándose  la  mano  se  rozan 
y  estrechan ,  constituyendo  por  decirlo  así ,  el 
,  cosmopolitismo  de  los  pueblos ,  resultando,  del 
trato  de  todos  una  sola ,  grande  y  magesjtuosa 
sociedad,  útil  y  conveniente  en  el  mas  alto  grado 
á  la  civilización  y  adelantos  recíprocos  de  las  di- 
,  versas  regiones  de  la  tiei$a j  y  por  una  consecuen- 
cia necesaria  el  grado  de  la  cultura  y  bienestar 
de-  las  naciones ,  el  poder  y  riqueza  de  sus  go- 
biernos es  proporcionado ,  no  á  la  mayor  ó  me- 
nor estension  de  su  territorio ,  número  de  sus 
habitantes  y  elementos  materiales ,  sino  á  sus 
mayores  ó  menores  relaciones  y  actividad  de  su 


35 1 

comercio  citerior ;  de  otro  modo  ¿  como  era  po- 
sible que  los  Inglese! ,  Holandeses ,  Alemanes  9 
Rusos  y  aun  los  Anglo-americanos  hubieran  po- 
dido jamas  rivalizar  con  los  Italianos,  Españoles, 
Portuguesesf  Turcos  y  otros  pueblos  (sin  meter 
en  cuenta  las  diversas  naciones  de  los  litorales 
de  África  y  Asia)  que  gozando  de  benignos  climas, 
y  disfrutando  de  ricas  y  valiosas  producciones , 
yacen  atrasados ,  y  sin  comercio  é  industria  en 
general  embrutecidas  las  masas»  é  influidos  y 
agobiados  sus  gobiernos  por  el  pesado  yugo  de 
la  política  de  unas  cuantas  potencias  que  se  titujan 
grandes? 
Desgraciadamente  el  magnifico  pais  de  México» 

•  aislado  desde  la  remota  antigüedad ,  y  reducido 

•  después  de  su  injusta  oonquista  á  este  rigor  tirano, 
sujeto  por  sus  intolerantes  dominadores  al  mas 
estrio to  sistema  prohibitivo»  no  solamente  perdió 
el  tiempo  en  la  carrera  de  la  civilización»  progre- 

,  siva  por  todas  partes  desde  aquella  época  (escepto 
en  España  que  retrogradó ) »  sino  que  al  verificar 
su  emancipación  tardía  é  impulsada  por  las  cir- 
cunstancias» no  era  posible  á  pesar  de  sus  gérme- 
nes ,  despojarse  de  un  golpe  de  las  preocupacio- 
nes y  los  mas  dejos  vicios  de  una  administración 
y  legislación  monstruosa»  tratadas  con  todas  las 
.  bizarrías  de  los  principios  góticos»  feudales  y  mo- 
nacales del  siglo  décimo  quinta»  á  causa  de  que 
los  hábitos  suelen  ejercer  sobre  los  espíritus  una 
especio  de  tiranía  que  los  mantiene  en  la  serví- 


35a 

¿timbre ,  é  impide  hacer  nao  de  la  razón ,  que 
en  materias  de  mejoras  es  la  guía  mas  segara 
que  el  ejemplo ,  por  mucho  que  lo  autorizen  las 
costumbres  y  el  tiempo ;  y  aunque  los  Mexica*- 
nos  anuentes  á  los  principios  de  la  independencia 
y  libertad ,  abrieron  sus  puertos  al  comercio  es- 
trangcro  invitando  á  las  naciones  al  tráfico,  bien- 
sea  por  el  imperio  dé  la  costumbre  y  arraigadas 
preocupaciones  del  sistema  colonial ,  ó  por  la 
inesperiencia ,  falta  de  recursos  y  atrasos  consi- 
guientes a  la  guerra  destructora  auüque  gloriosa 
por  sus  resultados ,  de  once  años ,  y  la  salida  de 
inmensos  capitales ,  no  han  franqueado  y  esten- 
dido como  debieran  su  comercio  esterior,  adop- 
tando él  sencillo  espediente  de  una  tarifa  módica 
y  constante  en  los  derechos  de  importación ,  un 
'  regular  y  Unieo  sistema  de  aduanas  á  la  entibada 
de  los  puertos ,  aboliendo  fuera  de  ellos  las  tra- 
bas y  vejaciones  con  que  á  cada  paso  tropieza  el 
traficante  en  los  diferentes  puntos  que  atraviesa, 
y  en  resumen  ,  un  abandono  completo  ,  racional 
y  parcial  del  sistema  prohibitivo ,  cuya  versati- 
lidad en  los  aranceles  y  escesivos  derechos  y  pro- 
hibiciones ,  aumentando  el  comercio  clandestino 
y  la  desmoralización ,  embarazan  la  civilización, 
los  consumos  y  goces  del  pueblo,  sin  acrecentar 
las  rentas  públicas ;  pero  como  por  todas  partes, 
y  especialmente  en  el  círculo  estrecho  de  las 
asociaciones  nacientes,  la  esperiencia  jes  la  maes- 
tra de  las  acciones  de  los  hombres ,  escudados 


» 


S5S 

ooo  ella  en  lo  de  adelante  nuestros  legisladores  i 
©t  de  esperarse  otra*  medidas  mae  francas  y  gé& 
aerone,  que  consultando  fes  málimaÉfe  fe  <H¿ 
fioll  alenda  de  fe  economía  política  ^J|m  é*U 
geaofet  y  necesidades  de  los  pueblos ,  atraigan  ú 
tmatetaio  de  cambio  eco  loa  menos  gravátnentft 
^ol&tet ,  eonbinando  fea  conveniencias  y  como* 
¿Matos  de  loa  comerciantes  ,  y  las  neoesidadél 
de  fe  mayoría  de  fe  oaoioo  sin  perjudicar  fe  iüi 
duttrtfe  Interior}  persuadiéndose  que  fe  verdedetft 
base  del  comercio  Kbrb  activo ;  cbfafcfste  en}adfr 
rtitir  á  todwratte  fe  tídoeurrenefe  y  proporcfc* 
Mar  oda  fe  tobaja  de  loa  derechoa  mayores  eonW 
moa,  y  tfde  lo  que  ae  deja  de  percibir  por  lo  pronto 
útí  el  *mas  que  eo  apariencia ,  puesto  que  siendo 
ftiJtyOttM1  lói  eófesumos,  aeran proporcionado! 
«upeflatauodatítemente  loa  derecho*  de  enurfcdtfi 
rtóogtébdbie  ademaa  el  fruto  de  fe  acumufecfofc 
de  capiteles,  fe  disminuóioú  del  contrabando 'jf 
delmortfliisacion  ,  que  de  otro  modo  ea  coni'O 
Imposible  evitar  y  reprimir ,  aun  suponiéndote 
en  vigor  leyea  penales,  insignificantes  á  la  verdaíé 
cuando  hacen  una  violencia  demasiado  abaoltftl 
i  fe  naturales»  del  hombre,  sietapT<e  dispuesta 
á  tAudltfe*  y  vengarse  del  despotismo1  del  legisla* 
d«r,  bien  por  el  crimen  que  ea  una  reacción  vtó*. 
lenta  i  bien  por  la  corrupción  que  es  una  prtí- 
tettacioH  Itenta  y  sucesiva  de  la  at^trariedad^ 
la  ityjttkticffe  ■:  por  fcstn  es  qntf  ai  tratarse  de  lís 
aduanas',  cti  lias  Mf»OsMorie*  que  afectan  db 


354 

alguna  manera  4  la  libertad  y  á  I09  hombres,  CQfao 
ton  todas  las  que  tienden  al  sistema  de  prohibí- 
cionea^fefrep  concurrir  á  la  par  una  estrepaa 
circu^Ppcioa  y  las  mas  discretas  precauciones, 
particularmente  en  un  país  regido  por  institucio- 
nes liberales,  i  fin  de  que.  las  medidas  legistajiyas 
np.  sean  abs^lptas  y  eviten  poner  ^a  ridículo  ¿1 
legislador  y.  £  los  magis^ado^,  ,«  Ut\  sfctcm* 
rctstric(;iyo  apiolo  disminuye  Jp  producción,  diqe 
q\  s^ftor  Flores  Esí^da ,  haciendo  que  el  trabajo 
y4el  papital  8^  jenipl^en  en  ^mo^.n^4pffs;prodn(> 
tifos  q^e  lo  serian  aquellos  en  qu*Mj$#mplea$enf 
s¿  ftiese  libre  ;.e^<?pmpiy;io,  sino  privando  ala 
¿#du$tría  de  puchos  brazos ,  cuales  serian  lo* 
penalistas  y  qqnfxabandistas  que  cria  el ,  toisn^o 
sistema.  Üq  pómputo  exacto,  d?<la riqjj£$a  <jpe 
podían  producir  estas  dos  clases  que  son  ,p^4ictaB 
para  ]a  industria,;  y  otro  del  impprte,  dp.  Jos  pro- 
ductos e$trangeros  recargaos  que  se  ipfcroduci- 
¿fcn  si  el  comercio  fuese  libre  ,  haría  patente  k> 
absurdo  del  sistema ;  pero  no  son  menos;  fi^nestos 
los  males  relativos  á  la  producción  Je  Ja  ri^p^za, 
los  que  causa  ¿  la  moral .  Poniendo  en  cobradle - 
cion.el  interés  del  individuo  con  el  dfi  la  >pq}edad, 
sacrifica  innumerables  víctimas  á  un  cp'ipea  ima- 
ginario 5  impone  un  castigo  por  dirigir  el  capital 
¿cia  los  canales  mas  productivos ;  infama  ai 
hombre  industrioso ;  detiene,  la  activids^l;  parar 
liza  la  circulación  de  la  riqueza  y  empobrece  Ja 
nación.  Desde  el  momenta  en  que  los  delitos 


156        .  £ 

son  obra  de  la  ley,  la  moral  no  tiene  basertobre 
que  establecer  sus  reglas»  ni  apoyo  sobre  que 
fundar  sus  juicios. » 

lias  inconsideradas  prohibiciones  y  escesivetf 
derechos  no  pueden  traer  el  resultado  de  trans-r 
portar  la  producción  de  lo  que  se  recibe ,  en 
cambio  da  una  cantidad,  proporcionada  á,  loa 
productor  naturales  del  país ,  ni  el  fomento  di- 
recto de  .la  industria  interior ,  que  consiste  y  tM 
triba  en  conbinaciones  de  otra  naturaleza;  lo 
que  hacen  es  limitar  los  consumos  é  imposibili- 
tar que  el  pueblo  se  vista  y  adquiera  otros  goces 
y  necesidades  que  lo  estimulen  al  trabajo,  redu-i 
oiépdose  por  una  regla  de  proporción ,  la  espor« 
tacion  y  la  ocupación  de  las  masas  menos  acpmoH 
dadas  j  por  el  contrario  se  da  vuelo  >  ó  hablando 
con  propiedad ,  se  protegen  el  contrabando  ,  la 
desmoralización  y  la  miseria  por  los.  mismos;  m$-> 
dios  con  que  se  pretende  conseguir  otros  rest|]l-<i 
tados.  Es  pues  pernicioso  y  nocivo  el  sistema 
prohibitivo,  y  si  son  funestos  al  orden  social  y  A 
las  mejoras  de  una  nación  ,  las  escesivas  prohiH 
bidones  y  derechos!  no  lo  son  menos  la  con  ti-, 
nuacion  de  aduanas  y  repetidas  visitas  y  registro» 
en  el  interior  y  fuera  de  los  muros  de  los  puertos., 
«¿Quién  hay  que  no  vea,  dice  el  autor  de  la  Eco^ 
nomia  política  tantas  veces  citado ,  las  ventaja» 
del  establecimiento  de  un  mercado  ó  de  un,a 
feria  para  facilitar  la  circulación  de  las  riquezas 
y  promover  la  industria  ?  Sin  embargo  el  sistema 


É«  356 
fcntario  y  él  espíritu:  fiscal ,  como  si  pu- 
diese resultar  uü  grave  perjuicio  á  la  sociedad  9 
de  que  los  habitantes  de  un  país  gozasen  de  lee 
libertad  de  reunirse  en  los  sitios  que  creyesen 
mas  á  propósito  para  permutar  les  productos  dé 
su  trabajo ,  sin  cuyos  cambios  lá  industria  dé  txti 
país  nó  puede  salir  de  un  estado  dé^  infancia , 
tiene  dispuesto  que  los  pueblos  no  gocen  de  eétík 
libertad ,  y  el  permiso  de  tener  un  mercado  rió 
Se  consigue  sino  á  costa  de  muchas  vejaciones , 
tiempo,  dinero  y  favor.  Una  buena  teoría  ápoyádi 
en  la  experiencia  de  los  males  espantosos  que 
produjeron  tan  absurdas  disposiciones ,  promul- 
gadas en  tiempo  en  que  en  toda  la  Europa  no  sé 
tenia  idea  alguna  de  la  ciencia  que  trata  dé  la 
fortuna  de  las  naciones ,  dicta  que  los  gobiernos 
se  apresuran  á  remediarlos ,  sin  cuya  circunstan- 
cia no  es  posible  que  la  industria  prospere ,  que 
las  naciones  sean  poderosas  y  que  Se  formé  una 
renta  pública  con  que  hacer  frente  á  las  cargas 
publicas  del  Estado.  El  gobierno  no  tiene  que 
hacer  mas  que  destruir  los  obstáculos ;  todo  lo 
demás  ha  de  ser  obra  del  interés  individual.  Sus 
funciones  en  lo  relativo  á  la  industria,  después  dé 
conceder  libertad  á  los  pueblos  y  á  los  indivi- 
duos de  ejercer  la  profesión  6  trabajo  que  mas 
les  acomode ,  y  de  reunirse  en  los  sitios  y  cHas 
que  nías  les  convenga  para  hacer  sus  permutas  , 
deben  limitarse  á  abolir  los  ruinosos  reglamentos 
del  sistema  feudal ,  que  detienen  la  circulación 


357 
de  la  riqueza,  y  que  violan  el  derecho  de  propie- 
dad, como  soq  los  tauteos,  las  posturas  ,  los  mo- 
nopolios ,  los  privilegios  (y  nosotros  añadimos 
las  vejaciones  de  las  aduanas  iuternas,  las  alcaba- 
las y  los  derechos  de  consumos  inventados  y 
plantificados  últimamente  en  la  república  )  y 
cuanto  impide  la  ubre  concurrencia  de  produc- 
tores y  compradores  con  el  objeto  de  arrancar 
al  trabajador  una  parte  del  producto  de  sus 
faenas.  » 

Entre  otros  muchos  datos  que  se  citan  en  Eu- 
ropa y  ponen  en  evidencia  el  inmenso  perjuicio 
que  las  crecidas  tarifas  y  arránceles  versátiles  han 
inferido  al  pueblo  mexicano  y  á  su  gobierno  , 
debe  llamar  la  atención  de  sus  legisladores  y 
abrir  los  ojos  á  la  nación  el  siguiente  hecho.  En 
la  cuestión  que  se  debatió  en  el  Parlamento  bri- 
tánico en  el  mes  de  mayo  de  i83o  sobre  los  ne- 
gocios de  América ,  se  probó  que  el  Brasil  con 
una  población  de  cuatro  millones  ,  casi  la  mitad 
de  esclavos,  cuyos  derechos  de  entrada  son  de 
i5  p.  %  del  valor  de  las  mercancías,  se  importan 
comunmente  todos  los  años  solo  en  mercancías 
inglesas,  el  valor  de  seis  millones  de  libras  ester- 
linas (importando  cada  libra  como  todos  los 
instruidos  saben  5  pesos) ,  al  paso  que  en  Mé- 
xico con  una  población  probablemente  de  mas 
de  ocho  millones  de  habitantes  libres ,  según  los 
registros  de  las  aduanas  inglesas  manifestadas  en 
aquel  acto  ,  no  recibía,  ¡qué  proporción  tan  dt- 


331 

gradante  y  vergonzosa  I  siao  cuatro  cientas  mil 
libras.  Pero  esto  es  todavía  poco  cuando  se  refi#- 
«done  por  el  hombre  de  Estado  pensador,  amigo 
de  la  humanidad  y  amante  de  la  civilización  y 
honor  de  su  patria ,  que  los  Estados-Unidos  con 
nn  tercio  mas  de  población  que  México ,  y  tam- 
bién con  cerca  de  dos  millones  de  esclavos  é 
islotas  sin  derechos  ni  goces  sociales ,  consumé 
anualmente  en  solo  mercancías  inglesas ,  según 
los  estadistas  anglo-americanos ,  el  inmenso  va- 
lor de  treinta  y  seis  millones  de  libras ,  debido  á 
la  libertad  de  su  comercio ,  á  la  mediocridad  de 
sus  derechos,  á  la  civilización  y  actividad  de 
aquella  bien  gobernada  nación ,  y  sobre  todo  al 
arreglo  y  buen  orden  de  sus  aduanas,  y  á  no  tener 
(jomo  nosotros  á  imitación  de  España ,  esa  línea 
de  aduanas  interiores  que  semejantes  á  una  plaga 
desoladora,  destruyen  y  aniquilan  con  sus  repe- 
tidas vejaciones,  inquisiciones,  registros  y  mani- 
pulaciones al  comerciante  y  á  las  mercancías,  esa 
sentina  de  depredaciones  ,  fraudes,  vicios ,  atro- 
pellamientos  y  violaciones  de  la  libertad  indivi- 
dual y  de  la  propiedad ,  sostenidas  con  mengua 
de  una  nación  humana  y  generosa  que  debería 
invocar  en  masa,  con  arreglo  al  derecho  de  peti- 
ción ,  la  abolición  de  un  ejercito  de  ociosos  y 
estafadores,  que  en  general  se  prostituyen  y  ven- 
den caros  los  servicios  que  les  prescribe  una  po- 
lítica insana ,  que  debe  desaparecer  del  suelo  de 
una  nación  libre  que  aspira  á  la  cultura  y  civili- 


"i 

zacion.  En  el  afortunado  país  del  norte  América, 
en  Francia  y  otras  naciones  ,  luego  que  el  mcr  » 
cader  comprueba  sus  efectos  y  ajusta  el  pago  de 
sus  derechos  con  arreglo  á  las  formalidades  de 
las  aduanas  litorales  y  fronterizas  ,  es  libre  para 
circular  y  atravesar  por  todas  partes  con  sus 
mercancías  y  venderlas  donde  mas  le  convenga 
y  se  le  antoje  ,  sin  que  ninguna  autoridad  ó  indi- 
viduo tenga  el  derecho  de  registrarlo ,  embara- 
zarle y  cuestionarle  cosa  alguna;  mientras  que  en 
México  no  se  siga  igual  conducta,  y  se  estío  gan 
esas  tramoyas  y  turbas  de  zánganos  ,  el  comercio 
interior  y  esterior  no  florecerán,  y  ni  la  moral 
pública  ni  la  libertad  individual  brillaran. 

«  La  libertad  dada  al  comercio,  decia  un  sabio 
Español,  citado  por  el  autor  de  los  Elementos 
de  la  ciencia  de  Hacienda,  en  un  precioso  in- 
forme dado  al  rey  en  1801,  que  seguramente 
fue  grande,  si  se  atiende  á  la  opresión  en  que  se 
bailaba,  abrió  un  camino  que  basta  entonces  ha- 
bía estado  casi  cerrado  al  común  de  los  subditos  : 
proporcionó  á  cada  individuo  la  parte  activa  que 
quisiera  tomar  en  los  negocios,  y  dio  un  nuevo 
impulso  de  actividad  que  se  estendio  á  toda  la 
nación.  »  Y  el  virrey  deN.  E.  conde  de  Revilla- 
gigedo  «  Empiezo,  decia  ,  asegurando  la  primera 
verdad  muy  interesante;  y  es  la  de  que  lejos  de 

I  haber  decadencia  ,  hay  aumentos  muy  visibles 
en  el  comercio  y  felicidad  de  esle;reyno  ,  com- 
parados los  i3  años  del  comercio  Ubre  con  los 


aptígwps  de  flotas*  Aumentante  .opda  dia  las  tie^r 
das  en  esta  capital  y  en  las  provincias;  aumentase 
di  número  en  la  nueva  clase  de  comerciantes ,  y 
seguramente  no  se  aumentaría  si  esperimentácan 
perdidas  en  vez  de  ganancias;  porque  ni  querrían 
subsistir  en  im  tráfico  destructor,  ni  podrían  ha- 
cerlo aunque  quisieran ,  porque  en  poco  tiempo 
consumirían  su  corto  caudal  y  escaso  crédito.  El 
que  esta  clase  de  comercio  va  cada  dia  en  au- 
mento, es  una  verdad  tan  notoria  que  no  se  atre- 
verían á  negarla  los  mismos  que  aseguran  el 
comercio  decaído.  Ellos  dicen  que  es  escesivo  el 
número  de  efectos  que  vienen,  y  que  se  han  re- 
tirado de  comerciar  los  sujetos  de  gruesos  cau- 
dales. Con  qpe  es  preciso  que  para  dar  giro  y  sa- 
lida á  las  existencias ,  se  empleen  muchos  indi- 
viduos de  corto  caudal.  » 

La  isla  de  Cuba,  que  ahora  4o  años  necesitaba 
de  millón  y  medio  de  pesos  que  le  iban  de  Mé- 
xico (  de  ese  pías  opulento  que  se  quiere  hacer  re- 
trogradar con  medidas  prohibitivas,  y  en  otras 
épocas,  aunque  con  monopolios  y  esclavitud, 
vivificaba  con  sus  riquezas  á  casi  toda  la  Amé- 
rica con  sus  situados  )  gracias  i  su  comercio  libfe, 
al  establecimiento  de  sociedades  patrióticas ,  al 
domicilio  de  estrangeros  que  se  han  dedicado  y 
fomentado  la  agricultura  y  el  comercio,  y  a  la 
rebaja  de  sus  derechos  de  importación,  cuyo  mí- 
nimum es  de  3  a  i3  p.  %,  y  el  maximun  de  ai 
¿27,  según  los  d?tosde  su  estadística  formada  en 


i8¡vjr  «i  flWvlmiMlo  de  iu  oomtreio  ftte  íwn 
luado  á  3o  millonea  de  peaos  concurriendo  en 
ausfuertoi  i84i  embarcaciones  entr antes,  y  ifl4í 
salientes,  din  entrar  en  cuenta  las  muebas  da  ea- 
botage.  El  monto  de  iui  importaciones,  según 
los  registros  de  sus  aduanan  en  aquella  ¿poca,  os» 
candió  á  la  «urna  de  1 7*35«,854  peso»,  y  el  de  raí 
esportacione*  i  *  4**88, 139  pesos,  figurando  loé 
produelo»  indígena»   el   ?alor   de   10,7^4,677 
pesos.  Á*i  en  que  una  illa  que  basta  el  afto  de 
1 778  dependió  en  cierta  manera  de  México, 
puerto  que  de  allí  recibía  los  medios  de  subáis» 
tenoia,  no  solamente  en  dinero  sino  en  gante», 
eon  una  pablaoion  de  7 3o, 53*  almas,  de  las  oua» 
les  son toas  de  un  tereio  de  esclavos,  por  la  aeti* 
vidad  de  su  comercio,  euenta  oon  una  renta 
anual  de  8,4691973  pesos,  oon  los  que  no  sola 
puede  baoer  frente  á  sus  gastos  interiores,  j 
mantener  una  marina  floreciente  que  nos  bostl» 
Uia,  sino  que  auxilia  á  su  metrópoli  oon  cantU 
dadee  considerables  que  nos  perjudican  y  se  con- 
vierten contra  nosotros ,  ademas  de  haberle  mi* 
nistrado  en  un  corto  periodo,  9)  fragatas,  7  pa* 
quitóles,  1 4  goletas  y  99  buques  pequeños  ¡  a** 
«üios  de  importancia  que  «eoesamamente  irán  en 
Aumento  á  consecuencia  de  los  progresos  asom» 
brosos*  de  una  isla  considerada  ya  en  el  mundo 
oomeroial,  oon  mengua  de  los  Estados  ameri- 
canos ,  después  de  los  Estados-Unidos ,  aome  el 
primero  y  mas  rico  mercado  de  América,  debido 


t 

ledo  á  k  estension  y  movimiento  de  sus  negocios 
mercantiles» 

£1  sistema  prohibitivo  fae,  ó  á  lo  menos  pre- 
tendió ser  llevado  á  un  rigor  estnemo  en  la  repú- 
blica, en  los  aciagos  años  de  desatinos  y  desór- 
denes de  1828  y  1839 :  la  actual  ilustrada  admi- 
nistración, sin  embargo  de  no  contar  con  la  in- 
fluencia necesaria  y  la  mayoría  de  las  cámaras  de 
aquella  época,  ha  contribuido  á  su  disminución 
temporal,  sin  duda  escandalizada  de  unas  leyes 
tiránicas  y  per  judicialísimas ,  fraguadas  por  el 
interés  individual»  el  egoísmo  é  inspiraciones  de 
algunos  individuos,  que  escandalosamente  sor- 
prendieron á  los  buenos ,  diputados,  y  al  fin  in- 
tentaron prohibir  el  aguardiente  de  uva,  sin  tener 
ni  viñas  ni  destilaciones  en  corriente,  y  solo  por- 
que dos  propietarios  del  interior  poseían  escasa- 
mente este  artículo  de  inmenso  consumo,  cuyo 
uso  por  nocivo  que  sea,  no  es  posible  destruir  en 
un  dia,  y  mucho  menos  obligar  pedantemente  á 
las  gentes  á  proveerse  incontinenti  del  impuro  y 
mal  sacado  de  caña-miel j  igual  disposición  re- 
cayó á  las  mantas  de  algodón,  sin  contar  con  te* 
lares  y  fábricas  en  corriente  de  estos  efectos,  y 
en  una  palabra,  se  pretendió  en  medio'  de  las 
inas  tristes  circunstancias,  y  cuando  la  miseria 
estaba  en  auge,  y  las  leyes  hablan  perdido  todo 
su  vigor  ademas  de  un  imposible,  despojar  de  un 
golpe  á  una  administración  no  muy  económica  y 
menestecosa,  quisa,  dé  millón  y  medio  de  pesos, 


que  habrían  rendido  los  derechos  de  entrada  da 

estos  artículos  (que  al  lia  se  introdujeron  sin  pa- 
garlos como  era  fácil  preveer),  con  cuya  canti- 
dad se  hubieran  podido  cubrir  los  dividendos  y 
réditos  del  empréstito  inglés,  que  por  no  haberse 
pagado,  se  ha  disfamado  á  ta  nación  sin  culpa 
suya ,  por  unos  cuantos  Mexicanos  indignos  de 
regir  á  un  pueblo  grande  y  pundonoroso,  y  evi- 
tado el  empeño  tan  ruinoso  como  vergonzoso  que 
se  hizo  de  las  rentas  duanales.  ¡  Mexicanos,  exa- 
minad con  escrupuloso  cuidado  las  inclina- 
ciones y  cualidades  de  las  personas  que  elegís, 
para  que  os  representen  y  defiendan  vuestros  de- 
rechos é  intereses  con  honor  y  probidad,  olvidán- 
dose si  es  posible  de  los  suyos  1  \  Exigidles  ga- 
rantías en  el  cumplimiento  de  sus  deberes,  y  de- 
mandadles cuenta  de  su  buena  ó  mala  con- 
ducta, para  premiarlos  ó  reprobar  el  bien  ó  el 
mal  que  hayan  hecho  ó  dejado  de  hacer  á  la  pa- 
tria y  á  vuestro  bienestar  I 

n  Las  leyes  prohihitivas,  dice  el  autor  de  los 
Kleini-ntas  do  Hacienda  citado,  que  impiden  la 
franca  entrada  y  salida  de  los  frutos  y  manufactu- 
ras con  el  fin  de  animar  la  industria  propia ,  la 
perjudican  ;  porque  ,  como  decia  el  sabio  conde 
de  Cabarrus,  quitan  el  estímulo  de  la  concurren- 
cia que  la  conduce  á  la  perfección.  Después  de 
haber  impuesto  un  derecho  de  10  á  i5  pesos  por 
ciento  sobre  los  géneros  estrangeros  ,  adema  del 
recargo  que  les  causa  el  transporte  y  demás  gas- 


tfef  'si  na  bastaeáto  á  lat  ftbricbs  nacionales  qus 
timen  á  su  ¿avor  muchas  veces  la  equidad  en  los 
crudos,  como  en  la  lana  y  seda;  si  estas  coa  tan* 
tas  ventajas  no  prosperan ,  es  seguro  que  las  pro- 
hibiciones no  las  harán  prosperar;  antes  bien  solo 
servirán  para  que  mediante  la  suposición  de  sellos 
y  plomos,  los  fabricantes  hagan  el  monopolio  del 
contrabando,  y  contentos  con  está  ganancia  cuan- 
tiosa que  encubrirán  con  algunas  producciones 
ricas ,  no  cuiden  de  multiplicarlas.  En  una  pala* 
bra  ,  servirán  para  mantener  las  fábricas  en  un 
estado  de  infancia  y  de  ruina ,  las  mismas  provi- 
dencias que  el  gobierno  dirije  á  su  prosperidad.  » 
Se  aleg»  muchas  veces  por  los  partidarios  del 
sistema  mercantil  caduco  9  que  las  restricciones 
del  comercio  esterior  impiden  en  parte  la  salida 
del  numerario;  pero  aun  suponiendo  que  este 
error,  debatido  ya  victoriosamente  por  casi  todos 
los  economistas  mas  clásicos,  fuese  cierto  en  las 
regiones  donde  no  se  cosechan  los  metales  precio- 
sos ,  en  uñ  país  casi  esclusivamente  minero  como 
lo  es  México ,  el  dinero  es  y  debe  considerarse 
como  cualquier  otro  producto  de  la  tierra ,  y  así 
como  seria  pernicioso  á  la  industria  agrícola  poner 
trabas  á  la  esportacion ,  por  ejemplo  de  la  grana 
ó  el  algodón ,  por  cuanto  decaería  su  cultivo  ,  y 
vendrían  á  abatirse  ó  disminuirían  su  precio ,  lo 
sera  también  con  respecto  al  oro  y  la  plata  que  , 
si  no  se  favorece  la  estraccion ,  bajaría  del  signo 
de  su  valor  y  haría  subir  el  precio  de  los  demás 


efectos  de  consumo  en  perjuicio  de  la  masa  de  lu 
población.  «  E.as  naciones  mas  comerciantes,  dice 
Hume  ,  eslan  aun  muy  celosas  con  respecto  á  la 
balanza  del  comercio  ,  temiendo  que  el  oro  y  la 
plata  las  abandonen  ;  pero  este  temor  no  tiene 
ningnu  fundamento.  Mientras  baya  bombrcs  é 
industria  en  una  nación  ,  yo  por  mí  no  creo  mas 
que  se  puedan  agotar  sus  rios  y  fuentes  ,  que  su 
dinero;  cuidemos  pues  de  conservarla  población 
y  la  industria ,  y  no  dudemos  de  que  la  nación 
tendrá  todo  el  dinero  que  necesita.  » 

En  Méiico  es  verdad  que  no  hay  toda  la  indus- 
tria necesaria ,  y  por  eso  creíamos  antes  que  la 
balanza  de  su  comercio  era  sumamente  desventa- 
josa; mas  convencidos  ahora  de  los  adelantos  que 
hará  la  agricultura,  luego  que  se  estieodany  favo- 
rezcan el  cultivo  de  ciertos  ramos,  y  con  la  aber- 
tura de  caminos  y  el  uso  de  los  canales  fluviales  , 
se  faciliten  las  esportaciones  de  los  productos 
territoriales,  y  particularmente  los  artículos  colo- 
niales que  evidentemente  fomentará  la  acción 
activa  del  comercio  libre,  en  tal  caso  la  República 
no  debe  tener  ningún  motivo  de  temor ,  ni  per- 
judicarse con  la  salida  del  dinero. « La  esportacion 
del  dinero  que  trae  en  retorno  otras  mercancias 
á  nn  país  ,  tuce  el  autor  del  Curso  de  economía 
política,  es  verdaderamente  un  consumo  produc- 
tivo ,  que  aunque  por  el  pronto  ocasiona,  como 
toda  producción ,  la  pérdida  de  un  valor  pro- 
duce otros  mayores.   El  error  de  los  que  creen 


perjudicial  la  salida  del  dinero  ó  una  balanza  del 
comercio  desfavorable ,  coosiste  en  que  solo  va- 
lúan la  primitiva  pérdida ,  y  no  cuentan  coa  e! 
valor  que  esta  perdido  ,  ó  mejor  diré  ,  este  con- 
sumo productivo  trae  en  retorno.  Su  argumento 
se  apoya  en  un  fundamento  igual  al  de  uno  que 
para  hacemos  creer  que  una  fábrica  ,  cuyos  pro- 
ductos dejasen  crecidas  utilidades  á  su  dueño, 
era  perjudicial,  calculase  solo  los  gastos  que  este 
hiciese  para  comprar  las  primeras  materias ,  y 
los  salarios  de  los  trabajadores  en  ella  empleados, 
y  no  hiciese  mérito  del  importe  de  los  productos.  » 
La  Inglaterra  ,  que  es  la  nación  mas  industriosa 
y  la  que  esporta  mas  productos ,  según  afirma 
el  mismo  autor,  está  muy  distante  de  tener  una 
balanza  favorable,  y  sin  embargo  es  la  mas  mer- 
cantil y  rica  de  Europa.  Por  sus  datos  presen- 
tados al  Parlamento  en  1801,  resultó  que  en  cien 
años  el  valor  de  los  productos  que  esportó,  esce- 
dio  al  de  los  productos  estrangeros  que  introdujo 
en  3^8  millones  de  libras  esterlinas,  resultándote 
por  año  un  residuo  en  dinero  de  casi  tres  mi- 
llones y  medio  de  libras  esterlinas. 

Por  otra  parte,  el  aislamiento  á  que  nos  con- 
denan loe  abusos  de  las  prohibiciones  y  pernicioso 
sistema  de  ese  encadenamiento  de  aduanas  fuera 
del  litoral,  no  puede  menos  que  mantenernos  en 
la  miseria  y  acarrearnos  funestos  resultados,  y 
sobre  todo  refluir  contra  un  pueblo  atrasado , 
que  concentrado  y  aislado  ya  por  la  naturaleza 


j  hábitos  de  su  posición  mediterránea ,  y  la  leu- 
dencia  de  la  política  dominadora  ejercida  por 
siglos,  si  no  se  adoptan  otras  medidas  en  armonía 
con  la  independencia  ,  libertad  y  rango  de  la 
nación  ,  las  preocupaciones  y  vicios  del  sistema 
colonial  no  se  sacudirían  ,  huiría  ó  se  retardaria 
la  civilización  y  el  espíritu  de  industria,  la  pereza 
y  la  desidia,  origen  y  fuente  de  todos  los  vicios, 
no  se  destruirían,  y  en  último  resultado,  consti- 
tuyéndose la  iuaccion  y  parálisis  en  el  ánimo 
de  una  nación  tan  recomendable ,  y  destinada 
á  ocupar  en  el  mundo  político  un  eminente  y 
alto  rango,  perdería  mucho  de  su  consideración 
é  inllucnciu  ,  y  lejos  de  hacerse  respetar  y  usar 
de  sus  derechos  en  toda  plenitud,  siendo  evidente 
la  marcha  de  todos  los  pueblos  que  la  avecinan, 
vendría  á  ser  el  objeto  del  desprecio,  humillación 
y  dominio  directo  ó  indirecto  de  la  política  es- 
trangera  ,  poique  es  preciso  desengañarnos,  sin 
comercio  activo,  no  hay  civilización,  ni  riqueza, 
ni  poder,  y  sin  estas  cosas  las  naciones  modernas 
no  puede u  ejerced  con  honor  sus  verdaderos 
derechos  de  supremacía  ni  en  el  interior,  ni  es- 
teriormente ,  y  por  consiguiente  no  existen  ni 
gozan  sino  de  una  independencia  nominal ,  qui- 
mérica y  especulativa.  Ademas  de  estos  males , 
México  con  una  política  estrecha  en  sus  relaciones 
para  con  el  resto  del  mundo  culto,  se  espondria 
á  correr  el  riesgo  que  aunque  no  es  inmineute . 
■i  es  imposible,  cual  es  que  la  raza  indígena 


368 

nía»  numerosa  y  demasiado  preponderante  e4 
los  Estados  de  Yucatán ,  Chiapas,  Oaxaca,  Gho¿ 
lula,  México  i  Mechuacan  y Xalkco , sin  abrirje 
los  caminos  de  la  ilustración,  y  lo*  medios  de  iraé 
confundiendo  y  compactando ,  aüíiqué  sea  pan* 
latinamente,  con  los  espedientes  del  rocfc,  enlacé* 
y  el  contrapeso  de  la  concurrencia ,  domicilié 
y  radicación  de  lbs  éfctraugero*  ^e  simpatiza  ¿ 
eon  nuestro  color  y  faábitos ,  ;y  al  $&  algunos  Sé 
ligarían  y  vincularían  opa  ellos ,  podría  «ser  $u¿ 
gerida  á  suscitarnos  males  y  querellas  de  dominad, 
é  aspirad  á  influir  incontinenti  en  los  negocios 
de  que  en  general  eslía  alejada  en  la  actualidad 
y  con  razón  por  su  abyecto  estado  :•  repetimos 
nfm  ¡este  temo**  es  remoto ,  pero  no  despreciaba 
á  la  irisrta  jperspicae  de  una  adtoiniatratiton :  tyfe 
debe  tener  ojos  de  Argos.  ■    '*' 

Las  fane&tas  consecuencias  del  aislamiento  son 
graves,  y  á  proporción  eligen  repiedie*  éfigáeés 
y  muy  diferentes  á  ios  que  se  han  seguido  basta 
«hora  ,  para  hacer  desaparecer  por  todos  j  los 
*nedios  posibles  d  embrutecimiento  y  la  inercia 
de  lias  masas,  formar  buetfá^  costumbres,  inspirat 
¡amor  a  tos  goces  y  al  trabajó ,  sin  los  ¡ctiale*  nú 
hkj  ni  puede  haber  awmén tu  de  población  átÜ^ 
m  ;bapi tales ,  n£>  honor  9m  $dbie*no  y  ótden  p&- 
*tblé*.  Los  qfUfc  rigfen  los  'destinos  de  Mérticó  tío 
4ébea  olvidar  que  tienen  uá  intfcres  real  y  xmk 
<fbli^aCÍoti  sagrada  dc( aspirar  á  rivalizar  en  cuanto 
'oab£  'en  e^ta  línen  ^oéí  "una  nación  Vecina  ¿  «Jafe 


•aguo  los  cáloulbs  mil  exactos  de  los  economistas- 
y  estadistas  ,■  duplica  cada  veinte  y  cinco  aflos 
su  riqueaa  y  población ,  siendo  el  motivo  de  tan 
asombrosos  incrementos  los  efectos  dé  la  ilus- 
traeiott  del  pueblo ,  la  actividad  de  su  industria 
y  fgko  de  sus  capitales ,  la  libertad  civil  y  la  de 
comercio,  y  una  suma  aplicación  á  las  mejoras 
sociales  y  al  trabaje,  y  esto  sin  disfrutar  ni  de 
la  dulama  de  nuestro  clima  r  ni  de  la  fertilidad 
y  riqueaade  nuestro  suelo.  * A  pesar  de  la  acti- 
vidad del  número  de  sus  habitantes,  y  de  la 
ésfcebsion  y  fertilidad  del  suelo  de  Francia ,  esta 
nación ,  dice  Destutt  de  Tracy ,  antes  de  su  re- 
volución no  podia  pagar  ni  aán  los  gastos  pre- 
cisos dé  su  administración' ,  y  ¿sucho  menos  los 
que  necesitaba  para  mantener  su  puesto  entre 
las  naciones;  empieza  la  revolución  y  con  ella 
todos  los  males  imaginables ;  y  al  mismo  tiempo 
que  la  nación  se  despedaza  por  la  guerra  intestina/ 
sostiene  una  esterior  contra  toda  la  Europa ,  sin 
preparativos  y  sin  medios  tiHiemp o  para  hacerlos, 
los  pueblos  principales  son  devastados  6  redu- 
cidos á  cenizas ,  otros  saqueados  por  ladrones  y 
por  las  tropas ;  su  comercio  interior  y  esterior 
desaparecen  ;  pierde  todas  sus  colonias  y  los 
hombres  y  tesoros  que  prodigó  para  recobrarlas; 
casi  todo  su  numerario  se  estrajo  por  la  emi- 
gración y  el  fatal  sistema  del  papel  moneda;  por 
último,  en  circunstancias  de  una  hambre  espan- 
tosa tiene  que  mana  tener  catorce  ejércitos  á  un 


3^o 

tiempo.  Esto  no  obstante,  en  muy  pocos  años 
se  aumenta  su  población  y  agricultura,  y  cuando 
la  república  se  mudó  con  el  imperio,  sin  sus  co- 
lonias ,  sin  comercio  esterior  y  sin  un  momento 
de  reposo,  podia  ja  sobrellevar  contribuciones 
mas  crecidas  que  antes ;  sus  individuos  gozaban, 
generalmente  de  mas  comodidades;  se  hacían 
obras  públicas  de  costos  inmensos;  sostenía  todas 
estas  Cargas  sin  necesidad  de  empréstitos;  por 
último  tenia  un  poder  colosal ,  que  nadie  pudo 
resistir  en  el  continente,  y  que  sin  la  marina  in- 
glesa hubiera  subyugado  á  todo  el  globo.  ¿Cual 
fue  la  causa  que  obró  tan  prodigiosos  é  incon- 
cebibles efectos?  Una  sola  circunstancia,  y  fue 
que  antes  los  mas  de  los  trabajadores  se  empleaban 
en  producir  las  riquezas  que  formaban  las  in- 
mensas rentas  de  los  capitalistas  ociosos ,  y  estas 
se  consumían  en  objetos  de  lujo ,  ó  en  asalariar 
jornaleros  que  se  ocupaban  en  producir  artí- 
culos que  no  se  destinaban  mas  que  á  propiór-»- 
cionar  goces  escesivos  á  muy  pocos  individuos 
que  eran  dueños  de  casi  toda  la  propiedad  ter- 
ritorial ;  pero  con  las  reformas  que  se  hicieron 
en  la  revolución,  una  parte  de  aquellas  rentas 
pasó  á  manos  del  gobierno  como  contribuciones/ 
y  la  mayor  parte  pasó  á  la  clase  industriosa,. ha* 
hiendo  por  lo  mismo  pasado  aquella  riqueza  á 
producir  cosas  necesarias  y  no  lujo.  Los  que 
antes  se  ocupaban  en  hacer  cosas  de  puro  lujo  y 
ostentación ,  se  dedicaron  á  cosas  de  industria  y 


t; 


3,. 

objetos  de  agricultura ,  y  aun  aquellos  misma* 
que  antes  gozaban  de  inútiles  productos  se  vieron 
obligados, para  subsistir,  á  hacer  otros  servicios 
de  que  habiiÉ^ecesidad,  haciéndose  dependientes. 
En  solo  esto  consiste  el  secreto  de  los  prodigiosos 
recursos  que  halló  la  Francia  en  tan  peligrosa 
y  difícil  crisis ,  como  que  este  es  el  único  modo 
de  que  se  aprovechen  fuerzas  inmensas  que  se 
pierden  sin  qué  se  conozcan  en  los  países  en  que 
solo  prevalece  el  lujo.  » 

Es  pues  uno  de  los  deberes  mas.  esencial  es  de 
los  Mexicanos  el  fomento  del  comercio  libre, 
como:fuente  de  la  actividad  y  movimiento  de 
las  empresas  industriales ,  y  una  de  las  obliga- 
ciones primordiales  de  los  encargados  del  poder 
el  protegerlo  y  activarlo  con  leyes  francas,  fijas 
y  equitativas  de  benéfica  influencia  y  reciproci- 
dad mutua  para  los  Mexicanos  y  los  estrangeros; 
y  si  desde  la  época  de  la  independencia  hubieran 
desaparecido  con  este  símbolo  de  una  nueva  era; 
los  pirincipios  del  sistema  de  las  restricciones  y 
abusos  de  las  aduanas,  contándose  con  las  dis- 
posiciones  de  la  dócil  nación  para  recibir  las  me- 
joras sociales,  cuyos  adelantos  en  el  corto  pe* 
riódo  de  diez  años  son  patentes  á  la  vista  del 
hombre  reflexivo  que  coteja  las  épocas,  y  haciendo 
juicios  de  coínparacioñ ,  mira  al  pueblo  mejor 
y  mas  generalmente  vestido  y  aseado ,  es  seguro 
que  Tá  miseria  ,  desnudez  é  inercia  Serian  ya  casi 
enteramente  desconocidas  ,  y  sin  duda  el  rachtí- 


3?  a 

Ibiento  anual  de  comercia  de  38  millones  de  pe- 
ios ,  tomado  en  dmas  diplposo  $iclo  de  la  epodos} 
de  la  dominación ,  no  solamente  estaría  ya  ni- 
velado ,  á  pesar  de  nuestras  ioqv^i(^|pies ,  puesto 
que  cpmp  qu^eda  sentado,  no  sq#  las  T^yoluciQuef 
las  únicas  calamidades  que  atrasan  los  pu^hlo$,sia,o 
la  apatía  y  oinguuas. mejoras  sociales  para  injip^tear 
la  población  á  otros  goces  de  utilidad  pública,  sino 
que  probablemente  hubiera  sido  progresivo»  y 
guardada  proporción ,  los  22  millones  de  efecto^ 
estrangerQs  que  entonce?  necesitaban  y  consu- 
mían lop  Mexicanos,  no  hubieran  retrogradado,  lo 
mismo,  qo$  el  producido  anual  de  las  aduanas , 
á  pesar  de  H>s  progresos  del  contrabando  y  de 
la  estraqcion  de  tantos  capitales ,  porque  es  tal 
la  benéfica  influencia  y  saludables  efectos  del 
comercio  libre  y  sin  trabas,  que  todo  se  suple 
con  1/»  actividad  de  su  libre  acción.  Para  llegar  a 
este  feliz  resultado  y  nivelarse  á  lo  menos  99a  el 
estado  que  tenia  antes  de  la  emancipación  el 
movimiento  del  comercio  de  México ,  cí^stip^. 
del  mas  alto  interés  en  la  cual  está  compTQfl^f- 
tido  todo  el  honor  nacional,  á  fin  de  acredij^r 
con  hechos  patentes  y  verdades  demo^ada^,  el 
gran  resultado  ,  la  utilidad  y  ventajas ,  no  ifl^nw 
que  la  justicia  de  su  independencia  y  libertad,  y 
cerrar  la  hqca  á  sus  adversarios,  y  detraetqr^ 
los  le^isjadpres  mexicanos  comprometidos ,  por 
l«yres  de  honor ,  amor  propia  y  delicadeza  >  qp 
tieqen  ^af  que  dictar  una,  l^y  que  rebaje  d?  un? 


* 


373 
tercera  parte  Jos  derechos  de  introducción,  abo- 
lir las  aduanas  interiores  y  el  ominoso  y  pesado 
derecho  de  la  alcabala ,  desconocido  en  todos  los 
paisesuultoi  de  Europa,  y  como  asegura  un  autor 
antiguo  español  ,  rebatiéndolo  desde  su  origen, 
por  mas  que  se  rebaje  ,  si  rio  se  estingue  ,  ascen- 
derá siempre  por  las  trabas  ,  vejaciones  y  perjui- 
cios que  infiere  al  comercio  y  al  traficante ,  al 
esceso  de  un  3o  p.  °'0  en  su  cobro;  disponiendo 
estas  medidas  de  manera  que  lo  que  se  cobra 
en  las  aduanas  internas ,  y  la  fatal  invención  del 
5  p.  %  de  consumo  para  los  Estados,  se  recaude, 
así  como  los  derechos  de  introducción  en  los 
puertos,  y  si  se  teme  la  introducción  clandestina 
(  que  á  causa  de  la  rebaja  de  los  aranceles  al  cabo 
debe  disminuir,  si  es  que  no  se  destruye  comple- 
tamente) que  la  misma  ley  adopte  contra  registros 
ó  aduanas  situadas  en  las  fronteras  del  litoral  acia 
las  entradas  de  las  gargantas  déla  cordillera,  como 
por  ejemplo  ,  en  la  Hoya  camino  de  Xalapa  ,  en 
Maltrata  via  de  Orizaba  ,  y  en  otros  puntos  aná- 
logos en  donde  convendría  percibir  los  derechos 
afectos  á  los  Estados  ,  á  fia  de  simplificar  mas  el 
sistema ,  fin  y  objeto  del  espíritu  y  la  ley  del  co- 
mercio libre.  Con  estas  disposiciones  el  permiso 
de  la  introducción  de  todos  los  efectos  y  artículos 
prohibidos  ,  imponiéndoles  un  derecho  á  su  en- 
trada que  los  nivele  en  precio  con  los  de  nues- 
tras fabricas ,  las  cuales  en  su  estado  infantil  no 
deben  ser  csclusivas  si  se  quiere  que  florezcan , 


s74 

por  cuanto  monopolizadas  es  claro  que- jamas 
prosperaran  ni  se  perfecionaran;  la  continuación 
de  los  efectos  de  la  ley  de  10  de  mayo  de.  182 5 
que  liberta  a  los  artículos  indígenas  que  se  es- 
porten de  toda  contribución,  y  si  es  posible 
ofrecer  recompensas  á  l^s  esportaciones  de  las 
harinas,  azucares,  algodón,  tabaco,  arroz;  lanas 
y  otros  nuevos  productos  como  se  verifica  con 
algunos  renglones  en  Fraacia ,  y  en  resumen , 
si  el  congreso  general  persevera ,  y  sin  dejarse 
influir  de  los  intereses  aislados  y  mezquinos  de 
las  localidades,  deja  como  es  justo,  francos  y  abier- 
tos al  comercio  libre  en  el  Atlántico ,  los  puertos 
de  Sisal,  Campedtie,  lagunade Términos,  Tabasco, 
Goazacoalco  f  á^p^íoapan  ó  Al  varado,  Tuxpan, 
Tampico,  Sototanapina,  Matamoros  y  Galvezton 
ó  Matagorda,  habilitando  todos  los  menores  in- 
termedios para  el  tráfico  del  cabotage  ,  como  el 
medio  mas  eficaz  para  poblar  las  riberas  lil  orales 
y  crear  marineros.  En  el  Pacífico,  los  de  Hua- 
tulco  ,  Siguantanejo ,  Manzanillo  ,  Navidad,  San 
Blas  mudandp  la  población  á  las  márgenes  del 
rio  Tololotlan  ,  Mazatlan  ,  Gu&ymas  ,  Paz  y  San 
Francisco  de  Timpanoyos ,  escitando  á  los  Esta- 
dos interesados  respectivos  á  la  población  formal 
de  los  que  lo  necesitan,  declarando  puertos  fran- 
cos á  Galvezton  y  Timpanoyos ,  aumentando  log 
sueldos  de  los  empleados  de  las  aduanas  é  impo- 
niéndoles penas  severas  y  positivas  á  los  que 
falten  al  cumplimiento  de  sus  obligaciones ,  las 


¿$f5 
reatas  de  la  República  de  1 6  millonea  de  pésol 
en  el  corriente  año ,  pasaran  en  breve  al  duplo , 
y  cuando  no  ,  montaran  á  los  so  millones  de  las 
épocas  anteriores  ;  los  legisladores  tendrán  la 
gloria  de  avivar  el  comercio ,  resúscitár  la  agri- 
cultura é  industria ,  y  estimular  la  población  in- 
duciéndola á  la  civilización  y  amor  al  trabajo, 
y  México  dichoso  y  rico,  recobrando  su  antigua 
y  bien  merecida  fama  de  opulencia ,  sé  colocaría 
en  el  primer  rango  de  las  naciones  de  América. 
«Las  causas  de  la  prosperidad  de  la  industria  en 
la  Gran-Bretaña,  dice  Smith,  son  aquella  libertad 
de  comercio  qué  á  pesar  de  nuestras  restricciones 
es  igual  ó  tal  vez  superior  á  la  que  goza  cualquier 
otro  país  del  mundo;  aquella  facultad  de  es poi> 
tar  sin  i  repuesto  alguno  casi  todos,  los  productos 
de  la  industria  doméstica ,  cualquiera  que  sea 
su  destino,  y  lo  que  es  mas  importante,  aquella 
libertad  ilimitada  de  trasportarlos  desde  un  es- 
tremo del  reyno  al  otro  sin  que  el  individuo  que 
los  trasporta  se  obligue  á  dar  ninguna  cuenta 
ni  razón ,  y  sin  que  tenga  que  presentarlos  en 
ninguna  oficina,  ni  ¿pie  se  haga  la  menor  ins- 
pección de  lo  que  conduce,  ni  la  mas  ligera 
pregunta.  » 

Todos  los  admirables  aumentos  de  riqueza, 
civilización ,  industria ,  goces  y  poder  de  los  In- 
gleses ,  y  los  asombrosos  progresos  de  los  Anglo- 
americanos, han  consistido  en  las  franquicias 
que  sus  sabios  administradores  han  acordado  á 


la  libertad  y  éstebsioa  de  su  pomercio,  y  oon 
esto  maravilloso  espediente  los  Estados»  Unidos 
sin  tener  minas,  ai  muchos  de  los  artículos  y 
producciones  de  que  nosotros  abundamos ,  ppr 
la  actividad  de  su  industria  y  comercio ,  aquella 
nación  afortunada  que  México  debe  tomar  por 
modelo  con  noble  emulación ,  es  ya  considerada 
como  una  de  las  grandes  asociaciones  políticas  del 
mundo  civilizado.  Por  la  esportacion  que  hizo 
esta  nación  hábil  y  laboriosa  en  1829 ,  se  prueba 
cuanto  los  productos  obtenidos  por  el  trabajo  del 
hombre  y  la  libertad  de  comercio,  son  superiores  á 
los  productos  espontáneos  de  la  tierra,  por  es  tensa 
y  feraz  que  sea.  En  el  documento  oficial  de 
aquellos  Estados  consta  se  esportáron  al  estran- 
gero  en  productos  de  agricultura ,  trigo  ,  harina 
y  galletas,  el  valor  de  5,972,930  pesos ;  en  mair, 
974,535  pesos ;  cebada  y  otros  granos»  30,079  pe- 
sos; papas,  201,100  pesos;  frutas,  i5,g58  pesos; 
arroz,  a,5i4»370  pesos;  lino,  u3,o4o  pesos; 
lúculo,  6,917  pesos;  azúcar  en  bruto,  3,*8g 
pesos  En  producciones  espontaneas  de  pesquería, 
1,817,100  peso»;  en  pieles,  maderas,  resina» y 
potasa  de  cenizas,  3,o4o,858  pesos;  en  animales 
y  productos  de  la  agricultura  rural ,  a, 563,291 
pesos. :  total  esportacion  49*453,443  pesos ;  en 
cuyo  documento  figuran  el  Estado  de  la  Liusia^p 
por  el  valor  de  10,898,183  pesos ,  y  el  novísimo 
distrito  de  Golumbia  el  de  914,285  pesos. 
La  esportacion  de  1806  de  Veracruz  ascendió 


en  productos  agrícolas  de  grana,  azúcar,  añil, 
algodón  ,  jalapa  ,  vainilla  ,  pimienta  y  otros  artí- 
culos ,  á  6,5oo,ooo  pesos  empleando  4ig  embar- 
caciones. En  1824,  de  los  mismos  por  Al  varado, 
4,og8,65o.  Por  Veracruz  ,  593,907  ,  empleando 
388  buqnes  europeos  y  americanos,  tomando 
por  un  término  medio  la  esportacion  anual  de  22 
millones  de  metales  preciosos  en  especies  ,  y  de 
los  comunes  ,  como  cobre  y  estaño  ,  puesto  que 
estos  artículos  se  deben  considerar  como  produc- 
tos de  la  tierra,  resulta  el  valor  total,  cuando  las 
minas  están  en  corriente,  como  parece  en  la  actua- 
lidad, de  esportacion  el  valor  de  28  y  */3  millones 
de  pesos,  sin  entrar  en  cuenta  las  estracciones  de 
los  demás  puertos  habilitados  del  Atlántico,  como 
Campeche  ,  Laguna  de  Términos  y  Tampico  ,  y 
San  Blas  ,  Mazatlan  ,  Guaymas  y  el  resto  del 
Pacífico.  El  producido  total  de  las  rentas  de  la 
república  del  año  pasado  ascendió  á  16  millones 
de  pesos,  y  no  dudamos  vaticinar  que  en  el  cor- 
riente, restablecido  como  está  el  orden  social,  si 
se  conserva  aumentará  á  19  millones.  Si  se  reali- 
zan nuestras  esperanzas  sobre  el  comercio  libre 
absoluto  ,  si  se  abren  los  caminos  y  canales  flu- 
viales que  indicamos  ,  y  los  Estados  atlánticos 
fomentan  su  población  y  agricultura ,  no  duda- 
mos asegurar  que  México  vería  acimentar  á  lo 
menos  de  un  tercio  su  importación  y  esporta- 
ciones,  su  industria  y  sus  rentas  anuales,  siendo 
trio  á  todos  los  amigos  de  la  humanidad. 


378 

que  el  briljante  producido  de  la  minería  apenas 
emplea  en  sus  labores  treinta  mil  operarios 
emancipados ,  y  los  productos  de  la  agricultura, 
por  reducidos  que  sean  hasta  ahora  comparativa- 
mente á  los  de  los  Estados-Unidos ,  Brasil  y  la 
isla  de  Cuba,  ellos  son  el  fruto  del  cultivo  de  ma 
nos  libres. 

El  florecimiento  y  orden  económico  y  admi- 
nistrativo del  importante  ramo  de  comercio , 
exigen  imperiosamente  á  la  vez  un  código  y  una 
corporación ,  qámara  ó  tribunal  que  los  repre- 
sente, y  administre  en  sus  casos  espedita  justicia, 
á  fin  de  suplir  la  falta  que  hacen  á  esta  clase 
respetable  de  la  sociedad,  los  estinguidos  consu- 
lados, adoptando  al  efecto  lo  mejor  de  las  orde  - 
panzas  de  Bilbao  y  de  las  cámaras  y  tribunales 
de  este  comercio  de  Francia  :  la  creación,  de 
estas  corporaciones  compuestas,  elegidas  y  reno- 
vadas periódicamente  por  los  misrqos  comer- 
ciantes reunidos  sin  mas  intervención  que  una 
ley  que  lo?  constituya ,  y  la  aprobación  de  los 
gobiernos  del  tribunal  que  se  elija  por  ellos,  sera 
de  benéfica  influencia  y  con  ella  el  espíritu  mer- 
cantil casi  estinguido  entre  nosostros ,  avivaría 
el  comercio  y  auxiliaría  á  la  administración  con 
sus  conocimientos,  sin  dejar  de  ayudar  y  aun  de 
habilitar  el  giro  y  las  empresas  mercantiles  quf 
las  corporaciones  saben  por  su  propio  honor  é 
interés  impulsar;  igualmente  podría  ocuparse  en 
la  redacción  de  un  código  de  comercio  razona- 


379 
ble.  Coa  esta  medida  teqdrémos  estados  exactos 
de  los  progresos ,  importaciones  y  esportaciones 
anuales  del  comercio;  una  escuela  de  este  arte ,  para 
que  la  juventud  se  instruya  en  ella  y  pueda  apli- 
car, auxiliada  de  los  principios  teóricos,  los  cono- 
cimientos á  la  práctica  ,  y  en  una  palabra ,  para 
conseguir  que  los  hijos  de  los  comerciantes  sigan 
con  este  aliciente  la  carrera  de  sus  padres.  Para 
los  gastos  de  oficina,  la  administración  gratuita 
de  esta  corporación  y  el  sostenimiento  de  la 
escuela  ó  liceo  de  comercio,  dotada  de  maestros 
de  todos  los  idiomas  moderno?  que  se  hablan  en 
los  países  con  quienes  la  república  tiene  ó¡  puede 
tener  .  relaciones ,  y  profesores  de  las  ciencias 
auxiliares  y  necesarias  al  comercio,  que  se  ense- 
ñaran elementalmente ,  la  misma  ley  deberá 
prevenir  que  los  individuos  de  esta  carrera  se 
matriculen  y  registren  anualmente ,  y  al  ejecu- 
tarlo contribuyan  los  individuos  clasificados  con- 
forme á  la  opinión  de  sus  fortunas ,  con  una  mó- 
dica cotización  :  también  seria  útil  que  se  exijiese 
legalmente  á  los  corredores  y  agentes  de  plaza, 
un  derecho  de  patente  proporcionado  á  sus  uti- 
lidades renovado  todos  los  años,  aplicada  á  igual 
objeto,  y  si  hubiere  sobrantes ,  con  ellos  y  otros 
arbitrios  que  jel  celo  y  laboriosidad  de  los  comer- 
ciantes ,  reunidos  en  corporación  facilitaran ,  se 
puede  aspirar  al  establecimiento  de  un  banco 
aviador  de  crédito,  á  la  manera  del  que  se  ofrece 
por  modelo  en  el  ilustrado  pueblo  de  Hamburgo, 


38b 

puesto  qti|pÉtto»  establecimientos  contribuyen 
al  impulso  del  comercio  activo  interior  y  es- 
terior. 

£1  objeto  dé  declarar  puertos  francos  para  el 
comercio  de  altura,  á  Galvézton  éü  Texas ,  y  en 
la  Garlifomia  superior  al  de  San  Francisco  dé 
Tim pan oyos,  es  dé  una  importancia  tan  grande, 
y  de  tanta  trascendencia  á  lriM|§ft£os  destinos  é 
intereses  mercantiles  de  Méüitíi',  y  á  los  ade- 
lantos generales  de  los  dos  ángulos  estrenaos  qué 
forman  la  barrera  natural  y  deben  constituir  él 
antemural  de  la  independencia  é  integridad  de 
la  república ,  qué  por  notorios  los  omitimos  y 
dejamos  sometidos  á  la  alta  consideración  dé 
supremos  poderes  de  lá  Union  para  qué  iú 
duría  pese  las  razones  y  motivos  congruentes  <jüé 
íttilitatt  en  favor  dé  una  medida  que  á  la  vez  ase- 
guraría el  sostenimiento  de  aquellas  remotas  regio- 
nes y  los  adelantos  dé  su  población ,  riqueza  y 
civilización  ,  sin  cuyos  resultados  su  existencia  es 
efímera ,  y  siú  fomentarlo*  y  activar  el  ttáfíco  y 
comunicaciones  entré  las  costa*  de  Xalisco,  Siria- 
loa  y  Sonora,  en  lá  pritíier  guerra  que  sé  áuscite 
á  la  república  se  le  destacarán,  porque  es  prééfeó 
convencernos,  los  paisés  lejanos  ,  desiertos  y  sfrti 
vida,  no  pueden  sostenerse  sino  en  fuerza  de  sus 
propíos  recursos  y  una  marina  propófrnouad*  y 
expeditiva  que  loa  ptfóteja.  Una  escala  dé  transitó 
abierta  á  todas  las  embarcaciones  de  las  naciones 
amigas  ó  neutrales  que  los  abastezca  dé  tos  artí- 


3fti 

culos  de  consumo  necesarios  para  su  subsistencia, 
y  que  estraigan  sus  productos  ya  para  surtir  sus 
tripulaciones ,  ya  para  conducirlos  á  los  puntos 
que  les  convengan ,  serian  los  medios  más  efica- 
ces para  hacer  florecer  la  población,  y  la  agricul- 
tura de  aquellos  países ,  y  á  la  vez  facilitar  arbi- 
trios para  cubrir  los  gastos  de  su  administración  ' 
local  y  el  ejercicio  y  sosten  de  una  escuadrilla 
sutil ,  no  por  los  rendimientos  de  aduanas ,  que 
se  deben  desterrar  de  allí»  sino  por  una  contribuí 
cion  territorial  proporcionada  á  los  adelaulQf 
<le  la  cultura  y  actividad  de  su  CQmercip,,  con  e} 
cxjal  y  el  tráfico  del  cabptage  que  resultará  entre 
estos  puertos  y  loa  inmediatos,  podramos  uu.dÍ4 
aspirar  4  tener  marina  mercante,  y  cuando  eti&ir 
venga,  juques  de  guerra  a  lo»  menos  pa¿*a  deferí 
dfir  muestras  postas»  perseguir  el  contrabafldp,  $ 
en,  s^,  c^sqs  soft wr  un*  s^diewn  UtQral  y  ¡KQta* 
ger,  el,  comercio,  ?< 


+■*  ...-■* 


38a 


(IX) 

De  la  utilidad  de  la  abertura  de  los  caminos 

y  canales  fluviales . 

Adoptado  en  principio  y  por  sistema  el  fo- 
mento de  la  población  de  los  valdios  y  puntos 
mas  ventajosos  fronterizos  y  litorales,  se  llega 
como  por  grados  á  las  útiles  empresas  de  fó 
construcción  de  los  caminos  mas  cortos  y  có- 
mqdps,  y  abertura  de  los  Canales  fluviales,  natu- 
rales paralelos  á  los  parages  mas  frecuentados; 
con  el  objeto  grandioso  de  animar  la  agricultura 
¿industria,  y  facilitar4  el  tráfico  y  comunicaciones 
interiores  dando  v impulso  al  comercio  activo  es- 
terior,  sin  cuyas  disposiciones  la  riqueza  y  pro- 
ductos de  los  pueblos,  no  contribuyen  sino  muy 
limitadamente  á  la  civilización  y  prosperidad 
pública.  Convencidas  de  esta  verdad,  todas  las 
naciones  civilizadas  y  bien  administradas ,  han 
reconocido  como  uno  de  sus  deberes  mas  esen- 
ciales, la  ejecución  y  escitacion  de  estas  obras 
comunes  al  uso  y  provecho  de  toda  la  sociedad. 
Los  Ingleses,  los  Franceses ,  los  Alemanes,  los 
Anglo-americanos  y  hasta  los  Rusos,  que  es  uno 
de  los  pueblos  mas  atrasados  de  Europa,  deben 
en  la  mayor  parte  sus  asombrólos  adelantos  y 


383 

Tasto  comercio  á  estas  empresas.  «  Pedro  el 
grande,  afirma  Storch,  contribuyó  mucho  mas 
á  la  prosperidad  de  la  Rusia  facilitando  ia  nave- 
gación y  comunicaciones  interiores,  que  trasplan- 
tando á  aquel  país  la  industria  y  cultura  de  Eu- 
ropa. »  Esta  es  la  causa  principal  á  que  deben 
atribuirse  los  progresos  que  desde  entonces  hizo 
la  industria,  el  comercio  y  aun  la  civilización  y 
y  riqueza  de  aquel  imperio. 

El  tráfico  interior,  el  comercio  de  cabotage , 
los  consumos  y  aun  la  civilización  de  un  pueblo 
montaraz,  poresplicarnos  así,  no  puede  vivificarse 
sino  por  el  medio  espeditivo  de  regulares  ca- 
minos carreteros,  y  el  aprovechamiento  de  la  na- 
vegación de  los  rios  (  que  son  los  canales  naturales 
á  que  nos  referimos ,  persuadidos  que  los  artife 
cíales  en  grande  por  ventajosos  que  sean,  no  pa- 
recen los  mas  adecuados  á  la  Construcción  geoló- 
gica de  ciertos  países  escasos  de  población  ),  y  por 
unaconsocueocia  necesaria  de  la  brevedad,  facili- 
dad y  economía  con  que  se  emprende  el  comercio 
interior  y  el  cabotage,  resulta  el  incremento  del 
comercio  esterior  en  grande,  que  consiste  en  la 
concurrencia  del  estrangero,  y  en  el  cambio 
del  sobrante  de  las  producciones  de  la  tierra  y 
efectos  de  la  industria ¿  cambio  tanto  mas  activo 
y  ventajoso  cuanto  son  fáciles  y  económicos  los 
medios  de  conducirlos  del  interior  á  los  mercados 
marítimos.  «La  prosperidad  de  un  país,  dice  el 
señor  Florez  Estrada,  no  tanto  depende  de  su 


384 
ventajosa  situación,  Je  la  salubridad  de  su  clima 
y  de  la  fertilidad  de  su  suelo,  cuanto  de  que  se 
adopten  las  medidas  que  son  á  propósito  para 
escitar  los  talentos  á  nuevas  mejoras,  ó  para  dar 
actividad  y  perseverancia  á  la  industria,  y  por 
mejor  decir,  para  destruir  los  obstáculos  que  la 
pueden  mantener  atrasada.  El  hombre  eo  todas 
partes  tiene  unos  mismos  estímulos  naturales 
que  le  impelen  á  buscar  su  bienestar,  y  por  lo 
mismo  cuando  una  nación  favorecida  por  la  na- 
turaleza no  es  rica,  tiene  por  necesidad  leyes  que 
impiden  á  sus  habitantes  ser  industriosos.  El  deseo 
de  todos  los  hombres  de  mejorar  su  suerte,  sea 
rico  ó  pobre,  desgraciado  ó  feliz,  es  el  origen  de 
todo  cuanto  opera  el  hombre,  y  el  que  le  impele 
á  ser  industrioso,  á  monos  que  le  contrarié  alguna 
disposición  del  gobierno  ó  algún  obstáculo  na- 
tural. Este  deseo  equivale  en  el  mundo  moral  á 
lo  que  en  el  físico  la  ley  de  la  gravedad ;  es  el 
móvil  que  da  impulso  ai  hombre,  como  la  gra- 
vedad lo  da  á  los  cuerpos.  » 

En  México  como  por  todas  partes,  la  natura- 
leza ha  repartido  sus  beneficios  desproporciona- 
damente, pues  en  medio  de  una  inmensa  variedad 
de  producciones  valiosas,  muchas  de  ellas  pecu- 
liares á  su  fértil  suelo  por  la  diversidad  de  sus 
climas,  carece  de  rios  navegables  en  forma  que 
penetren  hasta  el  interior,  y  obstruida  la  nave- 
gación de  los  pocos  que  existen ,  por  una  serie  do 
cordilleras  de   montañas   la   mayor   parte 


~ 


385 
brosas,  dificultan,  pero  no  imposibilitan  este  gé- 
nero de  comunicaciones;  sin  embargo,  las  creces 
de  su  población,  civilización  y  riquezas  consi- 
guientes á  los  beneficios  de  la  libertad,  reunidos 
á  los  constantes  esfuerzos  y  perseverancia  de  un 
gobierno  nacional  ilustrado  y  emprendedor,  lle- 
garan á  vencer  estos  obstáculos,  intentando  y 
llevando  al  cabo  ciertas  obras,  marcadas  por  la 
naturaleza  en  las  abras  y  gargantas  de  la  cordi- 
llera, que  por  algunos  puntos  se  brindan  enla- 
zándolas llanuras  centrales  interiores,  con  las  ca- 
ñadas y  vegas  que  giran  algunos  rios  en  las  costas, 
proporcionan  á  costa  de  sacrificios  y  conatos,  el 
encadenamiento  y  liga  de  los  caminos  interiores 
con  los  canales  fluviales  que  se  pueden  reputar 
comunicaciones  estertores,  cuya  empresa  digna . 
de  las  meditaciones  del  hombre  de  Estado,  no 
parece  ser  ni  difícil  ni  costosa,  y  sus  resultados 
serían  de  la  mayor  importancia  y  trascendencia  á 
toda  la  república,  por  la  brevedad  y  economía 
de  tiempo  y  de  gastos  con  que  se  traficaría  desde 
el  centro  á  los  puertos,  por  conductos  mas  natu- 
rales y  espeditos.  «Para  que  los  hombres  consi- 
gan las  ventajas  de  la  división  general  del  trabajo, 
dice  el  señor  Florez  Estrada ,  no  basta  que  vivan 
reunidos  en  poblaciones  mas  ó  menos  grandes,  es 
menester  ademas  que  estas  transmitan  unas  á 
otras  sus  respectivos  productos;  de  otro  modo 
su  industria  y  población  nunca  harán  progresos 
de  importancia.  Por  favorables  que  sean  las  na- - 

a5 


V 


386 

tárales  facultades  productivas  de  un  pueblo  ó 
distrito,  si  la  falta  de  caminos  y.  cágales  imposi- 
bilitan, ó  hacen  difícil  la  exportación  de  sus  pro  • 
duelos,  uq  podra,  cambiarlos  por  los  de  los  otros 
pueblos  y  distritos,  y  su  producción  se  limitará  á 
la  cantidad  de  los  artículos  que  consuman  los  na- 
turales del  pueblo,  la  que  por  necesidad  sera 
siempre  muy  escasa.  Cuando  por  medio  de  los 
cambios»  la  división  del  trabajo  se  hace  común 
en  la  universal  sociedad  del  género  humano,  el 
Chino  trabajó  para  el  Europeo  y  este  para  aquel, 
seguro,  uño  y  otro  de  hallar  un  mercado  en  que 
poder  permutar  una  parte  de  sus  productos  por 
,  otros  que  desean,  y  de  que  su  trabajo  por  este 
P      medio  tendrá  una  justa  recompensa.  » 

Los  rios  Papaloapan ,  y  los  de  Tula  y  Panuco 
'que  forman  el  de  Tampico,  abren  la  puerta  á  las 
■\    comunicaciones  del  Atlántico,  y  los  rios  de  Za- 
•'f    /.   catula  y  Tololotlan,  á  las  del  Pacífico  con  ej  centro 
.  * ;       en  todos  sentidos :  estos  rios  caudalosos  en  la  es- 
tación de  las  lluvias,  pueden  admitir  hasta  cierta 
r  distancia  de  las  llanuras  internas,  á  lo  menos  dos 

tercios  del  año ,  embarcaciones  de  vapor,  y  toda 
la  vida  barcos  chatos  tirados  á  remolque  ó  por 
trenes  de  muías  y  caballos,  conforme  se  estila  en 
el  Ródano,  que  es  uno  de  los  rios  mas  rápidos  y 
corren  tos  os  de  Europa,  y  en  diez  horas  se  nave* 
gan  mas  de  6o  leguas  que  desde  Lyon  se  cuentan 
hasta  Aviñon.  Se  indican  estos  canales  naturales 
de     preferencia    á    todos    los  recomendados : 


i°.  porque  girando  paralelos  coa  las  regiones  cen- 
trales mas  pobladas,  cultivadas  y  consumidoras, 
es  mas  fácil  y  ventajoso  ligar  su  navegación  de 
5o  á  6o  leguas  con  los  caminos  que  se  constru- 
yan ;  2o.  porque  son  los  que  se  aproximan  á  las 
abras  de  la  cordillera  intermedia ,  y  entre  ellos 
y  las  llanuras  internas  apenas  hay  de  io  á  12 
leguas;  3o.  porque  descienden  inmediatamente  á 
las  hondonadas  que  regularizan  el  curso  de  su 
navegación  directa  á  barras  abordables  y  puertos 
formados ;  4o-  porque  sus  márgenes  superiores 
están  pobladas,  y  en  la  parte  inferior  en  general 
son  habitadas,  abundan  de  ganados  para  el  tirage, 
y  de  bosques  para  la  construcción  y  el  combus- 
tible de  las  embarcaciones ;  5o.  porque  su  tráfico 
dará  ser  y  vida  al  cabotage  ,  elemento  de  la  ma- 
rina, y  la  feracidad  de  las  tierras  que  bañan  y  fer- 
tilizan atraerá  la  población,  y  el  cultivo  de  todos 
los  frutos  coloniales  susceptibles  de  esportaciou 
por  la  oportunidad  de  su  conducción,  y  los  des- 
cuajos y  siembras  contribuirán  á  purificar  la  at- 
mósfera y  á  la  salubridad  de  las  costas;  6o.  por- 
que el  sistema  mixto  de  caminos  y  canales  flu- 
viales ligados  que  recomendamos,  ahorrando 
tiempo,  distancias  y  gastos,  emplearía  menos 
brazos,  evitando  la  mortandad  de  los  arrieros  y 
la  destrucción  de  las  bestias  de  carga,  en  aten- 
ción á  que  la  arriería  convertida  en  carreteros 
se  disminuirla  y  no  tendría  necesidad  de  pasar 
de  las  tierras  sanas  y  templadas,  de- 


388 

jando  esta  faena  á  las  gentes  aclimatadas,  que  re- 
cibirían los  efectos  del  interior  en  el  punto  de 
embarque  y  desembarque  de  los  tíos. 

Tan  inapreciables  ventajas  y  otras  que  se  omi- 
ten en  obvio  de  mayor  difusión,  no  pueden  menos 
que  llamar  la  atención  del  alto  gobierno  ,  y  es- 
citar el  celo  de  los  Estados  interesados  de  Oaxaca 
y  Cholula  ó  Puebla,  de  cuyo  patriotismo  y  amor 
al  bien  público  es  de  esperarse,  que  examinando 
el. terreno  sepan  apreciar  y  ejecutar  un  camino 
'  trazado  desde  Teu tillan,  al  través  dé  la  sierra  de 
Teutitla  por  el  pueblo  de  Güeguetenango,  á  salir 
ai  Papaloapan ;  y  los  de  México ,  Querétaro.  y 
Potosí  (que  denominaríamos  Estado  de  Otomitas) 
y  todos  los  internos ,  el  de  Tula  aprovechándose 
del  canal  de  Huehuetoca  y  la  parte  navegable 
del  Tampico ;  el  mismo  de  México  y  la  ciudad 
federal ,  el  de  Zacatuía ,  y  finalmente  todos  tos 
astados  centrales  el  uso  y  aprovechamiento  de 
la  navegación  del  Tololotlan  hasta  la  ciudad  de 
Guadalaxara  y  el  puerto  de  San  Blas.  El  gobierno 
de  la  Union  no  podra  menos  que  proteger  estas 
obras,  sin  perjuicio  de  las  mejoras  y  conclusión 
del  camino  antiguo  y  frecuentado  entre  la  capital 
y  Veracruz,  que  conviene  practicar  prescindiendo 
de  los  intereses  privados  de  la  ciudad  de  Puebla, 
y  con  el  objeto  de  aprovechar  la  navcgacion.de 
la  laguna  de  Texcuco  y  canal  en  cuestión  de 
Hueheguetoca  porTeutihuacan,  Otumba  y  llanos 
de  A  pan,  á  salir  en  derechura  á  Perote,  evitando 


3é9 

el  paso  penible ,  riesgoso  y  destemplado  de  Rio 
frío ,  sin  despreciar  el  proyecto  del  ingeniero 
García  Gonde,  relativo  á  colocar  columnas  con 
inscripciones  indicando  las  distancias  y  las  alturas 
con  respecto  al  nivel  del  mar,  y  adoptar  sin  es~ 
cepcion  el  plantío  de  líneas  dobles  de  árboles 
adecuados  á  las  calidades  del  terreno,  conservación 
y  nuevo  plantio  de  los  bosques  que  atraviesan 
los  caminos,  y  el  establecimiento  general  de  alo- 
jamientos cómodos  y  seguros,  no  solamente  para 
los  viajeros,  sino  para  la  arriería  y  cargamentos \ 
al  intento  seria  útil  formar  en  todas  las  pobla- 
ciones y  haciendas  del  tránsito,  presidios  urbanos 
y  guarda-caminos  encargados  de  su  recompo- 
sición y  reparos  ,der  cobro  de  péages,  y  de  la 
policía  y  buen  orden  de  las  posadas  y  seguridad 
de  los  viajeros.  La  ejecución  de  este  camino  y 
el  de  la  ciudad  federal  por  Méchuacan  hasta  Co- 
lima, y  de  la  misma  ciudad  los  denominados  de 
tierra  adentro  a  salir  á  San  Blas  y  Chihuahua ,  á 
la  par  de  los  mixtos  qtié  de  un  golpe  de  vista 
abrazan  por  todos  los  cuatro  ángulos  de  la  Repú- 
blica, los  intereses  de  la  confederación  mexicana, 
engazándose  con  armonía  ios  de  los  Estados  cen- 
trales ó  alpinos  con  los  occéanicos  y  atlánticos, 
serán  los  medios  mas  eficaces  que  el  gobierno 
emplee,  y  tiene  á  su  disposición  para  aumentar  su 
población,  impulsar  la  civilización  y  la  industria- 
agrícola,  y  al  fin  aspirar  á  que  las  harinas  y  todos 
los  productos  del  interior  concurran  en  los  mer- 


39° 
cados  estrangeros,  y  en  último  análisis,  convertir 
á  México  el  país  mas  opulento  y  dichoso  de  h 
tierra  y  á  la  vez  agrícola,  minero  y  comerciante, 
y  por  consiguiente  constituirlo  de  aislado  é  in- 
terno ,  en  una  potencia  marítima.  «  Guando  las 
mejora?  territoriales,  dice  Say,  aumentan  los 
productos  de  la  tierra,  producen  el  mismo  efecto 
que  si  se  aumentase  el  territorio  de  la  nación. 
Las  carreteras,  los  caminos  de  travesía  y  los  ca- 
nales de  riego  y  de  navegación ,  son  los  medios 
que  iia  gobierno  tiene  siempre  á  su  disposición 
para  fertilizar  las  provincias  no  bastante  produc- 
tivas. La  producción  es  siempre  muy  costosa  y 
cara  en  una  provincia  que  tiene  que  hacer  mu- 
chos gastos  para  trasportar  sus  productos.  Una 
conquista  de  esta  naturaleza  aumenta  induda- 
blemente la  fuerza  de  un  Estado,  al  paso  que 
una  conquista  lejana  lo  debilite  casi  siempre.  » 

El  actual  camino  de  Oaxaca  al  Atlántico  por 
Tehuacan ,  Orizaba  y  Górdova ,  no  solamente  es 
exótico  por  el  rumbo  que  toma ,  sino  pénible  y 
costoso  su  tráfico  por  el  rodeo  de  mas  de  5o 
leguas,  carestia  de  víveres  y  cabalgaduras,  al  paso 
que  si  se  abre  desde  la  ciudad  de  Oaxaca  por 
Huiso,  atravesando  un  ramo  de  la  sierra  por  el 
rancho  ó  sitio  del  Capulin ,  á  salir  al  pueblecito 
de  Dondominguillo  hasta  Teutitlan  del  camino, 
no  hay  mas  de  36  leguas ,  de  regular  terreno  y 
sin  otros  inconvenientes  que  la  subida  suave  de 
cosa  de  tres  leguas  al  Capulin  (país  delicioso  para 


& 


3^1 
formar  una  población)  y  cinco  de  bajada  no  es- 
cabrosa; el  restó  es  bástante  bonancible  si  se  deja 
á  un  lado  la  cañada  del  rio  de  las  Bueltas,  y  dirije 
el  camino  nuevo  á  la  falda  del  grupito  de  colinas 
entre  Cuica tlan  y  Quiotépec.  Dos  puentes,  uno 
al  llegar  á  Güicatlan  y  otro  en  Tecomahuaca, 
puntó  por  donde  el  rio  que  forma  una  de  las 
principales  cabeceras  del  Papaloapan ,  se  va  á 
precipitar  cómo  á  tajo  abierto  ,  por  el  medio  de 
la  gran  cordillera  á  salir  á  las  llanuras  inmensas 
de  tierra  caliente ,  y  una  que  otra  calzada,  serian 
las  obras  mas  costosas  de  este  camino  que  ofrece 
ripio,  cascajo  y  piedra  por  todo  su  tránsito. 

Teutitlan  es  una  regular  población  situada  al 
pié  delá  cordillera  ó  sierra  deTeutila,  intermedia 
entre  las  planicies  longitudinales  de  Tehuacan , 
Tepeaca  y  Cholüla  ó  Puebla,  y  la  cañada  del  rio 
Papaloapan;  de  este  pueblo  á  Güegue  te  nango , 
colocado  casi  en  la  cima  de  la  Sierra,  se  cuentan 
seis  leguas  de  una  cuesta  aplanada  de  colinas 
tendidas ,  y  según  noticias  probables ,  esta  po- 
blación de  indígenas,  cuyo  curato  tiene  otros  siete 
pueblos  con  mas  de  veinte  y  cinco  mil  almas , 
no  dista  de  Soyaltepec  en  línea  recta  mas  que  seis 
leguas  '?  este  útilísimo  pueblo  es  célebre  por  ser 
hasta  allí  el  término  de  la  navegación  interior 
del  Papaloapan  desde  Albarado.  Así  es  que  el 
nuevo  camino  desde  Oaxaca  hasta  el  canal  na- 
tural de  sus  comunicaciones,  apenas  ascendería 
á  48  leguas ,  y  aunque  la  sierra  de  Teutila  pre- 


394 
aguadas  y  umbrales  párá  la  arriería  de  carruages 
que  abastecerían  Tehuácah  y  lá  Misteca  inmedia- 
tos; resultando  de  todo  esto  inmensas  comodida- 
des y  ahorros  al  tráfico  y  á  las  comunicaciones  del 
comercio  á  los  Estados  de  Oaxaca  y  Cholula ,  y 
en  particular  á  los  fértiles  distritos  de  Tehuacan , 
Tepeaca  y  la  Misteca,  que  sin  duda  alguna  darían 
un  impulso  decisivo  á  su  agricultura  é  industria , 
pues  sus  harinas  y  aun  las  de  Atlizco,  y  los  cueros 
de  la  Misteca  tendrían  salida  con  los  demag  fru- 
tos que,  como  la  seda,  la  viña,  el  lino  y  el  cáñamo 
se  emprenderán  y  trasportarán  en  carros  hasta  So- 
yaltepec,  ó  el  parage  mas  cómodo  del  Papaloapan, 
desde  donde  en  embarcaciones  de  vapor,  ó  en  bar- 
cos planos  correrían  5o  o  6o  leguas  á  Albarado , 
puesto  que  no  cabe  duda  de  la  navegación  sin 
obstáculos  hasta  este  punto  del  rio ,  y  si  acaso 
existe  alguno,  sera  vencible  y  de  poca  monta  res- 
pecto de  las  grandes  utilidades,  ahorros  y  econo- 
mías que  resultarán  por  un  camino  mixto  y  sus- 
ceptible de  innumerables  mejoras.    «  Un  buen 
camino  ó  canal ,  por  lo  que  respecta  á  facilitar  el 
trasporte  de  las  mercancías ,  dice  el  señor  Florez 
Estrada  con  bastante  juicio ,  es  en  realidad  una 
máquina  de  las  mas  importantes  para  economizar 
el  trabajo,  abaratar  los  productos  que  se  traen  de 
otros  puntos ,  dar  mayor  valor  á  los  del  pafs , 
multiplicar  las  permutas  y  acelerar  la  producción 
en  todos  los  ramos  de  industria,  cada  una  de  las 
cuales  ventajas  es  de  la  mayor  importancia ,  y 


3g5 
todas  ellas  hacen  que  la  facilidad  de  trasportar 
las  mercancías  equivalga  á  una  mayor  fertilidad 
de  la  tierra.  Sin  hablar  de  las  ventajas  incompa- 
rablemente mayores  que  resultan  á  los  caminos 
con  carriles  de  hierro ,  en  los  de  carro  se  regula 
que  bastan  3o  caballos  para  tirar  el  peso  que  lle- 
van á  lomo  ciento.  Se  regula  también  que  el  gasto 
de  mantener  i  o  caballos  (esto  se  aplica  á  las  mu- 
las  con  mas  razón  por  ser  mas  caras)  de  los  70 
que  se  ahorran  con  el  caminó  de  ruedas,  es  sufi- 
ciente para  conservarlo  en  mejor  estado ,  por 
ultimo,  se  regula  que  cuatro  carreteros,  si  viajan 
juntos ,  bastan  para  dirijir  los  carros  en  que  vaya 
igual  cantidad  de  mercancías,  qué  las  que  condu- 
cen á  lomo  1 00  caballos  asistidos  por  20  azemile- 
rosj  resultando  de  estos  cálculos  que  el  ahorro  del 
costo  de  trasportar  las  mercancías  en  carro  por 
un  buen  camino  á  trasportarlo  á  lomo  de  bestias 
por  un  camino  de  herradura ,  es  con  respecto  á 
las  bestias ,  de  un  60  p.  % ,  y  con  respecto  á  los 
tragineros ,  de  un  80  p.  %.  » 

El  camino  que  desde  Oaxaca  se  dirije  por  la 
abra  de  la  sierra  de  San  Juan  del  estado  y  Jalla- 
catlan  á  salir  á  la  cañada  del  rio  de  las  Bueltas , 
ademas  de  ser  mas  largo  y  molesto  ,  seria  mas 
costoso  que  el  de  Huiso  por  la  necesidad  que  ha- 
bría de  abrir  á  pico  las  faldas  de  la  montana  de 
Basalto  para  evitar  mas  de  sesenta  veces  el  paso 
del  rio. 

El  que  parece  indicar  el  señor  vice -gobernador 


3g6 
Ortigosa  por  Tecómahuaca,  en  el  hecho  de  haber 
propuesto  el  reconocimiento  de  la  navegación 
del  rio  Cuicatlan ,  navegación  absolutamente  im- 
posible desde  aquel  punto,  porque  precipitan-* 
dose  el  rio  de  una  altura  considerable  entre  la 
sierra ,  por  una  angostura  eñ  forma  de  raudal, 
es  muy  regular  que  forme  también  cascadas ,  j 
por  consiguiente  que  aun  vencidos  ya  estos  obs- 
táculos, no  se  pueda  utilizar  la  navegación  hasta 
Soy  al  te  pee,  y  aunque  el  camino  que  se  cons- 
truyera al  pié  de  la  montaña  inmediata  á  Tecó- 
mahuaca á  salir  á  Tuztepec  por  Goy ula  fuese  mas 
corto  ,  como  la  distancia  que  media  hasta  el  punto 
de  la  navegación  es  mayor  y  tal  vez  de  peor  ter- 
reno ,  creemos  preferible  el  trazado  por  Téutit- 
lan. 

Por  los  mismos  motivos  y  otros  fundamentos 
de  mayor  interés  para  Oaxaca,  concebimos  que 
el  proyectado  por  el  apreciable  capitalista  Guer- 
gue  y  otros  patriotas  oaxaqueños ,  seguramente 
estimulados  por  su  juicioso  vice  -  gobernador 
Ortigosa,  seria  mucho  mas  costoso  y  menos  útil,  si 
abierto  por  ejemplo  desde  el  puerto  de  Huatulco, 
se  dirigiese  al  través  de  la  áspera  cordillera  que 
desde  el  valle  de  Mitla  corre  engrapada  el  dilatado 
espacio  de  cerca  de  3o  leguas  hasta  Villalta,  y 
algo  mas  á  Playa  Vicente ,  á  fin  de  aprovechar  la 
navegación  del  rio  Guaspala  tributario  del  Papa- 
loapan ,  tanto  por  ser  de  mayor  distancia  como 
porque  aquellos  parages  están  enteramente  des- 


poblados  y  por  consiguiente  faltos  de  recursos  de 
Villalta  en  adelante j  y  las  ventajas  que  ofrece  el 
Güespala  por  lo  que  respecta  á  su  navegación , 
quizá  las  brinda  también  con  mas  oportunidad  el 
rio  Tonto,  que  desciende  deTeutila,y  aproximán- 
dose cinco  ó  seis  leguas  de  Güeguetenango  acia 
su  confluencia  con  el  Papaloapán  junto  á  Soyalte- 
pec  ,  no  seria  difícil  utilizar  parte  de  su  navega- 
ción á  lo  menos  en  canoas,  y  por  este  medio  abre- 
viar ei  camino  que  nos  ocupa ;  pero  estos  lauda- 
bles proyectos  prueban  cuando  menos  que  en 
Oaxaca  hay  espíritu  público  y  de  empresa  ,  que 
sus  vecinos  y  gobierno  se  ocupan  de  las  mejoras 
sociales  y  de  uno  de  los  negocios  que  mas  les  in- 
teresa ,  y  una  administración  hábil  y  calculadora 
no  podrá  menos  que  sacar  partido  de  uno  de  los 
Estados  mas  bien  dispuestos  por  la  genial  dulzura 
y  docilidad  de  sus  habitantes  hospitalarios ,  apli- 
cados á  la  agricultura  y  al  comercio,  inclinándo- 
los á  preferir  el  camino  y  canal  fluvial  que  reco- 
mendamos á  los  empresarios,  persuadidos  que  es 
el  mas  oportuno  ,  útil  y  conveniente  en  el  mas 
alto  grado  al  Estado  de  Oaxaca  :  i°.  porque  por 
la  via  que  indicamos  ,  el  camino  sera  mas  fácil , 
mas  corto  y  por  consiguiente  mas  útil  y  econó- 
mico en  su  ejecución  y  tránsito;  20.  porque  com- 
promete y  empeña  los  intereses  de  Puebla,  y  ha- 
brá mayor  concurrencia  de  accionistas  empresa- 
rios que  faciliten  el  capital  y  los  medios  para 
verificar  la  obra  con  mas  brevedad;  3o.  porque  ha- 


3g8 

bria  mayor  movimiento  ds  comercio ,  y  por  con- 
siguiente  las  utilidades  de  los  empresarios  y.  los 
medios  para  sostenerlo  en  buen  estado,  y  propor- 
cionar los  avios  de  Posadas  y  carruages  por  tierra 
y  una.  embarcación  de  vapor  por  el  canal  fluvial 
se  aumentarían;  4o-  porque  este  camino  atravesa- 
ría precisamente  por  los  parages  mas  poblados  y 
frecuentados  por  los  sucursales  de  las  Mistecas , 
Tehuacan,  Tepeaca  y  otros  pnntós  traficantes , 
abundantes  de  ganados  y  producciones,  y  las  po- 
blaciones grandes  del  canal  fluvial  de  Soy  al  te  pee, 
Tesechoacan,  Cosamaloapan,  Tlacotalpan  y  otras 
situadas  en  sus  márgenes  y  acostumbradas  á  la 
navegación  de  los  ríos  adyacentes,  proporciona- 
rían tripulaciones ;  5o.  porque  Oaxaca  con  esta 
via  se  abre  a  la  vez  comunicaciones  directas  y 
económicas  con  el  Atlántico,  con  Puebla  y  la 
capital  de  la  República ,  y  en  suma ,  abrazando 
desde  el  litoral  del  Pacífico  los  intereses  de  la 
mayor  parte  del  comercio  de  sus  departamentos, 
vivificará  su  industria  y  aumentará  su  población, 
civilización  y  riqueza  pública. 

El  tráfico  y  comercio  de  Oaxaca  por  el  Papa- 
loapan  ,  según  el  viagero  Gages ,  era  ya  conside- 
rable en  el  siglo  décimo  sesto ,  y  se  frecuentó 
hasta  que  el  rigor  de  los  principios  del  sistema 
prohibitivo  de  los  monopolistas  de  Cádiz  le  cerra- 
ron esta  via  cómoda  y  natural ,  forzando  á  sos 
habitantes  á  rodear  mas  de  cincuenta  leguas  por 
un  camino  malo,  costoso  y  en  parte  mortífero, 


399 
pues  aun  cuando  el  Papaloapan  y  Alvarado  fuesen 
tan  insanos  como  la  rada  de  Veracruz ,  no  ha- 
biendo necesidad  de  pasar  del  clima  templado , 
sino  de  hacer  un  depósito  de  las  mercancias  como 
se  verificó  en  otro  tiempo  en  Villalta ,  la  arriería 
de  Oaxaca  cncontraria  ahorros  y  evitaba  las  en- 
fermedades de  tierra  caliente,  cosa  que  lograría 
ahora  con  el  camino  mixto  ,  estableciendo  bo- 
degas de  depósitos  en  Soyaltepec,  donde  se  des- 
cargaría y  cargaría  sin  necesidad  de  bajar  á  Al- 
varado.  Actualmente  el  movimiento  anual  del 
comercio  de  üaxaca  ascenderá  á  cosa  de  cuatro 
millones  de  pesos;  agregándole  una  parte  del  de 
Puebla ,  y  el  que  proporcionaran  la  facilidad  de 
sus  permutas  y  cambios,  y  el  aumento  de  sus 
consumos  por  un  buen  camino  y  los  ahorros  de 
fletes  y  distancias ,  con  el  aprovechamiento  del 
canal  natural  del  Papaloapan,  y  mas  si  se  practica 
el  camino  como  debe  ser  por  carros ,  y  la  nave- 
gación en  barcos  de  vapor,  sin  duda  muy  pronto 
dupücaria,  y  las  harinas  de  Puebla  concurrirían 
á  los  mercados  de  las  Antillas,  de  la  América  del 
sur,  y  estas,  los  cueros  y  peletería  déla  Misteca 
en  los  de  Europa,  con  grandes  ventajas  y  uti- 
lidades de  los  Estados  de  Oaxaca  y  Puebla,  y  de 
los  empresarios  de  esta  grande  y  fácil  empresa. 

El  rio  Tula  ,  que  reunido  mas  allá  de  la  cor- 
dillera de  los  minerales  de  Zimapan  ,  la  Encar- 
nación, San  José  del  Oro,  el  Doctor  y  San  Onofre, 
célebre  por  sus  minas  de  cinabrio  ,  con  los  rios 


4óo 

Verde,  Tatüüy  y  Panuco,  lleva  el  nombre  dé 
Támpico ,  tieije  su  origen  en  la  sierra  qué  cir- 
cunda el  hermoso  valle  de  Tecnoxtitlan ,  y  for- 
mando una  de  sus  cabeceras  principales  el  tór- 
rente de  Guatitlan,  corre  diez  leguas  distante  de 
la  ciudad  de  México  acia  el  rumbo  del  norte.  Sr 
el  gobierno  nacional  abandonando  el  sistema , 
las  preocupaciones  y  versatilidad  de  la  adminis- 
tración colonial,  y  sobre  todo  olvida  las  disposi- 
ciones de  Madrid  srobre  este  negociado ,  adopta 
el  proyecto  del  sabio  geómetra  mexicano  Velaz- 
quez,  examinado  en  1774  después  de  haberse 
nivelado  el  terreno,  que  consiste  en  abrir  un 
canal  positivo  desde  los  estremos  boreales  del 
lago  de  Texcuco  hasta  Huehuetoca,  construyendo 
una  mediana  esclusa  y  distrubuyendo  las  aguas 
del  desagüe  á  beneficio  de  la  agricultura ,  por 
medio  de  recipientes  y  conservatorios  para  los  rie- 
gos en  la  estación  seca.  Esta  empresa  eminente- 
mente útil  y  digna  de  una  administración  ilustrada, 
no  solamente  libertaria  á  la  capital  mas  eficaz- 
mente de  las  inundaciones  ,  sino  que  disminuiría 
él  precio  de  los  consumos  de  la  ciudad ,  aumen- 
tando los  valores  de  las  propiedades  de  los  valles 
de  Guatitlan ,  Tula ,  Apan  y  Tulancingo ,  y  la 
actividad  del  tráfico  de  Querétaro,  Guanaxuato 
y  todos  los  Estados  internos  ,  por  los  ahorros  y 
economías  especialmente  en  el  periodo  de  llu- 
vias ,  que  por  el  pésimo  estado  del  camino  de 


4o  i 

Huchuetoca  á  México ,  se  pierden  el  tiempo  y 
muchas  bestias. 

Los  canales  de  Texouco  y  Chápala  que  indica- 
mos emprenderse  en  México ,  no  son  del  generó 
<fe  Ins  establecidos  en  Inglaterra  y  Francia,  que 
constituyen  la  riqueza  y  aceleran  admirable- 
méate  las  comunicaciones  Interiores  de  estos 
paites;  son  canales -de  loíii  taguas.  El  canal  de 
mediodía  Q  de  Langoedoc  quermes,  costó  cin- 
ctienia  millones  francos  (10  millones  pesos)  : 
tiene  28  á  3o  pies  de  ancho  ¡  5  á  6  de  profun¿ 
didad  9  f  5q  leguas  de  e.stension ;  sus  escí  usar 
son  &4*  eon  55  puentes  de  acueductos;  se  prin- 
cipió ¡ea  l666  y  condujo  en  4681. 

¿Los  ¿admirables  adelantos  é  inventos  que  han 
hecho  los  hidráulicos ,  facilitando  la  subida  de  las 
embarcaciones  de  construcción  particular  por 
las  montañas  mas  altas,  con  tai  que  se  encuentren 
puntos  jde  repartición  de  aguas,  dan  bastante  luz 
sobre  la  abertura  de  canales  5  pero  como  estas 
obras,  por  posibles  quesean,  exijen  costos  supe- 
riores á  las  ventajas  y  utilidades  que  reportan 
los  caminos  carreteros  bien  construidos,  aquí  no 
se  trata  de  la  empresa  de  un  canal  continuado , 
sino  de  uno  parcial  entre  la  capital  de  la  Repú- 
blica y  el  puerto  de  Tampico ,  aprovechando  los 
desagües  de  los  lagos  del  valle  de  Tenoxtitlan , 
y  los  puntos  favorables  del  cauce  del  rio  Tula  , 
ó  cuando  esto  se  dificulte  á  lo  menos  utilizar  la 
navegación  de  su  carrera  inferior ,  desdé  donde 

26 


4*?    #fc 

con  el  auxilio  del  arte  puedan  remontar  barcos 
chatos  de  vapor  á  lo  menos  en  el  periodo  de  las 
lluvias.  Conforme. a  estos  principios ,  y  supuesta 
la  ejecución  del  canal  dé  Yelazquez,  que  es  como 
la  base  del  proyecto  que  agitamos ,  si  la  conti- 
nuación del  canal  no  se  pudiere  avanzar  hasta 
Tula  con  la  dirección  dejas  aguas  del:  rio  Gua- 
titlan,  abriéndose^  un  camino  desde  esta  villa  si- 
guiendo las  marines  del  rio,  bien  por  el  pueblo 
industrioso  de  Ixmiquilpan ,  ó  por  el  mas  opor- 
tuno, á  salir  al  párage  donde  aumentado  su  cau- 
-dal  de  aguas  con  los  adyacentes  rios  de  Mextitlan, 
Tulancingo  ,  Alcholoya  y  todas  las  vertientes  de 
la  cordillera  ya  vencida  de  Zima  pan,  penetrando 
al  punto  mas  oportuno  de  la  navegación  interior 
del  Tampico,  seria  no  obstante  de  la  mayor  im- 
portancia á  la  capital,  á  todos  los  distritos  del 
norte  y  á  los  Estados  de  Querétaro,  Guanaxuato 
y  Mechoacan.  Con  las  diez  ó  quince  leguas  del 
eanai  mencionado ,  aun  suponiendo  que; nada  se 
aprovechase  del  cauce  del  Tula  entre  el  canal  y 
el  decenso  de  la  cordillera ,  cuando  mas  la  dis- 
tancia de  este  camino  seria  de  6o  leguas ,  poco 
costoso  y  difícil  por  la  calidad  del  terreno  en 
muchos  puntos  de  colinas  tendidas,  y  aunque  en 
general  de  montañas  ásperas,  no  faltarían  espiar 
nadas  y  abras;  pero  aun  Suponiendo  que  no  fuera 
tan  corto  y  sencillo,  el  ahorró  de  fletes,  de  tiempo 
y  pérdidas  de  bestias ,  y  sobre  todo  de  brazos  y 
de  vidas  que  su  tráfico  impediría,  evitando  el 


4o3 
arribo  de  la  arriería  hasta'  Tampico  y  Veracrttas ,' 
son  objetos  de  mucho  tamaño  y  gravedad ,  qué 
od  gobierno  esclarecido  y  calculador  debe  tomar 
en  consideración  y  examinar  detenidamente  ,  á 
fin  de  sacar  partido  de  estos  cajÉtoos  mixtos ,  y 
decidir  la  interesante  cuestión  ere  estrechar  sus 
relaciones  comerciales  interiores  con  las  esteno- 
res,  á  beneficio  de  toda  la  sociedad ,  y  sin  fo# 
perjuicios  y  calamidades  que  trae  consigo ,  la  ne^ 
cesidad  de  que  los  habitantes  de  los  climas  tefcn- 
piados  desciendan  hasta  los  puertos  á  perecer  en 
la  maligna  estación.  ''  >  » 

El  Estado  de  Otomitas  ó  Potosí  participaría  mas' 
de  cerca  de  estas  inapreciables  ventajas,  y  de  la 
influencia  y  afluencia  de  tráfico  y  navegación  del 
Tula  y  Panuco  por  la  oportunidad  de  su  situa- 
ción, siendo  como  es  mas  que  probable,  accesible 
la  navegación  del  Tampico  en  barcos  de  vapor  á 
poca  costa  y  trabajos  /hasta  la  población  de  Tá- 
muy,  punto  en  contacto  directo  con  la  villa  de 
Talles  y  la  capital  del  Estado ;  pudiendo  pues 
arribar  hasta  Tamuy  ,  que  serán  cosa  de  3o  le- 
guas, las  embarcaciones  de  vapor  á  lo  menos  de 
3oo  toneladas  ,  y  abriendo  desde  esta  población 
un  camino  de  ruedas  al  través  de  la  montaña 
intermedia  entre  Tamuy  y  Villa  de  Valles,  que 
parece  ser  de  8  á  i  o  leguas  y  no  muy  escarpada  , 
y  de  allí  á  salir  á  Potosí  por  terreno  mas  bonan- 
cible y  cómodo  ,  este  camino  acaso  no  llegaría  á 
6o  leguas.  Su  abertura  es  de  una  importancia 


4°4 

tau  graudé  %  y  tiene  una  relacionaba  íntima  con 
los  progresos  y  florecimiento  deOtómitas,  Zaca- 
tecas ,  Nas&s ,  Chihuahua »  Sonora  >  Sinalóa  y  N. 
México  ó  A¿tlan »  que  no  debemos  dudar,  de  su 
pronto  exáaMJfey  ejecución  *  interesados  tiontO 
están  ek  ella  «gobierno  general  y  los  t eféridofc 
Estados ,  cuya  concurrencia  y  patriotismo  ceh~ 
biáado  y  esókádó  por  la  administradlo»,  ponién- 
dose al  freíate  el  gobierno  dé  Potosí,  facilitarían 
el  capital  ftecesarió*  mediante  una  compañía  for- 
mal de  gobiernos  y  ciudadanos  accionistas  em- 
presarios ,  y  en  un  momento  examinar ,  frazar , 
empezar  y  acabar  ana  obra  que  seria  el  colino 
dé  la  felicidad  de  los  Estados  boreales,  y  la  pros- 
peridad y  aumento  dé  la  riqueza  de  los  habitantes 
de  Potosí ,  constituido  emporio  de  un  Tksto  6o- 
meTcio  que  no  tendría  comparación  en  la  Repú- 
blica. La  construcción  de  esté  caminó  y  el  giro 
de  una  embarcación  de  Vapor  <le  Tampico^á  Ta- 
Htfuy,  interesa  inmediatamente  á  los  propietarios 
de  este  Estado,  que  se  deben  apresurar  y  prestar 
los  recursos  necesarios  á  fin  de  su  prosita  reali- 
zación, seguros  que  con  solo  esta  obra  adquirirá» 
doble  valor  sus  tierras  y  artículos  existentes ,  y 
que  el  producto  de  estos  valores  aiplicade  á  la 
agricultura  de  viñas,  cáñamo,  lino  y  otros  ramos 
de  esportacion ,  por  esta  via  cómoda  podrían 
concurtir  á  los  mercados  estrangeros ,  dejando 
utilidades  de  consideración  á  los  gobieróost  á  $4**. 
propietarios  y  empresarios. 


fo5 
Si  el  allaa^gfreüto  de  la  via  interna  y  la  fluvial 
del  Tula  ofVe^én  tantas  conveniencias  y  utili- 
dades á  México,  la  que  le  brinda  al  sur  el  rio  Zaga- 
lula  ó  Mesoala ,  no  seria  menos  ventajosa.  Esté 
gran  rio  que  nace  casi  de  las  mismas  montañas 
de '¡Fula  su  competidor,  presentará  menos  i  npo  a  - 
Tenientes  en  cuanto  al  aprovechamiento  de  su 
navegación  interior ,  por  la  calidad  del  terreno 
que  corre  y  su  oaudal  de  aguas ,  y  aunque  no$ 
faltan  noticias  puntuales  de  las  citeunstancias 
de  su  cauce ,  no  tiene  duda  que  dirigiéndose  dé 
oriente  á  occidente  con  inclinación  ai  mediodía, 
desde  las  inmediaciones  de  los  fértiles  distritos 
de  Quautla  y  Cuern abacá ,  corre  cerca  de  cien 
leguas  por  una  cañada  y  vegas  fértiles  y  habitadas, 
hasta  perderse  en  el  antiguo  puertecitQ  de  Zaea- 
tula  que  le  da  el  nombre,  célebre  desde  el  primer 
periodo  de  la  conquista  $  y  según  la  calidad  del 
terreno  bajo  que  riega ,  no  presentará  inconve- 
niente insuperable  su  navegación  interna  en  baiv 
eos  de  vapor  y  lanchas.  La  desembocadura  d* 
estp  rio  en  los  contornos  del  magnífico  puerto 
abandonado  de  Siguantanejo ,  no  deja  también 
de  ser  una  recomendación  y  circunstancia  feliz , 
si  se  reflexiona  que  abriendo  al  comercio  y  á  las 
comunicaciones  esteriores  este  canal  natural , 
todo  el  tráfico  del  Pacífico  con  la  capital  federal, 
y  la  mayor  parte  del  centro  de  la  República  for- 
zosamente refluirá  allí,  por  la  oportunidad  da 
su  situación  intermedia  entre  Mé*icp  y  Mechoa- 


4o6 

caá,  y  la  navegación  del  Zacattaja,.  cualidades 
que  se  buscan  en  vano  en  el  puerfode ,  Acapulco, 
á  quien  ademas  le  supera  en  cuanto  á  que  siendo 
mas  abierto  y  ventilado ,  debe  gozar  de  mayor 
salubridad,  y  sobre  todo  abundan  sus  próximos 
bosques  de  maderas  de  construcción,  circuns- 
tancias muy  apreciables  de  que  parece  su  rival , 
y  un  gobierno  hábil  evideatemeaté  lo  preferirá 
para  establecer  un  arsenal,  y  el  emporio  del  co- 
mercio futuro  y  relaciones  que  deben  fomentarse 
pon  la  América  meridional ,  con  la  India »  el 
Japón  y  la  China. 

,  Utilizando  pues  la  navegación  del  Zacatula 
desde  el  parage  por  donde  sea  susceptible ,  fo- 
mentando la  población  de  sus  riberas  ,  conce- 
diendo algunos  privilegios  á  su  cultivo,  poblando 
y  franqueando  el  puerto  de  Siguautanejo ,  tras- 
ladando allí  el  apostadero  de  San  Blas,  estable- 
ciendo en  debida  forma  un  astillero  y  decidiéndose 
por  la  construcción  de  un  camino  carretero,  que 
por  el  valle  de  Toluqa  conduzca  á  los  bellos  dis- 
tritos de  Tenanciogo ,  Sultepec  y  TemascáUepec 
entre  Tasco  y  esto§  minerales ,  á  salir  al  punto 
mas  ventajoso  que  proporcione  la  navegación 
interior  del  Z^acatula,  camino  que  no  pasaría  de  5o 
leguas ;  y  ademas  del  ahorro  de  20  con  respecto 
al  que  pudiera  abrirse  acia  Acapulco,  se  evitarían 
la  subida  penible  de  la  cumbre  del  Marques»  y 
los  pasos  peligrosos  del  Papagayo  y  el  Mescala, 
que  en  tiempo  de  lluvias  detienen  al  traficante,  y 


4»7 
la  calidad  de  |us  cauces  hacen  difícil  y  costosa 
la  construcción  y  permanencia-  de  puentes.  El 
camino  abierto  de  Toluca,  las  llanuras  de  Ateneo 
y  la  sierra,  mas  tendida  y  compacta  que  en 
el  nuevo  camino  occéanico ,  concurrirían  tai 
bien  á  su  menos  costo. 

El  hermoso  y  risueño  rio  Tololotlan,  denomi- 
nado por  .los  modernos  de  Santiago ,  es  uno  de 
los  mas  interesantes  de  México,  ya  por  su  curso 
y  caudal ,  ya  por  ser  el  único  que  quizá  desde 
su  origen  en  Ateneo  y  sobre  el  valle  de  Toluca 
brinda  comunicaciones  fáciles  desde  el  cení- 
tro  á  los  estreñios  de  la  República,  porque  gi- 
rando por  las  mecetas  de  Toluca,-  Querétaro, 
Mechoacán  ,  Guanaxuato  y  Xálisoo  ,  inmediato 
ó  atravesando  las  ciudades  de  Zelaya,  Salvatierra, 
León,  Zamora,  Labarca  y  Guadalaxara  cerca  de 
doscientas  leguas ,  desemboca  magestuoso  al  Pa- 
cífico junto  al  puerto  de  San  Blas  frente  del  gru- 
pito  de  las  islas  Tres  Marías.  Así  es  que  este  rio  se 
puede  reputar  como  el  canal  natural  de  comunica- 
ciones de  la  región  mas  poblada  é  importante,  por 
los  adelantos  dé  su  cultura  rural  y  minería  y 
las  utilidades  de  un  sistema  de  riegos  que  aunque 
defectuoso  y  parcial ,  es  de  mucho  provecho  para 
los  hacendados.  Con  la  mira  de  estenderlo  y  fa- 
cilitar las  permutas  y  relaciones  entre  estos  Es- 
tados ,  y  aun  aspirar  á  llevarlas  al  esterior ,  sería 
de  la  mayor  importancia  aprovechar  de  una  ma- 
nera espedita  y  regular  la  navegación  del  Tolo- 


4«$ 

ludan,  cuanta  o  desdb  Lerma,  alo  ihébofr  desde 
4)  punto  de  corífUíeoeia  del  riachuelo  de  la  Laxa, 
a  cosa  de  diez  leguas  de  1*  ¿tildad  de  Qüeretaro, 
faffie  cu  jo  parage  es  mas  <Jufe  probable  qoe  con 
Acunas  recomposiciones  éa  su  cauce  allanando 
uno  que  otro  bajo  ó  correnfcal,   admita  barcos 
chatos  f  aun  de  vapor  en  la  estación  lluviosa  hasta 
el  hermoso  lago  de  Chiapala ,  que  atraviesa ,  para 
precipitarse  formando  liña  magnífica  cascada:  pin- 
toresca j  poco  conocida,  al  pié  del  pueblefch©  de 
¿uabáCatlan  terca  de  Tololotlan ,  por  donde  se 
desliza  entibe  las  coünái  del  suntuoso  puente  del 
mismo  nombre*  y  atorredtado  va  á  salir  á  las  ca- 
riosas barrancas  dé  Satí  Cristóbal ,  a  cosa  de  seis 
legras  al  nprte  jle  la  ciudad  de  G-uadala&ata  4  y 
apaciguado  gira  ptir  usa  ainena  Vega  mas  de  70 
Í4guas  ¿  probablemente  sin  obstáculo  invencible 
ea  si*  navegación  basta  el  gtande  Occéaüo. 

Abriendo  pues  un  pequeño  oamibo  desde  Qtáe* 
rétaro  á  salir  al  vallé  de  Saátiagoj  que  facilitará  la 
planicie  del  terreno  en  general  de  colinas ,  re* 
componiendo  él  caucb  del  rio  ¿  afiribabdo  sus 
márgenes:  con  albarradones ,  arbolados,  árlMstofc 
y  graminaceas,  y  edhandd  barcos  bhados  (¿üamk> 
no  se  pueda  por  vapoif)  conio  se  practica  eti  él 
oánal  de  Languedbc  en  Francia ,  en  donde  gir*¿ 
barcos  grandes  tirados  jior  tres  caballos  ó  mülás> 
y  en  dos  dias  áe  navegaÜ  mas  de  5o  leguas  ijaé 
hay  desde  Tolósa  á  Bebieres.  La  distancia  media 
desdé  la  confluencia  del  rio  la  Laxa:,  hasta  los 


4<>9 
estremoedeCbapala,  quizá  nú  pasará  <fte  70  leguas 
por  las  sinuosidades  del  rio ,  mas  cómo  un  canal 
natural  tieoe  corrientes  mucho  mas  rápidas  qué 
tf&  artificial,  no  se  puede  duda?  que  esta  travesía 
se  consumará  en  dos  ó  tres  dias  al  descender,  y 
doble  tiempo  al  ascender.  ¡  Que  los  Estados  in* 
egresados  en  estas  comunicaciones  calculen  el 
tiempo  y  los  gastos  que  en  la  actualidad  se  em- 
plea por  malos  caminos  ,  especialmente  en  el 
periodo  de  las  aguas  *  los  brazos  que  se  ocupan 
y  las  bestias  que  se  pierden  ,  ademas  de  las  are- 
rías  y  los  riesgos  de  los  robos ,  con  las  comodi- 
dades, celeridad,  economías  y  seguridades  de 
esta  fia  fluvial  >  y  sin  trepidar  se  decidli-añ  por 
la  ejecución  de  una  empresa  sencilla ,  natural  y 
poco  dispendiosa ,  útil  en  el  mas  rito  grado  ¿1 
gobierno  general ,  para  aprotimár  sus  fcótnuní- 
cacíones  con  C&liibrnia* ,  á  Xalisco  para  atiirnár 
m  comercio  é  in&ttétrfó  pot*  el  atorro  de  iéÁi 
dé  8©  leguas  *,  y  dé  sd&iá  ttascendéütia  á  los  pro* 
jrietarids  de  los  Estados  (ütertaedióS  ,  por  él  ati- 
meiita  de  valores  t^M  resultará  A  Sus  tteri&S  y 
«bttsumos;  puerto  que  tendrán  posibHftfád  dé 
^ewtiutar  y  vender  súb  granos  étiWe  üftó§  ^  ótrób 
pueblos  ^  cuando  las  *M>sflóhas  nb  ¿é  lógt^n  eá 
•wd&fe,  lo  fctial  sn^eklé  éótt  frecttétifciá  1  fr  <jüafadb 
«k  hf  iñdttttríá  fcOmetolál  -,  iíicé  SSy ',  Se  fleacubte 

el  medio  de  ejefcttttt*  coti  teinte  hombres  lo  qate 

*ín  éste  tftedio  no  se  podrta  hacer  sin  el  trabajo 
de  qüiufekittis ,  Sfe  introducé  tifia  mejora  iguala. 


4  LO 

la  que  resulta  en  las  artes  de  una  máquina  por 
cuyo  medio  dos  hombres  ejecutan  la  obra  de  cin- 
cuenta y  suponiendo  un  mismo  capital  en  ambos 
casos ;  y  hay  una  ventaja  mas  en  los  progresos 
de  la  industria  comercial ,  pues  la  máquina  se 
aplica  á  la  producción  de  un  solo  objeto,  por 
ejemplo ,  la  máquina  de  Aukvrright  al  hilado  de 
los  algodones j  mas  un  camino  mas  fácil  que  era 
antes ,  es  una '  n^ejora  progresiva  que  se  aplica 
á  todos  los  productos  que  se  destinan  á  tener  la 
ventaja  de  trasportarse  por  él.  » 
:  lia  dificultad  no  es  pues  el  aprovechamiento  de 
$slte  brillante  canal  natural,  particularmente  en  la 
estación  de  las  lluvias,  hasta  Chápala,  sino  su  con- 
tinuación á  Guadalaxara  y  el  Pacífico»  Por  la  opo* 
sicipn  de  la  cascada  ó  salto  deTololotlan,  y  los  rau- 
dales hasta  San  Cristóbal;  pero  afortunadamente 
epte  obstáculo  se  vencería  abriendo  un  canal  ar- 
tificial desde  los  estremos  occidentales  de  la  la- 
guna de  Chápala  a  Guadalaxara,  en  un  trecho 
de  doce  leguas  de  terreno  plano  y  de  fácil  ni- 
velaciott,  cuyo  camino  sembrado  de  haciendas  y 
poblaciones,  es  naturalmente  de  carruage ,  y  se 
podría  frecuentar  entretanto  se  ejecuta  el  canal. 
El  cauce  del  riachuelo  que  atraviesa  por  aquella 
capital,  lo  facilitará  de^de  allí  hasta  abajo  de  las 
barrancas  de  San  Cristóbal ,  aprovechando  las 
aguas  de  los  arroyos  de  Zapopan  ,  Soquipa  y 
Atemajaque  ,  por  el  rumbo  donde  el  rio  de  To- 
lolotlan  se  aproxima ,  y  dista  cuando  mas  seis  ú 


41* 

ocho  leguas.  La  abertura  de  este  canal  acia  el 
pueblo  de  Tlachicilco  ó  el  de  Ocotlan ,  al  través 
de  la  hermosa  hacienda  de  Atequisa  y  otras  con- 
siderables ,  impidiendo  en  parte  el  desemboque 
del  rio  por  el  salto  de  Juanacatlan  en  fuerza  del 
impulso  del  canal ,  y  proporcionando  á  las  ha- 
ciendas y  pueblos  del  tránsito,  riegos,  compro- 
meterla á  los  dueños  de  las  tierras  á  la  concur- 
rencia y  ejecución  de  una  empresa  que  les  de- 
jaría utilidades,  aumentando  el  valor  de  sus  pro- 
piedades considerablemente.  El  señor  Saulnier, 
escritor,  economista ,  hablando  sobre  el  grande 
interés  de  los  propietarios  en  estas  empresas, 
dice  :  «  En  efecto  se  ha  calculado  que  un  camino 
nuevo,  aumenta  á  lo  menos  de  un  diez  por  ciento 
la  renta  de  los  propietarios  vecinos.  Este  hecho 
está  atestiguado  por  la  subida  de  los  valores  in- 
mediatamente después  de  abrirse  nuevos  caminos, 
cuyas  tierras  vecinas  arrendadas  .en  iooo  francos 
(200. pesos)  lo  fueron  á  mas  de  1 100.  No  es  una 
.exageración  estimar  á  4  p-%  el  aumento  que  re- 
sultaría á  la  renta  de  la  propiedad  de  toda  la 
Francia ,  con  la  mejora,-  conclusión  yprolpn- 
gaciou  de  todos  los  caminos  antiguos  y  de  la  cons- 
trucción de  otros  oiuevos,  ¿Cómo  una  propiedad 
cuyos,  productos  abordarían  fácilmente  á  los  mer- 
cados de  mucho  consumo  por  yias-  nuevas  y  me- 
jorada? ,  no  había-  de  tener  mas  que  un  4  p-  % 
de  valor  anual  ?  » .  Está  graduación  quizá  seria 
mayor  en  México  por  la  diferencia,  de  reindí- 


4«* 

míe btos  con  respecto  á  Francia ,  donde  los  ha- 
cendados se  contentan  con  un  tres  ó  cuando  mas 
un  cuatro  por  Ciento  de  utilidad  en  las  empresas 
agrícolas ,  mientras  que  en  México  el  término 
medio  no  bajará  de  un  i5  p.  %,  y  si  nuestros 
propietarios  mejoraran  su  administración  econó- 
mica ,  y  atendieran  personalmente  á  lo  menos 
algunas  temporadas  sus  haciendas ,  seria  mayor 
á  causa  de  la  fertilidad  admirable  de  las  tierras 
y  dulzura  del  clima. 

El  magnífico  proyectó  del  canal  de  Chápala 
y  él  del  séfior  Castoreña ,  relativo  á  un  cañal 
directo  desde  los  es t remos  de  los  lagos  de  Cbalco 
y  Xpchimilco  hasta  la  capital,  emprendidos  6 
escitados  á  la  vez  por  el  gobierno  nacional  ,' 
serian  de  la  mayor  importancia  á  los  adelantos 
de  la  agricultura ,  tanto  por  el  tráfico  que  faci- 
litaran cómo  por  el  sistema  de  regadíos  que  de- 
bería adoptar ,  y  en  la  ejecución  del  último  pro- 
porcionarían á  la  ciudad  de  México ,  por  medio 
de  algunas  obras  hidráulicas  y  recipientes  de 
esclusas,  poderse  limpiar  en  la  estación  de  las 
secas ,  de  las  inmundicias  represas  por  falta  de 
pendiente,  qué  causan  con  sus  miasmas  mefíticos 
é^ás  enfermedades  anuales  que  afectan  á  la  ca- 
pital y  propenden  á  las  pestes ,  que  es  preciso 
prevenir  a  toda  costa ;  y  á  fin  dé  purificar  el  ayre 
y  espesar  la  a ttíaósfera  rarificada  del  valle  de 
Tecnox tillan,  disponer  al  mismo  tiempo  el  plan- 
tío' de  árboles  y  bosques ,  en  los  bordes  de  los 


4i3 

canales  y  potreros  sia  pastos  por  las  eflorece nci as 
mar  i  atas,  de  olivos  moreras,  bálsamos  ú  oc  oso  tes, 
acacias ,  el  plátano  de  la  India ,  la  castaña  del 
mismo  nombre,  el  olmo,  los  cedros ,  iilos^  alisos, 
aguehuetes  y  sauces  de  Babilonia ,  que  no  se  Ten 
en  los  contornos  de  la  capital ,  y  es  preciso  in- 
troducir y  fomentar  como  preferibles.,  en  los 
paseos  y  caminos ,  a  los  tristes  álamos  y  sauces 
que  tenemos. 

Cordier ,  autor  de  una  escelente  obra  de  agri- 
cultura ^  canales  y  caminos,  se  esplica  en  estos 
términos  :  «  £1  sistema  de  praderías  atestigua  el 
estado  de  barbarie  de  los  primeros  siglos;  los 
árboles  como  las  otras  plantas,  exijen  el  cultivo, 
cuidados  anuales ,  descuajos  bien  entendidos  y 
la  reposición  de  las  especies.  Grandes  beneficio? 
se  obtienen  por  los  plantíos  y  descuajos,  haciendo 
penetrar  el  ayre ,  la  luz,  e¿  algua ,  sobre  todo 
en  los  parages  que  lo  permiten.  »  Noirot  afirma 
también  y  prueba ,  que  los  árboles  artificiales 
crecen  un  tercio  de  tiempo  mas  pronto  q*e  los 
naturales. 

La  resequedad  y  falta  de  lluvias  en  México, 
es  cada  dia  mas  sensible  y  funesta  á  la  agricultura 
y  crianza  de  .ganados  ¿  toda  la  sociedad  está  in- 
teresada en  prevenir  ó  remediar  en  parte  e&te 
grave  mal ,  y  W  se  ofrece  otro  espedíate  que 
el  plantío  .general  de  árboles  y  bosques  nsuervos  h 
y  la  conservación  estricta  de  los  <fue  existen.  Al' 
congreso  general  toca  dictar  una  ley  ¿obre  esta 


4«4 

importante  materia  >,  aplicable  á  toda  la  federa  - 
cioú ,  y  mediante  el  estímulo  del  premio  y  la 
represión  de  las  multas  ,  obligar  á  todas  las  po- 
blaciones, a  crear  almacigos  y  plantar  arbolados 
en  sus  plazas,  éxidos  y  entradas,  y  á  los  pro-; 
pietarios  en  sus  tierras  eriales  y  demarcaciones 
territoriales,  dando  el  ejemplo  los  gobiernos  en 
los  caminos  nuevos  y  canales  que  se  emprendan. 
La  ley  debe  referirse  también  á  la  conservación 
de  los  bosques ,  especialmente  de  los  prados  de 
las  dostás  que  producen  el  palo  de  tinte  de  Cam- 
peche ,  de  moral,  caoba  y  pimienta  de  taba  seo, 
que  para  aprovecharse  del  fruto  lo  destruyen 
sin  replantarlo  j  es  pues  necesario  prevenir  por 
una  ley  el  plantio ,  proporcionado  á  los  árboles 
que  se  destruyan ,  constituyendo  una  junta  en- 
cargada de  su  cuidado  y  fomento. 

£1  centro  de  las  llanuras  de  México  que,  se* 
gun  el  testimonio  de  los  historiadores  antiguos,' 
confirmado  por  el  ilustrado  Clavigero,  abundaba 
de  árboles  y  bosques  en  los  campos  y  de  huertas 
cultivadas  por  los  Monarcas  y  Caciques  Aztecas  , 
ofrece  hoy  por  todas  partes  á  la  vista  del  viajero, 
el  aspecto  mas  árido  y  triste  del  mundo ,  en 
medio  de  un  cielo  y  naturaleza  bella ,  particu- 
larmente en  el  periodo  de  la  seca ,  por  la  bar- 
baridad y  descuido  de  los  que  después  de  haber 
desolado  las  llanuras  de  Castilla ,  llevaron  este 
gusto  de  Vándalos  á  México ,  y  convirtieron  a 
uno  de  los  suelos  mas  feraces  en  una  aridez  me- 


4.5 
lancólica,  perniciosa  á  la  salud,  á  la  agricultura 
y  á  la  industria,  que  es  preciso  hacer  desaparecer 
con  el  fomento  y  domicilio  de  las  plantas  y  ar- 
bolados por  todas  partes  y  por  todos  los  medios 
posibles,  á  fin  de  atraer  el  aumento  de  las  lluvias 
y  la  fertilidad  de  la  tierra  ,  convencidos  como 
están  los  Mexicanos,  que  la  falta  de  vejetacion 
espouiendo  el  suelo  á  las  insolaciones  é  influen- 
cia directa  de  los  rayos  del  sol ,  evaporizan  con 
velocidad  la  humedad  que  mantendrían  los  ár- 
boles ,  sus  despojos  ,  las  malezas  y  retamas  que 
amparan  con  su  sobra  ,  y  acelerándose  por  esta 
fáltala  evaporizacion,  disminuyen  las  conbina- 
ciooes  de  las  leyes  físicas  ,  que  forman  las  nubes 
y  constituyen  las  lluvias.        , 

La  ejecución  de  estos  caminos  á  la  vez,  ó  pre- 
firiendo los  mixtos  con  relación  al  Atlántico , 
daria  ser  y  vida  á  muchas  poblaciones  nuevas,  y 
puestos  de  alojamiento  para  viajeros  y  traficantes, 
que  convendrá  se  arreglen  y  regularizen  desde 
un  principio  por  agentes  del  gobierno  general 
ó  de  los  Estados  respectivos ,  con  tal  que  en  los 
parages  aislados  no  falten  guarda- caminos  encar- 
gados del  buen  orden  y  policía  de  las  posadas 
construidas  al  intento  á  ciertas  distancias ,  de 
la  seguridad  de  los  caminantes  y  sus  cargamentos, 
y  de  la  recomposición  de  las  vias  y  el  cobro  de 
los  peazgos,  para  lo  cual  no  nos  cansaremos  de 
repetir  la  utilidad  de  establecer  posadas  grandes 
y  seguras  donde  puedan  alojarse  no  solamente 


»  . 


# 


4i<¡ 
los  viajeros,  sino  las  cargas,  carros  y  arrieros 
bajo  de  techo  y  Ha  ve,  prohibiéndose  «t  bárbaro 
sistema  usado  solo  ea  México ,  que  ^stas  gentes 
arranche  o  á  campo  raso  y  <eu  parages  solitarios. 
El  comercio  y  Jos  mismos  arrieros  tierna  aq 
iateres  r$al  en  adoptar  es*a  medida  donde  se  pro* 
porcione ;  eila  es  eligida  para  la  seguridad  4* 
los  interesados  y  la  humanidad  la  redama,  por- 
que espuestos  «los  arrieros  ó  acemileros ,  á  todas 
las  iacleopencias  del  ciejo  «de  dia  y  de  noche , 
abordan  á  las  costas  y  países  in&a&os ,  agobiadas 
y  predispuestos  á  las  enfermedades  que  los  asolan 
á  centenares  á  causa  de  esta  costumbre ,  y  su  nin- 
gún abrigo  y  precaución.  No  se  arguya  que  coa 
esta  providencia  se  <ataca  la  libertad  individual  y 
aumentan  los  gastos  de  trasporte,  pues  cuando  el 
bien  público  y  la  seguridad  lo  demandan,  es 
necesario  hacer  sacrificios  y  tributar  justos  ho- 
menajes á  la  humanidad.  La  arriería  (que  ea 
opinión  de  los  economistas  es  la  polilla  de  la 
sociedad)  es  escesiva  en  México ,  pero  ella  dis- 
minuirá con  el  establecimiento  de  los  carros 
usados  en  todo  el  mundo  civilizado ,  y  al  efecto 
de  proporcionarle  alojamientos  seguros  seria  con- 
veniente y  equitativo  imponerle  una  contribución 
proporcionada  ,  encargándoles  á  «ellos  mismos 
su  cobro  y  la  inversión.  X<a  economía  que  resul- 
tará á  los  arrieros  ó  carreteros  con  este  sistema 
de  tránsito ,  y  las  mejoras  de  los  caminos  les  re- 


4.3 

cira  de  mucho  esta  exacción  y  los  gastos  Je  alo- 
jamientos. 

Para  facilitar  la  ejecución  de  estas  obras,  la 
abertura  de  los  caminos  y  plantíos  de  arboles  en 
líneas  dobles  y  su  conservación ,  seria  también 
ventajoso  establacer  ea  los  parages  mas  cómodos 
del  tránsito ,  presidios  urbanos  y  militares  en 
distancia  proporcionadas,  los  primeros  para  obli- 
gar á  trabajar  á  los  vagos  y  menesterosos  por 
su  regular  jornal ,  y  los  otros  para  deslinar  á  los 
soldados  y  particulares  sentenciados  á  obras  ' 
públicas ,  de  los  cuales  cuidarían  los  guarda- 
caminos  y  los  gefes  de  los  destacamentos  de  la 
tropa. 

Los  fondos  necesarios  para  la  ejecución  de 
estas  empresas ,  y  el  aprovechamiento  de  la  na- 
vegación de  los  ríos  que  forman  el  sistema  mixto 
de  caminos  y  canales  fluviales  que  no  nos  can- 
saremos de  recomendar,  pueden  proporcionarse 
en  parte  y  sin  crear  nuevas  contribuciones  ,  au- 
mentando un  pequeño  tanto  á  alguna  de  las 
menos  gravosas  existentes  ,  como  el  tabaco  y  el 
consumo  de  los  licores  fuertes ,  conforme  se 
observa  en  Fancía ,  que  cuando  hay  necesidad 
de  fomentar  estas  empresas ,  ó  por  otra  causa , 
se  adicionan  con  algunos  céntimos  tales  ó  cuales 
contribuciones  :  en  México  seria  casi  insensible 
adicionar  algunos  octavos  ó  granos  mas  á  las 
exacciones  indicadas ,  ó  aquellas  que  perjudica- 
sen menos  á  la  agricultura  é  industria  nacional, 


4i8 
y  coa  esta  medida  proporcionar  un  capital  sufi- 
ciente, sino  para  llenar  la  totalidad  de  los  costos 
de  estas  obras ,  á  lo  menos  para  que  el  gobierno 
se  pusiese  al  frente  y  animara  á  los  particulares , 
que  por  medio  de  compañías  y  acciones  medio- 
cres proporcionadas  á  las  capacidades  y  haberes 
de  todos,  se  facilitara  lo  restante,  y  por  este 
medio  reunir  dos  ó  tres  compañías  empresarios 
compuestas  de  la  concurrencia  del  gobierno  ge- 
neral ,  de  todos  los  gobiernos  de  los  Estados , 
municipalidades  ,  corporaciones ,  prelados  y  co- 
fradías, en  calidad  de  accionistas,  de  todos  los  pro* 
pietarios  y  hacendados,  de  los  comerciantes  y  mi- 
neros y  cuantos  ciudadanos  pudiesen,  á  cuyas  com- 
pañías tocaría  el  cobro ,  conservación  y  manejo 
«del  capital,  nombrando  entre  todos  al  efecto 
una  junta  directora  que  entendiese  en  todo, 
dejando  al  gobierno  únicamente  la  alta  inspección 
de  los  caminos  ,  el  examen  de  los  parages  y  pro- 
visión de  los  ingenieros  que  pidiese  la  direc- 
ción independiente  en  lo  demás  ,  convencido 
él  gobierno  como  debe  estarlo ,  que  el  interés 
individual  es  la  guia  mas  segura  de  las  empresas 
industriales  y  particularmente  las  de  esta  natu- 
raleza ,  que  reglamentadas  se  entorpecen  y  con*» 
tradicen  ,  y  no  puede  pertenecer  otra  cosa  á  la 
*P"  administración  que  fomentarlas ,  estimularlas  y 
protegerlas.  Jovellanos ,  en  su  informe  sobre  la 
ley  agraria  ,  hablando  de  los  caminos  y  canales, 
dice   :   «  En  semejarles  procedimientos  no  se 


4*9 
echa  de  ver,  que  el  mayor  número  de  los  hombres 
dedicados  á  promover  sus  intereses,  oye  más 
bien  el  dictamen  de  su  razón,  que  el  de  sus 
pasiones;  que  en  esta  materia  el  objeto  de  sus 
deseos  es  siempre  análogo  al  objeto  de  las  leyes $ 
que  cuando  obra  contra  este  objeto ,  obra  contra 
su  verdadero  y  sólido  interés ,  y  que  si  alguna 
vez  se  aleja  de  él ,  las  mismas  pasiones  que  lé 
estraviáron  le  refrenan ,  presentándole  en  las 
consecuencias  de  su  mala  dirección  el  castigó 
de  sus  ilusiones,  un  castigo  mas  pronto,  mas 
eficaz  é  infalible  que  el  que  pueden  imponerle 
las  leyes.  Tampoco  se  echa  de  ver  que  aquella 
continua  lucha  de  intereses  que  agita  á  los  hom- 
bres entre  sí,  establece  naturalmente  un  equilibrio 
qué  jamas  podran  alcanzar  las  leyes.  »  '  '••* 

Estas  obras  tienen  un  enlace  íntimo  con  las 
postas  y  correos ,  y  asi  como  no  contamos  coa 
ellas,  ni  podemos  decir  que  existen  estos  en  de- 
bida forma,  se  necesita  arreglarlos  y  es  tenderlos, 
y  salir  del  sistema  de  los  Españoles,  como  mo- 
roso y  poco  seguro.  Los  correos  se  deben  mon- 
tar en  sillas  de  posta  por  donde  se  pueda ¿  el  dé 
la  capital  y  Veracruz  debe  ser  diario;  y  también 
el  del  interior  hasta  Guadala&ara ,  estender  los 
semanarios  á  toda  la  república,  y  cuando  menos 
dos  mensuales  por  tierra  para  Yucatán  y  N.  M" 
xico,  y  uno  marítimo  para  Californias  aunque  ate 
doblen  los  portes.  ;  JÉ  * 

El  gobierno  prestaría  un  gran  servicio  á  la  na"- 


4*o 

cíoq  aplicando  una  parte  del  ejército  á  la  aber- 
tura de  los  caminos  y  canales ,  adoptando  la  má- 
xima de  los  Romanos»  que  por  este  medio,  dice 
Tito  Livio  y  otros  autores,  se  inmortalizaron,  es- 
pecialmente el  censor  Flamiuius  y  Augusto,  que 
mas  bien  por  los  magníficos  y  sólidos  caminos  y 
obras  públicas  que  emprendieron  con  sus  le- 
giones que  por  sus  victorias  y  conquistas,  ha  pa- 
sado su  nombre  á  la  remota  posteridad,  consi* 
guiendo  á  la  par  buenos  y  gigantescos  caminos, 
y  el  mantenimiento  de  la  disciplina  y  el  vigor 
de  sus  soldados. 

No  es  pues  ni  difícil  ni  imposible  adoptando 
todas  estas  medidas  y  disposiciones  y  otras  que 
la  sabiduría,  celo  y  patriotismo  de  un  gobierno 
pacional  tiene  á  su  disposición  y  removerá,  pro- 
porcionar caminos  y  canales  sólidos  y  ventajosos 
en  México,  y  lo  que  una  administración  ávida, 
que  después  de  tres  siglos  de  dominio  y  haber 
sacado  cerca  de  a,5oo  millares  de  millones  de 
pesos  y  otras  riquezas  de  un  país  de  tantos  recur- 
sos no  verificó  con  mengua,  lo  realizaran  coa 
gloria  y  provecho  los  Mexicanos  si  desean  tener 
una  población  correspondiente  y  proporcionada 
á  su  territorio,  pero  á  la  vez  civilizada,  laboriosa 
y  feliz,  gozando  de  todos  los  dotes  que  el  cielo  le 
S  y  deben  desarrollar  con .  decidido  empeño 
para  que  no  se  les  tache  de  negligentes  y  aban- 
donados. 


(X) 


De  las  ventajas  de  la  colonización  de  las  fron- 
teras y  riberas  litorales. 

Cuando  se  reflexiona  sobre  ta  actividad  v 
energía  que  en  materias  de  descubrir  ,  conquis- 
tar y  poblar  regiones  vastas,  desconocidas  y  le- 
janas desplegaron  en  México  los  primeros  Espa- 
ñoles en  el  curso  del  siglo  XVI  y  parte  del  si- 
guiente, arrastrados  del  amor  de  la  gloria  y  los 
incentivos  de  la  codicia ;  cuando  en  menos  de 
un  cuarto  de  centuria  aun  no  saciados  con  los 
despojos  del  imperio  de  los  Aztecas,  llevaron  sus 
armas  y  espíritu  de  empresa  desde  los  estremos 
de  Guatemala  basta  Xalisco,  Sonora  y  California, 
después  de  haber  fundado  sólidos  y  útiles  esta- 
blecimientos en  la  tierra  de  los  belicosos  Otomi- 
tas  é  indomtables  Chícbirnecas ,  penetrando  los 
inmensos  países  de  Nayarit,  Xauraumara ,  Azt- 
lan  ó  N.  México,  es  cosa  digna  de  admiración 
la  apatía  é  indolencia  de  sus  sucesores  ,  que  ha- 
biendo dejado  despoblarse  en  el  litoral  del  At- 
lántico las  populosas  Panuco,  Zempoala,  Papa- 
loapan,  Goazacoalco  y  Tabasco,  descritas  por  los 
contemparáaeos,  por  las  relaciones  de  cortés  y  el 
respetable  Las  Casas ,  como  colmenas  de  geutes, 


4aa 

abandonaron  ó  dejaron  destruirse  posterior- 
mente diversas  colonias  y  provincias  enteras  que 
en  Guevavi,  Mioquí,  N.  México  y  Texas  existie- 
ron al  norte  de  México  en  el  siglo  XVII, 

A  la  espedicion  y  colonización  castellana  de 
Goazacoalcó  verificada  en  i5ai  por  el  valeroso 
Diego  de  Ordaz  aun  antes  de  ocupar  a  México» 
siguieron  inmediatamente  las  de  Cortés  armadas 
en  Tehnantepec  y  Zacatula  con  el  objeto  de 
descubrir  á  California  :  el  intrépido  Cabrillo  eje- 
cutó en  1 533  una  espedicion  formada  en  el 
puerto  de  la  Navidad  (  abandonado  boy  )  para  ir 
á  reconocer  circunstanciadamente  las  descubier- 
tas de  California,  y  Álarcon  á  su  vez  zarpando, 
del  puerto  del  Valle  de  Banderas,  en  1 54o  re- 
montó en  canoas  85  leguas  «1  rio  Zaguán  as,  de- 
nominado Colorado  de  Occidente,  en  busca  de 
las  supuestas  ciudades  de  Cíbola  y  Quivira  ima- 
ginadas por  Niza  :  los  ríos  Zaguanas  y  Navajoas 
fueron  visitados  y  reconocidos  en  1777  por  los 
padres  misioneros  Escalante  y  Velez. 

A  estas  empresas  militares  sucedieron  otras  no 
menos  arduas  y  mas  útiles  reducciones  de  los 
jesuítas,  y  en  particular  las  de  los  celosos  y  di- 
gnos de  memoria  eterna,  el  mexicano  padre  Ve- 
4  lazco,  sobrino  del  virrey  de  este  nombre,  que 
á  pesar  del  cariño  de  su  tio  y  sus  esfuerzos  para 
que  dejase  su  gloriosa  misión,  permaneció  en 
Sinaloa  catequizando  diversas  tribus  que  des- 
pués de  haberlas  reunido  en  sociedad,  docilitó  y 


bautizó  mas  de  20  mil  almas  á  fines  del  siglo 
XVI ;  y  el  alemán  padre  Kino,  varón  tan  sabio 
como  fuerte  en  sus  vastas  empresas,  logró  la  re- 
ducción y  bautismo  de  mas  de  5o  mil  indígenas 
en  la  Pimeña  alta^,  en  donde  estableció  16  mi- 
siones no  estériles  sino  instruidas  en  la  religión, 
la  agricultura,  formando  muchas  haciendas,  y  el 
conocimiento  de  las  artes  necesarias  á  la  vida 
civil,  y  los  adelantos  intelectuales  por  espacio 
de  treinta  años. 

Las  interesantes  provincias  de  Mioqui  J  Gue- 
vavi  no  dejaron  de  prosperar  bajo  la  dirección 
de  los  jesuitas  y  franciscanos  ,  que  fundaron  her- 
mosos establecimientos  estendidos  casi  hasta  los 
ríos  Gila  y  Navajoas,  país  ameno  habitado  por 
tribus  dóciles,  esplorado  por  varios  misioneros  y 
carabaneros  que  desde  allí-  penetraron  unos 
basta  el  N.  México,  y  otros  como  los  padres  ins- 
truidos Font  y  Díaz,  al  través  de  estas  inmensas 
y  fértiles  regiones  basta  California,  se  abando- 
naron del  todo  á  consecuencia  de  la  espulsion  de 
los  jesuitas  y  la  negligencia  de  la  administración 
colonial,  degradada  ya  en  el  siglo  XVII,  puesto 
que  no  solamente  no  adelantó  el  sistema  de  colo- 
nización, sino  que  no  supo  reprimir  ó  contener 
la  rebelión  de  los  Pimas,  cuya  horde  apenas  ha 
dejado  la  memoria  de  lo  que  fueron  aquellos  es- 
tablecimientos, tanto  mas  interesantes,  cuanto 
que  por  aquel  rumbo  se  bahrian  abierto  comu- 
nicaciones estables  v  de  importancia  entre  So  - 


4*4 

ñora,  Chihuahua,  N.  México  y  California,  ace- 
leradas en  parte  por  la  oportunidad  de  los  cana- 
les naturales  de  los  ríos  navegables  Gila,  Calo- 
rado y  otros,  comunicaciones  emprendidas  desde 
Monterrey  hasta  California  en  1775  en  tiempo 
del  virrey  Bucareli.  En  el  desierto  del  Muerto 
de  mas  de  4o  leguas ,  que  media  entre  el  pre- 
sidio del  Norte  y  las  poblaciones  de  N.  México, 
á  pesar  de  los  obstáculos  que  opone  la  naturaleza, 
hubo  colonias  ó  misiones  estables  dirijidas  por 
los  franciscanos  hasta  el  año  de  1660,  que  por 
las  mismas  causas  de  abandono  destruyeron  los 
Comanches  y  Apaches,  dejando  á  la  provincia 
mas  lejana  aislada  y  sin  comunicaciones  fijas , 
espuesta  á  acabarse  de  asolar  por  las  bordes  que 
la  circundan,  ó  á  segregarse  de  México.  Seguí* 
Clavigero  la  península  de  California  descubierta 
desde  el  año  de  r534  por  Diego  Becerra  de  Men^ 
doza,  pariente  de  Cortes  y  Fernando  dé  Grijalba, 
á  pesar  de  mas  de  1 5  espediciones  infructuosas 
del  gobierno,  no  se  principió  á  poblar  formal- 
mente hasta  1697  íue  el  pa^re  Salvatierra,  vir- 
tuoso milanes  escitado  por  los  celosos  PP.  l^ino  y 
Ugarte ,  auxiliado  por  el  conde  de  Miravalles  y 
otros  Mexicanos  piadosos  que  le  ministraron 
16,000  pesos,  una  goleta  y  otros  auxilios,  puso 
los  cimientos  en  Loreto,  el  19  de  Octubre  del 
mismo  año. 

Mas  lo  que  debe  afirmar  sobre  todo  la  apatía 
y  abandonó  de  los  administradores  coloniales  de 


los  dos  últimos  siglos,  son  tres  hechos  notables; 
el  primero  es  el  grande  territorio  descubierto  y 
habitado  por  las  tribus  de  los  Tobosos,  Gavila- 
nes, Jicarillas  y  otros  salvages  en  el  Bolsón  de 
Mapimi,  que  corriendo  de  sur  á  norte  mas  de 
oo  leguas,  y  de  oriente  á  occidente  como  5o, 
ubicado  entre  los  rios  San  Pedro,  Conchos  y 
Bravo,  permaneció  independiente,  y  aquellas 
hordes  sin  freno  haciendo  constantes  incursiones, 
han  desolado  impunes  á  los  pueblos  y  haciendas 
de  las  provincias  vecinas,  sin  adoptarse  otra  me- 
dida que  la  estéril  de  situar  unos  miserables  for- 
tines donde  se  condenaba  á  los  soldados  que  los 
custodiaban,  al  celibato  forzado  en  vez  de  haber 
procurado  por  todos  los  medios  la  reducción,  ó 
cuando  menos  en  fuerza  de  medidas  enérgicas, 
que  aquellas  tribus  hubiesen  abandonado  el  ter- 
reno y  establecido  en  los  parages  mas  fértiles  que 
no  faltan,  un  regular  sistema  de  población,  tanto 
mas  fácil  de  conseguirse  cuanto  que  los  vecinos 
de  Cohahnila,  Monterrey,  Durango  ó  Nasas  y 
Chihuahua  escitados,  se  hubieran  prestado  como 
interesados,  y  el  rio  Bravo  ofrecía  una  línea  de- 
fensiva á  poca  costa. 

El  segundo  la  versatilidad,  inconstancia  é  iner- 
cia del  fomento  déla  población  de  la  importante 
provincia  de  Texas,  pues  no  obstante  haberse  co- 
menzado desde  el  año  1691  por  su  gobernador 
don  Domingo  Teran  en  la  bahía  del  Espíritu 
Santo  ;  y  en    r-3i    fundadose  Vejar  y  casi  al 


4*6 

mismo  tiempo  los  presidios  de  Sansabas,  Nacodo- 
chesy  Adayes,  ni  la  capital  de  Vejar  prosperó 
como  debiera,  oí  aquellas  poblaciones  presidía- 
les, ni  la  reducción  de  los  indígenas  süsistiéron, 
permaneciendo  sus  escelentes  puertos  dé  Mata- 
gorda,  Gal  vez  ton  y  bahía  de  Orcoquiza  desiertos, 
y  lo  que  aun  fue  peor  todavía,  al  cederse  la  Lui- 
siana,  cuya  posesión  había  costado  tantos  sacri- 
ficios de  caudales  y  gente  á  México,  cerca  de  4o 
años  que  permaneció  unida  á  España ,  no  se  ar- 
reglaron definitivamente  los  límites  de  Texas 
conforme  á  los  derechos  consuetudinarios  é  in- 
tereses de  México,  dando  margen  á  pretensiones 
efímeras  fundadas  en  el  desembarco  casual  y 
equívoco  de  Lasale  acia  la  bahía  de  San  Bernardo 
en  i685,  £1  tercero  las  ningunas  medidas  de 
precaución  para  asegurar  con  establecimientos 
sólidos  los  naturales  límites  de  la  California  su- 
perior, que  á  pesar  de  las  exageradas  pretensiones 
del  gabinete  de  Madrid,  aspirando  al  predo- 
minio de  todo  lo  que  pasa  mas  allá  del  grado  4o 
de  latitud  norte  acia  el  cabo  de  San  Sebastian 
(  cuyas  regiones  aun  cuando  fueron  descubiertas, 
y  reconocidas  recientemente  por  las  espediciónes 
españolas  de  Vizcaíno ,  Pérez ,  Cañizares ,  Ga- 
liano  y  Malaspina,  no  podía  alegarse  un  derecho 
positivo  contra  los  Ingleses,  puesto  que  esta  po- 
tencia se  había  adelantado  á  erigir  la  primera  es- 
tablecimientos bastante  lejanos  de  los  formados 
en  California,  y  dominado  los  mares  debería 


4»: 

sostenerlos  aun  á  costa  de  una  guerra  que  párecia 
inevitable  en  1790,  si  el  gobierno  débil  de  Es- 
paña no  se  apresura  á  transigir),  consintió  que 
los  Rusos  stn  saberse  con  que  derecho,  pero  si 
sus  miras  que  como  dice  un  escritor,  después  de 
haber  encadenado  la  libertad  de  Europa,  tien- 
den á  remachar  sus  grillos  en  América,  ocu- 
paron en  181S  una  parte  de  California  acia  el 
puerto  de  Bodegas,  cuyo  terreno  han  coloni- 
zado y  fortificado  sin  ninguna  oposición ,  ni 
reclamó  al  parecer  ni  por  parte  del  gobierno  es- 
pañol antes  de  la  emancipación  de  México,  ni 
por  el  gobierno  nacional,  á  pesar  de  haberse 
agitado  esta  cuestión  eu  tiempo  de  la  adminis- 
tración del  señor  Iturbide,  cuya  usurpación  una 
administración  ilustrada  y  previsora  debería 
reclamar ,  por  la  mediación  de  los  gobiernos 
de  los  Estados-Unidos  y  la  Gran-Bretaña  inte- 
resados de  algún  modo  en  este  negociado. 

Pío  hacemos  mérito  de  otras  espediciooes  ter- 
restres y  marítimas  ejecutadas  en  nuestros  dias 
sobre  las  costas  de  Californias  y  el  seno  mexicano 
por  los  hábiles  marinos  Martinez  ,  Ceballos  y  el 
general  Negrete,  porque  nos  limitamos  al  resumen 
histórico  del  sistema  de  colonización ,  sus  pro- 
gresos y  decadencia,  seguido  por  los  dominadores 
de  México ,  á  fin  de  escitar  á  nuestros  compa- 
triotas á  imitar  en  muchas  cosas  la  energía  y  ac- 
tividad de  los  primeros  pobladores  castellanos , 
y  el  deber  que  en  el  estado  actual  de  la  sociedad 


4*ft 

tienen ,  en  orden  á  abandonar  la  política  versátil 
é  inercia  que  en  virtud  del  sistema  colonial  des- 
virtuado en  los  dos  últimos  siglos,  dejaron  trazada 
unos  hombres  resentidos  de  la  decrepitud  y  de- 
cadencia del  vasto  imperio  que  la  fortuna  y  su 
valor  erigieron  y  desmoronó  la  ignorancia ,  la 
pereza  y  la  injusticia,  convenciéndose  que  si  por 
una  fatalidad  las  fronteras  de  las  Californias, 
Nuevo  México  y  Texas  continúan  en  el  estado  de 
abandono  en  qué  yacen  á  una  enorme  distancia 
del  centro  de  la  población  y  los  recursos ,  aisla- 
dos, siu  comercio  y  sin  vida,  despoblados  sus  límites 
naturales ,  sus  riberas  y  litorales  desiertos ,  tarde 
ó  temprano  es  inminente  su  pérdida;  porque 
dígase  lo  que  se  quiera,  en  cuanto  á  los  derechos 
de  posesión  estos  serán  ilusorios  é  insostenibles 
á  la  distancia,  delante  la  especiosa  política  y  las 
aspiraciones  de  la  ambición  del  poderoso ,  siem- 
pre que  una  nación  naciente  tenga  la  desgracia 
de  que  sus  administradores  por  una  ciega  igno- 
rancia y  criminal  apatía  no  cuiden  de  propor- 
cionar á  los  pueblos  interesados  y  comprome- 
tidos dentro  de  sus  propios  límites ,  los  medios 
mas  eficaces  y  necesarios  á  su  defensa  conbinados 
en  los  elementos  naturales  de  la  población ,  de 
sus  adelantos  y  mayor  facilidad  de  relaciones 
sociales  y  de  interés,  mediante  el  establecimiento 
de  administraciones  locales  vigorosas,  medidas 
liberales ,  y  la  creación  de  un  franco  comercio 
favorecido  y  protegido  en  fuerza  de  la  actividad 


y  creación  de  una  regular  marina  que  abraze  y 
sostenga  tamaños  intereses. 

Si  desde  que  en  i^63  ,  que  se  fijaran  estable- 
cimientos de  colonizacioD  en  la  alta  California  , 
ea  vez  de  haberse  erigido  una  administración 
puramente  teocrática  y  monacal,  se  hubiera  cui- 
dado de  un  cultivo  mas  en  grande,  del  aumento 
de  una  población  regenerada  y  de  la  libertad  de 
comercio,  sin  dudaque  aquella  región  importante, 
lejos  de  exijír  sacrificios,  no  solamente  florecería 
contando  con  recursos  sobrados  para  subsistir, 
sino  que  contribuiría  superabundan  temen  te  al 
auxilio  de  una  escuadrilla  necesaria  y  conveniente 
en  el  Pacífico  que  los  elementos  de  un  país  esen- 
cialmente marítimo  proporcionan ,  y  con  ella 
quizá  los  Rusos  no  hubieran  arrojádose  á  una 
usurpación  atrevida  é  injusta.  Pero  si  la  suerte 
de  las  Californias  con  otro  sis  tema  ofreceria  otras 
garantías  de  estabilidad  y  bienestar,  sus  progresos 
no  se  hubieran  limitado  á  su  órbita ,  la  hermosa 
legión  bañada  por  los  ríos  Zaguanas ,  Navajeas 
y  Gila  participariau  de  estas  ventajas ,  y  su  po- 
b'acion  y  cultivo  proporcionado  comunicaciones 
y  relaciones  estables  del  mas  alto  ínteres  con 
N.  México. 

La  provincia  de  Texas  por  su  situación,  dulzura 
de  clima,  fertilidad  y  sobre  todo  por  sus  esce- 
lentes  puertos  y  proximidad  con  los  Estados- 
Unidos  y  las  Antillas ,  poseyendo  como  posee , 
artículos  de  consumo  indispensables  á  aquellos 


43o 

países ,  ¡  á  qué  grado  de  prosperidad  no  hubiera 
llegado  con  solo  un  sistema  de  colonización  y 
cultivo  regularizado ,  los  goces  de  una  adminis- 
tración activa  local  y  la  libertad  de  comercio, 
á  lo  menos  como  lo  entendieron  los  Españoles , 
y  se  ejerció  después  de  la  estincion  de  las  flotas 
en  varios  puertos  de  América  l  Digalo  sino  el 
Misisipi ,  las  Floridas  y  otros  puntos  de  las  que 
fueron  posesiones  españoles ,  y  aun  los  que  per- 
manecen como  Matanzas,  y  deben  sus  asombrosos 
adelantos  al  tráfico  directo  y  á  la  actividad  del 
comercio  libre  ,  que  facilitando  su  población 
y  goces  desconocidos  antes  ,  su  posición  ,  sus 
adelantos  y  riqueza  son  actualmente  admirables; 
mas  sin  necesidad  de  buscar  modelos  en  el 
estrangéro ,  el  florecimiento  de  Tampico,  Mata- 
moros y  Mazatlan ,  ahora  siete  años  constituidos 
en  guaridas  de  insectos  y  rebaños  de  ganados , 
¿  no  son  en  el  dia  poblaciones  marítimas  de  ín- 
teres? 

Aunque  la  provincia  de  Texas  habia  sido  re- 
conocida y  visitada  por  carabanas  militares  desde 
el  siglo  XVI ,  no  se  trató  de  reducir  ni  poblar 
formalmente  hasta  el  siglo  siguiente j  si  no  nos 
equivocamos  al  registrar  los  libros  existentes  en 
el  archivo  general  del  palacio  de  México,  los 
primeros  establecimientos  que  en  esta  región 
remota  se  establecieron  á  consecuencia  de  su 
conquista  completa  en  el  año  de  1690  por  su 
primer  gobernador  don  Alonso  de  León,  y  la 


'43. 
llegada  de  Lásate  ,  é  incursión  de  unos  aventu- 
reros franceses  que  por  el  rio  Rojo  de  Nacbilo- 
ches  llegaron  de  la  Luisiana  al  parecer  con  miras 
de  radicarse  allí ,  escitados  por  las  noticias  de 
algunos  escapados  de  la  espedicion  de  Lasale , 
arruinada  por  los  naturales  en  i685;  estos  esta- 
blecimientos se  situaron  como  debió  ser ,  en  el 
litoral  y  riberas  de  los  ños  principales  dirigidos 
por  el  segundo  gobernador  don  Domingo  Teran 
ácía  el  año  de  1691  ,  componiéndose  en  verdad 
de  elementos  débiles ,  pues  no  se  avecindaron 
familias  en  forma,  sino  5o  soldados,  i4  misioneros 
y  7  personas.  Por  estos  materiales  mas  bien  pa- 
rece que  se  propendía  á  una  conquista  temporal 
y  espiritual  de  las  tribus,  que  á  establecimientos 
coloniales  subsistentes,  y  esta  falta  ,  no  obstante 
los  esfuerzos  del  gobernador,  reunida  á  la  escasez 
le  víveres  por  haberse  perdido  la  cosecba ,  que 
nuaca  pudieron  emprender  con  éxito  tan  redu- 
cidos brazos,  y  el  descuido  del  gobierno  virreynal 
contribuyeron  á  su  completa  ruina. 

En  1719  con  motivo  de  la  guerra  declarada 
entre  Francia  y  España  ,  se  nombró  gobernador 
al  marques  de  Aguayo,  y  con  esta  calidad  entró 
en  la  provincia  con  5oo  hombres  para  oponerse 
¡1  una  invasión  que  los  Franceses  fortificados  en 
INachitocbes  intentaron  contra  Texas ,  y  acom- 
pañado de  algunos  misioneros  restableció  los 
presidios  de  Nacodoches ,    Adayes  y  babía  del 

ipiritu Santo,  cuyas  poblaciones  no  adelantaron 


á  causa  de  no  haberse  estimulado  coa  el  aliciente 
de  la  concurrencia  de  familias  y  la  franquicia  de 
un  puerto;  por  fin  en  i'jii  el  virrey  marques  de 
Casaftierte,  á  instancias  de  los  misioneros,  y  sobre 
todo  receloso  de  los  establecimientos  avanzados 
de  los  Franceses»  haciendo  llevar  de  las  islas 
Canarias  algunas  familias,  fundó  á  San  Fernando 
ó  San  Antonio  de  Vejar  (cuyo  plano  y  reparti- 
miento de  tierras  afirma  Villaseñor  es  su  obra) 
reforzando  los  puntos  de  Nacodoches,  Adayes 
y  Espíritu  Santo ,  y  aunque  Vejar  hizo  algunos 
progresos  durante  la  permanencia  y  administra- 
ción del  gobernador  don  Simón  Herrera  en  la 
población,  los  demás  pueblos  nunca  prosperaron 
ppr  falta  de  comercio  marítimo,  y  en  181 i  fueron 
completamente  arruinados.  Llegó  la  gloriosa 
época  de  la  independencia ,  y  no  faltaron  Mexi- 
canos que  interesaron  al  gobierno  nacional  á  que 
se  ocupara  de  la  colonización  de  Texas ;  pero 
desgraciadamente  todos  los  depositarios  del  poder 
que  hasta  ahora  han  administrado  á  México,  han 
desatendido  este  interesante  negocio ,  dando  el 
congreso  segundo  constituyente  el  último  golpe 
á  la  provincia  reuniéndola  como  a  fuerza  de  re- 
molque, á  un  Estado  pequeño  y  lejano,  que  por 
mas  que  se  afane  en  su  fomento,  á  tanta  distancia 
y  sin  los  medios  y  los  esfuerzos  que  el  gobierno 
de  la  Union  puede  solamente  desplegar,  nada 
ha  adelautado ,  y  uno  de  los  puntos  fronterizos 
mas  importantes  de  la  República ,  su  barrera 


4*3 

ttátüf al,  y  el  antemural  de  la  integridad  del  té£* 
rijtorio  nacional  sigue  débil,  espuesto  á  perderse 
6Í  no  se  cambia  de  sistema  y  adoptan  positivas 
medidas  de  ¿omento  y  seguridad ,  mediante  una 
administración  local  fuerte  y  conciliante  depen*- 
diente  del  gobierno  federal,  puesto  que  aquel 
punto  fronterizo  abrazando  los  intereses  de  la 
federación  entera,  ella  es  quien  debe  encargarse 
de.  su  custodia  y  cuidado. 

Catón  repetia  con  frecuencia  á  los  Romanos  v 
que  era  menester  destruir  á  Gártago  ,•  dando  á 
entender  que  sin  adoptar  esta  rigorosa  medida 
propia  de  un  estoico  consumado  ,  la  existencia  6 
la  seguridad  de  la  República  eran  efímeras  :  los 
Mexicanos  que  comprendan  los  verdaderos  in- 
tereses de  su  patria ,  no  deben  cesar  de  repetir  á 
los  depositarios  del  poder ,  y  á  los  legisladores 
y  hombres  de  Estado  influentes  ,  que  es  preciso 
atender  de  toda  preferencia  y  ocuparse  de  la  pobla- 
ción, administración  y  fomento  de  las  fronteras  y 
riberas  litorales ,  y  que  mientras  sus  autoridades 
do  adopten  en  principio  medidas  análogas  y  po- 
sitivas* al  afecto,  no  cumplen  con  una  de  las 
obligaciones  mas  sagradas  y  necesarias  al  soste- 
nimiento de  la  integridad  del  territorio  nacional, 
y  eí  único  medio  de  asegurar  la  paz  esterior  y 
los  derechos  de  la  República  con  bonor  y  bene- 
ficio de  los  pueblos. 

Nosotros ,  es  decir ,  algunos  Mexicanos ,  no 
hemos  cesado  de  trabajar  sobre  este  asunto ,  y 

a8 


aun  hecho  algunos  sacrificios  desde  el  año  18*2, 
aunque  por  una  fatalidad  que  ha  presidido  á 
'estas  empresas  en  México ,  con  poco  fruto  y 
gratitud  de  los  que  deslumhrados  con  falsos  in- 
formes juzgan  á  los  hombres  por  el  espíritu  de  la 
calumnia  y  la  envidia  de  los  adversarios,  inca- 
paces dé  hacer  cosa  de  provecho ,  que  después 
de  haber  contrariado  la  obra  de  tantos  afanes, 
juzgándonos  conforme  á  sus  deprabadas  inten- 
ciones ,    apelaron  al  prurito   acostumbrado  de 
suponer  haber  echo  negocio  y  especulado  con  las 
miserables  cantidades  que  empleamos  en  un  país 
desierto  de  escasos  recursos,  á  beneficio  de  los 
cimientos  de  seis  poblaciones  que  se  fundaron 
ea  Goazacoalco  en  medio  de  mil  obstáculos,  de 
revoluciones  y  persecuciones,  saqueos,  atropella- 
mientos  y  amenazas,  que  los  opositores  de  los  pro- 
gresos de  la  nación,  y  eternos  enemigos  del  orden 
social  y  los  hombres  de  bien  nos  infiriérouj  y  al  fin 
parece  que  cierta  autoridad  se  dejó  influir,  mani- 
festando muy  poco  mundo,  y  olvidándose  de 
servicios  auténticos ,  sin  tener  presente  de  lo  que 
'  es  capaz  la  atrevida  ignorancia  escudada  con  él 
espíritu  del  sedicioso  partido  :  mas  con  todo  eso, 
firmes  en  nuestro  modo  de  pensar  y  principios, 
á  pesar  de  los  desayres  y  prevenciones,    y  de 
haberse  desatendido  nuestros  avisos  y  métodos , 
convirtiendo  lo  hecho  en  la  obra  de  Penelope , 
después  de  haber  atravesado  los  mares  con  la 
mira  de  arreglar  una  empresa  de  colonización , 


que  preveíamos  desgraciarse  por  desatender  lo» 
consejos  que  la  esperiencia  ,  la  humanidad  y  el 
ínteres  nacional  reclamaban,  sin  dejar  el  renglón 
de  la  mano,  espusimos  al  gobierno  general  y  á 
loa  de  otros  Estados ,  desde  el  consulado  mexi- 
cano en  Burdeos  ,  diversas  medidas  sobre  coloni- 
zación ,  y  entre  ellas  nos  referimos  á  las  repre- 
sentaciones que  con  fecha  3i  de  octubre  y  3o  de 
noviembre  de  i83o  dírijimos  al  primer  magistrado 
de  la  República,  y  á  la  que  por  conducto  del 
señor  diputado  don  Mariano  Micbelena  ,  enca- 
minamos al  augusto  congreso  de  la  Union  en  4 
de  octubre  de  i83i ,  y  se  insertan  al  fin  de  este 
opúsculo  para  conocimiento  del  público. 

Las  graves  medidas  que  en  dichas  esposicionei 
indicamos  ,  pueden  afectar  los  intereses  de  algu- 
nos egoístas,  y  quizá  el  espíritu  de  provincialismo 
y  los  hábitos  del  sistema  colonial  nos  declararán  la 
guerra;  sí  así  fuere ,  los  verdaderos  amigos  de  la 
federación  ,  y  celosos  defensores  de  la  integridad 
y  felicidad  de  la  República  tendrán  un  argumento 
mas,  de  que  una  pequeña  porción  de  Mexicanos, 
ni  comprenden  sus  deberes ,  ni  el  fondo  de  las 
instituciones  y  régimen  político  que  la  nación 
adoptó ,  y  que  se  pretende  un  imposible ,  esto 
es  ,  que  la  nación  marche  á  su  estabilidad  y  ade- 
lantos sociales  ,  sin  que  sus  magistrados  se  apre- 
suren á  trabajar  enérgicamente  y  á  desplegar  tas 
medidas  positivas  de  consoliJ  ación  y  prosperidad; 
pero  sean  Jas  que  fueren  las  prevenciones  que 


4» 
se  nos  susciten  ajamas  cambiaremos  de  modo  de 
pealar ,  por  cuanto  consagrado»  á  la  causa  gene-* 
ral  de  la  nación ,  sin  aspirar  á  .otra  cosa  que-á 
ser  útiles  ala  patria,  prescindiremos  de.losia^ 
tereses  de  pura  localidad  siempre  que  estén  en 
contradicción  con  los  de  la  comunidad.  Puede  ser 
también  que  se  alegue  en  contra ,  la  falta  de  re* 
cursos  y  escesi vos  gastos  que  la  creación,  pobla- 
ción y  fomento  de  siete  distritos  eligen;  pero 
á  los  cuitados  que  tal  piensen,  se  les  debería 
echar  en  cara  el  ningún  conocimiento  de  Jos,  re- 
cursos de  una  nación ,  que  en  el  simple  estado 
de  colonia  mal  administrada ,  ademas,  de  haber 
alimentado  la  disipada  corte  de  Madrid,  sostuvo 
por  siglos  con  sus  tesoros  las  islas  de  Cuba  y  ,de 
Luzon  ,  las  Floridas,  á  Guatemala , .  Cartagena 
de  Colombia  y  algún  tiempo  á  la  Luisiana,  creando 
y  poblando  á  costa  de  sus  sacrificios,  y.  sangre 
las  poblaciones  de  California ,  Nuevo  México, 
Mioqui  y  Guevavi,  que  el  abandono  y  la  pereza 
dejaron  destruirse  ,  y  que  el  país  de  Xamáulipas 
que  hoy  figura  como  Estado ,  fue  colonizado  y 
fomentado,  por  la  concurrencia  y  los  esfuerzos 
de  todos  los  Mexicanos,  cuando  en  virtud  det 
decreto  de  3i  de  mayo  de  1748  se  cometió  esta 
comisión  al  coronel  Escandon ,  en  cuyo  desem- 
peño obró  con  tanto  acierto  este  juicioso  militar, 
digno^de  la  gratitud  de  los  amigos  de  la  huma* 
nidad.y  adelantos,  que  como  dice  Villaseñor, 
eou  unos  cortos  auxilios  del  gobierno ,  casi  á  sus, 


i 


esperisas,  fundó,  Consolidó  y  hizo  'florecer  tiiñ* 
chai  poblaciones,  y  en  suma,  ayudando  dé'&fi 
genio  crió  una  provincia  á  pesar  de  las  contradic- 
ciones qué  Jas  anteriores  desgraciadas  empresas 
dé  Xuarigui ;  Montecuesta  y  Guevara  ministraban 
á  -  los  adversarios  dé  los  principios  del  patriota 
Escaridon ,  reconocédor  del  puerto  de  Sotolama- 
rina,  dé  cüyá  habilitación  y  fomento  dio  dicta* 
meii  favorable  ¿  según  Villaseñór ,  desdé  él  áñeí 
de  ¿743,  don  Juan  Rodríguez  marqués  de  Ál- 
tamira,  auditor  dé  guerra  del  coronel  Escandón.' 
A  las  indicaciones  qué  hicimos  en  las  preci- 
tadas esposiciones ,  añadimos  ahora  el  proyecto 
dé  éscitar  la  emigración  dé  la  China,  la  India 
Y  las  islas  del  Pacífico  para  colonizar  el  litoral  f' 
riberas  y  puertos  del  mar  del  sur.  En  todaS 
aquellas  regiones  del  Asia  es  abundante  la  po- 
blación ,  y  por  uña  feliz  coñbinacion  de  circuns- 
tancias,  no  sera  difícil  á  un  gobierno  hábil  y 
emprendedor  atraer  una  considerable  emigración, 
especialmente  del  Indostan ,  cuyos  habitantes 
laboriosos,  económicos  y  acostumbrados  á  un 
clima  análogo  al  de  las1  costas  de  México,  sé 
prestarían  gusto$  á  transmigrar ,  sienipre  que  sé 
les  costease  el  pasbge ,  y  distribuyese  tierraá  y 
goces  sociales  con 'generosidad  en  las  inmedia- 
ciones de  los  puertos  dte  HuatiiFco,  Siguantanejqj 
Zácatula  ,  Manzanillo,  Navidad  ,  Valle  de  Ban- 
deras,  Gbacala,  Mazátlan,  y  en  las  márgénéi 
de  los  ríos  Verde  de  Jamiltepec ,  Yopes  ,  *Mefc«i 


4» 

tal»,  ToJploUaa,  Cañas,  Mayo,  Sonora  y:  Za~ 
guapas ,  puntos  escelentes  por  su  situación  jen* 
tajosa  para  el  coúxercio ,  y  acomodados  por  la 
feracidad  de  su  clima  y  susceptibilidad  de  sus 
productos ,  á  formar  las  bases  de  una  inmensa 
población ,  la  fuente  de  un  Tasto  comercio  y  el 
semillero  de  la  marina  nacional ,  que  una  admi- 
nistración esclarecida  deberá  tratar  de  fomentar, 
ti  quiere  florecer  y  aspira  á  conservar  las  Califor- 
nias ,  y  no  dejarse  imponer  la  ley  de  laa  potea^ 
cías  marítimas  que  la  circundan,  y  trafican  el  li- 
toral del  grande  occéano  que  está  dominapdo 
Jflexico, 

Para  emprender  ■  un  sistema  de  población  pu 
grande,  y  digno  de  un  imperio  como  México  sobre 
el  litoral  y  riberas  abordables .  del  Atlántica,  ya 
indicamos  en  la  esposicion  relativa  á  la  colonizar 
ciondeGoazacoalco,  y  en  otra  obrila  que  pronto 
saldrá  á  luz  sobre  este  interesante  país,  la  medida 
de  favorecer  el  residuo  de  la. población  de  gente 
de  color  y  demás  familias  sin  propiedad  de  las 
Antillas  y  la  Luisiana :  estas  clases  recomendables 
por  su  energía,  y  aun  su  industria  y  civilización, 
mucho  mas  adelantadas  que  la  especie  de  babui- 
nos que  habitan  las  costas  orientales  de  la  Repú^ 
blrca  como  todos  saben  existen ,  arrastrando  una 
suerte  efímera  y  vilipiendiosa  á  manera  de  islptas, 
sin  gozar  de  los  derechos  comunes  de  hombres  en 
su  propia  patria,  y  por  consiguiente  deben  estar 
predispuestos  á  abandonar  el  ingrato  suelo  na- 


tal,  y  adoptar  una  patria  generosa  que  á  la  vez 
les  ministre  lo»  medio»  de  existencia  honrosa ,' 
goces  sociales  y  tierras ,  coa  los  medios  de  ade- 
lantar ,  y  costeándoles  el  transporte  de  sus  fami- 
lias, irían  á  centenares  á  establecerse  en  los 
puertos  y  barras  de  Sotolamarina  >  Tampico» 
Tamiagua  >  Tuxpao-  9  Tecoiuta  ,  Veracruz  9  Án- 
tonlizardo,  Pa  paloa  pan ,  Son  teco  mapa ,  Goaza- 
coalco ,  Toneladas,  Gupilco ,  Ghiltepec,  Santana, 
Tabasco,  laguna  de  Términos,  Champoton, 
Campeche ,  Sisal  y  Bacalar ,  y  en  las  riberas,  de 
los  ríos  Sarabia  >  Zongolica ,  Tonto ,  Guaspala , 
Lalana  de  Tuxta,  Tancochapa,  Uspanapan, 
Mixes ,  Sanapa ,  Palizada ,  Zendales ,  Osuma- 
cmta  y  Hondo  -9  cuyos  puntos  no  menos  venta- 
josos para,  el  cultivo  y  el  comercio  que  los  del 
Pacífico ,  hoy  desiertos  ó  débilmente  habitados  , 
abundan  de  valdios  y  tierras  amortizadas  exce- 
lentes 9y  se  están  brindando  a  unas  gentes  adir 
matadas  y  acostumbradas  á  las  plagas  propias  de 
tierra  caliente  •  de  manera  que  con  cincuenta  ó 
cien  familias  reunidas  con  las  mexicanas  ,  habi- 
litadas y  sostenidas  el  primer  año  por  el  gobierno, 
se  echarían  los  cimientos*  de  una  prosperidad  y 
tráfico  sin  límites,  y  en  breve  México  (dígase  lo 
que  se  dijere  por  los  que  no  saben  apreciar  sij 
ventajosa  situación  y  elementos  materiales)  ten- 
dría puertos  en  forma ,  y  no  en  los  planos  9  con- 
taría con  una  respetable  marina  fomentada  por 
el  cabolage  y  la  población  de  las  costas ,  y  des» 


pues"  de  'adquirir  un  comercio  positivo  de  per* 
mutas  y  cambios  de  productos  de  su  suelo»  se 
haría  respetar ,  colocándose  en  el  catálogo  de 
las  potencias  marítimas. 

La  crítica  posición  de  las  Antillas  y  su  paráli- 
sis ,  amagadas  como  están  del  movimiento  con-» 
vulsivé  de  una  revolución  desastrada  y  la  mas 
terrible ,  facilitaría  este  proyecto  á  la  vez-  fácil  y 
económico  por  las  circunstancias  y  proximidad  ; 
qsí  es  que  con  solo  el  nombramiento  de  agentes 
activos  y  la  reunión  de  algunos  fondos ,  esclusi- 
Vamenté  aplicados  á  los  gastos  de  trasporte  y  ha- 
bilitación de  las  familias,  exigiendo  en  los  puertos. 
y  puntos  marítimos  mas  próximos  á  los  distritos 
coló nizab les,  sociedades  ó  juntas  del  fomento  de 
población  compuestas  de  nacionales  y  estraogq- 
ros,  que  como  se  practica  en  los  Estados-Unidos, 
cuiden  de  la  recepción  y  dirección  de  las  familias 
á  sus  destinos ,  ministren  lo  que  necesitan  y  sa- 
tisfagan el  costo  de  los  pasages  ajustados  por  los 
agentes  del  gobierno  en  los  países  estrangeros;  y 
finalmente  dando  ana  ley  de  colonización  franca,' 
liberal  y  bien  oonbinada  ,  que  correspondiendo 
á  la  generosidad  y  dignidad  de  la  nación,  se  des- 
poje de  esas  ideas  mezquinas  y  resentidas  del  sis- 
tema colonial  intolerante  ,  que  lejos  de  escitar  el 
espíritu  de  fomento,  lo  ahuyentan  y  nos  descon- 
ceptúa. Las  leyes  de  la  materia  existentes  son  mas 
bien  de  proscripción  y  embarazos  que  de  alicien- 
tes de  colonización;  la  única  ley  racional  de  18 


de  agosto  de  t8a4  es  absolutamente  ilusoria  ,  y 
la  de  6  de  abril  de  i83o  complicada,  se  resiente 
de  las  circunstancias,  es  absurda,  ineficaz  y  con- 
tradictoria, por  cuanto  exige  al  gobierno  general 
comprar  valdíos  ,  que  sin  valor  se  donan  gratui- 
tamente á  los  aventureros ,  y  nadie  negará  que 
es  anti-nacional  y  grosero  poner  al  gobierno  pa- 
tricio de  peor  condición  que  á  los  estrangeros  ,  y 
en  suma  ,  por  los  motivos  esptanados  en  las  dis- 
posiciones que  sobre  el  particular  dirijimos  al 
gobierno.  A  fin  de  animar  á  los  capitanes  á  con- 
ducir el  mayor  número  de  familias  posible  á  pre- 
cios cómodos,  seria  oportuno  que  se  les  rebajase 
ó  dispensase  el  dereclio  de  tonelage  á  proporción 
de  las  familias  que  condujesen. 

Espresamente  bemos  omitido  hablar  de  la  po- 
blación de  Texas  ,  márgenes  de  los  ríos  Bravo  , 
Zaguanas  ,  isla  de  Tiburón  y  California  superior, 
porque  en  general  deseamos  que  los  fértiles  val- 
dios  de  estos  hermosos  paises  se  apliquen  al 
cultivo  y  radicación  de  escogidas  familias  estran- 
geras ,  y  al  repartimiento  de  los  militares  mexi- 
canos. 

Consolidadas  nuestras  instituciones  ,  y  el  espí- 
ritu de  quietud  y  orden  social  establecido,  los 
depositarios  del  poder  deben  tratar,  y  la  nación  y 
aun  los  mismos  militares  convencerse  que  en  una 
república  bien  ordenada ,  sienta  mal  un  ejército 
superior  á  las  necesidades  y  medios  de  sostenerse 
y  sobre  todo  amenazante  ,  considerado  como  el 


4fc 

mas  $ficar  aliciente  de  la  tiranía ,  y  ek  espediente 
je  qjoe  -a  cada  paso  se  vale  la  ambición  con  pre- 
testos  aparen  tes  indignos  de  un  pueblo  libre,  para 
dar  pábulo  á  las  facciones  y  llevar  la  desolación 
y  el  terror  al  seno  de  las-  familias  ,  usurpando  4 
nombre  de  la-  patria»  que  está  clamando  por  el 
orden,  y  la  felicicUd  el  poder  supremo,;  depositado 
por  el  pacto  sooial  y  la  voluntad  de  los  pueblo* 
4n  los  magistrados  llaojados  por  la  ley,  que  todos 
los  ciudadanos  (  no  importa  sus  grados  y  gerar-r 
quia  )  deben  respetar  siempre  que  cumplan  sus 
obligaciones ,.  y  en  casos  contrarios  apelar  no  ala 
fuerza  armada ,  sino  á  los  medios  que  las  leyes  y 
U  razón  demandan  9  y  que  si  sqn  fundada»  las 
quejas ,  no  serán  desatendidas  por  los  represen^ 
tantos' del  pueblo  elegidos  con  sensatez  y  garantías 
positivas  de  probidad  yjjusticia. 

Guando  en  un  país  libre  se  trata  de  sostener 
numerosas  legiones ,  pasado  el  peligro  en  que  la 
patria  pudo  exigir  este  sacrificio  á  los  ciudadanos, 
ademas  de  ser  un  gasto  superfluo  de  dinero  y  gen- 
tes i  es  nocivo  y  pernicioso  por  cuanto  la  milicia , 
fuera  de  los  casos  de  la  defensa  de  la  patria  que 
es  uno  de  los  deberes,  mas  sagrados  del  hombre  , 
esteriliza  la  industria  general ,  empobrece  las  na- 
ciones ,  y  haciéndose  difícil  cubrir  las  atenciones 
del  spldado  con  puntualidad ,  falta  la  estricta  dia- 
tiípliaa,  y  la  desmoralización  es  el  consiguiente  : 
á  mayor  abundamiento ,  no  siendo  político  ni 
eco  veniente  mantener  un  grande  ejército  reu- 


44? 
nido,  por  necesidad  hay  que  diseminarlo,  y  á  la 
distancia  en  un  vasto  suelo  como  el  nuestro  ,  es 
casi  imposible  hacer  cumplir  la  obediencia  pasiva 
que  prescriben  las  ordenanzas  á  las  autoridades 
públicas ,  especialmente  en  medio  de  un  pueblo 
naturalmente  tranquilo,  que  en  fuerza  de  repeti- 
das asonadas  puede  llegar  á  contaminarse  del  ma- 
yor mal  de  las  sociedades ,  la  insubordinación  ; 
todas  estas  causas  persuadirán  á  nuestros  sensatos 
compatriotas  ,  de  la  necesidad  y  conveniencia  de 
modificar  el  ejército  ,  conveniencia  que  se  puede 
conciliar  con  utilidad  de  la  patria  y  el  interés  de 
nuestros  juiciosos  militares,  que  en  general  tan 
valientes  como  pundonorosos  ,  la  mayor  parte  de 
laoGcialidad  y  casi  todos  los  soldados  están  tan 
distantes  de  haberse  desviado  de  la  senda  del  ho- 
nor y  cumplimiento  de  sus  obligaciones  ,  que  en 
obsequio  de  la  justicia  afirmamos,  nos  constan  sus 
nobles  sentimientos  y  aspiraciones  á  dejar  la 
carrera  que  por  ideas  generosas ,  v  no  por  espí- 
ritu de  ambición  y  mucho  menos  de  Inclinación 
á  vivir  sobre  el  país  ,  abrazaron  cuando  la  patria 
los  necesitó ;  y  esta  predisposición  se  manifestó 
en  i8a3  cuando  se  trató  de  colonizar  á  Goaza- 
roalco  ,  para  cuya  empresa  se  subscribieron  con 
entusiasmo  innumerables  oficiales  de  todas  gra- 
duaciones, y  no  tiene  duda  que  si  el  gobierno  hu- 
biera favorecido  el  proyecto  activamente,  habrían 
cumplido  su  palabra,  y  á  su  ejemplo  seguido  otros 
muchos  que  en  1836  se  nos  brindaron  en  México, 


iu 

Puebla  y  Jalapa,  porque  dígaselo  qcte  ée  dí\été 
del  carácter  dé  los  Mexicanos,  na  existe  sofera  la 

■  * 

tierra  pueblo  mas  dócil  y  bien  dispuesto  cuando  se 
le  sabe  conducir  á  su  bienestar;  cuya  inapreciable 
condición  y  virtud ,  por  desgracia  de  la  nación  9 
basta  ahora  ninguna  administración  ha  sabido 
estimar  y  sacar  partido ;  pero  es  evidente  qtifetoor 
habieúdo  degenerado  de  tan  bellas  feuaíidádés¿ 
siempre  sufrida,  bondadosa  y  amante  de  su  felici- 
dad ,  la  providencia  que  vela  por  sus  destinos/  le 
deparará  un  genio  9  un  solo  grande  hombre  cfttó 
saque  partido  dé  tan  brillantes  prendas  y  la  con- 
diuca  á  su.  dicha  y  bienestar;  y  este  secreto  no  "es 
un  misterio;  consiste  en  proporcionarle  los  me- 
dios de  trabajar  con  utilidad  y  provecho,  bajo  ira 
método  liberal  y  generoso  :  no  hay  pueS  motivo 
paja  desmayar ,  ,y  contándose  con  las  disposi- 
ciones é  idoneidad  de  los  militares  de  todas  cla- 
ses, es  preciso  que  el  gobierno  se  ocupe  de  un  plan 
en  grande  para  convertir  á  estos  bravos  en  otros 
tantos  grandes  propietarios ,  distribuyéndoles  en 
propiedad  ,  y  libres  de  toda  carga  y  gavela,  los 
valdiQvdé  mejor  calidad  de  la  pro vincia  de  Texas, 
Californias,  y  ¿iberas  fie  los  ríos  Bravo  y  Za^uanas, 
habilitándolos  de  los  recursos  necesarios  á  su  cul- 
tivo y  trasporte. 

El  sabio  legislador  de  los  Romanos ,  Ñama  ^ 
al  dedicar  á  su  ejército  al  cultivo  de  las  tierras  r 
repartiendo  al  soldado  las  conquistadas  ó  las  que 
permanecían  incultas ,  dio  pruebas  de  una  filo- 


445 
sofid  y  política  consumadas,  considerando  anexa 
á  esta  inocente  y  lucrativa  ocupación  el  aumento 
de  la  riqueza  de  la  población ,  de  la  moral,  buen 
orden  y  disciplina,  porque  veia  la  vida  del  campo 
como  un  Bel  guardián  de  la  inocencia  J  como 
una  escuela  de  simplicidad  ,  frugalidad  ¡  energía 
y  el  destierro  de  la  mendicidad  y  de  todos  los 
vicios  que  trae  consigo  la  vagancia,  en  oposición 
de  las  virtudes  sociales  que  deben  caracterizar  á 
un  pueblo  republicano.  Los  resultados  justifi- 
caron plenamente  las  miras  del  legislador ;  los 
desórdenes  de  un  pueblo  inquieto  se  calmaron, 
y  la  agricultura  fue  no  solamente  una  felicidad 
pública  ,  sino  que  formó  el  pueblo  mas  sabio , 
mas  virtuoso  y  hábil  en  la  profesión  de  las  ármas^ 
siendo  desde  entonces  muy  frecuente  en  Roma 
en  los  tiempos  mas  difíciles  sacar  del  arado  á  los 
cónsules  y  generales  ,  que  después  de  haber 
triunfado  de  las  disensiones  intestinas  ó  de  los 
enemigos  estraños  ,  celosos  de  la  gloria  republi- 
cana ,  volvian  á  ocuparse  del  laborío  de  las  tierras 
con  sus  manos  triunfales  ,  las  que  gloriosas  del 
honor  que  recibían,  en  sentir  de  un  historiador, 
parecía  que  á  porfía  retribuian  con  profusión 
en  justo  retorno  sus  frutos  y  riquezas. 

El  inmortal  congreso  americano  que  proclamó 
primero  en  la  tierra  de  Colon  los  derechos  del 
hombre  y  la  libertad  é  independencia  de  Amé- 
rica, inspirado  por  el  nuevo  Cincinato,  el 
tal  Washington,   siguió   también  el  ejempl 


inmor- 
ilo  del 


44* 
tara»  romano,  aplicando  é  los  ciudadanos  de* 
fensores  de  su  patria  al  «altivo  de  las  tierna. 
1  Y  con  tan  nobles  modelos  no  se  estimularan  k* 
Mexicanos  l 

•  Al  efecto  indicamos  entre  otros  medio*  -f  un» 
ley  de  población ,  premios  y  fomento ,  aplicada 
esclusivamente  i  loa  militares  y  empleados  cen- 
santes i  y  por  apéndice ,  á  las  fknrilitó  estrange* 
ras  y  nacionales  titiles  ,  que  en  fuerza  de  sus  e** 
tinados  y  alicientes^  esrite  voluntariamente  á  este 
género  de  ocqpacion  bonrosá  y  útil  á  los  que  lar 
adopten ,  y  á  iú  vez  de  la  mas  alta  importancia 
al  reposo ,  prosperidad  y  garantías  de  la  paz-in* 
tenor ,  riqueza  territorial  é  integridad  de  la  Re- 
pública. 

La  ley  de  población  y  premios  debe  tener 
por  bases  la  liberalidad  y  los  incentivos  paite  que 
surta  el  efecto  que  se  proponga  el  legislador  f 
así  es  que  ademas  de  un  terreno  en  propiedad , 
proporcionado  al  grado  ya  los  servicios  hecho* 
á  la  patria  con  arreglo  á  las  épocas  que  se.  desi~ 
gnen,  sin  mas  condición  que  su  cultivo  ó  pobla-» 
cíon  de  ganados  en  determinado  tiempo,  á  fin 
de  escitar  el  laborío  y  beneficio,  se  deben  capi- 
talizar los  sueldos  con  arreglo  á  las  probabilida- 
des de  la  vida ,  entregando  una  parte  del  sueldo 
capitalizado,  por  ejemplo  una  tercera,  á  los  inte* 
resados,  luego  que  se  subscriban ,  en  el  punto 
que  eligiesen ,  ó  decida  la  suerte ,  recibiendo  en 
el  lugar  de  su  residencia  lo  necesario  para  trans- 


«- 

bordarse  con  sus  familias  si  las  tuvieren,  ademas 
del  pasage  costeado  si  el  viage  se  emprendiese 
por  mar ,  una  casa  provisional  con  las  provisio- 
nes necesarias  de  utensilios  y  -víveres  el  primer 
año ,  reservándose  el  gobierno  el  resto  del  ca- 
pital para  formar  un  fondo,  que  á  manera  de 
banco  haga  circular  en  billetes  de  créditos  con 
un  corto  ínteres ,  la  canutad  que  adeuden  los 
Estados  ,  obligándose  estos  á  satisfacer  exacta- 
mente los  réditos  á  los  tenedores,  y  parte  tam- 
bién emitiendo  billetes  de  banco,  designándoles 
por  hipoteca  cierta  cantidad  de  tierras,  que  aun- 
que reguladas  en  un  principio  á  un  precio  ín- 
fimo ,  como  debe  ser  para  inspirar  confianza , 
ellas  subirán  de  estima  a  proporción  de  los  ade- 
lantos del  cultivo  de  los  distintos  en  cuestión, 
bien  calculado  todo ,  no  dejarán  de  apreciarse 
en  el  mercado,  siempre  que  se  paguen  con  pun- 
tualidad los  intereses  de  un  tanto  por  ciento. 

Con  el  capital  reservado  ,  v  el  producido  del 
papel  de  crédito ,  se  atenderá  á  los  pobladores 
mensualmente,  basta  satisfacerles  en  cantidades 
parciales  el  total  de  sus  sueldos  en  el  término 
que  prudentemente  fije  la  ley ,  constituyendo 
una  junta  nombrada  por  los  interesados  y  pre- 
sidida por  un  agente  del  gobierno  responsable, 
que  corra  con  el  manejo  y  distribución  de  los 
caudales  y  el  banco  conforme  á  la  ley ;  bien  en- 
tendido, que  los  fondos  necesarios  para  entregar 
de  contado  una  tercera  parte  á  los  colonos,  gas- 


44* 
tos  de  viage,  habilitación  de* Iqs  objetos  emm* 
ciados .  al  poblador  agraciado,  de  la  admiiustra^ 
cionde  los.  distritos  cultivables  y  el  banco,  y  ras 
agentes  deben  designarse  y  administrarse  inde- 
pendientemente del  gobierno,  y  graduarse  com- 
petentemente al  fomento  de  los  militares ,  em- 
pleados y  familias  estrangeras ,  á  quienes  se  les 
habilitará  á  la  par  de  las  mexicanas  concurren- 
tes ,  con  las  mismas  cosas ,  y  ademas  se  les  eos* 
teará  el  pasage  desde  el  punto  de  su  embarque 
en  Europa  ó  en  América.  .    •  ¿- 

Con  una  providencia  de  esta  naturaleza ,  que1 
en  su  espíritu  y  esencia,  lejos  de  perjudicar  pre- 
mia y  beneficia  á  los  servidores  de  la  patria,  reu- 
nida á,  las  predisposiciones  naturales  de  la  oficia- 
lidad y.  soldadesca,  á  dejar  la  carrera  según  he- 
mos  demostrado ,  y  lo  acredita  la  continua  baja 
del  ejército  y  la  repugnancia  de  los  indígenas  y 
mestizos,  que  son  los  que  por  la  costumbre  for- 
man el  ejército  de  la  República,  no  tiene  duda: 
que  nuestras  legiones  se  reducirían  al  numera 
efectivo  de  1 2  á  1 5  mil  hombres ,  que  cuañdcf 
mas  convienen  y  se  necesitan  para  atender  la» 
fronteras,  los  presidios  y  las  pocas  plazas  de  ar- 
mas y  puertos  que  contamos  ¿  y  si  en  una  mo- 
narquía constitucional  amagada  por  la  siniestra 
política  del  despotismo  estrangero,  dijo  un  cé- 
lebre mariscal,  que  en  materia  de  ejército  no  es 
la  cantitad  sino  la  calidad  la  que  se  debe  apre- 
ciar, -  que  él  ejército  mexicano  reducido  á  su  tipo 


449 
Terdadero  y  correspondiente  á  uo  pueblo  libre, 
se  encamine  á  la  mejor  y  mas  exacta  disciplina  y 
moralidad  del  soldado,  proporcionándole  todas  las 
conveniencias  de  educación  é  instrucción,  y  en-- 
tetes  de  campaña  de  que^basta  ahora  ha  carecido, 
en  lugar  de  ese  estremado  y  ridículo  lujo  v  os- 
tenta, que  algunos  espíritus  superficiales  y  vanos, 
pretenden  imbuirle ,  y  él  seguirá  prestando  ser- 
vicios especialmente  ¿i  se  consigue  aplicarlo  ala, 
abertura  de  caminos  y    otras  obras  púbücas  i 
_  ejemplo  de  los  Romanos,  y  cuando  mas  adoptar 
en  sus  uniformes  esclusívamente  los  colores  na- 
cionales. ■     .        ■     .■« 
Pero  los  partidarios  de  la  permanencia  de  un-' 
grande  ejército,  replicarán  que  esto  -no-  puede 
ser,  porque  estando  la  nación  en  fierra  con  Es- 
paña, y  asestada  de  los.  tiros  de  los  déspotas  de1 
Europa,  correría  un  gran  peligro  la  indepen- • 
dencia   y  libertad;    mas    aun    cuando  esto  sea' 
cierto  respecto  á  lo  primero,  es  necesario  que' 
los  Mexicanos  se  conYfgjgtm  de  sus  fuerzas  mn-  *' 
*±  terrales,  y  que  en  virf.M0Re*  ellas.y  de  la  consol}-" 
dación  de  sus  instituciones,  mantenimiento  del-1 
Orden  público  y  observancia  de  lasJeyes^su  in-i  ■ 
TÜependencia  y  libertad  son-irrevocables,  y  iodos 
los  esfuerzos  de  su  natural  enemiga  y  adversarios 
serán  en  vano,  si  estas  apreciables  circunstancias 
se  consiguen;  pero  sin  ellas,  inútiles  serian  puede 
ser  considerables  ejércitos ,  y  tarde  ó  temprano ' 
sin  orden  ni  leyes  sucumbiríamos,  cuando  no  al 


.45. 

ignominioso  jugo  cstraogero ,  á  uncirnos  con  la 
dura  coyunda  de  la  tiranía  doméstica ,  y  envile- 
cidos quizá  arrastraríamos  cadenas  doradas.  Reú- 
nase la  nación,  amalgámense  los  panidos.de 
buena  fé,  y  ella  con  el  tafnocimiento  de  su  fuerza, 
adquirirá  los  sentimientos  de  confianza  y  genero- 
sidad ,  y  entonces  las  virtudes  y  el  patriotismo 
formarán  su  antemural,  y  un  enjambre  de  legio- 
nes de  los  ciudadanos  mas  interesados  en  su  inde- 
pendencia y  libertades  públicas ,  serán  los  mas 
firmes  apoyos  del  orden  social  y  las  instituciones. 
Apélese  por  una  ley  formal  á  la  institución  mas 
republicana,  que  á  la  vez  ofrece  mayores  garan- 
tías que  un  grande  ejército  á  la  causa  pública  y  á 
los  magistrados  verdaderamente  liberales ,  que 
deben  regir  un  pueblo  libre;  fórmense,  decimos, 
guardias  cívicas  nacionales  de  todos  los  ciudada- 
nos que  cuentan  con  algo,  tienen  que  conservar 
y  contribuyen  á  las  cargas  públicas  ,  y  la  nación 
contará  con  mas  de  medio  millón  de  soldados 
que  desde  luego  vigilarán.. como  centinelas  alerta 
del  orden  y  policía  deph  grandes  poblaciones  , .  ' 
y  en  el  campo  de  la  seguridad  de  los  camino»,  ' 
sin  pesar  al  pueblo,  y  sin  perjuicio  de  la  agricul- 
tura y  población ,  conforme  se  practica  en  los1' 
'Estados-Unidos  y  con  particularidad  en  Francia, 
cuya  guardia  nacional  puede  servir  de  modelo  á 
México. 

Y  si  de  la  reunión  de  la  nación  se  esperan  su 
esencial  fuerza  y  generosidad ,  de  estas  han  de 


45, 
venir  los  sentimientos  de  humanidad ,  pues  así 
como  los  partidos  siempre  débiles  y  descon- 
fiados ,  son  por  su  naturaleza  constantemente 
intolerantes  y  crueles  ,  cuando  la  nación  go- 
bierna ,  cuando  afortunadamente  ella  llega  á 
ser  la  arbitra  y  legisladora  de  sus  destinos  y 
régimen,  la  pena  de  muerte  por  delitos  políticos 
debe  desterrarse  ,  y  depararse  un  asilo  sagrado 
á  los  que  los  cometan.  La  isla  de  Tiburón  amena, 
salutífera  y  bien  situada ,  convida  á  formar  este 
establecimiento  de  fílanlropia  y  utilidad  nacional; 
ella  parece  que  está  babitada  por  tribus  mansas 
fáciles  de  ganarse  para  Ter  de  poblarla  con  los 
Mexicanos  descarriados  por  opiniones  políticas  , 
sin  desalojar  á  los  indígenas.  No  hay  necesidad 
de  imitar  en  esta  parte  á  nuestros  vecinos,  que 
á  fuerza  de  despojos  ,  van  formando  sin  pensar 
un  conjunto  de  bordes  poderosas  mas  allá  de  la 
derecha  del  Misuri  y  las  montañas  de  Stoni,  que 
con  el  tiempo  amenazarán  á  N.  México  y  las 
Californias.  La  administración  mexicana  debe 
seguir  otra  política  mas  sana,  y  al  poblar  los  dis- 
tritos de  Texas,  Bravo,  Apaches,  Osumacinta  , 
Zaguanas  y  Timpanoyos ,  no  se  ha  de  tratar  de 
ahuyentar  á  los  naturales,  sino  ganárseles  y  por 
los  medios  mas  prudentes  establecer  con  ellos 
relaciones  de  buena  fé  ,  á  fin  de  atraerlos  al  gre- 
mio de  la  República  civilizándolos  y  proporcio- 
nándoles educación  civil  y  religiosa  á  sus  hijos, 
en  las   escuelas  y    establecimientos   coloniales. 


45* 

También  seria  conveniente  tratar  de  poblar  pop 
los  vagos  y  mal  entretenidos ,  i  las  islas  Marías  f 
de  San  José  Cerraibo  y  demás  del  golfo  de  Cali- 
fornias, cuya  disposición  facilitaría  el  fomento 
de  la  pesca  de  badiana,  cachalotes  carey,  coral  y 
perlas  de  que  parece  qw  abunda  á,  la  par  la  isla 
de  Tiburón. 

Echados  los  fundamentos  de  los  siete  distrito» 
que  indicamos ,  no  se  crea  que  se  ha  puesto  el 
sello  a  la  población  de  las  fronteras;  estos  no  son 
mas  que  loa  cimientos ;  es  preciso  ligar  á  N« 
México  con  los  Estados  de  Chihuahua  y  Sonora, 
colonizando  el  terreno  del  Muerto  de  mas  de  4o 
leguas  de  desierto  intermedio  ;  las  antiguas  pro- 
vincias de  Mioqui  y  Guevavi,  y  algo  del  Bolsón 
de  Mapimí,  persuadiéndose  que  sin  esta  medida 
en  grande,  Aztlan,  Sonora,  Chihuahua,  Goha- 
huila  y  N.  León  que  denominaríamos  Huali- 
huises,  corren  riesgo  de  ser  invadidos,  y  desolados 
sus  campos  y  habitantes  de  las  tribus  belicosas 
de  los  Comanches  y  Lipanes ,  y  ademas  pudiera 
ser  muy  bien  que  las  bordes  de  los  indígenas  del 
Norte  América  ,  impulsadas  imprudentemente 
acia  el  sur ,  llegaran  un  dia  á  transmigrar  de  las 
altas  riberas  del  Misuri  y  montañas  Rocheuses , 
y  apoderarse  ó  incursar  al  territorio  fértil  y  tem- 
plado de  estas  comarcas,  y  reunidos  con  las  tribus 
independientes  errantes,  ser  funestos  á  los  Estados 
boreales^  males  remotos,  pero  posibles  que  un 
gobierno  previsor  debe  tratar  de  evitar  y  prever 


453 

nirse  ,  oponiendo  una  línea  de  poblaciones  y 
presidios  militares ,  que  á  la  vtt  atraigan  á  los 
indígenas  errantes  á  la  civilización,  y  de  macera 
que  contengan  sus  incursiones  y  sé  estiendán 
las  líneas  de  nuestras  fronteras  por  todas  aquellas 
regiones,  que  perteneciendo  á  la  República  no 
se  pueden  asegurar,  ni  sacar  partido  de  ellas  sin 
lá  población  y  el  cultivo ;  y  si  algún  piadoso  sa- 
cerdote mexicano  inspirado  de  Dios ,  fundara 
una  congregación  de  misioneros  útiles  y  labó¿ 
riosos,  que  como  los  antiguos  jesuítas  de  Mélico 
crearan  pueblos  civilizados  y  cultivadores  , 
¡cuanto  adelantarían  y  se  consolidarían  todos 
éstos  establecimientos ,  con  el  auxilio  de  la  re- 
ligión y  pasto  espiritual  dé  sacerdotes  piadosos 
y  celosos  de  la  felicidad  y  bienestar  de  los  hom- 
bres! Entretanto,  y  puesto  que  en  México  no  hay 
religiosos  que  aspiren  a  esta  obra  evangélica , 
nos  parece  conveniente  que  Sé  pidan  misioneros 
de  las  congregaciones  dé  San  Vicente  de  Paul  y 
Barnabitas  al  efecto ;  estos  padres  Van  volunta- 
riamente á  ejercer  su  ministerio  á  los  Estados- 
Unidos,  y  si  se  les  solicita  para  nuestros  estable- 
cimientos no  se  rehusarían. 

A  fin  de  estimular  á  los  párrocos  que  se  de- 
signen ,  á  lá  ádminisiracion  de  los  distritos ,  si  *• 
adopta  el  sistema  que  enunciamos ,  el  gobierno 
podría  interesar  lá  concurrencia  y  el  celo  de  \ú% 
pastores  espirituales,  para  que  tas  capellanías  de- 
nominadas de  juridevotuto  (que    por  haberse 


V 


454 
estinguido  1*8  personas,  ó  familias  <|ue  conforme 
á  la  mente  de  los  fundadores  debían  disfrutarte, 
no  hay  qnien  las  reclame,  y  hasta  ahora  en  *et 
4e  apuparlas  á  los  curas  pobres ,  se  han  donado 
á  esos  favoritos  capellanes ,  ó  abates  cortesanos 
que  $on  el  esqandalo  de  h.  socie4ad,  y  en  general 
hacei}  poco  honor  al  sacerdocio,  pasando  la  vida 
en  los  paseos,  teatros,  cafés  y  tertulias),  se  colasen 
única  y  esquivamente,  lo  mismo  que  l?s  de 
temporalidades  á  los  ministros  del  culto  de  los 
establecimientos  coloniales ,  y  4  l$>s  <?apelhmes 
de  ejército  y  marina. 

La  población  central  de  los  Estados  mediter- 
ráneos equinpcciales,  es  de  consideración  en  casi 
tollos  los  ángulos  fértiles  y  bien  situad  q^;  mas 
siendo  en  general  1$  mayoría  de  indígenas  pobres, 
y  poblaciones  despojadas  ó  escasas  de  las  tierras 
que  la  mente  de  la  ley  quiso  designarles,  y  en  su 
yirtud  existeQ  muchos  pueblos  en  litis  para  con- 
seguidlas con  grave  perj inicio  de  sus  intereses  y 
bien  estar,  en  obvio  de  estos  males  y  en  obsequio 
de  lo$  aumentos  de  la  agricultura  y  población, 
seria  del  mayor  iqtgres  que  las  autoridades  su- 
premas de  la  Union  y  los  Estados,  comprasen 
al  crédito  ó  al  contado ,  autorizados  por  una  ley 
al  intento,  todas  las  tierras  eriales  ó  poco  pobladas 
de  gallado  y  sin  cultivo  ,  que  existen  casi  aban- 
donadas, como  las  de  los  dominicos  de  Oaxaca, 
y  Chispas,  situadas  en  el  departamento  de  Te- 
huantepec,  contiguas  á  los  pueblos  denominados 


455 
del  Mar,  que  yacen  sin  un  palmo  de  tierra  ,  al 
paso  que  estos  religiosos  mantienen  abandonadas 
inmensas  haciendas  de  escelentes  terrenos,  desde 
que  los  frayles  Españoles  vendieron  el  ganado  , 
quizá  para  traerse  ó  enviar  á  España  el  dinero. 
Igual  medida  se  deberia  adoptar  con  las  de  esta 
clase,  y  los  mayorazgos  ó  herencias  que  disfrutan 
los  estrangeros  no  residentes  en  la  República, 
fijándoles  un  corto  plazo  para  que  las  vendiesen, 
y  aun  estrecharlos  á  ello  bajo  de  penas  de  per- 
derlas ;  con  esta  providencia  se  satisfaría  en 
parte  á  los  antiguos  propietarios  naturales  re- 
partiéndoles cierta  cantidad  á  los  individuos  eu 
eafiteusis  ,  y  á  las  parroquias  para  sus  gastos 
de  fábrica  y  culto ,  y  el  resto  distribuirlo  entre 
los  militares,  que  por  sus  enfermedades,  heridas 
y  edad,  no  pudiesen  ir  á  establecerse  á  los  países 
mas  remotos. 

«  En  los  Estados-Unidos  de  América  (dice  con 
mucho  tino  el  autor  de  los  Elementos  de  Ha- 
ciendá)e\  número  de  propietarios  agricolas  creció 
desde  el  año  1774  al  ae  '799  a^  compás  del  cul- 
tivo de  sus  valdios;  este  siguió  la  razón  de  20  á 
36  :  de  6  á  16  la  estraccioa  de  sus  producciones, 
y  de  4  á  16  la  cantidad  del  metálico  circulante. 
La  provincia  de  Avila  en  España ,  que  el  año  de 
i8o4 contaba  46>4'  1  fanegadas  de  terreno  perte- 
necienles  á  propietarios  que  las  labraban  por  sí 
mismos ,  y  4g°>844  *  cuerpos  inmortales  y  ar- 
rendatarios cuyo  número    ascendía  á  1  i65  :  á 


*     4% 

i6o3  el  de  los  propietarios,  y  á  77  J(  el  de  10*  jor- 
naleros, presentaba  uq  valof  igual  a  43*588,348 
reales  ea  los  estados  de  su  riqueza  agrícola;  al 
paso  que  Vizcaya  ofrecía  45, 1 01, 483  reales  re- 
sultado de  las  faenas  de  27,767  labradores  arren- 
datarios, y  2,076  jornaleros.  Ea  Sevilla,  ppa  uqa 
estensioa  territorial  la  mitad  mayor  qpG  la  de 
Valencia,  solo  se  representan  sus  producciones 
territoriales  con  211,698,587  reales,  cuando  las 
de  la  segunda  llegan  á  42$>&77»978*  Aquella 
cuenta  118,741  jornaleros,  5, 3 09  propietarios, 
y  i4>ooa  arrendatarios;  y  esto  65,590  dé  los  pri- 
meros, 25,700  de  los  segundos,  y  57,463  de  los 
últimos.  >> 

En  todas  épocas  se  ha  considerado  en  Mélico, 
como  superflua  c  inútil  la  marina,  y  noesestrano 
que  esta  njal  fupdada  opinión,  prevalida  del  falso 
principio  de  que  no  contamos  con  .puertos  fór- 
male?, por  desgracia  haya  influido  en  el  periodo 
corrido  de  la  independencia  al  descuido  de  su 
fpmento,  que  aunque  por  los  reducidos  elementos 
pudo  ser  lento,  el  empeño  y  la  perseverancia  dtfl 
gobierno  nacional,  sino  hubiera  carecido  de  un 
verdadero  secretario  de  marina,  mucho  habrían 
adelantado,  y  no  que  después  de  enormes  gastos 
y  sacrificios ,  nos  encontramos  si#  marineros ,  y 
con  los  buques  abandonados  ó  al  perderse.  £6 
intolerable  esa  pretendida  y  ponderada  falta  de 
puertos  en  el  Atlántico ,  ya  que  la  preocupación 
no  niega  la  existencia  de  los  soberbios  que  po- 


4^7 
seemos  en  él  Pacífico,  cuando  se  nos  presentan 
á  la  vista  las  hermosas  bahías  de  Ore  o  quiza,  San 
Bernardo  y  Galvezton  en  Texas,* y  los  buenos 
puertos  d£  Sotolamarina ,  Antonlizardo  y  laguna 
deTérmSptis;j^ue  con  una  limpia  y  recomposición 
serian  excelentes  para  navios  y  fragatas  de  guerra $ 
y  con  igual  medida  ó  la  aplicación  de  la  máquina 
de  pontones  que  hemos  visto  en  el  puerto  de 
Cette,  en  este  reyno,  de  poco  costo,  ejercida  en 
las  barras  de  los  ríos  Bravo ,  Tampíco ,  Tuxpan , 
Papttloapan,  Goazacoalco  y  Tábasco,  haftarianse 
doce -puertos,  que  con  los  de  Campeche,  Sisal  y 
Bacalar  llegan  á  quiaoeáÉÍÉÉ|>  se  entiende  poblán- 
dolos y  fomentándolcáHHÉb  de  que  produzcan 
marineros;  y  ú  la  RepSolica  quiere  conservar 
reunidas  sus  regiones  lejanas,  estrechar  sus  rela- 
ciones con  los  nuevos  Estados,  y  cuidar  sus  costas 
protegiendo  el  comercio  de  cabotage ,  y  hacer 
efectivos  sus  bloqueos  cuando  sus 'circunstancias 
Jos  dicten,  y  sobre  iodo  hacer  respetar  su  pa vellón 
y  predominar  en  los  pueblos  litorales  ,  especial- 
mente en  el  cafco  de  una  Invasión  enemiga  ó  re- 
belión d$  sus  plazas,  que  el  gobierno  se*  con vensta 
die  la  absoluta  necesidad  de  orear  una  marina, 
formando  dos  arsenales  y  cuatro  astilleros  en  los 
puertos  de  Siguantaaejo  y  Timpanoyos  sobre  ej 
Pacífico,  y  en  el  Atlántico ,  en  losf  de  Galvezton 
y  Goaaacoaloo ,  puntos  que  á  la  vez  se  deben 
fortificar,  así  como  los  mas  convenientes  y  de 
fendiblas  de  las  fronteras,  y  mantener  en  pié  una 


♦ 


458 
flotilla  sutil,  y  aun  dos  ó  tres  barcos  de  vapor  en 
ambos  Occéanos,  para  acelerar  las  comunica- 
ciones coa  GdRforaiaSj  Texas  y  Yucatán. 

La  confederación  mexicana  se  estieqde  portel 
sur,  desde  los  límites  de  la  sierra  d4<^fe(iurna ta- 
ñes en  el  Estado  de  las  Chiapas,  laáfud  tB,  y  por 
el  norueste  hasta  mas  alia  del  cabo  Menddcino  acia 
el  de  San  Sebastian  en  la  California  superior, 
latitud  4°- 

Su  mayor  longitud  es  de  64o  leguas  comunes , 
y  su  njayor  latitud  ó  anchura ,  de  364  tomadas 
desde  el  rió  Sabinas,  latitud  3o  en  la  provincia  de 
Texas,  hasta  la  isla  deáflÉirpn,  contigua  á  la  costa 

de  Sonora.  -'¿?^8Pr 

La  parte  del  territorio  de  la  confederación,  que 
se  estrecha  mas  entre  los  dos  grandes  Occéanos 
en  el  Istmo  de  Tehuantepec  ,  es  de  45  leguas. 

Comprende  la  superficie  mas  de  i4o,ooo  leguas 
cuadradas,  entrando  en  cuéntalos  territorios  de 
las'  Chiapas  y  Lacandones.  El  barón  de  Humbolt, 
de 'acuerdo  con  los  trabajos  geodésticos  de  nues- 
tros sabio  matemático  Oteiza,  le  dio  en  su  primer 
graduación  el  año  de  1 8o4,  8 1 ,  i44  leguas  cua- 
dradas; en  1 808  la  aumentó  el  mismo ,  auxiliado 
del  señor  Oltmanns  á  1 18,000 ;  pero  ambas  gra- 
duaciones no  pueden  menos  que  ser  diminutas , 
si  se  reflexiona  que  en  aquella  época  no  se  contó 
con  los  territorios  de  las  Chiapas  y  Lacandones,  y 
al  mismo  tiempo  sobre  la  dificultad  de  estimar  con 
exactitud  en  leguas  cuadradas,  regiones  tan  vastas 


# 


459 
cuando  aun  en  los  paises  reducidos  y  poblados  , 
como  por  ejemplo  en  Irlanda  ,  la  superficie  se  ha 
avaluado  por  algunos  geógrafos  en  1 1 ,000  millas 
cuadradas,  y  por  otros  en  i4,ooo  resultando  una 
diferencia  de  3,ooo. 

Los  dos  tercios  de  la  superCcie  mexicana  perte- 
necen á  la  zona  templada,  y  cerca  de  las  tres  cuar- 
tas gozan  de  un  clima  delisioso  ó  fresco. 

Una  cordillera  colosal  denominada,  á  diferen- 
cia de  la  de  los  Andes,  de  Anahuac,  poblada  <Ie 
pinos  ,  cipreses,  cedros  ,  sabinos ,  robles  y  otra 
multitud  de  árboles  y  plantas,  atraviesa  de  norte 
á  sur  la  región  central  Alpina,  entrecortando  el 
suelo  con  grupos  de  colínas  que  forman  estensas 
llanuras  longitudinales. 

La  mayor  elevación  de  las  montañas  es  de 
a5oo  á  2800  toesas  de  nivel  del  mar;  la  de  las 
planicies  ó  mécelas  es  de  85o  á  i^oo  toesas.  Los 
picos  ó  crestas  mas  altos  son  el  Popocatepec  y 
el  de  Orizaba  ,  el  primero  de  3771  toesas ,  y  el 
segundo  de  2717. 

El  clima  cálido  y  estraordinariamente  húmedo 
y  feraz  del  litoral  de  ambos  mares,  constituyen 
un  suelo  insalubre ,  que  contrasta  con  la  región 
alpina  seca  de  ambiente  puro,  terreno  fecundo, 
ameno  y  admirablemente  salutífero. 

El  calor  mediano  en  la  zona  templada ,  es  de 
26  á  27  grados  del  termómetro  centígrado  en  la 
sombra,  y  en  el  invierno,  de  i3  á  i4  en  los  días 
mas  destemplados.  En  la  zona  tórrida  ó  regiónos 


46o 

calientes  de  las  costas ,  sube  eü  la  estación  ca- 
nicular, cuando  faltan  las  brisas,  hasta  20  erados 
del  termómetro  de  Reaumur. 

Las  lluvias  comienzan  en  México  á  fines  de 
mayo ,  ó  cuando  mas  á  principios  de  junio,  ter- 
minándose en  la  región  central  á  fines  dé  octu- 
bre :  al  empezar  caen  las  aguas  á  torrentes,  y  la 
electricidad  es  frecuente j  el  máximum  Se  veri- 
fica en  el  Solsticio   del   estio  y  equinoccio  de 
otoño ,  y  en  todos  sus  periodos  llevan  un  curso 
tan  ordenado,  que  son  raros  los  dias  que  molestan 
las  lluvias  é  interrumpen  los  trabajos  del  campo  ^ 
por  las  mañanas  ,  pues  lo  común  es  comenzar  á  * 
llover  de  medio  dia  en  adelante ,  y  pocas  veces 
dura  hasta  por  las  noches  generalmente  de  un 
cielo  despejado  y  brillante;  en  los  cinco  ó  seis 
meses  de  aguas ,  el  aspecto  físico  del  pafs  es  ma- 
gnífico en  la  región  alpina ,  que  se  cubre  de  ver- 
dor y  respira  un  ambiente  fresco  y  agradable. 
Guando  en  algunos  años  llueve  en  el  solsticio  de 
invierno  y  equinoccios  de  la  primavera ,  es  un 
presagio  dichoso ,  porque  anuncia  la  abundancia 
é  impide  la  escesiva  resequedad  atmosférica,  que 
suele  hacer  triste  y  árida  la  primavera,  desolar  Io$ 
pastos,  y  las  insolaciones  atraen  las  epizootias. 

En  la  región  cálida  ó  tierras  litorales ,  llueve 
constantemente  á  torrentes,  desde  junio  hasta 
éfl  solticio  de  inviérnoj  pero  pasado  el  equinoccio 
de  otoño ,  son  lluvias  blandas  acompañadas  de 
impetuosos  vientos  del  norte ,  que  se  suelen  espe- 


461  m\* 

rimentar  coa  intervalos  hasta  fines  del  equinoc- 
cio de  primavera,  que  comienzan  á  soplar  aires 
desechos  del  sur  escesivamente  calóricos  y  pesa- 
dos :  esta  región  está  poblada  en  general  de  es- 
pesos bosques ,  de  árboles  preciosos  y  frutales»  y 
la  naturaleza  lozana  permanece  germinando  sin 
interrupción ,  todo  el  año ,  por  no  decir  toda  la 
vida-  m 

La  población  se  compone  cfllpifttjx)  razas  pre- 
ponderantes, compartidas  en  su  mayoría  entre 
aztecas,  denominadas  mal  á  propósito  indios  ó 
indígenas,  mestizos,  blancos  descendientes  de 
Europeos,  y  mulatos  libres  mezclados  de  Espa- 
ñolea, azteca?  y  africanos.  La  antigua  población , 
aunque  nadie  la  ha  graduado  bajo  un  verdadero 
punto  de  vista ,  porque  la  humanidad  se  resiente 
al  considerar  como  y  por  quienes  se  destruyeron 
tantas  gentes,  cuyo  aniquilamiento  los  filósofos 
modernos  quisieran  ¿ludir  en  obsequio  del  gé- 
nero humano ,  está  comprobada  con  las,  ruinas 
existentes  de  millares  de  pueblos ,  los  venerables 
monumentos,  y  lo  que  es  otas,  el  testimonio  de 
los  mismos  conquistadores  y  diversos  contempo^ 
rápeos  que  les  siguieron ,  por  mas  que  se  digan 
interesados  en  exagerar  sus  crímenes ,•  son  docu- 
mentos evidentes  de  la  existencia  de  una  pobla- 
ción, cuando  menos  de  diez  millones,  que  el 
fanatismo ,  la  barbarie ,  codicia ,  inhumanidad,  y 
las  viruelas  y  otras  vejaciones  que  introdujeron 
los  conquistadoras ,  casi  hicieron  desaparecer  en 


> 


.1 


menos  de  un  cuarto  de  centuria,  y  en  vano  se 
pretenderá  sostener  lo  contrario  por  las  almas 
generosas ,  cuando  la  isla  de  Cuba  y  demás  Aqj- 
tillas  mayores ,  estraordinariamente  pobladas 
antes  de  la  Conquista,  son  hechos  confirmados 
por  las  relaciones  del  inmortal  Colon ,  y  su  in- 
existencia está  comprobando  la  general  desolación 
de  América,,  püjjÉkla  por  el  humano  Las  Gasas, 
y  discutida  sin  exageración  por  el  sabio  modesto 
Clavigeíd  y  otros  autores  de  nombre,  y  sobre 
todo  incontestable  por  la  muestra  de  las  horribles 
crueldades  ejercidas  inhumanamente  con  los 
príncipes,  nobleza  y  sacerdotes  de  México.  Pero 
¡  qué  otra  cosa  se  podia  esperar  de  unos  aventu- 
reros que  pusieron  en  duda  la  racionalidad  de 
los  indígenas,  y  encontraron  teólogos  que  la  dis-» 
putáron  seriamente ! 

Las  investigaciones  y  los  trabajos  estadísticos 
de  economía  política,  fueron  desconocidos  en 
México ,  y  no  existen  en  sus  archivos  otros  do- 
cumentos sobre  tan  importante  materia ,  que  los 
que  en  1742  se  redactaron  de  orden  del  virrey 
conde  de  Fuenclaraj  mas  como  ellos  se  reducen 
á  avaluar  el  número  de  familias,  solo  pudieron 
servir  a  la  'obra  de  aquellos  tiempos  escrita  por 
Villaseñor.  En  1794»  el  ilustre  Americano  virrey 
conde  deí  Revillagigedo ,  emprendió  en  verdad 
esta  difícil  empresa ;  pero  á  pesar  del  celo ,  acti- 
vidad y  estraordinarios  talentos  de  este  hombre 
de  Estado,  que  deberían  tomar  por  modelo  las 


.•463 
autoridados   de   la  República ,    el  eraj 
miento  general  que  se  intentó,   no  se 
en  Xalisco ,  Veracruz  y  Coahuila ,  é  incompleto 

*  no  puede  pasar  sino  como  un  ensayo  imperfecto 
•T  v  en  los  cálculos ,  de  los  que  sabeáíjpi  dificultades 

.  *  que  una  obra  de  esta  natuf al^frófreCe  aun  a  las 

*  naciones  mas  civilizadas,  de   una  concentrada 
población. 

£1  estado  de  población  que  arroja  este  docu- 
mento, presentado  en  12  de  mayo  de  1794,  es 
de  4»483, 55g  habitantes,  como  sigue  : 

Nombres  de  las  intendencias  y  gobiernos  erí 
que  se  terminó  el  empadronamiento  en  1793. 

POBLACIÓN 

de  las  inten-       de  las  can- 
dencias y  go-  tales, 
bienios. 

México 1,162,856  112,926 

Puebla.  .......  i  .  .  1>66,443  52,717 

Tlascala.   .   .  .  <  ....  .  $9,177  3,357 

Oaxaca .  .  .  ,  .  4IX>366  19*069 

Valladolid ,  .  .  289,314  17,093 

Gcfanaxuato 397,924  32,098 

~-5á&  bilis  Potosí.  '.  .  .  w  .  ^42>28o  8,571 

Zacatecas.    .    * 118,027  25,495 

Durango. 122,866  11,027 

Sonora 93,396 

Nuevo  México.  , 3o, 953 


* 


3,494,60a 


464 
*■  3,494,6oa     * 

Californias 12,666     * 

Yucatán 358,  a6i       2&,3g2 

Total  de  la  poUacion  de  la 
N/  Espaf^^reipcida  del 
empadronam^JtFectuado 
en  1793 3,865,559 

En  una  relación  hecha  al 
Rey,  el  conde  de  Revilla- 
gigedo  evaluó  la  inten- 
dencia de  Gualdaxara 
á.  .  .  .  .  4^5,000  hab. 

La  de  Vera- 
cruz  á.   .   120.000  id.   v       ~  0 

_  >      018,000 

La     prov*. 

de    Coa- 


huila  á.  .      1 3,ooo  id. 


*k 


Resultado  aproximativo  del 

empadronamto.  de  1793.  4*483,559  babit. 

*  i 

Estos  trabajos  se  estimaron  con  mucho  razoo 
por  los  intendentes  y  el  virrey ,  como  el  míni- 
mum de  la  población  total ,  y  lejos  de  haberse 
exagerado,  las  autoridades  de  provincia  y  el 
mismo  gobierno  convinieron  en  que  era  diminuto» 
admitiendo  en  principio  desde  aquella  época , 
que  era  menester  agregar  una  sesta  ó  una  sépti- 
ma parte,  y  adoptada,  ascendía  la  total  población 
á  5,200,000  almas. 


Cod  estos  resultados  á  ía  vista,  y  los  cálculos 
de  la  aumentación  progresiva  de  población,  exa- 
minados con  mucha  prolijidad  y  nuevas  investi- 
gaciones tan  sólidas  como  inconcusas,  sacadas 
de  las  partidas  de  bautismos  y  entierros ,  exacta- 
mente trabajadas  en  los  curatos  del  arzobispado 
de  México,  comprendiendo  un  periodo  desde 
i^52  hasta  1802,  se  convenció  el  barón  de  Hum- 
boldt,  después  de  haber  admitido  el  número  de 
las  gentes  substraídas  del  empadronamiento  ge- 
neral, en  vez  de  una  sesla  ó  séptima  parte,  la 
décima  con  la  mira  de  aproximarse  á  la  verdad , 
que  la  población  de  México  en  i8o3  era  de 
5,200,000  almas,  refiriendo  una  porción  de  he- 
chos comprobantes,  para  poner  en  claro  que  el 
término  medio  en  la  población  absoluta  de  los 
climas  templados,  que  son  las  tres  quintas  partes, 
es,  de  muertos  con  respecto  á  los  nacidos,  de 
100  á  1  no  (siendo  de  notarse  que  en  la  zona  tem- 
plada ó  tierra  fria,  es  justamente  en  donde  existe 
la  totalidad  de  la  masa  de  la  población),  después 
de  un  examen  convincente,  resultó  que  el  esce- 
dente  de  los  nacidos  en  circunstancias  ventajosas, 
esto  es,  en  los  años  libres  de  epidemias  y  ham- 
bres, seria  de  1 5o, 000,  y  que  si  e!  orden  de  la 
naturaleza  no  se  interrumpiese  por  causas  es- 
traordinarias,  la  población  de  México  deberia 
duplicar  rada  ig  años.  El  propio  autor  consideró 
como  muy  probable,  que  la  población  de  la 
República  en  1808,  ascendia  á  6,5oo,ono  hahi- 


4<tf 
tantes,  citando  ea  su  apoyo  principios 
nasos ,  sólidos  fundamentos ,  hechos  interesantes 
y  juicios  de  comparación  incontestables  coa  res* 
pecto  á  los  progresos  de  la  población  de  los 
Estados-Unidos  de  América ,  y  sobre  todo  de  la 
Rusia ¿  por  la 'analogía  que  guarda  en  muchas 
cosas  con '  México  ,  hechos  que  confirman  él 
aserto  de  este  sabio'  hasta  un  grado  de  evidencia. 
En  su  vista,  prescindimos  de  cualesquiera  otros 
cálculos  insignificantes ',  y  sin  atención  al  lenaz 
empeño  de  disminuir  aun  en  los  documentos  ofi- 
ciales ,  la  población  (cuyo  prurito  ,  no  obstante 
las  observaciones  del  resumen  estadístico  publi- 
cado en  1822,  se  adoptó  desde  la  junta  titulada 
soberana,  hasta  el  congreso  segundo  constitu- 
yente) admitimos  en  181  o  una  población  de 
6,800,000,  fundados  en  los  cálculos  exactos  for- 
mados en  i8o3  y  1808  por  el  señor  Humboldt ,  y 
en  el  esceso  de  los  nacidos  anualmente  ,  de 
1 5o, 000  y  sobre  todo  en  el  hecho  auténtico  de 
no  haber  aparecido  ninguna  calamidad  desde 
i8o3  hasta  setiembre  de  1810  que  principió  la 
insurrección.  Ni  se  arguya  que  en  la  proporción 
de  l?i  total  población  hay  una  diferencia  sobre  el 
esceso  íle  los  nacidos,  calculada  a  70,000  almas, 
por  cuanto  es  inadmisible  esta  graduación ,  res- 
pecto á  que  la  mayor  parte  del  país,  ocupado  por 
la  masa  absoluta  de  la  población,  es  de  i5o,ooo, 
y  Jos  países  mortíferos  ó  de  menos  fecundidad  á 


i*}  . 

la  propagación  de  nuestra  especie,  apenas  cuen* 
tan  de  4oo,oóo  á  5 00,00 o  almas, 

£1  apreciablfe  Mexicano  don  Fernando  Na- 
varro compuso  una  memoria  estadística  curiosa/ 
en  1810,  cuyos  trabajos  dieron  por  resultado 
una  población  de  6,1 22,354  almas ;  pero  este 
desgraciado  autor  que  murió  trajicamente  con- 
fiesa que  sus  documentos  eran  tomados ,  si  na 
nos  equivocamos,  desde  el  año  de  1807,  y  no 
deja  de  reconocer  que  sus  cálculos  fueron  di-1 
minutos ,  pues  si  se  admitiera ,  corito  la  de  loar 
sectarios  de  los  6,000,000  parásitos,  era  preciso, 
convenir  que  la  población  de  Mésico  no  dupli- 
caría sino  en  el  dilatado  periodo  de  mas  de  4o  años, 
al  paso  que  todas  las  probabilidades  y  cálculos 
demuestran  que  ella  se  verifica  todos  los  25  ó 
3o  años ,  y  aun  en  menos  en  las  regiones  tem- 
pladas. 

La  insurrección  ó  guerra  de  la  independencia, 
es  verdad  que  fue  una  terrible  calamidad ,  por 
cuanto  encendida  la  guerra  intestina,  se  estable- 
ció bárbaramente  en  principio  la  guerra  á  muerte,* 
y  en  sistema  la  desolación  de  los  pueblos ;  pero' 
como  una  guerra  civil ,  por  fortuna  del  género 
humano ,  no  puede  impedir  en  lo  absoluto ,  por 
mas  que  perturbe  algo  la  propagación ,  y  esta 
aunque  se  prolongó  1 1  años ,  se  redujo  á  los  lí- 
mites de  Mechoacan ,  Guanaxuato  y  algunos 
puntos  de  las  provincias  de  México  ,  Puebla  , 
Potosí ,  Zacatecas  y  Veracruz ,  en  donde  casi  es* 


466 

elusivamente  ejerció  sus  furores ,  y  estos  fueron 
modigerados  en  mucha  parte  por  el  virrey  kfo- 
daca,  desde  el  año  de  1817  hadta  el  de  i8aif 
queda  reducida  la  pérdida  de  gentes ,  eu  urt  pe- 
riodo de  poco  mas  de  7  años ,  á  5  provincias  j 
pocas  localidades.  .-..*.- 

•  Xa  peste  que  yíqo  á  acabar  de  agobiar  al  pueblo, 
aparecida  el  año  de  18 14  >  no  fue  general  ni  du- 
radera, y  por  dicha  se  circunscribió  en  la  ciudad 
de  México  y  sus  contornos ,  y  aunque  no  falta* 
ron  escaseces,  no  está  probado  que  haya  habido 
grandes  hambres ;  por  otra  parte ,  las  pestes  de 
viruelas  que  desolaban  antes  á  los  Mexicanos, 
han  sido  mitigadas  desde  que  se  usó  la  inocula- 
ción, que  precedió  á  la  introducción  en  i8o4 
de  la  bacuaa  :  todas  estas  cosas  examinadas  bajo 
de  un  punto  de  vista  razonado  ,  inducen  á  creer 
qui  ni  fue  grande  la  mortandad  de  la  insurrec- 
ción ,  como  se  supone  ,  ni  el  orden  prescrito  de 
la  naturaleza  pudo  perturbarse  en  tanto  estremo, 
que  no  siguiese  su  curso  natural  en  l^s  provin- 
cias internas ,  en  la  mayor  parte  de  Xalisco  y 
Oaxaca ,  en  los  dos  tercios  de  las  intendencias  de 
México  y  Puebla,  y  en  la  totalidad  de  Tabasco, 
Yucatán,  Californias  y  N.  México,  en  donde  no 
asomó  un  instante  la  insurrección,  y  por  ella  mis- 
mas se  viene  á  deducir  evidentemente,  que  la  po- 
blación de  México  en  el  triste  episodio  de  la  re- 
volución de  1 1  años  ,  si  no  aumentó  de  un  ter- 
cio, como  debiera  sin  estas  calamidades,  por  lo 


46© 
menos  ,  de  6,800,000  almas  que  poseía  en  1810, 
ganó  hasta  1821  600,000,  y  por  consiguiente  una 
población  total  de  7,400,000  almas. 

Para  llegar  á  este  último  resultado  no  hay- 
necesidad  de  exagerar  cifras  ,  ni  aventurar  con-  . 
jeturas  al  aire ;  se  estiman  hechos  incontestables, 
partiendo  del  principio  cierto  y  fundado  ,  que  el 
esceso  de  los  nacidos  con  respecto  á  los  muertos, 
tomado  en  la  población  absoluta  de  los  países 
templados  y  sanos,  es  en  los  años  libres  de  ca- 
lamidades, de  1 5o, 000,  que  rebajadas  al  ínfimo 
niiuimun  de  un  tercio  ,  esto  es  ,  á  5o, 000  en  los 
1 1  años  de  insurrección ,  producen  las  600,000, 
las  que  agregadas  á  6,800,000,  forman  el  total 
de  7,400,000;  pero  si  esta  rebaja  es  debida  á  las 
calamidades  del  aciago  periodo ,  ella  no  puede 
ni  debe  admitirse  en  buena  crítica ,  en  la  época 
corrida  y  mas  brillante  de  los.  dos  lustros  últimos, 
ya  reunido  Chiapas  desde  el  año  de  1821  ,  hasta 
el  de  i83i;  por  cuanto  aunque  no  han  faltado 
escaramuzas  militares  ,  por  suerte  ni  han  sido 
duraderas  ,  ni  ensangrentadas  ,  y  todo  ha  termí- 
do  con  la  pérdida  de  algunos  centenares  de 

oldados ,    ¡  mortandad    sensible  causada   entre 

ermanos  por  el  horrible  honor  de  las  guerras 
civiles,    como    dice    Mirabeau !    evidentemente 

nfima  á  la  que  en  i83o  cansó  la  epidemia  de 
viruelas ,  algo  mas  considerable  por  el  descuido 
de  la  estension  del  sistema  de  bacunacion  ,  pero 

educida  al  corto  periodo  de  poco  mas  de  medio 


47» 
afio ,  y  8¡q  haberse  generalizado,  no  pudo  ejercer 
una  gran  mortandad. 

Así  es  que  no  podemos  admitir  sino  5o,ooo 
almas  de  rebaja,  disminución  siempre  escetiva 
cuando  se  reflxsiona  que  si  la  masa  de  5  millones 
y  medio  da  un  deficiente  anual  de  i5o,ooo  almas, 
la  de  7,400,000  debe  ser  mucho  mayor  y  gra- 
dualmente progresiva;  mas  como  la  línea  que 
nos  proponemos  es  el  mínimum,  consecuentes  á 
este  principio ,  sin  hacer  mérito  de  un  hecho  á 
nuestro  favor ,  abonamos  á  nuestros  cálculos  el 
aumento  de,  100,000  almas  anuales  desde  "182 1 
hasta  el  año  de  1 83 1 ,  y  con  esta  suijaa  de  un 
miliion,  ajustamos  la  población  total  de  la  Re- 
pública, en  1 83.i,  á  8,4oo,ooo. 

Fácilmente  se  podrían  desenvolver  otra  multi- 
tud de  reflexiones  para  probar  estos  cálculos  con 
principios  luminosos  y  razones  convincentes, 
después  de  haber  meditado  mucho  tiempo  tan 
interesante  materia,  y  haber  hecho  eñ  España, 
Inglaterra,  Francia  é  Italia,  juicios  de  compa- 
ración sobre  ciertas  localidades  análogas  á  la 
población  de  México,  que  en  la  faja  dilatada  que 
abraza  desde  Perote  hasta  la  capital  de  Xalisco , 
el  espacio  de  cerca  de  200  leguas,  y  desde  Potosí 
bastas  las  ta pítales  de  los  Estados  de  Mechoacao, 
Mésico  (en  el  Valle  de  Toluca),  á  salir  á  Oaxaca 
por  Guernabaca,  Quaútla,  Ghilapa  y  las  Mis- 
tecas  ,  abrazando  la  sierra  de  Gadereita  y  las 
Jlanuras  de  Tula ,  Tiilanciügo ,  Apany  San  Juan 


4?I 

de  los  llanos»  mas  de  200»  se  advltrle  palpable- 
mente casi  taata  población  como  cjn,  algunos  d$ 
los  departamentos  de  estos  países ,  y  en  el  Bajía 
y  contornos  de  Quére taro,  Tol tica,  México, 
Tlascala,  Puebla,  Tepeaca,  Tehuacan  y  Oaxaqa , 
aun  mas  que  en  los  alrededores  de  Roma  y 
Madrid,  siendo  estos  departementost  unos  pig- 
meos respecto  á  la  estension  que  por  norma 
comparamos  con  la  población  de  México;,  por 
otea  parte ,  que  los  sectarios  de  la  cantilena  de 
6,000,000  parásitos  en  medio  det  país  majs  tem- 
plado, delicioso,  salutífero  y  ameno  de  la  tierra, 
calculen  los  consumos  y  el  producido  de  los 
diezmosy  contribuciones,  y  guardada  proporción, 
los  cotegen  con  los  de  otros  países  mas  poblados, 
y  se  convencerán  de  lo  contrario',  abandonando 
esas  falsas  y  tímidas  graduaciones  ,  que  formadas 
-por  el  pedantismo  y  la  ignorancia  ó  sea  negli- 
gencia, se  copian  sin  emprendar  nuevos  y  exactos 
trabajos,  por  algunos  pobres  alcaldes  ó  regidores, 
que  sin  oóuparse  en  investigar  la  verdad ,  siguep 
compilando,  admitiendo  sin  glosar  ni  analizar 
con  crítica  noticias  añejas  ,  á  fin  de  aparentar  $1 
cumplimiento  de  sus  obligaciones  y  las  órdenes 
desde  su  despacho ,  sin  penetrarse  de  la  impor- 
tancia del  negociado ,  que  á  la  verdad  se  les 
confía  imprudentemente.  En  cuatiLo  á  nosotros 
la  población  de  México  no  es  un  problema ;,  se- 
guimos la  opinión  de  algunos  sabios  de  Europa 
en  consonancia  con  los  dalos,  fundados ,  las  pro- 


4?* 

habilidades  dé  la  esperieucia,  el  raciocinio,  que 
tíos  escusan  hacer  otras  reflexiones ,  y  apelando 
al  tiempo  que  totdo  lo  descubre ,  y  que  parece 
se  aproxima ,  estamos  seguros  que  verificándose 
un  nuevo  empadronamiento  general  por  manos 
inteligentes ,  la  República  cuenta  con  mas  de  8 
millones  de  habitantes. 

«  Muchas  memorias  que  los  intendentes  re- 
dactaron sobre  el  estado  actual  del  país  confiado 
á  sus  cuidados  (dice  el  barón  de  Humboldt)  con- 
tienen exactamente  los  mismos  números  que  el 
cuadro  de  1793 ,  como  si  la  población  pudiese 
ser  estacionaria  durante»  10  años.  No  hay  duda 
que  la  población  aumenta  con  una  rapidez  pro- 
digiosa. El  aumento  délos  diezmos  y  los  tributos, 
'  el  de  los  derechos  de  consumo ,  los  progresos  de 
la  agricultura  y  de  la  civilización ,  el  aspecto  de 
una  campiña  cubierta  de  casas  nuevamente  cons- 
truidas .anuncian  creces  considerables  en  casi 
todas  las  parte  del  reyno.  ¿  Cómo  concebir  que 
las  instituciones  sociales  puedan  ser  tan  imper- 
fectas para  que  un  gobierno  pueda  perturbar  el 
orden  natural ,  é  impedir  la  multiplicación  pro- 
gresiva de  la  especie  humana  en  los  tiempos 
de  calma  sin  guerras  interiores,  sobre  un  suelo 
fértil  y  templado  ?  \  Los  indígenas  no  gimen  ya 
-  encorbados  bajo  el  yugo  de  las  encomiendas ,  y 
una  paz  de  tres  siglos  ha  borrado  casi  basta  de  la 
memoria  los  crímenes  producidos  por  el  fana- 
tismo y  por  la  avaricia  insaciable  de  los  nuevos 


473 
conquistadores  !  *  Si  se  pudiese  admitir,  continua 
el  mismo  autor,  que  en  la  N.  España  el  término 
medio  de  los  nacidos  es  como,  á  1 7  en  la  pobla- 
ción, y  el  de  los  muertos  de  1  á  3o,  se  sacaría  que 
el  número  de  los  nacidos  es  á  poco  mas  ó  menos, 
de  35o, 000 ,  y  de  los  muertos  de  200,000.  El 
escedente  de  los  nacidos  en  circunstancias  ven- 
tajosas, esto  es,  en  los  años  sin  hambre  ,  y  sin  las 
epidemias  de  matlazaahuatl,  que  es  la  enferme- 
dad mas  mortal  de  los  indígenas ,  seria  por  consi- 
guiente de  i5o,ooo  almas.  Se  observa  por  todo  el 
globo,  bajo  las  formas  de  gobierno  diferentes  que 
(cuando  el  poder  absoluto  no  degenera  en  tira- 
nía )  la  población  aumenta  en  los  países  poco  ha- 
bitados ,  sobre  un  suelo  eminentemente  fértil, 
bajo  la  influencia  de  un  clima  dulce  y  tempera- 
tura igual,  y  sobre  todo  con  una  raza  de  hombres 
robustos  é  inclinados  á  los  matrimonios  desde  la 
juventud.  Las  partes  de  Europa  ,  en  las  cuales  la 
civilización  no  ha  comenzado  á  germinar  sino 
tarde ,  presentan  ejemplos  notables  del  esceso 
de  nacimientos.  En  la  Prusia  occidental  hubo  en 
1784,  sobre  una  población  de  56o, 000  habitan- 
tes, 37,134  nacidos,  y  i5,66g  fallecidos.  Estos 
números  dan  respecto  de  los  nacidos  á  los  muer- 
tos, uu  resultado  de  36  :  20  ó  como  180  :  100 
término  medio  casi  tan  venla]OSO  como  el  que 
ofrecen  las  aldeas  americanas  situadas  en  la  pla- 
nicie central  de  México.  Ea  el  imperio  ruso  en 
1816  se  contaron  i,36i,i3.í  nacidos,  y  818, 433 


Í7* 
muerto».  Lias  mismas  causas  producen,  por  todas 
partes  los  mismos  efectos*  Mientras  mas  nueva  es 
la  cultura  de  un  país,'  los  medios  de  subsistencia 
son  mas  fáciles  y  mas  rápidos  también  los  pro* 
gresos  de  la  población.  Para  confirmar  este  ac- 
sioma  no  haj  mas  que  echar  una  ojeada  en  la 
proporción  de  los  nacidos  y  fallecidos  que  pre~ 
'  senta  el  cuadro  siguiente  : 

En  Francia  en  i8a3 12$  :   100 

En  Inglaterra 1^7  :   100 

En  Suecia. i3o  :   100 

En  Filandia.  .........     160  :   106* 

En  el  Imperio  ruso.  .  .  .  .  .     166  :   100 

En  la  Priisia  occidental.  ...     180  :   100 

En  el  gobierno  de  Tobolsk,  se- 
gún M.  Hermann 210  :   100 

En  muchas  partes  de  la  llanura 

de  México 23o  :   100 

En  los  Estados-Unidos ,  Estado 

de  N.  Jersey 3oo  :   100 

»  Las  noticias  que  tomamos  con  respecto  á  los 
nacidos  y  muertos ,  y  los  de  estos  á  la  población 
entera,  prueban  que  si  el  orden  natural  no  fuera 
interrumpido  de  tiempo  en  tiempo  por  alguna 
causa  estraordinaria  y  perturbadora  , .  la  pobla- 
ción de  N.  España  deberia  doblar  cada  19  años. 
En  una  época  de  10  años  debe  haber  aumentado 
x  de  4I/00.  En  los  Estados-Unidos  se  ha  visto  dupli- 
car la  población  desde  el  año  de  1784  cada  20  á 
24  años.  » 


47* 

Entre  tanto  se  verifica  un  censo  general  exacto 
en  la  República ,  seria  conveniente  que  el  legis- 
lador adoptase  para  facilitarlo ,  la  medida  legal 
usada  enJFrancia  y  en  todos  los  países  civilizados, 
de  que  se  estableciesen  en  los  ayuntamientos, 
registros  para  sentar  las  partidas  de  nacimientos, 
matrimonios  y  muertos ,  con  las  formalidades 
que  exigen  la  administración  civil ,  y  sin  perjui- 
cio de  que  los  eclesiásticos  sigan  la  costumbre  de 
llevar  sus  partidas  de  bautismo  y  entierros ;  esta 
providencia  salvaría  muchísimos  inconvenientes 
en  la  administración  judicial ,  allanaría  muchas 
dificultades ,  facilitando  los  censos  anuales ,  y 
ademas,  en  el  caso  de  que  se  incendien  ó  estravien 
algunos  de  los  archivos  de  ias  parroquias ,  no  se 
perderían  estos  documentos  tan  necesarios  en  el 
curso  de  los  negocios  de  la  vida  humana. 

En  el  ministerio  de  Estado  de  relaciones  déla 
República,  está  haciendo  notable  falta  un  depó- 
sito hidrográfico  ,  mueble  de  primera  y  absoluta 
necesidad,  indispensable  brújula  de  los  gobiernos 
y  la  prenda  mas  estimable  del  hombre  de  Estado, 
porque  sin  conocer  á  palmos  el  país»  sus  monta- 
ñas, eminencias,  abras,  encrucijadas «  flancos  ó 
descubiertas  en  sus  fronteras,  ríos,  puertos  y  ra- 
das, y  saber  de  memoria  si  es  posible  el  número 
de  sus  pueblos,  habitantes  ,  sus  producciones  y 
calidades  ,  y  hasta  las  necesidades ,  pasiones ,  io* 
clinaciones  y  genio  de  sus  vecinos ,  ¿cómo  sera 
posible  administrar  á  los  pueblos  con  acierto  *y 


4?* 

rectitud  ?  Si  los  depositarios  del  poder  cólomat 
hubieran  poseído  las  mas  triviales  nociones  de  la 
topografía  de  las  localidades,  y  geología  natural  de 
México,  sin  duda  no  se  encontrarían  esasdemar- 
caciones  estraüas  y  monstruosas  aberraciones  qae 
á  cada  paso  notamos ,  y  que  por  desgracia  para 
los  pueblos ,  victimas  por  todas  partes  de  la  im- 
perfección de  las  instituciones  sociales,  al  parecer 
presididas  por  el  genio  del  mal ,  son  difíciles  de 
corregirse  á  causa  del  funesto  imperio  de  la  ti- 
ranía de  las  preocupaciones  de  los  mortales. 

El  sistema  independiente  ,  siguiendo  el  mismo 
camino ,  es  quizá  mas  disculpable  porque  ni  en- 
contró otras  trazas,  ni  le  ha  sobrado  tiempo  para 
enmendar  errores ,  y  el  espíritu  de  rutina  es  el 
mas  sencillo  y  cómodo ;  mas  este  orden  de  cosas 
provisional  no  deberá  durar,  y  aun  ha  sido  dema- 
siada su  permanencia. 

£1  congreso  de  la  Unión,  las  legislaturas  de  los 
Estados ,  el  gobierno  general,  y  en  suma  toda  ta 
nación ,  están  interesados  en  poseer  un  plano 
topográfico  general  astronómicamente  trazado  y 
descrito  con  exactitud  y  prolojidad  en  la  parte 
geológica .  y  física  del  país.  Hubo  un  tiempo  en 
que  la  nación  se  pudo  dirijir  ( porque  gobierno 
nunca  tuvo  )  empíricamente,  por  esplicarnos  así , 
y  el  pueblo  obedecía  por  costumbre ;  pero  esta 
época  tan  afortunada  para  los  mandatarios,  como 
desdichada  para  sus  subordinados ,  ya  pasó ,  y 
el  símbolo  de  la  independencia  exije  otras  con- 


4?7 

lunaciones,  y  la  aplicación  elemental  de  los  prin- 
cipios de  ciertas  ciencias  auxiliares  á  la  dificilí- 
sima de  la  administración  :  tales  son,  ademas  de 
las  nociones  del  espíritu  de  la  legislación  é  insti- 
tuciones sociales ,  los  conocimientos  de  la  geo- 
grafía práctica,  estadística  descriptiva  y  economía 
política,  sin  lascualespor  el  honor  de  las  naciones, 
y  en  obsequio  de  la  humanidad ,  no  se  deberia 
aspirar  al  mando ,  y  es  casi  como  seguro  salir 
mal,  especialmente  en  un  país  nuevo  y  en  mo- 
vimiento continuo ,  que  se  necesita  crear  casi 
todo,  y  sin  dejar  de  impulsar  ,  nivelar  el  movi- 
miento convulsivo  con  las  inspiraciones  y  nece- 
sidades de  los  pueblos.  Algunos  pretendidos  y 
falsos  patriotas  se  persuaden  que  en  el  hecho  de 
haber  prestado  servicios  á  la  patria  ,  y  llegado  á 
ser  generales  (como  si  lo  primero  no  fuera  un 
deber,  y  lo  segundo  un  premio  de  sus  servicios 
tan  decantados)  ya  son  acreedores  de  derecho  á 
las  supremas  magistraturas;  pero  se  equivocan, 
pues  sin  la  ciencia  y  la  virtud,  aun  cuando  los 
electores  alucinados  é  ignorantes  los  elijan,  sin 
estas  cualidades  perderán  su  reputación,  y  ha- 
ciendo desgraciados  á  los  pueblos  serán,  á  pesar 
de  una  dignidad  espuria,  el  objeto  del  desprecio  de 
su  siglo,  y  el  oprobio  de  la  posteridad,  si  es  que 
no  tienen  un  fin  mas  trágico,  y  todo  por  el  es- 
píritu de  ambición  que  los  ciega,  no  querer  es- 
carmentar en  cabeza  agena,  y  hacerse  cargo  de 
las  dificultades  de  gobernar  bien  en  tiempos  orí- 


47* 

fíeos  de  revoluciones,  y  partidos,  aun  por  los» 
pocos  ciudadanos  mas  instruidos  y  honrados» 
que  por  fortuna  del  género  humano  no  suelea 
faltar cuando  se  busca  él  bien  procomunal*  Los 
supremos  empleos  de  un  pueblo  libre :  no  sos* 
premios  ni  honienages ;  son  cargas  terribles  que 
la  patria  exige  del  ciudadano  instruido  y  tít- 
tuoso,  que  á  la  vez  administre  justicia  con  rec- 
titud á  sus  compatriotas  .y    haga   honor  á  su 

patria. ;       .  ■  ■      .  . 

Los  conocimientos  de  que  hacemos  mérito, 

como  un  requisito  indispensable  para  gobernar 

con  tino  y  equidad,  serán  menos  raros  en  México* 

cuando  se  sistematize  la  instrucción  en  todas  las 

clases,  y  entretanto  que  los  depositarios  del  poder 

promueven  con  tenaz  empeño  todos  los  resortes 

necesarios;  uno  de  los  mas  esenciales  es  el  estudio 

de  la  geografía  descriptiva ,  ó  sea  la  estadística 

aplicada  a  la  economía  política;  su  base  es  un  plan 

general  científico  de  que  carecemos;  hasta  ahora 

no  existe  ninguno  que  merezca  el  nombre.  En  el 

archivo  general  habia  muchos  mapas  imperfectos 

que  parece  han  desaparecido.    Siendo  gefe  del 

Estado  mayor  el  apreciable  general  Moran,  llego 

á  reunir  lo  mejor  en  esta  línea ,  mas  á  su  salida 

creemos  que  todo  se  ha  estraviado  por  la  incuria 

de  la  administración  de  aquella  época,  á  lómenos 

así  se  nos  dio  a  entender  en  el  ministerio  de  guerra 

cuando  con  motivo  de  la  invasión  de  1829,  el 

secretario  de  relaciones  nos  comisiono  para  reu- 


4n 

nir  conocimientos  de  todos  lot  puntos  litorales  y 
gargantas  de  la  cordillera  susceptibles  de  defensa. 
Se  apeló  á  todos  los  Estados,  pero  á  escepcion  del 
de  Xalisoo,  que  remitió  el  mapa  regular  de  Nar-* 
v&ea  todos  so&  borradores  en  embrión  de  fechas 
atrasadas.  Existen  uno  del  estado  de  Yeracruz  le- 
vantado por  el  general  Teran,  el  del  istmo  de 
Tehuantepec  rectificado  por  el  general  Orbegoso  f 
conforme  á  nuestros  reconocimientos  é  itinera- 
rio ,  el  del  coronel  Garcia  Conde  del  camino  de 
Yeracruz,  y  otros  en  poder  del  laborioso  coronel 
Rincón  que  pueden  servir  de  algo;  pero  en  gene- 
ral no  hay  uuá  carta  completa  de  la  República  ; 
no  están  trazados  sus  límites ,  ni  aun  por  líneas 
acia  el  noroeste,  y  es  preciso  salir  de  tan  profunda 
ignorancia  y  confusión  del  interior ,  puesto  que 
en  el  litoral  no  es  tanta  :  las  cartas  hidrográficas 
de  Gebalios  y  Sigue aza  son  buenas  ,  y  escelen  tes 
las  de  Californias  de  Malaspina  para  auxiliares  del 
plano  que  nos  ocupa  con  los  trabajos  geodésicos  y 
observaciones  astronómicas  de  Yelazquez,  Oteiza, 
Humboldt,  Teran  y  otros  astrónomos  españoles, 
La  empresa  de  levantar  un  mapa  general  de 
la  República ,  y  los  parciales  de  los  distritos  y 
estados ,  es  ardua  pero  no  difícil ,  y  aunque  lo 
fuera ,  los  intereses  del  gobierno,  las  exigencias 
de  la  sociedad  y  el  honor  nacional  demandan 
imperiosamente  que  se  inicie  esta  gran  medida ; 
y  el 'empeño  y  la  perseverancia  que  todo  lo  ven- 
cen ,  la  terminarán.  Una  ley  formal  debería  ar* 


reglarla  adjudicando  los  legisladores al  ejecutivo, 
los  arbitrios ,  y  una  estrecha  responsabilidad 
para  ejecutarla ,- porque  cuando  se  trata  Ae  $brbs 
de  tamaña  naturaleza ,  ambos  poderes  deben 
concurrir  con  celo  y  eficacia j  al  intento»  iftdi- 
cáramos  un  medio  que  nos  parece  el  mas  sen- 
cillo y  económico ,  siempre  que  no  falten  como 
esperamos  en  la  República ,  diez  astrónomos  J 
geómetras,  cinco  naturalistas  y  otros  tantos  bo- 
tánicos y  dibujantes ,  que  divididos  en  cinco  sec- 
ciones, se  distribuyan  dos  en  I09  puntos  entre- 
mos deY  país j  una  en  el  centro  y  dos  repartidas 
en  el  litoral  del  Pacífico  y  Atlántico.  El  colegio 
de  minería,  quizá  proporcionaría  los  primeros 
elementos,  estoes,  jóvenes  auxiliares  instruidos 
y.  los  instrumentos ,  y  si  los  Estados  se  prestan 
(como  no  dudamos)  activamente  á  la  empresa; 
ministrando  é  impartiendo  auxilios  y  conoci- 
mientos, en  cuatro  ó  cinco  años ,  y  con  la  suma 
de  23o  mil  pesos  contará  la  República  con  un 
buen  plano  general ,  y  los  mismos  Estados  con 
el  propio  respectivo. 

Cada  una  de  las  cinco  secciones  ó  comisiones 
se  ha  de  componer  de  trece  individuos ,  uu  di- 
rector en  gefe  y  un  ayudante  astrónomos  (y  con 
este  nombre  ya  se  sabe  que  á  la  par  son  geó- 
metras y  matemáticos) ,  y  dos  auxiliares,  un  na- 
turalista aplicado  al  desempeño  de  la  parte  geo- 
lógica ,  zoología  y  aspecto  físico ,  un  botánico  i 
lá  de  las  plantas  y  producciones ,  un  joven  auxi- 


4*i 

liar  cada  uno ,  un  dibujante ,  un  guarda  instruí 
méritos ,  un  médico  y  dos  escribientes ;  los  es- 
cribientes los  costearan  los  Estados  de  sus  oficinas 
durante  la  inspección  en  cada  Estado  sin  salir  de 
sus  límites,  y  los  ayuntamientos  de  los  pueblos  se 
encargaran  $n  virtud  de  un  docreto  de  las  legis- 
laturas de  ministrar  las  guias  y  cabalgaduras  ne ce- 

*  4  0 

sarias,  así  como  los  curas  escitados  por  sus  prela- 
dos, los  alojamientos.  ! 

La  espedicion  central  inspeccionará  los  Es- 
tados de  Cholula,  México,  Querétaro  ,.;  Guana- 
xuato  ,  Mechoacan  ,  Otomilas  ó  Potosí ,  Coha- 
buila,  N.  León  ,  Zacatecas  y  Xalisco ,  y  el  ter- 
ritorio de  Tlaxcala  ,  escepto  en  la  parte  del  lito- 
ral. La  del  mediodía,  á  los  de  Oaxaca,  Chiapas, 
y  Yucatán,  reconociendo  y  fijando  los  límites 
naturales  de  la  república  con  Centro  América, 
y  las  posesiones  inglesas  de  Walis ,  y  los  lito- 
torales  de  los  mismos  Estados.  La  del  norte,  los 
Estados  de  Nasas  ó  Durango,  Chihuahua,  Áztlan 
ó  N.  México,  y  la  parte  superior  de  Sonora  con 
las  tierras  fronterizas  de  (odas  las  regiones  bo- 
reales y  antiguas  provincias  de  Mioqui  y  Gue- 
vavi,  y  el  gii^o  alto  de  los  rios  Bravo,  Gila,  Na- 
vajoas  y  Zaguanás.  La  destinada  a  las  costas  del 
Pacífico,  todas  las  regiones  calientes  de  los  di- 
versos Estados  y  el  territorio  de  Colima,  y[la  del 
Atlántico  ,  los  Estados  de  Tabasco  ,  Zempoala , 
Tamaulipas  y  la  provincia  de  Texas.  Una  comi- 
sión especial  reconocerá  las  Californias,  puesto 

3i 


úfiá 

que  esto*  territorios  son  los  mas.  acsequibtes,  por 
el  conjunta  de  observaciones  astronómicas  de 
Velasquez  y  Cbafxpe ,  y  los  egcdentes  planos  de 
varios  marinos  instruidos.  Del  producido  de  estas 
eapedk¿oao&  científica*  resultará  tarabiea  kt  po- 
sibilidad d$>  obtener  un  htuen  dic^ionairia  geo- 
gráfico. 

Loa  2&o  mil  peso*  que  calculamos  necesarios 
para  la  empresa,  los  graduamos  del  modo  si- 
guiente : 

5  Directores  á  5,ooo  p».  cada  uno.  1 5,ooo p*. 

5  Ayudantes  á  2, 5oo iá,5oo 

io  Naturalistas  á  2,000 20,000 

5  Dibujantes  á  5oo s,5oo 

5  Médicos  á  1,000 j       5,óoo 

5  Guarda  instrumentos  á  5oo.  .    .       2,5oo 


■  i     ■■!  *  >  x— í.a. 


Suma  total.   .   .   .     67,500  ps. 


•—  ~f 


que  multiplicada  por  los  cuatro  años 

forman  la  suma  de 23o, 000  p*. 

Nota.  Aun  cuando  fuese  preciso  gratificar  coa  algún» 
cosí  los  jóvenes  auxiliares  que  suponemos,  empleados, 
militares,  ingenieros  y.  alumnos  del  colegio  de  minería, 
esto  no  aumentaría  de  mucho  nuestro  cálculo  aproftl- 
inativo. 


^ 


463 

(XI) 

De  la  policía,  salubridad  jr  embellecimiento  dé* 

la  ciudad  de  México .  * 

A  la  caida  del  imperio  de  los  Chichimecas , 
constituidos  los  Aztecas  en  una  república.,  afir- 
man  sus  anales,  fundaron  el  año  de  1 3  27  la  ciudad 
de  México,  sobre  unos  islotes  situados  en  una  de 
las  orillas  ó  parte  del  lago  de  Texcuco,  que  por 
aquel  tiempo  que  daban  enteramente  aislados  la 
mayor  parte  del  año.  La  planta  de  esta  población, 
que  no  obstante  sus  débiles  principios  ,  como  ^ 
Roma  debia  ser  un  dia  la  metrópoli  de  un  vasto 
imperio ,  fue  magnífica  :  calles  regulares ,  her- 
mosas plazas ,  suntuosos  templos ,  palacios  ,  cal-1 
zadas  y  útiles  acueductos ,  deliciosos  jardines  y 
vivares  la  adornaron  en  pocos  años  ,  y  en  breve 
se  aumentó  estraordinariamente ,  llegando  á  ser 
no  solo  populosa ,  sino  opulenta ,  bella  y  culta  » 
como  lo  comprueban  el  plano  antiguo  existente 
en  el  archivo,  el  resto  de  los  monumentos  qu^se 
pudieron  salvar  de  los  furores  del  vandalismo 
y  fanatismo ,  y  ios  fragmentos  <jue  se  descubren 
en  las  escavaciones. 

Al  momento  de  la  ocupación  de  la  capital  to- 
mada por  asalto  el  i3  de  agosto  de  í5ai  después 


4«4 

de  \sl  heroyca  resistencia  que  hizo  el  inmortal  y 
último  emperador  Gu&timotzin,  hecho  prisionero 
por  Garcia  Holguin,  los  Españoles  animados  del 
mismo  espíritu  de  destrucción  que  los  Romanos 
desplegaron  en  Siracusa  y  Cártago ,  arrasaron 
bárbaramente  todos  los  edificios  de  una  ciudad, 
que  en  sentir  del  vándalo  capitán  Cortés,  aunque 
era  la  mas  hermosa  cosa  del  mundo ,  porque  sus 
heroycos  habitantes  eran  rebeldes  y  resistieron 
obstinadamente,  resueltos  á  perecer  todos  pri- 
mero que  rendirse ,  debia  aniquilarse  la  ciudad 
y  arder  Troya;  y  refiriéndose  al  príncipe  Guati- 
motzin  vencido,  que  no  tuvo  este  pérfido  aven- 
turero tan  celebrado  por  los  Europeos,  la  nobleza 
de  respetar  en  la  desgracia ,  dice  en  una  de  sus 
cartas  á  Carlos  quinto  capciosamente  :  *  Le  di 
asiento  y  traté  con  franqueza ;  pero  el  joven , 
asiéndose  del  puñal  que  yo  llevaba  en  mi  cintura, 
me  exprtó  á  que  le  quitara  la  vida,  porque  des- 
pués de  haber  hecho  lo  que  se  debia  á  sí  mismo 
y  á  su  pueblo ,  no  le  quedaba  otro  deseo  que  el 
dé  morir.  »    <<  Este  rasgo,  dice  un  ilustré  viajero, 
es  digno  de  los  mas  hermosos  tiempos  de  la  Grecia 
y  de  Roma.  Bajo  todas  las  zonas,  cualquiera  que 
sea  el  calor  de  los  hombres ,  el  lenguage  de  las 
almas  fuertes  es  el  mismo,  cuando  se  lucha  ciontra 
la  desventura.    ¡  Ya  vimos  arriba  cual  fue  el  fin 
trágico  del  desgraciado  Guatimotzin!  »   ¡Su  fin 
fue,  después  de  haber  sido  martirizado,  quemán- 
dole á  fuego  lento  los  pies ,  morir  ahorcado  en 


485 
un  árbol  con  los  otros  tres  reyes  1  ¡  Qué  abomi- 
nación! Sin  embargo  no  todos  lps  Castellanos 
tubiéron  corazón  de  tigres ,  y  en  obsequie*  de  la 
justicia  debernos  citar  los  sentimientos  generosos 
del  valiente  Bernal  Diazdel  Castillo,  quien  dice, 
hablando  de  este  incidente  en  su  historia  de  la 
conquista,  «  que  la  muerte  del  jóvei^rey  fue  cosa 
bien  injusta,  y  as\  fue  reprobada  de  tpdó  el  ejér- 
cito. » 

Después  de  la  completa  destrucción  de  1$.  an- 
tigua Tecnpstitlan ,  convocados  por  la  fuerza  los 
vencidos  por  los  vence<ior$s ,  conpurriéro^  es- 
pantados de  las  crueldades  de  estas  fieras ,  los 
obreros  y  artistas  Mexicanos  en  tanto  número , 
que  en  tres  años,  esto  es,  en  i$24,  la  nueva  ree- 
dificación contó  con  treinta  mil  habitantes,  cuyos 
hechps  prueban  la  actividad  é  inteligencia  de 
aquellos  pueblos ,  y  la  inmensa  población  que  la 
ciudad  de  México  comprendía  dentro  de  su  casco 
y  en  el  suburbio  de  Tlatelolco,  que  aun  hoy  dia 
llegan  á  descubrirse  ruinas  mas  de  una  legua  acia 
el  camino  de  Tanepautla ,  y  que  probablemente 
ascendió  á  mas  de  medio  millón  de  almas. 

Si  los  conquistadores ,  después  de  su  incon- 
cebible destrucción  y  crueldad,  se  hubieran  ocu- 
pado de  mejorar  la  situación  de  la  capital ,  que 
encombrada  de  ruinas  necesariamente  había 
mudado  de  faz ,  desde  que  cerrados  y  terraple- 
nados los  diversos  canales  que  antes  de  la  demo- 
lición de  tantos  edificios  existían  y  con>lituiaH 


4» 

1»  ciudad  única ,  por  decirlo  así ,  en  el  atiero 
mundo,  parecía  imposible  darle  el  mismo  aspecto, 
á  lo  méf*Q3  tendría  alguna  disculpa  su  sistema  ele 
vandalismo.  Mas  no  fue  así  por  desgracia  ,  y  la 
política  que  creyó  dominar  alucinando,  colo- 
cando su  solio  en  el  punto  central  del  imperio 
destruido,  prefirió  á  todo  trance  á  la  conveniencia 
publica ,  establecer  su  dominio  en  medio  de  los 
escombros  y  entre  los  montones  de  cadáveres, 
antes  que  esponer  su  autoridad.  Semejante  desa- 
cierto se  echó  de  ver  desde  el  año  de  163^,  cuando 
agobiada  la  capital  por  las  continuas  inundaciones, 
las  corporaciones  se  esplicéron.  «  Fue  un  gran 
yerro  á  mi  ver,  dice  una  dellas,  fundarla  en  este 
sitio ,  porque  habia  otros  mejores  á  dos  y  tres 
leguas  de  aquí.  Ademas  de  esto  edificaron  las 
casas  mas  bajas  que  las  calles  y  plazas,  y  así  toda 
el  agua  llovediza  se  entra  en  las  casas  y  no  tiene 
desaguaderos.  »  *  En  i63i  mandó  Felipe  II ,  y 
repitió  varias  veces  con  órdenes  estrechas,  que  se 
trasladara  la  población  a  las  llanuras  acojinadas, 
situadas  entre  el  pueblo  de  Sanctorum  y  el  molino 
de  Juan  Alcocer,  como  el  parage  mas  oportuno, 
sin  perjuicio  de  continuar  los  ensayos  del  célebre 
canal  proyectado. »  Mas  estas  órdenes  y  proyectos 
llegaron  y  se  emprendieron  tarde;  ya  habia  cor- 
rido mas  de  una  centuria ,  y  una  población  que 
á  los  tres  años  de  su  reedificación  reunió  mas  de 
treinta  mil  almas,  proporción  guardaba,  debería 
no  solamente  contar  ^on  mas  de  cien  mil  ha- 


hitan  tes ,  sino  coo  muchos  edificios  y  obras  qui- 
no son  tiendas  de  campaña  ambulantes,  y  es 
difícil  trasplantar  á  voluntad  délos  gobiernos, 
por  arbitrarios  que  sean,  á  no  ser  que  indemnizen 
inmensas  somas,  y  esto  no  lo  ejecutan  jamas  los 
metropolitanos  con  los  países  que  llaman  colo- 
nias. Así  es  que  el  Ayuntamiento  de  México  se 
opuso  á  esta  mudanza  estemporanea  y  costosa  , 
representado  al  rey  :  «  La  magostad  que  tiene esla 
ciudad  en  templos  y  edificios ,  dice  en  su  espo- 
sicion,  cuyo  valor,  y  de  lo  que  está  en  pié  y  ha 
de  estar  muchos  años,  es  de  tanta  estimación  que 
se  puede  con  seguridad  avaluar  á  mas  de  cincuenta 
millones  (de  pesos),  y  el  amor  que  está  radicado 
en  lo  que  cada  uno  ha  labrado  es  tan  grande,  que 
se  debe  dudar  si  bahra  alguno  que  hoy  desampare 
su  casa  sin  ver  la  última  ruina,  etc.  »  Y  después 
sigue  :  «  Y  si  se  consideran  quince  conventos  de 
religiosos,  coa  tan  suntuosos  templos,  ocbo  hos- 
pitales y  seis  colegios,  ¿cómo  se  fabricarían  ha- 
biendo faltado  sus  patronos  y  los  que  los  erigieron, 
las  capellanías ,  obras  pias  y  mayorazgos  total- 
mente se  perderian,  y  el  clero  quedaria  sin  re- 
cursos algunos,  no  omitiendo  la  iglesia  catedral, 
siete  couventos  de  religiosas ,  dos  parroquias  J 
demás  edificios  públicos.  ■  Contestación  del 
mismo  Ayuntamiento  á  la  consulta  del  virrey. 

La  indecisión  y  versatilidad  que  caracteriza  á 
la  administración  de  todos  los  paises  regidos  por 
el  sistema  colonial  prevaleció,  y  en  nuestro  «oo- 


cepto  lpfc  int$r€#fi$  de  }o$  propietarios  y  el  clero 
algo  fuAda4<W*;  y  la  ninguna  generosidad  de  parte 
del  gobierop  d$  Madrid ,  que  no  se  apresuró  á 
ofr^cpr  indemnizaciones  á  los  vecinos  de  la  ciudad, 
á  fía  de  espiarlos  á  mudar  de  localidad,  perdieron 
la  oqa^ioo  ngLa$  favorable  que  se  pudo  presentar 
sobre  el  proyecto  de  ogiejorar  la  sitpapipn  de  la 
capital,  quq  evidentemente  se  habría  conseguido 
en  tqdos  aspectos  en  las  esplanadas  y  colicúas  in- 
dicadas ,  y  en  su  ltyg^r  se  apeló  á  la  abertura  de 
un  canal  gigantesco,  que  ;si  por  forana  se  traza 
pon  inteligencia,  aunque  perjudicial  ala  fertilidad 
4gl .valle  de  Tecnox  tillan ,  bajo  otr^s  comidera- 
Cippes  hubiera  sido  útil,  y  libertado  i.  Méxipo  de 
muchas  calamidades  que  hasta  el  dia  la  amagan, 
y  continuaran  apnenazaudo  si  el  gobierno  nacional 
no  abandona  la  conducta  versátil  y  perniciosa 
del  poder  que  dominó;  esto  es,  si  no  trata  de  rea- 
lizar el  canal  positivo  que  el  hidráulico  flamenco 
IVfartinez  proyectó  desde  un  principio,  y  recpnpcio 
posible  el  célebre  patriota  Mejicano  Velazquez. 
Entj-e  tanto  baste  saber  que  eLactual  canal  ne- 
Una  de  las  obras  hidráulicas  mas  colosales 
idp ,  por  sus  trabajos  gigantescos  ,  y  no 
por  su  utilidad  ,  según  documentos  oficiales  ,  ha 
costado  mas  de  seis  millones  y  medio  de  pesos , 
y  ya  desde  28  de  noviembre  del  año  1607  9°^ 
se  comenzó,  gpbernando  don  Luis  de  Velasco , 
hasta  fines  de  setiembre  de  i636  se  habia  invertido 
la  cantidad  de  2,952,464  pesos  recaudados,  adc- 


489 
mas  de  varios  empréstitos  arrancados  á  los  ve- 
cinos de  la  ciudad ,  de  las  exacciones  impuestas 
al  consumo  de  vino,  sobre  las  carnicerías ,  y  ib 
pesos  por  cada  pipa  de  vino  cobrados  en  Veracruz, 
según  consta  en  el  informe  que  en  7  de  marzo  de 
1637  dio  una  junta  nombrada  al  efecto  al  virrey 

Si  los  canales  de  Velazquez  y  Castoreña  se 
realizaran  á  la  vez.  la  ciudad  de  México ,  ademas 
de  librarse  quizá  para  siempre  de  un  peligro  fu- 
nesto é  inminente ,  ganaría  mucho  en  cuanto  á 
su  industria,  tráfico  $  salubridad  y  embelleci- 
miento ,  por  cuanto  se  le  pueden  proporcionar 
riegos  para  fertilizar  sus  contornos  (que  deb#n 
poblarse  de  árboles ,  especialmente  de  olivos  y 
moreras)  y  reservatorios  ó  depósitos  de  agua 
para  limpiar  las  calles  y  atargeas  en  la  estación 
de  las  secas,  cuyas  inmundicias  represas  esponen 
con  sus  miasmas  mefíticos  la  salud  de  sus  habi- 
tantes atacados  frecuentemente  por  §u  influencia 
de  escarlatina,  estéricos*  ataques  nerviosos  y 
otras  dolencias  susceptibles  de  convertirse  si  no 
se  atiende  la  policía ,  en  epidemias  funestas ,  á 
proporción  que  la  población  se  aumente. 

Según  Villaseñor  y  Chappe,  la  ciudad  de 
México  antes  de  la  esclarecida  administración 
del  ilustre  Revillagigedo  á  pesar  de  su  hermosa 
planta ,  estaba  tan  atrasada  en  policía  y  orden , 
que  mas  bien  parecía  una  pocilga  que  la  resi- 
dencia de  las  autoridades  coloniales;  y  no  hay 
que  admirarse  cuando  se  considera  que  la  corte 


49° 
de  la  que  fue  metrópoli ,  no  fue  otra  cosa  hasta 
el  rey  nado  de  Carlos  III ,  y  aun  para  plantear 
entonces  algún  orden  y  policía  en  un  pueblo , 
que  á  pesar  de  aborrecer  á  los  Judios  conserva 
sus  preocupaciones,  y  sobre  todo  la  incuria  y 
ninguna  limpieza  que  caracterizan  á  los  Israelitas, 
el  pueblo  madrileño  se  sublevó  contra  las  medi- 
das del  ministro  Esquilache,  y  la  policía  de  Ma- 
drid, como  casi  la  de  todas  las  capitales  de  Eu- 
ropa y  América,  es  inferior  á  la  de  la  República, 
abstracción  hecha  de  ciertas  cosas  peculiares  al 
terreno  estremadamente  plano  y  desnivelado  de 
México,  que  se  opone  á  mejorar  mas  su  lim- 
pieza interior,  y  suele  anegarlas  calles  en  la  esta- 
ción de  las  lluvias. 

* 

Aunque   el  virrey  marques  de  Montesclaros 
fue  el  primero  que  se  ocupó  de  la  policia  y  em- 
bellecimiento material  de  México,  muy  poco  se 
adelanto   hasta  el  año  de   1791  ,  que  el  activo 
conde  de  Revillagigedo ,  dando  un  feliz  movi- 
miento á  todos  los  ramos  de  la  administración, 
su  genio  fecundo  transformó  con  admirable  ce- 
leridad l<a  ciudad  á  un  esplendor  tan  magnífico , 
que  la  constituyen  una  de  las  capitales  mas  bril- 
lantes y  hermosas  del  mundo.  El  ilustre  viajero, 
autor  del  Ensayo  político  de  México,  la  pintó 
oon  su  acostumbrada  maestría  en  los  términos 
que  se  merece,  y  nada  dejaría  qué  desear  en 
cuanto  á  su  encantadora  situación,  si  no  estu- 
viera espuesta  á  las  calamidades  de  las  inunda- 


te1 

cío  o  es.  Guando  Revillagigedo  dispuso  cegar  los 
diversos  canales  ó  azeqoias  que  giraban  por  casi 
todas  las  calles  de  la  ciudad,  empedrándose 
estas  y  dándole  un  aspecto  nuevo  á  la  pobla- 
ción ,  no  faltó  quien  opinara  que  esta  medica 
seria  perniciosa  á  la  población.  El  ilustre  Álzate, 
en  sus  Reflexiones  de  un  patriota  mexicano 
contra  el  proyecto  de  cegar  las  azequias  de 
las  calles  de  México,  al  hallar  de  esta  empresa 
dice  con  su  genial  franqueza  y  libertad  :  «  No  es 
este  un  pasquin  6  papel  díscolo.  Pudiera  divul- 
garlo porque  todo  ciudadano  tiene  derecho  para 
hablar  de  las  providencias  perjudiciales  al  pú- 
blico,  y  mis  reflexiones  interesan  al  bien  co- 
mún ¿  Pero  me  permitirán  imprimirlo....  ?  A$í 
pienso  y  así  escribo  j  piensen  y  escriban  otros 
de   otra  manera ,    el  tiempo  y   la  esperiencia 

aclararan  la  verdad »   Puede  tener  razón 

nuestro  patriota  autor  en  parte ;  mas  cuando  se 
reflexiona  que  el  mal  venia  de  muy  atrás ,  y  qqe 
si  la  destrucción  de  las  azequias  dañaba  á  la  ciu- 
dad ,  quizá  su  permanencia  era  mas  nociva  a  la 
salud ,  puesto  que  el  pequeño  declive  de  un 
palmo  del  terreno  ,  dificultaba  el  curso  de  aguas 
inmundas  y  represas,  y  en  la  estación  del  ver 
rano  perjudicarían  con  sus  miasmas  la  atmós- 
fera y  la  salubridad  pública  ,  el  partido  mas  pru- 
dente era  impedir  el  cúmulo  ó  receptáculo  de 
aguas  muertas,  que  si  juzgamos  por  las  que  han 
quedado ,  deberían  apestar  el  ambiente ,  y  hacer 


„  49* 
repugnante  el  través  á  los  transeúntes.  En  Ve- 
necia  con  quien  han  comparado  á  México  en 
cuanto  á  su  antigua  fisionomía ,  vimos  que  los 
canales  nq  ofrecian  estos  inconvenientes,  res- 
pecto á  que  la  influencia  de  las  mareas,  ejer- 
ciendo su  flujo  y  reflujo  cada  doce  horas,  renue- 
van las  aguas  y  limpian  las  inmundicias  propias 
de  toda  población  grande. 

£1  actúa),  estado  de  esta  ciudad  capital  de  la 
confederación  mexicana,  Ja  mas  antigua  de  la 
América  septentrional,  presenta  la  población 
mayor  del  nuevo  mundo ,  y  por  la  magestad  y 
grandor  de  sus  edificios  ?  establecimientos  sóli- 
dos y  paseos,  se  puede  reputar  la  metrópoli  de 
América  •  y  en  resumen,  por  la  belleza  de  su 
situación  ,  dulzura  de  clima ,  regularidad  y  po- 
licía ,  una  de  las  mansiones  mas  agradables  f  pla- 
centeras de  la  tierra.  Situada  en  el  centro  de  la 
mesa  ó  llanura  del  valle  de  Tecnoxtitlan,  sem- 
brado de  tres  lagunas,  regado  de  varios  ria- 
chuelos ,  adornado  de  cinco  colinas  porfiríticas 
vistosas  y  aisladas ,  tres  de  ellas  deliciosas  por  su 
aspecto  físico  ,  pintoresco  y  agradable ,  y  rodeada 
de  una  gigantesca ,  magestuosa  y  amena  cordi- 
llera de  basalto  que  parece  la  amuralla ,  y  mide 
67  leguas.  Su  posición  astronómica  es  de  19  ?5 
segundos  de  latitud  y  su  longitud  19,127.  Su  po- 
blación era  en  1820  de  168, 846 ;  pero  pn  1829 
se  consideraba,  según  nos  aseguró  el  señor  Ortiz 
de  La  torre,  pro- secretario  del  ministerio  de  re- 


49* 
¡aciones,  que  se  ocupa  de  estos  conocimientos, 
pasaba  de  180  mil  almas.  Su  elevación  respecto 
del  nivel  del  mar  es  de  1,168  toesas. 

El  palacio  nacional  bien  colocado  se  compone 
de  una  arquitectura  simple,  pero  uniforme,  y  es 
sin  duda ,  sino  el  mas  bello ,  el  mas  vasto  edifi- 
cio de  América.  Abraza  cuatro  cuadros  en  con- 
torno, comprendiendo  de  norte  á  sur  25o  Varas, 
y  de  oriente  á  occidente,  que  es  su  fondo,  s3o. 
Guentanse  cinco  grandes  patíos ,  de  los  que  dos 
adornados  de  galerías,  tres  menores  y  un  bonito 
jardin  de  plantas,  y  aunque  tiene  pocas  y  mez- 
quinas escaleras  y  puertas,  esta  deformidad  es 
muy  fácil  corregir  y  remediarse. 

El  templo  metropolitano  ó  catedral  es  gran- 
dioso, y  evidentemente  la  basílica  mas  estensa  y 
magnífica  del  continente  americano  :  en  su  arqui- 
tectura mixta  se  encuentran  tamaños  y  medidas 
proporcionadas ,  singular  orden  y  sobre  todo 
una  situación  admirable  y  simétrica  con  la  plaza 
mayor,  -que  sin  los  estorbos  del  mezquino  semi- 
nario, mal  colocado  sagrario  y  el  monstruoso 
edificio  diforme  denominado  el  Parían  ,  aumen- 
taría aun  mas  su  magestuoso  golpe  de  vista. 
Consta  el  templo  de  cinco  naves,  tres  abiertas  al 
círculo  de  las  procesiones  y  concurrencia ,  y  dos 
que  encierran  las  capillas  que  circundan  la  igle- 
sia :  su  longitud  es  de  4<>o  pies  geométricos ,  ó 
1 33  varas  y  tercia  castellanas,  y  su  latitud  195 
pies  ,  ó  sean  65  varas ;  se  cuentan  174  ventanas 


494 

y  i  o  puertas.  Se  abrieron  sus  fundamentos  el  año 
de  i5i3  justamente  sobre  las  ruinas  del  antiguo 
Teocalli  de  los  Aztecas,  y  se  dedicó  en  1667  ha- 
biendo ascendido  basta  aquella  época  su  costo 
á  1,752,000  pesos.  Los  diseños  fueron  trazados 
de  orden  de  Felipe  II ,  por  uno  de  los  arquitectos 
mas  hábiles  de  su  tiempo.  II  retablo  mayor,  que 
en  el  país  llaman  mal  á  propósito  ciprés,  fue  cons- 
truido por  el  arquitecto  español  Balbas  en  1  ji^S  9 
de  madera  con  columnas  de  mármoles  no  de  mal 
gusto,  pero  se  resiente  del  estilo  recargado  de  su 
tiempo.  El  tabernáculo  interior  es  de  plata,  y  00 
deja  de  tener  su  mérito.  El  conjunto  de  los  pa- 
ramentos que  adornan  este  altar  y  todo  el  tem- 
plo, es  de  plata  y  oro,  y  tan  rico  y  precioso  que 
en  vano  se  buscaría  en  la  incomparable  y  única 
hasílica  de  San  Pedro  de  Roma  j  y  si  á  propor- 
ción fuera  todo  lo  demás,  en  cuanto  á  gusto  y 
riqueza  de  mármoles  ,  monumentos  de  bronze  y 
pinturas ,  la  catedral  de  México  seria  una  de  las 
mas  hermosas  del  universo.  La  balaustrada  lla- 
mada crugia ,  de  bronze  esquísito ,  que  por  su 
color  y  brillo  denominan  metal  del  príncipe,  y 
circunda  el  coro  girando  basta  el  retablo  mayor 
que  también  rodea,  es  una  obra  valiosa  y  aca- 
bada ,  especialmente  en  el  calvario  que  presenta 
su  frente,  y  no  faltan  escelentes  obras  de  pintura 
en  las  capillas  y  sacristía,  que  honran  á  los  ar- 
tistas mexicanos.  'La  cúpula  es  gallarda ,  y  uoa 
obra  maestra  de  pintura  al  temple ,  de  los  cele- 


fe5 
bras  SacDz  y  Ximcnez;  en  ün  este  templo  au- 
gusto y  magestuoso  seria  admirable  sin  el  em- 
barazo de  su  coro,  sin  las  capillas  cerradas,  el 
pésimo  entarimado,  la  arquitectura  mixta  y  es- 
cesiva  altura  de  sus  torres  que  lo  hacen  diforme  f 
mas  como  estos  defectos  en  la  mayor  parle  suu 
corregibles,  y  los  nuevos  canónigos  mexicanos 
tendrán  mejor  gusto,  ya  nos  ocuparemos  de  sus 
mejoras  y  embellecimiento. 

La  plaza  mayor  sin  el  monstruoso  Parían  y 
el  colegio  seminario,  sin  la  falta  de  simetría  de  sus 
mal  formados  é  incompletos  portales  ,  y  con  lí- 
neas de  árboles  y  fuentes ,  seria  una  de  las  mas 
grandes  y  lucidas  del  mundo  :  dpspues  indicare- 
mos el  proyecto  en  grande  de  sus  mejoras  y  ador- 
nos. Hasta  el  año  de  i8a3  estuvo  adornada  con  la 
hermosa  estatua  ecuestre  de  bronze  que  tanto  hon- 
ró al  artista  Tolsa  su  autor,  y  en  la  que  tuvo  mucha 
parte  nuestro  inteligente  esculptor  Patino  ,  tan 
hábil  como  modesto.  Esta  obra  es  maesta  y  ad- 
mirable por  su  belleza,  regularidad  y  por  haberse 
modelado  y  baciado  de  una  sola  pieza  colosal. 
La  estatua  es  mayor  (y  comparable  según  algu- 
nos conocedores)  que  la  de  Marco  Aurelio  del 
Capitolio  en  Roma  ,  que  examinamos  con  cui- 
dado ,  y  aunque  mas  gallarda  y  de  bellas  propor- 
ciones ,  parece  que  no  es  de  una  pieza  :  su  colo- 
cación en  i8o3  inmortalizó  á  su  autor,  y  dio 
motivo  á  que  ios  talentos  poéticos  mexicanos 
brillaran  ;  pero  habiéndose  colocado  en  una  plaza 


496 
circular  fuera  del  punto  céntrico  de  la  gran  plaza, 
sin  embargo  de  los  adornos  y  embellecimiento 
del  círculo ,  no  se  calculó  bajo  el  punto  de  vista 
de  las  leyes  de  la  simetría  y  orden  general ,  que 
deben  caracterizar  los  grandes  monumentos  pú- 
blicos. 

Entre  los  paseos  que  hermosean  la  capital  fe- 
deral ,  aunque  todos  pueden  llegar  á  ser  amenos 
y  deliciosos  á  poca  costa  y  trabajo ,  solamente 
se  encuentra  digno  sin  faltarle  defectos,  el  de  la 
Alameda.  El  plan  de  este  es  de  gallarda  planta , 
pero  un  poco  monótono ;  carece  de  buenas  fuen- 
tes jr  estatuas ,  el  aire  que  se  respira  está  infes- 
tado con  los  miasmas  de  lá  azequia  que  lo  rodea, 
sofocado  por  el  polvo  que  levantan  los  coches , 
y  el  no  muy  bueno  terraplén  dé  las  carreras ,  por 
donde  transitan  estos  muebles  y  las  caballos ,  y 
én  algunos  de  sus  ángulos  escasea  el  sombrío  por 
lá  mala  calidad  del  arbolado,  y  en  fin  porque 
todavía  no  se  conoce  el  sistema  de  jardines  ó  bos- 
quecitos  á  Ja  inglesa ,  y  cetos  ó  macisos  de  ar- 
bustos que  como  el  arrayan ,  tan  común  en  los 
coutornos  de  México  ,  resguardan  y  embellecen 
las  florestas  y  templetes  \  mas  no  obstante  esta* 
faltas ,  el  paseo  es  bonito  y  susceptible  de  ser  de 
lo  mejor  conocido.  Los  demás  ,  aunque  de' vistas 
hermosas,  carecen  de  árboles  de  las  especies  mas 
propias  al  sombrío,  y  cuando  se  planten  acacias, 
plátanos  orientales,  el  castaño  de  Indias,  olmos, 
chopos  del  Canadá  ,  tilos  ,  sauces  de  Babilonia , 


k1 

abnegué  tes ,  cedros ,  sabinos  ,  eiprfeses ,  pinos  * 
encinos  hembras,  naranjos  y  otra  inmensa  varié-* 
dad  de  preciosas  especies  de  las  regiones  tem- 
pladas, como  el  ocosote  y  el  paqui,  ojoche, 
zapotes ,  cañafístola ,  ceibos  ,  tamarindos ,  flori- 
pondios y  otros  de  tierra  caliente,  que  sin  duda 
se  pueden  aclimatar  ,  con  estos  plantíos  y  el  cui- 
dado de  podarlos,  los  páseos  de  Bucareli,  Azanza, 
Campo-florido  y  el  alhagüeño  de  la  primavera 
denominado  de  la  Viga ,  serán  agradables  y  pla- 
centeros. 

Los  edificios  públicos  de  los  colegios  de  Mine- 
ría ,  San  Ildefonso ,  la  antigua  Inquisición  ,  ia 
casa  de  moneda,  el  monte  de  piedad,  la  Acordada, 
el  hospicio  y  casa  de  Tabacos  y  la  aduana  son 
regulares ,  y  cinco  magníficos  por  su  magnitud 
y  bellas  proporciones  de  arquitectura.  Entre  los 
templos  ,  son  notables  por  su  elegancia  y  regula- 
ridad los  de  San  Agustín  ,  Santo  Domingo  ,  San 
Pablo  y  la  Soledad  ,  y  por  su  adorno  moderno 
y  bello  gusto  Jesús  Maria.  La  arquitectura,  escul- 
tura ,  pintura  y  hermosos  mármoles  de  la  capilla 
de  Santa  Teresa  consagrada  al  crucificado ,  la 
hacen  comparable  á  las  del  Sagrario  y  San  Andrés 
Corsino  de  San  Pedro  y  Letran  de  Roma.  El 
coliseo  ó  teatro  es  indigno  <íe  México,  y  no  se 
puede  ponderar  su  deformidad  sino  afirmando 
que  es  abominable  el  edificio ,  y  lo  peor  es  que 
amenaza  desplomarse ;  carece  de  puertas  y  es- 
caleras, de  salones  y  de  todas  la?  comodidades  de- 

3a 


49* 
bulas  á  estos  establecimientos,  y  aun  necesarias/ 
¿fin  de  libertar  al  público  de  calamidades  en  el 
incidente  de  un  incendio.  Las  plazas  ó  mercados 
públicos  son  pocos  y  pequeños »  y  las  de  adorno 
desfiguradas ,  imperfectas  de  propósito ,  y  sin 
árboles,  ni  fuentes  en  general  solitarias.  El  único 
mercado  formal  de  la  pequeña  plaza  del  Volador, 
es  reducido ,  mal  colocado ,  peor  cubierto  j 
sucio,  está  esponiendo  constantemente  el  palacio 
nacional  á  un  incendio ,  y  toda  la  población  á 
infestarse ,  porque  estrecho  ,  es  mas  bien  recep- 
táculo de  los  gérmenes  de  la  pestilencia  y  el  desor- 
den, que  el  atractivo  de  Flora,  Pomena  y  Geres. 
¡  Qué  contraste  con  el  antiguo  de  Tlatelulco, 
dirijido  por  las  ordenanzas  y  policia  de  un 
pueblo  que  gratuitamente  calificaron  los  Euro- 
peos de  bárbaro  porque  no  vestia  como  ellos ,  á 
pesar  de  vivir  con  mas  arreglo  y  probablemente 
sin  tantos  vicios  ni  complicados  reglamentos  en 
su  administración  ! 

Las  casas  6  edificios  particulares  sou  todos 
de  piedra  de  lavas  y  tesontle,  bien  construidos , 
y  sin  la  deformidad  de  esos  balcones  y  enrejados 
de  madera,  que  afean  por  lo  común  las  pobla- 
ciones de  la  América  del  sur,  cuyas  capitales, 
sin  escepcion  de  la  del  Brasil ,  por  una  conbi- 
nacion  de  circunstancias  visitamos ,  y  aunque 
tienen  la  regularidad  de  las  calles  de  México  en 
general ,  son  inferiores  en  edificios  y  policia ; 
en  la  capital  que  nos  ocupa,  azoteas,  corre- 


dores  y  patíos  interiores ,  y  cuando  mas  tres 
cuerpos  ó  pisos  ,  ofrecen  todas  las  comodidades 
á  sus  afortunados  habitantes ,  por  lo  común  bien 
distribuidas ,  si  estuvieran  las  cosas  una  ó  dos 
varas  elevadas  de  la  superficie  de  la  tierra  ,  y  sus 
entresuelos  fueran  mas  altos,  nada  dejarían  que 
desear ,  y  son  preferibles  al  sistema  y  méLodo 
europeo  ,  donde  ó  sea  por  economía  del  terreno, 
ó  por  el  mal  gusto ,  pocas  casas  gozan  de  las 
conveniencias  de  patíos  y  corredores,  y  la  am- 
plitud de  los  departementos  que  en  las  nuestras, 
y  un  Mexicano  no  puede  menos  que  entristecerse 
y  vivir  molesto ,  trasplantado  de  su  país  y  habi- 
tuado á  esas  moradas  de  palacios,  cuando  por 
necesidad  tiene  que  acomodarse  á  vivir  encerrado 
en  una  prisión  y  habitar  en  celdas  de  recoletos  , 
pues  tal  es  el  aspecto  de  la  mayoría  de  las  casas 
de  Europa ,  si  se  eseeptua  ea  parte  Inglaterra. 

El  laberinto  y  estrechez  de  las  calles,  no  dejan 
de  aumentar  la  fealdad  de  estas  poblaciones  an- 
tiguas ,  y  á  pesar  de  su  actividad  y  continuo 
movimiento  de  carruages  y  gentes  generalmente 
mucho  mejor  vestidas  y  decentes  ,  no  se  pueden 
comparar  con  las  calles  anchas  y  rectas  de  Mé- 
xico ,  y  cuando  esta  hermosa  ciudad  consiga  ci- 
vilizar ó  vestir  á  lodos  sus  habitantes ,  y  domi- 
cilie la  actividad  é  industria  que  son  consiguientes 
á  la  estension  de  una  buena  educación  ,  y  pro- 
porcionar otros  goces  domésticos ,  la  energía  , 
aplicación  y  contentamiento  que  deben  caracle- 


5o# 

rizar  á  un  pueblo  libre  y  virtuoso ,  las  calles  So- 
litarias y  tranquilas  de  México ,  que  semejantes 
en  muchas  cosas  á  un  claustro  de  monges  re- 
lajados, solo  parece  que  se  alteran  por  el  ruido  de 
los  pordioseros,  procesiones,  campanas  y  cohetes, 
y  las  continuas  reverencias  y  acatamientos  que 
obligan  al  viandante  y  traficante  las  prácticas  de 
una  devoción  mal  entendida ,  exigida  fuera  de 
los  templos,  en  donde  á  sus  horas  y  tiempo  se 
deben  rendir  justos  y  públicos  homenages  al 
Criador ,  se  convertirán  como  en  las  poblaciones 
de  Europa,  en  talleres  y  tiendas  de  industria  y 
provecho.  Entre  tanto  no  dejaría  de  ser  útil  y 
conveniente  á  la  industria  y  moralidad  del  pueblo, 
que  las  fiestas  se  redujesen  únicamente  á  los  do- 
mingos ,  pascuas  y  festividades  mas  precisas  y 
solemnes  de  los  misterios  del  Señor,  que  las  pro- 
cesiones se  circunscribieran  al  interior  de  las  igle- 
sias y  cementerios  ,  y  en  fin  ,  que  los  toques  de 
las  companas  no  fueran  tan  frecuentes  y  á  todas 
horas,  en  atención  á  que  todos  estos  usos  y  prac- 
ticas en  decrepitud  perjudican  mas  bien  que 
aprovechan  al  verdadero  culto  de  la  religión. 
El  empedrado  de  las  calles  de  México  de  gui- 
jarro ,  pedernal  ó  china  lisa  á  estilo  español ,  no 
deja  de  ser  incómodo  :  en  el  nuevo  método  de  em- 
pedrados adoptado  en  Inglaterra ,  Francia  y  úl- 
timamente en  Italia  ,  se  prefiere  con  razón  el 
pedernal  tallado  á  manera  de  ladrillo  cuadrado 
de  un  palmo  de  diámetro;  si  este  sistema  se  adop- 


5oi 

tara  en  México,  mejorarían  mucho  sus  calles,  así 
como  con  la  conclusión  uniforme  de  sus  veredas 
ó  aceras. 

La  policía  de  la  capital  de  la  federación ,  para 
poder  sostenerla  inalterable  y  aun  aspirar  á  sus 
mejoras  progresivas,  necesita  de  una  administra- 
ción especial  ,  que  separada  de  las  atenciones  de 
la  administración  política  y  municipal  ,  cuide 
únicamente  del  buen  orden,  salubridad  y  embe- 
llecimiento de  una  población  destinada  por  su 
situación  geográfica  y  posición  política,  á  ejercer 
un  grande  influjo  en  el  mundo  civilizado  como 
centro  de  la  cultura ,  cabeza  y  señora  de  un  vasto 
imperio.  Al  tratar  de  este  importante  objeto ,  no 
se  crea  que  Lacemos  mérito  del  establecimiento 
de  una  policía  de  espionage  hostil  á  las  libertades 
públicas  é  indigna  de  un  pueblo  libre ;  nos  re- 
ferimos á  la  creación  de  una  magistratura  mas 
noble  y  sublime  ,  compatible  con  nuestras  insti- 
tuciones y  las  exigencias  de  las  mejoras  sociales, 
que  está  demandando  imperiosamente  el  nuevo 
orden  de  cosas,  á  fin  de  reprimir  poco  á  poco 
los  abusos  introducidos  por  la  administración 
versátil  y  provisora  colonial ,  y  tender  al  aseo , 
conveniencias ,  moralidad  y  aplicación  de  un 
pueblo  dócil  y  predispuesto  á  los  adelantos  de  la 
industria  y  civilización. 

En  esta  inteligencia ,  creemos  conveniente  j 
aun  necesario  que  el  poder  legislativo  al  tratar  de 
arreglar  la  administración  del  gobierno  del  dis- 


¡>©a 

trito  bajo  una  ley  sabia  y  vigorosa ,  consideré 
que  se  trata  de  los  intereses  y  destinos  futuros  de 
una  población  que  coa  el  tiempo  aglomerará 
millones  de  habitantes,  y  que  no  muy  tarde  abra- 
zará una  área  es  tensa  ,  que  sr  no  se  conbina  y 
arregla  á  propósito  ,  por  mas  que  su»  cimiento* 
sean  ya  magníficos  en  su  centro ,  por  una  crimi- 
nal apatía  y  descuido  se  ha  dejado  desfigurar  ea 
algunos  de  sus  barrios ,  que  como  en  los  de  Saá 
Juan,  San  José,  Santa  Veracruz,  San  Diego,  San 
Hipólito  ,  San  Fernando ,  Santa  María,  cercado 
de  Santo  Domingo ,  Santa  Catalina ,  Santa  Ana , 
Tlatelulco,  Carmen  ,  San  Sebastian,  Santa  Cruz , 
Merced  y  especialmente  en  los  poblados  subur- 
bios de  la  Candelaria ,  San  Pablo ,  San  Camilo , 
San  Miguel  y  Salto  de  la  agua ,  que  no  se  ha  se- 
guido un  plan  regular  y  ordenado,  se  han  cerrado 
muchas  calles  y  permitido  edificar  sin  orden  y 
simetría  ,  como  en  la  edad  media ,  desfigurando 
una  de  las  mas  cordinadas  y  hermosas  poblacio- 
nes que  pudieron  fimdarse  ó  reedificarse  en  el 
siglo  XVI,  cuyos  abusos  importa  mucho  á  la  sa- 
lubridad ,  policia  y  embellecimiento  de  sus  ha- 
bitantes, y  aun  al  buen  gusto  ,  dignidad  y  honor 
nacional  reparar  oportuna  y  gradualmente.  Si  la 
administración  de  la  ciudad  de  Londres,  á  quien 
Vol taire  en  su  Henriada  pinta  como  el  centro  de 
las  artes ,  el  templo  de  Marte ,  el  almacén  del 
mundo,  y  por  su  ventajosa  posición  la  población 
maf  floreciente  del  universo  hubiera  adoptado 


después  de  la  gran  conflagración  ó  incendio  acae- 
cido en  la  metrópoli  de  la  Gran-Bretaña  el  año 
de  1666,  el  proyecto  del  patriota  y  célebre  ar- 
quitecto inglés  sir  Cristóbal  Wren,  Londres  reu- 
niría á  su  inmensa  magnitud  de  mas  de  tres  le- 
guas de  largo  y  diez  de  circunferencia  ,  de  su  es- 
traordinaria  riqueza,  actividad  é  industria,  la 
regularidad  y  belleza  simétrica  de  que  carece 
hoy  dificultando  su  tránsito,  con  graves  perjuicios 
de  la  energía  y  cultura  de  sus  industriosos  habi- 
tantes, que  lamentan  esta  falta  y  no  bendicen  al 
gobierno  que  despreció  la  magnífica  y  oportuna 
idea  del  artista  patriota  é  ilustrado  ciudadano. 

Ademas  de  esto,  la  ciudad  de  México  necesita 
de  nuevos  establecimientos  públicos  indispensa- 
bles á  su  fomento,  salubridad,  comodidades  y 
embellecimiento,  y  en  suma,  de  un  nuevo  y  ar- 
reglado orden  de  cosas ,  considerada  como  la 
metrópoli  de  una  nación  independiente  y  libre, 
residencia  de  las  autoridades  supremas  y  ministros 
estranjeros,  centro  de  las  ciencias,  ai  tes  é  indus- 
tria que  es  preciso  cultivar  ,  y  una  sola  mano  ó 
gobernador  ya  demasiado  ocupado  en  los  nego- 
cios políticos,  es  imposible  que  pueda  atender  á 
tan  interesantes  y  complicados  objetos,  y  mas  si 
prevalece  el  favor  en  la  elección  de  una  autoridad 
que  es  indispensable  reúna  á  la  actividad  é  ins- 
trucción ,  el  buen  gusto,  celo,  conocimiento  del 
mundo  y  la  instrucción  de  los  viages  tan  raros 
entre  los  cortesanos  parásitos  de  México  ,  que  en 


>4     . 

general  acostumbrados  á  ciertas  preocupaciones, 

sino  repiten  el  proverbio,  que  después  de  México 
el  cielo  y  del  cielo  una  ventanita  para  verá  México, 

incapaces  de  poder  formar  juicios  de  comparación, 
si  se  esceptuan  á  don  Francisco  Molinos  y  don  Mel- 
chor M uzquiz  ,  que  desplegaron  actividad  ,  y  á 
don  Francisco  Fagoaga,  que  trasladó  las  imáge- 
nes de  las  calles  á  los  templos,  demoliendo  cier- 
tos edificios  que  consagrados  al  culto  eran  guari- 
das de  criminales,  dando  pruebas  de  buen  gusto 
y  aun  aspirando  á  reformas  promovió  el  arreglo 
de  los  paseos  y  jurisdicción  de  las  parroquias ,  los 
demás  nada  han  adelantado ,  y  aun  antes  bien 
según  examinamos  y  nos  informan  los  diarios , 
todo  ha  ido  en  decadencia  en  cuanto  á  policía , 
seguridad   y  embellecimiento ,  no  obstante  los 
adelantos  y  florecimiento  material  de  la  ciudad 
federal;  en  obvio  de  estos  males ,  y  sin  perjuicio 
de  que  las  autoridades  supremas  dediquen  toda 
su  atención  y  solicitud  en  orden  á  la  elección,  del 
gobernador  del  distrito,  constituyendo  este  inte- 
resante destino  únicamente  para  los  Mexicanos 
activos ,  instruidos  y  aficionados  á  las  reformas 
sociales  ,  ciencias  y  artes  de  buen  gusto  ,  indica- 
mos la  creación  de  un  prefecto  superior  de  poli- 
cía, y  un  consejo  de  ediles  aplicados  á  las  mejo- 
ras de  la  administración  de  salubridad  ,  policía , 
w  seguridad,  fomento  y  embellecimiento  de  la  ca- 
pital, que  imparta  sus  atenciones  con  el  ayunta- 
miento á  quien  debe  presidir  en  todo  lo  concer- 


So5 

iriente    a  estos  ramos,  que  se  deberán  diríjír 
independientemente  del  gobernador  territorial. , 
La  prefectura  de  policía  con  su  correspondiente 
secretario  y  oficina ,  deberá  ser  tan  considerada 
y  bien  dotada  como  la  administración  política,  y 
á  mayor  abundamiento  impartir  sus  tareas  con 
cuatro  suprefectos   delegados   auxiliares  en  los 
cantones  ó  barrios  de  los  cuatro  vientos  de  la 
ciudad,  y  el  consejo  de  ediles  que  como  en  Roma 
vigile  sobre  el  fomento  de  la  policía,  salubridad, 
construcción  y  conservación  de  los  edificios,  ca- 
nales, calzadas,  paseos,  acueductos,  fuentes,  pía* 
zas,  cementerios,  lonjas ,  mercados,  bazares,  ba- 
ños, leváderos,  empedrados,  teatros  y  circos  ,  y 
el  embellecimiento  y  mejoras  de  la  capital*  Una 
de  sus  principales  atribuciones  sera  la  seguridad 
pública  y  el  desarrollo  de  los  medios  mas  efica- 
ces para  evitar  robos  y  la  radicación  de  gentes 
viciosas  y  vagamundas ,  la  estirpacion  del  juego 
y  mitigación  de  la  embriaguez ,  y  en  suma  la 
corrección  severa  de  todos  los  vicios  y  escándalos 
públicos,  y  el  destierro  da  la  juventud  no  eman- 
cipada legalmente  de  los  cafés  y  casas  públicas  , 
á  no  ser  que  vayan  acompañados  los  niños  con 
sus  padres,  parientes  ó  personas  de  las  casas  de 
familia;  cuidar  del  orden  de  estas  casas  y  hospfc 
derías  para  que  en  ellas  no  se  abuse,  se  condimenta 
ten  los  manjares  con  viandas  frescas,  prohibiendo 
las  confecciones  y  procedimientos  en  utensilios  que 
no  sean  de  barro  ó  hierro  colado,  ven  las  vinaterías 


5o6 

y  pulperías  que  nase  alteren  los  licores  y  catóos,  y 
que  en  estas  casas,  sentinas  de  vicios  j  estafas,  «tose 
espenda  al  menudeo,  ni  se  reciban  prendas,  ni  se 
abran  los  domingos  y  fiestas  ,  ni  por  la  noche  en 
la  semana.  Los  escandalosos  progresos  de  la  em- 
briaguez y  desmoralización  de  las  grandes  pobla- 
ciones de  México ,  tienen  su  torpe  origen  de  la 
abundancia  y  protección  de  esas  perniciosas  casas 
denominadas  pulperías ,  y  de  la  falta  de  distrac- 
ciones nocturnas.  En  Francia  y  en  muchas  ciu- 
dades de  Italia ,  donde  por  costumbre  el  pueblo 
después  del  trabajo  se  reúne  en  una  multitud  de 
paseos,  plazas  6  bazares,  y  las  pocas  vinaterías  se 
cierran  por  la  noche ,  no  se  ven  ebrios  en  las 
calles ,  y  por  consiguiente  los  robos ,  las  quere- 
llas y  los  asesinatos  son  raros  :  prohíbanse  en 
México  esas  bacanales  á  deshora ,  y  que  no  se 
venda  el  aguardiente  sino  en  botellas  como  debe 
ser,  puesto  que  para  el  menudeo  no  faltan  cafés, 
hermoséense  las  plazas  con  árboles ,  fuentes, 
asientos  é  iluminaciones,  y  habrá  temperancia 
en  las  masas.  Todo  esto  se  puede  hacer  recar- 
gando de  contribuciones  á  las  llamadas  pulperías, 
y  aun  prescribiéndose  su  número ;  y  si  quieren 
espender  al  menudeo,  que  abran  cafés  públicos, 
en  cuyas  casas  suele  haber  menos  abusos  por  la 
concurrencia  y  publicidad ,  y  porque  entonces 
los  interesados  evitarían  los  escesos  á  fin  de  atraer 
marchantes  de  gentes  de  toda  clase. 

El  servicio  doméstico ,  mueble  indispensable 


5o, 
por  desgracia  ,  necesita  arreglarse  eo  México  : 
esta  falta,  á  pesar  de  la  genial  docilidad  y  fideli- 
dad de  las  clases  que  lo  desempeñan  ,  que  son  los 
indígenas  y  mestizos  ,  es  decir  las  mejores  gentes 
del  país,  aumentan  el  desorden  y  ningunas  con- 
veniencias y  economía  que  comunmente  se  notan 
en  el  seno  de  las  familias  ;  cuando  la  administra- 
ción de  policia  se  ocupe  de  este  interesante  objeto, 
contándose  con  las  buenas  disposiciones  de  los 
sirvientes  mexicanos,  mejorará  mucho.  Conven- 
drá pues  que  una  junta  auxiliar  de  la  prefectura 
de  policia  compuesta  de  ciudadanos  patriotas , 
entienda  en  este  negociado,  y  en  nuestro  concepto 
se  conseguirá,  reuniendoen  congregación  ó  gremio 
á  todos  los  sirvientes  de  ambos  sexos,  y  bajo  un 
reglamento  procurar  sos  adelantos,  y  cierto  mé- 
todo para  que  ninguno  sea  admitido  al  servicio,  á 
no  ser  que  se  renuncien  los  malos  resultados,  sin 
el  conocimiento  y  garantías  de  una  junta  com- 
puesta de  los  sirvientes  de  conocida  probidad , 
y  el  certificado  del  consejo  direclorial ;  dis- 
poniendo que  cada  patrón  provea  al  recibir- 
los ,  de  cama  y  utensilos  domésticos  nece- 
sarios al  aseo  por  su  cuenta  ,  y  por  la  del  sir- 
viente un  vestido  decente  si  le  hiciere  falta,  y  que 
precisamente  se  calzen.  Para  gastos  de  escritorio 
del  consejo  directorio,  y  formar  un  fondo  á  bene- 
ficio de  los  domésticos,  especialmente  consagrado 
á  estimular  el  matrimonio  entre  ellos  ,  sus  pa- 
tronos autorizados  por  la   lev   deberán   reservar 


5o8 
mensualmente  cierta  pequeña  cantidad  de  los 
salarios  vencidos,  que  bajo  su  responsabilidad 
entregaran  á  la  junta  directorial  y  se  impondrán 
en  masa  en  un  banco  de  ahorros  ú  otro  estable-* 
cimiento  de  los  que  pagan  premios.  Iguales  ó 
semejantes  medidas  se  podian  adoptar  con  los 
cargadores,  aguadores  y  aun  con  todos  los  obre- 
ros, contándose  con  los  cabezas  ó  dueños  de  los 
talleres  mecánicos,  y  con  estos  principios  se  lle- 
garía al  feliz  resultado  de  mejorar  de  suerte , 
acostumbrándolos  por  grados  á  la  sobriedad, 
honradez,  economía ,  y  aun  á  escitar  la  instruc- 
ción y  placeres  honestos,  puesto  que  no  sería 
difícil  inclinarlos  á  reunirse  los  domingos ,  y 
celebrar  una  fiesta  anual  al  santo  patrón  que 
adopten,  sencilla  y  reducida  á  una  simple  fun- 
ción de  iglesia ,  á  donar  á  los  hospitales  y  encar- 
celados una  limosna,  y  á  regocijarse  con  ban- 
quetes y  baile  el  resto  del  dia,  alquilando  en  el 
campo  entre  todos  los  sirvientes  y  artesanos  un 
edificio  destinado  á  este  objeto ,  y  aun  gabinete 
de  lectura  para  que  los  domingos  y  las  noches  se 
instruyan  los  que  supieren  leer. 

El  banco  de  ahorros  y  previsión ,  que  ba  in- 
dicado el  secretario  de  relaciones  desde  i83o, 
debería  efectuarse  por  la  saludable  tendencia  que 
resulta  á  las  clases  jornaleras ,  en  orden  á  con- 
traer el  hábito  de  la  economía ,  y  aspirar  un  dia 
á  que  todos  los  obreros  mexicanos  ,  como  todos 
los  de  ios  países  cultos,  economizando  una  parte 


5og 
de  su9  salarios ,  adelanten  en  cuanto  á  los  goce» 
sociales  y  contraigan  nuevas  necesidades  para 
hacerlos  mas  aplicados ,  laboriosos  y  menos  pró- 
digos de  sus  cortos  ahorros.  Estos  establecimien- 
tos establecidos  en  Francia  en  2/4  de  marzo  de. 
1819,  han  sido  útiles á  los  jornaleros.  Este  banco 
está  fundado  sobre  principios  ciertos,  y  los  miem- 
bros de  que  se  compone  su  administración  ofre- 
cen á  la  vez  un  conjunto  dichoso  de  todas  las 
garantías  que  se  pueden  desear  en  su  adminis- 
tración, propiedad  y  comercio.  Está  administrado 
gratuitamente  :  recibe  en  depósito  las  cantidades 
que  les  confian  todas  las  personas  que  quieren 
buscar  un  recurso  en  la  economía.  Cada  depósito 
debe  ser  de  un  franco  lo  menos  y  de  1 5o  lo  mas  : ' 
estas  cantidades  pueden  sin  embargo  aumentarse 
con  nuevas  intregas  que  se  hagan  todos  los  dias> 
de  recaudo.  Los  despachos  están  abiertos  al  pú- 
blico todos  los  domingos  desde  las  diez.de  la  ma- 
ñana hasta  la  una  de  la  tarde  :  su  interés  ó  pre- 
mio está  fijado  á  5  p.  %,  y  se  pasa' ó  aprueba 
por  cada  suma  redonda  de  1 2  francos.  El  premio* 
se  arregla  al  fin  de  cada  mes ,  que  se  añade  ai 
capital ,  y  este  produce  él  mismo  interés  para 
el  segundo  mes  ,  siguiendo  así  sucesivamente.  El 
dinero  depositado  se  saca  cuando  se  quiere  ,  en 
parte  ó  en  la  totalidad  ,  conformándose  á  lo  pre- 
venido por  los  estatutos. 

*  La  policía  y  cspedita  administración  ordinaria 
de  México  exige  imperiosamente  una  subdivisión 


eo  cinco  catfaaes  grandes ,  adctmas  da  lo*  3j 
cuarteles  menores  existentes,  el  aumenta  dad 
alcaldes  y  un  tercio  de  regidores ,  por  manei» 
que  cada  cantón  cuente  coa  dos  de  los  primeros 
y  el  suficiente  número  de  los  segundos  compar- 
tidos ea  cinco  secciones  que  independientes  ad- 
ministren precisamente  en  los  respectivos  canto- 
nes ,  es  decir ,  en  el  centro  ,  oriente  ,  norte , 
sur  y  occidente  la  justicia  ordinaria  y  demás 
atribuciones  municipales  ,  á  la  par  que  los  sub- 
prefectos  que'  arriba  indicamos ,  la  policía  que 
se  advierte  en  todos  los  ramos.  El  atraso  en  los 
barrios  de  las  parroquias  de  la  Soledad  ,  San  Pa- 
blo ,  San  Miguel ,  San  José ,  Santa  Ana  y  San 
Sebastian  están  clamando  esta  medida  ,  y  á  la 
veas  una  regular  división  y  uniformidad  de  la  ju- 
risdicción de  las  parroquias  de  la  ciudad  $  cuyo 
desorden  vergonzoso  es  preciso  corregir ,  y  aun 
escitar  el  esplendor  del  culto  de  las  parroquias 
que  en  fuerza  de  la  influencia  y  estraordinario 
proselitismo  de  las  funciones  monacales  de  los 
conventos  ,  con  perjuicio  de  los  derechos  cristia- 
nos parroquiales  y  sagradas  atribuciones  de  los 
curas»  esta  en  tal  decadencia,  que  aun  en  los  dias 
mas  solemnes  de  la  semana  santa  y  pascuas,  mu- 
chas de  las*  iglesias  parroquiales  permanecen  de- 
siertas en  perjuicio  de  la  religión  y  cumplimiento 
de  los  deberes  de  los  fíeles  y  los  párrocos  9  que 
mal  podran  atraer  las  ovejas  descarriadas  los  pas- 
tores natos  sin  conocer  y  tratar  su  rebaño  :  á  fia 


de  evitar  estos  graves  inconvenientes,  y  aficionar 
á  lqs  feligreses  á  su  jurisdicción  y  domicilio  espiri- 
tual ,  convendría  que  los  obispos  estimulasen  el 
culto  divino  de  las  parroquias  ,  incorporándoles 
los  clérigos  y  capellanes  sueltos  ,  con  obligación 
de  asistir  al  coro  y  rezar  solemnemente  antes  de 
la  misa  y  por  la  tarde  las  horas  canónicas  de  cos- 
tumbre en  los  conventos  (  el  coro  de  las  parro- 
quias se  podrían  situar  en  los  presbiterios),  esfor- 
zándose los  curas  á  la  asistencia  de  sus  feligreses, 
á  la  misa  mayor  y  sermón  evangélico  y  doctrinal 
por  el  propio  párroco  ó  alguno  de  sus  ayudantes. 
£1  legislador  podría  también  concurrir  á  esta 
obra  religiosa  ,  prohibiendo  que  se  legasen  ani- 
versarios, y  se  hiciesen  funciones  j  exequias  en 
los  conventos,  sin  el  permiso  de  los  respectivos 
párrocos  interesados ,  á  fia  de  que  se  prefieran 
las  parroquias;  y  cuando  los  fieles  quieran  sufra- 
gios de  las  comunidades  religiosas  ,  que  estas 
concurran  á  oblarlos  en  las  iglesias  parroquiales, 
y  entonces  estas  se  restablecerán  a  su  sagrado  y 
verdadero  fin  ,  así  como  las  comunidades  reli- 
giosas en  agonía  por  su  relajación  (y  que  si  no  se 
tratan  de  reformar,  perniciosos  á  la  religión  y  al 
Estado ,  acabaran  escandalizando  al  mundo  con 
sus  demasías)  se  reducirán  á  la  vida  ascética  dentro 
de  sus  claustros,  y  por  economía  á  determinado 
número,  y  á  vivir  en  un  solo  convento  como  debía 
ser,  y  si  aspiran  á  ser  tolerados  en  una  sociedad 
que  trata  de  reformarse  en  toda  su  administración, 


5i* 

que  se  sujeten  á  guardar  sus  reglas  y  estatutos , 
dedicándose  á  las  misiones ,  á  la  instrucción  'de 
los  niños  en  las  primeras  letras ,  al  servicio  espi- 
ritual gratuito  de  los  hospitales ,  hospicios  y  car-* 
celes ,  y  entonces  su  fin  y  estincion  no  serán  tan 
infalibles.  Las  autoridades  supremas  de  la  Repú- 
blica ,  bien  sea  por  consideraciones  políticas ,  ó 
por  timidez,  no  han  tenido  á  bien  hacer  lo  que 
el  gran  duque  de  Toscana  y  el  rey  de  Ñapóles 
hicieron  á  beneficio  de  estas  congregaciones  re- 
ligiosas y  las  costumbres ,  esto  es ,  prohibir  la 
recepción  de  jóvenes  en  los  noviciados  antes  de 
los  s5  años  de  edad ,  y  respecto  á  la  supresión 
de  los  conventos  que  no  cuenten  con  una  comu- 
nidad á  lo  menos  de  doce  individuos ,  todos  los 
gobiernos  católicos,  y  aun  el  mismo  pontífice 
romano  la  han  adoptado  últimamente. 

La  salubridad  de  la  ciudad  federal  necesita 
que  la  administración  proporcione  á  cada  cantón 
ó  cuartel  una  botica,  médicos,  cirujanos,  comadres 
ó  parteras  precisamente  avecindados  en  dichos 
cuarteles ,  á  fin  de  que  los  vecinos  cuenten  con 
estos  auxilios  á  la  mano  pronta  y  eficazmente , 
y  para  conseguirlo  deberían  demarcarse  las 
casas  de  habitación ,  escitando  á  los  médicos  y 
demás  facultativos  á  que  se  presten  á  este  arreglo, 
á  tener  una  campana  y  un  portero  en  sus  casas, 
imponiendo  á  los  contraventores  multas  á  bene- 
ficio de  la  policía,  ó  negando  á  los  renuentes  la 
autoridad  de  ejercer  su  oficio.   También  seria 


5i3 

conveniente  á.la  humanidad  que  ]a  autoridad 
constituyese  uqa  jupta  consuh¿va  de  médiqpe  en 
cada  qua?teL*.qP£  «atendiese  gratuitamente,  qopao 
acontece  en  Burdeo^y  otras  cipdade$  de  Francia, 
á  lps  pufermps  que  lo  soliciten,  A  propósito ,  ya 
<$ue  tratamos  de  yin  objeto  que  interesa  á  )a  hu- 
manidad,  la&  autoridades  de  los  pueblos  de^eu 
e*for«tt$e ,  á  fia  de  spsteper  mediante  suscrip- 
ciones corrientes  de  las  municipalidades,  em- 
pleados y  ciudadapps,  médicos  habilitados  $e 
boticas  ep  sus  poblaciones,  cao  latirá  de  dester*- 
rar  el  empirismo  que  tantas  geptes  asesina,  .puex|p 
sw^  buena  fe,  por  el. descuido  y  falta  de  celo 
de  >lps  que  no  deben  omitir  nada  ep  obsequio. jde 
los  pueblos  ,y  la  humanidad  ¿  ellp$  deben  estar 
persuadidos  <¡ue  si  se.  empenta  •  no  faltarán  mér 
dicos  como  sucede.  ,en  Europa.  En  los  Estadps. 
eclesiásticos  existe  en  todas  las  poblaciones,  ade«\ 
mas  de  un  preceptor  y. un  organista,  un  facujta* 
tivo  sostenido  de  IpsJfppdos  púbücps. 

El  corto  declive  y  ninguna  pqndiepte.del  piso 
de  la  capital,  dificultan  el  curso  de  J*s  agualde  hb 
atargeas,  y*  ios  desagües  de  las  letrinas  eiispjvap 
y  acumulan  las  inmundicias  en  ,lo£  canales  sub- 
terráneos ;  por  igual  causa  se  represan  aguas 
muertas  é  .impuras  en  los  canales  de  la  wa.y.Qij 
parte  de  las  calles,  y  de  aquí  3a  fetidez  y  pjrpb^- 
blemente  el  origen  4e  las  escarlatinas  j  pestes  d* 
México  especialmente  en  la  estación.  d£  la*  seea&i 
Eu  obv^ode  estos  ff:a*f&  jíjcpj^eniefiíe^^f  p^n^ 

33 


5i(T 

sano  un  nuevo  método  de  plantíos,  resguardando 
á  los    árboles   párbulos  con   cétos  de   tunales , 
ó  espinos  que  no  faltan  ,  y  que  la  tierra  se  abone 
coa  los  desechos  de  la  ciudad ,  y  al  mismo  tiempo 
construir  nuevas    puertas  triunfales  de  Regular 
arquitectura  y  tamaño,  consagradas  la  oriental  al 
benigno  astro  del  sol  *,la  occidental  á  la  luna  ,  y 
las  del  norte  y  mediodía  á  las  preciosas  conístela* 
ciones  de  lá  Ursa  mayor  y  Centauro  austral ■>  las 
demás  á  los  primeros  héroes  de  la  patria.  Las 
plazas  de  las   entradas    de   México,    principal- 
mente  lá   de  Miaoalco  ó  de   la  garita  de   San 
Lázaro,  es  deshonrosa,  y  mas  bien  parece  un  mu- 
ladar que  otra  cosa ;  así  es  que  la  entrada  princi- 
pal desde  Ayptla,  quita  al  viagero  que  llega  toda 
ilusión  de  belleza ;  es  pues  preciso  arreglarla  con 
algunos  edificios  uniformes ,  pórticos  y  arboledas^ 
á  fin  de  que  dé  otra  idea  de  la  ciudad  federal  •> 
así  como  la  plaza  incomparable  de  Roma  deno- 
minada del  Pueblo  :  con  el  mismo  objeto  se  de- 
berán descombrar  y  poblar  de  árboles  las  de  la 
Santísima  Trinidad,  San  Pa(bIo,  San  Miguel ,  San 
Gerónimo»  Regina,  Vizcaínas,  Concepción,  Santa 
Ana ,  Carmen  y  demás  que  existen  sib.  ser  fre- 
cuentadas por  el  pueblo  seguramente  por  esta 
falta,  y  el  no  estar  iluminadas  y  earecer  de  bañ- 
óos. Los  adelantos  que  en  este  respecto  han  he- 
cho todas  tas  ciudades  de  Francia  é  Italia  ,  son 
dignos  de  imitarse ;  Burdeos  ,  Tólosa ,  Nímes  ¿ 
Avirton  y  Marsella  y  casi  «todas  Jas  poblaciones  de 


5,, 

este  rey  no  ,  no  solamente  han  construido  edi£U 
cios  sumtuosos,  hermosas  plazas,  portadas  de 
gusto  ,  teatros  bonitos  y  paseos  deliciosos ,  sino 
calles  nuevas  á  costa  de  gastos,  porque  han  tenido 
que  comprar  y  demoler  casas  ,  y  el  delicioso  pa- 
seo que  circunda  á  Milán,  con  su  admirable  arco 
triunfal  del  Simplón,  todo  de  mármol  blanco,  y 
de  una  arquitectura  y  escultura ,  modelo  soá 
obras  maestras  construidas  en  nuestros  dias;  la 
vasta  ca)Ie  y  teatro  de  Garlos  Félix  en  Genova  , 
y  la  magnífica  plaza  rodeada  de  galerias  de  Niza, 
el  hermoso  paseo  moderno  de  Montepincho ,  y 
otros  establecimientos  ejecutados  en  el  mismo 
Roma,  trazados  por  Napoleón  y  llevados  al  cabo 
por  los  Sumos  Pontífices,  sin  hacer  mención  de 
los  asombrosos  adelantos  que  en  esta  clase  hace 
diariamente  París ,  deben  escitar  á  los  Mexicanos 
á  emprenderlos  y  corresponder  al  siglo  de  acti- 
vidad y  belleza  en  que  viven,  si  no  quieren  que 
se  les  tache  de  mal  gusto  y  negligencia. 

El  desorden  que  existe  en  México  en  las  juris- 
dicciones parroquiales,  depende  puede  ser  en 
parte  de  la  estraña'y  complicada  nomenclatura 
de  sus  cuarteles  y  calles ;  es  verdad  que  las  mu- 
danzas de  nombres  consagradas  por  el  uso,  cues- 
tan alguna  pena  ,  y  por  lo  pronto  traen  equivo- 
caciones; mas  cuando  las  reformas  son  útiles,  el 
público  se  habitúa  sin  dificultad  á  ellas.  En  esjtt 
concepto  indicárnosla  denominación  de  los  cinco 
cantones  grandes  del  centro,  y  los  demás  de  con- 


5i8 

formidad  coa  los  cuatro  vientos  cardinales ;  los 
3a  cuarteles  ó  barrios ,  adoptando  los  nombres 
de  los  principales  héroes,  y  las  calles  los  ape- 
llidos de  los  Estados.  Semejante  nomenclatura, 
ademas  de  ser  esencialmente  nacional,  traería  la 
ventaja  de  simplificar  el  número  desordenado  de 
calles,  puesto  que  en  el  nuevo  método  deberán 
fijarse  las  nomenclaturas  de  cabo  á  cabo ,  princi- 
piando de  oriente  á  occidente  los  Estados  y  dis- 
tritos ,  y  de  norte  á  sur  los  principales  puertos , 
ríos ,  lagos  y  montañas  de  la  República.  Entre 
los  edificios  públicos  que  se  necesitan,  los  mas 
útiles  son  los  mercados  y  bazares  (adoptamos 
este  nombre  de  origen  oriental  por  estar  admi- 
tido én  este  reyno)  $  ya  otra  vez  indicamos  al 
gobierno  su  necesidad  y  la  conveniencia  de  quitar 
el  existente  en  la  plaza  del  Volador,  constru- 
yendo uno»  central  en  forma  en  ^l  sitio  del  hos- 
pital de  Jesús,  ó  en  la  plazuela  de  la  Paja  con- 
tigua, abrazando  todo  su  cuadro,  para  lo  cual 
seria  preciso  hacer  un  cambio  del  hospital  de 
Naturales  por  él  de  Jesús,  ó  comprar  las  casas 
del  cuadro  de  la  plaza  de  la  Paja ,  abriendo  al 
ayuntamiento  un  crédito  al  afecto ;  las  de  los 
ángulos  quedarían  bien  situadas  en  las  plazas 
de  Loreto ,  San  Pablo  de  Agustinos ,  las  Rejas 
de  la  Concepción  y  San  Juan  de  la  Penitencia , 
abriendo  las  calles  principales  que  obstruyen  su 
entrada  y  avenidas  :  con  estas  medidas  se  conse- 
guirá un  sistema  completo  de  mercados  á  bene- 


(icio  de  los  vecinos  de  todos  los  barrios ,  útil  y 
conveniente  á  la  policia  y  comodidades,  y  aun 
al  embellecimiento  de  México.  Los  bazares,  uno 
destinado  á  las  cosas  de  lujo  ,  y  otro  á  los  efectos 
del  país  y  consumo  del  pueblo  ,  se  pueden  colo- 
car el  primero  para  substituir  el  Parían ,  en  la 
Alcaiceria  inmediata  perteneciente  al  duque  de 
Monteleoue,  antigua  posición  del  palacio  del  des- 
graciado Moctezuma,  que  se  apropió  Cortés  y 
permanece  en  poder  de  un  estrangero,  á  pesar 
de  no  haberse  cumplido  con  las  disposiciones 
testamentarias,  del  grande  usurpador,  este  pro- 
pietario debería  ser  obligado  por  una  ley  á  cum- 
plir el  testamento  del  conquistador,  y  á  em- 
plear una  parte  de  sus  rentas  á  beneficio  del  país, 
sin  perjuicio  de  respetar  el  sagrado  derecbo  de 
propiedad;  y  si  el  duque  comprende  sus  inte- 
reses y  es  bien  aconsejado ,  no  tiene  duda  que 
emprenderá  con  utilidad!  suya  y  beneficio  de 
México  ,  esta  obra  consistente  en  la  simple  cons- 
trucción de  pórticos  ó  portales  en  los  callejones 
de  la  Alcaiceria,  y  en  cubrir  con  cristales  su  te- 
cho proporcionando  las  tiendas  necesarias  á  los 
traficantes  del  menudeo.  El  otro  se  puede  cons- 
truir mas  en  grande  en  uno  de  los  ángulos  der- 
rumbados ó  mal  parados  existentes  entre  Corpus 
Cristi  y  la  parroquia  de  San  José,  en  donde 
convendría  también  edificar  una  gran  plaza,  cer- 
rada de  una  alohóadiga,  y  en  su  centro  un  paseo 
de  invierno  con  portales  interiores  y  estertores  á 


520  * 

la  maneja  del  palaóio  reett  de  París ,  sembrado 
de  cedros ,  pibós ,  ahuegnetes  y  encinos  de  los 
denominados  hembras  ea  .Méjico ,  que  en  los 
paseos  de  Roma ,  permanecen  cubiertos  y  verdes 
eu  el  invierno.  £1  barrio  de  que  tratamos  es 
vastó  y  admite  muchas  casas ,  si  lo*  Mexicanos 
capitalistas  emprendieran  su  reedificación  con- 
forme al  plan  general  de  la  citid$d,  que  debe 
levantarse  y  seguirse  sin  variar  una  línea,  forma- 
ría un  cuartel  dé  magníficos  edificios  con  grqpdes 
ventajas  y  utilidad ,  puesto  que  comprarían  ba- 
ratos los  solares ,  y  tendiendo  el  aumento  de  la 
población  á  estenderse  acia  aquel  punto  necesa- 
riamente, una  compañía  que  emprendiese  edi- 
ficar el  nuevo  cuartel  de  invierno ,  baria  negocio 
hermoseando  la  ciudad. 

El  abatorio  y  mercado  para  caballos  que  se 
deberán  formar,  se  colocarían  en  el  humilde 
barrio  de  Romita ,  y  los  baños  y  lavaderos  pú- 
blicos repartidos  entre  las  casas  de  Tolsa  y  Gal- 
vez  ,  y  en  elcañal  de  la  Viga  contiguo  á  este  pa- 
seo :  el  campo  de  Marte ,  y  un  sitio  para  carreras 
dé  caballos ,  jtiegofc  de  lucha  y  demás  ejercicios 
gimnásticos,  fel  primero  entre  ia  Acordada  y  la 
denominada  cindadela,  y  el  Segundo  en  la  car- 
rera que  principia  desde  lá  fuente  de  la  Victoria 
hasta  la  azeqtíia  qué  la  termina  ,  adornando  am- 
bos de  arboledas  y  bancos  para  proporcionar  ai 
piiblico  en  los  diás  de  parada  y  ejercicio  de  las 
guardias  cívicas  descanso.  Los  mismos  estable- 


» 

« 


521 


cimientes  pueden  proporcionarse  en  en  cuartel 
«ie  la  perroqula  de  San  Miguel  mal  construido  y 
«diforme. 

- ..    Los  sitios  mas  oportunos  para  campos  santos , 
«otx  el  de  la  antigua  plaza  de  Tlatelulco  y  el  corral 
<lel  colegio  de  Agustinos  de  San  Pablo.  £1  de  Tlate- 
lulco ,  sitio  proporcionado  por  su  resequedad  y 
«altura,  debe  dedicarse  con  particularidad  á  los 
«héroes  de  la  patria ,  consagrando  un  panteón  en 
eu  centro  al  efecto.  Todos  los  pueblos  de  la  tierra 
consagran  monumentos  sepulcrales  públicos  á  sus 
libertadores;  los  legisladores  de  México   com- 
prendieron este  deber  dictando  una  ley  que  es 
preciso  que  ejecute  el  gobierno  de  una  manera 
-digna  de  la  generosidad  nacional ,  y  el  panteón 
y  monumentos  que  lo  han  de  adornar,  deberán 
reunir  el  buen  gusto  de  la  arquitectura  y  escul- 
tura ,  y  la  magnificencia  de  los  mármoles  y  ala- 
:  Jiastros  de  la  República ,  sin  omitir  los  adornos 
lie  cipreses  ,  acacias  y  sauces  de  Babilonia ,  que 
eutoboüsan  éstos  establecimientos  públicos  y  ba- 
<oen  admirables  los  cernen  torios  de  Lima ,  Paris, 
Pisa,  Florencia,  Bolonia  y  otras  ciudades  de 
♦Europa ,  al  paso  que  nuestra  capital  carece  en 
4o  absoluto  de  tan  útiles  eúmo  necesarios  nao- 
aumentos*    último  asilo  de  los  restos  moríales, 
co  dónde  los  hombres  reconocidos  tributea  el 
postrer  tromenage  de  su  sensibilidad  á  «tis  bien- 
hechores ,  parientes  y  amigos. 

Si  tos  mas  que  apneciables  edificios  públicas 


* 


existentes  en  la  metrópoli,  no  se  brindaran  á  ai 
mejoramiento  y  belleza  que  el  buen  gusto  dek» 
Mexicanos  y  el  nuevo  orden  de  cosas  reclann, 
acaso  nos  abstendríamos  de   proponerlas; 
habiéndose  provisto  las  canongias,  y  con 
dose  obispos,  según  comprendemos  en  ecl 
ticos  ilustrados,  y  como  hijos  de  una  revol 
á  quien  deben  todo,  dispuestos  á  contribuirá 
mejoras  sociales  y  á  prestarse  como  dignid 
de  un  pueblo  libre,  á  la  sencillez  y  al  mayor 
plendorde  la  nación  que  por  todas  partes  d 
brillar ,  contando  también  con  los  adelantos 
tendencia  de  los  depositarios  del  poder  al  embef< 
Uecimiento  del  lugar  de  su  residencia,  no  pode- 
mos  menos  que  indicarlos ,  seguros  de  que  suce- 
siva y  gradualmente  tendrán  su  efecto.  El  palacio 
nacional,  según  nuestro  plan,  si  fue  regular  part 
morada  de  una  administración  colonial  y  provi- 
soria, no  lo  es  para  residencia  de  los  supremoi 
poderes  de  la  nación ;  sin  embargo  él  sera  digno» 
regularizándolo  y  hermoseándolo  interior  y  este- 
rio  rmen  te,  á  proporción  que  las  rentas  pública 
mejoren,  cosa  fácil  en  un  país  opulento  al  ilu- 
tante que  las  instituciones  y  el  orden  publicóte 
consoliden,  y  el  influjo  del  poder  legal  sea  efictf 
para  cortar  de  raíz  la  cabeza  á  la  hidra  retóla* 
cíonaria  donde  quiera  que  aparezca ,  en  faena 
de  la  observancia  estricta  de  los  principios  y  lt 
justicia  distributiva.  Esperanzados  con  estáis  li- 
sonjeras ideas ,  nos  persuadimos  que  desapare- 


1 


* 


5*3 

|dos  todos  los  motivos  de  inquietudes ,  y  reu- 
gjtfios  los  partidos  cordialmente  al  rededor  del 
fpvetno  magistrado  que  constitucionalmente  se 
^jija,  conforme  á  los  votos  y  necesidades  de  los 
jreblos ,  esto  es ,  en  un  ciudadano  de  ciencia  y 
Jfetudes ,  cualidades  sin  las  cuales  es  imposible 
Jjbérnar  dtt  una  nación  regida  por*  el  régimen 
Jfrve  de  las  leyes,  las  autoridades  después  de 
Jjfttar  su  crédito  en  el  esterior,  y  proveer  á  los 
judíos  de  la  instrucción  y  moralidad  de  los  pue* 
gips ,  se  ocuparán  en  el  cultivo  de  las  ciencias  y 
^t  artes,  hijas  de  la  paz  y  la  abundancia,  y  como 
gimas  eficaz  medio  para  conseguirlo,  es  la  jes- 
tensión  del  ingenio  y  trabajos  de  los  artistas  que 
éfcos  se  apliquen  al  embellecimiento  de  los  an  * 
■gaos  edificios  y  la  confección  de  algunos  nue- 
iQft.  El  plan  que  á  su  tiempo  deberá  tratarse  en 
inden  al  palacio  nacional ,  se  reducirá  en  el  in-r 
fSríor  á  abrirle  una  comunicación  pública,  á  salir 
leí  patío  principal  denominado  antes  de  la  au~ 
lie  ocia,  á  la  calle  del  Parque  del  Conde ,  frente 
|p.la  calle  de  la  Estampa  de  Jesús  María,  cons- 
MÍyendo  al  fin  del  patío  donde  se  han  levantado 
M  postes  que  sostienen  el  hermoso  salón  de  la 
finara  de  disputados ,  una  calle  en  forma  en 
honde  se  proporcionen  cuatro  ó  cinco  casas 
ke,  habitación  para  los  secretarios  de  Estado,  por 
fc  conveniencia  que  resultaría  al  despacho  de  los 
negocios,  que  morasen  en  palacio ;  esta  comuni- 
cación útil  que  se  podia  cerrar  por  las  noches,  no 


ta 


^ 


■* 


ofrecería  inconvenientes  y  sí  muchas  ventájala 
público  que  por  obvias  las  omitimos.  £1  pilijiBec 
de  justicia ,  ó  sea  la  residencia  del  Juzgado « pers 
premode  la  federación,  necesita  un  nuevo* tes. 
reglo  en  su  planta,  y  sobre  todo  una  eomoiál  ?eoc 
cion  ó  entrada  directa,  abriéndole  una  puertfilcu 
la  calle  del  Arzobispado ;  igual  mnjtfi  enjAjuai 
patío  del  presidente  en  «1  ángulo  por  donde  flflBigtic 
los  comunes  á  salir  á  la  plaza  del  Volador,  ojnresi 
costado  del  palacio  convendría  edificar  nmm  E.1 
memente,  abrazando  la  cuadra  hasta  la  escpiHkii 
del  cuartel  del  mismo  palacio ,  coa  el  objetofcdic 
proporcionar  á  los  presidentes  todas  las  camoliogí 
dades  que  en  el  estado  actual  se  buscarían  1  col  u 
vano  á  una  familia,  á  fin  de  aplicar  iodo  safa4ibr¿ 
principal  á  los  salones  de  recibimientos  y  Mt&ti 
tas  públicas.  El  gran  patío  se  debe  adornar flikU 
un  jardin  de  naranjos  y  flores  escogidas,  ?*4k* 
fuente  dominada  con  una  estatua  de  mármol k\  Jo 
la  libertad,  facilitando  las  comunicaciones, o* 
la  abertura  de  una  escalera  que  salga  al  corrri* 
que  domina  el  salón  de  la  cámara  da  diputa!* 
La  escalera  principal  existente  necesita  «nk* 
bedar  su  techo ,  y  embellecerse  coa  estatuas  J 
pinturas  :  el  cuadro  del  pronunciamiento  del  ¡* 
mortal  Hidalgo  en  Dolores,  seria  el  adorno  a* 
propio.  Las  cuatro  galerías  ó  corredores  altos q* 
también  se  podían  embobedar,  lucirían  eabriafr 
dolas  de  Zelosias  de  cristales,  conforme  seto 
en  el  ángulo  del  senado,  y  sus  muros  de  pinta- 


d 
ce 

en 
el 
Ui 


lo 


5*5 

t  al  temple  ó  fresco ,  de  hechos  históricos  de 
eatra  independencia,  y  los  retratos  de  nuestros 
ftonages  y  grandes  hombres  en  ciencias  y  ar- 
>.  En  la  escalera  del  patío  del  presidente,  con- 
■«Iría  otra  forma  mas  noble,  y  adornarla  con 
Duadro  histórico  de  la  entrada  del  ejército  tri- 
rante  ,  así  como  el  salón  que  inmediatamente 
\we ,  con  los  retratos  de  los  presidentes ,  vico- 
esidentes  y  hombres  de  Estado. 
El  adorno  esterior  del  palacio  es  todavía  mas 
11  y  sencillo;  consiste  ademas  de  su  conclusión 
licada,  y  las  tres,  puertas  nuevas  en  todos  sus 
galos ,  en  construir  un  gran  pórtico  ático  de 
tacanas ,  sin  arcos  en  todo  su  frente ,  que 
rafee  la  altura  desde  su  piso  hasta  el  techo  del 
ttfesUelo,  embelleciendo  sus  estreñios  con  una 
lausttada  coronada  de  estatuas  alegóricas  y  ma- 
tones con  cipreses 4  agaves ,  naranjos  y  grana- 
te, dejando  su  azotea -al  descubierto  á  fin  de 
obscurecer  los  salones  de  palacio,  tertóflírado 
adorno  con  una  balaustrada  de  ¡guato  en  sus 
atoróos  altos  ^  y  las  tres  puertas  principales, 
Irando  en  cuenta  la  del  nuevo  patío,  que  para 
corred  y  biblioteca  se  reedificará  en  «1  depot^ 
*entó  qtte  fue  de  ta  cárcel ,  con  las  atmas  en 
irfflol  y  bronze  dorado  de  la  República* . 
Para «lembeUeci miento  de  la  catedral»  *fc  dtfbé 
omover  la  translanion  del  coro  á  tet  capilla  áe 
i  reyes,  situada  á  espalda»  del  retablo  mayor, 
ta  medida  no  es  una  innovación  original ;  cra-él    '     ? 


5*6  I 

uso  de  las  iglesias  de  Italia  y  Francia  ,  y  creen!  üí 
de  toda  la  cristiandad  en  donde  no  han  regido»  a" 
pésimo  gusto  y  el  prurito  de  lucir  y  ostentar»  ® 
cortesanos  canónigos  de  España.  La  destroces  * 
ó  abertura  franca  de  las  capillas,  proporcionanil  * 
al  templo  las  cinco  naves  que  esta  peregrina  M  * 
vención  le  robó ,  afeando  las  proporciones  y  mi  ■ 
gestad  del  conjunto  del  edificio  coa  esas  separt»  c 
ciones  y  enrejados  diformes ,  un  entarimado  m  ( 
mármoles  ó  maderas  de  nogal,  caoba  ú  otras  pnl  1 
closas,  y  la  simplicidad  y  embellecimiento  del 
retablo  mayor,  quitando  el  existente  envejecí! 
y  obscuro  con  el  humo  de  la  cera,  colocara! 
en  su  lugar  un  sencillo  baldoquin  de  mármol  ¿I 
bronze  dorado,  conforme  al  estilo  de  las  basílicas! 
de  Roma,  en  donde  especialmente  en  San  Pedro,  1 
está  reducido  á  ese  baldoquin  de  cuatro  colonia*  1 
salomónicas  verdes ,  sobredoradas  en  sus  ador»  I 
nos ,  zócolos  y  capiteles  que  cubren  el  retablo  1 
mayor  mas  sencillo  del  mas  grandioso  templo  de  I 
la  cristiandad ,  y  consiste  en  su  interior  en  un  I 
hermoso  crucifijo ,  en  doce  candeleros  y  alea- 1 
nos  candelabros  y  relicarios.  Los  canónigos  de  I 
México  deberían  imitar  de  preferencia  á  los  cal- 1 
tos   italianos,   y   prescindir   del   gusto   de  los 
Poblanos ,  que  han  erigido   un  monumento  a 
la  verdad  rico  y  bello ,  pero  desproporcionado 
á  la  mole  del  edificio  ,  y  de  ninguna  manera 
compatible  con  la  simplicidad  y  simetría  que  se 
observa  en  Italia ,  y  es  mas  digna  y  análoga  á  la 


uraleza  del  culto  católico  ;  el  haldoquin  es 
^ademas  de  poco  costo ,  y  dejando  el  taberna- 
^culo  de  plata  existente  coa  los  demás  adornos 
^del  altar ,  el  retablo  mayor   de  la  catedral  seria 
,^do    solo  fácil    sino  económico  y  bello,  y  coa 
.  ^.algunas  buenas  pinturas  eu  los  cruceros,  y  pocos 
„.  altares  que  deben  dejarse ,    se  supone  nivelados 
^  con  los  hermosos  de  San  Eniigdio  y  la  Concep- 
c cion  ,  el  embellecimiento  interior  de  la  metro- 
politana sería  completo  y  digno  de  la  ilustración 
-^  del  siglo.  El  esterior  depende  de  ua  pórtico  ático 
-_.  gigantesco  ,  que  á  manera  de  los  de  San  Pedro, 
_    Letran  y  Santa  María  la  mayor  de  la  capital  del 
u  orbe  cristiano  ,  cubriese  la  portada  y  ofreciese  á 
■    los  fieles  un  abrigo  esterior ,  en  donde  prepa- 
rarse á  entrar  á  rendir  á  Dios  sus  hdmenages ; 
las  puertas  no  sentarían  mal  de  bronze  con  re- 
lieves de  gusto. 

Si  para  trazar  el  embellecimiento  de  la  cate- 
dral es  indispensable  destruir  su  coro  ,  para  eje- 
catar  aun  idealmente  él  de  la  gran  plaza,  ab- 
solutamente han  de  desaparecer  el  Parían  y  el  se- 
minario ,  edificios  tan  mezquinos  como  mal 
colocados ,  que  si  después  del  tumulto  de  la 
Acordada  ,  en  lugar  de  ocuparse  los  sediciosos 
del  saqueo ,  destruyen  al  primero ,  aunque  ile- 
galmente  ,  no  los  maldecirían  tanto  los  Mexi- 
canos de  buen  gusto.  Se  dice  que  el  conde  Revi- 
llagigedo  se  ocupó  de  este  negocio  ;  prueba  de  la 
exactitud  de  su  buen  gusto  ;   pero  la  administra- 


I 

5*8'. 

cion  de  un  virrey  era  ,  aunque  despótica,  fogai, 
y  por  esta  causa  existe  ese  monstruo  eiitre  iodos 
los  monstruos  edificados.  Cuando  tengamos  á  la 
cabeza   de  la  administración  otro  genio  como 
Revillagigedo ,  bien  que  estos  son  raros  9  óui 
ayuntamiento  que  merezca  el  nombre,  él  Parían 
desaparecerá  á  pesar  de  su  retoque  ¡quitado  .pues 
este  estorbo,  y  destruido  el  material  del  semina- 
rio translándolo  al  punto  que  hemos  indicado, 
d  á  otro ,  la  plaza  de  México  se  embellecerá  cir- 
cundándola eon  un  magnífico  pórtico  proporcio- 
nado e  igual ,  construyéndolo  como  uo  modelo 
de  los  cuatro  órdenes  d&  arquitectura  ,  e*  decir, 
el  dórico  en  lo  que  corresponda  al  palacio  na- 
cional,  y  el  compuesto  9  jónico  y  Qoriotüo,  en 
el  resto  de  los  ángulos ,  edificando  por  cuenta 
de  la  administración ,  ademas  del  palacio ,  «1  del 
consistorio  denominado  diputación  ;  y  una  lonja 
y  banoo  en  las  esquinaste  la  calle» de  plateros, 
el  resto  se  obligará  á  reedificar  á  los  propietaria  I 
con  arreglo  al  modelo  ,  sin  e acepción  de  los  pé- 
simos y  bajos  portales  existentes.  Loa  callejones  j 
de  San  Bernardo  y  Mecateros  neoeaitao  ensaa- 
abarse ,  especialmente  este,  para  que.  corresponda 
y  guarde  «imetria  «con  la  calle  ancha  de  su  frente 
del  Arzobispado ,  que  desde  la  esquina  del  anti- 
guo hospital  del  amor  de  Dios,  hasta  •  la  piasa  de 
Mizcdlco   es  irregular,    y  convendría    unifor- 
mar y  cubrir  de  lúteas  de  acholes  por  aew\  la  en- 
trada principal;  (esta  medida, -estendida  .y  da  del 


5*9 
frente  de  la  pequeña  calle  de  la  palma  que  estre- 
cha la  Alcaiceria ,  lá  abertura  del  callejón  de 
Dolores ,  y  la  que  cierra  el  convento  de  la  Con- 
cepción ,  y  otras  acia  San  José  de  Gracia  y  San 
Miguel  se  habia  pasado  por  alto*).  Por  lo  demás, 
un  empedrad ro  alto  de  piedras  grandes  de. can- 
tería, líneas  dobles  de  cedros ,  cipreses,  acaotas  y 
encinos  sembrados  en  todo  el  contorno ,  una 
iluminación  de  gas  en  candelabros  de  bronze, 
cuatro  fuentes  de  marmol ,  cuatro  pedestales  en 
las  esquinas  y  en  el  centro  una  columna  colosal 
de  bronze,  con  los  trofeos,  y  estatuas  de  los  hé- 
roes Hidalgo ,  Allende ,  Aldama ,  Abasólo  y  Mo- 
relos,  harían  el  complexo  del  embellecimiento, 
adorno  y  simetría  de  esta  giran  plaza,  proporcio- 
'  nando  al  pueblo  un  paseo  especialmente  por  las 
.noches,  tan  agradable  como  útil. 

Sin  distracciones  honestas,  la  ciudad  de  Mé- 
xico hasta  ahora  (pues  el  único  teatro  es  caro  á  * 
proporción  de  los  de  Italia ,  en  donde  el  jorna- 
lero con  media  real  puede  disfrutar  de  estas 
diversiones ) ,  cerrándose ,  no  sabemos  por  qué 
causa  la  alameda ,  ofrece  el  aspecto  mas  triste  y 
lúgubre  del  mundo  casi  á  prima  noche ,  y  en 
cónsecueucia  el  pueblo  por  necesidad  se  hace 
insociable ,  ó  inclina  á  las  distracciones  perjudi- 
ciales de  la  embriagues  y  el  juego,  y  de  ahí  el 
origen  de  las  malas  costumbres,  Jas  depredacio- 
nes y  latrocinios  que  la  educación  y  el  empeño 
de  las  autoridades  en  proporcionar  al  vulgo  ocu- 

54 


pación  y  distracciones  honastas ,  *stim  alando*! 
trabajo  y  el  espíritu  de  sociabilidad  de  fas  Jgemes 
tle  todas  clases,  proporcionando  puntps  4e<éetL- 
tacto,  especialmente  por  las  noches  harán  ules* 
aparecer.  i 

Descombrada  la  plaza  del  Volador  /de  esafrdtt¿ 
nion  de  inmundicias  y  cabaretes  que  en  la&6¿ 
tualidad  la  desfiguran ,  ahuyentando  la  cóncur^ 
reucia,  debería  tratarse  de  substituirle  otro  pase$ 
nocturno  ,  que  por  su  escelen  te  posición  atraería 
las  gentes  proporcionando  variación .  Un  portal 
de  gusto  al  rededor ,  dedicado  á  las  librerías  j 
á  las  tiendas  dé  los  objetos  de  nobles  artes,  línea* 
de  naranjos  ,  una  hermosa  fuente  y  cinco  pedes- 
tales de  mármol,  adornados  con  las  estatuas  de 
nuestros  grandes  hombres  y  sabios  compatriotas 
Sigüenza  ,  Álzate ,  Clavigero ,  Yelazques  é  'Inés 
de  la  Cruz ,  le  darian  el  nombre  de  plaza  de  los 
.  Grandes  hombres;  y  un  nuevo  y  digno  teatro 
entre  el  callejón  de  Tabaqueros  y  el  colegio  de 
Portaeoeli ,  convertirían  á  este  sitio  uno  de  los 
mas  frecuentados  y  deleytosos.  Un  gran  teatro 
es  absolutamente  indispensable,  y  ningún  parage 
proporciona  mejor  localidad,  sin  escepcion  de 
la  plaza  ^le  la  Aduana ,  que  embellecida  se  de»* 
beria  deslinar  al  inmortal  y  filantrópico  padre 
Las  Casas ,  heroyco  defensor  de  los  Mexicanos 
y  constante  censor  de  los  tiranos  usurpadores. 
Baynal  dijo  que  la  primer  estatua  que  en  la  Amé* 
rica  que  fue  de  España  se  había  de  erigir,  debía 


Jtéf  JU  de  este  ilustre  religioso*  ¡  Qué  honor  té* 
sultararía  á  lo»  Mexicanos ,  pi  cumplen  coa '  el 
Vaticinio  de  uq  célebre  historiador .  filósofo  l 

£1  coliseo  existente  convendría  retocarlo  y 
dedicarlo  á  uq  circo  olímpico  de  equitación ,  y 
para  representación  de  comedias  populares  es- 
cogidas para  divertir  al  pueblo,  como  dice  Fene* 
Ion,  instruyéndolo.  En  la  plaza  del  oriente,  uaa 
estatua  consagrada  á  la  memoria  de  Cristóbal 
Cotón  vendría  muy  bien. 

La  alameda  exije  mayor  ostensión  de  área»  que 
proporciona  el  terreno  de  las  capillas  que  se  de- 
molieron, cerrando  la  azequia  que  la  infesta ,  y 
acrecentándola  por  el  frente  hasta  los  arcos  del 
acueducto ,  formando  bosquetes  á  la  Inglesa  en 
sus  ocho  ángulos  principales  de  pinos  >  ci prese 3  , 
cedros,  tilos,  sauces  de  Babilonia,  naranjos ,  en- 
cinos hembras  ,  manitás ,  floripondios  r  mirtos , 
granados  y  otros  árboles,  arbustos  y  flores  aro- 
máticos, cerrados  con  macisos  de  arrayanes,  que 
en  México  llaman  vulgarmente  yerba  del  car- 
bón ,  á  causa  de  qué  los  carboneros  cubren  sus 
sacos  con  este  hermoso  arbusto  tan  común  en 
los  paseos  de  Europa  como  olvidado  en  los  nues¿ 
tros;  con  estas  adiciones  sencillas,  y  el  plantío  de 
las  acacias,  plátano  oriental ,  moreras  y  castaño* 
de  la  India,  el  empedrado  de  ripio  y  cascajo,  bue+ 
nas  fuentes  y  estatuas ,  y  la  prohibición  de  la 
entrada  de  coches  en  ahorro  de  polvo,  y  á  fin 
de  escitara  las  señoras  á  pasear  ji  pié,  el  éH^ 


53  a 

blccimiento  de  uo  café »  comunes,   un  porui 
abierto  ea  el  antiguo  sitio  de  las  capillas ,  y  nr 
iluminación  y  abertura  por  la  noche,  la  alameda 
de  México  seria  hermosa  y  útil  al  público.  £1  des- 
cuido de  los  árboles ,  en  general  de  mala  calidad 
si  se  esceptua  el  fresno,  hace  creer  á  los  estran* 
geros  que  el  suelo  del  valle  de  Tecooxtitlan  es 
ingrato  y  poco  propicio  á  las  arboledas ;  mas  si 
se  cultivaran  y  podaran  á  su  debido  tiempo  como 
ea  Europa,  ellos  serian  acaso  tanto  ó  mas  fron- 
dosos, y  en  prueba  de  ello  se  deben  citar  los 
árboles  de  los  conventos  y  jardines,  los  gigantes- 
cos ahueguetes  de  Chapultepec ,  y  el  colosal  de 
Santa  María  del  Tul  en  las  cercanías  de  Oaxaca, 
que  el  general  Teran  y  nosotros  hemos  medido, 
y  .admirados  encontramos  mas  de  33  varas  de 
diámetro  macizo  y  ser  uno  solo  en  su  especie. 
Una  de  las  dos  capillas  de  Animas  y  San  Pedro 
anexas  á  la  catedral ,  puede  servir  de  Marga  pú- 
blica ó  depósito  de  muertos  accidentales. 
-  Al  efecto  de  embellecer  y  reedificar  la  gran 
plaza,  y  especialmente  erigir  la  columna,  pedes- 
tales y,  estatuas  de  broni?  á  los  ciuco  primeros 
ilustres  héroes  de  la  independencia ,  que  sacri- 
ficaron su  vida  en  las  aras  de  la  patria,  y  la  nación 
ha  cóutraido  un  deber  sagrado  de  rendirles  justos 
homenages  de  reconocimiento,  é&  necesario  €pte 
todo  el  pueblo  mexicano  haga  tití  esfuerzo f  y  me- 
diante un  donativo  generoso  y  proporcionado  á 
ios  haberes  y  posibilidades  de  cada  uno,  reunir 


i  a  suma  necesaria;  las  autoridades  y  corporaciones 
deben  dar  el  ejemplo,  promoviendo  con  celo  y 
eficacia  los  medios,  y  sin  duda  la  nación  corres- 
ponderá; el  material  podría  ser  ministrado  por  las 
parroquias  y  templos  de  la  República  ,  cediendo 
lina  campana  las  iglesias  grandes,  y  !as  pequeñas 
Jo  que  puedan  y  no  les  haga  falta;  y  con  este  do- 
nativo general,  las  1,0-2  parroquias  y  los  364 
conventos,  se  reuniria  el  bronze  necesario.  Una 
subscripción  general  de  todas  las  corporaciones, 
clases  é  individuos  emancipados,  abierta  todos  los 
años  el  dia  del  aniversario  de  la  independencia, 
recolectada  y  guardada  por  los  ciudadanos  reu- 
nidos en  ¡untas,  depositado  en  una  arca  de  Ires 
llaves,  puesta  en  manos  de  las  primeras  au- 
toridades de  las  5,oi3  poblaciones  hasta  reunir 
la  cantidad  suficiente  para  principiar  la  obra  en- 
tretanto se  construyen  los  portales  ,  la  columna 
colosal,  estatuas  3' demás,  ministraría  suficientes 
arbitrios  para  concluir  una  obra  verdaderamente 
nacional.  En  este  género  de  empresas  la  difi- 
cultad es  comenzar;  el  resto  es  obra  del  tiempo, 
Ja  perseverancia  y  los  esfuerzos  de  las  autoridades 
y  cooperación  de  los  pueblos,  cuando  se  les  sabe 
cscitar  tocándoles  las  libras  mas  delicadas,  que 
son  el  honor  y  la  gloria  de  la  patria.  Esta  es  una 
verdad  demostrada  por  la  historia  y  la  existencia 
de  laníos  monumentos  de  Europa,  y  sobre  todo 
el  palacio  y  museo  del  Vaticano,  el  San  Pedro  de 
iloina,  que  lia  costado  mas   de    \-  millones  de 


3*4 

pesos»  y  tres  siglos  y  medio  de  trabajos;  no  siendo 
meaos  admirable  y  gigantesco  el  templo  de  már- 
mol de  Milán,  y  los'  monumentos  dedicados  á 
Miguel  Ángel,  Al  fien,  Maquiavelo,  Galileoyotro* 
existentes  en  la  iglesia  de  Santa  Cruz  de  Floreneia, 
y  en  una  palabra,  si  la  esperanza  y  constancia  no 
jmbieran  conducido  á  las  naciones  mas  pequeñas 
á  concebir  y  llevar  á  cabo  las  obras  del  buen  gusto 
j  el  genio,  los  magníficos  palacios,  paseos,  plasa* 
y  templos,  y  aun  todas  la$  calles  adornadas  de 
suntuosos  portales  de  Turin,  parecerían  ilusiones 
.especialmente  la  incomparable  plaza  de  Víctor 
Amadeo  que  acaba  de  concluirse,  terminando  con 
i»  suntuoso  puente  dé  mármol,  y  un  magestuoso 
templo  comparable  a  la  Rotunda  de  Santa  María 
de  Roma. 

S¿  replicará  por  algunos  parásitos  adversarios 
del  movimiento  de  las  luces,  aludiendo  á  las  con- 
tinuas y  repetidas  inquietudes  de  la  República, 
que  llaman  de  preferencia  la  atención  de  los 
magistrados ,  que  no  es  tiempo  de  empresas  y 
menos  de  las  que  dicen  relación  con  el  cultivo 
de  las  artes  y  embellecimiento;  pero  que  los  que 
tal  piensan  reflexionen  que  justamente  en  el  per 
ríodo  mas  desastrado  de  la  República  francesa, 
y  en  la  época  mas  agitada  y  anárquica  dé  Italia , 
%  se  erigieron  los  mas  vastos  monumentos  qué  ad- 
miramos ,  y  como  dice  el  presidente  Hainault, 
refiriéndose  á  la  concurrencia  de  los '  grandes 
hombres  que  produjeron  esos  siglos  tormentosos 


535 

que  no  gustamos  sino  en  la  historia  :  «  Ea  los 
tiempos  cri ticos,  dice  este  profundo  historiador, 
los  acontecimientos  felices  y  desgraciados  repe- 
tidos mil  veces ,  fortifican  el  alma ,  aumentan  su 
resorte,  no  le  dejan  ver  nada  sin  esperar  el  éxito, 
y  le  imprimen  aquel  deseo  de  gloria  que  jamas 
deja  de  producir  grandes  cosas.  » 

Mexicanos  1  en  la  antigüedad  los  Griegos  eri- 
gieron estatuas  á  sus  libertadores  Hermodio  y 
Aristogiton,  los  Romanos  á  Bruto  y  Casio,  los 
modernos  á  Doria,  Guillermo  Tell  y  Washing- 
ton ;  ¿  seréis  vosotros  la  escepcion  de  la  regla  con 
estos  nobles  ejemplos,  y  la  sublime  doctrina  del 
ilustre  Fénelon,  que  dijo  que  después  de  Dios  el 
culto  de  los  hombres  debe  d  ir  i]  irse  acia  la  pa- 
tria ?  Así  es  que  contando  con  los  recursos  in- 
mensos del  patriotismo,  y  los  elementos  del  ge- 
nio de  muchos  compatriotas  residentes  en  Mé- 
xico y  aun  en  Roma,  en  donde  progresan  los  ar- 
tistas mexicanos ,  don  Ignacio  Va /.que  z  como 
pintor  para  embellecer  con  su  diestro  pincel  las 
glorias  de  Hidalgo  é  Iturbide  en  el  palacio,  y  don 
José  Labastida  con  el  buril  las  estatuas  de  las 
plazas  y  paseos ,  nada  os  falta  sino  trazar  y  dar 
principio  á  la  grande  obra  de  homenage  á  vues- 
tros héroes,  de  ocupación  á  los  artistas,  y  del 
embellecimiento  mas  honorable  y  digno  de  la 
hermosa  y  populosa  ciudad  de  México. 


FIN. 


.  ■  .  ^  '.  i  -     ■  .  i  j  ■. 


REPRESENTACIONES 


r  ■• 

•  I        r      éj 


DIRIGIDAS 


AL  PRIMER  MAGISTRADO  DE  LA  REPÚBLICA  : 


AL  SOBERANO  CONGRESO  A  QUE  NOS  REFERIMOS. 


Restablecido  el  régimen  legal  en  la  República ,  y  fija- 
das  sus  instítuciooes ,  según  es  de  esperarse  de  las  coa* 
tenientes  reformas  que  prescribe  el  código  fundamental 
ú  la  nación  reunida  en  su  próximo  congreso ,  del  qufc 
necesariamente  deben  aguardar  los  Mexicanos ,  á  la  páf 
de  otras  saludables  mejoras»  la  conbinacion  de  un  poder 
general  mas  vigoroso  que  contando  con  mayor  fuerza 
coercitiva,  pueda  dirigir  los  negocios  políticos  de  la 
Union  más  espédito,  y  en  armonía  con  los  grandes  y 
positi ros  intereses  de  la  federación ;  y  ya  que  no  se  in- 
tente tocar  la  reducion  conveniente  de  los  Estados  máxi- 
roos  para  llenar  sus  deberes ,'  y  equilibrarlos  con  la  "po1 
Dación  y  riqueza  de  las  diversos  fraciones  que  fueron  té 

obra  dé  lá  inesperiencia,  y  el  espíritu  de  provincialismo 
•  •  •       ■  ■ 

de- algunos  exaltados,  y! no  la  libre  voluntad  de  los  pue- 
blos ,  á  lo  menos  acordar  al  gobierno  dé  la  Utiioti  entrv 


338 

otra*  atribuciones  una  inspección  discrecional  en  lt 
administración  de  la  línea,  fronteriza  cpjl  la%  nación* 
estraogeras  y  tribus  salrage?,  que- al  peso  «Jne-  dirija  lo 
gubernativo  y  económico  por  el  intermedio  de  autorida- 
des políticas  locales  independientemente  de  la  juri dicción 
de  los  Estados,  impulse  un  sistema  de  colonización  orde- 
nado-y  progresivo  <jae  regularice  »n- pian tet^'|^la«)- 
nes,  á  fin  de  asegurar  y  poner  á  cubierto  el  débil  flanco 
que  por  todas  partes  presenta  el  ámbito  boreal  á  la  inte- 
gridad del  territorio  de  la  República  inminentes  peligros, 
ya  por  las-  incursiones  de  loa  bárbaros'  indígenas  y  las 
invasiones  no  menos  temibles  dejos  aventureros ,  y  ya 
finalmente  por  las  pretensiones  y  miras  de  las  naciones 
reciñas,  especialmente  acia  los  términos  de  Texas,  N. 
México  y  alta  California ,  cuyo  abandono  por  mas  tiempo 
irremisiblemente  acarrearía  ha  pérdida  tot*d  ¿.  p^rciatde 
.  tan  importante*,  puntas-,  con.  desdoro  y  detrimento  gpk 
peral  da  la  nación  y  su  gobierno  »  qua  4  toda  flagea*  y 
¿  costa  de.  cualquier  sacrificio- debe,  gigveoinse»  aprpro» 
$banda  loa  mementos» 

,  Puesto  un  término  (como  no.  se  dqda)  enl>r$v:e  4  I» 
(instjlidades  y  difergencias,  estenaible*.  que  desgraciada- 
píente  suscitan  á  la  patria  aJguaoa  bijas  espurios;;  costar 
blecida  la  quietud  interior,  y  afianzada  U  pa£  ctsjkpnjojr, el 
fuerza  de  los  grandes  acontecimientos  que  ser  j&pivadVicea 
£¡n  esta  parte  delMundp  á  impulsos  del|t  revolución  fraor 
¿esa ,  que  ha  sancionado  la  nupstta»  y  -que  es  iippositíe 
jk)P&  de  refluir  por  su  enlace  en,  üue$U?a  tf(&da  orgjinaa- 
£J$n  social,  y  relaciones  poíiiiea&^q^.tandepáife  ¿ujouiattoo 
luencstflr. ,  engrandeci^aienjfoa  y  prosperidad,  *  teda  h 
ateoctoa  dd  gpbipr**  at.debfe  (¡¿luí  acia  las.  reformas,,  y 


mejora»  que  las  tontf&etencias  j  su  poi¡cfioa:  íf  exige* 

i 

imperiosamente. 

Reconocida  espontanea  y  espl¡eitaa*en¿fe  4a  indepen-r 
¿encía  dé  la  República  pefc  el  niteVo  gobierno  fraace*;- la 
afianza  que  con  está  grande  potencia  y  la  Gran-Bre  tafia 
puede  el  gobierno  estipular;  las  disposiciones  amioalea 
que  en  su  consecuencia  desplegarán  líos  gobiernos  de'  lee 
«lemas  naciones,  toda  ves  que  han  espirado  los  principios 
y  «liras  políticas  de  la  Santa* Alianza;  la  próxinía  rero*? 
taciaiff  de  España ,  ya  invadida  por  las  huestes  de  los 
eorntitacíonates ,  que  evidentemente'  restablecerán  üa 
régimen  rendar  y  atrojaran  de  su  socio  á  su  tirano  y 
Ümj&By  y  en  fin  el  probable  trastornó  de  la  isla  dfe  Cuba* 
toda*  estos  acontecimientos,  Escel&átisimó  Señor,  son  he* 
tfeos  *  cual  mas  grandiosos,  influentes  y  do  una  ittfteasa 
trascendencia  para  el  nuevo  Mundo»  cuyas  consecuencia* 
•bren  una  nuera  era  de  gloria  y  felicidad  e&  los  registros 
de  fes  destinos  grandes  y  permanentes  de  la  República 
para  el  año  de  i83i,  que  el  tino ,  la  perspicacia  y  pro- 
Jiínela  política  del  gobierna  i&  V«  E.  no  pueden  deja* 
encapar* 

En  ytsta  de  esté,  la  nación  mexicana ,  una  de  las  ma% 
afortunadas  sociedades  del  globo  que  pudieron  formax; 
loa  hombres  para  ser  felices»  convida  á  su  gobierno  á  laa 
mejoras  sociales,  no  con  aquellos  obstáculos  que  en  otras 
regiones  presenta  una  ruda  é  ingrata  naturaleza  como 
insuperables  al  genio  mas  inteligente  y  activo,  si  con 
enantes  elementos  imaginar  se  pueden ,  cuyo  desarrollo 
es  muy  sencillo  por.  su  superabundancia  y  oportunidad. 
Una  masa  de  7  á  &.  millones  de  habitantes ,  dotados  de 
iqdole  y  genio  escele  otes,  un  suelo  inmenso  y  fecunda» 


de  Una  variedad  increíble  "de  producciones ,  modificada 
con  los  climas  de  todas  las  zonas,  y  en  posición  de  do- 
minar  al  Mondo  por  su  influencia»  solamente  necesita  de 
un  orden  legal  consolidado»  de  una  regular  administra- 
ción, del  aumento  de  su  agricultura»  industria  j  comercio 
para  Henar  sus  destinos  y  colocarse  en  el  rango  dé  las 
naciones  mas  respetables  y  dichosas. 
-    Hasta  aquí;  México  no  podia  ser  otra  cosa  que  un  pue- 
blo naciente»  (continuamente  sobresaltado  por  las  ame- 
nazas hostiles  de  un  enemigo  impotente  pero  tenaz)  que 
•altando  dé  un  sistema  colonial  monstruoso  -w  desmorali- 
zado y  tiránico»  al  goce  de  una  Iifbrtad  casi  ilimitada » 
necesariamente  debia  degenerar  en  licenciosa  anarqqtav 
porqué  no  es  dado  ^los  hombres  qué  han  obedecido 
por  ttóbíto »  y  temor  á  mandatarios  estraños  j  né  po* 
efecto  á  sus  propias  leyes  ejecutadas  en  beneficio  de  la 
sociedad  común ,  alimentar  todas  las  virtudes  sociales , 
que  imprimen  los  principios  prácticos,  y  el  ejemplo  dé 
üh  gobierno  nacional  de  origen  legal ,  y  del  convenci- 
miento de  las  ventajas  del  buen  orden ,  que  inspiran*  la 
educación  y  la  esperiencia  de  los  males  que  siempre  traen 
consigo  las  revoluciones  por  puras  y  gloriosas  que  sean ; 
resultando  de  todo  esto  que  los  pueblos  inespertos  al 
principio  se  envuelven  en  errores  sin  advertirlos»  y  desen- 
gañados con  el  tiempo  y  la  esperiencia  de  los  hechos 
(porque  nadie  escarmienta  en  cabeza  agena )  guiados  por 
un  escolen  te  instinto,  naturalmente  aborrecen  los  dis- 
turbios, buscan  el  reposo,  y  escudándose  con  la  égtde  do 
la  ley,  al  fin  se  colocan  al  rededor  de  sus  autoridades  y 
cooperan  con  ellas  al  sosten  del  orden,  y  á  los  adelanto* 
y  seguridad  de  la  patria.  El  pueblo  mexicano  va  pasando 


ya  cila  arriesgado  periodo,  su  revojucioa  hace  crísi^  j 
muy  en  breve  el  gobierno  podrá  contar  con  la  fuerza  físicav 
y  moral  de  la  nación  para  dedicarse  esclusivamente  á  su 
bienestar,  y  á  llenar  sus  deberes  contraidos  como  ca- 
beza de. una  potencia  independiente»  esto  es  haciéndose 
respetar  en  el  interior  y  estertor,  consolidando  sus  insti- 
tuciones, y  asegurando  la  sagrada  inviolabilidad  é  inte-: 
gridad  de  su  territorio  con  disposiciones  enérgicas  y  sis- 
temadas. 

i  En  lo  de  adelante  será  muy  diverso  el  aspecto  político, 
dé, México;  los  adelantos  relativos  y  la  e*p$riéñcia  del 
pueblo  mexicano  son,  visibles,  á  pesar  de  no  haberse  aten* 
dido  debidamente  á  su  instrucción  elemental  y  sólida  , 
y  la  .maestría  ó  sea  ciencia  de  la  administración  social 
adquirida  en  la  amarga  y  penible  práctica  de  la  revolu- 
ción, convulsiones  y  exaltación  de  los  partidos  que  le  han 
agitado  interiormente,  han  cambiado  la  faz  de  la  nación; 
de  sus  progresos  intelectuales,  y  desengaños  pueden  am- 
piarse inmensos  bienes,  especialmente  en  punto  de  refor- 
mas, constitutivas,  leyes  orgánicas  y  de  elecciones  hasta 
ahora  imperfectísimas ,  singularmente  esta  que  será  fu- 
nesta al  buen  orden,  mientras  no  se  adopte  el  principio 
de  la  propiedad  é  industria  como  base  indispensable  para 
elegir  y  ser  electo;  y  como  por  otra  parte  el  gobierno 
mas  sólido  y  vigoroso  apoyará  su  administración  en  las 
nuevas  relaciones  políticas  que  el  estado  actual  de  Europa 
•le  brinda ,  y  el  ningún  temor  de  ser  amenazado  ó  inya- 
dido  por  parte  del  único  enemigo  natural  de  su  eman- 
cipación, parece  qne  la  época  de  la  disminución  de  sus 
•gastos-  se  aproxima  por  la  consiguiente  reducion  de  su 
ejército  f  cuyos  fcrazps  sobrantes  podrán  dedicarse  útil- 


a* 

jfteat*  ú  liWrto  Ai  fot  valdu»  en  feeneiek>4n  k  api? 
orillara  ,  la  población  y  1*  moral,  y  «a  ¿hernativa  co^ 
familias  estrangeras  constituir  en  los  fronteras  «i  baluarte» 
y  antemural  de  la  República» 

Bste  4rden  de  «osas,  y  renoion  de  ciroanstamcias,  JSsce* 
lentísimo  Señor»  colocan  á  Y*  K  en  una  posición  no  ntéb 
nos  singular ,  que  venturosa  y  envidiable  para  labrar  la 
felicidad  de  la  patria,  y  asegurar  sus  intereses'  mas  carea 
y  comprometidos»  y  siendo  estos  en  mi  concepto».  J  crear 
en  él  de  todos  ios  Mexicanos  qne  meditan  y  se  consagran 
al  servicio  del  país  que  les  dio  él  ser  y  les  alimenta,  la 
población  sistemada  de  los  pantos  fronterizos  de  la  Re- 
pública con  familias  mewcafca*  y  estrangeras  mezcladas* 
á  espensas  del  gobierno  general ,  y  {ebernada»  exclusi- 
vamente por  sos  agentes  sin  intervención  de  los  Estados 
por  detenmnado  tiempo,  y  mientras  se  vigorizan  y  forfi* 
fican  establecimientos  nuevos ,  que  para  fijarlo*  y  darles 
impulso  exigen  á  la  vez  una  administración  sistemada  v 
uniforme  y  eficaz ,  que  partiendo  der  un  solo  punto  cén* 
trico  no  se  entrabe,  y  constituyan  ana  barrera  inespugna* 
ble  sobre  el  débil  flanco  de  la  vasta  y  lejana  linea  diviso» 
ría  entre  la  República  y  dos  naciones  tsstrangeras*  que 
«vanzan ,  y  van  acrecentándose  á  merced  del  abandone 
con  que  desde  el  gobierno  antiguo  se  vieron  aquellas  vas* 
4as  regiones,  cuyo  descuido  é  ignorancia  hizo  perder  una 
inmensa  área  á  tiempo  de  cederse  la  Luisiana,  que  por  la 
naturaleza  de  su  posición  y  derechos  consuetudinarios 
pertenecía  y  estuvo*  anexa  al  N.  México  y  á  la  provincia 
de  Texas,  y  hoy  existe  en  manos  estrañas ,  sin  duda  aspi- 
rando á  su  dominio  absoluto,  lo  mismo  que  ana  gran 
parte  de  la  alta  California  en  poder  de  la  Rusia,  sin  otro 


$4* 

¿erecto  que  el  íé  la  fuetea,  y*l  no  haberte  tr alado  eui 
éüípfeño  de  ¿ü  población  y  fortificación.  Si  las  fronteras 
¿igüén  abandonadas,  *si  tío  se  atiende  urgentemente  ala 
población  y  fortificación,  alo  menos  por  los  puntos  más 
expuestos  d&I  litoral,  y  garages  nlediterraneós  mas  defen- 
¿¡bles,  mediante  "ufa  plan  cónbinado  y  ejecutado  direc- 
tamente por  el  gobierno  general,  la  integridad  del  territo- 
rio de  la  .República  es  ilusorio  é  insostenible,  y -al  fia 
ttnnprometerá  el  decoré  del  gobierno  nacional»  y  los  mas 
caros  intereses  de  la  patria. 

El  estado  agitado  de  Europa,  y  la  escesiva  población 
de  algunas  potencias,  que  como  Francia,  Inglaterra,  Pru- 
sia,  Suiza,  y  muchas  de  las  que  constituyen  la  confedera* 
cion  germánica,  están  escitando  la  emigración,  y  ios 
gobiernos  no  pueden  mellos  que  consentir  y  aun  fomentar 
por  sus. propios  intereses  la  salida  de  muchas  familias  del 
campo  y  los  mecánicos  y  artesanos ,  que  abrumados  do 
miseria  no  encuentran  trabaja  y  piden  pan  para  sus  hi- 
jos que  ño  hallan  y  por  necesidad  toman  parte  en  las 
convulsiones,  ó  están  espuestos  á  peryertir se  y  ser  funes- 
tos al  Estado,  ó  adoptar  el  partido  que  seles  ofrezca,  sin 
pararse  en  la  espatriacion;  así  es, que  lo  mismo  es  oír 
algún  proyecto  de  colonización,  cuando  aun  desde  los  pa« 
rages  mas  distantes  concurren  á  ofrecerse,  como  sucedió 
.últimamente  luego  que  «oqó  la  colonización  mal  conbi- 
nada  y  peor  dirigida  de  Goazacoalce ,  á  cuyo  ruido  lle- 
garon desde  Alemania  hasta  esta  ciudad  varias  familias 
honradas  y  laboriosas,  para  engancharse ,  en  creencia  de 
que  el  gobierno  ó  los  empresarios  les  pagarían  el  pasage  : 
el  error  los  espuso  á  la  miseria ,  y  sin  los  auxilios  de  sus 
cónsules  y  algunas  personas  benéficas  no  habrían  podido 


*<4 

regresar  á  tus  hogares.  Loa  gobiernosde  Europa  tienen  pues 
un  ínteres  en  auxiliar  las  familias  que  quieran  ir  á  destinarse 
á  la  América»  y  no  será  imposible  que  algunos  de  ellos  se 
presten  á  costear  y  facilitar  su  transporte,  una  vez  que  se 
solicite  esta  medida  formalmente  por  los  agentes  residen- 
tes de  la  República  ó  por  la  influencia  de  una  sociedad 
destinada  á  este  objeto,  siempre  que  el  gobierno  nacional 
ofrezca  de  su  parte  ademas  de  una  cantidad  proporcionada 
de  tierras  ,  algunos  privilegios  y  goces  sociales ,  un  asilo 
seguro  y  pacífico ,  su  manutención,  de  ciertos  víveres  de 
primera  necesidad  por  un  año ,  y  una  habilitado»  de  los 
utensilios  indispensables  y  animales  útiles  al  fomento  de 
la  industria  rural. 

La  introducción  progresiva  de  familias  estrangeras  hon- 
radas y  laboriosas  de  diversas  naciones ,  usos  y  costum- 
bres en  los  límites  aislados  y  lejanos  de  la  República  no 
debe  hacer  sombra,  ni  chocar  con  las  preocupaciones  de 
la  clase  ínfima  del  pueblo ,  ni  á  los  principios  religioso» 
del  clero  mexicano  por  intolerante  que  se  le  suponga»  ni 
mucho  menos  ser  un  motivo  de  temores  con  respecto  al 
orden  y  al  régimen  político  de  un  gobierno  liberal ,  que 
por  naturaleza  es  y  debe  ser  franco  y  generoso  en  todo* 
sus  actos  y  transacciones,  especialmente  cuando  se  trata 
de  un  grande  interés  nacional,  y  que  llegado  el  caso,,  estas 
'familias  se  escogerían  entre  los  subditos  de  las  naciones 
amigas  y  aliadas ,  ó  que  han  manifestado  deferencia  á 
nuestra  causa ,  y  no  sean  limítrofes ;  ademas  de  que  por 
todas  partes  se  encuentran  católicos,  y  muchos  miembros 
de  estas  familias  no  tardarían  en  conlraer  enlaces  con  las 
mexicanas  que  se  les  interpolen ,  y  que  poco  á  poco  ha- 
rian  desaparecer  las  repugnancias  y  formar  una  masa 
komogénca  y  siiapátíca  con  la  nación. 


545 

Por  la  ley  de  6  de  abril  de  i85o  se  proporcionan  si 
gobierno  recursos  para  sostener  la  integridad  del  territo-  - 
rio  nacional,  y  por  los  artículos  3%  4%  5o,  6°,  7°  y  i4° 
se  le  autoriza  para  fortificar  ,  y  colonizar  la  provincia  de 
Texas  con  presidarios  y  familias  mexicanas  y  estrangeras, 
y  al  mismo  tiempo  arreglar  las  colonias  ya  formadas ,  y 
las  que  se  pretendan  establecer.  El  espíritu  de  esta  ley 
es  muy  laudable ,  y  en  general  su  esencia  y  algunos  de 
los  diversos  puntos  que  decide  interesantes;  pero  compli- 
cada y  parcial  se  resiente  de  las  circunstancias  agitadas 
que  la  redactaron,  y  no  puede  llenar  su  mas  principal 
objeto  que  es  la  colonización  de  las  fronteras  j  litoral  de 
Texas,  puesto  qoe  se  escluye  á  las  familias  estrangeras  de 
los  auxilios  y  habilitación  que  se  ofrecen  á  las  mexicanas, 
y  he  aquí  el  primer  defecto  y  el  inmenso  vacio  de  la  ley 
que  por  mas  que  se  afane  el  gobierno;  no  surtirá  todos 
sus  efectos ,  6  serán  muy  lentos ,  á'causa  de  qué  habrá 
muy  poca  concurrencia  de  familias  mexicanas ,  y  sin  la 
competencia  de  las  estrangeras   con  iguales  alicientes, 
permanecerán  aquellos  paises  desiertos;  pues  aun  cuando 
no  fallen  empresarios  qué  se  prometed  enviar  allí  de  su 
cuenta  pobladores ,  estos  no  los  destinarán  precisamente 
á  los  establecimientos  que  el  gobierno  está  en  el  caso  de 
formar ,  á  lo  que  entiendo  de  preferencia  en  los  puertos 
marítimos  y  algunos  puntos  limítrofes  que  exigen  forti- 
ficaciones ,  y  estos  importantes  parages  necesitan  urgen- 
temente vecinos  especialmente  artesanos  y  mecánicos ,  á 
mi  juicio,  subordinado^  ó  bajo  la  influencia  inmediata  de 
los  agentes  del  gobierno,  ya  para  que  en  fuerza  de  sus 
compromisos  é  intereses ,  y  proximidad  concurran  á  las 
obras  públicas  que  se  necesitan,  ya  para  que  su  industria 

35 


5^6       * 

y  agricultura  ministren  á  los  tiuplejtflos  y  á  1*  tropa  vi- 
Teres  frescos,  y  ya  en  fin  piuca  que  den  movimiento  y  ser  i 
una  población  naciente ,.  estimulando,  con  su  ejemplo  4 
los  pocos  Mexicanos  que  se  avecindarán  al  principio.  Por 
otra  parte  la  espresada  ley  pone  al  gobierno,  nacional  de 
peor  condición  que  á  los  estrangeros,  puesto  que  por  ella 
se  le  previene  comprar  los  valdios  á  Ips  Estados ,  que  oo 
tienen,  ni  pueden  tener  valor  en  mucho  tiempo,  y  es  bien 
público  que  estos  se  donan  y  han  cedido  gratis  en  grande* 
porciones  á  los  aventureros,  que  en  general  jamas  cum- 
plen con  las  leyes,  y  suelen  hacer  negocio  con  las  tierras; 
perjudicando  la  concurrencia.  Tampoco  arregla  las  atri- 
bución* gubernativas  de  los  comisionados  que  designa 
para  ta  dirección  de  los  nuevos  establecimientos,  y  este 
punto  interesantísimo  mientras  bo  se  fije  independiente- 
mente de  la  jurisdicción  de  ios  Estados ,  entorpecerá  la 
administración,  y  suscitará  competencias  y  compromisos 
funestos  á  los  agentes  del  gobierno;  y  en  suma  como  la  ley 
se  limita  á  la  provincia  de  Texas  olvidándose  de  {as  vastas 
regiones  de  N.  México  y  Californias*  cuya  posición  -es  ideá- 
tica y  está  también  comprometida  su  seguridad  ,  forzoso 
es  reputar  la  trunca  y  mezquina,  y  preparar  otra  que  llene 
iodos  estos  objetos  debidamente  ;  á  V.  E.  toca  peca- 
baria  ,  y  en  el  entretanto  iniciar  una  adición ,  á  fin  de 
que  se  le  faculte  para  solicitar  determinado  número  de  fa- 
milias estraqgeras,  costeadas  y  habilitadas  en  los  ansióos 
términos  que  se  ofrece  á  las  pelicanas,  precisamente 
para  destirnarlas  á  los  establecimientos  que  forme  el 
gobierno  en  Texas,  y  sucesivamente  en  los  otros  puqtos 
mas  comprometidos,  y  que  por  su  impojtancia  y  situación 
están  mas  espuestos  y  pueden  servir  de  asilo  y  escala  4b 
distribución. 


El  fondo  destinado  para  repeler  la  invasión  que  dispo- 
nía un  enemigo  ya  despreciable  ,  ó  una  parte  de  los  re- 
cursos que  ofrece  el  permiso  de  la  introducción  de  los  gé 
ñeros  prohibidos,  continuando  par  mas  tiempo  la  intro- 
ducción podía  dedicarse  a  este  objeto,  y  proporcionar  al 
gobierno  sobrados  medios  papa  el  costo  del  transporte  y 
habilitación  de  las  familias  eslrangeras  que  vayan  á  po- 
blar por  ahora  los  establecimientos  mas  urgentes  del 
gobierno  en  Texas,  y  succesi  va  mente  los  de  toda  la  línea 
de  las  fronteras  de  N.  México,  Californias  y  Centro  Amé- 
rica. 

Calculada  la  ¿rea  de  la  República  aproximativamente 
enciendo  4°  ipil  leguas  cuadradas,  por  lo  muy  monos 
treinta  y  cinco  mil  existen  vajdias  ó  despobladas,  y  casi 
en  su  totalidad  están  enclavadas  en  Texas,  N.  México  (re- 
pujándose como  debe  ser  anexo  á  este  territorio  el  vasto 
distrito  despoblado,  que  bañan  los  ríos  Nahajoas,  Gila  j 
Colorado  de  las  Balsas ,  que  desaguan  en  el  golfo  de  Ca- 
lifornia) en  la  alta  y  baja  California,  y  acia  Guatemala 
y  colonia  inglesa  de  Valiü,  que  corresponden  a  los  Es 
tadps  de  las  Chiapas  y  Yucatán. 

La  total  cantidad  de  tierras  valdias  en  estos  distrijtps , 
puede  graduarse  sin  temor  de  mayor  equivoco  en  veinte 
y  seis  mil  leguas  cuadradas  .  de  las  que  veinte  mil  se  su- 
pondrán comprendidas  entre  la  linca  divisoria  que  desde 
Texas  corre  por  el  rio  Sabinas  hasta  dar  con  el  rio  Kojo 
cerca  de!  grado  34  de  lalidud  norte,  y  de  alli  inclinándose 
al  oeste  parte  por  la  orilla  de  dicho  rio,  y  vuelve  atrave- 
sando los  diversos  ríos  tributarios  del  Mi&isipi  y  Misuri 
ocia  el  septentrión  hasta  ej  grado  42°.  d,e  la  propi 
lud,  abrazando  la  parte  boreal  que  nos  han  dejado  de  N 


México,  desde  donde  tornando  al  oeste  limitando  las 
Californias,  concluye  cerca  del  cabo  de  San  Sebastian, 
mas  allá  del  cabo  Mendocino ,  en  el  litoral  del  occéaoo 
pacífico.  Las  cinco  mil  restantes  corresponderán  á  la 
línea  inversa  con  Centro  América  y  Valiz,  situadas  en 
el  despoblado  de  los  Lácaridones  que  riega  el  rio  Osu- 
macinta  por  el  Palenque ,  y  en  las  sierras  de  Chiapas  y 
Yucatán  que  dividen  éstos  Estados.  Quiero  suponer  que 
en  un  despoblado  tan  considerable  existan  seis  mil  le- 
guas estériles,  y  veinte  mil  dé  labor ,  entonces  el  go- 
bierno dispondría  de  tamaña  cantidad  para  distribuirla 
en  beneficio  de  la  nación. 

Una  administración  previsora ;  aun  cuando  deba  tran- 
sigir los  negocios  del  momento  conforme  á  sus  circuns- 
tancias, jamas  olvida  las  generaciones  de  los  siglos  ¿  y 
para  que  sus  actos  se  reputen  en  todos  los  tiempos  na- 
cionales* han  de  ir  marcados  con  el  sello  de  lá  justicia 
distributiva^  que  dejando  legados  á  la  posteridad,  conáti- 
tuye  el  principió  vital  y  el  fundamentó  de  las  creces  dé 
los  imperios. 

Partiendo  de  estos  principios  ,  y  convencido  de  ¿jue  el 
congreso  en  atención  á  la  pública  conveniencia,  adjudi- 
cará al  gobierno  general  la  distribución  y  colonización 
de  las  tierras  valdias  fronterizas  de  la  República  indebi- 
damente despojado,  y  en  pugna  con  el  ¿lismo  sistema  fe- 
deral, y  lá  práctica  de  los  Estados-Unidos  del  norte  que 
mantienen  en  posesión  de  su  gobierno  general  no  sola- 
mente el  dominio  y  distribución  de  los  valdios,  sino  la  fa- 
cultad de  formar  y  regir  diversos  distritos  nuevos  que  como 
el  de  Columbia  limítrofe  con  la  alta  California  se  está 
poblando  á  la  par  que  otros  muchos  y  luego  que  á  impul- 


54g 
sos  de  las  primeras  poblaciones  toman  valor  las  tierras;  sur, 
venta  forma  .una, de  las  reptas  mas*  considerables  de  la, 
Union.  Autorizado  el  gobierno  mexicano  para  los  mismos, , 
objetos  r  podrá. distribuir  los  valdios  disponibles  en  tres, 
cuadros,  ó  porciones,  que  á  mi  juicio  concurrirían  á  espe*, 
ditar  su  población ,  concillando  sus  intereses  y  los  dé  los. 
empresarios  que  se  dediquen  á  este  negocio  importante?., 

A  solicitud  del  gobierno  pueden  formarse  en  Europa 
tres  ó  cuatro  sociedades  de '  fomento  de  colonización .. 
presididas  ó  influidas  de  los  agentes  diplomáticos  ó  mer- 
cantiles residentes  4«  la  República ,  y  autorizadas  por  el 
gobierno,  cuyo  objeto  deberá  ser  ocuparse  de  los  medios 
mas  seguros  y  eficaces  para  reunir  famjlias  honradas ,  ro-i 
bustas  y  laboriosas,  y  facilitarles  recursos  para  su  pasage 
gratuito  á  los  puntos  á  que.  se  destinen,  conforme  á  los 
reglamentos  del  gobierno,  algunos  auxilios  medicales,  los, 
precisos  utensilios  del  uso  doméstico  y  labranza,  y  acaso, 
las  obras  elementales  para,  la  educación  de  sus  hijos., 
Para  estimular  estas  sociedades,  y  darles*  alguna  interven-, 
cion  $  fin  de  comproniete^las^  el  gobierno  en  recompensa 
de  los  servicio^  que  espera  les  cederá  e,n  propiedad  uity¡ 
quinta  parte  de  las  tierra»  que  se  pueblen  por  sus  esfuer- 
zos, graduando  la  población  á  diez .  familias  por  legu^ 
puadrada  ó  del  modo  que  se  estime  mas  conveniente.  f*ft 
sociedad  ó  sus  fedividups  podían  ser  libres  para  distriT 
buirse  el  terreno  cedido  individual  y  colectivamente*  y 
también  para  venderlo  ó  cultivarlo  á  su  arbitrio»  arreglájnr. 
dose  £  las  leyes  nacionales. 

El  gobierno  ,s,e  comprometerá  formalmente  con  las 
sociedades,  á  prqteger  las  familias  que  envien,  y  á  reci- 
birlas en  algún  asilo  provisional  que  las  ponga  á  cubiertp; 


55o* 

je  toé  faWiüpéi4¿9 ,  ttttnltaé  fúéáétí  cbÚSmit  *6¿  'Háiá* 
en  los  solares  é^iit  Sé  le*  ietátíé  i  fas  <f¿te  ¿Vfr  üé  ybldritád 
ó  por  sus  ofteiéá  qdieráh  Wé'dtóvft&é  en  tké  poblacio- 
nes i  á  repáHíríég  én  propiedad  y  á  título  él  terreno  qtié 
designe  lá  ley  ó  el  i^ánientó ;  atendiéndose  ál  tb^yor  6 
tíierióV  títfmeró  aVsÜknijofc,  á  inf n?átrafrfi&  tífctíñoé  nftf&- 
riafés  dé  mádertt ,  para  que  levanten  cásai  ^fóVMoí&lé*, 
á  mantenerlos  por  un  afíb  de  uña  Mentó  fie  Víveres*  de 
primera  necesidad,  á  iffl&tctóeittfc  AéM  séitírü^fe  y  ani- 
males dé  Corral  para  Sos  siembras  y  fá  procreación  VM 
éstos,  á  costearles  los  gastos  M  chitó  &M&  f  ¿fas  minis- 
tros, dispensándote pdr  díefc  áfíos  dél^agó  dé  dfttéhtós  Jr 
primicias  ,  f  dé  toda  conrribucídá  péciutóatía ,  y.  eh  fin 
concederles  ál&tíúds  déVeebos  políticos,  tftímó  él  de  h 
ciudadanía  y  otros  en  ^1  ftécnó  de  tttüe*  ctfsaí  tofteM  6 
etí^üierá  éátabfecímíerrto  ^ñbHco ,  etí^ndóiéfi»  Üní- 
feméíiíe  el  Juramentó  dé  gtíéfrdárr  lácbtístitáfcion,  <ó*édé- 
ce*1¿  leye^,  y  defender  la  independencia  y  la  int^gWd^d 
del  téi^o^tm  d!é  fe  ft^uWtók  ' 

fja  sÜ^rábürfdaWcíá  de  kWiiffl^  -^lídTétftM',  labios  y 
Wn^íicos  ^[üé  réühen  >aris,  tondas  y  ótr  #s  c^ftalé*!  dé 
EuYop^á,  y  sü  dejación  tábitli^l  á  íos  ramoá  «J  iltiáfrg- 
éión  y  fifántf o^k  escitáda  c#n  Wfc  ifoBfe  (fajéto* ,  pues  al 
fin  ré*undá  éú  bfén  dé  Ik  Üutíiamdád  fóériéftétfé*  y  del 
estáiíó,  üriá  reunión  de  Wiid^dáiVós  'd&ffciáuVá  toejóMr 
fe  suerte  de  sos  Cofn^tricft^ ,  y  ioVadéfóntói  koc&lés  , 
no  dudó  <fué  tóncurrirSn  á  la  fóVtfiáción  y  és'tiábiéci- 
miento  de  estas  sociedades,  y  ma^i  Vea  bdériaí ,  libéla- 
les, y  tertóinaWés  'fóyés  áé'éólorifeáciotí  y  íom«nto>,  y 
decidido  etipeno  en  él  gobierno  á  cuihplirlá*  y  ejecu- 
tarlas.HTstas  ¿ottíiderátionés  me  impelen  á  suplicar  á  V. 


E.  respetuosamente ,  que  en  el  «aso  de  que  el  gobierno 
tome  en  consideración  los  varios  y  diversos  peo  san)  i  en  tai 
que  indico,  no  se  desatienda  ei  míenlo  délas  sociedades, 
y  que  se  designen  como  puntos  principales  al  objeto  Lon- 
dres ,  Paris,  y  Ilamburgo  ,  ó  alguna  de  las  grandes  po- 
blaciones del  Rín,  pertencientes  á  la  monarquía  prusiana, 
reuniendo  á  la  de  Paris  la  que  on  Suiza  no  podrá  verifi- 
carse por  no  tener  allí  á  lo  que  entiendo  agentes  la  Repú- 
blica. El  establecimiento  de  semejantes  asociaciones,  está 
acreditado  con  la  esperiencia  de  tos  servicios  que  han 
prestado  &  los  distintos  objetos  á  que  se  dedican  por 
todas  partes  en  las  naciones  cultas:  y  no  seria  estraño 
que  su  influencia  y  respetos ,  alcanzaran  de  sus  respec- 
tivos gobiernos  auxilios,  que  ministraran  el  transporte 
de  las  familias  nías  necesitadas  que  agobian  la  adminis- 
tración con  sus  clamores,  y  escitan  la  compasión  de  lo. 
hombres  sensibles  que  la  componen. 

No  dejará  de  ser  conveniente  y  útil  ,  establecer  otra 
sociedad  en  la  capital  de  la  República  con  el  mismo  ob- 
jeto, y  el  encargo  especial  de  ayudar  al  gobierno  ea  los 
asuntos  económicos  y  distributivo»  de  los  establecimien- 
tos coloniales,  formar  su  estadística  general,  y  llevar 
una  correspondencia  instructiva  con  el  gobierno  ,  con  las 
sociedades  estrangeras  y  los  comisionados  en  los  estable- 
cimientos. 

Las  tres  grandes  porciones  en  «jue  se  dividan  las  tierras 
valdias,  se  aplicarían  una  á  las  familias  que  envien  las 
sociedades  estrangeras ,  incluyéndose  lu  parte  que  seles 
adjudica  á  sus  miembros;  otra  para  que  el  gobierno  la 
reparta  á  los  militares,  empleados,  cesantes,  pensionistas 
y  demás  ciudadanos  mexicanos  »jue  quieran  avecindar?* 


55i 

en  las  fronteras ,  y  para  premiar  los  grandes  servicios 
hechos  á  la  patria,  y  concederla  á  los  empresarios  que 
soliciten  poblarla  conforme  á  las  leyes ,  y  la  última  se  re- 
servará el  mismo  para  venderla  gradualmente»  luego  que 
tenga  valor  real,  y  formar  un  ramo  de  renta  destinado  al 
fomento  de  los  establecimientos  de  beneficencia  y  edu- 
cación de  la  República,  y  para  resarcir  los  gastos  antici- 
pados á  los  establecimientos. 

Si  pues  el  pueblo  mexicano ,  por  sus  esfuerzos,  aplica- 
ción y  perseverancia ,  espera  fundadamente   ver  breve 
restablecido  el  orden  legal  y  la  tranquilidad ,  y  fijadas 
sus  instituciones ,  si  su  gobierno  consolidado  en  el  inte- 
rior y  vigorizado  en  el  esterior  por  las  nuevas  relaciones 
que  va,  á  contraer  afianza  la  paz  esterior,  si  en  la  hermosa 
perspectiva  que  se  le  brinda ,  economiza ,  y  se  aplica  á 
restablecer  su  crédito ,  á  las  reformas  de  su  administra- 
x  cion  y  mejoras  sociales,  y  si  por  último,  con  mano  firme 
desplega  medidas  enérgicas  y  sistemadas  para  poblar  y 
fortificar  sus  fronteras ,  sin  duda  corresponderá  á  las  es- 
peranzas y  debido  reconocimiento  de  la  nación,  á  la  re- 
putacion  honorífica  que  justamente  se  merece  en  el  es- 
trangero ,  será  respetado  y  considerado ,  y  asegurará  la 
integridad  de  la  República, 

Dios  y  libertad.  Burdeos,  octre.  3i  de  i83o.  TadeoOrtiz. 


Habiendo  llegado  á  mis  manos  el  1 9  del  pasado  la  ley 
de  6  de  abril  último,  relativa  entre  otros  objetos  á  la  colo- 
nización y  fortificación  de  la  provincia  de  Texas,  y  diversas 
medidas  para  asegurar  la  integridad  del  territorio  de  la  Re- 
pública, ley  que  por  muchos  títulos  debe  calificarse  trun- 
ca é  incompleta  para  llenar  su  mas  escencial  objeto,  no 


553 
hubo  el  necesario  tiempo  de  esplanar  circunstanciada  ■ 
meute  en  la  esposicion  que  sobre  este  importante  nego- 
cio tuve  la  honra  de  dirigir  á  V.  E.  respetuosamente,  uno 
de  los  puntos  mas  interesantes  á  la  consecución  de  las  sa- 
bias miras  del  gobierno',  sin  cuya  base  inculcada  y  adop- 
tada porV. E.  ¡i  mi  juicio,  ni  la  integridad  de  la  Repú- 
blica será  estable,  ni  el  gobierno  podra  poner  á  cubierto 
su  inmensa  respo risibilidad  :  quiero  decir,  que  sin  cons- 
tituir algunos  distritos  inmediatamente  dependientes  del 
gobierno  federal  bajo  un  plan  sistemado  y  cpnbinado  de 
administración,  población,  fomento  y  fortificación  en  los 
principales  puntos  del  ámbito  do  la  linca  fronteriza  ,  que 
desde  la  Bahía  de  Sabinas  hasta  el  Cabo  de  San  Sebas- 
tian sobre  el  litoral  del  Pacífico,  nos  circunda  con  una 
nación  solicita,  que  con  el  mayor  empeño  adelanta  sus 
establecimientos,  y  nos  cerca  con  una  masa  de  pobla- 
ción creciente  y  activa  ,  que  aun  cuando  no  traspasara 
sus  límites,  cosa  que  seria  difícil  evitar  en  tan  remotas 
y  desiertas  comarcas,  si  con  tiempo  no  se  opone  igual 
contrapeso  de  poblaciones,  nos  estrecharla  de  tul  manera, 
que  por  la  influencia  de  su  preponderancia  en  toda  la 
vasta  ostensión  limítrofe,  del  tráfico  que  por  necesidad  y 
conveniencia  forzosamente  emprendería  en  nuestros 
puertos  de  Californias  y  Texas  ,  do  los  incidentes  que  los 
acontecimientos,  las  cuestiones  frecuentemente  susci- 
tadas entre  pueblos  vecinos,  y  otras  razones  políticas 
que  no  faltarán,  pondrian  aquellas  vastas  regiones  tan  ala 
devoción  de  los  Estad  os- Unidos  del  norte,  que  la  supre- 
macía é  independencia  de  México,  seria  ilusoria  y  nomi- 
nal, y  en  el  caso  de  una  guerra  ,  aquellos  distritos  aban- 
donados á  una  suerto  efímera  en  contacto  con  uno   po- 


554 
Máofa*  tigwma  y  frapirante ,  ya  detofcsiadb  comprome- 
tidos» por  los  constantes  esfuerzos  y  tertdericia  dé  una 
pétesela  tóarftima ,  aspirando  4  1*  leí  á  la  supremacía 
mercantil  y  predominio  del  occéano  de  California*,  y  Seno 
me*icano,  eorteri-an  inminentes  peligros,  y  la  Rbertad  de 
mtéstto  cottemo  dé  Sabotage  Sucutabim. 

£Í  gobierno  ttejtfe&no,  Escéfofttisitno  ftefioir ,  tío  puede 
olvidar  un  testante ,  á  tm  mano  firíné  Quiere  transmitir 
6  la  pt&tétfdad  la  integridad  de  sus  poseáiotíés  *  <fué  ih- 
tttediatfctnente  que  loa  t ntrépidos  descendientes  dé  kií  ft*¿- 
glé^s  consiguieron  s>*  todependeneia  y  consolidaron  sus 
iüslitueióttéi ,  reflekkmaHdo  sobre  los  mesónos  «téiítoB- 
toé  qué  úu  tertéño  tó editare  y  de  tilda  ftataráleza  les 
había  legado ,  paita  llenar  $tis  d^tinos ,  y  adquirir  una  pt& 
portderaneia  política  en  el  ntfeVo  mundo ,  que  sd  singular 
postema  y  el  ardor  glorioso  de  ftaber  sido  los  pratoerca 
qéie  *é  constituyeron  como  nación  en  América  les  brin- 
daba en  tíiedio  de  icofctaifts  abyectas,  aspiraron  justa- 
mente &  «ngrantifecerse  y  ampliar  sus  límites  acia  el  sur 
y  él  oeste ,  Sébre  fófreftéfe  nías  feraces  y  de  climas  suares, 
tjue  át  fin  té  deé&déifóiá  del  imperio  español ,  y  la 
ígttefaftriá  y  debilidad  áél  gobierno  de  Madrid  les  pro- 
ptfcitonaria. 

Una  ad^ísVttictóri  ¿  ertfeéotétóetíté  liberal  y  solicita , 
Méírta  ¿iéitipfe  tfl  desarrollo  €e  ía  opinión  publica  -razo- 
nable ,  nOte^rtán^títe  debía  secundar  la*  disposiciones 
Ae  wn  pueblo  jó^Efn  emprendedor.  Lá&  conrvulsiones  po- 
lftteas  *jue  por  "ahitos  ttetápes  trastornaron  la  Ehiropa 
y  Mft  tatidgtftes",  cOnctii^iéVoh^ór  firi  á  fbrtnar  do  etta 
idea  un  plan  tjote  convertido  ^or 'lo^  sucesos  en  sistema , 
y  ettiteriltfdo  en  faeñá  del  «tito  de  ciertas  medidas  ím  - 


m 

ponentes  y  el  juego  de  una  sagacidad  diplomática  admi- 
rable, coronaron  sus  constantes  esfuerzos  en  i8oa  con 
la  adquisición  de  la  Luisiana,  cuya  dominio  concedido dis- 
crecíonalmente  á  un  gobierno  calculador  y  hábil,  «ule 
poco  tiempo  antes  había  limitado  sus  pretensiones  al  libre 
ejercicio  de  la  navegación  del  Misisipi ,  dio  margen  al 
desmembramiento  de  una  considerable  porción  de  la  pro- 
vincia de  Texas,  entre  el  Marmetas  ó  Carcusín  y  el  Sa- 
binos ,  una  gran  parle  del  N.  México ,  y  aun  de  las  Cali- 
fornias, cuyos  distritos  se  habían  reputado  hasta  entonces 
como  mexicanos ,  y  por  último  el  convenio  sobre  limites 
y  la  cesión  de  las  Floridas  en  1820  viniendo  á  poner  el 
sello  ó  estas  desmembraciones. 

Las  miserables  y  embrolladas  transaciones  á  queabrié- 
ron  campo,  la  convención  sobre  limites  y  cesión  de  las 
Floridas  estipuladas  entre  el  gobierno  español  y  el  de  los 
Estados- Unidos  del  norte,  tuvieron  por  base  y  término 
la  pérdida  para  México  de  todas  aquellas  comarcas,  que 
aunque  abandonadas  hasta  aquella,  época  por  la  apatía  del 
sistema  colonial ,  debían  perjudicar  los  intereses  futuros 
de  la  República  mexicana,  y  dar  un  golpe  mortal  á  sus 
naturales  límites,  puesto  que  traspasándose  todos  los 
puntos  culminantes,  qué  desde  las  cabeceras  del  rio  Píate 
vertientes  de  la  sierra  verde  enclavada  en  N.  México, 
siguiendo  todo  el  giro  de  este  rio  hasta  su  confluencia 
con  el  ntisuri ,  y  de  allí  atravesando  el  Arkansas  por  una 
línea  recta  dVT  occidente  á!.  oriente  ,  á  salir  al  p'úrítd  á*é 
Pecan  solirü  él  rió  Rojo,  Acia  donde  tiene  i'ú  Origen  el 
Sabinas  inconexamente  tódiéhban  los 'Ifrfiités  nias  natu- 
rales dé  ámba1*  naciones ,  y  pot  I*  menos  ésta  faja  con- 
siderable  intermedia  era  anexa  y  debió  reputarse  como 


mexicana 


556 

Las  cuestiones  avanzadas ,  suscitadas  y.  manejadas  con 
capciosa  política ,  por  los  diplomáticos  anglo-americanos 
en  él  dilatado  curso  de  estas  negociaciones  con  el  mi- 
nistro español  Onrs ,  deberían  haber  abierto  los  ojos  al 
candor  y  buena  fé  de  la  nación,  que  sin  entrar  en  cuentas 
ha  permitido  que  los  Anglo-ameruttfco*  después  de  una 
adquisición  tan  enorme  á  costa  de  los  Mexicanos,  coló- 
nizen  casi*  esclusiva  y  discrecionalmente  á  Tesas,  y  según 
parece  la  administración  de  uno  de  los  Estados  mas  dé- 
biles de  la  federación  mexicana ,  se  ha  dejado  influir  de 
tal  manera  por  aquellos  estrangeros ,  la  mayor  parte 
avantureros,  que  sus  leyes  particulares  y  las  generales, 
han  sido  eludidas  ó  contrariadas  con  frivolos  protestos 
por  la  astucia  y  el  poder  de  unos  hombres,  que  despre- 
ciando en  secreto  á  la  nación,  y  acostumbrados  á  los 
manejos  siniestros  y  á  las  intrigas,  espiaráq  el  momento 
favorable  para  consumar  su  traición.  Por  otra  parte,  el 
gobierno  del  Saltillo ,  colocado  á  una  suma  distancia  del 
distrito  de  Vejar,  debiendo  residir  en  Monclora,  no  puede 
atender  por  su  aislamiento  al  arreglo  y  buen  orden  de  un 
punto  fronterizo  que  indebidamente,  y  en  perjuicio  de 
toda  la  federación  ¿é  le  adjudicó  por  la  intriga  y  el  espí- 
ritu d$  favoritismo ,  y  que  quiza  por  ignorancia  ,  no  con- 
tento con  la  pródiga  é  inconsiderada  distribución  de  los 
valdios  pertenecientes  á  Texas ,  traspasando  su  linea  *  ha 
dispuesto  evidentemente  de  las  tierras  del  N.  México, 
cuyas  concesiones  debe  reclamar  y  anular  inmediata- 
mente el  gobierno  general  *  instruido  como  lo  esta  de 
que  los  límites  de  Texas  no  pasan  mas  allá  del  grado  33* 
de  latitud  norte,  que  es  el  punto  donde  i  comienza  el 
N.  México,  según  las  constancias  auténticas  y  los  mapas 


557 
antiguos  existentes  ea  el  archivo  general,  confirmadas 
por  todas  las  noticias  de  los  misioneros  y  viageros  espa- 
ñoles que  dieron  á  conocer  á  Texas  y  á  N,  México  desde 
el  año  de  1690.  ;  , 

Hasta  el  incidente  al  parecer  de  poca  monta  para  los 
que  no  meditan ,  de  la  colonización  de  éstos  paises  por 
losApglo -americanos  /parece  que  ha  venido  á  favorecer 
con  la  influencia  que  estos  estrangeros  astutos  han  adqui- 
rido en  el  gobierno  de  un  Estado  pequeño ,  las  miras  de 
una  nación  afortunada ,  que  en  menos  de  un  cuarto  de 
centuria  y  desde  el  principio  del  siglo  en  que  vivimos  ha 
acrecentado  su  área  de  mas  de  cien  mil  leguas  cuadradas» 
y  engazado  como  á  fuerza  de  remolque  una  estension  de 
costas  de  ciento  setenta  y  cinco  leguas  sobre  el  mar  de 
Californias ,  con  un  distrito  de  mas  de  treinta  y  seis  mil 
leguas  de  superficie  y  tres  rios  navegables ;  y  que  desde 
la  época  de  la  adquisición  de  la  Luisiana,  ha  creado  y 
constituido  ocho  Estados,  cinco  territorios,  y  el  distrito  de 
Columbia :  de  estos  territorios  están  en  contacto  con  nues- 
tras fronteras  solitarias  el  de  Misuri ,  Platte ,  Árkansas 
y  Columbia  enrizados  ya  de  fortines  y  poblaciones.  El 
último  de  Columbia,  formado  en  1822,  cuyo  principal 
rio  de  este  nombre  se  da  la  mano  con  el  Misuri ,  facilita 
comunicaciones  con  los  establecimentos  nuevos  del  pueblo 
de  Astoria ,  varios  fuertes,  ó  colonias  militares ,  y  las  fac- 
torías que  en  las  márgenes  de  aquel  gran  rio  navegable  se 
han  formado  y  fomentan  el  vivo  empeño  de  aquel  go- 
bierno, y  el  tráfico  de  las  pieles  de  nutria  y  otras  pre- 
ciosas ,  que  ministran  los  indígenas  al  comercio  de  los 
Anglo  americanos ,  para  cambiarlos  en  la  China.  Entre- 
tanto la  población  de  la  Union  ha  cuatriplicado,  y  en  re- 


.558 

túmidas  cuentas  impulsándose  con  rápido  movimeqto  d 
deceso  de  estas  gentes  laboriosas,  y  las  familias  estrío- 
faeras  que  Centenares  arriban  de  Europa  á  los  £#tades- 
Unidos  acia  el  sur  y  oeste  cargan  sobre  bis  abandonadas 
fronteras  de  México ,  y  no  pueden  menos  que  estrechar- 
nos, imponernos  la  ley,  y  aprovecharse  de  nuestra  de- 
bilidad y  descuido ,  ni  mas  ni  menos  que  en  tiempo  del 
sistema  colonial  con  la  administración  dé  España»  si  el 
gobierno  nacional  mexicano  no  adopta  y  opone  con  te- 
naz empeño  ignal  sistema  de  población  y  fortificaciones. 
Verdad  es  que  si  se  ha  de  juzgar  fa  «dministracioa 
Aoglo-ámericana ,  después  de  nuestra  emancipación  per 
tA  rigoroso  principio  de  sus  instituciones  análoga»  k  las 
qú£  ie  hemos  imitado,  al  sistema  americano,  queá  virtud 
de  la  independencia  del    Nuevo   Mundo  parece  digne 
de  adoptarse ,  sobre  bases  pacificas ,  y  en  armonía  $00 
los  intereses  bien  entendidos  de  América ,  especialmente 
entre  dos  naciones  vecinas  y  naturalmente  aliadas  >  cuya 
rivalidad  es  todavía  remota ,  satisfecho  como  debe  eslar 
cd  gobierno  de  sus  inmensas  posesiones ,  parece  que  este 
nuevo  orden  de  cosas  en  consonancia  era  los  interesas 
generales  de  dos  grandes  asociaciones  que  conviene  se 
robustezcan ,  adunen  y  entiendan  para  equilibrar  las  pie- 
tensiones  y  preponderancia  de  Europa  en  el  Nuevo  Mundo, 
deberían  inspirar  otra  confianza  á  nuestras  inquietudes; 
mas  aun  suponiendo  esta  política  $?na,  y  la  m  o  curación 
de  parte  de  un  gobierno  ilustrado ,  según  los  rumores  pú- 
blicos intenta  6  ha  intentado  proponer  la  compra  de  k 
provincia  de  Texas ,   que  es  nada   menos   la    Ua¥e  de 
México;  esta  idea  no  puede  menos  que  alarmar  á  la  na- 
ción hasta  cierto  grado  por  la*  criticas  circunstancias  ea 


(¡iie  se  ha  suscitado ,  y  sean  las  que  fu  ere u  tas  mires  del 
gobierno  de  Washington ,  ¿  podría  esle  evitar  eficazmente 
que  sus  subditos  á  los  estreñios  de  una  distancia  inmensa , 
no  abusasen  de  su  actividad  y  preponderancia ,  y  promo- 
viesen motives  para  traspasar  los  límites  de  una  línea 
facticia,  y  escitarnos  querellas  y  odiosas  rivalidades,  que 
larde  ó  temprano  perturbarían  la  armonía  de  buen  veci- 
nage  y  nos  envolviesen  en  hostilidades  y  los  compromisos 
de  una  guerra,  cuyos  resultados  podrían  ser  funestos  á  la 
integridad  de  la  Kénublica? 

A  estos  desagradables  incidentes,  nos  conduciría  cuando 
menos,  Escelentísime  Señor,  el  abyecto  estado  y  abandono 
por  mas  tiempo  de  nuestras  fronteras;  y  supuesto  que  la 
potencia  vecina  como  mas  antigua  nos  gano  la  delantera, 
y  dio  un  ejemplo  tan  palpable  para  la  seguridad  y  fo- 
mento de  las  suyas  ,  que  el  gobierno  mexicano  imitando 
esta  imagen  obre  con  iguales  principios  y  por  los  mismos 
medios  sin  duda  conseguirá  los  mismos  resultados.  Los 
arbitros  de  los  destinos  de  México  no  pueden  disculparse 
por  la  disparidad  que  medía  nitre  ambos  gobiernos , 
pues  si  la  balanza  se  inclina  hasta  ahora  en  favor  de  la 
administración  de  un  pueblo  mas  antiguo  que  por  la  es- 
tabilidad de  sus  instituciones ,  su  mayor  inteligencia  y 
actividad ,  y  sobre  todo  por  la  libertad  política  y  reli- 
giosa sin  límites  de  que  goza  (cuando  nosotros  comen- 
zamos a  vislumbrar  esta  refulgente  aurora  y  sido  feliz), 
é  inspiran  naturalmente  mas  confianza  al  domicilio  de 
familias  estraogeras  ,  y  á  las  empresas  de  colonización ; 
la  celebridad  de)  clima  ,  riqueza  y  feracidad  de  ¡México 
por  otra  parle  ,  y  los  constantes  esfuerzos  y  franquicias 
que  es  de  esperar  desplegue  y  adoplr  su  gobierno  nado- 


/ 


56o 

nal »  aspirando  á  las  reformas  y  mejoras  sociales  que 
eiigen  una  nueva  era  y  la  civilización,  neutralizarían 
cuando  menos  tan  apreciables  ventajas ,  y  al  fin  atraerían 
lá  concurrencia  y  radicación  á  su  suelo  de  millares  de 
familias ,  que  mezcladas  con  los  Mexicanos  formarán  una 
masa  homogénea  para  asegurar  la  barrera  3e  sus  fértiles 
fronteras* 

Una  rápida  ojfeada  sobre  el  mapa  mexicano  conven- 
cerá á  Vuestra  Escelencia  y  á  la  nación '  entera  y  sus 
hombres  de  estado ,  que  si  la  California  superior  es  á  la 
par  el  antemural  y  la  llave  de  la  República  al  oeste ,  el 
N.  México  y  la  provincia  de  Tfexas  lo  son  evidentemente 
del  norte  y  nordeste  ,  con  la  diferencia  notable  que  los 
puntos  litorales  de  la  primera  y  segunda  regiop  por  sus 
escelentes  puertos,  bellos  délos  y  variedad  de  produc- 
ciones ,  están  destinados  por  la  Providencia  á  la  vez ,  al 
emporio  del  comercio  de  la  nación  con  la  India ,  la  Chi- 
na y  todo  el  vasto  continente  americano ,  con  las  Antillas 
y  Europa,  y  con  una  población  activa  proporcionada, 
á  cubrir  nuestras  fronteras  y  dominar  nuestros  mares ,  y 
asegurar  la  libertad  del  comercio  de  los  Mexicanos  ,  aun 
en  tiempo  de  guerra;  al  paso  que  N.  México  cultivado 
abrazando  ambos  entremos ,  impondría  á  las  tribus  in- 
dígenas ,  y  garantizaría  el  interior  de  la  federación.  Sin 
la  población  y  fomento  sistemado  de  estos  remotos  paí- 
ses ,  es  pues  todo  perdido  para  la  República  y  su  inte 
gridad  muy  efímera. 

Estas  consideraciones  del  mas  grande  interés  á  la  pa- 
tria que  Vuestra -Escelencia  no  dejará  de  convenir  y  con- 
'  sultar  á  la  nación  reunida  ,  si  no  se  le  quiere  cubrir  de 
oprobio ,  y  hacer  el  juguete  de  los  estrangeros  ,  me  obli- 


56f 

gan  después  de  referirme  á  los  diversos  objetos  indicado» 
en  mi  anterior  citada  exposición,  á  llamar  la  atención  de 
vuestra  escelencia  ,  y  por  su  órgano  muy  particular- 
mente la  del  congreso  mexicano ,  contrayéndome  á  los 
puntos  mas  esenciales  comprendidos  en  los  valdios  fron- 
terizos, que  por  su  posición  mas  empeñada  y  ventajosa , 
y  otras  circunstancias  políticas  y  de  mucho  interés  na- 
cional ,  exigen  urgente  é  imperiosamente  poblarse ,  fo- 
mentarse y  fortificarse ,  constituyéndose  en  distritos  se- 
parados de  los  Estados  y  territorios  bajo  los  auspicios  de 
una  ley  especial  fundamental ,  que  garantizo  su  existen- 
cia  ,  y  sobre  basas  conbinadas ,  sencillas  y  liberales  que 
asegure  á  la  par  el  gobierno  federal ,  su  vida  y  fomento 
y  la  integridad  de  la  República. 

Pareceme  escusado  detenerme  en  la  descripción  délas 
cualidades  de  las  comarcas,  que  voy  á  indicar  áV.  E«  ir*- 
dispensables  al  intento  de  establecerse  en  distrito» ,  siendo 
notoria  su  celebridad  en  los  registros  geográficos,  tanto 
por  su  posición  extropical ,  como  por  su  hermoso  cielo, 
clima  eminentemente  salutífero  y  suave ,  terreno  variado, 
regado  y  dotado  de  producciones  valiosas ,  y  susceptibles 
á  la  vez  de  cuantos  ramos  se  intente  fomentar  :  bástame 
decir  que  se  trata  de  la  existencia  y  afirmación  de  la 
porción  mas  importante  del  precioso  suelo  mexicano  , 
de  los  principales  puntos  marítimos  por  sus  grandes  rb* 
navegables  y  escelentes  puertos ,  del  futuro  emporio  del 
comercio  nacional ,  y  en  fin  del  antemural  de  su  inde- 
pendencia ,  libertad  é  integridad. 

Comprendidas  estas  inapreciables  ventajas  de  un  inte- 
rés general,  se  deduce  por  ellas  mismas  :  i\  lá  necesi- 
dad  absoluta   y   esclusiva  de  la   dependencia  de   estos 

Á  56 


¿abes  del  gobierno  de  ta  Union ;  á#.  de  su  inspección 

general ,  7  3o.  su  régimen  administrativo  escepcionid, 
franco  y  privilegiado  para  fomentarlos,  supuesto  que 
riendo  el  gobierno  federal  el  principal  encargado  respon- 
sable de  la  conservación  de  la  integridad  y  sosten  de  la 
Independencia  nacional ,  conforme  á  la  sección  v  cuarta 
facultad  tercera  de  la  constitución ,  él  es  pites  quien  uni- 
damente debe  gobernar  las  fronteras  para  cumplir  esta 
disposición  fundamental;  y  como  el  congreso  general 
por  la  facultad  cuarta,  sección  quinta,  puede  admitir  nue- 
vos territorios  ó  distritos  (pues  el  nombre  poco  importa), 
;  es  evidente  que  quien  admite  esta  en  actitud  de  crear  y 
constituir  los  distritos  que  se  juzguen  convenientes  y  ri- 
giéndolos por  leyes  escepcionales  privilegiadas,  puesto 
que  aplicadas  á  un  nuevo  objeto  que  se  le  va  á  dar  exis- 
tencia, á  nadie  pueden  perjudicar  las  franquicias  tem- 
porales concedidas ,  y  en  último  resultado  ■>  refluirán  en 
beneficio  de  toda  la  sociedad  ,  circunstancia  por  (a  que 
se  debe  exigir  la  cooperación  de  ciertas  clases  de  ciu- 
dadanos ,  imponiendo  el  congreso  una  contribución  ge- 
neral en  los  Estados  consagrada  á  los  gastos  de  un  nego- 
cio grave  de  utilidad  común  conocida. 

Las  dificultades  que  hasta  ahora  se  han  pulsado  ert  la 
República ,  cuando  se  ha  tratado  la  imposición  de  nue- 
ras contribuciones ,  no  deben  en  mi  concepto  abando- 
nar la  idea ,  ni  mucho  menos  intimidar  á  los  legisla- 
dores ,  seguros  de  que  este  inconveniente  se  pulsa  por 
todas  parles;  mas  cuando  después  del  restablecimiento 
del  orden  y  el  imperio  de  las  leyes  una  administración 
moderada ,  económica  y  juiciosa  sucede  á  otra  dispen- 
diosa ¿inhábil ,  cuando  la  exacción  se  regula  conforma 


563 

á  los  principios  sólidas  de   la  difícil  ciencia  de  la  eco- 
nomía política ,  calculándose  á  proporción  de  los  haberé* 
de  los  ciudadanos  sobre  bases  módicas  y  sencillas  que 
faciliten  su  exacción  ,  y  en  fin ,  cuando  su  aplicación  es  á 
cosas  de  conocida  utilidad  pública  >  de  que  se  debe  in- 
formar á  la  nación  por  medio  de  la  imprenta  y  las  auto- 
ridades ,  entonces  otras  garantías ,  y  la  confianza  que 
ellas  inspiran ,  docilitan  mas  á  los  pueblos.  Verdad  fcs 
que  la  decadencia  de  todos  los  ramos  es  notoria,  como 
consecuencia  forzosa  de  la  dilatada  y  desbastadora  guer- 
ra deja  gloriosa  independencia,  y  las  continuas  convul- 
siones de  los  partidos ;  mas  como  una  nación  opulenta 
-  por  sus  propios  elementos ,  luego  que  se  reposa  se  anima 
y  prospera ,  es  de  esperar  que  en  breve  la  clase  de  los 
propietarios  de  fincas  rústicas  y  urbanas ,  y  los  mineros 
puedan  soportar  una  contribución  directa  equitativa ,  ó 
una  capitación  por  familias ,  aplicable  única  y  esclusi- 
vamente  á  los  gastos  de  la  población,  y  fortificación  de 
las  froníeras. 

Yo  indicaría  á  vuestra  escelencia.  al  mismo  tiempo 
como  un  arbitrio,  el  gravamen  ó  pensión  de  una  tercera 
parte  de  las  rentas  de  las  mitras  y  canongias  que  van  á 
proveerse,  cuya  medida  produciría  probablemente  él 
situado  de  doscientos  cincuenta  á  trescientos  mil  pesos 
que ,  á  poco  mas  ó  menos  cálculo ,  montaría  anualmente 
el  costo  de  la  población ,  fomento ,  administración  y 
presidios  de  los  puntos  fronterizos  que  me  propongo; 
pero  ignorando  si  el  poder  legal  del  congreso  se  es  tiende 
á  esta  facultad ,  que  ejercia  el  rey  de  España  por  el  pa- 
tronato, y  aplicaba  muchas  veces  á  cosas  frivolas,  y 
alguna  á  la  construcción  de  un  puente  en  la  Península , 


toe  limitaré  á  tocar  este  punto  como  por  incidente  poní 
el  gobierno  tuviere  á  bien  alcanzar  esta  gracia  de  la  silli 
apostólica ,  y  dedicar  una  parte  de  estas  cuantiosas  ren- 
tas á  este  ú  otro  de  los  objetos  de  caridad  y  beneficencia 
pública  ,  persuadido  que  en  una  República  se  debe  ale- 
jar  toda  vanidad  y  ostentación ,  porque  á  la  verdad  choca 
tanta  riqueza  en  el  alto  clero  y  contrasta  con  la  medio- 
cridad y  pobreza  de  algunos  párrocos  y  la  miseria  del 
pueblo,  y  por  su  venerable  estado  y  sublime  institu- 
ción ,  está  en  el  caso  de  dar  él  el  primer  ejeinplo  de 
desprendimiento ,  y  enjugar  las  lágrimas  del  meneste- 
roso. Mas  volviendo  á  la  grave  cuestión  de  la  contribu* 
cion  directa  sobre  las  fincas  de  los  propietarios  y  los 
poseedores  de  minas  ,  dejando  para  otra  vez  las  fincas 
urbanas;  no  puedo  concebir  difícil  la  exaccicn  de  dos- 
cientos á  trescientos  mil  pesos  anuales,  en  un  país  donde 
ademas  de  que  los  consumos  son  considerables  9  y  el 
valor  de  los  productos  escesivo  comparativamente  al 
módico  precio  del  jornal»  se  cuentan  3749  haciendas» 
6684  ranchos,  y  1190  estancias  de  ganado  y  laborío, 
con  pocas  esccpcioncs  en  corriente  ,  y  cuando  méno» 
cien  minas  productivas  ,  enteramente  libres  estas  délas 
antiguas  gabelas.  Solo  por  el  valor  numérico  de  estas 
fincas  se  pueden  graduar  mis  vastos  productos  y  utiKoV 
jdes  retativas,  que  en  tiempos  mas  bonancibles  fueron 
evidentes  por  el  lisongcro  resultado  de  los  diezmos;  asi 
es  que  aun  suponiendo  una  rebaja  numérica  y  produc- 
tiva de  una  quinta  parte  de  las  fincas,  por  su  decaden- 
cia y  la  ruina  de  las  que  lejos  de  ser  productivas  nece- 
siten de  fomento ,  y  deben  ser  exentas  de  una  tasa ,  gra- 
vándose las  restantes,   proporcional   y  relativamente  a 


m 

Itts  valones  y  producidos,  por  ejemplo,  á  las  hacienda* 
desde  3o  basta  120  pesos  anuales;  á  tos  ranchos  inde- 
pendientes, desde  6  hasta  1 2  pesos ;  k  las  estancias ,  des-: 
de  i5  hasta  24  pesos,  y  á  las  minas,  desde  120  hasta 
36o  pesos ,  no  me  cabe  duda  que  la  mediocridad  de 
está  exacción  bien  aplicada  y  colectada  en  trimestres 
por  los  gobernadores  de  los  Estados ;  dirigiéndose  estos 
á  sus  autoridades  políticas  >  estas  á  los  ayuntamientos ,  y. 
los  ayuntamientos  ¿  los  propietarios  ;  poniéndose  do 
«ouerdo  con  los  comisarios  y  subcomisarios  de  la  federa- 
ción; «signándose  á  las  municipalidades  para  gastos  de 
escritorio  un  dos  por  ciento  y  á  los  subcomisarios  no 
dotados  un  tres  sobre  «1  total  de  la  contribución  que  co- 
bren ,  la  operación  se  facilitaría ,  y  probablemente  el 
producido  total  cubriría  el  costo  del  situado  arriba  indi*» 
cado. 

Cinco  son  los  distritos  que  calculo ,  por  ahora  como, 
indispensables  para  aseguear  la  integridad  de  la  Repú- 
Wica.  Los  gastos  de  su  administración,  colonización, 
fomento ,  establecimientos,  fortificación,  guarnición  mili- 
tar y  marina,  no  se  pueden  graduar  en  general  sino  con 
proporción  aproximada,  y  conforme  al  plan  que  me 
propongo ,  podia  convenir  la  organización  siguiente  á  su 
administración  y  gobierno. 

Sección  de  administración  :un  impector  gobernador 
político  y  de  hacienda ;  un  ayudante  auxiliar;  un  secre- 
tario; un  oficial;  dos  escribientes;  un  portero  ordenanza* 
Sección  de  justicia :  un  juez  asesor  de  primera  instancia; 
un  escribano  de  oficio  auxiliar.  Sección  del  culto  y  edu- 
cación :  un  Vicario;  un  capellán  castrense  auxiliar;  dos 
sacristanes  sirvientes  de  iglesia;  un  maestro  de  primeras 


566 

letras ;  un  ayudante.  Sección  dé  fomento  :  uq  agrimensor; 
un  auxiliar  ingeniero;  un  dibujante;  un  médico;  un  bo- 
ticario director  de  la  botica;  un  ayudante  de  iétem;  no 
proveedor  de  víveres;  un  director  de  la  finca  normal; 
otro  idem  del  vivar  de.  animales  útiles ;  un  mayordomo1 
de  hospital;  un  alguacil  ó  carcelero;  cuatro  mozos  auxi- 
liares para  estos  establecimientos;  dos  ja'rdiúerosY  aa 
arquitecto;  tres  carpinteros;  tres  herreros  ftres  atbáñilés; 
nn  ¿obre-estante ;  un  guarda  bodegas.  Sección  de  edifi- 
cios públicos,  gastos  poruña  sola  vez  juna  Capilla;  aáa 
casa  de  gobierno ;  otra  idem  del  común  pfeíra  alojamiento 
de  transeúntes ;  otra  dicha.  Para  *el  Tictarío;  lotra  táenti 
Para  escuela;  otraufem.  Para  empleados;  ira  presidio 
A  edificio  de  corrección;  un  cuartel;  toft  hospital;  una 
cárcel;  una  bodega;  un  edificio  para  la  háefendl?  6  finca 
jaormal;  uno  idem  para  el  vivar;  otro  idem  para*  alo1 
jamiento  y  oficinas  de  los  artesanos  y  obreros  de  la  ad- 
ministración. :i  •• 

La  planilla  ó  estado  que  adjunto  á  Vuestra  Escelencia* 
instruye  sobre  el  costo  de  los  diversos  sueldos  de  estos 
empleados ,  á  mi  juicio  absolutamente  indispensables  ea 
unos  nuevos  establecimientos ,  que  situados  á  inmensas 
distancias,  del  gobierno»  en  unos  distritos  incultos  9  dise- 
minados de  hordes  de  salvages,  y  regidos  por  unaloy 
especial ,  necesitan  concentrar  dentro  de  sus  propios 
límites  todos  los  resortes  « de  una  administración  local 
vigorosa  conbinada  con  las  miras  y  objeto  de  su  insti- 
tuto ,  para  que  puedan  existir  y  florecer  en  términos  que 
correspondan  á  los  sacrificios ,  y  se  constituyan  (o  mas 
breve  en  otros  tantos  Estados  de  la  federación.  Los  costos 
de  la  guarnición ,  que.  en  mi  concepto  debe  dotante  ea 


56f  " 

cada  distrito  coa  un  batallón  de  infantería ,  un  escuadrón 
de  aballaría  -y  ua  pequeño  estado  m^yor  divisionario , 
con  un  cuerpo  de  artilleros  é  ingenieros  facultativos ,  qua 
formado  en  academia  cuide  de  la-  instrucción  y  arreglo 
de  la  guarnición ,  (  á  la  que  convendrá  también  aplica» 
á  Ut<  agricultura  y  crias  de  ganados  ,  distribuyéndole^ 
tierra  en  propiedad,  y  fomentando  en  general  los  matri- 
monios y  adelantos  del  soldado  ) ;  así. como  también  los 
gasto*  del  fomento  déla  población  y  los  de  los  presidios 
fortificaciones ,  parques  de  artillería  y  marina  ,  pues  á  lo 
menos  se  debe-dotará  cada  distrito  con  dos  paquetes  ór 
berganüaes  á  fin  de  facilitarles  comunicaciones  mensale* 
regulares)  con  el  gobierno  no  los  fijo;  pero  los  designo 
para  completar  el  sistema  que  me  propongo  y  comprendo 
en  eá  situado  de  los  doscientos  cincuentava  trescientos  mil 
pesóse  mencionado. 

Pocas  ó  ningunas  dificultades  encontrará  el  gobierno ,. 
en  la  formación  de  tres  de  los  distritos  que  le  propongo 
constituir  en  Californias  y  N.  México ,  supuesto  que  estos 
paisas  han  dependido  siempre  y  dependen  ahora  cons- 
titucionalmente  del  gobierno ,  y  no  perjudica,  sino  que 
antes  bien  interesa  á  la  federación  una  subdivisión ,  en 
consonancia -con  los  principios  de  la  ley  fundamental ,  y. 
sobre  todo  exigida  para  la  seguridad  y  conservación  de 
toda  la  sociedad;  mas  como  los  otros  dos  distritos  deben 
fijarse  en  la  jurisdicción  de  los  estados  de  Cohahüila  y  las 
Chiapas  f  podría  ofrecer  esta  circonstancia  algún  incon* 
veniente  á  la  suma  delicadeza  y  posición  del  gobierno. 
Pero  ¡qué  inconveniente  se  hace  invencible  en  una  admi- 
nistración esclarecida  ,  cuando  se  trata  de  un  negocio  de 
fodea.  ciático  y  grave  que  afecta  y  debe  afectar  i  la  fede- 


568 

ración  entera !  £1  celo  de  los  Estados  apoyará  al  congreso, 
no  tiene. duda ,  y  al  gobierno  general/  en  la  resolucioii  da 
una  providencia  iniciada  ya  casi  en  el  misino  sentido  por 
la  juiciosa  legislatura  si  mal  no  me  acuerdo  del  N.  Leen 
hajjpe  dos  años ,  y  mas  cuando  no  se  trata  sino  de  ana  redu- 
cida porción,  la  mas  comprometida  de  la  provincia  da 

exas  ,  y  de  unos  terrenos  incultos  y  en  vecindad  coa 
do*  potencias  estrangeras  en  el  estado  de  las  Chiapas.  Ea 
vistq  pues  de  estos  principios  luminosos,  de  las  ramones 
de  conveniencia  pública ,  difusamente  esplaúadas  ,  y  da 
la  imperiosa  ley  de  la  necesidad,  que  sacando  todas 
las  cosas  de  su  órbita,  las  empuja  del  derecho  coman  al 
escepcional ,  en  mi  opinión ,  y  creo  en  la  de  todos  los 
sensatos  Mexicanos  que  se  ocupan  délos  intereses  sólidos 
y  futura  suerte  de  la  patria ,  el  gobierno  puede  y  deba 
proponer  al  congreso  la  erección  de  los  cinco  distritos 
que  deben  constituir  la  barrera  y  el  antemural  de  la  Re- 
pública ,  y  el  congreso  consentir  y  dar  una  ley  constitu- 
cional que  los  rija  y  ordene ,  convencido  de  que  este  es 
el  único  y  mas  eficaz  medio  de  conservar  la  integridad 
del,  territorio  nacional.  Paso  á  designar  los  distritos*: 

,  i\  El  territorio  comprendido  en  la  provincia  de  Te- 
xas, entre  los  rios  de  San  Marcos  y  Guadalupe  al  sur, 
desde  sus  cabeceras  hasta  su  desembocadura ,  y  acia  el 
ncyrte,  elrio  Sabinas  en  4  oda  la  estension  de  su   giro; 

Ías  islas  del  Atlántico  al  oriente,  y  el  rio  Rojo  al  occi- 
dente ,  formarán  el  distrito  de  Sabinas ,  dejando ,  si  así 
\e  conviniere ,  al  estado  de  Goahuila  el  partido  de  Vejar. 
La  capital  de  este  distrito  se  fundará  en  la  bahía  de  Or- 
coquizas ,  por  ser  el  mejor  puerto  del  norte* 

*•.  Todo  el  terreno  comprendido  entre  la  siento  - 


569 
divide  las  antiguas  poblaciones  de  <N.  México  y  la  Unas 
divisoria  con  los  Estados-Unidos  del  norte  *  formará  el 
distrito  de  los  Apaches  ó  de  las  Cabeceras.  Su  capital  se 
situará  en  las  márgenes  del  rio  Rojo. 

3°.  Las  tierras  que  bañan  los  ríos  Colorado  de  occi- 
dente y  Gila ,  formarán  el  distrito  del  rio  Colorado  de 
Zagunas.  Su  capital  se  fijará  en  la  desembocadura  de 
este  rio. 

4o.  El  país  comprendido  entre  los  ríos  de  San  Bue- 
naventura y.  los  límites  de  la  California  superior,  for- 
mará el  distrito  de  Timpanoyos ,  cuyo  rio  navegable  mas 
de  cincuenta  leguas ,  desemboca  en  el  puerto  de  Sao 
Francisco  ,  que  es  uno  de  los  mas  clásicos  del  mundo. 
Su  capital  debe  ser  este  puerto. 

5°.  La  región  ubicada  entre  el  Palenque  y  el  país  de 
Lacandones,  abrazando  los  términos  entre  Guatemala 
y  la  colonia  inglesa  de  Valiz,  que  baña  el  rio  Osuma- 
cinta ,  formará  el  distrito  de  Osumacinta.  Su  capital  sé 
fundará  en  el  par  age  mas  cómodo  de  los  términos  d* 
la  navegación  interior  de  este  río. 

La  civilización  de  los  indígenas  errantes  que  habitan 
todas  estas  regiones ,  hemos  visto  que  no  se  consigue 
con  el  sistema  teocrático  puro  de  las  misiones ,  y  á  la 
verdad  que  un  gobierno  ilustrado ,  después^  de  una  amar- 
ga esperiencia  de  siglos,  debe  convencerse  que  este  ré- 
gimen monstruoso ,  propio  del  fanático  siglo  de  los  Es- 
pañoles ,  ya  no  puede  convenir  á  la  política  moderna ,  y 
mucho  menos  á  nuestras  instituciones  sociales.  Los  Esta- 
dos-Unidos y  los  Rusos  nos  dan  un  ejemplo  notable  9  y 
es  digno  de  la  imitación  :  ellos ,  por  medio  de  sus  esta- 
blecimientos y  factorías ,  han  docilitado  y  hecho  produc» 


57»  r 
ttv*t  musUm  hord$»  >  y  »»n  mezclarse  eo  los  hábito»  de 
M  creencia,  los  van  preparando  con  su. trajo  y  comer- 
cio ét  nuevas  necesidades  y  costumbre,  qpe  al  .fin -los 
atraerá  á  ciertos  principios  sociales  que  encaminan  j 
preparan  el  corazón  del  hombre  á  abrazar  la  moral  de 
«ha  religión,  que  exige  el  convencimiento  ..y  las  idea^ 
desarrolladas  de  la  razón.  Los  establecimientos  de  estos 
distritos  facilitarán  sin  duda  la  civilización  de  estas  gen-r 
tci*ryrentónces  vendrán  biei|  la#  qaisiqtnes,  d¿  eclesiás- 
ticas de  talento,  qu&  prediquen  una  moral  pura  y  des- 
nuda de  las  supercherías  y  preocup acones  monacales, 
que  lejos  de  hacer  útiles  á  los  hombres,  tos  anonadan  y 
abisman  en  el  golfo,  da  los  errores  abstractos  mas  perni- 
ciosos á  la  sociedad  y  á  su  bienestar;  que.se,  envíen» por 
abofa  pues  párrocos  ilustrados »  es  lo  que  importa* 

A  propósito,  y  ya  que  por  incidente  he  mencionado 
¿los  Rusos; .estos  dominando  una  gran  porción  de.lt 
América  mas  septentrional  ,  han  formado  establecunien- 
tos  considerables  en  la  península  de  Alaska  y  en  las  islas 
Aloentaneas ,  no  muy  distante  de  las  Californias^  y  desde 
i8i8,  se   establecieron  y  fortificaron  en  el  puerto  de 
Bodegas,   á  ocho    ú  once  leguas  del   puerto   de  San 
lYancisco  ,  estoes,   en  las  tierras  de  México,,  donde 
según  los  informes  que.  se  me   han  comunicado,  ade- 
mas de  haberse  fortificado,  han  puesto   una    factoría 
y ,  estendido    considerablemente    su    población,  en   las 
inmediaciones  de  Bodegas.  Yo  ignoro  en  virtud  de  que 
efetos  peligrosos  estrangeros  tomaron  aquel  punto,  y  si 
túé>  por  alguna  transacción  con  el  imbécil  y  menesteroso 
gabinete  de  Madrid  ,  ó  por  el  derecho  niel  .mas  fuerte; 
pWo  sea  lo  que  fuere  ,  conviene  •  que  el  gobierno  iad*« 


57* 

pendiente  reclame  ésta  usurpación  paria  mediación  de 
alguna  potencia  amiga»  y  en  vista  de  la  declaración  del 
gabinete  de  Rusia,  tomar  todas  las  medidas,  á  fia  db 
que  esta  nación  dfesocupe  el  puesto ,  ó  entienda  que  aquel* 
terreno  no  es  suyo. 

Una  providencia  dictada  á  tiempo  evita  muchos  coín^ 
promisos  de  trascendencia  política,  entorpece  planes 
ulteriores,  é  interesa  alas  naciones  amigas  á  tomar  parte, 
y  cuando  no  es  dado»  remediarlo  todo ,  una  protesta  deja: 
los  derechos  á  salvo  y  cubre,  hasta  cierto  gro^o  el  decora.' 
y  la  dignidad  de  un  gobierno  celoso'  de  sus  deberes  y 
derechas.  El  establecimiento  del  distrito  def  río  de  Tint- 
panoyos,  bajo  el  aíslenla  que  me  ocupa,  frustraría  las 
privadas  intenciones  de  los  Rusos  y  formaría  el  mas 
eficaz  garante  á  la  seguridad  y  defensa  de  todas  aquella* 
hermosas  comarcas ,  las  que  pobladas  y  fortificadas ,  ba~ 
rían  también  florecer  él  comercio  de  la  República ,  llegada- 
como  es  ya  la  época  de  que  su  gobierno  remueva  todos 
los  obstáculos  que  en  fuerza  de  las  preocupaciones  y 
abandono  han  dejado  por  siglos  en  inacción  y  parálisis 
Una  multitud  dé  preciosas  producciones ,  que  como  las 
pieles  finas,  portas,  coral ,  concha  de  nácar  ó  Alistes  y 
Carey  se  encuentran  en  el  interior  y  en  las  costas  As 
ambas  Californias. 

Los  adelantos  del  comercio  que  es  el  principio  vital  de* 
los  Estados  modernos ,  y  el  desarrollo  de  los  elementos 
de  la  riqueza  pública,  que  constituye  la  esencial  base  y* 
respetabilidad  de  las  sociedades  cultas ,  dependen  prin- 
cipalmente en  México  de  los  progresos  de  la  coloniza** 
cion  y  cultura  de  las  costas.  Desgraciadamente  hasta 
ahora  los  intereses  y  hábito*  de  una  población  concón-» 


S7* 

Mida  patiiculartnente  dedicada  al  laborío  de  los  métales 
preciosos v ios  resabios  del  sistema  colonial,  y  la  exage- 
rada ¡¿salubridad  da  algunos  pantos  litorales,  se  han 
opuesto  á  éstos  adelantos,  mientras  que  los  Estados 
meridionales  y  una  porción  de  los  que  componen  ¡  la 
federación  Anglo-americana  y  las  Antillas  tan  insanos 
como  las  costas  de  la  República ,  aglomerando  una  masa 
de  población  agrícola  en  sus  playas  y  riberas ,  activan  tul 
movimiento  mercantil  de  productos  coloniales  de  muchos 
-  millones  de  pesos ,  que  á  la  par  favorece  su  cambio,,  la 
circulación  y  la  reunión  de  capitales.  La  balanza  de 
comercio  de  México  no  ofrece  estas  apreciables  ventajas, 
por  la  bita  de  productos  de  retorno  en  que  se  encuentra 
para  equilibrar  sus  consumos  estrangeros  acelerados  por 
k  civilización  ya  considerables ;  y  como  una  nación  en 
la  cuna  no  puede  razonablemente  ser  fabril  antes  de  $er 
agrícola ,  es  preciso  que  una  administración  ilustrada  y 
calculadora  la  conduzca  por  sus  conbinadas  medidas  á 
este  ramo  :  entonces  los  Mexicanos ,  quintuplicarán  sus 
capitales  origen  y  fuente  de  las  empresas  industriales  , 
facilitarán  el  cobro  de  las  contribuciones  en  fuerza  de  la 
mayor  circulación ,  naturalmente  se  nivelarán  sus  consu- 
mos de  efectos  estrangeros  con  los  cambios  de  sus  pro- 
ductos agrícolas  y  rivalizarán  con  sus  vecinos ,  poniendo 
en  decadencia  el  tráfico  de  las  Antillas»  Tiempo  es  ya 
de  que  la  nación  no  se  alucine  con  la  falsa  perspectiva 
del  producido  de  sus  minas ,  esta  riqueza  verdaderamente 
ilusoria  por  su  inestabilidad  ,  nunca  ofrecerá  las  conve- 
niencias y  utilidades  positivas  del  laborío  de  las  tierras 
pingües ,  que  proporcionen  un  cambio  fácil  y  espedí to 
como  acontece  en  las  costas  y  riberas.   Por  otra  parte  * 


573 

los  únicos  productos  que  en  pequeña  cantidad  oftr^co 
el  cambio  de  México  son  comunes  á  los  Americanas 
del  sur,  y  el  mas  considerable  de  la  grana  en  suma 
decadencia  ya  no  es  esclusívo  ,  en  Guatemala ,  Es- 
paña y  otros  puntos  se  ha  plantado  y  prospera.  Asom- 
bra el  producido  de  los  millones  de  algodón,  tabaco; 
arroz  y  cera  que  esportan  anualmente  los  Estados-Unido*, 
y  aun  cuando  nosotros  no  podamos  competirlos  en  mu- 
chos años  por  falta  de  brazos ,  f  porque  felizmente  no 
tenemos  un  millón  y  medio  de  esclavos  en  contradicción 
de  la  humanidad ,  y  de  los  derechos  del  hombre  que  pro-* 
clamamos  en  la  práctica ,  la  superior  feracidad  y  mayor 
actitud  de  nuestro  suelo  y  variados  climas ,  con  el  empeño 
de  la  colonización  hará  prosperar  estds  frutos  ,  y  todo* 
los  coloniales  en  la  vasta  estension  de  nuestras  costas  ,  y 
esencialmente  en  las  riberas  de  Goazacoalco,  Papaloapan* 
Tabasco ,  Osumacinta ,  Tuspan  y  Tampico ;  al  paso  que 
en  los  distritos  de  Sabinas ,  rio  Colorado  ,  y  las  Califor- 
nias florecerán  muchos  de  estos  ramos  á  la  par  que  el 
lino ,  cáñamo ,  la  seda ,  el  olivo  ,  la  viña ,  cera  y  las  lanas 
merinas,  que  en  general  nunca  podran  reducir  en. el 
rudo  clima  del  norte,  y  que  reunidos  á  los  productos 
preciosos  de  perlas  y  coral ,  formarán  un  vasto  y  opulento 
tráfico  en  los  nuevos  distritos.  Mas  para  conseguir  esto 
feliz  resultado  necesita  esforzarse  el  gobierno  9  estimu- 
lando la  nueva  población  á  estos  ramos ,  que  deben  ser 
particularmente  protegidos  y  privilegiados.  Al  efecto 
convendría  formar  en  cada  distrito  comenzando  por  el 
de  Sabinas ,  una  hacienda  ó  finca  normal  de  modelo  de* 
dicada  al  cultivo  de  lino,  cáñamo,  moreras,  olivos, 
viñas  y  colmenas. para  la  propagación  de  estas  especies, 


•ujf»  cimientes  y  plantas  se  repartirán  gratis  á  ios  colo- 
nos, prometiéndoles  un  premio  condicional,  conforme  4 
los  progresos  que  presenten».  Con  igual  objeto  se  estable- 
cerá un  vivar  ó  conservatorio  de  m??¡nos  y  cabras. del 
Tibe  :  ambas  especies  existen  abandoleadas  en  Tehua- 
can  ,  y  pQr  falta  de  protección  de  la  administración  ante- 
rior poco  ha  faltado  para  que  se  destruyan  ,  ó  no  han 
progresado  como  debieran  lo  mismo  que.  los.  .caballo» 
frisónos ,  que  se  deben  llevar  á  Texas. 

Para  el  fomento  de  los  ramos  de  pieles» 'perlas,  coral  y 
nácar,  convendría  promover  compañías  en  Europa  ,  que 
en  concurrencia  con  los  Mexicanos,  se  dediquen'  á  la  vez 
á este  objeto  y  á  la  colonización  de  los  distritos;  pero 
para  estimular  estas  compañías,  es  indispensable  que  el 
gobierno  obtenga  una  ley  de  privilegios  temporales  exclu- 
sivos, que  estimulen  á  los  emprendedores  i  anticipar  gas- 
tas ,  é  inspire  confianza  y  ofrezca  utilidades  y  seguridades 
que  animen  y  compensen  los,  riesgos.  Ningún  motivo  de 
temor  debe  arredrar  á  una  administración  que  conoce 
los  negocios,  que  distingue  las  épocas,  y  que  sabe  los 
servicios  que  estas  sociedades  prestan  y  han  prestado  al 
comercio  de  las  naciones  en  paises  remotos ,  que  por  su 
distancia  y  naturaleza  en  bruto  no  brindan  otros  medios 
para  su  cultivo ,  y  mas  cuando  es  evidente  que  las  facto- 
rías de  compañías  rodean  á  la  República  desde  N.  México 
basta  Californias,  y  mientras  que  los  Anglo- americanos , 
Ingleses  y  Rusos  de  los  distritos  ¡le  Columbia,  de  la  N. 
Caledcmia  é  Islas  Aloentaneas  incursan  nuestras  tierras  y 
Costas  solitarias  en  busca  de  las  pieles  deque  hacen  un 
gran  tráfico,  parecería  ridículo  y  aun  irrisible  que  temié- 
semos-é  los  eslrangeros  arribar  legal  mente  á  unas  playas, 


'«75 
:  que  ye  frecuentan  clandestinamente  un  ninguna  uíSíJki 
n!  provecho  para  la  nación. 

'    En  mi  anterior  esposicion  indiqué  á  Y.  E.  el  modo* 
términos  y  condiciones  de  rendir  y  formar  compañías  da 
colonización  para  poblar  los  valdios  fronterizos;  conforme 
á  los  principios  allí  enunciados,  convendría  mucho  á 
éstos  establecimientos  y  £  los  adelantos  de  la  industria  # 
comercio  y  marina ,  que  estas  mismas  compañías  ,  para 
animaríais  obtuviesen  el  privilegio  esclusivo  por*  determi- 
nado tiempo  de  la  caza  de  pieles  de  nutria»  osos,  ciervo», 
y  demás  animales  útiles ,  el  buceo  de  perlas ,  corales  y 
concha  de  nácar  de  Californias.  Estos  privilegios  allana- 
rían las  dificultades  de  semejante  empresa ,  concurrirían 
á  facilitar  la  población  y  tráfico  de  aquellos   remoto» 
países ,  y  las  propias  compañía* ,  proporcionarían  aUs 
toismo  á  la  administración  á  precios  cómodos  las  cosas 
necesarias  á  las  obras  y  empresas  del  gobierno ,  y  á  la 
habilitación  de  sus  empleados  y  colonos  ;  y  en  suma  el 
movimiento  de  las  operaciones  de  estas  corporaciones  y 
los  consumos  de  sus  agentes  residentes,  contribuiríah  4 
las  creces  y  fomento  de  aquellos  excelentes  y  abandona- 
dos puertos ,  cuya  soledad  yerma  se  vivificaría  con  las 
dulzuras  de  la  concurrencia  y  el  trato  de  hombres  cul~ 
tos.  Por  otra  parte  reservándose  á  los  Mexicanos  el  dere» 
cho  de  concurrencia  en  las  empresas  de  esta  clase/ la 
esclusiva  no  podia  perjudicarles,  sino  á  los  es t ranos  á  la» 
negociaciones  de  las  compañías ,  las  que  por  sus  propio» 
intereses  emplearían  á  ntuchos  patricios. 

Si  ademas  de  esta  providencia ,  acreditada  por  la  es- 
períencia  de  los  hechos  útil  y  conveniente  en  todos  loé 
paises  vecinos  que  nos  rodean  y  presentan  factorías  y 


5;« 

privilegios,  el  gobierno  coordina  la  medida  perentoria  J* 
puertos  francos  en  los  nuevos  establecimientos ,  j  m » 
declara  esta  libertad  al  de  San  Francisco,  rio  Colorado 
de  occidente ,  y  el  destinado  para  capital  del  distrito  da 
Sabinas»  evidentemente  la  población  y  prosperidad  da 
aquellos  puertos  se  acelerará ,  ahorrándose  sueldos  de 
empleados  de  aduana,  pues  en  este  caso  un  simple 
capitán  de  puerto  y  uno  ó  dos  agentes  cuidarían  de  U 
policía  de  las  aduanas,  y  con  mediana  vigilancia  evitarían 
los  abusos  del  contrabando,  que  á  la  sombra  de  la  fran- 
catura  de  los  puertos  se  intentase,  y  que  seria  muy  difi- 
cilsino  imposible  emprender,  en  unos  puntos  aislados  y 
distantes  de  las  poblaciones,  grandes.  Esta  disposición 
conocidamente  útil  al  fomento  de  los  puertos  nuevos  6 
en  decadencia»  ha  hecho  florecer  el  comercio  de  muchos 
paises,  á  la  par  de  su  población;  y  el  pequeño  sacrificio 
de  rentas  abandonado  por  algunos  anos,  resarce  é  indem- 
niza con  superabundancia  al  cabo  de  algún  tiempo  el 
tesoro  público,  después  de  haber  favorecido  las  necesi- 
dades de  una  sociedad  ó  establecimiento  naciente  que 
por  su  naturaleza  exige  consideraciones  del  público.  En 
la  hipótesis  pues  de  que  el  gobierno  se  pronuncie  por  esta 
disposición  saludable,  entiendo  que  convendrá  á  los  inte- 
reses de  nuestro  comercio  de  cabotage ,  al  tráfico  nacio- 
nal, y  á  la  seguridad  do  los  puertos  favorecidos,  que  esta 
libertad  se  circunscriba  al  comercio  de  los  Mexicanos  y 
compañías  estrangeras  privilegiadas,  en  obvio  de  compro- 
misos á  la  administración  de  los  distritos  y  al  gobierno. 
Y  si  el  gobierno  general  al  constituir  estos  estableci- 
mientos en  las  fronteras  y  desarrollar  los  principios  ge- 
nerales y  particulares ,  que  llevo  espúestos,  escita  á  la 


577 
par  eL  celo  y. patriotismo  de  los  Estados,  á  fin  de  que  sur 
gobiernos  formen  otros  establecimientos  en  los  diversos 
puntos  de  su  compreension.  respectiva,  no  menos  venta- 
josos para  el  fomento  de  su  agricultura  y  tráfico  interior 
y  esterior.  ¡  Cuantos  y  cuan  rápidos  serán  los  progresos, 
agrícolas  y  mercantiles  dentro  de  pocos  años !  ¡  Cómo  no 
ha  de  aumentar  la  población  y  riqueza  de  la  República  1 
Los  resultados  lo  confirmarán,  y  la  población  y  cultura 
del  puerto,  de  Huatuleo  y  la  pendiente  oriental  ¿e  la 
Sierra  de  Oaxaca,  acia  las  orillas  del  Sarabia,  Mixés  y 
Guaspala;  la,  Bahía  de  la.Asension,  Isla  de  Cozumel 
y. Costa  de  Bacalar  en  Yucatán;  la  parte  superior  de  lo» 
ríos  de  Tabasco,  la  sierra  de  los  Tustas  y  el  Goaza- 
coalco  y  bajo  Taxnpico  en  Veracruz,  las  márgenes  del  rio 
Bravo  en  los  Estados  de  Tamanlipas,  Cohahuila  y  N. 
León;  las  riveras  de  los  ríos  de  Nazas  y  Conchos  en  Id* 
de  Du rango  y  Chihuahua;  las  del  rio  Tuspan  é  Isla  de 
Lobos  en  Puebla;  las  márgenes  del  Zacatula  y  el  Tula  en 
México  :  las  del  panuco  en  Potosí;  los  puertos  de  la  Navi- 
dad y  Valle  de  Van^cras ,  y  las  riberas  del  rio  Tololotlatt 
é  Islas  Marías  en  Xalisco,  y  en  fin  la  Pimería  y  fronteras 
de  Sonora  abundantes  de  placeres  de  oro  llenarán  estos 
importantes  objetos,  y  formarán  un  sistema  completo  de 
establecimientos  útiles  en  toda  la  vasta  estension  de  1» 
República, 

En  mi  anterior  esposicion ,  manifesté  á  V.  E»  las  con- 
veniencias y  ventajas  que  producirían  á  las  disposiciones 
del  gobierno ,  y  á  los  adelantos  de  sus  establecimientos 
especialmente  á  los  principios,  si  cierto  número  de  fa- 
milias estrangeras  se  ponian  á  nivel  con  las  mexicanas 
en  cuanto  á  costearles  su  pasage ,  habilitación  de  útiles  y 

37 


5?8 

mantención  por  un  año,  y  la  utilidad  que  resultaría  á  los 
establecimientos  y  á  los  mismos  colonos  mexicanos  adop- 
tando esta  medida  que  ahora  reproduzco ,  y  seguro  de 
que  el  gobierno  la  recabará  en  la  nuera  ley  distritorial 
que  le  indico ,  me  limitaré  á  esponer  á  V.  £.   que  dos- 
cientas  ó  trescientas  familias  estrangeras   destinadas  á 
cada  distrito ,  y  costeadas  por  el  gobierno  en  los  mismos 
términos  que  las  mexicanas ,  no  exigirán  grandes  gastos 
según  manifiesta  el  estado  aproximado  adjunto ,  y  mas  si 
se  fletan  embarcaciones,  y  no  se  les  auxilia  sino  desde  el 
punto  de  embarque  como  debe  ser;  mas  en  este  caso  es 
preciso  proporcionarles  un  alojamiento  provisional  en  el 
punto  de  su  destino,  y  mientras  se  solicitan  hay  tiempo 
suficiente  para  disponerlo,  con  el  auxilio  de  los  presida- 
rios que  por  la  ley  de  6  abril  se  destinan  á  los  trabajos 
públicos  de  Texas.  Suponiendo  pues  la  autorización  del 
gobierno  á  este  objeto ,  yo  me  encargaría  de  buscar  las 
familias  mas  honradas  y  laboriosas  del  campo,  y  las  con- 
duciría á  su  destino  de  Texas,  puesto  que  este  es  el  punto 
por  donde  va  á  comenzarse  la  colonización ;  mas  para 
verificarlo  es   indispensable    un  reglamento  previo  que 
arregle  y  garantize  las  concesiones  y  privilegios  de  estas 
familias ;  las  que  reunidas  á  las  que  envien  algunos  em- 
presarios particulares,  y  las  compañías  que  sucesivamente 
se  formen ,  formarán  con  las  mexicanas  el  sistema  pro- 
gresivo de  colonización  en  los  distritos;  debiéndose  tener 
presente  que  los  que  se  dirijan  á  Californias ,  seria  có- 
modo y  económico  encaminarlos  por  Goazacoalco    al 
Puerto  de  Huatulco ,  y  de  allí  embarcarlas  á  su  destino» 
Por  fin  si  el  gobierno  consigue  formar  los  estableci- 
mientos nuevos,  no  debe  desmayar  por  falta  de  recursos, 


579 
ni  de  hombres  aplicados  y  cultos  á  quienes  encargue  h 
delicada  administración  de  estos  nuevos  planteles  ,  una 
vez  que  dedique  su  atención  al  logro  de  tan  interesante  y 
grave  negocio.  En  sus  mismas  secretarias  y  oficinas  en- 
contrará hombres  de  provecho,  que  desempeñarán  cum- 
plidamente el  empleo  que  se  les  confie  ,  y  para  la  admi- 
nistración de  fomento  ,  sobran  eslrangeros  ilustrados  y 
laboriosos,  que  en  clase  de  auxiliares  de  los  Mexicanos  , 
presentarían  muchos  servicios  estimulados,  por  la  con- 
cesión de  una  propiedad,  que  como  á  todos  los  empleados 
se  les  debe  agraciar,  y  proporcionar  brazos  para  su  cultivo. 
En  resumen,  Escelentisimo  Señor,  una  ley  especial  y 
general,  de  colonización,  fomento  y  fortificación  para  la 
seguridad  y  conservación  de  las  fronteras  de  la  República 
hacíada  sobre  los  principios  espuestos  en  el  examen  di- 
fuso, pero  fundado  que  acabo  de  esponer  respetuosamente 
á  la  consideración  y  profunda  política  de  los  consejos  de 
V.  E.  es  evidentemente  necesaria ,  con  su  aplicación  ur- 
gente y  coi) binada  en  sistema,  la  integridad  nacional  del 
territorio  do  México  será  un  axioma,  y  los  adelantos  de 
la  población  ,  agricultura  y  riqueza  pública  una  verdad 
demostrada,  sin  ella  una  paradoja,  y  el  transcurso  del 
tiempo  que  todo  lo  aclara ,  estoy  seguro  que  confirmará 
ambos  estreñios.  El  negocio  es  difícil  y  delicado  no  lo 
niego,  ¿pero  qué  empresa  grave  y  trascendental  á  di- 
versos y  clásicos  interés,  se  prnsenla  sencilla  y  sin  obstá- 
culos á  los  mortales?  Ninguna,  por  nimia  que  sea.  Guiado 
por  estos  principios,  voy  á  copiar  las  bases  diseminadas 
en  esta  y  en  mi  anterior  esposicion,  las  que  adiccionadas 
ó  modificadas  por  el  congreso  y  el  gobierno  con  su  sabi- 
duría acostumbrada,  formarán  «I  complexo. 


58* 

>°.   Establecimiento  de  3istritos  emancipados  de  lo* 
Estados  y  territorios  respectivos;  2°.  administración  con- 
forme al  régimen  uniformé  y  general  que  indico;  3°.  li- 
bertando á  los  nuevos  pobladores  por  diez  años  de  toda 
carga  y  contribución  sin  escepcion;  4o»  concederles  los- 
derechos  políticos  de  la  ciudadanía  en  el-  momento  qne 
se  establezcan  y  levanten  casa ,  coordinen  su  propiedad 
territorial ,  ó  cuenten  con  un  taller  j  oficina  industrial  r 
ó  mercantil;  5°.  queso  les  dé  á  sus  hijos  una  educación 
primaria  en  'castellano  á  •  espensas '  del  gobierno  en  lo» 
primeros  anos,  y  se  les  administre  gratis  los  sacramentos, 
y  el  pasto  espiritual;  y  'Ja-  justicia  en  los  tribunales; 
6o.   que  se  ^sí-distribuyan'  tierras  ;en'  propiedad  con"  lar 
precisa  condicionado  su  cultivó*  en  determinado  tiempo, 
y  con  proporción  al  número  de  familias  y  sus   propios 
capitales  ,'y  erí  atención  ásus  oficios;   70.  que  se  pague 
el'pasage  á*ló  menos,  á  las  familias  concurrentes' los  tres 
primeros  años  á  las  poblaciones  qne  forme  el  gobierno; 
8o.  que  se  habilite  á  las  mns  necesitadas  de  los  indispen- 
sables utensilios  de  labranza  por  una  sola  vez  ,  y  dé  una 
ración  de  víveres  de  primera  necesidad' por1  un  año  en 
los  climas  frios  ,  y.  por  seis  meses  en  los*  templados ;  g°. 
que  los  presidarios  les  presten  la  mano  para1  levantar  áus 
casas  y  primeras  cosechas;  10o.  que  en  sus  en f^pín edades 
se  les  proporcionen  auxilios  medicales  y  hospital  gratui- 
tamenle;  1  iVfprá  se  estimulen  entre  ellos  con  premios 
los  ramos  de  la' agricultura,'  especialmente  el  cultivo  de 
lino,  cáñamo,  olivos;  viñas,  moreral,  celnlenas,  y  la 
propagación  de!  los  merinos  /gusanos  dé  seVíá  y  cobras 
de  lana  fina , 'proporcionándoles  las  simientes,  plantas 
y  animales  ai  intento,  bajó  ciertas  condiciones;  12a,  que 


5fti 

puedan  libremente  introducir  sus  muebles  y  cqu ¿pagos  , 
sin  sujetarse  á  registros  de  aduanas,  ni  á  los  aranceles; 
i3°.  que  luego  que  se  reúnan  en  congregación  trescientas 
familias ,  dé  las  que  una  tercera  parte  estén  acomodadas 
en  domicilio  fijo,  nombren  un  consejo  municipal,  sugeto 
á  la  aprobación  del  gefe  de  las  colonias;  i4°*  que  este 
consejo  elija  un  consejero  ó  disputado  general  para  for- 
mar en  el  lugar  dcla  residencia  del  gobierno  colonial  un 
consejo  general,  que  presidirá  el  gefe  de  la  administración» 
y  entenderá  sobre  la  policía,  agricultura,  comercio,  y  en 
general  sobre  puntos  de  prosperidad  y  fomento  de  las 
colonias;  i5°.  que  el  principal  puerto  de  cada  establecí- 
miento  se  declare  franco  á  lo  menos  por  diez  años;  16o. 
que  se  autorice  al  gobierno  para  formar  compañías  de 
colonización ,'  cediéndoles  una  parte  de  los  valdios  para 
poblarlos ,  y  guardada  proporción  relativa  á  las  familias 
que  envíen,  costeándoles  el  viage  ó  passge,  posean  una  , 
tercera  ó  quinta  parte  en  propiedad,  para  venderla  ó 
cultivarla  é  indemnizarse  de  los  gastos  que  anticipen  á  las 
familias;  17o.  que  solo  estas  compañías  y  los  Mexicanos 
tengan  el  privilegio  esclusivo  por  algunos  años  de4ka  caza 
de  pieles,  pezca  y  buceo  de  perlas,  coral,  cencha  de' nácar, 
y  carey,  y  el  derecho  de  establecer  factorías  y  traficar 
en  los  nuevos  puertos;  18o.  que  las  tierras  valdics  de  las 
fronteras  se  adjudiquen  discrecionalmente  rl  gobierno ,  y 
este  las  divida  en  tres  partes  :  i°.  una  destinada  á  síjs 
establecimientos ,  y  las  concesiones  que  tenga  á  bien  es- 
tipular con  empresarios  particulares  de  colonización;  20. 
otra  para  distribuirla  entre  los  Mexicanos  que  presten  o 
hayan  prestado  distinguidos  servicios  á  la  patria,  y  á  las 
compañías  que  se  formen;  5o.  esta  se  reservará  el  go- 


58* 

bierno  para  irla  vendiendo  conforme  vaya  adquiriendo 
valor,  é  indemnizarse  de  los  gastos  que  anticipe  á  la  for- 
mación de  los  establecimientos,  y  para  el  fomento  de  los 
ramos  de  educación  y  beneficencia  pública  de  la  federa- 
ción ,  los  estados  y  territorios,  i  g°.  Al  gefe  de  cada  uno 
de  los  establecimientos,  se  le  facultará  :  i°.  para  proponer 
los  empleados  de  la  administración  de  su  distrito  á  la 
aprobación  del  gobierne» ,  y  para  proveerlos  cuando  va- 
caren provisionalmente;  2o.  todos  los  empleados  le  re- 
conocerán en  sus  relaciones  per  inmediato  gefe ;  3o.  ins- 
peccionará todos  los  ramos  de  colonización ,  gobernará 
en  lo  político ,  administrará  la  hacienda  pública  del  dis- 
trito, y  nombrará  los  alcaldes  de  los  pueblos  nuevos  á 
los  principios. 

Si  pues  se  trata  de  los  mas  caros  y  comprometidos 
intereses  de  la  federación ,  seguridad  é  integridad  de  la 
República  ,  si  sus  progresos  y  adelantos  en  todos  los  ra  - 
mos  que  constituyen  el  poder  y  la  fuerza  de  las  naciones, 
honran  é  inmortalizan  á  sus  administradores ,  lo  deman- 
dan y  si  los  deberes  mas  sagrados  á  la  patria  exigen  una 
medida  sólida  y  sistemada  para  llenar  estos  deberes ,  y 
cubrir  la  responsabilidad  del  gobierno  que  rige  los  des- 
tinos grandes  de  los  Mexicanos,  yo  melisongeo,  Escelen- 
tísimo ,  Señor ,  que  el  proyecto  que  tengo  la  honra  de 
someter  á  la  aprobación  de  V.  £.  para  que  se  sirva  esci- 
tar el  celo  del  congreso  nacional ,  á  fin  de  que  en  su 
vista  espida  una  ley  general  de  colonización ,  fomento  y 
fortificación  para  las  fronteras ,  que  asegure  á  la  vez  de 
una  manera  estable  y  permanente  la  integridad  de  la  Re- 
pública y  su  futura  prosperidad  no  será  en  vano. 

Burdeos,  noviembre  3o  de  i85o. 


583 

ESTADO  que  manifiesta  el  número  de  empleados  de 
los  distritos  fronterizos  en  cuestión,  y  el  monto  de 
sus  dotaciones. 

ADMINISTRACIÓN   GENEB1L. 

Sección  de  gobierno. 

i  Inspector  gobernador  político  y  de   ha- 
cienda   5,ooo  pa. 

1  Ayudante  auxiliar. i,5oo 

1  Secretario.  .  ,  ,  , 1,200 

1  Oficial. 1,000 

2  Escribientes 5oo 

1  Portero  ordenanza 5oo 


Suma,  .  .  7,5oo  p\ 

Sección  de  justicia. 

1  Juez  asesor  de  1*.  instancia 9,000  pa. 

1  Escribano  de  oficio  auxiliar 600 

1  Secretario  escribiente 4°° 


■  b 
Suma.  .  .       3,ooo  p'. 


Sección  del  culto  y  educación. 

1  Vicario 1,200  p'. 

1  Capellán  castrense  auxiliar.  •  • 1,200. 

2  Sacristanes  sirvientes  de  iglesia 600 

1  Maestro  de  primeras  letras 1 ,000 

1  Ayudante 4°? 


Suma.  .  •       4»4°°P*« 


564 

Sección  de  fomento. 

i  Agrimensor j,ooop'. 

i  Auxiliar  ingeniero. 6oo 

i  Dibujante. 3oo 

i  Médico i  ,ooo 

i  Boticario  distribuidor  de  la  botica.  ...  5oo 

i  Ayudante  id.  ...........  .  . "".  loo 

i  Proveedor  de  víveres.  ..........      fioo 

i  Guarda -almacenes  ó  bodeguero.  ••   ••  •  '         5oo 

i  Director  de  la  finca  normal.  ...  *  •  ■••"  •  5oo 

Otro  id.  del  vivar  de  animales  útiles.   .   .  •  5po 
4  Mozos   auxiliares   para    estos-  establici-: 

mientos.  . .  *<  ^oo 

2  Jardineros 6oo 

i  Arquitecto #6oo 

3  Carpinteros 1,200 

3  Herreros 1,200 

3  Albañilcs. ....;....  1,200 

l  Sobre-estante  de  obras.  .........  3oo 

Suma.  .  .     1 1,200  p*. 

GASTOS  PARA  EDIFICIOS  PÚBLICOS  POR  UNA  SOLA  VEZ. 

1  Capilla 3,ooo  p\ 

1  Casa  de  gobierno .  ,  .   .  3, 000 

Otra  dicha  común  ó  consistorio.   •   ...  3, 000 

1   Cuartel  de  tropa. .  •  .   •   .  .  3, 000 

1  Presidio.  .  .  .  . 3, 000 

1  Hospital . 5,ooo 

1  Cárcel. 1 ,00o 

•  .  r  . 

19,000      p\ 


585 

19,000  p*. 

1  Cementerio.  . 1,000 

1  Gasa  para  empleados.  .........  1,000 

Otra  dicha  para  el  cura.  •  ,  .  • .  .  .'  .   .  5oo 

Otra  id.  para  escuela.  .........  .    5oo 

1  Bodega..  ..............  .  .  .   5oo 

. .  Otra  id.  para  la  hacienda  normal  demo-  . 

délo 5oo 

Otra  dicha  para  el  vivar.  '....'...,,  5oo, 

Otra  id.  para  los  mecánicos  y  artesanos 

dependientes  de  la  administración.  .  .  5oo 

Para  gastos   de  utensilios  y  muebles  de 

edificios.  ...  .  .  .   .  •  .  .  .  .  .  .  .  3,ooo 


Suma.   .  .     27,000  p*. 


DEMONSTRACION. 

Secc 


ccion  de  gobierno,  total.       7,5oop*.  1 

Id.  de  justicia.  .  . '  '.   .  .        5, 000       f        ''■''' 

Id*  del  culto  y  education.       4>4°ó       \         '   . 


Id.  de  fomento  .  ,  .  .  . :    11 ,20o 

I    '■  ■        <:       '      '.*  '  ■     '  :.    :-        :   :  '        '     '   .     .      i 


) 


GASTOS    EVENTUALES   PARA    LOS   TRANSPORTES  Y    VIÁTICOS 
A  LAS  FAMILIAS  QUE  SE  SUPONEN  IR  A  POBLAR. 

■  '.  ' '  '  '   '  '  'í    • 

Para   pagar  los  transportes,  calculados  por  un  año 
de  cien  familias  y  á  razón  de  cincuenta  pesos  cada 

una 5,ooo  p*. 

Id.  para  su  mantención  por  id.  ".'.".  .  '  .  5, 000 
Id.  para  su  habilitación  de  uténsilios'de 

labranza  y  animales  útiles,  id.  .  ."'.'.       3 ,00o 

Total.  .....      1 3,000  p*. 


,*• 


586 

Nota.  Por  este  estado  se  puede  formar  una  idea  en 
globo  de  los  gastos  anuales  de  la  administración  en  cada 
uno  de  los  cinco  distritos,  sin  comprenderse  la^de  su  guar- 
nición y  marina ,  los  que  no  pueden  ascender  anualmente 
á  los  veinte  y  un  mil  pesos  restantes  sobre  el  situado  de 
trescientos  mil ,  entendiéndose  en  calidad  de  gastos  ex- 
traordinarios aun  suponiéndose  como  debe  ser  dicha 
guarnición  bajo  el  pié  de  guerra. 

Burdeos  9  noviembre  5o  de  1 83o. 


Todas  las  naciones  modernas  civilizadas  al  emanci- 
parse han  adoptado  en  principio  ciertas  y  determinadas 
bases  como  permanentes^  inalterables,  que  constituyen 
los  capitales  puntos  fundamentales  del  edificio  social  que 
debe  regirlas,  dejando  una  libertad  condicional  ó  de 
raciocinio  á  los  representantes  de  las  generaciones  con- 
temporáneas y  venideras  para  alterar,  modificar  ó  adic- 
cionar  otros  puntos ,  que  sin  embargo  de  consignarse  en 
el  código  elemental  se  reputan  por  ser .  menos  graves  y 
\  esenciales  á  los  principios  constitutivos  orgánicos  ó  re- 
glamentarios ,  de  cuyas  reformas  resultán  á  la  sociedad 
inmensos  bienes,, especialmente  cuando  la  revisión  es  le- 
gal y  se  sanciona  de  conformidad  con  las  exigencias  del 
país ,    y  la  esperiencia  razonada  del  transcurso   de  los 
tiempos.  El  rigor  de  los  principios  fundamentales  de  las 
constituciones  de  los  pueblos,  no  se  altera  pues  en  sus 
bases  por  los  procedimientos  periódicos  regulares  j  pa- 
cíficos, y  mucho  menos  cuando  estos  tienden  á  vigo- 
rizar y  fortificar  ios  mismos  principios  fundamentales. 
La  gran  confederación  mexicana, -en  medio  de  las  de- 


»ei;has  borrascas  políticas  que  aun  agitan  íi  la  mayoría 
Je  los  nueves  Estados  americanos,  y  que  hnn  compro- 
metido á  veces  Inertemente  su  propia  existencia,  ha  te- 
nido la  suerte  de  sostener  aun  cntie  el  tumultuó  de  la 
rebelión  y  efervescencia  de  los  partidos  victoriosos  y 
vencido»,  el  aucora  de  su  existencia  política,  el  paladium 
do  su  libertad  ,  y  la  salvaguardia  de  sus  instituciones  ga- 
rantidas por  la  permanencia  de  au  constitución,  y  esta 
gran  circunstancia  eu  un  mundo  ligero  yvacitante,  es  ya 
un  inmenso  paso  andado  en  la  carrera  de  la  civilización, 
y  un  testimonio  público  de  la  solidez  del  régimen  interior 
y  prosperidad  común  que  sin  duda  afianzarán  los  futuros 
deslinos  de  la  República.  No  es  pues  ya  fácil  en  México 
trastornar  el  sistema  político  constitutivo  adoptado  y 
sostenido  siete  años  por  un  pueblo,  en  la  infancia  si  se 
quiere,  pero  que  ha  desplegado  aun  en  los  vaivenes  y 
vicisitudes,  virtudes  sociales,  sensatez,  perseverancia,  y 
amor  á  sus  instituciones. 

El  actual  congreso  mexicano,  llamado  por  la  ley  á  las 
reformas  constitucionales ,  aunque  no  puede  lisonjearse 
de  ser  la  representación  mas  antigua  en  el  Mundo  de 
Colon,  con  razón  debe  sentir  en  su  pecho  un  ardor  glo- 
rioso de  ser  el  único  que  en  los  nuevos  Estados,  ha  po- 
dido arribar  á  la  aurora  brillante  y  sido  feliz  del  pe- 
riodo en  que  debe  ocuparse  de  las  mejoras  sociales;  mas 
como  desgraciadamente  nuestra  constitución  tiene  vacies  y 
vacíos  de  consideración  comu  todas  las  obras  de  los  hom- 
bres, y  á  mi  juicio  uno  de  los  mas  notables  es  él  de  las  tra- 
bas que  se  demarcaron  al  acto  augusto  de  su  revisión,  por 
manera  que  la  actual  aseinblea  no  pueda  ocuparse  en  un 
■■■■  ii,]..  lato  sino  de  las  reformas,  que  el  limitado  circuio 


588 

do  las  legislaturas  délos  Estados  pudo  proponer  á  la  cali- 
ficación del  anterior  Congreso,  las  que  en  general  son  re- 
ducidas ó  mezquinas ,  á  causa  de  que  los  disturbios  y 
oscilaciones  de  aquel  aciago  periodo»  no  permitieron  ana 
deliberación  razonada  y  filosófica  á  uñas  corporaciones , 
que  por  los  elementos  heterogéneos  y  espurios  de  que  se 
formaron  casi  en  su  totalidad ,  fueron  incapaces  de  cor- 

•  •  • 

responder  al  fin  y  objeto  de  su  noble  encargo ,  y  este 
incidente  grave  puede  ser  un  escollo  terrible  á  la  misión 
y  responsabilidad  postuma  del  actual  Congreso  á  pesar 
de  la  superioridad  de  sus  luces  y  recto  patriotismo;  como 
por  otra  parte,  la  constitución  felizmente  no  le  prohibe á 
lo  menos  esplicitamente  el  poder  de  ocuparse  de  otras,  y 
aun  antes  bien  le  indica  Jftpa  espresamente  que  en  armo- 
nía con  la  esencia  y  el  sentido  obvio  del  código  funda- 
mental ,  y  por  analogía  con  las  grandes  sesiones  nacio- 
nales en  consonancia  con  el  rigor  de  los  principios  fede- 
rales ya  reconocidos ,  exijen  imperiosamente  los  mas 
caros  y  comprometidos  intereses  de  la  patria  ,  cuyas 
exigencias  urgentes  y  notorias  en  la  República,  son  el 
alma  de  una  ley  invencible  anterior  á  las  convenciones  y 
pactos  de  los  moríales  que  invoca  la  naturaleza  de  las 
cosas ,  y  que  los  publicistas  aplican  al  imperio  de  la  ne- 
cesidad y  conveniencia  pública  reconocidos,  cuya  dispo- 
sición consagrada  por  una  ley  constitucional  en  calidad 
de  adiccion  ó  como  decreto  común,  lejos  de  barrenarla 
constitución ,  en  mi  opinión  formará  su  complexo  amu- 
rallándola. 

Se  trata  en  ella  de  constituir  en  la  República  otras 
secciones  ó  miembros  políticos  que  fortifiquen  el  cuerpo 
social,  iio  nuevos  en  su  genero,  ni  estraños  en  la  esfera 


58^ 
y  el  modelo  del  régimen  iederal,  pero  <Jue  acaso  Con- 
vendría  al  fin  y  objeto  de  su  instituto,  y  al  desarrollo  de 
los  principios  vitales  de  unos  planteles  que  se  van  á  crear, 
para  cimentar  su  existencia  con  solidez,  y  acelerar  las 
creces  de  uno  de  los  mas  interesantes  y  vasto  imperio  del 
nuevo  Mundo ,  diferencias  de  la  gerarquia  y  administra- 
cion  de  los  teri torios;  puesto  que  las  sesiones  en  cuestión, 
consideradas  en  su  estado  naciente  no  necesitan  de  re- 
presen tácio  a  ,  y  exigen  en  su  cuna  ademas  de  una  admi- 
nistración patriarcal  característica,  franquicias,  tutela  y 
«na  protección  distinguida  de  los  supremos  poderes  de  la 
Union,  de  cuya  dependencia  inmediata  no  se  desprenderán 
hasta  que  Cuenten  con  cierto  numeró  de  población  y  ri- 
queza para  poder  colocarse  e%el  rango  de  los  Estados  ó 
en  la  categoría  de  territorios,  ...-•.  •>■,:.•.  ;  > 

La  práctica  de  los  Estados  -Uuidos  del  norte  América» 
cuyo  modelo  invocamos  con  razón  á  cada  paso ,  es  el 
mas  firme  apoyo  de  éstos  establecimientos,  y  ella: debe 
servir  de  guia  y  norma  á  los  representantes  de  los  de 
México  convencidos  de  que  a  virtud  del  desarrollo  de  estos 
principios  motores ;  aplicados  en  el  norte  con  un  sistema 
de  conbi nación  perseverante  y  previsor  á  las  diversas 
secciones  que  sucesivamente  han  formado,  debenraqucUós 
Estados  tan  asombrosos  engrandecimientos ,  y  el  haber 
•Convertido  aquellos  desiertos  de  trece  Estados  que  com- 
pusieron en  su  origen  el  cuerpo  social  basta  treinta  y  tres, 
ettátríplicr.ndo  su  población ,  sus  relaciones  y  riquezas , 
y  asegurando  sos  fronteras  en  menos  de  la  mitad  de. una 
centuria  ,:  siendo  de  notarse  que  los  establecimientos  que 
se  afirmaron  recien  temiente  á  la  derecha  del  Misisipi ,  y 
el  ¡ultimo  establecido  en  1829  en  las  márgenes  del  rio  C4o- 


5oo 

lambía  sobre  el  litoral  del  grande  occéano  en  el  mar  de 
Californias,  tienen  mucha  analogia  por  su  administración, 
y  el  fin  y  objeto  de  su  fundación  con  los  distritos  en  cues- 
tión que  demandan  imperiosamente  el  fomento  y  la  se- 
guridad de  México ;  y  oomo  por  otra  parte,  por  la  facultad 
4a*  sección  5*.  el  congreso  mexicano  puedo  admitir  en  el 
cuerpo  social  nuevos  territorios ,  aplicando  esta  denomi- 
nación á  los  nacientes  distritos ,  pues  el  nombre  importa 
poco  á  la  esencia  del  objeto ,  no  cabe  duda  que  la  actual 
asamblea  tiene  autoridad  para  ello  ,  indisputablemente 
constitucional ;  agregare  á  esto  una  obligación/  grave  en- 
comendada al  gobierno  general,  pero  muy  difícil  de 
cumplir  en  el  estado  actual  de  la  división  y  jurisdicción 
de  una  parte  la  mas  esppesta  é  importante  de  nuestras 
fronteras ,  que  es  la  provincia  de  'Sexas ,  y  de  otros  dis- 
tritos fronterizos  que  como  el  N.  México  y  Californias 
existen  destacados  y  á  una  suma  distancia ,  aislados  del 
centro  y  ángulos  principales  de  la  República  y  el  re- 
sorte activo  de  la  administración ,  y  sin  aplicárseles  en 
sus  puntos  estremos  abandonados  y  desiertos  á  los  mas 
de  ellos  un  sistema  que  desarolle  su  población  y  riqueza,  y 
asegure  su  defensa  local ,  el  gobierno  general  no  podría 
llenar  debidamente  en  el  caso  de  una  guerra  la  sagrada 
obligación  de  sostener  y  defender  la  integridad  é  inde- 
pendencia de  la  nación  que  la  previene  en  la  sección  4a* 
facultad  5*.,  la  constitución.  Es  pues  conveniente  á  los 
intereses  mas  caros  y  comprometidos  de  la  patria.,  y  con- 
forme á  los  principios  federales  y  al  tenor  y  espíritu  de 
la  ley  fundamental ,  y  la  práctica  de  los  fundadores  de 
este  sistema  la  creación  de  nuevas  secciones  ó  distritos  en 
la  República  por  una  ley  constitucional,  ya  sea  por  via 


di;  una  adiccion  á  la  constitución  ,  ó  bien  por  una  ley  co- 
mtin,  y  el  congreso  mexicano  actual  tiene  autoridad  legal 
é  inleres  grande  para  darla. 

El  proyecto ,  bien  podrá  ser  que  por  su  gravedad  y 
altíi  importancia,  y  sobre  todo  porque  se  roza  con  lo 
que  algunos  adversarios  por  egoísmo ,  espíritu  de  par- 
tido A  de  provincialismo,  y  las  preocupaciones  aisladas 
v  mezquinas  del  miserable  sistema  colonial  que  nos 
dejaron  por  herencia  los  perezosos  opresores,  cali 
ficarán  como  atentatorio  á  los  pretendidos  dere- 
chos que  las  sutilezas  y  oposición  á  toda  empresa  en 
grande  pudieran  alegar  en  favor  de  algunos  Estados, 
sobre  unos  terrenos  valdios  ubicados  dentro  de  los  limites 
de  estos ,  que  primero  pertenecen  á  la  nación  colectiva- 
mente que  individualmente  á  los  Estados,  y  que  estando 
abandonados  y  sin  vida  espuestos  a  perderse,  muy  bien 
puede  el  congreso  general  adjudicar  a  la  masa  de  la  na- 
ción por  ser  mas  equitativo  y  conveniente  a  sus  intereses 
generales,  y  porque  en  el  remoto  caso  de  una  oposición 
á  su  nacionalidad  que  no  es  de  esperarse  del  patriotismo  y 
sensatez  délos  Mexicanos,  los  supremos  poderes  arre- 
glaran la  propiedad  por  una  transacion  de  compensacio- 
nes como  se  ha  practicado  algunas  veces  en  los  Estados 
Anglo-americanos.  Qnizá  se  alegará  también  la  dificultad 
de  atender  á  los  costos  de  la  administración  y  fomento 
que  exigen  estos  establecimientos,  y  en  fin  algunos  otros 
protestos  que  no  faltarán  á  la  oposición,  y  á  los  que  por 
ignorancia  o  malicia  continuamente  embarazan  los  ade- 
lantos de  la  nación:  pero  cuando  la  mayoría  del  congreso 
se  convenza  de  su  utilidad  y  trascendencia  al  liíeiiisiai' 
de  una  nación  magnánima  y  opulenta  ,  que  en  su  nclunl 


591 

estado  pacífico  y  ordenado,  camina  á  su  prosperidad,  j 
con  una  administración  esclarecida  y  moderada  que  se 
ocupa  de  su  fomento,  ministrará  sin  duda  sobrados  me- 
dios para  cuanto  se  intente  emprender  en  obsequio  de  sos 
adelantos  y  engrandecimiento ,  y  la  defensa  de  sus  dere- 
chos é  independencia,  persuadidos  como  están  los  Mexica- 
nos  que  una  nación  naciente  sin  fronteras  fijas  y  defen- 
dibles, al  fin  es  el  objeto  del  desprecio  y'  humillación  de 
las  grandes  potencias,  que  tarde  ó  temprano  se  saben 
aprovechar  de  los  descuidos  y; debilidad  del  vecino ,  en- 
grandeciéndose &  su  costa;  eslos  argumentos,'  y  todos  los 
que  se  susciten,  desaparecerán  como  el .  humo ,  y  asegu- 
rado él  augusto  congreso  del  voto  .de  la  mayoría  déla 
nación,  y  el  asentimiento  de  la  totalidad  de  los  Estados, 
fuertemente  interesados  en  la.  ejecución,  de  .uno  medida 
salvadora,  poco  le  importarán  las  prevenciones  y  oposi- 
ción de  la  .minoría  que  una  asamblea,  vigorosa  y  enérgica 
nunca  debe  considerar  .stmomprometer  su  honor,  como 
un  decreto  del  destino ,  delante  del  cual  sea  preciso  pos- 
trarse,  porque  el  fatalismo  es  vicio  propio  de  los  débi- 
les, y  opuesto  á  la  razón  de  estado. 

El  proyecto  que  es  el  objeto  de  esta  sumisa  y  respetuosa 
petición ,  que  en  uso  de  mi  derecho  legal  dirijo  á  la  au- 
gusta ;  asamblea ,  existe  ya  difusamente  esplanado,  y 
suficientemente  fundado  en  manos  del  supremo  gobierno, 
y  desde  el  mes  de  diciembre  del  pasado  año  tuve  el  honor 
de  dirigirlo  por  conducto  de  la  secretaria  de  relaciones 
al  Escelcnlisioio  $eíior  vice  presidente  :  á  él  me  refiero 
ahora,  persuadido  que  se  pasará  á  la  cámara  luego  que 
lo  pida ,  y  que  omito  acompañarle  por  no  estenderme 
mas;  poro  como  en  él  mo  limité  á  indicar  el  establecí- 


593 
miento  de  los  cinco  dislrilos  de  Sabinas  en  los  límites 
est  remos  de  Texas,  de  los  Apaches  entre  este  y  N.  Mé- 
xico, de  Timpanoyos,  de  rio  Colorado  de  occidente  entre 
N.  México  y  la  baja  California ,  y  el  de  Osumacinta  en  el 
país  enclavado  entre  los  Estados  de  las  Chispas  y  Yu- 
catán, confinante  con  Guatemala  y  la  colonia  inglesa  da 
Valiz,  y  ahora  agrego  los  de  Goazacoalco  y  rio  Bravo  del 
norte  ,  no  me  parece  estar  por  demás  dirigirme  al  con- 
greso ,  añadiendo  algunas  reflexiones  para  motivar  la 
conveniencia  y  utilidad  del  establecimiento  simultaneo 
de  estos  dos  planteles  á  la  par  de  los  cinco  referidos,  y  en 
la  misma  categoría. 

En  apoyo  de  la  creación  del  distrito  de  Goazacoalco , 
apelo  á  la  representación  que  con  fecha  3i  de  enero  di- 
rigí al  supremo  gobierno;  á  ello  me  refiero,  y  el  congreso 
encontrará  todas  las  razones  de  política  que  demandan 
este  establecimiento  verdaderamente  nacional  y  patrió- 
tico, así  como  también  las  medidas  que  se  deben  adoptar 
para  allanar  los  obstáculos  que  el  clima  y  lo  agreste  de 
la  naturaleza  de  los  valdios  de  aquella  región,  especial- 
mente en  el  bajo  Goazacoalco  oponen  á  su  población  y 
fomento;  añadiendo  ahora  que  la  federación  necesita  im- 
periosamente en  el  Occéano  Atlántico  (digan  lo  que  di- 
geren  los  adversarios  de  la  marino  nacional)  de  un  asti- 
llero y  arsenal  para  su  fomento,  aun  cuando  no  seo  mas 
que  para  la  mercantil,  y  ningún  punto  es  mas  oportuno 
por  la  superabundancia  y  escelencía  de  las  maderas  de 
construcción,  y  porque  pobladas  y  fomentadas  los  riberas 
de  estos  ríos,  se  estrecharán  las  relaciones  recíprocas  acia 
las  costas  y  el  centro  de  la  cordillern  con  Tabasco  y  Yu- 
catán ,  cuyo  ultimo  Estado  esta  como  desprendido  det 
58 


5g4 
rosto  de  la  federación  por  el  intermedio  de  lagos  y  de- 
sicrtos,  y  conviene  á  la  política  é  integridad  de  la  Repú- 
blica aproximarlo  f  especialmente  con  el  fomento  de  los 
distritos  de  Goazacoalco  y  Osumácinta  que  refluirá  sobre 
Tabasco  y  Yucatán. 

La  ubicación  del  distrito  de  Goazacoalco  conviene  que 
la  íigeel  congreso  en  toda  la  estension  de  los  valdios  que 
comprende  el  Istmo  y  el  alto  país  que  baña  el  rio  Ta- 
basco, abrazando  los  ríos  de  Tancochapa,  Uspanapa  y  de 
los  Miges,  y  mientras  se  funda  su  capital  en  el  parage  mas 
cómodo,  se  puede  fijar  la  residencia  de  su  administración 
en  la  nueva  población  de  Hidalgotitlan; 

El  rio  Bravo  del  norte  es  el  mayor  de  la  República , 
corre  mas  de  quinientas  leguas,  y  asta  destinado,  cuando 
sus  márgenes  se  pueblen  y  fomenten,  á  ser  uno  de  los 
baluartes  y  antemural  dé  las  incursiones  de  los  salvages, 
y  la  integridad  del  territorio  nacional ,  y  también  para 
abrir  al  comercio  y  á  la  civilización  de  los  Estados  bo- 
reales con  el  auxilio  del  arte,  un  canal  natural  de  rela- 
ciones y  comunicaciones  de  sumo  interés  por  sus  rios 
adyacentes  de  Conchos  y  Puerco ,  y  sin  embargo  existe 
en  un  completo  estado  de  abandono  que  es  preciso  aten- 
der, y  con  el  establecimiento  de  un  plantel  de  población 
y  fomento  se  llenará  este  vacio. 

La  demarcación  de  este  distrito  se  fijará  en  todos  los 
valdios  que  existen  en  sus  márgenes ,  y  los  rios  Puerco  y 
demás  tributarios ,  comprendiendo  el  terreno  del  bolsón 
de  Mapimi. 

Su  capital  se  puede  designar  por  ahora  en  Matamoros, 
6  en  una  de  las  poblaciones  existentes  mas  acomodadas. 
Concluyo  afirmando  á  la  cámara,  que  todo  el  bien  qu* 


5g5 

resultará  á  la  nación ,  si  este  proyectb  se  toma  en  consi- 
deración como  se  lo  suplico  respetuosamente ,  y  en  su 
consecuencia  se  dicta  la  ley  que  arroja  de  sí  su  esencia, 
le  pertenecerá  al  actual  congreso;  pero  desde  ahora  ase- 
guro que  sise  repulsa,  después  quizá  será  demasiado  tardo 
cualquier  providencia  para  sostener  la  integridad  de  la 
nación  y  sus  derechos. 

Marsella,  octubre  4  Ae  i83i. 


y 


5g6 


< 


En  confirmación  del  cálculo  aproximativo  que  consi- 
gnamos en  la  página  377  de  este  opúsculo,  persuadidos 
de  que  la  República  mexicana  con  solo  el  goce  del  orden 
social,  y  una  aplicación  regular,  puede  nivelar  los  pro- 
*  ductos  de  sus  rentas  con  sus  gastos  ,  y  lo  suficiente  para 
amortizar  en  breve  su  deuda  y  aun  resultarle  un  saldo 
favorable ,  que  debe  aplicar  á  los  ramos  de  su  fomento , 
damos  el  siguiente  estracto  sacado  de  un  documento 
oficial ,  que  llegó  á  nuestras  manos  al  terminarse  este 
impreso ,  juzgando  curioso  agregar  otro  estracto  del 
producido  de  las  rentas  de  los  Estados- Unidos  ,  y  el  único 
documento  oficial  que  acabamos  de  recibir  sobre  la  pros- 
peridad de  la  esplotacion  de  los  metales  preciosos  en  el 
segundo  mineral  de  México. 

Hacienda  pública  de  la  federación  mexicana.  Estado 
de  los  rendimientos  líquidos  del  erario  del  gobierno 
general  en  el  año  económico  desde  3o  de  junio  de  i83o, 
basta  el  mismo  de  i  83 1. 

Producto  según  la  memoria  de 
hacienda .       17,256,882      o    4 

Existencia   en  fin  del  año  an- 
terior   3o4,326~    7     5 

Quedan 16, 952, 555      o    11 

Sé   recaudó    de    lo    pendiente 
en   i83o t 2,846,958      5    10 


•» 


597 

Quedaron  únicamente \k,\ o5,5g6     5     i 

Derechos  que    resultaron    pen- 
dientes        4*816,703     o     4 

Total  producto  del  año 

económico 18,922,299     3     5 


«KM*»»" 


Según  los  datos  que  arroja  la  memoria  del  secretario 
del  Tesoro  de  los  Estados-Unidos  de  América  ,  la  recau- 
dación del  año  i852  puede  subirá  3o,  100,000  de  pesos» 
á  saber  : 

Aduanas 26,5oo,ooo 

Tierras  públicas 5, 000, 000 

Dividendos  del  banco. .  .  .  49°»00° 

Recaudación  occidental. .  .  110,000 

El  presupuesto  de  gastos  en  1 85  2  en  todos  los  ramos  sin 
la  deuda  pública,  sera  de  pesos  1 5,365, 20a  16,  á  saber  : 

Relaciones  esteriortos  y  di  versos  gastos.  2,809,484     26 

Servicio  militar.   .  , 6,648,009     19 

Ídem  naval 5,907,611     71 

Que  deducidos  de  los  productos  estimados ,  dejaron 
.un  saldo  de  pesos  16,754,797  84* 


Sg8 


i  o  o  o  o  o  o  o  t 


io  ms  -n  fj?  v 


n  CTa  w    —    h    d^flO 


•s  ta  o  o<»  »r  -  m  o 


1-M 
18Í 


C  £  B  ^  o  .2  o  s  S 
g  -fl  n  ¿  IT  a  —  So- 
la Ifc  38  3Jí¡íiS>'5,*ot 


mmmm 


ÍNDICE. 


>^» 


p'* 

Dedicatoria 5 

Advertencia *] 

Discurso  preliminar.  ...*... 9 

I.  De  la  inviolabilidad  de  las  instituciones  políticas  y  leyes 
fundamentales 5o 

II.  De  la  necesidad  de  la  economía  administrativa.  ...  86 
1H.  De  las  convenientes  relaciones  con  las  potencias  es- 

trangeras 98 

IV.  De  la  urgencia  de  la  instrucción  popular  y  enseñanza 
gratuita na 

V.  De  los  beneficios  del  cultivo  de  las  ciencias  y  las  artes.  i^3 

VI.  De  los  establecimientos  de  beneficencia  y  corrección*  n5r] 

VH.  Del  fomento  de  la  agricultura  é  industria 280 

VQI.    De  la  benéfica  influencia  del   comercio  libre ,  y 

funestas  consecuencias  del  sistema  prohibitivo 349 

IX.  De  la  utilidad  de  la  abertura  de  los  caminos  y  canales 
fluviales 38a 

X.  De  las  ventajas  de  la  colonización  de  las  fronteras  y  ri- 
beras litorales fyii 

XI.  De  la  policía,  salubridad  y  embellecimiento  de  la 
ciudad  de  México 4&3 

Esposiciones  adicionarías 537 

FIN  DE  LA  OBRA. 


FE  DE  ERRATAS  MAS  NOTABLES. 


Pdg.  66, 
7*> 

Un.  aa,i 
*3, 

á/ce  qda, 

útil  saludable, 

léase   que. 

útil  y  saludable. 

86, 

aa, 

sublima, 

sublime. 

9*> 
9*> 

*7> 
20, 

pesedas, . 
embarazaban, 

pesadas, 
embarazaban. 

98> 

ia» 

enlazo, 

enlace. 

108, 
ni» 

6, 

*7» 

presenteodo, 
no  dio, 

presentando, 
nos  dio. 

161, 
*99> 

29» 

7» 

prescribir, 
literalusa, 

proscribir. 
Viera  tura. 

*$7, 

i5, 

maravilles, 

maravillas. 

«57, 

aa, 

«vanturo, 

aventuro. 

*48, 

10, 

cánones, 

cánones. 

a78, 

30, 

bótitas, 

boticas. 

Í16, 

3o, 

recira, 

sjtrvtta. 

457, 

o3, 

gastos, 

gustosos. 

449» 

6, 

ostenta, 

ostentación. 

Í76. 

*3, 

prolojtdad, 

prolijidad* 

48i, 
494, 

6, 
3» 

oncargaran, 
de  i5i3, 

encargaran, 
de  1573. 

49¿>> 

ao, 

maesta, 

maestra. 

*99» 
5o5, 

4. 

i4, 

cosas, 
levaderos. 

casas, 
lavaderos, 

5og, 
537, 

<7> 
i5, 

intregas. 
diversos. 

intrigas, 
diversas. 

53q, 

ia, 

sucio, 

suelo. 

555, 

i*, 

viniendo, 

vinieron. 

I   . 


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3